El Principio Del Proceso Debido: Tesis Doctoral

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TESIS DOCTORAL

El principio del proceso debido

Presentada por: Ledo. Iñaki Esparza Leibar

Dirigida por:

Prof. Dr. Juan-Luis Gómez Colomer Catedrático de Derecho Procesal

El principio del proceso debido,

Ledo. lñaki Esparza Leibar Area de Derecho Procesal U.P. de Derecho Público Universitat Jaume I de Castellón

El Doctorando, adscrito al Area de De~~oho Procesal de la Unidad Predepartamental de Derecho PUblico, ha obtenido dos becas de la Universitat Jaume I de Castellón como ayuda para la realización de la presente Tesis Doctoral: La primera disfrutada en el "Institut für ltriminoloqie und wirtschaftsstrafrecht" de la Universidad alemana de Friburqo de Brisqovia, bajo la dirección del Pro!. Dr. Dr.h.c. multe Klaus Tiedemann, de junio a diciembre de 1992; la segunda, en el "International Human Riqhts Law Institute" de la DePaul university de chicaqo (USA), bajo la dirección del Prof. Dr. H. Cherif Bassiouni, a disfrutar los meses de junio a septiembre de 1994Q

INDICE SISTEMATICO

INTRODUCCION CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO I •

II.

NOTAS PRELIMINARES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

17

CONCEPTO Y NECESIDAD DE LA TEORIA DE LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO .•.•••••••.•.•.••••••••••••••••••••••••••

19

A. El principio de oportunidad y los derivados ......

27

1. Principio dispositivo •.•..•...•............. 2. Principio de aportación de parte .••••••..•.. 3. Control de los presupuestos procesales e impulso procesal ..........•.•........ 4. sistema mixto de valoración de la prueba .•..

30 32 35 41

B. El principio de necesidad y los derivados •..•....

47

1. Principio de oficialidad •..•••••••••.•••..•. 2. principio de investigaci6n oficial ••••.•.•.. 3. Control de los presupuestos procesales e impulso procesal •••••••••••.•••••••.• 4. sistema de valoración libre de la prueba .•..

50 54

C. Los principios del procedimiento ••••••••.•..•.•..

62

1. Escritura y sus principios consecuencia .....

64

a. principio de mediación .••••••.••..•...... b. Dispersión y preclusión •..•••.•.•.••.....

67

c. Secreto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

69

2. Oralidad y sus principios consecuencia •..•..

70

a. Principio de inmediaci6n .•••..•••.......• b. Concentraci6n/Celeridad ..•..•.••..••.•.•.

73 74

c. Publicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

76

57 60

66

=

PARTE 1

EL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LAW": SU REGULACION y MANIFESTACIONES EN EL PROCESO PENAL FEDERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA l.

11.

INTRODUCCION: BREVE REFERENCIA AL PODER JUDICIAL FEDERAL EN LOS USA; ORGANIZACION y ALCANCE ....•...

81

EL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS 01' LAW" •••••.••••.•.

84

111. AMaITO DE APLICACION DE LA INSTITUCION EN LOS USA •.......•..•..•••••.••••.••••••.•.......

IV.

95

MANIFESTACIONES DEL DPL EN EL PROCESO PENAL FEDERAL USA ..••••.•..•.•.••.••••••••••••••••••••••

100

A. Procedimiento preliminar/"Pretrial phase" .•.•.. 102 1. Detención ordenada por órgano jurisdiccional/"Arrest under warrant" ..... 102 2. Detención no ordenada por órgano jurisdiccional/"Arrest without warrant" ••. 104 3. otras posibilidades de investigación / "stop-and-frisk" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

4. Registros-Incautaciones/"SearchesSeizures" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

5. Escuchas/"Eavesdropping" ..••••••.••••••... 108 6. La denominada "Exclusionary rule" de la cuarta enmienda USC .•••.•.•••••••••.•••... 110 7. Interrogatorios-confesiones-silencioprivilegio frente a la autoincriminación/ "Interrogation-confessions-self incrimination" .....•.••••••••••••••••••... 113 B. comparecencia previa al juicio/ "Pretrial phase" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

1. Imputación/"Indictment, information or presentment" ............................. . 117 2 . F 1anza ' /"B al'1" ............................ . 118

3. Especial referencia a la prisión provisional/"Preventive detention" ....... . 119 C. Fase

de plenario o juicio oral/

"Trial phase" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 1.

n Due

process ti

••••••••••••••••••••••••••••••

2. Presunción de inocencia/"Presumption of

123

, " . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 lnnocence

3. Prueba más allá de toda duda razonable/"Proof beyond a reasonable doubt II

.....................................................................

126

4. Derecho a un juicio con juradol"Right to jury trial" .•.•••..••••••••••••••••••••••• 126 5. contradicción-derecho de defensa/"Right to present defense" .••••••••••••••••.••••• 128 6. Derecho a la asistencia letrada/"Right to counsel" .............................................................. 13 O

7. Derecho a estar presente/"Right to be present" .................................................................... 133

8. Derecho a pronunciarse sobre la acusación formulada/"Guilty pleas -plea bargaining" .••••••••••••••••••.•••.• 135 9. Objetividad en la conducta del MF-debercontrol/"Conduct of the Prosecutor-duty" 137 10. Objetividad en la conducta del juzgadordeber-control/"Conduct of the jUdgeduty"

.......................................................................... 138

11. "Ne bis in idem" /"Double jeopardy" ••••••.• 139 12. "Fair trial/Free press/Public trial" ••••.• 140 V.

CONCEPTO.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ....

142

PARTEn EL SIGNIFICADO DEL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LAW" EN EL DERECHO PROCESAL PENAL ALEMAN: CONCEPTO y CARACTERES DIFERENCIADORES l.

INTRODUCCION: BREVE REFERENCIA A LA ORGANIZACION JUDICIAL EN ALEMANIA ••••••••••••••••• 145

A. Organización de los tribunales en Alemania

147

B. Esquema sintético del proceso penal alemán por delitos •.••••••••••••••••••••••••••• 150

c. 11.

El proceso penal alemán: Configuración

152

EL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LAW", LA PLASMACION EN ALEMANIA DE UNO DE SUS CONTENIDOS ESENCIALES: EL "FAIR TRIAL" ..•.•... 155

111. CONTENIDO Y ELEMENTOS ESENCIALES CONSTITUTIVOS DEL "FAIR TRIAL/FAIRES VERFAHREN" EN EL PROCESO ALEMAN ••.••••••..•..•..•• 166

IV.

MANIPESTACIONES DEL "PAIR TRIALI PAIRES VERPABRENtf EN EL PROCESO PENAL ALEMAN ...••. 172 A. El principio de la igualdad de armasl Waffengleichheit" .••.••••••••••••••••••.•.••••• 175 1. Manifestaciones del principio "Waffengleichheit"/Igualdad de armas en el proceso penal alemán: •••...••. 179 a. Presunción de inocencia/ Unschuldsvermutung" •••••••........ 179 b. Derecho de audiencia/"Rechtliches Gehor ti

••••••••••••••••••••••••••••

c. Derecho a la información/"Umfassende Be1ehrung liber die Beschuldigtenrechte" •.•....••..... d. Derecho a un proceso rápido/"Speedy Trial"-"Konzentrationsmaxime" •.••• e. Medios de prueba - Prueba ilícitamente obtenida/"Beweismethoden Gesetzeswidrig Erhobene Beweise" f. Derecho a guardar silencio - Derecho a no declarar contra sí mismo/ "Schweigerecht" - "Nemo tenetur se ipsum accusare" ••••••••••••.••. g. Derecho a la defensa/"Verteidigung" h. Derecho a un intérprete gratuito/ "Anspruch auf einen Unentgelt1ichen Do1metscher" ••.•.•

18 O

180 182 184

186 187 191

B. El principio del deber de asistencial "Fürsorgepflicht" ••••••••••••••••••••••••••••••• 192 1. Introducci6n ............................... 192

2. Deber de asistencia procesal de los Tribuna1es/"Gericht1iche -Prozessuale Fürsorgepflicht" ••••••••••••• 197 a. Instrucción sobre las posibilidades de actuación y defensa, en especial la "Be1ehrungspf1icht" ••••••••.•..•.• 199 b. Facultades de dirección procesal, subsanación de defectos procesales/"Fürsorgepf1icht gegenliber dem Verfahren" •••••••••. 205 c. Rehabilitación del inocente, protección de los sujetos participantes en el proceso ••••••. 207 V.

CONCEPTO. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ••

209

PARTE m

EL RECONOCIMIENTO DEL PRlNCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LAW" EN LA LEGISLACION y JURISPRUDENCIA ESPAÑOLAS l.

INTRODUCCION. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 212

II.

EL PRINCIPIO DEL DERECHO AL PROCESO DEBIDO EN LA CONSTITUCION ESPAÑOLA ..•.•••••••••••...••••• 216

III. INSTITUCIONES CONSTITUCIONALES APLICABLES AL PROCESO DEBIDO .....•.....•.•..•.•.•••••••••••.• 222 A. principios generales .•.•.••••••••••••••.•.•••.• 222 B. Derechos fundamentales ..•.••.••••.•••..•.•..•.• 225 C. Libertades püblicas •.•••••..•••.••••••••..•...• 230 D. Garantías constitucionales o institucionales ••• 231 E. Valores superiores constitucionales

233

IV.

ESTADO SOCIAL Y DEMOCRATICO DE DERECHO Y PROCESO DEBIDO ..•.•••••••••••••••••••••. 235

V.

EL CONTENIDO DEL "DERECHO AL PROCESO DEBIDO" EN LA JURISPRUDENCIA DEL TC y DEL TS ••••••••••.••• 239 A. Proceso debido y prohibición de la indefensión •••••••••••.•••••••••••••••••••••••• 240 B. Proceso debido y principio acusatorio •••••••••• 260 C. Proceso debido y derecho de defensa •••••••••••• 270 D. Proceso debido y Art. 24 CE

280

E. Proceso debido y principio de publicidad •.•.•.• 284 F. Proceso debido y principio de igualdad de armas •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 286

G. Proceso debido y presunción de inocencia ..••••• 287 H. Proceso debido y dilaciones indebidas .•.....••• 292 I. Proceso debido, proceso con todas las garantías y Juez imparcial .••.•.....•••.•.•.••.• 296

VI.

EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA SIN INDEFENSION ..•..•....••.•••••...•.... 301

A. Derecho de acceso a la justicia y derecho a una resolución fundada sobre el fondo del asunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303 B. Motivación de las resoluciones judiciales ...... 307 C. Derecho a los recursos

309

D. Derecho a la ejecución de sentencias ........... 312 VII. EL PRINCIPIO GENERAL DEL DERECHO AL PROCESO DEBIDO ••..•..••..•••.••.•..•.....•...•. 315

A. Recapitulación de derecho comparado .•.•........ 315 1. La naturaleza del proceso debido en el derecho de los EEUU de Norteamérica •.•.... 315 2. La naturaleza del proceso debido en el derecho alemán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316 B. El "Due process of law" como principio general del derecho en relación al Derecho Jurisdiccional español •••..•••......... 318 1. Resumen de la posición jurisprudencial

318

a. concepto estricto: Elemento integrante del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva .•...••..• 319 b. Concepto ecléctico: Equivalente a las garantias del arto 24 CE .•..••... 320 c. Concepto amplio: Participe de la naturaleza juridica de los principios generales del derecho •••••••••.•.••...• 320 Nuestra posición •••••••••••••••••••.•••••• 328

?"

a. Naturaleza y contenido ••••••••••..•.... 329 b. Efectos •....•••••••••.••.•.•.•....••.•• 332

,(;Olij~L1) 81 ONES

TE81S

........

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~..........................................

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

INDICE BIBLIOGRAFICO . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . . . • • . . . . . . . . . .

335 339

342

-

ABREVIATURAS

ACLR AG ADWBL BGBl BGH

: American Criminal Law Review.

oficial. ··• AmtsgerichtjTribunal AnwaltsblattjBoletln de la Abogacla. Oficial Federal. ··• BundesgesetzblattjBoletln BundesgerichtshofjTribunal Supremo Federal

BGHSt

BJC BVerfG BVerfGE BVerfGG

·• · · ·

CC CE

:

CEDH

:

DPL

·• · ·: ·

DRiG DRiz DWl EGGVG

EGMR EuGRZ

EuKomMR

·

· · · o

para asuntos civiles y causas penales. Entscheidungen des Bundesgerichtshofs in Strafsachen, amtliche SammlungjResoluciones del Tribunal Supremo Federal en causas penales, colección oficial. Boletln de Jurisprudencia Constitucional. BundesverfassungsgerichtjTribunal Constitucional Federal. Entscheidungen des BVerfG, amtliche SarnrnlungjResoluciones del Tribunal Constitucional Federal, colección oficiaL. BundesverfassungsgerichtsgesetzjLey del Tribunal Constitucional Federal, de 12.12.1985 (BGBl 1 S 2229). CÓdigo civil de 24 de julio de 1889. Constitución Española de 31 de octubre de 1978. Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Roma 4 de noviembre de 1950. Due Process of LawjPrincipio del Proceso Debido. Deutsches RichtergesetzjLey de los Jueces alemanes de 08 de septiembre de 1961 (BGBl 1 1665; 111 301 - 1). Deutsche Richterzeitung. Deutsches Verwaltungsblatt. Einführungsgesetz zum GerichtsverfassungsgesetzjLey de introducción a la Ley Orgánica de los Tribunales, de 27. enero de 1877 (RGBI 77; BGBL I I ! 300-1). Entscheidungen des Europaischen Gerichtshofs für MenschenrechtejSentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Europaische Grundrechte ZeitschriftjRevista Europea de Derechos Fundamentales. Europaische Kornrnission für MenschenrechtejComisión Europea de Derechos Humanos.

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.

·

2

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JUS JZ LEC LEcrim LG

LJCA LO

LOPJ LOTC LPL L. Rev. ~R ~K

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INTRODUCCION

CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO



Antes de entrar en la materia propia de esta Tesis Doctoral, debemos realizar una genérica y sucinta justificación de las páginas

que

bajo

el

rótulo

"Introducción"

se desarrollan

a

continuación. En primer lugar, dado que el objeto de la presente tesis doctoral está constituido por una institución a la que atribuimos la

naturaleza

de

principio general

del

derecho,

nos

parece

imprescindible partir del estudio de la teor1a general de los principios,

de

tan

amplia

raigambre

entre

procesalista tanto nacional como extranjera,

la

doctrina

y que tiene una

especial relevancia y utilidad en relación a la interpretación de la normativa procesal. No es posible una correcta comprensión del proceso debido si se desgaja del resto de principios que integran la teor1a a la que nos referimos con los que comparte una única naturaleza. Cada uno de los principios del proceso se aplica a un objeto concreto y en un ámbito determinado (principio de oportunidad, en relación a

las posibilidades de iniciar el proceso en el

proceso civil y derivados, procedimiento,

etc.),

principio de oralidad,

propio del

en tanto que el principio del proceso

debido contiene la totalidad de los principios integrantes de la teoria

de

los

principios

(principios

comunes

a

todos

los

procesos, principios especificos, principios del procedimiento) siempre que no sean incompatibles,

siendo además adaptable y

aplicándose tanto al proceso penal como al proceso civil y a

16

El principio del proceso debido aquellos que de él derivan, respetando la naturaleza de cada uno de ellos. El

estudio del principio del proceso debido no tendrla

ningún sentido si no lo pusiéramos en relación, primero con el conjunto de la teoría de los principios, y posteriormente con aquéllos que rigen en el proceso y los procedimientos propios de cada una de las manifestaciones de la jurisdicción.

I. NOTAS PRELIMINARES

Dentro del análisis de la naturaleza del proceso y como configuradores de la estructura del mismo, además de serlo de los diversos procedimientos,

nos encontramos con la necesidad de

remisión a unos puntos de referencia comunes, cualquier

ulterior

construcción

casuismo,

suponiendo

más

un

adolecería

retroceso

sin los cuales

del

que

un

defecto avance

del el

encontrarnos tratando materias científicas de un modo contingente y básicamente inadecuado. En auxilio de las carencias que venimos a señalar de

forma

tan somera y que han aquejado a lo largo de siglos los esfuerzos realizados para la construcción de una auténtica ciencia del Derecho Procesal, ya a mediados del siglo anterior y fundamental e inicialmente a cargo de estudiosos alemanes (Bülow, Kohler, Wa~h,

Goldschmidt, etc.), se procedió a sentar las bases

17

del

Iñaki Esparza Leibar método científico para la disciplina que nos ocupa, además de a acotar el campo que en lo sucesivo habría de serIe propio l • Uno de los contenidos, el más tradicional sin duda, ha sido de alguna manera hipervalorado hasta el punto de denominar la disciplina Derecho Procesal olvidando incluir en la definición otros contenidos no menos importantes sobre los que "ab initio" carecemos de información

(tal es el caso de la teoría de la

acción y de la parte orgánica); nos estamos refiriendo claramente al proceso, que es la parte de la que pasaremos inmediatamente a ocuparnos: y más concretamente haremos referencia a una línea metodológica, dentro de la teoría del proceso, que nos dará en todo momento una

referencia

cierta para

posteriormente se ha construido,

juzgar todo

lo que

su error o acierto,

de una

manera indudable por lo que de científico incorpora el método al que nos referimos, y que la doctrina ha denominado método de los principios 2 •

1 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional. Parte general, 1993, v. 1, pp. 25-36. vid. también referencia btbltográfica en PRIETO CASTRO L. Tratado de Derecho Procesal Civil. Proceso declarativo y proceso de ejecución, Pamplona 1985, 21 ed., t. 1, pp. 172-174. RAMOS MENDEZ F. Derecho Procesal, Barcelona 1978, pp. 19-20. Ba~c@lona

2 Vid., en general MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional

I op. cit., v. 1, pp. 485-548. GOMEZ COLOMER J. L. Reflexiones sobre las bases científicas de la parte general del Derecho Jurisdiccional, Justicia, n Q 111 1989, pp. 590 Y ss. 18

El principio del proceso debido 11. CONCEPTO Y NECESIDAD DE LA TEORIA DB LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO

considerado

como

un

método

orientado

sistematización de unos principios de general

hacia

la

aceptación,

a

partir de los cuales se establecen los contenidos propios y los limi tes

de

cada proceso,

atendiendo a

las exigencias de

la

pretensión objeto del mismo, que requerirá un tratamiento u otro; pero es que además, y precisamente por su construcción lógica, el mencionado método de los principios determina el conjunto de garantias procesales que a modo de cierre serán establecidas para cada

proceso,

o

dicho de otra manera,

dados unos principos

tendremos la posibilidad de instaurar unas u otras garantías procesales. principios

Particularmente que

denominaremos

llamativo bifrontes,

es

el y

caso

ello

de

los

puesto

que

simultáneamente compaginan la naturaleza de principios con la de garantias;

Son

los principios del procedimiento,

los

cuales

determinan considerablemente los procesos que configuran3 • La relación que se apunta constituye una hipotésis para cuyo tratamiento comenzaremos inmediatamente con la exposición ordenada de un sistema de principios procesales generalmente

3 En este sentido vid. MORENO I CORTES I GIMBNO Introducción al Derecho Procesal, Valencia 1993, p. 237, donde se destaca la importante función de los principios del proceso en relación al "proceso justo", que como veremos a lo largo del presente trabajo equivale a proceso debido; "A través del estudio de los principios del proceso se puede observar en un corto espacio los criterios informadores de nuestro ordenamiento procesal, a la vez que puede destacarse la adecuación o no de nuestros distintos tipos de procesos con el modelo del "proceso justo" trazado por nuestra Constitución." 19

Iñaki Esparza Leibar aceptado y suficientemente sistematizado como para suponer una base imprescindible para la posterior construcción. Es probablemente éste el momento adecuado para situar el concepto de proceso diferenciándolo de otros, que aun no siendo equiparables, son ordinariamente empleados como sinónimos, de tal suerte que entenderemos por proceso aquél función

jurisdiccional

a

través

del

instrumento de

cual,

únicamente,

la se

ejercita la misma 4 ¡ obtenida una definición tan concreta como la precedente estamos en situación de poder compararla con las correspondientes a

los antedichos conceptos que se prestan a

equívoco:

1- Procedimiento: Procedimiento se refiere a una serie de fases

sucesivas

efectivamente perfectamente

de

un

ser no

serlo,

fenómeno ¡

jurisdiccional, (el

dicho

fenómeno

pero

procedimiento

a

puede seguir

puede también para

la

obtención de un permiso de ausencia en el caso de los profesores universitarios), la desvinculación con la función jurisdiccional puede ser absoluta,

a diferencia del proceso,

y en todo caso

parece aludir a una actividad formal, externa o no sustantivas. 4 HONTERO/ORTELLS/GOHEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., v. 1,

pp. 455-460. 5 HONTERO/ORTELLS/GOHEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., v. 1, pp. 455-460. DE LA OLIVA/FERNANDEZ Derecho Procesal Civil, v. 1, (Introducción. El proceso civil, sus tribunales y sus sujetos), 3i Ed., Barcelona 1988, S 3, pp. 58 Y ss. Vid. en general sobre esta materia, ALCALA-ZAHORA y CASTILLO, Estudios de derecho procesal, Madrid 1934, págs. 461 y ss. RAMOS HENDEZ F. Derecho procesal civil, Barcelona 1992, 5i ed., T. 1, pp. 330-331ALHAGRO/GIHENO/CORTES/MORENO Derecho Procesal. Parte general. Proceso civil (1), Valencia 1988, T. 1, Vol. 1, pp. 190-191. PRIETO CASTRO L. Derecho Procesal Civil, Madrid 1988, 4i ed., pp. 20

El principio del proceso debido 2- Juicio: En propiedad, dicho vocablo designa el momento final del proceso, alli donde el órgano jurisdiccional emite un pronunciamiento

sobre

la

materia

que

integra

el

asunto

controvertido; de lo que cabe entender que la confusión entre juicio y proceso, a nivel conceptual, supone el mismo error que la

designación de la rama del ordenamiento juridico que nos

ocupa como derecho procesal olvidando; como en lineas anteriores otras

señalábamos,

partes

esenciales

que

a

dicha

rama

corresponden por definirlas con el nombre de una sola de sus partes, que en ambos casos es discutible sea la esencia1 6 •

3- Enjuiciamiento: Es el término tradicional del derecho español para designar la acción y efecto de enjuiciar, por lo que abarcará tanto el procedimiento como el proceso,

además del

juicio que sobre él se emita. No es un instrumento ni es una actividad externa o formal,

asi como tampoco es un concreto

momento del proceso, precisamente el de su resolución; sino un término general y Es seguro,

relativamente vago en su plasmación7 •

y volvemos a la teoria de los principios del

proceso, que el estudio, desarrollo y posterior aplicación de los principios

ha

sido

mayor

en

la

rama

penal

del

Derecho

38-39. COUTURE E. J. Vocabulario ;uridico, Buenos Aires 1991, p. 479.

6 PRIETO CASTRO L. Tratado de Derecho Procesal Civil, op. cit., t. I, pág. 49; SERRA DOHINGUEZ H. Estudios de Derecho Procesal, Barcelona 1969, págs. 63 Y ss .. Vid. ACOSTA ESTEVEZ Los derechos básicos del justiciable, Barcelona 1987, págs. 27 y ss. COUTURE E. J. Vocabulario ... , op. cit., p. 357 Y ss. 7 Para mayor detalle sobre el término, vid. FENECH H. Derecho Procesal civil, Madrid 1986, pp. 41 Y ss., SS 14 Y 15. 21

Iñaki Esparza Leibar Jurisdiccional, y ello debido posiblemente a que los derechos de los que

la referida rama se ocupa han sido considerados de

preferente interés por la doctrina dada la trascendencia que los caracteriza. En todo caso ello nos permitirá un más rápido avance en el desarrollo de los mismos dentro de la rama civil por medio de un adecuado aprovechamiento de los estudios y plasmaciones que los investigadores de la materia penal han realizado. Sin olvidar la esencial unidad del proceso en el sentido del concepto que anteriormente avanzábamos y sin

perde~

de vista

que los principios que rigen ambos procesos, civil y penal, son en general correlativos, teniendo en muchos casos la posibiblidad de

deducir

los

unos

mediante

una

interpretación

a

sensu

contrario de los otros, y esto en ambas direcciones. Procederemos en este

momento a la exposición por separado de los principios

derivados proceso

del

principio

y

civil

en

de

oportunidad,

general

de

los

caracteristico procesos

laboral

del

y

administrativo, y por otro lado expondremos también, de la forma más

detallada

y

sistemática

posible,

las

derivaciones

del

principio de necesidad como origen de la obligada distinción entre proceso corresponde.

civil y Hay

que

penal, tener

siendo en

a

cuenta

este último sin

embargo,

a

quien que

la

separación entre los distintos procesos no es ni tan n1tida ni tan absoluta como pudiera parecer; al contrario,

"anziche la

assoluta separazione di un incolmabile abisso, corre a guisa di ponte di passaggio una zona di forme processuali intermedie (proceso penal por delitos privados y semiprivados, y proceso civil inquisitivo) - attraverso le quali la graduale continuita 22

El principio del proceso debido tra i due tipi estremi di processo - (proceso civil dispositivo y proceso penal por delitos públicos) -

e mantenuta, e confermata

la loro essenziale unita di destinazione,,8. En

la

misma

línea

que

la

argumentación

antecedente

y

previamente a cualquier intento de clasificación de procesos atendiendo necesaria

a una

los

principios

referencia,

a

los

siquiera

que

responden,

breve,

a

un

se

hace

grupo

de

principios que son comunes a todo tipo de procesos y que están referidos a las posibilidades de intervención de las partes en el proceso. A ellos, y por suponer su existencia el respeto de algunos postulados elementales de justicia, se los ha llegado a denominar, por algún "jurídico-naturales" 9 • entendida

de modo

concreto sector doctrinal, como principos En cualquier caso,

di verso,

existe

si su naturaleza es

acuerdo

unánime

sobre

su

contenido; así, serán comunes a todos los procesos los siguientes principios 1o :

A- Dualidad de posiciones: Cuya concreción cabría en el siguiente

enunciado:

La

existencia

requiere

necesariamente de dos

de

un

verdadero

posiciones,

que

proceso

no partes,

contrapuestas; sin esa dualidad no existirá un verdadero proceso,

8 CALAMANDREI P. Opere giuridiche, vol. l, Napoli 1965, pp. 146. 9 DE LA OLIVA/FERNANDEZ Derecho Procesal ... , op. cit. vol.l., §

4, pp. 65-82.

10 FAIREN GUILLEN V. Doctrina general del derecho procesal, hacia una teoría y ley procesal generales, Barcelona 1990, pp. 35 Y ss. 23

Iñaki Esparza Leibar y de otra parte la misma determinará la estructura del proceso a que dará lugar precisamente la dualidad de posiciones ll •

B- Contradicción o audiencia:

Se trata de un principio

general del derecho, en base al cual, nadie puede ser condenado sin ser oido y vencido en "juicio"

(proceso). Se trata de una

parte, y de una parte fundamental, de lo que denominamos derecho de defensa, que deberá ser articulada técnicamente de diferente forma para los procesos informados por el principio especifico de oportunidad o para aquellos que lo son por el de necesidad. Lo que

debe

quedar claro es que

se

reconoce y

se debe de

garantizar para todas las partes de todos los procesos; esta última

consideración viene

articulo

24.1

CE,

implica

la

contradicción

correspondiente

a

de

avalada

por

la prohibición de

derechos

o

la la

audiencia) ,

fundamentales,

inclusión, indefensión en con

la la

en

el

(que parte

especial

protección que ello conlleva l2 • La necesidad de este principio no termina una vez iniciado el proceso, emplazamiento o citación, sino que tiene vigencia a lo largo de todo su devenir. Las concretas garantias que requiere 11 RAMOS MENDEZ F. El sistema procesal español, Barcelona 1992, pp. 129 Y ss. LORCA NAVARRETE A. M. Introducción al Derecho Procesal, Madrid 1991, p. 74. PRIETO CASTRO L. Tratado ••. , op. cito q pp. 233-236. 12 RAMOS MENDEZ F., El proceso Denal. lectura constitucional, Barcelona 1993, págs. 13 y 14. RAMOS MENDEZ F. Derecho procesal ... , op. cit., pp. 338, 339. ESCUSOL BARRA E. Manual de derecho procesal-penal, Madrid 1993, p. 126. ORTIZ NAVACERRADA s. Jurisprudencia procesal civil del Tribunal Supremo, Granada 1992, pp. 44 Y ss. GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, Oviedo 1987, p. 33. DE LA OLIVA/ARAGONESES/HINOJOSA/ MUERZA/TOME Derecho Procesal Penal, Madrid 1993, pp. 28-32 Y 604. 24

El principio del proceso debido para su efectividad serán objeto de estudio posterior en nuestro trabaj o 13.

C- principio de igualdad de las partes:

Cuya existencia

garantizará que todas las partes dispongan de igualdad de medios para la defensa de sus respectivas posiciones; lo que debemos entender en este lugar no es que las partes son iguales pues no lo

son

(especialmente

administración pública

si

consideramos

al

Estado

en su actuación como parte

u

otra

procesal,

también es el caso del MF en relación con el acusado en el proceso

penal,

pero

también

existen

desigualdades

por

circunstancias de hecho, económicas, culturales, etc.) sino que en virtud de la igualdad quedarán automáticamente proscritas las posibilidades de la existencia de privilegios para alguna de ellas 14 • Posiblemente sea éste el principio de más difícil aplicación real, dado que el mero enunciado normativo (por elevado que sea el

cuerpo

que

lo

recoge),

no

podrá

en

ningún

caso

con

pretensiones de inmediatez acabar con desigualdades de hecho poco menos que milenarias en el seno de la sociedad en el que se 13 RAMOS MENDEZ F. El sistema •.• , op. cit. I pp. 78 Y ss. MORENO/CORTES/GIMENO Introducción ••• , op. cit., pp. 238-240. 'lid., SSTS, de 30 de octubre de 1987, 31 de marzo de 1989, 6 de octubre de 1990, 5 de febrero de 1991, entre otras. 14 ORTIZ NAVACERRADA S. Jurisprudencia procesal •.• , op. cit., p. 48. En relación con la igualdad de armas Waffengleichheit, vid. MORENO/CORTES/GIMENO Introduccion .•• , op. cit., pp. 240-241SSTS, de 6 de julio de 1987 y de 19 de enero de 1988. DE LA OLIVA/ARAGONESES/HINOJOSA/MUERZA/TOME Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 32-37 Y 604-605. Para las especialidades de la postura del Estado como parte procesal civil, vid., PRIETO CASTRO L. Tratado ... , op. cit., t. I, pp. 236-237. 25

Iñaki Esparza Leibar intenta promover. Se recoge primariamente

en los articulos 1.1

y 14 CE I5 •

De los citados principios comunes a todos los procesos, al menos el de audiencia y contradicción y el de igualdad informan la legislación procesal tanto desde el prisma ejemplificador y general propio de todas las instituciones principiales, como, y cerrando el sistema, "garantlas constitucionales" del proceso, de todos ellos 16 lo que requiere un desarrollo especifico para cada uno partiendo no ya de la generalidad y abstracción sino de las exigencias concretas de cada fase de cada proceso. Expuesto el alcance que como principios les corresponde, suspendemos ahora la exposición del ámbito que como nuevamente

abordarla en el

garantias les afectará, para

lugar que consideramos adecuado,

siendo plenamente conscientes de que cualquier principio respecto del que no se establezcan concretas garantias, estará condenado a una ejemplificadora ineficacia. Es

a

partir

de

este

momento

cuando

comenzaremos

la

exposición de los fundamentos que sustentan la distinción primero entre el proceso civil y el proceso penal,

es decir,

principios especificos de oportunidad y necesidad, seguirán

los

principios

técnicos

derivados

de

a

de los los que

cada

uno

de

15 RAMOS MENDEZ F. El sistema ... , op. cit., pp. 75 Y ss. 16 En relación al proceso civil, vid. RAMOS HENDEZ F. Derecho procesal ... , op. cit., pp. 343 Y ss. 26

El principio del proceso debido ellos 17 • Comenzando por aquél que caracteriza al proceso civil.

A. El principio de oportunidad y los derivados

El principio de oportunidad es aquél que regirá en todos los procesos en los cuales el interés predominante sea el interés del individuo, informando as! todo el desarrollo de los mismos en la medida en que como se ha dicho,

la afirmación de un concreto

derecho privado constituya el objeto de aquéllos. Como tal, es un principio neutral respecto del tema que pretendemos abordar, pues de su mera existencia nos resultará imposible concluir que exista

un

nexo,

garantías que principio.

con

la

formulación

causa-efecto,

con

las

debe contar cualquier proceso informado por dicho

En cualquier caso, estimamos conveniente, para una

adecuada comprensión del conjunto de la presente exposición, el hacer siquiera una breve referencia a los contenidos que comporta la existencia del principio de oportunidad, que a su vez nos dará la clave para entender la anterior afirmación. Está en relación con

otras

posibilidades

que

el

titular del

derecho

privado

perturbado puede emplear para el adecuado restablecimiento del mismo 18 ,

es

transacción),

decir, o

la

la

autocomposición

extraprocesal,

heterocomposición

materializada

(vgr. en

el

arbitraje. De tal suerte que serán las partes las que decidirán, 17 FAIREN GUILLEN V. Doctrina general ... , op. cit. pp. 267 Y ss. 18 HONTERO/ORTELLS/GOHEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., v. 1, pp. 465-471. FAIREN GUILLEN V. Temas del ordenamiento procesal, t. 1, Madrid 1969, págs. 321 y ss. 27

Iñaki Esparza Leibar en base a su conveniencia u oportunidad, si sus intereses serán tutelados por un órgano jurisdiccional o no. O dicho de otra manera, el proceso, cuando en él se conozca de pretensiones de carácter privado, nunca será

iniciado de oficio por el órgano

jurisdiccional a quien en estos casos no compete la iniciativa procesal.

Tal y como certeramente

se ha dicho,

es el Estado

quien ejerce la tutela de los derechos privados, pero no para si, pues no es el sujeto interesado con derecho a ella; por lo que no le corresponderá, en este ámbito, la iniciativa procesal 19 • Llegados a este punto, parece conveniente realizar un pequeño inciso

en

meramente

el

que

técnico

enmarcar o

la

discusión

técnico-politico

de

sobre las

el

carácter

normas

básicas

reguladoras del proceso y concretamente del proceso civil. Desde la posición que entiende que dichas normas componen un derecho técnico a salvo totalmente de influencias ideológicas siendo el caso del proceso civil "particularmente estable •.. , como

lo muestran el

alemana

oriental

modificaciones opuestos. ,,20,

a

y

ejemplo de española,

través

de

constituyendo

producidas

meras

exigencias

contenido

técnico-dogmático.

las

que

legislaciones

han

regimenes el

subsistido politicos

fundamento

teóricas Hasta

y la

italiana,

de

casi

totalmente

las

reformas

experimentales concepción

19 WACH A., Manual de Derecho Procesal civil, vol. Aires 1977, pág. 22.

sin

de

opuesta

I,

Buenos

20 SERRA DOMINGUEZ M. Liberalización y socialización del proceso ci vil. (Las facultades del Juez en la legislación y en la realidad procesales), Ponencia redactada para el V Congreso Internacional de Derecho Procesal, México 1972, RDPI 1972, pp. 511 Y ss.

28

El principio del proceso debido sustentada por juristas principalmente italianos, soviéticos y austríacos para los que la dependencia del proceso con respecto a

la

ideolgía e

incluso,

en el caso de los socialistas,

el

servicio de aquél para con el sistema político, es evidente. Ello puede claramente deducirse de las siguientes palabras del jurista austríaco

Fasching21 :

estados totalitarios,

"La

diferencia

con

el

sistema

de

los

particularmente con el sistema jurídico

socialista, consiste en que estos medios intensificados del juez, se implantan allí para el logro de finalidades sociales, y aquí, ante todo, mediante la intervención del ministerio público y de otros organismos sociales en el procedimiento". Considera

este

sector de opinión que las reformas procesales entran dentro de las tareas de previsión social del Estado,

o dicho en otras

palabras, cada ideología determinada modulará la regulación del proceso con criterios políticos, pues esta última no es sino un reflejo de aquella y por tanto al servicio de los mismos fines. Parece más adecuado a

la realidad el propugnar una vía

intermedia entre las dos ya expuestas, afirmando que si bien los principios procesales reflejan la ideología política dominante, su plasmación técnica

concreta dependerá

presidida por

siempre de una

criterios de eficacia y

elaboración orientada a

posibilitar el ejercicio de la función jurisdiccional. De acuerdo con lo expuesto y fundamentanda la exactitud de la postura, la realidad permitirá encontrar soluciones similares en lo relativo a la normativa procesal dentro de regímenes políticos básicamente

21 FASCHING Liberalización y socialización del proceso civil., op. cit., pág. 311. 29

Iñaki Esparza Leibar diferentes. Dejando a un lado el paréntesis abierto, y expuestas sucintamente las diversas posturas,

pasamos

inmediatamente a

centrarnos en el ordenamiento español actual, y dentro de él a analizar los principios técnicos, derivados del especifico de oportunidad, presentes. En

el

ordenamiento

español

actual

el

principio

de

oportunidad rige tanto en el proceso civil como en los procesos laboral

y

administrativo,

especiales

surgidos

de

que la

no

son

sino

insuficiencia

procesos de

civiles

éste, para

el

tratamiento de cuestiones especificas propias de aquéllos.

1. Principio dispositivo

Su necesidad viene dada por la exigencia de armonizar la potestad jurisdiccional pública representada por el juez, con la autonomia de la voluntad de las partes en el proceso civil. Supone una forma de delimitar el campo de actuaci6n de cada uno de los sujetos citados. Una definici6n clásica que del mismo se ha dado lo enuncia como aquél principio " ••• que en el proceso civil atribuye a las partes la tarea de estimular la actividad jUdicial

y

aportar

los

materiales

del

proceso"n,

con

las

correlativas consecuencias de que los hechos no aportados por las partes no podrán ser tenidos en consideraci6n por el 6rgano

22 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho JuriSdiccional, op. cit., t. I, pp. 508-511. SCHONKE A. Derecho procesal civil, Sil Ed., Barcelona 1950, pág. 31. vid. también RAMOS MENDEZ F. Derecho procesal ... , op. cit., p. 337. 30

El principio del proceso debido jurisdiccional,

ni

este

podrá,

de

oficio,

practicar

prueba

alguna 23 • Hoy, y tras apreciar la existencia de varios y diferentes contenidos dentro de la definición transcrita, se ha procedido a su desmenuzamiento y se considera, mediante la aplicación de una correcta técnica procesal, que el contenido que realmente es propio

del

principio

iniciativa procesal acción),

la

que

nos

ocupa

se

limita

reservar

la

(nadie puede ser obligado a ejercitar su

determinación de

lo

que

constituirá

objeto del

proceso, y la posibilidad en cualquier momento de ponerle fin (desistimineto, allanamiento, etc.) a cualquiera de las partes~. De lo que se deduce que las únicas facultades que corresponderán al órgano jurisdiccional en cuanto a la fijación y disposición del objeto del proceso,

serán aquellas que puedan acomodarse

dentro de la congruencia con las peticiones que le sean hechas; siendo

de

esta

ejercitada y

manera

y

a

su vez

coherente con

la

opción

plasmada en los articulos 33 y 38 de la CE.,

23 Con respecto al último inciso existe una clara excepción al principio dispositivo, las diligencias para mejor proveer, excepción que permite al OJ practicar de oficio, sin ningún requisito previo, todo tipo de prueba; vid. PRIETO CASTRO L. Tratado ... , op. cit., v. I, pp. 523-534. CORDON MORENO F. En torno a los poderes de dirección del Juez Civil, RDpriv 1979, pp. 807-826. HARTIN OSTOS J. Las diligencias para mejor proveer en el proceso civil, Madrid 1981. VAZQUEZ IRUZUBIETA C. Doctrina y jurisprudencia de la Ley de Enjuiciamiento civil, Madrid 1989, 49 ed., pp. 369-379. vid. también, diligencias para mejor proveer arts. 340, 341 Y 342 LEC. 24 MONTEROIORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, p. 509. ALMAGRO NOSETE J. Consideraciones de Derecho procesal, Barcelona 1988, pp. 247 Y ss. GOMEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho Procesal civil. Parte general. El proceso declarativo ordinario, Madrid 1979, Vol. I, § 23, pp. 213 Y ss. MORENO/CORTES/GIMENO Introducción ... , op. cit., pp. 241-243. 31

Iñaki Esparza Leibar distinguiendo capacitando

los al

intereses

titular

de

públicos

dichos

de

intereses

los

privados

para

y

decidir,

atendidas las limitaciones que impone la función social de la propiedad, libremente el destino que al objeto de su propiedad quiera dar. En este contexto, el principio dispositivo no es sino un reflejo, en la concreta faceta procesal, de la autonomia de la voluntad respecto de los intereses privados.

2. Principio de aportación de parte

Supone que es misión de los litigantes la aportación de los hechos necesarios para fundar sus peticiones, habida cuenta que, a los citados efectos, los hechos que por ellos no sean aportados no serán tenidos en cuenta a la hora de pronunciar el fallo, consecuentemente

con

10

expuesto

en

el

anterior

epigrafe.

Igualmente, en virtud del principio que explicamos, corresponderá a las partes la proposición de concretos medios de prueba que servirán para probar los hechos por ellas aportados, y que una vez más, no serán tenidos en cuenta para el pronunciamiento de la sentencia en la medida en que no resulten probados. Existen en el proceso civil algunas excepciones a este principio sin que, en ningún caso, lleguen a suponer una derogación del principio general, v.gr.

articulo 340 LEC, que sustenta las

dilig~ncias

para mejor proveer en las que el órgano jurisdiccional puede, de oficio, acordar la práctica de medios de prueba. Por lo que al proceso laboral respecta la aplicación del principio es general, igualmente existen algunas excepciones, al igual que ocurre en 32

El principio del proceso debido el proceso civi1 25 • En el caso del proceso administrativo, parece más bien regirse por un principio de aportación no exclusivo de las partes sino compartido con el órgano jurisdiccional, tanto respecto de la aportación de hechos, la LJCA.), prueba,

(articulas 43.2 y 79.2 de

como respecto de la proposición y práctica de la

(articulo 75 de la LJCA.)u.

Esta

tendencia,

que

mina

de

alguna

forma

la

vigencia

absoluta del principio de aportación de parte, viene observándose en algunos ordenamientos ya consolidados, (República Federal de Alemania

o

vigencia),

Austria, y

cuyas

ZPO

en particular en

tienen

más

de

lo referente a

práctica de los medios de prueba,

un

siglo

de

proposición y

(manteniéndose la aportación

de los hechos en la esfera de las partes), y ello debido a la introducción

del

deber

jUdicial

de

interrogación

y

esclarecimiento, que al otorgar parte de dichas facultades al órgano

jurisdiccional

lo

hace

igualmente

participe

en

la

responsabilidad por el resultado del procesoTI • Esta linea parece correcta en tanto que su pretensión sea la verdad material del proceso y en la medida en que no se violenten los principios rectores del proceso civil, y también en la medida en que la 25 MONTERO AROCA J. El proceso laboral, Barcelona 1982, pp. 8891. Vid. arts. 87.2, 93.2 Y 95 LPL que recogen las excepciones especificas de la LPL al principio de aportación de parte. 26 MONTERO¡ORTELLS¡GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, p. 516. CORDON MORENO F. La legitimación en el proceso contencioso-administrati va, Pamplona 1979, pp. 66-86. CORTES DOMINGUEZ v. Las facultades del tribunal ex arto 43.2 de la LJCA. lNota a la sentencia de la Sala cuarta del Tribunal Supremo de 17 de octubre de 1980), Justicia 1981, pp. 240-244. 27 SCHONKE A. Derecho ..• , cit. pág. 33. LENT F. Wahrheit und AUfklarungspflicht im Zivilprozess, 1942. 33

Iñaki Esparza Leibar participación del órgano garantizar

un

innovaciones

jurisdiccional sirva realmente para

resultado transcritas

delimitación

más

justo.

no

suponen

más

definitiva, que

una

las nueva

entre la potestad jurisdiccional y la autonomla de

la voluntad anteriormente expuesta. sustancial,

En

ya que

la

No siendo una alteración

innovación introducida no tiene otro

objeto al fin, que el de la protección de los intereses privados, respetando su carácter, y ello mediante la introducción de una más depurada técnica procesal dentro de la aplicación de la función jurisdiccional, que por ser pública permitirla, siempre que no se

excedan sus llmites, este tipo de innovaciones. otra

propuesta que al respecto ha sido planteada, y que consideramos más discutible,

se cuestiona,

no ya

la delimitación función

juriSdiccional-intereses privados, sino el propio mantenimiento del

principio

dispositivo;

Se

propugna

la

implantación

del

principio de investigación oficial en el proceso civil, y ello en pos de la obtención de la verdad material, considerada como interés prioritario de la comunidad, e incluso en pro de dotar al juez de una mayor iniciativa y por tanto, se supone, de una correlativa mayor satisfacción28 • El punto de vista anotado no es pacificamente aceptado y por ello ha sido objeto de criticas fundamentalmente en el sentido de considerar que la verdad material en el proceso civil no es necesariamente requerida por el interés de la comunidad, con lo

28 Vid. SCHNEIDER H. Zur Neugestaltung des Verfahrenrechts, 1936, págs. 157-161. PRACHT W. Die Berufung vor dem Landesarbeitsgericht, en 10 Jahre Arbeitsgericht, Berlin 1937, pág. 23. PRIETO CASTRO L. Tratado •.. , op. cit., t. I, p. 535. 34

El principio del proceso debido que

el

proceso civil

cumple con

su cometido definiendo con

carácter vinculante las relaciones juridicas de las partes aunque no se correspondan totalmente con las relaciones existentes antes de pronunciada la sentencia. Por ello no perjudica al interés de la comunidad el que se permita a las partes la aportación del material de hecho del proceso29 •

"El bien común no exige, sino

que por el contrario se opone, a que la responsabilidad por la aportación

adecuada

y

suficiente

de

material

de

hecho

se

sustraiga a las partes inmediatamente interesadas, y se confie al Estado, esto es, a la comunidad misma,,30. En todo caso y por lo que a nosotros respecta, consideramos que el ámbito que corresponde al principio de aportación de parte,

considerado

dirección

del

dentro

proceso,

de es

las

facultades

aquella

materiales

delimitación

de

función

jurisdiccional-interés privado, a la que aludíamos al inicio de la exposición de esta materia, que nos parece respetuosa con la naturaleza de

los intereses presentes en el proceso civil y

adecuada a la finalidad que el mismo pretende. concepción que, en general, es la recogida por el ordenamiento procesal civil español.

3. Control de los presupuestos procesales e impulso procesal

29 Vid. LENT F. Wahrheit •.. , op. cit. 30 RISCH, Private und offentliche Belange in der bürgerlichen Rechtspflege, DRiZ., 1936, pág. 10. 35

Iñaki Esparza Leibar La cuestión que ahora abordamos está en relación no ya

con

el objeto o la materia que conforma el proceso (la pretensión), sino que hace referencia a una materia exclusivamente de técnica procesal:

se

trata de

saber por un

lado si

será el

órgano

jurisdiccional o, por el contrario, serán las partes o solamente alguna

de

ellas

las

encargadas

de

controlar

que

en

el

planteamiento del proceso se respete la exigencia técnica de realizarlo dados unos determinados presupuestos procesales. Por otro lado, y en 10 que al impulso atañe,

su objeto es el de

averiguar quién, órgano jurisdiccional o partes, será el sujeto al que corresponde impulsar el proceso cumpliendo, dentro del respeto de los plazos existentes al efecto, sucesivamente las fases legalmente establecidas. La distinción que de la resolución de estas materias se ha derivado y mantenido a lo largo del tiempo diferenciando el caso del proceso civil y el del proceso penal, ha perdido vigencia en la actualidad y dentro del ordenamiento español, habida cuenta, como al inicio de este epigrafe apuntábamos, de que se trata de una materia

técnica cuyo objetivo no es

otro que el de

el

ejercicio adecuado de la función jurisdiccional, la realización correcta

de

cada

uno

de

los

procesos

evitando

dilaciones

indebidas, situaciones de indefensión y equivocas comprensiones de lo que el interés privado, particularmente, debe suponer en relación a los dos temas de los que nos ocupamos 31 •

31 CaRDaN MORENO F. En torno a los poderes de dirección del Juez Civil, op. cit., pp. 807-826. vid. especialmente arto 24 CE. 36

El principio del proceso debido Para una mejor comprensión de

lo hasta ahora afirmado,

analizaremos por separado y con una breve reseña introductoria la articulación del control de admisibilidad de la pretensión deducida

en el

proceso y

la normativa referente

al

impulso

procesal, consideradas ambas actividades dentro de las facultades procesales de dirección del proceso.

Ya tempranamente y sobre

todo por parte de estudiosos alemanes se habla apreciado la relación existente entre la concentración del procedimiento y la práctica de oficio de notificaciones, citaciones y señalamiento de términos, 10 que se denominó "principio del impulso procesal de oficio", resultando de dicha práctica una mayor concentración

y

consiguientemente

una

mayor

rapidez

en

la

tramitaci6n

y

resolución de litigios. El instrumento preferente empleado para conseguir el objetivo transcrito ha sido la reducci6n del número de suspensiones de la tramitaci6n procesal. Es de todos conocido el ejemplo, extremo en la aplicaci6n de este principio, alcanzado en la legiSlación sueca, cuya ley procesal busca especialmente la concentración, resultando as! que la audiencia principal debe continuarse, a ser posible, sin interrupción hasta que el objeto del proceso quede dispuesto para ser resuelto

{en este caso

debemos advertir que no es sólo el principio de impulso procesal de oficio el determinante, sino que se conjuga con la aplicación de

otros

principios,

éstos

del

procedimiento.

Aunque

es

un

ejemplO válido para mostrar los diversos resultados posibles

37

Iñaki Esparza Leibar según se combinen de una u otra manera todos los principios que estamos exponiendo) TI. Volviendo,

como

ya

anunciamos,

al

ejemplo

español,

y

empleando la distinción entre el control de los presupuestos procesales y el impulso procesal propiamente, la situación de los mismos, y por lo que al proceso civil concierne, es la siguiente: Históricamente dentro del proceso civil el control de los presupuestos procesales ha estado encomendadado, salvo escasas excepciones, únicamente a las partes. Recordemos el contenido del articulo 687 LEC anterior a la reforma de 1984: "El demandado propondrá en la contestación todas las excepciones que tenga a su favor, asi dilatorias como perentorias, y el Juez resolverá sobre todas en la sentencia, absteniéndose de hacerlo, en cuanto al

fondo

del

pleito,

si

estimare procedente

alguna

de

las

dilatorias que lo impida". La labor de control aparece asignada en su totalidad al demandado sin matizaciones de ningún tipo de manera

que

sobre

lo

no

alegado

no

podria

inicialmente

pronunciarse el órgano jurisdiccional. Tras la reforma de 1984, Ley

34/1984, de 6 de agosto, el citado artículo incorpora un

breve inciso,

"si se mantienen",

medio

excepciones

de

las

referido al control que por

ej erci taba

el

demandado

sobre

los

presupuestos procesales, inciso que abre la posibilidad recogida por el arto

693.3~

que, dentro de la comparecencia obligatoria

del juicio declarativo ordinario de menor cuantía,

faculta al

Juez a controlar de oficio la " •.. falta de algún presupuesto o 32 Vid. SCHONKE, Derecho ••. , op. cit., pág. 41. KLEIN-ENGEL, Der Zivilprozess osterreichs, Manheim 1927, pág. 170. SIKSON, en ZfSR. 1944, pág. 162. 38

El principio del proceso debido requisito del proceso ... ". El hecho de que la reforma no afecte a lo establecido al efecto para el juicio declarativo ordinario de mayor cuantía, partes,

en el cual

principalmente,

seguirá correspondiendo a

el

control

de

los

las

presupuestos

procesales, queda relegado al rango de excepción de la regla general, ya que la mencionada reforma ha supuesto la consagración del juicio declarativo ordinario de menor cuantía como juicio ordinario

civil

por

excelencia.

Hay

que

recordar

que

la

regulación del juicio de cognición D.de 21 de noviembre de 1952 p incorpora

ya

la

posibilidad

de

control

de

oficio

de

los

presupuestos procesales". En el caso del juicio verbal la cuestión del control de la concurrencia

de

los

presupuestos

procesales

se

resuelve

expresamente desde la Ley 10/1992, de 30 de abril de Medidas Urgentes

de

Reforma

Procesal

(BOE

ng

108,

de

5

de

mayo),

ateniéndose exclusivamente a criterios de técnica procesal, a favor

del

OJ

estableciendose

el

control

de

oficio

de

la

competencia objetiva y territorial~. Por lo que al impulso procesal concierne, éste consiste en "poner en movimiento y mantener en actividad el proceso". Es la actividad que impulsa la ejecución del acto inmediato que sirve para el desarrollo del procedimiento o da a las partes ocasión para

ello"35.

Cuando

el

impulso

está

en

manos

del

órgano

33 Vid. arts. 41 y ss. del Decreto de 21 de noviembre de 1952. 34 Vid. artículos 715 y ss. LEC. 35 ROSENBERG L. Tratado de derecho procesal civil, Buenos Aires 1955, pág. 383. MONTERO/ORTELLS/GOHEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, pp. 523-524. 39

Iñaki Esparza Leibar jurisdiccional sin necesidad de que las partes denomina

impulso de oficio;

lo pidan,

se

cuando por el contrario son las

partes quienes deben procurarlo solicitando del juez que declare terminada una fase

procesal y que abra la siguiente, estaremos

ante un ordenamiento que propugna el llamado impulso de parte. Centrándonos en el ordenamiento español, ya desde el RO.Ley de 2 de abril de 1924 (hoy derogado) queda definitivamente instaurado el principio de impulso oficial dentro del proceso civil,

y

ello fuá

necesario dado que

la LEC en su primera

redacción consagraba el principio contrario de impulso de parte, y ello motivó multitud de abusos y dilaciones en los procesos respondiendo a intereses partidistas en cuyas manos quedaba la posibilidad de que el proceso continuara accediendo a una nueva fase y consiguientemente la posibilidad contraria de paralizarlo. La

reforma

de

1984

dió

al

articulo

307

LEC

una

redacción

claramente en la linea de mantener para el proceso civil el principio de impulso oficial, estableciendo lo siguiente: "Salvo que la ley disponga otra cosa el órgano jurisdiccional dará de oficio al proceso el curso que corresponda dictando al efecto los proveidos necesarios". Por lo que a la legislación básica atañe, y en relación a todos los tipos de proceso, debemos tener en cuenta lo recogido por la LOPJ en sus arts. 237: "Salvo que la ley disponga otra cosa, el órgano jurisdiccional dará de oficio al proceso el curso que corresponda, proveidos necesarios"; corresponderá ordenación,

a

los

y

288:

dictando al efecto los

"En los Juzgados y Tribunales

Secretarios

dictar

que tendrán por objeto dar a 40

las

diligencias

de

los autos el curso

El principio del proceso debido ordenado por la ley e impulsar formalmente el procedimiento en sus

distintos

trámites

de

conformidad

con

las

leyes

procesales •.• ". Por lo que a los procesos laboral, administrativo y penal concierne, es plena la vigencia del principio de impulso oficial~.

La conclusión que debemos extraer de la materia relativa a las facultades procesales de dirección del proceso debe pasar, a tenor de lo dicho hasta este momento, por la consideración de las mismas como facultades técnicas y por tanto diferentes de la relación material de fondo que en cada proceso se ventila. El modo en que los órganos jurisdiccionales afrontan y tramitan los asuntos que ante ellos son planteados atañe exclusivamente a los mismos

siguiendo

criterios

de

eficacia

y

en

definitiva

de

justicia, si esto no se comprende de la manera transcrita y se pretende que las partes, dependiendo de la naturaleza jurídica del

derecho

objeto

del

litigio,

pueden

participar

de

las

facultades procesales de dirección, llegaremos a situaciones como las

ya

producidas

en

anteriores

épocas

que

por

su

insostenibilidad forzaron a las reformas legislativas precisas para consagrar en el ámbito que nos ocupa los principios de control de los presupuestos procesales e impulso de oficio.

4. sistema mixto de valoración de la prueba

36 MONTERO¡ORTELLS¡GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, p. 524. RAMOS MENDEZ F. Derecho procesal •.• , op. cit., p. 339. 41

Iñaki Esparza Leibar Las materias incluidas bajo este epígrafe constituyen,

a

nuestro modo de ver, otro grupo de las que podríamos denominar exclusivamente técnicas; dicho de otro modo, la valoración de las pruebas será tan ajustada en un proceso regido por el principio de oportunidad corno en otro en el que predomine el principio de necesidad,

aunque

se

realice

mediante

idénticos

medios

de

valoración. Es decir que, siempre a nuestro modo de ver, será totalmente intranscendente la naturaleza del derecho que se esté actuando en el proceso a efectos de establecer los principios por los que se regirá la valoración, con los que no existe relación alguna

q~

técnicos,

necesidad más

o

dado

menos

que

éstos

eficaces

y

son

meros

seguros,

al

instrumentos servicio

de

cualquier proceso. Establecido lo anterior, pasaremos a analizar los sistemas posibles

de

valoración

de

la

prueba

y

su

vigencia

en

el

ordenamiento procesal civil español actual, que podemos anticipar responde a un sistema de valoración mixto (concurren reglas de valoración legales y libres) por lo que al proceso civil, laboral y administrativo respecta37 •

1) Valoración legal de la prueba:

Producto originariamente

de una rudimentaria elaboración jurídica como resultado de la cual se construyen una serie de reglas obtenidas por resultados físicos externos que conducen a que sea la ley quien establezca 37 MONTEROIORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, pp. 524-528. PRIETO CASTRO L. Tratado .•• , op. cit., v. 1, pp. 654-656. DE LA OLIVA/FERNANDEZ Derecho Procesal civil, op. cit., t. II, § 32, pp. 280-284. LORCA NAVARRETE A. M. Introducción ••• , op. cit., pp. 163 Y ss. 42

El principio del proceso debido de forma abstracta y general el valor de las diversas pruebas, «presionando la conciencia del juez«H. Existen aún hoy defensores de la valoración legal de la prueba cuyo principal argumento en favor de la misma se basa en la seguridad jurídica que consideran, al menos en algunos casos (v. gr. documentos públicos en la medida en que un funcionario público interviene en su otorgamiento y en relación al hecho que motiva su otorgamiento y a la fecha y también, más limitadamente, respecto

a

las

declaraciones

de

los

contratantes 39 )

queda

garantizada a las partes mediante la aplicación de dicho sistema añadiendo que se recogerá así fielmente la voluntad de las mismas que

al

recurrir

a

un

previamente al proceso hacen

sabedores

del

determinado

medio

de

documentación,

(y seguimos con el mismo ejemplo),

valor

que

en

caso de

conflicto

la

lo ley

automáticamente otorgará a dicho soporte material. Cabe, llegados a este punto, una breve advertencia sobre el abuso que puede darse en situaciones como la descrita, impulsados por la mala fe, y amparados por la valoración legal~. La evolución en la actualidad está marcada por la práctica de los Tribunales de apartamiento de las limitaciones probatorias legales; práctica de la que incluso el Tribunal Supremo participa 38 PRIETO-CASTRO L. Tratado ... , op. cit., pág. 655. 39 También es el caso de la confesión bajo juramento decisorio, y del documento privado reconocido legalmente, vid. arts. 1218 CC respecto a los documentos públicos, 1225 CC respecto alos documentos privados reconocidos y 1238 CC en relación a la confesión bajo juramento decisorio. 40 MONTERO¡ORTELLS¡GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, pp. 524 Y 525. CARNELUTTI F. Derecho Procesal civil y Penal. Derecho y proceso, t. 1, Buenos Aires 1971, pp. 154 Y 155. 43

Iñaki Esparza Leibar desconociendo dichas reglas. En cualquier caso, la inaplicación por el

juzgador de las reglas de valoración legal puede ser

denunciada en casación por el motivo 4Q del articulo 1.692 LEC. como

infracción de las normas del dichos

pudiendo,

medios

de

ordenamiento

prueba

juridico.

privilegiados,

No

"ser

desvirtuados por la apreciación conjunta de la prueba ,,41, aunque es de resaltar que la realidad avanza por otros derroteros y la apreciación

conjunta

de

la

prueba

es

admitida

por

la

jurisprudencia, y su práctica generalizada en la actividad de los órganos jurisdiccionalesG •

2)

Libre

valoraci6n

de

la

prueba:

En

este

sistema

juzgador decide, con arreglo a su criterio racional,

el

sobre la

verdad o no de unos hechos, sin hallarse sujeto a determinados criterios valorativos preestablecidos por la ley; ni finalmente quedará

vinculado por

la

apreciación que

puedan

las

partes

hacer 43 • El proceso para obtener el convencimiento en uno u otro sentido será personal de cada juez, y no, como ocurria en el caso anterior,

a través de

la mera aplicación de unos criterios

41 SERRA DOMINGUEZ M. en Comentarios a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento civil, coordinado por CORTES V. Madrid 1985, págs. 847 Y ss.

42 MONTEROIORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, p. 526. SERRA DOMINGUEZ M. en Comentarios al CÓdigo civil, dirigidos por ALBALADEJO M., Madrid 1981, págs. 267 y ss. 43 PRIETO CASTRO L. Derecho Procesal Civil, op. cit., pp. 152153. SCHONKE A. Derecho •.. , op. cit. pág. 47.

44

El principio del proceso debido legalmente

establecidos

y

basados

en

"máximas

de

la

experiencia"44. La progresiva implantación de este sistema en legislaciones de todo el mundo es un dato más a tener en cuenta a la hora de emitir una valoración sobre el mismo, valoración para

la que

e~

preciso afirmar que la arbitrariedad o discrecionalidad están excluidas de la libre valoración, en la que es rasgo principal la racionalidad. La libre valoración de la prueba rige con exclusividad en relación con el proceso penal español.

3)

El sistema español: Por lo que al ordenamiento español

atañe en la materia que exponemos órdenes civil, laboral y

(que es idéntico para los

administrativo), nos encontramos con

un sistema al que, como ya se anunció, denominaremos mixto ya que conviven dentro de él los dos tipos de reglas existentes para la valoración de la prueba a los que hemos hecho referencia, asi desglosados por medios de prueba y en relación con el proceso civil, la situación es como sigue: Existen reglas de valoración legal que, con mayor o menor amplitud,

se refieren a la confesión en juicio bajo juramento

decisorio, arto 580 LEC en relación con el articulo 1.238 CC, como también en el caso de los documentos públicos, articulas 596 y ss. LEC en relación con los artículos 1.218 y ss. CC, también

se hallan en la misma situación de valoración a través de una 44 MONTERO¡ORTELLS¡GOMEZ Derecho Jurisdccional, op. cit., t. 1,

p. 525. DE LA OLIVA¡FERNANDEZ Derecho Procesal civil, op. cit.,

v. 11, pp. 280-284.

45

Iñaki Esparza Leibar regla establecida por la ley los documentos privados legalmente reconocidos del arto 1225 CC. Fuera de los tres casos concretos citados,

el resto de

medios probatorios se beneficiarán de una valoración libre45 • Merece siquiera un breve comentario la denominada valoración conjunta de permite,

la prueba,

por

la vía de

técnica,

que

hecho,

cierta

corno ya hemos

indicado

liberación del órgano

jurisdiccional de los estrictos criterios valorativos legales, lo que resulta favorable para una apreciación más

justa del

conjunto de pruebas realizadas en un proceso. Esta práctica está admitida

en

numerosas

sentencias

del

Tribunal

supremo%,

y

correctamente entendida supone no la apreciación en conjunto de todas las pruebas, perdiendo cada una de ellas su individualiad y valor propios, sino una valoración ponderada de los resultados

de

cada

uno

de

los

medios

probatorios

y

su

posterior

confrontación o complementación, de lo que derivará un resultado razonado y ünico~. Pero la apreciación conjunta de la prueba, admitida por el TC en la STC 138/1991, de 20 de junio, está suponiendo en la práctica el desconocimiento del valor de las pruebas legales así como la infracción del arto 120.3 CE que exige que las sentencias 45 vid. de la LEC los arts. 578 y ss., sobre los medios de prueba, y los arts. 609, 632 Y 659, que recogen el principio de libre valoración a través de concretas aplicaciones, así corno el arto 1239 CC. VAZQUEZ IRUZUBIETA C. Doctrina y Jurisprudencia .•. , op. cit., pp. 740, 757-759 Y 784-787. 46 SSTS de 16 de diciembre de 1978, de 19 de junio de 1979, de 22 de diciembre de 1979 entre otras. PRIETO CASTRO L. Tratado .•• , op. cit., t. 1, pp. 654 Y 655 Y 657-676. 47 RAMOS MENDEZ F. Derecho procesal civil, op. cit., pp. 539-546. 46

El principio del proceso debido sean motivadas,

lo que en definitiva supone una valoración

discrecional Y arbitraria48 •

B. El principio de necesidad y los derivados

complementando el ámbito en el que se justifica el principio de oportunidad (interés privado), y como principio propio del otro gran grupo de intereses posible (interés pÚblico), surge el principio técnico de necesidad, que como decimos supone que en la relación jurídica sustantiva, y posteriormente en la relación jurídica procesal, el interés de la colectividad es

dominante~.

En cuanto al contenido que comporta la existencia de un proceso en el que rija el principio de necesidad, inmediatamente se aprecia la justificada separación del mismo (sin perjuicio del mantenimiento de una

concepción unitaria del

proceso),

con

respecto a un proceso en el que rijan los principios ya expuestos derivados del principio de oportunidad.

Ello es debido a

la

imposibilidad de, mediante un único tipo de proceso, satisfacer tanto intereses privados como intereses que afectan a la sociedad misma como colectividad. Así, el proceso necesario se iniciará ante la lesión de un bien pÚblico, independientemente de la existencia de una parte privada que ejercite la acción. La figura del Ministerio Fiscal actuará corno garante de la continuidad de dicho proceso y por lo 48 MONTERO¡ORTELLS¡GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit. , t. 11, v. 1, p. 234.

49 MONTERO¡ORTELLS¡GOKEZ COLOKER Derecho Jurisdiccional ••• , op. cit., t. l., pp. 506-528, para la línea expositiva. 47

Iñaki Esparza Leibar tanto como garante de

la

integridad del

interés público.

La

posibilidad de diposición de los particulares en este tipo de proceso, aún siendo los directamente afectados por la lesión, es, en principio, excepcional~. La

reparación

del

bien

público

lesionado,

s610

podrá

realizarse a través de los Tribunales y por medio de un proceso, único cauce de actuación posible para el "ius puniendi" cuyo titular exclusivo es el Estado. No cabe que el mismo se satisfaga por acuerdo extraprocesal (o intraprocesal), de las voluntades de partes privadas, ya que la materia de la que se trata es por naturaleza indisponible. En

consecuencia

cabe

af irmar

que

dentro

de

un proceso

informado por el principio de necesidad, no corresponde a los sujetos privados facultad alguna en relación con la elección del medio para reparar la lesión causada (que será necesariamente el proceso), ni en relación con el mantenimiento o terminación del proceso una vez iniciado (que quedará en manos del Ministerio Público) • Brevemente expresado, significa el principio de necesidad "que el proceso penal es obligatorio para averiguar la infracción criminal, descubrir al autor, juzgarle y, sobre todo, imponer la pena

(nullum crimen,

nulla poena sine lege et judicio)

,,51.

La

50 Se trata de los supuestos de conformidad del procesado con la pena pedida por las partes acusadoras, vid. arts. 655 y 791. 3 Q , ambos de la LECrim. y de aquellos procesos penales que no pueden iniciarse sino a instancia de parte, arts. 275 y 278 LECrim. 51 PRIETO CASTRO/GUTIERREZ DE CABIEDES Derecho Procesal Penal, 31 ed., Madrid 1987, pág. 90. GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., afirma la identidad entre los principios de oficialidad y de necesidad, p. 32. 48

El principio del proceso debido conexión con el principio de

legalidad es,

como se aprecia,

eV1-. d ent e 52 . Es precisamente en este momento cuando nos corresponde hacer una llamada de atención, a la vista de la exclusividad del Estado como titular del "ius puniendi",

sobre el amplísimo campo de

discrecionalidad que a los poderes públicos puede corresponder a la hora de fijar la concreta plasmación de un proceso penal, de los principios a los que responderá el mismo. Teniendo en cuenta lo dicho,

es posible la existencia de tantos tipos de

proceso penal como imaginarse quepa, y de ello se deriva que el tratamiento de los sujetos sometidos a proceso sea tremendamente variable de un ordenamiento a otro. Es preciso ahora

establecer

la premisa de que el bien

jurídico principalmente afectado por una sentencia firme penal, la libertad, es uno de los derechos fundamentales de la persona por lo que debería gozar de una especial protección (vid. España artículos 17.1 Y 53

CE).

Establecida y

en

aceptada esta

premisa, se aprecia que la discrecionalidad a la que hacíamos referencia

se vería drásticamente

reducida

atendiendo a

los

intereses en juego antedichos, que exigirían la articulación de unos principios respetuosos con la totalidad de los derechos fundamentales de la persona que disciplinen el ejercicio del" ius puniendi" y

finalmente unas garantías concretas,

prácticas y

eficaces que signifiquen no sólo el definitivo anclaje en el ordenamiento de los principios,

generales y abstractos,

sino

además la real posibilidad de que la función jurisdiccional del 52 Vid. arts. 25.1 CE, 1 LECrim, y 9.3, 21 Y 23 LOPJ. 49

Iñaki Esparza Leibar Estado (en todos los órdenes aunque sea el orden penal aquél en el que la necesidad sea más evidente), se aplique en realidad de un modo acorde con las exigencias de los derechos por aquella función moduladoss3 • Es

interesante

constatar

el

de

fenómeno

constitucionalización, por un lado, e internacionalización por otro, de un nivel stándar de protección en el sentido transcrito

y con la finalidad de evitar toda arbitrariedad en el ejercicio de la función jurisdiccional y garantizar la plena efectividad de

los

derechos

individuales.

Los

mecanismos

de' control

trascienden igualmente las fronteras nacionales (TEDH), por lo que es ya posible afirmar que en lo que a nuestra área cultural afecta, el nivel de garantlas es, mutatis mutandis, igual. y cabe también pensar que la tendencia iniciada aspire, y ello parece 16gico, al establecimiento a nivel mundial y en el ámbito que nos ocupa de

los mecanismos necesarios para hacer efectivos los

derechos que de momento cuentan con un mero enunciado ideal y, en muchos casos, inútil. La

concreci6n

corresponde,

y

de

los

volvemos

al

contenidos

generales

ordenamiento

mencionados

español

y

a

las

instituciones que delimitan el modo en el que se realizará el proceso penal, a los siguientes principios técnicos derivados del principio de necesidad:

1. principio de oficialidad

53 Vid., en este sentido, RAMOS MENDEZ F., El proceso penal; Lectura constitucional, Barcelona 1993, pp. 3-18. 50

El principio del proceso debido Estamos ante un proceso en el que rige el principio de oficialidad cuando "la persecución penal es promovida por órganos del Estado"~. Su transcripción revela que este principio es una consecuencia contenido,

del

principio

significará

que

de

necesidad,

y

no

va

la

a

ser

en

cuanto

voluntad

a

su

de

un

particular sino el deber de un órgano jurisdiccional o de un órgano público del Estado habilitado para la defensa de los intereses colectivos inicio de

(Ministerio Fiscal),

la actividad jurisdiccional,

y

lo determinante del ello no en base a

criterios de conveniencia u oportunidad sino sujetos al principio de

legalidad

(razón

de

la

estrecha

relación

a

la

que

anteriormente hacíamos referencia); es decir, que actuarán dados los presupuestos de hecho determinados por la l ey55. La determinación de la materia que constituirá el objeto del proceso no queda tampoco en manos de los particulares, sino que quedará automáticamente fijada dados los hechos tipificados como delito o falta que constituyen directamente el objeto del proceso necesario;

sin que con respecto a

pretensión añadida.

ellos deba plantearse una

Es por ello que no podemos

entender

la

congruencia en un proceso de este tipo de igual manera que en los procesos en los que rige el principio dispositivo; de tal manera que al no poder las partes disponer del objeto del proceso, en

54 BAUMANN J. Derecho procesal penal. Conceptos fundamentales y principios procesales, Buenos Aires 1986, pp. 42-48. MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, pp. 511-514. 55 Sobre la presencia de manifestaciones del principio de oportunidad en el proceso penal, vid. DE LA OLIVA/ARAGONESES/ BINOJOSA/MUERZA/TOME Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 20-27. 51

Iñaki Esparza Leibar el sentido que avanzábamos, el órgano jurisdiccional no estará vinculado

por

las

peticiones que

las

partes

realicen,

sino

únicamente por los hechos que constituyen el objeto del proceso y

por

la

persona

del

acusado,

independientemente

de

la

calificación jurldica que las partes realicen sobre los mismos; que podrá coincidir con la apreciación del órgano jurisdiccional pero no forzarle a ser congruente con ella~. Lógico corolario de lo que venimos exponiendo, y como una consecuencia más de la indisponibilidad por las partes del objeto de un proceso en el que se estén enjuiciando intereses públicos, concluiremos

que las mismas, ninguna de ellas, podrán poner fin

al

Asl,

proceso.

el

abandono

del

proceso

por

el

acusador

particular no supondrá el fin del mismo de la misma manera que el allanamiento del imputado 10 implicará; ello por imperativo del principio de legalidad al que habrán de ajustarse en su actuación tanto el

órgano

jurisdiccional como

el Ministerio

Fiscal. El

sistema

ordenamiento

procesal

español

y

en

que que

queda se

constituido

encuadra

el

por

principio

el de

oficialidad, es el denominado sistema acusatorio formal (hlbrido entre

los

clásicos

sistemas

inquisi ti vo

y

acusatorio

cuyos

caracteres predominan respectivamente en la fase sumarial y de juicio oral del ordenamiento español),

cuyas manifestaciones

56 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I,

Pp. 511-512.

52

---

\!

El principio del proceso debido son 57 : En la fase sumarial, el proceso puede iniciarse de oficio, por el ejercicio de la acción popular, por querella del ofendido y finalmente por querella del Ministerio Fiscal. En la fase de

juicio

el

oral,

sentenciador58 ,

juez

instructor

será precisa

no

podrá

la existencia de

actuar

como

acusación paLa

poder iniciar el juicio oral y dicha acusación no deberá ser formulada ni por el juez (aqui

cobra

relieve

instructor ni por el juez sentenciador

la

figura

ajustándose al principio de cualquier

del

Ministerio

Fiscal,

que

legalidad formulará y sostendrá

acusación sobre hechos que revistan caracteres de

delito, independientemente de la actuación que los particulares realicen al respecto). Mediante la acusación se determinará el objeto

del

proceso,

tanto

consti tuti vos del delito,

las

personas

como

los

hechos

pero no quedará establecida ni

la

definitiva calificación juridica de los hechos ni la pena que se impondrá por los mismos. La realidad ofrece tras la reconversión en uno sólo de

los

tres procedimientos existentes por delitos menos graves (los dos de urgencia noviembre),

de

la LECr.

y

el

de

la

LO.

10/1980,

de 11 d.e

llamado "procedimiento abreviado para determinados

57 Vid. MONTERO AROeA J. El princ1P10 acusatorio. Un intento de aclaración conceptual, Justicia 1992, n Q IV, pp. 775-788. ALMAGRO NOSETE J. Consideraciones de Derecho Procesal, Barcelona 1988, pp. 226 Y ss. 58 Vid LO 7/1988, de 28 de diciembre, de los Juzgados de lo Penal. En particular lo relativo al derecho a un Juez imparcial, en su preámbulo. 53

Iñaki Esparza Leibar delitos"",

una

esencial

adecuación

de

la

misma

con

los

caracteres propios del sistema acusatorio formal ya transcritos; y ello sin excepciones ya que el juicio de faltas,

en el que

predominaba el sistema inquisitivo, ha sido adecuado a través de la jurisprudencia del TC a las exigencias derivadas de Id

~h~.

