Libro Cronicas De Un Microfono De Iglesia - Luis Lara.pdf

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Crónicas De Un Micrófono De Iglesia. Derechos de autor © 2015 por Luis Lara. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial con ánimos de lucro sin autorización del autor. Versículos tomados de la biblia revisión Reina Valera 1960.

ISBN. 978-99926-51-09-4 Tegucigalpa, Honduras. C.A. www.luislarahn.org 2

AGRADECIMIENTOS. A mi Papá Dios, quien es el que pone el querer como el hacer en cada corazón, y quien me impulsó a escribir esta novela, y quien me ha dado las herramientas para poder llevarlo a cabo. De él procede la inspiración, de él procede la sabiduría y de él procede las nuevas fuerzas, él es el eje de mi universo en mi diario vivir. A mis padres Luis y Deysi Lara, quienes con su esfuerzo, amor, valor y dedicación han sido ejemplo para mi vida y me han forjado para llegar a ser la persona quien soy. A los pastores Armando y Gladys Medina; su apoyo, consejo y oraciones, me han encaminado firmemente en el sueño de Dios para mi vida, y con su impulso he logrado llevar a cabo muchos proyectos que Dios me ha delegado. A mis amigos del ministerio de alabanza de la Iglesia Ágape, con quienes por gracia de Dios tuve el privilegio de servir dirigiendo la alabanza por 10 años, y con quienes viví muchísimas anécdotas, procesos y triunfos los cuales guardo en mi corazón. A todos mis familiares y amigos, quienes siempre me han dado palabras de ánimo para realizar estos proyectos; sus desafíos, compañía, y experiencias compartidas han sido de mucho provecho para el desarrollo de mi vida espiritual y personal, no puedo mencionar nombres, pues son muchos. Abrazos. Luis Lara 3

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Contenido Prefacio ............................................................................................... 7 Prólogo ................................................................................................ 9 CAPÍTULO 1: ....................................................................................11 En los sueños temporales, ........................................................................11 Cuando tu visión es altamente limitada ........................................................11 El enemigo de tus logros y tu escape de la “realidad” .................15 Hormonas verdes ........................................................................16 Desfragmentando corazones y añadiendo propósito. .................23 CAPÍTULO 2: ....................................................................................27 Mi encuentro postergado. ........................................................................27 Bienvenido a la transición. .......................................................................27 Canción en re (en relajo y medio) ................................................33 Una vida pública procesada en lo privado. ..................................36 CAPÍTULO 3: ....................................................................................43 Trincheras entre canciones y danzas ...........................................................43 Imponiendo tu estilo o sincronizándote con Dios. .......................48 Un sermón vs. Un zoológico eclesiástico. ....................................51 Un micrófono en consejería.........................................................57 Una pausa al reloj atleta. Proyectando tu futuro.........................63 CAPÍTULO 4: ....................................................................................74 Karaoke y un destino cambiado. ................................................................74 Sueños mutilados con arma blanca. ............................................80 Más allá del talento, la adora-acción. ..........................................84 Vidas polarizadas .........................................................................90 CAPÍTULO 5: ....................................................................................95 5

Historias al son de acordes y ritmos. ...........................................................95 La vida también tiene caja negra. ................................................97 Cuando huir sólo es para valientes. ...........................................103 Invierno en el alma. ...................................................................109 Cambio de escenario .................................................................116 CAPÍTULO 6: .................................................................................. 120 Generaciones famosamente invisibles ........................................................120 El concierto del año ...................................................................123 Compromiso y lucro, como balancear elefantes. .......................139 Una cita con la sinceridad ..........................................................142 CAPÍTULO 7: .................................................................................. 149 Cuando las cosas no salen como pensaste, un giro inesperado ..........................149 Entre pasillos blancos y luces tenues. ........................................160 CAPÍTULO 8: .................................................................................. 169 Crónicas de un micrófono de iglesia ............................................................ 169 Etapas transitorias de neblina ...................................................174 Sonambulismo espiritual. ..........................................................179 Decisiones. ................................................................................184

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Prefacio

T

e has preguntado alguna vez ¿qué diría tu almohada, tu automóvil, tu celular o tu televisor, si le preguntásemos a ellos acerca de tu vida y estos pudiesen hablar? ¿Qué nos responderían y a la vez contarían acerca de ti? En este libro haciendo uso de la ficción con algo de metáfora, encontramos un micrófono que cuenta su "vida", llena de aventuras y procesos siendo parte de una iglesia, y quien a su vez nos narra las vidas y anécdotas de las personas a su alrededor. Anécdotas con las que sin duda muchos se identificarán. Este libro contiene historias basadas en la vida real, vivencias de mi persona, y también historias de la vida de amigos quienes han tenido la confianza de contarme sus propias experiencias. Todas estas vivencias han sido adaptadas a este libro para crear una historia cronológica en donde todas esas experiencias puedan ser unidas y así trasmitir un mensaje a cada lector que se identifique con cada una de ellas. Mic es un micrófono. Un objeto inanimado y un personaje neutral, lo cual hace que no pueda involucrarse en las vidas de las demás personas por mucha información que maneje y descubra en su trayectoria. Además teniendo él mismo un peculiar problema de prepotencia y altanería, lo hace un observador perfecto para ser testigo de muchas crudas realidades, y verter opiniones frías, todo esto sin ser señalado ni criticado. Muchas personas hoy en día afrontan diversas situaciones tanto dentro como fuera de la iglesia; sus decisiones, sus desafíos, sus complejos y limitantes, fracasos y triunfos. Nuestro amigo Mic será quien nos relatará todo su trayecto, veremos 7

cómo reacciona ante tales circunstancias y como él analiza a los seres humanos en su trato consigo mismas, la sociedad y su relación con Dios. Sus personajes de múltiples edades, estatus sociales, temperamentos y visiones de vida, nos mostrarán muchas realidades de hoy en día. Cosas que sabemos que acontecen a muchos, pero en ocasiones hacemos caso omiso a ellas, dejando así a un lado la oportunidad de aprender a no cometer los mismos errores que cometieron otros, y a la vez de seguir el buen ejemplo de personas dignas de admirar. Si escribiésemos novelas de lo que pasa en las iglesias, sin duda alguna haríamos miles de ellas. En la iglesia del Señor nos encontramos con muchas situaciones, con personas de distintos trasfondos, luchas y debilidades, pero también sueños, esfuerzos, procesos y victorias que los llevan a ser personas de bien. Es mi anhelo que cuando termines de leer este libro quede en tu corazón un desafío a no rendirte de perseguir tus sueños en Dios, y también una determinación por no dejar que las presiones de la vida y situaciones complicadas te hagan perder tu norte. Quiero que termines impulsado y calibrado como un hombre y mujer que marca la diferencia en el mundo, y que está dispuesto a luchar a diario para afectar positivamente a esta generación. Conociendo que en esta vida somos transitorios y las buenas personas no debemos pasar desapercibidas, es nuestro deber delante de Dios hacer historia en esta vida, previo a la eternidad con él. Para eso hemos sido creados, nacidos en el corazón de Dios en el cielo, y manufacturados aquí en la tierra. …Pero tú decides. Luis Lara 8

Prólogo “Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo”. 1 Co. 12.6 “Crónicas de un micrófono de Iglesia”, bajo la autoría, ingenio y creatividad de Luis Alberto Lara, es la evidencia clara de lo que acontece en la vida de todos aquellos que ejercemos por la gracia de Dios, un liderazgo, dentro y fuera de la iglesia. Un objeto inanimado, como es el micrófono, cobra vida, en las manos de Luis, recepcionando, analizando y emitiendo criterios del entorno en el cual se desenvuelve, dando fiel testimonio del usuario, en un lenguaje práctico, flexible y común. Saliéndose de todo esquema tradicional, ¿Cuántas vivencias hemos pasado en nuestro recorrido diario, sin que nadie nos audite? Estos escritos nos dan la pauta, de que alguien más figurativamente nos ve y escucha, y posiblemente aparezcamos en más de alguna de la narrativa de este micrófono, dejando grabada tal experiencia. Creemos, bajo la asignación dada de lo Alto, que este es el primer paso literario, añadido a uno de los tantos diseños y proyectos proporcionados por Dios, para ayudar al crecimiento de la Iglesia y de la extensión del reino.

Armando y Gladis de Medina Pastores Generales del Ministerio Internacional Ágape Honduras.

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CAPÍTULO 1:

En los sueños temporales, Cuando tu visión es altamente limitada

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s curioso como inicia todo. Sólo sé que me formaron en Estados Unidos y me ensamblaron allí mismo. Empiezo a tener conciencia en el momento en que me ponen mi cabeza gris y escucho mi nombre: “Micrófono Dinámico Cardioide”. ¡Qué nombre tan feo!, así que decidí quedarme sólo con el diminutivo Mic. Tengo ya un par de meses que me fabricaron y he viajado mucho en avión persiguiendo mi propósito y sueño. Voy de camino escuchando las voces de los conductores quienes van charlando y contando historias sobre mi marca. Al parecer mi familia tiene gran prestigio. Escucho historias que estuvimos en la segunda guerra mundial ayudando a las tropas de mi país en el año 1941; ¡vaya, que honor!; incluso escucho que la familia somos famosos y de gran renombre; todos estamos en lugares muy importantes con artistas famosos, estrellas de cine, presidentes, y en fin, sólo con gente de alta sociedad. Nuestra misión es brindar apoyo a toda esa gente importante. ¡Que estupendo! Finaliza el viaje y llegamos al almacén. Voy en mi caja bien adornada y segura. Soy recibido por el encargado de tienda quien después de inventariarme junto a mis otros compañeros de viaje, me coloca en la vitrina principal, donde todos me ven; es que por supuesto, soy muy fino e importante, mi lugar es donde

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todos me vean y me contemplen, además vean mis atributos y de lo que soy capaz; este es el don con que he sido fabricado. Suena el timbre de la puerta. Un cliente ha llegado. Escucho comentarios de los vendedores, al parecer es un manager famoso. Viene a comprar micrófonos. ¡Por fin llegó mi día! Se dirige a la vitrina y consulta al vendedor sobre precios. Qué curioso, la manera tan elocuente con que habla este tipo, se ve que si sabe, pregunta por modelos y muchas otras cosas que ni yo sé de qué está hablando, no le entiendo, soy americano y siento que hablan en chino. De pronto escucho que mencionan a ¡Luis Miguel!, ¡Oooh, también a Luis Fonsi! ¡No lo puedo creer, también a Juan Luis Guerra y Paquita la del barrio! ¡Y para rematar Juanes!, ¡Wow, sólo con estrellas he de compartir escenario!, vamos amigo ¡cómpreme ya! No quito mi mirada de sus manos y veo cómo va escogiendo uno a uno. Lo veo que se dirige hacia mí… ¡y de pronto…! —Disculpas señor, no se los lleve todos, es que un cliente dejó un depósito de uno de ese modelo. Así que espero no se moleste pero ese ya no está disponible. —Ok, no hay problema —responde el manager. ¡Noooo! ¿Qué pasó?, ¡Deben dejarme ir! ¡Es mi oportunidad tan esperada! No puede ser. En ese momento quería ser bocina en vez de micrófono para poder gritarle al oído a ese vendedor aguafiestas. Al siguiente día ya se me había pasado el enojo. Mis compañeros de vitrina, otros micrófonos baratos, me decían: —Tranquilo Mic, ya vendrá la persona indicada. Todos tenemos el mismo propósito, tal vez no sean esos cantantes ni esos escenarios los tuyos. 12

—Ahórrense sus consejos —les dije—. Ustedes son limitados y baratos. En cambio yo, soy muy peculiar. Así que no necesito consejos de micrófonos baratos. Uno de ellos se atrevió a dirigirme la palabra de manera desafiante y dijo: —Aaaaah, la gran cosa. Micrófonos menos capacitados han logrado estar en lugares honrosos, y micrófonos muy capacitados han terminado en karaokes baratos siendo vomitados por los borrachos quienes los usan —su comentario tan gráfico me dejo mudo por un rato, y decidí no seguirle la corriente, pero él prosiguió hablando—. ¿Sabes cuál es tu problema?, que tienes una perspectiva corta de tu existencia. Piensas sólo en ti mismo y no piensas en un legado que puedas dejar a esta humanidad. No importa la marca que tengas, no importa tu diseño físico y no me refiero a que esas características no son importantes, pero digo ¡no son el todo! Podrás tener un buen diseño exterior, pero te has preguntado ¿Qué valor tendrías si el mundo entero fuera ciego? ¿Valdrías lo mismo? Es a lo que me refiero Mic, somos mejores no por nuestro diseño exterior sino por el aporte que podemos dar para cambiar el mundo que nos rodea, y hacer de él algo mejor; o a lo menos la vida de algunas personas. En otras palabras ¡valemos por quienes somos y no por cómo nos vemos! Quizás yo no tenga el mismo valor económico que tienes tú Mic, pero en las manos correctas yo puedo llegar a funcionar mejor que tú mismo en las manos incorrectas, y eso lo sabes bien. —¿Cambiar el mundo? ¿A qué te refieres con eso, si el mundo ya es cómo es?. Mira a los seres humanos, prefieren vivir su mundo y seguir las corrientes de la sociedad, en vez de estar luchando por cambiarlo. Es más práctico, así no se calientan la cabeza y viven una vida despreocupada. Disfrutan 13

de la vida, que al fin y al cabo sólo es una. Y es con una de esas personas con quien quiero trabajar. Con tal que sea exitosa y conocida. No importa los medios. —Tristemente tienes razón. Sí, hay mucha gente que prefiere vivir en la corriente del mundo que luchar por cambiarlo. Pero si existen aquellas que nadan contra la corriente y tratan cada día de hacer de este mundo algo mejor. Tratan de cambiar al mundo cambiando ellas mismas y pensando en las demás personas. Yo prefiero ser de las herramientas de personas así. Individuos que quieren que las generaciones alcancen una vida sensata y ordenada, no depravada, ni viciosa y mutilada del cerebro. —Tus comentarios son fuertes —le dije. —Claro que lo son, pero es lo que pienso. Así como tú quieres aparecer en los escenarios de cualquier cantante famoso que contamina a esta generación con sus letras de odio, rencor, despecho, violencia y tantas cosas malas similares, así también yo prefiero ser de alguien que trate de cambiar esta generación. Así cuando contadas fotos de dicho personaje aparezcan al pasar de los años, aparecerá en esas fotos tal vez un sencillo micrófono, pero que fue usado para llevar un mensaje que cambió a una generación para bien. —Jajaja, si fueras humano seguro serías religioso —le expresé con tono burlesco—. Cambia tu mundo si puedes, sólo déjame en el mío y punto ¿ok…? —Si claro, respeto tu opinión y decisión, al fin y acabo como dice el dicho, “cada quién es arquitecto de su propio destino”.

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El enemigo de tus logros y tu escape de la “realidad” Entra un hombre a la tienda. Al parecer es alguien muy importante y reconocido, sin duda algún empresario. En lo que él entra a la tienda el gerente mismo le sale al encuentro para atenderle —definitivo. No es una persona cualquiera, me dije—. Empiezan a ver las vitrinas buscando algo que sin duda él necesita; mientras tanto uno de los vendedores le dice a otra compañera: —Yuli. ¿Ya viste quién entró a la tienda? —Sí Alex, ya lo vi, pero no sé quién es. —¡Es Enrique Delgadillo! ¡conferencista y motivador internacional! —Mmmm. No sé nada de él. Mientras ellos aún hablaban esto, el gerente de la tienda y Enrique seguían platicando. Al llegar a la vitrina donde estaba yo en exhibición, alcancé a escuchar que Enrique le decía lo siguiente: —…el enemigo de tu éxito personal es la DISTRACCIÓN CONSTANTE. ¿Quieres pruebas? Vivimos en un mundo en el que un entretenedor tiene más seguidores que un maestro; Se venden más películas y videojuegos que libros o cursos sobre desarrollo personal, estrategia, y crecimiento; Estamos en el trabajo o en la escuela y tenemos abierto el Facebook. Además de que ya nos urge que llegue la hora de salida para ir a hacer cualquier otra cosa. Estamos sentados platicando con una persona importante para nosotros y estamos constantemente volteando a ver nuestro teléfono para ver nuestro chat con una persona que ni siquiera está ahí presente para darnos su tiempo.* *Enrique Delgadillo.

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Ya queremos que llegue ese fin de semana largo para poder escapar de nuestras vidas a algún lugar divertido o tranquilo. …todo para regresar en unos días y enfrentar “nuestra realidad”. Pero como dijo Seth Godin: “En lugar de preguntarte cuándo serán tus siguientes vacaciones, tal vez mejor deberías crear una vida de la que NO quieres escapar”. Me parecieron muy interesantes sus palabras. Muy desafiantes a salir de la zona placentera y cómoda de vida en la que muchos he escuchado viven, pretendiendo escapar de “realidades de vida” en vez de luchar por alcanzar mejores cosas. Es una ventaja que nosotros los micrófonos no nos distraemos de nuestros propósitos de existencia. Sabemos para qué hemos sido hechos.

Hormonas verdes Horas después entró al almacén un cliente. Hombre bien parecido y de semblante amigable. —Buenas tardes, vengo por el micrófono que dejé apartado el día de ayer. —Claro señor, aquí se lo guardamos. Permítame lo empaco ahora mismo —dijo apresuradamente el vendedor. Mmmmm… No me convenció el semblante de ese tipo. Sin embargo lo vi muy culto y educado, tal vez sea un representante de algún presidente u otra persona igual de importante. Creo que mi escenario serán las grandes asambleas políticas donde se dictarán a través de mí grandes decisiones —por cierto no comentaré nada de política porque son terrenos muy escabrosos. —Aquí lo tiene, listo y empacado —le dijo el vendedor. 16

—Muchas gracias, Que Dios le bendiga más —Contestó el cliente. Así que allí voy. Este tipo es religioso —me dije a mi mismo, pues en el auto iba escuchando música que hablaba de Dios—. La verdad era música muy agradable, la gente que se escuchaba cantar era muy profesional. Aaaahh, sólo espero que este tipo no me lleve a una iglesia, porque eso no me llama la atención para nada. Anteriormente mis compañeros de vitrina me habían hablado de la gente de iglesias. Mencionaban que los micrófonos de las iglesias son los que más sufren, no importando lo buenos que sean y la calidad que tengan. Rara vez caían en manos adecuadas. Así que nadie soñaba con ser parte del equipo de audio de una iglesia. Me empezó a poner nervioso la idea que podría ir a dar a una iglesia. Es que los rumores no sé qué tan cierto sean. Lo escucho hablar por teléfono. Se ve que si sabe de audio y música. Escucho conversaciones muy profesionales, eso me da confianza. También lo escucho hablar de proyectos de Worship no sé qué, hasta donde sé esa palabra significa adoración; esta gente creo que está loca, fanáticos, eso es como escuché les decían a esta gente muy involucrada en las cosas de Dios; algo complejo para mí que soy un micrófono, es decir, a ellos los creó alguien que no ven, a mí me formó un grupo de personas que si veo, entonces es algo difícil de comprender. Así que allí cada quien en su ideología. Llegamos por fin. A la puerta lo espera su esposa, lo saluda de tal forma como si tuviese años de no verlo, tipo las novelas y películas que veía desde la vitrina en el televisor del almacén. Yo pensaba que eso no podía existir en la vida real, esta gente se 17

ve que es algo distinta. Entramos a la casa, y se respira una paz que no había percibido, es decir, mi vida ha sido de bulla en el taller donde me fabricaron y de ruido de pruebas de instrumentos en el almacén. Así que esta casa es distinta, no sé si así lo será en todos los hogares. Primera vez estoy en un lugar distinto a un almacén o fábrica. Estando ya en la sala de la casa, escuché la siguiente conversación: —¿Qué tal te fue amor?—pregunta la esposa. —Muy bien, gracias a Dios, mira lo que compré. —¿Otro micrófono? ¿Y para que ocupas más? —dijo ella rascándose la cabeza. —Amada mía, este micrófono no es para mí, es para el pastor de aquella congregación donde estuvimos compartiendo la palabra de Dios hace unos días ¿recuerdas?. Sentí de parte de Dios regalarles algo y como vi sus equipos de audio, decidí darles algo que les pudiera ser de apoyo. —Oh, qué buena idea —respondió la esposa dando palmadas silenciosas—. ¿Y qué día lo entregarás? —Se los daré este fin de semana que vayamos a donde ellos de nuevo a saludarlos. —¿Aaaah, pero recuerdas que le prometiste uno también a tu amigo del estudio de grabación? —Tienes razón, no me acordaba de eso. Ya días que se lo prometí, creo que podría darle este micrófono a él y luego comprar otro para la iglesia del pastor Héctor. La conversación se ve interrumpida por un vidrio roto que se escucha en la azotea. Salen ambos corriendo a ver que es. Escuché el grito de una niña, ¿Qué habrá pasado? Minutos después veo que bajan ambos con una muchachita —algo 18

despeinada y arañada, al parecer la hija—, y escucho al padre decir: —¡Qué barbaridad! ¿Cómo se te ocurre tratar de saltarte desde el segundo piso para salirte a escondidas? ¿Con quién te ibas a ver?. La mamá es más que palabras, lleva una sandalia en las manos como arma mortal y ella se ve que es más agresiva. Le da con la sandalia varias veces, de hecho lo hace hablando y le da una nalgada por cada palabra con que ella le reclama. ¡Auch! Eso ha de doler. Bueno por lo que veo no hay familias perfectas. La jovencita al parecer está loca como una cabra. Veo que no llora a pesar de los regaños y azotes con la sandalia, lejos de eso muestra ojos de enojo, fingiendo demencia ante los reclamos de sus padres. Después del bullicio, el papá llama a todos a sentarse a la mesa. —Nadie se irá a dormir mientras no se arregle esto ¿entendido? —Exclama en voz alta mientras se sienta en el comedor. Así, se sientan los cuatro, porque minutos después entró el hijo menor y pues llegó a tiempo para recibir su porción. El padre ve a su hija a los ojos y le dice: —¿Hija cómo es posible? Tú no estás diseñada para hacer eso. —Papá… —contesta ella con tono agresivo—, pero es que ya estoy grande y quiero decidir por mí misma. Soy dueña de mis acciones y ¡quiero vivir mi juventud!. Sé que ustedes quieren que haga las cosas según sus creencias y además me han inculcado los caminos de Dios, pero la verdad no quiero en este momento dedicarme a eso de cosas de iglesia. Hay que vivir la 19

juventud. Quiero pasear, hacer lo que mis amigas hacen y divertirme ¿ok…? —mientras fruncía el ceño con una mirada de potro salvaje. —Ok —responde el papá mientras entrecruza sus brazos—. Tú sabes que respeto tus puntos de vista, y que si tienes la razón te la doy, pero si no la tienes, no doy el brazo a torcer. Tus amigas son tus amigas, sus vidas son las de ellas. Lo triste hija es que lo que veo no es que quieras hacer tu vida, sino que lo que estoy viendo es que estás tomando la forma de vida de tus amigas, y por lo tanto te estás convirtiendo en una copia de ellas; una vez escuché alguien que dijo: “Te convertirás en el promedio de las 5 personas con quienes más pasas tiempo”*, y veo que es en verdad cierto, eso te está pasando a ti. Dilcia, tú no has sido diseñada para ser una chica del montón hija, tú no debes seguir a las otras a donde ellas quieran que tú vayas, no eres una más de las estadísticas vulgares en las redes sociales. No eres una incauta más de una sociedad plastificada y enfocada solamente en la imagen física y el qué dirán. Eres una jovencita muy bella y Dios te creó para que te siguieran las demás personas y ellas aprendiesen cosas buenas a través de ti, y no que seas tú quien aprenda cosas malas de otros. Dios te hizo con habilidades y talentos para que cambiases la sociedad con el bien, y no para ser tú influenciada por el mal. Dios te creó para ser el cambio positivo en esta sociedad y no para ser un número más en la estadística negativa. —¡Pero es que ustedes no respetan mis decisiones! — interrumpió Dilcia. —Hija, eres libre de tomar tus decisiones, pero sabe que sobre todas ellas un día te juzgará Dios, el mismo Dios que con su gracia y amor te persigue cada día, el que te sustenta y te *Jim Rohn.

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abraza con su Espíritu cuando le buscas aun si tú le fallas; el mismo Dios que te puso nombre especial y privilegiado como es el ser llamada su hija; ese mismo Dios y Padre ante el que un día estaremos todos delante y daremos cuenta por nuestras decisiones, buenas o malas, y qué hicimos con cada labor, habilidad y talento que él nos había encomendado; porque hija, todo lo que tenemos es de él y para él, nada es nuestro. Recuerda que todo volverá a él, incluso nuestro espíritu, pero es nuestra decisión entregarle a él nuestra alma y cuerpo. Hija no tienes que seguir a Dios a la fuerza, pero lo que siembras con tus decisiones hoy, lo cosecharás en el futuro, y no sea que te pase como el hijo pródigo. Hay experiencias que Dios avisa de antemano porque no es necesario pasar por ellas, ¿y sabes por qué? porque las mismas dejan cicatrices de heridas que la verdad si se pueden evitar. ¿Te has preguntado cuantas cicatrices y mal tratos recibió el hijo pródigo? ¿Cuántos rechazos, insultos y críticas? Todo eso después que él tuvo el mundo entero en sus manos, y de repente, como todo lo que el mundo le ofreció se desvaneció de la nada. Hija, no coquetees con el pecado, porque a la larga siempre saldrás perdiendo. —Si Dilcia, escucha lo que te dice tu padre —le dice la mamá. Le observa fijamente esperando las respuestas que diría está jovencita, y ella después de un silencio profundo dice: —Sí, tienen razón. Perdónenme ¿está bien?, no sigan sermoneándome más, siento como que estoy en la iglesia. ¡Que estrés hablar con ustedes! —Dilcia —continúa la mamá—. Sabes que te lo decimos por tu bien. Hay compañías con quienes que tal vez la pases muy 21

ameno, pero su influencia cambia tu manera de pensar y es allí el problema. Si eres fácilmente influenciable de los que te rodean entonces siempre estarás continuamente adoptando personalidades de otros, y lo peor es que lo que aprendas y sigas sean cosas malas. Recuerda que eres espejo de las personas de las cuales te dejas influenciar. Después de un par de minutos en silencio, el papá se levanta de la mesa y dice: —Bueno, terminó la plática, estás castigada, no tienes permiso para salir a ninguna parte hasta segunda orden. Ambos váyanse a sus cuartos a dormir. Y así los hijos se van a sus dormitorios, el hijo menor refunfuñando en contra de la hermana mayor, mientras los padres los ven partir a sus habitaciones. Luego entre cruzan sus miradas, esas miradas que dicen: Dios ayúdanos, guíanos y danos fuerzas —aprendí esas miradas porque se las vi a un vendedor cristiano una vez que tenía serios problemas con las ventas. Son esas mismas miradas que vi desde la vitrina en las personas que vendían en la calle. Es como un deseo por lograr cambiar tantas cosas, pero por las propias fuerzas es muy difícil lograrlo al instante, y sólo queda luchar y esperar. En verdad que los humanos son complejos, pero desde que me ensamblaron a la fecha, he escuchado y visto muchas anécdotas de ellos. Tienen sus cosas buenas. He visto en muchos que no se rinden ante las circunstancias, se aferran de eso a lo que llaman fe, y es asombroso como al pasar el tiempo logran alcanzar esas metas. Pero en fin. ¡Yo estoy desesperado por llegar al estrellato! ¡Ya quiero conocer a mis dueños y el estudio donde estaré!. 22

Hace un rato escuché: “el pastor de aquella congregación” y también, “el amigo del estudio de grabación”. Hay dos opciones, y a una de ellas iré a parar. Estoy algo nervioso. Pero confío en mis cables y señales eléctricas de que iré a dar a las manos del gerente de algún estudio de grabación muy prestigioso.

Desfragmentando corazones y añadiendo propósito. Yendo de camino nos encontramos con un pasajero singular, mi comprador —quien por cierto se llama Samuel—. Lo miró y se estacionó para darle aventón a dicho personaje. —Buen día Samuel, ¿Cómo estás? —Bien, gracias a Dios, ¿y tú Edgar cómo estás? —mientras se dan la mano. —Algo cansado. He tenido un día muy apretado y con muchos problemas. Por cierto mamá estaba preguntando por ti ayer, no le has llamado en varios días, y ya la conoces como es. —Sí, sí, le llamaré hoy mismo. Pero dime ¿cansado? Pero si en tu trabajo pasas relajado, ¿cansado de qué? —De lidiar con la gente que busca desahogar sus frustraciones con otras, y me refiero a mi mujer. —Aaahh… ya veo... problemas en casa. ¿Qué pasa con mi cuñada si se puede saber?. —Ella tiene un trabajo muy estresante y se siente frustrada por el mismo. Los conflictos del trabajo los lleva a la casa ¿te puedes imaginar? En vez de ser yo, es ella la de esos dilemas, y eso ha creado un ambiente feo en el hogar, se nota que ella ha perdido el placer de vivir agradecida por tener familia y un hogar.

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—Tienes que ser comprensivo y a la vez estratega con ella — le dijo Samuel—. En verdad es necesario vayan a consejería pastoral para que puedan superar estas etapas complicadas. —Samuel, lo que creo que está pasando es que ella está exteriorizando muchas heridas que tiene aún en su corazón a causa de su sufrida infancia. Tú sabes, ella te ha contado muchas de sus tristes etapas familiares; el abandono familiar, el tener que mudarse sola a la capital siendo joven, el tener que enfrentarse con tantos dardos al corazón lanzados por las personas que la rodearon en esos años, las traiciones, la soledad, etc. Y ahora los problemas en el trabajo creo que la están ahogando, y siento que ella se siente realmente frustrada porque no ha alcanzado muchas cosas que añoró desde muy jovencita, pero que a causa de decisiones de otros tuvo que posponer. Además que la hirieron moralmente y fragmentaron su corazón, el cual tiene aún pedazos por armar. —Tienes que apoyarla Edgar. Como tu hermano mayor te aconsejo, busquen de Dios, es tiempo de buscar una relación genuina con Dios para que él tome control de todo, él sane las heridas y les ayude en su joven matrimonio. Tienen sólo un año de casados y antes que vengan los hijos deben solucionar esas etapas; yo sé que ustedes se aman, pero el diablo inventó en el mismo infierno un arma muy destructiva y dañina, cuyo propósito es destruir por completo las familias, esa arma lleva por nombre divorcio. Así que cuiden de ni siquiera mencionarla, porque muchos han sucumbido en ello. Es tiempo de retomar las cosas de Dios como lo hacían antes aun siendo novios. Dios tiene grandes planes para ustedes.

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—Si Samuel, pero yo ya no sé qué decirle. Tú sabes que aún tengo mucho que aprender de la Biblia. —Te repito, lo ideal es una consejería. Al menos y tú has identificado que ella se frustra y sufre por muchos sueños que no se le han cumplido, o que quizás para ella los mismos ya han muerto. —Pero Samuel, en ocasiones ya no encuentro que palabras decirle, no sé si seguir tratando de animarla o regañarla, soy sincero con ella siempre, incluso cuando son cosas que no me gustan de ella, a la primera oportunidad se las hago saber si titubear, y ella lejos de agradecer mi sinceridad prefiere enojarse más o incluso echarse a llorar. —La sinceridad es buena, siempre y cuando no seas áspero con tus palabras, la sinceridad sin empatía no es más que crueldad. Ponte en sus zapatos, dile, que a pesar de todo lo que ha sufrido y lo que la hayan lastimado en el pasado. La ventaja es que si ella está en Dios, todas esas etapas que ella pasó o esté pasando no se desperdiciarán; recuérdale el pasaje: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Así que aquello que un día la dañó y la quiso destruir, Dios hará que eso mismo se convierta en un escalón para una vida plena y feliz; dile que todo va a estar bien, y Dios hará que todo eso ayude para bien. Que no se aferre al pasado triste, si no que vea la vida con los ojos de la fe, creyendo que Dios tiene pensamientos de paz, y no de mal, para darle la vida que ella espera y sueña. —Si Samuel. Tú sabes que la amo, y sé que ella me ama; pero es una etapa tan complicada. Aaah, y si a esto sumas el hecho que algunas amigas de ella vienen y le platican de sus vidas 25

exitosas y sueños que han alcanzado, mientras que mi esposa sólo las escucha con un nudo en la garganta y una sonrisa de felicidad por ellas. Más se entristece su corazón por no poder compartirles a ellas experiencias similares. En varias ocasiones me ha mencionado el irse del país y buscar una mejor oportunidad de trabajo, pero eso a mí me horroriza. Yo no quisiera mudarme del país pues tengo mi buen trabajo, pero ella no se siente bien consigo misma. —Es una etapa, y si bien ella es tu ayuda idónea, tú también debes ser su apoyo, su protector, su compañero, su amigo, su aliado, y a veces su saco de boxeo también —dijo Samuel esto último con una sonrisa. —¡Y créelo Samuel!, por poco ha faltado para que me use de saco de boxeo; y yo que pensé que las mujeres eran delicadas como vasos frágiles, pero no sabía que cuando se enojan esos vasos frágiles se convierten en tinas de concreto. —Amala y apóyala. Recuerda que ya no son dos, sino uno sólo. Así que aférrense a Dios, búsquenlo en oración, pídanle ideas y estrategias, y juntos saldrán adelante. Ya verás, esta etapa no tiene que distanciarlos, por lo contrario, esta etapa los hará conocerse más en otras facetas, y hará que sean aún más unidas y fuertes como pareja. — Gracias Samuel por tus palabras. Fuimos a dejarlo a casa de él, entraron un instante y luego salió Samuel para continuar con el viaje a casa.

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CAPÍTULO 2:

Mi encuentro postergado. Bienvenido a la transición.

