Libro - El Poder Invisible De Curar - 2007

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DOCTOR LINO TOMASÉN, EL PODER INVISIBLE DE CURAR: LOS PACIENTES REPORTAN SORPRENDENTES CURACIONES Jorge Pareta Fernández

PÁGINA LEGAL 615.856-Doc-C

Pareta Fernández, Jorge Doctor Lino Tomasén, el poder invisible de curar: los pacientes reportan sorprendentes curaciones / Jorge Pareta Fernández. -- La Habana (Cuba) : Editorial Universitaria, 2011. -- ISBN 978-959-16-2025-5. -- 251 pág.

1. Curanderismo Edición: Jorge Pareta Fernández ([email protected]) Diseño de cubierta: Ramón Horta Hayek Edición, corrección, diseño interior y composición: Pilar Sa Leal Depósito Legal: 9789591620255

Jorge Pareta Fernández, 2008 – 2012. Si desea contactar al autor escriba a: [email protected]

La Editorial Universitaria (Cuba) publica bajo licencia Creative Commons de tipo Reconocimiento, Sin Obra Derivada, se permite su copia y distribución por cualquier medio siempre que mantenga el reconocimiento de sus autores y no se realice ninguna modificación de ellas. Calle 23 entre F y G, No. 564. El Vedado, Ciudad de La Habana, CP 10400, Cuba e-mail: [email protected] En acceso perpetuo: http://www.e-libro.com/titulos

Jorge Pareta Fernández

doctor Lino Tomasén,

el Poder Invisible de curar

Los pacientes reportan sorprendentes curaciones

© by Jorge Pareta Fernández, 2007 Todos los derechos reservados a nombre de su autor: Jorge Pareta Fernández Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin expresa autorización del autor. Este material está protegido por la ley internacional de derechos de autor. La información contenida en este libro es de carácter testimonial. El autor tiene en su poder documentos de pacientes y de otras personas. La obra refleja opiniones, experiencias y creencias del autor, también incluye los testimonios recopilados por el autor. No se garantiza en modo alguno ningún resultado de los tratamientos aquí descritos, por lo tanto, no se podrá imputar ninguna responsabilidad al autor de esta publicación, ni a su editor, por no obtener los resultados deseados. Si desea contactar al autor escriba a: [email protected] Diseño de cubierta: Ramón Horta Hayek Edición, corrección, diseño interior y composición: Pilar Sa Leal

Palabras clave: Terapia energética, cura, curación, medicina alternativa, cura por las manos, pranoterapia, salud, fenómeno paranormal, curación pránica.

http://www.poder-de-curar.com

A Gladys Vera Vidal, madre de Lino. La recuerdo sentada en el consultorio, orgullosa de la labor de su hijo.

Agradecimientos

Deseo expresar mi gratitud a cuantos me ayudaron en esta investigación, cuya colaboración resultó de un apreciable valor: María B. Romero, Arminda Pareta y su esposo Felipe por su asesoría en los temas bíblicos, el uso del idioma, sus valiosos testimonios y el apoyo logístico. Pedro A. Vila Díaz, su esposa Imilka, por sus numerosas sugerencias y apoyo en general y por el valioso testimonio que me entregaron, el cual recoge facetas de la vida de Lino desconocidas para muchos. Nibaldo Hernández, por entregarme su valioso testimonio acerca de la efectividad de la actividad de sanación de Lino y por sus puntos de vista. Esperanza Purón, por sus reflexiones sobre este médico, que tituló: “Lino Tomasén: ¿acaso amas al que curas?”. Alejandro Cabo, por su interesante análisis acerca de la manera de curar de Lino desde el ángulo físico. Francisco Barrera, amigo y popular documentalista argentino, que me autorizó a utilizar citas de su padre, el último de los jefes aborígenes Aonikenk de Ushuaia, en la Tierra del Fuego, donde era muy querido y gozaba de prestigio. Luis Carlos García Figueroa, conferencista, por la interesante descripción de su primera visita al consultorio de Lino. Ramón Horta, amigo, por el estupendo diseño de la cubierta del libro. Jorge L. Robinson, autor del libro Dios bendice mis yerbas, por contagiarme con su fervor.

Pilar Sa, por la edición, corrección, diseño interior y composición del libro. Carmen Yolí Figueroa, por sus aportes a la redacción y estilo. Bobby Leonard, Jose Antonio Rodríguez, María del Carmen Mombiela, Roberto Acuña, Carlos Izquierdo, Lidia Esther Rodríguez, Jorge y Carlos Pareta, Aloima Torres, Mariladys Pulido, Ismelis Iglesias y Ariadna Cordero, por su importante apoyo logístico. Rafael Sierra, Beatriz Fernández, Rosa A. González, Betsys Lizaso, Jacinto Febles, Sonia Laíño, por sus valiosas sugerencias. Mi especial agradecimiento al doctor Lino Tomasén, por su apoyo al desarrollo de esta obra, por confiar en mi trabajo, por permitirme tener el honor de recoger testimonios y realizar encuestas a una muestra de sus pacientes; también a ellos mi eterno agradecimiento. A todas las personas aquí no mencionadas, cuya colaboración resultó de un inapreciable valor. Con todos me siento comprometido; sin su apoyo, este libro no tendría sentido.



Presentación El tiempo le preguntó al tiempo las cosas que no sabía. Y el tiempo le contestó: que el tiempo se las diría Decía su padre a: Francisco Barrera, aborigen aonikenk de Ushuaia, en la Tierra del Fuego.

He tenido el privilegio de conocer a un gran hombre: Lino Bárbaro Tomasén Vera, un cubano nacido en 1961, que siendo un niño de siete años descubrió que con sus manos podía curar a sus amiguitos y saber lo que iba a suceder o estaba sucediendo en otro sitio. Poco a poco fue conociendo y aplicando su don natural. Estudió la carrera de Medicina, en medio de una educación materialista. Conoció la terminología médica de las enfermedades que ya venía curando. Ya médico, continuó con su práctica de curar con las manos, que lo convirtió en un personaje controversial, pues rompió los esquemas de su época: era cuestionable que en un hospital donde se aplicaban métodos propios de la medicina occidental, ejerciera un galeno que no necesitaba medicamentos ni cirugía y que curara con las manos. A este hecho se unía su forma un tanto franca de expresarse, que no encajaba en ese medio laboral. La administración decidió trasladarlo a un asilo de ancianos. 

A Lino no le quedaba otra alternativa que aceptar la decisión o comenzar a hacer historia desde su casa. Optó por lo segundo, costara lo que costara... Lino y su obra son polémicas. Cura con fotografías; diagnostica sin análisis ni placas de rayos X, no está mucho tiempo con una persona en la consulta. Los resultados de su labor, a todas luces muy positivos, en ocasiones no han sido bien mirados. Hay médicos, científicos y religiosos que lo aceptan, otros niegan sus curas. En medio de todo ello, sus pacientes, de forma casi absoluta, manifiestan agradecimiento y admiración hacia este médico-chamán. Creo que es hora de escribir sobre la vida de este singular médico, lo que me da la oportunidad de abordar un tema curioso, humano, folklórico y único, pues considero necesario que se sepa la verdad sobre Lino, sobre sus métodos para curar, cómo se desenvuelve en su peculiar consultorio y las opiniones de sus pacientes. Me alienta conocer que existe un médico a quien se puede acudir en casos críticos: Lino Tomasén. ¿Y si dijera que la cuarta parte de las personas que van a verlo llevan la foto de alguien que se encuentra muy lejos o su estado de salud no le permite recibir la curación “en vivo”. Dedico varias páginas a tratar ese asunto e incluyo testimonios de personas atendidas por esa vía. En este libro expongo las revelaciones sobre su manera de curar, que pueden servir para comprender por qué en su consulta lo insólito pasa a ser cotidiano. Aquí sabrá todo lo esencial sobre Lino, pues durante dos años atendí su buzón de e-mail y conozco cuáles son las interrogantes más frecuentes. Agrego fotos y textos de agradecimiento escritos sobre las paredes de las dos casas-consultorio que ha tenido. Incluyo otras fotos, con la intención de ofrecer al lector una idea sobre este original sitio. Hago referencia, además, a artículos de la prensa cubana e internacional, como evidencia de la 

presencia de periodistas y documentalistas del cine y la TV de varios países en la consulta. Inserto en el libro cientos de testimonios. Por cierto, agradezco a quienes han tenido la gentileza de dar a conocer sus nombres, direcciones, teléfonos y firma, lo cual considero un aporte de suma importancia. Es mi mayor deseo que este trabajo le motive una reflexión sobre la historia y la manera de curar de este hombre, que en mi opinión posee el poder invisible de curar. Y si tiene graves problemas de salud, es posible que aquí descubra una nueva vía para su curación. ¿Qué le impide probar? Jorge Pareta Fernández, 15 de agosto de 2007.



Contenido Presentación / 7 1- ¿Vino a sanar? Lino se inicia / 14 El doctor Lino comienza a asombrar / 15 Las dificultades aparecieron... / 24 2. Las paredes hablan El primer consultorio / 33 La calle que se hace célebre / 39 Lo insólito como cotidiano / 53 3. Confidencias sobre Lino Anécdotas de los primeros tiempos / 57 Vivencias de otros discípulos / 73 Fui por complacer a mi hijo / 76 Cómo lo conocí / 81 Dios lo puso en mi camino / 85 4. Su secreto para curar Ver es quedar sorprendido / 93 ¿Tiene religión este hombre? / 108 ¿Es cierto que Lino cura? / 113 Las paradojas de Lino / 127 El caso “Lino” visto por un físico / 131 5. ¿Cura por una foto? Sobrevivió más de cinco meses / 143 Testimonios impactantes / 145 El paciente en Ghana / 152 6. Lino y el mundo Los viajes de Lino / 159 La prensa opina / 162 7. Los pacientes opinan / 167 Epílogo / 245

Gladys Vera Vidal, madre del doctor Lino.

La cosa más bella que podemos experimentar es el misterio. Es la fuente de la ciencia y del verdadero arte. Albert Einstein.

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¿Vino a sanar? Lino se inicia El doctor Lino comienza a asombrar Las dificultades aparecieron...

E

n un artículo publicado en Prensa Latina en 2001 se citaba: “La grandilocuencia del cubano auténtico, la sabiduría china y la fuerza de sus ancestros negros se aúnan y multiplican en la personalidad de Lino Tomasén, médico que constituye ya una nueva leyenda en La Habana, curando solo con sus manos”. Lino nació el 4 de diciembre de 1961 en Prolongación de Calvario, en la ciudad de Santiago de Cuba, hijo de Lino Tomasén Ortiz y de Gladys Vera Vidal. Como nació el día de Santa Bárbara le pusieron Lino Bárbaro. Cuenta la madre de Lino que cuando estaba embarazada, algunos espiritistas le vaticinaron un niño prodigio. Recuerda que el doctor Balón, pediatra de Santiago de Cuba, quien la asistió en el parto le dijo: “Regáleme ese niño, pues ha nacido alguien prodigioso. Me lo dice la luz azul que irradia su cabeza”. A los tres años de edad, Lino con sus padres pasaron a residir en La Habana. Durante dos años vivieron en Tamarindo 13

no. 53, posteriormente se mudan al barrio de Marianao y de ahí al de Centro Habana, en Infanta y Carlos III, donde vivió hasta el 2000.

Lino se inicia A los siete años, Lino descubrió que al pasar sus manos sobre la cabeza de un amigo le aliviaba el dolor. Un día le dijo a su madre que su amigo Oscarito (Oscar Rodríguez López) no había ido a la escuela porque estaba mal de la garganta. Y así mismo sucedió. Gradualmente fue descubriendo otras potencialidades: “Abrir una flor en mis manos si me concentraba en ella, enfriar en instantes un vaso lleno de agua caliente o viceversa con mis manos” —expresa Lino. Su madre lo llevó al médico porque estaba preocupada. No tenía ninguna enfermedad, pero debía cuidarlo mucho pues tenía dotes especiales, que podrían afectar su salud. Con el tiempo se acostumbró y desde niño ha venido curando gente en su casa. También profetiza el futuro desde pequeño. El conocimiento de su don fue pasando de boca en boca. Estudió en la escuela primaria, donde su mamá era maestra. Se fugaba continuamente hasta el cuarto grado, cuando comenzó a sentirse a gusto. “No necesitaba ir a clases, pues aprendía solo. Desde primaria hasta la universidad mis notas siempre fueron excelentes” —expresa Lino. “Su pensamiento siempre estaba en un sitio alejado. No utilizaba casi los juguetes y los regalaba. Con 4 años era un “niño viejo” y sorprendía a los mayores con sus temas de conversación” —Expresa Gladys. Cursó la secundaria básica y el preuniversitario en la escuela “Ignacio Agramonte”, en La Habana. Curaba a sus 14

compañeros con bastante discreción, para no ser requerido por los profesores. En la universidad le tomó mucho trabajo adaptarse. No le gustaba atender ni tomar notas. A veces no asistía a clases y esto le ocasionaba problemas disciplinarios. Cuando le preguntaban sobre los temas impartidos en clases, respondía con precisión. Nunca faltó a las clases del profesor Armando Pena por considerarlo alguien extraordinario.

El doctor Lino comienza a asombrar En 1985, Lino colocó en la sala de su casa el diploma de doctor en Medicina, otorgado por la Universidad de La Habana. El doctor Lino comenzó a trabajar en el Policlínico “19 de Abril” en Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana. Analizaba electrocardiogramas e informaba sus apreciaciones a los colegas. En 1989, fue seleccionado por su expediente para trabajar en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”, donde se hace Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Lic. Rafael E. Rodríguez Bring, Asesor Jurídico del Poder Popular de Ciudad de La Habana, vecino de Belascoaín no. 1164 altos entre Monte y Cristina, Habana Vieja, Ciudad de La Habana, Cuba, viene por este medio a afirmar lo siguiente: Que el 16 de enero de 1987 fuí objeto de una sustitución valvular aórtica en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. Que encontrándome aún de certificado médico, se me presentó una Hepatitis B, siendo reingresado en una sala de Medicina Interna durante el mes de abril de 1987, y fui atendido por el doctor Lino Tomasén Vera con el método o sistema Chi Kun y en aproximadamente un mes, logró hacer desaparecer el virus causante de la enfermedad que pudiera ser consecuencia indirecta de una intervención ­quirúrgica

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a corazón abierto, con cinco transfusiones. Debo señalar que en mi cura el doctor Tomasén solo utilizó, además del Chi Kun, el medicamento Bicomplex en tabletas y reposo, lo que posibilitó mi pronta reincorporación a las actividades laborales en junio de 1987. Desde entonces hasta la fecha no he confrontado situaciones al respecto, habiendo transcurrido cinco años desde entonces. Debo significar además que en todo momento he recibido del doctor Tomasén un trato afable, familiar y correcto, brindándome la confianza necesaria con su actitud animosa y conducta ejemplar en su trato con los pacientes, todo lo cual coadyuvó a mi recuperación total. Y para que así conste, firmo la presente a los 24 días del mes de febrero de 1992.

Posteriormente, trabaja en el Hospital de Emergencias y en el Policlínico “Machaco Ameijeiras” de Guanabacoa, ambos en Ciudad de La Habana. La Dirección del Policlínico le entregó una carta de reconocimiento al concluir su trabajo allí: “A quien pueda interesar: Por este medio le comunicamos que el doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera, Médico Especialista de 1er. Grado de Medicina, laboró en nuestro centro realizando un trabajo perseverante con logros positivos con el único emblema de mejorar y curar sin medicamentos, atendiendo varias patologías como: cólicos nefríticos, asma, sinusitis, inflamación pélvica, bursitis, hernia discal, entre otras, por lo que el colectivo de la Dirección se siente profundamente contento sabiendo que nuestros pacientes lo necesitan”. Hace ya 18 años me encontré con el doctor Lino en la calle cuando él trabajaba en el policlínico de Guanabacoa. Yo estaba con mi niña en brazos esperando la guagua (ómnibus) mientras me desahogaba con una amistad y le hablaba de mis dolores cervicales. El también estaba esperando la guagua, me escuchó, con gran compasión me pidió que le diera el niño a alguien y allí mismo me dio una sesión de energía. Me citó al otro día al policlínico para otra sesión. En ese momento me alivié totalmente de

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esos terribles dolores. Actualmente mi esposo se trata con él. Le estoy y le estaré eternamente agradecida. Que las bendiciones de Dios sean con él. Ida Hernández Falcón, 51 años, calle 10 no. 13, entre 1ra y 3ra, Reparto Chibás, Ciudad de La Habana.

Desde 1987 entró en contacto con rosacruces, yogas, chamanes, espiritistas, monjes budistas y hare krisna que se interesaban por su trabajo y en el dominio innato que poseía de esas prácticas. En esta época decía Lino: “Los valientes sobrepasan la muerte, el dolor, la calamidad, el desprecio. La valentía es el calmante de los enfermos”. En 1990 se conoció públicamente que este médico curaba con sus manos en el Hospital “Salvador Allende”, antes “Covadonga”. Con su método atendía a más de cien pacientes al día. Se distribuían los turnos con meses de anticipación. Presentaba Hernia Discal, entre 4to y 5to discos lumbares. Luego de varios tratamientos fui operada en octubre del 89 en el Hospital “Frank País”. Seguí con la dolencia, caracterizada por dolores diarios en la parte posterior de la cintura, que se extendía en ocasiones a los lados del vientre y a la pierna derecha. Al barrer o caminar se agravaba el dolor. Sentada se me entumían las piernas. También se me inflamaban los músculos que van del cuello a los hombros. A los 3 meses de operada tuve una crisis de dolor en ambas piernas. Me indicaron ejercicios. En junio de 1990 me diagnosticaron fibrosis y otra posible hernia. En julio de 1991 sufrí otra crisis de dolor en la zona del riñón derecho que irradiaba a otras zonas. El tratamiento de acupuntura no dio resultado alguno. En noviembre de 1991 acudí a la consulta de Lino en “La Covadonga”. Me acosté en una camilla y él ­comenzó a hacerme una serie de movimientos y contracciones durante aproximadamente 3 minutos. A partir de ese momento noté una gran mejoría: pude hacer cuclillas sin necesidad de ayuda, pude levantar las piernas hasta un ángulo de unos 55

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grados (antes eran solo 15 grados), desaparecieron los dolores. Dos meses después pude visitar a mi hija en la escuela al campo, recorriendo varios kilómetros en bicicleta. Isabel Nodarse Suarez. Edad: 32 años. Sagua la Grande, Villa Clara, Cuba. C.I. 59070504677, 25 de noviembre de 1991.

En esa etapa, José R. López, un ingeniero estudioso y apasionado de la medicina y el deporte, además de brillante profesor universitario realizó un minucioso estudio sobre la actividad que venía desarrollando el doctor Tomasén. No he tenido acceso al informe de investigación de López, ni a mil testimonios sobre la curación de los pacientes que pudo recopilar. El me explicó acerca de la alta capacidad del doctor, para curar con sus manos diferentes enfermedades y que tenía el proyecto de escribir un libro en el cual utilizaría esa valiosa e inédita información. En 2001, con vistas a la creación de un sitio web, pedí a Lino que me entregara algunos testimonios que obraban en su poder y me di a la tarea de solicitar testimonios a las personas que iban a tratarse a partir de ese momento. Son los que aparecen en este libro. El sitio web ha jugado su papel de informar a Cuba y al mundo acerca de este insigne sanador. Esto lo he escuchado de la boca de varios pacientes que pudieron salvarse gracias a ello. En el año 89 me diagnosticaron fibromatosis agresiva en el glúteo izquierdo con infiltración al recto y al intestino. Recibí quimioterapia hasta agosto de 1990 sin lograr grandes resultados. Los médicos suspendieron el tratamiento hasta realizar una nueva valoración. Entonces escuché hablar de Lino que trabajaba en el Hospital “Salvador Allende” y me llevaron a visitarlo. Los médicos no habían determinado el nuevo tratamiento y ya llevaba varias consultas con el doctor Tomasén cuando comenzaron a ver el cambio. Unos meses después en el resultado de un ultrasonido

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Fila de personas a la entrada del consultorio del doctor Lino.

se confirmaba la desaparición total del tumor. Ahora me estoy tratando una neuropatía que me quedó como secuela de los sueros. Estoy mejorando mucho y me siento muy bien físicamente. Le estoy agradecida eternamente y que Dios le dé siempre mucha salud. Aymara Legón. Calle 6 no. 115, entre 1ra. y 3ra. Miramar, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Acudo en agosto de 2001 a la consulta de Lino presentando linfoma angiocéntrico de la línea media, tratado en el Hospital “Manuel Fajardo” y el “Oncológico”. Recibí siete sueros citostáticos y 20 radiaciones. Hasta el presente he tenido 14 sesiones de tratamiento y continúo asistiendo a su consulta. La primera vez que estuve allí estaba totalmente sin fuerzas para caminar, no movía la boca, no podía sostenerme en pie por las fatigas, no podía tomar agua, tampoco hablaba. En esa primera consulta recibí una

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energía increíble, la cual me dura hasta hoy. Ya no tengo fatigas, como de todo, mi estado de ánimo es mucho mejor, aunque aún no he terminado el tratamiento. Opino que Lino es un profesional, que con seguridad y de un modo fuera de lo convencional mejora a sus pacientes extraordinariamente. Él es mi esperanza, pues ya me he sometido a otros tratamientos y hasta ahora no me habían dado ningún resultado. Elieser Iglesias Rivero, Jesús María no. 106 entre Cuba y Damas, Ciudad de La Habana, Cuba. 6/9/01.

Lino me refirió que en esa etapa de su vida fue estudiado por el grupo de “Radiestesia” de la Academia de Ciencias de Cuba, le midieron el aura y alcanzaba más de 60 metros (la palabra radiestesia se relaciona con las radiaciones y los rayos, cuya naturaleza aún se desconoce. En radiestesia terapéutica se usa un instrumento muy simple: péndulo, que en la mano del radiestesista, capta y amplifica los efectos de los rayos radiestésicos. El aura es un campo energético que tienen los seres vivientes y que generalmente mide centímetros o metros de espesor. Hay quienes han fotografiado el aura utilizando una cámara fotográfica especial llamada “Kirlian”, en honor a su creador, el ucraniano Semyon D. Kirlian, el primero en fotografiar el aura, mostrando una forma luminiscente alrededor de los dedos de su mano). Lino fue invitado para impartir una conferencia sobre medicina alternativa en un centro de investigaciones del cerebro, llamado INIFUNCE, frente a decenas de personas, donde Lino les dijo a varios de los presentes cuál era su padecimiento. Tuve la oportunidad de hablar con el director del referido centro en esa fecha, doctor en Ciencias Médicas, Nibaldo Hernández Mesa, que me hizo llegar un documento donde relata los trabajos que realizó con el ingeniero José R. López y sus consideraciones:

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Muchos han sido los niños curados por Lino.

La información acerca de las capacidades diagnóstico-curativas la tuve de primera mano de un amigo que visitaba su consulta en el Hospital “Salvador Allende” y realizaba una observación imparcial de los pacientes que exploraba y diagnosticaba con y sin interrogatorio, y luego aplicaba el tratamiento. Me señaló que había detectado una efectividad cerca del 90% en todas las afecciones y en el caso de afecciones de la columna vertebral más del 90%. Para la curación a distancia a través de una foto

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también la efectividad ha sido elevada, aunque más difícil de comprobar. Como quiera que el amigo era de toda mi confianza y se ha caracterizado desde que lo conozco porque trata de cuantificar todo lo que explora me dirigí al “Salvador Allende” durante dos mañanas cada semana durante gran parte del año 1991. Mi propósito fue el de comprobar lo que escuché. El resultado fue que mis observaciones aunque menos detalladas que las referidas, se acercaron a las cifras citadas. Con ese resultado cité al consejo científico del ININFUNCE, que dirigía en esos instantes. Informé acerca de las estadísticas de mi amigo y lo que comprobé yo mismo y el consejo decidió realizar una sesión donde el expositor fuera el propio Lino Tomasén. En la citada actividad estuvieron presentes, además de los miembros del consejo científico, todos los investigadores del INIFUNCE que decidieron asistir. Estuvieron también algunas personas interesadas y que tenían experiencias curativas alternativas, entre los que habían psicológos, practicantes de Yoga, etc. Uno de los participantes tomó un video de todo lo sucedido. Lino realizó una intervención y luego respondió preguntas que le hicieron. El detalle que deseo resaltar es el de una joven investigadora (bioquímica) que padecía de estrabismo y se encontraba a unos dos metros de distancia. Le pidió a Lino que la curara del estrabismo. Lino no dijo nada acerca del estrabismo, pero le dijo que tenía una seria alteración en su columna cervical que debía atenderse. Le dijo con seguridad las vértebras que tenía afectadas. Luego siguió repondiendo preguntas, que era el objetivo principal de la actividad que no se programó nunca como de diagnóstico específico o de tratamiento. Concluyó la actividad y al otro día en la mañana me estaba esperando la joven con las placas en la mano que le habían realizado hacía varios días y me mostró asombrada que era lo mismo que Lino de sólo verla lo había señalado. Lo relato pues en este caso hay prueba en el video y testifical de

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varios observadores de las placas que se encontraban a mi lado al día siguiente. Ello elimina la posibilidad de confusión. Lo resalto pues demuestra una de las capacidades que vi en Lino en la consulta del “Salvador Allende”. No en todos los pacientes pero al menos en un 10% de los que vi me llamó la atención que sin tocar, ni preguntar a la persona pudo saber con exactitud lo que le aquejaba. Luego de la sesión científica del INIFUNCE deseo destacar que me pidieron de la dirección de la Academia de Ciencias un informe acerca de mi punto de vista acerca de Lino Tomasén, de sus potencialidades curativas. En el informe expresé mi punto de vista y que sostengo actualmente: Lino tiene capacidades realmente curativas y no es una persona enajenada mental. Planteé entonces que Lino tiene un desarrollo notable del hemisferio derecho que no está, como en casi todas las personas, sometido a la tiranía del hemisferio izquierdo. Deseo plantear mi punto de vista, que no he conocido nadie con mayores potencialidades diagnóstico-terapéuticas intuitivas (el llamado ojo clínico) efectivas que Lino Tomasén. Tampoco conozco nada escrito al respecto. En cuanto a la explicación de cómo se producen esas capacidades, veo coincidencia en muchos aspectos como la alegría sostenida, seguridad que provoca y la ausencia de emociones negativas. Por otro lado su fuerza es algo notable. No obstante los resultados van más allá de eso y se quedan sin explicación al nivel de la ciencia actual. Doctor en Ciencias Médicas Nibaldo Hernández Mesa. Profesor de Fisiología ICBP Victoria de Girón. Mayo de 2007

El Centro de Perfeccionamiento Médico (CENAPEM) le otorgó el Certificado de Profesor del Curso Nacional de Postgrado de Medicina Alternativa que ofrece el Ministerio de Salud Pública cubano (MINSAP), firmado por el director

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del CENAPEM y por el Viceministro de Asistencia Médica del MINSAP.

Las dificultades aparecieron... Hasta 1992 trabajó en instituciones del Estado. En ese mismo año, paralelo a ese sentimiento de respeto y admiración que existía en el pueblo a favor de este hombre, se fue erigiendo otro de rechazo por parte de algunos médicos y personal administrativo, que lo tildaban de loco, de falso sanador. Sus conceptos tan diferentes acerca de la salud y su sinceridad al expresar lo que sentía hicieron que resultara incomprendido por algunos en el hospital. Debe tenerse en cuenta que en aquellos años en Cuba no se practicaban terapias como esta, no existía esa cultura tampoco en los médicos. Se comenzaba a hablar acerca de la medicina tradicional china, pero procedimientos como el de Lino no eran aceptados como válidos. Los fenómenos paranormales se trataban con cierta discreción (para, prefijo griego que denota proximidad, semejanza. De ahí que paranormal lo interpreto como algo “casi normal”, con un cierto toque de misticismo). Recuerdo que para esa época sesionó en el Palacio de Convenciones de La Habana un evento internacional sobre temas paranormales y casi no se le dio publicidad. Para que tengan una idea de los problemas que se buscaba Lino: por ejemplo, el procedimiento médico para curar una fractura ósea que es inmovilizar el miembro afectado durante al menos 45 días, Lino lo resolvía en una semana o menos, suministrando energía al paciente, ese hueso se soldaba, lo cual se corroboraba por exámenes de rayos X. Muchos médicos no podían entender eso. Su situación en el hospital se hizo insostenible y le propusieron trabajar a un asilo de ancianos.

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En noviembre de 2000 llevé a mi niño de 5 años al doctor Lino por presentar inflamación en costilla flotante. Un cirujano del Hospital de San Antonio de los Baños diagnosticó que era una hernia en la costilla o un lipoma que habría que operar pero no de momento. Al traerlo a la consulta del doctor Lino ocurrió una cosa insólita: Con tan sólo uno de sus masajes logró disolver la inflamación que presentaba el niño. Madre de Maikol Tejeda Díaz. Calle 80 s/n. La Salud, Municipio Quivicán, La Habana, Cuba. 17/11/2001 En 1986, mi niña de 3 años tenía inflamación en la rodilla, en los pies y en las manos. La llevé a varios médicos y ninguno lograba un diagnóstico exacto. Fue el doctor Lino quien determinó que era artritis reumatoide. Con su tratamiento se curó. Hoy mi hija tiene 18 años. En los 15 años transcurridos nunca más tuvo problemas. Eso se lo agradezco al doctor Lino Tomasén. Fara Mireya Linares Gómez. Calle Perfecto la Coste no. 745 apto. 1 Bajos entre Panchito Gómez y Ayestarán, Ciudad de La Habana, Cuba. 6/09/2001. En 1999 producto de una caída tuve fisura y unión de dos vértebras. Con 5 sesiones de tratamiento con Lino durante una semana me curé. En septiembre del 2001 volví a Lino por Bursitis del hombro derecho, discretos trastornos de la cervical que se manifestaban cuando estaba de pie, la creatinina estaba en 243. En 3 sesiones con Lino desaparecieron los trastornos y la creatinina bajó a 90. Le deseo mucha salud y fuerzas para que continúe haciendo el bien a la humanidad. Inés Arozarena Fabelo, no. 455 entre Jovellar y San Lázaro, Ciudad de La Habana, Cuba. 15/09/2001.

Hoy, quince años después vemos como algo normal estos métodos de sanación. En cualquier policlínica del país se aplica la terapia floral, la homeopatía, la energía piramidal, en algunos sitios parece que comienzan a utilizarse los méto-

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dos del Reiki (Reiki no es un don, ni una habilidad especial. Cualquier persona puede practicarlo, tanto sobre si mismo como a otros y ayudarle a mejorar su salud.). También en cualquier farmacia del país ya se encuentran diversos preparados naturales. Ha sido necesario ir paso a paso rompiendo esquemas mentales. Ya el “fenómeno Lino” es más comprendido. Pero en aquel momento este doctor no aceptó tener que trabajar la medicina de otra manera a como lo hacía y se fue a trabajar a los muelles como estibador. Allí nadie sabía quien era ese hombre corpulento, lo veían como un estibador más. Lino expresaba: “Admiro y respeto el camino hecho por otros pero prefiero hacer el mío, no me gusta la debilidad, ni

Atendiendo a una anciana. Decenas de personas aguardan para ser­ atendidas.

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la codicia, ni el abuso ni nada que salga del hombre mediocre, no soy modesto, la modestia es hipocresía, los modestos esconden debilidad y no luz. Digo lo real, lo bueno, lo puro, rompo los límites, lo estrecho, adoro la firmeza, el valor y la entrega total”. El Embajador de Venezuela en Cuba en el 2001, Gonzalo Gustillo, que conocía sobre sus poderes de curación en el Hospital “La Covadonga”, muy pronto lo encontró en los muelles. Cuando preguntaba por “el médico” todos se sorprendían. ¿Quien ha visto a un médico trabajando de estibador en los muelles? Durante dos años Lino estuvo trabajando en la embajada venezolana, atendiendo al embajador, a su familia y a personal diplomático de otros países. Dentro de los casos atendidos se destaca el de Carlos Homobono, enfermo de Sida, que tuvo una recuperación sorprendente en la propia embajada de Venezuela. A continuación más testimonios que pueden ofrecer una idea acerca del poder de curación tan versátil de este hombre: Acudí al doctor Lino en junio de 1998 presentando serio problema en la mama izquierda, que se había extendido a los pulmones y ganglios. Comencé el tratamiento y el doctor concentró todo el mal en el seno. Se me abrieron siete huecos y por ellos expulsaba la infección. Llegó un momento en que hice una crisis general y fue cuando se me hizo la intervención quirúrgica para concluir el caso. Debo aclarar que aunque los médicos no me decían nada, yo sé que estaban asombrados por mi caso, al parecer bastante feo: no concebían que tuviera los pulmones limpios, nada en los huesos ni en la zona del vientre, sólo un fibroma sin peligro que es lo que me estoy tratando en estos momentos. Este tratamiento se extendió por dos años. Siempre tuve mucha fe en el doctor. Hoy, en octubre del 2001 me siento muy bien. Se me realizó un ultrasonido, una gammagrafía ósea y cerebral,

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análisis ­sistemático de sangre y todo dio perfecto. En estos momentos tengo 12 de hemoglobina y he aumentado 20 libras a sólo 8 meses de la intervención quirúrgica. Opino que el doctor Lino Tomasén es lo máximo, es todo un médico, agradable, muy buen trato, desinteresado y sincero, ya que cuando el caso no tiene solución habla claro con el familiar, aunque lo alivie por el tiempo que el destino ha marcado. A Lino le digo que siga hacia delante con el mismo espíritu de lucha, que los que hoy lo ignoran mañana serán sus seguidores. Carmen María Duthil Toledano. San José no. 904 entre Aramburu y Soledad, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba, 3/10/2001. En enero del 2001 acudí al doctor Lino por presentar asma bronquial y dolores en la cervical. En 10 sesiones de tratamiento el nivel de mejoría es óptimo comparado con otros tratamientos que he recibido en más de 10 años, sin haber logrado una total recuperación. Rolando Suárez Bencomo, Condesa no. 10 entre Manrique y Antón Recio, Ciudad de La Habana, Cuba. Echaba líquido cefaloraquídeo por la fosa nasal derecha y estaba esperando un turno para operarme de la cabeza. También padecía de un dolor de oído hacia la mandíbula en la parte derecha de la cara. Tuve 8 sesiones de tratamiento con Lino durante 4 semanas. Desde la primera consulta desapareció la salida del líquido por la nariz. El dolor del lado derecho de la cara se me quitó. Ya no necesito ser operada. Le estoy muy agradecida. Pilar Marrero Casanova. Ave 27 no. 8011 entre 80 y 82, La Salud, La Habana, Cuba, 14/11/2001. Cuando mi hijo de 14 años acudió al doctor Lino por primera vez en enero de 2001, tenía un dolor de cabeza muy fuerte y cons-

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tante y agotamiento físico. Le indicaron pruebas en el Somatón y Resonancia Magnética Nuclear, también se mencionaba una posible operación. Mientras esperábamos la operación se le indicó reposo absoluto. El niño tuvo 5 sesiones de tratamiento con este sanador, durante 2 semanas. Desde la segunda sesión, el niño mejoró, desapareció el agotamiento y pudo realizar todas sus actividades sin limitaciones. Al repetir la Resonancia Magnética Nuclear, se obtuvieron resultados normales. Holbert Alá Cisneros. Neptuno no. 1208, apto.9, entre Masón y Basarrate, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 22/8/2001 Se me diagnosticó cáncer de cérvix. Tuve 3 meses de tratamiento con radiaciones y quimioterapia. Hice 5 sesiones con el doctor Lino y a partir de este momento me sentí con mejor estado anímico. Los síntomas durante el proceso de curación eran similares a los que me ocasionaban las radiaciones y la quimioterapia. Diagnóstico final: curada y no operación. A este doctor todo mi agradecimiento y admiración. Mayo /2002. A los 10 meses de terminar mi tratamiento con Lino los médicos me sugirieron operarme (hacerme una complementaria) para salir de dudas y estar tranquila. Se hizo la operación y la biopsia. Todo dio negativo. No tenía cáncer. Abril /2007. Raquel María Aluart Guelmes, Edad: 35 años. Calle Ernesto Valdés Muñoz no. 104 B entre Martí y Maceo, Sancti Spíritus. Telef.: 323863. 20/05/2002 Actualizado en abril de 2007. En enero de 1991 acudí a Lino en el Hospital “La Covadonga” por un dolor en el abdomen que venía padeciendo. Fui atendida y me entregó un turno para volver dentro de un año pues había demasiados pacientes. No volví a verlo pues se me quitó el dolor. En septiembre de 2001 regresé a su consulta por varias razones: padecía de hipotiroidismo, espolones calcáneos,

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bursitis, presión alta, insomnio y calambres. Para todos esos padecimientos tenía tratamiento. En menos de 30 días visitando a Lino, dejé de tomar medicamentos. La presión se normalizó, duermo bien, los dolores han desaparecido o se aliviado en un 98% aproximadamente, mi calidad de vida es la mejor. Debo decir que he asistido a su consulta de manera esporádica. Opino que este médico mezcla la superinteligencia con los conocimientos científicos, dominio de la cultura y sabiduría oriental y un don para ver más allá de lo normal, con lo que logra diagnósticos certeros. Nelsy Esther Lamorí Cardosa, edad 53 años, Sofía no. 951 entre Longa y María Luisa, municipio Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba, 17/10/01. En 1993 padecía de cáncer en la próstata con metástasis en la pelvis, en la columna vertebral y en la cabeza del fémur. Recibí tratamientos convencionales (sueros citostáticos, radiaciones, etc.) y, además, tuve 17 sesiones de tratamiento con el doctor Lino. Lo cierto es que estamos en el 2001 y aún trabajo; llevo una vida normal y puedo decir que recibí un tratamiento combinado. Fidel Presmani, Ciudad de La Habana, Cuba. 1 de octubre de 2001. Cuando acudí al doctor Lino por primera vez, en julio de 1989, padecía de una bursitis calcificada. Una comisión médica dictaminó invalidez total del hombro derecho. No podía mover el brazo, pues los dolores eran terribles. Ni infiltraciones ni corrientes me aliviaban. Tuve 10 sesiones de tratamiento durante 2 semanas. Quedé totalmente curada. Ahora utilizo el brazo para todo y cargo pesos apreciables sin dificultad. En 1990 me diagnosticaron trombosis en la pierna izquierda, que estaba paralizada. En 10 sesiones con Lino me curé. María Isabel Dámeras Oquendo, San Lázaro no. 1218 apto.502, entre M y N, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba, 24/8/2001.

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En junio de 2000 sufría de tendinitis calcificada en el hombro derecho que me dejó casi inválida. No podía hacer nada y el dolor era muy fuerte desde el hombro hasta la mano. Me aplicaron corriente con agujas que me aliviaban momentáneamente. No podía dormir de ese lado. Me informaron que el brazo no tenía cura y que no podría realizar ningún movimiento con él. Supe del doctor Lino y acudí a él en septiembre de 2000. Me hizo unos ejercicios y otras cosas en el brazo. Como todo había sido tan rápido dudé de que me fuera a curar en tan breve plazo. Lino me dijo que volviera al otro día. Me aplicó el mismo tratamiento exclusivamente con sus manos. Tuve que volver al día siguiente y recibí el mismo tratamiento. Pensé que mi solución era para largo. Al preguntarle a Lino si debía volver al día siguiente, me contestó “¡Si ya usted está curada!”.Al llegar a la casa, empecé a cargar cubos de agua para baldear y a hacer todo lo que hasta ese momento no podía hacer, no tuve la más mínima molestia. Desde ese día agradezco, respeto y admiro a Lino, que con tanto cariño, bondad y sabiduría dedica sus conocimientos a aliviar y curar enfermos. Gladys M. García Dopico. Edad: 53 años. María Luisa no. 667 entre Sofía y Pilar, Rpto. Averoff, Mantilla, A. Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba, 16/10/2001. Mi padre sufrió en 1986 una esclerosis lateral amiotrófica que le provocó invalidez total, desahuciado por los médicos, sin resultados algunos hasta llegar al doctor Lino Tomasén, quien lo curó totalmente en el Hospital “La Covadonga”. Eternamente agradecido por haber curado a mi padre. Sus datos: Ernesto Alfonso Ibáñez. Edad: 66 años. Animas no. 657 entre Lealtad y Escobar, Centro Habana, La Habana. 25/05/2002.

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El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz. José Martí. La Edad de Oro, Nueva York, 1889.

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Las paredes hablan El primer consultorio La calle que se hace célebre Lo insólito como cotidiano

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El primer consultorio

n 1992 Lino comenzó a atender enfermos en su casa, ubicada en Infanta y Carlos III. Algunos pacientes desearon dejar constancia testimonial de su agradecimiento y lo hicieron escribiendo en las paredes de la sala. Así sucedió hasta el año 2000, cuando se mudó para Concordia no. 410. A continuación encontrarán las fotos de las paredes y la transcripción de los testimonios allí escritos.

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Mi suegra fue curada, fue transmutado su karma, el gato fue curado de leucemia y de linfomas en sólo dos meses. Mi caso particular ha sido seguido y tratado por el Maestro durante año y medio. La mejoría ha sido inobjetable, no sólo físicamente, sino también en el plano espiritual. ¿Quién si no hubiera podido lograrlo? Nada más Lino. Continúo con mi teoría, Dios en el cielo y Lino en la Tierra. Muchas cosas buenas, a mi nombre y al de mis seres queridos éxitos y lo mejor del mundo. Silvia. Carmen no. 165 apto.1 entre Monte y Tenerife, Centro Habana, Ciudad de La Habana, 9/1/99. En estas paredes testigos silenciosos de miles de extraordinarias curaciones doy testimonio de la grandeza de mi maestro y amigo

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el doctor Lino Tomasén, quien al darme parte de su maravillosa energía materializó en mí una transformación física y espiritual sin precedentes, que han hecho hoy de mí un hombre nuevo. Mi perra bóxer fue curada de un tumor y un coágulo cerebral y mi esposa de asma y otras dolencias. Pedro Vila. 5/1/99. Yo Marlén Rodríguez de 44 años. El famoso doctor Lino me sacó un daño (bilongo) del estómago. Le estoy eternamente agradecida. Calle 253 no. 9213 entre 90 y 94, Reparto La Cumbre, San Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana.

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Yo Marta A. tenía hipertrofia del sectum y el doctor Lino me curó. Boyeros, Calle 281, Mazorra. Yo fui curada de cáncer en el hígado. Gracias doctor Lino. Su eterna paciente. Romelia Yo soy Ana Rosa. Tenía hipertensión y cardiopatía, me iban a hacer un cateterismo y me curé desde que vine aquí. San José 653 entre Belascoaín y Desague. Yo soy Martha. He sido tratada por el doctor Lino por dolores de columna, osteocondritis y por problemas en el estómago. Le doy las gracias por haberme curado. Eternamente agradecida”. Calle 24 no. 359, Vedado. 10/1/99.

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A mi madre el 20/2/98 le pronosticaron 3 días de vida y fue curada de cáncer de vagina. De ahí nuestra fe en el doctor Lino Tomasén. Teresa Tamayo. Edif. U-313, apto. 9 Distrito José Martí, Santiago de Cuba. 5/1/99.

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Yo, Francisco Rodríguez Sánchez de 48 años, desahuciado por los médicos, inválido, pude caminar en tan sólo 4 sesiones del doctor Lino. Eternamente agradecido. Panchito. Calle Pinar no. 7411 entre San Francisco y 100, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, 20/11/99.

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Dios continúe iluminando al doctor Lino para que continúe sanando sobre todo a los niños. Dra. Sotolongo. 9/1/99. Gracias a ti pude tener a mi niña, después de mucho tiempo sin lograrlo, además mi hijita no caminaba y con sólo 5 sesiones tuyas lo logró. Mil gracias por siempre. Lisette. Ave 41 no. 2622, Playa. 7/10/99.

