Robinson - Documento Q.pdf

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EL DOCUMENTO Q Jame,,· :H. Robinson Paul Hojfmann Joh11 S. Kloppenborg

EDICI.NES

PEETERS

S GUEME

Pl.~BLISIII-:HS

El Documento Q en griego y en español, con paralelos del evangelio de Marcos y el evangelio de Tomás. Nos encontramos ante el resultado del trabajo de una generación llevado e/ cabo por el equipo del Proyecto Internaciona( Q. Ellos han reconstruido la colección de dichos atribuidos a Jesús (y algunos a Juan) que está detrás de los evangelios de Mateo y Lucas. Este libro pone a nuestra disposición, de la manera más apropiada, la fuente más importante para reconstruir el mensaje de los primeros seguidores galileos de Jesús, tal como ellos proclamaron, tras la muerte del Maestro, su anuncio del reino de Dios. Debido a todo ello, Q es la fuente .singular más importante para el estudio del Jesús histórico. Imprescindible para todo el que esté seriamente interesado en conocer más sobre Jesús. El volumen presenta, en páginas enfrentadas, la reconstrucción en griego y en español del texto de Q. Va precedido de una sustanciosa introducción, y completado con la concordancia de Q.• Han elaborado este libró James M. Robinson, Paul Hoffmann, John S. KlopJenborg (eds.) y Mi/ton C. More/and (ed, ejecutivo). La· edición en español ha sido preparada por Santiago Guijarro.

EDICIONES

SIGUEME

n" 1 O 7

Biblioteca de Estudios Bíblicos

BIBLIOTECA DE ESTUDIOS BÍBLICOS 107

Otras obras publicadas Por Ediciones Sígueme: -R. Bultmann, Historia de la tradición sinóptica (BEB 102) - G. Theissen-A. Merz, El Jesús histórico (BEB lOO) - G. Theissen, La religión de los primeros cristianos (BEB 108) - tJ. Luz, El evangelio según san Mateo 1-III (BEB 74, 103, 104) - G. Theissen, Colorido local y contexto histórico en los evangelios (BEB 95) -Ji. Balz-G. Schneider, Diccionario exegético del NTI-11 (BEB 90-91) - li. Koster, Introducción al Nuevo Testamento (BEB 59) - R. Bultmann, Teología del Nuevo Testamento (BEB 32) - J. Jerernias, Palabras desconocidas de Jesús (BEB 14)

EL DOCUMENTO Q EN GRIEGO Y EN ESPAÑOL Con paralelos del evangelio de Marcos y del evangelio de Tomás

JAMES M. ROBINSON, PAUL HOFFMANN, JOHN S. KLOPPENBORG (EDITORES) MILTON C. MORELAND (EDITOR EJECUTIVO) SANTIAGO GUIJARRO (EDICIÓN ESPAÑOLA)

PEETERS LEUVEN 2002

EDICIONES SÍGUEME SALAMANCA 2002

Cubierta diseñada por Christian Hugo Martín Título original: The Sayings Gospe/ Q in Greek and English with Paral/els from the Gospels ofMarlc and Thomas Traducción del texto griego: Santiago Guijano Tradución de la introducción inglesa: Esther Miquel O Peeters, Leuven 2001

e> Ediciones Sigueme S.A., 2002 García Tejado, 23-37 - E-37007 - Salamanca 1 España www.sigueme.es ISBN: 84-301-1464-5 Depósito legal: S. 1.055-2002 Fotocomposición Rico Adrados S.L., Bmgos Impreso en España 1 UE Imprime: Gráficas Varona Polígono El Montalvo, Salamanca 2002

COMITÉ EDITORIAL DEL PROYECTO INTERNACIONAL Q Stanley D. Anderson Robert A. Derrenbacker, Jr. Christoph Heil Thomas Hieke Paul Hoffinann Steven R. Johnson John S. Kloppenborg Milton C. Moreland James M. Robinson

CONTENIDO

/Jrá/ogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

11

1,us textos de Q en el orden de Mateo

...............

13

1)ivcrgencias respecto del orden de Lucas . . . . . . . . . . . .

17

Introducción (James M. Robinson) . . . . . . . . . . . . . . . . . .

19

Siglas

99

........................................

El texto de Q en griego y en español

. . . . . . . . . . . . . . . . 103

( 'oncordancias de Q (John S. Kloppenborg)

. . . . . . . . . . 203

Lecturas recomendadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231

PRÓLOGO

El Documento Q en griego y español con paralelos del evande Marcos y del evangelio de Tomás es esencialmente una versión abreviada y simplificada de The Critica/ Edition of Q: S¡•nopsis including the Gospels of Matthew and Luke, Mark and '11wmas with English, German, and French Translations of Q tllld Thomas, editada por James M. Robinson, Paul Hoffinann, y .Ioim S. Kloppenborg (Milton Moreland, editor ejecutivo), que fue publicada en el 2000 por Fortress Press para Norteamérica y por Peeters Publishers para la Unión Europea. Fortress Press ha puhlicado también en el2001 un librito titulado The Sayings of k.ms: The Sayings Gospel Q in English, sin el texto griego. El texto critico de Q, que es el resultado del trabajo que han reulizado de forma continuada durante casi dos décadas los miembros del Proyecto Internacional Q, se presenta aquí en pál!tinas enfrentadas, con el texto griego a la izquierda y su traducción española a la derecha. Ambos utilizan la versión simplificuda que ya fue publicada en The Critica/ Edition of Q. Allí uparecía resaltada en la parte inferior de las páginas de la izquierda para facilitar su consulta. Esta versión libera al lector de la amplia batería de siglas que fueron necesarias para presentar In reconstrucción del texto crítico. Por esa razón ahora sólo aparecen las siglas necesarias para indicar el grado de certeza del texto en cada caso (véanse las siglas más adelante, en p. 99). La Concordancia del vocabulario de Q preparada por John S. Kloppenborg, que aparece en su versión completa en la Critica/ Hdition oJQ, se reproduce aquí en un formato más asequible, en el sentido de que sólo se incluye el vocabulario más significativo, aunque se amplía incluyendo la traducción española de cada término griego. ~l'lio

12

El Documento Q

Las amplísimas bases de datos preparadas por el Intemational Q Project, en las que se basa la reconstrucción del texto crítico de Q, han sido publicadas en una serie de varios volúmenes, bajo el título: Documenta Q: Reconstntctions of Q Through Two Centuries ofGmpe/ Research Excerpted, Sorted, and Eva/uated (Peetcrs Press, Leuven l996ss).

LOS TEXTOS DE

ilCO

Duplicado en Mateo

qun

Q EN EL ORDEN DE MATEO

Q (Lucas) 3, [OJ

1,1.5

3, 13; ll, IOb

3, 2b-3a

'· 7-1<)

7, 19

3, 7-9

3. 5-6: 17, Sb-e

106

3, (21-22H

106 108-110

4, 16

"- ll

\1-4. 6 \11-1 2

104 104-106

4, l-4. 9-12.5-8.13

·1. 1 11

4,25

54;69,2

6, 22-23

69, la; 68, 1

13

14. 34-35

~.

15

11,33

~.

IK

24, 34a.35.34b

\15-2 6 ~ •.12

19,9

~.Wb -40

5,42b

~. ft41 H

110

6, 20-21

~.

Página

104

3, 16b-17

'· 11-1 2

l.lll '- 16-t7H

Evangelio de Tomás

110-1 12 112 182

33, 2-3

148

16, 17

184

12,58-59

170 186

16, 18 6,29

114

5,40

6, [29• +30/Mt 5,41D 6, 30 6, 27-28

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5,48

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~.47

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6, 34

\ 4K

5,45

6,36

116

11, 2b-4

138

~.42 ~.44

lo,'I-IJ 1>. 1lJ-2 1

lt,

22-23a

19, 21b

114 95

114 112 112

95

116

12, 33-34

76,3

162

11,34

24.3

ISO

El Documento Q

14

Mateo

Duplicado en Mateo

Q (Lucas)

6,24 6, 25-33

16,13 12, 22b-31

7, 1-2 7, 3-5 7, 7-11 7, 12 7, 13-14 7, 16b 7,21 7, 22-23 7, 24-27 7,28a 8, 5-10.¿13? 8, 11-12 8, 19-22 9, 32-34 9, 37-38

6, 37-38 6, 41-42 11,9-13 6, 31 13,24 6,43 6,46

10,7-8 10, JOb-JI 10, 14 10,15 10, 16 10, 19

10, 24-25a 10,26 10,27 10,28-31 10,32-33

10,34

22,40

12,50a

Evangelio de Tomás 47,2 36

26 92, 1; 94 6,3 45, 1

13,2~27

15, 21-23a.25-28

12,22-24

4, 17 10, 12

6, 47-49 7, la 7, lb.3.6b-9.¿10? 13,29.28 9, 57-60 11, 14-15 10,2

10,20

10,9 10, 7-8 10, 10-11 10, 12 10,3 12, 11-12

16,27 10,34

6,40 12,2 12,3 12,4-7 12,8-9 t2,(49B

11,24

12,51

86 73 14,4c 14,4a-b

39,3

5, 2=6, 5 33, 1

Página 184 162-164 116 118 140 114 174 120 120 174 122 122 122-124 174 128-130 140 130 132 132 134 134 136 160

118 154 154 15~158

10

158 168

16, 1-2

168

Los textos de Q en el orden de Mateo

Mateo

Duplicado en Mateo

Q(Lucas)

11, 35-36 11,37 11,38 11, 11,40 l. 2-6 l. 7-10 1,11 l. 12-13 1, 16-19 1, 21-24 l. 25-27

12,53 19,29a 14,26 14,24b 14,27 16,25 17,33 18, 5 10, 16 7, 18-19.22-23 7,24-27 7,28 16, 16 7, 31-35 ll, 23b.21b; 10, 15 10, 13-15 10,21-22

2. 25-28 2.129) 2,30 2, 32a-b 2,33 2, 34-35 2. 38-40 2, 41-42 2, 43-45

ll, 17-20 11, [21-22] ll, 23 12, 3l.32c 12, 10 7, 17.20a; 20b=16a 6,44 3, 7b 6,45 16, l.2a.4 ll, 16.29-30 11,32.31 ll, 24-26 11, ¿27-28?

w

3, 16-17 3,31-32 3,33 5,14 6,(3b) 7,20b K, 6-7 K, 12-13

21,21

18, 10.12-14 K, 15.21

10,23-24 13, 18-19 13,20-21 6,39 12, (56) 17,6 17, 2.1 15, 4-5a. 7 15, (8-10) 17, 3-4

Evangelio de Tomás 16, 3b 55; 101, 1-2 55,2

78 46

61,3b

35 44 45, 1 45,2-4

79, 1-2

20 96, 1-2 34 91,2 48 107

15

Página 168 180 182 182 136 124 124-126 126 184 128 136 136-138

140-142 142 144 158 120 120 146 148 144 146 138 172 172 118 170 190 186 188 188 190

El Documento Q

16

Mateo

19,28 20,(16) 21,(32) 22,2-10

Duplicado en Mateo

19,30 21, 25c.29

Q(Lucas)

22,28.30 13,(30) 7, (29-30) 14,16-18.¿19-20?.21.23

23, ¿1-2a? 23,4 23,5-7 23,(12) 18,4 23, l3 23,23 23, 25.(26a).26b 23,27-28 23,29-32 23,34-36 23,37-39 21,9b

11, ¿39a? 11,46b 11,43 14, (11) 11,52 11,42 11, 39b.(40).41 11,44 11,47-48 ll, 49-51 13,34-35

-

17, (20) 17, (21) 17,23 17,37 17,26-27 17, ¿28-29? 17,30 17,34-35 12,39 12,42-46

24, (23) 24,26-27 24,28 24, 37-39a

24,26 24,23

24,39b 24,40-41 24,43 24,45-51

24,18 25,21b

25, 10-12 13,25 25, 14-15b.19-29 25, 20-26; 13, 12; 8, 22 19, 12-13.15-24.26

Evangelio Página de Tomás 200 4,2 176 128 64 178

39, 1-2 89

150 152 150-152 178 152 150 150 150-152 152 154 176

ll3, 1-2 190 113, 3-4; 3 190-192 194 194 196 196 196 61, 1 196 21,5; 103 166 166-168 174 198

DIVERGENCIAS RESPECTO DEL ORDEN DELUCAS

Suele pensarse que Mateo tuvo tendencia a reorganizar el ortl~n de Q con el objeto de elaborar sus largos discursos, mientras que Lucas trató de mantenerlo. En la preparación de The Critica/ 1-."tlltion of Q se examinaron estas divergencias en el orden entre Muleo y Lucas allí donde se daban. Y ciertamente, en la mayoría 1ll• los casos el orden de Lucas, y no el de Mateo, es el que paredn rctlejar el de Q. En consecuencia, lo normal es seguir el ortll'll de Lucas para encontrar un texto en El Documento Q 1• Sin l'tnnurgo, en aquellos casos en los que resulta evidente que el ortlcn de Q es el de Mateo y no el de Lucas, seguiremos esta rel'nnstrucción de la secuencia de Q, en lugar de la lucana. Algunos casos en los que la secuencia lucana no es la de Q Non los siguientes 2: Q 4, 5-8: entre Q 4, 9-12 y Q 4, 13. Q 6, 35c-d: entre Q 6, 27-28 y Q 6, 29.[29+--+JO/Mt 5, 41).3032.34.

Q 11, 16: entre Q 11, 17-20.(21-22D.23-26.¿27-28? y Q 11, 29-30. l. Esta es la justificación de la costumbre ampliamente aceptada a la hode citar Q utilizando el número de capítulo y de versículo de Lucas. Este modo de proceder fue introducido en la planificación inicial de The Critica/ l:'dition of Q. Cf. James M. Robinson, The Sermon on the Mount!Plain: Work Shc•et.~for Reconstruction ofQ: SBL SP (1983) 451-452, citado más adelante en la Introducción. 2. Véase la discusión en: James M. Robinson, «lnstances ofMatthew = () Ordem, un apartado de: The Sequence of Q: The Lament over Jerusalem, en R. Uoppe-U. Busse (eds.), Vom Jesus zum Christus: Christologische Studien. N•.1·tgabejür Paul Hoffmann zum 65. Geburtstag (BZNW 93), De Gruyter, Berlin-New York 1998, 225-260, especialmente 221-232. 1'11

18

El Documento Q

Q 11,42: entre Q 11, 34-35.¿39a? y Q 11, 39b.41. Q 11, 52: entre Q 11, 46b y Q 11, 47-51; 12, 2-3. Q 12,33-34: entre Q 12,2-12 y Q 12, 22b-31. Q 13, 29: entre Q 13, 27 y Q 13, 28.[30B. Q 17, 33: entre Q 14, 26-27 y Q 14, 34-35. Q 15, 4-5a.7.[8-IOB: entre Q 17, 1-2 y Q 17,3-4. Q 17, 37: entre Q 17, 23-24 y Q 17, 26-27. La posición de Q 6, 39 y Q 6, 40 es dificil de determinar. Convencionalmente se presentan en el orden lucano. Aquellos textos que se encuentran sólo en Mateo y no en Lucas, y que se piensa que deberían incluirse en Q, se han situado siguiendo la secuencia de aquellos textos de Mateo más próximos que tienen en Lucas un paralelo procedente de Q, considerando que esta sería su hipótética posición en Q: Mt 5, 41: entre Q 6, 29 y Q 6, 30.

INTRODUCCIÓN James M. Robinson

El propósito de esta Introducción es documentar los momentos más decisivos de la historia de la investigación de Q, a partir de la cual se configura la situación actual de su estudio. Concedemos especial atención a las diversas formas en las que, a lo lurgo de los años, han sido resueltos los problemas que dificultnn el proyecto de establecer un texto critico de Q 1• Durante el siglo XIX el estudio de Q se vio favorecido por un l'lamulo de factores que consiguieron acreditar su existencia como la solución más viable al así llamado «problema sinóptico»: ¡,cómo explicar el hecho de que Mateo, Marcos y Lucas narren uproximadamente la misma historia en más o menos el mismo urden, mientras que Juan utiliza un procedimiento completamente diferente? Respuesta: Mateo y Lucas compartieron dos de sus fuentes: Marcos y una colección ya desaparecida de dichos usualmente denominada «Q». Sin embargo, la manera en la que por primera vez fue formuluda esta solución hacía muy dificil concebir siquiera la posibilidad de reconstruir un texto critico de Q, ya que el punto de par1ida de los estudios sobre Q era el presupuesto de que este documento había sido elaborado por el apóstol Mateo en arameo, 1. Para una presentación más detallada, cf. J. S. Kloppenborg, Excavating (J: The History and Social Setting ofthe Sayings Gospel, Fortress, Minneapo-

IIH 2000. Para una presentación más ceñida, centrada en el siglo XX, cf. la dide su estudiante A. Kirk, Compositiona/ Analysis of Q in the History of'Scholarship, en The Composition ofthe Sayings Source: Genre, Syncrony, tmJ Wisdom Redaction in Q (NovTSup 91), Brill, Leiden 1998,2-64. Cf. tamluén D. R. Catchpole, Did Q Exist?, en The Quest ofQ, T&T Clark, Edinburgh 1993, 1-59 y Ch. M. Tuckett, lntroduction: The Existence of Q, en Q and the /listory of Early Christianity: Studies on Q, T &T Clark-Hendrickson, Edinhurgh-Peabody MA 1996, 1-39. M~rtación

20

El Documento Q

una obra de la cual nada habría sobrevivido. Esta suposición, aunque muy atractiva desde el punto de vista teológico por cuanto garantizaba la apostolicidad del escrito, llegó a hacer prácticamente imposible el acceso a Q, pues difícilmente podría alguien acceder, tras los evangelios canónicos de Mateo y Lucas, escritos en griego, a una fuente aramea puramente hipotética, que, en el mejor de los casos, estaría sólo atestiguada por algún aramaísmo ocasional, supuestamente camuflado bajo el texto griego. El texto arameo del propio documento Q habría permanecido indocumentado e inaccesible para siempre. Entendida en estos términos, Q nunca habría dejado de ser una mera hipótesis, y jamás habríamos podido citar realmente su propio texto. Sólo de forma gradual, y en especial durante la última parte del siglo XX, este tipo de argumentos -cuya atracción tenaz estribaba en su valor apologético- fueron completamente sustituidos por criterios objetivos basados en la observación empírica de los rasgos redaccionales de Mateo y Lucas. Pues una vez que estos rasgos han sido inferidos a partir del trabajo redaccional de ambos sobre Marcos, pueden ser aplicados al análisis de los dichos de Q 2• Ahora ya no es necesario seguir considerando a Q como una pura hipótesis, como una entidad meramente postulada, escondida de forma inaccesible tras los evangelios de Mateo y Lucas. El resultado de esto, en épocas más recientes, ha sido la proliferación de las reconstrucciones totales o parciales del texto griego. El Documento Q que aquí presentamos en griego y español 2. Aunque este argumento ha sido ampliamente desarrollado durante la última generación como resultado de la aplicación de la crítica redaccional, no es realmente nuevo. Cf. K. Lake, The Date ofQ: The Expositor, Seventh Series 7 ( 1909) 494-507; 495-496: «Si observamos su forma de tratar a Marcos, podemos constatar que tanto Mateo como Lucas lo utilizan con un grado considerable de fidelidad, excepto en pequeños detalles de dicción, tales como el cambio del presente histórico, característico de Marcos, por un tiempo pasado, más correcto desde el punto de vista literario. Es inusual que ambos alteren a Marcos en el mismo lugar y de la misma manera, y el número de situaciones donde esto parece ocurrir debería probablemente quedar reducido de forma considerable mediante la crítica textual. Por tanto, tenemos buenas razones para creer que, normalmente, el texto original de Q está preservado bien en Mateo, bien en Lucas, y una crítica inteligente debería hacemos capaces de acertar a la hora de elegir entre los dos».

Introducción

21

~·Ntú

basado en la colaboración de un equipo de investigadores desde 1985, han estado trabajando juntos bajo la denomirutción de «Proyecto Internacional Q».

IIIIC,

1.

Los logia arameos de Papías

Existen dos términos, con una misma raíz, que frecuentemente han sido considerados como referidos a los dichos de JeNlls: logia (en griego, A.óyLa; sing., A.óywv), y logoi (en griego, l..úym; sing., A.óyo~). Puesto que uno de ellos, logia, fue utilizado a principios del siglo II por Papías en referencia a Mateo, se Nupuso inicialmente que con él se estaba designando a Q. Fue a purtir del descubrimiento del Evangelio de Tomás, en el que se denomina logoi a los dichos de Jesús, cuando comenzó a abandonarse la tendencia a utilizar logia para designar a Q. Esta cuest iún resultó ser mucho más que un debate insignificante sobre terminología, ya que tras ella se escondía un interés apologético, 11 saber, el origen mateano, y por tanto apostólico, de Q. 11)

Los logia de Papías como colección aramea de dichos de Jesús atribuidos a Mateo. Friedrich Schleiermacher

En 1832, Friedrich Schleiermacher interpretó los textos de Papías, escritos a comienzos del siglo II 3, asumiendo que el término logia (A.óyLa) se refería a los dichos de Jesús. Papías, en efecto, había escrito una obra titulada Aoyí.wv X'UQLax&v E~TÍYTJOL~, que Schleiermacher identificó como un escrito titulado Exégesis ele los dichos del Señor. En ella, Papías declara que Ma'titaio~ flFV ouv •EJ3gatbL bLaAÉX'tq> 'ta AóyLa auve'tá~am, ~Q¡..ti¡veu­ n~::v &' au'ta w~ ~V buva'tO~ EXUO'tO~, lo cual fue interpretado

por Schleiermacher así: «Mateo compuso los dichos en el dialecto hebreo [= arameo], y cada uno los interpretó como pudo». Schleiermacher defendió la tesis de que la fuente aramea no era 3. Eusebio, Hist. ecc/. 3, 39, 16. Los textos de Papías son ahora accesibles en Synopsis Quattuor Evangeliorum (Deutsche Bibelgesellschaft 15), ed. Kurt Aland, Stuttgart, redivierte Aufl. 1996, 2. korrigierter Druck 1997, 547.

22

El Documento Q

lo mismo que el evangelio canónico de Mateo (como Papías había erróneamente supuesto), sino una fuente perdida, escrita por el apóstol y subyacente al actual evangelio canónico de Mateo (otorgándole, así, el nombre y la autoridad del apóstol). Dicha fuente estaría formada por «logia>>, término erróneamente entendido por Schleiermacher, quien creía que se refería a «dichos»: Mateo escribió una colección de dichos de Jesús, que contenía bien sentencias individuales, o discursos más extensos, o ambas cosas a la vez, sin duda lo más probable; ya que la propia expresión de Papias no puede haber querido decir otra cosa 4 •

Puesto que Schleiermacher creyó que la colección de dichos de Mateo no había sido utilizada en los demás evangelios canónicos y, consecuentemente, tampoco por Lucas 5, no puede ser considerado el descubridor de Q. Sin embargo, al fundamentar su tesis en un testimonio patrístico tan antiguo, inevitablemente sugirió que la colección tenía origen apostólico. Dificilmente puede exagerarse el peso que este argumento ha tenido a lo largo de todo el siglo XIX. Fue también él quien empezó a utilizar el término logia, procedente de Papías, como término técnico (inexacto) para designar lo que mucho después llegarla a conocerse como Q. b)

«El auténtico Mateo» que también utilizó Lucas. Christian Hermann Weisse

En 1838, el filósofo de Leipzig Christian Hermano Weisse presentó por vez primera el argumento sobre el que se fundamenta la existencia de Q, a saber: que tanto Mateo como Lucas utilizaron, además del evangelio de Marcos, una colección de dichos: Si aceptamos en relación con la obra mencionada [el evangelio de Lucas] que se sitúa respecto a Marcos en una relación similar a la del evangelio de Mateo; y que, como éste último 4. F. Scheleiermacher, Ueber die Zeugnisse des Papias von unsern beiden ersten Evangelien: TSK 5 (1832) 735-768, aquí 738. 5. /bid., 757.

Introducción

23

[Mateo], sólo que con más libertad y buscando un cierto pragmatismo en la narración, entreteje en la trama de la narración de Marcos los l..óyw de Mateo además de un impresionante número de otras informaciones adicionales, permaneciendo sin embargo a lo largo del proceso completamente independiente de nuestro evangelio de Mateo así como [Mateo] se mantiene independiente respecto de [Lucas], se constatará que, en la medida en que esta tesis no contradice los testimonios históricos sobre el evangelio de Lucas, tampoco es necesaria ninguna justificación preliminar externa de la misma. En las palabras iniciales de su obra, el propio Lucas nos dice que ha utilizado testimonios externos sobre el itinerario vital del Redentor, los cuales estarían más cerca de la primera fuente [Marcos] ... Pero, después de todo lo que hasta ahora hemos ido haciendo notar, el supuesto de que entre las fuentes por él utilizadas se encuentran los escritos de Marcos y el auténtico Mateo [es decir, Q] resulta tan verosímil que deberíamos sorprendernos extraordinariamente si ese no fuera el caso. Por tanto, podemos avanzar confiadamente por el camino que hemos emprendido en relación también con Lucas, con la conciencia de que precisamente de esta forma damos cuenta de los testimonios históricos del mejor modo posible 6•

Esto nos conduce a reflexionar brevemente acerca de la relación entre los otros dos sinópticos al margen de su conexión común con Marcos. Como previamente hemos indicado, pensamos que dichas relaciones son independientes, entendiendo por ello que cada uno de los dos evangelistas usó las fuentes comunes de forma independiente, no que cada uno de ellos recurriera, en toda o la mayor parte de su obra, a fuentes no utilizadas por el otro. Nuestra convicción más firme es que, no sólo Marcos, sino también la colección de dichos de Mateo es fuente común para ambos 7• 6. Ch. H. Weisse, Die evange/ische Geschichte kritisch und philosophisch hmrbeitet (2 vols.) 1, Breitkopfund Hiirtel, Leipzig 1838, 55-56. 7. /bid., 83. Este es el decisivo pasaje en relación al origen de la hipóte~is Q citado por W. G. Kümmel, Das Neue Testament: Geschichte der Erfor.~chung seiner Probleme (Orbis Academicus 3.3: Problemgeschichten des WisNcnschaft in Dokumenten und Darstellungen), Karl Alber, Freiburg-München 1958, 185.

