Elizabeth Bishop

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ANTOLOGIA

Elizabeth Bishop

ANTHOLOGY

Selección, versiones y prólogo de Verónica Volkow

tJ~ IEDICION ES

r i E L TUCA N DE. V I RGI N I A



Los n1FIDOS : Colecci6n coordinada por V ictor Manuel Mendiola. Esta edición fue posible gracias a la ayuda y colaboración de Teresa y Luis G onzález Barquera, T omás Yarrington, Baltasar H inojosa y E sther Acevcdo.

Quisiéramo~ ag radf'!'(' J a Oct;l\ io Paz el que nos haya pemliliJo incluir ("n e,le libro

  • Hemos tan¡]lÍéll iw lu ido u Cla traducción de Ramón Xirau del poema "El arm aJi llü' " Jlublic:tda en la desapa rec ida re\ ista Diálogus, Los dern:\s H:x los de e~ta an tología rt¡ erun trad ucidos por Verónica Vo lkow. José E rtli lio l'acbecf) y Clalullle Gonález de León han sido tan' bién traductores de la poesía de Bishop en :México. Esta {t! ti /Tl a ela­ boró una antología de la poeta en la colección "\[alcrial de Lcc/'II ra de la C:\:\M, y el primero tr:lcl ujo el poema "E l pez" aparecido en A proximaciones de la editoria l Penélope.

    ©

    1986. El Tucán de Virginia; edi tor Víctor

    ©

    ~fa n llel

    M endiola

    r L uis

    SO lO,

    1986. R evista la Orquesta, Co nsejo Nac ional de R ecursos para la Aten­ ción de la Juventud , apartado postal 20-6099; delegación Alvaro OGregón 01000, México, D. F.

    Méx.ico, D. F. Primera Edición, 1986

    Prólogo Elizabeth Bishop nace en Nueva Escocia, :Ñfassachussets, en 1911. A los ocho meses de edad muere su padre y queda bajo la custodia de sus abuelos maternos en Nueva Escoc ia y de una tía en Boston. En 1916 su madre, que ya había sufri do varias crisis nerviosas, ingresa definitivamente a un hospi tal psiquiátrico. Bachillerato en Massa­ chussets estudios universitarios en el Vassar College de Nueva York, emprende despu és varios viajes: Francia, Bélgica, Inglaterra, España, Italia, el norte de Africa y México. Visita Brasil en 1951 donde de­ cid irá residir permanentemente. En la trayectoria existencial de Bishop este encuentro con Brasil es casi la materialización de un destino poé­ tico. De alguna manera la poesía para Bishop había sido siempre la bÚBqueda de un lugar casi "puro", de un lugar sólo lu ~ar, y en este vía je espiritual que es la vida de un poeta, Brasil será p ara Bishop el ha llazgo de eS:l geografía deseada. Bishop es au tora de pocos poemas y unos cuantos libros. E n 194-6 publica N orte y Sur) en 1955 Poemas: N orte SurjO Una prúnav era fría, en 1965 aparece Preguntas de uiajr. En 1966 Farrar Straus & Girollx sacarán la primera edición de su Poesía co mpleta y en 1971 , Geografía 111. T iene además varias traducciones del portugués a l inglés y un libro en prosa, Brasil. U n mun do soli tario observado en silencio, ¿ el de la orfand ad de su infancia acaso?, es el que recorren cada uno de sus poem as. Es un mundo deshabitado el de Bishop, como de escenarios o pasajes aj e­ nos a la presencia del hombre. L as cosas están allí simplemente, ocu­ pando su panicularjdad, misteriosas, casi inaccesibles de tanto ser ellas mismas. Ensimismadas escapan de cualquier signwcado, los sig­ nificad os, si acaso, sólo pueden superponérseles, escindirIas, darles una extraña dualidad. Las cosas en ellas mismas son, están simplemente, ajenas al orden humano, a los significados humanos, son una tierra de nadie, habitada de hecho sólo por el ojo, por esa forma ausente de estar presente que es la mirada. Es un mundo de las cosas en sí y para sí. Son territorios inéditos, soli tarios, vistos como por primera vez, descubiertos, sin un lenguaje siquiera que los nom bre, con un lenguaje que está surgiendo a pena s para nombrarlos. Sólo con la pocsía aquí podemos adentrarnos, nada aq uí estaba dicho, nada estaba descri to, nada estaba nom brado. Sólo la descripción es posible y la especulación de las metáforas. La acción

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    de la poesía es aquí e,cncialmcnte la de nombrar, reconocer la pre­ sencia, reconocer la exis tencia. Nombrar y describir serán la manera de en frentarse a una "na turaleza" que será para Bishop el territorio "natural" de la poesía, una tierra casi v:irgen para el lenguaje, una tierra por primera vez mirada, ante ella tenemos algo de la orfandad de Adán en la m irada. ~\'

    ·x·

    .*

    E l lenguaje un e, separa, selec ciona, dclínca . can cela, jerarquiza. El lenguaje se adquiere con un orden, un orden social; opera fun­ cionalmente. sus elementos son como los objf'tos de un a casa o una oficina : todo tiene una función, un para qué, un sentido. Es un mun do habitado el del ll'nguajf" para ser habitad o, utilizado, do­ minado, el lenguaje insert.a constan temen te un orden , es un espacio ara la presenci a del hombre. En los territorios de la poe~ía de Bishop es el orden socia l el que parece que hubiera sido abolido de sus objetos, todo flo ta sin refe­ renc ias; las cosas quedan habitando su partícula ridad, mudas, soli­ tarias, piedras. Tienen el rostro de un planeta ignoto o ele esas cara, f;:m tasmas de las cosas desde el asombro solitario de la in fa ncia, no hay palahras para estas cara,;. p:ua estos seres que mn cosas, en su si lenciosa evidencia se imponr n. Hav una dimensión ensimismad;] de la cosa en sí. adol escen te, in­ decibl~, la cosa de pronto sólo es ell a misma, partic ular, incognoci­ ble. Hay en esta inmeJiate7. un ser, no un sentido, un s,::r tan sin sentido que se nos vue lve a veces un esre nano, \In e~cen ario absolu­ to. Y es en este espa cio donde surge la poesía de E IÍLaueth Bishop. T odo está aquí infinitall1l"nte labrado, "l lenando cada p ulgada cuadrarla de follaje" . Las p:uticulal'i dades de lo real ,on in agotables. No existe la olvidadi7.a abstracción del orden humano, las jerarquía$, las causas . Cada elemento es en sí mismo en d(>~tj nl), un fin , un cam ino hacia sí mismo. Nada describe las exactit udes de las ca lign ­ fías del follaje. L a selva, simplemente, abre las faur es minuciosas de sus infi nitos pormenores. La tex tura de un liquen se yuelve un paisaje lunar, o kilómetros y kilómetros de arena quedan cifrados en el deslizamiento de las tona lidades de u n mapa, todas las cosas crecen a tra,·ps de sus de­ talle", en ca da detalle puede ex istir la puerta hacia un m undo. Hay

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    colores que no describen los nombres de los colores, hay sonidos tan únicos que escapan de las palabras. Pero ¿ dónde en el enigma se .abre la magiar

    *

    *

    Los poemas de la naturaleza de Bishop tienen ese desconcierto de las cróni cas de los " iejos conq uistadores, son como el enfrentamiento con un nuevo mundo, un mu ndo, virgen, el enfrentamiento entre una cultura ya muy hecha, de identidades muy establecidas y un otro mun­ do de nuevas fonnas, colores, experiencias, hay un enfrentamiento con un "otro". Hay un permanente ejercicio de traducción, de acerca­ miento, de distorsión, de imposición, de juego de poder en este en­ frentam iento. A lo otro, al otro, se le rrude según el esquema de nuestras propias identidades sociales. Se le somete, se le borra, se le 0csaparece, se le valoriza o desvaloriza según estas identidades. E n la poesía de Bishop hay un permanente conflicto con el len­ guaje y la cultura, en su mundo parece como si las cosas no tuvieran nombre todavía, tu vieran que estar siendo pennanenternente nom ­ bradas por primera vez, estuvier an por conquistar todavía. L as cosas se mantienen vírgenes, sin nombre, sin una identi dad exterior, sólo son ellas mismas, sólo son interioridad, están, quieren estar en un estado anterior a un acercanlien to, a una mirada d esde afuera, a un esquema de poder que habrá de esci ndirlas, rom perlas. En este mundo del objeto en sí, mudo, casi meramente táctil o visual, el enfrentamjento con el lenguaje provoca una dualidad : o el lenguaje se convierte en descripción al tratar de acercarse, repre­ sentar, seguir, casi pi ntar, l;:ts fo nnas y las características materiales Oc las cosas, o bien, se convierte en una máscara con una identidad rultural y espiritual propia, fij a, establecida, aparece con una pre­ sencia imposi tiva, casi ridícu la a veces, otras violentamente ines­ p erada. -:-:.

    ·)f

    *

    En Preguntas de viaJe la poeta atra" iesa la selva brasileña con sus apresurados arroyos, sus monta ñas, los árboles "exagerados real­ men te en su belleza que gesticu lan como mimos rosas" , se detiene en una gasolinera y escu cha e l sonido de ma dera de dos 7 ue c o~ dispa­ res, luego el canto de un pájaro pardo gordo que está adentro de una 9

    jauja de bambú que simula una iglesia barroca; hay después una escena de ll uvia, parecida al discurso de los pollticos, y luego "un súbito silencio dorado". E l viajero saca un cuaderno de apuntes en ese momen to y se pregu nta: c' Es u na. falta. de im aginación la que nos lleva, acaso, a. visitar lugares imaginados y no quedarnos en casa?

    O c' puede que Pascal no acertara del todo

    al permanecer tan sólo sentado en sile ncio en su cuaTi o?

    Al pregun tarse por el sen lido del VIaJe, de estar ahí, de recorrer esos sÜios, la poeta - que se desdobla en el personaje del viajero­ le otorga al poema un segundo centro, un segundo p unto de vista . Si en un primer momento la poeta recorre el inagotable escenario de la selva brasileña, en un segundo momento entra a un cuarto de su casa, donde está sentada pensando e imaginando el m undo, viviendo como Pascal adentro de su mente; por un lado la impensable mul ti ­ plicidad de la selva, por el otro, ese mundo mental homogéneo de símbolos unívocos que st'ría el de Pascal y su de cidida apuesta. N o hay cabida den tro de la austerid ad de este cuarto interior y casi pre­ concebid o para el exceso i mpredecible de la selva brasileña. Y és ta, a su vez, rechaza cual quier significado que rebase la instantaneidad de la metáfora poética , cual quier sistema fi jo de valores. T endríamos q ue haber apren dido a leer la historia gui'l:ás en "la débil caligrafí a de las jaul as de mader a", di ce Bishop. Es un mundo para el que no tenemos historia, no tenemos pala bras, no tenemos cultura. Sólo la mirada se detiene un in stante.

    Usando la forma impersonal de la primera persona del pl ural, la poeta inicia el recorrido p or la playa Iría, la arena está h úmeda, lleva unas botas de hule, el viento le congela la m itad de la cara, sigue unas huellas de perro que parecen las h uellas de un león y des­ pués un hilo blanco húmedo com o el h ilo de un cometa que termina en una flotante maraña blanca. Q uiere llegar a la casa de sus pro­ tosueños, una cabaña de ripias verdes como alcachofa para retirarse ahí y no hacer nad a, o quizá sólo leer libros abunidos, supone que en la casa debe haber una estufa, chim enea, y electricidad, p osiblemente -al men os, por atTás hay ot ro alambre ue liga lodo el asunto flojame nte con algo que se encuentra tras las dunas. Un a luz para leer - i perfecto! P ero - imposible.

    H oda viento y f río, no era el m ejor día para salir a cam inar por la la rga playa. T odo estab a apartado lo m ás lejos posible, retraído: la mare a lejan a, el océano encogido.

    Fina lmente la existencia de la electricidad se d escubre como Im­ posible y, no sólo eso, sino también el acceso a Ja casa, que estaba entablada, y la camin a ta, por lo c.;\;cesivo del frío, se vuelven impro­ bables. Las cosas tienen u na iden tidad indefinida y ca mbiante, titu­ beante, son una cosa y luego son otra, las h uellas de perro son com o las huellas de un le6n, la palizada de maderos de la casa podría ser también unos durmientes de tren_ La cab aña es un extraño punto de llegada en el poema, lo que parecía ser una caminata se convierte en un sueño, todo se vueh'e al go irreal. De camino de regreso de la cabaña, Bishop nos sorprende, en el mism o paisaje, con una realidad diferente. El viento le congela el otro lado del rostro y el Sol se aparece por un momento revela ndo aspectos diferentes de las cosas. Las piedras son multicolores y arro­ jan sombras que san las huellas del Sol león . Aunqu e el poema lo deje sólo sup uesto, la maraña de hilo del cometa podría ser simple­ mente el brillo del sol sobre el agua. Si en el camino d e ida a la cabaña el poema se va ad entrando en una atmósfera de sueño, si en el cam in o de ida se sueña, en el cami no de regreso el p oema parece por u n momento despertar, las cosas recuperan su identidad y su l6gica cotidiana. Pero el poema continúa, sin embargo, con un juego de asociaciones h umorísticas en el que, en medio de los objetos que revelan su sencilla e\"iden cia, aparece el Sol como un personaje casi infant.il, totalmente imaginario. Pud iera ser que las piedras estuvieran jugando a sacar y meter las sombras para molestar al Sol león :

    JO

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    .¡(-

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    Este enfrentarse a un paisaje desde dos puntos de vista dife rentes también lo encontramos en Final de m arzo donde la poeta inicia una caminata por una playa desierta.

    sólo que ahora estaba detrás de ellas -un Jol que caminaba la playa dejando esas grandes y majestuosas huellas, y que quizás había bateado un com eta fuera del cielo para jugar con él.

    Sl Sol Se vuelve el personaje principal en este segundo escenario elel poema. Yes como si finalmen te el poema rec uperara la rc.,lidad para volver a perde rla, despertara para ponerse a soíiar.

    *

    ;o,

    'k

    ricamente se quitara las escamas, abandonara el brillo y la cortez::t de los objetos terrestres, como buscando en la transparente profun­ d idad del agua un significado espiritual: Frío oscuro IJTofu ndo y absolutamenlt: daro , elem ento tolerab le a ningún m ortal, a los peres o a las l oras . . . Una fo ca he visto eS!Jccialmente tarde tras tarde. Despertaba su curiosidad, le interesaba la música y era creyente com o yo en la total inmersión, as! que acostu mbraba cantarle himnos bautistas.

    ~1 uehos de los poema, de Bishop se i n ~ci a n con un via jc, e~te vi¡¡ je el\ un mom ento dad o culmina con un salto. De una cierta manera de percibir la rea lidad se pasa a otra forma de interpretarla o experi­ mentarla. De la vigilia se pasa al sueño, o de una rea lidad material a la que se describe se pasa a un mundo de sím bolos o valores esp i­ ritualrs. Este brusco trasl ado de u na realidad a la otra en el poema se resuelve m uchas veces de m anera humorística. Hay un ;¡ t('nsión entre dos puntos de vista que están luchando por apropiarse la iden­ tidad de los objetos. Los objetos en medio de la inalienable particu­ laridad de su realidad material, por un lado, tienen que rscindirse para convertirse en personajes de un sím bolo, en actores de un sig­ n iíi cado, en comedialltes de lll1 d rama espiri tual. E n Casas para la pesca el poema inicia su recorrido por las pa r­ ticul aridades de un paisaje marino. U n pescado r teje su red en un anochecer que va disolviendo su morado pardo en la oscuridad . El ai re h uele a bacalao y hay cinco casas para la pesca. E n todas partes hay un brillo de plata, el del mar es opaco pero el de ci('rtos ohjcIO";, el de las olas y el del moho esmeralda en las paredes es traslúci do . Hav tinajas y ca rreLill as cubie rtas de escamas. Hay u n \iejo pescad or que espera la llegada de un barco aren quera, el viejo acepta un ci­ garrill o y en tabla una conversación ligera. T iene len tejuelas en las manos y en el chaleco y un viejo cuchillo negro con el que "ha qui­ ta do las escamas, la belleza pri ncipal/ de inumerables peces". A par tir de este m omento después d e recorrer la superficie terres­ tre del paisa je que es tocta brillos y escamas, el poema salta h acia el agua. Aparece la imagen de unos m aderos horizontales CJ ue des­ cie nden hacia el mar ; y es como si en este p unto el poema metafó­

    El ri tlflo, el carácter de sentenci a y la categonca luminosidacJ de los dos primeros versos son una referencia inevitable a la va/. de 1'. S. Eliot. Si el recorrido por la selva brasile ña en Preguntas de 7.'iaj(' salta en u n m omento dado al interior de la mente ele Pascal, aquí I paisaje del puerto se trans[ibTUra súbitamenle en el universo de Eli ot. L a descripción del agua tiene casi Ull carácter de amcn:lza bíblica: "elemento tolerable a ningún m ortal". La solemnidad ele la sentencia viene a ser, sin embargo, interrumpida por la aparición de una foca bautista a quien la poeta can ta himnos religiosos. La [oca es un elemen to h umorístico, con el que el poema, por un momento, se ríe de sí m ismo, de su in tento de transmu tación espiritual, pero sólo para retornar otra vez el aliento en los siguientes versos:

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    Frío oscuro profundo y ahsolutamente claro ,

    la helada y gris agua clara . .. Atrás a nuestra.i ({s lJaldas

    se ex tienden los altos y dignificado s abcto.í.