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asaron un par de días después de los acontecimientos de la joven Dilcia. Al parecer los planes cambiaron, el fin de semana mi comprador —que por cierto trabaja como sonidista y líder de grupos en su iglesia— se va de viaje. Por lo tanto decide irme a entregar a mis nuevos dueños personalmente a la casa de ellos. ¡Que emoción, al fin!, ¡Hollywood allí te voy!. Llegamos a la casa indicada. Sólo sé eso porque el auto se detuvo y escuché perros ladrar. Al instante una voz de fondo le grita: —¡Hermano Samuel! ¿Cómo está?, gusto en tenerlo por aquí. Que sorpresa. —Hermano Héctor, gracias, pues vengo a una misión. —Está bien, pase adelante por favor. Una vez ya dentro de la casa se sientan y comienzan a charlar. —La razón de mi visita hermano pastor es que quiero darles un regalo. Me sacó de la bolsa en que me llevaba y me entregó en manos de aquel varón. En ese momento, como añoré estar conectado a la consola para gritar: ¡queeee…! ¡un pastor…! ¿Quiere decir que voy para una iglesia? ¡noooooooo…!, no puede ser —me decía a mí mismo—, no es posible. Empecé a temer por mi seguridad. Todo lo que los micrófonos me habían contado sobre 27

las iglesias se me empezó a venir a la mente. Esto es un error, no, no, no, no puede ser, mi diseño es para estar en los grandes estudios de cantantes conocidos, o grandes plataformas. Me costaba creer lo que escuchaba, y me asustaba saber qué era lo que me esperaba. —Muchas gracias Samuel, que amable, Dios te bendiga aún más por tu generosidad. Nos será de mucha utilidad tu regalo. —Lo sé hermano pastor, lo sé, y cuénteme ¿Qué tal la familia? ¿No veo a su esposa?, —Aaaaahh, es que salió por uno de los niños, el menor que está en la escuela. No tarda en regresar. —¿Y sus otros dos hijos? —Uno de ellos se fue con unos primos a trabajar, la verdad no siguió estudiando y ellos hacen cualquier oficio en el que se les requiera y bueno, con ellos está aprendiendo a ganarse la vida por su propio esfuerzo. —¿En serio? —dijo Samuel levantando sus cejas. —Si, en cambio la hermana mayor está en la Universidad, muy pronta a salir de doctora, —Que genial. Debe sentirse muy orgulloso ¿verdad?. —Por supuesto que sí. Pero hablando de algo más, me siento algo raro, ella pronto se casará, lleva varios años con su novio y han decidido que en un tiempo prudencial después de la graduación se casarán. Así que en esas ideas andan. No me di cuenta lo rápido que creció mi hija. —Bueno, es parte de la vida —comentó Samuel con una sonrisa. —Sí, por supuesto que así lo es —responde el pastor Héctor mientras limpia sus anteojos—. No tendremos a nuestros hijos para siempre en nuestras casas, y llegará la etapa en que ellos 28

formarán sus propias familias, sólo que siento que el tiempo se va demasiado rápido. —¿Por qué dice eso pastor Héctor? —Verás amigo mío, tú sabes que por años me he dedicado a la obra de Dios. Pero hubo un tiempo en mi vida que en verdad considero desaproveché etapas de mi vida familiar; creo que caí a un “fanatismo”, digo eso porque, empecé a trabajar fuerte en la obra de Dios y descuidé mucho a mi familia, de hecho estuve a punto de divorciarme por no atender a mi esposa y dedicarle tiempo a ella y a nuestros hijos como ellos se lo merecían. Todo eso creó un distanciamiento el cual fue provocando heridas en los corazones de ellos, de hecho por esa razón es que el segundo de mis hijos dejó de estudiar, en esa etapa de crisis él no supo mantenerse, y pues la presión familiar mas toda la tensión fue tal, que él terminó retirándose no sólo de sus estudios sino que también de la iglesia —decía el pastor Héctor mientras sostenía su frente—. Créeme, oro cada día a Dios para que él regrese a su camino. Y sé muy bien que cada quien es responsable de sus decisiones, pero pienso que si yo hubiese sido más enfocado en no descuidar el primer ministerio que Dios le dio al hombre, que es su familia, quizás él también estuviese sirviendo a Dios a nuestro lado. Actualmente después de su trabajo regresa a altas horas de la noche e incluso a veces no llega. Hemos tenido tantos conflictos que en ocasiones se ha ido de la casa y ha regresado a causa de su madre que lo impulsa a hacerlo. Es algo difícil platicarlo. Hay un conflicto de roles, por un lado soy padre, por otro esposo, por otro pastor, además que pertenezco a varias organizaciones y tengo puestos importantes, pero en esa etapa que te comento llegué a extremos. Mi esposa me decía “por favor Héctor dedícanos tiempo, tus hijos y yo te extrañamos”, y mi respuesta era, mujer estoy muy ocupado, me 29

es necesario estar en los negocio de Dios. Siendo yo ingenuo en eso, porque la primer empresa que Dios me delegó son ellos, y la estaba dejando por último. Un día ella explotó; me dijo que no podía más, y se fue de la casa a vivir con una hermana llevándose al hijo menor; mis otros dos hijos por ser los mayores se quedaron conmigo, sin embargo sé que fue difícil para ellos; mi hija empezó a bajar su nivel académico y el muchacho decidió terminar con los estudios. Gracias a Dios, a pesar de tantas fricciones, señalamientos y críticas que se levantaron en contra de la familia, mi hija no desmayó y siguió adelante. Además si a esto sumas que empezó a padecer de cierta enfermedad, créemelo, ¡era una locura todo lo que pasaba alrededor!, a pesar de todo, ella persistió, siguió sus estudios y liderando sus cargos en la obra como si no pasase nada; también la situación económica se vino abajo, pues tú comprendes, grandes compromisos financieros y además algo estaba pasando internamente con la familia. Así que mi hija buscó y buscó y siguió buscando hasta encontrar un trabajo ideal para continuar sus estudios y apoyar los costos de casa, un trabajo a medio tiempo. Pero créeme, la historia de ella la verdad te la tendría que contar ella misma; me asombra su perseverancia y determinación. Pero en fin amigo mío, como te comento, quizás si durante esos años hubiese estado más pendiente, estas cosas no hubiesen pasado; estoy más que seguro que Dios no quería que esto pasara, pero mi “gran espiritualidad” y activismo eclesiástico me hizo olvidarme que el evangelio es más sencillo, éste consiste más en practicarlo a diario que simplemente hablarlo o cantarlo. Y bueno, mis malas decisiones y enfoques desubicados nos llevaron a pasar por esa etapa que fracturó muchas cosas, y eso a pesar que Dios en 30

varias ocasiones me hacía saber que no estaba haciendo bien las cosas. Por mucho tiempo persistí en mi enfoque personal más que el enfoque de lo que en verdad enseña su palabra. Incluso creo que, a pesar que en ese entonces mi posición ministerial en la organización estaba creciendo, mi relación genuina con Dios se estaba debilitando, de ello aprendí que tu posición jerárquica en una iglesia local no determina cuan cercana es tu relación con Dios. Además de esto, también aprendí que por no romper una tradición podría estar fallando en cumplir la voluntad de Dios. —¡Wow! pastor Héctor. La verdad me asombra que tenga la confianza de contármelo —dijo Samuel, mientras miraba hacia el cielo por la ventana, analizando lo escuchado. —Lo hago porque quiero que aprendas de mis experiencias, hay una frase que dice: “es sabio aprender de tus experiencias, pero es más sabio aprender de las experiencias de otros”. Por tanto, para ti que estás joven, y que tus hijos aún están en la adolescencia, es una etapa crucial; y como padre debes hacer las cosas lo mejor posible guiado de la mano de Dios. Porque de lo contrario si las cosas salen mal, a futuro siempre tendrás un cargo de conciencia sabiendo que situaciones difíciles de la vida no era necesario cruzarlas, y que las malas decisiones te llevaron a pasar por ellas. —Sí, tiene mucha razón. Recién hace unos días tuve conflictos con mi hija mayor también —continuó Samuel. —Vez lo que te digo, está claro que ellos son dueños de sus actos, pero mientras están en tus manos debes inquietar su vida a hacer lo correcto. Pero también hacerte su amigo, es más, su mejor amigo, cuidar de sus amistades, velar por sus sueños y apoyarlos para que ellos los alcancen. Ser padre es más que sustentar económicamente, es ser el porrista que siempre les 31

impulsará a seguir adelante; es ser el confidente que los escuchará; es el coronel que les dirá las cosas que necesitan escuchar; es ser consejero, es ser guarda espaldas, es ser la persona que estará pendiente de lo que les pasa en sus corazones, amigo mío ser padre es una gran responsabilidad, —Si pastor Héctor, entiendo, toda gran bendición trae consigo una gran responsabilidad, esa frase la aprendí de una película —dijo sonriendo. —Así es Samuel. Gracias a Dios, con mi esposa y mis hijos todo ha cambiado. Ahora dedicamos tiempo sólo para nosotros dos, y tiempo en familia con los hijos. Explícitamente familia. Eso ha oxigenado tanto nuestro hogar que incluso en nuestra manera de servir al Señor, pues trasmitimos ese descanso y felicidad, y claro siempre hay bastante trabajo en la obra, pero el secreto siempre está en el balance —dijo Héctor mientras sonreía—. Bueno hijo, ha sido una plática muy amena, si habláramos de más detalles llevaríamos días aquí sentados, por ahora lo dejaremos hasta aquí —mientras le daba palmadas en la espalda a Samuel. —Gracias por sus consejos pastor Héctor. Son muy valiosos. —De nada amigo, y gracias a ti por el regalo. Sin duda los muchachos de alabanza lo usarán este fin de semana. Genial, por fin terminó la plática. Mientras ellos hablaban de todo eso me olvidé por un momento de en manos de quién había caído. De ahí reaccioné y dije ¡espero que este tipo o sus músicos no me vaya a descuidar como lo hizo en un tiempo con su familia!.

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Canción en re (en relajo y medio) Después de haber estado un par de días en casa del pastor Héctor, llegó el día de ir a conocer las instalaciones del lugar donde estaría yo trabajando. Ese día al parecer sus músicos ensayaban, así que era el día indicado para hacer la entrega. Llegamos al lugar mientras yo sentía como que me dirigía a un deshuesadero de micrófonos. Las historias de micrófonos aplastados, babeados, oxidados y quebrados venían a mi cabeza. —¡Rolando! —Gritó el pastor mientras le hacía señal con su mano para que viniese—. Mira lo que traigo, un amigo sembró este micrófono para la obra, así que lo dejo en tus manos. —Oh… Excelente, yo lo estaré usando, ya que se ve de muy buena calidad. Vamos a probar a ver qué tal suena. —Ok, perfecto —y se retiró el pastor del lugar dejándome en las manos de aquel tipo. Su apariencia nada que ver con la de Luis Fonsi, ni la de Vicente Fernández. No le veo cara de futuro cantante famoso. ¡Qué cruel realidad!, ¡qué triste!. Ahora a conectarme para pruebas de sonido previo a ensayo. Para empezar el cable con el que me conectan me queda flojo; que bienvenida, y estoy lanzando un zumbido de feedback capaz de escucharse hasta más allá del sistema solar. Comienza la cantada. —¡Oye amigo no me agarres así! —le grité anhelando pudiese escucharme—. ¡No es necesario me babees al cantar! ¡Me oxidarás!. No puede ser, este tipo tiene el aliento de un búfalo, de remate le sudan las manos como dos océanos, perece que estoy en la bañera y para rematar una de esas niñas coristas no sé si lo que está haciendo es cantar o gritar, es como escuchar la versión femenina de Tarzán. Qué horror, no es posible que esté pasando esto. 33

Así estuve en medio de ese escenario por media hora que la sentí como medio siglo. Después que terminó todo ese ajetreo me colocaron en una mesita y de pronto empiezo a dar vueltas y vueltas dirigiéndome a la orilla de la mesa. —¡Noooo! ¡Me voy a caer! ¡Auxilio! —cuando de pronto la cabeza de un clavo medio salido de la dicha mesita se interpuso ante esa caída estrepitosa al piso. —Tranquilo amigo —me dijo el clavo—, te detengo aquí. Menos mal que te pusieron en dirección norte, a los demás que los ponen en otra dirección no corren la misma suerte. Después del trato salvaje y bélico de mi amigo el cantante, el panorama empezó a cambiar. Una muchachita tomó otro de los micrófonos con un semblante de paz en medio de tanta turbulencia sonora alrededor. Algo empezó a pasar cuando comenzaron a entonar una canción, la cual brotó de los labios de dicha chica cuya voz hacía que el ambiente se asemejara al cielo. Su nombre Sheryl. Creo que sí existen los ángeles, pues estoy viendo a uno —me dije a mi mismo—. La chica empezó a entonar al son del piano: —“Tengo hambre de ti, de tu presencia, de tu Espíritu Señor, estoy rodeada por tu gracia, siendo transformada por tu amor, que me envuelve y hace brotar un fuego en mi interior, en correspondencia a tu amor Jesús”—. ¡Wow!, algo tan dulce. Poco a poco se unieron los demás instrumentos, y empecé a ver a todos que por un instante entraron en algo como trance. No sé qué sea eso, pero todos ellos cerraron sus ojos y siguieron entonando a una voz dicha canción; el ambiente cambió, no sé qué pasó. Uno que otro de los músicos lloraba, y yo me preguntaba ¿por qué? ¿Será porque no pueden creer que alguien cante bonito en el grupo? ¿Será porque él quisiera cantar igual? Lo raro es que tienen los ojos cerrados, esta gente está algo loca, pero al parecer disfrutan todo lo que hacen. 34

Terminó el ensayo. Después se pusieron a hablar de sus cosas y trabajos, y luego de ello me acomodaron con los demás micrófonos. —Que feo estar aquí entre ustedes —les dije a los micrófonos de al lado—. Todos oxidados, ya ni redondas son sus cabezas y sus colores parecen arcoíris. Micrófonos de baja categoría. No puede ser que yo esté en medio de ustedes —me quedaron observando y no decían nada mientras yo seguía refunfuñando—. En dónde vine a terminar, con un montón de gente loca que no sé qué les pasa, por ratos gritan y luego se ponen a llorar. —Gritan porque están alegres amigo —me contestó un micrófono de al lado—, aunque en verdad desentonan por ratos; ah… y lloran porque a veces en pleno ensayo son tocados por el Espíritu Santo. —¿Y tú quién eres y porque razones te metes donde nadie te llamó? —le dije en tono de no amigos. —Tranquilo, soy Rayan —me contestó tímidamente. —¿Aaaa sí…? Pues guarda silencio amigo, creo que tus amigos soldados te andan buscando, y no te metas en mis asuntos. —Ok, tranquilo, sereno amigo mío. Se te reventarán tus bobinas internas. ¡Relájate!. Sé bienvenido al equipo, ahora en adelante ésta es tu casa y nosotros tus compañeros de trabajo y nueva familia. —Si supieras lo feliz que me hacen tus palabras —le contesté en tono sarcástico.

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Una vida pública procesada en lo privado. Un rato después, me inundó una curiosidad por conocer más sobre aquella chica, Sheryl. Así que me volteé y dije a Rayan: —Hey soldado, ¿puedo hacerte una pregunta? —Si claro, dime. —Puedes hablarme de la chica esa, me pareció escuchar que se llama Sheryl. Tú debes saber de ella más que los demás pues vi que ella te usa para cantar. —Ah… ya veo que te llamó la atención. La verdad sé algunas cosas acerca de ella, mismas que son de admirar mucho. Hace un par de meses pasó un proceso muy difícil; ella acostumbra a llevarme a su casa para limpiarme e incluso aromatizarme; por dicha razón es que me vez no como los demás micrófonos de maltratados. En esos días que te comento ella me llevó a su casa y cuando llegamos pasaron unas cosas que quedaron grabadas en mi memoria para siempre. —¿A si?, ¿es posible me cuentes? —Si claro, muchos lo saben, ella contó el testimonio en la iglesia. —Ok, soy todo oídos —le dije. —Cuando llegamos a su casa, pensé que todo iba a hacer común, como todos los días, pero algo había pasado. Desde hace algunas semanas la familia de Sheryl tenía conflictos. Al parecer el papá y la mamá pasaban peleando, y la situación era difícil también para ella, ya que era la única cristiana en el lugar; de allí los padres y hermano de ella vivían su vida de maneras muy distintas. Por un lado el hermano mayor, quien estuvo sirviendo en su iglesia por mucho tiempo, de hecho llegó a ser un líder muy usado por Dios. Pero cierta temporada la necesidad de empleo lo llevó a buscar un trabajo. El problema está en que le ofrecieron un empleo muy absorbente de tiempo, y bueno tú 36

sabes, la necesidad de dinero era tanta que él no lo pensó dos veces y aceptó el trabajo. Poco a poco fue dejando todo en la iglesia, y muchos se preguntaban ¿por qué?; resulta que en su trabajo comenzó a conocer nuevas amistades, personas que vivían una vida aventurada a su manera, sin reglas ni limitantes, sólo el horizonte y ellos. Así que a él le gustó ese estilo de vida; sin responsabilidades, sin tener que estar lidiando con gente, sin tener que brindar cuenta a líderes de iglesia, sólo él y su nueva vida, así que él se inclinó por esa forma de vida y poco a poco sigilosamente fue dejando sus antiguas amistades —las cuales la mayoría eran de iglesia—. Él solamente dedicaba tiempo a sus nuevos y aventureros amigos. Aparentemente ellos lo comprendían más, eran mayormente acorde a su nueva vida, eran más felices que la gente de la iglesia y cosas así. Rubén, — así se llamaba el hermano de Sheryl —, tomó sigilosamente una decisión y la siguió. El asunto está que lo primeros meses todo para él fue magnífico, nuevas amistades, lugares, escenarios, en fin, todo nuevo, sus ansias de querer divertirse más lo hicieron muy influenciable. Era increíble ver que un joven a quien muchos seguían por su liderazgo ahora él se había convertido en una marioneta de las amistades. A donde lo invitaban o incitaran a ir, él allí iba; las palabras que sus amigos hablaban él las usaba también; lo mismo que expresiones y ademanes. Fue una transformación. Tal fue la influencia que uno de sus amigos lo hizo que se aventurara primero al cigarro, la bebida, los juegos de azar, las discos, una cosa poco a poco llevó a otra, cositas sencillas como trasnochar luego se convirtieron en noches de discos, luego a noches de chicas. Aprendió a llamar la atención y a conquistar cuantas mujeres quería, seguido los vicios y de pronto las drogas. Fue una estrategia tramada en el mismo

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infierno, en la que todo comenzó con un descuido interno y la corriente lo arrastró a ese nuevo estilo de “vida”. —Pero en fin Rayan. Son jóvenes, no pueden tenerlos encerrados en la iglesia todo el tiempo. Ellos son libres. —Sí, tienes razón. Ellos tienen libertad de escoger si amar a Dios o amar los deleites de una sociedad plastificada y apartada de valores, donde los jóvenes se están convirtiendo en zombis de la tecnología y fotocopiadoras humanas de las culturas de otros países. Ya no luchan por ideales, ahora luchan por diversión a lo loco; ya no luchan por marcar historia, luchan por ser conocidos solamente; ya no luchan por dejar huella en otras vidas, ahora sólo buscan ser estrellas. Y la verdad de esos hay aun dentro de las iglesias, pero la ventaja es que estos por lo menos tienen la oportunidad que estando en la barca del Maestro pueden ser afectados por su palabra y Espíritu. No digo que los demás que están afuera no. Pero el caso de nuestro amigo Rubén, es un caso triste, pues él no logró tener una segunda oportunidad. —¿Qué pasó? —le pregunté. —Cierta noche, salió muy tranquilo de nuevo con sus amigos, eran horas tempranas de la noche. Ellos estaban sobrios, sin embargo a uno de los amigos con quienes él andaba, lo buscaban porque se había visto envuelto en narcotráfico y al parecer debía mucho dinero. El asunto fue que estando ellos en un lujoso restaurante, llegaron dos tipos como clientes normales, bien vestidos, buscaban al amigo de Rubén —quien en ese momento no sabía nada del problema en que se encontraba su amigo—. Una vez que los encontraron juntos, sin mediar dispararon a todos los que estaban a esa mesa, incluyendo a Rubén. —¿En serio Rayan? 38

—Si Mic, ese fue el último día de Rubén, y la muerte fue instantánea. Ya te imaginas a la familia entera. Sheryl destrozada, él era su hermanito mayor, su rival de peleas, compinche familiar, compañero de aventuras y mejor amigo. Él tenía 23 años y ella 20 cuando lo ocurrido. Desde ese momento la familia sufrió mucho y señalaban a Sheryl, y le hacían preguntas como: ¿Dónde está tu Dios?, de nada sirve que asistas a la iglesia y entregues toda tu vida a Dios si él permite que pasen estas cosas. El corazón de Sheryl fue golpeado duramente, pero esto no quedo allí. —¿Aún hay más? —le pregunté a Rayan. —Sí. Al pasar los meses, el desánimo y ambiente triste de la casa hizo brotar conflictos mayores entre los padres. Tal fue el proceso que un día el padre de Sheryl decidió irse de casa, pues al parecer había encontrado a otra mujer y él optó por seguirla. Ése fue otro golpe al corazón de Sheryl que no esperaba; ¡su padre! ¡su amigo!. Ella era muy apegada a él, nadaban juntos, corrían a menudo por las mañanas en el parque, estudiaban juntos, ella le contaba sus problemas y él cual mejor amigo y padre la aconsejaba; si bien, él no era perfecto, pero ella lo amaba. Así que su corazón fracturado por la pérdida de su hermano meses atrás ahora era roto y hecho añicos por una de las personas que más amaba, su propio padre. Fue precisamente ese día en que el padre abandonó el hogar que Sheryl me llevó a su casa y pude ver lo acontecido. Todo ocurrió así: Ella llegó a casa luego de una de las reuniones de la iglesia, cuando estaba por abrir la puerta escuchó los gritos, insultos y amenazas. Ella terminó de entrar a su casa y los encontró en la sala. Sheryl observaba congelada por su incapacidad de entrometerse ante tal ambiente y situación. El 39

padre arranca pasos pesados que hacen que el piso suene cual si un elefante estuviera caminando; Sheryl estaba aún cerca de la puerta, él casi llevándosela de encuentro solamente la vio de costado, se cruzaron sus miradas, los ojos de ella sin parpadear decían ¿Qué pasa?, mientras los de él eran dos témpanos de hielo. —¿Papi qué es lo que pasa? ¿A dónde vas?—le preguntó ella. Mientras que el papá ni siquiera volteó la vista hacia ella, y cerrando la puerta con fuerza hizo temblar la pared. —Que escena tan más difícil —le dije a Rayan, estando yo asombrado. —¡Difícil!. No amigo, eso fue catastrófico. Difícil fue para mí ver lo que aconteció después de todo eso —me dijo Rayan— . Sheryl salió corriendo a su cuarto, llevándome en su mano. Cuando entró se lanzó a la cama a llorar cual niña de 7 años, me aventó en la cama y pude escuchar cada palabra y sollozo de dolor, su corazoncito se hizo añicos. Y pude escuchar que ella pronunciaba palabras cual disparos al aire; entre esas palabras decía: —Dios mío, ¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué? no entiendo, estoy confundida y molesta, ¡haz algo por favor!, no aguanto más, es demasiado para mí, ¡esto no me lo merezco!. Por favor te lo suplico, haz algo, y ayúdame porque no aguanto tanto, ¡no sé qué hacer! —entre llanto revuelto con gritos de desesperación e impotencia—. Fueron alrededor de dos horas de reclamos, peticiones, ruegos y lloros; pensé que esa noche sería larguísima, pero pronto los llantos pasaron a ser sollozos, y luego un gran silencio; el cansancio físico y emocional era tal que ella se había quedado dormida, el agotamiento le ganó. A todo esto la mamá ni siquiera tocó la puerta, creo sin duda 40

alguna que fue por intuición de madre. Ella sabía que Sheryl necesitaba estar sola para desahogarse. Sin embargo se podía divisar en la luz por debajo de la puerta que su sombra se asomaba vigilando y escuchando a su hija. Pasaron otro par de horas, y ella despertó. Se sentó a la orilla de la cama viendo el suelo y rodeada de un gran silencio; vi de nuevo lágrimas cruzar sus mejillas, pero lo que me asombró fueron las palabras que dijo: —¿Y qué fue lo que dijo? Cuéntame Rayan, ¡rápido!. Ella, con sus mejillas rojas que trataban de evaporar las cascadas de lágrimas que las empapaban dijo: —Dios mío, tú eres mi papá. Necesito me abraces con ese calor que sólo tú puedes dar, yo confío en ti, y sé que mi futuro en tus manos está. Me siento débil Papá, abrázame —mientras ella se daba un auto abrazo fuerte—. Yo sé Papá que tú nunca me dejas, ni me dejarás a pesar de mis defectos, rebeliones y luchas. Mi vida te pertenece y aun cuando no entienda todo alrededor, en ti esperaré, pues tú eres mi todo. —Increíble historia la que me cuentas Rayan, créeme que me has dejado atónito, porque cuando la escuché cantar y la paz que trasmite al hacerlo, jamás me imaginé que podría estar en una etapa tratando de asimilar tantas cosas. La verdad sus actitudes no tienen nada que ver con los acontecimientos que me contaste; ¡tendría que ser al revés! Ella debería estar enojada, dolida, resentida, amargada e incluso ya no debería estar en la iglesia; pues según cuentas ya han pasado meses y su familia aún sigue desintegrada. —Entiendo tu postura Mic, pero, los humanos son impredecibles, débiles y muchas veces fácil de engañarles; otros tercos y altaneros; algunos otros son gente peligrosa; pero hay 41

unos cuantos de corazón noble, que no se ahogan en su mundo, más bien, rompen sus límites para ampliar su vida y aprovechan los momentos difíciles para crecer, madurar, aprender y valorar lo bueno que Dios les ha dado.

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CAPÍTULO 3:

Trincheras entre canciones y danzas

H

an pasado algunas semanas estando aquí en el grupo de alabanza, y la verdad ya tengo mi primer chichón. El vocalista me dejó caer en una de las reuniones mientras saltaba como liebre en el escenario y pedía a la gente gritara desenfrenada; ese día literalmente toqué el piso. En fin, me enderezó algo pero yo siento que aún estoy con el chichón. Llega el día de ensayo una vez más, pero hoy al parecer los músicos se habían levantado con un espíritu talibán. Mientras ensayaban ocurrió algo inesperado. —Empecemos a ensayar las canciones que les envíe a sus correos electrónicos —les dijo Rolando el director de alabanza mientras se tronaba los dedos de las manos—. Les envié la canción un tono abajo para acomodarla a mi voz; los coros espero hayan logrado sacar las armonías —mientras que las personas que cantaban como coros sólo se quedaban viendo entre sí con ojos de avestruz. Comenzaron todos a cantar y a ejecutar sus instrumentos; todo parece normal en el ensayo, el cual se interrumpe ante una petición: —No se escucha mi monitor Rolando —dijo Celeste una de las coristas. —¡Pero si está lo suficiente fuerte! ¿Aún así quieres más? — le dijo Rolando, quien luego volteo la mirada hacia el cuarto de control de sonido y con señas dijo: 43

—¡Hey Walter! Súbele al monitor de Celeste!. —Yo no le voy a subir nada —dijo Walter mientras fruncía el ceño—, estas muchachas cantan de una manera en ensayo, de otra en las pruebas de sonido y al final a la hora de la reunión cacaraquean como gallinas y no cantan. —Como sea —le continúo Rolando—, dale un poco más de monitor por mientras, por favor. —¡Si quiere más sonido de monitor que se compre una bocina para ella sola y se lo amarre a la cabeza!— exclamó desde atrás Walter. Las palabras causaron gracia en algunos de los músicos pero a otros les causó asombro, mientras que Celeste explotó. —Mira negro feo y malhumorado, no presumas de gran cosa, todos sabemos que no te capacitas por hacer mejor las cosas. Nosotros gritamos en la reunión porque se nota que la gente no nos escucha ni entiende lo que cantamos, y tú eres el único que dice que “si nos escuchan”, y se escucha horrendo. Eres mal sonidista, ni siquiera te dignas a limpiar los equipos de audio. Eres un haragán presumido, que te gusta estar en cabina para ver a todas las chicas de la iglesia entrar y salir cual si fuese pasarela el asunto. Por dicha razón nunca nos pones atención cuando estamos tocando en vivo a pesar que te hagamos señas. Nunca, nunca nos ves, estás más en otro asunto. —Mira quién habla —arremetió Walter—, la muchachita cara pálida y pleitista, que pasa peleando por un micrófono o por un triste pedestal. Te crees la gran estrella. ¡Tranquila Shakira Cristiana!. Estoy seguro que ya te resentiste por lo que te acabo de decir, te recientes por todo y por nada.

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—Hey calma ustedes dos —dijo Rolando levantando las manos como referí de boxeo—. ok, ok, pongamos claras las cosas, y déjenme hablar un instante; ven Walter, y todos por favor reúnanse aquí en círculo. No es posible que estemos batallando en estos jueguitos, pongámonos claros. Walter ¿que necesitamos para poder mejorar el sonido? —Necesitas otra persona Rolando, porque la verdad yo ya me cansé de esta gente —dijo Walter cruzando los brazos. —Oye, tranquilo, tan sólo estamos hablando; todos tenemos que mejorar en algo y por eso estamos aquí. Sólo que es necesario que cada uno de nosotros se aplique en su tarea para mejorar en el área que corresponde. —Pero no todos quieren —dijo Elena, otra de las coristas—, yo la vez pasada les hablé de seminarios, talleres y más capacitaciones y todos ponen excusas, y lo peor es que me di cuenta que los que se excusaban dizque porque tenían responsabilidades, los vieron a esa misma hora jugando fútbol o en una esquina de su colonia haciendo nada. —Hey… ¿cómo es posible? —prosiguió Rolando—. No podemos seguir así. Jóvenes es increíble, si ustedes ven los conciertos de personas no convertidas verán cómo se profesionalizan para brindar esos shows, ¿y saben qué? lo peor es que lo hacen de una manera tan excelente y el mensaje que llevan con esa calidad es un mensaje de perreo, drogas, sexo ilícito, relaciones prohibidas, asesinato, rencor, despecho, y otro montón de locuras que dañan a la sociedad. Mientras nosotros —que lo hacemos para Dios— muchas veces nos conformamos con que la canción salga así no más. ¡No es posible! es tiempo de inquietar nuestros espíritus y desafiarnos cada uno de 45

nosotros para hacer las cosas de mejor manera, porque esto lo hacemos para Dios. Miren amigos míos. Yo en mi vida apartada de Dios conocí muchos lugares y fui a muchos conciertos de personas muy conocidas, además de bares y discos, y para mí era de lujo el estar gritando como loco mi canción favorita en medio del bullicio —aunque estas canciones en su letra me denigraban—. Y a la vez yo me burlaba de mis amigas cuando escuchaban su canción y ellas también cantaban a todo pulmón frases que al ponerles atención lo que ellas estaban confesando con sus bocas es destrucción familiar, relaciones interpersonales fallidas, dolor, resentimiento, adulterio, fornicación, lujuria. Todo eso lo cantaban y algunas aun lo siguen haciendo como locas entre ellas, y en ese tiempo yo las escuchaba también, y participaba de ello. Entre nosotros lo varones que frecuentábamos esos lugares nos decíamos: esas chavas están locas por completo, no valen nada, son fáciles, no tienen cerebro. Pero como era parte del vive del momento, todos simulábamos que lo que hacían estaba bien hecho. Toda esa manera de vivir es vacía y hueca, llena de apariencias de querer mostrar alguien que en verdad no eres; tratando de imitar a tus amistades, o sentirte admirado por todos los demás en ese ambiente; ser la sensación del momento; sentirte que captas toda la atención. Pero ¿saben qué? un día empecé a ver las cosas con ojos más claros, empecé a analizar mi vida y no entendía qué era ese ambiente que me rodeaba, no le miraba futuro. Veía a amigos embarazar chicas y darse a la fuga dejándolas destrozadas. Claro ellos se aprovechaban que ellas estaban en esa etapa hormonal en donde las neuronas están alborotadas y la vida superficial y de apariencias las envolvía. Ellas vestían muy seductoras, y atraían muchos hombres, pero

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recuerden chicas, la ropa seductora atrae hombres malos así como la sangre atrae tiburones en el mar. Les cuento esto porque nosotros no tenemos que vivir una vida así, y además no descuidar lo que Dios nos ha dado, lo cual es valiosísimo. El estar dirigiendo cantos a Dios es uno de los honores más grandes que el Señor nos da. Apreciemos lo que tenemos, valorémoslo, muchos anhelan nuestra posición pero no pueden. Así que procuremos cada día hacer nuestra labor con excelencia. Tengamos una vida de oración, lectura de la palabra, y comunión con Dios constantemente. También capacitémonos para adquirir más herramientas que nos ayuden a hacer mejor nuestra labor. La tarea no es fácil, sólo es para hombres y mujeres valientes, decididos y enfocados. Somos parte de un remanente que lleva la gloria de Dios, por lo tanto habrán tentaciones, luchas y conflictos a nuestro alrededor. Porque nadar contra la corriente no es fácil; es incómodo, conflictivo y requiere esfuerzo, pero ¡qué bueno que estamos luchando!, eso quiere decir que vamos río arriba. Si ustedes se sienten cómodos y que no están luchando contra nada, eso quiere decir que van a donde la corriente los lleva. Amigos, esforcémonos, arreglemos nuestras diferencias, amémonos como hermanos, sin duda pelearemos de vez en cuando, pero contentémonos y sigamos en nuestra labor —pues esto es una familia—. El asunto es tener claro nuestro norte y hacia dónde vamos. Con la guía del Espíritu Santo y la autoridad que Dios nos ha delegado, no desmayemos. Vienen cosas mejores y las alcanzaremos; así que mientras nos dirigimos a nuestra meta lucharemos y trabajaremos juntos cantando a nuestro Dios y celebrando que él está con nosotros. Además de esto muchachos debemos trabajar juntos hacia una misma dirección, una misma visión, un mismo sentir y pensar, 47

eso hará que seamos más fuertes como equipo, y así cuando vengan las dificultades —porque las habrán sin duda—, nada nos detendrá de nuestro objetivo. Dios puso a cada uno de nosotros en este equipo por una razón; para pulir el carácter de unos a través de los otros, y hacer por medio de nosotros muchas proezas, a pesar de ser gente imperfecta. Después de todo ese sermón de Rolando, me dije a mi mismo: este tipo debió ser político, sería millonario. Pero lejos de eso está aquí dirigiendo a un equipo de muchachos jóvenes. Lo que me asombra es que a pesar que no son en extremo talentosos, él cree en ellos y los impulsa, es algo elogiable. Así que por esas palabras que le escuché le perdoné el que me haya dejado caer al piso.

Imponiendo tu estilo o sincronizándote con Dios. —Prosigamos ensayando —les dijo Rolando—, las nuevas canciones que recibieron en sus correos; esas ensayaremos. —Tengo algo que añadir —interrumpió Gonzalo el baterista oficial—, no me gustan las canciones que estás escogiendo Rolando, ese estilo no me gusta y los géneros que escoges, no sé, no me gustan la verdad. —Aquí vamos de nuevo —prosiguió Rolando—. En primer lugar las canciones no son para ti Gonzalo. Recuerda que en la iglesia hay personas de distintas edades, trasfondos y gustos, no podemos tocar todo el tiempo tu estilo favorito, somos un ministerio de alabanza no una banda o grupo musical ¿me explico?. No me refiero a que como ministerio de alabanza no tengamos un estilo o mover muy propio de nosotros mismos, me refiero al hecho de querer ajustarnos a un género musical porque esté a la moda. Los ministerios de alabanza facilitamos a la 48

gente reconocer la presencia de Dios en el lugar y les ayudamos a dejarse abrazar por su Espíritu y deleitarse en Dios, además de provocar que ellos quieran aceptar en sus corazones al señor Jesús, y pues para ello tenemos que ser muy versátiles. Si quieres establecer un único estilo y ritmo dejaste de pensar como ministerio de alabanza y nos dejas como una banda; las bandas musicales son las que manejan en la mayoría de los casos un estilo propio y un género en específico muy arraigado, en cambio los ministerios de alabanza somos equipos multi géneros —o sea que tocamos muchos géneros de música—. Si, obviamente con maneras distintas en que se mueve el Espíritu Santo, y con una gracia y favor de Dios en particular a la hora de ministrar la alabanza. Pero en lo concerniente a géneros musicales debemos ser muy amplios cuando se habla de dirigir la alabanza en nuestra iglesia local. Además si te encierras en un solo género te atrofiarás musicalmente, y creo que manejando muchos géneros musicales podemos desarrollar un estilo muy propio de ministrar también. Lo que te quiero decir es que no te aferres al estilo de tu cantante favorito, al contrario, sé extenso, enriquécete musicalmente para poder desarrollar un estilo muy propio, amplio y no fotocopiado de otro artista, y de paso estaremos alcanzando bendecir a todas las personas sin importar edad, estatus y gusto. Espero me comprendas. —Sí, sí, sí, claro —respondió Gonzalo no muy satisfecho con la respuesta y mucho menos convencido. —Ya que hablas de eso Rolando ¿te puedo preguntar algo que hace días quería consultarte? —dijo Daniel, tecladista de la iglesia—. ¿Por qué hay tanta prepotencia en algunos músicos? Hace unas semanas conocí a unos jóvenes de otra banda en una convención juvenil y aunque honestamente si eran buenos musicalmente, tampoco eran la gran cosa. Lo que no me gustó 49

es que nos miraban a mí y a los otros músicos que estábamos colaborando en ese evento como si fuésemos renacuajos. Si yo tuviese el poder del profeta Elías, en ese momento les hago caer fuego del cielo. Pero decidí dejarlo en mi imaginación. —Buena pregunta —contestó Rolando—. Yo me la he hecho miles de veces, y aún no encuentro la razón porque lo hacen. Todo lo que tenemos, sabemos o somos le pertenecen a Dios. Nuestras habilidades, talentos y dones son herramientas dadas por Dios para glorificarle en ello y ayudar a la demás gente de una u otra forma. Sin embargo creo que algunas personas quieren ser “estrellas” en el evangelio, buscando la fama y los aplausos por encima de llegar genuinamente al corazón de Dios y bendecir a las demás personas. Comúnmente ese tipo de músicos creen saberlo todo, no pueden ver un instrumento en cualquier lugar porque en piloto automático ya lo toman y quieren “enseñarle” a los demás, pero no con la intención de apoyar si no con la intención de sobresalir. La verdad lo que buscan es lucirse. Yo me he topado con muchos de ellos y le pido a Dios no me permita llegar a ser así. Sería tan feo que un día yo me creyese que lo sé todo y que después de mí no hay más. Ese tipo de pensamiento es el límite para el aprendizaje de muchos. —¿El límite para el aprendizaje? ¿A qué te refieres con esa frase? —interrumpió Daniel. —Cuando tú como músico pierdes el sentido de que siempre puedes aprender de otros músicos y demás personas, es allí donde tú mismo te pusiste límite para seguir aprendiendo; ya que no seguirás aprendiendo de los demás, porque a tu parecer lo sabes todo; y aun así hay personas que no creen que lo saben todo, pero su manera de comportarse es como si así lo creyesen. 50

Les comentaré algo. Una vez escuché esta frase: “Si eres la persona más inteligente del lugar… estás en el lugar equivocado”*. En mi manera de pensar todos nosotros debemos rodearnos de personas que saben más que nosotros y que tienen sueños y metas grandes y correctas. Así aprenderemos de ellos; pero sin pasar por baja estima a los que “saben menos” musicalmente, porque créanme yo he aprendido muchas cosas de otras personas que musicalmente saben menos que yo, y lo que les he aprendido no necesariamente es algo relacionado con la música. En varias ocasiones aprendí reglas de vida que me han ayudado a crecer como persona. Entonces, así como dijo el apóstol Pablo, no hay que pretender que lo hemos alcanzado todo, mejor prosigamos aprendiendo. Yo en lo personal prefiero fingir ignorancia musical, pasando desapercibido pero dándome la oportunidad de aprender de otros, en vez de comportarme altanero y que todos me etiqueten como un orgulloso. —Pero eso es difícil —dijo Elena, una de las coristas—. En este ámbito es tan fácil caer en ese error. —Sí, estás en lo cierto —prosiguió Rolando—, creo que la vacuna para eso ya está prescrita en la biblia, estimar a los demás como superiores a ti mismo. Claro, sin caer en la baja autoestima.

Un sermón vs. Un zoológico eclesiástico. La mañana siguiente entramos en escena de nuevo; comienza la primera reunión del domingo y llega la parte de los cantos. Entre toda la saliva que Rolando me echaba encima, y empapado por el sudor de sus manos pude apreciar algunas cosas en la congregación que me llamaron la atención. Y la verdad me puso a pensar mucho. Luego de ese día, en cada reunión traté de ser más observador y noté una serie de personas *Autor desconocido.

