National Geographic Usa En Espanol - Junio 2016

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NGENESPANOL.COM | JUNIO DE 2016

EL SECUESTRO DEL PASADO

ESTADOS UNIDOS 4.95 DLS. PUERTO RICO 3.95 DLS. DESCARGA NATIONAL GEOGRAPHIC EN ESPAÑOL

en App Store y Google Play

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37634 13674

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06

El renacimiento de Ciudad Juárez

El verano de los Tiburones

Bogotá: 404 9032 Línea Nacional: 01 8000 119 315 [email protected]

junio de 2016 vol. 38 • núm. 6 No sorprende que a la zona de bancos de arena y aguas poco profundas al norte de Bahamas se le llame Tiger Bay.

50 Nadar con Tigres

El escritor bucea con tiburones tigre, depredadores asombrosos que son esenciales para la salud de los mares. Por Glenn Hodges Fotografías de Brian Skerry

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26

Saqueo al pasado El comercio ilegal de antigüedades está causando estragos en el patrimonio arqueológico de la humanidad.

El mundo aislado de Perú El Parque Nacional del Manu es una maravilla natural protegida, hasta ahora, por su aislamiento y sus residentes.

Por Tom Mueller Fotografías de Robert Clark

Por Por Emma Marris Fotografías de Charlie Hamilton James

94 Testimonios | El arte de la energía soalr La interacción de la naturaleza con la actividad humana forma patrones en el desierto de Nevada.

76

Juárez vuelve a la vida Esta ciudad fronteriza, la más peligrosa del mundo, vive una disminución del crimen y ve renacer su vida cívica. Por Sam Quinones Fotografías de Dominic Bracco II

En portada La máscara funeraria del rey Tutankamón no fue robada por saqueadores, pero sí muchos otros tesoros. Foto ilustración de Javier Jaén. Fotos: Kenneth Garrett, National Geographic Creative (Tutankamón); PeopleImages/Getty Images (guante)

Texto y fotografías de Jamey Stillings

REVISTA OFICIAL DE NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY

Inspiración para cuidar el planeta National Geographic Society es una organización mundial sin fines de lucro comprometida con la exploración y protección de nuestro planeta.

Paola Rotzinger

EDITORIAL

DIRECTORA DE CONTENIDOS LUJO

Claudia Muzzi DIRECTORA EDITORIAL

PRODUCCIÓN Colombia: María del Pilar Sosa GERENTE

ARTE

DIRECTORES / GERENTES GENERALES Argentina: Luis Castro Centroamérica: María Rosa Velandia Chile: María Eugenia Goiri Colombia: Beatriz Pizano Estados Unidos y Caribe: Alvaro Palacios

Vir gilio Valdés

DIRECTOR DE AR TE

WEB

Mónica Valladolid EDITORA WEB

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Marielos Rodríguez

DIRECTORA GENERAL DE VENTAS

COMMUNITY MANAGER

DIGITAL

Argentina: Adrián de Stefano DIRECTOR COMERCIAL Centroamérica: Carla Cardona GERENTE DE VENTAS Chile: Alejandra Labbé GERENTE DE VENTAS Colombia: Helena Rozo Gómez GERENTE COMERCIAL Katherine Caro Murte DIRECTORA BTL Ecuador: Maria Fernanda Miranda JEFE DE VENTAS GUAYAQUIL Ecuador: Belen Miranda COORDINADOR DE VENTAS QUITO Estados Unidos e nternacional: María Parets DIRECTORA DE VENTAS, Rafael Hernández DIRECTOR DE VENTAS DIGITALES México: Josu Garritz DIRECTOR COMERTCIAL Perú: Carmen Rosa Villanueva JEFE DE VENTAS DE PUBLICIDAD

Sergio Cárdenas Fernández DIRECTOR EDITORIAL ONLINE

COLABORADORES EXTERNOS

Marissa Espinosa Gutiérrez ASESORÍA EDITORIAL Y REDACCIÓN

Luis Ernesto Nava Julieta Sánchez Quiroz EDITORES DE CIERRE

ADMINISTRACION Y FINANZAS México y EUA: Oziel Fontecha DIRECTOR Argentina: Miguel Angel López GERENTE Colombia: Adrián Martínez GERENTE Chile: Juan Carlos López GERENTE Perú: Lidia Fernández GERENTE

Oswaldo Barrera

CORRECCIÓN DE ESTIL o

CONSEJO EDITORIAL

Carlos Galindo Leal Rodolfo Lacy Mario Molina Antonio Peimbert Patricio Robles Gil Samuel Ponce de León José Sarukhán Leonardo López Luján

MARKETING Y SERVICIOS CREATIVOS Argentina: Valeria Polacsek GERENTE Chile: Maria Paz Aguirre GERENTE DE MARKETING Colombia: Fernando Otero GERENTE Estados Unidos: Delaila Fuentes DIRECTORA DE MERCADOTECNIA México: Guillermo Ortiz Romero DIRECTOR DE PLANEACIÓN Y DESARROLLO

CIRCULACIÓN Argentina: Gustavo Bruno DIRECTOR DE CIRCULACIÓN Alejandro Iglesias JEFE DE CIRCULACIÓN Chile: Rodrigo Gamboa Espinoza GERENTE DE SUSCRIPCIONES

COORDINACIÓN DE ASESORES

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Manu: José Ignacio Rodríguez • Tiburones: Marco A. Vargas • Juárez: Ofelia Arruti • Arte solar: Aridela Trejo • Secciones: Gonzalo Carrillo para Ideas y Eventos Integrales

Y CIRCULACIÓN

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Robert Ballard, Lee R. Berger, James Cameron, Sylvia Earle, J. Michael Fay, Beverly Joubert, Dereck Joubert, Louise Leakey, Meave Leakey, Enric Sala FELLOWS

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LEGAL AND BUSINESS AFFAIRS: Jeff Schneider

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TELEVISA PUBLISHING INTERNATIONAL

Porfirio Sánchez Galindo DIRECTOR GENERAL

Mauricio Arnal DIRECTOR GENERAL DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS

© NATIONAL GEOGRAPHIC. Marca Registrada. Vol. 38 núm. 06 fecha de publicación: Junio de 2016. Revista mensual, editada y publicada para los distintos países por EDITORIAL TELEVISA, S.A. DE C.V., Av. Vasco de Quiroga N° 2000, Edificio E, Col. Santa Fe, Del. Alvaro Obregón, C.P. 01210, México, D.F., tel. 52-61-26-00, por contrato de licencia celebrado con NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY, Washington, D.C. Oficina Internacional de Redacción: Av. Vasco de Quiroga N° 2000, Edificio E, Col. Santa Fe, Del. Alvaro Obregón, C.P. 01210, México, D.F., Tel.: 52-61-26-00 Oficina Internacional de Publicidad: 6355 N.W. 36th. Street, Miami, Florida 33166 U.S.A. Tel: (305) 871-6400. Editor responsable: Porfirio Sánchez Galindo. Impresa por: Reproducciones Fotomecánicas, S.A. de C.V. Durazno No. 1 Esquina Ejido, col. Las Peritas Tepepan, Xochimilco, México, D.F. C.P. 16010, tel: 55 53 34 17 50. INFORMACIÓN SOBRE VENTAS: ESTADOS UNIDOS: ET Publishing International, Inc. 6355 N.W. 36th. Street, Miami, Florida 33166 U.S.A. Tel: (305) 871-6400. • PUERTO RICO: Editorial Televisa Puerto Rico, Inc., Calle Diana #29 Amelia Distribution Center Guaynabo, Puerto Rico 00968. Tel. (787) 273-0800. Fax (787) 273-0861. ET Publishing International, Inc. office of publication: 6355 N.W. 36th. Street, Miami, Florida 33166 U.S.A. Suscripciones en USA y Puerto Rico: para servicio al suscriptor, llamar al 1 800 288-6677 o visítenos en: www.televisapublishing.com. National Geographic en Español (USPS # 021-701). Published monthly by ET Publishing International, Inc., 6355 N.W. 36th. Street, Miami, Florida 33166 USA by permission of NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY. Periodicals Postage Paid at Miami, FL 33152, and at additional mailing offices. Annual subscription rate is US$32.00. Price per copy is US$3.95 in the USA and Puerto Rico only. POSTMASTER: Send address changes to National Geographic en Español, Subscription Service Department, P.O. Box 420235, Palm Coast, FL 32142 or by email at: NationalGeographicEnEspanol@ emailcustomerservice.com. El material editorial que aparece en esta edición es propiedad registrada de NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY. EDITORIAL TELEVISA S.A. DE C.V. investiga sobre la seriedad de sus anunciantes, pero no se responsabiliza con las ofertas relacionadas por los mismos. Prohibida la reproducción parcial o total del material editorial publicado en esta edición. Edición en español de National Geographic Magazine. Exportada por Editorial Televisa, S.A. de C.V. National Geographic en Español (ISSN 1665-7764) TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ALL RIGHTS RESERVED. © Copyright 2016. www.ngenespanol.com [email protected]

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PHOTOGRAPHY: Sarah Leen. EXECUTIVE EDITOR NEWS AND FEATURES:

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Ribeiro. BULGARIA: Krassimir Drumev. CHINA: Bin Wang. CROATIA: Hrvoje Prcic. CZECHIA: Tomáš Turecek. ESTONIA: Erkki Peetsalu. FARSI: Babak Nikkhah Bahrami. FRANCE: Jean-Pierre Vrignaud. GEORGIA: Levan Butkhuzi. GERMANY: Florian Gless. HUNGARY: Tamás Vitray. INDIA: Niloufer Venkatraman. INDONESIA: Didi Kaspi Kasim. ISRAEL: Daphne Raz. ITALY: Marco Cattaneo. JAPAN: Shigeo Otsuka. KAZAKHSTAN: Yerkin Zhakipov. KOREA: Junemo Kim. LATIN AMERICA: Claudia Muzzi Turullols. LITHUANIA: Frederikas Jansonas. NETHERLANDS/ BELGIUM: Aart Aarsbergen. NORDIC COUNTRIES: Karen Gunn. POLAND: Martyna Wojciechowska. PORTUGAL: Gonçalo Pereira. ROMANIA: Catalin Gruia. RUSSIA: Alexander Grek. SERBIA: Igor Rill. SLOVENIA: Marija Javornik. SPAIN: Josep Cabello. TAIWAN: Yungshih Lee. THAILAND: Kowit Phadungruangkij. TURKEY: Nesibe Bat

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Inspiración para cuidar el planeta

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3 preguntas

Por qué debemos seguir explorando el espacio La historia registra a Edwin “Buzz” Aldrin como el segundo hombre en poner un pie en la Luna. A los 86 años, el ex astronauta todavía intenta nuevas hazañas. Apareció en televisión, en The Big Bang Theory y Dancing with the Stars. Ha escrito nueve libros, incluyendo No Dream Is Too High: Life Lessons from a Man who Walked on the Moon, y continúa exhortando a los habitantes de la Tierra a ir más allá en el espacio.

¿Por qué es importante para nosotros seguir explorando el espacio, incluso llegar a colonizar Marte? Estamos estancados en la Tierra. Estamos volviendo al pasado. Ya no somos pioneros. No vemos hacia adelante. Y si no exploramos, expiraremos. ¿Qué nos detiene? Muchas cosas, incluyendo astronautas que envejecen, apatía pública, falta de actividades emocionantes en el espacio, restricciones en el presupuesto y líderes que menosprecian tales aspiraciones.

¿Te gusta alguna de las películas sobre el espacio y, realmente, piensas que hay otros seres allá afuera? Me gustó The Martian. También pienso que Gravity fue buena. En un punto de mi carrera espacial pude haber sido como el personaje de George Clooney, libre para maniobrar durante mi caminata espacial, pero NASA insistió en que usara una correa de sujeción. En cuanto a la vida extraterrestre, Carl Sagan dijo que afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria. Algunos creen que en el monolito de Fobos [una pequeña luna de Marte] había inteligencia detrás de su estructura, por ejemplo. Pero no tenemos esa evidencia extraordinaria, por ahora. ¿Cuál fue la mayor lección que aprendiste como astronauta? Ha cambiado desde que regresé de la Luna. Debes recordar que no fui llamado astronauta de inmediato. Así que, al voltear a ver las cosas, lo que recuerdo es el proceso. El proceso de volverme astronauta e ir [a la Luna] me enseñó una lección de persistencia. Si no lo logras a la primera… REBECCA HALE,

IMÁGENES

Foto del Lector

Lo mejor del mundo Misión: en asociación con National Geographic Traveler, retamos a la comunidad de Foto del Lector a tomar fotografías dignas para una portada de sus lugares favoritos.

NOTA DEL EDITOR

‘Recibimos más de 34 000 imágenes para esta misión –la mayor participación que hemos tenido–. En la escena de arriba, de un azul fuera de este mundo, la formación de hielo en un acantilado crea un marco perfecto para el sujeto”. Monica Corcoran, directora de Foto del Lector

Swee Ong Wu Singapur Wu estaba en una expedición en motos de nieve por la tundra ártica del archipiélago de Svalbard, Noruega, cuando tomó esta foto. “Estaba explorando una estructura de hielo, casi parecida a una cueva, cuando vi esta abertura –recuerda–. Realmente se veía como si estuviera en un mundo nuevo”.

EXPLORA

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Ciencia

ESTADOS UNIDOS

Punto de vista abajo CALIFO CAL IFORNI RNIA e es

MEXICO

Beber agua del abismo Faro de Point Pinos

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Un proyecto de desalinización, desarrollado alrededor de una zona única por su topografía submarina, puede producir agua potable para una California azotada por la sequía. La asociación pública y privada Monterey Bay Regional Water Project tomará el agua marina de una zanja submarina de tres kilómetros de profundidad frente a la bahía de Monterey y la llevará a un centro de datos de computación. Ahí, el agua enfriará el centro antes de desalinizarse; la planta producirá bastante agua al día para 55 000 hogares y ahorrará suficiente energía para dar electricidad a casi 65 000 hogares cada año. El calcio, producto del flujo de residuos de la planta, se reciclará para fabricar materiales de construcción como la piedra caliza. Los líderes del proyecto esperan que al extraer el agua de las profundidades más frías se reducirán las afectaciones a la vida acuática. Heather Cooley, directora del programa acuífero para el Instituto Pacific, sin fines de lucro, advierte que “no hay una salida fácil para enfrentar la escasez de agua”. Ella aboga por probar otras medidas para conservar el líquido, más “baratas y rápidas”, antes de embarcarse en proyectos de desalinización. Pero Brent Constantz, director general de la organización DeepWater Desal, desarrolladora del proyecto, dice que las opciones se agotaron: “La desalinización es inevitable. Queremos hacerla tan amigable con el ambiente como sea posible”. Los permisos de construcción podrán ser concedidos por el estado luego de una evaluación ambiental. Constantz espera que el proyecto esté bombeando agua en 2018. —Nina Strochlic

Las bombas de la planta sacarán agua muy fría de una “ola” que se origina en un cañón submarino muy profundo. Al usar un líquido más frío, los líderes del proyecto esperan reducir los efectos negativos en peces e invertebrados que viven en las aguas superficiales más cálidas.

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Planta de desalinización y centro de datos

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JASON TREAT Y CHARLES PREPPERNAU. FUENTES: DEEPWATER DESAL; MONTEREY BAY AQUARIUM RESEARCH INSTITUTE (DATOS DEL CAÑÓN); ESRI STREETMAP; SERVICIO GEOLÓGICO DE ESTADOS UNIDOS

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Cuidar la vida acuática

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Planta de energía Almacenamiento de carbono La escala varía en esta perspectiva. La distancia entre el faro de Point Pinos y Seal Rock es de 36.2 kilómetros.

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O Tubería profunda El cañón de Monterey se hunde más de tres kilómetros bajo la superficie. Una corriente de agua marina fría que se mueve hacia la zona fótica superior, donde la luz penetra el océano y reside abundante vida marina, será bombeada hasta la planta desalinizadora.

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Corte transversal de los cañones 0m (nivel del mar)

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El cañón de Monterey se extiende más allá de la profundidad mostrada en esta perspectiva. La sección transversal del Gran Cañón se localiza cerca de Grandview Point.

DATOS

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Usar agua fría para enfriar el centro de datos recorta sus necesidades de energía casi a la mitad.

El agua de las profundidades marinas es fría y densa, por lo cual requiere más energía para desalinizarla. Enviarla por un intercambiador de calor calienta el agua mientras enfría un centro de datos, lo que representa un ahorro neto de energía.

Centro de datos

Agua fría del océano

AGUA DULCE

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Ciclo de desalinización ¿Qué tienen en común materiales para construcción, datos de internet y agua dulce? Todos son parte de un proyecto innovador de desalinización que integra múltiples tecnologías para la sedienta zona central de California.

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Planta de energía

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Salmuera La salmuera, agua intensamente salada que es producto residual de la desalinización, se puede bombear de vuelta a la zanja para una dispersión segura, según afirman los líderes del proyecto.

La planta bombea agua salada a través de una membrana que filtra la sal y otros materiales, y deja solo agua potable. Planta de desalinización

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Santa Cruz MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN

Se crea piedra caliza al combinar el desperdicio de calcio de la desalinización con el carbono producido por la planta eléctrica.

N

EXPLORA

Vida salvaje

Polillas vs. murciélagos La mariposa luna es una criatura asombrosa de color verde claro, alas largas y apenas el tamaño de un naipe. Es inteligente, en opinión de los biólogos Jesse Barber y Akito Kawahara, quienes encontraron que las “colas” en los extremos de las alas de la Actias luna son más que apéndices atractivos. Son señuelos prescindibles para engañar murciélagos hambrientos. Cuando un cazador con ecolocación la ataca, dice Barber, las colas en movimiento de la polilla distraen y engañan al murciélago, desviando su ataque del objetivo; tendrá un bocado de la extremidad, pero rara vez el insecto completo. “Las polillas y murciélagos participan en una guerra acústica desde hace 60 millones de años”, comentan Barber y Kawahara. Para ellos este trabajo expande el conocimiento de los científicos sobre “estrategias antidepredatorias de deflexión” y cómo se adaptan las mariposas nocturnas para competir en esta “carrera armamentista evolutiva”. —Catherine Zuckerman

TRES POLILLAS, TRES MANIOBRAS Deflexión La mariposa luna bate las “colas” de sus alas para distraer a los murciélagos que se aproximan y desviar su ataque.

Descenso súbito Las polillas con orejas evaden a los murciélagos de varias maneras como cerrar sus alas y dejarse caer al paso del depredador.

Engañar el sonar Las polillas halcón crean clics ultrasónicos al frotar partes de su cuerpo. El sonido interfiere con el procesamiento del eco del murciélago.

DAN WINTERS. ILUSTRACIÓN: JESSICA WANG. FUENTES: JESSE R. BARBER, UNIVERSIDAD ESTATAL DE BOISE; AKITO Y. KAWAHARA, MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE FLORIDA.