    Azulosos. aso ciándose con SHS sombras,

    un millón de ríl'bolc l' en !Jic

    est1f'ran la na vidarl . ..

    De la m isma manera que en la poesía de T. S. Eliot los luga~e, geográficos no son sólo luga res físicos sino tal1Jbién ('1 espacio de lIll<... a legoría sagrada, los abetos aquí no son sólo abe tos, ~ino talllbiér. símbolos de la navidad. Después de la menc ión de los abelos, el poe­ ma se sumerge otra \"Cz en el agua y "su ligero balanceo sohle h\\ piedras" :

    Si tuvieras q ue .\umergir la man o, la m u ñeca. inmediatamente tI' aTdería le .,eguirían los huesos y tu man o se quemaría como si el agua f uera una transmutación de l fu eg o que se alimenta de las Piedras :1' arde de una oscura llama gris helada.

    El agua aquí no es sa la agua, es otra cosa, h a sido transmutada en una especie de fuego, arde con una llama gris helada que se­ guramente purifica. Esta transmutación del agua en fuego es una inesperada metamorfosis en medio de las precisas descripciones geo­ gráficas del poema, es como un símbclo mágicamente levantado que pareciera simular por UCl memento un desciframiento, un significado final , un clímax poético. Pero este clímax se rompe cuando el poema irrumpe en su propia parodia al ahondar eu la descripción de la realidad física del agua tratando de con tin uar con la metáfora re­ ligiosa :

    metáfora es de a lguna manera en Bishop una caricatura y en todo símbolo hay siempre un acto de parodia. E n Casas p ara la pesca el poema pretende en un momento dado, como los peces, quitarse las escamas del mu ndo material, desvestirse de la corteza de lo aparente y ahondar en una profundidad, la del agua, que es también la del símbolo, la de tm significado espiritual. ero esta transmu tación, esta representaci6n casi teatral de un sig­ nifícado no agota la realidad m ateri al, la presencia de los objetos, y éstos sólo a cceden a ella cómica mente, con esa dualidad del humor ' en la que juegan dos voces con trarias; acceden con u na burla qu e es, de hecho, u n acto de revancha, de afi m lación en medio de una impuesta negación. .* .* ,~.

    L os dos términos de una comparación nunca están en Bishop per­ fectam ente soldados, su uni6n se encuentra, por el contrario realzada, ribeteada a veces por situac iones humorísticas que deIínean la doble ide ntidad de los términos comparados. Nunca p ierden su di[erenci a­ c!ón las dos partes, nun ca se llegan a mezclal', son híbridos que están p restándose con un desplan te hi striónico sus mut uas cualidades. Toda

    La p oesía de Elizabeth Bishop está llena de extraños personajes, casi caricaturescos : un iceberg que tiene todas las propiedades del alma ; un extraño caballero de Shalott que se siente pa rtido por la mitad por un espejo -u na mitad de su cuerpo es sólo reflejo- ; o un hombre polilla habitante de un m undo subterráneo que es quizá también nuestro mundo. En m edio de la descripción de los paisajes aparecen también seres inesperados: unas focas que son adeptas bau tistas surgen junto a un muelle; en medio de U D paraíso tropical , casi celeste, un faro se vuelve un severo emisario de dios sobre la. tierra; o en medio de la carretera de la selva brasileña, como una súbita interrogación, apa­ rece Pascal sentado en su cua rto pensando. H ay siempre una comicidad en estos p ersonajes, u na comicidad que pareciera p rovenir del hecho de que ellos no fuera n en realidad . dIos, qu e tuvieran una identid ad impuesta . Están representando algo, son cosas o seres, como en las caricaturas, que se han vuelto persona­ jes. Son extraños portavoces de un mundo esta blecido en otra parte, de valores espirituales supuestamente universales, de símbolos que en­ tran de pronto en el silencioso escenario del paisaje. P odrían ser esas voces, o quizás otras, tienen algo de irreal, de gratuito, de ligeramente ridículo. Q uizá desde estas voces escind id as, desdobladas el símbolo preten­ de imp oner su jerarquía, esa relación de poder que entre significado y significante establece. El signi ficado se vuelve el centro, el núcleo, se erige como lo único, como lo "verdadero". El objeto, al convertirse

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    Si lo proba ra , sabría primero amargo, desfm és salado, luego qu emaría seguramen te tu lengua

    E l poema concluye finalmente con una comparación entre el agu a y lo que "imaginamos que e~ el conoc im iento" , pero otra vez aquí

    la imagen, al intentar abundar en precisiones, h a lla su propia pa­ rcdia: E.! como nos imaginamos que es el conoczmiento: oscuro, salobre, claro, en movimiento y completamen te libre, cx trddo de la fría y dUTa {Jaca de la tierra, derivad o de sus sellos j!étreos, fluyendo siempre y sie m pre extraído, y pu esto que nuestro conocim iento es histórico, fluyendo y fl uido.

    en símbolo se desplaza de sí mismo, de alglma forma desaparece, se vuelve transparente con respecto a sí mismo. El símbolo es el lugar dentro de un orden de relaciones sociales, impone este orden sobre el objeto, se ]0 impone borrándolo a la vez que otorgándole una iden­ tidad, otra identidad. En la poesía de Bishop el objeto entra. en una confrontación burlona con el símbolo. Si el objeto acc.ede al símbolo lo hace, no desapareciendo o quedando fijo, sino como qnien tiene que a dopLar de pronto un papel cómico y extraño, o como si tu viera q ue conver­ tirse en un juguete o en una caricatura infantil . En este mundo del objeto en sí, de escenarios y de paisajes que es la poesía de Bishop, el símbolo adopta la forma del ridículo. E l objeto, por otro lado, se vuelve inagotable, se afirma den tro de su propio exceso, quiere es­ capar volviéndose inabarcable ; con la caja mágica de la poesía des­ borda cualquier identidad. Ante el objeto en sí estamos como estaríamos ante un escenario, lo tocamos como tocamos un cuerpo. Nuestra relación con él es casi la del tacto, la relación especular del tacto, sólo quizá la descripción es posible. L o describimos, lo nombramos. Ambas acciones apuntan hacia afuera, son como un movimiento de nuestras manos -s~n ojos, palabras que se vuelven manos-, pero también apuntan hacia den ­ tro. Toda metáfora es un espejo, finalmente nuestro propio espejo, toda metáfora, en lo otro, nos desnuda . La relación con la naturaleza desde la poesía romántica ha sido una relación íntima, una reLación de espejo, ha sido casi una relación amorosa. A través de un juego de corre~po ndenc ias nos revela, nos descubre, nos inventa, nos da un rostro -¿ su roslro ?, ¿ nuestro ros­ U-o?- en el espejo de nuestro propio deseo. La na turaleza se vCikió lIn espejo, se volvió un deseo. La mirada del otro, del tercero, queda excluj da, esa mirada que nos fija, nos da un sitio, en la identid ad del poder nos establece. Esa mirada que nos mira desde una exterioridad. Desde el Romantici:imo la naturaleza ha si do la invención poética de un recinto sin exterio­ ridad, sin "otros", un recinto donde se está solo, un espacio íntimo donde el único lenguaje es el de lo imaginario. La naturaleza se con· vierte en una imagen, en metáfora, en especulación del mundo inter­ no. La naturaleza adqu iere la naturaleza de lo imaginario. El objeto en sí, ese solitario irreductible de la metafísica, se vuelve un objeto .

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    del deseo. en el objeto mismo del de:>eo. Y Ci quizá el deseo el que le da su mi,;teri osn ,-ida. Quizá la poesía de E lizabcth Bisltop de sde un principio fue la búsq ueda de Ulla ubicación sin uLicación, de un lugar sin lugar entre otros lugares. de un lu~a r sin lugar en un orden social, de un lu­ gar que ele algu na manera sólo qu iere ser íntimo, srr sólo él mi5mo, de una ;"ltopía, de una utopía. lIay una sorpresa, un permanente dcsl'oncierto en la poesía eJe Bishop de q ue el obi <~ t o no sea sólo a mislno. hay un ridículo a l clejar de sed o. Q uiz;í. la hi'lo rin. ele sus paisajr'S, de sus poemas es la de ella misma en su infancia C1.1:mdo acompaña a su tía Consuelo al dentis ta. EslJ. por cumpljr siete aiios y b :;a]a de espera está llena de gente grand (\ de impermea bles y sombrillas. :M ientras espera a la tb ojea un National Geograj;lúr; \e dife rentcs fo tos, la de UTl "olcán, la de un colgado, la de unos beb~s , la de unas mujeres ne­ gr::1 s con los cuellos envueltos en a lambre<, "sus pechos me horror: ­ zab:I11" . dice . Oye b voz de tb Consuelo clt; pron to : Súbit ament e de aden h o escuche un ¡a)'! de dolo r -la va:: d e la lÍa C077Suelo­ ni muy alta, ni por mu ch o tiempo. N o me sorprendió lo más mínimo; desd e enton res sabía que na una mujer tímid a :r estlí bida. Podía hab nrne alIenado, Pl: TO Tl O lo e.,taúa. Lo que me tom ó p or sor prcsa fue que f ui :)10: mi voz, en m i bo S in siqu iera peusarlo :}'o era mi estú pida tía ,

    H ay en el grotesco martmo de la tía Consuelo )' en su ridiculi ­ zación quizá la venganza de un crimen simbólico. La nií'ía no se siente apenad a, sin embargo, sino que se sustituye a la tia, se con­ vierte en el personaje de la tía, la voz de la tía se vuelve su p ropia \'oz. Sien te que se cae del mundo, sus ojos res balan por el N ational Ceogra fJ hic. Se da cuenta en ese momento que es un "yo", un al­

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    guíen, que l'S u no entre todos, que es una gente entre gentes, que también es un "o tro", que tiene exteriorid ad. Pero sent í: tlÍ eres un )'0, tú eres una E lizabeth, tú eres uno de ellos. i Por qué tend rías que ser como ellos, también? Apenas me at red a mirar lo que era lo que yo cra. M iré de soslayo -no p odía mirar más allo­ las grises rodillas ensombrecidas, los pan/alones, faldas y botas, los diferentes pares de manos recostadas bajo las lám paras. y supe que n unca me habla sucedido algo tan extraño, ~' qu e nunca al!!,o tan extraño me voluería a suce der. ¿ Por qué ten.ia qu.e ser yo mi t ía, o )10, o cualquiera? ¿ Q ué es lo que los hi1ce a todos iguales;¡ ¿ Cuáles son las semejan­ zas en tre lodos;¡ ¿ Por qué ell a, E lizabe th, per lenece a e,e mismo tipo de seres, hasta podrían " olverse intercambiables? El mundo deja de ser único. y dentro d¡~ este mundo el objeto sí ya no es el objeto en sí, para sí, ya no es sólo él mi~ mo , como si par a ~e r sólo el mismo tuviera que ser solo, es tar solo, flotando en sí mismo. La conciencia en su forma de totalidad ensi mismada se ve desampa rada. Bishop se sien te sobresaltada, qué ... "qué inverosímil", dice, au nc¡ue no conociera en ese momento las palabras para expresa rlo. ¿Es acaso el espejo el e Narciso - sosteniendo todo en la soledad de la belleza­ que ha sido resquebrajado, ° es el caball ero de Shalott - mitad rc­ flejo- am enazado de verse partido por la mitad?

    en

    18

    l

    o

    CII '" ElQ,)

    ~

    THE

    AIAP

    EL

    MAPA

    Land Hes in water ; it is shadowed green.

    Shad ows, or are they shallows, at its edges

    showing the line o[ long sea-weeded ledges

    where weecls hang 10 the simple blue from grecn.

    Or does tlle la nd lean clown to 1íft the sea [rom under,

    drawing it un perturbed around í lself?

    Along the fine tan sandy shelI

    is the land tugging at the sea from under?

    La tierra yace en el agua; está sombreada de verde.

    Se sombrea, o se sumerge quizás, a los lados

    marcan do la línea de largos, yerbosos acantilados

    do nde las algas cuel~an, desde el azul p uro hasta el verde .

    O ¿ es que se inclin a la tierra a k van lar el mar por ahajo,

    imperturbado, ciñéndolo a su costa?

    ¿A lo largo del tostado banco de arena

    está la tierra jalan do al mar por abajo?

    he shadow of Newfoundland lies fIat and stilJ. Labrador's yelIow, ",here t he m oony Eskimo has oiled it. We can stroke (hese lovely bays, u nd er a glass as jf they \Vere expected to blossom, or as jI to provide a c1can cage [or invisible físh. T he names of seashore towns l'UO out to sea, the names of cities cross the nr'ighhoring rn ountaíllS -the prin tcr here expericncing the sam e excitrment as when emotion too far exceeds its cause. These penínsulas take th c '\'atel' be lll'een th umb and fi nger like women [eeli ng ror tJlC sm oo lhn rs~ of yard-goods.

    La sombra d e Tcrranova yace lisa y quieta.

    El am arillo del Labrador, allí donde lo aceitó

    el esquim al alunado. Podemos acariciar

    estas adora bles bahías bajo el vidrio

    como capullos p rensados

    o como limpias peceras de invisibles peces.

    Los n ombres de los pueblos costeros se salen al mar,

    los nombres de las ciudades cruzan m on tañas vecinas

    -aquí el imp resor sintió el mismo júbilo

    de cuando la emoción sobrepasa en mucho su causa.

    Estas penínsulas toman el agua entre el pulgar y el índice

    como las mujeres sienten la suavida d de las telas.

    Ma pped waters are m ore guíet than the land is, lending the land tJ1eir waves' own con[onna (ion: and Norway's hare runs Sou th in ngitation, profiles investigate the sea, where land is. Are they assigned, ar can the cauntries pick their colors? - \'Vhat suits the character 01' thc native waiers bes t. Topograph y displays no fa vori tes; N orth's as near as W es t. More delicate than the J¡i,tori ans' ;¡ re (he map-m akcrs' cal ors.

    22

    Las aguas demarcadas, m ás quietas que la tierra,

    dej an a la tierra la conformación de sus olas:

    y la liebre de Noruega corre hac ia el sur agitad ~,

    perfiles investigan el m ar desde la tierra.

    ¿ Están ya asignados o los países pueden escoger sus colores?

    Según convenga al carácter o a las aguas n ativas.

    L a topografí a no tiene favoritos; tan cercano el oeste como el norte.

    Más delicados que los del historiador son los colores del cartoma ncista.

    23

    TIlE IMAGINARY ICEBERG

    EL ICEBERG IMAGINARIO

    We'd ralher h ave lhe iceberg lha ll lhe sh ip,

    a lthough it meanl lhe end oi travc J.

    AlLhough il stood stock-stil! li ke cloucly rock

    a nd al l thc ,ea were movi ng m arble.