La calle que se hace célebre Al igual que en su casa anterior, a partir del año 2000 los pacientes de Tomasén continuaron escribiendo sus testimonios en las paredes de su nueva casa ubicada de Ciudad de La Habana. A continuación les presento la totalidad de los testimonios escritos en las paredes de la casa de Concordia no. 410 hasta marzo de 2007. De todos ellos tengo fotos. Para una mejor comprensión ajusté ligeramente la redacción de algunos textos sin cambiar su contenido:

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El niño mío que se llama Javier Cuba era asmático desde los 11 meses y el doctor Lino lo curó. Hace dos años que no le da ni catarro. Calle E no. 14223 entre Santos y Carabollos, S. Francisco de Paula, Ciudad de La Habana. Yo, Laura Reinaldo Jiménez, de 10 años tenía una enfermedad en el fémur, estuve 10 meses de reposo absoluto. Me hablaron del doctor Lino y vine. En sólo 12 días estoy caminando, no siento dolor ni molestia ninguna. Gracias doctor Lino. Aranguren no. 13 entre Lincoln y Agramonte, La Palma, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana.

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En la sala no hay prácticamente un sitio libre de texto.

Yo me llamo Yane Nuviola, estuve inválida a causa de una hernia discal. En la primera sesión salí caminando y sentí un enorme alivio. Vivo en Matanzas, en calle 141 no. 16803 entre 168 y 170, Rpto. Reynold García.

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Juana Fajardo estuvo 10 años con cáncer en los dos pulmones. Con las sesiones que le dio, actualmente no tiene ni catarro y tiene 80 años. No aparecen datos del testimoniante.

Yo, Ileana Águila, le agradezco al doctor Lino por hacer que mi madre mejorara del estado en coma. Ha estado 1400 días con dolor intenso en los pulmones y la fue curando con mucha fe y voluntad, pero sin negar la ciencia. El doctor transmite energía positiva. Gracias por ayudar a curar. 14/7/06. No aparece la dirección del testimoniante.

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Es común encontrar en los testimonios la cantidad de sesiones en que los ­pacientes refieren haber sido curados.

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Hacía más de 3 meses que no oía nada. Estaba completamente sorda. Vine a curarme con este milagroso doctor y ya en la primera sesión me curé. ¡Comencé a oír! ¡Cuánta dicha, satisfacción y felicidad siento en mi corazón! ¡Que Dios lo bendiga por siempre! Esperanza Betancourt Rivero. Ánimas no. 69 entre Lindero y Final, Calvario, Municipio Arroyo, Ciudad de La Habana. Telef.: 99-5262. 13/3/06. Mi mamá, Inés Arosarena, de 86 años, fue curada de creatinina alta en sólo 5 sesiones. En estos momentos goza de buen estado de salud. ¡Que Dios le dé salud y bienestar para que siga ­curando!. Mi dirección es: N no. 455 entre Jovellar y San Lázaro, Municipio Plaza, Telef.: 873-5287. 13/3/06.

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A continuación les transcribo otros testimonios que también se encuentran escritos en las paredes. No seguí incluyendo fotos para ahorrar espacio en el libro. Si visita el consultorio podrá leerlos directamente de la pared. Aquí van: Yo, Noelia Rosalía Más Tápanes, de 60 años, tuve un derrame, que me mantuvo en coma por un tiempo. Gracias al doctor Lino, santo de las manos milagrosas de Cuba, que me curó a distancia mediante una foto mía. Me fue dando fuerzas y poco a poco salí del coma, comencé gradualmente a ver, a hablar, a escuchar hasta que me recuperé totalmente. Gracias a Lino que me salvó la vida ya que los médicos no contaban conmigo. Mi dirección es Concordia no. 367 entre Lealtad y Perseverancia, Ciudad de La Habana. 16/3/06.

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Estando en el consultorio el 25 de marzo de 2007 conocí personalmente a Noelia. Ella emocionada me refirió que el tiempo que estuvo en coma fue de 3 meses. Al salir de ese estado no podía hablar. Luego se fue recuperando gradualmente. Me manifestó que hoy se siente muy bien y que pasaba a ver a Lino para saludarlo y recibir de él un poco de energía. A mi niña la traje aquí por epilepsia, después de varias consultas ya está sana y salva. Calle 10 no. 2310, Bejucal, provincia La Habana. En el año 93 mi nieta de 3 años fue sacada de terapia ya había tenido 6 ingresos. Se la llevé al doctor Lino Tomasén y más nunca le ha dado el asma. Sonia Valdés, Licenciada en Enfermería. San Nicolás no. 817 entre Sitios y Reunión, Ciudad de La Habana. Yo, Yiganis Wong Rodríguez, tenía que ingresar cada 6 meses para aplicarme oxígeno permanentemente e inyectarme, pues era asmática crónica de 4to. grado y gracias al doctor Lino me curé. García 708 entre Cristina y Minerva, Cárdenas, Matanzas. En el año 2003 le recomendé este caso al doctor Lino. Llevaba más o menos dos años con cuadro de hemiplejía derecha, pérdida de conciencia y lengua tropelosa, el cuadro aparecía y desaparecía. Acudió a neurología donde se estudió y no se comprobaron alteraciones, se remitió al servicio de ortopedia y tampoco se comprobaron alteraciones, se remitió finalmente al servicio de psiquiatría donde tampoco se resolvió el cuadro. Así las cosas la paciente de 46 años sin APP de interés y aparentemente sana hasta ese momento transitó por varios hospitales y no resolvió su cuadro. Fue así como yo había oído hablar del doctor Lino y le recomendé que acudiera a él, la paciente acudió y todavía no se

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cómo, en 3 sesiones en la paciente desapareció el cuadro. Hasta la fecha no ha asistido a consulta médica alguna. Doctor Arcadio Andino, Paseo no. 113 / 5ta y Calzada, Médico General. Diciembre de 2005. Desde el año 1976 soy diabética y casi siempre con el azúcar alta, también soy hipertensa. Hace aproximadamente tres años comencé a sufrir polineuropatía-diabética, que me impedía caminar, sufría muchos dolores en las piernas y en la planta de los pies, con la sensación de que me estaban picoteando los pies y me quemaba. Las manos y los brazos se me inflamaban, me dolían y casi no podía hacer nada. Tuve la gran fortuna de conocer a Lino por una amiga que me trajo a su casa, me he dado dos sesiones y ya, desde la primera vez, el alivio fue tan grande que puedo caminar sin dificultad, no he tenido que sentarme mientras camino, la presión se ha estabilizado, se me bajó la inflamación de los brazos y las manos, la glicemia me bajó de 25 a 12 por la mañana y a 8 por la noche. Me siento mucho mejor y continuaré tratándome con el doctor Lino. Muchas gracias. Aleida Agrecot Hernández. Calle no. 7 entre 1ra. y 10 Bloque 11135 apto.11, 2do. Piso. Altahabana. Ciudad de La Habana. Edad 63 años. 19/01/06 Hace cerca de 20 años padezco de diabetes que me ha provocado hipertensión, cardiopatía y decaimiento general. Hace tres meses comencé a padecer de mareos, me sentía muy mal. Me diagnosticaron vértigo, otro médico me diagnosticó artrosis cervical. Me indicaron reposo absoluto pero no mejoré. Tuve una crisis nerviosa causada por mis problemas. Me hablaron del doctor Lino que cura con las manos y acudí a su consulta. A partir de la segunda sesión comencé a experimentar mejoría: ya tenía estabilidad. Hoy me dí la cuarta sesión y me siento muchísimo mejor, hasta camino sola. Pronto comenzaré a trabajar. Doy gracias a Dios y a Lino. Elsis Uranga Figueras. Finca Miranda-Mojica, Mariel, La Habana. Edad 50 años. Teléf.: trabajo 9-2805. 17/01/06.

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A Eduardito, de 10 años no le salían los dientes. El 8 de marzo de 2006 su abuelo trajo la foto. Había que operarlo y el niño tenía miedo. Al otro día, el 9 de marzo, después de un año que se extrajo el diente de leche, el niño exclamó: ¡Abuelo, ya me salió el diente!. Teléfono 265-2450 en calle 126, Marianao. Graciela (paciente de Lino) Teléf. 881-5592. 2006. Desde principios de 2005 comencé a tratarme el brazo derecho a causa de una bursitis que me lo congeló. Me aplicaron, entre otros tratamientos, fango medicinal, láser, acupuntura, infiltración. Todo sin resultado. La opinión de los médicos fue que mi brazo no tenía cura. Entonces fue que acudí a Lino y a partir de la décima consulta recuperé casi totalmente el movimiento del brazo. Me queda sólo un poco de dolor. Marzo de 2006. Graciela Álvarez (Conill 305 apto.6, N. Vedado), Ciudad de La Habana. Teléfono 881-5592. Mi testimonio es este: El ginecólogo me diagnosticó inflamación crónica, me dijo que había que hacerme una histerectomía. Cuando Lino me tocó llegué a mi casa sin dolor y cuando fui al hospital tenía el cuello del útero cicatrizando perfectamente. Arianna González Cabrera. Candelaria, Pinar del Río. Yo, Eusebio Linares Linares, en el año 1989 sufrí una caída (trauma en el quinto metatarsiano), me llevaron al hospital, donde me pusieron un yeso en el pie, a los pocos días el pie comenzó a deformarse. Acudí al doctor Lino y cuando miró a través del yeso la forma que tenía el pie, diagnosticó que estaba haciendo un trombo febril. Me quitó el yeso y me mandó a caminar. Al ver la dificultad que yo tenía, me hizo unos movimientos en el pie, con mucha delicadeza, y me llevó el pie a su lugar. Me dijo que no tenía que ponerme más yeso. Volví a caminar normalmente. Hasta el día de hoy no he tenido más problemas. Eusebio Linares. Perfecto la Coste no. 745, apto. 1 entre P. Gómez y Ayestarán, Ciudad de La Habana. 6/9/2001

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Soy Gilberto López, padre de Isabel López, que sufría de artritis sin diagnóstico. Después de la segunda sesión, ya camina sin dolores. Cienfuegos no. 105 entre Apodaca y Gloria, Habana Vieja, Ciudad de La Habana. Llegué aquí con un par de muletas, a causa de una rodilla que me lastimé en un accidente automotor. Este médico me hizo caminar sin muletas en la primera sesión tan sólo con sus manos. Que Dios le dé mucha vida y bienestar. Lisset Reyes, vivo en el Reparto Chibás en Guanabacoa.: Ave. 5ta, no. 23. Ciudad de La Habana. En el mes de diciembre de 2005 llegué aquí recomendada por otra paciente que se atendió con Lino. Casi no podía caminar por los dolores de mis rodillas. En la primera sesión me alivié muchísimo. Me dio siete sesiones, ya estoy muy bien, hoy 16/3/06. He venido a traer a mi hija que es médico, aquejada de asma bronquial y 2 quistes y un nódulo en la tiroides. Espero que igual que yo se cure de sus males. Ya con 4 sesiones está mejorando, tengo mucha fe que sus padecimientos van a desaparecer. Gracias a Dios y a Jesucristo. Dios lo bendiga. Martha Betancourt Remedios, teléfono 792-9443 (casa), vecina de Calvo no. 63 entre Martí y San José, Guanabacoa, Ciudad de La Habana. Yo, Yakelia, hacía 14 años no salía embarazada y gracias al doctor Lino tengo una niña de 2 meses. Yakelia. 106 no. 5708 entre 57 y 59, Marianao. Ciudad de La Habana. 27/7/06. Desde los 9 años padezco de un LES y desde hace 4 años debuté con una IRC. Una vez que conocí al doctor Lino la IRC se ha detenido, manteniendo su estado de salud estable. Esto es desde hace más o menos dos años! Marloy Villavicencio. Calle 70 no. 634 Guanajay, La Habana.

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Tenía un linfoma en el estómago y gracias al doctor Lino fui curada en sólo 15 sesiones. Sonia, vivo en el kilómetro 5 de la carretera a Luis Lazo, Pinar del Río. Tengo 30 años. A los 13 años me diagnosticaron un tumor agresivo en la región glútea izquierda. Tuve tratamiento con quimioterapia durante 9 meses sin resultados relevantes y los médicos decidieron suspender este tratamiento sin dejar muchas esperanzas. Entonces conocí a este maravilloso doctor que trabajaba en La Covadonga y comencé un tratamiento de dos veces a la semana que duró varios meses. Me visitaron del hospital para analizar mi caso y aplicarme un nuevo tratamiento. El resultado del ultrasonido reveló que el tumor se estaba reduciendo considerablemente y entonces decidieron no poner ningún tratamiento. Continué visitando a Lino hasta que el tumor desapareció del todo. Nunca fui operada. Los médicos piensan que fue algo inexplicable. Yo diría milagroso. Que Dios le dé siempre mucha salud a este salvador. Ahora me atiendo las secuelas de la quimioterapia. Aymara Legón. Calle 6 entre 1ra y 3ra., Miramar, Ciudad de La Habana. 22/6/06. En el 2003 visité a Lino, tenía Cáncer en el cuello del útero. Después de 8 a 10 sesiones todo se fue disolviendo y hoy puedo contar que estoy curada. Melba Contreras Ledesma. Calle 6 no. 15 entre Calzada y F, Ciudad de La Habana. Gracias a este hombre maravilloso mi hermana salió de un tratamiento muy fuerte de citostáticos. Los médicos no contaban con su recuperación y gracias a Lino mi hermana vino aquí por sus propios pies. Arelis Cabrera. Edif. Gran Panel no. 3 apto.11, Candelaria, Pinar del Río. Teléf.: 98149.

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Traje un caso con tumor cerebral. No se movía. Por la foto (se atendió), está caminando y está bien. Andrés Montero. Rodríguez Murino no. 8301 apto.1. Telef.:796-1303. A quien curó mi nieto con tumor en el cerebro, a mi nieto con 2 operaciones hechas en el cerebro. Los médicos no contaban con el. Gracias al doctor Lino lo ha sacado del problema. Norberto Chico. Vivo en Guines, en Río Seco, La Habana. Tengo 42 años. Tenía múltiples fibromas que me provocaban muchos dolores y abundantes sangramientos. El doctor Lino me los desapareció. ¡Que Dios lo bendiga! Gracias. Maribel Toledo. Calle 50 no. 2909-A entre 29 y 31, San Antonio de los Baños, La Habana. 21/3/06. Mi esposo José M. Quintero padecía de hiperplasia medular y neuropatía además de un infarto cardíaco. Ya tiene 12 de hemoglobina y el infarto está curado. Gracias a Lino. Mucha fe que él los cura. Bárbara López. Serafines no. 168 altos entre Flores y San Benigno. Cerro, Ciudad de La Habana. Tenía un pólipo premaligno en el intestino que me provocaba sangramientos por el recto. Estuve con esto varios años, además de hipertensión frecuente. Hasta orinar me daba trabajo, pues la uretra la tenía un poco estrecha. No podía comer lechuga, pues me provocaba sangramientos. Tuve la gran fortuna y la dicha de conocer a este milagroso doctor que me ha devuelto la salud y la vida. Con sólo 4 sesiones desapareció el pólipo maligno, cesaron los sangramientos, se me estabilizó la presión, la uretra se amplió y por tanto orino con más facilidad. Todo esto gracias a Dios y a la misericordia. ¡Que Dios lo bendiga por siempre y le de mucha salud! Estoy muy contento, feliz, tengo 64 años. Niceno Blanco Padilla. Calle 70 no. 29B09 entre 29B y 29C, Rpto Buenavista, Ciudad de La Habana.

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Expulsé 3 pólipos de la nariz gracias al tratamiento del doctor Lino. Gracias doctor. Emis Crespo. Concordia no. 423 entre Gervasio y Escobar, Ciudad de La Habana.

Lo insólito como cotidiano Digamos que debería resultar “cotidiano” para mí lo que observo cada vez que visito el consultorio del doctor Lino. Son situaciones insólitas, casos muy difíciles. “Ya es hora de que me acostumbre a ver lo insólito como cotidiano”. Es interesante conocer cómo piensa alguien que acude por primera vez a este sitio. Aquí lo tienen: Una calle cubana dentro de un barrio de Centro Habana lleno de costumbres, miradas y chismes populares es el lugar donde el doctor Lino Tomasén hace su llegada; una llegada muy esperada pues los que en la calle están no saben como saldrán de sus problemas, esperando según mensajes de boca a boca un milagro en manos de este cubano. Un salón lleno de recuerdos, mensajes de hombres curados, firmas de gracias y otros nos hacen recordar la virgen Amelia del Cementerio de Colón o las típicas paredes del restaurante “la Bodeguita del Medio” escritas por los visitantes. Un individuo que muestra en su oratoria su defensa a la patria, a su pueblo y a sus virtudes según él poderosas. Para él su pueblo es lo primero, no importan sus enemigos. Lo visitan creyentes y no creyentes. Su oratoria repetitiva hace del salón un libro abierto como si nos encontráramos ante algo que habla desde adentro y lucha desde afuera, es un hombre espiritista tradicional con fuerte carga afro y sus deidades que reflejan los collares en su pecho. Así protege su persona y realiza limpiezas a pacientes que llegan cargados de energías negativas o espíritus enviados, daños antiguos u otras

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dolencias que reflejan más bien enfermedades psíquicas y espirituales de la vida actual. Estas se resuelven bien dentro de su campo de energía. Su forma de hablar siempre triunfalista desmorona al insolente y levanta el ánimo al afligido, él, sabe que amigos o enemigos no viviremos eternamente. Su presencia forma parte de la vida de esta área de Cuba donde sin él tal vez esa calle no diga nada más en los próximos años. Realiza su trabajo tranquilamente, pues al final no hace ningún daño con querer ayudar al prójimo. Al mismo tiempo trabajar en una limpieza encierra riesgos que él bien conoce; por eso entre cantos, emisiones sonoras y saltos de desprendimiento usando botas negras tradicionales libera a tierra la energía negativa que recoge de los que llenos de ella buscan su alivio. Posiblemente alivie a muchos, y cure a otros. Si usted acude a este sitio por primera vez y no sale satisfecho, no deje de acudir a la asistencia médica. No obstante si usted esta desahuciado no pierde nada con visitarlo... Debe pagar un derecho como paga el bus, el teléfono, el agua o la electricidad. Como colofón de mi primera visita puedo añadir que uno de los fenómenos más interesantes del ser humano es saber combinar a favor de las satisfacciones las insatisfacciones, la experiencia demuestra que la persona es mas feliz mientras más cultive valores y principios basados en la esperanza, la tenacidad, la confianza, la solidaridad y el amor... De una forma u otra considero que el doctor Lino Tomasén se ha planteado este camino basado en sus intercambios energéticos y espirituales... Afirmo que en él encontré los elementos esenciales de un espiritista: “Vocación, canalización y contacto” y como el hombre es médico, mejor. Luis Carlos García Figueroa, Conferencista cubano de marketing, historia y publicidad. Telf.: (537)203-6336 e-mail: [email protected]

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Hay algo que llama la atención en este lugar: decenas de personas, sentadas, o de pie, alrededor de Lino, observando su forma de curar y escuchando todo lo que él refiere sobre su vida y obra y también escuchando a los pacientes que, en el momento en que son atendidos, informan públicamente cómo han progresado en su curación. En cualquier sala de espera de un hospital siempre las personas conversan e intercambian informaciones sobre sus enfermedades y padecimientos. En este consultorio nadie habla de ello, se observa un ambiente positivo, de optimismo, de curación, cada paciente le cuenta al que está a su lado acerca de cómo ha mejorado desde que vino por primera vez. Algo insólito sucede también: en cualquier hospital, cuando el paciente es atendido, se marcha. En este sitio, muchos pacientes se quedan un buen rato observando el proceso de curaciones que se desarrolla, disfrutando del ambiente positivo.

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Pedro Vila con su esposa Imilka y su hijo.

“Admiro y respeto el camino hecho por otros pero prefiero hacer el mío, no me gusta la debilidad, ni la codicia, ni el abuso ni nada que salga del hombre mediocre, no soy modesto, la modestia es hipocresía, ­ los modestos esconden debilidad y no luz. Digo lo real, lo bueno, lo puro, rompo los límites, lo estrecho, adoro la firmeza, el valor y la entrega total”. Lino Tomasén

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Confidencias sobre Lino Anédotas de los primeros tiempos Vivencias de otros discípulos Fui por complacer a mi hijo Cómo lo conocí Dios lo puso en mi camino

Anécdotas de los primeros tiempos

P

edro es graduado de Física en la Universidad de La Habana que sufría de una tartamudez muy acentuada. Su esposa Imilka me cuenta que le resultaba muy difícil conversar con él. Todo el que se cura de alguna grave enfermedad por el esfuerzo de Lino queda muy agradecido. En el caso de Pedro, no sólo se trató de su curación, sino de varias experiencias que vivió, enseñanzas que recibió y que hicieron cambiar su vida de una manera radical, una vida en la que este médico desempeña un papel muy importante. Algo parecido sucedió con su esposa Imilka. Al escribir este libro dudaba colocar el testimonio de Pedro al pie de la letra, pues consideraba que el escrito denotaba demasiada pasión y era muy extenso. Posteriormente pensé que debía presentarlo tal y como Pedro lo 57

escribió, pues iba a perder ese encanto que se advierte al leerlo. Espero pues, que lo disfruten, con sus anécdotas y vivencias de épocas en que yo no conocía a Lino, en que tenía discípulos o alumnos y les enseñaba a curar con las manos, a dar masajes terapéuticos y también les enseñaba artes marciales. Pedro expresa: Conocí a Lino en marzo del año 1997, por mediación de Imilka, mi esposa. Su mamá una noche sintió un dolor tan fuerte en el pecho, que se orinó y se desmayó. Con urgencia la llevaron al hospital. Los médicos le diagnosticaron osteocondritis, le suministraron algunos antinflamatorios y la mantuvieron en observación, pero ella seguía con tanto dolor que apenas podía respirar y mucho menos hablar. Al día siguiente viendo que el proceder medico no aportaba otras variantes, la trasladamos a otro hospital, donde le aplicaron el mismo tratamiento pero su estado no mejoraba. Entonces Imilka que tenía referencias sobre él, decide llevarla a su consulta. Lino al verla le dijo que le quitaba ese dolor “ahora mismo”, que eso no era nada. Como en efecto, en menos de un minuto ya podía hablar, respirar mejor, e incluso, hasta reírse. Al día siguiente asistieron de nuevo a su consulta y en unos pocos segundos, la ligera molestia que le quedaba desapareció por completo. Imilka me contó toda esta historia y me insistió ir a conocer al médico. Desde el primer momento en que lo conocí tuvimos una gran empatía, conversamos de muchísimos temas, particularmente de física, de energía, pues soy Licenciado en Ciencias Físicas y él es poseedor de una gran sabiduría. Me explicó de una forma muy sencilla cómo era que curaba con las manos, cómo se expresaba la desarmonía y los bloqueos energéticos en el cuerpo humano, etc. Fue para mi muy agradable y sumamente interesante conocer a un hombre de la talla humana y espiritual de Lino.

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Al día siguiente junto a mi esposa volví a su consulta y vi desfilar a decenas de personas que desde muy temprano acudían a verlo: desde mujeres embarazadas, niños hasta personas de muy avanzada edad, todos sufriendo de disímiles enfermedades y padecimientos.

Es impactante observar el poco tiempo de tratamiento y su alta eficacia en solo unos pocos segundos las personas mejoran y se alivian y en 4 o 5 días muchas ya están curadas. A pesar de permanecer de pie muchas horas sin tomar siquiera agua Lino no muestra signos de cansancio, sino que, por el contrario recibe a cada paciente con alegría desbordante. Cuando le preguntan si está cansado alega tener en su interior algo así como un genera-

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Demostración de fuerza. Década de los años 80.

dor atómico que cada vez saca más y más fuerza y vitalidad de dentro de sí. Un día, después de la consulta, como de costumbre, dije a Lino que mi sentido común y mis concepciones de la vida armonizaban con todas sus explicaciones, pero que quería sentir cómo era eso de la energía de la que él tanto me hablaba. Entonces se paró frente a mí y me dijo: “párate firme” y sin tocarme me lanzó contra la pared; tal y como un bloque de hielo me desplacé por el aire como un metro hasta chocar estrepitosamente contra la pared del pasillo en que estábamos. Pensé que me había partido la cabeza y mi esposa casi llorosa del susto, le suplica a Lino que no me hiciera ninguna otra demostración, que era suficiente. Él, muy sereno, le dijo que no se preocupara que esa energía era buena que no me hacía ningún daño, que por el contrario, me protegía. Yo lo único que pude decir en el momento en que choqué contra la pared fue: “¡Ay Dios mío!” Fue una impresión tan profunda que supera con creces toda una biblioteca de libros que yo pudiera haber leído sobre el tema de la energía. En todo ese proceso sentí como si mi cuerpo se fragmentara en átomos y moléculas y viajara a la velocidad de la luz para luego formarse en el momento del impacto con la pared. A partir de entonces no encontré otra palabra mejor para referirme a él que “maestro”, pues con ella expreso el profundo respeto y la alta valoración que tengo de su persona y de sus conocimientos, de su maravilloso dominio de la energía y de la alta potencia que puede desarrollar, capaz de tumbar un edificio, pero que, por el contrario, emplea para curar a sus pacientes. Como bien dice el doctor, las enfermedades son como tigres que se esconden en la maleza esperando el momento oportuno para atacar y solo un cazador muy bien entrenado con una altísima potencia y conocimientos puede vencerlo. Una vez siendo Lino un niño apenas siete años, se miró en el espejo y al verse tan delgado se dijo “yo nunca fui así”, y comenzó un camino de autoentrenamiento físico, mental y espiritual muy poderoso, pues desde pequeño era consciente de la tamaña obra

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de curación que iba a realizar en su vida y para la cual debía estar muy bien preparado. A este sistema lo llamó Arfledupecam, (camino de la armonía, la flexión, la dureza y la penetración) un sistema poderoso de entrenamiento, capaz de convertir a un minusválido en un hombre muy fuerte, con este sistema entrena a muchos de sus propios pacientes para devolverlos a la vida mejor preparados y más aptos para enfrentar el futuro. Con la idea de poner a prueba su sistema de entrenamiento y encontrar posibles puntos débiles, se presentó en varias escuelas de artes marciales de La Habana y pidió combatir con el más fuerte y con el más rápido de todos. No les causaría ningún daño, solo se limitaría a defenderse. Jamás pudieron vencerlo. Le pedían que se quedara para enseñarlos a ellos. Así pudo comprobar que había creado algo maravilloso, que puesto en función de los enfermos, los haría más fuertes y mejores, libres de las flaquezas y debilidades humanas. Según él la fuerza evita los problemas y la debilidad los crea. La fuerza hay que desarrollarla de adentro hacia afuera, con ejercicios que fortalezcan los órganos interiores y los músculos, que desarrollen los huesos y permitan una respiración profunda, todo eso orientado a crear un cambio en el genotipo y no tan solo en el fenotipo, un cambio que perdure con el tiempo y que sea para siempre, de ahí las palabras de Lino “mientras más viejo, más poderoso”, o sea que con el paso de los años sus capacidades no se deterioran sino que, por el contrario aumentan. Siempre me dice que cada día aprecia mas su sistema de entrenamiento, pues cada vez se siente más fuerte, más apto y más capaz. Muchas personas al conocerlo esperaban ver a un hombre entrado en años y con una complexión física cercana a la media, pero al verlo tan voluminoso y pletórico de fuerza, tan ágil y siempre tan sonriente se sorprenden. Su biotipo y conocimientos, lo asemejan a un Buda, que en lengua Hindú significa iluminado, una persona que ha trascendido los limites de maya, de la ilusión y ha penetrado en la esencia del conocimiento de la vida y ha llegado a conocer las leyes espirituales que gobiernan este mundo.

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Lo llamé maestro y con gran alegría nuestra nos llamó alumnos a Imilka y a mí. A partir de entonces comenzó a entrenarnos y enseñarnos su doctrina. Nosotros abandonamos nuestro centro de trabajo y nos entregamos por completo a Lino. Todos los días íbamos a su casa temprano en la mañana y regresábamos muchas veces tarde en la noche. Poco a poco nos convertimos en parte de su familia, asumidos con amor por sus hijos, su esposa y su mamá. A lo 63

Imilka recibiendo energía de Lino.

largo de nueve años nos hemos compenetrado profundamente y hemos aprendido mucho de él, de sus enseñanzas directas y de su ejemplo. Nuestra vida se ha transformado en todos los órdenes, aprendimos a dar masajes, de nutrición, de hábitos de vida sanos, del uso de plantas y piedras medicinales, de artes marciales, de filosofía, de historia de la medicina, de cómo educar a nuestro hijo y muchas cosas más. Lino es una enciclopedia viviente. Un hombre multifacético y con expresividad variable, que aprende cosas nuevas todos los días y enseña cosas nuevas todos los días. Es como un manantial que fluye constantemente que nunca se agota, que crece. Siempre pensando en sus pacientes, siempre pendiente en busca de algo nuevo que los pueda ayudar más, siempre reflexionando a cerca de la vida y de las actitudes humanas. “No me gusta causar dificultad, no quiero seguidores ni cultos, ni honras, no soy el mejor ni el peor –dice– soy un curso más que cumple con el legado sagrado de aliviar el dolor y el sufrimiento de los demás, por tanto no tengo ningún mérito para ser aclamado. Deseo que todos los hombres y mujeres sean buenos, justos, que se ayuden los unos a los otros, que desaparezcan el odio, el dolor y el hambre, entonces seré feliz, que la paz sea para ese momento dentro y fuera de mí, de otra forma yo seré el luchador mas infatigable conocido en la Tierra”. Es un batallador incansable por la salud de sus pacientes, si le manda a alguien alguna hierba o remedio primero lo prueba él mismo, lo estudia consigo mismo, lo paladea y lo siente, por eso es un gran sabio, tiene raíces dentro de su propio ser, dentro de sus propias vivencias. Por eso él siempre dice “cuando digo azul es porque es azul, no lo dudes”. Un día él estaba preparando un remedio a base de hierbas y leche de chiva cuando nosotros llegamos. El insistió en que Imilka tomara aquello. A los pocos minutos ella vomitó varias babosas. Nos explicó que era un maleficio. Imilka a partir de ese día no sufrió más de problemas digestivos ni de decaimiento, y pudo comer cualquier ali-

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mento sin ninguna contrariedad. Desde muy joven padecía de asma y se agitaba con facilidad; tenia la capacidad respiratoria disminuída, pero mediante el tratamiento energético de Lino y sus métodos de entrenamiento físico, el asma desapareció para siempre. Antes de conocer al doctor, hacía dos años que teníamos una dieta vegetariana y ambos habíamos perdido considerable peso, sin embargo a los pocos meses de estar junto a él ya éramos otras personas, mucho más fuertes y con una capacidad física ­superior. Cuando comencé a entrenarme, había un joven que desde hacía un año estaba aprendiendo de él y ya había alcanzado un nivel físico impresionante y le comentó a Lino: “Maestro no pierda el tiempo con ese muchacho que está muy rígido”. Para darle pruebas de su poder le respondió: “Dame 15 días y verás la transformación que voy a lograr en Pedro”. No pasó una semana y ya me había dado tanta energía y había hecho no sé qué magia en mí, que yo tenia más fuerza que el otro joven, siendo este mucho mayor en tamaño y en peso que yo. Para mí ésta fue una experiencia sorprendente pues pude comprobar y sentir en mí mismo esa don indiscutible de Lino de transformar al ser humano en algo mejor y más perfecto. En otra ocasión nos golpeó a mi esposa y a mí con un bate de madera de un tamaño y grosor impresionante en la cabeza, en los antebrazos, en el estómago y en las tibias. Es importante puntualizar que fueron golpes muy fuertes que a otra persona le hubiera partido un hueso, pero al estar fortalecidos por su energía, no sentíamos el mas mínimo dolor. Experiencias como esas siempre nos sobresaltaban, pues era inevitable el temor antes de someternos a un entrenamiento tan drástico como el que acabo de narrar y más que hacía poco tiempo que conocíamos a Lino. Después que terminaba el entrenamiento, quedaba un sabor a alegría y la conciencia del salto físico y mental que habíamos

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dado. Lino tiene esa magia y esa potestad: en vez de entrenarnos todos los días varias horas, como, de hecho, tienen que obligatoriamente hacer todos los deportistas, él aceleraba el camino de nuestro desarrollo mediante saltos cuánticos, pues cada sesión de entrenamiento equivalía a meses o años para un deportista normal. Después de casi 2 años de entrenamiento, Lino desde hacía unos meses me había orientado fortalecer el abdomen y periódicamente me daba golpes energéticos en esa zona, para acelerar el proceso de endurecimiento, pero un día, después de los ya conocidos golpes le pedí que golpeara una masa de hierro de 20 kg. Él me pidió agarrarla bien fuerte con ambas manos, y pensé que absorbería toda la energía del golpe. Para sorpresa mía, fuí lanzado por el aire junto con la pesa hasta chocar con la pared, y me quede frío por la potencia del golpe. Sus demostraciones son tan inverosímiles que te dejan sin palabras: Es capaz de jorobar un tenedor con el ojo o de empujar una jabalina con el cuello. Sin embargo tiene la mansedumbre y la serenidad de un elefante. Dice que lleva la música por dentro. Ha aprendido a controlar sus estados de ánimo, siempre está en equilibrio, con una alegría y un bienestar desbordantes. Dice: “Dado el laberinto de dificultades que he tenido que vencer, he desarrollado mansedumbre, no necesito que me comprendan, me siento contento con solo comprender a los demás”. Recibe a sus pacientes con mucha dulzura y escucha sus preocupaciones y lamentos con paciencia para luego decirles que él se va a encargar de resolver todos sus problemas Lino tiene su propio ritmo de vida, sus propios patrones. No se rige por los ciclos normales del día y de la noche como todos los seres humanos. Cuando todos están cansados y prestos a dormir, él renace y se renueva. Puede controlar el sueño y permanecer hasta altas horas de la noche sin mostrar signos de cansancio, para luego, después de pocas horas de sueño, enfrentarse a una consulta kilométrica de enfermedades y do-

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lores humanos. Como él mismo dice: “Soy el único mecánico sin herramientas ni piezas de repuesto, sólo con el poder de mis manos puedo restaurar un órgano dañado, pegar huesos, subirle la hemoglobina a un paciente o desaparecer un tumor”. Hay una anécdota muy interesante entre otras muchas. Una muchacha que pasó todo su embarazo ingresada en el hospital con sangramientos, la hemoglobina en 7, había perdido casi todos los cilios intestinales, por lo que apenas podía absorber los nutrientes, los médicos hacían todo lo posible pero su estado de salud seguía muy critico y la amenaza de aborto era constante. Además, el feto estaba transversal en el vientre. Con nueve meses de embarazo, alguien le comentó acerca de Lino. Un lunes bien temprano en la mañana acudió a su consulta, Lino le pasó energía, le sopló aguardiente y humo de tabaco en la barriga y le dijo que no era necesario que volviera, porque el viernes el feto se iba a poner en posición cefálica, que iba a parir una niña sin ningún problema, que él la estaba ayudando. La muchacha se marchó bastante escéptica, pues los médicos ya le habían dicho que iban a hacer todo lo posible por salvar a la niña, pero que su vida corría mucho peligro, hasta el punto de poder morir en el parto. El viernes se le presentaron los dolores y cuando la llevan para el salón de parto, el enfermero (que tenía visión espiritual y que por supuesto no conocía a Lino ni sabía nada sobre él), ve a su lado a un mulato grande con un sombrero, fumando tabaco. Le preguntó si ella conocía a alguien así y si era un ser todavía vivo o que ya había muerto. Según la descripción del enfermero ella se da cuenta de que es Lino y le responde que ese era su Padrino. El enfermero le dijo: “Pues dale las gracias, pues te está ayudando en el parto”. En media hora pudo dar a luz a una hermosa niña. Desde entonces, le profesa a Lino un cariño y agradecimiento infinitos y cada vez que algún familiar suyo se enferma, ella misma lo lleva donde él. En una ocasión, después de finalizada la consulta nos quedamos Imilka, y yo con Luis Bonito, que por aquella fecha visitaba mu-

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Pedro Vila. cho al médico, admiraba su trabajo y quería conocerlo mejor. Un hombre muy estudioso, doctor en Ciencias y especialista en nutrición. Lino nos brindó un pedazo de queso. Luis Bonito comentó que no podía comerlo, pues desde hacía varios años padecía de problemas digestivos que le imposibilitaban comer frijoles y lácteos en general, pues se le inflamaba el estómago y sufría de gases y malestares. Lino dijo que se debía a que su hígado no estaba segregando varias enzimas y que él resolvería el problema En segundos le pasó la mano derecha por el vientre. Imilka vio que de Lino salía hacia arriba una halo de luz blanca que iluminaba hasta el techo. Ese día Luis comió un buen pedazo de queso y al día siguiente le dijo a Lino muy contento que la digestión había sido magnífica. Desde entonces ha podido comer de todo, sin ningún problema digestivo. Lino es un hombre extraordinariamente solidario y humano, es feliz viendo a los demás felices. Desde que lo conocí siempre que reflexionaba conmigo de la vida me decía que el hombre vale

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más mientras más capaz sea de servir a los demás, de ser útil a la humanidad. Siempre me educó en ese concepto, bajo el cual él ha vivido. Jamás ha usado sus poderes para engañar o para fruto personal, por el contrario, desde muy niño siempre puso en bien de los demás sus conocimientos. Ese don le dio la vía para transformar la debilidad en fortaleza y la enfermedad en salud y armonía. Sus poderes y posibilidades son inconcebibles. A los pocos días de comenzar a entrenarme me pide que salte hacia arriba y al mismo tiempo tire dos golpes en el aire, primero con una mano y luego con la otra pero todo eso en un solo salto, recuerdo que yo me elevaba del suelo como si tuviera muelles en los pies. Más tarde intenté repetirlo en mi casa, para que mi mamá viera las capacidades de salto que yo tenía. Temía golpearme la cabeza con el techo, porque el puntal de mi casa más bajo y tenía fresca en mi memoria la altura a la que pude elevarme en casa de Lino. Posiblemente tocaría el techo con la cabeza. Cuando al fin me decidí a saltar, por más que me esforcé jamás pude acercarme al techo. Entonces comprendí, había alcanzado esa altura bajo la influencia de su energía inductiva. Meses después, de visita en casa de un amigo, tomábamos aguardiente con agua de coco. Lino me pidió que partiera el coco, una vez pelado, con el canto de la mano. Muy dispuesto golpeé el coco y lo hice añicos. Días después en casa de mi suegra tumbamos unos cocos y luego de pelar uno, traté de hacer lo mismo, pero por más que lo golpeé nunca pude partirlo. Así, he tenido muchas experiencias parecidas a lo largo de los años. Sin duda, esa condición maravillosa de Lino es la que le permite suministrar energía a una persona, para así curarla de su enfermedad o potenciar sus capacidades o, mejor aún, crearle capacidades nuevas. Él disfruta viendo feliz a los demás, no se contenta con la gloria propia sino que, por el contrario, arrastra consigo a los que lo quieren para elevarlos a niveles superiores. Siempre está presto a ayudar, a ser útil, no acepta la debilidad ni los limites.

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Aquí aparece Tirson, quien padeciendo de esquizofrenia conoció a Lino en 1992. Ha mejorado muchísimo desde aquel entonces. En la foto aparece en una posición Yoga.

El 4 de diciembre del 2004, como de costumbre en esa fecha, estábamos reunidos varios amigos en casa de Lino, festejando su cumpleaños. En horas de la noche, sentados a la mesa disfrutábamos de una comida exquisita, cuando de pronto Lino comenzó a sollozar; yo estaba sentado junto a el, y creyendo que estaba emocionado por la alegría de aquella reunión de familiares y de amigos, traté de animarlo. Tan pronto logró controlarse, me dijo al oído que Cristo se le había presentado y le había puesto ante los ojos toda su vida: desde que era un niño, todas las experiencias, los sufrimientos e incomprensiones que había pasado y de cómo había tenido que luchar y de que era un triunfo que después de tanto sufrimiento y trabajo incesante hubiera podido llegar a cumplir 43 años. Cristo lloraba por él y siempre lo acompañaba. Aquella revelación lo emocionó mucho, y a pesar de que nunca más hemos vuelto a hablar de esa experiencia, quedó por siempre en la memoria y en el corazón de todos nosotros. No quisiera concluir estas líneas, que he escrito con mucho cariño, admiración y respeto sin hacer un llamado a todos los que lean este libro para que no pierdan tiempo, vengan veloces a conocer a este creador e innovador que ha impuesto en este siglo veintiuno un nuevo orden y un nuevo concepto en la medicina: la curación con las manos, sin medicamentos, sin aparatos, simplemente con su corazón y su fuerza. Sé que en el mundo hay otros seres que practican este tipo de técnica y ayudan a muchas personas, pero estoy convencido que Lino es el padre y la madre de esta terapia de nuevo tipo pues su poder y su fuerza no tienen comparación y como bien el mismo dijera: “He caminado el camino de los grandes y no hay manera ya de borrar mis éxitos ni mis logros”. Pedro A Vila Díaz. Edif 314, apto 4. Reparto Camilo Cienfuegos, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba. Teléfono 768-2669. Año 2001. Actualizado: 2006.

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Vivencias de otros discípulos Tomasén gustaba de enseñar artes marciales a sus pacientes y amigos. Les presento tres testimonios que son breves, pero, al igual que el testimonio anterior, ayudan a reconstruir esa época de los años 90:

En un minuto me curó En una sesión de un minuto Lino me ha curado de un esguince en tobillo. En mi criterio creo que la energía que mi maestro utiliza no es desconocida, pienso que es su propia energía más la energía universal que él sabiamente utiliza. La sanación se logra gracias a la grandísima preparación física y mental y a su fe y consagración por librar al prójimo de todos los males. Sus clases y sus entrenamientos son magistrales; siempre nos muestra con exactitud cada ejercicio y es el primero en hacerlo. Le da suma importancia a la preparación física para estar verdaderamente sano. Después de atender a los pacientes, Lino no va a descansar, sino que sigue preparando su cuerpo y su mente. Entrena para poder soportar grandes cargas. Haber tenido la oportunidad y la dicha de conocer al maestro Lino fue muy bueno para mí, ya que él dio un vuelco a mi vida; y pienso que a muchos que fueron a aprender de él, médicos, especialistas de primer grado, entre otros muchos, también les sirvió de pauta a seguir en su vida. He continuado cultivando sus enseñanzas, ayudando a sanar a muchos de mis alumnos, profesores, familiares y otros, a mejorar padecimientos, lesiones y enfermedades. Esto lo he hecho en la Academia Provincial de Gimnástica y en la Escuela Nacional de Ballet. Por esto pienso que no solamente me ayudó a mí en particular, sino que su ayuda ha sido a la humanidad; es como si sus manos

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sanadoras se hubieran multiplicado en las manos de sus alumnos; y aunque él no ha podido realizar su sueño de tener un instituto o escuela; sabemos que aún sin condiciones, ha podido formar a muchos, sanar a muchos, y es por esto que lo queremos, respetamos y creemos en él. Su trabajo lo hemos vivido y visto con nuestros propios ojos. A él quiero expresarle por siempre mi profundo agradecimiento. Su alumno Elio Velázquez. Elio Velázquez Pla., 45 años. Calle San Juan de Dios, no. 11, entre Habana y Aguiar, Ciudad de La Habana, Teléfono: 861-6922 ó 94-8315. 27/11/2006

Me enseñó artes marciales Soy alumno de Lino desde que estaba en el hospital La Covadonga, aprendí con él digitopuntura, quiropraxia y quirotermia. Además, me enseñó un estilo de artes marciales creado por él. En ese período observé en su consulta casos que fueron curados de enfermedades extremadamente graves y casos desahuciados por los médicos. Considero que Lino es único e irrepetible. Alberto Mesa Rodríguez. Teléf.: 94-9444. Calle 12 edif. 4, apto.9, Reparto Nalón, Guanabacoa, Ciudad de La Habana. 27/10/2006.