EXPLORA

Nosotros

Tratamientos oportunos

Se dice que hay un tiempo para todo, aunque podrías no saber cuál al ver la etiqueta en el empaque de un medicamento. La mayoría indica cuántas pastillas tomar, pero no cuándo hacerlo. Eso es un problema, “porque los síntomas y la eficacia del tratamiento varían según la hora del día”, indica Michael Smolensky, profesor de ingeniería biomédica en la Universidad de Texas en Austin. Los infartos, por ejemplo, tienden a ocurrir en la mañana; el asma suele recrudecerse por la noche. “Si tomas tu medicina a la hora incorrecta –aclara–, quizá no funcione tan bien… o puedes experimentar más efectos secundarios y toxicidad”. Humanos y animales tienen una serie de relojes internos en sus cerebros, órganos, tejidos y células que se sincronizan de manera natural con el ciclo terrestre de luz y oscuridad cada 24 horas. Adaptar la medicación a los ritmos circadianos se conoce como cronoterapia, campo todavía ajeno para muchos médicos. Georgios Paschos, biólogo circadiano de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania, sugiere un remedio: “Más pruebas clínicas que investiguen el horario óptimo para administrar un medicamento”. —Jeremy Berlin ILUSTRACIÓN: JENNA FITE. FOTO: REBECCA HALE

EXPLORA

Planeta Tierra

Cultivos urbanos Las granjas de azotea, que durante la década pasada surgieron rápidamente en las ciudades estadounidenses, dan acceso a productos frescos para las comunidades locales. Muchas pueden encontrarse en Nueva York y, en algunos casos (como la Brooklyn’s Eagle Street Rooftop Farm, mostrada aquí), ofrecen oportunidades educativas y de voluntariado para personas ansiosas por poner su granito de arena verde. La pregunta de cómo cultivar más comida en las zonas metropolitanas de manera eficiente gana importancia conforme aumentan las poblaciones urbanas: la FAO estima que, para 2025, 3 500 millones de personas vivirán en las ciudades. Sin embargo, para aumentar los rendimientos en las ciudades, los granjeros deben lidiar con los efectos del cambio climático sobre las condiciones de cultivo. Hay una solución potencial: diseños más innovadores. Para el ecologista Dickson Despommier significa sembradíos verticales, donde se cultiven frutas y vegetales en situaciones controladas dentro de edificios altos, muy populares ahora en Japón. La solución del arquitecto Mitchell Joachim toma una forma diferente: la cabina esférica que desarrolló tiene un sistema de cultivos en el exterior y un espacio habitable por dentro. Puede agrandarse para caber en un espacio más amplio, comenta Joachim, o reducirse para entrar en un balcón elevado. —Catherine Zuckerman FOTO: MARIO WEZEL

EXPLORA

Parques Nacionales América Latina

UBICACIÓN Venezuela (Aragua y Carabobo) VISITANTES 450 000 al año EXTENSIÓN 1 078 km2 ECOSISTEMAS Selva nubosa, bosque seco y playa ESTATUS DE CONSERVACIÓN Parque Nacional desde 1937

ESPECIES PRESENTES Curata, majagua, palo maría, cucharón, palma macanilla, caña molinillo, aráceas, orquidáceas, bromeliáceas, piperáceas y heliconias. Unas 520 especies de aves. Paujil copete de piedra (amenazado), ratón acuático (endémico, amenazado), perrito de agua marsupial (cuica de agua), cunaguaro (ocelote), jaguar (amenazado), puma, mono araguato (mono aullador rojo), tapir amazónico (amenazado), cuchicuchi (kinkajú).

GRUPOS INDÍGENAS Tribus tacariguas que fueron desplazadas por los caribes, una cultura belicosa a la que se le atribuía la práctica de la antropofagia. Estos últimos conformarían la resistencia indígena contra los conquistadores españoles. Hoy habitan dos etnias de la rama caribe en la región: cumanagotos y arawacos.

Inmunidad ecológica PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER

Más de 40 % de las especies de aves venezolanas y 6.5 % del total mundial, así como más de 20 endémicas, ocupan los recovecos nebulosos de las montañas. Su complejo sistema de captación de agua abastece ciudades y pueblos en los alrededores. Colina abajo, sus extensas playas reciben una cantidad importante de turistas que practican deportes acuáticos.

A inicios del siglo xx, el científico suizo Henri Pittier llegó a Venezuela para realizar trabajos de conservación, botánica, fitogeografía y divulgación del conocimiento. Su pasión por la vida silvestre venezolana lo impulsó a radicar y adoptar la nacionalidad de ese país, donde fundó el Herbario Nacional con el que registró miles de especies y advirtió sobre las amenazas que hasta hoy enfrentan estos biomas. PARQUE NACIONAL HENRI PITTIER Sus esfuerzos se recompensaron con la creación del primer parque nacional de Venezuela, Rancho Grande, en 1937. Así inició el sistema de Parques Nacionales que hoy abarca más de 20 % de territorio venezolano. Desde entonces y hasta su muerte, Pittier fue jefe del Servicio Botánico de Venezuela. Su nombre se inmortalizó cuando el parque que administró por más de una década se rebautizó en su honor. Hoy, el Ministerio del Ambiente (el primero en América Latina) que administraba el sistema que fundó Pittier, se incorporó al nuevo Ministerio de Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo tras 37 años de su creación. Críticos al decreto declaran que, como resultado, el parque registra incendios forestales más constantes e incontrolables que proliferan por el desmantelamiento de la infraestructura de prevención de desastres, carencia de equipo y personal, y falta de planificación. Además, el fenómeno de El Niño, sequías intensas y el descuido humano desembocaron en 6 500 hectáreas afectadas por el fuego en el Henri Pittier tan solo en marzo: casi 60% del bosque de montaña en Aragua. La vitalidad del primer parque nacional de Venezuela presenta el riesgo de desaparecer entre las llamas. Una crisis ambiental que inevitablemente se presenta cuando la ecología no prevalece ante cualquier ideología política. —Erick Pinedo GETTY IMAGES

IMÁGENES

España Cientos de compañeros con vestidos brillantes forman la base de una torre humana durante la competencia bienal Concurs de Castells, en Tarragona. Esta tradición cultural catalana, que data del siglo XVIII, fue reconocida por la UNESCO en 2010. DAVID OLIETE CASANOVA

Canadá En un acuario casero en Kenora, burbujas pequeñas motean tallos y cáscaras de cerezas sumergidas en agua mineral. Efervescencias como esta ocurren cuando el bióxido de carbono satura un líquido y se acumula en superficies suaves, antes de elevarse y dispersarse. LAURENS KALDEWAY

Ve más imágenes en ngenespanol.com

Vietnam Mientras dos mujeres tejen redes en el poblado de Vinh Hy, olas de tela verde semejan un mar inquieto. El pescado es una fuente básica de proteína en Vietnam, que también tiene granjas de camarón y bagre. Esto lo convierte en uno de los mayores exportadores de alimentos marinos en el mundo. QUANG TRAN

EXPLORA

Notas de campo

Exploradores y fotoperiodistas de National Geographic informan desde todo el mundo.

Exploradores emergentes 2016

Guías del camino: conoce la siguiente generación de exploradores Científicos, conservacionistas, narradores e innovadores: los exploradores emergentes de National Geographic recién anunciados hacen descubrimientos que cambiarán el mundo. Seguiremos su progreso durante el año por venir. ARTHUR HUANG Arquitecto e ingeniero

Los sueños de Arthur Huang están hechos de basura. ¿Cuál fue el último? “Un pedazo de basura que va a volar”, afirma. Los sueños de Huang tienden a volverse realidad. Este sueño se encuentra en la oficina del último piso de su compañía en Taiwán y se llama EcoFighter, un avión de dos plazas con alas hechas de botellas de plástico recicladas. Cuando era un joven estudiante de arquitectura, Huang creció con la desilusión de que, a pesar de todo lo que se hablaba de “volverse verde”, parecía que nadie producía materiales 100 % sustentables. Decidió inventarlos él mismo. No fue fácil. Tuvo que construir su propia maquinaria, porque los materiales reciclados rompían el equipo existente. Pero ahora, su firma, Miniwiz, la cual fundó en 2005, transforma plástico, ropa y fibra de arroz de desecho en cosas útiles y bellas. Huang abrió tiendas de “concepto basura” para Nike, construyó un pabellón de nueve pisos en Taipéi y colaboró con diseñadores de muebles italianos para recrear sus piezas clásicas con el uso de tablas hechas de colillas de cigarrillos. “Tratamos de vender la basura de regreso a las personas que la producen”, explica. Pocos siguen su ejemplo. “Nuestro mayor problema ahora es la falta de competidores”, sugiere Huang. Pero su siguiente sueño podría cambiar eso: Miniwiz pondrá sus diseños en línea para que los emprendedores puedan construir y vender sus propios productos. “Si la basura puede volar –dice–, ¿por qué no convertirla en un estante o en ropa?

Con el uso de materiales hechos de basura, como las botellas de plástico reprocesadas de esta foto, Arthur Huang crea diseños más ligeros, fuertes y sustentables, desde artículos electrónicos hasta edificios.

THANDIWE MWEETWA Bióloga de leones

La conservacionista Thandiwe Mweetwa sabe que mientras conduce para patrullar los pastizales de Zambia, ella es “solo otro auto” para la joven leona con una oreja mal formada. Aun así, siente un vínculo con el animal. Hace cinco años, la bióloga de 28 años y su equipo del Zambian Carnivore Programme rescataron a la gran felina de la trampa de un cazador furtivo. Desde entonces, Mweetwa la ha visto recuperarse y criar tres cachorros. Al crecer en el valle del Luangwa, rico en vida silvestre, Mweetwa quedó asombrada con los animales que vagaban cerca de su pueblo. Cuando el club conservacionista de su escuela promovió la importancia de protegerlos, su camino quedó marcado. Ahora ella coloca collares rastreadores en leones, leopardos, hienas y licaones. El trabajo es peligroso, pero no solo por manejar fauna silvestre: “Hay muchas precauciones que puedes tomar para asegurarte de que las cosas salgan bien –comenta–. Son los cazadores furtivos quienes me preocupan”. En partes de Zambia, los cazadores armados disparan tanto a animales como a sus guardianes. THEODORE KAYE

EXPLORA

Notas de campo

La mayor huella de Mweetwa podría sentirse en la relativa seguridad de un salón de clases. Para combatir la caza furtiva antes de que comience, planea ir a más escuelas y pedir a los estudiantes que la acompañen para promover la conservación por encima de la exterminación. WASFIA NAZREEN Montañista, activista y educadora

Cuando Wasfia Nazreen alcanzó la cumbre del Everest en 2012, tomó su teléfono satelital y llamó a su mamá en Bangladesh. Fue un momento crucial para ella, ya que descendería de la cima del mundo hacia la aclamación internacional y, finalmente, la aceptación de su familia. Su madre la abandonó cuando tenía 11 años. Cuando volvieron a encontrarse, casi dos décadas después, Nazreen se había vuelto una montañista y activista de género declarada. Su familia no lo aprobó, pero luego del Everest su vergüenza se convirtió en orgullo. “De haberlo sabido, probablemente habría llevado a cabo antes la estrategia de escalar montañas”, comenta entre risas. Nazreen se describe a sí misma como “la oveja negra” de su hogar, en Bangladesh. A los 17 años se fue a Estados Unidos con una beca universitaria completa y luego a India, donde trabajó con refugiados tibetanos y descubrió su pasión por escalar montañas. En 2011, dos años después de regresar a

Para saber más sobre cómo National Geographic financia la investigación y exploración, visita ngenespanol.com/exploración.

En la cima del Denali, la montaña más alta de América del Norte, Wasfia Nazreen sostiene la bandera bangladeshí. Nazreen ha escalado el pico más alto de cada continente.

Thandiwe Mweetwa mide un león sedado en Zambia. Ella presiona para lograr un monitoreo total de la cacería recreativa del león, que probablemente se reanude este año.

Bangladesh, anunció su plan de hacer cumbre en los picos más altos de cada uno de los siete continentes. Programada para el 40 aniversario de la independencia bangladeshí, su meta fue una celebración del progreso para las mujeres. Sin embargo, descubrió que aún faltaba trabajo por hacer cuando sus críticos lanzaron sus ataques: “No querían ver a una mujer en la cima –comenta–. Literalmente”. En noviembre de 2015 plantó la bandera bangladeshí en el monte Puncak Jaya de Oceanía y se convirtió en una de las casi 50 mujeres que han logrado la hazaña de las siete cumbres. Ahora, ese reto palidece en comparación con el que sigue: aprovechar Ösel Bangladesh, su nueva fundación, para construir una red de apoyo dedicada a mujeres jóvenes en su país y luego en todo el sur de Asia, mediante educación y entrenamiento al aire libre. Hasta ahora, tres padres la han contactado para decirle que llamaron Wasfia a sus hijas. “No digo esto por ego –aclara–. Pero están pensando en algo mejor para sus hijas y esto resulta muy fuera de lo tradicional para imaginarlo”. —Nina Strochlic

El resto de los exploradores emergentes 2016: Asha de Vos, bióloga marina y educadora oceánica; Marina Elliott, bioantropóloga; Panut Hadisiswoyo, conservacionista; Naftali Honig, investigador de delitos contra la naturaleza; Jedidah Isler, astrofísica observacional; Yukinori Kawae, arqueólogo y egiptólogo; David Lang, realizador y escritor; Jeffrey Marlow, geobiólogo, escritor y educador; Genevieve von Petzinger, paleoantropóloga; Gao Yufang, conservacionista. MATT BECKER (IZQ.); SEBASTIAN GRAU, BANGLADESH ON SEVEN SUMMITS

El saqueo del pasado El comercio ilegal de antigüedades florece y siembra el caos en la herencia arqueológica mundial.

Incautado por agentes federales de Estados Unidos, un sarcófago egipcio aguarda en una bodega secreta en Nueva York.

El daño ocasionado por los saqueadores a muchos sitios

Imágenes satelitales de Mari, una antigua ciudad mesopotámica en Siria oriental, muestran un incremento dramático en los fosos de saqueo entre agosto de 2011 (arriba) y noviembre de 2014. La estructura en el centro es un techo sobre las ruinas del que alguna vez fue un palacio grandioso. FOTOS: IMAGE ©2016 DIGITALGLOBE, INC. ANÁLISIS: AAAS

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antiguos es tan grande que se ve desde el espacio. 2014

Un debate acalorado se lleva a cabo: cómo salvar las obras

Saqueadores en Camboya suelen decapitar las estatuas, ya que las cabezas se contrabandean con mayor facilidad. FOTOGRAFIADO EN ANGKOR CONSERVATION, SIEM REAP

maestras del pasado. ¿Deberíamos comprarles a los saqueadores?

Por Tom Mueller Fotografías de Robert Clark

almacenan artefactos incautados: un buda de piedra enorme, jinetes de terracota de China, relieves de Irak, Siria y Yemen. Todos son huérfanos del comercio ilegal de antigüedades, víctimas de la lucha internacional por el patrimonio cultural. Desde asesinos ladrones de templos en India o saqueadores en Bolivia hasta bandas de cientos de hombres que desvalijan tumbas en China, los saqueadores nos están despojando de nuestro pasado. No es fácil cuantificar el saqueo, pero imágenes satelitales, decomisos policiacos e informes de testigos indican que el comercio de tesoros robados está en auge en todo el mundo. En Egipto, Parcak es pionera en el uso de imágenes satelitales para medir el saqueo y el daño por invasión humana en los sitios. Una cuarta parte de los 1 100 sitios arqueológicos conocidos del país ha sufrido daños importantes. “Con la tasa actual de destrucción, todos los sitios conocidos de Egipto estarán seriamente amenazados para 2040 –explica–. Es doloroso”. Durante las dos décadas pasadas, una serie muy publicitada de juicios y repatriaciones ha expuesto el lado oscuro del comercio de antigüedades, poniendo bajo los reflectores la red criminal que vende artefactos saqueados a galerías en Nueva York y a museos reconocidos. En 2002, Frederick Schultz, prominente comerciante de arte antiguo en Manhattan, fue sentenciado a 33 meses en una prisión federal por asociación delictuosa para recibir objetos egipcios robados. En 2006, el Museo Metropolitano de Arte, presionado por el gobierno italiano, aceptó devolver la famosa crátera de Eufronio, vasija para mezclar agua y vino saqueada de una tumba etrusca cerca de Roma. Y en años recientes, la agitación en muchos países con abundantes antigüedades, junto con el saqueo de la antigua Mesopotamia por parte del Estado Islámico (ISIS), ha despertado la preocupación de que el tráfico de antigüedades ayude a financiar el terrorismo. Sin embargo, el debate sobre cómo detener el pillaje ha llegado a un punto muerto. Los arqueólogos responsabilizan al comercio de antigüedades y sostienen que muchos artefactos en el mercado fueron robados. Coleccionistas, mercaderes y

La mujer con la peluca a rayas y mirada fija yace sobre una mesa muy iluminada, mientras la profesora está a un palmo de distancia sobre ella. “Todavía en condiciones notables..., extremadamente bien conservada”, murmura. Conforme su mirada se desliza por el cuerpo de la víctima, pintado en la tapa del ataúd, señala una cortada reciente a lo ancho de la parte superior del muslo y símbolos del dios Amón, un ibis y hechizos mágicos del Libro de los muertos. “Y aquí está su nombre y título: Shesep-amun-tayesher, Señora de la Casa. Al leerlo en voz alta, cumplo su deseo de ser recordada después de la muerte”. La noble mujer egipcia lleva muerta unos 2 600 años. La egiptóloga Sarah Parcak examina el sarcófago interior, una de tres cajas de madera anidadas como matrioskas, que solían albergar su cuerpo momificado. Saqueadores serrucharon este sarcófago en cuatro partes y lo enviaron a Estados Unidos, donde lo reconstruyó un restaurador de antigüedades. Meses después, agentes aduanales descubrieron el ataúd en casa de un comerciante de antigüedades de Brooklyn. Actualmente yace en una bodega, en una ubicación secreta en Nueva York, donde autoridades federales 8

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muchos curadores responden que la mayoría de las ventas de antigüedades es legal. Algunos arguyen que el objetivo final de salvaguardar la herencia artística de la humanidad los obliga a “rescatar” antigüedades de países inestables, incluso si esto implica comprarlas a saqueadores. la historia de shesepamuntayesher dota de claridad brutal a estas cuestiones abstractas. Al unir las pistas de los egiptólogos, curadores y agentes federales, recorreré de nuevo su travesía desde una tumba en algún lugar de Egipto, por una red compleja de traficantes de antigüedades, transportistas y comerciantes, hasta esta bodega temporal de alta seguridad en Nueva York. El primer paso es ubicar el sitio probable del entierro de Shesepamuntayesher. Con base en los jeroglíficos y el estilo artístico de su sarcófago, egiptólogos de la Universidad de Pensilvania concluyeron que vivió alrededor de 600 a. C. Una investigación en libros sobre sarcófagos egipcios y en páginas de antigüedades en internet revela que se reportó el hallazgo de un sarcófago similar, de una mujer con el mismo nombre poco común, en Abusir al Malaq, un sitio 100 kilómetros al sur de El Cairo. Antiguamente, Abusir al Malaq, llamada entonces Busiris, era una ciudad próspera con vista a la llanura pluvial. Era famosa por sus templos a Osiris y por las tumbas espectaculares de sus 4 000 años de historia. Hoy, bajo un sol brumoso, Abusir parece un campo de batalla recién bombardeado. Cráteres y pozos hienden la arena ondulante donde los saqueadores han hurgado la tierra con palas, retroexcavadoras y dinamita. En el proceso se han profanado innumerables tumbas, dejando cráneos y huesos hechos pedazos alrededor de muchos fosos de saqueo. Amal Farag, oficial en jefe del Ministerio de Antigüedades en Abusir y sitios vecinos, me lleva en un recorrido por el sitio con cinco guardias que portan AK-47. Farag, mujer espigada de 49

Sintoniza El arte del saqueo, el 18 de junio a las 23:00 hrs. por National Geographic Channel.

años, levanta tiras de cedro con clavos de hierro y rastros de pigmento rojo, fragmentos de sarcófagos antiguos. “Los saqueadores conservan solo las piezas buenas y rompen o tiran el resto –afirma–. Por cada pieza buena, destruyen cientos”. Farag me conduce a una tumba de pozo en la ladera de una colina, que desciende hacia una cámara oscura. Ahí, en abril de 2012, confrontó a tres saqueadores. Durante una visita de rutina con una colega, notó un taxi estacionado cerca de la tumba. Al acercarse, ambas mujeres estuvieron cara a cara con tres hombres altos y musculosos que vestían chilabas. “Le dije a mi colega: ‘Si tienes miedo, solo finge ser muy orgullosa’”, recuerda Farag. Tras mirar atentamente a los hombres por un momento, sin decir palabra, ellos se subieron en el taxi y se fueron. Ahora Farag me lleva a la tumba y señala el lugar donde encontró dos sarcófagos espectaculares que los ladrones habían escondido bajo una manta. Veo nichos tallados en las paredes de roca de la cámara y túneles que conducen a otras cámaras más profundas en la ladera de la colina. Quizá Shesepamuntayesher fue saqueada de una tumba como esta. Habría yacido en uno de esos nichos, rodeada de sus objetos queridos en vida: joyería, un bastón, papiros con hechizos mágicos, cofres decorados con dioses de los muertos. Sus ancestros y descendientes habrían ocupado nichos vecinos con sus propios tesoros. De haberse encontrado intacta, una tumba familiar así abriría una ventana luminosa al pasado. Incluso huérfana como está, Shesepamuntayesher es valiosa por sus jeroglíficos y pinturas. Pero si hubiera sido excavada como es debido, resultaría invaluable: es la diferencia entre una página arrancada de un libro y el libro entero, colocado en una gran biblioteca. Farag y su colega consiguieron arrastrar los dos sarcófagos fuera de la tumba y subirlos a su auto. De regreso hacia las oficinas del ministerio, las persigió un Peugeot 504 que se acercó a centímetros de la defensa. Finalmente, en una intersección, un camión bloqueó a sus perseguidores. Cuando salimos de la tumba, Farag explica que los habitantes de la localidad no sienten ningún vínculo con la cultura egipcia antigua y saquean e l s aq u e o d e l pa s a d o