    We'd ra the r have the iceberg lhan the ship;

    \Ve'd ra ther own th is brea thing p lain of snow

    though th e ship\ sails were laid llp on the sea

    as th e snow líes undis
    O solemn, floating Jieid,

    are you awarc an icebe!'; t
    ",i lb )'ou, ::lnd when it wa kes may p asture on your snows?

    Preferirnos tener el iceberg a l barco,

    aun que esto significara el f in del viaje.

    Au nq ue se qued ara inerte como una piedra de nube

    y todo el lllal' fuera un márm ol movien te.

    Pr eferimos tener el ice berg a l barco ;

    preferimos poseer esta llanu ra jadea nte de lll eve

    aunque las velas yazgan en el m ar

    como la nieve fl ota sin disolver en el agua.

    ¿ Te d as cuenta, oh solemne extensión flotante ,

    de q ue un iceberg descama en ti

    )' a l despertar puede pastar en tus nieves:

    This is a scene a sailor'cJ give his eyes Ior.

    T he ship's ignored. T he iceberg ri,es

    a nd sinks again ; its glassy p in nacles

    correet ellipties in the sky.

    This is a sccne where he who tread5 the boards

    is artli"ssly rhetorieal. T he curtain

    is li ~ht ellou[(h to rise on fi nest ropes

    that airy twists of snolV provide.

    T h e wils of th ese white peak"

    spar with the sun. lts weight the iceberg dares

    u pon a s hif tin~ stage a nd stands and stares.

    Po r esta escena u n marinero daría sus oj os.

    E l barco ohidado, el iceberg se levanl

    y se vuelve a hundir ; sus p inácul os vidriosos

    r.o rrigen elíp ticas en e1 cielo. El q ue pisa las tablas en es ta escena es torpemen te retórico. La cortina e5 lo suficientemente ligera para alzarse en las cuerd as muy ten ues del Lre nzauo de la me\'e. La brillantez de estas arist::t.> listas hace la fin ta al sol. Su peso e l iceberg a lreve en un escenario cambi ante, mi r::t y se de tiene.

    T his iceberg cu t, its fac et5 from w ithin. L ike jcwerly [rom a gra\ e it sa\'cs itself perpetua]]y and adorns on ly itself, p Cl'haps the s now~ which so sUl'prise us lying 0 11 the sea.

    ~s tc iceberg corta sus caras desde adentro. Corno la joyería de una tumLa sobrevivr. p erp etuamente y sólo a sí misruo se adorna, o q u izás a las n ieves

    que tanto nos sorprenden ya ciendo sobre el agua.

    G ood-byc, we say, good -byc, the ship steers off

    w here waves give in to one anothcr's waves

    a nd clouds run in a warmer sky.

    I cebergs beboove the soul

    (ootb being self-made from elements least visib le)

    to sec them so : fleshed. fair, erectcd indivisible.

    Adiós, decimos adiós, el barco se a leja

    hacia donde las olas de jan el pa'io a otras olas

    y las nubes corren p or un ciclo más cá lido.

    L os ice berg invitan al alma

    (ambos a utoconstruidos de elementos menos visibl('s)

    a mirarlos tan: encarna dos, pu ros, erguidos, in divisibles.

    24

    25

    THE GENTLEMAN OF SHALOTT

    EL CABALLERO DE SHALOTT

    vVhich eye's his eye? Which limb lies next the mitror? For neither is cJearer nor a d jHerent color lha n the otht'r, nor meets a stranger in this arrangement of leg and leg and arm and so on. To his mind ies the indication oi a mirrored reflection somewhere along the line oi what we call the srine.

    es la que está junto al espejo? Pues ninguna difiere en color o en precisión de la otra, ni se topa con un extraño en este a rreglo de pierna y pierna y brazo y todo lo demás. Para su men te es el indicio de que hay un reflejo en alguna parte de la línea que llamamos espina.

    He felt in modesty his person was hall looking-glass, for why should he be dou bled ? he glass m ust stretch down h is m iddle, or rather clown the edge. But he's in doubt as to whi eh side's in or out oi the mirror. There's little margin for error, but there's no proof, either. And if half his head's refl eeted, thought, he thinks, might be affeeted.

    Tenía la modestia de pensar que su persona era mitad espejo. ¿ Pues por qué tendría que duplicarse? El espejo debe ajustarse en la mitad o más bien en el borde.

    Pero no s:J.be

    cuál de los dos lados

    está dentro o afuera.

    Hay poco m argen de error

    pero tampoco hay pruebas.

    y si la mitad de su cabeza es reflejo,

    la inteligencia, piensa, p uede ser afectada.

    But he's resigned to sueh eeonomical designo If the glass slips he's in a fix­ onl y one leg, etc., Bu t

    Pero se resigna a este econ6mieo diseño. y si el espejo se zafa, está en un aprietosólo una piern a, etcétera. Pero

    ¿ Cuál de los dos ojos es el suyo? ¿ Cuál de las dos piernas

    26

    27



    'w hile 1t stays put he cnn walk and run and his hands can clasp one a no ther. The unccrtainty he says he [,inds cxhilarating. He loves that sensc of con stan t re-adjus tment . lIe wi, hes to be quoted as sayi ng at p resent : "11al[ is enough."

    28

    mientras permanezca en su Jugar puede andar, correr y ¡untar ,us manos. b¡"ce que la ill certidumbre

    le exciLa.

    Ama esa sensación

    de' constan le reaju.~ te.

    Desea se r ci tado por el momen to diciendo:

    "La mitad es suficiente."

    29

    THE MAN-MOTIJ.'''' Here, above, cracks in t11e buildings are filJed with battered moonligh t.

    The whole shadow of M an is onJy as big as his hato

    H lies at his feet like a circle for a doH to stand on,

    and he makes an inverted pin, the point magnetized to the moon.

    R e does not see the moo n ; he observes only her vast properties,

    feeling the queer light on rus hands, neith er wann nor cold,

    oE a temperatu re impossible to record in thermometers.

    But when the Man-Moth pays his rare, although occasional, V1Sl ts lo the surface,

    the moon looks rather different to him. He em erges

    from a n opening under the edge of one of the sidewalks

    and nervously begins to scale the faces of the buildings.

    He thinks lbe moon is a small hole a t the top of the sky,

    provin!5 thc sky quite useless for protection .

    He trembles, but must investiga te as high as he can c1imb.

    Up the fa\
    to push his smalI hcad through that round c1ean opcning

    and be forced through, as from a tu be, in black scrolls on the ligb t.

    (M an, standing belo\'l him, has no such iU usi ons.)

    But \'Iha t the-Man-Motb fears m ost he must do, al though

    he fails, oC course, and falls back scared but quite unhurt .

    Th en he r eturn s lo thc pa1e subways of cement he calls his home. He f1its, h e f1utte rs, and cannot get aboard the silent trains fast enough to suit rum. rThe daors clase swift1y.

    *

    J\c\\"spapcr misprint fo r " mammo th ."

    30

    EL HOMBRE-POLILLA* Aquí, arriba, las cuarteaduras de los edificios está n untadas de luz de luna. La sombra total del h ombre es sólo del tamaño de su sombrero. Yace a sus pies como un pedestal circular de m uñeca, y él es como un alfiler invertido con la punt a magnetizada hacia la Luna. Xo ve la Luna; sólo observa sus vastas propiedades, sintiendo la extraña luz en sus manos, ni cálida ni Iría, de una temperatura imposible de registrar en los termómetros. Pero cuand o el Hom bre Polilla !lace sus raras, aunque ocasion ales VISItas a la superficie, la luna parece distima. Emerge de una abe rtura al borde de una banqueta y nerviosamente empieza a escalar las caras de los edificios. Piensa que la lun a es un pequeño agujero en el cielo, lo que demuestra la frágil protección que éste ofrece. Tiembla de miedo, pero tiene que investigar hasta donde pueda seguir escalando. Por las fachadas, arrastra tras de sí su sombra como un trapo de fotógrafo . ?scala con temor, pensando que esta vez logrará sacar su cabecilla p or el limpio agujero redondo y ser arrastrado como por un tu bo, en volu tas negras contra la luz. (El hombre, pa rado abajo, no se hace esas ilusiones. ) ero ]0 que el H ombre Polilla más teme es lo que tiene que hacer, aunque fracase, por supuesto, y se caiga asustado pero sin lastim arse casi. L uego regresa al pálido subterráneo de cemento que 118ma su casa. Revolotea, se agita y no puede abordar los trenes silenciosos tan rápido como quisiera. Las puertas se cierran velozmente.

    * E n inglés Man-Moth que, según una nota dc la autora f uc una errata e n un periódico de mammoth ( mamut). 31

    -

    T he Man-Moth a!ways seats himself faeing the wrong way and lhe train starts a t once at its fulJ, terrible sr eed, without a sh iIt in gea rs or a grada lion of any sort. He cannol tell the ra te al which he travcls backwards. E ach nigh t he must be carried throug h a rtificial t unnels and drearo recurrent d reams. ust as the líes rceur bencath his train, these undcrlie }lis rushing brain. He does not dare look ou t th e window, for thc third ra il , th e unbroken d rau!5"ht of p oison, ru ns there beside him . He regards it a~ a di:iease he has inherited the suscepti bility too He has to keep bis h ands in hi s pockets, as others must \\'eal' muffl ers. If you caíell h im, hold up a flashligl lt to his e)'e. 1t's aJ I dark pupil, an en tire night itself, whose h aircd h orizon tightens as h e stares back. an d closes u p lhe eye. T b en fro m [he lids one tea r, his only possession, like the bec's sting, slips. Slyly he p alms it, a nd i[ you're not payi ng attcntion he' ll swall ow it. H owever, if you \Vateh, h e']] band it over, cool as fro rn u nd et'f,'ToLmd springs and pure enough to d rink.

    32

    E l Hom bre Polilla siempre se sienta de espaldas a la dirección del tre n y el tren a rranca de golpe a Loda su terrible velocidad, sin aceleración o graduación de ningím tipo. No puede decir a qué velocidad hacia :t trás est á \ iajando. C ad::t noche tiene que ser acar reado p or túneles artificiales y soñar sucños recurrentes. Así com o los d urm ien tes se repiten baj o el tren , éstos susten lan su cerebro precipitado. K o se atreve a m irar por la ventana el tercer riel, la rMaga inin terrum pida de veneno que ahí corre jun to a él. La ve como u n a en fermedad a la que es susceptib le p or herencia. Tiene que mantener las manos en los bolsillos a.~í com o otros tienen que usar mitones. Si lo atrapas, sostén una lillterna contra su oj o: es todo negra pupila, un a noche entera, cuyo h orizonte filamen toso se contrae cuando regresa la m irada . Después, de los bordes, resbala, su única p ertenencia, u na lúgrim:¡, com o el aguijón de la abeja . Disim u ladamente la tom ará en su p alma y, cuando no lo observes, se la tragará. Pero si lo miras, te la en tregará, fresca como d e m ana nti al subterráneo v lo sufiric ntem en te pura para beberse.

    33

    . THE

    MONUAIENT

    Now can you sce the monument? It is oí wood built somewhat like a bo:-:. ~o. Built tike several boxes in d c~ cc nding sizes (me <~bove the olher. Each is turned h alf-'.vay m unu ~o Iha t it" corners point toward Ihe sidrs of tbe one below a nd the an~des alterna te. T lJen on the lopmost cube is set a 50rt of fleur-de-lys of we~lhc !·cd wood, long pet out behind our lonely lllonument, it s lon g grains alternaLing right and ldt like fJ oor-boards-spfl tled, sw,lrm ing-still , amI rnotionless. A sky r uu:; paralleJ , and ¡l is palings, coarser t h:m the sea's : spli ntery sun lighl a mI long-Iibred c1ou ds. "V\'hy does that ~ trange sea make no sound? Js it because we're br away? Where are we? Are we in ,\sia )'!inor, r in ~lo ngolia ?"

    EL MO.\le.;.UE.VIO·¡¡­ .\llá, ¿ ves allá el monumen to? Es de madera, construido UD poco corno tina caja . );0. Constluido como varias cajas de tamaños decrecienles, u na sobre la otra

    y cada una dj,p u e~ t a de tal lIlodo

    que sus esq uínas apunten contra lo~ lados

    de la que está abaj o y se alternen los ángulos.

    Después, surge del cu bo supc:rior

    una suerte de flor de lis de ¡r:.:.sl ada madera,

    largos tablones de pétalos

    - acribillados por cxiraños a gu jf'ros­

    cuadran gu la res, tiesos, eclesiásticos.

    Cuatro perchas brotan de ahí, delgarl a~, torcidas

    (oblicuas cañas de p':scar o ;1stab::mderas) ,

    de las que cuel ga un objeto de m ar!('ra segue teada,

    \latro líneas - ornamento vagamen te tallado-­ desde las aristas de las cajas al suelo . U n tercio elel mon umento contra un mar; dos lercios contr a un cien.,. La. v ista ap unta. (mis bien : la perspectiva d e la vista) ;m h ac!a abajo que no tiene allá /ejOl· ) nosotros estamos ;~llá kjos dentro (!r. h \;¡sta.

    U t1 mar de angostos y horlzon talf's lablones

    se extiende tras n uestro solita.rio monumento ;

    ~;~s largas velas alternan de derecha a i¿quit'l d a

    como un entarimado -moteadas, en sordo enjambre,

    inm6 vi1cs. ü n ciclo paralelo,

    hecho d e vallas m ás toscas que las del m ar :

    sol aSlillado, nubes de fibras largas.

    "¿ P or qué este ex traño mar 11 0 hace ning ún ruido?

    ,: Será porque estamos tan lejos?

    "En dónde estamos? ¿ E n Asia Menor

    o en ~ongo li a.?" .,. Traducción de OLla\ iD Paz.

    3·1

    35

    An ancienl p romotory, an ancient principality whose artist-prince might h ave wanted to build a monument to m ark a tomb or boundary, 01' m ake a m c1anchoJ y 0 1' romantic-scenc of it ... "But that queer sea looks made of wood, half-shini ng, like a driftwood sea. And the sky looks wooden, grainecl with d ou d, 1t.'s like a stage-set ; it is all so fIad T hose douds are fuU of glistening splinlers! What is tltat?"

    Un an tiguo promontorio, un antiguo señorío cuyo príncipe-artista tal vez quiso construir un m onumento para señalar una tumba, una linde o hacer un decorado rom ántico o melancólico . ..

    '"Pero este mar tan raro parece de madera,

    brilla de un lado com o un mar de madera a la deriva.

    El cielo es madera veteada de nubes.

    U n de corado de teatro i y todo tan p la no!

    Esas nubes están llenas de astillas centelleantes.

    ¿Qué es esto?"

    I t is the m onument. "lL's pi led-up boxes, ou tlined with shoddy fret-wor:k, half-fallen off, crackcd and unpainted. It looks old." - The stro ng sunlight, tlle wind from the sea, aII the conditions 0f its existencC', may have flak ed off the paint, if evcr it \Vas pain ted, and made it homelier th,m it was. "Why did you bring me h ere to see il? A temple of crates in cramped and crated sceneI)', what can it prove? 1 am tired of brcathi n~ th is croded ai r, thi~ d¡yness in \\'hich the mon ument is cracking." 1t is an artifact of wood. W ood holds together better than sea 01' cI oud or sand could by i[seH, rnuch bctter than real sea or sand or cIoud. It chose that way to grow an d not to move, The monumcn t's an objet, yet those dccorations, rarelessly nailed, looking like nothing at al!, give it awa y as having life, and wishing ; wantin g to be a monument, lO cherish something. T hc crudest sc1'ol!-\\'ork says "commemorate," ",hile once each clay the light goes around it Jij,e a prowIi n ~ animal, 01' the rain fal ls on it, or the wind blows inln ¡t.