Padecía de asma A finales de la década de los 80 conocí al doctor Lino gracias a mi hermano que trabajaba en aquel entonces en el Hospital “Manuel Fajardo” y era su compañero de trabajo. Tendría 12 o 13 años de edad. Venía padeciendo de asma desde pequeño y era

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Fotos de Lino en la época en que practicaba artes marciales.

muy delgado y de baja estatura. Lino me enseñó muchas técnicas de defensa personal. Con toda la energía que me transmitía con sus manos santas y milagrosas experimenté un cambio en toda mi estructura física y molecular. Engordé, crecí, al cabo de 3 meses aproximadamente me sentí muy aliviado y ya al año estaba completamente curado del asma Me convertí en su primer discípulo. Tuve la dicha de que visitara mi casa y compartiéramos todos en familia. En la actualidad lo visito cada cierto tiempo, ante cualquier duda o padecimiento, voy a él, a mi maestro. ¡Cuan agradecido me siento por tanta misericordia! ¡Que el amor, la paz, la dicha y la buenaventura estén con el por siempre! Roberto Noya González. Bruzón 207 / Pozos Dulces y Boyeros, Plaza, Ciudad de La Habana. Teléf.: 870 1756.

En una sola sesión Amigo y discípulo del maestro, doctor Lino Bárbaro Tomasen Vera, doy el testimonio siguiente de curación. Mi madre, María Rodríguez Benítez en el año 1990 tuvo cáncer en el útero y se la lleve a Lino y le dio una sola sesión de medicina alternativa trascendental. Cuando la operaron el cáncer estaba seco y muerto. Le estoy muy agradecido al doctor Lino por su obra. Que Krisna le dé todas sus bendiciones. Rafael Chávez Rodríguez. Diciembre de 2005.

Fui por complacer a mi hijo Este caso me ha impactado mucho. Es el testimonio de Estela María Lan Rivas, que sufría de esclerosis lateral amiotrófica. Pedro Vila la ayudó a redactarlo. He tratado de contactar a Estela para conocer su situación actual de salud, pero no he podido localizarla. Sólo supe de ella a través de un amigo de

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su hijo, que ahora reside fuera de Cuba. Ese amigo reside en la calle 23 esquina a 22, en el Vedado, La Habana. El mismo me contó sobre Estela una historia que coincide con la que ella expresa en su testimonio. A continuación se los presento: En el año 1995 comencé a presentar debilidad en el pié derecho y luego en la mano derecha. Tuve caídas frecuentes. El resultado de la electro tomografía arrojó una diferencia significativa entre las latencias de los potenciales motores (P.M.) del nervio mediano derecho y del nervio mediano izquierdo, lo que se traducía en daño mielénico de fibras motoras del nervio mediano derecho. Esto se observa también en las latencias de los P.M. de ambos nervios peroneos, lo que pudiera sugerir daño mielénico del nervio peroneo izquierdo. La velocidad de conducción nerviosa era normal. En 1996 tenía mucha falta de fuerza y debilidad muscular, con muchas fasciculaciones. Los médicos que me examinaron me diagnosticaron polineuropatía epidérmica. Ya a finales de 1996 apareció la desnervación y la atrofia muscular progresiva. Mi estado de salud se fue deteriorando, tenía mucha dificultad para tragar, salivación continua, estreñimiento y falta de fuerza total, apenas podía caminar y lo hacía apoyada en las paredes o en un bastón. Desde 1995 al 2000 me hicieron un total de 10 electromiografías y disparo magnético, encontrando siempre más nervios dañados. Me hicieron exámenes para buscar neoplasia en el útero y en la columna que resultaron negativos. En junio del 2000 tenía mucho dolor y dificultad para mover la cabeza. Después de muchos exámenes que incluyeron tomografía axial computarizada (TAC), la fisiatra Gilda Echevarría, Jefa del team médico que me examinó exhaustivamente diagnosticó Esclerosis Lateral Amiotrófica (E.L.A). Me indicaron un collarín blando, un sillón de ruedas, beber agua por cucharadas para evitar una bronco aspiración, comidas se-

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miblandas, etcétera. Me explicaron que el proceso de esta enfermedad iba a ser cada día peor, que era una enfermedad fatal, que primero se había manifestado un miembro-ataque y luego vulvar y que no existía cura en el mundo para ella. En conversación aparte con mi hijo le explicó que por el estado en que yo estaba, no llegaba al año de vida. En diciembre de ese mismo año ya no podía reírme, ni bostezar, ni abrir la boca, no tenía apenas músculos en mi cuerpo, ante cualquier movimiento que hacía en la cama se me montaban los huesos, tenía que aguantarme la mandíbula para hablar, no podía pronunciar muchas palabras, no tenía control de la mano derecha y los dedos de los pies estaban abiertos y el dedo pulgar hacia arriba. Tampoco tenía control de los esfínteres. Era pellejo sobre hueso. Estaba totalmente encogida, sentía mucha apretazón en el tórax. Me indicaron oxigenación con balón tres veces al día con suero fisiológico (para oxigenarme e hidratarme al mismo tiempo). Ese mismo año escribí a la Asociación del E.L.A. en España. De ahí me enviaron todos los folletos de ayuda psicológica y de información sobre mi enfermedad. Visité a Lino el 16 de mayo del 2001. Fui en contra de mi voluntad, sólo por complacer a mi hijo. Mi estado de salud era tan deplorable y el conocimiento que tenía de la enfermedad, no me animaban a creer que alguien con energía pudiera curarme. La consulta con Lino no demoró ni un minuto. Pasó las manos a una cuarta de mi cabeza y me puso los dedos índices en la base del cuello. Todo eso no llegó ni a 10 segundos. Me dijo que volviera al día siguiente para seguir dándome energía. Salí de ahí más desanimada que cuando entré y enfadada, pues después de tanto trabajo para llegar ahí en un carro, con el collarín, el sillón de ruedas, tres almohadas y mucho dolor y que Lino me pasara las manos por encima de la cabeza sin tocarme. Al día siguiente me preguntó cómo estaba, le respondí que peor, me hizo el mismo pase de manos y me dijo que volviera al día siguiente. Entonces insultada me quité el pañuelo de la boca y en un graznido le pedí que me calzara la mandíbula, o

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sea, que hiciera algo concreto por mí, pues lo de aquel pase de manos me parecía absurdo y él me respondió: “De lo que te morías ayer ya no te vas a morir, ahora vamos a recuperarte”. Me fui insultada y con menos fé que el día anterior, me parecía imposible que sólo con pasarme las manos sin tocarme pudiera curarme. Tan pronto llegué a mi casa me acosté. A las dos horas siento como un calor, con vibraciones en los pies y veo que los dedos de los pies estaban cerrados, en estado normal, como hacía años que no los veía. Entonces por primera vez pude levantar y flexionar la pierna derecha por mi propia voluntad e hice circular el pié. La señora que limpiaba en mi casa y yo nos echamos a llorar de alegría. Me dije que aquello debía ser la energía que estaba trabajando por donde mismo había empezado la enfermedad. Eso fue a la 1:00 p.m. del viernes 17 de mayo. Ese mismo día a las 11:00 de la noche me miré en el espejo y pude reírme y hablar normal, ya podía mover la mano. Pedí una aguja y un hilo para comprobar si aquel cambio era cierto y ¡pude enhebrar la aguja! Pedí un peine y pude peinarme, pestañear, hacer señas con los ojos, maquillarme, caminar normal, subir los brazos, todo lo que yo durante años no había podido hacer. Lo hice en un momento. Hasta me tomé un vaso de agua entero tragando normal. Incluso los labios que estaban recogidos ya estaban pulposos como siempre. El sábado por la mañana, los huesos que estaban fuera de su lugar se habían recogido. Mi abdomen estaba plano, totalmente recogido, pude volver a mi figura esbelta y sentarme normalmente. El domingo las piernas que las tenía separadas volvieron a su posición normal y el lunes ya tenía la estatura mía normal, o sea, había recuperado los 10 cm. que había perdido producto del estado tan deforme de mi cuerpo. Ese día en la consulta Lino me dijo que siguiera usando el sillón de ruedas unos días más y que en la casa caminara con el bastón, como medida de seguridad, pero que tratara de arrastrarlo, que no lo apoyara.

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El doctor Lino atendiendo al autor de este libro. Continué visitando a Lino durante 15 días más, en carro y con la ayuda de mi hijo. Después sola en transporte público. Ahora caminaba sola por la Habana Vieja, había recuperado mi modo de andar de cuando era joven y me sentía muy bien. Lino me indicó que hiciera planchas, cuclillas, saltos, etcétera y que me mojara en la lluvia, que hiciera una vida totalmente normal. Me siento con una fuerza tremenda, no veo límites para desenvolverme en la vida, lo mismo paleo escombros, que martillo un clavo, que levanto un objeto cualquiera en la casa. En la consulta número 15 levanté un peso y trasladé tres metros un saco de recebo. En total, había asistido a 40 consultas cuando me dio de alta.

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Cómo lo conocí De niño padecía de dolores muy fuertes de espalda. En la calle tenía que sentarme si caminaba más de 300 metros, no resistía estar varios minutos de pie. Me recetaron usar botas ortopédicas. Las usé y cuando llegué a los 13 años decidí dejarlas, pues no observaba mejoría. Durante la adolescencia la situación mejoró algo espontáneamente, aunque siempre persistió. Con la madurez todo siguió igual. Aprendí a convivir con esa situación. En la década de los 90 comencé a padecer de hipotensión, que me obligaba a tomar café, gengibre y extracto fluido de cola para sentirme mejor. Pero el efecto era sólo pasajero y volvía a sentirme mal. En el año 2000 ya superaba los 50 años. Noté que mi visión estaba cada vez peor. De cerca, utilizaba espejuelos de aumento (+2.5). De lejos y de cerca veía triple. Había pasado por la consulta de varios oftalmólogos y los criterios eran disímiles: mácula del ojo inflamada, inicios de cataratas, opacidad en el humor vítreo... Me sentía desorientado. No encontraba una solución. Decidí buscar vías alternativas y empecé a preguntar a personas que podían ayudarme. Fue así que alguien mencionó a un médico llamado Lino que hacía curas milagrosas, y que su consultorio estaba ubicado cerca de la intersección de las calles Carlos III e Infanta, en La Habana. Pasaron algunos meses, mi visión empeoraba, así que decidí buscar a Lino. En la dirección que me habían indicado me dijeron que él ya no vivía allí. En Abril del 2001 salí a caminar por la zona que me habían indicado y preguntando logré llegar al destino deseado: Concordia no. 410, entre Gervasio y Escobar, Centro Habana. Eran las 11:30 a.m. Encontré una larga hilera de personas que no cabían en la casa-consultorio y salía a la calle, donde el sol castigaba. Intrigado pregunté a los que se encontraban al final de la 81

fila acerca de las características del trabajo de Lino y su efectividad. Me contaron de cómo habían mejorado de sus dolencias y de su fe en el tratamiento que recibían. Como mi caso no era tan urgente, decidí marcharme y volver otro día con más tiempo. Días después regresé con mi esposa y nos incorporamos a la fila de espera. Estando allí observamos la llegada de un hombre con muletas que no podía caminar, acompañado por dos mujeres. El hombre no se incorporó a la fila sino que fue directo, por ser impedido físico, a un pequeño cubículo en que se encontraba Lino. Pasaron unos pocos minutos y todos quedamos asombrados al ver salir al hombre caminando sin las muletas. Los allí presentes comenzaron a aplaudir y a vitorear a Lino. Ese paciente tuvo suerte, en una sola sesión caminó, lo cual no siempre sucede. Los allí presentes me contaron que la mayoría de las veces, para apreciar resultados hay que recibir más de una sesión de tratamiento. Cuando llegó mi turno, le expliqué en pocas palabras que no lograba ver bien. Me comenzó a tocar la frente, la cabeza y me dio algunos golpes en la espalda y me hizo torsión del tórax. Todo fue en cuestión de un minuto. Me dijo que volviera algunas veces más. Estuve asistiendo a esa consulta unas tres veces por semana por espacio de un mes. En una ocasión al tratar de leer el periódico no podía ver bien las letras, me quité los espejuelos y cual sería mi sorpresa al darme cuenta que podía ver con total exactitud las letras del diario que tenía en mis manos. ¡Ya no necesitaba espejuelos de aumento para leer! Comencé a experimentar con mi vista: Podía leer los letreros que aparecían en la esfera de mi reloj de pulsera (todavía hoy puedo hacerlo). El problema de la visión triple no lo solucioné con Lino, sino con unas oftalmólogas que con mucha paciencia lograron identificar mi problema y corregirlo con espejuelos. Pero noté que me sentía muy bien de salud y que la pre82

sión arterial estaba normal. Se acabaron esas sensaciones tan molestas de la presión baja. A los dos meses de haber ido por primera vez a la consulta se rompió mi auto y tuve que esperar a que repararan la bomba de frenos. Estuve de pie bajo un intenso sol durante dos horas. No había dónde sentarse, todo estaba muy sucio de polvo y grasa. Mi hijo, que me acompañaba, se quejaba de dolores en la espalda y que ya no podía estar un minuto más de pie. Allí fue cuando me percaté de que yo estaba como si nada, no me dolía la espalda ni tampoco las piernas. Todo se ha mantenido muy bien hasta hoy. También mi esposa asistió a la consulta de Lino. Al principio se mostraba un poco escéptica pero se trató con él. Padecía hipertensión a pesar de las tabletas que tomaba. A los 20 días comenzó a tener la presión totalmente normal y a partir de ese momento estuvo varios años sin tomar más tabletas. Estábamos impresionados con los resultados. Comencé a recomendar a Lino a mis amistades y familiares, quienes también observaron el poder sanador de este hombre. En muchas ocasiones, estando en la calle, conversaba con extraños y si me mencionaban que tenían alguna dolencia no me podía resistir y les recomendaba a visitarlo. Conocerlo ha resultado ser muy interesante. Es el primer curandero que conozco y estoy sorprendido por todo lo que he observado. Parece que yo no soy el único que queda impresionado por la obra de Lino. A continuación les muestro el testimonio de un hombre que ha llevado a su familia y a remitido a amigos y hasta desconocidos a esa impresionante consulta del doctor Lino: Una vez supe de Lino por una entrevista que vi en la televisión. Asistí a su consultorio cuando estaba en el hospital “La Covadonga”. Cuando entré y lo ví me dije “Ese es Lino, es el salvaje”. Mi esposa Moraima había perdido tres embarazos a las pocas se-

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manas. Al tener nuevamente 14 semanas de embarazo presentaba serios problemas de salud que la amenazaban. Según chequeos médicos tenía colicistopatía crónica, problemas de la vesícula, hipertensión arterial, abundantes vómitos y desnutrición materna. Los médicos opinaban que debía operarse de la vesícula cuando llegara a las 25 semanas de gestación, pues peligraba su vida y la del niño. Le propuse llevarla con Lino y decidió verlo inmediatamente. El le dijo que no se operara. El 18 de diciembre tuvo 24 vómitos, que en ocasiones eran con sangre y estaba muy mal. Fui a ver a Lino y éste me dijo –No hay problemas, va a parir bien. Ella concurrió a la consulta de Lino 4 veces. La niña nació sana el 19/12/2005, se llama Jazmín Pérez Burgos. Luego Moraima asistió a consulta médica por los problemas antes señalados. A los 44 días después de parir le realizaron ultrasonidos y rayos X y no encontraron patología. Ella era incrédula y ahora cree en la obra de Lino. Me agradece que la haya llevado a ese sitio. Mi suegra estaba con neumonía, hipertensión, cáncer en la matriz y útero y tenía puesto un anticonceptivo desde haca 40 años. Lino la atendió y después de ocho sesiones expulsó el anticonceptivo y se ha normalizado del resto de las dolencias. Más nunca ha presentado problemas. Mi cuñada estaba muy mal con hipotiroidismo, insuficiencia renal, creatinina muy alta, ovarios quísticos, fibroma y pérdida de la visión. Recibió doce sesiones de energía de Lino y ya tiene una armonía general en su cuerpo. En análisis que se ha efectuado, sólo queda un pequeño mioma en la pared del útero. He recomendado a Lino a todos quienes me dicen que tienen algún problema de salud. Cada persona posee un don. A Lino le tocó el don de sanar. Me he entusiasmado con el tema de las curaciones y ya recibí el tercer nivel de Reiki. Ya he aliviado a varias personas de dolores de cabeza y he realizado curas pequeñas a mi esposa. Plácido Pérez Martínez. Mi esposa se llama Moraima Burgos Ferrer. Ave. 31, no. 12217 altos, entre 122 y 122A, Zamora, Marianao, La Habana, Telef.: 265-0774. Diciembre de 2005. Confirmado: Junio/2007.

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Antes de finalizar estas notas les cuento que hace casi dos años una señora amiga de la familia me telefoneó preguntando por la dirección exacta de Lino. Refiere ella que una vecina suya estuvo a verlo por unas postillas que tenía en las piernas desde hacía años, motivadas por problemas circulatorios y no se le desprendían. Lino la atendió y le dijo que cuando llegara a su casa (en el batey del Central Toledo, en las afueras de La Habana) se le iban a desprender esas postillas. Así mismo sucedió, para asombro de todos.

Dios lo puso en mi camino Desde su nacimiento, 11 de Julio de 1949 a mi hermana Arminda se le detectó un problema cardíaco que posteriormente se fue agudizando. Su niñez transcurrió llena de limitaciones y de inseguridad. Tuvo que abandonar los estudios de ballet al no poder seguir el ritmo de las clases. Los médicos no podían definir exactamente que tipo de cardiopatía ella padecía. Era la década de los 60. Ya en la década de los 70 su salud se vio seriamente quebrantada y continuamente tenía que ser asistida en el cuerpo de guardia de los hospitales. En muchas ocasiones, por los padecimientos más simples y ante el temor de una complicación, era remitida para el Instituto de Cirugía Cardiovascular de La Habana. En 1979 se descompensó, lo cual provocó edemas y falta de aire continuadas por lo que tuvo que ingresar y someterse a un cateterismo. Por fin se pudo definir exactamente cuál era su dolencia: una Estenosis Pulmonar Calcificada Severa, cuya única solución era una intervención quirúrgica. En ese momento comenzó una odisea, pues en Cuba no se había operado ese tipo de cardiopatía y ningún cirujano 85

q­ uería operarla. Supimos que en ese entonces, se habían realizado 33 operaciones de este tipo en el mundo. Solamente había un médico cubano dispuesto a realizarla, pero se encontraba en el extranjero.

Foto de Arminda Pareta, que con la asistencia conjunta de Lino y de la medicina cubana ha logrado sobrevivir a su grave padecimiento cardiovascular.

Arminda tuvo que esperar 11 meses para someterse a la operación, realizada con éxito en diciembre de 1980. Debido a las presiones en la válvula pulmonar no fue factible sustituirla, sólo se pudo eliminar el calcio y darle una mayor apertura. Esta operación en esa época fue considerada un gran logro de la medicina cubana dado 86

que los recursos tecnológicos existentes no eran como los actuales. Ella siempre supo que la válvula podía irse obstruyendo con el tiempo debido al calcio. Durante aproximadamente 15 años, su salud se mantuvo estable y pudo realizar una vida con ciertas limitaciones, pero con calidad. Ya a partir de 1995 aparecieron taquicardias, arritmias y los ecocardiogramas evidenciaban prolapsos en las válvulas mitral, tricúspide y por supuesto en la pulmonar. La situación fue empeorando y en 2001 fue necesario hacerle una cardioversión, poner su corazón en ritmo. Sin duda una maniobra peligrosa. Pude presenciar cómo le colocaban el desfibrilador en el pecho y asustado miraba que tardaba en reaccionar. Al fin pudo volver a tener su corazón latiendo y callado pensé que ese método para recuperarla no podía repetirse, por lo riesgoso que era. Las arritmias continuaron, solamente se podían controlar con un medicamento de última generación no producido en Cuba: Clorhidrato de Propafenona. También, en 2001, en el Instituto de Cardiología le pronosticaron a Arminda que debía realizarse con cierta urgencia la valvuloplastia y si con esto no se resolvía, debía operarse de nuevo a corazón abierto. No le ocultaron el riesgo que todo ello conllevaba, pues ya pasaba los 50 años. Pero tampoco se decidieron a operarla. Fue a numerosas consultas médicas y nunca se concretó la operación. Hubo algún médico que le refirió que su caso era tan complejo que no descartaba la posibilidad de realizar un trasplante de corazón. Expresa Arminda: De más está decir que el mundo se me vino abajo. Más aún cuando previamente había podido investigar y conocer que este tipo

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de operación aún hoy resulta muy riesgosa, tanto en nuestro país como en los más desarrollados. Eso es debido a que son pocos los casos en el mundo que presentan esta patología y mucho lo que aún debe conocer la medicina occidental para su solución. Salí llorando de la consulta. Mi hermano que me esperaba afuera me recordó que aún quedaba una opción: asistir a la consulta de Lino. En ocasiones anteriores ya él me había comentado sus experiencias al respecto, pero yo le hacía cierto rechazo a este tipo de tratamiento. Me resultaba extraño y dudoso a la vez. Era poco creíble. Pero debido a la gran necesidad que tenía de mejorar mi salud, pues no podía casi caminar ni subir escaleras; al más mínimo esfuerzo me faltaba la respiración. Conociendo que los caminos de Dios no siempre los entendemos, esta vez decidí ir para recibir un tratamiento que complementara al que recibía en el Cardiovascular.

Bueno, ¡al fin logré convencer a mi hermana para ir a ver a Lino! Ella no creía nada de lo que yo le contaba acerca de él. Les sigo presentando lo que dijo Arminda: Al llegar a la casa del doctor Lino lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de personas que estaban esperando y por supuesto los comentarios favorables que allí hacían muchas de estas personas. Cuando me tocó mi turno también fui sorprendida con la brevedad del tratamiento: sólo unos dos minutos. Lino fue sincero y me dijo que lo mío era complicado y que tenía que asistir a muchas sesiones. Debo reconocer que ya desde esa primera consulta salí mejor pues había llegado prácticamente aguantándome de los brazos de mi hermano y de mi esposo y salí caminando sin ayuda. Paralelamente continuaba atendiéndome en las consultas de arritmias del hospital y ­haciéndome las ­diferentes pruebas como electrocardiogramas, placas y ecocardiogramas. Mi tratamiento con el doctor Lino resultó poco sistemático pues vivo un poco lejos y tengo dificultades con la transportación. Mi hermano fue mucho más

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persistente que yo y llevaba mi foto varias veces a la semana. Transcurrieron años y continué mejorando. Algo muy significativo: ¡Desde que comencé a asistir a las consultas de Lino casi no había tenido que faltar más al trabajo por causas achacables a mi corazón!

Yo diría que el tratamiento de Arminda con Lino ha sido casi siempre por fotos, pues ella por una razón o por otra nunca puede ir a verlo. Siempre trataba de llevar su foto a Lino al menos una vez por semana, semana tras semana, mes tras mes... A mediados de 2006, mi hermana me refiere: Un médico amigo nuestro al hacerme un chequeo rutinario me dijo que mi corazón no latía como antes, que casi era un latido normal y me orientó hacerme un estudio detallado, que fue realizado con equipos de última generación recién instalados en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. Cuando allí me hicieron el ecocardiograma no encontraban nada anormal exceptuando los lógicos traumatismos en un corazón operado, y algunos problemas que continúan presentes, pero los prolapsos se habían reducido a niveles muy compatibles con una vida con calidad y con la sonrisa en los labios observaba cómo los médicos se turnaban para revisarme y tratar de encontrar algo que no podían encontrar. No entendían la causa del estudio. Igual de sorprendida quedó la médica que me atiende en el hospital, pues la estrechez de la válvula Pulmonar no era tan severa como antes. Como dejé de verla por un tiempo relativamente prolongado ella pensó que yo me había hecho la valvuloplastia en otro lugar.

En el segundo semestre de 2006 Arminda camina, sube escaleras, lleva una vida prácticamente normal en cuanto a alimentación, y sobre todo: su mente ahora puede pensar positivamente y eso la ha hecho feliz.

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A finales de 2006 se descompensó, al parecer por un fuerte susto que recibió y sufrió una fuerte arritmia. Estuvo hospitalizada cinco días. Ha continuado atendiéndose con sus médicos y a la vez he continuado llevando su foto a Lino. Dice Arminda: Agradezco tanto la maravillosa atención recibida en el hospital como la energía que recibí de Lino, que me ha ayudado muchísimo. No obstante no dejo de atenderme con mis queridos médicos de siempre, sean los del policlínico de mi barrio, o los de los hospitales donde habitualmente me atiendo. Creo que los efectos que logran ambos tipos de medicina se complementan a la perfección. Doy gracias a Dios por poner a Lino en mi camino y le pido en mis oraciones que le siga manteniendo ese maravilloso don de sanar para que muchos como yo puedan obtener la salud. En mi caso su apoyo ha sido decisivo.

Considero que sin la ayuda de Lino mi hermana no estuviera viva en este momento. Gracias a él, su corazón ha seguido latiendo todos estos años, a pesar de la calcificación de la válvula pulmonar y de otros problemas. Los médicos insistían en que tarde o temprano Arminda tendría que ser operada de estos problemas. Ella siempre estuvo dispuesta a ello. A Lino no le gustaba mucho la idea aunque respetaba esa decisión y le ofreció apoyo con su energía cuando llegara ese momento, para que todo saliera muy bien. Por fin, el 9 de julio de 2007 Arminda fue operada. Se empleó una sonda especial que entrando por la arteria femoral llegó hasta el corazón. La operación, realizada en tres partes el mismo día, fue compleja y muy riesgosa, pero tuvo un éxito total. Se pudo solucionar todo lo relativo a la calcificación de la válvula pulmonar y varios otros pro-

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blemas. Sólo quedó pendiente la eliminación de unos queloides surgidos en una zona operada a corazón abierto en 1980. Esos queloides pudieran causar arritmias y flutter. De ser necesario, este asunto quedaría pendiente pera un futuro no inmediato. Estoy muy agradecido a Lino y a los médicos y paramédicos que con inmenso amor ayudaron a extender la vida de mi hermana durante estos años y también a los cirujanos que en dos ocasiones han trabajado en su corazón y ahora lo han dejado totalmente renovado.

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Es posible que todo pueda ser descrito científicamente, pero no tendría sentido; es como describir una sinfonía de Beethoven como una variación en las presiones de onda. ¿Cómo describirías la sensación de un beso o el “te quiero” de un niño? Albert Einstein

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Su secreto para curar Ver es quedar sorprendido ¿Tiene religión este hombre? ¿Es cierto que Lino cura? Las paradojas de Lino El caso “Lino” visto por un físico

Ver es quedar sorprendido

“V

er es creer”. Si desea ver y además quedar sorprendido, solo tiene que visitar el consultorio del doctor Lino en el barrio de Centro Habana, en una casa sin publicidad ni lujos, donde la hilera de personas en espera de ser atendidas le indicará que ha llegado al sitio indicado. Una vez allí, siéntese en un banco de la sala y dispóngase a ver algo excepcional: un médico graduado con todos los honores, notas de excelente y título de Especialista de Primer Grado en Medicina Interna y Especialista de Medicina Alternativa (Medicina Natural y Tradicional) rodeado de decenas de personas, algunas de ellas que han recorrido cientos y hasta miles de kilómetros para ser “tocadas” por espacio de uno a tres minutos. Encontrará a un hombre bien fuerte, en ropa ligera, short, camiseta, con sombrero o gorra, o sin ellos, luciendo sus sortijas, collares y varias cadenas de oro, obsequio de pacientes agradecidos. Como en un pequeño teatro, delante de todos 93

¿Podrá alguien saber cómo cura Lino?

va atendiendo a cada uno de los allí presentes. Con memoria increíble recuerda cómo estaba cada paciente la vez anterior que estuvo en la consulta. Este doctor, curandero, chaman, o como se le desee llamar, tabaco en mano, o en boca, con sus historias, chistes, mantras, cantos y danzas, hace todo lo posible para aliviar a sus pacientes. Aplica la llamada “medicina alternativa” y dentro de ella, la “terapia energética”. Las llamadas medicinas alternativas son prácticas médicas no consideradas parte integral de la medicina convencional ortodoxa, aunque algunas de estas prácticas se han considerado seguras y efectivas y por ello han sido aceptadas de manera gradual por la ciencia y por el sistema cubano de salud. La ciencia no ha logrado explicar el porqué de muchos fenómenos y los niega. El caso Lino es uno de esos. Todo lo 94

que he conocido sobre la obra de este médico me ha motivado para leer sobre temas afines, conversar con especialistas diversos, hacer búsquedas en Internet, e incluso intentar aliviar con mis manos las dolencias simples de familiares y amigos, y lo he logrado algunas veces. A mi esposa y a mí se nos presentó la oportunidad de recibir un curso de Reiki, palabra japonesa que significa energía vital universal. El Reiki es un proceso de encuentro de la energía universal con nuestra porción física, y ocurre después que la persona es sometida a un proceso de iniciación en el método, hecho por un maestro capacitado. Una noche, estando en balcón de mi casa me concentré y envié energía a mi hermana, que vive a 11 kilómetros y estaba muy delicada del corazón. Al día siguiente ella me llamó por teléfono para contarme que la noche anterior estaba con arritmia cardiaca y que de momento sintió que su corazón comenzó a latir de forma normal. Le pregunté a qué hora había sucedido eso y me respondió que aproximadamente las 9.00 p.m., la hora en que yo estaba enviándole energía. Existe otro método de terapia energética parecido al Reiki: la curación pránica. Así podemos encontrar en el mundo muchas técnicas alternativas diferentes. Algunas de ellas son milenarias o centenarias, otras se han mezclado con los métodos más recientes, se han occidentalizado. Las más conocidas provienen de China, de la India, de Sudamérica, de los Incas, de los indios de Norteamérica, de los Mayas, de los Aztecas... La medicina tradicional oriental considera que el equilibrio o desequilibrio del chi o energía vital se refleja en la salud y la enfermedad respectivamente. Esta medicina utiliza la acupuntura, el masaje oriental, la fitoterapia y el chi kun, que es una variante de terapia energética. En la India su sistema de medicina tradicional se denomina Ayurveda y significa ciencia de la vida. Este sistema coloca en un mismo nivel al cuerpo, la mente y al espíritu. Entre 95

los tratamientos de este sistema se encuentran la meditación, la respiración, la dieta, el ejercicio, el masaje, las hierbas y la exposición a la luz del sol. En cuanto a su validez científica, estas terapias están establecidas sobre bases experimentales sólidas, y algunas de ellas de comprobación sistemática a través de miles de años, por parte de la población, y resultados positivos evidentes. Está bastante aceptado que en nuestro cuerpo existe un campo energético, el cual debe estar en cierta armonía. Cuando esa armonía desaparece surge la enfermedad. Son bien conocidos los puntos de acupuntura y de digitopuntura determinados por los chinos, o los chacras o centros de intercambio energético del cuerpo humano determinados también hace mucho en la India. Cuando la energía que circula por esos puntos no lo hace de manera armónica surgen las enfermedades y desajustes de todo tipo y es necesario armonizar esa energía. Las terapias energéticas se concentran en los campos de energía ubicados dentro del organismo. Mediante la imposición de las manos el sanador actúa sobre la recuperación del paciente, buscando el equilibrio de esa energía corporal. Muchas veces se utilizan símbolos o signos hechos con las manos y hasta mentalmente para lograr una interacción del paciente con la energía vital universal utilizada por el sanador. Esos símbolos a veces se conjugan con la expresión de mantras o afirmaciones, a veces en idiomas provenientes de generaciones pasadas. Nunca pensé que ello fuera tan importante. Lo supe cuando recibí el curso de Reiki. Hay símbolos que son secretos y se deben conocer a medida que se progresa en el grado de maestría. Mucha gente subestima la medicina alternativa por considerar que no es científica. Hay quienes piensan que sus principios son antagónicas a la medicina oficial y también los hay que opinan que sus principios pueden ser contraproducentes. 96

En mi opinión, los médicos actuales logran cubrir el conocimiento sobre las enfermedades y curan con elevada efectividad y amor. Es algo indiscutible el desarrollo que ha alcanzado la ciencia a nivel mundial. Pero creo que hay personas con determinadas cualidades o poderes, digamos especiales. A esas personas las catalogan “curanderos”. Con sus conocimientos ancestrales, a veces innatos o adquiridos logran, también con amor, en ocasiones, la mejoría o solución de enfermedades, e inclusive resuelven casos considerados difíciles y hasta casos no curados por la medicina convencional. Estimo que cada uno tiene su mérito y que los resultados del trabajo de todos se complementan y ello resulta muy importante para quienes padecen enfermedades. Todo esfuerzo, aunque sólo sea un granito de arena, por aliviar al ser humano es importante en el camino hacia la salud. Por ello, quizás sea mejor denominar a esta terapia alternativa como “complementaria”. Los profesionales de la salud que utilizan terapias alternativas se han dado cuenta que con estos sistemas naturales de salud, es perfectamente posible aplicar también el método científico recurriendo a la observación, el análisis, la comparación, la experimentación, la inducción, etcétera, al igual que en el campo de la medicina oficial. Ejemplo de ello son los trabajos que se han realizado en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Camagüey, Cuba, han logrado aplicar la energía de las pirámides y la electromagnetoterapia para acelerar la soldadura de los huesos y para la curación de pacientes de disímiles dolencias. En Cuba hay varios grupos de entusiastas estudiosos de este tipo de terapia alternativa que han obtenido importantes resultados. Estudios científicos similares se pueden realizar por especialistas que aplican ya en varios centros de salud cubanos las técnicas del Reiki, de curación pránica, o variantes de ellas, cuyo propósito es servir de complemento a la terapia oficial. Lino aplica un método de medicina alternativa muy personal, que no estudió en ninguna parte. No indica 97

­ edicamentos, aunque a veces recomienda tomar algún prem parado. Básicamente transmite al enfermo la energía curativa de sus manos por espacio de segundos o minutos, según necesidad. A veces da golpes o toques, ligeros o fuertes, en la espalda o zonas afectadas del enfermo. Con frecuencia levanta a los pacientes colgándolos por el cuello por dos o tres segundos. El efecto de mejoría se hace sentir de inmediato. Un tratamiento en su consulta puede consistir en una o varias sesiones, en general con frecuencia diaria, según la dolencia. Con este método ha curado o mejorado de sus dolencias a muchas personas. Téngase en cuenta que su tratamiento dura pocos minutos y lleva más de 35 años sanando. He estado en su consulta y he sido testigo de que ha entregado su energía a más de 300 personas en 5 horas. Calcule y sorpréndase: cientos de miles de personas atendidas, o quizás más, en unos 30 años. Cuando usted pregunta a esos pacientes cómo se sienten, la mayoría manifiesta mejoría o curación total. Traje a mi niño de 1 año porque cada vez que le daba fiebre convulsionaba y me preocupaba. Todos los análisis daban negativos, realmente no encontrábamos solución a este problema. Hasta que una médica me recomendó al doctor Lino. En una sola sesión mi hijo se curó, nunca más convulsionó. Mi hijo tiene hoy 16 años. Osvaldo González Ortíz. Aranguren 665, apto. 32, entre Panchito Gómez y Mazó, Cerro, Ciudad de La Habana, 01/02/06 La paciente acude al doctor Lino por presentar diabetes mellitus tipo I que estaba muy descompensada. Desde la 2da. sesión ya bajó la glicemia y se mantiene compensada. Thalia Calvo Rodríguez, 29 no. 3604, Playa, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

Expresa Lino que observa al enfermo con su visión astral y determina la verdadera causa de su problema Muchas ve-

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ces detecta problemas que no se notan a simple vista. Raramente lee los resultados de pruebas o informes médicos que traen los pacientes. Les pide que al terminar el tratamiento energético, repitan los análisis. Es en ese momento que los médicos que anteriormente atendían al paciente y conocían del caso se asombran al observar los resultados de los nuevos análisis. Muchas veces no pueden creer lo que ven y manifiestan que no es posible que haya existido curación, que seguramente los resultados de las pruebas originales eran erróneos. Dice Lino: Para asombro de algunos pacientes les digo los detalles de sus padecimientos antes de leer los documentos médicos que traen en sus manos. El autor de este libro ha sido testigo de varios casos. Una vez me trajo a una amiga que reside fuera de Cuba. Al verla llegar, no dejé que ella hablara y le expliqué con lujo de detalles en qué consistía su problema en el ovario izquierdo. Ella impresionada sólo dijo que eso mismo se lo habían diagnosticado días atrás en su país a través de un ultrasonido y otros procedimientos.

Para cada caso Lino determina el tipo de tratamiento a seguir, indicando muchas veces la periodicidad y cantidad de sesiones necesarias. A veces un paciente se sorprende cuando le dice que ya está curado y no tiene que volver, pues esperaba que el tratamiento iba a ser prolongado. Trato de explicarles a los pacientes que estas curaciones ocurren en la cuarta dimensión de la materia donde el tiempo y espacio son continuos. Y que por eso, en muchos casos no son conscientes de la rapidez de la curación, ya que su mente ha estado adaptada al tiempo lineal que aprecian sus sentidos. Es por ello que personas que llevaban meses o años enfermas no puedan concebir que en tres sesiones (y hasta en una) hayan sido curadas, expresa Lino.

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Llegué un día aquí inválida, con mucho dolor en las piernas y sintiéndome muy mal. He venido en 9 ocasiones y me ha curado. Diciembre de 2005. He seguido muy bien de salud. Nunca más tuve los dolores que me quitó en 2005. Abril de 2007. María Regla Genés Loneiras. Espada no. 266, entre Concordia y San Lázaro, Teléf.: 879-4012. Diciembre de 2005. Actualizado en abril de 2007.

Muchas personas acuden a este hombre luego de agotar sus posibilidades de curación por la vía convencional. Algunas buscan acelerar su cura. Han acudido muchísimas personas desahuciadas por cáncer y otras enfermedades y ha logrado curarlas. Lino me cuenta acerca de un hondureño que vino solo la primera vez y al apreciar los resultados del tratamiento, ha traído poco a poco a toda su familia. Mi madre de 82 años se fracturó el fémur por la parte superior. Estuvo un día hospitalizada y luego de las placas y pruebas realizadas nos dijeron que había que operarla para colocarle un pasador en el hueso. Ese tipo de operación tenía el riesgo de la invalidez por su avanzada edad. Hablé con el doctor Lino y éste me dijo que se la trajera a su consultorio. Ha venido nueve veces. Le repetimos las placas en el mismo sitio y se observa que el hueso se ha soldado. El mismo médico que la atendió la vez pasada quedó asombrado de lo que veía y dijo que ya no era necesario operarla y recomendó que siguiera recibiendo la energía de Lino y que hiciera reposo. Ahora nos comunicó que no la trajéramos, sino que viniéramos con su foto. Ella se siente muy bien y está muy contenta. Roberto Huete González hijo de María Alicia González. Calle 82 no. 322 bajos, Boca de Mariel, La Habana. Enero de 2007.

Tuve la oportunidad de conocer personalmente a esa anciana cuando recibía la quinta sesión de tratamiento. Ella

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estaba muy contenta. Observé cómo, a petición de Lino, se levantó de la silla prácticamente sola. Muy entusiasmada me expresó que al ritmo que observaba en su curación muy pronto iba a poder bailar. He sido una persona enfermiza. Sufría de varias dolencias que tenían mi vida en peligro: tumor en la glándula hipófisis que me provocaba dolor de cabeza, malestar y mareo. Ello estaba confirmado por un resultado de la tomografía axial computarizada. También tenía un tumor y quiste en el útero y tenía turno para la cirugía el 4 de este mes de junio. Adicionalmente padecía de artritis reumatoidea que me provocaba fuertes dolores en las piernas y brazos. Casi no podía estar de pie y caminaba con dificultad. Por esa razón había estado ingresada en hospitales varias veces. Poseo todos los documentos que avalan estos diagnósticos. Soy fumadora y a pesar de todos los consejos recibidos no he dejado el cigarro. Personas que me querían me decían que creían que yo no llegaba viva a junio. Alguien en la calle me habló sobre Lino y vine por primera vez a inicios de mayo de este año. He estado viniendo todo el mes, cuatro días cada semana y he observado cómo ha mejorado mi salud de una manera asombrosa. El 27 de mayo, domingo, comencé con unas diarreas muy fuertes que se extendieron hasta el lunes y desaparecieron súbitamente sin haber tomado medicamentos. Tuve una secreción constante de un líquido transparente por la fosa nasal derecha, que pasó a ser una sustancia blanca. Desaparecieron los dolores de cabeza y mareos. Mi médico decide no repetir la tomografía y me retira el tratamiento. El viernes 1ro. de junio, ya próxima a la cirugía del útero, me hicieron ultrasonido transvaginal y no encontraron el tumor canceroso. Cuatro médicos me revisaron. Sólo me quedaba un fibroma pequeño. Hoy 7 de junio me siento muy bien, camino, llevo una vida normal, me resulta difícil expresar lo que siento, es una mezcla de gratitud y de felicidad. La artrosis no ha desaparecido pero me siento muchísimo mejor. A Lino lo veo como a un ser enviado a la Tierra a curar a muchas personas. En

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su consulta he visto personas entrar con bastón y salir caminando normal, he visto niños muy mal de salud que han mejorado en muy poco tiempo, entre ellos conocí a uno que tenía que hacerse diálisis y no fue necesario, los médicos se preguntan cómo ha sido esa curación. Conocí a una señora de Casablanca que casi no podía orinar y en breve pudo hacerlo, he visto de todo, es algo realmente impresionante. La ciencia de Lino no es una ciencia oculta, es una ciencia de luz. De mayo a junio soy otra persona. Gracias Lino. Adelfa Abad Ruiz, 41 años, calle G no. 312-B entre 25 y 26, Cojímar, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Teléfonos: Celular: 05-281-2275 y casa de una vecina: 05-222-7391, 7 de Junio de 2007. Llevaba 9 años casi sin poder orinar, cuando lo hacía era a gotas y con ardor. He tenido 13 linfangitis en las piernas, dolor en el riñón izquierdo, un quiste en el ovario derecho, el hígado con exceso de colesterol y agrandado según se aprecia en ultrasonido. Por la dificultad al orinar tenía llagas en los pies y no podía utilizar zapatos. Llevaba tres meses con unos dolores muy fuertes en los pies. Desde que era recién nacida he padecido de enfermedad en un oído. Hace años se me quedó atorado un algodón en un intento de higienizarlo, pues tenía una secreción purulenta. Un médico me dijo que si no resolvía pronto el problema del oído corría el riesgo de tener meningoencefalitis. Tenía miopía (-7,5). Descubrí a Lino y ya en pocos días de recibir su energía la mejoría es asombrosa: Ya orino normalmente, mis piernas volvieron a la normalidad, se me desaparecieron los dolores, salió casi todo el algodón que tenía atorado en el oído. La miopía se redujo algo (ahora es –6,0). Sigo viniendo, segura de que me curaré totalmente. Muchas gracias Lino. Antonia Marlene Prado Arguelles, 54 años, Asilo no. 52-D, entre Laureles y Majagua, Casablanca, Habana del Este, Ciudad de La Habana. Teléfono (Juana) 866-3970, 7 de junio de 2007.