24

e)

El Documento Q

«A» (L) para A.óyLa. Heinrich Julius Holtzmann

En 1863, Heinrich Julius Holtzmann presentó una comparación detallada entre los dichos de Mateo y Lucas de un modo tan convincente que consiguió la aceptación general de Q 8 • En efecto, a pesar de la persistencia de algunos puntos de vista minoritarios, la hipótesis que afirma la existencia de esta fuente continúa siendo hasta hoy la posición predominante, aunque, evidentemente, a lo largo de todos estos años haya sido perfeccionada en varios aspectos. Holtzmann, todavía por deferencia a los logia de Papías, llamó a esta fuente de dichos «A» (L): Más bien nos adherimos a la hipótesis, perfectamente sencilla, de que existe otra fuente griega compartida por Mateo y Lucas. En lo sucesivo, y en espera de que se demuestre cuál es su naturaleza precisa, designaremos dicha fuente con la sigla A {Aóyt.a) 9•

2.

Los A.óym del Evangelio de Tomás

a)

P. Oxy. l. Bernhard P. Grenfell y Arthur S. Hunt

En 1897, la publicación realizada por Bernhard P. Grenfell y Arthur S. Hunt del P. Oxy. 1, formado por fragmentos procedentes de una colección desconocida de dichos (en la que ahora reconocemos al Evangelio de Tomás), con el título de AOriA IEl:OY, ilustra hasta qué punto se había extendido el uso del término A.óyLa para designar estas colecciones de dichos. En la reedición de la obra, un año después, los autores resumían la recepción inicial de aquella publicación: Finalmente, respecto a las cuestiones sobre los orígenes y la historia, declarábamos en dicha edición nuestro convencimiento en relación a cuatro puntos: 1) que estamos en presencia de una colección de dichos, no de extractos procedentes de una narración evangélica; 2) que no son dichos heréticos; 3) que son 8. H. J. Holzmann, Die synoptischen Evangelien: lhr Ursprung und geschicht/icher Charakter, Engelmann, Leipzig 1863. 9. /bid., 128.

Introducción

25

independientes de los cuatro evangelios en su forma actual; 4) que son anteriores al año 140 d.C. y podrían incluso retrotraerse hasta el siglo l. Como es natural, estas afirmaciones, especialmente la primera, han sido calurosamente discutidas. Se ha intentado mostrar que los «Logia» son extractos del Evangelio de los Egipcios (Harnack), del Evangelio de los Hebreos (Batiffol) o del Evangelio de los Ebionitas (Zahn); y, a partir de diferentes puntos de vista, se han descubierto en ellos tendencias místicas, ebionitas o terapéuticas. Por otro lado, nuestra posición ha recibido el apoyo general de críticos tales como Swete, Rendel Harris, Heinrici y Lock; y, hasta el momento, la discusión ha tendido a confirmarnos en nuestra opinión original 10 • h)

Recordando los A.óyta 1 A.óym de Jesús. J. Rendel Harris y Walter Lock

Evidentemente, P. Oxy. 1 provocó una discusión considerable. J. Rendel Harris llamó la atención sobre la fórmula de introducción repetida en cada uno de los dichos, Myet 'I(TJOOü)~. 1dcsús dice», relacionándola con la fórmula de Hch 20, 35:

llVTJI!OVE'ÚELV 'tE 'tOOV A.óywv 'tOÜ X'UQLO'U 'ITJOOÜ O'tL aÜ'to~ eirrrv, «para recordar las sentencias de Jesús, el cual dijo ... >>. Dado que prácticamente la misma fórmula aparece también en 1 t'lcm 13, 1; 46, 7 y Poi. Fil. 2, 3, Rendel concluía: Aquí encontramos la misma peculiaridad, es decir, una citación de Logia, que no proceden de nuestros evangelios, junto con un prólogo que hace referencia al recuerdo de lo que Él dijo. Además, hemos visto que este fenómeno se repite cuatro veces. Concluimos que dicho prólogo fue la fórmula introductoria del libro, el cual empezaría seguramente de un modo parecido a este: «Debemos recordar qué cosas dijo nuestro Señor en sus enseñanzas, pues Él dijo ... » y, a continuación, vendría probablemente el primer Logion 11 • 10. B. P. Grenfell-A. S. Hunt, AOriA IIU:OY: Sayings ofour Lord, Henry Frowde for the Egypt Exploration Found, London 1897, vuelto a publicar como: ''l. AOrlA IIU:OY», en The Oxyrhynchus Papyri 1, Egyptian Exploration Fund, London 1898, 1-3, aquí 2. 1 l. J. R. Harris, The Logia and the Gospels: Contemporary Review ( 1R97) 346-348, aquí 348.

El Documento Q

26

Aunque la fórmula de recuerdo resultó estar ausente de la primera línea del Evangelio de Tomás, Rendel Harris tenía razón al intuir que la fórmula estándar mediante la cual se introduce cada dicho había sido tomada de esa frase inicial. No reparó, sin embargo, en el hecho de que esa fórmula de recuerdo sólo habla de A.óym, nunca de A.óyta (aunque Poi. Fil. 2, 3 no usa ninguno de los dos términos). Walter Lock, también bajo el estímulo de P. Oxy. 1, defendió ese mismo año una tesis muy parecida en la que, sin embargo, conjeturaba con más coherencia que el título del escrito debía ser Aóyot 'lfiOO'Ü: Además, existen dos puntos en los que yo introduciría un caveat, un caveat que la historia de la discusión parece hacer necesario. Pienso, en primer lugar, que deberíamos adoptar una posición flexible en relación al título exacto Aóyta. No digo que sea incorrecto, pero es preciso recordar que carece de cualquier autoridad como título de este documento. A muchos puede parecerles una sugerencia muy probable, sin embargo, teniendo en cuenta que la frase A.óyta 'h¡ooü no aparece en ninguna parte, que el término A.óyta o 'ta Aóyta con E>eoü o 'tO'Ü KuQÍ.OU o KuQtaxá, parece significar en la mayor parte de los casos, tanto en el siglo 1 como en el 11, bien el Antiguo Testamento bien la totalidad del mensaje evangélico, y considerando pasajes tales como Hch 20, 35; Ap 21, 5, Clem. Rom. XIII y los JtW'tOL Aóym de las Epístolas pastorales, me parece al menos igualmente probable que el título real fuera Aóym 'h¡ooü. De cualquier forma, si Logia fuera correcto, «dichos» seria una traducción poco adecuada. La expresión «sentencias solemnes» u «oráculos» reproduciría mejor las connotaciones autoritativas del término 12 •

e)

Petición de principio en el uso de A.óyta.

J. Armitage Robinson Partiendo de aquí, ya en 1902 Armitage Robinson rechazó el uso del término A.óyta para Q por considerarlo una «petición de 12. W. Lock, Ch. 3. Interpreta/ion ofthe Text, en W. Lock-W. Sanday, Two Lectures on the «Sayings ofJesus» Recently Discovered at Oxyrhynchus, C1arendon, Oxford 1897, 15-27, aquí 16.

Introducción

27

Jll'lncipim>, ya que sugería que Q debía ser identificado con los lo~ia de Mateo mencionados por Papías: Querría dar aquí un aviso extremadamente necesario en relación a la confusión introducida por el intento de dar un nombre a este documento perdido ... No tenemos ninguna evidencia de que alguna vez haya existido un libro titulado Logia, y aplicar este nombre al documento que estamos considerando supone cometer una petición de principio y prejuzgar nuestro estudio. Debemos conformarnos con hablar de nuestro documento perdido como el documento griego no-marcano utilizado por san Mateo y san Lucas. Logia es un nombre cargado de presupuestos. Desearía que no volviéramos a oírlo en conexión con esto 13 •

1\sta crítica a la etiqueta logia, como título que presupone petición de principio, ha sido repetida con tanta frecuencia 14, liiiC entre los estudiosos de lengua inglesa ha dejado de utilizarHe por completo en referencia a Q. En Alemania, sin embargo, nlm continúa en uso. 111111

ti 1 P. Oxy. 654: A.óyoL La publicación en 1904 del P. Oxy. 654, en el que se conservan has palabras introductorias de la misma colección de dichos ya testimoniada por P. Oxy. 1 (demostrando con ello que se trataba del Evangelio de Tomás), hizo que el rechazo de A.óyw. a favor de ).óym resultara insoslayable 15 • En efecto, la fórmula con la que 13. J. A. Robinson, The Study ofthe Gospels, Longmans-Green & Co., l.undon-NewYork-Bombay-Calcuta 1902, quinta reimpresión (citada en el ori¡¡lnlll inglés) 1909, 68-70. 14. El argumento de la «petición de principio» fue repetido por B. W. Bawn, A Turning Point in Synoptic Criticism: HTR 1 ( 1908) 55; Id., Studies in M1111hew, Henry Holt, London 1930, 92, en su critica a los exegetas alemanes, I(Uienes presuponían que la frase de Papías O'Úvtal;~ 'tWV A.oyí.wv se refería a <), designándola como una colección de dichos (Spruchsammlung). Cf. tamhién, más abajo, J. C. Hawkins, Horae Synopticae, Clarendon, Oxford 1899, MClJUnda edición revisada y aumentada 1909, reimpreso 1968, 107. 15. En realidad, dicha conclusión se vio dificultada por dos errores del copista que habrían podido oscurecer la naturaleza del comienzo: 01TOIOIOIAOfOIOI( ... ], es decir, o<Ú>'tot oL{ot} A.óyot ot ( ... ). Cf. B. P.

28

El Documento Q

comienza P. Oxy. 654 utiliza A.óym: o<Ú>'tm ol {m} A.óym ol (arcÓKQUcpOL o'Ü~ eA.á-]ATJOEV 'IT](aou)~ Ó ~<ÚV ... («Estos son los dichos [secretos] [que] Jesús [dijo ... ] el Viviente»). Enterados de esto, y ante los argumentos de Rendel Harris y Lock, Grenfell y Hunt se retractaron formalmente del uso que habían hecho del término logia en el título de su primera publicación: Existe un considerable parecido entre el esquema de 11, 1-3, «las palabras ... que dijo Jesús ... y dijo» y la fórmula empleada para introducir algunas de las citas más antiguas de los dichos de nuestro Señor. . . . Al tratar la serie presente de dichos, todas las cuestiones concernientes al significado de este último término [logia] deben quedar al margen 16 •

Kirsopp Lake 17 manifestó inmediatamente su apoyo a este cambio de terminología: ... Pocas veces la critica ha estado tan absolutamente justificada. Se ha descubierto el título y ha resultado ser Logoi, no Logia.

Enseguida, Adolf Hamack propuso como título de Q: Aóym 'tOU KUQLOU 'ITJOOU, «Dichos del Señor Jesús» 18 • Grenfeii-A. S. Hunt, New Sayings ofJesus and Fragment ofa Lost Gospe/ from Oxyrhynchus, Henry Frowde-Oxford University Press American Branch, London-New York 1904, vuelto a publicar como 654. New Sayings ofJesus, y 655. Fragment of a Lost Gospe/, en The Oxyrhynchus Papyri, Part IV, Egyptian Exploration Fund, London 1904, 1-22, 22-28. Grenfell y Hunt transcribieron erróneamente: {ol} 'tOLOL ol Aóym ol [ ... ]. 16. B. P. Grenfell-A. S. Hunt, New Sayings ofJesus and Fragment of a Lost Gospe/from Oxyrhynchus, 13.25; Id., The Oxyrhynchus Papiri, Part IV (donde se usa el original griego A.óyOL en vez de una traducción inglesa), 13. 17. K. Lake, The New Sayings ofJesus and the Synoptic Prob/em: HibJ 3 (1905) 332-341, aquí 333. Para una cita completa de esta casi definitiva declaración, cf. J. M. Robinson, The ((/ncipit» ofthe Sayings Gospe/ Q: RHPR 75 ( 1995) 9-33, aquí 23-24. 18. A. Harnack, Sprüche und Reden Jesu: Die zweite Que/le des Matthaus und Lukas (Beitriige zur Einleitung in das Neue Testament, 2), Hinrichs 'sebe Buchhandlung, Leipzig 1907, 132. Hamack señala que esta posición ya había sido anticipada por R. Harris y Lake, 132, nota l. A. Polag, Fragmenta Q: Textheft zur Logienque//e, Neukirchener Verlag, Neukirchen-Vluyn 1979, 2 1982, 28, sigue en este punto a Hamack. l. Havener, Sayings ofthe Lord Jesus, en Q: The Sayings ofJesus. With a Reconstruction of Q by A thanasius Po lag

Introducción

,. 1

muso en el siglo 1: A.óym

29

= «dichos»

Podemos resumir como sigue toda la información que poseeprocedente de la segunda mitad del siglo 1 en relación con In ulilización del término A.óym, nunca A.óyw, para designar dirhos de Jesús: l. En la conclusión del Sermón Inaugural de Q (Q 6, 47-49), donde esperaríamos encontrar algo semejante a un título o una llnsc introductoria apropiada, aparece la exhortación no sólo a I'Ncuchar, sino también a guardar los A.óym de Jesús (1ta¡; ó t'txoúwv f..t01J 'tOU¡; A.óyou¡; xal, [f..til) 3tOUi>V au'to'Ú¡; ... , «todo el que escucha mis palabras/dichos y [no] los pone en práctica ... »). 1 'Juramente se refiere a los «dichos» inmediatamente precedenles que componen el Sermón Inaugural. Esta fórmula se mantielll' como conclusión en el Sermón del Monte de Mateo (Mt 7, M-27) y en el Sermón del Llano de Lucas (Le 6, 47-49). 2. La fórmula de Q 7, 1 (xal, eyÉvE'tO O'tE E3tAi¡QWOEV 'tOU¡; A.úyou¡; 'to'Úmu¡;, «y sucedió que cuando terminó estos didios»), adoptada por Mateo como conclusión estereotipada en lrcs de sus cinco grandes discursos (Mt 7, 28; 19, 1; 26, 1), utilil.n el término A.óym para designar esas colecciones de dichos de Jesús. La escena que viene inmediatamente a continuación en (), «La fe del centurión en la palabra de Jesús»>, destaca la fe del centurión en la autoridad del A.óyo¡; de Jesús (Q 7, 7). 3. Pablo ( 1 Tes 4, 15) utiliza A.óyo¡; en la fórmula introducloriu de un dicho que atribuye al Señor (ev A.óycp xugí.ou, «en un ti il:ho del Señor»). 4. Hch 20, 35 hace uso del término A.óym en lo que parece huberse convertido en una fórmula estereotipada, que se utiliza Jlura introducir dichos de Jesús: f..I.VfJf..tOVE'ÚELV 'tE 't&v A.óywv to'Ü 'K1JQÍ.01J '1 TJOO'Ü O'tL au'to¡; ElJtEV («recordar los dichos del Señor Jesús, que Él dijo ... »). Reaparece en 1 Clem 13, 1: f..I.Ef..I.VTJItfvOL 'tÜ>V A.óywv 'tO'Ü xugí.ou 'lfJOO'Ü, o'Ü¡; eA.áA.rJOEV («recordando los dichos que pronunció el Señor Jesús»), seguida de la exhortación a obedecer los «dichos santos» de Jesús (mi:¡; á.ytollllls

(UNS), Michael Glazier, Wilmington DE 1987; reimpresión Liturgical Press,

<'ullegeville MI 1990, 123.

30

El Documento Q

:1tQE:7tÉOL A.óymc;; 1 Clem 13, 3), donde de nuevo el autor se refiere a los dichos de Jesús como sus A.óym. Lo mismo ocurre en 1 Clem 46, 7: J.lvrlv A.óywv toü 'X'UQÍ.O'U 'lfl<JOÜ («Recordad los dichos del Señor Jesús»). 5. Ap 22, 6 se refiere a la revelación de Cristo resucitado: Kat ebtév J.lOL" oÚtoL oí A.óym motot xat Ó.ATJ'Íhvoí. («Y me dijo: Estos dichos son dignos de fe y verdaderos»). 6. Didajé 1, 2-3a obtiene su título a partir del uso que hace en la frase inicial de una fórmula introductoria de dichos (designados como A.óym) seguida de su interpretación (en este caso su ~tbax.~. «enseñanza»). En efecto, la Didajé comienza con el núcleo fundamental de los dichos de Jesús (A.óym) que, según Did 1, 2, consiste en la combinación del amor a Dios y al prójimo (Me 12, 30-31) con la versión negativa de la regla de oro (Q 6, 31 ). A continuación viene la fórmula: to'Útwv ~e tv A.óywv ~ ~L~ax.~ eotLV a'Ütfl, «ahora bien, la enseñanza de estos dichos es esta» (Did 1, 3a). Es prácticamente la misma fórmula que encontramos en el dicho introductorio del Evangelio de Tomás, colocado en una posición similar: [oc; üv ti]v ÉQJ.lflVEL]av tv A.óywv to'Út(v eügn ... ] 19, «quienquiera que [encuentre] la [interpretación] de estos dichos ... » 20 • La traducción latina de Rufi19. La restauración de la laguna está asegurada por la traducción copta, aquí completa (Nag Hammadi 11, 2, 32.13), en la cual el término griego ÉQJLTJVEla es utilizado como palabra prestada y el témino copto cyue proporciona la traducción sahídica estándar de la palabra M>yo~. Ambos aparecen, por ejemplo, aquí y en la propia introducción, lugares donde también se conserva en P. Oxy. 654 el término griego M>yw. 20. Cf. también Me 4, 34, donde el término sinónimo btí.A.uo~ está presupuesto y se entiende como <
Introducción

31

1111 1lcl término 6t6axi), que aparece en la primera línea de la Di-

,¡,,¡,:, es justamente interpretatio 21 • l. El comienzo de P. Oxy. 654 (Evangelio de Tomás) perclaramente a esta lista en razón del uso que hace del 11\nuino A.óym: o<Ú>tot ot {ot} A.óym ot [a:rtóxeu<pot oü<; H.úiiA.tJUEV 'IT]{aoü)<; ó t;wv ... («Estos son los dichos [selll'los que pronunció] Jesús el Viviente»), inmediatamente seIJlllldo de la frase donde se invita a buscar su «interpretación» 1iotJiliiVEta). Esta formulación se repite, probablemente como 111111nción consciente, en el comienzo del Libro de Tomás (el t 'ompctidor) (Código de Nag Hammadi 11, Tratado 7). Pues, en ,,l~cto, empieza con: «Los dichos secretos que el Salvador dijo ''.ludas Tomás, los cuales yo, también yo Marias, anoté mientras lhu cuminando, oyéndoles hablar entre SÍ>). En ambos casos se llll'nciona el nombre del escriba. El comienzo del Baruc griejlO, prácticamente contemporáneo, es parecido: Kai. oÚtoL ot ~t'lym tO'Ü ~L~ALOU, oÜ<; eyempev Baeoux ULO<; NT]QLOU ULO'Ü Mwwmou. X. El Cristo resucitado de Le 24, 44 utiliza una fórmula casi hl~·nlica a la de P. Oxy. 654: oÚtot ot A.óyot ~ou oÜ<; eA.áA.T]aa lll'Ú~ 'Ú~d<; EtL WV crUV 'Ú~LV. El uso frecuente de A.óyot durante el siglo 1, en este sentido 1'11nsi técnico, junto con la total ausencia del término A.óyta en rrlcrcncia a los dichos de Jesús, indica con claridad que debemos hablar de Q como A.óyot y no como A.óyw. h•lll'l~C

1)

Uso en el siglo 11: A.óyta = «oráculos»

Por su parte, se usa A.óyta en su sentido habitual (LiddellScutt: «Oráculo, especialmente cuando se ha preservado desde tiempos antiguos ... , más frecuente en plurab)) en Rom 3, 2; Hch 7, 38; Hb 5, 12; 1 Pe 4, 11 -y presumiblemente también en Paplas 22-. Dieter Lührmann ha demostrado claramente que Papías 21. Eusebio, Hist. eccl. 2, 2, 253. 22. J. C. Hawkins, Horae Synopticae, p. XIII, traduce la referencia de Patlhlll como: «Mateo compuso los oráculos ... >>. K. Lake traduce: <
El Documento Q

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no reprodujo con su término A.óyLa la terminología original; más bien lo que hizo fue dar un significado nuevo a los dichos de Jesús, y de ahí que utilizara también una terminología nueva. La tesis de este estudio es que, en los inicios de las investigaciones sobre Q, se produjo un malentendido debido a la interpretación que Schleiermacher dio a los comentarios de Papías sobre los evangelios de Mateo y Marcos. A lo largo del siglo XIX, la hipótesis de las dos fuentes fue desarrollada, en parte, de forma independiente respecto a dicha interpretación, y en parte, apelando a ella. Al final del siglo XIX rompió definitivamente toda vinculación con la misma, viéndose, sin embargo, ahora sustentada en buena medida por el descubrimiento de nuevos evangelios apócrifos ... Pero, en la medida en que Papías entendió los dichos de Jesús como A.óyta, según el sentido estricto del término, les otorgó a ellos, no a la palabra griega A.óytov, un significado nuevo. Papías se sitúa, así, como iniciador de una tradición que podemos retrotraer hasta el siglo 11 ... Papías fue el primero en entender los dichos de Jesús como si fueran oráculos preservados desde la antigüedad. Pero al no encontrar para ellos en toda la tradición anterior más que traducciones y/o interpretaciones pobres, a veces incluso falsas, y teniendo en cuenta que un oráculo requiere siempre una interpretación, quiso proporcionarles él mismo una 23 •

De hecho, esto se hace evidente en el uso del propio Papías. En efecto, utiliza A.óym cuando se refiere a dichos, sean estos de los presbíteros ('tOU'!; 'tOOV 3tQEO~U'tÉQOOV UVÉ'XQLVOV J..óyOU'!; [«indagué en los dichos de los presbíteros»]), de los apóstoles ('tOU'!; ~ 'tWV a1tomóA.oov A.óyou'!; [«los dichos de los apóstoles»]) o la interpretación que hace Aristón de los dichos de Jesús ('toov toi:í xugí.ou A.óyoov ~LfJyrlOEL'!; [«interpretaciones de los dichos del Señor))]) 24 • Papías cambia luego al uso de A.óyLa cuando dice que mann-Harvard University Press, London-Cambridge MA 1926, reprint 1959

(aquí citada), 291.297. 23. D. Lühnnann, Q: Sayings of Jesus or Logia?, en R. A. Piper (ed.), The Gospel behind the Gospels: Current Studies on Q (NovTSup 75), Brill, Leiden 1995, 97-116, aquí 97-98.108.111. 24. Eusebio, Hist. ecc/. 3, 39, 4. 7 .14.

Introducción

33

111 Pedro, ni por tanto Marcos, introdujeron orden alguno en los tll'l\culos del Señor (oux &mteQ uúvtastv 'toov xugtaxoov nowút••·v,,~ A.oyí.wv [«sin introducir, por así decir, orden alguno en los ttrú~:u los del Señor»]) 25 • Puesto que, con toda seguridad, los A.óyta ,¡,.Marcos no se refieren solamente a los dichos de Jesús, lamen' ·tún que sigue inmediatamente, relativa a la recopilación efectuada por Mateo ('ta A.óyta ouvE'tása'to [«coleccionó los oráculos>>]), no debe entenderse tampoco referida sólo a dichos, sino a la totalhlnd del evangelio de Mateo 26 • El libro de Papías, al que Eusebio menciona por su título Aoyí.wv xugtaxoov esrtrr1oew¡;; («
l.

Qpara designar Quelle, <
11)

Q en vez de A.óym

En la práctica, sin embargo, ni el descubrimiento realizado por Rendel Harris y Lock de la fórmula de rememoración de los 25. 26. 27. 28. 29.

/bid.,3,39,4.15. /bid., 3, 39, 16. /bid., 3, 39, l. /bid., 3, 39, 8: 3tUQábo!;á 'tLVa UrtOQEl xai alla. /bid., 3, 39,9-13.