2. Principio de investigación oficial

Evidente y necesariamente relacionado con el principio de oficialidad, y en la materia relativa a las facultades materiales de dirección del proceso, se trata en este momento de determinar a

quién

corresponderá

dentro

de

un

proceso

"necesario"

la

aportación de hechos y de pruebas que constituirán el concreto objeto del proceso. Pues bien, en el caso de que sea el principio de investigación ofocial el que rija a los efectos antedichos, la dirección material del proceso estará a

cargo del órgano

jurisdiccional, y ello entendido en el marco general de vigencia del

principio

de

contradicción,

que

en

páginas

anteriores

considerábamos como propio de todos los procesos existentes en 59 vid. LECRIM, arts. 779 y ss. La Ley 10/1992 de 30 de abril, de Medidas Urgentes de Reforma Procesal introduce en el procedimiento abreviado la posibilidad, bajo determinadas circunstancias, de acelerar las actuaciones, sin con ello crear un nuevo proceso. MONTERO/ORTELLS/GOMEZ/MONTON Derecho Jurisdiccional, t. 111, proceso penal, p. 603 Y ss. 60 STC 54/1985, de 18 de abril; STC 6/1987, de 28 de enero; STC 225/1988, de 28 de noviembre. Para la regulación del procedimiento para el juicio sobre faltas reformado por la Ley 10/1992 de 30 de abril, vid. Arts. 962 a 964 y 966 a 977 LECrim. En general, sobre el principio de oficialidad, vid. KERN/ROXIN Strafverfahrensrecht, 14~ Ed., München 1976, pp. 54-57. vid, BAUMANN J. Derecho procesal penal, op. cit., págs. 74 y ss., en lo referente al "principio de instrucción". 54

El principio del proceso debido el ordenamiento español. Esta matización supondrá que el órgano jurisdiccional tendrá efectivamente a su cargo la llevanza de la dirección

material

del

proceso,

pero

no

con

carácter

exclusividad, dado que aunque sea asi principalmente,

de

siempre

existirá para las partes la posibilidad de realizar alegaciones o proponer y practicar la prueba que sea pertinente, aunque la actividad que realicen en tal sentido ni vincula ni limita

la~

facultades del órgano jurisdiccional en cuanto a la dirección material del proceso61 • La manifestación del principio del que nos ocupamos

es

diversa según se analice la fase sumarial o la fase.del juicio ora162 • En la primera de ellas, articulo 299 en relación con el articulo 303.1 ambos de la LECrim., el Juez instructor actúa sin limi taciones,

no estará vinculado ni por

las propuestas del

Ministerio Fiscal ni por aquellas que pueda realizar cualquiera de

las

partes personadas que

podrá

rechazar por

inútiles o

perjudiciales, y tampoco quedará vinculado por la admisión de hechos de los acusados, articulas 311, 312 Y 406 ambos LECrim. Tampoco se limita en esta fase el objeto de la acusación, por lo que el órgano jurisdiccional carecerá de limites temáticos e

instrumentales,

posibilidad

que

parece

desprenderse

con

claridad del articulo 315 párrafo 11, LECrim. En relación a

la segunda,

y principal,

fase del proceso

denominada juicio oral en nuestra ley, nos encontramos con que

61 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, pp. 518-519. 62 FENECH M. El proceso penal, Madrid 1982, págs. 15 y ss. 55

Iñaki Esparza Leibar el objeto del proceso queda determinado por la acusación, y la actividad principal se centra en la proposición y práctica de la prueba para la comprobación de los hechos fijados por las partes e inalterables por el órgano jurisdiccional; LECrim.,

El articulo 729

aunque establecido como excepción, permite al 6rgano

jurisdiccional

en

su

número

2 12

practicar

de

oficio

"las

diligencias de prueba no propuestas por ninguna de las partes, que el Tribunal considere necesarias para la comprobación de cualquiera de los hechos que hayan sido objeto de los escritos de calificación". La posibilidad transcrita se establece como excepción al

contenido del

articulo

728

LECrim.,

en el que

expresamente se contempla que corresponde exclusivamente a las partes la proposición de medios de prueba concretos~. El órgano jurisdiccional tiene, además de la posibilidad de practicar

las

pruebas

que

estime

prerrogativas,

"cuando

asi

lo

necesarias,

considere

determinadas

conveniente" ,

para

intervenir modificando aspectos no sustanciales en la práctica de la prueba propuesta por las partes, v.gr., articulos 701.5 y 6, 708.2 LECrim.

Los

ej emplos

citados

además

de

otros de

contenido más

general (principalmente articulo 683 LECrim.), no son sino una manifestación de que en el proceso penal español la vigencia del principio de investigación oficial es plena y necesaria~. 63 MONTEROIORTELLSIGOMEZ/MONTON Derecho Jurisdiccional, op. cit.,

t. 111, pp. 345-349. ARROYO DE LAS HERAS/MUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento criminal, Pamplona 1993, pp. 398-400. 64 BETTIOL G. Instituzioni di diritto e procedura penale, Padova 1973, págs. 247 y ss., referentes al principio de declaración de

la verdad, en relación con el principio de investigación oficial. 56

--El principio del proceso debido 3. Control de los presupuestos procesales e impulso procesal

Teniendo en cuenta las precisiones que fueron realizadas al pero con respecto d

tratar esta misma materia,

los proc0sos

informados por el principio especifico de oportunidad,

en el

sentido de considerarla técnica, y básicamente desvinculada del derecho material ventilado en el proceso, y atendiendo también a la pérdida de vigencia de la tradicionalmente clara distinción de las manifestaciones de las facultades procesales de dirección en los procesos regidos por el principio de oportunidact y en los regidos por el de necesidad, veremos a continuación la forma en la

que

el

ordenamiento

español

concibe

dichas

facultades

procesales de dirección en relación con el proceso penal. Por lo que al control de los presupuestos procesales atañe, el deficiente planteamiento de la LECrim. y las disposiciones recogidas en los articulos 144 y 742, en el sentido de que las sentencias

habrán

de

ser

condenatorias

entendiéndose estas últimas como

o

absolutorias,

libres en todos

los casos,

establecieron una dinámica en la que, por considerar excluidas las

sentencias de

contenido meramente

procesal,

los

órganos

jurisdiccionales optaban por la absolución o condena en los casos de falta de algún presupuesto procesal, creándose una disfunción dificilmente justificable, pero con la posibilidad de encontrar

57

Iñaki Esparza Leibar cobertura en las citadas rigidas disposiciones, con lo que ello supone de consagración de una situación absurda~. La

solución

del

problema

expuesto

viene

dada

por

vía

jurisprudencial en primer lugar, siendo posteriormente recogidas sus declaraciones Y plasmadas en el ordenamiento; asi el art1<culo 238.1 Q Y 240.2, ambos de la LOPJ, a tenor de los cuales podrá el

órgano jurisdiccional de oficio y previamente a' la sentencia declarar

la

nulidad

realizadas

sin

procesales,

y

la

de

las

actuaciones

concurrencia

dicha

de

posibilidad

los vale

cuando

debidos tanto

hayan

sido

presupuestos

para

el

juez

instructor como para el juez sentenciadorM • Por

lo que respecta al

alternativa impulso

tradicionalmente

oficial,

a

lo

que

impulso procesal y aplicable67 , añadiremos

conocida la

impulso de las

parte

o

consideraciones

realizadas en sede del proceso "oportuno", ratificadas por las más importantes reformas 10/1992,

de 30 de abril),

(Ley 34/1984,

de 6 de agosto y Ley

llevadas a cabo en la LEC.

en el

sentido de caracterizar la materia a examen como desvinculada del derecho

material

actuado,

es

decir,

considerándola

como de

técnica procesal. Nos queda exponer la situación efectiva de los

65 STS de 2 de marzo de 1990 (RA 2321).

66 MONTERO AROeA J. Presuouestos procesales y nulidad de actuaciones en el proceso penal. (Evolución jurisprudencial), Justicia 1981, pp. 245-253. vid. en relación con el proceso abreviado el arto 793.2 LECrim. 67 vid. FAIREN GUILLEN V. Estudios de Derecho Procesal, Madrid 1955, págs. 260 y ss. En ellas elabora una genérica separación entre diversos tipos de procesos partiendo del predominio de la actuación directiva y de las facultades en el proceso del Juez o de las partes. 58

El principio del proceso debido diversos procesos, excluido el civil, puesto que ya fue analizado en momento oportuno, aunque debemos en este punto insistir en que el

impulso

de

oficio

es

el

principio

común

a

los

procesos

existentes en todos los órdenes jurisdiccionales, y ello como culminación de una tendencia cuyo advenimiento ha sido largamente esperado por dar la solución más adecuada y correcta en esta materia, Y que equivocadas concepciones privatistas en relación a la actividad jurisdiccional han retardado notoriamente68 • En cuanto al proceso laboral, no cabe duda de la vigencia del impulso oficial: así lo establece el articulo 52.1 de la LPL vigente, procedente de lo establecido por la base duodécima de la Ley 7/1989, de 12 de abril, de Bases de Procedimiento Laboral. Además hay que tener en cuenta el carácter supletorio de la LEC. con respecto a

la LPL,

y

relacionarlo con lo dicho sobre el

artículo 307 LEC69 • situándonos ahora en el proceso Administrativo, cabe decir sobre él lo mismo que se ha afirmado respecto al proceso civil partiendo

de

las

consideraciones

allí

realizadas

y

de

la

constatación de que "la jurisdicción contencioso-administrativa no es esencialmente distinta de la jurisdicción civil", es decir y a los efectos que ahora nos interesan, la vigencia absoluta del

impulso oficial; así, artículo 121 LJCA. de 1956, actualmente en vigor70 •

68 Vid. artículos 237 y 288 LOPJ, y artículo 307 LEC, procedente de la reforma de 1984. 69 MONTERO AROCA J. El proceso laboral, op. cit., v. I, p. 91. 70 CaRDaN MORENO F. La legitimación ••• , op. cit., p. 58. 59

Iñaki Esparza Leibar Finalmente ordenamiento necesidad,

volvemos

español

es decir,

sobre

el

responde

único

al

proceso

principo

que

en

específico

al proceso penal sobre el que,

el de

y en la

materia que nos ocupa, observamos que la vigencia del principio de impulso oficial es indudable (vid., en general, artso 237 y 288 LOPJ y específicamente v.

gr.

arto

215 LEcrim.),

si bien

existe alguna excepción, sin que tenga mayor trascendencia en el cómputo general del proceso,

(v.gr.art. 275 LEcrim.)TI.

4. sistema de valoración libre de la prueba'

El

proceso

penal

viene

beneficiándose

a

lo

largo

de

prácticamente dos siglos de la ausencia de reglas de valoración legal en su seno, y ello sin resistencias perceptibles aun cuando la prueba tiene una

importancia capital dentro del proceso,

constituyéndose como el acto central del juicio alrededor del que giran sus sesiones; La importancia de lo afirmado radica en las deducciones que ello nos permite realizar en favor de un sistema de

libre

valoración para

aquellos en los que rige emplazan

derechos

todo

tipo

de procesos,

ya

que

en

(que son los procesos en los que se

fundamentales),

funciona

y

funciona

bien,

resultando sus exigencias más acordes con la "tutela efectiva"

71 La única razón que nos ha impulsado a referirnos en este punto a todos los órdenes jurisdiccionales (sus procesos), rompiendo con la metodología anterior, es la de abundar en nuestra idea de que la eficacia en las materias técnicas puede alcanzarse mediante idénticas soluciones, incluso en procesos en los que se analicen pretensiones basadas en derechos de diversa naturaleza. 60

El principio del proceso debido preconizada por la CE. en su artículo 24.1, que las derivadas del sistema de valoración legal72 • El

sistema del que nos

ocupamos se caracteriza por dos

elementos principales, uno de ellos es el fin que se pretende con respecto a cada uno de los procesos en los que rige, que estariQ constituido por la verdad material o realn , para lo que se dota al órgano jurisdiccional de las prerrogativas a las que hacíamos referencia bajo el epígrafe "principio de investigación oficial". El otro elemento principal del sistema denominaremos

metodológico,

convencimiento

del

juez.

que

lo constituye el que

consiste

Fijándonos

en

lo

el

en qu~

al

libre

respecto

establece el ordenamiento español para el proceso penal en el que de forma absoluta rige el sistema de la libre valoración de la prueba,

resalta

elemento.

sistemática,

diversidad de

mientras

Así

aprehensible

la

por el

el

medio segundo

tratamiento

primero

de

se

una

de

entiende

razonada

elemento,

uno y

implícito y

interpretación

referente

lo

otro

al

libre

convencimiento, sí aparece recogido en varios artículos de la LECrim., aunque con diversas formulaciones. En este sentido, el artículo

717

habla

de

las

"reglas

del

criterio

racional",

72 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, pp. 526-528. MONTERO/ORTELLS/GOMEZ/MONTON Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 111, pp. 337-340. ARROYO DE LAS HERAS/MUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento criminal, op. cit., pp. 417-421. vid. arts. 717 y 741 LECrim. 73 RAMos MENDEZ F.

El proceso penal,

op.

cit.,

pp.

356-361-

P~IETO CASTRO/GUTIERREZ DE CABIEDES Derecho Procesal Penal, op.

clt., p. 236. LORCA NAVARRETE A. Madrid 1986, págs. 202 y ss. 61

M.

Derecho Procesal Penal,

Iñaki Esparza Leibar mientras que en el articulo 741 se alude a una valoración "según su conciencia" del Tribunal. La dicción literal de dichos articulos, en particular la del articulo 741, junto con el mal uso que en la práctica se ha hecho de ellos, no pueden llevarnos a pensar que la libertad del juez en la apreciación de la prueba conduzca inexorablemente a degeneración que significa la arbitrariedad.

la

"También el juez

debe respetar los limites de un juicio sensato,,74, y no solamente aquellos limites, sino que el propio ordenamiento, articulará los mecanismos objetivos que para ello sean precisos,

en nuestro

caso, articulo 849.2g LECrim. con la consideración de infracción de ley y LECrim.

a

efectos de recurso de casación;

que

igualmente

quebrantamiento adecuadamente

de

forma

como

por

abre

la

tanto no

vía

por

de

no

hacerlo

en

articulo 851. 2g la

fundar

casación la

absoluto.

por

sentencia Existen

simultáneamente fuera de la LECrim. disposiciones encaminadas directa o tangencialmente a la proscripción de la arbitrariedad amparada en la libre valoración: así y respectivamente, artículo 120.3 CE. Y artículo 24 del mismo cuerpo normativo; al respecto,

cabe la posibilidad de fundar

el

recurso de casación en

la

infracción de algún precepto constitucional, arto 5.4 LOPJ.

C. Los principios del procedimiento

74 BAUMANN J. Derecho procesal penal •.. , op. cit., págs. 119 y ss. GOMEZ COLOMER J. L. El proceso penal alemán introducción y normas básicas, Barcelona 1985, pp. 51-53. ROXIN/ARZT/TIEDEMANN Introducción al Derecho Penal y al Derecho Penal Procesal, Barcelona 1989, pp. 149-151. 62

El principio del proceso debido Entendido el concepto de procedimiento en el sentido que avanzábamos en páginas anteriores, como actividad externa y más o menos formal, debemos en este momento atender a una concreta especie

dentro

denominaremos

del

género

procedimiento

procedimiento.

Esta

jurisdiccional,

especie,

tiene

un

que rasgo

distintivo fácilmente identificable respecto de la generalidad: se trata proceso.

de

la

influencia

En otras palabras,

del

mismo

en

la

efectividad del

nos encontramos ante un tipo de

procedimiento caracterizado por darse exclusivamente dentro del ámbito de la jurisdicción, y precisamente por ello dotado de cierta relevancia con respecto al proceso, determinando dentro del mismo la ausencia o no de algunas garantias básicas de los sujetos del proceso. No se trata entonces de un procedimiento neutral,

sino

que

puede

ser

considerado

(el

propio

procedimiento), como una garantia más del proces07S • Realizamos ahora una aproximación al ordenamiento español, situándonos en el punto de partida para examinar la cuestión que nos ocupa. Establecido que el sistema español, como en la prática totalidad de los casos, corresponde al denominado de legalidad de las formas procesales (vid. articulo 1Q tanto de la LEC como de la LECrim), que exige el cumplimiento de determinadas formas a las que deberán ajustarse tanto los solicitantes como los

75 MONTEROIORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, Pp. 529-548. FAIREN GUILLEN V. Doctrina general .•. , op. cit. pp. 395 Y ss. RAMOS MENDEZ F. Derecho procesal ... , op. cit., pp. 341 Y ss. ALMAGRO/GIMENO/CORTES/MORENO Derecho Procesal. Parte ~eneral •.. , op. cit., pp. 313 Y ss. GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso ~enal, op. cit., pp. 36 Y ss. 63

Iñaki Esparza Leibar impartidores de justicia, y mediante las cuales se alcanzan unos aceptables niveles de certeza, de seguridad. Dentro ya del sistema de legalidad de las formas procesales y apercibidos del alternativa escritura,

se

riesgo que

presenta

en

supone el mero

la

actualidad

formalismo,

entre

la

oralidad

y

ya que históricamente esta última ha prevalecido

claramente;

Cuando

hacemos

referencia

a

la

alternativa

transcrita, se hace preciso realizar ciertas matizaciones: asi el procedimiento será escrito u oral cuando el material fáctico y la pretensión sean aportados al amparo de una de estas formas

ante

el

OJ

sentenciador,

asi

la

oralidad

o

la

escritura

prevalecerán pero niguna de estas dos modalidades resultará práctica si se aplica de modo absoluto y rígido. otra precisión hace referencia a que decidido un sistema por una de las dos alternativas posibles, deberá naturalmente recoger los principios lógicamente derivados de cada una de ellas, ya que de la efectiva existencia de todos ellos dependerá el que un procedimiento sea escrito u oral, debiendo atender al conjunto del procedimiento en

lugar

de

a

concretas

partes

del

mismo,

por

básicas que

resul ten76 •

1. Escritura y sus principios consecuencia

Como se ha dicho anteriormente, sistema

hegemónico

hasta

nuestros

la escritura ha sido el

días.

Tal

longevidad

"ha

76 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, Pp. 531-533. 64

El principio del proceso debido permitido precisar hasta los más pequeños detalles de esta forma procedimental", encontrándonos en nuestros días con un sistema perfectamente estudiado, sólido y extremadamente minuciosoTI , lo que conducirá a un predominio absoluto de la forma escrita en todo tipo de actos procesales llegándose a una hipervaloraci6n de lo escrito, al establecer que el juez no podrá, para diccar sentencia, emplear otros materiales fuera de lo documentado en los autos. En el ordenamiento español, el sistema de la escritura ha sido

(y

sigue

siéndolo) ,

preferente

dentro

del

orden

jurisdiccional civil, y ello a pesar de lo establecido en el artículo 120.2 CE, en el sentido de establecer un procedimiento predominantemente ora1 78 • Quizá como consecuencia del mandato constitucional, aunque no como cumplimiento del mismo, la reforma de la LEC efectuada en 1984 introduce alguna posibilidad de oralidad por medio de una doble operación. Así consagra el juicio declarativo ordinario de menor cuantía como juicio tipo

(en detrimento del rigido y

formalista juicio declarativo ordinario de mayor cuantía), simultáneamente introduce en aquél

la

llamada

y

comparecencia

obligatoria (tras los actos iniciales de alegación, naturalmente escritos), que se tramita por medio de un procedimiento oral, con inmediación del juez (cuando menos teórica), y con todas las

77 PRIETO CASTRO L. Estudios y comentarios para la teoria y la procesal civil, v. I, Madrid 1950, pp. 75 Y ss.

~ráctica

78 ALMAGRO NOSETE J. consideraciones ••• , op. cit. pp. 249 Y ss. 65

Iñaki Esparza Leibar características propias de un procedimiento oral (arts. 691-693, LEC) . Aparte

de

lo

ya

dicho,

los

procedimientos

ordinarios

restantes en materia civil no son sino la concreción de diversas opciones posibles dentro de un único sistema informado por el principio de escritura; Tal es el caso del juicio verbal y del juicio de cognición. Respecto de la jurisdicción contencioso-administrativa, es de constatar que

las concesiones a

la oralidad son aún más

reducidas que en el caso anterior, siendo hasta tal punto central el principio de escritura, que es perfectamente posible llevar a cabo un procedimiento de esta índole enteramente por escrito, ya que la única excepción es opcional, pues según el arto 76.1 LJCA, "habrá lugar a la celebración de la vista cuando lo pidan las dos partes o el Tribunal lo estime necesario.", opción que raramente se produce en la práctica, y cuya solicitud por las partes deberá hacerse en todo caso,

artículo 76.2 LJCA,

por

escrit079 • Analizaremos

ahora

brevemente

los

principos

que

hemos

denominado "consecuencia" de la escritura, y que junto con ésta conforman todo sistema en el que rige el principio de escritura.

a. Principio de mediación

79 La Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (BOE 285 de 27 de noviembre de 1992), no aprovecha la oportunidad de modificar este aspecto de la LJCA ajustándolo al mandato constitucional. 66

El principio del proceso debido Más que un principio inspirador, nos hallarnos aqui ante una consecuencia no deseada, derivada o en todo caso favorecida por la escritura, y decirnos no deseada ya que a través de ella se ha conseguido proceso,

un

extraordinario

alargamiento

en

el

tiempo

además de otros resultados tan perjudiciales

del

(y que

suponen una quiebra del sistema de garantias que preside el ordenamiento

español),

corno

el

desinterés

del

juzgador

por

materias que anticipadamente sabe pueden no corresponderle sino en alguna concreta fase procesal aislada. sin embargo a nivel teórico se contempla la oralidad en las fases

fundamentales

del proceso

Casi el articulo

229.2

LOPJ

establece la práctica de toda actividad probatoria ante el Juez e igualmente la LEC. articulos 573 y ss., con lo que se reconoce implicitamente el valor de la inmediación), a pesar de todo ello y en la realidad la práctica de la prueba no se realiza, por diversas causas, ante el Juez, que sólo las conocerá a través del acta que reflejando su práctica sea redactada. Y es que dentro de un procedimiento fundamentalmente escrito no parece que la oralidad establecida para alguna de sus fases goce de las mejores condiciones para su normal desarrollo, y menos aún en el caso de que ello suponga una mayor cantidad de trabajo en un sistema tradicionalmente sobrecargado w .

b. Dispersión y preclusión

80 FAIREN GUILLEN V. Estudios ... , op. cit., pág. 265. Vid. PRIETO CASTRO L. Tratado ..• , op. cit., § 6, pp. 639 Y ss. CORTES DOMINGUEZ V. (coordinador), Comentarios a la reforma de la Ley

~e Enjuiciamiento Civil, Madrid 1985, págs. 525 y ss.

67

Iñaki Esparza Leibar otra de

las consecuencias al parecer

procedimientos

escritos

es

ineludible en los

la dispersión de

las

actividades

procesales en el tiempo, y ello tanto si la dispersión se deriva de la regulación legal (v.gr. el juicio declarativo ordinario de mayor cuantía es un modelo de dispersión, artículos 524 y ss. LEC),

como

si

la

propia

regulación

legal

establece

la

concentración, como es el caso del juicio verbal, artículos 715 y ss.

LEC.

De lo que parece deducirse que la dispersión es

consecuencia directa e inevitable de la escritura8t • La dispersión encuentra cabida en un proceso dividido en diferentes fases que a su vez deben observar un orden de sucesión lógicamente

concebido para

alcanzar el

fin

del

proceso.

La

existencia de éstas "unidades de tiempo computadas en plazos" aconseja el establecimiento de algún mecanismo que impida la anarquía procedimental y simultáneamente estimule la ordenada progresi6n del procedimiento con unos razonables márgenes. Esto nos lleva al principio de preclusi6n que,

y en palabras del

Tribunal Supremo, "impone la carga de aprovechar libremente las oportunidades procesales en el término que tienen señalado para su producci6n,,82, de tal suerte que el no realizar una actuación concreta

en

el

tiempo

establecido

al

efecto

supondrá

la

imposibilidad de realizarla posteriormente, artículo 306.2 LEC.

81 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, 541-543. PRIETO CASTRO L. Tratado ••. , op. cit., t. 1, pp. 546-547.

Pp.

82 STS de 16 de octubre de 1975 (RA 3597) Y STS de 13 de febrero de 1978 (RA 551). 68

El principio del proceso debido Como consecuencia de la preclusión y como causa a su vez de extraordinarias alegaciones,

rige el principio de acumulación

eventual, única forma dentro de un sistema en el que rija la preclusión,

para que las partes acumulen en cada una de las

fases, en las que ello sea posible, todos los medios de defensa de que disponen de manera que todos ellos puedan ser sucesiva y eventualmente analizados por el órgano jurisdiccional (articulo 687 LEC.).

El temor derivado de

la preclusión produce en la

práctica abusos que en definitiva no contribuyen a la eficacia del proceso. El sistema caracterizado por la dispersión, la preclusión

y

la

acumulación eventual,

ordenamiento

español

y

tiene

plena

concretamente

vigencia

en

los

dentro

del

procedimientos

establecidos por la LEC. Y la LJCA83 •

c. Secreto

El secreto es otra de las consecuencias de la escritura que podemos

calificar

de

no

deseadas,

y

ello

en

base

a

las

disposiciones legales existentes tanto en la CE., articulo 120.3, como en la LOPJ., artículo 232, como final y específicamente para el procedimiento civil en la propia LEC., articulos 313, 364, 570 y otros que disponen la publicidad como regla general.

La no

puesta

en

en

referente

práctica de al

las

mencionadas civil

procedimiento

disposiciones,

y

al

lo

"contencioso"

83 MONTERO¡ORTELLS/GOHEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1, Pp. 541-543. PRIETO CASTRO L. Tratado ••• , op. cit., t. 1, p. 547. 69

Iñaki Esparza Leibar administrativo, o mejor aún su inoperancia de cara a lograr un procedimiento público (entendido para terceros no relacionados con el proceso), es debida a la imposibilidad de una publicidad real en un procedimiento escrito M •

2. Oralidad y sus principios consecuencia u

La vigencia del principio de oralidad supondrá que, carácter general,

con

"únicamente lo que de palabra se aporte al

proceso puede ser valorado por el juez y tenido en cuenta en la resolución final"u. Debemos comenzar señalando que desde la promulgación de la Constitución Española de 1978, la oralidad goza de un tratamiento preferente como principio inspirador de todos los procedimientos. Así lo establece en su articulo 120.2, y dentro de la citada preferencia

se

acentúa

la

misma

respecto

del

procedimiento

84 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, pp. 543-544. RAMOS MENDEZ F. Derecho procesal ••• op. cit., págs. 346 y ss. RAMOS MENDEZ F. Para un proceso civil eficaz, Bellaterra 1982, págs. 17-18. CARNELUTTI F. Derecho procesal ••. , op. cit., págs. 173 y ss., en particular concepto y alcance de la inmediación. ALMAGRO NOSETE J. consideraciones .•• , op. cit. pp. 251-252. 85 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, pp. 533-538 Y 544-548. GOMEZ COLOMER J. L. en ROXIN/ARZTI 'l'IEDEMANN Introducción al Derecho Penal y al Derecho Penal Procesal, op. cit., pp. 235-236.GOMEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho Procesal •.• , op. cit., pp. 218 Y ss., § 23. CHIOVENDA G. Principios de Derecho Procesal civil, Madrid 1977, T. II, pp. 132 Y ss., § 44. CARNELUTTI F. Derecho Procesal. .• , op. cit., pp. 175 Y 176. DE LA OLIVA/ARAGONESES/HINOJOSA/MUERZA/TOME Derecho ~rocesal Penal, op. cit., pp. 44-48 Y 606. 86 PRIETO CASTRO L. Tratado ••• , op. cit., t. I, p. 540. MONTERO AROCA J. El proceso laboral, op. cit., t. I, pp. 91-96. 70

El principio del proceso debido criminal.

La

expresión de

reafirmada en la LOPJ. limitándose

aquella voluntad queda renovada

de 1985,

únicamente

a

que amplía oralidad

la

y

la referencia no sino

incluyendo

explícitamente la inmediación y la publicidad, artículos 229 y ss., con la

~lpo

pretensión de hacerlas extensivas a todo

de

procedimientos 87 • Los

motivos

de

la

preferencia

por

la

oralidad

son

posiblemente variados, pero nosotros nos inclinamos a pensar que el fundamental de entre ellos sea que un procedimiento en el que rija la oralidad (y naturalmente sus principios consecuencia), es

con

notoria

diferencia

más

apto

para

obtener

la

tutela

efectiva a que se refiere la propia CE. en su articulo 24.1, y específicamente más adecuado para articular un proceso con todas las garantías (artículo 24.2 CE.). El hecho de que ordenamiento

español

existan en

la actualidad y

procedimientos

poco

dentro del

ajustados

a

estas

directrices, como los expuestos en el capítulo anterior, obedece a diversas causas,

y

básicamente a

entre la norma y la realidad,

la tradicional disfunción

a lo que hay que añadir que la

efectiva aplicación de la oralidad supone un mayor costo, no sólo económico, y la ruptura con una práctica asentada~. La oralidad en los procedimientos como alternativa a escritura,

toma

realmente

cuerpo

mediado

el

s.

la

XIX,

87 GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., p. 37, donde afirma que el principio de oralidad "tiene la ventaja de favorecer la inmediación, la concentración y la pUblicidad.". 88 MONTERO/ORTELLSIGOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. 1,

Pp. 544-548.

71

Iñaki Esparza Leibar principalmente en paises del área germánica y en relación tanto a procedimientos penales corno civiles. Las ventajas que aporta la

oralidad

son

consideradas

no

sólo

corno

meramente

metodológicas, en palabras de Rosenberg "la oralidad tiene la ventaja de la mayor claridad y energia, agilidad y naturalidao de la exposición", sino que se valora igualmente su trascendencia con

respecto

al

proceso,

su

faceta,

a

la que

aludiamos

al

comienzo de esta parte, de garantia de un proceso eficaz. Asi, "La posibilidad, más fácil de adaptación al caso particular; la eliminación

de

malas

interpretaciones;

el

complemento

y

aclaración de la materia procesal ••• ,,89. El objetivo de un procedimiento en el que la oralidad sea plena es sin embargo utópico. Tal y como adelantamos, se habla de prevalencia y no de plenitud, pero la oralidad si debe darse en las fases decisivas del procedimiento, en el "juicio oral", ya que sólo de un debate oral puede el órgano jurisdiccional obterner la convicción. En

la

regulación

positiva

española

dos

son

los

procedimientos que podemos afirmar responden al principio de oralidad: El establecido por la LECrim para el proceso penal, en particular la regulación del juicio oral articulos 680

y ss.,

además del procedimiento laboral para el que la LPL diseña un procedimiento establecido en

oral;

en

este

la Ley 7/1989,

punto de

12

debemos de abril,

mencionar de Bases

lo de

Procedimiento Laboral, y concretamente en su Base decimosexta, 89 ROSENBERG L. Tratado ••• , op. cit., pp. 394 Y ss. SCHONKB A. Derecho Procesal Civil, op. cit., pp. 42 Y ss. CAPPBLLBTTI M. La ~ralidad y las pruebas en el proceso civil, Buenos Aires 1972. 72

El principio del proceso debido apartado

primero,

en

el

que

se

enuncian

los

principios

inspiradores del futuro "proceso", que posteriormente incorpora el nuevo texto articulado de la Ley de Bases de Procedimiento Laboral (521/1990, de 27 de abril), en su arto 74., entre los que se cuenta la oralidad, además de los principios consecuencia de inmediación Y concentración y el de carácter más novedoso, aunque lógicamente derivado de un procedimiento oral, de celeridad~.

a. principio de inmediación

El proceso se desarrollará ante el juez sin la mediatización de

elemento

intelectiva

alguno91 • posible

El

obj eti vo

entre

el

es

órgano

alegaciones de las partes por un lado,

la

mayor

aproximación

jurisdiccional

y

las

y la práctica de las

pruebas por otro (vid. articulos 688 y ss. LECrim). El mecanismo que se articula para la real consecución de los citados obj eti vos consiste en la suspensión del juicio oral cuando algún miembro del Tribunal no pueda seguir tomando parte en el mismo, articulo 746.4 LECrim, debido a los inconvenientes que comporta para la

90 Art. 74. 1 LPL "Los Jueces y Tribunales del orden jurisdiccional social interpretarán y aplicarán las normas reguladoras del proceso laboral ordinario según los principios de inmediación, oralidad, concentración y celeridad". Por lo que al proceso penal concierne, vid. MONTERO AROCA J. El principio de oralidad y su práctica en la vigente Ley de Enjuiciamiento Criminal, Justicia 1983, pp. 263-308. ESCUSOL BARRA E. Manual .•. , 0p. cit., pp. 130 Y 131. 91 CARNELUTTI F. Trattato del processo civile, Napoli 1958, pp. 151 Y ss. CARNELUTTI F. Derecho Procesal ... , op. cit., pp. 173 Y 174. CHIOVENDA G. Derecho Procesal civil, T. II., Madrid 1922, Págs. 196 y ss. CHIOVENDA G. Principios •.• , op. cit., pp. 182 Y ss., § 46. GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., p. 37. 73

Iñaki Esparza Leibar defensa del interesado; e incluso el dejar sin efecto parte del juicio, cuando la suspensión es excesivamente prolongada, para volver a ser realizada con las debidas garantías, artículo 749 LECrim.

No

es

solamente

garantizar sino algo más,

la

inmediación

lo

que

se

pretende

que es la imposibilidad de que se

produzcan cambios entre los miembros del Tribunal, circunstancia que debemos entender como exigencia de la inmediación y como garantía del justiciablen • También puede ser entendida la inmediación en otro sentido además del ya señalado de producción de los materiales de hecho fundamentales para la resolución final del proceso directamente ante el juzgador,

dicho segundo sentido supondrá entender el

principio de inmediación "como utilización del medio de prueba más directo,

con exclusión de pruebas

de

segunda

o

tercera

mano. ,,93. En la LPL.

el tratamiento es similar estableciéndose el

mecanismo que garantiza la inmediación en su arto 74.1 del téxto vigente, procedente de la Base vigésima NQ 1 de la mencionada Ley de Bases de Procedimiento Laboral.

b. concentración/Celeridad

92 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, Pp. 534-535. PRIETO CASTRO L. Tratado .•• , op. cit., t. I, pp. 543-546. GOMEZ COLOMER J. L. Paralización del procedimiento, NEJ 1986, t. XVIII, pp. 848-877. 93 GOMEZ ORBANEJA/BERCE QUEMADA Derecho procesal penal, op. cit., § 12, p.

123.

74

El principio del proceso debido "La LECrim tiene el propósito de que rija el principio de la concentración y de unidad de la vista y por tanto, que todas las actuaciones del juicio se concentren en una sesión y, fuera inevitable, en varias

próximas"~

si

(vid. articulos 744 y 746

LEcrim). Igualmente la LPL, arto 74.1, consagra el principio

(~(

concentración y añade el relativamente novedoso principio de celeridad,

que

asimismo

aparece

en

la

ya

mencionada

Base

decimosexta de la Ley de Bases de Procedimiento Labora 1 95 • ambos

Y para

casos,

principio,

por

lo de

entendimiento

hacer

que lo

efectivo

ello que

supone la

el

contenido

de

celeridad 'y

inmediación

de

En

este recto

significa,

la

Jurisprudencia ha interpretado restrictivamente las posibilidades de

suspensión

del

juicio,

de

lo

que

claramente

deriva

la

importancia de este principio que comporta la oralidad y que a su vez es indispensable para la real existencia de la misma%. Junto a la concentración y como manifestación de la misma rige el principio de unidad del debate (contrario a la preclusión y eventualidad del procedimiento escrito), que permite que las alegaciones y medios de prueba puedan ser propuestos en cualquiel momento

del

procedimiento

sin

que

pueda

ser

rechazado.

De

94 PRIETRO CASTRO/GUTIERREZ DE CABIEDES, Derecho ... , cit., Madrid 1978, págs. 334 y ss. 95 Vid., MONTERO AROCA J. El proceso laboral, op. cit., v. 1, p. 93.

STS de 22 de noviembre de 1991 (RA 8453); STS de 27 de enero 19~2 (RA 457); STS de 30 de enero de 1992 (RA 606) Respecto pr1ncipio de celeridad en el ámbito penal y en relación con proceso penal abreviado, vid., DE LA OLIVAI GONESES/HINOJOSA/MUERZA/TOME Derecho Procesal Penal, op. cit., p. 603-604.

96 de ai e

ARAp

75

Iñaki Esparza Leibar cualquier manera y a fin de no posibilitar el empleo abusivo de dicha posibilidad con el único objetivo de dilatar el proceso, la ley establece determinadas limitaciones para los casos en los que la admisión supusiera la suspensión del juicio y siempre que no se hubiera realizado con anterioridad la proposición de la prueba por negligencia o mala fe imputables a la parten.

c. Publicidad

En la alternativa existente entre publicidad y secreto, los procedimientos orales, en general, y los procedimientos penal y laboral españoles, se decantan (bien entendido por ser la única alternativa coherente con la oralidad), por la publicidad, la cual entendida en su correcta significación, publicidad para terceros, se incorpora por la ideología liberal como medio de control

de

la

actividad

jurisdiccional

por

parte

de

la

comunidad98 • La publicidad ha sido considerada como principio básico del procedimiento y por ello se encuentra recogida en diferentes téxtos jurídicos suscritos por una gran parte de la comunidad internacional

(Pacto Internacional de los Derechos Civiles y

97 BAOMANN J. Derecho procesal penal ... , op. cit., págs. 101 y ss. PRIETO CASTRO L. Estudios .•. , cit. págs. 91 y ss. 98 PRIETO CASTRO L. Tratado ••• , op. cit., t. I, pp. 547-552. FAIREN GUILLEN V. Doctrina general del Derecho Procesal ••. , op. cit., pp. 407-420. CHIOVENDA G. Principios .•. , op. cit., pp. 179 Y ss., § 45. TOME GARCIA J. A. Protección procesal de los

~erechos

humanos ante los Tribunales ordinarios (CE y leyes de desarrollo), Madrid 1987, pág. 116. Aunque desde luego no debemos olvidar que la publicidad debe también manifestarse, y con un alcance mucho mayor que para con los terceros, entre las partes. 76

El principio del proceso debido politicos, articulo 14.1; Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, articulo 6)~. Dentro

del

ordenamiento

español

goza

la

publicidad

igualmente de la más alta consideración, y así la encontramos como principio general informador de las actuaciones judiciales" en el artículo 120.1 CE., Y por otra parte con la consideración de

Derecho

Fundamental

y

más

específicamente

como

garantía

procesal, encuadrada por algunos autores dentro del derecho de defensa, en el articulo 24.2 CE 1OO • En la LOPJ., considerada como base común de

todos los órdenes jurisdiccionales, se reproduce

literalmente el mencionado precepto de la CE. en el arto 232. La razón última de la publicidad reside en la trascendencia de la actividad jurisdiccional, particularmente en el caso del orden penal, que exige que dichas actuaciones no se lleven a cabo secretamente por la infinidad de connotaciones negativas que de ello se derivan, y por la imposibilidad de fiscalización social que comporta, y que dado que la actividad jurisdiccional es una manifestación de la soberanía popular, es insostenible 1w • La Jurisprudencia del TC. se ha ocupado en varias ocasiones del derecho a un proceso público delimitando su alcance, y lo ha hecho en el sentido de favorecer la publicidad y su aplicación real en los procedimientos,

sin que las excepciones previstas

99 MONTEROIORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I,

Pp. 537-538. 100 GONZALEZ PEREZ J. El derecho a Madrid 1984, págs. 120 y ss.

la tutela jurisdiccional,

101 BAUMANN J. Derecho •.• , op. cit, pág. 108. vid. arto 117.1 CE en el mismo sentido y para el ordenamiento español. 77

Iñaki Esparza Leibar Centrándonos y

españoles,

en

como

los

diversos

consecuencia

órdenes de

la

jurisdiccionales ya

mencionada

incompatibilidad entre los principios de escritura y publicidad "real", sólo se garantiza la publicidad en los procedimientos penales y laborales. Asi, y para el primero de los casos,

la

LECrim en su articulo 680

impone la oralidad como principio

general

e

del

juicio

oral

instrumenta

la

nulidad

para f

sancionando su falta, garantizar su efectividad. Es decir, que exceptuando la posibilidad de excluir la publicidad a 10 largo de la tramitación del sumario, todas las actuaciones de 10 que constituye la parte esencial del proceso penal serán públicas, salvo las excepciones taxativamente establecidas en la propia LECRIM 103 • En el caso de la LPL., son los arts. 74.1 y 84.1 quienes mediante la constitución en audiencia pública del Magistrado establecen

la publicidad,

la procedencia de dichos arts.

es

directa respecto de la Bases decimosexta y decimonovena de la Ley

103 ARROYO DE LAS HERAS/MUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento Criminal, op. cit., pp. 367-370. Por lo que al sumario respecta el arto 301 LECrim establece su carácter secreto. El propio arto 680 LECrim en su párrafo segundo y en relación al juicio oral, plasma las excepciones a la publicidad que necesariamente habrán de fundamentarse en razones de moralidad, orden público o respeto al ofendidio o a su familia. vid. también arto 232. 2 LOPJ. vid. STC 65/1992, de 29 de abril que confirma la validez de las excepciones a la publicidad establecidas por las leyes.

78

El principio del proceso debido de Bases de Procedimiento Laboral,

además del anterior texto

legal, arto 76.1 IM •

104 MONTERO AROeA J. El proceso laboral, op. cit., t. 1, pp. 9496. 79

PARTE 1 EL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LA W": SU REGULACION y MANIFESTACIONES EN EL PROCESO PENAL FEDERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA

l. INTRODUCCION: BREVE REFERENCIA AL PODER JUDICIAL FEDERAL EN LOS USA; ORGANIZACION y ALCANCE La

propia USC de

1787

se ocupa de

la

cuestión

en

las

secciones primera y segunda del arto 3, de las que transcribimos los párrafos más significativosl~: a) Art. 3, primera sección, USC:

"Se depositará el poder

judicial de los Estados Unidos en un Tribunal Supremo y en los tribunales inferiores que el Congreso instituya y establezca en lo sucesi V0 106 • " b) Art. 3, segunda sección, nQ 1, USC: " El Poder Judicial entenderá en todas las controversias, tanto de derecho escrito como

de

equidad,

consti tución,

de

que las

surjan

leyes

de

como los

consecuencia

Estados

de

Unidos

y

de

esta los

tratados celebrados o que se celebren bajo su autoridad; ... en las controversias

en que

sean parte

los

controversias entre dos o más Estados, ciudadanos

de

otro,

diferentes, ..• entre

un

entre Estado

o

Estados

Unidos;

las

entre un Estado y los

ciudadanos los

en

de

ciudadanos

Estados

del

mismo

y

Estados, ciudadanos o sübditos extranjeros 1OO ." c)

Art.

3,

segunda

sección,

nQ

2,

USC:

"En

todos

los

casos ... en que sea parte un Estado, el Tribunal Supremo poseerá jurisdicción en ünica instancia. En todos los demás casos que

105 La traducción oficial de los preceptos constitucionales ci tados procede del SERVICIO DE INFORMACION DE LOS ESTADOS UNIDOS La declaración de independencia. La Constitución de los Estados Unidos de América, Washington D.C., pp. 8-40.

Art. 1, octava sección, n Q 9, facultad: ... Para crear tribunales Supremo." 106

USC. "El Congreso tendrá inferiores al Tribunal

107 Vid. Decimoprimera Enmienda USC, que redefine los limites de la jurisdicción federal, excluyendo del conocimiento de dicha jurisdicción el supuesto segün el cuál los ciudadanos de un Estado demandan al gobierno de otro Estado. 81

Iñaki Esparza Leibar antes se mencionaron (art. 3, secc. 2, n Q 1) el Tribunal Supremo conocerá en apelación, tanto del derecho corno de los hechos, con las excepciones y con arreglo a la reglamentación que formule el congreso." d) Art. 3, segunda sección, n2 3, USC: "Todos los delitos serán juzgados por medio de un jurado, ... y el juicio de que se habla

tendrá

lugar

en

el

Estado

en

que

el

delito

se

haya

cometido ... " La

plasmación material

a

nivel

de

organización

de

los

tribunales de las disposiciones transcritas, especialmente arto 3, secc. cuya

1~,

se puede representar con una estructura piramidal

cúspide

estaría

ocupada

por

el

Tribunal

Supremo,

inmediatamente debajo de él hay en la actualidad 11 tribunales de apelación a los que sustentan en la pirámide 93 tribunales federales de distrito. Existen paralelamente a dicha estructura varios tribunales de competencia especial de los que no nos ocuparemos aquí dada su extrema especificidadl~. Las facultades del Congreso respecto a dichos OOJJ, excepto el Tribunal Supremo, le permiten la creación o supresión de tribunales federales, y la fijación del número de jueces del sistema federal. El sistema federal cuyos rasgos básicos estamos destacando convi ve

con

el

sistema

judicial propio de

cada

Estado cuya

jurisdicción se circunscribirá, en principio, al conocimiento de las controversias que surjan de la aplicación de leyes estatales, La separación entre conviviendo

el

jurisdicciones no

criterio

de

la

es sin embrago nítida

exclusividad

con

el

de

la

concurrencia. 109 A continuación nos ocuparemos de destacar lo más fundamental de cada uno de los OOJJ que integran el sistema judicial federal:

~08 V. gr. el Tribunal de Reclamaciones establecido en 1855, a lnstancias del congreso, para conocer de las reclamaciones monetarias presentadas frente a los Estados Unidos.

109 SCHROEDER R. C. Reseña del gobierno de los Estados Unidos, para el Servicio de Información de los Estados unidos, Washington D. C., pág. 68. 82

El principio del proceso debido A) Tribunal Supremo, Como se ha visto es el único tribunal expresamente creado por la USC, que culmina la organización judicial resultando sus resoluciones inimpugnables. Desde 1869 la composición del alto Tribunal es de un Presidente, sin voto de calidad, y ocho Magistrados. Su competencia le atribuye el conocimiento en primera instancia de aquellos asuntos en los que aparecen involucrados dignatarios extranjeros, y aquellos otros en los que un Estado es parte litigante. Todo el resto de causas que conoce el Tribunal Supremo accede al mismo a través del recurso de apelación frente a resoluciones de tribunales inferiores. El Tribunal Supremo tiene también, aunque la USC no se refiera a ello, competencia para dictaminar sobre la adecuación a la Constitución de la legislación as1 como de los actos procedentes del Poder Ejecutivo, y todo ello no sólo a nivel federal sino también a nivel estatal e incluso local llo • Para la válida constitución del Tribunal que permita dictar sentencia se precisa un quórum de seis Magistrados como m1nimo. La sentencia puede adoptarse por mayor1a simple, no se precisa unanimidad. Los votos particulares, concurrentes o discrepantes, pueden sentar precedente para futuras resoluciones. B) Tribunales de Apelación, Creados en 1891 con el objeto de hacerse cargo de parte de los asuntos, apelaciones, de los que se ocupaba el Tribunal Supremo (cuyo ámbito competencial aparece, a la vista de lo ya dicho, desmesurado) y de racionalizar la organización y gestión judiciales con una notoria aproximación a los potenciales sujetos pasivos de la jurisdicción. El número de Tribunales de Apelación es de 11 que se corresponden con una división territorial, circuito, del pa1s a los efectos de las apelaciones. El número de Magistrados que integran estos OOJJ oscila entre tres y quince, y se ocupan principalmente de resolver las apelaciones interpuestas frente a las resoluciones dictadas por los Tribunales Federales de Distrito radicados en su circunscripción.

e) Tribunales Federales de Distrito, En número de 93, los 50 Estados están divididos en 91 distritos a los que deben añadirse los de Columbia y Puerto Rico. Su composición oscila entre uno y veintisiete Magistrados. La sede de éste tipo de OJ no es permanente sino que existe una suerte de rotación periódica entre distintas poblaciones del distrito. 110 El origen de la atribución de dicho ámbito competencial se remonta a la doctrina emanada del Tribunal Supremo en Marbury v. Madison (1803) donde se afirmaba que "un acto legislativo contrario a la Constitución no es ley". 83

Iñaki Esparza Leibar Su competencia objetiva alcanza al primera instancia de delitos federales.

conocimiento en

Los Tribunales que componen el Poder Judicial en los USA tienen asignada, según se ha dicho, la labor de interpretar la use y correlativamente decidir sobre la adecuación de las leyes a aquella. El sistema del "Judicial Review" (revisión judicial) , junto con la importancia del precedente judicial en el sistema USA

convierten

al

Poder

JUdicial

en

el

único

intérprete

autorizado de la use, y a las opiniones emitidas en el ejercicio de la función jurisdiccional a través de las sentencias de los Tribunales Supremo y de Apelación, en vinculantes para supuestos análogos posteriormente planteados.

II. EL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LAW"

La primera advertencia que debemos hacer recae por un lado sobre la gran complejidad de la institución, y por otro sobre la importancia fundamental de la misma dentro del sistema juridico de los USA 111 • La complej idad está garantizada por el hecho de 111 Precisamente por las citadas razones y para no añadir mayor confusión a tan delicado tema, hemos decidido respetar el idioma original, añadiendo la traducción oficial, por lo menos en lo que a cuestiones fundamentales (v. gr. texto de las Enmiendas USe) respecta, aunque su comprensión en la mayor parte de los casos no presenta ninguna dificultad. Procederemos de distinta manera con instituciones, actos o momentos procesales concretos en los que ofreceremos una traducción personal, siempre que ello sea posible. Por lo que a la metodologia respecta nos ceñiremos igualmente a la de cada uno de los paises de que nos ocupamos, asi las citas bibliográficas y jurisprudenciales se realizarán en cada caso tal y como son empleadas en aquellos paises; entendemos que de ello no se deriva ninguna dificultad añadida y por contra permitirá la localización de cada uno de los 84

El principio del proceso debido tratarse

de

un

elemento

que

se

ha

desarrollado

en

los

ordenamientos anglosajones durante más de siete siglos, a través de la constante interpretación jurisprudencial y de la no menos trascendente elaboración doctrina1 1l2 • por

lo

que

al

carácter

fundamental

dentro

de

lo~

ordenamientos anglosajones concierne, el mismo se deriva de la finalidad de la institución que tiene su ámbito en la modulación de las situaciones en las que los Derechos Fundamentales a la vida,

libertad y propiedad l13 son regulados por la autoridad,

actuando el DPL en aquellas ocasiones como válvula reguladora. Se

trata

de

una

institución

de

origen

y

desarrollo

anglosajón. Es comúnmente aceptado y así ha sido demostrado que materiales citados en sus fuentes originales. 112 Sobre la complejidad de la institución advierte MORENILLA RODRIGUEZ J. M. Los derechos del acusado en el sistema legal norteamericano, RDPI 1977, pp. 621 Y ss. Así a la hora de realizar, corno pretendernos globalmente, un análisis comparativo tendremos que tener en cuenta "Que los derechos y garantías procesales del acusado en los Estados Unidos están insertos, de modo inseparable, en un contexto de tradiciones jurídicopolíticas, de instituciones y de actitudes típicamente anglosajonas." Ello supone una mentalidad sustancialmente diferente de la continental europea "a la que en muchos aspectos se contrapone, y se caracteriza por un arcaismo derivado del aferramiento a una tradición que se remonta a la Edad Media que sigue viendo en el proceso un duelo entre el acusador y el acusado que es decidido por un jurado de vecinos y arbitrado por un juez que en ningún momento investiga o interroga al acusado, pero al que corresponde velar porque las "reglas del combate" sean observadas y salvaguardar la libertad del acusado que se presume siempre inocente mientras su culpabilidad no sea demostrada en el mismo juicio." 113 Amendment V (1791) "No person Shall be ... deprived of life, liberty, or property, without due process of law"/"Nadie será privado de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal". Amendment XIV (1868) "nor shall any State deprive any person of life, liberty or property, without due process of law"/"Ningún Estado podrá privar a cualquier persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal". 85

Iñaki Esparza Leibar la expresión

"due process

of

Law"

es una

variación de

la

contenida en la Magna Carta Inglesa de 1215 "per legem terrae", "bY the law of the land,,114. Sobre el mencionado carácter básico dentro de aquellos ordenamientos, precisaremos que el mismo es predicable no sólo de lo que podriamos a efectos de comprensió'l denominar Derecho Procesal, sino incluso - tal y como se verá más adelante -como principio sustantivo fundamental informador de todo el ordenamiento juridico llS • Deberemos abordar con la máxima atención el estudio del DPL cuidando de separar los aspectos de la misma que como procesalistas deben ocuparnos primordialmente. Se

desprende

inmediatamente,

tras

un

estudio

de

la

bibliografia norteamericana, que no es caracteristica definitoria del DPL su simplicidad conceptual o su no beligerancia a causa de

la

común

aceptación

del

contenido

y

alcance

de

su

significado 116 • El problema se plantea de forma diversa a la que 114 CORWIN E. The doctrine of due process of Law before the civil war, 24 Harvard L. Rev. 1911, págs. 366 ss. McILWAIN Due process of law in Magna Carta, 14 Columbia L. Rev. 1914, pág. 27. En el capitulo 39 de la Magna Carta el rey promete: "No free man shall be taken or imprisoned or disseised or outlawed or exiled or in any way ruined, nor will we go or send against him, except by the lawful judgment of his peers or by the law of the land". 115 "Due process is a fundamental constitutional principIe in american jurisprudence. It appears in criminal law, civil law, and administrative law; it applies to the actions of such diverse groups as the police, administrative agencies, legislative bodies, and courts of law". RESNICK D. Due process and procedural justice, en "Due process, Nomos XVIII, Yearbook of the American Society for Political and Legal Philosophy", New York, 1977, pág. 206. 116 Ni siquiera de la interpretación gramatical de los términos centrales de la institución podemos extraer gran cosa, aunque no por ello debemos dejar de emplear dicho medio interpretativo. Podemos destacar asi los siguientes significados; Due: Aquello que en virtud de la ley o de la moral es debido a alguien. Un derecho. Justo, apropiado, ajustado a derecho. Process: El 86

El principio del proceso debido podr1amos llamar tradicional, y es que pese a tratarse de una insti tución cuya vigencia se extiende a

lo largo de var ios

siglos, Y pese a ser constante objeto de estudio y aplicación tanto por la doctrina como por la jurisprudencia, se ha resistido a una definición en el sentido al que estamos acostumbrados en los ordenamientos continentales 1l7 • Ello puede deberse a que "Las ideas po11ticas y jur1dicas fundamentales, de la misma manera que las grandes obras de arte, se resisten a una definición final, e incluso y posiblemente a una definitiva comprensión"l18. S1 existe sin embargo entre los autores un sustrato básico de común

aceptación que

contenidos

que,

como

atribuye m1nimo,

al

deben

DPL unos

determinados

concurrir

para

que

efectivamente se dé. En este sentido se concibe el DPL como una válvula reguladora entre la libertad individual y las previsibles imposiciones conflictos

de

entre

la los

autoridad, ciudadanos

asumiendo y

aquella

la

existencia

de

y

encauzando

la

resolución de los mismos por medio de procedimientos legales. Es el concreto alcance de esa legalidad el que, y en la práctica, ha ofrecido sucesivas versiones del DPL,

dependiendo de las,

conjunto de procedimentos relativos al ejercicio de una aCC10n legal. Vid. The Oxford Universal Dictionary Illustrated, 3A ed., Oxford 1976. Respecto a su alcance, escaso como se anunció en l1neas anteriores, vid. MASHAW J. L. Due Process in the Administrative State, Michigan, 1985, pág. 43. "Literal interpretation, a concentration on the ordinary meaning of the words, has little to offer the scholar or the courts." 117 RATNER G.L. The function of the due process clause, 116 U. Pa. L. Rev. 1968, pág. 1049. 118 HILLER A.CH. The forest of Due Process of Law: The american Q.onstitutional tradition, en "Due Process ••. ", op. cit., pág. 3. Y abundando en la cuestión, PENNOCK J. R. Due Process ..• , op. cit., introducción, pág. XV Y ss. 87

Iñaki Esparza Leibar oscilaciones

de

conceptos

indeterminados

tales

como

interés

general, arbitrariedad, injusto o desleal. Es

evidente

en

este

punto

el

indudable

componente

sociológico del concepto, siendo así que su definitorio concurso lo dota

de

una

indudable

flexibilidad

longevidad de la institución y a

que

ha

permitido

lél

cambio la imposibilidad de

definirlo absolutamente si no es en relación con un momento histórico determinado,

aunque siempre subyace la idea de una

"constante voluntad de armonizar, de forma consciente y sutil, la aspiración de una vida más justa con la relaci6n entre la satisfacción individual y el bienestar social .. 1l9 • Tanto la doctrina 120 como la jurisprudencia principalmente norteamericanas 121 , nos ofrecen numerosos ejemplos que confirman 119 HlLLER A.CH. The forest .•• cit. pág. 38. 120 SCANLON T.X. Oue Process pág. 93, (como origen de reclamaciones contra actos institucionales y protección ante la arbitrariedad). XlCHELHAN l.F. Formal and associational aims in procedural Oue Process, pág. 126, (como garantía mediante cuyo concurso las partes afectadas son admitidas para examinar y, en su caso, contestar, las razones en las que se funda la decisión que les concierne). RESNlCK D. Oue Process and procedural justice, pág. 206, (como princ1p10 normativo o concepto descriptivo empleado para justificar las normas y procedimientos existentes y para generar otros nuevos). Todos ellos en "Oue Process, Nomos XVIII, Yearbook of the American ... " op.cit. 121 Bradwell v. Illinois 1873, Malinski v. New York 1945, Joint Anti-Fascist Refugee Committee v. McGrath, 341 U.S. 123, 1951. Rochin v. California, 342 U.S. 432, 1957. Environmental Defense Fund. Inc. v. Hoerner Waldorf Corp. 1970. United States v. Batchelder, 442 U.S. 114, 123, 1979. Kolender v. Lawson, 461 U.S. 352, 358, 1983. No hay un modo único de citar correctamente la jurisprudencia del Tribunal Supremo en el caso de los EEUU, de manera que nos será posible hallar di versas formas dependiendo de la que adopte cada autor. En cualquier caso es imprescindible, y la doctrina es aquí unánime, citar los nombres de las partes, personas físicas o jurídicas, flanqueando la palabra latina versus representada por la abreviatura v., (esto es lo común en el caso de resoluciones especialmente célebres o trascendentes, 88

El principio del proceso debido el sentido de lo dicho en cuanto a la flexibilidad y progresiva extensión

de

invariablemente politicos,

la

polifacética

elementos sociológicos,

no

institución, sólo

éticos,

jurídicos

introduciendo sino

morales l22 ,

además

etc. ,

que

progresivamente van definiendo y configurando el OPL, alrededor de una

idea central percibida como una

amplia

e

indefinida

• ~ 123 protecc10n .

Dada el enorme campo que tras la institución que pretendemos analizar se adivina, deberemos necesariamente acotar aquellas facetas del mismo que por su trascendencia procesal puedan sernos de especial utilidad. Así una primera acepción del OPL que, no por obvia, debemos dejar de tratar es la que considera al mismo como

"aquél proceso que es debido -

entendido como derecho

v. gr. Marbury v. Madison, ya citada). En el resto de los casos la forma estándar de cita añade a los nombres de las partes el número de tomo de la colección oficial donde se recoge (U.S.) además de las páginas que ocupa y finalmente el año al que corresponde. 122 "What interests me is a conceptual matter; specifically, whether due process is best understood - as is commonly supposed - in terms of certain moral requirements applied to the law" KEARNS T.R. On de-moralizinq due process, en "Oue process •.• ", op. cit. pág. 229. 123 La idea de progresiva definición o gradual creación del concepto se recoge claramente en MOTT L. R. Due Process of Law.A historical and analytical treatise of the principIes and methods followed by the courts in the application of the concept of the "Law of the land" , Indianapolis, 1926, págs. 589 y ss. " ... In 1215 it was invoked against judgment without trial; in 1628 against arrests without indictment¡ in 1776 against taxation without jurisdiction; and in 1868 against class legislation. In each instance it might be said that there was an addition to its meaning, but it is probably more nearly correct to consider this development as the appropriation of portions of the general residual meaning which it has always hado In both its origin and development the concept rests on the specification, in a number of acute constitutional struggles, of the balance between individualism and legal control". 89

Iñaki Esparza Leibar subjetivo - cuando los poderes de la administración se movilizan con el objetivo de privar a un individuo de su vida, libertad o propiedad"I24. El mismo lo constituyen las salvaguardas para la protección de los derechos individuales que han sido establecidas por la Constitución USA e interpretadas por la jurisprudencia norteamericana l25 ,

para la aplicación y protección de derechos

privados; DPL implica el derecho fundamental de una persona a seL libremente escuchada, el derecho a la tutela jurisdiccional, "day in court". Aparece

el

concepto

en

el

sistema

norteameric'ano

para

significar la fundamental protección de la libertad individual, la Justicia l26 •

El DPL se fundamenta doblemente en

Enmiendas Quinta y Decimocuarta,

la

USC,

cada una de cuyas claúsulas

dispone que la vida, la libertad o la propiedad no pueden ser objeto de privación sin un proceso debido 1v •

124 SPRINGER E.CH. Justice of the Supreme Court of Nevada, sistema jurídico anglosajón, conferencia, Facultad de Derecho de San Sebastián 01.10.1990. Posteriormente documentado por medio de correspondencia personal. 125 La primera sentencia de la Corte Suprema que intenta definir el DPL es la recaida en Murray' s Lessee v. Hoboken Land & Improvement Co. 18 U.S. 272, 1856. Con una concepción extremadamente restrictiva intentando vincular el concepto exclusi vamente al "comInon law" de cada páis. Con Hurtado v. California, 110 U.S. 516, 1884, se aprecia una apertura en aquella primitiva concepción. 126 OIXON o. Marshall and the Australian Constitution, en "Government under law", a conference held at Harvard Law School on the occasion of the bicentennial of JOHN MARSHALL, Cambridge (USA), 1956, pág. 325. 127 Vid. nota n Q 7. KASBAW J. L. Due Process •.• , op. cit. pág. 50. Ello significará de entrada la prohibición de procesos especiales para casos singulares. 90

El principio del proceso debido En la práctica, las mencionadas previsiones constitucionales junto

con

los

preceptos

también

constitucionales

que

las

determinan, incluyen dos garantías distintas, según se deduce de una inicial aproximación al tema 1U :

11)

El DPL implica lo que es conocido como "Due Process

procesal",

lo que significa que ningún órgano jurisdiccional

puede privar de la vida, libertad o propiedad, a ningún sujeto de derecho, excepto a través de procesos ajustados a la USC rn • Así, una persona no podrá ser expropiada sin ser notificada de ello y oidas sus alegaciones, ni puede ser privado nadie de su libertad sin un juicio limpio ("Fair trial") 130.

2 1)

La

sustantivo" ,

claúsula

de

DPL

garantiza

el

"Due

Process

lo que signif ica que la administración no puede

limitar o privar arbitrariamente a los individuos de ciertos 128 DORa D. Faires Verfahren, Gewahrleistung im Grundgesetz der Bundesrepublik Deutschland, Kehl am Rhein 1984, pp. 10 Y ss. 129 Las demandas ante los Tribunales Federales motivadas por la pri vación del DPL procesal, muestran en los años setenta un incremento de un 350% sobre la década anterior, teniendo en cuenta que el incremento general de la litigiosidad fué de un 70%. La tendencia se mantiene para la década de los ochenta. HASHAW J. L. Due Process ... , op. cit. págs. 9 - 10.

13? La práctica de la Corte Suprema liga indisolublemente los prlnc;:ipios de Due Process of Law y Fair Trial. SCHMID N. Das gmerlkanische Strafverfahren, Heidelberg, 1986, pág. 130. La doctrina encadena también basicamente la limpieza del procedimiento "procedural fairness" con las reglas y principios qU~ configuran el DPL procesal. GREY T.C. Procedural fairness and :u-stantive rights, en "Due Process ... " op. cit., pág. 183. dORENILLA RODRIGUEZ J. M. Los derechos .•. , op. cit., p. 637, It ond7 también se parte de la identidad entre los conceptos d~bldo proceso legal/due process of law" y "juicio limpio/fair rlal".

t

91

Iñaki Esparza Leibar DerechoS Fundamentales, como aquellos contenidos en la USC, sin disponer

de

un

motivo

que

asi

lo

justifique,

se

trata

en

definitiva de una forma de autocontrol, constitucional, de la discrecionalidad en la actuación de la administración pública en general!3! poderes

(v.

gr.

públicos

el la

Due

Process

aplicación

de

sustantivo leyes

prohibe

restrictivas

d,

de

lOE

la

libertad de expresión, excepto si pueden, los poderes públicos, demostrar que tales leyes son necesarias por un apremiante - y por tanto superior - interés público)u2. Vamos ahora a centrarnos especificamente en el primero de los significados citados que hemos denominado DP procesal, que constituirá

nuestro

prescindir de

inmediato

parte de

objeto

lo que para

de

estudio.

la doctrina

Deberemos anglosajona

significa el DPL, concretamente de las implicaciones del DPL con el inicio del procedimiento legislativo y su posterior desarrollo 131 Amendment V (1791) " ••• nor shall private property be taken for public use, without just compensation". HASTIE W. H. Judicial method in Due Process inguiry, en "Government under law ..• "op. cit., Cambridge, 1956, pág. 343. En STRONG F. R. Substantive due process of law, a dichotomy of sense and nonsense, Durham (North Carolina), 1986; Se realiza un completo análisis histórico del origen del DP sustantivo en la "Magna Carta" inglesa como una limitación de las prerrogativas de la corona. También se analiza el significado de la institución tras su recepción por el derecho norteamericano, (limitación a las expropiaciones por apropiación PÚblica, limitación de situaciones de monopolio público o privado), y su posterior desarrollo. En general sobre esta materia es de interés el minucioso análisis histórico realizado en, COWLES W. B.Treaties and constitutional law: Property interferences and due process of law, Westport (Connecticut), 1975 (Reimpresión). 1~2 El ejemplo ofrecido procede S~stema ... cit. posteriormente

de la conferencia SPRINGER E.CH. transcrito en la documentación recibida del mismo, 07.01.1991 y 18.06.1991; Y es llamativo el empleo que en el mismo se hace de conceptos indeterminados como "apremiante interés", siempre presentes en la jurisprudencia USA y cuyo alcance deberemos fijar en páginas posteriores. 92

El principio del proceso debido - sometidos en todo momento a los límites impuestos por el DP sustanti vo

en

el

exclusivamente en jurisdiccional,

sentido

ya

anticipado

centrándonos

las manifestaciones del DPL en el aspecto

su significado,

exigencias y alcance ante la

eventual existencia de un conflicto que requiera de un proceso para su resolución 133 • Prescindiremos en definitiva del estudio del DPL sustantivo por no resultar aplicable a una manifestación jurisdiccional de la norma. La finalidad del DPL procesal la constituye en esencia la garantía de un juicio limpio para las partes en cualquier proceso y en especial para las partes en un proceso penal, ya que la

función jurisdiccional aplicada de acuerdo a sus características minimiza el riesgo de resoluciones injustas.

133 Tomaremos como punto de partida las "garantías básicas o derechos fundamentales" que extra idos de la jurisprudencia del Tribunal Supremo de los EEUU, destaca sucintamente - a lo largo de esta parte de la tesis desarrollaremos y ampliaremos más en profundidad dichos elementos - como contenido del DPL procesal, MORENILLA RODRIGUEZ J. M. Los derechos ••• , op. cit., pp. 638, 639. "1) El Tribunal debe tener jurisdicción sobre el acusado atendiendo al lugar donde el delito se cometió. 2) El acusado debe ser juzgado con orden y por un Tribunal imparcial. 3) El acusado debe ser notificado de los cargos que existan contra él para preparar su defensa. ") El acusado tiene derecho a ser asistido de un letrado; si careciere de medios económicos para procurárselo el Estado tiene que proporcionarle abogado defensor. S) El acusado tiene derecho a exigir la presencia de los testigos de cargo y a carearse con ellos. 6) El acusado tiene el derecho de ser oído en su propia defensa. 7) El acusado tiene el privilegio de no poder ser declarado culpable en base a ~onfesiones obtenidas contra su libre voluntad y sin conocimiento e sUs derechos constitucionales. 8) El juicio debe ser público rápido. 9) El acusado-condenado tiene el derecho de obtener la ranscripción de cuanto se dijo en el juicio. 10) El acusado~O~denado tiene derecho a recurrir contra la sentencia ante un rlbunal superior.".

i

93

Iñaki Esparza Leibar En otras palabras, en los USA la garantia del juicio limpio es parte, y parte nuclear pero no la totalidad, del alcance de la claúsula del DPL que contiene superpuestas y desarrolladas otras especificas garantias destinadas a asegurar la realización de la Justicia en los procesos principalmente penales. Varias de las garantias a las que hacemos referencia_ las más básicas, que constituyen elementos irrenunciables del "Fair trial" y por tanto manifestaciones propias del DPL en su faceta procesal,

están

recogidas

a

modo

de

catálogo

en

la

Sexta

Enmienda 134 de la USC y son:

a.- Derecho a un proceso rápido,

("Justice delayed is

justice denied") 135. 134 Amendment VI (1791) "In all criminal prosecutions, the accused shall enjoy the right to a speedy and public trial, by an impartial jury of the State and district wherein the crime shall have been committed, wich district shall have be en previously ascertaines by law, and to be informed of the natura and cause of the accusation; to be confronted with the witnesses against him; to have compulsory process for obtaining witnesses in his favor, and to have the Assistance of Counsel for his defense"/"En toda causa criminal, el acusado gozará del derecho de ser juzgado rápidamente y en público por un jurado imparcial del distrito y Estado en que el delito se haya cometido, distrito que deberá haber sido determinado previamente por la ley; asi como de que se le haga saber la naturaleza y causa de la acusación, de que se le caree con los testigos que depongan en su contra, de que se obligue a comparecer a los testigos que le favorezcan y de contar con la ayuda de un abogado que le defienda". 135 La consecución del "speedy trial" como fundamento del "fair trial" y por tanto imprescindible para que el DPL exista, ha centrado buena parte de los esfuerzos de las instituciones norteamericanas en los últimos años, particularmente es el caso del "National Center For State Courts" y los estudios y PUblicaciones que impulsa. Description and analysis of the Passaic County (NJ) speedy trial demonstration pro;ect, North Andover (Massachusetts), 1980. Implementing delay reduction and ~elay prevention programs in urban Trial Courts, Denver 94

El principio del proceso debido

b.- Dereoho a un prooeso públioo. 0.-

Dereoho a un prooeso con jurado imparcial.

d.- Dereoho a Juez natural. e.- Dereoho a ser informado de la naturaleza y oausa de la aousaoión formulada. f.- Derecho al careo con testigos. g.- Derecho a la asistenoia letrada.

Podemos provisionalmente concluir que en los USA la garantia del juicio limpio no es un concepto simple, sino una combinación de elementos que aseguran una determinada forma de procedimiento en torno a

los valores equidad,

igualdad, publicidad,

imparcialidad,

racionalidad,

independencia,

certeza y universalidadl~,

estando todos ellos incluidos y presentes en la claúsula de DPL que además incorpora otros requisitos especificos contenidos en otras partes de la USC I37 •

111. AMBITO DE APLICACION DE LA INSTITUCION EN LOS USA

(Colorado), 1985. vid. también el vol. 23, n Q 1, de la revista The Judges ;ournal, Chicago (Illinois), 1984, que se ocupa rnOnograficamente de la cuestión. La resolución de este problema depende de la aplicación de técnicas principalmente de racionalización de la gestión, que por no constituir materia procesal no analizaremos aqui. ~36 Existe un generalizado acuerdo sobre estos elementos como

lntegrantes del DPL (tanto en su faceta sustantiva prOcesal), MAR S HALL G. Due process in England, en Process ••. ", op. cit., New York 1977, pág. 69. 137 SPRINGER E.CH., conferencia sistema ... cit. 95

como "Due

>

2

Iñaki Esparza Leibar Intentaremos inmediatamente proporcionar un concepto de DPL adaptado a categorías jurídicas continentales con el objeto de sistematizar lo hasta ahora visto y que simultaneamente sea apto para ser completado con lo que a partir de este momento diremos. Se trata de un principio general de

los

ordenamientos

jurídicos anglosajones de naturaleza constitucional, que presenta una importante faceta procesal (ampliamente desarrollada por la doctrina y

la

jurisprudencia),

y que contiene elementos de

directa aplicación como garantías procesales (recogidos no sólo en las Enmiendas Quinta y Decimocuarta de la USC, sino también en otras partes de la misma), tanto estrictamente técnicos como de otra índole, que hacen referencia a las bases científicas que integran el Derecho Jurisdiccional: Poder JUdicial, derecho de acción y proceso.

A) La primera cuestión que cabe plantearse es la de saber si en cualquier caso y siempre que los poderes públicos realicen un acto desfavorable, restrictivo de derechos, para uno o varios individuos, deben hacerlo dentro de los límites del DPL o no 138 (ámbito material). La respuesta a dicha cuestión ha determinado las fluctuaciones de la jurisprudencia en cada momento histórico. Podemos destacar la existencia de dos posturas al respecto:

1) DOCTRINA RESTRICTIVA: No existe un mandato general que obligue

al

gobierno

a

instituir

un procedimiento previo

a

138 SPRINGER E.CH. Limitations on government power Carson city 1986, págs 526 y ss. 96

El principio del proceso debido cualquier acto desfavorable para algún individuo. Solamente será asi cuando la restricción, vida,

privación o daño recaigan sobre la

libertad o propiedad de alguna persona y

en atención,

precisamente, a dichos derechos será obligado un proceso ajustado a

los principios que

integran el

DPL.

El

fundamento

de tal

interpretación radica en la no consideración de la vida, libertad y propiedad como un enunciado general y omnicomprensivo de todos

los aspectos de la vida de un individuo en sociedad, sino que la jurisprudencia

de

la

Tribunal

restrictivamente el ámbito de

Supremo

ha

los términos vida,

establecido libertad y

propiedad referidos a un limitado grupo de intereses determinando asi los actos del gobierno que ni afectan ni privan a un sujeto de uno de los citados tres intereses, y por tanto no requieren un

DPL139 •

Aunque

la

tendencia

jurisprudencial

apuntada

se

manifiesta con claridad sólo desde 1972, existen precedentes ya en el siglo anterior, que permiten complementar la argumentación restrictiva, cuando se establece la distinción entre derechos y privilegios, estando la restricción de derechos sometida a los limites constitucionales, lo que no ocurrirá con los privilegios cuya limitación no está sujeta a las restricciones establecidas por la USC1~. Cuando un acto de la administración perjudica un 139 Board of Regents v. Roth, 408 U.S. 564, 1972. united states Labor Party v. Oremus, 619 F.2d 683, 689, (7th. Cir.), 1980. 140 McAuliffe v. Major of New Bedford, 155 Mass. 216, 220, 29 N.E. 517, 1892. El caso de un policia que pierde su empleo por comprometerse con actividades politicas. El Juez Oliver Wendell Holmes sentenció: "El solicitante tiene efectivamente el derecho constitucional de intervenir activamente en politica (derecho, por tanto la restricción del mismo deberá ajustarse al DPL), pero no tiene el derecho constitucional de ser policia (privilegio, por tanto su tutela no exige la aplicación del DPL)". 97

Iñaki Esparza Leibar derecho individual pero no constituye una denegación de la vida, libertad o propiedad,

el gobierno no tiene la obligación de

facilitar el DPL a esa persona.

2) DOCTRINA AMPLIA: Entiende esta linea

los

tres

términos

incluidos

en

la

frase

interpretativa, que "vida,

libertad

o

propiedad" son descripciones genéricas de todos los intereses individuales,

no

habiéndose

pretendido

con

creación de una jerarquia de intereses con su

su

redacción

correlati~o

la

reflejo

en el ámbito jurisdiccional. Lo contrario, se aduce, supondria una incomprensible limitación de la actividad revisora propia de la jurisdicción141 • B)

Una segunda cuestión que ha sido planteada es la de

determinar la eventual existencia de otras limitaciones en la aplicación del DPL, limitaciones fundamentadas en la libertad de cada estado para ajustarse o no a los principios del DPL, a la hora

de

establecer

las

normas

relativas

a

la

función

jurisdiccional. Debe señalarse a este respecto que los garantias recogidas en las ocho primeras enmiendas, ratificadas en 1791, fueron originalmente concebidas, o al menos asi se interpretó por los Estados, para su aplicación en el caso de procesos originados por la transgresión de una norma federal,

141 MONAGHAN Liberty and Property,

en estos casos se

62 Cornell L. Rev.,

1977,

P~gs. 405, 415. SMOLLA The re-emergence of the Right-Privilege g~stinction in Constitutional Law: The price of protesting too ~uch, 35 Stanford L. Rev., 1982, pág. 69. BINON Liberty and ~roperty in the Supreme Court: A defense of Roth and Perry, 71

Cal'f ~ ~ • L. Rev., 1983, pago 146.

98

El principio del proceso debido aplicaría necesariamente el DPL ante un Tribunal Federal, con todas las garantías mencionadas. En

principio

ello

no

sería

aplicable

a

los

casos

de

acusación en base a la violación de una ley estatal que tuvieran asimismo

que

ventilarse

Tribunal

Supremo

ha

ante

un

acudido

a

Tribunal la

Estatal;

Enmienda

Pero

el

Decimocuarta,

ratificada en 1868, en virtud de la cual deberán ser respetadas las garantías incluidas en el DPL también en los casos relativos y resueltos por instancias estatales "The nationalization of the ai11 of Rights" 142 • De la interacción entre las enmiendas que venimos citando en este apartado surge, tras la necesaria y lenta elaboración jurisprudencial l43 , un más amplio concepto de DPL que incluye los derechos y garantías recogidos en las Enmiendas Cuarta, Quinta Sexta y Octava y los aplica al ámbito territorial resultante de la combimación de las Enmiendas Quinta (que permitía una amplia discrecionalidad por parte de cada Estado) y Decimocuarta (que controla la situación anterior imponiendo la observancia de la cláusula del DPL a todas las legislaciones estatales) , resultando de todo ello una situación de básica igualdad que permite un 142 Hurtado v. California, 110 U.S. 516, 535, 1884. Howard v. Fleming, 191 U.S. 126, 1903. Sobre la suficiencia de una acusación. TWining v. New Jersey, 211 U.S. 78, 1908. Sobre la protección frente a la autoinculpación. Pacific Mutual Life Insurance Co. v. Haslip, 1991, en The united States Law Week, Justice O'Connor opinion dissenting, vol. 59, NQ 34, págs. 4159 y 4168. Sobre anulación de leyes estatales por vaguedad en los términos de aplicación y como exigencia del DPL. 143 Frank v. Magnum, 237 U.S. 309, 1915. Fiske v. Kansas, 274 U. S. 380, 1927. En este último caso se aplica el DPL como protección de algunos acusados frente a procesos no limpios (II un fair ll ) ante tribunales estatales. 99

Iñaki Esparza Leibar desarrollO y aplicación

homogéneos del DPL en todo el territorio

nacionallM. Siendo la descrita la situación actual, a partir de la que deberemos enfocar las páginas siguientes.