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singulares, las que me hicieron hacerme muchas interrogantes. Por ejemplo me pregunté: ¿Por qué razón siempre hay gente que se sienta en primera fila a bostezar, casi tragándose al predicador? Es similar a tener una camada de hipopótamos en primera fila como espectadores. Sería valedero de vez en cuando que lo hicieran por si se quedaron orando hasta tarde, o algo así. Después de varias semanas he encontrado una serie de hermanos que son el factor común en todas las reuniones. Siempre hacen lo mismo, y digo de nuevo, ¡en todas las reuniones! y no sólo los hermanitos bostezadores; siempre está el que se sienta atrás y está hablando todo el tiempo, ese tipo no sabe que la lengua necesita descansar y los oídos necesitan trabajar; está aquel otro que sólo son risas con las chicas, su cabeza gira 360 grados escaneando toda la iglesia buscando las jovencitas a las cuales les puede regalar una coqueta sonrisa en plena prédica —y máximo si esta tiene bonitos ojos—; también está aquella muchachita coqueta haciéndole ojitos a los músicos, que por cierto siempre viste extremadamente sexi, no sé muy bien la verdad, pero es hasta tal punto, que cuando se pone a danzar, todos los chicos están atónitos viéndola con cascadas de saliva de sus bocas; no sé si la admiran por como danza para el Señor o por otras razones que no les contaré en esta ocasión. ¡Ooohh…! y que decir de aquella hermana que siempre se para enfrente a dar testimonio, y que lejos de contar a manera resumida su experiencia cuenta toda su vida, anécdotas y con detalles que no tienen nada que ver. Cuentan de todo y media hora después terminan el testimonio que habían dejado varado en el primer párrafo de su participación. Ahora, si pensaron que estos eran todos se equivocan, así que prosigo con más. No pueden faltar los hermanos que siempre llegan tarde, los que dicen que ellos prefieren ir a la prédica 52

porque las alabanzas no les gustan, unos porque son muy nuevas y no se las saben, y otros porque son canciones muy viejas —no los entiendo yo tampoco, viejas vs nuevas—. No falta también el ujier que duerme parado —o estará orando tal vez y yo lo esté criticando—. La cuestión es que está en pie todo el rato pero con los ojos cerrados, abriéndolos de vez en cuando por milisegundos para saber si aún no se ha ido la gente. Claro, claro, no podría faltar el niño llorón, que no lloró durante toda la alabanza, sin embargo al empezar la prédica comenzó a gritar como recién parido; es allí cuando se encienden las luces rojas de alarma de la iglesia, salen corriendo los ujieres, es de vida o muerte sacar al bebe llorón, ¡es como una bomba de tiempo!. Un ujier corre y lo agarra en sus brazos y sale corriendo con el niño bomba antes que explote, llega a cuidado de niños y se lo avienta al maestro de escuela dominical cual si fuera una granada de fragmentación. La maestra de niños cuando ve que traen un niño llorón sabe que la acción apenas ha comenzado. También me percaté de algo que pasa después del tiempo de la alabanza, y es ver que las vejigas de todos empiezan a trabajar mejor después de cantar, porque comienza la prédica y todos quieren ir al baño; otra cosa que no entendí es ¿por qué varios de los músicos se salían de la prédica?, ¿será que ya lo saben todo, o será por venganza a que el predicador casi nunca está en los tiempos de alabanza? o no sé, tal vez salen a dar gracias a Dios en privado porque todos les salió bien; aaaahh… no puedo dejar de mencionar aquella hermana que traía a sus dos hijos bulliciosos e inquietos, daba la impresión que los traía en una jaula y al llegar a la iglesia los soltaba como dos fieras de Tasmania; como no sé sus nombres a uno le puse Kevin Mcallister y al otro Daniel el travieso. 53

También pude encontrar aquel que cualquiera dice que está tomando notas de la prédica en su cuaderno, y al final es un montón de dibujitos y letras que sólo él entiende. No sé, tal vez es que toma notas de las prédicas en códigos binarios o jeroglíficos; otro muy parecido es el hermanito de la par, que todos creen que está leyendo la biblia o escribiendo notas en su teléfono inteligente, pero en sí, lo que está haciendo es navegar en sus redes sociales, riéndose y no de gozo por la prédica, sino por el chiste que le enviaron, o emocionado por jugar con la app de su teléfono móvil mientras el pastor predica a todo pulmón. Prosiguiendo con mi inventario de personas; uno de los hermanitos que nunca falta es aquel que a veces interrumpe la prédica del pastor añadiendo su testimonio o dizque aportando algo a la prédica. Para rematar no comprendo por qué siempre esa persona anda en la boca goma de mascar a la hora de reunión en la iglesia. Lo triste es que a veces son varias personas mascando, es como ver vacas en un establo, pruebas de ello son todas las gigantescas bolas de goma de mascar pegadas en la parte inferior de las sillas. Si sumamos el precio de todas las gomas arrancadas, veremos que éstas superan al monto de los diezmos del mes; ¡ooooohhh…! ¡Y que de hablar de las ofrendas!, desconozco cuál es el gusto de ofrendar con el dinero arrugado o en forma de avioncitos, casitas o corazones. No sé si es romanticismo a la hora de ofrendar o que cuando piden por algo material le dan a su ofrenda la forma de lo que están pidiendo. Pobre del que tiene que desarmar esos origamis tan bellos que dan como ofrenda. Ahora ya casi para terminar, un tipo como ningún otro, este lo he venido viendo desde ya semanas, es un espécimen peligroso y muy astuto, camina como león rugiente buscando presas a 54

quiénes devorar, y si pensaban que era el diablo ¡nooo...!, me refiero a otro león que creo es de esa misma camada. Es aquel hermanito que le gusta dar abrazos “especiales” a las hermanas, apretándolas siempre contra su cuerpo y hasta recostándose sobre sus pechos si se lo permiten; ¡ese es peligrosísimo!. Habla de manera superespiritual pero es más falso que un dólar con la cara de Justin Bieber. A este tipo no se le escapa ni señoritas ni señoras, con tal que sean bonitas el siempre estará allí para inundarlas con “el amor de Cristo”. A este espécimen de oveja loca ya lo han sentado en muchas ocasiones para que deje su comportamiento, pero es como gallina que come huevos, hasta que aparezca un gallo de otro establo y le ponga los ojos morados es que podrá ver más allá de sus ojos naturales. En otra ocasión recuerdo un hermanito que se subió a predicar en una reunión, al parecer era predicador invitado y amigo de una de las jóvenes del ministerio de danza. Después de la muy bonita predicación que dio, alardeando mucho de su superespiritualidad, empezó a orar por las personas; empujón tras empujón, ni las viejitas se salvaban, ¡el que no caía al suelo corría el riesgo de ser desnucado!. La siguiente escena me dejó perplejo: Se acerca a su amiga conocida, la joven del ministerio de danza y ¡empezó a sacarle los trapitos al sol ante toda la congregación!. Yo sólo soy un micrófono, pero he escuchado a hablar mucho al pastor local sobre algo llamado ministraciones almáticas, que consisten en oraciones que algunas personas hacen a otras, diciéndoles que es de parte de Dios y la verdad es que no son más que sus sentimientos hacia esa persona la que los lleva a decirles cosas para que ellas cambien sus conductas —y eso es lo que estoy viendo en este tipo—. No está filtrando sus palabras según lo que Dios en verdad le dice, sino que está 55

manipulando la información que conoce sobre la joven y esto sumado a sus sentimientos por ella o por su afinidad le hace decirle cosas dizque de parte de Dios. Pobre de la joven, lejos de salir edificada y alegre iba a salir triste ese día, sino es porque a la salida la interceptó un anciano de la iglesia que al parecer si le dijo algo de parte de Dios e hizo que el semblante de ella cambiara para bien. ¡Cuán necesaria es la sabiduría en la gente! Bien lo dijo el pastor Héctor la vez pasada; “Hombres con unción pero sin sabiduría es como darle una metralleta a un niño”. Pero prosiguiendo con lo que pasó ese día, durante esa reunión nunca había visto a tanta gente en el suelo. Todas cayeron, pero no faltan aquellos que caen siempre al piso cuando oran por ellos, pero se levantan siendo las mismas personas —quizás con cara de ebrios espirituales, que la verdad no sé si es fingida o de verdad. Pero a su parecer no te puedes levantar del piso después de una oración sino te levantas con cara de arrollado por un auto—. Cuando en verdad considero que el chiste no es cuantas veces caigas al piso con una oración, si no como te comportas cuando te levantas. Bueno, ya ellos son parte del inventario, algunos de ellos son gente que ama a Dios y aun con sus imperfecciones no se rinden y siguen adelante, cumpliendo su llamado y labor, por amor a Dios, a las personas, y a lo que Dios les ha dado; a otros pues aún no les ha amanecido la luz de Cristo en el cerebro. Pero ¿Quién puede decir algo? ¡Es una iglesia! Un centro de rehabilitación de pecadores, mas no un museo de santos como lo escuché la vez pasada. La gente está aquí porque quiere cambiar y ser mejor —al menos eso se supone—, y ellas prestan su servicio a Dios sin importar las desveladas, hambres y

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cansancio físico que eso significa. Ellos lo hacen porque decidieron amar a Dios por sobre todo.

Un micrófono en consejería Un día de estos, Rolando después de dirigir la alabanza no me soltó y de repente fue invadido por unos hermanos, que casi rompiéndole el brazo lo llevaron a la oficina del pastor al final de la primera reunión: —Estimado pastor, con su permiso, aquí estamos los involucrados. —¿Qué es lo que pasa? —preguntó el pastor mientras se acomodaba el cuello de la camisa. —Aquí en frente del hermano Rolando, quien es director de alabanza, quiero manifestarle mi molestia porque él no dejó entrar a mi hija al ministerio de alabanza. —Pero hermano Ricardo, es que es claro, ella no sabe cantar para nada—interrumpió Rolando—. Además ella misma me dijo que no le gusta mucho cantar, ni tampoco la música, ella dice que entró a clases musicales del ministerio no más porque ustedes sus padres se lo pidieron. —Eso es mentira —contestó Ricardo mientras sus orejas cambiaban a color rojo—. Nosotros recibimos revelación que ella será una gran salmista. —Bueno, si están seguros de esa palabra —les dijo el pastor Héctor mientras sacaba la biblia de su maletín—. ¿por qué no dejan a Dios quien sea que acomode cada pieza en su lugar a su tiempo?. Mire Ricardo, si bien es cierto, tienen que apoyarle e impulsarle a desarrollarse en un ministerio, pero no es la manera implantárselo; lo correcto es que siembren en ella ese anhelo y pasión por Dios a través de la música. No traten de clavárselo en la cabeza mediante imposición, porque lejos de hacer que en ella 57

florezca el anhelo por esta área, al contrario, se terminará decepcionando. Si es el llamado de ella estar en el ministerio de alabanza ella misma lo sabrá y lo seguirá, pero si no lo es, ni aunque usted haga lo imposible hermano. —Pero es que pastor, yo no entiendo por qué tanto protocolo para poder pertenecer al ministerio de alabanza —prosiguió Ricardo. —Permítame contestar eso —dijo Rolando—. El motivo de tanto “protocolo” como usted le llama, es por la sencilla razón que muchas personas tristemente sólo quieren permanecer a un ministerio de iglesia por pura emoción, y no por una convicción genuina de un llamado y vocación en el área de trabajo. Así como usted no contrataría para que le hiciese una casa de madera a una persona que no sabe ni siquiera como se usa un martillo, así nosotros no podemos poner personas a trabajar en áreas de la iglesia para las cuales no tienen vocación, bien sea en servidores, clases a los niños, área de música, intercesores, etc. Esa es la razón hermano. —No le veo la necesidad que sea músico para entrar en alabanza —interrumpió Ricardo. —Pues se equivoca —dijo Rolando, mientras el pastor sólo los escuchaba analizándolos a ambos. —contésteme algo hermano Ricardo, ¿Usted cree que es correcto que una persona que no sabe nada de música dirija a los músicos de una orquesta sinfónica? —Claro que no. Debe ser alguien preparado —contestó Ricardo. —Aaaa… ok, ¿y será que un director de una sinfónica contrata músicos novatos e inexpertos? —Es distinto Rolando, ellos le pagan, por ende tienen que exigir gente capacitada. 58

—Bueno, ya que en la iglesia no se les paga por dicha labor, sino que es adhonorem de cada persona, se supone que ella brinda su talento y dedicación por pura satisfacción personal. Tomando en cuenta esa razón, es por la que nosotros previo damos clases de música; para entrenarlos y ver si tienen la vocación; si la tienen, bienvenidos al equipo, si no la tienen, pues hermano aún hay muchas áreas operativas en la iglesia donde se necesita bastante ayuda. —Está bien —contestó Ricardo a regaña dientes—. Ya veo que no puedo llegar a otro arreglo. —Hagamos lo siguiente —tomó la palabra el pastor—. Que su hija vuelva a cursar por las clases niveladoras de música, y usted esté muy pendiente de ella. Incluso si usted puede venir a clases con ella misma seria genial, así podrá apoyarla en casa y entender mejor como es el trámite del asunto. Si ella da muestras que tiene madera para trabajar en el área entonces pronto la verá cantando como usted quiere. ¿De acuerdo?. —Haré lo posible pastor, pasa que mi tiempo es bien medido, paso muy ocupado, no creo quizás poder acompañarla a las clases a ella, pero veremos cómo hacemos. Pero está bien, así quedamos pastor —mientras se extendían la mano—, pase lindo día y Dios le bendiga aún más. Después de haberse resuelto ese caso, Rolando me olvidó en la oficina del pastor. Así que me tocó quedarme todo ese rato hasta que comenzase la reunión de la tarde. No tuve problema con eso; aire acondicionado, silencio, y tranquilidad, todo estaba genial hasta que un ujier asoma su cabeza por la puerta y dice: —Pastor, lo buscan para consejería. —Que pase por favor el primero, si son varias personas que esperen a que termine con una para proseguir con la otra. 59

Entra una hermana diciendo: —¡pastor, pastor! —¿Cuénteme cómo está? —le dijo el pastor. —Mal pastor. Viera todo lo que me ha pasado. Necesito que usted ore por la rebeldía de mi hijo y por mi enfermedad. —Empecemos por allí, deje de declarar que esa rebeldía le pertenece a él, y que esa enfermedad es suya; así que su manera de hablar está mal. ¿Me comprende? —Está bien pastor. Si, tiene toda la razón. Después de orar por ella y darle algunos consejos sobre cómo tratar con su hijo, ella se retiró y entró luego una mujer con ojos como los de un toro enfurecido. —Pastor, iré al grano, ¡mi hija me acaba de decir que está embarazada de un tipo del colegio! —El pastor asombrado por la actitud con que ella arremete en contra de él le dice: ¿pero qué pasó? ¿Por qué me habla en ese tono cual si yo los hubiese presentado a ambos? —Pastor, usted debió aconsejarla. Mire la muy tonta ahora tendrá que dejar sus estudios. —Consejos por cantidades industriales le dimos mi esposa y yo —dijo el pastor acompañando la expresión con un suspiro de pesar—. Pero ella no quiso escuchar. Ya reiteradamente amistades y familia también le habían dicho sobre ese muchacho pero como ella enceguecida de amor no vio con el tipo con que salía, ahora está en esta situación. Pero pregunta, ¿él se hará cargo? —Es lo peor pastor; ese muchacho se dio cuenta y a partir de allí se dio a la fuga. —Bueno hermana, no hay más que levantarse; usted apoye a su hija, será un proceso doloroso y las vidas a partir de ahora cambiarán drásticamente. Aférrense a Dios y lo ideal es que si a 60

ella le parece y está dispuesta a dejarse a ayudar, pueda venir periódicamente a consejería para apoyarle en lo que se pueda, e impulsarle en seguir adelante. La charla entre ellos dos continuó por unos instantes. Considero que lo habitual en estos casos. Después que esta hermana se retiró de la oficina, ingresó un tipo que me hizo quedar perplejo. Entró como un búfalo enfurecido, sus ojos reflejaban enojo, su cara no asomaba sonrisa alguna. —Buen día pastor. —Buen día hermano, ¿cómo le va? —Pues honestamente no le diré que bien, vengo a decirle que me voy de la iglesia. —¿Así? ¿Y cuál es la razón si se puede saber? —Estoy cansado de gente hipócrita aquí. De entrada al llegar a la iglesia los servidores quieren que a fuerza que les de la mano, lo peor es que quieren que me siente donde ellos dicen y no donde a mí me gusta. Les pido a los encargados de audio me guarden algunas cosas durante la reunión en cabina, y no me las aceptan aludiendo que no es un lugar para guardar paquetes. Traté de entrar a un ministerio pero ponen muchas trabas para poder lograrlo, como si Dios quiere gente perfecta. No me gusta la verdad esos géneros musicales que tocan aquí en la congregación, no tocan mi estilo, usted sabe, más clásico. Y además hay una hermana que me señala sólo porque hubo un tiempo que siempre que la saludaba le daba un abrazo y al parecer ella lo mal entendió. —Está bien. Si la decisión ya fue tomada solo me queda decirle que Dios bendiga su camino y que en el próximo lugar donde se congregue pueda crecer más. Pero un par de cosas finales le diré. Siempre en cualquier iglesia encontrará 61

servidores que le tratarán de enseñar a ser amable y cortés; también en cualquier iglesia si usted llega tarde los mismos servidores lo sentarán donde ellos vean más prudencial; la música quizás encontrará más variedad, lo importante es que Dios se mueva en la alabanza y él se agrade de la misma. También hermano, si usted sigue abrazando hermanas de esa manera —que por cierto yo lo he visto— es claro que cualquier hermana que se dé a respetar lo señalará. Así que creo que antes de querer cambiar la iglesia y a las personas, usted debe considerar cambiar primero. —Qué cosas me dice pastor —dijo el hermanito poniendo sus manos en la cintura—. ¿por qué no me defiende a mí sino a ellos, y por qué me descuida como su oveja? —No estoy defendiendo a nadie, sólo digo la verdad. El problema de muchas personas es que quieren cambiar todo a su alrededor, pero no quieren cambiar nada de sí mismas, y ése es su caso amigo mío. —Ya veo que en esta iglesia no hay amor —replicó el hermanito—. No cuidan a la membresía. ¡más a sabiendas de que soy un gran diezmador! —Qué bueno —dijo el pastor— siga haciéndolo, pero es necesario corregir estas áreas que le mencioné sin dejar de hacer las cosas correctas que ya hace. Eso enseña la palabra de Dios. —No pastor, a usted es que le han venido a decir cosas de mí, sin duda fue el hermano Rodimiro y la hermana Marcela. Esos dos son los periódicos de la iglesia. Ellos lo saben todo, no tienen orejas sino radares para analizar la gente. Ellos sin duda me han señalado delante de usted. —De ninguna manera, pasa que detecto que usted está enfermo del corazón, y me refiero a ese resentimiento que tiene

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y ese sentido de superioridad. Usted debe permitirle al Espíritu entrar en esas áreas y cambiarlas también. —Está bien, pastor. Ya veo que esta conversación no va a ninguna parte. Usted está empecinado en que soy yo el culpable. —Para nada, simplemente quiero darle un panorama más imparcial de lo que pasa. —Listo pastor, gracias por su tiempo —mientras se ponía en pie y estrechaba la mano—. Nos veremos en alguna otra ocasión, me tengo que ir urgentemente, y no me siento a gusto estando aquí. —Ok hermano, muy bien, no lo atraso. Salió hasta babeando del enojo el hermanito ese. No entiendo cómo el pastor tolera a esas personas. Si yo fuera humano ni siquiera hablo con él. Menos mal que los micrófonos no podemos ser pastores.

Una pausa al reloj atleta. Proyectando tu futuro. El escenario tenso cambió después que se fue el hermanito ese. Cuando por fin el pastor estando solo, pudo darse un respiro y estirón de brazos —mientras las alabanzas se escuchaban en el fondo—. Que por cierto a todo esto se olvidaron de mí y no me vinieron a traer y no estoy en el escenario. Lo que faltaba ahora me ignoran—. El pastor estando a solas inclinó su rostro y empezó a hacer una oración que más o menos sonaba así: —Padre, una vez más estoy a instantes de presentarme ante el pueblo para darles una palabra de parte tuya. He procurado escudriñar tu palabra para encontrar pasto fresco para ellos. He estudiado y en esta ocasión me costó encontrar un pasaje. No comprendo por qué en otras ocasiones con tan sólo abrir la biblia encuentro un pasaje que brinca sobre mí, en señal que es 63

la palabra que quieres que les comparta; pero en esta ocasión costó más, pues rondé por horas tu palabra y no la encontraba. Llegó este momento, y este es el pasaje y el mensaje que considero es el que tú quieres que le comunique a tu pueblo. Tú conoces bien que no quiero pararme simplemente a hablar de ti o de tu palabra. Quiero llevar un mensaje directo de parte de ti. No quiero hablar sólo al intelecto si no también calar a cada corazón que venga hambriento y sediento de ti. Una vez más Señor, pon tus palabras en mi boca, úsame para restaurar el corazón necesitado y dar aliento al que viene desconsolado; a vendar con tu palabra los corazones rotos y fracturados por la sociedad, la desilusión, el fracaso y el abandono. Ayúdame a poder reflejar el Padre que eres y cómo quieres abrazar a cada uno y cambiar sus vidas a algo mejor; igual pon las palabras certeras para confrontar el pecado y las malas actitudes; palabras para poder desafiar al pueblo a ser una generación consagrada que no se doblega ante los ofrecimientos de la sociedad, las modas y el estatus social. Pon en mí esas palabras que harán despertar en ellos un espíritu de guerreros apasionados por ti, y provocar que escriban en su corazón el lema de: volver atrás nunca, y retroceder no es una opción. Y que al final no importa si no hay aplausos, pero sí que la gente se vaya con el corazón arponado con tu palabra, la cual hará efecto en cada uno, según la obra que tú has comenzado en cada uno de ellos. Me asombró esa oración tan sincera y el peso de responsabilidad que carga el pastor. Pero la oración no terminó allí; seguido de eso se tomó instantes para orar por personas en específico, por nombre y por situación, rogando para que Dios interfiriera en sus vidas con milagros, prodigios, cambio y transformación. Honestamente, yo en lugar del pastor y después 64

de las escenitas que armaron esos que entraron a consejería, mejor hubiese orado para que se fueran del planeta o que Dios se los llevara pronto para que le alaben más de cerca. Pero no, al parecer el corazón de los genuinos pastores es un estilo como de mando militar sumado a amor paternal. No entiendo cómo logran ese balance. Una vez terminada la oración se levantó y me miró. Me tomó y se dirigió a cabina donde estaban lo sonidistas y me dejó con ellos. Luego le dieron un micrófono compañero, un micrófono que la verdad es mejor que yo, pero su trato ha sido bastante rudo; es ya un micrófono veterano de guerra que según he escuchado a acompañado al pastor prédica tras prédica en esta iglesia. Algún día charlaré con ese micrófono. Arrancó la prédica y comenzó el pastor con su sermón. De nuevo empecé a ver aquel montón de gente clásica que les mencioné anteriormente. Pero hoy que me tocó estar en cabina, logré descubrir a otros que no había visto anteriormente; los sonidistas. No entiendo por qué habían cuatro sonidistas en cabina, y todos hablando de fútbol, chicas y chistes en ¡plena prédica!. Me molestó eso; es decir, perfecto, lograron que todo el audio de la iglesia sonara estupendo, y que se escuche entendible, está bien, están haciendo genial su trabajo; pero después de escuchar la oración del pastor en su oficina me dije a mi mismo: Estos tipos que irrespetuosos que son. ¿será que ya lo saben todo?, no es posible que aquel varón busque el corazón de Dios para comunicarles algo y estos tipos estén contando chistes aquí adentro, debería venir un servidor y entrar a cabina para decirles a estos ¡Largo. Váyanse a las primeras filas a escuchar la prédica!. Bueno creo que exagero, pero es que me molestó. Habría que ver si estos tipos leen la palabra de Dios en 65

sus casas, bueno creo que de los cuatro se salva uno, ése si está poniendo atención, lo veo que está con su mirada y atención fija al predicador; en cambio los otros tres mosqueteros andan en la luna. No pude dejar de escuchar la conversación que se tenían los tres sonidistas distraídos. Quienes decían: —Man, viste a Sheryl —dijo Marcos a sus compañeros Kenneth y Adrián—. ¡Wow!… que bonita que está. —Tranquilo Marcos, ya sabes que Daniel el tecladista anda tras de ella —le dijo Adrián mientras le palmeaba la espalda. —Bueno, si tienes razón, ¿pero qué decir de Sofía? —dijo con ojos brillantes. —Sí que está bonita amigo, pero allí tienes dos grandes problemas —de nuevo le contestó Adrián—; uno, que es la hija del pastor y para que te eches de suegro al pastor sí que es un gran desafío, considero que debes nacer de nuevo jajaja. —Que chistosito, ¿y cuál es la segunda?— dijo Marcos. —La segunda es que ella está enamorada de Alfredo, el guitarrista; clásico, tú sabes que siempre las hijas de los pastores se casan con un músico de la iglesia. —¡Qué barbaridad!, las chavas que me gustan del ministerio ya están ocupadas y enamoradas de otros tipos, y las que quedan no me gustan ni para tomarme una selfie con ellas. —Que desesperado estás Marcos—le dijo Kenneth dándole un golpe suave en la cabeza—. Compórtate como una persona normal. —¡Intento ser normal, pero me aburro pronto! —¡Mira, no te llenes de ansiedad por ese tema, tienes que saber esperar en Dios! Sé que lo que te voy a decir es lo clásico de cada predicador, pero es la verdad. Debes dejar que sea Dios quien ponga cada pieza en su lugar en el momento preciso. Mira 66

Marcos; a la hora de una relación de noviazgo tú lo que debes buscar son tres cosas; la voluntad de Dios; que te guste físicamente como también su manera de ser y comportarse; y que además sea tu ayuda idónea. —No sólo mi ayuda idónea, sino mi ayuda y doña —dijo Marcos entre risas—. Sí, lo sé, mejor ir tranquilo y dejando que sea Dios en el tiempo correcto, de la manera correcta y con la persona correcta. —Además te diré algo Marcos —dijo Adrián—, no te estreses por la idea que exista una tan sola posibilidad. La verdad es que en la humanidad existen muchas chicas con las cuales podrías formar un hogar feliz, claro, escogiendo solamente a una jajaja. Lo que también debes tomar en cuenta además de lo que te dijo Kenneth, es que tú la escojas a ella y ella te escoja a ti, una vez así, entonces ambos ponen la relación en manos de Dios, y si ambos están sincronizados con Dios y a su voluntad, entonces pueden llegar a el siguiente paso añorado, que sería un matrimonio al servicio de Dios. —Gracias muchachos, ustedes deberían de ser consejeros matrimoniales. La ventaja tuya Kenneth es que ya estás casado y ya no tienes que buscar más —proseguía Marcos mientras se reía—, pero gracias por sus palabras, son muy útiles y las tomaré en cuenta. —Si amigo —dijo Kenneth mientras se columpiaba en su silla—. Recuerda las palabras de David, Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. Más que por sentimientos; más que consejo —que es muy importante—; y más que lo que digan de la relación otras personas; hay que tomar en cuenta la revelación del Espíritu Santo.

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—Sí, claro, revelación más que sentimientos y convicciones más que la emoción. —Una cosa más Marcos —prosiguió Kenneth—. En este tiempo tú tienes que dedicarte a crecer como persona y en lo profesional; aprovecha a madurar y aprender más sobre la vida y las relaciones interpersonales. Así cuando aparezca en tu vida la persona ideal tú podrás trasmitir a su vida cosas buenas. —¿Trasmitir? ¿Y no se supone que esa persona también ya debería ser madura? —preguntó Marcos. —Posiblemente, pero me refiero a que debes tener bien en claro quién eres y qué buscas en la vida, además de ser buena influencia para ella. Tú mismo conoces de novios o novias que son de mala influencia para el otro. —¿Y por qué crees tú que se da eso Kenneth? —preguntó Adrián. —Te lo explicaré de esta manera; cuando una pareja de novios está junta obviamente hay abrazos. Si ellos están muy bien perfumados el perfume de uno se pasará al otro y viceversa, así después que se despiden y ya estando en sus casas, se dan cuenta que sus ropas huelen a la fragancia de su novio o novia, ¿Por qué? Porque la cercanía hizo que se trasmitieran las fragancias; al igual que en lo natural las fragancias se trasmiten, también se trasmiten las costumbres, maneras de ser, patrones de conducta e incluso los espíritus de ellos. Se habrán fijado ustedes que algunas muchachas antes de tener novio se comportan de una manera y después cuando ya lo tienen, ellas cambian, y se comportan tal y como lo hace su novio, sea para bien o para mal. Es como si las novias fueran espejos de sus novios. Así que amigos, procuremos ser mejores personas para ser de bendición y sus suegras los amen con todo el dolor que eso implica, jajaja. 68

Las pláticas amorosas de estos tipos me tenían con mis potenciómetros internos hinchados. Si escucharan la prédica tal vez abrieran más los ojos y ¿quién sabe?, tal vez la chava que buscan esté en este momento sentada escuchando la prédica con un asiento a la par vacío, y estos sonsos aquí hablando. De pronto se dejó de escuchar la prédica, sonaron las alarmas, los 1500 cuellos de las personas que estaban congregadas voltearon su cabeza al área de sonido. ¡Se les olvidó cambiarle las baterías al micrófono del pastor!. —Adrián corre, lleva este micrófono y dáselo —le dice Walter. Adrián me tomó y corrió como gacela en peligro. Sabía que su cuello estaba en juego. En segundos llegó al estrado, me conectó a un cable y me delegó al pastor. De nuevo aquí con el camarada, el pastor. Ahora yo ayudándole a compartir el sermón. Todo iba bien hasta que de la nada se escuchó un ¡aaaaaaaaaachuuuuuuuuuuusssss!, un estornudo de un tipo de la tercera fila; tan fuerte que se escuchó como que era el trueno después del rapto y tan húmedo que la chica que tenía enfrente merecía ganarse el concurso de mis camiseta mojada. Pero la cosa no terminó allí. El tipo una vez que tenía la atención de toda la congregación infló de nuevo sus pulmones para un segundo estornudo. Tanto aire tomó que me recordó al lobo feroz del cuento tratando de derribar las casas de los tres cochinitos. ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaachuuuuuuuuuuuuss!, este segundo estornudo fue con tanta fuerza que este tipo escupió su propio esqueleto por la boca —claro exagero un poco—. Entre 69

las risas de algunos hermanos que no pudieron contenerse a causa del show de un estornudo olímpico, el pastor le dice: —¡Salud hermano!, veo que tiene grandes pulmones. Debería unirse al ministerio de alabanza y tocar la trompeta —dijo a modo de broma. Qué manera tan sutil y agradable del pastor de tomar el control de la reunión de nuevo, a pesar de tal gigantesca distracción —me dije a mi mismo—. Pero sigamos con la prédica. Continúo el pastor hablando con una sonrisa floreciente: —Dios nos permite decidir hermanos, él nos dio libre albedrío. Así que nosotros diseñamos el tipo de vida que queremos de acuerdo a nuestras decisiones; y hay decisiones en la vida que no debemos esquivar, ni mucho menos posponer. El precio de una decisión es caro, pero el precio de una indecisión es aún más caro. No pospongas las decisiones correctas pretendiendo que tendrás una segunda oportunidad. Sí, es cierto, Dios da segundas oportunidades, pero usted nunca sabe si esta oportunidad que tiene hoy es la última. Hoy te enfrentas a una de las decisiones más importantes de esta vida y además con carácter eterno, y es: ¿Qué harás con tu relación con Dios? No les pregunto si creen en Dios, les pregunto ¿cómo está su relación directa y su comunión con él? Muchas personas se enfrentan a esta decisión una y otra vez, pero aferrados a su indecisión y al no querer abandonar su manera terca, vacía, alejada, sin rumbo y libertina de vivir, no toman la decisión correcta, sabiendo que escogerla es lo mejor; así que fingiendo indecisión deciden seguir viviendo su vida según su propia voluntad y no la voluntad de Dios. Lamentablemente para muchos esa fue la última oportunidad de tomar esa decisión, 70

pues la tragedia y lo débil que es esta vida los alcanzaron, y en un instante partieron de entre los vivos. Y entre aquellos que los conocimos queda la intriga: ¿Dónde estará en este momento? Si su muerte fue instantánea no tuvo más oportunidad alguna. Amigo que me escuchas, ninguno de los que estamos aquí puede estar cien por ciento seguro que el día de mañana amanecerá con vida. Quizás nos acostemos a dormir y cuando despertemos nos encontremos delante de Dios, ¿y saben qué? Allí ya no a habrá más oportunidad de decidir, pues el tiempo se cumplió. Hoy Dios les da una oportunidad más, siendo él mismo quien planeó esta cita, en este lugar y a esta hora, para que escuchases estas palabras. Dios me manda a decirte hoy, que aunque tú lo abandonaste, él no te ha abandonado; su amor nunca ha cesado de llamarte y perseguirte, anhelando abrazarte como hijo y alcanzar tu corazón. Pero esa decisión la tienes que hacer tú mismo, ¿te dejas amar por Dios y rindes tu vida a su voluntad que es buena, agradable y perfecta?. Muchas personas empezaron a caminar al frente del escenario, varias llorando, otras quizás no llorando pero sus ojos reflejaban una hambre y sed por un cambio de vida. Entre oraciones, abrazos, aplausos, alegría y mucha bulla, la reunión culmina y cada persona va rumbo a sus casas con sus rostros distintos, frescos y brillantes, evidenciando que algo había pasado en su corazón y lo reflejaban en sus miradas. Después de finalizar la reunión el pastor me dejó en el pulpito. Los muchachos empezaron a subir para limpiar y tapar sus instrumentos como todo buen músico. Walter sube al escenario y me toma para guardarme y se dirige a los muchachos y les dice: 71

—¿Saben qué?, he llegado a una conclusión. Y es que no me gustaría ser líder de la iglesia. —¿Y por qué dices eso Walter? —le preguntó Sheryl con ojos de asombro. —No sé si lo han notado, pero es curioso ver que a pesar que este micrófono es sólo un objeto, tiene un poder que si no se sabe administrar bien, puede traer problemas; digo eso porque yo he visto muchas personas que cuando recién llegan a los caminos de Dios, cantan, danzan, alaban y adoran a Dios sin sentirse avergonzados por el hecho que los vean sudados o con los ojos rojos de tanto llorar quebrantados en la presencia de Dios; pero al pasar el tiempo, cuando se convierten en lideres dejan de alabar y adorar de la misma manera. Es como si los lideres llegan a una dimensión de alabanza ejecutiva en la que ya no necesitas danzar, celebrar y adorar, a menos que seas tú quien este dirigiendo la reunión o la alabanza. —No pongas mucha atención a eso —contestó Rolando—. Ya que has visto eso en muchos líderes, procura que cuando tú seas líder no te comportes igual; así seguirás el ejemplo del rey David, quien a pesar de ser rey nunca dejó de alabar y adorar de la manera que lo caracterizó siempre. —Es que el rey David era un caso especial —dijo Walter—. Así como él, sí quiero ser líder de iglesia. —Sí, muy bien Walter —prosiguió Rolando—. Además tienes mucha razón, hay personas que cuando agarran un micrófono en un escenario se convierten en todos unos “adoradores”, pero en sus casas y abajo del escenario no son más que espectadores de la adoración. Y sí, tu observación de que un micrófono al parecer tiene poder es muy acertada, ya que hay muchas personas que cuando agarran un micrófono se creen dioses; de hecho pareciese que hay personas que piensan que un 72

micrófono les diera unción y autoridad, cuando eso no tiene nada que ver. Tú aprende de los buenos ejemplos Walter, y no imitas aquellas cosas que sabes que se ven mal. Tú procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, y que usa bien la palabra de verdad. Y así cuando Dios te llame a ejercer liderazgo, serás un gran ejemplo a seguir.

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CAPÍTULO 4:

Karaoke y un destino cambiado.