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A.óyot de Jesús, ni el hallazgo por parte de Grenfell y Hunt de la introducción a la colección de A.óym contenidos en P. Oxy. 654, que es, realmente, la introducción del Evangelio de Tomás, ni tampoco la propuesta defendida por Harnack de elevar A.óym al rango de término incluido en el título de Q, condujo a la sustitución de Logia por Logoi como término técnico entre los estudiosos. En su lugar se impuso la designación Q como alternativa para reemplazar la sigla A de Holtzmann (la cual, sin embargo, hubiera podido redefinirse como una abreviación de Aóym). «Q.» (con un punto, cuya función es dejar claro que debe entenderse como una abreviatura de Que/le, «fuente») se utilizó por primera vez en 1880 30, pero «Q» no fue usada simplemente como un símbolo hasta la década de los 90, a partir de Johannes Weiss: ... una dependencia respecto al Marcos primitivo (A) está excluida, pues aquí Lucas no refleja en absoluto a Marcos. En general, ambos siguen otra fuente común, a saber, Q31 • 30. F. Neirynck ha estudiado la historia de la designación Q en pugna con otras designaciones sugeridas: The Symbol Q (= Que/le): ETL 54 ( 1978) 119125; Once More: The Symbol Q: ETL 55 (1979) 382-388, ambos artículos han sido de nuevo publicados en su colección de ensayos Evangelica: Gospel Studies-Études d 'Evangile, Peeters and Leuven University Press, Leuven 1982, 683-689.689-690. En ellos Neirynck retrotrae el uso de Q a J. Weiss en 1890; en un escrito posterior, Note on the Siglum Q, incluido en el segundo volumen de la colección de ensayos Evangelica 11: 1982-1991, Leuven University Press and Peeters, Leuven 1991,474, lo retrotrae hasta el artículo de E. Simons publicado en 1880, Hat der dritte Evangelist den kanonischen Matthiius benutzt?, Universitiits-Buchdruckerei von Carl Georgi, Bonn. Simons utilizó la sigla como una abreviación de Que/le en una disertación en la Kaiser-Wilhelm-Universitiit de Estrasburgo, con la que consiguió persuadir a su profesor H. J. Ho1tzmann para que abandonara su teoría del Urmarkus: H. J. Ho1tzmann, Lehrbuch der historisch-kritischen Einleitung in das Neue Testament, Freiburg i.B. 2 1886, 357.363-365. Neirynck cita a Simons para aclarar que este usa normalmente A, sobre todo cuando discute la posición de Ho1tzmann. Sin embargo, cuando la posición de B. Weiss aparece implicada. Simons utiliza a veces «A (resp. Q.)» (p. 29), «A (Q)» (p. 30), o simplemente «Q. (Die apostolische Quelle nach W.)» (p. 22), «die W.'sche Q.>> (p. 95), o simplemente «Q.>> (p. 68). Esto podría indicar que B. Weiss ya habría introducido la designación «Q.». Sin embargo, la fuente a la que se refería Weiss era mucho más extensa de la actual Q, pues incluía, por ejemplo, gran cantidad de material narrativo: «Die Aufstellung der Matthliusquelle (Q)», en Die Que/len der synoptischen Oberlieferung (TU 32, 3), J. C. Hinrichs'sche Buchhandlung, Leipzig 1908, 1-75. 31. J. Weiss, Die Verteidigung Jesu gegen den Vorwurf des Bündnisses mil Beelzebul: TSK 63 ( 1890) 557, citado por Neirynck, The Symbol Q (=Que/le),

Introducción

35

M1\H tarde, el símbolo fue aceptado por Paul Wemle en 1899: ult,•nnminemos a esta -hipotética- fuente Q» 32 • .Ioim Caesar Hawkins ilustra el proceso por el cual el cambio 11 l'nvnr del uso de «Q» prevaleció sobre el que prefería Logoi. l1 h•,·tivumente, en 1909 escribía: La fuente ampliamente utilizada por Mateo y Lucas, al margen de Marcos. En la primera edición de este libro (1899) el

titulo de esta sección era: «Los Logia de Mateo como una fuente probable». Desde entonces, los investigadores ingleses y estadounidenses han seguido mayoritariamente a los alemanes en la designación de esta fuente como Q (=Que/le}, pues ha sido admitido de forma general que denominarla «Los Logia de Mateo» supondría caer en una petición de principio, ya que se asumía como algo cierto que Mateo y Lucas utilizaron el documento mencionado por Papías ... Pero el abandono de este nombre en favor del símbolo neutral Q no implica necesariamente querer provocar la petición de principio en sentido contrario, ignorando las razones existentes para seguir manteniendo que los dos únicos documentos mencionados por el autor más antiguo interesado en el problema de las fuentes son precisamente esos dos que de una forma tan patente se hacen reconocibles en el primer y tercer evangelios 33 •

1>e este texto se desprende con claridad que Hawkins todavía Identificaba los A.óyta de Papías con Q. La petición de principio hu quedado simplemente encubierta, disimulada bajo el inofenNivo símbolo objetivo Q. En realidad, todavía en el año 1911 lluwkins seguía abogando por el título Kugtaxa Aóyta, sobre In base del testimonio de Papías 34 • ttHh, nota 17. Para entonces el punto ya había desaparecido. Cf. además J. Wri~s. Die Parabelrede bei Markus: TSK 64 (1891) 291; Id., Die Komposition dr'r Jynoptischen Wiederkunftsrede: TSK 65 ( 1892) 248; Id., Die Predigt Jesu ~·om Reiche Gones, Vandenhoeck und Ruprecht, Gottingen 1892, 8. Bernhard y J. Weiss usaron más tarde «Q» en Die Evange/ien des Markus und Lukas (KEK 1, 2), Vandenhoeck und Ruprecht, Gottingen 8 1892, pp. III-lV.279-283. 32. P. Wernle, Die synoptische Frage, Mohr-Siebeck, Leipzig-Freiburg l. B.-Tübingen 1899, 44: «Diese -hypothetische- Quelle sei mit Q bezeichnet». 33. J. C. Hawkins, Horae Synopticae, 2 1909. 34. Id., Probabilities asto the so-cal/ed Doub/e Tradition ofSt. Matthew tmd St. Luke, en W. Sanday (ed.), Studies in the Synoptic Problem: By Members ol the University of Oxford, Clarendon, Oxford 1911, 95-140, aquí 119.

36

b)

El Documento Q

La i"elevancia de Papías

La consecuencia de esta falta de coherencia durante el siglo XIX ha sido que, medio siglo después, se ha hecho necesario volver a repetir el debate 35 • En 1965 Roger Gryson dio a conocer un informe completo de la investigación realizada en tomo a la cuestión de Papías, que concluía de la siguiente manera: El resultado de estas observaciones es que el uso del término

).jyyiiYV en los Padres del siglo 11 no podría servir para acreditar las teorías según las cuales, en el testimonio de Papías sobre Mateo, las palabras 'ta A.óyw se refieren a dichos de Jesús o a oráculos del Antiguo Testamento. Por otro lado, sí podría ser utilizada como argumento por quienes piensan que estas palabras designan el conjunto de material «que puso en orden» Mateo con el fin de componer su evangelio, y que estos A.óyw, así como los XUQLaXa A.óyw de los que Marcos nos ha dejado recuerdo en su obra, no consisten sólo en dichos del Señor ('ta A.txMvta [«las cosas dichas»]), sino también en narraciones de sus obras y acciones ('ta :rtQax{}tv,;a [«las cosas hechas»]) 36. 35. J. M. Robinson, AOfOI ~Oci>QN: Zur Gattung der Spruchquel/e Q, en E. Dinkler (ed.), Zeit und Geschichte: Dankesgabe an Rudolf Bultmann zum 80. Geburtstag, Mohr-Siebeck, Tübingen 1964, 77-96, más tarde en una edición revisada y aumentada en H. Koester-J. M. Robinson (eds.), Entwick/ungslinien durch die Welt desfrühen Christentums, Mohr-Siebeck, Tübingen 1971, 67-106. También en inglés fue revisada, aumentada y publicada como LOGOI SOPHON: On the «Gattung» ofQ, en J. M. Robinson (ed.), The Future of Our Religious Past: Essays in Honour ofRudolf Bultmann, SCM-Harper and Row, London-New York 1971, 84-130, más tarde como LOGOI SOPHON: On the «Gattung» of Q, en J. M. Robinson-H. Koester (eds.), Trajectories through Early Christianity, Fortress, Philadelphia 1971 (paperback edition, 1979), 71-113. La sección final, Jewish Wisdom Literature and the «Gattung» LOGOJ SOPHON, se reimprimió en The Shape ofQ: Signa/ Essays on the Sayings Gospel, 51-58. 36. R. Gryson, A propos du Témoignage de Papias sur Matthieu: Le sens du mot Aóywv ehez les Peres du second siecle: ETL 41 ( 1965) 530-547, aquí 547. Un punto de vista similar fue repetidamente defendido por J. Kürzinger, Das Papiaszeugnis und die Erstgestalt des Manhiiusevangeliums: BZ, n.F. 4 ( 1960) 19-38; Die Aussage des Papias von Hierapo/is zur literarischen Form des Markusevangeliums: BZ, n.F. 21 (1977) 245-264; Papias von Hierapolis: Zu Tite/ und Art seines Werkes: BZ, n.F. 23 (1979) 172-186, aquí 176 (donde cita el mismo texto de Gryson). Estos escritos han sido reimprimidos en su colección de artículos: Papias von Hierapolis und die Evangelien des Neues Testaments: Gesammelte Auftiitze, Neuausgabe und Übersetzung der Fragmente,

Introducción

37

l'.s decir, el tipo de lenguaje que usa Eusebio (Hist. eccl. 3, 39, 1~) en relación con el evangelio de Marcos: oü J.LÉvtOL tá;et ta (•nú tou 'KUQÍ.OU ~ AEX'Ü'Évta ~ :JtQaX'Ü'Évta ... oux roo:n:EQ O'Úvtcc~IV tG:Jv 'KUQtaxG:Jv :n:oLOÚJ.LEVO~ A.oyí.wv («No, ciertamente, 1'11 orden, las cosas que dijo o hizo el Señor ... sin hacer, dijéralllus, una ordenación de los oráculos del Señor»), parece dejar dnro que A.óyta incluye tanto AEX'Ü'Évta como :n:Qaxitévta, no 11úlo lo que se dijo, sino también lo que se hizo, y por tanto, cuan•lo inmediatamente después se aplica al evangelio canónico de Mntco, no estaría sugiriendo que se trata de una colección de didios (Eusebio, Hist. ecc/. 3, 39, 16). Algo, pues, parecido a un consenso ha empezado a producir'-'-' en relación a la cuestión de Papías y Q. Wemer Georg Kümmd lo expresaba en la siguiente conclusión: Es correcto, a la hora de estudiar las relaciones literarias entre los evangelios, dejar al margen las referencias a Papías, a pesar de su gran antigüedad 37 •

llclmut Merkel estuvo de acuerdo en que Kümmel «reprodu\:c, casi con toda seguridad, la opinión más extendida entre los pnrtidarios de la crítica histórica» 38 : Ciertamente, existe hoy total acuerdo en que la interpretación sobre la fuente de dichos, repetida una y otra vez desde Schleiermacher, no es exacta; al fin y al cabo, el fragmento acerca de Marcos también habla de A.óyta XUQLaxá) 39•

Dieter Lührmann coincide con esta opinión: La solución moderna dada al problema sinóptico se libera así de la tradición de la Iglesia primitiva ... Amnmentierte Bibliographie (Eichstiitter Materialien, Abt. Philosophie und l'hcologie, 4), Pustet, Regensburg 1983: BZ 1960 = 1983, 9-32; BZ 1977 = IIJIO, 43-67; BZ 1979 = 1983, 69-87, aquí 73. 37. W. G. Kümmel, Einleitung in das Neue Testament, Quelle & Meyer, llcidelberg 20 1980, 29. 38. H. Merkel, Die Überlieferungen der a/ten Kirr:he über das Verhiiltnis dc•r Evangelien, en D. L. Dungann (ed.), The Interrelations ofthe Gospels, Mcrcer University Press, Macon GA 1990, 566-590, aquí 566. 39. /bid., 571.

38

El Documento Q

Hoy nadie argumenta a favor de la existencia de Q a partir de la cita de Papías transmitida por Eusebio. Para todos los que aceptan la hipótesis de las dos fuentes, dicha existencia se desprende del análisis de los evangelios sinópticos 40 •

4.

¿Un documento Q en arameo?

a)

Diferentes recensiones de una traducción griega del arameo. Julius Wellhausen

Entender erróneamente la referencia de Papías como un testimonio a favor de un docwnento Q en arameo ha sido en gran medida la causa de la extendida suposición de que sería inútil intentar reconstruir un arquetipo griego, y mucho menos arameo, de los textos de Q existentes en las comunidades de Mateo y Lucas. Pero desde el momento en que Papías ha dejado de ser un factor a tener en cuenta en el estudio de Q, uno de los obstáculos para dicha reconstrucción ha quedado, a todos los efectos prácticos, eliminado. Sin embargo, Wellhausen había defendido el origen arameo de Q, apoyándose menos en la autoridad de Papías que en sus propios conocimientos de lingüística semítica: 40. D. Lührmann, Q: Sayings ofJesus or Logia?, 101. Lürmann afirma esto a pesar de estar en desacuerdo (p. 109, nota 20) con la disertación de su alumno U. H. J. Kortner, Papias von Hierapolis (FRLANT 133), Vandenhoeck und Ruprecht, Gottingen 1983, quien defendía a partir del comentario de Papias sobre Marcos que WyLa se refiere no específicamente a dichos, sino también a hechos. F. Neirynck, Q: From Source to Gospe/: ETL 71 (1995) 421-430, aquí 422, nota 7, aunque está de acuerdo en excluir a Papías de la discusión, señala que el <
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39

Si estos dichos derivan de Q, esta fuente tuvo que estar disponible para ambos evangelistas todavía en arameo. Además, ambos debieron usar también en gran medida una misma traducción griega, de ahí que el grado de coincidencia en la expresión griega fluctúe manifiestamente si se comparan perícopas enteras. Esta inusual situación no deja de parecerme un tanto problemática, incluso suponiendo que pudiera quedar suficientemente explicada diciendo que en unos casos los dos evangelistas repiten la traducción griega disponible según el criterio y la preferencia de cada cual, unas veces literalmente, otras veces alterándola un poco, mientras que en otros casos la reemplazan por una nueva traducción del original arameo 41 •

Wellhausen renunció después a la idea de un texto arameo de 1), e intentó dar mejores razones de esa «situación inusual», co-

nectamente calificada como «un tanto problemática», apelando recensiones divergentes del texto griego de Q:

11

A pesar de que el grado de acuerdo en las expresiones griegas fluctúa y de que algunas variantes sólo pueden ser satisfactoriamente explicadas a partir de lecturas o interpretaciones diferentes de un arameo original, debemos retener la idea de que los fragmentos de Mateo y Lucas secuencialmente coincidentes provienen de una misma fuente, es decir, Q. Esta situación es claramente inusual y requiere una explicación: no se debe suponer que ambos evangelistas tuvieron delante las fuentes, una escrita en griego (de aquí los acuerdos) y la otra en arameo (de aquí las diferencias). Por el contrario, ambos las conocieron únicamente traducidas al griego. La traducción griega fue en un principio sólo una, pero luego se diversificó en distintas recensiones originadas a partir de correcciones ulteriores basadas, en parte, sobre el original arameo. Un caso parecido es, por ejemplo, el de la Septuaginta. Mateo y Lucas usaron recensiones distintas de Q42 •

41 . J. Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evange/ien, Reimer, Berlin 111115,68. 42. J. Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evangelien, 2 l9ll,la sellllnda edición revisada y reimprimida con la misma paginación en Evangelll•,kommentare, de Gruyter, Berlin-New York 1987, 59-60.

40

b)

El Documento Q

(Deficientes) traducciones de una colección oral o escrita de «chreiai». Matthew Black

La tradición inglesa compartió el supuesto dominante del origen arameo de Q, incluyendo el recurso a la hipótesis del Q arameo para explicar las divergencias entre Mateo y Lucas. Como estudioso representativo de esta posición en la primera mitad del siglo XX, tenemos a T. W Manson 43 • En la segunda mitad, ha sido Matthew Black quien de forma más autorizada defendió la tesis del origen arameo del documento, manteniendo que Q reflejaba (deficientes) traducciones de dicha lengua. No deja, sin embargo, de sorprender hasta qué punto ha reducido este autor el alcance de sus reivindicaciones a favor de esta tesis, a pesar de que, en su momento, fuera su defensor más destacado: Esta evidencia en Q de «griego no procedente de traducción» es tan importante como la evidencia de traducción, y denota algo más que pequeñas mejoras editoriales por parte de los evangelistas. A la vista de esto, es dudoso que podamos justificadamente describir a Q como una traducción aramea sin más. Ciertamente, parece claro que lo máximo que el elemento arameo puede probar es un origen arameo, pero no que estemos siempre ante una traducción de un texto original arameo. Y en cualquier caso, es el factor literario griego el que ha tenido la última palabra en la configuración de la tradición Q. Los datos de los propios evangelios a favor de la existencia de un documento arameo son necesariamente especulativos 44 •

John S. Kloppenborg extrajo la conclusión de que las divergencias entre Mateo y Lucas en la expresión literaria de Q no deben ser explicadas apelando a (deficientes) traducciones del 43. H. D. A. Major-T. W. Manson-C. J. Wright, The Mission and Message of Jesus: An Exposition ofthe Gospels in the Light of Modern Research, Dutton, NewYork 1938, 6 1953 (aquí citada), 18. 44. M. Black, «Synoptic Variants from Aramaic», en An Aromaic Approach to the Gospels andActs, Clarendon, Oxford 1946, 2 1954, 3 1967 (aquí citada), 189196, aquí 191 (incluido por primera vez en las «Notas suplementarias» en 2 1954, 270-278, aquí 274, es decir, ausente en 1946); y «Mistranslation and Interpretation of Aramaic», en ibid., 197-243, que incluye ccThe Source Q», 203-208.

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41

ni'Umeo, sino a la labor redaccional de los evangelistas. Esta ronclusión es un elemento constitutivo de los actuales esfuerzos Jlor reconstruir un texto critico de Q: Aunque Black ha demostrado de. forma convincente la presencia de semitismos en Q, la hipótesis de una traducción deficiente es, en el mejor de los casos, insegura. Más aún, este tipo de explicación se apoya sobre tantos imponderables -tales como el supuesto de que tanto Mateo como Lucas conocían el arameo y que, sin embargo, sólo ocasionalmente usaron de este conocimiento- que, en comparación con la solución redaccional, es claramente mucho más engorrosa. Para ser convincente, una hipótesis de traducción debería explicar no sólo la variación ocasional, sino también una gran parte de los desacuerdos entre Mateo y Lucas. Más aún, debería mostrar que no es posible dar razón de las variaciones mediante una explicación más sencilla, a saber, la de la modificación redaccional. En ausencia de tales demostraciones estamos obligados a concluir que, aunque ciertas porciones de Q dejan ver un estilo griego semitizante y probablemente delatan un origen en un medio lingüístico arameo, no hay ninguna prueba convincente de que haya existido una formulación literaria en arameo 45 •

Black respondió a su vez, admitiendo que la existencia de una fuente aramea, incluso para partes de Q, podría ser indemostrable: Que esta cuestión complicada resulta dificil de explicar es algo acerca de lo que he argumentado en un artículo reciente. Papías podría perfectamente referirse a una colección hebrea, es decir, aramea, de chreiai (dichos, etc.) de la que Q sería el equivalente griego y para el que sería la principal fuente ... Lo que yo intentaba era determinar aquellas partes de Q que fueron originalmente compuestas en arameo. Ahora añadiría la consideración de que estas partes pudieron transmitirse de forma oral o escrita, y que constituirían precisamente la Vorlage 45.

J. S. Kloppenborg, ((The Original Language ofQ», en The Formation

ol Q: Trajectories in Ancient Wisdom Col/ections (Studies in Antiquity and l'hristianity), Fortress, Philadelphia 1987 (reimpresión en Trinity Press Internulional, 2000), 51-64, aquí 59.

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El Documento Q

aramea de Q. Quizás no seamos capaces de probar la existencia de una colección aramea de chreiai identificable con partes de Q, pero tampoco podemos, como hace Kloppenborg, rechazar enteramente la hipótesis 46 •

Kloppenborg ha respondido con la siguiente conclusión: La tesis de un origen arameo de Q es extraordinariamente débil. El origen de la especulación, el informe de Papías sobre Mateo, es, en el mejor de los casos, legendario. Los datos lingüísticos empleados para demostrar un origen arameo son escasos y lo poco que existe admite explicaciones más sencillas que evitan la hipótesis de otro documento. Finalmente, la imponente e improbable logística necesaria para explicar que Mateo y Lucas pudieran ocasionalmente revisar su texto griego de Q recurriendo a una versión aramea escrita, a la que ambos deberían haber tenido acceso (¡y deberían haber sido capaces de leer!), reduce casi a cero la posibilidad de demostrar la existencia de un Q arameo 47 •

La ruptura con la tendencia a interpretar la referencia de Papías a los A.óyta «hebreos» como una referencia a los A.óyot de Jesús en Q, y el cada vez menor número de elementos identificados como (deficientes) traducciones de un hipotético Q arameo al cual poder apelar para explicar divergencias de expresión entre Mateo y Lucas, así como el uso que hace Q de los LXX 48 , ha conducido al abandono general de la hipótesis de que Q fue originalmente escrito en arameo y luego traducido de diferentes formas al griego. Por el contrario, Q es un texto griego cuyo arquetipo griego, subyacente tras los evangelios de Mateo y Lucas, bien podría uno intentar reconstruir. 46. M. Black, The Aramaic Dimension in Q with Notes on Lulce 17, 22Matthew 24,26 (Lulce 17, 23): JSNT 40 (1990) 33-41, aqul 33-34.36. El autor se refiere a su artículo The Use of Rhetorica/ Terminology in Papias on Mark and Matthew: JSNT 37 (1989) 31-41. 47. J. S. Kloppenborg, «The Language of Q», en Excavating Q, 72-80, aquí 80. 48. S. Schulz, «Die Septuaginta-Benutzung», en Q: Die Spruchquel/e der Evangelisten, Theologischer Ver lag, Zürich 1972, 27-28.49-50. Para una recensión crítica del libro de Schulz, cf. P. Hoffinann, BZ 19 (1975) 104-115, y en relación a la importancia exagerada atribuida a los LXX, 108-109.

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\,

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Mateo sin Q: Jesús el Apocalíptico

n1 Mt 1O, un texto histórico hasta en sus menores detalles

La consecuencia lógica de rechazar la existencia de Q fue •llumáticamente ilustrada por Albert Schweitzer, quien consilll•ró la hipótesis de los dos documentos, exitosamente formulndu por su propio profesor de Estrasburgo, Heinrich Julius lloltzmann, una mera táctica evasiva para soslayar la inevitahlc aunque penosa conclusión de que Jesús fue un apocalíptico l'nnático. En su lugar, Schweitzer prefirió la hipótesis defendilln por Ferdinand Christian Baur en la que se daba prioridad a Mutco: Los investigadores se ahorraron tener que percatarse de la amplitud y dificultad del problema, en primer lugar porque, bajo la influencia de la obra de Christian Hermano Weisse, Die Evange/ienfrage (1858), y de la de Heinrich Julius Holtzmann, Die synoptischen Evange/ien ( 1863 ), abandonaron la opinión de Ferdinad Christian Baur (1792-1860) y la escuela de Tubinga, según la cual el evangelio de Mateo sería el más antiguo y primigenio, y consideraron como tal al evangelio de Marcos. Las preferencias por este evangelio más breve permitieron a los investigadores considerar que el importante material ofrecido por Mateo pero no por Marcos no era del todo válido. Precisamente este material es el que contiene aquellos discursos y relatos en los que se revela que las ideas de Jesús se asemejan a la escatología del judaísmo tardío. Se trata sobre todo del Sermón de la Montaña (Mt 5-7), el gran discurso del envío de los discípulos (Mt 10), la pregunta del Bautista y las afirmaciones de Jesús con ocasión de aquella (Mt 11 ), el discurso sobre la venida del Hijo del hombre y sobre el juicio que este tenía que realizar (Mt 25) ... La cuestión decisiva en la búsqueda del Jesús histórico no es cuál de los dos evangelios más antiguos es un poquito más antiguo que el otro. Esto es, por lo demás, una cuestión de tipo literario a la que apenas es posible responder. El problema histórico de la vida de Jesús no se puede reconocer, y mucho menos resolver, a partir de la información fragmentaria de Marcos. Las diferentes narraciones de los dos evangelios más antiguos son igualmente valiosas, pero la abundancia de Ma-

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El Documento Q

teo le confiere mayor importancia. Baur y su escuela le concedieron, correctamente, la preferencia 49 •

Aunque Schweitzer fue cauto en sus declaraciones, la posición que adoptó en relación a las fuentes sólo resulta comprensible en el supuesto de que él mismo considerara el evangelio canónico de Mateo como la obra de un testigo ocular de los hechos, lo cual equivale a tratarlo como si procediera indiscutiblemente del apóstol Mateo -posición que ha prevalecido siempre en la exégesis precrítica desde Papías-. Schweitzer descartó simplemente como absurdos los esfuerzos por descomponer en sus fuentes las «instrucciones para la misión» de Mateo, cuya detallada historicidad era decisiva para su propia interpretación del ministerio público de Jesús. Aunque tanto entonces como ahora se reconoce normalmente que en Mt 1O hay material procedente del apocalipsis de Marcos interpolado entre las instrucciones para la misión de Marcos y de Q, las cuales están a su vez mezcladas entre sí, con material especial de Mateo y con el de otras partes de Q, Schweitzer mantuvo que: Por lo tanto, este discurso [Mt 1O] es histórico en su totalidad y hasta en sus menores detalles, precisamente porque, según la perspectiva de la teología moderna, debe ser considerado como no histórico ... 49. A. Schweitzer, Von Reimarus zu Wrede: Eine Geschichte der LebenJesu-Forschung, Mohr-Siebeck, Tübingen 1906. La segunda edición, simplemente titulada Die Geschichte der Leben-Jesu-Forschung, Mohr-Siebeck, Tübingen 1913, está considerablemente revisada, especialmente en las secciones finales que estamos discutiendo aquí. Las referencias son de la primera edición, pero cuando existe paralelo indicamos también entre paréntesis la paginación de la segunda, ambas según 6 1951 y la nueva publicación como Siebenstem-Taschenbuch 77-78, München 1966. Citamos también aquí un Vorrede retrospectivo del año 1950, que comenzó a incluirse en la edición de 1951, 6 1951, pp. VI.XII y 1966, 30.36 (versión inglesa: The Quest ofthe Historical Jesus: A critica{ Study oflts Progress from Reimarus to Wrede, Macmillan, NewYork 1910, paperback edition 1961, reimprimida en 1968, no incluye el prólogo de 1950. Pero sí aparece en la actual traducción inglesa de la segunda edición: The Quest ofthe Historical Jesus: First Complete Edition, ed. J. Bowden, SCM-Fortress, London-Minneapolis MI 2000, p. XXXV-XLV, aquí XXXVI.XL. Existe versión en castellano de los primeros diecisiete capítulos de la obra, que incluye también el prólogo a la edición de 1950: Investigación sobre la Vida de Jesús, Edicep, Valencia 1990, 14 ).