IV. MANIFESTACIONES DEL DPL EN EL PROCESO PENAL FEDERAL

Abordaremos

ahora

manifestaciones del

la

DPL a

tarea lo

de

resaltar

las

concretas

largo del proceso penal,

y

lo

haremos en base a un modelo stándar, es decir un modelo en el que queden reflejados los mínimos - referidos a garantías procesales - exigidos por las leyes federales y por la propia USC, mencionar

las

particularidades

legislaciones estatales, gran especificidad;

existentes

en

las

sin

diversas

salvo las de especial interés por su

con la

finalidad

de conseguir una mayor

claridad expositiva sin - entendemos - menoscabo de los objetivos de

esta

Tesis

Doctoral.

Para

facilitar

su

comprensión

realizaremos previamente un somero esquema que trata de reflejar las fases y actos principales del proceso penal USA:

Producido

el

hecho

ilícito

y

una

vez

que

el

MF

tiene

conocimiento del mismo.

144 STARR l. Justice: Due Process of Law, sto Paul (Minn.), 1981, págs. 5 Y ss. 145 MARCUS P. Criminal justice reforms in the united states, relación norteamericana presentada en el XXV congreso AIDP "Los movimientos de reforma del proceso penal y la protección de los Derechos Humanos", Toledo 1992. 100

El principio del proceso debido A) PROCEDIMIENTO PRELIMINAR: - Denominación USA: "Pre-trial phase/stage" - Sujetos intervinientes: MF/policla judicial. OJ (eventualmente) "preliminary hearing" para adopción de medidas cautelares. - Actuaciones procedentes: Investigación. Adopción de medidas cautelares (eventualmente) - Finalidad: Conclusión de la investigación sobre las circunstancias del delito y del presunto delincuente. B) COMPARECENCIA PREVIA: - Denominación USA: "Pre-trial phase/stage" - Sujetos intervinientes: OJ ante el que se realizan las actuaciones. MF y/o gran jurado. Imputado. - Actuaciones procedentes: Formalización de la acusación. "Guilty pleas/plea bargaining"/posibilidad de conformidad. - Finalidad: Informar al acusado de los hechos que se le imputan. En caso de conformidad: Inmediata conclusión del proceso por sentencia. En caso de no haber conformidad: Apertura del juicio oral. C) JUICIO ORAL: - Denominación USA: "Trial phase/stage". - sujetos intervinientes: OJ, jurado, MF y acusado. - Actuaciones procedentes: Selección del juradO. Realización de la vista. Práctica de la prueba. - Finalidad: posibilitar el veredicto del jurado y la sentencia sobre el fondo del asunto. Eventualmente cabe la posibilidad de que se produzca una resolución que termine el proceso cuando su continuación sea imposible, "mistrial". D) FASE DE CONCLUSION: - Denominación USA: "Post-trial phase/stage". = sujetos intervinientes: Jurado, OJo - Actuaciones procedentes: Emisión del veredicto por el jurado y correlativa sentencia. - Finalidad: Obtención de una resolución definitiva en el proceso. E) APELACION: 101

Iñaki Esparza Leibar - Denominación USA: "Apellate review of sentencing/Right to appeal". - Sujetos intervinientes: OJ (Tribunales de apelación) . - Actuaciones procedentes:Revisión de la resolución apelada por considerarse perjudicial para el condenado en la misma. - Finalidad: Garantizar mediante la revisión que la privación de la vida, la libertad o la propiedad al condenado por la sentencia,ha sido realizada en la estricta observancia de lo que el B exige. si no hay vulneración del DPL se confirmará la sentencia apelada. si existe violación se modificará la resolución apelada.

A. Procedimiento preliminar/"Pretrial phase"l~ 1. Detención ordenada por órgano jurisdiccional/ "Arrest

under warrant"

La norma básica aplicable a toda la materia agrupada bajo los epígrafes referidos a las medidas cautelares es la Enmienda Cuarta de través,

la Usc 141, por

una

ratificada en 1791, parte,

de

las

que se desarrolla a

legislaciones

estatales

146 GEORGE B.J. Jr. Due Process Rights of the Criminal Defendant in the Pre-Trial Phase, en "Protection of Human Rights in the criminal procedure of Egypt, France and the United States, Second conference of the egyptian section of the A.I.D.P.", Alexandria, 1989, pág. 12 Y ss. 147 Amendment IV, USA. Constitution: "The right of the people to be secure in their persons, houses, papers, and effects, against unreasonable searches and seizures shall not be violated, and no Warrants shall issue, but upon probable cause, supported by oath or affirmation, and particulary describing the place to be searched, and the persons or things to be seized"/"El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, será inviolable, y no se expedirán al efecto mandamientos que no se apoyen en un motivo verosímil, estén corroborados mediante juramento o protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser registrado y las personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas". 102

El principio del proceso debido ("statutes")

y por otra, y principalmente por el sistema del

"Common Law" o desarrollo de la ley a través de las sentencias dictadas por

los

jueces en casos

concretos y

basadas en la

tradición y en las costumbres1 48 . Veremos

a

continuación

el

resultado

de

algunas

de

las

concreciones más importantes que se han producido en el proceso de adaptación de la enmienda a la realidad práctica a través de los años:

a) Podrán los funcionarios de policía en el ejercicio de sus funciones,

solicitar al OJ competente una orden de detención,

cuando exista una causa para creer que la persona cuya detención se interesa, ha cometido un delito federal 149 •

b)

Los

funcionarios

de

policía

no

necesitan

estar

en

posesión de la orden de detención en el momento de verificarla, si bien deberán mostrarla al detenido tan pronto como ello sea posible.

Entretanto,

la persona

detenida

será

informada del

delito que ha motivado su detención, así como del hecho de la expedición de la orden de

detenciónl~.

148 STARR l. Jus t 'lce: •.. , Cl. 't ~ pago 260. WILLlAMS P • J • ~lassifying pre-trial detention decisions under the Bail Reform ~ct of 1984: A statistical approach, ACLR 1993, pp. 255-336. 149 Fed. Cr. Crim P. R.4(a), (b). 150 Fed. Cr. C' rlm. P . R . 4(d)(4). 103

Iñaki Esparza Leibar c) Un Fiscal Federal puede, previamente a la expedición de la orden de detención ,

citar a una persona

(previsiblemente

objeto de inmediata detención) con las ventajas que para aquella se derivarán de la no existencia de custodia física y de no estar sujeta a las condiciones de la detención preventiva.

d) Una orden de detención es preceptiva para la detención de una persona en su casa 151 • si el individuo cuya detención se pretende se hallare en la residencia o propiedad de otra persona, será precisa además una orden de registro identificando a esa persona, antes de que los funcionarios de pOlic1a puedan entrar en aquella propiedad para detenerla 152 •

2. Detención no ordenada por órgano jurisdiccionall "Arrest without warrant"

Todo

funcionario

de polic1a,

incluso estando

fuera

de

servicio, puede detener por la comisión de delitos o infracciones menos graves cometidas en su presencia; asimismo y aún no estando presente podrá detener a

quien cometa un deli to.

Tanto

la

jurisprudencia como numerosas legislaciones estatales manifiestan una clara tendencia expansiva, permitiéndose la detención en base a una

"razonable creencia" de autor1a,

y extendiendo dicha

151 Payton v. New York, 445 U.S. 573, 1980. 1~2 Steagald v. United States, 451 U.S. 204, 1981 Y Welsh v. Wlsconsin, 446 U.S. 740, 1984.

104

El principio del proceso debido facultad

a

los

casos

no

ya

de

delito

sino

incluso

a

las

infracciones menos graves1~. Los funcionarios de policia no tienen

la obligación de

obtener una orden de detención si cuentan con "razones válidas" para realizarlo, aunque dicha posibilidad desaparece en el caso de

tener

que

verificarse

la

detención

en

una

propiedad

pr i vada 154 . Está

prohibido

el

uso

de

medios

desproporcionados

y

violentos por parte de los agentes de pOlicia, salvo actuando en la creencia de que la persona que va a ser detenida supone una amenaza grave de muerte o graves lesiones tanto para los agentes como para otras personas 155 • Tradicionalmente

se

viene

permitiendo

a

los

ciudadanos

particulares la detención de quien cometa delito o infracción violenta en su presencia (algunos estados como Nueva York han extendido en virtud de la legislación estatal dichas facultades) • En todo caso el ciudadano particular que detenga a otra persona debe ponerla inmediatamente a disposición de la policía para ulteriores diligencias 1Y •

153 N.Y. Crim. Proc. Law 1958.

S

140.10. Draper v. U.S., 358 U.S. 307

154 Será de aplicación en este punto lo dicho para detenciones ordenadas por Organo Jurisdiccional (l.a). 155 Tennessee v. Garner, 471 U.S. 1, 1985. 156 N.Y. Crim. Proc. Law.

S

140.40 (1). 105

las

Iñaki Esparza Leibar Una vez que cualquier persona haya sido detenida deberá ser inmediatamente puesta a disposición judicial, tanto si existe como si no una orden de detención l57 •

3. otras posibilidades de investigación/"stop-andFrisk"

Con fundamentos razonables para sospechar que un individuo armado puede resultar peligroso, para los propios agentes o para terceros, pueden los funcionarios de policía proceder al cacheo del individuo l58 ;

la sospecha para la actuación descrita puede

proceder tanto de la observación directa de los agentes como de referencias de otras personas 1B • Podrán

también

los

funcionarios

de

policía

detener

brevemente para su identificación a cualquier persona sobre la "razonable base" de sospechar que está involucrado en la comisión de un delito o buscado por la autoridades por la misma causa 1OO • Ninguna

norma

establece

el

tiempo

máximo

de

tal

detención,

cuestión de la que se ocupa la jurisprudencia estableciendo su duración "de treinta a cuarenta minutos,,161.

157 Fed. R. Crim. P. 5(a). ¡58 Terry v. Ohio, 392 U.S. 1, 1968. Sibron v. New York, 392 U.S. O, 1968. Son los primeros casos que se ocupan de delimitar la CUestión de los cacheos (frisk). 159 Adams v. Williams, 407 U.S. 143, 1972. 160 United States v. Hensley, 469 U.S. 221, 1985. United States v. Sharpe, 470 U.S. 675, 1985. 106

El principio del proceso debido En el caso de que no existan motivos legales para proceder a la detención de una persona, pero ante la sospecha de que ha cometido un delito, podrán los funcionarios de policía,

según

indicaciones del Tribunal Supremo, tomar las huellas digitales de la misma en el lugar en que fuese halladal~.

4. Registros-Incautaciones/"Searches-Seizures"

Como ya hemos tenido ocasión de ver en anteriores páginas el DPL incluye la garantía frente a registros e incautaciones ilegales (Enmienda Cuarta USC) , en el sentido de excluir tal tipo de evidencias de un uso procesal como material probatorio (ello atentaría contra la Decimocuarta Enmienda USC). La situación es idéntica respecto a

la producción y ej ecución de órdenes de

registro no debidamente justificadas y así ha sido entendido y desarrollado por el Tribunal supremol~. Ningún funcionario de policía podrá efectuar un registro sin la

debida

orden

fehacientemente

no

que sólo

lo que

autorice, existe

excepto una

si

probable

acredita causa

que

fundamente eventualmente una orden de registro, sino que también deberá mostrar

la existencia de circunstancias

urgentes que

impiden la obtención de una orden de registro sin grave riesgo de pérdida, daño o destrucción de la evidencia que se pretende 162 Hayes v. Florida, 470 u.s. 811, 1985. ;63 Boyd v. United states, 116 U.S. 616, 1886. Weeks v. United l;ates, 232 U.S. 383, 1914. Sgro v. United States, 287 U.S. 206, 39 32 . Wolf v. Colorado, 338 U.S. 25, 1949. Chimel v. California, 19 5 U.S. 752, 1969. Coolidge v. New Hampshire, 403 U.S. 443,

71.

107

Iñaki Esparza Leibar lograr, en el tiempo que transcurrirá hasta la efectiva obtención de la orden l64 • El consentimiento para la entrada y registro por parte del sujeto

pasivo,

constituye

igualmente

una

base

que

permite

proceder al registro sin la necesidad de una previa autorización judicial 165 • Los funcionarios que efectúen el registro pueden incautarse de material no especificado en la orden de registro que ejecutan, siempre que el descubrimiento sea involuntario y se simple vistal~.

~roduzca

a

No obstante, viola el DPL la actividad de los

funcionarios de policía consistente en incautarse de la totalidad del material existente en el local y retirarlo para un ulterior examen oficial 167 •

5. Escuchas/"Eavesdropping"

Pueden también constituir una violación del DPL en tanto en cuanto ataquen al contenido dispuesto por la cuarta enmienda USC en lo que a la protección de la privacidad conciernel~. 164 Welsh v. Wisconsin, 466 U.S. 740, 1984. 165 Stoner v. California, 376 U.S. 483, 1964. Schneckloth v. Bustamonte, 412 U.S. 218, 1973. united States v. Matlock, 415 U.s. 164, 1974. 166 Coolidge v. New Hampshire, 403 U.S. 443, 468, 1971. Texas v. Brown, 460 U.S. 730, 1983. Arizona v. Hicks, 480 U.S. 321, 1987. 167 Kremen v. United States, 353 U.S. 346, 1957. 168 La primera vez que se plantea ante el Tribunal Supremo el problema de las escuchas como medio para la obtención de prueba es en el caso Olmstead v. united States, 277 U.S. 438, 1928. Las reglas para determinar el valor, los medios de acuerdo con las 108

El principio del proceso debido La sentencia del caso Katz v. USo afirma que las escuchas realizadas con autorización de un órgano jurisdiccional pueden ser compatibles con la cuarta enmienda USC. La legislación del Congreso se ocupa ampliamente de la cuestión J69 ,

estableciendo

los siguientes actos prohibidos en relación con las escuchas:

1. Interceptación premeditada o tentativa.

2. Uso, intento de uso o uso indirecto de una interceptación mecánica. 3.

Revelación premeditada o intento de revelación de los

contenidos

de

una

comunicación

oral

o

por

cable,

con

conocimiento, o posibilidad de tenerlo, de que la información fué obtenida por medios ilegales. 4. Uso premeditado o intento de uso de los contenidos de una

comunicación oral o por cable con conocimiento, o posibilidad de tenerlo, de que la información fué obtenida por medios ilegales. 5.

Fabricación,

distribución,

posesión

o

publicidad

de

medios, con conocimiento o posibilidad de tenerlo, de que son básicamente utilizables para la interceptación subrepticia de comunicaciones orales o por cable.

Se promulga la "E1ectronic Communications Privacy Act" en 1986 alterando el ámbito de protección de la Ley Federal de

Escuchas de 1968, para reflejar y abarcar las modalidades de nuevas tecno10gias y las circunstancias de validez de dicha via de obtención de prueba se sientan en Berger v. New York, 388 U.S. 41, 1967. Y Katz v. United States, 389 U.S. 347, 1967. 169 18. U.S.C. §§ 2510-2520, 1988. 109

Iñaki Esparza Leibar escuchas ilegales posibles al amparo de nuevas tecnolog1as. De la misma se derivan las siguientes consecuencias:

a) (persona

constituye objeto

delito

de

la

la

advertencia

escucha)

de

la

al

sujeto

existencia

pasivo

de

dicha

intervención para la que alguna agencia federal o funcionario han sido

autorizados

postulados

de

interceptar

la

o

han ley

solicitado federal.

comunicaciones

tanto

autorización

Ello

les

por

cable,

bajo

habilitará como

los para

orales

o

electrónicas.

b)

Tanto

los

funcionarios

públicos

como

las

personas

privadas que violen la ley cometerán un delito federal y serán consideradas civilmente responsables.

c) La prueba, también la prueba "derivada", obtenida con violación de la ley deberá ser excluida de todo procedimiento, tanto estatal como federal, y también administrati V0 170 •

6. La denominada "Exclusionary rule" de la cuarta enmienda USC

Inicialmente concebida como una limitación en el uso de material probatorio ilegalmente obtenido exclusivamente ante los Tribunales Federales, Se ha visto progresivamente extendida a los

i8

70 18 U.S.C.A.

U.S.C.A.

§

( SUPP. 1988).

§ 2232 (c) (Supp. 1988). 18 U.S.C.A. § 2511(1). 2520. 18 U.S.C.A. § 2515 Y 18 U.S.C.A. § 2708

110

El principio del proceso debido Tribunales Estatales con el amparo de la Enmienda Decimocuarta USC que incluye la c1aúsula del DPL I71 • La Regla de Exclusión es considerada por el Tribunal Supremo como el mejor de los remedios disuasorios frente a los abusos de autoridad 1n ,

y

de

su

aplicación

resultan

las

siguientes

particularidades:

1) El alcance de la exclusión abarca tanto la prueba directa

como la der i vada ( indirecta) 173 • La

exclusión

se

aplica

en

todas

las

fases

de

un

procedimiento penal. También será de aplicación en procedimientos expropiatorios,

no

así

en

procedimientos

civiles

o

171 Weeks v. united States, 232 U.S. 383, 1914, aplicación restringida a Tribunales Federales; Se señala este precedente como el origen de la "exclusionary rule", igualmente en Rochin v. California, 342 U.S. 165, 172, 1952 Y Elkins v. united States, 364 U.S. 206, 1960. Mapp v. Ohio, 367 U.S. 643, 1961, se extiende su aplicación a los tribunales estatales, vid. comentario sobre dicha sentencia en WORTON S. N. Law enforcement and justice, Rochelle Park (New Jersey), 1977, págs. 33 Y ss. y en general sobre esta materia, NAGEL S. S. Testing the effects of excluding illegally seized evidence, wis. L. Rev., 1965, (Spring), págs. 283 y ss. l72 Existen además remedios alternativos o complementarios a la aplicación de la exclusión, así la "Federal civil Rights Act" de 1981 ha sido empleada para fiscalizar la constitucionalidad de la actividad policial. También se ha incrementado el uso de l:'emedios administrativos y procedimientos disciplinarios contra funcionarios que hayan infringido las claúsulas del DPL incluidas en la cuarta enmienda use. En Bivens v. six Unknown Named Agents, 403 U.S. 388, 1971, se sugieren remedios alternativos civiles ya qUe se considera que la aplicación de la "exclusionary rule" Penaliza a los ciudadanos a causa de errores policiales. 173 Wong Sun v. united States, 371 U.S. 471, 1963. 111

Iñaki Esparza Leibar administrativos de deportación o en procedimientos sancionadores civiles en materia de impuestos 174 • Dado que la Cuarta Enmienda USC no regula la actividad de personas o entidades privadas, la exclusión no podrá ser invocada si

el

Gobierno

registros,

no

ha

participado

en

las

investigaciones

incluso aunque posteriormente haga

y

uso de dichas

pruebas l75 • En el caso de que no exista una relación causal entre la actividad anticonstitucional y cuestión,

la obtención de

la prueba en

no existe base suficiente para invocar,

mejor para

aplicar, la exclusión n6 •

2) Supremo

Principio del Descubrimiento Inevitable: entiende

que

incluso

cuando

la

prueba

El Tribunal haya

sido

conseguida como resultado de una actividad ilegal de la pOlicia, no

obstante,

si

inevitablemente en cuestión,

el

procedimiento

de

investigación

tuviera

como resultado el descubrimiento de la prueba

la misma deberá ser admitida en el proceso como

tal 177 •

174 United States v. Calandra, 414 U.S. 338, 1974, respecto a procedimientos penales. One 1958 Plymouth Sedan v. Pennsylvania, 380 U.S. 693, 1965, procedimientos expropiatorios o confiscatorios. I.N.S. v. Lopez-Mendoza, 468 U.S. 1032, 1984, procedimientos de deportación. united States v. Janis, 428 U.S. ~33, 1976, procedimientos sancionadores civiles en materia de lmpuestos. 175 United States v. Jacobsen, 466 U.S. 109, 1984. 176 Wong Sun v. united States, 371 U.S. United States, 468 U.S. 796, 1984. 177 Nix v. Williams, 467 U.S. 431, 1984. 112

471,

1963. Segura v.

El principio del proceso debido

3) La Excepción de Confianza: En los casos en los que sea precisa orden de un órgano jurisdiccional para la investigación, si los oficiales de polic1a actúan bajo la confianza de una orden aparentemente válida para efectuar un registro o incautación, o en

el

caso

de

que

la

ley

que

autorizó

dicha

orden

sea

posteriormente derogada, en ambos casos la exclusión no debe ser aplicada

y

las

pruebas

así

obtenidas

podrán

introducirse

normalmente en el proceso l78 •

7.

Interrogatorios-confesiones-silencio-privilegio frente a la autoincriminación/"Interrogationconfessions-self incrimination"

En este caso sí existe una previsión constitucional al respecto estando recogido este derecho en la Quinta Enmienda USC 179 •

A tenor de la misma el acusado tiene el derecho a no

declarar en su contra a lo largo del procedimiento, ello excluye lógicamente el uso en el proceso de declaraciones obtenidas por medio de métodos impermisibles 18o • 178 Massachusetts v. Sheppard, 468 U.S. 981, 1984. united States v. Leon, 468 U.S. 897, 1984. Illinois v. Krull, 480 U.S. 340, 1987. 179 Amendment V (1791) " ••• nor shall be compelled in any criminal case to be a witness against himself,"j"Nadie será compelido a declarar contra si mismo en ningún juicio criminal". 180 McNabb v. united States, 318 U.S. 332, 1943. Malinski v. New York, 324 U.S. 401, 1945. Mallory v. united states, 354 u.s. 449, 1957. Mathis v. u.s., 391 u.s. 1, 1969. Oregon v. Mathiason, 429 U.S. 492, 1977. DELVO M. Der Lügendetektor im StrafprozeB der llS~, KonigsteinjTs, 1981. BARLAND G. H. The polygraph test. Lies.

Iñaki Esparza Leibar Tradicionalmente las leyes Anglo-Americanas sobre la prueba han tratado restrictivamente, por el rechazo que producen los medios

inquisitoriales para

la obtención de pruebas,

el uso

procesal de las confesiones obtenidas por medio distinto a la "guilty plea" que implica la asistencia letrada 181 • Ya tempranamente el Tribunal Supremo USA declaraba que el uso de una confesión obtenida por medios no adecuados podría violar

el

privilegio

de

la

quinta

enmienda

contra

la

autoinculpación 182 • Finalmente la Tribunal Supremo estableció que el uso judicial por parte de un Estado de una confesión obtenida por medio de coacción supone una negación del DPL contenido en la Enmienda Decimocuarta 183 • Desde

entonces

el

Tribunal

Supremo

ha

empleado

cuatro

criterios basados en la USC para regular la admisibilidad de la confesión:

1. Cualquier confesión lograda por medio de coacción será rechazada por los términos de la Quinta Enmienda, de tal modo que

truth and science, the polygraph test in the USA and elsewhere, London 1988. 181 MAYER L. The American Legal System, New York 1964, pp. 32 Y ss. ROGGE J. o. Confessions and self-incrimination, en "The rights of the accused in law and action", coordinado por NAGEL S.S. Beverly Hills (California) 1972, pág. 61. 182 Bram v. united States, 168 U.S. 532, 542, 1897. 183 Brown v. Mississippi, 297 U.S. 278, 1936. 114

El principio del proceso debido su uso viola el privilegio de la no autoinculpación, suponiendo una directa violación del DPL1M •

2. Las declaraciones realizadas por una persona detenida contraviniendo

el

contenido

de

la

cuarta

enmienda,

serán

consideradas como fruto de dicha violación y por tanto deberán ser suprimidas como prueba 185 •

3.

La "Miranda Rule": El Tribunal Supremo declara que la

protección

de

la

Quinta

Enmienda

contra

la

auto inculpación

requiere que la persona bajo custodia policial sea informada del derecho a permanecer en silencio y del derecho de contar con la presencia de un abogado durante el interrogatorio, así como del derecho a la designación de oficio de un abogado

en el caso de

que el detenido no pueda procurárselo 186 • La efectividad de la "Miranda Rule" requiere los siguientes elementos: A) El inculpado tiene derecho a guardar silencio; B) Cualquier

cosa que

adversa; e)

declare

podrá

ser

utilizada

El inculpado tiene derecho a

como

prueba

la presencia de un

184 Payne v. Arkansas, 356 U.S. 560, 1958. Mincey v. Arizona, 437 U.S. 385, 1978. 185 Brown v. Illinois, 422 U.S. 590, 1975. Dunaway v. New York,

142 U.S. 200, 1979.

186 No se trata aquí del mismo derecho a la asistencia letrada recogido en la sexta enmienda, sino de un especial derecho a';lxiliar de dicha asistencia , derivado de la Quinta Enmienda dlrigido a salvaguardar la correcta aplicación del privilegio de ~~ autoinculpación. Escobedo v. Illinois, 378 U.S. 478, 1964. lranda v. Arizona, 384 U.S. 436, 1966, vid. WORTON N. S. Law ~forcement ... , op. cit. comentarios sobre las mencionadas sentencias, págs. 20 y ss. 115

Iñaki Esparza Leibar abogado durante el interrogatorio;

Si el inculpado no puede

D)

procurarse un abogado, le será designado uno de oficio antes de que tenga lugar el interrogatorio. La "Exclusionary Rule" en combinación con la "Miranda Rule" determina que ninguna confesión obtenida violando la segunda de las

reglas

podrá

ser

usada

como

prueba

para

sostener

absolutamente ninguna acusación 187 • si una primera confesión viola la "Miranda Rule" ello no significa necesariamente que se invalide también una ulterior confesión producida con las advertencias precisas y renuncia de los derechos derivados de la mencionada regla 188 •

4.

Aún

habiendo

cumplido

con

prescripciones

las

constitucionales citadas, si un individuo deviene acusado, no ya inculpado como en los casos anteriores, en un proceso penal, cualquier interrogatorio en ausencia de su abogado infringe el derecho de la sexta enmienda a su concurso, y por tanto incluso las admisiones voluntarias deben ser excluidas 189 •

El derecho

constitucional a la asistencia letrada puede ser renunciado en aquel contexto, pero el acusado debe ser especialmente advertido

187 Estelle v. smith, 451 U.S. 454, 1981. Donde se pretendió

~InPlear como base para la acusación las declaraciones procedentes

e una entrevista garantias.

psiquiátrica,

realizada

sin

188 Oregon v. Elstad, 470 U.S. 298, 1985. 189 United St ates v. Henry, 447 U.S. 264, 1980. 116

las

debidas

El principio del proceso debido más allá de lo establecido en la "Miranda Rule" antes de aceptar su renuncia como válida1~.

B. comparecencia previa al juicio/"Pretrial phase"

1. Imputación/"Indictment,

information or

presentment 191"

La manifestación más importante del DPL en esta subfase procesal 192 , separar

última del procedimiento preliminar y destinada a

las acusaciones

infundadas del resto l93 ,

conectando a

cada una de ellas las consecuencias fijadas por el ordenamiento, se da

en

el

denominado

Acto

de

Acusación

( "Arraignment

on

Indictment") o Información, consistente en una comparecencia del acusado

ante

el

ógano

jurisdiccional

que

ha

recibido

el

190 Brewer v. Williams, 430 U.S. 387, 1977. 191 La acusación en los casos de delitos graves puede revestir alguna de las siguientes formas: Indictment, presentada por un gran jurado ("Grand Jury" es un órgano acusador cuya regulación varia grandemente de un estado a otro, no debe confundirse con el jurado que determina la culpabilidad o inocencia), sobre la base de la evidencia facilitada por el MF Information, presentada por el MF por propia iniciativa. Presentment, realizada por el gran jurado por propia iniciativa. En la práctica es pr.eponderante el papel del MF en cuyas depencias se preparan practicamente la totalidad de los instrumentos acusatorios. vid. kARLEN D./SCHULTZ J.L. Justice in the accusation, en "The rights of the accused in law and action" op. cit., p. 121. 192 Amendment VI (1791) "In all criminal prosecutions, the aCCUsed shall enjoy the right to ... be informed of the nature and Oause of the accusation". 193 Vid. en general, KARLEN D./SCHULTZ J. L. Justice in the ~cusation, en "The rights of the accused ... " op. cit. págs. 113

y ss.

117

Iñaki Esparza Leibar instrumento acusatorio, normalmente remitido por el MF, donde oirá

la

literal1~.

acusación

de

Además,

procedimiento

la

y

que

dado

criminal,

le

que

deberá

será nos

facilitada

hallamos

facilitarse

una

dentro al

copia de

un

acusado

la

asistencia letrada si no se ha hecho anteriormente. En la misma información u otra posterior comparecencia el acusado se pronunciará sobre el instrumento acusatorio "Pleas", y

podrá

también

hacer

uso

de

determinados

actuando a modo de nuestros artículos de previo están

orientados

al

eventual

planteamiento

mecanismos

que,

pronun~iamiento,

de

objeciones

procesales o de fondo que deberán ser resueltos la mayor parte de la veces antes del juicio (v. gr. prueba de discriminación en la acusación, discriminación en la selección del jurado, etc. 19.5) La negación del uso de alguno de los mecanismos referidos abrirá la posibilidad de apelación.

2. Fianza/lBail"

otra manifestación del DPL en esta fase procesal es la derivada de la Octava Enmienda del texto constitucional l96 ,

y

consiste

o

en

la

prohibición de

requerir

fianzas

excesivas

194 Snyder v. Massachusetts, 291 U.S. 97, 1934. smith v. O'Grady, 112 U.s. 329, 1941. Fed. R. Crim. P. 7(f) Y P. 10; N.Y. Crim. Proc. Law. S 200.90 Y S 210.15 (McKinney 1981). 195 Discriminación en la persecución por razones de raza, Oyler ~. Boles, 368 U.S. 448, 1962. Discriminatoria selección del Jurado, Beck v. washington, 369 U.S. 541, 1962. 196

Amendment

VIII

(1791)

"Excessive

bail

required"/"NO se exigirán fianzas excesivas". 118

shall

not

be

El principio del proceso debido desproporcionadas. La posibilidad de fianza se abre en principio a toda persona acusada por un delito no capital, y asi lo recogen la mayoria de las constituciones estatalesl~. Los factores a tener en cuenta a la hora de fijar el importe de la fianza son: La naturaleza del delito, el peso de la prueba contra el acusado, y además otro tipo de circunstancias extraprocesales (familia, renta, empleo, moralidad, etc.)l~.

3. Especial referencia a la prisión provisional/ "Preventive detention"

Debe

tenerse

en

cuenta

en

este

punto

que

la

prisión

provisional presenta dentro del ordenamiento norteamericano una sustantividad propia, no siendo considerada una simple medida cautelar personal, a nuestro juicio correctamente. Su reciente configuración ha despertado una importante polémica ampliamente reflejada por la doctrina. Las

disposiciones

comparativamente

reguladoras

recientes

"Bail

de

la

Reform

materia Act"

de

son 1984

las y

iGComprehensive Crime Control Act" de 1986. Con diferencia la cuestión más novedosa y por tanto controvertida derivada de dicha norm~tiva

es

la

autorización

de

alternativas

a

la

prisión

provisional para acusados por determinados delitos federales

197 Stack v. Boyle, 342 U.S. 1, 1951. U.S. 524, 1952.

Carlson v. Landon,

342

19~ Vid. en general sobre esta materia, WALD P. M. The right to 'º-<:ll revisited: A decade of promise without fulfillment, en "The rlghts of the accused", op. cit. págs. 177 y ss.

119

Iñaki Esparza Leibar graves,

siempre que constituyan figuras menos onerosas y que

prevengan igualmente las posibilidades de huida o peligro para la comunidad l99 • La ley incorpora la presunción - cabe por tanto prueba en contrario - de que no existe otra posibilidad de garantizar razonablemente la seguridad de la comunidad. si no se destruye dicha presunción, surgida de la existencia de tres presupuestos que a continuación se citarán, procede la prisión provisional. Los tres presupuestos mencionados para acordar la prisión provisional son:

A)

Existencia de una condena anterior del imputado por un

delito federal caracterizado por su violencia, por su punibilidad (hasta prisión perpetua o muerte), por su relación con algunas especificas materias relacionadas con el narcotráfico con penas de diez o más años, o por ser de los denominados de "criminalidad preferente ,,200 •

B)

Comisión del delito mientras el acusado está en libertad

provisional por un proceso pendiente por otro delito federal, estatal o local.

199 18 U.S.C.A.

§

3142 (e)

(Supp. 1988).

200 18 U.S.C.A. § 3142(e) (1), (f) (1) (D). Idem. § 3142(e) (1), (f) (1 A) . "Controlled Substances Act", 1988. "Controlled SUbstances Import and Export Act" (Supp. 1988). 120

lA

El principio del proceso debido e)

desde

Que habiendo pasado un periodo no mayor de cinco años la

fecha

de condena

o

libertad por un delito de

los

especificados en el punto A), haya cometido cualquier otr0201 •

Un Tribunal Federal actuando de oficio o a instancia del MF, puede ordenar la prisión preventiva, tras una audiencia, basada en la existencia de grave riesgo de que el acusado bien huya, bien obstruya o intente obstruir la actividad de la justicia o atente o intimide a un eventual testigo o jurado. La constitucionalidad de la precendente normativa ha sido objeto inmediato de examen, pero el Tribunal Supremo ha mantenido su validez.

Los

argumentos

contrarios

mantienen202 que

dicha

normati va supone un atentado al DPL del acusado tanto en su aspecto sustantivo como en el procesal, los argumentos esgrimidos son:

La prisión provisional impone una condena anticipada,

y

supone la adopción de dicha medida, una evidente desproporción respecto a la legitima finalidad pretendida de salvaguardar la seguridad de la comunidad. Además entienden tanto la doctrina como algunos magistrados disidentes,

que cualquier periodo de

prisión provisional no sujeto a limites en su duración atenta al DPL. El Tribunal Supremo afirma por contra la proporcionalidad existente entre los delitos, muy graves, en relación a los que la prisión provisional puede ser acordada y añade que la duración

20118U.S.C.A. § 3142(e)(2),

(e)(3).

202 Unites States v. Salerno, 107 S. ct. 2095, 1987. 121

Iñaki Esparza Leibar de la prisión está regulada por los estrictos plazos establecidos en la "speedy Trial Act,,203. La

argumentación

del

Tribunal

Supremo

en

el

caso

de

referencia desarrolla el siguiente postulado: Es evidente que se pretende garantizar para los acusados la libertad mientras no exista sentencia en sentido contrario. Dicho interés debe, sin embargo, ceder ante uno más respetable como es el interés social, siempre, eso si, en circunstancias cuidadosamente determinadas. Más concretamente, si se consigue demostrar mediante claras y convincentes pruebas que el acusado por un delito supone una amenaza para otro individuo o para la comunidad, el DPL en tales casos no impedirá a un Tribunal incapacitar a dicha persona para la ejecución de la amenaza2~. Finalmente

el

Tribunal

procedimientos regulados en

Supremo

la

encuentra

ley federal

que

reúnen todas

los las

exigencias del DPL procesal. En particular, y con criterio ya establecid02~,

considera

perfectamente

comprensibles

las

previsiones de peligrosidad como base de la prisión provisional. Entiende además que se reconocen los derechos de asistencia letrada, autodefensa y derecho de confrontación. Se determinan detalladamente los supuestos en que la prisión provisional podrá acordarse

y

se

precisa

de

una

audiencia

ante

el

órgano

jurisdiccional donde serán revisados los motivos de la posterior

203 18 U.S.C.A. §§ 3161-3162, 3164, 3172-3173 (Supp. 1988). 204 United States v. Salerno, cit ..• 2103. 205 Schall v. Martín, 467 U.S. 278, 1984. 122

El principio del proceso debido decisión que

será

siempre

fundada,

además es

admisible el recurso frente a la orden de

inmediatamente

prisión2~.

Son también rechazadas las objeciones que se realizan en base a la octava enmienda, ya que el Tribunal Supremo considera que la citada enmienda al prohibir las fianzas excesivas,

no

determina si las mismas deben siempre hacerse disponibles. Para concluir con esta cuestión es necesario constatar la inexistencia de apoyo legal o jurisprudencial para determinar la prisión

provisional

fuera

de

los

supuestos

de

ri~sgo

para

personas determinadas o para la comunidad, o huida de la persona presuntamente

responsable

presencia

ante

los

definidos

los limites a

eludiendo

órganos

consiguientemente

jurisdiccionales207 ,

quedando

su asi

los que la regulación de la prisión

provisional deberá atenerse.

C. Fase de plenario o juicio oral/"Trial phase"

1. "Due process"

El punto de partida a la hora de enfocar esta cuestión ha sido y es la constatación de una palmaria desigualdad donde "los instrumentos y

recursos a

disposición del gobierno,

procesamiento del delincuente,

para el

son infinitamente superiores a

aquellos de los que, incluso el más rico de los acusados, podrá

206 18 U.S.C.A. § 3142(f), 3145(b)

(c),

(Supp. 1988).

207 GEORGE B.J. Jr. Due Process ... , cit. pág. 37. 123

Iñaki Esparza Leibar emplear para su defensa ,,208. Las sal vaguardas derivadas del DPL no pretenden otra cosa que corregir la mencionada situación garantizando en la medida de lo posible la igualdad entre las partes procesales,

buscando un punto de equilibrio entre los

medios y posibilidades de los contendientes. Los derechos procesales fundamentales del acusado en un proceso penal parten de los genéricos enunciados del DPL y se manifiestan

en

las

concretas

exigencias

que

a

continuación

veremos, recogidas en las diez primeras enmiendas de la USC que son comúnmente conocidas con el nombre de "Bill of Rights" 209 , las cuales deben concurrir todas en cada proceso para reputar al mismo su carácter de proceso debido,

y que en virtud de la

Enmienda Decimocuarta de la USC son de obligado cumplimiento por parte de los Estados miembros 210 • Sobre esta cuestión y en contra de gran parte de la doctrina, el Tribunal Supremo ha adoptado un criterio

selectivo-restrictivo,

analizando

minuciosamente

el

contenido de cada enmienda de las que conforman el "Bill of Rights" para determinar cuando su contenido es fundamental o no para salvaguardar el DPL. Así por ejemplo en el caso de la Sexta

208 CAVISE L.L. Human Rights in the trial phase of the american system of criminal procedure, en "Protection of Human Rights in the criminal procedure of Egypt, France and the united States, second conference of the egyptian section of the A.I.D.P.", Alexandria, 1989, pág. 67. •• e los 26 derechos d1ferenc1ados recogidos en las 8 primeras enmiendas del "Bill of Rights", 15 están específicamente dirigidos a ser aplicados en procesos penales. '09

D

210 !Lse 260 267

WOOD V. Due Process of Law. 1932-1949. The Supreme Court's of a Cosnti tutional Too!. Louisiana 1951 (reimpr. 1972), pág. Y bajo el epígrafe "Due Process" Equals a "Fair Trial", págs. y ss. 124

El principio del proceso debido Enmienda, que ha sido históricamente interpretada en el sentido de requerir un veredicto unánime del Jurado para los procesos penales federales - lo que supondria en virtud de la Decimocuarta Enmienda la extensión a los procesos estatales - nos encontramos sin embargo con una sentencia de 1970 del Tribunal Supremo en la que arguye que el derecho a

un veredicto unánime no es tan

fundamental como para violar, si no se diera, el contenido del DPL Y por lo tanto no podrá imponerse a los Estados miembros dado que, entiende el Tribunal Supremo, no es un requisito del DPL y podrán ser promulgadas por lo tanto leyes estatales permitiendo sentencias condenatorias en base a veredictos no unánimes 211 •

2. Presunción de inocenciaj"Presumption of innocence"

En

todos

los

asuntos

criminales

se

presume,

o

más

exactamente, es asumida la legalidad de la conducta del acusado y correlativamente su no culpabilidad respecto de las acusaciones contra él formuladas 212 • La fuerza de la presunción de inocencia no podrá ser enervada salvo por

la obtención de pruebas

lo

suficientemente persuasivas como para demostrar la culpabilidad del acusado, más allá de toda duda razonable. La presunción de inocencia no aparece recogida en el articulado constitucional,

211 CAVISE L.L. Human Rights ... op. cit., pág. 81 - 82. 212 La descrita es la situación presente, pero para llegar a la misma se han debido superar situaciones como las "Statutory Presumptions of Guilt" (presunciones de culpabilidad establecidas Por la ley), así en Atlantic Coast Line Ry. Co. v. Ford, 287 U.S. 502, 1933. Morrison v. California, 291 U.S. 82, 1934. Tot v. United States, 319 U.S. 463, 1943. 125

• Iñaki Esparza Leibar lo que no impide su unánime consideración como un componente básico del "fair trial" en el sistema de los USA.

3. Prueba más allá de toda duda razonable/ "Proof beyond a reasonable doubt"

Tampoco existe una

previsión constitucional

en

la

que

incardinar la intensidad requerida a la prueba para que la misma sea considerada eficaz y por tanto válida para la condena de un acusado (por destruir la presunción de inocencia), pero todavía permanece como uno de los principios básicos del sistema procesal penal norteamericano. Una vez más nos hallamos ante un concepto indeterminado e incompatible con cualquier cuantificación objetiva, por ello la determinación

de

si

persiste

o

ha

sido despejada

la

duda

razonable, o en otras palabras la cuantificación de la evidencia necesaria para satisfacer la carga, corresponde exclusivamente y para cada caso concreto a la racionalidad del jurado, el cual determinará en base a su convencimiento la culpabilidad o no del acusado. La carga de la prueba recaerá sobre la acusación que deberá, para que sea eficaz, probar todos y cada uno de los elementos incriminadores del

caso y probarlos más allá de toda duda

razonable.

4. Derecho a un juicio con jurado/ "Right to jury trial"

126

El principio del proceso debido La use se ocupa de este derecho en su Sexta Enmienda213 que posteriormente

ha

sido

delimitada

por

el

Tribunal

Supremo

resultando que toda persona acusada de haber cometido un delito tiene

el

derecho a

ser

juzgada por un Tribunal

con Jurado,

siempre que la acusación se refiera a delitos cuya pena exceda los seis meses de prisión. Para los delitos "petty offenses" que comportan penas de prisión de

seis meses o menores,

la

ley

federal no dispone automáticamente el derecho a un juicio con jurado, de manera que habrá que estar a lo que las legislaciónes estatales establezcan214 • El

enunciado

constitucional

tampoco

hece

referencia

al

número de personas que integrarán el jurado (la sentencia de williams v. Florida, cit., admite un jurado compuesto por seis personas), veredicto

ni

a

la forma

(en Johnson v.

en que aquellas deberán emitir su Louisiana -

admite un veredicto no unánime,

9-3.),

40 LW.

4524,

1972 -

se

de modo que será cada

estado el que lo determine y module los concretos limites del derecho a un juicio con jurado dentro de su jurisdicción. El derecho que nos ocupa es susceptible de renuncia por parte del acusado siempre que aquella revista ciertas garantias 213 Amendment VI (1791) "In all criminal prosecutions, the accUsed shall enjoy the right to a speedy and public trial,by an

impartial jury of the state and district wherein the crime shall ha.ve been committed, ..• " 214 Como fundamento del esquema norteamerticano de justicia, Duncan v. Louisiana, 391 U.S. 145, 149, 1968. En relación con las llamadas "petty offenses", Williams v. Florida, 399 U.S. 78, 138, ~970. Como requisito del DPL cuando la potencial sentencia exceda e los seis meses de privación de libertad, Dyke v. Taylor ~mplement Mfg. Co., 391 U.S. 216, 1968. Baldwin v. New York, 399 c: s . 66, 1970. MORENILLA RODRIGUEZ J. M. Los derechos .•. , op. lt., pp. 630 Y ss. 127

Iñaki Esparza Leibar (consciente,

voluntaria,

estando asistido por letrado),

y

su

aceptación o rechazo corresponderá al Tribunal, el cual impedirá el uso de

la renuncia como un mero

instrumento dilatorio o

táctico al servicio del acusad0 21S • El procedimiento para la selección del jurado opera como una garantía del

derecho que

nos

ocupa.

Existen así

"causas de

recusación" que serán aplicadas a las personas llamadas a formar parte de un jurado. Dichas causas variarán dependiento del delito o tipo de delitos, y se harán efectivas con diversa intensidad en los casos de enjuiciamiento de minorías étnicas, para impedir la sistemática exclusión,

por parte del acusador,

de jurados

miembros de la misma minoría étnica y/o del mismo grupo socioeconómico que el acusad0216 •

5. Contradicción-derecho de defensa/"Right to present defense"

Se trata de uno de los elementos fundamentales del DPL, no enunciado

expresamente

así

por

la

USC 217 ,

consistente

en

el

derecho que asiste a todo acusado por un delito a preparar una

215 Fed. R. Crim. Pro. 23 (a). Sobre los requisitos de la renuncia, Dranow v. united States, 376 U.S. 912, 1963. Rosemon V. United States, 386 U.S. 918, 1966. 216 Swain v. Alabama, 380 U.S. 202, 1965. Witherspoon v. state of Illinois, 391 U.S. 510, 1969. Taylor v. Louisiana, 419 U.S. 522, 1975. Batson v. Kentucky, 476 U.S. 79, 1986. 217 Amendment VI (1791) "In all criminal prosecutions, the accUsed shall enjoy the right to... be confronted with the W~tnesses against him¡ to have compulsory process tor obtaining Wltnesses in his favor". 128

El principio del proceso debido defensa en igualdad de condiciones que la acusación. Dado que los componentes

técnicos

que

posibilitan

la

de

inocencia,

etc. )

presunción

letrada,

misma

(asistencia encuentran

se

garantizados por otras vías, el derecho a la defensa se entiende en los USA como el derecho a conocer los elementos en los que la parte contraria

fundamentará

su acusación y

sus peticiones,

garantizando así la plena contradicción218 • El

tratamiento

que

por

parte

del

Tribunal

Supremo

ha

recibido este derecho se ha materializado en una potenciación del mismo impidiendo la creación de trabas dentro del procedimiento. No se trata sin embargo de un derecho absoluto, y los Estados podrán a través de su propia legislación determinar algunas de sus

concretas

manifestaciones,

aunque

no

la

esencial

confrontación219 • Uno de

los

pilares de

este derecho es

el deber de

la

acusación de descubrir sustancialmente la fundamentación de su postura

(hechos,

parte acusada, engaño

que

defensa,

pruebas materiales,

declaraciones ..• ),

a

la

y ello para impedir situaciones de sorpresa o

redundarían

en

una

inadecuada

preparación de

la

lo que supondría una violación del DPL quedando por

tanto abierta la posibilidad de apelaciónno • 218 KARLEN D.¡SCHULTZ J.L. Justice in the accusation, rights of the accused ... " op. cit., págs. 127 y 128.

en "The

219 Pointer v. Texas, 380 U.S. 400, 1965. 220 Un importante hito en la determinación de éste derecho lo encontramos en Williams v. New York, 337 U.S. 241, 1949. Aquí el JUez entiende que el DPL queda a salvo, en lo que al derecho de defensa concierne, ya que el acusado ha tenido oportunidad de conocer los cargos que frente a él se presentan, y ha podido examinar a los testigos contrarios. No se considera necesario, 129

Iñaki Esparza Leibar 6. Derecho a la asistencia letrada/"Right to counsel"

Es en este caso la Sexta Enmienda de la USC quien se ocupa de su reconocimient0221 . La trascendencia de este derecho no es poca, pues "es probablemente el más importante para pr@verllÍr sentencias

erróneas

y

el

hostigamiento

del

acusado"222.

En

algunos casos es tan imprescindible que si no fuera posible garantizar su efectividad podría suponer una denegación del DPL según la Decimocuarta Enmienda2n • La claúsula de DPL exige,

según la

jurisprudencia del

Tribunal supremo, garantizar la asistencia letrada de oficio para todas las personas (indigentes en terminología de la doctrina USA, "indigent defendant") que no dispongan de ella224 • Además, para el cumplimiento del derecho, el examen por parte del acusado de las pruebas incriminatorias, si bien hay dos Jueces que disienten en este punto marcando el que hoyes ya el criterio generalmente aceptado. 221 Amendment VI (1791) "In all criminal prosecutions, the accused shall enjoy the right ..• to bave tbe assistance of counsel tor bis defense" 222 NAGEL S. S. The riqhts of the accused. in law and action, Beverly Hills (California), 1972, pág. 17. DAMASKA H. Die ,S,.tellung des Verteidigers im amerikanischen StrafprozeB, zstw 90, pp. 829 Y ss., 1978. 223 Powell v. Alabama, 287 U.S. 45, 71, 1932 (con los votos en contra de los Jueces Butler y McReynolds, por considerar dicha interpretación como una injerencia del poder federal en un campo en el que sólo cada estado es competente). 224 Powell v. Alabama, 287 U. S. 45, 68-69, 1932. Garantiza e~presamente, y por primera vez, el derecho a la asistencia para ~~ acusado ante un tribunal estatal. Johnson v. Zerbst, 304 U.S. a ~, 1938, como precedente de la obligación de proveer de

8:~~tencia letrada a un acusado indigente en un caso federal. s v. Brady, 316 U.S. 455/ 462, 1942. Todavía no se establece Uiobligación por parte de los estados de proveer de abogado a q en lo precise como principio general, aunque si se prescribe 130

El principio del proceso debido

y por la misma via,

este derecho de

la Sexta Enmienda será

básicamente de aplicación en todos los estados, en virtud de la claúsula de DPL de la Decimocuarta Enmienda. El ámbito de aplicación de este derecho en el proceso está determinado por la concurrencia de dos circunstancias, la primera derivada de la penalidad aparejada al delito y la segunda en relación con determinadas fases procesales. Por un lado se hará efectivo

en

todos

los

asuntos

penales

incluidos

los

"petty

offenses" (delitos menores) de los que resulte necesariamente una pena privativa de libertad225 •

otra circunstancia determinante

está constituida por las fases criticas ("critical stages") del proceso - virtualmente la totalidad-, ya que será principalmente en ellas,

es decir cuando derechos fundamentales del acusado

puedan verse afectados,

donde se requiere la plasmación

del

bajo especiales circunstancias por lo que deberá analizarse su necesidad caso por caso. Griffin v. Illinois, 351 U.S. 12, 1955. En base a enlazar DPL con la necesidad de igual protección, se ha conseguido incrementar los derechos de los indigentes en general y por lo que respecta a la designación de defensor de oficio en particular. Gideon v. Wainwright, 372 U.S. 335, 344, 1963. Donde el Tribunal Supremo establece la obligatoriedad para los estados de garantizar la asistencia en virtud de la Decimocuarta Enmienda ya que el derecho a la asistencia es Considerado "fundamental and essential to a fair trial".Douglas v. California, 372 U.S. 353, 1963. Ross v. Moffitt, 417 U.S. 600, 1974. 225 Argersinger v. Hamlin, 407 U.S. 25, 1972. Scott v. Illinois, 440 U.S. 367, 372, 1979. Establece el Tribunal Supremo que dada ~a gravedad de la pena de privación de libertad la misma no debe ~tnlP<;>ne::se sin mediar la asistencia letrada. vid. Baldasar v. llnolS, 446 U.S. 222, 1980. 131

Iñaki Esparza Leibar deber constitucional de asistencia,

sin que las legislaciones

estatales puedan alterar dichos minimos nó • Desde 1932 el Tribunal Supremo ha planteado la necesidad de una asistencia que para ser la recogida por la Sexta Enmienda USC debe ser efectiva. La cuestión es aún en nuestros dias más una expresión

carente

de

alcance

práctico

que

un

criterio

determinante de la validez de la asistencia, y ello debido a las dificultades de todo tipo que plantea la acreditación no sólo de una incorrecta asistencia,

sino de la relación de causalidad

entre aquella y un perjuicio tan definitivo que haya privado al acusado de un juicio limpio "fair trial".

226 En Foster v. Illinois, 332 U.S. 134, 1947, el Juez Frankfurter establece que en determinadas circunstancias el DPL no exige la aplicación del derecho a la asistencia letrada; la mencionada sentencia no es sino un hito dentro de una marcada linea jurisprudencial que en base a circunstancias como la edad del imputado, su experiencia ante tribunales, la naturaleza del hecho que se le imputa, las circunstancias que rodean al juicio, etc. ha negado la exigencia de asistencia letrada como requisito para un proceso limpio, y por tanto del DPL, vid. en el mismo sentido Carter v. Illinois, 329 U.S. 173, 1946. En la actualidad, aunque superada esta concepción restrictiva, se han objetivizado y aislado situaciones en las que la asistencia letrada no es un requisito para el DPL, v. gr. Fed. R. Crim. P. 5(b). united states v. Wade, 388 U.S. 218, 1966. Coleman v. Alabama, 399 U.S. 1, 1970, con respecto a la necesidad de la asistencia en la "Preliminary Hearing". Hamilton v. Alabama, 368 U.S. 52, 1961, precedente en el que se determina la necesidad de la asistencia cuando se realice la acusación. Gideon v. Wainwright, cit. establece que es en el juicio oral donde la asistencia es necesaria por excelencia. 28 USC S 1915, 1970, en éste parágrafo se garantiza la asistencia letrada en las apelaciones. Kirby v. Illinois, 406 U.S. 682, 1972. united States v. Ash, 413 U.S. 300, 1973. En ocasiones la asistencia a la que el DPL obliga no se reduce a la asistencia letrada sino que puede comprender la de u~ investigador u otro experto que pueda asistirle en su defensa, Vld. Ake v. Oklahoma, 470 U.S. 68, 1985. También 18 U.S.C. S3006A (e), sobre la discrecionalidad del juzgador de los Tribunales Federales a la hora de conceder una asistencia más o menos amplia. 132

El principio del proceso debido Por lo que a la renuncia del derecho concierne,

la misma

está regulada por leyes estatales, no existiendo una regulación homogénea federal salvo en algún punto concreto, ejercicio del propio letrada.

acusado

derecho exige

constitucional de la

renuncia

La renuncia deberá,

al

así p.e.

el

auto-defensa por

el

derecho

de

asistencia

según reiterada jurisprudencia -

citada en este apartado- ser consciente y voluntaria, lo cual no implica que sea necesariamente expresa, para ser efectivaw .

7. Derecho a estar presente/"Right to be present"

Aunque la USC no recoge expresamente en su Sexta Enmienda el derecho del acusado a estar presente en la sala de vistas durante todas las fases del proceso, derivado del derecho al careo con los testigos que depongan en su contrans , este derecho es de aplicación en todos los estados a través de la c1aúsula de DPL de la Enmienda Decimocuartan9 • El derecho va más allá de

la mera presencia física,

e

incluye el derecho a comprender lo actuado en el proceso, de 227 Faretta v. California, 422 U.S. 806, 834, 1975. McKaskle v. Wiggins, 465 U.S. 168, 1984. Patterson v. Illinois, 487 U.S. 285, 299, 1988. 228 Amendment VI (1791) "The accused shall enjoy the right to ... be confronted with the witnesses against him". 229 Con las habituales tensiones en el ajuste de los límites entre las legislaciones estatales y los mandatos constitucionales, se plantea por primera vez la cuestión en Snyder v. Massachusetts, 291 U.S. 97, 1934. Siendo la sentencia del Juez Cardozo favorable al derecho constitucional del acusado, dimanante del DPL, de estar presente en todas las fases del proceso. Dicha sentencia contó con la disidencia de cuatro Jueces. 133

lñaki Esparza Leibar donde se deriva la obligación para el Tribunal y el correlativo derecho para el acusado de que le sea facilitado un intérprete en el caso de que desconozca la lengua inglesa. Existen también requisitos formales sobre la presencia del acusado en la sala, asl el Tribunal supremo ha establecido

qu~

es una violación de los derechos que el DPL garantiza al acusado, obligarle

a

comparecer

ante

el

Tribunal

vistiendo

ropas

de

prisionero, y ello por que el acusado tiene derecho a comparecer con

la

apariencia

y

dignidad

propias

de

un

hombre

libre

e

inocente. De ello se desprende la prohibición del uso de esposas o grilletes en la sala, salvo por razones de peligro de fugas o riesgo para las personas alll presentes. La renuncia de este derecho puede hacerse de forma tácita. Asl entiende el Tribunal Supremo que renunciará al mismo el acusado que haciendo gala de una conducta inapropiada altere o impida el transcurso del proceso230 • el momento

en que el acusado

Cesará la situación desde

esté dispuesto a

mantener una

conducta apropiada en la sala. Es posible que con ciertas salvaguardias el juicio pueda proseguir ante la ausencia voluntaria del acusado. si una vez comparecido, éste deja posteriormente de asistir a las sesiones del juicio, entiende el Tribunal Supremo que se ha producido una renuncia al derecho de estar presente. Parece ser que la cuestión que decidirá si un proceso puede o no seguirse frente una persona ausente, es la de saber si el acusado es o no consciente de su carga-derecho a comparecer ante el Tribunal de donde se obtendrá

----------------------

230 Illinois v. Allen, 397 U.S. 337, 1970. 134

El principio del proceso debido si la renuncia es o no voluntaria, tramitándose,

en el primer

caso, el proceso en ausencia del acusado.

8. Derecho a pronunciarse sobre la acusación formulada/ "Guilty pleas-Plea bargaining"

La posibilidad de declararse culpable "guilty plea" se ha visto grandemente incrementada en los EEUU para los acusados de un delito. En los últimos años se ha llegado a constatar que en aproximadamente el 90% de los casos conocidos por los Tribunales se ha presentado una declaración de culpabilidad por parte del acusado 231 • Es llamativo que pese a la existencia de un proceso penal con multitud de garantías a disposición del acusado en el que las posibilidades reales de defensa son elevadas, en la mayor parte de los casos la resolución del proceso venga determinada por la existencia de una "guilty plea" cuya inmediata consecuencia es la no celebración del proceso penal y la emisión "consensuada" de una resolución en cuyo procedimiento de formación no han intervenido en absoluto las garantías mencionadas. A la vista de lo dicho es fácil entender que el empleo de la

"guilty

plea"

es

atractivo

para

todos

los

sujetos

intervinientes. Así en los casos de sobrecarga de trabajo en los Tribunales que a su vez conllevan la distribución de retrasos

------------------~~i SCHMID N. Das amerikanische •..

op.cit., pág. 61. vid. también ~~~~LHOFER S.J. The post-trial phase of the american criminal ~' en "Protection of human rights in the criminal . Ocedure ••. " cit. pág. 129. 135

Iñaki Esparza Leibar acumulados

en

los

nuevos

asuntos,

la

"guilty

plea"

acorta

considerablemente la duración del proceso ya que la sentencia será inmediata, y agiliza la gestión de la sobrecarga de trabajo existente. Pero también resulta un procedimiento interesante para el acusado (quien en definitiva decidirá si va a someterse a un proceso ordinario o a la negociación que conlleva la "guilty plea"),

quien

además

de

ver

reducida

la

pena

que

podria

corresponderle, verá su caso resuelto muy poco tiempo después de producido

el

acuerdo,

con

las

consecuencias

favorables

que

respecto a su situación personal pueden derivarse directamente. Por todo ello, y para evitar el previsible colapso al que conduciria

la

situación

contraria,

se

viene

observando

una

tendencia entre acusadores y jueces no sólo a favorecer el que se produzcan las "guilty pleas" con sentencias clementes, sino incluso

agravando

inconscientemente

las

sentencias

de

los

imputados que optaron por el proceso penal n2 • Es fundamental para el imputado entender que la opción por el reconocimiento de culpabilidad supone la renuncia a un gran número de derechos procesales (juicio con jurado, confrontación con los testigos de la acusación, no autoincriminación), y el Tribunal se ocupará de que asi sea advirtiendo e informando al imputado del alcance exacto de su opción como paso previo y necesario para aceptarla233 •

232 CAVISE L.L. Human Rights ... op. cit. pág. 109 233 LA FAVE/ISRAEL Criminal Procedure, Vol. 2, sto Paul, 1984. 136

El principio del proceso debido 9. Objetividad en la conducta del MF-debercontrol/"Conduct of the Prosecutor-duty"

configurado el MF como un servidor de la ley cuyo interés, por encima de todo, debe ser el de colaborar en la realizaci6n de la justicia, y en ningún caso el de "ganar" un caso, actitud frecuente dada su participación en fases previas al juicio que pueden haber determinado su opinión, aparece la prohibición para los miembros del MF de utilizar métodos impropios concebidos para lograr una convicción interesada (positiva o negativa respecto del imputado)n4. Una actitud como la descrita no cuestiona con la claridad deseada ningún derecho de los recogidos en el "Sill of Rights", pero es generalmente admitido el atentado que de la misma se deriva al derecho a un proceso debido. El control de actitudes no autorizadas como las definidas es una cuestión compleja y dificil dada la ausencia de guias legales precisas al respecto. En cualquier caso una actitud de aquéllas puede y deberá ser controlada ante, principalmente, la influencia que sobre la convicción del jurado puede causar. Es posible a través de una incorrecta actitud del representante del MF la violación del DPL cuyo alcance y consecuencias deberá determinar el Tribunal 235 • 234 Las leyes estatales que permiten una excesiva discreción al M!. en la aplicación de la ley penal, o que son imprecisas en sus te~minos, violan las garantias derivadas del DPL de las Enmiendas ~u~nta y Decimocuarta use. Lanzetta v. New Jersey, 306 U.S. 451, 939. Palmer v. city of Euclid, 402 U.S. 544, 1971.

~35 Debemos señalar aqui aunque sea bervemente la posición, Undamental, del MF ("Prosecutor") en relación con el proceso Penal. Asi correspnde al mismo realizar la acusación en la mayor 137

i

Iñaki Esparza Leibar 10. Objetividad en la conducta del juzgador-debercontrolj"Conduct of the jUdge-duty"

La

imparcialidad

que

debe

de

caracterizar

al

juzgador

aparece inequivocamente recogida en la Decimocuarta Enmienda de la USC236 • recusarse

Aquella impone al juzgador el deber ético de autocuando

la

imparcialidad

puede

ser

razonablemente

cuestionada, y ello puede ocurrir por la concurrencia de factores tanto extra como intraprocesales, por lo que deberá mantenerse acti vamente a todo lo largo del mismo.

En caso de que no se

cumpla lo anteriormente afirmado se producirá una violación del derecho a un proceso debido y será motivo suficiente como para impugnar

el

proceso

en

el

que

no

se

haya

respetado

la

imparcialidad. Una incorrecta actitud por parte del juzgador en el sentido que nos ocupa se produce principalmente respecto de

parte de los casos (también pueden hacerlo en determinados supuestos los ciudadanos particulares e incluso la policia tráfico -) pudiendo además vetar la iniciación de procesos por parte de otros sujetos, dado que es el único que puede activar la maquinaria jUdicial en asuntos penales y también detenerla. Su actividad está presidida por la autonomia y la discrecionalidad en la persecución de delitos que será selectiva y variable dependiendo de múltiples circunstancias también extrajuridicas. Dicha actividad se circunscribe al ámbito de cada comunidad donde el representante del MF decidirá la politica de persecución de delitos a aplicar. Vid. KARLEN D./SCHULTZ J.L. Justice in the accusation, en "The rights of the accused" op. cit. págs. 115 y ss. 236 Amendment XIV (1868) "Nor shall any State deprive any person of life, liberty, or property, without due process of law¡ nor deny to any person within its jurisdiction the equal protection of the laws"j"Ningún Estado podrá privar a cualquier persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal¡ ni negar a cualquier persona que se encuentre dentro de sus limites jurisdiccionales la protección de las leyes, igual para todos". ' 138

,.

El principio del proceso debido testigos o miembros del jurado cuya actitud o convicción puede verse alterada debido a la autoridad que de las opiniones del juzgador indudablemente dimana.

11. "Ne bis in idem"/"Double jeopardy"

En

la

Quinta

Enmienda

de

la

USC n7

se

establece

la

prohibición de someter a persona alguna dos veces al peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito. Ello supone actualmente la prohibición de juzgar a una persona dos veces por el mismo delitons • Por supuesto si se ha producido una 237 AInendment V (1791) "Nor shall any person be subject, for the sama offence, to be twice put in jeopardy of life or limb"/"Tampoco se pondrá a persona alguna dos veces en peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito". 238 Hasta llegar a la situación presente, la cuestión del alcance de la claúsula de DPL de la Decimocuarta Enmienda USC, respecto a la prohibición de "double jeopardy" en procesos penales estatales, ha sido objeto de diversas interpretaciones por parte de la Corte Suprema. As1 desde la práctica ignorancia en Dreyer v. Illinois, 187 U.S. 71, 86, 1902. Keerl v. Montana, 213 U.S. 135, 137, 1909. Hasta el caso paradigmático al respecto Palko v. Connenticut, 302 U. S. 319, 1937. Agu1 un sujeto (palko) es condenado a cadena perpetua por un asesinato en segundo grado; Tras descubrirse determinados errores sustanciales en aquél primer proceso, se procede a un segundo enjuiciamiento cuyo resultado es una condena a muerte por un delito calificado como asesinato en primer grado. Se produce la apelación basada en la prohibición del "double jeopardy", pero el Juez Cardozo entiende ~l resolver el recurso que la garant1a afectada ("double Jeopardy") no puede clasificarse como derecho fundamental, por tanto no está incluida en la claúsula de DPL de la Decimocuarta Enmienda. Igual criterio se aplica en Louisiana ex rel. Francis v. Resweber, 329 U.S. 459, 1947. Donde se producen ya cuatro votos disidentes sobre un total de nueve votos. Finalmente es en Benton v. Maryland, 395 U.S. 784, 808, 1969, donde se materializa l~ federalización del "double jeopardy", incorporándose a la e aúsula del DPL de la Decimocuarta Enmienda, siendo ~ost7riormente desarrollado por el Tribunal Supremo, Grady v. ~b~n, 495 U.S. 508, 1990. MORELAND R. Modern Criminal Ocedure, Indianapolis 1959, pp. 273 Y ss. 139

Iñaki Esparza Leibar 10. Objetividad en la conducta del juzgador-debercontrol/"Conduct of the jUdge-duty"

La

imparcialidad que

debe de caracterizar

al

juzgador

aparece inequivocamente recogida en la Decimocuarta Enmienda de la USC236 • Aquella impone al juzgador el deber ético de autorecusarse

cuando

la

imparcialidad

puede

ser

razonablemente

cuestionada, y ello puede ocurrir por la concurrencia de factores tanto extra como intraprocesales, por lo que deberá mantenerse activamente a todo lo largo del mismo. En caso de que no se cumpla lo anteriormente afirmado se producirá una violaci6n del derecho a un proceso debido y será motivo suficiente como para impugnar

el

proceso

en

el

que

no

se

haya

respetado

la

imparcialidad. Una incorrecta actitud por parte del juzgador en el sentido que nos ocupa se produce principalmente respecto de

parte de los casos (también pueden hacerlo en determinados supuestos los ciudadanos particulares e incluso la policía tráfico -) pudiendo además vetar la iniciaci6n de procesos por parte de otros sujetos, dado que es el único que puede activar la maquinaria judicial en asuntos penales y también detenerla. Su actividad está presidida por la autonomía y la discrecionalidad en la persecuci6n de delitos que será selectiva y variable dependiendo de múltiples circunstancias también extrajurídicas. Dicha actividad se circunscribe al ámbito de cada comunidad donde el representante del MF decidirá la política de persecuci6n de delitos a aplicar. vid. KARLEN D./SCHULTZ J.L. Justice in the accusation, en "The rights of the accused" op. cit. págs. 115 y ss. 236 Amendment XIV (1868) liNar shall any state deprive any person of life, liberty, or property, without due process of law; nor deny to any person witbin its jurisdiction tbe equal protection of the laws"/"Ningún Estado podrá privar a cualquier persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni negar a cualquier persona que se encuentre dentro de sus limites jurisdiccionales la protecci6n de las leyes, igual para tOdos". 138

El principio del proceso debido testigos o miembros del jurado cuya actitud o convicción puede verse alterada debido a la autoridad que de las opiniones del juzgador indudablemente dimana.

11. "Ne bis in idem"/"Double jeopardy"

En

la

Quinta

Enmienda

de

la

USCn7

se

establece

la

prohibición de someter a persona alguna dos veces al peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito. Ello supone actualmente la prohibición de juzgar a una persona dos veces por el mismo delito ns • Por supuesto si se ha producido una 237 Amendment V (1791) "Nor sball any person be subject, for tbe same offence, to be twice put in jeopardy of life or liDib"/"Tampoco se pondrá a persona alguna dos veces en peligro de perder la vida o algún miembro con motivo del mismo delito". 238 Hasta llegar a la situación presente, la cuestión del alcance de la claúsula de DPL de la Decimocuarta Enmienda USC, respecto a la prOhibición de "double jeopardy" en procesos penales estatales, ha sido objeto de diversas interpretaciones por parte de la Corte Suprema. Así desde la práctica ignorancia en Dreyer v. Illinois, 187 U.S. 71, 86, 1902. Keerl v. Montana, 213 U.S. 135, 137, 1909. Hasta el caso paradigmático al respecto Palko v. Connenticut, 302U.S. 319, 1937. Aquí un sujeto (Palko) es condenado a cadena perpetua por un asesinato en segundo grado; Tras descubrirse determinados errores sustanciales en aquél primer proceso, se procede a un segundo enjuiciamiento cuyo resultado es una condena a muerte por un delito calificado como asesinato en primer grado. Se produce la apelación basada en la prohibición del "double jeopardy" , pero el Juez Cardozo entiende ~l resolver el recurso que la garantia afectada ("double Jeopardy") no puede clasificarse como derecho fundamental, por tanto no está incluida en la claúsula de DPL de la Decimocuarta Enmienda. Igual criterio se aplica en Louisiana ex rel. Francis v. Resweber, 329 U.S. 459, 1947. Donde se producen ya cuatro votos disidentes sobre un total de nueve votos. Finalmente es en Benton v. Maryland, 395 U.S. 784, 808, 1969, donde se materializa la federalización del "double jeopardy" , incorporándose a la claúsula del DPL de la Decimocuarta Enmienda, siendo ~ost7riormente desarrollado por el Tribunal Supremo, Grady v. ~rb1n, 495 U.S. 508, 1990. MORELAND R. Modern Criminal rocedure, Indianapolis 1959, pp. 273 Y ss. 139

Iñaki Esparza Leibar sentencia definitiva sobre el fondo, pero también cuando por ser imposible por razones objetivas la continuación del proceso se produce una resolución de carácter procesal con la que concluye el

mismo

veredicto

"mistrial" del

(v. gr.

jurado)

en

por

ser

éstos

imposible

ültimos

llegar

casos

a

un

sólo

es

constitucionalmente posible un nuevo proceso frente a la misma persona Y por el mismo delito en el caso de que el propio imputado haya solicitado o aceptado la declaración de "mistrial", dado que asi se considera que el imputado renuncia a algunos de los derechos comprendidos en el "double jeopardy". En el caso de que la declaración sea exigida por error de la acusación,

no

habrá posibilidad de nuevo proceson9 • otra de las consecuencias, pacificamente aceptada, derivada de la claüsula del "double jeopardy" es la de impedir al MF apelar un veredicto de no culpabilidad emitido por un jurado. El alcance del

"double

j eopardy"

puede trascender a

un

ulterior proceso, segün la doctrina del "collateral estoppel", con un efecto similar a

lo que nosotros entendemos por cosa

juzgada materia1 24o •

12. "Fair trial/Free press/Public trial"

239 United States v. Jorn, 400 U.S. 470, 1970. Crea la doctrina de la "manifest necessity" que excepciona enervándolo el efecto general pro-acusado. 240 Ashe v. Swenson, 397 U.S. 436, 1970. 140

El principio del proceso debido La use garantiza el derecho a jurado "limpio" e imparcial~l, de

prensa

(Primera

Enmienda

un juicio público por un

y además garantiza la libertad USC).

Ambos

derechos

deben

ser

protegidos y para ello deberá encontrarse un punto de equilibrio entre ellos, ya que la publicidad, entendida de forma absolutd u puede provocar graves distorsiones en el proceso (testigos que se niegan a participar por el riesgo que la publicidad puede acarrearles,

presiones

a

los

sujetos

participantes,

etc.),

comprometiendo la limpieza del mismo, según lo ha entendido el Tribunal Supremo en diversas sentencias~2. También la doctrina se ha ocupado, comparativamente de una forma amplia,

sobre esta cuestión.

Entiende la misma que

la

publicidad del proceso a través de la libertad de prensa, no es un derecho superior,

absoluto un

proceso

sino

que

limpio,

deberá

ceder

contribuyendo

ante en

un

interés

ocasiones

la

denegación de publicidad, a lograr el mencionado interés (v.gr. delitos sexuales) 243. 241 Amendment VI (1791) "In a11 criminal prosecutions, the accused shall enjoy the right to a speedy and public trial, by an impartia1 jury ..• " "It is the "law of the 1and" that no man's life, 1iberty, or property be forfeited as a punishment unti1 there has been a charge fairly made and fairly tried in a public tribunal", Justice Black in In re Oliver, 333 U.S. 257, 1948. 242 Irvin v. Dowd, 366 U.S. 717, 1961. Donde determinada PUblicidad en la fase preliminar logra, a juicio del Tribunal Supremo involucrar, afectándola, la imparcialidad del jurado. Sheppard v. Maxwe11, 384 U.S. 333, 1966, en el mismo sentido. Gannett Co. v. De Pasqua1e, 443 U.S. 368, 1979. Exclusión de la Publicidad en la fase previa al juicio para mayor garant1a del " fal.r ' . trl.al". 243 GILLHOR D. M. Free press and Fair Tria1, Washington, 1966, en especial págs. 177 y ss. "Proposals for resolving the conflict" que incluye supuestos de exclusión de la prensa y del pÚblico de la Sala de vistas. FREEDMAN W. News media coverage of

Iñaki Esparza Leibar Las

limitaciones

acordarse

caso

por

a

la

caso

y

publicidad deberán a

la

luz

de

en

una

todo

caso

interpretación

favorable al acceso. El derecho a un juicio público está intimamente relacionado con el derecho a la defensa del acusado (constituye una extensión del mismo),

asl no sólo éste sino también el jurado y quien

asista al proceso podrán y deberán examinar los testigos y las pruebas en las que se sustente la acusación,

y

solamente la

prueba presentada de tal manera será tomada en consideración por el Juez en su resolución244 •

v.

CONCEPTO

A) Formalmente, el DPL es un elemento recibido del derecho

inglés

redefinido

y

por

la

use

y

sus

intérpretes

con

consideración de básico, que impone directamente el deber de ajustarse a él a todos los sujetos y en todas las actuaciones que afecten

a

la

vida,

libertad

manifestaciones de derecho material

o

propiedad,

tanto

(DPL sustantivo)

en

como en

manifestaciones jurisdiccionales del derecho (DPL procesal), que correlativamente otorga a todos los sujetos determinados derechos fundamentales y directamente exigibles con respecto a aquellas materias.

Se tratarla,

naturalmente desde nuestra óptica y a

.Q.riminal cases and the right to a Fair Trial, Rev., 1961, pág. 393. 244 Williams v. New York, 337 U.S. 241, 1949. 142

40 Nebraska L.

El principio del proceso debido través

de

criterios

interpretativos

continentales,

de

un

enunciados de

las

principio general del derecho.

B)

Materialmente,

lo constituyen

los

Enmiendas que definen el llamado "Bill of Rights" (10 primeras de la USe),

que incluyen el Derecho Fundamental a un Juicio

Limpio (aspecto estrictamente procesal del DPL) , con el ámbito territorial establecido en la Decimocuarta Enmienda y con el alcance que en cada momento histórico la jurisprudencia permita y las leyes establezcan.

143

PARTE II

EL SIGNIFICADO DEL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LA W" EN EL DERECHO PROCESAL PENAL ALEMAN:

CONCEPTO y CARACTERES DIFERENCIADORES

l. INTRODUCCION: BREVE REFERENCIA A LA ORGANIZACION JUDICIAL EN ALEMANIA

La GG alemana, Ley fundamental de la RFA de 23 de

ID&yO

de

1949, contiene al igual que la ya analizada USC y que la CE, cuyo estudio afrontaremos en la parte III, un núcleo homogéneo y particularmente

explicito

de

disposiciones

que

conciernen

directamente al derecho jurisdiccional y más exactamente a la configuración - contenido, modalidades y limites - del derecho de acción especialmente en relación con el proceso

penal~s.