    Es el monumen to. 'Son cajas apiladas. Sus contornos son calados vulgares, medio caídos, hendidos y despintados. U n vejestorio." -El sol violento, el viento del m ar, todo lo que lo rodea, tal vez descascaró la p intw'a , si pintura hubo, y lo ha hecho más r ústico de lo que fue . "¿ Por qué me has traído a ver esto? U n templo de guacales en un paisaje atestado de guacales, ¿ qué prueba? 1v1:c cansa respirar este aire viciado, este aire seco que resquebraja a l mon umen to." Es un artefacto de madera . La madera se preserva mejor que mar, nube o arenamucho mejor que el mar, la nube o la arena reales. Eligió esta manera de crecer sin moverse. El monumento es un objeto, esos ornamentos clavados al desgaire, como si nada, revelan que allí hay vida, ha y deseo: voluntad de ser monumento, un querer ser algo. La voluta m ás tosca nos dice: conmem orad, mientras que cada día, animal que merodea, la luz lo cerca o cae la lluvia y lo em papa o sopla el vien to y entra,

    36

    37

    It mal' be soLid, may be h ollo\\ ,

    T ile bODes of lhc arlist-priDcc may be imide

    er [ar awa)' on e\'en drier soi1.

    But r oughly but adequately i t can shrlter

    what 15 within (which alter al!

    ca rmot h ave been intended to be secn ) _

    It is the begin níng of a p uinting,

    a price of sculpture, or poem, ar m anument,

    a nc1 al! of woocl, Wa trh it closeh',

    38

    al vez está lleno, lal \-ez está yaCÍo, Quizás adentro l':it..in los huesos del prínci pc -atlista o quizá están alli lej a, en un suelo :tun m~ls seco,

    P ero en genera l -pL'.l'O cabalmenle- ampara

    lo que estú adenu'o (y que después de todo

    no está destinado a ser visto ) ,

    Es el comienzo d e una pin tura,

    una escu ltura, un poema , un monu.mf'n lo

    _y toclo de m adera, ContempJadlo de:;paLio,

    39

    SEASCAPE Tbis celestial s_eascape, with white hcrons got up as angels, nying as high as they want and as far as thcy ",ant si dewise in tiers and lien; of immacu late reflections; whole region, from lhe h ighest heron down to the weightless mangrove island with bright green ¡caves edged neatly with bird-droppings Iike illumjnation in silver, and down to the suggestivel, Golluc arches of the mangrove roots nd lhe beautiful pea-green back-paslure \\ here occasionally a fish jumps, likc a wild-flower

    in an ornamental spray of spray;

    this cartoon by Raphael for a lapeslry for a Pone:

    it does look like heaven.

    But a skeletal ligh thouse standing therc

    in black and white clerical dress,

    who ¡ives on his nerves, thinks he knows better.

    He thinks that heH rages bclow his ¡ron feet,

    lllat that is why lhe shallow water is so warm,

    and he knows that heaven is not like this.

    Heaven is not like flying or swimming,

    but has something to do with blackness and a strong glare

    and whcn il gets dark he will remember something

    slrongly worded to say on the sub jete.

    me

    40

    PAISAJE MARINO

    Este celeste paisaje marino con garzas blancas que se alzan como ánge les, volando tan alto como pueden y tan lejos como quieren, ladeándose en hileras e hileras de inmaculados reflejos ; la región entera -desde la garza más alta hasta la ingrávida isla de los m anglares llena de hojas verde brillante nítidamente ribeteadas de guano como ilumi nadas con plata, y abajo los sugestivos arcos g6ticos de las raíces de los manglares y la yerba color chícharo del fondo en donde ocasionalmente salta un pez como una flor salvaje en una ornamental salpicadura de rocío-­ (este dibujo de R afael para un tapiz para un Papa) -cier tamente parece el Cielo. Pero un faro esquelético allí alzado de blanca y negra sotana, q ue vive nervioso, piensa que sabe más . Piensa que el infierno ruge bajo sus pies de fierro, por eso es que el agu a poco profun da es tan cálida, y sabe que el Cielo no es como esto. El Ciclo no es como volar o nadar, pero tiene algo que ver con la negru ra y una mirada poderosa

    y cuando oscurezca recordará algunas palabras

    pertinentes para decir al respecto.

    41

    --LITTLE EXERCISE for Thomas E dwards Wanning

    PEQUERO EJERCICIO

    Para Tltoma.r Edward IFarning

    T hínk of the storro roamíng the sky uncasily like a do!! looking fo r a place to slcep in, Jlsten to it growling.

    Piensa en b tormen ta errando inquieta por el cielo

    como un perro buscando un sitio para dormir

    escú chala cómo gntñe.

    '[hink how they nmst look now, the mangrovc keys lying out there unresponsívc to the lightning in dal'k, coarse-fi breu families,

    Piensa en cómo deben verse ahora los manglares

    inmutables ante los rayos

    en Iam il ia~ oscuras, burdamente fibrosas

    \\"here occasionaIly a heron may undo his head, sbake up his [cathers, m ake an uncertain comment when thc surrounding watcr shines.

    donde o ca~ion alm en te una garza agita su cabeza,

    sacude sus plumas, hace un comentario incierto

    cu ando el agua a su alrededor brilla.

    Tlúnk of the boulevard and the littlc palm trees al! stuck in rows, suddenJy rcvealcd as fístfuls of limp físh-skeletons.

    Piensa en el bulc\-ar y en las peq ueñas palme.ras enfilad as,

    súbi tamen te convertidas,

    en mon tones de fl ácidos esqueletos de pescad o.

    1 t is r::lini ng tl1t'rc. T he boulevard and its broken sidewalks with weeds in every crack are relieved to be wet, the sea to be freshened.

    Está ll oviendo ahí. El bulevar

    v sus banquetas cuarteadas con yerba en cada grieta

    bviados p or la humedad, el Dlar por la fresc ura.

    Now the storm goes away again in a series of sroall , badly lit battle-scenes, ea ch in "Another p art of the field."

    Ahora la tempestad se aleja en Ul1a serie

    ele peqtl eñ.as escenas de batalla Dlal iluminadas

    cada una "en otra parte del campo de contienda".

    Think of someone sleeping in the bottom of a row-boat tied to a mangrove root or the pile of a bridge; think of h im ;J.S uninjured, barely disturbed.

    Piensa en alguien dumliendo al fondo de un bote de remos

    atado a la raíz de un ma nglar o al pilar de un puente,

    piénsalo indife rente, ap enas pe rturbado.

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    43

    LA ENSENADA

    THE BIGHT n

    ni)'

    A t low tide like this haw sheer the water ¡s. White, crumbling ribs of marl protrudc and glare and the boats are dI)', the pilings d ry as matches. Absorbing, rather than being absorbed, the water in the bight d oe~n't wet anything, the color of the gas fl ame turncd as low as possible. One can smell it turning to gas ; iI one were Ba udelaire one could probably hear it turning to m3..rimba music. The little ocher dredge at work off th~ end oí the dock already plays the dI)' perfectly off-beat claves. T he birds a re oulsize. Pelicans crash into tbis p eculiar gas unnecessarily hard, it seems lo me, like pickaxes rarely coming up wi th anything to show for it, and going off with humorous elbowings. Black-and-white man-of-war birds soar on impalpable drafts and open theír taíls likc scissors on the curves or tense them like wishbones, till they tremble. T he frowsy sponge boats keep coming in with the obliging air of retrievers, bristli ng with jackstraw gaffs and hooks and decorated with bobbles of sponges. T here is a fence of chicken wire along the dock where, glinting lih littl e plowshares, the blue-gray shark tails are hung up to dry for thc Chinese-restaurant trade. Sorne o[ the little white boats are still piled up against each other, Ol" líe on their sides, stove in, and not )let salvaged, if they ever ",il! be, from thc last bad storm, Eke tom-open, unanswcred letters. The bight is Ettered ",ith old correspondences.

    44

    En mi cumpleaños

    birt hday

    Así con marea baja qué diáfana es el ag1la.

    Sobresalen y hrillan blancas cos till as de marga que se desmoronan

    v los barcos están secos, los pilares secos como cerillos. El agua en la ensenada no moja nada, absorbiendo más que siendo absorbida, tiene el color de una flam a lo más baja posible. U no puede olerla volviéndose gas ; si fu era uno Baudelaire uno podría probablemente oírla convertirse en música de marimba. a pequeña draga ocre trabaja al final del muelle y toca un acompañamiento seco y to talmente fuera de compás. L os p elícanos desmesurados se estrellan en este extraño gas de innecesaria dureza, se me figu ran zapapicos, rara vez saliendo con algo que mostrar se alejan aleteand o con codazos chistosos. Los pájaros fragata en negro y blanco pl anean en im palpables ráfagas )' abren sus colas como tijeras en las curvas o las tensan como espoletas hasta que tiemblan. Los desaliñados barcos esponj e ros siguen llegando con el aire ohligado de perdigueros, erizados de arpones y garfios espantapú jaros y decorados con colguijos de esponjas. Ha y W 1a cerra de alambre a 10 largo del muelle en donde, brilland o como azadones, se ponen a colgar las colas azul plomo de los tiburones para el comercio chino. Algunos barquillos blancos siguen apilados unos junto a otros, o yacen de lado desfo ndados, sin rescatar todavía, si es que lo serán algún día, de la última mala tormen la como cartas desgarradas sin contestar. La ensenada está regada de vieja correspondencia.

    45

    Click. Click. Caes the drcdge, and brings u p a dripping jawful o[ mar!. .\ll the untid)' activity continues, ¿j\\ [u) but cheerfuL

    46

    Click, el id. hace la draga

    )' ]c\'ant3. una chorreante bocanada de marga ,

    La sucia actividad conlinúa,

    h orren da pero alegre.

    47

    A

    S UMMER'S

    DREAM

    SUFSO DE T'RRA JYO ':+

    To the sagging wharf

    few ships could come.

    T he population num bered

    two giants, an idiot, a d\\'arf,

    Al muell.. aquel derrenga do

    a gentle storekeepcr

    asleep behind his coun ter,

    and our kind lan dlady­ the dwarf \Vas her dressma ker.

    una ena na, u n bue n tr ndero tras su m ostrador dormido, y nues tTa ama ble p :J.tl'on a - la enana su costurc.ra.

    T he idiot could be bcgu iled

    Con\'e ncÍan a l id iot a que r ecolectase moras pero luego las timba. La encogida cost uTera

    apenas llegaban barcos. La población compre ndía dos gigantes, un idiota,

    by picking blackbe rries,

    bu t then threw theJD away.

    T he sh runken seamstress smiled .

    By the sea, lying

    blue as a m ackerel,

    our boarding house wa, streaked

    as though it h ad been crring.

    sonreía , C abe el mar, tend ido pescado az ul, nuestra pensión se r aya ba como si h ubiese llorado.

    Extraordinary geran iums

    crowded the front wind ows,

    the f100 rs glittcred \Vith

    assorted Iinoleums.

    Geranios extraordi narios en la \'cn tana estallaban, los escogidos Iin6leos abajo resplandecían .

    2vcry night we li, tened

    fol' a horned owl.

    In the horned lamp f1ame,

    the waI1paper glistened .

    En las noches escuchábamos

    gritar al búho corn udo.

    Lámpara de dohle llama

    hacía temblar los muros .

    T he gian t with the stamrnel

    was the land la dy's son,

    grumbJing on the stairs

    over an old gra mm ar.

    El gigante tartamudo de la patrona era el hijo. Rezongaba en la escalera sobre u na vieja gramática. " T raducción de Octavio Paz.

    48

    49

    l

    He was morase,

    but sh e was cheerIul.

    The bedroom was cold;

    tlte Icather bed clase.

    ti siempre malhumorado, aleluyas ell a siempre. Recámara congelada, mullido lecho de plumJ.s.

    We were wakened in !he d
    the somnambulist brook

    nearing the sea;

    still dn.:am:ng audibly .

    N os desper ta ba en la sombra el sonámbulo arroyuelo que a l acercarse al océano soñaba ha blando en YOZ alta.

    50

    51

    AT THE FISlIl10USES Although it is a cold evening, down by one oI Lbe fishhouses an old ma n sits netting, rus net, in the gloarning almost invisible a dark purple-brown, an d h.is shu ttle wom and polished. T he air srnells so strong of codfish it makcs one's nose run and one's eyes water. T he fi ve fishho uses have steepl y peakcd roo[s a nd narrow, cleated gangplnnks slant up to storeroorns in the ga bles f Ol" the " 'hcel barro\Vs to be pushed up a nd dO.'m on. All is sil"er ; the h eavy sudace of the sea, swel ling slowly as ir considering sp illing O\'er, is opaque, bu t the silver oE the benches, the lobste r pots. and masts, scattered among tJ1C ",i ld jnggcd rocks, is of an apparent translucenr.e like the small old buildings with an emera ld moss g-rowing on their shoreward ,,·alls. 1'hc big [ish t ubs a re cornpletel y lined with layers of beautiful herring scales and the wheelbarro\l's are simi larl y plastered wit.h cream)' iridcscen t coats oE mai l, \\;th srn:lll iridiscen t Ilics crawling on them. U p 011 lb e ]jttle slope behind lhe houses, Sf' t in the sparse bright sprinkle of grass, is a n ancient " 'ooden capstan , crac ked, with two long bleached h and les and some meJa ncholy stains, Iike dried blood, where the ironwork has r usted. The oLd man accepts a Lu cky Strike. IIe was a [riend of my grandfath er. We talk of the declj ne in the popu lation a nd of codfish and h erring

    52

    CASAS PARA LA PESCA A p esar del irÍo de la tarde,

    cerca de u na de las casas para la pesca,

    un h ombre sentado teje su red ;

    en el anochecer se clisuelve

    un oscuro morado pardo

    )' su lanzadera usada y pulida.

    El aire huele tan fuerte a bacalao

    que humedece la na riz y los ojos.

    Las cinco casas para la pe~ ('.a tienen

    techos agudos de dos aguas

    y tablas angostas inclinadas

    b acia el almacén de los a guilones

    para subir y bajar las carretill as.

    Todo es plata ; la pesada supe rfirie elel mar,

    lentamente hinchá ndose como si fuera a derramarse,

    es opaca, pero la pl ata de las ba ncas,

    de las trampas de langostas, de los m~\,tiles esparcidos

    en la feroz dcn tf'lIadura ele las olas es de u na tran sl ucidez aparent e, así como los pequeños ed ificios con un moho esmeralda creciendo en sus paredes cosleras. L as grandes tinaj¡'ras está n cubiertas co n capas de hermosas escamas de arenque y las carretillas parecid amente emplastadas de cremosas e iridiscentes jacerinas con m oscas irid iscentes a gatas sobre ellas. Arriba en la pend ien te del terreno sobre la casa, colocado en el brillante salpicón de césped escaso !: ay un anti¡:,'Uo cabrestan te roto de la rgas agarraderas descoloridas y al~un as ma nrhas melancólicas como sangre seca donde se ha oxidado el fierro. El v iejo acepta un Lucky Strike. Fue amigo de mi a buelo.

    lIablamos de la disminución de la población

    del bacalao y del a renque

    S3

    ,,-hile he lI"
    There are sequins on h is vest amI on his thumb.

    He has scraped the scale .., th e p rincipal beauty,

    from unn umbc red fiili with that bJack old knife,

    ¡he blade 01' \\'hich is almost ,,"om awa)'.

    mit,mtras espera la llegada dt: un h ote arenque ro. H ay lelltej uelas en su puJgar y su chaleco. quitaJo las escamas, la belleza principal, de inn umerablc5 peces con ese ,"iejo curhillo negro d e filo ca~ i gastado.

    Down a t the water's edge, at the place

    \\·hcre they haul u p the boat" up the long ramp

    descending into thc water, thin silver

    trce trun ks are \aid h orizontally

    across the gray ston es, down and d0wn

    at Íntervals of four 0 1' Iive lect.

    Abajo en 1
    h acia aclentro \' más dentro

    con intef\";¡los de cuatro o cinco p ies de J ista ncia"

    C old d ark dcep a nd a bsolutely clear,

    element bearable to no mortal,

    to [¡sh and to seals. ' . One se:1 1 p articu larly

    1 have seen here evening af ter evening.

    He \Vas curious auout me. He wn ~ iIltcrestcd in music ;

    Iikc me a believer in total immers ion,

    so I used to sing him Baptist h yrn ns.

    I also sang "A Mighty F ortress I s O ur C od."

    He stoou up in lhe waler il n d regardcd me

    stea d ly, m oving h is h ead a Httle.

    Then h e ,vonld djsappear, lhen suddenl y emerge

    almost in the sume spot, with a sort of shrug

    as if it "'ere ag::¡inst llis better judgment.

    Cold dark deep a nd absolutdy cica!',

    t he clcar gray ÍCy water . . . Back, behin d us,

    the dign ified tall firs begin.