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su pasado para lograr sobrevivir en el presente. Los residentes pobres de muchos países ricos en artefactos arqueológicos piensan de esta manera y trabajan como “excavadores de subsistencia” mal pagados. El saqueo se incrementó después de la revolución de 2011, cuando se disolvieron las fuerzas gubernamentales. Pero los análisis satelitales de Parcak indican que dos años antes hubo un alza importante, cuando la crisis financiera global golpeó la economía egipcia. Algunas personas desempleadas recurrieron al pillaje para sobrevivir. Los guardias nos escoltan hasta la autopista y Farag me aprieta la mano durante un rato largo. “Mantente alejado de los caminos cuando oscurezca”, me dice. Esto todavía parece una revolución. excavar el pasado por lucro es una profesión milenaria. El juicio por saqueo más antiguo conocido en Egipto se llevó a cabo en Tebas, en 1113 a. C. Una banda de saqueadores, liderada por un cantero emprendedor llamado Amenpanefer, saqueó tumbas talladas en piedra. El cantero y sus cómplices fueron sentenciados y probablemente lapidados. Ejércitos invasores también se han llevado antigüedades egipcias. Conquistadores romanos enviaron a casa obeliscos enteros en barcos construidos ex profeso. Desde el siglo xvi hasta mediados del xx, cuando Egipto estaba dominado por fuerzas extranjeras, se enviaron innumerables piezas de su pasado a centros culturales en el extranjero mediante regalos, comercio o coerción. Arqueólogos foráneos recibieron una porción de los artefactos hallados en sus excavaciones gracias a un acuerdo oficial con las autoridades egipcias, conocido como partage, de la palabra francesa para “compartir”. Los viajeros compraban antigüedades a comerciantes autorizados en El Cairo, Luxor y otros lados. Dichas transacciones con frecuencia se realizaban sin documentarse, porque se consideraban por lo general como pertenencias personales. Aunque ya había leyes para proteger las antigüedades, los conceptos modernos de propiedad cultural –y saqueo– apenas estaban en evolución. 10

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El cambio en Egipto y más allá empezó en los años cincuenta del siglo pasado, cuando los imperios coloniales se disolvieron y los antiguos países sometidos obtuvieron su autonomía. Inspirados en un nuevo sentimiento de identidad nacional, muchos países fortalecieron las leyes existentes o promulgaron nuevas para proteger su pasado, el cual incluía artefactos aún enterrados. En 1983, Egipto declaró que todos los objetos de importancia cultural y con más de un siglo de antigüedad pertenecían al Estado. En 1970, la UNESCO adoptó la Convención sobre las Medidas que Deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales, la cual, hasta la fecha, ha sido firmada por 131 países. Treinta kilómetros al norte de Abusir me encuentro con Mohammed Youssef, director de los ricos sitios de El Lisht y Dahshur, del Imperio Medio. Tras la revolución de enero de 2011, pandillas de saqueadores arrasaron con ellos, en muchas ocasiones utilizando excavadoras y cavando durante la noche bajo la luz de reflectores. Youssef me muestra la tumba labrada en la roca de donde, poco después de que empezara la revolución, él y otros inspectores rescataron dos relieves magníficos de piedra caliza arrancados de otra tumba. Dos grupos de hombres con ametralladoras discutían sobre ellos. “Cuando nos acercamos, dispararon al aire. No los intimidamos en lo absoluto”, recuerda Youssef. Sin embargo, su equipo volvió cuando se fueron los hombres armados y recuperó los relieves. En zonas inestables, quien tiene el poder tiene la razón, en especial en tiempos de guerra. Durante la guerra civil de Camboya, los Jemeres Rojos y otros grupos militares a menudo controlaban a los saqueadores en su territorio. De igual manera, en la Siria actual, ISIS se lleva una tajada de las ganancias del saqueo, pero también los grupos filiados con las milicias del presidente Bashar al Assad, las Unidades de Protección Popular kurdas y la oposición. Youssef dice que los lugareños importantes tienen un papel clave en El Lisht y Dahshur. “Hay personas muy conocidas involucradas en el saqueo. Son ricos, prominentes, intocables”. Una

familia de un poblado cercano, señala Youssef, comanda una gran milicia privada. El brigadier Ahmed Abdel Zaher, jefe de operaciones de la policía de antigüedades de Egipto, explica que muchas redes de saqueo en ese país están estructuradas como una pirámide de cuatro niveles (“¡pirámides, obvio!”, suelta una risita). La base, quizá tres cuartas partes del personal, la constituyen aldeanos pobres cuyo conocimiento del terreno local y de los movimientos es esencial para encontrar botines. El segundo nivel consiste en intermediarios que recolectan objetos de

las antigüedades, solo una de las cosas con las que comercian”, apunta Abdel Zaher. Describe varias redadas recientes para buscar drogas en las que la policía encontró antigüedades junto con estupefacientes. En zonas inestables, las antigüedades pueden seguir las mismas redes de distribución usadas por los traficantes de armas. “Con frecuencia he encontrado alijos de antigüedades junto con granadas propulsadas por cohetes y otras armas”, comenta Matthew Bogdanos, fiscal de Nueva York y coronel del Cuerpo de Marines de Estados

Barqueros del Nilo, remando hacia el más allá, alguna vez acompañaron a un egipcio en el largo viaje de la muerte. Los artefactos fueron saqueados de una tumba alrededor de 2009 y comenzaron una travesía clandestina de Egipto a Dubái y luego a Nueva York y Virginia, donde los incautaron agentes federales y finalmente fueron devueltos a Egipto.

excavadores locales y organizan a los trabajadores en equipos. Los del tercer nivel, dice Abdel Zaher, sacan subrepticiamente las antigüedades del país y a la larga las venden a compradores extranjeros en la cima de la pirámide del saqueo. En Egipto, como en otros países, los márgenes de ganancia se elevan a un ritmo cada vez mayor conforme los objetos llegan a los niveles más altos de la cadena. Se ha informado que algunos saqueadores del segundo nivel revenden los objetos a un precio 10 veces mayor que el que les pagan a los excavadores. “Son criminales profesionales y

Unidos, quien prestó servicio en Irak a principios de la década pasada. Entre los cerca de 50 puertos, aeropuertos y rutas terrestres usados para contrabandear antigüedades fuera de Egipto, escojo visitar Damieta. Los sarcófagos de Shesepamuntayesher fueron embarcados a Estados Unidos desde Dubái, en una ocasión, escondidos en un contenedor lleno con muebles. Damieta es uno de los puertos de contenedores con más actividad de Egipto. Tiene un comercio intenso con Dubái y es también el principal productor de muebles del país. e l s aq u e o d e l pa s a d o

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El robo de tumbas en Egipto es tan antiguo como los faraones. Las tumbas de Ramsés V y de Ramsés VI en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor, fueron expoliadas hace unos 3 000 años, durante una época de crisis económica e invasión extranjera.

SAQUEO Y CONFLICTO

-PUHUJPHTPLU[VJVUHU[PN…LKHKLZWVYWHY[LKL0:0: La destrucción y el robo de antigüedades culturales Z\LSLULZ[HY]PUJ\SHKVZJVULSJVUÅPJ[V+LZKLLS brote de la guerra civil en Siria, en 2011, el saqueo OHHSJHUaHKVUP]LSLZHSHYTHU[LZ,S,Z[HKV0ZSmTPJV 0:0:OHVYNHUPaHKV`YLN\SHKVLSWPSSHQL`\[PSPaHLS IV[xUWHYHH`\KHYHÄUHUJPHYZ\ZVWLYHJPVULZ Historia e ilustraciones de Matthew Twombly

ANTIGUA CIUDAD DE PALMIRA, SIRIA EN AGOSTO DE 2015, FUERZAS DE ISIS ENCENDIERON SUS CÁMARAS, FORRARON CON EXPLOSIVOS LOS PILARES DEL TEMPLO DE BAALSHAMIN E HICIERON ESTALLAR LA ESTRUCTURA DE CASI 2 000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD.

ESTA ES UNA EN UNA LARGA LISTA DE HUMILLACIONES CULTURALES PERPETRADAS POR ISIS, ORGULLOSAMENTE DOCUMENTADAS Y SUBIDAS A LAS REDES SOCIALES PARA QUE EL MUNDO LAS VEA.

EL CONFLICTO EN SIRIA HA PRESENCIADO ATROCIDADES INCALCULABLES: EJECUCIONES PÚBLICAS, DECAPITACIONES, SECUESTROS, ESCLAVITUD Y EL ASESINATO O DESPLAZAMIENTO DE CIVILES. LA HERENCIA CULTURAL COMPARTIDA DE LA REGIÓN ES UNA VÍCTIMA MÁS DEL CONFLICTO.

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16 DE MAYO DE 2015, DEIR EZ-ZOR, SIRIA FUERZAS ESPECIALES DE ESTADOS UNIDOS REALIZAN UNA REDADA NOCTURNA EN UN BASTIÓN DE ISIS. SU OBJETIVO: LA CABEZA DE LA DIVISIÓN DE RECURSOS NATURALES DE ISIS, ABU SAYYAF.

ABU SAYYAF MURIÓ EN EL COMBATE SUBSECUENTE, PERO LAS FUERZAS ESTADOUNIDENSES RECUPERARON INFORMACIÓN SIGNIFICATIVA SOBRE CÓMO ISIS USA LAS ANTIGÜEDADES PARA FINANCIAR SUS OPERACIONES...

...AL UTILIZAR EL MERCADO NEGRO PARA VENDER ARTEFACTOS A CAMBIO DE ARMAS Y MUNICIONES PARA MATAR Y ATERRORIZAR.

ISIS TAMBIÉN OTORGA LICENCIAS ESCRITAS A INDIVIDUOS ESPECÍFICOS PARA EXCAVAR DENTRO DE SU TERRITORIO Y GRAVA A LOS SAQUEADORES POR LO QUE DESENTIERREN.

SITIOS ENTEROS SE VEN DE ESTA MANERA DIEZMADOS, CUBIERTOS DE AGUJEROS Y DESPOJADOS DE ARTEFACTOS VALIOSOS.

ISIS VE ESTOS TESOROS, COMO LOS DE PALMIRA, COMO UN MEDIO PARA IMPONER SU IDEOLOGÍA EN EL MUNDO Y FINANCIAR DE MANERA DIRECTA SUS PROPIAS ACTIVIDADES. EL RESTO DEL MUNDO LOS VE COMO HISTORIA INVALUABLE, UNA HERENCIA CULTURAL COMPARTIDA, REDUCIDA A ESCOMBROS.

FUENTES: MICHAEL D. DANTI, AMERICAN SCHOOLS OF ORIENTAL RESEARCH; DEPARTAMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS

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Con un limpiador para baños e instrumental odontológico, intermediarios limpian monedas antiguas excavadas en Siria. Saqueadores de segundo nivel, como estos, compran las antigüedades a excavadores y las venden a contrabandistas y comerciantes, quienes las revenden con una ganancia considerable. MATTHIAS BRUGGMANN, CONTACT PRESS IMAGES

Hay solo 240 kilómetros de El Cairo a Damieta, pero me toma casi cinco horas conducir hasta ahí. La noche anterior, insurgentes habían matado a dos oficiales de policía afuera de mi hotel en El Cairo y ha habido ataques esporádicos con lanzacohetes en esta autopista. Hay mucha seguridad y puestos de control. Estudio el flujo incesante de camiones que los pasan, con enormes pilas de cebollas, melones, pacas de lana y pollos enjaulados. Cualquiera de estos vehículos pudo haber escondido el sarcófago de Shesepamuntayesher. una vez que llega a dubái, su rastro es más claro. Con base en correos electrónicos, declaraciones aduanales y manifiestos de embarque, los fiscales e investigadores federales de Estados Unidos afirman que tres hombres estuvieron involucrados en su envío desde Dubái: Mousa Khouli, comerciante de antigüedades nacido en Siria y con base en Nueva York; Salem Alshdaifat, ciudadano jordano radicado en Míchigan, y Ayman Ramadan, jordano con base en Dubái (al final, Khouli se declaró culpable de contrabando y de dar falsos testimonios a un agente federal, y fue sentenciado a seis meses de prisión domiciliaria. Alshdaifat se declaró culpable por un delito menor y se le impuso una multa de 1 000 dólares. Ramadan sigue prófugo). Los documentos del litigio muestran que Alshdaifat envió fotografías instantáneas del sarcófago de Shesepamuntayesher a Mousa Khouli, y que Ramadan y otras personas al final enviaron las piezas –con descripciones engañosas de su contenido y valor– a Khouli y a un comerciante de monedas en Connecticut. Khouli entonces usó las mismas fotos para revender los sarcófagos a un coleccionista en Virginia. Investigadores del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) afirman que Ayman Ramadan comerció con antigüedades saqueadas de Siria, Jordania y Libia. Los correos electrónicos entre Alshdaifat y sus clientes potenciales sugieren su conocimiento directo del saqueo en Egipto. Brenton Easter, agente especial de ICE que investigó el caso Shesepamuntayesher, observa que las redes internacionales de saqueo colaboran entre sí de manera mucho más exitosa que los agentes de policía. Señala que el contenedor que 18

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llevó el sarcófago externo de Shesepamuntayesher a Estados Unidos fue embarcado por Amal Star Antiques, compañía de Dubái. Según Easter, Amal Star es propiedad de Noor Sham, de la familia Sham, comerciantes de antigüedades con sede en Bombay, India. El periodista de investigación Peter Watson, en su libro Sotheby’s: The Inside Story, asevera que miembros de la familia Sham controlaban una organización importante de saqueo y contrabando que llevó esculturas de templos de India al Reino Unido en los años noventa, a menudo vía Dubái, y consignó varias piezas prominentes para su venta en Sotheby’s, en Londres. “No siempre conozco a los chicos buenos en todo el mundo, a los otros agentes de policía en diferentes países –comenta Easter, mientras revisa un mapamundi clavado en su cubículo en la oficina del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en Nueva York–. Pero los malos, todos, parecen conocerse. Parece que se tienen en marcado automático”. Asegura que un cooperador de Medio Oriente recientemente le dijo que contrabandistas y saqueadores en la región siguen su trabajo atentamente. “Supongo que eso significa que he llamado su atención. Muy bien. Ahora sé que estoy haciendo mi trabajo”. a diferencia de otros bienes ilícitos, como drogas o armas, las antigüedades saqueadas tienen un inicio sucio pero un final limpio (al menos en apariencia), ya que sus orígenes ilegales se lavan al pasar por las redes de tráfico. Sin una proveniencia detallada –un documento o una cadena de pertenencia– es imposible saber si el objeto es legítimo o no. Sin embargo, muchas piezas recolectadas legalmente carecen de una proveniencia sólida, lo que crea un dilema con cada compra potencial. Mousa Khouli vendió a Shesepamuntayesher a un empresario farmacéutico y coleccionista de antigüedades llamado Joseph Lewis, quien vive en Virginia. Lewis fue imputado junto con Khouli y los otros en mayo de 2011, con cargos que incluían asociación delictuosa por contrabando y lavado de dinero. Después de casi tres años de litigio, recibió un acuerdo de enjuiciamiento diferido y, al final, una desestimación de los cargos. Lewis niega haber actuado de forma ilegal y afirma que adquirió los

objetos en Estados Unidos de un comerciante que estuvo a cargo de su importación. Si hay un gen del coleccionista, Joe Lewis lo tiene. Su madre coleccionaba vinagreras, figuras de elefantes y señuelos; su padre prefería las armas de fuego. Hoy, su casa de 600 metros cuadrados alberga vinagreras, patos y paquidermos, junto con sus propia colección de insectos y una recopilación importante de antigüedades egipcias. “Si me das dos de cualquier cosa, empezaré una colección”, afirma Lewis, hombre delgado y alegre de 60 años. Me muestra su notable colección

en Sotheby’s mientras estaba frente a un busto de diorita negra de un sacerdote del templo de Karnak, que por solo 500 000 dólares podría ser mío. El futuro del coleccionismo de antigüedades está en riesgo por la intrusión implacable de las leyes estadounidenses y extranjeras, dice Lewis, así que ayudó a formar una asociación para educar y defender a los coleccionistas. Recita algunos de sus principios: los coleccionistas, como los museos, protegen la propiedad cultural de la humanidad, que, a menudo, los países de origen no logran proteger. Incluso cuando una antigüedad no es

Un revoltijo de artefactos, algunos probablemente falsos, se ofrecen a la venta en una tienda de antigüedades en el noroeste de Siria. Las antigüedades falsas son una industria importante en muchos países, donde se venden de manera fraudulenta a compradores incautos, y se utilizan para esconder antigüedades reales durante embarcos. Incluso sustituyen piezas originales en museos. MATTHIAS BRUGGMANN, CONTACT PRESS IMAGES

egipcia, la cual incluye varios sarcófagos espectaculares contenidos en vitrinas con calidad de museo. Mientras admiramos una magnífica estatua de Ptah-Socar-Osiris de madera pintada, con su solemne rostro dorado y ojos hipnóticos, noto la misma atracción que he sentido al observar otras antigüedades egipcias, la misma sensación escalofriante de la vida que se agita apenas debajo de la superficie. Entiendo el deseo de poseer un objeto semejante, de vivir por un momento bajo su mirada tranquila e infinita. Apenas unos meses atrás había sentido el mismo latido de asombro

excavada por un arqueólogo, puede conservar un valor científico significativo. Muchos coleccionistas incrementan el conocimiento público al compartir sus antigüedades con investigadores y museos. Con una mayor colaboración entre las comunidades de coleccionistas y académicos se podría compilar un registro global de piezas arqueológicas; sería una herramienta poderosa en contra del saqueo, cree Lewis. “Si no está en la lista, no puede ser vendido o comprado –fantasea acerca de esta base de datos hipotética–. Si no está en el registro, fue saqueada. ¡Está hecho!”. e l s aq u e o d e l pa s a d o

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Un guardia en Abusir al Malaq inspecciona un cementerio antiguo lleno de huesos humanos y fosos de saqueo. El saqueo es un problema antiguo aquí; el pillaje surgió tras la crisis financiera global y la revolución egipcia de 2011.

Un huaquero, o profanador de tumbas, vende un textil teñido en un cementerio de Huarmey, Perú. Pero, ¿se trata de un artefacto auténtico saqueado de un sitio preínca cercano o una falsificación moderna? Solo un experto lo puede decir.

Lewis claramente no es el más franco defensor de los coleccionistas. James Cuno, presidente y director ejecutivo del Paul Getty Trust, dice que muchas repatriaciones recientes han sido errores, ya que la misión de los museos es recopilar, conservar y compartir la herencia cultural del mundo, y a menudo peligran los objetos devueltos a zonas de conflicto. Con esta finalidad, indica que uno no debería descartar la compra de artefactos saqueados si hacerlo ayudara a salvarlos. “¿Estaría de acuerdo en nunca negociar con terroristas, incluso si ello pudiera salvar a los rehenes? –pregunta–. Simplemente, no formar parte del mercado no hace que el mercado desaparezca. Estas no son preguntas simples, libres de riesgo, maniqueas”. Si bien el comercio de antigüedades pudo haber salvado muchas piezas, las zonas grises en las que opera dejan abierta la puerta a acusaciones de que se fomenta el saqueo y parecen alentar a algunos de sus participantes a engañarse respecto a la proveniencia de sus preciados objetos. Lewis dice que prefiere no hablar del caso Shesepamuntayesher, pero explica que compró su juego de sarcófagos solo después de que Mousa Khouli, el comerciante, le proporcionó una proveniencia que parecía plausible (Khouli afirmó que los sarcófagos de Shesepamuntayesher provenían de la colección de su propio padre). Aquí está el meollo: la convención de la UNESCO de 1970, las leyes patrimoniales y los procesos judiciales de principios de la década pasada deberían haber establecido una procedencia detallada cada vez de mayor rigor. Sin embargo, muchos coleccionistas, comerciantes, subastadores y curadores aún parecen sentirse con el derecho a la clandestinidad y el anonimato que tradicionalmente han encubierto el comercio de antigüedades. Las ventas privadas en las principales casas de subastas aumentan y procedencias vagas, como La egiptóloga Sarah Parcak, miembro de National Geographic Society, ganó el Premio TED 2016 por su trabajo en análisis satelital del saqueo. Con la beca de un millón de dólares, desarrolla una plataforma en línea a fin de proteger varios sitios.