La

aprehensión del exacto alcance de dichas disposiciones precisa del

conocimiento de otras normas procedentes

de

instancias

supranacionales que incorporadas a los ordenamientos de cada pais pasan a formar parte de los mismos con carácter imperati V02~ • La posibilidad teórica de que instancias de ámbito inferior a la

245 Arts. 101 y 102 GG prohibiendo los tribunales de excepción y aboliendo la pena de muerte respectivamente. Arts. 103 y 104

GG en los que se consagran determinadas garantias procesales penales básicas como el derecho a ser oido ante los Tribunales, la prohibición de leyes penales con efecto retroactivo y de la pena doble; Garantias en caso de privación de libertad, inmediata puesta a disposición judicial, información al detenido sobre sus derechos, etc. 246 Los arts. 24 y 25 GG abren la posibilidad de cesiones de soberania a instancias supranacionales ("instituciones internacionales"), asi como a la incorporación de normas de derecho internacional público que tendrán primacia sobre las leyes federales y serán fuente directa de derechos para los habitantes del pais, v. gr. Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, (CEDH/MRK), de 04.11.1950, de especial importancia en el tema que abordamos, como a lo largo de todo el estudio del mismo se verá. 145

Iñaki Esparza Leibar Federación - arts. 72.1 Y 74.1 GG 247 que permiten a los Lander legislar sobre la materia que nos ocupa si la Federación no hace uso de dicha facultad 248

-

puedan aunque restringidamente, como

hemos visto que ocurre en los USA, legislar sobre la referida materia ha sido de tal manera interpretada que imposibilita en la práctica a los Lander a intervenir en la configuración del derecho de acción y manifestaciones jurídicas derivadas de su existencia. Delimitado el ámbito de procedencia de las normas que incidirán en el objeto de esta tesis doctoral en relación con el derecho alemán249 , procederemos al igual que hicimos en el caso

247 arto 74.1 GG "La legislación concurrente - donde los Lander tienen la facultad de legislar en tanto en cuanto la Federación no haga uso de su facultad legislativa, arto 72.1 GG -abarca las materias siguientes: l. El derecho civil, el derecho penal y el régimen penitenciario, la organización judicial, el procedimiento jUdicial, el régimen de la abogacía, del notariado y del asesoramiento jurídico." La traducción oficial del precepto y en lo sucesivo de los arts. de la GG a los que hagamos referencia, proviene del DEPARTAMENTO DE PRENSA E INFORMACION DEL GOBIERNO FEDERAL Ley Fundamental de la República Federal de Alemania, Essen-Werden 1981. 248 En este punto no se producen modificaciones en virtud del acuerdo de unificación de los dos estados alemanes, Vertrag zwischen der Bundesrepublik Deutschland und der Deutschen Demokratischen Republik liber die Herstellung der Einheit Deutschlands - Einigungsvertrag - Vom 31. August 1990 (BGB1 11 s. 889, 933). 249 GG de 23. mayo de 1949 y Einigungsvertrag de 31. agosto de 1~9? stpo de 1. febrero de 1877 hasta la última reforma de 7. a rll de 1987 (BGBl 1 S. 1074), deben también ser tenidas en ~u:~ta las modificaciones que a la stpo introduce la "Gesetz zur le amp~ung des Illegalen Rauschgifthandels und anderer 1~s,?helnungSfOrmen der Organisierten Kriminalitat (OrgKG)" de d .)Ulio.1992 (BGBl I S. 1302), en su arto 3. EGGVG de 27. enero 1:1 1877 y GVG según la redacción de 09 de mayo de 1975 (BGBl I 1). MRK de 7. agosto de 1952. 146

El principio del proceso debido de los USA a esbozar la organización de aquellos Tribunales que en Alemania tienen atribuida competencia penal.

A. organización de los Tribunales en Alemania

La organización de los Tribunales en Alemania2ro reviste un cierto grado de complejidad, debido a varias razones, as!, el gran número de Organos que tienen atribuida competencia en materia penal y que a su vez y desde el punto de vista de la actuación jurisdiccional se subdividen en OJ, influye también la coexistencia de varios estados federados, cuya estructura queda reflejada también a nivel jurisdiccional, etc. En cualquier caso esta materia nos interesa en este momento solamente en la medida en que pretendemos plasmar un sencillo esquema de la organización de

los

Tribunales

en

Alemania~l.

As!

dentro

del

orden

jurisdiccional penal nos encontraremos con los siguientes OOJJ competentes que ordenamos desde aquéllos que constituyen la base de la organización jurisdiccional hasta aquéllos otros que la culminan

252:

250 Cuya regulación corresponde a la Gerichtsverfassungsgesetz Ley Orgánica de los Tribunales - GVG, de 27 de enero de 1877, (RGBl 417; III 300 - 2), según la nueva redacción de 09 de mayo de 1975, (BGB1 I 1077) Y con las últimas modificaciones legales de 12 de septiembre y 17 de diciembre de 1990 (BGB1 I 2002 Y BGB1 I 2847 respectivamente). 251 RIOS/VEIT/ZILLER Deutsch für Juristen, Paris, 1979, pp. 64 Y ss. Y 79 Y ss. 252 GOHEZ-COLOHER J.L. El proceso penal alemán, Introducción y normas básicas, op. cit., pp. 56 Y ss. Y 514-515. 147

Iñaki Esparza Leibar A) Amtsgericht (AG), forman el nivel inferior de la organización, lo constituyen dos OJ diferentes para la materia penal: - Juez de lo Penal, OJ unipersonal (el único en éste ámbito), con competencia en delitos de escasa gravedad. - Tribunal de Escabinos, OJ colegiado que complet~ las competencias que corresponden al AG, siempre en cuan:ta a delitos a los que corresponden penas privativas de libertad no superiores a tres años. B) Landgericht (LG), integrado en lo penal por cuatro tipos de OJ, todos ellos colegiados: - Pequeña Sala de lo penal, compuesta por el Presidente del Tribunal y dos Jueces Escabinos con competencia en materia de recursos frente a las resoluciones del Juez de lo Penal. - Gran Sala de lo Penal, en cuya composición aparecen también los Jueces Escabinos, y con competencia para conocer de aquellos asuntos que exceden de las competencias de los AG. - Tribunal de Jurado, con una composición mixta de Jueces Técnicos y Escabinos, y competencia en delitos de especial gravedad y con resultado de muerte. - Salas de lo Penal con competencia Específica, con una composición similar al caso anterior, y competencia en materia de menores, delitos económicos y determinados delitos. c) Oberlandesgericht (OLG), es el OJ que culmina la organización judicial de cada Estado Federado (Land), está integrado por dos Salas: - Sala de lo Penal para casaciones y Quejas, compuesta por tres Jueces Técnicos, con competencia para conocer de los recursos interpuestos frente a las resoluciones de Tribunales inferiores. - Sala de lo Penal de primera Instancia, compuesta por cinco Jueces Técnicos, con competencia para el conocimiento de delitos contra la seguridad del estado. D) Bundesgerichtshof für strafsachen (BGBSt), ~3 es el OJ SUpremo en el orden jurisdiccional penal, existe por tanto solamente uno para toda Alemania, formado por cinco Salas cada una de las cuales se compone a su vez de cinco Jueces

---------------------

253 Vid. arto 95.1 GG. Con sede en Karlsruhe, S 23 GVG. 148

El principio del proceso debido Técnicos. Su competencia se extiende al conocimiento del recurso de casación, cuando asl lo establezca la ley, asl como de determinadas discrepancias entre OLG de diferentes estados federados. Finalmente y al margen de la jurisdicci6n ordinaria, la propia GG configura en sus arts. 93 y 94 un Tribunal Constitucional Federal al que sitúa como último intérprete autorizado de la constituci6n, para el caso de opiniones di vergentes254 • E) Bundesverfassungsgericht (BVerfG), con sede en Karlsruhe

y jurisdicci6n en toda la BRD, conocerá del equivalente a nuestros recursos de inconstitucionalidad, recurso de amparo, controversias entre la Federaci6n y los Lander, o los Lander entre sl, etc. Sus miembros serán elegidos por mitades por Parlamento Federal y por el Consejo Federal. Al igual que en el caso anterior del proceso penal USA, diseñaremos

primeramente un esquema en el que de

forma más

gráfica quede reflejado el curso del proceso penal alemán y en el que figuren ordenadamente sus fases y actos principales. Debemos también advertir ya en este momento que el papel que el "fair trial"

juega en los procesos de corte anglosaj6n -

consistente en la exigencia de concretas pautas más o menos minuciosamente creadas y desarrolladas de forma flexible por la jurisprUdencia a todo lo largo del proceso, como hemos tenido ocasi6n de comprobar en el caso de los USA -

es básicamente

diferente de aquél que le corresponderá en la normativa procesal continental, y más concretamente alemana, donde actuará según veremos

a

preexistente

continuaci6n a

cualquier

más

como

posterior

un

principio

precisi6n

general

venida

de

la

interpretaci6n de los Tribunales, y limitado en su desarrollo por

-----------------:i~ ~sta materia tampoco

ha sido objeto de modificaci6n por el lnlgungsvertrag" de 31. Agosto 1990, (BGBl 11 S. 889). 149

~"""""""""------------"""".a Iñaki Esparza Leibar otros principios -

o instrumento de interpretación que en el

sentido ya dicho en referencia a los ordenamientos anglosajones. Una de

las razones que pueden explicar esta diferencia

radical es, además de la diferencia de sistema - acusatorio o mixto -, el modo en que cada uno de los tipos de proceso

~e

ha

desarrollado, a través de principios generales interdependientes que

permiten

una

cierta

variedad

de

alternativas,

caso

continental, o a través de la acumulación esencialmente variable, por su intima relación con el criterio jurisprudencial, de actos procesales

concretos

estrictamente

regulados

con

el

único

objetivo, esencialmente práctico, de lograr un proceso adecuado a la sensibilidad de un pais sin ninguna servidumbre de tipo dogmático, caso del proceso USA.

B. Esquema sintético del proceso penal alemán por delitos 255

Para facilitar su comprensión realizaremos previamente un somero

esquema

que

refleje

las

fases,

actos

y

sujetos

intervinientes en el proceso penal alemán:

255 otros esquemas realizados sobre el mismo objeto pueden consultarse en, GOMEZ COLOMER J.L. El proceso penal alemán ••• , op. cit., p. 239. FRANK U. StrafprozeBrecht. Ausgewalte froblemkreise für Studium. Examen und Praxis, Stuttgart, 1986, p. 91. ROXIN C. Strafverfahrensrecht, München, 1991, p. 23. PETERS k. Strafprozess, Heidelberg, 1985, p. 528. GOSSEL k. H. ªtrafverfahrensrecht, T. 11, Stuttgart 1979. vid. también 'l'IEDEMANN K. en ROXIN/ARZT/TIEDEMANN Introducción al Derecho fenal y al Derecho Penal Procesal, op. cit., pp. 133 Y ss. 150

• El principio del proceso debido A) PROCEDIMIENTO PRELIMINAR: (SS 158 a 177 stPO) - Denominación BRD: "Vorverfahren" - sujetos intervinientes: MF/policla judicial. OJ (eventualmente) para la comprobación de la legalidad de las medidas cautelares. Actuaciones procedentes: Práctica de actos de investigaci6n. Adopci6n, eventualmente, de medidas cautelares. - Finalidad: Conclusión de la investigación sobre las circunstancias del delito y del presunto delincuente, preparación de la acusación. B) FASB INTBRMBDIA:

<ss

199 a 211 stPO)

- Denominación BRD: "Zwischenverfahren" Sujetos intervinientes: Se tramita ante el OJ (Tribunal técnico), una vez que el MF ha presentado el escrito de acusación, producto de la investigación realizada. Acusado, puede formular reclamaciones y objeciones. - Actuaciones procedentes: Comunicación al acusado. Eventuales reclamaciones. Eventual práctica de prueba. - Finalidad: Informar al acusado de los hechos que se le imputan. Auto de apertura del procedimiento principal, en su caso. C) PROCEDIMIENTO PRINCIPAL/JUICIO ORAL: (SS 207 a 275 stPO) - Denominación BRD: "Hauptverfahren" - Sujetos intervinientes: OJ (Escabinos) , MF, acusado. - Actuaciones procedentes: Preparaci6n y realización de la vista principal. Práctica de la prueba. Informes finales. - Finalidad: posibilitar la sentencia sobre el fondo del asunto. D) FASE IMPUGNATORIA, APELACION/CASACION: (312 a 358 stPO) - Denominación BRD: "Rechtsmittelverfahren" - sujetos intervinientes: OJ (Tribunales de Apelaci6n o casación). - Actuaciones procedentes: Revisión, en la medida de cada recurso, de la Sentencia impugnada por considerarse la misma perjudicial para el recurrente. - Finalidad: Modificaci6n, anulaci6n o confirmaci6n de la resolución impugnada dependiendo de la correcci6n o no de lo actuado en las anteriores fases procedimentales. E) EJBCUCION: (SS 449 a 463d stpo, SS 78a y 78b GVO y otras normas específicas para la ejecución de penas privativas de libertad StVollzG, y para otras penas StrVollstrO y JBeitrO) 151

Iñaki Esparza Leibar -

Denominación BRD: "Vollstreckungsverfahren" Sujetos intervinientes: MF y OJo Actuaciones procedentes: Variedad. Finalidad: Ejecución de la Sentencia.

C. El proceso penal alemán: configuraci6n

En

el

caso del

proceso penal actualmente

existente en

Alemania y en una inicial delimitaci6n se constata que en su estructura básica prevalece el modelo europeo continental y más precisamente el modelo

procedente del derecho italiano del s.

XV y con elementos del derecho inglés y francés cuya influencia

es constatable desde comienzos del s. XIX~ , de tal manera que convergen en el mismo principios propios del proceso inquisitivo (v.gr. § 376 stpo sobre la iniciaci6n del proceso por querella pública) acusatorio

con (

otros v.gr.

principios §

151

stpo

pertenecientes que

consagra

al el

sistema principio

acusatorio) y a su especial configuración del proceso penal~7. Analizaremos

a

continuación

de

forma

más

precisa

los

principios que configuran el proceso penal alemán clasificados en relación con las distintas fases de desarrollo del proceso~8.

256 TIEDEMANN K. Rechtsgrundlagen. Grundlagen und Technik der Reform des nationalen Strafverfahrens, XXV Congreso de la AIDP, congreso preparatorio, Toledo 1992, p. 9. 257 ROXIN C. Strafverfahrensrecht, op. cit., p. 92. 258 ROXIN C. Strafverfahrensrecht, op. cit. pp. 58 Y ss. GOMEZ COLOMER J. L. El proceso penal alemán ••• , op. cit. pp. 44 y ss. des BAUMANN J. Grundbegriffe und Verfahrensprinzipien §~rafprozeBrechts, Stuttgart 1979, pp. 38 Y ss. ESBa A. ~lnfUhrung in das strafprozeBrecht, München 1983, pp. 105 Y ss. 152

El principio del proceso debido a) principios relativos a la iniciación del proceso: 1) Principio de oficialidad (S 152.1

stPO)~9.

2) Principio acusatorio (SS 151, 155, 264

stPO)2~.

3) Principio de legalidad (art. 103.2 GG, S 152.2 stPO) 261. 4) Principio de oportunidad (SS 153 a, c y 154 b stpo, S 45 JGG) 262.

5) Principio de Juez legal (Art. 101.1 GG, S 16 GVG) 263.

b) principios relativos al desarrollo del proceso: 259 ROXlN/ARZT/TlEDEMANN Einführung in das Strafrecht StrafprozeBrecht, Heidelberg 1988, pp. 169 Y ss.

wnd

260 GOSSEL K. B. strafverfahrensrecht, T. I, stuttgart 1977, pp. 29 Y ss. para todo lo referente a los principios relativos a la iniciación del proceso. 261 vid. al respecto, PFElFFER G. en Karlsruher Kommentar zur StrafprozeBordnung und zum Gerichtsverfassungsgesetz mit Einführungsgesetz, München 1987, p. 13-14, n Q 29a. RlES P. Die Zukunft des Legalitatsprinzips, NStZ 1981, pp. 2 Y ss. Los SS 172 - 177 stpo y S 258 StGB, contribuyen a asegurar el principio de legalidad procesal, que en todo caso no debemos entender como absoluto en la actualidad por razones tanto de polltica criminal como de economla procesal. BVerfGE 85, 69, 79. La cita de la jurisprudencia en el caso alemán comprende en primer lugar la indicación del OJ del que la resolución procede, a continuaci6n el tomo de la colecci6n oficial donde se recoge y finalmente el número de página (s6lo inicial o inicial y final) donde figura. 262 ARKENTA DEU T. Criminalidad de bagatela y pr~.ncipio de oportunidad: Alemania y España, Barcelona 1991. SCBUNEMANN B. Absprachen im Strafverfahren? Grundlagen. Gegenstande und ~enzen, München 1990. En el derecho procesal penal alemán no existe la posibilidad del "guilty plea", vid. TlEDEMANN K. Rechtsgrundlagen .•• cit. p. 17. 263 BVerfGE 40 356, 361. BVerfGE 18 345, 349. BVerfGE 3 359, 364. SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die strafprozeBordnung und das ~erichtverfassungsgesetz, Berlin 1988, Einleitung, Kap. 6, Rdn 8. 153

Q

Iñaki Esparza Leibar 1) Principio de la independencia jUdicial ( Art. 97.1

GG, S 1 GVG, SS 25, 45.1

DRiG)~.

2) Principio de investigación o instrucción inquisitivo - (SS 155, 160.2,244.2 stPO). 3) Principio de audiencia (Art. 103.1 GG, stpo

S 258,

OWiG S 71) 265. 4) Principios de celeridad y concentraci6n

(SS 229 Y

268.3 stPO) 266.

c) principios relativos a la prueba: 1) Principio de investigación oficial

(SS 155, 244.2

stPO). 2) principio de inmediaci6n (S 250 stPO). 3) principio de libre valoraci6n de la prueba (S 261

stPO).

264 BVerfGE 4 331, 344. BVerfGE 27 312, 322. BVerfGE 12 67, 71. La independencia judicial puede entenderse como uno de los resultados de la separaci6n de poderes, S 90 BVerfGG. 265 KLEINKNECHT/MEYER strafprozeBordnung, München 1989, p. 5. PFEIFFER G. en Karlsruher Kommentar ••• , op. cit. p. 12, nQ 27. LEMRE M. Hochstrichterliche Grundsatzentscheidungen zum Strafrecht (GrEzStl, Darmstadt 1984, p. 382. ARNDT A. Das rechtliche Gehor, NJW 1959, pp. 6 Y ss. ARNDT A. Die Yerfassungsbeschwerde wegen Verletzung des rechtlichen Gehors, NJW 1959, pp. 1297 Y ss. ARNDT A. Fragen des rechtlichen Gehors, NJW 1962, pp. 27 Y ss. BayVerfGH 15.05.1962, JZ 1963, 63 Y ss. aVerfGE 54, 140. BVerfGE 85, 337, 353. BVerfGE 85, 386, 405. 266 El principio de celeridad no aparece expresamente formulado ~n

la stpo, pero existen di versos preceptos que muestran el lnterés en que la celeridad se dé en los diversos actos Procesales, v. gr. SS 115 Y 128 stPO. BAQUERO BORDA H. Panorama :ot~al del proceso penal de la República Federal de Alemania, eV¿sta del Ministerio Público, n Q 17, octubre 1981, pp. 123 Y ss. 154

El principio del proceso debido 4) "In dubio pro reo" (Art. 6.11

CEDH)2~.

d) principios relativos al procedimiento 1) Principio de oralidad

(~orma):

(SS 261, 264 stPO).

2) Principio de publicidad

(S 169 GVG)us.

En su mayor parte el esquema que acabamos de

transcribir2~

se corresponde perfectamente con el que en la parte introductoria de esta tesis describíamos el proceso penal español,

lo que

facilitará en gran medida al lector español la comprensión de la estructura del proceso penal alemán.

11. EL PRICIPIO DEL "DUE PROCESS OP LAW", LA PLASHACION EN ALEMANIA DE UNO DE SUS CONTENIDOS ESENCIALES: EL "PAIR TRIAL"

Dentro de la materia relativa a los principios del proceso nos encontramos en el seno de

la doctrina alemana con una

diversidad de opiniones270 en cuanto a la consideración del "fair

267 PFEIPPER G. en Karlsruher Kommentar ••. , op. cit. p. 13, n Q 28. DORa D. Faires Verfahren. Gewahrleistung im Grundgesetz der Bundesrepublik Deutschland, Kehl am Rhein 1984, pp. 61 Y 62. 268 BGHSt 22, 297, 301. BGHst 23, 123, 125 f. Un reciente caso de exclusión de la publicidad se produce por moti vos de moralidad en un supuesto de abusos sexuales, BGHst 38, 248, 251, (sentecia de 19. 03 • 92) • 269 ROXIN C. StrafprozeBordnung, op. cit. pp. 58 Y ss. GOKEZ COLOKER J.L. El proceso penal alemán ••• , cit., pp. 43 Y ss.

2?O SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnung ••• , op. Einleitung, Kap. 6, Rdn. 18.

Olt.

155

Iñaki Esparza Leibar trial,,271 como principio activo y autónomo del proceso penal por una lado y en cuanto a la fundamentación del "fair trial" en el arto 6.1

CEDH2n

por otro. Las cuestiones planteadas y de las que

nos ocuparemos a renglón seguido podr1an enunciarse as1: ¿Es el principio procesal procedente del derecho anglosajón y enunciado como "fair trial" un principio informador del proceso penal alemán? si la respuesta fuere afirmativa la siguiente cuestión 271 La traducci6n de la expresión inglesa "fair trial" no es del todo sencilla ya que aunque el término "tria1" es pac1ficamente traducible como "Verfahren", la otra parte de la expresi6n "fair" puede tener en lengua alemana y entre otros, éstos significados: Bonito, limpio, simpático, honesto, respetable, conveniente, etc. vid. Langenscheidts Grossworterbuch, Englisch-Deutsch, MUnchen 1985, p. 367. HEUBEL H. Der "fair trial" .•• , op. cit. p. 63. 272 CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCION DE LOS DERECHOS ~WOS DE LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES. Art. 6.1 "Toda persona tiene derecho a que su causa sea vista equitativa y públicamente en un plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial, establecido por la ley, que decidirá sea sobre sus derechos y obligaciones civiles, sea sobre el fundamento de cualquier acusaci6n en materia penal dirigida contra ella ••• " KONVENTION ZUM SCHUTZE DER MENSCHENRECHTE UND GRUNDFREIHEITEN /MRK. Art. 6. 1 "Jedermann hat Anspruch darauf, daS seine Sache in bi11iger Weise offent1ich und innerhalb einer angemessenen Frist gehort wird, und zwar von einem unabhangigen und unparteiischen, auf Gesetz beruhenden Gericht, das über zivi1recht1iche Ansprüche und Verpf1ichtungen oder über die stichhaltigkeit der gegen ihn erhobenen strafrecht1ichen Anklage zu entscheiden hat ••. " InCluimos también las versi6nes oficiales francesa e inglesa de esta parte del art. 6. 1 dado su indudable interés. "Toute personne a droit a ce que sa cause soit entendue équitablement, ~ubliquement et dans un dé1ai raisonnable, par un tribunal lndépendant et impartial, établi par la loi, qui décidera, soit des contestations sur ses droi ts et obligations de caractere civil, soit du bien-fondé de toute accusation en matiere pénale d~rigée contre elle •.. ", "In the determination of his civil rlghts and obligations or of any criminal charge against him, everyone is entitled to a fair and pUb1ic hearing within a reasonable time by an independent and impartial tribunal :stablished by law". Sobre la interpretaci6n realizada por la oetrina alemana en relación con el arto 6.1 MRK, de la que r~sulta la referencia al "procedural due process" de los USA, !;d. DOn D. Faires Verfahren ••• , op. cit. pp. 71 Y ss. ~IINKNICHT/HEYER StrafprozeSordnung ••• op. cit. p. 1751. y

156

.....

-

--

Iñaki Esparza Leibar trial,,271 como principio activo y autónomo del proceso penal por una lado y en cuanto a la fundamentación del "fair trial" en el arto 6.1 CEDHV2 por otro. Las cuestiones planteadas y de las que nos ocuparemos a renglón seguido podr1an enunciarse as1: ¿Es el principio procesal procedente del derecho anglosajón y enunciado como "fair trial" un principio informador del proceso penal alemán? Si la respuesta fuere afirmativa la siguiente cuestión 271 La traducción de la expresión inglesa "fair trial" no es del todo sencilla ya que aunque el término "trial" es pac1ficamente traducible como "Verfahren", la otra parte de la expresión "fair" puede tener en lengua alemana y entre otros, éstos significados: Bonito, limpio, simpático, honesto, respetable, conveniente, etc. vid. Langenscheidts Grossworterbuch, Englisch-Deutsch, MUnchen 1985, p. 367. HEUBEL H. Der "fair trial" ••• , op. cit. p. 63. 272 CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCION DE LOS DERECHOS H~NOS DE LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES. Art. 6.1 "Toda persona tiene derecho a que su causa sea vista equitativa y pÚblicamente en un plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial, establecido por la ley, que decidirá sea sobre sus derechos y obligaciones ci viles, sea sobre el fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella ••• " KONVENTION ZUM SCHUTZE DER MENSCHENRECHTE UNO GRUNDFREIHEITEN/MRK. Art. 6.1 "Jedermann hat Anspruch darauf, daS seine Sache in billiger Weise offentlich und innerhalb einer angemessenen Frist gehort wird, und zwar von einem unabhangigen und unparteiischen, auf Gesetz beruhenden Gericht, das über zivilrechtliche Ansprüche und Verpflichtungen oder über die Stichhaltigkeit der gegen ihn erhobenen strafrechtlichen Anklage zu entscheiden hat ••• " Incluimos también las versiónes oficiales francesa e inglesa de esta parte del art. 6. 1 dado su indudable interés. "Toute personne a droit a ce que sa cause soit entendue équitablement, publiquement et dans un délai raisonnable, par un tribunal indépendant et impartial, établi par la loi, qui décidera, soit des contestations sur ses droi ts et obligations de caractere civil, soit du bien-fondé de toute accusation en matiere pénale dirigée contre elle •.. ", "In the determination of his civil rights and obligations or of any criminal charge against him, everyone is entitled to a fair and public hearing within a reasonable time by an independent and impartial tribunal established by law". Sobre la interpretación realizada por la doctrina alemana en relación con el arto 6.1 MRK, de la que resulta la referencia al "procedural due process" de los USA, vid. DORa D. Faires Verfahren ••• , op. cit. pp. 71 Y ss. ILBINkNECHT/MEYER StrafprozeBordnung ••• op. cit. p. 1751. y

156

-,.

----------------~~~~~----------------~

El principio del proceso debido que surge es: ¿Es suficiente la referencia del arto 6.1 CEDH para fundar

la

trial"? y

existencia y finalmente,

efectividad del

respondidas

principio del

"fair

las anteriores cuestiones,

cabrá preguntarse sobre el contenido exacto del principio y sobre sus manifestaciones procesales. Con respecto a la primera de las cuestiones planteadas de cuya respuesta depende en gran medida el desarrollo posterior de la cuestión, tomaremos inicialmente dos posturas sustentadas por otros tantos autores y que en principio podemos considerar como antagónicas: a) La primera de ellas considera al "fair trial" como principio informador del proceso penal alemán, pero no sólo eso sino que en algún caso lo considera como "El principio supremo del conjunto del derecho procesal penal ,,273. b) imposibilidad procesal

En

cuanto

de

considerar

autónomo,

conclusiones

de

la

a

podemos

la

segunda

al

"fair

trial"

resumirla

monografia

postura como

tomando

que H.

anunciada, principio

una

de

HEUBEL dedica

a

las esta

importante cuestión. "Puede establecerse como conclusión conjunta que el fair trial ni desarrolla una función procesal especifica reconocible, dogmático

ni dispone de un

como

para

ser

preciso y

considerado

un

bastante

contenido

principio

procesal

autónomo en el derecho procesal penal ,,274 • 273 "Oberster Grundsatz des gesamten strafprozeBrechts ist schlieBlich das Gebot eines fairen Verfahrens." ROXIN c. ~afverfahrensrecht op. cit. p.60. 274 REUDEL H. Der "fair trial" ein Grundsatz des !ttafverfahrens? Zugleich ein Beitrag zum Problem der ~rfassungskonformen" Rechtsforbildung im StrafprozeB, Berlin 157

Iñaki Esparza Leibar Analizaremos a continuaci6n y de una forma detallada la argumentaci6n de la que se sirven quienes suscriben cada una de las

posturas

anunciadas,

para poder

finalmente

extraer

las

conclusiones oportunas.

A) opini6n favorable a la consideraci6n del "fair Trial" como principio independiente y efectivo del derecho procesal (civil - penal) alemán:

El autor de quien partimos para sustentar esta postura favorable,

ROXIN27S ,

entiende

que

no

se

trata

solamente

de

extraer del contenido del arto 6.1 CEDH toda la fundamentaci6n y

anclaje en el derecho alemán del principio del "fair trial",

sino que aprecia la existencia de dos fases diferenciadas y complementarias cuyo concurso simultáneo permitirá al principio que nos ocupa ser efectivo en el proceso alemán. Las dos fases mencionadas son:

1) De la propia redacci6n de la GG se desprende la opción por un estado social de derecho, arts.

1,

20 Y 28 GG,

corrobora repetidamente la juisprudencia del BVerfG

como

276

1981, p. 145 - V. 275 ROXIN C. Strafverfahrensrecht, op. cit. 276 ROXIN C. Strafverfahrensrecht, op. cit. p. 60. PPEIPPER G. en Karslruher Kommentar •.. , op. cit. p. 12, n 12 28. "El derecho a un "faires Verfahren" (fair trial) es consustancial al principio del Estado de Derecho (Rechtsstaatsprinzip)." y a modo de complemento y aclaraci6n de los conceptos pertenecientes al derecho constitucional alemán que nosotros empleamos para fundamentar el principio procesal que nos ocupa, HESSE lt. 158

El principio del proceso debido El derecho a un proceso ajustado a los principios del estado de derecho -IIfaires Verfahren"- se deriva y simultaneamente hace posible

la

existencia

del

propio

estado

de

derecho

"Rechtsstaat"-, arts. 20.3 y 2.1 GG, entendido este como garantía general fundamental a partir de la que se materializan todas las demás 2n , estableciéndose una relación de mutua dependenci& que asegure en última instancia el repeto de la dignidad humana, arto 1. 1. 1 GG, como máxima exigencia general a la que el proceso penal debe también plegarse278 •

2)

Existente la

posibilidad. te6rica de

aplicación,

se

positiviza el principio del "fair trial", a través del arto 6.1

Grundzüge des Verfassungsrechts der Bundesrepublik Deutschland, Heidelberg 1985, pp. 72 Y ss., 132 y ss., 166 y ss. La jurisprudencia del BVerfG entiende el derecho a un proceso límpio/"faires Verfahren" como una concreci6n del "Rechtsstaatsprinzip", en tal sentido, BVerfGE 26, 66, 71. BVerfGE 38, 105, 111. BVerfGE 39, 238, 243. BVerfGE 40, 95, 99. BVerfGE 41, 246, 249. BVerfGE 46, 202, 210. 277 KLElNKNECHT/KBYER strafprozeBordnung, op. cit., p. 40 SCHÜNEKANN B. Absprachen im Strafverfahren? .• op. cit. pp. B 115 Y ss. QUAMBUSCH E. Rechtsstaatsprinzip, Verschuldengrundsatz und das antikausale Werturteil, JA 1987, n Q 2, p. 68. VON HÜNCH l. Grundgesetz-Kommentar, München 1985, T. l., pp. 35, 36. BVerfGE 37, 57, 65. BVerfGE 38, 105, 111. BVerfGE 40, 95, 99. BVerfGE 49, 148, 164. BVerfGE 85, 386, 405. 278 "La raíz de este derecho fundamental procesal se encuentra

en el Principio del Estado de Derecho (Rechtsstaatsprinzip), su consideraci6n material, que garantiza los derechos y libertades fundamentales de la persona, especialmente en el caso del proceso Penal por la amenaza que supone contra la libertad y la dignidad de la persona (arta. 1. 1. 1 Y 2. 2 GG) esa función de aseguramiento de la libertad y la dignidad también debe ser atendida por el Derecho Jurisdiccional". PFElFFER G. en Karlsruher Kommentar ••• , o~. cit. p. 12, nQ 28. GOSSEL K. H. Strafverfahrensrecht, op. Clt., p. 165. 159

9 Iñaki Esparza Leibar CEDH v9 • Sobre el alcance real de dicha cobertura legal inmediata al principio del "fair trial" en la que todos los autores están de acuerd028o , podemos realizar las siguientes matizaciones:

1 A) La consideración textual del contenido del art. 6.1 CEDB

no permite más que la compresión del derecho a la consideraci6n del asunto litigioso "in bi11iger Weise" o "de manera justa, equitativa,,281. La opinión mayoritaria de la doctrina entiende que a través del mencionado art.

6.1

CEDH se está haciendo

mención al principio juridico propio del derecho anglosajón del "fair tria1 282 "

entendido como garantia procesal,

lo que en

definitiva significa que el acusado debe de poder servirse de los medios que garanticen de la mejor forma posible su derecho a defenderse de la acusación. Todo lo anterior ha llevado a la doctrina alemana a deducir del arto 6.1 CEDH el principio de la igualdad de armas "prinzip der Waffengleichheit,,283.

279 La jurisprudencia del BGH reconoce como elemento principal del art. 6.1.1 CEDH el derecho a un juicio limpio/ "faires Verfahren", en ese sentido, BGHSt 24, 125, 131. BGHSt 29, 109, 111. BGHSt 36, 210.

280 HEUBEL H. Der "fair trial" - ein Grundsatz •.. , op. cit. p. 30. 281 GOHEZ COLOHER J.L. El proceso penal alemán ••• , op. cit. p.

45. PFEIFFER G. Karlsruher Kommentar •.• , op. cit. p. 13, n 2 28

"Del "Rechtsstaatsprinzip" se deriva el derecho a un proceso orientado por la justicia y la equidad - "Bi11igkeit"- el cuál ha encontrado su expresión en el arto 6.1 MRK." 282 EUKomMR NJW 63, 2247.

~~3 ROXIN C. Strafverfahrensrecht, op. cit. p. 60. SCHAFER K. en

~OWB/ROSENBERG Die StrafprozeBordnung .•• , op. cit. Einleitung, 4\ap. 6, Rdn. 14.

160

El principio del proceso debido 21)

Intimamente relacionado con la

posibilidades,

oportunidades

y

por

igualdad de armas tanto

-

estrechamente

vinculado con el principio del "fair trial" aparece el llamado "Fürsorgepflicht" u obligación de asistencia por parte de los Tribunales 284 •

Es

preciso

en

cualquier

caso

advertir

que

la

igualdad de armas entendida de forma absoluta es ciertamente engañosa, ya que el alemán

no es un proceso puro de partes, por

lo que no sería compatible con su estructura28S • 3 1 ) Sentadas las bases anteriores podemos entender que las exigencias

derivadas

del

"fair

trial"

pueden

adaptarse,

respetando la estructura establecida, o lo que es lo mismo las desigualdades existentes entre la posición acusadora 286 ,

y

las

posibilidades - en su caso prohibiciones - de participación del acusado o de su defensor. Con ello obtendríamos una igualdad de armas relativa, efectiva en la medida de las posibilidades que ofrece

un

proceso

presidido

por

el

principio

oficial

"Offizialprinzip".

B) opinión crítica respecto a la consideración del "fair trial" como principio independiente y efectivo del derecho procesal (civil - penal) alemán:

2~4 SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnunq •.• , op. clt., Einleitung, Kap. 6, Rdn. 23.

285 ROXIN C. Strafverfahrensrecht, op. cit. p. 60. 2~6 Al igual que en el caso de los USA, el Ministerio Fiscal tlene el monopolio de la acción en el proceso penal alemán. vid. GONEZ COLOKER J.L. El proceso penal alemán ••• , op. cit. pp. 46, 207. § 152.1 stPO.

161

Iñaki Esparza Leibar Las críticas vertidas en relación con nuestro tema proceden principalmente

de

HEUBEL,

quien

aborda

sitemáticamente

la

cuestión de si el fair trial es o no un principio efectivo del derecho procesal alemán, cuestión que, por definirse a través de unos perfiles poco precisos, había creado un estado de relativa ambigüedad respecto a su tratamient0287 • Las primeras objeciones surgen sobre la pacifica aceptación de

que

el

arte

6.1

CEDH

pueda

positivamente

suponer

un

complemento de las normas procesales internas de Alemaniau8 , lo cual -

a

juicio del autor -

no es tan evidente como alguna

jurisprudencia hace pensar. Ya que ello supondría que una regla jurídica comprendida en un tratado internacional,

en materia

procesal, puede ser incorporada al derecho interno por medio de una simple traducción, rebasando o prescindiendo de lo que al respecto regula en Alemania la stpo289. Nos hallamos nuevamente ante el problema del alcance de la expresión inglesa "fair hearing" de la versión oficial del arte 6.1

CEDH2~.-

Avanzaremos

ahora

la

certeza,

abonada

por

la

expresa referencia de todas las versiones idiomáticas del arte 6.1 CEDH,

de que cualquiera que sea el alcance efectivo del

287 HEUBEL H. Der "fair trial" ... , op. cit. 288 PFEIFFER G. en Karlsruher Kommentar •.. , op. cit. p. 13, n Q 28. "El derecho del inculpado a un "faires Verfahren" está

básicamente regulado en la stPO." 289 HEUBEL H. Der "fair trial" ... , op. cit. p. 31. 290 "In the determination of his civil rights and obligations or

Of any criminal charge against him, everyone i8 entitled to a f~ir and public hearinq ••• " En RAMOS MENDEZ F. C6digo procesal

p-"fil

internacional, Barcelona 1985, p. 188. HEUBEL H. Der "fair 33.

~lal" ••. , op. cit. p.

162

p

&

El principio del proceso debido principio del "fair trial" no debe circunscribirse al proceso penal, como en la práctica ocurre en USA, sino que deberá hacerse extensivo también al proceso civil, con todas las consecuencias que de ello derivan y en la medida en que se ajuste a estructura y exigencias de dicho proceso,

la

como más adelante

veremos. Retomando el objetivo de aclarar la expresión inglesa "fair trial" consideramos oportuno analizar los trabajos previos, en su versi6n inglesa, a la elaboraci6n del mencionado art1culo. Se aprecia, siguiendo un orden cronológico, que en las primeras sesiones

no

existe referencia

alguna

a

la expresión

"fair

hearing" ni en el arto 6 ni en los arts. adyacentes, se enumeran obj eti vos de carácter más genera 1291 • La incorporaci6n de la expresión "fair hearing" se produce a través del informe TEITGEN que en su apéndice hace referencia al arto 10 de la Declaraci6n Universal de Derechos del Hombre de 10.12.1948 (Resoluci6n 217/III de la Asamblea General de Naciones Unidas) 292, que curiosamente presenta en su versi6n española una traducci6n diferente de la empleda en el caso del Convenio Europeo para la misma expresi6n "fair hearing" que según se ha dicho ya fué "equitativamente,,293, mientras que en el caso de la

291 Primera seS10n de la Asamblea Consultiva, Strasbourg, 10.08 a 08.09 de 1949. " ••. just requirements of public morality, order and security in a democratic society" arto 6. 292 Informe TEITGEN presentado a petici6n del Comité para cuestiones Legales y Administrativas para el establecimiento de una garant1a colectiva de los derechos fundamentales y de las libertades esenciales. Doc. 77, pp. 105, 107. 293 Vid. nota correspondiente. 163

Iñaki Esparza Leibar Declaración

Universal,

la

expresión

utilizada

es

"con

justicia ,,294. Una vez producida la mencionada incorporación, la expresión "fair

hearing"

se

consolida

y

es

utilizada

en

las

dos

alternativas propuestas como borradores (marzo 1950) aunque por el momento bajo el arto n Q 7. Posteriormente aparece como una cuestión pacifica ya que no es objeto de enmienda alguna a lo largo de toda la tramitación poster ior y hasta su def ini ti va aprobación dentro del arto 6.1 CEDH~s. Con los antecedentes citados tanto la doctrina como la jurisprudencia

alemanas

se

han

esforzado

principio procesal del "fair trial",

en

estructurar

el

sus derivaciones y sus

consecuencias prácticas que le confieren un valor generalizado sobre la dogmática, y que sea preciso tener en cuenta para la formación del proceso penal. El objetivo final de todo ello es el de perfeccionar la situación del acusado en el proceso y por lo

tanto

el

propio

proceso,

aunque

de

ello

derive

algún

solapamiento o modificación de la stPO~.

294 ESPULGUES MOTA/BOQUERA KATARREDONA/SANCHEZ GARCIA Código de Derecho Internacional Privado español, Madrid 1989, p. 727. 295 Report of the Conference of Senior Officials, Strasbourg 0817.06.1950. Fifth Session of the Committee of Ministers, Strasbourg 03-09.08.1950. Recommendation n Q 24, adopted 25th August 1950. Documents prepared by the Secretariat General, september-october.1950. Meeting of the Committee of experts on h~man rights, Paris 21-24.02.1951 y Strasbourg 18-19.04.1951. y flnalmente el Informe preparado por la Comisión para cuestiones iegales y Administrativas, de 02.10.1951, en el que se recomienda a "no alteration" con respecto al arto 6.1 MRK. 296 HEUBEL H. Der "fair trial" •.• , op. cit. pp. 143 Y ss. 164

El principio del proceso debido Uno de los problemas fundamentales del principio "fair trial" es que adolece de la falta de un concepto meridianamente claro, lo que inevitablemente lleva a la existencia de versiones que en definitiva impiden sacar el concepto de la oscuridad en la que sus contornos se mantienen,

siempre con respecto al

derecho alemán297 • Para que el "fair trial" pueda ser válido como principio del penal

proceso

no

basta,

HEUBEL298 ,

entiende

con

una

fundamentación referida en exclusiva al arto 6.1 MKR, Y ello por que atentaria contra lo pretendido por los estados contratantes que quisieron lograr, y el estudio realizado de los trabajos previos a la redacción del MKR confirma este punto de vista, un minimo stándar de garantias efectivas, no un suplemento dirigido a completar normas internas procesales alli donde, como era el caso de Alemania con la stpo, el minimo stándar al que haciamos referencia estaba amplia y efectivamente garantizado299 • Concluye

HEUBEL

su

argumentación

afirmando

que

no

es

aceptable con respecto al proceso penal actual en Alemania, un "fair

trial"

dominante.

formulado

como

principio

o

máxima

procesal

si cabria por contra su admisión como principio

general de equidad en manos de los

OOJJ~.

297 HEUBEL H. Der "fair trial" .•• , op. cit. pp. 143 Y ss. 298 HEUBEL H. Der "fair trial" ... , op. cit. pp. 143 Y ss. 299 PFEIFFER G. en Karlsruher Kommentar •.. , op. cit. p. 13, n Q 28. "El derecho del inculpado a un "faires Verfahren" está básicamente regulado en la stPO." 300 HEUBEL H. Der "fair trial" ••• , op. cit. pp. 144 Y 145. PFEIFFER G. en Karlsruher Kommentar ••• , op. cit. p. 13, n Q 28. I'Para el Juez de lo Penal la oferta de un "fair trial" supone una 165

Iñaki Esparza Leibar Establecida

la

existencia del

principio

informador

del

Derecho Jurisdiccional alemán, "fair trial/faires Verfahren", y una

vez

referidas

las

diferentes

concepciones

sobre

su

fundamentación - GG, CEDH y stpo - y virtualidad, como principio supremo

del

ordenamiento

o

exigible, realizadas

como

procesal

mero

principio

principalmente

por

la

por

tanto

general

inmediatamente interpretativo,

doctrina,

pasaremos

a

continuación - tal y como anunciábamos en páginas anteriores como tercera cuestión a plantearse - al análisis del alcance concreto del principio, al11 donde ha sido establecido, principalmente por la jurisprudencia que próxima

a

quienes

se ha decantado por una

consideran el

principio

como

acepción más supremo

del

ordenamient0301 •

111. CONTENIDO Y ELEMENTOS ESENCIALES CONSTITUTIVOS DEL "FAIR TRIAL/FAIRES VERFABREN" EN EL PROCESO ALEHAN

Ya se avanzó en páginas anteriores la intención de explorar el alcance

del

"faires

Verfahren"

no

exclusivamente

en

lo

concerniente al proceso penal, y ello fundamentado en que el arto 6.1 CEDH del que, según se ha visto ya, surge para el Derecho Procesal alemán la garant1a que nos ocupa no se limita al proceso

. . pauta interpretati va; . •• en relación con un proceso ldldo por los principios de justicia y equidad". Strafverfahrensrecht, op. cit. 166

El principio del proceso debido penal sino que también hace referencia al proceso civil 302 , aunque no

se diga expresamente en el mencionado art.

y

6.1,

determinada jurisprudencia entiende que su exigibilidad debe alcanzar a todos los procesos, incluido el equivalente a nuestro contencioso-administrativo~.

En cualquier caso en las páginas

que siguen haremos referencia unicamente al proceso penal sin ocuparnos de otro tipo de proceso con el objetivo de no ampliar excesivamente el campo de estudio. Una vez delimitado el Objeto de nuestra investigación para las

páginas

siguientes,

nos

centraremos

nuevamente

en

el

principio del "faires Verfahren" cuyo origen y arraigo respecto al derecho procesal alemán ya han sido objeto de comentario. Lo que a continuación pretendemos es analizar el contenido mismo del principio, sus manifestaciones y sus limites, para ello deberemos en primer lugar determinar el rango normativo que al CEDH - donde se contiene el principio que nos ocupa -

corresponde en el

derecho interno alemán3M • 302 VOLLKOMKER H. Der Anspruch der Parteien auf ein faires Verfahren im ZivilprozeB, en Gedachtnisschrift für Rudolf Bruns, MUnchen 1980, pp. 195 Y ss. BRUNS R. ZivilprozeBrecht, München 1979, rdn. 17b. DORR D. Faires Verfahren •.• , op. cit. p. 71. 303 EuGRZ 1978, 405 Y ss. (Caso Konig) y EuGRZ 1979, 650 Y ss. (Caso Winterwerp). La referencia española en BJC Tribunal Europeo de Derechos Humanos. 25 años de jurisprudencia 1959-1983, Caso Konig, Sentencia de 28 de junio de 1978, TEDH 21, pp. 449-467. Caso Winterwerp, Sentencia de 24 de octubre de 1979, TEDH 27, pp. 579-595. 304 A este respecto existen dos posibilidades de incorporación de los convenios internacionales suscritos por Alemania al derecho interno alemán, la primera de ellas a través del arto 25 GG que opera como una disposición general de incorporación de algunas de aquellas normas, "Generelle Transformation" que supone que las mismas tengan primacia sobre las leyes federales, es decir y a los efectos que ahora nos interesan, rango 167

Iñaki Esparza Leibar La cuestión del rango normativo del CEDH no es pacifica, ni como veremos intrascendente, y existen dos opciones principales al respecto: 1)

Para

la

primera

de

ellas,

sustentada

por

la

jurisprudencia y parte de la doctrina, el rango del CEDH dentro del derecho alemán es el de una ley federal ordinaria, siendo el principal

argumento

en

el

que

se

apoyan

el

de

la

"Transformationstheorie" que explica el cambio que experimenta la CEDH al incorporarse al derecho interno a través de una ley federal ordinaria~. 2) La otra opinión principal sustentada unicamente por un sector de la doctrina,

entiende que el CEDH tiene dentro del

derecho alemán el mismo rango normativo que la GG, y fundamentan su postura precisamente en el arto 25 de la

misma~.

constitucional. La segunda posibilidad es la contemplada en el arto 59.2 GG según el cuál será preciso un acto especial - una ley federal - "Spezielle Transformation" para su incorporación al derecho interno alemán, con valor de ley ordinaria federal. 305 BVerfGE 1, 396. BVerfGE 4, 157. BVerfGE 6, 290. BVerfGE 10, 271. BVerfGE 30, 272. BVerfGE 34, 384. BVerfGE 41, 88. BVerfGE 47, 365. BVerfGE 52, 313. BGHSt 21 81, 84. RESS G. Die Wirkungen der Urteile des Europaischen Gerichtshofs für Menschenrechte im innerstaatlichen Recht un vor innerstaatlichen Gerichten, Informe presentado en el Quinto Coloquio Internacional sobre el MRK, Frankfurt a. M. 9 - 12 Abril de 1980, p. 32. BLECKKANN A. Allgemeine Grundrechtslehren, Koln 1979, p. 24. MAUNZ/DÜRIG/BERZOG/SCBOLZ Grundgesetz, München 1982, T.I, arto 1, Rdnr. 58 f. TIEDEMANN K. Rechtsgrundlagen .•• , op. cit. p. 5. 306

ECBTERHOLTER R. Die Europaische Menschenrechtskonvention im JZ 1955, pp. 689 Y ss. -¡SCBE L. Die innerstaatliche Bindung des deutschen Gesetzgebers in die Europaische Konvention zum Schutz der Menschenrechte und QtUndfreiheiten, Koln 1961, pp. 32 Y ss. SCBORN B. Die ~ropaische Konvention zum Schutze der Menschenrechte und ~Undfreheiten, Frankfurt a. M. 1965, pp. 44 Y ss. PIECK W. Der ~~hmen der verfassungsmaBigen ordnung,

El principio del proceso debido Parece finalmente predominar la postura citada en primer lugar y por tanto decisivo el hecho de que la aprobación de la CEDH se produzca para el Derecho alemán a través de una ley federal ordinaria - Ley de aprobación de 7. agosto. 1952 (BGBl 1952

II

S

diciembre.

685, 1952,

953),

la

posterior

Y finalmente

entra

ratificación en vigor

con

es

de

5.

fecha

3.

septiembre. 1953 (BGBl 1954 II S 14) - hecho éste que determinará su rango

normativo posterior,

ley

federal

ordinaria307 •

otro

argumento que fortalece la postura adoptada es que el recurso de queja constitucional "Verfassungsbeschwerde" no pede interponerse fundándolo en una lesión del CEDH~. En lo que si parece haber acuerdo entre la doctrina alemana es en considerar como un principio fundamental que el proceso debe de

estar diseñado y

posteriormente desarrollarse

"fair

rechtsstaatlich"- en una traducción aproximada, adecuado a las exigencias de un Estado de Derecho - y que dicho principio es el resultado de un largo desarrollo a cargo tanto de la doctrina

Anspruch auf 1966, pp.

ein rechtsstaatliches Gerichtsverfahren, Berlin 3 Y ss. GUARADZE H. Die Eurooaische ~enschenrechtskonvention, Berlin y Frankfurt a. M. 1968, pp. 17 Y ss. Art. 25 GG: "Las normas generales del Derecho Internacional PÜblico son parte integrante del derecho federal. Estas normas tienen primacia sobre las leyes y constituyen fuentes directas de derechos y obligaciones para los habitantes del territorio federal" • 307 DORR D. Faires yerfahren .•• , op. cit. p. 91. Seria por tanto 'quiparable en rango a la stpo y por tanto inferior a la GG. !08 Si cabrá el recurso ante el EuKomMR tal y como los arts. 24 z 25 del propio MRK establecen. 169

Iñaki Esparza Leibar como de la

jurisprudencia~.

Este principio regirá la actuaci6n

de los 6rganos estatales a quienes corresponde el desarrollo de la

normativa

procesal,

especialmente

en

lo

relativo

al

establecimiento de la autolimitaci6n de los instrumentos de poder que deberá hacerse en forma no s610 correcta, sino también limpia _ "fair" En

_310.

cuanto al

siguientes

alcance

aspectos

del

concepto podemos

procedentes

de

sentencias

extraer del

los

Tribunal

constitucional Alemán: 112) El derecho a un "faires Verfahren" no comprende por si

ninguna

exigencia

o

prohibición

concretas,

el

detallar

su

contenido preciso es tarea del legislador, que tras determinar los limites del derecho permitirá y obligará a los Tribunales a su aplicación311 • 212) La limpieza/equidad/fairness es un elemento integrante

y que caracteriza al estado de derecho312 • 3 g) Como un derecho subj eti vo del inculpado que no podrá ser violado en aras de la búsqueda de la verdad que persigue el proceso pena 1 313 •

309 BVerfGE 26, 66 = NJW 1969, p. 1423. BVerfGE 46, 206 = NJW 1978, p. 151. BVerfGE 63, 45 = NJW 1984, p. 113. HEUBEL H. Das " . . h _IIf.. al.r trl.al" ... , op. Cl.t. DORR. D. . Fal.res Ver f aren .•• , op. Cl.' t . tOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnung ••. , op. cit.

BVerfGE 30, 1, 27

=

NJW 1975, p. 103.

BVerfGE 57, 250, 275. BVerfGE 63, 45. BVerfGE 57, 275. 170

---El principio del proceso debido 4 Q ) En un estado constitucional de derecho no podrá ser el acusado objeto de cualquier proceso,

sino precisamente de un

proceso que le permita a lo largo de su tramitación la defensa de sus derechos lo que enlaza con el derecho al nombramiento de un defensor de oficio cuando ello fuere necesari0314 • Un

5 Q)

proceso podrá

exista

cuando

en

él

ser considerado certeza

la

limpio/equitativo

procesal

"gewisse

verfahrensrechtliche" de la igualdad de armas entre el MF y el inculpado en el proceso pena131S •

Debe ser resaltada la labor de la jurisprudencia del BVerfG empleando el "faires Verfahren" no sólo como principio general interpretativo de las leyes - dado que no se han prodigado al respecto -

sino como instrumento para la deducción de otros

principios independientes en el ámbito del Derecho Procesal, v. gr.

de

"Waffengleichheit"/igualdad

armas,

o

"Fürsorgepflicht"/obligación de asistencia316 • otra de las situaciones que la jurisprudencia ha catalogado como contraria al "faires Verfahren" es aquella en la que los órganos que realizar

legalmente tienen atribuida

la persecución penal

actuen de

la competencia para forma

abusiva317 •

La

prohibición del abuso al que nos referimos se ha materializado

314 BVerfGE 46, 202 210. BVerfGE 57, 250, 275. 315 BVerfGE 38, 105, 111. 316 SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die strafprozeBordnung ••• , op. cit. Einleitung, Kap 6, Rdn. 19 a. 317 BGHst 15, 11. BGHst 21, 236. BGHst 29, 396. 171

p

c

Iñaki Esparza Leibar en normas concretas como el S 154a stpo,

que determina

las

limitaciones de la persecución penal 318 • Una de las cuestiones que no por obvia debemos de dejar de mencionar es que el derecho a equi tati vo,

es predicable

de

un "faires Verfahren" /proceso todos

los

participantes

en

actor privado, testigos, víctimas del delit0319

proceso solamente

de

la

parte

procesal

más

débil,

es

el

-

no

decir

el

inculpad032o • También se pueden apreciar en el texto de la stpo parágrafos en los que se materializa esa extensión del "faires Verfahren" a otros sujetos del proceso distintos del inculpado, lo que supone en definitiva una facilitación de los derechos procesales,

v. gr.

SS 378,

397,

sobre la posibilidad para el

acusador privado de servirse de la asistencia de un defensor. Con respecto a

las víctimas del delito y también respecto a

los

testigos SS 406d - 406h, stPO.

IV. MANIFESTACIONES DEL "FAIR TRIAL/FAIRES VERFAHREN" EN EL PROCESO PENAL ALEMAN

Podría pensarse, y quizá haya sido así originariamente, que la estructura a la que fundamentalmente responde cada sistema procesal, acusatorio o inquisitivo, determinará los medios que 318 Sobre este punto en general vid. WEBER F. Der MiSbrauch ltrozessualer Rechte im strafverfahren, GA 1975. RÜPING/DORNSEIFER Qysfunktiona1es Verha1ten im ProzeS, JZ 1977. WEIB J. MiSbrauch ~n Anwaltsrechten zur ProzeSsabotage, AnwBL 1981. 319 Vid. Ley de protección de las víctimas delitos/ "OpferschutzG" de 18.12.1986, (BGB!. 1 2496).

320 BVerfGE 38, 105. BVerfGE 58, 105. 172

de

El principio del proceso debido puedan arbitrarse para alcanzar el grado óptimo en la protección de los derechos "jurisdiccionales" del hombre o lo que serla lo mismo,

para alcanzar el "fair trial",

asl

corresponderá al

sistema procesal continental -en su ralz inquisitivo v.

gr.

España o Alemania, en el que se parte de la esencial desigualdad entre los sujetos intervinientes en el proceso - un conjunto de medios, de alguna manera compensatorios de dicha desigualdad, que obligen a la objetividad y el deber de asistencia de los órganos procesales (MF y OJ) con respecto al sujeto pasivo y en principio más

débil

del

proceso

("Fürsorgepflicht lt ) ,

medios

que

en

principio parecerían inadecuados por innecesarios en un proceso en el que las partes tienen garantizada "ab initio" una absoluta igualdad. El equivalente en el modelo acusatorio - proceso de partes, v. gr. USA - deberá para garantizar el "fair trial" velar por la efectividad y mantenimiento a lo largo de todo el proceso de esa igualdad de de posibilidades ("Waffengleichheit)

,,321,

cuyo

uso estarla originariamente excluido en un proceso en el que como se ha dicho se parte de la desigualdad entre los sujetos del proceso. Lo anterior serla unicamente defendible de modo absoluto desde un punto de vista teórico-dogmático puro, pero supondrla simultáneamente un olvido de la situación real que no es otra que la existencia de sistemas procesales hlbridos o mixtos que participan, aún partiendo de uno de los dos sistemas clásicos

321 Vid. comentario al respecto en TIEDEMANN K. Los movimientos ae reforma del proceso penal y la protección de los derechos humanos, Introducción y cuestionario concerniente al Tema n Q 3 del XXV Congreso de la AIDP, Toledo 1992. 173

.. Iñaki Esparza Leibar acusatorio o inquisitivo,

de las carácterísticas de ambos 322 ,

siendo su resultado el fruto de la combinación de manifestaciones privativas de los sitemas considerados en su pureza, y por tanto, en principio,

incompatibles

(v.

gr.

proceso inquisitivo con

posibilidad de actuación del principio de oportunidad, cuando sería el principio de legalidad el que correspondería en una concepción estricta3D ) con la única finalidad y límite de lograr una protección y un respeto más perfectos de los derechos humanos en el proceso, un "fair trial,,324. Entendido así vemos que en un proceso en el que se combinen manifestaciones de los sistemas inquisi ti vo y acusatorio (la práctica totalidad de los sistemas continentales), habrá lugar para compaginar los instrumentos que,

en la búsqueda de la

igualdad de armas "Waffengleichheit" y del deber de objetividad y asistencia "Fürsorgepflicht", han sido desarrollados con el

objeto de garantizar la finalidad ya dicha, el "fair trial". Una técnica

procesal

correctamente

entendida

debería

permitir

extender el uso de los mencionados instrumentos, en la medida de la realidad y las posibilidades de cada uno de ellos, a otros procesos además del proceso penal, cuestión que más adelante retomaremos.

322

MONTERO I ORTELLS I GOMEZ I MONTON Derecho Jurisdiccional penal, Barcelona 1991, pp. 16 Y ss.

111 «

~roceso

323 GlMENO/HORENO/ALMAGRO/CORTES Proceso penal, Valencia 1990,

Pp. 62 Y ss. 324 FAIREN GUILLEN V. Doctrina general del Derecho Procesal. h.acia una teoría y ley procesal generales, Barcelona 1990, p. 38. En lo relati vo al principio del respeto a los "Derechos Fundamentales" •

174

El principio del proceso debido Entendernos que el descrito es el caso del proceso penal actual en Alemania y avanzarnos que posiblemente sea también el caso del proceso penal en España.

A. El principio de la igualdad de armas/ "Waffengleichhei t 325 "

Este es el momento de desarrollar algo que ya se apuntó en páginas anteriores, nos referirnos al principio de la igualdad de armas

"Waffengleichheit,,326.

Cuyo

origen

se

sitúa

en

la

interpretación del arto 6.1 CEDH, siendo su fundamento último el principio "audiatur et altera pars,,327, y guarda relación con la garant1a,

procedente

del

derecho

anglosajón,

del

"natural

justice". El significado del "Waffengleichheit" se concreta en que "cada parte procesal dispondrá de iguales y suficientes oportunidades para manifestar su pretensión", y significa también

325 BVerfG NJW 75, 103. Según la cuál el derecho a un "fair trial" /juicio justo, contiene espec1ficamente la exigencia de una igualdad de armas procesal entre la parte acusadora y la parte inculpada - acusada. XÜLLER E. Der Grundsatz der Waffengleichheit im Strafverfahren, NJW 1976, pp. 1063 Y ss. 326 vid. en general TETTINGER P. J. FairneB und Waffengleichheit. Rechtsstaatliche Direktiven für ProzeB und Verwaltungsverfahren, München 1984, con respecto a los procesos penal, civil y administrativo. 327 PEUKERT W. Die Garantie des "fair trial" in der StraBburger Rechtsprechung, en EuGRZ 1980, p. 254. Existe también la postura de fundamentar el principio de la igualdad de armas en el arto 3 GG, as1 BGHSt 12, 136, 139. ARNDT A. EroffnungsbeschluB, ~echtliches Gehor und Menschenrechts Konvention¡ Erschopfung des Rechtswegs¡ die Wahrheitsfrage und das demokratische Rechtsstaatsprinzip, NJW 1960, pp. 1191 Y ss. 175

se

Iñaki Esparza Leibar que

"ninguna de

las partes

será discriminada

frente

a

las

demás ,,328. La necesidad de un principio procesal que actúe en el sentido que acabamos de manifestar, se hace patente cuando nos encontarmos con ordenamientos, como es el caso del alemán, en donde el poder y los medios con los que cuenta el estado titular del "ius puniendi" para el esclarecimiento y persecución de los hechos delictivos son limitadas

las

incluso después de racionalizadas y

atribuciones

de

sus

propios

órganos

desproporcionadamente mayores a los medios que el inculpado puede utilizar en su

defensa3~.

Así por ejemplo el MF podrá dentro del

procedimiento preliminar, "Vorverfahren", citar testigos para su interrogatorio

161a

(S

stPO),

pudiendo

incluso

forzar

la

efectividad de la comparecencia (S 51 stPO). Puede también el MF y en todo momento servirse de la ayuda oficial de la autoridad

pública (S 161 stPO),

especialmente pOlicía judicial

(S

163

stPO), e igualmente puede permitirse sufragar el alto costo que determinada investigación pude suponer imputándolo a la hacienda pública. Estos son sólo ejemplos a través de los que se puede apreciar la abismal diferencia en cuanto a medios, materiales,

entre

el

MF

y

el

imputado

en

al menos

general

cuyas

prerrogativas no son en modo alguno comparables. El concepto se basa en la consideración, para el proceso penal, de la acusadora y la inculpada como posiciones procesales

-------DORa D. Faires Verfahren ... , 328

;¡~ SC~E~ K. en •

E~nle~tung,

op. cit. p. 74.

LOWE/ROSENBERG Die strafprozeBordnunq ••• , op •

Kap. 6, Rdn. 14. 176

El principio del proceso debido opuestas igualmente legitimadas, y que en consecuencia deberán ser dotadas de iguales armas para la consecución de sus fines procesales. Pero los "roles" procesales de acusador e iculpado son tan diferentes que no será posible hablar de una igualdad de armas

absoluta

entre

la

posición

acusadora,

obligada

a

la

investigación de los hechos y los inculpados facultados para la negación y el silencio sobre los mismos3~. La situación descrita requerirá

no una

igualdad de

"armas",

sino una

oportunidades

("Chancengleichheit")

equilibrio del

derecho de ambas partes en la medida de las

diferentes

el

sentido

de

un

necesidades que para cada rol procesal deben ser

satisfechas, superando

en

igualdad de

una

esto

garantizarla

consideración

igualmente

de

la

un

igualdad

"fair de

trial"

armas

como

absoluta331 • Consciente de esta situación la ley alemana busca compensar o equilibrar la situación,

y para ello se sirve de dos vías

principalmente: La primera de ellas a través del instituto de la defensa necesaria, tratando de extenderla al máximo a todo lo largo de la actividad procesal,

(vid.

S§ 140 y ss. stPO).

La segunda línea de actuación tiene como objetivo garantizar la objetividad en la actuación del MF

(S 160, ap.

(2) stPO),

330 Vid. referencia jurisprudencial en nota n Q 32 de SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnunq ... , op. cit., Einl. Kap.

6, Rdn . 15, P . 128. 331 KÜLLER E. Der Grundsatz der Waffengleichheit ••• , cit. NJW 19 76, 1063. KLEINKNECHT/MEYER StrafprozeBordnung, op. cit., Einl.

Rdn. 88, pp. 18 Y 19. 177

p

fe Iñaki Esparza Leibar habilitando los medios que permitan su sustitución cuando existan indicios que permitan dudar de su objetividad"2. Se considera al principio del que ahora nos ocupamos como una parte esencial del "fair hearing" al que se refiere la versión en lengua inglesa del art. 6.1 CEDH333 • Es perfectamente comprensible a tenor del contenido del principio de la igualdad de armas que su ámbito de aplicación pueda

extenderse

al

proceso

civil

donde

la

igualdad

de

oportunidades y la no discriminación de las partes es, al igual que en caso del proceso penal, perfectamente

exigible3~.

En la sentencia del asunto NEUMEISTER de 27.06.1968, el Tribunal es de la opinión y as! lo pone de relieve, que el principio del "Waffengleichheit" es un elemento esencial para que se dé un "faires Verfahren,,33S. Existen sin embargo opiniones contrarias a la consideración del principio de la igualdad de armas como integrante de los principios que rigen el proceso penal alemán, y ello fundamentado en que dicho proceso no es un proceso de partes, v. gr. posición 332 OLG stuttgart, MOR 1974, 688. vid. en esta tesis doctoral y dentro de la parte dedicada a los Estados Unidos el punto 3.i Objetividad en la conducta del MF-Deber-Control/"Conduct of the Prosecutor-Duty". 333 SANDERMANN A. "Waffengleichheit" im strafprozeB. Zu den rechtlichen Grundlagen dieses Rechtinstituts, (tesis doctoral) , Koln 1975, pp. 11 Y ss. Kommissionsbericht Nr. 524/59 y 617/59, Ybk 6, 676, p. 696. 334 Kommissionsbericht Nr. 434/59, Ybk 2, 354, pp. 360 Y ss. 335 Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, T. 1, 143 fundamento n g 22, BJC Tribunal Europeo de Derechos Humanos ..• , op. cit., Caso Neumeister, sentencia de 27 de junio de 1968, TEDH 5, pp. 67-87. SANDERKANN A. "Waffengleichheit" ••• , op. cit. pp. 20 Y ss. 178

El principio del proceso debido del MF en la vista principal del proceso, lo que imposibilitaría absolutamente3~.

la igualdad, al menos entendida

1. Manifestaciones del principio "Waffengleichheit"/

Igualdad de armas en el proceso penal alemán:

a. Presunci6n de inocencia/"Unschuldsvermutung"

La presunci6n de inocencia se incorpora al derecho alemán a través del CEDH, y más concretamente se explicita en su arto 6.2

que

a

incardina

su

vez

la

dentro

jurisprudencia del

principio

Derecho/"Rechtsstaatsprinzip,,337.

constitucional del

alemana

Estado

de

Lo que se pretende conseguir

a través de la presunci6n de inocencia es que aquellas personas cuya culpabilidad todavía no ha sido probada sean consideradas en el proceso como inocentes, siendo así que es precisamente la prueba

practicada

con

todas

las

garantías

y

dentro

de

la

336 HÜLLER E. Der Grundsatz der Waffengleichheit im ªtrafverfahren, en NJW 1976, pp. 1063 Y ss. Debemos, sin embargo, recordar que el proceso penal USA no es tampoco un proceso puro de partes, pero existen mecanismos que ante cada situaci6n, v. gr. la posici6n mencionada del MF en la vista del proceso, permiten adaptarla a las exigencias del principio de la igualdad de armas, en este caso mediante el deber de objetividad que se predica del MF, vid. parte dedicada al proceso penal USA, apartado 3. i Objeti vidad en la conducta del MF-DeberControl/"Conduct of the Prosecutor-Duty", la situaci6n se adaptaría a. las exigencias del "Waffengleichheit". 337 "Bis zum gesetzlichen Nachweis seiner Schuld wird vermutet,

~a6 der wegen einer strafbaren Handlung Angeklagte unschuldig

1st". BVerfGE 22, 254, 265. 179

Iñaki Esparza Leibar correspondiente fase procesal la que será capaz de destruir dicha presunción338 • La efectividad de la ficción que supone la presuci6n de inocencia se extiende a todo lo largo de las diversas fases del proceso penal, hasta la eventual convicci6n de la culpabilidad del imputad0339 • si al final del proceso subsistieren las dudas respecto a la culpabilidad del acusado, procederá una sentencia absolutoria, sin que sea posible mantener el proceso en suspenso en tanto en cuanto las mencionadas dudas sean resueltas.

b. Derecho de Audiencia/"Rechtlichen Gehors"

Se encuentra recogido en el arto 103.1 GG - Todos tienen el derecho a ser oídos legalmente ante los Tribunales - y constituye un presupuesto imprescindible para la producción de una sentencia que sea ajustada a derecho. El fundamento último del derecho de audiencia es el de dar a la persona, cuyos derechos se van a ver previsiblemente afectados por un proceso, pronunciarse

al

respecto

de

un modo

la posibilidad de

relevante

de

cara

al

resultado del mismo>W.

c. Derecho a la información/ "Umfassende Belehrung über die Beschuldigtenrechte"

338 BGH NJW 75, 1829, 1831.

BVerfGE 35 202, 232. 340 BVerfGE 9 89, 95. BVerfGE 34 1, 7. VOLLROKMER M. Der Anspruch

~ Parteien .•• , op. cit., p. 200 Y ss.

180

El principio del proceso debido

Establecen los SS 136.1.1 Y 243.4.1 stpo que desde el primer interrogatorio el inculpado recibirá una completa información sobre

sus

derechos,

participándole

de

la

posibilidad

pronunciarse sobre la acusaci6n contra el formulada,

de

o de no

declarar sobre la causa341 • En el caso de que el Presidente de la Sala omita su deber de informar al acusado tal como establece el S 243.4.1 stpo, lesionando

el

derecho

a

la

informaci6n

del

mismo,

será

de

aplicaci6n la prohibición de emplear la declaraci6n asi'obtenida como prueba en el proceso, ya que el acusado debe ser consciente de su derecho a no actuar como testigo contra si mismo342 • si

la omisión del deber de informar al acusado de sus

derechos

se

produce

en

el

procedimiento

preliminar

y

es

atribuible bien al MF bien a la policia, § 136.1 stpo, no se produce el efecto ya visto de inutilizar dicha declaraci6n como fuente

de

considera

prueba

en

el

según reiterada

proceso

subsiguiente,

sino

que

se

jurisprudencia como un mero error

341 § 136.1.1 stpo "Al comienzo del primer interrogatorio se comunicará al inculpado el hecho que se le imputa y las disposiciones penales que sean de aplicaci6n. Se le advertirá que es libre según la Ley de declarar sobre la inculpaci6n o no, de declarar sobre la causa, y siempre, también antes del interrogatorio, de consultar a un defensor por él elegido •.• " § 243.4.1 stpo "A continuaci6n será advertido el acusado de que es libre de pronunciarse sobre la acusaci6n, o de no declarar sobre la causa •.• " La traducci6n de los preceptos de la stpo es de GOMEZ COLOMER J. L. El proceso penal alemán ••• , op. cit., pp. 264-434. 342 BGHSt 25 325, 331. 181

lfiaki Es arza Leibar

procedimental no perseguible o sancionable, es decir a efectos procesa l es intrascendente~3 .

d

Derecho a Un Pr .

OCeso rápidO/"Speedy trial" _ IIKonZentrationslllaXilllell

pesar de la relación causa-efecto entre la excesi Va ~ del pleito y la , '6 d 1 duracion consiguiente dism1nuc1 n e as A

posibilidades de mantener una correcta defensa por parte del sujeto pasivo del mismo y Por tanto siendo patente la necesidad de sustraer la duración del Pl"oceso de los intel"eses pal"tid1stas, por razones de economla procesal pero también de justicia, nos encontramos con que no existe dentro del del"echo alemán otro mandato expreso de agilización del proceso que el l"ecogido en el art. 6. 1 CEDH. Sin embargO la Stpo contiene algunas disposiciones cuyo contenido, aunque no de forma eXpresa, contempla la cuesti6n que nos ocupa. A dicho COnjunto de normas es al que la doctrina refiere C011\o "" . '344 alemana se ~onzentrabonsmax1me" •

170~n~7~. ~HSt ~egún CU~l

343 BGHSt 22, 25, 325, 331. BGHSt 31, 395. Sin embargo existe alg la JUrlSprudencia reciente BGHst 38, 214, 231, (27.02.1992) r no será Posible el apl"OVechamiento de las declaraC:'0nest eallzadas Por el imputado en el primer interrogatono an e la POlic1a, si previamente no ha sido cuerpo. instruido sobre sus derechos por los fUncionarios de dicho

stPo.S~~~e co~ s~pera \l~ Se~~encia,

344 § 228 la susPensi6n o interrupción de la vista principal, deC1Sl cr·?e. corresponde al Tribunal y que será aplicada un l ' .erlo restrictivo. S 229 Stpo Sobre la duraci6n máxlma de a lnterrupci6n o la reiniciación de la vista principal si ,!e el Plazo preVisto para la misma. S 268.3.1 u Stpo Publicac16n Plazo máximo y de no respetarse el plazo para la P1 2 lcaClon, deberá Volverse a iniciar la vista StPo principal. e Plazo de la ejecutoria. Cabe resaltar la preocupaclón q n Alemania, como en otros muchos lugares,

S.275·u~

182

El principio del proceso debido En general cabe afirmar que la excesiva duración del proceso no

supone,

a

decir

de

la

más

jurisprudencia~5,

amplia

un

impedimento procesal para la continuación del mismo. sin embargo existen opiniones en el sentido de que los retrasos, al menos aquellos

imputables

a

las

autoridades

encargadas

de

1&

persecución penal (MF y polic1a), deber1an poder ser controlados asignándoseles consecuencias relevantes para el es precisamente a

proceso~,

pues

aquellas autoridades a quienes corresponde

vigilar por el escrupuloso cumplimiento de los derechos del acusado. sin embargo hay casos en los que el excesivo alargamiento del

proceso

perjudica

de

manera

especialmente

intensa

los

derechos del sujeto pasivo del proceso, para estos supuestos la jurisprudencia permite la adopción de medidas de mitigación que compensen

de

alguna

manera

la

lesión

descrita~7.

Puede

as1

permitirse una reducción de la responsabilidad penal del acusado

despierta la saturación de los órganos encargados de ejercitar la función jurisdiccional que es una de las principales causas de excesiva y anormal duración de los procesos, por ello se ha elaborado una ley para la descongestión de la administración de justicia "Gesetz zur Entlastung der Rechtpflege" de 11 de enero de 1993, (BGB1. I, 50) que afecta principalmente a los procesos penales y civiles. 345 BGHSt 21, 81. BGHSt 24, 239. BGHST 27, 274. BGHSt 35, 137. 346 BVerfG NStZ 1984, 128. BVerfG NJW 84, 967. BGH NStZ 82, 291. OLG Stuttgart, JZ 1974, 268. SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die ~trafprozeBordnung ••• , op. cit. Einl. Kap. 12, Rdn. 92, p. 264. 347 BGHSt 35 137, 141. 183

Iñaki Esparza Leibar (§

46.2

StGB)

o

la

desaparición

determinada persecución penal (§ 153

del

interés

público

en

StPO)~8.

e. Medios de prueba - Prueba ilícitamente obtenida/ "Beweismethoden - Gesetzeswidrig erhobene Beweise Ol

La argumentación empleada para hacer frente a los medios probatorios que surgen paralelamente al desarrollo general, y que lógicamente no contempla la stpo en su redacción original e eon más de un siglo de antigüedad, es la siguiente: Dado que según la GG cualquier restricción de las libertades fundamentales precisa de una base legal

(art. 19.1 GG349 )

,

entonces también

cualquier restricción en los derechos fundamentales que provenga de la necesidad de obtener y asegurar la prueba para el proceso, de acuerdo con las nuevas posibilidades, precisará de un apoyo legal expreso.

De esta manera el legislador viene regulando

progresivamente en la stpo nuevas posibilidades tendentes a la incorporación al proceso de fuentes de prueba (v. gr.

§ 81

stPO)

sobre el internamiento para dictaminar sobre el estado psíquico del inculpado o sobre la investigación corporal que permite las extracciones de sangre " •.. para la constatación de los hechos que

348 BGH NStZ 1990, 94. 349 Art. 19.1 GG "Cuando de acuerdo con la presente Ley Fundamental un derecho fundamental pueda ser restringido por ley o en virtud de una ley, ésta deberá tener carácter general y no Ser limitada al caso individual". 184

El principio del proceso debido fueran de importancia para el proceso u3SO , o el S 100 a Sobre el control de las telecomunicaciones) 351 A la vista de las disposiciones existentes hay autores que estiman, desde una interpretación restrictiva, que no existen bases legales suficientes para permitir la lesión de los derechos fundamentales que la intercepción electrónica o la investigación genética suponen3S2 • Existen

también,

vid.

S

136.a

stpo,

determinadas

prohibiciones respecto al uso de medios para la obtenci6n de pruebas ya que menoscaban directamente la libertad de decisión

y de

actuación del

inculpado.

Así

la

hipnosis,

el

llamado

detector de mentiras o el empleo de narcóticos3s3 • Por legales

lo que afecta al control del respeto a en

la

búsqueda

y

obtención

de

pruebas

las reglas tanto

por

funcionarios de policía como por miembros del MF, existen dos posibilidades complementarias:

350 BGHSt 11, 213, 214. BGHSt 24, 125, 129. stpo § 81 a. 351 BGH NJW 76, 1462. 352 No existe un desarrollo sistemático preponderante sobre la prohibición de la prueba, lo que provoca la existencia de discrepancias doctrinales y jurisprudenciales al respecto, GOSSEL K. H. Strafverfahrensrecht, T. 11, op. cit. pp. 94 Y ss. GOSSEL K. H. Gedachtnisschrift für Karlheinz Meyer, 1990, p. 121. 353 Con respecto al detector de mentiras, KLEINKNECHT/MEYER strafprozeBordnung, op. cit. § 136.a Rdn. 24. SCHWABE J. Rechtsprobleme des Lügendetektors, NJW 1979, 576. SCHWABE J. Der ~ügendetektor vor dem Bundesverfassungsgericht, NJW 1982, 367. BVerfG NStZ 1981, 446. BVerfGE 49, 89, 141. BGHSt 5, 535. Y en relación con la hipnósis, SCHLÜCHTER E. Das Strafverfahren, Rdn. 91, 1983. Respecto al detector de mentiras no existe obstáculo a que el interrogatorio se practique mediante su empleo siempre que lo acepte voluntariamente el inculpado, BVerfGE 49, 286, 298. 185

Iñaki Esparza Leibar a). Control inmediato de la legalidad de las investigaciones realizadas a cargo de los Tribunales, que autorizarán o no su práctica

(v. gr.