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A la interrogante de cuál es su secreto para curar, Lino expresa: “Me siento capaz de estimular las células totipotenciales que están en el mesénquima humano y en el tejido adiposo, descritas a fines del siglo xix por los doctores Virchow y Rokitansky, fundadores de la patología celular, y que tienen la potencialidad de cambiar y convertirse en células de hígado, de bazo, de hueso, de piel, etc. Yo logro que esa transformación sea posible por estímulos especiales de la energía sutil e inteligente que brota de mí. He perfeccionado mi técnica para restaurar lesiones agudas y crónicas del sistema nervioso central y periférico, que hasta el presente no tienen cura. Por ejemplo, hace unos diez años el hijo de 4 años de Olga Lidia y Humberto, vecinos de Infanta no. 804 entre Carlos III y Estrella (altos), se cayó de una altura y se fracturó la cervical, con compresión medular aguda y paraplejia total, los rayos X mostraban fractura de 3 vértebras cervicales (C4, C5 y C6), además de un hematomielia. Atendí a ese niño inmediatamente y se restableció en una sola sesión. Para asombro de los médicos el chico comenzó a caminar a la media hora”. Acudí al doctor Lino en febrero de 1997. Me habían detectado dos hernias discales, una L5 y otra S1. Por las molestias y dolores no podía apenas usar mis piernas. Estaba en fase de estudio para posible operación. Tuve doce sesiones de tratamiento con Lino por espacio de dos semanas. Posteriormente, en 2001 realicé esfuerzos físicos sin protección alguna y se me presentaron síntomas parecidos a los de 1997. En el Hospital Naval me realizaron un estudio radiográfico y para asombro de los médicos no aparecían hernias discales. Uno de los médicos que me atendió me dijo que al parecer en el lugar en que yo había recibido el tratamiento lograron eliminar o desaparecer las afectaciones en el L5-S1. Por las molestias que tenía me remitieron al fisiatra, el cual al ver que los dolores continuaban me remitió al Hospital “Hermanos

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Ameijeiras” para hacerme un TAC de columna. A continuación transcribo el resultado de esta última prueba: “RMN DE CLS IMB 9361-62. Se realizaron cortes sagitales con técnicas de T1 y a continuación técnica de mielografía, apreciándose disminución en la altura del disco L5-S1 sin definirse prolapso discal. La técnica de mielografía es normal 1/11/01”. El resultado fue negativo. Diego Oliva Valdés. Lealtad no. 353-A. Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/11/2001.

También Lino indica que aplica técnicas diferentes de acuerdo con la edad, la enfermedad y la gravedad entre otros factores. Determinadas operaciones las realiza con mayor frecuencia, lo otro viene de adentro. Son una mezcla de digitopuntura, quiropraxia, reflexología, tai chi chuan, wo kin chu, do in, lean qun, shia su, chi kun, reiki, homeopatía, pranoterapia, naturismo, cromoterapia, macrobiótica, helioterapia, cristaloterapia, masoterapia, fitoterapia, iridología, chamanismo (africano, mexicano, persa, de los indios Valdivia, cubano), osteopatía, mantroterapia, imanoterapia, quirotermia, fototerapia, radiestesia y el no menos importante tratamiento espiritual. El afirma: “Quizás parezca abrumadora la cantidad de técnicas de curación que conozco, pero lo cierto es que llevo dentro de mí el conocimiento de todas y las aplico de manera particular”. Vine con mucho dolor de sacrolumbagia, no podía doblar la cintura y con solo tocarme unos minutos me ha quitado casi completamente el dolor. Calle 13, no. 63, apto. 2, entre M y N, Vedado, Ciudad de La Habana, Telef.: 832-0972. Diciembre de 2005.

Yo también vine con un terrible dolor de sacrolumbagia, en 2006. Mi hijo me trajo en el carro. Para bajarme del mismo pasé tremendo trabajo. Cuando Lino me vio llegar jorobado

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y casi sin poder caminar exclamó: “¡Tienes sacrolumbagia! Eso te lo quito en un minuto”. Me tocó la espalda y me hizo algunos giros del tronco. Luego me dijo: “Ahora viene la prueba para saber si se te quitó el dolor: siéntate y párate”. Me senté en un banco que estaba a su lado y de inmediato me levanté como si nada. Repetí la operación varias veces como buscando el dolor, pero ya no existía. Me fui manejando el carro, como si nada hubiera ocurrido. Mi amigo Ricardo Lamar en el 2003 me dijo que tenía un dolor muy intenso en el pie. Le recomendé ver a Tomasén. Acudió un viernes y luego de pocos minutos salió a la calle casi sin dolor. Ese fin de semana el dolor arreció y tuvo que regresar el lunes siguiente. Al verlo llegar, Lino le dijo: “Te dolió mucho el fin de semana. Pero no te preocupes, que ahora mismo te quito completamente el dolor”. Ricardo me cuenta que daba saltos con el pie afectado para convencerse de que ya estaba completamente bien. Luego de ese momento no ha tenido más dolor. El italiano Moreno de Rosso, estudioso de la medicina alternativa, considera que el cáncer aparece cuando por estrés, existencia de virus, u otras causas aumenta el pH del cuerpo humano. Manifiesta que existen personas que han experimentado la reducción o eliminación de tumores cancerosos utilizando soluciones de bicarbonato de sodio al 5% en sueros intravenosos. También en el caso de cáncer de colon se ha empleado lavados intestinales con solución de bicarbonato de sodio. Opina Moreno que Lino, con su energía, logra reducir el pH del paciente y ello influye en la desaparición del cáncer. Hay personas que no creen que Lino puede curar, no encuentran una explicación científica, este es un milenio del desarrollo de la mente, no sabemos a lo que puede llegar el ser humano cuando logre su desarrollo completo. Estoy seguro de que en los próximos años habrá importantes revelaciones sobre lo que se puede hacer con la mente. Hay 105

otras que sí creen que cura, pero alegan que eso es cosa del demonio, que el único que puede curar es Dios. Si vamos a la Biblia encontramos que Jesús curaba, no hay duda de eso, pero en su época los fariseos (miembros de una secta judia que presumia de un rigor y una austeridad puramente exteriores, hipócritas que solo tiene la apariencia de la virtud) no lo creian. Llevaron a Jesús un hombre ciego y mudo, que estaba endemoniado, y Jesús le devolvió la vista y el habla. Todos se preguntaban ¿Será éste el Hijo de David? Al oir esto, los fariseos dijeron: “Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien le ha dado a este hombre el poder para expulsarlos...” Así también, si Satanás expulsa al propio Satanás, contra si mismo está dividido; ¿Cómo, pues, mantendrá su poder? Ustedes dicen que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú; pero si es así, ¿quien da a los seguidores de ustedes el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que ustedes están equivocados. Porque si yo expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ya ha llegado a ustedes... Mateo 12. 22-28. Dios habla hoy. La Biblia. Versión popular. 1993.

Hay otro pasaje de la Biblia que dice: ... Una persona puede recibir diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes poderes para actuar, pero es un mismo Dios el que lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de

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curar enfermos. Unos reciben poder para hacer milagros, y otros para comunicar mensajes recibidos de Dios. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas. Pero todas esas cosas las hace el único y mismo Espíritu, dando a cada persona lo que a él mejor le parece. 1 Corintios (NT) 12.1-11. Tomado de la Biblia “Dios habla hoy”, Versión Popular, Sociedades Bíblicas Unidas, 1993.

A lo largo de la historia han existido muchas personas que han dedicado sus vidas a la salud humana. En Cuba también hay muchas personas que curan a su manera: curas energéticas, espirituales, con preparados de plantas, miel y otras sustancias, con radiestesia, pirámides... Se puede apreciar el entusiasmo y el amor con que aplican sus métodos de curación. Lo significativo de Lino es que ha logrado combinar su don natural, con los conocimientos científicos sólidos que se adquieren en la carrera de Medicina. Y eso le permite detectar e interpretar mejor los problemas de los pacientes y hace más eficiente aún su labor. La niña tenía síntomas de fiebre reumática, amigdalitis frecuentes con dolores articulares y cojeaba. Estuvo dos años inyectándose penicilina benzatínica cada 21 días. La traje a Lino porque después de 9 meses de terminado el tratamiento, le repitió la amigdalitis y volvió a cojear. Le dio 3 sesiones y nunca más ha tenido problemas y hace un año que la vio. Diciembre de 2005. En 2006 mi niña sólo tuvo amigdalitis en julio, después de estar en una piscina donde, al parecer, el cloro la afectó, pero no tuvo dolores en las articulaciones, la llevé con Lino y se lo quitó. También llevé a mi madre que tuvo isquemia cerebral, se atendió 9 veces y nunca más la ha presentado. Y mi esposo tuvo tres isquemias cerebrales en un mismo día, lo llevé con Lino y nunca

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más se le ha repetido. Me gusta ir de vez en cuando a su consulta, pues estando allí observo muchos casos de curaciones y salgo renovada. No por ello dejo de atenderme con mi médico. Pero sin dudas, el tratamiento con Lino es muy eficaz. Abril de 2007. Ana María Ulloa, Calle 11 entre 1ra. y Final, Santa Marta, Varadero, Matanzas, Teléfono 61-0202. Diciembre de 2005. Confirmado en abril de 2007.

¿Tiene religión este hombre? “Mi religión es sanar a la persona enferma.” –expresa Lino. “Es difícil aceptar que acercando las manos o tocando a alguien por breves instantes, se pueda alcanzar la cura total o una gran mejoría al momento o en pocos días. Además de médico, me considero un espiritista multidisciplinario, un medio de comunicación de varios chamanes africanos, de dos sanadores chinos y de un monje franciscano. Navego astralmente buscando información acerca de los problemas de mis pacientes, que con frecuencia provienen de sus vidas pasadas. Mi mayor anhelo es trabajar en un local amplio frente al mar y con muchas ventanas, para poder atender mejor a mis pacientes, en un ambiente energéticamente más positivo. Siempre he deseado que mi trabajo de medicina alternativa se considere como un pequeño grano de arena que complemente a la prestigiosa salud pública cubana, de la cual me siento muy orgulloso”. Lino no pertenece a ninguna secta. En un ambiente místico tiene en la primera habitación de su consultorio una pequeña escultura de la Virgen de Lourdes, otra de Buda. Diseminados en estantes y en el piso, una estatuilla de la Caridad del Cobre tallada en madera, objetos pertenecientes a diversas religiones africanas y velas encendidas, un cuadro con la imagen de Jesús, los bastones de quienes han salido

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caminando y los han dejado de recuerdo, un machete, una botella con aguardiente... Hay vecinos que cariñosamente le llaman “padrino”, que en Cuba conlleva determinado nivel protector de carácter religioso. Su frase: “No te preocupes, que yo te voy a curar” parece tener un efecto especial y complementa la eficaz transferencia de energía y calor de sus manos. Fui paciente de Lino por una semana. Me presenté por primera vez con un nódulo de seno endurecido que se agrandaba. Primero había sido una displasia. Estaba muy deprimida cuando me atendió. A la semana, la lesión había desaparecido. La explicación científica que le veo a esto es que Lino tiene unos canales abiertos por donde circula mucha energía. La explicación religiosa es que Dios lo colocó entre nosotros para compensar un poco el dolor que algunos sufren. Sus pacientes lo adoran pues ha salvado muchas vidas y ha curado a infinidad de personas. Con mucho cariño. Geisha Guerra. Calle Concordia no. 409, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 17/07/2002. Llevaba años padeciendo de una afección en la garganta que provocaba que ésta se cerrara por momentos. Tenía que toser para que la sensación pasara. Acudí a ver al doctor Lino y después de la cuarta sesión una mañana al levantarme temprano sentí que tenía la boca llena de algodón, cuando fuí a escupir eché un coágulo de sangre con unas cosas oscuras, placas, qué se yo, sólo sé que a partir de ese momento no sentí más molestias, toda mi afección desapareció. Mi voz se hizo vibrante, se aclaró porque se había afectado mucho a consecuencia de mi enfermedad. No tengo con que agradecerle este gran milagro, hay que verlo para creerlo. Muchas gracias. Evangelina Vinagera. Calle 43 no. 1203 entre 112 y 114. Marianao, Ciudad de La Habana, Edad 59 años, 16 de enero de 2006.

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Aunque la cura o mejoría que se alcanza aplicando el método de este doctor es duradera, en general han existido casos en que enfermo no ha sanado, o ha existido mejoría y luego ha aparecido una recaída. Creo que igual que en la medicina occidental nada es absoluto. Por eso, Lino recomienda volver a la consulta pasado un tiempo, para aplicar una dosis de “mantenimiento”. Soy profesor. Investigo en ciencias y tecnologías láser. De formación soy físico y tengo un doctorado en Ciencias Físicas. Mi formación técnica y científica me ha hecho por mucho tiempo creer que la metodología científica occidental era infalible para evaluar la validez de cualquier hecho o descubrimiento. Sin embargo, después de conocer al doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera, este hombre excepcional que dedica su vida a curar, a aliviar penas o promulgar la paz entre la gente, he tenido que reorientar mi visión del universo. Hoy creo que, efectivamente, hay cosas que no pueden ser tratadas según la metodología científica occidental. El doctor Lino ha aliviado a mi familia de diversos males. Algo que no puedo explicar: Mi abuelita de 86 años muy enferma de neumonía y con un derrame cerebral fue atendida por él mediante una foto. Esto parece increíble o casualidad. Cuando ya llevaba 4 o 5 sesiones mi abuela me dijo: “¿Hijo, vas a ver al gordo?” “—¿Pero abuela como tu lo sabes?”, —dije yo. Ella respondió, “Si “mi´jo”, yo lo vi, fue a verme al hospital, tenía unas gafas oscuras y me dijo algo que no entendí”. Esto me dejo perplejo. No le había comentado a nadie de mis visitas a Lino, pero, de alguna forma mi abuela lo vio cuando estaba inconsciente. Quedó curada de la neumonía y del derrame. Doctor Miguel A. Arronte. Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Paciente de 68 años que llevaba 5 años sin poder caminar por dolor intenso en ambas rodillas y piernas. Se le indicó una operación de ambas rodillas, no resolvía con analgésicos ni antiinfla-

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matorios. Acudió al doctor Lino y con una sesión, observó notable mejoría. Ya camina y no tiene dolor. Aida Rosa Rodríguez, Ave 62 no. 21101, San Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Visité el doctor Lino el 26/12/2000, pues padecía de Espolones Calcáneos desde hacía varios años. Con una sola sesión de tratamiento quedé en perfectas condiciones. Hoy puedo caminar todo lo que quiero. Antes no lo podía hacer por el dolor que me producía. Mayda María Cabrera Marrero. Calle 240 no. 24768, Rpto. Abel Santamaría, Municipio Boyeros, Ciudad de La Habana. 25 de mayo de 2002.

Entre las dolencias que con mas frecuencia Lino cura están: aceleramiento de la soldadura de los huesos en caso de fractura, artritis reumatoide, asma, autismo, cefalea migrañosa, colitis ulcerativa inmunológica, depresión, diabetes, enfermedad de Azheimer, enfermedad de Parkinson, esterilidad, fibroma, hernia discal, hepatitis, hepatitis B, hepatitis C, hernia hiatal, hipertensión, hipertrofia, ileitis regional, impotencia sexual patológica, infertilidad, inflamación pélvica, leucemia, linfomas (incluyendo el linfoma de Hodking), diversas parálisis, recuperación de politraumatizados, sida, sinusitis, trastornos circulatorios en todo el cuerpo, trastornos del corazón, traumatismos medulares, tumores benignos y cancerosos. Ha mejorado a muchos pacientes que presentaron sufrimiento fetal. Presentaba insuficiencia respiratoria obstructiva crónica severa, que mejoró gradualmente desde que empecé a verme con Lino. Antes utilizaba constantemente el oxigeno y todo fue disminuyendo de forma paulatina, también los aerosoles. Antes no podía ni bañarme. Hoy voy sola a la consulta y puedo elaborar mis

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alimentos. Antes venía diariamente y ahora cada 15 días. Gracias a él hoy estoy mejor de salud. Hilda Márquez Vega, Dirección: Edificio 64 A, apto. 8 Rpto. Bahía, Ciudad de La Habana, Edad 64 años. Diciembre de 2005. Me dirijo al doctor Lino por presentar sangramiento continuo durante 54 días. Lino me diagnosticó un fibroma y útero aumentado de tamaño, diagnóstico que corroboré con un ultrasonido al día siguiente: fibroma de 28 mm y útero de 7.8 cm Luego de 8 sesiones de tratamiento por espacio de semana y media fui al instituto de salud correspondiente y repetí el ultrasonido: el fibroma desapareció y el útero está de tamaño normal. Los médicos decidieron repetir el ultrasonido y este nuevamente dio negativo. Tengo menstruación normal y me siento bien. Me siento muy agradecida. Iluminada Rodríguez Amengual, edad 46 años, Ave 47 no. 17210 entre 172 y 180, municipio La Lisa, Ciudad de La Habana, Cuba.. 03/11/01.

Muchas personas han dejado de usar la silla de ruedas, las muletas o el bastón al recibir el tratamiento de Lino. También ha logrado en sus pacientes la eliminación radical de adicciones a las drogas y el alcohol y ha tratado casos de obesidad con buenos resultados. Acudí al doctor Tomasen Vera por los dolores de rodilla saliendo muy satisfecha pues mis dolores al momento desaparecieron, pudiendo flexionar ambas rodillas sin problema alguno. Esto es algo increíble. Parecen cosas del señor Jesucristo que solo de tocar a las personas surge el milagro de sanar. Gracias a Dios, Gracias al doctor pude salir caminando sin dolor alguno. Martha Betancourt Remedios, Calor no. 63 / Martí y San José Guanabacoa, Teléfono 97 6041. Diciembre de 2005.

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Una de las satisfacciones mayores de Lino es resolver casos que la medicina occidental no ha resuelto, y mucho más si la atención ha sido mediante una foto. Llegué a la consulta de Lino en estado muy crítico, me habían dicho que no tenía cura. Estuve años con un líquido oscuro en los senos, que en la primera sesión con Lino desapareció, al igual que el dolor del nervio ciático que presentaba desde hace 10 años, producto de hipertrofia muscular que él me detectó. He tenido entre 11 y 20 sesiones de tratamiento con Lino. Cada sesión de un minuto. No he recibido tratamiento médico junto al que me ofrece Lino. Opino que Lino sana a las personas aplicando energía desconocida y espiritualidad. Lino es un gran médico, persona de valores incalculables, da amor a sus pacientes y seguridad general, me siento bien a su lado, con confianza, segura que todo mal tiene cura si llegamos a él, pues sé que tiene como don una energía que cura todo tipo de enfermedades, que cura lo que no han podido curar los médicos. En fin sé que está dotado de protección, sabiduría, inteligencia que nació con él, para el bien de personas con múltiples patologías, que llevan años padeciéndola y que él ha curado. Lino —no estoy exagerando—, eres lo máximo, se que no hay que desesperarse, como yo que llevaba una vida que no era vida, hasta que te conocí. Kenia Ramos Riverón. Colón no. 12806, Reparto Martí, Ciudad de La Habana. 27/10/2006

¿Es cierto que Lino cura? ¿Es cierto que Lino cura? Es difícil de responder. Me parece que no es correcto dar un valor excesivo a casos individuales o aislados que reportan mejoría o curación, se requiere de una muestra suficientemente amplia de la población objeto de estudio para realizar una encuesta que ofrezca resultados confiables. Comencé a organizar esa encuesta para dar a este

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libro un rigor adicional, pero al final decidí no continuarla en este momento, pues me iba a consumir mucho tiempo y recursos, además de que iba a retardar la aparición de este libro tan solicitado.

Así permanece la sala de espera todas las mañanas. Muchos vienen de muy lejos para ser “tocados” uno a tres minutos.

No obstante, decidí hacer una prueba inicial y anónima del cuestionario de la encuesta a unos 150 casos escogidos aleatoriamente. El resultado indicó que la gente se cura, la casi totalidad refiere que ha existido mejoría o curación total, que la sanación ha sido en pocas sesiones de tratamiento, con una duración de menos de tres minutos, no importa la enfermedad. Este resultado incluye también a personas atendidas a través de una fotografía. Debo reconocer que me resultó difícil encontrar a pacientes que reportaran que no habían sido curados, pues en ese consultorio se respira un aire de entusiasmo por la obra que Lino realiza. 114

Tengo el proyecto de asociarme a alguna organización especializada en este tipo de encuestas para rediseñar el objeto a investigar y el modelo de captación de los datos, lograr mayor confiabilidad en el cuestionario, utilizar el tamaño de muestra requerido y buscar los detalles de mayor interés, que aparecerán en una próxima edición de este libro. Se dice que Lino sugestiona a sus pacientes. Según la enciclopedia libre Wikipedia, se llama efecto placebo al fenómeno por el cual los síntomas de un paciente pueden mejorar con un “falso” tratamiento, aparentemente porque el enfermo espera o cree que funciona. Eso pudiera ser, pero ¿Cómo explicar entonces los escritos de personas que manifiestan haber sido curadas por él a través de una foto? Muchos de ellos nunca han estado físicamente en su consultorio, a veces han estado en otros países. Concurrí a la consulta del doctor Lino Tomasén con el objetivo de salvar a mi tía, Yolanda Fernández Ramírez, residente en Miami, pues el día 25 de agosto del 2005 sufrió un infarto cerebral, al parecer causado por las emanaciones que provocó un fuego que se produjo en su casa. Los médicos de Miami dijeron a los familiares que no tenía salvación, pues no reaccionaba al tratamiento. Estuvo entubada 3 meses. Ella es religiosa. Los santos tampoco le daban esperanza alguna de vida. Sin embargo, cuando yo vine a ver al doctor Lino, me dijo que a los 5 días ella iba a reaccionar, que abriría los ojos y abriría las manos. Mi familia de Miami no sabia que yo la estaba atendiendo con el doctor. Al quinto día sucedió lo que él me había dicho. Hasta el momento mi tía esta mucho mejor. No depende de aparatos. Ya respira por ella misma y esta reaccionando muy bien. Estoy muy agradecida, porque me dio esperanza de vida para mi tía y me la salvó. Marisela Quintero, Dirección Calle Matanzas no. 659 entre Estrella y Camilo Sierra, Arroyo Naranjo. Teléfono 44 5372. Diciembre de 2005.

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Por lo que he podido investigar, algunos pacientes ni siquiera sabían que estaban recibiendo energía a distancia, de manera que en estos casos no es posible que haya existido sugestión o el efecto placebo. ¿Cómo explicar, entonces, la cura a los niños? Ellos no saben lo que les están haciendo, pero los informantes, generalmente sus padres, manifiestan que este médico los ha curado. También han acudido a esta consulta personas que no creen en él ni en curas alternativas, que sólo van a verlo por complacer a un familiar y luego han manifestado que se han curado. Durante la época en que Lino consultaba en el Hospital “Salvador Allende”, ubicado en la barriada del Cerro en La Habana, fueron recogidos unos mil reportes de personas curadas. Testigos presenciales como José R. López, Nibaldo Hernández, y discípulos y amigos de este médico como Pedro Vila, me informan que los citados documentos recogen informes sobre situaciones de salud difíciles que fueron superadas mediante el tratamiento de este doctor. He sido testigo presencial de cientos de casos de personas que han estado atendiéndose y delante de mí han manifestado que se sienten mejor o se sienten bien. En este libro presento cientos de casos de personas que aseguran haberse curado o mejorado a partir de que empezaron a recibir esta misteriosa energía. Algunas tenían tratamiento médico paralelo y otras dejaron todo tratamiento y confiaron en Lino. Soy de los que piensan que ambos tipos de tratamiento se pueden complementar. Desafortunadamente, también he conocido algunos casos de personas que llegaron a la consulta en muy malas condiciones y no lograron su recuperación. Uno de ellos fue una señora que vino de Argentina, la conocí personalmente. Ella estaba en cama con esclerosis. Sólo podía sonreír a medias. Todo su cuerpo estaba inmovilizado. Tenía esperanzas de salvarse. Supe que Lino hizo todo lo que pudo para sacarla de ese estado, durante los 20 días que ella estuvo en la Habana, pero no lo logró. 116

Algo similar pude apreciar con una señora mexicana que presentaba similar dolencia y también estuvo 20 días aquí. En ese lapso de tiempo recuperó varias libras. Quizás hubiera necesitado estar más tiempo. También una cubana vecina del barrio de Miramar en La Habana, aquejada de esta terrible enfermedad considerada incurable hasta el presente. Ella asistió a la consulta muchas veces, pero no pudo mejorar. En los tres casos, a mi parecer, se acudió a recibir la sanación bastante tarde. Conocí a una colombiana que llegó en una silla de ruedas con cáncer generalizado y a los 20 días me volví a encontrar con ella y la encontré muchísimo mejor, ya levantaba la cabeza, hacía chistes, no tenía dolores y estaba muy optimista. En todos esos días no había estado en otro sitio que en la casa donde residía y en el consultorio. La invité a pasear por La Habana Vieja y se alegró muchísimo de poderla recorrer en su silla de ruedas y hacer fotos. Regresó a Colombia y supe que varios meses después falleció. Coincido con quienes dicen que no existen enfermedades, sino enfermos. Cada persona es un mundo aparte y la evolución o el camino para la curación de cada persona no es el mismo. Hay quien está enfermo grave y se cura en 3 días y otro enfermo de algo leve tarda 3 meses. La visión triple que padezco no pude resolverla con energía, sino con espejuelos. Opino que no se puede ver al cuerpo humano como la suma de sus partes, sino como un todo, holísticamente. Nuestros pensamientos, nuestros estados de ánimo, nuestras ideas sobre la vida y la muerte, nuestros hábitos alimentarios, el hábito de fumar o de beber, el estrés y modelos de vida son granitos de arena que se acumulan día a día para luego emerger a la superficie bajo la forma de enfermedades físicas o mentales. Según Lino, tenemos una tendencia natural a abusar de los fármacos a pesar de nuestra capacidad para paliar ­dolencias 117

Muchos niños son atendidos. A pesar de su corta edad, muestran confianza en su sanación.

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por nosotros mismos. Los que cuestionan la posibilidad de curar sin medicamentos, olvidan que los fármacos son un invento humano y forman parte de los desórdenes entre el hombre y el medio. La naturaleza lo ofrece todo: plantas curativas, calor, oxígeno, carbón, luz. Todo eso se pone en cápsulas, en cámaras u otros equipos, pero el decursar del tiempo nos ha llevado de retorno a los orígenes. Además, los medicamentos que consumimos presentan efectos adversos, hay situaciones de diagnóstico erróneo que hacen que el paciente ingiera preparados, que además de no curarlo, quizás le hagan daño. Hay sobredosis y también mezcla inapropiada de medicamentos que afectan nuestro organismo. Desde tiempos inmemoriales en la religión de la India y otros sitios se dice que cada cual tiene su karma y que rige la llamada ley del karma o ley de causa y efecto. También existe la teoría de la reencarnación, que sustenta que vivimos varias vidas, en cada una de las cuales se nos ofrecen oportunidades para evolucionar. Existen terapias de regresión a vidas pasadas con vistas a identificar sucesos por los que ha pasado el alma en su desarrollo, entender los pensamientos y sentimientos que se generan y curar las heridas emocionales que trastornan la vida actual. La salud depende de muchos factores. Creo que desde que un ser se encuentra en la barriga de su madre, ya está influido por aspectos genéticos, las emociones que sufre esa madre durante el embarazo, si es fumadora o ingiere drogas, su alimentación y otros factores que influyen fundamentalmente en el desarrollo del cerebro del nuevo ser. También la salud depende de la interacción con la naturaleza, de la posición de la Tierra con el sol y los planetas de nuestro sistema solar, de la actividad solar, de los rayos cósmicos que arriban a nuestro planeta, de las condiciones del hábitat, de la calidad de la alimentación a lo largo de la vida, del estado emocional y de cómo respiramos, entre otros factores. He podido comprobar durante años cómo los biorritmos influyen en las personas, 119

desde el ángulo físico, intuicional, intelectual y emocional, por citar los fundamentales. Lino no puede modificar los factores ambientales negativos que continúan afectando al paciente cuando sale de la consulta. Los chinos refieren desde hace miles de años que sobre la salud inciden la ubicación y orientación geográfica de las piezas de una casa, los muebles, los colores, los sonidos, la existencia de radiaciones nocivas de energía, de corrientes telúricas, la presencia de aguas subterráneas, etc. Hay edificios donde han coincidido muchos casos de enfermos de cáncer. ¿Eso es casual? Una compañera de trabajo padece de asma muy fuerte y sus familiares siempre están enfermos. Al indagar supe que su casa se encuentra encima de una enorme cisterna de agua. Estas cuestiones se tratan en libros de Feng Shui, el arte milenario chino de la ubicación de las cosas y también se mencionan en libros de ­“radiestesia”. Una vez acompañé a mi amiga Elena Venegas, que se encontraba muy mal de salud. Le decían que tenía un problema en la columna vertebral, pero en realidad tenía cáncer muy avanzado. Cuando entró al consultorio, Lino, aún estando a dos metros de distancia, sin saludarla ni escuchar cuál era su dolencia, de manera repentina la señaló con el dedo índice y exclamó: “¡No vayas a fumar ni un cigarro más!” Ya era muy tarde y a pesar de que dejó de fumar y asistió algunas veces a su consulta, no tuvo cura. Lino afirma que muchas personas han llegado a su consulta después de haber agotado todos los recursos convencionales, buscando la “última variante” y él ha logrado que recuperen su salud, pero hay personas que están “vencidas” y que no tienen salvación. “Ese era su karma”. He sabido de personas que se han marchado disgustadas pues esperaban “otra cosa” y no conciben “venir de tan lejos para que te pasen la mano sobre la cabeza un instante y tengas que volver otra vez”. Incluso hay personas que estando en la sala de espera se han molestado al observar en Lino 120

“su inesperado comportamiento” y sus “frases” de “auto reafirmación”, que recuerdan a las técnicas empleadas por los deportistas cuando se preparan sicológicamente para una competencia. Tengo una amiga que prefiere no ser mencionada. Acudió al consultorio en 2001 por sufrir polineuritis en ambas piernas. Prácticamente se curó, quedando un ligero cosquilleo en un dedo del pie izquierdo. Ella dejó de asistir a consulta pues: “... no me gustaba la manera de expresarse de Lino...” Pero así y todo la curó, eso lo agrego yo. Mi amiga Sonia Laíño me manifestó que no se curó tan pronto como deseaba de tendinitis en un brazo. Otro amigo, Santiago, que acudió muchas veces a consulta, no logró curarse de su problema de la columna vertebral y decidió seguir la vía de la medicina occidental (aún no se ha curado). Este es uno de los muy pocos casos que he conocido que decidió no seguir con Lino e ir a lo convencional. Como se aprecia, aunque se considera que la efectividad de curación es muy alta, no es absoluta y creo que resulta muy difícil de medir, aunque sería muy interesante la realización de un estudio que pudiera acercarnos a la cifra de curados por este método alternativo. A pesar de estos y otros casos desafortunados, he podido constatar que la mayoría de las personas está convencida de que Lino sí cura. Yo me incluyo en ese grupo. Hagamos la pregunta al revés: ¿Alguien cree que la medicina occidental cura a todos los enfermos? En todo este proceso de investigación he conocido a individuos parapetados tras su buró o en sus limitados conceptos de lo que es la curación. Me han manifestado que este doctor debe avalar científicamente su método de curar. ¿Porqué no hacerlo al revés? Ellos deberían visitarlo y reconocer su trabajo. Y si fuéramos a avalar su trabajo habría que hacerlo también desde el ángulo espiritual, radiestésico, etc. Me parece imposible que un ser “único” tenga que avalar su “don”. 121

He apreciado que varios físicos en vez de esperar a que Lino explique cómo cura, hacen sus conjeturas al respecto y arriban a determinadas conclusiones, que en gran medida coinciden con mis puntos de vista, lo cual me hace pensar que ha valido la pena escribir este libro y que el mismo pueda resultar de interés a estudiosos del tema. En el año 2003 tuve un derrame cerebral. Estuve varios meses en cama con muy pocas posibilidades de vivir, según los médicos. Entonces el doctor Lino puso las manos sobre mí y empezó la recuperación. En este momento estoy totalmente recuperada. Gracias doctor. Noelia Rosalía Más. Concordia 367 entre Lealtad y Perseverancia. Diciembre de 2005.

Algo que me llama poderosamente la atención es la sinceridad con que los pacientes han escrito sus testimonios. Se trata de personas serias, muchas de ellas de avanzada edad, con niveles de escolaridad que oscila desde la primaria hasta la universitaria. Sin embargo, los testimonios también muestran algo en común: que los pacientes aprecian amor en la actividad de curación que realiza Lino. Mi amigo, el ingeniero Jorge Luis Robinson me contaba que a veces la burocracia afecta los intereses más íntimos del hombre. Él fue por muchos años el director en funciones de la institución “Cuba-RDA”, dedicada a la ortopedia técnica. Por Resolución Ministerial se estipulaba que a los niños que requerían prótesis de miembros inferiores y superiores no se les debían hacer hasta que cumplieran los ocho a diez años. Una niña de casi dos años llegó a su institución buscando la prótesis para una piernita. Si Robinson se hubiera dejado conducir por ese documento frío, esa niña y su familia hubieran tenido que esperar varios años para gozar el desarrollo normal de un ser humano. Mi amigo tomó la decisión de hacerle la prótesis como regalo de cumpleaños. Para asombro

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de todos, la niña salió caminando como si jamás le hubiera faltado la piernita. ¿Cómo se puede expresar científicamente la emoción que sintió la niñita al poder caminar?

Es común encontrar nombre y dirección en los testimonios.

Robinson llegó por primera vez a la consulta de Lino, luego de un prolongado proceso de recuperación de una ­cirugía 123

en la rodilla izquierda. Llegó con su muleta, cojeando un poco. Dejemos que él refiera su opinión: La vida me ha dado la oportunidad de tratar con personalidades de diferentes latitudes, incluyendo más de un presidente. El encuentro con este doctor me ha causado una especial impresión. Es una mezcla de humanismo con sabiduría. Su don de curar no puede ser medido, nadie puede por ello cuestionarlo y tampoco imitarlo pues Lino es único. Llegué con una muleta, fui tocado por sus manos por sólo un instante y salí caminando normal, con amor por la vida. Que a nadie le quepa duda, sea creyente o materialista, burócrata o productor. Vaya cuanto antes al encuentro con este sanador.

Mi amiga y Licenciada Física de profesión Esperanza Purón, ha tenido la amabilidad de brindarme unas reflexiones sobre este médico, “Lino Tomasén: ¿acaso amas al que curas?”, que a continuación les ofrezco: No olvido el encuentro con un muchacho que conocí de estudiante de Física (ahora graduado) y que no veía hacía algún tiempo; fue una tarde de octubre de 2003 en la entrada de la Facultad. Subía con su bicicleta al hombro y desde la última vez que lo vi, aún estudiante, se había efectuado en él un cambio notable. Risueño, buen color, musculatura marcada en la camiseta y piernas al aire, pues llevaba pantalones cortos. Cuando me saludó y hablamos lo hizo con seguridad, ya tenía un hijo que le ocupaba tanto su mente como su corazón y era la razón por la que no estaba trabajando como físico, pero se sentía feliz y realizado. Según Pedro, así se llama el joven graduado de Física, el motivo de haber podido cambiar y sanar plenamente tenía un nombre: Lino. .., el doctor Lino Tomasén. A continuación se enfrascó en una descripción llena de alabanzas, que me llevó a pensar en el supermédico cubano, en el guru tropical, el chamán del Caribe, el curalotodo del período especial.

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¡Claro que prometí visitarlo! Por favor Pedro, le dije, habla y dile que iré... El 23 de Octubre ya estaba en Concordia (fecha que conservo en la agenda de ese año) con la suerte de que Pedro había anunciado para un dia no fijado mi visita. Eran las diez de una mañana otoñal y el local estaba bastante lleno, demasiado para lo que esperaba encontrar. Observé un rato a Lino (menos de diez minutos), lo vi sudar, chupar su tabaco y llenar de humo al que consultaba. Presté, junto al resto de los presentes atención casi hipnótica a sus movimientos y palabras; Lino, con su sombrero y su tabaco, posee una fuerte personalidad que impone a todos cuando está realizando su actividad. Terminada la cura (cuando ya todos respirábamos tranquilamente, pues antes estábamos en suspenso) nos saludamos, al presentarme, afirmó saber ya por Pedro quién era yo, y me invitó familiarmente a continuar observando cómo se desarrollaba la consulta de ese día. Le agradecí sobremanera su gesto, pasé la vista por las paredes, las firmas, las personas que esperaban, él continuaba ensimismado en su tarea y a mí me crecían por segundos los deseos de salir de allí. Cuando se persentó la ocasión, con una sonrisa, una promesa de regresar y un batir de manos en señal de adiós, me alejé del lugar. Decididamente no me gustó, puro sincretismo, no creí en las curaciones de Lino. Esta no creencia mía en sus curaciones aumentó con la experiencia de una colega de treinta años de trabajar juntas, ella acudió allí y el resultado fue... un rotundo fracaso. Corría el 2006, cuando un amigo me presentó a Jorge Pareta y ... volvió a mi el doctor Lino Tomasén como un eco de Pedro Vila, una onda sonora que regresaba con más fuerza, con testimonios escritos de las curaciones en personas cercanas (su hermana), en él mismo y en cientos de personas por él entrevistadas. Comencé a leer una primera versión del libro de Jorge, pero no he sentido curiosidad por ver de nuevo a Lino. Me he preguntado muchas veces si será verdad que cura. No lo sé. Su método de curar no lo siento cercano a mi forma de ser y de pensar; he

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estudiado Física y Matemática por más de 30 años, profeso la religión católica desde pequeña y actualmente estoy comprometida con la Iglesia. Como es de suponer, he puesto también oído a sus detractores, que dicen que es un timador, un brujero, un curandero sincrético, etcétera. Al leer el libro sobre Lino, que amable y generosamente Jorge Pareta puso a mi alcance, interioricé y admití el deseo de Lino Tomasén de curar al necesitado, de darle de su fuerza, de compartir su don, de infundirle si es preciso parte de su propia salud. Eso es servir, eso es para mí amar al otro y darle al que sufre, lo que se tiene más preciado, que es la vida. Conózcase que el que puede pagar paga módicamente, pero el que no, también es curado. Entonces recordé y les recuerdo ahora lo que narra el evangelista Marcos en su capítulo 9, versículo 38 cuando Juan, uno de los discípulos le dice a Jesús: —Maestro, hemos visto a uno expulsando demonios en tu nombre, pero se lo hemos prohibido porque no es de los nuestros. Yo soy de las que hubiera imitado al discípulo amado si me preguntaran si deseaba que Lino Tomasén siguiera curando con su método. Como otros, hubiese tratado de hablar a la gente y decirle que ese método no es científico, que no está avalado por ensayos, que pienso que es una hipnosis, que no es para mi algo de Dios, y más y más cosas que les prohibiera el llegar a Lino, pues yo no entiendo cómo puede curar. Pero también sé, y se los repito a ustedes ahora, qué le contestó Jesús a Juan: No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. Claro que tanto ustedes como yo podemos decir que Lino Tomasén no cura en nombre de Jesús. Pero nadie puede negar que Lino ama y sirve al curar a todo enfermo que sufre y reclama su ayuda, y donde hay amor, ahí está Dios, porque Él, Dios, es Amor [1Jn 4,8].

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Las paradojas de Lino Opino que el tratamiento de Lino es paradógico. No tiene límites o fronteras para atender a un paciente, logra sanar o mejorar al paciente ante cualquier enfermedad, pero sucede que cura o alivia a personas que han presentado situaciones muy críticas de salud, sin solución por la medicina occidental y que al ser atendidos por él se han sanado. Y sin embargo, a veces una afección relativamente leve no la ha curado, o la mejoría ha sido muy leve. La lógica nos indica que si se trata de una enfermedad muy grave, su curación tome tiempo. A menudo ha sucedido lo contrario. A veces las curas de enfermedades muy graves han sido inmediatas, mientras que la curación de dolencias leves o relativamente sencillas ha requerido de muchas sesiones de tratamiento. Mi hijo padece de estenosis uretral congénita del pene desde los 10 meses y ya tiene 10 años. Se lo traje a Lino y en una sola sesión de un minuto, comenzó a orinar normal. Antes de acudir a él ya habían sido muchos los sitios visitados, el niño había estado ingresado en varias ocasiones (hasta 5 meses una de ellas) y nada se había logrado. Se mencionaba posible operación. Felicito al doctor Lino por lo que ha logrado. Hoy traje por segunda ocasión al niño para seguirlo tratando. Muchas gracias. María Luisa Martín Gato, La Grifa, Municipio Sandino, Pinar del Río. Diciembre de 2006.

Lino ha curado a distancia a personas con disímiles enfermedades, con la foto del paciente. Sin embargo, hay quienes se han tratado estando presentes en el consultorio y no se han curado. Lo mismo ha sucedido con el tiempo de curación, a veces alguien por una foto ha sido curado más pronto que alguien que ha asistido personalmente al consultorio.

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Yo era epiléptico desde los dos años de edad. Comencé a tratarme con Tomasén y después de 12 sesiones de tratamiento jamás he vuelto a tener una crisis. Considero que ya estoy curado. Gracias a sus prodigiosas manos, a su don y a Dios. José Manuel Santamaría, Dirección Calle 48 no. 1708 entre 17 y 19 Playa, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

A veces ha llegado alguien a atenderse y no se ha curado a pesar del esfuerzo de Lino. Hemos expresado: “Es que esa persona llegó aquí demasiado tarde, ya no había remedio”. Sin embargo, el ha atendido a personas que se suponía que ya iban a fallecer y han recuperado su salud, a veces de una forma muy rápida. He visto llegar a personas que han estado utilizando muletas por espacio de meses sin poder dar un paso y luego de unos minutos de tratamiento, han salido caminando. Sin embargo, personas con problemas sencillos en las extremidades inferiores han tardado varias sesiones para su recuperación. También he conocido de casos en que el enfermo no confiaba en absoluto en la curación de Lino y era curado, mientras otros confiaban ciegamente y no mejoraban. Deepak Chopra, en su libro Conocer a Dios menciona la existencia de “coincidencias significativas” a veces fatales como, el choque del Titanic con un iceberg. A esta situación de coincidencia en el tiempo del encuentro de dos cosas le ha denominado “Sincronicidad”. Recuerdo un caso de un pasajero que en 1986 luchó por obtener un boleto de última hora para un vuelo a Italia, lo logró y a los segundos de despegar el avión se estrelló. Mirándolo desde el ángulo positivo, ¿cuántas veces nos topamos con alguien clave en nuestra vida en el momento en que más lo necesitábamos? Para el caso que nos ocupa, agregaría que para determinado grupo de pacientes muy gra128

ves el encuentro con Lino ha sido en el momento oportuno y por ello se han salvado. Yo mismo he pensado: “De haberlo conocido antes, quizás mis padres hubieran vivido un poco más”. Es muy interesante el análisis de Chopra sobre cómo el ADN está dentro y fuera del tiempo, cómo las partículas de ácido nucleico aprendieron a leer un reloj con una exactitud de milésimas de segundo. Toda esa sincronicidad sale de nuestro cerebro y suceden sorpresas, encuentros inesperados, a veces increibles. En el caso que les muestro a continuación, al paciente se le retardaba la operación por diferentes causas y ello le permitió conocer a Lino y recuperarse sin necesidad de cirugía. Lo conocí personalmente y a veces pasa a saludar al médico que lo salvó. Vine a este lugar en febrero de 2003. Llevaba 2 meses ingresado en el Hospital Clínico-Quirúrgico “Joaquín Albarrán” debido a que presentaba sangramiento continuado en la orina durante más de 6 meses y tenía 4,8 de hemoglobina. En el hospital se me diagnosticó Papiloma Vesical grado III-IV. Además, tenía los dos riñones llenos de cálculos y la próstata dilatada y deformada. Era indudable que tendría que someterme a una gran operación. Por suerte hubo varias demoras en mi proceso preoperatorio, lo que me dio la oportunidad de oír hablar del doctor Lino, a quien acudí inmediatamente. En tres meses de tratamiento con este doctor comencé a orinar normal. Me repetí los análisis médicos en el mismo hospital y los médicos quedaron sorprendidos de los resultados. Quedé curado totalmente y de eso han transcurrido 3 años. José Roberto Rodríguez Valdés, Capitán de la Marina Mercante. 2 de febrero de 2007.

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Jose Roberto Valdés, recibiendo una sesión energética de mantenimiento.

