Masaje Celta Iolair Faol

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MASAJE CELTA (DRUIDICO) Y LOS TRES CALDEROS

Iolair Faol

Preliminar

Sobre el término “Tradición”

Algunas personas que vayan a leer el presente trabajo, estarán “a priori” predispuestas contra él, ya que en la Tradición celta, o si se prefiere en la Tradición druídica, no existe ningún legado que nos relate como era el masaje celta o describa cómo funcionaban esos teóricos calderos con los que se titula el presente trabajo. Por ello, en los párrafos que siguen, me centraré a modo de aclaración, más que en la palabra, en el concepto, tal y como suele usarse en el Paganismo y concretamente en el Druidismo, cuando se emplea el vocablo “Tradición”, con mayúscula, haciendo referencia a un conjunto de creencias, e hipotéticas o reales prácticas antiguas, que constituyen de por sí un legado, el cual se transmitió especialmente por vía oral, y también escrita. Obviamente cada orden o grupo druídico pone matices a su concepto y algunos grupos afirman incluso ser sucesores de un legado que les ha llegado hasta nuestros días, sin interrupción y sin alteración por vía clánica, es decir, de padre o madre a hijo, de abuelo o abuela a nieto, etc. Otros, alegan que su Tradición, es un conjunto de actitudes, pautas, enseñanzas, ritos e incluso “poderes” que se han ido transmitiendo paulatina y selectivamente de unos individuos, a solo otros ciertos individuos iniciados. Otros, menos pretenciosos, manifiestan que la Tradición es un saber hacer y un saber estar, que se ha transmitido desde tiempos lejanos, y los más pragmáticos afirman que la Tradición, es un conjunto de leyendas, historias y mitos, que han sobrevivido a diversas aculturizaciones, que aunque nos 2

han llegado alteradas, se pueden entresacar las esencias de sus creencias y vislumbrar el trasfondo de la cuestión. Con otras palabras, podría decirse que estos últimos entienden la Tradición, tal y como expresó, acertadamente en mi opinión, René Guénon: “como un conocimiento que fluye a través de las generaciones, desde tiempos inmemoriales, conocimiento invariable en cuanto al fondo, pero siempre renovado en cuanto a sus formas”. En realidad, pocos grupos paganos y órdenes druídicas contemplan la posibilidad de que Tradición e Innovación, no sean antagónicos. Parecen eludir aquella máxima pagana por la que se afirma que dos opuestos pueden ser complementarios y crear algo mayor que los dos que lo integran. El resultado es que al entender Tradición como concepto enemigo del de la Innovación, ponen en el mismo carro; a la Renovación, a la Transformación, a la Originalidad, al Perfeccionamiento, al Progreso e incluso a la Reforma o Enmienda, si fuera menester. Con dicha aseveración no se está defendiendo un eclecticismo1 a ultranza, aunque también habría que saber bien que significa dicho término, tan usado en nuestros días para censurar a cualquier paganismo que adopta posturas intermedias o poco definidas. Pero éste no es el caso del presente escrito, ya que se está defendiendo una postura druídica bien detallada y argumentada. 1-Nota

-El eclecticismo fue una escuela filosófica que procuró conciliar las doctrinas que parecían mejores o más verosímiles de diversos sistemas. El término lo empleó por primera vez el filósofo Diógenes Laercio.

Lo que viene sucediendo en general en el ámbito del paganismo y en consecuencia también en la esfera del Druidismo, es que se confunden algunas singularidades y se confunden algunas significaciones, puesto que la esencial diferencia entre lo que puede considerarse Tradición y lo que 3

se considera, costumbres, usos, prácticas, ritos, etc., es que la primera es atemporal, no pasa de moda, ni con el paso de los años, ni de los siglos, ni con la llegada de otras culturas, civilizaciones o religiones. Y no pasa de moda, porque atañe a lo esencial de las creencias, a la médula de la espiritualidad de la que se trate. Así pues aun quedando ahogada u oculta por una nueva civilización o invasión espiritual, puede reanudarse en un momento dado, con un poco de dedicación por parte del hábil individuo(s) que quiera(n) restablecerla. En cambio lo que pertenece al ámbito del uso, del rito, de las costumbres, de las prácticas o hábitos, son circunstanciales y temporales. No solo es que pasen de moda, sino que hábitos, usos, ritos y costumbres de unas épocas, en otras posteriores, se convierten en ridículas, absurdas, y a veces, hasta peligrosas y nocivas. Los ejemplos pueden ser cientos: Desde la práctica con sus rituales de los sacrificios humanos hasta los holocaustos de animales. Desde las ancestrales costumbres rituales de cortar cabezas amigas o enemigas, hasta el ritual de cortar muérdago subidos a un roble con una hoz de oro, para recogerlo en un lino blanco y luego sacrificar dos bueyes blancos.

Ha sido inevitable, hubo ideas druídicas que murieron, algunos ritos cayeron en desuso, determinadas creencias han sido superadas. Pero otras nuevas brotaron y siguen aflorando, como seguirán germinando otras tantas, dando respuesta a las nuevas y futuras inquietudes anímicas humanas. Lo que verdaderamente permanece y se mantiene es la esencia de su espiritualidad. Esa ausencia de dogma que le otorga la facultad de ser flexible y de emerger aun en las peores épocas humanas. En contraste con otras religiones o espiritualidades del orbe, el Druidismo siempre admitió la perspectiva de la transformación y del desarrollo en sus convicciones. Excepto algunos grupos 4

muy conservadores y otros aun más retrógrados, el Druidismo en general, siempre ha apostado por la evolución, por el dinamismo. Nunca ha pretendido o preferido quedarse estancado ni atascado ante los avances y crecimientos espirituales o incluso científicos que logra la Humanidad. Entiende perfectamente que el Ser Humano tiene el privilegio y la capacidad del razonamiento y la virtud de la intuición para seguir avanzando en todos los horizontes y hacia otros niveles de conciencia. En la proporción que la conciencia humana se eleva, caen los dogmas, la fe ciega, la superstición y la superchería. El Druidismo se ha entendido a sí mismo, como un proceso de cambio y renovación, mediante el cual la esencia de la Tradición es mejorada y regenerada constantemente y adaptadas a las necesidades de cada generación y a su evolución espiritual como seres humanos. Percepciones, intuiciones y conocimientos que quizás hace dos mil años, no fueran comprensibles ni posibles, hoy lo son, merced a que la Humanidad en general y paulatinamente, avanza en conciencia y espiritualmente. Si la mayoría de los druídicos de hoy, estamos en contra de las corridas de toros, de los circos que usan animales, de los zoos o de las matanzas de focas, delfines o ballenas, no es porque desde la antigüedad nos hayan llegado directrices, pautas o preceptos de nuestros maestros espirituales para oponernos a tales iniquidades, sino porque nuestra conciencia y evolución espiritual como seres humanos, junto a ciertas esencias druídicas, así lo manifiestan. Tratar sobre la espiritualidad druídica no es un trabajo de anticuario o museógrafo”

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Sobre el concepto del masaje celta terapéutico Introducción El término masaje, al parecer proviene del idioma francés del siglo XVIII, pero se supone que éste idioma lo pudo adoptar del árabe y del griego y todos ellos a su vez, del antiguo término mesopotámico Mushu´u. (sumerio y acadio) Sabemos que todos los pueblos y culturas en la historia de la Humanidad han utilizado técnicas de amasamiento y de manipulación sobre el cuerpo de hombres y mujeres, tanto con aplicaciones de fines sanadores y terapéuticos internos o externos, como incluso con prácticas derivadas hacia el erotismo y la sexualidad. Así conocemos técnicas Chinas, japonesas, tailandesas, griegas, romanas, hindúes, egipcias, mesopotámicas y quizá, las más antiguas son las sumerias de hace 4000 años, pero todas ellas, con sus peculiares formas de entender y aplicar el masaje. A lo largo de la historia se han desarrollado diversas escuelas de masaje y así, hoy en día existen varias modalidades de masaje como el sueco, el chino, el tailandés, el ayurvédico, el hawaiano, el shiatsu japonés, y muchas otras también contemporáneas, que aglutinan prácticas orientales y occidentales dentro de las corrientes denominadas “New Age”. A este respecto puede observarse una similitud entre la práctica taoísta y las teorías celtas sobre el masaje, ya que ambas deducen que cualquier obstáculo en estos canales provoca excesos o defectos de esta energía en tejidos y órganos. Por ello se trata de desbloquear esos canales (también llamados wuivres somáticos) mediante masajes con aceites naturales, complementándolo con procedimientos de aromaterapia, de litoterapia, de cromoterapia y músicoterapia. Los taoístas emplean además técnicas como la acupuntura y digito-puntura para lograr dichos desbloqueos. A pesar de que no existan 6

testimonios escritos algunos, de un uso similar en la Tradición druídica, tampoco se piensa que métodos análogos y equivalentes no pudieran haber sido utilizados por los druidas, y por supuesto, en modo alguno los procedimientos y técnicas taoístas, son contradictorios con la Espiritualidad druídica. Así pues el término masaje engloba una serie de técnicas muy diversas, que mediante la aplicación y amasamiento sobre la piel y el cuerpo, además de fricciones, presiones, percusiones y vibraciones, preferentemente con las manos, busca impulsar la correcta circulación y drenaje sanguíneo, linfático o energético, así como fortalecer los tejidos blandos y musculares del organismo humano y vigorizar la estructura ósea, favoreciendo con ello la salud y el bienestar tanto fisiológico como psicológico de los individuos que se acogen a su praxis. Resulta incomprensible dentro de la medicina holística celta, la curación de una enfermedad física, sin haber previamente, hallado y atajado las causas espirituales y mentales, que la han provocado o que la han ayudado a manifestarse. Cuando los vates druídicos en virtud y en proporción a sus aptitudes y aprendizajes, identifican ese desequilibrio, pueden utilizar también su propia energía fluida, canalizándola y transmitiéndola a otro ser correctamente, mediante la imposición de manos o mediante masajes, para intentar equilibrar lo desequilibrado. Dichos trastornos vienen motivados demasiadas veces por los desequilibrios con alguno de los elementos de la naturaleza, o por actuar en su contra y contra sus inmutables Leyes. Para la sanación de ciertas enfermedades, se emplean también sonidos y cánticos similares a los Mantras del budismo, del hinduismo tántrico, o del Taoísmo, pero con la característica exclusiva de que éstos deben ser rimados como los conocidos “englyns”, y también a través de la repetición de esas estrofas rimadas determinadas veces, alcanzar el trance.

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También se manejan para provocar ciertos efectos, diferentes clases de dispositivos musicales como el “Cruit” (un arpa pequeña sagrada). Estos instrumentos buscan la obtención de una resonancia sagrada, como el que provocan los cuencos tibetanos o algunas músicas tradicionales orientales como las hindúes, chinas o japonesas. Se cuenta tradicionalmente que la Irlanda de los druidas, el arpista del “cruit” debía ser nombrado "maestro" en los tres géneros musicales: el "Suantraidhe", el que nadie podía escuchar sin enfrascarse en un sueño delicioso; el "Goltraidhe", el que nadie podía oír sin echarse a llorar; el "Geantraidhe", el que nadie podía resistir sin reírse a carcajadas. Por ello se cree además que estas arpas afinadas de forma especial y “mágica” pueden inducir al sueño, a la alegría o al llanto…como se narra en la saga mitológica celta irlandesa, en un episodio protagonizado por el Arpa de El Daghda. Esta y otras anécdotas, nos sirven para entender como de manera prácticamente excepcional, las tribus celtas utilizaron ya ancestralmente, el conocimiento y práctica de la músicoterapia, incorporándola a métodos rituales y terapéuticos como el trance, la sugestión, la hipnosis, la relajación y la meditación. Un ejemplo de ello es el encantamiento1 conocido como “imbas forosnai”: que fue una técnica de trance que empleaban los Druidas para la adivinación e incluso se nos da una receta de los medios empleados por los antiguos bardos, para obtener la inspiración siguiendo una vieja máxima hermética que dice:

Nota1: Existieron cuatro encantamientos principales entre los celtas de Irlanda; “glam dicinn”,”imbas forasnai”,”teinm laegda” y “dichetal do chennaib”. 1

