Las Trampas Y Sus Alternativas En Las Lecturas De Tarot

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  • January 2021
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Las trampas y sus alternativas en las lecturas de Tarot1 Cuando hacemos lecturas, es fácil caer en trampas basadas en las expectativas del consultante o las nuestras propias respecto de lo que “debería” estar sucediendo. Algunas trampas son apropiadas para distintos estilos de lectura. Trampa: Intentar “Arreglar” al consultante o su situación. Solución: aceptar que no vas a solucionar en 15- 90 minutos lo que a una persona le puede costar toda una vida desarrollar y por lo cual puede pasar varios años en terapia. Trampa: Resolver una lectura, un asunto, responder a cada pregunta del consultante y, especialmente, en la manera en que lo “satisface”. Solución: darse cuenta es más importante que buscar soluciones. Algunas preguntas no tienen respuestas o el resultado todavía no está determinado. A veces no importa que decisión toma la persona sino la actitud o manera en que lo la efectúa. Enfocarse en incrementar la claridad y conocimiento sobre lecciones, propósitos, decisiones y valores, dándole al consultante herramientas para continuar lidiando con circunstancias desafiantes. Trampa: Sentir que debés responder de forma categórica a una pregunta. Solución: No deberías tener la expectativa de responder a preguntas sobre áreas en las que no tenés entrenamiento o formación, tales como medicina, legal, problemas financieros, etc.; podés referir a profesionales de dichas áreas. Intenta replantear la pregunta para situarla en tus posibilidades. Este proceso clarificará si sos la persona idónea para que el consultante explore sus asuntos. Trampa: hacer lecturas sobre personas en la vida del consultante. Solución: Sólo uno mismo puede cambiar. Mantén la lectura enfocada en el consultante. Replanteá preguntas (ej. “¿Cómo puedo lidiar con mi propio estrés por la infelicidad de mi hija? Qué está intentando decirme?”) Trampa: ignorar detalles o quedarse con generalidades. Solución: Sé específico. Preguntales detalles: dónde viajan (cuándo y cómo). Cuando alguien te dé por sentado que sabés a qué se refiere, afirmá que no lo sabés y preguntales qué quieren decir, o su observación. Trampa: pensar que sabés qué está pasando. Solución: Mantenete abierto: Asumí que podés equivocarte. Pregunta sin vueltas por más información si ayuda al proceso de lectura. Actuá como si no supieras o jamás hubieras escuchado sobre de qué te habla. Trampa: realizar asunciones sobre de quién habla la carta (ej. Asumir que el Rey es el padre de alguien y situarlo como fuente de sus problemas). Solución: ¿otras cartas o la propia persona convalidan dicha asunción? Probá la idea o mantenela como una posibilidad. Pedile a la persona que te describa la carta y luego pregunta dónde está sucediendo en su vida. Recordá que un Rey podría ser también una madre.

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Este texto es una adaptación del presentado por Mary K. Greer en 21 Ways to read a Tarot Card, Appendix H, “traps & Solutions in R.I.T.E.”, pag. 275.

Trampa: asumir que sabes quién es o identificar a la persona con cierta carta, o la actitud y perspectiva de las figuras de la carta (ej: pensar que las personas de la Torre están aterradas cuando el consultante las siente encantadas, o que es una de las personas que caen cuando la persona se siente como la Torre misma). Solución: después de que el consultante describa la carta y qué están haciendo y sintiendo las figuras, preguntale dónde está el consultante en la carta. “¿En dónde en tu vida estás como esta figura?”. Preguntando “dónde” en vez de “quién” el consultante tiene más opciones para ser creativo. Trampa: evitar temas “sencibles”, lágrimas y momentos difíciles. Solución: sigue la energía. Los momentos difíciles en una lectura son circunstancias en las que la atención, el tono de voz, intensidad, el cambio en el lenguaje corporal y las propias lágrimas muestran un incremento de energía. Seguilo tal como si fuese un hilo. Pedile a la persona que se mantenga en esa sensación y que describa cuándo sintió eso anteriormente. ¿Cómo si historia se vincula con la/s cartas que provocaron esta sensación? Trampa: Intentar aliviar miedos. Sentir que tenés que abrazar, tocar o consolar a un consultante que llora. Solución: Generalmente evitá tocar al consultante. No intentes consolarlos ni hacerlos sentir mejor. Reconoce la reacción. Centrate, respira profundamente de forma de mantener el propio espacio sagrado para la persona que está llorando. Afirmá que hay aspectos negativos o causantes de miedo que no viven con él. Sólo si es apropiado ofrécele alternativa, desde el propio significado de la carta o de otras. Trampa: buscar la confirmación en el consultante acerca de si es correcta la información que le estás brindando, buscar su confirmación. Solución: preguntá: “¿cuáles de las cosas que te dije te resulta más precisa o mejor para vos? ¿Dónde tiene mejor sentido para vos?” Este ejemplo cambia 1) permite al consultante traducir esta información a su propio lenguaje 2) fijar la información en su mente, de manera más clara y específica 3) te ayuda a entender la relevancia que tiene para la vida del consultante 4) te brinda la oportunidad de corregir o agregar algo a su percepción de lo que dijiste, aplicando su propio lenguaje y contexto 5) te ayuda a ver dónde la información es más clara y efectiva, o no. Trampa: Plantear las cosas en tu propio lenguaje en vez del de la persona. Solución: usa las propias palabras del consultante en tanto sea posible. Intentá cambiar palabras para ver si realmente funciona para el consultante. Trampa: juzgar algo como bueno o malo, correcto o incorrecto, basado en tu propio sistema de valores. Solución: Solamente utiliza las propias valoraciones del consultante. Si no lo hicieron claro, preguntales. No todos ven el robar como algo malo. Esto no implica que no puedas reconocer tu propia parcialidad moral, en especial cuando influye en tu lectura. Trampa: Perderse en la espesura de un tema. Solución: traer de vuelta la situación a las cartas, si éstas pareces pantanosas. Si algún asunto tangente no es fomentado por las cartas o la imagen, déjalo ir, al menos temporalmente. Trampa: apurar al consultante para describir la carta y llevarla a asociaciones personales. Solución: empezá y volvé siempre al punto de vista de los personajes en la carta.