Francisco Barrera, argentino de Ushuaia, una ciudad muy próxima al Polo Sur, estaba muy mal de diabetes y sin saber cómo, escribió a un buzón de correo electrónico preguntando si alguien le podría informar acerca de un médico llamado Lino que hacía curas milagrosas y si eso era cierto. Ese buzón a donde escribió era el mío. Yo le respondí: “Estás haciendo la pregunta a alguien que está escribiendo un libro sobre ese médico”. ¿Cómo llegó Francisco a mí? Le dije: envíame tu foto y anota en tu agenda esta fecha. Vas a recordar tu vida antes de recibir la energía de este médico y después de recibir130

la. Con su foto acudí a Lino y después de la primera sesión de tratamiento sus niveles de glicemia en sangre se han reducido sensiblemente y durante medio año no han vuelto a subir a los niveles que antes presentaba. Debo decir que Francisco ha acudido en Argentina a varios curanderos, por lo que quizás ha recibido un tratamiento combinado de todos. ¿Será que Lino con su energía y con el poder de su mente actúa sobre la sincronicidad de las células, sobre las sustancias que las componen y sobre el ADN y logra determinados cambios que se reflejan favorablemente en la recuperación del paciente? Algunos físicos opinan que algo pudiera suceder en la cuarta dimensión, donde el tiempo transcurre de manera diferente. Eso podría explicar el porqué alguien que se encuentra grave se cura en muy breve plazo con sólo pasarle la mano por encima de la cabeza. Todo esto podría tener alguna interpretación religiosa, sea católica, islámica, de origen africano, etcétera. Lo cierto es que hay un efecto común para la mayoría de los casos: el paciente mejora o es totalmente curado, esté o no físicamente en el consultorio, crea o no en el poder de Lino. Parece que Lino vino a este mundo con una preparación extrasensorial, que le ha permitido percibir lo que sucede a cada cual y curar desde que era un niño. Y quizás eso sea lo que explique su capacidad para predecir el futuro y para saber lo que sucede en otro sitio. Pudiera asociarse estos poderes de Lino a la existencia de Dios, de Buda, de Mahoma, a las leyes de la física, etc... Yo preferiría dejar todo a su interpretación y que usted saque sus propias conclusiones.

El caso “Lino” visto por un físico Les presento algunas reflexiones del doctor Alejandro Cabo, Investigador Titular del Grupo de Física Teórica, pertene131

ciente al Instituto de Cibernética, Matemática y Física de la Academia de Ciencias de Cuba, acerca de la medicina alternativa y en particular sobre el tema “Lino”. Aunque se trata de un análisis muy profundo, el doctor Cabo ha logrado explicar todo de una forma magistral: Escribo con gusto estas líneas en honor del gran esfuerzo que esta realizando mi estimado amigo Jorge Pareta en clarificar y divulgar la obra del doctor Lino Tomasén. He querido expresarme desde un ángulo que se ha hecho básico para mí en el análisis de casi todos los aspectos de la vida: el de la física teórica. Deseo además expresar que mi principal objetivo con estas opiniones esta lejos de pretender dar justificación o denegar los sorprendentes resultados curativos que se argumentan en el texto. Mi intención más bien, es la de contribuir un tanto a la completitud de su obra, expresando algunos conceptos de la física moderna, que pudieran resultar asociados a la comprensión de los efectos descritos, una vez asumido que la información empírica presentada acerca de las curaciones fuera válida. Esta información la consideraré dividida en dos grupos básicos: A) Experiencias de contacto directo. Aquellas que se relacionan con tratamientos en que el doctor Tomasén realiza una interacción fisica e intelectual directa con los pacientes B) Experiencias de interacción lejana. La otra clase de acciones terapéuticas en que se afirma que las posibles curaciones se realizan por la vía de fotos observadas y tratadas por el doctor Tomasén, situado a distancia del paciente. Antes de continuar, creo útil resaltar que soy de la opinión de que, para el más óptimo beneficio de la humanidad, la ciencia debe incorporar a la estructura de los conocimientos aceptados, solo aquellos fenómenos y efectos naturales cuya verificación experimental sea rigurosamente establecida. Sin embargo, también con vistas al máximo beneficio para el ser humano, debe evitarse a toda costa, que representantes de la ciencia reconocida,

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puedan tomarse el derecho de denegar a priori y sin base, aquello que pueda argumentarse empíricamente con plena rigurosidad. Estimo que desde un punto de vista científico la información cualitativa brindada en este libro tiene suficiente plausibilidad para motivar un estudio más cuantitativo de la validez de los fenómenos descritos, por parte de la ciencia establecida (organismos, instituciones, publicaciones, etc., de carácter científicas). Los múltiples y detallados testimonios de sorprendentes curaciones, constituyen de por si ya, argumentos empíricos muy positivos, inclusive, pese a la segura existencia de múltiples resultados negativos no evaluados estadísticamente. En soporte de la anterior opinión se presentan además los criterios muy positivos de dos conocidos investigadores cubanos: El Ing. Jose Ramón López y el Doctor Nibaldo Hernandez. De ambos investigadores se mencionan en el texto consideraciones evaluativas, que indican una alta efectividad de los tratamientos realizados por el doctor Tomasén. Dada esa situación, asumiré, pero aún sin darla por sentado, la existencia de una base empírica bien fundada para los dos tipos de curaciones descritos: A y B, con vistas a comentar en lo que sigue acerca de posibles temas de la física moderna que pudieran estar relacionados con dichos efectos. Los criterios emitidos constituyen estimaciones personales sugeridas por los fenómenos relatados en el texto. Consideraré además que los tipos de interacción hoy conocidas: la Electromagnética, la Débil, la Fuerte y la Gravitatoria son las únicas que efectivamente existen en la Naturaleza (o posiblemente una teoría mecánico quántica unificada de todas estas fuerzas, basada por ejemplo en la actualidad, en que todas las partículas son estados de vibración en espacios multidimensionales de pequeñas “cuerdas”: la Teoría de Cuerdas). En estas circunstancias, estimo que los efectos de curación observados de tipo A o B, con mayor probabilidad pudieran estar relacionados con los siguientes temas de la Física Teórica en la actualidad: 1) La Física de los Sistemas Complejos (Vidrios de Espín, Redes Neuronales,…)

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2) La Teoría de las Mediciones en la descripción mecánica cuántica de las mencionadas interacciones naturales. 3) La existencia de nuevos tipos de partículas y campos asociados a descripciones mas básicas de las interacciones naturales y las partículas fundamentales, tales como la arriba mencionada Teoría de Cuerdas. Finalmente, algunas consideraciones acerca de cómo estos tema de la Física pudieran estar relacionados con las dos clasificaciones A y B adoptadas para los tratamientos descritos en el texto. A) Experiencias de contacto directo Asumamos aquí que la efectividad de los tratamientos en que el doctor Tomasén toma contacto directo con los pacientes sea estadísticamente validada, tal como sugieren como factible los datos presentados en el texto. En ese caso podría especular que esos resultados, con buena probabilidad, deberían estar relacionados con el primero de los tres temas antes mencionados: La Física de los Sistemas Complejos, y en particular en los temas relacionados con la descripción de las redes neuronales en analogía a como como se analizan los llamados Vidrios de Espín. Las redes neuronales, tal como los mencionados vidrios, son sistemas que debido a la complejidad de las interacciones (por ejemplo, cada espín interacciona con todos o muchos de los otros espines o cada neurona interacciona con muchas otras neuronas a través de los impulsos nerviosos que viajan por los axones), poseen una infinidad de estados de equilibrios distintos. Eso los diferencia de sistemas más simples como podrían ser por ejemplo los cristales semiconductores. La multitud de estados equilibrio de esos sistemas motiva hoy día a los investigadores, la idea de deducir la memoria y mas ambiciosamente la Conciencia, de esas formulaciones. En la base de esas descripciones como no es difícil imaginar, podrían estar propiedades de tanto interés, como las tan mencionadas potencialidades ocultas del cerebro y el cuerpo humano en general. Existe un simple resultado de la sugestión

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hipnótica, cuya realidad me ha sido referida por un amigo, el doctor Sergio Insua, y que considero que su veracidad ilustrará claramente las citadas potencialidades no descubiertas de la mente. Según Insua, él conoce que una persona puede ser sugestionada hasta tal punto, de convencerla de que se le va a tocar con la punta de un cigarro encendido, y al tocarla efectivamente, con el extremo de un lápiz, en el punto de contacto se forma una llaga similar a la producida por una quemadura. En mi criterio particular esa simple experiencia, muestra claramente la increíble potencialidad oculta del sistema nervioso. Ese efecto implica que la interpretación sicológica de los impulsos nerviosos trasmitidos por los axones que viajan desde el punto de contacto al cerebro, es capaz de “disparar de vuelta”, por medio del envío de nuevos impulsos viajando por los axones en retorno a la misma región de la piel, una respuesta ya no solo nerviosa, sino inflamatoria (¡muchas veces muy vinculada a la respuesta inmune!) en la misma y por demás muy localizada región de contacto. Así de ser cierto este efecto, imagínese entonces qué no podría lograrse, si se tuviera un control de cómo dirigir a voluntad la respuesta inmunológica hacia la región del cuerpo en que fuera de interés hacerlo. Por tanto de ser real esa experiencia, la Física de los Sistemas Complejos mostraría una vía efectiva para comprender y caracterizar las enormes potencialidades de lo que en esencia podría también describirse simplemente como el conocido Efecto Placebo. Debido tal vez a una prejuiciada forma de pensar, prefiero como una posible explicación, este mecanismo de las curaciones de tipo A, el carácter de tipo Vidrio de Espín de los sistemas neurológicos, inmunológicos, etc. acoplados dentro del cuerpo humano. Esta descripción podría estar determinada simplemente por fuerzas de origen electrodinámico sin necesidad de recurrir a desconocidas propiedades de la materia. Sin embargo, me doy cuenta como se hará claro en el próximo punto, que existen también otras propiedades físicas menos estándar, como las ligadas a los temas de la Fisica 2 y 3 arriba mencionados, que pudieran

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también ser relevantes en la descripción de una eventual efectividad de los tratamientos por medio de contacto directo con el paciente. Puede resultar útil resaltar aquí un punto expresado antes por el autor del texto. Tiene que ver con la formación del doctor Tomasén como Médico Clínico. Interpreto que esa formación, combinada con una gran inteligencia emocional, pudiera haberle permitido al doctor Tomasén, interpretar profundamente los vínculos fisiológicos precisos entre las sensaciones propio-ceptivas enviadas por su propio cuerpo (Libre Albedrío) y el funcionamiento y control neuronal de los órganos corporales. Tal conocimiento de si mismo, podría entonces hacer posible, podría decirse que mediante un mecanismo de “mapeo de percepciones” con el paciente, hacer sumamente eficiente en el sentido curativo, sus interacciones con los pacientes. Tal posibilidad resulta fuertemente apoyada en mi criterio, por los excepcionales casos de “diagnóstico“ al instante por la simple observación del paciente. La argumentación dada en el libro sobre la veracidad de estos casos, es bastante convincente, lo cual podría tomarse como una prueba (en el caso de no admitir la presencia de percepción extrasensorial) de la alta capacidad del doctor Tomasén en determinar el estado interno de las personas por medio de la simple observación de su apariencia externa. Esto podría resultar ser, como una suerte de generalización de otros métodos de diagnóstico conocidos, como el asociado a la observación de Iris, por ejemplo. En ese sentido estimo que la investigación detallada de la labor del doctor Tomasén por parte de instituciones científicas nacionales, podría llevar al desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico. B) Experiencias de interacción lejana. Refirámonos finalmente a la clase de curaciones acerca de las cuales se plantea en el texto que están ligadas a la observación y procesamiento por parte del doctor Tomasen de una foto del paciente que se encuentra en un lugar alejado. Lo primero que me interesa resaltar en relación con estas experiencias, es que

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resultaría estrictamente necesario el realizar un estudio bajo cuidadosas condiciones experimentales, para poder determinar la real validez estadística de esos resultados. El principal elemento a favor del anterior argumento, es que siempre sería posible dentro de un número grande de casos, el seleccionar solo los que por efectos estadísticos, evolucionen positivamente. Si posteriormente se ignoran los resultados negativos, se puede entonces llegar a una argumentación positiva similar a la argumentada en el texto para éste tipo de tratamientos a larga distancia. En el caso de los tratamientos de contacto directo, la situación es mejor, ya que se dispone de las afirmaciones del Ing. Jose Ramón López y el Doctor Nibaldo Hernández, relativas a la observación de conjuntos de casos en que se contaron tanto los resultados positivos como negativos. Sin embargo, asumamos de todos modos que los resultados pudieran ser verificados empíricamente, y discutamos condicionalmente, con qué aspectos de la física moderna pudieran estar vinculada su existencia. La evidente acción a distancia implicada por las mencionadas curaciones, es un efecto que podría concebirse en primera instancia que esté relacionado con uno de los aspectos más debatidos en la física en la actualidad: el llamado Problema de las Mediciones en la Mecánica Quántica (MC). Este tema viene discutiéndose desde los mismos orígenes de la MC a principios del Siglo xx, cuando los mismo creadores de esta teoría: Bohr, Schrödinger, Heisenberg, D’Broglie, Einstein…, estaban divididos acerca de si interpretar que la MC daba o no una descripción completa de la realidad Física. Bohr, Heisenberg y otros defendían la tesis de que la teoría describía la totalidad de la realidad y por otro lado Schrödinger, D’Broglie, Einstein y otros consideraban que la MC era incapaz de describir completamente los fenómenos físicos. Por ejemplo: los defensores de la llamada Interpretación de Copenhagen (Bohr, Heisenberg, Von Neumann...) consideraban que en un experimento de interferencia, el electrón que se

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lanzaba no tenia en ningún momento bien definidos ni su posición ni su cantidad de movimiento, y que solo “la medición” realizada podía definir que real posición o cantidad de movimiento tenía la partícula. Mas aún, según J. Von Neumann, el instante en que se definía esa posición o ese impulso se realizaba precisamente cuando el observador tomaba “conciencia” del resultado de la medición. Por otro lado, el Grupo de Schrödinger, D’Broglie, Einstein … consideraba que las partículas podrían tener ambas magnitudes bien definidas en cada instante, y que por tanto la MC era incapaz de predecirlas, resultando entonces incompleta. En conclusión, la discusión llega hasta nuestros días. Sin embargo, es necesario señalar que la Interpretación de Copenhagen, es la más aceptada aún, no habiendo podido los defensores de la opinión alternativa, aún proponer una teoría consistente capaz de reproducir los resultados experimentales. Por ejemplo, puede decirse que la electrónica moderna basada en la Teoría de Sólidos, verifica con gran exactitud las predicciones de la Interpretación de Copenhagen. En este sentido es curioso que precisamente uno de los principales opositores, el propio Einstein, contribuyó grandemente a mostrar la existencia de posibles efectos de interacción a distancia en el marco de esa aceptada actualmente Interpretación de Copenhagen. La llamada paradoja de Einstein, Podolsky y Rosen ilustra tal interacción: los tres autores (EPR) consideraron el choque por corto tiempo de dos partículas, que después se separan propagándose a regiones muy alejadas una de la otra. Las ecuaciones del movimiento de la MC para las partículas permiten entonces predecir que si se mide la posición de una de las partículas en su correspondiente región alejada, entonces se puede predecir la posición de la otra partícula situada a grandes distancias. Por el contrario, si se mide la cantidad de movimiento de la primera partícula, entonces también se es capaz de determinar con exactitud la cantidad de movimiento de la partícula alejada. Como EPR consideraban que ambas magnitudes debían estar bien definidas concluían que la MC era incompleta. Sin embargo, en la Inter-

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En ocasiones el paciente es tocado en la cabeza.

pretación de Copenhagen, las dos magnitudes no estaban definidas mientras no se midiera, y por tanto, el hecho de medir una u otra determinaría que magnitud se definiría para la partícula muy alejada. Claramente esto ilustra una interacción a larga distancia presente en la Interpretación de Copenhagen y por tanto en la Ciencia aceptada de la actualidad. De lo anterior se sigue, que la clase de curaciones reportadas en texto, una vez asumida su efectividad, podría entonces imaginarse como relacionada con los citados efectos de interacción a la larga distancia dentro de la teoría de las mediciones en la Mecánica Cuántica. Sin embargo, pese este posible vínculo de principio, cuesta trabajo aún imaginar concretamente canales de comunicación efectivos y formas etéreas de almacenamiento de la información, con base en interacciones conocidas y efectivos para la transmisión de

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toda la informática asociada a un proceso de cura de un organismo extremadamente complejo como es el Humano, entre regiones lejanas espacialmente. Sin embargo, la Naturaleza es más amplia que toda representación que podamos tener de ella, y debemos dejar a la evidencia experimental, la definición de qué clase de fenómenos son objetivos o no. La posibilidad de la existencia de múltiples nuevas formas de materia y de su organización asociadas con las teorías Unificadas de las Interacciones, tales como la Teoría de Cuerdas en particular, podría proporcionar la existencia de mecanismos responsables de la efectividad de las formas de cura a distancia argumentadas en el texto. Es difícil de prever la enorme variedad de fenómenos que pudieran emerger de la existencia de la gran cantidad de nuevas partículas y campos que resultan de los múltiples campos y dimensiones adicionales existentes en los citados modelos unificados. Es cierto, que la dinámica de dichos campos pudiera ser semejante a la de los ya conocidos y aparentemente simple como para poder explicar los descritos efectos curativos de larga distancia, que implican gran cantidad de almacenaje y transmisión de muy compleja información, por canales difíciles de imaginar hoy día. Sin embargo, la innegable existencia de un elemento sui generis y reconocido por todos los Seres Humanos: la Conciencia, sugiere, en mi opinión, el dejar abierta la posibilidad de que la experiencia nos pueda confirmar la existencia de tales efectos. Si pudiera demostrarse que la Conciencia exige para su existencia, irremediablemente de su base material: las neuronas, los axones y los impulsos nerviosos, la duda podría ser mucho mayor. Pero, aún hoy con todo el avance de la Ciencia, no ha podido comprenderse la naturaleza de la Conciencia y tampoco su basamento material. No obstante, queremos señalar que consideramos que esta área de las terapias aplicadas por el doctor Tomasen es la más cuestionable y necesita de cuidadosos estudios experimentales y estadísticos para establecer sin dudas su real efectividad.

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Finalmente quisiera expresar que la evidencia que estimo es brindada en el texto acerca del efecto curativo de los tratamientos considerados, amerita sin duda para mí, el que la sociedad dedique esfuerzos a apoyar la valoración rigurosa y aplicación de los métodos del doctor Lino Tomasén. Por último, aprovecho para felicitar sinceramente a este médico por la misma cualidad que ya antes bien valoró mi también estimada amiga Esperanza Purón: su poderosa y noble vocación de ayudar al prójimo. [email protected]

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El doctor Lino enviando energía a través de una fotografía.

Para resolver un problema hasta el momento indescifrable, tenemos que dejar abierta la puerta a lo desconocido. Richard Feynman, Premio Nóbel de Física.

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¿Cura por una foto? Sobrevivió más de cinco meses Testimonios impactantes El paciente en Ghana

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Sobrevivió más de cinco meses

l actor de cine y TV, Bobby Leonard, que reside fuera de Cuba, entró en mi buzón de correo electrónico el pasado 13 de febrero para solicitar ayuda por la enfermedad de su padre de 90 años, ingresado en un hospital en La Habana y reportado de grave. Al explicar a Bobby sobre la existencia de Lino y la posibilidad de que su padre recibiera energía a través de una foto para ayudar a su recuperación, su respuesta fue: “Creo en lo alternativo menos en lo de la foto, está tratando con alguien que ha recorrido el mundo....” Así piensan muchos a quienes les relato sobre esa faceta de Lino. Es muy difícil creer que alguien se pueda curar mediante el envío de energía a través de una fotografía. Sin embargo, cerca de la cuarta parte de las personas que asisten al consultorio de Lino lo hace con la foto de un ser querido enfermo que no puede trasladarse a la consulta. A veces, la persona enferma no reside en Cuba. 143

Según Lino, la energía en este tipo de tratamiento solo funciona cuando la foto proviene de manos de alguien muy allegado. “La foto la debe traer un familiar o una amistad cercana, —explica Lino— varias veces, como si fuera una consulta en vivo”. Según Lino una foto enviada por correo electrónico no funciona. El efecto que produce la persona allegada que trae la foto del enfermo es decisivo. He observado que para enviar energía a distancia Lino toma la foto en la mano izquierda, coloca su mano derecha a escasos centímetros encima de la foto y hace unos signos en forma de ondas. También le da fuertes golpes con la punta de los dedos, muchas veces dejando la huella en la foto. En ocasiones le echa exhalaciones del humo de su tabaco o le acerca su extremo encendido. A pesar de que Lino ofrece esa posibilidad a quienes no pueden asistir a su consultorio, recomienda que cuando el paciente esté más recuperado acuda a verlo personalmente para un tratamiento presencial. Retornando al tema del señor Leonard. Estuve en el hospital y conversé con los médicos que lo atendían y con los familiares a su cargo. El pronóstico era totalmente desfavorable: un riñón no funcionaba, el otro estaba en mal estado, con cálculos; posible tumor en la vejiga; por las dificultades en la respiración, le aplicaban oxígeno; estaba cuadrapléjico. Todo se agravaba por la avanzada edad de Cándido. Según los médicos, era difícil que sobreviviera un día más. Al ver que Bobby no me enviaba una foto del enfermo, volví al hospital y la solicité a sus familiares. En la mirada de la acompañante del padre noté incredulidad o quizás desconfianza y no volví a insistir. El 22 de febrero Bobby me envió una foto de su papá, “a ver qué se podía hacer, pues todo parecía indicar que estaba muy mal”. También dio instrucciones a su familia para que me entregaran otra foto impresa. La recogí y de inmediato se la llevé a Lino. 144

Le expresé que el anciano estaba reportado de muy grave, que su hijo pensaba venir en pocos días y que desesperaba por verlo vivo y rogaba que, de ser posible, se le prolongara un poquito la vida a Cándido. Lino observó la foto y me dijo que Bobby iba a encontrar a su padre mucho mejor. Volví unas 4 veces más con la foto en un lapso de dos semanas. Bobby llegó el domingo 4 de marzo. Venía preparado para lo peor. ¿Qué sucedió? El sábado 3 de marzo Cándido estaba de alta en su casa. Bobby no tuvo que ir al hospital. Transcurrieron cinco meses y la recuperación de Cándido fue muy rápida. Logró mover la cabeza, los brazos y las piernas; sonreía, conversaba y ansiaba volver a caminar. Lo visité por última vez el domingo 9 de junio, día del padre. Su mente estaba clara, se sentía bien y me contó diversos episodios de su vida y de la de su hijo, Bobby. El 13 de agosto falleció, aparentemente a causa de un infarto cardiaco. Pudo compartir algunos días con su hija y nieto, que habían venido a visitarlo desde Puerto Rico. Lamento su muerte, pero tengo la satisfacción de que el tiempo que sobrevivió, lo hizo con alegría y con felicidad.

Testimonios impactantes A continuación, algunos testimonios que he recopilado sobre este tipo de curación. Para facilitar la lectura los he ordenado por tipo de padecimiento. No soy médico, ruego me disculpen si he cometido algún error: CEREBRO, ANEURISMA CEREBRAL Aparentemente como consecuencia del parto, después de haber sido dada de alta a los 6 días se me presentó una aneurisma cerebral y fui ingresada en terapia intensiva en el Hospital Naval. Mi papá con una tía llevaron una foto mía a Tomasen a través de la

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cual me trasmitió energía. Después de esto fui cada día recuperándome y le comenté que estando en terapia intermedia al cerrar los ojos veía como sombra de personas pasando alrededor mío. Además sentía olor a Tabaco. Y gracias a eso aquí estoy al lado de mi pequeño. Miledi Martín Martínez, Maloja 453, apto. 11 entre Belascoain y San Carlos, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

CEREBRO, derrame CEREBRAL En abril de 1988 se me reventó una arteria cerebral y como consecuencia se produjo un derrame cerebral. Quedé en estado de coma profundo. Los médicos pensaban que yo no me salvaba. Mi tía fue a ver a Lino y le explicó mi situación. Lino le dijo que yo tenía una entidad energética negativa que me estaba obstruyendo. Comenzó a darme energía a través de una foto que mi tía le llevaba y la mandó a que me hiciera un trabajo espiritual que él mismo guió. Una vez hecho ese trabajo comencé a recuperarme. Salí del estado de coma y los signos vitales comenzaron a manifestarse. Al mejorar mi estado general los médicos decidieron operarme, La operación resultó un éxito. Teresa Morales. Edad: 43 años. Edif. 202, apto.305, Rpto. Camilo Cienfuegos, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba. 29/4/2002.

Circulación, ANEURISMA Mi papá reside en los Estados Unidos y una paciente del doctor Lino me comentó que a través de una foto él lograba curar. Cuando quise informarle lo que tenía, de solo mirar la foto me dio el diagnóstico: aneurisma abdominal. Esto era totalmente cierto, yo había recibido por correo la noticia y nadie la conocía, ya que yo no la había comentado. Él me dijo que no me preocupara, que mi

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papá se salvaría y en la actualidad está recuperado. Los médicos no contaban con su vida y Lino lo salvó. Caridad Rojas. Campanario no. 209, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 23/01/2002.

CORAZÓN Estuve hospitalizado dos meses en Sagua provincia de Santa Clara. Inválido con mucho dolor y el eritro en 150. De allí me remitieron a La Habana, donde estuve dos meses más hospitalizado. Me realizaron resonancia magnética, tenía un prolaxo en la columna vertebral. Me recomendaron al doctor Lino. Una vecina de mi tía le llevó una foto mía. Anterior a todo esto me habian hecho pruebas buscando leucemia. Cuando Lino vio mi foto, dijo que la prueba no iba a dar positivo. Cuando fue mi tía a verme ya me sentía mejor, me levantaba sin ayuda. Estoy curado gracias al doctor Lino. Silverio Peñate Falcón. Vivo en Viana, provincia de Villa Clara. Diciembre de 2005.

CORAZÓN Mi concuña debía ser operada con urgencia por presentar un bloqueo en el corazón. El ventrículo izquierdo no le funcionaba, y las funciones cardiacas disminuían. Fue necesario ingresarla y estuvo en el hospital desde un miércoles en espera de cama para colocarle un marcapasos. El viernes siguiente mi vecino le llevó la foto a Lino para que la tratara. El domingo le dieron de alta con tratamiento para la casa. Actualmente se mantiene bien. No fue necesaria la intervención gracias a Lino. Leticia Suárez del Monte. Fecha 19/12/05. Dirección San José no. 516 entre Coronel Verdugo e Industria, Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005.

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CUADRO DE ACCIDENTE VASCULAR ENCEFÁLICO Por este medio comunico, que hace más de un año un paciente masculino presentó un accidente vascular encefálico, previo al cual presentaba alteraciones hematológicas de confuso diagnóstico, la lámina periférica arrojaba la posibilidad de una leucemia, pero no estaba claro el diagnóstico. Los familiares acudieron al doctor Lino que con solo mirar una pequeña fotografía del ­ paciente diagnosticó una Policitemia Vera. Al comunicarlo a los facultativos, el doctor Lino incluso previó la posibilidad de un accidente vascular encefálico, previó resultados de láminas periféricas e incluso dijo que bajaría la hemoglobina de 22.4 gle hasta 14.6 gle, donde la tiene actualmente. Hoy precisamente, 14/12/05, el paciente se recupera satisfactoriamente. Próximamente se le dará el alta del hospital. Hemos hablado con el hermano del paciente, cirujano cardiovascular quien ratifica la notable mejoría del caso. Puedo afirmar con toda confianza que fue el doctor Lino quien hizo el diagnóstico en este paciente. Doctor Arcadio Andino. Calle Paseo no. 113 entre 5ta. y Calzada, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

DIABETES Mi papá es diabético. Se le complicó un dedo del pie, se le necrosó y se lo amputaron. El médico dijo que era muy posible que tuvieran que amputarle hasta el tobillo, porque la infección era muy grande. Le llevé la foto de mi padre al doctor Lino. Fue algo realmente asombroso, sólo en cinco sesiones mi papá se mejoró completamente del pie, le dieron el alta en el hospital, los demás pacientes se asombraron de su rápida recuperación. Qué felíz y contenta me siento de que mi papá ya esté bien, todo gracias al doctor Lino. René Cáceres Linares. Calle 33 no. 5622 entre 56 y 58. Artemisa. Edad. 69 años. 17/01/06

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HUESOS, PIEL Vine aquí con el doctor Tomasén para verme por una enfermedad de los huesos. Gracias a Lino ya puedo caminar y trabajar. No podía hacer nada, estaba rígida. Ya estoy como nueva. Hago saber que con una foto de mi esposo, que llevaba 5 años padeciendo una dermatitis crónica, gracias a Lino está perfectamente bien. Gozando de salud gracias a Lino. Minerva García, Finca Bobadilla, San Pedro, Bauta. Diciembre de 2005.

ORINA. INFECCIÓN EN LOS RIÑONES Después de dar a luz, a Maylín Puig Cruz se le presentó una fuerte infección en los riñones, le subió la presión, le faltaba el aire y tenía una abundante pérdida vaginal. La llevaron a terapia intensiva. Al pasar por segunda vez con su foto por la consulta de Lino, éste me dijo que ella mejoraría ese día. Cuando llegué al hospital estaba muy bien, a pesar del parte anterior de “grave”. Al volver con la foto Lino la vio y me dijo que al otro día salía del hospital. Efectivamente, pasó para el Hospital Materno. Luego me dijo que iba a ser dada de alta, lo que se cumplió. Los médicos no encontraron lo que tenía, pero el peligro de muerte desapareció. En investigaciones posteriores se supo que lo que tenía Maylín era una bacteria alojada en los riñones. Yo fui a ver a Lino a petición de mi esposa que un tiempo atrás iba a quedar inválida y en 4 veces que lo visitó se mejoró. Ella tiene mucha fe en este médico. No soy creyente en asuntos religiosos, pero pude comprobar que Lino logra buenos resultados, recuerdo que estando en el consultorio había varias personas escribiendo testimonios sobre sus curaciones, entre ellos recuerdo a un niño que contaba que estaba en silla de ruedas y caminó. Reynaldo Jimeno Granda, Teléf.: 866-0710. Calle 4ta., entre G y Calzada de San Miguel, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Confirmado en abril de 2007.

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ORINA, RIÑÓN Fui profesora del doctor Lino en secundaria básica y el preuniversitario. Les informo que la doctora Marisol atendía a un niño de siete años en el hospital infantil de Centro Habana, pero cuando le correspondía hacer un transplante de riñón al niño, estaba de licencia y otros médicos lo operaron. Fatalmente se agravó de tal manera que no se contaba con él. Los padres del niño fueron a ver a la doctora Marisol reprochándole que si ella lo hubiera operado, todo sería diferente. Esas palabras despertaron en la doctora un sentimiento de culpabilidad que la hizo acudir a Lino, quien le pidió una foto del niño. Marisol consultó con los padres y estos accedieron. Con solo una sesión de energía el niño salió de la gravedad. Hoy los médicos aún no se explican cómo fue posible que el niño reaccionara de la forma en que lo hizo. Hoy ya corre, salta y juega como cualquier niño. Esto ocurrió en el año 2001. Carmen Yolí Figueroa Evans, municipio Plaza, Ciudad de La Habana. Teléf.: 878-6563. Confirmado en 2007.

TUMOR CANCER DE ESTÓMAGO Mi cuñada tenía una tumoración en el estómago. Traje su foto al doctor Lino en 3 ocasiones. Luego la operaron y no encontraron nada. Mi hermana mayor estaba con cáncer ingresada en el Hospital “Ernesto Guevara” de Las Tunas. Ya le habían dicho a la familia que estaba en sus últimos momentos. También vine a Lino con su foto y enseguida se solucionó su salud, ahora le dicen que tiene falta de calcio en los huesos pero está en su casa llevando una vida normal. Aleida Fuentes. Calle I no. 15014, apto. 20, entre 7ma. y D, Altahabana. Ciudad de La Habana, Febrero de 2006.

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TUMOR, CÁNCER DE PULMÓN Mi papá de 75 años tiene cáncer en el pulmón en fase terminal. Los médicos dijeron que le quedaban 3 meses de vida. Llevé la foto de mi papá a este gran señor y en la tercera sesión mi papá comenzó a mejorar. Apenas comía y todo pasado por batidora. No caminaba. Todo el tiempo acostado, sin ganas de vivir, en una cama. Han pasado 9 meses desde el pronóstico de los 3 meses de vida. Ya mi papá come de todo, alimentos sólidos, tiene buen apetito, camina por la casa, va al baño solo, tiene tremendas ganas de vivir y hace planes para el futuro. Yo como hija estoy tan contenta y tan agradecida que no tengo palabras con qué expresarlo. En cuanto pueda traer a mi papá personalmente, lo traigo, porque él dice que Lino lo va a curar completamente. Olga Tres Palacios. Egido no. 660, entre Gloria y Misiones, apto.no. 7. Habana Vieja, Ciudad de La Habana. Febrero de 2006.

TUMOR, CÁNCER DE TIROIDES Mi mamá tuvo un carcinoma de tiroides, tenía que operarse y la traje con Lino. Vino unas 10 veces y en ocasiones traje su foto. Cuando se volvió a hacer pruebas el carcinoma había desaparecido. De eso hace 2 años, se ha repetido pruebas y todo sigue negativo. Caridad Rodríguez, San Anastasio no. 535, entre Dolores y Concepción, Lawton, Telef.: 99-2907. Diciembre de 2005. Confirmado en 2007. Sigue bien.

TUMOR, CÁNCER DE PULMÓN Hace 10 años, mi nieto Carlos Prieto González tenía siete años y estaba con cáncer en el pulmón y había sido ya desahuciado por

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los médicos. Supe de la existencia del doctor Lino y le traje una foto del niño. Gradualmente fue mejorando y actualmente goza de buena salud. Muchas gracias Lino. Concepción González Miranda. Calle Los Mangos s/n, Peñalver, Guanabacoa, Ciudad de La Habana. Julio /2006.

Esta es la foto que Concepción Miranda ha estado mostrando a Lino para la curación de Carlos Prieto. él aparece en la parte izquierda. La mano que sostiene la foto es la de Lino.

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El paciente en Ghana Feliciano Gómez se encontraba residiendo en Ghana, Africa y fue atendido por Lino a distancia a través de una foto suya que un hermano llevaba a la consulta. Lino le solicitó al paciente un bastón ceremonial para utilizarlo en su curación. A continuación mensajes de correo electrónico intercabiados, asociados a este caso y que obran en mi poder. 20 de enero de 2002: Doctor Lino: Yo soy el paciente a quien mi familiar en La Habana ha ido a consultarlo con unas fotografías mías. tengo un carcinoma de vejiga de grado 3. tengo mucha fe en que a través suyo voy a sanar y pongo todo mi optimismo y confianza en sus manos. Mi familiar me informa que usted me recomienda tomar dos cápsulas de “uña de gato” al día y unos tres o cuatro pedacitos de sábila, mientras dure el tratamiento. en cuanto a la sábila no hay problema pues tengo incluso sembrada esa planta en la casa, mi duda se refiere a la “uña de gato” que desconozco qué planta es esta. si usted me pudiera aclarar qué tipo de planta es esta o su nombre científico pudiera tratar de localizarla en ghana. la traducción al inglés de “uña de gato” es “cat claw”. a propósito, conversando con una amiga mía que usted me está tratando, he descubierto que esa amiga es una amiga y antigua compañera suya y que trabajo con usted en el “Machaco Ameijeiras” de Guanabacoa. ella es la doctora Claribel Cabarrocas Primelles, es ginecologa obstetra. He recibido de ella palabras encomiásticas acerca de usted y me pidió que le transmitiera un saludo. Doctor Lino, espero que me pueda dar alguna luz en cuanto a la planta “uña de gato” para poder localizarla en ghana. espero su respuesta y si no es posible por esta via me transmita la información a través de mi familiar quien lo va a visitar el próximo viernes 25 de enero. mi correo electronico es: [email protected]

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Tiene usted toda la confianza del mundo depositada en mi restablecimiento y curación. respetuosamente, Feliciano Lázaro Gómez Varela 13 de febrero de 2002: El lunes mandé por mensajería internacional el bastón ceremonial que usted solicitó para mi curación. espero que llegue antes del fin de semana. el bastón ceremonial lo envié a la dirección de mi madre. le dire que el símbolo de este bastón es el “sankofa” que significa “volver a vivir” o “retornar en la historia”. me pareció que era el más apropiado por su simbología para los fines que usted le tiene destinado. sigo confiando en usted y espero poder sanar y recuperarme pronto con su ayuda y la de dios. atentamente, Feliciano Gomez Varela

Escribí a Feliciano y recibí este mensaje: Hace algo mas de dos años comencé a padecer de ardentía al orinar, posteriormente empezaron a aparecer pequeños coágulos de sangre. Con el tiempo el volumen de orina disminuía, la ardentía se acentuaba y hasta llegué a sentir dolor al orinar y ya últimamente orinaba color rojo, lo cual era una prueba de la sangre que expulsaba. Me había hecho muchos urocultivos pero no aparecían señales evidentes de infección. Me prescribieron que tomara algún alcalinizante para la orina para evitar que esta fuera ácida. Comencé a tomar citrato de potasio varias veces al día. Los primeros tiempos hicieron algún efecto pues la ardentía disminuyó pero posteriormente reapareció nuevamente. La frecuencia de orinar se hacia notar pero la cantidad de orina era poca. Llegué a tomar toda una serie de cocimientos de plantas para tratar problemas urinarios y a tomar algunas medicinas que me indicaron, pero lejos de mejorar, con el tiempo empeoraba. Un día cambié de especialista viendo que no tenía ninguna mejoría y fui a ver a un urólogo ghanés que me hizo un reconocimien-

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to profundo y me diagnosticó un carcinoma en la vejiga. Procedí a hacerme las investigaciones correspondientes: citología de la orina y uretroscopía con biopsia. Los resultados fueron que presentaba un carcinoma transicional de grado 3 en la vejiga. Me indicaron quimioterapia porque el carcinoma estaba difuso en la pared del epitelio de la vejiga y no procedía la intervención quirúrgica. Los citostáticos que me indicaron fueron Methotrexate, Vinblastatin y Carboplatin. Estos dos últimos los tuve que encargar al extranjero por no encontrarlos en Ghana. Paralelamente a este tratamiento en Ghana, mi hermano en Cuba fue a consultar a Lino con una fotografía mía, le dijo el mismo diagnóstico que habían arrojado las pruebas de laboratorio aquí en Ghana y que me podía curar. A partir de ese momento puse toda mi fe en que podía superar este cáncer y que Lino me iba a curar. En Ghana el urólogo ghanés me aplico la quimioterapia indicada. Actualmente aunque no estoy dado de alta, puedo decir que me han retirado la sonda que tenia para poder orinar, que orino sin dificultad y sin ardentía y que no hay señales de hematuria, al menos microscópica. Me he hecho una tomografía axial, ultrasonido, rayos-x y los resultados van dando bien. Confío que próximamente lograré la curación total de mi enfermedad. Quiero dejar testimonio escrito de mi agradecimiento al doctor Lino Tomasén y expresarle mi profunda fe en mi curación. Atentamente. Feliciano Lázaro Gómez Varela, República de Ghana,África Occidental. 22/08/2002.

Nota: En mensaje a Lino el 15 de octubre del 2002, a través de su hermano en Cuba, refiere Feliciano que se acaba de realizar todo tipo de pruebas y los resultados son no tiene cáncer. A continuación se incluye la foto que se empleó para curar a Abilio a distancia y la del bastón africano.

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Lino dice que fumar tabaco ayuda a mantener la vitalidad masculina.

Lo más importante de todo es no dejar de preguntarse. Albert Einstein

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Lino y el mundo Los viajes de Lino La prensa opina

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ino viaja a varios países donde hace historia. La obra de Lino se difunde por el mundo por la prensa extranjera y por canales de televisión de Estados Unidos, Francia y Japón, entre otros. Un documental sobre su obra obtuvo premio en México en 2001. Un sitio web sobre Lino aparece en primeras posiciones de Google.

Los viajes de Lino En 1994 estuvo en Colombia durante 25 días, invitado por un paciente que atendió en Cuba. Durante su estancia, calificada por Lino de fabulosa, atendió a cientos de personas con patologías disímiles: inválidos que hizo caminar, hernias discales, bursitis, hepatitis, impotencia sexual, asma Todos le pedían que se quedara en Colombia. En 1995 visitó Argentina, también por invitación de un paciente. Entre los casos que atendió están personas enfermas de sida, hepatitis, con afecciones de la sangre, a niños 159

con estrabismo, sinovitis, luxación congénita de la cadera y cáncer. Desde 1998 visitó España 5 veces y visitó Pamplona, San Sebastián, Valencia, Puente de la Reina, Alicante, Madrid, Cantabria, Andalucía, entre otras ciudades. Allá atendió a personalidades de todas las esferas y dejó asombrados a los más escépticos. Sanó a cientos de personas. Muchas fueron las ofertas para que se quedara por allá, pero Lino dijo que nada disfrutaba más que atender a su pueblo, en Cuba. Testimonio de Miguel Angel González Vega, Alcalde Presidente del ayuntamiento de Val de San Vicente (Cantabria, España) Informo: Que según las averiguaciones que he llevado a cabo y según mi propio conocimiento personal, resulta que el doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera, Especialista de Primer Grado en Medicina Interna, es un profesional de alta calidad social y ha prestado sus servicios en Cantabria, España, a total satisfacción y en beneficio público. Abundando en esa condición del doctor Tomasén, debo hacer constar que de modo totalmente voluntario y actuando siempre en interés de la comunidad, a costa de su esfuerzo personal, ha facilitado el acceso a sus servicios a cuantas personas han resultado interesadas en ellos. A este fin se ha desplazado hasta el término municipal de Val de San Vicente, de cuyo Ayuntamiento soy Alcalde, y en los servicios prestados con ocasión de este desplazamiento, el doctor Tomasén también ha realizado una labor de gran utilidad social, siendo beneficiarios de sus conocimientos y de su actuación cuantos vecinos han demandado sus servicios. Para que conste y surta los efectos oportunos y para su entrega al interesado, expido el presente informe en Pesués, Val de San Vicente, a veintiuno de marzo del año dos mil. Miguel Angel González Vega. Alcalde Presidente. Plaza doctores Sánchez de Cos, 2 - 39548 PESUES - Teléfono 942 71 80 11 - 942 71 80. 78 Fax - C.I.F.P. - 3909500-E

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Testimonio escrito por Don Miguel ángel González Vega.

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La prensa opina El milagro de la ciencia

Diario Torremolinos, España, 14/12/2000. En un artículo con el nombre “El milagro de la ciencia” se relata lo sucedido en Torremolinos, España cuando fue visitado por el doctor Lino Tomasén. A continuación reflejamos algunos aspectos aparecidos en este artículo: El doctor cubano Lino Tomasén llega a Torremolinos con un revolucionario método medicinal capaz de curar enfermedades crónicas sin entrar en quirófano… …Algunas demostraciones constataron la veracidad de estos comentarios y Tomasén enfrió en menos de un segundo un vaso de agua hirviendo y rebajó e incrementó los grados de alcohol en una copa de ron… …Lino Tomasén sólo lleva en Torremolinos dos días de los 30 que permanecerá en el país. En este intervalo de tiempo ya le han visitado numerosas personalidades y rostros conocidos de la Costa del Sol, quienes han declarado al diario haber superado sus dolencias… …De esta forma, todos los que han acudido a la consulta, incluido los mayores escépticos, salen convencidos de lo inefable de esta metodología, híbrido absoluto de los conocimientos científicos y un don natural…

Tocando puntos secretos

Servicio Especial de Prensa Latina, La Habana, 1991 En un artículo con el nombre “Tocando puntos secretos” se relata la visión de la periodista Maritza Barranco sobre este tema. Entre los aspectos tratados en este artículo se encuentran:

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…Esa fuerza biológica del eki (sistema de exploración de la relación hombre-universo) y los conocimientos de la filosofía humana, le permiten al joven médico apreciar los mecanismos que enferman y curan… …Apasionado de las artes marciales, su especialidad de primer grado en Medicina Interna le sirvió de aval científico para interactuar con las técnicas de defensa, el enfoque biosocial y armonización de unos 800 puntos, identificados como rectores del organismo humano… …Todo ello conforma su proyecto terapéutico y, en primer orden, está la meditación con convencimiento del medio interno lo que ofrece al individuo confianza en el tratamiento… …Además de medicina y marcialidad, en Lino Tomasén convergen la pasión y la curiosidad que lo llevan a un enfrentamiento constante contra lo inerte, inarmónico e intrascendente de la vida…”.