SS stpo 100.b.1, respecto al control de las

telecomunicaciones, 6 105.1, respecto a los registros).

b). Control mediato a través de la prohibici6n de plantear ante los Tribunales pruebas ilegalmente obtenidas, que deberán ser rechazadas (vid. S 136.a.3 stpo, en referencia a los métodos de interrogatorio prohibidos)3~.

f. Derecho a guardar silencio - Derecho a no declarar contra si mismo/"schweigerecht" - "Nemo tenetur se ipsum accusare"

El principio según el que nadie está obligado a declarar contra si mismo, puede deducirse de la obligaci6n constitucional de protección de la dignidad humana, arto 1 GG. La

finalidad

de

dicho

principio

es

la

de

excluir

la

posibilidad de obligar al imputado a cooperar activamente en la formación

de

la

convicción

sobre

si

mismo,

y

la

forma

de

conseguirlo es mediante la prohibición de utilizar en el proceso cualquier declaración del

imputado que haya

sido conseguida

mediante la violación del principio del que nos ocupamos 3SS . El acusado puede utilizar este derecho de estime

oportuna,

no

necesariamente

deberá

la forma que

hacerlo

de

forma

354 GOSSEL K. B. Strafverfahrensrecht, op. cit., pp. 187 Y ss. 355 BVerfGE 56 37, 44. 186

El principio del proceso debido absoluta, es decir puede pronunciarse sobre todas las cuestiones que se le planteen o solamente sobre algunas de ellas. En el caso de que el acusado haga pleno uso de su derecho a

guardar

silencio,

ninguna

no

consecuencia

podrá

por

desfavorable3~.

ello

derivarse

para

él

Por el contrario puede el silencio

parcial del acusado reportarle consecuencias desfavorables, ya que la libre apreciaci6n de la prueba, Tribunal

valorar esos

§ 261

stpo, permitirla al

silencios parciales por haberse,

las

declaraciones del acusado, constituido en medio de prueba357 •

g. Derecho a la defensa/"Verteidigung"

"La participaci6n de un defensor, incluso contra los deseos del acusado,

es considerada como primordial para el interés

público: Su concurrencia determinará la efectividad del principio de igualdad de armas/ "Waffengleichheit" (Y por tanto del "fairtrial"), la transparencia del proceso, la estructura dialética en la búsqueda de la verdad, y la autolimitaci6n y autocontrol de los poderes públicos, asimismo garantizará la atenci6n a los intereses individuales del imputado,,358. El derecho a la elecci6n del defensor está recogido en el § 137.1

stpo, que permite la elecci6n de un defensor para cada

356 BGHSt 25 365, 368. 357 HANACK E. W. en LOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnung .•. , op. cit. § 136 Rdn. 27, pp. 363, 364. En general sobre esta materia, ROGALL K. Der Beschuldigte als Beweismittel gegen sich selbst, Berlin 1977. BGHSt 20 298, 299. 358 BESS CH. Die Zulassigkeit aufgedrangter Fürsorge gegenüber ~m Beschuldigten im StrafprozeB, Frankfurt am Main 1989, p. 6. 187

Iñaki Esparza Leibar fase

procesal,

con un máximo de

tres,

y

con

la

limi tación

recogida en el S 146 stpo sobre la inadmisibilidad de un defensor común

para

varios

inculpados 359 •

La

defensa

únicamente en los supuestos recogidos en el

será

S 140,

necesaria

stPO~.

A través del S 147 stpo, se autoriza al defensor al ~Jtámen

de la causa, en principio, a todo lo largo del proceso~l. En los casos en los que exista la sospecha suficientemente fundada

de

que

el

defensor

ha

incurrido

en

alguno

de

los

supuestos de los SS 138.a o 138.b stPo~2, podrá el mismo ser excluido del proceso de que se trate; Exclusión que podrá ser

359 BVerfGE 39, 156, 165. BVerfGE 45, 354, 358. NStZ 1982, 294. 360 Es especialmente llamativo que en la lista de supuestos, S 140 stpo, en los que será la defensa necesaria, no figure expresamente el de falta de recursos económicos del imputado, si bien el n Q 2 del párrafo 82 de dicho S 140 stpo, permite al presidente cierto margen, en base a supuestos genéricos que la jurisprudencia va perfilando, para el nombramiento de defensor. v. gr. para el caso concreto de falta de recursos económicos que permitan costear un defensor de elección surge, como exigencia del "faires Verfahren", el derecho al nombramiento de un defensor por parte del Tribunal, también en casos especialmente complejos para la casación, BVerfGE 46, 202, 213. Vid. BVerfGE 9, 35, 38. BVerfGE 39, 238. BGHSt 15, 306. En general vid. SCHMIDT H. Die Pflichtverteidigunq, München 1967. BAHN K. Die notwendige verteidigung im StrafprozeB. Schriften zum ProzeBrecht, Berlin 1975. 361 LÜDERSSEN K. en LOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnung ••. , op. cit. S 147 Rdn. 119, p. 272. BGHSt 30 131, 139. BVerfGE 63 45, 59. 362 La última redacción de ambos parágrafos corresponde a la Ley de 14 de abril de 1978 (BGBl I, S 497). DÜNNEBIER H. AusschlieBung des verteidigers und Beschrankung der Verteidigung, NJW 1976. BVerfGE 9, 124, 132. BVerfGE 31, 306, 308. BVerfGE 38, 105, 118. BVerfGE 39, 156, 168. 188

El principio del proceso debido revocada

tan

pronto

como

se

cumpla

alguno

los

supuestos

contemplados en el S 138. a. 3 Stpo363. "Se permitirá al inculpado la comunicación escrita y oral con

su

defensor,

incluso

cuando

no

se

encontrara

libre".

Establece como norma general el S 148.1 stpo, pero a continuaci6n y para determinados supuestos considerados especialmente graves

el n g 2 del mismo parágrafo autoriza el control judicial de dichas comunicaciones. Respecto a los interrogatorios judiciales, tanto el imputado como su defensor tienen el derecho a estar presentes en el interrogatorio de testigos o peritos, SS 168.c.2 y 247 stpo, as! como también tienen derecho a que se les comuniquen previamente las fechas de los interrogatorios, salvo que con ello hicieran peligar el éxito de la investigaci6n, S

168.c.5~.

Dentro del proceso puede el acusado desempeñar un papel activo

en

su propia defensa

Una de

"Rechtsstaatsprinzip"en su vertiente

las

finalidades

jurisdiccional,

que

del se

manifiesta con especial intensidad en el apartado relativo al derecho a la defensa del que nos ocupamos, consiste en garantizar un ámbito de autonomía que permita al acusado no ser un mero objeto del proceso. Se pretende lograr un equilibrio entre dicha

363 En general sobre la exclusión, vid., GOHEZ COLOHER J. L. La exclusi6n del abogado defensor de elecci6n en el proceso penal, Barcelona 1988, pp. 21-51, Y en particular sobre la revocaci6n, Pp. 47-49. 364 Los mismos derechos les asistirán cuando el interrogatorio Se lleve a cabo por medio de Juez comisionado o requerido de auxilio, SS 223 Y 224 stPO. En el caso del S 247 stpo, desalojo del acusado durante los interrogatorios, se deberá comunicar al mismo la declaración realizada en su ausencia. BGHSt 1, 346. 189

Iñaki Esparza Leibar autonom1a y una genérica obligación de asistencia de los poderes püblicos que se manifiesta a través de medidas protectoras "Waffengleichheit", "Fürsorgepflicht" - irrenunciables para el acusado. Alcanzado el mencionado equilibrio dentro del proceso, tendrá el acusado los instrumentos que le permitan influir en el devenir y en el resultado final del As1

por

ejemplo

tendrá

mismo~.

derecho,

él

o

su

defensor,

a

preguntar a testigos y peritos, siempre y cuando sea autorizado para ello por el Presidente,

S

240.2 stPO~.

Existe también la posibilidad para el defensor de realizar, junto con el MF, un interrogatorio cruzado con los testigos y peritos presentados por el acusado y con aquellos presentados por el MF, S 239.1 stPO. Finalmente

podrá

el

acusado

declarar

después

del

interrogatorio de cada uno de los testigos, peritos o coacusados, asi como después de la lectura de cada uno de los escritos, y dispondrá del derecho a pronunciar la ültima palabra, aunque el defensor hubiera hablado ya por él,

SS

incluso

257.1 Y 258.2

Y 3, StP0367 • Cabe hacer en este punto una referencia a la cuestión del delator

o

gente

de

confianza,

"V-Mann"

o

"V-Leute",

cuya

identidad podrá excepcionalmente mantenerse en secreto a lo largo del proceso siempre que concurran circunstancias de especial 365 BVerfGE 9, 89, 95. BVerfGE 26, 66, 71. BVerfGE 46, 202, 210. BVerfGE 63, 380, 390. BVerfGE 65, 171, 174. HESS CH. Die ~Ulassigkeit ... , op. cit., Einl. 366 BGHSt 9, 363. BGHSt 16, 67. BGHSt 7, 281. BGHSt 8, 155. 367 BGHSt 3, 368. BGHSt 9, 77. 190

El principio del proceso debido gravedad que así lo aconsejen, v. gr. riesgo para la vida del testigo368 •

h. Derecho a un intérprete gratuito/"Anspruch auf ein Unentgeltlich Dolmetscher"

Según el arto 6.lll.e CEDH~, el imputado extranjero - que tiene los mismos derechos procesales fundamentales o lo que es lo mismo el mismo derecho a un "fair trial" (proceso con todas las

garantías)

desconozca

la

que

un

lengua

imputado de

alemán370

trabajo

del

-

siempre

Tribunal

o

y

no

cuando pueda

expresarse en aquélla, en el caso de un proceso ante la justicia, tendrá derecho a la asistencia gratuita de un intérprete371 •

368 BGHSt 33, 83, 88. En general sobre esta cuestión, TIEDEMANN/SIEBER Die Verwertung des Wissens ven V - Leuten im Strafverfahren. Analyse und Konseguenzen der Entscheidung des GroBen Senats des BGH (Beschl. v. 17.10.1983 - GSst 1/83 = NJW 1984, 247 Y ss.) NJW 1984, pp. 753 Y ss. 369 Art. 6.lll. "Jeder Angeklagte hat mindestens die folgenden Rechte:" e) "Die unentgeltliche Beziehung eines Dolmetschers zu verlangen, wenn er die Verhandlungssprache des Gerichtts nicht versteht oder sich nicht darin ausdrücken kann". "Todo acusado tiene, como mínimo, los siguientes derechos: e) a ser asistido gratuitamente de un intérprete, si no comprende o no habla la lengua empleada en la AUdiencia", La traducción española se recoge en RAMOS HENDEZ F. Código procesal civil internacional, op. cit., pp. 189-191. 370 BVerfGE 40, 95. 371 EGMR NJW 1985, 1273. EuKomMR NJW 78, 477. C. Strafverfahrensrecht, op. cit., p. 96 j). 191

S

185 GVG. ROXIN

Iñaki Esparza Leibar B. El principio del deber de asistencial " FUrsorgepflicht372 "

1. Introducci6n

En la misma idea en la que descansa el principio de igualdad de armas,

es decir

la constataci6n del mayor peso de

los

instrumentos de los que se sirve el Estado para la persecuci6n penal frente a aquellos que el sujeto pasivo de la misma dispone para su defensa, y con el prop6sito de atenuar el exceso de fuerza de la posici6n del Estado en el proceso penal - que recordemos no es un proceso de partes en el caso alemán - , aparece el principio del deber de asistencia ("Fürsorgepflicht", en lo sucesivo FP) como modulador de las relaciones entre los sujetos procesales públicos (OOJJ, MF, funcionarios judiciales, funcionarios policiales), y los sujetos procesales que no tienen 372 Ya a finales del siglo pasado encontramos en la doctrina alemana una inequlvoca referencia al FP, "Junto al derecho de las partes aparece la obligaci6n del Tribunal de preocuparse de la aplicaci6n de los principios procesales en cada proceso." GLASER J. Handbuch des Strafprozesses, T. 11, Leipzig 1885, p. 504. si bien no es hasta tiempos más recientes cuando tras un mayor desarrollo tanto doctrinal como jurisprudencial puede afirmarse que el principio del "Fürsorgepflicht" se deriva, o mejor es una concreci6n del principio del "fair trial" (junto con el principio de la igualdad de armas/"Waffengleichheit, el principio "in dubio pro reo" y el derecho a la defensa a lo largo de todo el proceso) qUe a su vez es un componente esencial del principio del estado ~e derecho de los arts. 1.1.1 Y 28 GG, en su vertiente Jurisdiccional, vid. GOSSEL K. B. strafverfahrensrecht, T. 11, op. cit., pp. 61 Y 62. Sobre su naturaleza jurldica como Principio general procesal, SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG pie ~trafprozeBordnung ••• , op. cit. Einleitung Kap. 6, Rdn. 26. El significado de la palabra "Fürsorge" en lengua alemana serla "la a~uda/asistencia que alguien necesita" ("die jemand umsorgende ¡hlfe"), AKADEHIE DER WISSENSCHAFTEN, Worterbuch der deutschen ~enwartssprache.

192

El principio del proceso debido tal carácter y para los que sería impensable establecer una obligación de conocer las normas procesales y de atenerse a ellas. Especialmente se hace referencia al imputado/acusado373. Originariamente el FP actúa una vez que el proceso,

en

abstracto, para el que se han establecido determinadas garantías como

las

que

integran el

principio que

ya

conocemos de

la

igualdad de armas, pasa a ser un proceso real entre partes con sustantividad propia. Su función, habilitar

los

canales

que

llegados a este punto, es la

permitan

la

mayor

fluidez

en

la

información que a su vez será determinante a la hora de preparar la defensa del sujeto pasivo del proceso, y su actividad a todo 10 largo del mismo de la forma que más favorezca a sus intereses. Se pretende en definitiva mediante el FP ayudar a los sujetos procesales que 10 precisen, especialmente a la parte más débil, de tal manera que sean perfectamente conscientes de su situación procesal, sus derechos, sus posibilidades, las consecuencias que para ellas se pueden derivar del proceso.

El FP actuará con

especial intensidad en los casos en los que el acusado se sitúe en una posición de duda o desconocimiento con alcance procesal

373 VON LOBBECKE B. Fürsorgepflicht im StrafprozeB?, GA 1973, p. 200. KUMLEHN R. Die gerichtliche Fürsorgepflicht im Strafverfahren. Darstellung der nicht normierten ProzeBpflichten inbesondere des Strafrichters gegenüber den Angeklagten, Gottingen 1976. PLOTZ W. Die gerichtliche Fürsorgepflicht im Strafverfahren, Lübeck 1980. HEGMANN J. Fürsorgepflicht gegenüber dem Beschuldigten im Ermittlungsverfahren, Bochum 1981. KÜBLWEIN Qie prozessuale Fürsorgepflicht im Strafverfahren, 1985. SCHAFER l. en LOWE/ROSBHBERG Die strafprozeBordnung ••• , op. cit. Einleitung, Kap. 6, Rdn 23. KLEINKNECHT/KEYER gtrafprozeBordnung ••• , op. cit. Einleitung, nr. 155 y ss. ROXIN c. Strafverfahrensrecht, op. cit. S 43 DV, pp. 32 Y ss. HESS CH. Qie ZUlassigkeit ••• , op. cit., pp. 51 Y ss. 193

Iñaki Esparza Leibar práctic0374 •

Con respecto a los demás sujetos procesales el FP

tiende a garantizar el correcto desarrollo del proceso en todas sus fases. Podrlamos, siguiendo a la jurisprudencia, distinguir entre un

FP

entendido

fundamental estr icto,

y

en sentido

amplio,

universa1 37s ,

y

un

como principio FP

entendido

en relación con casos concretos,

procesal

en

sentido

como un auténtico

derecho subjetivo del acusado, fuente de derechos y obligaciones para los sujetos del proceso y cuya lesión abrirá la posibilidad del recurso de casación (S 337 stPO) o provocará la ineficacia ("Unwirksamkei t" ) del proces0376 • La obligación de asistencia no corresponde unicamente al OJ, si bien le es propia la parte más extensa e inportante de la misma,

asi alcanza también a

los miembros del MF en cuanto

curadores del derecho en la medida en que resulte compatible con su tarea,

alcanza

también

a

los

funcionarios

de

policia

e

FP y

su

igualmente a los funcionarios del Juzgad03TI • No

es

delimitación

sencilla la clasificación dogmática del respecto

a

otros

principios

e

instituciones

fundamentales del proceso penal (v. gr. la defensa necesaria, el 374 BGHst, NJW 1951, 83. BGHSt, MOR 1973, 388. HansOLG Hamburg JR 1956, 28. 375 OLG Oüsseldorf GA 1958, 54. BGH NJW 1973, 154. BayObLG NJW 1959,2273. HansOLG Hamburg MDR 1964, 524. 376 HansOLG Hamburg NJW 1967, 1577. OLG Celle NJW 1961, 1319. OLG Celle NJW 1974, 1258. OLG Koln NJW 1970, 720. PLOTZ W. Die aerichtliche •.. , op. cit. p. 69. 377 LG Aachen, NJW 1961, 86. KLEINKNECBT T. Anm. zu LG Aachen. v. 11.6.1960, NJW 1961, pp. 86 Y ss.KOBLHAAS K. ~rsonlichkeitsschutz im Strafverfahren, ZRP 1972, pp. 52 Y ss.

JL..

194

1,

11

I

El principio del proceso debido principio de inmediaci6n, el principio de celeridad, incluso con el principio de la igualdad de armas/ "Waffengleichheit,,378), si bien la mayor parte de la doctrina consigue, desligándolo del principio del "faires Verfahren" del que depende TI9 , un

significado

adelantado,

independiente

en

el

sentido

que

dotarlo de ya

cuyo desarrollo corresponderá en todo caso I

hemo§ como

viene siendo habitual en el tema del que nos estamos ocupando, a la doctrina y más especificamente a la jurisprudencia3w • Todo ello supone la inexistencia de un concepto propiamente dicho o de una normativizaci6n precisa al respecto. aunque

en

progresivo

retroceso,

no

Dicha situaci6n,

contribuye

a

alejar

la

sensaci6n de imprecisi6n sobre el contenido y los limites del FP. Aunque es precisamente esa falta de normativizaci6n precisa la que permite una constante redefinici6n del FP por la doctrina y

378 ULSENHEIKER K. Zur Rege1ung des Verteidigeraussch1usses in SS 138 a-d, 146 n. F. stpo, GA 1975, pp. 109 Y ss. SANDERHANN A. "Waffeng1eichheit" in strafprozeB .•• , op. cit., pp. 165 Y ss. 379 Es impensable el desarrollo del FP fuera de un proceso presidido por el principio del "Faires Verfahren". OLG SaarbrUcken VRS, T 25, p. 66. 380 ROXIN C. strafverfahrensrecht, op. cit. Ein1. § 2 B, pp. 11 Y 12. PLOTZ W. Die gericht1iche FP •.• , op. cit., pp. 49 Y ss. Y 333. MAIWALD K. Zur gericht1ichen FUrsorgepflicht im StrafprozeB und ihren Grenzen, en Festschrift fUr Richard Lange zuro 70. Geburtstag, Ber1in y New York 1976, p. 764. La primera referencia al FP por parte de la jurisprudencia la hallamos en la Sentencia de 17.08.1955 del HansOLG Hamburg, NJW 1955, 1938, en uno de cuyos fundamentos se hace referencia a la lesi6n que supone la supresi6n de la asistencia debida por el Tribunal hacia el acusado. 195

Iñaki Esparza Leibar la jurisprudencia, y la consiguiente adaptación y renovaci6n del principio del "fair trial,,381. A la meta final expuesta de igualar en la práctica las posibilidades y medios de la parte acusadora con respecto a la parte acusada sirve como objetivo parcial, y ello nos

permitir~

adentrarnos en lo que el FP supone, la pretensi6n de reducir las inevitables

y

perjudiciales

consecuencias

que

se

derivan

necesariamente de la intervención pública en la esfera privada de los derechos del sujeto pasivo y de otros participantes en el proceso, para lo cual la normalidad en el desarrollo del mismo 10 que implica entre otras cosas celeridad y objetividad, es una de las metas que con el FP se pretende alcanzar. Esta inicial aproximaci6n al FP nos permite percibir que el principio está presente en todas las fases del proceso, desde la investigación previa a la fase preliminar, hasta el recurso de casación (que como veremos cabe por la lesión del FP). Podemos también deducir que los sujetos implicados en el FP son desde luego todos aquellos participantes en el proces0382 , pero es que

381 PLOTZ W. Die gerichtliche FP... op. cit., p. 339. La constante incidencia de la jurisprudencia sobre el concepto "FUrsorge"/ asistencia, ha llevado en los últimos tiempos a la necesidad de distinguir un concepto nuevo "Vorsorge"/ previsi6n que si bien tiene relación con la asistencia, pues se desgaja de la misma, hace referencia a una función más general COn respecto - en principio - al proceso penal, la función de previsión. BGHSt 25, 325, 330.

382 La estructura del proceso penal no se acomoda a un FP simple entre el Tribunal y el acusado en favor de éste, sino que las relaciones son múltiples e interdependientes, afectando a una Pluralidad de sujetos, en beneficio del conjunto del proceso. Vid. SAX w. en KLBIBKNECBT/XÜLLBR/RBITBERGER Loseblattkommentar ~r StrafprozeBordnung, Darmstadt 1980, Einl. 13 y S 244.3. 196

El principio del proceso debido además sujetos ajenos al mismo pueden estar obligados por el deber

de

asistencia,

dada

la

multiplicidad

variedad

y

de

relaciones que preside383 • Debemos

también

tener

presente

que

la

redefinici6n

adaptaci6n a la realidad del contenido del FP es constante

y

sob~e

todo por la jurisprudencia, a lo que añadiremos que la tendencia del legislador contemporáneo es la de desarrollar el ámbito de la

obligaci6n

de

asistencia3M ,

de

todo

lo

cual

podemos

fácilmente concluir que si bien la aprehensi6n del concepto no reviste especial dificultad, no ocurre lo mismo a la hora de fijar sus exactos alcance y limites, y ello no s610 por lo vasto sino además por lo variable del contenido del principio del FP.

2.

Deber

de

asistencia

procesal

de

los

Tribunales/"Gerichtliche-Prozessuale Fürsorgepflicht"

El anclaje constitucional del FP se obtiene a través de los arts. 19.4 Y 103.1 GG, que consagran el derecho de acceso a los Tribunales, precisamente expedito el acceso actuará el FP como

383 Es el caso del S 161 stpo, donde y para llevar a término el procedimiento de averiguaci6n, el MF podrá exigir informaci6n de todas las autoridades públicas, las cuales - aún no siendo sujetos realacionados, a veces en absoluto, con el proceso u: .• quedarán obligadas a atender la petici6n o solicitud de la F1Scalia". 3~4 SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die StrafprozeBordnung ••• , op.

Clt. Einleitung, Kap. 6, Rdn. 26. 197

Iñaki Esparza Leibar principio ordenador dominante con la finalidad de conseguir una efectiva protección de los derechos 385 • Aunque existen diferencias en cuanto a la denominaci6n del insti tuto contenido, sujetos

del al

sobre

que nos menos

en

los que

ocupamos 386 , lo

la

posici6n

fundamental

-

en

sujetos

la asistencia recae,

cuanto al obligad(jl~D

finalidad de

la

asistencia, es la de acuerdo practicamente unánime; Así, estarán obligados a prestar la asistencia, cada uno en su respectivo ámbito de actuación,

todas

las autoridades encargadas de la

persecución penal, OJ, MF, policía judicial y los funcionarios de la oficina judicial - también entre ellos387

-.

En cuanto al

defensor, no está obligado a la asistencia en el proceso penal. Finalmente, hay autores que entienden que los peritos en tanto desarrollan una función de auxilio en la dirección del proceso,

385 Art. 19.4 GG "Toda persona cuyos derechos sean vulnerados por el poder público, podrá recurrir a la vía jUdicial. tt Art. 103.1 GG "Todos tienen el derecho de ser oídos legalmente ante los Tribunales." PLOTZ W. Die gerichtliche FP •.. , op. cit., p. 333. 386

"Prozessuale

Fürsorgepflicht"

(FP

procesal)

I

KLElNKNECHT/MEYER StrafprozeBordnung, op. cit. Einl. Rdn. 155 y ss. KÜHLWElN H. P. Prozessuale Fürsorgepflicht, op. cit. otros autores emplean la expresi6n "Gerichtliche Fürsorgepflicht"(FP de los Tribunales), PLOTZ W. Die gerichtliche FP ••• op. cit. MAlWALDM. Zur gerichtlichen Fürsorgepflicht .•. , op. cit. pp. 745 Y ss. GOSSEL K. H. Strafverfahrensrecht, T. 11, op. cit. p. 61. En alguna ocasión también "Richterliche Fürsorgepflicht" (FP de los Jueces), PLOTZ W. Die gerichtliche FP •.. op. cit., p. 31. 387 En el caso de los funcionarios, existe un deber general de asistencia a los ciudadanos como consecuencia del Estado de Derecho, que tien~ un reflejo procesal a través del FP. KRIEGER l. Das Recht des Bürgers auf die behordliche Auskunft, en fu::hriften zum offentlichen Recht, T 18, Berlin 1971, pp. 50 Y ss. BEYER Die Rechtsprechung des Reichgerichts und des ·~~·~~~~~illU~~~~~Yru~~Udilll~~~~~~~~~~~~, OVBl 198

r El principio del proceso debido podrían

potencialmente

también

estar

obligados

a

la

prestaci6n de asistencia388 . En cuanto a los sujetos sobre los que la asistencia recae, no se

limita al acusado que,

defensor,

sino

que

abarca

efectivamente dispone de un

circunstancialmente carece de también

defenso~89,

a

aquél

acusado

qu~

sea este de elección

Q

de oficio. También recaerá la asistencia sobre acusados a los que se considere doctos en derecho ya que no existe la presunci6n de que efectivamente conozcan los derechos que en un proceso les corresponden390 • Los demás sujetos participantes en el proceso sobre los que recae el deber de asistencia son los testigos, el actor privado y el actor accesorio.

Por lo que a las finalidades que corresponden al FP se refiere, las cuales nos darán una idea más exacta de su contenido y de

su

capital

importancia

dentro del

proceso,

podríamos

inicialmente clasificarlas en tres grandes grupos de objetivos generales:

a. Instrucci6n sobre las posibilidades de actuaci6n y defensa, en especial la "Belehrungspflicht"

388 MAIWALD M. Zur qericbtlicben ••• cit. en Festscbrift ••• op. cit.

p. 747. 389 PLOTZ W. Die gerichtliche FP ••. , op. cit. p. 338. Bay NJW 59, 2274. 390 OLG Koln, NJW 1961, 933. 199

Iñaki Esparza Leibar Se pretende la potenciación de las posibilidades de defensa a través de la información, exahustiva e inequivoca de las mismas a los sujetos procesales que, sobre cualquier hecho digno de consideración hayan sido pertinentemente planteadas391 • Asi el OJ

estará

obligado a

indicar

al

acusado

las

posibilidades

juridicas de defensa de las que dispone, v. gr. S 35.a stpo, acerca de la instrucción sobre recursos, o los SS 115.3.4 Y 115. a. 3 stpo, en los casos de prisión y detención provisional una vez que el inculpado ha sido conducido ante el Juez competente. Igualmente en el caso de los SS 136.1 Y 243.4.1 stpo, instrucción previa al primer interrogatorio e instrucción del acusado durante la vista principal respectivamente. También se garantiza la presencia tanto del inculpado, como de su defensor y del MF, en el interrogatorio judicial de un testigo o perito, y para ello se les comunicarán previamente las fechas del mismo, salvo supuestos excepcionales, S 168.c stPO. También cabe reseñar que dentro del derecho a intérprete gratuito que veiamos en el capitulo anterior como integrante del principio de "Waffengleichheit", existe una manifestación del FP, en tanto en cuanto el Juez puede, si lo estima necesario, modular la mayor o menor inclusión

extensión de de

la traducción del

declaraciones

y

acta u

explicaciones

en

ordenar el

la

idioma

extranjero, en función de criterios subjetivos, S 185 GVG. 391 Vid. S 139 ZPO, para el proceso

C1V1.

BGH 6, 282, 284. BGH

MDR 72, 925. La ilustración o información debe proporcionarse de forma equilibrada y adecuada a cada situación para evitar un exceso "überschieBenden Aufklarung" I que podria causar confusión, BayObLG NJW 1959, 2273. Sobre la preparación de una correcta defensa para el acusado como elemento integrante del concepto de FP, OLG Hamburg MOR 1964, 524. BGH NJW 1963, 1114. 200

El principio del proceso debido En definitiva la obligación de asistencia se impone al Tribunal

para

todas

aquellas

situaciones

de

las

que

pueda

derivarse algún efecto favorable para el acusado u otros sujetos procesales

interesados3~.

La lesión de la citada obligación de

instrucción y facilitación de la defensa al acusado, elemento necesario del "fair trial" - también imprescindible a lo largo del procedimiento preliminar - abrirá la posibilidad de recurso incluido el de casación - 393, pudiendo producirse la ineficacia del proceso, ya que aunque los errores de la voluntad no pueden de ordinario causarla se produce una excepción cuando 'el error haya sido provocado por una lesión del FP, v.

gr.

casos de

renuncia a recursos como consecuencia del incumplimiento del

El FP faculta al OJ, SS 228, 229, 265.4 stpo, a decretar la suspensión o interrupción de la vista principal y a establecer la duración de la misma dentro de los limites que la ley permite. Los supuestos en los que ello será preciso harán referencia en general a todas

aquellas situaciones en las que se produzca

392 MAIWALD K. Zur gerichtlichen FP •.. , op. cit., p. 745. 393 DENCRER F. Willensfeh1er bei Rechtsmitte1verzicht und Rechtsmittelzurücknahme im StrafprozeB, MOR 75, 371, 1972. GOSSEL K. R. Strafverfahrensrecht op. cit., pp. 161 Y 189. vid. S 338 stpo, sobre los motivos de Casación absolutos, n 2 8, "Cuando la defensa hubiera sido limitada inadmisiblemente por auto del Tribunal, en un punto esencial para la resolución". 394 ROCR R. J. Prob1eme des Rechtsmittelverzichts, JR 1964, pp. 255 Y ss. JOACRIK R. Oie Berücksichtigung von Willensmangeln bei

n1chtrichterlichen ProzeBhand1ungen im StrafprozeB, Erlangen NUrnberg, 1970. BGHSt 18, 257, 261. BGHSt 21, 38. 201

Iñaki Esparza Leibar cualquier circunstancia que afecte a la presencia del defensor en la vista principal o a la preparación de la

defensa~s.

El FP obliga al Tribunal a un aplazamiento del juicio oral cuando pretenda leg1timamente el acusado sustituir al defensor de elección que previamente ha sido rechazado como tal por el propio Tribuna 1 396 • También se ve obligado el Tribunal, como consecuencia del FP Y a fin de permitir al acusado una mejor defensa, a facilitar el interrogatorio de testigos que se hallen en el extranjero y cuyo testimonio se considere útil para la defensa, y en general el Tribunal deberá permitir - el § 245.2 stpo le obliga a ello la práctica de las pruebas propuestas por el acusado en su

395 V. gr. por enfermedad del defensor participante, OLG Düsseldorf GA 1958, 54. OLG Celle NJW 1965, 2264. Por retraso del defensor a causa de la desfavorable climatolog1a o del estado de las v1as públicas, OLG Hamm GA 1974, 346. Como consecuencia de la insuficiencia del mandato, OLG Celle NdsRpfl 1964, 234. Por la colisión o superposición en las fechas del defensor participante, OLG Hamburg MOR 1964, 524. OLG Hamburg NJW 1967, 1577. OLG Hamm NJW 1969, 943. Por la sorpresiva readmisión para la práctica de pruebas en el plazo establecido para dictar sentencia, BayObLGSt 1962, 226. OLG Saarbrücken VRS 25, 66. En el caso de asuntos especialmente complejos que precisen de más tiempo del ordinariamente asignado para su preparación, BGH NStZ, 1983 281. 396 OLG Koln, NJW 1970, 720. vid. § 145.1 stpo, sobre incomparecencia del defensor y correlativa obligación del Presidente del Tribunal de nombramiento de otro defensor para el inculpado o, alternativamente, suspensión de la vista. BGHSt 15, 306, sobre la posibilidad de nombrar por el Tribunal, un defensor necesario paralelo al de elección cuando sea previsible que con ello se evitarán problemas en el futuro desarrollo normal del proceso. También se producirá el aplazamiento o la interrupción de la vista principal en los siguientes casos: Por cambio del defensor necesario durante la vista principal, BGH VRS 26, 46. BGH NJW 1965, 2164. En los casos de excesiva brevedad del plazo para designación de un defensor necesario previamente a la vista principal, BGH NJW 1963, 1114. Por el tard10 conocimiento de la citación por el acusado, OLG Celle NJW 1961, 1319. 202

El principio del proceso debido solicitud de prueba, salvo que las mismas fueran inadmisibles, impertinentes,

interpuestas con finalidad dilatoria,

etc.

El

rechazo de una solicitud de prueba requerirá un auto del Tribunal (S 244.6 stPO). La lesión del FP en este punto crea un motivo que

permi tirá la interposición del recurso de casación397 " . Aún siendo evidente que es el acusado el principal sujeto sobre el que el FP recae, existen supuestos, como ya se anunció, en los que son otros los participantes en el proceso que precisan de la asistencia, v. gr. SS 55 Y 57 stpo, sobre instrucción por el Tribunal a los testigos sobre sus derechos y significado y alcance de sus declaraciones398 • Pero

no

es el OJ el

único

suj eto obligado a

prestar

asistencia, ni es siempre sujeto activo de la misma, en la propia stpo encontramos ejemplos en los que el FP obliga a otros sujetos procesales

diferentes

a

la

realización

actuaciones encuadrables bajo este

de

determinadas

titul03~.

397 BGHSt 22, 118. Un caso llamativo de limitación del derecho a la solicitud de prueba - se restringe a las solicitudes que presente a través de su defensor - se recoge en BGHSt 38, 111( 115, donde se produce un abuso por parte del acusado, (presenta aproximadamente 8.500 solicitudes escritas de prueba), con fines evidentemente reprobables, la limitación será aqui legitima. OLG Hamburg NJW 1955, 1938. OLG Celle MOR 1962, 236. HansOLG Bremen MDR 1959, 779. PLOTZ W. Die gerichtliche FP ••• , op. cit., pp. 46 - 47. TRAUB F. Die Behandlung übergangener, nach § 219 gestellter ~eweisantrage, NJW 1957, 1095 Y ss. NIETBAMHER B. Anmerkung zu QLG Bremen, urteil v. 6.8.1952, JZ 1953, 471 Y ss. 398 La exclusión del letrado de un testigo durante la declaración del mismo lesiona su derecho a un "faires Verfahren", BVerfGE 38, 105, 120. 39 9 ,S 320.2

stpo, FP del MF con respecto al notlficará al acusado, cuando la apelación ella, los escritos sobre interposición y apelación". S 321 stpo, FP del MF con

acusado, "La Fiscalía fuera interpuesta por justificación de la respecto al OJ, "La

203

I 11

j" 11

¡; ,i

Iñaki Esparza Leibar Como puede apreciarse a tenor de las líneas anteriores el FP consiste en gran medida, en estos supuestos de potenciación de las posibilidades de defensa, en instruir al acusado sobre sus derechos en el proceso,

"Belehrungspflicht"~.

Dentro de lo que llamamos potenciaci6n de las

posibilidade~

de defensa y además de la obligaci6n de informaci6n, existirá paralelamente otro deber del OJ para con las partes procesales consistente en la no adopción de resoluciones sorpresi vas o esencialmente

indiferentes,

incongruentes,

actividad defensiva desarrollada por las

respecto

de

la

mismas~l.

Fiscalía enviará los autos a la Fiscalía del Tribunal que conozca de la apelación. Esta entregará los autos al Presidente del Tr ibuna 1 dentro de una semana". § 163 • a . 4 stpo, FP de los funcionarios de policía con respecto al inculpado, "En el primer interrogatorio del inculpado por el funcionario de policía, se comunicará al inculpado qué hechos le son imputados. En lo restante, se aplicarán en el interrogatorio del inculpado por el funcionario de policía el § 136, sobre informaci6n de derechos al inculpado al comienzo del primer interrogatorio, y S 136.a, ambos stpo, sobre métodos de interrogatorio prohibidos. 400 vid. § 3 stpo Austriaca, 1975. PLOTZ W. Die gericht1iche FP ... , op. cit. 333, el FP se manifiesta en la stpo especialmente en la forma del "Belehrungsprinzip" /Principio de Instrucci6n. SCRORN B. Be1ehrungen und belehrende Hinweise im StrafprozeB q JR 1967, pp. 203 Y ss. SCBÜNEMANN B. Die Belehrungspf1ichten der S§ 243 IV, 136 n. F. stpo und der BGH, MOR 1969, 101 Y ss. SEELMANN K. Revision wegen des Unterlassens der Belehrung über das Recht ~ur Aussageverweigerunq, JuS 1976, 157 Y ss. GOLLWITZER W. en LOWE/ROSENBERG Die strafprozeBordnung ..• , op. cit., S 226, Rdn. 12. SCBORN B. Die Fürsorgepflicht im Strafverfahren, MDR 1966, p. 640. BAUER G. 'Die Aussage des über das Schweigerecht nicht Qelehrten Beschu1digten, Gottingen 1972, pp. 90 Y ss. 401 GOSSEL K. B. Strafverfahrensrecht, op. cit., p. 166. Vid. § 265.1 stpo, sobre modificación de los puntos de vista jurídicos. "El acusado no podrá ser condenado en base a una ley penal distinta a la citada en la acusación admitida judicialmente, sin qUe previamente se le hubiera advertido especialmente de la mOdificaci6n del punto de vista jurídico y se le hubiera dado OPortunidad para la defensa". PLOTZ W. Die gericht1iche ••. , op. cit. pp. 214 Y ss. OLG Hamburg MOR 1964, 524. BayObLGSt 1962, 226. OLG Saarbrücken VRS, T 25, pp. 66 Y ss. 204

El principio del proceso debido Es

importante señalar que toda la actividad que el OJ

desarrolla en aplicación de las prescripciones del FP, y que como estamos viendo es fundamental en el proceso, debe estar presidida por la

neutralidad~.

b. Facultades de dirección procesal, subsanaci6n de defectos procesales/"Fürsorgepflicht gegenüber dem Verfahren"

La preparaci6n del proceso previamente a su inicio y la subsanaci6n de defectos procesales y eliminación de impedimentos procesales a 10 largo del mismo, F~,

son partes integrantes del

que atienden al correcto desarrollo del proceso. Podr1amos

señalar las siguientes direcciones que el FP adopta para alcanzar el objetivo que nos

ocupa~:

A) Protecci6n de la forma. B) Garantizar un proceso según el espíritu de la stPO. C) Corrección en la direcci6n oficial, concentaci6n, aceleración.

402 BVerfGE 3, 337, 381. BVerfGE 21, 139, 145. BVerfG NJW 1976, Pp. 1391 Y ss. La stpo incluye la posibilidad de recusación del Juez, § 24, articulándola como instrumento que puesto en manos

del MF, del actor privado o del inculpado, permite reaccionar frente a la parcialidad del Juez. 403 BayobLG 65, 2. FP como activador, acelerador del proceso, BGH NJW 1975, 63. 404 PLOTZ W. Die gerichtliche FP ••• , op. cit., pp. 94 Y ss. 205

Iñaki Esparza Leibar Los actos concretos que con respecto a las direcciones de actuación señaladas pueden ser procedentes son de naturaleza muy distinta, v. gr. asegurar la efectiva continuación del defensor necesario405 •

O,

en

determinados

casos,

la

repetición

de

un

concreto acto procesal viciado para evitar en lo posible lcr repetición de la totalidad del proceso o fase procesal, v.

g~<

§ 29.2.2 stP0406.

Otras posibilidades del FP en relación a la direcci6n del proceso,

a

garantizar su efectivo desarrollo,

son v.

gr.

el

aseguramiento de la prueba en aquellos casos en los qué a causa del

transcurso

inutilizaci6n,

del vid.

tiempo §

205

sea stpo

previsible en

el

su

supuesto

pérdida de

o

archivo

provisional del proceso, vid. S 285 stpo en los casos de procesos incoados contra ausentes. La posibilidad recogida en los

SS

251

Y ss. stpo de lectura de actas en los casos de imposibilidad o grave dificultad para la comparecencia de testigos, peritos o coincu1pados

atenderá

también

al

efectivo

desarrollo

del

proces0407 • La obligación de asistencia, en esta faceta de control del correcto desarrollo del

proceso,

se

extiende también a

los

testigos y peritos, además del acusado, respecto de los cuales

405 BGH NJW 1963, 1114. BGH NJW 1965, 2164. OLG Hamburg NJW 1966, 843.

406 KLEINKNECHT/MEYBR strafprozeBordnung, op. cit. Ein1. Rdn • •.. 1~9. SCHAFER K. en LOWE/ROSENBERG Die strafprozeBordnung .•• , op. ~>Clt:, Ein1., Kap. 10, Rdn. 25. SCDID W. Zur Hei1ung ~rlcht1icher Verfahrensfeh1er durch den Instanzrichter, JZ 1969, Pp. 757 Y ss. BayObLGSt 1965, 2.

BVerfGE 57, 250, 295. 206

El principio del proceso debido el OJ, normalmente su Presidente y el Tribunal en caso de dudas, dispondrán de facultades dirigidas a impedir la emisi6n de un testimonio de manera más o menos forzada, o al planteamiento por parte de

los

sujetos habilitados

tras

la

autorizaci6n

del

Presidente - Jueces vocales, MF, acusado, defensor y escabinos, (se excluye expresamente el interrogatorio directo de un acusado por otro coacusado) vid. S 240 stpo - de preguntas inadmisibles, vid. SS 241 Y 241 a, en general sobre las facultades de direcci6n de la vista, stpo SS

238

Y

ss.~.

Es patente que la finalidad principal, que mediante las posibilidades que este apartado del FP se alcanza, es la de mantener un desarrollo fluido del proceso que permita su rápida tramitación tal y como exige el arto celeridad y economía

6

CEDH,

en definitiva

procesal~.

c. Rehabilitación del inocente, protección de los sujetos participantes en el proceso

La rehabilitación del inocente que ha debido soportar un proceso penal previo a la dicha declaración debe ser una de las finalidades que el proceso penal debe prever y cumplir, se trata

aqui de la obligación de asistencia para con aquellas personas que resultan no culpables de los hechos que se les imputaron pero qUe

tuvieron que soportar la realizaci6n de un proceso, o la

----------------------

408 OLG Koln, MOR 77, 598. KLEINKNECBT/HEYER StrafprozeBordnung, 0p. cit., Einl. Rdn. 157. 409 BGHSt 15, 306. 207

q

Iñaki Esparza Leibar obligación de asistencia para con aquellos quienes resultaren lesionados a causa del mism0 410 • Con la finalidad antedicha comprende el FP la posibilidad de que bien el OJ bien el MF puedan ordenar, a pesar de estar ya dispuesta la sentencia y por tanto en casos excepcionales, una ulterior aclaración de la misma411 • Es también posible que un proceso penal en el que la única finalidad alcanzable sea la de establecer la no culpabilidad del acusado, dado v. gr. que sea previsible la absolución por falta de pruebas, pueda sin embargo no continuarse412 • Con carácter preventi vo y con respecto a establece el S 68.a stpo,

la exclusión,

los testigos,

salvo que ello sea

necesario, de las preguntas que sobre hechos difamantes le sean formuladas.

El

control

de

dichas

preguntas

corresponde

al

Presidente del Tribunal y supone una manifestación del FP. Finalmente

debemos

considerar

también

dentro

de

éste

apartado una suerte de protección que podemos encuadrar dentro de las facultades del OJ como garante del orden en las vistas, y que también está incluida dentro del FP.

Se trata de la

protección de los representantes del MF, los defensores u otros sujetos actuantes en el proceso, frente a los ataques o lesiones en su honor por el acusado u otras personas asistentes a la vista oral - una vez más el FP puede extenderse a personas totalmente ajenas al proceso, - vid. SS 177, 178 Y 179 GVG, medidas para el 410 GOSSEL K. H. Strafverfahrensrecht, op. cit., p. 166. 411 BGHSt 11, 273. 412 BGHSt 10, 88, 93. 208

El principio del proceso debido mantenimiento del orden durante la vista de la causa, imposición de correcciones a causa del mal comportamiento y ej ecución de las correspondientes medidas de corrección adoptadas.

v.

CONCEPTO

El instrumento fundamental del que el FP se sirve para la consecución

de

sus

objetivos,

la

correcta

preparación

y

desarrollo de la actividad procesal además de la defensa de los intereses

de

los

sujetos

participantes

en

el

proceso,

especialmente los del acusado, es el control y difusión de la información procesal, y ello a través de advertencias, consejos y aclaraciones,

además de una genérica obligación de apoyo -

siempre con el límite de la neutralidad y la objetividad por parte

de

los

asistencia,

sujetos

a

quienes

principalmente el

OJ

corresponde -

dirigidos

el a

deber

los

de

sujetos

pasivos del FP, quienes a su vez tendrán la posibilidad genérica de pedir

aclaraciones

injustificadamente recursos),

y

presentar

rechazadas

solicitudes

abrirán

la

(que

de

ser

posibilidad

de

que les permitan acceder a dicha información para

posteriormente servirse de ella de la manera que mejor atienda a sus intereses413 • La finalidad que se pretende alcanzar con la aplicación del principio

de

la

igualdad

de

armas/"Waffengleichheit"

en

el

Proceso es idéntica a la que con la aplicación del FP se intenta

----------------------

W. Die gerichtliche .•• , op. cit., pp. 334 Y 335. TIPPEN o. Die Verletzung des S 219 als Revisionsgrund, Marburg ¡9 63, pp. 88 a 91.

:13 PLOTZ

209

Iñaki Esparza Leibar lograr, ambos son elementos esenciales del principio del "fair tria1" y ambos conjuntamente aspiran a su consecución. A cada uno de los principios procesales mencionados corresponderá un ámbito especifico propio y unos instrumentos privativos, pese a 10 que, y como ya hemos visto existen zonas de contacto y solapamiento donde la ni la doctrina ni la jurisprudencia han podido - en el caso de que ello sea posible - deslindar con absoluta nitidez

lo~

limites de cada uno de dichos principios, es el caso v. gr. del derecho a la defensa. Recuperando derecho

la referencia a

anglosajón del

presente tesis doctoral, derecho

alemán,

siguiente

es

la c1aúsu1a procedente del

"Oue process

of

Law",

origen

de

la

y para situar su equivalente en el

ilustrativa

-

afirmación de VOLLKOMMER

por

10

simplificada

"El derecho

a

un

la

faires

Verfahren (proceso limpio) es en el derecho alemán la c1aúsu1a no escrita del Due process,,414.

414 VOLLKOHMER H. Oer Anspruch der Parteien .•. , op. cit. p. 219. "Das Recht auf ein faires Verfahren ist die ungeschriebene deutsche due process-K1ause1". 210

PARTE III

EL RECONOCIMIENTO DEL PRINCIPIO DEL "DUE PROCESS OF LA W" EN LA LEGISLACION y JURISPRUDENCIA ESPAÑOLAS

l. lNTRODUCClOIJ

Lo que en las páginas que siguen pretendemos es descubrir en relación a la institución llamada proceso debido/"Due process of law", cuya presencia es, a partir de la promulgación de la CE, evidente en el mundo jurldico español, todas las circunstancias que nos permi tan determinar su naturaleza,

el alcance,

los

contenidos que lo integran, el grupo normativo regulador, etc., lograr en definitiva definir un nuevo instrumento del que podamos efectivamente servirnos, de manera que nos sea posible, si cabe, incorporar la figura a los instrumentos útiles para la labor de interpretar el derecho y de proponer las soluciones más justas tanto para los problemas de nuevo planteamiento que la dinámica jurldica produce constantemente como para aquellas cuestiones cuya óptima resolución requiere de su constante reestudio, adaptación y mejora. Para lograr la finalidad anterior contamos con una serie de materiales que por el momento no han sido tratados de forma sistemática (labor que en estas páginas pretendemos abordar). Entre ellos destaca la doctrina, no sólo procesal sino también propia de otras ramas del derecho, v. gr. consti tucional 41S , que insistente aunque no siempre de forma decidida ha de V. gr. BANDRES SABCBEZ-CRUZAT J. K. Derecho Fundamental al .~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~, Pamplona 1992. El además de Magistrado del TSJ de Cataluña, es Profesor Dr. iado del Area de Derecho Constitucional de la Universidad de lona. 212

nuestro estudio, el proceso debido. Pero que por otra parte y ello es fundamental ha definido tanto las categorias juridicas como los conceptos y las instituciones de los que necesariamente deberemos servirnos para alcanzar los obj eti vos apuntados

416



Dada la amplitud que tras el enunciado proceso debido se adivina no podremos tampoco prescindir del estudio de materias no

propias

exclusivamente

del

Derecho

Procesal,

sino

que

tendremos que acudir a otras ramas del derecho como el Derecho constitucional

y

conceptos

nos

que

el

Derecho permitan

civil la

de

los

que

identificaci6n

adoptaremos

y

correcta

comprensión del proceso debid0417 •

416 V. gr. Todo lo relativo a la teoria de los principios ~e1 proceso, sistema del proceso penal español, principio acusator 7o , derechos fundamentales y garantias procesales, etc. Mater~as tratadas y desarrolladas en la práctica totalidad de los manuales de la disciplina que habitualmente se vienen cita:r:tdo, MONTERO/ORTELLS/GOKEZ/HONTON Derecho Jurisdiccional, op. c~t., tt. I, II, III. GlKENO/HORENO/ALHAGRO/CORTES Derecho proces a 1 op. cit., tt. I, II. DE LA OLIVA/FERNANDEZ Derecho procesa Civil, op. cit. GOKEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho procesai Penal, op. cit. GOHEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho proce~a Civil •.• , op. cit. GOHEZ DE LIAÑO F. Proceso Penal, op. c~t. FENECH H. El proceso Penal, op. cit. FENECH H. Derecho procesal civil •.• , op. cit. PRIETO CASTRO/GUTIERREZ DB CABIEDES Derecho Procesal Penal, op. cit. PRIETO CASTRO L. Tratado de Derecho Procesal Civil, op. cit., t. l. RAMOS MENDEZ F. Jil procesO Penal .•. , op. cit. RAMOS MENDEZ F. Derecho Procesal civil, op. cit., tt. I, II. etc.

í

417 Entre la doctrina constitucionalista, ALVAREZ CONDE E. ~ régimen politico español, Madrid 1990. DE ESTEBAN/LOPEZ G~ERRA 11 régimen constitucional español, Barcelona 1980. PEREZ LUNO ~d l. Derechos Humanos, Estado de Derecho y Constituci6n, Madr~ 1990. HERNANDEZ GIL A. El cambio politico español Y la Q9nstitución, Barcelona 1982. PECES BARBA G. Escritos sobre gerechos fundamentales, Madrid 1988. DE OTTO l. Dere~~o Q9nsti tucional. sistema de fuentes, Barcelona 1987. Tamb~en deberemos consultar con algunos de los autores civilistas m~s te levantes , v. gr. CASTAN TOBEÑAS J. Derecho civil Español, com n L foral, Madrid 1986. DIEZ-PICAZO/GULLON sistema de Derec~º ~Vil, Madrid 1990. LACRUZ/SANCHO/LONA/DELGADO Elementos e ~recho civil. Parte general del Derecho civil, Barcelona 1988. 213

Contamos

también

con

los

resultados

que

la

constante

actividad de los Tribunales en la interpretación del arto 24 CE han producido. En este sentido pretendemos analizar la totalidad de la jurisprudencia proviniente tanto del TC como del TS desde la entrada en vigor de la CE"18. Es precisamente en la jurisprudencia de los dos Tribunales mencionados donde hallamos una notable cantidad de referencias al "proceso debido", "proceso debido según ley" o "proceso justo" y

por

tanto

componen419 •

de

donde

extraeremos

los

elementos

Debemos sin embargo advertir que no

que

lo

es posible

detectar ni en la jurisprudencia del TC ni en la del TS una posición clara respecto al proceso debido, como consecuencia de ello es interesante resaltar que no se llega a producir en la jurisprudencia analizada el desligamiento del proceso debido como institución juridica aut6noma con un contenido propio y por tanto diferenciable de figuras afines, sino que las referencias al mismo vienen sin excepci6n dadas en relación a otros derechos fundamentales, garantias o principios procesales, asi podemos citar sin ánimo, por ahora, de exhaustividad algunos ejemplos de la mencionada constatación: proceso debido y prohibici6n de la indefensión420 ,

proceso debido y principio de contradicci6n o

lo que al TC respecta utilizaremos básicamente la constitucional, editada por la Secretaria General del TC a través del BOE. y la jurisprudencia del TS la estudiaremos en el Repertorio de Jurisprudencia, editado por Aranzadi. 418

Por

~urisprudencia

Sobre la identidad de conceptos como "debido proceso", "proceso legal" y "proceso justo", vid., TIJERINO PACHECO J. H. ~ebido proceso y pruebas penales, San José de Costa Rica 1993, Pp. 35-38. 419

420 STC 50/1982, de 15 de junio, F. J. 4g. 214

audiencia421 ,

proceso debido y principio acusa tor io422 , proceso

debido y derecho de defensa 423 ,

proceso debido y principio de

publicidad424 ,

y

proceso

debido

presunción

proceso debido y tutela judicial efectiva426 ,

inocencia42S ,

de

proceso debido y

motivación de las resoluciones judiciales4v • Como se aprecia a

la simple vista de lo que a modo de

ejemplo hemos transcrito, el ámbito del proceso debido excederia de los contenidos del arto 24 CE, v. gr. sobre la motivaci6n de las resoluciones judiciales arto 120.3 CE, e incluso sobrepasarla los

limites de la propia CE,

asi en el caso del principio

acusatorio que no se contempla como tal en la CE y para cuya correcta comprensi6n deberemos acudir a

la LECrim arts.

642-

644.

Debe

sin

jurisprudencia

embargo que

ser

evidente

analizamos

no

nos

que será

a

la

luz

posible

de

la

alcanzar

nuestro objetivo, determinar la naturaleza y limites del proceso debido,

de forma inmediata,

pero no es menos cierto que las

421 STC 31/1989, de 13 de febrero, F. J. 32. STS de 12 de enero de 1993 (RA 475) F. J. 32. 422 STC 53/1989, de 22 de febrero, F. J. 22. STS de 11 de marzo de 1981 (RA 1107) Considerando 32. 423 STC 74/1984, de 27 de junio, F. J. 22. STS de 7 de febrero de 1992 (RA 1108) F. J. 32. 424 STC 96/1987, de 10 de junio, F. J. 22. STS de 4 de octubre de 1986 (RA 5478) F. J. 8g. 425 STC 107/1989, de 8 de junio, F. septiembre de 1992 (RA 7167) F. J. 1 9 •

J.

22.

STS

de

16

de

426 STC 6/1992, de 16 de enero, F. J. 52. STS de 16 de abril de 1990 eRA 2761) F. J. 52. 427 STC 142/1991, de 1 de julio, F. J. 42. STS de 26 de febrero de 1990 (RA 1620) F. J. 42. 215

referencias

obtenidas

del

de

análisis

las

mencionadas

resoluciones nos servirán como elemento interpretativo de primer orden para definir sus limites; podremos además extraer de ella indicios para determinar la naturaleza de la instituci6n que no nos

será

revelada

directamente

por

la

jurisprudencia

que

manejaremos. Una vez

realizada

la tarea descrita de

jurisprudencia de cualquier referencia conscientes de

las

al

rastreo en

proceso debido

limitaciones que acabamos

la y

de mencionar,

teniendo además en cuenta que hemos procedido previamente al estudio de la misma instituci6n, naturaleza y limites, ·tanto en el sistema juridico del que procede (EEUU) como en uno de los sistemas juridicos continentales en el que se ha producido su recepción (RFA), nos vemos en la necesidad, dado que de otra manera poco supondrá nuestra investigación para avanzar en el conocimiento del proceso debido, y en la situación metodológica ideal

para

formular

una

hipótesis

verosimil

sobre

la

real

naturaleza de la institución. Se trata de ofrecer una teoria sólida en la medida que es producto de una investigación que hemos pretendido plantear y realizar correctamente, pero no dejamos de ser conscientes de que la misma no constituye una verdad absoluta o un dogma sino un mero intento de aclarar una institución que se nos ofrece confusa y dificilmente asequible, por lo tanto criticable desde cualquier

Posición igualmente fundada.

11. EL PRINCIPIO DEL DERECHO AL PROCESO DEBIDO EN LA CONSTITUCION ESPAÑOLA 216

A. Planteamiento de la cuestión

No son pacificas en el ámbito de la doctrina espafiola ni el concepto, ni la naturaleza juridica que corresponde al proceso debido, sea como derecho fundamental y por tanto reconocido y positivizado en la CE, sea como garantia de uno de aquell©15' derechos en este caso desarrollado a través de leyes

orgáni~a~

y en su extensión última por la jurisprudencia, sea como principo general constitucional o procesal428 • La propia pertenencia en exclusiva al Derecho Procesal de la materia, derechos y garantias que constituyen la esencia del proceso debido, recogidos en gran medida en el arto 24 y otros de la CE, es insostenible y desde la doctrina se sefiala la intima relación de dichas materias con el Derecho Constitucional en el se fundamentan y del que no cabe desligarlas si se quiere alcanzar su recta

comprensión4~.

No se puede asi desconocer en relación con la institución que nos ocupa la concurrencia legitima de dos ramas del derecho

428 Como derecho fundamental, BANDRES SANCHEZ-CRUZAT J. K. Derecho fundamental al proceso debido y el Tribunal Constitucional, Pamplona 1992, p. 33; Y SAINZ DE ROBLES P. C. La tutela jUdicial y'el derecho a la justicia. I la STC 93/84. 'de 16 de octubre de 1984, Rev. Tapia, Madrid, mayo - junio 1988, p. 1; La jurisprudencia tanto del TC como del TS se inclina preferentemente por dicha consideración, v. gr. STC 106/1989, de 8 de junio, F. J. 2Q. STS de 9 de febrero de 1993 (RA 952) F. J. 2g. Como garantia constitucional procesal, ALMAGRO NOSETE J. foder JUdicial y Tribunal de Garantias en la nueva Constitución en Lecturas sobre la Constitución, UNED 1978, Y Constitución y ~roceso, Barcelona 1984, pp. 104 Y ss. COUTURE E. J. Y"ocabulario ••• , op. cit., p. 199. GARRIDO FALLA F. Y otros Qgmentarios a la constitución, Madrid 1985, p. 477. Como principio general del proceso, GONZALEZ PEREZ J. El derecho a la tutela jurisdiccional, Madrid 1984, pp. 89 Y ss. 429 GUASP DELGADO J. Derecho Procesal Civil, Madrid 1961, p. 224. 217

público para las que constituye obj eto de estudio, obviamente por razones de ubicaci6n el Derecho Constitucional (y ello tendrá su reflejo en páginas posteriores), pero también por razones de incidencia y eficacia de las propias disposiciones, el Derecho procesa1 430 . La referencia constitucional esencial es el arto 24

~E

coma

plasmaci6n de uno de los aspectos, el ejercicio de la !:ll'iCiml jurisdiccional,

propios del "Estado social y democrático de

Derecho" en que se constituye España según se establece en el art. 1 CE"31. Centrándonos por el momento en el arto 24 CE se aprecia su divisi6n en dos números que tampoco han sido interpretados, en el tema que nos ocupa, de modo unánime por la doctrina.

Se

considera de forma mayoritaria que el arto 24.1 hace referencia al derecho a la jurisdicci6n (derecho de acci6n), es por tanto un derecho de acceso y no comprendido, por ser cosa distinta, en el proceso debid0432 • 430 GlHENO SENDRA V. en ALHAGRO/GlHENO/COR'l'ES/HORENO Derecho Procesal. Parte general ••• , op. cit., p. 185. 431 El arto 24 CE está situado dentro del T1tulo I y más exactamente en la Secci6n lA del cap1tulo Segundo, bajo la genérica denominaci6n "De los derechos fundamentales y de las libertades públicas". Goza por tanto de la protecci6n espec1fica que en el arto 53 CE se establece. La STS de 9 de febrero de 1993 (RA 952) F. J. 2 Q , identifica al proceso debido con el arto 24 CE Y también con las demás disposiciones de la CE de él derivadas. 432 La STC 46/1982, de 12 de julio, separa claramente ambos epígrafes calificando de "derecho" y de "garant1a previa al proceso" al contenido del número primero, y de "garantías procesales" al contenido del número segundo, obviando toda referencia al proceso debido y no ofreciendo una posibilidad de tratamiento conjunto de todo el arto 24 CE. Sin embargo no todas las resoluciones del TC realizan una separaci6n tan nítida, vid. entre otras, STC 93/1983, de 8 de noviembre o ATC 183/1983, de 27 de abril. Por contra y desde la perspectiva del proceso debido

218

;

Donde encajarla propiamente el proceso debido, en cualquiera de sus acepciones, es en el arto 24.2 que, y siempre a decir de la doctrina mayoritaria, recoge las garantlas que, ya dentro del proceso, aseguran con su cumplimiento el carácter de debido del proceso al que se apliquen. "Aunque la Constitución no impone la existencia de un proceso determinado,

el ejercicio de este¡

derecho - tutela jUdicial efectiva - sl que implica la existencia de

todo

un

consagración

conjunto de

de

una

garantlas

serie

de

que

se

derechos

traducen

en

la

fundamentales,

constitucionalizados en el artlculo 24.2. La importancia de este derecho deriva,

C01l10

nos muestra el caso norteamericano y la

entiende, a juzgar por su tratamiento, Gimeno Sendra que el proceso debido abarca indistintamente los contenidos de los dos números de que consta el art. 24 CE, vid., G:IHENO SENDRA V. Constitución V proceso, Madrid 1988, pp. 73 Y ss. A la misma conclusión llega BANDRES SANCHEZ-CRUZAT J. K. Derecho fundamental ••• , op. cit., pp. 93 Y ss. Entiende a este respecto ALVAREZ CONDE E. El régimen po1itico español, Madrid 1990, pp. 171 Y ss., que el arto 24 CE, en su conjunto, constitucionaliza el derecho a la jurisdicción, que a su vez se subdivide en el derecho a la tutela efectiva constitucionalizado en el arto 24.1 CE "Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legltimos, sin que, en ningún caso, pueda prOducirse indefensi6n.", cuyo contenido lo constituyen a) Libre acceso a los Jueces y Tribunales. b) Derecho a obtener un fallo de aquellos. c) Derecho a que el fallo se cumpla. Y por otro lado quedarla el derecho a un proceso debido constitucional izado en el arto 24.2 CE, cuya existencia se justifica por posibilitar a través de las garantias que acoge la efectividad de la tutela según se pretende en el arto 24.1 CE. FERNANDEZ ENTRALGO J. Constitución, Derecho Penal sustantivo V Derecho Procesal: Lnconstitucionalidad sobrevenida e interpretaci6n conforme a la ~onstitución, en Segundas Jornadas de Derecho Judicial. Lncidencia de la Constitución en las normas aplicables por los ~ribunales de Justicia, Madrid 1985, p. 289, en dicha ponencia se atribuyen al arto 24 (sin distinciones por números u otro tipo de clasificaci6n) los siguientes contenidos: "Derecho a la tutela efectiva de los Tribunales; a la defensa y asistencia de Abogado; garantlas del "proceso debido" ("due process of Law"); derecho a la prueba; ámbito de inmunidad del inculpado como objeto de prueba; presunci6n de inocencia y secreto prOfesional.". 219

cláusula del due process, en buena medida del propio ejercicio de la mayoría de los derechos fundamentales,,433. El contenido del proceso debido estará constituido, a juicio de ALVAREZ CONDE, por los siguientes

derechos4~:

A) Derecho al Juez ordinario. B) Derecho a la asistencia de letrado. C) Derecho a ser informado de la acusación formulada. D) Derecho a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías. E) Derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa. F) Derecho a no declarar contra sí mismos y a no confesarse culpables. G) Derecho a la presunción de inocencia. 433 ALVAREZ CONDE E. El reg1men ••. , op. cit., p. 181. El proceso debido es aquél que permite que la tutela jurisdiccional sea efectiva, en este sentido el arto 24.2 CE serviría para garantizar el contenido del mismo artículo en su número 1. vid. GONZALEZ PEREZ J. El derecho ••• , op. cit. p. 89. Art. 24.2, párrafo primero CE "Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia." El texto reproducido procede de SERRANO ALBERCA J. M. en GARRIDO FALLA F. Comentarios ••• , op cit., p. 474. Lo más destacable, sin embargo, lo hallamos en la distinción que el mencionado autor realiza respecto del contenido del arto 24.2 CE, el cual "reconoce, por Un lado, la garantía llamada del Juez natural o Juez legal y, por otro, las garantías del proceso debido.". El proceso debido no es un proceso específico con un contenido definido, sino todo aquél proceso que garantice que no se produzca indefensión, STC 93/1983, de 8 de noviembre. De donde se deduce que el proceso debido no se circunscribe, como al parecer se pretende, al penal sino que podría predicarse de cualquier proceso. ALVAREZ CONDE E. El régimen .•. , op. cit., pp. 179 Y ss. 220

----

Las consecuencias de la falta de claridad que se deriva de la situación que sólo a modo de ejemplo acabamos brevemente de relatar, y que es en parte consecuencia de que tanto la doctrina como la j ur isprudencia no han asumido por ahora la tarea de definir el núcleo y los límites del proceso debido (aunque eso sí,

se han hecho constantes referencias al mismo por el Te

prácticamente desde el inicio de su actividad, y no pocas por parte del TS, quizá por que sea necesario integrar o interpretar de alguna forma los instrumentos que la CE deja explícitamente a

su

disposición),

investigación, científico

la

del

momentáneamente,

son

atendiendo

absoluta

proceso

al

imposibilidad

debido

por

no

objeto de

de

un

nuestra

tratamiento

existir,

al

menos

la posibilidad de partir de un concepto, una

naturaleza jurídica, unos límites, etc., comúnmente aceptados. De

lo

dicho

se

deriva

la

necesidad

de

intentar

la

sistematización y orden de los materiales diversos existentes a la

luz

del

derecho

comparado,

ya

transcrito

en

páginas

anteriores, y de una nueva exégesis de los arts. 1, 24 Y otros de la CE. Para ello y en aplicación de una metodología que estimamos adecuada

a

nuestras

intenciones,

comenzaremos

redefiniendo

conceptos-categorías jurídicas más propios de otras ramas del derecho pero cuyo concurso es imprescindible a la hora de sentar las bases sobre las que el proceso debido descansa. Una última advertencia previa:

Hay que resaltar que la

separación entre los conceptos y categorías que a continuación analizaremos no se produce siempre de forma clara y absoluta, y además advertir de la existencia de instituciones cuya naturaleza 221

.

lO

se corresponde exactamente con alguna de las categorías que

'eremos,

lixta;

sino que puede presentar una naturaleza mÚltiple o

tal es el caso,

'ecogida en el arto 14 CE

v.

gr.,

de la igualdad ante la

ley

435

111. INSTITUCIONES CONSTITUCIONALES APLICABLES AL PROCESO DEBIDO

A. Principios generales

Entendidos como " ••• ideas base de determinados conjuntos de

lormas, ideas que se deducen de la propia ley aunque no estén ~xpresamente

formuladas

en

ella. ,,436.

Ideas

en

def ini ti va

)roducto tanto de la técnica jurídica como de la ideología socio-

)olí tica de quienes elaboran las leyes437 •

&35 vid. STC 7/1983, de 14 de febrero, voto particular suscrito ~or el Magistrado Díez-Picazo, en el que se equipara la laturaleza de la igualdad con: Los principios generales del ierecho, además de como límite a la potestad legislativa estatal f demás poderes pÚblicos y finalmente como derecho subjetivo de codos los ciudadanos. En el mismo sentido vid. voto particular ;uscrito por cinco Magistrados a la STC 75/1983, de 3 de agosto.

~36 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., Vol. I, parte general, p. 486. Una concepci6n sustancialmente igual !lunque formulada no de manera abstracta y general sino en ~elaci6n a la CE la encontramos en DE ESTEBAN/LOPEZ GUERRA El ~qimen constitucional español, Barcelona 1980, T. I, p. 53.

437 MONTERO AROCA J. Introducci6n al Derecho Procesal, Madrid 1979, pp. 208 Y ss. Respecto de los principios procesales como aquellos referentes a temas puramente procesales y Procedimentales, vid. DE ESTEBAN/LOPEZ GUERRA El régimen ~nstitucional .•• , op. cit., pp. 247, 248. ALMAGRO NOSETB J. ~der Judicial y Tribunal de Garantías en la nueva Constituci6n, en Lecturas sobre la Constituci6n española, Madrid 1978, pp. 300 Y ss. Por lo que al origen de los principios generales del derecho respecta, todos los autores están de acuerdo en su procedencia jurídico-técnica, pero algunos añaden una segunda 222

Como hallamos

se desprende de la definición que adoptamos, ante

instituciones

que

en

muchos

casos

no

nos

están

reconocidas por el derecho positivo, por lo que se excluye su alegación directa como fuente de derechos invocables ante los Tribunales, pese a lo cual poseen un valor incalculable como elemento para la interpretación e integración, en el sentido más amplio, de las normas por lo que científicamente consideramos imprescindible

su

empleo

para

abordar

el

estudio

de

las

instituciones jurídicas en general, y de aquéllas que constituyen el derecho jurisdiccional en particular. De hecho el CC en su arto 1.4 reconoce expresamente a los principios generales del derecho

el

carácter

de

fuente

del

derecho

además

del

de

informador del ordenamiento al que ya se ha hecho referencia438 • fuente de procedencia, la jurídico-natural; al respecto vid. DE LA OLIVA/FERNANDEZ Lecciones •.• , op. cit., pp. 63 Y ss. Y ESCUSOL BARRA E. Manual de Derecho Procesal - Penal, Madrid 1993, pp. 5960 Y 113 Y ss. LACRUZ/SANCHO/LUNA/DELGADO Elementos de Derecho Civil, V. I, op. cit., § 12, pp. 198-206. DIEZ-PICAZO/GULLON sistema de Derecho Civil, v. I, op. cit., pp. 160-168. CASTAN TOBEÑAS J. Derecho civil español, común y foral, t. I, op. cit. pp. 492-500. 438 Existen autores que aun sin dar un concepto, utilizan los principios en el sentido que venimos diciendo, de donde colegimos una anuencia respecto al concepto que de principio general hemos adoptado. ALMAGRO NOSETE/GIMENO SENDRA/CORTES DOMINGUEZ/MORENO CATENA Derecho Procesal op. cit., t. I, vol. I, Parte General, Valencia 1988, pp. 301 Y ss. Clara y contundentemente expresado lo hallamos en PEREZ LUÑO A. E. Derechos Humanos, Estado de Derecho y constitución, Madrid 1990, p. 276, "los principios SUponen directrices, pautas o "guide lines" fundamentales que orientan la labor del intérprete. Por ello, tales principios, lejos de ser meros "topoi" o lugares comunes producto de la ':lnventio" o de preferencias contingentes de los operadores JUrídicos - como frecuentemente se les concibe -, configuran las lineas básicas que de modo necesario encauzan y orientan la interpretación del sistema constitucional." En el mismo sentido lLVAREZ CONDE E. El régimen ..• , op. cit., pp. 23 Y ss., quien en expresa referencia a la CE afirma que los principios fundamentales del régimen político español aparecen recogidos en e~ Titulo Preliminar de la CE, "cuyas disposiciones tienen el ~lsmo carácter normativo que el resto de su articulado. En este 223

r

¡

otra consideraci6n que cabe realizar en este momento es la constatar

de

la

de

existencia

movimiento

un

de

constitucionalizaci6n e internacionalizaci6n de los principios procesales especialmente en los paises de corte democráticooccidental, principios

con a

lo que estarian bastante definidos

los

que

un

proceso

considerado como fruto de un estado Una

importante

consecuencia

debe

ajustarse

aquellos para

ser

democrático~9.

de

la

positivizaci6n

de

determinados principios procesales es su directa aplicabilidad (v.

gr.

arto

CE:

24

principio

acusatorio,

principio

de

publicidad, etc. en relaci6n con el principio general del Estado de Derecho).

En cualquier caso es preciso constatar que "los

principios desempeñan por si mismos una funci6n normativa; son normas

por

más

que

circunstanciadamente

en

un

desenvuelto,

grado sino

de

enunciaci6n

dotadas

de

no gran

generalidad,,440 •

sentido, pues, no se puede decir que se trata de meras normas programáticas. Ello no impide plantear la cuesti6n de si esta eficacia juridica del Titulo Preliminar, y por tanto de los principios generales en él contenidos, puede ser inmediatamente exigida, es decir, si se pueden exigir pretensiones jurídicas directas de su simple enunciaci6n, o, por el contrario, estas ~retensiones juridicas únicamente pueden ser exigidas de la lnstitucionalizaci6n que de dichos principios se haga en el propio texto constitucional. Esta segunda parece ser la soluci6n adecuada". Pocas lineas después añade el autor " ••. , los ~rincipios generales vienen a constituir el último criterio lnterpretativo, aparte de su propia eficacia juridica, pues no hay que olvidar que, como normas jurídicas que son, se convierten en auténtico parámetro de constitucionalidad".

~39 MONTERO/ORTELLS/GOKEZ Derecho jurisdiccional, op. cit., vol. , Parte General, pp. 488-491 Y ss. GOKEZ COLOKER J.L. El proceso __~&-5a~llQ~, San José 1993, pp. 26 Y 27. GIL A. El cambio pOlítico español y la Barcelona 1982, p. 408. En el mismo sentido, CONDB B. El régimen •.. , op. cit., p. 24.

.~:::-:::-=~~,

224

La fundamental crítica que puede hacerse a los principios jurídicos como concepto operativo en el derecho es la de su ambigüedad por la gran cantidad de acepciones que de la expresión se conocen y utilizan441 •

B. Derechos fundamentales

No existe un concepto y menos una fundamentación comúnmente aceptados para referirse a los derechos fundamentales. Así, y dependiendo de las di versas concepciones que los diversos autores tienen del derecho (historicista, iusnaturalista, positivista), o incluso de la ideología política (conservadora, socialista), podrá hablarse de distintas teorías sobre la fundamentación de los derechos fundamentales,

de donde obtendremos diferentes

conceptos y resultará fácil provocar cierta confusión442 •

Hay

autores que movidos no por una determinada concepción del derecho sino exclusivamente por criterios pragmáticos, y ante la evidente complejidad

que

presenta

la

determinación

del

concepto

de

441 PEREZ LUÑO A. E. Derechos humanos .•• , op. cit., pp. 289 Y ss. 442 Al respecto es muy útil la aclaración que con respecto a conceptos afines ofrece PEREZ LUÑO A. E. Derechos humanos •.. , op. cit., pp. 295 Y ss., donde se exponen las principales teorías sobre la interpretación de los derechos fundamentales; Positivista, del orden de valores, institucional, iusnaturalista crítica. Exponente de la teoría iusnaturalista como fundamento de los derechos fundamentales, ESCUSOL BARRA B. Manual ..• , op. cit., p. 113. "La STC de fecha 15 de septiembre de 1981, puntualizó que los derechos fundamentales responden a un sistema de valores y principios de alcance universal. Nos remite así el TC a los derechos naturales, derechos éstos que alcanzan dimensión de fundamentales al quedar reflejados en la Constitución" • 225

derechos

fundamentales~3,

optan por una utilización indistinta-

aproximativa de términos como derechos fundamentales, libertades públicas, garantias individuales y

otros~.

