Elena Undone - Nicole Conn

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ELENA UNDONE DE NICOLE CONN. Traducción Libre by EL TEAM Copyright © 2011 por Nicole Conn Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, de fotocopia, sin permiso por escrito del editor. Primera edición 2011 Editor: Katherine V. Forrest Diseño de cubierta: Judy Fellows ISBN 13: 978-1-59493-254-0

Agradecimientos: Gracias a los siguientes: En primer lugar a Katherine V. Forrest, quien es la más amable y encantadora editora con la que he trabajado, que siempre me reta a ser mejor, querida y maravillosa amiga. Y a mi familia, que tenía que vivir conmigo mientras yo estaba contra el tiempo: Daisha - amante de los libros y "procesadora" Alex - también poeta y romántico Lauren - colega escritora y triunfadora David (DVD!) - compatriota y compañero de juegos Gabrielle - mi compañero artista y BiBi BoBo Y a "Mi pequeño hombre" Nicholas... mi compañero desde la cuna Sobre la autora: Nicole Conn ha sido una fan de las películas románticas y de blanco y negro desde la edad de los diez años. Su inclinación por la narración adulta y dramática de historias, es evidente en su última película, Elena Undone promocionada como "sexy, inteligente y ardiente." En esta novela clásica de romance, también se celebra el beso más largo de la Historia del Cine, que se complace en ser sostenido por dos mujeres. La empresa anterior de Conn, “Little man” , es un documental que ella escribió, dirigió y produjo originado por la situación que vivió con su propio hijo, nacido prematuro 100 días

y de tan solo una libra de peso. El documental ganó 12 premios al Mejor Documental, junto con el prestigioso premio Cedar Sinaí y el Premio del Árbol Orgullo Familiar. El documental estuvo tres veces en la lista del TOP TEN DE PELICULAS 2005 y Showtime recogió la película y empezó una campaña Emmy con esta impactante historia sobre el nacimiento prematuro de su hijo y su posterior hospitalización de 5 meses en una unidad de cuidados intensivos neonatal. En un esfuerzo por continuar su apoyo a otros padres que se ven empujados a la locura de la UCIN, Conn colaboró con la fundadora del Premio Magazine, Deborah Discenza en la creación de la guía de supervivencia NICU de los Padres Prematuros: Cómo mantener su cordura y crear una nueva normalidad, publicado en enero de 2010. La pasión de Conn por el cine, le llego a través de su primera película, por la que recaudó el dinero, escribió, dirigió y produjo Claire of the Moon, la película libre sobre el viaje de una mujer a su identidad sexual. La película obtuvo críticas muy favorables y allanó el camino para el cine de temática lésbica en 1991. Conn también creó FIRST en el cine lésbico: auxiliar en forma de novelización (en su 15 ª reimpresión y 10º. aniversario de reimpresión) también el documental MOMENTS (documental sobre lesbianas, en la mayor venta jamás hecha), la banda sonora, carteles, camisetas, etc. A estos proyectos siguió el galardonado cortometraje, Cynara... Poetry in Motion. Un contrato de dos libros con Simon Schuster produjo las novelas, La Sombra de la Pasión (1995) y Las Alas del Ángel (1997), una historia de amor de la Nueva Ola. La adaptación al guión de Las Alas del Ángel ganó el Premio al Mejor Guion del Festival de Cine de Telluride 2001. En otro esfuerzo pionero, El Vestido de Novia fue elegido por AOL Time Warner para su nuevo emprendimiento de iPublish internet, que debutó en junio de 2001. She walks on beauty fue publicado en septiembre de 2001 y está actualmente en desarrollo como una película junto con varios otros guiones originales que Conn ha escrito. Conn logró el reconocimiento de la industria con su película Claro de Luna y fue finalista en la prestigiosa Academia de las Artes y las Ciencias de Nicholl Fellowships, para el premio al mejor guión. Ella cree en retribuir a la comunidad y con el patrocinio de la Beca de Claro de Luna en 1998, la concesión de novelistas por segunda vez a través de la Fundación ASTRAEA. Bien conocida por su velocidad, calidad y capacidad prolífica de escribir en muchos géneros, Conn ha escrito cinco novelas, una guía para los padres, dos teleplays, once guiones, y ha producido cuatro bandas sonoras. Actualmente se encuentra en la pre-producción del film "Un final perfecto"(A perfect ending), su siguiente película que escribió y dirigirá, basada en una idea de la historia de su vida y socia de la película, Marina Rice Bader. Bader y Conn son socias de Soul Kiss Films (Empowering Women- Una película a la vez). Conn reside con su compañera de vida, Marina y su familia de seis (maravillosos y precoces) niños en Los Ángeles. Premio a la Mejor Película-"Elena Undone"- Audience Award, Reel Pride, Fresno Mejor Película-"Elena Undone" Tampa GLFF

Premio del Público Mejor Documental, Los Ángeles Outfest-"Little Man" Premio del Jurado Mejor Documental, Nueva York NewFest-"Little Man" Premio del Público Mejor Documental, Festival de Cine de San Diego - "Little Man" Premio del Jurado Mejor Documental, Chicago IndieFest-"Little Man" Mejor hbo Premio del Público Feature, Miami GLFF-"Little Man" Premio al Mejor Documental del Jurado, Philadelphia Int "l GLFF Film Festival-" Little Man " Best of the Fest Premio, Indianapolis G & L Film Festival - "Little Man" Mejor Documental, Premio del Jurado Festival de Cine de Chicago Reeling Film, "Little Man" Premio al Mejor Documental-Glitter - LA-"Little Man" Mejor Documental-Long Island G & L Film Festival-"Little Man" Mejor Documental-WA DC-Reels afirmaciones-"Little Man" Palme D'Or- Reel Pride "Little Man" Premio al Mejor Guión, Festival de Cine de Telluride "Alas del ángel" Premio al mejor comienzo valiente Cedars Sinaí de Los Ángeles Santa Bárbara Justicia Social Premio Nominado Academia de las Artes y las Ciencias de Nicholl Fellowships, en guiones.

Para mi alma gemela... Marina... mi amor, mi vida, mi risa... Elena, un domingo de julio... Elena Winters se sentó bajo el calor sofocante y se preguntó si este día en particular podría tener menos significado para ella que, por ejemplo, el día anterior, o el domingo anterior a éste, o cualquier domingo del mes o incluso un año anterior al de ahora. Entonces tuvo que hacer un esfuerzo para detenerse a sí misma en la retrospectiva de todos los otros días sin sentido, que pudiera reunir en comparación ¿Cuál era el punto de delineación sin la distinción de preferencia? ¿O deseo? Deja de pensar. Negó con su cabeza. Eso siempre te lleva allí y hoy no puedes ir allí...tienes mucho que hacer. El calor siempre era agobiante en esta época del año, pero aún más ahora, porque el aire acondicionado de la iglesia estaba dañado nuevamente durante la tercera ola de calor de verano en Los Ángeles. En vez de arreglar el aire acondicionado Barry había gastado el último presupuesto del mes en nuevos folletos, decorando con su foto todas las publicaciones de la Santa Iglesia de la Luz, ostentando su aspecto entusiasta en una fuente inagotable de panfletos plegando todos los rincones de la iglesia.

La iglesia, desde fuera, parecía estar en condiciones con su hermosa mampostería, arcos y meticulosos jardines. Pero era el interior, una vez que pasabas las ventanas recién retocadas, donde los largos años de uso mostraban la erosión diaria en los bancos astillados, corredores manchados…y las oficinas de la parte de atrás, bueno, eran una burla con la pintura descascarada, tablas rotas y atestadas de basura de las últimas décadas. Elena estaba muy familiarizada con la manera en que se distribuía el presupuesto; "La presentación lo es todo" solía decir Millie, "no vamos a ocuparnos de las cosas pequeñas, pero siempre queremos dar la impresión de que Dios realmente nos ha bendecido" El aire acondicionado había sido la manzana de la discordia. Elena y varios de los feligreses sentían que eso no era negociable, pero Millie y Barry habían decidido lo contrario. Ya habían peleado por eso dos veces, y sabía que era inútil seguir discutiendo, por lo que se abanicaba con uno de sus nuevos flamantes volantes, mirando cómo su hijo Nash estaba manejando este calor sofocante y estaba encantada de descubrir que se había dormido sobre el hombro de su novia. Tori le dio un codazo, hasta que vio a Elena mover su cabeza y boca, Permítele dormir. Dios sabía que ella deseaba poder tomar una siesta, mientras vagamente escuchaba la voz de barítono de Barry, llevando a sus feligreses que lo adoraban a un estado constante de veneración. Elena podía reconocerle eso: él tenía una habilidad con las palabras. Su cadencia era perfecta. Entre su educación de chico sureño de Georgia, que le permitía describir el infierno con todo detalle para atemorizar a sus oyentes, su formación en la Real Academia de Londres, sus años de orador en el circuito de teatro en Nueva York, sus actuaciones se habían convertido en el tono perfecto para el pecador, el ritualista recaudador de fondos, y por supuesto Millie, la gran decana de la Santa Iglesia de la Luz, y su líder más celosamente comprometida. Antes de que la mente de Elena pudiera entrar en un territorio aun más restringido, rápidamente pensó en armar una lista de compras para la cena. Ahora que Nash era uno de los jugadores estrella de la liga de fútbol de la ciudad, ella planeaba los menús con un refinado equilibrio entre proteínas, carbohidratos y vegetales. Disfrutaba alimentar a su hijo, no sólo porque su cuerpo delgado y larguirucho pareciera requerir nutrición cada media hora, sino porque se complacía en ver que a sus quince años de edad, devoraba cada receta nueva que ella pudiera encontrar. Aun cuando en ocasiones veía en la línea cuadrada de su mandíbula y sus profundos y penetrantes ojos azules (evidentemente como los de Barry ya que los de ella eran color marrón oscuro) los signos de la masculinidad, él seguía siendo su niño. Su querido y dulce niño de cabellos rubios despeinados (otro signo de Barry) y con rizos que era todo para Elena…junto con su corazón, cuerpo y alma. Su hijo era el mismo guerrero feroz con rostro tibio y soso, excepto que Nash había encontrado una manera de salir, había encontrado una manera de salvarse a sí mismo de lo común al enamorarse de la extraordinaria: Tori.

Obligó a su mente a regresar a la lista del menú, que fue interrumpida por el recuerdo persistente de que la recaudación de fondos de la iglesia se celebraría la semana siguiente. Esto significaba que tendría que ceñirse a sí misma para una serie de reuniones con Millie Percival, el árbitro omnipresente de todas las cosas de la Santa Iglesia, y mano derecha de Barry. Si Elena no estuviese tan segura de que Barry estaba enamorado de ella, podría encontrar alguna necesidad de preocuparse un poco por el evidente enamoramiento de colegiala de Millie hacia Barry. Después de todo, Millie era bastante atractiva, una clase de reina de belleza típica de sociedad, con su cabello largo y castaño siempre peinado en un moño perfecto, su figura tonificada finamente vestida con elegancia, los ajustados trajes conservadores, y siempre apoyando sus manicurados dedos con uñas pintadas de rojo cerezo en el brazo de Barry siempre que le era posible. Elena había observado con diversión y molestia al mismo tiempo. La atracción de Millie había crecido fervientemente cada vez más, mientras los años habían pasado desde que Barry había asumido el cargo de pastor. Ahora, hace casi una década. Pero como Millie metía las manos en todo, Elena no podía tomar en serio las risitas tímidas, el cuidado exagerado porque todo parecía tan superficial, tan cobarde, tan falto de verdadera intención. Y aunque a Millie le gustaba charlar interminablemente sobre su marido Miles, y su "altísima posición" y su "sumamente importantes hazañas corporativas", siempre suspirando, "Por qué, diablos, él se dedicaba a viajar alrededor del mundo como un trotamundos", Elena sabía que eso quería decir que Miles estaba fuera del alcance de Millie y ella era libre de hacer lo que quisiera. Esto generalmente consistía en su "deber para con Dios" y "el cuidado de los demás" "Yo nací siendo desinteresada", alababa constantemente, como si fuera una maldición que tuviese que soportar. Pero en lo que Millie era más aficionada de recordarles a todos, todos los días, era que "M&M…Millie y Miles…no cometían errores" no sólo eran los mayores contribuyentes a la iglesia, sino que solamente su regalo anual, resumía los diezmos que toda la congregación daba en su conjunto. Elena tuvo que darle a Barry su apoyo. Su marido tenía un verdadero don con la gente. No sólo era alto, guapo y agradable, con sus ojos azules centelleantes y cabello marrónarenoso. Poseía una sonrisa que desafiaba objeciones, dulcificaba las negociaciones, y siempre era capaz de ocuparse plenamente de Millie sin realmente coquetear en respuesta, capaz de moverse a través de ella como si no estuviese ahí, incluso cuando ponía gran atención a lo que ella decía. Él sólo tenía una manera de lidiar con ella. De hecho estaba más involucrado con Miles en los pocos momentos que pasaban juntos. Los dos hombres jugaban al golf ocasionalmente, incluso compartían bebidas y probablemente las resignadas conversaciones sobre "la esposa", sospechaba Elena, sin embargo Millie seguía zumbando alrededor del marido de Elena con un interminable toque de drama y la constante necesidad de realizar algo por él. Barry, siempre diplomático, se encontraba con Millie de frente, actuando como era debido aunque dando a conocer sus necesidades y Millie siempre regresando por más. Elena se preguntaba si esa era la

atracción…ella podría tener su pastel y casi comérselo también. Tal vez la sola posibilidad de contemplar con admiración, tocar, oler, admirar...pero realmente nunca tomar un bocado, alimentaba muchas de las fantasías no correspondidas. De regreso a las compras…se enfocó Elena. Sí y los suministros para el nuevo experimento de Tori. Elena se volteó para ver a Tori desplazar suavemente su hombro debajo de la cabeza de Nash para que él pudiera encontrar una almohada cómoda para dormir por el resto del sermón de su padre. Ahhh, Tori...no podría haber pedido una mejor nuera. Sin lugar a dudas ella y Nash se pertenecían el uno al otro. Elena miró a su marido. Suspiró. Peyton…el mismo domingo de julio... Peyton Lombard caminó hacia su casa balanceando el teléfono celular contra su hombro, el correo y unos manuscritos apilados desordenadamente en sus brazos mientras esperaba una voz humana al otro lado de una conversación telefónica que estaba desesperada por tener. Se había vestido para una reunión con sus vaqueros negros, una camisa rayada Façonnable manga larga y chaleco y ahora estaba sofocada por el calor. ¿Cuál era la cosa con la interminable incompetencia? se preguntó. Durante semanas había estado lidiando con el traslado de su madre desde la residencia de ancianos hacia su propio hogar. Había empezado a creer que ya no podía ser sorprendida por lo extremadamente jodido que podría llegar a ser todo el proceso del seguro y el papeleo, pero cada día aparecía un error aún más extravagante. Cambió el peso de todas las cosas en sus brazos, torció su cuello tanto como pudo para mantener el teléfono en su lugar entre su cuello y hombro mientras suplicaba "No por favor, no me ponga en espera una vez más. Se lo ruego. Ya he hablado con cuatro departamentos diferentes… ¡no!” casi llora cuando una interpretación sosa de "Lucy in the Sky with Diamonds” zumbó en su oído. "¡CRISTO!" colgó, casi dejando caer el teléfono, y subió airadamente los escalones de piedra de laja para entrar a su casa. Al momento que entró, sintió la profunda calma habitual que el silencioso pero amplio salón ofrecía. Sin importar dónde había estado, la cantidad de tráfico con el que haya tenido que luchar, la serie de reuniones de alto nivel, los interminables almuerzos y cenas de negocios con los agentes, editores y publicistas…cuando regresaba a su casa sentía una transición inmediata regresando al equilibrio y la cordura. La amplia casa tipo rancho, con sus enormes vigas de madera pulida y grandes ventanales abovedados desde el suelo al

techo que daban una amplia vista hacia una espaciosa piscina y luego un infinito mar de verde…arce, roble y pino…era su santuario. La paz duró poco. Escuchó la conmoción desde el cuarto de atrás. Sabía antes de entrar en lo que solía ser la habitación de costura de su madre que Sylvia, la nueva enfermera diurna, estaría forcejeando con su madre, tratando de mantenerla en la cama de hospital que había alquilado debido a la cadera fracturada de su madre. Con frustración Peyton lanzó todas las cosas que traía en sus brazos sobre una mesa, mientras se apresuraba a ayudar a la envejecida pero maravillosa enfermera. Su madre se calmó, y de hecho reconoció a Peyton por primera vez en una semana, conectando con sus ojos, estudiando la cara de su hija. Por un breve momento, Peyton vio a su madre como solía lucir, sus rasgos atractivamente tensos, una belleza tipo Joan Crawford teñida por la amargura y ahora por los años de enfermedad. Sus labios finos y secos se curvaron para formar una sonrisa. El corazón de Peyton se aceleró mientras se inclinaba para abrazar a su madre, y cuando se separaron la sonrisa de su madre se volvió tímida. "¡Hice pis-pis!" La mandíbula de Peyton se tensó. "Hice pis-pis ¡Soy una buena chica!” Peyton miró a Sylvia. Ambas suspiraron, luego sonrió ¿Qué otra cosa podían hacer? El humor, en esta coyuntura, verdaderamente era la única medicina. "Bueno eres una buena chica ¿verdad?" coincidió Peyton. Pero su madre ya había regresado al vacío, mirando en un mundo de recuerdos, tal vez un universo completamente diferente del que sólo podrían suponer. Peyton comenzó el ritual de cambiar la ropa de cama con Sylvia, preguntándose si lo que había presenciado en realidad había sido un relámpago de lucidez. Los ojos de su madre habían estado tan centrados, tan verdes, con ese esmeralda intenso que había heredado a su propia hija. Mientras Peyton se ocupaba decidió darles el beneficio de la duda y entonces recordó que había prometido a su editor las páginas para su fecha límite. "Sylvia ¿estás bien aquí?" "Claro que si...este es mi trabajo. Ahora sal de aquí y haz el tuyo" Sylvia sonrió.

Peyton agitó sus ojos con gratitud mientras caminaba por el pasillo hacia la sala, contenta de haber sustituido a la última enfermera con Sylvia, una cuidadora hispana de mediana edad que era robusta, tranquila y siempre agradable. A diferencia de la enfermera anterior (Peyton tuvo que preguntarse quién evaluaba a estas enfermeras profesionales…Sylvia había sido ¡la sexta que había entrevistado!) Clara, una rubia de largos huesos, cabello rubio extremadamente blanqueado con el lápiz labial rojo más brillante que Peyton había visto en su vida, Sylvia era un regalo del cielo. La huella rojiza de los labios de Clara, tuvieron que ser borrados de las muchas tazas de café, en las que Clara había sorbido su "té especial de sanación" Peyton descubrió, sin darse cuenta, que la mujer que había contratado para cuidar a su madre estaba cantando y realizando "un acto de sanación" en su madre. Había bajado de puntillas por el pasillo para descifrar los extraños conjuros que había estado escuchando desde la habitación de su madre, se quedó de pie fuera de la puerta y entonces escuchó a Clara cuando comenzó a compartir con su madre su incesante obsesión con el Primer Orden Mundial que caería sobre el universo. Peyton le había dicho a Clara, con mucha firmeza, que bajo ninguna circunstancia le hiciera ninguna de esas sanaciones a su madre, pero la enfermera percherona le había rogado a Peyton que le permitiera hacer las limpiezas en la madre de Peyton a fin de evitar que el Iluminado se apoderara de su cuerpo. Ya sabes, los extraterrestres que ya se han apoderado de la tierra, y sus intenciones son matar a cada uno de nosotros hasta que sólo hayan dejado quinientos mil" "¿Y por qué crees que ellos quieran dejar a alguno de nosotros?" preguntó Wave, la mejor amiga de Peyton, a quien Peyton le había pedido que viera si Clara era segura para estar con su madre "Quiero decir ¿por qué no acabar con todos nosotros?" La observación espontanea de Wave sólo provocó que Clara siguiera con la teoría de la conspiración interminable, que comenzó y terminó en algún lugar por el hecho de que la madre de Peyton había sido la víctima "No dejes que esta cosa del 'Alzheimer' te engañe. Ella ha sido tomada" Peyton no debía creer ni un minuto, que su madre sufría de las últimas y más peligrosas etapas de la enfermedad de Alzheimer. Wave le dijo a Peyton en su profundo y rico ingles de la Reina del Sur de Manchester "Te das cuenta que tienes a una completa loca atendiendo a tu querida mamá. Tienes que despedirla. Inmediatamente” Peyton la había sustituido al día siguiente. Antes de que Peyton pudiese incluso llegar a su escritorio, el cual estaba ubicado en la

enorme sala de estar, para así poder disfrutar de la vista más hermosa y pacífica que la casa de su familia proporcionaba, su agente, Emily, llamó. "¿Quieres perder el trabajo que pasé semanas encontrando para ti?" le gritó. Trató de poner un tono simpático, ya que comprendía absolutamente la situación de Peyton con su madre "Pero, Peyton, la revista para la que estás trabajando de manera independientemente no podría importarle menos" Peyton respondió "Voy a terminarlo así tenga que trabajar toda la noche" "Bien porque te tengo un gran proyecto con Cosmo, lo sabes" A Peyton no le importaba mucho, pero tenía cuentas que pagar "Estoy al tanto...mira, estoy agradecida Emily, pero es solo que hay algunas horas en el día y lo sabes…" "Sí, y creo que eres un héroe...es sólo que no quiero que jodas tu brillante carrera" "Lo capto”

Elena, dos domingos más tarde... "¡No voy a ir!" la voz de Nash era tensa y exasperada. Barry estaba de pie con su esposa entre los fieles que se habían reunido en el largo jardín delantero de la iglesia. Vestido con uno de sus cuatro trajes oscuros de Brooks Brothers, su camisa azul marino y una de las muchas corbatas de lazo que Tori y Nash le habían regalado a lo largo de los años, Barry podría fácilmente haber sido un político así como un pastor, capaz de mantener a todos charlando con entusiasmo y creando cierta actividad frenética a través de la multitud. En contraste con la ropa de estilo de Barry, Elena se había conformado con el código; vestidos de verano con matices conservadores de melocotón, rosa y beige y pasteles florales. Barry había insistido en que mantuviese su cabello con el trenzado tradicional de la India, o retirado hacia atrás, mientras le advertía "cuando dejas tu cabello suelto, El…luces condenadamente sexy" él le había guiñado un ojo mientras lo decía, admirando en ella a lo que siempre se referiría como su sensualidad exótica… “no podemos permitir eso. Luces bonita y tradicional con la trenza, y de esa manera no ¡intimidas a las esposas!" "¡Haz oído que ellos están protestando en el centro!" dijo Garrett maliciosamente, un feligrés de cuarenta años. Era el lacayo de confianza de Millie y nunca estaba lejos de su lado.

"Que osadía la de esa gente" Millie suspiró dramáticamente "Todos estaremos allí. Todos nosotros, Pastor Barry ¿no es así?” preguntó a las personas que permanecían alrededor. Asentimientos de cabeza completamente entusiasmadas "No te preocupes, todos estaremos allí" decían los miembros de la congregación uno tras otro. Al menos, ésta era una bandada de gansos que siempre viajaban juntos. Barry se volteó hacia Elena quien fue capturada vagamente en el fervor, pero, como de costumbre tenía otras cosas en la cabeza "El, asegúrate de obtener más alimentos y bebidas para que llevemos" Nash tiró suavemente del codo de su madre, siseando en voz baja "No hay manera de que vaya con ellos, mamá. Él no me puede obligar” Elena trató de mover a ambos fuera del alcance de los oídos "Por favor, cuida tu tono. Esa es la decisión de tu padre" La mandíbula de Nash se apretó. Elena vio en sus ojos la sorpresa que no pudo ocultar a lo que él sentía era una traición de parte de ella. Él también estaba vestido con su mejor ropa de domingo, pantalones, camisa y corbata, que siempre se quitaba al llegar a casa, para ponerse lo que él llamaba su "ropa verdadera" una variedad de vaqueros, camisetas y sudaderas con capucha "¿Me estás tomando el pelo? ¿Al menos sabes de lo que están hablando aquí?" Tori se acercó por detrás de ellos "¿Estas personas no saben que ser ruidosos no puede competir con ser claro? Y Nash está claro en que no quiere estar involucrado con esta protesta ¿Cómo diablos puede esto beneficiarlo a él o a ellos, si para el caso, él está en completo desacuerdo con su padre acerca de esto?" "No importa, mamá" la voz de Nash se hizo más fuerte "¡Porque no hay manera de que vaya!" Antes de que ella pudiera responder otra congregante se acercó para preguntarle sobre el calendario de las clases de Kínder. Elena trató de dividir su atención, pero la mujer estaba charlando con tanto entusiasmo que empezó a sentirse perpleja, intentando escuchar respetuosamente y al mismo tiempo tratando de mantener control sobre la situación de Nash. Todo esto mientras continuaba estrechando las manos a los mismos feligreses a los que estrechaba las manos cada domingo durante los últimos diez años. Conocía la pulpa, carne y sensación de cada mano, pero aun así todas se sentían igual. Sin diferencia. El desagrado de Nash con la iglesia, con los servicios a los que asistía y ahora incluso con el mensaje de Barry se estaba volviendo un problema cada vez más. Vigilaba a Nash que

metía las manos en sus bolsillos, mientras Barry daba sus buenos deseos a los feligreses al otro lado de las puertas de la iglesia. Barry le lanzó una mirada a Elena: Mantén a tu hijo bajo control. Incluso cuando esta era justamente la última familia que participaba en otra de sus campañas de "Dios es amor", lo último que Elena quería era que los dos chocaran frente a los feligreses de Barry, aquí afuera de la iglesia. La fábrica de rumores estaba a un nanosegundo de distancia a cada momento y la cara de Millie ya estaba contraída por el desagrado ante la abierta impertinencia de Nash. "Nash" entonó Barry. "No me importa…" "Jovencito…" Millie interrumpió con un tono de superioridad "…esa no es forma de hablar cerca de la iglesia, y ciertamente no es manera de hablarle a tu padre" "Está bien, Millie..." Barry intentó tomar las riendas pero antes de que pudiera hacerlo, Nash atravesó pisoteando el jardín del santuario. Elena miró nerviosamente como Tori corría a reunirse con él, pero Nash la ignoró, tratando de distanciarse a sí mismo de todo el mundo. Elena apenas pudo distinguir las palabras de Nash, "No tienes idea de lo que es vivir en esa casa…" "Pareces olvidar…" Tori se detuvo frente a él y Elena no pudo evitar sonreír ante lo bien que conocía a Nash "…que paso allí la mayor parte de las horas que estoy despierta" Elena sacudió la cabeza, pensando en Tori, quien tenía una mezcla extraña de absoluta belleza en una clase de estrafalaria peculiaridad de rizos que recordaban el glamour de los años retro. Las piezas de ropa que nada tenían que hacer en el mismo armario, de alguna manera tomaban sentido cuando Tori las ensamblaba, una falda de volantes con un chaleco de hombre de negocios, una camisa bohemia fajada por un pañuelo indio. Y nadie podría encontrarla ni muerta, sin una de sus corbatas. Tori poseía la más amplia colección de lazos que Elena hubiese visto en su vida y tenía la manera más brillante de ponérselas a sí misma…como faja, bandas de cabeza, cinturón y corbata. Ella podía parecer nada más que una rubia tonta, pero Tori era la niña más brillante que Elena jamás hubiese conocido, una absoluta e impresionante fuente de fascinante curiosidad, conocimiento y sabiduría. "Sí, ellos están locos…pero ya sabes que mis padres hacen que los tuyos parezcan un paseo por el parque…" Tori se detuvo a considerar sus alrededores, los terrenos de la iglesia que

terminaban cerca del parque infantil de al lado "Sí...como un paseo por el parque" entonces Tori volvió al tema que la ocupaba y a apaciguar a Nash. Sugirió "Sabes, Nash, si aquí hubiese ese tipo de cosas que se ven a cada minuto, una infinidad de circunstancias y acontecimientos sobre la disfunción familiar, creo que podrían competir con toda la arena del mar" "Guárdatelo" Nash se alejó airadamente hacia el coche, esperándolos para irse. "Muchas gracias a todos por su ayuda en la recolección de alimentos" entonó Elena mientras seguía mirando a su hijo y a Tori "Nos vemos el próximo domingo" "Pastor Barry, tenemos a todos los autobuses haciendo fila para iniciar la marcha. Todos vamos a estar allí. Todos y cada uno de nosotros" Elena escuchó a Millie profesarle fervientemente mientras parloteaba sin cesar acerca de su protesta anti-gay. Aparentemente estaban protestando una protesta. Elena realmente no podía seguir de qué se trataba todo, ya tenía mucho en su propio plato, y no podía inquietarse a sí misma con cada nueva causa en boga que Millie perseguía. La mitad de ellos se agotaba y eran simplemente un marco para su histrionismo. La otra mitad, Millie los manejaba con pasión. De cualquier manera, Elena trataba de mantenerse al margen de ellos. "Hey, El…" Barry se acercó a Elena. Dijo, mirando a su hijo con frustración "…me parece que vamos a tener una charla familiar en la cena de esta noche cuando llegue a casa" "Barry…" "Nada de Barry. Él no puede comportarse así en la iglesia" "Tal vez no deberíamos forzarlo…" "Venir a la iglesia no es una opción, Elena, así que no empieces" "Pero siempre lo hemos alentado a pensar por sí mismo. Tal vez esto simplemente no le habla" "No, él sólo está siendo un chico de quince años acostumbrado a salirse con la suya, gracias a ti, y que él no asista a mis servicios simplemente no será tolerado" Elena se dio cuenta que era una batalla perdida "Yo...yo voy a llevar a los chicos a casa y así poder empezar la cena ¿Quieres algo en especial?" Le tomó a Barry solo un momento ir más allá de su enojo hacia su hijo y cuando se centró en Elena, sus ojos la miraron cálidamente, y sonrió "¿Qué tal tu famoso pastel de carne?"

"Sí, bueno..." ambos rieron. La ultima receta de pastel de carne de Elena, había sido un "desastre de proporciones épicas" Tori había bromeado, aunque hubiese sido a expensa de su propia idea de probar todas las versiones conocidas de pastel de carne como "un experimento verdaderamente valioso…de un alma Americana a través de uno de sus platillos más clásicos” Elena le devolvió la sonrisa "Te veré en casa" Barry besó su frente, luego suspiró "¿Hablaras con él?" "Sabes que lo haré"

Peyton…ese mismo domingo de julio Peyton estaba sentada, vistiendo una sudadera cómoda y una camiseta color azul oscuro, mientras pasaba las páginas de su agenda, una y otra vez; una y otra vez, hasta que lo encontró "Escala de Salarios pagados a las Mujeres" marcado con un gran círculo rojo. Sintiéndose abrumada, volvió a su trabajo. Entonces se dio cuenta que los bolígrafos y lápices, que siempre tenía en el recipiente cercano a su agenda, estaban revueltos. Una de las enfermeras debió haber tomado prestado un bolígrafo. Sabía exactamente dónde y cómo estaba cada pluma y cada lápiz acomodado sobre la mesa de pino en el comedor que utilizaba como escritorio, y ahora debía seguir trabajando rigurosamente en el mundo heterosexual. Mientras se agitaba sin cesar, en el fondo de su mente repasaba la ecuación sin sentido que a cada momento le dedicaba a su Trastorno-Obsesivo-Compulsivo (OCD) era un minuto perdido para su fecha límite, pero sin embargo, en este caso en particular, su OCD estaba ganando. Vivir con su trastorno obsesivo compulsivo o "su fuga implacable de cerebro", como ella se refería a él, había sido incesante, y en su mayor parte, una batalla imposible de ganar desde que había cumplido diecisiete y había tenido su primer ataque de pánico en toda regla. Convencida de que estaba teniendo un ataque al corazón, había manejado directamente a la sala de emergencias, chocando la parte delantera de su Toyota en un contenedor de basura en el camino, alterada por su acelerado corazón y la incapacidad para respirar. Durante los siguientes ocho años, luchó contra este trastorno para encontrar una cura. A

veces alejaba sus ataques, sólo para descubrir que era peor al día siguiente. Doctor tras doctor le informaban que no sólo era saludable, sino que estaba desmesuradamente en forma. Su obsesiva necesidad de nadar cien vueltas al día junto con un riguroso régimen de entrenamiento, le había provocado que un médico la alabara, "Tu cuerpo es como una obra de arte. Tus brazos no podrían ser más esculturales. Yo definiría a las mujeres con esos brazos, hmm, completamente hermosas. Por favor no exageres" el médico adulador le había sonreído de forma demasiado dulce y Peyton tuvo que buscar un nuevo doctor. Había visto especialista tras especialista, consumida con la idea de tumores cerebrales inoperables, una enfermedad sanguínea poco común aún por descubrir, una disfunción eléctrica en su corazón…tenía que haber algo. Porque incluso cuando su madre destacó con estremecedora frialdad "Todo está en tu cabeza y tienes que detenerlo" supo que lo que fuese que tuviese, era real. Si su corazón golpeaba como si pudiese salirse de su pecho en medio de la noche, durante un sueño profundo, eso no era su imaginación. O eso, o su cuerpo tenía mente propia. Un día, mientras caminaba por el frente de una librería, vio un libro que literalmente había volado hasta ella: Las Buenas Noticias sobre los Ataques de pánico, Ansiedad y Agorafobia. La vendedora se había tropezado mientras estaba colocándolo en un exhibidor y el libro voló hacia la parte delantera de la ventana, derrumbando todos los otros libros en su camino. Peyton entró, compró el libro, empezó a leerlo antes de siquiera salir de la tienda y no lo dejó hasta que lo había leído ávidamente, sentada en el primer Starbucks que encontró, engullendo cada palabra por completo, el sustento que había necesitado todos estos años para finalmente comprender lo que creía se había convertido en su locura. No volvió a su trabajo ese día. Después de terminar el libro, se dirigió a su coche, manejo hasta su parque favorito, se sentó en un banco mirando desde lo alto la inmensa y hermosa vista…no los edificios altos de la ciudad, pero si la interminable extensión de Baldwin Hills, un panorama de artemisas (Planta aromática medicinal), cielos verdes y abiertos. Cuando el sol comenzaba a ponerse, lloró. Lloró durante horas hasta que por fin pudo ser capaz de ponerle un nombre a todas sus elucubraciones cerebrales extrañas y sus ataques físicos que la hacían sentir una pérdida total de control. Sin mencionar que estaba agotada por la severidad que su corazón clamaba, su incapacidad para respirar, la sensación de estar fuera de su propia piel. Los aspectos físicos eran de enormes proporciones, pero fue el proceso del pensamiento surrealista y extraño, el que había tomado más de ella que cualquier otra cosa. Su necesidad de hacer o morir y la compulsión fanática de seguir patrones de pensamiento al azar, como si no tuvieran ningún significado de ningún tipo sobre la realidad, había devastado por completo cualquier confianza que tenía en la capacidad de ser normal. Sin embargo, cuando

el tiempo pasó, todos sus rituales diarios se habían convertido en su realidad y una gran parte de su mente racional, finalmente habían llegado a la conclusión de que realmente se había vuelto loca. Sin embargo, allí estaba, en la página impresa. Finalmente se conocía. Una persona que tenía una grave y crónica OCD. Respiro profundamente, por fin dueña de su trastorno o condición…lo que fuese ni siquiera le importaba ya. Porque ahora podía entenderlo. Al día siguiente, hizo una cita con uno de los psiquiatras que figuraban en la parte posterior del libro, especialista en TOC y trastornos de pánico. Se reunió con el menudo y extraño hombrecillo de nombre Dr. James, en la primera cita que pudo darle. Pero al momento la bondad en sus ojos, la calidez de su sonrisa la animo. A diferencia de cualquier otro médico que hubiese conocido, este hombre amable la llamaba a diario para examinarla y la hacía sentir de inmediato a salvo con sus conocimientos y orientación a fondo. Estaba acostumbrado a que los pacientes abandonaran la medicación debido a los efectos secundarios, ante los cuales Peyton estaba de acuerdo en que eran muy pesados "Las pastillas no pueden hacer nada por ti dentro del frasco" afirmó el Dr. James varias veces, cuando llamaba para comprobar su progreso. Pero junto con la medicación y el siguiente año de terapia, Peyton finalmente comenzó a comprender la mecánica de la OCD. Se sentía como una nueva mujer…la mejor versión de sí misma que podía ser. Había vivido durante ocho largos años paralizada por esta enfermedad, reduciendo su experiencia de vida a la pura subsistencia de escribir y nadar como una maniática, rara vez salía para reunirse con su mejor amiga Wave para eventos sociales ocasionales, pero sobre todo escondida en el interior, leyendo en los pocos momentos libres que su horario rígido le permitía. Y entonces había encontrado la libertad. Fue durante su segundo año de adaptación a la vida en una manera más normal, que se decidió a abordar el proyecto de escribir sus memorias. Su agente le había dicho que era algo así como el nuevo AA(alcohólicos anónimos)…todo el mundo parecía estar saliendo del armario y desnudando su alma acerca de uno u otro síndrome. Independientemente del discurso grosero de Emily, Peyton escribió el libro para hablar al resto de las personas que habían estado sufriendo como ella lo había hecho, para que supieran que había una salida…y si había alguien a quien ella pudiese evitar el sufrimiento incluso un segundo más de tiempo, estaba decidida a hacerlo. Para Peyton, hacerse cargo de su OCD era como una afirmación de vida, como un borracho que deja la botella. Sus memorias, Confianza, ¿Quién lo necesita?...La autobiografía de una Agorafóbica alcanzó el número dos en la lista de libros de autoayuda, en la primera semana que se publicó y poco después estaba en el lugar número uno. Peyton ganó numerosos premios y un poco de notoriedad, salió con otra lesbiana conocida en la industria del entretenimiento

y dentro de los mundos de los adictos al TOC y las lesbianas, tenía una mezcla extraña de fans, y fue reconocida como una "celesbiana (celebridad lesbiana) en ascenso" El hecho era que el TOC era una condición con la que se aprendía a vivir. Los medicamentos ayudaban a Peyton a que sus intensos ataques de pánico, se fuesen desvaneciendo. Su OCD, sin embargo, estallaba en intervalos regulares en función de la cantidad de estrés que tenía que soportar y en este momento, había aprendido cuándo ceder y dejar que el ritual de “doble-revisión” se hiciera cargo...a veces sólo era más fácil ceder, dejarse tomar y seguir con su vida. Tal como hacía ahora, mientras alineaba los bolígrafos por novena vez. Nueve era su número y ella siempre realizaba sus rituales en tres grupos de tres. Cuando estaba finalizando este último grupo de tres, oyó la voz sedosa. Sabía antes de darse la vuelta, que Margaret estaría vestida con algo seductor. Cuando comenzó a girar, muy lentamente para resistir lo que sabía que vendría, la vio con el rabillo del ojo. Efectivamente, la esbelta y extremadamente atractiva Margaret, estaba vestida con traje de encaje. Con su cabello rubio despeinado estilo Marilyn Monroe, sus ojos azules extrañamente transparentes, Peyton podía sentía antes de verla, ese ven-y-fóllame de Margaret. Margaret era conocida por ser agresiva, o una "cazadora sangrienta" destacó Wave, y acostumbrada a conseguir lo que quería. "Hey...extraña" ronroneó Margaret "Te he estado esperando..." "Dios bebe, lo siento mucho…pero no puedo" "Oh, pero yo creo que si puedes" Margaret se acercó por detrás, seductoramente deslizando sus dedos por la parte delantera de la camiseta de Peyton, deteniéndose para acariciar suavemente el seno derecho de Peyton. Se inclinó sobre ella, besando el borde de su cuello. El escalofrío que recorrió la espalda de Peyton no fue deseo. Mientras Peyton estaba en la tarea de convencer a Margaret de que esperara, Margaret se inclinó aún más cerca para revelar su arma secreta: un pequeño contenedor con esperma congelado. Peyton sonrió, negociando "Bebe, sé que dije que llegaría temprano a casa... pero tengo que terminar este artículo para Emily... ¿qué tal en una hora o dos? ¿Tres, a lo mucho?" La sonrisa de Margaret se desvaneció de su rostro. Aventó la parafernalia para bebes, sobre el escritorio "¡Muy bien! ¿Sabes qué, Peyton? Esto no es por una fecha límite, es tu madre. O tu madre ¡O tu madre! Cualquier persona normal la habría mantenido en ese hogar. Donde pertenece. Ni siquiera sé si es tan seguro para ella estar aquí, con todas esas enfermeras medio chifladas que tienes corriendo por toda la casa"

Peyton se negó a responder. "Estoy tan harta de esto, Peyton. En serio. Sé que piensas que eres una especie de maldita santa, pero tú eres una mártir…" "Confía en mí, ella no será un problema por mucho tiempo" "Mira, no me hagas la villana en esto. Esta fue tu maldita idea. Estoy ovulando ahora" Margaret frunció los labios "Tienes tu horario…yo tengo el mío" "Margaret…" "No tienes que cogerme ¿está bien Peyton? Solo tienes que apretar con fuerza esta baba hasta mi útero"

******** "Ahora eso es lo que yo llamo romanticismo a mares" Wave Fontaine recalco a Peyton, mientras volvía a llenar su taza de café, después de haberle contado en breves segmentos, mientras Wave hacía esperar a los otros clientes, la serie de eventos que les permitía hablar sin parar sobre la forma en que la realeza cogía por las noches" El lenguaje coloquial de Wave era único como salía y cuando la gente le preguntaba a menudo de dónde venía, ella respondía "específicamente de South Manchester, pero en buena medida fui lanzada doce años en Glasgow. Pero me rompería una rodilla si tuviera que describirme como Escocesa" con el cabello rojo bruñido, tez clara y pecas "Dios me las ha salpicado por todas partes… ¡incluso hasta en el culo por el amor de Dios!" Wave era una entidad en sí misma, con su estilo bohemio, su dulzura genuina y su tipo "sinceramente codependiente". Y Peyton adoraba cada gramo de ella. Cuando Wave continuó con sus rondas designadas vertiendo café, se devolvió y suavemente se inclinó y con un elegante giro de mano, sirvió café regular Latte a los clientes de Pinot a quienes estaba sirviendo "Todo está en la muñeca. Sí, he pasado años en la universidad perfeccionando justo este movimiento" Peyton observó a su mejor amiga con admiración. Sin saber cómo alguien podía ser tan excesivamente amable, burbujeante y brillante todo el tiempo, pero así era Wave. Era una mezcla espectacular de actriz de teatro que si en un momento subía de tono y vomitaba las ofensas más groseras, en el otro era el alma más suave, más sabia, más cuidadosa y

amorosa que Peyton tuviese la gran fortuna de conocer. No importaba lo que estuviese pasando, Wave estaba por todas partes, chispeante, de buen humor, ferozmente leal y protectora. Peyton había visto a su mejor amiga atravesar problemas difíciles después de la secundaria, y después que Peyton regresó de la universidad, le ayudo a cuidarse por completo de los horribles despechos amorosos. Pero la enorme calidez de Wave estaba puesta en todas esas largas horas en el Pinot Latte…el próspero negocio de Wave especializado en café y vino…que estaba abierto, sirviendo "una bebida para cada posible estado de ánimo" La extraordinaria personalidad de Wave era la única cosa con la que Peyton podía contar en un mundo donde la mayoría de las cosas se tambaleaban de un modo u otro, donde nunca podías estar segura, e incluso si no sentías que podías, podías convencerte de ello rápidamente. La verdad, siempre que Peyton tenía un problema agudo con todo y con todos, con Wave no existía. Porque con Wave, Peyton se sentía a salvo. Segura. Wave tenía un linaje desde su niñez…desde la misma escuela privada para chicas, Campbell Hall en la ciudad Studio City a la que Peyton había asistido. Allí fue donde se conocieron. Sólo Wave había tenido las “bolas alborotadas”, según sus propias palabras, para "actuar por mí misma y hacerme un pequeño espacio en el cual entretener a todas las bellas damas". Se saltó la universidad, sirvió mesas de abajo a arriba, tomó una parte de su herencia y creó Pinot Latte, la cafetería mediana que reflejaba la personalidad de Wave, una mezcla ecléctica de cuadros de artistas muertos de hambre, montones de libros viejos de bolsillo, carteles de cine en la paredes de yeso, una cantidad excesiva de chácharas, todo lo que te hacia olvidar que estabas en Pinot Latte, lo que ocurría, muy a menudo, ya que se llenaba de clientes habituales que veían el establecimiento como un segundo hogar. A Wave le importaba un comino si la gente pensaba que era especulativo y arriesgado. Wave era auténtica. Acerca de todo. Excepto en el amor. "Sí, no recibes una taza Joe como esta todos los días. Confía en mí, mi amigo. No hay mejor bebida en este lado de...bueno, Silverlake de cualquier manera" llenó otra copa en el bar y luego se dirigió nuevamente hacia Peyton. "En fin, no sé por qué quieres tener un niño con Margaret" Wave negó con la cabeza y volteó sus ojos "Ella es tan cálida y acogedora como una papa frita en una piscina" En ese momento, la última novia de Wave, Erin, una joven impetuosa de ojos caramelo, vestida con pantalones cortos, una camiseta deportiva algo púrpura y cabello mitad verde ("Bueno, ya sabes que es un requisito previo, parecer un Teletubbie cuando estás en una banda de garaje" defendía Wave) se acercó por detrás de ellas y se sentó junto a Peyton.

Wave se inclinó para besar a Erin, pero Erin suavemente empujó una taza de café entre ellas "Necesito café. Laaaarga noche " "¿Tan colgada estamos?" "¿Es eso lo que piensas que he estado haciendo? ¿Fiesteando?" "Bueno ¿no es así?" "Tocamos anoche. No que lo sepas, ya que no viniste" Erin frunció los labios con aire seductor. "Bueno, lo siento si tengo que trabajar para vivir, amor, pero no parece que te moleste un ápice a la hora de venir a buscar para pagar tu moto ¿no es así?" "Solo el café, por favor. Ya tuve mi dosis de drama" Erin se estaba refiriendo a las otras "cocineras" de la banda. Wave procedió a poner al tanto a Erin de la horrible noche de Peyton con Margaret. Erin hizo una mueca, luego se volteó y ofreció una mirada sospechosa a Peyton "Creía que ustedes dos habían dejado eso del bebe por ahora. Ya sabes, con lo de tu madre enferma y todo eso" "Sí" Peyton acordó seriamente "Yo también lo pensé" "¿Ustedes lo han intentado mucho?" Tanto Peyton como Wave intercambiaron miradas confusas. "Realmente no sé si eso es asunto nuestro" Wave frunció el ceño "Aunque encuentro bastante fascinante eso de escupir esperma de un sujeto a la mujer de una, sacándolo como una hamburguesa, haciendo y buscando una oportunidad. Tiempos extraños los que vivimos" Erin vacío el café en una taza para llevar, despidiéndose de Wave completamente, luego lanzó una mirada de despedida a Peyton mientras precipitadamente las dejaba sin su compañía. "Lado equivocado del sofá, supongo" reflexionó Wave. "Wave, no quiero…"

"Entonces no lo hagas ¿Crees que no sabía en lo que me estaba metiendo con esa?" Wave sonrió con valentía, pero debajo de todo eso, Peyton sabía que Wave estaba herida. Y preocupada.

********** Elena giraba en la pequeña y estrecha cocina, preparando la cena, acomodando los comestibles, clasificando las facturas, doblando la última prenda de ropa lavada mientras charlaba por teléfono "Sí...la recaudación de fondos para la Iglesia es el día 15…Si...no…y el retiro es el 22. Sí, estoy enviando un e-mail sobre los nuevos estudios bíblicos de Barry. No hay problema. Hasta el domingo” Un enorme calendario plagado de citas y funciones de la iglesia, cubría la mitad de la mesa de nogal del comedor que junto a su mini escritorio incorporado servía como oficina central para Elena, en lo que más o menos quedaba resumido el comedor, a no ser por varias pinturas religiosas y una cruz de madera puesta a la mitad de la pared. Elena había colgado la cruz allí, porque Nash la había hecho junto con Barry, en un proyecto de taller de madera que la iglesia había exhibido. Era la única cruz, de las muchas que había en esa casa, de la que Elena sentía que tenía un verdadero significado espiritual…era más el trabajo de un padre y un hijo, unidos en un proyecto, que la representación de un icono sagrado de oración. Suspiró mientras miraba a través del caos. Cierto. No era el lugar más adecuado para tener una oficina en casa, pero era el único lugar en ese pequeña casa estilo Craftsman de tres habitaciones en la que Elena tenía que intentar crear algún tipo de orden para el buen funcionamiento de la casa, cuidando de los horarios de Nash y de Barry tanto como la gran cantidad de tareas de la iglesia de las que Elena era responsable y en las que participaba. Se las arreglo con todas las tareas sin molestar a Nash y a Tori, quienes estaban sentados en la otra mitad de la mesa del comedor, trabajando con un proyecto científico que elaboraban. "Mamá ¿trajiste el polvo de hornear para hacer nuestros modelos?" "Oh, sí, está por aquí" Elena comenzó a buscar a través de la mitad de los alimentos que faltaban por acomodar. Tori se levantó para ayudar a buscar el polvo de hornear y señaló las cebollas y los pimientos verdes que sacaba de la bolsa.

Tori sostuvo las cebollas ante ellos, como si se tratara de un espectáculo para la vista "¿Sabían que los antiguos egipcios solían colocar su mano derecha sobre las cebollas al tomar un juramento?" Barry entró en el comedor a través de la puerta de la cocina, con varios miembros de la congregación que le seguían, sosteniendo todos sus Biblias. "Cariño ¿puedes hacer algo de café?" Elena lo miró, asintiendo educadamente a Barry y a sus seguidores "Por supuesto" "¿Tienen alguna idea del por qué lo hacían?" continuó Tori, mirando las cebollas. "Gracias, cariño" Barry le dio un beso rápido "Siento no haber llamado primero, pero ya sabes cómo es esto" Claro que lo sabía. Miró alrededor de la habitación. Siempre había sido así. Ella estaba al servicio de las necesidades de los demás y estaba feliz de hacerlo. Sólo que... ¿sólo qué? "¿Sabes por qué?" preguntó Tori por tercera vez. Elena negó con la cabeza, mostrando interés. "Era un símbolo de eternidad" Elena miró a su alrededor. Dios no permita que esta sea su eternidad.

*********** Peyton estaba sentada entre los gloriosos matices que reflejaba la puesta de sol mientras sostenía la mano de su madre. Estaba durmiendo pacíficamente. Estaba a punto de quedarse dormida ella misma, cuando Margaret entró en la habitación, vestida con un vestido de cóctel azul índigo y su aretes de diamantes, el cabello rubio en un elegante moño, manteniendo su favorito "puedes morir por abrazarme" Había hecho su entrada triunfal, a punto de hacer un giro de modelaje, cuando se detuvo y su efervescente sonrisa desapareció de su rostro. Echó un vistazo a Peyton, luego negó con la cabeza "Oh, Dios ¡Tienes que estar bromeando!"

"¿No recibiste mis mensajes? Te los envié tres veces" respondió Peyton. "Correcto" "Te dije que si ella no estaba mejor no podría salir" Peyton miró a su madre "Mírala" "Sí, he escuchado todo eso antes" Margaret estaba a punto de golpear el piso con el pie, pero se detuvo y de hecho miro a la madre de Peyton. Su rostro se suavizó con lo que vio "Bueno, parte de mí piensa que no tenías ningún deseo de ir, en primer lugar... sé lo mucho que te gustan estos eventos sociales" Peyton sonrió con tristeza "Sólo quiero estar cerca de ella...tanto tiempo como..." "No estoy segura del por qué...ella te ha dado tanto dolor" "Tal vez…" Peyton suspiró "…tal vez todo esto sea parte de eso... pero ella también me ha dado..." "¿Qué?... ¿Qué te ha dado que haya sido condenadamente maravilloso, Peyton?" Margaret se acercó a Peyton y le puso una mano en el hombro. Compartieron un momento de silencio, Margaret sonrió con simpatía, luego se apoderó del reloj de muñeca de Peyton, lo giró hacia ella para poder ver "Bueno, supongo que esto significa que iré sola a la recaudación de fondos. Sabes Peyton, la gente va a empezar a preguntarse si estoy disponible” Peyton se levantó, besó distraídamente a Margaret a modo de despedida "Voy a compensarte. Mientras tanto, haz lo mejor que puedas para acallar ese rumor”

*************** Elena caminó por el sinuoso sendero del enorme e interminable parque, deslizándose tan despacio como podía. Había encontrado muchos años atrás el Russian Gardens park, poco después de haber nacido Nash. Estaba muy cerca en auto, pero debido a que el parque aparentemente no era muy conocido, muy poca gente parecía reunirse al mismo tiempo, nunca estaba lleno. Elena solía traer a Nash diariamente y lo paseaba en su cochecito. Sí, había sido un giro difícil y simplemente lo había encontrado porque se había perdido un día, pero había considerado eso como un pequeño trozo de suerte, algo así como si el destino hubiese hecho que encontrara este parque, ya que había sido un día en que ella y

Barry habían tenido una de sus peleas más fuertes y encontrar este lugar fue como una señal de que siempre que pudiera ordenar sus pensamientos, luchar a brazo partido con su realidad a través de los senderos arbolados, los largos campos abiertos y las extraordinarias vistas, ella podría dejar pasar cualquier cosa. Suspiró. Este era su único lugar de refugio. No quería que su paseo terminara. Cuando esto sucedía, significaba que tenía que regresar a casa.

Peyton se sentó en un banco cercano a un árbol. Simplemente necesitaba un lugar donde pudiera estar sola. Sin mamá. Sin enfermera. Sin Margaret. Leyó unas cuantas páginas del libro Comprendiendo el Alzheimer, lo puso sobre el banco y cerró los ojos. Un escalofrío recorrió su espalda. De repente se sintió incómoda. Casi presa del pánico. Se preguntó si su madre estaría bien. Se levantó para deshacerse de todo lo que la amenazaba con envolverla y dejó su libro detrás.

*********** Elena había paseado hasta el otro extremo del parque. Vio el libro en el banco. No había nadie cerca. Se acercó y miró hacia abajo, leyendo el título Comprendiendo el Alzheimer. Miró a su alrededor y luego lo recogió. Lo sostuvo durante un largo rato. No sabía por qué, pero estaba segura de que la persona que lo había olvidado, volvería. Lo puso nuevamente en el banco, lo acomodó, frunció el ceño un momento preguntándose si el dueño saldría de detrás de ella, pero cuando se volteó no vio nada. Nadie. Mientras continuaba su caminata fuera del parque y hacia su coche, sintió un escalofrío por la espalda.

"...Fuimos atrapados como niños. Proscritos, ridiculizados. De dónde venimos, ser gay no es tolerado. Se castiga con la muerte" Rashid, un hombre de mediana edad, de medio Oriente, miraba con simpatía a su amante, un hombre más joven, de rasgos suaves, que compartía su origen étnico. Iraníes. "Nuestras familias...nos mantuvieron separados durante diez años..." el joven contuvo las lágrimas al recordar "Nos perdimos uno al otro, perdimos la pista. Cada

uno trató de seguir adelante con su vida…más tarde cuando compartimos nuestras historias, los dos nos dimos cuenta que habíamos prometido en nuestra mente que olvidaríamos, pero entonces prometíamos rápidamente…en nuestros corazones…que no lo haríamos" Se miraron entre sí. El profundo amor que llenaba el espacio entre ellos era palpable. "Entonces un día, mientras estaba en el aeropuerto, dirigiéndome hacia Londres para asistir a la escuela, vi la parte de atrás de la cabeza de Rashid…atravesando el aeropuerto. Y lo supe, supe que era él" "Me volví como si no tuviera control sobre mi cuerpo. Me volví y lo vi..." el joven Iraní miro a su amante, con los ojos llenos de lágrimas "...a él...este hermoso hombre a quien...amo" "Lo dejamos todo" Rashid puso una mano sobre la de su amante "Nuestras vidas comenzaron ese día, hace quince años. Y nunca hemos mirado atrás" Tyler detuvo su cámara. Camino hacia uno de los iraníes inclinándose para mirarlo a los ojos, con lágrimas en los suyos.

19 de septiembre Mientras Barry la follaba Elena se preguntaba si esperaba mucho, si esperaba demasiado. Tal vez no se podían forzar las cosas, tal vez a las personas sólo se le asignaban los niños que estaban destinados a tener en la vida y complicarlo con el uso de métodos de fertilidad, para intentar con todas sus fuerzas como ella y Barry habían estado intentando para tener otro bebé, simplemente era luchando con lo imposible. Luchando contra lo que era correcto o lo que debía ser. Y tal vez, eso era simplemente una rectificación de errores. Se obligó a regresar a su realidad, abrió los ojos un instante y vio el rostro de Barry, vio la línea de su mandíbula apretada en concentración mientras se movía más a sí mismo para alcanzar el orgasmo, y luego se preguntó vagamente si ella disfrutaría más del sexo con otro hombre, pero inmediatamente rechazó la idea. Ella se preocupaba por Barry. Él era un hombre amable y generoso, e incluso ahora, mientras la follaba, podía decir que él estaba preparándose para correrse y que quería que ella llegara con él. Puso una mano suave en su hombro cuando él llegó a su clímax, sintió su saliva cerca de su oído mientras él se acercaba diciéndole lo mismo que le decía una y mil veces, hasta que le ardía el oído "Te amo, El..."

Jadeante el levantó su peso de ella, y ella lo sintió retirándose, sintió las gotas de semen contra su muslo y esperaba que lo que hubiese quedado no fuese suficiente para procrear un bebé. "¿Crees que lo he logrado?" Barry rodó lejos de ella, levantó su musculoso físico a un lado. Ella se obligó a sí misma a tocarle el vello del pecho, sintiendo una leve tristeza por ese hombre, por ese cuerpo bello, sano y fuerte, que ya no era apreciado por ella; aunque podía notar que otras mujeres miraban a Barry lascivamente en la playa, mirando sus formidables músculos, para ella era simplemente carne. Su cabello rubio, ahora canoso, sus tensos pezones…nada de eso la motivaba como parecía motivar a otras. Hacía tiempo que había dejado de preguntarse sobre su confusión...sólo lo dejo ser. Había aceptado después de los primeros años con Barry, que simplemente era defectuosa en ese departamento. Pero no tenía por qué arruinar el disfrute de Barry y trataba de estar tan conectada con él como podía, ya que su cuerpo siempre parecía estar fuera del alcance de él. Estaba agradecida de que el impulso sexual de Barry, no se pareciera ni de lejos a la de los cónyuges de sus amigas. Las pocas veces que se había permitido tener conversaciones con Diana y algunas de sus viejas amigas de la universidad, tenía que considerarse a sí misma extremadamente afortunada al escuchar todos los constantes toqueteos y la forma no tan sutil de "hacerlo", y si ellos no lo hacían, bueno, entonces sus parejas no podían quejarse si ellos vagaban a otros lugares. "Ahhh" Barry se apoyó sobre un codo, inclinándose, mordisqueó el cuello de Elena luego del éxtasis postcoital, luego se echó a reír "Tal vez esto sea el truco... ¿qué te parece?" "Tal vez" y nuevamente conscientemente tocó su brazo, acariciándolo suavemente, tratando de transmitirle una sensación de calidez y amor. "Dios sabe que sería la mejor cosa en el mundo para Nash el tener un hermanito o hermanita. Eso sacaría a ese chico de su propio universo egocéntrico" "Nash no es egocéntrico" dijo Elena categóricamente. Cada vez más, Elena sentía que su hijo era en realidad un brillante pero problemático adolescente, quien cada día encontraba su universo cada vez más pequeño, cada vez más lleno de contradicciones, cada vez más claustrofóbico para él y su mente idealista. "El, cada adolescente es egocéntrico…es una calificación" él estaba de buen humor y nada iba a sacarlo de allí. "Tal vez" respondió Elena, luego ambos se echaron a reír. "Excepto Tori" afirmaron ambos al unísono.

"Bueno, Tori es la excepción a la regla" señaló Barry "gracias a Dios se encontró con Nash…o Nash la encontró a ella. De cualquier manera, no hubiésemos podido hacer nada mejor” Elena sonrió. A excepción de otras cosas, los dos siempre estaban de acuerdo acerca de Tori. Elena estaba a punto da darse la vuelta para dormir, cuando Barry la detuvo "¿Qué pasa...?" el no terminó. "Estoy bien...de verdad" respondió Elena y antes de que él pudiera protestar más, le dio un beso rápido "Buenas noches" Se dio la vuelta. Pudo sentir su cuerpo, esperando, una gran espera, y cuando finalmente él se volteó para dormir, ella respiro con alivio.

*********** Peyton la saboreó, sintió su humedad en su boca, sintió el endurecimiento, los primeros temblores y supo que Margaret, como siempre sucedía, estaba a punto de correrse. Como una cuestión de su propia necesidad de perfección, su deseo de ser la mejor en todo lo que emprendía, trató de juguetear un poco más con Margaret, con la esperanza de que su orgasmo fuera mejor, más fuerte, y encontró una especie de tenue satisfacción al sentir el golpeteo palpitante en su boca, sobre su barbilla y sus mejillas, escuchando el siseo de Margaret como un gruñido gutural mientras se corría entonces esperó el momento exacto para moverse al lado de ella y sostenerla, porque eso era lo que le gustaba a Margaret después de hacer el amor, que Peyton la sostuviera "así me siento apreciada" Más tarde, Peyton estaba mirando el techo en el dormitorio, el que había sido el dormitorio principal de su madre, donde Peyton había permitido a Margaret "arreglar" porque para ella la habitación era "austera y, bueno, fea, Peyton" Cuando la madre de Peyton le había entregado la casa a Peyton y se mudó a su apartamento, Peyton ya había determinado que la habitación iba a ser despojada de cualquier meticulosidad y decoraría la extremadamente amplia habitación con nada más que un pequeño escritorio antiguo y un tríptico de pinturas sobre su cama tamaño King estilo California. Esta serie exquisita de pinturas de tres mujeres desnudas en diferentes estados de lánguido reposo descansaban estratégicamente encima de su cama contra las paredes de masilla color dorado. Aparte de eso, algunos libreros y unos cuantos enseres de oficina completaban el cuarto. Pero Margaret sentía que la habitación era "demasiado masculina" con la ropa de cama color azul oscuro que Peyton tenía y "los motivos femeninos en la pared ¿demasiada envidia del pene?" se había burlado

de Peyton mientras colocaba helechos, flores de seda y flores asiáticas multicolores, una a la vez cuando venía de visita, hasta que Peyton casi sintió que la habitación había sido invadida, y las noches en que Margaret no estaba allí, Peyton prefería dormir en el diván de la sala de estar. Margaret estaba viviendo casi por completo con Peyton durante los últimos tres años, subarrendando su propio apartamento que había comprado como una inversión, pero también para mantenerlo como un refugio seguro. Margaret no era como la mayoría de las lesbianas que Peyton conocía. Ella viajaba por cuestiones de trabajo durante mucho tiempo y se mantenía firme en mantener un sentido de autonomía. Esto convenía a Peyton demasiado bien ya que ser una solitaria era su condición preferida, por lo cual Peyton estaba suspirando cuando Margaret regresó con una botella de vino y dos copas. "Realmente no me apetece, pero gracias Margaret" "Oh, vamos, Peyton. Vive un poco. Esta tan triste aquí que podrías asfixiarte" "Yo no lo siento así" Hubo un largo suspiro. "Vamos, tienes que relajarte. Deja de lado el estrés de tu madre por una noche ¿Puedes hacer eso?" Margaret sirvió un vaso y se lo entregó a Peyton "Vamos, un pequeño sorbo..." Peyton se decidió, qué demonios, y le tendió la mano… ¡KA-PUM! Peyton saltó inmediatamente. Corrió por el pasillo hasta la habitación de su madre donde la enfermera estaba luchando para levantar a la madre de Peyton del suelo.

23 de septiembre Estaba allí y después ya no estaba. Justo así. La finalidad de esto era simplemente demasiado para que Peyton lo considerara. Trató de integrar en cuerpo y alma la información en una especie de modelo operativo en su cabeza, pero cada vez que pensaba en ello su cabeza empezaba a dolerle. Casi se había quedado dormida, cuando lo sintió. Algo en la habitación. No era Margaret ya

que ella le acababa de decir a Peyton que iba a la fiesta de cumpleaños de una amiga en común "y ya que no quieres venir conmigo, no esperes que regrese temprano a casa. Quiero divertirme" Habían pasado diez días desde que la madre de Peyton se había caído de la cama y se había roto la cadera. Había sido llevada al hospital y después de la cirugía, a pesar de que Margaret le había rogado que la mantuviera en el hospital, Peyton insistió en llevársela a casa. El médico le dijo que no era probable que aguantara mucho más tiempo, que su organismo estaba fallando. Peyton se condenaría si dejaba morir a su madre en el hospital y la trajo de vuelta, pasando la mayor parte del tiempo que podía con su madre, hasta que Margaret había estallado dos días antes "¡No puedo vivir así!" Peyton la había mirado entonces y se preguntó si Margaret tenía algún hueso de empatía en su cuerpo, pero luego se dio cuenta que era ella la que estaba poniendo a Margaret en un calvario que no había pedido y desde luego no había estado preparada para asumirlo. En lugar de gritarle, trató de dejarla fuera de escena "Nadie te lo está pidiendo" "Bueno, tú de alguna manera has tomado esa decisión por mí, Peyton, ¡tomando en cuenta que vivo aquí contigo!" "Cristo ¿puedes dejarlo ya?" espetó Peyton. "Sí, voy a dejarlo ir. Estoy feliz de dejarlo ir ¡créeme!" Margaret había pasado la noche con una amiga, pero volvió al día siguiente y se disculpó. "Mira, lo siento. Exageré. Estoy tan...tan malditamente cansada. Y mírate tú. Estás exhausta Peyton... ¿esto es como una loca especie de castigo inverso? No sé lo que estás haciendo. Tu madre te ha tratado de una forma terrible y no sé lo que estás tratando de probar" "No estoy tratando de probar nada...solo que no quiero...es que no quiero que se muera sola...o con miedo" Peyton despertó de un sueño. Entonces lo supo. Lo supo antes de levantarse, antes de caminar muy lentamente por el pasillo hacia la habitación de su madre, cuando llegó allí algo había cambiado. Era casi medianoche y la enfermera del turno de la noche ya se había quedado dormida. Peyton hacía tiempo se había rendido tratando de lograr que alguna de ellas se mantuviese despierta…diablos, la mayoría de ellas trabajaba doble turno a fin de mes, y el lado pragmático de Peyton sabía que cuando llegara el momento de su madre, llegaría.

Cuando se acercó a su madre, pudo sentir el ruido de sus movimientos, pero no en uno de sus maníacos intentos de escapar de lo que estaba pasando en su cabeza. Sus movimientos eran deliberadamente intencionados. Y cuando Peyton se inclinó hacia su madre para preguntarle qué le pasaba, su madre se volvió hacia ella y bajo la tenue luz de la lámpara de mesa, Peyton pudo ver que estaba absolutamente lúcida. Tenía algo en la mano y con la energía que le quedaba tiro de Peyton para acercarla a ella. "Yo...quiero que tengas esto..." su voz no era más que un susurro "Siéntate aquí conmigo..." Peyton se sentó, aún más estupefacta cuando su madre le agarro la mano. Su madre rara vez había sido cariñosa con Peyton en toda su vida. Peyton sostuvo la mano seca entre la suya. "Pey...Peyton...tú...tú eras mi...mi dulce niña...siempre tan valiente. Tan controlada. Sé...sé que te hice de esa manera, Pey…sé que fui yo...” temblorosa y débil, la madre de Peyton transfirió el objeto a la mano de Peyton. "Mamá..." "Peyton...no... no cometas mis errores...todo lo que te he dicho..." su madre comenzó a negar con su cabeza, un atisbo de lágrimas se asomaba a sus enrojecidos ojos "No me hagas caso... ¿qué sabía yo? ...yo sólo quería...solo quería que…fueras..." Sonrió dolorosamente, cerró los ojos y su cuerpo se desplomó en la cama, pacíficamente. Silenciosa. Había terminado.