Come on, come all, see the magical doctor

Chicago Tribune. 27 April, 2001 En un artículo cuyo nombre traducido sería “Vengan, vengan todos, vean el doctor mágico” se detalla lo que experimentó una periodista del diario estadounidense “Chicago Tribune” en la consulta de Lino. Se detalla por Laune Goering cómo Lino le torcía su cuello a ambos lados y con sus manos hacía determinados movimientos y hasta cómo escuchaba el sonido de sus articulaciones a las maniobras de Lino, a la vez que éste le mencionaba de su colosal fuerza. En el artículo explica acerca de la formación de Lino y las técnicas que emplea, las filas de pacientes que acuden a verlo por presentar diversas dolencias, y que “acuden a verme como la última opción” —decía Lino. También describe la singular apariencia de Lino, sus ropas y atuendos y los objetos y fotos encontrados en ese consultorio. 163

Se explica la manera en que Lino va aplicando su energía al paciente y cómo le transmite todo su optimismo y seguridad en su curación. Les dice que su fuerza está en el conocimiento de lo infinito, que es algo que no puede ser explicado científicamente. Se recogen en el documento expresiones de pacientes entrevistados que indican que se han mejorado o curado de muchas dolencias como asma, infertilidad, problemas intestinales, artritis y otras en pocas sesiones de tratamiento, por lo que estiman que este método de curar funciona. Piensan que este doctor tiene mucha energía positiva y los pacientes salen “con la sonrisa en los labios”. También se refiere cómo hace Lino la curación a distancia mirando una foto del paciente y cita el testimonio de una ersona familiar de alguien que ha sido atendida utilizando ese método. Healer with following claims amazing powers

South Florida Sun Centinel. 22 April, 2001 En un artículo cuyo título traducido podría ser: “Curandero con renombrados poderes increíbles”, se detalla la visita de Vanessa Bauza del diario estadounidense South Florida Sun Centinel a la consulta de Lino y lo que allí encontró. A continuación hago mención a algunos aspectos tratados: Se menciona la necesidad que existió de acudir a la medicina alternativa en la década de los 90, donde el doctor Lino Tomasén se mostró como el menos ortodoxo. Lino declara sobre el origen de su energía y su aclaración acerca de que él no cura por hipnosis o sugestión, sino utilizando la cuarta dimensión y de esa manera hace curaciones de todo tipo de enfermedades desde cáncer, sida, hepatitis B hasta impotencia. Afirma que el barómetro de su obra es la fila de cientos de personas que esperan horas para ser atendidas. 164

Se incluye una breve reseña biográfica del doctor Lino y varios testimonios de pacientes entrevistados, donde se destaca el de Antonio Sarmiento, físico retirado que inicialmente era escéptico a este tipo de tratamiento y se convirtió en su creyente cuando fue curado de artritis en el cuello. A partir de ese momento ha sido visitante asiduo de esa consulta para recibir energía y se siente joven con sus 67 años. También se ofrecen detalles sobre el consultorio y varios de los objetos que allí se encuentran. Se explica sobre la breve duración de una consulta y acerca de la curación a distancia utilizando la foto del enfermo.

Si es muy penoso para ti criticar a tus amigos, puedes criticarlos sin peligro; pero si al hacerlo te causa el más ligero placer, ponle freno a tu lengua. Alice Duer Miller

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Los pacientes opinan

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continuación les presento la transcripción de más testimonios escritos por pacientes atendidos por el doctor Lino, casi todos escritos en un lenguaje popular. Aparecen impresiones sobre la atención recibida y sin duda se aprecia el agradecimiento a este médico por su esfuerzo diario de curación. Los testimonios aparecen agrupados por tipo de enfermedad o dolencia para facilitar su lectura. Quizás haya varios que puedan considerarse padecimientos simples, yo respeto esa opinión. Incluí solo una pequeña muestra. Siempre fui alérgica a perfumes y aromatizantes, se me dormía la lengua y también la garganta, me quedaba sin presión, sin pulso, casi descoyuntada, me llenaba de granos, mucha picazón en todo el cuerpo, la piel se me ponía toda roja. Hace alrededor de 3 años me traté esta alergia en distintos hospitales. Gracias a Dios, di con el doctor Lino que me está curando. En la quinta sesión tropecé con aromatizantes en una guagua del trabajo y solo me dolió un poquito la cabeza. Ahora he podido acercarme

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a compañeros que usan perfumes que antes yo podía ni oler. Maricela Cabrera Díaz. Calle 70, no. 29B09, apto. 7, entre 29B y 29C, Reparto Buena Vista, Playa. Ciudad de La Habana. 10/02/06 Estuve aquí el miércoles a tratarme con el doctor Lino. Padezco de asma crónica, desde los siete años, que me producía agotamiento general, extremo cansancio, por eso me jubilaron antes de tiempo. Anímicamente me sentía muy mal, muy deprimida, sin fuerzas para realizar algunas actividades, hasta que él puso sus benditas manos sobre mí. En una sola sesión experimente una reacción muy positiva. En un mismo día subí y bajé día 4 veces las escaleras del edificio donde vive mi hija, en el cuarto piso, sin sentir cansancio alguno. Todo gracias a las manos del doctor Lino. Muy agradecida por siempre. Milagros Figueroa Evans, Barreras, cerca de Tarará, La Habana. Teléf. de mi hermana Yolí: 878-6563. Cuando acudí a la consulta del doctor Lino por primera vez en el mes de septiembre del 2005, tenía dolores de cabeza y mareos intensos, no podía permanecer en pie. Me habían detectado una malformación en el cerebro y un coágulo. El tratamiento con Lino duró 12 semanas. En la segunda sesión desaparecieron los dolores y mareos. El tratamiento con Lino se extendió porque me detectaron una malformación congénita que me provocó un coágulo en el cerebro. Gracias a él me siento mucho mejor. Es un ángel, hace milagros. En la última prueba que me hicieron, el coágulo no aparece. ¡Desapareció! Estoy esperando otro examen para precisar. Ha curado muchas personas y tengo fe en que me cure a mí pues experimento una mejoría increíble. Sus manos son prodigiosas. Diciembre de 2005. Después de escribir este testimonio seguí visitando el consultorio muchas veces. Hoy me siento bastante mejor, estuve viviendo en Palma Soriano y regresé hace 15 días. Espero volver pronto. Estoy recibiendo tratamiento de mis médicos y también Lino me

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ayuda. Abril de 2007. Amarilys Lorenzo Rodríguez, edad 40 años, Dirección calle Zaragoza no. 222, entre Cañongo y Atocha, teléfono 417190. Diciembre de 2005. Confirmado en abril de 2007. Vine de Estados Unidos para ser atendido por Lino, que me está curando un adenoma en la cabeza, no ha crecido más y los daños ocasionados se están recuperando. Enrique Bejar. Diciembre de 2005. Mi niño tenía asimetría ventricular, migraña vascular crónica, padecía de fuertes dolores de cabeza. Le realizaron cuatro tomografías, todas con el mismo diagnóstico. Después de la cuarta sesión con el doctor Lino se le realizó otra tomografía el 6 de noviembre y el resultado fue negativo. Marlon Jorge Méndez. Calle 1 entre L y K no. 867A, Ciego de Ávila. 7/11/2006. Mi hijo de 9 años nació con asimetría ventricular en el primer ventrículo lateral derecho del cerebro. Ha venido recibiendo tratamiento médico desde entonces y recientemente estuvo un año en cama. El médico que lo atiende nos sugirió traérselo a Lino. Después de la quinta consulta con él repetí la tomografía y el resultado ya es normal. Marlon Jorge Méndez, calle 1 no. 867A, entre K y L, Ciego de Avila. Fui a donde Lino en febrero del 2001 con dolores de cabeza muy fuertes. Me había caído el 6 de octubre de 2000 y me dijeron que tenía un coágulo en la cabeza. Me hicieron varias pruebas en el Hospital “Miguel Enríquez” y posteriormente en el Instituto de Neurología. El dolor seguía y cada vez era más fuerte, ni con calmantes se aliviaba. No podía ni dormir. A los 15 días

de tratamiento con Lino ya pude dormir, desapareció el dolor de cabeza así como el coágulo que durante 4 meses me estuvo martirizando. Hace ya 8 meses que no he vuelto a sentir dolor de cabeza ni otra molestia. Esto se lo agradezco eternamente a Lino. Quisiera decir que lo conocí por una vecina que se curó de bursitis en 3 sesiones. Además, hace unos 10 años en el Hospital La Covadonga este mismo doctor le quitó a mi madre un fuerte dolor, en una sola sesión. Biorika Bustamante Ramorú. Edad: 22 años. Sofía no. 951 entre Longa y María Luisa, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba. 16/01/01. Mi hija Yamilé estaba en cama con un dolor de cabeza insoportable. Tenía que permanecer en un cuarto totalmente a oscuras y tenía vómitos y náuseas ante cualquier olor fuerte, no comía, no hablaba. En 8 sesiones con Lino está prácticamente bien, solo le ha quedado un leve malestar que se le quita con un simple calmante. Daisy Naranjo Alba. Calle 4ta entre Norte y Sur, Rpto. Residencial Almendares, Boyeros, Ciudad de La Habana, Cuba. 3/12/02. Desde febrero de 1996, mi hija Yadira comenzó a sufrir unos horribles dolores de cabeza debido a un golpe en la cabeza. No podía coger sol. En el hospital le diagnosticaron Cefalea Migrañosa con crisis vasovagales y le explicaron que tenía que aprender a vivir con ese problema, que el tratamiento era de por vida: ingerir cada vez que tuviera el dolor (lo cual ocurría casi diario y le abarcaba incluso los ojos y los dientes) un analgésico fuerte, un antihistamínico y un antiinflamatorio. Tratar de no coger sol y hacer reposo. Todo difícil de cumplir, pues ella no quiso dejar de estudiar, a pesar de esos dolores horribles. Cuando supe de Lino la llevé a su consulta. ¡Qué maravilla! A partir del 28 de marzo

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de 2002 comenzó a tratar a Yadira. El fuerte dolor de cabeza le desapareció desde el mismo 28 de marzo. Ya lleva siete sesiones y le curó, además, una fuerte artrosis en la cervical. Desde su primera consulta con Lino mi hija no sabe lo que es tomar esas tabletas, que ya le estaban afectando la memoria. Mamá de Yadira. Calle 6 no. 16405 apto 3, entre Vento y D, Altahabana, Boyeros, Ciudad de La Habana, Cuba. 5/04/02. En 1992, en una sola sesión, el doctor Lino me eliminó una migraña que padecía desde que tenía 14 años. Esto es maravilloso. Julio Soto Santiesteban. Edad: 48 años. Calle 6 no. 115 entre 5ta y Calzada, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba, 19/11/2001. Desafortunadamente, no se pudo confirmar este testimonio pues Julio falleció en octubre de 2005. Cuando acudí al doctor Lino por primera vez en agosto de 1996 sufría de problemas circulatorios en el cerebro. Los intensos vértigos casi no me permitían caminar. Si cambiaba la posición de la cabeza, a causa del vértigo, podía caerme. Tuve 100 sesiones de tratamiento en 20 semanas. Quedé totalmente curada. Hoy me siento magníficamente bien. Lázara Niurka Cisneros Dámeras. Vista Hermosa Edif. 608 apto.3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La Habana, Cuba. 23/8/2001. En septiembre de 2003 me comenzó un dolor de cabeza y, además, mareos insoportables. Estuve ingresada en el Hospital “Calixto García”. Conocí acerca del doctor Lino y comencé a visitarlo. Con dos sesiones se me quitaron los dolores de cabeza y los mareos. El médico me detectó un coágulo en el cerebelo. En el mes de noviembre me hicieron un examen con

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yodo donde parece indicar que del coágulo ha desaparecido aunque no hay nada con exactitud. En el mes de Enero del 2006 me piensan hacer una prueba (angiografía) para decidir la situación. Pienso que este doctor hace milagros, desde la primera vez que me tocó hasta entonces no he vuelto a tener dolores de cabeza ni mareos. Tengo mucha fe en él. He mejorado notablemente. Amarilys Lorenzo, Zaragoza no. 222, entre Cañongo y Atocha, Cerro. Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Cuando acudí al doctor Lino por primera vez en agosto de 2001 me sentía deprimido, triste, sin ánimo, decaimiento general acentuado en los miembros inferiores, tenía pensamientos e ideas pesimistas y me fallaba la memoria. Tuve 4 sesiones de tratamiento en una semana. Paulatinamente he venido eliminando los síntomas de depresión. Noto un mejor estado de ánimo general, más deseos para hacer las cosas. Se ha elevado mi autoestima. No he notado mejoría en lo referente a la falta de memoria, pero pienso que se debe a mi avanzada edad y al desgaste físico. Máximo Díaz Valdés. 1ra.-B no. 29622. Sta. Fe, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. 28/8/2001. En abril de 1988 sufrí un derrame cerebral y quedé en estado de coma profundo. Los médicos pensaban que yo no me salvaba. Mi tía fue a ver a Lino y le explicó mi situación. Lino le dijo que yo tenía una entidad energética negativa que me estaba obstruyendo. Comenzó a darme energía a través de una foto que mi tía le llevaba y la mandó a que me hiciera un trabajo espiritual que él mismo guió. Una vez hecho ese trabajo comencé a recuperarme. Salí del estado de coma y los signos vitales comenzaron a manifestarse. Al mejorar mi estado general, decidieron operarme. La operación resultó un éxito. Teresa Morales. Edad: 43 años. Edif.202 apto.305 Rpto. Camilo Cienfuegos, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba. 29/4/2002.

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En la foto Ramón González, quien firma un testimonio acerca de la curacion por Lino de su madre que se encontraba grave.

El niño nació en 1983 bajo fuertes contratiempos. Por ejemplo, sufrimiento fetal crónico y una libra y media de peso. En 3 meses se detectó la hidrocefalia comunicante. De esa época a la fecha el niño ha sido operado 14 veces por rechazo a las diferentes derivaciones. A consecuencia de esto hizo una hemiplejía con rotación interna de la cadera izquierda. Ha sido tratado en el Hospital “Julito Díaz” y no ha sido resuelto el problema, a pesar de utilizar twister y terapia. En este momento el niño tiene 5 sesiones con el doctor Lino y afirmo que ahora es que ha resuelto su problema de salud. Gracias a este doctor ha mejorado tanto que ya puedo asegurar que en poco tiempo ha logrado lo que ningún otro médico con todos los adelantos de la ciencia haya podido. Por lo que ofrezco mi apoyo firme y decidido a defender y ampliar la noble labor de

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este sabio en aras de la salud de todos. Para cualquier opinión que desee y cualquier ayuda me pueden localizar. Alain Rodríguez Marín. Padre del niño de 8 años. Mariona no. 87 entre Delgado y Progreso, Mantilla, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba, 1991. En marzo de 1990 Cándida Pereira sufrió infarto cerebral que le produjo hemiplejía en el lado derecho, no permitiendo así poder caminar ni mover su mano derecha. Desde su ingreso se le aplica fisioterapia, estímulos eléctricos y masajes con ejercicios

Lino se siente feliz curando y transmite esa felicidad.

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Lino levanta a los pacientes como si fueran muy ligeros.

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en el gimnasio. Esto mejora su situación pero no logra caminar. A mediados de julio de 1991 comienza con la aplicación de la digitopuntura por Lino. De su aplicación ya en la tercera sesión su mejoría fue notable. Ya se sienta sola en la cama, se para sola y logra caminar con ayuda. Su estado de ánimo es muy bueno y espera poder lograr caminar sola. Cándida Pereira Sosa. Edad: 77 años. Calle 150 no. 14907 entre 149 y Hospital Militar, Reparto Reynold García, Matanzas, Cuba. 1990. En 1995 estuve dos meses ingresado en el hospital por un infarto cerebral trombótico, que me dejó secuelas en el lado izquierdo. Los medicamentos no ayudaban. Desde que comencé a tratarme con Lino, mejoré notablemente. Muy agradecido. Alejandro Díaz, Calle 122 no. 27A10 entre 27 y 27-A, Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba., 16/07/2002. Hace aproximadamente 1 año me dio una parálisis facial. A las 3 semanas aproximadamente de haber comenzado el tratamiento médico, fui a ver a Lino. Desde la primera sesión sentí un gran alivio, una gran relajación. Hasta ese momento estaba muy tenso. Al cabo de un mes estaba casi recuperado. A los tres meses de haber sufrido la parálisis comencé a trabajar, ya recuperado completamente y sin secuelas. Los médicos habían pronosticado una recuperación de alrededor de 6 meses a un año. Pero me recuperé en 3 meses, todo gracias a la infinita compasión y misericordia del doctor Lino. Tengo mucha fe en él. Agradecido eternamente. Salvador Felipe Deslis Peguero, 40 años, Águila 518 entre San José y Barcelona, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Mi mamá, de 80 años, tuvo una trombosis y quedó hemipléjica del lado izquierdo. A los 15 días, la llevamos al doctor Lino. Mi mamá no podía caminar, había que llevarla cargada. La ­consulta

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era en la casa de Lino, en Infanta y Carlos III que tenía una escalera bastante alta. El doctor le dio dos sesiones y conversó con ella. Ese día caminó ayudada por la familia, incluso bajó las escaleras sin ayuda. Fue realmente un milagro. Estamos tan contentos y tan agradecidos que no tenemos palabras con qué expresar nuestra gratitud. Miguel, “La Rosalía”. 2006. (este testimonio llegó mutilado; no fue posible conocer su dirección completa). En 6 sesiones desapareció angenoma que me sangraba mucho cuando se reventaba. Leander Falero. Minerva 162, Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005. Los médicos del Hospital “Ameijeiras” y del Instituto de Angiología, me comentaron que Maritza tenía que dejar de fumar y tomar Frental, medicamento que en la farmacia internacional cuesta 20 dólares. Además Maritza no caminaba ni una cuadra y no podía mover sus brazos ni para peinarse. En estos momentos todavía estamos viniendo a la consulta de Lino y ya tenemos muy buenos resultados con ella, pues ya casi no se le entumen los pies y puede mover los brazos, la cervical no le duele. Yo soy su esposo y estoy asombrado porque pensé que le iban a cortar la pierna. Mi esposa se llama Maritza García Valle, tiene 39 años de edad. Vecina de Estrella 36 ½ entre Calzada de Bejucal y Matanzas. Diciembre de 2005. Vine a ver al doctor Lino porque hacía 4 meses tenía el acido úrico en 546, no obstante estar tomando Alupirinol por espacio de 5 meses además de tener una rigurosa dieta de proteínas. Lo vi un martes, me hizo su tratamiento de la energía y me mandó a tomar cocimiento de hojas de mango como si fuera agua normal. Exactamente a los 12 días en el hospital militar Finlay me hicieron el análisis y el resultado dio 144 (Los reactivos estaban nuevos y en

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perfecto estado). Los doctores me dijeron en ese momento que no creían lo que había sucedido. Rafael Lestegas Carreras, calle 24 no. 364 / 21 y 23 Vedado, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. No podía caminar ni 10 pasos debido a una obstrucción en las arterias. Me las operaron desde el corazón hasta los fémures y quedé bien, pero al poco tiempo comencé a ir para atrás, al punto que estaba igual que antes de la operación. Ahora me debían operar de los fémures hasta los pies, pero decidí ver a Lino para ver si evitaba esa otra operación. En aproximadamente 30 sesiones durante 4 meses ya puedo caminar sin problemas hasta 4 cuadras, subir y bajar escaleras y manejar el auto. Deisy Naranjo Alba. Calle 4ta. entre Norte y Sur, Rpto. Residencial Almendares, Municipio Boyeros, Ciudad de La Habana. 03/12/2002. Doctor Lino Tomasén: Con frecuencia me acuerdo de tí y hoy frente a la computadora te envío este correo de saludos y agradecimiento. Hace un mes estuve en Cuba, vivo en Guatemala y te conocí por la enfermedad de mi mamá, que vale decirte que sigue estable en su problema de las plaquetas bajas y disfrutando de la vida con su familia. Una vez más gracias y que la vida te deje ayudar a muchas personas más. Un abrazo. Efraín, [email protected], Guatemala. 21/09/2001. En abril del 2001 llevé a mi hija Lizandra Hernández de 4 años a Lino. Los médicos le habían diagnosticado Púrpura Anafilactoide y le habían ordenado reposo. En mayo de ese año, después de

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cinco sesiones de tratamiento, la enfermedad desapareció, cesaron los dolores, desaparecieron las manchas y el hígado volvió a su tamaño normal. Le estoy eternamente agradecida y creo en su profesionalidad. La niña se llama Lisandra Hernández, Edad: 4 años. Calle B no. 601, Municipio Plaza, Ciudad de La Hababa, Cuba. 06/11/2001. Al acudir a la consulta de Lino sufría de trombo venoso hemorroidal y estaba propuesta a operación. Después de 10 sesiones de tratamiento, me he recuperado totalmente. Marlén Cabrera Noy. Edad: 48 años. Calle San Miguel no. 509, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. Quiero dejar testimonio que a través de un tratamiento ejecutado por el señor Lino, en aproximadamente 10 sesiones, el padecimiento de un grave problema circulatorio, debido al cual se me abrieron múltiples úlceras, ha quedado superado. Al menos ya mi pierna no padece o ha sido sanada de ellos. Francisco Díaz Valle. 6/11/2002. Después de una operación por várices que no tuvo buenos resultados, acudí a Lino, desde el primer tratamiento he tenido mucha mejoría. Le estoy muy agradecida por sentirme mejor. Él me dijo que bastaban 5 tratamientos para curarme. Hace tiempo que venía presentando estos problemas y ya casi estoy curada con su ayuda. Odalys Olivares. B no. 211. Diciembre de 2005. En el año 2001 estuve sufriendo crisis de asma que apenas me permitían trabajar. Tenía mucho decaimiento y cansancio caminaba con mucho trabajo. Un electro y una radiografía que me hicieron no dieron buenos resultados. Me indicaron un eco cardiograma. El resultado fue una estenosis mitral severa, con

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doble lesión y reducción en la vena aorta. Me remitieron para el Hospital Cardiovascular en La Habana, donde fui atendida. Tiempo después un día que regresaba me encontré que mi hijo mayor de 31 años tuvo los mismos síntomas. Aprovechando mis relaciones en el hospital, se lo llevé a los médicos que me habían atendido. Le hicieron los exámenes correspondientes, cuyos resultados fueron una estenosis mitral severa. Lo pusieron en la lista de espera para operarlo. Un amigo nos recomendó a Lino y decidí llevarle a mi hijo. Le dio 5 sesiones y le dijo que no tendría que operarse. Yo comencé a tratarme. En 3 sesiones me destupió la válvula. Catalina Medina Borrego. Calle Piti Fajardo no. 8a, Municipio Sandino, Manuel Lazo, Pinar del Río. Diciembre de 2005. Fui curado del corazón y del hígado cuando los cardiólogos del Hospital “Asclepios” me habían desahuciado. El me sanó. Después me repitieron todas las pruebas y todos los males habían desaparecido. Dargelo Rodríguez Rodríguez, Calle B no. 430 apto 3 / 13 y 14 Lawton, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. El cardiólogo que me atendía me diagnosticó una cardiopatía. El tratamiento es quirúrgico. Al saber de la existencia del doctor Lino Tomasén fui a su consulta, porque en el instituto siempre me posponían la consulta. Entonces con el tratamiento de Lino no tuve que volver al hospital. No tengo ningún síntoma y me siento muy bien. Antes me faltaba el aire y se me acalambraba el brazo izquierdo. Ya no siento nada. Continúo asistiendo a su consulta. Vilma Rodríguez, Edificio del Minaz, Loma y Tulipan, Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Mi concuña debía ser operada con urgencia por presentar un bloqueo en el corazón. El ventrículo izquierdo no le funcionaba, por

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ende las funciones cardíacas disminuían cada vez. Un miércoles fue necesario ingresarla en espera de cama para colocarle un marcapasos. Ese viernes mi vecino le llevó su foto a Lino para que la tratara, el domingo le dieron de alta con tratamiento para la casa. Actualmente se mantiene bien. No fue necesaria la intervención gracias a Lino. Leticia Suárez del Monte. Fecha 19/12/05. Dirección San José no. 516 entre Coronel Verdugo e Industria, Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005. Acudí a la consulta de Lino en mayo de 2000 con fatiga, falta de aire y dolores en el pecho al hacer cualquier esfuerzo físico. Después de caminar 4 o 5 cuadras tenía que detenerme a descansar y, a veces, administrarme nitroglicerina, pues padezco de isquemia coronaria en 3 válvulas. Mi corazón funcionaba tan mal que me indicaron una angioplastia de corazón. Tuve 20 sesiones de tratamiento con Lino por espacio de 4 semanas. Al mes ya no presentaba los síntomas anteriores. Aún sigo visitando a Lino. A la consulta voy en bicicleta. Germán Lázaro Ramos Miguel. Edad: 61 años. Calle Paula no. 222 apto no. 3, Municipio Habana Vieja, Ciudad de La Habana, Cuba. Teléfono 867-4791. 07/07/2002. Llevaba muchos años padeciendo de acidez. Todo lo que comía me producía una ardentía que me quemaba el estómago y gases que me provocaban fuertes dolores. En una sola sesión el doctor Lino me curó. Mercedes Hernández Torres, 52 años. Ricardo Trujillo, no. 111, entre Pedro Betancourt y Varona, Colón, Matanzas. 02/02/06

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Llegué aquí un día inválida con mucho dolor en las piernas y sintiéndome muy mal. En 9 sesiones he sanado, ahora me estoy curando otras enfermedades. María Regla Genés Loreiro. Espada no. 266, entre Concordia y San Lázaro, Ciudad de La Habana. Teléf.: 879-4012. Estuve padeciendo de dolores muy fuertes que me tumbaban la pierna izquierda y no me dejaban dormir. El ardor me quemaba, tenía el nervio ciático comprimido. Me indicaron inyecciones, pero no resolví. Al mes estaba peor. Continué con mis dolores, hasta que conocí al doctor Lino que con solo 2 sesiones me curó, todo desapareció. En otra ocasión vine por dolores en la columna y también me los quitó. Las manos del doctor Lino son santas, milagrosas, no tengo con qué agradecer lo que ha hecho por mí. Dios lo colme de todas las bendiciones. Eduardo Juantorena, 47 años, Industria 171 entre Neptuno y Virtudes, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Me caí en un hueco y los brazos se me quedaron trabados. Se me afectó uno más que otro y no los podía levantar. Diagnosticaron fractura del plexo braquial; no tenía fuerzas. Con muy pocas sesiones con el doctor Lino me curé y me recuperé rápidamente. Todo mi agradecimiento para el doctor Lino. Néstor Rojas, Edad 50 años, Ánimas y Oquendo, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Desde noviembre del 2001 sufrí múltiples lesiones en el hombro izquierdo que me provocaron tendinitis, bursitis y calcificación del escafoides. Como consecuencia de esto presentaba una gran inflamación en los músculos deltoides, el subclavio, el pectoral mayor y los de la espalda, que me provocaban mucho dolor e invalidez del brazo izquierdo. Cuando acudí al doctor Lino en abril del 2002, no podía mover el brazo y los dolores eran tan

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El paciente ya puede subir el brazo. intensos que ningún antiinflamatorio, relajante muscular, incluso opio, podía aliviarlo. Con 12 sesiones de digitopuntura me curé definitivamente de estas afectaciones. Con ejercicios y corriente he logrado la movilidad total de ese brazo. Dra. Sofía Borrego Alonso. Calle Águila no. 453, 1er piso, apto.7, entre San Rafael y San José, Centro Habana, Ciudad de La Habana, 06/10/2002 Estaba padeciendo de unos dolores fuertes en el brazo y en las manos. Con nada me curaba o aliviaba. Supe de Lino y fui a

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verlo. A partir de ese momento, con solo siete sesiones, me ha desaparecido todo el dolor. Y hasta ahora me ha ido bien. Toda persona que esté enferma y vaya seguro que se curará y no se enfermará más. Clara Hemimng, Barbería no. 20 apto 1 / Estévez y Universidad, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. En mayo del 2000 tuve que acudir al doctor Lino por dolor en el estómago y vómitos. Estos síntomas los comencé a presentar desde el año 1997, que no me permitían comer ni tomar agua y me ocasionaba pérdida de peso, fatigas mareos y náuseas. Con sólo 3 sesiones que recibí del doctor Lino fui completamente curada. Isabel María Acosta Peña. Calle Santiago no. 461, entre Zanja y Salud, Centro Habana, Ciudad de La Habana. 06/10/2002. Tuve dolor en la espalda durante una semana que no se me aliviaba a pesar de los medicamentos. Cuando el doctor Lino me aplicó energía con sus manos, me curé totalmente en dos sesiones. Muchas gracias. Oscar González Moreno. Calle Concordia no. 416, Centro Habana, Ciudad de La Habana. 15/07/2002. En el año 2000 tuve un molesto dolor en la pierna izquierda, que nunca supo el ortopédico a qué se debía y ante la disyuntiva que me recetaron hormonas, acudí al doctor Lino y en dos días de tratamiento desapareció totalmente el dolor. Xiomara A. Pérez Rodríguez, Benjumeda no. 661 entre Pozos Dulces y Almendares, apto. 5, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana. Teléf.: 879-8391. 20/05/2002. Confirmado 2007.

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Acudí a Lino en mayo del 2000 por dolor en un pie. En 5 sesiones desapareció y de paso Lino me encontró un problema en el bajo vientre y me lo curó. Massiel Reyes Funet. Edad: 33 años. Fernando no. 101 entre María Luisa y Unión, Mantilla, Ciudad de La Habana, Cuba. 13/12/2001. Me alivié mucho de un dolor en una cadera que me trataron con tabletas antiinflamatorias y con el doctor Lino. Muy ­agradecido. Angel A. Edad: 46 años. Calle 3ra. no. 446 apto 312, Vedado, Plaza, Ciudad de La Habana. 24/05/2002 Visité a Lino, no podía caminar de dolores en las piernas y salí sin dolores. Tengo 78 años de edad. Orfelina Pérez Pérez, Vives entre Calzada y Coronel Verdugo, Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005. Yo, Mirna Pérez, de la provincia de Holguín asistí a esa consulta y obtuve resultados muy buenos ya que tenía problemas serios del interior, y cuando volví a la consulta con el ginecólogo me ha encontrado de lo mejor, así como un lipoma en la espalda que ya ha ido desapareciendo. Mirna Pérez, provincia de Holguín, Cuba. 5/04/2002. Estuve ingresada 10 días por una inflamación pélvica aguda, al darme de alta seguía con la inflamación y me prescribieron tratamiento para seguirlo en casa; pero acudí a la consulta de Lino y en cinco sesiones desapareció completamente la inflamación. Al ver la mejoría no tuve necesidad de seguir con el tratamiento. Geisha Guerra, 36 años. Concordia, no. 409, entre Gervasio y Escobar, Centro Habana, Ciudad de La Habana. 30/01/06.

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En ocasiones Lino levanta al paciente por las axilas o por el cuello.

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Lino trabajando sobre el séptimo chacra.

Recientemente Lino me curó de una cervicitis que venía padeciendo desde hacía dos años con diferentes tratamientos sin efecto. En dos meses quedé curada. Lázara Niurka Cisneros Dámeras. Vista Hermosa Edif. 608 apto.3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La Habana, Cuba. 23/8/2001. Mi esposo confrontaba problemas con la cantidad de espermatozoides vivos -aproximadamente de un 30 %- Actualmente posee un 75% gracias al doctor Lino. Tania Acosta, esposa de Jesús Ramos Gonzáles, calle C no. 56 entre Segunda y Ave. Rosario Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

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En febrero de 1992 llevé el niño de 4 años al nefrólogo, pues un día, al despertar, uno de los testículos se había inflamado. Se le indicó un chequeo urgente y someterlo a una operación. Se me explicaba que el conducto urinario no se había desarrollado adecuadamente durante la etapa de feto y había que corregir ese defecto. El niño tuvo 10 sesiones de tratamiento con Lino en 2 semanas y su testículo quedó curado. Hoy ya tiene 12 años, y sus testículos son normales. Eduardo Hernández Cisneros. Vista Hermosa Edificio 608 apto. 3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La Habana, Cuba. 23/8/2001. Acudo a Lino en octubre de 2001. Antes de verlo, había ido a la consulta de Patología de cuello, debido a una secreción vaginal intensa. El diagnóstico era Ectopia extensa. Había realizado exudados vaginales y endocervicales, criocirugía, entre otros exámenes a los que me sometí. Algún tiempo después de los tratamientos comenzó un sangramiento vaginal muy intenso que duró 36 días. De vuelta en el hospital me sometieron a un tratamiento con tabletas anticonceptivas, pero no mejoré. Es entonces cuando acudo a Lino. Tuve 8 sesiones de tratamiento. Ya en noviembre estaba curada totalmente. Los exámenes médicos realizados con posterioridad han tenido resultados satisfactorios. Siento un gran respeto y profunda admiración hacia el doctor Lino. Lo exhorto a continuar haciendo el bien a la humanidad y que Dios lo ­bendiga. Leonor Lázara Hermida Gotay, Edad: 16 años, Ave 87 no. 2 entre 148 y Río, Municipio La Lisa, Ciudad de la Habana, Cuba. 21/01/2002. Desde los 9 años vengo padeciendo de hepatitis crónica. Voy por 4 sesiones y ya en la segunda me hice análisis y los resultados fueron muy favorables. Feb. /2006. Todavía no estoy totalmente curada, pero me mantengo estable. Abril /2007.

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Dayneris Días Cabrera, 20 años. Calle Real, no. 93, La Gallega, Guanabacoa, Ciudad de La Habana. Teléf.: 96-9570. 09/02/06. Actualizado en abril de 2007. Llevaba 4 meses con hepatitis y la transaminasa me subía en vez de bajar. En dos sesiones con Lino me bajó 100 unidades. Tomé muchos remedios que la gente me recomendaba pero no mejoraba, hasta que me hablaron de Lino. He mejorado. Hay que tener mucha fe en él. Yadier Fonte Hernández, Calle 90 no. 7309 a / 75 y 72 Guines. Diciembre de 2005. En septiembre del 2000 me sentía muy mal y se me detecta hepatitis A en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. Me explicaron que la enfermedad podía mantenerse en mi organismo 6 meses, un año o más tiempo, hasta que la transaminasa tuviera un valor normal. Estuve varios meses acostado sufriendo la enfermedad. Acudí a Lino y después de la primera sesión sentí que la energía que me transmitió fue bien recibida por mi organismo, sentí que volvía a vivir. En 15 sesiones de tratamiento me curé y desde ese entonces gozo de una perfecta salud. Opino que el doctor Lino posee unas manos milagrosas que puede curar cualquier enfermedad. Frank Alejandro Díaz Monteagudo. Santa Irene no. 3 entre 10 de Octubre y Rabí, Ciudad de La Habana, Cuba. 17/09/2001. Desde siempre he padecido de hernia hiatal, vesícula acodada, taquicardia y descontrol de la presión. He tomado medicamentos sin resultado. Me mandaron Atropina para la taquicardia y me puse peor. En estos momentos que me siento tan bien, que soy otra persona gracias al doctor Lino Tomasén. Gladys Pérez Díaz. Edificio 326-A apto. 6, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba. 17/07/2002.

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Son muchos los pacientes que han dejado de usar bastón. Mi hija Marena Yeney Guerrero Rodríguez a los 14 años presentó parálisis facial periférica. Buscando la solución de su enfermedad fue operada en la garganta. Estuvo gravísima e

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Este modelo de encuesta se aplicó a cientos de pacientes. Este puede ser el punto de partida para un trabajo más profesional. Los pacientes confeccionaban el modelo y seguían escribiendo al dorso largos textos, queriendo exponer su agradecimiento a este sanador.

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inválida. El Profesor Llorens del Hospital “Hermanos Ameijeiras”, nos dijo que tenía muchas posibilidades de no lograr la curación de la miastema gravis (músculo cansado) que padecía. Es una enfermedad del timo. Fue el caso 72 timiosinizado (extracción del timo) de ese hospital. Le hicieron varias plasmasérisis y accidentalmente adquirió el virus de hepatitits C. Para los médicos no tenía cura. Alguien me dio la dirección de Lino y de inmediato la llevé. Comenzó el tratamiento con Lino el 8 de Abril y a las 12 sesiones se curó de la hepatitis. Le hicieron los análisis y los resultados fueron ya normales. Es asombroso, pues para los médicos era un caso desahuciado. Diciembre /2005 Ya estamos en 2007 y Yeney sigue asintomática de la hepatitis C. Sigue atendiéndose la Miastenia. Lleva una vida normal y puedo asegurarles que Lino fue quien la curó de la hepatitis C. Abril /2007. Dulce Rodríguez. Dirección calle 92 B no. 5312 / 53 y 53-a Marianao, Ciudad de La Habana. Teléfono 265-3392. Diciembre de 2005. Actualizado en abril de 2007. En julio del 2002 acudí a Lino por presentar Hepatomegalia de 3 cm de textura heterogénea, multinodular. Nódulo mayor en LHD que mide 82x86 mm. Recibí 11 sesiones de tratamiento, por 6 semanas. Después de las consultas con Lino la nodulación se detuvo, el tamaño no aumentó, las fatigas y náuseas desaparecieron, aumenté 2 Kg. de peso y anímicamente me siento muy bien. Se me realizaron estudios para determinar las causas de esta enfermedad (laparoscopía, TAC, Mamografía, Panendoscopía, Colonoscopía, exámenes ginecológico y Transvaginal con biopsia, biopsia de estos nódulos) y no se encontró la causa. Fui atendida por 9 médicos especialistas y determinaron que me mantuviera en reposo y sin tratamiento. Clínicamente los especialistas me encuentran muy bien, soy un caso único de nodulación hepática a mi edad, no hay referencia de otro caso en el país. Tengo buen apetito, duermo bien

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y con cuidados dietéticos continúo mi vida normal. Comencé a mejorar después de haber asistido a la consulta de Lino. Yolanda Anás Labrada. Edad: 33 años. Calle A Edif.6 entre 1ra y 3ra, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. 23/09/2002. El niño padecía Ostecondritis. El médico le dijo que tenía que hacer reposo absoluto. Vino con dos muletas y salió caminando gracias al señor que lo curó. Roger David Rizo Vizcaíno. San Juan de Dios entre Cristina y Minerva. Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005. Hace alrededor de dos meses, no podía mover el pie derecho, se me había regado el líquido en la rodilla. Tenía programada una operación en el hospital en que me estaba atendiendo. Desde que el médico Lino me vio la pierna, camino y la flexiono bien. Me doy la terapia con él cada vez que puedo. Es lo mejor que he encontrado como médico. Caridad Ramos Yero, Calle 24 entre Comesaña y Dos Ríos, Nave 1 Cubículo 1,Comunidad Levilla, Vista Alegre, Lawton, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Vine con el doctor Lino Tomasén por una enfermedad de los huesos. No podía hacer nada, estaba rígida. Ya puedo caminar y trabajar, estoy como nueva. También he traído a Lino una foto de mi esposo, que llevaba 5 años padeciendo de dermatitis crónica. Ya mi esposo está perfectamente bien. Gracias, Lino. Minerva García, Finca Bobadilla, San Pedro, Bauta. Diciembre de 2005. Desde 1964 tengo tratamiento médico para la artritis. Mientras trabajaba me chequeaba cada 6 meses. Después que me jubilé,

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los tratamientos han sido más espaciados y he ido empeorando. Desde hace 2 meses no voy al médico. A fines de diciembre de 1991 padecía de artritis cervical y lumbar que también me afectaba una rodilla. Tenía inflamada la pierna por causa de la linfangitis. Vine a la consulta del doctor Lino Tomasén, en el Hospital “Salvador Allende”, el 28 de diciembre de 1991. Me trató un alumno con digitopuntura para pierna, hombro y rodilla. Volví el 6 de enero de 1992. Esta vez me atendió el doctor Lino. He mejorado muchísimo. A los pocos minutos del segundo tratamiento ya pude mover la pierna, antes rígida. El médico me indicó caminar sobre chícharos, para estimular la planta de los pies, así como ingerir jugo de limón sin azúcar. Viviana Soroa García. Edad: 74 años. Benjumeda no. 112 entre Marqués González y San Carlos, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 06.01.1992. Acudí a Lino en diciembre del 2001 pues en el hospital en que me atendía me dictaminaron artrosis en la rodilla, pero la inflamación y el dolor no se me aliviaba con ninguno de los tratamientos recibidos. En dos sesiones el dolor se ha aliviado considerablemente y espero que desaparezca en próximas sesiones. Candelaria Pura Oliva Edad: 60 años. Concordia no. 611, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 11/12/2001. En enero de 1991 acudí a la consulta del doctor Lino. Padecía de artrosis generalizada que provocó mi peritaje por invalidez total. Tuve dos sesiones de tratamiento durante una semana. Quedé curada sin tener que tomar una pastilla. Ahora tengo otras enfermedades que pienso que el doctor me resuelva. Que Dios le dé salud para que siga dando salud. Elsa Moreno Edad: 60 años. San Miguel no. 658, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/11/2001. Estoy retirado desde 1985, por incapacidad física, básicamente artrosis, espolones calcáneos y gran limitación en el movimiento

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del brazo izquierdo, que me impedía hacer mi trabajo de vigilante. También se me fracturó el húmero del brazo izquierdo. Me enyesaron en un hospital de Cárdenas. El brazo me quedó más corto y parcialmente inmovilizado, no podía subirlo a la altura del hombro, casi no tenía fuerza ni en ese brazo ni en la mano. Desde hace años, además, padezco de artrosis lumbar y de una hernia umbilical. En enero de 1992 acudí a la consulta de Lino, en el Hospital Salvador Allende. Sólo le hablé del problema del brazo. Me trató durante 2 minutos. Me hizo unos movimientos suaves en la mano y en el brazo. Despacio y con facilidad, elevó mi brazo extendido hasta ponerlo vertical. Después lo bajó despacio y me pidió que lo subiera yo solo, que para mi asombro, pude hacer sin dificultad ni dolor. Yo había llegado a la consulta con poca fe. Observé con duda y burla los tratamientos que el doctor aplicaba a las personas que estaban delante de mí. He podido continuar elevando el brazo sin dificultad, sólo experimento un pequeño dolor. Antonio Fernández Rodríguez. Edad: 53 años. Frank País no. 9, Municipio Martí, Hoyo Colorado, Matanzas, Cuba. 06/01/1992. Desde hace tres años he padecido de artrosis en la cervical, me sometí a varios tratamientos, pero no mejoraba. Apenas podía caminar por los mareos, no podía comer. Dos veces me caí en la calle. Tenía dolor y calambres. Me sentía tan mal, que muchas veces lloraba de la desesperación. Por una amiga tuve conocimiento del doctor Lino que cura con su energía. Acudí a su consulta y me ha aliviado mucho el dolor. Ya no siento mareos ni calambres, ya no me caigo. gracias a este doctor puedo hacer de todo en la casa. Le estoy muy agradecida. Patria Peñalver. Calle Egido no. 579 entre Luis y Acosta. Habana Vieja, Ciudad de La Habana. Edad. 36 años. 17/01/06 Era deportista y estando entrenando me caí. Se me dislocó el brazo completamente hacia atrás. Lo tuve inmovilizado por un

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mes. Entonces fui a ver al doctor Lino. Me estuve atendiendo con él durante 2 semanas. En la cuarta sesión podía mover el brazo y en la décima sesión no presentaba dificultad. Estoy curado completamente. Ahmed Mesa Correa, 16 años. Escobar, no. 258, entre Neptuno y Concordia, Centro Habana, Ciudad de La Habana. 08/02/06. Estuve por aquí por el año 1990 con unos dolores crónicos en la columna vertebral. No podía caminar ni dormir siquiera, hasta que llegué a Lino y con solo 3 sesiones me recuperé totalmente. La columna me dolía como una montura vieja. Gracias al Dios y a Lino me siento bien. Eternamente agradecida. Ileana Aguilera, 54 años, hermana de Leonida Aguilera. Fui a ver a Lino a “la Covadonga” por dolores crónicos en la columna vertebral y en solo 6 sesiones me recuperé totalmente. Gracias a este doctor maravilloso de manos santas y milagrosas. Leonida Aguilera, 73 años, Lagunas no. 362 entre Gervasio y Belascoaín, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Desde hace 40 años padezco de dolores fuertes en todo el cuerpo, fundamentalmente en la columna, los brazos y pecho. Además siento cansancio en los pies. Luego de doce sesiones con Lino me siento totalmente restablecido. Doy las más expresivas gracias al doctor Lino. Diego José Rodríguez García. Edad: 57 años. Calle 50 A no. 2706 entre 29 y Final, La Salud, Provincia Habana, Cuba. 27/01/2002. En 1978 una caída de caballo, me causó el desvío de la quinta vértebra cervical. Se me cortó la médula y quedé cuadrapléjico. Me ingresaron en el Hospital Saturnino Lora de Santiago de Cuba, donde se me practicó una tracción cervical mínima. ­ Durante

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c­ inco meses usé una minerva. Permanecí un mes ingresado en ese hospital y me informaron que no caminaría más. A base de fuerza de voluntad logré caminar con muletas, la mano derecha estaba caída y tenía muy poca fuerza. En ese estado llegué a la consulta del doctor Lino Tomasén en noviembre de 1991. A la sexta sesión de tratamiento, se habían reducido los dolores de la columna y la cadera, tengo más fuerza en los músculos, puedo agacharme más y ya puedo dar algunos pasos sin muletas. En resumen, ha sido una mejoría lenta pero sostenida. Lino me sugirió no fumar ni tomar café. Antes fumaba mucho. Israel Rodriguez Noa. Edad: 45 años. Plan Uva Yateritas, San Antonio del Sur, Guantánamo. 06.01.1992. En enero de 1996 acudí a Lino por mielopatía espondilótica con opresión medular de C5 y C6, y hernia discal en L3. El médico me pronosticó que quedaría cuadrapléjico. En dos sesiones con Lino desaparecieron los síntomas. Con los rayos X no aparece nada. ¡Maravilloso!. Abilio Jesús Trujillo. Edad: 53 años. Infanta 866, entre Estrella y Maloja, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. Teléfono 870-7575. 26/11/2001. Confirmado en 2007.