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“Que todo lo que es adentro, es afuera”, u otra que afirma que “todo lo que está abajo, está arriba” (Hermes Trismegisto; La Tabla Esmeralda): I: Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero. II- Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo que está abajo para hacer los prodigios de una sola cosa, III- y del mismo modo que todas las cosas han sido y han venido de Uno por mediación de uno, así todas las cosas han nacido de Uno por adaptación.) El Druidismo piensa que la Madre Naturaleza es medicina, y que la medicina sirve a la Madre Naturaleza, por tanto, basa sus enseñanzas en lo que aprende de la Madre Naturaleza, por lo que el método utilizado para la prevención y sanación de las enfermedades, es la medicina natural en sus diferentes ramificaciones, tales como la aromaterapia, la sonoterapia, la cromoterapia, la herboristería, llamada actualmente fitoterapia, la prevención y sanación mediante las piedras, como las actuales litoterapia, gemoterapia y oligoterapia, y etc. Debido a estas enseñanzas naturales, ya desde tiempos remotos los druidas de antaño ya observaron como muchos animales especialmente los mamíferos, instintivamente, se tocaban, rozaban, friccionaban, lamían, aquellas zonas de sus cuerpos que habían recibido golpes, contusiones o agresiones. Así como observaron que el contacto, las caricias y roces, eran el método común de relación entre los animales. De la misma manera instintiva, ocurre en el hombre. Ya desde tiempos muy arcaicos se supone que el hombre cuando sentía, en o sobre su organismo algún tipo de dolor, lo primero que le surgía espontánea e impulsivamente era colocar las manos o friccionar la zona dolorida e incluso presionar las zonas afectadas, convirtiéndose de esta manera la acupresión en una de las formas más antiguas para el alivio de los dolores. 9

Así pues, el masaje es un proceso natural, que en los seres humanos y otros mamíferos, ya desde el nacimiento y previo a éste, se halla presente, al recibir las caricias maternas. Desgraciadamente, el individuo conforme crece, va asumiendo los roles y valores de la sociedad occidental actual y empieza a inhibirse, relegando al olvido este método de sanación integral, así como de comunicación consigo mismo y los demás. Para el Druidismo el arte del masaje es ante todo una destreza e inspiración, que entra más en el ámbito de la maestría que en el de la técnica, adhiriéndose más a la esfera de la vocación espiritual que al de la profesión comercial. Se podría decir que los artistas del masaje celta, no hacen masajes para ganar dinero sino que reciben una retribución material para su subsistencia, porque ponen su voluntad y esfuerzo en su arte, mediante el masaje, para sanar. Tiene por ello el masaje celta su concepto y estilo particular, donde las manos del asistente danzan al ritmo de la armonía, deleitándose en la intención de generar alivio, aliento y salud, sobre los cuerpos físicos y energéticos de los asistidos. Unas danzas manuales que recorren lo que el Druidismo considera sagrado como es el cuerpo humano. Un cuerpo que es templo sagrado del alma que en él mora, pero que guarda y refleja los efectos energéticos que se traducen psicológicamente en emociones, sean éstas positivas o negativas, que a su vez, pueden somatizarse orgánicamente. Uno de los puntos de partida de la espiritualidad y filosofía druídica y que se expresa perfectamente en el masaje celta, es, que no existe distinción en la esencia, entre lo creado o emanado y Lo Hacedor o Difusor (Lo impulsador), por ello se afirma que la Divinidad Suprema es a la vez, Acto o Devenir de su propia existencia, pues su esencia es promotora de la energía que hay en todo lo existente en el Universo. 10

La Fuente Primordial, no es ajena a este Universo, forma parte de él, es su propio Impulso, al igual que todo lo demás. Lo cual significa que La Divinidad es una potencia impersonal, espíritu, mente y ente, aunque también una fuerza y una energía sublime e indescriptible. Al no existir distinción esencial, sino solo gradual, entre La Divinidad y todo lo existente, ello significa que todo lo que es y existe en el Universo entero, es divino; y esta es la base Panteísta. El masaje celta por tanto, es panteísta, trata a la entidad integral humana como divina, por ello afirma que el micro-cosmos es reflejo del Macro-cosmos. En el cosmos existe un equilibrio entre las diferentes energías, fuerzas y leyes, cuando este equilibrio es trastornado, entonces la derivación, el efecto de ello, es un desequilibrio. En el ser humano acontece de igual manera, para curar ciertas enfermedades, las cuales son un desequilibrio espiritual, mental y orgánico, es necesario restablecer el equilibrio de las diferentes energías, fuerzas y leyes que en él repercuten. Fuerzas y energías que son tanto externas, como las procedentes del Cosmos, de nuestro entorno y de otros seres, como internas, generadas por nuestros propios vórtices energéticos o calderos. Por otro lado, el masaje celta como método preventivo aunque igualmente sanador, no se circunscribe solo a un tratamiento quiro-masajeador, terapéutico e higiénico, que fomenta los procesos de curación natural, es decir, no solo se limita a un tratamiento y manipulación del organismo tangible, sino que se conceptúa a éste también como una sanación de la mente y del alma. El masaje celta es un arte integral que se vincula sutilmente a éstas y considera al ser humano como un Todo. Se enlaza a 11

éstas, pues se piensa que un trastorno o desequilibrio anímico puede somatizarse en la mente y a través de ésta, en el cuerpo. La tríada druídica que habla del vínculo entre alma, mente y cuerpo, es una de las más importantes dentro de la espiritualidad y filosofía druídica y obviamente igual de importante en lo que puede llamarse “el concepto de salud holística celta”. Por ello, al hablar de salud, según las concepciones druídicas y celtas, se tiene en consideración tanto el plano físico como los planos menos densos e intangibles como pueden ser el mental y el anímico. Este sistema de salud ilustra que todos los seres, incluido el humano, son un microcosmos, un mundo en sí mismos, vinculados a la Madre Naturaleza, y también al Universo, es decir, al Macrocosmos, y a todas las fuerzas naturales y cósmicas que en ambos operan. Un sufrimiento anímico se trasluce en un malestar o enfermedad mental y lógicamente en un dolor físico, que advierte que algo no funciona correctamente en nuestro ser como entidad integral y completa. Y de forma viceversa cuando un dolor físico nos abruma, la mente sufre y nos alerta de que existe un conflicto anímico. Desde este punto de vista el masaje celta nos ayuda a tomar conciencia de nosotros mismos y cuando lo practicamos sobre los demás, también nos aproxima a esas otras realidades integrales que son el prójimo y nos ayuda a conocerlo mejor. Así pues se convierte en una forma de comunicación sutil que permite al sanador entender y conocer el estado físico, anímico y mental del individuo al que se está atendiendo. Obviamente, ningún masaje, ni siquiera el conceptuado como celta, puede convertirse en una práctica milagrosa, primeramente, porque de poco sirve cualquier masaje sanador, si el individuo por sí mismo no es consciente, ni responsable de 12

su propia salud. Si éste, no se encuentra sensibilizado a la prevención que debiera tener en consideración como ser viviente. Y en segundo lugar, porque someterse a un masaje, para exclusivamente aliviar ciertos síntomas y posteriormente seguir con las mismas actitudes de vida, tampoco resuelve en profundidad el conflicto latente o patente. Uno de los objetivos del masaje celta es armonizar y equilibrar las energías, asegurándoles un óptimo fluir también desde los calderos energéticos, estimulando todas las vías y líneas energéticas que recorren el cuerpo del individuo. Un fluir que es evidente en la lógica celta, ya que se piensa que todo lo que se relaciona con la energía es movimiento. Un movimiento que se traduce en vibración y acción, donde el masaje es una acción que impulsa y activa dichas energías. Cuando los calderos, están enderezados y equilibrados, el primero o de la calidez, se muestra lleno de vitalidad, energía y permanece exuberante, el segundo o de la vocación, aparece lleno de alegría y de emociones positivas y el tercero o del Conocimiento, se halla repleto de claridad mental y pensamientos creativos. Trata, como se ha mencionado, no solo de sanar el cuerpo tangible, sino también de equilibrar y canalizar la energía vital, tanto la cósmica, como la interna y la externa, a la par que dar sosiego al alma, tranquilidad a la mente y relajación al cuerpo. Trata al mismo tiempo de estabilizar las funciones de los tres elementos, principios o “reinos” primordiales druídicos, a saber: Tierra, Agua y Aire, reflejados en todos los organismos vivientes, incluido el hombre y de su factor de transmutación: El fuego. Para ello recurre también a la praxis espiritual, anexada al propio masaje, mediante los rituales. Ello debería ser obvio, el masaje celta o si se prefiere druídico, se enmarca dentro de una espiritualidad concreta, con las bases 13

teóricas, filosóficas y espirituales que lo sustentan y los conceptos sanadores que se utilizan con las aplicaciones precisas. Por tanto, las personas que no se hallen predispuestas a aceptar, admitir o al menos tolerar, dichas convicciones filosófico-espirituales, resultan inadecuadas para recibir el masaje mencionado. Por otro lado, existe una forma druídica de clasificar las manifestaciones de la Madre Naturaleza y sus interrelaciones. Esta clasificación, es una interpretación del estado, tipo y manifestación de la energía en tres. Se refiere también al microcosmos como es el ser humano en comparación al Macrocosmos que es el Universo, siendo por ello una revelación básica de nuestro espíritu, el cual siendo divino, es energía sutil, pero cuyas características fundamentales se pueden comparar a los tres principios primordiales, teniendo como factor de evolución al propio fuego, expansivo, activador y penetrante, como equivalente al resplandor anímico o halo lumínico divino que nos hace transformarnos y evolucionar como entidades individuales y espirituales. Dicha tríada, se vincula a campos diversos, pero en lo que atañe a la medicina holística celta y concretamente al masaje celta, las correspondencias druídicas de los tres elementos primordiales, más el fuego como factor de transmutación, con los aspectos y funciones generales del organismo humano, son las siguientes: - La Tierra, como elemento primario y principio primordial, se vincula al reino de lo físico a todas las partículas sólidas del organismo como los huesos, músculos, ligamentos, tendones y todo tipo de órganos. La Tierra es uno de los reinos simbólicos druídicos y simboliza también uno de los tres estados de la materia como es el Sólido.

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En lo metafísico, atañe a la energía sutil del primer caldero, ubicado en el bajo vientre, que comparte con el Agua. - El Agua: como elemento secundario se vincula en lo físico a la sangre, a las secreciones, a la circulación sanguínea y linfática y a todos aquellos fluidos corporales internos. En lo metafísico atañe también a la energía compartida del primer caldero que comparte con la Tierra. El agua es un elemento esencial para la vida, es el segundo de los reinos simbólicos del druidismo y representa otro de los estados de la materia, como es el Líquido. - El Aire: como elemento terciario se vincula en lo físico a la respiración y a todos los gases. En lo metafísico atañe a la energía del segundo caldero ubicado en el plexo solar. Es el tercer reino simbólico druídico y representa el tercer estado de la materia como es el Gaseoso. - El Fuego: como factor de transmutación se vincula a la propia alma. Su simbolismo está sujeto a la mística del espíritu, a esa fuerza interior que reside en lo más recóndito del ser humano, a la energía que también procede de la mente y genera el pensamiento y la creación. Atañe a la energía generada por el tercer caldero druídico, ubicado en la frente. Tierra, Agua, Fuego y Aire en su forma natural, son propiedades del comportamiento de la materia y por tanto, también de la energía. Son propiedades comunes a todos los fenómenos materiales y que todo organismo exhibe, pero sobre todo, por encima de elementos vitales, son principios ordenadores y realidades esenciales de la existencia.

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El fuego, druídicamente, es dinámico, pero no se considera elemento o principio primario porque se necesita de la combinación o acción de alguno o de los otros tres, para que se manifieste. Y sin embargo, es una mutación, un proceso, que puede transmutar a los tres considerados primarios. Físicamente los elementos primarios que pueden darse en la naturaleza, los estableció un tal Dimitri Ivanovich Mendeliev que clasificó en 1860, los elementos químicos ya conocidos, dicha clasificación fue mejorada posteriormente, es lo que se ha llamado Tabla Periódica. De todos los elementos que componen dicha tabla se ha establecido hasta la fecha que los considerados elementos de la vida o bioelementos son unos 25, es decir, se piensa que la vida en la Tierra ha surgido de unos elementos concretos y de sus propiedades físico-químicas y sus procesos. A su vez se establece que los bioelementos primarios, son básicamente el carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Con ello tenemos que al tratar de elementos primarios o principios primordiales, como agua, tierra y aire, estamos empleando metáforas y síntesis como conceptos metafísicos vinculados a lo orgánico. De esta manera cuando se dice que la Tierra, el Aire y el Agua, son elementos o principios primarios y el Fuego es un factor transformador, se está haciendo referencia a que los tres primeros son elementos, principios y entornos básicos y el último un agente o factor capaz de transmutarlos. Pues como es sabido, la materia no se destruye por la acción del fuego, sino que transforma la energía de la materia de distintas formas. Todo lo que nos rodea y que percibimos a través de nuestros sentidos humanos, viene en tres presentaciones aparentemente distintas, básicas y exclusivas: en sólido, en líquido o en gaseoso, es decir, una tríada, tan apreciada en la cosmovisión celta, que se simboliza como Tierra, Agua y Aire y que 16

corresponde también a los tres reinos místicos y simbólicos del Druidismo. De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo frío y lo seco: Lo sólido = La tierra De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo frío y lo húmedo: Lo líquido = El agua De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo caliente y lo húmedo: Lo gaseoso = El aire De esta manera, un tercer factor de equilibrio nace entre lo caliente y lo seco: El fuego El masaje celta persigue adquirir armonía entre el estado del alma, el mental y el estado del cuerpo, como un todo, con la Madre Naturaleza de la que forma parte, sirviéndose durante el amasamiento del cuerpo, de los elementos y las esencias que esta última proporciona, con el objetivo de lograr la deseada armonía. En el masaje celta terapéutico se aglutinan un conjunto de conocimientos y prácticas naturales reconstituyentes, atestiguadas dentro de la cultura celta, con unos métodos de presión digital y manual, al estilo del “Shiatsu” japonés, incluso con técnicas próximas al masaje taoísta, donde se piensa, al igual que en las convicciones céltico-druídicas, que existen canales energéticos invisibles para el ojo humano, en el interior de los organismos, por los cuales circula la energía.