H

an pasado varios meses desde que empecé a vivir en el ámbito de la iglesia. He sufrido mucho a causa de mi loco dueño con complejos de Tarzán, quien no entiendo por qué pide a cada rato gritos de júbilo y nunca escucha a la gente; debería lavarse los oídos. Todo el tiempo le dice a la congregación ¡no se oye!, ¡grite fuerte! ¡más fuerte!, ¡aún no se oye! ¡Que se escuche en el tercer cielo!. Este compadre nunca escuchará hasta que literalmente en un cuarto le pongas todas las bocinas del mundo reproduciendo esos gritos para él solo; pero esta gente loca tiene sus cosas buenas; hay personas nobles y otras pues son aparatos raros que la verdad no entiendo. Como sea, todo se desarrollaba con normalidad, hasta que un día, algo nuevo me aconteció. Sólo se escuchan los pasos de alguien que entra a las instalaciones de la iglesia. aaah... era Arturo, uno de los vocalistas y rockstar de la iglesia. Llegó pues ese día y sin permiso alguno me sacó de las instalaciones y me llevó a su casa. Llegamos a aquel lugar. No sé qué era lo que acontecía en dicha casa, al parecer una fiesta de cumpleaños; allí estaban muchas personas, por lo que escuché en el camino al parecer compañeros de universidad de Arturo. De pronto el ambiente me empieza a intrigar, la música que empiezo a escuchar no tiene nada que ver con el amor de Dios, y tampoco con los

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valores; me confundí mucho, ¿qué pasa en este lugar? —me pregunté—, ¿Este tipo no es que es cristiano?. —¡Hey Arturo! ¡Qué bueno que ya llegaste!, ya empecemos con el reventón man, —Si claro, démosle viaje a este asunto y que suene la música. —Por cierto Arturo, traje a algunas amigas, aquellas que vimos en la disco la vez pasada, ¿recuerdas? —¿En serio las llamaste? —Si claro, ¿pensaste que iba a desaprovechar una noche de aventuras con chicas fáciles ¡estás loco!. —dijo uno de sus amigos que por cierto se llamaba Fabio—. mira, mira, además conseguí buena mercancía —mientras sacaba de su bolsillo una bolsita con un polvillo blanco. —¡Que súper! —dijo Arturo, mientras destapaba una cerveza. ¿Qué está pasando? —me seguí preguntando—. ¡Este tipo tiene doble identidad! ¡Está en la iglesia pero tiene otra vida fuera de ella!. No podía creer todo lo que veía, este chavo es músico en la iglesia pero tiene una doble vida. —Arturo, ¿Cuándo regresan tus papás? —preguntó Fabio. —Creo que hasta dentro de dos días más. Eso fue lo que me dijeron hace una semana que hablé con ellos, pero como la agenda del trabajo la tienen muy apretada no hemos vuelto a hablar. Así que podemos armar la fiesta también el día de mañana. —¡Saca el karaoke man! —dijo otro de los muchachos medio ebrio mientras abrazaba la cintura de una chica cuya ropa no dejaba nada a la imaginación. —¡Claro! —dijo Arturo quien corriendo entró al cuarto sacó el estéreo, me tomó y conectó para empezar a cantar. 75

¿Cómo es posible? Es el colmo, si bien es cierto, yo soñaba con que me usaran para cantar estas canciones locas pero ¡se supone que ya no!. Ahora pertenezco a una iglesia y según la oración que hicieron en una ocasión por cada uno de los equipos que conformamos el sistema de audio de la iglesia, hemos sido consagrados para ser utilizado en cosas sacras. ¿Cómo es posible que este tipo me venga a sacar de mi lugar establecido y ahora voy a ser medio de entretenimiento de estos vagos? ¡Oh…! Empezaron uno a uno a aullar ¡pues no cantaban! ¡sus canciones parecían alaridos de lobo en celo!. No pensé caer tan bajo. Para rematar el tipo ebrio con la chava de ropa trasparente vino y se puso a cantar también. ¡Qué vergonzoso y repulsivo! a media canción vomitó y me dejó lleno de sus cervezas, tragos y comida, ¡que asqueroso! Allí estando bañado de frijoles, chile y maíz tostado; yo deseaba que mejor me desarmaran en pedazos y que nadie se diera cuenta del uso tan cruel que me estaban dando. Tin tan —sonó el timbre de la puerta—. Arturo se dirigió a abrirla y al hacerlo el rostro se le congeló mientras cuatro ojos lo observaban asustados al otro lado de la puerta. Eran sus padres. —¿Qué es esto que está pasando aquí? —dijo el padre con un tono fuerte, mientras entraba agresivamente a la casa—. ¿Qué es esto Arturo? —Arturo no hablaba, no podía explicar, había sido cachado en la escena. —¡Se van todos a sus casas o llamo a la policía para que se los lleven de inmediato!. Busquen sus casas bola de haraganes sin oficio —les gritó el papá de Arturo.

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Todos salieron aprisa, recogiendo sus cosas y acomodándose sus ropas; el olor a alcohol y marihuana era bastante perceptible en el lugar. Una vez que ellos se fueron, las miradas de los padres hacia Arturo eran miradas que evidenciaban las ganas de golpearlo. —¿Y es que no piensas decir nada?, ¿Qué te está pasando? — dijo la mamá. —¡No me pasa nada!, ¡soy libre! Soy ya mayor de edad, puedo hacer lo que me dé la regalada gana. Ustedes nunca están cuando los necesito, pasan demasiado ocupados en su trabajo, iglesia y reuniones sociales, así que no me vengan con sus sermones baratos. Estoy hastiado de sus reglas y que me digan siempre lo que debo de hacer, ¡estoy harto de ustedes! Y ya días estoy tragándome estas palabras, pero no más, así que les soy honesto y les digo lo que pienso de una vez por todas. —¿Por qué me dices esas cosas? —le interrumpe Andrea su madre, mientras lágrimas cortan sus mejillas corriendo su maquillaje—. ¿No sabes que con tus actitudes y palabras me estás matando?, ¡me lastimas hijo!, ¡por favor compórtate como un joven maduro y pensante!. —¡Aaaah… qué bien! Ahora me dices bruto, sólo esto te faltaba mamá, ¿sabes qué? ¡Me largo!, así quedarán ustedes más felices, pues veo que soy un estorbo para su vida dizque espiritual y cristiana —le contestó Arturo con una mueca de burla. —¿A qué te refieres? —le dijo Brian su padre—. ¡Estas actuando como que esto fuera una novela! No trates de escudar tus malas actitudes. Nosotros confiamos en ti, pensábamos que amabas a Dios pero ahora vemos que el amor que profesabas era una farsa. 77

—No es eso, si lo amo; pasa que necesitaba estar con amigos, necesitaba estar con personas, y pues mis nuevos amigos me han hecho sentir bien, me admiran, me hacen sentir lo grande que soy y especial, nada que ver con lo que hacen ustedes. —¿Lo grande que eres? ¿lo especial que eres? ¿y es que necesitas que tus amistades te lo digan para creértelo?, ¿estás diciendo que todo este tiempo no creías que eres tan especial y valioso para nosotros como en especial para Dios? y ahora nos dices que con las presiones de tus amigos y sus elogios te has sentido bien y por dicha razón has dado la espalda a aquel que cada día te protege, busca, abraza y ama. No lo entendemos, ¿por qué esa manera de pensar? —Sí, ellos me llaman a menudo, ellos se preocupan por mí, y sí, es cierto que no tienen buenas costumbres pero ellos no son mala gente, sólo que tienen algunas malas mañas. —Escúchate cómo hablas —continuó Andrea—. Estás diciendo que son buenas personas por cómo te tratan y te hacen sentir, pero sigilosamente mira cómo estás, y mira lo que tienes en tu mano, una cerveza en vez de la biblia. Nosotros los escuchamos cantando canciones antimorales y huecas de sentido. ¿Cómo es posible? —Ellos son mis nuevos amigos y no los dejaré, son mejor que la gente hipócrita que va a la iglesia. —Escúchate y razona tus palabras —dijo Brian, su padre—. Maldices a la gente a quienes decías amar y por quien servías en la obra de Dios. ¿Acaso señalas a la gente de la iglesia presumiendo entonces que tú si eres perfecto? ¿o acaso excusas tus malos comportamientos y tus decisiones equívocas señalando los errores de otros?. Además tus nuevos dizque amigos te pueden tratar muy bonito, pero ve sus frutos, ve como ellos tratan a sus padres y familia, ve cómo se comportan en sus 78

trabajos y lugares de estudios, ve sus frutos y que los mismos te digan qué tipo de personas son, ¡porque los frutos de las personas hablan a gritos quienes son en verdad! —No quiero seguir hablando con ustedes papá, me largo de aquí, ya lo tenía planeado. Me mudaré con uno de ellos y olvídense de mí por favor. Ustedes nunca han estado conmigo y en cambio ellos sí. Si cometo errores pues cargaré con ellos y eso a ustedes no les interesa ya. Olvídense que tienen un hijo, al fin y al cabo hace días lo hicieron. Ustedes son ahora unos extraños conocidos para mí. —Arturo salió por la puerta sin voltear su mirada hacia atrás dejando a su madre con un nudo en la garganta y los ojos humedecidos. No entiendo a los humanos. Yo estuve con Arturo compartiendo escenario muchos días, y lo escuché predicar incluso; lo escuché hablar del perdón y del amor a Dios y al prójimo; lo escuché decir en muchas ocasiones que uno busca agradar a Dios y no a las personas, pero que a pesar de eso el amar al prójimo lo hacía sentirse bien. Ahora lo escucho señalando a la gente a quien él les brindaba la mano, gente imperfecta, pero que a pesar de eso él con su gran corazón les tendía la mano para ayudar por el simple gusto de hacerlo; ahora lo veo señalando a sus padres, tal vez tenga su razón, pero no creo que sea la manera y la forma correcta de manifestarle sus inquietudes. Después de unos minutos de silencio los padres se vieron a los ojos mutuamente, y él tomó la palabra primero. —¿En verdad creo que los he descuidado mucho, mis múltiples quehaceres y trabajo excesivo me han apartado de 79

ustedes mi familia. He estado tan ocupado trabajando, que siento que la vida se me va acelerada, y me estoy olvidando de vivir cada detalle con las personas a quienes amo y me aman genuinamente. Necesito traer orden a mi vida y a mi agenda cotidiana. —Es lo correcto Brian —contesta la esposa con ojos fatigados—. Pero más que lamentarnos hay que accionar. Mejor vamos por nuestra hija a casa de mi mamá por favor, quiero verla ya. —Está bien, vamos. Lo que pasó de allí en adelante no lo sé. Luces apagadas en una sala mal oliente y desarreglada es lo que queda a mi alrededor. Brian y Andrea fueron por su hija menor Mely, de cinco años, quien durante todo el viaje se quedó en casa de la abuela.

Sueños mutilados con arma blanca. Pasaron varias horas, y llegaron muy de madrugada a casa. Cuando entraron la madre gritó; ¡Arturo estás aquí!, con esperanzas que él hubiese regresado, sin embargo el aún no había regresado a casa. —¿Qué pasa mami? —dijo Mely con ojitos saltones y curiosos. —Mely mi amor, no pasa nada, es que tu hermano salió muy tarde pero pronto regresará, no te preocupes. Es hora de ir a dormir ¿de acuerdo? —Claro mami, estoy de acuerdo, pero cuando venga mi hermano lo voy a regañar porque estas no son horas de salir, y la calle es muy peligrosa —mientras levantada su dedito índice mostrando descontento. 80

—Si hija —contestó Brian su padre—, pero será otro día porque usted princesita se tiene que ir a dormir —mientras la tomaba en sus brazos y se la llevaba cargada a su habitación. Al siguiente día de lo acontecido, la empleada doméstica llegó y vio el alboroto. Sin preguntar nada se puso a hacer sus labores de aseo. Me encontró y me lavó como nunca antes lo habían hecho. Tuve miedo porque no sabía si ella me iba a lavar como si fuese un plato, pero fue muy sutil. Prosiguió luego a ordenar todo lo destrozado, y Andrea luego se incorporó a ayudarle. Ambas se pusieron a ordenar todo. Pero noté algo curioso en esta empleada, mientras ella limpiaba también cantaba, me recordó mucho a la Chimoltrufia, lo único que esta hermana si cantaba a tono —díganmelo a mí, soy un micrófono, sé distinguir quien canta bien y quien no—; pero más que el hecho de cantar a tono me llamó la atención la paz que irradiaba al cantar. Ella sabía que algo feo había pasado en esa casa, pues aunque Andrea no le había platicado lo que pasó, todo era evidente alrededor. Así que ella cantaba, cantaba y seguía cantando mientras ordenaba y limpiaba junto a Andrea quien la observada detenidamente. —¿Estás muy contenta verdad Norma?, y veo que te gusta cantar también. —Claro que si, además no estoy cantando, estoy adorando a mi Padre celestial. Hay que limpiar esta atmósfera de tristeza y declarar que la paz de Dios llena a toda esta familia y esta casa, y que sea Dios quien tome el control de todo. —Sí, lo sé Norma. Es fácil adorar cuando todo va bien, pero en estos casos, cuando tu familia es herida y tu corazón

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defraudado es difícil cantar y mucho menos adorar. Me siento hecha trizas —mientras sus ojos se empapaban de lágrimas. —Eso es lo que piensan muchos —dijo Norma mientras limpiaba un plato—. La verdad entiendo que su situación no es para nada fácil, pero usted y yo sabemos que la adoración tiene poder de cambiar la atmósfera. Dios habita en medio de la alabanza de sus hijos y él está aquí en este momento, y es más, si me lo permite, déjeme orar por usted. —Pero es que no puedo Norma, me duele el corazón cada vez que recuerdo las palabras que mi hijo Arturo me ha dicho; son palabras hirientes, son como cuchillos al corazón que desgarran lo profundo arrancando ilusiones y sueños. Norma no sabes cómo duele esto, jamás pensé pasar por aquí. —Doña Andrea, permítame orar por usted por favor. Es la mejor manera en que puedo ayudarle en este momento, y quien va a obrar en su vida trayendo fortaleza es Dios. —Está bien Norma —contestó Andrea tratando de secar con sus manos las abundantes lágrimas que empaparon su rostro. Ambas se pusieron a orar y luego Norma pidió a Andrea entonar un cántico juntas, algo así que decía: “Oh Cordero de Dios quien perdona todos nuestros errores, yo confió en ti, a ti me rindo”. El canto hizo que la atmósfera de aquélla casa cambiara de tal forma que ellas dos adoraban intensamente. Andrea comenzó a llorar todas esas lágrimas que se había tragado desde la noche anterior; Era un lavado del alma por el cual estaba pasando. El Espíritu Santo las estaba ministrando de una forma tal que aun yo siendo un simple micrófono pude corroborar que algo pasa cuando hay una persona que busca de todo corazón a su Dios.

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Después de dar palabras de consuelo a su señora Andrea, Norma le dio un abrazo el cual Andrea recibió cual si fuera su madre. Después de unos minutos prosiguieron limpiando la casa. —Norma, no sé de dónde sacó Arturo este micrófono, nosotros no tenemos de esto aquí, ha de ser de alguno de sus amigos, límpialo bien con desinfectante y un paño por favor, porque también existe la posibilidad que sea de la iglesia, ya que Arturo a menudo traía algunos instrumentos y equipos de audio para repararlos aquí. —Si señora, es más, ya lo había lavado. Estaba asqueroso, lleno de vómito, lo lavé y dejé secando, y ya sólo hace falta desinfectarlo, así que eso haré. —Cuéntame Norma ¿Qué tal tus hijos? —Gracias a Dios muy bien, están muy grandes ya. —¿Son cuatro los que tienes verdad? —Sí, cuatro, y todos gracias a Dios sirven en la obra del Señor, son buenos estudiantes, jóvenes responsables y ejemplares, no tienen vicios, y eso me hace sentir orgullosa de ellos. —Claro que sí Norma, me imagino lo orgullosa que debes estar —prosiguió Andrea con una sonrisa a medias. —Perdón doña Andrea, espero no hacerla sentir mal con lo que le cuento —dijo Norma colocándose la mano en su boca. —No te preocupes, por favor sígueme platicando, necesito charlar y centrar mi atención en algo más. Por favor prosigue y cuéntame: ¿todos nacieron estando tú ya en la iglesia? —No. Dos de ellos nacieron estando yo fuera de los caminos del Señor; Sergio y Alberto. Después los otros dos si nacieron ya estando yo dentro de los caminos de Dios, los dos menores 83

son Mateo y Juan; por los nombres que tienen puede distinguir las distintas etapas en que nacieron —ambas comienzan a reírse por dichas palabras. —¿Cómo es posible? —dijo Andrea mientras rascaba su frente. —Usted sabe, ya siendo cristiana se me ocurrió ponerle nombres bíblicos a mis hijos y los primeros nombres que se me vinieron en mente son esos. Además el panzón de mi marido no me ayudó a escoger, y ahora mis hijos me preguntan por qué les puse esos nombres —y así siguieron sonriendo toda la mañana estas dos señoras, tratando de asimilar la etapa con buena cara. Pasaron dos largas semanas en aquella casa, hasta que un día Andrea dijo: —Brian, ya averigüé acerca del micrófono que dejó Arturo; es de la iglesia, así que hoy mismo hay que irlo a entregar. —Está bien, dámelo, lo subiré al auto para que no se me olvide y lo pasaré dejando en la noche. Ese día regresé a la iglesia. De nuevo en manos de Rolando el director, a continuar con las tareas cotidianas en una congregación de gente gritona y loca.

Más allá del talento, la adora-acción. Unas semanas después de estar de vuelta en la iglesia. En una de las reuniones especiales que habían organizado con anticipación tuve la oportunidad de escuchar el sermón de los labios de aquella muchachita que canta como ángel. Esto será muy interesante —me dije a mi mismo—. A ver que nos comparte esta muchachita de trasfondo gris.

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Ella toma su micrófono propio, es decir a Rayan, y comienza su sermón. —Dios les continúe bendiciendo. Estoy muy agradecida con Dios por darme la oportunidad de dirigirme a ustedes y compartir un corto mensaje que les traigo. Estamos en tiempos constantemente cambiantes. Donde las demandas a las personas sin importar su edad son cada día mayores, y esto en todas las áreas de la vida; estudios, trabajos, iglesias, proyectos, etc, etc. Dios me ha dado la oportunidad de llevar su mensaje a través de la música, anhelo que mi música sea tan colorida que pinte el ambiente, pues doy fe de esos momentos en que la música supera las palabras cuando Dios mismo interviene en medio de ella. De igual forma, a medida pasa el tiempo me he percatado de los grandes desafíos que conlleva trabajar en esta hermosa área. En el tiempo que tengo de estar en el área he visto muchísimos casos de personas que ante dichos desafíos, bien sea a nivel de la iglesia local, la sociedad o incluso ellos mismos, sucumben en ideologías que se apartan de la realidad de lo que es ser en verdad un adorador. Leí hace algún tiempo un libro muy famoso en donde enseña que la adoración es un estilo de vida, y no solamente cantar o predicar. También es adoración tu tiempo de lectura de la palabra, el ayudar al prójimo, el barrer la iglesia, el limpiar tus instrumentos, el honrar a tus padres, y todo lo demás que la biblia nos enseña que debemos hacer, y también lo que no debemos hacer, siempre y cuando hagamos esto de corazón para el Señor. No pretendamos encajonar la adoración en el hecho de cantar haciendo muecas con la cara, o arrodillarnos mientras cantamos, y cosas similares. La adoración implica todo nuestro estilo de vivir. Si bien la música hoy en día se ha convertido en 85

uno de los principales canales por medio del cual se comunica y expresa nuestra adoración, este también se ve golpeado y alterado por ideas equívocas de muchos que no fundamentan su adoración a la luz de la palabra de Dios. Por dicha razón hay muchísimos músicos, pero pocos adoradores; haciéndonos estar en la misma estadística que cuando Jesús estuvo en carne en esta tierra. Él mencionó que el Padre busca adoradores, y más de dos mil años después aún los sigue buscando, porque la verdad son pocos, si…, pocos adoradores en espíritu (en su devoción) y en verdad (en su vida cotidiana). Hoy por hoy, para muchos la adoración es una moda, un estilo o género musical, cuando la verdad ¡es más que eso!. Tristemente es común ver integrantes de ministerios de alabanza o incluso otras personas que asisten a la iglesia del Señor, que trabajan fuerte en la obra, mas no tienen una vida íntima con Dios, y aclaro, una vida íntima con Dios no quiere decir estar encerrado todo el tiempo en tu cuarto orando y orando, aunque esto si es en parte, pero no lo es todo. Una vida íntima empieza desde que te levantas teniendo muy presente en tu mente y corazón que eres de Dios, le perteneces a Dios y que en todo lo que hagas durante el día él estará también allí, y por lo tanto él está cien por ciento involucrado en tu manera de vivir. No es sólo cantar. Que triste es ver cantantes de iglesia que no les gusta recibir sus discipulados o asistir a sus grupos de crecimiento, evidenciando que cantan una cosa pero viven otra. No digamos de comportamientos fuera de la iglesia, bien sea en lugares de trabajo o de estudios donde muchos de los cristianos que adoran dentro de la iglesia en estos otros lugares son invisibles. Ser adorador es más allá de los talentos o las habilidades que tengas al servicio de Dios. Esto me llevaría horas platicarlo pero en esta ocasión quiero compartirles de 86

tipos de adoradores que existen en esta época y trataré de ser lo más breve y concisa posible: PRIMERO. Los adoradores de sí mismos: son aquellos que buscan ser estrellas, ser el centro de atención, ser admirados y muy famosos a costa del servicio en la obra de Dios. Hoy en día el mercado de música cristiana está muy amplio. Hay muchos que sueñan con sacar muchos discos con el fin de ser famosos y no con el sentido correcto que sería tocar el corazón de Dios, la edificación de su iglesia y la evangelización a todas las personas a través de la música. De estos tipos hemos hablado mucho en otras ocasiones. A veces sus actitudes egocéntricas son muy arraigadas e intencionales, pero en otras ocasiones hay personas que caen sigilosamente en este error a causa de las felicitaciones y los aplausos. SEGUNDO. Los adoradores de la congregación: son aquellos muy bien intencionados, que aman a Dios y quieren adorarle genuinamente, pero su anhelo por querer involucrar a la congregación en adoración es tan fuerte que caen al extremo de olvidarse que ellos primero deben centrarse en Dios. Así que estos en su preocupación y atención de ver como el público responde y adora, se olvidan que su adoración es para Dios y que su deber es invitar a las personas a adorar y no tratar de obligarlas o convencerlas por fuerza a hacerlo. Recuerdo en cierta ocasión, vi a un director de alabanza que al ver que el pueblo no reaccionaba agarró la biblia y a costa de versículos regañó a la iglesia que no quería adorar, al extremo que usó las frases “¿van a alabar o no van a alabar? ¿a que han venido pues?”. Y eso yo lo vi vergonzoso y fuera de lugar, además la

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forma en que este ministro fluía, la sentí más carnal que el negocio de un carnicero. La adoración se modela, a manera que los demás vean que estamos disfrutando de ello y queremos provocar que ellos quieran ser partícipes de esa bendición también. TERCERO: Los adoradores de la adoración: Son aquellos que no están enamorados cien por ciento de Dios, sino que están más enamorados del últimos disco de alabanza y adoración que sacó la banda de moda; son aquellos que disfrutan cantar solamente su cantante o género favorito y fuera de eso no hay más adoración. Ahhh… y hay de aquel que se le oponga a su cantante favorito o a su estilo de adoración. Si no está en su mismo estilo entonces esta fuera del “mover del Espíritu”. Hoy en día todos los que estamos en los ministerios de alabanza tratamos de sacar la canción de moda o más nueva, y hasta cierto punto no hay nada de malo en querer estar actualizado en cuanto a la música; sin embargo, cuando caes al extremo de anclarte en un solo cantante o género musical y no dejas que el Espíritu te dicte las estrategias sobre la música con la cual trabajar en la congregación, creo que allí está el error. Seamos claros, en este tiempo todos, absolutamente todos cantamos canciones modernas; el que diga que no, es mentiroso, ya que si decidiéramos cantar las canciones bíblicas estaríamos cantando música mesiánica en todas las iglesias o también coros aún con himnarios; y en esos tiempos no existían los tipos de instrumentos musicales que usamos ahora en las iglesias, y también la forma de como hoy son los cantos espontáneos es distinta, y que decir de los patrones rítmicos, tonalidades, frecuencias, escalas, luces, escenarios y sistemas de audio; digo esto porque repito, no hay nada de malo en querer estar actual y 88

fresco en lo que es música. Pero no hay que descuidar el hecho de estar actualizado y fresco a lo que Dios quiere hacer en esta generación, en otras palabras moverme según a como él quiere, y no como yo, o lo que está de moda sugiere necesariamente que hagamos. Así que hermanos, más que la canción nueva independientemente el género, es el saber si me estoy moviendo por mis gustos musicales personales o porque es la estrategia que el Espíritu Santo me está dictando a la hora de ministrar. CUARTO, el adorador de Dios; es aquella persona consiente que adorar es más que canciones, es más que buenas interpretaciones, que adorar implica un deseo por ser mejor cada día y darle la excelencia a Dios en todas las áreas de la vida; llevándolo consigo a todas partes, no sólo dedicarle canciones, y ofrecer sacrificios y trabajo, si no disfrutar del amor de Dios y de su gracia, procurando vivir una vida consagrada a Dios y ser ejemplo en su estilo de vida, rindiendo su corazón todos los días a Dios y viviendo en su voluntad. Quizás no siendo perfecto en el estricto sentido de la palabra, pues Dios conoce nuestra condición de seres imperfectos propensos a fallar; pero sí, el verdadero adorador procura con todas sus fuerzas no fallar, y si así lo hiciese aun en su debilidad él se levantaría y lucharía por seguir adelante y no volver a caer jamás. El genuino adorador se caracteriza por un esfuerzo continuo, una entrega total, un anhelo ferviente y apasionado por la voluntad de Dios y el querer seguirle y servirle por amor y no por miedo, a manera de llegar a decir para mí el vivir es Cristo y fuera de él no hay vida. Que cada día vivamos rendidos a la voluntad y al amor de Dios, amor el cual debemos reflejar a toda la sociedad y trasmitirlo con nuestra manera de vivir. 89

Vidas polarizadas Una vez terminada la participación de Sheryl, continuó el cronograma de la reunión. Hubo un tiempo de alabanza muy extremo, fue un cierre de canto tras canto, gritos, bullicio, júbilo, alegría, sudor, y hasta uno que otro gas que se le escapó a uno de los coristas, tan espeso y concentrado que provocó que las compañeras coristas lloraran pero no de alegría, sino que los gases que ese tipo lanzaba, eran como bombas lacrimógenas. Tan fuerte el hedor que el guitarrista fingió caer por el poder del Espíritu para poder respirar bajo tratando de alcanzar oxígeno, prefiriendo oler las alfombras de la batería que tenían meses sin lavar, en vez de los gases radiactivos del corista este. Termina la reunión y vemos a todas las personas saliendo como de costumbre; con una sonrisa contagiosa y uno que otro individuo medio despistado preguntando sobre los anuncios de la semana y sobre lo que había pasado en la reunión. Una vez que la gente ya se había marchado, quedando casi vacío el lugar, como de costumbre los del ministerio se quedaron limpiando sus instrumentos y guardando todos los equipos. Listo estaba por guardarme Rolando cuando se acerca un ujier, de esos de antaño, que son como una especie de fusión entre Robocop, el apóstol Pablo y un talibán; éste se acercó con su biblia en mano y le dijo a Sheryl: —Bonita prédica. Lástima que fue muy corta de tiempo. —Aaaaahh... ¿Si verdad? —contestó ella—, es que es primera vez que me tocaba compartir en frente de tanta gente. —¿Y eso qué…? —Contestó el ujier—. Si usted está con la unción del Santo, no debería sentir nervios; eso sin duda es por la falta de oración.

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—Noooo… ¿Cómo se pone a creer eso?. Dios sabe lo mucho que me preparé y el esfuerzo que hice, así que puedo estar tranquila en eso. —Aunque le diré un par de cosas hermanita —dijo el ujier con tono de abogado—. Ustedes los de alabanza deberían practicar más de lo que predican y cantan, ya que son muy altaneros y orgullosos. —¿Pero por qué dice eso? —contestó ella—, si nosotros simplemente hacemos lo que debemos hacer. No entiendo por qué dice esas cosas si usted no nos conoce muy bien. —No hace falta hermanita, ustedes son muy prepotentes, no les gusta saludar a las personas, se creen estrellas. Cuando una persona quiere charlar con ustedes se vuelven muy presuntuosas y no permiten que los demás se les acerquen para hacer amistad, al contrario, se quedan en su círculo y ven a los demás como simples mortales y ustedes como que tuvieran una membresía especial en el reino de Dios. —Se equivoca señor —dijo Sheryl un tanto molesta—. Verá, yo sé que ustedes son muy hospitalarios y dan la mano a todas las personas, pero en parte debe entender que nosotros no podemos alcanzar a saludar a todos en la iglesia. A veces estamos tan apresurados que tenemos que decidir si ponernos a trabajar rápido para asegurar que todo sonará bien, o quedarnos a saludar una a una a todas las personas de la iglesia. Eso es muy difícil hermano, usted sabe que cuando nosotros no sonamos bien, o hay problemas en el sonido de la iglesia, no hay quien nos defienda, sólo nos queda aguantar los señalamientos y regaños. —Y usted señorita ¿piensa que las personas saben todo eso o que les importa sus excusas? —prosiguió el ujier RoboPabloban

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y con tono fuerte—. Si usted no se muestra amable con ellas, además nada les cuesta venir más temprano u organizarse mejor. Rolando al escuchar las ráfagas de tiros verbales del RoboPabloban decidió intervenir. —Disculpe que me entrometa hermano, y sí, yo le doy la razón en varios de los puntos que usted está tratando. Pero usted no es quién para señalarnos; pues usted no conoce lo sacrificios que nos toca hacer, al igual que yo no sé cuáles son todos los que ustedes hacen también en su área. —¿Qué sacrificios amigo? Si ustedes lo único que hacen es ensayar y cantar, y se supone que eso les gusta hacer, no le veo más esfuerzo. —Eso es lo que todos ven —dijo Rolando— pero cuando estamos aquí cantando, cansados del día laboral o de estudios, y muy agitados, nadie lo sabe, al igual que cuando cantamos estando mal de salud, pero preferimos aparentar que nada está pasando. Y qué decir de los desvelos ensayando, escuchando canciones nuevas para poder tocarlas en la iglesia. —¡ja…ja…!, canciones modernas y feas que sólo ustedes se saben —dijo Robopabloban—. Ustedes están más enfocados a lo nuevo y se olvidan de nosotros los de avanzada edad. —Hermano, pero si nosotros tocamos de todo —dijo Sheryl con ojos muy abiertos—. Tocamos tanto música de hace muchos años, como música nueva; no comprendo por qué dice que sólo música moderna. —Yo soy de la época de los himnarios, en donde la gente sabía lo que cantaba, sin tanto griterío y bulla. Eso les hace falta a ustedes. —Bueno, ya veo que en este tema no vamos hacia ninguna parte —dijo Rolando pidiendo pausa con las manos—. Gracias 92

por sus comentarios y consejos, y créame que los tomaremos muy en cuenta. Sheryl, ya hay que irse. Queda poca gente y la distancia a nuestras casas son largas. —Bueno, eso espero, agarren mis consejos jóvenes. Yo se los digo porque los amo en el amor de Cristo. Dios les bendiga, hasta luego y buenas noches. Rolando y Sheryl se quedan observando mientras el hermanito se desaparece entre el oscuro pasillo por las luces apagadas de la iglesia. —¿Qué opinas de todo lo que dijo? —le preguntó Sheryl a Rolando. —Te diré que en parte tiene razón, lo digo con respecto al hecho que debemos acercarnos más a las personas y tratar de ser más amigables aun con nuestras agendas apretadas, cansancio y apresuramientos. Siendo realista, estoy seguro que aunque lo intentemos con todo, nunca quedaremos bien con todas las personas, sin embargo, quedará la satisfacción que sí lo estamos tratando de hacer y que no estamos de brazos cruzados. Lo que no me cuadra es por qué siempre hay personas que tratan de dar forma a las vidas de los demás, según sus propios gustos. —¿Cómo así? ¿a qué te refieres? —Preguntó Sheryl rascándose la cabeza. —Sheryl, tanto dentro de la iglesia como fuera de la iglesia, siempre habrán personas que tratarán de moldear tu vida según sus parámetros y deseos, y si tú te dejas manipular por las palabras y comentarios de otras personas dejando por un lado tus convicciones en Dios, entonces fácilmente serás fluctuante y no desarrollarás tu propio carácter.

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Hay muchas personas quienes viven vidas polarizadas, mostrando una fachada exterior en su estilo de vida, pero en el interior es muy diferente. Y esta costumbre muchísimas veces es adoptada por otros al dejarse influenciar por otras vidas polarizadas. Te pondré por ejemplo en el trabajo donde laboras; sea como sea y cual sea el tipo de empleo, siempre aprenderás y adoptarás costumbres, expresiones y ademanes del medio que te rodea. Siempre pasa; si nunca tomaste café, en un empleo aprendiste a tomar café; si nunca fuiste a fiestas, en un empleo aprendiste a ir a fiestas, si nunca dijiste chistes de doble sentido, en un empleo lo aprendiste; o también a escuchar un tipo de música, a comportarte de ciertas formas, y a expresarte de otras maneras extrañas. Piénsalo, has memoria y verás que en un empleo aprendiste a hacer algo bueno o malo, que se convirtió en parte de ti; y esto porque el medio que te rodea siempre trata de darte su forma, y lo feo de esto es que esa forma sea un exterior bonito, pero por dentro sea una oscura y sombría realidad. Claro, esto pasa también en los centros de estudios, negocios, o nuevos lugares donde te mudas a vivir. Mira, yo prefiero ser trasparente, darme a conocer por quien soy y como soy, aprendiendo de las personas correctas las cosas buenas a imitar, y desechando aquello que pretende convertirme en una persona común y estandarizada que se deja moldear por el medio que la rodea. Así que de lo que nos dijo nuestro amado hermano en la fe, tomemos lo bueno y aprendamos de ello para crecer y madurar, en cambio lo que no es cierto o va en contra de la visión que Dios nos ha dado, pues eso no lo tomemos. —Muy de acuerdo Rolando —dijo Sheryl con una sonrisa y ojos cansados de la larga jornada. —Vámonos Sheryl, se hace muy tarde, otro día seguiremos charlando. 94

CAPÍTULO 5:

Historias al son de acordes y ritmos.

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asaron unos meses después de lo acontecido con Arturo, quien dejó el ministerio de alabanza y no volvió a su casa. Los últimos comentarios que escuché acerca de él fueron que se mudó con un primo y se aventó a vivir la vida loca. Mientras tanto en la iglesia, pues solamente quedó Alfredo tocando la guitarra y los demás músicos. Por lo demás todo iba comúnmente, todo proseguía con su normalidad, pero otro golpe se avecinaba. Un día en ensayo pasó lo siguiente: —Buen día mis amigos —dijo Rolando mientras todos estaban en círculo—. Como podrán ver en el ensayo de hoy no se encuentran dos personas, Gonzalo (el baterista oficial) y Elena (una de las coristas); ustedes bien saben tenían años de ser novios y pues el pastor me dio una noticia que tengo que comunicárselas; Elena salió embarazada de Gonzalo, así que ya no estarán en el ministerio —las miradas perdidas de algunos, y los ojos asustados de otros inundaron el escenario—. La verdad que todos sabíamos que algo pasaba en ambos, los vimos distraídos y algo alejados estos últimos días. Pero ya se sabe cuál es la razón. La verdad ellos no han querido hablar sobre el tema, de hecho al parecer no quieren regresar a la iglesia (cosa que no comprendo hasta cierto punto) sin embargo habrá que respetar sus decisiones. Si logran contactarse con ellos entre la semana para charlar es buena idea. No somos jueces de nadie, y todos, absolutamente todos, estamos propensos a fallarle a Dios 95

si no nos cuidamos como se debe. Ahora tendremos que reestructurar el equipo y este proceso tocará sobrellevarlo a todos juntos, los ojos de la congregación están sobre nosotros, algunos buscando más errores y otros oran e interceden por nosotros para que no desmayemos. Jóvenes este proceso ya lo hemos pasado anteriormente, no nos hundamos ante los comentarios de las demás personas, démosle la espalda a los comentarios negativos mas no le demos la espalda a la gente. Esta obra le pertenece a Dios y él mismo nos dará la victoria, él mismo nos ayudará y saldremos una vez más adelante y brillaremos con la luz de Jesús aun mayormente. Porque su gloria por venir es aún mayor que la actual. Después de las palabras de Rolando y además de hacer una oración, procedieron a seguir ensayando. Por ahora sólo quedaron dos coristas, Sheryl y Celeste, además de Rolando está Santiago quien también canta, en la batería Jairo, en el bajo esta chica llamada Inés, en el piano Daniel y en la guitarra Alfredo; en el área de sonido y audio visuales tenemos a Marcos, Rafael, Adrián y Walter de quienes ya anteriormente les he hablado. Estos doce jóvenes quedan levantando un ministerio actualmente golpeado por la crítica y señalamientos. Pero también con la aprobación de Dios y el apoyo de hermanos con espíritu de adorador. Ellos han decidido no doblegarse ante ninguna de las circunstancias complicadas, y lejos de eso mejor han decidido abrazar su llamado y su vocación, aferrándose al gran amor de Dios. Rolando termina el ensayo leyendo un pasaje bíblico: “Pregonad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra.” Así que estos muchachos con sus pantalones desteñidos y rotos, sus personalidades juveniles y 96

aventureras, deciden levantarse como hombres y mujeres de guerra. Curioso lo que acabo de ver. Pero lo que supe después que ellos se marcharon fue impresionante. Una vez ellos se retiraron a sus casas. A la luz del sol que se asomaba por la ventana esa tarde, quedamos todos los instrumentos listos para la reunión del día de mañana a primera hora.