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“de una colección suiza privada” o “por herencia”, aún son comunes. Considera, por ejemplo, el busto del sacerdote que admiré en Sotheby’s. Una semana antes de que llegara al piso de subastas, Christos Tsirogiannis, arqueólogo forense, reveló que se encontraba en el “Archivo Schinoussa”, base de datos fotográfica compilada por una famosa red de saqueo y contrabando. Si bien estar en ese archivo no demuestra que un objeto “está sucio”, el hecho de que la casa de subastas no mencionara ese capítulo en la proveniencia de la estatua desata preguntas perturbadoras (Sotheby’s califica las declaraciones de Tsirogiannis de “imprecisas e irresponsables”). “Desde 2007 he identificado numerosos objetos de estos archivos [los de los saqueadores] en casi todas las subastas más importantes –afirma Tsirogiannis–. Que la casa de subastas siga vendiéndolos muestra que a ellos en verdad no les importa mejorar su comportamiento. Solamente seguir vendiendo”. Procedencias genéricas o inexistentes han sido aceptadas desde hace mucho en subastas de alto perfil, incluso relacionadas con obras de arte de zonas de guerra o arrasadas por el saqueo. Desde los años setenta del siglo xx hasta 2011, casas de subastas, incluidas Christie’s y Sotheby’s, vendieron obras maestras de la colección de estatuas del Imperio Jemer, a pesar del riesgo evidente de que hubieran sido robadas de templos en la selva durante y después de la violenta guerra civil de Camboya. Museos de primer orden también compraron o recibieron estatuas jemeres. “Esas piezas debieron haber prendido todas las alarmas en el mundo. Nadie pudo haberlas comprado o vendido de buena fe –apunta Tess Davis, abogado y director ejecutivo de Antiquities Coalition, grupo de defensa en Washington, D.C.–. Apenas unos años antes, los coleccionistas se habían lamentado por la ausencia de arte ¿Cómo pueden nuestros lectores combatir el saqueo? La plataforma en línea que estamos desarrollando le dará el poder a cualquiera que tenga una computadora

para utilizar las imágenes satelitales, monitorear sitios arqueológicos y cartografiar el saqueo. Nuestra intención es lanzar el sitio a finales de este año.

camboyano en Estados Unidos. Pero cuando estalló una guerra genocida, mágicamente el mercado estaba invadido de obras de arte. ¡Obras de arte sin procedencia y con evidencia de robo violento, en ocasiones cercenadas justo en los tobillos! Tras haber seguido los pasos de los sarcófagos de Shesepamuntayesher a lo largo de toda la cadena de suministro, me resulta difícil ver la compra de artefactos que carecen de una proveniencia irreprochable como algo más que ceguera voluntaria. El arqueólogo Ricardo Elia concuerda. “Esto es claro –asienta, invocando las leyes básicas de la

“Este tipo de trabajo colaborativo, con miras a préstamos a largo plazo más que a adquisiciones totales, es un paso poderoso y positivo para los curadores”, observa Patty Gerstenblith, profesora de derecho en el Colegio de Leyes de la Universidad DePaul, especializada en herencia cultural. El 23 de abril de 2015, el sarcófago de Shesepamuntayesher fue enviado de regreso a Egipto, donde ahora se exhibe en el Museo Egipcio de El Cairo. Mientras tanto, algunos curadores, y coleccionistas como Lewis, demandan públicamente una base de datos para ayudar a desalentar el

Un guerrero del siglo X, conocido como Duryodhana, alguna vez adornó el templo de Prasat Chen en el norte de Camboya. Los saqueadores lo cercenaron durante la sangrienta guerra civil del país y lo contrabandearon por Tailandia. En 2011 se canceló una venta en Sotheby’s y la estatua de piedra caliza fue devuelta a Camboya. FOTOGRAFIADO EN EL MUSEO NACIONAL DE CAMBOYA

economía–. Pagas dinero por objetos saqueados, provocas más saqueo”. Hay señales de esperanza. En 2010, el Museo de Bellas Artes de Boston creó un nuevo empleo: “investigador de procedencia”. En 2013, funcionarios del Museo Metropolitan repatriaron de manera voluntaria dos estatuas jemeres distintivas, acción que más tarde imitaron el Museo de Arte de Cleveland y otros museos estadounidenses. El Metropolitan posteriormente tuvo una exhibición sobre arte del sudeste de Asia, con la cooperación del gobierno de Camboya.

saqueo y proponen reunirse con arqueólogos para alcanzar acuerdos en común. Conseguir estos acuerdos es crucial. El saqueo seguramente continuará hasta que los excavadores en Egipto y los compradores en el extranjero vean las antigüedades no solo como objetos maravillosos, sino como pasajes vitales en la narrativa de nuestro pasado. “La historia humana es la historia más grande jamás contada –asevera Parcak–. La única manera en que podemos entenderla en su totalidad es si la desenterramos juntos”. j e l s aq u e o d e l pa s a d o

25

El Parque Nacional del Manu es una maravilla natural, protegida –hasta ahora– por el aislamiento y los cazadores indígenas que viven en las entrañas de su bosque húmedo tropical. s de 1 0 dí e ass a ue gass v en en pa e n , n las ass d l ríoo M s aflu n s llllílí ult lt y caz a an en a se a,, per lo p a s b El noo a a es u p e p dile leec mb b én n su mas ascco fav avor vor oriitaa.

En las afueras del Parque Nacional del Manu, acantilados de arcilla forman un lamedero salitroso natural que atrae diversos animales, incluidos estos guacamayos aliverdes. En el parque y sus inmediaciones viven más de 1 000 especies de aves (10 % del total mundial).

Dos mujeres de la tribu “no contactada” mashco piro ven pasar la embarcación del fotógrafo en el río alto Madre de Dios. Un siglo después de que sus antepasados dejaran los asentamientos y huyeran al bosque para escapar de la esclavitud de los barones del caucho, un pequeño grupo ha empezado a aparecer en la ribera del río.

EXPLORAMOS EL PODER DE LOS PARQUES DURANTE UN AÑO

Por Emma Marris Fotografías de Charlie Hamilton James

E

lías Machipango Shuverireni toma su largo arco de madera de palma y sus afiladas flechas de bambú. Vamos a cazar monos en el Parque Nacional del Manu, Perú, extensión enorme de bosque húmedo tropical protegido y uno de los parques con mayor biodiversidad en el mundo.

Es una cacería legal. Elías pertenece a un grupo indígena llamado machiguenga, del cual menos de un millar vive en la selva, sobre todo en las márgenes del río Manu y sus afluentes. Todos los habitantes indígenas del parque –las llamadas tribus no contactadas, así como los machiguengas– tienen derecho a cosechar plantas y cazar animales para consumo propio, pero no pueden vender los recursos del parque sin un permiso especial; tampoco pueden cazar con armas de fuego. Elías y su mujer –los habitantes de Manu usan sus nombres de pila– producen yuca, algodón y otros cultivos en un pequeño claro del río Yomibato, mientras sus hijos recogen frutas y plantas medicinales. Elías captura peces y tala árboles, también caza, en particular monos araña y monos lanudos, los alimentos predilectos de los machiguengas. Ambas son especies amenazadas. Así han sido las cosas desde hace mucho, aunque la población machiguenga está creciendo y eso inquieta a los biólogos que aman el parque. ¿Qué pasará si la población se duplica? ¿Y si empiezan a usar armas de fuego? ¿Sobrevivirán las poblaciones de monos? ¿Y cómo cambiaría la selva sin esas especies, las cuales dispersan semillas de árboles frutales mientras se desplazan por la selva? 32

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Fuera de los límites del parque, la selva se fragmenta cada vez más por la extracción de gas, la minería y la tala, lo que vuelve crítica la protección de la zona. E igual de críticas son estas interrogantes: ¿las personas que viven en este territorio son buenas o malas para el parque? y ¿el parque es bueno para ellas? Elías, de 53 años, tiene el cabello negro y rizado, y la mirada penetrante. Viste una camiseta de futbol verde, pantalones cortos y sandalias con suela de neumático. Su hogar es un claro donde se alzan varias estructuras abiertas con techo de palma. Mientras cruzamos sus campos y nos internamos en la selva, un día húmedo de noviembre pasado, nos acompañan su yerno Martín, su hija Thalía y una nieta adolescente. Igual que Elías, Martín va armado con arco y flechas. Thalía tiene un morral tejido a mano para recoger plantas. Yo llevo a Glenn Shepard, antropólogo que ha trabajado y vivido entre los machiguengas durante 30 años, y uno de los pocos forasteros que habla su lengua con fluidez. Cinco minutos después de entrar en la selva escuchamos los reclamos de los monos tocones. Los cazadores no se detienen; los monos tocones sirven como práctica de tiro para los adolescentes.

Un mico bebeleche domesticado se aferra a Yoina Mameria Nontsotega, mientras la niña machiguenga toma un baño en el río Yomibato, en las profundidades del Parque Nacional del Manu.

Luego de otros cinco minutos escuchamos una tropa de capuchinos. Elías hace una pausa, incluso levanta el arco, pero los deja ir. Se está reservando para algo más poshini, es decir, delicioso. Comenzamos un recorrido entre los árboles frutales y, en breve, encontramos varios frutos caídos recientemente. Los monos estuvieron allí, pero se han ido. Pasa otra hora. Al fin, el rostro de Thalía se ilumina. Osheto, susurra: monos araña. Ya podemos verlos, saltando a gran velocidad entre las cerradas copas de los árboles, a 20 o 30 metros de altura. Da comienzo la cacería y yo, por mi parte, tropiezo con raíces, choco contra enredaderas, resbalo en el fango y me meto entre espinas y telarañas, mientras me cuido de las serpientes. Elías y su familia son mucho más elegantes, pero esta selva es difícil incluso para ellos. Cazar animales en el suelo –digamos, pecaríes gordos– es muy complicado. Pero, para capturar un mono araña, el cazador machiguenga primero debe darle alcance y después tiene que disparar a más de seis pisos de altura, hacia un blanco que se mueve de forma errática. Por supuesto, dispone de varias medicinas naturales para mejorar sus probabilidades. Un par de días antes de la cacería, con frecuencia bebe ayahuasca, brebaje psicoactivo muy potente que lo hace vomitar. Se supone que lo purga de influencias espirituales dañinas y lo pone en contacto con los espíritus que controlan su presa. Para afinar su puntería, puede exprimir el jugo de una planta en sus ojos. Durante la cacería, también puede masticar un poco de juncia o piri-piri, la cual contiene un hongo psicoactivo que alerta la mente. Shepard ya la ha probado y dice que es el Ritalin de la selva. Elías se adelanta y alcanza a una hembra, apunta y suelta una flecha. Falla. Los monos huyen. No hay oportunidad para un segundo tiro. De haber tenido un rifle, el animal habría muerto.

S

in armas, sin caminos, sin compra ni venta; tal vez haya gente en Manu, pero el lugar se siente muy, muy lejos de todo. La ruta más popular hacia el parque es un recorrido de 10 horas bajando desde los Andes por un camino espeluznante, seguido de cinco horas en una canoa

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El río alto Madre de Dios fluye por el límite sur del Parque Nacional del Manu. Para entrar en él, los visitantes suelen viajar en una canoa motorizada río abajo durante cinco horas –o más, si la corriente es lenta– y luego continúan río arriba por el Manu.

l a reserva de manu

35

Sepahua

PARQUE NACIONAL ALTO PURÚS

Lote 57

a

UC AYA LI CU SCO

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Serjali (Yora o Nahua)

r

Fi

RESERVA TERRITORIAL KUGAPAKORI-NAHUA-NANTI

Istm

o

de

Lote 56

Fitzcarrald

Lote 58 (Bloque gasífero en exploración)

PARQUE NACIONAL OTISHI RESERVA COMUNAL MACHIGUENGA

se Marankeato (Matsigenka)

Sarigemini (Matsigenka)

Sot e

Lote 88 Camisea

a

Yomibato (Matsigenka)

PARQUE

Montetoni (Matsigenka)

El proyecto gasífero de Camisea es la empresa de desarrollo energético más grande de Perú, con 10 480 millones de metros cúbicos en reservas de gas natural. Conforme los trabajadores del proyecto avancen hacia el oriente, podrían exponer a los pueblos indígenas a enfermedades para las que sus sistemas inmunológicos no están preparados.

Sotileja (Matsigenka) Nacimiento del río Manu

M E ADR D E U S IO S CO D

C

SANTUARIO NACIONAL MEGANTONI

Cumerjali (Matsigenka)

A

Paraíso amenazado

Chancamayo

D Callanga (Quechua)

E

MACHU PICCHU

La extracción de gas al oeste de Manu y la minería de oro al oriente empiezan a invadir el ecosistema circundante. Los ríos pueden contaminarse con los subproductos de la minería, como el mercurio, y con fugas de petroquímicos de los oleoductos.

Urubamba 6 271 m 20 574’

MATTHEW W. CHWASTYK; VIRGINIA W. MASON FUENTES: INSTITUTO DEL BIEN COMÚN, PERÚ; INSTITUTO NACIONAL DE RECURSOS NATURALES, PERÚ; AMAZONIAN NETWORK OF GEOREFERENCED SOCIO-ENVIRONMENTAL INFORMATION (RAISG); MATT FINER, MONITORING OF THE ANDEAN AMAZON PROJECT; PERÚ-PETRO S.A.; GLENN SHEPARD

Cusco

S

El Parque Nacional del Manu protege pastizales, bosques nubosos de montaña y selvas lluviosas de tierras bajas. Es uno de los lugares con mayor biodiversidad en la Tierra. El parque está rodeado de zonas de reserva y otras intermedias que, no obstante, no pueden proteger completamente sus riquezas naturales, las cuales incluyen más de 1 000 especies de aves y cerca de 290 de reptiles y anfibios. Manu está amenazado desde el exterior por empresas ansiosas por explotar sus minerales, su madera y, potencialmente, su gas natural. Algunos investigadores argumentan que el parque también podría estar amenazado internamente por la creciente población de indígenas, incluidas las tribus aisladas, las cuales practican tala y la cacería de subsistencia.

Mameria (Matsigenka)

N

Manto

VENEZUELA

Declarado como parque nacional en 1973, y expandido en 2002, Manu protege más de 17 000 kilómetros cuadrados, incluyendo la cuenca del mismo nombre. En 1977, la UNESCO otorgó al parque, y a una de sus zonas intermedias, la designación de reserva de la biosfera.

Territorio indígena Zona de amortiguamiento del P. N. Manu Límite de la Reserva de la Biosfera Manu

GUAYANA FRANCESA (FRANCIA)

COLOMBIA

A m azo n a s

ECUADOR

Zonas protegidas

GUYANA

SURINAM

Asentamientos (nombre del grupo indígena)

PE

Cuenca hidrográfica del río Amazonas

RU

Comunidad indígena Comunidad indígena en contacto inicial Grupos aislados en la zona

B R A S I L

ZONA AMPLIADA BOLIVIA

Carretera Proyecto de carretera

AMERICA DEL SUR

Deforestación 2000-2013 Deforestación activa

Minería Tayakome (Matsigenka)

En exploración Proyectado o potencial

Gas natural

P ov

nc

En producción

Estacion biologica Cocha Cashu

Maizal (Matsigenka)

En exploración Ductos RESERVA TERRITORIAL MADRE DE DIOS (Mashco-Piro)

344 m 1 129’

Plataforma perforadora de gas Pozo exploratorio

NACIONAL

mi sA Lo

Boca Manu Diamante (Yine o Piro)

s

PUERTO AZUL

Puesto Nomole

o

Shipetiari (Matsigenka)

l

Límite dee parqu

Las autoridades peruanas pueden aprovechar las zonas intermedias para promover esfuerzos de conservación, proyectos para las comunidades indígenas y actividades sustentables, como ecoturismo.

DIAMANTE (Yine o Piro)

I

SH IP ET I

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(Amarakaeri)

BOCA ISIRIWE

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Palotoa (Matsigenka)

Bloque gasífero en exploración

Itahuanía Shintuya (Amarakaeri)

San José de Karene

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RESERVA COMUNAL AMARAKAERI

Boca Colorado

ado

PUERTO LUZ

a

(Amarakaeri)

n

Salvacion

10

ISLA DE LOS VALLES (Yine o Piro)

q Pi

MANU

El aislamiento de Manu ha significado la salvación del parque. El controvertido proyecto de una carretera, que comunicaría las aldeas de las afueras con Cusco y Boca Colorado, podría traducirse en mayores oportunidades económicas, pero también facilitaría la tala y la minería ilegales.

SANTA ROSA DE HUACARIA (Matsigenka; Huachipaeri)

10

0 mi 0 km

BARRANCO CHICO

Pillcopata Queros (Huachipaeri)

MADRE Cosnipata

3 850 m 12 631’

DE DI OS CUSC O

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KOTSIMBA Mazuko

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Quince Mil

Nacimiento del Madre de Dios

PU CO NO

Paucartambo

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motorizada por el río Alto Madre de Dios, hasta su confluencia con el río Manu. La entrada principal del parque está cerca de allí, pero para visitar la aldea de Elías y los suyos –lo cual requiere un permiso del gobierno peruano–, Shepard y yo tuvimos que navegar varios días más por el Manu y sus afluentes. Ese aislamiento ha protegido el parque de los taladores y los mineros, y también de los turistas. A lo sumo, recibe un millar de visitantes al año. Con una superficie de 17 163 kilómetros cuadrados, el parque abarca toda la cuenca del río Manu; desde pastizales, a casi 4 000 metros de altitud en el flanco oriental de los Andes, hasta bosques nubosos cubiertos de musgo y la selva tropical de tierras bajas, en el extremo occidental de la cuenca del Amazonas. Es un paisaje suntuoso, extravagante, abrumador. Una región transitada por tapires, coronada por bandadas de guacamayos macao, veteada de serpientes. El cielo nocturno pertenece a 92 especies de murciélagos; 14 especies de primates se balancean entre los árboles, perseguidos por águilas arpía con envergaduras de dos metros. Hay mariposas por doquier: ninfátidas, morfos azules gigantescas, mariposas de cristal diminutas. Y hormigas en cada plano, vertical y horizontal. Hay 1 000 especies de árboles de todos los tamaños, muchos de ellos enlazados con gruesas lianas. Entre los de mayor importancia ecológica se encuentran las higueras. Como producen frutos todo el año, sustentan a muchos animales durante la temporada de secas. “He visto 100 monos en un solo árbol –asegura John Terborgh, ecólogo de la Universidad de Duke–. En noches de luna, cuando tienen hambre, despiertan a las dos de la mañana y se quedan allí hasta las cuatro”. Terborgh y sus colegas se hicieron cargo de la Estación Biológica Cocha Cashu tan pronto como se estableció el parque, en 1973. La zona de investigación cubre menos de 1 % de la superficie del parque, pero alberga 70 especies de mamíferos no voladores y más de 500 de aves. “Manu es uno de los pocos lugares tropicales donde tienes la oportunidad de estudiar la biodiversidad en todo su esplendor –dice Kent Redford, ecólogo de Archipelago Consulting, con sede en 38

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Leñadores retiran madera blanda justo al sur del Parque Nacional del Manu. En los caminos y ríos cercanos han talado, ilegalmente, maderas duras y valiosas, como la caoba. Sin embargo, el propio parque ha estado protegido en gran medida por los guardabosques y su inaccesibilidad.

l a reserva de manu

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Portland, Maine–. Es de una riqueza extraordinaria, con muy poca afectación humana”.

P

ese a su riqueza, Manu no es un edén intacto. Aquí hay un montón de historia. Muchas tribus que hablaban diversas lenguas vivían en las riberas del río Manu, tan densamente poblado que una tribu lo llamó Río de las Casas. Los incas, y después los conquistadores españoles, quienes enfrentaron selvas impenetrables y hábiles guerreros, no consiguieron someter a las tribus ahí establecidas. Pero el comercio con los incas las conectó con la región circundante y las enfermedades españolas, que mataron a varios en cantidades incalculables, empezaron a vincular la región con el resto del mundo.