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Siendo esto asi, deberíamos considerar con qué derecho la teología moderna rechaza los grandes discursos de Mateo como meras «composiciones». Propongo, simplemente, que alguien intente mostrar cómo el evangelista, mientras daba vueltas en su cabeza a la tarea de componer un discurso de envio de los discípulos, mitad con piezas procedentes de dichos de la tradición y de la «teología comunitaria», y mitad inventado, tuvo la curiosa idea de hacer hablar a Jesús acerca de asuntos totalmente inoportunos y nada prácticos, para luego aportar la prueba de que nunca llegaron a hacerse realidad 50•

h)

La vida de Jesús de Albert Schweitzer

Schweitzer se propuso ir más allá del descubrimiento realitndo por Weiss sobre la naturaleza escatológica de la predical'ión del Reino 51 extendiendo, de forma coherente, esta interprelnción escatológica a toda la «vida y obra» de Jesús (literalmente: «conducta y acción») hasta el propio fin de su ministerio público: Johannes Weiss demuestra el carácter absolutamente escatológico de la predicación de Jesús sobre el reino de Dios. Mi contribución consiste fundamentalmente en que, por mi parte, he llevado adelante la posición de Weiss haciendo comprender que no sólo su predicación, sino incluso su vida y sus actuaciones estuvieron determinadas por la esperanza escatológica 52 •

Este proyecto desembocó en la publicación de su propia «vida de Jesús», con la que este autor concluyó su personal Bús50. A. Schweitzer, Von Reimarus zu Wrede, 360 (Die Geschichte der Lelwn-Jesu-Forschung, 1951, 140 y 1966, 420; versión inglesa: The Quest of the 1/istorica/Jesus, 1 1910, 363; 22000, 330-331). 51. J. Weiss, Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes (versión inglesa: Jesus' l'mclamation ofthe Kingdom ofGod). 52. A. Schweitzer, «Vorrede zur sechsten Auflage», en Die Geschichte der 1.1•hen-Jesus-Forschung, 1951, p. VIII y 1966,32 (versión inglesa: The Quest ol the Historical Jesus, 22000, 330-331, p. XXXVII; versión cast.: Investigación sobre la Vida de Jesús, 16).

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El Documento Q

queda del Jesús histórico. Schweitzer toma como punto de partida la fascinación de Jesús por las parábolas que hablan de la cosecha: Si esta interpretación genuinamente «histórica>> del misterio del reino de Dios es correcta, Jesús debió haber esperado que el Reino llegaría durante el tiempo de la cosecha. Y esto es exactamente lo que esperaba. Esta es, de hecho, la razón por la que envía a sus discípulos. Deben dar a conocer en Israel, con toda la rapidez posible, lo que está a punto de suceder 53 •

Jesús proyectó el envío de los Doce creyendo que sería su última intervención antes del final: Les dice claramente (Mt 10, 23) que no espera volverlos a ver en el siglo presente. La parusía del Hijo del hombre, que es lógica y temporalmente idéntica con el amanecer del Reino, acaecerá antes de que hayan podido completar un rápido recorrido anunciándolo por las ciudades de Israel 54 •

Schweitzer describió así «el significado del envío de los discípulos y el discurso pronunciado en aquella ocasión por Jesús»: El propósito de Jesús es poner en movimiento el desarrollo escatológico de la historia, propiciar el cumplimiento de las últimas catástrofes, la confusión y la lucha, de las que surgirá la parusía, introduciendo así la fase supra-humana del drama escatológico 55 •

Schweitzer estaba convencido de que «en el momento de su envío» Jesús «no esperaba que volvieran antes de la parusía» 56• Pero eso es precisamente lo que sucedió: 53. A. Schweitzer, Von Reimarus zu Wrede, 355 (Die Geschichte der Leben-Jesu-Forschung, 1951, 405 y 1966, 415; The Quest ofthe Historical Jesus, 1 1910, 358; 22000, 326). 54. /bid., 355 (ibid., 1951,405 y 1966, 416; The Questofthe Historical Jesus, 1191 O, 358-359; 22000, 327). 55. /bid., 367 (la cita no aparece en la segunda edición ni en las siguientes; The Quest ofthe Historica/Jesus, 11910, 371). 56. !bid., 383 (la cita no aparece en la segunda edición ni en las siguientes; The Quest ofthe Historical Jesus, 11910, 386).

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Ni llegaron los sufrimientos, ni la efusión del Espíritu, ni tampoco la Parusía del Hijo del hombre. Los díscípulos volvieron sanos y safvos, y llenos de una orgullosa satisfacción (Me 6,30) 57 •

Schweitzer sacó la consecuencia inevitable: La historia real desautorizó la historia dogmática sobre la que se fundamentaba la acción de Jesús. Un acontecimiento de la historia sobrenatural que debía haber tenido lugar en un momento particular no ocurrió. Esto fue para Jesús, quien vivia totalmente inmerso en la historia dogmática, el primer acontecimiento <
El hecho de que el final apocalíptico no llegara antes de que NC completara la misión debió ser una terrible desilusión para JeNias. Se sintió forzado a cambiar su estrategia: Este cambio fue motivado por el incumplimiento de las promesas hechas en el discurso de envío de los Doce. Él había creído en aquel momento que estaba desencadenando la tribulación final y forzando así la llegada del Reino. Pero el cataclismo no había tenido lugar. Siguió esperándolo todavía después de la vuelta de los discipulos ... Al dejar Galilea abandonó la esperanza de que la tribulación final diera comienzo por sí sola. Si se retrasaba, esto queria decir que todavía babia algo más que hacer, y que todavía algún otro violento intentarla apoderarse violentamente del reino de Dios. El movimiento de conversión no había sido suficiente. En el momento en que, de acuerdo con su propia misión, había decidido enviar a los discípulos con el mensaje, había arrojado también la rama ardiendo que debía encender el fuego de las pruebas finales. La llama se extinguió 59 • 57. /bid., 360 (Die Geschichte der Leben-Jesu-Forschung, 1951,411 y 11)66, 421; The Quest ofthe Historica/ Jesus, 11910, 364; 22000, 331). 58. /bid., 355 (ibid., 1951,406 y 1966, 416; The Quest ofthe Historical .lc•sus, 11910, 359; 22000, 327). 59. /bid., 385-386, (ibid., 1951,434-435 y 1966, 442; The Quest ofthe lli.~torica/Jesus, IJ 910, 389; 22000, 347-348).

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Así pues, Jesús tomó la determinación de ir a Jerusalén por la Pascua para provocar su propio martirio, como forma alternativa de forzar a Dios para que trajera el fin: ... su muerte debe, finalmente, forzar la llegada del Reino ... Pues ahora Jesús identifica su condena y ejecución intrahistórica con las tribulaciones pre-mesiánicas anunciadas. Esta forma imperiosa de forzar la entrada de la escatología en la historia es, también, su destrucción; es, simultáneamente, su afirmación y abandono 60 •

Esta resolución heroica terminó en una segunda y todavía más dolorosa confrontación con la historia real, que desemboca en su último grito angustiado: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». El Bautista aparece y grita: «Arrepentíos, pues el Reino de los cielos está a punto de llegan>. Poco después se presenta Jesús, quien, consciente de ser el Hijo del hombre que viene, se apodera del timón del mundo para poner en movimiento esa última revolución que debe llevar a su término la totalidad de la historia ordinaria. La rueda se resiste y él se lanza sobre ella. Entonces empieza a girar y le aplasta. En vez de conseguir hacer presente las condiciones escatológicas, las ha destruido. La rueda sigue girando y el cuerpo destrozado de este único Hombre inmensamente grande, tan fuerte como para creerse el guía espiritual de la humanidad y capaz de reorientar el curso de la historia según su propio designio, cuelga todavía de ella. Esta es su victoria y su Reino 61 •

La investigación posterior se ha apartado con espanto de esta descripción excesivamente apocalíptica del ministerio público de Jesús defendida por Schweitzer. Una imagen semejante de fanático iluso es muy poco atractiva. En su lugar, ha preferido seguir el ejemplo de Weiss limitando su estudio a la predicación escatológica de Jesús, posición que quizás esté ejemplificada de la forma más clara en la obra de Bultmann, 60. /bid., 387-388, (ibid., 1951, 435.437 y 1966, 443-444; The Quest of the Historica/Jesus, '1910, 390-391; 22000, 348-349). 61. /bid., 367 (The Quest ofthe Historica/Jesus, 370-371 ).

Introducción

49

/,•.m.v 1'2 • Sin embargo, en cierto sentido Schweitzer tenía razón ni ul'irmar que este mensaje apocalíptico necesariamente tuvo qm· significar algo en la «praxis real» de Jesús, en su «vida y lill ohra». A pesar de todo, la posición de Schweitzer era insostenible pum la investigación crítica en curso, principalmente porque sus llll'Supuestos metodológicos, como el de la no existencia de Q, •·~luhun ya anticuados. Su intento de reconstruir la vida de Jesús 11 purtir del testimonio directo de Mateo sólo sirve para ilustrar el prl·cio que es necesario pagar por dar un salto atrás como este, tl'chazando el estudio crítico para volver a una perspectiva más lmdicional sobre las fuentes; al menos si se está dispuesto a ope1'111' con esa coherencia sin miramientos que caracteriza a los genios como Schweitzer.

t•.

La esencia del cristianismo según Q o según el kerigma

n)

Adolf Harnack versus Julius Wellhausen

1>espués de que William Wrede excluyera al evangelio de Marcos de la categoría de los informes históricamente exactos sobre los que sería posible fundamentar con confianza la investigación llcl Jesús histórico 63 , los investigadores críticos dirigieron su atenl'ión de forma natural hacia Q, pues la enseñanza recogida en eslos dichos de Jesús había sido la base sobre la que AdolfHarnack hnhla construido su «esencia del cristianismo». 62. R. Bultmann, Jesus (Die Unsterblichen: Die geistigen Heroen der McnNchheit in ihrem Leben und Wirken mit zahlreichen Illustrationen, 1), Dcutsche Bibliotek, Berlin n.d. (1926); Mohr-Siebeck, Tübingen 2 1929 y numerosas reimpresiones posteriores (versión inglesa: Jesus and the World, Scribllllr's Sons, New York 1934. En el «Prefacio del traductor» a la nueva edición de 1958, L. P. Smith y E. H. Lantero explican la razón de la ampliación del titulo: «Tanto los editores como los traductores consideraron que el título Jesus ""'' the World conseguía expresar una idea más definida del contenido y la IJCrspcctiva del libro que el título original Jesus. El cambio se realizó con la n¡nobación del autor>>). 63. W. Wrede, Das Messiasgeheimnis in den Evangelien, Vandehoeck & ICuprecht, Gottingen 1901 (versión inglesa: The Messianic Secret, Clarke, 1'nrnbridge-London 1971 ).

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El Documento Q

En cualquier caso, si consideramos la enseñanza de Jesús desde una perspectiva general, constatamos que es posible clasificarla en tres apartados. La naturaleza de los mismos es tal que cada uno de ellos contiene de algún modo la totalidad, que, por tanto, puede ser íntegramente expuesta a partir de cualquiera de sus respectivos enfoques. En primer lugar, el reino de Dios y su venida. En segundo lugar, Dios como Padre y el valor infinito del almahumana. En tercer lugar, la justicia superior y el mandamiento del amor 64 •

Pero el hecho de que todo el mensaje de Jesús pueda reducirse a estos dos principios -Dios como Padre, y un alma humana hasta tal punto ennoblecida que puede unirse, y realmente se une, con él- nos muestra que el Evangelio no es en modo alguno una religión positiva como las demás; que carece de elementos estatutarios o particularistas; que es, por tanto, la esencia misma de la Religión 6 s.

Wellhausen, sin embargo, entendía Q en analogía mucho más estrecha con el Marcos de Wrede, ya que, según su opinión, Q era posterior a Marcos y, por tanto, dificilmente más fiable: Lo más importante a la hora de hacer una comparación es lo que parece ser una mera diferencia superficial: la fuente [Q], que sólo aparece de forma muy escueta en Marcos, se hace 64. A. Hamack, Das Wesen des Christentums: 16 Vorlesungen vor Studierenden aller Fakultiiten im Wintersemester 1899-1900 an der Universitiit Ber/in, Hinrichs'sche Buchhandlúng, Leipzig 1900, 33. Un estudiante, W Becker, taquigrafió las conferencias que luego Hamack preparó para publicarlas. Fue un inmediato best-sel/er: 3 1900, de 11.000 a 15.000 ejemplares; de 45.000 a 50.000 en 1903; de 56.000 a 60.000 en 1908; 70.000 en 1925. Reimpresiones más recientes son: A. Harnack, Das Wesen des Christemtums: Neuaujlage zumjünftiegsten Jahrestag des ersten Erscheinens mit einem Ge/eitwort von Rudolf Bultmann, Klotz, Stuttgart 1950; Id., Das Wesen des Christentums: Mit einem Ge/eitwort von Wolfgang Tril/haas ( Gütersloher Taschenbücher and Siebenstern, 227), Gütersloher Verlagshaus Mohn, Gütersloh 1985; Id., Das Wesen des Christentums: Herausgegeben und kommentiert von 'JTutz Rendtorff, Kaiser and Gütersloher Verlagshaus, Gütersloh 1999; 33 ( 1900), 40 ( 1985) y 87 ( 1999) (versión inglesa: What Is Christianity, Williams and Norgate, London-Edinburgh-Oxford and Put-

nam, New York 190 1, tercera edición revisada [aquí citada] 1904, 52). 65. A. Hamack, Das Wesen des Christentums, 41 (1900), 47 (1985) y 96 ( 1999); What is Christianity, 65.

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51

evidente por todas partes en Mateo y Lucas. Esto es suficiente para probar la prioridad de Marcos también respecto a Q66 •

1.n reconstrucción completa y comentada de Q realizada por 1hmmck fue, en gran medida, un intento de refutar a Wellhausen: Yo, por el contrario, creo poder mostrar en las siguientes páginas que Wellhausen, en su caracterización de Q, se ha dejado influir inconscientemente por las tendencias de san Mateo y san Lucas, atribuyendo a Q lo que realmente pertenece a estos evangelios, y que, en no pocos pasajes, ha dado prioridad a san Marcos basándose en fundamentos insuficientes. Por tanto, las conclusiones a las que he llegado se oponen fuertemente a los resultados de su critica 67 •

No obstante, Hamack mantuvo el presupuesto de un hipotétiorigen arameo de Q; pues dicho presupuesto estaba implica''" en la tesis del origen apostólico mateano del documento, metltnntc la cual se justificaba, a su vez, la autoridad definitiva que llnrnack atribuía a Q:

1'11

Teniendo en cuenta que nuestro evangelio de san Mateo no pudo haber sido compuesto por un apóstol, y que el testimonio tradicional: Ma'tftai:oc; 'E~Qatbt btaA.6mp 'ta A.óyta <JUVE'tá;a'to [«Mateo recopiló los dichos/oráculos en lengua hebrea= aramea»] está datado en tomo ya al año lOO d.C., existe una gran probabilidad de que Q sea obra de san Mateo, pero nada más puede añadirse al respecto ... Pero quienquiera haya sido el autor, o mejor, el redactor de Q, fue un hombre digno del mayor respeto. A su reverencia y fidelidad, a su ingenuo sentido común, debemos esta valiosisima colección de dichos de Jesús ... Por un lado, san Marcos -donde, página tras página, el estudiante se desespera a causa de las incoherencias, discrepancias y los elementos increibles de su narración-, sin cuyo evangelio, sin embargo, careceriamos de cualquier fragmento continuo de información histórica consistente y concreta relativa a la vida de Jesús; por el otro, esta recopilación de dichos, la única que 66. J. Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evangelien, 11905, 84, nula 1; 2 1911,75, nota 2. 67. A. Harnack.Sprüche und RedenJesu, 136 (TheSayings ofJesus,194).

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nos proporciona una idea realmente exacta y profunda de la enseñanza de Jesús, libre de sesgos apologéticos o de cualquier otro tipo, y que, sin embargo, no nos ofrece ningún dato de tipo histórico ... ¿Cuál de ellos es el más valioso? Dieciocho siglos de cristianismo han dado respuesta a esta cuestión y su testimonio es fidedigno. El retrato de Jesús ofrecido por los dichos de Q se ha mantenido en el primer plano ... La colección de dichos y san Marcos deben seguir manteniendo su posición dominante, pero la primera tiene la precedencia. Y, lo que es más importante, la tendencia a exagerar el elemento apocalíptico y escatológico en el mensaje de nuestro Señor, y a relegar los elementos más puramente religiosos y éticos a una posición subordinada, encontrará siempre su refutación en Q. Esta fuente es la autoridad para lo que constituye el tema central del mensaje de nuestro Señor -esto es, la revelación del conocimiento de Dios y la invitación moral al arrepentimiento y a creer, a renunciar al mundo y ganar el cielo-, esta y nada más 68 • Más tarde, en 1911, Wellhausen publicó una segunda edición de su obra en la que volvía a defender su anterior posición, todavía con más fuerza 69 • Entre las dos Guerras Mundiales, los críticos de las formas, Rudolf Bultmann 70 y Martin Dibelius 71 , asumieron ambos la 68. !bid., 172-173 (The Sayings ofJesus, 248-251). 69. J. Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evange/ien, 2 1911, 170176. En un «Corolario» añadido refutó el argumento de K. Lake, The Date of Q, según el cual Q habría sido escrito no después del 50 d. C. 70. El único ensayo sobre Q escrito por R. Bultmann antes de la primera Guerra Mundial, sólo dos años después de la segunda edición de Wellhausen, se apoya explícitamente en este autor en vez de hacerlo en Harnack: Was /iiftt die Spruchque//e über die Urgemeinde erkennen?: Oldenburgisches Kirchenhlatt 19 (1913) 35-37.41-44, aquí 35 (versión inglesa: What the Sayings Source Revea/s about the Early Church?, en J. S. Kloppenborg (ed.), The Shape of Q: Signa/ Essays on the Sayings Gospe/, Fortress, Minneapolis 1994, 23-34, aquí 23, nota 1: «La siguiente explicación presupone una solución definitiva al problema sinóptico que, obviamente, no puedo exponer aquí con más detalle. Refiero al lector a B. Weiss 1908; Jülicher 1904 y Wellhausen 1905, 1911 »). R. Bultmann, Jesus, 18 (reimpresión 1951, 16): «La traducción de los textos evangélicos sigue frecuentemente la de J. Wellhausem>. 71. M. Dibelius, Die Formgeschichte des Evange/iums, Mohr-Siebeck, Tübingen 1919, revisada 2 1933, 5 1966 (ed. Günter Bornkamm), 236, nota 1,

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"" hlllcncia de Q, aunque sus puntos de partida estaban, sin embar1111, más próximos a Wellhausen que a Harnack, pues fue WellhiiiiKcn 72 quien había anticipado la nueva orientación kerigmática: Es como Crucificado, Resucitado y Retomado como Jesús se constituye en Mesías cristiano, no como maestro religioso. El Evangelio real es el Evangelio apostólico que predica la fe en el Cristo, no el Evangelio de Jesús que prescribe a la Iglesia su moral. .. Y la expresión a la que intencionadamente se adhiere Hamack, «no el Hijo, sino únicamente el Padre pertenece al Evangelio», es básicamente falsa en tanto en cuanto pretenda reivindicar un hecho y no sea, meramente, la expresión de un postulado 13 •

llarnack había afirmado, ciertamente, que «el Evangelio, tal

,.,mw .fue proclamado por Jesús, hace referencia solamente al Hu/re y no al Hijo» 74 • Wellhausen, citándole aparentemente de a1hlus, omitió la precisión decisiva, a saber, «tal como fue pro..¡,,ado por Jesús» 75 • Por supuesto, el «Evangelio» en el que Wcllhausen pensaba era claramente el de la Iglesia, es decir, el kcrigma que en el transcurso de la historia llegó a constituir lo •••mitc a Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evangelien, 11905, 66-67, 1111rn justificar su propio escepticismo en relación a Q (citado más abajo) (ver-lbn cast.: La historia de las formas evangélicas, Edicep, Valencia 1984, 231, 1111111 423 ). 72. M. Hengel, en la introducción ( «Einleitung») de Evangelienkommen1111'1', p. VI-VII: «Concluye con una áspera crítica a la investigación desarrollaaIn durante el siglo XIX en tomo a la vida de Jesús, de alcance mucho mayor •1uc la de A. Schweitzer, con quien argumenta críticamente. Esta crítica revela l'ontactos, en muchos aspectos, con Martin Kiihler y la primera teología dial~ctica de K. Barth y R. Bultmann. La influencia del exegeta neotestamentario Wcllhausen es visible con la máxima claridad en el ámbito de la investigación l'rltica sobre los evangelios producida entre las dos Guerras Mundiales, a cuya fructificación contribuyó de forma personal». 73. J. Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evangelien, 2 1911, 153, lnmbién citada por Hengel en su «Einleitung», Evangelienkommentare, p. VII. Lu cita no aparece en la primera edición. 74. A. Harnack, Das Wesen des Christentums, 91 ( 1900), 90 ( 1985) y 154 ( 1999); Whatls Christianity, 147. 75. A. Harnack, Das Wesen des Christentums, en las notas finales añadidns a la edición de 1908 (56.000 a 60.000 ejemplares) llamó la atención sobre cKta omisión que distorsiona el sentido de su planteamiento (en la p. 183 de la edición de 1950 y en las pp. 154-155, nota 22 de la edición de 1999).

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que podríamos denominar «la esencia del cristianismo», expresada, por ejemplo, en el credo Apostolicum y otros credos posteriores; mientras que, por el contrario, el mensaje de Jesús fue y ha seguido siendo ampliamente relegado, aunque de forma ocasional haya sido redescubierto por algunas personas, como Francisco de Asís. b) Adolf von Harnack versus Karl Barth El debate entre Wellhausen y Harnack se reprodujo en gran medida durante 1923, en un debate entre Harnack y Karl Barth. Es claro en este punto que la teología dialéctica babia creado un clima intelectual en el que la posición de Wellhausen relativa a la escasa importancia, por no decir falta de legitimidad, de la fuente Q debía necesariamente prevalecer 76 • Harnack hablaba de «la conexión estrecha, incluso equivalencia, entre amor a Dios y amor al prójimo», que constituye «el corazón del Evangelio» 77 ; a lo que Barth respondía preguntando: «¿Qué otra cosa probarla con mayor claridad que Dios no da vida sin antes haber aniquilado, que precisamente ese 'corazón' (no del Evangelio, sino de la Ley)?» 78 • Las sentencias centrales del mensaje de Jesús (Me 12, 28-34 par.) que Harnack exaltaba como «Evangelio» eran, 76. Este intercambio de opiniones fue publicado en Die christliche We/t, 1923: A. Harnack, Fünfzehn Fragen an die Veriichter der wissenschaft/ichen Theo/ogie unter den Theo/ogen, 6-8; K. Barth, Fünfzehn Antworten an Herrn Professor von Harnack, 89-91; A. Harnack, Offener Brief an Herrn Professor K. Barth, 142-144; K. Barth, Antwort auf Herrn Professor von Harnacks offenen Brief, 244-252, y A. Harnack, Nachwort zu meinem offenen Brief an Herrn Professor Kar/ Barth, 305-306. Este debate se ha vuelto a publicar en K. Barth, Gesammelte Vortriige 111: Theo/ogische Fragen undAntworten, EvangelischerVerlag, Zollikon 1957,7-31, aquí 7-9.913.13-17.18-30.30-31 (versión inglesa en James M. Robinson [ed.], The Beginnings of Dia/ectic Theo/ogie 1, John Knox, Richmond VA 1968; A. Harnack, Fifteen Questions to Those Among the Theo/ogians Who Are Contemptuous of the Scientific Theo/ogy, 165-166; K. Barth, Fifteen Answers to Professor von Harnack, 167-170; A. Hamack, An Open Letter to Professor Karl Barth, 171-174; K. Barth, AnAnswer to Professor von Harnacks Open Letter, 175-185, y A. Harnack, Postscript to my Open Letter to Professor Karl Barth, 186-187). 77. A. Harnack, Fünfzehn Fragen, 8 (Fifteen Questions, 165). 78. K. Barth, Fünfzehn Antworten, 11 (Fifteen Answers, 168).