Trampa: pensar que todo en la carta es metafórico, que una venda es una herida emocional en vez de, literalmente, una herida. Solución: probá significados literales. Trampa: asumir que todo es literal. Solución: si no hay conexión literal, intentá la conexión emocional. Trampa: pensar que debido a que el consultante identifica una carta con alguien más, la carta no puede ser nada / nadie más. Solución: cada carta y cada cosa en ellas es parte de la persona a quien le estás leyendo, aunque pueda referir a algo externo. Hay varios niveles de lectura, no necesariamente todos deben ser explorados en una lectura. Trampa: insistir en tu propia interpretación o punto de vista cuando el consultante te está diciendo algo diferente –en especial cuando sabés que tenés razón-. Solución: dejá que la persona tenga razón. Reconocé que podés equivocarte. Aun si tenés razón, no fuerces al consultante. Trampa: creer que una idea, sensación o imagen que se te aparece en la cabeza está mal o es intrusiva debido a que no podés ver inicialmente cómo se vincula con la carta. Solución: decile al consultante algo como “no tengo idea cómo esto se vincula, pero…”. No intentes interpretarlo, volvé rápidamente a la lectura. Sacartelo de encima te permite continuar. Trampa: asumir que una idea inconexa que ronda tu cabeza es el real motor de la lectura. Solución: si la persona no le ve relevancia, sacatelo de encima. Quizá tenga, o no, sentido más tarde, en la lectura o en el tiempo. Trampa: asumir que cada carta es independiente de las otras. Solución: dejá que las cartas interadctúen entre sí. Trampa: intentar definir una carta cuando todavía te resulta poco clara. Solución: sé honesto. Admití que no estás seguro de qué trata o qué significa en la situación. Mantenete curioso; mantenela a raya un rato, regresa a ella más tarde. A veces una carta difícil se vuelve clara una vez que hayamos realizado toda la lectura y atado los cabos. Trampa: usar términos como “deberías, tenes qué, debés”, y pensar que debés hacer cosas al consultante. Solución: ayúdalo a ganar opciones o insights, en lugar de respuestas u obligaciones. Preguntales qué cartas representan cosas que podría realizar. Qué acciones llega un espacio trabaja hacia su meta o afirmación? Trampa: asumir que una carta tiene mucho o poco de una característica por un prejuicio tuyo. Solución: estas asunciones conducen a tus propios temas más que a los del consultante, a menos que lo sugieran o respalden otras cartas en la tirada. Trampa: pensar que podés resolver el conflicto del consultante porque las cartas claramente dicen qué es lo que debería hacer. Solución: dá opciones que sean abiertas y no peyorativas. O dale ejemplos que puedan resultar lo contrario para darle la posibilidad de que se dé cuenta. No presiones. Trampa: quedarse estancado en palabras clave y no permitirse ver más allá. Pensar que estas palabras son el significado de las cartas o que otras no puedan ser estas cosas también. Solución: probá lo siguiente 1) oculta las palabras clave si están en las cartas 2)esforzate por leer sin utilizar

palabras clave. Buscá otras palabras y conceptos 3) considerá cómo podría ser cierta también la idea contraria.

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