La vida también tiene caja negra. Estando con los instrumentos decidí hablar con todos y preguntarles a ellos sobre cada uno de esos muchachos. Algunos de ellos inexpertos musicales, pero que tenían algo, y yo quería entender que era ese “algo”. —Bass, ¿Puedes oírme? —le grité al bajo eléctrico. —Claro, ¿qué deseas? —me dijo con tono grabe y fuerte. —¿Podrías hablarme sobre Inés?, tengo curiosidad de saber ¿cómo una chica toca el bajo, siendo ella de perfil tan fino? —Ella me ha llevado muchas veces a su casa. Es la mejor bajista del mundo, y no te lo digo por su técnica de ejecución solamente, sino porque cuando ella me ejecuta siento como el latir de su corazón se trasmite a mis cuerdas, haciendo que estas vibren con un sonido tierno y fino como tú lo llamas. Ella no es tan elogiada por su belleza como otras chicas, quizás porque a ella le gusta pasar desapercibida, y pues es de personalidad fuerte. —¿Pasar desapercibida? ¿belleza?, ¿pero si es bella y talentosa? ¡No es posible que logre pasar desapercibida!. —No lo digo porque no la conozcan o no andan chicos tras de ella, lo digo porque ella tiene un corazón noble y sencillo, no es 97

presuntuosa. Es cierto amigo, su belleza física brilla, pero su belleza como persona ¡irradia! —Oye hablas muy bien de ella. —le dije a Bass. —Claro que sí, la defiendo a capa y espada, si yo fuera un ser humano seria su guarda espaldas. Hemos vivido muchas cosas y he estado presente en muchas etapas de su vida. Hubo muchos procesos cuando ella recién aprendía a ejecutarme; en su casa la callaban, y su hermano mayor la trataba mal, bueno su hermanastro, era incomprensible para mí esa situación del ver como ese tipo la trataba así. —¿Y los padres no hacían nada? —le pregunté. —Ellos no podían hacer nada Mic. —¿Pero por qué? —Porque ellos murieron. Fue un día de lluvia, ella tenía 8 años de edad, su madre y su padrastro venían de un viaje rutinario de su empresa y la niña iba en la parte de atrás del vehículo. Así iban los tres por la carretera mientras llovía. La visibilidad del camino se hizo nula, pero la fuerte lluvia y la zona de peligro por la que cruzaban los hizo tener que continuar su camino sin hacer escalas. De pronto un vehículo que venía en dirección opuesta, a causa de la casi nula visibilidad chocó directamente con su camioneta, al parecer el conductor venía ebrio. El accidente fue tal que solamente Inés quedó con vida; después de eso los dos niños, el hijo mayor del padre quien tenía en ese entonces dieciséis años y la niña Inés de siete añitos, tuvieron que quedar bajo la tutela de una de sus abuelas. —¿Y el padre biológico? —pregunté. —Ella nunca lo conoció, pues cuando ella aún no había nacido el padre biológico se fue inmigrante para Estados Unidos tratando de buscar una oportunidad para darle un mejor futuro a ella y a su madre; él salió buscando el muy mencionado sueño 98

americano, mas nunca llegó a alcanzarlo; él se convirtió en un número más en la estadística de muerte de inmigrantes, pues los mismos coyotes que lo llevaron le quitaron la vida. Pero prosigo con la historia; pasaron los años y crecieron. Pero el hermanastro de ella creció con un resentimiento en el corazón y una ambición al dinero. Se volvió violento, maltrataba verbalmente tanto a la abuela como a su hermanastra, pero un día la maldad de su corazón llegó al límite. Era de noche y él llegó a casa drogado, gritando locuras y delirando, entró al cuarto de Inés quien tenía quince años en ese entonces, y la empezó a maltratar verbal y físicamente a tal punto que abusó también de ella. —¿Qué hizo qué? ¡Desgraciado!. —dije con tono asombrado y molesto. —La abuela no pudo hacer nada —prosiguió Bass—, tal fue el delirio mental de ese tipo que cuando la anciana entró al cuarto ella también fue noqueada por un golpe. Fue el trauma más grande para la vida de Inés, sus sueños estaban rotos, su corazón desgarrado, sus ganas de vivir se vinieron abajo. —¿Y no le hicieron nada a ese tipo? —Lo apresaron, y actualmente aún se encuentra pagando condena por sus delitos. Sin embargo aunque él ya estaba preso, la vida de Inés había sido alterada. Fue a terapia psicológica para tratar de sacarla de ese estado de ánimo, pero las heridas emocionales eran profundas; la pérdida de sus padres, el ambiente familiar adverso, lo acontecido con su hermanastro, todo en conjunto había opacado los sueños de aquella muchachita alegre e hiperactiva. Por un tiempo no estuvo con los demás músicos en las reuniones. Todos sabían el proceso, sólo oraban por ella y trataban de darle ánimos. Pero cierta ocasión, un día común al de todos sus días grises, el color de su 99

vida comenzó a cambiar; ella decidió levantar la cabeza y aferrarse en fe a su Padre y Dios; a pesar del dolor y la decepción ella comenzó a involucrarse de nuevo en las áreas de la iglesia en las que trabajaba; poco a poco fue acercándose a la gente y volvió a practicar conmigo, cosa que durante semanas había dejado de hacer. Yo era testigo de sus oraciones cada vez que íbamos a practicar, miraba que al ejecutar mis cuerdas por alguna razón lloraba, algo pasaba en su corazón, y era Dios sanando sus heridas poco a poco, cual suave brisa al corazón. Después de largas horas de práctica en las notas grabes de mis cuerdas, ella al final daba un suspiro de paz. Después de un tiempo empezamos a tocar en vivo de nuevo, y el Dios sanador que ella experimentó, el Dios de amor y misericordia, el Dios de paz que ella conoció en la adversidad, ese mismo Dios trasmitía a través de mis cuerdas. Eso lo sé porque otros músicos me han ejecutado, pero ninguno le llega a los talones a Inés, quien sus notas son notas de amor, devoción, pasión por Dios, y siento en el vibrar de mis cuerdas como ella anhela trasmitir el Dios que ella conoció en sus procesos, el Dios quien nunca la abandonó y quien siempre estuvo allí a su lado. Al pasar los años conoció a un joven dentro de la iglesia en una conferencia juvenil en la que les tocó ministrar la alabanza; un joven consagrado a Dios y de corazón noble con el cual hizo una linda amistad, él se convirtió en un apoyo ministerial y después de unos meses se hicieron novios, un par de años después se casaron y hoy por hoy ella es muy feliz. Pero todo empezó con la decisión de seguir adelante y luchar a pesar de todo el dolor y las heridas, afrontó sus temores e inseguridades y peleó hasta alcanzar la victoria con la ayuda de Dios. —Lo que no entiendo Bass, es ¿Por qué razón Dios permitió que ella pasara eso? ¿Por qué? —le pregunté. 100

—¿Por qué? amigo mío necesitaría más información para poder darte una respuesta; para empezar necesitaríamos conocer el futuro para así saber que hubiese acontecido si no hubiese pasado así. Dios si conoce el futuro, así que hay cosas que él permite que pasen porque él conoce no sólo el futuro de una persona sino el de todos. Por dicha razón también hay mucha información que no conocemos con respecto a los padres de Inés. —¿A qué te refieres con eso? ¿no te entiendo Bass? —Mira Mic, te contaré. Un día escuché en una predica a un joven decir lo siguiente: Yo tengo muchos sueños, sirvo a Dios desde niño y me siento feliz de haber tomado esa decisión. Pero en lo secreto de Dios he orado una cosa a mi Padre, que si él sabe que el día de mañana yo me he de apartar de sus caminos, y no regresaré más a él, por favor que me lleve el día de hoy. En vista de esta oración que hago muy a menudo—y claro esperemos en Dios que no pase—, pero, si el día de hoy yo muriese de cualquiera que sea la forma, sépanlo que Dios me llevó porque tal vez el día de mañana yo le iba a dar la espalda y no volvería jamás a él, por lo tanto mi muerte no sería una tragedia, más bien seria la contestación a una oración; el estar por siempre al lado de mi Padre, y nunca darle la espalda. —Ahora entiendo por qué dices que nosotros no conocemos mucha información, es decir, hay cosas de la vida que nunca sabremos de su por qué, al menos en esta vida —claro, se supone que para los humanos después de la muerte física no es el fin, y que para ellos les espera una eternidad; en cambio para nosotros los micrófonos sólo nos queda cambiar de estado físico y de materia—. En vista a eso, hay muchas respuestas que los seres humanos sólo lograrán encontrar en la eternidad, después 101

de esta vida. ¿Es como los aviones con sus cajas negras verdad? Allí ellos guardan mucha información acerca registro de vuelo, y cuando hay percances en los aviones son las únicas que pueden dar respuestas acerca de los acontecimientos. —Exacto Mic. Los seres humanos también tienen es cierto modo esas cajas negras y que en verdad dichas cajas son esas situaciones en lo secreto en donde sólo ellas y Dios conocen que es lo que está pasando. Por esa razón para las demás personas muchas cosas que pasan no tienen sentido, pero para los que conocen la información de la “caja negra de la vida” si hay respuestas claras —y la mayoría de las veces el acceso a esa información sólo la tiene Dios y nadie más—. Mic, sólo Dios conoce todos los corazones, las intenciones y el futuro de cada quien. Cuando nuestra vida está en sus manos y confiamos en él, es entonces cuando él se encargará de poner cada pieza en su lugar. En el caso de Inés ¿quién sabe? Qué tal si ese accidente también iba a acabar con la vida de la niña a causa de alguna decisión o procesos de los padres, mas Dios no permitió eso y le preservó la vida. Y con respecto a lo acontecido con el hermanastro, es allí donde también debemos ser conscientes que nuestras decisiones pueden llegar a afectar a otros, por lo tanto debemos tener cuidado de las personas con que nos rodeamos porque ellos pueden ser buena o mala influencia para nuestras vidas. El hermanastro de Inés cambió muchísimo, y para mal. Sus actitudes dañinas lastimaron a las personas que le quedaban por familia. Inés no tubo culpa en nada, fue víctima de las decisiones descabelladas de su hermanastro, pero a pesar de todo ese proceso, ella prosiguió, y volvamos al presente, hoy por hoy es una joven exitosa, con una familia bella y que aman a Dios.

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Cuando huir sólo es para valientes. ¡Wow!, quedé perplejo de la historia que me contó Bass. Al instante tomó la palabra Klavir, el piano de la iglesia. —Créeme Mic, aquí encontrarás muchas historias interesantes de cada uno de nosotros y nuestros músicos —me dijo. —Ya que lo mencionas —le dije— háblame de Daniel, ¿cómo ha sido tu vida con él y que tanto le conoces? —Bueno, la vida de los humanos es algo compleja, o quizás sea nuestra forma de ver las cosas en comparación a la nuestra, que es menos complicada y más resumida. Para empezar Daniel nació en la iglesia. —¿En serio? ¿cómo fue? Cuéntame, ¿fue aquí en las bancas de la iglesia, el patio o el altar? Seguramente me dirás que en plena reunión la madre empezó a tener dolores de parto y el niño se vino en el templo. —Nooo Mic, no lo digo de manera literal, cuando digo que nació en la iglesia me refiero a que sus padres lo encaminaron desde que nació, e incluso antes de nacer ya oraban por su vida. Como todo joven tuvo serias luchas en la adolescencia. Cuando su carácter y personalidad se estaban formando, luchó con muchas tentaciones, pecados ocultos que lo golpeaban a menudo, y etapas en las que algunas veces resbaló y en otras se libró; al menos no cayó en las que pudieron destrozarlo por completo. Recuerdo un tiempo que cuando él tenía 19 años una jovencita lo perseguía a donde sea, una muchachita que iba a la iglesia pero al parecer el desfase hormonal de la joven hacía que no usara la cabeza. Día y noche eran llamadas, y cada vez que se encontraba a Daniel, dependiendo el lugar, eran saludos acompañados de caricias con doble intención, ¿cómo lo sé? 103

sencillo, yo estuve presente en varias de esas escenas. Una vez Daniel me llevaba en el auto rumbo a su casa, el hizo estación en un supermercado donde se encontró a esta chica, quien al verlo le pidió por favor que le diese aventón a la casa, a lo que el accedió —primer error de Daniel, pues él conocía sus intenciones—. Una vez llegaron a la casa de ella, él se estacionó en frente y le dijo: —Bueno, llegamos. —Gracias, has sido muy lindo al traerme hasta acá, pero no me bajaré de este auto hasta conseguir lo que busco —mientras empezó a acariciar la pierna de Daniel. —¿Qué te pasa? ¿tienes miedo? Por qué no me dices nada Daniel —mientras más se acercaba a su rostro—. Daniel estaba enmudecido. Al parecer una gran lucha se llevaba a cabo en su cabeza. Esto duró por unos 5 minutos. Ella insistía en acercarse, pero él sólo volteaba la mirada, moviendo la cabeza hacia uno y otro lado. Era una lucha la cual podría ser catastrófica si él decidía mal. Por fin reaccionó Daniel, y agarrado de valor le contesta a aquella gatúbela. —¡No…!, esto no puede ser, bájate del auto ahora. —No lo haré Daniel, no me bajaré —con ojos seductores y desafiantes le contestó ella. —¡Que te bajes del auto te dije y punto! ¿o quieres que te aviente del carro ahora mismo? —con voz fuerte y ojos de enojo le dijo Daniel. La chica avergonzada y a la vez muy enojada se bajó del auto, y él se fue disparado de aquel lugar acelerando más rápido y furioso que nunca. Mientras íbamos en el camino, escapando de aquella situación, escuché a Daniel decir lo siguiente: 104

—Dios mío, casi, casi, casi. Estuve a punto de ceder ante la tentación —mientras un escalofrío le atravesó la columna que lo hizo estremecerse—. Eso sí que estuvo cerca, mas no dejo de quitar de mi cabeza estas tontas ideas con ella. ¡rayos!, quiero dejar de pensar en eso; ¡ayúdame Señor!...uuuufff, ¡tengo la mente de Cristo, tengo la mente de Cristo, tengo la mente de Cristo!. Llegando por fin a casa se estaciona y colocando su frente al volante oraba diciendo: Dios mío toma control de mis pensamientos, no quiero cometer errores. Ayúdame a ser fuerte y saber huir. —¡Wow! Sí que estuvo cerca ese Daniel, es curioso eso que me cuentas Klavir, ¿sabes?, siempre me he hecho una pregunta: ¿por qué los ministros de alabanza siempre pecan en el área sexual? Desde las historias bíblicas del rey David veo eso, y hoy por hoy escucho que en muchas iglesias esa historia se ha repetido con sus ministros de alabanza. —Mira Mic, no es que eso les pase sólo a los ministros de alabanza, esas tentaciones persiguen a todo joven. Pero recuerda que los que están en plataformas cantando son personas muy conocidas, por tanto es más escandaloso cuando uno de ellos falla. Y sí, estás en lo cierto, le pasó al rey David, eso me da pauta que uno de los gigantes más grandes con el cual le toca enfrentarse a esta generación es en área sexual, y a ese gigante no se le hace frente, más bien se le huye. Lo mismo que sabiamente hizo nuestro amigo Daniel, aunque le señalasen de cobarde o tonto por desaprovechar esas “oportunidades”, Por ello pienso que los seres humanos deben aprender a dirigir sus pasos a lo que en verdad vale la pena, un momento de placer les 105

puede hacer perder cosas realmente valiosas. Mira, a veces avanzar en la vida implica perder algo, pero esas cosas a perder que sean los miedos, rencores o momentos como esas “oportunidades” que podrían pasar factura. Ahora permíteme te sigo contando: Entramos luego a casa, Daniel me llevaba cargado y esta vez no se dirigió a su habitación sino al cuarto donde estaba la abuelita, al entrar a dicho lugar la encontramos en cama, una señora muy de avanzada edad, yo calculo sin duda que ella era de las primeras mujeres en poner un pie en América, y si no, pues ha de ser la única mujer en ver un Tiranosaurio Rex vivo. —Buenas noches abuelita, aquí traigo el piano eléctrico de la iglesia, ya que tú no has podido ir todo este mes, pues vamos a adorar un rato juntos antes de dormir, ¿te parece? —Claro hijo, pero canta la que más me gusta, ya sabes cuál. —Por supuesto abuela, aquí le va: “Mi corazón entona la canción, cuán grande es él, cuán grande es él, mi corazón entona la canción, cuán grande es él, cuán grande es él”— mientras con una suave melodía, se escuchaba la vos entrecortada y débil de la anciana, quien cantaba con sus ojos cerrados, con lágrimas que se escapaban de sus parpados cerrados, acompañando la canción, esto mientras empuñaba sus dos manos en su pecho. Estuvieron unos quince minutos interpretando la misma canción creando una atmósfera muy bella. —Gracias hijo por tan lindo detalle. Mírate cómo has crecido. ¿Te recuerdas cuando te llevaba a la iglesia a las reuniones de señoras? Te divertías saltando por las bancas y corriendo atrás de la pastora en plena prédica. Pasé tantos momentos 106

vergonzosos por ti —mientras una sonrisa cálida y genuina se pintaba en su fatigado y apacible rostro—. Yo lo recuerdo todo como si fuera ayer; tu mamá me decía: mami, su nieto es un adorador, no se lo despegue, y yo así lo hacía, ¿te recuerdas hijo? —Si abuelita, no me recuerdo de los malabares en el altar, ni de las correteadas a la pastora como dices, pues estaba muy pequeño. Pero si a medida iba creciendo recuerdo algunas otras cosas, jajaja, no aprendí mucho entre las largas conversaciones de señoras que nunca entendía. Pero el estar en la iglesia para mí siempre era una gran aventura, desde que salíamos de aquí y nos íbamos caminando hasta llegar a la iglesia. No sé si tú recuerdas las veces en que siempre me tropezaba en la misma grada de la entrada ¿recuerdas abuelita? —mientras él acariciaba los cabellos de plata de la anciana—. Gracias abuelita, el legado que me has dado junto a mis padres es grande y estoy muy agradecido con Dios por ustedes, son los mejores. —Yo estoy aún más agradecida con Dios por darme un nieto tan guapo, elegante y consagrado como lo eres tú. ¿Te recuerdas cuando cantabas en la escuela para el día de las madres y salías en actos especiales dedicando canciones? Cada momento ha sido atesorado en mi corazón. Y qué decir de las serenatas que nos llevabas a todas las madres de la colonia, desvelado con tus amigos regalando alegrías en las madrugadas de cada día de las madres. —Abuela, me alegra que cada detalle haya bendecido y alegrado tu corazón. —Hijo, quiero decirte algo; no descuides lo que Dios te ha dado. En la vida siempre vendrán circunstancias que tratarán de desenfocar tu destino en Dios y tratarán de hacerte caer. Esos enemigos de siempre; la carne, la vanagloria, el pecado, el 107

orgullo, la soberbia, la altivez, la impureza, la presión social, las pasiones juveniles, los rencores, la desilusión, la frustración y muchas cosas similares. Estas tratarán constantemente de hacerte ver para atrás y hacer que retrocedas. Levantarse después de un desánimo, caída o fracaso cuesta hijo, y para muchos nunca fue posible; así que lo mejor es no caer y mantenerte firme en tus convicciones, sueños, anhelos y deseos; aunque venga la adversidad y el dolor, la decepción y la crítica, el cansancio y la soledad, nunca hijo, nunca dejes que los sueños de Dios para ti mueran. Aunque estos sueños sean golpeados por todas las cosas que te mencioné, no dejes que mueran, no permitas que sucumban. No has sido diseñado para ser uno más de las estadísticas negativas, has sido diseñado con carácter de príncipe, no eres de los que sigue a la demás gente, eres tú a quien la demás gente debe seguir; claro, que sigan tus pasos y que estos sean rectos y guiados por Dios, para que tu transcurso en esta vida no sea anónimo, y seas de los que marcan y dejan huella en esta generación. Te lo dice esta anciana que lo aprendió a lo largo de estos 90 años de edad —mientras ella decía estas palabras sus ojos brillaban como dos perlas negras, humedecidas por la brisa. Su mirada tierna y a la vez cansada reflejaba un alma que había sido procesada muchas veces, que había luchado muchas batallas, pero que al final logró vencer todo obstáculo, peleo la buena batalla, y cumplió su propósito. Daniel ante sus palabras sólo guardaba silencio y escuchaba mientras dos lágrimas infladas rodaban por sus mejillas. Dios le estaba hablando a través de su abuelita. Daniel se acostó al lado de su abuelita, abrazándole, mientras que ella también lentamente extendió su brazo para cubrirlo una última vez. 108

—¿Una última vez?, ¿Por qué ultima Klavir? ¿dime? —La mañana siguiente que Daniel despertó, sintió algo distinto, ya no se sentía el calor que desprendía el delicado cuerpo de su abuelita. Ella había partido, su carrera había terminado, y tuvo la dicha de partir a la eternidad de la manera en que todo ser humano sueña hacerlo. Créeme Mic, esa ocasión fue tan impactante que jamás la olvidaré. —Es asombroso lo que me cuentas Klavir. —le contesté a mi amigo el piano después de escuchar su historia acerca de Daniel el tecladista.

Invierno en el alma. Luego de la historia de Klavir, volteé mi mirada y me dirigí hacia Drums, la escandalosa batería. —¿Y tú puedes contarme alguna historia amigo? —¿Pues qué te puedo decir? —me contestó Drums—, a mí nunca me han llevado a una de sus casas. Sólo me sacan para eventos y siempre que regreso de ellos vengo con un golpe nuevo o una pieza faltante. Pero si te puedo relatar una historia que escuché una vez que estaban platicando sentados cerca de mí. Como sabes Gonzalo se fue después del encargo sin aviso que hicieron a la cigüeña él y Elena, y pues Jairo es quien ahora es el baterista oficial. Ambos han tenido cierto recorrido, las últimas semanas han exigido a Jairo esforzarse aún más para ponerse al nivel de Gonzalo, quien como sea, era muy buen baterista. Cierta ocasión mientras Jairo hablaba con Sheryl, él le comentaba una etapa complicada en su vida. Al parecer Sheryl estaba pasando por una situación muy difícil, así que él decidió compartirle su experiencia en aras de animarla. 109

—Mira Sheryl —dijo Jairo mientras sostenía sus baquetas en la mano—. Comprendo tu situación, yo he pasado algunas circunstancias complicadas ¿sabes?, tal vez no igual a las tuyas, pero para mí si han sido complicadas. Quizás no lo sepas pero mi infancia fue muy difícil. Yo crecí solo con mi mamá, pues mi papá nunca lo conocí, solamente embarazó a mi madre, y se dio a la fuga. Mi mamá era muy joven en ese entonces, se dejada llevar por las apariencias de quien genéticamente es mi padre. Ella se enamoró perdidamente de él, a pesar que las intenciones y costumbres de él no eran sanas, su vida diaria lo reflejaba, pues él, según me comentan, era desde entonces de carácter irritante, grosero, tosco y en fin todo un patán, pero quien a su vez tenía un poder de convencimiento poderoso para atraer mujeres. Mi madre, joven, inmadura e incauta cayó en sus redes; hablo así porque a él nunca lo conocí, se mudó del país y nunca siquiera quiso conocerme. Mi mamá después de cometer su error, se ve obligada a dejar sus estudios, pues mis abuelos eran de pocos recursos y ellos con mucho esfuerzo trabajaban, porque su anhelo era verla graduada y realizada, en fin, los planes les cambiaron totalmente a todos, y una boca más en casa no era fácil de sostener en tales situaciones, así que mamá comienza a trabajar. Cuando yo tenía catorce años, mi abuelo fallece, pues él ya tenía avanzada edad. A partir de allí yo me convierto en el hombre de la casa; empecé a vender en las calles artículos para la cocina; vendí verduras, compraba aluminio y envases de perfume vacíos, limpié carros, etc, Todo con el fin de sacar adelante a mi madre quien trabajaba en una tienda de ropa haciendo horas extras para salir al día con los costos de la casa; mi abuela ya de avanzada edad no podía trabajar, y necesitaba 110

cuidados, así que contratábamos a alguien de la familia para que la cuidase y no la dejase sola. Mi mamá no se volvió a casar; al pasar el tiempo llegaron a su vida otros hombres quienes la lastimaron creando callos en su corazón los cuales ella no superó hasta hace un par de años que entregó su vida a Jesús. No la señalo. Tanta fue la decepción que ella mejor se olvidó de sí misma y se dedicó a vivir sólo por mí. Lo curioso es que estando yo en la calle, aprendí malas cosas, de nuevo la historia casi similar a la de Arturo hace algún tiempo atrás. Me envicié, salía con varias chicas a la vez, me gustaba sentirme el más atractivo del lugar. El dinero que ganaba era sólo para comprarme ropa y cosas costosas. Dejé de apoyar a mi madre y empecé a adoptar las mismas características que mi padre genético. Incluso comencé a probar la droga y la manera en que me sumergí en ese mundo fue bien sutil. Un amigo, quien era el más popular de la manada me ofreció primero marihuana y me dijo “vamos prueba, te sentirás muy bien”. Seré honesto, al principio tenía miedo, sin embargo la voz de mi amigo y una voz interna me decían: “tranquilo, lo podrás controlar, es sólo una vez, incluso si sabes que Dios te ve, no te preocupes, él te perdonará de todas formas pues es Dios de amor. Así que prueba y disfruta”. Y así fue como comencé en el mundo de la droga, lo cual siguió creciendo de nivel en nivel. Un día en esas noches largas de locura y desenfreno fuimos capturados por la policía. Uno de mis compañeros llevaba droga y como andaba loco de lo que había consumido de su mercancía comenzó a disparar a los policías; se desató una balacera al igual que en el viejo oeste, ráfagas de tiros por todos lados. Salí corriendo de aquella balacera tratando de escapar de que me llevasen preso, pero cinco balas me alcanzaron, tres en la espalda, otra en el brazo y la ultima en la pierna derecha. 111

—¡Cinco tiros y sigues vivo!— comentó Sheryl con ojos de asombro. —Sí… Estuve hospitalizado un mes entero. Para suerte mía las heridas de la espalda no tocaron partes vitales, desde allí ya vi la mano de Dios protegiéndome. La herida del brazo fue menor, pero el balazo de la pierna fue muy delicado, pues llegó a desgarrar parte de un ligamento, por lo que fue necesario someterme a cirugía, la cual de no salir bien arrojaba la posibilidad de quedar con problemas en dicha pierna, e incluso hasta perderla. El proceso fue duro. La curación cansada y no digamos la terapia después que me dieron de alta; fue una temporada de invierno en mi alma, donde todo era frio, cansado y solitario a pesar de tener personas a mi alrededor. Pero quiero comentarte lo que pasó estando un día en el hospital. Muchas personas, amigos y hermanos de la iglesia me visitaban, me daban palabras diciéndome que Dios tenía planes para mi vida, sin embargo yo no quería doblegarme. Tenía un sentimiento de rechazo que no te puedo describir, porque si bien sabía que las cosas de Dios eran las correctas y las mejores, no quería dejar atrás mi manera alocada de vivir, pues me fascinaba. La vida de pecado se apoderó de mí con tal fuerza que jamás pensé que llegase a ser así, y en ese momento aunque sabía el aprieto en que me encontraba, mis ojos estaban vendados y no quería dar el brazo a torcer. A ese sentimiento de repeler el llamado de Dios sumé un enojo contra los demás porque recordaba toda mi infancia; lo mucho que sufrí, los insultos en la calle, las asoleadas trabajando, lo cansado que llegaba a casa después de la dura calle, el escuchar la murmuración en contra de mi madre, el desprecio de hombres hacia ella a causa de sus errores pasados, todo eso me dolía y 112

mucho, más que las heridas físicas. Me dolía saber que mi infancia no fue bonita, no supe lo que es tener niñez y empecé a enojarme con Dios. En ese entonces venían preguntas a mi mente como ser: ¿Por qué Dios me dejó solo de niño? Yo no tenía culpa de los errores de los demás, ¿Por qué el permitió que yo sufriera si era inocente? ¿Por qué no libró a mi mamá de conocer al patán de mi papá? ¿Por qué?, y aunque las interrogantes me invadían la cabeza, también rebotaban en mi corazón muchos mensajes de Dios que me compartieron jóvenes en las calles, todas esas prédicas que escuché en muchos autobuses y plazas, en donde personas se acercaban a orar por mí en plena calle. Era una lucha interna grande la que yo tenía. No quería abandonar mi vieja vida, los juegos de azar, la codicia, el dinero fácil, las muchas mujeres, todo me venía a la mente. Pero también un sentimiento de cansancio llegaba a mi vida, cansancio de lo mismo, de la misma manera vaga y sin propósito de vivir. Venía a mi mente la idea que si moría en ese hospital nadie me recordaría por las cosas que hice para bien de la humanidad o para beneficio de otros, me asustaba la idea de saber que pasaría desapercibido en esta vida, que sería un dato más en los difuntos y que después de un par de años nadie me recordaría más que mis familiares. Volvía a analizar una y otra vez mi vida, una y otra vez y no le hallaba sentido, empecé a tener lástima de mi vida, y me sentía impotente de hacer con ella algo mejor. Si, estaba tan atado a mi estilo de vida el cual disfrutaba pero que sabía no me llevaba a un objetivo de bien. Analizaba la idea de que cada día podría ser el último y si me encontraba cara a cara con el Creador, ¿Qué cuentas le daría sobre como viví el tiempo que él me dio en esta tierra?.

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—Fue una lucha interna grande —le dijo Sheryl mientras sus ojos no parpadeaban de tan enfocada que tenía su atención a Jairo. —Si crees que eso fue todo, espérame, aún falta comentarte un detalle más. Después de esas luchas internas comencé a confundirme yo solo. Mis ideas eran tan conflictivas que empecé a abrazar ideologías filosóficas, las que me terminaron frustrando pues no encontraba explicación o excusa que valiera. Comencé a recordar mi infancia una vez más, recordando todo el proceso sufrido de vida. Entonces comencé a tener autocompasión de mí; sentía lástima del hombre que era, no me sentía valioso, me sentía inmerecido de todo lo bueno e incluso pensé que mi vida había sido diseñada para sufrir solamente. Pensaba por momentos que lo mejor era terminar ese sufrimiento. —¿Y cómo fue tu encuentro con Jesús? —Preguntó Sheryl—. ¿Cómo decidiste cambiar por fin tu vida y decidirte por lo correcto y mejor? ¿Cómo fue? —Fíjate que muchos piensan que pasó algo extravagante, raro, asombroso e impactante, es decir, algo increíble como que estuve a punto de morir y que vi ángeles del cielo; o que morí por unos minutos; o que vino a mí un hombre desconocido muy usado por Dios, quien me dio una palabra exacta para que yo cambiase mi estilo de vida y recibiese mi milagro; o quizás un sueño con señales y cosas así. —¿Y no fue así como pasó, o algo parecido? —preguntó Sheryl. —No, para nada. Es lo que comúnmente esperan las personas; a que pase algo malo, estar en lo más extremo o lo más hundido de la vida. Al menos yo en ese momento estaba lidiando solo con una lucha interna. Pero yo sabía qué era lo correcto, sabía 114

qué era lo mejor, así que un día soleado, tranquilo y sin que nadie me dijese que hacer le entregué mi vida a Jesús. Ese día con voz audible y estando acostado en esa camilla de hospital le dije: Señor Jesús, reconozco que soy pecador, y que te he fallado, sé que me amas y quieres lo mejor para mí, y que por esa razón viniste a la tierra y moriste para pagar todos mis pecados. Sé que resucitaste al tercer día y quieres hacerme resucitar a mí también a una vida nueva y una eternidad a tu lado. Te ruego me perdones, limpies y me ayudes a caminar conforme a tu corazón. Renuncio a mi manera terca, loca y sin propósito de vivir. Estoy cansado de lo mismo y que cada día me aleje más de ti y de lo que quieres hacer con mi vida. Decido aferrarme a tu voluntad. Sé que tendré que luchar duramente con todos mis defectos y errores, pero con tu ayuda sé que lo lograré, a partir de hoy, Jesús es mi señor, dueño y único salvador. —¿Y qué sentiste ese momento? —dijo Sheryl mientras giraba en el banquillo giratorio donde estaba sentada. —Nada Sheryl, no sentí nada. —¿Cómo así? ¿no sentiste escalofríos, o algo que te abrazaba, o un fuego sanador, seguro que no sentiste nada? —Segurísimo, no sentí nada. Abrí mis ojos con la convicción que dentro de mi corazón estaba Jesús y ello me dio sentido de seguridad, sabía estaba escogiendo bien. Sí lloré, no te lo negaré, pero más que cualquier cantidad de múltiples emociones que sentí o pude haber sentido, lo que me dio dentro es esa seguridad de que estaba en lo mejor, lo correcto, y que a partir de allí mi vida comenzaría a cambiar, y así fue. Una vez me dieron de alta, comencé a asistir a esta iglesia, un amigo me invitó y comencé a involucrarme y buscar el rostro de Dios. Aquí aprendí a reconocer la presencia del Espíritu Santo, aquí 115

Dios quebrantaba mi vida, renovaba y transformaba; además encontré en la música una herramienta poderosísima mediante la cual podía deleitarme en el amor de Dios y entregar y rendir mi vida continuamente a él. Hoy estoy aquí, donde Dios quiere que yo esté, y no pienso moverme del propósito de Dios. Empecé a aprender a ejecutar la batería ya que me gustó mucho y de paso daba testimonio de que gracias al amor de Dios no perdí mi pierna. Aún tengo luchas, pruebas y desafíos, pero también sueños, anhelos y victorias en Dios, y estas últimas son mayores que cualquier adversidad. Sheryl amiga mía no te detengas, tienes un llamado poderoso y Dios te usa de maneras extraordinarias. Cuida eso que tienes, no permitas que nada, ni nadie te lo arrebate, porque Dios ha puesto su mirada en ti y su favor te rodea, así que no te detengas. —Y pues esa es la historia que te puedo contar Mic acerca de Jairo, nuestro reciente baterista de la iglesia. —Gracias por confiarme tan interesante historia Drums.

Cambio de escenario Me volteé hacia donde estaba Guitar, la guitarra eléctrica, y le dije: —Es tu turno amiga. —Lo siento Mic, yo en mi caso no te puedo contar mucho sobre mi ejecutor actual ya que sólo tengo un par de meses de trabajar con él, y eso porque el guitarrista anterior se retiró de la iglesia. —¿Por qué es que se retiran tanto del ministerio? —le pregunté—. No entiendo eso, pareciese que las iglesias fueran pasarelas de músicos

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—Muy buena pregunta la que haces —me contestó Guitar—. Pero en esta ocasión el guitarrista anterior se retiró no porque se halla apartado de Dios ni porque se fue del planeta tierra. Él se tuvo que retirar porque Dios le llamó a pastorear un equipo de jóvenes en una de las iglesias hijas, y eso es muy bueno porque se movió según la voluntad de Dios. —¡Qué bueno eso!. Que cambien de roles pero siguiendo la misma línea —le dije. —Bueno Mic, pero te contaré algo sobre mí hace un par de años. Fui comprada de segunda mano. Antes era parte de una banda de música rock secular. Era una etapa estupenda en cierto modo para mí ya que el guitarrista que me ejecutaba entonces era un apasionado por la música y el género; periódicamente me cambiaba las cuerdas y me mantenía en óptimo estado, además yo tenía un estuche digno, y accesorios para usarme en distintas técnicas musicales. Él era un astro de la música. En todo ese tiempo que estuve con él viajamos con la banda por muchos lugares, incluso fuera del país. Estuve con ellos durante 10 años. Estuvimos en bares, aperturas de conciertos, presentaciones al aire libre, y conocí a muchos grandes exponentes del género rock. ¿Pero sabes qué Mic? Mis cuerdas al ser ejecutadas trasmitían odio, rencor, soledad, rebelión; mi sonido era un sonido oscuro y sombrío. Además de eso las letras de las canciones eran autodestructivas para aquel que las cantaba. Creo que durante todos esos años fui un instrumento para llevar un mensaje que dañaba la sociedad. Vi muchas cosas horrendas Mic, muchas cosas espantosas detrás de los escenarios. Atrás de esa fama mal habida se seguía dañando mucha gente por medio de las drogas, contrabando de personas, robos y ocultismo. —Que feo está eso que me cuentas —le dije.

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—Sí que era feo. Además te puedo decir que esa gente si estaba bien segura de lo que hacían, los músicos de vez en cuando tenían pleitos entre ellos pero a pesar de eso nunca uno de ellos dijo a retirarse de la banda; estaban claros que perseguían objetivos específicos y tenían una lealtad impresionante hacia lo que hacían. Eso es lo que creo le hace falta a muchos músicos cristianos de hoy en día, lealtad por aquel que los llamó a esa labor, y lealtad a su llamado. Pero en fin no soy nadie para juzgar a los humanos, ellos sabrán porque hacen las cosas. Prosiguiendo con mi experiencia allá afuera. Un día esta banda famosa tubo un atentado de asesinato, mi ejecutor de ese entonces era alguien que en su juventud amaba a Dios pero que en ese momento lo aborrecía. Fue a través de ese atentado que él, al verse tocar fondo y sin salida, decide clamar a Dios, quien por su gran amor intervino para rescatarlo y darle una segunda oportunidad. A partir de allí la vida de este joven rockero cambió por completo. Empezó a usarme para llevar música con el mensaje de Jesús, y testificar que Dios puede levantar al caído y restaurar su vida a tal forma que su postrer estado sea aún mejor que el primero. Un día visitó esta iglesia y después de una conferencia decidió obsequiarme para que me usaran aquí, y créeme que se desprendió de mí con mucho amor por las personas. A partir de ese momento estoy aquí, en las manos sudorosas de un joven guitarrista novato pero con noble corazón. Después de escuchar estas historias quedé admirado. Jamás me imaginé que estos jóvenes novatos, desentonados y alocados, tendrían estas impresionantes historias. He alcanzado a comprender que no es cuestión de talento solamente, sino de pasión genuina por Dios. Eso es lo que motiva a estos 118

imperfectos jóvenes a seguir adelante, aun si son criticados y señalados. No importa su trasfondo o debilidades, Dios los ha escogido y ellos han dicho: Heme aquí. Son una generación apasionada, comprometida y determinada. No conocen lo que es la derecha, la izquierda, o reversa. Su dirección sólo es seguir adelante. Eso es una generación de cambio.