A inicios de 2007 conversé con Abilio. Él vive fuera de Cuba, pero casualmente se encontraba en el país por unos días. Le leí su testimonio y me lo confirmó y me resaltó que se siente perfectamente. En noviembre del 2001 sufría fuertes y constantes dolores de columna. Los estudios médicos realizados diagnosticaban marcada escoliosis dorso lumbar, así como quistes óseos en las piernas. He tenido 12 sesiones de tratamiento con Lino por 4 semanas y aún debo continuar. Puedo confirmar que desde que comencé el tratamiento, el nivel de mejoría es grande, pues los

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dolores han desaparecido por completo. Opino que Lino es un gran médico que con sus manos es capaz de devolver la salud a los pacientes. Dunia Díaz Calvo. Edad: 15 años. Basarrate no. 60, entre Neptuno y San Miguel, Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba. Teléfono 878-2846. 09/12/2001. Estuve hospitalizado dos meses en Sagua, provincia de Villa Clara, inválido con mucho dolor y el eritro en 150. Me remitieron al Hospital Miguel Enríquez en La Habana. Allí estuve dos meses hospitalizado. La resonancia magnética dio un prolaxo en la columna vertebral. Estando ahí me recomendaron al doctor Lino. Una vecina de mi tía fue con una foto mía. Además, me hicieron pruebas buscando leucemia. Cuando Lino vio mi foto dijo que en

Lino combina flexiones con golpes ligeros o fuertes, según ­necesidad. Incluso en ocasiones acerca su tabaco encendido a la parte afectada por unos segundos.

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la prueba no iba a salir la enfermedad. Cuando fue mi tía a verme ya me sentía mejor y me levantaba sin ayuda. Hoy estoy curado gracias al doctor Lino. Silverio Peñate Falcón. Vivo en Viana, provincia de Villa Clara. Diciembre de 2005. Comencé a padecer de escoliosis dorsal con vértice hacia el lado izquierdo, que me ha producido un abultamiento de la parte posterior de las costillas del lado izquierdo. Hace más de 15 años sufrí dolores de artritis. Estuve utilizando zapatos ortopédicos hasta diciembre de 1990. En esa misma época los dolores reaparecieron, pero más fuertes y en ambas piernas además del sacro y eran prolongados. También me dolía la nuca y me daban mareos. En ese estado concurrí a la consulta de Lino en el Hospital Salvador Allende en diciembre de 1991, me trató con quiropraxia y digitopuntura. Me sentí aliviada de los dolores. Recibí 8 sesiones más de tratamiento. También me atendió problemas digestivos. El resultado del tratamiento ha sido gran reducción de los dolores de las piernas y la espalda baja, incremento de la fuerza muscular, por lo que puedo caminar más rápido y subir las escaleras con mucha mayor facilidad. También ocurrió una mejoría en las digestiones y tengo más apetito, quedando unos dolores moderados en el estómago. En resumen, mejoré apreciablemente. Eloína Rodríguez Basnuevo. Edad: 82 años. Calle 3ra. no. 61 entre A y B, Reparto Virginia, Santa Clara, Cuba. 23.01.1992. Acudí al doctor Lino por tener un esguince en un pie que no me permitía caminar hacía tres meses, además de presentar dolor intenso en la cervical y en la columna. En la primera sesión desapareció el dolor y toda molestia. Ramona Linares Pedroso. Calle Napoleón Diego, entre 20 y 22, Edificio no. 15, Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba. 11/12/2001.

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Mi niño de siete años tuvo 2 fracturas en la cervical, producto de una caída en la escuela. Lo ingresaron inmediatamente pero no lo podían operar porque era en la primera vértebra. Los médicos decidieron esperar a que el niño creciera para ver si la fractura se cerraba. Me enteré del doctor Lino y enseguida traje al niño. El doctor le dio 4 sesiones. En la tercera fui al médico y le hicieron una placa cuyo resultado fue asombroso: las vértebras estaban en su lugar, parecía que el niño no había sufrido de fractura alguna. Realmente fue un milagro y una gran bendición. Eternamente agradecidos. ¡Qué dios lo bendiga por siempre!. Yanisel Acosta Hernández, 28 años. Calle 30, no. 3109, entre 31 y 33, Municipio Jaruco. Provincia La Habana. 23/2/2006. En el año 1985 sufrí un accidente automovilístico que me produjo un estrechamiento entre dos vértebras de la cervical. Desde 1998 venía sufriendo mucho dolor en la espalda, cuello y cabeza y en 4 consultas con el doctor Lino desaparecieron mis dolores. Le estoy muy agradecido a Lino. Reynaldo Martín Aguilera. Calle 42 no. 1917 apto.4, entre 19 y 21, Municipio Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. 29/04/2002. Supe de la existencia del doctor Lino cuando tenía a mi niño enfermo. Hacía casi un mes que estaba haciendo fiebre recurrente de 390 C. y todas las pruebas que le hacían daban resultado negativo. Una vecina me llevó con Lino. Este me dijo que si yo quería saber dónde estaba la infección, le hiciera un exudado naso-faríngeo. Efectivamente, el resultado dio alterado. En tres visitas al doctor Lino el niño volvió a la normalidad Cuando acudí a la consulta del doctor Lino en abril de 2001 sufría de dolor en la cervical, con crisis de náuseas, vértigos, cefalea y vómitos; padecía de inflamación pélvica y de dolor frecuente en hipocondrio derecho. Tenía bacterias en los riñones, según diagnóstico del Hospital Julio Trigo. Me sentía mal de los nervios. Tuve 10

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sesiones de tratamiento con Lino por espacio de 2 semanas. A los tres días de comenzar el tratamiento ya estaba bien de la cervical. Desde el inicio desapareció la inflamación pélvica. El dolor del hipocondrio desapareció en los primeros días. En cuanto a los riñones, sin haber tomado medicamento alguno, a los pocos días de haber comenzado a tratarme con Lino, repetí el análisis y dio negativo. De los nervios no me curé del todo pues no pude asistír más a su consulta. Dolores Almeida Cedeño. Edad: 48 años. Calle María Luisa no. 230, Mantilla, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba. 16/04/2001 Con padecimientos de hernia discal, sin apenas poder caminar fui a la consulta de Lino. En la actualidad puedo hacer fuerza y levantar pesos y aunque a veces tengo un pequeño dolor, nunca he caído en crisis. También tenía oclusión de las carótidas, pero al repetirme los exámenes los resultados han mejorado y me mantengo estable. Raúl Rojas. Ave. 9na. no. 4204 Playa, Ciudad de La Habana. 57 años. Diciembre de 2005. Vine a ver al doctor Lino por una hernia discal en la zona sacrolumbar, que desde hacía 2 años me producía muchos dolores, a duras penas podía caminar. Me sometí a diversos tratamientos y nada. Voy por 6 sesiones con el doctor Lino y la mejoría es asombrosa. No me ha dolido más la columna, ya puedo caminar derecho porque antes estaba jorobado; solamente me queda un poco de dolor en la pierna izquierda que estoy seguro desaparecerá también. Estoy muy contento y agradecido a este santo y maravilloso doctor”. ¡Qué Dios le dé mucha salud y lo bendiga por siempre! Eudelio Ramos Martínez, 42 años. Calle 6ta no. 200, entre C y Lindero, Guanabacoa, Ciudad de La Habana. 20/2/2006.

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Otro formato utilizado por el autor para recoger testimonios

Acudí a Lino hace 2 meses con una hernia discal muy dolorosa que no me permitía caminar. Me vieron varios médicos, tuve varios tratamientos pero no mejoré. Hasta que di con el “doctor milagroso”. Ya camino sola, los dolores son leves y muy escasos, me siento mucho más animada, recuperada, todo gracias al poderosísimo y santo doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera. Continúo

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bien dándome sesiones segura y convencida de que me curaré del todo. Infinitamente agradecida, suya y a su disposición. El suegro de mi sobrina se encontraba mal con cáncer. Estaba muy desanimado y lloraba mucho. Es un hombre que trabaja en el campo. Lo llevaron con Lino y se curó. Se encuentra trabajando de nuevo en el campo. Paula Fuentes Savón, Calle O no. 112 entre 3ra y 1ra, Playa. Teléf.: 205-3957. Confirmado 05/2007, Acudí al doctor Lino en agosto de 1999 por padecer de vértigos, parestesia, dolores musculares y de la cervical. En 12 sesiones de tratamiento durante 4 semanas mejoró mi cuadro de parestesia, desaparecieron los dolores musculares y de la cervical y sólo quedó mareo al girar bruscamente la cabeza. Este tipo de tratamiento proviene de la antigüedad. El sabio trata a los enfermos con medios diversos. Respeto ante todo. Ladisleo Camacho Silva. Calle 28, Municipio Mayarí, Holguín, Cuba. 19/11/2001. En 1990, a causa de un accidente, tuve un derrame sinovial en la rodilla izquierda. Gracias a una vecina supe del doctor Lino, que atendía (y atiende) con amor a todos los enfermos que a él lleguen. Vivo muy agradecida al doctor Tomasén ya que no solamente curó mi pierna en 6 sesiones, sino también a mi padre, que orinaba con dolor y sangre y a mi nieto de un año, a quien se le había trancado la orina. Con sus manos, sin medicamentos, los sanó. Agradecida y con mucho amor se despide, Eloisa. Eloisa Álvarez Planche. Calle Concordia no.466 entre Belascoaín y Gervasio, Cayo Hueso, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. Mayo/2003.

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Mi niña nació con displasia ósea. Su crecimiento era muy lento. Sus manos y su quijada eran muy pequeñas, estaban atrofiadas. Los médicos le mandaron a ponerse un aparato en la mandíbula, pero a ella le molestaba mucho y no quería ponérselo. Ella quería aprender a tocar guitarra, pero no podía pues sus dedos eran demasiado pequeños. En 1992 cuando tenía 8 años la llevé a ver a Lino. En unas cuantas sesiones le hizo crecer la mandíbula y los dedos de las manos. Y pudo tocar guitarra. Teresa Morales, madre de Dené Casañas de 18 años. Edif.202 apto.305 Rpto. Camilo Cienfuegos, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba. 29/4/2002. El 30 de enero me caí y me di un golpe en la pierna izquierda en la zona que está entre la pantorrilla y el talón, donde muchos años antes había sufrido una fractura. Esto me provocó inflamación, dolores agudos que se irradiaban casi desde el talón hacia la zona de la cadera. El dolor era tan grande que no podía dormir, caminaba con dificultad, los calmantes no me aliviaban. Por último me mandaron acupuntura. Me traté muchas veces, pero sin ningún resultado. El dolor continuaba aún más fuerte hasta que, por fortuna, un compañero de trabajo me dio la dirección de Lino, que en solo 2 sesiones me lo quitó completamente. En estos momentos continúo atendiéndome con él, para que me arregle la columna. ¡Cuán agradecido, contento y satisfecho estoy! Francisco Duncan Villalón, 50 años. Aguacate, no. 513, entre Sol y Muralla, apto. 19, Habana Vieja, Ciudad de La Habana. 27/2/2006. Soy vecino del doctor Lino. Me fracturé una muñeca y no podía mover la mano. El dolor era intenso. Decidí verlo. Él me dijo que me había visto antes de ir para el trabajo y que pensó decirme que tuviera cuidado con algún accidente en el trabajo, pero ya yo iba

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lejos. Me tocó la muñeca y me dio mucha energía. Al anochecer ya no sentía dolor. ¡Gracias, Lino! Juan Manuel Vázquez. Calle Concordia no. 416 entre Gervasio y Escobar, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 16/07/2002.

En noviembre de 2001 traje a mi hijo de 3 años a Lino pues desde los 2 meses padece de histiocitosis o células de Langerhans con lesiones osteolíticas de cráneo y maxilares, otitis media y diabetes. Como progresión de su enfermedad tiene afectación del cuero cabelludo (dermatitis seborreica) y lesiones cutáneas a nivel de pliegues axilares e inguinales. Después de siete sesiones con Lino por dos semanas, el niño tiene una evidente mejoría de su estado general. Le subió apreciablemente la hemoglobina, las lesiones de cráneo se han desinflamado bastante y no le duelen ya. El apetito se ha restablecido un poco y en 10 días el niño ganó 2 kg. de peso. Pienso que la asistencia de Lino lo ha mejorado muchísimo y pronto le haremos exámenes para ver si se ha curado definitivamente. El niño se llama Jordán Rodríguez Rabeiro. La madre Raiza Rabeiro. Calle 70-A no. 2510 entre 27 y 29. La Salud, Municipio Quivicán. Provincia La Habana, Cuba. 12/12/2001. En octubre de 1999 acudí al doctor Lino por inflamación en el codo derecho, dolor cervical y fuertes dolores del nervio ciático. Recibí 5 sesiones de tratamiento por una semana y desaparecieron los dolores y la inflamación. Opino que Lino es un gran médico, capaz de curar cualquier síntoma. Giovanni Galeotti. Via Garibaldi no. 20. Bologna, Italia. Teléfono 00516555157. 24/09/2001. A los 9 meses de vida, a mi hija Laura Suárez Queris se le detectó un PCA de 2 mm. A los dos años y 10 meses de vida en diciembre de 1976, se le diagnosticó necrosis aséptica de la cabeza del

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fémur. La cabeza del fémur quedó totalmente plana. En enero de 1997 visité a Lino. En siete sesiones de energía la cabeza comenzó a regenerarse como nueva, el PCA desapareció. Lilliam Queris Hernández, madre de Laura. D´Strampes no.170 esquina a Libertad, Santos Suárez, Municipio 10 de Octubre. Ciudad de La Habana. Junio/2003. Soy bailarina. Sufría de osteocondritis, problemas en la columna, inflamación de los huesos. Me he visto con los mejores doctor es del país, me hice muchos tratamientos, fisioterapia, infiltraciones en el pecho, pero no encontraba mejoría. Estuve así un año. Los médicos me dijeron que no podía limpiar ni lavar ni bailar. Gracias a Dios y a Lino hoy puedo bailar. Pero lo más grande de todo es que a la semana de iniciar el tratamiento ya podía hacer de todo y nunca más he sentido algo. No tengo cómo agradecerle lo que ha hecho por mí. Le aconsejo a todo el que tenga problemas de salud que venga a verlo. De verdad que hace milagros. Con mi respeto. Mercedes de la Caridad Álvarez Gamiotea. Edad: 30 años. 25/05/2002. Desde niña he tenido muchos padecimientos en las rodillas. Me han operado 10 veces. En la última operación me pusieron una prótesis y casi no caminaba. Quedé muy afligida y mal de los nervios. Después de acudir a Lino, en agosto de 2000, comencé a sentirme mejor al punto que en diciembre me incorporé a trabajar y ya casi ni usaba el bastón. Tenía padeci-miento de la columna y sacrolumbagia y me siento muy bien ya de todo. ¡Su tratamiento ha sido maravilloso!. Raquel González Jiménez. Edad: 44 años. Concordia no. 419 entre Gervasio y Escobar, apto 409, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/01/2002. Mi padecimiento es inflamación en la rodilla derecha, llevo muchos meses sufriendo de dolores intensos, sin apenas poder cami-

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nar. Cojeo mucho. Me diagnosticaron artrosis y he utilizado antinflamatorios y pomadas analgé-sicas, pero no mejoraba. Acudí a la consulta del doctor Lino y hoy es la segunda sesión y puedo decir que desde la primera, experimenté un alivio muy grande, Camino mejor, tengo menos dolor, subo y bajo el coche con más facilidad al igual que las escaleras, en fin, me siento mucho mejor por lo que voy a continuar asistiendo a su consulta. Tengo mucha fe en él. Olga Tres Palacios. Edificio no. 660. apto 7 entre Gloria y Misiones. Habana Vieja. Ciudad de La Habana. Edad. 75 años. 2006. Asistí a 3 sesiones de tratamiento del doctor Lino por una tendinitis calcificada por dos lugares en el hombro. A la segunda sesión ya yo estaba haciendo de todo. Gracias a las maravillosas y prodigiosas manos de este médico. Gladys García Dopico. María Luisa no. 667 entre Sofía y Pilar, Ciudad de La Habana. 24/05/2002 Sufría de tendinitis de mano derecha. Durante 6 meses me hice fisioterapia e infiltraciones sin mejorías. Vine aquí y en unas cuantas sesiones se me curó la mano. Hoy dos años después, tengo mi mano bien y puedo trabajar y hacer las labores de la casa sin ninguna dificultad. Gracias. Rosario R. Romero, Edad 59 años, calle 107 edificio 3 apartamento 35, entre 20 y 22, Sierra Maestra, Boyeros, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Padecía de tendinitis y me habían programado la operación para el 20 de agosto de 2005. Acudí al doctor Lino y me curé totalmente. Ahora me está tratando un quiste en el hígado que de 13 cm. se ha reducido en la actualidad a 8 cm. Continúo visitando su consulta para curarme del todo. Felicito al doctor

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Lino y le deseo muchos éxitos en su vida personal y profesional. Nelda Puig, Dirección H no. 506 entre 21 y 23, vedado, 65 años. Diciembre de 2005. Tenía tendinitis en el brazo izquierdo desde hacía un año, que el tratamiento médico no pudo aliviar. En las siete ocasiones que visité a Lino, me curé. Yanet Cabrera, Edad: 26 años. San Miguel no. 509, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/11/2001 Hace 8 años, cuando tenía 12, me operaron en el pediátrico de Centro Habana de Osteomelitis en el tobillo izquierdo. Cerca de un mes después asistí a la consulta de Lino y en una sola semana todo el tejido óseo infectado que me habían extirpado se regeneró exitosamente. Le agradezco mucho su ayuda con la enfermedad y aunque no comprenda bien esa misteriosa energía, sé que en estos momentos puedo correr y caminar. Alejandro Cuba Ruiz. Teléfono 8706417, Estrella no. 901, apto 2, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Acudí a Lino porque no lograba salir embarazada en 5 años de intentos con mi pareja. Nos hicieron todos los chequeos médicos tanto a mí como a mi esposo y todo era normal. Cuando me iban a destupir las trompas, conocí de Lino y decidí ir a verlo primero. En 4 sesiones de tratamiento por espacio de 4 semanas logré salir embarazada. Hoy tengo 28 semanas de gestación. Arelis García Garcia. Edad: 29 años. Calle María Luisa no. 667 entre Sofía y Pilar, Reparto Averoff, Mantilla, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba. 16/10/2001

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Hacía 4 años que trataba y no salía embarazada. Asistí a la consulta de Lino y a la cuarta sesión lo logré. Anisley García. Edad: 29 años. María Luisa no. 667 entre Sofía y Pilar, Ciudad de La Habana. 24/05/2002 Perdí un embarazo hace dos años y no salía en estado. Empecé a visitar a Lino y a la 9na. consulta salí embarazada. Además, padezco de artritis y he mejorado mucho, me duelen mucho menos los huesos. Estoy satisfecha de haber conocido a Lino. Estoy muy feliz, pues cuando me tocó con sus manos pude realizar mis sueños. Le doy las gracias a Lino y recomiendo al que tenga problemas que vaya a verlo. Jackeline Jiménez Conde. Calle Gervasio no. 317 entre Neptuno y San Miguel, Centro Habana, La Habana. 07/07/2002 Logramos una niña llamada Jazmín Pérez Burgos el día 19/12/2005 gracias a la energía de Lino después de haber perdido tres embarazos. Dic./2005. Mi esposa y yo estuvimos más de 10 años atendiéndonos por infertilidad sin ningún resultado. Acudimos a ver al doctor Lino en septiembre de 2005, ambos recibimos 10 sesiones de tratamiento. El doctor me había detectado una prostatitis y a mi esposa útero fibromatoso, que le impedía salir embarazada. Él nos aseguró desde el primer día, que mi esposa iba a salir embarazada. Después de una larga y angustiosa espera, gracias a Lino mi esposa lo acaba de lograr a principios de este año 2006. Yo me curé de la prostatitis. Estamos realmente muy contentos, satisfechos y agradecidos por este milagro. Juan Hernández Mederos, 44 años. Milagros Herrera Lam, 43 años. Calle 78, no. 1119, entre 11 y 13, Playa, Ciudad de La Habana. Teléf.: 203-2290. 10/2/2006. En el 2004 sufría terribles dolores en la pierna izquierda por ciatalgia. Casi no podía caminar. Vine a la consulta de Lino y desde

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la primera sesión sentí un gran alivio. Me di ocho sesiones en total y me curé. Nunca he vuelto a sentir esos dolores. María Regla Rodríguez Álvarez. Belascoaín no. 409 apto. 40 entre Zanja y San José. Centro Habana, Ciudad de La Habana. Telef. 879-8301. Edad. 63 años. En 1996 padecí por varios meses de un ruido muy agudo y molesto en el oído derecho. Los médicos que me vieron no lograron resolver el problema, que nunca supe qué fue. Gracias a Dios contacté con el doctor Lino Tomasén y al tercer día de tratamiento el ruido desapareció completamente y para siempre. Xiomara A. Pérez Rodríguez. Benjumeda no. 661 entre Pozos Dulces y Almendares, apto.5, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana. Teléf.: 879-8391. 20/05/2002. Confirmado en 05/ 2007. Mi hijo Youseff nació el 2 de mayo de 1979. Su niñez fue relativamente normal hasta los 5 años. En la escuela lo sentaban cerca del pizarrón por su sordera. De joven se sentía acomplejado con su padecimiento. En el hospital de emergencias Freire de Andrade le diagnosticaron sordera congénita, incurable pues la cavidad del oído estaba totalmente sellada. En el Hospital “Hermanos Ameijeiras”, cuando Youseff tenía 16 años me dijeron que mi hijo era sordo y que nada se podía hacer por él. Pasaron 8 años, pero hace dos meses mi hijo dejó de ser sordo, gracias a Dios. Fue con su papá Luis Pedro Vázquez Rodríguez a la consulta del doctor Lino Tomasén en calle Concordia no. 410, Centro Habana. En 5 consultas mi hijo dejó de ser sordo congénito. Ahora trabaja como mecánico automotor, ya que siendo sordo no podía escuchar el sonido del motor para afinarlo. Migdalia Leyva Romero, madre de Youseff Rodríguez Leyva. 02.01.2003 El doctor Juan Carlos, Oncólogo del Hospital Miguel Enríquez, al yo manifestarle que mi médico me había sacado un cálculo de

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4 milímetros. del riñón, me manifestó: “El único en el mundo que hace eso es el doctor Lino Tomasén”. Raldo M. Torres. Edif. A-33 apto.20 Zona 11, Alamar, H. del Este, Ciudad de La Habana. 24/05/2002 Padezco de cálculo en los riñones desde los 14 años. Periódicamente sufro al orinar y me inyecto Espasmoforte en vena, que no me cura. Es un tratamiento paliativo simplemente. Pero un día apareció en mi vida el doctor Lino y en 3 tratamientos pude expulsar 4 cálculos. Luego del primer tratamiento, llegué a mi casa y con ardor al orinar expulsé el primer cálculo. Al día siguiente, expulsé los otros. José Antonio Vargas Santos. Montero Sánchez no. 29, Vedado, Plaza, Ciudad de La Habana. Teléfono: 832-2061. 23/07/2002 Desde 1987 presentaba litiasis renal múltiple, cólico nefrítico resistente a tratamiento. Hace un tiempo llevaba 3 días asistiendo al cuerpo de guardia, me habían inyectado 2 Avofortán en vena y un suero también en vena. El alivio era momentáneo. Vine con Lino y me dio una sesión de tratamiento. Tuve la sensación de que el cálculo ya tenía movilidad. Al día siguiente era más fuerte la mejoría, no sentí la necesidad de darme otra sesión de tratamiento. A las 2 semanas expulsé el cálculo que medía aproximadamente 3x2x1 mm. Después de eso no he vuelto a tener cólico nefrítico. Andrés Amián Gómez Soria. Bernardo Posse no. 20305 esq. 3ra. San Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana. Telf.: 91-2015. 2006. Créalo o no, lo cierto es que Sandy se curó. Nuestra gatita Sandy de 8 años, pelicorta, blanca, con manchas negras y amarillas en la cabeza y rabo, hermosa y simpática como todos los gatos, padeció de hematuria debido a cálculos (de oxalato de calcio) en la vejiga; operada y con tratamiento de antibióticos varias

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veces, hizo una crisis, esta vez más aguda que la de hace un año. Una nueva operación parecía inevitable. Un amigo nos habló del doctor Lino Tomasén y ni cortos ni perezosos fuimos a su casa a conversar con él, un poco apenados porque se trataba de una mascota (lo cual para algunas personas puede parecer una ridiculez), le planteamos el caso y nos respondió afirmativamente (él ya había tratado con anterioridad casos parecidos o en otras especies de animales). Llevamos a Sandy a su consulta dentro de una jaulita rosada, Sandy que no es una gata muy dócil se negó a salir de ella, entonces Lino pasó sus manos alrededor. Un poco escépticos repetimos la sesión en tres ocasiones, en días diferentes, por unos pocos segundos y aunque parezca increíble, Sandy mejoró inmediatamente, dejó de sangrar, los cálculos desaparecieron (los rayos X lo confirmaron) y un año después no ha vuelto a repetir su enfermedad. Así que si tiene dudas sobre este tipo de tratamiento, deje los prejuicios a un lado, no pierda tiempo y aunque no es magia por supuesto, no hay dudas de que su efectividad está probada, nosotros lo comprobamos. Margarita González, psicóloga y Leonardo Acosta, periodista y musicólogo. Calle 17 no. 1422 entre 26 y 28, Municipio Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/01/2002. Acudí al doctor Tomasén Vera con incontinencia urinaria, padecida desde 3 años atrás. Siempre tenía que estar con paños que cambiaba constantemente. Desde que visité al doctor Lino vi una mejoría, luego de ser operada simbólicamente, desapareció la incontinencia urinaria. En estos momentos soy una persona normal, gracias a Dios. Mirta Ibáñez, San Lázaro no. 661 entre Gervasio y Belascoaín, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Teléfono 866 7645. Diciembre de 2005.

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Insuficiencia renal grado IV producto de un lupus eritematoso. Desde que comenzó a atenderse con el doctor Lino nunca ha tenido que ingresar a pesar de ser una enfermedad incurable. Marloy Villavicencio Andrés. Calle 70, no. 6311, entre 63 y 65, Guanajay, Provincia Habana. Diciembre de 2005. Me diagnosticaron insuficiencia renal de primer grado. Tenía que comer bajo de sal y poca proteína. Me enteré del doctor Lino y en la octava sesión me dijo que me hiciera la prueba de creatinina. Todo estaba normal. Leonel Hernández Serrano, 62 años. Ave. 283, no. 10413, entre 104 y 108, Calabazar, Boyeros, Ciudad de La Habana. 30/01/06 Yo tengo un riñón cloraliforme y se me dificultaba orinar. Tenía mucho dolor y bajé de peso. Gracias al doctor Lino he engordado, ya no tengo dolor y orino en abundancia. Aracelia Lugones Ponbo. 51 años, Finca Santa Eloisa, kilómetro 3 ½ carretera de Managua, Reparto Sierra Maestra. Diciembre de 2005. Llegué a la consulta de Lino con sepsis urinaria que como consecuencia me provocaba dolor en la espalda que me impedía caminar. Con sólo una sesión de tratamiento logré sentirme mejor. Al siguiente día me realicé un examen, que dio como resultado que ya no tenía infección. Elisa Iris Escalona Arias. Edad: 18 años. Estudiante de Licenciatura en Enfermería. Calle 30 no. 3304 entre 39 y Final, Cabañas, Mariel, La Habana. 16.01.1992 Después de dar a luz se le presentó a Maylín una fuerte infección en los riñones, le subió la presión, tuvo falta de aire y una abundante pérdida vaginal. Estaba en terapia intensiva. Al pasar

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la segunda vez con su foto por la consulta de Lino, este me dijo que ella mejoraría ese día. Cuando regresé al hospital estaba muy bien a pesar de haber estado grave. Al otro día fue dada de alta. Hoy se encuentra bien. Los médicos aún no han sabido qué es lo que tenía que en dos días mejoró. Reynaldo Jimeno Guda, Telef.: 866-0710. Maylín Puig Cruz, Calle 4ta., entre G y Calzada de San miguel, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Traje a mi hijo Juan Carlos Grasso Ledón de 13 años a la consulta del doctor Lino por una dermatitis que tenía en la pierna y una pústula (llaga, postilla) en la cabeza. Los médicos le habían indicado varios tratamientos y no había mejorado. Mi hijo es deportista y se sentía muy decaído, con falta de energía. El doctor Lino con sus manos, en una sola sesión, lo curó completamente de estas dolencias. Realmente es un milagro, estamos muy agradecidos su papá y yo por lo que hizo por nuestro hijo. Georgina Ledón. Ánimas no. 657 entre Belascoain y Gervasio, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Hace aproximadamente 15 días se me presentó en la zona de la cabeza un herpes zóster (culebrilla). Fui al doctor Lino, que cura con las manos. En la segunda sesión experimenté que ya me estaba curando, hoy vine por cuarta vez y estoy completamente bien. Que Dios lo bendiga, doctor. Muchas gracias. Ernesto León Hernández. Calle H no. 305 entre 13 y 15, Vedado, Ciudad de La Habana. Edad. 41 años. Telf.: 8362203. 17/01/06 Diagnóstico: obstrucción intestinal. En dos sesiones con Lino, Hortensia se levantó de la cama a recibir a las visitas. La mamá está muy esperanzada. Se le dieron dos sesiones de nuevo. El viernes se iba a operar, pero no fue necesario pues estaba mejo-

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rando. Fue Lino el que influyó en el criterio de no operarla. El fin de semana ha mejorado muchísimo. Hortensia Aragón Paz, 30 años, Ave. 26 no. 8790, entre 26 y 28 Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Tuve diarreas continuadas durante aproxima-damente un mes y medio. Durante ese tiempo me hicieron diversos análisis de heces fecales, tratamientos antiparasitarios, ultrasonido, gastro, etc. y no se pudo determinar las causas que las motivaban. Hubo que hospitalizarme por lo decaída que me sentía. Me pusieron sueros y recuperé algunas fuerzas. Al tercer día me dieron el alta con las diarreas controladas y con turno para otras investigaciones. Ese mismo día las diarreas comenzaron de nuevo. Al día siguiente mi esposo me llevó a la consulta del doctor Lino Tomasén. Tuve 13 sesiones de tratamiento con Lino en 4 semanas. A las 3 sesiones las diarreas habían disminuido. A las 5 ya estaban controladas. Luego seguí mejorando anímicamente. Quedé totalmente bien. A Lino mi agradecimiento por haberme curado. Melania Piñera López. Edad: 63 años. Virtudes no. 881, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 09/03/2002. Mi hijo pequeño nació con 26 semanas, con estrechez en el esófago. Bajaba de peso y corría el riesgo de desnutrirse. No mantenía los alimentos, vomitaba después de ingerirlos. A pesar de seguir al pie de la letra el tratamiento del pediatra, cada día estaba peor. En 20 sesiones de tratamiento con Lino durante 4 semanas el niño quedó totalmente curado. Lázaro Andrés Hernández Cisneros. Vista Hermosa edif. 608 apto.3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La Habana, Cuba. 23/8/2001. En septiembre del 2000 fui atendido por Lino. Padecía una giardiasis, de ataques epilépticos y de mal comer. En 10 consultas mejoré totalmente de estos padecimientos y no me han dado más

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ataques epilépticos. En cierta ocasión tuve un accidente y me salió una bola en la cabeza. Fui atendido por Lino y al día siguiente ya estaba eliminada la bola. Rancel Parejas González. Edad: 14 años. Concordia no. 409 entre Gervasio y Escobar, Vedado, Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba. 5/04/2002. Durante años padecí de una insuficiencia enzimática que me impedía ingerir productos lácteos. Además, con el decursar del tiempo se me había hecho sumamente pesada la digestión de legumbres y chocolates. Según se me había diagnosticado, la dolencia que yo padecía era progresiva e incurable. Acudí al doctor Lino en 1997 y tuve una sola sesión de tratamiento que duró varios segundos. Quedé totalmente curado y ahora puedo ingerir con libertad cualquier alimento. Ing. Luís Antonio Bonito Lara. Calle Mazón no. 112, Municipio Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba. Teléfono 878-3438. 01/10/2001. Conocí a Lino recomendado por mi sobrina que ya es su paciente. Milagrosamente curó a mi hijita de 5 meses que está a pocos días de cumplir un año. Ella tenía una hipotonía generalizada, no movía las manos, ni los pies ni la cabeza. ¡Nada! Y hoy ya camina, tiene dientes, hace de todo, gracias a él. Muchas gracias y mucho amor. Diciembre de 2005. La niña sigue muy bien, no ha vuelto a tener más problemas. Junio de 2007. Ana Emilia Jiménez Cárdenas, Ave. 63, no. 12825, entre 128B y 130, Ciudad de La Habana. Telef.: 267-2273. Confirmado en 2007.

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Vine en el verano desde Holguín con muletas a causa de una crisis gotosa. En la primera sesión solté la muleta y hasta hoy, diciembre del 2005, no he vuelto a tener crisis igual a esa. He mejorado notablemente. Gladys Fernández: Calle I no.411 esquina a 21. Diciembre de 2005. Llevaba 18 años padeciendo neuralgia trigeminal. El dolor comenzó siendo leve, pero poco a poco se hizo intenso. Tuve una intervención quirúrgica y tratamiento con Carbamazepina, 6 veces al día, así como tratamiento con acupuntura. No fumaba ni tomaba café. El doctor Lino logró en una sola sesión de tratamiento que dejara de sentir ese dolor. Emerio Escalona Escalona. Revillavigedo no. 215 apto. 13 entre Misión y Esperanza, Habana Vieja, Ciudad de La Habana, Cuba. (Sin fecha). En noviembre de 2001, cuando concurrí a la consulta de Lino padecía de neurosis y reacción a la adaptación. No he sido visto por el médico que me atiende pero sí estoy curado (en solo 4 visitas a Lino, durante una semana). Antes no salía de mi habitación ni quería relacionarme con nadie. Vivía todo el tiempo a base de medicamentos. Hoy todo ha cambiado. Por favor Lino, siga siempre ejerciendo la gracia y el don de repartir sanidad, que es lo más hermoso, lindo y grande que pueda existir en el universo, siempre con amor y amor al prójimo. Gracias a Dios por ese don. Billi A. Borges. Edad: 15 años. Martí no. 325, Baracoa, Provincia Habana, Cuba. 23/1/2002. Mi hija Taili presentó en 1991 una parálisis del nervio ciático poplíteo externo que le impedía bailar (era bailarina de ballet). En 10 sesiones de tratamiento del doctor Lino recuperó la movilidad de la pierna y a los dos meses ya estaba bailando nuevamente. Fidel Presmani, La Habana, Cuba. 01/10/2001.

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Acudí en julio del 2001 al doctor Lino por presentar parálisis parcial en el ojo izquierdo. Estuve ingresada en el Hospital Provincial Gustavo Aldereguía Lima, en la sala de Neurología, en la cual me hicieron varios estudios, placas, tomografía, etc. También fui tratada en el Hospital CIMEQ donde me hicieron una resonancia magnética. Esas pruebas no pudieron ser realizadas del todo pues mi organismo rechaza el yodo, que es un elemento fundamental para estas pruebas. En dos sesiones con el doctor Lino he sentido una apreciable mejoría. En la segunda sesión el ojo ya se abría totalmente. No he vuelto a realizarme estudios médicos, me siento muy satisfecha y contenta y he recuperado la esperanza perdida. Roselia Negreira Pérez, Ave 62 no. 6310 entre 63 y 65, Ciudad de La Habana, Cuba. 1/9/01. Cuando acudí al doctor Lino Tomasén, en julio de 1977, estaba afectado por una parálisis de la hemilaringe derecha, glotis, epiglotis y velo del paladar, que me había sido investigada profundamente en el Hospital Hermanos Ameijeiras sin resultados curativos. Todo ello se debía a una parálisis del nervio recurrente derecho. Hice varias broncoaspiraciones. Se realizó una consulta con el Hospital Johns Hopkings de Boston en Estados Unidos, que ratificó el diagnóstico, pero sin tratamiento curativo recomendado. A este diagnóstico, el doctor Tomasén agregó que la parálisis del nervio recurrente era consecuencia de su compresión por las vértebras cervicales. Tuve 8 sesiones de tratamiento con Lino durante 8 semanas. Después de la tercera sesión quedé curado totalmente de la parálisis de glotis, epiglotis y velo del paladar, y después de la octava sesión se eliminó la parálisis de la laringe. Recuperando totalmente la voz. Actualmente estoy en tratamiento por polineuropatía periférica inflamatoria, que tiene como base la enfermedad de Charcot-Marie-Toth, en mi caso de carácter hereditario, diagnosticado en el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) en noviembre del 2000, con tratamiento de inyecciones de Badoyecta-Tri y Neurovión 5000,

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sin haber logrado mejoría alguna. También estuve ingresado 2 semanas en el Hospital Hermanos Ameijeiras con anterioridad, donde el diagnostico fue de polineuropatía periférica de origen diabético y como tratamiento recibí inyecciones de vitaminas B1, B6 y B12. También sufría giardiasis. Es incuestionable que el tratamiento bioenergético del doctor Lino en 1977 salvó mi salud en aquel momento. Espero que en esta ocasión el tratamiento de Lino me ayude a recobrar la salud, y me eliminé las dolencias actuales. Humberto Valdés Ríos, Calle Aguila no. 760, 4to. piso (entrada por C. Suspiro) entre Monte y Corrales, La Habana Vieja, Cuba. Teléfono 863-9297, 25/8/01.

Este paciente falleció en octubre de 2006. Refiere su hija Irina Valdés Nodal que su fallecimiento se debió a una isquemia. El paciente había sido intervenido quirúrgicamente 10 veces. Irina confirma lo que expresaba Humberto en su testimonio en 2001. El había dejado de visitar a Lino porque vivía en altos y la escalera le resultaba muy alta. Refiere Irina que ella en muchas ocasiones llevaba la foto de su padre a Lino y vio en la consulta a niños con un estrabismo muy pronunciado que resultaron curados, también vio personas entrar con bastones y salir caminando bien. También ella llevó a su bebé que sufría de ataques de llanto y mejoró considerablemente. Actualizado en junio de 2007. En enero de 1991 no caminaba, había perdido la mente. Estaba desahuciada sin posibilidades. En 8 sesiones de tratamiento con Lino por dos semanas ya estaba totalmente recuperada, caminando y hablando. Leonila Hernández, Edad: 83 años. Calle 25 no. 1066, Pedro Betancourt, Matanzas, Cuba. 26/11/01. En Junio del 2005 a mi madre Fredesvinda Zúñiga le diagnosticaron carcinoma de amígdalas y mediastino con un volumen de 5

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cm que le oprimía el esófago y no podía ingerir alimento, ni siquiera liquido. Perdía una libra de peso diaria. En agosto por recomendación de un amigo conocí al doctor Lino Tomasén. Desde entonces mi madre comenzó un tratamiento con mucha fe y confianza en el doctor Lino. Hoy 17/12/05 mi madre casi está curada. Ya come de todo y con aumento de peso considerable. No ha terminado el tratamiento, pero los resultados son palpables e innegables. Juan Antonio Bernal, 1ro. de Mayo, no. 17509, esquina Circunvalación, Barrio Obrero, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Este es un testimonio anónimo. Un paciente de Lino me dijo que conoce a un viejito que estaba con cáncer muy mal y lo trajeron a la consulta a ver que podía hacerse. Lino lo atendió en varias ocasiones y el viejito se encuentra curado y trabajando en el campo como si nada hubiera pasado. El reside en las afueras de La Habana. Para localizarlo se toma la carretera que va del Cano al Wajay. Cuando llegue al Chico pregunte dónde se encuentra el restaurante “La Rueda”, tome por la calle que conduce a ese lugar y en vez de entrar al mismo siga unos metros más, doble a la derecha y camine hasta encontrar una rotonda, doble a la izquierda y a los 100 metros doble a la derecha. Allí pregunte por el viejito que tenía cáncer, todos lo conocen. Acudí a Lino en junio del 2001 por sufrir de cáncer de próstata con metástasis ósea en huesos iliaco y cabeza de fémur derecho. Tuve tratamiento desde abril del propio año y me colocaron sonda. Posteriormente por rayos X se sospecha también de nódulos en el pulmón derecho y se me detecta cardiopatía isquémica, por lo que recibo tratamiento de digoxina y nitropental. Se me indicó retirar la sonda el 30 de junio y si seguía sin orinar tendrían que perforarme la uretra. En ese mes acudí a Lino, por recomendación de una señora que fue curada por él de cirrosis hepática. Lino me indicó que no me hicieran la perforación. En agosto, luego de 9 sesiones de tratamiento (3 por semana), mi situación es la siguiente: no me había realizado más estudios médicos y había suspendido

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los medicamentos. Lino me dijo que yo tenía cáncer diseminado por todo el organismo que su tratamiento me iba a curar, así como lo del corazón. Lino me orientó que tomara como agua común un preparado de 3 raíces de marabú y una de bambú. Conseguí esas raíces hace un mes, pero no las he podido conseguir más. En esa fecha aún no estaba curado, había días que me sentía mejor y otros me sentía mal, pero sin dudas algo mejoré. Desde el 1ro. de agosto ya podía orinar sin la sonda. Confiaba que con la ayuda de Dios y siempre que esa fuera su voluntad, con Lino pudiera recobrar mi salud. Entregué una foto a Lino por si no podía asistir a la consulta para recibir tratamiento a distancia. En ese mes de agosto di muchas gracias a Lino por asumir como propio mi dolor y por el esfuerzo que hacía para devolverme la salud. Confíé en que más temprano que tarde lo lograría. Tuve un total de 50 sesiones de tratamiento con Lino hasta el 23 de septiembre en que me dijo que ya estaba curado. Me hice una placa de rayos X de cadera en esos días, dando normal. Tengo señalado para noviembre otras pruebas que incluyen tomografía. Los médicos están asombrados del cambio ocurrido en mí. Espero que las pruebas de noviembre den bien, pues confío en Lino. Muchas gracias por todo. Eduardo González Isa. Edad: 60 años. Calle Maloja 975, Cerro, Ciudad de La Habana, Cuba. Prefiero que de momento no se publiquen mis datos personales, aunque si este testimonio pudiera ser útil a otros hermanos no me opondré a brindarlos.