************ Elena ordenó el comedor y luego se sentó para redactar unos mensajes de correo electrónico para el personal de la iglesia sobre el nuevo presupuesto, cuando Nash entró atropelladamente en la cocina por un vaso de leche. Lo miró atravesar el arco de la puerta, vistiendo sus omnipresentes jeans ajustados que exponían su cuerpo desgarbado, su sudadera azul favorita, esa masa de rizos que no se cansaba de mirar y su rostro de mandíbula cuadrada y pensó que cada vez más, todos los días, estaba creciendo para convertirse en un chico-hombre guapo y que a pesar de que padre e hijo no se veían mucho a los ojos, gran parte de Barry existía en su hijo. Vio como Nash imitaba el mismo gesto de Barry cuando estaba concentrado; un rápido roce de su pulgar en una ceja, como si ese movimiento fuese parte de su ADN. Si Elena presentaba a Nash como su hijo y Barry no estaba presente, siempre se encontraba

con miradas confusas… ¿cómo un niño tan hermoso, tan rubio y de ojos azules provenía de su herencia indígena-española? La única cosa que tenía en común con Nash era que ella también era alta y esbelta, pero él no tenía nada de su piel aceitunada, ni sus profundos ojos marrones y su cabello castaño chocolate. Y así como Nash parecía una "vainilla", Elena estaba muy clara sobre su origen indio. Pero cuando Barry, que era alto, rubio y de ojos azules, se paraba junto a ellos, se hacía muy evidente. Nash tenía abundante cabello ondulado y grueso, sin embargo, se consoló a sí misma de que seguramente él tenía su corazón. Antes de que pudiera regresar a su habitación, ella lo llamó. Nash entró, mordisqueando una galleta le dio a su madre un rápido abrazo. "Siéntate conmigo" "Mamá, tengo que terminar mi tarea" "Sólo por un momento" Él lo considero, sacó una silla comiendo su galleta. Puso una mano en su cabello y él se inclinó colocando la cabeza en su regazo. Todavía era muy cariñoso con ella, siempre y cuando no hubiera nadie alrededor. Se sentaron en amigable silencio. Finalmente él dijo "Sé que papá te pidió que hablaras conmigo, pero aún así no voy a ir" "¿Hmmm?" "¿Al menos sabes lo que ellos están haciendo?" "Nash…" Elena suspiró "…sabes que no puedo mantenerme al día con todo... si no es una cosa es la otra. Lo que estoy pidiendo que hagas es ir, no por ti…sino por el bien de tu padre…" "Dios, mamá..." Nash estuvo a punto de levantarse, pero la mano de Elena mantuvo la presión en su cabeza. Se aclaró la garganta y preguntó muy seriamente "¿Qué pasa, mamá? ¿Cuál es tu excusa para esta farsa?...tu no crees ni la mitad de la mierda que predica papá" Ella dejó que la presión de su mano cediera, lo que le permitió incorporarse. No tenía una respuesta. Trataba de poner su fe en su Dios, no tan segura en absoluto que proviniera del mismo cielo. Nash veía el mundo de Barry en blanco y negro. Pero ella sabía que, en el gran esquema de las cosas, Barry podría haberlo hecho peor. Al menos él había encontrado una manera de mantenerse feliz y mientras estaba en ello, estaba haciendo cosas buenas por los que le

rodeaban, por el mundo. Mayormente. Era muy duro recordar cómo había estado en un principio, divorciado de la iglesia y toda su parafernalia. Quién había sido él la primera vez que lo vio, cómo se había sentido ella con respecto a él todos esos años en Londres, la primera vez que puso los ojos en él en la Real Academia. Él había sido elegido como Rey Lear en una de las producciones de primavera. Ella se había sentado en la tercera fila del pequeño teatro, con una amiga que se había enamorado de él. Mientras su amiga parloteaba acerca de todos sus "atributos terriblemente atractivos" empezó a fijarse realmente en él, su galanura, su poderosa entrega, sus suaves ojos azules, era la "mezcla perfecta de la masculinidad viril y la suave delicia de muchacho del Sur" como su amiga había descrito. Esa no hubiese sido la manera en que ella misma lo hubiese descrito, pero era cierto. Era poderoso en el papel del rey asediado, pero no porque realmente mostrara la profunda emoción que el pobre Lear sentía por toda la traición a su alrededor y la desesperación, sino porque conectaba bien con su público, se proyectaba de una manera que se metía en el papel y daban ganas de creerle. Y en ese deseo de conectarse, esa sensación palpable de que su audiencia creyera en él, Elena encontró una cierta vulnerabilidad en su actuación, tanto dentro como fuera del escenario, que fue lo que la atrajo hacia él. Presionada por su amiga asistió a la fiesta posterior, Elena no tenía intención de quedarse más tarde de lo que pudiese librarse. El húmedo y pequeño bar lleno de humo, ofendió su sensibilidad, y se recordó a sí misma que estaba siendo demasiado cohibida. Este era el lugar donde las personas de su edad se reunían. El estricto código de Ética de su padre indio y el extremo catolicismo de su madre española, regulaban casi cada movimiento y decisión que tomaba y se quedó petrificada cuando se dio cuenta que su amiga se había ido y no tenía manera de volver a su dormitorio. Como si fuese una señal, Barry llegó a rescatarla. Fuera de su traje de Rey, Barry estaba bien vestido en pantalones de pana y un bonito suéter gris azulado. Esperaba estar vestida de forma casual, pero se dio cuenta, mirando a la multitud mayormente vestida con pantalones vaqueros y sudaderas desgastadas, que sus intentos de ser sofisticada en su elegante vestido color crema que destacaba su aspecto oscuro, había sido un error. "Hola" le ofreció una bebida adicional que traía en su mano "Esto se suponía era para Janet" Miró alrededor de ella y luego regreso hacia Elena y sonrió "Supongo que ella tuvo suerte" Elena no estaba acostumbrada a charlar y era demasiado tímida para participar en bromas "Uhmm...en realidad, creo que ella salió a buscar algo que comer" "Está bien…no tienes que salvar mi ego"

"Pero es verdad…ellos dijeron que iban a salir por unos filetes. Estoy segura que puedes alcanzarlos..." acabó mientras lo veía estudiándola, claramente ni remotamente interesado en donde podría estar Janet. Sonrió. Dulce. Sincero. "¿Puedo decirte lo mucho que me encanta tu acento?... ¿eres…?” Le tomó un momento darse cuenta que le estaba preguntando de dónde era. "Oh... sí, bueno, soy india, mitad española" "Es hermoso. Te escuché cuando estabas recitando Wordsworth en la clase de Hamilton" Eso era extraño, no lo recordaba de la clase y él pudo ver su confusión. "Audicioné hace un par de días" tomó un sorbo de su bebida "No puedo decirte de qué diablos era el poema...pero, te digo esto...recuerdo tu voz..." Elena se ruborizó. No sabía qué hacer. Se sentía... "Pareces...bueno, un poco fuera de lugar" él le ofreció nuevamente la bebida adicional. Rápidamente ella la agarró y bebió la mitad del vaso, con la esperanza de encontrar algo que le calmara en medio del acalorado debate en su cabeza, que en alguna parte de ella argumentaba con vehemencia que no debería estar en esta fiesta, que no era un lugar para los estudiantes serios, que su padre se sentiría avergonzado, humillado al verla aquí con todas esas cosas de bebida y baile…y la otra parte de ella, esa nueva parte de ser jovenadulta estaba apasionadamente comprometida con el concepto de que ahora estaría por su cuenta, tomando sus propias decisiones adultas para su vida. Ya no estaba bajo la mano implacable de su padre y ¿por qué no podía simplemente disfrutarse a sí misma? A medida que el sabor amargo del vino se abría paso en su organismo, empezando a suavizar sus nervios irregulares y relajando la ansiedad que sentía al hablar con este hombre desconocido, pero bien parecido, ella lo miró con más atención; la barba improvisada que se había dejado crecer para representar a Lear, sus intensos y brillante ojos azules y su bella sonrisa. Mientras más vino tomaba más estaba de acuerdo con su amiga, acerca de que él era toda esa palabrería que había dicho de él y un poco más. Luego de una botella de vino y una cena apresurada se encontró a sí misma de regreso en el dormitorio de Barry, besándose en un colchón barato con sabanas akimbo que sabía no habían sido tendidas debidamente en la cama en semanas. El siguió besándola, su lengua entraba profundamente dentro de su boca y aunque había un elemento de emoción y

entusiasmo, cuando sintió que él se endurecía con fuerza contra sus piernas bajo la falda, escuchó unas campanas de alarma, confusión, terror, culpa y temor. Sólo había besado a un chico y eso había sido cuando estaba en la India, cuando tenía nueve años. Había sido sorprendida por su madre, azotada por su padre, y después de sentir tanta vergüenza y humillación, nunca había considero tocar a otro chico. Pero con Barry se encontró a sí misma arrastrada a una trayectoria que estaba más allá de su control. En su vertiginoso deseo de ser adulta y generacional, siguió besándolo hasta que supo que habían ido más allá de un punto sin retorno. Cuando él le tomó la mano, deslizándola debajo de sus pantalones y colocándola sobre su bulto palpitante, retrocedió instintivamente, pero cuando él se disculpó con tanta dulzura, sintió pena por él, apretó la mandíbula, tragó saliva y decidió que esta era la noche en la que perdería su virginidad. Esta era su vida. Su vida. No la de su padre o la de su madre. Tenía el derecho de tomar este tipo de decisiones. Sí, ya no estaba estrangulada por su enfermizamente estricto padre y su madre mojigata. Estaba viviendo en el ahora y el ahora estaba sucediendo. Puso su mano sobre la espalda de él, acariciándolo con lo que sabía no era suficiente delicado y no tenía idea por todos los cielos de lo que estaba haciendo. Pero él se hizo cargo, se movió muy suavemente sobre ella, levantando su falda y entrando en ella tan lentamente que lo que sabía podría haber sido una experiencia muy dolorosa y humillante con alguien más, había sido ligeramente incomoda con Barry. Ella cerró los ojos y contuvo la respiración. Fue tomada por sorpresa. Todo el asunto sucedió en cuestión de segundos, mientras él se estremecía encima de ella en lo que parecía ser una especie de éxtasis físico. Sin embargo ella no sintió nada que rayara en el placer, si experimentó una sensación de poder que nunca había conocido, consciente de que era deseable y que esto era lo que un hombre parecía querer de ella. Después de todo lo sostuvo en sus brazos y se deleitó con esta nueva libertad. En su mente, Barry no sólo la había salvado de la fiesta, la había salvado de su pasado y de sus padres, y esa noche le había dado la independencia para proclamar quien iba a ser. No tenía ni la más remota idea de que su libertad duraría tan poco. Sólo seis semanas después, descubrió que estaba embarazada. "¿Me estás escuchando, mamá?" y ahora aquí estaba Nash, su niño, quince años más tarde, viviendo en los Estados Unidos, tan lejos de todo lo que pudo haber imaginado. "Sí, cariño... no quieres ir. Bien, déjame hablar con tu papá" "Buena suerte con eso"

"Puede que te sorprenda" "Lo dudo" "Nash..." Pero él levantó la cabeza y le sonrió. No le daría ningún crédito a Barry. Se levantó y salió de la habitación.

*********** Peyton condujo a través de la noche, el tráfico disminuía mientras continuaba su carrera en su Lexus sobre la autopista de Los Ángeles, conduciendo peligrosamente rápido, esperando ser atrapada, consciente de que no lo harían, cuidando de no poner a nadie más en riesgo, pero al mismo tiempo imaginando una y otra vez que tan liberador podría ser que destruyera su coche y su conciencia en una autopista. Sería una forma gloriosa de irse, pensó, mientras veía a su coche flotar fuera de la rampa de entrada de la 134 rumbo a la ladera…una rampa sobre la tierra en la que su auto y su cuerpo harían impacto, literalmente, rompiéndose en un centenar de pedazos. Qué exuberante sería eso. Agarró su teléfono celular e intentó llamar a Margaret una vez más, pero de nuevo obtuvo la molesta respuesta sexy "Aquí no... ya sabes qué hacer" "Margaret... ¡he estado tratando de localizarte toda la noche! ¿Dónde diablos estás? Se trata de mamá...por favor llámame de inmediato" Entonces aventó su teléfono celular hacia el asiento trasero ¿Cuál era el punto? Wave. Wave estaría en casa ahora. Eran las dos con diez minutos, justo la hora en que Wave cerraba el Pinot Latte. Peyton podría pasar a verla, tomar un poco de vino. Demonios, debía enfrentarlo. La extinción era la extinción después de todo. Cuando Peyton llegó a Pinot Latte las luces ya estaban apagadas. Peyton saco sus propias llaves y entro. Se mantuvo de pie en la oscuridad, dejando escapar un largo suspiro. Y entonces escuchó a Wave desde el pasillo ¿Risas? ¿Oh, Dios mío, estarían haciéndolo Wave y Erin?

Pero cuando se dio la vuelta para irse, Wave estaba de pie justo a su lado. Acababa de llegar a casa. "Hostia ¡me has asustado!" siseó Wave. "¿Qué estás haciendo?" "Yo vivo aquí" "Cristo, me has asustado" "¿Por qué estamos susurrando?" "¿No lo sé?" "¿Y quién diablos esta allá atrás?" Wave movió la cabeza hacia la parte trasera de la cafetería. "No tengo ni idea. Wave...yo..." "¿Peyton?" Wave se detuvo cuando vio el rostro de Peyton "Oh, Peyton ¿qué paso?" "Mamá" Wave abrigo a Peyton en un fuerte abrazo. Y entonces ambas escucharon más risas. Wave miró a Peyton y Peyton vio la mirada. La había visto tantas veces anteriormente, Wave estaba siendo engañada por otra de sus innumerables novias. "No de nuevo. No esta vez ¡Esa pequeña zorra me va a oír!" Wave se abalanzo por el pasillo, con Peyton justo detrás de ella esperanzada de calmar a la bestia furiosa. Wave abrió la puerta. Ambas se detuvieron en seco. Erin estaba desnuda, follándose a una mujer debajo de ella. Con fuerza. Y cuando ella saltó por la sorpresa, Peyton vio a la mujer que se estaba follando. Margaret.

Peyton levantó una ceja cansada ¿En serio? Y con apenas un destello de emoción, cerró la puerta y volvió a salir.

01 de octubre Vestida con un nítido traje negro, Peyton siguió la larga fila de conocidos que expresaban sus buenos deseos en la tumba de su madre. Estaba de pie, insensible e indiferente, escuchando el sermón disgregado ofrecido por el pastor favorito de su madre, quien, Wave insistía "era casi tan tonto como tu mamá" cuando aún podían bromear sobre esas cosas. Ahora era simplemente molesto escuchar su relato inepto sobre la vida de su madre, la bondad y la generosidad de su madre; solamente él tenía sus obras de caridad equivocadas, deleitando a los oyentes con una versión mutada de su madre, la conservadora y respetada Carolyn que luchó con determinación de hierro por los más desfavorecidos, quien ante la ausencia del padre de Peyton crio a esta "joven brillante que se aventuró en los libros de autoayuda, y uhmm...había tenido el valor de estar con TOC, un grupo dedicado a...sí, bueno, entonces, y fue Carolyn quien le había dado el carácter moral..." "Este imbécil necesita tener buena transmisión de fibra óptica para poder sacar todo ese pedo de su cabeza" susurró Wave, disgustada de que él hubiese dicho todo equivocado, pero consciente al igual que Peyton que se trataba de "los deseos de su mamá, Dios sabía por qué" y Wave estaba aquí para ayudar a Peyton a facilitar y honrar las instrucciones precisas de Carolyn en cuanto a cómo quería que su funeral se realizara. En la homilía del sacerdote, siguió ensalzando la riqueza de Carolyn, como si eso fuese un rasgo para ser honrado, contando todas las grandes obras sin fin que había logrado en nombre de la iglesia, cómo si ella hubiese ejecutado todo con la misma grandeza y gracia. Peyton sintió náuseas. Este "imbécil"…tenía que estar de acuerdo con Wave…divagaba sin cesar. La muerte de su madre, la imagen desnuda de Margaret follando con tanta pasión, la broma en la que se había convertido su vida, la repentina interrupción para tener un bebe lo cual era más motivo de alarma para Peyton que perder a Margaret…"¡qué tan jodidamente te dije era la persona equivocada!" amonestó Wave. Eso era aún mayor pérdida de la que podía soportar. Gracias a Dios que Wave había estado allí para ella…incluso después de "lanzar al demonio y enviarlo de vuelta a donde pertenecía" La mente de Peyton se ocupó en los detalles de los preparativos funerarios, en empacar las pertenencias de su madre, clasificar las cosas de Margaret que había empacado la misma noche que la había encontrado con Erin, y llamar a su agente para decirle que necesitaba algo de tiempo libre, aunque ese no

fuese el mejor momento para su carrera. Era demasiado, demasiado caótico, la OCD de Peyton estaba a toda marcha por el insulto a su sentido de la perfección y equilibrio. Finalmente, después de estrechar interminables manos y escuchar trivialidades sin fin, quedaron sólo unos pocos amigos cercanos y Wave, quien se acercó y puso un brazo alrededor de su querida amiga. “Mientras el funeral avanzaba, Lombard, incluso con las antiguas tonterías, en realidad, no estuvo mal" Wave la tranquilizo mientras caminaban hacia su coche. Había insistido en que Peyton se sintiera segura, dándole la medicación para el pánico en los últimos días. Peyton inspeccionó el cementerio ahora vacío "Si. Creo que incluso mamá lo hubiese aprobado" "Positivamente" Caminaron en silencio por unos momentos. "Puedo decirte, Lombard, que pudimos haber hecho de ella una demócrata si hubiésemos tenido unos cuantos años más" Pero cuando se miraron la una a la otra, ambas acordaron categóricamente "¡Nahhh!"

********* Elena se estiró por enésima vez ese sábado por la tarde. Estaba tratando de avanzar en los montones de papeles en la oficina de Barry, una vieja alacena que había sido renovada y ocupada por tres escritorios…para ella, Millie y Barry. Al pasar de los años la habitación se había vuelto más y más estrecha, llena hasta los topes con toda la parafernalia de mercadeo de Barry. Peor aún con las innumerables figuras de ángeles, todas y cada una escogidas por Millie a lo largo de los años en las tiendas de antigüedades, en las ventas de garaje y "todos los regalos que parece me han sido dados por todos. Ya sabes, Elena, me siento muy bendecida de ser tan apreciada" Sin embargo, la mesa de Millie permanecía vacía la mayor parte del tiempo, porque Millie “siempre estaba en movimiento, atendiendo todos los días la lista de las cosas de Dios por hacer" dejándole a Elena las tareas de abrir el correo, pagar las cuentas, la programación y la organización. Barry hacía mucho tiempo, le había pedido que le ayudara a mantener las cuentas al día y organizar todos los eventos y la programación, para que él pudiera pasar la mayor parte de

su tiempo haciendo su "verdadero trabajo" que él insistía era "servir" Lo que Elena sabía realmente significaba que estaba realizando su papel de pastor. Se recordaba diariamente que al final del día, si el trabajo que él hacía en nombre de los demás era para bien ¿acaso sería un crimen que él disfrutara de su trabajo? ¿Aunque fuera por razones distintas que la simple pasión de servir a Dios? ¿Cuántas personas podían decir que les gustaba su trabajo con pasión y que su pasión servía a otros? Hacía mucho tiempo había cuadrado esto con la imagen de Elmer Gantry (un personaje de película charlatán y oportunista que se hizo evangelista) devorando a los inocentes con promesas fervorosas de ser salvados. Barry no era un defensor del catolicismo ni un tele-evangelista. Su sermón era tranquilo, lleno de matices y muy convincente. Y al final, y que, había hecho algunas transacciones. Los dos habían discutido esto interminablemente en un principio "Se trata de ser realista acerca de ganarse la vida" sugería Barry "Y eso no significa que no pueda avanzar de aquí, El...sólo vamos a establecernos, encontrar una casa, un buen lugar para criar a Nash y, mientras tanto, estamos haciendo cosas buenas para la gente ¿Y no es de eso de lo que se trata, a fin de cuentas? ¿Hacer cosas por los demás? La actuación es una profesión tan egoísta" ellos no podrían realmente mirarse a los ojos, mientras continuaran en los límites del idealismo con el pragmatismo del compromiso. "Hola" Diana asomó la cabeza por la puerta. Era una de los feligreses en quien Elena había llegado a confiar. Diana se había convertido en su amiga más cercana involucrada en el mundo de la iglesia. Tyler era absolutamente su amigo más querido, pero él no tenía nada que ver con la iglesia y les había dicho de frente "Si ustedes hacen esto, sepan que tendrá un precio. Tal vez no ahora...pero tendrá un precio" La conversación había tenido lugar mientras compartían una barbacoa con Tyler, poco después de haber conocido a Lily y haberse introducido en su nuevo mundo de "Soulemetry". Barry se había burlado del nuevo trabajo de Tyler y Tyler, sin insultarlo, con mucha firmeza le había dicho a Barry "Lo que tú haces se te regresa y te morderá. No se puede fingir, Barry. No es correcto" "¿Sabes qué? No necesito consejo de alguien que está escuchando espíritus y haciendo ese parte de woo-woo para aconsejarme ¿está bien Ty?" Fue en ese punto que la relación entre Barry y Tyler se terminó, no que ninguno de los dos hubiese sido especialmente fraternal con el otro. Pero Elena y Tyler habían "conectado con el corazón" como Tyler siempre describía su unión, después de que los tres se habían conocido en la escuela, y él le había dicho a ella infinidad de veces "A pesar de lo ridículo que pueda ser Barry, la relación entre tú y yo nunca se verá afectada" Pero aquí, en la iglesia, donde pasaba la mayor parte de sus horas de vigilia, Elena encontró

que Diana, aunque una observadora ferviente, también se daba cuenta de la hipocresía, compartía la misma aversión por la necesidad de Millie de ser el centro de atención, y fue la primera en acercarse a Elena y sugerirle "Millie no me ha engañado ni por un segundo. Ella está que se muere por tu marido” Pronto se convirtieron en grandes amigas y confidentes. A través de los años, Elena había visto a Diana con cinco embarazos, un aborto espontáneo, un bebé prematuro, y ahora Diana estaba buscando embarazarse de nuevo. Cada embarazo tomaba su cuota, resultando en un querubín de cabello rubio rojizo. Ahora madre de varios niños y preadolescentes, Diana nunca perdía sus ganancias durante el embarazo, una franja de color gris caía sobre su hermoso cabello liso y en los intentos de sacar adelante a sus cinco niños, sobre todo por su cuenta, mostraba en cada línea de su rostro una preocupación. Parecía que mientras Elena más tratara de quedar embarazada con Barry, Diana terminaba logrando el trabajo por ella. Ella y su esposo Rich, quien era uno de los presbíteros principales que ayudaban a Barry y su mejor compañero de golf, pasaban un considerable tiempo juntos…tanto en la iglesia como en ocasiones sociales. Incluso, ambas familias tomaban vacaciones juntas. Diana era una persona realmente buena y amable y uno de los pocos feligreses que no rayaban en el fanatismo. Elena siempre agradecía que Diana fuese la primera en decir y a menudo recordar a Millie "La Biblia esta pasada de moda, y sin duda es necesario tomar algunas cosas con un grano de sal ¡especialmente si tienes la intención de servir camarones en la cena de recaudación de fondos!” Diana se había reído ya que había tenido un deseo feroz de comer mariscos, durante su último embarazo. "Hola" Dijo Elena, mirándola. "¿Cómo te sientes? ¿Aún tienes náuseas?" "Finalmente estoy superando eso, gracias a Dios" Diana furtivamente miró por detrás de ella y luego le dijo "Elena, sé que no estás exactamente en contra de esa protesta" "No, no lo estoy" Elena volvió a su papeleo. Estaba terminando la agenda "Vive y deja vivir..." "Sí...estoy de acuerdo contigo. Quiero decir, vamos, así es que ellos quieren casarse ¿Por qué debería importarnos cuando nuestra tasa de divorcios hetero es tan escandalosamente alta?" "Exactamente ¿Cómo si tuviésemos algún derecho de saber cómo hacerlo bien?" "De eso se trata" dijo Diana "No podemos juzgar. Eso no es lo que Dios quiere que hagamos. Pero debo confesar. No entiendo por qué tiene que haber un matrimonio. Sabes.

¿Qué hay de malo con sólo tener una unión civil? ¿Por qué ellos tienen que llamarlo de la misma manera? Si ellos obtienen los mismos derechos" Elena no había prestado atención a la discusión que las ocupaba, ya que rara vez se permitía involucrarse en los movimientos en que participaba la iglesia. Estaba allí para hacerse cargo de todo el trabajo duro y si hacía bien su trabajo, eso le permitiría a Barry cuidar de su imagen global. Ella sabía muy bien que a un nivel más profundo, su falta de compromiso y distanciamiento era una excusa. Pero era la única manera en que podría sobrevivir en este campo de juego en particular. A pesar de que se había dado cuenta desde hacía semanas, que algo acerca de toda esta discusión del matrimonio la perturbaba, un sentimiento de injusticia la golpeaba con tanta claridad como una bofetada en la mejilla "Pero ¿por qué no querrían exactamente los mismos derechos?" Diana miró a su amiga con el ceño confundido, pero antes de que pudiera responder oyó un alboroto en el pasillo. "Cabezas arriba" susurró Diana "Millie viene en camino" Segundos después, Millie cruzaba a través de la puerta, casi sin mirar a Diana. Ellas habían tenido su propia serie de roces, en lo que Millie percibía como una "incesante necesidad de Diana de tener hijos…y no es que no fuera parte del plan de Dios, pero con todos los hambrientos e indeseados niños en el mundo ¿podría Diana realmente contribuir al problema de la sobrepoblación?" ante otros, Millie era un poco más áspera "Rich no puede mantenerlo dentro de sus pantalones. Necesitan otro mocoso corriendo, ¡como si todos necesitáramos más realidad en la TV!” "Elena" Millie ladeó la cabeza hacia un lado, como si hubiese oído algo que le estuviese dando bastante al caso de "devlies"…su linda versión combinada de diablo y enredos. "Escuché un pequeño rumor de que vas a faltar a la protesta. Eso no puede ser verdad, ahora ¿puede ser, Elena?” Elena parecía distraída, tanto por efecto como por realidad verdad "Yo...yo no estoy segura" "No es suficiente apoyar a Barry desde el banquillo, Elena" "Millie" la interrumpió Diana "Elena hace mucho por la iglesia, no creo que sea justo…" "Oh, está muy claro que Dios te ha apoyado, Elena" dijo y luego se dirigió a Diana "y que él hace brillar una luz especial sobre Elena para mantener este lugar sobre ruedas" luego de

vuelta a Elena "Pero ha llegado el momento en que debes confirmar tu fe y ponerla a trabajar de verdad" Elena miró desconcertada a Millie y luego a Diana, quien valientemente salió en su auxilio "Millie, tu sabes que Elena realiza los programas de Kínder, los sábados por la mañana" Pero Elena no quería que Diana tuviese que soportar la ira de Millie "No es sólo eso, es que ya tengo compromisos este sábado, Millie" Elena se puso de pie ante el escritorio para darse más confianza "Para ser honesta, yo...yo no estoy segura que tu interpretación en esto sea correcta" "¿Estás dudando de la palabra misma de nuestra Biblia señora Winters?" Más personas se estaban reuniendo en el pasillo, presintiendo la pelea. Elena no quería engancharse con Millie, pero se rehusaba a ser abrumada por ella "Bueno, sabes tan bien como yo que la Biblia fue escrita hace miles de años, desde el punto de vista de un hombre…quiero decir…de alguna manera nosotros tenemos que mirar esos pasajes con algún tipo de contexto para aquellos tiempos…" "Ese es el tipo de pensamiento circunspecto que creo nos ha traído hasta este lugar…" Garrett, el siervo favorito de Millie, se había sumado a la lucha de Millie. Diana se enfrentó a Garrett "Elena tiene derecho a tener su opinión" Pero Millie pasó por delante de ellos y fue directo al rostro de Elena "¡No cuando es a costa de nuestra seguridad! Tú eres la esposa de un pastor. Tu esposo trabaja todos los días para extender bien la palabra de Dios ¿y qué haces? ¿Pones la "interpretación" en tela de juicio? Ese es el truco más viejo en el libro" Elena se levantó, tratando de buscar una manera de salir de la habitación, pero Millie, sintiendo su debilidad, fue a matar "Ellos nos están destrozando con todo su discurso del matrimonio y jueces liberales decidiendo quieran o no a su favor ¡Oh, no! No vamos a quedarnos quietos y permitirlo, señora Winters ¡Qué vergüenza! Debería darte vergüenza por socavar…" Pero Elena ya no pudo soportar escuchar otra palabra, porque todo lo que veía era una locura. Estaba vagamente consciente de que Barry estaba justo fuera de la sala y en un momento entró tan rápido como pudo.

"Millie, por favor…agradezco tu ayuda...gracias" y luego se movió hacia Elena "Ven aquí, cariño'' Pero la habitación comenzó a darle vueltas. "Creo…creo que necesito un poco de aire" Se dio cuenta del apiñamiento de feligreses mientras escuchaba como Barry se disculpaba por ella "Saben que ella ha estado cansada y con mucho trabajo últimamente. Lo siento si ha ofendido a alguien...Diana ¿puedes ayudar a las mujeres a que regresen?"

Peyton se sentó en sus pantalones negros, con las mangas arremangadas, su chaqueta arrugada en el extremo del sofá de Wave y bebió su segunda copa de vino. "No creo que quedarme a enfrentar esta mierda, sea la respuesta" decidió Peyton. "Lo sé, querida, pero al menos aliviara el dolor por el momento" "No...No más" levantó su mano contra el intento de Wave para volver a llenar su vaso "Quiero aclarar mi cabeza" "¿Para qué?" "Yo...yo necesito un poco de aire ¿de acuerdo?" "Por supuesto. Vamos a dar una vuelta" "Sola" "¿Por qué no puedo ir contigo?" "Wave, sabes cuánto te amo...pero solo necesito...solo necesito poner mis pensamientos en orden...o simplemente sacarlos de mi cabeza por completo. Necesito algo de tiempo a solas" Wave arrugó la nariz en señal de insatisfacción "Está bien entonces, pero tan pronto como llegues a casa, llámame"

"Por supuesto"

******* Elena estaba empacando el resto de las cajas archivadoras en su coche, afuera de la iglesia, cuando escuchó a Barry caminando detrás de ella. "Esa fue una gran presentación" Elena se mantuvo de espaldas a él. "Sabes que es mejor no discutir con Millie…" Pero cuando él se movió para poder verle el rostro, su expresión cambió y rápidamente cambio de tema. "Elena...cariño...estás..." Elena asintió, bajando la cabeza avergonzada. Barry se acercó a ella, le pasó un brazo alrededor. "¿Cuándo?" "Yo...empecé" se aclaró la garganta, en un esfuerzo por no llorar. No quería que ninguna de estas personas viera ninguna señal de debilidad en ella "Esta mañana" Barry la tomó en sus brazos, la abrazó con fuerza y suspiró "Oh cariño" continuó sosteniéndola con suavidad, besando su frente. "Yo…yo no sé cuánto más de esto…" "Shhhh... ven aquí" la acerco más a él y supo que él estaba tratando de hacerse cargo y estar ahí para ella. "Mira Barry" dijo Elena "Sé lo mucho que deseas esto…pero ¿no crees que lo estamos intentando con mucho fuerza? Tal vez...después de Sar...tu sabes... tal vez esto no está destinado a ser”

El alzó la voz ligeramente "Tal vez deberíamos orar juntos…realmente orar a Dios para que nos mande a nuestro bebé" Elena se alejó de él, con sus ojos enojados mientras lo miraba, tratando de entender lo que él estaba haciendo ¿No había escuchado ni una palabra de lo que acababa de decir? Y entonces lo sintió. Sintió la presencia de Millie, mirándolos desde la puerta del santuario y lo entendió ¿Cómo se atrevía él a actuar a sus expensas? Lo empujó hacia un lado y se alejó de la iglesia, se metió en el coche y se fue.

********* "Pocas veces tenemos la oportunidad de presenciar el arte del amor...pero eso es lo que todos deseamos... no sólo ser amados, sino ser amados con todo…incluyendo el excesivo amor verdadero de Heathcliff (personaje de cumbres borrascosas), tipo alma gemela...y rara vez estamos preparados para eso cuando resulta que ocurre" Tyler Montague, en un elegante y llamativo traje pulcramente blanco, corbata de organza y enjoyado con varios accesorios (se podría asumir fácilmente que era gay) hablaba con convicción absoluta ante su cámara, representando con estilo su sermón sobre el amor. Razonó por un momento, luego volvió a encender su cámara. "Tal vez ustedes han estado tratando de inyectarle significado a su vida, continuamente interfiriendo en sus planes del día. Algunos de ustedes son francamente afortunados, y ya entienden lo que estoy diciendo…tal vez usted es uno de esos pocos raros y afortunados que lo encuentran muy temprano en la vida. Para otros, su vida podría estar en lo más sombrío” movió un dedo "No temas. Vendrá. Las almas gemelas se encuentran entre sí. Y si bien existen muchos tipos de almas gemelas, lo que realmente todos estamos buscando es la Llama Gemela. La conexión final del amor…" Como para confirmar lo casual y lo improbable, Lily, muy atractiva, vestida en un traje ejecutivo de Armani, entró al estudio de Soulemetry de Tyler en ese momento. Aunque parecía completamente fuera de lugar cuando entró, se adueñó de la sala y se dirigió deliberadamente hacia Tyler, tomando su rostro entre sus manos y besándolo profundamente y conmovedoramente en la boca. "Bebe...estoy a punto de apoderarme de esa empresa de Internet que ya ha sido cortada y puesta de rodillas" Lily habló con orgullo y entusiasmo "Deséame suerte"

"Si ellos supieran que solamente eres una gatita" Tyler miró a su esposa con adoración. Ella le acarició cariñosamente y suavemente, entonces rápidamente puso cara de concentración…y salió a ganar. Tyler volvió a su sala de edición donde estaba narrando otra de sus muchas historias sobre las almas gemelas, para su episodio semanal en la web de Soulemetry, cuando Elena entro al lugar. "Es todo tuyo" dijo Lily acariciando el brazo de Elena, mientras salía. Tyler saltó dramáticamente "¡Preciosa! Espera que escuches esta historia…" pero se detuvo tan pronto vio la expresión triste de Elena "O tal vez no. Vamos, gatita. Necesitas un trago” A Elena le encantaba ver el rostro de Tyler. No sólo era atractivo, su rostro era infinitamente agradable con su mandíbula cuadrada, cabello perfectamente rapado y sus ojos color gris azulado que irradiaban amor, calidez y humor, y que estaban constantemente centelleando como si recordaran una broma. No importaba lo que estuviese pasando en su vida al momento, cuando estaba con su mejor amigo en todo el mundo sentía que se desvanecían todas las barreras, como si todos los papeles que desempeñaba en su vida, esposa, madre, mano derecha del pastor, administradora de la iglesia…todo desaparecía y ella podía ser simplemente Elena. Tyler llevó a Elena a su lugar favorito del jardín, a lo que él llamaba su santuario…para su amada religión… Soulemetry, la cual había fundado hacía diez años. "Soulemetry…" Tyler le había informado tanto a ella como a Barry hacía varios años "…es una filosofía…una religión si se quiere…con base en la premisa de que hay un alma gemela para todo el mundo ahí afuera y es mi vocación ayudar las personas a encontrar la suya ¿Que es más importante que el amor, Elena?" le había preguntado en aquel entonces "El amor verdadero" Había conocido a Tyler justo después de que ella y Barry habían comenzado a salir, quince años atrás. Tyler también había asistido a la Real Academia con una beca. Era muy conocido en el campus y tenía una reputación universal de excelencia en lo académico y en simpatía. Todo el mundo parecía conocerlo y todos los que le conocían lo amaban, o al menos eso le parecía a Elena. Ella había estado encantada de colaborar con un papel en el reparto de una obra de teatro contemporáneo que Tyler estaba dirigiendo. A los pocos días, ella y todos los demás, descubrieron que Tyler era un genio. Él era sin duda el alumno más talentoso en sus círculos, un brillante actor, cantante fenomenal y el mejor director con el que alguno de ellos hubiese trabajado. Tenía el fuego, la pasión y el deseo de hacer algo grande.

Así que fue casi devastador, tanto para Elena como para Barry, cuando se encontraron con él varios años más tarde en Los Ángeles, después de haberse trasladado desde Nueva York, descubrir que Tyler había decidido renunciar a todo. Tyler se había mudado del Oeste dos años antes que Elena y Barry. A los pocos meses había encontrado la manera de entrar en el engranaje de la máquina de entretenimiento en Los Ángeles, y una vez más se había establecido de la noche a la mañana, con una cantidad notable de éxito en muy poco tiempo. Estaba claro para Elena que Barry no podía dejar de envidiar el éxito de Tyler, a pesar de que trataba de actuar tan amablemente como podía ante la buena fortuna de Tyler. La carrera de Barry había ascendido a poco más de una audición tras otra no correspondida, mientras que Elena trabajaba a tiempo parcial y cuidaba de Nash, esperando que Barry consiguiera un papel remunerado. Escatimando y ahorrando desde el principio, Elena aprendió el arte de la elaboración de presupuestos para su hogar y mantener los gastos dentro de los límites de lo muy poco. Ella volcó su alegría en Nash y trató de mantenerse lo más positiva que pudo con Barry sobre su carrera. Incluso después de que Tyler le había pasado a Barry todos sus contactos, Barry no fue capaz de alcanzar sus pasos. Tyler era todo lo contrario. Esto era natural para él. Papeles, ofertas…todo lo que un artista aspiraba, simplemente caía en su regazo. Así es que cuando Tyler se sentó junto a ellos después de una larga cena y varias botellas de vino, para explicarles que había tenido una epifanía y que este tipo de material de entretenimiento, simplemente no lo llenaba, que ya no le movía de ninguna manera, y que ya no podía hacer que su trabajo de vida fuese simplemente todo esto" completamente ridículo, agitado, llevado por un camino nada serio, con mentiras..." ellos no pudieron evitar mostrarse sorprendidos. "Pero ¿qué vas a hacer?" le había preguntado Elena. "Sí" había agregado Barry, aunque Elena había notado una marcada aspereza en su tono "¿Cómo diablos vas a llevar la comida a la mesa, Ty?" "Soulemetry" Tyler había contestado sencillamente, pero con convicción "La religión del amor" Ambos fueron tomados por sorpresa. En cuestión de semanas, Tyler había comenzado la práctica de su religión Soulemetry en el sótano de su casa y diez años más tarde tenía una lista de clientes que rivalizaba con cualquier estudio que dirigiera Rolodex, junto con el entorno maravilloso y sereno hecho a

mano, para su tienda de almas apreciadas; cuyo interior estaba cubierto de todo artefacto concebible para las almas gemela, tallado de modo antiguo y estatuas como emblemas que Tyler había creado. El exterior era tan idílico, lleno de rosas…la rosa es "la flor del amor"… de todas los tipos, cepas y variedades, junto a columnas de mármol, enrejadas con azulejos y tejidos ondulantes, todo ingeniosamente elegido para crear una sensación de armonía, paz y serenidad, ya que a Tyler le gustaba recordarle a todos "Sólo cuando el corazón se calma a sí mismo, está preparado para permitirse amar" Fue igualmente impactante que Tyler, de quien todos creían que era gay, regresara de París, la ciudad del amor, en una de sus muchas “caminatas del amor”, con un amor extremadamente fuerte y totalmente inesperado en su vida: Lily Aubergine. Alta y delgada, infinitamente elegante, Lily era de origen francés, pero con un acento muy americano del Norte de Maine. Ella era tan fría como Tyler era de cálido, tan competitiva como Tyler era de generoso. Mientras los ojos de Tyler emanaban calidez, los de ella brillaban intensos con la necesidad de ganar. Igualmente desconcertante tanto para Elena como para Barry, era que Lily no quería tener hijos. La única obsesión en la vida de Tyler era tener un hijo. Desde el nacimiento de Nash, esa había sido la otra constante de la que Tyler había hablado, hasta que Lily informó a todos en la fiesta del cumpleaños número dos de Nash, que ella planeaba considerar a Nash como el hijo que nunca tendrían. Había sido mucho tiempo después de que todos los demás invitados se hubiesen marchado, de que Nash se había metido en la cama, y los cuatro estaban terminando el champán cuando Lily le informó a Tyler, como si estuviese presentando un informe "No tengo ninguna intención de arruinar mi figura con la maternidad. Además, no tengo tiempo para los niños chillones. Ya trato con ellos todo el día en la oficina” Barry y Elena salieron esa noche aterrorizados de que Lily hubiese "desgarrado su corazón", como Barry había dicho, pero cualquiera que fuese su unión, eso sacaría lo mejor de los dos. Claro que ella era tan dura como un boxeador de la calle en la negociación de contratos, pero cada vez que estaba cerca de Tyler se suavizaba hasta el punto de que parecía ser una persona totalmente diferente. Y Lily sacaba de Tyler la locura de un "amor que no se apagaba" como él lo describía…"Mi necesidad de estar con Lily sustituye cualquier cosa que hubiese conocido. Quien lo hubiese imaginado" Elena nunca pudo creer totalmente en el Soulemetry de Tyler. Como Barry decía, eso era un poco "fuera del amor infantil hippie" Y si hubiese sido alguien más que su mejor amigo, probablemente habría pensado que simplemente todo eso eran tonterías. Sin embargo, siempre se encontraba a sí misma desconcertada por la transformación que sucedía en ella, cuando se sentaba en el santuario de Tyler. Su sentimiento de exaltación probablemente rivalizaba con lo que la mayoría de las personas se refería a una experiencia religiosa, y

ciertamente se sentía más espiritual en los Jardines de Soulemetry de lo que se sentía en la iglesia de Barry. Eso siempre había sido demasiado irónico para ella, pero hacía mucho tiempo que había renunciado a tratar de averiguar qué era exactamente o por qué. Tal vez nunca lo entendería. Pero al igual que Tyler, aceptaba que esos sentimientos cálidos y muy acogedores eran como un regalo y aceptaba a Tyler y sus atavíos al pie de la letra. Era totalmente desconcertante para ella, que los dos hombres más importantes de su vida fuesen predicadores de filosofías, que estuviesen en los extremos opuestos de la espiritualidad. "Mujer hermosa" dijo Tyler, tomándola de la mano "Lo siento mucho" Ella lo miró, tratando de no llorar. "Sé lo doloroso que es para ti" "Tyler, sabes…me siento como...me siento como..." Elena se sonó la nariz "Tengo que estar haciendo algo mal…" "¡Deja de hacer eso!" Tyler negó con la cabeza, furioso "Esto no es tu culpa" Él se detuvo, respiró profundamente y exhaló "Creo que ya te he dicho esto un par de veces, pero, tal vez…sólo tal vez…esto es una señal" Elena sonrió con tristeza "Bueno, esa es la razón por la que hemos decidido llevar a cabo la adopción. Pero no te preocupes, Tyler. Vamos a seguir intentándolo" Él la miró, sonrió con nostalgia y sacudió la cabeza "Por favor, no creo que debas hacerlo" "Pero, por supuesto que lo haremos. Sólo...ya sabes, por si acaso" dijo con tono resignado "Lo que se tenga que hacer" "Bueno, ya sabes, mi amor, estoy siempre a tu disposición" Tyler sonrió dulcemente, y luego se inclinó para darle un abrazo suave. Cuando se separaron, ella pudo ver que él estaba muy emocionado "Mira, yo quiero lo mejor para ti, mi ángel exquisito" "Gracias" Se sentaron en silencio por un momento, ambos reflexionando sobre sus propios deseos para el futuro, hasta que Tyler los saco a ambos de eso.

"Yo lo sé mejor que nadie ¿no?" la miró fijamente a los ojos "Todo por lo que has pasado... por Dios, entre tus implacables padres y las cruzadas cristianas de Barry…" Elena le dio a Tyler una mirada penetrante. Él levantó las manos "Está bien…no iré por allí. Sin embargo, lo juro por Dios, Elena, esto es un testimonio de tu fuerza… ¡o de tu completa locura! De cualquier manera…" "Tyler, por favor. Además, Nash necesita…" "Nash tiene quince años, él va a estar bien. Barry tiene lo que siempre ha necesitado, la completa adulación de la iglesia. Así que lo que quiero saber es ¿qué hay para ti?" Le guiñó un ojo. Elena sonrió. "Vamos... dame tu mano" ella se resistió al principio, pero Tyler tomo con cuidado una de las manos, la sostuvo durante un largo rato. Cerró los ojos, comenzó a sintonizar, pero antes de que hubiese conectado totalmente con su "comité" como se refería a su comunidad de espíritus, declaró "Te lo he dicho miles de veces y te lo digo una vez más, él NO es tu Llama gemela con su pequeña y tonta congregación…" Tyler se detuvo súbitamente. Con los ojos todavía cerrados, trazó un dedo sobre la palma de su mano, y luego se sentó de golpe "Bueno, parece que... esta cosa de la adopción puede ser la entrada...definitivamente alguien entrara a tu vida" El sacudió la cabeza con asombro, abrió sus ojos y miro fijamente los de ella "De una manera extraordinaria" Elena recogió su mano y respondió con ironía "Si. Un... ¡un bebé! Oh, Tyler, me encanta todo esto que haces...sabes que yo... pero no estoy segura que yo…" "Oh, pero no se puede negar lo que veo aquí. Tu destino está por suceder, te guste o no, así de fácil. Incluso tú, Elena la intratable, no eres rival para tu propio destino"

****** Elena había estado caminando por el parque por un buen rato, finalmente liberando toda la emoción reprimida, toda la ira contra Millie, Barry…por todo. Le había hecho mucho bien ver a Tyler. Siempre era así. Pero después de haberlo dejado, lo último que quería hacer era volver a casa. No quería ver a Barry. Tampoco le importaría no volver a la iglesia, aunque tenía un montón de papeles esperándola allí. Estaba harta de eso. Harta de todo. Realmente necesitaba decirle a Barry que ella tenía que terminar con eso. Odiaba la actitud mecánica y desesperada de los ciclos de fertilidad, tener que mantener relaciones sexuales

cuando ella estaba ovulando, una carrera contra su propio reloj, con la esperanza de que la baja producción de esperma de Barry, de alguna manera aumentaría, tomando medicamentos o vacunas. Y entonces allí estaba Tyler. Como él dijo, esto tenía que ser lo mejor para ella. Cada vez que llegaba su período, se sentía abrumada por la pena. Era simplemente demasiado tener que soportarlo después de...de todo lo que habían pasado. Después de haber perdido tanto. No podía soportar pensar en ello un minuto más. Ya no podía pasar por eso otra vez. Ahora simplemente respiraba la belleza del parque. Cuánto le gustaba este lugar. Gracias a Dios que lo había encontrado desde hacía varios años y había estado viniendo aquí desde entonces. Era el único lugar donde podía oír sus pensamientos, sentir lo que estaba sintiendo, sin tener que hacer frente a una necesidad, a una pregunta, a un deber-hacer, una constante en ella para todo ¿Por qué no maduraban todos y simplemente cuidaban de sí mismos…al menos por unos cuantos minutos del día?

******* Ella se sentó, respiró profundamente y dejó que su respiración se calmara. Una hermosa puesta de sol estaba por aparecer. Un tono melocotón se enredaba entre los bordes del azul índigo. Al fin otro día pasaba, a Peyton se le puso la piel de gallina. Era algo tan hermoso. Como un bálsamo de tranquilidad. Bajó la mirada hacia su mano y miró nuevamente, por enésima vez hacia el objeto que su madre le había dado la noche en que murió. Todavía no entendía lo que se suponía significaba. Mirándolo mientras lo giraba, era un anillo extraordinariamente adornado con un marco de oro y un gran zafiro azul que brillaba con la puesta de sol. Ella nunca lo había visto, ni siquiera había escuchado a su madre hablar de eso. Conocía cada artículo de las joyas de su madre, porque a Carolyn le encantaba hablar sobre el valor de las cosas y le había enseñado a Peyton esa lección desde el principio de su vida "Querida, la única manera en la cual se puede juzgar que se ha tenido éxito, es aplicarle algún tipo de valor" tener algo de valor era un elemento esencial para la madre de Peyton y tratar de que Peyton no se resistiera a esta ecuación, eso había quedado impreso en su mente. De repente se dio cuenta de que no estaba sola en esa área del parque. Apenas podía distinguir el color rojizo del suéter, pero alguien estaba sentado al otro extremo de su otro banco favorito.

******* ¿Había escuchado algo? ¿Qué era? Elena no sabía por qué, pero se sintió obligada a girarse. Casi le dio miedo al principio, pero luego se dio cuenta de que una persona estaba sentada al otro de su otro banco favorito. Una mujer con saco oscuro estaba sentada allí. Se preguntó qué le había traído hasta este parque, en este mismo momento. Era otra persona solitaria que venía aquí para escapar de su vida. Peyton apenas podía distinguir los rasgos de la mujer. Étnicos, de alguna manera ¿Medio Oriente? ¿India? Sea cual fuese la nacionalidad, Peyton podía leer el dolor, la frustración, una perturbación con el mundo ¿Dónde la había visto antes?...le era familiar ¿Podía ver la mujer que Peyton la estaba mirando? Peyton se dio cuenta que ella le había estado estudiando por algún tiempo. Como si le respondiera, la cabeza de la mujer se movió un poco en reconocimiento. Elena miró a los ojos de la mujer, tanto como le permitía la penumbra que iba creciendo. Sus miradas se mantuvieron durante un incómodo y largo momento. Elena sintió de alguna manera como si el tiempo se hubiese detenido. Peyton se sentía como si estuviese en un nivel diferente de conciencia. Sacudió la cabeza y pensó que realmente necesitaba descansar más. Acaso ella siquiera sabía que la había estado mirando, se preguntó Elena. Peyton no estaba segura si la mujer la miraba a ella o más allá, pero de repente se sintió muy incómoda. Se levantó y se dispuso a irse. Comenzó a caminar hacia la dirección opuesta, pero por alguna razón se volvió a mirar hacia la mujer. Había algo en ella. Peyton se volteó. Los últimos rayos del sol golpearon en sus ojos. Elena se puso de pie y miró a la mujer que se volvía en su dirección, pero ella puso su mano sobre sus ojos y Elena no pudo distinguir su rostro. Peyton se cubrió los ojos. Al parecer, la mujer ya se había ido. Peyton se volteó y se alejó. Elena miró la figura de la mujer que se alejaba, hasta que ya no pudo verla.

"Pasamos toda nuestra vida trabajando en la misma empresa" Edith, una dinámica mujer a sus ochenta y cinco años, estaba sentada junto a su esposo, Milton, de ochenta y nueve "Pasamos uno al lado del otro cada día, durante treinta y siete años. Nunca

nos dijimos una palabra el uno al otro. El solo asentía con su cabeza y sonreía. Siempre tan agradable..." "Entonces tuve un ataque al corazón" la mano de Milton temblaba mientras tomaba la mano de Edith entre las suyas "Pensé, no tengo mucho tiempo para dejar que las cosas pasen de lado. No voy a perder ni un minuto más" "Cuando él regresó a trabajar, caminó directo hacia mí y me dijo Ya no estoy dispuesto a perder ni un minuto. No soy Fred Astaire, (actor, cantante, coreógrafo y bailarín de teatro y cine estadounidense) pero me gustaría invitarte a bailar" "Bueno, yo tampoco" Milton concordó, negando con la cabeza "Pero has venido de todos modos" Edith sonrió tiernamente "Fue el mejor día de mi vida. Nos casamos exactamente tres semanas más tarde en el Ayuntamiento. Y de inmediato, nos fuimos nuevamente a bailar un poco más” El labio superior de Milton tembló cuando anunció "Y no hemos desperdiciado ni un momento desde entonces" Edith puso su mano sobre la de él. "El corazón sabe lo que tiene que saber"

Un año más tarde Peyton estaba sentada dando golpecitos con el bolígrafo, sintiéndose excesivamente aburrida mientras el Instructor de Orientación para la Adopción parloteaba sobre las reglas y regulaciones del Estado. El instructor era alto y anguloso, y hablaba con un ritmo entrecortado, haciendo que la información fuera más difícil de digerir, en ese cuarto de Servicio Comunitario, anexo al Edificio de Crianza de Servicios de la Mujer. Siguiendo sus palabras, le pareció a Peyton, quien estaba sentada con ese calor sofocante en jeans y un suéter gris, que el sistema hacía la adopción tan difícil como era humanamente posible…y fue ese tipo de comportamiento contrario al sentido de la intuición, lo que llevó a Peyton a distraerse mientras estaba sentaba entre más de veinte extraños que compartían el concepto general de que adoptar a un niño era lo más importante que ellos podían hacer en sus vidas. La muerte de su madre y lo que Wave había descrito como "la total y doblemente vil

traición de Margaret" habían dejado su huella. Su paciencia era casi inexistente. Se sentía cansada casi todos los días, exhausta el resto del tiempo. Sólo habían pasado dos meses desde que había sentido que algo de esa especie de niebla se había desvanecido, algunas mañanas sentía que levantarse de la cama no podría ser lo peor después de todo. Rara vez se miraba a sí misma en el espejo en estos días y cuando lo hacía, lo que miraba en el reflejo le asustaba lo suficiente como para poner más esfuerzo en su aspecto. Sabía de su apariencia demacrada, cansada y descuidada. Se movió impacientemente un poco tímida, mientras miraba a las otras personas a su alrededor. Arrastrando los pies bajo su asiento, Peyton reconoció la necesidad de todas estas normas y reglamentos y la comprensión de cómo funcionaba el sistema, pero era demasiado para tomarlo en un solo día. Sintió que su mente se cerraba a los hechos y a las cifras interminables, pero luego se encontró a si misma alarmada, al escuchar del cuidado estricto que el Estado tomaba para reconectar a las familias biológicas con los niños puestos en el Sistema de Cuidado de Crianza. No podía soportar la idea de enamorarse y tener un hermoso bebé, sólo para que se lo o la quitaran en los dieciocho meses en que el Estado tenía el derecho de devolver a estos niños abandonados, a alguien de su familia de origen. No sólo eso, ellos aplicaban rigurosos intentos para hacerlo. Simplemente no podría soportar más pérdidas. Incluso le había preguntado al instructor durante la pausa del almuerzo, si por casualidad ella tendría una mejor oportunidad de conservar a un bebé si adoptaba a un niño discapacitado. Y se emocionó y se sintió enferma al oír que los niños con discapacidad rara vez se reunían con sus familias. "Ahora, me gustaría saber por qué cada uno de ustedes les gustaría adoptar" instó el instructor "Empezaremos por este lado de la habitación" Una mujer muy atractiva, de poco más de cincuenta años, sentada junto a su esposo quien tenía la mirada vidriosa, por la experiencia compartida "Mi marido y yo perdimos a nuestro hijo en la guerra la primavera pasada y tenemos una casa grande...y todo ese espacio...usted sabe, es mucho espacio..." su voz se desvaneció en el silencio. "Mi marido y yo hemos estado tratando de tener un bebé en los últimos tres años" Al escuchar la hermosa entonación del acento indio con matiz inglés, Peyton levanto la vista. Fue inmediatamente impactada por los rasgos exóticos de la mujer indígena, la nariz aguileña, las cejas profundamente exuberantes y ojos marrón oscuro que lucían tanto vulnerables como cansados. Alrededor de su hombro caía una suave y gruesa trenza caoba. Frunció el ceño y se preguntó por qué no se había dado cuenta de esta mujer anteriormente...había algo en ella. O tal vez la acababa de ver afuera, cuando tomaron la

pausa para almorzar. No...Peyton sentía como si ya la conocía y escuchó con atención mientras la mujer continuaba "Lo intentamos varias veces durante los ciclos de fertilidad, sin suerte y sinceramente, estoy agotada. Así que pensamos que quizás podríamos probar una nueva estrategia” Las expresiones de simpatía se escucharon por la habitación. "¿Y tú?" el Instructor agarró a Peyton con la guardia baja. "Oh, bueno..." Peyton se aclaró la garganta "…he querido tener una familia todo el tiempo, desde que puedo recordar...Soy soltera pero soy una escritora y puedo estar en casa todas las horas del día para un niño... y yo...yo realmente creo que puedo hacer un buen hogar para un niño no deseado" Elena consideraba a Peyton mientras hablaba. Se había preguntado toda la mañana cómo era que conocía a esa mujer, esa mujer que se veía tan diferente a la mayoría de las mujeres que conocía. Tenía un aire a su alrededor. Una actitud de mando, casi masculina pero a la vez femenina con su cabello castaño ondulado hasta los hombros. Algo en ella era bastante sorprendente, a pesar de que parecía triste y cansada. Pero ¿por qué le parecía tan familiar? ¿La había conocido en la iglesia? ¿En un evento de la iglesia? Entonces Elena se dio cuenta de que la mujer la estaba mirando directamente a los ojos y rápidamente desvió la mirada. "Siempre he querido tener un bebé..." dijo una de las últimas mujeres, una mujer que lucía tan desesperada como muchos de ellos se sentían "Oh Dios...ellos están llenos de tanta promesa ¿No es por eso por lo que todos estamos aquí, por...la promesa de un mañana mejor?" Todo el mundo miró a su alrededor, incómodos por la verdad tan cruda y la desesperación que se sentía en la habitación. Elena, empezó a llorar, recogió rápidamente su bolso y salió de la habitación. Peyton se dirigió a su coche, pero al pasar junto a una camioneta Sierra de color rojo, se dio cuenta de la alta y muy hermosa mujer india que se afanaba en buscar sus llaves. Se detuvo un momento, y estuvo a punto de seguir avanzando cuando oyó a la mujer decir con tono bajo y frustrado. "¡Maldición!" Peyton expresó "¿Todo está bien?"

Cuando la mujer se volteó, Peyton pudo ver que tenía los ojos enrojecidos y un poco hinchados. "Hey... lo siento. No era mi intención asustarte” Elena trató de recomponerse. Se sentía humillada. Había pasado los últimos veinte minutos llorando en el baño de mujeres. Todo esto era tan desesperante, y le hizo sentir su propia pérdida. Le tomó todas sus fuerzas evitarse a sí misma seguir por ese camino…simplemente no podía…o le golpearía una depresión paralizante. Tan pronto como pudo ser capaz de recomponerse, se había apresurado hacia su coche, pero entonces... "No...No puedo encontrar mis llaves" Peyton señaló con cautela por encima del hombro de Elena, hacia las llaves que estaban sobre el techo de la camioneta de Elena. Elena, dándose cuenta de que sin querer las había dejado allí, negó con la cabeza y volviéndose hacia Peyton, se encogió de hombros y sonrió. "A mí me pasa todo el tiempo" Peyton sonrió con simpatía, luego se aclaró la garganta, tímida, pero preocupada "No quiero entrometerme, pero... ¿estás bien?" "Uhmm...sí. Yo...” suspiró "Es sólo que esto es un poco abrumador" "Si... lo sé" Sus ojos se encontraron. Elena sonrió tímidamente y luego ambas permanecieron de pie torpemente, preguntándose a dónde llevarían la conversación o la dejaban allí. Peyton comenzó a alejarse, pero Elena se lo impidió con un "Espero que no te importe que pregunte...te escuché antes... ¿por qué quieres hacer esto sola?" "Bueno, no había sido el plan" murmuro Peyton, sin saber que tanto compartir "Pensé que podría hacer una diferencia...de alguna manera...sabes que, es realmente una larga historia" "Eso está bien…tú eres la escritora" Peyton sonrió "Si... ¿Qué hay de ti?" "Yo...bueno, yo solía ser fotógrafa. Quiero decir que todavía lo soy..." Elena se dio cuenta

de lo insegura y tonta que debía sonar. Se aclaró la garganta "Acabo de empezar a buscar trabajo" Elena miró a Peyton un momento, a punto de preguntarle algo, pero no lo hizo. Peyton se sentía nerviosa. No estaba segura de qué decir, pero se las arregló para preguntarle "Entonces... ¿Tienes una tarjeta de presentación?" Elena se sintió tímida de repente "Sí, la tengo, de hecho. Está en alguna parte" busco en su bolso, encontró una tarjeta que parecía arrugada y posiblemente, la última tarjeta de presentación en el planeta. "Está un poco vieja" ambas sonrieron. Peyton tomo con cautela la tarjeta de la mano de Elena y le entregó otra a cambio. El teléfono de Elena sonó "Oh Dios mío, el deber llama. Yo…realmente debo llegar a casa" "Sí... yo también" Elena le tendió la mano, pero decidió que era demasiado formal, y justo cuando iba a abrazar a Peyton, Peyton le extendió una mano para estrechar la de Elena. Ninguna sabía que era lo más apropiado y ambas sonrieron torpemente y rápidamente hicieron su salida.

****** Peyton entró a su área de trabajo, dirigiéndose hacia su escritorio para revisar su correo y de repente se dio cuenta que no estaba sola. Se volvió para ver a Margaret, caminando de manera provocativa, con aspecto muy atractivo en sus vaqueros ajustados de color negro y una escotada blusa verde bosque. Estaba contenta y sus ojos brillaban mientras sostenía dos entradas "Bonnie Raitt" Peyton apretó la mandíbula. "Y...pases especiales para la fiesta" ronroneó. Peyton continuó quitándose la chaqueta, llegando hasta el lugar donde leía el correo sobre su escritorio y miró a través de él. Sintió a Margaret llegar a su espalda. "Sé que todavía estoy en periodo de prueba...pero ¿qué tanto hace un poco...?" Margaret deslizo un dedo por el cuello de Peyton, luego se movió para darle un beso "¿...de daño?" La falta de atención de Peyton no desanimó la seducción de Margaret en lo más mínimo.

******** Barry besó a Elena, larga y apasionadamente, mientras trataba de hacer el amor con ella. Sintió sus fuertes manos moviéndose suavemente a los lados de su rostro, tratando de evitar sus ojos mientras él seguía besando sus mejillas, sus párpados, actuando tan diligentemente para cortejarla. Sabía que él estaba tratando, haciendo todo lo posible para conectar con ella ¿Por qué no podía darle lo que él quería? ¿Por qué se sentía tan vil forzar algún tipo de pasión? Ella tocó suavemente su mejilla, pero lo único que sintió fue apatía. Aturdimiento. "Bebe... ¿El?" Elena miró sus intensos ojos azules. "¿No deberíamos?" "Lo siento" "Hey... si no quieres hacerlo..." Y entonces él siguió su mirada, hacia el marco de la imagen de un bebé recién nacido. Sarah. "¡Oh, Dios, El! Lo siento mucho..." rápidamente se bajó de su cuerpo, moviéndose a su lado "Cristo, no puedo creer que olvidé qué día es hoy" El negó con la cabeza y en sus ojos ella vio el mismo dolor que ella sentía reflejado en ellos. Después de todo, ambos habían perdido a su hija. Los dos habían sentido el enorme dolor. Este dolor no pertenecía sólo a ella. Y cuando sintió el repentino impulso de borrar la agonía de los recuerdos, también sintió la imperiosa necesidad de consolarlo. Tiró de él hacia ella. Se miraron el uno al otro durante un largo momento. "¿Estás...estás segura, El?" susurró Barry, pero ella podía escuchar la necesidad quejumbrosa de su voz. Ella asintió con la cabeza ligeramente. Lo sintió duro contra ella, como lo había sentido durante tantos años, lo sintió entrar en ella, sabía con precisión la forma en que iba a penetrarla, conocía el ritmo exacto, los cinco a siete minutos que él tardaba para alcanzar el clímax y sabía la manera en que sus piernas temblaban al segundo que se corría. Era algo reconfortante saber que por lo menos alguien lo lograba completamente. No consideraba esto como una intimidad. Era más parecido a los soldados heridos en el campo, atrapados en una trinchera vacía, su camaradería era el único vínculo con la supervivencia.

Independientemente de lo que eran el uno al otro, estaban juntos en esto. Ellos estaban enlazados por algo más que esta vida. También estaban enlazados por la muerte. Cuando su respiración se volvió entrecortada, ella cerró los ojos y después que él se corrió y se apoyó contra ella, le acarició la cabeza hasta que sintió la respiración tranquila de su sueño. ******* La voz de Margaret estaba sedosamente ronca "Realmente no sé por qué no podemos hacer otro intento. Ya te he dicho que lo siento. Te lo he dicho una y otra y otra vez...me equivoqué” Peyton trató de liberarse a sí misma de las garras de Margaret. "Sabes que amaba a tu madre...pero te rogué que la dejaras ir. Y no lo hiciste. Maldita sea Peyton, yo...yo me sentía sola" "La soledad la entiendo. Erin es harina de otro costal. Wave también está destrozada” "Cristo, Peyton, estás bromeando ¿no? Wave no tenía nada que ver con Erin…" Margaret sacudió la cabeza, retomando su mirada sardónica "¿Cuántas veces le debe tomar saber que no debería dormir con las personas que contrata para ayudarla?" Peyton suspiró. "Solo porque ellas hayan terminado, no significa que nosotras lo hagamos. Hemos tenido seis buenos años…yo diría que muy buenos” Margaret bajo la voz y suavemente comenzó a desnudar a Peyton, inclinándose para besarla "Mira. Tú todavía quieres un bebé...y yo todavía te quiero a ti" Peyton se suavizó momentáneamente. También se sentía sola. Había pasado tanto tiempo desde que alguien la había tocado y bueno, al menos con Margaret, ella sabía en lo que se estaba metiendo. Tal vez... tal vez sólo por los viejos tiempos...

Tres semanas más tarde "Apagado, apagado, apagado" Peyton susurró en voz baja "Apagado, apagado, apagado" Y así estaba. Había estado revisando, dos y tres veces hasta comprobar las perillas de la estufa durante los últimos veinte minutos…

Oh y había una mancha de suciedad en la encimera… Peyton caminó hacia sus tres pares de guantes de goma (el verde para los platos, el azul para el trabajo de la encimera, y el amarillo…bueno, porque le recordaban a su madre) cuidadosamente puestos para que no se mojaran por dentro (si lo hacían, tendría que dejar esos guantes y empezar con otros nuevos) y tomó una esponja. Comenzó furiosamente a fregar. Fregaba, maceraba, escarbaba, real o imaginariamente hasta que… "¿Hola? Soy yo ¿dónde estás?" "Gracias a Dios" grito Peyton, mientras seguía en su trabajo de fregar "Estoy aquí…en la cocina" Wave entró con una botella de vino y se sentó sobre el mostrador de granito y luego se movió directamente delante de Peyton. Wave la tomó por los hombros, la enderezó y luego le quito los guantes de cada mano con delicadeza. "¡Maldita sea!" Peyton sonrió con tristeza "He estado atascada en un círculo" Wave sonrió con compasión, sosteniendo el vino "Con fines medicinales, naturalmente"

****** Elena estaba terminando de lavar los platos, cuando Tori se encaminó, con aspecto un poco perdido. "A Nash le gustaría un aperitivo…en realidad un kilo de galletas de chocolate fueron sus órdenes…porque al parecer su cerebro requiere de ellas para que funcione a su máxima capacidad" Elena consideraba a Tori mientras esta se dirigía al mostrador, agarrando un plátano, pero sin pelarlo. Vestida con una falda a cuadros, chaleco rayado, guantes de nudillo plisados y su omnipresente lazo, ella era, bueno, toda Tori. Elena era la última en entender la moda estadounidense en ese universo adolescente, ya que la mayoría de ellos parecían lucir ridículos con un intento sobreexcitado de individualismo. Pero, de alguna manera Tori lo había logrado. Ella definitivamente era única en su tipo. "¿Te has dado cuenta que los seres humanos profieren alrededor de 124.000.000 palabras en toda su vida?...sólo me preguntaba cuántas de ellas son promesas vacías"

Pero Elena pudo ver a través del truco de Tori. "¿Es tu papá?" "Promesas el próximo fin de semana. Promesas el pasado fin de semana. Todo lo que tengo que decir es que sólo debe dejar de abrir la boca. Hacerse cargo" "Cariño...lo siento" Elena abrazó a Tori, luego levantó su barbilla para ver sus ojos marrones de cachorrito "¿Y tu mamá?" "Haciendo su cosa de permanecer-en vela-toda-la-noche" Habían pasado meses desde que Elena había visto a alguno de los padres de Tori, pero eso no era inusual. Su padre era, en el propio lenguaje vernáculo de Tori, un megagenio…que fue de donde saque mi aptitud para la retención y trabajaba como técnico de sonido, a lo que Tori se refería como música muy mala de chico blanco. Pero por alguna razón, eran una banda de rock muy popular, y rara vez estaba en casa. La madre de Tori se parecía mucho a su hija, hermosa, pero frágil y muy nerviosa. Era un pintora conocida por pasar tres días seguidos encerrada en su ático, olvidando incluso que tenía una hija. Cuando estaba presente, era una mujer encantadora y muy divertida, a pesar de sus constantes hábitos y tics nerviosos, pero ambos Elena y Barry estaban preocupados de que ella estuviese potencialmente en el límite y dirigiéndose directamente hacia una enfermedad mental muy seria. Al principio, tanto Elena como Barry consideraron las opciones de Tori, cuando se había convertido en la mejor amiga de Nash, cuando ellos tenían seis años y Tori había defendido a Nash de un chico que quería maltratarlo en el colegio, no con violencia, sino hablándole fuertemente, tan rápida y furiosamente que el chico-maltratador tuvo que correr a través del patio del colegio, humillado. En aquel entonces el padre de Tori estaba trabajando en la ciudad y cuando estaba en casa era un gran padre. Pero cuando volvió a la carretera por su trabajo, no sabía si ir a Servicios sociales de Niños, hacer una intervención a la madre de Tori o alguna otra acción…hasta que un día Nash tomó la decisión por ellos, a los nueve años, cuando simplemente dijo "Tori es mi mejor amiga. Ella debería vivir aquí” Debido a que los dos ya eran inseparables, realmente fue la solución más viable y la que causó la menor cantidad de dolor en la transición. Tori simplemente se convirtió en parte de la familia y se comprometía con su propia familia cuando estaban a su disposición. Ella aún dormía en su casa la mitad del tiempo, que estaba a varias cuadras de distancia y la otra mitad del tiempo dormía en lo que había sido la habitación de Sara, que había permanecido intacta durante años. Elena encontró saludable crear una habitación de dulce niña para Tori,

porque para Elena, Tori era prácticamente su hija y además, también tenían una magnífica amistad, compartiendo la moda, "cosas de chicas" como Nash se refería a ellas y muchas largas conversaciones. Tori la hacía reír más que nadie que conociera y amaba la comodidad de su relación, aunque habían momentos en que Elena se preguntaba si Tori, con su sabiduría innata, no sería la más sabia y mayor de las dos. "Sabes que esta es tu casa" le dijo Elena "Durante el tiempo que lo necesite ¿sí?" "Gracias Mamá Oso" Tori se acurrucó para darle otro abrazo, luego se levantó y agarró unas galletas "Bueno, tengo que llevarle éstas a Nash, ya sabes cómo se pone ¡Es como una dosis!" Tori toco con dos dedos las venas en su parte interna del codo para dar énfasis a lo dicho. Elena sonrió mientras continuaba ordenando. Tomó una pila de papeles viejos y los tiró a la basura. Una tarjeta solitaria cayó al suelo. Elena se inclinó para recogerla. Le llevó un momento, pero entonces recordó. Se quedó un largo rato estudiando la tarjeta, luego se encontró a sí misma sonriendo. Estuvo a punto de tirarla en el bote de basura, pero en último momento se detuvo y la puso al lado de su ordenador portátil.