En pocas palabras, la geografía política de Manu no es ni primitiva ni aislada. Durante más de un siglo ha sido sacudida por las fuerzas de una economía globalizada, en la que la innovación tecnológica y la demanda de consumo de una parte del mundo moldean –y a menudo dañan– las vidas de quienes habitan cerca de recursos naturales valiosos. Cuando cedió la fiebre del caucho, la mayoría de los piros –quienes ahora se hacen llamar yines, igual que su lengua– migró río abajo por el Manu y se estableció en aldeas como Boca Manu y Diamante, en el alto Madre de Dios. Su lugar fue ocupado por los machiguenga. Procedentes del oeste y el sur, se asentaron primero en la lejana cabecera del río y, finalmente, en la ribera abandonada del Manu,

Es fácil imaginar que son personas que la civilización no ha tocado y que aún viven en primitivo embeleso, pero debo recordar que son más como los refugiados de un genocidio. En la década de los noventa del siglo xix, este mundo volvió a ponerse de cabeza. El caucho para neumáticos se vendía a precios exorbitantes. Los barones del caucho contrataron a nativos amazónicos para sangrar los árboles y también para emprender redadas en otras tribus y esclavizar a sus habitantes como obreros. Uno de esos barones ambiciosos, Carlos Fermín Fitzcarrald, hizo que más de 1 000 personas, en su mayoría miembros de la tribu piro –parientes de los mashco piros, quienes vivían en las inmediaciones del Manu–, transportaran un barco fluvial, pieza por pieza, a través del istmo que separaba aquel río del alto Mishahua. La llegada de Fitzcarrald abrió la cuenca del Manu a la explotación del caucho. Con los piros como tropas, Fitzcarrald trató de esclavizar a las tribus de las riberas del Manu. Cientos murieron tratando de resistirse; cuentan que las aguas se tiñeron de rojo. Otra tribu, los toyeris, fue casi aniquilada. Algunos mashco piros perecieron y se cree que otros huyeron a la selva. Son sus descendientes quienes fueron noticia hace poco tras salir de la selva, en busca de establecer contacto. 40

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después de que los misioneros fundaron sus escuelas en la década de los sesenta del siglo xx. Hoy día, los machiguengas de comunidades como Tayakome y Yomibato no solo tienen escuelas, sino también clínicas y teléfonos satelitales comunitarios. Hace poco, la organización caritativa Rainforest Flow instaló sistemas de saneamiento y depuración de aguas que distribuyen agua limpia a casi todas las viviendas. Los habitantes de estos dispersos asentamientos –desde una casa es casi imposible ver la siguiente– cazan, recolectan y cultivan sus alimentos. Sin embargo, también escuchan música popular peruana en equipos de sonido portátiles y usan zapatos Crocs de imitación, y camisetas con leyendas como “Palm Beach”, junto con su ropa tradicional. Los machiguengas que viven cerca de la cabecera del Manu todavía visten prendas tejidas a mano y se las arreglan para sobrevivir sin dinero ni herramientas de metal. Con el tiempo se han acercado poco a poco a las aldeas de la ribera, en busca de hachas y atención médica. Los mashco piros están aún más aislados. Se han mantenido alejados desde los días del caucho,

cazando y recolectando en las entrañas de la selva. Sin embargo, es probable que hayan estado muy conscientes del mundo exterior y, en los últimos cinco años, miembros de un grupo han comenzado a aparecer en las playas del alto Madre de Dios, a orillas del parque, haciéndoles señales a las embarcaciones y pidiendo comida. Turistas y lugareños les han dado algo, a veces con consecuencias trágicas. En 2011, unos mashco piros mataron a Nicolás “Shaco” Flores, un machiguenga que les había entregado herramientas y comida durante años. En 2015 mataron a un joven en la comunidad de Shipetiari. Romel Ponciano es uno de varios yines de aldeas como Diamante que colaboran con el Ministerio de Cultura peruano para establecer relaciones amistosas con sus parientes aislados. Romel y los demás integran el personal de una estación en el alto Madre de Dios, en la ribera opuesta donde un grupo de mashco piros ha aparececido con relativa frecuencia. El puesto ribereño se llama Nomole, “hermanos” en yine. Con todo, los contactos iniciales de Romel con el grupo aislado fueron muy tensos. Le pidieron que disparara una flecha y que se quitara la ropa. Lo miraron fijamente a los ojos, revisaron su boca, olieron su axila, palparon sus testículos, todo para averiguar si realmente era un hermano. Desde entonces, Romel se ha encariñado con ellos (lo apodaron “Yotlu”, que significa “pequeña nutria de río”), aunque jamás les da la espalda. “Quizá en cinco o 10 años caminarán entre nosotros –comenta–. Todavía tendrán sus flechas para cazar, pero no para matar. Matan porque tienen miedo”. Los médicos que han examinado a los mashco piros afirman que, hasta ahora, su aislamiento los ha mantenido más saludables que los pueblos indígenas asentados, quienes sufren de infecciones respiratorias y tienen bacterias dentales transmitidas por forasteros, trastornos que pueden provocarles episodios de tos y pérdida de dientes. No obstante, el aislamiento de los mashco piros también significa que poseen poca o ninguna inmunidad, de suerte que enfermedades virales como el sarampión y la fiebre amarilla podrían matarlos con facilidad.

Al rodear un recodo del río, de camino a Nomole, veo a unas personas moviéndose en la orilla opuesta. Están demasiado lejos para distinguir los rostros, pero puedo notar que están desnudos, pues sus cuerpos morenos resaltan en la playa de piedras de río grises. Han encendido una fogata y el humo blanco se eleva en una nube. Por nuestra seguridad y la suya, para protegerlos de enfermedades, no tratamos de hacer contacto. Bajo el vasto cielo azul, rodeadas de una selva aparentemente interminable, es fácil imaginar que se trata de personas que la civilización no ha tocado y que todavía viven en primitivo embeleso, pero debo recordar que son más como los refugiados de un genocidio. Traumatizadas hasta la quinta y sexta generación por la fiebre del caucho, viviendo como cazadores-recolectores donde sus progenitores practicaron la agricultura, de ninguna manera esas son tribus “no contactadas”. Lo fueron en la última década del siglo xix, y de sobra.

L

a devastadora fiebre del caucho fue seguida por otras fiebres por recursos. Madera, oro, gas natural, todos arrancados de la selva por lugareños mal pagados. Esos recursos aumentan de precio después, al pasar por una serie de intermediarios hacia los centros comerciales de los Andes. Aparte de un poco de tala ilegal en pequeña escala dentro del parque, Manu persiste como una excepción verde oscuro en este paisaje de extracción. Justo por afuera del límite noroeste del parque, gasoductos llevan la producción de los campos de Camisea, hasta 34 millones de metros cúbicos diarios de gas natural que hacen una contribución enorme a la economía de Perú. Una exploración reciente en el sureste podría tentar al gobierno peruano para tender otro gasoducto por el parque y conectarlo con las líneas de Camisea. Los guardabosques de Manu, aunque pocos, son un elemento disuasorio para los taladores, mineros y cazadores en pequeña escala, pero la mayoría de los observadores está de acuerdo en que la mejor defensa de Manu ha sido su tremenda lejanía. “Está protegido por su inaccesibilidad –afirma Ron Swaisgood, director científico de Cocha Cashu–. Pero la extracción de oro y la exploración l a reserva de manu

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La nutria gigante puede medir hasta 1.8 metros de largo y consumir hasta 3.5 kilogramos de pescado en un día. Antaño común en lagos y ríos sudamericanos, hoy se encuentra en peligro de extinción en gran parte de su territorio. No obstante, la población de Manu ha crecido desde 1973, cuando se prohibió la caza comercial.

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petrolera empiezan a carcomer las zonas intermedias. Y algo de esa degradación puede filtrarse dentro del parque”. Una carretera aceleraría esa filtración de manera considerable y Luis Otsuka, el gobernador del departamento Madre de Dios, está impulsando una que se extendería por el alto Madre de Dios hasta Boca Manu. De esa manera, los turistas –o los taladores o los mineros– ya no tendrían que usar los costosos barcos, que consumen grandes cantidades de combustible, para llegar allí. Y como la aldea de Diamante yace junto al proyecto carretero, los residentes están ansiosos de que se haga realidad, tanto que trabajan con ahínco para lograr que se construya. Cuando llegamos, al salir del parque, el pueblo parece desierto. Casas de vivos colores forman grupos a lo largo del río. Mantas afelpadas con imágenes de tigres y pavorreales se secan al sol. El silencio solo se interrumpe por unos cuantos niños y algunas gallinas y cerdos errantes. Encontramos una tienda abierta y tomamos una cerveza, nuestra primera bebida fría en semanas. A medida que transcurre el día, los hombres empiezan a regresar poco a poco al pueblo, cada cual con un machete y la espalda empapada de sudor. Entre ellos se encuentra el presidente de la aldea, Édgar Morales. Dice que han estado despejando un sendero para los topógrafos del gobierno, a fin de que puedan recoger los datos que necesitan para obtener la aprobación para la carretera. Morales explica que los habitantes de Diamante cultivan plátanos y los transportan en barco para venderlos en la cercana Boca Manu. Sin embargo, saben que pueden obtener un mejor precio en Cusco y, en general, se sienten estafados. “Nuestros hijos van a cortar madera y reciben nada –acusa Morales–. Aquí tenemos buenos llanos, con tierra margosa y oscura. Podemos cultivar plátanos, papayas, piñas y yucas para venderlas en Cusco. Muy pronto, la gente de aquí tendrá automóvil propio. Nos han dicho que vendrá gente mala para quitarnos nuestra tierra, pero aquí vivimos 800 personas. Podemos defendernos”. El Ministerio del Ambiente de Perú, que administra el parque, se opone a la carretera y lo mismo hace la mayoría de los residentes indígenas de la l a reserva de manu

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región, afirma el director del parque John Florez. “Las personas que exigen la obre son colonos –indica–. Diamante es la única comunidad nativa que la pide”. Mauro Metaki, simpático maestro de escuela en Tayakome, educado por misioneros, también se opone a la carretera y se exaspera porque algunas personas de su comunidad están a favor. “El gobernador regional miente –asegura–. Son unos tontos por creerle. Los entusiasma diciendo que la carretera los beneficiará. Pero el beneficio es para él y sus amigos blancos, quienes vendrán a llevarse la madera, los animales y el oro. Nada quedará para los machiguengas”.

D

esde hace muchos años, John Terborgh, el ecólogo de Duke, ha expresado su esperanza de que los machiguengas salgan del parque –voluntariamente, enfatiza–, por el bien de la fauna y en aras de una oportunidad económica propia. “¿Creo que debe haber asentamientos permanentes dentro de los parques nacionales? –se pregunta–. No. En ese sentido, el modelo estadounidense es muy bueno y estoy dispuesto a respaldarlo. ¿Te gustaría que hubiera granjas y aldeas en Yellowstone o en el Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes?”. De hecho, algunos jóvenes machiguengas ya empiezan a marcharse, o al menos van y vienen; la enseñanza secundaria dentro del parque es limitada. Samuel Shumarapague Mameria, ex presidente de Yomibato, comenta que los hombres jóvenes que se han marchado regresan cambiados. “Cuando están aquí, escurren hierbas en sus ojos y comen el piri-piri –señala–. Cuando se van río abajo, comen arroz y cebollas, y pierden su habilidad para cazar. Se llenan la cabeza con libros y aprendizaje. [De igual manera], si las muchachas van río abajo, cuando regresan son demasiado holgazanas para hilar algodón. Sus almas solo piensan en leer y escribir. Sus almas y sus cuerpos están llenos de papel”. Algunos de los que van río abajo jamás regresan, pues encuentran empleo en la industria maderera y otras profesiones. “Hay jóvenes que se marchan a trabajar, abandonan a sus mujeres e hijos, y tienen nuevas familias en el exterior”,

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Niños machiguengas en un paseo escolar comen pescado capturado con un método tradicional: machacan raíces de barbasco hasta formar una pulpa que disuelven en el río. La raíz libera rotenona, toxina que aturde a los peces pero no a quienes los comen.

l a reserva de manu

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Elena Chogotaro Oyeyoyeyo (primer plano, con su bebé) es una machiguenga de las zonas aisladas que ha ido a la aldea de Yomibato a buscar bienes y servicios. Silverio Mambiro Shinti (de pie) fue a pescar y a conseguir un hacha. Después se quedó y construyó una choza.

informa el biólogo Rob Williams. La mayoría de los machiguengas con quienes hablé desearía tener escuelas adecuadas dentro del parque y que sus hijos se quedaran allí. Los machiguengas se perciben como parte de Manu, como parte de la naturaleza. Cazan monos, como hacen los jaguares. Plantas y animales esenciales poseen espíritus e influencia, igual que las personas, y no hay un límite preciso entre ellos. En Yomibato me contaron –como si fuera cualquier cosa– la anécdota de un amable anciano que se convirtió en jaguar y comenzó a matar gallinas y perros. A la larga, acabaron con el jaguar traspasándole el corazón con una flecha y lo quemaron para que su espíritu no pudiera regresar. Los machiguengas y otros pueblos indígenas del parque no son solo cazadores, son guardias armados de facto. Shepard argumenta que si toda la gente que vive dentro de Manu saliera en busca de educación y un empleo remunerado, otros pueblos entrarían y, probablemente, estarían menos dispuestos a cumplir con las reglas en contra del uso de armas de fuego y la extracción comercial de recursos. “No hay vacíos demográficos en el Amazonas”, asegura. Hoy día, los machiguengas sirven como una suerte de sistema de alarma. Como sus viviendas están situadas a lo largo de los principales ríos del parque, notarían si taladores, mineros o cultivadores de coca se mudaran al interior, y con sus flechas mortíferas –junto con los mashco piros– podrían ser un elemento disuasorio inmediato. Los kayapós de Brasil han estado expulsando taladores y mineros ilegales. En tanto los machiguengas no usen armas de fuego, prosigue Shepard, la caza no ocasiona grandes daños. Sin embargo, también encontraron que, incluso si la población machiguenga creciera rápidamente en los próximos 50 años, no más de 10 % del parque sufriría una pérdida significativa de monos araña. A menos que los cazadores consiguieran escopetas. Con armas de fuego acabarían rápidamente con los monos de la selva que se encontraran a un par de días de camino de sus aldeas. Si los machiguengas han obedecido hasta ahora la proscripción de armas de fuego en el parque es porque 48

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saben que, en el mejor de los casos, esas armas son un beneficio a corto plazo.

A

cinco horas de iniciar nuestra cacería, Elías y su familia siguen oteando las copas de los árboles en busca de monos. Mientras caminamos por una cresta, nos topamos con un objeto misterioso y asqueroso: un bulto de hojas verdes, cubierto de moscas y empapado con un líquido oscuro. Martín, el yerno de Elías, explica que los jaguares comen hojas y las vomitan, purgándose “como nosotros, para ser mejores cazadores”. Cerca de allí, Elías señala una mancha húmeda de orina de jaguar. “Esa pis es de ahora”, dice. De pronto, la selva estalla con chillidos profundos y desesperados. A pocos metros de nosotros, en la cresta, una tropa invisible de monos lanudos da la alarma debido a un jaguar. El felino está cerca. Me paralizo y siento una descarga de adrenalina. Elías se sienta tranquilamente en un tronco y mete la mano en su bolsa de malla. Saca unas hojas de piri-piri y las mastica. Una vez medicado, se lanza hacia la tupida vegetación. Pretende abatir a un mono lanudo y de paso al jaguar, si puede. Los jaguares no solo compiten por monos con los machiguengas, también matan a sus niños. Los demás esperamos y luego descendemos lentamente por el sendero. Empieza a llover momentos después. El agua cae del cielo con la fuerza de una ducha de presión. Elías aparece en pocos minutos, sonriente, con las manos vacías, apaleado por la tormenta. Al volver a casa no tiene carne de mono para entregar a su mujer. Sin embargo, un mono araña bebé está calentándose junto a la hoguera. Los machiguengas aman domesticar animales de la selva para tenerlos como mascotas. Cuando consiguen matar un mono araña, muchas veces resulta ser una hembra que fue frenada por cuidar a una cría joven, así que llevan a los huérfanos a casa. Cuando los monos crecen, vuelven a liberarlos en la selva. El monito está completamente empapado, como nosotros. Nos sentamos con él junto al fuego. El humo se eleva sobre los papayos y flota hacia el Yomibato, extendiéndose sobre la selva. j

Alain Nonchopopo Chogotaro Asuso fabrica sus arcos y flechas. Por ahora, él y otros cazadores machiguengas respetan la prohibición contra las armas de fuego en el parque.

Este mes

Julio

TIBURÓN TIGRE

TIBURÓN BLANCO Agosto

TIBURÓN OCEÁNICO DE PUNTAS BLANCAS

Los tiburones nos aterran por su reputación de asesinos sanguinarios. Los ataques de tiburones son raros, pero parecen ir en aumento: en 2015 se registraron 98 sin provocación en todo el mundo, seis de ellos fatales. Es menos conocido el papel crucial que los tiburones desempeñan en la ecología del océano. En esta edición, y en los meses siguientes, veremos tres especies con mala reputación: los tiburones tigre, los blancos y los oceánicos de puntas blancas. Conoceremos a científicos que revelan nueva información sobre estas criaturas enigmáticas, vitales para el mar y no tan aterradoras como se podría pensar. ILUSTRACIÓN: FERNANDO G. BAPTISTA

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Un buzo novato se encuentra cara a cara con algunos de los depredadores más temidos del océano… y conoce el otro lado de la moneda.

Con quijadas y dientes diseñados para aplastar y desgarrar objetos como caparazones de tortuga, un tiburón tigre que se enfrenta a un objeto extraño –una cámara, por ejemplo– puede darse el lujo de morderlo primero y averiguar si es comestible después.

Un buzo vigila un tiburón tigre en las Bahamas. La escena podría no ser tan peligrosa como parece: estos tiburones dependen de la sorpresa para cazar a sus presas, por lo que es poco probable que ataquen a buzos que los estén observando.