    Blu ish, associa ting with their sbado\\'s,

    a million C hristm as trces $tancl

    \\·aiting for C hristmas. The water sccms suspended

    above the rcunded gray an d bIUl."-gray stones.

    I have seen it over a nd o\'er, the same sea, th e same,

    sligh tl y, indi ffcrenLl y sw iTIgi n~ above th e stones,

    ¡eily free aboye the stones,

    above tbe stones a nd thr n the \ \·O L ...

    :H

    na

    frí o oscuro profund o y a bsol ut all'lrntc claro,

    elemento tolerable a nin~"'ú n mortal,

    a Jos pete, v las ioc as . .. u na fo cJ.

    he visto especialmente tarde tr:15 tard e.

    Despert ab::t su cu riosidad. Le inte resa ba la m úsica;

    creyente como yo en la. total inmersión,

    acostu mbral);¡ ca nta rle J¡im nos bau tistas.

    Tambi(.n le canlab:J. "Poderosa fo rt;'lleza es nuestro Señor."

    Se levanta ha soGre el agua y me miraba fijamente,

    movien do u n poco su cabeza.

    D esaparecí;l y \'olvía después a erncrgt>r súbitamente

    casi en el m i~m n sitio, com o encogiendo los hombros

    en contra d e su m ejor juicio.

    frío oscu ro profu ndo y absoluLlmen te claro,

    la helada y gris agua clara . . . At rás, a n uestras e~pa l da,,:

    se extienden Ir) ; altos y d ignifi cados a betos.

    Azulo~os, asnc iClnd o,c con sus sombras

    u n m illón de árholes en pie

    espera n la nav!uad. El agu a p arece suspendida

    sobre be, rcuonde adas pied ras grises y azul plomo.

    Lo h e visto una y otra vez, el mismo mar, el m ism o

    balan ceo li gero, casi indiferen te, sobre las p iedras,

    heladamcnte liure sobre las piedras,

    sobre las pied r:ls y l uego el mundo.

    55

    If )'ou should cl ip your hand in . your wrist would a che imrned ia tely, your bones 'would begin to ache and your hand would burn as if the water wcre a transmutation o[ fi re that Ieeds on stones a nd burns with a dark gray flameo n von tasted jt , il wou ld firsl taste bitter, then brin)'. then surel y burn your tongue. I t j s lil e what we imagine kno,,"lcdge to be: dark, salt, clear. mo\. ing, ullerly free, d rawn from the cold hard m ou th of the \Vorld, derived froIn lhe rocky breasts [ol'cver, nov,-i n!! and d raw n, and since our k now¡ed~'e is histoJ'ical) flo wing, a nd flown.

    56

    Si tuvieras que sumergir la m ano, la m uÍÍeca inmediatamente te ardería, le seguiría n los h uesos y tu mano se quemaría como si el agua fuera una transmutación del fuego que se a limenta de las pied ras y arde con una oscura llama gris helada. Si lo p robaras sabría p rimero amargo, después salado, luego quemaría seguramente tu lengua. Es como n os imaginamos que es el conocimien to:

    oscuro, salobre, claro, en m ovimiento y completamen te libre,

    e:dr aído de la fría y dura boca de la tierra,

    derivado de sus senos pétreos,

    fluyendo siempre y siempre extraído, y p uesto

    que nuestro conocimiento es h istórico, flu yendo y fl uido.

    57

    CAPE BRETON

    Out on tbe high "bird islands," Ciboux and Hert[ord,

    the razorbill auks ancl the silly-Iooking puIfins al1 stand

    ....-ith their backs to the mainland

    in solemn, un even lines along the cli[['s brown grass-frared edge,

    while the few sheep pastured there go "Baaa, haaa."

    (Sometimcs, frighlcned by aeroplanes, they stamped

    and f a11 over in to the sea or on to the roc1-.:5. )

    The silken water i5 weaving a nd weaving,

    disappearing under the mist equall y in al! direc tions,

    lifted a nd penetrated now a nd then

    by one shag's dripping serpent-neck,

    and somewhere the mist incorporales the pulse,

    rapid but unurgent, of a mo torboat.

    Thc same mist ha ngs in tlún layers

    among the valleys and gorges of the mainla nd

    likc rotting snow-icc sucked away

    almost to spirit; Lhe ghosts of glaciers drift

    among th()se folds and folds of fir: spruce a nd haekmatack­

    d ull, dc¿¡d, cleep peacock-colors,

    each riscr cl istinguished from thc nex t

    by a n irregular nervous saw-toolh cdge,

    alike, but certain as a stercoscopic vicw.

    The wild road cJ ambers nlong the brink of the coast.

    On it stand occasi on al small )'ellow bu lld ozers,

    but without thcir drivers, beca use today 1S Sunday.

    T he lil tle white chu rrh es llave becn dropped into the matted hills.

    like lost qu artz arrowheads.

    T he road a ppears to h:lVe bcen abandoned.

    \Vhatever the la ndscape hnd of mean in g appears to have been

    abandoned, unless the road is hol ding it back, in the interior, wherc \Ve canno t se e, where dcep Iakes are reputecl to be,

    58

    CABO BRETóN

    En C iboux y Hert[ord, las altas "islas de los pájaros",

    los pingüinos)' los pájaros bobos se paran

    de espaldas a la tierm

    en sokmnes filas d esi ~ua les

    a lo largo del pa rdo borde del arrecife deshilachado de yerba,

    micntra, los pocos borregos que allí pa5tan gritan "baa..'1, l>aaa".

    (Aterrori7ados a veces por los aeroplanos

    se arroj :1l1 en estampida al mar o en contra de las rocas.)

    ~l agna sedosa está tejiéndose, tej iéndose, y desapareciendo baj o la niebla en todas direcciones,

    lc'·t.ntada y penetrada. de vez en cuando

    por el colgante cuello de serpiente de un cuervo marino,

    y en :.dgún luga r la niebla incorpora el p ulso

    rápido pero sin urgencia de una lancha de motor.

    La misma niebla cuelga en capas delgadas balTancas

    entre los valles y como nieve p odrid a. casi hasta el espíritu ;

    los fantasmas de los glaciares

    Dotan entre los pliegues y pliegues de pinos: añrrces y abetos rojos-

    co lore, dE' pavo n eal, profundos, apagados,

    cada fil a se distingue de la próxima

    C(,n un~ dentadura de sierra, irregular y nerviosa,

    aun que i:;uales, destacadas por la certeza de una visión estereoscópica.

    la"

    El c3.I11ino agreste V :l trepando a lo largo de la costa.

    lIa )' a lgunos pequeíios tractores amarillos detenidos,

    pero si n operarios porque hoy es domingo.

    L as peque.íias iglesias blancas se han dejado caer

    el1 la pareja de colinas

    como puntas de fiecha de cuarzo perdidas. 1 camino parece haber sido aband onado.

    Lo que tuviera el paisaje de signifi cado

    p:uece haber sido abandonad o,

    a menos de que el camino lo esté re teniendo en su interior,

    donde no podemos ver,

    donde los profund05 lagos se supone que existen,

    59

    and clisllsed traiIs and mountains of rock and miles of burnt forests standing in gTay scratches like the admira ble scriptures made on stones by stones-­ a nd these regions now have liule to say for t hemselves excep t in thousands of light song-sparrow songs fIoa ting upward freel), d ispassion ately, thro ugh the mist, and meshing in brown-wet, fine, tom fish- nets. A sma ll bus comes along, in up-and-down rushes,

    pack ed with people, even to its step. (On weckdays wi th groceries, sp are automobile parts, a nd pump parts, bu t rod ay only two prea chers extra, one carryi ng his fro ck coat on a h an ger.) t passes the closed roadside sta nd, lhe cl ose d schoolhouse, w!Jere todar no fl ag is flying from the rough-adzed pole topped \Vi th a wh ite china cloorknob. Tt stop~, amI aman carrying a baby gets off, c1imbs over a stile, a ncl goes down through a .small steep m ead ow, wh iel! e3tablb hes its poverty in a snowfall of daisies, to bis invisible house beside the water. T he birds keep on singing, a calf bawls, the bus starts. T be thin m ist follows the white mutaLions of its dream; an ancient chill is rippling the dark brooks.

    60

    y rieles en desuso y montañas de roca

    y m ill as de bosques quemados en pie como grises cicatrices,

    como las admirables escrituras hechas p or piedra en la piedra.

    Estas regiones ya tienen poco qué decir de sí mismas

    salvo en m illares de cantos ligeros de gorrión

    que flotan do se alzan sin pasióD, :l. través de la n iebla,

    enredándose a las fin as y desgalTadas redes de pesca ,

    pardas por la humedad.

    U n camión avanza a acelero nes p or las ba jadas y subidas,

    atestado de gente hasta en las escaleras.

    (Cargado entre semana de abarrotes, refacciones de automó..,il y

    bombas de agua, hoy sólo Ixae dos p redicadores ('p"tra, u no lleva en un gancho su levit.a.) Pasa por el exp endio cerrado, p or la escuela cerrada, en la que ning una bandera ondea del tosco p alo terminado en una manija ele porcelan a. Se detiene, y un hombre, carga ndo un niño baj a, sube unos escalones y desciende por u na pequeña pradera inclinada, que en una nevada de m ar~a ritas declara su pobreza,

    h acia su casa invisible jun to al lago.

    L os p ájaros siguen cantando, bala un becerro, el camión arranca .

    La niebla delgada sigue

    las blancas mutaciones de su sueño ;

    un a ntiguo escalo frío riza el agua de los oscu ros arroyos.

    61

    ......­ ARRlT'AL AT SANTOS

    LLEGADA A SASTOS

    Here is a coasl; here is a harbor :

    here, after a m eager diet oI hori,:on, is sorne scenerv:

    irnpracti cally shaped and -who knows?- self-pitying mountaim,

    sad and ha1'sh beneath their frivoloLls greenery,

    _\qui hay una costa; aqui hay un puerto ;

    ¡¡quÍ, tras una magra dieta de horizon tes, un poco ele e.scenoO"ralía:

    poco práctica en 511 conformación, y ¿ qui6n sabe, las montaf;as,

    tras su [rh'o]o verdor, duras, lri~Les. autocompasi\'as ?

    with a liale church on top of ene. And ''''archouses,

    sorne of thern painted a Ieeble pink, or bl uc,

    and sorne ta11, uncerta in palms . O h, tourist,

    is this how this country is going to answcr you

    Con una pequcíía iglesia en una de ellas. Y almacenes,

    pintados alguno, de ellos de azul pálido o rosa,

    : algunas altas, inciertas palmeras. ¿ Ob, tu rista,

    así es como este país va a responderte a ti y a tu p retenciosa

    and your immodest demands for a diffe rent ,yorlcl,

    and a bcttcr lire, and complete comp rehension

    of both at last, and immediately,

    after eighteen days of suspension?

    exigencia de un mu ndo diferente,

    una vida mejo!' y u n completo C'ntendim iento

    de ambos por fin , inmediatamente,

    t ras dieciocho días de estar en suspenso ?

    Finish yOUl' breakfast. T he tender is com ing, strange anu ancient craft, fl ying a strange and bri llian t rag. So that's the fl ag. 1 never 5aw it before. 1 somehow never lhought of there being a flag,

    f ermina tu d esayuno. Ya llega un transbordado!',

    un ext raiío y ant iguo barco con un extraño y brillante trapo.

    Así que la uand era es ésa. N unca antes la había visto .

    De alguna manera nunca hahía pensado

    but of course therc was, all along. And coi ns, 1 presume,


    And gingerly now we climb clown the lad der barkward,

    m yself and a fellow passenger named Miss Breen,

    que eXistía una ban dera, pero existía, por supuesto. y monedas, supon go, y b illetes que estamos por descubrir.

    C uidadosamente bajamos hacia atrás la escalera

    yo y otra pasaj era llamada miss Breen.

    descending into the midst oI t\\'cnty-six freigh ters

    wa iting to be loaded with grecn coffee bcans.

    Please, boy, do be more carefu l wit!1 that boa t hook !

    'Watch ou t! O h! It has caught M iss Breen's

    Descendimos en medio de veintiséis cargueros

    que esperaban su carga d e verde cafe tín .

    " ¡ Por favor, muchacho, a tención con el garfio,

    se ha enganchado en la falda de la señor ita Breen! "

    ski rtl T here! ~Iiss Breen is about sevenly,

    a ret ired po lice lieutenant, six fee t taIl,

    w ith beautiful bright blue cyes and kind expression.

    Her horne, when she is at home, is in Glens Fall

    "\tiss Breen tiene como seten ta años, bellos ojos azu les

    de expresión generosa Y m ide sei~ pies,

    parece un tenien te de policía retirado.

    Su casa cuando eslá en casa está en Glens

    New York. T hcre. We are settled.

    The customs officials \Vil] speak E nglisb, we hopv,

    F all, Nueva York. Por fin estamos acomodados.

    Los oficiales aduaneros h ablarán inglés, esperamos,

    $,

    62

    63

    ........

    and leave us our bourbon and cigare Ltes. Ports are necessities, like postage stamps, or soap, but they seldom seem lo care what impression they make, 0 1', like this, only attempt, since it does not mattcr, lhe unassertive colors of soap, 01' postage slamps­ wasting away like the fonner, slipping me way the lattrr do when wemail thc letters we wrote on the boat,

    eithcr because the glue here is very inferior

    01' becallse of the heat. We lcave Santos at once;

    we are driving to the interior.

    '! nos de jar:m jl:lsar nuestro whbky y nuestros cigarros.

    Lo> pUCI tos, romo el jabón y los limbn:; son necesarios,

    y no les preocupa caus:!r mab impresión,

    como en ésta, única vez, ya que no imporl:!n en realidad

    los colores poro afirmalÍ\'os del jabón o los timbres postales,

    derriTiéndose como aquél o resbalándose como éstos al mandar

    unas carla:; escri tas en el barco,

    ya sea porque la goma aCjuí es muy in fe rior

    o por el c:Llor. Dejamos Santos r:tpidamcnle; nos dirigim os al interior.

    {)j

    64

    v-

    BR AZIL, JANUARY 1, 1502

    BRASiL, 10 DE ENERO DE 1502

    . . . embroidercd nature. .. tapcs tried hU1dscape.

    ... naturaleza bordada. .. paisaje tapizado . Sir Kenncth Clark

    andscape lnto Art, by Sir Kenneth Clark '>anuarics, Nature greels our eyes

    e:xaetly as she must have p:reeled theirs:

    f!\Iery sguare inc h JilJing in with folia~e-

    Iiig lea'les, Jiltle ¡eaves. and giant leaves,

    BJue, brue-green, and olive.

    with oc:casional ligh ter veins an d edges,

    DI' a satin underleaf (urned over ;

    manste!' fC'rns

    in silver-gray relief,

    md flowe rs, too, Iike giant water lilies

    p in the air - up, r ather. in (he lea ves­

    l'urpre, yelIow, t\Vo )'elJows, pink,

    rnst red and greenish \\ hi le ;

    30Iid bul a ir)'; fresh as ir just finished

    [fiel takcn off the trame. bfue-whÍle sky, a simple web,

    backing for fc ath ery cletail:

    a,rid ares, a palc-grcen brokcn w11e('],

    IcW' palms, swarthy, squ a t , but clelicate ; :md pcrc hing therc in p rofi le, beaks agape, -be b~g- symbolic birds keep CJuiet, a ch showmg only half h is puffed and paddecl , {1Ure-colore-d or spotled brea~l. ~till in the foreground th erc is Sin : liYn sooty draf{ons near sorne massy 1'Ock s. The rm:b are workcd \Vith lichens, gray m oon bursts .:$p~ltere d· and overlappin¡r, tIlreatened from underneath by moss :in Iovely hell-green fl ames, attaclled above by scaJing-Jadder vines, oLligue and nea t, "'one leaf ycs and on e leaf no" (in Portuguese) .