******** Peyton y Wave se sentaron con sus vinos, junto a la piscina, por el cobertizo relajándose en el crepúsculo. Habían hablado durante horas y el sol acababa de ponerse y Peyton estaba empezando a sentir una sensación de liberación. "¿Crees que es peor, debido a todo el estrés adicional al que has estado expuesta?" "¿Cuál estrés adicional?" "Oh...No sé, el funeral de tu mamá, las continuas mentiras de Margaret, esa apretada fecha límite que tienes e insistiendo en hacer el proyecto que quieres hacer...pero que no has podido lograr. Todo ese estrés" "¡Mierda! odio esto. Creerías que se cómo vencerlo" sonrió Peyton "Desde que escribí el libro y todo eso" "Médico, cúrate a ti mismo" murmuró Wave "Cariño, creo que es genial que escribas tus memorias, pero eso es sólo la mitad de la batalla. Vivir, luchar con ese TOC, no se desaparece una vez que te das cuenta que lo tienes. Tú misma lo dijiste, es una condición permanente…algunos días son mejores, algunos días son peores...y ahora es tu trabajo

encontrar la mejor manera de vivir con ello. Pero te he conocido desde siempre, e incluso si entras en remisión ahora y siempre..." "Sí, pero…" "No, realmente, Lombard. En el funeral de tu madre parecías una piedra…lo supe en el momento en que te vi…la inquebrantable sra De Granito…sería sólo cuestión de tiempo antes que te quebrantaras. Y en mi opinión, incluso considerando la chica psicópata que te engañó con mi novia…bueno, incluso ese entretenido nanosegundo que no tenía nada que hacer con ella, es ridí…” "Wave, mira" Peyton suspiró sin saber cómo se sentiría ella acerca de su reconciliación con Margaret "Nada está escrito en piedra...y sabes muy bien que no todo fue culpa de ella. Yo estaba completamente perdida, una vez que mi mamá se enfermó" "Eres demasiado indulgente" Wave se consideraba su mejor amiga "No sé por qué estás tratando de procrear con ella de todos modos ¿Ya has visto la película del bebe de Rosemary?” "¿Por qué crees que quiero adoptar...Oh, Dios mío, viste cuan loca me puse con los intentos de fertilidad?" "Por el amor a los dulces de chocolate, por favor, no me hagas pasar por eso otra vez" "Eso es lo que estoy diciendo. Con mi OCD no me atrevo a quedar embarazada...y con Margaret…al menos...bueno, somos compatibles" "Compatibles... ¡Correcto! ¿Al igual que Tom Cruise y Katie Holmes? ¡Al igual que Keith Olberman y Bill-O!" Wave estaba realmente disgustada "Lombard, te conozco desde la secundaria. Estabas con ella porque era seguro. Había tanta pasión entre tú y ese demonio de mujer, como en una jodida galleta de arroz. Las galletas de arroz están muy bien, pero no quiero una en mi vagina y creo que tú tampoco…" Peyton no pudo evitarlo, se rió y señaló a Wave. "Lo sé, lo sé... así es que puedo correr a través de ellos, como calcetines en un cajón" Wave tomó otro sorbo de vino "Pero al menos puedo sentir. Alto, bajo, como idiota y todo bueno y esa mierda. Y algún día, vas a tener que exponer tu corazón, así que también podrás sentir todas esas sensaciones maravillosas” Peyton no estaba convencida.

Peyton se apoyó en el brazo de su querida amiga. Se sintió segura por primera vez esa noche. "Caramba... ¿qué voy a hacer contigo?"

********** Hola Peyton, te conocí en el… Elena lo considero, elimino la frase y comenzó de nuevo. Hola Peyton, Soy la persona con quien fuiste tan amable, en aquella reunión de Orientación de la Adopción. Gracias por ayudar a una perfecta desconocida. Espero que estés bien. Elena Winters Elena se tomó un momento, tratando de pensar en una buena razón por la que querría acercarse a esta mujer. Soñó despierta un momento, pensando en la mujer que era tan imponente y tan amable a la vez. Sí, es que ella era tan encantadora, decidió Elena. Pero, ¿qué estaba pensando? ¿Acaso su vida aún tenía suficiente espacio para un poco de convivencia? Las posibilidades de que regresara a la Organización de Adopción eran casi nulas…ya había encontrado otra organización relacionada a la iglesia más cercana a su casa, y ella…bueno, en realidad no había ninguna razón para enviar este correo electrónico. Elena tenía un poco de curiosidad, preguntándose por qué sentía esa....bueno, esa firmeza de que debía enviar el e-mail. Tal vez porque la mujer había sido tan dulce y quería agradecerle ese día por su calidez y amabilidad. Pero, cuál era el punto…había pasado casi un mes y parecía bastante al azar agradecerle tan tarde. La mujer probablemente ni siquiera la recordaría. Escuchó a Nash y a Tori que regresaban del cine. Volvió la vista hacia el correo, iba a eliminarlo pero en vez de eso pulsó Enviar.

********* Peyton estaba de pie en la escalera de mano, en medio de su enorme armario excavando a través de la ropa, cachivaches y chucherías, mientras buscaba y rebuscaba la caja que había estado cazando específicamente la última hora. Había pensado que tenía completamente organizado todo desde el año pasado, mirando por encima de las cajas de cartón cerradas con etiquetadas de Fotos de Mamá, Papeles de Mamá, Ejército de Salvación, Objetos de Recuerdo, pero ahora se daba cuenta que ella había estado tan acongojada que había hecho toda la limpieza en piloto automático y que solo ahora empezaba a recordar en donde realmente estaban las cosas. También sabía que no había mirado hasta ahora, porque no podía haberlo manejado. Peyton finalmente vio la caja marcada con PROYECTO DE MUJERES CON PRESTIGIO, pero antes de bajarlo, vio la caja de pino especial hecha a mano que contenía el juego de Te Biltmore Vanderbilt de su madre. Ahora ¿por qué lo había guardado? Realmente debería ponerlo en el comedor y utilizarlo. Aunque era un poco refinado para el gusto de Peyton, los grabados azul cobalto y oro eran hermosos. Además, su madre habría querido eso, no que fuesen guardados en el armario junto con la hermosa urna griega. Por fin había esparcido las cenizas de su madre en el Este, cerca de su casa de la infancia en el estado de Maine, en la Costa, su lugar favorito de vacaciones de verano donde solía llevar a Peyton cada agosto. Peyton había estado especialmente encariñada con la encantadora pequeña cabaña con su interior rústico, hogareño y vivo. Siempre olía a mar y un poco a mosto, pero eso era lo maravilloso en ello. Se sentía viva y eran las únicas ocasiones en las que su madre no se sentía tensa con ella. Las otras veces que Peyton podía recordar que su madre aparentemente era capaz de relajarse, era en los momentos en que bebían té juntas. La única vez en que Peyton veía que los bordes tensos en la boca de su madre comenzaban a relajarse. Como si el té, o tal vez la ceremonia de beberlo, crearan un ambiente tranquilo para su madre. Peyton bajó la caja de madera, sacó y desenvolvió la hermosa tetera de porcelana y recordó ese día hacía mucho tiempo, cuando estaban jugando con el servicio de té en miniatura de Peyton. ¿Por qué la gente bebe té? La madre de Peyton se detuvo un momento para considerarlo “Bueno, ha ocurrido por siglos y es una manera muy agradable y civilizada para que las personas compartan el tiempo”

La joven Peyton pretendía ser muy civilizada, mientras bebía el té de la taza de media pulgada. “Pero yo bebo té, Peyton, porque no hay nada que una buena taza de té no pueda mejorar” Peyton pensó que esa era una lección de vida y que su madre tenía razón. Una taza de té sin duda, hacía que las cosas fuesen mejores.

**** Elena terminó el calendario de la iglesia en la mesa del comedor. Sintió su portátil detrás de ella. Se dio la vuelta. Reviso sus correos. Una vez más. Había muchos de ellos…la mayoría con solicitudes de la iglesia, pero sus ojos buscaban para ver si había algún correo electrónico de respuesta. Nada.

******* Peyton se frotó la frente, tratando de borrar los recuerdos constantes de su madre. Estaba segura de que su relación con su madre no era menos neurótica que las de la mayoría, pero su padre había muerto cuando ella era muy joven y no tenía literalmente ningún recuerdo de él, su madre se había convertido en todo para ella, incluso cuando desaprobaba en gran manera todo lo que Peyton llevaba a cabo Las damas no "hacen" deportes. Jovencita ¡quítate esos vaqueros en este momento y ponte un vestido! Peyton, aléjate de esos libros…no vas a vivir la vida leyéndola...la vives haciéndolo ¡Haz algo útil! La madre de Peyton no le había hablado durante casi un año, cuando se enteró de su decisión de convertirse en un escritora ¿Qué clase de tontería es esa, cuando tú has obtenido un promedio de cuatro puntos a lo largo de la universidad, tirarlo a la basura en este sueño tonto cuando podrías tener gran éxito en los negocios? Teóricamente para seguir los pasos de su madre, ella misma se había convertido en la Presidente de Comercio Internacional en la empresa de cosméticos de alta gama, a la que había dedicado toda su vida, encontrando afirmación en las alabanzas de sus colegas en oposición al amor de otro ser humano. Y cuando Peyton salió del closet ante su madre, Carolyn simplemente le espetó No puedo

soportar verte. Es diabólico…lo que haces... lo que... lo que anhelas es el mal, Peyton. Tú necesitas que te corrijan. Tratar de corregirse fue estar dos años en terapia y gradualmente no sin renuencia llego la aceptación de su madre. Por alguna razón, Carolyn podía manejar lo que Wave era, bien, ella es una de esa clase de mujeres…ella es diferente, ella está loca…pero ¡Tú! Y fue la paciencia infinita de Wave y su cuidado, lo que ayudo a Peyton y a su madre a encontrar una manera de regresar una a la otra…aunque fuese una narrativa muda de aceptación a regañadientes. Finalmente, simplemente nunca volvió a mencionarse. Era tolerado. Carolyn apenas conoció a Margaret y Margaret estaba tan desinteresada en la madre de Peyton, como la madre de Peyton lo estaba de Margaret. A través de su mutua indiferencia, ambas llevaron la fiesta en paz. Después de que el padre de Peyton falleciera, lo que ella apenas podía evocar, la única persona que pudo recordar con quien su madre casi había tenido un cita había sido Dennis, un ejecutivo de cuenta de la compañía. Lo más que podía recordar, era que esporádica y ocasionalmente Peyton veía a su madre vestirse y se sentía mareada cuando Carolyn le pedía su opinión ¿Qué vestido me queda mejor, Pey? ¿Éste rojo que va con mi nuevo lápiz de labios? ¿O este otro que favorece mis caderas? Y, por supuesto, Peyton no tenía ni idea de lo que estaba hablando, pero se levantaba diciéndole "El rojo, el rojo" ya que hacía que el rostro de su madre sonriera, más brillante de lo que nunca había visto. Y en esos momentos miraba a su madre tan hermosa, como una estrella de las películas en blanco y negro. El resto de las veces, simplemente parecía fuerte y amargada. Pero pronto las visitas de Dennis fueron cada vez menos y menos y finalmente, él salió de la escena por completo, a excepción de las veces ocasionales durante las vacaciones, por lo general muy tarde en la noche y a veces los domingos en la mañana. Peyton estaba perpleja de que él siempre llevara sus palos de golf durante sus visitas, cuando su madre rara vez había jugado al golf. No fue hasta mucho después que Peyton se dio cuenta de que Dennis estaba casado y que sus visitas las explicaba a su esposa como "citas de golf" y que la necesidad de su madre por algo de compañía pero sin compromiso estaba bien servida teniendo un romance con un hombre casado. Trajo la hermosa tetera a la cocina, la lavo con cuidado y luego recupero la caja donde tenía el Proyecto Mujeres Con Prestigio y la llevó a su escritorio. Extendió todos los papeles, investigación y fotos en su escritorio de la sala de estar…otra cosa a la que sabía su madre se habría opuesto. Peyton prácticamente vivía en el cavernoso salón abovedado con vigas, había transformado la gran mesa del comedor de su madre en su enorme escritorio, de modo que pudiese tener todos sus proyectos al alcance de la mano, en cualquier momento. Pero más que eso, era que Peyton podía sentirse segura en su regazo. A menudo hacia una cama improvisada de la tumbona que separaba la sala de estar con el sofá y separaba la sala

de estar de su espacio de oficinas y podía refugiarse por días en esa habitación individual, haciendo viajes a la cocina para tomar un café, té y sus comidas, por lo que también podía comer en la sala de estar. Wave siempre bromeaba con ella diciéndole "Sabes que tienes otros dos mil metros cuadrados aquí que podrías estar disfrutando...las otras habitaciones podrían sentirse rechazadas" Peyton extendió las fotos, los artículos y recortes ante ella, sintiendo que una sensación de calma la cubría. Su trabajo se había convertido en su salvación. Desde la muerte de su madre y la traición de Margaret y con su OCD acechando a cada esquina, los pocos momentos en que sentía una liberación y una sensación de perderse a sí misma, era cuando se encerraba en su trabajo. Y ahora, ahora que estaba considerando la posibilidad de adoptar, sentía renovada la fe de que la vida era prometedora, tal como la pobre mujer había dicho en la charla de Orientación de Adopción. Horas más tarde, terminó de reflexionar y releer los artículos de investigación que había reunido para este proyecto, durante muchos años después de haber escrito su libro de memorias de mayor venta. Había lanzado la idea, sin descanso, este gran libro de mesa, que había acuñado el nombre de Proyecto de Mujeres con Prestigio, el cual se dedicaba a explorar muy a fondo todas esas cosas maravillosas que hacían las mujeres. Emily, a quien Wave siempre describía como "Una parte artista, una parte ángel y ocho partes tiburón asesino" había sido la Agente de Peyton desde el inicio de su carrera. A pesar de que ella vivía en Los Ángeles, seguía haciendo todo en Brooklyn y en ocasiones su forma de tratar a los demás dejaba a Peyton sintiéndose herida "¡Querrás decir destrozada!" le había corregido Wave. Había estado sensible a este proyecto cuando Emily le había ladrado a la cara "¿Cuál es el anzuelo aquí?" "¿Anzuelo? No es como vender un Toyota, Emily" Peyton le había comentado. "Tiene que tener algún punto de vista" "¿Qué hay de las mujeres que son increíbles y que nunca nos tomamos el tiempo suficiente para ver lo que realmente son, sus defectos, sus fortalezas, todo lo que las hace tan…?" Emily bostezó con fingida exageración "Lo que sea. Son los setenta…a nadie le importa lo que hace a una mujer. Hemos ganado nuestra independencia, nuestra libertad. Follamos con quien queremos. Dame un anzuelo...mujeres célebres, o una causa…cáncer de seno…algo. No puedo venderlo con sólo 'mujeres'. A nadie le importa una mierda” Así es que mientras Peyton hacia su dinero en artículos independientes y escribiendo bajo un pseudónimo, se dedicó a reunir todo el material para hacer este libro de gran formato que sería no sólo una oda verbal a las mujeres, sino también uno visual. Nunca había

podido encontrar tiempo para trabajar en él y su madre se ponía cada vez más enferma, así que sólo se ocupaba por momentos soñando con la estructura, sea que fuese sobre mujeres de todas las edades, mujeres famosas, las que trabajaban, entonces decidió que debería ser acerca de todas ellas. Todas las mujeres. Eso hacía que el proyecto fuese tan maravilloso. Tenía montones de ideas y la investigación succionaba su cerebro como alimento y siempre había tenido el deseo de conseguirlo y después que su madre murió, no tenía energía extra para otra cosa que no fuese lo que tenía que hacer. Ahora sentía que era el momento. Tiempo para perseguir realmente esto… PING…un e-mail apareció con la dirección de un [email protected] ¿Quién demonios era? ¿Algún fanático religioso? Peyton lo envió a su bandeja de eliminados y volvió a su trabajo.

********* Elena regreso con las compras y las dejó sobre la mesa. Se acercó a su portátil, miró su bandeja de entrada, y luego negó con la cabeza, para dirigirse directamente a la cocina. Sacó todas las bolsas y comenzó a sacar la carne para las hamburguesas que le había prometido a Nash por la mañana. Meticulosamente elaboro los ingredientes especiales que ella y Nash habían inventado para "la mejor hamburguesa en un pan" como Nash la había nombrado y entonces recordó que tenía que enviarle un e-mail a Millie. Regreso hasta su computadora. Envió el e-mail a Millie y se quedó allí por un momento. Reviso su carpeta de enviados. Sí, el e-mail ya había sido enviado.

********** El teléfono de Peyton sonó. Era su agente pidiéndole que revisara su correo, ya que le habían enviado un e-mail de la revista femenina, MORE, ofreciéndole un puesto recurrente de opinión. Emily estaba enormemente emocionada y Peyton sabía que esto era una gran oportunidad para que ella se asentara; abrió el e-mail y tuvo que estar de acuerdo en que la oferta era generosa, no tomaría mucho tiempo del proyecto en el que estaba comprometida y les envió su Curriculum Vitae y datos adjuntos. Mientras estaba sentada y leía otro correo entrante, sintió que algo le molestaba. Tan molesto como si hubiese perdido algo. Miro a través de todos sus correos electrónicos, tratando de descifrar que era lo que la irritaba y se decidió finalmente a revisar la carpeta de correos no deseados. Abrió el de [email protected] Hola Peyton,

Soy la persona con la que fuiste tan amable, en aquella reunión de la Orientación para Adopción. Gracias por ayudar a una perfecta desconocida. Espero que estés bien. Elena Winters Peyton leyó el e-mail un par de veces más y luego sonrió. Cierto, la pobre mujer con las llaves perdidas. Comenzó un e-mail de respuesta: Hola Elena, me alegra que hayas escrito ¿Y ahora qué? No tenía ni idea de qué decirle a esta persona ¿Cuál era el punto? Pero no quería ser grosera. Empezó de nuevo. Borro lo anterior. Escribió algo verdaderamente inocuo. Lo borro de nuevo. Empezó por tercera vez, y trató de averiguar qué era lo que estaba tratando de decir. Cuando por fin terminó lo leyó en voz alta, luego sacudió la cabeza "Sí... un escrito brillante, Peyton" Estaba dándole una última oportunidad, cuando sonó el timbre. Se preguntaba si era Wave, pero Wave acababa de irse hacia poco. Peyton se dirigió hacia la puerta, la abrió y allí estaba Margaret.

****** "...y luego Tyler dijo que sería genial si hiciera un papel sobre mi Persona Increíble, así que en realidad he estado metida en toda esta investigación sobre el alma gemela, que al principio sabes que creía que solo eran tonterías" Tori estaba ayudando a Elena a limpiar los platos después de la cena, mientras encantadoramente continuaba con sus frases informativas "Sabes que estoy sobre los hechos y la información, pero, ya sabes, ahora que he hecho un poco más de indagaciones sobre todo el asunto, es bastante sorprendente cómo algunas de estas almas gemelas se han reunido…como con una clase de aleatoriedad, que ningún algoritmo matemático puede explicar y ya sabes qué es más como una especie de golpe, como si lo duradero hubiese existido dentro de nuestra conciencia" "Hmmm" Elena medio escuchaba como siempre lo hacía, porque siempre tenía un millón de cosas en la cabeza y simplemente no podía manejar toda la información que Tori le ofrecía, incluso cuando la mayoría de las veces Tori era absolutamente encantadora. Los enormes bancos de información que estaban en el cerebro de Tori, eran verdaderamente una hazaña. Nunca proporcionaba información de manera tan explícita, ni estaba remotamente molesta al respecto. Todo era entregado con conocimiento de causa-de hecho- pero también

con la dulce convicción de que lo que le estaba diciendo era de mucho significado para su propio bienestar. Y todos estaban de acuerdo, a menudo, que era bastante fascinante. "Es decir, hace poco estábamos hablando de Platón, donde explicaba en este megasimposio que los seres humanos fueron identificados por primera vez, como un cuerpo con cuatro piernas y cuatro brazos, pero sólo tenían una cabeza, pero…escucha esto…una cabeza que tenía dos rostros. Zeus no contaba con eso, como él creía que serían demasiados poderosos, los rasgó en dos…Sí, partidos por la mitad por lo que dejó dos mitades desencarnadas y constantemente merodeando por su otra mitad, hasta que lograran unirse y así completarse ¿No es algo salvaje?” "Sí, Tori...sí, lo es" Elena sonrió, poniendo a un lado el último plato lavado "Está bien, cariño, como siempre..." "Escucha esto, era una creencia mística hindú y memoricé esto, este hombre anhelaba un segundo. Él llegó a ser tan grande como un hombre y una mujer entrelazados en un abrazo apretado. Este YO que él dividió en dos, hizo surgir el marido y mujer...Uno mismo es como la mitad de un guisante ¿no es una locura? Me refiero a las personas que piensan que la existencia de las almas gemelas sea relativamente nueva, pero toda la religión Soulemetry de Tyler se basa en los orígenes de la humanidad” "Está bien, Tori, entiendo...ha existido por siglos y por favor no empieces insistiendo en lo de la última llama…o lo que sea que Tyler siempre debate"

"Eso sería la Llama Gemela, Mama Osa y tú ya tienes a Papá Oso" Pero incluso mientras lo decía, la voz de Tori se silenció. Se miraron una a la otra. "Bueno, tengo que volver con Nash. Ayudarlo con eso de Ciencias” Tori dejó a Elena en el medio de la cocina. Suspirando, miró esta cocina donde se ponía de pie todos los días. De repente parecía mucho más monótona de lo que recordaba. Tal vez un nuevo papel tapiz. Un toque de pintura...cualquier cosa que fuese a hacer, ya había decidido que no lo haría, bajo ninguna circunstancia revisaría su e-mail nuevamente esta noche. Pero en unos instantes volvió a su computadora portátil. Se sentó allí. Suspiró ¿Qué pasaba con ella? ¿Por qué le importaba? Nunca vería a esa persona nuevamente. Bueno, pensó, en realidad sólo quería asegurarse de que la buena mujer supiera que Elena estaba agradecida por su ayuda. Ella sacudió la cabeza, cerró su laptop. Listo.

********** Peyton estaba sentada en el mostrador en Pinot Latte la mañana siguiente mientras Wave atendía a un cliente, luego se unió a su amiga. "Lombard, no estoy segura de en qué idioma necesitas oírlo, pero NO…y repito NO…vas a volver con esa loca" "Mira, sé que es fácil hacerla la mala...y lo que Erin te hizo fue realmente horrible. Pero Wave, Erin estaba…" “Mira ¿crees que no sabía que Erin había perdido momentáneamente el juicio? Crees que no sé que soy como...como la Jennifer Anniston versión lesbiana…sin el ´look´ o el cabello. Así es que…soy terriblemente pésima escogiendo novias... ¿qué puedo decir?" Wave limpiaba los mostradores con furia. "Wave" Peyton puso una mano en su brazo para detenerla "No estoy justificando lo que ella hizo a ninguna de nosotras. Es sólo que tengo que tomar mi parte de culpa" “Eso no significa que tengas que sacrificar tu felicidad para compensarla" entonces Wave se detuvo sentándose junto a su amiga y tímidamente entrelazó su brazo con el de ella. Peyton la miró como diciendo ¿Qué pasa contigo? "Ahora no pienses que he terminado y perdido mi último cartucho aquí, Peyton" Wave parecía un poco avergonzada, lo que era completamente fuera de su personalidad "Pero aquí está éste Gurú del amor, quien dice en esas estas lecturas sorprendentes que está ayudando a la gente a encontrar a su verdadero amor" Peyton se echó a reír. "Y vamos a ir, la noche del sábado" Peyton se limitó a sacudir la cabeza, sin tomar en serio a Wave. "Lo digo en serio. Ya tengo las entradas" "Wave, no voy a ir" "Vamos ¿Qué tienes que perder?”

Otro cliente entró. Wave se levantó, se inclinó hacia el rostro de Peyton "Mientras tanto… ¿puedes omitir eso de solo-estoy-en-perfecta-dieta y todo-lo que-necesito es-distraermecon-mi-trabajo? Y bajo ninguna circunstancia tendrás algo que ver con Mata Hari" Wave garabateo algo a toda prisa en su libreta "Escúchame. Estas bajo órdenes estrictas de hacer sólo lo que te haga sentir bien. Bien. No mal. Bien. Instrucciones muy simples de seguir” Wave puso la orden ante ella: sólo tienes que hacer lo que te haga sentir bien. Bien. No mal. Peyton sonrió y tomó su receta, la dobló y la guardó en su bolsillo.

******* La esperanza de Elena de obtener una respuesta de Peyton pronto se desvaneció. Ya había pasado casi una semana desde que había enviado el e-mail. Se descubrió a si misma revisando cada noche, antes de irse a la cama, pero luego decidió que esta noche sería la última. Miró por última vez.

"Así que, oh Dios, esto fue como, tan al azar" Erika, una italiana de veintisiete años de edad y gerente de un banco sacudió su cabeza como si todavía no pudiera creerlo "Se suponía que tenía que ser la niñera de mi sobrina, pero mi hermana se enfermó y me preguntó si podría sustituirla en la PTA (asociación de padres y profesores) ¿Me estás tomando el pelo? ¿Qué voy a hacer en la PTA? No sé nada acerca de niños y la escuela, y... " "Y mi madre es la profesora de su sobrina" Bruce añadió sonriendo. Él estaba en sus treinta años, tan alto y esbelto así como Érica era pequeña y gordita "Tuve recogerla porque su coche se averió. Llegué allí temprano, pensé, bueno, iré a revisar su salón de clases" "Estoy parada afuera…" continuó Erika "…intentando contener mis nervios para entrar cuando este balón de fútbol…” "…si completamente de la nada se estrella contra ella, golpeándola a ella y a esta cacerola que traía casi derramándose por todos lados…" "Hubiese enloquecido completamente si Bruce no se hubiese arrastrado y salvado el

día. En el momento en que miré sus ojos preocupados, tuve este destello…Voy a casarme con este hombre” ella lucía sorprendida, riéndose en una especie de shock, como si acabara de ocurrir "Lo digo en serio. Fuera de broma…fue algo que literalmente destelló a través de mi cabeza, como si lo supiera con absoluta certeza" "Y solo me tomo una mirada hacia ella y ya estaba...enamorado" Bruce la miró con adoración "Realmente pasó tan rápido" "Los dos estábamos en un lugar en el que no habíamos planeado ni remotamente estar…" Ambos terminaron la frase al mismo tiempo "Algunas cosas solo están destinadas a ocurrir" "Si..." suspiró Erika "…incluso cuando intentas como loca burlarlo"

Las luces parpadeantes envolvían completamente los jardines Soul-Blim-In de Tyler para celebrar su evento "Una noche bajo las estrellas" que se realizaba en el patio que rodeaba el santuario. Tyler meticulosamente había encendido velas, reagrupando su ubicación, tarareando “Dancing Queen” mientras se movía alrededor con lírica anticipación. Lily se acercó y puso un gran plato de vegetales crudos en la mesa de comida mientras Tyler se preocupaba. Vistiendo su traje más elegante Armani, Lily caminó justo en frente de él, se detuvo un momento y lo miró directamente a los ojos. "Esto va a ser estelar, cariño" le dio suave pero apasionado beso para tranquilizarlo "Porque ¡tú lo eres!"

******* Elena completo los toques finales en su guardarropa. Se paró frente al espejo, usando uno de los pocos trajes de vestir que poseía, su impecable Diana Von Furstenberg; el modelo acentuaba su esbelta figura, el tono de las perlas negras destacaban sus rasgos oscuros. Se ató una bufanda roja floreada alrededor de su cuello como un sutil énfasis, termino de aplicar su lápiz labial y se fue a la cocina para poner una cazuela en el horno para la cena de todos. Mientras se dirigía al comedor, se topó con Tori, quien estaba vestida con medias negras, un jersey negro de cuello alto y como un diseño a medias de Halloween se esparcía por

todo su cuerpo un semi-ensamblaje de datos, componentes de investigación, bits y números. "Información…" anunció Tori a Elena "…eso es de lo que estoy vestida" Elena admiró el diseño creativo de Tori y fue consciente de todo el trabajo duro que había puesto en la vestimenta científica, para hacer la declaración de su más sagrada pasión "Tori…eres un genio. Ese traje no tiene precio" "Gracias Mamá Oso. Estoy a punto de terminar" Tori sonrió con orgullo ante sus logros "Ahora sólo tengo que averiguar cuál será el traje de Nash. Un profesor, un científico loco…" "Científico loco, por favor" entró Nash, verificando a su mamá "¿Tú y papá van a salir esta noche o qué?" "Oh sí, Mamá Oso, te ves muy bien" intervino Tori. Barry entró en ese momento, deteniéndose para admirar a su esposa "Wow... ¿A dónde vas tan arreglada?" Tori y Nash comenzaron a reírse "Les daremos a los dos un poco de privacidad" Elena sonrió. Ellos corrieron haciendo el tonto y Elena sacudió la cabeza. Barry inclinó su cabeza, admirándola, sus ojos estudiando todo su cuerpo "¿Algo que deba saber?" "Sabes muy bien que voy al evento de Tyler" Barry negó con la cabeza. Ella se dio cuenta que lo había olvidado por completo, como hacía con la mayoría de las cosas que estaban en su calendario. Él agarró una cerveza de la nevera, luego se acomodó frente al mostrador, tomó un trago y luego hizo una mueca de satisfacción mientras encontraba una mejor postura para ver a su esposa. "Dios, Tyler estaba de camino para ser uno de los directores más sorprendentes en la escuela de cine y dejó todo por estas tonterías" "Ahora la cacerola tomará unos cuarenta y cinco minutos" Elena siguió zumbando alrededor de la cocina preparando todo para su partida "No lo olvides mientras estás viendo el partido. Vas a dejar que se queme y los niños están realmente hambrientos" "Él lo tenía todo, El...simplemente no lo entiendo"

"Vamos, Barry, sabes que él vive para esto" Elena se acercó y le dio un beso en la mejilla, pero él dejó la cerveza en el mostrador y la atrajo hacia sí "Y yo vivo por…" la miró con absoluta admiración "... esto" La sostuvo contra si por segundo, le acarició con su nariz el cuello susurrando "Tal vez puedas usar éste en la próxima cita nocturna" "Si tienes suerte, tal vez regrese a casa temprano" Estaba a punto de replicar, cuando ella le puso el resto de una galleta en la boca. Le guiñó un ojo y se dio la vuelta alejándose seductoramente para su beneficio.

********* Peyton se sintió paralizada, sentada en el coche de Wave, mientras esta examinaba los últimos toques de su maquillaje en el espejo del visor. Cómo detestaba Peyton tener que ir bien vestida. Hubiese preferido asistir a este evento en vaqueros y una camiseta, en lugar de usar sus pantalones negros, el top de seda color turquesa y su ligera gabardina de lana con brocado. Wave la había molestado para que fuera con el cabello recogido, lo que hacía en algunas ocasiones, pero ahora deseaba no haberlo hecho. No se sentía cómoda en los eventos públicos de este tipo, su OCD se agitaba con facilidad y se aceleraba. Podía soportar charlas cortas, pero tenía que esforzarse y no le gustaban las grandes reuniones sociales que involucraban personas que conocía, mucho menos una donde la única persona con la que podía contar era Wave. Eso era el por qué siempre había sido una solitaria. "¿Esa chica con la que salí el viernes?" Wave se rizaba las pestañas y Peyton fue traída de regreso a la realidad "Sí, esa pendeja estaba saliendo con Erin y con mi ex" Peyton rodó los ojos "Mira sabías que era una jugadora y dijiste que tenías los ojos muy abiertos" Wave dejó lo que estaba haciendo y miró a Peyton "Sí, bueno…soy legalmente ciega de mi ojo izquierdo" "Eres...eres una incapaz de resistirse sin esperanza" Peyton no podía dejar de reír. "¿Por qué diablos crees que vamos a esta cosa?" Wave se unió a ella, riéndose de sí misma, y luego se volvió simulando seriedad "Lombard, mira…sólo para que quede claro, esto no

es como si habláramos de desesperación…esta cosa del 'Gurú del amor' se supone que es lo mejor que existe" "Sí, ya lo has dicho varias veces hoy" Peyton negó con la cabeza. "Y la parte totalmente desesperada de mí, está dispuesta a intentar cualquier cosa en este momento" "¿Y si es así, por qué tengo que estar aquí?" "Porque, si me encuentro con mi alma gemela…tu DEBERÁS aprobarla. Y pensé, que podríamos encontrarte una también, mientras estemos en ello” Peyton abrió la puerta del coche "Esto no es una venta de dos por uno en Macy´s"

Cuando Peyton y Wave caminaron a través de la espesa multitud, el evento ya estaba en pleno apogeo. Wave inmediatamente arrastró a Peyton a la mesa de bebidas y las dos se bebieron una copa de champán. "¡Mucho mejor ahora!" Anunció Wave "Vamos a mezclarnos" "Tú vas a mezclarte. Yo voy a sentarme aquí en esta mesa y tomare otra copa" "Buena idea, pero no te emborraches o tu alma gemela podría no reconocerte" “Sólo vete" Peyton hizo un movimiento para espantar a Wave y urgirla para que la dejara ser. Se puso de pie y miró a las personas, de todos modos era una de sus distracciones favoritas. Una campana sonó tres veces y de repente Peyton escucho una voz masculina muy bella cantar "En el amor, uno y uno son uno..." Estaba fascinada por esa voz extraordinaria y pronto olvidó que estaba en este lugar ridículo que parecía estar lleno de personas desesperadas. El amor llega cuando el amor llega. No se puede forzar. Ella había aprendido a ser muy pragmática en esas cosas. Tyler, vestido con una camisa de cachemira color azul, cubierta con una hermosa chaqueta de camello, estaba verdaderamente radiante cuando se volteó hacia la multitud, mientras encendía dos cerillos, los puso juntos para encender una sola llama de una vela que estaría

encendida en simbolismo "Es tan impredecible, pero tan cierto como que el sol sale todos los días…el amor" Él sonrió celebrando sus palabras, esperó un momento, mirando por encima de su audiencia "Sencillo. Complejo. Puro. Frenético. Todas esas muchas expresiones que nosotros aplicamos a esta cosa intangible...esta cosa que todos queremos desesperadamente, siempre tratando de explicar lo inexplicable. No se puede cuantificar o cualificar el amor. Simplemente es. Pero hay muchos tipos de amor... lo que todos anhelamos, es la forma más alta del amor. El alma gemela...” Peyton sólo escuchaba a medias. Estaba más entretenida viendo como Wave examinaba a las mujeres en la multitud. Sabía que Wave tenía "…mi sistema, que es bastante infalible. Miro por encima de ellas, acomodo el gaydar, olfateo a las psicópatas, y me dirijo directamente a la más disfuncional de todas" "Tu alma gemela podría estar de pie junto a ti…" continuó Tyler "…y no lo sabrías..." Wave continuó revisando sus posibilidades mientras que Peyton cuidaba su bebida. "...esto es porque tienes tu verdadero ser, y lo que yo llamo el famoso yo…el que está obsesionado con el ego, el que quiere ese galán, el de espeso cabello castaño, otro famoso yo” Wave le dio un codazo a Peyton en el brazo y susurró "¿Ves? Esto es bueno” Peyton asintió, no convencida, y luego se dio cuenta que Wave se estaba realmente refiriendo a la hermosa rubia, que estaba de pie al lado de una alta morena, quien estaba de espaldas a ellas y que Wave estaba, de hecho, arqueando la ceja con su mejor gesto coqueto hacia la rubia elegantemente vestida. "Estas parejas no perduran y después cada una se pregunta lo mismo con el corazón roto y el ego herido" Wave asintió con vehemencia. Ella definitivamente era una de ellas. "No hay que confundir la atracción por el físico con el anhelo del alma. Su ser superior, el alma en sí misma, siempre se abrirá paso y encontrara a su verdadera pareja del alma…y créanme…" él le guiñó un ojo al actual objetivo de Wave, la rubia "…bien podría ser la última persona en el mundo en la que ustedes pensarían” Al otro lado del patio, Elena giraba el cuello mientras estudiaba los entremeses, luego miró

su reloj tratando de averiguar cuánto tiempo tenía que quedarse para no herir los sentimientos de Tyler y considerando qué tan temprano tendría que volver a casa para cumplir su sugerencia a Barry y si realmente quería llegar temprano. Ninguna opción le era particularmente atractiva. Tal vez simplemente pasaría el rato aquí. Sacudió la cabeza, enfadada consigo misma. Estaba cerca de su periodo de ovulación. Bien podría estar con Barry esta noche y hacerlo feliz. Realmente necesitaba darle más cariño de esa manera. Sabía que debía regresar…Oooh, un escalofrío subió por su cuello. Se estaba sintiendo fría. Tal vez debería buscar su abrigo. O mejor aún, otra bebida. Peyton se volteó para mirar a lo lejos cuando Elena se movió para tomar una copa. Elena sintió de pronto un cambio extraño, como el de semanas atrás en el parque. Se dio la vuelta. Miró a su alrededor, confundida. Pero antes de que pudiera continuar más plenamente, Lily tropezó contra ella. "Oh, Dios mío, que locos atrae Tyler para estos eventos" Elena sonrió con simpatía. Sabía que así como el mundo de Tyler era un poco del lado místico, Lily con su personalidad lista y aguda para la apropiación de corporaciones, no tenía la paciencia para ello en absoluto. Sorprendentemente, Lilly siempre había apoyado todo lo que Tyler hacía y si a veces estaba molesta con la necesidad incesante de Tyler para compartir su filosofía del amor y de examinar los elementos de Soulemetry a cada paso, ella también era su defensora más ardiente y decidida. Lily miró detrás de ella y susurró "Hay una mujer ahí tratando de tirarme los tejos" Elena casi se ahogó con su bebida, sonrió un poco incómoda y luego vio a la mujer con el cabello rojo llameante deambulando hacia ellas. "En serio. Oh, Dios mío ¡ella no va a venir aquí!” Pero cuando Elena se volvió para comprobarlo, no vio a la pelirroja en absoluto. Peyton. Allí estaba Peyton, la mujer de la Orientación en Adopción, la mujer a quien le había enviado ese tonto e-mail, la mujer que no lo había respondido. Estaba afectada una vez más, por lo atractiva que era Peyton, por esa manera tan excepcionalmente autoritaria. Eso le inquieto momentáneamente. Trató de descifrar si ir con ella o definitivamente evitarla.

Peyton había empezado a participar en una pequeña charla, cuando sintió un tirón tan fuerte que, literalmente, sin siquiera pensar en ello se volteó y en el momento en que lo hizo, la vio. Elena. La mujer de la Orientación en Adopciones. Lucía diferente. Peyton recordó de la Orientación que ella era exótica, pero no recordaba que fuese tan...tan, bueno, impresionante. Oh, Dios mío, ella había enviado ese e-mail y Peyton nunca lo había contestado. Dios, se sentía tan estúpida ahora ¿Por qué no había enviado algo…cualquier cosa…en respuesta? Mantuvieron sus ojos puestos la una en la otra durante un largo rato. Sonrieron. Como si no supiera qué la estaba poseyendo, Peyton se acercó a Elena al mismo tiempo que Tyler. "Hey...recibí tu correo electrónico" Peyton se encogió de hombros disculpándose "Lo siento, por no haberlo respondido" Elena apretó la mano suave que se le extendía: no hay problema. "Hola preciosa" Tyler abrazó a Elena, luego la alejo un poco para mirarla de arriba abajo. Tyler se volvió a Peyton, como si la conociera "¿Podría ser ella más deslumbrante? ¡Te pregunto!” Elena se quedó de pie avergonzada y Peyton asintió afirmativamente, pero antes de que Tyler pudiera seguir, Elena tartamudeó "Uhmm, nunca creerías esto Tyler..." indicó hacia Peyton "Conocí a Peyton en la Orientación de Adopción" "Sí" Peyton intervino "Que pequeño es el mundo" "¿Qué significa eso?" Tyler arqueó una ceja, chasqueando el dedo con complicidad mientras Elena y Peyton se consideraban la una a la otra "El mundo es pequeño, seis grados de separación. Coincidencia. Me encanta cómo la gente simplemente trata de explicar todo eso de esta manera... con esta ilusión de que son accidentes” Peyton negó con la cabeza, sin saber cómo responder a los comentarios de Tyler, especialmente cuando parecía ser un hombre gay, pero también parecía estar dándole a ella un meticuloso repaso.

"Interesante" comentó Tyler, luego miró de Peyton a Elena "Está bien, chicas. Voy a empezar mis lecturas. Estaré en contacto contigo…" le indicó a Elena "…más tarde" Él echó a correr, dejándolas de pie sin saber qué hacer. El silencio se hizo ensordecedor. "Bueno..." Elena se aclaró la garganta "…ya que esto estaba claramente predestinado... ¿quieres algo de beber?"

******* Muy pocos se mantuvieron rezagados en el evento de Tyler. Wave había estado hablando tanto tiempo con Tyler que su cabeza estaba ahora sobre su regazo mientras ella se lamentaba de su terrible historia de amor. "¿Crees que soy una jugadora?" "Por supuesto que eres una jugadora" se rió Tyler "Después de todo, vamos a llamar las cosas por su nombre" "Supongo" reconoció Wave "Es que me siento como si estuviese en las carreras y siempre escojo el caballo equivocado" "De eso se trata. Estás eligiendo…estás al acecho. Deja de forzarlo ¿Se te ha ocurrido alguna vez dejar que el amor te encuentre a ti?” Wave lo considero un momento "Merde ¡no!" "¿Merde?" "Sí, tu sabes, mierda, merde…es lo mismo para mí. Pensé que si esperaba sería un saco de huesos de ochenta y ocho años antes de que a alguien le gustara. Si yo elijo, entonces tendría que culparme a mí misma si…" "No hay culpa aquí, Wave. El amor no funciona de esa manera” "Está bien, haga su magia, doctor. Voy a seguir todas sus reglas, la prometo”

******* Peyton y Elena habían pasado un buen tiempo entre varias bebidas y horas de conversación, sentándose aisladas de la multitud en una pequeña mesa apartada, con una vela que ya menguaba entre ellas, en la esquina del patio de Tyler. "Peyton...eres tan valiente. Querer tener un bebe por tu propia cuenta... y después de todo lo que has pasado con tu madre" Elena tocó suavemente el brazo de Peyton, dejándolo allí mientras seguía hablando "Y tú nunca... bueno ¿nunca has pensado en casarte?" Peyton movió su brazo "Oh, ya estuve casada" "Pensé que habías dicho que eras soltera...o eso fue lo que me pareció escuchar en la Orientación de Adopción" "Lo estoy. Ahora" "Oh... lo siento ¿Cuánto tiempo estuviste casada?" "Seis años" Peyton tomó un sorbo de su bebida "¿Y tú?" "Quince años" pero Elena no quería centrarse en su matrimonio "¿Puedo preguntarte qué pasó?" "Oh, creo que todas las cosas predecibles. Mi pareja no pudo manejar todo el tiempo que pasaba con mi madre enferma, durmiendo alrededor, lo mismo de siempre, lo mismo de siempre" "¿Tu pareja de negocios?" Elena estaba confundida, miró a Peyton, quien frunció el ceño en respuesta. "Tu uhmm, pareja" dijo Elena, y mientras lo decía, cayó en cuenta de lo que significaba "Tu pareja. Eres uhmm…" "Gay" dijeron al mismo tiempo. "Oh, bueno, creo que eso es absolutamente bien" la voz de Elena sonaba tensa y forzada "No es un problema para mí" se aventuró y entonces divagaba "Voté no a la Proposición 8…quiero decir, sí, tal vez…era no ¿verdad? No puedo recordar, era todo tan confuso. Pero sé que voté correctamente. Quiero decir…ya sabes, he votado a tu favor" Peyton vio su mortificación y sonrió.

"Simplemente no quiero que pienses que es un problema. Quiero decir ¿por qué lo sería? Dios mío ¿crees que sigo sonando cada vez más ridícula?" "No...está bien" le aseguró Peyton "Estás bien" Elena tomó un sorbo de champán, dejó su vaso y luego miró a Peyton con la más curiosa mirada hasta que Peyton tuvo que desviar la mirada y fue salvada rápidamente por Wave quien se acercaba con unas notas en la mano. "Al parecer, estaba inspirada en buscar el amor en todos los lugares equivocados..." luego se detuvo observando a Elena y a Peyton, y sonrió, claramente intrigada "Bueno, veo que esto fue un fracaso para mí... pero parece que para uds dos…" Elena parecía completamente confundida. Peyton detuvo a Wave con un frío "Wave, ella es Elena Winters" Wave estrechó la mano de Elena. "Encantada de conocerte" Elena comenzó a recoger sus pertenencias "Me encantaría quedarme, pero yo...yo tengo que apresurarme. Mi marido tendrá el servicio mañana a primera hora…" Peyton lo pensó dos veces mientras Wave casi se atraganta. Elena se dio cuenta que las había sorprendido y explicó "Barry es Pastor" Ahora fue el turno de Peyton de quedarse pasmada. Tanto Wave como Peyton trataron de recuperar su compostura, mientras Elena se levantaba de la mesa. "Uh, sí" Wave intentó actuar con naturalidad "Eso está bien" "Bueno, uhmm" Peyton se sintió inusualmente torpe "Fue genial encontrarme contigo" "Fue un placer conocerte, Wave. Adiós Peyton” Elena hizo un gesto de despedida a las dos mientras se marchaba. Wave se volvió hacia Peyton con una expresión en su rostro de ¿qué coño fue eso? y se sentó a su lado "¿La esposa de un pastor? Caramba”

******* Cuando Elena llegó a casa, todo el mundo estaba durmiendo y tenía tanta energía que no sabía qué hacer con ella. Doblo la ropa lavada, se desnudó, tomo una larga ducha y sin embargo, todavía tenía los ojos completamente abiertos y sin sueño. Por lo general, estaba tan cansada al final del día y eran casi las 02 a.m. Se sentó ante su computadora portátil, terminó los correos de la iglesia que había planeado enviar al día siguiente, limpio su calendario, reorganizó su escritorio y saco la tarjeta de Peyton. La tomó, vaciló durante un largo rato y luego comenzó a teclear.

********** "¡Maldición!" murmuró Peyton en voz baja, cuando se dio cuenta que había estado leyendo la misma página durante la última media hora. De nuevo, esos pensamientos invasivos. Parte de ella estaba acostumbrada a lo que el Dr. James solía decir, cuando el "hablar basura" se mete en tu cabeza sólo hay que apartarlo. Y en su mayor parte, Peyton había afinado la habilidad de recanalizar esas estúpidas reflexiones de su TOC. Pero había estado recordando la conversación que tuvo con Elena, esperando que no hubiese dicho nada para ofenderla, dándose cuenta que le había sorprendido el escuchar que Peyton era gay, entonces molesta consigo misma por su preocupación, tratando de echar a un lado su propia homofobia. ¿Y qué si la había sorprendido? Ese era el tipo de pensamiento que aún no había dominado, y fue como si el TOC se deleitara en atormentarla. No sabía qué pensar. Había estado leyendo durante varias horas hasta ahora. No podía conciliar el sueño. Había estado investigando más sobre estas increíbles mujeres y tal vez todo ese aire fresco durante la noche la había vigorizado. Tomó otro libro y se dio cuenta que había un pedazo de papel doblado que servía como un separador. Lo abrió y leyó la receta de Wave: Sólo tienes que hacer las cosas que te hagan sentir bien. Bien. No mal. Sonrió, dobló el papel, luego saltó de la cama y corrió a su computadora portátil. Encontró el viejo e-mail de Elena y escribió. Hola Elena... fue genial verte en el evento de tu amigo esta noche. Pero mientras estaba sentada, reflexionando sobre qué decir, una correo con la dirección de Elena apareció. Hola Peyton...Qué bueno verte de nuevo ¿Te gustaría que nos reuniéramos para almorzar? No sé cuál es tu agenda ¿pero qué te parece mañana? Elena.

Peyton pensó que era bastante extraño que el correo de Elena hubiese llegado en el momento en que ella estaba a punto de enviarle uno. Sonrió y estaba a punto de escribir una respuesta cuando un destello de ansiedad le inundó. Considero las palabras del e-mail por un par de minutos más y finalmente escribió: Hola Elena, sí fue bueno verte también. Almorzar suena bien. Hazme saber cuándo y dónde...Peyton.

********** Peyton pasó el resto de la noche con el estómago revuelto. Tenía el peor virus estomacal que podía recordar. Se resistía a vomitar…era un componente de su TOC…incluso cuando bebía demasiado. Nunca jamás vomitaba, porque simplemente se obligaba a no hacerlo. Era algo que la asustaba. Wave, que vomitaba fácilmente, siempre le decía "Ah, mucho mejor… ¡no sabes lo que te pierdes!" A lo que Peyton respondía que ella prefería pasar todo un día sintiéndose miserable, a tener que pasar por ese tipo de angustia corporal. "No eres más que una niña grande" decía Wave. "No, es contra del orden natural de las cosas" "Mantén eso en es, hermana, ¡no te equivoques!" Acababan de tener esa misma conversación los últimos días, sin embargo ahora Peyton estaba reconsiderando su posición. Quizás Wave tenía razón, porque sentía que iba a morir y el único alivio que tendría sería vomitar. Sonó el teléfono. Peyton no podía moverse. Yacía en posición fetal sobre su enorme cama matrimonial California. Dejó que entrara el contestador automático. "Hola Peyton" era la voz de Elena. Peyton movió su cabeza para poder escuchar un poco mejor "Oh, sonabas muy mal en tu mensaje. Siento mucho que no te sientas bien. No te preocupes por el almuerzo… ¿tal vez en otro momento?" hubo una larga pausa "¿Necesitas algo? Yo estaría encantada de llevarte algo..." Wave entró en la habitación con una bandeja con caldo, gaseosa de jengibre y una aspirina, se detuvo para escuchar junto con Peyton. "Sabes, a nadie le gusta estar enfermo. Te puedo llevar algo…bueno, en realidad cualquier

cosa ¿Sabes lo que podría llevarte? ¡Sopa! Sopa...o...lo que sea necesario. Uhmm, está bien...házmelo saber. Hasta luego" "¿Sopa?" Wave arqueó una ceja "¿En serio? Oh...ahora eso fue muy gentil"

******** Elena miró su correo de voz y luego regresó a la cocina para continuar la cena. Se preguntaba si Peyton siquiera había recibido su mensaje, se preguntaba si de verdad estaba enferma con gripe, preguntándose si no había inventado la excusa. No, ella no haría eso, ¿verdad? ¿Por qué haría eso? ¿Solo estaba siendo amable la otra noche? ¿Simplemente demasiado ocupada? Todas esas cosas seguían corriendo por su mente cuando Tori entro, con un lazo de seda azul amarrado alrededor de su frente, como una vieja hippie. Metió un dedo en su cazuela, sonriendo deliciosamente. "¿Sabías que un caracol puede dormir por tres años?" Tori tomó otro bocado y Elena pretendió darle una palmada a la mano "Sí, creo que Nash podría muy bien estar tratando de superar ese record. Dios, ¿puedes imaginar no ser capaz de salir de un sueño?...como estar en coma…como ese tipo que ha pasado el coma más largo de la historia…toma esto… ¡veinte años! Él tenía diecinueve años, tuvo un accidente de coche y se despertó cuando tuvo treinta y nueve años ¿Puedes imaginarlo, caer en cama de esa forma, como se sentiría? Hombre, sólo te despiertas un viernes ordinario, como todos ¿sólo para descubrir que has dormido literalmente la mitad de tu vida?” Algo en las palabras de Tori tocaron una fibra sensible. Mientras Elena lo consideraba sonó el teléfono. Tori se movió para tomar el teléfono como siempre lo hacía y de repente Elena se apresuró a contestarlo. Tori arqueó una ceja mientras Elena respondía con demasiada ansiedad. "¿Sí?" contuvo la respiración y luego la boca de Elena se apretó "¿Sí? Oh...hola, Millie” Tori hizo una mueca ¡Ves, eso es lo que te pasa por contestar el teléfono! "Hey sabes, estamos en medio de la cena, Millie ¿Puedo llamarte luego?” Elena colgó, indiferente, mientras Tori la miraba con ojos de águila. Antes de que Tori pudiese entrometerse, Nash entró bostezando, con un chándal gris y una camisa de rugby a rayas. Elena se volvió hacia su hijo, revolviendo suavemente su cabello.

"¿Demasiada siesta?" bromeó Tori. Nash la ignoró y Barry se unió a ellos atravesando la puerta del lado contrario de la cocina. Tori saltó rápidamente sirviendo a Barry un vaso de té helado, se lo entregó junto con un rápido abrazo. "Hey cacahuate, gracias" tomó un sorbo, después bajó el vaso, considerando a Tori por un momento "Tori, sabes que te queremos…pero ¿puedes decirle a tus padres que pensamos tomarte como deducción de nuestros impuestos para este año?" "En realidad Papa Oso, puedes deducir el costo de cuidarme como una deducción caritativa…eso es permitido por el hecho de que Elena pasa mucho tiempo como voluntaria" "¿Así que ahora estás leyendo el código de impuestos?" Barry estaba sorprendido. "Sí, trabajando en un proyecto para la escuela. Además, es una solución impresionante para el insomnio” Elena sonrió, atrayendo a Tori en un fuerte abrazo "Por favor, dime que funcionó" "Bueno, no lo encontré infinitamente fascinante, pero tiene una buena estructura, narrativa...reí, lloré..."

********* Varias horas más tarde, Elena golpeó suavemente en la puerta del dormitorio de Nash mientras los demás se estaban preparando para dormir. Se acercó de puntillas. Nash estaba tumbado sobre la cama matrimonial, jugando uno de sus eternos juegos electrónicos. Hizo a un lado algunas de sus tareas y se sentó en el borde de la cama. "¿Está todo bien con Tori? Ha estado aquí más tiempo de lo habitual" "No. En realidad no" Nash suspiró, haciendo los últimos movimientos de un juego virtual de golf "Él ha vuelto a lo suyo, esas raras manías que tiene…trabajando toda la noche, durmiendo durante el día. No creo que Tori haya visto a su madre desde la semana pasada" "Es solo que parece un poco, no sé...muy alterada con más información de la que suele manejar..."

"Ya sabes cómo se pone" Nash apenas levantó la vista mientras seguía dando golpes con el pulgar en su juego "Cuando está deprimida, cava más profundo…y hombre, tengo que decirte, cada cosa que se le ocurre…" Elena tomó suavemente el control del juego de Nash "Bueno, que Dios la bendiga...espero que ella sepa cuánto la amamos aquí" "Por supuesto que lo sabe" Nash miró con escepticismo a su madre, mientras encogía sus rodillas para darle más espacio en la cama "Está bien... ¿De qué se trata realmente?" "Bueno...he escuchado que te saltaste el estudio bíblico de ayer…" "Sí, mamá, claro que lo hice…" respondió Nash orgulloso y luego añadió con tristeza "…son todos unos locos allí. No me importa en contra de que va la cruzada. Y a papá realmente tampoco le importa...él simplemente está jugando con su rebaño servil…" "Tu padre…" "Tiene el papel de su vida, mamá. Interpretar al pastor es el único papel en el que realmente podría estar. Vamos, mamá. Tú lo sabes. Los dos lo sabemos, así que ni siquiera..." Elena sacudió su cabeza y frunció los labios. No quería que ninguno de los dos hablase mal del padre de Nash, pero por supuesto que lo sabía. Fue una simple cuestión de lealtad lo que la mantuvo en silencio y el hecho de que mientras Nash podía entender en algún nivel como su padre se había vendido, ella también sabía que era un compromiso mucho más complejo de lo que Nash era capaz de entender. Desafortunadamente, Nash no podía entender cómo la presión de mantenerlos a ambos a ella y a Nash funcionaba dentro de ese compromiso. Incluso cuando trató de explicarle que la naturaleza del trabajo de su padre…sin importar lo que Nash pudiese sentir al respecto…eran buenas obras que habían ayudado a muchas personas diferentes, Nash todavía respondía, con escepticismo "Sí, lo que sea, puedes llamarlo como quieras, o pensar que la iglesia hace un buen trabajo, todo eso está bien. Sin embargo, en algún punto, mamá, él está mintiendo. En mi opinión, eso está mal” Para Nash era blanco o negro y ella no podía esperar que él entendiera que existían tonos de grises en la situación de Barry. Barry realmente había hecho gran parte de este trabajo con el corazón abierto y por eso ella lo respetaba. No estaba segura de cuánto tiempo más podría tranquilizar a Nash, desde que comenzó a estar tan consciente del mundo de Barry, si bien se ocupaba de buenas obras, también estaba compuesto de distorsiones.

"Shhhh" Elena termino la conversación cuando Tori entró en la habitación. Aunque Tori compartía el sentimiento general de que la iglesia estaba llena de contradicciones, también le era ferozmente leal a Papá Oso…como lo había apodado cariñosamente desde el principio. Él era el único padre que Tori había tenido, en muchos sentidos y cualquier concesión que pudiese haber hecho en la vida, no impediría en absoluto que Tori dejara de adorarlo. Tori se arrojó sobre la cama "Oh yupiii, fiesta de pijama" Se acomodó, sacó una de las mantas de Nash y la acomodo sobre sus rodillas y entonces miró hacia uno y otro "Oops... ¿acabo de interrumpir una fiesta privada aquí?" Nash la tomó en un abrazo de oso "Nunca interrumpes, bebe. Tú siempre eres bienvenida. Mamá y yo ya estábamos terminando de todos modos, verdad" Nash le afirmaba a su madre más que hacerle la pregunta. Elena suspiró, tomó una de las camisas de Nash y empezó a doblarla. Nash inclinó la cabeza a un lado y a otro, estudiando a su madre con una minuciosidad, haciéndola sentir incómoda. "¡Nash!" dijo finalmente. "Mamá... no tomes esto de mala manera ni nada por el estilo... pero sabes que aún eres muy bonita" "Bueno, gracias. Creo" Elena sacudió la cabeza, consciente de sí misma "¿A qué viene eso?" "Uhmm...bueno, Tori me ha dicho que las mujeres llegan a sus…ya sabes..." pero Elena miró con sorpresa a su hijo, quien se quedó callado y luego soltó "… ¿límite?...bueno, cuando ellas... bueno, ya sabes lo que quiero decir..." Elena estaba ruborizada, pero volteó su cuerpo para que él no pudiese verla "No, no estoy segura de saber" Elena se tranquilizó y se volteó de nuevo hacia Nash "Mira hijo, sé que nuestra querida Tori aquí, es una fuente inagotable de información…" "Díselo Tori" insistió Nash. "Sí, díselo, Tori'" Elena se volteó hacia Tori con una fingida mirada amenazadora. "¿Puedo acogerme a la Quinta Enmienda?"

"Mamá, no te espantes ni nada. Es que nos preguntábamos como hubiese sido tu vida si te hubieses casado con un actor de verdad. Tú sabes, alguien como…como bueno, Daniel Craig o Brad Pitt…o incluso alguien como Gerard Butler en lugar de... bueno, de papá” Elena luchaba por no reírse, no tenía intención de continuar con este tipo de discusión y simplemente respondió "Bueno, cariño, si no me hubiese casado con tu padre, no te tendría a ti" Barry asomo la cabeza por la puerta. Todos permanecieron sentados en un silencio culpable. Nash parecía como si se hubiese comido al canario. "¿Qué pasa aquí?" Barry bromeó "¿Planeando atracar un banco?" Nadie dijo nada. Barry agito la cabeza "Está bien, tienes una llamada telefónica, El...y ustedes dos ya debería estar yendo a la cama" Mientras le extendió el teléfono, intercambió lugar con su esposa "Hey chicos... ¿qué les parece un rápido tazón de helado?...después nos iremos todos a la cama" Elena vio como Tori abrazaba a Papa Oso, acurrucándose muy cerca de él, como para compensar su transgresión. Abandono la habitación de Nash y fue hacia la sala de estar, levantando el teléfono. "Soy Peyton..." la voz de Peyton estaba muy congestionada "Peyton Lombard" "Oh, Peyton" Elena sonrió y entonces dijo con genuina preocupación "Suenas terrible. Oh, Dios mío ¿cómo te sientes?” "Mucho mejor, de hecho" "Oh, me alegra mucho escuchar eso" Hubo una larga pausa. "Así que ¿te acuerdas del proyecto del que te hable?" preguntó Peyton. "Sí...sí, del que habías hablado en el lugar de Tyler ¿verdad?"

"Me estoy preparando para llevarlo a cabo. Me preguntaba, ya sabes, si estabas interesada...si pudiese ver algunas muestras de tu trabajo…ver si esto pudiese encajar" "Oh, claro. Sí" Elena descubrió que se estaba sintiendo muy nerviosa, pasó una mano por su cabello para suavizarlo, como si alguien pudiese verla ¿Cómo podría mostrarle ese viejo trabajo? ¿Pensaría esta escritora profesional, que ella era un chiste? Es decir ¿realmente quería humillarse a sí misma? Pero antes de que pudiese pensar aún más acerca de las implicaciones, se escuchó diciendo a sí misma "Si deseas puedo llevarte mi portafolio. Incluso podría hacerlo mañana" y luego para tratar de cubrirse "Podemos vernos para el almuerzo...” Otra larga pausa y Elena sintió el estrépito de su corazón "Es decir, si te sientes lo suficientemente bien. O café. Sólo café está bien” "Sí, claro" respondió Peyton "Conozco el lugar ideal"

*********** A la mañana siguiente Peyton estaba sentada, vestida con unos vaqueros negros, una camisa negra que remarcaba sus músculos y un abrigo Façonnable verde azulado que era tan suave como acogedor. Se sentó en una de las tres mesas de picnic de concreto, no muy lejos de una mini-cascada preciosa en su parque favorito. Le gustaban las mesas aquí, porque aunque todas estaban cerca de la cascada de agua, estaban lo suficientemente apartadas para darle privacidad y situadas en medio de una gran claro rodeadas de naturaleza, con terracerías que marcaban el contorno de los bordes de un arroyo que corría a lo largo del parque y desembocaba en un pequeño lago en la parte inferior. Incluso con los patos clamando sin cesar, estaba profundamente absorta respondiendo los emails desde su BlackBerry mientras esperaba y no se dio cuenta, al principio, que Elena ya había aparecido, hasta que escuchó una bolsa caer sobre la mesa. "Oh, hola" dijo ella. "Hola. Siento llegar tarde. Yo..." pero lo dejó pasar mientras buscaba a través de las bolsas, sacó una botella de limonada gourmet, varios contenedores llenos de ensalada, postre, incluso un par de flores. Una vez más, Peyton fue consciente de que Elena era una mujer hermosa, pero aquí a la luz

del día, podía ver aún más claramente su piel oliva sin defectos, los penetrantes y profundos ojos marrones y cuando se volteó hacia ella para sonreír con incertidumbre, Peyton se dio cuenta que le estaba mirando fijamente y se aclaró la garganta "No tenías que haberte molestado con todo esto" "No es ninguna molestia, de verdad" respondió Elena. Sus ojos se encontraron "Yo...Tú sabes, cuando estás enferma lo que deseas son cosas que te hagan sentir mejor. Además... en cierto modo siento como que nadie ha estado cuidando de ti” Elena se sintió nerviosa mientras sacaba las cosas para juntarlas. Ver a Peyton en este nuevo escenario le afectaba por alguna razón. Peyton irradiaba un resplandor que no había notado antes y se sentía atraída a esta mujer de una manera extraña pero fascinante. Peyton tenía tal encanto y calidez. Elena se encogió de hombros y continuó su tarea "Tal vez sea ¿la madre que hay en mí?" Peyton se sonrojó “Tan mal me veo ¿huh?" "No... no, quiero decir, con todo lo que has pasado…tu madre, todas las cosas que tu ex te hizo pasar…quien parece realmente una verdadera obra de arte…sin ofender. Es como… ¿y tú? ¿Quién está cuidando de Peyton? " "Créeme que no soy una santa...y tampoco una mártir. Simplemente no es un buen momento en mi vida" "Este proyecto y yo vamos a cambiar todo eso" anunció Elena como si fuese una conclusión inevitable que Peyton naturalmente la escogiera como fotógrafa y luego al darse cuenta que sonaba presuntuosa, cambio de tema "¿Puedo darte un poco de limonada?" "Sí, limonada está bien" "En fin ¿cómo te sientes?" "Estoy bien. En serio" Peyton observó a Elena mientras se agitaba y luego miró el portafolio de cuero marrón, lo atrajo hacia ella "¿Puedo verlo?" Elena se detuvo y luego asintió "Sólo recuerda…han pasado varios años desde que estuve realmente trabajando" se sentó a su lado, tocando el portafolio casi como si quisiera alejarlo, entonces se acomodó y suspiró "Bueno, creo que...al menos tu puedes ver mi estilo" Peyton abrió el portafolio, y poco a poco comenzó a mirar a través de la obra, tomando su

tiempo para apreciar el encuadre, la iluminación y lo que pudo ver era el delicado ojo en las fotos de Elena. "Sabes que estas son realmente muy buenas" la voz de Peyton estaba envuelta con un reconocimiento genuino "Estoy impresionada" Elena se volteó hacia ella, sonriendo con modestia, de repente se sintió muy tímida "Bueno, empiezas pensando que podrías ser Annie Liebowitz (fotógrafa norteamericana, primera mujer en exponer su obra en la Galería Nacional de Retratos de Washington D. C. y la última en retratar al músico John Lennon, antes de que éste fuese asesinado)...y luego..." Peyton se inclinó para examinar las fotos más de cerca. Elena se movió a su lado, señalando en una fotografía, sus cuerpos se presionaron juntos mientras Peyton estudió la foto de una niña, luego se volvió hacia Elena. "Ella es tan hermosa...¡Qué gran montaje!" "Los niños son mis temas favoritos. Siguen pretensiones...muestran todo lo que están sintiendo"

siendo

tan

inocentes,

sin

Peyton estaba a punto de responder, cuando dio vuelta a la página y vio lo que parecía ser la silueta de una mujer desnuda que sugería sensualidad. "Wow" Peyton agito su cabeza "Esta me encanta..." "Oh" Elena se aclaró la garganta y luego empezó a reír "Esa soy yo, de hecho..." Peyton se volteó hacia ella, sorprendida. Parecía tan fuera de lugar. "La tomé después que nació Nash. Tuve una idea, la lleve a cabo...y pensé que había salido bien" Peyton de repente se dio cuenta que estaban demasiado cerca, se aclaró la garganta "Es...fabulosa. Todas son...realmente buenas" Pero cuando se volteó Elena la estaba mirando fijamente con esos ojos…esos ojos decididos. Peyton se levantó y volvió al otro lado de la mesa de picnic y luego, cubriéndose, preguntó "¿Por qué no seguiste haciéndolo?"

"Oh...ya sabes, lo de siempre. Mi familia. Responsabilidades... la vida” Sus ojos se encontraron. Una vez más. Y Peyton fue incómodamente consciente que Elena era una de las pocas personas que jamás se hubiese encontrado que no tenía absolutamente ningún problema en sostenerle la mirada. "Sabes, este es uno de mis parques favoritos" anunció Elena para romper el silencio. "¿En serio? También es uno de mis favoritos ¿No está un poco lejos de dónde vives?" "Hago el recorrido porque es tan hermoso" la sonrisa de Elena era reveladora, vulnerable "Mi santuario" "Mira" Peyton aclaró su garganta e intentó decir en un tono de negocios "Yo, uh, creo que serías genial para este trabajo. Si estás interesada" "Sí, Peyton. Definitivamente estoy interesada" Elena estudió a Peyton detenidamente por un momento "Entonces, uhmm, cómo… ¿de dónde surgió esta idea?" "Oh, he tenido este proyecto guardado, en un segundo plano por…bueno, desde siempre. Mi agente seguía diciéndome que nadie estaría interesado y que podía hacer en mi tiempo libre. Pero entonces, mientras mi madre estuvo enferma, nosotras realmente comenzamos a conectarnos" Elena sonrió con simpatía. "Ella y yo habíamos tenido una relación muy áspera…tu sabes, ella era muy conservadora, no estaba entusiasmada con mi estilo de vida...era muy Emily Gilmore. Pero debajo de todo eso, me di cuenta que ella era mucho más interesante de lo que yo le daba crédito" Elena se encontró a sí misma fascinada por la historia de Peyton, su historia "Continua" "Es que las mujeres son tan complejas, tan multidimensionales...Quiero excavar hasta el fondo, mostrar todos nuestros colores...todo lo que es indeleblemente femenino y que hace a las mujeres tan...tan deliciosas" Elena nunca había escuchado a las mujeres hablar de esta manera y no estaba segura si eso se sentía incómodo, embarazoso o simplemente cándido "Oh...está bien"

"Tal vez estoy pensando en términos generales. Es solo que tú sabes...la esencia extraordinaria que hace a la mujer en todo su esplendor, desde la A hasta la Z" "Es un proyecto maravilloso, Peyton" Peyton miró a Elena. Sonrió. Y entonces sonó el teléfono de Elena. Quería ignorarlo pero el deber llamaba. "Lo siento…realmente tengo que correr. Recoger a Nash de la práctica del fútbol" Las dos se quedaron sentadas por un momento más, luego ambas comenzaron a hablar al mismo tiempo y se echaron a reír. "Pero, sabes, creo que podemos reunirnos la tarde del jueves. Para, ya sabes...darle seguimiento a este proyecto" "Por supuesto. Sería genial " dijo Peyton. "Bien, entonces..." Elena se quedó de pie un momento más, luego levantó torpemente una mano para despedirse "Adiós" "Adiós"

******* Durante las siguientes semanas, Peyton y Elena se reunieron brevemente para tomar café en el Pinot Latte, para un rápido almuerzo aquí y allá e incluso varias veces más en el parque, todo en un esfuerzo para sacar adelante el Proyecto de las Mujeres con Prestigio. Aun cuando en realidad ambas empezaron a notar que pasaban menos tiempo trabajando en el proyecto y más tiempo hablando, disfrutando de la compañía de la otra, sentadas en el parque y alimentando a los patos, compartiendo el pasado y las historias, ninguna parecía estar muy preocupada. Pronto se volvió común para Elena llamar a Peyton luego de despedir a Barry a la iglesia y de haber enviado a Nash y a Tori a la escuela, para chequear y ver cómo estaba ella pasando el día. Pasaban al menos media hora al teléfono hablando sobre casi todo y nada, y luego, dependiendo de las reuniones de Peyton y el calendario familiar de Elena, siempre encontraban un tiempo para conectarse.

"Caray, Lombard ¿se te ha ocurrido que no has avanzada literalmente en nada y que estás pasando más y más tiempo con esta chica?" "A: ella no es una 'chica' y B nosotras hemos avanzado bastante" declaro Peyton enfáticamente, aun sabiendo que enfáticamente era más frecuente que no, que la investigación que siempre intentaba repasar con Elena colocándola sobre la mesa entre ellas, ya sea en el café Pinot Latte, o en el parque y en otras ocasiones, ni siquiera las sacaba de su maletín mientras estaban sentadas charlando interminablemente acerca de otras cosas, explorando sus orígenes, compartiendo su día, sus problemas, las anécdotas.