Es posible afirmar, por lo que al concepto moderno y alcance de los derechos fundamentales respecta (y simplemente a efectos de dotarnos de un instrumento útil para la prosecución de nuestro trabajo), que se integran bajo el calificativo de fundamentales, determinados derechos que principalmente - su origen remoto se halla en formulaciones de finales del s. XVIII, Declaraciones de Derechos en Francia, de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 26 de agosto de 1789, y EEUU, Declaración de Derechos consignada

en las diez primeras enmiendas de la Constitución que entraron en vigor en 1791 - a partir de la Segunda Guerra Mundial, se recogen en la parte dogmática de algunas Leyes Fundamentales (GG 1949, CE 1978, etc.) y en el articulado de numerosos Tratados

Internacionales (Declaración Universal de Derechos Humanos 1948,

CEDH de 1950 ratificado por España

con

fecha

26

de de

septiembre de 1979, Pacto Internacional de Derechos Civiles y

443 Existe una gran difilcultad a la hora de proponer un concepto generalmente aceptado de derechos fundamentales, debido sobre todo a la ideologización y al uso polémico que de los mismos se pretende, vid. , PECES-BARBA G. Ecritos sobre derechos fundamentales, Madrid 1988, pp. 215 Y ss. 444 ROMERO MORENO J. M. Proceso y derechos fundamentales en la España del siglo XIX, Madrid 1983, p. 11. Para la distinción entre derechos humanos y derechos fundamentales vid. PEREZ LUÑO A. E. Derechos humanos ••• , op. cit., pp. 30 Y 31, según el cuál se tiende a "reservar la denominación "derechos fundamentales" Para designar los derechos humanos positivados a nivel interno, en tanto que la fórmula "derechos humanos" es la más usual en el Plano de las declaraciones y convenciones internacionales". ALVAREZ CONDE E. El régimen ••. , op. cit., p. 28, donde resalta la especial conexión entre los valores superiores y los derechos fundamentales que configuran un "conjunto normativo Constitucional". 226

políticos de 1966, ratificado por España con fecha 13 de abril de 1977, etc.) vinculando al legislador y demás poderes pÚblicos de

tal

manera

que

no

podrán

menoscabarlos

en

su

contenido

esencial en el ejercicio de la funci6n que les es propia~s, y respecto

de

los

cuales

puede

ser

reclamada

su

tutela

por

cualquier ciudadano a fin de alcanzar la finalidad de todos los derechos fundamentales sin excepci6n

que no es otra que la de

"profundizar y potenciar la libertad de los individuos y de los grupos que éstos intergran,,446. La

CE

es un

características

reflejo de

propias

lo que hemos

identif icadoras

establecido de

los

como

derechos

fundamentales en un Estado de Derecho ~7. El

mérito

que

cabe

atribuir

a

la

CE,

y

al

TC

en

su

interpretaci6n de la misma al menos en lo que a esta materia

445 Vid. art. 10. 2 CE sobre interpretación de los derechos fundamentales, "Las normas relativas a los derechos fundamentales ya las libertades que la Constitución reconoce, se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas ~at7rias ratificados por España". En el mismo sentido, art. 53.1 InCISO segundo en relaci6n con el arto 161.1.a, ambos de la CE. 446 PECES-BARBA G. Escritos ••• , op. cit. Madrid 1988, p. 213. En general sobre la materia vid. ALVAREZ CONDE E. El régimen ••• , op. oit. pp. 80 Y ss •. 447 HENBNDEZ REXACH E. Interpretaci6n judicial y derechos .fl.lndamentales, en Segundas jornadas de derecho judicial ii~cidencia de la Constitución en las ;ormas aplicables por l?s trIbunales de Justicia), Madrid 1985, pp. 385 Y ss. PEREZ LUNO l~ E. Los derechos humanos. Significación, estatuto jurídico y ~tema, Sevilla 1979, p. 129. La jurisprudencia distingue dentro e los derechos fundamentales y para los supuestos de colisión orden jerárquico entre los mismos, así encontramos "la -¿~i"nal división bimembre entre derechos fundamentales ivos", inspirados en el valor superior a la libertad y los '8.....,_'"reaccionales", en cuyo ámbito hay que situar el derecho honor, fundados en el valor o principio de seguridad propio tOdo Estado de Derecho.", STS de 29 de abril de 1989 (RA 3281)

J. 212.

227

concierne,

es el de adoptar y

consagrar respectivamente una

concepción dualista de los derechos fundamentales, según dicha consideración se configurarán como derechos de los ciudadanos y como valores del ordenamiento juridico, lo cuál permitirá superar la dialéctica iusnaturalismo/positivismo, y la confusión que de ella se deriva y que ya hemos

reseñado~.

Finalmente y en consonancia con su carácter esencial en relación

con

la

CE,

es

posible

afirmar,

en

principio,

la

imposibilidad de renunciar a los derechos fundamentales por parte de sus titulares - españoles y extranjeros Aparece generales,

como

que

diferencia

fundamental

en el caso de

_~9.

con

los derechos

los

principios

fundamentales

positivización es requisito de su existencia,

la

lo que no es

indispensable en el caso de los principios4~. Por otro lado la directa aplicabilidad, la posibilidad de invocación para obtener la tutela de los derechos fundamentales por cualquier ciudadano y

la vinculación correlativa de los

448 Vid. STC 25/1981, de 14 de julio. "En primer lugar, los derechos fundamentales son derechos subjetivos, derechos de los indi viduos no sólo en cuanto derechos de los ciudadanos en sentido estricto, sino en cuanto garantizan un status juridico o la libertad en un ámbito de la existencia. Pero al propio tiempo, son elementos esenciales de un ordenamiento objetivo de la comunidad nacional, en cuanto ésta se configura como marco de Una convivencia humana justa y pacifica, plasmada históricamente en el Estado de Derecho y más tarde, en el estado social de D:recho o el Estado social y democrático de Derecho, según la formula de nuestra Constitución (art. 1.1). En el mismo sentido resaltando el aspecto de su configuración como valores y por su intima relación con el Estado de Derecho, vid. STC /1985, de 11 de'abril. 49 ALVAREZ CONDE E. El régimen ••• , op. cit., p. 102. O STC 5/1981, de 13 de febrero. 228

poderes

públicos

son

otras

de

las

caracterfsticas

que

los

diferencian de los principios generales4S1 • Hay un último aspecto que resulta interesante resaltar, se trata del

derivado de aquella concepci6n polivalente de

los

derechos fundamentales no s6lo como derechos subjetivos con una finalidad defensiva frente a las eventuales intromisiones del estado, sino además como garantfas institucionales, como normas conexas de actuación que vinculan a los poderes públicos, que tendrán asignado un papel activo imprescindible para asegurar el contenido

y

concepci6n

el que

disfrute

aquellos4s2 •

de

acabamos

muy

De

acuerdo

esquemáticamente

aplicándola al objeto de nuestra tesis,

de

con

la

exponer

y

obtendrfamos que el

derecho a la tutela jUdicial efectiva es un derecho fundamental cuya

satisfacci6n

perspectiva abstenci6n derecho

no

se

obtiene,

estrictamente estatal.

Por

procedimental,

como

individual-liberal,

el due

contrario,

process,

establecimiento de una organización, arreglo conforman

a

unos

principios

el

Derecho

imparcialidad,

reglas

ocurrirfa

es

que

probatorias,

la

una mera

definici6n

afianza

con

un el

la jurisdiccional, y con

universalmente

Procesal:

"con

por se

según

consagrados

independencia en

fin,

que

judicial, garantfas

procesales. ,,453.

451 DE ESTEBAN/LOPEZ GUERRA El régimen constitucional ... , op. cit., pp. 209 Y ss. 452 BAÑO LEON J. K. La distinción entre derecho fundamental y aarantfa institucional en la Constituci6n Espafiola, REDC, Madrid 1988, pp. 155 Y ss. La STC 26/1987, de 27 de febrero, hace uso ~e la distinci6n entre derecho fundamental y garantfa lnstitucional. 453 BAÑO LEON J. K. La distinci6n ••• , op. cit., p. 161. 229

C. Libertades pÚblicas

Nos

hallamos

fuertemente

aquí

arraigada

ante una en

la

terminología,

doctrina

influencia en el constitucionalismo

francesa

occidenta14~,

originaria y y

de

gran

empleada por

quienes sostienen una concepci6n positivista del derecho, frente a planteamientos iusnaturalistas, con la finalidad de distinguir los derechos humanos (en su acepci6n iusnaturalista) considerados como inmanentes al ser humano y por tanto existentes tanto si se reconocen en téxtos legales como si no, de aquellos derechos humanos expresamente regulados y protegidos por normas jurídicas positivas que constituirán propiamente el campo de estudio del jurista455 • La

diferencia

de

este

concepto

con

el

de

derechos

fundamentales existirá unicamente desde la concepci6n posi ti vista del derecho en el sentido mencionado. A éste respecto la CE los distingue· conceptualmente y los regula conjuntamente bajo el epígrafe "De los derechos fundamentales y de las libertades pÚblicas", en la secci6n 1i, del capítulo segundo del Título 1,

454 ALVAREZ CONDE E. El régimen ... , op. cit., pp. 87 Y ss. 455 RIVERO J. Libertés publigues, París 1973,

vol. 1, pp. 16,

17. No existe tampoco unanimidad en la concepci6n transcrita, ya

que

existen

autores

que

identifican

derechos humanos con necesidad de una razones de fondo sino por el defectuoso uso que el legislador hace del lenguaje, al respecto vid. PEREZ LUÑO A. E. Derechos humanos ••• , op. cit., Pp. 35 Y ss. En general sobre la materia, COLLIARD C. A. Libertés ~Ubliques, Paris 1982.

l~bertades públicas o quienes entienden que la d~ferenciaci6n conceptual viene motivada no por

230

"sin establecer un criterio claro al respecto y sin determinar cuáles tienen una u otra

consideraci6n"4~.

D. Garantías constitucionales o institucionales

Constituyen

el

sistema

de

protecci6n

tendente

al

aseguramiento de la vigencia y efectividad de las libertades y derechos fundamentales que desprovistos de dichas garantías no pasarían de ser meros enunciados vacíos de contenido real y por tanto inútiles a efectos de configurar un régimen político como democrático, como un Estado de Derech04s7 • Previamente a

abordar

la delimitaci6n de

las garantías

constitucionales es preciso advertir de la existencia de otros requisitos y previas

a

condiciones que se configurarán como garantías

las

garantías

constitucionales,

nos

referimos

a

condicionamientos de tipo político, social, económico o cultural, sin cuyo concurso se hará prácticamente imposible la efectividad de las libertades y derechos fundamentales, la efectividad del Estado de Derech04s8 • Dentro ya de las garantías constitucionales y siguiendo a diversos

autores,

llamadas

garantías

es

admitida

una

jurisdiccionales

clasificación cuyo

rasgo

entre

las

distintivo

respecto del resto de garantías constitucionales (reserva de ley para la regulación de los derechos fundamentales, defensor del 456 ALVAREZ CONDE E. El régimen ... , op. cit. , p. 119. 457 DE ESTEBAN/LOPEZ GUERRA El régimen constitucional ••• , op. cit., Vol. I, pp. 208 Y ss. ALVAREZ CONDE E. El régimen ••• , op. cit., pp. 232 Y ss. 458 ALVAREZ CONDE E. El régimen ..• , op. cit., p. 234. 231

I .

pueblo,

etc. ),

es que éstas

implican la

intervenci6n de la

autoridad judicial para la reparaci6n de la lesi6n sufrida, en definitiva

son

las

más

demostrar la experiencia;

eficaces

según

se

ha

encargado

de

El ámbito y las modalidades de su

ejercicio se configuran en el art. 24.1 cE"S9. A su vez estas garant1as jurisdiccionales podr1an dividl&8& en: a)

Garantías particulares, cuando su justificaci6n es la

protecci6n de un concreto derecho fundamental, v. gr. garantía jurisdiccional particular del habeas corpus (arto 17.4 CE Y LO 6/1984,

de 24 de mayo), relativo al derecho fundamental a la

libertad.

Cabrá

particulares,

finalmente

en

relaci6n

con

las

garant1as

la interposición del recurso de amparo ante el

T~.

b)

Garantías jurisdiccionales generales,

no establecidas

para la defensa de un espec1fico derecho fundamental sino para la defensa de cualquiera de ellos. Aquí situaremos la protección jurisdiccional

genérica

de

los

derechos

fundamentales

y

libertades a través de los procesos ordinarios con los recursos correspondientes, más el recurso de casación. Finalmente y tras el agotamiento de la via previa cabrá recurrir ante órganos de

459 En general, CANO MATA A. Derechos y Libertades Fundamentales: protección jurisdiccional, Revista de Derecho Público, nQ 91.

~u

460 Vid. GIMENO SENDRA V. El proceso de "Habeas Corpus", Madrid 1985, p. 45. Donde se destaca la vinculación del "derecho SUbjetivo reaccional" habeas corpus con los derechos

fundamentales a la tutela efectiva y de defensa. También es ejemplo de garantía particular la Ley 62/1978, de 26 de diciembre de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la • I as1 como las Leyes dé Objeción de Conciencia o de Llbertad Sindical. 232

la justicia constitucional (recurso de amparo LO 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal

constitucional)~l.

Dentro de las garantías jurisdiccionales generales tienen especial relevancia aquéllas que expresamente recogidas en la CE establecen los límites y los contenidos a los que todo proceso debe atenerse. "Se trata de instaurar el proceso debido, no una farsa o

simulacro"~.

Hay que mencionar también aquí

las garantías

llamadas

extrajudiciales cuyo ámbi to de aplicaci6n se configura como complementario en relación a

las garantías

jurisdiccionales

mencionadas, y cuyo exponente más característico es la figura del Defensor del Pueblo (art. 54 CE Y en desarrollo del mismo LO 3/1981, de 6 de abril).

E. Valores superiores constitucionales

La

referencia

originaria

a

los

valores

superiores

constitucionales la encontramos en el arto 1 CE que califica de "valores superiores" del ordenamiento jurídico espafiol, que la propia CE disefia, a "la libertad, la justicia, la igualdad y el 461 DB BSTBBAN/LOPBZ GUERRA El régimen constitucional ..• , op. cit., pp. 222 Y ss. Vie. también al respecto GARRIDO FALLA F. Y otros Comentarios ••• , op. cit., pp. 882 Y ss. FAIRBN GUILLBN V. El procedimiento preferente y sumario y el recurso de amparo en ~ artículo 53.2 de la Constitución, Revista de Administración Pública, n Q 89. vid. arto 5.4 LOPJ. 462 RAMOS KENDEZ F. El proceso penal. Lectura Constitucional, 3~ ed., Barcelona 1993, p. 7. Y en general sobre las garantías c~nstitucionales, pp. 7 Y ss. Y también RAMOS KENDEZ F. El ~lstema procesal espafiol, Barcelona 1992, pp. 69 Y ss. FERNANDEZ BNTRALGO J. Constitución, Derecho Penal ••• , op. cit., p. 291, donde se hace referencia al "haz de garantías reunido baj o el amplio epígrafe del due process of Law." 233

pluralismo politico".

El mencionado enunciado ha forzado a la

doctrina constitucionalista a realizar un esfuerzo por dotar de significado propio y delimitar el alcance juridico del

mismo~.

constituyen "la base entera del ordenamiento, la que ha de prestar a éste su sentido propio, tanto, toda su interpretaci6n y

la que ha de persidir,

por

aplicaci6n"~.

Se plantea respecto de los valores constitucionales y con la

finalidad

de

posibilitar

su

constituci6n

como

categoría

aut6noma, la concurrencia o no del criterio identificador de la normatividad, sobre la que la debemos señalar la existencia de concepciones

contrapuestas tanto favorables,

..... los' valores

superiores son auténticas normas juridicas, que representan los ideales de una comunidad y que no agotan su virtualidad en su estricto contenido normativo, sino que constituyen un parámetro para la interpretaci6n y,

a la vez, un limite para el propio

ordenamiento juridico,,465, como contrarias al reconocimiento de contenido normativo en relaci6n con los valores superiores .. 463 ALVAREZ CONDE E. El reg1men ... , op. cit., pp. 25 Y ss. En la STC 53/1985, de 11 de abril, se conceptúa a la vida humana, arto 15 CE, Y a la dignidad de la persona, arto 10 CE, como "valor superior del ordenamiento juridico constitucional" en el primero y como "valor juridico fundamental" en el segundo, señalando la intima relaci6n existente entre los derechos fundamentales y los valores superiores constitucionales, siendo aquellos " •.• los componentes estructurales básicos, tanto del conjunto del orden juridico objetivo como de cada una de las ramas que 10 integran, en raz6n de que son la expresi6n juridica de un sistema de valores que, por decisi6n del constituyente, ha de informar el conjunto de la organizaci6n juridica y politica".

GARCIA DE ENTERRIA E. La Consti tuci6n como norma v el Constitucional, Madrid 1981, p. 98. En el mismo sentido STC 53/1985, de 11 de abril. 464

~ribunal

465 PECES-BARBA G. Los valores superiores, Madrid 1984, p. 41. Sustentando igualmente una postura favorable al contenido normativo de los valores superiores, PEREZ LUÑO A. B. Derechos aumanos ••• , op. cit., pp. 287 Y ss. 234

el valor no es en si mismo una norma susceptible de aplicación directa como tal .•. ,,466 • A la vista de la doctrina mayoritaria, aquella favorable a la atribución de contenido normativo a los valores superiores, se nos hace dificil trazar la frontera entre dicho concepto y el ya examinado de principios generales. En todo caso y ateniéndonos a lo hasta aquí sucintamente expuesto podemos constatar la inexistencia en muchos casos de unos limites nitidos entre los conceptos que hemos estudiado. La sensación de relativa indefinición que de ahi se deriva se ve acrecentada por la falta de acuerdo de los diversos autores que afecta incluso a aspectos esenciales. Con todo ello pretendemos justif icar una utilización mesurada de los mencionados conceptos, que además son relativamente ajenos, en su origen, al derecho procesal, en nuestro intento de identificación de la naturaleza del proceso debido.

IV. ESTADO SOCIAL Y DEMOCRATICO DE DERECHO Y PROCESO DEBIDO

Entendemos indisoluble la relación entre Estado de Derecho (prescindimos ahora de los calificativos social y democrático que no añaden nada al concepto nuclear, limitándose a definir alguna de

las

modalidades

en

las

que

el

Estado de

Derecho puede

desenvol verse) , y conceptos tales como derechos humanos, derechos fundamentales, derechos fundamentales procesales y por lo que al objeto de la presente tesis respecta, proceso debido. Ello es as! 466 HERMANDEZ GIL A. El cambio pOlitico .•. , op. cit., p. 408. 235

por que el concepto de Estado de Derecho según una concepción moderna - opción por la que se inclina la CE en su arto supone

"una

política

y

lucha la

derecho, .•. ,

contra

exigencia

por

un

todas de

un

las

formas

control

determinado

de

del

derecho.

1~7

-

arbitrariedad Estado

Por

por

ello,

el las

mistificaciones de los ideólogos de los sistemas totalitarios dirigidas a justificarlos, presentándolos como formas del Estado de Derecho,

son inadmisibles en el plano explicativo por no

cumplir con los requisitos de limitación jurídica del pOder468 ". Los elementos básicos que definen el Estado de Derecho, según la opinión mayoritaria, podrían enunciarse así: Imperio de la voluntad general expresada a través de la ley, división de poderes,

reconocimiento

de

los

derechos

y

libertades,

sometimiento de la Administración a la legalidad~. La proclamación del Estado social y democrático de Derecho con los mencionados contenidos, es calificada por la doctrina como "el principio que cualifica nuestro régimen político,,470,

467 Art. 1 CE "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político." 468 PEREZ LUÑO A. B. Derechos humanos ••• , Opa cit., en general sobre el Estado de Derecho pp. 212 Y ss., cita p. 241.

Estado de Derecho y sociedad democrática, Madrid pp. 31 Y ss. Art. 9.1 CE "Los ciudadanos y los poderes püblicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico". Art. 53.1 CE "Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo segundo del presente Título vinculan a todos los poderes públicos". 469 DIAZ E. 1981,

470 ALVAREZ CONDE B. El régimen .•• , Opa cit., p. 28. Igualmente Para todo lo relativo al origen histórico e implicaciones ideológicas y jurídicas del concepto Estado de Derecho, vid., pp. 28 Y ss. 236

de donde podemos apreciar la real importancia de dicha afirmación constitucional y situarla, por su trascendencia, como origen inmediato de la institución de cuyo estudio nos ocupamos. Las manifestaciones jurisdiccionales clásicas del Estado de Derecho como pueden ser, y así lo declaran numerosas sentencias, la presunción de inocencia, el derecho a un Juez imparcial la publicidad, el derecho a un juicio con todas las garantías, todos ellos como veremos más adelante elementos del proceso debido

son

amplia

y

detalladamente

reflejadas

por

la

jurisprudencia tanto del TC como del TS,m. En el caso de España, así como en otros sistemas jurídicos de nuestro entorno,

ha sido decisiva

la existencia de una

471 Podemos encontrar en la jurisprudencia del TC argumentos que apoyen la afirmación realizada de que el proceso debido es uno de los contenidos irrenunciables del Estado de derecho, así STC 96/1987, de 10 de junio, cuando en relación con el principio de publicidad afirma en su fundamento jurídico 2g que constituye "una de las bases del debido proceso y uno de los pilares del Estado de Derecho". También tiene una relación inescindible el Estado de Derecho, en su vertiente de ejercicio de la función jurisdiccional, con el derecho a un Juez imparcial, que entendemos integra parte del contenido del proceso debido, vid. STC 145/1988, de 12 de julio, F. J. 5g: "Entre ellas figura la prevista en el arto 24.2 que reconoce a todos el derecho a "un juicio público ••• con todas las garantías", garantías en la que debe incluirse, aunque no se cite de forma expresa, el derecho a un Juez imparcial, que consti tuye sin duda una garantía fundamental de la Administración de Justicia en un Estado de Derecho, como lo es el nuestro de acuerdo con el arto 1.1 de la Constitución". vid. la mencionada STC en general para determinar el alcance del derecho al Juez imparcial, también STC 164/1988, de 26 de septiembre. En relación a la publicidad, vid., V. gr. STC 96/1987, de 10 de junio. Presunción de inocencia, STS de 12 de marzo de 1992 (RA 2442) F. J. 26 g , "La presunción de inocencia es el eje central alrededor del que se mueven las principales argumentaciones de la defensa de los procesados por que los dos motivos esenciales de ésta, el primero y el segundo, se fundamentan en el arto 24.2 de la Constitución, para denunciar en un caso la vulneración del derecho a un proceso justo con todas las garantías, y en otro la violación de la presunción de inocencia - como regla básica del juicio que corresponde a un Estado democrático y de derecho. 237

jurisdicción constitucional y dentro de ella la labor del TC a la hora de extraer y, progresivamente, delimitar el ámbito del proceso debido en relación con

la defensa de

los derechos

fundamentales. El instrumento que en mayor medida ha contribuido a la realización de la tarea que mencionamos ha sido como quedará patente en páginas posteriores el recurso de amparo, a través del cual cualquier persona (física o jurídica, nacional o extranjera, además del Defensor del Pueblo y del MF) podrá denunciar ante el TC la vulneración de derechos y libertades fundamentales, arts. 53.2, 161 Y 162 CE, Y 41 Y ss. LOTdn •

También debemos mencionar en este punto al TS cuya profusa jurisprudencia resulta de igual modo extremadamente útil a la hora de definir hasta sus más mínimas manifestaciones - partiendo de

la definición dada por el

TC y

aplicándola a

variados

supuestos concretos - cuestiones como la que constituye objeto de la presente obra, ya que desde que la CE entra en vigor su contenido en general y por lo que a nosotros concierne de forma muy especial,

las

exigencias del

arto

24

son directamente

aplicables por los Tribunales ordinarios, y el TS, como veremos, ha empleado con amplitud dicha posibilidad473 • 472 Vid. al respecto y en general sobre el proceso de amparo, CORDON MORENO F. El proceso de amparo constitucional, Madrid 1987. CASCAJO CASTRO J. L. Y GlMENO SENDRA V. El recurso de amparo, Madrid 1985. Sobre el valor de la jurisprudencia del TC, vid. DE aTTO l. Derecho constitucional ... , op. cit., pp. 295-296. 473 Afirma el propio TS en la S de 14 de febrero de 1992 (RA 1233) F. J. V~. 5, "La interpretación por parte de los Tribunales

de las normas constitucionales y procesales, es, sin duda, la más acorde con los principios constitucionales, según igualmente la interpretación que de las mismas efectúa el propio Tribunal 9onstitucional: consistente en el respeto máximo de las garantías lndividuales para un proceso justo.". Recordemos que la expresión ~tilizada "proceso justo" es rigurosamente sinónima, según una lnterpretación gramatical, y según afirma el propio TS en STS de 238

V. EL CONTENIDO DEL "DERECHO AL PROCESO DEBIDO" EN LA JURISPRUDENCIA DEL TC y DEL TS

La primera vez en la que el TC se refiere literalmente al proceso debido la encontramos en la STC 50/1982, de 15 de julio, en sus fundamentos jur1dicos tercero y cuart0474 , tanto en @ste caso como en analizaremos,

la totalidad de

los demás que posteriormente

el empleo que el TC hace del concepto proceso

debido es el de un concepto jur1dico relativamente indeterminado - sin pronunciarse de forma unánime sobre su naturaleza - y por lo tanto,

al

menos

aparentemente,

carente de un

contenido

jur1dico espec1fico y determinable con la deseada precisi6n41S • El derecho al proceso debido no figura como una categor1a independiente en los 1ndices ana11ticos que el propio TC elabora y adjunta a las publicaciones que recogen su jurisprudencia476 • 20 de enero de 1993 (RA 132) F. J. 1 Q , a la de proceso debido.

474 F. J. 3Q "Instituida la revisi6n, alcanza a ella las garant1as fundamentales contenidas en el arte 24.1 de la Constituci6n Española y, por tanto, las de acceso a la revisi6n y al conocimiento de la pretensión revisora en el proceso debido, asegurando el contenido esencial de este derecho instrumental". F. J. 4Q: " ••• el Tribunal Constitucional no está establecido para velar, y, en su caso, corregir, todos los vicios in procedendo. Son aquellos que incidan en lo que es esencial del derecho a la jurisdicción y al proceso debido, y, que por esto, el consti tuyente, ha incorporado a los derechos fundamentales, dotándolos de la protecci6n reforzada que significa el arto 53.2 de la Consti tuci6n, los que pueden recabar mediante el amparo que regulan los arts. 41 Y siguientes de la LOTC una decisi6n reparadora de este Tribunal, en los términos que define el arto 55.1, también de la LOTC". 475 V.

gr. STC 74/1984, de la lectura de cuya fundamentaci6n jurídica se desprende la equiparación de los conceptos "proceso debido" y "adecuado proceso". ~76

S1 fugura el Derecho al proceso debido, como derecho lndependiente y aparentemente dotado de sustantividad en el indice ana11tico de FRAILB CLIVILLBS K. C6digo constitucional, 239

Pese a ello y en aplicación del sencillo método del rastreo de la

jurisprudencia del TC y del TS en busca del concepto

proceso debido y la posterior extracción del contenido que en aquella se le atribuye, obtendremos unos interesantes resultados. Las referencias que siguen se incorporan a este trabajo respetando el orden,

cronólogico,

en el que el TC se ha ido

refiriendo al proceso debido, siempre englobado o en relación con algún

derecho

fundamental,

de

donde

hemos

podido

extraer

paulatinamente el contenido del mismo.

A. Proceso debido y prohibición de la indefensión

1. En general

Dentro de los que determinados sectores de la doctrina han denominado

"derecho

constitucional

jurisdiccional,,477

y

más

concretamente en lo que al proceso concierne, nos encontramos con la prohibición de la indefensión que supondrá la prohibición de toda privación o limitación del derecho de defensa proviniente tanto de la vía legislativa como de la jurisdiccional. Se trata de una garantía general que permitirá extender el amparo de la

Madrid 1989, T. VI, p. 1738. Aunque muchas de las rem1S10nes que allí se hacen, lo son a SSTC donde no aparece la referencia expresa al proceso debido, del cual no ofrece el autor un concepto previo a través del que podría justificar las concretas remisiones. Tampoco figura el proceso debido como concepto específico en el "Indice alfabético de conceptos" que incorpora cada tomo del Repertorio de Jurisprudencia de Aranzadi. 477 MONTERO/ORTELLS/GOKEZ/MONTON Derecho Jurisdiccional, 111, op. cit., p. 30. Como aquél conjunto de normas de la CE que regulan ~as garantías derivadas o consecuencia de la garantía Jurisdiccional. 240

CE más

allá

de

su

literalidad

en

el

intento

de

evitar

la

indefensión478 • De la STC 50/1982, de 15 de junio, en su fundamento jurídico 4Q (al que ya se ha hecho referencia), y a sensu contrario se deduce que una de las manifestaciones esenciales del proceso debido

es

la

prohibición

de

la

indefensión,

en

el

mismo

fundamento jurídico se afirma el reconocimiento que del proceso debido se realiza en la CE a través de su arto 24 479 • 478 KONTERO/ORTELLS/GOKEZ/KONTON Derecho Jurisdiccional, III, op. cit., p. 37. GOKEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., p. 33, Y pp. 327 Y ss. destancando la intima relación entre la prohibición de la infensión y el principio, común a todos los procesos, de contradicción. Vid. también, STC 48/1984, de 4 de abril donde se establecen las bases para determinar los limites de la indefensión, partiendo de que no se produce indefensión como consecuencia de cualquier infracción de la ley procesal ordinaria sino sólo cuando tal infracción suponga un perjuicio efectivo de los intereses del sujeto a quién afecta. 479 F. J. 452 "Sólo puede entenderse quebrantadas las garantias de un proceso cuando, propuesta la prueba, ha sido denegada, y tal prueba es congruente e influyente para la decisión. si esto es así con un carácter de generalidad, es claro que falta el presupuesto necesario para que pueda enjuiciarse si se ha producido una indefensión quebrantadora del derecho al proceso debido, que tiene en el arto 24 su reconocimiento constitucional." La presente sentencia resuelve el recurso de amparo interpuesto frente a la resolución procedente de un órgano de los integrados en el orden jurisdiccional laboral, de donde queda establecida la necesidad de que el proceso a través del cuál se ejercite la función jurisdiccional en el ámbito social, se ajuste a los requisitos que el proceso debido comporta. vid. en general sobre la noción constitucional de indefensión SSTC 161/1985, F. J. 5Q. 145/1986, F. J. 3 52 , 102/1987, F. J. 2Q. 155/1988, F. J. 4Q. El alcance exacto y pormenorizado del concepto indefensión se ha ido delimitando progresivamente a través de la jurisprudencia del TC. Asi la indefensión consistirá, según la STC 64/1986, de 21 de mayo, en una limitación de los medios de defensa producida por una indebida actuación de los órganos judiciales. La indefensión no se producirá por cualquier infracción de las reglas procesales, STC 48/1986, de 23 de abril. La indefensión coincide de forma correlativa con los contenidos de la tutela judicial efectiva, AATC 304/82 y 373/82 entre otros, en la medida en que no es Posible alcanzar la tutela judicial efectiva sin la absoluta erradicación de la indefensión, STC 31/1989, de 13 de febrero, "Ambas - la tutela judicial efectiva y la indefensi6n -se hallan

241

Quizá

sea

progresivamente

este

el

momento

comprobando

a

lo

de

resaltar,

largo

del

y

lo

análisis

iremos de

la

jurisprudencia del TC, la inescindible relación existente entre los dos términos, tutela judicial efectiva y prohibición de la indefensión, tutela

que configuran un único derecho -

judicial

efectiva

sin

indefensión

derecho a

cuya

constitucional se halla en el conjunto del arte 24

la

expresión

C~.

íntimamente conectadas", STC 159/1990, de 18 de octubre. De forma más explícita SSTC 89/1986, de 1 de julio y STC 31/1989, de 13 de febrero, donde se afirma que la indefensión se produce cuando existe impedimento en el derecho a alegar y demostrar en el proceso los propios derechos, en la privación de la potestad de alegar y, en su caso, de justificar sus derechos e intereses para que le sean reconocidos, o para replicar dialécticamente las posiciones contrarias. La indefensión debe/puede ser apreciada, y por tanto subsanada, en cada instancia, tanto a instancia de parte como de oficio, SSTC 28/1981, de 23 de junio, 240/1988, de 19 de diciembre y 31/1989, de 13 de febrero. El derecho a ser informado de la acusaci6n y la prohibici6n de la reforma peyorativa "reformatio in peius" son dos garantías constitucionales cuya concurrencia es necesaria para evitar la indefensión, STC 17/1989, de 30 de enero, y específicamente sobre el contenido esencial del derecho a ser informado de la acusación, "consistente en asegurar el conocimiento del acusado acerca de los hechos que se le imputan y de los cargos que contra él se formulan", SSTC 141/1986, de 12 de noviembre, 17/1988, de 16 de febrero y 30/1989, de 7 de febrero. En relación a la "reformatio in peius", Vid. STC 153/1990, de 15 de octubre, en la que se afirma que "constituye una garantía procesal del régimen de los recursos y tiene su encaje constitucional a través de la prohibición de la indefensión o de la exigencia de garantías inherentes al proceso, ex arto 24 de la Constituci6n.". Vid. también STS, de 15 de octubre de 1985 como infracci6n constitucional arto 24 CE a través del principio implícito de audiencia bilateral, STS, de 30 de mayo de 1986, distinguiendo la reformatio in peius de la incongruencia por extra petita, y SSTS, 28 de noviembre de 1989, 26 de diciembre de 1989 y 12 de diciembre de 1990, todas ellas sobre el alcance de la reformatio in peius. vid. también sobre la prohibici6n de la reformatio in peius, HARTINEZ ARRIETA A. El principio acusatorio: Teor1a ~eneral y desarrollo jurisprudencial, Justicia 1992, n Q IV, p. 872. RAMOS HENDEZ P. El proceso penal •.• , op. cit., pp. 411-413.

480 V. gr. STC 85/1991, de 22 de abril, en ella una única causa, la ejecuci6n de sentencias contra personas no condenadas en la misma, produce indefensi6n y por ello, inevitablemente, vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva. La STS de 2 de junio 242

Las situaciones de indefensión deben ser - y para ello se habilitan

los

oportunos

cauces

adaptados

a

las

diversas

situaciones (recursos ordinarios, audiencia al rebelde, juicio de revisión, recurso de casación) - remediadas a través de la via judicial ordinaria previamente, subsidiariedad, a su eventual acceso a la jurisdicción constitucional a través del recurso

d~

ampar0481 • Por lo que a la jurisprudencia del TS concierne a este respecto la STS de 10 de noviembre de 1982 (RA 7096) abre el cauce

del

recurso

de

judiciales que produzcan

casación

para

indefensión~2.

aquellas

actuaciones

En el mismo sentido, la

de 1986 (RA 3087) FF. JJ. 41;1, 51;1 Y 61;1, relaciona de forma necesaria cualquier vulneración del arto 24 CE, sea del nl;l 1 o del n 1;1 2, con una única consecuencia ineludible que es la producción de indefensión, "4. Que el motivo único del procesado José Maria R. C. alega vulneración del arto 24, 1 Y 2 de la Constitución Española, indefensión del recurrente, que desgrana en dos aspectos: A) No haber sido juzgado por el Juez ordinario predeterminado por la Ley; y B) No haber sido debidamente asistido en su Defensa por el Letrado que le fue nombrado de oficio." Sobre su relación con el principio acusatorio, vid., STS de 17 de octubre de 1985 (RA 5000) F. J. 51;1, cuando una persona es condenada por un delito de distinta naturaleza del que inicialmente era acusada (quiebra del principio acusatorio) se producirá una vulneración del principio de no indefensión "que supone realmente quizás en correlación con la igualdad del arto 14 de la Constitución o con la bilateralidad, la contradicción y la lealtad procesal (cual caracteristicas definitivas de la actividad procedimental), el derecho de todo ciudadano a un juicio justo - recordar que la STS de 20 de enero de 1993 (RA 132) F. J. 11;1 considera la expresión juicio justo como sinónima de proceso debido - lógico y equilibrado en el que claramente se planteen las distintas cuestiones a ventilar sin merma de los derechos de defensa y de su legitima pretensión a obtener un proceso eficaz". 481 Arts. 53.2 CE, 41.1, 43.1 Y 44.1 LOTC, vid., CASCAJO CASTRO/GIMENO SENDRA El recurso de amparo .•• , op. cit., pp. 60 Y ss. Y 145 Y ss. 482 Considerando 21Z, "Que el principio de que toda persona tiene derecho a la tutela judicial sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión, proclamado en el arto 24.1 CE, viene reconocido en el enjuiciamiento penal a través de .la exigencia 243

STS de 17 de noviembre de 1983 (RA 5507) Considerandos 1Q y 2 Q, hace

referencia

a

una

aplicación menos

restrictiva

en

los

criterios de admisión del recurso de casación en un intento de alcanzar

la

finalidad

anunciada

de

impedir

situaciones

de

indefensión, "fundada en la busca de la justicia material a que todo proceso debe tender, salvando obstáculos formales que la hagan

imposible,

y

ante

supuestos

manifiestos

de

clara

idefensión, que incid1an en el escrupuloso respeto que merecen las garant1as individuales y los derechos fundamentales.,,483 El ATC 341/1982,

de 10 de noviembre,

en su fundamento

jur1dico único atribuye al proceso debido la naturaleza'jur1dica de garant1a básica constitucionalizada en el arto 24 CE frente a la indefensión4M • de unas formas procesales para garantizar la igualdad de las partes en sus posiciones de acusación y de defensa, exigencias que aparecen - incluso - en la fase sumarial no obstante la prevalente finalidad investigadora y cautelar, y dicho principio tiene consagración precisa en el recurso de casación que en una de sus vertientes, la del quebrantamiento de forma, contempla los vicios de la actividad judicial, con nulidad y consiguiente reposición de actuación al momento de la indefensión,". En relación también con el recurso de casación, último eslabón de la v1a previa, STS de 27 de diciembre de 1985 (RA 6650) F. J. 3 Q, " •.• para proclamar dicha indefensión se requer1a que hubiera agotado los remedios y recursos legales que - en este caso - la Ley Procesal civil le ofrec1a en relación con la situación de rebeld1a que mantuvo en la primera instancia ...... STS de 20 de marzo de 1991, RA 2422, F. J. 2 Q, La infracción del arto 24.1 CE, es decir toda situación de indefensión, puede ser recurrida en casación a través del arto 1692.5Q LEC, (tras la reforma de 30 de abril de 1992, arto 1692.3Q LEC). 483 vid. arts. 53.1 CE, 5.4 LOPJ, 847 Y ss. LECRIM, 773, 1692, 1796 LEC. ARROYO DE LAS BERAS/XUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento giminal, op. cit., pp. 487 Y ss. VAZgUEZ IRUZUBIETA C. Doctrina ~jurisprudencia de la Ley de Enjuiciamiento civil, Madrid 1989, Pp. 2218 Y ss •• STS de 5 de octubre de 1983 (RA 5068) Considerandos 5Q y 6Q. ~84."El que ahora se diga que el valor dado a la cosa litigi<;>s~ lmp~dió el acceso al recurso de casación, y que con ello se ~r~vo

al

que

ahora

demanda

de

amparo 244

de

garant1as

bás~cas,

2. Extensión

Afirma la STC 31/1989, de 13 de febrero, que la prohibición de la indefensión,

y

en la misma medida el proceso debido,

alcanzan a todo tipo de procedimientos485 ,

aunque - y asl lo

refleja la jurisprudencia del TC - es en el ámbito penal en el que el proceso debido cuenta con un desarrollo más amplio, 10 que supone simplemente una adaptación a

los principios y

a

la

naturaleza de los derechos que en cada proceso se ejercitan o se ven involucrados4M •

constitucionalizadas en el arto 24, como son el derecho al proceso debido y al Juez ordinario predeterminado por la ley, ••• ". Recalcar la consciente distinción entre el derecho al proceso debido y el derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, y también la consideraci6n de ambas como garantlas básicas contenidas, junto con otras según se desprende con facilidad de la literalidad del fundamento, en el arto 24 CE. Respecto al derecho a ser juzgado por un Juez o Tribunal independiente e imparcial que constituye la principal exigencia del derecho al Juez legal (ordinario predeterminado por la ley) vid. arts. 14 PIDCP y 6.1 CEDH Y SSTEDH asuntos Piersack, de 1 de octubre de 1982 y de Cubber, de 26 de octubre de 1984. Y SSTC 145/1988, de 12 de julio y 11/1989, de 24 de enero. 485 V. gr. STC 125/1989, de 12 de jUlio, donde se produce una situaci6n de indefensión - el recurso de amparo resulta estimado - motivada por la incongruencia de la Sentencia del Tribunal Central de Trabajo, de 16 de marzo de 1987, (por tanto dentro del orden jurisdiccional laboral), que implica finalmente una negaci6n de la tutela judicial efectiva. También la prohibición de la indefensión rige en los procedimientos de ejecución, vid. STe 243/1991, de 16 de diciembre.

F.

J.

252

"Cabe

añadir

que

la

tutela

judicial

< constitucionalmente garantizada (y la consiguiente prohibici6n

. de indefensi6n) alcanza a todo tipo de procedimientos, incluido, Por tanto, el ámbito penal en cualquiera de sus modalidades, pero admite matizacione's en relaci6n con la acción civil derivada del lito o falta, frente a terceras personas que responden en forma sUbsidiaria, "pues tiene en su desarrollo menor alcance que el la acción criminal, por estar limitada al peculiar objeto izatorio o de resarcimiento". (STC 18/1985)". 245

"La indefensi6n, en cambio, es un concepto mucho más amplio, quizá también más ambiguo o genérico, - que la tutela efectiva pues puede originarse por múltiples causas. S6lo puede prosperar su alegaci6n cuando de alguna forma, generalmente por violaci6n de preceptos procedimentales,

se impida al acusado ejercitar

oportunamente su defensa, cuando se obstaculiza el derecho de defensa como posibilidad de refutar y rechazar el contenido de la acusaci6n que en su contra se esgrime.,,487 Para poder acceder al TS a través del recurso de casaci6n alegando alguna infracci6n de las normas relativas a los actos y

garantías

procesales

que

haya

producido

indefensi6n,

se

requiere el haber intentado subsanar la mencionada infracci6n en el momento procesal oportun0488 •

3. Actos de comunicación del OJ y prohibición de

1 a

indefensi6n.

En la ya mencionada STC 31/1989, encontramos una concreción más de lo que constituiría un supuesto de indefensi6n - causa de una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva - que por tanto afectaría al ámbito de protección del proceso debido. Se trata de la falta de citación o emplazamiento de las personas que pUdieran

resultar

afectadas

por

la

resolución

del

OJ.

"

~¡" Constituye

el supuesto una quiebra del principio, común a todos de contradicción o audiencia -

nadie puede ser

87 STS de 15 de abril de 1991 (RA 2729) F. J. 5Q.

8 STS de 16 de octubre de 1992 (RA 7825) F. J. 1Q. Vid. también • 1692.3 Y 1693 LEC. 246

condenado sin ser antes oido y vencido en juicio - cuya falta genera indefensi6n y que por lo tanto incluimos como elemento específ ico e imprescindible del proceso debid0489 • El principio de contradicción requiere del OJ que este se asegure,

en la medida de lo posible,

de que la citaci6n o

F. J. 312 "Una manifestaci6n singular y precisa de la indefensión constitucionalmente relevante es la constituida por la falta de citación o emplazamiento de aquellos que puedan resultar afectados por las decisiones o pronunciamientos del órgano judicial, sin que pueda justificarse la resolución judicial "inaudita parte" más que en el caso de incomparecencia por voluntad expresa o tácita o por negligencia imputable a alguna parte". vid. STC 37/1984, de 14 de marzo, en el que se expresa la necesidad de que el OJ asegure en lo posible la efectividad de la citación o emplazamiento (supuesto de realizarlo por edictos), más allá de las formalidades prescritas. vid. también SSTC 142/1989, de 18 de septiembre y 166/1989, de 16 de octubre. Ya desde el inicio de su actividad el TC, vid. STC 9/1981, de 31 de marzo, ha mantenido que debe procederse al emplazamiento personal siempre que los interesados sean conocidos e identificables a partir de los datos obrantes en autos, siendo válida unicamente la citación por edictos cuando ni conste en autos ni sea conocido el domicilio de la persona que debe ser emplazada. vid. SSTC 7/1991, de 17 de enero y 89/1991, de 25 de abril, donde se produce una vulneración del derecho a la tutela jUdicial efectiva debido a la indefensión causada a la parte por resolución judicial dictada "inaudita parte" y , respectivamente, por no garantizarse la audiencia bilateral en todas las instancias. Igualmente en la STC 9/1991, también de 17 de enero, donde la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva es causada por la indefensión proviniente de un acto procesal de comunicación defectuoso, en el mismo sentido, vid. STC 154/1991, de 10 de julio. Por falta de citación para la vista en juicio de deshaucio por precario, STC 131/1992, de 28 de septiembre, F. J. 3g. Una de las primeras sentencias del periodo postconsti tucional del TS referida a las garantias procesales del acusado en general y al principio de contradicción en particular es la STS de 5 de noviembre de 1979 (RA 3814) Considerando 112 " ••• el orden social bien entendido no es más que el mantenimiento de la libertad de todos y el respeto reciproco de los derechos individuales", con lo que claramente se resalta de una parte que nadie pueda ser condenado sin ser oido ••• ", igualmente STS de 13 de octubre de 1982 (RA 6365) Considerando 412 y STS de 5 de octubre de 1983 (RA 5068) Considerando 612. Una concreta manifestación del principio de contradicción la hallamos en STS de 24 de febrero de 1992 (RA ~310) F. J. 1 12 , "el derecho de la Defensa y del acusado de lnterrogar a los testigos de cargo y de descargo, se fundamenta en el principio de contradicción (cfr. STC 53/1987; SSTS 1-21988; 12-2-1988; 10-5-1990; 26-12-1990; ••• entre otras).". STS de 12 de enero de 1993 (RA 475) F. J. 312. 489

247

emplazamiento

a

quienes

deban

comparecer

en

la

litis

sea

personal. Las pautas a las que atenerse sobre esta materia las fija la jurisprudencia del TS que establece: "a) Que la citación por edictos haya de ser considerada, cual aparece plasmado en el arto 269 LEC, como el último de los medios de comunicación que el ordenamiento procesal establece a dichos efectos; b) Que el órgano judicial competente, ante un alegado ignorado paradero de la contraparte, se funde para acudir a dicho postrer remedio, en criterios de razonabilidad; c) A su vez, el cumplimiento de dichas garantias ha de ponerse en conexión con la conducta de las partes procesales, ya que mientras si la imposibilidad de la citación personal es provocada por quien pretende escudar en ella la indefensión, ésta no es admisible; mas cuando la ocultación deliberada

del

domicilio

de

la

contraparte

sea

obra

del

demandante, - principios de lealtad y buena fe - es lógico deba perj udicar a éste y no a su oponente, ,,490 • En la STC 109/1989, de 8 de junio, y en relación con el principio

de

contradicción

se

afirma

que

el

mismo

es

simul táneamente elemento del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva del arte

24.1 CE,

Y además exigencia del

derecho al proceso con las garantias debidas o proceso debido del arte 24.2 CE. La argumentación empleada por el TC en este caso adolece de falta de claridad a la hora de distinguir la función que al principio de contradicción corresponde en relación con uno y otro derecho, quizá ello sea debido a que la separación entre

los números 1 y 2 del arte 24 CE no es tan clara y radical como

STS de 12 de enero de 1993 (RA 475) F. J. 3g. Vid. también • 236 LOPJ. 248

en esta STC se pretende, por tanto cabrla la hipótesis según la cual

el

derecho

fundamental

a

la

tutela

judicial

efectiva

formarla parte, conjuntamente con el resto del arto 24 CE, del proceso debid0491 • En la STC 78/1992, de 25 de mayo, y más concretamente en su F. J.

2 g,

se afirma nuevamente que el derecho de audiencia

bilateral "es elemento integrante del derecho fundamental a la tutela

judicial

efectiva

(art.

24.1

CE)"

Y añade que

"el

principio de contradicción en cualquiera de las instancias es exigencia imprescindible del derecho al proceso con las garantlas debidas

(art.

24.2

CE),

para cuya observancia adquiere una

singular relevancia constitucional

el deber de

los

órganos

judiciales de posibilitar la actuación de las partes a través de los actos de comunicación establecidos por la Ley.".

491 F. J. 22 "Es elemento integrante del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE), no sólo el acceso al proceso y a los recursos legalmente establecidos, sino también el adecuado ejercicio del derecho de audiencia bilateral para que las partes del proceso puedan hacer valer sus derechos e intereses legltimos. El principio de contradicción en cualquiera de las instancias es, además, existencia imprescindible del derecho al proceso con las garantias debidas (art. 24.2 CE), para cuya observancia adquiere una singular relevancia constitucional el deber que incumbe a los órganos judiciales de hacer posible que las partes puedan adoptar la conducta procesal que estimen conveniente a través de los oportunos actos de comunicación establecidos por la Ley Procesal. De esta manera sólo la incomparecencia en el proceso o en el recurso debida a la Voluntad expresa o tácita de la parte, o por negligencia inexcusable a ella imputable podrla justificar, en principio, una resolución inaudita parte.". vid. en relación con el principio de contradicción o audiencia bilateral la STS de 4 de octubre de 1985 (RA 4572) F. J. 52 donde se establece la relación, njecesaria, entre la concurrencia de dicho principio y la tutela Udicial efectiva del arto 24 CE, ", tutela que se verla ~enoscabada si no se cumplieran los principios de rogación civil y de audiencia bilateral que laten tanto en la doctrina de la Oongruencia como en la de la prohibición de la reforma gravosa a perjudicial expuestas.". 249

Merece

en

este

momento

siquiera

una

breve

regulación del proceso civil sumario del arto

reseña

la

131 de la Ley

Hipotecaria, que suscita una permanente pOlémica por la aparente vulneración

que

en

ella

se

consagra

del

principio

de

contradicción o audencia, al respecto y en numerosas sentencias SSTC 41/1981, 64/1985, 41/1986, 8/1991 - el TC declara qUe 01chó regulación no afecta, per se, al derecho contenido en el art. 24. 1 CE, pero la STC 6/1992, de 16 de enero matiza, limitándola en

relación a determinados terceros, dicha afirmaci6n4n •

4. Impugnación de sentencias firmes

STC 124/1984, de 18 de diciembre, en su fundamento jurídico 3,,493

(reproduciendo parcialmente el contenido del

fundamento

jurídico también 3a de la STC 50/1982, de 15 de julio), y de forma no especialmente clara se califica al proceso debido de "derecho instrumental" y parece querer equipararse el mismo al 492 F. J. 6" "Aplicando lo hasta aquí expuesto al caso que examinamos, ha de afirmarse que en este concreto supuesto la resolución judicial dictada en el trámite último del procedimiento sumario hipotecario, en cuanto impone el desalojo y lanzamiento de la actual arrendataria, sin que ésta haya podido hacer valer sus derechos e intereses ante los 6rganos jurisdiccionales vulnera la garantía constitucional contenida en el arto 24. 1 CE, dando lugar a un efectivo y real menoscabo del derecho de defensa de la demandante de amparo y produciéndole así Una indefensi6n constitucionalmente amparable en esta sede.". Vid. FRANCO ARIAS J. El procedimiento del arto 131 de la Ley Hipotecaria y los arrendamientos constituidos sobre la finca Qipotecada.(Texto de la Sentencia del Tribunal Constitucional §11992. de 16 de enero y algunas reflexiones sobre la misma), Justicia 1992, nS;¡ IV, pp. 911-968. 493 F. J. 3 s;¡ " ••• instituida la revisión, alcanza a ella las garantías fundamentales contenidas en el arto 24.1 de la Constituci6n Española y, por tanto, las de acceso a la revisi6n y al conocimiento de la pretensi6n revisora en el proceso debido, asegurando el contenido esencial de este derecho instrumental".

250

arto

24.1

CE

Y más

concretamente

a

la

prohibición de

la

indefensión, y ello en relación a las regulaciones existentes o futuras de medios de impugnación frente a sentencias firmes, revisión, donde se ejercita una nueva pretensión distinta a la que dió lugar a la sentencia ahora objeto de El

proceso

de

revisión,

"instrumento

revisión4~.

revisor

de

las

garantías del debido proceso tiene cabida en el arto 24 de la CE. 494 STS de 26 de septiembre de 1986 (RA 4791) en cuyo F. J. 3 g ,

se establece en qué consiste el proceso de revisión en relación con el proceso civil, arts. 1796 y ss. LEC. "a) Que la revisión constituye un instituto que el legislador ha establecido para a través de un "juicio rescindente", obtener o no la "rescisión" de una sentencia firme que se estima tuvo su razón de ser bien en supuestos de hecho incompletos bien en defectos u omisiones formales indebidas, a fin de sustituirla por otra más ajustada a derecho; b) Por ello, la razón de ser de dicha figura procesal se encuentra, más que en la injusticia de la resolución cuya rescisión se pretende en la posibilidad de que el órgano jurisdiccional a cuya competencia viene referido su conocimiento, pueda controlar si la misma se dictó como consecuencia de incidir o no el proceso en vicios que de haberse producido habrían conducido a una sentencia distinta; c) Por todo ello, al ser la revisión una excepción al principio de cosa juzgada, la interpretación de 'los preceptos que la regulan ha de realizarse según constante doctrina de esta Sala, con un muy estricto a la vez que restringido criterio.". En relación con el proceso penal, arts. 954 y ss. LECRIM, vid. STS de 14 de junio de 1986 (RA 3154) F. J. V~ , "es de naturaleza extraordinaria y especial que se establece en nuestro ordenamiento jurídico-penal como última garantía ofrecida a la justificada inocencia o inculpabilidad de quien ha sido reputado responsable de infracción criminal y en tal concepto condenado con palmario y ostensible error, por lo que su esencial finalidad se dirige a hacer prevalecer frente a los efectos de una Sentencia o resolución firme, sustentada en una verdad formal y legal, la auténtica y plena verdad material, real y extraprocesal,". Es de destacar el distinto tratamiento que tanto la jurisprudencia del TC como la del TS otorgan a esta materia, su admisión - en el caso de impugnación de sentencias firmes - se realizará de forma restrictiva al concurrir el principio de seguridad jurídica cualificado por derivar de una sentencia firme, mientras que en el caso de los recursos el criterio de admisión es justamente el contrario, se busca no obstaculizar su admisión por meras rigideces interpretativas o Cuestiones formales; De todo ello no podemos sino extraer un nuevo elemento diferenciador de aquellos instrumentos jurídicos utilizables frente a resoluciones no firmes - recursos - de aquellos otros que caben frente a sentencias firmes y cuya naturaleza jurídica es distinta de la de los recursos. 251

r I

Así lo señala expresamente la importante STC 124/1984, de 18 de diciembre, ,,495.

5.

Indefensi6n

y

utilizaci6n

de

los

medios

de

prueba pertinentes. Derecho a no declarar contra s1 mism0 496

El TS establece la especial importancia del derecho a la utilización de los medios de prueba pertinentes, y destaca la fundamental contribuci6n del mismo a la consecuci6n del juicio justo, que interpretamos como riguroso sin6nimo de proceso debido

-

STS de 20 de enero de 1993

(RA 132)

F.

J.

.

-'

"La

Constitución Española al proclamar en su arto 24.2, entre otros, el derecho a la presunción de inocencia, a un proceso público y a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa, sienta las bases y condicionamientos para alcanzar el juicio justo. ,,497 "El arto 24 de la CE ha convertido en un derecho fundamental el de utilizar los medios de prueba pertinentes en cualquier tipo

495 RAMOS KENDEZ F. El proceso penal ••. , op. cit., pp. 444-449. Vid. también el arto 797 LECRIM sobre la posibilidad de anulación de sentencias dictadas en rebeld1a en el procedimiento abreviado, y arto 773 y ss. LEC que se ocupa de la audiencia a determinados rebeldes frente a sentencias firmes. 496 KONTERO/ORTELLS/GOKEZ/KONTON Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. III, p. 39. Donde se destaca la doble parcialidad del enunciado del arto 24.2 CE respecto al derecho a utilizar los tnedios de prueba pertinentes, as1 no hace referencia a la aCUsación ni al previo derecho necesario de alegaci6n de hechos de cargo y descargo. RAMOS KENDEZ F. El proceso penal ••• , op. t., pp. 343 Y ss. GOKEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., . 341-344.

STS de 16 de septiembre de 1992 (RA 7167) F. J. 1Q. 252

de proceso en que el ciudadano se vea involucrado. Este derecho , inseparable del de defensa, al haber sido constitucionalizado, impone

una

mayor

sensibilidad

en

relación

con

las

normas

procesales atinentes a ello, de forma que, admitida la prueba, el Tribunal

no

necesitaba

impulso de parte

para dictar

las

resoluciones pertinentes en orden a su práctica.,,493 El TS llega a afirmar en varias de sus sentencias y con respecto al derecho a la utilización de los medios de prueba pertinentes, fundamental

que por

tras la

CE,

su

elevación lo

correcto

al

rango

será

de

"proveer

derecho a

la

satisfacción de tal derecho, sin desconocerlo u obstaculizarlo, siendo preferente en tal materia incurrir en un posible exceso en la admisión de pruebas que en su denegación, ••. ,,499 Debe destacarse la estrecha vinculación existente entre el derecho a

la utilización de los medios de prueba pertinentes

498 STS, de 8 de julio de 1988. Vid., también SSTS, de 18 de octubre de 1988, 16 de febrero de 1990, entre otras. 499 STS de 16 de junio de 1987 (RA 4952) F. J. 1 9 • En el mismo sentido ATS de 21 de octubre de 1991 (RA 7332) F. J. 19 Y STS de 10 de febrero de 1992 eRA 1080) FF. JJ. 2g Y 3g. Existen sin embargo limitaciones al derecho que nos ocupa, as1 no podrán ser utilizadas o si lo son no surtirán efecto aquellas pruebas obtenidas mediante la violación de derechos o libertades fundamentales, STC 114/1984, de 29 de noviembre. STS de 7 de febrero de 1992 eRA 1108) F. J. 2 g , en ella se establece que en tales casos no será de aplicación la "Fruit of the poisonous tree doctrine" /doctrina de los frutos del árbol envenenado, que invalidarla toda la cadena originada por una actuación i11cita para obtención de pruebas, sino que se desligará el acto de obtención il1cita de prueba, que no tendrá validez, de aquella otra prueba obtenida l1citamente como consecuencia de la primera, que será eficaz para enervar la presunción de inocencia. V. gr. en base a un interrogatorio en el que se vulneran derechos fundamentales, prueba inválida, se procede a una actuación de entrada y registro efectuada con mandamiento judicial en el que se hallan efectos incriminatorios, prueba válida. Vid. arto 11.1 LOPJ. Vid. LOPEZ BARJA DE gUIROGA J. Las escuchas telefónicas Y 19 prueba ilegalmente obtenida, Madrid 1989, pp. 82-148. 253

tanto con el derecho a la defensa como con el principio de contradicción y aUdiencia5°O,

sin embargo ello no excluye la

posibilidad, a la que nos acogemos, de clasificarlo, dada la relación causa-efecto existente entre ambos enunciados, bajo el epígrafe de la prohibición de la

indefensión~l.

El arto 24.2 CE en relación con el derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes no garantiza "el derecho a que se practiquen todas aquellas pruebas que las partes tengan a bien proponer, sino tan sólo las que sean pertinentes o necesarias (STC 192/1987), ya que - como también ha declarado este Tribunal

500 Un claro ejemplo de dicha relación lo constituye el supuesto recogido en la STS de 31 de marzo de 1989 (RA 2288) F. J. 2 Q, en el que se afirma que produce indefensión, por la violación del principio de contradicción o audiencia, el no permitir el OJ la intervención de las partes en la práctica de las diligencias para mejor proveer. Vid. arto 340 LEC. 501 En este sentido, STC 1/1992, de 13 de enero, F. J. 5 Q, "Este Tribunal se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre lo que constituye la esencia de la indefensión, o sea la limitación de los medios de defensa producida por una indebida actuación de los 6rganos judiciales .•• ". y en relación al derecho a la utilización de los medios de prueba pertinentes, F. J. 6Q "Despréndese de todo lo dicho que la interpretación excesivamente formalista de los preceptos procesales que regulan el recibimiento a prueba en segunda instancia para el declarado en rebeldía en la primera, y la inaplicación por el Tribunal del que, en todo caso, permitía la práctica de las pruebas que en el recurso de súplica se propusieron, vulneraron los derechos fundamentales garantizados para el recurrente en el arto 24.1 y 2 de la Constitución .•• ". STS de 8 de marzo de 1991 (RA 2082) F. J. 2 Q, donde se afirma por un lado que la improcedente denegación de práctica de medios probatorios produce indefensión, y por otro que "toda prueba, para que pueda producir efecto en el proceso, ha de ser pública para las partes, en cuanto que el derecho no admite eficacia a pruebas secretas,". La STS de 15 de abril de 1991 (RA 2729), afirma en su F. J. SQ, que "la indefensión hay que relacionarla con el derecho, también fundamental, a utilizar medios de prueba pertinentes, ya que el impedimento a los mismos naturalmente que genera una situación injusta al coartarse la utilización de llledios probatorios, si bien haya de tenerse presente que el jUicio de pertinencia es de la exclusiva competencia del juez ordinario". STS de 16 de septiembre de 1992 (RA 7167) F. J. 1Q. Vid. también arto 6.3.d CEOH. 254

- sólo tiene relevancia constitucional para provocar indefensión la denegación de pruebas que, siendo solicitadas en el momento y la forma oportunas, no resultase razonable y privase a la parte

de hechos decisivos para su pretensión (SSTC 149/1987, 212/1990 Y STS de 28 de noviembre de 1990 (RA 9212) F. J.

412) "S
de

manera que sea respetada la competencia propia de los órganos jurisdiccionales pertenecientes a la jurisdicci6n ordinaria para apreciar la pertinencia de las pruebas ante ellos propuestas, siempre que las resoluciones que sobre ello se pronuncien no resulten arbitrarias o

infundadas~.

Una concreta manifestaci6n del derecho que nos ocupa y que pertenece como veremos también al derecho fundamental a un proceso con todas las garantias - por tanto doblemente elemento del

proceso

debido

implica

la

consideración

de

prueba

pertinente de aquella que permita al acusado o a su representante el interrogatorio de los testigos que hayan declarado contra él, máxime si se trata de un único testigo de cargo, lo cuál supone

502 STC 87/92, de 8 de junio de 1992, F. J. 212. Igualmente en el mismo sentido STS de 15 de febrero de 1990 (RA 1544) F. J. 212. ~&"

503 STC 141/92, de 13 de octubre, F. J. 212. STS de 29 de de 1990 (RA 9214) F. J. 112 B, "Es evidente que el auto .¡;1,de la Sección 51 de la Audiencia Provincial de Madrid, de fecha .16 de jUlio de 1986, en el que, sin razonamiento alguno, denegó la prueba pericial propuesta por la defensa del procesado Consistente en que por médico especialista de la Clinica Médico Forense de Madrid, y previo examen del procesado, emitiera orme sobre su adicción a la heroina en junio de 1985, si fria alguna enferm~dad mental y en qué medida afectaban ambas su capacidad cognoscitiva y volitiva, asi como su influencia la realización del hecho de que venia siendo acusado, incidia VUlnerándolo - en el derecho del procesado a utilizar los os de prueba pertinentes para su defensa.".

~.·noviembre

255

en definitiva una concreta modalidad de aplicaci6n del principio de contradicci6n504 • "La doctrina jurisprudencial, por una parte, ha comprendido en el campo del presente motivo tanto los supuestos de inadmisi6n de un medio probatorio como los de no suspensi6n del juicio pese a la no práctica del admitido - cfr. STS de 10 de abril de 1989 (RA 3081),,505. El

derecho

pertinentes

a

la

extiende

manifestaciones

de

la

utilizaci6n su

eficacia,

de

los

además

jurisdicci6n~,

a

medios de los

a

de

prueba

todas

las

procedimientos

504 STS de 5 de enero de 1990 (RA 276) F. J. 2$1. "En lo que ahora nos ocupa concretamente ha de procurarse no prOducir indefensi6n a ninguna de las partes. Claramente se viola el derecho a la defensa del acusado cuando no se accede a la suspensi6n y se utilizan, no obstante, como prueba de cargo las manifestaciones del testigo que no declaró en el juicio y sí lo hizo en el sumario, porque, por regla general, no pude dictarse sentencia condenatoria en base a pruebas respecto de las cuales no ha podido intervenir el Abogado del acusado, siendo aplicable al caso lo dispuesto en el artículo 6.3.d) del Convenio de Roma de 1950 y en el artículo 14.3.e) del Pacto de Nueva York de 1966, que conceden a todo acusado, como mínimo, entre otros, el derecho a interrogar o a hacer interrogar a los testigos que declaren contra él". De no estimarse como pertinente dicho medio probatorio se vulnerarán diversos derechos fundamentales, así STS de 7 de febrero de 1990 (RA 1289) F. J. 1$1 "En consecuencia, la valoración como prueba de las declaraciones de los testigos que no han sido sometidos a la posibilidad de contradicción por las partes procesales en el juicio, vulneran el derecho de defensa y el de presunción de inocencia - STC de 20 de noviembre de 1989 -.". En el mismo sentido STS de 30 de mayo de 1988 (RA 4110) FF. JJ. 3$1 Y 4$1, "La básica prueba de cargo con que se cuenta, en el supuesto que nos ocupa, dimana del testimonio de Javier Ll.¡ no pUede privarse a los procesados del ejercicio de su derecho de contradicción, interrogando a aquél en el acto del juicio oral, y realizando las confrontaciones oportunas.". 505 STS de 30 de abril de 1990 (RA 3378) F. J. 1$1. 506 STC 205/1991, de 30 de octubre, F. J. 3$1, "Conforme a reiterada doctrina de este Tribunal, el derecho a utilizar los lnedios de prueba pertinentes para la propia defensa, ~Onstitucionalizado por el arto 24.2 CE, ejercitable en cualquier di po de proceso e inseparable del derecho mismo de la efensa, ••• " • 256

administrativos sancionadores, si bien con ciertos matices "dado que

ambos

proceso

penal

y

procedimiento

administrativo

sancionador - son manifestaciones del ordenamiento punitivo del Estado. ,,507 El derecho a no declarar contra si mismo, nemo se detegere, forma parte del arto 24.2 CE Y es predicable tanto del acusado (art. 392 LECrim) como de los testigos (art. 418

LECrim)~.

No puede haber vulneraci6n del derecho a no confesarse culpable y a no declarar contra si mismo, cuando se ha hecho al interesado ofrecimiento de los derechos expresados en el arto 520 LECrim que corresponden a toda persona privada de libertad, y cuando declara voluntariamente en presencia de El

derecho

particularidad,

a

no

declarar

contra

si

Abogado~.

mismo

tiene

la

como ocurre con los contenidos del presente

apartado pero que, sin embargo, no comparte con carácter general el contenido esencial del proceso debido, de ser un derecho renunciable510 •

6. Indefensi6n e incongruencia.

507 STC 212/1990, de 20 de diciembre, F. J. 3 2 ; Vid., también STC 169/1990, de 5 de noviembre. 508 En un supuesto penal, STS de 9 de mayo de 1990 (RA 3888) F. J. 12.

509 STS de 20 de enero de 1993 (RA 129) F. J. 62. 510 STS de 12 de junio de 1984 (RA 3548) Considerando 22, "Que aun cuando el arto 24-2 de la constituci6n reconoce el derecho a tOdo ciudadano a no declararse culpable, no es menos cierto que este derecho es renunciable ••• ". 257

No sólo el TC sino que también el TS se ha ocupado en numerosas ocasiones de determinar qué es la incongruencia y de qué manera y con qué consecuencias afecta al derecho a la tutela judicial

efectiva sin

indefensión y

en última

instancia

al

proceso debidoSll • La

jurisprudencia del TC afirma que "La congruencia es

compatible,

sin

embargo,

con

la

utilización

por

el

órgano

judicial del principio tradicional del cambio del punto de vista jurídico expresado en el aforismo iura novit curia,

en cuya

virtud los Jueces y Tribunales no están obligados a motivar sus Sentencias,

ajustádose

estrictamente

a

las

carácter

jurídico aducidas por las partes.

aplicar

la

norma

les

faculta

para

alegaciones

de

La potestad para

desvincularse

de

la

511 La STS de 5 de'mayo de 1988 (RA 3478) F. J. 1 Q, en la que el MF sostiene, aunque el TS declara no haber lugar al recurso, se ha producido indefensión en la parte acusadora, por incongruencia de la AN. otro ejemplo de incongruencia por resolver la sentencia puntos no sometidos a su decisión, por exceso, (en contra de lo establecido en el arto 359 LEC), afectando por tanto al derecho fundamental de defensa, lo hallamos en la STS de 6 de marzo de 1990 (RA 1671) F. J. 2Q. Como ejemplo de incongruencia por defecto, STS de 6 de abril de 1990, "La omisión en el fallo de todo pronunciamiento sobre la reconvención, ya para estimarla total o parcialmente o para desestimarla, coloca evidentemente al reconviniente gn situación de indefensión en cuanto al derecho ejercitado, contraviniendo así lo dispuesto en el arto 24.1 CE Y obligando, en caso de no corregirse esa deficiencia, a seguir el reconviniente un nuevo pleito para reclamar sus derechos. En consecuencia, al no resolver todos los puntos litigiosos que fueron objeto de debate, la sentencia impugnada ha incurrido en el vicio de incongruencia por defecto.". vid. también SSTS, de 22 diciembre de 1990, 30 de septiembre de 1991. MONTEROIORTELLS/GOHEZ/HONTON Derecho JuriSdiccional, op. cit., t. III, pp. 401-412. Donde se opta por la denominación Correlación con preferencia a la de congruencia. RAMOS HENDEZ F. II proceso penal ••• , op. cit., pp. 390-393. 258

argumentación jur1dica esgrimida por los litigantes, pudiendo basar su decisión en razonamientos jur1dicos distintos. "S12 Relacionado también con la incongruencia y por tanto con la prohibición de la indefensión, pero ceñido a la segunda instancia procesal y vigente en todos los órdenes jurisdiccionales, nos encontramos con la prohibición de la reÍormatio in peius como l1mite de la potestad jurisdiccional en tanto su vigencia no sea anulada por uno de los medios previstos en la leySl3. 512 STC 88/1992, de 8 de junio, F. J. 2Q. Por todas en relaci6n con los 11mites de la congruencia, vid. STS de 16 de abril de 1990 (RA 2719) F. J. 2Q. Con respecto al cambio del punto de vista jur1dico, afirma la STS de 9 de febrero de 1981 (RA 388) considerando 3 g , "la incongruencia no se produce por el cambio del punto de vista jur1dico, del Tribunal de instancia respecto del mantenido por los interesados, siempre que se observe por aquél el absoluto respeto para los hechos que son los únicos elementos que pertenecen a la exclusiva disposici6n de las partes,". Con respecto al principio iura novit curia vid., v. gr., STS de 16 de noviembre de 1981 (RA 4535) Considerando 5 g , "habida cuenta, de una parte, que el principio iura novit curia, que rige en nuestro ordenamiento jur1dico procesal, posibilita fundamentar el fallo con distintas apreciaciones jurídicas que hayan establecido las partes e incluso el juzgador cuya sentencia se contempla en diferente instancia o recurso, siempre y cuando, como en este caso ocurre, se tengan en cuenta los hechos alegados y reconocidos y no se altere la causa o razón de pedir.". En igual sentido, SSTS de 15 de octubre de 1984 (RA 4865) Considerando 3 2 donde establece una vez más los límites de la potestad de los Jueces y Tribunales para aplicar la norma adecuada sin una rígida acomodación a la literalidad de los escritos de las partes, y SSTS de 21 de mayo de 1985 (RA 2406) Considerando 3 g ; de 24 de marzo de 1987 (RA 1720) referencia al principio da mihi Íactum dabo tibi ius. En el mismo sentido vid. STS de 10 de marzo de 1993 (RA 1829) F. J. 2Q, "la incongruencia centra toda su determinación procesal en el enfrentamiento del fallo con las pretensiones de los escritos iniciales, siendo por tanto inocua la posibilidad de que se apliquen normas legales ~istintas por imperio del principio "Da mihi factum, dabo tibi lUs" o su paralelo "iura novit curia", con tal de que ni se tergiversen los hechos ni se modifiquen las causas de pedir,".

513 STC 19/1992, de 14 de febrero, F. J. 2Q, "Como ya ha tenido Ocasión de poner de manifiesto con anterioridad este Tribunal (por todas, STC 17/1989) la prohibición de la reÍormatio in peius es una manifestación de la interdición de indefensión que reconoce el arte 24 CE Y una proyección de la congruencia en la segunda instancia, la cual incluye la prohibición de que el 259

B. Proceso debido y principio acusatorio

1. En general

El principio acusatorio es uno de los que configuran la LECrim que consagra un sistema acusatorio formal o mixto en el que confluyen caracteres propios de los sistemas originarios que cronológicamente se acusatorio

suceden

necesidad de

en el

tiempo,

acusación

asi

del

sistema

para que haya

juicio,

separación de las funciones de acusar y juzgar, resultado de la investigación preliminar base de la acusación no de la sentencia, publicidad y confrontación-contradicción en el juicio oral, libre valoraci6n de la prueba por el reformatio in peius

-

y del

juzgador,

prohibición de la

inquisi ti vo

investigación y

persecución de los delitos como función pública (principio de oficialidad) , procedimiento preliminar netamente inquisitivo que

órgano judicial ad quem exceda los limites en que viene formulada la apelaci6n acordando una agravaci6n de la sentencia recurrida que tenga origen exclusivo en la propia interposici6n del recurso.". Su vigencia se extiende también, aún sin existir norma expresa en tal sentido, a las apelaciones en los juicios de faltas (SSTC 54/1985, 84/1985, 115/1986, 202/1988). Por lo que a la jurisprudencia del TS respecta vid., STS de 27 de octubre de 1979 (RA 3760) Considerando 3 12 , "la prohibici6n de la reformatio in peius impide agravar la punici6n del contradictor sin recurso acusatorio,". Igualmente SSTS de 5 de mayo de 1980 (RA 1806) Considerando 3 12 ; De 4 de octubre de 1985 (RA 4572) FF. JJ. 512 Y 6 12 , donde se trata de deslindar con exactitud la ~ongruencia o incongruencia de la prohibici6n de la reformatio In peius, en su aplicaci6n. De 17 de junio de 1986 (RA 3166) F. J. 312; De 16 de marzo de 1988 (RA 1973) F. J. 5 12 ; de 16 de abril de 1990 (RA 2719) F. J. 6 12 , que la vulneración del principio de l'eformatio in peius "únicamente debe entenderse que existe cuando Una resolución judicial es revocada, no concediendo o negando lo qUe pedia el apelante, sino agravándola en su perjuicio, sin que esto sea pedido por otro apelante o adherido a la apelación,"; de 25 de marzo de 1991 (RA 2368) F. J. 112; de 9 de enero de 1992 (AA 175) F. J. 3 12 • 260

no precisa del ejercicio de la acción penal para su inicio y que puede ser secretosw • El principio acusatorio

("Nemo iudex sine actore";

"Ne

procedat iudex ex officio") supone la necesidad de que exista una

acusación sostenida por alguna de las partes legitimadas para ello, MF o ciudadano particular, con exclusión expresa del propio OJ como acusador (caracterlstica, como ya hemos señalado, propia del sistema acusatorio formal o mixto) para que se pueda abrir el juicio oral, ya que de otro modo la continuación del proceso serla imposible; supone también que el juzgador queda vinculado a la acusación en el sentido de que no podrá condenar a persona distinta de la acusada, ni podrá condenar por hechos distintos de los acusados S1S • 514 HONTERO/ORTELLB/GOKEZ/HONTON Derecho Jurisdiccional, t. III, op. cit., pp. 20-29. PAIREN GUILLEN V. La disponibilidad del derecho a la defensa en el sistema acusatorio español en Temas del ordenamiento procesal, T. II, op. cit., nQ 4, pp. 1208 Y ss. GIHENO/HORENO/ALMAGRO/CORTEB Derecho Procesal, T. II, op. cit., pp. 35 Y ss. Vid., arts. 642-644 LECRIM. HORENO/CORTEB/GIHENO Introducción ..• , op. cit., pp. 243-246. GOHEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho procesal penal, op. cit., § 12, pp. 115 Y ss. GOHEZ DE LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., pp. 21 Y ss. 515 GOMEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho procesal penal, op. cit., p. 121. Afirma GOMEZ DE LIAÑO P. en su obra El proceso l2e nal, ya citada, "El principio acusatorio informa el sistema de enjuiciar, en la materia que nos ocupa, de manera que sin acusación no hay juicio penal, porque las iniciativas de los tribunales se refieren exclusivamente, a la apertura de la instrucción, para la cual basta el simple conocimiento de hechos que puedan revestir el carácter de infracción de la ley penal, al objeto de conocer su alcance, para poder determinarse la Oportunidad de proceder, y acordarse medidas de aseguramiento, pero si a la vista de estas actuaciones no se llega a formular acusación, el tribunal está imposibilitado para continuar, er y fallar.", p. 30. HONTERO/ORTELLBIGOMEZ/HONTON Derecho ~~~~~~~, T~ III, op. cit., pp. 27, 28. GIMENO/HORENO --~~Ku/CORTES Derecho Procesal, T. II, op. cit., nQ 16, pp. - 72. GOMEZ COLOHER J. L. en ROXIN/ARZT/TIEDEKANN Introducción ~-=~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~, op. cit., pp. 230RAMOS HENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 31-32. n~~ft_ AROCA J. El principio acusatorio. Un intento de

Por lo que a la jurisprudencia concierne, entiende la misma que una de las manifestaciones más importantes del proceso debido en el especifico ámbito del proceso penal la constituye el principio acusatorio, que según unánime doctrina, requiere la existencia de una acusación formal contra una persona determinada en el sentido antedicho, ya que ello, según estiman tanto el TC como el TS, forma parte del derecho a no sufrir indefensión, STC 18/1989, de 30 de ener05~.