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Incluso similar a lo que viene llamándose actualmente Kinesiología, consistiendo en reequilibrar la energía vital que circula por el cuerpo humano a través de dichos canales energéticos. El masaje balsámico celta tiene efectos positivos en el cuerpo físico y la salud, pero también en los elementos más sutiles que se hallan en el Ser, como pueden ser los referidos e invisibles conductos de energía. Por tanto, con el masaje lo que se pretende es estimular el fluir de dicha energía por los meridianos para deshacer los estancamientos, o acumulamientos excesivos e intentar liberarlos. A través de dichos meridianos, tanto la energía que nos llega desde fuera, es decir, la externa, aunque obviamente también la interna, se difunden a todos los tejidos y órganos del cuerpo, aportando ciertas dosis, dependiendo de la exposición a dichas energías, de aliento vital. Dicha energía externa llega también a los vórtices o ruedas de los calderos donde sigue vibrando y girando, encontrándose allí con la energía interna que se ha generado y acumulado. En óptimas posiciones de los calderos, la energía generada y canalizada internamente en las ruedas de los calderos y la recibida externamente, pasan a éstos, aglutinándose ambas. Nuevamente, por uno o varios de estos canales fluye, sino hay estancamiento, hacia el caldero inmediato superior, si éste se halla en una posición óptima para la recepción, pero en cualquier caso, continúa expandiéndose por todo el organismo, por otros canales, en un continuo tránsito circulatorio, concediendo una vitalidad básica al organismo e incluso irradiando una parte hacia el exterior de éste. Por tanto, la técnica del masaje sanador, puede aplicarse para intentar combatir el desequilibrio de los tres calderos, acometiendo la estimulación física, mediante el masaje, de los 18

canales sutiles por donde circula, así como los vórtices o ruedas rotatorias de los respectivos calderos. Estos canales son comparativos, semejantes y vinculados a los canales energéticos y telúricos de la misma Tierra, que se conocen druídicamente como “Wuivres”, que representan los nervios positivos y geológicos del planeta, también denominados Líneas Ley. Como es sabido, los druidas de antaño, como los actuales, creían que la Tierra, era una entidad viva y con conciencia y éstas Wuivres, eran como arterias energéticas y planetarias, por donde fluía su fortaleza. Para una mejor comprensión de cómo funcionan dichos canales, su relación con las ruedas de los calderos y con los calderos mismos, así como el reconocer que clase o tipo de energía se produce internamente y como es la energía recibida desde el exterior, se expone una escueta explicación. 1-Sobre la energía interna y los calderos: A priori y en estados aptos para la existencia física, el ser humano genera desde los vórtices energéticos, como son las Ruedas de los Calderos, la suficiente energía vital interna o metafísica para sobrevivir, que es conducida por los canales energéticos a las diferentes partes del organismo. No obstante, buena cantidad de esta energía se disipa sin canalizarse adecuadamente o se pierde sin llegar a llenar los mencionados Calderos, o simplemente queda estancada. Se sustrae energía al Caldero de la Calidez, cuando hay esfuerzos energéticos fútiles a todos los niveles que merman el llenado del caldero al disiparse en acciones insustanciales, tales como la exteriorización con gestos y ademanes de las emociones negativas, los arranques de cólera, los apresuramientos, las actitudes nerviosas, las preocupaciones, la tensión de los diferentes músculos y ligamentos del organismo, la palabrería constante interna o externa y etc. 19

Así como restan energía al Caldero de la Vocación, las expresiones internas y externas de las emociones negativas, al malgastarse en turbaciones y azoramientos como la tensión, la ansiedad, la angustia, y etc. También menguan energía al Caldero del Conocimiento al derrocharse en pensamientos baladíes y especulaciones insustanciales como las quimeras, las falsas fantasías de toda índole, las proyecciones e impulsos gratuitos del Ego, las pájaras mentales, los delirios, los pensamientos y las ideas triviales, frívolas y etc. Pocos seres humanos pueden evitar totalmente la merma, en sus diferentes grados, de energía en sus calderos, y tras esa disipación, la energía que aún subsiste, se ve abocada principalmente a garantizar la supervivencia energética del organismo. Por ello, el llenado completo de los respectivos calderos se convierte en una tarea bastante ardua, al ser insuficiente la energía que permanece sin desvanecerse. Por dicho efecto, la mayoría de los seres humanos deberían aspirar a utilizar provechosa y sabiamente toda su energía e incluso a acrecentarla, evitando o controlando las manifestaciones derrochadoras mencionadas anteriormente. No obstante, aquellos seres humanos que puedan lograr no desperdiciar ni un ápice de su valiosa energía inclusive aumentarla y así llenar todos los calderos, se hallan en los umbrales de los altos estados de la conciencia y de los planos más elevados del Ser. Incluso, se hallan preparados para configurar las posibilidades y potencialidades de su cuerpo astral. La configuración de las posibilidades de un cuerpo más sutil que el energético como es el astral, resulta inalcanzable en un estado bajo de conciencia, pues en dicha situación, el astral se halla durmiente, en espera del despertar de la Conciencia. Sin embargo, la energía que el cuerpo astral precisa para su 20

desarrollo, es la misma que la que necesita el organismo para su subsistencia energética, pero más refinada y con un flujo mucho más abundante y constante. 2-Sobre la energía externa y los calderos: Hay otros tipos de energías más o menos sutiles como son las externas, las cuales proceden, como su nombre indica, del exterior del ser humano. Algunas impregnan y otras penetran en éste con todos sus influjos. Entran por todos lados, por los poros de la piel, por los ojos, por la boca, por las orejas, por la mente, por el alma y no tan solo por la glándula pineal o epífisis (el séptimo chakra de los hindúes, que es por donde algunos afirman que solo por dicho punto entra la energía cósmica) Después, fluyen por todos los canales energéticos del cuerpo humano expandiéndose por el organismo, pero donde realmente se acumulan en buena proporción es en las Ruedas de los Tres Calderos, especialmente en la del Primero. En éste, dicha energía se filtrará en un proceso alquímico interno, que la convertirá en una energía aun menos grosera y más sutil, la cual, en condiciones óptimas del primer caldero, seguirá fluyendo para ser recibida por la Rueda del segundo y así continuar el proceso de refinado e iniciar, en condiciones favorables, el llenado de este segundo caldero. Se indica menos grosera y más sutil, puesto que una parte de esta energía externa proviene del Cosmos, pero el campo electromagnético que cubre la Tierra, se interpone como barrera a la llegada de forma correcta o pura, de esta energía. La energía cósmica o taquiónica es interceptada tanto por los campos electrostáticos, como por los magnéticos y ello la alteran y le restan calidad vital, siendo en el interior del organismo humano donde puede seguir depurándose algo más.

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Como energías externas sutiles se pueden considerar: 2-A / Las energías procedentes de la Madre Naturaleza Hay energías externas que provienen de la Madre Naturaleza, las cuales, son las energías exteriores y exotéricas más significativas e influyentes para el cuerpo energético del ser humano. Provienen tanto de todos los seres vivos, árboles, plantas, animales, de los mismos humanos, como de la energía acumulada en toda clase de alimento natural que puede nutrir al hombre y de todos los elementos naturales, aire, agua, minerales etc., y de sustancias tales como, oxigeno, hidrógeno, etc. Inclusive, de todas las energías manadas de los elementos de este medio, que nuestro organismo recibe como sensaciones, a través de los sentidos y sus impresiones, tales como olores, aromas, sonidos, imágenes. Todos estos aspectos, son a fin de cuentas, diferentes ondas vibratorias energéticas que acceden e influyen en el cuerpo energético, siendo mayoritariamente energías de influjo positivo.

2-B Las energías procedentes del entorno inmediato A un nivel puramente físico, cualquier metal pueda entrar en nuestro cuerpo. Hoy en día en las urbes y con los sistemas actuales de alimentación industrializada, ingerimos cadmio y plomo, respiramos y comemos mercurio, lo cual en altas dosis y a un nivel energético tiene sus perjuicios. Dichos metales son elementos disolventes de la energía cósmica que nos llega, como lo es, el uso incontrolado de la electricidad y de toda clase de aparatos eléctricos y micro-ondas que la distorsionan. Es decir, el ser humano absorbe energía nociva del ambiente y pierde energía saludable en el ambiente. 22

Además de las energías de todo aquello que nos rodea en las ciudades, captamos y absorbemos, las energías manadas como emociones, tanto positivas como negativas, de otros congéneres humanos. Efectivamente, hay demasiados individuos a nuestro alrededor con emociones patógenas e infecciosas y sus neuras pueden energéticamente ser transmitidas a otros, mediante emociones, mediante imágenes, mediante gestos y palabras. 2-C / Las energías procedentes del Universo o taquiónicas El organismo sutil humano absorbe también la energía procedente del Universo que llega a nuestro planeta, tanto de gases cósmicos, de cuerpos celestes, de otros planetas o de asteroides y satélites, y especialmente del Sol y de la Luna. En algunas tradiciones espirituales dichas energías universales reciben nombres tales como Prâna en la India, Chi, en China, Ki en Japón, Luz astral en la Kábala, Nearth o Nert entre los celtas, etc. Esta energía cósmica vital sufre interferencias y alteraciones en su deambular cósmico y por ello en su camino hacia nuestro planeta, al atravesar éste, sufre neutralizaciones debido a los campos electrostáticos y magnéticos que posee la Tierra y ello la altera y le resta calidad vital. Tras las exposiciones anteriores sobre las energías internas y externas, volvamos a centrarnos en algunas de las prácticas, tras la ya comentada sobre el masaje terapéutico al estilo celta, que pueden servir de ayuda al equilibrado de los calderos, así como las descripciones compendiadas de los dos restantes calderos. La Realización del masaje En la praxis y durante lo que pueda durar una sesión, (entre 40 minutos y 2 horas) se hace sonar música adecuada y armónica celta o de raíces celtas o aquellas que reproducen sonidos armónicos captados en entornos naturales, consiguiendo de esta 23

manera también un masaje mental y anímico mediante el sonido. Cualquier sesión de masaje celta, se puede desarrollar en un entorno con condiciones ambientales adecuadas y cálidas, sonando dicha música si es en espacios cerrados, acompañándose con técnicas propias de la aromaterapia, que activa el olfato y ayuda a la sanación, pues al introducir el efecto perfumado de los aceites esenciales durante el masaje, se consigue un mayor bienestar general y se puede invertir un estado de ánimo negativo. Dichos óleos y aceites esenciales al aplicarse directamente sobre la piel llegan hasta la sangre al estar compuestos de moléculas pequeñas que traspasan con suma facilidad la epidermis. Conjuntamente a todo ello se procede a un breve ritual espiritual de apertura. Dicho ritual, comienza con unos breves momentos de silencio interior y exterior, para a continuación, invocar interna o externamente a las divinidades sanadores de Celtia, como pueden ser Dian Cecht, Miach, Airmid, Bath, Sulis, Belisama, etc., con el propósito de solicitar su guía y asistencia en la labor sanadora que se va a realizar. El masajista en su indumentaria de trabajo utilizara siempre prendas de fibras naturales y si lo prefiere puede estar descalzo, con el fin de estar conectado a la tierra para que todo lo que el asistido desprenda energética y emocionalmente no sea absorbido por el asistente, sino por el contrario sea enviado a la tierra. El masajeado es preferible que se encuentre desnudo o si lo prefiere, puede permanecer semidesnudo. A continuación puede pasarse al masaje, que se inicia con desplazamientos suaves por toda la superficie de la piel, como una danza manual sanadora, donde ésta, tiene diferentes ritmos ya que con cada variación se estimula un área con su singular 24

tipo de energía que comienza a circular y liberarse y con ello, a aliviar las tensiones acumuladas, las contracciones sufridas y otros malestares psíco-físicos. Es recomendable el desplazamiento partiendo de los pies y ascendiendo hacia las zonas del primer, segundo y hasta el tercer caldero. Iniciado el masaje, éste se acompaña de productos naturales como óleos basados en aceites esenciales de plantas, que faciliten un mejor deslizamiento de las manos sobre el cuerpo, evitando fricciones innecesarias e incluso con otros elementos u objetos naturales, como piedras calientes y de cantos romos, que permitan fácilmente dicho deslizamiento o justamente, todo lo contrario, dependiendo de lo que se pretenda conseguir.