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55

Jlllr tanto, para Barth «Ley», frente a la cual apelaba al «Evangelhm de Dios, que da vida solamente después de la muerte, es derlr, en una relación dialéctica con la muerte. La consecuencia tk•rivada de la clasificación de Jesús como judío, propuesta por Wcllhausen 79 y Bultmann 80 desde la perspectiva de la historia de lns religiones, fue interpretada teológicamente como la dialéctirn entre Ley y Evangelio; en este sentido, Q, por definición, no l'S Evangelio, sino Ley. Mientras Q se refiere a sus propios dichos con expresiones wmo «los pobres son evangelizados» (Q 7, 22), Pablo afirma duramente que cualquier otro Evangelio distinto de su kerigma, incluso si viniera de un ángel, es anatema (Gáll, 8-9). Esta tenNión se ha mantenido hasta nuestros días como trasfondo teolól!lico del debate sobre si se debe o no dar siquiera el nombre de ucvangelio» a los «Evangelios de dichos», tales como Q y el

l·.'wmgelio de Tomás 81 •

79. J. Wellhausen, Einleitung in die drei ersten Evangelien, 1 1905, 113; 1Y11, 102: «Jesús no fue un cristiano, sino un judío». 80. R. Bultmann, Das Verhiiltnis der urchrist/ichen Christusbotschaft mm historischen Jesus (SHAW. PH, Jg. 1960, Abh. 3), Winter, Heidelberg 11)60, 3 1962, 8 (versión inglesa: The Primitive Christian Kerygma and the Historical Jesus, en C. E. Braaten-R. A. Harrisville [eds.], The Historica/ Jesus ""d the Kerygmatic Christ, Abingdon, Nashville 1964, 15-42, aquí 19: «He sido, además, criticado porque en mi libro Primitive Christianity no he incluido In predicación de Jesús en el capítulo dedicado al «Cristianismo primitivo», sino en el capítulo sobre «Judaísmo», concibiendo, por tanto, a Jesús como judfo. De forma similar, se ha objetado que en mi Teología del Nuevo Testamento he afirmado que la predicación de Jesús pertenece a los presupuestos de la teología neotestamentaria. Frente al reproche de que concibo a Jesús como un judlo y le incluyo en la esfera del judaísmo, debo, en primer lugar, simplemenlc preguntar: ¿Fue acaso Jesús -¡el Jesús histórico!- un cristiano? Ciertamente no, si la fe cristiana es fe en él como el Cristo. E incluso en el caso de que él hubiera sabido que era el Cristo [«Mesías»] y hubiera realmente exigido fe en NU propia persona en tanto que Cristo, no habría sido todavía un cristiano y no debería ser presentado como sujeto de la fe cristiana, aunque sea, sin embargo, NU objeto»). 81. En relación con la discusión sobre la legitimidad de llamar a Q «Evangelio de Dichos», cf. F. Neirynck, Q: From Source to Gospel: ETL 71 ( 1995) 421-434; J. S. Kloppenborg, «Q as a 'Gospel': What's in a N ame», en Excavating Q, 398-408. 1

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El Documento Q

7.

Critica de las formas

a)

Q como un estrato. Martín Dibelius

También en otros aspectos la crítica de las formas contribuyó a mermar la importancia de Q. En efecto, el foco de interés había dejado de situarse en las fuentes escritas incorporadas en textos más tardíos y se había desplazado a las tradiciones orales sometidas a la influencia de sus contextos sociales. En consecuencia, que Q fuera o no un único documento griego susceptible de ser reconstruido dejó de ser una cuestión relevante. Dibelius abandonó la idea de un hipotético texto arameo subyacente al Q griego, pero, a pesar de ello, era muy escéptico respecto a la posibilidad de que Q fuera un documento griego tangible. El texto usado por Mateo y Lucas era griego, pues de lo contrario no se daria la coincidencia que de hecho se da entre ellos. Pero resulta lógico imaginar este hecho como sigue: los dichos fueron traducidos muy pronto al griego en el seno de una comunidad bilingüe y posteriormente esa traducción griega fue recopilada en territorios de lengua griega. Esta explicación de los hechos resulta más verosímil que la alternativa, a saber, una primera recopilación de dichos de Jesús en arameo, que habrían sido traducidos luego, como una colección, al griego. En este caso habría que suponer que la primera generación realizó ya una actividad literaria considerable, algo que debiéramos descartar. Pero la dificultad mayor surge cuando se reflexiona sobre el género literario de Q. De hecho, no tenemos idea de si es posible y en qué modo podían conformar un libro unos textos que constituyen por sí mismos piezas independientes ... En todo caso, en esta como en otras cuestiones debemos tener cuidado para no hablar con demasiada confianza de Q como si fuera una entidad claramente determinada. Olvidar esto implica correr el riesgo de imaginar que podemos apoyarnos en esta fuente, en realidad desconocida, con la misma seguridad con que lo hacemos en el evangelio de Marcos, que existe como realidad tangible ante los ojos, olvidando que en el primer caso se trata sólo de una hipótesis ... Tal límite metodológico nos obliga a renunciar a la posibilidad de reconstruir la fuente Q en toda su amplitud, pues, in-

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57

cluso en el caso de aquellos textos reconstruibles, debemos preguntamos con toda seriedad si de hecho pertenecen todos a la misma «obra». Lo cual resulta muy dudoso y de hecho ha sido cuestionado. Los conocimientos de que disponemos sobre la fuente Q en el estado actual de las investigaciones al respecto aconsejan hablar más de un estrato que de un documento. Reconocemos claramente que las comunidades estaban interesadas en reunir dichos de Jesús tal y como los reúne Q, pero no sabemos si los esfuerzos realizados en este sentido dieron como resultado uno o más libros; es más, no sabemos tan siquiera si eran realmente libros 82 •

Según Dibelius, este «estrato» pertenece al género parenético prevaleció en la primera generación cristiana, y es anterior 11 In reordenación cristológica de los dichos en un esquema de tiJlU más biográfico: LJUC

Podemos afirmar, por consiguiente, que desde muy pronto -y, en concreto, ya en época de Pablo- se llevaron a cabo recopilaciones de dichos de Jesús, puestos al servicio de la parénesis ... Pero conviene hacer dos observaciones: la primera es que en el conjunto del material de Q que podemos reconocer como tal no hay referencia alguna a la historia de la pasión; si nuestra fuente hubiera tenido una orientación narrativa habría que esperar en primer lugar una historia de la pasión ... La segunda observación es la siguiente: el material de Q llegado hasta nosotros no revela interés narrativo en sus contenidos esenciales. En relación con la supuesta fuente, sólo podemos concluir la existencia de piezas discursivas que aparecen incluso las más de las veces como unidades independientes, es decir, desprovistas de cualquier marco concreto ... Así pues, en la orientación general de los grupos de materiales atribuibles a Q se puede atisbar aún claramente la orientación original de tales recopilaciones: su pretensión no es la de narrar hechos de la vida de Jesús, sino transmitir sus palabras para que sean observadas y sirvan de instrucción 83 • H2.

M. Dibelius, Die Formgeschichte des Evangeliums, 234-236 (versión

11•1.: /,u historia de las formas evangélicas, 229-231). Hl

lhid., 244-245 (versión cast.: ibid.• 237-238).

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b)

El Documento Q

Q, un documento diversamente traducido. RudolfBultmann

Bultmann retuvo la hipótesis del Q arameo defendida por Wellhausen, pero abandonó el supuesto de una única traducción griega: Debemos concluir que Q, originalmente escrita en arameo, fue traducida de diversas maneras al griego, pues es evidente que Mateo y Lucas tuvieron ante sí distintas traducciones de esta fuente 84 •

Por su parte, Bultmann, a diferencia de Dibelius, parece haber concebido Q no como un mero estrato literario, sino como un documento singular con un comienzo y una conclusión diferenciadas:

Q... tiene como prefacio la predicación escatológica de Juan el Bautista; vienen a continuación las Bienaventuranzas, cargadas de conciencia escatológica; forman el final palabras que hablan de la parusía 85 •

En ambos casos la consecuencia es que, durante todo el periodo de la crítica de las formas, no hubo arquetipo griego único de Q que pudiera esperarse reconstruir. Puesto que Dibelius pensaba que Q debía ser realmente no un texto único, sino un número indeterminado de textos separados 86, y que, por consiguiente, era mejor pensar en él como un estrato en vez de como un texto es84. R. Bultmann, Die Geschichte der synoptische Tradition (FRLANT.NF 12), 1921, 2 1931 revisada, 354 (versión cast.: Historia de la tradición sinóptica, Sigueme, Salamanca 2000, 388-389). En una nota a pie de página, Bultmann se refiere no sólo a la obm de Wellhausen, Ein/eitung in die drei ersten Evange/ien, 2 1911, 59-60, sino también, y en primer lugar, a A. Jülicher, Einleitung in das Neue Testament, ed. Erich Fascher, Mohr-Siebeck, Tübingen 7 1904, 340-341. La importancia de la dependencia respecto a Jülicher y Fascher ha sido puesta de manifiesto por G. Bomkamm, Evange/ien, synoptische: ROO, 3n1 ed., 2 (1958) 753-766, aquí 755-756; 758-760,756. 85. R. Bultmann, Theo/ogie des Neuen Testaments, Mohr-Siebeck, Tübingen I.Lieferung 1948, 43; 1 1958, 5 1965,44 (versión cast.: Teología del Nuevo Testamento, Sígueme, Salamanca 42001, 86). 86. Esta conjetum fue desarrollada hasta sus últimas consecuencias por W. L. Knox, The Sources ofthe Synoptic Gospels 11. St. Luke and St. Matthew, Cambridge University Press, Cambridge 1957.

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59

crito, y Bultmann lo concebía como un texto arameo con varias traducciones griegas, la posibilidad de una reconstrucción crítica tle Q parecía haber sido definitivamente descartada.

K.

Q en la secuencia lucana

11)

Burnett Hillman Streeter y T. W. Manson

Durante este tiempo la tradición inglesa permaneció en gran parte al margen de la crítica de las formas y, por tanto, continuó manteniendo su alto grado de confianza en la existencia de un documento fiable de Q, posición esta a la que Hawkins había llegado ya a comienzos del siglo 87 • Este planteamiento fue detmrrollado por Bumett Hillman Streeter 88 , alcanzando su forma estándar y su máxima difusión con la obra de T. W. Manson, Los dichos de Jesús, donde se incluía un comentario a Q 89 • Sin embargo, el comentario de Manson no está basado en un texto crítico de Q, sino únicamente en los textos de Mateo y Lucas impresos en columnas paralelas, detrás de los cuales, de alguna manera, debe esconderse Q. Respecto a la secuencia de Q, había una gran confianza en que coincidía con el orden de Lucas, pues existía una tradicional falta de confianza en la secuencia de Mateo, basada en la idea que entonces se tenía sobre el uso que Mateo hace de Marcos 90 • 87. J. C. Hawkins, Horae Synopticae, 1899, 2 1909, y Probabilities asto the So-cal/ed Double Tradition ofSt. Matthew and St. Luke, 1911. 88. B. H. Streeter, «On the Original Order ofQ» y «The Original Extent uf Q», ambos en Studies in the Synoptic Problem, 141-164, 185-208; y The l·hur Gospe/s, Macmillan, London 1924, reimpreso en 1951. 89. H. D. A. Majar-T. W. Manson-C. J. Wright, The Mission and Message of .lesus. El escrito The Sayings of Jesus de Manson constituye el libro 11 de esta obra, 301-639: <<3. The Sources: (a)The Document Q», 307-312; «Text and Commcntary: l. The Document Q>>, 331-440. La contribución de Manson a este volumen fue publicada separadamente como The Sayings ofJesus as recorded in the Gospe/s according to St. Matthew and St. Luke arranged with introduction and commentary, SCM, London 1949, reimpresa en 1971: «3. The Sources: (a) The Document Q», 15-21; «Text and Commentary: l. The Document Q», 39-148. 90. Esta opinión relativa a la secuencia constitula la hipótesis de trabajo y la conclusión del estudio básico de Streeter, «On the Original Order of Q», 145-147.

El Documento Q

60

Al margen de otros presupuestos anticuados, como pensar que Marcos relata acontecimientos «según su orden histórico», o que Q es <
b)

Vincent Taylor

Vincent Taylor hizo avanzar un paso más el argumento a favor del orden lucano aportando la que consideraba nueva e irrefutable evidencia en relación a la coincidencia de dicho orden con el de Q, siendo su objetivo colocar la hipótesis Q sobre bases sólidas 92 • Según este autor, al construir Mateo cada uno de sus cinco discursos (y, por supuesto, también al componer el «resto de Mateo»), habría recorrido cada vez todo el material de Q en su propio orden, extrayendo presumiblemente los dichos que se adecuaban al tema tratado (aunque en muchos casos la relación con un «tema» unificador es dificil de detectar). Puesto que, según la tesis de Taylor, el material de Q en cada discurso sigue la secuencia lucana, esta quedaría confirmada como la secuencia de Q. Sin embargo, la enorme cantidad de excepciones a una tesis tan sencilla hace que su esquematismo resulte muy poco fiable, 91. J. M. Robinson, The Matthean Trajectory from Q to Mark, en A. Y. Collins (ed.), Ancient and Modern Perspectives on the Bible and Culture: Essays in Honor ofHans Dieter Betz, Scholars, Atlanta 1998 (1999), 122-154. 92. V. Taylor, The Order ofQ: JTS n.s. 4 (1953) 27-31, reimpreso en Id., New Testament Essays, Eerdmans, Grand Rapids MI 1972,90-94.

Introducción

6/

pesar de un segundo ensayo en el que se intenta aportar argumentos más detallados a su favor 93 . Cuando en muchos casos la regla resulta realmente imposible de aplicar, incluso admitiendo que Mateo podría haber recorrido Q varias veces en la composidún de un solo discurso, Taylor explica las divergencias en el orden utilizando argumentos variados: la preferencia por la posición de Marcos; o la preferencia por la posición de M (en la que se piensa como una fuente escrita y, por tanto, con un orden fijo); o la omisión de algunos dichos utilizados en discursos anteriores; o, simplemente, la interpretación mateana. Aunque algunos de estos argumentos son, sin duda, explicaciones correctas de las excepciones a la regla, todos ellos acumulados resultan poco convincentes. Hoy el punto de partida continúa siendo la secuencia lucana, pero sin que exista prejuicio alguno en su favor. El orden de Q es una cuestión abierta que debe ser establecida en cada caso parlicular94. Más arriba, inmediatamente después del Prólogo, hemos reproducido «Los textos de Q en el orden de Mateo» y las «Divergencias respecto del orden de Lucas». 11

9.

Proclamación y redacción

a)

La revitalización de los estudios sobre Q. Martin Dibe/ius y Günther Bornkamm

La revitalización del estudio de Q después de la Segunda Guerra Mundial se produjo fundamentalmente en Heildelberg bajo la dirección del sucesor de Dibelius, y discípulo de Bultmann, Günter Bornkamm. Bornkamm fue uno de los fundadores de la crítica redaccional, innovación exegética característica 93. Id., The Original Order ofQ, en A. J. B. Higgins (ed.), New Testament Essays: Studies in Memory of T. W. Manson, /893-1958, Manchester University Press, Manchester 1959, 246-269, reimpresa en V. Taylor, New Testament Essays, 95-118. 94. J. M. Robinson, The Sequen ce of Q: The Lament over Jerusa/em, en R. Hoppe-U. Busse (eds.), Von Jesus zum Christus: Christologische Studien. Festgabejür Paul Hoffmann zum 65. Geburstag (BZNW 93), Walter de Gruyter, Berlin-New York 1998, 225-260.

62

El Documento Q

de la época de posguerra, que fue inaugurada con su análisis crítico-redaccional de la escena de la tempestad calmada en Mt 8, 23-27: Pero esta caracterización del relato de la tempestad calmada como un «milagro de la naturaleza» no agota su significado en Mateo. Este le da un sentido nuevo, que no aparece todavía en los otros evangelistas, por la inclusión en un contexto determinado y por su misma presentación ... Si esta observación es correcta, significa que Mt no sólo es transmisor del relato, sino también su más antiguo exegeta, y de hecho el primer intérprete que relaciona la travesía de los discípulos con Jesús y el hecho de calmar la tormenta con el seguimiento y, de este modo, con el pequeño barco de la Iglesia 95 •

El enfoque de la crítica redaccional hizo que la reconstrucción del texto crítico de Q resultara metodológicamente más factible, ya que permite utilizar los rasgos distintivos sintácticos, terminológicos y teológicos (en sentido amplio) de Mateo y Lucas, identificados mediante el análisis de sus respectivas formas de redactar el material tomado de Marcos, como criterios objetivos con los que identificar luego sus intervenciones redaccionales en Q. Estas «huellas» distintivas de Mateo y Lucas sobre los dichos de Q facilitan la reconstrucción del texto crítico, por cuanto permiten identificar y eliminar los efectos de la redacción mateana o lucana. Esto sirve para hacer salir a la superficie el texto crítico del propio Q. Martín Dibelius ya había anticipado el método de la crítica redaccional en el caso de Q al distinguir entre el grueso del material más primitivo y las adiciones posteriores incorporadas en las redacciones de Q: 95. G. Bornkamm, «Die Stunns.tillung im Matthiiusevangelium», en Wort und Dienst: Jahrbuch der theologischen Schute Bethel, NF 1 ( 1948) 4954, reimpreso en G. Bornkamm-G. Barth-H. J. Held, Oberlieferong undAuslegung im Matthiiusevangelium (WMANT 1), Neukirchener Verlag, Neukirchen 1960,48-53, aqui 49.51 (versión cast.: La tempestad calmada en el evangelio de Mateo, en R. A. Monasterio-A. R. Carmona [eds.], La investigación de los evangelios sinópticos y Hechos de los apóstoles en el siglo XX, Verbo Divino, Estella 1999, 193-199, aquí 195.196).

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63

Con todo, se puede admitir que la colección utilizada por Mateo y Lucas revela ciertas huellas de desarrollo: parece, en efecto, que en ella han sido asumidos textos que, aunque de origen muy diverso, desempeñan en este contexto la misma función, a saber, interpretar la tradición de los dichos de Jesús para revelar quién era aquel cuyas palabras se habían recopilado en la comunidad ... Todo ello respondía no a un interés histórico o biográfico, sino práctico. Sólo que ese interés práctico fue más allá de los límites del interés que, como hemos visto, había presidido la recopilación de dichos de Jesús; lo que se pretende ahora no es sólo deducir de las palabras de Jesús soluciones y reglas para la propia vida, sino que se quiere encontrar además en ellas una respuesta a la pregunta por la naturaleza de quien las había pronunciado ... Tampoco puede excluirse totalmente que tales características de la denominada fuente Q tuvieran su origen en un influjo del evangelio de Marcos. No podemos afirmar nada cierto al respecto, ya que desconocemos totalmente la época en que nació la fuente Q y la cronología de su desarrollo 96 • De hecho, Dibelius había compartido la hipótesis, entonces dominante, que fijaba el origen de los materiales de Q en torno a la mitad del siglo 1 o incluso antes: Probablemente existió más de una colección de dichos; en cualquier caso, la existencia de colecciones semejantes a la contenida en nuestro supuesto documento Q es totalmente probable, incluso en la época en la que Pablo estaría recibiendo instrucción misionera de quienes le habían precedido en la fe, es decir, en la década de los treinta o al comienzo de la de los cuarenta del siglo I d.C. 97 Al datar las colecciones contenidas en Q incluso antes del año 50 d. C. y su redacción en una fecha probablemente posterior 96. M. Dibelius, Die Formgeschichte des Evangeliums, 245-247 (versión cast.: La historia de /as formas evangélicas, 238-239). 97. Id., Die Bergpredigt, en G. Bornkamm (ed.), Botschaft und Ge.vchichte: GesammelteAufsiitze 1: Zur Evange/ienforschung, Mohr-Siebeck, Tübingen 1953, 79-174, aquí 97-98 (versión inglesa: The Sermon of the Mount, Scribners, New York 1940, 28-29).

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El Documento Q

a la de Marcos, es decir, al año 70 d.C. o incluso más tarde (haciendo, por tanto, de alguna forma justicia tanto a Hamack como a Wellhausen), Dibelius invitaba a hacer el esfuerzo de distinguir entre la tendencia operativa en la última redacción y la tendencia operativa en las colecciones primitivas originales. La crítica redaccional de Q se había hecho inevitable. b)

El mensaje distintivo de la comunidad Q. Heinz Eduard Todt

La tesis doctoral de Heinz Eduard Todt en Heidelberg el año 1956 centró la atención en el problema relativo a la falta de dichos relacionados con la muerte y resurrección de Jesús en Q: Harnack subraya correctamente una y otra vez que la concepción de la pasión de Jesús presente en el evangelio de Marcos, el así llamado paulinismo de Marcos, está ausente de Q. ¿Cómo es posible entender esta ausencia en un material transmitido por una comunidad que, en cualquier caso, debía estar familiarizada con el tema de la pasión de Jesús? 98 •

Todt reconoció que la deducción lógica de los estudiosos de la crítica de las formas conducía a subrayar la centralidad del kerigma y, en consecuencia, reducir la importancia de los dichos de Jesús, considerando de este modo a Q como secundaria: Los maestros del método de la crítica de las formas, Bultmann y Dibelius, establecieron ambos, cada uno a su modo, la prioridad teológica del kerigma comunitario de la pasión sobre el material de Q. . . . La fe de los primeros cristianos consistía en creer que lapasión y resurrección significaba el comienzo de una nueva era. En consecuencia, vivían en la expectativa de un final inminente. El punto de referencia desde el que orientaban sus vidas era, exclusivamente, lo que Dios había realizado en la cruz y la resurrección. Sólo después de que se hiciera evidente el retraso del fin, los cristianos comprendieron que necesi98. H. E. Todt, Der Menschensohn in der synoptischen Überlieferung, Gütersloher Verlaghaus Mohn, Gütersloh 1959, 217 (versión inglesa: The Son of Man in the Synoptic Tradition, SCM-Westminster, London-Philadelphia 1965, 237).

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65

taban instrucciones morales válidas con las que regular sus vidas en el mundo. Así, en esta etapa más tardia, los dichos fueron recopilados como suplemento secundario del único núcleo central de la fe, el kerigma de la pasión 99 •

Esta etapa tardía en que se formó Q, en contraste con el kerigno requería una fecha tan avanzada como la que le había nsignado Wellhausen, pues se trataba básicamente de una posil'ión lógica, es decir, teológica, en razón de la cual Q era secunllnria respecto al kerigrna. En efecto, si Dibelius había subrayado In presencia de dichas colecciones parenéticas ya en la experienrin de Pablo, también Bultmann había atribuido Q a la comunitlnd primitiva: «Me parece que la fuente de dichos (Spruchque/11') utilizada por Mateo y Lucas es la fuente más cercana a la comunidad primitiva» 100• Más aún, Todt tenía la impresión de 'luc, en realidad, Bultmann había postulado la existencia de una nnnunidad Q, pues esta era la consecuencia lógica de haber admitido que, desde sus propios orígenes, la comunidad primitiva utilizó los propios dichos de Jesús como contenido de la prol"lumación. 11111,

Un paso decisivo en la comprensión adecuada de este material de Q fue el dado por Bultmann. Bultmann fue consciente de que la comunidad primitiva conservó la proclamación de Jesús y siguió proclamándola. Y, de hecho, existen numerosos pasajes cuya conservación y recopilación pueden fácilmente entenderse como resultado de la urgencia por realizar semejante tarea. Evidentemente esta idea está en contra de la tesis dominante, según la cual el mensaje central y más antiguo de la proclamación fue sólo el kerigma de la pasión. En su lugar, asume la existencia de una comunidad que habría aceptado como misión central propia la transmisión del mensaje de Jesús 101 • 99. /bid., 218 (The Son ofMan in the Synoptic Tradition, 238). 1OO. R. Bultmann, Was liijJt die Spruchque/le über die Urgemeinde erkennen?, 35 (versión inglesa: What the Sayings Source Revea/s about the Early Church, 23). 101. H. E. TOdt, Der Menschensohn in der synoptischen Tradition, 225226 (The Son of Man in the Synoptic Tradition, 247. La preferencia de la traducción inglesa por la expresión (deachings of Jesus», totalmente ausente en el

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Pero fue el mismo Todt el primero en extraer las consecuencias de haber reconocido que Q no era simplemente el material parenético de una Iglesia primitiva monolítica, subordinado, por tanto, a su kerigma oficial 102 • Por el contrario, en Q se nos ofrecería el mensaje central de una comunidad Q concreta cuyo «kerigma» sería precisamente el conjunto de dichos de Jesús: Existen dos ámbitos de tradición que se distinguen entre sí tanto por sus contenidos como por su historia. El centro de uno de ellos es el kerigma de la pasión; el centro del otro es la intención de hacerse cargo nuevamente de la proclamación del mensaje de Jesús. El material de Q pertenece a este segundo ámbito ... Las concepciones que conforman el kerigma de la pasión permanecieron al margen del mismo. Queda, por tanto, probado que el material de Q es una fuente independiente de conocimiento cristológico 103 •

A partir de Todt el estudio sobre Q no ha dejado de tener connotaciones sociológicas: el grupo Q, las consecuencias -a las que antes no se les prestaba atención- del impacto de Jesús en sus oyentes y beneficiarios en Galilea.

e)

El mito de la Sabiduría en Q. Ulrich Wilckens

La tesis doctoral de Wilkens en Heidelberg, también en 1956, hacía especial énfasis en la orientación claramente sapiencial de muchas partes de Q: original alemán, oscurece la tesis de Todt, para quien el mensaje de Jesús es, por sí mismo, un tipo de proclamación y no únicamente enseñanza ética para catecúmenos cuyo bautismo tendría como fundamento su fe en el kerigma de la cruz y la resurrección). 102. Para esta posición estándar cf., por ejemplo, T. W. Manson, The Mission and Message of Jesus, 308: «La explicación más probable es que no hay historia de la pasión porque no resulta necesaria, pues Q es un libro para la instrucción de quienes ya son cristianos y saben de memoria la historia de la cruz>>. 103. H. E. Todt, Der Menschensohn in der synoptischen Über/ieferung, 244-245 (The Son qf Man in the Synoptic Tradition, 268-269. La traducción inglesa de «Verkündigung der Botschaft» como «teaching of what Jesus had taught» oscurece de nuevo el énfasis de TOdt en el hecho de que fue la misma proclamación de Jesús lo que continuó siendo proclamado como una alternativa al kerigma pascual y no como una aplicación ética o catequética del mismo).