2. Extensión

aclaración conceptual, op. cit., pp. 775-788. MARTINEZ ARRIETA A. El principio acusatorio: Teoria general y desarrollo jurisprudencial, op. cit., pp. 833-879. DE LA OLIVA/ARAGONESES /HINOJOSA/HUERZA/TOKE Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 4144. 516 vid. entre otras, SSTS de 5 de noviembre de 1979 (RA 3814) Considerando 1 2 , de 11 de marzo de 1981 (RA 1107) Considerando 32 "el principio acusatorio básico en nuestro proceso penal, que no permite resolver en contra del reo cuestiones no planteadas ni postuladas en el juicio,"; de 3 de mayo de 1988 (RA 3449) F. J. 22, aplicación indebida de agravación especifica por el OJ ya que no se hace uso de la facultad del arto 733 LECRIM ante el manifiesto error en las conclusiones del MF que debiendo hacerlo no solicitó la mencionada agravante; De 9 de enero de 1990 (RA 287) F. J. 3 2 ; de 31 de octubre de 1991 (RA 7475) F. J. 12, "el proceso español está presidido por el principio o sistema acusatorio formal o mixto, y que no cabe, por tanto, condenar por delito que no ha sido objeto de acusación, del que los procesados no fueron informados en el momento procesal oportuno de la variación que se iba a efectuar de la acusación inicialmente formulada, con lo cual, elimina o disminuye sensiblemente cualquier posibilidad de defensa, ya que es evidente que una persona puede defenderse del delito de robo en el que sostiene no haber participado en absoluto, y no hacerlo de la receptaci6n del que no fue acusado, y respecto al que permanece indefenso."; También STS de 22 de enero de 1992 (RA 430) F. J. 1 2 , "El conocimiento completo de esta base acusatoria permite al acusado Valorar su contenido y en atención a las circunstancias del heCho, mostrar su conformidad o disconformidad con lo solici tado". Sobre este punto aporta interesantes consideraciones y abundante jurisprudencia tanto del TS como del TC, RUIZ VADILLO 8. Algunas breves consideraciones sobre el sistema acusatorio y

262

En la misma linea, la STC 53/1989, de 22 de febrero detalla los limites de aplicación del principio acusatorio en el proceso penal. Asi, se establece que deberá estar también presente en la fase de apelación de las sentencias y que rige igualmente en el juicio de faltas sn • En la STS de 13 de octubre de 1989 (RA 7679) F. J. 1 Q, se determina

el

alcance

exacto

del

principio

acusatorio

estableciendo los limites que le son propios y a los que tendrán que atenerse los OOJJ penales para no producir situaciones de indefensións18 •

517 F. J. 2Q "Es doctrina reiterada de este Tribunal en orden al principio acusatorio, que éste forma parte de las garantias sustanciales del proceso penal consagradas en el arto 24 de la Constitución y que, por tanto, dicho principio ha de aplicarse también en la fase de apelación de las Sentencias". En tal sentido, vid. SSTC 104/1986, de 17 de julio, 53/1987, de 7 de mayo, 240/1988, de 19 de diciembre y 109/1989, de 8 de junio. F. J. 22 "El principio acusatorio rige también, obviamente, en el juicio de faltas. Tal exigencia ha de hacerse compatible con los principios de oralidad y concentración propios del juicio de faltas, pero en modo alguno cabe admitir la acusación implici ta o presumir ésta de que haya habido condena". Vid. también STC 57/1987, de 18 de mayo. En relación también con el juicio de faltas, SSTC 168/1990, de 5 de noviembre, 47/1991, de 28 de febrero y 11/1992, de 27 de enero. 518 "1 1 ) los Tribunales de Instancia, no pueden sancionar cualquier delito más grave que el que haya sido objeto de acusación; 21) dichos Tribunales, no pueden castigar un delito distinto al que haya sido objeto de acusación, aunque, la Ley, le señale pena inferior, a menos que reine una gran homogeneidad entre una y otra infracción; 3 1 ) tampoco pueden apreciar agravantes genéricas o subtipos agravados, no invocados por las acusaciones; y 4 A ) todo ello será posible si, el Tribunal prOvincial, usa de la facultad a la que se refiere el articulo 733 de la Ley Procesal Penal, aunque, el Tribunal constitucional, en algunas sentencias, para la viabilidad de ese medio, exige que, una vez planteada la tesis, la asuma cualquiera de las acusaciones haciéndola propia.". 263

pi La STS de 17 de junio de 1991 (RA 4735) F. J. 4 Q , establece que la imposición de pena más benigna que la aceptada por medio de la conformidad por el procesado, no supone una vulneraci6n del principio acusatori0519 • Por el contrario, otra de las concretas manifestaciones del principio

acusatorio

en

el

proceso

penal

consiste

en

Id

imposibilidad de imponer una pena más grave que aquella que haya sido objeto de acusación, excepto si se emplea la posibilidad llamada tesis de la desvinculación,

recogida en el arto

733

LEcrim520 • Afirma

también con

rotundidad el TC que

"el principio

acusatorio debe respetarse en cada instancia, lo que significa que así como no basta con la acusación formulada en primera instancia si no vuelve a formularse en la segunda, tampoco puede admitirse que una

acusación

introducida por primera vez

en

apelación venga a sustituir a una acusación no formulada en la primera

instancia",

ello

supondría

una

vulneración

de

las

519 "La vinculación estricta debe entenderse pues como prohibición de imponer pena superior a la acordada por las partes, pero ello no ha de impedir que el Tribunal pueda bajarla dentro de las facultades que la Ley le concede," y más adelante, "en resumen, no se suplanta la misión que a las acusaciones corresponde ni se quebranta el principio acusatorio. Antes al contrario, al imponer pena más benigna que la pedida y conformada, si lo es dentro de sus límites, no se hace sino proyectar, con toda su grandeza, el principio de la más estricta legalidad. " . 520 STS de 15 de febrero de 1990 (RA 1550) FF. JJ. 2Q Y 3Q. Vid. sobre esta cuestión, MONTEROIORTELLS I GOMEZ I MONTON Derecho l.urisdiccional, 111, op. cit., pp. 313-321. GlMENo/MORENO/ALMAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. 11, op. cit. Pp. 455-457. ARROYO DB LAS HERAS/MUÑOZ CUESTA Ley de ~uiciamiento criminal, op. cit., pp. 409 Y ss. 264

&i

exigencias del principio acusatorio y por tanto del proceso debid0521 • El TS afirma, a modo de ejemplo práctico y resolviendo cuestiones puntuales, que supone una vulneraci6n del principio acusatorio cuando "al acusado se le aplica la circunstancia agravante de reincidencia, sin tener en cuenta que el Ministerio Fiscal, única parte acusadora, no lo solicita en sus conclusiones def ini ti vas ,,522.

3. Principio acusatorio y Juez legal

El derecho fundamental al Juez legal, predeterminado por la ley o Juez natural, puede deducirse con carácter general para todos los ordenes jurisdiccionales a partir de la definici6n del derecho al Juez legal penal que a continuaci6n insertamos y que lo conceptúa como aquél derecho fundamental "que asiste a todos los

sujetos

del

derecho,

a

ser

juzgados

por

un

6rgano

jurisdiccional, creado mediante Ley Orgánica y perteneciente a la jurisdicci6n penal ordinaria respetuoso con los principios constitucionales de igualdad, independencia y sumisi6n a la Ley y constituido con arreglo a las normas comunes de competencia

preestablecidas."ro 521 STC 100/1992, de 25 de junio, F. J. 2Q. 522 STS de 18 de enero de 1990 (RA 932) F. J. 3Q. 523 GIHENO/HORENO/ALMAGRO/CORTBS Derecho Procesal, t. II, op. cit., p. 48. HONTERO/ORTBLLS/GOKBZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. I, pp. 116-126. Donde se recogen los antecedentes hist6ricos y se destacan por un lado el aspecto positivo del derecho que supone la preexistencia de los OOJJ respecto a los hechos que serán enjuiciados además de la creaci6n y organizaci6n de dichos OOJJ conforme a una Ley orgánica y como derecho 265

En la STC 106/1989, de 8 de junio, el TC se pronuncia de forma inequívoca sobre la inescindible relaci6n entre el derecho a un Juez imparcial, implícitamente fundamental"S24

"garantía constitucional en el proceso

contenida

en

el

arto

24.2

de

la

Norma

(Juez legal/ordinario, en todo caso y en páginas

posteriores profundizaremos sobre el derecho específico al Juez imparcial, que aquí no podemos dejar de anunciar dada su íntima relaci6n con el

enunciado constitucional referente al

Juez

ordinario predeterminado por la ley del que se extrae) y el principio

acusatorioS~

presente del TC

de

modo

que

denota

la

tendencia

de dotar de un tratamiento unitario,

como

garantías integrantes del derecho al proceso debido, al arto 24.2 fundamental susceptible de amparo, y por otro lado el aspecto negativo que se manifiesta en la prohibici6n de los tribunales de excepción. vid. también GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., pp. 331-332. GOMEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 33 Y ss. RAMOS MENDEZ P. El Proceso Penal ..• , op. cit., pp. 19-23. HORENO/CORTES/GlMENO Introducción ••• , op. cit., pp. 93-99. 524 STC 113/1992, de 14 de septiembre, F. J. 3g. 525 Necesidad de atribuir la fase de instrucci6n y la del juicio oral a OOJJ distintos¡ vid. STC 106/1989, F. J. 3g sobre el preciso alcance del concepto actividad instructoria, ya que no toda actividad previa merece tal calificación, por no constituir actividad inquisitiva, y consecuentemente puede no haber comprometido la imparcialidad de quien la realiza. La STS de 27 de mayo de 1988 (RA 3849) en su F. J. 1 9 , permite distinguir entre el derecho a Juez ordinario predeterminado por la ley, arto 24.2 CE, como aquél derecho a que quien conoza del caso sea un "juez ordinario fijado previamente por el ordenamiento jurídico para conocer de tales actuaciones¡" quedando por tanto excluida la posibilidad de "un nombramiento ad hoa para conocer de ellos ni designación extravagante alguna, en este sentido.", del derecho al Juez imparcial, derecho no expresamente contemplado en el mencionado arto 24.1 CE, extraible del arto 117.1 CE, Y que no necesariamente se dará con la determinaci6n del juez legal, se trata de una circunstancia añadida que supondrá la no concurrencia de causa alguna de abstenci6n o recusación en el Juez ordinario. Arts. 217 y ss. LOPJ. Arts. 52 y ss. LECRIM¡ Arts. 188 y ss. LEC. vid. ARROYO DE LAS HERAS/KUÑOZ CUESTA, ~ ~e Enjuiciamiento criminal, op. cit., pp. 66 Y ss. 266

CE526 -

considerando la del Juez

legal como una garantía del

proceso debido que es calificado en esta STC como derecho fundamental integrado por las garantías que componen el arto 24.2 CE

527

En la tramitación de un proceso penal la garantía del Juez legal, en virtud de la vigencia del principio de inmediación, supondrá que necesariamente deberá ser el Juez que ha presidido el juicio oral, ante quién se practicaron las pruebas, quién pronuncie la sentencia, (SSTC 145/1985, 57/1986, 145/1987), so pena de vulneración de la tutela judicial efectiva. Sin embargo en la tramitación de los procesos civiles esta garantía no opera de igual manera dado que no rige el principio de inmediación, y cuando lo hace no tiene las connotaciones y consecuencias que hemos mencionado en relación con el proceso penal, de manera que el supuesto en el que el Juez sentenciador fuera distinto al Juez

526 Ello permite terminar con situaciones de incertidumbre como las provocadas por el ATC 341/1982, de 10 de noviembre, comentado

en páginas anteriores, de donde se podía deducir la convivencia, dentro del arto 24. 2 CE de las garantías del proceso debido junto con otras garantías o derechos diferentes. 527 F. J. 212 "Como ha tenido ocasión de señalar este Tribunal en sus SSTC 113/1987, fundamento jurídico 4 Q , 145/1988, 47/1982, 261/1984, 44/1985 Y 148/1987, de las garantías del proceso debido, que reconoce como derecho fundamental el arto 24.2 CE, forma parte la del Juez imparcial, la cual constituye no sólo una de las notas esenciales del principio acusatorio, que encuentra su protección constitucional en el derecho a un "proceso con todas las garantías", sino también y al propio tiempo es un derecho fundamental, implícito en el derecho al Juez legal proclamado en el mismo núm. 2 del artículo 24 de la Constitución.". El TS, STS de 30 de septiembre de 1985 (RA 4581) F. J. 612, incluye al Juez ordinario entre aquellos "derechos o principios que, siendo autónomos e independientes en el art. 24.2, emanan y derivan de esa tutela efectiva que los jueces Obligatoriamente han de dar al ciudadano; proceso con plenas garant1as, proceso regido por el juez ordinario •.• ". 267

que tramitó los autos y presidió la comparecencia, no supondría vulneración alguna del proceso debido por indefensiónsu • En

la

STC

4/1990,

de

18

de

enero

se

constata

una

vulneración del derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, por tanto del proceso debido, por atribución indebida de un asunto a una jurisdicción

jurisdicción especial,

en el caso concreto la

milita~~.

El TS colabora igualmente en el establecimiento de los límites

del

derecho

que

nos

ocupa,

y

así

y

en

relación

específicamente con la imparcialidad establece: "1.12 El derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley que proclama el inciso primero del núm. comporta,

2 del

arto

24 de

la Constitución

cuando de Tribunales colegiados se trata,

que las

528 STC 189/1992, de 16 de noviembre, FF. JJ. 3 12 Y 412. En la STS de 10 de marzo de 1986 (RA 1171) se destaca la vulneración del derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley (y por tanto del proceso debido), cuando se nombran Jueces especiales civiles para la sustanciación y resolución de juicios universales. Por lo que al proceso penal concierne y en relación al principio vigente de inmediación, la STS de 29 de enero de 1993 (RA 220) F. J. 112, establece que se vulnera el derecho a un proceso con todas las garantías, y dentro de él el derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, cuando tras la suspensión del juicio oral, se reanuda anta un Tribunal distinto del anterior, al haber sido sustituido uno de los Magistrados que componían la Sala ante la que se llevó a cabo la parte inicial del juicio oral. vid. arto 793.4 LECRIM. 529 F. Jo 312 "En la STC 75/1982, este Tribunal sostuvo que el derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley, que está reconocido como derecho fundamental en el arto 24 o2 de la Constitución, resulta vulnerado cuando se atribuye indebidamente un asunto a una jurisdicción especial en vez de a la ordinaria." o También en relación con la jurisdicción militar, establece la STC 106/1992, de 1 de julio en su F. J. 212, Y con respecto al procedimiento de habeas corpus, que será competente para su conocimiento - por tanto juez legal - el correspondiente de la jurisdicción militar, cuando la razón de la detención que provoca la posterior interposición del habeas corpus, sea una sanción para cuyo conocimiento es competente la jurisdicción militar. En la jurisprudencia del TS vid., V. gr. STS de 26 de noviembre de 1990 (RA 9166) F. J. 512. 268

partes conozcan anticipadamente la composici6n de la Sala que ha de resolver el caso litigioso en cuesti6n,

como único medio

posible de que puedan hacer uso de su derecho de recusaci6n (arts. 217 y ss. LOPJ), teniendo a este respecto declarado el Tribunal Constitucional STC 46/1982, de 12 de julio, que "el derecho a

ser juzgado por el Juez predeterminado por la Ley

comprende recusar a aquellos funcionarios en quienes se estime que

concurran

las

causas

legalmente

tipificadas

como

circunstancias de privaci6n de la entidad subjetiva o de las condiciones

de

imparcialidad

y

de

neutralidad".

2. g

En

concordancia con lo anteriormente dicho, el arto 203 de la LOPJ ordena que se notifique a las partes el nombre del Magistrado Ponente

y,

en

su

caso,

del

que

con

arreglo

al

turno

ya

establecido le sustituya, con expresi6n de las causas que motiven la sustituci6n"s30. Dentro de los Tribunales especiales, que sólo pueden existir por

estar

admitidos

por

la

CE,

merece

siquiera

una

breve

referencia el Tribunal del Jurado puesto que está llamado a constituir - y debería ser ya, dado que mientras no se habilite las

posibilidades de

participación de

los

ciudadanos

en

la

administración de justicia que la CE pretende se ve seriamente restringida - parte del derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley y por 10 tanto parte del contenido del proceso debido en el ámbito que le sea propio.

530 STS de 5 de octubre de 1992 (RA 7524) F. J. 42. 269

Hasta el momento se refieren al Jurado únicamente el arto

.25 CE Y los arts. 19.2 y 83 LOPJ, que se limitan a sentar las

)ases de la futura Ley reguladora de la materia 531 •

C. Proceso debido y derecho de defensa

1. En genera1532

El derecho de defensa es un derecho, y también una garantia,

:undamental reconocido en los arts. 17.3, 24.1 Y 24.2 CE Y que

La sido definido por algún autor como "otro de los comodines

lolivalentes que rodea el ejercicio de la acci6n penal" cuyo

lignificado es "ante todo el derecho a defenderse en el juego de

.a contradicci6n. Es en realidad un derecho a mantener la postura

;31 MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, op. cit., t. , pp. 62-78. En general vid., GOMEZ COLOMER J.L. Comentarios a .os articulos 19.2 v 83 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de .985: problemas prácticos aplicativos y de "lege ferenda" del 'uturo juicio con Jurados en el proceso penal, La Ley 1986, t. , pp. 1047-1073. FAIREN' GUILLEN' V. Los Tribunales de Jurados en .a Constituci6n española de 1978, Madrid 1979. GARRIDO FALLA P. ~omentarios ••. , op. cit., pp. 1846-1858.

Como curiosidad, aunque en absoluto carente de interés iientifico, en relaci6n con el tema del derecho a la defensa, 'id., UNION INTERNACIONAL DB ABOGADOS Carta internacional de los lerechos de la defensa, Justicia, Barcelona 1988, pp. 469 Y ss. 'a en el arto 1Q de la misma se hace referencia a que el derecho . la defensa es uno de los pilares del derecho a la justicia y , un proceso equitativo, al que califica de derecho fundamental.

132

270

procesal de parte acusadora o acusada. ,,533 Su aplicación en el proceso penal es decisiva. La STC 74/1984, de 27 de junio, establece en su fundamento jurldico 2Q que el derecho de defensa es uno de los contenidos del proceso debido s34 •

533 RAMOS MENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 16-18, en él se destaca la relación del derecho de defensa con la actividad probatoria, y con la defensa técnica por medio de la asistencia de Abogado y Procurador. GOMEZ DB LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., pp. 332-335, que lo vincula de modo esencial a la asistencia de Letrado. MONTERO/ORTELLS/GOMEZ/MONTON Derecho Jurisdiccional, t. 111, op. cit., pp. 298-301. GIMENO/MORENO ¡ALMAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. 11, op. cit., pp. 174-180, donde se señala que su contenido 10 constituyen: La autodefensa y el derecho a la asistencia de Abogado. Como ejemplo de posibilidades de restricción de dicho derecho en relación especlficamente a la defensa técnica, vid. GOMEZ COLOMER J. L. La exclusión del Abogado defensor de elección en el proceso penal, op. cit., pp. 61 Y ss. 534 La mencionada STC 74/1984 resuelve un recurso de amparo

interpuesto frente a la resoluci6n recaida en un proceso contencioso administrativo, por 10 tanto las exigencias del proceso debido abarcan también a los procesos que se realizan en dicho orden jurisdiccional. y en relación al proceso debido afirma, F. J. 2 Q "Los derechos al proceso debido y a la defensa dentro de él exigen, entre otras manifestaciones, la de tener que llamar como parte en cualquier procedimiento a toda persona legitimada para ello, por poseer derechos o intereses legalmente otorgados para constituirse en parte procesal, y poder oponerse contradictoriamente a las pretensiones adversas a través de la dialéctica jurldica y de las justificaciones oportunas, por exigirse la constituci6n adecuada de la relación jurldicoprocesal entre las partes que tengan que ser genuinos e id6neos demandantes y demandadas, en atenci6n al derecho material debatido, en el conflicto intersubjetivo de intereses". Para determinar el contenido del derecho a la defensa ATC 374/84, F. J. 4Q "El arto 24.1 de la CE, al conceder a todas las personas el derecho a obtener la tutela efectiva de los 6rganos jUdiciales, exige que en ningún caso se produzca indefensión, 10 que significa que en el proceso ha de respetarse el esencial principio de contradicción asl como ha de permitirse a las partes contendientes alegar y probar sus derechos e intereses con vistas a su reconocimiento judicial. La privaci6n de alguna de estas garantlas procesales constituirla una vulneración del derecho de defensa, que también podr1a provenir en aquellos casos en los que la decisión judicial efectuara una variaci6n absoluta del debate, alterando las pretensiones objeto de la inicial contradicci6n y olausurando la posibilidad de defensa y pruebas pertinentes." 271

>

2. Extensi6n

Con respecto a la efectividad del derecho de defensa en las distintas fases procesales, se desprende de la doctrina del TC, SSTC 44/1985, de 22 de marzo y 66/1989, de 17 de abril, y de los arts. 118 y especialmente 302 (instrucción e intervención de las partes personadas en todas las diligencias del procedimiento) ambos de la LECrim, la efectividad del derecho de defensa del imputado, a través de la intervención, en todas las fases del procedimiento con particularidades, en su caso, en relación a la fase sumaria 1535 • El derecho de defensa, y dentro de él el derecho a la asistencia letrada, sólo desplegará su eficacia, permitiendo la impugnación de la actuación correspondiente, cuando se produzca indefensión efectiva. "y ello no ocurre en este caso, en el que los procesados - salvo uno - negaron los hechos imputados y en las fases del proceso en que se materializó la acusación contaron con Letrado de su elección para la asistencia procesal que estimaron adecuada y conforme a sus intereses. ,,536 •

535 STC 66/1989, de 17 de abril, F. J. 4Q "Se establece as1 un principio de intervención procesal que, ••• , resulta del derecho de defensa del imputado en todas las fases del procedimiento, •••• Pero ha de recordarse también que en la fase de investigación (es decir, antes y fuera de la fase de vista oral) el Tribunal ha precisado en la citada Sentencia (STC 44/1985) que ese derecho "podrá restringirse en los supuestos especiales y extraordinarios que exija la investigación según las leyes procesales" .... J

STS de 7 de febrero de 1992 (RA 1108) F. J. 3 Q, señala igualmente esta sentencia que las pruebas producidas con irregularidades procesales en la fase sumarial o instructoria, generan su nulidad autónoma, sin afectar al resto del proceso, no PUdiendo ser consideradas aptas para enervar la presunción de inocencia, (también STS de 16 de enero de 1992 (RA 169) F. J. 2 Q, entre otras). 536

272

" Jea;

3.

Derecho

a

ser

informado

de

la

acusaci6n.

Derecho a la intervenci6n de intérprete

El sujeto pasivo del proceso penal tiene derecho a estar en todo momento informado de las actuaciones procesales que se realizan y en las que está involucrado, ese derecho comienza con el inicio del propio proceso penal, as! arto 17.3 CE donde se recoge el derecho a ser informado de los motivos de la detenci6n, y tiene una especial manifestaci6n en el derecho que ahora nos ocupa a ser informado de la acusaci6n frente a él formulada del art.

24 • 2

CE Y que actúa como presupuesto del derecho de

defensa S3? • En

la

STC

30/1989,

de

7 de

febrero,

encontramos una

expresi6n que entendemos, ateniéndonos al significado gramatical de las palabrass38 , sin6nima a la que constituye el obj eto de nuestra tesis - las referencias a su contenido nos confirman dicha identidad -

En la referida STC se habla de "proceso

iusto"S39, y respecto al mismo se afirma que comporta, dentro del derecho a la defensa - que como ya hemos destacado en páginas anteriores constituye uno de los contenidos del proceso debido y de su correlativo derecho a ser informado de la acusaci6n, con

la finalidad de asegurar en determinados casos la eficacia de 537 RAMOS HENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., p. 162. GOMEZ DE LXAÑo P. El proceso penal, op. cit. pp. 335-338. 538 REAL ACADEMXA ESPAÑOLA Diccionario de la lengua española, Madrid 1984, pp. 442 Y 806. 539 La terminología empleada no es ajena a Tribunales diferentes del TC español, as! v. gr. vid. STEDH de 6 de diciembre de 1988, oaso Barberá, Messegué y Jabardo, en relaci6n al arto 6 CEDH y el derecho a un proceso justo. vid. STS de 20 de enero de 1993

(RA 132) F. J. li2. 273

dicho derecho a ser informado, el derecho a la intervención de un intérprete, cuya no concurrencia - cuando procediere - será determinante de la indefensión de la parte a quien

afecte~.

La información de la acusación formulada debe realizarse de tal manera que permita al imputado una defensa completa. Así, afirma el TS que "tras la vigencia de la Constitución de 1978, todo imputado tiene derecho a conocer de lo que se le acusa, no pudiendo producirse la imputación de nuevas infracciones, de un modo sorpresivo y que le suma en la más completa indefensión consecutiva

al

desconocimiento

de

una

calificación

que,

el

Tribunal, mantuvo in pectore y que no exteriorizó sino cuando el acusado

ya

no

podía

articular

ni

alegaciones

ni

pruebas

exculpatorias. ,,541. 540 En relación con el derecho a ser informado de la acusación formulada, la STS de 25 de marzo de 1987 (RA 2212) F, J. 12, afirma refiriéndose a los diferentes momentos en que dicho derecho deberá hacerse efecti vo, "la información dicha, debe facilitarse al detenido o preso desde el mismo momento en que es privado de libertad, debiéndosele informar, de nuevo, a través de la notificación del auto de procesamiento, y que, finalmente, se le enterará de las causas o motivos por los que es enjuiciado, en los escritos de calificación provisional de las partes acusadoras, y en su caso, en los escritos de conclusiones definitivas de las mismas,". STS de 29 de septiembre de 1989 (RA 7517) F. J. 52, que establece la relación necesaria existente entre "el principio acusatorio que preside la fase plenaria del proceso penal español y el derecho constitucional que tienen todos los acusados, y les reconoce el artículo 24 de la Constitución, de conocer aquéllo concretamente por lo que se les acusa,". Respecto al derecho a la intervención de un intérprete, vid. ARROYO DE LAS HERAS/HUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento Criminal, op. cit., pp. 288 Y ss. 541 STS de 9 de septiembre de 1987 (RA 6327) F. J. 32. En el mismo sentido STS de 15 de marzo de 1988 (RA 2019) F. J. 52, "la ratio essendi del mandato constitucional contenido en el número 2 del artículo 24 de la Constitución de que todos tienen el derecho a ser informados de las acusaciones formuladas contra ellos, se encuentra en la necesidad de evitar que pueda llegar a producirse indefensión ante el desconocimiento de pretensiones qUe impida la posibilidad de impugnarlas,". y finalmente afirma el TS en sentencia de 15 de abril de 1992 (RA 3060) F. J. 4 2 , "la 274

En relación al derecho a ser informado de la acusación afirma el TC que "dado que los derechos de defensa se han de mantener en cada instancia (SSTC 245/1988, F. J. 3 Q¡ 31/1989, F. J. 3 Q ) , no cabria argumentar que la petición de esa acusación ya era conocida al actor." De manera que "cuando el recurrente es el acusador y no el acusado, en realidad en el recurso se está ejerciendo una acción penal, una acusación contra el recurrido de

la que debe ser

informado,

como exige el arto

24.2

CE,

exactamente igual que si de la primera instancia se tratara. Los derechos de información y

defensa que asisten al acusado en

primera instancia han de preservarse también en via de recurso, pues materialmente la situación no ha variado"S42. Establece el TS que el derecho del imputado a ser informado de la acusación formulada, asuntos

relativos

momento

de

la

al

orden

imputación,

debe ser también aplicado en los jurisdiccional aunque

en

el

militar

CÓdigo

de

desde

el

Justicia

Militar, ya derogado, no existia norma equiparable al arto 118

acusación ha de ser clara y precisa para que el acusado pueda defenderse de aquello que se le imputa, sin que el Tribunal pueda introducir en la sentencia hechos por los que no se acusó, pues si asi lo hiciera violaria el derecho que nuestra Constitución concede a todo acusado de ser informado de la acusación contra él formulada (art. 24.2) y causaria indefensión (art. 24.1)". En el procedimiento administrativo sancionador, STS de 19 de diciembre de 1991 (RA 311) FF. JJ. 3Q Y 4 Q, supone una VUlneración del derecho a la defensa, arto 24.2 CE, con lo que resulta estimado el recurso de casación interpuesto y la consiguiente nulidad y retroacción de actuaciones, la falta de notificación de pliego de cargos y propuesta de resolución. vid. STC 29/1989, de 6 de febrero. 542 STC 99/1992, de 22 de junio, F. J. 2Q. SSTS de 19 diciembre de 1986 (RA 7959) i de 9 de septiembre de 1987 6327); de 30 de abril de 1990 (RA 3398) F. J. 2Q Y de 18 ~ctubre de 1990 (RA 8177) F. J. 4Q. Dentro del derecho a lnformación en general, vid. arto 520 LECRIM. 275

de (RA de la

LEcrim, ya que es prevalente, de directa aplicación y obligado respeto el arto 24.2

C~3.

Los supuestos en los que es precisa la intervención de intérprete, que deberá hacerse efectiva aún sin una especifica configuración legal, no se limitan a aquellos en los que el acusado desconoce el idioma del Tribunal, sino que su correctú entendimiento abarcará todas las situaciones en las que aquél no comprenda o comprendiendo no pueda hacerse entender,

por el

motivo que sea, por el Tribunal; v. gr. la sordomudez de la parte tal y como ocurre en la STC de referenciaS«.

4. Derecho a la asistencia de letrado

543 STS de 22 de febrero de 1989 (RA 2789) F. J. 22. Hay que tener en cuenta que la nueva LO 2/1989, de 13 de abril, Procesal Militar, si incorpora en su articulado, concretamente arto 125, el derecho a ser informado de la acusación formulada, adaptándose asi a lo dispuesto por el arto 24 CE. 544 F. J. 3Q "Por otra parte, la garantia de un proceso justo y el ejercicio de la adecuada defensa comporta también, como premisa necesaria, asegurar la comprensión del acusado sobre el sentido y significado de los actos procesales realizados y de las imputaciones efectuadas, independientemente de la clase de proceso, lo cual supone la intervenci6n de un intérprete cuando sea necesaria para garantizar la efectividad de dichos derechos". Vid. arto 10.2 CE, arto 6.3.e) CEDH y arto 14.3.f) PIDCP, en relación al derecho a la asistencia gratuita de intérprete y a su interpretación por los tribunales españoles. vid., SSTC 5/1984, de 24 de enero, 74/1987, de 25 de mayo y 71/1988, de 19 de abril. vid. también, SSTEDH de 26 de abril de 1978 (Luedicke, Belkacem y K09) y de 21 de febrero de 1984 (Oztürk). STS de 16 de febrero de 1993 (RA 1146) F. J. 6 Q , no se vulnera el derecho a la intervención de intérprete cuando este no ha sido reclamado a lo largo de la tramitaci6n de la primera instancia; la mera nacionalidad distinta de la española del inculpado no determina la intervenci6n de intérprete, si aquél conoce suficientemente la lengua española. vid. ARROYO DB LAS HBRAS/MUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento Criminal, op. cit., pp. 288 Y ss. 276

Es posiblemente el principal de los derechos que integran el derecho, más amplio, de defensa y consiste en garantizar la asistencia técnica de Abogado, de elecci6n y subsidiariamente nombrado de oficio, en todas las diligencias tanto policiales como judiciales donde su presencia sea

preceptiva~s.

La STC 135/1989, de 19 de julio, se ocupa de determinar momento

desde

el

que

integrado en el arto

la 24.2

asistencia

letrada,

como

~l

derecho

CE Y por tanto parte del proceso

debido, es exigible; y ello dependerá de la valoraci6n de Juez Instructor, ya que el art 118.2 LECrim no puede ser entendido literalmenteS46 •

545 En general vid. ARROYO DB LAS HERAS/HUÑOZ CUBSTA Ley de Enjuiciamiento criminal, op. cit., pp. 103 Y ss. Y 286 Y ss. GIHENO/MORBNO/ALHAGRO/CORTBS Derecho Procesal, t. 11, op. cit., pp. 175-179. GOHBZ COLOHER J.L. La exclusi6n del abogado defensor de elecci6n ••• , op. cit., en donde se define desde el punto de vista constitucional el derecho a la defensa técnica, pp. 124139. Y además se manifiesta contrario a las restricciones de dicho derecho que supone el arto 527, a) LEcrim, por considerarlas no acordes con los arts. 17.3, 24.2 Y 55.2 todos ellos de la CE, pp. 139-145 Y 157-158. 546 F. J. 3 Q "Es el titular del 6rgano instructor quien debe ponderar si la atribución, formulada por ejemplo por un testigo, de un hecho punible a persona cierta es "más o menos fundada" o por el contrario manifiestamente infundada. Es el instructor quien debe efectuar una provisional ponderaci6n de aquella atribución, y s6lo si él la considera veros1mil o fundada de modo que nazca en él una sospecha contra persona determinada, deberá considerar a ésta como imputado, poner en su conocimiento la imputaci6n y permitirle o proporcionarle la asistencia de Letrado.". En el mismo sentido vid. STC 188/1991, de 3 de octubre. STS de 4 de febrero de 1985 (RA 862). vid. además STS de 29 de marzo de 1989 (RA 2764), F. J. 2 Q , en ella se afirma que se tiene derecho a la asistencia de letrado desde el momento de la detenci6n, en caso contrario se producirá la vulneración del derecho a la defensa. Pormenorizadamente se trata en la STS de 14 de junio de 1991 (RA 4714) F. J. 2Q. STS de 7 de febrero de 1992 (RA 1108) F. J. 3 Q , sobre supuestos en los que las irregularidades procesales, falta de asistencia de letrado en este caso, no producen indefensión. STS 18 de diciembre de 1992 (RA 10439). vid. además, arts. 118.1, 384 Y 520 LECRIM. 277

"

.{

En la STC 135/1991, de 17 de junio, encontramos algunos de loS elementos claves que nos permitirán fundamentar la tesis que proponemos sobre el contenido del proceso debido. En ella el TC detecta - dado que el amparo es otorgado ante la inexistencia de nombramiento de Abogado y Procurador de oficio tal y como el ahora demandante de amparo solicitara - una única violaci6n del derecho de defensa (art. 24.2 CE) - "garant1a que conforma el derecho

al

proceso

vulneración del

debido",

derecho

a

que

la

supone

tutela

necesariamente

una

jUdicial efectiva

sin

indefensión (art. 24.1 CE) 547. No basta con que se dé formal o aparentemente la asistencia de letrado - supuestos de designación de abogado de oficio - , es decir que éste haya sido nombrado, sino que la misma deberá ser

una

"asistencia

técnica

efectiva"

para

garantizar

"el

verdadero contenido de la garant1a constitucional en el proceso, reconocida en el arto 24.2 de la Constitución, contemplada en el arto 6.3 CEDH y en el arto 14.3, d), del PIDCP, e interpretada 547 F. J. 2" "Dentro del haz de garant1as que conforman el derecho al proceso debido figura, como reiterada y firme

jurisprudencia de este Tribunal tiene declarado, el derecho a la asistencia letrada. Este derecho supone que tal asistencia, de acuerdo a la STC 37/1988 (fundamentos jur1dicos 6" y 7"), que recoge la doctrina del TEDH, debe ser, además de real y efectiva, proporcionada, en determinadas condiciones, por los poderes públicos ... "No haber actuado en el presente caso los órganos jUdiciales en orden a la preservación del derecho de defensa del ahora recurrente en amparo ha lesionado sus derechos constitucionales del arto 24.1 Y 2 CE, que corresponde ahora restablecer.". Con respecto a la jurisprudencia del TS vid., v. gr., STS de 2 de junio de 1986 (RA 3087) FF. JJ. 4" Y 6", "El derecho de defensa y asistencia que el párrafo 2" del arto 24 de la Constitución Española, establece en relación con el arto 118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal no ha sido vulnerado, de suerte que la pasividad del procesado en cuanto a la designación de un Abogado de su elección - fue suplida, hasta donde pod1a hacerse por el órgano judicial, el cual veló, por tanto, por el cumplimiento del derecho de defensa y el requisito procesal que la misma implica.". 278

en el sentido indicado por diversas resoluciones del TEDH y por la jurisprudencia de este Tribunal "S48. El derecho a la asistencia letrada "es predicable en el ámbito procesal penal, no sólo de los acusados, sino también de quienes comparecen como acusadores ejerciendo la acción penal. Ello comporta,

de forma esencial,

que las partes acusadoras

puedan encomendar su representación y asesoramiento técnico a quien merezca

su confianza

y

consideren más

adecuado

para

instrumentar su propia defensa. "S49 • El derecho a la asistencia de Letrado no resulta vulnerado en el supuesto en que el Abogado del inculpado deja de serlo por actuar como testigo, siendo sustituido en su cometido por otro Abogado, sin que se produzca por ello protesta alguna. Hay que tener en cuenta también que cualquier otra soluci6n hubiera podido comprometer

el

derecho a

un proceso sin dilaciones

indebidas, sin ofrecer como contrapartida un más perfecto derecho a la asistencia de

Letrados~.

A la cuestión de determinar si, en un procedimiento en que no es preceptiva la asistencia letrada (juicio de faltas, 962 y ss. LECrim), la negativa del OJ a la suspensión del juicio oral por motivo de la incomparecencia del Abogado de una de las partes supone una vulneración del derecho a la defensa y por tanto, según ha quedado anteriormente aclarado, del proceso debido, responde el TC que "la pervivencia del derecho a la asistencia

548 STC 178/1991, de 19 de septiembre, F. J. 19. 549 STC 193/1991, de 14 de octubre,

F. J. 2 g , vid., arto 113

LECrim. 550 STS de 19 de enero de 1993 (RA 396) F. J. 6g. 279

letrada, incluso en aquellos procedimientos en los que no resulta preceptiva, favorecer

impone a los órganos judiciales la obligación de el

efectivo

ejercicio

de

ese

derecho,

una

vez

manifestada la voluntad inequívoca de cualquiera de las partes de ser asistida por un Abogado de su elección, abstenerse

de

interponer

obstáculos

así como la

impeditivos

a

dicho

ejercicio, sin otras limitaciones que aquellas que pudieran derivarse

del

derecho

de

dilaciones indebidas (STC

la

otra

parte

a

un

proceso

sin

47/1987)."5~.

D. Proceso debido y arto 24 CE

Paulatinamente hemos podido constatar la dificultad que en la mayoría de

los

casos entraña el

intento de mantener

la

separación que, únicamente a efectos de orden y claridad, hace la CE de su arto 24 como una separación esencial. Numerosa

jurisprudencia

relaciones esenciales, números del arto

se

encarga

de

destacar

las

la total interdependencia entre ambos

24 CE al que,

en consecuencia, dotan de un

tratamiento unitario. Con respecto a lo que no existe acuerdo es en

la

calificación

de

la

naturaleza

de

dicho

precepto

constitucional. Volviendo a la STC 74/1984, de 27 de junio, y en particular a su fundamento jurídico 3 g ,

apreciamos una nueva referencia

explicita al proceso debido como resultado de la aplicación de la totalidad del arto

24 CE

(sin distinción de números, sino

551 STC 208/1992, de 30 de noviembre, F. J. 2g. 280

considerado

en

su

conjunt0552 ).

El

amparo

es

otorgado,

sin

embargo, por vulneración del derecho fundamental de defensa, no por análoga circunstancia - vulneración - en relación con el proceso debido. Nuevamente encontramos una referencia al contenido del proceso

debido,

de

manera

explicita

aunque

empleando

una

terminologia diversa (producto de su descripción desde un punto de vista del contenido del mismo), en la STC 30/1986, de 20 de febrero, donde se afirma por los recurrentes y no se cuestiona por el Tribunal que el contenido del proceso debido

("las

garantlas procesales debidas"), se halla definido a través de los enunciados de los números

lS~

y 212 del art. 24 C~53.

otra referencia, aunque esta vez no es expllcita, al proceso debido, al arto 36/1991,

24

CE en su conjunto, la hallamos en la STC

de 14 de febrero (cuestiones de inconstitucionalidad

acumuladas en relación con la legislación, parcialmente derogada,

552 F. J. 3g "Ciertamente que el actor en dicho proceso previo no hizo referencia directa y expresa de las personas legitimadas como demandadas para soportar su pretensi6n y que indudablemente conocla, pues la resolución del concurso era la causa de su pretensi6n, pero su omisi6n negligente o deliberada no puede favorecerle, por que estaba obligado a respetar el proceso debido que el arto 24 de la C.E. garantiza, ••• ". 553 F. J. 712 "En el apartado quinto de la fundamentaci6n jurldica de la demanda aducen los recurrentes habérseles deparado lesi6n en su derecho fundamental a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa (art. 24.2 de la constitución), lo que - añaden - habrla originado en su disfavor indefensi6n y merma, también, en las garantías procesales debidas (apartados 112 y 212 del mismo precepto de la Norma fundamental)". El arto 24 CE Y por lo tanto el proceso debido no son enteramente aplicables a los procedimientos disciplinarios. vid. SSTC 2/1987, 190/1987, 192/1987. De forma más matizada en la STC 58/1989, de 16 de marzo, F. J. 412 "Las garantlas previstas en el arto 24.2 de la Constituci6n son aplicables, además de en el proceso penal, en los procedimientos administrativos sancionadores, con las modulaciones que resulten de su diferente naturaleza.". 281

sobre Tribunales TUtelares de Menores), donde, y ahí radica el interés, se hace referencia al alcance o extensi6n del citado artículo de la CE, en una consideración una vez más unitaria proceso

debido

y

calificando

su naturaleza

como derecho

fundamental, concretamente la referencia es a los procesos de menoresSS4 • Parece que en la STC 188/1991, de 3 de octubre, se produce una equiparación entre la tutela judicial efectiva y el proceso debido al menos en tanto en cuanto son diferenciados ambos - por exceso - de lo que constituye el estricto contenido del arto 24.2 C~SS.

Una nueva referencia procedente en esta ocasión del TS nos proporciona un elemento más que permitirá el tratamiento conjunto del arto

24 CE,

cuyos enunciados -

siempre a juzgar por la

mencionada referencia - participarían de una doble naturaleza, 554 A. 8 Q , argumentación del Fiscal General del Estado en relaci6n al arto 15 LTTM, "El arto 24 de la CE también alcanza a los procesos de menores, aunque persigan fines correccionales, educativos o protectores, porque los derechos fundamentales se reconocen a todas las personas, sin que sea posible ninguna discriminación. Así el arto 14.1 del PIDCP establece que las personas son iguales ante los Tribunales y Cortes de Justicia, y las "Reglas de Beij ing" disponen una serie de garantías y derechos en el proceso en materia de menores, y, por último, la resoluci6n 20/1987, del Consejo de Europa, establece la necesidad de reforzar la posición legal de los menores durante todo el proceso, reconociéndoles las mismas garantías procesales que a los adultos.". (El arto 15 LTTM es finalmente y por las razones aducidas declarado inconstitucional). 555 F. J. 2Q "En primer término, es necesario distinguir, con arreglo a la doctrina de este Tribunal (por todas STC 196/1987), entre la asistencia letrada al detenido en las diligencias POliciales y judiciales, que la Constitución reconoce en el apartado 3 del arto 17 como una de las garantías del derecho a la libertad personal protegido en el apartado 1 de este mismo artículo, y la asistencia letrada al imputado o acusado que la propia constitución contempla en el arto 24.2 dentro del marco de la tutela judicial efectiva y del derecho a un proceso debido .... 282

como principios procesales y como derechos fundamentales. Asi, se afirma que " ••. el Juzgado o Tribunal que preside el juicio tiene que partir de los principios que regulan el proceso y que aparecen consagrados como derechos fundamentales de la persona en el arto 24 CE. ,,556. También procedente del TS la STS de 10 de febrero de 1990 (RA 1375) F. J. 19 C, se refiere de forma explicita tanto al proceso debido como a su positivización en el arto 24 CE en la totalidad del mismo, sin distinción de

númeross~.

Una última tendencia definitiva y explicita que procede también de la jurisprudencia del TS (STS de 20 de enero de 1993 (RA 132) F. J. 1 9 ), afirma: "El horizonte final del derecho al proceso justo o debido según ley - queda patente la identidad de las expresiones proceso justo o debido - que establece el arto 24 de la Constitución no es otro que la interdicción de la indefensión.". En el mismo sentido la STS de 9 de febrero de 1993 (RA 952) F. J. 2 g , incide en la equivalencia del "derecho fundamental a un proceso debido según ley"

(nótese el paralelismo en

la

traducción de la expresión inglesa "due process of law") con la totalidad

del

arto

24

CE

además

de

con

otros

preceptos

constitucionales - en este caso arto 120.3 CE sobre la motivación de las sentencias - que de él se deri vanSS8 • 556 STS de 5 de enero de 1990 (RA 276) F. J. 2g. 557 "C) A mayor abundamiento, las exigencias del proceso debido según ley genéricamente establecidas en el articulo 24 de la Constitución (R. 1978, 2836 Y Ap. 1975-85, 2875)". 558 "La más reciente doctrina jurisprudencial de esta Sala (Sentencias, entre varias, de 27 febrero y 30 noviembre 1989 (RA 1675 Y 9363), 9 octubre y 10 diciembre 1990 (RA 7944 Y 9437) Y 283

E. Proceso debido y principio de publicidad

De la puesta en relación de los arts. 120.1 y 24.2 de la CE y

de

la

constatación

de

que

los

principales

textos

internacionales incorporan la publicidad como garantía procesal fundamental a su articulado obtendremos que la publicidad es una de las garantías más importantes de las partes en un proceso. La STC 96/1987, de 10 de junio, establece una relación fundamental - aunque indirecta ya que lo hace a través de uno de sus contenidos, el principio de publicidad, - entre el proceso debido y el Estado de Derecho por el que la CE opta en su arto 1,

tal y como señalamos en páginas anteriores,

se trata de

proteger a las partes, dotándolas del derecho fundamental a un proceso público, frente a una justicia sustraída al conocimiento, valga la redundancia, público y de mantener la confianza de la comunidad en los Tribunales ss9 • Por lo que al contenido del proceso debido respecta hallamos en la STC de referencia un nuevo elemento de los que integran la

12 septiembre y 10 octubre 1991 (RA 6146 Y 7049», viene cada vez más, de acuerdo con el derecho fundamental a un proceso debido según ley establecido en el arto 24 de la Constitución, del que es simple manifestación o consecuencia el deber de motivar las sentencias consagrado en el arto 120.3 de la misma norma esencial del ordenamiento jurídico.". 559 Derecho sobre el que también se pronuncia el TS, V. gr., STS de 4 de octubre de 1986 (RA 5478) F. J. 8g. vid. ARROYO DE LAS HERAS/KUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento criminal, op. cit., pp. 367 Y ss. También, Art. 680 LECRIM. SERRANO ALBERCA J. K. en GARRIDO FALLA F. Comentarios •.. , op. cit., pp. 1719 Y ss. MONTERO/ORTELLS/GOKEZ Derecho Jurisdiccional, I, op. cit., pp. 537-538. GOKEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., pp. 338340. RAMOS KENDEZ F. El proceso penal .•• , op. cit., pp. 36-38. GIKENO/KORENO/ALKAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. II, op. cit., Pp. 91-94. 284

instituci6n

y

además

uno

principio de

publicidad~.

de

los

elementos

esenciales,

el

La publicidad no constituye un derecho absoluto, sino que puede ser limitado en beneficio de determinados motivos previstos por

las

leyes

procesales

ordinarias,

siendo

además

dicha

conclusión acorde con los tratados internacionales que se ocupan

de establecer un catálogo de garantias procesales y que han sido

suscritos por España, asi lo recoge la STC 65/1992, de 29 de

abri1 561 • La publicidad deberá en todo caso darse con respecto a los procesados, la declaración de secreto asistida por alguno de los

motivos contemplados por la normativa al efecto afectará a los

560 F. J. 2" "Hemos de empezar señalando que el principio de publicidad, estatuido por el arto 120.1 de la Constituci6n, tiene una doble finalidad; Por un lado, proteger a las partes de una justicia sustraida al control público, y por otro, mantener la confianza de la comunidad en los Tribunales, constituyendo en ambos sentidos tal principio una de las bases del debido proceso y uno de los pilares del Estado de Derecho." A tener en cuenta la referencia al arto 6.1 CEDH y a las Sentencias del TEDH en los casos "Pretto y otros" y "Axen", ambos de 8 de diciembre de 1983. Vid. en lo relativo a los limites de la aplicaci6n del principio de publicidad en el proceso, STC 176/1988, de 4 de octubre. STS de 16 de septiembre de 1992 (RA 7167) F. J. 1", en el que se destaca la importancia del proceso informado por la publicidad para alcanzar el juicio justo o proceso debido.

561 F. J. 2" "Sin embargo, no se trata de un derecho absoluto, y asi resulta de lo dispuesto al respecto por la Declaración

Universal de Derechos Humanos y por los tratados internacionales sobre esta materia suscritos por España, conforme a los que deben interpretarse los derechos fundamentales reconocidos en nuestro texto constitucional, por imperativo del arto 10.2 de la propia CE, (arts. 29 y 10 DUDH, arto 14.1 PIDCP, arto 6.1 CEDH), se deduce que el derecho a un juicio público y, en concreto, el acceso del público y de la prensa a la Sala de audiencia, durante la celebración del juicio oral, puede ser limitado o excluido, entre otras, por razones de orden público justificadas en una sociedad democrática, que estén previstas por las leyes.". 285

terceros, pero nunca a los procesados so pena de vulneración del derecho que nos ocupa562 •

F. Proceso debido e igualdad de armas

La STC 66/1989, de 17 de abr i 1 , incorpora un importante elemento al concepto de proceso debido -

"proceso con

las

garant1as debidas" en la mencionada STC - que a través de la jurisprudencia del TC vamos progresivamente perfilando, se trata de la "igualdad de armas ,,563 , que proviene de la interpretación del arto 6.1 CEDH y cuya necesidad ha apreciado, y as1 10 ha manifestado en diversas ocasiones el

TC~,

imponiendo a través

562 STS de 8 de mayo de 1991 (RA 3597) FF. JJ. 1Q Y 2 Q, por lo que a la práctica de la prueba respecta afirma, "No basta as1 con la concurrencia de la defensa técnica al acto, si el acusado permanece desconectado del mismo.". vid. arto 232.2 LOPJ. 563 La igualdad de' armas ha sido ya estudiada cuando en páginas anteriores nos ocupábamos de las manifestaciones del proceso debido en relación con el derecho alemán; Hay que tener en cuenta sin embargo que la igualdad de armas/"Waffengleichheit" tiene un alcance distinto en Alemania donde - a diferencia de España con una configuración de la acción penal como pÚblica - el MF tiene prácticamente el monopolio del ejercicio de la accción penal § 152 stpo, por 10 que el contenido que vimos no tiene por qué coincidir con la igualdad de armas que para España diseñe el TC. En cualquier caso la justificación última de la necesidad de una igualdad de armas proviene de que los poderes del estado en el ejercicio del ius puniendi del que es titular, son inf ini tamente mayores a los medios que el inculpado podrá emplear en 8U defensa. La situación descrita es en la práctica dificilmente equilibrable por medio de una estricta igualdad de armas, por lo que, recordemos, la doctrina alemana prefiere emplear por su distinto alcance el concepto de igualdad de oportunidades/"Chancengleichheit". Vid. v. gr. STC 14/1992, de 10 de febrero, en cuanto a su fundamentación. vid. GOHEZ COLOHER J.L. El proceso penal alemán ... , op. cit., S 3, pp. 44-45. GOHEZ COLOHER J.L. El proceso penal españolo .• , op. cit., § 5, p. 48. MORENO/CORTES/GIHENO Introducción ••• , op. cit., pp. 240-241. 564 V. gr., SSTC 27/1985, de 26 de febrero, 109/1985, de 8 de octubre, 47/1987, de 22 de abril, 155/1988, de 22 de julio. 286

del arto 24 CE a los OOJJ la obligación de promover el debate procesal respetando la igualdad entre la acusación y la defensa (la

STC

que

excluyente, aunque

nos a

parece

ocupa

otro orden que

en

no

hace

referencia

alguna,

tampoco

jurisdiccional distinto del penal, buena

lógica

la

igualdad

de

armas/oportunidades pude perfectamente ser adaptada a cualquier proceso) 565 •

G. Proceso debido y presunción de inocencia

1. En general

El derecho a la presunción de inocencia reconocido en el arto

24.2

CE,

resuelve en relación con el proceso penal la

cuestión de la carga de la prueba al dotar al titular del OJ de una regla que le permitirá resolver, dentro de los limites del proceso penal,

la duda sobre la cuestión de hecho.

Hasta la

promulgación de la CE dicha regla se expresaba en el principio juridico in dubio pro reo, y su fundamento último radica en la preferencia de la absolución de un culpable al riesgo de condenar a un inocente de tal manera que el juzgador absolverá si no tiene la certeza,

proporcionada por cualquier actividad probatoria

565 F. J. 12Q "El reconocimiento del derecho a un proceso con todas las garantias implica ciertamente que para evi tar el desequilibrio entre partes, ambas dispongan de las mismas Posibilidades y cargas de alegación, prueba e impugnación.". Dicha igualdad de armas/oportunidades que en la fase sumarial Puede no desplegar toda su eficacia, "cobra singular relevancia en el juicio oral y en la actividad probatoria incluidos los Supuestos de prueba anticipada (art. 6.3.d CEDH); pero ha de respetarse también en la denominada fase intermedia del Procedimiento por delitos (STC 44/1985, de 22 de marzo". 287

realizada con las suficientes garant1as, sobre los hechos que determinan o excluyen la pena SM • La conexión entre el derecho fundamental a la presunción de inocencia y el proceso debido se establece de forma exp11cita a través de la STC 107/1989, de 8 de junio. En ella se afirma la exigencia de actividad probatoria "practicada normalmente en el juicio oral con las debidas garant1as procesales" inmediación,

contradicción y publicidad)

presunción de inocencia 567 •

(oralidad,

para desvirtuar

la

De modo que sólo a través de la

actividad probatoria practicada dentro de un proceso en el que se respeten todas las garant1as del proceso debido se podrán anular los efectos de la presunción de inocencia, que de otra

566 HON'l'EROIORTELLS/GOMEZ/HON'l'ON Derecho Jurisdiccional, 111, op. cit., pp. 340-345. RAMOS HENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 356-361. GlHENO/HORENO/ALHAGROICORTES Derecho Procesal, t. 11, op. cit., pp. 79-82. GOHEZ DE LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., pp. 344-349. DE LA OLIVA/ARAGONESES/HINOJOSA/HUERZAI TOME Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 451-455. 567 Son las garant1as debidas que disciplinan la práctica de la prueba en el juicio oral y en cuya exigencia el TC se ha mantenido constante desde el inicio de su actividad, vid., v. gr., SSTC 31/1981, de 28 de julio; 51/1990, de 26 de marzo, entre otras. Por lo que al TS respecta, vid., STS de 9 de mayo de 1991 (RA 3617) F. J. 25:1, "Oralidad, inmediación, publicidad, buena fe, lealtad procesal y contradicción, son principios que ratifican la provisionalidad de las pruebas sumariales (lo que no quiere decir que estas sean inútiles, ineficaces o instrascendentes), siempre en el sentido de que en el plenario todas las sumariales han de ser ratificadas, rectificadas o reproducidas en supuestos excepcionales incluso ya con la fórmula que el art1culo 730 procesal contiene.". vid. en lo relativo a la presunción de inocencia la compleja STS de 12 de marzo de 1992 (RA 2442) FF. JJ. 265:1 Y ss. También la STS de 16 de septiembre de 1992 (RA 7167) F. J. 1 12 , es ilustrativa al destacar la presunción de inocencia como elemento imprescindible del juicio justo o, (vid. STS de 20 de enero de 1993 (RA 132) F. J. 15:1), proceso debido. 288

manera se constituirá como contenido necesario del propio proceso debido donde desplegará la eficacia que le

caracteriza~.

2. Alcance

568 F. J. 22 "Sin embargo, al haber sido elevada la presunción de inocencia por el articulo 24.2 de la Constitución al rango de derecho fundamental y, como tal, vinculante para todos los Poderes PÚblicos, su desvirtuación exige la existencia de una actividad probatoria, practicada normalmente en el juicio oral con las debidas garantias procesales, que contenga elementos incriminadores respecto a la participación de los acusados en los hechos ilicitos enjuiciados.". vid. SSTC 94/1990, de 23 de mayo, 140/1991, de 20 de junio y 10/1992, de 16 de enero. La primera STS que se ocupa de establecer de forma exhaustiva la doctrina general sobre la presunción de inocencia, es la de 3 de noviembre de 1982 (RA 6926) Considerandos 12 y 22. A partir de ese momento la jurisprudencia del TS es abundantisima al respecto, v. gr., Vid., STS de 21 de diciembre de 1983 (RA 6713) Considerando 4 g , en relación con la utilización de la jurisdicción ordinaria para impugnar la vulneración de dicho derecho, "habiendo establecido la doctrina de esta Sala, que el cauce más adecuado para la impugnación casacional es el núm. 2 del arto 849 de la LECRIM". otras SSTS, de 8 de junio de 1984 (RA 3525) Considerando 19. De 7 de diciembre de 1985 (RA 6006) F. J. 4 2 , "derecho fundamental del ciudadano!que ha de tomarse en consideraci6n por los órganos jurisdiccionales en su permanente función aplicadora de la Ley, encomendándose su salvaguarda y prevalencia a los Tribunales ordinarios, en todos sus grados e instancias,"; de 28 de octubre de 1986 (RA 5755) F. J. 4 2 , "tanto el derecho fundamental a la presunción de inocencia como el de igual rango a la no indefensión son, en cuanto puramente reaccionales, titularidades pertenecientes con carácter exclusivo a las partes acusadas y no a las acusadoras en el proceso penal,"; de 9 de junio de 1987 (RA 4699) F. J. 1 9 , en ella se afirma que la presunci6n de inocencia "no obsta ni empece al ejercicio, por parte de las AUdiencias, del soberano criterio valorativo de las pruebas - practicadas respetando los derechos fundamentales -, según la conciencia de los juzgadores, que le concede el articulo 741 de la Ley de Enjuiciamiento criminal, o "racionalmente", tal como dispone el articulo 717 de la mentada disposici6n,"; de 1 de julio de 1988 (RA 5647) F. J. 3 2 ; de 18 de octubre de 1989 (RA 7712) F. J. 22; de 12 de septiembre de 1991 (RA 6147) F. J. 12, "el ámbito de la presunción de inocencia es el relativo a los "hechos", pues sólo ellos pueden ser objeto de prueba;"; de 8 de abril de 1992 (RA 3122) F. J. 12; de 21 de enero de 1993 (RA 142) F. J. 22, en relación a las declaraciones de coimputados como capaces de enervar la presunción de inocencia. Vid., también, arto 741 tECRIM, y ARROYO DE LAS HERAS/MUÑOZ CUESTA Ley de Enjuiciamiento ~riminal, op. cit., pp. 417 Y ss. 289

Se trata de una presunci6n "iuris tantum" que puede ser desvirtuada a través de una minima actividad probatoria con las caracteristicas arriba

mencionadas~.

La vigencia de la presunción de inocencia no significa que haya de

negarse toda ef icacia a

los

actos de

investigaci6n

sumarial, los cuales podrán integrar la actividad probatoria a través del principio de libre valoración de la prueba s7o • 569 STC 31/1981, de 29 de julio, STC 24/1992, de 14 de febrero. STS de 11 de diciembre de 1989 (RA 792) FF. JJ. 2g Y 6 g , se desvirtúa la presunción de inocencia por la existencia acreditada de prueba tanto directa como indirecta, no existe por tanto vulneración del arto 24.2 CE. "La presunción de inocencia tiene carácter iuris tantum y queda desvirtuada por pruebas de culpabilidad.", Asi lo afirma la STS de 17 de enero de 1990 (RA 423) F. J. 3 g , en relación a los delitos flagrantes, en estos casos, afirma, la prueba flagrante de cargo destruye la presunción de inocencia, "no cabe decir que hay ausencia de prueba y no es caso incluible en la alegación de presunción de inocencia.". Las pruebas válidas para enervar la presunci6n de inocencia son según el TS: Confesión del imputado, declaraciones de coimputados, declaraciones de la victima, declaraciones de testigos, diligencias policiales, diligencia de reconocimiento en rueda, entrada y registro, informes o dictámenes periciales, informes o dictámenes dactiloscópicos, intervenciones telef6nicas, medios audiovisuales de reproducci6n, prueba indirecta, circunstancial o indiciaria, prueba directa, prueba practicada en juicio oral, prueba sumarial, prueba documental; siempre y cuando hayan sido practicadas con las debidas garantias procesales. 570 STC 107/1989, de 8 de junio. En relaci6n al test de alcoholemia, vid. STC 222/1991, de 25 de noviembre, F. J. 3 g , puede destruir la presunci6n de inocencia en determinadas circunstancias por constituir actividad probatoria suficiente, debe ser ratificada en el juicio oral. En relaci6n al atestado POlicial la STS de 17 fe enero de 1990 (RA 424) F. J. Unico, afit:'ma que cuando "no hay otra prueba de cargo que la recogida en el atestado policial el cual sólo tiene ese valor de mera denuncia (articulo 297, párrafo segundo, de la LECRIM)", cuando además dicho atestado no ha sido reconocido o ratificado en presencia del Juez, no constituirá prueba válida para destruir la presunci6n de inocencia. En relaci6n a la prueba dactiloscópica, afirma el TS en su STS de 19 de enero de 1990 eRA 454) F. J. 4g "La Doctrina de esta Sala - cfr. S. 08-02-88 (R. 909) Y las que cita - sostiene la habilidad de la prueba ~actiloscópica a efectos de alcanzar el convencimiento sobre la Intervención de una persona en determinado hecho." De manera que de su correcta realización se desprende la existencia de 290

También la prueba indiciaria puede contribuir a formar la convicción del Tribunal sin oponerse a ello la presunci6n de inocencia,

y

ello

en

la

medida

que

los

indicios

resulten

plenamente probados y que el OJ haga pÚblico su razonamiento a través de la motivación, exigida por el arto 120.3 CE para las sentencias,

además

de

otros

requisitos

exigidos

por

la

jurisprudencia del TS571 • En contra de lo que parece una opini6n asentada encontramos jurisprudencia a partir de la que podemos establecer que la presunción de inocencia no despliega unicamente su eficacia en los procesos penales, sino que también lo hará en todos aquellos casos de los que resulte una sanción o limitación de derechos

actividad probatoria de cargo con lo que es capaz de desvirtuar la presunción de inocencia; Los requisitos para garantizar la fiabilidad de la prueba dactilosc6pica los fija la STS de 19 de febrero de 1990 (RA 1578) F. J. Unico, (arts. 282 y 297 en relace arts. 326 y ss. y 688 LECRIM); Vid. también STS de 20 de noviembre de 1987 (RA 8569). vid. GOMEZ COLOHBR J.L. El proceso penal español ••. , op. cit., § 49, p. 202, en relación a la posibilidad de que el test de alcoholemia se constituya, si cumple con determinadas garant1as, en prueba para el proceso penal. 571 SSTC 175/1985, de 17 de diciembre. 229/1988, de 1 de diciembre, 107/1989, de 8 de junio. STS de 27 de junio de ~989 (RA 5236). También STS de 21 de diciembre de 1989 (RA 919) F. J. 12, "Es evidente que la prueba indiciaria puede servir para enervar la presunci6n de inocencia, la cual, no obstante ha de reunir una serie de caracteres, ••. ,: 1 S1 ) no debe tratarse de un indicio aislado, sino que habrán de ser varios, aunque no puede precisarse de antemano, y en abstracto, su número. 2 g ) Los hechos indiciarios han de estar absolutamente probados, y relacionados directamente con Éü hecho criminal. 3 g ) Es preciso que entre ellos, y su consecuencia, la convicción jUdicial sobre la cUlpabilidad, exista una armon1a que descarte toda irracionalidad en la formación de dicha convicción. 4 g ) Pueden ser también fuente de prueba presuntiva, los que se denominan por la doctrina cient1fica "contraindicios", toda vez que si bien el procesado no ha de soportar la carga de probar su inocencia, s1 puede SUfrir las consecuencias negativas de que se demuestre la falsedad de sus alegaciones exculpatorias, ya que tal evento, acaso sirva para corroborar ciertos indicios de culpabilidad.". 291

como consecuencia de una conducta sancionable a través de la via administrativa o jurisdiccional5n • El contenido de este derecho fundamental significará que "toda condena debe ir precedida de una actividad probatoria que si, por una parte impide que se condene sin pruebas, por otra, se entiende que

las tenidas en cuenta han de ser tales y

consti tucionalmente legitimas"m.

H. Proceso debido y dilaciones indebidas 572 V. gr. aplicaci6n del princ1p1o de presunci6n de 'inocencia dentro del orden jurisdicci6nal civil, STS de 26 de jUlio de 1985 (RA 4141) Considerando 4 Q , aunque en el caso concreto el motivo no resulta estimado, la Sala establece, apoyándose en la doctrina del TC, que "para que resulta admisible el recurso de casaci6n por infracci6n de la presunci6n de inocencia ha de fundamentarse mediante la referencia a actos concretos que otorguen verosimilitud a la aplicaci6n de que una decisi6n judicial se ha producido sin apoyo de prueba alguna, •.• , aun cuando se admita la aplicaci6n al caso de autos del principio de presunci6n de inocencia, como presunci6n "iuris tantum" es de ver que tal presunci6n ha quedado destruida mediante la prueba efectuada por las partes ante el 6rgano de instancia,". Igualmente la STS de 10 de diciembre de 1985 eRA 6432) F. J. 3 Q , "la presunci6n de inocencia que establece el articulo veinticuatro de la vigente Constituci6n Española, que es consustancial al Estado de Derecho que proclama, hay que ponerlo en relaci6n con todo el conjunto del ordenamiento juridico en vigor, y en consecuencia no se vulnera, como en el presente caso ocurre, cuando existe una norma especifica que, de por s1, establezca presunci6n legal de cupabilidad civil con posible proyecci6n posterior penal," i También STS de 8 de abril de 1990 (RA 2706) F. J. 2Q 2), en relaci6n con materia propia del orden jurisdiccional civil, más concretamente se trata de una suspensi6n de pagos. Finalmente, STS de 6 de junio de 1991 (RA 4423) F. J. 5 Q , "el principio de presunci6n de inocencia consagrado en el número 2 del art1culo 24 de la CE tiene aplicaci6n no solamente en el estricto ámbito de la jurisdicci6n penal, sino también en los demás campos jurisdiccionales, y por ello en el civil,". En relaci6n con la jurisdicci6n social, STS de 27 de junio de 1988 (RA 5474) F. J. 2Q , donde se afirma que no cabe aceptar la vulneraci6n de la presunci6n de inocencia por no tratarse de un proceso penal o sancionador •

. 3 STS de 19 de enero de 1988. Concretamente respecto al orden lurisdiccional civil, vid. SSTS de 12 de diciembre de 1988, de 14 de febrero de 1989, 15 de octubre de 1991 entre otras. 292

Para que la actividad jurisdiccional alcance sus objetivos de justicia es preciso que el proceso se tramite con celeridad y

para

ello

sería

preciso,

cuando

menos

y

aceptada

la

imposibilidad del proceso instantáneo, el cumplimiento de los plazos procedimentales establecidos por las leyes; a partir de dicha constatación son los Tribunales quienes establecen el concepto y alcance de las dilaciones indebidas s74 . Las dilaciones indebidas o mejor el derecho fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas se constituye como otro de los contenidos del proceso debido, recogido en el arto 24. 2

C~7S.

en tanto en cuanto está

Al respecto afirma el TC: "El

574 RAMOS KENDEZ F. El proceso penal •.• , op. cit., pp. 34-36. GIKENO/KORENO/ALMAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. II, op. cit., pp. 95-98. GOMEZ DE LIAÑO F. El proceso penal, op. cit., pp. 340341. 575 La STS de 10 de febrero de 1990 (RA 1375) afirma en su F. J. 11l C: "C) A mayor abundamiento, las exigencias del proceso debido según ley genéricamente establecidas en el artículo 24 de la

Constitución ( ••• ) mediante un haz de garantías concretas incluyen la de la decisión dentro de un plazo razonable o sin dilaciones indebidas.". La STS de 5 de marzo de 1990 (RA 2396) F. J. 2 Il 4, hace referencia a las dilaciones indebidas como consecuencia de "la inobservancia por el órgano jurisdiccional que dictó la sentencia recurrida, de las prescripciones legales que pretenden salvaguardar el derecho a juicio con las debidas qarantías. 11 • También aparece el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas reflejado en algunas de las más importantes declaraciones inte~nacionales de derechos, v. gr. art. 9. 3 PIDCP, "Toda persona ••• tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable", arto 13.3 PIDCP tIc) a ser juzgada sin dilaciones indebidas". y en el CEDH art 5.3 "derecho a ser juzgada en un Plazo razonable" y arto 6 "toda persona tiene derecho a que su causa sea oída ••• dentro de un plazo razonable". La STS de 29 de de 1989 (RA 4266) F. J. 11l, insta a la prudente utilización las facultades del OJ de suspensión del proceso, y así afirma acceder a la suspensión del trámite del juicio oral "de un sistemático e indiscriminado puede conllevar el imiento y bloqueo del desarrollo del juicio, contrariando opósito legislativo de una administraci6n de justicia a, ágil y eficaz, del que se hace eco la Constitución al ir en su artículo 24.2, dentro del Capítulo y Secci6n agrados a los "derechos fundamentales", a la necesidad de "un so público sin dilaciones indebidas;". 293

interpretación favorable al ejercicio del derecho de acceso, para poder denegar el mismo sin vulnerar por ello el derecho a tutela judicial "Hemos 65/1983,

la

efectiva~.

declarado reiteradamente

43/1984,

43/1985

(SSTC

Y 19/1986,

11/1982,

entre

otras)

37/1982,

que

el

contenido del derecho a la tutela judicial efectiva no se agota en la garantfa del acceso a la justicia, sino que faculta para obtener de ésta una resolución que se pronuncie sobre el fondo de las pretensiones deducidas, pronunciamiento que s610 podrá ser eludido

cuando

tales

pretensiones

resulten

inadmisibles

de

'acuerdo con las normas legales que regulan el ejercicio de las acciones. ,,604 • Pero la tutela judicial efectiva despliega su eficacia de manera especial sobre las resoluciones que se pronuncian sobre el fondo del asunto una vez que las mismas han alcanzado firmeza, la

proyección

mencionada

se

traduce

en

la

prohibici6n

de

transformación sustancial de dichas resoluciones para el OJ que las dictó por la vfa de la aclaración de sentencias I para corregir errores materiales,

adecuada

ya que ello supondrfa una

Vid. SSTC 11/1982, de 29 de marzo, 90/1983, de 27 de iembre, 42/1984, de 26 de marzo, 43/1985, de 22 de marzo, /1988, de 2 de diciembre, entre otras. STC 160/1991, de 18 de julio, F. J. 2Q. STS de 18 de octubre 989 (RA 6938) F. J. 4 Q , con respecto al derecho a la tutela . 1 efectiva afirma, su "conculcación se produce cuando el lciable no obtiene una decisión sobre el fondo del asunto, que - como ocurre en el caso presente - se hayan empleado Vías procesales adecuadas - TC Sentencia de 8 de junio de

-"

306

vulneración

del

derecho

fundamental

a

la

tutela

judicial

efectiva 605 •

B. Motivación de las resoluciones judiciales

La necesidad de motivar las resoluciones judiciales y de hacerlo

de

forma

razonable

y

ajustada

a

las

pretensiones

ejercitadas en el proceso, forma parte de los requisitos que permiten la observancia en un proceso concreto del derecho a la tutela

judicial efectiva sin indefensión

(la necesidad de

motivación de las resoluciones judiciales no aparece sin embargo en el arto 24 CE sino que se recoge expresamente en el arto 120.3 del mismo cuerpo legal), y por tanto la observancia de una de las exigencias implicitas en el arto 24.1

C~.

605 STC 142/1992, de 13 de octubre, F. J. 2 Q, donde tras definir el error material se afirma: " ••• puesto que las resoluciones recurridas no se limitan a corregir errores materiales manifiestos, sino que modifican sustancialmente una Sentencia firme a través de una vía procesal inadecuada, vulnerando, con ello, el principio de intangibilidad de las resoluciones jUdiciales firmes que garantiza el derecho a la tutela judicial reconocido en el arto 24.1 CE.". STS de 19 de febrero de 1993 (RA 1371) FF. JJ. l Q, 2Q Y 3 Q, la aclaración de sentencias podrá "hacerse de of icio dentro del día hábil siguiente al de la publicación de la sentencia, o a instancia de parte o del Ministerio Fiscal presentadas dentro de los dos días siguientes al de la notificación: 11 en caso contrario producirá indefensión. Vid., arto 267 LOPJ. 606 STC 142/1991, de 1 de jUlio, F. J. 4Q "De ello resulta que el Auto impugnado, al declarar inadmitido un recurso previsto en las leyes sin motivar suficientemente la causa legal en que se funda tal decisión, ha vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva de los demandantes (SSTC 10/1987 y 214/1988) .... Vid., STC 199/1991, de 28 de octubre, F. J. 3Q. Cfr. arto 120.3 CE Y arts. 247 y 248 LOPJ. Por lo que a la jurisprudencia del TS Concierne, STS de 6 de octubre de 1988 (RA 7387) F. J. 2 Q , sobre la inexistencia de obligación legal de consignar los hechos prObados en las sentencias del orden jurisdiccional civil, si debe hacerse en los órdenes penal y social; STS de 4 de enero de 1990 (RA 267) F. J. l Q , "El derecho a la tutela judicial efectiva 307

Las resoluciones judiciales que contengan contradicciones internas, arbitrariedades o errores lógicos que las conviertan en

manifiestamente

irrazonables,

aún

teniéndola

se

las

considerará carentes de motivación, y por lo tanto vulnerarán el derecho a la tutela judicial

efectiva~.

"Son conformes con ese derecho fundamental las resoluciones que inadmiten los procesos y recursos, denegando su tramitación, o rechacen ad limine problemas litigiosos, siempre que vengan fundadas en una causa legal, aplicada de manera jurídicamente razonable y razonada, que no sea incompatible con el principio de interpretación más favorable a la efectividad del derecho que garantiza el citado arto 24.1 de la Constitución.,,608 del arto 24.1 CE ( ..• ) se extiende según reiterada jurisprudencia de esta Sala y del Tribunal Constitucional a la motivación de la sentencia en el sentido del arto 120.3 CE. De acuerdo con ello las partes del proceso tienen derecho a obtener una respuesta judicial a sus pretensiones jurídicamente fundadas _It , también STS de 26 de febrero de 1990 (RA 1620) F. J. 4Q " ••• es deber de Juzgados y Tribunales exponer cuáles fueron las pruebas utilizadas como medio para acreditar los hechos que reputan probados en sus sentencias penales, con el fin de dar a conocer públicamente sus razones en este aspecto esencial de la resolución judicial poniendo así de manifiesto que no actúan de modo arbitrario, y de permitir a las partes que puedan argumentar sus recursos, •.. ". STS de 5 de julio de 1991 (RA 5539) F. J. 3Q Y STS de 20 de junio de 1992 (RA 5411) F. J. 1Q. En general vid. , GIL CREMADES J.J. La motivación de las decisiones jurídicas en Constitución. Derecho y proceso, Estudios en memoria de los profesores Herce y Duque, Zaragoza 1983, pp. 161-183. El deber de moti vación de las resoluciones es una manifestación del derecho a obtener un resolución fundada en derecho, vid. RAMOS HENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 26-27. Sobre el origen histórico del deber de motivar las resoluciones jUdiciales, vid. ORTELLS RAMOS H. Origen histórico del deber de motivar las sentencias, RDPI 1977, pp. 899-932. Vid., la relación entre motivación, el principio del precedente y el principio de igualdad en DE OTTO l. Derecho Constitucional ••• , op. cit., pp. 291-292. 607 STC 184/1992, de 16 de noviembre, junio de 1992 (RA 5411) F. J. 1Q.

F. J. 2g. STS de 20 de

608 STC 98/1992, de 22 de junio, F. J. 3Q. 308

Para

que

se

considere

cumplido

el

requisito

de

la

motivación, "es necesario que lleve a cabo la doble finalidad de exteriorizar, de un lado, el fundamento de la decisión adoptada, haciendo

explicito

que

éste

responde

a

una

determinada

interpretación del Derecho, y de permitir, de otro, su eventual control

jurisdiccional mediante el efectivo ejercicio de los

derechos. ,,609 La fundamentación por remisión - dentro del mismo proceso puede

satisfacer el

derecho

a

la

tutela

judicial

efectiva

siempre y cuando la cuestión sustancial hubiera sido ,resuelta, y

por

supuesto

suficientemente fundada,

en

la

sentencia de

primera instancia610 • La concisión y la brevedad en la fundamentación no supone inexistencia de la misma, por lo tanto satiface el derecho a la tutela judicial efectiva611 • La

desestimación

implicita

supone

una

vulneración

del

derecho a obtener una sentencia razonada y motivada en relación a las pretensiones del justiciable612 •

C. Derecho a los recursos

609 STC 199/1991, de 28 de octubre, F. J. 3l2. SSTS de 3 de febrero de 1992 (RA 1007) F. J. 2 l2 ¡ de 20 de junio de 1992 (RA 5411) F. J. 1l2. 610 STC 27/1992, de 9 de marzo, F. J. 4 l2 . STS de 20 de junio de 1992 (RA 5411) F. J. 1 l2 . 611 STS de 11 de junio de 1991 (RA 4444) F. J. 3l2. 612 STS de 9 de febrero de 1993 (RA 952) F. J. 2 l2 • 309

El derecho a la tutela judicial efectiva incluye el derecho a los recursos, pero no en todo caso y siempre sino en relación a los recursos establecidos por la l ey6!3. Se

afirma

igualmente

y

de

forma

repetida

por

la

jurisprudencia del TC (SSTC 19/1983, de 14 de marzo; 57/1984, de 8 de mayo; 60/1985, de 6 de mayo; 36/1986, de 12 de marzo; 3{1987, de 21 de enero; 185{1988, de 14 de octubre; 46/1989, de 21 de febrero; 121/1990, de 2 de julio; 51/1992, de 2 de abril, entre otras) que el derecho a la utilización de los recursos consti tuye uno de los contenidos del derecho a la tutela jUdicial efectiva sin indefensión6!4.