El Masaje con Piedras Calientes:

Ésta es una práctica que utilizaron los celtas y sus druidas junto a las conocidas cabañas de vapor celtas, que a modo de sauna abrían los poros de la piel y revitalizaban los pulmones. En dichas experiencias la combinación y enlace con elementos que componen la Madre Naturaleza es excelente. Las piedras de diversos tamaños y romas, son sumergidas en agua y calentadas por la acción del fuego, para luego ser colocadas en los lugares vitales del cuerpo, especialmente sobre la zona de los tres calderos druídicos para facilitar una mejor rotación o de sus canales energéticos para mejorar la fluidez y equilibrar los excesos o defectos. El calor directo sobre los calderos energéticos provoca una mayor acción y efecto de éstos, así como permite una manipulación suave y flexible en el masaje. 25

Una práctica anexada al masaje con piedras calientes, es la combinación con el uso de piedras frías, lo que provoca una reacción que logra abrir los canales energéticos obturados.

Sobre la Desnudez y otras consideraciones éticas en el masaje

En párrafos anteriores se sugería en la realización del masaje, que el asistido o paciente, se hallase desnudo o si lo prefería semidesnudo. Durante el masaje celta la persona que lo recibe puede quedarse completamente desnuda aunque si el asistido lo prefiere puede usar ropa interior holgada o cubrirse, con una sabana u otra prenda adecuada, dejando solo al descubierto el área que se está masajeando. En la desnudez se incluye quitarse todo tipo de joyas, cadenas, aretes o pendientes, relojes, colgantes, medallas o cualquier objeto de adorno personal. También el asistente debe estar exento de tales adornos. No obstante la tendencia del masaje celta es que la persona asistida o paciente se quede totalmente desnuda por las consideraciones que se citarán. Conceptualmente, el Druidismo rechaza el concepto de que en este plano de existencia, los humanos seamos solamente cuerpos. Pero también se desaprueba la noción opuesta, aquella que sostiene que somos solamente mentes y espíritus. Se entiende que la primera percepción es errónea y nos lleva a sublimar sólo el cuerpo y por tanto, no puede considerarse completa, y la segunda, nos encauza a rechazarlo totalmente, a 26

calificarlo como una prisión, sepultura, estorbo, origen de pecado y fuente de depravación, y como consecuencia nos induce a esconderlo, mortificarlo y en consecuencia, consciente o inconscientemente, a dañarlo. Esta dicotomía es ajena a la ética druídica. El Druidismo es una filosofía basada en la integración del individuo con los medios naturales; tierra, agua y aire, y la conexión a todos los niveles mentales y espirituales con sus habitantes, es decir, con la Madre Naturaleza en general. No es poseedor de ninguna Verdad Absoluta, como afirman otras filosofías, pero considera que su espiritualidad, favorece el progreso y crecimiento de los procesos mentales, físicos y espirituales de cada individuo y de la colectividad en general. Aporta un modo de ser, estar y un concepto de la vida diferente a los imperantes, cuyos parámetros, entre otros son: el equilibrio, el respeto mutuo y la libertad del ser. Es por tanto, consecuente con esta filosofía y espiritualidad, vestirse o desnudarse en función del contexto, en función de nuestras actividades, en función de nuestras ilusiones y aspiraciones, en función de nuestras ceremonias y rituales, en función de nuestra propia voluntad y conciencia. Prácticamente, el Druidismo considera que en la realización de un masaje celta, al utilizarse óleos y aceites, es recomendable que el cuerpo del asistido se halle desnudo para facilitar la impregnación y absorción integral de los óleos. Psicológicamente, el Druidismo aconseja durante la sesión de masaje celta que se realiza sobre el asistido, la desnudez de éste, como una forma de entrar en una profunda relajación, desinhibiéndose al completo y dejando incluso traumas y tabúes fuera del espacio del masaje, ya que la ropa es una extensión de nuestra personalidad.

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Al deshacerse totalmente de ella en una sesión de masaje celta, deja el sujeto de ocultarse tras las vestimentas, deja de aparentar incluso aquello que realmente no es. Representa la libertad de mostrarse como se es, pues no existe acto de mayor confianza que mostrarse desnudo, sin oropeles o apariencias distintivas, ante otro, pero desnudando el cuerpo junto a la mente y el alma. Ya solo mediante este ritual de desinhibición se consigue soltar un pesado lastre. Sanar un cuerpo desnudo mediante el masaje, facilita relacionarse de manera más franca y a no sentir vergüenza del propio cuerpo. Es un contrasentido, avergonzarse de la propia anatomía, puesto que el pudor es un condicionante cultural bastante generalizado, pero que resulta totalmente irracional, al menos dentro de la lógica celta. La desnudez, de por sí, es el estado natural del ser humano, nadie nace vestido, o mejor explicado, todos nacemos vestidos con nuestra propia piel, esa es nuestra genuina vestimenta.

En primer lugar, debe descartarse cualquier intención o visión erótica del desnudo en el masaje celta. Un masaje erótico recibe ese nombre porque en lo general, en él se trabajan las zonas erógenas y genitales del cuerpo y fuera del contexto de la pareja, suelen realizarse en lugares privados enmarcados o relacionados con algún tipo de prostitución. Desafortunadamente por esta causa, el concepto del masaje, generalmente, ha degenerado, se ha prostituido, se ha desviado numerosas veces hacia el erotismo e incluso hacia la pornografía.

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Pero el desnudo en el masaje celta se inscribe en otro ambiente y contexto, tiene otra estructura y actúa bajo unos parámetros naturales, que nada tienen que ver con un masaje o una actividad erótica. En la filosofía y espiritualidad druídica, se entiende que un desnudo no tiene porque englobarse en un ámbito estrictamente sexual, pues se piensa que este contexto lo decidimos nosotros, estemos vestidos o desnudos. Aun se mantiene de una forma anti-natural en nuestras sociedades, demasiados tabúes sobre el contacto físico y el morbo trastornador ante un hecho tan natural como un cuerpo desnudo.

Desafortunadamente en nuestras sociedades actuales y con todos su tabúes y represiones, no toda persona está preparada o dispuesta para recibir un masaje en estas condiciones, puesto que muchas, incluso pueden ver erotismo y sexualidad, donde solo deberían ver alivio y relajación. Primero sería precisa la superación ante la provocación sexual que suscita el desnudo en algunas mentes, efecto irremisible de la represión causada por unas religiones castradoras, cuyos prejuicios son socialmente aceptados. Sin duda, un masaje puede resultar placentero, pero aunque física y psicológicamente las manipulaciones, la música y el ambiente, pueden entenderse como caricias diversas, éstas son objetivas, cuya intención por parte del masajista, es un tratamiento par la sanación, donde se transmite comprensión, ternura y sobre todo humanidad. En dicha situación, no existe, ni se transmite, ninguna intención erótica, ni se espera tampoco ninguna respuesta de esta índole. Si aun y así sucediese, el masaje debería ser interrumpido inmediatamente o al menos temporalmente, porque no se ha comprendido la finalidad de éste y no se debe convertir al honorable asistente en un mero objeto de un mórbido deseo sexual del asistido. 29

No cabe duda, que el contacto físico establece una confortable comunicación y conexión entre asistido y asistente, pero este acercamiento por parte del asistente, es comprensivo, altruista y empático, y no entra en el terreno de lo personal afectivamente hablando. El practicante del masaje celta es, ante todo, un artesano, una persona hábil y capacitada que tiene muy claras, su ética vocacional o profesional y sus límites personales, para mantener su objetividad ante el asistido y no involucrarse amorosa o sexualmente con éste. Si aun con todo, al asistido se le despertase una inoportuna sensación sexual de forma involuntaria, debería ser éste quien debiera solicitar la interrupción del masaje, definitiva o temporalmente, según los casos. Por otra parte, durante lo que pueda durar una sesión de masaje celta, la comunicación es través de las sanas y circunspectas sensaciones y con un lenguaje más corporal e incluso positivamente emotivo, que mediante la palabra. No resulta muy adecuado hablar durante una sesión de masaje celta, sino es tan solo para aquello que resulte estrictamente necesario para su correcto desarrollo, pues como toda terapia, el masaje mueve, descubre, destapa emociones personales latentes y esas reacciones, no podrían brotar si se ven alteradas por una plática o charla insustancial. Hay respuestas a problemas internos, trastornos, turbaciones, palpitaciones y desconciertos que aparecen mientras una persona recibe un masaje, pero sus resoluciones solo se hallan, si se está en silencio, en introspección profunda, mientras se recibe éste.

El cuerpo energético 30

Aunque aún hoy en día siga habiendo gente escéptica, el cuerpo energético existe. Este apartado, versará sobre el cuerpo energético, lo que viene llamándose aura y lo que los científicos occidentales han convenido en denominar, campos bioenergéticos. El aura ha sido definida como un haz resplandeciente, un campo electromagnético lumínico en constante movimiento, que envuelve, impregna y penetra en el cuerpo físico, el cual emite unas radiaciones características. Se crea cuando la energía eléctrica que genera el cuerpo se combina con la energía externa que penetra, influyéndose recíprocamente e irradiándose externamente. El aura se halla dividida en siete estratos o capas, cada uno de estos estratos posee uno de los once colores del aura, siendo la coloración que más se repite, el tono primario del organismo. También puede hallarse irradiando otros matices, además del primario, que son gradaciones secundarias, indicadores del estado interior del sujeto en el momento concreto de la observación.

Ya desde la más remota antigüedad el cuerpo energético del ser humano fue estudiado por numerosas filosofías y espiritualidades. Primero fue una creencia mantenida por la fe y la credibilidad, luego se convirtió en convicción, mantenida por la intuición, la percepción y el conocimiento oculto. Con el tiempo pasó a hipótesis, mantenida por la conjetura y la probabilidad en la investigación, poco después se volvió una teoría, mantenida por el razonamiento y ensayos científicos, y en la actualidad es una evidencia que se tiene en cuenta en los estudios de muchas Universidades del Mundo para aplicarlos como terapias, incluso dentro de la medicina y de la psicología moderna, aprovechándose como medio de diagnóstico. 31

En realidad, el tema de las bioenergías, puede ser utilizado para la sanación, la auto-curación, el diagnóstico y un buen número de alternativas más, pero todo ello, por su extensión, escaparía del presente ensayo, así que nos concentraremos en los órganos del cuerpo energético y sus funciones, para conocerlos algo mejor y con ello lograr profundizar un poco más, en el autoconocimiento del Ser integral. Igual ocurre con el estudio y profundización del aura. Ya que ésta, puede ser considerada como un espejo de nuestra armonía física, mental o emocional, el presente esbozo prescindirá de dar más criterios sobre ésta y se recomienda la lectura de los estudios y libros congruentes que tratan de las capas y colores del aura como una manifestación de las emociones, salud y pensamientos del ser humano, donde cada capa corresponde a un aspecto distinto de todas las funciones y puede ser definida mediante diferentes parámetros, como la forma, el color, el brillo, la pureza, la densidad, etc. Así pues, centrándonos en los órganos, sabemos que para muchas personas, admitir la existencia de las partes del cuerpo energético es lo más difícil, motivo incluso de debates y numerosas polémicas, dada su invisibilidad y falta de constatación empírica hasta el momento. Los científicos actuales admiten, como se ha mencionado, los campos bioenergéticos, pues como sabemos, el cuerpo energético o aura, desde hace más de medio siglo (1939) pudo ser detectado y visto por las cámaras Kirlian, pero todo y con esto, muchos de ellos, no admiten la existencia de órganos relacionados con dicho cuerpo o campo bioenergético.

Según la concepción hindú el cuerpo energético está constituido por ciertos órganos dinámicos y energéticos, éstos son los conocidos chakras, que a su vez dispone de los nadis o canales de distribución de la energía, imperceptibles para el órgano físico de la visión, ya que sus frecuencias no se 32

encuentran dentro del espectro de ondas que el ojo humano puede detectar. En las percepciones druídicas, ya que no hay una sola sobre esta cuestión, se contempla algo parecido pero con diversos matices, que en algunas ocasiones divergen y en otras se complementan, siendo, lo que resulta común, la comprensión y aceptación de esta evidencia. Por ello, desde una de esas concretas opiniones, la propia de quien esto escribe, se tratará en síntesis el cuerpo energético y sus componentes, por si ello sirve para el mejor conocimiento del ser humano, a la vez que pretende ser un segundo paso a considerar, tras conocer previamente el cuerpo físico y sus funciones, para intentar alcanzar una mayor toma de conciencia sobre uno mismo.

La cuestión de los calderos druídicos

Existe un paralelismo notorio entre lo que algunos investigadores de la cultura celta y del Druidismo, han considerado en llamar: Los tres calderos del cuerpo energético humano, conocidos en gaélico irlandés como “Ecoirí filíochta”, y los chakras del hinduismo que son siete, o del budismo que son nueve o el de los tibetanos que son cuatro, e incluso, con los tres centros de energía divina (Tan Tien), que considera el Taoísmo.