    66

    Eneros, la naturaleza saluda nuestros ojos

    como debió haber saludado los de ellos:

    llenando cada pulgada cuadrada con fol1aje­

    hojas grandes, hojas pequeñas, hojas gigantescas,

    azules, olivas, cerúleas,

    011 bordes ocasionales y venas más cl aras, o un envés de satín redoblado;

    helechos monstruos con bajorelieves pbleados

    y también fl ores como gigantescos lirios acuáticos

    alzándose en el a ire, alzándose más bien en las hojas,

    moradas, amarillas, de dos am arillos, rosas, rojo oxidado y blanco verduzcoj

    sólidas pero etéreas; frescas como si recién acabadas

    y sacadas del m arco.

    U n cielo azul y blanco, una simple red

    de fond o para detalles de plumas:

    breves arcoS, una rueda. verde pálido rota, unas cuant as palm eras gruesas Y oscuras pero delicadas; los grandes pájaros simbólicos permanecen en silencio, posados de perfil, p icos abiertos, cada uno mostrando sólo la mitad de sus acojinados pechos inflados,

    de colores simples o moteados.

    Sin embargo, en el fondo está el pecado:

    Cinco dragones tiznados junto a unas rocas masivas.

    Las rocas están incrustadas de líquenes,

    grises estallidos de luna,

    embarrados y superpuestos,

    amenazad as de abajo por el musgo

    de delicadas flamas verde infierno

    y atacadas arriba por la escalera trepadora de los viñedos,

    diestra y sinuosa, " una hoj a sí y una hoja no" (en portugués ) .

    67

    ..,..­

    '. T hc Jizza rcls , r arccJ y brcathc ; a lJ cycs are 011 the srn::dlcr, fema le one, back-to, hr r \\ i("hd lail straip-h 1 up a nd o"cr, red as a r eu-llLit wire .

    1,0.; reptiles apcnas respiran, los ojos fij os

    the Cljri~ ti a m , hard as nails, tiny as nai ls, an o glinling, i:1 c-rcaking arma r , carne amI [ound it all, not un fa mil iar : no !overs' walks, no bowers,

    W l r hCHics ro be pickcd, no lu le m usic,

    IJut co ne~pondi ng, nevertheless,

    10 a n old d r eam of wea lth and luxu ry

    alr('ady ou t of ~trlc when lhey left home­

    weallh, plus a bra nd- ncw p leasure_

    D il'ec tl}" a fler Mass, humming pcrhaps

    L '!Jo1llme ar m é or sorne such tUD é',

    tIley rippC'd a\l-ar into the hanging fabric,

    cach ou t to catch an J ndian [01" hirnself­ those rnaddening li ttle women ",ho Lep t call ing,

    , alling lo ('ach otller (or lJ
    :md retrea ting, a Jways relrcaling, bch ind ilo

    Así fue como los cn stlanos, duros como clavos,

    .T us t so

    68

    cn la hembra, más pequeña, de espaldas,

    con la m alévola cola leva ntada. roja como un alam bre al rojo vivo.

    pequeños como clavos y destellantes

    en armaduras chirri an tes llegaro n y lo encontraron todo,

    no desconocido :

    sin calzadas romá nticas, sin cenadores,

    sin cerezas que recoger, ni música de laúdes,

    correspondiendo, sin embargo,

    a un viejo sueño de lujo y de riqueza

    ya pasado de moda cuando zarparon­ :- iqueza, m ás un placer completamente nuevo .

    Directa mente después de m isa, tarareando quizás

    L'llOmme llr mé o alguna tonada semejante,

    rasgarían los tejidos colgantes

    lanzán dose a atrapar u n indio cada uno­

    esas enloquecedoras mu jercillas que seguían

    gritando y gritándose

    ( 0é es que ya se había n despertado los pájaros ?)

    y retrocediend o, siem pre retroced iendo tras )a maleza.

    69

    QUESTIONS OF TRAVEL There are too rnany ,vaterfalls here; the crowded streams

    hurry too rapidly clown to the sea,

    and the pressure of so ma ny c10uds on the mountain tops

    m akes t)¡em spill over the sides in soft slow-motion,

    tum ing to waterfalls under our very eyes.

    -For if those streaks, t hose m ile-Iong, shiny, tearstains,

    aren't waterfalIs yet,

    in a quick age or so, as agcs go here,

    they probably will be.

    But if the strcams and c10uds keep travell ing, travelling,

    the m ountains look like the hulls of capsized ships,

    slime-h ung and barnacled.

    Think of the long trip horneo

    Shou ld we have stayed a t home an d thought of here ?

    Where should \Ve be today?

    1s it rig-ht to be watching strangers in a pla y

    in th is strangest of theaters?

    What ch il dishness is it that while there's, a breath of Jife

    in ou r borues, we are detcrm ined to rush

    to see the sun !he other way around?

    T he tiniest green hurnm inghird in the world?

    To sLare a l sorne inexplicable old stonework,

    inexplicable and im penetrablt',

    a t a ny view,

    in stant]y scen and always, al'ways d elight[ul ?

    O h, must ,,/e dream our d rcams

    a nd have them, too?

    And have we room

    for one more folded sunsel, stilI quite warm ?

    Bu t surely it would have becn a pity

    not to have seen the trees along thi5 road,

    ~~ally exaggerated in their beauly,

    not lo ha\ e seen them gestu ring

    Jike n oble p anlomimists, robed in pink.

    -Not Lo have had to stop for gas and heard

    70

    PREGUl\"TAS DE T'ItlJE H ay aquí demasiadas caídas de agua; los ncumulados arroyos

    se a presu ran demasiado al mar,

    y la presión de tantas nubes en la cima de las montañas

    los h ace derramarse a los lados como en suave cámara lenta,

    volviéndolos cascadas a nte nuestros m ismos ojos.

    pu es si estos hilachos llorosos llorando a lo largo de millas,

    no son toJavÍa cascadas,

    en una era veloz, o algo así, como las que aquí ocurren

    lo serán.

    Pero si los a rroyos Y las nubes siguen viajando, via jand o,

    las montañas parecen los cascOs de buques volcados,

    llenos de lama y de lap as.

    Piensa en el largo via je a casa. ¿Debimos quedarnos allí y sólo pensar este sitio:

    ¿Dón de estaríamos a hora?

    ¿ Está bien ser espectadores de un a eScena

    en éste -el m ás extra ño de los teatros?

    ¿ Q ué infa ntilismo nos apresta, m ientras nos queda a Cm aliento)

    a mirar el sol del otro lado?

    ¿ E l m ás pequeño p icaflor verde del mundo ?

    ¿ M irar una vieja e inexplicable obra de piedra,

    inexp licable e impenetrable,

    desde cualquier punto de vista,

    sólo instantáneamente ,·isla y siempre, siempre asombrosa?

    ¿Debemos soñar nuestros sueños y además tenerlos?

    ¿ H ay sitio toda\"Ía para un nuevo a tardecer doblado

    aún lo bastan1:P cálido '? Pero hu biera sido una lástima, sin duda, el n o h aber visto los árboles a lo larl!o del camino,

    exagerados realmenle en su belleza,

    no haberlos visto gesticulando

    como mimos nobles, vestidos de rosa.

    - El no haberse detenido a cargar gasolina y escuchado

    71

    [he sad, two-noted, woodel1 tune of disparate wooden cl ogs (a r el es~ l y dacking O\'cr
    the wh ittled fan tasies of ,,"ooden rages.

    Never to have studicd h istory in the weak call igraphy of songbirds' cagl's. -An d never to ha\'e had to listen to r;Jin so much Iikc politician s' sperchcs: lwo hours of unrelcn till,!r oratory and tben a sudden gold en ~i¡el1re in \\'h ich lhe traveIler ta krs a nO!l:book , \\Titcs :

    la tonada triste d e dos notas de d isparatados zuecos ue ma dera -distraídos golpeando el grasiento piso de la gasolinera. (En otro país los zueco, habría n sido probados, y cada par a llí tendría idéntico soni do .) na lástima el no habe r escuchado la otra m úsica menos p rimitiva del gordo p ájaro pardo q ue canta sobre la bomba rola de gasolina en u na iglesia de bambú del barroco jesuita: tres torres, cinco cruces de p lata. -Sí una lástima, el no haber borrosa e inco nclusamente elucubrado sobre las conexiones que pud ieran e.xistir por siglos entre el calza do mis burd o ele madera y las cuidadosas afectaciones de las fa ntasías tallad
    dos horas de oratoria incesante

    v luego un súbito si lencio dora do

    en el que el vi ajero saca un cuaderno y apu nta :

    "Is it lack oi imaginalion tltat mokes lIS cmne

    to imaginad places, nol just 5( 0 ') ' at hOIl1I'?

    Or could Pascal havc ball not cntiu'ly righ t

    abo ut ju.rt silting quíetl)' in 0 17C'S room?

    " ¿ Es una falta de imaginación la que nos lleva, acaso,

    Co ntina1.t, cíty, cmm/r)', sacie/y:

    the choice is never u'ide and n(ver free.

    A71d here, or there . .. Xo. S/!Ould we hava sta)'cd at home,

    rchcrevrr that may be?"

    Co ntinente, ciudad, país, so ciedad:

    la elección no es nunca amplia, ni es nunca libre.

    y aquí, o allá . . . No . ¿D ebimos quedarnos en casa,

    dondeq uiera que h ta se encuentre?"

    72

    a visitar lugare s imaginados J no que darnos en casa? O ¿ puede que Pascal no acertara del todo al !Jerm aneccr ta n sólo sentado en silen cio en su cuarto?

    73

    El ARMADILLO*

    THE ARMADILLO

    lar Robcrt This tbe time of yeal"

    ",hen almost e\'cry night

    tlle [raíl, illega! [jre balloons ap pear.

    Climbing the m ountaí n height,

    risi nf.{ toward a saín t

    stíll honored in these parts,

    the paper chambers fl ush and fiIJ w.ilh ligh t

    tha t comes and goes, like hearts.

    O nce up against the sky ít's hard

    to ten them from the stars­

    pla nets, tha t is-the tí nted ones:

    Ven us going clown, or Mars,

    or the p:lle grcen onc, Wi th a wind,

    the¡- fi are and falter, wobble a nd t055;

    but ü it's stil1 thcy steer between

    the kí te stí cks of the Sou lhern Cross,

    reced ing, dwindling, solemnly

    a nd steadily forsakíng us,

    or, in the downdraft from a peak,

    suddenly tu rning d angerous.

    ast night anotlJer big one fello J t splattere d like a n egg of fire against the cliff behind th e ho use. T he fl ame ra11 clown. We saw the p ajr of owls who nest there fl ying up and up, their whirling black-and-white stained bright pink underneath, uolíl t11ey sh rieked up ou t of sight.

    PaTa Robert Lowell

    Lowcll Es esta la estación d el cuando casi tod as las a parecen, ilegales, los Ascienden a la altu ra

    se elevan hacia algún snnto

    honrado todavía en estas tierras,

    en cámaras de p apel ll amean, se ¡¡fOnan

    de u na luz q ue va y viene como pI corazón .

    Cuando se elevan en el cie lo es dificil

    d istinguirlos de las estrellas­ es decir, los planetas- los coloreados :

    Venus que cae, o Marte

    en aquel verde p álido . Con un sopl o

    se incendian , titubean, vaciJa'rl, se agi tan;

    pero si el aire está quieto navegan

    entre los p alos de cometa de la Cruz dd Sur,

    retrocediendo, consum iéndose, solemnemente

    constantemente desam parándonos,

    en la caída de un pico

    súbitamente se \'uek en peligrosos.

    Anoche cayó otro de los grandes.

    Estalló comO un h uevo d e fuego

    contra el r isco, detd s de la casa.

    Cayeron llamas. V imos

    al par de búhos que allí anidan volando arrib a, arriba, su remolino blanquinegro manchad o de un rosa fu ertr por a hajo, hasta que desaparecía n cb ilbndo.

    * 74

    año

    noches

    globos dc fu ego.

    del monte ,

    T rad ucción de Ramón X irau.

    75

    The ::mcient owls' ne~t mUSl have burncd .

    Has !ilv; a l! a Jane,

    a gli,tc ning armadillo left lhe scene,

    j'(J ~c-f1e ('ked , head clown . lail clown,

    El viejo nido de los búhos debió quemarse.

    Rápid amente, solitario,

    un armadillo centellean te abandonó

    el luga r, veteado de rosa, cabizbajo, colibajo,

    and ulen a baby rabbit jumped oUl,

    dwr/ -eared, lo our su rpri~c.

    So "oh !- a handful of in tallgible ash

    \\ ¡LIt fixed, igni led e\cs.

    y enton ces sa ltó un conejillo

    cle orejas cortas, an te nuestra sorpresa.

    i Tan suave! un manojo de cenizas in tangibles

    con fijos, encendidos oj os.

    Too ¡m'l/y, dreamli!: e ];Jim iu)'! O lal/ing lire and piercil1g cry

    i Remedo demasiado hermoso como un suefio! i Oh fu ego que cae y grito penetrante

    .and ·i

    jJrl7lir,

    amI a weak rnailcd list

    lenll!ed ignorant against the S!;)!.I

    76

    )' pánico, y un puño de m'madura

    cerrado e ign orant e hacia los cielos.'

    77

    VISITS TO STo ELlZABETI/S

    VISITAS A STo ELIZABETll*

    1950

    .esta es la casa de los locos.

    This the house of Bedlam.

    Éste es el hombre

    que está en la casa de los locos.

    T his is the roan that lies in the house of Bedlam. This is the time

    of the h-agic man

    that lies in the house of Bedlam.

    This is a wristwatch

    tclling the time

    of tll e tal kative man

    that líes in the house of Bcdlam.

    T rus is a sailor

    wearing Ule watch

    that telIs tlle time

    of the honored man

    that lies in lhe house of Bcd lam.

    T hi s is the roadstead al1 of board reached by the sailor wcaring the wa tcb that tells the time of the old, brave m an that lies in the house of Bedlam. These are the years and lhe walls of the ward, the ",inds and c10uds of tbe sea of board sailed by the sailor wcaring Ule wa tch tha t tells the time of the cranky man that lies in the house of Bedlam.

    78

    Éste es el tiempo

    del hombre trágico

    que está en la casa de los locos.

    Éste es el reloj-pulsera

    que d a la hora

    del hombre locuaz

    que está en la casa de los locos. Éste es el marinero

    que usa el reloj

    que da la hora

    del hombre tan celebrado

    que está en la casa de los locos.

    Ésta es la rada hecha de tablas

    adonde llega el marinero

    que usa el reloj

    que da la hora

    del viejo valeroso

    que está en la casa de los locos. Éstos son los años y los muros del dormitorio, el viento y las nubes del mar de tablas navegado por el mari nero que usa el reloj que da la hora del maniaco que está en la casa de los locos. • Traducci6n de Octavio Paz.

    79

    T his is a Jew in a newspaper hat that dances weep ing down the ward over the creaking sea of board beyond the sillor winding h is watch that tells t11e time f the cruel m an 11lat líes in the h ouse of Bedlam.

    Éste es un judlo con un gorro de papel periódico que haila llorando por el dormitorio sobre el mar de tablas rechinantcs más allá del marinero que da cuerda al reloj que da la hora del hombre cruel que está en la casa de los locos.

    T his is a world of books gane flat o T his is a Jew in a newspaper hat that dances weeping clown 111e ward o\'er the creaking sea o[ board cf the batty sa.ilor that winds his watch that tells thc time of lhe busy man that líes in th e house o[ Bedlam .

    Éste es un universo de libros desinflados.

    .l'tste es un judío con un gorro de papel periódico

    que ba ila llorando p or el dormi torio

    sobre el rechi nante mar de tablas

    del marinero ido

    que da cuerda al reloj

    gue da la hora

    del hombre atareado

    que es tá en la casa de los locos.

    This is a boy Lbat pats the fl oor

    to see jf thc world is there, is fl at,

    [or the widowed Jew in the newspaper l1at

    that da nces weeping down thc ward

    waltzing the length of a weaving board

    by the silent sailor

    lha t hears bis watch

    that ticks the time

    o[ the tedious man

    that lies in tb e house of Bedlam.

    És te es 1m muchacho que golp etea el p iso por "cr si el m undo está allí y si es p lano para el viudo judío con un gorro de papel periódico que baila llorand o por el dormitorio valsarldo sobre una tabla ondulada cerca del marinero mudo que oye el reloj que puntúa las h oras del hombre fastidioso qU f' está en la casa de los locos.