Y casi exactamente en ese mismo momento al otro lado de la ciudad, Nash le señalaba a su madre "¿Te das cuenta que no te he visto en casa cuando llego de la escuela en las últimas tres semanas?" Elena se encontraba sumida en sus pensamientos doblando la ropa y de repente se dio cuenta que no tenía ni idea de qué tipo de fotos iba a tomar para el proyecto. "Maldita sea" murmuró en voz baja. "¿Qué?" preguntó Nash sorprendido "No es que sea un crimen ni nada, es sólo que nunca estás en casa como antes" "Bueno, creo que es porque he estado un poco ocupada, trabajando en este nuevo proyecto" "Y eso es genial, mamá ¿Pero un chico no puede echar de menos a su madre?" la miró con encanto y ella le dio un gran abrazo y luego le revolvió el cabello. "Lo siento, cariño. Tratare de no estar fuera tanto tiempo" acababa de recordar mientras doblaba las camisetas de Barry, que había olvidado recoger nuevamente sus camisas de vestir de la tintorería.

"¿Dónde diablos has estado?" exigió Margaret molesta cuando Peyton tomó el último de sus mensajes mientras conducía a casa "¿Olvidaste que se suponía que nos íbamos a reunir para cenar el viernes a las ocho? ¿Orson´s? Por favor, no te eches para atrás. Realmente tenemos que hablar” No se les había ocurrido ni a Elena ni a Peyton que estaban pasando demasiado tiempo juntas. Y era ahora que se daban cuenta porque los demás empezaban a darse cuenta. El

tiempo que pasaban juntas corría tan rápido. Lo que ambas sabían era que las reuniones entre ellas era lo único que ambas esperaban durante su día. Y, ambas también sabían, que era lo único que les hacía anhelar el siguiente día.

“Nos conocimos…de todos los lugares…en la peluquería de perros" Delilah se rió, su cabello voluminoso se meneaba junto con ella. A sus sesenta, Delilah era todo movimiento y agitación, una antigua reina de belleza del Sur "Habíamos estado yendo allí durante los últimos cinco años…probablemente nos cruzamos el uno con el otro un par de veces. Los dos exhibíamos perros en la competencia…y nos hicimos muy amigos. Pero ambos estábamos casados " "Delilah y yo nos sentimos atraídos el uno al otro desde el primer momento" comentó Gary, un hombre ya entrado en los cincuenta, muy distinguido, muy a lo Stewart Granger (actor del cine clásico estadounidense) "Por años hicimos las exhibiciones juntos…nunca actuamos en eso…ni siquiera nos dijimos nada" "Estuve casada por casi treinta años y el día que mi esposo falleció descubrí que se había estado viendo con la esposa de Gary ¡durante la mitad de ese tiempo! ¿Puedes imaginarlo?" "Sí, ellos se habían enganchado mientras viajábamos a las exhibiciones" Gary miro a Delilah, como diciéndole ¿cómo podían no haberlo sabido? pero se encogió de hombros "Ni siquiera pierdo el tiempo resintiéndolo. Hemos pasado los mejores momentos simplemente estando juntos, haciendo nuestras cosas favoritas juntos..." "Y ahora querido..." Delilah acurrucó a su mascota Cavalier Spaniel "…Gary y yo somos más felices de lo que pudimos haber soñado"

Peyton abrió la puerta y Elena se quedó parada en la entrada. Vestía un poco más casual en esta visita. En lugar de vestir su ropa parduzca y monótona para la iglesia, Elena traía unos jeans y un suéter color azul celeste. En lugar de traer acomodado su cabello en "la sobria trenza india" como Wave le había dicho en broma, añadiendo "Diablos ¡ella parece una jodida Pocahontas! ¿Alguna vez piensas que se liberara de eso?" el cabello de Elena ahora estaba sujeto con un gancho, su espeso cabello castaño caía suavemente sobre sus hombros.

"Hola" Peyton se había dado cuenta que había permanecido allí como una tonta sin decir nada. "Tienes una casa preciosa, Peyton" comentó Elena, tratando de entender la expresión confundida de Peyton. "Oh...oh gracias. Por favor, entra” Peyton le dio a Elena un breve recorrido por su casa familiar, explicándole que su madre se la había dejado y que siempre había querido vivir en La Cañada, lo suficientemente lejos de Los Ángeles para así poder sentir que estaba en el bosque, aislada, pero lo suficientemente cerca para ir a las reuniones y todas las cosas que se requerían para su trabajo. Elena estaba impresionada con la hermosa casa, sorprendida por lo diferente que Peyton había decorado su entorno, los tonos masculinos de madera, la gran mesa del comedor, los cuadros artísticos, las paredes en color verde salvia. Era un marcado contraste con su propia casa, que era uniforme, muy simple, casi abarrotada. La casa de Peyton estaba algo abarrotada pero de una manera diferente; en lugar de ropa lavada, había libros que llenaban las esquinas. A pesar de que Elena siempre pensaba que el gris era un color doméstico, la casa de Peyton bordeaba en lo exótico. Pero no de una manera incómoda. Era un tipo completamente diferente de "vivir" una sensación a lo que Elena estaba acostumbrada, pero el estilo de Peyton la intrigaba. Peyton tomo una botella de vino y dos copas y luego dirigió a Elena hacia el cobertizo donde tenía todo el trabajo desplegado para discutirlo.

Varias horas más tarde, con el sol apenas comenzando a caer, Elena y Peyton descansaban cómodamente en el mini sofá exterior, mientras comenzaban una nueva botella de vino. Fieles a lo acostumbrado, habían completado excepcionalmente poco trabajo, hablando de sus familias, una historia llevaba a la otra, llenando los espacios en blanco, explorando el universo de la una y la otra, reuniendo ansiosamente los detalles. Elena notó que después de varias copas de vino, Peyton se había vuelto más relajada, su cuerpo estaba cómodamente asentado contra un lado del sofá que estaba junto a la piscina, mientras ella estaba sentaba en el otro. Miro las manos de Peyton. Sus dedos eran largos y delgados, casi masculinos. Fuertes. Utilizaba sus manos mientras hablaba y Elena las encontró fascinantes "...pensé que ella sería buena compañera para criar a un niño sabes, formar una familia..." reflexionaba Peyton "Supongo que me equivoqué..."

"Créeme, lo entiendo" Elena miró a Peyton con simpatía "Barry y yo realmente sólo tenemos una cosa en común y es nuestro hijo, así que, sé cómo la gente llega a ese lugar donde se trata más acerca de los hijos que...de ellos mismos" Peyton miró a Elena mientras tomó un sorbo de vino. Parecía tan despreocupada, era una delicia verla relajada. Elena estaba sentada frente a ella y Peyton notó que Elena jugaba inconscientemente con el hilo de la manta que cubría las piernas de ambas mientras la noche se hacía fría "A veces pienso que sólo me casé con Barry para rebelarme contra mis padres" Peyton la miró confundida “Mi padre es “de la vieja escuela”. Muy indio, con una mano silenciosa pero severa. Mi madre es de España y muy católica" "Esa sí que es una combinación letal" Sonrió Peyton. "¡Sí que lo es!" rió Elena "Durante años me sentí como...como una momia" Elena estrechó su mano contra su garganta "Sentía que me iba a ahogar con su inflexibilidad…su extrema dedicación a los rituales y a la tradición. Incluso hablaron de casarme con un primo lejano cuando cumplí dieciocho años. No podía soportarlo" Elena bajo la mirada con tristeza "Así que...empecé a organizar mi gran revuelta y…déjame decirte que cuando fui aceptada en la Academia de Londres eso fue más de lo que pudieron manejar ¿Qué podía haber sido peor para mis padres que yo siendo una actriz y me casara con un actor y todo ese tipo de cosas?" Ambas compartieron una risa y Peyton volvió a llenar las copas. "Allí fue donde yo lo conocí" Elena miró hacia la piscina y Peyton fue impactada nuevamente por cuan profundamente marrones e intensos eran los ojos de Elena "Al principio pensé que era feliz con Barry...él me ofreció la libertad por primera vez en mi vida. Nos casamos...casi de inmediato...en realidad salí embarazada” "Ohhh" Peyton no estaba segura de cómo reconocer este detalle íntimo de la vida de Elena. "Sí, poco después que nos dimos cuenta que íbamos a tener un bebé, nos casamos rápidamente, nos trasladamos a Nueva York y eso fue muy emocionante. Nash se convirtió en mi único foco y me trajo tanta alegría. Barry estaba luchando con su trabajo de actuación e incluso cuando tuvimos muy poco…mi familia me retiro su apoyo hasta que me visitaron y conocieron a su nieto unos años más tarde…todavía me sentía, bueno, tan feliz como yo creía posible"

Elena suspiró "Pero a medida que pasaron los años, me preguntaba ¿qué hay de malo en mí? ¿Por qué no siento lo que todo el mundo debería sentir? ¿Por qué era todo tan vacío? Yo...Yo traté de hablar con Barry de ello...Hasta le pregunté una vez si quería el divorcio, pero para entonces ya nos habíamos trasladado a Los Ángeles, Barry se había convertido en Pastor y ya estábamos muy involucrados en la iglesia. Y, entonces perdimos..." Elena comenzó a resquebrajarse, pero lo cubrió rápidamente "Entre en una mala racha..." Peyton sintió la tristeza de Elena, vio el terrible dolor en sus ojos y supo que había más que esto. Apartó la mirada, dándole a Elena el espacio que necesitaba para continuar. "No sé...a veces pienso que el matrimonio es sólo una serie de compromisos mutuos que simplemente se vuelve un enlace..." Elena suspiró de nuevo y a continuación miró directamente a Peyton "Pero nunca he estado enamorada de él" Peyton sólo pudo sostener la mirada de Elena por un largo tiempo. Miró hacia abajo y luego preguntó "¿Pero él está enamorado de ti?" "Supongo que sí... no lo sé" suspiró Elena "Él está enamorado de la imagen" Las dos se volvieron para mirar la piscina reluciente y entonces Elena regresó la vista hacia ella mirándola directamente y dijo "Nunca he estado enamorada" Una vez más, Peyton encontró muy difícil apartarse de la intensidad de Elena "¿Nunca has estado enamorada?" "No, tengo casi cuarenta años y nunca ha pasado...le dije a Tyler que iba a hacer las paces con eso" permanecieron en silencio por un momento "Tal vez alguno de nosotros no estamos destinados a encontrar a nuestra alma gemela que Tyler piensa que está ahí fuera. Que no estamos destinados a encontrar un alma gemela en esta ocasión" resumió Elena y luego tocó la rodilla de Peyton "Oh, Dios mío...Lo he hecho de nuevo una y otra vez. Basta de hablar de mí ¿Qué hay de ti?” Peyton miro a Elena atentamente y notó su fragilidad en la comisura de sus labios temblorosos. "Vamos, Peyton...por favor, no tenía intención de monopolizar la conversación...es sólo que ha pasado tanto tiempo desde que me sentía..." la miró nuevamente, directa, "…segura, supongo que segura es la palabra correcta…suficiente como para compartir esto con alguien”

Peyton negó con la cabeza. No quería que el objetivo cambiara "No sé acerca de las almas gemelas, pero después de Margaret...después de eso..." trató de usar la bravuconería sureña "Francamente, querida, no quiero volver a ver a otra lesbiana mientras mi vida" Elena se echó a reír y rozó la mano de Peyton, manteniendo sus dedos allí por algún tiempo. "Todo lo que realmente quiero es un bebé" Peyton retiró su mano "Formar una familia..." Peyton tomó su vino y luego de algún tiempo miró a Elena, quien la estaba mirando directamente, pero con algo nuevo, una especie de revelación. "Siento como si te conociera desde siempre" Esta vez Peyton no rehuyó la mirada directa de Elena.

"Fui monja por años, con las Hermanas de la Caridad, trabajaba en el comedor...y ella entró, luciendo como el lado malo de lo horrible..." Amelia se volteó hacia Jackie. La delicada monja blanca, Amelia, y la fuerte y masculina afroamericana, Jackie, eran un estudio de los opuestos absolutos. Amelia parecía aún más pálida cuando se inclinaba hacia la morena y tatuada Jackie, quien ahora sonreía, pero en contraste con la confianza de Amelia, ella parece tímida, reservada. "Lleve a Jacki a un tratamiento, le encontré trabajo como soldadora y logré que se valiera por sí misma...y en algún momento de todo eso, quedé profundamente enamorada de ella" Amelia se volvió hacia Jackie, mirándola con gran afecto "Pero estaba en contra de todo lo que yo creía. Recé, incluso me recluí, pero nada, nada podía alejarla de mi mente" Amelia sacudió la cabeza y entonces habló en voz tan baja que apenas era audible "Y luego, una mañana me desperté en el hospital" "Dios, estaba asustada" intervino Jackie "Estabas tan pálida" "Aparentemente me había desmayado por deshidratación. Cuando volví en mí, ahí estaba Jackie. Sentada allí, como un ángel" "El conserje del hospital estaba en recuperación conmigo. Me llamó y me hizo saber

que Amelia estaba allí. Nunca pensé que iba a verla nuevamente...cuando la vi yo…." Jackie estaba abrumada por la emoción. Amelia le ayudó a recuperar la compostura. "En ese momento, aunque había dedicado toda mi vida a la iglesia y a las escrituras católicas, supe que mi Dios amaba a Jackie…" Amelia hablo con total compromiso "...y me amaba a mí amando a Jackie"

Tyler, cómodamente instalado en su pequeña pero muy profesional sala de edición, donde ajustaba todas las historias que emitía como sus webpisodios de Soulemetry, editaba este hermoso material. Él estaba asombrado de la diferencia física entre las dos mujeres. No podía haber mejor ejemplo de que los polos opuestos se atraían que estas dos y encontró irónico que la morena Jackie fuese mucho más tímida y respetuosa, mientras que la monja pálida y delgada se mostraba desafiante y confiada. Bueno, pensó él, eso es lo que hace el amor. Saca lo mejor de cada uno. Mientras continuaba su trabajo, observó por el rabillo del ojo que Elena lo estaba mirando. Cuando él se volvió hacia ella, vio un nuevo y apacible rayo de luz en sus ojos. Elena había estado observando a su dulce y maravilloso amigo, sentado en lo que él se refería como su "cuenta gotas"…en vaqueros y su vieja camiseta favorita de su alma mater de la Real Academia. Siempre vestía elegantemente para el público, pero cuando trabajaba en la producción le había dicho "Me gusta el papel. Y adoro la comodidad" Cuando él la miró, ella sonrió, sintiendo una ráfaga de afecto por él. "Si no te conociera tan bien, me preguntaría quién sería ese Adonis Griego que te mantiene alejada de nosotros mañana, tarde y noche" "No es un hombre, tonto" rió Elena "Es una mujer…tú conoces a Peyton… ¿la mujer que conocí en el centro de adopción? ¿Recuerdas?...ella se presentó en tu evento" "De la nada, probablemente..." él le guiñó un ojo. Elena prestó poca atención y siguió "Es muy divertida, Tyler. Es interesante, tiene una perspectiva tan diferente de cualquiera que hubiese conocido, es culta, intelectual, pero sabes, no se da aires de nada. Me hace reír, y oh, bueno, Tyler, me hace olvidar todas estas cosas de lo cotidiano ¿sabes? Creo...creo que me he conocido una nueva mejor amiga" "Cuidado, gatita…además…soy tu mejor amigo" "Sí, siempre serás mi muy, muy querido amigo, Tyler. Es sólo que con una mujer, ya sabes, es un poco diferente y no he tenido una mejor amiga en años"

"Entonces ¿qué soy yo? ¿Hígado picado?" Elena sabía que él se estaba burlando de ella. Tyler terminó de beber una copa de vino a medio llenar, le sirvió a Elena una copa y le tomó la mano. Se dirigieron a su lugar favorito en el patio "Ahora, cuéntame todo sobre ella" Mientras Elena le servía a Tyler una copa de Merlot, se encontró a si misma charlando sin parar, cada vez más vertiginosamente mientras describía cada cosa que ella y Peyton habían hecho, mencionando todo los pequeños detalles, la diversión, las risas innatas, las cosas que compartían en común, como era Peyton "... ella es, no lo sé. Es como una extraña mezcla de vulnerabilidad y sin embargo, parece tan fuerte y segura de sí misma. Confiada, como si realmente se conociera a sí misma ¿sabes? Ella es femenina, pero no como el resto de mujeres que conozco" "Sí, ella NO es como todas las otras mujeres que conoces" dijo Tyler, con una voz de ¿me estás tomando el pelo? "Quiero decir que es taaaan...tan sensible e inteligente e intelectual…" "Sí ¡ya has dicho todas esas cosas cualquier número de veces ángel!" Elena sacudió la cabeza "Y ella tiene tan buen gusto…me encanta por ejemplo la forma en que ha diseñado y decorado su casa, es audaz e interesante, de una manera que no sé, me siento tan a gusto allí…" "Y Martha Stewart para completar" Elena sacudió la cabeza hacia él, en ese momento Lily apareció. "Bueno, entonces... hablando del exquisito gusto en mujeres..." Lily, en su falda de Doris Day y su blusa de encaje negro, que estratégicamente exponía su escote, caminó directamente hasta el amanerado Tyler y estampo un beso agresivamente en el borde de sus labios. Ella preguntó sin voltearse hacia Elena "¿Estas poniendo ebrio a mi hombre, Elena?" "Tal vez sólo un poco" "Bien ¡Voy a sacar ventaja de eso más tarde!"

Elena observó cómo Tyler era incapaz de apartar los ojos de su mujer y con nostalgia anheló solo un poco de esa clase de conexión. Decidió dejarlos, ya que claramente sólo tenían ojos el uno para el otro. Elena se levantó y les dio unas palmaditas en los hombros "No olviden el día de campo de mañana"

*********** "...y los egipcios realmente besaban con la nariz…supongo que es algo así como la moda de los esquimales…mientras que los romanos se besaban unos a otros en los ojos" Los ojos de Tori se encendieron con entusiasmo "Sí, me encanta hacer todo este trabajo de investigación para Tyler, y me dijo que todo lo que pudiera sacar para su nuevo calendario Soulemetry…ya sabes, sólo pequeños trozos para usarlos como trivialidades y me daría crédito en la parte posterior del calendario. A mí. A Tori Ambrose. Voy a tener un recuadro ¡Incluso podría tener créditos adicionales en la escuela por ello!" Elena asintió con la cabeza sin tomar mucho en cuenta las incoherencias de Tori, mientras que Nash se sentaba y escuchaba a su novia, orgulloso de sus habilidades. "Ah, y toma esto, bebe" Tori se inclinó a Nash y le dio un largo y dulce beso "Ahora casi he quemado más de tres calorías, ya que en el lapso de un minuto habrás perdido veintiséis calorías…" siguió "…de todos modos…los neurotransmisores liberados durante el ejercicio, son los mismos que se liberan durante este ejercicio de besar...así que mientras esto puede tomar mucho tiempo para bajar de peso ¿puedes pensar en un mejor ejercicio que este?” A Nash le gustaba este concepto "Ahora un poco de aerobics podría ayudar" Tori reflexiono, su ceño fruncido arrugó su frente "Ahora, la otra cara de todo este tema del beso, como si se tratara de un ejercicio, es que, cientos de bacterias se intercambian en un beso…así que ya sabes..." extendió sus manos en un gesto de equilibrio "...es un riesgobeneficio y sí, todo en nombre de la Filematologia…ese es el término científico real que se utiliza para el estudio de los besos. Ah, y escucha esto, una mujer generalmente ha besado a setenta y nueve hombres, antes de que finalmente se establezca y se case" "¿Me pregunto cuánto será para los hombres?" considero Nash. "No lo sé ¡pero será mejor que no sea más que este par de labios para ti!"

La siguiente media hora, Nash, vestido con sus vaqueros usuales y una camiseta manga larga color azul, ya que Tori le decía que "sacaba el brillo de sus ojos" y Tori vestida con un traje multicolor que sólo ella podía vestir, ceñida con un lazo, holgazaneaban sobre una manta con la cesta de picnic, mientras Elena seguía mirando a su alrededor, arreglando las cosas, luego compartiendo con ellos, mirando por encima de su hombro, llena de nervios. También se había vestido de manera informal, disfrutando vestir con vaqueros, lo que simplemente no podía hacer en la iglesia. Siempre tenía que usar lo que Tori llamaba "costura de alta iglesia: mitad conservadora, mitad gris ¡cien por ciento aburrida!" había bromeado con eso cada vez que se dirigían a los servicios. Pero hoy Elena se sentía viva, fresca, incluso llevaba puesta una blusa nueva que se había comprado, color lila fuerte y justo cuando salieron de casa, se desabrochó los dos botones superiores para que el material de seda pudiera caer fácilmente sobre su pecho. "Wow, algo atrevida" había bromeado Tori. "¿Qué le pasa?" pregunto Nash a Tori, mientras veía como su madre limpiaba la manta del picnic, una vez más, quitando restos invisibles. Tori se encogió de hombros, no tenía ni idea, pero estaba a punto de mencionarle algunas posibles causas, cuando Peyton se acercó con varias bolsas de compra. "Aquí estás. Tenía miedo de que no vinieras" Elena se levantó en el momento que vio a Peyton, dándole un abrazo rápido. Peyton también estaba vestida de forma casual, al menos de la manera en que ella pensaba era el estilo de Peyton. Peyton vestía ropa masculina, pero se veía mucho mejor en ella que en cualquier hombre. Todo era parte de esa apariencia confiada y esa sensación de fuerza, lo que lucía tan natural y tan bien en Peyton. "Siento llegar tarde" Peyton puso las bolsas sobre la manta y miró a todos. Elena agarró del brazo a Nash y prácticamente lo levantó poniéndolo de pie y Tori hizo lo mismo. "Peyton, este mi hijo Nash" Peyton estrechó su mano y luego se volvió hacia Tori "Y tú debes ser Tori" Tori parecía complacida de haber formado parte de la conversación entre Elena y Peyton "Y tú debes ser la escritora" Peyton asintió.

"Sé que todos en el planeta quieren ser escritores y Dios sabe que todos en esta ciudad tienen un libreto que quisieran vender. Yo no ¿Sabes cuál sería mi trabajo perfecto?" Tori miró de Peyton a Elena y nuevamente a Peyton, pronunciando con júbilo "Ser asistente de investigación. Yo haría, es decir, la investigación estadística más profunda, sobre cualquier tema y luego correlacionaría, extrapolaría, asignaría niveles de significado para todas y cada una…" "Y ella seria genial en ese trabajo" la interrumpió Elena y le indicó a Peyton que se sentara. "Te tomaré en cuenta para mi próximo proyecto" le aseguró Peyton. "¿En serio?" Tori estaba halagada. Nash estaba estudiando a Peyton y Elena le hizo una mueca. Elena podía decir, por el semblante de Nash, que tenía previsto reservarse el juicio sobre la nueva amiga de su madre, a pesar de que le había escuchado decir a Tori "Ella parece agradable" Mientras la tarde daba paso a la noche, Peyton y Elena discutieron sobre diferentes mujeres que creían deberían ser parte del proyecto, cada mujer poseía diferentes rasgos que ambas pensaban que eran representaciones importantes de lo mejor de las mujeres. Nash jugaba un partido informal de fútbol con otros chicos. Tori, con la cabeza profundamente entretenida en sus libros, de vez en cuando ofrecía alguna información pertinente acerca de las mujeres de las que Peyton y Elena estaban discutiendo. "¿Qué hay de las primeras?" Peyton le preguntó a Elena "Tú sabes, la primera mujer en postularse a la presidencia…" "Esa sería Victoria Woodhill…quien, por cierto, fue también la primera mujer en dirigir una empresa de corredores en Wall Street" Tori ofreció con orgullo. Elena sonrió "Sería bueno tener una sección con las primeras mujeres" "O Sally Ride, la primera mujer en ir al espacio… ¿se lo pueden imaginar? O Elizabeth Blackwell, la primera mujer médico en los Estados Unidos, o escuchen esto, la primera mujer que nació en los Estados Unidos fue de Virginia Dare (Atreverse)… ¡qué gran nombre para la primera! Atreverse... atreverse a ser..." Tori se vio envuelta en un delirio de hechos "O la primera mujer que montó en bicicleta alrededor del mundo…a finales del siglo XIX…y ella lo hizo en quince meses ¿Se puede superar eso?" "Ahora ¿cómo fue que ella paseo en bicicleta por el océano?" Nash le preguntó maliciosamente.

"Es evidente que no podía pedalear en el agua, pero hizo lo que nadie había hecho nunca, una mujer audaz viajando a través del mundo en bicicleta, si me permites, en un mundo de hombres. Eso es bastante increíble" "Debe haber tenido mucho valor" reflexionó Elena. "Sí, al parecer dejó tres hijos y un marido atrás. Según lo que pude encontrar en Internet, había una apuesta en que si ella podía hacerlo, ella podría ganar cinco mil dólares, que si lo comparan con dólares de hoy, serían como…bueno tendría que tener mi calculadora para calcular el costo de la vida y la inflación equivalente…pero basta con decir, sería un montón de dinero en estos días. Y ella nunca había montado en bicicleta ¡Sólo el puro sentido común!" "Wow" Elena estaba realmente impresionada por el valor de esta mujer, dejando a su familia atrás y sin tener ninguna idea de lo que podría encontrarse…como cualquier aventurero. Era...bueno, era inspirador. Peyton observó a Elena mientras ansiosamente aprendía un poco más sobre Annie Londonderry…y vio un asomo de intriga y aventura ardiendo en sus ojos, vio una resignada melancolía en su rostro que entristeció un poco a Peyton. "Hay una especie de cabalgata en su nombre" dijo Tori, sin dejar de agasajarlas con más hechos "Ella al parecer, era increíble auto promocionándose y escribió el relato más fascinante de su expedición..." Peyton se sintió relajada y cómoda entre Elena y su familia, pensando que debía pasar más tiempo de esa manera, fuera del mundo, haciendo cosas en vez de…como Wave le había señalado unas semanas antes…“encerrarse indefinidamente como una pequeña araña en su telaraña, siempre encerrada sin compañía…una adorable compañía no importaría, pero enfréntalo, incluso tú tienes un límite". Se sentía cómoda con Elena y su encantadora familia y eso le hacía preguntarse aún más, acerca de cómo trabajaban juntos, cuál sería su dinámica familiar. Y luego se preguntó dónde podría estar el pastor y de repente se le ocurrió que nadie parecía pensar que era extraño que él no estuviese presente. Como si Elena supiera que Peyton estaba pensando en todas estas cosas, se volvió para mirarla y Peyton sintió la fuerza de su mirada, el impacto total del cambio en la sonrisa de Elena. Profunda. Suave. Tyler se acercó por detrás y envolvió a Elena entre sus brazos sorprendiéndola.

"¡Te dije que vendríamos! La Srta. Thang aquí sólo tenía que ver algunos contratos de última hora, pero más vale tarde que nunca" Lily, vestida con un desgastado traje Prada, estrechó la mano de Peyton, tratando de recordarla del evento Soulemetry de Tyler, y luego se dejó caer al lado de Tori, sacando su juego de ajedrez de viaje. Tori estaba encantada "Empecemos ¡Vas a perder esta vez!” Cuando el sol empezó a ocultarse, Tyler abrió una botella de vino, les sirvió copas a los adultos y le ofreció a Nash un pequeño sorbo, a lo que Elena sacudió la cabeza, pero luego lo permitió "sólo una" Y luego el hijo de Elena, echado al lado de su mamá, sacó su juego virtual y empezó a jugar mientras Lily y Tori participaban activamente en su juego de ajedrez y sus enfrentamientos verbales. "¿Sabías que el ajedrez es el único juego de mesa que el Comité Olímpico Internacional reconoce como un deporte mental?" reflexionó Tori. "Lo que sé…" pensó Lily cuidadosamente antes de mover su siguiente pieza "…es que el ajedrez es un juego que te prepara para la sala de juntas, la disciplina adquiere estrategias y te mantiene con un enfoque agudo" "Ahhh, me encanta cuando te pones poética, querida" bromeo Tyler, y luego continuó regalándole a Peyton la historia de Elena "Sí, ella podía a caminar por los pasillos y los mares se dividían. La gente estaba fascinada por su sola presencia y todos los chicos, bueno serían unos tontos si no, tratando de ser inteligentes, apuestos, intelectuales…lo que ellos pensaban que podría convencerla" "Tyler ¡estás exagerando!" intervino Elena. "Difícilmente, querida, tienes que admitir que causas un gran revuelo con tu impresionante exotismo, ese acento inspirador, por supuesto, Elena no parece tener ninguna idea de lo increíblemente hermosa que es" Peyton se volvió hacia Elena, quien se estaba poniendo muy nerviosa. "…y, por supuesto, esto es solo la mitad de la historia. Nosotros estábamos presentando El próximo año a la misma hora y Elena estaba fuera de límites…oh ¿cómo se llamaba? ...oh sí, Doris. Era muy divertida ¿Quién lo diría? ¿Verdad? Todo el mundo pensaba que era muy austera, tan prohibida y allí estaba no sólo realizando la obra dramática, sino que también era divertida como el infierno”

Tyler miraba a su querida amiga y luego se dio vuelta hacia Peyton "Ella tenía pocas tablas artísticas…una química genuina que realmente mantenía a la audiencia cautiva…pero en el momento en que "la misteriosa mujer india" salía del escenario, se retraía…tan silenciosa y elegante en su encanto porque no era consciente de su propia belleza” Peyton vio el verdadero cariño y afecto que Tyler sentía por Elena mientras ella le daba un suave empujón para que parara "Está bien, es suficiente, Tyler ¡En serio!" él puso su brazo alrededor de ella y le dio un rápido apretón. "Apoyo eso" resopló Lily "Además, Elena, sabes que estoy totalmente de acuerdo" Nash, cansado de jugar, se dio la vuelta y se deslizó hacia Tori, quien se encontraba en una profunda concentración. Pero Nash no pudo contenerse, comenzó a jugar con su cabello, le acarició la mejilla y finalmente le dio un rápido beso. "Jaque mate" salto Lily "¡yo gano!" "Ughhghg..." "Eso, mi querida…" le informó Lily, aguda e incisiva "…es lo que sucede cuando no cuidas tus objetivos" "Por favor, cariño, no destripes a la pobre niña" Tyler se volvió hacia Tori, abrazándola con afecto paternal. Peyton pronto se dio cuenta que él era la figura paternal para todos ¿Cómo y dónde encajaba Barry en todo esto? "Estoy bien..." dijo Tori con una vocecita "Solo, ya sabes, posiblemente dañada de por vida..." luego se acurrucó profundamente en los brazos de Tyler y luego miró de Tyler hacia Peyton "Hey...Ty, cuéntale la historia a Peyton" "Sí…" Nash se unió a ella con entusiasmo "…cuéntale la historia" Peyton los miró, confundida. Elena sonrió. Tyler miró a su alrededor, ansioso. Lily estaba de muy buen humor. Después de todo, acababa de ganar. "Tyler tiene todas estas historias sobre las almas gemelas que ha ido recopilando durante años" explicó Elena "Incluso cuando estábamos en la escuela, él les preguntaba a las parejas cómo se habían conocido. Creo que él mantuvo este gran catálogo de cada historia de amor que jamás hubiese escuchado"

"La conservo en efecto" acordó Tyler con orgullo. "Y él hace estos maravillosos webpisodios con ellas a través de Internet" interrumpió Tori. "Tan pronto como gane suficiente dinero…" Lily se unió "…voy a comprarle su propia pequeña red. Entonces vamos a obtener beneficios económicos de este tonto. Soulemetry no es sólo su religión…creo que podría ser muy lucrativo" "Cariño, puedes hacer todos los números y los presupuestos que quieras, pero el amor no está en venta" "Adelante, pastelito…" susurró Lily "...también es una de mis favoritas" "Está bien" Estaba claro que Tyler estaba tan ansioso por contar la historia como ellos lo estaban por escucharla "Bien, este ardiente joven escritor llega a Hollywood para hacer su carrera…ya saben, toda esa sangre joven de halcón y muy pronto, se da cuenta que la vida real rara vez es como las novelas. Para quitarse la porquería de sus días, conduce hasta lo alto de Mulholland..." Tyler hizo una pausa dramática, actuando la historia con sus inimitables gestos "…era precioso...la vista impresionante, pero cada vez que conducía hacia su lugar especial, miraba este ridículamente marginado vehículo…un antiguo VW…una verdadera monstruosidad para sus ambiciones épicas. Bueno, él pensó que había sido sencillo dejarlo allí en el polvo para la historia prescindiendo de él, así de feo era" Elena se volteó para mirar a Peyton quien escuchaba la historia, advirtió la sonrisa amable en sus ojos, cuan intensos eran y se dio cuenta que era una de las cosas que le gustaban de Peyton. Su intensidad. "Adelantaré diez años. Él está en una cena. Host es un buen amigo suyo. Hasta hoy se ha casado y divorciado dos veces desde sus días de meditación. Host le presenta a esta mujer quien…escuchen esto…resulta ser la asistente del agente que promovía el libreto del héroe entre un montón que tenía” Todos estaban enfocados en él con gran atención. "Él le da las gracias a ella efusivamente, le dice que casi se rinde. Y lo habría hecho si no fuese por ese gran sitio en Mulholland, el cual lo renovaba. Pero la única cosa que lo arruinaba era ese cacharro VW. La mujer lo detiene a mitad de la historia ¿Acaso, por casualidad, conduce un Lexus verde?”

"No..." Peyton comenzó a formarse la imagen "No, ni siquiera lo digas" "Sí" asintió Tyler "La dueña del cacharro VW era la misma asistente que le había dado su oportunidad. Ella solía conducirlo hasta el mirador para alejarse de su jefe autoritario" él golpeó la cabeza "Ambos habían manejado hasta el mirador como su único consuelo, en medio de este remolino humano de la ciudad…y después de tantos años se conocieron, sus fortunas casi entrelazadas. Cinco semanas más tarde…" "Se casan" dijo Elena al unísono con Tyler. Todos rieron con buen humor cuando vieron el asombro de Peyton ante este cuento favorito. "Wow... ¿qué increíble es eso?" Peyton estaba impresionada por los extraños sucesos y coincidencias de la historia. "Él tiene un millón de historias como esa" comento Elena. "Así que ¿qué crees?" preguntó Peyton a Elena, luego se volteó rápidamente hacia Tyler. "Ella cree que soy un gran tonto, un soñador romántico. Pero les digo, no puedes imaginar coincidencias como esa. No, cuando se supone que sea..." luego miró a Lily “...lo que se supone que debe ser” "Una coincidencia es cuando Dios hace un milagro y decide permanecer en el anonimato" les informo Tori, rompiendo el silencio. "En realidad, es cuando se nos dan opciones y elegimos la correcta… ¡ese es el milagro!" Elena miró a Peyton, incapaz de apartar los ojos de ella. Peyton atrapó la mirada de Elena, y no pudo negar su gran intensidad. Sintió el rubor subir por su cuello y se alegró que la oscuridad hubiese caído. Rápidamente miró hacia otro lado.

********* Esa noche, cuando Peyton regresó a su casa, se sintió deliciosamente cansada. Se había divertido mucho con Elena y su familia. Pensó que Nash y Tori eran adorables y estaba claro que Tyler y Lily también pertenecían a esa unidad familiar. Tal vez por eso se sentía tan bien. Solo estar con una familia, teniendo un sentido de familia. De pertenencia. Bostezó, se estiró y luego pensó que bien podría revisar sus e-mails. Tenía que asegurarse

de algunos detalles que necesitaba de su agente, pero al ver el segundo con la dirección de [email protected], lo abrió de inmediato. Hey Peyton...Sólo quería decirte que fue muy divertido que conocieras a mi familia. Y debo decir...Me siento muy afortunada de haberte conocido. Por primera vez en mucho tiempo, siento que estoy en el camino en el que se supone debo estar ¡Estoy tan emocionada de tomar fotos nuevamente! Peyton sintió una oleada de calor propagarse sobre ella mientras leía el e-mail de Elena. Entonces, con la misma rapidez, trató de ignorar el sofoco en su pecho, el desánimo de su espíritu. Ni siquiera vayas por allí...Sacudió la cabeza, y en lugar de responder el e-mail de Elena, lo elimino.

********* "¿Qué te pasa, tienes hormigas en el culo?" Wave cruzó la calle hacia su casa con una bolsa de café "¿Cómo diablos hiciste tú de todas las personas para quedarte sin café?" "No logré llegar a la tienda esta mañana" pero Wave no estaba escuchando siquiera lo que Peyton le estaba diciendo, mientras se fijaba en la apariencia de Peyton, los pantalones elegantes y refinados y la camisa de seda que llevaba puesta. El grueso cabello de Peyton, naturalmente ondulado, que siempre llevaba suelto y al nivel de los hombros, estaba recogido en un moño suelto. Con un pasador muy atractivo, nada menos. "Así queee… ¿qué pasa con el cambio de imagen a lo Rachel Zoe?" Peyton negó con la cabeza "Yo...tienes que irte. Tengo una reunión de negocios" Wave ladeó la cabeza y le preguntó en un tono más serio "¿Reunión de negocios? ¿Aquí? ¿Un domingo?” "Sí, ahora te quiero, lo digo en serio... ¡VETE!" En ese momento, una camioneta roja se detuvo y Elena salió. Wave miró a Peyton y luego de vuelta a Elena. "Hola. Eres Wave ¿no es así?" Elena extendió su mano gentilmente.

"Sí, esa debo ser yo" Wave miró a Elena entonces "Oh, tú debes ser la reunión de negocios…Entiendo" Elena parecía un poco nerviosa mientras Peyton empujaba a Wave para que se fuera, luego se volvió hacia Elena "¿Por qué no entras? siéntete como en tu casa" Elena hizo un movimiento de cabeza a Wave y vacilante se dirigió hacia la casa de Peyton. Antes de que Peyton pudiese moverse, Wave le puso las manos en los hombros y la detuvo en seco "Cuando te dije todas estas cosas de sentirte bien ¡no quise decir que fuesen cosas de matrimonios heteros ni nada de eso!" "No empieces" le advirtió Peyton, empujando a Wave para que se fuera. "Caramba, Peyton" Wave negó con la cabeza "¡Vas a llamarme al segundo que ella se vaya!" Cuando Peyton entró en la casa, vio que Elena estaba hojeando su libro, Confianza, ¿Quién la necesita?...Autobiografía de una Agorafóbica. Elena le dio la vuelta, estudiando la fotografía del autor en la contraportada y leyendo el texto de la cubierta. Peyton se acercó, educada pero firmemente agarró el libro de las manos de Elena. "¿Eres tú…quiero decir es tu historia?" Peyton se aclaró la garganta y asintió "Sí, esa soy yo" "Wow...nunca lo hubiese imaginado. Después de todo este tiempo que hemos pasado juntas" Elena miró a Peyton, evaluándola. Se veía tan bonita con el cabello recogido, y era interesante que Elena de repente fuese consciente de que Peyton era una mujer. Ella parecía tan…no masculina…pero no era abiertamente femenina, así que le tomó un momento a Elena acostumbrarse a esta nueva mirada, esta situación. También se preguntaba cómo podía haber estado alrededor de Peyton todo este tiempo y no saber que era algo tan intrínsecamente ligado a su apariencia. Peyton se movió incómoda, sintiendo que estaba bajo escrutinio, entonces se sintió enojada consigo misma por haberse vestido de esta manera. Sólo quería sentirse profesional y capaz, cuando se despertó muy temprano y recordó que Elena se reuniría con ella esa mañana. Pero ahora se sentía un poco tonta. Se aclaró la garganta y Elena se acercó.

"Supongo que siempre había pensado en un agorafóbico como alguien en Grey Gardens…ya sabes…acurrucada en una habitación oscura y con un montón de gatos" "Sí, bueno" la voz de Peyton sonaba despectiva "Todos los nuevos medicamentos nos hacen mucho más aceptables" "Así que..." Elena miraba a Peyton como tratando de entender y añadir esta nueva pieza en todo esto "¿Cómo te afecta eso?" "Créeme, no querrás saber" "Creo que sí. Es fascinante" "No tanto" pero Peyton vio que Elena no iba a aceptar esa respuesta "Está bien...soy un poco TOC, con algo de fobia a los gérmenes, envuelta en un par de otras cosas...pero mayormente necesito hacer rituales para sentirme cómoda...uhmm…no cosas satánicas…ni nada de eso…Yo...uhmm..." Peyton se encontró a si misma completamente cohibida. Elena se acercó aún más, puso una mano suave en el antebrazo de Peyton "Realmente nunca lo hubiese sabido ¡Obviamente!" Elena sonrió, como evidencia de que no sabía. Peyton sonrió con tristeza. Se hizo un silencio de muerte. Ambas se sintieron incómodas. Entonces Elena sonrió nuevamente, teniendo consideración de ella "¿Puedo hacer una sugerencia? Necesitas una nueva foto de Autor. Esta…" Elena hizo un gesto hacia la que estaba en el libro "…no te hace justicia" "Mi línea de trabajo no es el cómo me veo. Son mis palabras” "Tonterías. Voy a hacer tu nueva foto de Autor. Sera mi regalo" Peyton sonrió. Bueno... estoy en el juego. Elena sonrió completamente. "Uhmm ¿por qué no nos ponemos a trabajar? Tengo que hacer un trabajo de investigación en estos archivos”

Varias horas después, mientras estaban enfrascadas profundamente en una pila de artículos y fotos, ambas fueron sorprendidas por un fuerte golpe en la puerta. Antes de que Peyton pudiese levantarse para responder, Margaret entro muy campante por la gran puerta, con unas bolsas de comida china en la mano. Peyton se dio cuenta que se había vestido para

esta visita improvisada en jeans muy ajustados y una blusa color verde suave y de corte bajo, que acentuaba su cabello rubio y sus ojos azules. "Lamento la tardanza, el tráfico era una pesadilla…" se interrumpió al ver a Elena y a Peyton sentadas muy juntas en el suelo "Lo siento ¿Interrumpo?" Peyton la miró atónita. Elena la miró a ella y luego a Margaret, dándose cuenta de la familiaridad con la que esta mujer había entrado y que era bastante atractiva, y como con Peyton, nada que ver con las mujeres a las que estaba acostumbrada a tratar. De repente Elena se sintió como una niña pequeña en un mundo de adultos. No estaba segura del protocolo que se seguía en un momento así y el silencio se estaba volviendo ensordecedor. Elena se levantó, ansiosa de conocer a otra de las amistades de Peyton "Hola. Soy Elena" "Margaret" El rostro de Elena cayó momentáneamente y se recuperó muy bien, volvió a su papel de esposa del pastor y estrechó la mano de Margaret como si fuese uno de los miembros sin rostro de la congregación "Oh, Margaret. Es agradable conocerte” Margaret se volvió hacia Peyton "Y esta es Elena ¿supongo?" el tono era ligero, pero afilado. "¿Qué estás haciendo aquí?" Peyton no pudo ocultar la irritación en su voz cuando se levantó, recogiendo algunos de los archivos con ella. "Sé que te vuelves loca cuando tienes las fechas límites de presentación, así que te he traído la cena" Elena comenzó a recoger sus cosas "Yo...Tengo que irme de todas formas" "Oh, no dejen que las interrumpa. Voy a esperar en el dormitorio…" dijo Margaret con falsa amabilidad "…hasta que hayan terminado. Tómense su tiempo. Traje un libro" Y luego mirando a Elena de forma conspiradora, agregó ".., ella siempre está trabajando...por lo que he aprendido a entretenerme hasta que baja de esa nube de escritora" "Oh, ¿pensé que estaríamos hasta...?" la voz de Peyton sonó débil cuando le preguntó a Elena ya que habían programado estar allí hasta las siete. "No, quiero decir Nash estará pronto en casa, así que..." Elena metió una pila de papeles en su maletín, recogió su bolso y con una breve mirada hacia Margaret dijo "Encantada de conocerte. Peyton, te llamaré”

Le dio un rápido abrazo a Peyton, pero cuando se separaron, Peyton pudo ver la confusión y el dolor en los ojos de Elena.

*********** Elena picoteaba su cena, sumida en sus pensamientos, mientras Nash devoraba su hamburguesa, Tori estaba en uno de sus paseos poéticos y Barry estaba sentado revisando el boletín de la iglesia ¿Por qué? ¿Por qué estaba esa mujer allí? ¿Estaban viéndose de nuevo? Y si era así ¿por qué Peyton no le dijo nada? "...Y tenemos a Julia Child. Quiero decir, tenemos que hacer un informe sobre chefs famosos, y esta es la cosa, apuesto a que no sabes acerca de la Sra vamos a cortar el pollo para que se vea como un reno" Tori imitaba el diálogo de la infame estrella culinaria "Pero mientras terminaba siendo famosa por su genio gastronómico, en realidad era una espía. Si, trabajaba en la Oficina de Servicios Estratégicos" La voz de Tori perforaba en su conciencia mientras ella trataba de entender lo que había sucedido anteriormente con Peyton. Pero una vez más, Tori dijo "...así que naturalmente tuve que buscar otras personas que estuviesen llevando una doble vida. Quiero decir, que genial sería eso...sabes, porque de alguna manera yo llevo una doble vida. En fin, allí están los grandes, Benedict Arnold, Mata Hari, etcétera, etcétera…pero es la gente común la que me fascina ¿Qué haría que el Sr. Joe Average se convirtiera en un espía o llevara una doble vida…que podría forzar sus acciones? Tengo muchas ganas de entrar en sus cabeza..." Elena sabía que era poco probable que Tori parara y comenzó a sentir que la comida se le congelaba en el estómago. Una oleada de náusea se apoderó de ella. Simplemente no tenía sentido ¿Estaría Peyton guardándole secretos? ¿O se trataba del simple hecho de que no era de su incumbencia? Elena suspiró mientras la voz de Tori continuaba afectándola, dándose cuenta que lo que Peyton hiciera con su vida emocional no tenía nada que ver con ella. "...bueno, la ambición es una...en mi investigación me encontré con un grupo de hombres, naturalmente…" "¡Hey, no todos somos malos!" interrumpió Nash. "No creo que la ambición sea una cuestión específicamente masculina, Nash…" continuó Tori "…es sólo que las mujeres no ocupan esos altos puestos en el gobierno, por lo que no tenían la oportunidad de vender información clasificada a la KGB. Y, te alegrará tomar en cuenta, que la otra razón que tuvo para llevar una doble vida fue el amor"

Elena se detuvo para escuchar "Como este tipo que era un geólogo de profesión, Clarence King, realmente convencido de que esta mujer afroamericana, Ada Copeland…que resultó ser una antigua esclava, déjame decirte, que se había trasladado al norte de Nueva York…él era de hecho, negro. Se casaron, él llevó esta vida como un trabajador del ferrocarril afroamericano y se dio a sí mismo una nueva identidad como James Todd y cuando él regresaba a casa, regresaba a su antigua vida como Clarence King, geólogo de grandes…excursiones desde Wyoming hasta California. Tuvo cinco hijos con Ada y fue sólo en su lecho de muerte cuando le escribió a ella una carta diciéndole la verdad” Ellos dejaron de comer, sorprendidos por esta revelación. Tori miró sus expresiones de sorpresa, luego sonrió "¿Ven? Tyler tiene razón. Cuando encuentras el verdadero amor, ¡casi puedes creer en cualquier cosa!" "Eso fue..." Elena se sintió como si se estuviese enfermando "…uhmm...interesante, Tori. Lo siento, tengo que disculparme" "¿Estás bien, El?" preguntó Barry. "Sí, sólo un poco mareada" "¿Dónde estuviste hoy? Traté de localizarte toda la tarde" Barry apenas levantó la mirada de la carta. "Yo...he estado trabajando en el proyecto" "¿Hmmm?" "Ya sabes, mamá está trabajando en lo de su fotografía" Nash intervino para apoyar a su mamá "¿No es grandioso papá? ¿Qué mamá tenga un proyecto que sea sólo para ella?" Barry levantó la vista de su trabajo, ahora, mirando a todos a su alrededor. Luego sonrió "Por supuesto. Creo que tu mamá debe tener sus propios pasatiempos…siempre que lleve todo lo demás sin problemas, creo que es genial" Nash frunció el ceño y estaba a punto de decir algo más, pero Elena no tuvo ningún deseo de continuar con un debate sobre un proyecto del que ya no estaba segura en este momento "Tienes que hacer tu tarea. Tori ¿puedes ayudarlo con la clase de historia?" Tori sonrió "Claro Mama Oso. No hay problema"

Los dos chicos salieron de la cocina y Elena comenzó a limpiar. Sintió a Barry observándola, esperando a que él dijera algo, pero cuando se dio la vuelta para verlo, él ya había enterrado su cabeza de nuevo en el boletín. Ella suspiró. Regresó a lo suyo. Peyton se sentó en Pinot Latte preguntándose si Elena aparecería. Habían arreglado previamente un tiempo para repasar algunos capítulos y ver sugerencias, pero después que Margaret se presentó inesperadamente había habido un silencio que pareció un distanciamiento. No hubo los usuales e-mails diarios de ida y vuelta, nada de llamadas durante los últimos tres días. Elena llevaba media hora de retraso, por lo que Peyton tenía que asumir que no se iba a presentar. Estaba terminando su café cuando vio la camioneta de Elena estacionándose en la calle. La observó mantenerse sentada por un momento antes de salir del coche. Peyton miró mientras Elena se dirigía a la cafetería. Llevaba uno de sus "trajes de iglesia" que Peyton no le había visto en las últimas semanas. Incluso en esa ropa monótona, Peyton vio la belleza de Elena y de repente eso le hizo sentir como si otra persona viviera dentro de la Elena que era presentada al mundo, toda una vida que pudo haber tenido, entonces se detuvo a sí misma de pensar más allá. Elena se acercó lentamente, casi con timidez y se sentó "Siento llegar tarde...yo..." "Seguro. No hay problema" Peyton se aclaró la garganta jugando con su cucharilla. Elena jugó con una servilleta "Lo siento, probablemente debí haber llamado para cancelar esta reunión. No he tenido tiempo para hacer la investigación de la que hemos hablado. Estuve envuelta en un gran proyecto de recaudación de fondos para la iglesia y Nash ha tenido práctica de fútbol tres veces esta semana y...están en los playoffs y..." la conversación de Elena se fue perdieron poco a poco. Elena levanto la vista hacia Peyton quien estaba mirando hacia fuera de la ventana. La atractiva mandíbula que Elena siempre encontraba intrigante, ahora estaba apretada, como si Peyton estuviese estresada. Quería ver esa sonrisa de Peyton que hacía que Elena sintiera como si todo iba a estar bien, pero parecía tan incómoda como Elena se sentía, pero cuando Peyton se volvió hacia ella, su expresión era indescifrable. "Si estás muy ocupada, está bien" respondió Peyton "Mira, Elena, si hay demasiadas cosas en tu vida, no te preocupes por eso. Yo...yo sé cómo es cuando se tienen demasiadas…" "¡No!" Elena respondió precipitadamente, luego se detuvo "Es sólo que...bueno, supongo que no lo entiendo" "Sólo estoy diciendo que si no tienes tiempo para este proyecto, es completamente

aceptable. Mira, yo no tengo hijos, ni un marido y tampoco una vida fuera de mi trabajo en este momento…no puedo esperar que tu tengas el mismo tiempo..." “Pues parece que tienes una vida fuera de este proyecto" intervino Elena. Peyton la miró confundida "¿Qué?" "No es asunto mío, de verdad" Permanecieron un momento en silencio "Es sólo que...yo pensé..." Elena tiró de su trenza "Ella te lastimo tanto" "Oh..." Peyton finalmente se dio cuenta que estaban hablando de Margaret "Oh, Dios, Elena. Siento mucho que nos haya interrumpido el otro día" "No lo entiendo ¿Estás saliendo con ella, ahora?" "¿Saliendo?" Peyton no estaba muy segura de cómo explicar a Elena los complejos y múltiples niveles de disfunción de sus relaciones lésbicas anteriores "No es eso. Ella quiere volver a intentarlo y yo... yo estoy contra la pared. Pero yo...” Elena esperó con impaciencia. "No quiero que nada se interponga en el camino de la adopción. Yo...yo sólo tengo que estar concentrada en eso" "Bueno, claro. Eso es lo correcto. Debes permanecer enfocada en eso" respondió Elena "Así que ¿cómo va eso?" Se formó un silencio incómodo. La verdad del asunto era que Peyton se había saltado varias de las reuniones de la clase de adopción con el fin de conectar con Elena. Hubiese estado muy ocupada de otra manera, no había regresado, a pesar de que su deseo de tener un hijo todavía era casi tan fuerte como lo había sido desde el principio. "Bueno, supongo que yo…nosotras…" sonrió "…hemos estado muy ocupadas. Pensé que habías encontrado otra agencia ¿Ha habido suerte?" "Sí y no. Encontré una agencia a través de nuestra iglesia, pero...bueno, realmente no le he dado seguimiento" de repente se sintió culpable.

"¿Estás bien?" preguntó Peyton. Elena la miró, miró su interior, como sólo ella parecía ser capaz de hacer, y de repente las dos se rieron. "Creo que ambas hemos estado muy ocupadas con esto…" Elena saco sus manos para expresar su conexión y el proyecto "…que hemos dejado otras cosas… ¿de lado?" "Lo siento, es lo último que quiero que esto haga" "¿Estas de broma, Peyton?" Elena habló con fervor "Esto ha sido una de las mejores cosas que me han pasado. Me siento...me siento viva. Estar contigo…" buscó la manera correcta de decirlo "…me hace sentir bien. Feliz. Y, probablemente, necesitaba un descanso de todas esas otras cosas de todos modos" Elena sonrió y Peyton tomó un largo respiro, sonriendo también. "Estoy hambrienta" declaró Elena "¿Quieres comer algo?"

Tiempo después terminaron el almuerzo tardío y compartieron más risas, la incomodidad anterior ya había desaparecido. "A mi marido no le gusta pasar tiempo de esta manera" "De esta manera... ¿cómo?" "Sólo estando. Tonteando. Sonriendo. Somos como esa pareja de allí" Elena se volvió hacia una pareja de unos cincuenta y tantos años, sentados completamente involucrados el uno con el otro "Tú sabes...cuando han vivido toda su vida juntos, pero no tienen nada que decirse el uno al otro" "Hmmm" Peyton frunció los labios con simpatía. "¿Es diferente con ustedes?" Peyton todavía estaba confundida. "¿Tú y Margaret? o ¿las mujeres?"

Peyton sonrió con tristeza y Elena siguió sin parar "Es que nunca había pensado en lo que sería estar en una relación con una mujer. Tú sabes, las mujeres son mucho más habladoras de todos modos. Quiero decir, tengo una muy buena amiga, Diana, de la iglesia, y ella y yo pasamos todo el tiempo charlando, así que me pregunto ¿es eso parte de la atracción? ¿Tener a alguien con quien hablar?" Peyton sonrió "Sólo porque es una relación entre dos mujeres, no significa que no sea necesariamente disfuncional, Elena" "No mutuamente exclusivas ¿hmmm?" Elena le devolvió la sonrisa. "Bueno, cuando era joven e idealista, creía en la premisa que el emparejamiento entre dos mujeres era impulsado por la emoción en lugar de la conquista sexual que haría su unión de alguna manera más digna" "Puedo verlo. Las mujeres sienten las cosas de manera diferente" "Aparentemente no. Las lesbianas son como todos los demás. Confía en mí, no tienen absolutamente nada que afirmar a la moral" "Entonces... ¿qué pasa contigo y con...ella?" Pero antes de que Peyton pudiese responder, Wave se acercó mientras estaban absortas en su conversación. Se aclaró la garganta para hacerles saber su presencia "¡Damas!" "Oh, hola, Wave" "Elena..." Wave examinó la situación y con una sonrisa sutil añadió "Me preguntaba si necesitaban algo, pero parece que sus vasos están rebosando" Como una complicación incómoda, el teléfono de Elena sonó, Barry al otro extremo. Tanto Wave como Peyton trataron de actuar indiferentes ya que estaba claro que Elena había perdido la noción del tiempo y estaba siendo castigada por la voz al otro extremo "...más de una hora y ¡ahora él no tiene manera de llegar a casa!" "Oh, Dios mío, Barry…Lo siento mucho. No, es que lo olvidé por completo. Voy para allá" Elena comenzó a recoger sus cosas y luego miró a ambas disculpándose "Soy tan mala. Olvidé por completo que Barry llevaría a su aprendiz para la cena, y pensé que Nash tendría manera de llegar a casa desde la práctica de fútbol, pero su amigo no se presentó..."

se dio cuenta que estaba balbuceando "Lo siento...Tengo que darme prisa. Nos vemos el martes" añadió Elena mientras se levantaba, despidiéndose ligeramente con la mano de ambas y salió corriendo por la puerta. Wave observó mientras Elena se iba y luego se volvió hacia Peyton, negando con la cabeza. "No es lo que piensas" "Tú, mi amiga, estás jugando el juego más antiguo y más trágico del guion" Wave empujo a Peyton a un lado y se sentó cerca de ella poniendo una mano sobre el brazo de su querida amiga "El ama de casa solitaria encuentra interesante y bastante maravillosa la vida lésbica como para dar un pequeño paseo hacia el lado salvaje" "Dios mío, Wave ¿cómo puedes ser tan ultra hetero? ¿No puede una chica tener amigas por amor de Dios?" "Créeme, muñeca, ustedes dos se dirigen a esa intersección en la carretera…y una vez que golpees ese camino menos transitado, va a convertirse en un condenado desastre"

*********** Elena se sentó con un grupo de mujeres, en su retiro de planificación anual de su Iglesia Luz Sagrada. Cada año se rodeaba a sí misma durante todo el fin de semana de encuentros dedicados a las actividades del año siguiente, recaudaciones de fondos y clases especiales, las cuales terminaban siendo reuniones después de las reuniones llenas de charlas sin fin, y con muy pocas resoluciones. Este año le parecía doblemente difícil prepararse mentalmente para asistir a todos los temas diversos e insignificantes. Millie estaba parloteando a tal velocidad y volumen, que Elena descubrió que ya tenía un terrible dolor de cabeza. Millie vestía un traje de tres piezas de Ann Taylor. Era de un color profundo carmesí, lo que ella llamaba su "traje de batalla" que lucía durante las reuniones más importantes. Continuó emitiendo órdenes a varios de sus seguidores, y luego regresó a la “…necesidad central y global de financiamiento. Todos nuestros esfuerzos deben conducirnos a un fin. Debemos hacer el trabajo más importante con el que hemos sido bendecidos por Dios, nuestro padre. Y todo esto debe culminar en nuestro mayor evento de diezmo…nuestra recaudación anual de fondos de otoño para apoyar a quien está liderando la carga sobre la prohibición del matrimonio gay" "Pero pensé que habíamos votado para permanecer lejos de los elementos políticos de esta batalla" declaró Diana.

"Sé que tenemos una política estricta y una política de protocolo…después de todo, soy quien diseñó nuestros puntos de política. Pero esta es una lucha demasiado grande y tenemos que estar allí para ayudar a aquellos que están en las trincheras luchando por nosotros. Este es el problema por el que todos debemos estar juntos, reunir todos nuestros recursos ¿Tienen alguna idea de cuanta riqueza...los...esos bueno, esos hombres tienen, de todos modos?" La cabeza de Elena giró mientras todas las otras mujeres intervenían con entusiasmo. "¿Tienen alguna idea de cómo se llaman a sí mismos?" continuo Millie, sus ojos muy abiertos y su voz muy chillona "La Mafia púrpura" esto fue seguido de un susurro "Saben...la Mafia Gay. Ahora ¿por qué creen que ellos usan ese término de esa manera? ¡Por qué ellos mismos saben que son malignos!" Elena se disculpó en voz baja. Ni siquiera podía escuchar las palabras que Millie estaba escupiendo…sólo sabía que por el bien de su cabeza, para que no explotara sobre sus hombros, tenía que salir. Encontró un sauce solitario y un espacio cómodo para sentarse, saco el teléfono de su bolso y miró por si tenía mensajes. Estaba a punto de lanzar el teléfono en su bolso, cuando miró hacia atrás y encontró la espalda rígida de Millie organizando a sus seguidores. Sacó su teléfono y comenzó a escribir un texto.

*********** Peyton estaba recostada en su sofá de la terraza, mirando las últimas pruebas de las fotos que habían tomado ella y Elena, una variedad de 8 x 10, no sólo veía las imágenes, sino los acontecimientos en torno a las fotografías de varias de las mujeres que Peyton había entrevistado para el libro. Una de las fotos era de una seria culturista y trapecista cuya musculatura estaba esculpida con las líneas más exquisitas; otra era de una mamá embarazada, y la tercera una serie de fotos que Elena había tomado, de una mujer de ochenta y siete años de edad, espiritualista/sanadora quien trabajaba con niños discapacitados. Elena había tomado fotografías de esta maestra sanadora enseñando a estos adorables niños mediante la utilización de una especie de imposición suave de sus manos, una nueva forma para mover sus rodillas y las extremidades paralizadas. Lo que hacía de esto más sorprendente era que la mujer había sido ciega desde que tenía cuatro años y ahora estaba finalizando sus ochenta. Elena había capturado la valiente belleza de la mujer, que con artritis en sus retorcidas manos las ponía sobre la carne suave de los niños. Todas las fotos tenían una espiritualidad y una aflicción que Peyton nunca había visto antes. Elena había

revelado gran parte de su propio ser, en la forma en la que ella había representado la vocación de la mujer mayor con su propia vocación y eso había impresionado realmente a Peyton. Peyton volvió a pensar en la semana anterior, cuando Elena había tomado las fotografías "Fuiste tan buena con ella y los chicos" le había dicho. "Oh, por Dios, Peyton. Fue una alegría fotografiarlos" Y Peyton recordó la electrizante emoción en los ojos de Elena y se preguntó cómo podría haber renunciado alguna vez a lo que tanto amaba hacer. Peyton miró a través de las fotos una vez más, las puso a un lado, suspiró y cerró los ojos un momento. El teléfono de Peyton vibró. Se sacudió el sueño tratando de aclarar su mente. Agarró el teléfono y leyó el texto: Oh, Dios...Me siento tan fuera de lugar aquí. Elena. Peyton se estiró, tratando de aclarar las dudas de su cabeza, se quedó mirando el texto un momento. ¿Estás bien? Peyton envió un mensaje en respuesta . Estas personas se sienten como si fueran extraños. ¿Es posible para ti irte a casa? Replico Peyton. No :( Pero espero ansiosa la sesión de fotos del viernes. Durante la siguiente media hora Peyton trató de apoyar los esfuerzos de Elena en el retiro, dándole retroalimentación positiva tanto como pudo y de repente los textos de Elena cesaron, sin despedirse siquiera.

********** "¿Dónde diablos has estado?" Barry se acercó por detrás de Elena, aterrorizándola "He estado tratando de encontrarte por todas partes. Se supone que somos los anfitriones para el cóctel dentro de diez minutos. Ni siquiera te has cambiado”

Elena lo miró, exasperada. "¿Qué?" preguntó también exasperado "¿Qué te pasa?" Se sentó junto a ella y la miró por un momento y luego dijo, con voz tranquila y sosegada, como si se dirigiera a uno de sus feligreses "¿Todo está bien aquí? Dime lo que sientes. Explícamelo" "Ughhh...." "Lo lamento" Barry se aclaró la garganta estudiando a su esposa "Está bien... ¿qué está pasando El?" "¿Nunca te has...sentido enfermo de todo esto?" Tomado por sorpresa, él se tomó unos momentos para considerar la pregunta "Bueno, claro que sí. Todos lo hacemos. Sin embargo, es sólo temporal" puso una mano sobre su brazo "Todos tenemos nuestros días malos" Ella se liberó de su toque, luego se sintió tan mal y tomó su mano entre las suyas "Lo siento...Creo que estoy perdiendo a Nash" "Confía en mí, él no nos dejara" él le guiñó un ojo. Ella le devolvió la sonrisa. Probablemente estaba en lo cierto. Nash y Tori se habían ido a pasar el fin de semana con Tyler y Lily. Tyler había comprado entradas para llevar a los niños a Wicked, presuntamente para darle a Elena y a Barry un poco de descanso. Cuando Elena había recogido a los chicos, Tyler hizo un comentario sarcástico sobre su "desaparición misteriosa" Tori había brincado para explicarle que "Mama Oso tiene un proyecto. Ella está fotografiando de nuevo" "¡Y que lo digas!" insistió Tyler, en su tono burlón, cuando por supuesto, ya sabía que estaba pasando demasiado tiempo con Peyton "trabajando en el Proyecto Mujeres de prestigio" Lily había arqueado una ceja. Tyler sonrió con entusiasmo y Nash lo resumió todo con "Sí, esta es una gran oportunidad para mama de tener algo propio" "¡No es esa la verdad!" Tyler estuvo de acuerdo de todo corazón. Elena estaba encantada de que Tyler y Lily se llevaran a los chicos ese fin de semana. Era una oportunidad para que Nash tuviese un descanso de todo este fanatismo. No estaba segura de cuánto tiempo iba a pasar antes de que Nash y Barry llegaran a un punto muerto

sin solución acerca de la iglesia, del papel de Barry en ella, y los resentimientos que Nash albergaba hacia toda esta hipocresía contra la cual se rebelaba cada vez más. Temía una gran pelea en un futuro no muy lejano. "¡Elena!" espetó Barry. Ella movió su cabeza, se frotó las sienes palpitantes mientras la voz de Barry crecía "Mira, voy a dirigir la oración de la noche y luego tendremos esta cosa de los anfitriones ¿crees que seas capaz de hacer esto?" Él la miró fijamente, su expresión casi suplicante. Ella asintió en silencio.

Después de la interminable hora del cóctel y de un aún más interminable banquete, Elena estaba completamente agotada de todas esas sonrisas, la charla ociosa, el fervor y fanatismo que casi habían hecho eco en las paredes. Tenía un intenso dolor de cabeza. Ahora ella y Barry estaban en la cama, y mientras él leía sus notas para su sermón del domingo siguiente, Elena salió de la cama y se escapó hacia el baño. Se sentía un poco culpable de haber puesto el teléfono a cargar en el cuarto de baño, porque lo había hecho con el propósito específico de poder enviarle más tarde un texto a Peyton: Lamento que tuve que interrumpir…algo inesperado...Pero quiero darte las gracias, Peyton, tú me haces sentir que puedo superar cualquier cosa. Esperó un momento. Entonces pulso Enviar.

************ Peyton caminó hacia la puerta del frente, miró a su alrededor, incierta ¿Estaba realmente haciendo esto? Antes de que pudiese llamar, o decidir no hacerlo, Elena abrió la puerta. Peyton sonrió. Ambas se sentían un poco incómodas. Después de todo, Peyton nunca había visto el mundo de Elena. Casi la totalidad de sus intercambios habían tenido lugar en la casa de Peyton, o en el café Pinot Latte, en el parque o en una sesión de fotos. "Hey" saludo Peyton. "Por favor, entra"

Elena le dio un muy breve recorrido. No había mucho que mostrar. La habitación de Nash, digna de un quinceañero, llena de posters de jugadores de fútbol, un grupo de fotos y un collage de fotos que Elena aparentemente les había tomado durante un paseo a él y a Tori. Al final del pasillo estaba la habitación de huéspedes, que ocupaba Tori, femenina, la cama con montones de ropa de Tori; pero cuando llegaron al dormitorio principal la puerta estaba cerrada y Elena se limitó a señalarlo, luego se fueron rápidamente a la cocina, que estaba separada sólo por un arco entre el comedor y la sala de estar. En la mesa del comedor, Elena había colocado una variedad de pan danés, que ofreció a Peyton "No estaba segura si tendrías hambre antes de la sesión" Peyton trató de ser cortés "Nah...estoy bien. En serio. Acabo de terminar de nadar y tuve un gran almuerzo. Pero gracias. Por hacer todo esto" "Bueno, entonces..." Elena miró expectante a Peyton "Deberíamos comenzar" El garaje/estudio de Elena era pequeño, pero servía para su propósito. En el espacio existían dos universos. Por un lado se componía de la parafernalia habitual de un garaje, estanterías de martillos, pernos, ventiladores de habitaciones, cajas, el desorden. Y por otro lado, un gran conjunto de cortinas se había acomodado para cubrir las dos esquinas de la pared, una servía como telón de fondo, el otro como una pared enmarcada, donde muchas fotos hermosas habían sido colgadas…fotos de Nash, de Tori, escénicas y artísticas. Elena terminó de encender las luces mientras Peyton revisaba todas las fotos del estudio. Barry sólo aparecía en un par de fotos de la familia. Él parecía estar ausente del mundo de Elena. Peyton se preguntaba cómo se debería sentir. Entonces se dio cuenta de que su relación con Margaret no era tan diferente. Era como una especie de superar el día, o como Wave le había descrito en un tono robótico gracioso "...en piloto automático, abre las piernas, mete los dedos. Córrete. Ahora" "Muy bien, tú" Elena interrumpió los pensamientos de Peyton y declaró con firmeza "Siéntate" En su ambiente Elena se sentía más segura, más en control. Por primera vez, quizás, se sentía igual a Peyton, no sólo como una madre o un ama de casa, en comparación con la escritora profesional que viajaba y veía sitios exóticos y vivía en un mundo completamente diferente al de ella, quien no tenía que tener en la mente lo mundano…las reuniones de la iglesia, los viajes a la tintorería, almuerzos del saco. Finalmente, se sentía como si pudiese ofrecerle algo a Peyton que era más excepcional que todo eso y que la hacía sentirse un poco mareada.