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Obviamente mediante las pruebas empíricas y el conocimiento de la ciencia actual, no existe ninguna fórmula o experimento para verificar la existencia de estos centros, chakras o calderos, puesto que pertenecen al cuerpo sutil, pero sus funciones y repercusiones, es decir los efectos de estas causas en el ser humano, son visibles mediante la observación. Los materialistas mas exacerbados quizás no logren comprender que los chakras o calderos sean puntos o zonas inmateriales del Ser, y debido a su concepción del Universo, piensen que su existencia es algo solamente teórico o de hipótesis fantasiosas. Pero es necesario incidir en el hecho de que todo lo que se piensa corresponde a algún nivel de la Realidad donde se forma y se genera, y éste no tiene porque ser necesariamente dentro de este plano material. Los tres calderos druídicos sutiles, se vinculan a una primera división física del cuerpo humano como es la parte alta o cabeza, la parte media o pecho, y la parte baja, que engloba, las extremidades y el abdomen, abarcando cada uno de los tres una de las mencionadas áreas. A un nivel místico y en el lenguaje del mito se relacionan con los Tres Reinos tradicionales que se tienen en consideración en algunos ritos druídicos (Tierra, Agua y Aire) Estos tres Calderos, como los describe un diálogo de poesía del siglo XV, que fue descubierto en un reglamento legislativo irlandés algo posterior, compila ciertas reseñas legendarias entre dos bardos míticos y tradicionales: Amerghin, Poeta de los Hijos de Milé y Nede McAdne, doctor en Poesía del círculo cortesano del legendario rey Conchobar McNessa., y viene a explicar que los tres calderos, se encuentran en las personas, pero en sus cuerpos inmateriales. Por otra parte, en la simbología céltico-druídica más antigua, tres son las gotas que bebe el galés Gwion del caldero del Conocimiento que preparaba la diosa Kerridwen, 34

convirtiéndose en el druida bardo Taliesin, alcanzando con ello la conciencia integral, el conocimiento perfecto y la sabiduría. Tres son también, los calderos en los que deberá introducirse el héroe celta-irlandés Cuchulainn para completar su iniciación, como tres son también las patas que sostienen a estos calderos.

Tiene cada uno de estos calderos, tres actitudes o modos que son; 1-Hacia arriba o Vertical 2-Ladeado u Horizontal 3- Hacia abajo o Invertido Dando con ello nueve elementos situacionales (3 modos x 3 calderos = 9 modos).

Por otra parte, también existen nueve dones mencionados en la Canción de los Tres Calderos de Amerghin que son: la poesía, la reflexión, la meditación, la investigación, la ciencia, el gran conocimiento, la inteligencia, el entendimiento o comprensión y la sabiduría. Estas aptitudes se hacen necesarias para alcanzar otros niveles de conciencia y de auto-conocimiento.

Una teoría sobre el funcionamiento de los Calderos:

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Estos tres calderos energéticos pueden ser simbolizados dentro de ruedas dinámicas, rotativas, en movimiento, que no pertenecen a un centro estático, aunque tengan un foco o centro o de gravedad, sino que ocupan una gran área e influyen en todo el cuerpo. En el sistema energético del ser humano, dichas Ruedas dinámicas hacen la función de estaciones generadoras de energía interna y a la vez, receptoras, transformadoras y redistribuidoras de las diferentes energías externas que les llegan, para luego encauzarlas hacia los respectivos calderos, que actúan como recipientes refinadores, y a la vez como corazones que bombean la energía hacia los calderos superiores a través de los diversos canales energéticos. Cada rueda, por dicha rotación sutil e invisible, va generando continuamente nueva energía interna, que se aprovechará total o parcialmente o desechará, según el caso, estando relacionado dicho aprovechamiento o desperdicio, con funciones psicológicas específicas. Rotación, por otra parte, que dependiendo de la rueda del caldero que se trate, tiene su propia velocidad, siendo ésta diferente para las tres.

Observando las funciones de los tres calderos, podemos constatar como la vibración y rotación más rápida la obtiene la Rueda del Caldero de la Vocación, le sigue la del Caldero de la Calidez y finalmente la más lenta es la del Caldero del Conocimiento. Cuando los calderos se enderezan o llenan de esa energía que generan y canalizan las Ruedas, lo hacen en sentido horario y cuando se vacían lo hacen en sentido contrahorario. Por ejemplo, en el Caldero del Conocimiento se fraguan las energías precisas para las evoluciones y procesos neuronales del cerebro y hasta para los procesos mentales y éstos son mucho más lentos que los procesos instintivos y motrices, cuyas energías sutiles se proyectan desde el Caldero de la 36

Calidez, y mucho más aun, que las emociones y sentimientos que se generan mediante las energías que emite el Caldero de la Vocación.

Según este enfoque druídico, el cual traslucirá en todo este ensayo, se expone una breve sinopsis de estos tres calderos, incluyendo sus nombres tradicionales y su traducción, aunque obviamente, pueden ser descritos, observados y denominados de otras maneras coherentes, según otras percepciones, incluso dentro de esta misma espiritualidad.

1-El Caldero de la Calidez, (en gaélico irlandés; coire Góir)

También es conocido en gaélico irlandés como “Caldero del Calor” o “Coire Goiriath” Tiene su centro de gravitación o foco energético ubicado en el bajo vientre, en el área pélvico-abdominal, que concuerda con la zona alrededor del primer, segundo y hasta tercer chacra de los yoguis hindúes y con la franja del Tan Tien inferior de los conceptos taoístas. Se asocia con uno de los tres elementos druídicos como es la tierra, o sea lo material y terrenal. Este primer caldero atañe a un nivel de conciencia básico. En él, se halla almacenada la energía vital del ser humano, siendo el centro capital que otorga energía a las funciones motrices e instintivas, tales como los movimientos internos del organismo, los reflejos externos, la funciones motrices de la sexualidad, todas las funciones mecánicas, la movilidad en el deporte y los juegos, las creaciones, habilidades, innovaciones o soluciones físicas para realizar trabajos manuales, materiales o mecánicos,

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así como la capacidad para aprender e imitar gestos, voces y ademanes y reproducirlos con habilidad.

-Alineado verticalmente

Este Caldero originalmente se halla vertical, lleno o aproximado, en todo individuo al nacer. Posteriormente sigue boca arriba en aquellos sujetos que gozan de un óptimo impulso de vida, jovialidad y salud. Con dicho alineamiento, guarda y reabastece la energía vital, el vigor y la salud sexual, así como la herencia cultural, los vínculos con la Madre Tierra y con las fuerzas telúricas que se manifiestan. En dicha posición, muestra que el individuo tiene una tendencia sana y adecuada hacia el deporte, indica que se tiene una provechosa movilidad motriz, y se exterioriza una eficaz destreza manual y física. En dicha posición o bastante aproximada, todo el trabajo del organismo se hace en armonía, se canaliza la energía sutil que fluye por los canales energéticos para fácilmente entrar de pleno en el siguiente Caldero que es el de la Vocación (emoción) Así mismo con este caldero en estado vertical o lleno de manera permanente, siendo el foco energético de la conciencia básica, se inicia un proceso de ascensión de la conciencia, logrando aprender sobradamente de todo lo que atañe a este caldero, especialmente en lo concerniente a su funcionamiento y posibilidades de desarrollo. Es decir, es un primer paso hacia el auto-conocimiento.

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Con el Caldero de la Calidez lleno y rebosante de energía, se prende el fuego de la voluntad, se consigue el control de la propia existencia física y se trepa un peldaño hacia las gradas de la conciencia, reduciendo y eliminado muchos de los más obstinados bloqueos y tenaces obstáculos. Comienzan los procesos de abandono y renuncia a muchos de los hábitos mecánicos e inconscientes y sobre todo condicionantes. Y el Ser, se descubre preparado para ejecutar un salto cuántico para conseguir alcanzar ese siguiente peldaño de la conciencia, que es, el que concierne al Caldero de la Vocación.

-En posición horizontal, ladeado o semi-lleno

Se ladea en aquellos individuos que como reflejo de la horizontalidad del caldero, comienzan a mostrarse en diversas situaciones, individualistas, egocéntricos, ególatras casi siempre insatisfechos inestables emocionalmente y crispados frecuentemente ante las vicisitudes de la vida. En esta posición, baja la conciencia de uno mismo y se nubla la visión concerniente a las posibilidades que se tienen para el desarrollo personal. Las funciones motrices e instintivas se hacen más torpes y menos armónicas, se pierden grados de movilidad y estabilidad, se desperdicia la habilidad manual, que se convierte en más tosca y ruda. Se bloquea parcialmente el canal energético que conecta con el caldero inmediato superior, de manera que fluye menos energía sutil a dicho caldero. Se comienzan a mecanizar los instintos que se vuelven más torpes, menos creativos y con menor control. La voluntad 39

desciende, pierde grados y las ganas de esforzarse y superarse, se convierten en los primeros indicios de apatía física y desidia. Toda clase de deseos físicos se acentúan en este nivel, aunque con discontinua persistencia. Todo en el ser humano empieza a robotizarse progresivamente y comienzan a aparecer irregularidades, anomalías y caprichos en la función sexual que solo atiende a antojos espontáneos y de escasa permanencia. La vida misma del individuo comienza a caer en la rutina. Sus hábitos y costumbres se automatizan

-En posición invertida o vacía

Todo lo expuesto anteriormente se agudiza extremadamente y dicha posición se refleja en los individuos depresivos, obsesionados por lo material, por lo sexual, por todos los deseos materiales. Es decir, se refleja en aquellos que viven solo a través de sus instintos, excitaciones y arrebatos. Son personajes que incluso pueden llegar a mostrar la agresividad más instintiva y elemental y su intolerancia, ignorancia e insensibilidad les llevan por los derroteros de la crueldad, el rencor, la venganza, la saña, el exceso y el despotismo. Y, si acaso éstas le resultan placenteras, se llegan a obsesionar con ellas. Incluso pueden llegar a gozar del sufrimiento, del padecimiento ajeno y propio, e incluso hacen de la auto-compasión su principio básico en la vida y adquieren identidad de víctimas ante toda circunstancia adversa o de aquellas de las que puedan sacar ventaja.

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Con este caldero invertido, el ser ya se halla en una fase totalmente mecánica y casi inconsciente. Se cierra el canal principal de flujo energético y la poca conciencia adquirida, se halla en un estado casi totalmente durmiente. Las funciones motrices son más torpes aun que en el anterior estado y las funciones instintivas aprisionan toda la vida del hombre. Nos hallamos ante el hombre rutinario y mecánico, el hombre material, el hombre robotizado, el que hace de sus instintos el proyecto de su vida, obviamente inconscientemente, mecánicamente ya que la conciencia se halla profundamente aletargada. Su sexualidad es compulsiva y aunque puede ser extremada, es pobre, inepta y fugaz. De persistir en el tiempo, esta posición con el caldero invertido o vacío, las anomalías sexuales graves comienzan a hacer su aparición, el vigor sexual decrece, de la compulsión se pasa a la inapetencia, a la desgana, al empacho, llegando a la impotencia y a la frigidez, y en el mejor de los casos, en el varón, al orgasmo prematuro.

Con el primer caldero invertido resulta improbable que algo de energía sutil, llegue al caldero superior, y de llegar lo hace tan débilmente que solo genera desolación ante su insuficiencia. Por tanto, cuando este primer caldero de la Calidez no logra su posición vertical sino que queda invertido, impidiendo todo flujo de energía al siguiente caldero, podemos decir que la parte negativa de este caldero predomina sobre los otros dos, y consecuentemente nos topamos con el ser humano en su nivel más bajo de conciencia y voluntad, a la par que indica una posición de carencia total de auto-conocimiento. Su conciencia moral es muy pobre, y por tanto, su espiritualidad, de tenerla, también lo es, ya que se estimula 41

fundamentalmente por instintos, impulsos, inclinaciones y tendencias. Los individuos con dicho caldero invertido no pueden tener una alta espiritualidad, pues tienen una escasa conciencia moral, aunque indudablemente ciertas religiones, determinadas prácticas religiosas o sistema de creencias colman sus expectativas. La parafernalia, las demostraciones pomposas, la obsesión y manía por lo ritos y rituales, por las formas externas, por las grandes ceremonias de masas, las cuales no se preocupan del conocimiento puesto que no lo desean, por las supersticiones o por las liturgias tétricas, tenebrosas y macabras, al estilo de satanistas, santeros, góticos y demás, son las que más atractivo tienen para los sujetos con el Caldero de la Calidez invertido.

Así de volcado y vacío se halla este caldero en buena parte de la humanidad en Occidente, que del entretenimiento y afición por el deporte físico, donde la superación de las habilidades y pericias motrices debieran quedar manifiestas, hace, una rivalidad absurda entre equipos y aficionados que llega a la hostilidad y enemistad, convirtiéndose en una obsesión que trasladan a sus rutinarias vidas sociales y laborales, repletas de competencia, discordia y animadversión. Los pocos conocimientos que adquieren estos seres humanos, lo son en función de la imitación, de los instintos, de la memoria, pero con escasa o ninguna comprensión. El arte que alcanzan a entender y que se halla en consonancia con sus estados de conciencia, es un arte grotesco, tosco, estridente, desorientado, disonante, estrambótico, sin ninguna o escasa simbología, alegoría o mensaje y así les sucede en todas las manifestaciones de su instintiva pero condicionada y automática vida.