    T hese are the years and the walls and the door that shut on a boy that pats the fl oor to fecl if the world is thcre and fl at. This is a Jew in a newspaper hat that dances joyfull clown the ·ward into the parting seas of board

    past the staring sailor

    that shakes his walch

    that tells the time

    Éstos son los años y los muros y la puerta que se cierra sobre un muchacho que golpetea el piso para saber si el mun do está allí y si es plano. .l'tste es un judío con un gorro de papel periódico que baila alegremen te por el dormi torio en Jos IrulJ"CS de tablas que se van más allá dd marinero de Jos ojos en bl anco quc sacude el reloj que da la hora

    30

    81

    of the poet, the roan

    that líes in the house of Bedlarn.

    del poeta, el hombre

    que está en la casa de los locos.

    This is thc soldier home from the war.

    These are the years and the walls and the door

    tha t shut on a boy that pats the floor

    to see if the world is rou nd or IJat.

    T his is a Jew in a newspa per ha t that dances carefully down the ward ,

    walking the plank of a coffin board

    with the crazy sa ilor

    that shows h is watch

    that tells the time

    of the wretched man

    Ihat lies in the house of Bedlam.

    Éste es el soldado que vuelve de la .!5'lcrra.

    ÉsLos son los años y los muros y la puerta

    que se cierra sobre un muchacho que golpetea el piso

    para saber si el mundo es pla no o redondo.

    Éste es un judío con un gorro de papel periódico

    que baila con cuid ado por el dormitorio

    cam inando sobre la tabla de un ataúd

    con el m arinero chi fl ado

    que muestra el reloj

    que da la hora

    del desdichado

    que está en la casa de los locos.

    82

    3

    IN THE WAITlNG ROOM In 'tVorcester, Massach use tts, 1 ",ent with Aunl Co nsuelo to kecp her dentist's appointment and sat and waitcd [or her in the den tist's wailÍn(?,' r00111, It was \Vinter. Jt go t dark early. The waiting room \Vas fu ll of gTown-up people, a rctics and overcoats, lamps and m agazines. Y[y aunt was inside what seemed like a long time and while I waited 1 rcad the Nat ional GeogralJhic

    (I could rea d ) and carefully

    studied the photographs:

    the inside of a volcano,

    black, and fu ll of ashes;

    then i t ",as spilling over

    in ri vulets of fi re.

    Osa and ?\IarlÍn Joh nson

    c!ressed in ridi ng breechE's,

    laced boots, amI pith h,,!mels.

    A dead man slung on a pole

    -"Long P ig," th e caption ~aid.

    Rabies with poi nted heads

    IVound round an d round ",ith st ring;

    bIack, naked wornen \\ith nccks

    IVound round a nd roune! with \Vire

    like the necks of light bulbs.

    Their breasts were horri f ying.

    I read it righ t straigh t throu gh.

    1 W,!S too sil )' to stop.

    And then I looked a t lIJ e cover :

    th e yeJlow margins, the da te.

    84

    EN LA SALA. DE ESPERA E n ~'orcester, Massach usetts, acompañé a tia Consuelo un día al dentista. Y me quedé sentada en la sala de espera. Era invierno. Oscureció tempra no. L a sala de espera es taba llena d e gente grande, impermea bles y chanclos, lám paras y revistas. Mi tía estuvo adentro lo que me pareció mucho tiempo, y m ientras esperaba me puse a leer el N ational Geogrophi (Podía leer) y observé las fotografías cuidadosamen te: el interior de un volcá n, negro y lleno d e cenizas; lu ego estaba escurriendo riach uelos de ceni zas. M a rtin y Osa John son vestidos con pant alones de montar, botas con agujetas y som breros de paja. Un muerto colgando de un poste -"Cerdo L argo" , decía el encabeza do. Bebés de cabezas p untiagudas envuel tas u na y otra vez con cordones; m ujeres negras y desn udas con cuellos envueltos un a y otra vez con alambres como los cuellos de los focos. Sus pechos me horrorizaban. Demasiado tímida p ara detenerme la leí de p rincipi o a fin . \:' lue~o mi ré la cu bierta , 105 márgenes a ma rillos, la fecha.

    85

    .,

    Súbitamente, de adentro, escuche un i ay! de dolor - la voz de tía Consueloni muy alta, ni por mucho tiempo. No me sorprend ió lo más mínimo; desde entonces sabía que era una mujer tímida y estúpida. Podía haberme apenado, pero no lo estaba. Lo que me tomó por sorpresa fue que fui yo: mi voz, en mi boca. Sin siquiera pensarlo yo era mi estúpida tía, yo - nosotros-- caíamos, caíamos con nuestros ojos pegados a la cubierta del N ational Geo graphic, febrero de 191 8.

    SuddenIy, from inside, carne an oh! of pain - Aunt Consuclo's voice­ 110t very loud or long. 1 wasn't at all surprised; even then 1 knew she was a foo lish, timid woman. J m ight have been embarrassed, but wasn' t. What took me completely by surprise was that it was me: my voice, in my mouth. Without thinking at al! 1 was my foolish aunt, 1-we- were falling, falling, our eyes glued to the cover of the Nat ional Geographic, February, 191 8.

    y me dije a mí misma : en tres días

    1 said to m yself : t1m 'e days and you'll be seven years 01<.1. 1 was saying it to stop the sensation of falIíng off the round , turn ing world into cold, blue-black space. But 1 feIt: you are an 1, you are a n Elizabeth , you a re one of them . W hy should you be ane, too;> 1 scarcely dared to Iook to see wha t i t was 1 was. 1 gave a sidelong glance - 1 coul dn't look any higher­ at shadowy gray knees, trousers and skirts and boots and different pairs of hands I,'íng under the lamps.

    cumplirás siete años.

    y pedía que acabara

    esa sensación de caerme

    del mundo giratorio

    hacia el frío espacio azul-negro.

    Pero sentí: tú eres un yo,

    tú eres un a Elizabeth,

    tú eres uno de ellos.

    ~' POT qué tendrías que ser como ellos,

    también? Apenas me atreví a mirar

    lo que era 10 que yo era.

    M iré de soslayo

    - no podía m irar más alto-

    las grises rodillas ensombrecidas,

    los pantalones, faldas y botas,

    los diferentes pares de manos

    recostadas bajo las lámparas.

    8G

    87

    1111'

    y supe que nunca me había sucedido

    a lgo tan extrai'í o, y que nu nca

    1 knew that nothing strangcr had eyer happencd, that noth ing slranger could ever happen Why sbould 1 be rny au nt, r me, or anyone? ,,'hat sim iJariti es­ boot" ha nds, the fam ily voice 1 re lt in rn \, tbroa t, 01' c\"en lhe Nal iandl Gea~ap hic :m d th o s~ a wful hanging br('asts­ 11!' ld us a 1I togethc r or made u s all just one ? llow- I didn't k no\V an)' word for it- h o\\! "unlikel>," , TIow had 1 come 1.0 be hcre , lil;e th cm, and overhear :1. rr\, of rain tha t cou ld 11 ;1\ e got 10110 anJ \V'orse bul hadn' l ?

    - botas, manos, la voz familiar sen tida en mi cuello, o hasta el N ational G cogra phic yesos horribles pechos colgantes­ nos m a ntenían unidos ~. nos bacía n a todos sólo uno ? Q ué -y D O conocía ni nguna palélbra para expresarlo- . que " inve rosímil" , . . ,~ Cómo es que había llega do a est ar a llí, como ellos, y escuch a d o un grito de dolor que hu biera podido vohersc peor o m ás fu erte, mas no se había vuelto?

    T hc wa iting r oom was brig-ht :\Ild too hoto I t \Va s sljdil1 !:i bcneath a bi g black w ave, al1olhcr. and another.

    c:. l cmlrto de espera ten ía una luz brillante

    v hacía demilsiado calor. Yo me deslizaba

    bajo una ola n egra,

    otra y otra.

    l hcn 1

    W:J S

    a lgo tan extraño me voh"ería a suceder.

    ¿ Por qué tenía que ser yo mi tia,

    o yo, o cua lquiera? ¿ Q u é SClllejanzas

    Desp ués re~r c s é otra vez allí,

    back in ¡t.

    La guena sc ~uí a. N uera,

    T he W';n \\'as on, OUl~ i dc , in '''orcester, ~fassa chuse tl"

    en Worcester ~lassachu setts,

    era de noch r, h abía lodo, hací a frío,

    y era todavía. el cin co

    de feb rero de 1918.

    \\'cre n igh t a nd slush and cold , and it was still t he fiF lh al' Febr u a ry, 191 8,

    88

    "'-:,

    89

    ...

    CRUSOE IN ENGLAND A ne\\! volcano has erup ted,

    the papers say, and last week 1 was reading

    ""here sorne shi p saw an ¡sland being born:

    at fint a breath of steam , ten miles away;

    and then a bla ck fIeck - basalt, probably-­

    rose in the mate's binoculars

    and caught on the horizon like a fIy.

    T hey named it. But my poor old island's stilI

    un-rediscovered, un-renamable.

    None of the books has ever got it right.

    CRUSOE EN INGLATERRA Los periódicos dicen

    que ha hecho erupción un nuevo volcán,

    y la semana pasada leí

    de un barco que había visto nacer una isla:

    primero Wla bocanada de vapor, a diez millas de distancia;

    y luego una partícula negra - probablemente basalto-­

    apareció en los binoculares del contram aestre

    prendida en el horizonte como una mosca.

    La bautizaron. Pero mi pobre vieja isla, todavía

    sin redescubrir, ni rebautizar,

    ningún libro la tiene indicada correctamente.

    WelI, 1 had fifty-two

    miserable, small voJcanoes 1 could c1im

    with a few slithery strides­ volcanoes dead as ash heaps.

    1 used to sit on the ed ge of the highest one

    and coun t the others standi ng up,

    naked and leaden, with their heads blovvn off.

    I'd think that if they were the size

    1 thought volcan ces should be, then 1 had

    become a gian t;

    and if 1 had become a gian t,

    1 coul dn' t bear to think what size

    the goats and turtles were,

    or the gulls, or the over-lapping rollers

    -a glittering hexagon o[ rollers

    cIosing and closing in, but never quite,

    glittering and glittering, though the sky

    was mostly overcast.

    Bueno, tenía cincuen ta y dos miserables y pequeños volcanes q ue podía escalar con unos cuantos pasos resbalosos - volcanes muertos como montones de cenizas. Solía sentarm e al borde del más alto y contar los otros parado, desnudos y plúm beos, descabezados. Pienso que si eran del tamaño que supuestamente tienen los volcanes, yo me había vuelto un gigante, entonces; y si yo me había vuelto un gigante, no soportaba pensar en el tamaño que tendrían las cabras y las tortugas, o las gaviotas, o las olas encimadas

    - un relumbrante hexágono de olas

    cerrándose y cerrándose, pero nunca del todo,

    bl'ilIando y brillando, aunque el cielo

    estaba casi siempre nublado.

    M Y island seemed to be

    a sort of cIoud-dump. All the hemisphere's

    left-over clouds arrived and hung

    above the craters-their parched throats

    were hot to touch.

    Was that why it rained so m uch ?

    Mi isla parecía ser una especie de basurero de nubes. T odas las nubes sobrantes del hemisferio llegaban a suspenderse sobre los crá teres - sus gargantas chamuscadas eran calientes al tacto. ¿Es por esto que llovía tanto?

    90

    91

    .. And wby som ctimcs the ",hole place hissed?

    The turtles lurnbered by, high-domed,

    lússing like tcakettles.

    (And I'd have given years, or taken a fcw,

    for any SOft oI kettle, 01 coune.)

    The fold, of la"a, running out to sea,

    would hiss. I'd turn o And then thcy'd prove

    to be more turtles.

    he bcaches were a1l lava, variegated, black, red, and white, and gray; the rnnrbled colors made a fi ne display. And 1 had wa terspouts. Oh, ha ll a dozen at a time, [ar out, tb cy'd come and go, advancing a nd retrcating, thcir heads in c1oud , their Ice t in movin g patches oE scuffcd-up wrutc. Glass cbimneys, flexible, attenuatcd sacerdotal beings of glass . .. 1 watched the water spiral up in them like smoke. Bea utiful, yes, but not much company. 1 ofle n gave way to self-pit y.

    "Do 1 deserve lhi5? 1 su ppose 1 mw;t.

    1 wou ldn't be he re olherwis('. Was lhere

    a mom ent when 1 actually cllOse lll is:

    1 don' t remember, but there f.Ould have bcen."

    Wha t's wrong abou t seH-pil y, am'1\'ay>

    Wi Lh rny lrgs dangling down fami lia rly

    over a crater's edge, 1 told mysclf

    "Pily sbould begin at home. " So the mo~c

    pil y 1 felt, the more 1 fel t at home.

    The sun set in lhe sea; the same odd ;;un

    rose from the sea,

    and there was one of it amI one of Ille ,

    The isJand had one kind of everythin.; :

    one tree snail, a bright vinlel-blue

    wilh a thin shcll, crcp t over evcryth ing,

    over th e one variety of trce,

    a sooty, scrub affair.

    92

    ...

    Las tortugas amontonaban sus a ltas cúpulas 7.umbando como teteras. (Y yo hubiera dado años, o me hubiera tomado algunos por cualquier tetera, por supuesto.) Los pliegues de lava, corriendo a l mar, zumbarían. Ñle daría la "uelta. Y aparecerían m ás tortugas. Las playas eran todas de lava, jaspeadas, negro, rojo y blanco, y gris; un bello despliegue de colores marmóreos. y tenía borbotones de agua. Media docena al mismo tiempo, lejos, vendrían y se irían, avanzando y retrocediendo, sus cabezas como nubes, sus pies en retazos movedizos de blancura desaliñada.. Chimeneas de vidrio, flexibles, enrarecidas, seres sacerd otales de vidrio , . . Miraba saltar el agua como h umo. Bellos, sí, pero no eran una gran compañía. A ,'eres caía en la au tocompasión.

    ¿ Acaso merezco esto? Supongo que sí,

    pues no estaría aquí de otra forma. ¿Hubo

    un momento en que de hecho lo escogí?

    No 10 rec uerdo pero pudo haber sido.

    Con mi s piernas colgando familiarmente

    sobre la boca d e un volcán me decía:

    "La. compasión de be empezar en casa" . Así que

    mien tra s más compasión sentía, me sentía más en casa.

    El sol se puso en el mar; el mismo extraño sol

    se !evantó del mar,

    y él era único como yo era umco.

    La i~ la tenía una ú ni ca especie de cada cosa:

    u n caracol de árbol de brillante azul violeta

    con una concha delg:-t da, reptaba sobre todo,

    sobre la única variedad de árbol

    que parecía un matorral timado.

    93

    Snail shells lay under these in drifts and, at a distan ce, you'd swear that they were bcds of irises. T here was one kind of beny, a dark red. 1 tried it, one by one, and hours apar to Sub-acid, a nd not bad, no ill effects; a nd so 1 rnade horne-brew. I'd drink the awful , fizzy, stinging stuff that went straight to rny head and p lay rny horne-rnade f1u te (I think it had the weirdest scale on earth)

    .and, rnzzy, whoop and dance among the goa ts.

    Horne-made, horne-made! Bu t aren't we all?

    1 felt a deep affectjon for

    the smallest of my island industries.

    N o, not exactly, since the smallest was

    a miserable philosophy.

    Conchas de caracol yacían bajo éstos en monlones

    y, a distancia,

    uno podía jurar que eran campos de lirios.

    Había una especie de mora de color rojo oscuro.

    De una en una las probé, a diferentes horas.

    Un poco ácida, no sabía mal, ni lelú a efectos dañinos;

    y preparé un li cor casero. Bebería

    el horrendo, p<'stilente y burbujeante asunto,

    que se m e subiría a la cabeza

    y tocaría mi n auta hecha en casa

    (creo que tenía la escala más extraña de la tierra)

    saltando y bai lando mareado entre las cabras .

    i Hecho en casa, hecho en casa! ¿Pero no lo somos todos, acaso? Sentía un gran afecto

    por la más humilde de mis industrias isleñas.

    No, no exactamente, ya que la más humilde

    era una fi losofía miserable.

    Because 1 didn't know enough .

    Why didn' t 1 know enough of something?