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CAPÍTULO 6:

Generaciones famosamente invisibles

H

an pasado un par de años. Me han pintado la cabeza unas 4 veces, y me han tenido que lijar para lograr quitarme el óxido de tanta saliva. En este tiempo he aprendido que cuando los pastores y predicadores dicen la palabra ¡más! es cuando más saliva me deja encima, Y no digamos cuando soplan a la gente, bueno me sopla a mí. No entiendo por qué el soplido tiene que ser a través de mí si sólo soy un micrófono no un filtro de aire, que sople cuanto quiera pero que le sople a la cara a la gente y no a mí. Ellos y su estilo. En todo este tiempo en la iglesia he visto muchas cosas de admirar, cosas de elogiar como por ejemplo, ver como el favor de Dios obra cambiando las vidas. Pero también he visto algunas cosas que en verdad me hacen reír y otras llorar, bueno pasa de todo. Me ha tocado pasar por muchas cosas; me han llevado a campeonatos de fútbol, me han llevado de ciudad en ciudad a ser utilizado en otras iglesias, me ha utilizado mucha gente dizque para cantar, pero muchos lo que hacían era aullar como lobos a media noche, desentonaban tanto, que parecía que les obligaban a cantar, o no sé, tal vez no había nadie más quién cantase. En varios de ellos vi nobleza al cantar, más no el don. Claro también vi muchos buenos cantantes que tenían una entonación perfecta más su corazón estaba en otro lado, no tenían esa capacidad de conectarse con la gente para conectarla a su vez con Dios, con quien se supone que el cantante o director de alabanza ya está conectado desde antes de cantar. 120

Igual con muchos otros músicos, algunos brillaban de la prepotencia siendo tan altaneros que cuando se veían al espejo el reflejo se ofendía de verlos tanto. Uno de esos días donde vi a varios de esos fue en un concierto juvenil que organizaron los jóvenes de la iglesia, con el propósito de reunir fondos para uno de los proyectos de labor social. Esto fue lo que pasó: Rolando el director de alabanza, ese fin de semana iba para un congreso de adoradores que se estaba realizando en una iglesia amiga, mismo fin de semana que se estaría realizando el concierto juvenil. Por cierto el nombre que llevaba era Jesús fuera de la religión. —¡Santiago ven! —dijo Rolando a uno de los coristas—. Este fin de semana no estaré, así que tú quedas a cargo de todo lo que concierne a la alabanza de las reuniones, incluyendo el concierto del sábado. —Perfecto Rolando, no te preocupes, que la pases bien en el congreso y luego nos compartes lo aprendido. —¡Claro! ¡Así trabajamos amigo mío!, cuídense, nos vemos la otra semana. Y así Rolando me dejó en manos de Santiago. Él es un joven noble, medio loco a veces, canta bien y por sobre eso ama a Dios y le sirve devotamente; sólo que al parecer, el hecho de quedarse encabezando tanta cosa del fin de semana es todo un reto para él, tanto que por eso está algo tenso y nervioso. Llegó el día y la hora del concierto. Juego de luces por todas partes, dibujos llamativos, los jóvenes organizadores de un lado hacia el otro ultimando detalles, pruebas de sonido y pruebas de iluminación. Walter el líder de los sonidistas se dirige a Santiago y le dice: 121

—Santiago, dame el listado y cronograma de cantantes, ¿vendrán temprano para hacer pruebas de audio verdad?. —¡Claro que sí…!, bueno… al menos eso dijeron, esperemos que cumplan. —¿Y cuántos son? —dijo Walter mientras cruzaba los brazos. —Son diez, cinco bandas y cinco solistas, de estos últimos tres son mujeres y dos hombres. Además hay otros dos dúos que aparecen en la lista pero no se sabe a cien por ciento si vendrán. Pasaron los minutos y se aproximaba la hora, todo el equipo de logística moviéndose por todos lados cual hormigas trabajando. Faltaban ya sólo 15 minutos para arrancar el evento y sólo había llegado una de las bandas y dos solistas a hacer pruebas de sonido. De los demás, nadie sabe la razón por la que no han llegado. —Esta gente no viene y es tarde —dijo Walter mientras se sobaba la nuca. —Sin duda han de estar orando y por eso se retrasaron —dijo Santiago—, o tal vez el tráfico. —¿Orando? —contestó Walter con una carcajada—. Esto es habitual, no comprendo por qué hay tanta impuntualidad e irresponsabilidad en los músicos, la mayoría siempre llega tarde; que poco profesionalismo. Aaaahh…, y según veo en el listado, hay algunos de ellos que ya los conozco, y te diré Santiago que son de los que andan tocando su música de iglesia en iglesia sin cobertura de sus pastores. Espero no te metan en problema esos tipos. Santiago sólo lo escuchaba a Walter con la mirada atónita y asustada como la de un lémur, mientras tragaba su propia saliva. 122

—Bueno, en fin, comencemos —dijo Santiago a Walter, quien con ojos de susto sabía que lo que venía era difícil; montar buen audio de bandas desconocidas sin hacer pruebas de sonido.

El concierto del año Como es de costumbre abrieron el concierto los músicos de casa. Hicieron lo habitual. Un ambiente de alegría y gozo se respiraba y poco a poco se añadían más jóvenes al lugar. Saltos, gritos y bocinas fuertes daban la pauta de una noche espectacular. Una vez terminaron los músicos de casa su participación, comenzaron los invitados. Santiago tomando el micrófono es el encargado de presentarlos uno a uno, y arranca con el primero. —¡Y esta noche los dejamos…! ¡con “El Astronauta celestial…”! ¡flow directo del cielo! El tipo rapero ese me agarra de la cabeza. Se nota a leguas nadie le enseñó a cómo tomar un micrófono correctamente, ¡pero además de eso lo sorprendente es su manera de hablar! — ¿Dónde están los hombres!, —¡uuuuuuuhhhh!, ¡mujeres!, ¡aaaaaaaahhhh!, ¡los hombres!, ¡uuuuuuuuuuhhh!, ¡mujeres! ¡aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh! Me sonó a un artista de música secular, y para rematar de locuras, el tipo este, que era de una colonia vecina aquí en el país centroamericano ¡tenía acento boricua! Para mí helmanos es un privilegio estal aquí adorando al Padre celestial, no he venido a cantal si no a ministral la palabra 123

de Dios. Así que vamos a meterle candela al lugal, y a danzal con todo el corazón para papá, ¿Cuántos dicen amen…? Claro que fueron bonitas palabras, ¿pero por qué hablaba como puertorriqueño siendo centroamericano? Nunca entendí si era que el personaje que cantaba también tenía que adoptar la manera de hablar de los artistas que predominan en el género. ¿O acaso será que este tipo vivió toda su vida en Puerto Rico?. No fue lo que dijo Santiago, claramente este tipo canta su música a el lenguaje donde nació el género, ¡eso es falta de identidad!; en fin cada quien. Después de su participación —la cual no entendí para nada, de hecho sólo entendí cuando hablaba sin música. Esto porque cuando cantaba no se podía entender las palabras que decía debido a la rapidez de su lírica—. Subió luego otro joven similar a él, cantando el mismo género, con la diferencia que a este sus letras si logré entender, ya que hablaba el idioma natal, y además su lírica era muy entendible. Sí, lo sé, las comparaciones son tediosas. Pero mi posición es como un simple micrófono que conoce de canciones y cantantes, ¿Qué chiste hay en cantar un género si de todas formas la letra nadie la entiende? ¿No que la intención es el mensaje? ¿Entonces? ¿Por qué canciones en donde hablas tan rápido que no se puede entender, y para rematar, no hablas el dialecto de tu casa si no que usas extranjerismos?. El primer tipo rapero casi me comió cuando cantaba. Aún tengo entre los orificios de la malla que recubren mi cabeza pedacitos del desayuno del tipo este. El segundo individuo fue más entendible, igual me agarró como quiso, pero al menos no lo escuché como cantante secular. Aunque me quedé con la duda del por qué durante una de sus canciones él observada a una joven de la segunda fila. ¡Sí, en serio!. Mientras 124

cantaba: Te amo con todas mis fuerzas, tus ojos me inundan de paz, quiero refugiarme en tus brazos y en tu pecho mi cabeza reposar. Bueno no sé si el tipo se miraba a él mismo como el apóstol Juan recostado sobre el pecho del Maestro, o si era una dedicatoria hacia la chica de ojos bellos que estaba en primera fila. Eso lo dejaré en la suposición, sólo que me dio la impresión debido a que a la joven sus ojos le brillaban como dos velas encendidas en la oscuridad, barnizadas con un rocío que los hacían brillar cual diamantes a la par de dos hermosos y finos arbustos que tenía por cejas. ¡Sorprendente! ¡Soy todo un Micrófono poeta!. Pero volviendo a la serenata del rapero, ¡Esta chica fijo le dio el SI!. Pero retomando el evento, si de letras incomprensibles y mucho menos inentendibles hablamos, la siguiente banda se gana el premio. —¡Ahora con nosotros…! Tan tan tan tan… ¡“Los Jinetes apocalípticos” grupo de rock cristiano!. Los tipos se subieron todos con caras de pocos amigos. Sus instrumentos extravagantes y enojados. El vocalista principal toma de mí y empieza a cantar haciéndole honor al nombre de la banda. Sonidos estridentes, los platos de la batería rotos al igual que uno de sus pergaminos, y de nuevo la misma historia, no entendí nada de lo que el tipo cantaba. Al final de su bochinche, el cantante pelo de french poodle dijo: —Espero que las letras de nuestras canciones hayan bendecido sus vidas, no ponga atención al género, ni al sonido, no importa si no le gusta el rock, usted preste mucha atención a la letra —cosa que por mucho que la gente intentó no pudo.

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Cantaba de tal forma que ahora sumado a las migas de desayuno del rapero anterior llevo también pedacitos de las cuerdas vocales de este individuo. Creo que los oídos de la gente de primera fila sangraban; no sé si la sangre en sus oídos era un milagro divino o una súplica de auxilio de los mismos. Luego se subió la siguiente banda de rock. La idea era que de ser posible subirían dos de cada género. Otra vez la misma cosa, otro vampiresco cantante igual al que recién pasó —me dije a mi mismo—. Sin embargo la verdad la participación de este fue distinta. Si bien la vestimenta y género eran similares, vi que este segundo tenía algo singular. Antes de comenzar su participación musical comenzó hablando lo siguiente: —Buenas noches amigos y hermanos que nos acompañan, tengo sólo 20 minutos para poder cantarles algunas de nuestras canciones, pero mientras estábamos en camino, el Espíritu Santo me dio a que compartiese lo siguiente: Al igual que Adán y Eva en el principio de la creación estaban desnudos y nada se ocultaban entre ellos mismos, ni ellos hacia a Dios. En este tiempo nos es necesario estar espiritualmente desnudos delante de Dios, delante de nosotros mismos y delante de las demás personas. Me refiero a que delante de Dios nada podemos ocultar, aunque pretendamos poner ramas en nuestra vida espiritual para cubrir nuestras vergüenzas y caprichos, esas ramas son ese montón de excusas que usamos para no tener una relación genuina con Dios. Creemos que dichas ramas nos tapan y nos dan la suficiente cobertura para engañar a Dios, cuando perfectamente sabemos que a él no le podemos burlar. Esas ramas además de excusas en muchas ocasiones también son imágenes de personas que 126

pretendemos ser, pero que en verdad no somos, apantallando ser algo distinto a como Dios nos diseñó originalmente; esto, asumiendo formas de ser de lo que nos rodea, y que nos parece más cool, de moda y atractivo, y es así como pretendemos mostrar una careta a la sociedad de que somos una cosa, cuando en nuestro interior conocemos perfectamente que nuestro lugar está dentro del diseño de Dios, y no fuera de él. Así que de nuevo nos cubrimos la desnudez espiritual tratando de fascinar a Dios, a la sociedad y a nosotros mismos; sí, a nosotros mismos también. Esto porque nuestro corazón es fácilmente engañoso. Nos creemos nuestras propias mentiras y excusas, tanto que somos auto engañados y el único que puede quitarnos las vendas de nuestro propio enredo es Dios; exponernos delante de él, ser transparentes y desnudos ante su presencia, dejándonos ver quiénes somos en realidad y no lo que la gente cree que somos en los pulpitos, en nuestros trabajos y en nuestras redes sociales. —Las personas escuchaban con suma atención y no había ruido alguno, mientras él proseguía hablando. Otra forma en que nos cubrimos nuestros descuidos espirituales y falta de interés por Dios, es con otros tipos de ramas aparentemente correctas. Pero meramente siendo más excusas sumadas a nuestro gran inventario de las mismas que ya tenemos. Esas ramas son el trabajo y los estudios. Ocultamos nuestro descuido espiritual y nuestro desinterés por Dios y su voluntad escudándonos en que estamos muy ocupados en el trabajo haciendo dinero, o muy ocupados en nuestros estudios para salir adelante. Estas dos cosas son buenas y muy importantes de hacer, pero cuando venimos y la ponemos como escudo para excusar nuestro descuido con nuestra relación con 127

Dios, estas se vuelven insignificantes. Porque una genuina relación con Dios te hará ser mejor empleado, y mejor estudiante, siempre y cuando sea una relación verdadera con Dios y una constante búsqueda de su voluntad, y no un fanatismo religioso pretendiendo que entre más ocupado estés en la iglesia eso te hace más espiritual. ¡No! Eso no es una relación genuina con Dios, y es por tales razones que muchas personas cargadas por el excesivo trabajo ministerial descuidan su comunión para aquel a quien trabajan. Tal y como pasó con Martha que por sus muchos quehaceres descuidó la presencia del Maestro. De igual forma se repite de nuevo la historia. Nos preocupamos más por los quehaceres que por nuestro ser, y es allí donde los desánimos espirituales, las artimañas del diablo, los problemas, las dificultades, las excusas y las influencias, se vuelven más poderosas que nuestro amor por Dios; dicho amor que debemos cuidar constantemente. Si amamos a Dios por sobre todas las cosas, lo llevaremos a nuestros trabajos, a nuestro lugares de estudios, a nuestros conciertos, a nuestras comidas con amigos, a nuestras tardes en familia, y como él estará siempre presente en nuestro corazón, tendremos siempre temor de él por amor, y no por miedo — porque temor no es tener miedo a su presencia. Temor es respetar su amor y corresponderle haciendo lo que a él le gusta y agrada que hagamos—. Amigos míos, es tiempo de desnudar nuestro espíritu delante de Dios y permitirle que nos lave de nuevo con su sangre, y quite todo el lodo que el pecado, la vanagloria y el orgullo nos ha echado en sima. Necesitamos que así como el padre cuando baña a sus hijitos, de igual forma Dios nos lave con su sangre, nos purifique y una vez limpios, vernos en el espejo quienes somos en verdad, para que fuimos creados, 128

y cuál es nuestro propósito en esta corta, fugaz y a veces compleja vida. Amigos míos, todas la relaciones interpersonales son zonas en construcción, donde hay obreros, ingenieros y arquitectos; que en dichas relaciones el Maestro Constructor, Ingeniero y Arquitecto sea el Espíritu Santo; nosotros los obreros que ponen su empeño para hacer las cosas bien; y me refiero a todas tus relaciones interpersonales; padres, hijos, familia, iglesia etc. etc. y en especial por sobre todas ellas, tu relación con Dios. De nuevo les repito, es necesario quitarnos la máscara de quienes no somos y dejarnos ver quiénes somos en verdad. Estoy seguro que Dios nos creó con una identidad muy propia con un propósito. No ocultemos esa identidad, desnudemos nuestros espíritus delante de él, y dejemos que él viva en nosotros, de esta forma entenderemos y experimentaremos por completo la frase del apóstol Pablo, “ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí”, seamos pues todos reflejos del rostro de Jesús. Todo el público guardaba silencio y escuchaba atentos las palabras de este joven. Cada frase iba tan directa y sin rodeos que calaban a cada corazón que se sincronizaba a lo que estaba pasando en ese momento. El tipo tomó su guitarra y como el tiempo se le había casi terminado cerró su espacio entonando una balada rock muy diferente. El género era el mismo, pero la intención con que se dirige es certera. —Todos cierren sus ojos un instante, no te pido que pases al frente si te has estado tapando con tus multitudes de excusas, pero sí que hagas una acción de fe; un paso al frente, levanta tus manos o ponte de rodillas, escoge cualquiera, cómo tú desees. Pero quiero que hagas algo en fe, diciéndole a Dios aquí estoy tal como soy, trasparente, sin nada que ocultar, quito toda 129

excusa y toda presunción, todo orgullo y todo resentimiento. Me rindo, quiero serte fiel. Jóvenes comenzaron a llorar y ser tocados, tan sólo fueron necesarios veinte minutos llenos del Espíritu Santo para influenciar la vida de un centenar de jóvenes que estaban en aquel lugar. Después de la participación de esta banda, el joven junto con sus músicos desaparece entre las personas del público, mientras éstas aún adoraban. Daniel el tecladista toma mando de lo que está pasando, y después de un par de minutos más, Santiago sube al escenario y retoma el evento para proseguir con el cronograma. Pero en verdad estos instantes nadie quería que terminaran. El cielo migró a la tierra por unos instantes. Pero bueno, hay que seguir. Veamos qué es lo que viene con los demás participantes del evento. —Que tremenda visitación del Espíritu Santo, Dios se está moviendo en este lugar, ¿cuántos lo creen?, —Prosiguió Santiago. —Ok, vamos a continuar. ¿Cuántos trajeron sus manos?, ¿Cuántos trajeron sus pies? —cuando escuché estas frases me hice un par de preguntas, ¿Por qué los directores de alabanza siempre usan el adjetivo “cuántos” para comenzar a interactuar con las personas? o peor aún, ¿Por qué preguntan si trajeron las manos y los pies? ¿acaso no es obvio que es imposible que se le olvide a alguien eso?. He escuchado eso más de un centenar de veces en la iglesia y de distintas personas, creo que mejor tienen que inventar nuevas frases. Aaaahh… y otra pregunta, ¿por qué todos los directores de alabanza son sordos? piden gritos de júbilo y nunca escuchan a la gente; ¡no se oye, no se oye, más 130

fuerte!, ¡griten una vez más, pero aún más fuerte que no los oigo!, mientras el público está con el rostro verde, rojo, azul de tanto gritar. Sí que están locos los humanos, todavía no los comprendo; pero más loco es el público que hace caso y le gusta gritar, gritar y gritar. Es algo que como micrófono creo que no entenderé jamás. Solamente digo que esas muletillas no que sean malas, pero, creo que peligrosamente se pueden volver protocolarias. Creo que Dios a los humanos les ha dado suficiente creatividad para innovar día a día. —¡Ahora con ustedes… “Los Leones del norte” con su música norteñaaaaa!. Me parecieron muy curiosos los dos jóvenes que subieron a cantar. Uno de ellos me toma en sus manos y empieza a probar sonido; al no escucharse empezó a darme golpes en la cabeza. No sé qué pretende, ¿acaso cree que golpeándome se subirá el volumen por arte de magia? Me molesta que hagan eso, y lo peor es que pasa muy a menudo. Empezaron con música tan alegre a su estilo, que a los jóvenes asistentes les costó adaptarse, pero como el relajo y algarabía era de gozo, todos se acoplaron al ritmo. Había un ambiente de tanta alegría que se pusieron a saltar a pesar que el género no era tan juvenil que digamos. Igual para los hermanos más adultos que estaban en el lugar, esa participación les vino como anillo al dedo. Al sonido del tungui tungui tungui estuvimos por quince minutos. Todo estaba súper; danza, alegría, júbilo, bulla, gritos. Hasta que la canción de cierre fue como echarle agua fría a un boxeador después de bajar de pelear en el ring. Empezaron a entonar una canción cuya letra nunca comprendí. Este caso es distinto, entendía lo que decían mas no 131

lo comprendía. En vez de canción creo que era una lamentación, dicho lamento cantado entre sus partes decía algo así como: “soy un trapo de inmundicia, redimido por la sangre del Cordero. He sido libertado de la carne, por el sacrificio en el madero”. Cuando escuché esa letra en tonalidades menores y con ambiente entristecedor, lo que se me cruzó por la mente era “un carnicero con un trapo limpiando la sangre derramada en el suelo por haber matado a un cordero en la mesa de madera”—al menos eso es lo que yo entendí, pues aún no conozco mucho el léxico cristiano—. No sé qué similitud tenga eso con la de un hijo de Dios, pero estos dos cantaban esa canción llorando, y lejos de hacer adorar a Dios deprimían con tales palabras. ¿Por qué algunos cristianos no cuidan lo que cantan?, no importan el género, ni quien sea quien escribió la canción. Me parece que en una ocasión escuché al pastor Héctor predicar acerca de cantar con entendimiento; no cantar por cantar, ni simplemente repetir las palabras de la canción no más porque toca los sentimientos y desborda todas las sensaciones almáticas habidas y por haber. He escuchado que hay poder en las palabras y si lo que cantan en su contenido son letras que tergiversan la palabra de Dios, ¿entonces por qué cantar esas canciones? Creo que no sólo las letras de la música secular pueden ser nocivas, también aun dentro de las canciones cristianas hay letras que no suman en nada. Por fin, los individuos terminaron su canción cual funeral del cordero. Veamos ahora a ver que sigue.

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—¡Seguimos en esta noche de talento, aquí con ustedes ¡“Patricia la del Barrio”! —mientras la niebla artificial y las luces de colores alegraban el escenario. La chica alocada entró saltando como perrito chihuahueño al ver a su amo. Comenzó cantando su introducción artística: —“Patricia la del barrio soy, auu!, con mis abuelos crecí yo, asistiendo a la iglesia…”. El ritmo y la letra se me hicieron muy familiares. Pero lo que siguió cantando fue “inspirador”, o más bien diría entristecedor. —Vamos todos juntos cantemos fuerte —dijo Patricia—. Ahora con sonido de reggaetón contemos juntos: “A ella le gusta ir a la iglesia, vamos a la iglesia. A ella le encanta ir a la iglesia, vamos a la iglesia”. —Esto me suena a Paty Yankee, me dije. —Para los que les gusta merenguear aquí les va ésta— continuó Patricia—: “Es que no eres demasiado niña bebé, para ir a la iglesia-a-a, que apenas tienes trece años, y no quieres juga-a- ar, con Dios, hay no, no, no-o-o.” —recorcholis, esto me suena, me suena, me suena mucho. Pero esto no se quedó allí, ella continuó cantando. —“Y como duele, pecar yo tanto, viniendo aquí en la misma iglesia, cómo duele, y no hay distancia, Dios te escucho respirar, y estás a cientos de kilómetros”. —que Arjonistico se escuchó eso. 133

—Aquí les va otra que sé les va a gustar a todos —prosiguió la alocada cantante—. “Tengo, tengo la camisa blanca, porque blanca tengo el alma. Un día perdí la calma, y Dios me habló aún yo en mi cama”. ¡No lo puedo, creer!. Esta chica estaba cantando covers de música secular cambiándole las letras. ¿Y entonces? ¿dónde está la creatividad?, ¿dónde está la originalidad?, ¿dónde queda que tienen un Dios creativo y que tienen la mente de Cristo?. Todo eso me pregunté. Lo triste que de remate, dicha cantante me pintó toda la cabeza de color rojo a causa del color carmesí de la pintura de labios que traía puesta; por cierto labios de tractor. Esta niña no cantaba, me besaba todo. Dejé de ser color gris, ¡ahora parezco micrófono de payaso muy bien coloreado!. Que sufrimiento el mío. Así cantó como cinco canciones de la misma forma, canciones famosas de artistas no cristianos, a las que les cambió la letra. Allí cada quien con su estilo. Por lo que veo de este concierto saldré oloroso, bastante colorido y peligrosamente descabezado. —Bendecimos la vida de nuestra hermana Patricia la del barrio, ahora es un honor para nosotros la presencia del siguiente ¡salmista!, ¡con ustedes! ¡Rony Bravo! ¡aplausos!. Este chico, con sólo el nombre ya me lo decía todo. Tipo estrella pop, con expresiones y características que evidenciaban lo engreído, pretencioso y altanero que era. No quiso usarme a mí por haber sido utilizado por varias personas recientemente, 134

así que sacaron a otro compañero micrófono para su uso. Este tipo era todo un Rock Star que envuelve a las chicas —o al menos es lo que él cree—. Sin embargo irónicamente sí lo consigue con muchas chicas incautas carentes de cerebro. Comenzó a cantar con estilo de chico pop, pero a media canción algo que hizo este don Juan me causó mucha gracia; me reí porque muchas veces vi que los directores de alabanza también lo hacen en ocasiones, y es que en determinada parte de una de sus canciones se le olvidó la letra, lo pude notar por su rostro; pero este tipo simuló que mi compañero micrófono era quien estaba fallando, ¡se le olvidó la letra y él comienza a golpearle la cabeza al micrófono y mover su cable para que la gente que lo veía dijera, ups tiene problemas con su micrófono, ¡por eso no se escucha!. Eso me causó en verdad muchísima gracia a mí, mas no a mi compañero quien recibió los golpes en la cabeza, y no digamos los sonidistas, pues todos los rostros del público se volteaban hacia la cabina para ver qué pasaba con el sonido y por qué no se escuchaba la voz del cantante estrella. Por fin terminó el evento, toda la gente se va yendo hasta quedar el local solo. Como siempre, los sonidistas y algunos de los músicos son los últimos que se van, tienen que dejar listo para la reunión del siguiente día. Mientras ellos arreglaban y ordenaban todo, Adrián uno de los sonidistas, Santiago el vocalista encargado y Sheryl una de las voces principales del coro, siendo los últimos en quedar en el local y cansados de la jornada, mientras aún acomodaban detalles sostuvieron una conversación interesante. —Te veo raro, ¿te pasa algo Santiago? —dijo Sheryl con rostro intrigado. 135

—No, no me pasa nada. Sólo que no sé, después de todo lo acontecido esta noche en el concierto he quedado con algunas inquietudes en mi corazón. —¿Qué inquietudes? Si se pueden saber —dijo Adrián mientras doblaba algunos cables. —Es por el tema que tocamos en el concierto, Jesús fuera de la religión. Nuestra idea al invitar esta diversidad de bandas, quienes tocaban distintos géneros y que también interpretaban distinta música, era que las personas vieran a un Jesús fuera de la religión, no un Jesús tradicional, dogmático, o de domingos; no un Jesús olvidado de nosotros y que está muy lejos; tampoco un Jesús que quiere vernos sólo trabajar y trabajar, o que las cosas que hacemos como son para él deben ser de una manera extremadamente tradicional y a veces un tanto aburrida; ése no es el Jesús de la biblia. —¿Bueno pero eso es lo que hicimos no? —contesta Adrián mientras se sentaba en las gradas del altar. —Si, en parte si, y digo en parte porque una vez que vi la participación de cada uno de los invitados del concierto, noté algo muy curioso, y es que puedes ser cristiano devoto y a la vez moderno, pero eso no significa que no eres religioso. ¿Me explico?. Es decir, muchos cantaron música moderna y contemporánea, mas su corazón no estaba calibrado al Espíritu Santo; otros cantaron música de la más viejita y tampoco estaban calibrados con el Espíritu; ahora, no digo todos; hubo quienes ministraron la palabra de Dios estando llenos del Espíritu Santo. Me sentí admirado cuando vi que no importaba el género, ni estilo de música, Dios así los usó porque ellos tenían claro el mensaje que traían, el propósito con que se paraban en el escenario, y el objetivo que perseguían. Es allí donde comprendí que una vida religiosa no es aquella que vive 136

en las tradiciones pasadas. Comprendí que pueden haber cristianos muy modernos pero igual llevan una vida religiosa. Tengo claro que el ser cristiano no es tener una religión, es más bien tener una relación con Dios genuina y continua, donde él es el capitán que dirige nuestras vidas. Quien además es el motor de nuestro diario vivir y además nos impulsa a alcanzar metas, sueños y anhelos. Dios no está encajonado en cuatro paredes, y tampoco la adoración a Dios debe de estar encajonada entre paredes. Jesús no es religión, Jesús no es actividades, Jesús no es títulos eclesiásticos, Jesús no es posiciones ministeriales. Jesús es una persona que anhela celosamente estar conmigo a cada instante, a cada momento, en cada circunstancia. Él anhela que yo lo lleve a mi centro de estudios, lo lleve a mi trabajo, lo lleve en mis escritos, lo lleve en mis canciones, y que no me avergüence de declarar a todo mundo con mi boca quien soy, y quién es él para mí. Pero más que hablarlo, modelarlo, demostrarlo con mi manera de escribir, con mis mensajes en las redes, en la forma en que hablo con la demás gente, en la manera en que trato a los ancianos, no sé, ¡es tan amplio!. ¡Jesús no es religión! ¡Siento que me explota la cabeza de la admiración! Y no comprendo ¿por qué mucha gente persiste en llevar una vida religiosa, no comprometida con Dios?. Esa es la razón por la que muchos se desaniman y abandonan los caminos de Dios. Le huyen al compromiso. Ellos quieren vivir más por sus sentimientos. Porque si la iglesia los hace sentir bien entonces permanecen en ella, en cambio si las circunstancias los hacen sentir mal mejor abandonan a Dios, y huyen del compromiso. La vida del cristiano es un compromiso y no un sentimiento. ¡Servimos a Dios por amor y no por puro sentimiento!.

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—¿Por amor y no por sentimiento? ¿Acaso no es lo mismo?, me confundes con esa frase —interrumpió Adrián. —¡No!, ¡claro que no son lo mismo! —prosiguió Santiago—. El amor no es un sentimiento, es una decisión, una determinación. Los sentimientos son pasajeros y engañosos. Si ellos dirigen el barco de nuestra vida entonces nuestra vida será inestable y fluctuante, más si la determinación es quien dirige nuestras decisiones obviamente bajo la guía del Espíritu Santo, entonces no nos desanimaremos y nunca nos desviaremos de la dirección que queremos seguir en Dios. La determinación es leña para el amor y el compromiso es combustible para el amor, no los sentimientos. Los buenos sentimientos pueden brotar a causa del compromiso y la determinación, pero el compromiso no puede brotar necesariamente de los sentimientos. —Muy buena tu observación —prosiguió Sheryl—. Ése es el desafío que tenemos todos. Vivir cada día por amor a Dios, entendiendo que amar a Dios no es un sentimiento solamente, es más esa convicción de saber que le pertenecemos a él, y que él es nuestro Padre. Por eso la palabra de Dios dice: ¿Quién nos separará del amor de Cristo?, y después de enumerar varias circunstancias difíciles y complicadas como angustia, persecución, espada, profundidades, etc, etc, la biblia cierra ese párrafo diciendo que somos más que vencedores en Cristo Jesús; esta frase no es una frase romántica, ni sentimental; es una confesión, una determinación, un código de honor de todos aquellos que amamos a Dios por sobre todas las cosas, y que anhelamos vivir en su voluntad, que es buena, agradable y perfecta. —Muy buena conversación muchachos —dijo Adrián—, pero la verdad no aguanto el cuerpo, estoy molido y necesito descansar porque mañana tenemos la reunión muy temprano. 138

Y así partieron cada quien a su casa, arrastrando los pies del cansancio.

Compromiso y lucro, como balancear elefantes. Días después del concierto, se llevó a cabo un congreso juvenil. Esta vez la tónica era diferente, como todo congreso el lema era muy despampanante, habían tratado de escoger entre tres nombres lema para dicho congreso; “Jóvenes de fuego”, “Venciendo y Conquistando” y “Los Christinators”. Al final ni uno de esos tres pegó, y aunque alguien sugirió el cuarto lema “Aniquilando a la suegra filistea” el cual consiguió muchos votos, no quedó por ser un tema demasiado profundo y controversial. Al final escogieron como lema “Una Generación Distinta” Muchos pastores juveniles invitados impartieron sus conferencias. Uno de ellos fue Julio, un pastor de jóvenes y muy amigo de los pastores de casa. En una de sus conferencias el dio oportunidad para preguntas y respuestas y ya que los temas para preguntar eran abiertos, cualquiera podría preguntar sin importar respecto al tema que fuera. —Yo tengo una pregunta pastor Julio —dijo un asistente al congreso—. ¿Por qué dicen que den por gracia lo que por gracia recibieron, tomando esto como excusa para no ayudar económicamente al ministerio de alabanza o cantantes cristianos, si lo que se recibió fue el talento no los instrumentos y los aparatos? —Muy buena pregunta. Espero no me meta a líos el contestarla —dijo Julio con una carcajada—. Penosamente en nuestra cultura eclesiástica a veces nos tomamos muy a pecho 139

que las labores que hacemos son de voluntariado, de tal forma que cuando una persona busca lucrarse con su talento como manera de ganarse la vida, es visto de mala gana y a veces hasta “anti bíblico” por muchas personas. Los ministerios de alabanza son equipos de personas quienes deben estar capacitadas para esa labor. Entre más capacitados están, más consientes se vuelven que su labor vale mucho. Hay algunas iglesias donde la labor de este ministerio es tan fuerte y demandante que la misma iglesia contrata a los músicos para que hagan el trabajo a tiempo completo; claro en su mayoría son iglesias que tienen la capacidad económica de hacer esto. De allí que muchos músicos profesionales se dedican por completo a lo que es la música en la iglesia local, y esto es completamente bíblico, ya que así lo enseña la biblia cuando habla acerca de los levitas, quienes vivían por completo para dirigir la adoración a Dios, y el mismo pueblo con sus ofrendas sustentaba a los levitas y sus familias. Ahora, hay otras iglesias en donde sus músicos sirven sin esperar ninguna retribución económica, por ende ellos se dedican en su vida secular a trabajar en otras áreas, o incluso siempre en la música para sustentarse económicamente. Sí, ésta es su manera de vivir, así que buscan su sustento diario a través de su talento, lo cual no está malo. Lo que se saca de contexto es la idea que un músico no puede cobrar por sus conciertos, presentaciones y trabajo en la iglesia local. El caso de muchos cantantes cristianos, a los cuales critican por cobrar por invitaciones a conciertos y seminarios. Muchas personas no entienden que si un ministro de Dios se dedica por completo a esa labor ministerial es deber del pueblo de Dios —quienes se benefician de su labor— el sustentarle económicamente. Pero penosamente esta cultura busca sólo absorber y beneficiarse sin 140

dar nada en agradecimiento. Amigo siempre será correcto que si un ministro de Dios se dedica a tiempo completo a trabajar en su iglesia local entonces sea retribuido económicamente; en caso contrario, entonces él está en todo su derecho a dedicar su tiempo a buscar un empleo para sustentarse económicamente, en ese caso la iglesia local no podría exigirle el 100% de su tiempo ya que él tiene otros deberes familiares por los cuales también dará cuentas delante de Dios. Otro punto es que cada iglesia está en el deber de proporcionarles a sus músicos las herramientas necesarias para efectuar una buena labor —tomando en consideración la capacidad económica de dicha iglesia local—. Siendo la exigencia de calidad musical proporcional a las herramientas brindadas tanto físicas como espirituales a sus músicos. Recuerden que el buen obrero es digno de su salario. Eso sí, un verdadero adorador sabe en qué lugar Dios lo tiene y que su compromiso es con Dios, y por tanto su sustento es Dios. Si fuere músico a tiempo completo y aconteciese que en una etapa económica difícil para la iglesia tuvieran que bajarle el sueldo por un periodo de tiempo, y él a causa de ello renunciara al ministerio así por así, quedaría claro que esta persona sólo estaba comprometida con el sueldo (asalariado) y no con el llamado de Dios. Si tú honras a Dios cumpliendo tu llamado, Dios mismo se encargará de suplir lo que te falta, y él mismo proveerá las ideas, recursos y estrategias para tu sustento diario. Compromiso amigos, esa es la palabra clave. No estoy diciendo sentimentalismos. Que si siento tocar en la iglesia lo hago y si no lo siento no. Las emociones son inestables y muy traicioneras, en cambio las convicciones acertadas en un compromiso con Dios son como roca.

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¿Se han dado cuenta que a veces los músicos tocan por tocar y si ese día no les toca ministrar no van a la congregación? Esos sólo son músicos, en la iglesia los que tienen que estar ministrando deben ser verdaderos adoradores, personas que no buscan plataformas ni fama, si no que buscan tocar el corazón de Dios y agradarle a pesar de sus propios defectos y limitantes. Que sorprendente es ver a un verdadero adorador comprometido con Dios y su iglesia local, sea que trabaje a tiempo completo y le paguen por ello, o porque sea adhonorem sirviendo por voluntariado a medio tiempo por el puro gusto de hacerlo. El asunto está en el buscar ante todo agradar a Dios y querer establecer su reino por sobre todo interés propio. Llevando un balance de todo para no descuidar las otras áreas de la vida las cuales delante de Dios también son importantes.