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El tema de la Sabiduría que abandona la tierra se encuentra también en un dicho de Q, la amenaza de Jesús a Jerusalén: Mt 23, 37-39 par. Le 13, 34-35. En Mateo, este dicho sigue a otra amenaza dirigida, en esta ocasión, contra «esta generación>>, Mt 23, 34-36; Le 11, 49-51. Mateo ha retenido de Q la secuencia de los dos dichos, pero Lucas ha conservado del primero únicamente la introducción (bui müto xat ~ oo
Algo muy similar ocurre en Mt 11,25-27 = Q 10,21-22: ... Jesús habla como revelador, como la Sabiduría ... La perícopa, por tanto, tiene una relación muy estrecha con las especulaciones sobre la Sabiduría de los libros de Ben Sira y Sabiduría ... Mt 11, 25ss puede considerarse incluido sin ninguna 104. U. Wilckens, Weisheit und Torheit: Eine exegetisch-religionsgeUntersuchung zu l. Kor. 1 und 2 (BHT 26), Mohr-Siebeck, TübinI!ICn 1959, 163-164. Cf. también su artículo oocpía: TWNT 7 (1964), 465-529, cKpecialmente ((Die Logienquelle», 515-518 (versión inglesa: TDNT 7 [ 1971 ], 465-526, especialmente ((The Logia>>, 515-517). 105. Id., Weisheit und Torheit, 197-198. '~"hichtliche

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El Documento Q

dificultad en esta tradición. En nuestro contexto sólo interesa el hecho de que aquí se ha producido una fusión entre la persona de Jesús y la figura de la Sabiduría ul6.

Por esta razón yo, que participé en este debate de Heidelberg mientras disfrutaba de un año sabático entre 1959-1960, sugerí que el género literario de Q podría ser el género sapiencial 107 •

d)

La visión deuteronomista de la historia. Odil Hannes Steck

Odil Hannes Steck, en su tesis doctoral de 1965 defendida en Heidelberg (donde era también asistente), mostró que la huella de la perspectiva deuteronomista de la historia estaba presente en la totalidad de la Biblia. Tal perspectiva servía para mostrar la inocencia de Dios en relación con todos los desastres sufridos por Israel, especialmente la caída de Jerusalén en el año 856 a.C., interpretándolos como la consecuencia inevitable del asesinato de los profetas que Dios había enviado. Esta visión deuteronomista de la historia surgió en el judaísmo, de forma especial en aquellos textos sapienciales que fueron más tarde incorporados al cristianismo primitivo. Entre estos últimos, se la reconoce sobre todo en Q 6, 23c; 11, 49-51; 13, 34-35: Le 6, 22-23; Mt 23,29-31 [Q 13, 34-35] y Le 11,49-51 muestran que esta relación no se limita al tema aislado del destino violento de los profetas. En Mt 23, 29-31 se incorpora también la relación conceptual de este elemento con la tradición deuteronomista de la historia del judaísmo tardío 108 ; en Le 6, 22-23 la coherencia entre la noción del sufrimiento de los justos y las afirmaciones deuteronomistas sobre los profetas 106. /bid., 198-200 (Wilkens incluye aqui Mt 11, 28-30, a pesar de que, por faltar en Lucas, no parecía pertenecer a Q). 107. J. M. Robinson, Basic Shifts in German Theo/ogy: lnterpretation 16 (1962) 76-97, aquí 82-86, y «LOGOI SOPHON: On the 'Gattung' ofQ)), en Trajectories through Ear/y Christianity, 71-113. 108. La expresión «judaísmo tardío)) ha sido incorrectamente utilizada hasta hace poco para designar el judaísmo contemporáneo de la «antigüedad tardía>>, como si se tratara él mismo de un judaísmo tardío (cf. el caso anterior de A. Schweitzer). Pero en realidad, durante la «antigüedad tardía» lo que se tiene es el judaísmo primitivo.

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apunta al contenido conceptual de esta esfera de la tradición; y en Le 11, 49-51 encontramos una unidad tradicional claramente formulada que se deriva de ella 109 •

Aun que Q 11, 49 está efectivamente introducido como si fueun dicho de la Sabiduría, y el envío de emisarios desde la ncución del mundo no se adecua a un orador humano, ni siquie11111 Jesús, es realmente en Q 13,34-35 donde el lenguaje presupone con más claridad a la Sabiduría personificada. Steck mostró que, como en el caso de Q 11,49-51, sus raíces se hallan en In literatura sapiencial judía: In

Por tanto, después de todo, creo poder concluir, junto con muchos estudiosos, que la Sabiduría personificada era el sujeto original del dicho ... ¡El sujeto del dicho sobre Jerusalén es, pues, la Sabiduría de Eclo 24 que habita en Jerusalén, el lugar que Dios le ha concedido como residencia, y que se identifica con la ley! De aquí que Le 13, 34-35 muestre cómo -yendo aún más allá de 11, 49-50- esta forma de entender la Sabiduría ha sido ahora conectada con la visión deuteronomista de la historia Si ya en Eclo 24 el mito de la Sabiduría juega un papel en el hecho de que la Sabiduría. tras ser despreciada por las demás naciones, encuentra un lugar de residencia precisamente en Israel, de nuevo vuelve a jugarlo en Le 13, 35ba [«no me volveréis a ver ... »]. Pues, en definitiva. en el trasfondo de esta declaración está la imagen de la Sabiduría que claudica y asciende al cielo. Por tanto, en el dicho sobre Jerusalén se produce un avance en el desarrollo de la tradición de Eclo 24, mucho más radical de lo que parecía posible imaginar: es precisamente la Sabiduría. que carece de morada entre las naciones, pero que ha encontrado residencia en Israel, la que ahora

se dispone a abandonar también Israel 110 • Según Steck, esta forma drástica de aplicar las consecuencias !le la visión deuteronomista de la historia sólo encaja en el con109. O. H. Steck, Israel und das gewaltsame Geschick der Propheten: lllff¡•rsuchungen zur Oberlieferung des deuteronomistischen Geschichtsbildes lm .4/ten Testament, Spiitjudentum und Urchristentum (WMANT 23), NeukirchcnerVerlag, Neukirchen-VIuyn 1967,286. 11 o. /bid., 230-232

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texto del sitio de Jerusalén, tiempo en el que también otras fuentes judías hacen predicciones parecidas: ¿Es acaso posible concebir en la tradición judía un anuncio de juicio tan horrendo como este? Las dificultades para entender los dichos como una creación cristiana, así como el resultado de nuestro análisis en términos de la historia de las tradiciones, según el cual existe una conexión entre las tradiciones sapiencial y deuteronómica en sus formulaciones tardías, y el hecho de que no se detecte un solo elemento específicamente cristiano, señalan, definitivamente, en esta dirección. Este anuncio judío de juicio, que arranca toda esperanza de futuro al propio pueblo, resulta más comprensible si pensamos que debió ser pronunciado bajo la impresión inmediata de ver la catástrofe cerniéndose sobre Jerusalén ... Consecuentemente, todo parece corroborar la hipótesis de que el dicho sobre Jerusalén es un anuncio judío de juicio pronunciado entre los años 66 y 70 d. C. en el interior de Jerusalén o sus cercanías. Si se examinan los paralelos mencionados, el supuesto de que se podria tratar de un vaticinium ex eventu resulta innecesario e, incluso, tiene hechos históricos claros en su contra. Si se pasa revista a las distintas facciones presentes en Jerusalén durante el tiempo de la guerra judía, comprobamos que el autor del dicho no pudo encontrarse entre los zelotas ni, en general, entre los partidarios de la guerra; por el contrario, debió seguramente pertenecer al grupo de los partidarios de la paz, quienes veían en el movimiento de resistencia la razón para temer el juicio de Dios, que se baria realidad en la captura y destrucción de la ciudad. El análisis de la situación en términos de la historia de las tradiciones sugiere que Le 13, 34-35 nació en los mismos círculos, liderados por maestros de sabiduría, que el dicho de juicio recogido en Le 11, 49-59, anterior a él en el tiempo 111 • Esto condujo a Steck a la conclusión, hasta cierto punto extraña, de que Mt 23, 37-39 par. Le 13, 34-35 no pudo haber pertenecido a Q, ya que, a pesar de que el alto grado de coincidencia verbal entre Mateo y Lucas habría conducido en otras 111.

/bid., 237-239.

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l'il'cunstancias a esta conclusión, la datación tradicional situaba a en época mucho más temprana:

1)

Ponemos aquí entre paréntesis el dicho sobre Jerusalén, pues, a pesar de la amplia coincidencia entre las formulaciones de Mateo y Lucas, su relación con la fuente de dichos no es clara ... La razón por la que el dicho fue incorporado en la tradición cristiana pudo ser la expectación ante la caída de Jerusalén, de la que también habrían participado los cristianos palestinos, los cuales se habrían apropiado del dicho y lo habrían puesto en boca de Jesús 112 •

Más aún, la revitalización de la visión deuteronomista de la historia en el tiempo inmediatamente anterior al sitio de Jerusalcn ofreció a Steck la idea clave para entender Q: Admitimos que la visión deuteronomista de la historia, en la formulación que de ella hace el judaísmo tardío, no está como tal temáticamente presente en Q. Pero, como ciertamente ocurre en el caso de la tradición judía tardía, puede estar, a modo de conocimiento implicito, sólo en el trasfondo de la presentación y, sin embargo, haber sido también presupuesta como marco conceptual comprehensivo en el que se situarían las sentencias individuales, y con cuya estructura conceptual estarían relacionadas 113 • e)

La redacción de Q. Dieter Lührmann

Aunque Steck no había hecho extensivo a otros textos de Q {con la excepción de Q 6, 23c 114 ) el tipo de análisis que su hipótesis de trabajo avalaba, Dieter Lührmann (profesor asistente en llcidelberg entre 1965-1968), en su habilitación de 1968 dedicada a Bornkamm, elevó la tesis de Steck a la categoría de Tendenz curacterística de toda la redacción de Q 115 • Lührmann constató que, dado el alto grado de coincidencia verbal entre Mt 23, 37112. /bid., 283, nota 1 113. /bid., 286. 114. /bid., 257-260. 115. D. Lührmann, Die Redaktion der Logienquelle (WMANT 33 ), Neukirchcner Ver1ag, Neukirchen-V1uyn 1969.

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39 y su paralelo Le 13, 34-35, su exclusión de Q era inaceptable. «Sus argumentos (ausencia de contexto, datación tardía) nada dicen sobre la posibilidad o imposibilidad de que pertenezca a Q» 116 • Por el contrario, sería preferible modificar la datación habitual de Q, fijada a mediados del siglo 1 o incluso antes, para ajustarla a un marco temporal posterior 117 • Pero incluso Lührmann sólo pudo avanzar con mucha cautela en esta dirección, aunque forzado por la necesidad: «Todas estas observaciones indican que la redacción de Q no debería datarse en fecha demasiado temprana, sino, más bien, en el contexto de la comunidad helenística de los años 50 o 60» 118• El desplazamiento gradual de la datación de Q que ha tenido lugar a lo largo de la última generación, desde su supuesta localización en tomo al año 50 d.C. hasta alrededor del 70 d.C., ha conseguido de forma sutil que algunas de las perennes cuestiones problemáticas de la investigación de Q hayan sido nuevamente sopesadas. Si Q no fue compuesta en la generación anterior a Marcos, sino que los dos escritos son contemporáneos, entonces el uso de Q por parte de Marcos sería, consecuentemente, menos probable 119• Más aún, esta datación tardía de la redacción de Q haría aún más necesario suponer la existencia de colecciones anteriores insertas en Q; tal como había argumentado Dibelius. Este periodo de intensa investigación en tomo a Q alcanzó sus conclusiones preliminares en 1972, con la monografia sobre Q publicada por Siegfried Schulz 120• Este autor consideró Q como un texto escrito en griego y mostró que era razonable com116. /bid., 44, nota 5. 117. Representativo de las muchas fechas que pueden proponerse es T. W. Manson, The Mission and Message of Jesus, 312: «About the middle of the first century, probably rather before than after A. D. 50» 118. D. Lührmann, Die Redaktion der Logienquelle, 88. 119. El estudio reciente más exhaustivo en tomo al uso de Q por parte de Marcos es el de H. T. Fleddermann, Mark and Q: A Study ofthe Overlap Texts (BETL 122), Leuven University Press-Peeters, Leuven 1995. Pero la <
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73

purar la probabilidad de la redacción mateana de Q con la lucaen cada uno de los casos donde se presenta una divergencia 1ll• vocabulario: 1111,

Así como las sorprendentes coincidencias de vocabulario en el material de Q nos permiten inferir una fuente en forma de colección escrita en griego, del mismo modo, el orden de las secuencias y la existencia de dobletes nos llevan a pensar en una fuente escrita que Mateo y Lucas tuvieron ante los ojos. Cuál de los dos evangelistas, Mateo o Lucas, ha preservado el texto original de Q, es algo que no puede saberse con antelación, sino que debe ser verificado en cada caso particular, básicamente con la ayuda de un estudio estadístico de vocabulario 121 •

Desgraciadamente, Schulz no siguió adelante con una rel'onstrucción del propio texto de Q 122 • 1)

El inicio de la investigación católica sobre Q. Athanasius Polag y Paul Hoffmann

Durante esta etapa se constata por todas partes un renovado interés por Q. Pero es especialmente en el ámbito de la Iglesia ( 'utólica romana donde resulta más evidente, una vez que la enciclica Divino ajjlante Spiritu, publicada en 1943 y seguida de lu Constitutio dogmatica de divina revelatione «Dei Verbum», permitiera a los estudiosos utilizar el presupuesto de la existencia de Q 123 • El trabajo de Athanasius Polag sobre Q, en Trier, quedó recogido en una tesina de licenciatura en 1966 y una tesis doctoral en 1968 124 • La habilitación de Paul Hoffmann en 121. /bid., 41. 122. Id., Griechisch-deutsche Synopse der Q-Oberlieferungen, Theolo~ischer Verlag, Zürich 1972, es un folleto impreso de forma independiente como complemento de la monografla, pero sólo reproduce los textos paralelos de Mateo y Lucas, como ya había hecho Manson con anterioridad. 123. Ciertamente, había habido algunos precursores, como J. Schmid, Mutthiius und Lukas: Eine Untersuchung des Verhiiltnisses ihrer Evangelien ! BibS[F] 23, 2-4), Herder, Freiburg i.B. 1930. 124. A. Po lag, Der Umfang der Logienquelle (escrito mecanografiado en 1966) y Die Christo/ogie der Logienquel/e (mecanografiado en 1968); Id., Die Christologie der Logienquel/e (WMANT 45), Neukirchener Verlag, Neukir-

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Münster, en 1968, estudió de forma aún más sistemática las dimensiones teológicas de Q 125. Del impresionante número de los primeros estudiosos de Q que publicaron sus resultados entre los años 50 y principios de los 70, Hoffmann es el único que ha continuado hasta hoy investigando de forma consecuente sobre el tema, y el único cuyos puntos de vista han avanzado de acuerdo con el progreso general de la investigación. Al principio expresó sus dudas acerca de la viabilidad de una teoría redaccional, pues todavía daba por supuesta una datación temprana de Q, según la cual no sólo había menos tiempo disponible, sino también menos necesidad de una redacción distinta de la habitual recopilación informal de dichos en conglomerados más pequeños de tradición 126 • Sin embargo, con el tiempo Hoffmann se ha convertido en un defensor de la teoría redaccional de Lührmann, así como de la datación tardía de Q: Mi trabajo actual en la historia de la redacción es, al mismo tiempo, un intento de corregir un error cometido en mi «Habilitationsschrift», Studien zur Theologie der Logienquel/e ... Me distanciaría, sin embargo, de mis propios argumentos en Studien por el hecho de que juzgo correcta la referencia de Steck a la situación de la guerra judeo-romana ... La cuestión de la antigüedad y el origen de los auténticos dichos HH [Hijo del hombre], reunidos sobre todo en Q 17, necesita de una investigación más exhaustiva en este contexto. Al hacer esto, deberíamos desembarazamos del presupuesto, demasiadas veces asumido como evidente, de que en los dichos HH nos encontrarnos con la tradición cristiana más antigua o, incluso, con la propia tradición prepascual. En este punto, deseo corregir expresamente mi propia posición 127 • chen-VIuyn 1977; y, finalmente, Id., Fragmenta Q: Textheft zur Logienquel/e. Gran parte del contenido de Fragmenta Q ha sido traducido al inglés en l. Havener, Q, The Sayings ofJesus, With a Reconstruction ofQ by Athanasius Po/ag. 125. P. Hoffinann, Studien zur Theologie der Logienquelle (NTAbh.NF 8), Aschendorff, Münster 1972, 2 1975, 3 1982. 126. En esto consistía la crítica a Hoffinann que hacía D. Lührmann, Die Redaktion der Logienquel/e, 8. 127. P. Hoffinann, QR und der Menschensohn: Eine vorliiufige Skizze, en F. van Segbroek-C. M. Tuckett-G. van Belle-J. Verheyden (eds.), The Four Gospels 1992: Festschrift Frans Neirynck (3 vols.) 1, Leuven University Press-

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La consecuencia es una nueva forma de entender la teología 11~

Q en relación con esa situación tardía: El dicho [Q 13, 34-35] recapitula los esfuerzos inútiles en favor de Israel y refleja la expectación ante la inminente destrucción de Jerusalén o, quizás, el hecho consumado, en el marco de la visión deuteronomista de la historia, entendiéndola como la consecuencia del rechazo de los enviados ... Si asumimos que este es el contexto de la RQ [redacción de Q], algunos elementos característicos de la misma encuentran una explicación plausible. Mencionaría, ante todo, la intensificación de la expectación ante lo inminente ... Parece más plausible relacionarlos con la fase final de la guerra judía contra los romanos. En la situación de crisis política vivida en el interior de los círculos judíos, especialmente los zelotas, pero también en los grupos cristianos, como lo prueba la tradición palestina reelaborada que encontramos en Me 13, esta fase originó la expectativa de la inminente irrupción del final de los tiempos ... La recepción cristiana de las declaraciones en parte tradicionales de Q, caracterizadas por dicha expectación ante lo inminente, no es tanto el legado de un fervor escatológico, cuya actualidad se habría prolongado durante décadas, cuanto la señal de un resurgir de la primitiva expectativa cristiana en respuesta al reto producido por una situación de crisis sociopolítica general al final de la década de los 60. Esto se correspondería mejor con la intuición general de la sociología de la religión, según la cual las expectativas apocalípticas se originan, generalmente, en oleadas y son reacciones a situaciones concretas de crisis. La tradición palestinense del tiempo de la guerra judeo-romana preservada en Me 13, que -aparte de Q- representa la primera evidencia de la recepción cristiana de la expectativa del HH [Hijo del hombre] de Dn 7 (aunque ya transformada), sirve también ahora para iluminar la cuestión relativa a la apari-

l1eeters, Leuven 1992, 421-456, aquí 421, 451, nota 50, 452, nota 56. Reimpreso en su recopilación de artículos, Tradition und Situation: Studien zur .lesusüberlieferung in der Logienquelle und den synoptischen Evange/ien (NTAbh.NF 28) Aschendorff, Münster 1995, 243-278, aquí 243, 273, nota 51, 274-275, nota 57 (versión inglesa: «The Redaction ofQ and the Son ofMan: A preliminary Sketch)>, en The Gospel Behind the Gospels: Current Studies on Q. 159-198, aquí 159, 191-192, nota 50, 193, nota 56).

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ción de los dichos HH en Q ... No menos importante, la aparición paralela de este tipo de expectativa en Me 13 y en RQ podría indicar que la noción del HH adquirió especial significación para los círculos cristianos durante esta fase tardía de la transmisión de Q, es decir, en el periodo en torno al año 70, y que fue entonces cuando tuvo lugar su recepción e integración teológica en el material tradicional de Q, que no se había caracterizado previamente por la referencia a él. .. La «datación tardía» de RQ aquí propuesta podría, finalmente, explicar el uso de la noción de HH en los círculos cristianos de la segunda mitad del siglo 1... Las consideraciones precedentes presuponen una considerable proximidad, tanto en el espacio como en el tiempo, respecto al evangelio de Mateo. Si suponemos el periodo en torno al año 70 para RQ y al 80 para RMt [redacción de Mateo], estaríamos ante una diferencia temporal de diez o, como máximo, veinte años. Por tanto, se hace nuevamente evidente que RQ representa realmente sólo una «etapa intermedia» en el desarrollo de la tradición cristiana desde el Jesús de la historia hasta el evangelio de Mateo. Esta es, quizás, una de las razones por las que Q no ha sobrevivido como documento independiente, sino únicamente como tradición recibida por los grandes evangelistas 128 •

La definición de «redacción de Q» utilizada por Lührmann ha conseguido hoy la aceptación general de los especialistas, y constituye el presupuesto de la siguiente etapa de la historia de la investigación de Q 129 • 128. P. Hoffinan, QR und der Menschensohn: Eine vorliiufige Skizze, 451453.456 (Tradition und Situation 273-274.276.278; «The Redaction ofQ and the Son ofMan: A preliminary Sketch», 192-193.195.197). La hipótesis de que la redacción de Q tuvo lugar después de la Guerra Judía, en tomo al año 75, ha sido defendida por B. L. Mack, The Lost Gospel: The Book ofQ and Christian Origins, Harper San Francisco, San Francisco 1993, 177 (versión cast.: El Evangelio perdido, Martínez Roca, Barcelona 1994), y M. Myllykoski, The Social History ofQ and the Jewish War, en R. Uro (ed.), Symbols and Strata: Essays on the Sayings Gospel Q, The Finnish Exegetical Society-Vandenhoeck und Ruprecht, Helsinki-Gottingen 1996, 144-199, aquí 199. 129. J. S. Kloppenborg, The Sayings Gospel Q and the Quest ofthe Historical Jesus: HTR 89 ( 1996) 307-344, aquí 321, nota 66, ha ofrecido una lista impresionante de todos cuantos aceptan la tesis redaccional de Lühnnann. Dicha lista incluye a la mayoría de los investigadores importantes que actualmente se dedican al estudio de Q.

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1O. Orígenes sapienciales de Q y del Evangelio de Tomás n)

Un evangelio de sentencias sapienciales en el trasfondo de Q y EvTom. Helmut Koester

Helmut Koester, inicialmente alumno de Bultmann 130, fue luego asistente de Bornkamm en Heidelberg entre 1954-1956, donde completó su habilitación en 1956 y continuó como profesor hasta 1959. Por estas fechas ya residía en Harvard, donde hahia llegado como profesor invitado en 1958, llevándose consigo lu tradición de la investigación de Q existente en Heidelberg: El precedente literario de la recopilación y transmisión cristiana de un tipo particular de dichos de Jesús fue el «Gattung» /ogoi sophon, que se había desarrollado fundamentalmente dentro del movimiento sapiencial judío. Esta forma literaria en uso sirvió como foco de cristalización para la conservación de un aspecto particular de la manifestación y obra histórica de Jesús, a saber, el de su enseñanza. No es posible discutir aquí las complejas cuestiones relativas a los dichos o grupos de dichos, auténticos y primitivos, que conformaron estas colecciones tempranas, más antiguas que Q y los evangelios. Es, sin embargo, altamente probable que en tales colecciones, al igual que en la propia enseñanza de Jesús, predominaran las sentencias sapienciales, enunciados legales (crítica de la conducta tradicional y afmnaciones relativas a una nueva conducta), dichos proféticos (entre los que se incluirían algunos de los dichos en primera persona, bienaventuranzas y amenazas) y parábolas. Como se desprende en parte de Q, los dichos en los que se predice la pasión, muerte y resurrección de Jesús, así como el material que refleja el desarrollo de una evaluación cristológica de su persona, estaban aún ausentes; tampoco formaban parte de estas colecciones primitivas las predicciones apocalípticas detalladas, como las que encontramos en Me 13, o regulaciones específicas para la vida de la Iglesia (Gemeinderegeln). ¿Cuál era la orientación teológica de dichas colecciones de logoi'? La respuesta a esta cuestión depende totalmente del mar130. La tesis doctoral de Koester en Marburg, en 1954, había centrado ya la atención en la tradición no canónica de dichos: Synoptische Oberlieforung hei den apostolischen Viitem (TU 65), Akademie-Verlag, Berlín 1957.

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co cristológico pospascual al que en cada caso estuvieran subordinadas. Q «domesticó» los logoi mediante un tipo de concepción apocalíptica en la que se identificaba a Jesús con el Hijo del hombre futuro. Marcos (y por consiguiente Mateo y Lucas) encontró el modo de incorporar los logoi en el «evangelio» desarrollado sobre la base del primitivo kerigma helenístico (paulino). Ninguna de estas tendencias parece, sin embargo, haber afectado a la tradición de logoi que desembocó en el Evangelio de Tomás. El criterio que controla los logoi de Tomás parece estar íntimamente conectado con el propio principio interno de este Gattung, por su capacidad para encauzar la transmisión de los dichos de Jesús: la autoridad de la palabra de sabiduría como tal, fundamentada sobre el supuesto de que la Sabiduría está presente en el maestro de la palabra 131 •

Apoyándose en la posición de Philipp Vielhauer, según la cual los dichos sobre el Hijo del hombre apocalíptico no proceden del propio Jesús 132 , Koester sostuvo que eran tardíos en la trayectoria de Q (y totalmente ausentes en el Evangelio de Tomás) y que sólo servían para oscurecer la orientación sapiencial previa de Q: A pesar de que su principio fundamental no tiene relación alguna con la confesión de fe en la pasión y resurrección de Jesús, la base del Evangelio de Tomás es una colección de dichos más antigua que los evangelios canónicos. Su principio, 131. H. Koester, GNOMA/ D/APHOROI: The Origin and Nature of Diversifica/ion in the History ofEar(v Christianity: HTR 58 ( 1965) 279-318, aquí 300-301 (versión alemana: GNOMAI DIAPHOROI: Ursprung und Wesen der Mannigfaltigkeit in der Geschichte der frühen Christentums: ZTK 65 [1968] 160-203, aquí 184-185. El texto alemán fue publicado de nuevo en Entwicklungslinien durch die Welt des Frühchristentums, 107-146, aquí 129-130. El texto inglés ha sido de nuevo publicado en Trajectories through Ear/y Christianity, 114-157, aquí 137-139, de donde procede la cita, ligeramente modificada en la última frase con el fin de hacerla más literal). 132. /bid., 138, nota 66: «Es muy dudoso que en esta etapa existiera algún dicho apocalíptico sobre el Hijo del hombre. Cf. Philipp Vielhauer, «Gottesreich und Menschensohn in der Verkündigung Jesu», en Festschrift for Günther Dehn, 1957, 51-79; Id., Jesus und der Menschensohn: ZThK 60 ( 1963) 133-177; ambos artículos han sido reimprimidos en Aufsiitze zum Neuen Testament (Theologische Bücherei, 31 ), 1965, 55-91.92-140. Cf. también N. Perrin, Rediscovering the Teaching ofJesus, Harper & Row, New York 1967, passim».