    Greek drama or astronom y? T he books

    rd read were fuI! of bl anks;

    the p oems-well, 1 tried

    reciting to my iris-beds,

    "They fl ash upon that inward eye,

    which is the bliss . .. " The bliss of what?

    O ne of the fi rst things that 1 did

    when 1 got back was look it up.

    Porqu e no sabía lo suficiente. ¿ Por qué no sabía sobre algo lo suficiente?

    ¿Teatro griego o astronomía? Los li bros

    que había leído estaban llenos de lagunas;

    los poemas - bueno, intenté

    recitárselos a mis campos de lirios.

    "Brillaban para el ojo interno,

    que es e! júbilo ... " ¿ El júbilo de qué ?

    U na de las primeras cosas que hice al regresar

    fue buscar este verso.

    T he island smelled of goat and gu ano.

    The goa ts were white, so were the gulls,

    and both too tame, or elsc they thought

    1 ""as a goat, too, or a gull.

    Baa, baa, baa and shriek, shriek, shriek,

    baa . .. shrick ... baa ... 1 stilJ can't shake

    them fTom m y ears ; they're hurting now.

    The questioning shrieks, the equivoca! rcplies

    over a graund of h issing rain

    La isl a olía a cabras y a guano.

    Las cabras eran blancas como las gaviotas,

    y ambas demasiado dóciles, o a menos

    que pensaran que yo era tambié-n una cabra o una gaviota.

    Baaa, baa, baa, y chriic> chriic, chriic,

    baa . .. chriic ... baa ... Todavía no puedo

    sacudirlas de mi oreja ; me lastiman ahora.

    Los chillidos interrogantes, las respuestas equívocas

    sobre un fondo de lluvia silbante

    94

    95

    ...,.

    and hissing, ambula ting turtles gol o n m)' ne rves.

    y sil bantes tor tugas ambulantes me sacaba n de q uirio.

    W hen aH the guIls Ilcw up at once, the)' sounded lik e a big tree in a ~trong wind, its leavcs. 'd , h ut m )' cycs a nd think a bout a tree, an oak, say, ",ith real shade.. som cwhere. I 'd h eard of cattle getting isla nd-sick 1 thou,ght th e goats were O ne billy-goat would stand on lhe ,'oJeano I'd christene d M ont d'Espoir or .H ount De.,pair (I'd t ime enough to play \\' ith n ames), and blent and blea t, and sniff the a ir o I'd gra b h is beard a nd look at h im . Ilis pup ils, 11orizon tal, narrowed up and expressed no thi ng, or a litUe malice. 1 got so tired of the very color51 Orle day 1 dyecl a baby goat brigh t red with m)' red berrics, just to see somcth ing a ¡¡ttle d iIfcrent And thcn his mother wouldn't recognize him.

    Cua ndo todas las gaviotas volaban al mismo tiemp o, sonaban amo un gran ::l rbol en ti na tempestad . . . sus hojas, Cerraría m is ojos)' pensaría en un :lrbol, un roble. digamos, COIl verdadera sombra en alguna parte. H abía oído de ga nad o enfermo de m al de isla. Creo que las cabras lo p adecían. e n caorón se pararía e n un volc án a l que h abía bautizado como "'I on t d'Es jJOir o M ount Despair (tenía tiem po sufic iente para p ensar en juegos de p alabras ), y ba lería y balería olfa leando el a ire. Lo a ~arraría de las bar bas y lo miraría. S us a ngostls p upi las ho rizontales n o C''(presaban naJa o un poco de m alicia . ¡ Me> ll é'gué a hartar hasta de sus colores! U n dí a p iuté de rojo un cabrito ron m is nJOras roj as, sólo para ver algo un poco di feren te. y su madre no lo reconoc ió en tonces.

    Dreams ",ere lhe worst. Of course 1 d rcam ed of food and love, but the)' were pleasa nt rather tha n otherwise . But then I'd d ream of things ~. Iike slitting a baby's th roat, mistaking it for a bah)' goa L J'd ha \ e nig'htrnares of oth er isla nds stretching away from m ine, infinities of isla nc!s. isla ncls spawning isl ands, li ke frogs' eggs turning in to poJ1iwogs of isl a nds, knowing that 1 had lo live on each and every one, eventually, for a ges, registering thei r flora, their fauna , their geograph y.

    Tenía pesa dillas con otra s isl as que se f'xtendían a lo lejos d e la mía, in fini t::t.S isl::ls, isl as deposi tando islas, rom o huevos de rana vol vitnd ose ren ::t cuajos de islas, sabiendo que te nía que vi\'ir en cad a isla, en algún momento, por siglos y siglos, registrando su flora, ~u fauna , su geogra fía .

    Just when 1 thought I couldn' t stand it a nother minute longer, Frida y carne. (Accounts of tha t have everyiliing aIl wrong.) F riday was nice .

    C uando pensé que no podría sopor tar un m om ento más, a pa reció V iE'rnes. (Los r ec uentos sobre es to se equivocan.) Yiern es era amable,

    96

    Los sueÍÍos eran lo peor. SoÍÍaba con amor y com id a, por supuesto, eran los sucÍÍ os p lacenteros .

    Pero ta m bién soíi aba con cosas como q ue degollaba a u n niño confun diéndolo con un cabri to.

    97

    Friday \Vas nice, a nd we ",ere fr¡ends.

    If only h e had becn a woman!

    1 wanted to propagate m y kind,

    and so did he, 1 think, poor boyo

    He'd pet the baby goats sometimcs,

    and r;.lee with lhem, or carry one around .

    -Pretty to watch ; he had a pretty bod)'.

    And then oue dav they carne and took us off.

    Viernes era amable y éramos amigos.

    i Si hubiera sido mujer, tan sólo!

    Quería propagar mi especie

    y también él, creo, pobre muchacho.

    Acariciaba a veces a los cabri tos,

    y jugaba a las carreras cargaba a algun o.

    Era hermoso a la vista, tenía un cuerpn hermoso.

    y un día l legaron y nos llevaron de a llí.

    N ow 1 live hele, another island, tb a t doesn't seem like one, but \\'ho decides? M y blood \NaS ful l of thcm; my brain bred islands. But that arcbipc1ago h as pete red out. 1'm old. I'rn bore d, too, d rinking mv real tea, surrounded by unintcresting lumber. The knife there on the sheIf­ it reeked of meaning, like a crucifix. I t lived . lIo\\' m any years did 1 beg it, implore il, no r to break '} 1 ].;new eaeh nick and 5('ratch by heart, th e blu isl¡ bl ade, lhe broken tip, the lines of ",ood-grain on the h andle .. . K ow it \\'on't look at m e at all. T he livi ng soul has drihbled away. My eyes rest on it and pass on.

    Ahora vivo aq uí, en otra isla,

    que no parece tal , ¿ pero, q uién deci de?

    M i sangre estaba llen a d e islas: mi cabeza

    las daba a luz. Pero ese archjpiélago

    ha desaparecido. Estoy viejo,

    también a burrido, bebie ndo té verdadero,

    rodeado de madera poco interesa nte.

    E l cuch illo que está en la repisa

    exhala ba signifi ('ado igual que un cru cifijo.

    Estaba vivo. ¿Cuántos años le rogué,

    le imploré que no Sf' rompiera :'

    Conocía de memoria cada mella, cada rasgadura,

    la navaja azulosa, la punta rota,

    las velas de la madf' ra d el mango . ..

    \ hora ya no me regresa la mirada.

    E l alma viviente se h a esc urrido.

    :r-.lis ojos se detienen en {-! y pa san.

    T hc local museu m's asked me to leave e\ erylhing to them : lhe flute, the knife, the: sh ri\'etIed shoes, m y lihed ding goatskin trousers (moths have got in the fur ) , the parasol that took me such a tim e rem cmbcring tbe way the ribs should go. lt still ",ilI \York but, fold ed up, looks like a plucked amI sk1nny fo\\'1. Ho\\' can anyone want such things:> - And F l iuay, my ciear F riclay, d ied of m easlcs sevente"n years ago come :Mareh.

    El museo local me pidió que todo lo legara, la fl auta, el cuchillo, los encogidos zapatos, m is pan talones peludos de piel de cabra (el cuero se ha ll enado de polilla ) , la sombri lla en la que me tomó tanto ti empo record ar la form a en que se insertaban las costillas. Todayía fun c-ionaría. pero doblada parece una ~a ll in a fl aca y desp lumada . ¿ Cómo puede n]¡;uÍcn desea r estas cosas? - y Viernes, mi querido Viernes, m ur ió de ,"iruela hace diec isi ete años, en marzo .

    98

    °

    99

    THE END OF MARCH For John M alcolm Brin nin and Bill Read: Duxbury

    FINAL DE MARZO Para Jolm .Ualcolm, Brinnin y Bill Read: DLl.\bur)'

    Ir was cold a nd \\"indy, scarcely th e day

    to take a wa lk on th at long bcach.

    Evcrything was with drawn as far as possi ble,

    in drawn : the tiele far out, the ocean shrunken,

    seabi rds in ones or twos.

    ]Ie rackety, icy, offshore wind munbcd our faces on one side ; disrup ted lhe fo rmation of a lonc fl ight of Canada geese; and blew back thc low, inaudible rollers in upright, steely m isto

    Hacía viento y frío, no era el mejor día

    para salir a ca minar po r la playa larga.

    Tod o estaba apa rtado lo m ás lejos posible,

    retraí do: la marea lejana, el océano encogido,

    las aves solas o en pares.

    E l helado viento terral

    entum ía de un sólo lad o nuest ros rostros;

    que braba las form aci ones solitarias

    de gansos ca nadienses

    y soplaba tras la s bajas ola s inaudiblcs

    una neblina vertical y metálica.

    The sky \Vas darker than the wa ter

    - il was t}¡e color of m utton-fa t Jade.

    Along the \Vet sand, in rubbcr boots, \Ve foll owed

    a track of big do,g"-prints (so big

    they were more like lion-prin ts ). Then we came on

    lengt hs and lengths, endless, of \\"et whi te string,

    looping up to the t ide-line, clown to the wa ter,

    o,"er a nd ove1', Fi nally, they did cn d :

    a th ick whitc sna rl, man -size, awash,

    rising on ever)' "\-'ave, a :;odd<>n ghost,

    falling back, sodden, gi ving up the ghost .. .

    A kite string?- But no kite.

    E l cielo más oscuro que el agua

    era de color jade como grasa de ca rnero.

    A lo largo de la arena húmeda, con botas de hule,

    seguimos una p ista de grandes huellas de perro (tan gra ndes

    que más parecía n las huellas de un león ) . Después segtúmos

    leguas y leguas un húmedo hilo blanco,

    ya cru za ndo la línea de la marea, ya, una y otra vez,

    hundié ndose en el agua . Finalmente termin aban:

    una gruesa maraña blanca del tamaño de un hombre,

    a fl ote, levantándose a cada ola, á nim a húmeda,

    cayendo, h ÚTnf'd a, expirando el á n ima ..

    ¿ un hilo de cometa? - pero sin cometa.

    1 wanted to get as far as m )' proto-drea m-house, m)' crypto-dream-house, that crooked box sct up on pilings, shingled green, a sort of artichoke of a house, bu t greener (boiled with bicarbonate of soda ?) , p rotected from spring tides by a pa lisade of-are thcy railroacl ties ? (Ma ny things abou t this place are dubious.) I'd like to retire there and do nothing, or nothing much, forever, in t\\ O bare roums:

    Quería llegar hasta la casa de mis proto-sueños, mis cripto-sueñ os, la caja chueca levantada sobre pilares, con ripias verdes com o una especic de casa alcachofa, sólo qu e nuís ve rde (¿ coci da quizás con bicarbon a to de sodio ?) protegida de las marea s primaverales por un a pal izada de - ¿ o son durmientes de tren ? (Muchas cosas de este lugar son inciertas. ) Quisiera retira rme allí )' h acer nada, o ca si nada, para sirmp re en dos cuartos desnudos:

    100

    101

    T

    ¡ook through binocula rs, read boring book" Id, long, long bo ok~, and wri te down useless notes, talk to myself, and , foggy d ays, wa tch the d roplets slipping, h eavy with light. At n ight, a grog a l'a1lléricaine. I'd blaze it with a kitchen match a nd lovcly d iaphanous bl LJe fl ame ",,"ould wa \'er, d oubled in the windO'\N. T here m ust be a stove; there is a chimney, askew, but braced with wires, a nd electric ity, possibJy -at least, at the back 3nother wire limp ly leashes the whole a[fair to sometbing off behind tbe dWles. A light to rcad by-pel-rect ! But- im possible. And that da y th e wind was much too cold even to get that far, and of course the house was boa rdcd up.

    mirar por binocub res, Icer libros abu rr idos. \ iejos, la rgos. largos libros y escribir no tas' inútiles, hablarme a mí m isma, y en días de neblina m irar los goterones deslizarse, p esados dt> luz. E n la noche, un grog a /'ame ricainc .

    Lo encendería con un ceri llo de coci na

    y se agita ría una diMana llama azul, du plicada en la \"en tan a. D eb e h aber una es tufa ; hay una chimenea, oblicua, pero con abra7a deras de a lam f)rc, y electricidad, posiblem ente - al menos, p or a trás h ay otro alambre que liga todo el asunto fl ojamente con algo que se encuen tra tras las d unas. U n a luz p ara leer -¡ perfecto! Pero - imposible. y ese día el vien to era d em asiado frío como pa ra llegar tan lejos, y, por supues to, la casa estaba entabla da.

    O n the way back our faces fro ze on the other side. The sun carne out for just a minute, F or j ust a m inu te, set in their bezels of sand, the drab, clam p, scattered stones were multi-col ored , and al l tllose high enough thrcw out long shadows, individu a! shadows, then puIl ed them in again. Th ey cou ld ha\'e heen tf'a s in~ the lion sun, excep t tha t no \\! he \Vas berund them - ét sun who'cJ \-valked the beach th e last 10\0\' lide, making those big, m ajestic paw-prints,

    who perhaps had batted a kite out of the sky to play with.

    En el camino de regreso, nu estros rostros se congelaron del otro lado. E l sol salió únicame nte p or un minuto. Por un m inuto, al ponerse en los b ise les de la a ren a, las húmedas pi l:dms opacils se \"olvieron multicolore:;, y las sufi riell lemen le a ltas arrojaron
    102

    103

    lNDlU.E

    7

    Prólogo From North & S oulh

    De Norte y Sur

    22

    23

    T he m ap El m apa T he imaginar) iceuerg El ic eberg imaginario T he gentleman of Shal ot t El caballero de Shalolt

    T he Man-~lo lh El Hombre rolilla The monume nt El monumento Sea scape P ai ~ aje ma nn o Lttk cxer, ise Pe que ño ejercicio

    24

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    26

    27 30 31

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    F rom A cold spring

    De [] na primavera fría 44

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    he bigh t La ensenada A sumrner's dream SU6 10 de verano At thc fishhomcs Casas para la pesca Cape Breton

    48

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    53

    58

    C abo Bre ton

    59

    105

    From Questiom 01 tTarJel D e Preguntas de viaje

    62 63

    Arrh'al a t San tos , Llega da a San tos , Bra7j l, J anuary 1, 1502 Brasil, 19 de E nero de 1502 Q uestions of Trave! Preguntas de Viaje T he armadjlJo E l armad illo .

    66 67 70 71 74

    75

    From elsewhere De otre parle

    78

    Visits to St. Eil7.abeth Visitas a St. Elizabeth

    79

    From Ge ograP hy IJI De Geografía ]JI In th e wai ting room En la sala de espera C rusoe in E ngland Crusoe en l ng-Jatena The end of march Fi nal de marzo ,

    84 85

    90 91

    100 101

    106

    Este libro se te rminó de imprimir el díil 30 de diciembre de 1986, en In~ tall eres de Imp resora Efkicneja, calle Emillo Carranza 88, colonia Zara­ h ui tzc o, México, D . F. E n 5ll compo­ sic ión se usaron tip os Baskervillc de eh o y diez pun tos, Se tiraro n 700 ejempla res en papel C ult ural aCl"e­ mado de 37 kilos, Hil da Bauslisra y Lu is Soto cuidaron la edi ci6n,

    "

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