Una cita con la sinceridad Cierto día, muy temprano en la mañana y mientras la iglesia estaba cerrada, se escuchó la puerta principal. Unos pasos se dirigían hacia el altar y la persona que entró sólo encendió un par de luces para poder ver por donde caminaba. Se escuchaban los pasos dirigirse hacia el altar, y ese día me había quedado en mi pedestal porque el día anterior olvidaron guardarme en mi cálido cobertor. Logré distinguir la persona que entraba a pasos lentos y en silencio. Era Rolando, el director de alabanza. Su rostro se veía desorientado, cansado, afligido. Algo ha de estar pasando —me dije—. Al llegar al altar se puso sobre sus rodillas en las primeras gradas y empezó a orar con súplicas, lágrimas y gemidos:

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—Dios mío dame fuerzas —decía Rolando mientras apuñeteaba el piso—. No entiendo por qué tantas cosas se levantan en mi contra. No entiendo Dios mío. No sé qué hacer. Por favor guía mis pasos. ¡Ayúdame y perdóname!. Háblame Señor, te lo ruego háblame. Dime que debo hacer para superar todo esto, dime que debo decidir para no cometer errores, ¿Qué hago Señor para no pecar más? ¿qué hago con toda esta gente que me rodea como cuervos? ¿qué hago conmigo mismo y mis debilidades? ¿qué hago con todas las responsabilidades que has puesto en mis manos? ¡Ayúdame te lo ruego Dios mío!. Por favor. La oración de desahogo mostraba que Rolando exteriorizaba todo lo que tenía rezagado dentro, era un volcán haciendo erupción delante de Dios en oración, teniendo el piso empapado de sus mocos y lágrimas. Y así estuvo por más de una hora, suplicando, pidiendo perdón, ayuda, fortaleza y guía. De pronto un ruido de la puerta principal se escucha. Alguien entró y al escucharlo Rolando se levantó asustado, secándose las lágrimas y soplándose aire en el rostro. Era la señora encargada del aseo del templo de la iglesia, quien al verlo trató de disimular como que no había visto ni escuchado nada; mientras tanto Rolando hacia como que estaba acomodando los pedestales de los micrófonos. En ese entonces él me tomó con la intención de guardarme, y en eso el sonido de la escoba barriendo se enmudeció y se escuchó una voz decir: —Rolando, ¿cómo estás hijo? —le preguntó la señora mientras se acercaba hacia él. —Muy bien mami Chayo, ¿y tú, que tal? —decía Rolando mas no viéndole a la cara.

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—¿Hijo que te pasa?. Tus ojos están hinchados, mas siento por tu mirada distante que algo te está pasando. —No sé si contártelo. Dudo me puedas comprender ya que son demasiadas cosas. Pero la verdad sí necesito platicar con alguien. —Soy todo oídos hijo, cuéntame. —Me siento cansado y a la vez molesto por todas las cosas que me acontecen. Siento que se me pasan los años y no veo la respuesta de Dios a mi favor. No veo que prospero, no veo que salgo adelante, y lejos de eso muchos de mis sueños se están viniendo abajo. Sumado a esto lucho con debilidades, es decir, pecados que en lo secreto me abofetean y me impiden ser santo y limpio, y por mucho que lucho y me esfuerzo, siempre vuelvo a caer en ese error —mientras de nuevo brotaban lágrimas de sus ojos inflamados. —Hijo, pero aquí estás en la presencia del Señor, buscando su rostro para ser limpio y recibir su perdón. Estás haciendo lo necesario, volverte a Dios cada vez que falles. —Pero es que siento por ratos que Dios ya no me va a perdonar, porque me parece que ya es un juego el estar viniendo a pedir perdón por lo mismo a cada rato —decía Rolando mientras mordía su puño. —Hijo, si tu arrepentimiento es de corazón Dios te perdona. Lo que debemos hacer es fortalecer esa área débil y ocupar tu mente en otras cosas. Hay que dedicarse a una estrategia de victoria y no te sucumbas en la culpa del pecado, porque Dios no quiere eso. Él te perdona no importando cuantas veces falles, sólo que debes poner mayor esfuerzo para no fallarle, Dios conoce tu corazón y sabe si lo haces por juego o lo haces luchando genuinamente; y el asunto es luchar contra la carne, huir de la tentación y las pasiones juveniles. Pero lucha, no te 144

detengas, rinde tu espíritu, alma y cuerpo a Dios, y lucha no con tus fuerzas sino con el poder de Dios. —Sí, tienes razón mami Chayo, pero, a veces me pregunto ¿Qué pasó con quien era yo antes?, años atrás todo era más fácil, no tenía tanta responsabilidad y preocupación, y creo que mis predicas y ministraciones antes eran mejores que las de ahora, y ¡no quiero vivir de glorias pasadas! Porque el pasado es eso, pasado; y por bueno que fui antes no proceso en mi cabeza que hoy me sienta menos que ayer. —Estoy de acuerdo con que no tienes que vivir de las victorias y glorias pasadas Rolando, pero no puedes enfrascarte recordando un pasado glorioso llorando sentado en tu presente sin hacer nada para cambiar tu futuro. Dios está de tu lado, y es normal que en tu humanidad te sientas así; desahógate, llora, grita, clama, y después de eso, levántate como guerrero, lucha para hacer de tu presente y futuro más glorioso que antes, porque es promesa de Dios también que la gloria postrera de esta casa —que eres tú— será mayor que la primera. —Pero no es sólo eso —dijo Rolando tomando un respiro profundo—. Yo lucho y me esfuerzo por salir adelante, busco con todo mi corazón la voluntad de Dios, más aún en estos momentos difíciles, ¿y sabes qué pasa? vienen a mi personas dizque espirituales y me apedrean moralmente con sus palabras aludiendo que es de parte de Dios. ¡Cuando lo que me dicen es totalmente contradictorio a lo que Dios me ha dicho en lo secreto!. Gente que sólo porque ellos oran bastante y ayunan mucho, y además porque tienen cargos elogiables en la iglesia y tienen más años de congregarse que los que yo tengo, piensan que tienen tarjeta dorada para escuchar la voz de Dios. ¡y eso me molesta!, pues han venido a mí con palabras almáticas atribuyendo que son de parte de Dios, y me acusan y señalan de 145

cosas que el Espíritu Santo y yo sabemos que no son ciertas. Eso porque yo he buscado el rostro de Dios día y noche a causa de todas estas congojas. Así que no entiendo cómo pueden encontrar deleite en aplastarme moralmente y señalarme cual fariseos, cuando ellos no han estado conmigo en estos procesos y tampoco han estado a mi lado cuando en mis madrugadas busco el rostro de Dios. Por personas como ellas veo que las iglesias aún tienen problemas de legalismos, tratando de imponer sus verdades humanas y nutridas de gustos egoístas, en vez de predicar la palabra según verdaderamente el Espíritu dicta. —Hijo, no dejes que esas personas dañen tu corazón, son seres humanos, y recuerda que al mismo Jesús lo traicionaron personas así. No creas que ese tipo de personas dejaron de existir, aún las hay, y así como son, hay que amarlos con el amor de Cristo, perdonando y procurando la paz con ellos. —En alguna parte del nuevo testamento debe de estar permitido el envío anticipado de personas hacia el cielo —dijo Rolando. —Veo que ya estás recuperando el buen humor hijo —dijo mami Chayo mientras acariciaba su cabeza. —Sí, creo que sí, me ayuda el desahogarme con alguien de confianza y que tiene un corazón lleno del amor de Dios, y esa eres tú. Llegaste justo a tiempo. Eres un ángel enviado para darme aliento. —¿Un ángel? ¡Te equivocas!, ¡soy un querubín! —contestó mami Chayo riéndose. —¿Sabes algo más? —dijo Rolando viéndola a los ojos—. A veces me siento cansado de ayudar a la demás gente. Es porque te entregas tanto a otras personas y muchas de ellas no valoran tu esfuerzo y tu tiempo. En mi trabajo ministerial he creído en 146

tantas personas y me he invertido en ellas, y aun así de la noche a la mañana me han dado la espalda y ahora son de mis más grandes señaladores. Son contados los que a pesar que me han abandonado ministerialmente viven aún agradecidos, tal cual que si me ven en algún lugar se alegran de verme y me consideran su amigo. Los demás es como que yéndose del ministerio de alabanza pasé a ser enemigo de sus vidas tal como si yo representase un pasado negativo. Eso sumado a los hermanitos fariseos que me profetizan sus gustos personales ha hecho que mi perspectiva hacia las personas cambie, me cuesta creer en ellas, y por ratos pienso y me cuestiono si vale la pena hacer el bien. —Hijo, recuerda lo que dice la biblia, No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. No creas que lo que has hecho por ellos ha sido en vano. Quizás sembraste en algunos corazones que fueron mala tierra, pero también has sembrado en otros que es tierra fructífera. Además tú no sabes si esos corazones los cuales fueron fértiles en su tiempo y hoy se han convertido en desiertos, un día resucitarán por el poder de Dios, y esa semilla que sembraste actualmente sigue allí viva, esperando silenciosamente el momento en que Dios hará algo en esos corazones y resuciten de nuevo, y es allí donde esa semilla brotará, porque los tiempos de Dios son perfectos. Así que no te canses de hacer bien, persiste en ello, porque a su tiempo segarás, pero si no desmayas. Hijo no desmayes, y no dejes que las ideas negativas tumben tus sueños, tú tienes el poder de elegir, así que no te agobies en esos pensamientos negativos. En muchas ocasiones el peor enemigo que te encontrarás serás tú mismo, al querer ponerte límites y tratar de convencerte de dejar de hacer lo bueno. Así 147

que prosigue en las cosas buenas que haces, porque eso es quien eres, y no cambies tus cualidades a causa de la presión exterior. Estas sólo son etapas, son luchas que por fuerza tienes que transitar y aprender a vencer. También sé que como todo joven anhelas ver realizados muchos sueños y metas personales, y que al ver lo que cuesta edificar y alcanzar dichos sueños a veces la frustración se asoma para tratar de hacer que bajes los brazos; mas no te rindas, mata a los gigantes de esta generación para que cuando nazcan tus hijos ellos no tengan que pelear contra dichos gigantes. —Gracias por escucharme mami Chayo, y por todas tus palabras, me han desafiado y alentado en gran manera. Sólo te preguntaré una última cosa. —Sí, dime hijo. —¿Qué hago con todos estos granos y espinillas en mi cara? ¡A mis 24 años no se me han quitado! —Jajá. Rolando, Pensé me harías otra pregunta difícil como las anteriores. Para eso te daré una receta muy eficaz... Y así siguieron platicando Rolando y mami Chayo por un buen rato.

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CAPÍTULO 7:

Cuando las cosas no salen como pensaste, un giro inesperado

H

a trascurrido un año completo, entre conferencias, conciertos, reuniones generales y muchas vivencias en la iglesia. Han pasado cosas extraordinarias, y etapas difíciles. Pero hace cinco meses pasó algo que no comprendí; Sheryl y Celeste, parte del coro de la iglesia, desaparecieron de pronto, no regresaron a la iglesia, y no se volvió a escuchar sus voces cantar. Fue hasta el día de hoy que logré comprender lo que había pasado, cuando Rayan el Micrófono de Sheryl me relató todo lo que había acontecido. —Rayan, ¿por qué te desapareciste?. De la nada tú y Sheryl no volvieron a aparecer, igual que celeste. Ahora tú apareces pero sin ella, ¿qué es lo que pasó? ¿algún viaje misionero? ¿o qué? Cuéntame. —Mic, nada que ver, una historia larga y muy complicada. Pero como tenemos dos horas antes que vengan los músicos para ensayar, creo que será suficiente para relatarte todo lo acontecido en estos cinco meses. —Está bien, cuéntame, porque estoy muy intrigado. —Como tú sabes Mic, Sheryl siempre me llevaba a su casa. Le gustaba darme mantenimiento y ensayar en su computadora las canciones conmigo. Las últimas ocasiones en que me llevó a

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su casa estaban pasando cosas muy distintas a lo que yo estaba acostumbrado a ver. —A sí, ¿y qué cosas? —Como sabes, muchos meses atrás el padre de Sheryl la abandonó a ella y su mamá, quedando ellas solas y valiéndose por sí mismas. La mamá de Sheryl comenzó a trabajar en labores domésticas en casa de conocidos, y Sheryl continuó estudiando a mucho esfuerzo por un tiempo y trató de salir adelante ayudando con algunos trabajos secretariales a una amiga de su madre. La situación económica en casa se fue volviendo muy apretada y complicada; incluso para poder asistir a la iglesia a ella se le complicó mucho. En ciertas ocasiones tuvo que ir caminando a la iglesia a pesar de la larga distancia, se esforzó mucho, y seguía adelante. Lamentablemente la situación se complicó tanto que tuvo que dejar de estudiar. Cierto día Celeste llegó a casa de ella, al parecer anteriormente habían platicado que ambas pasaban situaciones económicas difíciles y se hicieron confidentes. Uno de esos días en que Celeste llegó y tuvieron una de esas conversaciones curiosas, es que empecé a descubrir que algo estaba pasando: —Hola Sheryl, ¿Cómo estás? —Bien, gracias Celeste, aquí echándole ganas, ¿pero a ti cómo te va con lo que platicamos la vez pasada? —Estoy más tranquila Sheryl. Ya te imaginas después del susto de saber que tenía tres semanas de retraso, y estar sumamente preocupada por el hecho de si estaba embarazada o no. Pero que bueno que el examen resultó negativo. —¿Y tu novio que te dijo? —No me menciones a ese idiota, después de ver cómo reaccionó alejándose de mi cuando le dije que probablemente 150

estaría embarazada, me quedó claro que lo único que buscaba era utilizarme, me llamó el día de ayer y cuando le dije que el resultado era negativo, me invitó a que fuéramos de viaje, ¿puedes creer eso? ¡Qué sínico!, menos obvio no podía ser, ¡ya se sabe que es lo que busca! —Sí, es claro, y tienes que tomar una decisión Celeste —le dijo Sheryl con tono de advertencia. —Sí, sé a lo que te refieres. Pero se me hace difícil porque lo amo y no puedo vivir sin él, estoy tan confundida. —Ese tipo te va destruir, además ten presente que has estado jugando con las cosas de Dios y no puedes seguir así. —En esa parte si ya tomé mi decisión. Como sé que estoy jugando con Dios, mejor decido dejarlo todo, no volveré a la iglesia, estoy cansada que quieran manejar mi vida y yo quiero vivir a mi manera y que respeten mis decisiones. —Pero tus padres que te dicen. —Si a ellos ya les dije sobre eso, y es claro que no les gusta la idea, se pusieron renuentes, y me empezaron a sermonear diciéndome que no lo hiciera, que me lamentaría, que me convertiría en estatua de sal, que daré cuentas a Dios por lo que hago. Me aburrieron tanto que les dije que no se metieran más en mi vida, que al fin y al cabo soy toda una mujer que puede decidir por sí misma, así los dejé callados. —Creo que deberías valorar el hecho que tienes a tus padres juntos, habemos otras personas que quisiéramos tener esa dicha. —¿Dicha?, por favor, es como vivir aprisionado en tu casa entre rejas de reglas y normas de moral, y por favor no me vayas a sermonear tú también, que de igual forma veo que ya no asistes a la iglesia como antes, y que has cambiado, no tienes el mismo brillo de antes. La diferencia es que yo ya decidí de una vez y en cambio tú estás dando manotadas de ahogada. 151

—¡Está bien!, !Tranquila!, ¡No te agites! ¡No te pongas a la defensiva!. Estoy pasando por situaciones muy complicadas y tengo que ocuparme de muchas cosas a la vez. —Sheryl, eres joven, déjate de cosas, aprovecha tu edad, deja de malgastarla siguiendo reglas y normas. Si tu papá se fue abandonándolas a ti y a tu madre, deja de pensar y recordar a ese viejo que no valoró a su hija y hogar. Haz tu vida. Y que ni los líderes de la iglesia te digan que hacer. Ellos sólo ven por sí mismos, mas no conocen todas las cosas que tú pasas. A ver, ¿cuántos de ellos te han venido a visitar? ¡Nadie!. Así que deja esa locura religiosa, la verdad creo que yo todo este tiempo estuve engañada tratando de dizque buscar hacer la voluntad de Dios, de todas formas Sheryl, tenemos derecho a disfrutar la vida como sea, y vivir experiencias, gozar la vida y la juventud, igual Dios da segundas oportunidades, y si decidimos regresar él nos va a perdonar de nuevo y todo será igual. Así que no te precipites, recuerda que Dios es amor, él siempre estará con su amor y nunca cambiará, ¡así que vive la vida! —Si tienes razón, sólo que al tratar de vivir la vida me da miedo que ella me viva a mí. Mira a ti con ese susto, y además no sabes qué hacer con tu novio. —Esto es experiencia. Además a ese tipo lo tengo en mis manos, y ahora que lo conozco mejor ya sé cómo puedo atarlo más a mí. —Está bien, pero ten cuidado Celeste. Y así, al igual que ese día, ellas dos empezaron a llevarse mucho y ser grandes confidentes. Ambas lograron encontrar empleos distintos y pasaban con sus agendas apretadas. Sheryl poco a poco se fue ausentando de la iglesia y ministerio más y más; en cambio Celeste, de la noche a la mañana desapareció. 152

Pero a pesar de eso no dejaban de visitarse mutuamente, ya que se hicieron fuertemente amigas. Cierto día Celeste llegó a casa de Sheryl: —¿Estás lista? Ya es tarde. —Claro que sí. Vámonos. Sólo espérame que guarde algunas cosas en mi cartera. —¿Ese es el micrófono que usabas en la iglesia? —preguntó celeste al verme en un estante. —Sí, ése es. Desde la última vez que lo traje se quedó aquí y no lo he devuelto. Un día de estos iré a entregárselo a Rolando. —¿Sabes qué? Mételo en tu cartera, se me acaba de ocurrir algo. El chico que te voy a presentar es músico también, si en un momento haces como que buscas algo en tu cartera, y dejas que él vea el micrófono, será una buena estrategia para que sea él quien empiece a sacarte información, y seas tú la que quede como una chica muy interesante de conocer. —Oye que genial idea, está bien lo llevaré. Y así emprendí un viaje hacia un rumbo desconocido, entre risas y chistes femeninos. De fondo piropos de hombres en las calles con invitaciones de todo tipo; ruidos de carros con motores que gritaban que era un auto costoso; música actual, letras sin sentido pero ritmos pegajosos; dos pares de tacones sonaban al ritmo de la música, y llegamos por fin al lugar. El tipo de música, el bullicio y risas de la gente y olores a perfumes caros revueltos con licor y cigarrillos, me indican que estamos en una disco. —Mira Sheryl —dijo Celeste— te presento a Arturo. 153

—¿Arturo?, jajaja. ¿El joven galán que me querías presentar es Arturo? —Sí, claro… ¿por qué se ríen ambos? —Sheryl y yo nos conocemos ya hace un tiempo —dijo Arturo—, yo estaba en el ministerio de alabanza tocando la batería y ella cantando, por cierto Sheryl, ¿Cómo están todos? ¿tú sigues en la iglesia cantando verdad? —Esperen un momento —interrumpió Celeste— ¿cómo es que eras baterista de la iglesia y nunca te vi? ¿ y peor aún, nunca me dijiste que habías asistido a la misma iglesia a la que yo iba. —Bueno Celeste, nunca hablamos de esas cosas, jamás tocamos el tema de religión, y tú nunca mencionaste nada de Dios. Así que como yo tampoco estoy en esas sendas, pues no sé dio la conversación jamás. Sin duda para cuando tú entraste a cantar yo ya ratos había dejado de ir, o quizás no ibas a las jornadas en que era yo quien tocaba la batería si no el otro baterista; por cierto ¿cómo está Gonzalo? ¿Todavía él es el único baterista, o hay algún otro más? —Pues verás, yo dejé de asistir a la iglesia hace algunos meses. El baterista es otro muchacho. Gonzalo y Elena ya son padres, y no sé si ya se reincorporaron a la iglesia. Luego de charlar un rato los tres, contar anécdotas, tomarse unos tragos, llegó el cuarto individuo que faltaba. El novio de Celeste. —Buenas noches a todos, mucho gusto en conocerles, mi nombre es Fabio —una voz tenue y sombría, sin duda un hombre notoriamente mayor que ella. —Permiso caballeros, nosotras nos vamos a el baño —dijo Celeste poniéndose en pie y acomodándose la falda. 154

Creo que al fin sabré el misterio del que hablan los hombres, y ese misterio es ¿Por qué las mujeres van de dos en dos al baño?, al menos eso descubriré esta noche. Lástima que no puedo hablar con los seres humanos y revelar dicho secreto. Ya estando en el baño, comienzan a conversar, —Te veo nerviosa Celeste, ¿pasa algo? —Emmmm, no, no, no, tranquila —con manos temblorosas mientras sacaba un cigarrillo. —Tú me estás ocultando algo, y creo que tiene que ver con los hombres que estaban tras de tu novio, los vi sospechosos, no creas que no me di cuenta. —Tranquila Sheryl, trataré de decirle a él que nos vayamos pronto, que ya es muy tarde y que tenemos cosas que hacer mañana. —¿Pero quiénes son esos tipos? —Son enemigos de Fabio, tú sabes, la competencia en el mercado de la droga. —¿Tu novio distribuye droga? —Sí, es su negocio y le va muy bien, de esa manera él me da todo lo que necesito y la pasamos bien. —Yo me voy sola —dijo Sheryl, tomando su cartera—, no debí haber venido aquí, mejor me voy, esto me está asustando aún más. Estando de nuevo en la mesa, encuentran a Arturo y Fabio prendidos en licor y drogándose. —¿Qué hacen ustedes dos? —Celeste les interrumpe tratando de quitarles la droga—. ¿No han visto que los están vigilando? Fabio voltea su cabeza alrededor buscando sospechosos y alcanza a divisar a los individuos. 155

—No puede ser, son ellos. Todos tenemos que salir de aquí de inmediato —mientras recoge sus pertenencias de la mesa. —Vamos, vamos, apresúrense al auto. ¡Ya vieron que nos dimos cuenta y vienen tras de nosotros, corran¡ Se montaron estrepitosamente al auto. Se escuchan los impactos de balas en el porta equipajes del vehículo. Fabio acelera a fondo y despegan de aquel lugar a toda velocidad posible. —¿Qué está pasando?, ¿por qué nos persiguen? ¿qué les han hecho? Esos hombres nos están disparando a matar —exclama Sheryl llorando. —Vamos a perderlos en la autopista general, allí es oscuro y hay muchas rutas de escape —le dice Arturo, quien va de copiloto. La velocidad era impresionante. El ruido de los tiros como de televisión, chillidos de llantas, golpes de amortiguadores, y de pronto, otro auto deportivo quien iba a toda velocidad se cruza con el auto de Fabio, éste al esquivarlo pierde el control total y el auto cambia de carril impactando a una pared opuesta. El golpe fue muy fuerte y del lado del conductor fue el mayor impacto; otros dos autos que venían en su carril al ser casi interceptados por el auto de Fabio también pierden el control y se estrellan de diversas formas; uno da vueltas, y el otro queda estampado contra un árbol. —Hay que llamar a la policía —grita Celeste. —¡No se les ocurra! —les grita Arturo mientras revisa los signos vitales de Fabio—, ¡salgan corriendo y huyan ahora mismo! 156

Mientras ellas tratan de salir del auto Sheryl marca en su celular para pedir ayuda, a causa de los nervios marca al primer número que le sale y ése era Alfredo, el guitarrista de la iglesia. —¿Aló? —Aló, ¿quién es? —Sheryl soy Alfredo, ¿qué te pasa? —Nos persiguen para lastimarnos. Estamos en la carretera principal, cerca de la Iglesia Redimidos, ¿la recuerdas? Por favor llama a la policía y vengan a ayudarnos ¡pronto¡ —la llamada se corta al quedarse el celular sin señal. Las interceptan los persecutores y las detienen. —¡Quédense allí y no hagan nada! —les gritan a ambas, mientras uno saca por la fuerza a Arturo. —Vamos, déjenlas a ellas en paz, no tienen nada que ver, nosotros resolveremos nuestros problemas, déjenlas a ellas fuera de esto. —Ni se te ocurra levantar la cabeza. Es la última vez que tú respiras. Por ellas no te preocupes, las trataremos muy bien antes de enviarlas a donde te mandaremos a ti primero. Se escuchó un tiro certero, la muerte de Arturo fue instantánea y sin dar lugar a charla alguna. Los gritos de las dos jóvenes causan nervios a algunos de los malhechores. —¡Cállense Rameras!. —les gritaron. —¡Déjennos ir por favor! —suplicaban ellas. —Ingenuas si creen que lo haremos, ¡súbanlas al auto¡ nos divertiremos con ellas en otro lugar. —¡No, déjennos en paz por favor! —seguían repitiendo, con sus caras moreteadas por los golpes y sus cuerpos estrujados. Uno de ellos agarra por el cabello a Celeste y mirándola a los ojos le dice: 157

—¿Qué te hace creer que mereces oportunidades, mujer floja?. —Haremos lo que quieran, pero no nos maten. —le contestó Celeste mientras Sheryl lloraba y gritaba horrorizada. En ese instante llegan otros dos tipos, amigos de Fabio, quienes venían detrás al darse cuenta de la persecución. Arrematan a tiros contra los malhechores, y en la balacera varios de los impactos de bala alcanzan a Celeste y a Sheryl, quienes caen desplomadas al piso. Los malhechores toman su auto y tratan de escapar mientras que los amigos de Fabio van tras ellos al darse cuenta que su jefe estaba muerto. Los cuerpos sin movimiento de los cuatro quedan solitarios en aquel lugar. Un silencio abrumador invade el ambiente. De pronto una persona sale de uno de los autos que habían impactado como terceros, corre y revisa los signos vitales de los hombres y ve que no hay nada más que hacer, pues están sin vida. Aprisa revisa los signos de las mujeres quienes aún están con vida, aunque inconscientes. Velozmente trata de arrancar su auto del árbol donde estaba y lográndolo sube a toda prisa a las féminas al auto una a una, tratando de vendar las heridas para impedir al máximo la pérdida de sangre. Una vez en el auto las lleva al hospital más cercano a toda velocidad. —Hasta ese momento fue todo lo que presencié, ya que me quedé en el asiento del auto accidentado casi saliéndome de la cartera donde iba; a la par de dicha cartera estaba el teléfono celular de Sheryl, mismo que usó para llamar a Alfredo.

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—¿Y no supiste nada más?— le dije. —La verdad, pensé que ya no sabría más. El silencio sombrío de la escena eso indicaba, pero para mi sorpresa el celular de Sheryl me habló. —¿Qué? ¿Su celular te habló?. —¿Por qué te asombras Mic?, si hablamos entre nosotros los micrófonos y también con los instrumentos de música ¿acaso las demás cosas no podrían hacerlo?. Obviamente los humanos no nos escucharán jamás, pero entre nosotros si podemos hacerlo. —¿Y qué fue lo que te dijo? —El celular a tono de lamentos me dijo: —Yo sabía que esto iba a pasar, yo ya lo veía venir. Que lamentable, tan jóvenes y dónde vinieron a parar. —¿Qué tanto sabes de por qué pasó todo esto? —le pregunté al Celular. —Mucho amigo mío, mucho; las constantes llamadas, mensajes en las redes sociales y correos electrónicos, yo lo sé todo. Fui receptor de incontables llamadas de Celeste en las que inducia a Sheryl. Igual yo porto muchas de sus fotografías, tantas fotos que muchas de ellas las compartían en sus redes sociales, y las otras tan íntimas que sólo las tengo yo en mi memoria. Además tengo en mí mucha información muy privada; en mis historiales de llamadas, mensajes instantáneos, notas de voz y todos los demás recursos y aplicaciones que tengo. Guardo toda la información necesaria para saber cómo fue el proceso para que ellas llegaran aquí y tuvieran este fin, así como el tipo de vida que ellas tenían. —Si caes en las manos equivocadas puedes traer muchos problemas —le dije a Cel. —Así somos todos los celulares compañero. En una era tecnológica en donde el boom de los negocios es la información, 159

y quien más tenga de la misma posee más poder e influencia, somos portadores de las herramientas para destruir la vida social de una persona e incluso su integridad física. Te contaré que a causa de que otros compañeros celulares han caído en manos inescrupulosas se ha hecho daño increíble a sus dueños, y créeme, sentirnos tan poderosos para destruir a una persona con la información que llevamos en nuestras memorias no es tan gratificante. Sin embargo los seres humanos siguen empeñados en guardar en nosotros información, videos y fotografías delicadas para su privacidad e integridad. Y eso que para rematar muchas de esas personas son despistadas de primera. —Si tienes toda la razón Cel. Pensé que sólo quedaba esperar a que un aprovechado ratero llegase al auto y nos robase a todos los artefactos abandonados allí. Sin embargo una media hora después llegó un auto. Era Alfredo quien lograba llegar al lugar de los hechos. Al asomarse al auto y reconocer la cartera y el celular de Sheryl, los tomó consigo, llevándome también. En el transcurso del camino, Alfredo iba haciendo llamadas, preguntando a hospitales y notificando a la policía; pronto un contacto le dijo sobre dos jóvenes que habían sido ingresadas al hospital más cercano al lugar de los hechos. Alfredo dio un giro brusco y se dirigió a toda velocidad hacia dicho hospital.

Entre pasillos blancos y luces tenues. —Buenos días caballero, su nombre por favor. —Samuel, doctor. —¿Es usted pariente de las jóvenes? —La verdad que no. Lo que pasó es que tuvimos un accidente, y quede inconsciente un rato. Cuando desperté y salí 160

del auto las vi tiradas en el suelo con otros dos individuos, y al ver que ellas estaban heridas pero con vida decidí traerlas de inmediato. —Está bien, gracias por su ayuda, ya recibimos notificaciones de la policía sobre ellas y ya tenemos sus nombres. —¿Y cómo se encuentran? —preguntó Samuel rascando su frente. —Ambas están delicadas, pero una de ellas está muy grave, hacemos lo máximo posible. —Buenas tardes, doctor, doctor. Disculpe —aparece Alfredo corriendo por el pasillo— ¿Mi nombre es Alfredo, me dijeron que ingresaron dos pacientes con heridas de bala cuyos nombres son Sheryl y Celeste, ¿Cómo se encuentran? —¿Es usted familiar? —No, familiar no, pero si soy amigo muy cercano. —Ayúdenos con algo. Localice a los padres y dígales que vengan pronto. Necesitamos hablar con ellos. —¿Alfredo tú las conoces? —le dice Samuel intrigado y con mucho asombro. —Sí, claro Samuel, ¿y tú qué haces aquí? —Tuvimos un accidente. La verdad fue raro, tan sólo recuerdo tiros y luego quede estampado en un árbol, cuando reaccioné salí del auto y las encontré, y a toda prisa las traje a emergencias, más de eso, no recuerdo. —Sí, yo llegué a la escena donde fue todo, encontré a Arturo, no sé si lo conociste. —No, ni idea. —Él también era baterista de la iglesia, las dos muchachas cantan en el coro, bueno cantaban, hace algunos meses atrás dejaron de asistir. Estoy algo desconcertado, me traje las 161

carteras de las muchachas por si necesitaban alguna información que ellas portasen en las mismas. Permíteme Samuel, llamaré a sus padres. —Yo también llamaré al pastor —continuó Samuel—. Creo que también es prudente que lo sepa, ya que son personas a quienes conoce. Después de haber llamado por teléfono, un rato después llegaron los padres de las jóvenes. —Doctor, somos los padres, ¿Qué noticia nos tiene? —El caso de las dos es difícil, pero en especial el de la joven llamada Celeste. Perdió mucha sangre en el camino y las heridas son delicadísimas. Hacemos lo posible por ambas. Sin embargo necesitamos su autorización para someter a Celeste a una intervención quirúrgica necesaria. Ella está a punto de morir y la verdad sólo la operación le da una probabilidad de vida, sólo que… la operación es sumamente riesgosa. Pero no hay más opciones, es la única. Llega el pastor Héctor, acompañado con su hija Sofía, al parecer andaban juntos cuando recibió la noticia. —Pastor, apóyenos en oración por favor —le dicen las madres— están muy delicadas. El pastor Héctor comienza a darles palabras de aliento; mientras tanto Sofía solamente ve el escenario complejo y la desesperación e impotencia de los padres a ver a sus hijas en ese estado. —No entiendo ¿Por qué Celeste hizo eso?. Ese tipo con que andaba le dije una y mil veces que no era el adecuado, que le traería problemas —dice la mamá de Celeste entre lágrimas y 162

sollozos—. Ese desgraciado. Por su culpa está mi hija allí en ese estado —mientras golpeaba el piso. —No es momento de culpar a nadie —le dice el esposo— está aquí por sus decisiones, lo único que nos queda es orar a Dios. Samuel se acerca al pastor Héctor y comenta: —Me cuenta Alfredo que uno de los muchachos que fallecieron era del ministerio de alabanza. —Sí, hace varios meses se retiró, abandonó su casa y luego nadie sabía mucho de él. Solamente que había tomado malas compañías. —Pastor, ¿Por qué pasa eso? —preguntó Samuel. —Muy buena pregunta Samuel. Sabes, creo que una de las múltiples respuestas seria la falta de valentía, y me refiero la valentía de ser quien eres y quien vive la vida realizando aquello para lo cual fuiste originalmente diseñado. El evangelio requiere mucha valentía. Ser cristiano es más que cantar, orar, leer la biblia, congregarte, etc, etc. Y tú puedes decir, ¿y no es eso lo que haría un cristiano? Y claro, esas son evidencias de un cristiano, pero eso no es ser cristiano verdaderamente. Todo radica en el corazón. Cuando tu pasión, tu enfoque, el eje de tu universo es Dios, todo lo demás son frutos buenos productos de ese amor; pero como el amor no es un ente en sí solo, este necesita ir acompañado de acciones y decisiones concretas. Si divorcias el amor de la determinación y el compromiso, todo lo demás se empezará a volver monotonía, y poco a poco te distraerás en otras cosas que te apartaran de aquello que en verdad vale la pena. Después de varias horas el doctor se acerca. Con su frente sudada, ve al padre de Celeste con una mirada seca y distraída, 163

es esa cara que a los médicos no les gusta usar, es cara de malas noticias. —Lamentablemente su hija murió, no resistió la operación. El llanto a gritos de la madre no pasa desapercibido, el padre igual con llanto la abraza tratando de controlar su histeria, pero el dolor es inevitable. Todos los que están en la sala sienten el dolor, la atmósfera es pesada y fría, acompañada de una lluvia en plena madrugada que se desata y combina los ruidos de los truenos con los gritos de una madre con el corazón roto. Sofía la hija del pastor Héctor, no resistiendo ver el dolor de aquellos padres, no soportando más la presión del ambiente, corre a los brazos de su padre. —¡Papi!, ¡Que horrendo esto! ¡Se murió! —mientras lloraba por la pérdida de su antigua compañera de ministerio. —Hija tranquila, —el comprende que lo que ella está presenciando es muy fuerte. —No comprendo por qué pasan estas cosas —ve a los padres de Celeste devastados y retorna su mirada a su padre y le dice: —, no quisiera hacerles lo mismo que a ellos, no quiero, no se lo merecen, ¡ustedes son lo mejor! —abrazándolo más fuerte. —Tranquila hija, lo mejor es que te vaya a dejar a casa con tu madre, creo que no es necesario presencies esto. Mientras tanto Alfredo ante la noticia, se sienta, e inclinando la cabeza se ahoga con un nudo en la garganta, el cual no puede retener por muchos segundos y explota a llorar. Eran muy buenos amigos, y a pesar de la distancia él era una de las personas que siempre estuvo tratando de animarla a levantarse y retomar lo que Dios le había entregado. Todos los recuerdos empezaron a golpear su mente en ese instante; recuerdos de cantando juntos en diversos lugares y lo más doloroso de todo, que quizás no hubo tiempo de arrepentimiento para Celeste 164

—Increíble todo lo que me cuentas Rayan. —Después de unas horas de trámites y cosas así, devolvieron la cartera de Sheryl a sus padres, obviamente su celular y yo íbamos dentro. Así que de nuevo nos llevaron a su casa. Pasaron tres días, y Sheryl aún estaba delicada, luchando por vivir; pasaron ocho días completos cuando ella empezó a mejorar después de la operación y medicamentos. Después de ese tiempo comenzaron las visitas. Un día llegó a casa Sofía, la hija del pastor. —Buen día doña Elda, vengo para ir junto a usted a ver a Sheryl, y de paso ayudarle por si necesitaba apoyo en algo. —Gracias hija, muy amable de tu parte. Mira, llevo sólo algunas cosas que ella puede necesitar en este momento. —Disculpe, ese micrófono ¿es con el que cantaba Sheryl verdad? —dijo Sofía apuntando con su dedo hacia mí. —Si ese mismo es, desde la última vez que ella cantó esa semana lo trajo para limpiarlo y bueno, aquí ha estado todos estos meses. —Se me ocurre algo. Lo voy a llevar conmigo ¿sí? —dijo Sofía con una sonrisa que evidenciaba que tenía algo en mente. —Está bien hija, llévalo si de todas formas eso le pertenece a la iglesia —dijo Elda mientras se sentaba en su sillón. —¿Le pasa algo doña Elda? —Hija no me pasa nada, bueno eso creo —perdiendo su mirada en el piso—. Está bien, te seré honesta, me siento algo cansada. Han sido semanas muy duras, una batalla en mi fe muy fuerte, por un momento pensé que perdería a mi otra hija y me horrorizaba la idea de perderla, siendo ella lo único que me queda; en estas semanas he llorado, gritado, orado, y golpeado lo que he tenido al alcance. Han sido semanas donde mis 165

emociones han estado muy sobresaltadas. He estado confundida, en otros ratos con fe que saldremos adelante, mientras que otros momentos la angustia me envolvía mientras dormía sola en mi habitación sabiendo que mi hija se debatía entre la vida y la muerte. En muchas ocasiones tomaba mi celular y pedía oración a cuantas amistades podía; otros días pedía a alguna buena amiga que viniese y no me dejase sola, que no necesitaba me dijese nada ni que me diera consejos, sólo necesitaba ser escuchada y desahogarme hablando con alguien que me prestase sus oídos. Te diré que como madre me sentí devastada. Traté de contactar al padre de Sheryl para que supiese, y con nadie pude encontrar información sobre él, simplemente desapareció de nuestras vidas y no sé si llegó la noticia a sus oídos. Lo que pienso, es que ella sin duda alguna espera que él vaya a verla, y por como veo las cosas eso no pasará. ¿Sabes? Me he preguntado muchas veces ¿Cuál ha sido mi pecado para merecer tanto dolor? ¿Por qué Dios permitió que perdiera un hijo el cual se apartó de sus caminos y por qué mi hija también ha seguido ese mismo camino teniendo ella un futuro tan prometedor? ¿fue mi culpa? ¿en qué fallé? —mientras sus lágrimas tocaban el suelo. —No se culpe doña Elda. Usted no es culpable de las decisiones de sus hijos, lastimosamente a veces nosotros los hijos sólo pensamos en nosotros mismos, y nos olvidamos que nuestras decisiones no sólo afectan nuestra vida, sino que también pueden llegar a afectar las vidas de las personas a quienes amamos, en especial nuestros padres. —Me ha tocado sola hija, y no ha sido nada fácil. Definitivamente creo que Dios me ha dado las fuerzas para seguir y no desmayar. Sé que en el mundo entero hay muchas 166

madres que sufren a causa de sus hijos, y muchas de ellas no tienen la ventaja que tengo yo, y esa ventaja es Dios en mi vida. Por eso es que he logrado salir adelante. Perdona hija por contarte esto, pero de nuevo, sólo necesito contárselo a alguien de confianza, alguien de quien esté segura no me señalará por mi flaqueza ni presumirá de superespiritualidad, y a ti te conozco desde hace años, desde que en la escuela dominical jugabas y te veía lo hiperactiva que eras, y lo sigues siendo —le dijo Elda mientras una sonrisa daba brillo a su rostro opacando lo cansado de su mirar. —Ya estuvo por hoy doña Elda —dijo Sofía mientras la tomaba de las manos para levantarle del sillón— vámonos que el día avanza a prisa, y después de la estación de taxis hay que caminar un par de cuadras. Meteré este micrófono en mi cartera, bueno casi ya no me caben cosas, pero en este compartimento trasparente cabe —ella volteó la mirada y vio una fotografía en la pared—. Doña Elda ¿esa niña de la foto es Sheryl verdad? —Sí, es ella. Tenía diez años y fue la primera vez que cantó en público. Fue en su escuela. Ese día fue tan maravilloso, ella de los nervios hasta le cambio la letra a la canción, pero a pesar de eso no se detuvo, era su sueño el poder cantar en público y ese día empezaba a ver realizado dicho sueño. Recuerdo que ese día casi ni durmió, no quería comer de los nervios, era un día de celebración de día de las madres, y para dicha mía, ella interpretó un canto a todas las mamás que estábamos presentes en ese lugar. Es una experiencia inolvidable, misma experiencia que sentí cuando la vi cantar por primera vez en la iglesia y supe que el don que tenía era un don de Dios puesto a su servicio. —¿Le parece si me deja llevársela? —preguntó Sofía. 167

—Claro, buena idea. Ella es una adoradora de Dios, y esta etapa de bache en su vida declaro que termina en el nombre de Jesús. Así salimos de la casa, ellas iban charlando de muchas cosas. Tú sabes, las mujeres son buenas para hablar, hablar, y seguir hablando.