Por Glenn Hodges Fotografías de Brian Skerry

Vi Tiburón en el verano de su estreno, en 1975. Tenía nueve años y todavía recuerdo cómo estalló en aplausos la sala de cine cuando Brody finalmente mató al tiburón monstruoso. La película me encantó y esa noche soñé con un tiburón que salía de la taza del inodoro y me perseguía por el pasillo. Mi experiencia fue la misma que la de todos en Estados Unidos: nos encantó Tiburón y nos volvimos paranoicos por los tiburones. Crecí en el agua, en la casa de mis abuelos en la costa de Connecticut, y aunque seguí nadando después de Tiburón, siempre tuve el vago temor de que unos dientes jalaran mi pierna en cualquier momento. Mi hermana, dos años menor que yo, quedó tan traumatizada por la película que solo se metía al agua en la marea baja. No importa que únicamente se hubieran registrado dos mordidas de tiburón en la costa de Connecticut desde 1900. Los hechos nunca son tan notorios como los sentimientos. Así pues, cuando me encargaron escribir este reportaje, decidí hacer lo que nunca había querido: nadar con tiburones. Tomaría clases de buceo 56

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e iría a un lugar en las Bahamas conocido como Tiger Beach [playa del tigre], donde bucearía con tiburones tigre, la especie responsable del mayor número registrado de ataques a humanos, con excepción del tiburón blanco. Sería mi primer buceo después de certificarme –lo que significa que haría mi primera inmersión en cualquier parte que no fuera una alberca o una cantera en Maryland– y sería sin jaula. La mayoría de la gente que supo de este plan pensaba que era muy valiente o muy tonto. Yo solo quería desmentir el mito. La gente que conoce a los tiburones íntimamente tiende a ser la que menos les teme, y nadie se acerca más a los tiburones que los buzos. Los que tienen negocios en Tiger Beach hablan con cariño de los tiburones

Los tiburones tigre, en las aguas protegidas de las Bahamas, están relativamente a salvo, pero rara vez se quedan en un mismo lugar por mucho tiempo. Su migración a menudo los coloca en la mira de los pescadores comerciales. Aunque hay más de 70 especies de escualos en una situación peor que la de los tigre, los especialistas clasifican a estos como “casi amenazados”.

tigre, de la misma manera que la gente habla de sus hijos o sus mascotas; les ponen apodos y se les ilumina el rostro cuando hablan sobre las peculiaridades de su personalidad. Ante sus ojos, estos tiburones no son más devoradores de hombres que un perro (de hecho, se puede demostrar que no lo son tanto: en 2015 hubo 34 muertes por ataques de perros en Estados Unidos, pero solo seis por ataques de tiburón en todo el mundo). Aunque el asunto de desmentir mitos es tramposo, porque la realidad rara vez es una sola cosa o lo opuesto del mito. El día anterior a mi primer

buceo en Tiger Beach recibimos noticias de Hawái sobre un tiburón tigre que atacó a un hombre; de manera tan implacable que el hombre solo pudo escapar tras arrancarle un ojo. Los pies del hombre estaban destrozados y tuvieron que amputarle uno. Fue uno de tres ataques en Oahu tan solo ese mes, parte de un incremento inquietante en años recientes, lo que ha hecho que Hawái encargara un estudio de los patrones de movimiento de los tiburones tigre. Sin embargo, lo que importa destacar aquí es que los tiburones tigre no son relevantes por na dar con t ig res

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cuánta gente muerden. Como superdepredadores, actúan como una fuerza de equilibrio crucial en los ecosistemas marinos, influyendo en la conducta de animales como la tortuga marina. Así, pues, son esenciales para la salud de los ecosistemas de pradera marina, el hábitat de gran variedad de vida marina silvestre. Aun más, es probable que el papel de los tiburones tigre en los ecosistemas marinos aumente con el cambio climático. Si el planeta y sus mares se siguen calentando, unas especies serán ganadoras y otras perdedoras, y es probable que los tiburones tigre estén entre las ganadoras. Les gusta el agua tibia, comen casi cualquier cosa y tienen camadas grandes (otras especies de tiburones tienen

arrojar pedazos sangrientos de pescado por la borda. Casi inmediatamente, el agua se llenó de tiburones de arrecife del Caribe: docenas de ellos, la mayoría de entre 1.5 y 2 metros de largo que se arremolinaban y peleaban por los pedazos de pescado. Después, tiburones limón –un poco más largos y delgados que los de arrecife– aparecieron aquí y allá, y, al final, Vin vio una silueta grande y oscura. “¡Tigre!”, gritó, mientras señalaba. Se puso de prisa su equipo y se zambulló con una caja de caballas para empezar a alimentar al tiburón en el fondo marino, en parte para mantenerlo ocupado mientras los demás entrábamos al agua y en parte para asegurarse que no estuviera muy hambriento cuando lo hiciéramos. Yo me sentía a gusto con todo

En ese momento no estaba seguro de si le gustaba al tiburón como amigo o como pizza; yo era como un ninja muy diligente con la vara de un metro que llevaba para mantener a distancia los tiburones. camadas más pequeñas que las hacen especialmente vulnerables a la sobrepesca). Consideradas en conjunto, estas características hacen de los tiburones tigre una de las especies más resistentes. También están entre las más grandes: las hembras maduras pueden exceder los 5.5 metros y pesar más de 570 kilos. tiger beach no es realmente una playa, es un banco poco profundo unos 40 kilómetros al norte de la isla Gran Bahama, una combinación de arena, pasto marino y arrecife de coral que empezó a atraer a los buzos hace más o menos una década. Es un hábitat óptimo para los tiburones tigre y presenta condiciones ideales para verlos: el agua tiene entre seis y 14 metros de profundidad, y casi siempre es muy clara. Uno se ciñe lastre, se sumerge y mira los tiburones pasar. Sin embargo, por fácil que sea el buceo desde un punto de vista técnico, es algo que los buzos dominan gradualmente. Mis compañeros tienen cientos de inmersiones de experiencia. La plática paró cuando llegamos al sitio y los buzos a cargo, Vincent y Debra Canabal, empezaron a 58

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esto, hasta que llegué al fondo e inmediatamente tuve que ahuyentar al primer tiburón tigre que había visto en mi vida, con todos sus 360 kilos. La forma como Debbie lo describió más tarde fue que se trataba simplemente de Sophie portándose curiosa y amigable. “Le gustaste”, me decía una y otra vez, gracias a toda la atención que Sophie puso en mí durante el buceo (en verdad, estuvo todo el tiempo sobre mí). En ese momento no estaba muy seguro de si le gustaba como amigo o como pizza; yo era como un ninja muy diligente con la vara de plástico de un metro que llevaba para mantener a distancia los tiburones. Pero después de ver cómo Vin y Debbie los trataban durante las semanas siguientes –los acariciaban después de alimentarlos con pescado y los alejaban con gentileza cuando necesitaban continuar– fue fácil ver a los tiburones de una forma más benigna. Ni una vez hicieron un movimiento repentino o agresivo hacia nadie; se movían lenta y deliberadamente, nadaban en círculos grandes y luego se deslizaban en línea recta hacia la caja con alimento. Me sentí sorprendentemente a salvo en su presencia.

Hábitat de los tiburones tigre

OCÉANO ÁRTICO

Expansión probable del entorno preferido debido al cambio climático.

Preferido Migratorio

CÍRCULO POLAR ÁRTICO

EUA

AMERICA DEL NORTE ESTADOS UNIDOS TRÓPICO DE CÁNCER

Tiger Beach

EU RO PA (RU) DAS MU BER

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A

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BAHAMAS

HAWAI (EUA)

A

A T L Á NT I C O

OCÉANO

A F R I C A

PA C Í F I C O

OCÉANO PA C Í F I C O

TRÓPICO DE CAPRICORNIO

ECUADOR

AMERICA DEL SUR

OCÉANO ÍNDICO

AUSTRALIA

Shark Bay

Los tiburones tigre prefieren las aguas costeras turbias, aunque es común encontrarlos en el océano durante la migración de temporada. CÍRCULO POLAR ANTÁRTICO 0 mi

A N T A R T I D A

La mayoría de los tiburones tigre en Tiger Beach está acostumbrada a los buzos, a ser alimentados y a no morder la mano que los alimenta, incluso los que no están familiarizados con la rutina –y tuvimos uno de esos durante nuestro primer día de buceo– en general no son peligrosos para los buzos. En Tiger Beach, uno no chapotea o nada a ciegas en la superficie del agua, como la mayoría de las víctimas de un ataque; uno está abajo, al nivel de los tiburones, y se presenta como algo diferente a las presas, lo que hace que el buceo con ellos sea razonablemente seguro. Seguro hasta cierto punto. Hay videos de situaciones en que las cosas pudieron salir muy mal –uno en el que un tiburón tigre trata de morder la cabeza de un buzo y otro en el que va tras la pierna de otro– y hubo una muerte en 2014, cuando un buzo simplemente desapareció. Incluso nuestro grupo se llevó un susto cuando un pez ángel nadó entre nosotros y los tiburones limón y de arrecife se abalanzaron para perseguirlo, mientras se escondía entre las piernas de la gente (me tocó mi turno en aquel tornado de escualos, tratando de ahuyentar a los tiburones mientras se MATTHEW W. CHWASTYK FUENTES: UICN; DEPARTAMENTEO DE ACUICULTURA Y PESCA, FAO; AQUAMAPS

3 000

3 000 0 km ESCALA EN EL ECUADOR

deslizaban a mi alrededor y chocaban con mis piernas, y fue tan inquietante como se lo imaginan). Todos, incluyendo a Debbie, pensaron que alguien iba a salir mordido en la aglomeración, y por ahí paseaban tiburones tigre de 450 kilos que bien podrían interesarse repentinamente en un buzo herido que se agita. Tuvimos suerte y volvimos al agua al día siguiente, pero es el tipo de suerte que te recuerda que los tiburones son animales silvestres, y que Tiger Beach es un lugar silvestre, y que los animales silvestres y los lugares silvestres son inherentemente impredecibles. Y de acuerdo con los científicos que los estudian, los tiburones tigre son especialmente impredecibles. después de tiger beach volé a Oahu para encontrarme con Carl Meyer en la Universidad de Hawái, para discutir su investigación sobre el incremento reciente de los ataques de tiburones tigre. Meyer y su equipo les han puesto etiquetas electrónicas de rastreo por satélite y dispositivos de rastreo acústico a cientos de tiburones tigre. Según él, están empezando a entender a los animales. 59

La salud de este arrecife de coral en las Bahamas podría depender de los tiburones tigre en formas que todavía no se entienden muy bien. Científicos en Australia encontraron que los depredadores evitan que los animales que se alimentan de pastos marinos degraden estos ecosistemas.

Un individuo joven, capturado por científicos en Hawái (en un centro de estudios de tiburones tigre), tiene las franjas distintivas que le dan su nombre a lo largo de su cuerpo de un metro. Las franjas desaparecerán conforme el tiburón crezca.

Los movimientos de la mayoría de especies de tiburón son razonablemente predecibles, explica. “Se irán a un lugar durante el día y a otro durante la noche, pero no vemos eso con los tiburones tigre. Pueden aparecer a cualquier hora del día o la noche, y pueden estar ahí un día y regresar al siguiente, o estar uno e irse por tres años”. Es probable que algo de esta impredictibilidad sea causada por los hábitos de caza del tiburón, indica Meyer. Como depredadores de emboscada, los tiburones tigre dependen de la sorpresa para atrapar a sus presas y “si eres predecible, tu presa se adaptará a esa predictibilidad, así que tiene sentido aparecer de repente en una zona y no estar ahí por mucho tiempo”.

“tiburoctubre”), podría ser también resultado de que haya más tiburones alrededor de las islas en esa época del año. Además de la población creciente de humanos en Hawái, otro factor posible es la proliferación de tortugas marinas. Las tortugas verdes recibieron protección federal en 1978, después de décadas de explotación intensiva. El número de tortugas se ha incrementado desde entonces. Actualmente son comunes en las costas de Hawái y resultan un alimento habitual de los tiburones tigre. Los tiburones tigre y las tortugas marinas tienen una larga historia compartida, que se remonta a la era de los dinosaurios, y el registro fósil sugiere que podrían haber evolucionado de manera simultánea.

En las Bahamas, que prohibió la pesca con palangre en 1993 y designó sus aguas como santuario de tiburones en 2011, los ecosistemas marinos están relativamente sanos. Meyer dice que no sabe por qué los ataques en Hawái aumentaron en años recientes, que pasaron de un promedio de menos de cuatro al año entre 2000 y 2011 a casi 10 entre 2012 y 2015, pero esperaría atestiguar un incremento a largo plazo debido al número cada vez mayor de personas en las aguas de Hawái. En cuanto a por qué los ataques ocurren en su mayoría en otoño, señala que se debe a que los tiburones tigre tienen sus crías en las islas principales. Las hembras emplean gran cantidad de energía cuando ovulan; sus óvulos son “enormes” –del tamaño de una pelota de béisbol– y pueden tener hasta 80 crías en una camada. Lo que esto podría significar –aunque Meyer advierte que es “una hipótesis completamente sin pruebas”– es que las hembras preñadas llegan a las islas con hambre y esto las vuelve comedoras menos selectivas de lo habitual. Sin embargo, el incremento de ataques en otoño, un patrón que los nativos de Hawái han notado por generaciones (los surfistas lo llaman Q Beca de la Sociedad El trabajo de campo de Brian Skerry se financió en parte gracias a tu suscripción a National Geographic. 64

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Con quijadas amplias y dientes pesados y doblados en ángulo, que parecen abrelatas antiguos, los tiburones tigre son capaces de partir y cortar el caparazón de una tortuga adulta en una forma que la mayoría de los tiburones no puede. Esta morfología robusta podría ayudar a explicar los hábitos alimentarios del tiburón tigre, tan famosamente poco selectivos: llantas, placas de autos, latas de pintura, animales de granja, municiones sin explotar, armaduras, todos estos objetos se han encontrado en los estómagos de tiburones tigre, lo que demuestra que están dispuestos a morder lo que sea (al parecer con efectos adversos mínimos). Así que, si hay más tortugas que comparten el agua con más gente, el resultado podría ser más ataques de tiburón. La relación entre los tiburones tigre y las tortugas marinas podría tener implicaciones profundas para la salud del ecosistema marino en todo el mundo. En un rincón remoto de la costa oeste de Australia llamado Shark Bay [Bahía de Tiburones], un equipo de investigación, encabezado por Mike Heithaus, de la Universidad Internacional de Florida, ha documentado cómo los tiburones

tigre evitan que las tortugas marinas y los dugones (vacas marinas) se coman en exceso el pasto marino, el cimiento del ecosistema. Los investigadores descubrieron que no solo se trata de que se coman a los animales: la simple presencia del tiburón cambia los hábitos de tortugas y dugones, al crear un “paisaje de miedo” que los obliga a pacer de manera más juiciosa a fin de reducir el riesgo de ser comidos. Esto significa que proteger animales como la tortuga marina, sin proteger los depredadores que los mantienen a raya, podría llevar a un ecosistema degradado. “Si uno mira los lugares donde la población de tiburones ha bajado y la población de tortugas está protegida –lugares como las Bermudas–, parece que esas zonas tienen pérdidas en su pasto marino”, explica Heithaus. En las Bahamas, que prohibió la pesca con palangre en 1993 y designó sus aguas como santuario de tiburones en 2011, los ecosistemas marinos están relativamente sanos, pero el Atlántico occidental adyacente, que incluye las Bermudas, tiene una protección mucho más débil para los tiburones y parece ser que sufre las consecuencias. Neil Hammerschlag, ecólogo marino de la Universidad de Miami que estudia los tiburones tigre en el Atlántico oeste, dice que las tortugas marinas ahí no parecen alterar su conducta, en respuesta a la presencia de los tiburones tigre, de la manera en que lo hacen las tortugas en Shark Bay, y esto podría deberse a que las poblaciones de tiburón tigre del Atlántico ya se encuentran significativamente en peligro. “Trabajo en Florida y en las Bahamas, y es como el día y la noche. Vemos diferencias enormes en el número y tamaño de los tiburones. Les va muy bien en las Bahamas, pero casi nunca los atrapamos en Florida. Y están a 80 kilómetros de distancia”. Florida prohibió matar tiburones tigre en sus aguas en 2012, pero es el único estado de la costa este de Estados Unidos que lo ha hecho y la ley federal permite que pescadores comerciales y recreativos los pesquen y los maten en aguas de otros estados, dentro de ciertos límites. tiburón no es responsable de la mayoría de amenazas a las que se enfrentan los tiburones tigre

–desarrollo costero, contaminación marina, pesca con palangre, la popularidad de la sopa de aleta de tiburón–, pero sí creó una actitud cultural que ha persistido más de lo que debiera. Después de Tiburón, la gente no solo se volvió paranoica por los tiburones; se volvió cruel e incluso vengativa. En las décadas de los setenta y ochenta del siglo xx, los torneos de pesca de tiburón brotaron como hongos en la costa este de Estados Unidos y docenas de ellos continúan, con espectáculos de “tiburones monstruo” que cuelgan en los muelles. Fui a uno de esos torneos el verano pasado y recuerdo a una mujer con su hijo pequeño, quien señalaba un tiburón mako con las fauces abiertas a propósito para las cámaras; ella le decía, como si lo impulsara a hacer lo mismo: “¡Uuuuuy, qué miedo!”. Los tiburones pueden dar miedo, es cierto, pero pasé un par de días en Kauai con Mike Coots, un fotógrafo que perdió la mitad de la pierna derecha por un tiburón tigre mientras practicaba bodyboard en 1997, cuando tenía 18 años. Pronto volvió a entrar al agua y dice que casi nunca piensa en tiburones cuando surfea. “Hawái es una cultura del océano –me dijo–. Aquí la gente se mete al agua desde que está en pañales. Simplemente no le teme a los tiburones”. Para probarlo, le pregunté a unos niños que jugaban fuera de la casa de Coots si les tenían miedo a los tiburones y respondieron: “No”, como si hubiera sido la pregunta más tonta que hubieran escuchado en su vida. Tenían más o menos la misma edad que yo cuando vi Tiburón. El verano pasado, mientras planeaba mi buceo en Tiger Beach y la histeria sobre los ataques recientes de tiburones en Carolina del Norte estaba en su apogeo, llegaron noticias de que un tiburón tigre de 360 kilos había sido capturado en la costa de Carolina del Sur. El periódico USA Today utilizó el ajetivo “monstruoso” para referirse al tiburón y describió a los pescadores como “almas valientes”. Cuando regresé de Hawái, vi el reportaje otra vez. Al ver la fotografía del tiburón eviscerado y maltrecho en el muelle, pensé en que alguna vez fue del mismo tamaño que Sophie, y esas no fueron todas las palabras que me vinieron a mi mente, tanto para el tiburón como para los hombres que lo mataron. j na dar con t ig res

65

En un arrecife en las profundidades del océano Índico, las rémoras siguen a un tiburón tigre; ellas conservan energía al adherirse al tiburón y se alimentan de los restos de sus presas y de los parásitos de su piel.

OS AM MOS

EL

Hay más de 500 especies de tiburones, depredadores cruciales para mantener el equilibrio de los ecosistemas. Los científicos calculan que más de 70 especies se encuentran amenazadas, debido principalmente a la sobrepesca.

AR

4.5-6 m 2

Tiburón martillo gigante T

EN

Sphyrna mokarran La cabeza ancha ayuda a que estos tiburones busquen y capturen rayas y otras presas.

3

Tiburón ballena

VU

Rhincodon typus Este tiburón, de movimientos lentos y que se alimenta por filtración, es la especie viva de pez más grande que se conozca.

SQUATINIFORMES

Dieta Tortugas marinas Focas, leones marinos

Tiburones, rayas

Peces

Cetáceos

Aves marinas

Plancton

PRISTIOPHORIFORMES

ESCUALIFORMES

Hocico largo

Crustáceos, moluscos

Cuerpo similar a la raya

Hocico corto No son similares a la raya

Sin aleta anal TIBURONES (selacimorfos)

Tamaño real de un diente

Aleta anal 1

Tiburón blanco

VU

Carcharodon carcharias

Los dientes serrados podrían ser un vínculo con ancestros extintos.

Longitud: 4.5-6 m

Este depredador legendario vive en las aguas superficiales costeras de todo el mundo.

Vista desde abajo

DEPREDADOR PREHISTÓRICO Megalodonte Carcharocles megalodon

13.5-18 m Hasta 90 toneladas

Se utilizó un diente fosilizado de 18 centímetros de este tiburón extinto para proyectar la escala de su enorme cuerpo, el cual podría haber tenido mandíbulas de más de 1.8 metros de ancho.

10-17+ m

Categoría de riesgo VU

Vulnerable

EN

En peligro

HEXANQUIFORMES

NT

Casi amenazada

CR

LAMNIFORMES

Párpado interno Boca detrás de los ojos

En peligro crítico

Aleta anal

Datos insuficientes

CARCARRINIFORMES

ORECTOLOBIFORMES

HETERODONTIFORMES

Sin párpado interno Boca enfrente de los ojos Sin espinas en las aletas

6-7 aberturas branquiales, una aleta dorsal

ID

Espinas en la aleta dorsal 5 aberturas branquiales, un par de aletas dorsales

4 Tiburón de Groenlandia NT Somniosus microcephalus

5-6.5 m

Los científicos sospechan que esta especie ártica de crecimiento lento puede vivir hasta 100 años.

5

Tiburón tigre T

4.5-5.5 m

NT

Galeocerdo cuvier Este tiburón recibe su nombre por sus características franjas negras, mismas que se desvanecen en la edad adulta.

6 Cañabota gris NT Hexanchus griseus

3.5-5 m

Los tiburones generalmente tienen cinco branquias, pero esta especie primitiva cuenta con seis. La mayoría de las especies relacionadas con esta se encuentran extintas.

7

T Tiburón oceánico de puntas blancas

VU

Carcharhinus longimanus Debido a la gran demanda de sopa de aleta de tiburón, los números de estos peces de aletas grandes están en descenso.