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Concurrí ante este gran médico por mi papá que estaba en fase crítica con metástasis en todo el cuerpo, en solo una sesión mi padre dejó de sentir dolor, se levantó de la cama y se sentó en perfectas condiciones, el cáncer era en la próstata. María Esperanza Torres, vecina de la calle 2da.. no. 79 entre A y Guachinanga, 21/12/05. El caso que ahora narro le sucedió a una amiga mía a mediados del año 2005. Su nombre es Mimi, entre 39 y 40 años de edad. Mimi

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padecía de cáncer en los riñones, los dos estaban ya en muy mal estado. Estuvo ingresada y tuvieron que operarla de apendicitis de urgencia. A raíz de esto le detectaron el cáncer y entonces comenzaron a mandarle pastillas pero estas hicieron que se hinchara. Mimi se enteró del doctor Lino en el hospital donde estuvo ingresada, fue a verlo y a partir de la tercera sesión comenzó a sentirse muy bien. En total se dio alrededor de 15 a 20 sesiones. El doctor le orientó que se hiciera los exámenes para que ella misma comprobara que ya estaba curada, y así mismo fue, el cáncer había desaparecido. Carmen Benítez Montano, 59 años. Benjumeda no. 661, apto. 1-A, entre Pozos Dulces y Almendares, La Habana. Teléf.: 873-3100. 03/03/06 Un tumor benigno de la mano derecha, de operación. El doctor Lino me hizo una consulta y cuando llegué a la casa ya había desaparecido. Le doy gracias y mucha salud para que siga haciendo la gran obra de curar. Gracias. Domingo Payan Pérez. Vecino de Santa Martha, Varadero. Diciembre de 2005. En agosto del 2001 me dirigí al doctor Lino por nódulo en la cuarta vértebra dorsal, fiebre, Hodgking (esclerosis nodular) en mediastino y pulmones, y tos. Tuve 22 sesiones de tratamiento por 4 semanas. En septiembre me encuentro mejor. Me realizaron una placa de columna donde no se observa ninguna lesión ósea y una placa de tórax en la cual se observa una gran mejoría. Opino que el doctor Lino está realizando una gran labor a favor de la curación de tantas personas que sufren por enfermedades y en especial destaco que a mi hijo además de mejorar su salud le ha hecho síquicamente mucho bien. Reinier Feria Hernández, 122 no. 4108 entre 41 y 43, Marianao, La Habana, Cuba. 09/01. Hace 6 años que vengo padeciendo de un fibroma de aproximadamente 9.4 cm, con un nódulo de 2 cm y un quiste de 8 mm. Todo

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esto se me reprodujo nuevamente pues había sido operada en 2 ocasiones anteriores. Comencé a tratarme con el doctor Lino, ya voy por la tercera sesión y ha desaparecido la inflamación pélvica, se me han quitado los dolores de cabeza, solo me queda una penita de dolor en el vientre. Mi pronta recuperación ha sido asombrosa y milagrosa. Continuaré tratándome con él hasta que esté completamente curada. Sumamente agradecida. Marielena Estrada Díaz, 38 años. Edif. E, apto. 11, Reparto Santa Mónica, Quivicán. Telef.: 42-690,10/2/2006 Hace años que vengo padeciendo de abundantes sangramientos durante la menstruación y dolores agudos con punzadas y calambres, que me atacaban las piernas. Era doloroso caminar, hasta que fui al médico por salir embarazada. En el ultrasonido detectaron múltiples nódulos fibromatosos, el mayor de los cuales medía 43 x 47 mm. Con testosterona se detuvo el sangramiento. El médico me aconsejó que me operara los nódulos después de parir. De eso hace ya 5 años. Acudí al doctor Lino. Me he dado 2 sesiones y ya en la primera ocurrió, diría yo, un milagro. Al cabo de más o menos 25 días expulsé un nódulo fibromatoso grande. Voy a hacerme esta misma semana un ultrasonido para corroborar todo cuanto me ha sucedido e informárselo al doctor santo y milagroso. La expulsión de este nódulo ocurrió cuando fui a orinar de noche, no sentí dolor alguno cuando este salió, con abundante sangre y un coágulo enorme, carnoso, de color oscuro. Después de esto he continuado expulsando restos de nódulos fibromatosos con un poco de sangramiento que al rato desaparece, es algo así como una limpieza. Me siento más liviana, como si me hubiera quitado un peso de encima. Realmente estoy muy contenta y animada ya que me libré de un salón de operaciones que tantas complicaciones puede traer. Ahora estoy segura que después que termine con este proceso purificador la hemoglobina me subirá y podré al fin realizar mi sueño: salir embarazada. Muy agradecida le estoy. Olga Guilarte Cremé, 39 años. Santos Suarez, no. 60, apto. 5, entre Rabí y San Indalecio. 15/2/2006.

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Vine a Lino por presentar un dolor que pensaba que era en el hígado, pero era un fibroma. He tenido un resultado satisfactorio, pues medía 83 mm. y ya mide 64 mm., me siento muy contenta y espero seguir con el tratamiento hasta que el fibroma desaparezca totalmente. Xiomara Ruiz Reinó, Pezuela s/n, Foxa y Chacón, Cojímar, Municipio Habana del Este, La Habana, Cuba. Teléfono: 97-0715 ext. 62 (farmacia). 11/12/01. Vine a casa de Lino desesperada. Llevaba 3 meses con fiebre de 39 a 40 grados. Me ingresaron en el Hospital Ameijeiras y me hicieron muchísimas pruebas incluyendo biopsia de médula, tomografía, etc., pero no lograron un diagnóstico. Lino en la primera sesión me diagnosticó un linfoma de Hodkings, la fiebre comenzó a desaparecer. Vine durante un mes todos los días y ahora vengo una vez por semana. Me siento muy bien. He recuperado las 20 libras perdidas y le doy gracias todos los días por haberme salvado. Yrelis Saroza Carvajal, Dirección 25 no. 162 esquina ave Infanta, Plaza de la Revolución. Teléfono 830 8565. Diciembre de 2005. Hace tres meses me atendí en el Oncológico por un lunar que había aparecido. Antes de hacer los exámenes que me indicaron he venido a 4 sesiones del doctor Lino. Hoy acudí al médico que me vio originalmente y al reconocerme no encontraba el tumor ya que está desapareciendo y es tan pequeño que ni se requiere el examen indicado. Silvia Peraza Novo. Ave. 55 no. 9004 entre 90 y 92, Guanajay, La Habana. Teléfono: 45-6733. 23/07/2002. Yo, Ana Gloria Milián, escribo mi testimonio aquí para el conocimiento de todos aquellos que de una forma u otra les pueda servir de bien. A mi me diagnosticaron un nódulo en un seno y varias adenopatías en las axilas en el mes de mayo por lo que tenía que

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ser intervenida quirúrgicamente para extraer el nódulo y realizar radical de axila. Después de haberme repetido el estudio médico dio negativo. Gracias a las manos prodigiosas de Lino Tomasén, ya estoy bien, no es necesaria la cirugía y me siento feliz. Ana Gloria Milián. Ave. 99A, no. 4013, entre 40 y 42, Lotería, Cotorro. 2/8/2006. Fui diagnosticado con un nódulo en la tetilla izquierda y me curó el doctor Lino. Gracias a él mi hijo de 3 años con una alergia terrible también fue curado en 10 sesiones (cura ­total). Noel Morera Cruz, Calle 17 no. 463 / E y F. Teléfono 832 0873. Diciembre de 2005. Presenté problemas al hablar, me fallaba la voz. Acudí al médico y me confirmaron nódulos en las cuerdas vocales, que tendría que operar próximamente. Gracias a Lino desaparecieron en 10 sesiones. Eternamente agradecida. Belinda Rodríguez Castillo. Pinar del Río no. 53 entre Virginia y Ruano, Rpto. Callejas, Arroyo Naranjo, La Habana, Cuba. 01/11/2002. Tenía un nódulo en dos cuerdas vocales. Me di tratamiento con el doctor Lino que me dijo que me los quitaba. Asistí a Lino 4 veces. Cuando vi a mi doctora, ella me dijo que los nódulos habían desaparecido. Alfredo Fumero Peraza. Ceiba del Agua. Diciembre de 005. A mi esposa Jackelín le salió un quiste en el ovario que a veces la molestaba y le propusieron operación. Desde que Lino la tocó quedó curada totalmente en 3 sesiones. Ulises González Moreno, esposo de Jackelín. Concordia no. 416, Centro Habana, La Habana. 15/07/2002. Al acudir a la consulta en septiembre de 2001 tenía un quiste en el ovario derecho con membranas y tabiques de 5,4 cm. de diámetro.

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Tenía dolor constante pero leve. A las 4 sesiones en 15 días de tratamiento con Lino, ya los síntomas habían desaparecido. Ya no me daban los dolores y al volver a hacerme el ultrasonido el quiste medía 1,5 cm. y no tenía ni membrana ni tabiques. Debo hacerme el último ultrasonido en dos meses, pero yo sé que el quiste que iba a ser operado inmediatamente en aquel entonces, ya habrá desaparecido. El doctor Lino posee un Don que Dios le ha dado para beneficio del mundo. Yo doy gracias por haberlo conocido y por tener la oportunidad de ser atendida por él y por creer en él. Mayelín Verdecia Carballo. Edad: 21 años. Telef.: 862-2189. Reina 404, apto. 10, entre Gervasio y Escobar, Municipio Centro Habana, Ciudad de La Hababa, Cuba. 13/1/2002. Por este medio doy a conocer que el doctor Lino Tomasén me redujo un quiste ovárico que medía 83x74 mm. Me iban a intervenir quirúrgicamente, pero al hacerme un segundo ultrasonido solo medía 28x28 mm., por lo que decidieron no operar. Aida Almeida. Lealtad no. 313 entre San Miguel y Neptuno, Centro Habana, La Habana. 25/05/2002. Tenía un quiste muy grande en el seno. La doctora que me atendía me habló de la posibilidad de operarme y hasta de mandarme una mamografía. Conocí de la existencia del doctor Lino y fui a verlo. Me ha dado 16 sesiones y el quiste ha reducido el tamaño de manera asombrosa. La doctora se quedó sorprendida y no se lo explica, me dijo que ya no tenía que operarme ni hacerme la mamografía. Elena Aguilar García, 42 años. Ave. 15, no. 40401, Banes, Caimito. 02/02/06. Tenía 3 quistes, uno de 9 cm. en el ovario izquierdo y dos de 3 cm. en el derecho. Llevaba dos años con este padecimiento que me pro-

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vocaba hemorragias abundantes y muchos dolores, hasta que una compañera de trabajo me habló del doctor Lino. Me di 5 sesiones con este maravilloso doctor, ya a la tercera sesión experimenté alivio, no volví a sentir más dolor. Después de concluir las 5 sesiones me hice un ultrasonido y para sorpresa mía y del médico los tres quistes habían desaparecido. Me siento realmente muy contenta y satisfecha por esta gran bendición. Mis saludos y respetos. Bárbara González Tomás, 43 años. Calle 44, s/n, “Finca Husillo”, Marianao. 23/2/2006. Tenía un quiste fulicular en el ovario derecho, sangramiento y cistitis al orinar. Gracias a Lino todo eso desapareció. Marta Sánchez Paula. Calle 246 entre 31 y 33 A, Edif. 210, apto.14, San Agustín, La Lisa, La Habana. 23/05/2002. Mi niño tenía astrocitoma de segundo grado en el tálamo cerebral, cuando lo traje a la consulta el tumor había crecido a pesar del tratamiento de radioterapia (fueron 32 sesiones) por lo que había que operarlo. El doctor Lino le dio 14 sesiones de tratamiento por lo que a la hora de la operación, el tamaño del tumor era menos de la mitad. El tumor no se pudo erradicar mediante operación por el lugar en que se encuentra, seguimos trayendo al niño a Lino. Pilar Bazán, madre del niño, Calle Heredia, no. 58, Bayamo, Granma. Diciembre de 2005. Doctor Lino Tomasen Vera es un hombre maravilloso. Hace años lo visito por diversas dolencias. En marzo de este año mi esposo José E. Cuesta tuvo una caída en su trabajo que le provocó rotura casi total del triceps del brazo izquierdo. Le informaron que debía operarse, aunque quedaría limitado de ese brazo. Lo traje a ver a Lino y éste le mando a quitarse el yeso a causa de la inflamación que tenía en la mano y el brazo. Lino lo frotó con sus manos y ese mismo día se le bajó la inflamación. En el ultrasonido le habían

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visto que tenía los ligamentos del tríceps como hilachas. A los 15 días de ver a Lino se hizo otro ultrasonido y se vio que todo estaba ya compacto de nuevo. No hubo que operarlo y ya comenzó a trabajar sin ninguna secuela. De igual forma luego de tratarse con Lino le ha desaparecido todo signo de haber tenido un infarto, que había sucedido en 1998, del cual le salían las marcas en todas las pruebas que le hacían y ahora al hacerle un ecocardiograma, un electrocardiograma y placa en el 2005 aparece que el corazón está tan normal como el de una persona que no hubiera tenido infarto. Mi hijo José A. fue atendido por Lino en julio de este año 2005 por fractura de clavícula en el brazo izquierdo que los ortopédicos le habían dicho que era de operación. Lino lo atendió y ha quedado normal, hace todo tipo de esfuerzos y trabaja. En mi caso Lino me trató por anemia, la vesícula, artrosis y por grandes pérdidas de sangre (durante 56 días) por conducto vaginal que me atendí con diversos tratamientos ginecológicos sin resultado. Me colocaba pedazos de toalla que en menos de media hora debía cambiar por estar empapadas en sangre y con coágulos del tamaño de una yema de huevo. Al ver a Lino en solo 4 sesiones se me retiro el sangramiento por completo sin medicamentos y estoy pasando normal la etapa de climaterio. En el día de ayer 7/12/05 vine con un fuerte ataque de sacrolumbagia, fuerte dolor en las piernas que apenas me permitía caminar (llevaba así más de una semana) y en la sola sesión de ayer desapareció el dolor de todos los miembros y solo me quedan algunas molestias. Mi hija Susana Lara Barranco, 15 días antes de tener su hijo tenía 8 de hemoglobina, le traje una foto a Lino y Lino le pasó la mano (5 o 6 sesiones) y cuando fue al salón (pues era cesárea) entró y salió del salón de operaciones con 12 de hemoglobina. También la atendió de un absceso en su seno izquierdo, que le iban a operar en el Hospital Oncológico y no fue necesario pues el se lo curó. A mi nieta Karla Domínguez de 6 años, el 28/12/2000 se le presentó un cuadro cardiópata con dolor fuerte en el pecho y el pulso con más de 132 pulsaciones por minuto. Determinaron operarla y 17 días antes, se la traje a Lino. Le dio 17 sesiones y

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cuando fue al salón los médicos se maravillaron al observar que ella con 30 libras menos de peso, con problemas inmunológicos de nacimiento, padeciendo un síndrome de Tunner, resistió la operación y salió del salón hablando con los médicos, con una fortaleza similar a la de una persona con mejor desarrollo orgánico. Por todo ello nuestro agradecimiento y veneración a Lino. Bárbara Barranco, Porvenir 130 entre Bouza y Aguilera, 10 de Octubre. Teléfono 699 5066 (Tamara y Susana, mis hijas). Diciembre de 2005. Confirmado en junio de 2007 con Susana Lara. En octubre de 2001 me enfermé de hipoplasia medular y neuropatía sensitiva-motora (periférica). Tenía las plaquetas bajas. Estuve 20 días ingresado en el hospital “Calixto García”. También estuve ingresado tres meses en el hospital “Miguel Enríquez” debido a la neuropatía. En enero de 2004 me dio un infarto que me produjo una cardiopatía isquémica (T-Invertida). En estos años que sufrí la enfermedad no salí de mi casa, sólo al Hospital “Miguel Enríquez” que estaba a 8 cuadras. Cuando salía me desmayaba, los dolores en las piernas eran terribles, en el resto del cuerpo también me dolía, aunque en menos grado, tenía impotencia total, mucha inapetencia, triglecéridos altos (8.3), tenía que vivir con medicamentos, los malestares y mareos eran constantes, sufría de severos estreñimientos, me administraron vitaminas B1, B6 y B12, la hemoglobina estaba por el piso, las plaquetas bajas... No tenía ganas de vivir, se dice y se lee muy fácil pero fueron 4 años así sin vida. Así fue hasta que mi esposa comenzó a llevar mi foto a Lino y posteriormente pude asistir personalmente a la consulta. Lino me curó, ahora volví a vivir. Diciembre de 2005. Ya no se manifiestan la cardiopatía ni la neuropatía. Los médicos no comprenden cómo me curé. La hemoglobina ha subido. He seguido acudiendo al consultorio de Lino, aunque con poca frecuencia, sobre todo cuando hay mucho calor. Estoy bastante estable, no he tenido que ingresar más al hospital. De la hipoplasia estoy estable. En 2006 tuve un dolor de estómago muy fuerte

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y los médicos no sabían que tenía, me mencionaron una posible cirugía para encontrar la causa. Lino me diagnosticó que era giardiosis y me lo curó al momento. Junio de 2007. José M. Quintero Fernández, 55 años, Calle Serafines, no.168 Altos, entre Flores y San Benigno, Cerro, Teléf.: 870-3348. Diciembre de 2005. Actualizado en junio de 2007. He resuelto diversos procesos de estrés, dolor en los huesos y procesos infecciosos renales, mediante las sesiones con el doctor Lino Tomasén. Sus tratamientos han sido muy eficaces. He equilibrado la tensión arterial. Lic. Caridad Valladares. Via Blanca, no. 4844, entre Puente de Martín Pérez y Rotonda de Guanabacoa, Guanabacoa, La Habana. Diciembre de 2005. Visité a Lino el año pasado por dolor de cintura debido a una hernia discal. En solo 5 consultas fui curado. Un familiar mío fue operado de vejiga 2 veces y cuando el médico le hizo la citoscopía tenía problemas otra vez, también tenía dolor en la próstata. Fue ahí donde decidí traerlo a este máster de la ciencia. Tuvo 5 sesiones, repetida la citoscopía todo dio perfecto, agradecido eternamente del doctor Lino. Norberto Delgado García, Camarioca, Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005. Tuve un accidente hace 6 años y vine a ver al doctor Lino. Tenía problemas con los ovarios, la cervical y las articulaciones. Desde que entré a ver al doctor, este no me dejó hablar, me dijo del accidente y que me iba a curar. Quedé impresionada. Me di siete sesiones y la mejoría que experimenté fue asombrosa. Miladys Laguardia Rodríguez, 32 años. Ave. 29, no. 7005, entre 70 y 72, San Antonio de los Baños, Habana. 03/03/06.

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Vine a ver al doctor Lino por un nódulo que me detectaron debajo del brazo. Sufría, además, de hipertensión, no dormía bien y me sentía un poco deprimida. Desde que empecé con este santo doctor mi presión se estabilizó, duermo todas las noches tranquilamente, el nódulo desapareció. Me siento muy bien. Lucinia Jiménez Gorrín, 70 años. Compostela, no. 775, entre Jesús María y Merced. 02/02/06. Vine a ver a Lino por gastritis y úlcera, un foco epiléptico que me provocaba fuertes dolores de cabeza y retención de líquido por mal funcionamiento de los riñones. Me tomaba a diario 6 cimetidina, una levotiroxina y 3 furosemidas, además de utilizar calmantes fuertes, inyecciones y sueros para los dolores de cabeza que me daban. Voy por 4 sesiones con Lino y en la primera ya sentía alivio total. Ese mismo día pude comer pizza y no me dio ni acidez ni tuve ardentía en el estómago. Se me quitaron los dolores de cabeza, no estoy tomando medicamento alguno. Reina Alicia Vázquez Ayala, 40 años. Ave. 21, no. 1410, entre 14-A y 16, Jaruco, Provincia Habana. Teléf.: 87-4059. 08/02/06 Conocimos de Lino por un vecino de Sagua la Grande que él curó de cáncer en la columna. Después curó a mi hermana mayor de un quiste maligno en la garganta. Entonces con fe en él decidimos traer a la niña Adriana Couto Abad, con 14 días de nacida cuyo padecimiento es síndrome de Down. Ha recibido 6 sesiones y ya a partir de la cuarta sesión hemos visto mejoría, los rasgos de la niña están más normales y realmente estamos muy contentos y satisfechos, seguros de que el doctor Lino la va a curar. Que Dios bendiga esas manos santas y milagrosas. Amén. Testimonio sin fecha. La niña mejoró desde que Lino le dio energía. Las facciones mejoraron, la cabeza no se le vira, sabe mucho, es muy activa. Los dientes le brotaron en tiempo, camina bien. En el hospital “Pedro

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Borrás”, donde se atiende, están asombrados de su mejoría y de su rápido aprendizaje. Junio de 2007. Amarilis Abad (madre de la niña). Santa Catalina no. 9 entre Delicias y Buena Ventura, Lawton, Teléf. 698-1671. Testimonio original sin fecha. Confirmado en 2007. El niño tuvo una crisis de sus amígdalas atrofiadas. Querían operarlo y en pocas sesiones mejoró tanto que cuando lo vio de nuevo la especialista, dijo que no había que operarlo, que con un tratamiento resolvía. De eso hace ya cerca de un año y no ha tenido más crisis. Dayron Edwin Expósito Arias de 11 años. Calle I no.411 esquina a 21. Diciembre de 2005. Hace 2 años mi hijo de 4 años fue visto por el doctor Lino Tomasén en su consulta. El niño tenía bajo peso y constantemente se enfermaba de la garganta. Después de tratarlo Lino en varias ocasiones, el niño comenzó a recuperar el apetito, se elevó su nivel inmunológico y hoy es un niño saludable. Gracias, doctor Lino, sus conocimientos y el amor con que lo trató. Yaneisy Rodríguez. Ave. 9na. no. 22206, Playa, La Habana. 15/07/2002. Vine a ver al doctor Lino por un abultamiento en el glúteo izquierdo en la zona sacro-lumbar, que me provocaba dolor al momento de sentarme y pararme. También padezco de diabetes desde hace aproximadamente 10 años. La cervical la tenía en mal estado, y me provocaba mareos y malestar general. En estos momentos voy por 4 sesiones y ya en la segunda comencé a experimentar la mejoría, el abultamiento ha disminuido muchísimo. Ya puedo caminar y levantarme sin ningún problema, no siento dolor. La cervical ya no me molesta, se me quitaron los mareos y en cuanto al azúcar, me sube muy poquito, a diferencia de antes, pues cuando comía un poco más de lo debido se disparaba. Ahora me encuentro en sentido general mucho mejor. Continuaré

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dándome las sesiones con este santo y milagroso doctor hasta que esté completamente restablecida. Me siento muy contenta y esperanzada. Muchísimas gracias. Pilar Jimenez Gorrín, 62 años. Calzada no. 957, entre 8 y 10, apto. 501, Vedado, La Habana. 17/2/2006. A Mailín Puig Cruz, después de dar a luz se le presentó una fuerte infección de los riñones, subida de presión, falta de aire y una abundante pérdida vaginal al punto de llegar a terapia intensiva. Pasé por Lino y me dijo que ella mejoraría, ese día cuando regresé estaba muy bien a pesar de dar el parte de grave y al otro día dado de alta, hoy se encuentra bien. Los médicos aun no han sabido que es lo que tenía. En dos días salió. Reynaldo Jimeno Gurla. Calle 4ta. entre G y Calzada de San Miguel. Teléf.: 866-0710. Estaba desahuciada por osteocondritis (inflamación en las costillas que oprime el esternón) y cardiopatía isquémica y además de eso era diabética. No podía hacer ningún esfuerzo físico ni tan siquiera limpiar; me daban dolores en el pecho y en el medio de la espalda, no podía caminar ni dentro de la casa; el médico decía que el dolor que tenía era muy parecido al del infarto, que cuando me diera tenía que pararme. Gracias a Dios vine a tratarme con el doctor Lino, ya voy por la séptima sesión, y a partir de la tercera he ido mejorando. Ya camino, no me falta el aire ni me da dolor. Estoy estabilizada con la diabetes. Dolores Caridad González Santana, 69 años. Calzada de Managua no. 584 esq. Duany, Mantilla, Arroyo Naranjo. La Habana. 28/2/2006. Cuando acudí al doctor Lino por primera vez en junio del 2001 sentía decaimiento general al punto que siempre deseaba estar acostada. No tenía ánimo ni para salir a pasear. Estando en el trabajo sólo pensaba en llegar a la casa y acostarme. Desde la primera sesión de energía que recibí todo cambió. Comencé a salir, mi ánimo es

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inacabable, y siento entusiasmo ante las tareas que realizo. También desapareció una gastritis que era constante y se normalizó mi presión arterial. Hacía años que venía sufriendo de presión alta y tomando medicamentos de forma periódica. No hizo falta tomar más, estoy con la presión muy estable. He continuado asistiendo a la consulta de Lino de vez en cuando y soy una nueva persona. María B. Romero Franco. Ave. 25 Edif. 309 apto.30, Lisa, Ciudad de La Habana, Cuba. 07/07/2002. Una tarde me sentía muy mal, con fiebre alta, temblores y dolor en los huesos. Salí a la calle y me encontré con el doctor Lino que estaba fuera de su casa. Me revisó y me dijo que tenía dengue. Me hizo varias cosas en la calle y cuando me soltó ya no sentía dolores. Los temblores desaparecieron y la fiebre bajó. Gracias al Padrino, como le digo cariñosamente, por haberme curado de tan grave enfermedad sólo con sus manos. Juan Manuel Vázquez. Calle Concordia no. 416 entre Gervasio y Escobar, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 16/07/2002. Al ir a la consulta del doctor Lino tenía un dolor grande en los dos brazos, entumecimiento de estos y de las manos, no podía mover la cabeza ni subir los brazos. Desde que el médico me tocó me curó. Agradecida. Norma Linares. Edificio F, apto. 18, Reparto Van Troi, Caibarién, Santa Clara, Cuba. 11/12/2001. Con un diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófica el 3 de enero de 2002, que me provocaba pérdida de fuerza en los brazos, problemas al tragar, problemas de respiración, fasciculaciones y cansancio, dolor de cintura e incapacidad de permanecer tumbada hacia abajo, acudí al doctor Lino Tomasén en La Habana el 12.7.2002. Después de 24 sesiones excepto las fasciculaciones y la fuerza de los brazos, mejoré notablemente el resto de los síntomas. A la vista de los resultados y si continúan así, volve-

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ré dentro de 6 meses para acelerar la recuperación. Eternamente agradecida. Elena Fernández Iturrioz. Edad: 42 años. Ondarroa (País Vasco) C/ Artibar 14. Teléfono: 946832915. 23/07/2002. Diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica el 11 de febrero de 2002 que me provocaba problemas de respiración, atrofia de la mano derecha, de la pierna derecha (debía usar férula y bastón) y fasciculaciones, acudí al doctor Lino Tomasén en La Habana el 12.7.2002. Después de 24 sesiones, hay una sensible mejoría en la fuerza de la mano derecha, mejora notable de la respiración y mejoría de la pierna derecha, anulando la férula y el bastón. Las fasciculaciones se han reducido notablemente. A la vista de los resultados y si continúan así, volveré dentro de 6 meses para acelerar la recuperación. Eternamente agradecido. Pedro María Burgoa Arakistaín. Edad: 53 años. Ondarroa (País Vasco) C/ Arta Bide 20-5. Teléfono: 946831706. 23/07/2002. En octubre del 2001 me dirigí al doctor Lino pues mi niña empezó a padecer espasmo del sollozo desde los 6 meses de nacida. La estaba atendiendo en el Hospital William Soler y los médicos no daban con lo que tenía. Durante una semana la llevé a 4 sesiones de tratamiento con Lino y ya desde la primera sesión la niña había mejorado. Al parecer fue un milagro. La niña se llama Arlemis Brizuela Álvarez. Edad: 2 años. Avenida 85 no. 13634 entre 136 y 138, Marianao, La Habana, Cuba. 26/11/2001. Cuando acudí a Lino tenía una herida abierta que estaba aparentemente cerrada y él determinó la presencia de un estafilococo que no había sido detectado, además casi no podía caminar, tenía que usar muletas. Después de tres sesiones ya no tuve que usarlas, solo en lugares donde hay mucho público, pues me falta un tendón. Estoy haciendo una vida normal, incorporada al trabajo,

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con las limitaciones propias de mi situación. La herida la sufrí en un accidente automovilístico, y sin hacer sesiones de fisioterapia, solo con las sesiones de Lino mejoré. Considero que Lino es un caso atípico porque pocas son las personas que poseen un don y lo combinan con conocimientos científicos sólidos. Caridad Rojas. Edad: 37 años. Campanario no. 209, Centro Habana, Ciudad de la Habana, Cuba. 16/1/2002 Mi hijo padecía de un herpes en la boca que, según los médicos, no tenía cura. Acudí a la consulta de Lino desesperada y con su tratamiento se curó totalmente. Marta Sánchez Paula. Calle 246 entre 31 y 33 A, Edif. 210, apto.14, San Agustín, La Lisa, La Habana. 24/05/2002 Desde los 18 años mi hijo padece de presión alta. El doctor Lino le dio siete sesiones de tratamiento y no ha tenido más problemas. Dejó de tomar Clortalidona y Atenolol, medicamentos que tomaba desde hacía 2 años. Se mantiene con presión arterial de 110 con 70. Le doy las gracias Lino, y lo venero. Dinora González García, madre de Alexander Luis Martínez González, edif. 887 apto.1 Rpto. Guiteras, La Habana, Cuba. Telef. 768-0671. 17/07/2002. Paciente de leptospirosis, aún padeciendo de la enfermedad, lado derecho seco e inválido. Los médicos agotaron los recursos. Llegó a tener la piel de color amarillo y descompensado el azúcar. A las 3 sesiones con Lino se levantó de su silla. Al mes de tratamiento con Lino fue dado de alta. La madre también se atendió pues tenía dolor en un seno que no le permitía levantar el brazo. Con solo una sesión resolvió el problema. Raynel Calas. Arroyo Arenas, calle 23 esquina a 270 no. 3117. Diciembre de 2005. Acudí al doctor Lino el 3 de octubre del 2001 por padecer de leucemia mielomonocítica crónica, con anemia hemolítica autoinmune

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y un ganglio inflamado en la axila derecha, que según la biopsia, tenía infiltración de blastos. En esos momentos estaba en tratamiento con citostáticos porque la enfermedad se había acelerado y casi había caído en fase aguda. Yo estaba muy deprimido viendo que empeoraba lenta pero inexorablemente. Me habían mandado a darme radiaciones en el ganglio y lo más probable era que tuviera que recibir un tratamiento de citostáticos en un “cuarto aislado”. Hasta hoy 26 de noviembre he tenido 23 sesiones de tratamiento con Lino por 5 semanas. Mi estado de ánimo ha mejorado considerablemente. La inflamación del ganglio desapareció por completo sin ninguna dosis de radiación. Aclaro que yo me mantuve aproximadamente dos semanas con citostáticos y luego recomencé tratamiento con interferón, que lo había iniciado antes de tener la recaída y venir a ver a Lino. Hasta el momento no he tenido que hacer tratamiento en “cuarto aislado” y yo siento como mi cuerpo está más fuerte, que mi organismo resiste mejor. Pienso que el proceso sea de varios meses para curarme. Marcos Aurelio Díaz Díaz. Edad: 29 años. Santa Catalina no. 312, esquina a Cortina, Víbora, Municipio 10 de Octubre, La Habana, Cuba. Teléfono 41-5762. 26/11/2001. En febrero del 2001 se me diagnosticó VIH-SIDA. En ese mes los CD-4 estaban en 365 con 15%. En junio acudí a Lino. En julio los CD-4 descendieron a 180 con 11%. 15 días después ascendieron a 298 con 13%. En noviembre ya el conteo de células CD-4 arrojó 610 con 18%, sólo con las manos de este hombre, sin tomar medicamento alguno. No hay palabras para describir el poder de sus manos. Osniel Pérez Pérez, Compostela no. 530 entre Brasil y Muralla, Habana Vieja, La Habana, Cuba. 6/11/2001. En julio del 2001 acudo a Lino por asma crónica de tercer grado, acompañada de enfisema pulmonar, insuficiencia cardiaca crónica y de hipertensión arterial. Padezco de asma desde hace

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64 años, por lo que reconozco que Lino necesitará tiempo para curarme, pero hoy tras recibir 6 tratamientos distribuidos entre 13 semanas he sentido mejoría y la frecuencia de las crisis se ha alargado, por lo que tengo la esperanza de algún día dejar de ser una enferma. Melvia Galán Ortuño, Ave Independencia edificio 315-B apto 16 entre 12 y 14, Reparto Martí, Cerro, Ciudad de La Habana, Cuba. 22/10/2001. Desde que nació mi hija, ha tenido problemas respiratorios. Ha estado ingresada por asma grave en 4 ocasiones. Desde que traje a mi niña con Lino estoy muy satisfecha de su recuperación. Ahora está sin tratamiento médico convencional. Sólo la traigo a sesiones de tratamiento con Lino. Martha Elina Rodríguez Mejías. Calle 10 no. 509 entre 21 y 23, Vedado, Plaza, La Habana. 23/05/2002. Padecía de asma desde la edad de 1 año. Me hicieron todo tipo de pruebas en el Hospital Reyna Mercedes en la Habana. Era alérgica casi a todo, desde comidas hasta el polvo y los perfumes, por lo que casi toda mi vida la pasé cohibida de muchas cosas. Tengo 54 años de edad y en el mes de octubre del 2005 conocí del doctor Lino y me puse en sus manos y puedo decir que desde esa fecha no he tenido asma, ni siquiera falta de aire. No hubo medicamentos y todo gracias al doctor Lino. Omaida Puerto Martínez. Dirección: Edificio 4, apto. 7, Zona de Desarrollo, Güines, La Habana. Diciembre, 2005. Soy asmática y padezco de alergia desde los dos años de edad. A los 12 años me enfermé con dermatitis atípica y me infecté con estafilococo coagulasa negativa. Oímos comentarios sobre Lino que lo curaba todo, hasta lo imposible y fui allí. Desde el 28 de julio del 2005 estoy asistiendo a la consulta y no he tenido más problemas con el asma ni con la dermatitis. He mejorado mucho.

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Le recomiendo a las personas que estén enfermas que vayan con él que lo cura todo. Dayana de las Mercedes García Himeliz, calle Barbería no. 20, apto 1, entre Estévez y Universidad, Cerro Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005. Visité a Lino por neumonía frecuente, crisis de asma (4 a 5 veces en el año) y otras dolencias. Puedo decir que desde el primer día he sentido la mejoría y no he sufrido más crisis de asma. Recuperé el apetito y he aumentado de peso. Caridad Espinosa Baudón. Ave. 27, no. 2614, Catalina de Güines, Prov. Habana. Diciembre de 2005. Estimado doctor Tomasen: Me ha de recordar por las visitas que he hecho a su oficina en el mes de mayo cuando le solicité consulta para curar mi problema respiratorio (asma). Hice el viaje a Cuba después de haber leído un artículo que apareció en el Chicago Tribune (envío copia del artículo). Decidí hacer 3 visitas consecutivas en 3 días seguidos a su consultorio. Desde aquel día yo me he sentido mejor, sin embargo, creo que todavía puedo mejorar mi estado de salud. Por esta razón lo estoy contactando nuevamente. Por este medio le solicito sea tan amable de realizar esta consulta a larga distancia, ya que por el momento me es imposible visitarle. Entiendo por el artículo que ese es uno de los servicios que usted puede brindar. Mi solicitud es que usted se concentre el el problema de asma, como lo hizo cuando lo visité en La Habana. Acepto y reconozco su trabajo y profesionalismo y estoy convencido de los excelentes resultados que he tenido. Le proveeré de los avances que tenga en las próximas semanas. Roger A. Ragland, Chicago, Illinois, U.S.A. (Se adjunta foto). Año 2001. En marzo de 1998 acudo al doctor Lino. Padecía de asma, sufría de crisis frecuentes. Las pruebas respiratorias orientadas por el neumólogo arrojaban que tenía rendimiento físico por debajo del

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patrón normal y signos espirométricos de enfisema pulmonar. También padecía de dolores de columna y problemas digestivos (diarreas, vómitos, acidez) aunque la gastroscopía que me hice no dio muestras de nada anormal. Luego de 5 sesiones de tratamiento durante una semana, mi estado de salud es excelente, el asma desapareció totalmente Mi rendimiento físico y mi capacidad respiratoria están por encima del nivel normal. Mi salud se ha potenciado hasta niveles que nunca creí alcanzar. Los problemas digestivos desaparecieron a partir de tomar un preparado de hierbas que Lino me dio. Vomité cosas raras. El me dijo que eso era un bilongo que me habían dado. Los malestares de columna también desaparecieron. Desde mi primera consulta aprecié las grandes cualidades de Lino como sanador, con una capacidad energética muy grande y única, puesta en función de los enfermos de mente y cuerpo. Desde ese día no dejé de ir a su consulta pues me interesaba aprender de él. Le estoy eternamente agradecida. Lino también curó a mi madre en dos sesiones de una osteocondritis tan fuerte que hasta se orinó y perdió el conocimiento. En la primera sesión el dolor desapareció en un 95% y ya en la segunda mi madre volvió a ser la misma. A los pocos días se le fracturó el escafoide carpiano y nuevamente acudió a su consulta. En 3 sesiones tuvo una total mejoría sin necesidad de yeso. Mi sobrina tiene el síndrome de Rett. Esta enfermedad le provocaba apraxia, ataxia, pérdida de coordinación en el uso de las manos, autismo, problemas digestivos, trastorno del sueño, la mirada perdida, etc. A lo largo de varios meses de tratamiento hubo una mejoría de sus problemas digestivos, su mirada está más encontrada, ya duerme normalmente y está más fuerte físicamente. Imilka Nardo Prieto. Edif. 314 apto 4. Reparto Camilo Cienfuegos, Habana del Este La Habana, Cuba. Teléfono 768-2669. 16/09/2001. Al asistir el paciente a la consulta en el policlínico, le fue diagnosticada bronconeumonía. Tenía dolor de cabeza, poco apetito, estaba bajo de peso, además casi no podía hablar, pues tenía mu-

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cho decaimiento. También padecía de asma. En solamente 5 sesiones de tratamiento con Lino desapareció la bronconeumonía, los dolores de cabeza y el asma no han vuelto a aparecer. Tanto el paciente como toda la familia estamos agradecidos, además de sorprendidos de que en tan breve tiempo el doctor haya puesto en pie a una persona que estaba tan mal de salud. Vitalia Monsegue Chávez. Finca Tamarindo, Quivicán, Provincia Habana, Cuba. 23/1/2002. En noviembre del 2001 me atendí con Lino por padecer de cataratas, más aguda en el ojo derecho, sin haber tenido tratamiento anteriormente. A partir de la tercera sesión comencé a sentir mejoría y actualmente gozo de buena visión en ambos ojos. En total fueron 11 sesiones en 2 semanas. Considero que el tratamiento ha sido efectivo, lo cual he podido experimentar personalmente. Jorge Delgado Fuentes. Edad: 70 años. Calle 13 no. 1357 entre 24 y 26, Plaza, La Habana, Cuba. 11/12/01. Refiere que tiene a su padre de 74 años operado de catarata senil y que no resolvió la visión después de la operación. La doctora oftalmóloga le planteó que su padre tenía además glaucoma y atrofia de ambos nervios ópticos, lo cual le provocaría una ceguera total y definitiva. Con ese cuadro acudió al doctor Lino y con sólo dos sesiones su padre comenzó a recuperar visión y hasta la fecha no ha tenido más dificultad para ver. Milagros Guanchi. Calle 60 no. 3101 entre 31 y 33. Playa. La Habana. El doctor Lino trató a mi hija Ariadna la miopía y se curó en un período bastante corto. También el asma, que no le ha vuelto más, por lo que le agradezco eternamente su ayuda. Mamá de Ariadna de la C. Valdés. Fernando no. 575 entre Jústiz y Carlos. La Habana. 23/05/2002.

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No hay que desanimarse ni aún en tiempo calamitoso; porque con constancia se puede llegar a puerto de salvación, como el mercader que, naufragado en el mar, desea atravesarlo aunque sea con la nave rota. El PANCHATRANTA, India, Siglos IV a VI a.n.e.

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Epílogo

Lino es un caso muy especial. Es un libro abierto para quien desea conocer el amor hacia el paciente, para quien desea ver con sus propios ojos qué es un sanador, para disfrutar todo lo que sucede en ese pedazo de calle, ... para salvarse, si le han pronosticado que su enfermedad no tiene remedio. Conocer a Lino es conocer la historia de la medicina, aprender de folklore, es descubrir que hay un médico que se pasa horas y más horas de pie dando su energía y salud por los demás, sin descanso, sudando, absorbiendo esa energía negativa que todos traen y que generalmente es muy fuerte, pues muchas veces se acude a este sanador cuando se ha agotado la gestión de la medicina oficial. El haberlo conocido ha representado en mí un cambio en la actitud ante la vida y me ha permitido comprender muchas cosas asociadas a la filosofía de la vida. Estar en su consultorio me ha permitido conocer acerca del inmenso agradecimiento de sus pacientes, algo que no se puede expresar en unidades de medida.

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Nuestra mente del siglo xxi tan analítica, no puede procesar lo que no tiene explicación científica. Pedir a Lino que demuestre cómo es que cura, es algo similar a pedir a la teología que demuestre la existencia del átomo. Sin embargo es muy fácil constatar que la gente sale en su inmensa mayoría con una sonrisa en los labios, con una fe en su definitiva curación. Siento una gran satisfacción por colocar este libro en sus manos, por hacer pública toda esta información que he logrado recopilar. Me sentiré muy feliz al observar que el doctor Lino Tomasén Vera, especialista de Primer Grado en Medicina Interna y sanador innato es conocido por todo el mundo como él se merece. Quisiera con este libro rendir un modesto homenaje a todos aquellos que en Cuba y en todo el mundo ayudan a sanar al prójimo, desde el investigador de más alto nivel y el médico especialista hasta quienes curan con sus manos, con plantas, con brebajes, con humo, con masajes, reikistas, curadores pránicos, en fin, sanadores con todo tipo de métodos. También enfermeras, fisiatras y otros trabajadores de apoyo en el logro de la salud humana. Además, deseo reconocer el anónimo e importante papel que juegan los acompañantes de los enfermos en los hospitales y casas, nunca he leído una expresión de gratitud a estos últimos. Todos tienen algo en común: el amor hacia los enfermos. Y para finalizar, una expresión en idioma Aonikenk, de los aborígenes de La Tierra del Fuego, Ushuaia, Argentina. Esta es aún muy usada por los pocos descendientes que quedan y la recibí de uno de ellos, mi amigo Francisco Barrera. La frase es: “Mari Mari Peñi”. Su significado es: “Que todo lo que hagas con tus manos, tu corazón y tu cabeza, sea con éxito”.

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