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sin embargo, no es de naturaleza menos teológica. Entiende la fe como el acto de creer en las palabras de Jesús, un creer que hace presente y real para el creyente aquello que Jesús proclamó. El catalizador que provocó la cristalización de estos dichos en un «evangelio» es la convicción de que el Reino está presente de forma única en la predicación escatológica de Jesús y que en sus palabras se desvela una sabiduría eterna acerca del auténtico ser del hombre ... La relación de este «evangelio de dichos», a partir del que se ha desarrollado el Evangelio de Tomás, con la fuente sinóptica de dichos Q es, todavía, una cuestión abierta. Sin ninguna duda, la mayor parte de su material son dichos de Q (a los que habría que añadir algunos dichos de Marcos), pero de una versión de Q en la que faltaría la expectativa apocalíptica del Hijo del hombre y cuyos temas dominantes serían la escatología radical del Reino predicada por Jesús y la revelación de la sabiduría divina en sus mismas palabras 133 • l')

Dos ediciones de Q. John S. Kloppenborg

Esta revitalización básicamente alemana de los estudios sohrc Q que tuvo lugar hace más de una generación, una vez transplantada a América volvió a convertirse en centro de atención, ~racias, sobre todo, a la síntesis realizada por John S. Kloppen133. H. Koester, One Jesus and Four Primitive Gospe/s: HTR 61 (1968) l113-247, aquí 229-230, reimpreso en Trajectories through Ear/y Christianity (114uÍ citado), 158-204, aquí 186. El texto alemán fue publicado en H. KoesterJ. M. Robinson, Entwicklungslinien durch die Welt des Frühchristentums, 1471110, aquí 172-173. En su libro más reciente, Ancient Christian Gospels: Their 1/istory and Development, SCM-Trinity Press lnternational, London-Philadell'hia 1990, Koester analizó con más detalle la relación existente entre «Tomás y la Fuente sinóptica de dichos (Q)» (pp. 86-95), concluyendo: «Por tanto, el /o.'¡•cmge/io de Tomás, o depende de la versión más antigua de Q o, con más prohuhilidad, comparte con el autor de Q una o varias colecciones muy antiguas de dichos de Jesús» (p. 95). Ch. M. Tuckett presenta una crítica a esta posición en V and Thomas: Evidence ofa Primitive « Wisdom Gospel»? A Response to H. ~oester: ETL 67 ( 1991) 346-360; S. J. Patterson la respalda en su exposición Wisdom in Q and Thomas, en L. G. Purdue-B. B. Scott-W. J. Wisemann (eds.), In Search ofWisdom: Essays in Memory ofJohn J. G. Gammie, WestminsterJuhn Knox, Louisville KY 1993, 187-221. Cf. también más abajo la síntesis de un argumento en favor de un pre-texto de Q para el fragmento Q 12, 22b-31 (Libres de ansiedad, como los cuervos y los lirios).

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borg en su tesis doctoral leída en Toronto, el año 1984 134 • Este autor construye su teoría a partir de la identificación del redactor de Q, debida a Luhrmann, mi identificación del género literario sapiencial y la importancia atribuida por Koester a las fuentes subyacentes a Q y a Tomás. Ciertamente, este último se ve obligado a retrasar la redacción de Q hasta las inmediaciones del año 70 d.C. en la medida en que resulta necesario explicar de algún modo la existencia de lo que parecerían ser colecciones pre-redaccionales (no deuteronomistas) de material de tipo sapiencial135. Ya el propio Lührmann había llamado accidentalmente la atención sobre tales colecciones arcaicas: Esta forma de coleccionar dichos existe en otros lugares de la tradición sinóptica lo mismo que en Q, por ejemplo, en el discurso programático que constituye la base del Sermón del Llano de Lucas y del Sermón de la Montaña de Mateo (Le 6, 204911 Mt 5, 1-7, 29), en Q 12,22-32.33-34, en Q 12,2-7, o en Le 11, 33.34-36 ... Ejemplos de este tipo pueden multiplicarse. La presencia de tales colecciones sugiere que Q es ya el resultado (provisional) de un largo proceso de transmisión y que, consiguientemente, su contenido no es homogéneo. Por el contrario, como ocurre en otras partes de la tradición sinóptica, Q refleja varias etapas del proceso de asimilación de la predicación de Jesús por parte de la Iglesia primitiva 136 • Sin embargo, Lührmann, apoyándose en Steck, situaba la tendencia sapiencial de Q lo más cerca posible de la redacción final, donde la sabiduría aparece personificada de acuerdo con el modelo del mito de la Sabiduría: Un conjunto de dichos claramente influenciados por la literatura sapiencial judía es justamente el último estrato, es decir, 134. J. S. Kloppenborg, The Formation ofQ: Trajectories inAncient Wisdom Col/ections. 135. La tensión resultante entre las colecciones arcaicas y la redacción reclama un estudio crítico profundo; cf. J. M. Robinson, The Critica/ Edition of Q and the Study ofJesus, en A. Lindemann (ed.), The Sayings Source Q and the Historical Jesus (BETL), Peeters, Leuven 2001,27-52. 136. D. Lührmann, Die Redaktion der Logienquel/e, 84 (versión inglesa: «Q in the History of Early Christianity», en The Shape of Q: Signa/ Essays on the Sayings Gospe/, 59-73, aquí 59).

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el estrato que está más próximo a la redacción final de Q desde el punto de vista cronológico, aunque no necesariamente desde el histórico-tradicional. A primera vista, este dato podria no parecer sorprendente, pues la influencia de esta corriente en la predicación de Jesús es reconocible en otros lugares de la tradición sinóptica. Sin embargo, la frecuencia y el carácter especial de estos dichos, así como la estructuración global de Q según el modelo de un género literario propio de la literatura sapiencial, indica que esta influencia ha tenido una importancia considerable en la transmisión de Q 137 •

Por otra parte, Kloppenborg prefirió identificar como etapa primitiva básica de Q no los discursos de la Sabiduría personificada, sino seis «discursos sapienciales» que, según él, habrían "ido agrupados en un primitivo estrato escrito de Q, pues es en ellos donde habría sido interpolado el material posterior que retlcja una redacción deuteronomista, y no a la inversa: Junto con los grandes complejos en los que se hacen patentes los motivos del juicio y la polémica, hay importantes unidades cuya orientación redaccional básica es parenética, exhortativa e instructiva, y que, en virtud de su estructura, podrian equipararse con la «instrucción», género literario ampliamente atestiguado de la literatura sapiencial. Entre estas unidades estarían: l. Q 6, 20b-23b.27-35.36-45.46-49; 2. Q 9, 57-60.(61-62); 10, 2-11.16; 3. QII,2-4.9-13; 4. QI2,2-7.11-12; 5. Q 12, 22b-31.33-34, y probablemente 6. Q 13, 14; 14, 26-27; 17, 33; 14,34-35. Puesto que algunos de estos bloques contienen interpolaciones secundarias que expresan el punto de vista polémico de la redacción, es razonable asumir que la instrucción exhortativa es literariamente anterior al material polémico y que, en algún momento del desarrollo de Q, el material de tipo instructivo fue reelaborado de acuerdo con esta otra perspectiva 138 • 137. !bid., 97-98 (The Shape ofQ, 69). 138. J. S. Kloppenborg, «The Sayings Gospel Q: Literary and Stratigraphic Problems», en Symbols and Strata: Essays on the Sayings Gospel Q, 1-66, nquí 48.

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Se ha dicho 139 que la tesis de Kloppenborg es una entre otras formas posibles e independientes de expresar el presupuesto, ampliamente aceptado, de que los agregados por él identificados son agregados primitivos, compuestos con anterioridad a la redacción final de Q: Tres de estos están entre las primitivas «colecciones» pre-redaccionales mencionadas por Lührmann 140 • Cinco pertenecen a la lista de los que, según Siegfried Schulz, pueden retrotraerse al «kerigma de las comunidades Q más antiguas, situadas en las zonas limítrofes entre Palestina y Siria» 141 • Cinco están incluidos en la lista confeccionada por Dieter Zeller de los «seis grandes grupos de dichos que podrían haberse desarrollado en tomo a un núcleo de exhortaciones» 142 • Cuatro están entre las colecciones previas a Q, formadas por dichos aforísticos de estructura similar, señalados por Ronald A. Piper en su tesis presentada en Londres 143 • Cuatro están en el Sermón del Monte, que Dieter Betz data en tomo al año 50 por considerarlo una consecuencia del concilio de Jerusalén 144 •

Es sorprendente que estudios tan divergentes en metodología y orientación tiendan a un acuerdo tan amplio en relación a la 139. J. M. Robinson, The Q Trajectory: Between John and Matthew via Jesus, en B. A. Pearson (ed.), The Future of Early Christianity: Essays in Honor ofHelmut Koester, Fortress, Minneapolis 1991, 173-194, aquí 185-189. 140. D. Lührmann, Die Redaktion der Logienquelle, 84: unidades 1, 4 (sóloQ 12,2-7)y5. 141. S. Schulz, Q: Die Spruchquelle der Evangelisten, 57-175: unidades 1 (exceptoQ6,43-49),3,4(sóloQ 12,4-9),5y6(sóloQ 16, 17-18). 142. D. Zeller, Die weisheitlichen Mahnsprüche bei den Synoptikern (fzb 17), EchterVerlag, Würzburg 1977, 191: unidades 1 (excepto Q 6, 34-35a.37b38a.39-40), 2 (excepto Q 9, 57-62; 10, 8b.llb, pero con Q 10, 12), 3 (excepto Q 11, 9-13), 4 (exceptoQ 12, 11-12, pero con Q 12, 9-10), 5. Sin embargo, Zeller no ha hecho suya la teoría de Kloppenborg sobre la existencia de una primera edición sapiencial de Q. Cf. D. Zeller, Redaktionsprozesse und wechselnder «Sitz im Leben» beim Q-Material, en J. Delobel (ed.), Logia-Les paro/es de Jésus-The Sayings ofJesus: Mémorial Joseph Coppens (BETL 59), Peeters-Leuven University Press, Leuven 1982, 395-409; D. Zeller, Eine weisheitliche Grundschrift in der Logienquelle?, en The Four Gospels 1992: Festschri.ft Frans Neirynck 1, 389-401. 143. R. A. Piper, Wisdom in the Q Tradition: The Aphoristic Teaching of Jesus: unidades 1 (excepto Q 6, 20b-23b.46-49), 3 (excepto Q 11, 2-4 ), 4 (añadiendo Q 12, 8-9), 5 (excepto Q 12, 33-34). 144. H. D. Betz, The Sermon on the Mount (Hermeneia), ed. Adela Yabro Collins, Fortress, Minneapolis 1995: unidades 1, 3, 5 y 6 (sólo Q 13, 24-27).

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I'Kistencia de estos agregados sapienciales en una etapa primitivn del desarrollo de Q. Los dos más relevantes, Q 6, 20-49 (el Sermón inaugural) y Q 12, 22b-31 (Libres de ansiedad como los ,·ucrvos y los lirios) están, incluso, en todas estas listas. Kloppenborg ha acogido esta «observación relativa a la convergencia entre los resultados obtenidos por Zeller, Kloppenhorg y Pipen> 145 , y él mismo ha incluido a Heinz Schürmann en In lista: Se podría también señalar que Schürmann, a pesar de sus dudas a la hora de aceptar el modelo estratigráfico de Kloppenborg, reconoce ahora la importancia que tienen en la composición de Q esos seis discursos de instrucción, organizados según temas, y está de acuerdo con que tales «discursos» fueron unidades «completas» con anterioridad a la redacción final de Q 146 •

l'n

Incluso a su pesar, Migaku Sato puede ser también incluido esta lista de defensores de los agregados primitivos: Las colección aquí mencionadas -dicho sea, más que nada, como una concesión- son precisamente las que Zeller y Kloppenborg han identificado como las colecciones sapienciales 1, 2, 3 y 5 de la primera edición de Q 147 .

145. J. S. Kloppenborg, The Sayings Gospel Q: Líterary and Stratigraf'hic Problems, 52. 146. /bid., 53-54. Kloppenborg se refiere al artículo de H. Schürmann, lur Kompositionsgeschichte der Redenquel/e: Beohachtungen an der lukanischen Q-Vor/age, en C. Bussmann-W. Radl (eds.), Der Treue Gottes trauen: Hcitriige zum Werk des Lukas: Für Gehard Schneider, Herder, Freiburg 1991, 326-342, aquí 327-328.332. 147. J. M. Robinson, Die Logienque/le: Weisheit oder Prophetie? Anfra~en an Migaku Sato, Q und Prophetie: EvT 53 (1993) 367-389, aquí 385. Cf. M. Ebner, Jesus-ein Weisheitslehrer? Synoptische Weisheitslogien im Traditionsprozess (HBS 15), Herder, Freiburg 1998, 32: «Además, Robinson ha conseguido mostrar que Sato -aunque sin mencionarlo en su proyecto global-, en el caso de las composiciones sapienciales que él mismo identifica como etapas preliminares de su libro profético, se aproxima mucho a los seis 'discursos sapienciales' que, según Kloppenborg, constituyen el contenido básico más antiguo de Q -por cierto, ya seleccionados por Zeller en 1977-: discurso programático (Q 6), discurso de misión (Q 10), instrucción sobre la oración (Q 11 ), invitación a liberarse de la ansiedad (Q 12) y, para terminar, una exhortación final (Q 13-14)».

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Kloppenborg desarrolló ulteriormente su argumentación afirmando que estas colecciones sapienciales fueron reunidas en lo que podría considerarse una primera edición de Q, anterior a la redacción deuteronomista: Teniendo en cuenta las técnicas de interpolación e inserción, es razonable suponer que los «discursos sapienciales» existían ya de forma escrita cuando fueron glosados. En caso contrario, deberiamos encontrar un mayor grado de homogeneidad y menor cantidad de transiciones abruptas 148 •

Este es el aspecto de la tesis de Kloppenborg que ha encontrado mayor resistencia, oscureciendo a veces el consenso casi total conseguido en relación a la existencia de los agregados sapienciales primitivos. Esto se debe, en parte, a la idea ampliamente extendida de que el periodo inicial estuvo dominado por las ideas apocalípticas y fue únicamente el retraso de laparusía, con el consiguiente debilitamiento del «entusiasmo» apocalíptico, lo que habría hecho necesario, en una segunda etapa, el reconocimiento de las realidades corrientes de la vida cotidiana 149 • Este tipo de consejos banales para la vida cotidiana es lo que, de forma bastante poco critica, se ha asociado en los estudios sobre Q con el término «sapiencial» 150 • Sin embargo, semejante idea de lo sapiencial, para el marco temporal que nos ocupa, ha sido superado por los estudios de G. Gammie 151 sobre lastrayectorias seguidas por la literatura sapiencial judía. A partir de dichos estudios Kloppenborg extrae la siguiente conclusión: 148. J. S. Kloppenborg, The Forma/ion ofQ, 244. 149. Debe señalarse la crítica a esta posición expresada por TOdt y Hoffinann. 150. Para un resumen de la literatura especializada en la que se señalan los errores de esta deducción y se ofrece documentación sobre los dichos sapienciales de Q, cf. J. M. Robinson, Die Logienquelle: Weisheit oder Prophetie?, 374-377. 151. J. Gammie, The Sage in Sirach y From Prudentialism lo Apocalypticism: The Houses ofthe Sages Amid the Varying Forms ofWISdom, ambos en J. Gammie-L. G. Perdue (eds.), The Sage in Israel and the Ancient Near East, Eisenbrauns, Winona Lake 1990,355-372.479-497, y J. Gammie, Paraenetic Literature: Towards the Morpho/ogy of a Secondary Gen re [within wisdom literature], en Paraenesis: Act and Form (= Semeia 50 [1990]), 41-77.

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Aunque algunas formas literarias adoptadas por los sabios -por ejemplo, la instrucción- demostraron poseer una extraordinaria estabilidad a lo largo de todo un milenio o incluso más, el contenido de la tradición sapiencial es significativamente diverso y adaptable ... Por tanto, caracterizar Q como escrito «sapiencial» no significa que esto implique una imagen de Jesús como maestro de sabiduría intrascendente, prudencial; menos aún, que implique un mundo intelectual absolutamente impermeable a las influencias de la escatología y de las tradiciones proféticas y narrativas de Israel 152 •

Al margen de cómo se explique el oscurísimo origen de la comunidad Q, Kloppenborg insiste en que su análisis es de carácter literario y no está necesariamente vinculado a deducciones o presupuestos históricos: Afirmar que los componentes sapienciales estuvieron en los orígenes de Q, y que los oráculos proféticos de juicio y los apotegmas que presentan a Jesús en conflicto con «esta generación» son secundarios, nada implica acerca del origen histórico-tradicional último de ninguno de los dichos. Es ciertamente posible, incluso probable, que algunos materiales de la segunda fase de la composición sean prepascuales o, por lo menos, muy antiguos; y que algunos de los elementos presentes en los orígenes de Q sean, desde el punto de vista de la autenticidad o de la historia de la tradición, relativamente recientes. La historia de la tradición no es convertible en historia literaria, y es esta última la que aquí estamos estudiando IS3.

Kloppenborg concluye su reciente y detallado informe sobre la investigación de Q como sigue: Tal vez no sea demasiado pretencioso sugerir que, junto al acuerdo general propiciado por las investigaciones de Lührmann, a saber, que la polémica contra «esta generación» y los anuncios de juicio constituyen los elementos temáticos configuradores de un cierto nivel redaccional del Evangelio de dichos, un segundo punto de consenso ha tomado forma: Una 152. J. S. Kloppenborg, Excavating Q, 385.388. 153. Id., The Formation ofQ, 245.

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clave esencial para comprender la formación de Q es reconocer la presencia de grandes bloques de dichos sapienciales, temáticamente organizados, en cada uno de los cuales todos los dichos exhiben una estructura, «Sitz im Leben» e intención retórica similar 154 •

d)

El error de un escriba en el trasfondo de Q. T. C. Skeat, James M. Robinson y Christoph Heil

Uno de los agregados sapienciales que aparece en todas las listas arriba mencionadas, la exhortación a vivir libres de ansiedad como los cuervos y los lirios (Q 12, 22b-31), ha sido identificada en un texto escrito en griego, anterior al texto arquetipo de Q utilizado por Mateo y Locas 155 • Dicho texto se encuentra en Evangelio de Tomás 36, en la versión de P. Oxy. 655, donde ha sido preservada una forma muy antigua de este pequeño agregado de dichos. En efecto, este papiro fragmentario atestigua la lectura o ]u ~a[í.]vet, «no carda», libre, por tanto, del error de copista que encontramos en el texto canónico de Mateo 6, 28, donde se lee au~ávouow, en el paralelo Locas 12, 27: au~áVEL, «crece». El único lugar donde está atestiguada la lectura correcta es en la lectura original del Códice Sinaítico, en Mt 6, 28 (ou ~Évouow, itacismo por ou ~aí.vouatv 156 ), que fue sin embargo borrada por el primer corrector, el cual prefirió la lectura mateana habitual au~áVO'UOLV (es decir, «DO cardan>) fue «corregidO)) y sustituido por «crecen>)) 157 • 154. Id., The Sayings Gospe/ Q: Literary and Stratigraphic Prob/ems, 55. 155. T. C. Skeat, The Lilies ofthe Fie/d: ZNW 37 (1938) 211-214. 156. T. C. Skeat, en una carta fechada en abril de 1999, explicó por qué el cambio de -m- a -E- en el caso de ou ~Évoumv debe considerarse una fluctuación oral normal, mientras que el cambio de ou a au- y de -al- a -á- en el caso de ou ~alvet, que se convierte en au~ávet, son errores de copista: «Ciertamente, las vocales no se intercambiaban descuidadamente, sino que eran escritas de modo que reflejaran la pronunciación. En el caso de au~ávet y ou ~atVEL, es claro que au y ou no se pronunciaban de forma idéntica, como tampoco m y a. Sin embargo, m y E se pronunciaban, con toda seguridad, de forma idéntica, como ocurre en griego moderno, lo cual explica que el escriba del Sinaítico escribiera ~Evoum en lugar de ~mvoum». 157. J. M. Robinson-Ch. Heil, Zeugnisse eines schrift/ichen. griechischen vorkanonischen Textes: Mt 6, 28b a*. P. Oxy. 655 l. 1-17 (EvT 36) und Q 12.

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Un examen más atento muestra que en P. Oxy. 655, el dicho ]6 del Evangelio de Tomás tampoco presenta otros rasgos que la investigación crítica de todo el siglo XX (sin haber consultado el papiro) había venido identificando correctamente como intrusiones secundarias en este agregado antiquísimo, más tarde incorporado en Q 158 : l. Según Q 12, 22b, Dios proveerá de la comida y el vestido necesarios, como en el ejemplo de los cuervos (Q 12, 24) y los lirios (Q 12, 27). Sin embargo, Q 12, 23 interrumpe el desarrollo lógico del pensamiento en el seno de este pequeño agregado al degradar la comida y el vestido en favor de valores más elevados, a saber, el «alma/vida)) y el «cuerpo)) ('\jJux~ y <J<Úf..ta), expresando una estructura de valores espirituales en modo alguno ejemplificados por los cuervos y los lirios. De aquí que Q 12, 23 y las referencias a '\jJUX~ y <J<Úf..ta hayan sido consideradas adiciones secundarias, y, de hecho, ¡resulta que están ausentes del dicho 36 del P. Oxy. 655! 2. El versículo Q 12, 25, donde se expresa de forma sombría nuestra incapacidad para elevamos por encima de la «suela de los propios zapatOS)) (literalmente: «aumentar la propia estatura)), o «incrementar la duración de la propia vida))), no sólo se interpone entre la mención de los lirios (Q 12, 27) y la de los cuervos (Q 12, 24) en la secuencia de Q, haciendo necesario re introducir el contexto original mediante la inserción del versículo redaccional Q 12, 26, sino que además contrasta fuertemente con la esplén2 7: ZNW 89 ( 1998) 30-44. Para una crítica a este ensayo, cf. J. Schroter, J-ór-

.~ynoptische Uberlieferung aufP. Oxy. 655? Kritische Bemerkungen zu einer er-

neuerten These: ZNW 90 ( 1999) 265-272. Cf. la réplica a esta crítica en J. M. Robinson-Ch. Heil, Noch einmal: Der Schreibfehler in Q 12. 2 7: ZNW 92 (2001) 113-122. 158. J. M. Robinson-Ch. Heil, The Pre-Q text ofthe (Ravens and) Lilies: Q 12. 22b-31 and P. Oxy. 655 (Gos.Thom. 36), en S. Maser-E. Schlarb (eds.), Text und Geschichte: Facetten theologischen Arbeitens aus dem Freundes- und Schülerkreis. Dieter Lührmann zum 60. Geburtstag (MTSt NF 50), 1999, 143180; un resumen más fácil de leer puede encontrarse en J. M. Robinson, A Written Greek Sayings Cluster 0/der than Q: A Vestige: HTR 92 (1999) 61-77. Cf. también los últimos artículos y el «Excursus on the Scribal Error in Q 12, 27», en The Critica/ Edition ofQ, pp. XCIX-CI, así como J. M. Robinson-Ch. Heil, The Lilies ofthe Field: Saying 36 ofthe «Gospel ofThomas» and SecondaryAccretions in Q 12, 22b-31: NTS 41 (2001) 1-25.

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El Documento Q

dida confianza en la providencia de Dios que caracteriza al agregado en su conjunto. En P. Oxy. 655, sin embargo, el dicho 36 continúa ininterrumpidamente con el tema de la confianza en Dios: «¿Quién podría aumentar tu estatura? ¡Ese mismo te proporcionará el vestido!». 3. El clímax del mensaje original-que vuestro Padre os proveerá de las necesidades básicas de comida, bebida y vestidoreaparece en Q 12, 29.30b de forma apropiada formando una inclusión con el punto de partida, en Q 12, 22b. Sin embargo, va seguido de un segundo clímax, en Q 12, 31, donde por primera vez se introduce en el agregado una referencia al reino de Dios y que, por lo tanto, ha sido considerado un añadido secundario. ¡Esta anticlimática referencia al Reino también está ausente de P. Oxy. 655!