Se detuvo por un momento, considerando su objetivo, y se volvió hacia Peyton, se inclinó para desabrocharle la camisa, aflojándola para exponer un poco más su cuello. Ella reflexionó sobre su obra. Sí, mucho mejor. Pero algo le seguía molestando. Elena suavemente acomodo el cabello rizado alrededor del rostro de Peyton. La mandíbula de Peyton se tensó. Lentamente levantó la mirada. Los ojos de Elena permanecieron fijos en los de ella, pero Peyton no bajo la mirada. Elena tragó saliva y retrocedió, frunciendo el ceño, ocupándose a sí misma con la sesión de fotografía. "¿Te importa si te pregunto algo?" preguntó Elena mientras le cepillaba el cabello y daba toques finales a su maquillaje "Es algo personal" "Oh-oh" Peyton bromeó. "¿Cómo ... bueno ¿cómo supiste que eras gay?" "¿Cómo supiste tú que eras hetero?" Peyton cuidadosamente acomodó el cuello de su camisa. "¡No!" ordenó Elena. Encogiéndose de hombros, Peyton se dejó la camisa abierta. Elena consideraba su iluminación y luego a Peyton "Bueno... ¿lo supiste desde el principio?" "No...no realmente. Hice todas esas cosas heterosexuales hasta mis veinte años. Pero entonces, me enamoré perdidamente de...de una fotógrafa, de hecho" ¡KA-PUM! La lámpara de pie se deslizó de los dedos de Elena, haciendo un fuerte ruido que asustó a las dos. Ella se rió nerviosamente, luego recuperándose respondió con ironía "Hmmm. Sí, bueno... podemos ser muy profundos" Elena regreso lentamente hacia Peyton, se aclaró la garganta y luego extendió un pincel de maquillaje sobre la frente de Peyton, se inclinó para mirar más de cerca el rostro de Peyton. "¿Y qué hay de ti?..." murmuró Peyton. Sus ojos se encontraron un momento y luego Elena bajó la mirada rápidamente, para restablecerse del momento "No sabía que se podía ser algo más que hetero"

"¿No hubo encuentros colegiales?" Peyton fingió un acento Inglés "¿Ni experimentos teatrales en la Real Academia?" "No, nada" Elena se inclinó para revolver suavemente el cabello de Peyton, y de nuevo, sus ojos realizaron una danza suave de esconder y encontrar. "Ni siquiera he besado a una chica. Con mi educación...bueno, en realidad nunca se me ocurrió" ofreció Elena, entonces, desafiante "supongo que soy muy aburrida" "Tal vez solo eres hetero" Elena fue alcanzada por esas palabras, perdiendo el equilibrio y luego se recuperó "Podrías girar la cabeza hacia la luz, sí, no, un poco a la izquierda. Justo allí. Bien. Ahora relájate” Elena miró a través de su lente. De pronto, Peyton se veía diferente ante ella. No sabía por qué, tal vez era la seguridad de estar detrás de la cámara, pero Peyton parecía incluso aún más atractiva, más elegantemente bella, con esos penetrantes ojos verdes, la mandíbula cuadrada, esos labios de forma perfecta... Elena se dio cuenta que contenía el aliento. El corazón le dio un vuelco en el pecho. Estuvo a punto de dejar caer la cámara cuando cayó en cuenta, muy claro y notablemente, que había encontrado a Peyton muy atractiva. Magnética. Incluso radiante. Para tranquilizarse Elena ajusto la iluminación. "¿Te importa si me muevo un poco?" preguntó Peyton, sintiéndose incómoda. Odiaba tener la atención sobre ella y era muy consciente de la cámara. Y de Elena. Cuando Elena se volteó para responder, Peyton vio a Elena bañada por el halo de su propia iluminación, no muy diferente del rayo de sol en el parque. Pero Elena no tenía claro lo que Peyton había dicho, porque todavía estaba fascinada por esta nueva forma en la que ella estaba viendo a la mujer que tenía delante. "¿Perdón?" Pero Peyton, literalmente, no pudo hablar. Debido a que en ese momento también vio a Elena con una nueva luz, su belleza irresistible, sintió el giro dulce en su estómago y lo supo…esta no era una luz a la cual ella se permitiría entrar.

A medida que la velocidad del disparador guardaba el momento, Peyton se sentía más y más rígida, porque cada momento que Elena se acercaba a ella, Peyton podía sentir lo que no quería sentir. Y mientras Elena soltaba disparo tras disparo, ella no podía decir por qué sentía este impulso hacia esta mujer. Pero era innegable. La atracción. Elena seguía tratando de sacar esto de ella, incapaz de comprender lo que estaba experimentando. Y Peyton no podía creer que hubiese caído en esta trampa autoimpuesta.

************ Elena silbaba mientras preparaba la cena. Tori se acercó y tomó un plátano, viendo a Elena que seguía silbando ausente. "Uh, Mamá Oso..." Elena levantó la tetera. Tori asintió con la cabeza y Elena siguió silbando mientras ponía agua para las dos, señalando una tanda recién horneada de galletas. "Mama Oso ¿eres consciente que todo este tiempo que me has dejado dormir aquí en tu casa, nunca había escuchado que silbaras?…o ninguna expresión no verbal de felicidad o placer…por cierto... ¿qué pasa con eso?" "¡Oh, vamos! Estoy segura que he silbado antes...debí hacerlo" Elena negó con la cabeza, preguntándose en realidad cuánto tiempo había pasado desde que había silbado, ahora que Tori le había llamado en atención. Mientras continuaba preparando el té, abordó a Tori casualmente "Tori... ¿conoces a algún....bueno, chicos gays en la escuela?" "Sí, Chance es gay. Ya sabes, el gimnasta que va a clases de karate con Nash" "Nash nunca nos dijo que él era gay" comentó Elena. "Eso es porque cree que tú y papá oso son completamente provincianos y sin ningún conocimiento del mundo real. Le he dicho que tú no podías ser menos crítica y que la mojigatería de su padre no era más que el producto del método de actuación” Elena frunció el ceño a Tori en desaprobación y se volvió a preparar la cena. "Y, bueno... ¿tú o Nash conocen alguna...digo, chica gay?" "¿Qué, te refieres a las lesbianas?" mirándola con incredulidad, Tori puso el plátano en el

mostrador para poder colocar ambas manos en sus caderas "Disculpa, pero la última vez que miré, estabas saliendo con una llamada Peyton" "Sí...pero ella…ella no es...ella…" dijo Elena apresurada, pero realmente no sabía lo que quería decir y lo que estaba diciendo. "Sí, lo sé. Ella pasa. Ella podría pasar por hetero" Elena sintió que la estaban educando. "En fin, aquí es donde las cosas son tan sin sentido como un agujero en el centro de una rosquilla. Una persona normal se dedica a la tarea de besar un límite de veintiún mil, más o menos, minutos en su triste y pequeña vida…lo que se reduce a un pésimo mes cuando se suma todo. Demonios ¿durante una vida útil de un promedio de ochenta años? Ellos solo tienen sexo seis veces al año" Elena encontró esta información desconcertante en varios sentidos. En ese momento, Nash entró, revolviendo el cabello de Tori, entonces agarró una manzana. "Sí…" Tori expuso su opinión "…tomamos más duchas y comemos más barras de chocolate y todavía esta cosa de los gays tiene a todos enredados, incluyendo a Papá Oso" Tori metió un trozo de plátano en su boca y luego añadió "PTI (Para tu información) él no es fanático de tu nueva amiga, por cierto" "¿Qué?" Elena se sorprendió de que su voz de repente sonara más fuerte que la de ellos. "No te preocupes, mamá" Nash la consoló "Papá solo se queja de la cantidad de tiempo que pasan juntas. Pero yo personalmente creo que está bien, no todo debe ser acaparado por la iglesia. Además, con ella haces algo que te gusta hacer, para variar. Mereces tener algo que no sea nada más la iglesia y ¿qué si es lesbiana? Ella es muy agradable y después de todas las cosas que has soportado y me incluyo…” él simulo un gesto “…mereces tener una buena amiga con quien divertirte. Y eso demuestra que eres de mente abierta, lo cual me llena de orgullo" "Sólo para que estés completamente informado, Nash, según este especialista que estuvo en el programa de la reina Oprah el otro día, las mujeres heterosexuales de cualquier parte, de repente están deseando estar con otras mujeres para experimentar su recién descubierta…" Tori simulo comillas en el aire "…fluidez sexual” El estómago de Elena de pronto se revolvió. Así como estaba atraída por todas y cada una de las palabras que surgieron de la boca de Tori, también estaba aterrorizada por ellas.

"Esta es la escala de Kinsey, de cero a seis. Si tu puntaje es cero, eres hetero. Si tu puntaje es de seis, eres gay-gay" Tori sacó un par de dados del cajón, los lanzó para darle efecto "Pero a diferencia de los hombres, las mujeres puntuaron por todo el tablero…doses, treces, cuatros…porque ellas experimentan las relaciones con menos límites...con más grises. Y eso es Lesbos 101 en pocas palabras" "¿Estás tratando de decirme algo?" preguntó Nash comiéndose su manzana. "Nash...Tú eres y siempre serás el único para mí" Elena les sonrió a ambos. "Sí, pero ese no es el caso de mi madre" Elena sintió que una oleada de calor se extendió por su pecho, sintiendo de repente como si el aire de la habitación se hubiese escapado. "Por supuesto que no lo es, Mamá Oso" dijo Tori ligeramente "No te pongas a la defensiva" Elena sacudió la cabeza y se abanicó con el paño de cocina "Creo que ustedes dos son lo que Tyler llama ¡Llamas Gemelas!" se acercó hasta ellos y los abrazo "Y ustedes se encontraron uno al otro en el inicio de la vida. Solo piensen en todo el tiempo que les falta para pelearse sin cesar"

********* Elena se encontró silbando una vez más mientras conducía hacia la casa de Peyton. Sonrió ante su buen estado de ánimo, se bajó del coche y se acercó a la puerta de Peyton. Estaba a punto de dejar un paquete bien envuelto por ella al lado de la puerta principal, cuando escuchó una voz a sus espaldas. "¡Oh Dios!" Elena saltó petrificada. "Bueno, que tal" era Margaret mirándola mientras Elena estaba a punto de colocar el paquete en el escalón de la entrada. El rostro de Margaret no mostraba la misma hospitalidad del otro día. Vestida con un traje negro intenso, el cabello recogido hacia atrás, Margaret pareció fría, reservada y claramente molesta.

"Tú eres la fotógrafa ¿cierto?" "Sí...uhm, yo…yo solo vine a dejarle unas pruebas a Peyton" Margaret observó la hermosa envoltura "Uh, sí. Entrega especial ¿eh?" "No, yo sólo estaba...yo venía de…" "Oyyy ¡eres una novata! Eso es original" "Sabes...yo...realmente tengo que irme" Elena guardó el paquete bajo su brazo y comenzó a alejarse de la casa. Margaret se paró a propósito frente a ella con los brazos cruzados "No estoy segura de cuánto te haya dicho Peyton acerca de nosotras...pero estamos trabajando en nuestra relación. Tratando de tener un bebé. Creo que sabes que hemos pasado por muchas cosas" "Sí, ya sé que han pasado por mucho" Elena no iba a retroceder ante ella. En su mente, eso de "mucho" incluía que Margaret le había mentido a Peyton. "Y no le ayudaría en nada darle todo tipo de falsas esperanzas, por algo que tú y yo sabemos que nunca va a suceder" Elena se aclaró la garganta, nerviosa "No estoy segura de lo que estás insinuando…" "Oh, sabes muy bien lo que estoy insinuando" "Yo...Yo sólo quiero lo mejor para ella" Margaret sonrió "Me alegra oír eso. Le diré que has pasado por aquí" desdeñosamente pasó junto a Elena, sacó sus llaves y entró a la casa de Peyton. Mientras Elena observaba a Margaret entrar en la propiedad, se quedó rígida por un momento, sin saber qué pensar. No le gustaba esta sensación que recorría a través de ella, como si de alguna manera tuviese menos derecho y de pronto, sorprendentemente, otro sentimiento comenzó a surgir. Este último inflamaba sus piernas como un reguero de pólvora. Estaba segura que hasta ahora nunca había experimentado esta sensación particular, pero allí estaba, en todo su salvaje esplendor: Celos.

************* La joven estaba envuelta en llanto, un llanto desesperado de dolor. Pero mientras ella trataba de hablar con su madre, todo lo que su madre hacia era ofrecerle té. La chica seguía diciendo cosas, gritándole a su madre, pero su madre simplemente no la escuchaba, sólo seguía sonriendo mientras le decía "No hay nada que una buena taza de té no pueda arreglar" "Pero mami…" la joven Peyton seguía gimiendo "…es... es Molly…se está mudando....y yo la quiero mucho...mucho. Ella es mi mejor amiga” De pronto, la madre de Peyton miró directamente a su hija, sus ojos color carbón evaluaban a su hija "¿No te he dicho siempre lo que una joven debe vestir para el té?" "Pero mamá...Molly, se está yendo...nunca la volveré a ver..." La mamá de Peyton tomó una servilleta y le limpió las lágrimas, no bruscamente, pero tampoco con gran delicadeza. Peyton seguía sollozando. "Ahora tienes que controlarte a ti misma. Supongo que ahora es un momento tan bueno como cualquier otro para aprender esta lección. Cuando amas…espera una decepción” Los ojos de Peyton se agrandaron con incredulidad. La madre de Peyton no puede soportar el dolor que vio, ni el dolor en sí misma y atrajo a su hija hacia ella "Es solo lo que sucede" Peyton estaba pensando en ese sueño mientras estaba sentaba en los escalones de la entrada, hasta que Wave la sacó de sus recuerdos sentándose a su lado. Wave vestía uno de sus conjuntos favoritos que sólo Wave podía usar, un vestido de lana desgastado hecho de innumerables retazos de tela, rematando con unas enormes de gafas de sol. Wave ladeó la cabeza, luego, bajando sus gafas, miró a su buena amiga. "Sooooooooopa" Wave susurró con su voz más sexy. "¿Qué?" Al principio Peyton no entendía, entonces se dio cuenta de que Wave se estaba burlando de ella, como lo había hecho durante días con la palabra "sopa" en referencia a la oferta de Elena de traerle una en el tiempo que había estado enferma. Wave había decidido que sería el nombre clave de Elena y todas las suposiciones que Wave unía a su relación. "Oh, por el amor de Dios" Wave se rió de su amiga y luego se puso seria "Tengo que decírtelo, Lombard, esto está

fuera de control: desabotonarte la blusa, querer cuidar de ti cuando estas enferma y ¿qué tal todo eso de las miradas ardientes que se cruzan entre las dos?... ¿Qué es eso?" "¿Miradas ardientes? ¿En serio?" "¡Tú eres la escritora! ¡Llámalo como quieras!" Wave suspiró, sacudiendo la cabeza. Peyton también sacudió su cabeza. "Tienes que dejarte crecer algunos mini-cojones y decirle CUANTO ANTES lo que está pasando" "No, no no..." Peyton sacudió la cabeza enfáticamente. "Ella es hetero, Lombard. Casada con un pastor. Por no hablar de la diferencia cultural…” Wave se estremeció "Es como si todo estuviese contra ti" "Me lo has dicho hasta el cansancio ¿Sabes qué?...Tengo que salir de la ciudad por un trabajo, y ya lo he decidido, cuando vuelva voy a estar lo menos disponible" declaró tranquilizándose a sí misma tanto como a Wave "En realidad, no estaré disponible" "Oh, ¿eso de estoy demasiado ocupada, soy demasiado cobarde para decirte lo que realmente está pasando, es el plan de acción para desvanecer lo que está pasando?" "Si" Peyton miró hacia nada en particular "Ese es el plan"

La mañana siguiente Peyton se despertó mucho antes de lo que hubiese querido, sin poder dormir, sin dejar de pensar sobre su último sueño, lo que significaba y que Elena ya había llamado varias veces desde que había tratado de dejar las muestras, como Margaret sin ningún miramiento y con desprecio, le había informado la noche anterior. "Oh sí, Peyton…vino por acá, toda lista para impresionarte con su entrega especial" Se había burlado Margaret "Estás jugando con dinamita, cariño, y ya sabes lo que sucede cuando las chicas hacen eso ¿no?" Peyton se había escabullido de la cena entre las dos, lo que había hecho a Margaret aún más mezquina de lo habitual. Había hecho pucheros, había tratado de engatusarla, había echado mano de todos los trucos que conocía, y fue en ese momento que Peyton se dio cuenta que estaba en serios problemas. Margaret ya no era alguien a quien considerar en su mente. Ya era historia antigua. Porque Elena era en todo lo que podía pensar.

Había hecho de todo, había nadado muchas vueltas pensando en cómo alejar a esta mujer heterosexual de su mente. Cómo deshacerse del rostro que surgía constantemente en su pensamiento. No importaba lo que estuviese haciendo, Elena se metía, capturaba su mente y lo que estaba haciendo, obligándola a reproducir todos los momentos que habían pasado juntas, pensando en la forma de sus manos, la forma en que las movía deliberadamente, con gracia, pensando en su cabello, sus ojos, la forma en que ellas ardían con tan solo una simple mirada, cómo sostenía la mirada de Peyton con intensidad y total confianza y sin embargo, nada, absolutamente nada había ocurrido entre ellas. "Pero es así" le advirtió Margaret "No te hagas la tonta, Peyton. No te hagas la que no tienes ni idea de lo que está pasando aquí" "¿Qué quieres?" "Te lo he dicho una y otra vez. Quiero que nos demos otra oportunidad. Vamos, antes que la dama de la Iglesia se apareciera, lo estabas reconsiderando...y si crees que tienes una mínima maldita posibilidad con ella, Peyton, estás seriamente delirando" "Tienes razón, Margaret. He estado delirando" Peyton se levantó de su escritorio y extendió su mano. "¿Qué?" Margaret se quedó allí. "Las llaves, Margaret. Las quiero de vuelta" Margaret se quedó inmóvil, impasible, implacable. Miró hacia abajo, y cuando levanto la mirada hacia Peyton, puso su mejor expresión, su sonrisa de no-quieres-dejarme-realmente, pero temblando con incertidumbre. "Las llaves" Peyton sólo espero un momento "Se acabó" Margaret tragó saliva. Negó con la cabeza. Recogió su bolso, buscando las llaves y las arrojó sobre la mesa de Peyton. Camino hacia la puerta y se volteó "Vas a quemarte, Peyton. Y voy a sentirlo mucho por ti" "Adiós Margaret"

Más vueltas en la alberca, Peyton siguió nadando, deshaciéndose de Margaret, agotando su

ansiedad, y como si no fuese suficiente, termino nadando más vueltas hasta que ya no pudo respirar. Al final, estaba casi exhausta por completo, con las piernas temblorosas mientras lentamente salía de la piscina. Se sentía como gelatina cuando se dejó caer en la silla de la cubierta, su respiración estaba pesada y dificultosa mientras dejaba que el sol secara el agua de su cuerpo. Finalmente, finalmente, sintió un poco de relajación correr a través de sus extremidades. Estaba cerrando los ojos cuando sonó el timbre. Dios, si Margaret estaba usando una más de sus maniobras, Peyton iba a perder su temperamento en serio. Ya estaba a punto de hacerlo cuando abrió la puerta, dispuesta a dejarlo claro. Pero no era Margaret. Era Elena. Peyton se quedó con la boca medio abierta. No podía haber estado más sorprendida al ver a Elena, allí de pie, que se veía absolutamente encantadora en sus vaqueros y un suéter suave de cachemira azul, ese tono mejoraba sus características ya exóticas. El cabello de Elena estaba suelto, permitiendo que el espesor ondulado y exuberante cayera sobre sus hombros. Peyton se dio cuenta que estaba mirando fijamente. Elena miró a Peyton, quien lucía muy buen en su bikini, notando la masa muscular de su cuerpo y lo bien tonificado, fuerte y atlético que era. Ambas permanecieron de pie, congeladas. "Yo...yo pase antes por aquí pero no estabas" "Oh...está bien" "Lo siento, no podía esperar…quería que vieras tus fotos" Elena sacó un par de ellas del embalaje especial que llevaba. Peyton, todavía estaba tratando de recuperar el aliento, parecía un poco mareada. Elena presumió, presentando con orgullo su foto favorita, repleta de una especie de orgullo maternal, pero al mismo tiempo sintiéndose un poco tímida. "Te ves increíble, Peyton..." Elena la miró y luego bajó la vista hacia las fotos. "Si...son…wow..." Elena ahora se sintió un poco tonta e incómoda "Yo...debí haber llamado primero" "No...Está bien. No era necesario que vinieras hasta...aquí"

Elena consideró esto, negó con la cabeza "Sí, bueno supongo que no es un buen momento…" "No ¡NO! Yo…yo… en realidad…" la mirada de Peyton iban de un lado a otro mientras trataba de averiguar qué hacer. Sintiéndose como un animal enjaulado, pero sabiendo que si no hacia esto, y que si lo hacía ahora, tendría que vivir con la angustia incluso por más tiempo "Este...este es un momento tan bueno como cualquier otro. Uh... ¿crees que podrías darme un segundo? " Elena asintió vacilante. Peyton hizo una mueca y levantó una mano y luego cuando estaba a punto de alejarse, se volvió rápidamente a Elena "Ya vengo...volveré en un segundo" Peyton corrió alrededor de su dormitorio, frenética, tratando de vestirse, tratando de calmar su pánico, lamentándose en voz baja "Está bien, está bien, está bien..." Intento con una camisa, luego con otra. Desesperada, recogió una tercera camisa de seda y accidentalmente la rompió en su apuro "¡Mierda!" Corrió a su armario, agarró la camisa más cercana que pudo encontrar, se detuvo para recuperar el aliento ¡Sus pantalones! ¿Dónde estaban sus vaqueros? "¡Está bien, está bien, está bien!" pero nada funcionaba. Se miró en el espejo, vio lo pálida que estaba "¡Oh, Dios mío!...Oh, por Dios, sólo díselo..." Cuando Peyton reapareció en la sala de estar, torpe y tímida, se dio cuenta que Elena parecía tan incómoda como ella. Le indicó que se sentara. Ambas lo hicieron, rígidas y formales. Peyton se volvió hacia Elena, pero esto hizo que se sintiera aún más nerviosa, por lo que se dio la vuelta, sin mirarla. "Bueno, mira…" comenzó Peyton aclarándose la garganta "Elena..." "Realmente debí haber llamado primero" Elena agito la cabeza, sintiéndose terriblemente confundida. Peyton tomó un profundo respiro "Yo...tengo que hablar contigo de algo" "Por supuesto ¿Estás bien?" "Uhmm...en realidad no. Quiero decir nada está mal realmente, es sólo que...bueno..."

Peyton se levantó y cambió de táctica "¿Quieres un desayuno ingl...quiero decir desayuno Inglés? Porque tengo algo en la coci…" "Por el amor de Dios, Peyton ¿Qué está pasando?" Peyton dejó escapar un profundo suspiro, se rascó el antebrazo, comenzó, pero se detuvo y luego comenzó de nuevo, no muy segura de cómo explicarle la información que necesitaba dar "Cristo...esto es ridículo...en primer lugar... eres heterosexual. En segundo lugar, eres heterosexual…Y casada…y oh Dios mío, no quería que esto sucediera…" Peyton miraba furtivamente a Elena para ver cómo se lo estaba tomando, pero ella simplemente permanecía sentada en la silla, callada, inescrutable. Peyton se sentó nuevamente y como si resumiera el caso dijo "Pues bien...tú sabes que soy lesbiana" "Uhmm...sí" respondió Elena un poco ofendida. "Así que...bueno, eso es" "¿Eso es qué?" "Lo que acabo de decir" "¿Qué es...?" los increíbles ojos marrones de Elena atravesaron los de Peyton hasta que ya ni siquiera pudo mirarla. "Que...que yo estoy…" entonces en voz baja "¡Oh, por Dios Santo!..." entonces en voz alta "Me...Me gustas, Elena" "Tú también me gustas" espetó Elena. "No" Peyton ahora estaba frustrada "Me refiero a más de lo que debería" Siguió un largo silencio. Elena no se movió. Estaba empezando a entender. "No...No tenemos que…tu sabes…hablar de ello...estoy bien con eso...vamos a tomarnos un poco de espacio, no pasar mucho tiempo…" "¡No! ¡NO! ... ¡No oh Dios!" Peyton y Elena estaban igualmente sorprendidas por su arrebato.

"No...No quiero que dejemos de pasar tiempo juntas" la voz de Elena estaba inundada de dolor. "Pero ya escuchaste lo que acabo de decir…" "Sí, pero te acabo de encontrar…" Elena miró a su alrededor, sorprendida de sí misma, asustada "Necesitamos estar la una en la vida de la otra" continuó como si eso fuese evidente, seguido de otra ráfaga de incredulidad "¡Oh Dios, no! ¡No!" Ambas estaban sentadas, sin moverse. "Peyton…mira..." Elena comenzó a negociar "…siento que eres mi mejor amiga...Sé que podemos manejar esto. No quiero alejarme de ti. Y tú puedes tener…" dijo con toda la certeza que pudo reunir "…todo de mí..." Peyton la miró y parpadeo, perpleja. Elena parecía tan confundida como ella, momentáneamente tratando de recuperar la compostura, mientras ambas se debatían en la discusión de lo que eso significaba para cada una de ellas. "Quiero decir...todo de mí, excepto eso. Todo de mi..." "Solo para que lo entiendas" Peyton extendió sus manos como si tratara de explicarle a un niño "Para una lesbiana eso es mucho" Elena se echó a reír, al darse cuenta de lo ridículo que sonaba. Peyton trató de disminuir la tensión "Bueno, por lo menos es el principio" "Vamos a tomar un poco de vino" Elena puso su mano en el antebrazo de Peyton, esta vez dejándolo allí "Haremos un plan. Sólo por favor...por favor, no te alejes de mí" Por primera vez, Elena parecía pequeña y asustada y Peyton sintió que no podía negarle nada. Asintió con la cabeza, tranquilizándola. "Voy por el vino"

*********** "Sí, ellos son hijos de Dios, pero han perdido su camino" la voz de Barry conservaba el mismo tono, exuberante y adormecedor, que siempre había tenido. Parte de su encanto y éxito con sus feligreses era su capacidad de hacer que sus oyentes quisieran creer todo lo que salía de su boca. No necesariamente el contenido, pero la forma convincente y atractiva con la que se transmitía "Y nosotros no debemos permitir que se desvirtúe el don sagrado del sacramento del matrimonio" Elena estaba sentada en su banca habitual, Nash junto a ella y Tori junto a él, todos vestidos con su ropa de iglesia, sentados donde siempre lo habían hecho por años. Elena escuchaba como siempre había escuchado innumerables domingos, a veces si a veces no, pasando la mayor parte de su tiempo revisando y haciendo nuevas listas de sus tareas y estableciendo prioridades de la manera en que era necesario dirigir sus vidas. Pero ahora, ahora Barry estaba hablando acerca de un tema, sí, al que ella antes apenas había prestado atención, pero tenía otro significado porque se refería a Peyton. Elena no podía cuadrar el hecho de que no solo había momentos en que estaba en total desacuerdo con la forma del servicio de Barry, pero por años había sido cómplice de sus palabras al sentarse en el mismo banco, semana tras semana, sin decir una palabra. Sin hacer nada. Sólo estar allí mientras las palabras que decía flotaban por el mundo, haciendo todo el daño que podía. No pudo soportarlo más. Sus ojos encontraron los de Barry. Ella vio en ellos una cierta determinación, una especie de férrea condescendencia que nunca había visto anteriormente. No estaba segura de cuánto de ello era una representación y cuánto era realidad. Cualquiera de ellas la atemorizaban. "Ellos creen que si se tuercen suficientes brazos en la arena política, van a ganar este premio" sus ojos no dejaban de mirar los de ella "Pero el matrimonio es el derecho más preciado que tenemos" La mandíbula de Elena se apretó. No era algo que alguna vez se le hubiese ocurrido hacer, o que tenía derecho a hacer. Pero se levantó y salió del servicio. La voz de Barry se elevó "No debe ser empañado" Para sorpresa de Elena, algunos de la congregación le siguieron a su salida. Entre ellos, Nash y Tori. Detrás de ella, la voz de Barry tronó "¡no SERÁ empañado!" "Amen" fue la respuesta de los que permanecieron en la iglesia.

******* Elena había estado esperando durante horas, consciente de que en algún momento Barry terminaría hasta el último de sus papeles y visitas a las parroquias y que entraría por la puerta principal. Y haría lo que estaba haciendo ahora. Cerrando la puerta de golpe y caminando hasta donde Elena estaba sentada en su computadora. "¿Qué diablos está pasando contigo?" su rostro estaba enrojecido, furioso "¿Sabes cómo luce cuando mi familia se va en medio de un sermón?" Elena miró a Tori y a Nash, quienes estaban leyendo sus libros en la sala de estar. "Barry…no lo hagas" "Sabes que hay ciertas cosas en todo esto que tengo que hacer. Hemos hablado de ello anteriormente" "Sí, Barry, estoy muy familiarizada con el discurso del bien común" "Y esos compromisos estaban bien para ti…hasta ahora. Qué diablos…" Nash cerró su libro, negando con la cabeza "Realmente me asombras, papá. Sé que ni siquiera tú te crees esa basura. Has tenido amigos gays. Recuerdas tus días en el teatro" Barry miró a su hijo y luego de vuelta a Elena. "Mira, Nash, sólo creo que es importante que la gente entienda que no pueden ser recompensados por su mal comportamiento" "'¿Mal comportamiento?" Nash se levantó del sofá y se acercó a su padre "Sé realista, papá. Vender tu alma es mal comportamiento. Amar a alguien no lo es” Echando humo, Nash sacudió la cabeza con evidente disgusto y salió de la habitación. "Sí y sabes, Papá Oso, toda esa cosa de lo abominable…Dios mío, la Biblia también lo dice…" Tori dibujo comillas en el aire otra vez "…es una abominación comer conejo o camarones. Demonios, dice que si tu trabajas en el día de reposo…lo cual haces todo el tiempo, Papa Oso, deberías ser condenado a muerte. Hablando acerca de tu súper…literalismo" "Tori ¡es suficiente!" dijo Barry.

"Bueno..." Tori se encogió de hombros "La realidad es que los gays están aquí para quedarse. No conozco a nadie que no conozca o tenga un amigo gay, hermano, tío, hermana ¡Es sólo una cuestión de tiempo antes de que toda esta discusión del matrimonio sea una charla anticuada!" Elena se levantó y tratando de poner fin a la conversación por medio de la distracción, empezó a recoger. "Mira, Tori, tú y Nash van a tener que confiar en mi juicio sobre esto y guardarse sus opiniones para sí mismos. Tengo que mantener a esta iglesia funcionando y eso es todo lo que hay que hacer” Elena vio que el cuerpo de Barry se tensó, entonces él también salió de la habitación. Elena estuvo a punto de ir tras él, pero Tori la detuvo con un gesto, y comenzó a ayudarla con la limpieza. "Déjame ayudarte" Tori empezó a recoger algunos restos de comida "Conoces las necesidades de Nash…" miró su reloj "…más o menos deben pasar unos nueve minutos y medio antes de que se calme y Papá Oso probablemente necesite otra media hora, por lo que es inútil tratar de razonar con ellos ahora" Ambas entraron en la cocina y limpiaron de lado a lado en silencio durante varios minutos, hasta que Elena comenzó a secar los platos y los guardó. Tori se detuvo a medio camino, quitándole suavemente el paño de cocina. "Sabías que entre los mormones de Utah, quienes financiaron la Proposición 8, y la Iglesia de los Santos de los Últimos Días aquí en California, los locos propagandistas recaudaron más de treinta y ocho millones de dólares…el dinero completamente recaudado a favor y en contra era tres veces mayor que en cualquier otro tipo de…" de nuevo Tori dibujo comillas en el aire "…tema social, llevado a votación. Pero Mama Oso, la iglesia de los Santos de los Últimos Días es el hogar de la mejor amiga de Millie y todo el mundo sabe que el dinero de Millie está en la iglesia de Papá Oso. Supongo que deberíamos darle una oportunidad…porque está a punto de joderlo si no se apega a las reglas" Elena escuchó con atención. Odiaba la injusticia, pero mientras estaba vagamente consciente de que la injusticia sucedía en una escala global, diariamente, sabía que había estado poniendo muy poca atención durante años. En este momento, estaba tan cansada que no quería ahondar más profundamente en lo que todo esto podría significar, o continuar esta conversación. Trato de distraerla.

"Tori ¿no te hace daño llevar tanta información en esa cabeza tuya?" "Al igual que un caballo va al agua y tiene que beber...yo tengo que pensar" "Bueno, nunca vas a aburrir a nadie, eso es seguro" "Sin embargo, no es para complacerlo, Mama Oso. Puede ser que él tenga miedo de que los gays vayan a destruir el tejido de su propio matrimonio" Mientras Tori entregaba un plato a Elena, sus dulces ojos se fijaron en los de Elena, en una pregunta no formulada.

********** La tarde siguiente, Elena iba a tener una reunión con Millie, pero ella le dijo a Elena "Tenemos una investigación seria, y me refiero a una crisis seria con uno de los miembros de la junta ¡ella está eligiendo reducir los adornos del altar! Nosotras votamos para eso, si recuerdas, y no estoy poniendo mi dinero que tan duramente he ganado para reducir todo lo que hemos trabajado en ese hermoso altar, Elena. De ningún modo. Así que, lamento hacerte esto en el último momento, pero sabía que entenderías. No puedo hacer nuestra reunión de recaudación de fondos…pero podemos cambiar la fecha hasta el martes por la noche…vamos a presionarlos como en todo lo que hacemos. El buen Dios nos da la fuerza Elena… ¿De qué otro modo nos las arreglamos?" preguntó Millie pero luego se respondió a sí misma "Al elegirnos a nosotros, Elena. Hemos sido bendecidos ¿entiendes eso? Elegidos por el poder divino para hacer su voluntad. Sé que estás casada con el hombre, pero tu apoyo al trabajo de Barry es crucial…tal vez no tan importante, sin duda…pero sin eso Barry no tendría las horas que necesita para hacer sus buenas obras. Y Dios me bendijo con los recursos para llegar hasta aquí y financiar esta gran batalla. Está bien, la gloria sea, hermana" Millie rió afablemente ante su propia charla "¡Vamos a cantar las alabanzas de Dios un día más!" Elena no pudo colgar el teléfono lo suficientemente rápido. Pero una cosa le había irritado a lo largo de la conversación, hasta que esta termino. El concepto de ser elegido. Elegido por cualquier persona ¿Elegido para qué? ¿Y no era eso tan parecido a ser atrapado? ¿Y cuál era su propósito aquí si había sido elegida? Nunca sería capaz de cortar su conexión con la vida espiritual, la creencia en la divinidad, pero sin duda le gustaría exorcizar todo el dogma sectario de la iglesia a la que ahora se encontraba esclavizada. Últimamente había comenzado a sentir un propósito. Un nuevo

propósito. Trabajar con Peyton, ensalzando las virtudes de las mujeres que habían hecho grandes progresos en sus vidas…ya sea a través de la maravillosa actuación de lo que las mujeres podían hacer cuando ponían su mente en ello…las Amelia Earharts, las Madame Curie, las revolucionarias mujeres como Martina Navra…cualquiera que fuera el nombre de la estrella del tenis…ella había roto barreras e incluso más mujeres valientes como ella estaban saliendo. La emoción que Elena sentía alrededor del Proyecto Mujeres con Prestigio, se inyectaba a través de ella como una sacudida repentina y sabía que lo que sentía podría ser similar a lo que Tyler sintió acerca de su camino en la vida. Trabajar en este libro y ser parte de algo más grande, fuera de sí misma, incluso la exploración de las historias más suaves, menos "sexys" de las madres que habían adoptado varios niños discapacitados, de las profesoras que dieron cátedra en Harvard para enseñar en el centro de la ciudad, de las mujeres en la armada que servían a su país…todo eso le daba a Elena el primer sentido de propósito desde que se había convertido en la madre de su bebe Nash, cuando atendía sus necesidades eso le hacía sentirse útil. Pero después...después de Sarah, todavía era muy difícil pensar en ella sin desmoronarse. Elena sabía que desde ese momento se había sentido con tan poco propósito en la vida. Era como si después de la pérdida de su propia hija no tuviese más que fracasos. Había sentido que el único trabajo que le quedaba en la vida era apoyar a Barry para que él pudiera funcionar a su máxima capacidad y asegurarse de que Nash también consiguiera satisfacer sus necesidades, por muy pequeña o insignificante que fuera…ya fuera que recogiera la ropa limpia de Barry o llevara a Nash para la práctica de fútbol a tiempo, se había asegurado de hacer cada misión con la misma atención y concentración que pudiera poner en ello. Para compensarlo...por Sarah. Claro que estas cosas eran importantes para sobrellevar su familia sin problemas…y para la felicidad de aquellos a los que amaba, pero que de eso tenía que ver con el gran esquema de las cosas ¿qué otra contribución más allá de eso? El Proyecto Mujeres de prestigio y el trabajo con Peyton la hacía sentir especial. Importante. Impulsada por el fuego que esta realización encendía en ella, Elena agarró su cámara y decidió no perder un solo momento del que le ofrecía esta cancelación de Millie. Iba a darle la vuelta a lo que habría sido sin duda una pérdida de tiempo y saldría a tomar fotos. A cualquier cosa y a todo.

Elena vagó a través el parque. Haciendo toma tras toma, y cada vez se sentía tan bien por sentir esa chispa de pasión que siempre había sentido por su trabajo. Eso era lo que había estudiado, hacia tantos años, sí, junto con la actuación, que había sido sólo un sueño imposible que la inhibió desde joven. Incluso entonces no le gustaba estar delante de una cámara. Ella era mucho más feliz detrás de ella, como lo había descubierto cuando necesitaban a alguien para tomar las fotos de una de las obras de la escuela. Todo el mundo había comentado lo espectacular que había sido su trabajo, las viejas

impresiones borrosas en blanco y negro, que de alguna manera captaban la verdadera esencia de los artistas. Y al igual que en aquel entonces, sintió una afinidad natural por el fotograma, el concepto de mostrar una historia. La llenaba de energía. Mientras seguía caminando por el parque, se preguntaba qué pensaría Peyton de estas tomas, luego sacudió la cabeza. No seas tonta, ella no va a estar interesada en estas tomas de la naturaleza… ¿qué tienen que ver con el proyecto Prestigiosa? Sin embargo, Elena sabía que Peyton podría mirar cada una y hacer comentarios sobre ellas y podría ver como lo hacía, cómo los músculos vigorosos en su antebrazo se movían mientras las sostenía entre sus manos y al mismo tiempo lo gentil y fuerte que eran esas manos. Se había permitido aceptar el hecho de que encontraba a Peyton atractiva. En realidad, encontró en ella una hermosura nacida de las cualidades más básicas, la dulce vulnerabilidad que fluía de Peyton aun cuando trataba de ocultarlo con una áspera indiferencia. Y ese rostro...a diferencia de cualquier otro rostro que hubiese estudiado. Cuando tomaba fotos, estudiaba todos los aspectos de la composición de una persona. Con el rostro de Peyton, no había tenido mucho que estudiar mientras memorizaba como la suave curva formada a lo largo de la comisura de su labio se acodaba tan dulcemente cuando sonreía, la forma en que sus ojos se volvían color avellana en un instante, convirtiéndose en un vivaz verde brillante cuando Peyton se emocionaba, como la forma de su fuerte mandíbula cuadrada se adornaba con esos hoyuelos en su barbilla, el arco triunfal perfecto de su labio superior, esos labios...ella tenía unos hermosos y suaves... ¡Oh, Dios mío! Se detuvo, dándose cuenta que había estado de pie en la misma posición, tomando la misma imagen del cauce del rio, todo el tiempo en que había estado soñando con Peyton. Se estremeció, se volvió y se dirigió a su coche.

Peyton se sentó con Wave después que Pinot Latte había cerrado, acabando con el último whisky de Wave. "¿Por qué ella?" "Créeme...si tuviese alguna manera de que eso no sucediera..." "Sabes..." Wave frunció sus labios, luego los relamió con ganas mientras saboreaba el whisky "Tal vez estamos dejando que nuestro pesimismo saque lo mejor de nosotras. Supongo que no todo tiene que ser tan blanco y negro ¿Qué te parece?" "Es blanco y negro"

"¿Por qué?" "Porque cuando no lo es, parece que me afecta" Wave reflexionó, profesionalmente "Tal vez haya un gris en alguna parte…diablos, hay una gran variedad de colores entre el blanco y el negro. Caray, el otro día pensé que me había vuelto loca mirando cartas de pintura con todas las infinitas posibilidades de verde. Después de todo, me encanta, vivimos en un mundo de arco iris, tú y yo, y no debería haber ningún final de colores en el espectro del arco iris. Tal vez tú no eres rosa pasión...tal vez eres... color sandía… ¿Qué?...podría haber sido" Peyton miró a su amiga ¿Hablas en serio?

********** Elena hablaba con Tyler y Lily al mismo tiempo, en su patio, bebiendo uno de sus últimos vinos del amor compuesto de diente de león, rosa y hibiscus. "No está mal, pastelito" Lily contuvo una mueca después de probarlo "Pero me temo que no es tan bueno como el último. Te he dicho que si me dejas traer a un verdadero barman…hice este gran trato para el viñedo de prueba en Sonoma… ¡podría encontrarte un experto para haga que estas cosas funcionen!" Lily chasqueó los dedos, emocionada por la idea "Sí, y entonces podríamos comenzar nuestro propio sello…podríamos llamarlo borracho de amor o algo así…" "Oh Lily, este vino no se trata de dinero, sino de sentimiento" Lily sonrió. "Volvamos con nuestra chica aquí ¿Y entonces qué pasó?" preguntó Tyler ansiosamente. Elena había empezado a contarles acerca de la conversación que habían tenido ella y Peyton tres días atrás "Pero la cosa es esta, no quiero que ella se vaya, o que se tome un tiempo…" "Por supuesto que no quieres" simpatizaba Tyler. "Vamos, sin embargo…" Lily interrumpió pragmática "…tienes que darle un descanso a la niña"

"Te estoy diciendo que nunca he conocido a nadie con quien me haya sentido tan a gusto y plena como... no sé por qué ni cómo, pero estamos destinadas a ser" "¿Destinadas a ser?" Lily soltó "quieres decir…" "Cariño…" Tyler se volteó hacia Lily "…tienes que jugar bien con los demás. Lo que creo que nuestra chica está diciendo es que ella ha encontrado a su alma gemela"

********** Peyton miró a Wave "¿Sandía?" "Es un color. Ellos me lo mostraron en esas cosas de las varitas. Sólo estoy diciendo que tal vez esto no tenga que terminar con una...una horca sangrienta"

********** "No sé lo que estoy diciendo" respondió Elena "Pensé que tú me lo explicarías a mí" "Creo que es bastante evidente" El tono de Lily se había vuelto enérgico, serio. "Es tan extraño. Siento que tenemos que estar juntas. Sé que parece una locura…como, bueno, como si fuéramos la una para la otra..." "Sí, eso suena mucho menos loco" la voz de Lily estaba mezclada con ironía. "Bueno, damas" Tyler se aclaró la garganta de forma teatral y luego dijo con un mayor toque de sarcasmo "Como he mencionado anteriormente, cariño, hay infinidad de tipos de almas gemelas. Pero probablemente ella cae en una de las tres clases generales de almas gemelas: El alma gemela Kármica, ya sabes…alguien con quien tienes asuntos pendientes de trabajo, como una secretaria asustada y su jefe difamatorio, o un gran negocio que necesitaba ser elaborado a partir de una vida anterior, o un mentor y su alumno, un asesino y su víctima. Además está la variedad del jardín común de las almas gemelas con una afinidad intensa…como dos hermanas, un perro y su guardián, unos socios de negocios, un equipo de la comedia. Lo último pero lo máximo de las almas gemelas es la llama gemela…una conexión de dicha unión que es irrefutable y nadie puede explicarla o desafiarla. Esta, simplemente, destinada a ser" "Destinada a ser. Ese es el broche de oro" coincidió Lily.

********* "¿Se te ha ocurrido que ella podría sentir lo mismo?" ofreció Wave. "Vamos, Wave. Ella nunca experimentó con mujeres en la universidad. Ni siquiera pensó en más allá de un beso, por Dios. Incluso su mejor amiga ha besado a otra mujer. Nunca se le ocurrió a ella porque es tan hetero como las demás" "Nunca se sabe. Tal vez ella nunca ha considerado besar a otra mujer porque no ha conocido a una mujer a la que quisiera besar. Hasta ahora" "Ni siquiera…" "Sólo estoy diciendo, que tal vez necesitas mantener la mente abierta" Wave tomó otro sorbo "Aunque yo no pueda"

********* Lily se volteó muy seria de repente "Entonces ¿qué estás haciendo en realidad, Elena?" Elena sacudió la cabeza "No estoy segura" "Sólo recuerda…" dijo Lily, mientras se levantaba para despedirse "…este no es un mundo que sólo puedas visitar. No es justo para ella"

********** Peyton se fue a Nueva York al día siguiente. Estaba a punto de salir de su hotel en Manhattan para una reunión cuando Elena llamó. Ella miró el número, jurando que no contestaría, no obstante, lo hizo. "¡Hey Peyton!" la voz de Elena estaba llena de emoción "¿Cómo estás?" "Bien" "¿Cómo estuvo el viaje?" "Estuvo bien. El vuelo fue un poco incómodo" ahora estaba en la calle haciendo señas para llamar un taxi y no se molestó en suavizar la brusquedad de su tono.

Silencio. "¿Así que cuando estarás de regreso en la ciudad?" preguntó Elena, su voz un poco menos segura. "Uhmm...bueno...creo que el martes" "Oh...eso es genial, de hecho. El martes Barry tendrá un encuentro de oración y Nash estará estudiando para los exámenes finales. Voy a estar libre” Peyton pensó rápidamente "Bueno, sabes, creo que voy a cenar con mi agente cuando vuelva. Para revisar todos los contratos" "Oh" la voz de Elena sonaba apenas audible y herida. Peyton apretó sus dientes "Bueno, tal vez tenga tiempo antes. Yo...creo que lo veremos sobre la marcha" Otro silencio. "¿Peyton?" preguntó Elena en voz baja. "Sí" "Por qué no nos vemos cuando vuelvas...cuando tengas el tiempo" "Claro...sabes, creo que olvidaste un par de aretes en la casa" "No por los aretes, tonta" "Bueno...en caso que los estuvieses buscando, quiero decir"

Esa noche, Elena encontró su mente errante mientras respondía todos los correos de su Santa Iglesia de la Luz. Miró a su alrededor. Todo el mundo parecía estar en la cama. Lo considero un momento más y luego escribió las letras de la palabra l-e-s-b-i-a-n-a en la búsqueda de Google. La página se inundó con los resultados. Tragó saliva, se levantó, caminó alrededor de la casa en silencio, a escondidas, comprobando que todo el mundo estuviese en la cama. De vuelta en su oficina se paseó por

un momento, luego suspiró pesadamente. Se sentó en su escritorio y estudió los sitios. ¿Realmente iba a hacer esto? Hizo clic en un sitio. Y entonces busco en Google otro sitio. Encontró información acerca del estilo de vida gay y luego siguió con los libros de lesbianas, las películas de lesbianas. ¿Qué fue eso? ¿Un crujido en el piso? Elena apago de golpe su laptop. Se quedó muy quieta por algún tiempo y luego se dio cuenta que estaba siendo ridícula. Si ella quería asegurarse de que no la atraparan, tenía que ir a un lugar donde nadie pudiese atraparla. Agarró su laptop y se dirigió al cuarto de baño. Cerró con llave la puerta detrás de ella, y luego se sentó en su banco de maquillaje, dio clic en YouTube, clic en besos lésbicos, vio escenas de películas como Claire of the Moon, Desert Hearts y clips de muchas otras películas cuyos nombres no podía recordar correctamente. Aislada y a salvo, estuvo digiriendo la información que tenía ante ella. Mientras observaba escena tras escena de amores lésbicos, una infinidad de emociones le abrumaron, intriga, vergüenza, fascinación…pero ninguna le trajo la sensación que había esperado.

A la mañana siguiente, se sentó en la mesa del comedor, cansada de su investigación de la madrugada, bebiendo té Earl Grey. Tomó el teléfono llamando a la línea fija de Peyton, un teléfono que sabía sería contestado por una máquina "Sí, Peyton, soy yo. Sabes, no es urgente que recoja esos aretes, sé que vas a estar cansada cuando vuelvas a casa. Te llamaré más tarde en la semana. Espero que hayas teniendo un gran viaje”

************ En su vuelo de regreso a Los Ángeles, Peyton iba sentada dando golpecitos en el cinturón de seguridad con dos dedos, en una serie de tres en tres que sumaban nueve. Una y otra vez, mientras miraba por la ventana hacia el cielo infinito y sabía, incluso había sabido cuando le había prometido a Elena que podrían seguir viéndose la una a la otra, pretendiendo ser "compañeras, mejores amigas por siempre, o lo que fuera", que en realidad la situación no iba a funcionar. Ni siquiera remotamente. Peyton continuó haciendo los toquecitos mientras miraba por la ventana.

Cuando Peyton llego a casa y escuchó la voz de Elena que le decía que no podrían verse a su regreso, después de todo y esperando que hubiese tenido un buen viaje, se sintió aliviada. Pero entonces reprodujo el mensaje nuevamente. Una vez. Y otra vez. Sintió una especie de terminación en las palabras. Y en el tono.

Pasó un día, luego otro. Peyton no sabía qué pensar. Elena estaba haciendo exactamente lo que ella quería: darle espacio. Sólo que no estaba funcionando tan bien para ella. La noche siguiente, Elena llamó mientras ella no estaba en casa y cuando Peyton regresó escuchó tres veces el mensaje: "Hola Peyton. Soy yo. Elena. Así que...Espero que hayas tenido tiempo para asentarte de nuevo...y...bueno, yo, yo quería saber si pudiésemos encontrarnos. Ya sabes, para hablar…hablar sobre el proyecto. Está bien, entonces. Llámame. Si...bueno, cuando oigas a esto” Peyton se paseaba de un lado a otro. Escuchándolo de nuevo. "¿Qué estás haciendo? ¡Idiota!" se gritó a sí misma. Dio vueltas y vueltas para no llamarla, pero luego, pensando que estaba siendo ruin y mezquina y que debería simplemente decirle que no iba a funcionar en este punto. Pero cada vez que agarraba el teléfono, no podía hacer la llamada. "¡Eres una cobarde!" Peyton se alejó del teléfono una vez más, pero mientras lo hacía éste comenzó a sonar. Esperó un segundo, levantándolo. "Hola" Al segundo que escucho esa voz, nítida y bien acentuada, Peyton sintió una opresión en el pecho "Hey" "Hey" la voz de Elena era suave, dulce, casi curiosa "Peyton...yo...yo…" "Mira, no tienes que decir nada…" "Sí. Debo decirlo" Hubo un silencio agonizante. "Tú no eres la única...Peyton..."

Peyton apretó la mandíbula cerrando sus ojos "¿Qué...qué quieres decir?" "Que tú no eres la única" "¿La única, qué?" "Es tan confuso" hubo una larga pausa y Peyton pudo escuchar que Elena luchaba "Yo…Yo estoy tan confundida" "¿Confundida por lo que te dije?" "Sí" ¡Oh, mierda! Peyton no estaba muy segura de qué tan clara pudo haber sido. "¿Sobre lo que dije?" "Sí...bueno, no... entendí lo que me dijiste..." Elena se detuvo "Simplemente no estaba segura de por qué estaba respondiendo como lo hacía...y como no hacías nada yo no necesitaba ver lo que estaba pasando en mi" "Lo siento, Elena, ahora yo soy la confundida" Peyton se sintió exasperada y ansiosa. "Lo que estoy diciendo es que no tiene ningún sentido. Quiero decir, incluso antes de que me dijeras cómo te sentías, yo sentía como si necesitaba verte. Estar contigo ¿Por qué sentía esta necesidad de verte…tan fuerte? ¿Por qué revisaba mis mensajes de correo electrónico, un centenar de veces al día? ¿Por qué me sentía tan decepcionada si no podíamos estar juntas? Me sentía como una niña que no podía sumar dos más dos" Peyton caminaba de un lado a otro. "Me sentía tonta ¿sabes?" "¿Creo que sí?" Peyton no estaba muy segura de lo que Elena estaba tratando de decir. "Es sólo que…" Elena se detuvo "Oh, Dios mío. Nash acaba de entrar...Te llamare más tarde" Elena colgó. Peyton miró el teléfono. Me estás tomando el pelo.

******* "Pasé la noche y todo el día de hoy buscando en los sitios de lesbianas" dijo Elena a Peyton, más tarde esa misma noche, mientras Peyton descansaba en la cama sosteniendo el teléfono. Era cerca de la medianoche. Finalmente todos se habían retirado a dormir, y Elena le había dicho, que era el único momento que había tenido para llamarla y retomar su conversación anterior. "No me siento atraída por ellas, Peyton. Por ninguna de esas mujeres allí" Peyton se rió. "¿Pero qué significa eso?" preguntó Elena. "No lo sé ¿Qué significa para ti?" "No creo que sea lesbiana, Peyton" Peyton pudo escuchar el suspiro que acompañó la afirmación de Elena. Entonces escuchó que alguien tocaba en el fondo, seguido de un bajo murmullo de una voz masculina. "Sí...estoy bien. Regresare en un segundo" entonces a ella, rápidamente "Yo...tengo que irme... lo siento"

********** La noche siguiente, antes de la cena, el teléfono de Peyton volvió a sonar. "¿Podemos estar de acuerdo en llamar a esto un flechazo serio?" Otra larga pausa. Elena continuó "No sé por qué…o como es para ti…la forma en que estamos juntas. Sólo quiero estar en esto...sólo quiero estar cerca de ti…en todo lo que puedo pensar es... es...” Elena se detuvo de repente. Barry estaba de pie en la puerta, estudiándola. Rápidamente cerró el teléfono, horrorizada de haberle colgado a Peyton, horrorizada de que su marido estuviese ahora delante de ella con una mirada inquisitiva en los ojos. "¿Estás bien?" preguntó Barry.

"Sí" dijo sin aliento. Sus ojos la perforaron "Algo se está quemando" Miró a su esposa por un largo momento y luego salió de la habitación.

********** Peyton estaba terminando una conversación telefónica con Emily, sobre un posible proyecto que le representaba la oportunidad de viajar a París ¡Paris! Sólo había visitado esa extraordinaria ciudad una vez con su madre, antes que ella supiera que Peyton era lesbiana y supiera algo sobre el universo rico y lleno de textura de los intelectuales de izquierda, los expatriados, los literatos de París en los años 20 y su subcultura lesbiana única. A pesar de que odiaba viajar porque su TOC le había vuelto aero-fóbica, París era una aventura que no dejaría escapar entre los dedos. Acababa de colgar cuando el timbre de la puerta sonó. Peyton se acercó a la puerta, todavía distraída por la llamada recibida y cuando la abrió se echó hacia atrás completamente sorprendida al ver a Elena de pie allí. "Hey…" se las arregló para saludar. Pero Elena no respondió, ni siquiera espero a que la invitaran a entrar. Cruzo el umbral y puso una mano suavemente en el pecho de Peyton y la empujó contra la pared. Sus rostros estaban a unos centímetros. Antes de que Peyton pudiese hablar, los increíbles ojos marrones de Elena perforaron los suyos hasta que apenas pudo sostener su mirada. Los ojos de Elena se sumergieron en los de Peyton. Una pregunta quedó en el aire, momentáneamente. Elena lentamente, con una lentitud agonizante, acerco sus labios a los de Peyton, los ojos de Elena todavía estaban mirando los de Peyton, mientras su respiración se aceleraba. Sorprendentemente, fueron los ojos de Elena los que le dieron fuerza a Peyton y antes de que pudiera pronunciar el nombre de Elena, los labios de Elena rozaron suavemente los suyos. Peyton colapsó. Sus manos temblorosas alcanzaron los hombros de Elena, como si aferrarse a ellos le salvaría la vida, mientras ella sucumbía a los labios de Elena, el suave y gentil cuestionamiento, la invitación, la exploración, la sensación enceguecedora, dejándose llevar mientras los labios de Elena poseían los suyos y luego, ya que ella no pudo

contenerse un segundo más, comenzó a besar a Elena en respuesta, respondiendo al hambre, la necesidad, la espera, un ruido sordo en sus sienes anulaba el resto del mundo. "Elena..." "Oh...Sabía que te sentirías así" la voz de Elena era baja y ronca, murmurando las palabras contra sus labios "Suave...tan suave...como terciopelo..." Peyton sintió que sus rodillas temblaban pero se las arregló para respirar "Mira, podemos detenernos ahora…" aún besándola "…parar aquí antes de ir más lejos" "¿De verdad?" los labios de Elena siguieron entreteniéndose suavemente contra los suyos, las vibraciones de su voz eran tan eróticas como su toque "¿Tienes miedo de estar a solas conmigo?" "Sí..." "¿En serio?" "En serio" Peyton insistió, pero la exquisita sensación estaba tan presente como los labios de Elena que seguían acariciando los suyos, la intensidad de su mirada, la pureza de su deseo, eso era todo lo que sabía, los labios de Elena sobre los de ella, su lengua sedosa ahora empujaba suavemente contra la suya, la seducción en un nuevo mundo donde no existía nada más que Elena envolviéndola, donde el pensamiento había cesado y por primera vez en su historia, Peyton se encontró a sí misma siendo devorada, completamente perdida en un beso. Las manos de Elena encontraron el cabello de Peyton, mientras las manos de Peyton se abrían camino hasta la espalda de Elena. Se dejó llevar por completo, consciente de las campanas de advertencia. Se estaban dirigiendo hacia un lugar del que no podrían regresar. Pero Elena ya era dueña de su destino, sosteniendo rápidamente a Peyton en un abrazo que no podía romper, ambas completamente absortas en ese beso, sus cuerpos se presionaron cada vez más, mientras Elena, como si fuese una maestra coreógrafa, llevaba a Peyton hacia el sofá y sin separarse cayeron sobre él, la urgencia y el calor del beso creaba más calor, más ganas, más intimidad, más capas descubiertas, desnudándose por completo una ante la otra. La desesperación de ese primer enlace facilitó una exploración más profunda, a medida que continuaban saboreándose y sintiéndose la una a la otra, con las manos suavemente se exploraron y un largo suspiro escapó de ambas, mientras Peyton intentaba un último momento de razón, incluso mientras la boca de Elena se movía firmemente en la suya, apropiándose de ella, hasta que Peyton, sintió tambalearse, pensando que ya no podría

respirar. Finalmente, los besos se volvieron tiernos, suavemente dulces, la pureza del deseo saciada por un momento. Permanecieron acostadas fulminadas por el beso, respirando profundamente, entonces se voltearon la una frente a la otra. "...eso mucho mejor de lo que incluso pensé que sería..." dijo Elena con convicción, entonces sonrió y empezó a reír. Se besaron durante horas. Horas, un paseo en el tiempo sin fin donde viajaron a un lugar que solamente ellas conocían, un lugar donde las almas se reunían…donde tenían que conocerse…y no podían escapar, sus labios nunca se saciaron, el hambre de la una por la otra era cada vez más fuerte, más urgente, infinita. "Tenemos...tenemos que parar" Peyton rogo en un punto. "¿Por qué?" preguntó Elena mientras su boca seguía devorando a Peyton que yacía en desorden debajo de ella. "Yo...yo no..." "Shhhh..." y se besaron hasta que Peyton estuvo vagamente consciente de que el sol de la tarde se había puesto y estaba oscuro, y la oscuridad las envolvió en un tiempo y un lugar más allá del sofá de Peyton, donde sus labios se alimentaban unos a otros y sus cuerpos yacían envueltos con avidez, hasta que en un momento, horas y horas más tarde, cuando Peyton miró el reloj y ya eran pasadas las 11 pm. "Oh...Dios...mío" gimió Peyton. Elena la miró, sus ojos buscando una respuesta...por lo que acababa de suceder... "Wow" suspiró Elena y llevó un dedo suavemente al rostro de Peyton "¿Cómo pudo ser esto? ¿Cómo pude pasar toda mi vida sin haber sido besada?" "Oh, Dios mío...hemos estado besándonos durante siete horas" Elena sacudió la cabeza, asombrada de que tal cosa pudiese ser verdad. "No lo sé, Elena...Lo único que sé es que creo que nos hemos besado hoy más de lo que he besado en toda mi vida"

Elena sonrió "Bueno, ciertamente son más besos que los que hubiese podido imaginar tener alguna vez" "Oh, Dios mío" Peyton era incapaz de decir otra palabra. Elena se inclinó hacia ella. Y en el momento en que sus labios tocaron los de Peyton, ambas se deslizaron dentro en ese otro mundo nuevamente, donde el tiempo y el espacio no existían, sólo su unión, más fuerte que cualquier otra realidad que hubiesen conocido anteriormente.

*********** Al día siguiente, Elena y Diana estaban compartiendo el té en la oficina de la iglesia. Elena estaba tratando de mantener la calma mientras Diana, que parecía más agotada de lo habitual, desgranaba cada angustia que había tenido acerca de sus niños y los problemas que estaba teniendo en torno al tema de quedar embarazada nuevamente. "...y entonces él dijo que yo no era la única en tomar esta decisión. Que afectaba a toda nuestra familia y que él tenía algo que decir, pero no es su cuerpo el que va a llevar otro bebé y…" Diana se detuvo, mirando fijamente a su amiga "Elena ¿me estás escuchando?" "Oh...sí, lo siento, Diana" Elena deliberadamente dirigió su atención a Diana "Sólo estoy un poco distraída hoy. No dormí mucho anoche. Creo que sólo necesitas poner un alto. Es ridículo para él pensar que a ti te gustaría tener otro bebé" "¿Eso no me hace egoísta? ¿Indiferente?" "Te hace cuerda" Elena aseguró a su amiga. Diana la miró de frente "¿Qué...qué está pasando contigo? Pareces...tan diferente" Elena lo considero un momento "Yo...soy feliz" Diana le ofreció una sonrisa incierta a su amiga "Bueno, Barry es mucho más comprensible que Rich. Tienes mucha suerte" La sonrisa se desvaneció del rostro de Elena. Ella asintió con tristeza.

******** Las emociones de Elena iban y venían desde la tarde hasta la noche. Vivía en una nube de felicidad, recordando el día anterior, los labios de Peyton contra los suyos, recordando su toque, su sabor, su olor y el tacto de ella y con cada recuerdo, surgía un deseo electrizante en su cuerpo. Nunca se había sentido con tan poco control sobre nada, el intempestivo e intenso clamor físico en su cuerpo…y repentinamente esos sentimientos fueron amortiguados por su realidad de cada día, recogiendo la ropa en la lavandería, yendo de compras para la cena, cocinando la cena, mitad aquí, mitad allá en alguna parte mientras Tori y Nash atendían sus tareas y sentía su presencia como siempre lo había hecho, pero ahora se sentía como que vivía dos mundos que se sobreponían uno al otro. Mientras Elena estaba cocinando la cena, estaba planeando mentalmente su horario de los próximos dos días, tratando de encontrar la mejor manera de acomodar sus espacios de tiempo para que ella y Peyton pudiesen pasar más de una hora juntas. "Mamá, dije que necesitábamos marcadores verdes" se lamentó Nash "¡Este juego tiene todos los colores MENOS verde!" "¿Es posible que haga mucha diferencia?" preguntó Elena. "Es un proyecto sobre el movimiento ecologista ¿lo captas?" "¡Nash!" Tori le llamó la atención por su comportamiento grosero de adolescente. "Lo siento, mamá. Es solo que ayer te dije justo antes de que te fueras a la tienda que este set no tenía verde" Era cierto. Él tenía razón. Pero Elena no había regresado a cambiar el set, como obedientemente lo hubiese hecho anteriormente, habría sido la primera tarea del día…conseguir los que tuvieran marcadores verdes…pero no lo había hecho porque se había quedado entre los brazos de Peyton, besándola, viviendo dentro de ella y todo lo demás había desaparecido por completo de su mente. Barry entró acompañado de tres de los feligreses de la iglesia, les señaló que pasaran hacia la sala de estar. Elena frunció el ceño. Barry no le había dicho que llegaría acompañado y ella estaba tratando de encontrar la manera de salir de casa…de modo que pudiera ver a Peyton, sentirla...sentir esos labios contra los suyos nuevamente, aunque sólo fuese por unos minutos. Se sonrojó y sacudió la cabeza. "Hey, lo siento, El" Barry respondió a su rostro cabizbajo "Traté de llamarte antes…"

"Yo... En realidad iba a salir esta noche..." "...pero no atendiste mi llamada" Barry hizo caso omiso de sus palabras "Seremos tres más para la cena" "...este proyecto sólo demuestra cómo el consumismo absoluto esta del madrazo (porrazo)" Sintiendo la tensión, Nash encorvo los hombros hacia su proyecto y Tori empezó una de sus divagaciones "…es como si mientras más tengamos de estas cosas, menos estaremos interesados en ellas" Elena trató de hablar a través del parloteo de Tori "No tengo suficiente para todos ¿No pueden comer fuera o pedir una pizza?" "No lo creo" Barry parecía un poco molesto. "…todo tipo de comida sin grasa, postres sin azúcar, sabores…" "Barry, realmente…" "…nuestras creencias no tienen convicción" "Son los miembros de la junta. No les voy a servir pizza" "… ¿y quién quiere leer un libro sin páginas?" "Sólo descongela algo, por favor. Podemos esperar. Esto es importante, Elena" "…compromiso sin honor” Eso detuvo a Elena y a Barry. Ambos se giraron hacia Tori y luego se volvieron el uno al otro. "Puedes, por favor..." suplico Barry. Elena se encogió de hombros. Por supuesto que lo haría ¿No lo hacía siempre? Barry revolvió el cabello de Tori "Chicas sin modales" ahora él estaba en un mejor estado de ánimo y se acercó a Elena y le dio un beso rápido en la mejilla "Invitados sin cena"

"¡Ya dije que lo haría!" espetó Elena. Los tres se volvieron hacia ella. "Sólo estaba bromeando, El" Barry agitó su cabeza al igual que los chicos ¿Qué pasa con ella? entonces salió. "Es como si nosotros fuésemos la antítesis de la sociedad" reflexionó Tori con tristeza "¿No te parece como la última contradicción que tengamos todas estas cosas que están llenas de nada?" Elena los sentía a todos, sabía exactamente donde estaban sentados, las expresiones que habrían en sus rostros. Sabía exactamente cómo Nash se volvería ahora hacia Tori y le respondería "Detente. Ya entendí el punto" él sabía que Tori le devolvería una mirada de adoración y respondería " Sólo decía…" y sabía que Barry se entronizaría con el chico Z y los congregantes lo mirarían con total admiración, sentados desde el sofá. Ella sabía todo eso. Todo lo sabía y estaba harta de eso. Pero no tenía otra opción más que seguir adelante, y se volvió para sacar unos filetes del congelador. Esta era su vida ¿Cómo había pensado por un momento que podría ser algo más?

*********** A la tarde siguiente, Elena se presentó nuevamente en la puerta de Peyton, de forma inesperada. "Mira, literalmente sólo tengo quince minutos. Yo solo...yo solo..." Elena atravesó la puerta y audazmente besó a Peyton "…tenía que verte..." Elena prácticamente atrapo a Peyton contra la pared, atacándola, presionando sus labios agresivamente, su hambre innegable. Y así, tan rápido como fueron devorados, se separaron. "Ohhh, Dios" dijo Peyton entre dientes, tratando de calmarse. "Lo siento, Peyton..." Elena le sonrió dulcemente "Lo siento…sé que debería haber llamado, pero estaba de camino a la tintorería y te extrañaba tanto. Te echo de menos, Peyton, cada minuto que no estoy contigo" Peyton sonrió sombríamente, pero asintió con la cabeza "Lo sé"

"Está bien, entonces" Elena volvió a besarla "Yo...yo tengo que apresurarme. Pero te llamare más tarde. Esta noche" Elena se fue tan rápido como había llegado y Peyton sintió que su cabeza comenzó a zumbar.

********* "Hey, soy yo..." eran alrededor de las siete de la noche y la voz de Elena en el teléfono sonaba acalorada "Estoy libre" Elena había entrado en la casa después de acabar las diligencias en tiempo récord y vio la nota de Barry y de los niños en la nevera iremos al cine…hasta luego, te amamos. Barry. Elena que había hecho un remolino tratando de encontrar alguna forma concebible para salir de casa, no podía creer su buena suerte. Se puso maquillaje, echó una rápida mirada en el espejo, llamo a Peyton para alertarla esta vez y justo cuando se dirigía hacia la puerta, Barry, Nash y Tori entraron. "Hey mamá" Nash dio a su madre un rápido abrazo "Estoy hambriento" "Yo… ¿yo pensé que todos iban al cine?" Elena escuchó la tensión en su propia voz. "¡Te extrañamos mucho!" bromeó Tori. "No había entradas...Mamá ¿podemos comer hamburguesas?" Barry le rozó la mejilla con los labios "Oye nena, me traes una cerveza ¿quieres? El juego está a punto de comenzar" Elena se sintió aturdida mientras su vida era golpeada al máximo y supo que tendría que llamar a Peyton para cancelar.

********** Estuve perdido una vez y ahora soy encontrado Estuve ciego, pero ahora veo El director del coro de la Santa Luz acababa de terminar un hermosa canción a capela.

"Sí, ahora veo..." Barry ligo acertadamente la canción, mientras permanecía de pie alto y noble en el altar "Sí, ya veo...pero sólo porque el amor de Dios sana y me permite ver el pecado en mí, para purgar las tentaciones, los deseos que son obra del diablo..." Elena estaba sentada en el banco, pensando en Peyton, emocionada ante la perspectiva de verla en unas pocas horas. Había sido capaz de desocupar toda la tarde y la noche para que ellas la pasaran juntas y llegar a ese momento era más de lo que podía soportar, así que hasta que llegara la hora de verla realmente, se encontró a sí misma pensando en ella. Obsesivamente. Nunca había tenido estos sentimientos, sentimientos que se precipitaban sobre ella como un incendio forestal, quemándola con una intensidad imparable, inextinguible. Pensando en su piel, sus labios, sus ojos, cómo su toque enviaba un torrente de placer a través de ella, nada en el mundo podría haberla preparado para los sentimientos que aparecían involuntariamente en su cuerpo al momento que estaba cerca de ella, quería sentir su piel, dejar descansar su piel sobre la piel de Peyton. Trago saliva, sintiendo la presión de un hormigueo entre sus piernas, otra nueva sensación que Elena nunca había experimentado en su vida. Su cuerpo tenía mente propia, hinchándose con sentimientos que dolían a cada momento por expresar… "...Y sólo con el amor de Dios...el glorioso amor de Dios nos convertiremos en un todo. Puros...Renacidos ¿Cuántos de nosotros queremos expulsar esos terribles impulsos de nuestro interior? los impulsos humanos básicos, esos cobardes deseos de la carne..." Elena se enderezo de golpe. Las palabras ardieron en su mente. Se sentía desnuda, como si cada feligrés pudiese ver en su cuerpo a ese monstruo pagano del que Barry hablaba... como si de alguna manera Barry estuviese canalizando cada uno de sus pensamientos en su sermón "... que nos empuja a hacer las cosas que sabemos que están mal... Dios, ayúdanos a sacar el mal desde dentro...Oremos porque la dirección de Dios nos mueva más allá de estos deseos que sólo conducen al odio hacia uno mismo, lo que realmente no es bueno para nosotros... " Elena tragó saliva, cruzó las piernas y sintió el fuego en sus mejillas, sentía que Tori y Nash le miraban. Comenzó a inquietarse, a golpear el suelo con sus tacones ¿Acaso este sermón no terminaría nunca?