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No obstante y a pesar de lo descrito, existen apoyos externos que ayudan a enderezar este primer caldero mediante métodos que los druidas de antaño ya utilizaron. Estos son ayudas y refuerzos que se consiguen a través de la aromaterapia, la gemoterapia, la cromoterapia, la músicoterapia, los mantras celtas, los masajes, la imposición de manos, etc., tanto de forma alternativa y paralela entre ellos, como al unísono. Pero debemos ser conocedores que, es a través de la voluntad, del estudio y conocimiento de uno mismo y del crecimiento de la conciencia como se puede enderezar completa y perfectamente este caldero. Primero, haciendo que el estudio de uno mismo favorezca los cambios interiores logrando hacer fluir la energía interna, es decir, la que nosotros mismos generamos, para llenar el primer caldero, y posteriormente se requiere lo mismo para seguir llenando el segundo y el tercero. Por tanto, las ayudas externas y los métodos y prácticas alternativas solo son una viga, un soporte para apuntalar la morada que es nuestro Ser, el cual se nos puede venir abajo sino lo consolidamos correctamente mediante el estudio y análisis de uno mismo para avivar la alquimia interior de transmutación y adquirir mayor conciencia. Una conciencia que en el caso de este caldero invertido se halla profundamente aletargada y que costará hacer despertar. Quizás un atisbo o señal, un shock emocional o un dolor anímico, sea el detonante para que, aunque sea fugazmente, la conciencia empiece a despuntar.

Aunque este ensayo no pretende adentrarse en las prácticas que pueden servir de ayuda, sin embargo sintetizará las que se piensan como más idóneas. 43

Con la Imposición Druídica de manos

La singularidad de este procedimiento, estriba en que combina los métodos de las imposiciones de manos tradicionales, con las prácticas y ritos espirituales de los druidas, los cuales veneran a la Madre Naturaleza. Es decir, la desconocida imposición de manos, viene a ser una práctica parecida al moderno “Reiki”. Esta técnica es una práctica de sanación de origen japonés, pero la imposición de manos druídica, es una innovación en cuanto a la destreza sanadora que usa técnicas de auto-conocimiento y de armonización vinculadas a una espiritualidad tradicional, con métodos prácticos que remarcan el panteísmo pagano que la caracteriza. Es por tanto, un método benéfico, parecido al masaje celta, pero sin masaje, que trata solo mediante la imposición de manos, de desbloquear o hacer fluir las energías que circulan por los meridianos para una redistribución correcta hacia los órganos y hacia las Ruedas de los Calderos. Con la imposición de manos al estilo druídico, existe una intencionalidad de canalización energética de la propia energía de quien la aplica, hacia el individuo tratado, que puede ser también uno mismo, sumada a las que masajista y masajeado reciben externamente de los entornos naturales. 44

Aunque también la imposición de manos se puede aplicar en animales, árboles o plantas. Mientras se realiza la imposición de manos, se utilizan como fuentes de transferencia energética las energías de los árboles, de los arbustos, de las plantas, de los bosques y montañas en su conjunto, de los dólmenes y megalitos antiguos que se hallan esparcidos por doquiera e incluso del mar, de las fuentes, de los ríos y lagos, del agua de lluvia, del rocío y un largo etc. Es decir, la imposición de manos siguiendo la práctica y ritos druídicos, se realiza en espacios naturales o en áreas donde las influencias energéticas de los elementos mencionados, es notoria y notable, y donde el impositor también sirve de puente energético. Es un método que también ayuda a mantener en equilibrio lo físico, lo emocional y lo mental, aunque puede ser utilizado como terapia para la sanación física, realmente su cometido, es una vez más, la toma de conciencia, el auto-conocimiento y por supuesto la captación y comprensión de otras realidades, de otras fuerzas y energías y de otros mundos, además del tangible. Los símbolos psíquicos, mentales, místicos y espirituales que se utilizan en la Imposición de manos celta, son los propios del Druidismo y destacan los del alfabeto Ogham, donde cada letra está conectada con la energía, propiedades y vibraciones de un árbol, arbusto o planta concreta. En la actualidad y especialmente en países de habla inglesa existen diversas corrientes y escuelas que inciden en unos matices u otros, pero la mayoría de ellas, se circunscriben a una Federación que se denomina de Reiki Celta o Reiki Druídico. En dicha federación, aunque siguen usando el nombre japonés de Reiki, (existen polémicas sobre lo adecuado del nombre) afirman que la palabra gaélica irlandesa que nombra a la 45

energía Universal, es "Neart" y la galesa "Nerth" que se traduce como fuerza, poder o energía.

Con la Músico o Sonoterapia:

Para los druidas la música es una de las expresiones artísticas que provienen de la Awen y ésta a su vez proviene de Brigitt y del Otro Mundo. La música celta por excelencia es el arpa y el Dios-Druida mayor del panteón, “el Dagdah”, posee una. En el Druidismo la música tiene una triple consideración: 1- Es una forma de diversión 2- Es una forma de hacer magia 3- Es una forma de terapia En lo que incumbe a este tema, acudiremos a la música por su tercera apreciación, es decir, como terapia: La música cura, ésta es una máxima druídica, pero igual que ayuda y puede sanar, existen ciertos sonidos que pueden provocar una postración, un malestar, un dolor, un sufrimiento, una molestia, etc., anímicamente y consecuentemente también físicamente. Por lo tanto, se debe ser cuidadoso a la hora de elegir la música que pueda ser la adecuada y armónica para realizar una terapia, sea cual sea. Ello debe quedar claro, hoy en día existe, mucha música contemporánea, que es mucho más ruidosa que armónica. Incluso, la música llamada celta, en no pocas ocasiones su tono o letra, provoca estados de melancolía y nostalgia que puede llevar a la hipocondría, a la languidez, a la tristeza, cuando se aplica en una terapia. 46

Igual ocurre con la llamada música natural, especialmente la elaborada a base de sonidos de animales. Se debería prestar atención a esos sonidos de animales, que quizá hayan sido obtenidos bajo presión humana, maltrato, humillación o violencia. De la misma manera, hay que saber bajo qué situación han sido obtenidos esos sonidos, puesto que pueden ser estallidos de desesperación, ansiedad, algarabías de apareamiento, alborotos de luchas, y etc. También es menester considerar que en las concepciones céltico-druídicas, los instrumentos de viento estaban reservados para la guerra o para la juerga, donde los participantes eran dados a mucho jolgorio y alboroto. Los de percusión como timbales y tambores eran más empleados en los rituales religiosos, de matiz extático, quedando reservados los instrumentos de cuerda, como el arpa o la lira, que materializaban música considerada sagrada, para las terapias y sanaciones. Sería beneficioso considerar estas clasificaciones para poder emplear la música adecuada en las terapias. Igualmente, hay que considerar las diferencias existentes entre la música modal y la música tonal. Diferencias que hay que tener en cuenta a la hora de aplicarla como ayuda terapéutica, mientras dura una sesión de masaje celta. La música Modal se apunta como la más adecuada para la mayor parte del tiempo por el que transcurre una sesión de masaje celta, pues induce a la relajación, a la meditación, al trance, a la interiorización, a la catarsis individual e íntima.

Entonces pues, se trata de ayudar al llenado del primer caldero a través de la música o sonidos equilibrados. Con dicha práctica se precisa que durante varios minutos o el mayor tiempo posible, el cuerpo permanezca en total relajación o meditación, permitiendo que la euritmia de una música adecuada inunde nuestro organismo. 47

Para este primer caldero se sugiere como más apropiada la música que contiene sonidos de la Madre Naturaleza, como viento, lluvia y relámpagos, sonidos de animales como aullidos de lobos, bramas y bramidos de los cérvidos, rugidos de grandes felinos e incluso música tribal con timbales, como las africanas o las nativas americanas. Todas ellas, para ayudar a la toma de conciencia y colaborar a enderezar a este primer caldero. También puede servir la música denominada “celta” o de raíces celtas, que evoque los sonidos naturales, sean mediante arpas u otros instrumentos de cuerda, incluso el sonido de la gaita puede ser conveniente, si ésta no está siendo tocada tan rápida y estentóreamente que rompa la relajación. Como excepción, si uno es capaz de entrar en trance, puede acompañarse mediante una música algo más enérgica y dinámica, danzando inclusive al compás de los sonidos de tambores y timbales para que circule la energía de la Rueda del primer Caldero. También pueden usarse los mantras tanto los orientales (si resultan más familiares), como las voces o sonidos al estilo de mantras, de la tradición druídica. Sobre los mantras de la tradición celta, pueden usarse cualquiera de los diversos idiomas celtas, siempre y cuando, se conozca y se haya estudiado su significado y los efectos de su reverberación, fluctuación, así como la entonación más adecuada. Pero para ofrecer una ayuda a todo nuestro Ser en su concienciación sobre el organismo y las energías sutiles que en él interactúan, y apoyar al mismo tiempo al primer caldero para obtener la energía de su Rueda y llenarse, se sugiere en este texto, por su mayor conocimiento y siguiendo la tradición, las voces de las vocales del alfabeto Ogham en gaélico irlandés, aun a pesar de las controversias y diatribas que se mantienen sobre su origen y autenticidad. 48

Por tanto, se propone pronunciar preliminarmente el mantra Onn, que es el nombre de la letra celto-gaélica “O”, en el alfabeto Ogham, que recibe su nombre del arbusto de la retama. Su sonido posee un carácter global, útil para toda meditación y para ayudar a cualquier caldero. Su frecuencia y vibración se entona parecido al mantra hindú Om, aunque su sonido original en gaélico sonaría en español como “Oun”. No obstante, con una entonación más específica para este caldero, se sugiere el sonido o mantra celta “Idho”, que es el nombre de la letra I, en el alfabeto esotérico del Ogham y que recibe su nombre del Tejo. Dicho sonido posee, la entonación adecuada para ayudar a la activación de la vitalidad y de todo lo que tenga relación con la movilidad y la motricidad del individuo, ello, entre varias de sus otras peculiaridades. Se entona en dos sílabas Id-ho, rápidamente, sonando la segunda sílaba como “jo” en español. No obstante, otros mantras como el sonido de la vocal oghámica Ur, de la letra U, que recibe su nombre del Brezo, ayuda a vincularse con las fuerzas telúricas de la Tierra. En este caso el sonido Ur, se entona alargando la última letra, la r, todo lo posible. En gaélico original se pronuncia de igual manera.

Con la Gemoterapia:

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Se trata de ayudar al llenado del caldero mediante las piedras y los minerales. Con dicho método o técnica se aplica la piedra en el foco o centro de gravedad del primer caldero. Es decir, en el bajo vientre, sobre el área pélvico-abdominal. Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda, son el rubí y el granate. Debido a ello, muchas personas prefieren hacerse colgantes con dichos minerales y así estar siempre bajo su influjo y apoyo, pero la forma más acertada de utilizar la piedra como refuerzo, es igual que con la musicoterapia, cuando el cuerpo, el alma y la mente humana se hallan en relajación, reflexión o meditación.

Con la Aromaterapia:

Se trata de ayudar al llenado del caldero mediante los aromas. La ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y provechosa, como el sándalo, el jazmín, la rosa, etc., así como con los aromas propios de los óleos naturales. Con este método se enciende el incienso o esencia en un lugar donde se encuentre el cuerpo en relajación, reflexión o meditación, para inhalar tranquilamente sus aromas y lograr la armonización de los canales energéticos que penetran por los calderos. Dicha técnica se puede acompañar con otras, como la músico-terapia o la gemo-terapia.

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Con la Cromoterapia:

Trata de compensar, mediante el uso de luces de colores con la intensidad adecuada u objetos coloreados, los desequilibrios energéticos. Por tanto, se trata de ayudar al llenado del caldero a través del color. El color rojo resulta útil ya que éste ayuda al llenado de este primer caldero.

2-El Caldero de la Vocación (en gaélico irlandés coire érmai)

También conocido coo Caldero del Movimiento. Su centro gravitacional se encuentra cercano al corazón, justo en el centro del pecho, coincide con el cuarto chacra yóguico y con el “Tan Tien" medio, de la espiritualidad Taoísta. Originalmente se halla ladeado, es decir semi-lleno u horizontal, pero puede invertirse o enderezarse según el desarrollo, avances o retrocesos de cada ser humano. Este segundo caldero atañe a un nivel de conciencia más elevado que el anterior, es la consecuencia directa e influjo de un Caldero de la Calidez vertical que ha dejado fluir la energía rebosante a este siguiente nivel, al nivel de las emociones y de los sentimientos. Cuando este segundo caldero se estabiliza verticalmente y se llena de energía, se alcanza un decisivo primer nivel de la conciencia auto-reflexiva.