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CAPÍTULO 8:

Crónicas de un micrófono de iglesia

M

ientras íbamos en el taxi, en el asiento delantero, a la par del chofer, iba un ciudadano de barba abundante. Un señor que su aspecto gritaba unos setenta años; este hombre de edad comenzó a entablar una conversación con el chofer la cual no pudimos evitar oír por razones obvias. —¿Escuchó la noticia de hoy en la mañana? —dijo el anciano mientras acariciaba su barba gris. —Sí, la escuché. Aunque para serle honesto fue que me la contaron, he decidió no escuchar más noticieros pues estoy cansado de tantas malas noticias. Eso hace que mi día lo respire con un sabor a miedo. —Así está la sociedad muchacho. En mis tiempos no te niego que había peligro, pero los de ahora son más latentes, y si notas en especial la juventud está muriendo, a este paso en unos 30 años la generación de adultos de esa época será poca, y abra que ver cómo se desarrolla esta generación actual, la cual tiene que sobrevivir no sólo a las presiones morales sino también a los peligros de la calle. —¿A qué se refiere por presiones morales? –dijo el chofer mientras doblaba la calle. —En mis tiempos la droga no estaba tan accesible como ahora, ni tampoco la pornografía; para poder ver pornografía tenías que ingeniártelas mucho, una revista era extremadamente 169

caras y de difícil acceso para los jóvenes, ahora en cambio sólo tienes que darle un click al mause de tu computadora y ya puedes acceder a toda clase de depraves sexuales; incluso no necesitas buscar la pornografía, los videos musicales de ahora y las películas están saturadas de escenas de sexo ilícito, lo cual bombardea las mentes de la gente sin importar su edad. Antes las muchachitas salían embarazadas por ignorancia, ahora la tasa de embarazos de muchachitas es aún mayor, y eso que ahora ellas tienen todo el conocimiento sobre el asunto. —Eso pasa porque esas chicas creen tener el control de la vida, y la realidad es que ellas están siendo controladas por los deseos juveniles —dijo el chofer. —Duro lo que dices pero cierto. Igual los muchachos, para comprar droga la hayas en cualquier esquina. Sus mentes bombardeadas por todas esas cosas como el alcohol, la parranda, el sexo ilícito, la falta de compromiso, la rebeldía, la prepotencia, el orgullo, la pornografía, la violencia, las modas indecentes, entre muchas otras cosas todo eso son presiones morales. —Pero sigo sin entender por qué la palabra presión. —dijo de nuevo el chofer. —Una presión es una fuerza que te empuja a hacer algo, que te direcciona, que trata de decidir por ti y te empuja hacia un lugar o estado. Todas estas cosas que te mencioné te empujan a un estilo de vida. Ejercen su presión sobre ti, bien sea a través de las amistades o tu mismo auto engaño. El no seguir esa corriente de la presión te hace estar fuera de moda, aparte de ser visto como alguien cool y actualizado, si no sigues esa presión entonces estás fuera del grupo y eres un anticuado. Lo que no te dicen es que esa presión es como la fuerza del rio que se dirige hacia la cascada, entre más fuerte se vuelve, y más te dejas 170

arrastrar por ella, más pronto caerás al abismo. Es por eso que tantos jóvenes están sucumbiendo en esta generación. —Y para rematar desde muy niños están siendo programados en sus cabecitas a una vida arrastrada por esa presión, y eso porque los padres lo permiten —decía el chofer mientras hacia un alto en el semáforo—. Mire, yo tengo una niña de 7 años y he visto en la escuela a compañeras de esa edad que las visten como prostitutas, y las ponen a bailar esos bailes que no son más que sexo con ropa; de allí esos padres cuando esas hijas les aparecen como madres prematuras se quejan contra Dios y le preguntan el por qué les pasan esas cosas, y simplemente están cosechando lo que sembraron. —Buen punto lo que has dicho —dijo el anciano limpiando sus lentes—. La biblia dice instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. —Claro, y eso se aplica no sólo a las cosas buenas sino también a las cosas malas. Por lo que escucho usted es cristiano. —Sí, así es, y me siento muy contento por eso. ¿Y tú no lo eres? —Estuve en la iglesia por muchos años, incluso llegué a ser líder de grupos familiares, pero me retiré. ¿Y quiere que le diga por qué?. Porque me cansé; yo vivía todo el tiempo en asuntos de la iglesia, y lo hacía con amor; luego no sé cómo pasó pero, me fui cansando de la gente, me fui hartando de tratar de impulsar a las personas a las cosas buenas y que ellas no valoraran eso. Me frustré por querer salir adelante en lo personal y verme aún atascado al pasar de los años. Me empezó a fastidiar los regaños de mis líderes que sólo sabían darme golpes morales en arras de superespirituales, cuando ellos no sabían todo lo que me estaba pasando en lo privado. Me cansé por

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completo, y no quería seguir más en eso, y anhelaba algo distinto. —Ya veo, ¿y lo mejor que pudiste decidir fue abandonar todo? Sin duda no valía la pena lo que tenías. —dijo el anciano. —No diga eso —contestó asustado el chofer—. Han pasado muchos años y ahora que lo pienso dejé ir muchas cosas bellas que Dios me había dado, y ahora honestamente añoro regresar a ese tiempo y recuperar todo lo perdido. Pero se me ha vuelto todo muy difícil, y no porque no pueda hacerlo, sino que una vez que uno se aparta de Dios uno mismo crea una gigantesca muralla mental que impide regresar, es confuso, pero esa muralla no la ha edificado otra persona sino uno mismo a causa de las malas decisiones, y por ende el que debe tomar la decisión de derribar dicha muralla mental es uno mismo. —Veo que has meditado en tus caminos mucho —dijo el anciano viéndolo con ojos de padre. —Sí, así es, y sabe, ahora que pienso bien las cosas, cuando tomé la decisión de alejarme de Dios fue lo peor que pude haber hecho. En ese entonces yo culpaba a Dios de todo lo que me pasaba, pero en ese momento de crisis lejos de buscar y aferrarme más a él para salir adelante busqué distraerme en otras cosas; dejé de leer la biblia, de escuchar música que me edificara, dejé de llevarme con mis amigos cristianos y comencé a llevarme sólo con amistades que vivían una vida muy apartada, y lejos de ser yo quien los influenciase a lo bueno, fui yo quien se dejó influenciar por ellos, y lo peor es que yo estaba muy consciente de lo que estaba haciendo, yo sabía que me estaba dejando seducir por el desánimo, el enfriamiento espiritual y la distracción, todo para huir de Dios. Ahora lo veo más claro, y fui yo quien decidió apartarse de Dios y ahora me duele haber hecho eso; en este momento yo estaría en otro estilo 172

de vida, un estilo de vida teniendo su presencia conmigo y sintiéndolo a cada instante en mí y sintiéndome feliz de saber que estoy en sus caminos —decía el chofer mientras sus ojos se humedecían —, me dejé llevar por mis emociones negativas y por los conflictos con las personas en las iglesias, además de mis problemas familiares. —¿Tenías conflictos con personas de la iglesia? —preguntó el anciano mientras acomodaba su maletín. —Sí, usted sabe, en las iglesias siempre hay gente que se mete en la vida privada de los demás señalando sus defectos, y celebrando las caídas del prójimo con quien no simpatizaban mucho, o con quienes tenían diferencias; y yo no supe gestionar eso, y claro, yo comprendo que a la iglesia no va gente perfecta, y por eso no me excuso con los problemas con la gente y los conflictos familiares; aunque en ese entonces si lo hice, y fue ese mi puente que me separó de lo que tenía en Dios —volteó el chofer la mirada a su espejo retrovisor y vio a Elda y Sofía, y les dijo—: Disculpen jóvenes si las incomodo con mis pláticas. —De ninguna manera, tranquilo, nosotras también somos cristianas, así que lo entendemos. —Mira como es Dios —continúo en anciano—, Te envió a tres mensajeros para darte una buena noticia. Y esa es que aún estás a tiempo, que irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios, todavía estás a tiempo hijo y veo que conoces mucho de la palabra de Dios y también sobre lo que debes hacer. No postergues más tus decisiones correctas, empieza de nuevo y hazlo con más fuerza, aferrado a Dios y pidiendo cada día su guía, cobertura y protección; hoy Dios te da una nueva oportunidad para empezar otra vez y veraz que todo va a estar bien.

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—Definitivo que Dios me los envió —dijo el chofer—, hoy en la mañana que me levanté, pedí a Dios que pusiera a alguien en mi camino, y que este me impulsara y me apoyara a levantarme, y esos son ustedes. Así que decido empezar de nuevo y fortalecerme en Dios y el poder de su fuerza. —Qué bueno —dijo Sofía—. ¿Nos permites orar por ti? —Por supuesto —contestó el chofer mientras orillaba el taxi. En ese instante los tres comenzaron a orar por aquel joven, quien abrazándose a sí mismo desahogaba algo que por años tenía enredado en su garganta y corazón. Una vez terminada la oración, el anciano continuó: —Bueno hijo, hoy un nuevo día ha empezado, una nueva etapa para ti hermano, y un consejo te daré; No permitas que el agotamiento físico, mental y espiritual atenten contra la unción y tu consagración, siempre mantente conectado a la fuente de nuevas fuerzas y aliento, y esa es Dios. Luego de la oración e ir charlando más sobre su vida, llegaron a el hospital donde se bajaron Elda y Sofía, quienes se despidieron muy contentas de ver que en la vida de aquel individuo algo bueno había pasado.

Etapas transitorias de neblina Entrando al hospital, se dirigieron a la sala de espera, ya que iban a permitir el acceso al paso en media hora; así que tuvieron que sentarse a esperar. —Doña Elda, ¿Cómo se siente? La veo pensativa —dijo Sofía mientras le tomaba de la mano. 174

—Estoy pensando hija —contestó Elda—. Estoy meditando en lo que el muchacho conductor del taxi nos platicó de su vida, y en varias cosas me identifique con él. Mira, te seguiré compartiendo algunas cosas mientras esperamos. En mi corazón guardo muchas cosas, considero que muchas son buenas, pero también guardo conmigo algunos recuerdos que ha costado olvidar. Y es que las huellas en el corazón muchas veces son imborrables, en la vida muchas situaciones o personas dejan huellas, sean buenas o malas; en lo bonito de los casos son esas huellas positivas que te hacen sonreír cuando las recuerdas, en el caso contrario más que huellas son cicatrices que recuerdan heridas que sólo Dios pudo sanar. Al pasar el tiempo como que se empieza a añorar más esas etapas, algunas de las cuales consideras que no las supiste aprovechar o valorar, hay bonitos recuerdos que también duelen por cierto. —¿Cómo es posible eso? —dijo Sofía con ojos extrañados — ¿los bonitos recuerdos también pueden doler? —Claro hija. Cuando son recuerdos de cosas buenas, lindas vivencias y etapas que se disfrutaron mucho y que por razones incomprensibles dejaron de ser y se desvanecieron. Mira no te complicaré contándote cosas que quizás no las comprendas, es porque están más ligadas a mi proceso familiar, lo que si te puedo decir es que aprendas a valorar lo que tienes, esas cosas bellas que Dios te ha dado y no renuncies a ellas. Disfruta cada etapa de tu vida, ya que existe la posibilidad que por alguna razón no regrese, sea porque era parte de la vida o por razones fuera de tu alcance, pero que no sea que dejes de disfrutar los preciosos regalos de Dios a causa de tu descuido; esas cosas valiosas como la familia, la amistad genuina, los padres, los logros, tus estudios, etc, etc. ¡Son muchos! Y cada quien tiene 175

regalos de Dios los cuales debe atesorar, valorar y cuidar. Tus padres no son eternos, tu etapa colegial no es eterna, incluso los buenos amigos no los tendrás cerca todo el tiempo por mucho que los quieras y los celes a veces, pues ellos también viven sus propias vidas y toman sus propias decisiones, y siempre ellos vuelan persiguiendo sus sueños. Y qué decir de tus logros sean académicos o en los caminos de Dios, si tanto ha costado edificar, no permitas que la desesperación, el cansancio o el enojo derriben todo lo que con tu esfuerzo y el de tus líderes han edificado, porque ése es otro asunto, tú también eres producto no sólo de tus decisiones, sino también del esfuerzo de verdaderos líderes que invirtieron parte de su vida en ti para que seas una mejor persona, al igual que tus padres también se han invertido en ti. Sé que en muchas ocasiones vendrá a tu vida esa horrenda pregunta: “¿Por qué me pasa esto a mí? no entiendo…”, frase que todos nos hacemos en nuestro paso por la vida más de una ocasión, y que en al enfrentarse frente a ella muchos sucumben y se rinden, cuando ese momento podría convertirse en un escalón para alcanzar algo más grande, algo que podría provocar una nueva temporada y el comienzo de la realización de sueños. —En verdad que todos pasamos por esas etapas —dijo Sofía mientras veía un cerro a través de una ventana. —Sí, pero debes saber administrar tus recuerdos, el mal manejo de los mismos pueden deprimir a algunas personas. No es bueno recordar todo, hay que aprender a olvidar hija, nosotros no podemos cambiar el pasado pero si podemos aprender de él, de esa forma sacamos provecho a la adversidad, crecemos como personas.

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—Sí, tiene razón doña Elda, mucha gente a causa de lo difícil que es la vida en esas etapas complicadas cambian, dejando de ser quienes son, y se vuelven irreconocibles de quienes eran. Creo que la presión también puede desfigurar el alma de las personas, si estas se lo permiten. —Mira Sofía. Nunca hay que perder nuestra identidad, eso quienes somos en verdad; nunca perder la nobleza y la amabilidad; nunca dejar de ser buena persona si lo has sido siempre. Es muy cierto lo que dices, la presión de la vida transforma muchas veces para mal a las personas, pero para aquellos que tienen los ojos puestos en Jesús, lejos de convertirse en peores personas se hacen mejores y más fuertes. —Esas etapas son tan decisivas y determinantes —dijo Sofía mientras arreglaba el moño en su cabello. —Lo bueno es que esas etapas de neblinas densas son transitorias, son momentáneas, pero si son muy determinantes. Aferrados a Dios podemos aprender a superar esas etapas momentáneas y crecer como personas al transitar en ellas. Además también debemos de aprender a dar perpetuidad a los momentos bellos de la vida, que si pueden ser cultivados y los cuales no tienen fecha de caducidad, sino que depende del mantenimiento que le demos a esas estaciones y también sueños. —Pero doña Elda, ¿hay de etapas a etapas verdad?. No todo es igual, hay gente que se ve en situaciones más difíciles que otras. Yo en verdad a usted la admiro muchísimo, porque sé de los procesos que tuvo; lo que le pasó a su hijo, luego la historia con su ex esposo, igual sé que le ha tocado luchar por salir adelante con su hija; y a pesar de todo siempre ha sido leal en los caminos de Dios.

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—No te lo niego que ha sido duro ver morir sueños, proyectos y anhelos. Ha sido una de las etapas más crueles el ver los cadáveres de mis proyectos en el suelo pisoteados por otras personas; algunas de esas personas siendo tan importantes para mí y otras que por alguna razón disfrutaban verme así. Además, lo difícil que es ver el pasar el tiempo, y luchar con una esperanza terca que te dice todos los días que esos sueños quizás resuciten, y no saber si eso que está dentro es fe, o es una ilusa esperanza. En ese entonces reaccionaba y volvía al plan original, aferrarme a la voluntad de Dios, sabiendo que él es poderoso para resucitar sueños, y que aun si él no quisiese que resucitasen, él haría algo nuevo que traería oleo de gozo en lugar de luto y manto de alegría en lugar de espíritu angustiado. —Esas son buenas noticias —dijo Sofía con una sonrisa—. Ése es el verdadero evangelio, las buenas nuevas. Verá que todo saldrá bien. Sheryl se pondrá pronto mejor y no será la misma que antes sino que será aún mejor de lo que era. —Amen hija —dijo Elda y le sonrió—. Yo estoy orando mucho a Dios por ella, y sé que hay poder en la oración de una madre, así que no cesaré de orar y esperar; ella despertará de su error, estoy segura que Dios está obrando en su vida y a pesar de las decisiones equívocas que ella ha tomado, Dios sigue persiguiéndola con su amor y gracia, y estoy segura que Dios la alcanzará de nuevo. Extraño tenerla en casa cantando como pajarito durante todo el día, pero llegará ese día en el que ella y yo nos tomaremos de nuevo de las manos para orar juntas otra vez.

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Sonambulismo espiritual. Se acerca una de las enfermeras, mientras leía una carpeta de papeles que llevaba en sus manos. —¿Ustedes son los parientes de Sheryl verdad? —Sí, así es. Yo soy su madre y ella una buena amiga —dijo Elda mientras ambas se ponían en pie. —Pueden entrar a verla, sólo que le pediré un favor a usted ya que es la madre, necesito que en un rato pueda entrar en la oficina del Dr. Gómez, y llenar unos papeles que han quedado pendientes, usted sabe, sobre los costos actuales y los que vienen. —Está bien señora, llegaré en un momento después de ver a mi hija, gracias —contestó Elda mientras acomodaba su cartera. Entrando ambas al cuarto encontraron a Sheryl, sus ojos estaban agotados y semiabiertos, como dos ventanas a media persiana. Un rayón escurridizo en su mejilla derecha a causa de algún golpe propinado. A la par de la cama algunos ramos de flores enviados anteriormente por algunos amigos y familiares. —Hola hija ¿Cómo estás hoy? —acercándose Elda y dándole un beso en la frente. —Bien mamá —contesto Sheryl con voz suave—. ¿Y tú cómo estás? —Bien hija, contenta de verte, aaah… y mira quién viene conmigo. —Hola Sheryl, me alegra que te estés recuperando —dijo Sofía mientras acercándose tomaba su mano amoratada. —Gracias por venir Sofía, me alegra verte. Qué bonita estás, y yo aquí en este taller tratando de rearmarme. —No exageres Sheryl, y gracias por el halago, pero ya saldrás pronto brillando como siempre. Ya verás. 179

Estuvieron un rato charlando las tres, luego Elda tuvo que retirarse a llenar los papeles que la enfermera le había solicitado no olvidase. —Regreso en un instante hijas, no vayan a ninguna parte, no quiero se me escapen a buscar novios —soltando una sonrisa. —Claro que nos escaparemos, la duda es la mala —contesta Sofía al son de risas de las tres. —Mira Sheryl lo que te traje —mientras sacaba su fotografía—. Espero no te moleste. Tu mamá me permitió traerla. —Oooohh, mi foto cantando en la escuela, que bella salgo, ponla al lado de las rosas por favor, y gracias, esto me dará un cierto tono de hogar en medio de este frio cuarto de hospital. —Eso no es todo, ¿recuerdas esto? —mientras me sacaba del compartimento transparente de su cartera. —El micrófono de la iglesia —dijo con tono simple. —Es tu micrófono Sheryl, este es un representativo de quién eres en Dios, una adoradora del Padre, lavada con la sangre del Hijo y llena del Espíritu Santo, diseñada para dirigir la adoración a Dios. —Eso es del pasado Sofía, no me interesa —contestó Sheryl. —¿Por qué dices eso? —le contestó Sofía con tono de pesar—. Tú conoces para que fuiste diseñada, y aunque en verdad lo ocurrido anteriormente no tiene que ver nada con andar en la voluntad de Dios, si te puedo decir que los planes de Dios para ti siguen en pie, y que si él te ha dado un oportunidad de vida es por un propósito. —¿Por qué dices que Dios me dio una oportunidad con un propósito?, ¿acaso Celeste no lo merecía también? ¿Acaso ella 180

no era anteriormente una adoradora? ¿Por qué permitió que ella muriera sin darle oportunidad siquiera un instante para arrepentirse de su proceder?, no veo que haya amor de Dios en todo lo que pasó. Ni Arturo tuvo una oportunidad, un minuto hubiese sido suficiente, un minuto Sofía, y no, ellos murieron ante mis ojos de maneras instantáneas. ¿cómo pretendes que quiera volver a adorar a Dios después de tantas cosas?. Como si no fue suficiente lo de mi hermano, luego lo de mi padre, la vida que me ha tocado llevar y de remate me quita a mi mejor amiga. Me cansé Sofía, yo no pienso regresar a la iglesia y cantarle a Dios de nuevo, no proceso el hecho que él permita tanto sufrimiento y maldad, no lo entiendo, y me cansé, ya no quiero más, no quiero saber de gente de iglesia, ni de ensayos, ni de predicar, ni de nada de eso. Me cansé también que la iglesia señale a sus líderes sin saber las cosas que ellos pasan. Me cansé que exijan perfección cuando ellos viven vidas muy lejos de siquiera querer intentar ser mejores, me cansé de todo eso. —No digas esas cosas Sheryl, sé que te debes sentir dolida por todo lo acontecido, pero ten en cuenta que todo lo que pasó fue por sus decisiones, Arturo decidió su estilo de vida desde ya hace tiempo, y lo mismo Celeste, créeme, yo fui al velatorio y entierro de ambos, y la única gente que vi eran sus familiares y uno que otro de sus amigos, todos los demás con quienes ellos acostumbraban salir brillaron con su ausencia, quizás por los pasos en que ellos andaban temían algún atentado, o simplemente no les interesó si quiera un último adiós, pero fue sus decisiones, y no decisión de Dios. Estoy más que segura que Dios intentó una y otra vez llamarlos y prevenirles de lo que venía, estoy segura que Dios les puso luces rojas en la carretera de sus vidas y otras señales para vivir correctamente, mas ellos no obedecieron. 181

—¿Pero dónde queda que Dios es Dios de segundas oportunidades? No se las dio a ellos, ¡no se las dio! —dijo Sheryl a tono suave y molesto. —¡Claro que se las dio! Y más de una, sólo que tú no estabas cuando Dios les dio todas esas oportunidades. También pasa que las personas creen que siempre habrá una siguiente oportunidad en la vida, mas no saben cuándo están gastando la última de ellas, porque todos tenemos un día y una hora sea que muramos o que nos vayamos con Jesús en el rapto. Pero te lo aseguro Sheryl, hubo muchas oportunidades, pero ellos se las terminaron, y sin saber que ya se les habían acabado siguieron jugando la ruleta rusa de la vida. —Es fácil para ti decirlo Sofía, tú eres hija de pastor y no has vivido lo que me ha tocado a mí. —Quizás tengas razón, no he vivido tus mismas situaciones, pero conozco otras que han vivido peores que las tuyas y han logrado salir adelante y triunfado en la vida como hijos de Dios, tú no eres la excepción, tú puedes hacerlo, ¡puedes levantarte y aun con más fuerza que antes! —¿Y para qué Sofía? ¿Para seguir viviendo una viva de actividades espirituales automatizadas pero sin amor, sin pasión, sin devoción? —Eso que me describes no es más que sonambulismo espiritual, pero tú no tienes que ser así, la pasión y el amor se entregan, no son sentimientos y emociones solamente; el amor es una decisión y la pasión es una entrega total, así que si quieres cultivar tu amor a Dios simplemente debes decidir amarlo, y si quieres volver a sentir la pasión con que le servías antes, debes entregarte de nuevo a él con todo tu corazón. Tu bien sabes que no es cuestión que si sientes o no sientes el deseo

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de regresar a la iglesia; es cuestión que si decides o no regresar a tener esa comunión con Dios que un día tuviste. —Está bien Sofía, dejémoslo así, no quiero hablar de eso por favor. —Está bien Sheryl, disculpa, no quería hacerte sentir molesta, sabes bien que te quiero mucho y deseo lo mejor para ti, si se han perdido piezas del rompecabezas de tu vida, con la ayuda de Dios las puedes encontrar. Pero si, está bien, allí lo dejaré, no te molestes. —No te preocupes, sé tus intenciones, sólo que en estos momentos no tengo mis pensamientos claros, estoy confundida, sé que es lo correcto y que no lo es, pero no sé, es muy confuso. —Está bien, tranquila, lo dejo en tu corazón para que lo medites, pero no te estreses, relájate, descansa, necesitas recuperarte. Después de la conversación, regresó Elda y continuaron charlando un poco con ella, obviamente oraron para que ella se recuperara, y luego tuvieron que irse; claro la foto se quedó en el hospital pero yo no, Sheryl no quiso que me dejasen allí; así que Sofía me llevó de regreso a su casa, y el día de hoy pues bueno aquí estoy de regreso Mic; eso todo lo que pasó en estos meses que no me viste. —Pero dime Rayan, ¿ella dijo que volvería? ¿Regresará? —No dijo nada Mic. Las palabras que le dijo a Sofía las sostuvo siempre, así que no sé si regresará o no a la iglesia.

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Decisiones. Han pasado cinco meses después de los relatos de Rayan acerca de lo acontecido a Sheryl. Los comentarios entre los músicos cuentan que ella salió de alta un mes después de lo narrado por Rayan. De nuevo en ensayo. Se han integrado algunas nuevas personas al equipo, unas con su talento y dedicación han dado fuerza al ministerio, otras la verdad con su flojera dan sueño lejos de dar inspiración. Rolando los reúne una vez más en círculo y les dice: —La transformación es un proceso de cambio para prepararte para una nueva etapa. Si tu presente es deficiente necesitas transformar tu vida a una versión mejorada, si las circunstancias te han tratado de hundir, es hora de sacar la versión 2.0 de ti mismo; si la gente trató de enterrarte recuerda que eres buena semilla y por tanto germinarás, crecerás y darás mucho y buen fruto. Los desafío a decidirse por crecer y aprender; el día que dejen de aprender cosas buenas ese día comenzarán a morir sus sueños y sus vidas, manténganse aprendiendo cosas buenas, y si en el proceso de la vida caen ¡Vuélvanse a levantar!, ¡somos una generación escogida por Dios!; Una generación apasionada e insigne no por los títulos o posiciones, sino por el Espíritu que llevamos dentro; Perfeccionados a través de los procesos, mediante los cuales alcanzamos madurez y capacitados por Dios para derribar todo lo que se oponga al establecimiento de su reino. Nacimos originales, no debemos vivir siendo una copia. Tenemos un diseño original y único, un diseño hecho por el 184

supremo arquitecto, Dios; quien no se ajusta a las modas de turno ni se acomoda a ellas. Su palabra no cambia y sigue siendo infalible aunque muchos se levanten en contra de ella; esa palabra por la cual fueron hechas los cielos y la tierra la cual debe estar escrita más que en papel en nuestros corazones. Entendidos que como ministerio somos llamados a inyectar fe y esperanza a través de la música a una generación sedienta de esa palabra que trae vida eterna. Pero tengan siempre presente lo siguiente: sus decisiones determinan el color y forma de sus vidas, la vida que cada uno de ustedes tiene en la actualidad es fruto de la suma de todas sus decisiones; y aún siguen dando forma y color a su vida con las decisiones que siguen tomando y las que tomarán. Aun en los procesos de crisis en donde es evidenciado tu yo interior, tendrán que tomar decisiones que serán determinantes para tu vida. Seamos conscientes de lo que estamos haciendo con nuestras vidas, no culpando a Dios por los resultados negativos que nuestros malos actos muchas veces han atraído, sino siendo leales y aferrándonos a su gracia rindiéndonos a él, sabiendo que sin él nada somos y fuera de él no hay nada que tenga verdadero sentido. Muchas de las decisiones más importantes de nuestras vidas habrá que tomarlas en momentos de crisis o en momentos de soledad, en otras ocasiones entre bullicio y conflictos; otras serán pausadas y con tiempo a favor, mientras que otras apresuradas y sin oportunidad de pensar mucho; unas con impacto momentáneo y otras con impacto perpetuo y hasta eterno. Cuidemos de nuestra vida y el amor que hacia Dios tenemos. Más allá de la belleza exterior y de la opinión pública las cuales son transitorias sean buenas o malas, cultivando la belleza interior la cual es perpetua y misma que embellece también el 185

exterior. Aprendiendo a conocer a Dios en cada momento de la vida cotidiana, y perseguir anhelosamente hacer su voluntad que es buena, agradable y perfecta. Muriendo a nosotros mismos y nuestros deseos egoístas, con humildad de corazón y sepultando la soberbia. Con la convicción que la gloria es de Dios y él es galardonador de los que le buscan y aman. Nunca olvidemos que tenemos acceso a la presencia del Padre a través de la sangre de Jesús, nunca sucumbamos ante el aislamiento sigiloso que lentamente y con mucha distracción nos separa de nuestro Padre. Aun cuando cometamos graves errores y estos opaquen nuestras cualidades no desmayemos, rindiendo cada día nuestra frágil humanidad a Dios para la limpieza de nuestras faltas y pecados, recibiendo su perdón y favor y levantándonos prosiguiendo hacia adelante para ver cumplidos los planes de Dios en nuestras vidas, los cuales son de bien y no de mal, pues el amor de Dios nunca falla, aunque nosotros fallemos, aahhhh pero no tomando este gran beneficio como juego, confiados en que siempre habrá una segunda oportunidad en Dios, cuando la verdad no sabemos si la oportunidad que estamos viviendo en este instante sea esa segunda y última, la cual no debe de tirarse a la borda. La vida está formada por decisiones, muchas son elecciones críticas e irreversibles. Decidimos ser felices o no; decidimos amar a Dios o no; decidimos seguir adelante o no. Está en nuestras manos el permitir que se haga la voluntad de Dios o se haga nuestra propia voluntad en nuestras vidas. Nosotros decidimos el tipo de vida que queremos. Decidamos pues guiados por el Espíritu Santo, y aprenderemos que vale la pena estar en el Camino. No desmayen, no se rindan, saquen nuevas fuerzas en la debilidad y abracen el amor del Padre el cual nunca falla. 186

Ustedes son llamados a formar parte de la generación de adoradores en Espíritu y Verdad que Dios está levantando. Él los busca, encuentra y escoge no porque sean perfectos, sino porque nunca se rinden y siempre se levantan aferrándose a él. Mis queridos hermanos y amigos, Dios sigue levantando esos adoradores y los está llamando a que despierten como hombres y mujeres de guerra. ¿Ustedes que deciden?. Estas fueron las largas palabras que dijo Rolando a todo el equipo. En lo que concierne a este su servidor Mic, estas son algunas de las historias que he presenciado. Nunca pensé ver y escuchar tantas cosas en una iglesia, además de conocer tanto acerca de las vidas personales de aquellos que están comúnmente en escenarios o altares de iglesias; hay muchos detalles que no les logré contar en estas crónicas, pues cada día en la iglesia, cada etapa y cada transición son toda una aventura. Mi sueño que en un principio era el ser usado por personajes famosos, se vio transformado por algo mejor, el ser un instrumento consagrado para llevar aliento, ánimo y palabras de vida, y es así que a través de mí, muchos verdaderos cristianos llevan el mensaje de Jesús; y me siento orgulloso de eso. Fui hecho en Estados Unidos, y me ensamblaron también allí, pero ustedes amigos han sido hechos en el cielo y ensamblados en la tierra con un propósito divino. * Déjense amar por el Creador, su Dios y Padre, y ámenlo también con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas. Ahora yo entiendo que es Dios de todas las cosas, incluyéndome a mí, un sencillo micrófono, un objeto inanimado pero que procedo de la naturaleza creada por él, y por tanto le pertenezco, porque por su poder creativo es que existo. *Luis Morales Jr.

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Estoy más que seguro que tú que leíste estas historias tal vez has presenciado algunas similares —si no es que también las has vivido—. Esas crónicas que tú has vivido y llevas en tu corazón, esas historias de procesos y cambios, transiciones y transformaciones, luchas y reposos, caídas y triunfos, errores y éxitos, fracasos y victorias, y muchas otras distintas etapas por las cuales todo ser humano tiene que pasar; esas crónicas las debes usar para crecer y bendecir también a otros, ayudándoles y modelándoles cómo se sale adelante en la vida en Cristo. Me dirigí a Rayan mi amigo el micrófono abandonado por Sheryl y le pregunté: —¿Qué opinas de lo que dijo Rolando? —Me quedé sin palabras amigo, cosas de humanos —me contestó. De pronto se escuchó el abrir de la puerta de la entrada principal; unos pasos se acercaban, el sonido de los mismos eran delicados y suaves. A causa de que estábamos metidos en unas cajas Rayan y yo no podíamos ver quien era. Todos los músicos al escuchar que alguien entró voltearon a ver quién era ese personaje. Se escuchó una voz tímida y sonriente decir: —Buenos días muchachos, Dios les bendiga más. —¡Rayan!, ¿Escuchaste esa voz? –grité a mi compañero. —¡Sí, la escuché Mic!; es muy similar a la de… ¿Crees que sea…? ¿Será cierto que…? ¿Es acaso que…?.

…Tú decides… 188

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CRÓNICAS DE UN MICRÓFONO DE IGLESIA

Libro que narra las historias contadas por Mic, un micrófono que ve frustrado sus planes de ser utilizado por cantantes reconocidos y famosos, pero que en su transición al ser utilizado en una iglesia conoce muchas anécdotas de las personas que lo rodean, dándole el panorama del ambiente dentro y fuera de la iglesia, las luchas con que tienen que lidiar los jóvenes y los procesos por los cuales se ven envueltos. Una libro que narra historias basadas en la vida real, adaptadas a personajes para llevar un mensaje que desafía a la determinación y la perseverancia, mostrando de manera amena, cruda y realista las situaciones a las que tiene que enfrentarse esta generación.

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Manual técnico en su segunda edición, que contiene las herramientas didácticas para aprender a tocar muchos instrumentos musicales como ser guitarra, bajo, violín, violoncello, teclado, saxofón, flauta traversa, clarinete, trompeta, trombón, batería, así como teoría musical básica y lectura de tablaturas. También contiene un capitulo de canto, un extenso capitulo de audio y sonorizacón de iglesias, libro disponible en librerías y venta online a través de Paypal.

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