Peyton se paseaba ansiosamente, luego se sentó y examinó los papeles que tenía delante. "Para, para, para..." susurró mientras se serenaba y cuidadosa y deliberadamente se dio a la tarea de organizar las fotos de los archivos para compartir con Elena.

"Para, para, para..." porque si realmente se centraban en el trabajo, Peyton sabía que podría contenerse, contenerse de querer violar a esta mujer que había entrado en su vida como un avasallador tren de carga. "Para, para, para..." todo lo que tenía que hacer era mantenerse fiel a su trabajo. Tenía habilidades sorprendentes para concentrarse y permanecer enfocada. Ese era uno de los efectos secundarios de su TOC...sólo necesitaba aprovecharse realmente de ello. Toc, toc, toc. Elena estaba de pie en la puerta.

******* Sentadas en los extremos opuestos del sofá en la sala de estar de Peyton, ambas miraban una serie de fotos del archivo de colección de June Mazer, todas desde Gloria Steinem hasta la escritora de misterio favorita de Peyton, Katherine V. Forrest. Todas las fotos, en sus diferentes categorías de intereses, estaban esparcidas sobre la mesa de café. "Me encanta esta…" sugirió Peyton centrándose en las fotos, realmente concentrada en mantener su tarea "Sabes que estas mujeres mineras…pioneras…ninguna hablaba sobre ellas. Pero mira la camaradería…" Peyton le mostró la foto a Elena. Elena la miró brevemente, asintiendo. Los ojos de Peyton fueron atrapados por los de Elena, literalmente no había podido encontrarse con la intensidad de su mirada. Desde que Elena había entrado en la casa y le había besado con un fuerte propósito, Peyton había dado un paso atrás. No podía permitirse a sí misma sentir mucho más; si lo hacía, ambas iban a recorrer un camino que ninguna de las dos estaba lista por recorrer. Le dijo a Elena "Es que es tan...bueno, no sé, mostrar a una mujer en un mundo de hombres, es como rudo y violento...solo....bueno, me encanta" "Hmmm" respondió Elena, que en ese momento en lo que menos podía preocuparse era en alguna de esas fotos. Sólo podía sentir su cuerpo, impetuoso, hambriento, deseoso, mientras observaba a Peyton, la verdadera Peyton era mucho mejor que en su imaginación. "Y éste otra..." Peyton tomó otra foto, y entonces se dio cuenta que faltaba una que realmente había querido compartir con Elena y rebusco a través de varias pilas "Oh...aquí está"

Se volteó hacia Elena, pero Elena no estaba mirando la foto. Estaba mirándola directamente a ella. "Hazme el amor, Peyton" dijo Elena sin un atisbo de duda. El corazón de Peyton cayó hasta su estómago. Sintió su boca seca. "Creo que..." Peyton dejó escapar un profundo suspiro, se obligó a mirar de nuevo a Elena que estaba sentada en silencio, esperando "Pensé que querías esperar…ver si…" "Peyton, hazme el amor" El aire entre ellas crujió. "Yo...Yo...Yo quiero, Elena, créeme...pero una vez que vayamos allí... no habrá regreso" Elena vio el miedo en el rostro de Peyton. Muy lentamente y deliberadamente levantó el archivo que permanecía entre ellas en el sofá. Lo tiró al suelo y luego se deslizó cerca de Peyton, sus labios a un suspiro de distancia. En sus ojos había una fuerte seguridad que ayudó a calmar a Peyton. Elena dijo lentamente e inalterable "No quiero regresar" Elena tomó la mano de Peyton, llevándola al dormitorio. Al cerrar la puerta, se dio cuenta que no tenía la más remota idea de qué hacer. Peyton se movió hacia Elena, temblando mientras tocaba a la hermosa mujer que tenía delante, más nerviosa que Elena por el deseo, quien estaba paralizada, tomándolo todo, como una niña agradecida. Sin nervios, sólo una certeza inquebrantable y su disposición a disfrutar de una experiencia nueva y exquisita. Peyton comenzó a desnudar a Elena lentamente, sus dedos nerviosamente incómodos hasta que Elena se inclinó para besarlos, uno a la vez y entonces ambas eliminaron el resto de sus ropas con movimientos rápidos.

A medida que se inclinaban una hacia la otra en la cama, sus miradas se sostenían la una a la otra, en un tierno abrazo. "¿Estás bien?" susurró Peyton.

"Sí" respondió Elena, colocando una mano suave en el antebrazo de Peyton "¿Y tú?" Peyton asintió con la cabeza. Elena miró a Peyton, las líneas fuertes en su brazo, la suave curva de su estómago, los muslos fuertes, su piel suave "Eres tan hermosa...mucho más de lo que imaginaba..." "Como tú..." la voz de Peyton era más que un susurro. Se besaron. Peyton tiernamente acomodo a Elena sobre la cama, explorando con cuidado todos los contornos del bello cuerpo de Elena, las largas líneas, los músculos tensos de sus pechos suaves y llenos, sus dedos trazaban cada superficie, dejando a Elena sin aliento, embelesada, esperando, deseando. Peyton miró a Elena, pidiendo permiso. Elena sonrió, asintiendo con la cabeza a Peyton. Sí, haz lo que quieras...soy tuya... Peyton acomodo su cuerpo suavemente sobre el de Elena, jadeando cuando sus pieles hicieron contacto. Aun conociendo el deseo que sentía por esta mujer, no pudo haberse preparado para el sentir de su cuerpo, que parecía como si fuese a romperse por el anhelo, sintiendo el deseo más allá de lo que jamás hubiese experimentado, un deseo agonizante donde nada más importaba. Se besaron profundamente, las manos de Elena en el cabello de Peyton, su cuerpo moviéndose en un ritmo repentinamente tan natural como nunca había experimentado, incluso cuando Peyton no era el tipo de cuerpo que se suponía estaría encima de ella, solamente acostumbrada al movimiento que Barry usaba para aparearse, sintiendo su pene romper una barrera…y con Peyton no había barrera porque quería desesperadamente a Peyton. Quería a Peyton dentro de ella, quería la boca de Peyton en su cuello, amaba sentir los labios de Peyton saboreando ansiosamente su piel, cada mordisco enviaba una necesidad punzante tan intensa que llevaba a Elena más allá, y cuanto más lejos la llevaba, más quería de Peyton, necesitando estar allí, necesitando probar lo que había estado esperando durante tanto tiempo, relajándose a sí misma entre las piernas de Elena, y oliendo la profunda riqueza de Elena, su aroma de puro deseo, su lengua entró en Elena, tomándola suavemente, entonces siendo incapaz de detenerse, exploró con avidez, su boca completamente sobre Elena. Elena gritó mientras sus caderas se sacudían en la boca de Peyton, su deseo era igual a la necesidad de Peyton, fundiéndose mientras se corrían juntas, Peyton sintió la dulce humedad por todo su rostro, entusiasmada en su necesidad de complacer a Elena, mientras Elena subía suavemente hacia la cima llegando al clímax, Peyton sentía las piernas de

Elena tensarse rápidamente, instando a Peyton para que entrara en ella, Peyton saboreando cada segundo que le estaba brindando a Elena, este momento final, sintiendo como se corría, como se corría tempestuosamente en su boca, como la palpitante pulsación se liberaba cuando Elena musito con voz áspera "Peyton…" su hermoso cuello se arqueó en éxtasis. Y mientras ella seguía corriéndose, Peyton se retiró rápidamente, empujando sus dedos dentro de ella y subió a su lado, follándola, follándola tan profunda y rápidamente como pudo y luego disminuyó el ritmo mientras observaba el rostro de Elena, vacío de cualquier cosa menos de puro éxtasis, manteniéndola a raya un segundo más, el borde de su palma se deslizó contra el clítoris de Elena, entonces siguió follando a Elena hasta que vio que iba a correrse otra vez. "¡Quédate conmigo!" la voz de Peyton era una plegaria "¡Quédate conmigo, Elena!" Los ojos de Elena se abrieron mientras se corría y vio en los ojos de Peyton la gran intensidad de su ser, se quedó muda de la emoción, no tenía idea porque, mientras sentía que caía en un mundo donde sólo ella y Peyton existían, sus cuerpos entrelazados, uno dentro del otro. Y Peyton, por primera vez, sintió que su mente se detenía, mientras se unía a Elena en ese lugar que no estaba aquí pero que estaba en otro lugar en el tiempo y todo lo que supo fue que ambas estaban entrelazadas, unidas, en ese lugar tan perfecto y natural.

************ Posteriormente, los ojos de Elena se abrieron brevemente en la oscuridad. Yacía en los brazos de Peyton, sus extremidades estaban derretidas, todo su cuerpo se sentía deliciosamente satisfecho, pero no del todo saciado...no podía haber lugar donde el deseo no estuviese a la vuelta de la esquina. Se sentía apreciada en los brazos de Peyton, completamente amada y supo, con absoluta certeza, que entregarse a Peyton había sido lo correcto. Echó un vistazo a Peyton, viendo su hermoso rostro mientras dormía y sintió una inmensa oleada de gratitud hacia esta increíble mujer y sintiendo las lágrimas, cerró sus ojos y se permitió sentir este momento, completamente, totalmente, adueñándose por completo de esta nueva parte de sí misma.

********** En la siguiente semana, mientras Barry estaba ocupado con una convención de una semana en la ciudad y Nash estaba visitando algunos familiares de Barry por las vacaciones de Navidad, Elena y Peyton robaron todos los imaginables segundos para estar juntas. En momentos era un mero toque a la puerta y Elena tenía que salir corriendo, otras veces tenían una o dos horas en las que sus cuerpos se envolvían, sin poder reprimir su necesidad, ambas impulsadas con más y más intensidad para obtener lo que ansiaban. "Eres como el aire para mí" dijo Elena en un momento "Siento que no puedo respirar cuando no estoy contigo" Peyton sólo pudo asentir. Comprendiendo muy dentro de ella que su hambre y necesidad de la una por la otra era tan grande que las consumía y consumía todo a su paso. Y sabía que tenía que importarle, pero no le importaba.

Dos mujeres, cercanas a los cincuenta, sentadas una frente la otra, evidentemente aún enamoradas... "...Oh, Dios mío…" dijo Nicole riendo "… ¡al principio pensé que era una especie de acosadora loca! Quería traerme la cena, quería llevarme para que me dieran masajes y yo estaba como…quién es esta ama de casa heterosexual y ¿no sabía nada acerca del protocolo lesbiano?" "Después de ver su documental sobre su hijo prematuro…" Marina suspiró "…y todo lo que había pasado con él, sólo quería hacer cosas por ella. Hacer que se sintiera bien" Ambas se besaron, profundamente. "Marina hace que todo sea mejor" "Me alegro que pienses así" "Lo sé"

Elena llegó a la oficina de Tyler mientras estaba poniendo sus toques finales a ese pequeño y dulce webpisodio.

Al oírla entrar, Tyler sugirió, sin darse la vuelta "Sólo dame un segundo" Ella entró con una gran sonrisa en su rostro, su trenza habitual ya no existía. Su cabello era casi una caricatura de desaliño, aún con ese aspecto inconfundible de haber tenido sexo con Peyton. Estaba radiante y lista para explotar. Si no se lo decía a alguien no sabía lo que podría sucederle, y, por supuesto, la única persona a quien podía decirle era este querido hombre que la conocía tan bien. Entonces Tyler la miró, y su cabeza literalmente encajó como un duplicado de vaudevillian (género teatral de entretenimiento) Se levantó de un salto y empezó a dar vueltas alrededor de esta nueva Elena, mirándola de arriba abajo, con los ojos casi reventados por la sorpresa. Él la hizo girar alrededor, la sentó, luego se detuvo y sacudió la cabeza. "Bueno, voy a morder" una gran sonrisa se dibujó en su rostro "Entonces ¿qué pasa con esta nueva, brillante y mejorada tú?" "Oh Dios, Tyler" lo agarró en un abrazo profundo y envolvente, entonces lo acompañó hasta su tienda, señalando todo a su entorno "Y yo que pensé que todo esto era un montón de cosas cursis" "No me digas" sonrió victoriosamente. "Acabo de tener el sexo más trascendental de mi vida" Tyler parecía impresionado. "¡Con una mujer!" Elena parecía tan sorprendida como satisfecha de sí misma. "¡Oh...pequeña!" Tyler literalmente rompió a llorar, estaba encantado de escuchar que su amiga, su amiga más querida, por fin hubiese encontrado algo de alimento emocional. "Estoy enamorada por primera vez…por única vez en mi vida, Tyler" Él esperó. "De Peyton"

Los ojos de Tyler se iluminaron de alegría cuando él la levantó y la hizo girar alrededor gritando en éxtasis "Has encontrado a tu Llama Gemela, mi maravillosa y dulce amiga" Él la sostuvo frente a él y enfáticamente declaró nuevamente "Tu Llama Gemela" "Está bien" la sonrisa de Elena estaba más allá de la felicidad. Sin embargo, una cuestión de conciencia revoloteó en sus ojos "¿No es así?" "Sí, mi hermoso ángel" Tyler la abrazó "Está bien"

*********** Era tarde en la noche y Peyton estaba sentada en la sala de Wave. Wave sirvió otro trago de whisky para las dos. "Creo que nunca supe realmente lo que la frase ´locamente enamorada´ significaba" bromeo Peyton "Gracias a Dios que no es una sustancia controlada" "Sí, es mucho más peligroso" dijo Wave negando con la cabeza hacia su amiga "Es evidente que has pasado por alto algunos problemas totalmente obvios, mi amor y yo no quiero romper tu burbuja de amor…pero lo que estás haciendo es la definición de la locura: magnifica ama de casa heterosexual, que nunca ha tenido relaciones sexuales con una mujer…piensa que ha muerto y se ha ido al cielo ¿Y ahora qué?" Peyton suspiró, nuevamente, muy satisfecha de sí misma "Oh Dios mío. La manera en que sabe....su aroma, como se siente. Tú me conoces, Wave…siempre he sido una gran fan de...bueno, ya sabes…" "¿Qué?…comerlo, bajar hasta el coño, chuparlo, masticar la Vjay-jay (expresión que usó Opra para nombrar su vagina), merendar el kibbles & bits (nombre de una merienda para perros)… por el amor de Dios, lo estás haciendo y ni siquiera puedes decirlo… ¿sería mejor si le doy el nombre científico? ¿Sexo oral?" Peyton no iba a dejar que su amiga arruinara esto para ella "Estoy diciendo…que esto va más allá de todo. Tengo que decir que pensaba que los hombres eran los únicos que podían volver locas a las mujeres…verdaderamente. Sé que suena totalmente antifeminista, pero hacer el amor con ella va más allá de lo que podría haber imaginado" "Brillante ¿Y ahora qué? ¿Y su marido? ¿Su familia? Y olvidas la presión que ella va a

sentir por lo de su Iglesia…por no hablar de su cultura. Si ella piensa que sus padres la repudiaron anteriormente…caray amiga ¿qué piensas que van a hacer con todo esto?" La sonrisa de Peyton se desvaneció "¿Puedo quedarme en mi lugar feliz por otro momento?" "Lugar feliz…sí ¿ese en el que las dos caminan hacia el ocaso sin ver que hay muertos detrás?" "¿Ahora quién es la señorita pesimismo y fatalidad?" cortó Peyton "¿Que paso con lo de sentirme bien? ¿Ser feliz?" "Está bien, amiga mía" Wave agarró un trozo de caramelo mordiéndolo de un bocado "Digamos que ella fue traída a tu vida para que pudieras conocer que el amor está ahí fuera, para demostrarte que cualquier cosa es mejor que Marga…LA RATA, para ayudarte a sanar...o todas las anteriores" lamiendo el caramelo como apoyo, se volvió filosófica "Es posible que sea para todo esto. Y es todo lo que ella es. Una especie de conexión para lo que viene. Pero si tu mente angustiada piensa que va a ser otra cosa, bueno, Peyton, entonces sólo te estás mintiendo a ti misma. Y no puedo hacer eso contigo porque tú eres mi mejor amiga. Eres mi amiga chévere. No puedo mentirte ni permitir que te mientas a ti misma" "Bien, ahora mi lugar feliz tiene un gran letrero de próximo a cerrar" Peyton miró a su amiga "¿Estás feliz ahora?" Peyton se levantó y salió de la casa. Wave se quedó mirando el trozo de caramelo, luego se dirigió él "Bueno, lo intenté"

********* Peyton trabajó hasta altas horas de la noche, muy consciente que estaba peligrosamente cerca de su fecha límite. Se dio cuenta que aunque pasaba la mitad de su tiempo esperando los breves momentos que ella y Elena pudiesen robarse para estar juntas, había dejado seriamente de lado su trabajo. Sabía, si fuese honesta consigo misma, que estaba siendo consumida no sólo por el tiempo que pasaba sumergida en ese mundo rico y lleno de texturas al que ahora se refería como "la burbuja", si no peor aún, por los muchos momentos en los que improductivamente esperaba que llegara Elena para reunirse con ella en él. Momentos perdidos, soñando despierta, reviviendo, reflexionando sobre el futuro…todo y nada menos atendiendo su escritura.

"Yo...yo nunca había tenido un momento en que mi mente se detuviera" le había confesado a Elena. "¿Qué?" Elena le había preguntado. El hermoso cabello de Elena caía en cascada a lo largo del estómago de Peyton mientras ésta lo acariciaba suavemente entre sus dedos. Por mucho que Elena disfrutaba los escalofríos que las caricias enviaban a través de su cuerpo, no estaba acostumbrada a estar tan completamente mimada y amorosamente cuidada, Peyton igualmente disfrutaba de la exquisita sensación de tocar a Elena, la manera en que eso quemaba el borde de sus dedos. Ella, literalmente, podía sentir la energía entre la piel de Elena y su mano mientras elevaba la palma de su mano justo por encima de la superficie de la piel de Elena, sintiendo la intensidad del deseo, la necesidad, el anhelo, la pasión todo en ese espacio, la carga explosiva de un simple toque diferente a cualquier cosa que jamás hubiese experimentado. "Mi cabeza...mi cerebro...nunca se apaga…" reflexionó Peyton "…excepto cuando estoy contigo. Cuando hacemos el amor...todo desaparece. Siempre me había preguntado si eso sería posible o incluso como podría sentirse…pero contigo, mi mente se queda en blanco literalmente, deja de procesar y mi cuerpo se hace cargo y siente. Siente, Elena" Peyton miró profundamente dentro de los ojos de Elena "No puedes imaginar lo que es para mí" Elena miró los ojos de su amante "Bueno, no puedo decir que puedo entenderlo totalmente...lo único que sé es que cuando estoy contigo, me siento bien. Me siento absolutamente bien. Nada hasta ahora había sido tan correcto o con tanta certeza para mí" Peyton ahora sonreía, pensando en eso ¿Eso había sido ayer, hace dos días? No podía recordar, mientras algunas de sus impulsivas sensaciones comenzaban a engranar en su mente. Cada vez era una variación sobre el mismo tema. En el momento en que ellas estaban en contacto, desnudas, locamente ávidas por conseguir más de lo que ninguna podía tener suficiente, desgastándose la una a la otra, el hambre, la necesidad, el deseo, todo superaba cualquier cosa en su camino. La semana pasada Peyton había saltado cuando su teléfono sonó, sacándola de sus recuerdos. "Hola, soy yo" "Hola..." Peyton había sonreído. "¿Está... está bien si voy para allá?"

"¡Por supuesto!" "Muy bien, entonces déjame entrar" "¿Qué?" "Ya estoy en la puerta" Peyton había corrido hasta la puerta principal y en el momento en que Elena entró enérgicamente, tomó el rostro de Peyton entre sus manos, besándola con avidez mientras la llevaba a la tumbona, todo se transformó en ese nuevo espacio de Peyton, ese lugar de puro sentimiento. Y para Elena, en el momento en que ponía sus ojos en Peyton, olía el perfume de Peyton, acariciaba con sus dedos la suave piel de la mejilla de Peyton, agarraba los músculos vigorosos de los brazos de Peyton, la antigua vida de Elena, todo su universo se desvanecía...todo desaparecía en el momento en que estaba en brazos de Peyton.

********** "...sí, porque Martin Lutero estaba tan impresionado por las estrellas en el cielo, que decidió imitar a esas estrellas trayendo las 'luces de las estrellas´ justo a su propia casa. Y eso fue como en el siglo XVI. Siempre me he preguntado cómo había comenzado todo eso" Tori reflexionó mientras ella y Nash, Barry y Elena estaban adornando el árbol de Navidad. Como de costumbre, Tori estaba festivamente engalanada, falda verde, un jersey de lunares verde y rojo y un lazo de Navidad, lleno con las letras "Antipáticos Santas" Nash había gemido cuando la había visto. Ella le había sacado la lengua y luego había puesto un sombrero de Santa a Nash insistiendo que él debería tener el espíritu navideño. "Lo hiciste ¿eh?" preguntó Barry, ayudando a los chicos a acomodar la extensión de luces. "Sí y mientras estaba investigando, encontré algunas otras cosas interesantes, que te gustaría saber" "Aquí vamos" Nash suspiró, pero de buen humor. Elena fue a la cocina, aun escuchando sus bromas mientras preparaba su ponche de cada año. Cada año ellos realizaban ese rito familiar. Todos tomaban del famoso ponche de Elena mientras decoraban el árbol y luego discutían las fiestas navideñas y trataban de

encontrar el lugar más interesante al que podían viajar para las vacaciones anuales de Barry, que esta vez serian a finales de febrero. Cuando Elena trajo la bandeja, se detuvo. Vio a los tres, riendo, empujándose divertidos unos a otros y de repente se sintió aterrorizada de hacerle daño a esta familia que amaba con cada fibra de su ser. "Sí, te apuesto que no sabes qué otras cosas asombrosas sucedieron el día de Navidad" "¿Que es más sorprendente que Santa?" bromeó Nash. "Bueno, cara presumida, dime esto... ¿qué representan los doce días antes de la Navidad?" "Hacer compras en el centro comercial, envolver regalos, comer la mejor comida del año" Nash respondió sin temor a equivocarse. "Uh, no tanto. Así que la canción fue creada para ayudar a los niños a aprender a contar, obvio, contando hacia atrás desde las doce. Pero lo que era original acerca de eso era que la tradición cristiana honraba el tiempo en que los Reyes Magos llegaron doce días después de que Jesús naciera, lo que lo hizo todo oficial. Y hablando de comida, ya que eso es todo en lo que siempre piensas, además del pudín de ciruela solía ser una sopa con cordero, ciruelas pasas y un poco de carne, todo mezclado" Nash se frotó el vientre "Ohhh, cuéntame más" Tori agarro un caramelo en forma de bastón, lo desenvolvió y pullo a Nash con él "Y el caramelo de bastón fue creado por un maestro de un coro alemán, en el Siglo XVII ¿sabes por qué?" "No" "Para mantener a los niños pequeños tranquilos…" suavemente lo empujó en su boca "…durante los servicios. Al principio eran solamente dulces rectos. Más tarde se curvaron para imitar el cayado del pastor, en honor a la temporada. Ya sé que todo lo que te importa es salir de la escuela y obtener un montón de regalos, pero otras cosas pasaron en el día de Navidad. Resultó ser el mismo día en que el rey Arturo sacó Excalibur de la piedra, Hong Kong cayó ante los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial y Carlomagno fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano" "Whoop-de-doo (expresión que se utiliza para decir que no crees lo que una persona dice)" riendo, Nash y Tori se apoyaron entre sí "Sólo hay una cosa importante que sucede en la

Navidad y es esta" tomó la mano de Tori, la condujo hasta el muérdago y le dio un dulce beso. Barry sonrió, realmente contento. Ella los miró, tan felices, completamente satisfechos con sus vidas. Esta era su familia. Ella estaba aquí. Pero no aquí. Un escalofrío recorrió su columna vertebral, a pesar del pesado suéter rojo de Navidad que llevaba. De repente nunca se había sentido tan vacía y tan sola en su vida.

******** Peyton estaba sentada envuelta en un suéter verde azulado leyendo afuera en el cobertizo cuando su celular sonó. Lo atendió con entusiasmo. "Peyton lo siento...No puedo creer esto. Nash y Barry no irán a jugar al golf. Yo...yo realmente no puedo salir. Parecería muy extraño que no estuviese aquí. Estoy..." "Claro" respondió Peyton decepcionada, su voz tensa "Por supuesto. No hay problema” Elena había entrado rápidamente en el dormitorio en su camisón, sentándose en el extremo de la cama para encontrar un poco de privacidad y hablarle a Peyton. Peyton estaba sentada al otro extremo de la línea, en medio de una tarea, tratando de sonar casual "Mira, Elena, sé que tienes una vida locamente ocupada. Yo también. No te preocupes. Está bien" "No, no está bien" respondió Elena enfáticamente "Sé que esta es la tercera vez que cancelo...pero por favor no digas que está bien. Yo quiero..." Elena miró alrededor de la pequeña habitación, sintiéndose como un animal enjaulado "Necesito verte" Elena saltó cuando Barry abrió la puerta, acercándose detrás de ella. "Sí, Millie, hablare contigo acerca de eso mañana. Adiós" Elena cortó la llamada rápidamente, tratando de recuperar la compostura mientras dejaba el teléfono con indiferencia en el tocador. Barry se acercó, apoyándose en ella. Ella se movió fuera de su alcance, tratando de recoger un par de piezas de ropa cuando él la tomó por el brazo y juguetonamente la hizo caer sobre la cama. Sus rostros estaban muy cerca. Se inclinó para besarla, lo que permitió que pasara, ya que no pudo pensar lo suficientemente rápido. Pero al sentir sus labios, tan diferentes a los de

Peyton, tan duros, no era más que una trituración de piel que ahora se sentía muerta para ella, tan insensible y cuando Barry trato de encontrar su lengua con la suya, tuvo que empujarlo. Elena pensó que se enfermaría físicamente, su corazón estaba acelerado. De repente se sentó. "Whoa..." "Yo...lo siento…" "¿Qué te pasa?" "Yo...solo estoy cansada. Ha sido un día largo" "Un día largo, claro ¿Sabes qué? Los dos estamos ocupados…y los dos estamos cansados" su voz se volvió tensa "Tal vez he tenido un largo día también" "Yo...realmente no me siento muy bien" Barry miró a Elena y entonces colocó suavemente una mano en su frente como para ver si tenía fiebre y luego dejo reposar la mano sobre el hombro de ella. Él sonrió con dulzura "Hey, no te preocupes por eso. Haz estado haciendo demasiado. Necesitas descansar un poco” Ella sonrió con tristeza. "Lo bueno es que no soy del tipo celoso" sonrió Barry "Sí. Eso es algo de lo que nunca tendré que preocuparme" Barry frotó su brazo distraídamente, como si ya estuviese pensando en otra cosa "Oye nena, realmente necesito que revises mi discurso para la recaudación de fondos ¿Crees que podrías hacerlo un poco más tarde? ¿O incluso mañana por la mañana? Y no lo olvides, tienes que reunirte con Millie el martes" sin pensarlo besó su brazo "¿Sabes qué? Yo también estoy hecho polvo" Barry se levantó y entró en el cuarto de baño "Y asegúrate de recoger mi traje azul de la tintorería mañana" expresó "Sigues olvidándolo" gritó y luego cerró la puerta. Elena suspiró, frotándose la frente. Miró alrededor de la habitación. Podría haber sido una jaula cerrada. Estaba atrapada.

******* Al día siguiente, en el primer momento que pudo, Elena corrió hacia Peyton. Peyton abrió la puerta, ambas cayeron en los brazos de la otra, Peyton se la llevó a la habitación y le hizo el amor con rapidez, agresivamente, Elena le correspondió con el mismo ardor, cada beso más brusco, más angustioso que el anterior. Elena dijo con voz ronca el nombre de Peyton mientras se corría, fuerte, tan fuerte como nunca se había corrido, con más intensidad de la que nunca había tenido y tirando de Peyton hacia ella, trató de regresarle este placer, este placer desenfrenado que no podía creer que existía hasta este momento en su vida. Pero cuando trató de ir hacia abajo sobre ella, Peyton se movió encima de ella, sujetándola, moliendo la maravillosa carne engrosada, sintiendo la suavidad de su vello contra el suyo, el cuerpo de Peyton, sudoroso, entrelazado con el suyo mientras se frotaba contra ella, violentamente, con un ritmo agresivo y exótico, Elena sentía su deseo crecer mientras el aliento de Peyton se hacía más desigual. "Elena...Ohhh...joder..." un susurro quejumbroso en su oído, mientras el cuello de Peyton se arqueaba con el placer del orgasmo, su voz ronca estrangulada en éxtasis mientras se corría, y luego se corrió otra vez, montándola mientras Elena la sostenía con un brazo, jugueteando con su pezón con la otra mano, ayudando a Peyton para que se corriera otra vez y cuando Peyton sintió su liberación, cuando sintió que su cuerpo era presa del placer, provocando oleadas sobre ella, cuando Peyton estranguló su orgasmo final, sus brazos temblaban mientras colapsaba sobre ella, sollozando en una especie de secuela liberadora, mientras Elena escuchaba a Peyton susurrar su nombre una y otra vez y Elena vivió para esa voz...esa voz tierna que se quebraba en su oído... Una hora más tarde, el rostro de Peyton estaba enterrado entre las piernas de Elena, tratando de mantener a Elena en la cima todo el tiempo que pudo, provocándola, jugueteando con ella, hasta que finalmente Elena grito "Ahora...por favor....por favor, Peyton" y mientras Peyton se movía subiendo sobre ella y comenzaba a empujar dentro de ella, primero lentamente y luego con golpes profundos Elena comenzó a correrse de una manera que nunca pudo haber imaginado, de todas las fuentes imaginables, su cuerpo estaba moviéndose en una especie de éxtasis que no pudo haber concebido anteriormente. Cuando Elena pudo abrir sus ojos, cuando pudo centrarse en la luz, en la oscuridad y la profundidad, cuando estuvo completamente de regreso en el mundo tridimensional, miró a Peyton, con los ojos llenos de amor, gratitud, asombro...emociones nuevas y expuestas. "¿Cómo pueden sentirse tus dedos tan condenadamente mejor que un pene?"

Peyton se dio la vuelta trayendo a Elena con ella. Arqueó una ceja y entonces respondió lenta y sensualmente "¿Y cómo puedes saber tan jodidamente bien?" Elena sonrió. "Coño" ronroneó Peyton...y luego con verdadero deseo "coño...." y luego enlazándolo con una voz aún más áspera y llena de sexualidad "Coooññooo" "Honestamente" Elena rió, pero se sonrojó, un poco avergonzada. "Elena, sé que no tienes un marco de referencia para esto..." Peyton ajustó su cuerpo con el fin de seguir tan entrelazadas como le fuese posible, pero que pudiese ver claramente el rostro de Elena "…y aunque odio admitir que he estado alrededor de la manzana un par de veces más de lo que debí haber estado...tengo que decirte que…la manera en que sabes, te sientes, hueles…haces que la palabra coño sea hermosa. Siempre he detestado esa palabra y sentía que pertenecía justo allí junto a todos los demás términos peyorativos que los hombres usaban para degradar a las mujeres. Pero, en serio, Elena...no hay nada más delicioso, más apetecible, más exquisito que tu coño…el cual por sí mismo, ha extraído de mi psique años de maltrato...y ha restaurado esa palabra tan difamada ¡a un lugar de honor!" Mientras Peyton procedía a bajar sobre su amante, Elena rió tan libremente por una idea y concepto que siempre le había causado una vergüenza intensa, rió con abandono y festejo.

********** "Entonces ¿cómo va todo ese asunto de la adopción?" preguntó Wave al compartir un vaso de vino al aire libre en el cobertizo de Peyton. "Oh...bueno, ya sabes" respondió Peyton evasivamente. "¿Yo sé qué? Que te has convertido en una zombi enamorada y que nada más en el mundo parece importarte, ni yo, tu amiga más querida, ni tu trabajo… ¿o el hecho de que por lo único que has suspirado durante los últimos años es por un niño?" "Está bien" Peyton asintió con la cabeza sin ninguna defensa "La verdad es que tanto Elena como yo hemos hablado de todo eso de la adopción y en este momento pensamos que lo mejor es posponer los planes del bebé mientras...mientras esto va…" "¿…Va a dónde?" preguntó Wave "¿Hasta que tú te hayas quemado como papa frita con

tanta pasión y después ya no seas capaz de cuidar niños? ¿O hasta que dejen de soñar con tener hijos juntas? ¿O...?" "¿Sabes qué? Sera cuando tenga que ser, Wave” Peyton sabía que su tono se había vuelto irritable, pero la cuestión era que los planes habían quedado en espera. Realmente no tenía idea de lo que Elena iba a hacer. Aunque no le había mentido a Wave sobre el hecho de que habían hablado de la extraña coincidencia de haberse conocido en el centro de adopción y que ninguna de ellas había hecho grandes progresos en ese punto, la realidad era que Peyton no tenía ni idea de cuáles eran los planes de Elena para tener niños en el futuro. Cualquier conversación en ese sentido había sido interrumpida por la más apremiante necesidad, es decir, estar la una con la otra. Ahora Peyton estaba sentada leyendo. Wave se había ido y Peyton no podía dejar de repetirse la conversación una y otra vez, su TOC surgía omnipresente en su cabeza y sólo se salvó cuando su teléfono sonó. Lo contestó de inmediato, expectante. Pero al oír el tono en la voz de Elena, su alegría se desvaneció rápidamente. "...Dios, quiero verte terriblemente" Elena sonaba desconsolada. "Hey, está bien...está bien" "No, no lo está” Un largo silencio. "Nash está entrando" Click. Peyton miró el teléfono. Esto ahora se había convertido en una forma de vida.

******* Elena se desconectó del sermón de Barry, como lo había hecho durante cada sermón en los últimos meses, los sermones que parecían cada vez más interminables. Al principio lo único que hacía era obsesionarse en cómo manipular cada minuto del día para lograr estar con Peyton. Lo único que le importaba era estar con ella. Si no podía estar con esta mujer por quien se había convertido en una contorsionista, acumulando mentira tras mentira a una milla de largo, permitiendo que muchas cosas se deslizaran a través de las grietas que surgían para que esto ocurriera, temía que alguien pudiese ponerle una pistola en la cabeza

y con gusto querría que apretaran el gatillo. Utilizaba la mentira más fácil, diciéndole constantemente a Barry y a los chicos que estaba "trabajando". Trabajando en el proyecto. Que tenía reuniones acerca del proyecto. Por las largas sesiones de reflexión y porque ellas habían hecho suficiente investigación antes de estar juntas como un estruendoso choque, Elena tenía información lo suficientemente interesante como para hacer que todo su ciclo de engaños pareciera verdad. Tenía una meta y solo una meta. Encontrar tiempo para estar con Peyton. Y cuando eso sucedía, lo único que le importaba era estar dentro de su burbuja, completamente envuelta en ella. Y después de revivir una y otra vez cada momento, su mente repetía el acto sexual, mientras Barry seguía hablando en el fondo. Pero en las últimas semanas, su mente se había ido a un lugar más oscuro. El mundo en que vivía ya no era ordenado y predecible, se había agrietado y llenado de medias-verdades, las falsedades que tan fácilmente salían de sus labios ya no podían ser contadas como mentiras blancas. Estaba diciendo las mentiras más audaces acerca de dónde había estado y lo que estaba haciendo. No había permitido que este elemento…el hecho que estaba cometiendo adulterio…calara en lo que había estado haciendo, hasta hace un par de semanas cuando había entrado en la casa, sólo momentos después de tener el sexo más intenso con Peyton y había abierto la puerta, todavía oliendo a Peyton y había chocado de frente con su hijo. La mirada de sorpresa, no sólo por su casi colisión, pero la confusión en los ojos de Nash mientras estudiaba a su madre, la deshicieron por completo. "¿Dónde...dónde has estado? He estado esperándote desde hace una hora" "Qué..." "¿La fiesta de jubilación de mi entrenador?" Lo había olvidado por completo. "¿Dónde has estado?" exigió Nash "¿Y por qué luces así? Luces como si te hubieses…caído por una colina o algo así" "Yo...yo me rasguñe...se me atoro la falda en la puerta del coche" Elena respondió sin convicción. "Bueno ¿puedes arreglarte así no me perderé la mitad de la fiesta?" la voz de Nash estaba llena de dolor y al mismo tiempo mantuvo el tono exigente de alguien que sabía que estaba en lo cierto. "Sí, por supuesto, cariño...sólo dame un momento...Voy a...ponerme un poco de maquillaje. Ve al coche…estaré allí en cinco minutos"

"Dios, mamá…" Nash suspiró mientras ella se precipitaba hacia la habitación "… ¿qué te pasa últimamente?"

********* "Lo siento, no pude llamar antes" se lamentó Elena. Era muy tarde y estaba llamando desde la sala de estar. Todo el mundo estaba dormido "Mira...sé que te dije que iba a encontrar una manera de ir mañana, pero creo que necesito mantenerme al margen durante unos días. Nash está empezando a vigilar todos mis movimientos...y...bueno..." Elena no sabía qué más decir. Peyton esperó y entonces preguntó lo que ambas tenían en mente todos los días. "¿Cuánto tiempo crees que podemos seguir haciendo esto, Elena?"

********** Elena acomodaba el cuello de Nash, bajo su jersey azul de cuello redondo. El la alejo, gruñón, mientras estaban de pie afuera, Barry cargo el auto con bolsas de lona y una maleta. Tori sacó un hermoso corazón de origami para Elena por San Valentín y se lo dio. "Ya soy muy grande para el campamento de la juventud" murmuró Nash "En realidad, ya no soy un niño" "Está bien, te enviaremos con las personas mayores, mientras que Tori y yo te mandamos porras" Barry se burlaba de buen humor. "Vamos, cariño" Elena puso un brazo sobre su hijo pero él lo alejó de sus hombros "Sabes que siempre te diviertes" "Como sea" Nash puso los ojos en blanco "¿Y qué vas a hacer tú? Mientras nosotros estamos fuera" Todos se volvieron hacia ella, esperando su respuesta "Bueno, yo...yo me pondré al día con las tareas domésticas…sabes que siempre es más fácil hacer las cosas cuando no están cerca. Nada terriblemente fascinante" se giró hacia Tori "Gracias cariño. Esto es hermoso. No sabía que hacías origami" "Sí...es tan increíble. Acabo de empezar con eso hace un par de días. Es una forma de arte

tan fascinante y hermosa" ladeó la cabeza para inspeccionar a Elena "Sabes, los amantes japoneses lo utilizaban para ocultar mensajes secretos en los pliegues. Genial ¿huh?" Elena palideció. Todos se quedaron allí, arrastrando los pies, un poco incómodos. "Bueno, gracias, Tori" Barry concluyó alegremente "Hora de irnos" Tori se volteó hacia Elena, abrazándola. Elena convenció a Nash para que le diera un gran abrazo de despedida y cuando Barry se acercó para recibir el suyo, ella se movió hacia el coche, le dio unas palmaditas suaves en el brazo y le beso en la mejilla "Conduce con cuidado" "Debemos estar de vuelta mañana por la tarde. Te llamaré cuando nos pongamos en camino" "Claro...pero por si acaso estoy haciendo mandados...llama a mi celular ¿de acuerdo?" "Sí" Barry miró a su esposa. Ella sonrió suavemente, luego se volvió hacia los chicos "¡Que se diviertan los dos!" Ella se alejó del coche y se despidió con la mano mientras se alejaban, al mismo tiempo la bomba de tiempo que estaba dentro de ella arrancó, esperando avanzar lo más rápido que pudiese para llegar a Peyton. No la había visto en una semana y la espera había sido interminable, insoportable.

********* La palma de la mano de Peyton apenas tocaba a Elena, rozando la superficie de su fino y liso estómago. Tocarla, acariciándole como ahora se había convertido en su pasatiempo favorito. En cada oportunidad, Peyton se encontraba a sí misma sorprendida por las extremas sensaciones físicas que surgían en ella, simplemente acariciando la piel de Elena. "...cuando toco tu piel...es..." la respiración de Peyton se detuvo cuando sintió el éxtasis de este simple y nuevo fenómeno "Dios, contigo...todo es tan diferente...tan..." Elena tomó la mano de Peyton, permitiéndole recorrer su cuerpo, sintiendo cada roce, entonces guio la mano de Peyton lentamente sobre el montículo suave de su centro de

placer y cuando Peyton comenzó a acariciar a Elena, Elena atrapó su mano y volteó a Peyton. "¿Qué estás haciendo?" Peyton se rió nerviosamente. Pero Elena inmovilizó los brazos de Peyton tras ella, jugueteando con su lengua hasta el borde del cuello de Peyton y detrás de la oreja, luego mordisqueó suavemente el lóbulo, besándola en la frente, trazando besos sobre sus cejas y la punta de su nariz, deteniéndose para dar un generoso beso en la boca de Peyton y entonces Elena se detuvo mirando fijamente a Peyton, con ojos interrogantes. "¿Qué...qué....Elena?" Elena había comenzado a moverse hacia abajo y Peyton entro en pánico. "Elena ¿qué vas a...?" "Estoy haciendo lo que quiero" declaró Elena y siguió besándola deslizándose por lo largo del cuerpo de Peyton, mordiendo suavemente el borde suave del hueso pélvico de Peyton, las caderas de Peyton saltaron por el placer. Peyton hizo un último esfuerzo para moverse del mando de Elena, pero Elena estaba quitándole hábilmente el control mientras comenzaba a hacerle el amor a Peyton, segura y en control total. Peyton tembló, aterrorizada de dejarse ir, pero Elena no le dio tregua y no permitiría que Peyton se ocultara. Elena lenta, deliberadamente y sin dudar comenzó a follar a Peyton y mientras Peyton sentía más y más, la sensación delirante de no sólo estar haciendo el amor, sino que le estaba haciendo el amor alguien que la deseaba, que la quería por completo, elevando cada sensación exponencialmente, más allá de su comprensión. Elena nunca vaciló. Había querido hacer esto durante tanto tiempo. La única cosa que le había detenido anteriormente había sido el miedo de no poder darle placer a Peyton casi tanto como Peyton se lo daba a ella, pero como con todo lo demás que pasaba con Peyton, bajar sobre ella era la cosa más natural del mundo. La boca de Elena encontró a Peyton, saboreando su femineidad, su sabor a almizcle por el deseo, deleitándose con las ansias de Peyton, consciente de que mientras arrastraba su lengua a lo largo de los pliegues y plenitud, podía sentir a Peyton endurecerse y finalmente conoció el poder de poseer a otra persona tan completamente, complaciéndose a sí misma al llevar a Peyton a un lugar que de alguna manera conocía instintivamente.

Peyton dejó de tratar de entender y solo se permitió sentir, renunciando al control, dejando de alejar a Elena, finalmente sucumbiendo ante alguien que la amaba, sus ojos llenos de gratitud y después de éxtasis.

********** Peyton y Elena se besaron en otro momento interminable de tiempo, sus cuerpos entrelazados, sus rasgos destacados por la luz de la luna que entraba por las puertas abiertas que llevaban a la piscina de Peyton. La noche era cálida y Peyton había abierto las dos puertas antes de entrar y ahora, después de haber hecho el amor, sacaron el colchón junto a la piscina, al aire exuberante, sus cuerpos desnudos brillando en pálida incandescencia, con el vapor resplandeciente de la piscina, un ambiente exótico para su abrazo interminable. "...el dolor de tanta ternura..." murmuro Peyton. "¿No es de Gibran?" Peyton asintió "Así es como se siente cuándo me haces el amor..." Reposaron en silencio, cada una en lo profundo de sus pensamientos. Peyton se aclaró la garganta "Esto...esto nunca me había pasado antes" "¿Qué quieres decir?" "Siempre soy la que está encima" la mandíbula de Peyton se apretó. Vulnerable, trató la bravuconería "Tú sabes, más machota" "Tú no eres machota" farfulló Elena "Ni siquiera sabía que eras una…" "No, no... no de esa manera...es más acerca de la energía. Más varonil, arriba, en control. He sido así toda mi vida" Peyton se detuvo, pensando sobre todas las maneras en que ella se había asegurado de nunca entregar nada demasiado valioso "Soy la que está encima, la que empieza…sin sorpresas…permanezco a salvo" "Es todo un nuevo léxico" dijo Elena con una sonrisa sacudiendo la cabeza "Sabes que no tengo ni idea de todo esto" Elena pasó un dedo por la mejilla de Peyton, cubrió su pecho suavemente con la mano, presionándola contra su corazón.

"¿Cómo sabes tocarme de esa manera?" la voz de Peyton fue simplemente un susurro. Elena pudo ver cuán expuesta se sentía Peyton "Instinto" Elena siguió tocándola. "No puedo creer...cuánto de mi te he dado..." Peyton sentía todo, cada caricia, cada gracia, cada roce de los dedos de Elena sobre su piel y Elena vio en los ojos de Peyton su disposición a confiar. "Peyton..." Elena besó la curva del pecho de Peyton con ternura "Te estoy besando a ti...una mujer...tocando tu pecho, amando tu olor y sensación como si fuese lo único que pudiese completarme. Quiero tanto darte placer" Los ojos de Peyton se llenaron de lágrimas. Elena la atrajo hacia sí, dándole confianza "Peyton...te amo" la abrazó tiernamente "...estoy locamente enamorada de ti..." Peyton atrajo a Elena hacia ella, moviendo su cuerpo encima de ella, besándola profundamente, agresivamente, montándola y de repente se detuvo, la tomó de la mano, la levantó y la llevó hasta el borde de la piscina. Juntas se zambulleron.

************* Después de nadar, Peyton llevó distintas cajas de helado, junto con un pedazo de pastel de chocolate que Wave había traído anteriormente, junto con algunos otros aperitivos que había agarrado en el camino de vuelta a su colchón de picnic, iluminado por numerosas velas. El aire estaba todavía cálido. Podrían haber estado en Hawaii, era tan cálido, la niebla resplandeciente encima de la piscina anunciaba la noche mística. "Es realmente sorprendente que nunca hayas estado con una mujer" dijo Peyton entre bocado y bocado de la torta de chocolate cubierta de helado. Elena dio una última mordida "Estoy llena, repleta, rebosante" remarcó mirando a la luna. Se estiró como un gato, encontrando un punto cómodo en medio de la curva del cuerpo de Peyton, medio colgando sobre el colchón. "Yo...yo no tenía idea de que la gente pudiese hacer el amor una y otra vez" dijo Elena "O por qué incluso querrían hacerlo. Nunca entendí todo el alboroto acerca de eso... ¿por qué

en las películas la gente lo hacía todo el día?...qué aburrido, pensaba…y ahora, es como si el sexo fuese muuuyyy divertido. Se siente tan bien. No quiero parar. Nunca" Peyton se inclinó sobre ella y la besó, una cucharilla la alimentó con otro bocado. "Pensé que estaba llena..." Elena sonrió "¿Crees que alguna vez vaya a estarlo?" "Supongo que eso depende..." "De que..." "Bueno, de un montón de cosas, todavía no sé cómo puedes ser tan sensualmente dotada. Si no te conociera pensaría que habías estado con mujeres durante toda tu vida" "Bueno, tú lo sabes mejor" "Es sólo que...la verdad, Elena...y sabes que odio traer a colación mi pasado y el hecho de que pase por una fase bastante implacable de monogamia serial (tener parejas sexuales sucesivas de forma no simultánea)" "¿Sí?" Elena levantó una ceja de dime-más hacia Peyton. "Creo que podrías llamarlo simplemente citas, es sólo que las mujeres se sienten tan obligadas a ser monógamas que sería una relación difícil fuera de ello, en lugar de llamarlo lo que es...que es, la conoces, tienes citas, lo haces, envejeces, te vas" "Suena más como la mayoría de las relaciones que conozco" Elena pensó nuevamente en los pocos amigos con quienes había compartido algo parecido a este tipo de intimidad y esta historia le sonaba muy familiar. "Sí, sólo que con las lesbianas por lo general sólo dura de seis a dieciocho meses...ya sabes, es el momento en que llega el lecho de muerte" "Oh, por amor de Dios" "Es cierto...no está en nuestro ADN procrear…o ser impulsadas a follar como un medio para sobrevivir. Estamos programadas para anidar y cuidar. El cuidado que tenemos funciona grandioso…quiero decir somos condenadamente codependiente. Nuestro problema es que, en lugar de salir y pasar un buen rato, insistimos en que sea algo más serio, o tal vez queremos hacer que sea más serio, ya que simplemente no sabemos cómo hacerlo de otra manera...Sea lo que sea, lo he hecho demasiado. El punto es, que me

encanta el sexo, he tenido más de la cuenta mi parte justa de parejas y sin embargo nunca me han hecho el amor, de la manera en que tú me haces el amor" Elena sonrió satisfecha "Eso espero...sabes que realmente no sé lo que estoy haciendo…" "Bueno, entonces estás haciendo una muy buena condenada imitación" "Me encanta darte placer...de hecho, creo que jamás he conocido algo tan absolutamente gratificante. Me encanta verte...cuando te corres…ver tus ojos, llenos de alegría...me encanta tu rostro, Peyton" Peyton miró hacia otro lado y luego comenzó a reírse "¿Y por qué diablos ahora soy la tímida?" "Sí ¿qué clase de marimacho eres?" bromeó Elena. Se quedaron allí un momento riéndose, acariciándose la una a la otra. "Entonces tu...odias los penes…o a los hombres, o…" "No, me gustan los hombres...y siempre he tenido una saludable envidia del pene" Peyton miró a Elena "Aunque nunca me ha gustado mucho la penetración ¿Qué hay de ti?" "Bueno, Peyton, sólo he tenido experiencia con un pene, un hombre. Y, créeme, nunca ha sido algo de lo que me haya sentido aficionada" "Suenas como si estuvieses hablando de castañas o algo así" "Estoy segura de que suena tonto y tal vez soy terriblemente poco sofisticada, pero es que los penes nunca han sido para mí…no los disfruto, no pienso en eso. Solo es así. Lo tomas o lo dejas, simplemente sucede que hay uno unido al hombre con el que estoy casada" Peyton se estremeció. Elena pasó los brazos alrededor de ella y su mano encontró la de Peyton. Tocó el adornado anillo azul que la madre de Peyton le había dado. "Es hermoso. Cada vez que lo veo, me recuerda a ti" "¿Lo hace?" Peyton tomó lentamente el anillo, lo removió de su dedo y tomó la mano de Elena, suavemente empujó el exquisito zafiro en el dedo anular de la mano derecha de Elena.

"Peyton, dijiste que tu madre te lo había dado" "Ella me lo dio. Pero quiero que tú lo tengas" "No puedo" "¿Tienes miedo de tener que dar explicaciones?" "No, no es eso" Elena sabía que podría fácilmente decir que ella misma se lo había comprado. Ella estaba preocupada de que fuese demasiado precioso para que Peyton se desprendiera de él "Es sólo que era de tu madre y no quiero que te arrepientas…" "Si esto hace que te acuerdes de mí... quiero que te lo quedes. Por favor. Me hará muy feliz saber que cuando no podamos estar juntas, esto será una parte de mí que este siempre contigo" Elena se volvió hacia ella y luego suavemente la empujó contra el colchón y lentamente pero de forma muy segura comenzó a hacerle el amor a Peyton nuevamente. Elena ahora había descubierto la manera de hacerle el amor a Peyton con mucha confianza y gracia, más allá de todas las expectativas, tomando a Peyton entre sus brazos, conociendo ahora su cuerpo, dedicada a complacer cada parte de ella, actuando por instinto, amándola tiernamente, tan exquisitamente, tan completamente. Y ahora, Peyton estaba más acostumbrada a que le hicieran el amor, algo que realmente nunca había sentido anteriormente, no así, no con esta concentración absolutamente cautivadora en complacerla con cada toque. Mientras más permitía Peyton a Elena que tomara la iniciativa, más firme se volvía Elena, besándola profundamente, a fondo, encontrándola, sintiendo su humedad, jugueteando con Peyton y luego con confianza y con plena propiedad metiendo sus dedos en Peyton, follándola como si lo hubiese hecho toda su vida, tomando a esta mujer que seguramente le pertenecía a ella. Peyton se recostó, un alto y fino vibrato salió de su garganta mientras yacía despatarrada, completamente al antojo y deseo de Elena, Elena empujó más sus dedos dentro de Peyton, más rápido, Peyton sucumbió a eso de una manera que parecía real y natural y por primera vez en su vida, Peyton se permitió a sí misma ser tomada, expuesta, en sumisión total. Y por primera vez en su vida, Peyton sintió las delicias de lo que significaba ser una mujer.

********** Era muy temprano en la mañana. El sol comenzaba a elevarse y ellas aun yacían junto a la piscina abrazadas debajo de un edredón, sintiendo el frío fresco del nuevo día. "Sé que dijiste que no te importaba el pene…bueno, por eso" Elena esperó un momento, de repente temerosa de haber ido demasiado lejos, ya que antes de que se durmieran, cuando Peyton se había corrido con Elena profundamente dentro de ella, había gritado durante el escarceo de la noche y poco después comenzó a sollozar, agotada, lo que a Elena le pareció como si hubiese sido liberada de una carga pesada. Pero entonces había llorado durante algún tiempo y Elena no estaba segura de sí había leído bien o tal vez había ido demasiado lejos en su afán. Demonios, no había podido contenerse…algo se había apoderado de ella y tenía que poseer a Peyton de esa manera, tenía que poseerla, marcarla, hacer que Peyton sintiera que todo el ser de Elena estaba muy dentro de ella y nunca se iría. Pero cuando todo terminó Peyton parecía casi desprovista, excepto por sus sollozos silenciosos, quedándose dormida sollozando en los brazos de Elena. "Sí..." la huella de una sonrisa iluminó el rostro de Peyton, pero había algo más, una especie de conocimiento como si Peyton hubiese aprendido un secreto. Elena la abrazó estrechamente cuando dijo "¿Pero a ti parece gustarte...conmigo?" "Me gustan cosas contigo como nunca pensé que fuera posible...no puedo...no puedo creer cuan abierta me haces...lo mucho que me permito sentir. Especialmente tomando en cuenta las circunstancias" Peyton se sentó y miró detenidamente a Elena "Por favor, no vayas a pensar que estoy loca" "¿Qué?" preguntó Elena. "Bueno...en realidad no sé cómo decirte esto...pero a veces, cuando estamos en la intimidad...bueno, cuando estamos juntas, casi me siento como si estuviese en otro lugar...incluso en otra época. Como si hubiésemos estado juntas anteriormente. Y ni siquiera puedo decirte que creo en las vidas pasadas o que pensara que alguna vez consideraría creer en esas cosas, pero cuando estoy contigo, con frecuencia siento un nosotras...de una manera completamente diferente. Es como si conociese esta otra esencia de lo que somos la una para la otra, tan bien como nos conocemos a nosotras mismas. Pero ellas no somos nosotras. Son de una época anterior" Pasó un largo momento, pero cuando Elena finalmente miró a Peyton estaba sonriendo "¿Así que no solo me pasa a mí? Porque yo siento eso también...como si algo hubiese existido antes. Es la cosa más extraña, pero no me asusta"

"Ufffff" entonces Peyton sonrió "¿No quieres salir corriendo por la puerta?" Otro silencio, pero éste fue mucho más pesado, ponderado con muchos sentimientos no expresados. "Sé lo difícil que es para que ti confiar, Peyton, pero nunca voy a aprovecharme de ti. Nunca”

*********** "Buenos dííaassss" Elena llego bailando donde estaba Peyton, quien estaba sentada esperando en el sofá exterior como si fuese Donna Reed, presentándole un desayuno completo preparado para su pareja…tostadas, huevos, panquecas, un plato de fruta y café humeante que había batido rápidamente mientras Peyton se había duchado. Era una mañana hermosa, el sol apenas empezaba a calentar la tierra, los pájaros cantaban dulcemente en el fondo. Era un lugar idílico, pensó Peyton mientras estaba sentada, impresionada con Elena por lo bonito que había dispuesto todo y lo bien que atendía todos los detalles. "Demonios ¡ni siquiera sabía que la mitad de estas cosas existían en mi cocina!" Peyton aún estaba en bata, con el cabello aun húmedo y acercó a Elena hacia ella para besarla, Elena le devolvió el beso con ardientemente. Peyton la apartó "Sera mejor no empezar…si lo hacemos, toda esta deliciosa comida se va a desperdiciar...y creo que necesito un poco de energía" "Come, por favor" Elena sirvió café, le entregó a Peyton unas tostadas con mantequilla y tomo una rebanada para ella misma. El teléfono de Peyton sonó. Miró su reloj "Wow. No me di cuenta de lo tarde que era" "Bueno, no pudimos dormir mucho" Elena sonrió mientras bebía su té. "¿Hola?" el rostro de Peyton palideció un poco cuando se apresuró a decir "Uhmmm no, tal vez un poco más tarde. Sí, déjame, uhmm, terminar mi baño y luego podemos ir..." Hubo una pausa en la que Elena escuchó la voz elevada de Wave en el fondo, al parecer molesta por algo.

"No, no lo he olvidado...es solo que el tiempo se me escapó...sí, fue así..." luego una larga pausa seguida de un susurro furtivo "Sí...hmm...sí...está bien, adiós" Peyton colgó, tratando de no mirar a los ojos a Elena. "Supongo que se dio cuenta que estoy aquí" Peyton asintió. "No le caigo bien ¿verdad?" "En realidad, no eres tú" insistió Peyton "Creo que se trata más de que no confía en ti. Ya sabes, estas casada y todo eso" "Si engaño a mi marido ¿cómo puedo ser honesta?" Peyton no respondió. Bajó la mirada hacia la mesa, poniéndose un poco rígida "Bueno, supongo que eso es parte de la respuesta..." Las palabras de Peyton flotaron entre ellas durante unos segundos, hasta que Elena se volteó hacia ella. "¿Qué?" "Bueno... ¿le preparas el desayuno a tu marido de esta manera?" "El no desayuna" Elena sonrió "¿Algo más que quieras saber?" "El no desayuna...pero bueno ¿toman café juntos? ¿Hablan de sus días?" "En realidad no. Por lo general se apresura, toma una ducha y compra un café de camino a la iglesia" Elena se acercó para sostener la mano de Peyton, pero Peyton la quitó, evaluándola "Así que... ¿qué pasa con… él y contigo?" "Es lo que es" dijo Elena rotundamente. "Quiero saber"

"No lo hagas, Peyton" recordó todas esas veces en su dormitorio llamando a Peyton y sintiéndose encerrada en una jaula. "Bueno... ¿te gusta? ¿Es siquiera medianamente agradable?" Elena se negó a responder. "Y..." Peyton no podía detenerse "Bueno, que...qué pasa cuando... ¿cómo hace su movimiento?" "Dios mío, Peyton" claramente Elena no había planeado tener esta conversación "Te he pedido que no…" "¿Dime?" preguntó Peyton y luego con más firmeza "Quiero saber" "Bueno..." Elena dejó su tostada, tragó saliva y se echó hacia atrás. Una tristeza llenó sus ojos y Peyton se sintió inmediatamente culpable "Nosotros tenemos una cita cada noche, los sábados" "¿Tienen relaciones sexuales cada semana?" "Oh, Dios mío, no... algunos sábados a él le gusta llevarme a una cena de lujo. Nos sentamos allí, a comer. Como te dije antes, hablamos muy poco, sólo discutimos de las cosas que están pasando ya sea con Nash o la iglesia y regresamos a casa. Eso es todo ¿Por qué estamos hablando de esto?" "Eso es todo. Bueno eso no puede ser todo lo que hay. Tienen que tener relaciones sexuales alguna vez" Elena miró a Peyton como si la hubiese abofeteado. "De vez en cuando él me hace saber que deberíamos...ya sabes" "¿Él lo dice?" Elena cerró los ojos. Pero Peyton no podía dejarlo ir "Bueno ¿cómo qué? ¿Él dice la cena terminó, vamos a terminar con los preliminares y ahora vamos a follar?"

La mandíbula de Elena se apretó y entornó los ojos con disgusto, lanzó una mirada de advertencia a Peyton, pero Peyton ya había ido demasiado lejos en eso. "No, él solo dice algo como ¿por qué no vamos a la cama temprano? o vamos a trabajar en lo del bebé" "Estas de broma... ¿y luego qué?" "Es lo que es. Cuando pasa...es lo que te he dicho antes, es extremadamente raro" "Vamos. Quiero saber" "No sé qué es lo que estás buscando con esto ¿Quieres oír que siempre es atento? ¿Que está pendiente de mis necesidades?" El cuerpo de Peyton se tensó. Ahora que lo estaba oyendo, realmente no quería saberlo, después de todo. "Mira, Peyton, no estaría aquí si estuviese teniendo buen sexo con mi marido" Elena exclamó con tristeza. "Yo...simplemente nosotros nunca nos hemos conectado de esa manera" "Y entonces qué ¿acaso él…?" "Dios mío, haces muchas preguntas" "¿Qué?" la voz de Peyton fue más áspera de lo que hubiese querido. Extendió sus manos como si fuese a explicar "Bueno, soy una mujer" Se sentaron torpemente por un momento. "Pensé que sería más fácil para mí escuchar que no era nada...pero no lo es" Peyton se inclinó sobre la mesa, de repente agotada "Sólo de pensar que estas acostada allí...sumisa...cuando eres…bueno, así como eres...es tan incompatible de la forma en que te veo" "Peyton, escúchame. Mírame” Pero el rostro de Peyton, sus ojos, eran impenetrables. Elena se levantó, se acercó a ella, se inclinó y suave pero deliberadamente tomó el rostro de Peyton, besándola con fervor.

"Peyton..." la voz de Elena sonaba tranquila pero firme "…no hay nada aquí con Barry..." puso su mano sobre el corazón de Peyton "¿No lo sabes a estas alturas? Eres tú. Y solo tú" Peyton miró dentro los ojos de Elena, sintiéndose pequeña y ridícula. "Te amo..." No había sido la primera vez que Peyton había escuchado esas palabras, pero si era la primera vez que realmente creía en ellas. Elena tocó el rostro de Peyton suavemente, brevemente "No quiero pelear, Peyton...yo...sin embargo tengo que decirte una cosa" su voz estaba sombría. Peyton suspiró ¿Y ahora qué? "Nosotros haremos un viaje…a Hawaii" continuó antes de que Peyton pudiera explotar "Son nuestras vacaciones anuales y te lo habría dicho antes, pero no quería opacar este tiempo que hemos pasado juntas. Nuestra primera noche juntas" El cuerpo de Peyton se puso rígido. "Yo...yo sabía que ibas a enojarte y no quiero que te preocupes por eso...ni por nada" "¿Te refieres al hecho de que vas a estar en Hawaii románticamente con tu marido?" "Lo sé... yo...Peyton…" Elena respondió con dulzura "…no ha pasado nada con Barry...él no me ha tocado desde que estamos juntas ¿Lo sabes, verdad?" Peyton asintió con la cabeza, mirando hacia la piscina. "Dios ¿En qué estaba pensando?" Peyton se preguntó a sí misma y luego como si le estuviese hablando a alguien más y no a Elena "¿Qué demonios estaba pensando? ¿Quién pude pensar? "Peyton…" "En algún momento vas a tener que...bueno, vas a tener que hacerlo de nuevo" "Pero ya te he dicho que no es nada"… espetó Elena "…no significa nada"

Peyton se apartó de Elena, sentada mirando de frente a la nada, con los ojos muy serios "No, no querrá decir nada" El móvil de Elena sonó. "Genial" Peyton silbó entre dientes. "Es Barry" Peyton miró hacia otro lado. Elena contestó el teléfono, se levantó del sofá y caminó hacia la piscina para poner una distancia respetable, pero Peyton aún podía escucharla "Sí... ¿cuándo vas a volver a casa? Oh...llegaras temprano...Bueno, sí...No, estaré en casa. Nos vemos entonces" Elena se volvió hacia Peyton "Lo siento mucho, pero tengo que..." "…irte" Peyton terminó la frase por ella "Sí" Elena regresó lentamente con Peyton y se inclinó sobre el sofá donde estaba sentada, su hermoso cabello caía en cascada a cada lado "¿Por lo menos me darás un beso de despedida?" Peyton mantuvo la mirada fija por un largo momento, luego se volteó hacia Elena. Tomó su mano, tocó el anillo de bodas de Elena, le dio vueltas alrededor y luego puso un breve beso en la mano. Elena la miró, casi cegada por el dolor, pero se dio cuenta que no había nada que pudiera hacer por ahora. Ella ya iba tarde. "Te llamaré" dijo mientras caminaba desde el patio a la sala de estar de Peyton. Los ojos de Peyton la siguieron al salir. Se sentía enojada, herida, decepcionada y absolutamente frustrada con ella misma ¿Qué esperabas? Se enfrentó a su propia comprensión, paralizada. Tú eres la única culpable.

*********** Había pasado casi una semana desde que ambas se habían visto. Incluso cuando Elena había tratado de encontrar una manera para que ellas pudiesen pasar al menos una tarde juntas antes de abordar el avión con destino a Hawaii, todos los planes se habían malogrado. Ahora Peyton se preguntaba si había alguna manera de que pudiera conducir rápidamente a Pinot Latte para verla antes de irse y que Elena lograra que sucediera. Peyton ahora la esperaba en el reservado, nerviosa, sintiéndose tonta por un momento, ansiando que llegara el momento, preguntándose si esto sería tonto. Pero la parte más insegura de ella, necesitaba que Elena supiera absolutamente como quería entregarse a ella antes de que Elena se fuese de viaje. Elena entro apresurada por la puerta y Peyton nuevamente se sorprendió de lo increíblemente impresionante que estaba, su cabello caía suavemente sobre sus hombros, sus rasgos destacados por un vestido de verano color lavanda profundo. Peyton se quedó sin aliento. Elena vio a Peyton sentada en el reservado, el rostro de Peyton tan exquisito para ella…cómo iba a extrañar esos hermosos ojos, los hoyuelos, la sonrisa encantadora de Peyton. Se deslizo a su lado y como no se sentía lo suficientemente valiente como para darle un beso, apoyó la cabeza en el hombro de Peyton, rindiéndose ante su olor familiar, su aroma de mujer, el perfume almizclado que siempre llevaba y que Elena siempre respiraba con anhelo desde que habían estado juntas, y del que nunca tenía suficiente. "Lo siento…sólo tengo unos minutos... dije que tenía que salir disparada a conseguir algunos suministros femeninos para el viaje" "Bebe, está bien. Sólo quería darte esto" Peyton le presentó tímidamente un pequeño regalo envuelto maravillosamente en papel de regalo hecho a mano. "Oh Peyton" Elena estaba realmente emocionada. "Lo único es que no puedes abrirlo hasta que estés en el aire…en el avión y luego sólo prométeme que seguirás las reglas" Elena frunció el ceño, al mismo tiempo que sonreía "Qué misteriosa" "Sí, esa soy yo...tan misteriosa... tan enamorada que no puedo pensar en no verte durante dos semanas completas"

"¿Me acompañas al auto?" preguntó Elena con una súplica triste en su voz. "Por supuesto" Peyton se subió al asiento del pasajero. Se miraron la una a la otra y un segundo después sus bocas se encontraron, con hambre, con desesperación, ambas sabiendo que pasarían días antes de que pudiesen tocarse nuevamente, sentirse, envolviendo sus almas la una con la otra, conscientes de que la otra realmente estaba allí. "Yo...en realidad tengo algo para ti, también" Elena se inclinó y extrajo una pequeña caja cuadrada de la guantera "Espera hasta que me haya ido. Me siento totalmente cohibida" Peyton sonrió. Ambas se volvieron la una a la otra, sus ojos se volvieron serios. "Serán sólo dos semanas" Elena susurró entre besos "Nada puede cambiar en ese tiempo, salvo que voy a extrañarte más y más cada día"

************* Sólo después de varias horas, cuando Barry estaba dormido y Tori y Nash jugaban con sus juegos virtuales en los asientos delante de ellos, así Elena podía verlos si se daban la vuelta, fue cuando se atrevió a sacar el paquete, que había puesto en su pequeño equipaje de mano. No había pensado en otra cosa desde que subieron al avión, esperando, esperando, lo que pareció un tiempo interminable simplemente para ver qué era lo que Peyton le había llevado. Comprobó dos veces más hacia Barry, que roncaba y luego extrajo el paquete, lo desenvolvió para revelar una hermosa tela de raso negro con una cinta de encaje que envolvía un paquete de tarjetas/cartas con una nota del tamaño de una tarjeta de presentación al frente que decía: No lo abras hasta que estés arriba, en el aire... Bueno, Elena había esperado, por lo que respiró profundamente, podía oler la colonia que Peyton debió haber esparcido sobre el satín raso y abrió la primera carta que estaba sellada en un sobre color rojo oscuro y pudo escuchar la voz de Peyton, suave e íntima en su oído mientras leía: Te extraño. Te he extrañado desde antes de que terminara nuestro último beso...Quiero que sepas que estoy contigo...todos los días. En corazón. En alma. En Espíritu. Elena pasó a través de las tarjetas y las cartas. Todas eran exquisitas. Algunos eran notas, otras eran sobres cerrados, todas preciosas, cuidadosamente seleccionadas. Claramente

Peyton se había tomado su tiempo para crear este maravilloso regalo para que pudiese tenerla a su lado, sin importar dónde podría viajar Elena. Cada carta de amor que Peyton había escrito, tenía una fecha y un número…catorce en total, por los días que estarían separadas y la que sostenía ahora, con las hermosas palabras: Así que la única manera en que puedo estar contigo en este momento, es tocándote cada día, con un momento que espero puedas robar solo para ti misma…esto es sólo para ti, bebe...aquí sólo hay una regla: tienes que leerlas tal y como están numeradas...¡no debes saltarte como lo hiciste con mi libro! De esta manera sabré que tú y yo tendremos un espacio que podremos compartir cada día que estés lejos...y tú sabrás lo mucho que te amo cada día… Una lágrima cayó en el papel. Elena sintió que se dejaba ir, extrañaba a Peyton tan completamente que se sentía absorbida por la tristeza. Cómo podía extrañar a esta persona, más que a nada...más que a nadie...oh, si pensaba en Sarah en este momento, estaría perdida por completo. Elena secó rápidamente sus lágrimas, sollozando en silencio, temerosa de que Tori o Nash pudieran descubrirla. Simplemente dobló la carta que estaba al principio del paquete y la apretó con fuerza contra su pecho por un momento y luego la regresó al paquete y lo puso todo de vuelta en su equipaje de mano, sintiéndose cómoda y encantada en el hecho de que tendría a Peyton con ella de esta manera completamente diferente, emocionada y con ganas de leer su primera carta.