2.5-4 m

COPYRIGHT © 2016 NATIONAL GEOGRAPHIC FERNANDO G. BAPTISTA, DAISY CHUNG Y RYAN T. WILLIAMS; FANNA GEBREYESUS. FUENTES: FAO; UICN; GEORGE H. BURGESS, MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE FLORIDA; STEPHEN J. GODFREY, MUSEO MARINO CALVERT; DEAN GRUBBS, UNIVERSIDAD ESTATAL DE FLORIDA; GAVIN NAYLOR, UNIVERSIDAD DE CHARLESTON; NIGEL HUSSEY, UNIVERSIDAD DE WINDSOR

SQUATINIFORMES

Dieta Tortugas marinas

Crustáceos, moluscos

Focas, leones marinos

Tiburones, rayas

Peces

Cetáceos

Aves marinas

Plancton

PRISTIOPHORIFORMES

ESCUALIFORMES

Hocico largo Cuerpo similar a la raya

Hocico corto No son similares a la raya

Sin aleta anal TIBURONES (selacimorfos)

Dónde viven Los tiburones viven en todos los mares; sus hábitats van desde ambientes tropicales a gélidos, de las aguas costeras al fondo marino. Pocos tiburones viven por debajo de los 1150 metros de profundidad.

8 Angelote o tiburón ángel CR Squatina squatina De cuerpos planos y aletas pectorales amplias, los angelotes parecen rayas o mantarrayas. 1-2 m

0m

10

8

2

7

9 12

3 5

ID 9 Tiburón sierra japonés Pristiophorus japonicus Su hocico largo y dentado lo ayuda a cernir la arena en busca de presas, pero también puede quedar atrapado en redes de enmalle.

500 m

1-1.5 m

1

Récord mundial de buceo: 332 m

6

1 000 m

10 Suño cornudo ID Heterodontus francisci

4 Calamar gigante

Este tiburón solitario utiliza su cabeza cornuda para abrir moluscos y crustáceos.

1 500 m

0.5-1 m

11

11 Pailona NT Centroscymnus coelolepis

2 000 m

Estos escualos, que se alimentan en el fondo del mar, viven en la oscuridad, a mayores profundidades que otros tiburones. Cachalote

1m

2 500 m

ID 12 Tiburón linterna enano Etmopterus perryi Órganos bioluminiscentes hacen que estos tiburones pequeños brillen en la oscuridad y atraigan sus presas.

3 000 m

18-21 cm

Zifio de Cuvier, el mamífero que puede sumergirse a mayor profundidad

Categoría de riesgo VU

Vulnerable

EN

En peligro

HEXANQUIFORMES

NT

Casi amenazada

CR

LAMNIFORMES

Párpado interno Boca detrás de los ojos

En peligro crítico

Aleta anal

3 500 m

Datos insuficientes

CARCARRINIFORMES

ORECTOLOBIFORMES

HETERODONTIFORMES

Sin párpado interno Boca enfrente de los ojos Sin espinas en las aletas

6-7 aberturas branquiales, una aleta dorsal

ID

Espinas en la aleta dorsal 5 aberturas branquiales, un par de aletas dorsales

Numerosas capas de fibras de colágeno están dispuestas de manera alternada en un patrón de espina de pez que permite a la piel ser al mismo tiempo flexible y firme. Esta estructura incrementa la potencia y eficacia de la cola del tiburón al nadar.

Fibras de colágeno La piel exterior está compuesta de pequeñas escamas llamadas placoides, similares a dientes, conocidas también como dentículos dérmicos, que producen ruido y fricción mínimos.

Músculo

Aletas pectorales rígidas proveen sustentación

Músculo y piel estirados

La energía en la piel elástica se libera

Músculo contraído

Músculo relajado

Tiburón tigre Galeocerdo cuvier

Arsenal de sentidos Desde tiempos prehistóricos, los tiburones han desarrollado una red sensorial compleja que los ayuda a detectar y capturar su presa.

DETECCIÓN

ACECHO Los tiburones saben si un olor es más fuerte en la fosa nasal izquierda o derecha.

La mayoría de los tiburones puede ver con poca luz, incluso a una profundidad de 900 metros.

OÍDO

OLFATO

VISIÓN

Los tiburones escuchan mejor en un rango de frecuencia baja. Por ejemplo, no pueden oír la señal de sonar de un delfín, aun si este se encuentra muy cerca, pero son capaces de oír un barco que se hunde a kilómetros de distancia.

Los tiburones rastrean de diferentes maneras el olor de su presa a kilómetros de distancia en el mar. Una forma es nadar haciendo eses para tomar muestras de una franja amplia de moléculas de olor en las corrientes oceánicas.

Una capa reflectante de células brillantes detrás de la retina duplica la sensibilidad visual en condiciones de poca luz, donde la vista del tiburón podría ser dos veces más aguda que la de los humanos.

FERNANDO G. BAPTISTA, DAISY CHUNG Y RYAN T. WILLIAMS; LAWSON PARKER; SHIZUKA AOKI

R DA PER

Las especies de tiburón varían mucho, pero comparten una biología similar, desde esqueletos hechos de cartílago hasta sentidos agudos, perfeccionados para la caza. Han evolucionado durante unos 400 millones de años. Hoy día son algunos de los depredadores más formidables de la naturaleza.

O

Apertura de los oídos

Lóbulos ópticos

Cavidades olfativas

Cerebro

La línea lateral es una fila de poros pequeños a lo largo de cada flanco que se llenan de agua marina. Ampollas de Lorenzini

Poro externo Piel de tiburón Gel conductor Células sensoriales Fibras nerviosas que van al cerebro

Receptores eléctricos Grupos de poros llenos de gelatina alrededor del hocico permiten que los tiburones perciban cambios diminutos en el voltaje, asociados con los animales y las corrientes de agua.

ATAQUE Algunos tiburones pueden tener papilas gustativas en el exterior de su hocico: chocar con una presa podría ser una manera de probar su sabor.

Los tiburones a menudo prueban con un mordisco para decidir si la presa es comestible.

SENSORES DE VIBRACIÓN

ELECTRORRECEPCIÓN

Poros permiten que el agua marina entre en un sistema de canales llenos de fluido llamado línea lateral, o media, donde cilios sensoriales delicados distinguen los cambios de presión causados por el movimiento de las presas.

Los tiburones son muy sensibles a los estímulos eléctricos y detectan campos eléctricos diminutos emitidos por las branquias de presas escondidas. Utilizan campos geomagnéticos para orientarse.

FUENTES: SAMUEL GRUBER, LABORATORIO DE TIBURONES DE BIMINI; NEIL HAMMERSCHLAG, UNIVERSIDAD DE MIAMI; DANIEL HUBER, UNIVERSIDAD DE TAMPA; PHILIP MOTTA, UNIVERSIDAD DEL SUR DE FLORIDA; LISA WHITENACK, UNIVERSIDAD ALLEGHENY; KENNETH J. LOHMANN, UNIVERSIDAD DE CAROLINA DEL NORTE EN CHAPEL HILL; THEAGARTEN LINGHAM-SOLIAR, UNIVERSIDAD METROPOLITANA NELSON MANDELA

Mordedura mortal Los dientes serrados e inclinados del tiburón tigre lo ayudan a aplastar y cortar los caparazones de las tortugas. Los tiburones pueden perder entre 30 000 y 50 000 dientes en su vida. Cuando el tiburón muda de dientes o se le caen, los de repuesto avanzan en la mandíbula como si fuera una cinta transportadora.

1

El hocico se levanta unos milisegundos antes de que la mandíbula inferior descienda.

2 La mandíbula superior

se mueve hacia el frente, separándose del cráneo.

Algunos tiburones tienen una membrana retráctil similar a un párpado, la cual protege sus ojos de las presas que se agitan.

Cráneo

Mandíbula superior

Mandíbula inferior

Tiburón tigre

Interior de la mandíbula

Galeocerdo cuvier

Ahorradores de energía Dotados de un metabolismo muy lento, los tiburones están hechos para conservar energía en casi todos los aspectos de su vida. El tiburón blanco, por ejemplo, utiliza un octavo del oxígeno que requieren los humanos por kilo de peso corporal.

Un esqueleto hecho de cartílago –casi la mitad de denso que uno de hueso– es resistente, flexible y ligero.

Un hígado grande y rico en aceite les proporciona flotabilidad. Estómago Intestino Corazón

Riñones

Bazo

Dientes como herramientas La forma, el tamaño y la disposición de los dientes en especies diferentes de tiburones les permiten sujetar, matar y consumir su presa favorita.

Tiburón tigre Los dientes triangulares y serrados pueden cortar la carne gruesa de una presa grande.

Tiburón duende Los dientes parecidos a agujas son buenos para agarrar presas suaves, como peces o calamares.

Musola suave Los tiburones con dientes más planos pueden aplastar y triturar presas con conchas duras, como los cangrejos.

3 La secuencia completa de la mordida tarda

cerca de medio segundo. Sacudir la cabeza de un lado a otro maximiza el desgarre de la presa.

Las mandíbulas flexibles se pueden ajustar a un amplio rango de formas, como el caparazón de las tortugas, y permiten que haya más dientes para morder la presa.

Presas La dieta de un tiburón depende de su especie, edad (los adultos comen una variedad más amplia de presas) y grado de actividad. Se sabe que los tiburones tigre, considerados los menos selectivos, comen tortugas marinas, delfines e incluso otros tiburones.

Las aletas dorsales y la cola del tiburón lo impulsan hacia adelante en el agua.

Los que tienen forma de media luna son los más veloces.

La mayoría de los Los de forma más tiburones tiene lóbulos larga y delgada superiores más son más lentos. grandes.

Tiburón tigre

Los que habitan en el fondo tienen lóbulos más planos.

2010

Ciudad Juárez Congelados en un abrazo final, esta pareja y el bebé nonato de la mujer fueron asesinados de un solo tiro. En el punto máximo de la ola de crímenes que convulsionó esta ciudad de rápido crecimiento, 10 personas morían violentamente al día.

Denise Fuentes y Ulises Escobedo posan en un mirador con su bebé Eros. Ambos fueron afectados por la guerra contra las drogas que causó estragos en el barrio a sus pies. Actualmente están buscando una casa allí.

2015

vuelve a la vida Alguna vez el lugar más peligroso del mundo, esta infortunada ciudad en la frontera con Estados Unidos ha visto disminuir rápidamente su tasa delictiva y revivir su vida social después de que México reparara el corrupto sistema de justicia penal.

77

El domingo de Pascua, los niños Ramos Gutiérrez juegan en el parque El Chamizal, uno de los pocos espacios verdes de la ciudad. La costumbre de décadas en Juárez de pasear en el parque los domingos era demasiado peligrosa durante los años violentos.

Por Sam Quinones Fotografías de Dominic Bracco II

C

uando anochece sobre San Antonio, asentamiento irregular convertido en barrio, con casas de bloques de concreto, calles accidentadas y escasos árboles, los niños se dirigen con emoción a un almacén repleto de neumáticos. Ahí, el alboroto de Ciudad Juárez disminuye, reemplazado por gruñidos, palmadas y ruidos sordos de cuerpos jóvenes y flexibles que caen de golpe sobre una lona. El improvisado cuadrilátero, confeccionado con hierro y cables recogidos de depósitos de chatarra, pertenece a Inés Montenegro, quien lo abrió hace dos años, después de que uno de sus hijos sugiriera que los niños del barrio necesitaban un lugar donde jugar. En México, la lucha libre, un tipo de lucha profesional con luchadores enmascarados que ejecutan movimientos acrobáticos coreografiados, es una obsesión nacional. La arena de Montenegro fue un éxito instantáneo. Esta noche, cuatro muchachos se lanzan contra las cuerdas que los catapultan al centro del cuadrilátero. Dan saltos alegremente para aprender la coreografía de movimientos clásicos. La escena habría sido impensable hace seis años, cuando visité por última vez Ciudad Juárez, la ciudad más grande del estado de Chihuahua. Los niños habían dejado de jugar en espacios públicos porque los cárteles de la droga luchaban calle por calle por el control de la ciudad fronteriza, puerta de acceso al lucrativo mercado estadounidense de la droga. Observé cómo retumbaban vehículos con soldados mexicanos armados para recuperar esas calles, mientras empuñaban rifles de asalto y ametralladoras, uno de los muchos intentos por detener la violencia macabra que había dado mala fama a Juárez en todo el mundo. De 2008 a 2012, la ciudad de 1.3 millones de habitantes había sido considerada como el lugar

Algunos antiguos miembros de pandillas, ahora organizadores comunitarios, pintan un mural concebido para reunir a jóvenes de barrios distintos, a menudo rivales. Juárez tenía cientos de pandillas que se involucraron en la guerra entre cárteles de la droga.

más peligroso de la Tierra. Los asesinatos se dispararon a más de 3 700 en el peor año. Los delincuentes secuestraban y extorsionaban con impunidad. De los robos de automóviles en México, uno de cada cuatro se perpetraba en Ciudad Juárez. Los negocios cerraban por miles. El caos cundía. El barrio de San Antonio estaba entre los peores. Cada uno de los muchachos que ahora hacen cabriolas en el cuadrilátero tenía familiares muertos o encarcelados. En los barrios, por lo menos 11 cuadriláteros de lucha libre atraen hoy a cientos de niños, que adoptan nombres de personajes como Halcón Azteca o el Ex Convicto. Las calles antes vacías de Juárez están otra vez repletas de gente. Alrededor de la catedral, las tiendas de ropa y las paleterías hacen buenos negocios; bandas musicales de cóvers tocan para los compradores que se detienen,

escuchan y bailan. Se abrió un museo infantil, dedicado en parte a los 14 000 niños que, el director del museo estima, quedaron huérfanos por la violencia. Los barrios han organizado ligas deportivas. Los parques –incluidos algunos nuevos– son otra vez lugares para socializar. “La gente está perdiendo el miedo”, dice Montenegro. ¿Qué sucedió en Juárez que permitió a Montenegro y a otros dejar de tener miedo y seguir con su vida? México encontró la voluntad política, por lo menos en Juárez, para fortalecer el sistema de justicia penal e invertir en el gobierno local. Actuar así alentó la valentía de algunos protagonistas inesperados: agentes del orden que establecieron una fuerza de policía más profesional –en un país donde los policías a menudo son corruptos–, empresarios que se quedaron a luchar en lugar de huir y funcionarios de gobierno que desafiaron la burocracia e iniciaron reformas dramáticas.

en 1996, cuando fui por primera vez a Juárez, la ciudad era un engranaje ruidoso en la economía global emergente. Legiones de rancheros y campesinos llegaban a ella para ensamblar equipos de sonido, televisiones y piezas de automóviles para el mercado estadounidense en fábricas libres de aranceles, llamadas maquiladoras. Muchos migrantes llegaban con planes de cruzar la frontera hacia el vecino El Paso, Texas, pero encontraban que en la economía en expansión de Juárez podrían tener lo que se les negaba en su lugar de origen: una casa resistente, un automóvil usado y un trabajo estable. Juárez se llenó de negocios familiares, incluidos mercados, salones de belleza y tiendas de tapicería. Montenegro, que llegó a Juárez de niño en los años setenta, fue parte de este florecimiento empresarial. Compró terrenos cuando San Antonio era solo una ciudad perdida. Abrió la tienda de c i u da d ju á re z v u e lve a l a v i da

81

neumáticos que ahora alberga su arena de lucha libre, luego otras. Ciudad Juárez creció caóticamente. Al igual que todas las ciudades mexicanas, sus ingresos fiscales iban a dar a la Ciudad de México. La mayoría no regresaba. Los agentes de policía tenían racionadas la gasolina y las balas. Se descuidó la infraestructura básica: caminos, alcantarillado, desagües pluviales, parques. “La gente no percibía que teníamos necesidades porque seguíamos creciendo –dice Alfonso Murguía, pastor cuya iglesia ha fundado centros para huérfanos y adictos a las drogas en Juárez durante casi 30 años–. Había dinero y empleos, pero la ciudad no mejoraba”. Conforme la población rural se convirtió en fuerza laboral industrial, los lazos familiares se debilitaron. Miles de niños crecieron en las calles. Las pandillas se multiplicaron por cientos. El cártel de Juárez se formó para controlar las principales rutas de contrabando de drogas. La ilegalidad se convirtió en lugar común. Había ido a Juárez hacía dos décadas para escribir sobre la primera de las que se convertirían en cientos de mujeres jóvenes asesinadas,“las muertas de Juárez”, como fueron conocidas en todo el mundo. A lo largo de los años sombríos, regresé una docena de veces. La mayoría de los obreros de las fábricas eran mujeres que llegaban sin familia, lo que las volvía especialmente vulnerables. Muchos cadáveres fueron dejados en el desierto, donde el calor los momificó en el anonimato. Con asesinos que no enfrentaban ninguna consecuencia, las muertes se multiplicaron. En 2008, Juárez perdió 90 000 empleos cuando Estados Unidos se sumió en la recesión, lo que dejó aisladas a flotillas de trabajadores desesperados y sin empleo. Aproximadamente en la misma época, el cártel de Sinaloa trataba de arrebatarle el control de las rutas de la droga al cártel de Juárez. Ambos grupos empezaron a utilizar pandillas de la ciudad en una lucha despiadada. Durante cinco años, la violencia envolvió a Ciudad Juárez. Cuando Montenegro me relata la historia de la Arena San Antonio, empieza por contar la historia de las familias de su calle que tenían seres 82

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amados secuestrados. “Había cinco –revela finalmente–, incluidos nosotros”. Los secuestradores atraparon a su hijo menor. Montenegro se vio obligado a pedir dinero prestado para el rescate. Cuando casi había terminado de pagar el préstamo, su hijo fue secuestrado otra vez. Durante siete años, Montenegro luchó para pagar sus deudas, aproximadamente 50 000 dólares. Vendió algunas de sus tiendas de neumáticos y se quedó casi en la quiebra. Después de que se le reventó un vaso sanguíneo en el ojo a causa del estrés, se quedó parcialmente ciego. “No le deseo un secuestro a nadie”, señala. cuando regreso a juárez, contrato a un chofer de taxi llamado Jesús Amable para que conduzca por una media docena de barrios. Que pudiéramos realizar tal recorrido es una prueba de la nueva paz en la ciudad. Con todo, muchas tiendas se encuentran claramente vacías, tras la huida de sus propietarios. En una bulliciosa florería, Claudia Saucido me cuenta que ella dirigió sola el negocio mientras su esposo trabajaba en otra parte para ayudarse a pagar la cuota de 100 dólares –aproximadamente el salario de una semana en Juárez– impuesta por extorsionistas. Jesús Amable me comenta que acostumbraba pagar 20 dólares por semana, igual que nueve colegas de su estación de taxis. “Venían a cobrar muchachos de 15 años en coches último modelo”, recuerda. Las autoridades de Juárez estimaron que, en 2010, alrededor de 8 000 negocios eran extorsionados. Al año siguiente, Carlos Salas, recién designado fiscal general del estado, ordenó a la policía estatal de Chihuahua que creara un escuadrón antiextorsión. Muchos crímenes se habían quedado impunes. “No hubo una investigación profesional, tampoco una mala investigación. No hubo siquiera una investigación”, dice César Muñoz, el primer supervisor del escuadrón y ahora jefe de la policía municipal de Juárez. “Cuando los crímenes ocurrían, la policía se escondía en nuestras oficinas”. El escuadrón, cuidadosamente seleccionado y formado por policías jóvenes y sin antecedentes delictivos, pasó sus primeras dos semanas yendo

Historia de dos cárteles

3 766 homicidios

Juárez sufrió un aumento dramático de la delincuencia cuando los cárteles de Sinaloa y de Juárez peleaban por el dominio de las lucrativas rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos, de 2008 a 2012.

3 000

UNA PAZ FRÁGIL La tasa de homicidios en Juárez se redujo cuando mejoró la aplicación de la ley y disminuyó la violencia entre los cárteles en guerra.

2 000

TEXA

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ESTADOS UNIDOS

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NUEVO MEXICO CHIHUAHUA

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2000

2010 2015

Guerra contra las drogas

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VIOLENCIA GENERALIZADA En 2010, durante el punto máximo del caos, eran asesinadas alrededor de 10 personas al día en esta ciudad de 1.3 millones de habitantes.