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El Caldero de la Vocación, es el punto intermedio y puente entre lo instintivo y mecánico del primer caldero y lo intelectual del tercero. Es el caldero del espíritu interior que conecta todas las fuerzas superiores e inferiores, internas y externas. Más arriba se halla lo abstracto, la esfera del intelecto, de lo mental. Más abajo, se hallan las funciones terrenales y facultades telúricas. Llegamos a este segundo caldero desde el primero que refleja el mundo del cuerpo, de la manifestación instintiva y mecánica, expresada desde ese primer caldero, para trascender a las suaves regiones del espíritu, progresando desde el Ego más primario, hacia un segundo nivel más amplio.

Este es el caldero de las emociones, del amor, del sentimiento y hasta del presentimiento, tanto en sus aspectos positivos si se halla lleno, como en sus aspectos negativos si se halla vacío. Se asocia con otro de los tres elementos druídicos como es el Aire, el menos denso de los tres principios, pues al igual que éste, los sentimientos y emociones no se ven a simple vista, pero se sienten y perciben. El aire simboliza la libertad, en las concepciones druídicas, como los besos de Oengus Mac Og, los cuales se convertían en pájaros que libres podían volar. En el aire se halla buena parte de la experiencia y sabiduría de nuestros ancestros. Palabras etéreas que no escribieron pero que emitieron, a veces como invocaciones, difundiéndolas por el aire para explicar sus sentimientos y emociones. El aire mueve el agua y cambia el aspecto de la tierra, de la misma manera un sentimiento o emoción consciente y lúcida,

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puede mover al intelecto, como puede cambiar la percepción que se tiene de las sensaciones físicas. Con la ayuda del anterior Caldero de la Calidez vertical o lleno, que deja fluir la energía sobrante, el Caldero de la Vocación incluye la facultad de la creación artística e influjo de la Awen, que incluso puede manifestarse en los estados del sueño. Dicho Caldero se circunscribe dentro de todo tipo de emociones y sentimientos, religiosos, espirituales, sociales, familiares, morales e incluso emociones estéticas y artísticas.

Siendo su posición original en el ser humano ladeada u horizontal, es decir, que se halla medio lleno de energía, puede variar, no obstante, tanto para enderezarse, llenarse o ponerse en posición vertical, con el transcurso del tiempo y la evolución de la conciencia, como lo contrario. Aunque también, seguirá ladeado en las personas que son conscientes de sus dones o su rumbo en la vida, pero no logran centrarse o tener la voluntad suficiente para emplearlos y orientarse. Puede invertirse, sin embargo, cuando la persona experimenta grandes impactos emocionales como euforias extremas, tristezas muy intensas o traumas muy fuertes. Por ello, aunque el primer Caldero de la Calidez vertical o lleno, deje pasar energía sutil, este segundo Caldero de la Vocación, puede desaprovecharla utilizándola en emociones estériles o extremadas y puede por tanto de nuevo ladearse, o peor aún, invertirse y vaciarse, produciendo un desperdicio energético que ningún caldero recupera.

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-Se encontrará completamente boca arriba

En aquellas personas "iluminadas espiritualmente" o inspiradas por la Awen. El Caldero de la Vocación confiere importantes dones a quienes lo tienen lleno, permitiéndoles cambiar su estado de conciencia hacia nuevos niveles y acceder a facultades y experiencias incomprensibles para otros, gracias a la sensibilidad que se adquiere para percibir otras realidades. Si este caldero está lleno, actuando así de forma armoniosa, el individuo tendrá una vida emocional y sentimental agradable y libre de agobios, mostrándose y comportándose optimista ante la vida. Se mostrará y será sensible, perceptivo, afectivo, emotivo y tierno en sus relaciones amorosas, familiares y sociales y su espiritualidad crecerá paralelamente a su vigor energético. Su sexualidad vendrá y se hallará motivada por la sensualidad, por emociones positivas como la alegría y el entusiasmo y por el sentimiento del amor. Será una persona cuyo grado de conciencia la vuelve generosa y noble, su corazón y sentimientos se desplegarán de forma bondadosa. Tendrá fe, una fe consciente y una esperanza reflexiva y juiciosa tanto en sí mismo como en la Humanidad en general, hasta el punto que de personas así, surgen personajes altruistas y solidarios, grandes filántropos tanto de la humanidad y de la Madre Naturaleza, como de las Artes. Mecenas o talentos desinteresados de cualquier forma de arte emotivo.

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Quien tenga este caldero enderezado, pertenecerá al tipo de persona que se acepta a sí mismo porque empieza a conocerse y a considerar sus posibilidades de evolución. Adquirirá serena autoestima, aceptando a los demás con todas sus limitaciones e incluso puede convertirse en un amistoso consejero y mentor de otros que no han logrado llenar de energía este caldero, ni el anterior. Una persona que tenga este caldero lleno o vertical puede mirar hacia el cielo claro y estrellado y sentir que pertenece a él. Está firmemente enraizado en su lugar dentro del Universo y ya reconoce, porque lo siente, que es parte de la Madre Tierra y del Universo entero. Será entonces cuando obtendrá experiencias que apoyen su voluntad, ya que su conciencia percibirá claramente que la energía y la Conciencia Divina están en armonía y consonancia con las suyas. Consecuencia de ello, el individuo alcanzará una mayor percepción y sabiduría espiritual. Puede y sabe amar, puede y sabe reír, puede y sabe sentir, puede y sabe compartir. La humanidad florece dentro de él y los rayos místicos iluminan su caminar. Con los dos primeros calderos verticales o llenos, el cielo y la tierra se unen en él en un equilibrio mágico. Lo interno y lo externo se acoplan en una acción fluida y voluntaria que mana hacia el tercer caldero.

Desgraciadamente, la mayoría de personas ni siquiera logran tener el primer caldero enderezado, así que obviamente este segundo caldero, resulta mucho más difícil mantenerlo en su posición correcta, para la gran cantidad de sujetos que pululan por nuestras ciudades y entornos.

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-Cuando este caldero se invierte

O se aproxima a esta posición, todo lo positivo se altera, se subvierte, se desbarata. Es un reflejo de que el ser humano está padeciendo emociones extremas que no sabe controlar, conmociones que le causan resquebrajaduras internas, sentimientos y emociones infantiles e inmaduras. Cuando este caldero se invierte o comienza a invertirse, sigue persistiendo los sentimientos de cariño y de ternura, pero éstos se perturban desvirtuándose y tienden hacia el sentimentalismo fantástico y novelesco, hacia la sensiblería insípida y banal. El amor superficial se convierte en celos, en envidia, en inseguridad, en posesión y el individuo muestra y tiene dificultades para amar. No tiene la facultad de establecer relaciones duraderas, pues todas las pautas estables son resultado de un equilibrio interno. Para poder amar de una forma continua y perdurable, hay que consentir en la concesión de cierta porción de nuestra independencia, a favor de la persona amada, con el objetivo de experimentar y de sentir una armonía superior, que incluso ayude a la toma de conciencia de sí mismo. Con este caldero vacío no existe la capacidad ni el sentimiento de ceder un ápice en favor del otro. El sentimiento del amor se convierte en un pseudo-amor egoísta, que lo espera y quiere todo, pero que no se halla dispuesto a entregar nada. Debido a todo ello la persona siente desolación, siente soledad, tiene sensaciones de desconexión, de falta de unión con todo. Le asaltan mil y una impresiones infundadas, cayendo en alucinaciones y confusiones de todo tipo.

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El individuo se fanatiza, le subyuga todo lo que le produce excitación y emociones fuertes, le seducen las exhibiciones masivas de grandes exaltaciones y euforias, apareciendo incluso la histeria. Su conciencia moral, baja, se reduce enormemente y este proceso da paso a la aparición de un Yo ofuscado, irónico, sarcástico, burlón, obstinado, cruel, muy fragmentado, pero que tiene un sentido del humor punzante y grosero. Aparece la susceptibilidad y el individuo con dicho caldero invertido exterioriza sus emociones negativas a lo que cree son ataques incesantes de lo que le rodea. Las emociones se exteriorizan de forma negativa a la mínima provocación externa, e incluso sin ninguna provocación. La crudeza, la venganza, la represalia, la ira, la severidad, el egoísmo, aparecen. La espiritualidad desaparece y deja paso al dogmatismo, al fanatismo, a la fe inconsciente e ingenua, a la exaltación religiosa, al frenesí del devoto y al delirio de las masas. Su percepción se altera de tal forma que asoman las emociones más desagradables de intolerancia religiosa, de sentimientos de rechazo sistemático, de aborrecimiento y resentimiento hacia lo que el individuo cree, obviamente de una manera totalmente subjetiva, como infiel o hereje, falso o inexacto. A los sujetos con el Caldero de la Vocación totalmente vacío, solo les agrada aquello que es como ellos desean, pero en los procesos más intensificados y crónicos, son personas que incluso se sienten atraídas por todas las emociones negativas que les perjudican, incluso las buscan, de esta manera, son individuos que se vuelven masoquistas emocionales.

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En las cuestiones artísticas, le atraen todo tipo de espectáculos sensacionalistas, el drama, las películas de terror y especialmente aquellos espectáculos que escenifican una glorificación o exaltación de dichas emociones negativas. Y en los sueños, en vez de soñar con creaciones armoniosas llenas de emociones positivas, la vacuidad del caldero, invade este otro estado de la conciencia con ensueños fútiles y pesadillas enojosas. La Awen se retira incluso de los sueños.

Con dicho caldero invertido, no es factible percibir y sentir acertadamente ninguna de las leyes universales que rigen el Cosmos, ni las propias pautas y ritmos del crecimiento y evolución personal. Las personas con este caldero vacío, pierden o carecen del sentimiento y de la percepción de la sacralidad del ser humano, de lo divino de la Madre Naturaleza, de los animales y de la vida misma, estando implícitas, dogmáticas creencias acerca del funcionamiento del Universo. Si este caldero se halla vació o se vuelca, mostrará que el sujeto obtiene la equívoca idea de que la voluntad divina o incluso de otras personas se oponen a la propia. La imagen distorsionada de un universo lleno de hostilidad donde sólo sobreviven los agresivos, hará creer a la persona que su supervivencia está siempre en juego. Juzgando con las emociones negativas que lo ahogan espiritualmente, tratará de dar mayor seguridad a su existencia, controlando a los demás, actuando de forma desconsiderada, injusta y cruel.

Todo y así, como con el caldero anterior, también se puede obtener cierta ayuda para intentar enderezar este segundo caldero con los métodos alternativos que se citaban 58

anteriormente, tales como el masaje, la imposición de manos, la gemoterapia, etc.

Ayudando a enderezar el segundo Caldero con la Musicoterapia

Para este caldero, se precisa igual que en el anterior, que durante varios minutos o el mayor tiempo posible, con el cuerpo en total relajación o meditación, se acceda a la armonía de una música adecuada, esta vez sonando con una melodía emotiva y espiritual, para así, ayudar a la toma de conciencia y colaborar con los sonidos a enderezar al segundo caldero. Puede servir cualquier música celta o de raíces celtas armoniosa, melodiosa y agradable, que inspire algo sagrado, pero también puede ser útil la música "new age", los cantos gregorianos, la música oriental o hindú de meditación, la música de los nativos americanos y los mantras tanto orientales como los de la tradición druídica, y etc. Sobre los mantras de la tradición celta, para ofrecer una ayuda a nuestro Ser en su concienciación y ayudar al mismo tiempo al segundo caldero, se sugiere preliminarmente la entonación del sonido de la letra oghámica Onn, como se sugirió con el primer caldero, para ulteriormente, pronunciar el mantra “Eadha”, que es el nombre de la letra oghámica E y recibe su nombre del Álamo. Dicho mantra se pronuncia en dos silabas, ead-ha, la primera sílaba rápidamente y la segunda pausadamente sonando como “ja” en español, soltando todo el aire en la letra “a”. Dicho mantra según la práctica druídica ayuda a eliminar la negatividad y los obstáculos que pueden entorpecer el camino, 59

canalizado la vibración de su sonido y favoreciendo, consiguientemente, a enderezar el segundo caldero. Dicho mantra o palabra sagrada, en gaélico original se pronunciaba “egha”.

Ayudando a enderezar el segundo Caldero con la Gemoterapia

Igual que con el caldero anterior y con el posterior, puede utilizarse el masaje y la imposición de manos en la zona específica de este caldero. Ahora bien, con la gemo-terapia, se trata de ayudar al llenado del caldero a través de las piedras y minerales. Con dicho método o técnica se aplica la piedra en el foco o centro de gravedad del segundo caldero, es decir, en el centro del pecho. Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda son el cuarzo rosa y la esmeralda, entre otras. Debido a ello muchas personas prefieren hacerse colgantes con dichos minerales y así estar siempre bajo su influjo y apoyo, aunque la forma más acertada de utilizar las piedras como refuerzo, es al igual que en la musicoterapia, cuando el cuerpo, el alma y la mente humana se hallan en relajación, reflexión o meditación.