************ Peyton esperó hasta que volvió a casa para abrir la caja que Elena le había dado. Se quitó la chaqueta, la colgó, se acomodó en el sofá y sólo entonces tocó la caja, con cuidado, como si de alguna manera pudiese conectarse a sí misma con Elena. Negó con la cabeza. Esto era una locura, extrañar a otra persona de esta manera. Esto le hacía sentir un poco fuera de control. Era algo peligroso. Porque ahora algo le hacía preguntarse qué pasaría si perdiera a Elena y la posibilidad de que sus circunstancias no salieran bien. Basta. Basta. Basta. Rápidamente desenvolvió la caja que reveló una foto enmarcada. Era una toma que ella se había hecho a sí misma en su estudio. Peyton sonrió, pensando en quien habría sido Elena y en quien se habría convertido. En la foto solo llevaba una camisa blanca, medio abotonada, con el cabello grueso y abundante sobre sus hombros y estaba mirando directamente a la cámara con un amor absoluto y un brillo muy sexy en sus ojos.

Peyton no podía dejar de sonreír. Era como una metamorfosis. Esta mujer no se parecía a la mujer que había conocido en el centro de adopción. Cuando Peyton miró a los ojos de Elena, sintió como si estuviese allí con ella. Fue el mejor regalo que le podrían haber dado, así que ya no se sentiría tan sola.

********* 27 de febrero Cuando entraste desde la cocina, vestida para el mundo exterior en tus vaqueros y ese top verde azulado…me impactó, Elena, lo absolutamente hermosa que eres...y es por la belleza que irradia tu alma... sensual, deliberada, elegante... El tuyo es el tipo de femineidad que seduce aún más, debido a la gran fuerza que hay detrás de ella... tan indeleblemente femenina, una belleza atractiva que te da el poder y la confianza de saber cómo usarla... tu eres lo mejor de la mujer... la más atractiva, ya que no tienes miedo de amar con todo tu ser, no tienes miedo de seguir tus instintos, sentir la intensidad abrasadora de tus propias pasiones y realizarlas en mí...la clara atracción en eso, Elena, me deja sin aliento...Finalmente entiendo el término cliché de "Me dejas sin aliento”...Elena, tú me dejas sin aliento, simplemente por el poder de quien eres...

********* Peyton pensaba en ella, en ese preciso momento, mientras Elena estaba leyendo la primera de sus cartas esa noche. Peyton estaba sentada afuera frente a la piscina, pensando en cómo le encantaba mirar su forma de moverse, o simplemente caminar por la habitación, o cuando hacia su té. Eran esos momentos prosaicos los que conformaban una belleza épica, la forma en que giraba lentamente la cuchara en la taza con sus largos dedos, la manera en que bebía su té, con tanta gracia. Elena era la mujer más elegante y seductora en quien Peyton había puesto sus ojos y eso le daba ese grandioso placer estético con tan sólo mirarla. Peyton sonrió, pensando en todo esto mientras se sentaba con su propio té en la piscina. Y entonces suspiró, largo y fuerte. Trece días más por pasar. Y hoy ya le parecía una eternidad. Iba a tener que pensar realmente en la forma de llenar el día y hacer que el tiempo pasara. Claro, tenía un montón de trabajo atrasado. Maldita sea, eso era lo que ella tenía que hacer...debería ponerse al día, de modo que cuando Elena regresara, estaría disponible para pasar con ella todo el tiempo que Elena tuviese libre. Porque si no cumplía con la fecha límite de su artículo Grandes Mujeres en las Artes para la revista Vogue, no habría manera de que fuese a hacer su viaje a Paris. París. Se preguntó si habría alguna

posibilidad de que Elena pudiese compartirlo…Detente, Peyton. Eso nunca va a suceder. Ella no puede dejar a su familia por una semana entera. Pero si pudo dejarme fácilmente. Mantente enfocada. Simple. Ella solo retocaría su trabajo mientras Elena estuviese lejos. Y al momento concluyó que sería el mejor uso que le daría a su tiempo y la mejor manera de hacer que el tiempo volara; la irritación persistente se entrometió diciendo que su vida y cómo llenaba sus horas siempre iban a estar determinadas por el tiempo disponible de Elena. Esto siempre iba a ser de acuerdo al horario de Elena. Y esto comenzaba a irritarla. Basta, se reprendió. Había sabido desde el principio en lo que se había metido. Valía la pena. Incluso si se terminaba mañana, amar a Elena era la cosa más increíble que jamás hubiese hecho y nunca se permitiría arrepentirse de eso.

*********** 02 de marzo Ah, pero cuando me besas…oh...mierda, cuando me besas...ese labio inferior…no hay experiencia terrenal que me hubiese preparado para tu labio inferior, tu lengua, tu boca, la forma en que me besas con todo tu cuerpo, alma y ser...cuando me besas y sostienes mi cabeza con tus manos, con tus dedos largos y delgados acariciando suavemente mi rostro mientras me besas...y continuas besándome hasta que no existe nada más que tu boca, lengua perlada, suaves labios de seda...oh, mierda cuando me besas...

05 de marzo Después de hacer el amor contigo, me dices "quédate sobre tu espalda" y esos dedos tuyos se deslizan sobre mi cuerpo, jugueteando conmigo, poseyéndome ...deslizándose dentro de mí y después me follan...me follan suavemente al principio, después más firme, me follan hasta que ya no puedo respirar y antes de que pueda recuperar el aliento, me provocas, me tocas como nunca me han tocado, llevándome a tu propio ritmo, tomándome más profundamente a medida que me tenso alrededor de tus dedos, cada vez más profundo hasta que todo sentimiento comienza y termina con esos dedos...recuerdo la noche que apareciste tan inesperadamente después de nuestra primera pelea...cuando me hiciste el amor sin palabras...

*********** Elena recordaba ahora, sentada en la playa con su libro. Pero dentro de su libro estaba su

"carta del día" y cuando la leyó, inmediatamente se trasladó nuevamente hasta la casa de Peyton, poniendo sus dedos en la boca de Peyton para que no dijera una sola palabra y moviéndola con rapidez hacia el sofá del salón, lenta pero hábilmente desabrochando los vaqueros de Peyton, jugando con sus dedos dentro de los pantalones abiertos y luego empezó a frotarla suavemente. Nunca dejare que nadie me tenga, que nadie me posea, que nadie me devaste... Los ojos de Elena se cerraron al recordar ahora, mientras observaba el rostro de Peyton, Peyton corriéndose... ...me has dado un gran regalo...la otra parte de mí misma...me has hecho completa...

********** "¡Dioses!" Nash estaba sentado en su cama, de regreso de las vacaciones, con el equipaje esparcido a todo lo largo junto con las cartas de Peyton que se extendían ante él, mientras Tori leía lo más rápido que podía, para poder ponerse al día con lo que él acababa de enterarse. Ella miró a Nash, cuyo rostro mostraba un espectro de emociones: disgusto, tristeza, enojo, confusión, vergüenza. "Wow..." dijo Tori sin palabras, probablemente por primera vez en su vida. Nunca había leído algo como esto. No porque no hubiera estado expuesta a estos temas. Por algo era una asistente de investigación. Estabas obligada a encontrar algunos sitios bastantes desagradables en Internet, sin importar lo que estuviese buscando. ¿Pero algo tan intenso, tan real, tan claramente personal e íntimo? Nunca en su vida. No pudo pensar en qué decir y se le ocurrió bromear "¿Alguien puede decir que salió del armario en Maui?" Nash no estaba de humor para la broma de Tori y la miró con amargura y desesperación. "Lo siento, cariño" Tori corrigió rápidamente. Observó a Nash mientras él trataba de lidiar con las implicaciones que estas cartas presentaban "¿Así que acabas de encontrar estas cartas justo cuando regresamos a casa?" "Tenía un fuerte dolor de cabeza, así que fui a buscar una aspirina en la maleta de mano de mi madre y cuando estaba buscando entre las cosas vi..." hizo un gesto impotente hacia las cartas que tenía delante "... esto"

"Bueno, esto da un nuevo giro a la única manera de librarse de una tentación es ceder a ella" Tori agarró una de las cartas "Por otro lado...son decididamente eróticas y...bueno, sexy" "Sí...grandioso" resopló Nash. "Lo siento" ofreció Tori "Dios, estoy tratando de ponerme en su lugar. Yo...ya sabes, realmente no sé qué decir, Nash...quiero decir es Mama Oso…es tu mamá por el amor de Dios" "Eso lo sé" respondió Nash malhumorado. "Supongo que esta no es la mejor manera de descubrir que tu madre está follando con otra mujer" "¿Eso crees?" "Tal vez no estamos viendo todo el panorama aquí. Ya sabes, si algo he aprendido, es a no saltar a conclusiones hasta que hayas hecho toda tu investigación" "¿Qué estás sugiriendo, que espiemos a mi madre?" "No, por supuesto que no" reflexiono Tori, viendo las lágrimas que comenzaban a caer de los ojos de Nash "Oh cariño, ven aquí" Él cayó en sus brazos, llorando profundamente, sosteniéndose en lo único cierto que tenía.

************ Barry había descubierto cuando regresaron de su viaje, que la batería de su coche se había descargado durante su ausencia. Le había pedido a Elena que lo llevara a la iglesia y le preguntó si podían "tener una conversación". "Puedo llevarte, Barry, pero en realidad no tengo tiempo para la…" "Mira, realmente me gustaría que habláramos y en la tienda dijeron que sólo tomará un par de horas lograr poner en funcionamiento el vehículo…" "¡No puedo!" explotó.

Barry saltó literalmente. "Lo siento..." Elena se obligó a calmarse "…es sólo que tengo muchas cosas con las que ponerme al día, desempacar, llevar la ropa a la tintorería, tengo que ir de compras…" Elena podía escuchar que su voz se elevaba casi histérica y trató de controlarse "Tengo que hacer muchos malditos mandados...volveré, no te preocupes" "Has estado nerviosa toda la mañana. Y ni siquiera he empezado con lo de nuestro viaje" "Te lo dije...lo siento. Es el nuevo medicamento" "Es el medicamento, estás cansada, es esto, es lo otro...Vamos, Elena, no quiero presionarte...y conozco un montón de maridos que no tolerarían este tipo de mierda por el tiempo que yo lo he hecho… ¿te has dado cuenta de cuánto tiempo ha pasado? ¿Desde que hemos...? Dijiste que no querías hablarlo durante las vacaciones, que sólo querías que tuviésemos una buena excursión en familia y estuve de acuerdo, no era el lugar para algo tan serio, pero ahora estamos en casa, demonios. Y tenemos que hablar" Elena se mantuvo sentada estoicamente, esperando que Barry saliera del coche, pero él no se movía. "Barry, sé que quieres...que tenemos que hablar ¿sí? Entiendo eso. Pero, por favor, tengo muchas cosas de que encargarme antes de que Nash regrese a la escuela, tengo que ir a la tienda…" "Elena ¿qué diablos está pasando?" "Nada, Barry ¿No has notado que antes de irnos de vacaciones, hice todos los planes de viaje, las maletas, que programe todas las excursiones del viaje, el presupuesto de todo?…todo lo que se planeó y ahora que volvemos a casa tengo que poner todo nuevamente como si nunca nos hubiésemos ido y todo eso cae sobre mis hombros ¿Te gustaría cenar esta noche?" Elena puso el coche en el primer cambio. Él la miró "Adelante...pero VAMOS a hablar...algo está pasando y quiero saber qué diablos es" "Barry, yo sólo...solo…Mira…" Elena sabía que si empezaba, no se detendría y no podría llegar. Sí, sabía que las cosas estaban mal. Sí, sabía que estaba enamorada de Peyton, una mujer. Pero al mirar a este hombre con el que había compartido casi la mitad de su vida,

toda la historia de Nash y las tragedias que habían superado juntos, no podía llegar a buenos términos con él diciéndole que todo había terminado. Simplemente así. Se inclinó para besarla. Ella le ofreció la mejilla. "¡Mierda!" Él salió del coche y antes de que pudiera aventar la puerta, Elena ya se había alejado.

*********** Peyton se paseaba ansiosa, esperanzada, aterrorizada, apenas capaz de contener la mezcla de sentimientos. Elena finalmente entró por la puerta. Peyton apenas podía respirar. De alguna manera la belleza de Elena siempre le había impactado, le parecía como si la viera por primera vez. Casi parecía etérea con una blusa blanca, los botones de la parte superior abiertos, el cabello cayendo en onda salvajes. En el momento que vio a Peyton, su rostro resplandeció con una enorme sonrisa. Elena sintió que su corazón iba a salírsele del pecho al ver a Peyton. Su amante. Esta mujer, parada frente ella, de aspecto un poco masculino con los brazos de nadadora definiendo sus músculos bajo una camiseta verde bosque y aun así tan hermosa al mismo tiempo. Era esa combinación entre atractiva y femenina que era tan poderosa. "¡Oh Dios, te extrañé!" se precipitó hacia los brazos de Peyton y comenzó a besarla, pero Peyton, aunque lo único que anhelaba era lanzar a Elena hacia el sofá y follarla, no podía alejar la inquietud que sentía y Elena pudo sentir que Peyton se contenía. "¿Qué pasa?" intentando la seducción física, no pudo mantener sus manos alejadas de Peyton, nuevamente Elena trató de besarla, entonces se detuvo, exasperada "Yo…yo sólo tengo una hora..." Pero por más que Peyton deseaba a Elena, poco a poco la apartó y la miró directamente a los ojos, preguntando aquello de lo que no quería necesariamente una respuesta. "Él no me tocó" los ojos de Elena abrasaron los ojos de Peyton "No lo hizo" Peyton sintió que su ansiedad disminuyó y temblando de alivio y deseo, atrajo a Elena hacia ella, besándola como si nunca fuesen a besarse nuevamente, levantándola del suelo y

envolviéndola entre sus brazos, apropiándose de esta mujer que le pertenecía a ella por derecho, lo que era más fuerte que cualquier otra cosa. Ambas se consumieron, saciando su hambre después de semanas de separación. Finalmente, Elena trató de recuperar el aliento y liberándose miró dentro de los ojos de Peyton y se echó a reír en aturdimiento. "Oh Peyton..." y la besó nuevamente "Te extrañé de una manera que ni siquiera sabía pudiese ser posible" Peyton dejó que sus ojos se deleitaran con el hermoso rostro de Elena, luego estalló en una sonrisa. Ambas sonrieron, entonces Elena, abrazando a Peyton aún más cerca dijo "Oh, sí..." y comenzó a llevar a Peyton hacia el dormitorio.

************ Elena se corrió, fuerte, intensamente, una lágrima escapo por su mejilla. Peyton la miraba sin aliento, mientras era testigo de la belleza natural expuesta, al ver el rostro de Elena que parecía unos diez años menor, sin una línea de expresión en su tierno rostro, una juventud en sus ojos, una pureza elegante de su belleza que nunca había visto antes. "Dios mío...eres tan hermosa" "Tú lo eres...Peyton..." Elena apenas podía respirar por cuan profundamente sentía este amor por Peyton, era casi físicamente doloroso "…tú eres hermosa..."

*********** Mientras la familia Winters estaba sentada a la mesa, en la cena, había una tensión en el ambiente que todo el mundo parecía sentir. Ellos estaban picoteando en sus comidas, acompañados de muy poca conversación, lo cual era inusual. Elena miró a Nash, pálido y cabizbajo. "¿Estás bien, cariño?" Él asintió con la cabeza.

"Te ves muy pálido ¿estás seguro que te sientes bien?" Una vez más asintió con una breve inclinación de cabeza. "Apenas has tocado la hamburguesa…" "¡Él no tiene hambre!" dijo Tori bruscamente. Todos la miraron. Y entonces Barry, frunciendo el ceño, le pidió que le pasara la sal "Vamos, amigo, tienes que comer. La práctica de fútbol es mañana" añadió Barry pasándole la sal a su hijo. "Mira, no tengo hambre" Nash golpeó el tenedor contra el plato "¿Eso es un delito federal o algo así?" Todo el mundo retrocedió. "Ustedes saben que fueron los alemanes los primeros que tuvieron la idea de ablandar la carne" Tori se aclaró la garganta y trató de aliviar la tensión con uno de sus discursos normales. Esta era la conversación que ellos entendían y podían manejar "Así que casi se vinieron sobre ello cuando se dieron cuenta de que los Tártaros, una raza nómada, almacenaban su carne debajo de las sillas de montar, de esa manera la carne se golpeaba al cabalgar…si, hecha papilla ¡Así empezó la maceración de la carne!" "Grandioso" Nash empujó su plato a un lado "Ahora se me ha quitado la poquita hambre que tenía" Elena miró a su hijo. A Tori. A Barry. El silencio era ensordecedor.

******** Barry entro apresurado a la casa, buscando su billetera. Sabía que la había olvidado, la noche anterior había sacado la tarjeta de Blockbuster para Nash y ahora no tenía ni idea de dónde la había dejado. Echó un vistazo por la sala, atravesó la cocina, comenzó a rebuscar entre los papeles de Elena por si la billetera se había quedado atascada debajo de los montones de papeles que siempre llevaba cuando estaba pagando las facturas. Se detuvo de repente. Escuchando algo. Pero nadie debería de estar en casa. Allí estaba otra vez.

Poco a poco, miró a su alrededor, camino lentamente por el pasillo. El sonido venía de la habitación de Nash. La puerta estaba cerrada. Barry se inclinó sobre ella, le pareció oír una respiración irregular. Ahora sonaba como un mal ruido porno. Barry empujo la puerta. Nash saltó como si hubiese visto un fantasma. Rápidamente escondió el DVD de película de lesbianas bajo la almohada, al mismo tiempo que trató de cerrar de golpe la laptop de su madre. Barry casi sonrió, pero volvió a la gravedad de la situación y con un tono no muy exigente le dijo "¿Qué haces en casa?" Pero Nash estaba demasiado sonrojado para responderle. Barry se acercó a la cama, sacó la película del computador. Una vez más tuvo que reprimir una sonrisa, tenía que concentrarse para seguir estando serio y recordó la importancia de que Nash aprendiera la moral adecuada. "¡Vaya! ¿No pudiste esperar a salir de la escuela?" "No me siento bien" murmuró Nash, entonces dio un saltó cuando vio que llegaba un email de Peyton. El sonido de correo los detuvo. "¿Y qué haces con la laptop de tu madre?" Nash cerró la laptop "Te lo dije. No me siento bien. Puedes…" "Sí, te ves muy enfermo, amigo" sonrió Barry "¿Qué diablos está pasando contigo? Sabes muy bien que evitaste ir a la escuela ¿Y para algo como esto?" "Oh ¿el burro hablando de orejas, Padre Sabelotodo?" Nash atacó de nuevo, poniéndose de pie para enfrentar a su padre "¿Y tu hipocresía sobre todas las cosas que te mantienen en buenos términos con esa iglesia estúpida, en lugar de prestar atención a lo que está pasando aquí?" "¿Qué diablos significa eso?"

"¿Logre llamar tu atención? ¿Por lo menos tienes una idea?" "No me hables en ese tono" "¡Fuera de mi vista!" "No voy a salir de tu vista. Cualquier cosa que haga o deje de hacer, sigo siendo tu padre" Barry estaba enojado "Y puesto que tu madre no ha estado ni la mitad del maldito tiempo en estos días ¡necesitas a alguien que te vigile!" Barry miró los ojos de su hijo. Los labios de Nash estaban apretados, sus ojos desafiando audazmente a su padre "Supongo que no necesito decirte…" "Oh... ¿qué?" Nash pronunció las palabras estás castigado. "Tienes toda la maldita razón. Estás castigado. Puedes quedarte aquí y pensar en perderte el partido de fútbol de este fin de semana" "Lo que sea..." Nash se dejó caer en la cama como si nada en el mundo le importara. Barry tomo la computadora de Elena, salió de la habitación, cerró la puerta con fuerza suficiente para impactarla, pero no tan fuerte como para que Nash pensara que realmente había perdido los estribos. Se detuvo, abrió la laptop de Elena y vio en su bandeja, pero no había nada en la pantalla. Barry negó con la cabeza, confundido, tratando de averiguar por qué Nash estaría utilizando la computadora de su madre en vez de la suya propia. Pensó en abrir el e-mail de Elena. Entonces se detuvo, tomando en cuenta lo que eso significaba. Tenía que confiar en ella. Tenía que hacerlo. Si él no lo hacía…y fue en ese momento cuando vio su cartera bajo el periódico doblado que había estado leyendo. Cerró el portátil de Elena, la devolvió a su pequeña mesa improvisada en el comedor, la enchufo al tomacorriente y se fue de la casa.

************** Elena entró en la casa mucho más tarde de lo que había previsto. Esta no era la primera vez que terminaba volviendo a casa después de que todos se habían ido a dormir. Sabía que tenía que parar. Dejar de presionar los límites, pero cuando estaba con Peyton, el mundo cesaba y ella era feliz. No solamente feliz, sino que se sentía felizmente viva. Estar con Peyton era casi intoxicante, Elena se encontró a si misma acomodando su horario para

conseguir cada momento libre que pudiese exprimir, sabiendo que mientras lo hacía estaba siendo descuidada, faltando a los compromisos, cancelando las cosas que eran importantes. Negó con la cabeza. Cada vez que cometía errores como este, se prometía a sí misma que sería más cuidadosa. Tenía que serlo. Ser descubierta no era una opción se confesó a sí misma mientras trataba de orientarse en la habitación a oscuras. La luz se encendió mientras ella estaba atrapada en el mismo pensamiento. Barry estaba sentado en una silla de la sala y parecía que había estado allí durante algún tiempo. Esperando. Asombrada, Elena esperaba verse como ella misma, no como una adúltera después de tener sexo salvaje, lo que sin duda era. "Mientras estas fuera encontrándote con tu nueva mejor amiga, tu hijo está de camino a convertirse en alguien totalmente incontrolable" "Barry ¿qué haces levantado?" "¿Dónde has estado tan tarde?" se levantó, caminado hacia ella. "Fuimos a ver una película... después fuimos a tomar un bocado" "¿Un bocado? ¿Tan tarde? ¿Me estás tomando el pelo?" "No... la película era más larga de lo que pensábamos...me estaba muriendo de hambre..." dejó que su débil mentira flotara entre ellos mientras Barry, al parecer contemplando cómo manejar esta situación, optó por utilizar un tono razonable. "Siempre he dejado que tengas bastante libertad, El...pero lo que sea que está pasando, hay que tratar con ello. Nuestro hijo está en una encrucijada y necesito que logres devolverlo al redil" Él la miró fijamente, pero Elena no tenía nada que decir. "Me voy a la cama" él se dio la vuelta, dejándola en la habitación.

******** Elena se paseaba tranquilamente en horas de la madrugada. Agarró el teléfono para llamar a Peyton. Se detuvo y en su lugar se dirigió hacia su computadora. Peyton...necesito algo de tiempo para resolver algunas cosas con Nash…no podré verte mañana por la tarde...sólo quería que supieras cuánto te amo...E. Pulso enviar y luego se sentó, mirando hacia la luna. Pero las respuestas no llegaron a ella. Excepto una. No podía seguir haciendo esto indefinidamente. Al día siguiente en la iglesia, Elena estaba en la oficina revisando furiosamente todas las cuentas por pagar, cuando Diana asomó la cabeza por la puerta. "Estoy lista para volver a casa, pero me preguntaba si tenías un momento" "Por supuesto" Elena dejó su bolígrafo "¿Está todo bien?" "No lo sé" Diana la miró extrañamente "¿Lo está?" En ese momento Millie entró con varios de sus ayudantes. Diana le hizo señas a Elena para que la siguiera. Se sirvieron sendas tazas de café, caminaron por el pasillo hasta fuera de la iglesia, y luego se dirigieron a una mesa bajo un árbol cerca del estacionamiento. Elena y Diana se sentaron sin hablar durante algunos momentos. Elena se sentía rígida, totalmente antinatural y nunca se había sentido incómoda con Diana hasta ahora. "No te he visto...y siento como si me estuvieses ocultando algo" Diana jugó con la taza de poliestireno. "Oh, Diana, es solo que he estado muy ocupada últimamente" "Elena, siempre has sido una de las personas más ocupadas que conozco. Pero algo está pasando. Puedo sentirlo" La mandíbula de Elena se tensó. "Mira, siempre te estoy acosando con todos mis problemas, quejándome sin parar de Rich, y no estoy siendo una amiga muy atenta" continuó Diana "Diablos, sabes que puedes confiar en mí ¿no?"

Elena estudió a la mujer delante de ella durante un buen rato, miro hacia atrás a la iglesia, insegura. "Elena, soy yo. Nos conocemos desde que Barry comenzó aquí...más de diez años. Sea lo que sea, soy tu amiga y vamos a salir de esto" Diana puso una mano sobre la de Elena, le sonrió con convicción, dándole ánimos. "Está bien. Diana...yo…yo me…" Elena se dio cuenta que no era nada fácil compartirlo, pero quería oírse a sí misma decirlo a alguien más que no fuera Tyler "…me he enamorado" Diana casi se cayó de la banca, derribando el resto de su café. "¿Quéééé?" gritó tirando la taza en el suelo. Al diablo con el café derramado. Elena asintió con tristeza. "Oh, Dios mío…sabía que había algo mal entre tú y Barry" Elena pudo ver a Diana tratando de juntar todas las piezas "Parecían tan distantes el uno del otro y sé que tienen sus problemas como Rich y yo. Pero, Elena han estado casados durante quince años. Tienen un hijo maravilloso. Son apreciados en nuestra comunidad. No puedes dejar que un flechazo te…" Diana se detuvo. Miró fijamente a Elena, sacudiendo la cabeza "No es Phil...no, no sería alguien de la iglesia ¿Quién es él? ¿Dónde lo conociste? ¿Está casado?" Elena sacudió la cabeza con furia. "No…no. No es nada de eso" "Así que no es de la iglesia ¿Es de otra ciudad? ¿Lo conociste mientras estabas de viaje?" "Yo...no es así" "Oh, es serio ¿no?" dijo Diana, claramente ansiosa por escuchar más "Está bien, Elena. Tienes que decírselo a alguien. No es bueno mantenerlo reprimido. Y supongo que él está tomando ventaja de la situación. No, espera ¿Él también es casado?" "No…es…"

"Oh, bueno, al menos eso es algo positivo ¿Qué hace? ¿De dónde es? ¿Cómo lo conociste?" "No…no es un hombre" Diana simplemente no pudo registrar lo que su amiga estaba diciendo. "Me he enamorado de…una mujer" El rostro de Diana se ruborizó. Comenzó a echarse aire con la mano, moviendo la cabeza, entonces se detuvo, miró a su amiga como si estuviese tirando de su pierna. "No...Elena, no" Diana seguía sacudiendo la cabeza "Debes estar equivocada..." La equivocación había sido decirle a Diana. Elena supo de inmediato que había cometido un gran error de juicio. "Oh, Elena...lo...lo siento tanto" la voz de Diana descendió de la sorpresa a la calma "No, no, no…no puedes hacer esto. No puedes hacerle esto a tu matrimonio" Elena flaqueó cuando la voz de Diana se hizo más fuerte y su semblante más seguro…prácticamente se convirtió en una nueva mujer, la mujer que Elena deseaba que fuera Diana para su marido cuando él la perseguía sin cesar para tener más hijos. "Va en contra de todo lo que creemos" Diana se detuvo, sonriendo con simpatía "Mira, Elena no quiero sonar pedante y no estoy loca como Millie…lo sabes. Tengo un tío que es gay, pero eso...eso, Elena, está mal. Completamente mal. No se trata de ti. Se trata de tu vida. Tu mundo no va a encajar en su mundo. Sin mencionar, que le debes a Barry, a tu matrimonio y a tu familia el beneficio de no actuar sobre lo que sin duda debe ser una...crisis de fe. Tú deberás aprender de esto. No lo hagas peor" "Diana, no es tan simple" "No, lo que quieres decir es que no es fácil. Sin embargo, es muy simple. Lo que estás haciendo está mal. Es un pecado y tú lo sabes" "Pero yo la a…" "¡Basta!" la voz de Diana sonó más severa de lo que Elena nunca le había oído "Elena. No tienes diecisiete años. Tienes control sobre tus actos. Y eres lo suficientemente madura para saber la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Lo que haya pasado ya terminó. Yo te

ayudaré. Voy a estar ahí en cada paso del camino. Pero hay que detenerlo ahora. De inmediato"

*********** Elena se acercó por detrás de Peyton que estaba trabajando, para sorprenderla. Puso sus manos sobre el hombro de Peyton, bajando hasta sus pechos, dejó que permanecieran allí, y comenzó a besar el cuello de Peyton. Peyton se volvió, empujando a Elena hacia ella. "Estaré aquí sólo unos momentos...sólo tengo tiempo para darte un beso" Elena tomó el rostro de Peyton entre sus manos. Peyton se levantó entonces, acercó a Elena hacia ella y comenzó a besarla profundamente, sin rodeos. Elena trató de recuperar su aliento mientras la agresividad de Peyton era tan seductora como frustrante "Me tengo que ir..." "¿A dónde vas?" Pero antes de que Elena pudiese responder, Peyton la empujó contra la pared, inmovilizándola y comenzó a besarla, de una manera más agresiva. "Peyton, no tengo tiempo…" Pero Peyton no la escuchó y si lo hizo, no le importo, agarro a Elena de la muñeca, tirándola sobre el sofá y colocándose encima de ella, su rodilla presionó entre las piernas de Elena y sus manos la sujetaron. Peyton forcejeo con Elena y la besó con más exigencia. Fue la única vez que Elena se había resistido y esto no duró mucho ya que mientras Peyton continuaba dominándola, cada fibra de Elena empezaba a responder, incluso sin importarle la agresión de Peyton, no podía negar lo mucho que la quería y deseaba que Peyton la tomara, la manipulación de Peyton finalmente la abrumó. Entre la boca de Peyton sobre ella y los dedos de Peyton dentro de ella, Elena sintió que empezaba a correrse y nada iba a detenerlo. Gritó el nombre de Peyton, Peyton la folló un momento más y luego sin aliento, se retiró, cayendo al lado de ella. Ambas se quedaron allí un momento mirando el techo.

"¿Eso era para mí...o para ti?" "No quiero que él...te toque" "¿Así que fue tu manera de marcar tu territorio?" Elena comenzó a reacomodarse la ropa, se ajustó el cabello y empezó a levantarse. "Bueno, es tu aniversario esta noche ¿no es así?"

********* "¿Así es como intentas poner un freno a tus sentimientos?" preguntó Wave, medio borracha "¿Fallando a la dama como un perro cazador?" Peyton también se estaba poniendo borracha, flanqueada por Emily y Wave, las tres habían estado bebiendo tragos mezclados durante horas en un bar local en Silverlake. "Yo...yo sólo estaba tratando de ver si había algo que pudiera ayudar" "Bueno, eso, mi amor, suena como si te aventaras del bungee sin la cuerda elástica. Como tratar de retener al Mar Rojo, como… ¿qué estaba diciendo...?"Wave divagó en medio de la frase. "...y ¿cómo diablos voy a saber si ellos no están follando en este mismo momento? Quiero decir ¿cómo no lo van a hacer en su aniversario? Es como... ¡JODER!" Peyton gimió más que gritar, sintiendo que esta noche no podía ser evitada durante más tiempo. "Estas taaann borracha, mi querida amiga" respondió Wave. "Sí, Wave, lo estoy. Es la única manera que puedo soportar esta noche" "Bueno, tal vez no deberías saltar..." "Esta no es una conclusión...es un desenlace..." Peyton iba a alguna parte con su lógica literaria, pero estaba jodida si sabía a dónde. "Odio decirlo, Peyton, pero no estoy del todo segura que tengas el derecho a estar celosa" replicó Emily.

"Los celos no se inhiben por los derechos...créeme eso" señaló Wave. "Realmente pensé que podía hacer esto" suspiró Peyton "Ya sabes, tomarlo como si fuera solo increíble e inolvidable sexo. Podía continuar con mi vida, mi trabajo, encontraría un bebé y ella podría hacer el suyo. Encontrarnos en medio de todo eso, porque sé que ella nunca lo va a dejar..." "Bueno, de hecho, eso no lo sabes" replicó Emily. "Oh, no alimentes más basura, Em" le espetó Wave "¿Por qué debería dejarlo? Ella ha centrado toda su vida alrededor de su hijo, su esposo pastor, su iglesia...sin mencionar la gran enchilada que les pega a todas las mujeres de la mediana edad…seguridad. Una cosa es que una mujer tenga derecho a una aventura salvaje durante la crisis de la mediana edad y otra que mande a la basura su mundo para entrar en el loco universo de una villalesbiana" "De eso se trata. Ella no es lesbiana...ella no es como una lesbiana" declaró Peyton. "Bueno...ustedes viven con ideas totalmente diferentes. Sin hablar de que las dos le están haciendo a su esposo lo mismo que Margaret te hizo a ti" El comentario de Emily puso seria a Peyton "Oh...gracias por hacerme sentir mucho mejor" "Bueno, honestamente, Peyton" Emily negó con la cabeza "¿No crees que esto ha ido demasiado lejos?" "Bueno…" Peyton reflexionó "…aparentemente sí, porque esta es claramente la parte en la que yo me destruyo. No hay mucho más a donde ir desde aquí" "Tal vez ella llego a tu vida para que pudieras recordar tus prioridades" sugirió Emily "Ya sabes. Escribir, hacer tus pendientes a tiempo. Darte cuenta que tienes una agente brillante que no quieres perder porque estás actuando como una adolescente” "Personalmente, creo que ambas van a arder en llamas" Wave eructó. "Gracias por el fatalismo" "Eso, eso" Emily levantó su copa "Estoy a favor de contar las cosas como son" "Oh...eso suena como que soy una maldita decepción ¿verdad?"

Wave miró de Emily hacia Peyton "Bien, déjame ponerlo sencillo, menos brusco. Digamos que nos detenemos a ver este asunto en términos de blanco y negro. Ya sabes, donde chicas como nosotras vivimos para que podamos hacer frente a todas nuestras interminables inseguridades. Si tuviese que derramar mi cinismo…que no es poca cosa…supongo que hay una infinita variedad de posibles resultados aquí. Tal vez el secreto sea ser muy inteligente sobre la forma de enfocar esto…no caer en las viejas trampas o clichés…y así quizás puedas aterrizar en algún lugar en medio del arco iris. Bueno, metafóricamente hablando" "Eso fue muy literario" "Fue una cosa de belleza" estuvo de acuerdo Emily "Tal vez tu eres la que necesita un agente" "Bueno, no por nada me llaman summa cum realista”

******* Esa noche, Barry se acercó para ver que Nash se había quedado dormido en el hombro de Tori, mientras ella observaba ansiosamente el final de una película. "¿Sólo quiero saber por qué hay tantas comedias románticas miserables? Quiero decir, incluso cuando son grandes actores, todos parecen tan ridículos. Y siempre sabes cómo va a ser el final. Siempre sabes quién es el tipo que se queda con la chica, o la chica que se queda con el chico…o cualquiera que sea la variación, pero todos sabemos cómo va a terminar ¿por qué diablos nos molestamos en pasar a través de todo esto, a pesar de que así no es cómo termina en la vida real? El chico repentinamente no cambia de ser un imbécil arrogante y grosero para convertirse en un hombre sensible, que puede llorar, y la chica superficial y perra fue criada de esa manera y todos se siguen inclinando ante ella, así que de repente no va a ser menos distante y cercana...y lo peor de todo es que Hollywood sabe que puede hacer un paquete, porque vamos a seguir viendo estas películas estúpidas y pagan un buen dinero para hacerlo, y seguirán haciéndolo" "¿Has terminado?" Barry estaba irritado mientras hojeaba el correo. "Si...más o menos" "¿Dónde diablos está Elena? ¿Trabajando en su 'proyecto' nuevamente? ¿Salió con esa...esa...esa mujer?" Nash levanto su cabeza, sorprendido.

Barry los miraba a los dos, disgustado "Ustedes dos deberían estar en la cama. Tori, estoy demasiado cansado para llevarte a casa...porque tienes una casa ¿no?" "Sí, Papá Oso, de hecho la tengo" respondió, pequeña y herida. Se levantó y se dirigió a la salida con el mejor estilo que pudo, pero no tuvo mucho éxito. Nash, enojado, se levantó, se arregló la camiseta y comenzó a salir de la habitación. "Regresa tu trasero a la silla, Nash" exigió Barry. Nash vaciló un momento, luego se dio cuenta que su padre hablaba en serio. "El consejero de tu escuela me llamó hoy. Dijo que no habías asistido en la tarde. Y cuando te presentaste estabas fumando un cigarrillo. Eres un atleta ¿Por qué haces algo tan sucio, tan estúpido?" "¡Es mi cuerpo, no el tuyo!" gritó molesto, luego murmuró "Y todo lo que hice fue probar" "Eres demasiado inteligente para dejarte llevar por la presión de grupo, Nash" "Oh, que dulce. La presión del grupo ¡palabras que salen del hombre que arroja basura a un grupo de personas que no saben pensar por sí mismas!" Barry caminó hacia su hijo "No me hables así" "¿Sabes qué, papá?" se burló Nash "Voy a hacer lo que quiera. Y creo que los dos lo sabemos. Tú no puedes detenerme" "¡VETE A TU CUARTO!" explotó Barry. Nash se acobardó. Tragando saliva y como si quisiera llorar, se fue directo a su habitación. "¡Mierda!" Barry se maldijo a sí mismo golpeando su mano contra la pared. ¿Qué le estaba sucediendo a su mundo?

****** Elena llegó a casa tarde, por primera vez, tal vez la única vez en meses, no porque estuviese con Peyton sino porque se había quedado en la iglesia para ponerse al corriente. Cuando

atravesó la puerta, sintió una quietud extraña, preguntándose dónde estaban todos, y luego tuvo la molesta sensación de que había olvidado algo. Se dirigió a la cocina y vio la bolsa grande de Farfalla para llevar, de su restaurante italiano favorito, y en ese momento, reacciono. Su aniversario. Pero Barry había sugerido que celebrarían el fin de semana y ella había estado tratando de encontrar una forma durante toda la semana para evitar que él intentara dormir con ella…no había previsto tratar el tema esta noche. Ni siquiera remotamente. Se acercó a la bolsa y dio un brinco. Barry estaba parado bajo los arcos, en el lado contrario que conducía a la habitación de los chicos. "Tú...tú me has asustado" "Parece ser un hábito" "Barry" Elena miró a la bolsa "Lo siento ¿Tenemos nuestros cables cruzados? Pensé que tenías una reunión con la Cámara y yo tenía una reunión con Millie para revisar todos los números del presupuesto y eso toma una eternidad" "Lo sé" "¿Qué?" "La he llamado" "Yo...yo no entiendo…" "Lo siento. Pensé que estabas con esa...tu amiga. Pero entonces me acordé que se suponía que ibas a reunirte con Millie y la llamé para hacerle saber que me iba a quedar en casa después de todo, para que pudiésemos pasar una cena agradable. Tu sabes, tal vez celebrar nuestro aniversario hoy…el mismo día, tu sabes. Pero ella estaba tomando otra llamada y me dijeron que habías salido a buscar papel para las copias" Elena no podía decir por el tono de Barry si él había estado revisando su historia o simplemente estaba molesto porque las cosas no habían funcionado. "Barry, lo siento. De verdad”

Elena fue hacia la bolsa y sacó la comida "¿Podemos comer algo ahora?" Barry lo pensó un poco "Claro ¿Por qué no?"

La siguiente media hora se sentaron en un incómodo silencio, comiendo la cena que Elena había recalentado. Hablaron un poco, él le contó lo de Nash y de la llamada del consejero y le hizo un comentario acerca de la reacción de su hijo "Creo que tiene que ver con todos los cambios por aquí, Elena. Mira, soy el primero en apoyar que estés haciendo las cosas que te gustan. Pero no cuando se producen a expensas de la familia" Elena trato de aligerar la charla y se volvió hacia temas menos peligrosos, discutiendo sobre el presupuesto de la iglesia y de cómo Millie estaba muy satisfecha con la cantidad de dinero que ellos habían recaudado el pasado trimestre. En el momento en que terminaron de comer, Elena se levantó para limpiar los platos. Mientras corría el agua del grifo, Barry cogió una cerveza de la nevera y salió del cuarto. Ella pensó que estaba a salvo, pero al cabo de unos momentos, le oyó regresar. Ella lo sintió. Detrás de ella. Él puso las manos sobre sus brazos, apretó su cuerpo acercándolo y le acarició el cuello "Te echo de menos" Elena se quedó helada. "Cariño...realmente te necesito" le susurró Barry, moviéndose contra ella. Ella lo sintió, lo sintió endurecerse a través de su falda "Los platos pueden esperar" "Yo...yo tengo mi periodo, Barry" se sofocó. Pasó un largo momento. "Maldita sea, Elena" Barry no se movió "¿Qué diablos está pasando? No puedes seguir haciendo esto" "Barry…" "No sé quién/qué demonios es ella para ti. No es más que una desconocida. Nosotros somos tu familia. Y ya no estás aquí nunca, Elena ¡Nunca estas aquí! Has cambiado...incluso tu ropa ha cambiado" Elena podía sentir la rabia emanando de él "Ya ni siquiera te reconozco"

"Es tarde, Barry. Y sé que estás molesto. Sé que esta noche no ha salido como planeabas, pero por ahora, creo que es mejor si nos vamos…a la cama" "Oh vamos, El" podía sentir la frustración en su cuerpo, mientras él suplicaba. Ella no respondió, esperando que él se fuera. Cuando el silencio se volvió estruendoso, sus manos la apretaron con más fuerza en sus brazos. "Barry…" dijo ella con mucha calma "…me estás haciendo daño" "¡Cristo!" La dejó allí de pie. Elena no se movió durante unos momentos y luego se recargo contra el fregadero, las lágrimas cayeron en el lavaplatos ante ella.

********* P...quiero que sepas que no sucedió nada anoche. Te veré a las tres. No puedo esperar para estar en tus brazos.

******* Peyton recibió el texto cuando se despertó a la mañana siguiente, con resaca. El alivio inundó todo su cuerpo. Se sentía avergonzada. Había reaccionado de manera exagerada. Y ahora ¿qué tenía para mostrar por eso? Una resaca monstruosa. Le servía muy bien. Pero aun así ¿cuánto tiempo podrían mantienen esto y cuánto tiempo podría Elena mantener a Barry a raya?

Nash merodeaba dentro de una pequeña tienda tipo supermercado en una parte descuidada de la ciudad. Caminaba por los pasillos, mirando sin rumbo, un minuto enojado, al siguiente indiferente, después aterrorizado ¿Cómo su madre podría hacer esto? ¿A él? ¿A todos ellos? ¿Quién era ella? ¿Acaso él lo sabía? Estaba disgustado. Vio algo en el estante. Se detuvo. Considero su próximo movimiento y luego asintió. Sí. Era el momento. Agarró la botella rápidamente, la metió debajo de su abrigo.

********** Elena y Peyton yacían juntas, después de haber hecho el amor rápidamente esa tarde y compartiendo los acontecimientos de la noche anterior, tenían la sensación como si se hubiesen escapado de una calamidad, ambas sabían que su felicidad era todavía un blanco móvil. Pero ninguna quería lidiar con la realidad, por el momento, se acurrucaron muy cerca, seguras dentro de los brazos de la otra. "Cuéntame tu historia, Elena..." Peyton susurró.

******** Nash corrió tan rápido como pudo, sus pulmones quemaban, abrasándolo, estaba sin aliento. Había corrido más rápido que nadie en su equipo de fútbol, pero ahora estaba corriendo por su vida. Se detuvo un segundo cuando sintió que estaba fuera de peligro, se volvió para ver si alguien lo había seguido y luego continuó corriendo un poco más despacio por la colina.

********* Mientras Elena hablaba ella se había quedado muy quieta, como si quedándose quieta, como si hablando menos le hiciera menos daño. "...y la perdimos...ella tenía sólo seis semanas de nacida. Seis semanas. No pude soportarlo. No pude vivir con la realidad de perderla. Mi querida y dulce Sarah. Mi vida se había acabado..." Elena contuvo las lágrimas "Cuando la perdí...sentí que lo había perdido todo. Aunque Nash todavía me necesitaba, él tenía tres años en ese momento, sabía que tenía que cuidar de él, ser una madre maravillosa, tratar de ser una buena esposa. Hice lo que pude en la iglesia. No importaba si no tenía amor...no importaba...porque no lo merecía ¿Cómo puede una madre dejar que su bebé...simplemente desaparezca en la noche...?" Elena permaneció tan quieta que ni siquiera Peyton pudo sentir su respiración. Ella no lloró, pero Peyton pudo sentir la completa profundidad de su desesperación. "...nada más importaba, solo ser la mejor madre que podía ser y devolver al mundo a través de la iglesia...nada más importaba" Elena se volvió hacia ella "…hasta que…llegaste tú" Elena vio en el rostro de Peyton el semblante del dolor. Peyton dijo "Cada vez que creo que no podría enamorarme más de ti…lo hago” se inclinó para besar a Elena "...cada vez más profundamente..."

********** Nash se sentó en la orilla del acantilado, ignorando la vista hacia el horizonte de la ciudad. Miró hacia afuera, el viento secaba las lágrimas de su rostro. Recogió sus pertenencias, abrió la botella de whisky amargo y tomó otro trago, jadeando como lo había hecho con el trago anterior. Le resultaba difícil de creer que la gente bebía estas cosas para animarse y sostuvo la botella delante de él. Iba a la mitad. Tomó otro trago. Se iba a acabar esta maldita cosa, pero él estaba muy hambriento, sintió como el líquido le quemaba el estómago.

******** Peyton había terminado de hacer el amor con Elena, profundamente e intensamente, Peyton trataba de calmar el dolor en esa intimidad compartida, queriendo de alguna manera que todo estuviese bien, hacer que Elena se sintiera segura y que el haber compartido tanta información no solo era normal, sino que a partir de ahora nada podría romper el vínculo entre ellas. Estaban juntas en esto, sin importaba el resultado. Estaban juntas. Elena sonrió, atrajo a Peyton mas cerca mientras Peyton pasaba los dedos por el cabello de Elena, tendidas en la quietud y el éxtasis. Un toque fuerte y rápido en la puerta las tomo a ambas por sorpresa. Ambas se sentaron de golpe. "¿Esperas a alguien?" susurró Elena. Peyton negó con la cabeza "Wave podría entrar sin invitación. Esperemos a ver si se retiran" Los golpes volvieron sólo que con un poco más de velocidad y luego una voz que clamaba con urgencia, algo que ninguna de ellas podía distinguir. Peyton se puso rápidamente los vaqueros y alcanzó una camisa. Salió corriendo de la habitación, abrió la puerta para encontrarse a Tori, con el teléfono celular en mano. "Sí, la realidad es que no se parece en nada a esa gente que está parada haciendo esos estúpidos anuncios comerciales…tu sabes ¡como si ellos realmente fueran a ayudarte en una crisis de conectividad!"

Peyton estaba tratando de seguirle la corriente a Tori mientras al mismo tiempo se preguntaba qué demonios estaba haciendo en su casa y cómo sabía que las encontraría allí. "Así que ¿dónde está? ¿He estado llamando sin parar durante las últimas dos horas?" "Uhmm..." Peyton arrastró los pies . "Mira, estoy de tu lado, así que puedes dejar de fingir" Tori entro sin ser invitada, mirando a su alrededor buscando a Elena "Necesito encontrar a Elena. Ahora. Nash está en problemas. Se tomó unos tragos…se puso muy desagradable y luego regresó a la escena del crimen para conseguir algunos Doritos y esas cosas de botanas" Elena apareció en ese momento, vestida y destrozada. "¿Dónde está Nash? ¿Está bien? ¿Le ha pasado algo?" "Supongo que es el típico actuar con los adolescentes. Tu sabes, su cerebro no tiene en cuenta las consecuencias de sus actos...ellos simplemente no están preparados para entender cosas como…bueno, como…" Tori extendió las manos para indicar la situación "… ¡esto!" "¡Maldita sea! ¿¡Dónde está, Tori!?" "Estaba en algún centro de detención juvenil, pero no te preocupes, cuando se enteraron de que Papá Oso era un pastor, lo dejaron salir de inmediato" Elena momentáneamente dejo de temblar, aliviada de que Nash estuviese a salvo y luego empezó a razonar de su situación actual, pero antes de que pudiera pensar en ello, Tori añadió "Ahora los dos están en casa. Preguntándose dónde estás" Elena miró a Peyton en auto-recriminación, luego se encaminó hacia la puerta. Tori se encogió de hombros y siguió a Elena.

Mucho más tarde en la noche, mientras Elena estaba terminando de limpiar los platos, después de lo que había sido una cena muy silenciosa y tensa, Barry entro. Elena sintió que todo su cuerpo se ponía rígido. No tenía ni idea de quién sabía qué. Pero para su sorpresa, Barry cogió un paño de cocina y comenzó a ayudarle a secar los platos. "¿Creo que es inútil preguntarte dónde estabas?" él acomodo un vaso en un estante.

Elena se alejó un poco hacia los estantes opuestos "Ya te lo dije. Me detuve en el parque" "Estuviste allí toda la tarde…" Barry no se volteó, pero su voz estaba llena de dudas. "No, estaba de compras y supongo..." Elena suspiró. Odiaba tener que mentir. Se preguntaba si debería decirle. Decírselo ahora. Pero la idea de que todo se volviera humo de una vez, era algo que no podía soportar "Yo...yo debo haber dejado mi teléfono celular en el auto…ya te lo he dicho ¿Quieres la cronología exacta?" Barry se echó a reír. Elena se volvió hacia él, sorprendida. "Tengo que decir que Nash tuvo agallas para hacer eso" Elena se dio cuenta mientras miraba a Barry, que él estaba pensando en el pasado, cuando eran jóvenes y libres de hacer las cosas estúpidas como las que su hijo acababa de hacer. "Me hizo recordar aquel día" afirmó él con nostalgia. "Ese día está mejor enterrado" Elena no habría idealizado su propio consumo de alcohol, la forma en que él solía sentarse noche tras noche cuando no podía conseguir un trabajo y se emborrachaba. No que Barry hubiese sido alguna vez un borracho desagradable. Solamente se sentaba y se emborrachaba. Pero desde que había conseguido su trabajo como pastor, Barry bebía con moderación. Había dejado atrás todos esos comportamientos y otras cosas, Elena sentía que la posición de Barry como pastor era para bien. "Tienes razón. Sé que tenemos nuestros problemas Elena…bueno ¿qué pareja no los tiene?...y podemos tener algunos quebrantos aquí y allá...pero también hemos tenido cosas buenas" Barry dejó el paño de cocina, se acercó a Elena y la atrajo hacia sí. A ella se le pusieron los pelos de punta como había ocurrido la otra noche, de nuevo sorprendida al sentir su cuerpo en actitud defensiva, el que ahora estaba acostumbrado a la piel de Peyton, el tacto suave de Peyton y sentía el rechazo, pero se mantuvo en jaque a sí misma y permitió que la abrazara. "El, no sé qué demonios está pasando con él" La voz de Barry era baja y pensativa y Elena sabía que le debía esto "Pero tenemos que…no sé, tal vez pasar más tiempo juntos en familia" Luego se echó a reír "Sí...siempre pensaba en él como tu chico...pero ya está empezando a crecer"

Elena ahora se sentía mal mientras miraba a Barry tratando de desviar el rechazo continuo de Nash hacia su padre. Ellos nunca habían sido cercanos y ella sabía que eso lo hería mortalmente. "Él tiene mucho de ti, Barry. Es amable. Generoso. Y tiene tu maravillosa sonrisa" El miró a Elena. Ambos compartieron el momento. "Esa es una de las cosas en la que no nos hemos equivocamos" Barry suspiró y luego su voz se hizo más nítida "Y tiene que seguir así ¿Entiendes?" Ella asintió, obediente. "Voy a irme a la cama" él esperó expectante. "Estaré allí en un segundo. Voy a ver cómo está Nash"

******** Elena se detuvo ante la puerta cerrada de Nash, tratando de averiguar la mejor manera de discutir los acontecimientos del día, preguntándose si debía ser dura y seria, cuando lo único que quería hacer era tomarlo entre sus brazos y sostener a su niño cerca. Pero él ya no era un niño. Tenía casi dieciséis años. Y ella quería…no, necesitaba…que él entendiera la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Poco a poco abrió la puerta y susurró "¿Nash?" No hubo respuesta. Se acercó aún más a través del cuarto oscuro y pudo decir por el lenguaje corporal de Nash y la forma en que estaba respirando, que estaba despierto y trataba de fingir que no estaba allí. "Nash" se sentó a su lado, pasó una mano por el cabello rizado y cuando lo tocó, él se apartó de ella. "Honestamente, Nash... ¿en qué estabas pensando? Tu sabes mejor que nadie que…" "¡NO! ¿En qué diablos estabas pensando TÚ?" la vehemencia y la amargura la atraparon con la guardia baja.

"¿Cómo dices?" Elena trató de orientarse "¿Qué...de qué estamos hablando?" "De ti" se volteó hacia ella y luego, de golpe encendió la luz de la habitación, dejando al descubierto su rostro bañado en lágrimas. Escupió "¡Tú y tu sucio secreto!" El aire fue absorbido desde los pulmones de Elena. Cerró sus ojos. Por supuesto que él lo sabía. "He leído sus cartas" "¿Qué...qué cartas?" "Las cartas oh-tan-pornográficas de tu novia" Nash se sentó en una postura acusadora "Dios, incluso a mí me gustaron" A Elena le tomó un momento registrar eso, pero cuando se dio cuenta de que se refería a las cartas que Peyton le había escrito mientras estaban en Hawaii, palideció, su mente rápidamente recordó el contenido, tratando de recordar lo gráficas que realmente eran...sabiendo que eran terriblemente gráficas. "Nash" "Sí...eso fue un paseo emocionante" "¿Qué estabas haciendo hurgando en mis cosas?" su voz sonó aguda. "Oye, no vuelvas esto en contra mía. Es como Tori dijo, casi como si quisieras que las descubriéramos" "No seas ridículo. No me hubiese gustado que tu o tu padre lo averiguaran de una manera tan dolorosa" "Así que ahora la pregunta es ¿cómo vas a decirle? Porque déjame decirte, papá nunca superaría leer algo así” Elena se sentó aturdida. En un momento su idílico romance con Peyton parecía repentinamente algo mezquino, horrible y malo. Pero ella amaba a Peyton ¿cómo podría ser malo? No estaba muy segura de cómo lo tomaría su hijo. Ella lo miró entonces, puso suavemente una mano sobre la manta donde descansaba el muslo de su hijo.

"Nash...cariño, no buscaba esto. Dios lo sabe y realmente no lo entiendo. Y ciertamente no me di cuenta de lo que estaba pasando hasta que fue demasiado tarde..." "¡Tú vas a decírselo a papá!" "Sí, bueno, realmente había planeado que él lo supiera antes que tu" "Así que, entonces ¿qué?" Nash comenzó a sollozar de nuevo y Elena pudo ver no sólo el dolor, sino el terror escrito en todo su rostro "¿Ustedes se van a divorciar?" "Yo...yo no estoy segura, Nash. No estoy segura de lo que estoy haciendo" "Entonces detente. La mitad del tiempo creo que él es un idiota, pero esto lo va a matar. Esto echara por la borda su fachada ridícula ¿Cómo se supone que él guiará a su rebaño servil cuando su esposa está durmiendo con el enemigo?" Elena sacudió la cabeza y empezó a llorar. "Nash, necesito que entiendas algo. Nunca había engañado o había sido deshonesta con tu padre antes de...esto" Elena miró a Nash directamente a los ojos para que pudiera ver la verdad "Sin embargo, nunca he estado enamorada de él" El recibió esta declaración con desconcierto "¿Entonces por qué mamá? ¿Por qué te quedaste con él todo este tiempo?" Ella lo abrazó, acomodando la cabeza de él sobre su hombro. "¿Por qué crees?" Él se abalanzó sobre su madre, aferrándose a ella como si de eso dependiera su vida. En el momento en que él comenzó a sollozar, ella comenzó a llorar también. Ella lo abrazó, su niño, su niño tierno y dulce cuya vida ahora se estaba desintegrando frente a los dos...y sabía que tenía que protegerlo, sin importar cómo, ella tenía que encontrar una manera de resolver las cosas sin causarle dolor. Cuando él se calmó, besó su frente y entonces acaricio su cabeza hasta que escuchó su respiración tranquila. Lo siguió abrazando hasta mucho después de que él se hubiese quedado dormido.

"Mi hijo tiene autismo severo y mi esposa nos abandonó cuando Julián tenía tres años" un hombre delgado, de unos cuarenta años, Anthony estaba sentado pensando en esos momentos dolorosos. "Y mi marido no podía lidiar con el síndrome de Down de nuestra hija" dijo Julie, una mujer de belleza frágil, a quien los golpes duros de la vida sin duda le habían pasado factura. "La idea genial de Shane de tener un parque con acceso total a los niños con discapacidad y mi hijo que le encanta ir a girar, pero también tiene convulsiones, por lo que tiene que estar en uno de los columpios con el cinturón puesto en todo momento. Él iría durante horas si lo dejaras" Anthony se volteó hacia Julie "Allí fue donde nos conocimos" "Angelina, mi hija, también adora ir a girar…cualquier cosa con movimiento le hace reír de placer, así que la puse en el columpio junto a Julián, el hijo de Anthony. Julián empezó a cantar Down by the Bay” Julie comenzó a emocionarse "Y no lo podía creer...mi hija, que nunca había cantado, se le unió…no en armonía ni nada, pero comenzó a cantar…por primera vez en sus cinco años. Y siguió cantando…salvajemente fuera de tono, pero se mantuvo con él durante unos buenos cuarenta y cinco minutos” Anthony estaba rebosante con su esposa "Y así fue como nos conocimos. Nuestros hijos. Su conexión es tan increíble. Ellos se pueden pasar acurrucados y juntos como cachorros todo el día. Son almas gemelas, y nosotros…bueno, nosotros somos los afortunados beneficiarios" "No lo sabes" suspiró Julie “Cómo es estar con alguien que ama a tus hijos y que los acepta exactamente por quienes son. No más caminar con pies de plomo o disculpándose. Mi ex...bueno, él simplemente estaba avergonzado por nuestra hija. No sabes lo increíble que es Anthony. Juega con los niños todo el tiempo, come caramelos con ellos. Él los tiene por completo. Los quiere. Yo no podría haber pedido un mejor compañero" Anthony miró a su esposa, mientras una lágrima rodaba por su mejilla.

Después de haber pasado la noche más larga de su vida, Elena se acercó para ver a Tyler en la sala de edición. Mucho después que Nash se había quedado dormido, ella camino de un lado a otro y luego de forma intermitente volvió sobre sus pasos, sentándose en la

oscuridad, esperando que la quietud le trajera una respuesta y luego con desesperación volvió a caminar de un lado a otro. No podía herir a su hijo, no quería destruir a su familia, no podía soportar la idea de dejar a Peyton. No hubo respuesta, sino un profundo dolor y angustia por las personas que más amaba entrañablemente. Había puesto buena cara en la mañana, hizo un desayuno especial para todos y los envió a sus respectivas actividades del día. Luego se metió en su camioneta lo más rápido que pudo, corriendo hacia Tyler. Tyler estaba a la mitad de una edición de lo que ella pudo ver era un webpisodios Soulemetry muy conmovedor, pero cuando él se dio cuenta de que ella estaba allí de pie, pulsó el botón de pausa en su sistema final de edición. "Tengo que decirte que hay una razón por la que esta es una frase de profundo significado, aunque suene a cliché..." Tyler se levantó y tomó a su amiga en sus brazos "...el amor verdadero puede superar casi cualquier situación" "¿De verdad lo crees?" critico Elena "Siento como si todo lo que conociera, estuviese a punto de ser arrasado" Elena se retiró de los brazos de Tyler, se paseó por la habitación, con los brazos en jarras "¿Qué estoy haciendo? Mira toda la gente a quien le estoy haciendo daño" "Oh, cariño, la triste verdad es que la vida pasa y ¡sólo deberías agradecer a la vida que haya decidido enviarte esa bomba entre los ojos o nunca lo hubieses vivido!" Elena suspiró y Tyler detuvo los pasos de su amiga. "Escucha, mi ángel. Barry sabía que sin ser culpa tuya lo habrías dejado desde hace mucho tiempo. Eso me volvía loco, que lo supiera. No quiero decir justo después, pero cuando él pudo verlo escrito en las paredes. Y él lo hizo, créeme. Es sólo que es hombre y no sabe cómo darte una salida. Suficiente es suficiente" "Yo...yo..." ella no quería llorar de nuevo. Quería ser fuerte. Encontrar una solución viable. No sentir la destrucción inminente en su camino "Yo...no quiero hablar de ello" Elena permaneció callada, enojada, pero Tyler no se lo permitió, la hizo girar hacia él. "Lo siento mucho, Elena ¡Nadie quiere hablar de eso! Pero nosotros vamos a hablar de ello ¡aquí y ahora!" él fue implacable.

"Tyler…" "No, Elena. No hay nada correcto ni justo en que cualquier bebé muera de SIDA" puso sus manos en los brazos de ella "Estoy seguro de que no hay un padre vivo que no se culpe a sí mismo…y tú eres una increíble Mama Oso y estoy seguro que crees que debió haber algo que pudiste haber hecho para salvar a Sarah de alguna manera. Pero no lo había. Sé que te has castigado a ti misma incesantemente por la culpa…castigándote a ti misma sin cesar al quedarte con un hombre predicador. Nada...nada que pudieras haber hecho podría haber evitado lo que pasó. Era el momento de tu niña. Pero no nos engañemos, el poco tiempo que ella estuvo aquí con ustedes, estuvo por una razón y eso te hace la persona que eres hoy" Él la tomó de la mano, sentándola, con su voz suave y relajante dijo "Así que te comprometiste con Barry, y has hecho todas estas cosas increíbles en la iglesia para equilibrar la balanza. Y tal vez eso sea parte de tu viaje…ya sea que quieras creer en estas cosas o no” Elena finalmente permitió que las lágrimas salieran, ya que no se atrevió a dejarlas salir a la superficie cuando le había contado a Peyton sobre Sarah. Ahora, después de Nash, después de que su vida le explotara en el rostro, no podía retenerlas de ninguna manera. "Yo la amaba...Dios, la amaba tanto, Ty..." Entonces Elena se derrumbó por completo, sollozando, liberándose, dejando que todo saliera a borbotones, su dolor por estar en todo esto, por mantener en secreto lo de Peyton, todos los encuentros clandestinos que la llevaron al agotamiento, traicionando a su familia, sintiéndose culpable, pero aun amando a Peyton con cada aliento de su cuerpo. Todo eso salió. Tomó el pañuelo de papel que Tyler le ofrecía. Se sonó la nariz y trató de recomponer su rostro. "Todos tenemos nuestro destino" dijo Tyler suavemente "Ella es parte del tuyo" "Pero...no tuve una opción en nada de esto" dijo acercándose a un punto de no retorno "Estoy aquí ¿Cómo puedo hacerle esto a mi familia?" Apenas podía soportar los acontecimientos de su vida. Si dejaba a Barry, iba a romperle el corazón a Nash y arruinar todo su mundo. Si no lo hacía, iba a tener que dejar a Peyton, algo que simplemente no podía soportar. La pérdida de Sara la sintió de pronto tan fresca y

no creía que pudiese sobrevivir a otra pérdida ¿Cómo podría recuperarse del dolor de perder a la única persona adulta que había amado? Comenzó a llorar de nuevo, incapaz de detenerse durante varios minutos. Tyler simplemente la sostuvo, meciéndola entre sus brazos "Aquí, mujer hermosa" le habló con amor y ternura "No puedes reescribir la historia ¿Pero sabes lo que puedes hacer? Puedes reformular el presente: Barry estará bien…estoy seguro de que incluso él tiene un alma gemela en algún lugar. Nash no tendría que enfrentarse constantemente a la esquizofrenia de tu matrimonio. Y tú…que regalo el que te han dado. Nunca te había visto así" Tyler puso una mano en su pecho "Viva, alegre, llena de pasión. Peyton te hace respirar" En ese momento Lily apareció, sus gafas engarzadas en la nariz, revisando contratos, tan inmersa en lo que estaba haciendo que ni siquiera vio a Elena al principio. Estaba murmurando "Tyler, muñeco ¡te dije esta mañana que estos documentos tenían que estar firmados a las cinco en punto! ¡Oh!" Lily se detuvo, mirando las lágrimas de Elena…quien estaba arrodillado a la altura de las rodillas de su amigo "Oh, Dios, lo siento mucho" "Lily, como puedes ver, Elena está teniendo un mal día" "Hola, Elena..." Lily no era la persona más elegante en estas situaciones, tendía a mantenerse alejada de cualquier cosa que significara negociar en relación con las emociones. Era muy buena en lo que hacía porque se mantenía separada y desconectada de las situaciones para poder permanecer enfocada "Ty, lo siento mucho, pero sólo necesito tu firma en esta fusión" Elena se sonó la nariz. "Sé que mi elección del momento oportuno es una mierda, pero si Tyler se hubiese ocupado de ello esta mañana, yo no estaría interrumpiendo su…bueno, esto. Sólo llevara un minuto" Tyler negó con la cabeza. Esa era su Lily, toda una élite de alta potencia y la moda, pero sin una pizca de gracia social cuando se trataba de la difícil situación de la fragilidad humana. Tyler se levantó, pero luego giró la silla de Elena hacia el monitor frente a ella. La besó en la frente, pulsó el botón de reproducción y salió. Elena apenas miró el rostro familiar de Tyler, sentado en su estudio casero hablando directamente a la cámara en su papel de "presentador"

"Y para aquellos de ustedes que discuten las cualidades de Soulemetry de esa persona tan especial, vamos a recorrer los criterios que deben existir para el 'alma gemela´ para que esta persona sea una verdadera llama gemela” "Recuerda, en primer lugar, a veces esta persona viene en un extraño paquete…tal vez no en el tipo habitual. En segundo lugar, se conocen en circunstancias excepcionales, tal vez el azar caprichoso. En tercer lugar, estás desesperado por estar con esa persona" En ese momento Elena sólo escuchaba que estaba mencionando todas las cualidades que sabía que existía en su relación con Peyton "En cuarto lugar y la clave de esto, todo lo que sientes es completamente nuevo y sin embargo, absolutamente familiar. Sí, los ojos de esa persona realmente son una ventana a su alma" Tyler hizo una pausa dramática "Y, por último, esta conexión te ha cambiado fundamentalmente. De manera significativa, ha alterado tu núcleo" Incluso a través de sus lágrimas, Elena sonrió. Todo en la lista de Tyler era cierto.

********* Elena caminaba tan rápidamente como podía, sabiendo que llegaba tarde a la cita con Peyton en el parque, después que había tenido que cancelar el día de ayer porque Nash la acechaba, siguiendo todos sus movimientos. Si se ponía de pie, él la interrogaba "¿A dónde vas? ¿Vas a verla? ¿Es eso lo que estás haciendo? Sólo dime ¡Dime la verdad!" hasta que Elena pensó que iba a volverse loca. El día anterior, cuando había quedado en reunirse con Peyton, ya estaba dentro del coche y empezaba a dar reversa y allí estaba él detrás al final del camino, con los brazos cruzados. La aterrorizaba. La sacudió a sus mismos cimientos. Como si su hijo fuese ahora su juez, su jurado y su verdugo. Pero, finalmente, al fin, se había ido con un amigo al cine. Después de asegurarse que él se había ido, espero diez minutos y llamo a Peyton para pedirle desesperadamente, que se reunieran en el parque. Elena se detuvo cuando la vio, de pie en el puente que daba al arroyo. Muy guapa. Muy hermosa. Una vez más, Elena fue impactada por el ser de Peyton y no pudo resistirse correr hacia ella, envolviendo sus brazos alrededor de ella, buscando los labios de Peyton y al instante en que lo hizo se sintió a salvo, en tierra firme, y pudo sentir que era inevitable estar juntas y la exquisita calidez y la sensación de estar viva, sorprendentemente viva cuando estaba con ella, todas estas sensaciones la inundaron en el mismo aliento. De forma suave pero con firmeza, Peyton trató de alejar un poco a Elena, pero ésta se

mantuvo muy cerca y Peyton también se perdió en los aromas, en la suavidad sedosa de los labios de Elena, lo que siempre le sucedía cuando Elena la tocaba.

*********** Millie caminaba a marcha rápida, hasta seis kilómetros al día, lo que era realmente genial, ya que también significaba que podía ocuparse de sus llamadas a través de sus auriculares mientras se abría paso en su recorrido, revisando su BlackBerry, firmemente, a su lado caminaba su mascota, un Chow, su ángel “copo de nieve” a la par del universo al igual que Millie con precisión y eficiencia. Estaba orgullosa de que, literalmente, podía manejar cualquier cosa. Todo. Cuantas más cosas tenía que hacer, mejor las hacía. Ella iba a cambiar el mundo. Y serian buenos cambios. Cambios que no sólo tenían que suceder para salvar el tejido mismo del matrimonio, sino que la ponía en posición para escribir sus memorias. Había empezado con su obra promoviendo lo mejor de ella, participando con deleite en todos los programas de entrevistas de Oprah y promoviendo a su favorito absoluto, Glenn Beck…bien, había estado un poco enamorada de él, pero no era nada. Nada, en realidad. De verdad ella podría comenzar a posicionarse como la próxima Dra. Laura…ayudar a todos esos pobres y desafortunados tontos que, equivocadamente habían perdido su camino… ¿Pero, qué estaba viendo? No. NO. No podía ser. Dos mujeres besándose. En este parque. Un parque familiar. Millie casi se tropieza con ´copo de nieve´ mientras se quedaba boquiabierta, mirando cómo estas dos mujeres realmente iban por ello ¡Deberían conseguir una habitación ya! Millie sintió una gran indignación de que estas dos personas tuviesen la audacia de explotar su inmundicia en este parque, donde los chicos, los niños y hasta su inocente ´copo de nieve´ corrían. Si las personas no estaban a salvo aquí ¿donde más podrían estar a salvo? ¡Elena! El horror pronto se convirtió en una repulsión fascinante. Se apresuró a serenarse. Apenas podía respirar. Apenas podía recuperar el aliento mientras se lanzaba por su teléfono celular. Elena Winters. En el parque. Besando.