613 RAMOS MENDEZ F. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 407-411. GOKEZ DE LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., pp. 323-326. KONTEROIORTELLS/GOKEZ Derecho Jurisdiccional, 1, op. cit., p. 432, en general, y KONTEROI ORTELLS I GOMBZ I KONTON Derecho Jurisdiccional, 111, op. cit., pp. 412-413, en relación al derecho al recurso en el proceso penal. 614 STC 139/1991, de 20 de junio, F. J. 251 "Con carácter general, este Tribunal ha reiterado que el derecho a la tutela judicicl efectiva que garantiza el arto 24.1 CE comprende el derecho a utilizar los recursos ordinarios y extraordinarios, incluido el de casación, en los supuestos y con los requisitos legalmente previstos. " • También el TS se ha ocupado del derecho a los recursos, vid., V. gr., SSTS de 10 de mayo de 1991 (RA 3625) F. J. 1 51 , donde se afirma que la tutela judicial efectiva comprende el derecho a residenciar la pretensión desestimada ante un OJ de superior grado, a través de los recursos ordinarios y extraordinarios legalmente previstos; y comprende también el derecho, en parte correlati vo, de quien obtuvo una sentencia favorable, a que la misma alcance la fuerza de cosa juzgada y posteriormente sea ejecutada sin que sea interferido tal procedimiento por la concesión de una vía casacional que no corresponde de acuerdo con la ley. ATS de 10 de jUlio de 1991 (RA 6160) F. J. 1 51 , "La utilización de los recursos que sean procedentes contra las resoluciones judiciales, en cuanto actividad depuradora y garantía del Justiciable, son expresión del principio de legalidad que tienden a satisfacer el derecho fundamental de tutela judicial efectiva.". STS de 13 de mayo de 1992 (RA 3922) F. J. 151. Respecto a la constitucionalidad de las limitaciones impuestas al acceso a la casación civil, ATS de 27 de junio de 1992 (RA 10650) F. J. 1Q. vid. arto 248.4 LOPJ. 310

"Son incompatibles con el derecho a

la tutela

jUdicial

efectiva, reconocido en el arto 24. 1 de la CE, todas aquellas decisiones judiciales que inadmiten un recurso por omisión de un requisito formal subsanable, sin antes dar oportunidad a que sea subsanado

o

que,

concedida esta

oportunidad,

la

parte haya

subsanado. ,,615 Sin embargo no resultará vulnerado el derecho a la tutela judicial

efectiva,

concierne, recurso

"si

por

por

lo

que

se obtiene una incumplimiento

de

al

derecho

resolución de los

a

los

recursos

inadmisión del

requisitos

legalmente

615 STC 93/1991, de 6 de mayo, F. J. 2Q. vid. también arto 11.3 LOPJ. En el mismo sentido, STC 98/1991, de 9 de mayo. STC 9/1992, de 16 de enero, F. J. 2 Q "ciertamente este Tribunal viene manteniendo que la limitación injustificada o arbitraria del acceso a los recursos legalmente previstos constituye lesión del derecho consagrado en el arto 24. 1 de la constitución,". STC 55/1992, de 8 de abril, F. J. 2Q " •.• la tutela judicial es un derecho de prestación que para su efectividad necesita de la mediación de la Ley; y que asegura el acceso a los recursos legalmente previstos, siempre que se cumplan y respeten los presupuestos, requisitos y limites que la propia Ley establezca, cuya observancia corresponde controlar a los órganos jUdiciales competentes en ejercicio de la exclusiva potestad jurisdiccional que les atribuye el arto 117.3 CE, en el cual no puede ni debe interferir este TC, a no ser que, admitiendo la legalidad procesal diversas interpretaciones, se haya elegido alguna que no sea la más favorable a la eficacia del derecho a la tutela jUdicial, ya que, en este caso, se habrá ocasionado vulneración de este derecho fundamental, cuya especial y superior fuerza vinculante exige a la jurisdicción ordinaria y, en último término, a este TC, conceder prevalencia a la interpretación y aplicación de las normas juridicas que resulten ser las más adecuadas a la viabilidad del mismo.". STS de 4 de julio de 1991 (RA 5533) F. J. único, "El derecho fundamental a la tutela jUdicial efectiva, conforme ha declarado esta Sala y el Tribunal Constitucional, obliga a huir de aquellas interpretaciones meramente formalistas, y restrictivas, de la norma que impidan el acceso a los recursos,". ATS de 5 de marzo de 1992 (RA 1790) F. J. único. STS de 10 de octubre de 1992 (RA 8230) F. J. 3 Q , donde se destaca que las interpretaciones meramente formalistas no deben impedir el acceso a los recursos, aqui se valora la VOluntad impllcita del recurrente en combinación con el principio pro actione, para alcanzar la tutela judicial efectiva. 311

establecidos

( SSTC

37/ 1982 ,

19/1983,

68/1983,

59/1988

Y

resoluciones,

y

36/1989) .. 616.

D. Derecho a la ejecuci6n de sentencias

Previamente

a

la

ejecuci6n

de

las

precisamente para posibilitar la misma debemos considerar, y as! 10 ha hecho el TC, el derecho a solicitar y eventualmente obtener la adopci6n de medidas cautelares en re1aci6n a un proces0617 • "Es doctrina consolidada de este Tribunal que la ejecuci6n de la Sentencias en sus propios términos forma parte del derecho fundamental a la tutela efectiva de Jueces y Tribunales, ya que en caso contrario las decisiones judiciales y los derechos que en

las mismas

se reconocen no

serian otra

cosa que meras

declaraciones de intenciones sin alcance práctico ni efectividad ninguna - SSTC 167/1987, de 28 de octubre y 92/1988, de 23 de mayo entre otras - cuesti6n de esencial importancia para dar efectividad al establecimiento del estado social y democrático que implica, entre otras manifestaciones, ciudadanos

y

de

la

Administraci6n

la sujeci6n de los

Pública

al

ordenamiento

juridico y a las decisiones que adopta la jurisdicci6n, no s610 juzgando, sino también ejecutando 10 juzgado .. 618 • 616 STC 87/1992, de 8 de junio, F. J. 3g.

STC 14/1992, de 10 de febrero, F. J. 7 g , . . . . . la tutela jUdicial no es tal sin medidas cautelares adecuadas que aseguren el efectivo cumplimiento de la reso1uci6n definitiva que recaiga en el proceso.". 617

618 STC 73/1991, de 8 de abril, F. J. 4g. Encontramos alguna precisi6n más en la STC 85/1991, de 22 de abril, según ella la ejecuci6n de la sentencia "en sus propios términos" excluye la Posibilidad de ejecutarla contra personas no condenadas en la 312

La competancia para hacer ejecutar lo juzgado es exclusiva

de Jueces y Tribunales619 • El TS se ha pronunciado también en numerosas ocasiones sobre el alcance y significado de la ejecuci6n de las sentencias dictadas por los OOJJ, y sobre el modo, limites, en que la misma debe ser realizada. "Las sentencias entrafian, en principio, un mandato imperativo y trascendente, de ineludible cumplimiento, y ese carácter y el respeto debido a sus dictados debe impedir toda tergiversaci6n o interpretaci6n que anule o mediatice sus sentido y efectos, puesto que la Administraci6n únicamente puede inej ecutar una sentencia en los casos y por los trámites marcados por la Ley, pero no puede fuera de estos casos ni mucho menos

misma, ello vulneraria el derecho a la tutela judicial efectiva por ser motivo de indefensi6n. Vid., también STC 309/1991, de 7 de noviembre, para el caso de ejecuci6n de sentencias can6nicas. Entre las resoluciones más recientes, vid. STC 153/1992, de 19 de octubre, F. J. 4Q. ATS de 13 de junio de 1988 eRA 4375) F. J. 5 Q , "el derecho a la tutela judicial efectiva que consagra el articulo 24,1 de la Constituci6n comprende el derecho a obtener la ejecuci6n de la sentencia, debiendo la jurisdicci6n adoptar las medidas necesarias para el total cumplimiento del Fallo ••• " y ello en relaci6n a todos los 6rdenes jurisdiccionales; El mencionado derecho significa exactamente el obtener la ejecuci6n de lo resuelto en sus propios términos "sin que se pueda acudir a una prestaci6n sustitutoria aunque se repute equivalente" a menos que ello, el cumplimiento en sus propios términos, resulte absolutamente imposible. También STS de 21 de julio de 1992 eRA 6446) F. J. 3 Q, en ella se afirma que la ejecuci6n de la sentencia en sus propios términos no debe suponer una vulneraci6n d~ la tutela judicial efectiva, lo que ocurrirá si se pretende llevar a cabo la ejecuci6n por la totalidad de la cantidad fijada en la sentencia cuando el deudor acredita en esta fase procesal Cj1..le e 1 demandante cobr6 ya parte de la misma. Vid. art. 18 • 2 LOPJ. vid. también la doctrina al respecto, RAMOS HENDEZ P. El Rroceso penal ••. , op. cit., pp. 451-460. GOKEZ DE LIAÑO P. El R.r o c e s o p e n al, op . c i t . , pp. 326 - 327 . ALMAGRO/GIHENO/CORTES/HORENO Derecho Procesal, t. 1, v. 1, op. cit., p. 164. HONTERO/ORTELLS/GOHEZ/HONTON Derecho ~urisdiccional, 11 v. 2 Q, op. cit., pp. 9-15. 619 STC 109/1984, de 26 de noviembre. 313

anticipadamente

que

un

fallo

de

los

Tribunales

quede

incumplido. ,,620 También afirma el propio Tribunal que "al quedar firme una sentencia, no es lícito a las partes alterar el procedimiento o salirse

del

cualquier

molde

procesal

cuestión

que

de

pueda

la

ejecución

presentarse

para

resolver

dentro

de

los

pronunciamientos del Fallo, como tampoco hacer peticiones nuevas, debiendo estarse a los pronunciamientos del Fallo, sin acudir a un nuevo recurso, que, de entenderse de otro modo, se llegaría a promover nuevos litigios, con los que se enervaría., sino se anulaba,

el

carácter de

firmeza

de

las

sentencias

de

esta

Jurisdicción contencioso-administrativa, cuya ejecución sólo cabe reclamar dentro del procedimiento legal de ejecución. ,,621 Las

garantías

del

proceso

debido

deben

también

ser

observadas en relación con el trámite del exequatur, ya que de otra manera podría ser reconocida y ejecutada en España una sentencia dictada por un Tribunal extranjero como consecuencia de un proceso donde no fueron observadas las garantías y derechos que

integran

el

proceso

debido,

causando

la

consiguiente

vulneración del correpondiente derecho o garantía del arte 24

620 STS de 23 de junio de 1981 (RA 2777) Considerando 2Q. En relación a la indemnización sustitutoria y a la reparación de perjuicios causados por mora, como contenido, en su caso, de la ejecución de sentencias ajustado a la tutela judicial efectiva, vid. en su totalidad, STS de 2 de octubre de 1992 (RA 7599). 621 ATS de 4 de junio de 1980 (RA 2428). 622 STC 132/1991, de 17 de junio, F. J. 4Q "Estas exigencias suponen que el Tribunal español, a la hora de decidir sobre la ejecución en España de una resolución judicial extranjera, ha de tener en cuenta mas garantías contenidas en el arto 24 CE Y ha de comprobar si,al dictarse la resolución cuya ejecución se 314

VII. EL PRINCIPIO GENERAL DEL DERECHO AL PROCESO DEBIDO

A. Recapitulaci6n del Derecho comparado

1. La naturaleza del proceso debido en el derecho d e los EEUU de Norteamérica

Este

es

el

momento

oportuno

para

recordar

la

enorme

complejidad de la instituci6n del due process of law no s6lo en los EEUU sino en general en los paises de tradici6n juridica anglosajona,

y

la

raz6n

de

dicha

complejidad

es

que

la

instituci6n se ha ido desarrollando a través del sistema de creaci6n jurisprudencial del derecho a lo largo de más de siete siglos, con lo que en la actualidad su presencia es patente en todos los ámbitos relevantes del derecho y en relaci6n a los bienes o derechos fundamentales de la persona, vida, libertad y propiedad. Por lo que a su naturaleza juridica respecta, y salvando las diferencias diversos,

conceptuales

derivadas

de

sistemas

juridicos

se afirma que el DPL es un principio fundamental

constitucional

informador

del

derecho

penal,

civil

y

administrativo y aplicable a la actividad de sujetos del derecho

solicita, se han respetado las citadas garantias.""La comprobaci6n de aquellas garant1as por el Juez del exequatur no comporta que pueda revisar el fondo del asunto, pues ello desbordarla la funci6n homologadora que le corresponde." (Vid. SSTC 98/1984, 43/1986, 54/1989, Y AATC 276/1983 y 795/1988). 315

tan diversos como los Tribunales, las asambleas legislativas, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado,

etc6~.

Como vemos la claúsula del DPL excede con mucho, en los paises anglosajones en general y en los EEUU en particular, el ámbi to del Derecho Jurisdiccional, por ello distingue la doctrina aquella

parte

del

principio

fundamental

constitucional

que

informa la aplicación de la función jurisdiccional o DPL procesal que ha sido esencial aunque no totalmente identificada tanto por la práctica de la Corte Suprema como por la doctrina con el término fair tria1 624 • De lo dicho hasta ahora podemos extraer que la naturaleza jurídica del DPL en los EEUU es la de un principio general del derecho

constitucionalizado

en

su

formulación

desarrollado por la jurisprudencia que consta,

esencial

y

en lo que a

nosotros nos interesa de forma especial, de una faceta netamente jurisdiccional que informa toda la actividad motivada por el ejercicio de la función jurisdiccional.

2.

La naturaleza del proceso debido en el derecho

alemán

Hemos estudiado en páginas anteriores el derecho alemán como ejemplo de la recepción pionera en un país que responde, como el nuestro, a un sistema jurídico continental de una institución,

623

RESNICR D. Due process and procedural ;ustice •.• , op. cit.,

p. 206. 624 GREY T. C. Procedural fairness and substantive rights ••• , op. cit., p. 183. SCHMID N. Das amerikanische Strafverfahren, op. cit., p. 130. vid. enmienda VI de la USC. 316

como es el caso del DPL,

procedente de un sistema

jurldico

esencialmente distinto como es el anglosajón, de tal forma que nos permitiera extraer provechosos resultados aplicables a la situación española tras la CE de 1978. En relación a la cuestión de la naturaleza juridica del DPL en el derecho alemán una primera precisión nos lleva a constatar que la doctrina alemana incorpora el concepto fair trialjfaires

Verfahren como elemento esencial del DPL norteamericano, y con respecto propiamente a su naturaleza juridica, podemos afirmar que

la

mayorla

principio

de

la

supremo,

en

doctrina tanto

considera

que

que

elemento

se

trata

del

inseparable

del

principio del estado de derecho/

Rechtsstaatprinzip, de naturaleza constitucional informador del Derecho Procesal

Pena16~.

La positivación del fair trial se produce en relación al derecho

alemán,

según

la

doctrina

mayoritaria

avalada

por

abundante jurisprudencia, a través del art. 6.1 CEDW26 •

625 ROXIH C. Strafverfahrensrecht, op. cit., p. 60. En la BVerfGE 57, 250, 275, citada y parcialmente reproducida en ROXIH/ARZT/TIEDEMANN Introducción al derecho penal y al derecho penal procesal, pp. 140-145, bajo el eplgrafe en el que se resalta la dependencia del Derecho Procesal Penal respecto del Derecho Constitucional, se caracteriza al juicio limpio como la expresión jurisdiccional del principio del estado de derecho, que vincula no sólo a los Tribunales sino a todos los órganos estatales que influyen en el desarrollo de un proceso penal. vid. arts. 1, 20 Y 28 GG, en relación con la configuración de la RFA como un estado de derecho. GOHEZ COLOHER J.L. El proceso penal alemán ..• , op. cit., § 3, pp. 43-53. 626 BGHSt 24, 125, 131. BGHSt 29, 109, 111. BGHst 36, 210. Como Postura critica a la directa aplicación del arto 6.1 CEDH en Cuanto ello suponga rebasar o prescindir de las disposiciones de la legislación alemana, vid, HEUBEL H. Der "fair trial" ... , op. c't 1 ., p. 31. 317

Deberemos finalmente y en pos de lograr una mayor claridad, establecer la exacta relación existente entre los conceptos que hasta ahora hemos utilizado, respetando la terminolog1a acuñada en cada pa1s, para hacer referencia al proceso debido. As1, el principio del faires Verfahren (Alemania) no constituye sino la expresión con la que el derecho alemán alude al principio objeto del presente trabajo del due process of law (EEUU), siendo la correspondencia esencialmente exacta, en el ámbito procesa1 6v •

B.

El

"Due process of law" como principio general del

derecho en relación al derecho jurisdiccional español

1. Resumen de la posición jurisprudencial

A la vista de las formulaciones que sobre el proceso debido se realizan en sistemas de derecho anglosajón -

EEUU -

y

continental - Alemania - y que acabamos sucintamente de exponer, es de destacar la similitud de las conclusiones tanto en lo relativo a la naturaleza jur1dica de la institución como en lo relativo

al contenido, integrado por derechos fundamentales y

garant1as procesales, que corresponde al proceso debido. Sin perder de vista lo anterior cuyo valor como elemento interpretativo

será

inapreciable

y

fijándonos

en

el

grupo

normativo que en la legislación española regula todo lo relativo al proceso debido y la fundamental interpretación que del mismo realizan tanto el Te como el TS, nos hallamos en disposición de

627 VOLLKOMMER M. Der Anspruch der Parteien .•. , op. cit., p. 219. 318

ofrecer varias hipótesis sobre la naturaleza y el alcance del proceso debido en España.

a.

Concepto

Elemento

estricto:

integrante

del

derecho fundamental a la tutela judicial efectiva

Este concepto puede fundamentarse en sentencias como la STC 106/1989, de 8 de junio, en cuyo F. J. 2g se define el proceso

debido como aquella qarantía institucional inteqrada por los elementos que componen el arte 24.2 CE,

(también, entre otras,

STC 78/1992, de 25 de mayo, F.J. 2 g ). Según esta primera hip6tesis estricta, el proceso debido seria uno de los elementos del derecho fundamental a la tutela judicial

efectiva,

proceso,

a

observadas

su a

concretamente

tramitaci6n, lo

largo

a

del

aquella

las

parte

garantias

periodo

referida

que

comprendido

deben entre

al ser la

litispendencia y la consecución de una resolución definitiva, no abarcaria ni el acceso a los Tribunales, derecho de acción, ni alcanzaria la impugnaci6n asi como tampoco la ejecuci6n de las resoluciones recaidas en el proceso. Su

naturaleza

juridica

seria

la

de

una

Garantia

Institucional en el sentido expresado en páginas anteriores. En cuanto a su tratamiento procesal, no seria susceptible de amparo por medio de una directa invocación de su violación, sino que deberia concretarse en la

lesi6n de alguno de los

elementos que lo componen y son expresamente recogidos por la CE en su arto 24.2.

319

Su aplicación estaria pensada de forma especifica para el proceso penal, si bien alguno de sus elementos es extensible a todo tipo de procesos.

b.

Concepto

Equivalente

ecléctico:

las

a

garantias del arto 24 CE

Fundamentable entre otras en la STC 135/1991,

de 17 de

junio, esta segunda hipótesis ecléctica, según la cual el TC y también el TS (v. gr. STS de 10 de febrero de 1990 (RA 1375) F.

J. 1Q C, de 20 de enero de 1993 (RA 132) F. J. 1 Q), emplean el concepto proceso debido como sinónimo de tutela jUdicial efectiva sin indefensión, jurisdicción,

una forma más de referirse al derecho a

estaria

constituida

por

el

arto

24

CE

en

la su

totalidad (STC 6/1992, de 16 de enero, F. J. 5 Q) Y abarcaria tanto el derecho al acceso como el derecho al proceso como, y finalmente,

el derecho a la ejecución de la resolución que en

aquél recaiga. Su naturaleza juridica seria la de derecho fundamental, y por lo tanto seria susceptible de amparo por invocación directa de su vulneración.

c.

Concepto

amplio:

Participe

de

la

naturaleza

juridica de los principios generales del derecho

Según

esta

tercera

hipótesis,

posible

jurisprudencia tanto del TC como del TS

a

la

luz

de

la

(v. gr. STS de 20 de

enero de 1993 (RA 132) F. J. 1 Q , STS de 9 de febrero de 1993 (RA 320

952)

F.

origen,

J.

212 628 ,

quizá

la más acorde con la naturaleza,

el

el desarrollo y la definitiva plasmaci6n del proceso

debido en el derecho anglosaj6n y en el derecho alemán según lo visto en páginas anteriores, el proceso debido constituiría, y así

lo

sostenemos

también

en

relaci6n

con

Espafia,

la

manifestaci6n jurisdiccional del estado de derecho. Adoptando

un

criterio

interpretativo

fundamentalmente

teleo16gico en relaci6n con todas las referencias que sobre el proceso debido hemos hallado,

obtendríamos una visi6n de

la

insti tuci6n proceso debido como una realidad dinámica que hoy por hoy está constituida por el arto

24 CE en su totalidad

(24.1

derecho a la tutela judicial efectiva con expresa prohibici6n de la indefensi6n, 24.2 garant1as concretas del proceso debido, no recogidas de forma exhaustiva). Pero además lo estará por otras garantías,

que

sin

ánimo

de

exahustividad

relacionamos

a

continuaci6n remitiendo cuando proceda a lo dicho al respecto en páginas

anteriores,

que

la

doctrina

y

principalmente

la

jurisprudencia se han encargado de destacar y que no constituyen un númerus claúsus629 :

628 En la sentencia de referencia se identifica el proceso debido con el arto 24 CE que lo establece y con los preceptos constitucionales derivados, que lo desarrollan. La más moderna doctrina se pronuncia igualmente por una consideraci6n amplia del proceso debido, como principio general informador del derecho procesal de cuya concurrencia dependerá la existencia del "proceso constitucionalmente debido", GOMEZ COLOMER J. L. El proceso penal espafiol. Para no juristas, Valencia 1993, S 3 Y en general SS 4, 8, 31, 63. 629 Los contenidos que a continuaci6n se relacionan derechos, garantías y principios con relevancia procesal, han sido en su mayor parte objeto de nuestra atenci6n en páginas anteriores por lo que la referencia actual es simplemente enunciativa y por tanto básica e incompleta si no se relaciona con lo ya dicho.

321

1.

El

arto

120.3

CE que

exige

la aotivaci6n da

las

resoluciones (STC 142/1991, de 1 de jUlio, F. J. 4 Q , STS de 4 de enero de 1990 (RA 267) F. J. 1 12 )63°.

2.

El principio de iqualdad de armas/oportunidades (STC

66/1989, de 17 de abril, F. J. 1212. STS de 14 de junio de 1991

(RA 4716) F. J. 112 yart. 6.1 CEDH).

3.

Los principios de oralidad e

inmediación ambos con

jerarquia constitucional, arto 120.2 CE, Y como delimitadores del proceso debido - en especial en el orden jurisdiccional penal SSTS de 7 de febrero de 1990 (RA 1289) F. J. lQ; de 9 de mayo de 1991 (RA 3617) F. J. 2 Q631 •

". El principio acusatorio que actúa únicamente en el ámbito penal y que, como sabemos, exige la existencia de una acusación formulada por persona distinta al Juez y prohibe condenar por delito que no haya sido objeto de acusación y por tanto sin ofrecer posibilidades de defensa; (v. gr. BSTS de 4 de noviembre de 1986 (RA 6241) FF. JJ. 112 Y 212; de 9 de septiembre de 1987 6327)

CRA

F. J. 3 12 ; de 15 de febrero de 1990 eRA 1550); de 7 de

noviembre de 1990 (RA 8782); de 1 de octubre de 1991 (RA 6877)

630 SERRANO ALBERCA J. K. en GARRIDO FALLA F. Comentarios ... , op. cit., pp. 1729 Y ss. 631 SERRANO ALBERCA J. K. en GARRIDO FALLA F. Comentarios ••. , op. cit., pp. 1725 Y ss. 322

F. J. 1Q. Respecto a la jurisdicción militar, vid. v. gr., STS de 22 de abril de 1991 (RA 3157) FF. JJ. 2Q Y

3Q)~2.

5. Los principios comunes a todos los procesos: Iqualdad~,

(art. 14 CE, SSTC 66/1989, de 17 de abril, F. J. 12; 242/1992, de 21 de diciembre¡ SSTS de 14 de septiembre de 1983 (RA 4551) Considerando 1 Q¡ de 30 de septiembre de 1985 (RA 4581) F. J. 3 Q¡ de 19 de noviembre de 1990 (RA 9246) F. J. 5 Q), principio de contradicción (Primera referencia postconstitucional STS de 5 de noviembre de 1979 (RA 3814) Considerando 1 Q; Sobre su carácter esencial en relación al proceso debido, SSTS de 4 de noviembre de 1986 (RA 6241) F. J. 2 Q¡ de 29 de noviembre de 1989 (RA 9344) vinculación directa con los arts. 6.3.d, CEDH y 11 DUDH, también sobre su jerarquia constitucional STS de 7 de febrero de 1990 (RA 1289)

F. J.

1Q. En relación a su necesaria concurrencia para

evitar la indefensión, STS de 9 de mayo de 1991 (RA 3617) F. J. 2 Q )634.

632 STS de 22 de enero de 1992 (RA 430) F. J. 1 Q, "El principio acusatorio exige que toda persona acusada de un hecho delictivo sea informada previamente de la acusación que se le formula con todas las precisiones y distinciones necesarias entre los hechos que la sustentan y su calificación jurídica así como de la pena que se solicita.". En relación con el principio de legalidad, vid., STS de 17 de junio de 1991 (RA 4735) F. J. 4Q. 633 GALVEZ J. en GARRIDO PALLA p.comentarios ••• , op. cit., pp. 254 Y ss. GIMENO/MORENO/ALMAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. 11, op. cit., pp. 59 Y ss. MONTERO I ORTELLS I GOMEZ I MONTON Derecho Jurisdiccional, 111, op. cit. pp. 34-35 en relación al principio de contradicción, y 39-40 por lo que respecta al principio de igualdad en su doble aspecto, igualdad de los ciudadanos ante la ley procesal e igualdad de las partes en el proceso. GOMEZ COLOMER J.L. El proceso penal español ••• , op. cit., § 9, pp. 6869. 634 GIMENO/MORENO/ALMAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. 11, op. cit., pp. 55 Y ss., donde se destacan a) La posibilidad de acceso a los Tribunales, b) La adquisición del status de parte y c) El 323

6. El principio in dubio pro reo (o su variante en relaci6n

al orden jurisdiccional social in dubio pro operario - SSTS de 20 de julio de 1987 (RA 5666) F. J. único, bastante confusamente;

de 31 de mayo de 1988 (RA 4999) F. J. 2Q. - también tiene una manifestaci6n en el orden jurisdiccional civil, concretamente en el campo de las relaciones asegurativas, in dubio pro asegurado, STS de 18 de jUlio de 1988 (RA 5725) F. J. 4 Q) basado en el principio de equidad (SSTS de 20 de junio de 1989 (RA 4702); de 24 de julio de 1989 (RA 5777); de 8 de octubre de 1992 (RA 7539»

y relacionado con el principio de proporcionalidad

(S~S

de 9 de

octubre de 1992 (RA 8142) F. J. 6 Q), Y orientador de la actividad decisoria del Juez 63S ¡

(cuestión claramente diferenciada de la

presunción de inocencia -derecho fundamental constitucional que vincula al Juzgador - v. gr. SSTS de 22 de mayo de 1980 (RA 2094) Considerando 1 Q; de 1 de diciembre de 1981 (RA 4961) Considerando único; de 15 de julio de 1986 (RA 4328) F. J.

6 Q;

de 11 de

diciembre de 1989 (RA 792) F. J. 5 g ; de 16 de febrero de 1990 (RA

derecho a la última palabra, como notas esenciales del principio de contradicci6n. GOHEZ DB LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., pp. 33 Y ss., donde se destaca la necesidad de completarlo con el principio de igualdad. HONTERO AROCA J. El principio acusatorio ••• , op.' cit., pp. 786-788. Destacando su carácter de principio previo a la ulterior conformaci6n del proceso y por tanto extrayéndolo y separándolo del principio acusatorio frente a afirmaciones en el sentido contrario, v. gr. STC 53/1987, de 7 de mayo. 635 Su vulneración no puede fundamentar un recurso de casaci6n, por tratarse de una norma de interpretaci6n no sustantiva, STS de 25 de enero de 1993 (RA 172) F. J. 5Q. GOMEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 280-282, donde se afirma que el principio asume en el proceso penal la funci6n que para el proceso civil cumple la distribución de la carga de la prueba, "en caso de duda, hay que preferir la impunidad de un cUlpable a la condena de un inocente.", con lo que parece confundirse con el ámbito propio de la presunción de inocencia. 324

.

6. El principio in dubio pro reo (o su variante en relaci6n

al orden jurisdiccional social in dubio pro operario - SSTS de 20 de julio de 1987 (RA 5666) F. J. único, bastante confusamente;

de 31 de mayo de 1988 (RA 4999) F. J. 2Q. - también tiene una manifestaci6n en el orden jurisdiccional civil, concretamente en el campo de las relaciones asegurativas, in dubio pro asegurado, STS de 18 de jUlio de 1988 (RA 5725) F. J. 4 Q) basado en el principio de equidad (SSTS de 20 de junio de 1989 (RA 4702); de 24 de julio de 1989 (RA 5777); de 8 de octubre de 1992 (RA 7539»

y relacionado con el principio de proporcionalidad

(S~S

de 9 de

octubre de 1992 (RA 8142) F. J. 6 Q), Y orientador de la actividad decisoria del Juez 63S ¡

(cuestión claramente diferenciada de la

presunción de inocencia -derecho fundamental constitucional que vincula al Juzgador - v. gr. SSTS de 22 de mayo de 1980 (RA 2094) Considerando 1 Q; de 1 de diciembre de 1981 (RA 4961) Considerando único; de 15 de julio de 1986 (RA 4328) F. J.

6 Q;

de 11 de

diciembre de 1989 (RA 792) F. J. 5 g ; de 16 de febrero de 1990 (RA

derecho a la última palabra, como notas esenciales del principio de contradicci6n. GOHEZ DB LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., pp. 33 Y ss., donde se destaca la necesidad de completarlo con el principio de igualdad. HONTERO AROCA J. El principio acusatorio ••• , op.' cit., pp. 786-788. Destacando su carácter de principio previo a la ulterior conformaci6n del proceso y por tanto extrayéndolo y separándolo del principio acusatorio frente a afirmaciones en el sentido contrario, v. gr. STC 53/1987, de 7 de mayo. 635 Su vulneración no puede fundamentar un recurso de casaci6n, por tratarse de una norma de interpretaci6n no sustantiva, STS de 25 de enero de 1993 (RA 172) F. J. 5Q. GOMEZ ORBANEJA/HERCE QUEMADA Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 280-282, donde se afirma que el principio asume en el proceso penal la funci6n que para el proceso civil cumple la distribución de la carga de la prueba, "en caso de duda, hay que preferir la impunidad de un cUlpable a la condena de un inocente.", con lo que parece confundirse con el ámbito propio de la presunción de inocencia. 324

.

1552) F. J. 212 ; de 28 de febrero de 1990 (RA 2102) F. J. 112 Y

de 4 de junio de 1991 (RA 4501) F. J. 4 12 ).

7. El derecho a un juez imparcial, (STC 113/1992, de 14 de septiembre, F. J. 3 12 , garantia implicitamente contenida en los arts • 24. 2 Y 117. 1 , ambos CE636 •

8. El derecho fundamental a una doble instancia o mejor a someter el fallo condenatorio a un Tribunal superior en el proceso penal,

(SSTC 76/1982, de 14 de diciembre,

F. J.

512;

37/1988, de 3 de marzo, F. J. 5 12 , garantia que se deduce del arto 24.2 CE Y del arto 14.5 PIDCP). Con respecto al proceso civil,

rige igualmente el derecho a un doble enjuiciamiento que se deriva del derecho a la tutela judicial efectiva, STS de 13 de mayo de 1992 (RA 3922) F. J. 112.

9. El principio pro actione, {STC 107/1992, de 1 de jUlio, F. J. 212; SSTS de 17 de abril de 1991 (RA 5269) F. J. 112; de 14 de octubre de 1991 (RA 6915) F. J. 2 12 , inspirador de todas las manifestaciones del arto 24.1 CE). "la plena efectividad de la tutela judicial exige una interpretación de las normas procesales inspiradas en el principio pro actione y presupone que el mismo principio debe inspirar sus aplicaci6n,"m. 636 STC 106/1989, de 8 de junio. STS de 27 de mayo de 1988 (RA 3849) F. J. 112; de 5 de mayo de 1992 (RA 3706) F. J. 1 12 ,

imparcialidad objetiva, el Magistrado instructor de la causa no puede juzgarla. vid. arts. 219.1012 LOPJ y 54.12 LECRIM. vid. SERRANO ALBERCA J. H. en GARRIDO PALLA P. Comentarios •.• , op. cit., pp. 1615 Y ss. 637 SSTS de 18 de febrero de 1992 (RA 1318) F. J. 112; de 10 de octubre de 1992 (RA 8230) F. J. 312. 325

10.

El principio de

intangibilidad da

las resoluciones

jUdiciales firmes, (STC 142/1992, de 13 de octubre, F. J. 2 g ; STS de 19 de febrero de 1993 (RA 1371) FF. JJ. 12, 22 Y 3 g ) .

11. principio de non bis in idem, STC 152/1992, de 19 de octubre, F. J. 22. SSTS de 18 de abril de 1980 (RA 1537); de 1 de julio de 1980 (RA 3075); de 7 de mayo de 1981 (RA 2130); de 25 de junio de 1986 (RA 3192); de 18 de julio de 1988 (RA 6181);

de 17 de abril de 1990 (RA 3256) F. J. 12; de 12 de junio de 1991 (RA 4695)

F. J.

22.4 -

Art.

25 CE que recoge el principio de

legalidad con respecto al que se considera impllcito el que nos ocupa, y arts. 300, 666.2 Y 675 LECrim~8.

12.

principio de gratuidad de la Justicia,

muchas veces

condición sine qua non para que la tutela judicial ofrecida por la CE sea realmente efectiva, arts. 119 CE, 20 LOPJ, 13 Y ss. LEC; SSTS de 20 de junio de 1987 (RA 4538) F. J. 22, en el que se establece la relación esencial con la tutela judicial efectiva y la prohibición de la indefensión; de 6 de noviembre de 1989 (RA 8005)

F. J. 2 g ; debe también relacionarse con el principio de

igualdad en el proceso, STS de 31 de diciembre de 1992 (RA 10661) en su

totalidad~9.

638 ARROYO DE LAS HERAS/MUÑOS CUESTA Ley de Enjuiciamiento Ciminal, Opa cit., pp. 183 Y 361 Y ss. Con respecto al principio de legalidad vid. STS de 8 de mayo de 1985 (RA 2454) Considerandos 1 2 , 2g Y 3 2 , donde se refleja sus trascendencia en relaci6n al estado de derecho y al proceso debido. SERRANO ALBERCA J. M. en GARRIDO FALLA F. Comentarios ••• , op. cit., pp. 499 Y ss. 639 GOMES COLOMER J.L. El beneficio de pobreza, Barcelona 1982. SERRANO ALBERCA J.M. en GARRIDO FALLA P. Comentarios ••. , Opa

cit., pp. 1714 Y ss. 326

13. Derecho de habeas corpus, contemplado por el arto 17.4 CE Y desarrollado y regulado por la LO 6/84, de 24 de mayo de 1984, "cuyo contenido esencial consiste en la petición de amparo

judicial solicitada por el detenido al Juez para examinar las circunstancias y condiciones de una detención acordada por la policía, autoridad gUbernativa o, incluso, cualquier persona." ATS de 11 de mayo de 1990 eRA 3915) F. J. 5QMO.

14.

principios

de

lealtad

y

buena

fe,

parcialmente

contemplados en el arto 11 LOPJ, si cabe hablar de obligación de las partes de atenerse a determinadas pautas de conducta o principios en su relación jurídica con los OOJJ y entre ellas mismas, dicha conducta deberá estar regida por los mencionados principios, y en la medida en que la adecuación a los mismos permitirá a las partes, en cualquier procedimiento, acceder a la totalidad de las posibilidades propias del proceso debido, (su omisión puede dar lugar a la inadmisión de un recurso o de un medio de

p~ueba

ilícitamente obtenido), lo incluimos como parte

del proceso debido en su consideración ampliaM1 •

15. principio de conservación parcial del acto, STS de 8 de mayo de 1991 (RA 3597) F. J. 3Q. Art. 242 LOPJ. En combinación con la prohibici6n de las dilaciones indebidas y el principio de economia procesal.

640 SERRANO ALBERCA J. M. en GARRIDO FALLA F. Comentarios ••• , op. cit., pp. 334 Y ss. GIMENO SENDRA V. El proceso de "habeas corpus", op. cit., pp. 43-60. 641 ATS de 4 de abril de 1989 (RA 4763) F. J. 2Q. STS de 9 de mayo de 1991 (RA 3617) F. J. 2Q. vid. arto 11.1 y 2 LOPJ. 327

derecho

a

un

proceso

público

sin

dilaciones

indebidas,

constitucionalizado como fundamental por el arto 24.2 CE Y que no

se

identifica

procesales,

con

comporta

el

mero

incumplimiento de

los

la utilizaci6n de un concepto

plazos

jurldico

indeterminado que necesita ser dotado de contenido concreto, en cada caso, atendiendo a criterios objetivos congruentes con su enunciado genérico (SSTC 5/1985, 36/1984, 223/1988 Y 50/1989). Dichos criterios objetivos son, según ha afirmado este Tribunal de acuerdo con la jurisprudencia del TEDH576 , circunstancias

del

litigio,

singularmente

la naturaleza y su

complejidad

y

márgenes ordinarios de duraci6n de los litigios del mismo tipo, el interés que en el proceso arriesga el demandante, su conducta procesal, actuaci6n del 6rgano judicial que sustancia el proceso y consecuencias que de la demora ,se siguen para los litigantes (SSTC 223/1988,

28/1989 Y 50/1989)

Y la consideraci6n de los

medios disponibles (STC 81/1989)m u • 576 Caso Neumeister, STEDH, de 27 de junio de 1968. Caso Neves e Silva, STEDH, de 27 de abril de 1989. Caso Oliveira Neves, STEDH, de 25 de mayo 1989. 577 STC 85/1990, de 5 de mayo, F. J. 21:l. Recurso de amparo interpuesto frente a una resoluci6n, o mejor ausencia de resoluci6n, procedente de un OJ perteneciente al orden jurisdiccional civil (concretamente resolución de contrato de arrendamiento), también en materia civil vid. STC 10/1991, de 17 de enero. En relación con el proceso laboral y abundando en idénticas consideraciones a las transcritas, STC 73/1992, de 13 de mayo, F. J. 2 Q • Respecto al proceso penal, v. gr., STC ?15j1992 9 de 1 de diciembre, FF. JJ. 2Q Y 3Q. Respecto a la juri~prudencia del TS, vid., STS de 11 de febrero de 1993 (RA 1042) Fo J. 2 Q , donde se pone de manifiesto la teor!a general, grupo normativo y jurisprudencia, en relación con las dilaciones indebidas. vid. VARELA CASTRO L. El plazo razonable como derecho fundamental en los procesos penales por delitos de escasa gravedad o flagrantes, Justicia 1988, pp. 361 Y ss. Pese a que dichos procesos no existen ya como tales, no dejan de tener valor las consideraciones generales realizadas, as! como las propuestas realizadas pos la AIDP en su reuni6n de Hamburgo en 1979, que asimismo se reflejan. 294

La misma STC 85/1990, en su F. J. 3Q matiza la declaraci6n anterior, "Ahora bien, como ha precisado este Tribunal en la STC 223/1988,

y reiterado en las 50/1989 y 81/1989,

excluir del

derecho al proceso sin dilaciones indebidas las que vengan ocasionadas

por

defectos

de

estructura

de

la

organización

judicial seria tanto como dejar sin contenido dicho derecho frente a esa clase de dilaciones (STC 36/1984, STEDH de 13 de julio de 1983, dictada en el caso Zimmermann y steiner) •.• , de modo que el deber de garantizar la justicia sin dilaciones indebidas "lleva implicita la dotación a los órganos de los necesarios medios personales y

j~diciales

materiales.,,~8.

La dilación indebida, su existencia, debe ser considerada en relación con el momento de interposición de la demanda de amparo que será determinante de su estimación por el TC, asi en la STC 61/1991, de 20 de marzoS79 •

578 Sobre este punto en concreto, dotaci6n al Poder Judicial de medios personales y materiales, y para poder ponderar con rigor los criterios que el TC declara deben ser tenidos en cuenta a la hora de determinar la existencia o no de dilaciones indebidas en un proceso en concreto y por tanto para determinar la existencia o no de vulneración del proceso debido, vid. PASTOR S. Elementos para la reforma procesal: Análisis de la litigaci6n. oferta de tutela judicial. dilaci6n. recursos econ6micos y acceso de los ciudadanos a la Justicia en Materiales para una reforma procesal, Madrid 1991, pp. 87 Y ss. 579 F. J. 1Q "Mientras que el cese de la inactividad judicial, antes de formular la demanda, repara la lesi6n del derecho a la tutela judicial efectiva (STC 151/1990, fundamento juridico 4 Q) la resoluci6n judicial dictada con posterioridad a la presentación de la demanda de amparo no repara una dilación que"ya esté consumada, de modo que ninguna influencia tiene a la hora de ponderar la pervivencia de la lesión constitucional el que la inactividad jUdicial haya cesado después de interpuesto el recurso de amparo (STC 10/1991, fundamento juridico 2 Q ) , o, como ocurre en el presente caso, que cesara a posteriori la situaci6n de pendencia en la resolución de la apelaci6n.". 295

La prohibición de dilaciones indebidas despliega también su eficacia respecto a la anulación de actos procesales irregulares, asi el TS entiende que será de aplicación el principio de conservación parcial del acto, con lo que "no toda irregularidad procesal puede originar un efecto anulatorio extremo, pues ello también

incidiria

fundamental a

en

la

vulneración

al

derecho

asimismo

la resolución de la causa dentro de un plazo

razonable o sin dilaciones indebidas establecido en el citado articulo 24 de la Constitución. ,,580 Finalmente encontramos en la jurisprudencia del TS una solución aplicable en caso de conflicto entre el derecho que nos ocupa y la presunción de inocencia, "6. El derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, por último, es inferior al derecho a la presunción iuris tantum de inocencia que consagra el arto 24.2 de la Constitución (por todas, S. 3-4-1991). En caso de conflicto ha de prevalecer el segundo,,581.

l. Proceso debido, proceso con todas las garantías y Juez

imparcia1 582

580 STS de 8 de mayo de 1991 (RA 3597) F. J. 3g. Vid. arto 242 LOPJ. 581 STS de 14 de febrero de 1992 (RA 1233) F. J. 19.6. 582 "El derecho a un proceso con todas las garantias, al igual que los demás derechos fundamentales, ha de ser interpretado de conformidad con los Tratados y Acuerdos Internacionales sobre derechos humanos ratificados por España (art. 10.2 CE), ... ", STC 245/1991, de 16 de diciembre, F. J. 3Q. STS de 6 de abril de 1990 (RA 3181) F. J. Unico. 296

r El derecho fundamental al proceso con todas las garantías es la fórmula general por la que ha optado la CE en su arto 24.2 de forma que permita dar la cobertura más amplia posible a las situaciones

no

expresamente

contempladas

por

la

normativa

constitucional e internacional arto 10.2 CE. "La norma sirve así como una especie de salvoconducto de la constitucionalidad del proceso,,583. Figurando el derecho al proceso con todas las garantías como uno de los contenidos del arto

24. 2 CE - que a la luz de la

jurisprudencia del TC que hasta el momento ha sido analizada constituye, sin discusi6n posible dada la claridad con la que al respecto totalidad,

se pronuncia del

el

contenido

Tribunal, del

parte

proceso

esencial,

debid0 584

sino

la

deberemos,

aunque someramente, ocuparnos del contenido del mismo. En primer lugar determina el TC que la garantía de imparcialidad objetiva del juzgador es una de los contenidos de este derech0585 • 583 RAMOS MENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., p. 28. 584 Identificando el derecho al proceso con todas las garantías con el proceso debido tenemos: "Como es sabido, la doctrina del Tribunal Constitucional ha concebido el derecho de acci6n - o derecho a la tutela judicial efectiva según la formulación constitucional - con un contenido sensiblemente más amplio que el que se acaba de enunciar, en detrimento de otro derecho fundamental reconocido en el arto 24.2: el derecho a un proceso con todas las garantías o, dicho en otros términos, el derecho al debido proceso (due process OÍ law), que resulta así prácticamente vacío y sin virtualidad.", ALMAGRO/GIKENO/CORTES/KORENO Derecho Procesal, t. I, v. I, op. cit., pp. 164-165. En KORENO/CORTES/GIMENO Introducción ••• , p. 218, se afirma la identidad entre el derecho a un proceso con todas las garantías y el derecho al debido proceso. 585 STC 151/1991, de 8 de julio, F. J. 3Q. Vid., específicamente sobre la imparcialidad de los Jueces como contenido esencial del derecho constitucional a un proceso con las debidas garantías y sobre las consecuencias de su aplicaci6n en el grupo normativo regulador del proceso penal español, GOKEZ COLOKER J. L. Apunte sobre las reformas de la Ley Orgánica 7/1988, La Ley, n Q 24 1989 297

Nos ocuparemos también en este apartado del derecho a ser juzgado por un Juez imparcial que se considera bien como una garant1a más de las comprendidas dentro del derecho al proceso con todas

las garant1asS86 ,

bien como una manifestación del

derecho fundamental al Juez ordinario predeterminado por la ley del arto 24.2 CEs87 • El TC afirma en todo caso y de forma expresa e inequ1voca la pertenencia del derecho al Juez imparcial a las garant1as del proceso debido que se recogen en el art. 24.2 CES88 , e igualmente establece la relación, fundamental, entre el derecho a un Juez imparcial y un estado configurado como Estado de Derechos89 • En el concreto ámbito penal la imparcialidad objetiva del Juez

supone

la

imposibilidad,

por

exigencia

del

principio

acusatorio, de que el Juez que realizó la actividad instructoria respecto de un concreto proceso pueda posteriormente conocer y fallar la causa acumulando as1 las funciones instructoras y y GOHEZ COLOHER J. L. ¿Hacia el futuro proceso penal español? (Notas al hilo de la Ley Orgánica 7/1988), Bolet1n de Información del Ministerio de Justicia, n Q 1543 1989. MONTERO AROCA J. El principio acusatorio ••• , op. cit., pp. 780-786. MORENO/CORTES/GlKENO IntrOducción ••• , op. cit., pp. 79-91. 586 STC 113/1987, de 3 de julio. HONTERO/ORTELLS/GOHEZ/HONTON Derecho JuriSdiccional, 111, op. cit., p. 36. 587 GlKENO/MORENO/ALMAGRO/CORTES Derecho Procesal, t. 11, op. cit., pp. 51-52. RAMOS HENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 19-23. 588 STC 136/1992, de 13 de octubre, F. J. lQ " ••• ha sido violado el derecho a un Juez imparcial, inherente a las garant1as del proceso debido (art. 24.2 CE), como consecuencia de la acumulación en primera instancia de las facultades instructora y sentenciadora ••• ". El principio de imparcialidad -afirma la STS de 27 de mayo de 1988 (RA 3849) F. J. 1 Q - procede del arto 117.1 CE. 589 STC 136/1992, de 13 de octubre, F. J. 2 Q • vid. STS de 1 de marzo de 1989 (RA 2793) F. J. 2Q. 298

decisorias, (SSTC 145/1988, de 12 de julio; 164/1988, de 26 de septiembre; 11/1989, de 24 de enero; 106/1989, de 8 de junio; 98/1990, de 24 de mayo; 151/1991, de 8 de julio). Esta afirmación

debe,

sin embargo,

matizarse en el sentido de que no toda

intervención del Juez en el procedimiento preliminar supone automáticamente tal consecuencia, de manera que planteada la cuestión

deberá

analizarse

cada

caso

concreto,

"es

la

investigación directa de los hechos con una función en parte inquisitiva y en parte acusatoria (dirigida frente a determinada persona) la que puede considerarse integrante de una actividad l.nstructora. ,,590 "La denominada imparcialidad "objetiva" - para garantizar la no concurrencia de "contaminación inquisitiva" - sólo puede hacerse valer por el acusado, al contrario de lo que ocurre con la imparcialidad "subjetiva" - para garantizar la independencia judicial - predicable tanto para el acusado como para las partes acusadoras. ,,591 590 STC 151/1991, de 8 de julio, F. J. 4 g , Y como fundamental en esta materia vid. STC 145/1988, de 12 de julio. Con respecto a la jurisprudencia del TS, vid. v. gr. STS de 27 de mayo de 1988 (RA 3849) F. J. 1 9 , donde se intentan trazar los limites más allá

de los cuales quedará comprometida la independencia del Juez o MagistradO ordinario predeterminado por la ley, vulnerando asi el proceso debido. ATS de 18 de octubre de 1990 (RA 8179) F. J. 1, es el supuesto de intervenci6n en la tramitaci6n del recurso de casaci6n de Magistrado que form6 parte del Tribunal sentenciador, lo cuál supone la vulneraci6n del derecho al Juez imparcial. STS de 24 de junio de 1991 (RA 4795) F. J. 4 g , en referencia a la STC 106/1989, de 8 de junio, entiende "que la tmparcialidad objetiva se pierde si se efectúa por el Juez un U'lterrogatorio al detenido al referirse, conforme al articulo 386 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, a preguntas directas y dirigirse a la averiguación de los hechos y la participación en ellos del procesado por lo que al término de dicho interrogatorio el Juez puede haberse formado una determinada convicción acerca de la participación del imputado en el hecho punible.". 591 STC 136/1992, de 13 de octubre, F. J. 2g. 299

La jurisprudencia del TC ha establecido que los OOJJ tienen la obligación de comunicar a las partes - a ambas - la exacta composición del OJ llamado a conocer de la causa, arts. 202 y 203 LOPJ,

(STC 180/1991, de 23 de septiembre, F. J. 6 g ), lo cual

posibilitará la consecución de la imparcialidad subjetiva, ya que las partes podrán ejercer su derecho a recusar a los Jueces o Magistrados en los que concurriera motivo para ello.

De no

respetarse la obligación recogida en los articulos mencionados de la LOPJ, se producirá "la privación del ejercicio del derecho a

recusar derivado de tal omisión,

que constituye, garant.1a

esencial vinculada a la imparcialidad del juzgador e integrante del derecho a un proceso con todas las garantías que consagra el arto 24.2 CE, que, por tanto, ha de entenderse infringido en este caso. ,,592 Es posible también extraer del arto 24.2 CE en relación con el arto 14.5 del PIDCP de Nueva York, y así lo hace el TC, que uno de los derechos que componen el proceso con todas las garantias -distinto del derecho a un juez imparcial - y por tanto el proceso debido,

es el derecho fundamental a una segunda

instancia en el proceso penal o formulado de forma más precisa, a que el fallo condenatorio y la pena impuesta sean "sometidos a un Tribunal superior conforme a lo prescrito por la Ley" (SSTC 42/1982, 37/1988, entre otras)"m.

El TS introduce, distintos a

basándose en criterios clasificatorios

los empleados por el TC,

nuevos contenidos del

592 STC 230/1992, de 14 de diciembre, F. J. 4g. STS de 5 de octubre de 1992 (RA 7524) F. J. 4g. 593 STC 113/1992, de 14 de septiembre, FF. JJ. 4 g , 5g Y 6g. 300

1 derecho a un proceso con todas las garantías. Así, afirma que "el derecho a la prueba, que es una manifestación peculiar y concreta del derecho a un proceso con todas

las garantías,

aparece

reconocido en el artículo 24.2 de la Constitución cuando concede a todas las partes en un proceso el derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa. ,,594 • La jurisprudencia del TS se ocupa de que los principios básicos procesales sean respetados en la práctica de los medios probatorios, v. gr., la necesidad de garantizar la contradicción en relación con los testigos de cargo que habrán de reproducir su testimonio en el juicio oral, y la correlativa suspensión del juicio ante la incomparecencia del único testigo de cargo que por tanto no ha podido ser sometido a contradicción595 •

VI. EL DERECHO FUNDAMENTAL A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA SIN INDEFENSIO~

594 STS de 11 de abril de 1991 (RA 2611) F. J. 2Q. 595 STS de 12 de julio de 1988 (RA 6566) F. J. 3Q. También SSTS de 1 de febrero de 1988 (RA 832); de 15 de abril de 1988 (RA 2781); de 4 de junio de 1988 (RA 4431); de 8 de mayo de 1991 (RA 3597) FF. JJ. 1Q Y 2Q. Vid. arto 746.3Q LECRIM. Respecto a la práctica de pruebas, solamente serán válidas aquellas practicadas sin infracci6n constitucional alguna, actuando al respecto el TS unicamente como "filtro garantizador de constitucionalidad", STS de 12 de marzo de 1992 (RA 2442) F. J. 27Q. Vid. arto 238.3 LOPJ. 596 comprende el derecho a la tutela judicial efectiva (derecho de acción), el derecho a iniciar el proceso, el derecho a un proceso con las debidas garantías, el derecho a la sentencia de fondo, el derecho al recurso cuando está previsto por la ley y el derecho a la ejecución, así lo afirma GOHEZ COLOMER J. L. Reflexiones sobre las bases científicas ••. , op. cit., p. 587. CANO MATA A. El derecho a la tutela jUdicial efectiva •.• , Opa ci t. FIGUERUELO BURRIEZA A. El derecho a la tutela jUdicial efectiva, Madrid 1990. STC 6/1992, de 16 de enero, F. J. 5g "La tutela judicial efectiva que garantiza el arto 24 CE consiste, como en tantas ocasiones a declarado este Tribunal (STC 100/1988) "en el derecho que tienen todas las personas al acceso a los 301

Se trata de uno de los derechos fundamentales recogidos en el

arto

24

contenido,

CE

cuya

infracción,

debido a

la amplitud de su

se alega en la práctica totalidad de los recursos

formulados tanto ante la jurisdicción constitucional como ante la jurisdicción ordinaria. Previamente a abordar la exacta determinación de lo que la tutela judicial efectiva significa para el TC, deberemos advertir que del uso que el mencionado Tribunal hace de la expresión tutela judicial efectiva podemos extraer dos acepciones diferenciables

(el alcance práctico de dicha distinción es reducido,

pero su utilidad a la hora de clarificar las conclusiones de la presente tesis resulta ciertamente importante). La primera de ellas

se

emplea

de

un

modo

general

como

contenedor

de

la

totalidad de los derechos y garantías recogidos en el resto del arto 24 CE (Vid. v. gr. STC 14/1992, de 10 de febrero, FF. JJ.

órganos jurisdiccionales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos con arreglo a las normas de competencia y procedimiento legalmente establecidos", a obtener de los mimsmos una resolución fundada en Derecho, tras un proceso en el que se garantice adecuadamente el derecho de defensa de los afectados y se respete, entre otros, el principio de contradicción, así como la igualdad entre las partes (SSTC 93/1984 y 191/1987), puesto que, como se dijo en la STC 9/1981, no ha de olvidarse que el arte 24. 1 CE contiene un mandato implícito al legislador y al intérprete - consistente en promover la defensión, en la medida de lo posible, mediante la correspondiente contradicción. De tal mandato, pues, se deriva el deber positivo de corregir cualquier situación que pueda calificarse como indefensión, (SSTC 98/1987, 102/1987, 149/1987, 155/1988, 145/1990)". En relación con el principio de contradicción procesal, vid. STC 78/1992, de 25 de mayo, F. J. 2g. Por lo que a la jurisprudencia del TS respecta Vid., v. gr., SSTS de 4 de noviembre de 1986 (RA 6241) en su particularmente explícito F. J. 4 g ¡ de 16 de abril de 1990 (RA 2761) F. J. 5 g , "la tutela judicial efectiva que consagra el arto 24.1 de la Constitución Española viene determinada por el estricto cumplimiento de los principios rectores del proceso, explícitos o implícitos en el ordenamiento procesal, según tiene declarado el TC en sentencias de 7 de junio de 1982, 16 de octubre de 1984, 11 de diciembre y 15 de octubre de 1987,". 302

6g Y 7 g ) con los que tiene evidentes relaciones, esta acepción

procede de la consideración del aspecto negativo del derecho fundamental

que

es

la

prohibici6n

de

la

indefensi6n,

su

vulneración es invocable en amparo si bien, por tratarse de una infracci6n genérica, se deberla concretar el motivo de la misma. La segunda acepción que hemos anunciado, más precisa, se referirá a aquél derecho fundamental concreto recogido en el Ng 1 del arto 24 CE, derecho al proceso, que se verá vulnerado - posibilitando

la correlativa impugnación directa (casación, amparo) - siempre que no concurran en un proceso los contenidos que a continuación citaremos y precisamente en la medida en que la doctrina y jurisprudencia, tanto del TC como del TS, los han establecido y exigen597 •

A. Derecho de acceso a la Jurisdicción y derecho a una resolución fundada sobre el fondo del asunto 597 STS de 18 de junio de 1991 (RA 4473) F. J. 3 g , "el contenido constitucional del mencionado derecho a la tutela judicial efectiva se manifiesta no solamente en el derecho de acceso a la jurisdicción y en el derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales, sino que también, esencialmente, del derecho a obtener una resoluci6n fundada jurídicamente,". Con respecto a su impugnación a través del recurso de casaci6n, establece el TS que la infracci6n del arto 24.1 CE, por ser un precepto de carácter sustantivo habrá de ser invocada a través del ordinal 5g del arto 1692 LEC, vid. STS de 20 de marzo de 1991 (RA 2422) F. J. 2Q. vid. arto 5.4 LOPJ. En general sobre el derecho a la tutela judicial efectiva vid, DB LA OLIVA/PERNANDEZ Derecho Procesal civil, I, op. cit., pp. 121-146. MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, I, op. cit., pp. 413-434. RAMOS MENDEZ F. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 32-36. ALMAGRO/GIHENO ¡CORTES/MORENO Derecho Procesal, t. I, v. I, op. cit., pp. 159171. El derecho a la tutela judicial efectiva se predica respecto de todos los órdenes jurisdiccionales, vid. al respecto GOHEZ DE LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., p. 315 Y sobre su contenido pp. 318 Y 319. También GARCIA DB ENTERRIA B. La posición jurldica del Tribunal Constitucional en el sistema español: posibilidades y perspectivas, REDC 1981, n Q 1, p. 51. MORENO/CORTES/GIHENO Introducción ... , op. cit., pp. 213-222. 303

El derecho de acceso a la jurisdicci6n que consagra el arto 24.1 CE "se concreta en el derecho a ser parte en el proceso,

para promover la actividad jurisdiccional que desemboque en una decisi6n jUdicial sobre las pretensiones deducidas. ,,598. Dicha resolución judicial deberá ser fundada cualquiera que sea su sentido, favorable o

adversa5~.

No parece conveniente, aunque a determinados efectos pueda hacerse, separar ambos derechos, puesto que careceria de sentido el mero acceso a la jurisdicción si ello no comportara una resolución sobre el fondo del asunto, la cuál no seria posible sin una previa posibilidad de acceso a los

Tribunales~.

598 GOMEZ DE LIAÑO P. El proceso penal, op. cit., p. 319. 599 RAMOS MENDEZ P. El proceso penal ••• , op. cit., pp. 24-27. MONTERO/ORTELLS/GOMEZ Derecho Jurisdiccional, I, op. cit., pp. 427-433. 600 El derecho de acceso se reconoce por el TC tanto a personas fisicas o naturales como a personas juridicas o colectivas, STC 53/1983, F. J. 19- STC 147/1985, F. J. 3 g , Y concretamente en relación con el derecho al ejercicio de la acción popular por una persona juridica, STC 241/1992, de 21 de diciembre, FF. JJ. 4g Y 5 g , que lo reconoce, produciéndose en caso contrario una vulneraci6n del derecho a la tutela judicial efectiva. STS de 13 de noviembre de 1985 (RA 5606) F. J. 3 g , el derecho a la tutela judicial efectiva "no puede ser interpretado consagrando un derecho incondicional a la protección juridica, sino como el derecho a obtenerla siempre que se ejerza por las vias procesales legalmente establecidas, sin que, por otra parte, pueda hablarse de indefensión, cuando el recurrente ha tenido abiertas todas las instancias y recursos, incluido el de casación, para hacer vales sus derechos.". En el mismo sentido STS de 17 de octubre de 1986 (RA 5796). Afirma la STS de 3 de febrero de 1987 (RA 2055) F. J. 3 Q p "B) El principio del derecho a la tutela efectiva por jueces y tribunales para el ejercicio de derechos e intereses legitimos por parte de sus titulares favorecedor de la accesibilidad a los órganos de la Administración-justicia, proclamado por el articulo 24 de la Constituci6n Española de 27 de diciembre de 1978, orienta la interpretación de la normativa, sobre los requisitos formales para comparecer en juicio, en sentido restrictivo, a fin de evitar la indefensión de los interesados.". ALMAGRO1GIMENOI CORTES 1MORENO Derecho Procesal, t. I, v. I, op. cit., pp. 162-164. 304

La

acceso

tutela jUdicial efectiva en relación con el derecho de puede

pretensión

quedar

satisfecha

interpuesta si

tras

la

inadmisión

ello se produce a

resolución razonada y fundada en

de

la

través de una

derecho~l.

También será respetado el derecho a la tutela judicial efectiva

en el

caso de que

no sea estimada

la

pretensión

interpuesta ante el OJ, siempre que se deba a la existencia de una causa legal que así lo

determine~.

El derecho de acceso al proceso sólo podrá correctamente ser limitado en virtud de la concurrencia de otro derecho ~ libertad constitucionalmente protegido y que suponga incompatibilidad con el mismo, es pues precisa la concurrencia de una causa legalmente establecida conjuntamente con la imposibilidad de realizar una

601 STC 33/1989, de 3 de febrero. STS de 23 de marzo de 1988 (RA 2421) F. J. 1 Q¡ El derecho a la tutela efectiva comprende obtener "una resolución fundada en derecho, sea o no favorable a las pretensiones del actor, que podrá ser de inadmisi6n cuando así lo acuerde el Juez en aplicaci6n razonada de una causa legal. El derecho que consagra el artículo 24.1 de la constituci6n no es un derecho incondicional a la prestaci6n jurisdiccional, sino a obtenerla siempre que se ejerza cumpliendo los requisitos previos indispensables y por las vías procesales legalmente establecidas. ". STS de 10 de noviembre de 1992 (RA 9099) ¡ en ella se afirma que el derecho de acceso a la jurisdicci6n, integrante del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, no resulta vulnerado por inadmi tir una demanda por la no subsanaci6n de defectos subsanables. 602 SS~S de.2 .de febrero de 1983 (RA 3322) considerando.4Q~ ':no puede 1dent1f1carse con la no prestaci6n de la tutela )ud1c1al ni con la indefensi6n de los interesados que prohíbe el texto constitucional con el simple hecho de que no se acceda a las pretensiones que se deduzcan"¡ de 10 de mayo de 1985 (RA Q2267) Considerando 5 Q¡ de 29 de abril de 1989 (RA 3281) F. J. 3 ¡ de 30 de noviembre de 1990 (RA 9221) F.' J. 4 Q, " .•• 10 que: tal principio (tutela judicial efectiva) garantiza es que en.~1ngún supuesto pueda producirse denegación de justicia, obten1endose dicha tutela también en los casos en que se rechace lo interesado por la parte en el proceso, siempre que concurra Y se exprese la causa legal correspondiente,"¡ de 30 de abril de 1991 (RA 3117) F. J. 3 2 ¡ de 22 de jUlio de 1992 (RA 6447) F. J. 4 Q• 305

Además de otros contenidos tampoco recogidos en el arto 24 CE

pero

que

por

su

trascendencia

procesal

y

por

vía

de

interpretación, fundamentalmente teleológica entendemos pueden constituir parte del proceso debido según el concepto amplio del que nos ocupamos 642 •

2. Nuestra posición

El proceso debido participaría en nuestra opinión, como ya hemos avanzado,

de la naturaleza de los principios generales

informadores del derecho, con especial relevancia en relación con el

Derecho

Jurisdiccional

manifestaciones relación

a

y

dentro

jurisdiccionales643

cada

una

de

ellas

de

(de

él

de

forma

atendiendo

a

todas

distinta las

sus en

diversas

naturalezas y peculiaridades de los derechos que originan los procesos que ante sus Tribunales se tramitan y resuelven), con carácter expansivo en la medida en que el desarrollo del estado de derecho implique la incorporación de nuevos contenidos. El

principio

general

del

proceso

debido,

según

una

concepción positivista en la que fundamentamos nuestra opinión, sería el resultado del proceso de abstracción del gran grupo de normas que como hemos mostrado resultan implicadas en relación con el tema que nos ocupa; normas relativamente heterogéneas pero 642 V. gr. la institución del jurado que en relación con el proceso penal es contemplada por los arts. 125 CE Y 83 LOPJ, aunque por el momento no existe una regulación pormenorizada que permita su aplicación.

643 STS de 26 de julio de 1985 (RA 4141) Considerando 4 12 , "esta Sala - de lo civil - tiene reiteradamente declarada la aplicación directa al proceso civil de las normas constitucionales, Y concretamente del artículo veinticuatro de la Constituci6n,". 328

absolutamente interdependientes, a las que por otra parte dotar1a de

la necesaria unidad en relaci6n con el proceso,

y más

concretamente con el tipo de proceso que exige el estado de derecho, es decir el proceso

debido~.

a. Naturaleza y contenido

La postura que adoptamos y que consiste en atribuir al proceso debido la naturaleza de un principio general del derecho y más concretamente la de un principio constitucionalizado, la fundamentamos en las siguientes consideraciones, que han sido ya anteriormente expuestas: Podemos rechazar que nos hallemos ante una norma legal puesto que

es

caracter1stica definitoria

de

las mismas

su

manifestaci6n expresa e imperativa, situaci6n que dificilmente será

sostenible

en

relaci6n

con

el

proceso

debido

cuya

formulaci6n expresa no ha sido abordada por el momento por ninguna ley. Más conviene a la instituci6n a cuyo conocimiento aspiramos la caracter1stica propia de los principos generales de carecer de texto can6nico, siendo por tanto independientes de su formulaci6n y no constituyendo un numerus clausus, "el juez, el intérprete en general, pueden recurrir a nuevos principios cuando necesidades

sobrevenidas de

la evoluci6n de

las

ideas,

la

sociedad y la técnica lo requieran,,64s.

644 DIEZ-PICAZO/GULLON sistema de Derecho Civil, v. I, op. cit., p. 162. 645 LACRUZ/SANCHO/LUNA/DELGADO Elementos de Derecho Civil, v. I, op. cit., pp. 203-204. 329

Partiremos

de

la

existencia

de

principios

generales

enunciados en la CE (aunque no todos de forma expresa como en el caso

que

nos

extraeremos

ocupa

de

en

relaci6n

con

como

1

articulos

el

el CE

proceso donde

debido

se

afirma

que la

constituci6n de España en Estado de Derecho, o el arto 24 CE en relaci6n a la tutela judicial efectiva, etc.) son los llamados "principios constitucionales", dichos principios no operarán en defecto de ley y costumbre sino que se aplicarán con carácter preferente a las citadas fuentes del derecho, y con respecto a los

mismos

se

tradicionales

observa principios

internacionalización relevantes

la

principos

y

tendencia generales

a

sustituir

del

a

los

derecho646 •

La

constitucionalización del

derecho

ha

tenido

de un

los

más

reflejo

especialmente intenso en relación a los principios procesales M7 •

646 vid. arto 1.4 CC, "Los principios generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico". 647 LACROZ/SANCHO/LONA/DELGADO Elementos de Derecho civil, v. I, op. cit., p. 205. Sobre la constitucionalización de los principios generales vid. DIEZ-PICAZO/GOLLON sistema de Derecho civil, v. I, op. cit., p. 164 Y 166, donde se destaca su función directiva e informadora de la legislaci6n. CAS'l'AN 'l'OBEÑAS J. Derecho civil español, común y foral, t. I, op. cit., p. 496. En el mismo sentido vid. arto 5.1 LOPJ "La Constituci6n es la norma suprema del ordenamiento jurídico, y vincula a todos los Jueces y Tribunales, quienes interpretarán y aplicarán las leyes y los reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional en todo tipo de procesos". Los principios generales del derecho y por lo tanto también los principios constitucionales "son auténticas normas jurídicas en sentido sustancial, pues suministran pautas o modelos de conducta", DIEZ-PICAZO/GULLON sistema de Derecho Civil, v. 1, op. cit., p. 163. ALVAREZ CONDE E. El régimen ..• , op. cit., pp. 23 Y ss. HONTBRO/OR'l'ELLS/GOKBZ Derecho JuriSdiccional, 1, op. cit., pp. 488-505. DE LA OLIVA/ARAGONESES/ HINOJOSA/HUERZA/TOHE Derecho Procesal Penal, op. cit., pp. 63-68.

330

La función esencial de los principios del derecho es la "determinación del verdadero alcance, sentido o significación que dentro

del

ordenamiento

jurídico

posee

una

determinada

disposición legal ,,648. En este sentido, el proceso debido cumple, y así se desprende de las numerosas referencias e intentos de interpretar determinados arts.

de la CE a

la luz de dicha

institución que realizan tanto el TC como el TS y en menor medida la doctrina, la función descrita en relación con, principalmente, el arto 1 CE exacta determinación de lo que el Estado de Derecho significa en su faceta jurisdiccional, y con el arto 24 CE exacta determinación del alcance e implicaciones de la tutela jUdicial efectiva; además de con otros artículos de la CE de los que ya nos hemos ocupado en páginas anteriores. 649 El principio general constitucionalizado del proceso debido tal y como lo entendemos se obtiene de la abstracción de, fundamentalmente, algunas de las normas formuladas en la CE y en otras disposiciones. Es

preciso

hacer

una

referencia

siquiera

breve

a

la

posibilidad de atribuir al proceso debido la naturaleza de derecho fundamental ya que se contempla tanto por la doctrina como por la

jurisprudencia6~,

al respecto hay que considerar en

648 DIEZ-PICAZO/GULLON sistema de Derecho civil, v. I, op. cit., p. 160. PEREZ LUÑO A. B. Derechos Humanos, Estado de Derecho y Constitución, op. cit., p. 276. 649 BANDRES SANCHEZ-CRUZAT J.M. Derecho fundamental al proceso debido ••. , op. cit., pp. 33-39. 650 BANDRES SANCHEZ-CRUZAT J. M. Derecho fundamental al proceso debido ••. , op. cit., p. 33. SAINZ DE ROBLES P. C. La tutela jUdicial •.. , op. cit., p. 1. Alguna jurisprudencia tanto del TC como del TS atribuye también al proceso debido la naturaleza de derecho fundamental, vid. en pp. anteriores lo relativo al concepto ecléctico del proceso debido. No nos ocuparemos en mayor

331

el

lado de

finalidad individual

las

identidades con el proceso debido

genérica y

de

profundizar

colectiva,

su

y

garantizar

irrenunciabilidad

y

la de su

la

libertad

la

obligada

observancia por parte de los poderes públicos. En todo caso, la consignaci6n de las diferencias con el mismo nos lleva a rechazar dicha posibilidad, asi es caracteristica esencial de los derechos fundamentales la de su positivizaci6n, que como ya hemos afirmado no se da respecto al proceso debido~l. Los invocables

derechos para

fundamentales,

la

obtenci6n

de

directamente su

tutela

aplicables y

e

expresamente

formulados en la CE (v. gr. derecho a la defensa, derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, etc.) constituyen, yeso es innegable, el contenido esencial del proceso debido, aunque no su totalidad, v. gr. principio acusatorio, principio de gratuidad de la justicia, etc.~2

b. Efectos

Los derechos especificos que de la aplicaci6n práctica del principio

del

proceso

debido

se

derivan

para

los

sujetos

procesales son, en la mayor parte de los casos, irrenunciables

medida que lo ya hecho de la posibilidad de atribuir al proceso debido la naturaleza juridica de las libertades públicas, garantlas constitucionales o valores superiores constitucionales, puesto que no son posibilidades desarrolladas por la doctrina o por la jurisprudencia. 651 STC 5/1981, de 13 de febrero. 652 DE ESTEBAN/LOPEZ GUERRA El régimen constitucional •.• , op. cit., pp. 209 Y ss. PECES BARBA G. Escritos •.• , op. cit., p. 213. 332

ya que no entran, por su naturaleza (derechos fundamentales), dentro de la esfera dispositiva de los mismos~3. En

principio

directamente

su

no

es

susceptible

vulneración,

pero si

de lo

amparo es

a

invocando

través

de

la

invocación de la vulneración de sus contenidos. Igualmente será susceptible de

apelación,

y

de recurso de casación ante

la

jurisdicción ordinaria de la misma forma ya expresada, arto 5.4 LOP~.

La

estimación

de

la

violación

de

cualquiera

de

los

contenidos que integran el principio del proceso debido supondrá, por lo general, la anulación de lo actuado en ese proceso hasta el momento de prOducirse dicha situación,

es decir hasta el

momento en el que el proceso dejó de poder calificarse de debido, con la consiguiente repetición de actuaciones hasta su debida conclusión~s •

En cuanto a la legitimación para solicitar la tutela de los Tribunales por la vulneración del principio del proceso debido, la misma corresponderá: Para solicitar la tutela a través de la jurisdicción

ordinaria,

recurso

de

apelación

y

recurso

de

casación, a las partes en el proceso en las que concurran los presupuestos

nece~arios;

para solicitar la tutela a través de la

653 ALVAREZ CONDE E. El reg~men ••• , Opa cit., p. 102. Aunque existen excepciones a la irrenunciabilidad, v. gr. con respecto al derecho a no declarar contar si mismo, STS de 12 de junio de 1984 (RA 3548) Considerando 2 g •

554 E~ también posible la protección de los Tribunales ordinarios, respecto a la vulneraci6n de los contenidos del proceso debido, a través del procedimiento especial y preferente diseñado por la Ley 62/1978, de 26 de diciembre, de protección jurisdiccional de los derechos fundamentales de la persona. 655 CASCAJO CASTRO/GIHENO SENDRA El recurso de amparo, Opa cit., pp. 74-80. vid. arts. 53-58 LOTC. 333

jurisdicción ciudadano,

constitucional,

recurso

de

amparo,

cualquier

en la medida en que defienda derechos e intereses

legitimos, arto 53.2 CE, además del Defensor del Pueblo y del Ministerio Fiscal, arto 162.1.b

c~.

656 STS de 3 de abril de 1991 (RA 2560) F. J. 1Q. 334

CONCLUSIONES

Como resultado de nuestras investigaciones, hemos llegado a las siguientes tres conclusiones:

Primera. -

Norteamérica

La Constitución de los Estados Unidos de

disefia

un

sistema

basado

en

los

derechos

fundamentales indi viduales,

principalmente los derechos a la

vida,

la

a

la

libertad

y

a

propiedad.

Como

garantia

del

mencionado sistema la propia Constitución crea un mecanismo, the due process of law, que actúa como limite al que necesariamente deberá atenerse la actuación de los poderes públicos en relación con la esfera de derechos propia de cada individuo, núcleo del llamado

due

process

sustantivo.

si

debiéramos

expresar

la

afirmación anterior en categorias juridicas continentales, no seria inadecuado decir que la Constitución de los Estados Unidos configura un estado de derecho. La propia Constitución de los Estados Unidos hace referencia también en su articulado a una especifica manifestación del due process en relación con el ejercicio de la función jurisdiccional y

especialmente en relación al proceso penal.

establecen determinados derechos,

Para ello se

primeramente en la propia

Constitución (inviolabilidad del domicilio, información sobre la acusación formulada,

etc. ),

derechos que posteriormente son

desarrollados por la jurisprudencia y que serán reconocidos a toda persona que se halle sujeta a un proceso. Se trata del due process procesal.

336

En

Sequnda.-

el

caso

de

la

República

Alemania la Ley Fundamental en sus arts.

1,

Federal

de

20 Y 28 opta por

configurar un estado de derecho, Rechtsstaatsprinzip, del que como manifestación necesaria en el ámbito

jurisdiccional se

deriva la exigencia de un proceso informado por la justicia y la equidad,

faires

principio

del

principio de

Verfahren

principalmente

por

el

asistencia/Fürsorgepflicht y

por

el

igualdad de armas/Waffengleichheit) ,

que

se

deber la

de

(integrado

positivizará a través del arto

6.

del Convenio Europeo de

1

Derechos Humanos, cuyo principal contenido, según la doctrina mayoritaria, es el principio jur1dico anglosajón del fair trial. La referencia al fair trial/faires Verfahren del derecho alemán es equivalente por sus contenidos al due process of law americano en su aspecto procesal.

Tercera. -

El

punto

de

partida

con

respecto

a

la

situación española lo encontramos en el arto 1 de la Constitución Española,

según el cual España se constituye en un estado de

derecho,

existiendo

en

la

propia

Constitución

numerosas

referencias que implican directamente al Derecho Jurisdiccional, es decir, su regulación esencial (jurisdicción, acción y proceso) de acuerdo con un estado configurado como de derecho. Desde progresiva,

la

promulgación

tanto

por

de

parte

la de

Constitución la

doctrina

y

de

como

forma de

la

jurisprudencia, se hace referencia al proceso debido, y una de las interpretaciones que cabe extraer de dichas referencias es que el proceso debido es el concepto aglutinador de lo que se ha llamado el Derecho Constitucional Procesal. 337

Podemos asi afirmar, y ello en armonia tanto con el origen y posterior desarrollo como con la naturaleza de la institución,

que el proceso debido es la manifestación jurisdiccional del estado de derecho en nuestro pais.

338

TESIS

m) Derecho a la ejecución de sentencias.

No

es,

sin

embargo,

un

derecho

que

tenga

una

tutela

específica ante el Tribunal Constitucional por sí mismo, si no es en unión de alguno de los anteriormente dichos.

341

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