Con la Aromaterapia:

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De modo similar a lo expuesto con el anterior caldero, se trata de ayudar al llenado del caldero a través de los aromas. La ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y provechosa, utilizando para tal fin el sándalo, la mirra, el almizcle, etc. Con este método se enciende el incienso o esencia en un lugar donde se encuentre el cuerpo en relajación, reflexión o meditación, para inhalar tranquilamente sus aromas.

Con la Cromoterapia:

Análogo al primer caldero, se trata de ayudar al llenado de éste, a través del color. El color verde u otros colores tenues asociados a la armonía como los rosados, resultan útiles ya que ayudan al llenado del caldero.

3-El Caldero del Conocimiento (en gaélico irlandés coire fhís)

También conocido como “Coire Sophis” o “Caldero de la Sabiduría”. Su centro de gravedad o foco energético se encuentra en la cabeza, en el centro de la frente y es el más alto de los tres “coirí filíochta”. Coincide con el sexto chacra hindú, pero su área de influencia se extiende desde el quinto hasta el séptimo chakra. Coincide también con el Tan Tien Superior de la espiritualidad y práctica taoísta.

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Originalmente está boca abajo desde que nacemos pero puede irse enderezando y variar su posición inicial con el transcurso del tiempo y con la evolución de la conciencia de cada cual. También puede quedarse inactivo en su posición inicial, como puede enderezarse en períodos concretos de nuestra existencia o volver a volcarse en etapas involutivas.

Llegamos a este tercer caldero desde el caldero de las emociones y de los sentimientos, para esforzarnos en penetrar en las serenas, despejadas y despiertas regiones de lo mental, pretendiendo evolucionar, caminar hacia un horizonte más lejano lleno de conocimientos, que nos resultan inaccesibles en otros niveles. Penetra también en el orbe psíquico de la clarividencia y en el místico de las visiones, ya que estando asociado al tercer ojo, este Caldero lleno abre la conciencia a la profundidad y a la dimensión de los mundos sutiles. Su función más valiosa es generar, absorber y captar la energía interna y externa, para poder vislumbrar lo invisible, conocer lo desconocido y aprender lo ignorado. Se asocia con otro de los tres reinos y elementos druídicos como es el del Agua. El agua como la mente, puede ser gélida como un témpano de hielo, pero también puede ser ardiente como el agua de un caldero en ebullición. Puede ser fría como el agua de nieve, pero también puede ser tibia como la espuma. Puede hallarse sucia, turbia o fangosa como la de una ciénaga pero también puede hallarse limpia y clara como la del caudal de un río. Puede hallarse muerta, estancada y putrefacta, pero también puede hallarse fértil y fecunda como el agua de la de la lluvia. Puede ser amarga o salada pero también dulce, puede ser 62

deliciosa, pero también venenosa, puede ser frágil como una burbuja, pero también puede ser una tempestad. En pocas palabras, la mente como el agua, posee una enorme facultad de adaptación y transformación. En cada persona reside la voluntad de orientarla hacia unas u otras expresiones y pensamientos.

-Un Caldero del Conocimiento boca arriba o lleno

Confiere intuición, claridad y sensatez. Refleja la capacidad de construcción, invención, concentración y creación. Manifiesta una firme voluntad y un esfuerzo constante y una atención perseverante. Este tercer caldero atañe al nivel de conciencia óptimo, cuando horizontal e incluso enderezándose de la verticalidad hacia la horizontalidad, se combina con un Caldero de la Vocación erguido, que ha dejado fluir la energía rebosante a este tercer nivel, al nivel del intelecto, de la mente, del entendimiento, del ingenio, de la agudeza mental, de la meditación, de la reflexión, de la comprensión, del conocimiento, de la sabiduría, de los conceptos, tanto de lo abstracto como de lo concreto. Este caldero lleno, refleja unas cualidades mentales y una amplitud de miras que ya se encuentran por encima de lo mundanamente habitual, pero que precisa de una combinación adecuada con los otros calderos, para que la plenitud de este tercer Caldero no lleve al intelecto a sumergirlo en las más oscuras ciénagas del ser humano, en las más retorcidas, tortuosas, taimadas y astutas perfidias mentales que el ser humano es capaz de tramar.

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Cuando el segundo caldero inicia un negativo proceso de pérdida de energía, dicho retroceso afecta a la plenitud o semiplenitud del tercer caldero. La agudeza mental adquirida vira hacia la artimaña y hacia la picardía, donde el intelecto desempeña la función más negativa. Así pues se incluyen en este tercer Caldero, las facultades del intelecto, la capacidad de discernimiento, raciocinio y madurez mental, la potencialidad de inventiva, de genialidad, de talento y de coherencia, etc., que con la ayuda del anterior Caldero de la Vocación vertical o lleno, que deja fluir la energía emotiva positiva a éste, se combina con un intelecto potencialmente activo que canaliza dicha intelectualidad con sentimientos y emociones positivas que vibran en una alta frecuencia.

-Si este Caldero se ladea o toma una posición horizontal

Refleja que las ideas creativas se quedan bloqueadas ya que la cantidad de energía que le llega no es la óptima para su pleno funcionamiento. Incluso señala que las personas son conscientes de la potencialidad de su intelecto y mente, pero no logran concentrarse y se resisten a ser aprendices de las técnicas o procedimientos que no saben dirigir u orientar convirtiéndose en personas obstinadas y hasta obsesivas. Un tercer Caldero ladeado refleja que el sujeto tiene ideas creativas, pero éstas se disipan fácilmente. Nociones que confusas pierden su rumbo, donde las ideas están mal orientadas desde el plano mental hacia el material exclusivamente, y se convierten en frustraciones.

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Si se mal combina con un Caldero de la Vocación ladeado, los pensamientos y emociones reflejan un cierto grado de egocentrismo que perturba a su entorno. Axiomáticas especulaciones mentales, se convierten en pensamientos que desarrollados sobre conceptos equívocos, los cuales con cierto nivel de éxito, se convierten en acciones nocivas hacia los que le rodean. Utiliza su inteligencia que aunque inmadura logra afectar a las personas con las que se relaciona provocando en ellas, ante su pedantería, un rechazo que aun acrecienta más la falsa idea de que el mundo está contra el sujeto. El individuo puede actuar en consecuencia en su propio interés ególatra, desenvolviéndose en un medio social que piensa le es hostil, con escasa conciencia moral, pudiendo reflejar esta combinación a sujetos faltos de ética, que pueden llegar a convertirse en criminales, delincuentes o sociópatas de toda índole.

-Puede invertirse, sin embargo.

Cuando se invierte, refleja que el egocentrismo se ha acentuado, no hay humildad y, por tanto, los conocimientos adquiridos se utilizan sin justicia y solo para el aprovechamiento personal, reflejando incluso un ego espiritual negativamente enfocado. La persona con dicho caldero invertido evidencia que es un ser racional pero sumamente condicionado por juicios mentales, los cuales tampoco son propios o esencias de él mismo. Refleja una pérdida de discernimiento y entendimiento, aplicando en su vida lo considerado y aceptado como lógico y 65

no interpreta prácticamente nada, sino que ejecuta y realiza textual y literalmente. Dicho caldero invertido, evidencia también a las personas sumamente teóricas ante las incógnitas de la vida, que no se sienten capaces de poner sus ideas en práctica totalmente y aun poniéndolas parcialmente, siguen siendo altamente teorizantes. Refleja dicho caldero invertido a personas poco espirituales y partidarias, en la mayoría de los casos, de filosofías especulativas básicamente antirreligiosas, ateas o teófobas. Trasluce dicha inversión a personas a las que les domina el intelecto, todo lo lógico y racional, pero desde un prisma totalmente condicionado por lo aceptado culturalmente como indiscutible. El caldero invertido se manifiesta en personas que son sumamente escépticos ante los cambios y novedades que les impliquen abandonar los esquemas mentales adquiridos y que han hecho propios, ante otros esquemas de vida que se les puedan presentar. Se muestran incapaces de comprender y aceptar conceptos, que no sean los que ellos ya hayan asumido como válidos. Su moral es un intelectualismo filosófico radical o un cientifismo a ultranza dogmático, basado metódicamente en justificaciones materialistas y en argumentos socialmente considerados como incuestionables, que toman como normales, siguiendo así, la mayor parte de las normas y concepciones establecidas. Sus siempre deducciones sistemáticas y metódicas y el constante predominio en el intelecto de todo lo material, arrinconan sus emociones positivas, mostrándose fríos, distantes y con un axiomático complejo de superioridad que exhiben con petulancia y prepotencia.

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Al tumbarse este tercer caldero, los pensamientos y conceptos se polarizan hacia lo binario y los matices se diluyen. Solo se reconocen dos elementos, dos principios, dos factores, dos términos, dos variables, dos realidades: “Bueno o malo”, “si o no” “bien o mal” “falso o verdadero” “negro o blanco” “Yo y el mundo” “racional o irracional”, “lógico o ilógico”. Un caldero volteado refleja una capacidad mental analítica distorsionada. En dicha posición, el ser humano razona, conjetura y resuelve, pero sus reflexiones y especulaciones son dualistas. Observa y analiza pero sus observaciones son parciales y arbitrarias. Argumenta, explica y hasta puede querer dar lecciones y aleccionar, pero sus argumentaciones, informaciones y discursos se hallan fragmentados y totalmente condicionados. Su visión de la realidad se halla igualmente deformada y solo acepta como real el mundo tal y como él cree percibirlo tanto el interno como el externo, desacreditando cualquier otra forma de comprenderlo y de sentirlo. En nuestros días, un porcentaje muy alto de los individuos que viven en las sociedades occidentales, reflejan que tienen este caldero parcial o totalmente invertido. Descubrirlo y constatarlo, es ya un pequeño paso para querer intentar enderezar este caldero.

Ayudando a enderezar el tercer Caldero con la Musicoterapia

Al igual que con los calderos anteriores, puede utilizarse el masaje y la imposición de manos en la zona específica de este caldero.

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Además, con la músico-terapia se precisa igual que en los dos anteriores, que durante varios minutos o el mayor tiempo posible, con el cuerpo en total relajación o meditación, se acceda a la armonía de una música adecuada. Para este caldero se sugiere para llegar al intelecto la música clásica, más intelectual, con ritmos y escalas más complejas como muchas de las obras de Mozart. (Parece demostrado que la música de Mozart tiene un poderoso efecto en el desarrollo intelectual y creativo, en especial en los niños). En general, la música natural ayuda al primer caldero, ya que evoca a la Madre Naturaleza e imita o transmite los sonidos de ésta e incluso puede inducir a la danza. Tiene una función catártica, liberando tensiones y relajando, siendo una música que se siente, sensual, que involucra físicamente. La música emotiva ayuda al segundo caldero pues transmite emociones y sentimientos en su lenguaje, siendo evocadora de imágenes y recuerdos positivos. Sublima las emociones positivas y los sentimientos ayudándonos a penetrar en nuestra propia sensibilidad y espiritualidad. La música intelectual ayuda al tercero caldero, estimulando al intelecto. Es una música que puede comprenderse, descifrarse, interpretarse, conllevando una aptitud de compromiso-análisis.

Sobre los mantras de la tradición celta, que pueden ofrecer una ayudar a nuestro Ser en su concienciación, y ayudar al mismo tiempo, al tercer caldero, se sugiere preliminarmente la entonación del sonido de la letra oghámica Onn, como con en el primer y segundo caldero. Posteriormente, se sugiere pronunciar el mantra céltico “Ailm” que es el nombre de la letra oghámica A, y recibe su nombre del Abeto Blanco o quizá del Pino Albar o blanco.

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Dicho mantra u ondulación de voz, se puede pronunciar en castellano en tres golpes de voz, a-il-m, la primera largamente, la segunda corta y fuerte, y la tercera, la letra m, con vibración. Según la práctica druídica, dicho vocablo en su frecuencia de onda, ayuda al nacimiento de ideas positivas y eficaces, a la creatividad, a la circulación y difusión de los pensamientos, canalizado la vibración de su sonido y ayudando, consiguientemente, a enderezar este tercer caldero.

Con la Gemoterapia:

Igual que en los calderos anteriores, se trata de ayudar al llenado de este caldero a través de las piedras. Con dicho método o técnica se aplica la piedra en el foco o centro de gravedad del tercer caldero, es decir, en la frente. Las piedras más adecuadas para este cometido y ayuda son amatistas y zafiros.

Con la Aromaterapia:

De modo similar como con los anteriores, se trata de ayudar al llenado de este caldero a través de los aromas. La ayuda con inciensos naturales puede ser idónea y provechosa, como el jazmín o la menta. Con este método se enciende el incienso o esencia en un lugar donde se encuentre el cuerpo en relajación, reflexión o meditación, para inhalar tranquilamente sus aromas.

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Con la Cromoterapia:

Análogo al primer y al segundo caldero, se trata de ayudar al llenado de éste, a través del color. El color azul, asociado druídicamente a la mente e intelecto, u otros colores análogos como añiles, índigos y violetas, resultan útiles ya que pueden ayudar al llenado de este tercer caldero.

FIN DEL PRESENTE TRABAJO

Gracias a los lectores por el interés mostrado en su lectura.

¡Nos encontramos por el camino!

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