TE XA S UA HU A

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J u a r e z

SANTA MARÍA

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Cada punto representa una víctima de homicidio en 2010*

Cereso AEROPUERTO INTERNACIONAL ABRAHAM GONZALEZ

2

0 mi 0 km

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Cruce fronterizo

2

2 *LOS PUNTOS FUERON COLOCADOS ALEATORIAMENTE DENTRO DE LOS LÍMITES DEL BARRIO Y NO REPRESENTAN LUGARES ESPECÍFICOS. FUENTES: SISTEMA DE JUSTICIA EN MÉXICO; INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y GEOGRAFÍA DE MÉXICO; LUIS ERNESTO CERVERA GÓMEZ, COLEGIO DE CHIHUAHUA; INSTITUTO MUNICIPAL DE INVESTIGACIÓN Y PLANEACIÓN, CIUDAD JUÁREZ; PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA (DATOS DEL MAPA)

FRACCIONAMIENTO PRADERAS DEL SOL

El Paso límite urbano

2010

Dolientes asisten a los funerales de tres mujeres jóvenes, víctimas de una matanza en una fiesta de cumpleaños que dejó 14 muertos, la mayoría adolescentes o veinteañeros. Cuando los pistoleros no encontraron al hombre que perseguían, acorralaron a otros en un rincón y los ejecutaron. Fue uno de los peores crímenes de ese año.

de puerta en puerta en el centro de Ciudad Juárez para animar a los propietarios de negocios a denunciar a los extorsionadores. Este tipo de policía comunitaria no tenía precedentes en México. “Nadie quería hablar. Muchos pensaban que nosotros mismos éramos extorsionadores”, dice Luis Hernández, quien ahora comanda el escuadrón. El teléfono sonó por primera vez dos semanas después. Era un panadero. Los extorsionadores querían 5 000 dólares o incendiarían su negocio. Entonces el escuadrón escuchó las llamadas telefónicas del panadero. Los agentes lo siguieron al lugar de la entrega. Cuando entregó el dinero, ellos atacaron. El arresto fue la primera extorsión exitosamente investigada en Juárez durante la época de violencia. Los extorsionadores –un ama de casa, un obrero y dos empleados de una tienda de neumáticos– fueron condenados. 84

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“Pronto hubo también muchos negocios que denunciaron este delito”, apunta Hernández. En octubre de 2011, tres agentes vigilaban una tienda familiar de abarrotes cuando unos hombres armados los emboscaron y mataron. Esa noche, el fiscal general para la región de Juárez asistió a los velorios. Miguel Ángel Saucedo, cuyo hijo de 23 años estaba entre los oficiales asesinados, instó al fiscal general a que continuara la lucha. “Si usted se detiene –le expresó–, el esfuerzo de mi hijo no valdrá nada”. “Él quería una sociedad mejor. Cuando formaron ese escuadrón, las cosas daban miedo. Aun así, mi hijo se enlistó”, cuenta Saucedo. La tragedia fue un punto de inflexión. El escuadrón se amplió y se enfocó en José “El Junior” Gómez Castañeda, la mente maestra de una banda de extorsionadores que recaudaba 400 000 dólares

2015

En el laboratorio forense de la ciudad, Alejandro Cárdenas examina un cuerpo anteriormente disecado que él rehidrató, lo que facilita la identificación. Cárdenas perfeccionó esta técnica para desalentar a los asesinos que se deshacen de cadáveres en el desierto, donde el intenso calor y el aire seco los deforman.

a la semana. Se detuvo a 10 sospechosos, pero no a “El Junior”. El escuadrón finalmente lo atrapó en 2013, cuando tomó por asalto una casa con piscina, gimnasio, salón de videojuegos y un poste para desnudistas. “El Junior” fue a prisión de por vida y se ahorcó en su celda. Mientras la policía estatal ponía en marcha su escuadrón antiextorsión en 2011, el departamento de policía de Ciudad Juárez contrataba a un teniente coronel retirado del ejército que había modernizado la policía estatal de Baja California y que, como jefe de la policía de Tijuana, ayudó a suprimir en un año su palpitante violencia. Julián Leyzaola es bien conocido en México, tristemente célebre para algunos, heroico para otros. Sus métodos eran de línea dura, por lo que muchos activistas insisten en que mostraban poco aprecio por los derechos humanos.

En Juárez, recuerda, encontró un departamento con cientos de “aviadores”, empleados del gobierno que solo se aparecían para cobrar su salario. “De los 2 500 agentes, solo teníamos alrededor de 300 que realmente trabajaban”, apunta Leyzaola. Despidió a los aviadores y les hizo saber a los demás que tenían que patrullar las calles. Leyzaola compró coches patrulla nuevos, armó a los policías con pistolas Beretta y Glock, y cambió el color de los uniformes de gris a azul oscuro. La policía comenzó a rescatar la ciudad, al estilo militar, de cárteles, pandillas y otros que se habían convertido en delincuentes. david alamillo, restaurantero y propietario de un bar en Juárez, vivía en Europa en 2008 cuando sus gerentes empezaron a llamar para contarle acerca de los robos, los asesinatos y los empleados c i u da d ju á re z v u e lve a l a v i da

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Empleados del sistema de justicia penal y sus familias se refrescan en un club campestre exclusivo para ellos. La instalación se construyó para mostrar apoyo a las fuerzas policiales como una manera de combatir la corrupción, mejorar la moral y alentar el profesionalismo.

2010

Un perro guardián tensa su cadena en el patio austero de una casa. Cuando los cárteles y las pandillas se disputaban las rutas de la droga y los residentes desempleados se dedicaban a la extorsión y el secuestro, Juárez se volvió la ciudad más peligrosa del mundo, con sus calles amenazantes y casas fortificadas.

aterrorizados. Decidió que tenía que volver, pero solo iría por seis meses, le dijo a su esposa. Alamillo es corpulento y locuaz, características convenientes para un empresario en la ruda vida nocturna de la ciudad. Una semana después de su regreso, lo visitó un hombre acompañado por seis gatilleros para exigirle 35 000 dólares. No pagó; a la semana, una de sus discotecas fue incendiada. A medida que pasaba el tiempo, los extorsionadores se suavizaron. “Fueron inteligentes –cuenta Alamillo–. Empieza uno a pensar que quizá no sea tan malo pagar. Mucha gente empezó a dejar de pagar los impuestos y en su lugar pagaba la extorsión. Fue un cambio, una cultura de pago al crimen organizado. Los otros pagos, electricidad o agua, se dejaron de hacer”. Poco después, Alamillo pagaba 2 000 dólares a la semana. Iba por ellos un hombre con una gorra 88

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de beisbol, que tomaba unos tragos y se llevaba el sobre con la paga. Indignado, Alamillo se unió a otros líderes de la comunidad en 2010 para formar la Mesa de Seguridad, un comité de seguridad pública, para coordinarse con la policía. El riesgo era tan grande que se reunían en secreto, con frecuencia en el aeropuerto de El Paso. Los líderes bien conectados tenían la influencia suficiente a fin de presionar a los políticos para que actuaran. A instancia de ellos, los legisladores de Chihuahua hicieron que el secuestro, la extorsión y el asesinato de agentes de policía, periodistas y de tres o más personas se castigara con prisión de por vida. La sentencia máxima hasta entonces era de 50 años. Para México, aquel comité era novedoso. Durante décadas, el gobierno federal paternalista

2015

Victoria Acosta, costurera que fabrica asientos de automóvil y bolsas de aire, limpia su casa. Hasta que la violencia amainó, los alardes de dinero en exteriores, como paredes pintadas con colores alegres, eran poco frecuentes. Los residentes trataban de llamar poco la atención de los criminales.

desalentó tal participación ciudadana y los ricos de México no tuvieron mucho contacto social con los agentes de policía, que a menudo provenían de las familias más pobres. “Los narcos venían de esa clase y entendían el rechazo que sentía la policía –dice Alamillo–. Los tipos malos los invitaban a fiestas y les ofrecían el reconocimiento social que la sociedad no les daba”. Así que, aunque el comité presionaba por salarios más altos, más capacitación y equipo nuevo, también promovía el aprecio por la policía. Haciendo uso de fondos estatales y federales, la ciudad abrió un club campestre para los agentes de policía y sus familias, con piscinas, pesas, ciclopista, zona de pícnic y un monumento dedicado a los policías caídos. En una reunión, los administradores de la policía rinden cuentas de su trabajo mientras los

empresarios preguntan qué delitos son los que requieren más atención. Sentado contra la pared, en la orilla de su silla, se encuentra un patrullero de Juárez llamado Emilio Fernández, acompañado de su esposa, dos hijos y una hija. Cada mes, el comité honra a un oficial de policía. La coordinadora del comité, Alejandra de la Vega, le pide a Fernández que se ponga de pie y lo elogia por haber recorrido, ladera arriba, caminos intransitables para automóviles con el fin de cargar en su espalda a un anciano con problemas cardiacos y bajarlo hasta donde estaban los paramédicos. “Fue un acto heroico y se lo agradecemos a usted y a su familia”, dice De la Vega. Todos se ponen de pie y aplauden. Los labios de Fernández tiemblan. Los ojos de su esposa e hija se llenan de lágrimas. c i u da d ju á re z v u e lve a l a v i da

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Con música a todo volumen de un iPod, Juan Manuel Alvarado Gómez monta una bicicleta modificada hecha a la medida en el barrio de Santa María, actividad que habría sido peligrosa no hace mucho. A la distancia, se ve la sierra de Juárez.

Al día siguiente, Alamillo se ofrece para mostrarme la ciudad; recorremos en coche varios kilómetros, pasamos por delante de grupos de maquiladoras grandes y blancas. Cruzamos intersecciones donde han surgido tiendas de conveniencia y gasolineras en cada esquina. Alamillo da vuelta en una colonia donde cientos de pequeñas casas cuadradas prefabricadas están vacías, residuos de la violencia y el colapso del auge inmobiliario de México. Para las primeras horas de la tarde, terminamos otra vez en el centro de la ciudad, en su nueva empresa. Bañado en cálidos tonos naranjas, rojos, amarillos y cafés, el restaurante Viva México dispone de faroles, una pasarela, cantantes y un ruedo

“La gente piensa que alguien va a venir de afuera y arreglará el problema. La gente cree que vendrá un mesías. No. La clave para tener éxito es fortalecer lo local”. Julián Leyzaola, ex jefe de la policía de Ciudad Juárez

en el centro para que jinetes a caballo hagan una exhibición de floreo de reata. Alamillo tiene ahora siete negocios que dan empleo a 300 personas. “Todavía tenemos un largo camino por recorrer”, dice. cuando visité ciudad juárez por primera vez, gran parte del aparato de justicia penal –incluidos su cárcel y su sistema judicial– era disfuncional. La ciudad tenía una morgue pequeña y sucia, y carecía de un laboratorio forense. Alejandro Cárdenas llegó al laboratorio en 2002, cuando era un cuartito en la escuela local de medicina, con un refrigerador para cadáveres que se descomponía con frecuencia y apestaba horrible. Le pidieron que identificara cadáveres correosos, encogidos por el desierto, que los dejaba espantosamente irreconocibles. 92

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Cárdenas, dentista forense de profesión, en la actualidad trabaja en un edificio moderno que se amplió y ahora tiene un equipo de antropólogos forenses, un laboratorio de ADN y un laboratorio de genética. La mañana de mi llegada, sus asistentes colocaron a un anciano momificado en una tina rectangular. Cárdenas la llena con un baño químico. A lo largo de tres días, la nariz, boca, orejas y mejillas del hombre se definen más hasta que es posible identificarlo. La solución rehidratante inventada por Cárdenas se encuentra entre los cambios poco reconocidos que ayudaron a sacar a la ciudad de su pesadilla. Al igual que los directores de empresas y los agentes de policía que respondieron ante la violencia de Juárez, Cárdenas también se vio obligado a improvisar. Hizo su descubrimiento mientras experimentaba con tejidos de animales, así como con dedos deshidratados que colocó en frascos llenos con diferentes soluciones. Esto ocurrió durante dos años, para diversión de sus escépticos colegas, hasta que un día Cárdenas encontró un dedo índice totalmente formado. Cárdenas me muestra diapositivas de muchos cadáveres que ha rehidratado. Con este tratamiento químico surgieron rostros, tatuajes, lunares, cicatrices, marcas de nacimiento e incluso líneas de bronceado. Su invento ha ayudado a desalentar a los delincuentes que habían confiado en el desierto para cubrir sus crímenes, como hicieron tantos en los años en que cientos de mujeres fueron asesinadas. La transformación del sistema de justicia penal de Juárez también puede apreciarse en su prisión. Antes era dirigida virtualmente por los presos y se consideraba entre los sitios de confinamiento más peligrosos de América Latina. El estado tomó el control en 2011. Los presos más violentos fueron enviados a prisiones federales. Se limpiaron los grafitis. Se cerraron las tiendas y los restaurantes dirigidos por presidiarios. Se eliminó un altar a la Santa Muerte, una imagen popular favorita de los secuestradores. Se instaló equipo en una torre para bloquear las llamadas por teléfono celular. Durante una visita encontré baldosas relucientes, luces

brillantes y patios limpios. Para 2014 no había asesinatos, escapes ni motines. Mientras la violencia se extendía, México instituyó un sistema de juicios al estilo estadounidense, en el que los jueces escuchan los testimonios de testigos que declaran bajo juramento en tribunales abiertos al público. Durante siglos, los jueces mexicanos habían evaluado pruebas y testimonios escritos, y decidido la culpabilidad o inocencia de los procesados detrás de puertas cerradas. Los veredictos podían tardar años. Chihuahua fue uno de los primeros estados en adoptar el sistema de juicios abiertos y Ciudad Juárez lo implementó rápidamente. El estado construyó un complejo de tribunales espacioso y bien ventilado. Las cosas empeoraron al principio: los fiscales cometían errores de principiante. No obstante, para mediados de 2011, habían conseguido sentencias de por vida para extorsionadores y secuestradores. En una sala de tribunal que visité, después de un mes de declaraciones abiertas al público, un panel de tres jueces condenó a tres hombres procesados por invadir hogares a punta de pistola, asaltar familias, violar a mujeres y después robar televisiones y computadoras. La policía había arrestado a los hombres, investigado el caso y encontrado testigos que declararan en su contra. “Estos tipos hacían lo que tantos jóvenes empezaron a hacer –me dice la fiscal Josefina Soara, mientras las sombras de la tarde se extienden por el complejo–. Conseguían una pistola, iban y asaltaban a cualquiera que se les ocurriera. Se imaginaban que, puesto que la ola de violencia era tan grande, nadie iba a prestar atención”. en ciudad juárez, los homicidios disminuyeron de 3 766 en 2010 a 256 en 2015. Juárez ya no está en la lista de las 50 ciudades más violentas del mundo. No se han registrado casos de extorsión o secuestro en más de dos años. Gracias a la recuperación económica de Estados Unidos se crearon en Juárez 17 000 nuevos empleos en el primer semestre del año pasado, la mejor cifra en cinco años. Alamillo insiste en que Juárez puede ser un modelo para otras regiones de México todavía asediadas por erupciones de violencia arcaica. “Si

Juárez puede hacerlo, ¿por qué ellas no? Es el mismo país –señala–. Podemos cambiar esto”. Me gustaría creerle. Pero Juárez está en el norte, una región cerca del mercado estadounidense y, por lo general, más abierta a nuevas ideas que el resto de México. Mucho de lo que debilitó a Juárez se mantiene: salarios bajos, empleos sin futuro, pandillas y cárteles de droga; más vallas publicitarias que árboles, su cercanía con un vecino que tiene un apetito insaciable por drogas y poco control de armas. Además, los políticos no han abordado la corrupción del sistema político ni la falta de rendición de cuentas que permitieron a narcotraficantes de poca monta convertirse en amenazas a la seguridad nacional. Aunque casi la mitad de los ingresos fiscales de Chihuahua se produce en Ciudad Juárez, solo un pequeño porcentaje regresa a ella. Juárez todavía es una ciudad con demasiados baches y muy pocos parques. Con todo, la transformación parece verosímil, aunque hay quien asegura que también es resultado de un acuerdo entre los cárteles de Sinaloa y de Juárez. “Es posible. No lo sé –comenta De la Vega–. Lo que sí sé es que la policía está haciendo un trabajo mucho mejor. Hay asesinos en prisión, secuestradores en prisión, extorsionadores en prisión”. La respuesta estuvo siempre en Juárez, me señala Leyzaola. “La gente piensa que alguien va a venir de afuera y arreglará el problema –dice–. La gente cree que vendrá un mesías. No. La clave para tener éxito es fortalecer lo local”. Dos meses después de nuestra conversación, Leyzaola recibió varios impactos de bala mientras estaba estacionado en una calle de Juárez, un recordatorio de lo peligrosa que aún es la ciudad. Ahora está paralítico y utiliza una silla de ruedas; se mudó de vuelta a Tijuana y es candidato a la alcaldía. Como prueba de lo mucho que ha cambiado la ciudad que dejó atrás, la policía rápidamente capturó y presentó cargos a dos presuntos atacantes. Sus juicios estarán abiertos al público y serán divulgados por los medios. Si son condenados, pasarán años en una prisión dirigida por policías, no por presidiarios. j c i u da d ju á re z v u e lve a l a v i da

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TESTIMONIOS DIARIO DE UN FOTÓGRAFO

El arte de la energía solar Texto y fotografías JAMEY STILLINGS

N

OC

uestros problemas ambientales son visibles, pero ¿qué aspecto tienen las soluciones? Este proyecto –una serie de fotografías aéreas de la Planta de Energía Solar Crescent Dunes, cerca de Tonopah, en Nevada, Estados Unidos– es mi intento por documentar nuestros esfuerzos para construir un futuro más sustentable. Siempre me ha interesado la unión entre la naturaleza y la actividad humana. Al utilizar la tierra y sus recursos, se crea cierta tensión. Hoy dependemos de nuestros teléfonos inteligentes, autos y computadoras; sin embargo, para fabricarlos, con frecuencia explotamos los recursos limitados de la Tierra. El objetivo al fotografiar una fuente de energía alternativa a bordo de un helicóptero es mostrar el deleite visual de las formas y sombras así como el lugar que ocupa en el paisaje. Incluso una idea progresista como la energía solar puede implicar el aprovechamiento de un territorio previamente en estado natural. Los proyectos de AN DA energía renovable EUA muestran el pragmatismo y la ambición que nos definen: cómo aplicamos nuestro coNEVADA nocimiento, ingenio y habilidades a fin de enTonopah contrar soluciones para el futuro. Esta serie es EUA CÍ una exploración visual MEX FI CO . de esa búsqueda. j ÉA

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NGM MAPS

La planta de energía solar de Crescent Dunes tiene 110 MW de potencia y cuenta con más de 10 000 espejos, o heliostatos, para aprovechar la energía térmica del sol. El calor se almacena en dos tanques de sal fundida y con él se crea vapor, el cual genera electricidad para 75 000 hogares en los periodos de mayor demanda.

Para encontrar las mejores tomas y perspectivas, sobrevolé el lugar antes del amanecer. A medida que la luz se incrementaba, me concentré en el dramatismo de los detalles: la geometría de los heliostatos, sus ángulos y dimensiones, y las sombras abstractas que proyectan. Sin embargo, tenía que trabajar rápido: solo disponía de 30 minutos de luz óptima, en el mejor de los casos.

Desde un punto de vista pragmático, mi objetivo era documentar una fuente de energía alternativa a los combustibles fósiles. No obstante, mi misión también era visual: capturar los patrones y las figuras fascinantes que encontré. Desde el aire, las huellas que hemos dejado en nuestro planeta son evidentes y es imposible ignorarlas.

Bajo la lupa Por Bill Bonner, archivista de National Geographic

Enterrar el hacha Cincuenta años después de la batalla de Little Bighorn, los sobrevivientes se reúnen en Montana. Los hombres –incluyendo al general brigadier Edward S. Godfrey, de 82 años (con anteojos), cheyenes y otros veteranos– se citaron en junio de 1926 para estrechar las manos, honrar a sus caídos y enterrar de manera ritual el tomahawk de Toro Blanco, anciano jefe sioux. Las fotografías de aquella región, tomadas por Edwin L. Wisherd, serían publicadas un año más tarde en National Geographic, con leyendas dramáticas sobre cómo “los guerreros se arremolinaban y cargaban, para barrer con una lluvia de fuego a [el teniente coronel George A.] Custer y su comando, superado en número”. Godfrey describió las secuelas de la batalla en su diario de campo, el 28 de junio de 1876: “Encontramos los cuerpos esparcidos desde unos cuantos cientos de metros del vado hasta un risco. Hasta donde pude contar, enterramos 212, incluyendo el de[el coronel] Custer, cuyo rostro y expresión se veían normales”. —Eve Conant

EDWIN L. WISHERD, NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE

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