Besando a...a una mujer, gritaba su cerebro. Dejó caer su teléfono. Se apresuró a recogerlo, sus pies se enredaron con ´copo de nieve´, tropezando con sus rodillas, pero regresó sobre sus pasos y agarró su BlackBerry y empezó a marcar.

********* Peyton suavemente pero con firmeza alejó a Elena de ella. "¿Él...él está bien?" Elena asintió, sin mucha confianza pero con la suficiente para que Peyton se sintiera aliviada. Tomó la mano de Elena, sonrió débilmente y luego la llevó por detrás de unas rocas planas hacia un enorme roble. Cuando se sentaron, Elena estudió a Peyton, trazó un dedo sobre su rostro. "Estoy enamorada de una mujer" la voz de Elena estaba llena de asombro y admiración "Todavía me sorprende. A veces siento que todo ha sido un sueño. Pero cuando estoy contigo...es todo tan real" Peyton le ofreció a Elena una sonrisa desalentadora. "Mira, Peyton...sé que esta semana que ha pasado ha sido muy dura..." "Si" Peyton dejo escapar un largo suspiro y luego sin mirar a Elena dijo "Tal vez deberíamos retroceder un poco. Hasta que...ya sabes, las cosas se normalicen"

****** "¡Te digo que acabo de verla besando a una mujer!" gritaba Millie al teléfono tan rápido como sus labios podían formar las palabras "¡A plena luz del día!" Millie de inmediato lanzó a ´copo de nieve´ en el coche mientras de forma frenética trataba de mantener el ritmo de su propio chisme "Sabía que algo estaba pasando con ella. No quería asistir a las protestas, faltaba a los servicios ¡Pero esto!" apenas le dio al pobre perro otro momento mientras se acomodaba en el asiento delantero y comenzaba a conducir sin haberse puesto el cinturón de seguridad.

"Ella se ha vuelto una…una ¡GAY! ¿Y qué pasara con el pobre Pastor Barry? ¿Cómo puede hacerle esto a él?" Millie, enfrascada ahora en una sola misión, acelero el auto por las calles de la ciudad.

******** Elena miró nuevamente a Peyton, podía ver el enorme dolor grabado en su agotado rostro. "No tendrías por qué sentirte tan culpable" continuó diciendo Peyton en voz baja "Yo podría poner un freno y conseguir que mi cabeza entrara en razón" Elena se afirmó sobre sus pies, alarmada. "¿De dónde...de dónde viene esto?" "Yo...creo que necesitamos dar marcha atrás y tener un poco de perspectiva" "¿De verdad crees que reorganizando todo este asunto psíquico lo arreglarás? Si actúas como si no estuvieses tan enamorada de mí como yo lo estoy de ti, eso…eso…" Elena se detuvo. Podía ver que esa escalada de argumentos no iría a ninguna parte, y trató de calmarse. "Entiendo todas las razones por las que no puedes confiar. Lo de tu madre, que Margaret te haya engañado...pero Peyton, nunca te he mentido y nunca lo haré" "Creo que en estos momentos no puedo saber eso, Elena" Elena sacudió la cabeza, ahora si se estaba alterando. "He pasado el último día y medio con el estómago revuelto, preguntándome si estabas teniendo relaciones sexuales con tu marido…" la mandíbula de Peyton se apretó mientras tomaba una profunda respiración "…y la semana pasada lo pase igual a causa de tu aniversario…volviéndome una mierda sobre eso porque no puedo soportar la idea de que él te toque. Pero también sé que no tengo derecho a sentir estos sentimientos…" "Oh Peyton...no pasó nada. Ni siquiera fuimos a...Barry tuvo una emergencia en la iglesia" Peyton miró a Elena. Elena no lo entendía. Le parecía a Peyton que mientras Elena sentía que podía esquivar una bala tras otra, el final aún no llegaría para destruirlas a las dos.

"Yo sabía en lo que me estaba metiendo…es lo que es" Peyton inclinó la cabeza y miró hacia ningún lugar en particular "No creo que pueda hacerlo" "Peyton ¿no ves un futuro para nosotras?" "Entonces esa noche de la cita no pasó nada ¿Qué pasara al día siguiente y luego el siguiente? En algún momento...algo va a suceder" Elena estaba a punto de defenderse de esto último pero ¿realmente cómo podría? ¿Cómo podría decirle que ella y Barry nunca dormirían juntos nuevamente? No porque ella lo quisiera…el pensamiento le hizo revolver el estómago de miedo, pero la realidad era que ellos todavía estaban casados. "Después de todo, Peyton...he estado casada durante quince años" ella se detuvo a pensar en cómo había sido capaz de mantener a Barry alejado durante casi ocho meses. Pero el no decirle a él por qué, se había convertido en un problema tan grande…pero no estaba muy segura de sí estaba dispuesta a hacerlo todavía…sabía que dormir con él una vez más, en realidad, era una posibilidad muy probable "Yo...Nash, mi familia…ellos no…no podrían entender esto...y yo acabo de decírtelo…eso no significaría absolutamente nada" "¿No lo entiendes?" Peyton se volvió hacia ella con la agonía en sus ojos "Yo...yo estoy muy lejos de ser así, demonios" Elena se extendió hacia Peyton, pero el rostro y el cuerpo de Peyton eran de piedra. "Por favor si pudieras darme un poco de tiempo, voy a..." "¿Qué harás?" "Voy a...voy a arreglar esto" Elena sentía como si el suelo desapareciera bajos sus pies "Pero necesito saber que estás ahí conmigo" Peyton apretó la mandíbula mientras miraba hacia adelante, sintió que se encerraba en sí misma, cada vez más lejos. Cuando miró a Elena, a pesar de que la amaba con todo su ser, también veía a una mujer dispuesta a acostarse con él, a fin de mantener las dos vidas. Sintió que se endurecía "Creo que a eso le llaman querer tenerlo todo" Peyton se dio cuenta que había ido demasiado lejos. Vio la sorpresa en los ojos de Elena. Peyton no estaba acostumbrada a ser la causa de su dolor.

"No creo que pueda hacer esto a medias" respondió Elena. Peyton negó con la cabeza. El tono de su voz no era acusatorio, simplemente desolador y pragmático "Ya lo estás haciendo a medias" Peyton vio las lágrimas en los ojos de Elena, sabía que ella misma empezaría a llorar muy pronto y quiso terminar con esta situación. Terminarlo de una vez "Tal vez me estoy limitando, pero no, no veo un futuro en...esto" Elena no podía creer lo que estaba oyendo. Confundida, enojada, aterrada y completamente abrumada, sacudió la cabeza y se alejó.

********* "Ni siquiera puedo decir la palabra" ahora en su séptima llamada, dirigiéndose de su casa a la iglesia, Millie contuvo el aliento. En su casa había entrado en estado de pánico, sabiendo que cuando fuera a ver a Barry no iba a darle la noticia vestida con un traje deportivo de Martha Stewart. Se había trasladado hasta casa, se vistió con su traje más sexy de falda y blusa Ann Taylor que hacían juego, se apresuró a ponerse maquillaje, dejándose el cabello suelto mientras farfullaba furiosamente con un miembro de la congregación y luego con otro llamándoles para informarles.

"¡...lesbiana!" oh, Millie lo dijo después de todo, conmocionada por la sacudida excitante que le recorrió el cuerpo “Una...lesbiana. Así es como ellas se llaman. Eso es lo que es" "No la llames así" dijo Diana en el otro extremo "Mira, Millie. Lo sé" "¿Qué? ¿Sabías lo que estaba pasando?" "Yo...Elena me lo dijo hace unas semanas. Pensé que era una fase. Que se le pasaría. Que iba a hacer lo correcto" Diana suspiró "Y creo que le debemos a ella y a sus años de servicio a la iglesia llegar a la decisión correcta. Millie, por favor, dime que no le has dicho ni una palabra de esto a nadie más" "¡Por supuesto que no!" Millie mintió fácilmente "¿Pero se te ha ocurrido pensar que tal vez Elena ha sido así desde el principio?" "No"

"Bueno, tu deberías saberlo…" sugirió Millie "…sé que ustedes han sido muy amigas desde siempre" "Millie…" "No seas tonta" se recuperó Millie "¿Crees que no sé qué estás tan ocupada con esos niños tuyos? Sólo estoy diciendo que, si ella se lo hubiera dicho a alguien, te lo hubiera dicho a ti...y al parecer lo ha hecho. Ahora, la pregunta es ¿quién se lo va a decir al Pastor Barry?" "Nadie" espetó Diana, sorprendida de que Millie le preguntara eso "Es asunto de ellos, Millie…" "Me temo que no es tan simple en este caso. Es del Pastor Barry de quien estamos hablando aquí ¿Cómo se supone que él vaya a dirigir este cargo cuando su mujer se acuesta con una de ellas? No podría hacer un trabajo eficaz. Se reirían de él fuera del púlpito. Alguien tiene que protegerlo" profirió Millie indignada "Alguien tiene que hacerse cargo de esto. Y yo soy quien lo hará"

********* Barry se acercó al altar, con el rostro lívido. Juntó las manos sobre el púlpito ante el que se presentaba todos los domingos y luego enterró su cabeza entre sus palmas, tratando de borrar la visión en su cabeza de su mujer, besando...NO...¡No podía ser verdad! Dejó deslizar los papeles de su sermón delante de él que cayeron al suelo. Millie observaba su furia. Una sonrisa curvó las comisuras de su boca. Sí, esto le estaba causando una satisfacción infinita, pero no podía dejar que Barry destruyera el lugar. Había puesto mucho dinero en la renovación de primavera. Se permitió un momento más de dulce consuelo, entonces, enderezando sus hombros, caminó lentamente hacia Barry y puso sus brazos alrededor de él. "Ya está, ya está" lo contuvo, calmándolo. Barry se enfadó ante su contacto. Quería lanzarla contra los bancos, romperle el cuello ¿¡Cómo se atrevía!? "¿Cómo pudo hacerme eso?" susurró "No, debes estar equivocada. Elena no" "Barry, sé lo difícil que es aceptar esto…"

"¿Cómo sabes siquiera que era ella?" Millie ladeó la cabeza con un movimiento paternalista, fingiendo dolor. "Barry, Barry, Barry...Tengo buenos ojos que el Señor me dio. Y mientras que otros tienen dificultades para aceptar los males del mundo, Dios me dio el don de mirarlo directamente a los ojos...llamarlo por lo que es. Y esto no solamente es adulterio, Barry. Ella no solo te ha ofendido con los pecados de la carne, se ha salido del buen camino para insultarte…para romper las bases mismas de tu batalla más grande" Millie puso sus brazos alrededor de los anchos hombros de Barry. Pero él ya no podía soportar su contacto y sacudió los empalagosos tentáculos. La idea de que su esposa, de que Elena estuviese con cualquiera, le hizo tambalearse, pero con esa mujer, con esa mujer que había robado tanto tiempo de su familia...quería estrangularla. Él quería aplastar a esa zorra…esa lesbiana que había transformado a su esposa ¿Cómo? ¿Cómo demonios había sido posible? ¿Es que acaso no se nacía de esa manera? Y si ese fuese el caso ¿Elena había sido lesbiana todo este tiempo? ¡NO! ¡NO! Se alejó bruscamente del altar, hecho una furia, incapaz de alejar sus pensamientos, pero también incapaz de responder algunas de estas preguntas. Frustrado como nunca se había sentido antes, camino por el pasillo de la iglesia, paseando de un lado a otro, dando patadas a la bancas. Millie siguió obedientemente a su oveja perdida, dejándolo vagar durante unos instantes más. Cuando él se volvió a ella ya estaba frente a él. Ahora los ojos de Millie ya no reflejaban el cuidado suave cuando alegremente le informó de las "transgresiones" de Elena, pero un frágil y acerado gesto le advirtió. Él se quedó mirándola allí un buen rato, cayendo en cuenta de las palabras grotescas que habían salido de su boca, la satisfacción que había tenido para darle la noticia que, ahora sabía, más allá de una sombra de duda era cierto. Era cierto. Simplemente eso. Él sabía que había algo...cómo diablos no lo sabría ¿Pero esto? ¿Esa puta lesbiana? ¿Quitándome a mí esposa? Vio todo negro. Enfurecido. Humillado. Asqueado. Ella ni siquiera era atractiva...era…una enferma. Todo esto era insano. Él sabía, en el fondo, que no le importaba un bledo lo que los gays y las lesbianas hicieran en su tiempo libre, en las sombras donde ellos pertenecían. Él no necesitaba salvar sus almas. Simplemente el hecho de que se lo tiraran en la cara. Eso era a lo que él se oponía. Y ahora...ahora esto era personal. "¡Maldita sea!" rugió.

Millie dejó escapar un grito, sorprendida por el estallido de Barry "¡Pastor Barry!" mantuvo su firme determinación y dejo de lado la simpatía fingida. "Yo...lo siento, Millie, yo..." Él la miró. Era muy consciente que de la forma en que manejara esto afectaría el resto de su carrera. Su medio de vida. Sus miradas se encontraron. Él levantó las manos, aunque sentía como si le pesaran mil veces más "¿Qué...qué hago?" Millie se acercó a él. Se puso muy cerca. Lo miró profundamente a los ojos. "Vas a utilizar tu ira para orar conmigo, Barry. Y luego vas a marcharte a casa y le dirás a tu esposa que detenga esta locura. Que no sólo se lo debe a la iglesia, sino también a ti y a tu hijo. Elena no es una estúpida, Barry. Ella hará lo que sabe que es correcto" Se quedaron cerca durante un largo rato. Ambos sabían las mentiras que había habido en sus vidas, mentiras furtivas y oscuras, llenas de fingida buena voluntad. "Reza conmigo" Millie no pidió. Ella exigió. Barry estaba ahora atrapado en su propia farsa, impotente en todos sentidos, pero ambos sabían que no tenían otra opción más que continuar con su farsa espiritual. Entonces inclinó la cabeza y rezó.

*********** Elena escuchó llegar el auto de Barry por el camino de entrada, oyó el golpe de la puerta cerrarse con fuerza. Escucho mientras él se dirigía al estudio de ella, con pisadas fuertes y luego detenerse, cuando le oyó lanzar un cuadro contra la pared. Cristales rotos, seguido del estruendo atronador de la destrucción, Barry destrozaba el estudio de Elena con toda la rabia que había sentido en la iglesia, ahora libre para purgar su ira. Ella esperó. Pero todo lo que escuchó mucho tiempo después fue el silencio. Luego el ruido del auto que salía, con un chirrido de neumáticos. Horas más tarde, mucho después de que ella había dejado a Nash en la cama, se sentó en el porche trasero.

Había recordado cada minuto desde que Peyton rompió con ella, en una especie de calma surrealista. Caminaba lentamente, con gracia, atendiendo cada tarea con deliberación y cuidado. Regresó a casa, la limpio, lavo la ropa y en el contestador automático, escuchó las llamadas de Diana, desesperada por encontrarla, diciéndole que Millie estaba desesperada por encontrar a Barry, entonces Diana le decía que devolviera la llamada, que Millie la había visto con "esa mujer" en el parque. Incluso cuando ella sintió que su corazón se caía al suelo, sabiendo lo que Millie había visto, continuó haciendo las cosas de la misma manera, paso a paso cuidadosamente, porque sabía que si no lo hacía, se volvería loca. Completamente. Les dio de cenar a Nash y a Tori cuando regresaron después de haber salido con unos amigos al centro comercial. Se sentó con ellos en la sala de estar, esperando segundo a segundo a que Barry llegara haciendo estragos por toda la casa y cuando eso no sucedió, puso a los chicos en la cama y se sentó. Preparo un té que sabía que no se bebería. Estaba sentada. Y se sentía absolutamente sin vida. Y fue entonces cuando supo lo que tenía que hacer. Y así esperó, sentada, hasta las dos de la mañana cuando escuchó el auto que llegaba, esta vez la puerta se cerró en silencio. Más que oírlo, sintió a Barry tratando de encontrarla y sabía que cuando no la encontraba en la casa, la encontraría donde ella se sentaba cuando quería tener paz y tranquilidad, en el jardín del patio trasero. Y entonces él llego allí. Se paró frente a ella, para luego caer de rodillas. Él levanto la vista para ver su rostro. Una lágrima cayó de los ojos de Elena. Él se desplomo sobre las rodillas de ella y sus hombros empezaron a temblar, su cuerpo sollozaba salvajemente fuera de control, derramaba lágrimas de ira en gritos de dolor, de angustia, de confusión. En su tormento, las únicas palabras que Elena pudo distinguir de él fue la frase: "No nos hagas esto" Elena lo miró, un poco distante, dolida por su pérdida, dolida por la pérdida de ambos y puso una mano en la espalda de él, reconfortando su corazón roto y luego apoyó su cabeza sobre la de él. Lo abrazó durante horas, hasta que la oscuridad se transformó en amanecer. Ella lo sostuvo hasta que no pudo llorar más.

****** Más tarde, Elena entró en su estudio que ahora estaba totalmente desordenado. Todo arruinado. Sin tomar precauciones, comenzó a zigzaguear en silencio a través de los fragmentos de cristal, los cuadros destrozados, y luego se detuvo. Sus hombros empezaron a temblar. El corazón se le aceleró. Cayó al suelo y empezó a llorar, sollozando, dejando salir cada segundo que había esperado a que Barry regresara y su llanto siguió al recoger el marco roto de la foto de su pequeña hija. Lloró hasta que ya no tuvo lágrimas, se hizo un ovillo y se quedó dormida entre las ruinas de su vida.

********* Peyton no volvió a casa hasta después de las tres de la mañana. Completamente bebida, se había tropezado con su sofá y se desmayó antes de que se golpeara con él. A la mañana siguiente, cuando trató de abrir sus ojos, se preguntó por qué le dolía tanto y entonces recordó. El llanto. Todas las lágrimas interminables. Lo único que las había detenido era la bebida, lo que había hecho por su cuenta en su coche, en el majestuoso mirador del Valle, en un camino solitario en la autopista de Los Ángeles. Se hizo de una botella de Tequila Cuervo…ni siquiera le gustaba el tequila, pero eso había sido lo mejor. Era como una forma de castigo, de una manera u otra. Sólo dejó de llorar cuando había bebido lo suficiente como para sentirse insensible y entonces se había desmayado brevemente. No quería manejar hasta casa, había llamado a Wave quien la recogió y le insistió en que se quedara con ella, pero Peyton había dicho que no, absolutamente no. Sin embargo, esos eran los pies de Wave, los que estaba mirando mientras sus ojos trataban de enfocarse. Lentamente levantó la cabeza. Sí, era Wave. Con una taza de café en la mano. "Deberías levantarte" Wave le sugirió suavemente "No quiero que toda esa mierda que se subió a tu cerebro, te salga por los oídos" Peyton se incorporó lentamente. Wave le entregó su café, se sentó a su lado y se puso a leer el periódico. Wave la conocía muy bien. Sabía que ella no lo haría…no podría hablar aun. La conocía probablemente mejor de lo que ella se conocía a sí misma ¿Por qué demonios no se había enamorado de ella?

"Deberías levantarte cuando tengas el suficiente equilibrio" agregó Wave, sin dejar de leer su periódico "Una ducha te haría sentirte como nueva y como me la he pasado sentada, más tarde que temprano lo apreciaría" Más tarde, después de que Peyton se había duchado, cuando el agua le había golpeado la cabeza palpitante, por fin había vuelto a la vida. Wave había cocinado unos huevos revueltos y tostadas "algo ligero para esa aporreada panza tuya" lo que se comió sin saborear, sin atreverse a protestar. Cuando Wave la reviso para satisfacción de Peyton, ella le dijo que tenía que volver a casa a sacar a pasear a su perro pero "¡no vayas a correr más aventuras como la de anoche, a menos que, por supuesto, me invites para acompañarte!" Peyton estaba ahora sentada en la sala de su casa, sintiéndose totalmente impotente, cansada, con resaca y sin esperanza. Estuvo sentada durante una hora antes de comprobar sus correos electrónicos. Un mensaje de Elena brillaba intensamente desde la pantalla. El corazón de Peyton comenzó a acelerarse. Se levantó, alejándose de la computadora. Camino de un lado a otro. Se sentó, golpeo con un lápiz hasta que parecía que haría un agujero hasta China y hacía cada juego inconcebible con todos los objetos que tenía en su escritorio antes de que se derrumbara. No quería hacer esto a través de un correo electrónico, pero no quieres verme ni responder a mis llamadas. Peyton, de todas las cosas que me di cuenta ayer por la noche, la única que prevalece sobre todas es que tu mereces estar en una relación equilibrada en donde todas tus necesidades se cumplan. Como tú lo has señalado, yo no puedo darte eso. Puedo darte mucho, pero no sin dolores de cabeza. Tenías razón sobre el hecho de que no estaba pensando o mirando más allá del momento en que estaba. No sería justo de mi parte en absoluto.

************ "Tienes un rompecabezas en tu vida que estas tratando de armar y yo no entendía del todo lo perjudicial que esta relación podría ser para ti" Wave ahora leía el resto del mensaje de correo electrónico en voz alta, mientras ella y Peyton estaban sentadas en una mesa del rincón del ´Pinot Latte´. Peyton había intentado, sin éxito, leer entre líneas, cada vez más y más comprometida con cada párrafo hasta que tuvo que salir de su casa, de su cabeza y su corazón y se lanzó a la cafetería para que Wave pudiera confirmarle lo que ella sentía…que ese correo electrónico era una total mentira.

"Yo sólo quería amarte y hacerte feliz…"Wave continuó "...pero no fue tan sencillo. Nunca serías capaz de confiar, o de ser fuerte o estar por completo conmigo y lamento mucho eso, pero lo que no lamento es haberme enamorado de ti por completo" Wave coloco suavemente el correo impreso sobre el mostrador, entre ambas, mirando a su amiga "¿Estás bien?" "No, no estoy bien. Estoy enojada como el demonio" "Bueno…" considero Wave después de haber leído el e-mail "…tienes un punto a tu favor. Suena un poco como si ella estuviese eludiendo el asunto. Pero mira, te puedo decir que ella realmente tiene buenas intenciones" "¿Buenas intenciones?" resopló Peyton "¿Buenas intenciones? Ella acaba de reducirnos al más aburrido cliché en el universo de las lesbianas" "No estoy tratando de ponerte etiquetas, Peyton, de verdad que no, pero sabías desde el principio que era una especie de regla indiscutible, en el ´top´ de los diez mandamientos de las lesbianas: no te acostarás con una heterosexual casada" Peyton ni siquiera pudo emitir una sonrisa. Wave suspiró "Mi punto es, tal vez…sólo tal vez, si puedes dejar pasar esto con la mejor gracia, que será, en el futuro…y tal vez no muy lejano en el tiempo…llegara a ser también, un recuerdo hermoso" "Sí, bueno, eso no va a suceder ¿Cómo podrá ser un hermoso recuerdo cuando yo sé que ella está viviendo una completa mentira? ¿Ella únicamente va a continuar viviendo en esa farsa de matrimonio?" "Tal vez no es tanto una farsa como pensamos. Tú sabes que algunas personas están muy bien con su ´status quo´ y ella tiene un hijo, después de todo, y ya hemos repasado acerca de sus padres y todo ese tipo de paparruchas. Tal vez esto es lo mejor para ella, y ella está realmente haciendo lo correcto para ti, dejarte ir...para que puedas seguir adelante con tu vida" "¿De qué lado estás?" "Del tuyo, mi amor. Siempre del tuyo y por eso, tengo que decirte, que creo que ella te está haciendo un gran favor"

********* El mismo domingo, al otro lado de la ciudad, la congregación de la Santa Iglesia de la Luz se sentó con electrizante anticipación ante lo que podrían ver en los servicios de esa mañana. El murmullo pasó de un miembro a otro, creciendo con cada recuento de la historia y en cada relato se agregaban más hechos erróneos y se adornaba el chisme hasta que éste llego al punto máximo. Cuando Barry entró a la iglesia desde la puerta del frente, toda la congregación se volvió al unísono, todas las miradas se giraron sobre un mismo eje ante la imagen que todos habían estado esperando durante días… ¿el buen pastor iba a aparecer con su esposa caída o no? Barry entró primero, seguido por Nash y Tori y, sí…un jadeo sorprendido fue emitido por la congregación…allí estaba Elena, en la retaguardia, mientras ellos entraban a la iglesia formando un frente unificado. "De verdad, Pastor Barry" Millie se acercó a Barry, se inclinó hacia él y le susurró "¿Crees que es una buena idea...?" Diana intervino para apoyar a Elena, haciendo oír su voz alta y clara "Buenos días, Millie. Resultó ser un día hermoso ¿no? Me dijeron que iba a llover. Vamos, Elena, acompáñame a preparar el café para después del servicio" Elena aceptó el gesto valiente de Barry, su amante esposo, así como la intervención de Diana, mientras que Barry se dirigía hacia Millie. Él dijo "¿Por qué no vamos todos a dar gracias a Dios por este día glorioso...y considerar los afortunados que somos?" Millie miró a su alrededor. Vio que estaba en inferioridad numérica. Había que rendirse.

******* Wave llenó las dos tazas de café y se sentó nuevamente, ahora que la primera oleada de clientes en esa mañana se había resuelto. "Bien, demonios, no es como si ella estuviera casada con un contador. Piensa en lo que esto le hará al mundo de su marido. A su familia. Creo que hiciste lo correcto por Elena y por su familia, al poner la decisión sobre sus hombros. Si tú no te hubieses echado para atrás, Peyton ¿a dónde crees que hubiese llegado esto? Tendría el mismo final, sólo que ahora ha llegado con un poco de sentido del honor y con gracia"

"Sí, excelente para mi"

********** Elena se sentó estoicamente cuando Barry empezó a predicar y nuevamente ella vagamente escuchó la cadencia de su voz llena de palabras que no registraba, hasta que él, por supuesto, tuvo que explicar la situación y crear un enlace para arreglar este horrible desastre de cosas que ella había hecho. "...y a veces, una persona se pierde en el camino que en un principio, nunca tuvo la intención de tomar. Nosotros no lo castigamos. Abrimos nuestros brazos, los abrazamos de nuevo al redil" Los miembros de la congregación fueron muy receptivos ante este ofrecimiento, felices de dejar atrás este evento vergonzoso y embarazoso, aunque sería el centro de los chismes en los próximos meses. Tori levantó las cejas, en un gesto que expresaba "lo que ustedes quieran pensar". Nash tomó la mano de su madre, y la mantuvo con cuidado en la suya, durante el resto del servicio.

Un domingo de septiembre, dos meses después. Elena se sentó, luciendo incómoda y un poco mareada, mientras trataba de terminar de hacer la cena. Barry entró, besó en la frente a Elena y puso sus brazos alrededor de los hombros de ella. "¿Cómo te sientes?" "Ohhh...ya sabes" Barry agarró el agua del té hirviendo, silbando mientras hacía su té y se sentó con ella. Silencio. "Elena..." Barry buscaba la manera.

"No...No quiero hablar. En serio” "Ya sé que necesitas tiempo. No estoy presionándote. Es sólo que ya están empezando a...ya sabes cómo se ponen…" "Diles que no me siento bien" le espetó Elena "Diles que me duele la cabeza. Diles…no me importa lo que les digas" "¿Crees que al menos tratar de hacer acto de presencia…?" "¿Para que podamos seguir con esta farsa? No, al menos yo no puedo hacer eso. Por favor, déjame en paz" Barry se levantó, se acercó a ella como si nunca hubiesen tenido esta discusión "Piénsalo. Sé que a todo el mundo le encantaría verte" Él tomó su té y salió de la habitación. Un gran suspiro llenó la habitación. Pero no había sido Elena. Había salido de Nash.

Un jueves de octubre. Peyton trabajaba con desgano en un artículo sobre la inmigración ilegal, incapaz de concentrarse. Su TOC había estallado otra vez, con todo el estrés que estaba pasando y había tenido que acudir un poco a su medicación para manejar la situación. Tenía que terminar este artículo al final del día. Pero había recibido una llamada desde el número de Elena, muy temprano esa mañana. Lo había visto cuando fue a revisar sus mensajes. No dejo recado. Elena claramente había colgado antes de que la máquina recibiera cualquier mensaje, pero ahora, dos horas después, Peyton no podía dejar de preguntarse acerca de la llamada ¿Elena había llamado de forma intencional? ¿Habría sido un marcado accidental de su teléfono celular? ¿Había tratado de llamarla anteriormente? Si había sido así ¿por qué? ¿Y cómo demonios se atrevía? No, ella no iba a hacer esto. Peyton se levantó, desconectando el teléfono. Ahora tal vez ella realmente podría trabajar un poco.

******** Nash se sentó frente a su padre y su madre en la pequeña sala de espera llena de baratijas. Elena miraba a Nash y a Barry y viceversa. Esperaron. La tensión llenaba el silencio mientras Nash daba unos golpecitos nerviosos con sus largos dedos contra los lados de su delgada pierna, a través de los vaqueros. Esperaron un poco más. Finalmente, el terapeuta entró en la habitación.

******** "Vamos a salir de esta Peyton" Wave animó a Peyton "Siempre lo hacemos" Pero ambas podían escuchar el tono diferente en la voz de Wave. No era seguro ahora como no lo sería tres meses después. Esto era diferente a todo lo que se habían enfrentado. Antes de esto, ninguna de ellas había estado realmente enamorada. Pero esta vez, Peyton lo estaba y ambas lo sabían. "Por supuesto" Peyton fingió una sonrisa "Vamos a salir de esto"

******* Elena se movía a través de la casa, recogiendo, organizando. Mientras estaba reorganizando las fotos y los marcos en el mueble del salón, agarró una foto enmarcada en color plata. Sarah. Su hija. La fotografía que ellos siempre habían mantenido en su habitación y en ningún otro lugar, como si de alguna manera mantenerla escondida haría que no pensaran en ella. Pero eso simplemente ya no era el caso. Y no tenía sentido en el mundo, pensó Elena, que su hija no residiera con el resto de las fotos de la familia que ella había escogido para representar su casa y su hogar. Con una sonrisa triste, pero resignada, Elena puso la foto en el centro del hogar.

Un viernes de noviembre. Elena se acercó a la iglesia y tuvo que detenerse para mirar esta estructura que había sido una parte muy importante de su vida durante los últimos doce años. Ella y Barry realmente habían comenzado su pequeña familia aquí, bautizando a Nash, compartiendo su dolor durante el funeral de Sarah. Los primeros dos años de Barry aquí, cuando había sido el pastor asistente, hasta el tercer año en que había tomado las riendas. Ella recordó cómo se habían emocionado por su éxito, aunque ambos sabían que parte de eso sería que Barry llevaría su actuación a un nuevo nivel. Esta iglesia ha sido uno de los pilares de su vida todos estos años. Ella había dedicado innumerables horas a su cuidado, las reuniones, las recaudaciones de fondos, la reconstrucción de la sala de reuniones, la renovación de las bancas, todos los interminables compromisos en los que había estado involucrada y las personas que se habían convertido en su familia. Incluso el programa Kínder que le había permitido a ella ser capaz de cuidar de los niños, separados de los adultos y las interminables conversaciones sobre las cosas que realmente no le importaba, estaba tan orgullosa de los grandes progresos que había conseguido en el programa. Todo el mundo había comentado sobre la calidad de la atención, las maravillosas actividades que les había provisto a los niños, los altos estándares que se había fijado para otros programas de ese mismo tipo. Había estado encantada con su éxito, y esta era la parte de la iglesia que encontraba difícil abandonar. Pero sabía que sólo había estado caminando por la vida y no viviéndola. No seguir siendo parte de esa experiencia, porque ahora sabía con absoluta claridad que no iba a extrañar ninguna otra parte de esta iglesia y sus residentes. Tal vez a Diana. Pero no podía pensar en cuales otras cosas lamentaría dejar. No, en absoluto. Elena siguió caminando por la iglesia vacía, llevando una caja rebosante de artículos de tocador, libros, ropa. Vio a Barry en el altar, practicando su sermón, como siempre lo hacía el jueves y el viernes por la noche. Era su "hora del ensayo" Ella se acercó, dejó la caja en el primer banco y se volvió hacia él. Él se tomó un largo momento evaluándola. "¿Tienes alguna idea de lo que estás haciendo?"

"No he venido a pelear. Sabía que necesitarías esto" dijo con calma, e hizo un gesto hacia la caja. Una mezcla de emociones cruzó por el rostro de Barry, dominado por la desesperación y la resignación "No sé el porqué de la terapia acerca de todo esto, cuando sabias desde el principio que este sería el resultado" "La terapia era para Nash, Barry" Barry la miró como reprendiéndola por un momento, luego se acercó a ella. "Sabes, Elena, tal vez Nash tenía razón... tal vez soy muy despistado...pero si sé una cosa. Tú no eres lesbiana" "No lo sé. Quizás lo soy. Después de todo, me enamoré de una mujer" Elena declaró este momento como su verdad "¿No me convierte eso en una? ¿Realmente importa, Barry? En serio ¿Si le pones una etiqueta, eso hará que el resultado sea diferente, o más fácil de tratar por alguno de nosotros?" "Todavía no lo entiendo. No estás con ella ¿Por qué demonios haces esto? Estamos nosotros. Esta Nash. Esto es insensato, sin mencionar que es totalmente egoísta. Nash nos necesita" "Sí. Él nos necesita. Necesita de nosotros como somos. Necesita lo mejor de nosotros" Elena miró directamente hacia él, con amabilidad en su voz así como con fuerza y convicción "Ya he dejado de mentirle a él, a ti. Y a mí. Esto no tiene nada que ver con Peyton. Esta es mi decisión acerca de nuestro hijo y mi vida…" "Tu vida y tu hijo. Dios, Elena eres tan egoísta" "Si eso es egoísmo…que así sea" Elena había dicho esto último con un dejo de furia "Debí haber terminado con esta farsa años atrás" "¡Farsa! No te atrevas…mírate...tú te metiste con…" "Tienes razón. Tienes razón. Eso es lo que fue egoísta, permanecer aquí sin estar, sin estar de verdad ¡contigo!" Elena le puso una mano en el pecho "Ya he terminado con esto, Barry..." "Elena..." sus ojos le miraron suplicantes.

"Ya he terminado" Sus ojos se encontraron. Un último reconocimiento de lo que habían sido el uno para el otro. Los ojos de Elena estaban llenos con una luz de esperanza, por él, por ella. Por el futuro de todos. "Que te vaya bien, Barry" Ella dio la vuelta y salió de la iglesia. Barry se acercó a un banco de la iglesia y se dejó caer en él, puso su cabeza entre las manos. Cuando levantó la vista, sus ojos se encontraron con una imagen que había estado en la iglesia durante todos estos años y que en realidad él no había mirado. Era Jesucristo, pastoreando a sus corderos perdidos.

Un sábado de noviembre. Peyton se sentó en la misma habitación en la que se había sentado durante casi un año hasta ahora, en la misma orientación sobre adopción, escuchando atentamente cada palabra que el instructor estaba diciendo. Esta vez, cada palabra era esencial y Peyton escuchaba con toda su atención para poner su vida en orden. Se obligó a si misma a olvidar el recuerdo vago de Elena, sentada en ese asiento frente a ella y cómo todo había comenzado entre ellas cuando Elena había perdido las llaves. Más tarde, después que la clase se había dispersado, Peyton se acercó a hablar con el instructor de mayor nivel y respondió la pregunta que le había hecho acerca de dónde había estado por tanto tiempo. "Creo que mi vida se descarrilo un poco" Peyton suspiró y luego sonrió con firmeza "Pero esta vez no voy a dejar que nada se interponga en el camino" "Bueno, sin duda tienes un gran expediente de solicitud. No creo que pase mucho tiempo sin que encontremos algo disponible para ti" Peyton no podía esperar a llegar a ´Pinot Latte´ para darle a Wave todos los detalles. Corrió, se acomodó en el mismo puesto donde regularmente esperaba a Wave, que no aparecía por ningún lado, hasta que se dio cuenta que Wave estaba en el reservado detrás de ella, con una hermosa mujer afroamericana. Claramente era una intelectual, el último

tipo de persona que Peyton esperaría que estuviese con Wave, cabello afro corto, chaleco deportivo, corbata floja, una camisa de Oxford. Sin duda parecía ser una socia de negocios, Peyton no lo pensó dos veces antes de interrumpir. "¡Hey!" Peyton se anunció ella misma. "¡Oh, Pey!" Wave saltó y abrazó a su mejor amiga y luego se volteó hacia la impresionante mujer que estaba frente a ella, la voz de Wave sonó amorosa "Ella es Tea Warrington" "¿Té?" Peyton no pudo evitar preguntar. "Sí, como té helado" "Oh" Peyton sonrió se inclinó y estrechó la mano de Tea "¿Cómo se conocieron?" "Muy indirectamente" respondió Tea. "Bueno, fue la cosa más tonta…" comenzó Wave, tiro de Peyton para que entrara al reservado y se sentara a su lado "Ya sabes que me la he pasado enviando y recibiendo correos electrónicos en los últimos años a ese grupo de chicas en la India, es una especie de amigos virtuales. Es decir ¿no es lo que Facebook hace a fin de cuentas? Sólo un montón de amigos con nada mejor que hacer con su tiempo que meter la nariz en los asuntos de otras personas que están a miles de kilómetros de distancia" Peyton estaba tratando de seguir la historia de Wave. Wave sonrió y negó con la cabeza "Justo así…de nuevo en marcha. En fin, la chica india resulta que tenía una amiga de visita que estaba entrenando algunos de sus caballos ¡Esta amiga no era otra que Tea! Sí, me refiero a esta común encantadora de caballos" Tea sonrió con modestia "He estado entrenando caballos de exhibición desde que tenía dieciséis años. No soy una encantadora de caballos, pero les tengo un gran respeto por su gracia, su sencillez y su fuerza" Peyton estaba impresionada. "En fin Shaline, la chica india, me dijo que era extraño porque su amiga Tea en realidad vivía en la misma ciudad en que yo vivía…Silverlake ¿Ahora cómo es la casualidad? Y cuando regresó, Shaline le pidió a Tea que me entregara un sari porque yo le ayude con algunas donaciones en línea que se canalizaron a una de las clínicas de niños en las que Shaline trabaja. Resulta que el trabajo de Tea con los niños, es ayudando a los discapacitados, poniéndolos en los caballos y el contacto con los caballos ayuda a los niños; y el chico que estoy patrocinando preguntó si Tea podría entregarme una tarjeta de

agradecimiento por haberse divertido tanto en un caballo" Wave estaba sin aliento en su afán de contar la historia. "Estos niños tienen mucho por eso" Tea suspiro en agradecimiento, entonces, haciendo un guiño a Wave dijo "Y al parecer yo también" Peyton arqueó una ceja. "Sí, así que Tea trajo el sari y la tarjeta de agradecimiento, llegó aquí la semana pasada y creo que desde entonces solo hemos estado apartadas ¿unos pocos minutos?" Wave volteo a ver a Tea para que ella le corroborara. "¿Qué puedo decir? ...no puedo estar lejos de ti" Tea lo declaró con total naturalidad. Sin exageración, sólo una verdad sencilla para ella. Peyton no lo podía creer. Tea no era en nada parecida al resto de las mujeres con las que Wave había salido seriamente. Tea tenía un arraigo terrenal en ella que parecía estar contagiando a Wave. Peyton no podía recordar la última vez que había visto en Wave esta calma, se dio cuenta, totalmente agradecida. Como si Tea hubiese puesto un hechizo sobre ella. "De todos modos, soy una creyente en el destino, porque tú sabes, esto es lo que Tyler me dijo que iba a suceder" La sonrisa de Peyton se desvaneció momentáneamente. "Sí, cuando tuve esa primera reunión con él, me dijo que una mujer podría ensillarme durante la luna nueva. Ahora bien, en ese momento pensé que ese texto era muy raro y la forma más extraña de predecir que encontraría a mi amante ¿pero te das cuenta que no pudo ser más preciso que la realidad? El día que Tea llegó ¡era luna nueva!" Tea inclinó nuevamente su cabeza con modestia. "Es grandioso" Peyton sonrió, genuinamente feliz por su amiga "Tea, es muy bueno conocerte…no tienes idea de cuánto" "Creo que puedo darme una idea" Tea respondió como si las hubiese conocido a ambas durante toda su vida. Como sea que fuese acerca de esta mujer, decidió Peyton, era la mejor de todas las energías posibles para el salvaje y radical estilo de vida bohemio de Wave. Tea parecía una sanadora espiritual, con una energía tranquila y serena y con una dulzura que posiblemente podría sanar el alma perdida de Wave.

"Tengo que irme ahora, apresurar esta documentación" "¡Sí y yo voy a estar aquí para asegurarme de que nada se interponga en tu camino!" comentó Wave. "No te preocupes...confía en mí, tengo un objetivo y me enfocare en ello. Nada va a sacudir esto” Peyton miró de Tea a Wave y de repente lo soltó. Exclamó "...voy a ser una...una mamá, Wave ¡Toma eso!" "Sí, bueno, voy a pelear por el derecho de ser tía para escuchar a ese niño gritar, en su etapa de pañales" Wave farfulló, entonces le guiñó un ojo y se acurruco cerca de Peyton, sus ojos brillaban por encima del mostrador en dirección de Tea. Wave volvió su atención nuevamente a Peyton. "Hey" Wave tomó la mano de Peyton "Sé que ha tomado unos meses, pero finalmente veo que estás entre los vivos" "Bueno, eso debe ser por el bronceador" objetó Peyton.

********* Varias horas más tarde, Peyton abrazó a su mejor amiga y se despidió de Tea y decidió caminar un poco, arriba y abajo por las calles cercanas a ´Pinot Latte´, vagamente mirando escaparates y sintiéndose mucho mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo. Finalmente se sentía bien hasta el fondo de los huesos. Porque en última instancia, sabía que cada momento que vivera no iba a estar siempre lleno de angustia y de añoranza…añorándola. Pero, en cambio, estaría lleno de esperanza por el futuro, como una mujer le había dicho en la primera reunión de orientación. Eso es lo que ellos estaban buscando. Una esperanza para un mañana mejor. Y esta vez, Peyton se enfocaría como un láser, tal como había prometido a Wave, nada, NADA iba a interponerse en el camino de encontrar al hijo que ella vería crecer, preparándolo para el mundo y dándole todas las oportunidades para que fuese lo mejor que ella o él pudiese ser. Emocionada. Así era como se sentía. Por primera vez en meses. Por primera vez desde... Y allí, como si hubiese sido ordenado, encontró una boutique para bebés justo en su camino. Qué demonios. Era muy temprano, así que ¿por qué no entrar y mirar la ropa y todos los pequeños y divertidos juguetes? Peyton vagó a través del enorme pero bien surtido almacén. Había tantos estantes de

ropa…no pudo evitar sonreír, había montones de cosas para elegir. No tenía ni idea de lo enorme que era el mercado de ropa para bebés. Giró en un estante de ropa que estaba en rebaja de verano y tropezó con fuerza contra otro cliente con quien empezó a disculparse cuando se dio cuenta que era Tori. "Hey" dijo Peyton finalmente, cuando recuperó su aliento y pudo orientarse. "Hey...uhmm...hola..." Tori se volteó, como aturdida y aún más estupefacta cuando Nash se unió a ellas. Nash se limitó a mirar, luego murmuró "Uh...hey" Los tres se quedaron paralizados durante un largo rato. Tori finalmente rompió el silencio "Wow. Por extraño que parezca estaba leyendo esta mañana sobre la correlación de la coincidencia con el concepto de fatalismo…que todas las cosas ocurren como el resultado de un camino, un plan o una fórmula predeterminada..." "Tori ¿de qué estás hablando?" Peyton y Nash intercambiaron miradas nerviosas. "...lo que…ya sabes…realmente es como una especie de buen trato poner una gran cantidad de peso a la premisa de que nosotros tres, encontrándonos así, era probablemente inevitable" "¿Qué...qué estás haciendo…?" Peyton indicó la tienda de bebés "¿...aquí?" Y entonces se dio cuenta de que probablemente había metido la pata "Oh, Dios mío, Tori, ¿estás embarazada?" "Sería muy probable según las estadísticas, pero créeme, ¡que con toda seguridad no tengo ninguna intención de convertirme en una!" Nash miró hacia otro lado y Tori todavía no tenía ni idea de lo rápido que corrían las palabras en su boca "Soy mucho más inteligente que eso. Además, Nash y yo todavía pertenecemos a la estrecha mayoría de la población adolescente que practica la abstinencia. No porque nosotros no vayamos a ser una ´inevitable probabilidad'…sino porque nos amamos el uno al otro sin toda esa clase de cosas. No, venimos a escoger cosas para el nuevo bebé "

"Ohhh...es Elena... ¿por fin están adoptando?" "Mamá está embarazada" dijo Nash en una especie de actitud ´obvio´. EL rostro de Peyton se congelo y su estómago se apretó. Le tomó un momento entender en su mente esta situación. Nash tartamudeó "Yo...yo pensé que ya lo sabías…" "Cómo... ¿por qué iba yo a saberlo?" "Creí que por eso...bueno...la dejaste sola" Peyton no podía hablar. No podía respirar. Ella ni siquiera trató de decir adiós. Sintió la habitación cerrarse sobre ella, vagamente consciente murmuró algo acerca de que perdería una llamada-conferencia y salió corriendo de la tienda. En el momento en que dio la vuelta a la esquina de la cuadra, se apoyó contra una pared de ladrillo y vomitó. "Sabes, Nash…" Tori le informó a su novio "…ser sutil realmente no es tu punto fuerte" Ambos se quedaron un momento, mirando el uno al otro. Nash sacudió la cabeza y murmuró "Ahora ¿qué demonios se supone que debo hacer?" Tori esperó un largo rato y luego puso una mano en la suya, apoyó la cabeza en su pecho y en voz baja le dio unas palmaditas a la altura de su corazón "Sigue a este"

********* Peyton y Wave estaban sentadas en la oscuridad, después de varias horas, acabando con una botella de vino. Habían estado así durante algún tiempo, ambas hundidas en sus asientos. Los ojos de Peyton estaban al borde de la agonía... "¿Sabes lo que me desgarra el buche?" espeto Wave "De alguna manera, había, tu sabes, empezado a creer en ella...que ella había hecho algo noble" "Sí...yo pensé que nos había reducido al más aburrido cliché en el universo lésbico. Pero no tenía ni remota idea de lo engañosa que una persona que podía ser. Yo. La persona que no confiaba...confiando en la peor persona en la que podía confiar"

Peyton negó con la cabeza, tratando de enfocarse, pero estaba casi tan borracha como sobria "Yo...yo todavía no puedo creer que me haya enamorado...si seré idiota..." "Me tenía engañada. Quiero decir, ella es buena. Muy buena" "Tenía que haber estado follando con él todo el tiempo" "Sabes...ella podría haber...quiero decir, técnicamente, podría haber quedado embarazada después de que rompieron" "Eso me hace sentir mucho mejor" "Bueno, podría ser posible y haría todo esto mucho más tolerable" "¿Que…pensar que superó lo de nosotras y que saltó a la cama con él?" "No, cariño" Wave sugirió en voz baja. Desde que ella había estado con Tea, era mucho más amable, menos propensa a entrar en una diatriba contra las cosas que sentía que eran injustas en el universo "Tal vez el dolor era mucho para ella, así que decidió seguir haciendo lo que había estado haciendo todo el tiempo. Ya sabes, lo mismo que estás haciendo tú. Tratando de tener un bebé. Y tal vez ya que no le importaba, lo tomó. Dejó de estar desesperada" "Grandioso" "Sólo creo que debes darle el beneficio de la duda..." dijo Wave con dificultad "…porque a decir verdad por la sangre de Dios, desde que conozco a Tea, me he convertido en una creyente. Tal vez deberías ir a ver a Tyler. Tener una reunión…" "Él es la última persona que quiero ver. No quiero tener nada más que ver con ella ni con su mundo. Nunca" Peyton azoto su copa de vino contra la mesa y salió de la habitación.

********** Elena caminaba por el parque, por el mismo camino que ella y Peyton habían transitado cuando su relación se había profundizado, el mismo que tenía la curva sinuosa que daba al arroyo y terminaba en una vista espectacular y panorámica de la ciudad.

Suspiró. Sí, había un algo innegablemente especial en este lugar que de alguna manera le daba sustento. Se acomodó sobre una banca. Tocó la suave curva de su estómago. Tyler se unió a Elena, se sentó y se inclinó para besarla en la mejilla "Hola, hermosa más que hermosa mamá" Él puso sus manos en su vientre "¿Cómo está nuestra pequeña?" y añadió "¿Eso fue una patada?" Elena miró a Tyler, sonrió de manera afirmativa. "Oh, Elena, no sabía que esto pudiese ser tan increíble. Tú sabes, siempre quise que esto sucediera, pero en realidad ser parte de algo tan maravilloso..." se inclinó sobre su estómago y le susurró "Tyler va a cuidar tan bien de ti y a enseñarte todo sobre nuestra Soulemetry y convencer a tu mamá de darse otra oportunidad algún día" Elena sacudió la cabeza y se apoyó en él "¡Tú!" "Bueno ¡voy a tener un bebé que crecerá con el conjunto adecuado de creencias!" Ella se acercó más a Tyler, sintiendo un poco el frío de la brisa. Él se quitó la chaqueta de pana marrón y le cubrió los hombros, puso un brazo alrededor de ella para darle calor. "Yo...pensé que de alguna manera que esto lo mejoraría todo" Elena miró hacia su estómago y luego de vuelta a la vista "Y, por supuesto, sé que una vez que nazca el bebé todo va a estar bien...pero siento como si estuviese avanzando en este embarazo como un zumbido sin sentido" "Tal vez no sin sentido...tal vez algo solitaria, sintiéndote un poco inhumana" "Oh Tyler…" "Así que, mi hermosa mujer…" Tyler suspiró y miró hacia la vasta extensión ante ellos "¿Por qué no la llamas?" "Lo intenté. Lo sabes"

"Eso fue hace meses" Tyler acunó la mano de Elena sobre su brazo "Tal vez sólo necesitaba un poco de tiempo" "No lo sé. Yo...yo solo siento que le hice mucho daño" "No estoy pavoneándome con uno de mis webpisodios, cariño, pero déjame que te cuente una historia" Tyler se acomodó, ella se relajó en una posición más cómoda contra él "Creo que nunca te he contado acerca de cómo Lily y yo terminamos juntos realmente" La cabeza de Elena se giró hacia Tyler con sorpresa "¿Qué quieres decir?" "Bueno, ya sabes que la conocí en París. Pero no sabes cómo realmente terminamos juntos, las circunstancias sobre las cuales pasamos para poder estar juntos" "¿Pensé que la habías conocido en una boda?" "Sí, pero nunca supiste que ella era la novia" "¿Qué?" Elena se sentó de golpe, sacudió a Tyler por el brazo "¿De qué estás hablando?" "Lily y yo en realidad nos conocimos durante una etapa de mi vida de la que no supiste. Había estado viviendo en París, trabajando en una obra de teatro. Fue la vez en que me enamore profundamente. Del protagonista. Era un hombre, llamado Louis. Y Louis Jordan era…todo el camino. Tenía su cabeza llena de cabello grueso, rasgos finos, el mismo acento increíblemente atractivo. Me interesé en ambos sexos desde la academia y estaba en proceso de salir del clóset. Pero cuando me encontré con Louis pensé, eso es todo. Soy gay, ahora lo sé. Este es el hombre para mí. Pero yo no era el hombre para él. Aunque tuvimos un tórrido romance que duró seis meses, él me dijo desde el principio que estaba comprometido para casarse con un familiar muy lejano, un acuerdo de su familia. Una especie de fusión de empresas" "¿Lily?" "Sí. Él me había hablado de ella, me mostró fotografías, pero no lo creía. Recuerdo cuando la miraba pensando, que era una mujer muy atractiva y todo estaba mal para Louis. No creía que realmente sería capaz de llevarlo a cabo y que se daría cuenta antes de que fuera demasiado tarde que éramos el uno para el otro. Me dijo que valoraba mi amistad inmensamente, pero que nosotros debíamos terminar. Venía de una familia muy acomodada

entre la élite de París, el ser gay no era una opción…aunque los franceses son conocidos por ser de mente abierta. Él rompió la relación, pero me invitó a la boda. "No puedo creer que siquiera hubieses considerado la posibilidad de ir" "Bueno, no lo hice" Tyler se detuvo y volvió a recordar "Pero recibí una carta de su prometida, escrita tan bellamente, con tanta elocuencia, donde decía que él había sido honesto sobre nuestra relación y ella quería que yo compartiera con ellos ese día, y también quería que yo supiera que si la felicidad de Louis era de algún modo un sacrifico, ella estaba dispuesta a que él tuviera un amante ¿Puedes superar eso?" “Lily, la negociadora" Elena tuvo que sacudir la cabeza "La mujer tiene cojones" "Eso sin duda provenía de su corazón. Me la pasé bebiendo hasta emborracharme el día de la boda, con la intención de ir, cuando un coche llegó por mí, nuevamente organizado por Lily y para entonces estaba tan maloliente, pensé, qué diablos, voy a ir y tener un cierre" "La boda fue hermosa, adornada, ostentosa, hecha con clase y duro hasta el domingo. Y sucedió lo más extraño. Cuando los vi a los dos, cuando vi que intercambiaban las nupcias, algo en mí hizo clic. Supe que él se había ido. Después, en la recepción, cuando me encontré con Lily, ella solamente fue adorable y cálida y al final de la noche, me llevó a un lado y nuevamente me dijo que no tenía la intención de apartar a Louis de todo lo que le hiciera feliz" Tyler se volvió hacia Elena y ella pudo ver el amor brillando en sus ojos al recordar la forma en que él y Lily habían comenzado "Tuve que preguntarle si realmente era tan desinteresada, y ella me respondió exactamente con estas palabras: No lo veo en términos de abnegación. Sé que esto fue un matrimonio de conveniencia para los negocios más que cualquier otra cosa y aunque le tengo cariño a Louis, no estoy más enamorada de él que él de mí. E incluso si lo estuviese, creo en la libertad. Creo que una persona tiene que ser lo que es. Y también creo que una persona sólo puede amar a quien ama. Si está destinado a ser, todo saldrá bien" "Unos meses más tarde, me enteré de que se habían separado. En la primavera siguiente, estaba haciendo las maletas para irme, tenía todo listo para irme a Nueva York, cuando recibí una llamada telefónica. Era de Louis. Dijo que estaba en la ciudad, se enteró que me iba y quería tomar unos tragos por los viejos tiempos. Cuando me presenté en el bar, mi esperanza, mi intención era reconquistarlo. Ahora que él estaba libre ¿qué iba a detenerlo? Pero cuando me guiaron hasta su mesa, Lily estaba sentada allí, leyendo algunos contratos. Vi a Louis en el bar pidiendo las bebidas. Lo juro por Dios, no sabía que estaba pasando, porque cuando me senté junto a ellos, no pudo importarme menos Louis ¿Pero Lily? ¡Oh

cielos! No podía apartar mis ojos de ella. Louis inicio una pequeña charla y todo eso, Lily y yo nos mirábamos el uno al otro, hasta que finalmente yo no supe qué pensar" Elena no pudo evitar reírse "Eso es una locura" "¿Verdad?" Tyler se rió "Así que ahí estaba yo, sobre mi hombre enamorado y allí estaba esta mujer, que para mí era ahora la única persona en el mundo. Finalmente Lily se volvió a Louis y le dijo ¿Sabes, cariño, creo que podemos tomarlo desde aquí?" "Louis se quedó pasmado. Él había venido por la misma razón que yo. Para tener sexo conmigo, aunque fuera sólo para desearme un buen viaje…Oops" Tyler recordó al bebé y susurró al estómago de Elena “Lo siento. En fin, él miró a Lily luego a mí y pudo ver las cartas sobre la mesa. Cuando él se marchó, Lily me miró directamente a los ojos y dijo: ¡Maldita sea hombre, me has hecho perder gran parte de mí tiempo! No he dejado de pensar en ti desde el día de mi boda. Y tengo mucho que hacer. No puedo estar gastando todo mi tiempo soñando despierta cuando tengo trabajo que hacer. Y eso fue todo lo que escribió" "Tyler… ¿por qué no me lo dijiste antes?" Elena seguía desconcertada por toda esta parte nueva de Tyler y Lily. "Porque sabía que no lo captarías, que no podrías relacionarte con eso. Hasta ahora. Tienes que ir a averiguar si Peyton es la indicada. Y, créeme, lo sabrás cuando la veas. Si no lo es, no hay daño, no hay falta. Pero si lo es, entonces por Dios, Elena, tienes que dejar de perder tu tiempo"

******* Peyton empacaba cajas con un propósito de venganza. Había tomado una decisión, y ahora iba a llevarla a cabo. Había guardado todos los libros antiguos, papeles y antigüedades de su madre durante el último año y medio, pero ahora era el momento. El momento de limpiar todo. El momento de comenzar de nuevo. Todo tenía que irse. Se movía con eficacia y rapidez, y se dirigió a la salida con una de las cajas. Cuando abrió la puerta, Elena se introdujo clandestinamente a través del laberinto de cajas y el desorden y cuando se dio la vuelta, Peyton estaba limpiándose un poco el polvo de su camiseta sin mangas. Peyton se detuvo, congelada sobre sus pies. "Elena..."

"Peyton...yo…" "Elena... ¿qué estás haciendo aquí?" Elena miró las cajas a su alrededor y entró en pánico "¿Qué estás haciendo? ¿Te mudas?" "No, finalmente estoy pasando todas las cosas de mi madre para el refugio de mujeres" "Oh...oh, ya veo" Elena no podía respirar, tenía una sensación de mareo repentino ¿Por qué había venido? "Sí, el trabajador social va a venir la próxima semana y me gustaría que las cosas estuviesen ordenadas...hasta que..." dijo y luego se preguntó por qué demonios le estaba explicando algo a esta mujer. "Oh...sí, para la adopción ¿verdad?" "Sí" la voz de Peyton se endureció "Mira, tengo un poco de prisa. Debo tener todas estas cosas fuera de aquí al final del día" "Oh...bien ¿Te puedo ayudar en algo?" "¡No!" Ambas se detuvieron en seco ante su vehemencia. "No... no creo que debas levantar algo en este momento" Elena estaba confundida. "¿Qué quieres, Elena?" Elena se quedó allí, con las manos vacías "Sólo quería verte" "¿Por qué?" Elena estaba dolida, no sabía dónde iba a tomar la conversación, sintiéndose cada vez más mareada por momentos. "¿Podemos, por lo menos, hablar unos minutos?"

"Creo que realmente no hay nada de lo que nosotras podamos hablar" dijo Peyton, mientras regresaba a su embalaje, empujando los libros dentro de una caja con vigor "Creo que debes irte" Elena se acercó a ella, tomó los libros de las manos de Peyton y los puso a un lado. "Sé que estás dolida. Como lo estoy yo. Solo quiero explicarte…" "Elena. No quiero hablar contigo" "Pey…" "¡Ahórratelo!" Peyton se quedó parada allí, temblando mientras la confusión se convertía en rabia. "Por favor, escúchame…" Pero Peyton sólo podía sentir su furia "¿Escucharte? Oh, Dios mío ¿Por qué? Me mentiste todo el tiempo que estuvimos juntas" Elena tuvo que sentarse. Peyton estaba allí tan enojada y todo había llegado a ser tan retorcido. Quería explicarse, pero sus sentidos estaban tambaleándose, sentía como si estuviese en un sueño, como si no pudiese controlar lo que salía "Te lo dije, Yo...nunca te mentí…" "¿Estuviste follando con él todo este tiempo para quedar embarazada? Dios, jugaste conmigo…" "Peyton…" Elena estaba más desorientada a cada segundo, su cuerpo de repente se sintió tan pesado... "Jugaste conmigo. Bien por ti. Así que tal vez soy una estúpida desastrosa ¿pero sabes lo que tú eres? ¡No eres más que una puta!" Su cabeza empezó a girar, sintió como si recibiera una golpiza, agredida. Mientras Elena trataba de llegar a una silla, Wave entro. Se detuvo en seco "¡Oh, diablos! ¿Qué estás haciendo aquí?"

Wave se acercó a ella como un perro atacando a su presa. Elena pudo ver lo mucho que la mujer la despreciaba. Todo empezó a darle vueltas. Y entonces todo se volvió negro. "¡Elena!" gritó Peyton.

********* Peyton se paseaba por la sala de espera del hospital mientras Wave trataba de calmarla. Se sentía terrible, horrorizada al pensar que ella había causado el desmayo de Elena ¿Y si algo le pasaba al bebé? Al mismo tiempo, estaba tan enfadada con ella, no podía dejar de temblar. Y entonces se preguntó por qué demonios no acababa de dejar el hospital. Este no era su problema. Esto no era de su incumbencia. Nash y Tori entraron corriendo en ese momento. Cuando vieron a Wave y a Peyton, ninguno supo muy bien qué hacer. "¡Mi Mamá!" graznó Nash. "Ella está bien" Wave les informó, con los brazos cruzados "Ella está descansando tranquilamente. Pero su presión arterial está fuera de control" "¿Qué pasó?" "Se desmayó" Peyton hablaba como una mujer que merecía que la colgaran. "¿Qué le hiciste?" "Ella no hizo nada" insistió Wave "Yo estaba allí. El médico va a venir a hablar con nosotros en un momento y estoy segura de que ya podrás verla. Pero en este momento, todos tenemos que mantener la calma" "Wave tiene razón, Nash" Tori negó con la cabeza "Pelear solo demuestra que situaciones como éstas hacen aún más retorcidas las cosas de lo que ya son" Convencidos o no, ellos ocuparon diferentes lugares en la sala de espera. "Le he dejado más de un millón de mensajes a Papa Oso... no tengo ni idea de dónde está. Nadie lo puede encontrar"

Peyton negó con la cabeza. Grandioso. Lo que parecieron horas más tarde, un médico salió a hablar con ellos casi al mismo tiempo que Tyler y Lily llegaban. "Escuchen, ella va a estar bien. Su presión arterial estaba peligrosamente baja. Pero nos apresuramos y le pusimos una intravenosa...hay que darle muchos líquidos y algunas vitaminas adicionales para el bebé" El médico miró su informe de laboratorio y luego a todos ellos como si tratara de adivinar la relación de este grupo altamente diverso con la paciente "Ella dice que quiere hablar con...alguien llamado Peyton y con el padre del bebé” Peyton miró a su alrededor. Barry no estaba presente. "Maldita sea" Wave masculló entre dientes. Tyler salió en ayuda de Peyton, ofreciéndole su brazo. "Te llevaré" "Uhmm...gracias" Peyton estuvo de acuerdo, un poco aturdida, mientras Tyler la acompañaba a la habitación donde estaba Elena. Cuando entraron, Elena se volteó hacia ellos. "Pastelito" dijo Tyler "No puedes asustar a Tyler así de nuevo ¿entendido?" Elena forzó una sonrisa desalentadora. "Elena...yo...lo siento" Peyton tomó la palabra "Yo estaba...pero no debí haberte molestado" "Tenías todo el derecho" la voz de Elena era suave y baja "Pero, por favor, solo dame una oportunidad para aclarar las cosas" Peyton la miró, confundida ¿Qué era lo que había que explicar? "Estoy embarazada…" confirmó Elena "…pero no es porque me hubiese acostado con Barry"

Peyton miró de Elena a Tyler, para ver si había escuchado correctamente. "Barry nunca me ha tocado desde que...desde que tú y yo comenzamos nuestra relación" Peyton estaba completamente desconcertada. "Es de Tyler" Peyton ahora estaba perpleja. "Tyler es el padre" "Y créeme ¡nosotros tampoco hemos dormido juntos!" insistió Tyler "¡Lily no se prestaría para eso!" "Pero no entiendo" Peyton estaba perdida por completo. "Después de tantos malditos años de infertilidad, Tyler se ofreció y yo acepté" "Mi mayor contribución a la humanidad" declaró Tyler. "Lamento no haber podido decírtelo. Pero Tyler, Lily y yo acordamos que nadie se enteraría de esto hasta que el embarazo estuviese seguro” Finalmente todo encajaba. Peyton finalmente comenzó a sentir que la opresión en su pecho se desvanecía, que la depresión se alejaba y repentinamente se dio cuenta que todo esto había sido un terrible malentendido. "Ty... ¿puedes darnos unos minutos?..." preguntó Elena "Y después que entre Nash" Tyler hizo una graciosa reverencia. Peyton tomo una silla, acercándose a Elena. Se sentó manteniendo la cabeza baja. Sintiendo náuseas al pensar en todas las cosas terribles que le había dicho a Elena y que le habían provocado estar aquí. "¿Por qué...por qué no me lo dijiste?" Elena sacudió la cabeza como tratando de darle sentido a todo.

"Tenía tantas cosas de las cuales hacerme cargo. Ponerle fin a mi matrimonio de quince años. Nash y yo tuvimos que ir a terapia, tuve que hacer un trato con Barry y hacer cambios. Después que empecé mi divorcio, estuve tan enferma en mi primer trimestre que realmente no pude arreglármelas bien. Y, Peyton, te llame miles de veces...y después de cierto punto, supe que había chocado contra un muro" Peyton asintió "Elena...simplemente no podía hacerlo más. Había llegado al final. Y después de que enviaste aquel e-mail que decía que sabías que la relación no era justa para mí, bueno, yo sólo tuve que cortar todo vínculo que se relacionara contigo. Para mí, tenía que ser blanco y negro. No podía arriesgarme a ir más lejos de lo que ya había ido" "Mira, no te culpo" Elena la miró a los ojos "Necesitaba un poco de tiempo para reponerme nuevamente. Pero nunca hubo ninguna duda en mi mente acerca de lo que sentía por ti. De lo que todavía siento por ti, Peyton" Elena puso su mano en el brazo de Peyton. El anillo. Peyton vio el anillo que le había dado a Elena, vio que lo había estado usando todo este tiempo y se dio cuenta que había juzgado equivocadamente el tiempo que habían estado separadas. Peyton tocó el anillo, miró a Elena y las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos "Dios, Elena, he sido una tonta...te dije esas cosas tan odiosas. Yo...lo siento mucho, Elena" "Yo también las hubiese dicho si hubiese estado en tu lugar" Elena sintió la culpa y la humillación de Peyton y necesitó detenerlo "Peyton. Mírame" Peyton levantó lentamente la mirada. "Necesito que sepas...nada de esto...ni un segundo del tiempo que tuvimos juntas fue una mentira...esto ha sido lo más verdadero que he tenido nunca" Peyton sonrió. Una lágrima cayó de los ojos de Elena. En ese momento, Nash entro. Peyton miró a Elena "Yo...supongo que debería..." Nash se acercó a ellas volviéndose hacia Peyton "Está bien. No tienes que irte" sonrió a Peyton.

Peyton miró del hijo a la madre y puso una mano en el hombro de Nash "Está bien. Te daré unos minutos con tu mamá" Nash, incapaz de contenerse un segundo más, se lanzó a los brazos de su madre. Ella lo abrazó con fuerza. Él la abrazó con la misma fuerza, llorando... "Todo va a estar bien" dijo Elena con mucha seguridad "No te preocupes, cariño. Todo va a estar bien" Nash finalmente se levantó, caminó por la habitación y luego regresó al lado de su madre "Sabes que estoy de acuerdo con esto ¿verdad?" "Sí, cariño. Lo sé" "Bien, porque quiero que seas feliz, mamá" Ella le tendió los brazos. Esta era la última pieza que necesitaba. Ahora todo iba a estar bien.

Epílogo Un domingo, un año más tarde. Una puesta de sol brillante color melocotón, moteaba los hermosos jardines del parque, donde un almuerzo campestre estaba puesto sobre una manta en el césped. Tori estaba acurrucada contra Nash, la cabeza de Lily estaba en el regazo de Tyler, Wave estaba felizmente instalada en los brazos de Tea y entre Elena y Peyton estaba la adorable Alexandra dando manotazo sobre la manta de bebé. Elena tomó a su dulce niña entre sus brazos y Peyton le ofreció la galleta de dentición, sobre la que Alexandra hizo un gesto de fastidio. Todo el mundo se echó a reír. Esta era la familia que estaba destinada a ser, cada parte de ella le pertenecía. Elena miró el rostro sonriente de Peyton, tan profundamente enamorada de ella que casi dolía y cuando Peyton capturó la mirada de Elena, el amor incondicional entre ellas corrió a través de la manta del picnic como un cable eléctrico. Peyton se inclinó, besó a Elena con suavidad, largamente, profundamente, hasta que Nash emitió un quejido.

"Está bien, está bien" Peyton miró hacia los ojos de Elena "Justo cuando creo que no puedo enamorarme más de ti…lo hago…cada día...es..." Elena terminó por ella "...aún más profundo..." "Caray, ustedes dos no pueden ser más sonsas, queridas, voy a tener que abandonar el país" sugirió Wave "Oh, un momento, no tengo que hacerlo porque ustedes están dejando el país por mí…y nosotras nos haremos cargo de esta hermosa bebé" "Hablando de París…" Tori intervino con facilidad "…todo el mundo se refiere a ella como la ciudad del amor como la ciudad de las luces…y mucha gente piensa que es debido a toda esa enorme potencia radiante de la Torre Eiffel, pero en realidad es una referencia a esos artistas, pintores, escritores, escultores que eran las luces de la ciudad" Nash negó con la cabeza "¡Por supuesto que sabíamos eso!" "¡Así que ustedes dos se sentirán como en casa!" dijo Tori, haciendo caso omiso de Nash. "Estoy segura de que lo haremos" Elena le sonrió a Tori. "Sólo falta una semana…" suspiró Peyton "…para nuestra luna de miel" "¿Saben que algunos creen que el término ´luna de miel´ se observó por primera vez alrededor del siglo XVI…miel, naturalmente, para indicar la dulzura de una pareja de recién casados y la luna, tristemente, reflejada como una luna llena, porque era inevitable que la dulzura desapareciera y…" "Tori ¿qué tal si jugamos un poco de backgammon?" preguntó Lily. Tori estaba en juego. Tyler miró a su alrededor a este muy integrado y feliz grupo de personas. Sonrió, mirando a Lily mientras comenzaba a arreglar el backgammon, al tiempo que Tori establecía una trivia, luego miró a Tea que besaba a Wave mientras juntas desempaquetaban la cesta de picnic. Nash había comenzado a golpear la pelota de fútbol con su rodilla y los ojos de Tyler brillaron cuando observó a Peyton y a Elena atendiendo a Alexandra. Sí, esta era una gran y hermosa familia. "Todo es como debe ser" suspiró muy contento con el estado de las cosas "Es Soulemetry...” FIN

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