11. La edición critica de Q a)

El texto mínimo de Q

Lo que ha permitido que una edición crítica de Q pareciera al menos una posibilidad ha sido el desvelamiento progresivo del documento como texto escrito originalmente en griego, cuyas redacciones mateana y lucana es posible detectar y eliminar aplicando los métodos y resultados de la crítica redaccional, a saber, mediante la identificación de los rasgos redaccionales de Mateo y Lucas a partir de sus respectivas formas de tratar a Marcos. Sin embargo, el propio plan de trabajo, concebido según el modelo de la papirología y la crítica textual, ha procurado mantener su imparcialidad en relación al particular status quaestionis de la interpretación de Q en la época en la que fue inicialmente asumido por el Proyecto Internacional Q. Su intención es que la Edición crítica de Q y El Documento Q puedan ser utilizados como instrumentos básicos de nuestra disciplina 159 por 159. Evidentemente, los que rechazan de forma global la existencia de Q no pueden quedar satisfechos: M. Goulder, /s Q a Juggernaut?: JBL 115 (1996) 667-681; Id., Self-contradiction in the IQP: JBL 118 (1999) 506-517. El Proyecto Internacional Q se ha abstenido de entrar en debates interminables

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estudiosos de todas las tendencias 160• Por esta razón su método no ha presupuesto ningún punto de vista particular relativo a la estratificación del texto de Q, ni tampoco en relación con el ltrado o manera en que dicho documento pueda reflejar senten~ias del propio Jesús y/o de una comunidad Q. El único presupuesto, del que depende la posibilidad misma del proyecto, es el resultado conclusivo general de la historia de la investigación de <), a saber, la existencia de un texto de Q escrito en griego, que hizo la función de arquetipo en relación a las copias disponibles en las comunidades mateana y lucana, que fueron las utilizadas por sus evangelistas. Es justamente este arquetipo lo que la Edición crítica de Q ha intentado reconstruir y El Documento Q t¡uiere hacer más fácilmente accesible a los estudiosos. La empresa empezó como un proyecto de investigación titulado Q: Una colección perdida de dichos de Jesús, que se inició conjuntamente en el Instituto de Antigüedad y Cristianismo en 1983 161 y en la reunión anual de la Sociedad de Literatura Bíblica (1983-1984), como un «estudio de los informes sobre Q». Uno acerca de la existencia de Q con el fin de concentrar su energía (Goulder: <<Su enorme dedicación)), p. 506) en reconstruir el texto de Q, asumiendo que, al final, esto será el argumento más útil y convincente a favor de su existencia. Cf. la respuesta de R. A. Derrenbacker Jr.-J. S. Kloppenborg, Self-Contradiction in the IQP? A Rep/y to Michae/ Gou/der: JBL 120 (2001) 57-76. 160. La opinion actual está, evidentemente, muy dividida: «Der Entwurf von J. M. Robinson und H. Koster und die darauf aufbauende amerikanische Position)) es el título de una subsección de la obra de J. Schroter, Erinnerung an Jesu Worte: Studien zur Rezeption der Logienüber/ieferung in Markus, Q und Thomas (WMANT 76), Neukirchener Verlag, Neukirchen 1997, 132-136, donde se recoge uno de los puntos fundamentales de la polémica. Una postura hasta cierto punto similar es la de R. A. Horsley y J. A. Draper, Whoever Hears You Hears Me: Prophets, Performance, and Tradition in Q, Trinity Press International, Harrisburg PA 1999. La posición opuesta está representada por T. Z6ckler, Jesu Lehren im Thomi:lsevangelium, E. J. Brill, Leiden 1999, 2, nota 4: «Ciertamente, Schroter trata solamente una parte de los dichos de Tomás, pero discute a fondo la historia de la investigación de Tomás y de Q en conexión con la cual emite algunas críticas aceradas en contra de las propuestas de investigación de Koester y Robinson. Realmente, es a esto último hacia lo que está decididamente orientada la obra)). Según M. Ebner, Jesus - ein Weisheitslehrer? Synoptische Weisheits/ogien im Traditionsprozess, 31, «suponer la existencia de un núcleo sapiencial de Q nos parece la solución más plausible y la que hace más justicia al texto)). 161. «New Project Launched)), Bulletin ofthe lnstitute for Antiquity and Christianity 10.4 (1983) 6.

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El Documento Q

de los primeros acuerdos adoptados se ha convertido hoy en práctica general dentro del ámbito de la investigación de Q, a saber, el de citar a Q haciendo uso de la numeración correspondiente al capítulo y a los versículos lucanos 162 • Los informes se convirtieron en un «Seminario sobre Q» ( 1985-1989) que, a su vez, fue elevado al rango de «Proyecto Internacional Q» por el Comité de investigación y publicación de la Sociedad de Literatura Bíblica (SLB) en 1989 163 • Con la ayuda de LeifVaage y Jon Daniels, por entonces investigadores asociados para el Proyecto Q del Instituto de Antigüedad y Cristianismo, se preparó un boceto (titulado Pap. Q) con el que se inauguró el Proyecto en la reunión anual de la SLB en Anaheim (California), en noviembre de 1985. Contenía, letra por letra, el texto compartido por Mateo y Lucas (aunque hubo de hacerse con transliteración, pues aún no se disponía de procesadores de texto en griego), con siglas que identificaban las lagunas producidas por las divergencias en la redacción de Mateo y/o Lucas. Una breve introducción explicaba los criterios de la reconstrucción: 162. J. M. Robinson, The Sermon on the Mount!Piain: Work Sheets for the Reconstruction ofQ: SLB.SP 22 (1983) 451-454, aquí 451-452: «Podríamos adoptar la norma de citar a Q de la siguiente manera: Q 6, 20 (en lugar de Le 6, 20 par., o Le 6, 20 //, o Mt 5, 3 // Le 6, 20). Esta práctica indicaría que parte del contenido de Le 6, 20 se considera proveniente de Q (aunque no implica necesariamente que sea Lucas quien preserva la redacción o el orden de Q, en vez de Mateo o alguna otra forma de expresión parcialmente divergente de ambos). Este sería un modo novedoso de referimos a Q como entidad existente por sí misma que, a su vez, evitaría el problema de numerar los dichos de Q con un sistema diferente al de Lucas (como ocurre, por ejemplo, con la numeración de los 114 dichos del Evangelio de Tomás). Así, podríamos referimos a un versículo concreto sin necesidad de decidimos prematuramente sobre un sistema de numeración que pronto podría volverse anticuado, ni tener que estar constantemente cambiando de numeración (problemas que ya han surgido en el estudio del Evangelio de Tomás)». De hecho, entre todos los sistemas de numeración propuestos para Q, sólo este, basado en Lucas, ha tenido aceptación general. 163. Para una exposición más detallada de los comienzos del proyecto, cf. J. M. Robinson, The Sayings of Jesus: Q: The Drew Gateway 54.1 (1983 [1985]) 26-38, aquí 35-37; Id., A Critica/ Text ofthe Sayings Gospel Q: RHPR 72 ( 1992) 15-22 (ponencia presentada en el encuentro de SNTS de 1991 ); y F. Neirynck, The lnternational Q Project: ETL 69 (1993) 221-225, reimpreso en su Q-Synopsis: The Double Tradition Passages in Greek, Revised Edition with Appendix, Leuven University Press-Peeters, Leuven 1995, 75-79.

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Las páginas que siguen son una simulación moderna de la escritura de un papiro muy estropeado, donde las letras reconocibles están insertas en una trama de siglas que simulan las fibras deterioradas de las /acunae. Como si se tratara de un papiro único, este boceto contiene exclusivamente los restos de lo que habría sido la colección perdida de dichos de Jesús, familiarmente conocida como Q. Al reelaborar de diferente manera el texto con el fin de incorporarlo a sus respectivos evangelios, Lucas y Mateo hicieron un papel análogo al de la polilla y el orin en el proceso de corrupción de un papiro. Pues cada vez que uno de los dos hacía un cambio, creaba para nosotros una situación engorrosa: efectivamente, en aquellos lugares donde la semejanza entre los dos evangelios obliga a suponer una dependencia común respecto a Q, pero en los que, sin embargo, Lucas y Mateo divergen en algunos detalles de orden o vocabulario, no es posible determinar con claridad quién ha alterado y quién ha conservado el texto de Q. De aquí que ambas lecturas se vuelvan sospechosas, resultando un texto fragmentado semejante a un papiro acribillado de lacunae. Mediante el arduo proceso de analizar la sintaxis, el vocabulario y la teología de los evangelios canónicos de Mateo y Lucas y del evangelio precanónico Q, es, sin embargo, posible intentar rellenar esas /acunae, de forma análoga a como se procede en la edición de un papiro 164 •

Este «texto mínimo de Q» fue considerado como punto de partida del trabajo subsiguiente: Es de esperar que esta impresión del Pap. Q pueda ser reemplazada por sucesivos bocetos de Q, a medida que el trabajo avance desde su punto de partida en la etapa análoga al papiro agujereado, hacia un texto crítico capaz de ser constantemente perfeccionado 165 •

164. J. M. Robinson-L. Vaage-J. Daniels, Pap. Q, The Institute for Antiquity and Christianity, Claremont CA 1985. La Introducción (pp. 1-2) está escrita por Robinson, mientras que la transcripción del texto mínimo de Q afectado de /acunae (pp. 3-20) es obra de Vaage y Daniels. La Introducción comienza con el párrafo citado, 1. 165. /bid., 2.

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El Documento Q

Sin embargo, ya desde sus comienzos, este ejercicio de investigación especializada fue proyectado dentro de un contexto mucho más amplio e importante, pues a través de él se abría una nueva forma de acceso a Jesús y a sus primeros seguidores: El texto crítico resultante se distancia del propio Jesús en (al menos) una etapa; pues los dichos que en él se le atribuyen (junto con Juan) fueron, en realidad, proclamados en nombre de Jesús por sus seguidores galileos. Este texto crítico estará, sin embargo, más cercano a Jesús que Mateo y Lucas, en la medida en que casi todos los dichos atribuidos a Jesús por estos evangelistas son reelaboraciones del texto Q. Un texto crítico de Q es, por tanto, algo indispensable para avanzar en nuestra comprensión de Jesús, de sus inmediatos seguidores y de los evangelios de Mateo y de Lucas. Esta dificil, pero no imposible, tarea crítica lleva asociadas, por tanto, consecuencias de importancia incomparable, pues resulta a todas luces evidente que el impacto ejercido por el movimiento de Jesús se revela con mucha más frescura cuando aparece libre de la «envoltura acolchada» con que lo rodeó la generación siguiente 166 •

b)

El Proyecto Internacional Q

Una «Sección Q», dirigida a un público amplio, se ha mantenido sin interrupción como parte del propio programa anual de la SLB, mientras que los miembros del Proyecto Internacional Q, codirigidos por James M. Robinson y John S. Kloppenborg, se han venido reuniendo anualmente, durante uno o dos días de trabajo intenso, justo antes de las sesiones anuales de la SLB ( 19891996) 167 , así como también una o dos veces cada verano en alguno de los centros del Proyecto (1991-1994) 168 • Los editores 166. !bid., l. 16 7. A la reunión celebrada en Anaheim el 17.11.89 asistieron 21 miembros, 23 a la de Nueva Orleans del 16.11.90, 24 a la de Kansas City del 22.11.91, 24 a la de San Francisco del20.11.92, 29 a la de Washington D. C. del 18-19.11.1993, 26 a la de Chicago del 17-18.11.1994, 23 a la de Philadelphia dell6.11.1995 y 25 a la de Nueva Orleans del23.11.1996. 168. A la reunión celebrada en Claremont los días 12-14.7.1991 asistieron 15 miembros, 15 a la de Claremont los días 31. 7-2.8.1992, 19 a la de To-

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~enerales

también se han reunido regularmente ( 1995-1999) 169 pura revisar y editar el texto crítico de Q. En 1992 Paul Hoffinann propuso crear una ramificación alemana del Proyecto Internacional Q en la Universidad de Bamhcrg. Desde la primera reunión organizativa allí celebrada (del 21-25.6.1993), los miembros de Bamberg no han dejado de parlicipar en las sesiones del Proyecto Internacional Q. En 1994 la editorial Peeters Press se ofreció para publicar las hases de datos, evaluaciones y texto crítico resultantes del pro~rcso del Proyecto Internacional Q. A este efecto se firmó un contrato en Bamberg, en 1995. Esta serie, titulada «Documenta <): Reconstructions of Q Through Two Centuries of Gospel ReNcarch Excerpted, Sorted, and Evaluated», ha publicado ya cinco volúmenes 170 y otros nuevos continuarán apareciendo. El trabajo realizado en la Edición crítica de Q y El Documento Q ha sido especialmente estructurado con el fin de minimizar loda posible influencia subjetiva y alcanzar un nivel global de objetividad. Para proteger los resultados frente al subjetivismo de los investigadores particulares, se adoptaron medidas de control y equilibrio consistentes en requerir la colaboración de más de cuarenta especialistas para establecer la primera versión 171 , así como mnto 6-8.8.1993, 15 a la de Claremont del23 al27.5.1994 y 16 a la de Ratlenbach, Alemania, del 22-26.8.1994. 169. Los editores generales se reunieron en las siguientes fechas y lugares: 1-10.6.1995 (Bamberg), 16.11.1995 (Philadelphia), 11-21.8.1996 (Bamherg), 22.11.l996 (Nueva Orleans), 20-25.7.1998 (Bamberg) y 27-31.7.1999 (Bamberg). 170. Q JI, 2b-4 (The Lord's Prayer), 1996; Q 4, 1-13.16: The Temptatlons ofJesus- Nazara, 1997; Q 12, 49-59: Confossing and Denying- Speaking ugainst the Holy Spirit- Hearings before Synagogues, 1997; Q 22, 28.30: You Wi/1 Judge the 1'welve Tribes of Israel, 1998. 171. Casi cada año, desde 1990 hasta 1997, el Proyecto Internacional Q ha ido publicando en el fascículo de octubre de JBL aquellos dichos cuyo texto critico había establecido el año precedente: 109 (1990) 499-501; 110 (1991) 4'>4-498; 111 (1992) 500-508; 112 (1993) 500-506; 113 (1994) 495-499; 114 ( 1995) 475-485; 116 (1998) 521-525. Estos informes no contienen los dichos en el orden reconstruido de Q, sino en el que las correspondientes bases de dalos y evaluaciones se hacían disponibles, eran discutidas y finalmente votadas. l,or tanto, aunque las decisiones relativas al orden de los dichos en Q estaban, evidentemente, implicadas en el proceso, si había desacuerdo en este aspecto entre Mateo y Lucas no se las incluía en los informes anuales.

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El Documento Q

el posterior trabajo conjunto de los tres editores generales, encargados de perfeccionarlo y convertirlo en el texto definitivo. Este es el texto que ha sido publicado con todos los pormenores en la Edición crítica de Q, y aquí, en un formato simplificado, con el título de El Documento Q. El texto critico tiene también la ventaja de no ser el producto exclusivo de una única generación de investigadores, pues, en la medida en que la base de datos utilizada se extiende retrospectivamente hasta el descubrimiento de Q en 1838, contrarresta, de alguna forma, el peligro inherente a enfatizar demasiado la perspectiva actual. Mientras que en las generaciones anteriores la tendencia predominante era dejar sin determinar la expresión exacta de los dichos de Q, dando únicamente la referencia de los versículos evangélicos tras los que se ocultaban, durante el tiempo en el que el Proyecto Internacional Q ha estado trabajando se ha producido, incluso al margen de su contexto, un asombroso incremento de los esfuerzos encaminados a reconstruir las expresiones exactas del documento. e)

La traducción española

El estilo de la traducción pretende reflejar el del propio texto de Q. Se ha evitado enmendar el texto con el fin de mejorar su estilo, pretensión esta que ya se hace manifiesta en Mateo y Lucas, y cuya influencia sigue siendo visible en la cadencia litúrgica de la mayoría de las traducciones. Lo que aquí se traduce es la misma fuente Q. Inversamente, lo que podamos conjeturar que quiso decir Jesús, Juan o aquellos que estuvieron implicados en la transmisión oral tampoco condiciona la traducción (véase, por ejemplo, Q 3, 16b más abajo). Esta sólo intenta reflejar los dichos tal como el redactor de Q parece haberlos entendido. Ofrecemos una traducción fresca, en la que hemos intentado evitar un tipo de lenguaje tan familiar (a veces, tan ofensivo) que anule el interés por escuchar lo que el texto tiene que decir, pero también hemos huido de una forma de expresión tan provocadora que pueda atraer la atención del lector sobre sí misma en

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perjuicio del contenido 172 • Se busca, en definitiva, hacer accesihlc la intención del propio texto: «Todo aquel que escucha mis Jlltlabras y las pone en práctica ... » (Q 6, 47). Se ha preferido el lenguaje inclusivo, procurando, de nuevo, que la atención no quede prendida del propio lenguaje y que se respeten, al mismo tiempo las limitaciones culturales del texto recibido. No se asume, a este respecto, que Jesús o el movimienlo Q hubieran sido capaces de superar intelectualmente las limiluciones de su propia cultura 173 • Por eso, las referencias patriarcales a Dios como Padre benevolente se han dejado tal como están (Q 6, 35c.36; 10,21 bis.22 tris; 11, 2b.l3; 12, 6.30), y no se ha sustituido, por ejemplo, el comienzo del padrenuestro por una invocación políticamente más correcta: «Madre-Padre» o ((Progenitor». Las designaciones aplicadas a Jesús plantean sus propios problemas. Hemos mantenido la traducción «Hijo del hombre» (Q 6, 22; 7, 34; 9, 58; 11, 30; 12, 8.10.40; 17, 24.26.30), en lugar de la forma «Hijo de la humanidad». Sólo escribimos «Hi172. Como ejemplo ilustrativo, cf. R. J. Miller (ed.), The Complete Gospels. Annotated Scholars Version, Polebridge, Santa Rosa CA 1992, edi~:ión revisada y aumentada, tercera edición(= primera de Harper Collins paperback edition, Harper San Francisco, San Francisco 1994). Esta obra induye un pequeño pero valioso comentario (p. 448) en el que se explica el aiterio seguido para traducir ¡.taxáQLO~ y ouaí. por «Congratulations» y «Damn»: es únicamente el «lenguaje performativm> el que debe traducirse wn los equivalentes modernos, no el lenguaje tradicional, que es un «lenl(Uaje arcaico hoy prácticamente vacío de sentido». Sin embargo, puesto que, u1 menos en este caso, el lenguaje novedoso y provocativo se ha convertido en el centro de atención y en el foco de la discusión, distrayéndolas del significado que el texto intenta transmitir, se tiende a evitar, cada vez más, este tipo de traducciones. 173. L. Schottroff,ltinerant Prophetesses: A Feminist Ana/ysis ofthe Sal•ings Source Q (Occasional Papers, 21 ), Institute for Antiquity and Christianity, Claremont CA 1991; Id., Wanderprophetinnen: Eine feministische Ana/y.1'1' der Logienquel/e: EvT 51 ( 1991) 332-344. H. Melzer-Keller, «Jesus und die Frauen in der Logienquelle», en Jesus und die Frauen: Eine Verhiiltnisbestimmung nach den synoptischen Oberlieferungen (HBS 14), Freiburg, Herder 1997, parte 4, 330-353; Id., Frauen in der Logienquelle und ihre Triigerkreis: l.~t Q das Zeugnis einer patriarchatskritischen, egalitiiren Bewegung?, en S. H. Brandenburger-T. Hieke (eds. ), Wenn Drei das Gleiche sagen ... Studien zu den asten drei Evangelien (Theologie 14), Lit, Münster 1998, 37-62; Id., Wie /rauenfreundlich ist die Logienquelle?: BK 54 ( 1999) 89-92.

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El Documento Q

jo del hombre» con mayúscula cuando el dicho en cuestión sugiere un personaje sobrehumano (Q 12, 40; 17, 24.26.30), en analogía con la mayúscula de «Dios» y de «Padre». También mantenemos «Hijo» en las referencias al Hijo de Dios (Q 3, 22; 4, 3.9; 10, 22 tris). Normalmente, XÚQLO~, según el uso judío corriente (LXX), se refiere a Dios como «Señon> (Q 4, 12.8; 10, 2.21; 13, 35; 16, 13). En otros casos, sin embargo, la referencia es un «dueño» humano, como el cabeza de familia o el dueño de un esclavo (Q 12, 42.43.46; 13, 25; 14, 21; 19, 16.18.20), o también el maestro (Q 6, 46; 9, 59), aunque sin duda tales designaciones humanas adquirieron de forma progresiva un grado indeterminado de contenido teológico de carácter cristológico. El término «Espíritu» plantea problemas similares: Si Q 3, 16b conservara una tradición antigua sobre el Bautista, la expresión ev :rtveú~an áyí.c:p xai. :rtUQÍ., estaría referida a la acción apocalíptica de Dios y podría haber significado «con viento santo y fuego», es decir, con huracanes devastadores y relámpagos, entendidos como acciones divinas en el contexto del juicio. Sin embargo, teniendo en cuenta que Q interpreta este dicho en referencia a Jesús, a quien señala como «el que viene» (Q 7, 19.22), la frase ev :rtVEÚ~a'tL indicaría el Espíritu presente en Jesús y sus seguidores (Q 4, 1; 12, 10.12). Con todo, este sentido no está tan desarrollado como las connotaciones trinitarias sugeridas por el término «Espíritu santo». Por tanto, elegimos una traducción intermedia: «con Espíritu santo» y «el Espíritu santo». La mayúscula no se usa nunca en relación con otras fuerzas sobrehumanas, tales como espíritus malignos (Q 11, 24.26), demonios (Q 7, 33; 11, 14 bis.IS bis.l9.20) o ángeles (Q 4, 10; 12, 8.9). d)

El Documento Q en griego y en español

No pretendemos que El Documento Q en griego y en español sea algo definitivo. Los avances tecnológicos en el uso del ordenador hacen cada vez más posible la asimilación de grandes cantidades de datos, lo que implica a su vez nuevos avances en la

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metodología 174 • Como ha quedado claro a partir de los dos siglos de investigación sobre los evangelios que los miembros del Proyecto Internacional Q han seleccionado, clasificado y evaluado, usl como del aparato critico incluido en la misma Edición crítica d" Q, los esfuerzos del pasado por reconstruir el texto de Q han l'Stado siempre acompañados por importantes diferencias de opinión entre los investigadores. Sin ninguna duda, esta diversidad continuará existiendo en el futuro, aunque también se producirán uvances capaces de obtener la aceptación general. El Documento Q así como la Edición crítica de Q quieren ser, en virtud de su presentación y formato, instrumentos que faciliten el estudio de Q y que, por consiguiente, estimulen este proceso en curso. De forma análoga, la colección «Documenta Q», donde se publican las bases de datos y las evaluaciones, mostrará con claridad cómo se fueron consiguiendo los ucuerdos sobre criterios presupuestos en El Documento Q y hará accesible al público una gran cantidad de material producido u lo largo de aproximadamente dos siglos, en tres o más lenguas, y con frecuencia disperso en revistas inaccesibles o libros agotados. Por tanto, cabe esperar que el proceso de perfeccionamiento del texto de Q continúe en la colección «Documenta Q» y en otros lugares con ritmo acelerado, de forma que cada poco tiempo vuelva a ser aconsejable realizar una revisión electrónica y/o impresa de la presente obra.

174. Ya se han publicado algunas herramientas metodológicas creadas con ordenador: P. Hoffinann-T. Hieke-U. Bauer (eds.), Synoptic Concordance: A Greek Concordance to the First Three Gospels in Synoptic Arrangement, statistically evaluated, including occurrences in Acts; Griechische Konlwrdanz zu den ersten drei Evangelien in synoptischer Darstellung, statistisch ausgewertet, mil Berücksichtigung der Apostelgeschichte, 4 vols., de Gruyter, BerlinNew York 1999-2000. Cf. la recensión de F. Neirynck en ETL 75 ( 1999) 407418. Por el contrario, la disertación de T. Bergemann, Q aufdem Prüfstein: Die Zuordnung des Mt/Lk-Stoffes zu Q am Beispiel der Bergpredigt (FRLANT 158), Vandenhoeck & Ruprecht, Gottingen 1993, a pesar de recurrir a la reciente tecnología informática, se limita a estadísticas de palabras y no puede considerarse un avance metodológico. Cf. A. Denaux, Criteria for ldentifying Q-Passages: A Critica/ Review of a Recent Work by T. Bergemann: NovT 37 ( 1995) 105-129; así como la recensión de T. Hieke en BK 54 ( 1999) 95-96; y J. S. Kloppenborg, Excavating Q, 62-66.

SIGLAS

La compleja batería de siglas que aparece en la Edición Crítica de Q es indispensable para poder entender la discusión sobre la que se ha establecido el propio texto critico. Pero, en atención u quienes centran su interés en el texto de Q así establecido y no en el proceso por el que se ha llegado a establecer, el texto critico de Q ha sido reproducido aquí como un texto continuo, sin dichas siglas. Las únicas siglas utilizadas aquí son aquellas que indican el ~rado de certeza atribuido al texto, ya que esto parece importante para cualquiera que desee utilizarlo: [ ] Los corchetes dobles se colocan a ambos lados de números de versículos o de un título, cuando toda una sección está implicada, así como de palabras individuales en griego o espa"ol para indicar que a esos versículos, secciones o palabras se les atribuye un grado de certeza {C}, en una escala descendente que va desde {A} hasta {D} (y donde {U} expresa indeterminación). « » Las comillas angulares se utilizan en el texto griego para indicar que un fragmento determinado del texto Q aparece sólo en un evangelio y que, por tanto, no se puede establecer una versión critica del mismo mediante la comparación usual entre los dos evangelios. Este es el caso de Q 6, [29-30/Mt5, 41]; 10, 7.8; 12, 33.[49]; 14, 21; 15, [8-10]; 17, [21b]. En la traducción española, los dobles corchetes angulares señalan también la esencia o desarrollo de un pensamiento, o los términos más probables de una traducción, en aquellos casos en que, a pesar de no poderse reconstruir el texto griego, la conjetura parece muy plausible. Este es el caso de Q 4, 2; 6, 37.42; 7, [29-30]; 10, 21; 11, [21-22].41.48. [54], [55]; 14, ¿18?.¿19?; 17, [21]. Al mismo

100

Siglas

tiempo, esta sigla identifica aquellas palabras que han sido introducidas debido a la necesidad de expresar el texto en un español correcto, a pesar de que no existe un equivalente explícito en el original griego. Los tres puntos señalan un texto que no puede ser reconstruido y del que ni siquiera pueden sugerirse ideas acerca de lo que podría ser su contenido o intención. .. Los dos puntos indican que quizás existía ahí un texto imposible de reconstruir, aunque incluso esto es incierto. ¿? En aquellos casos en los que incluso la existencia de un texto es dudosa, los números de los versículos y, si se trata de toda una sección, el título de la misma se colocan entre signos de interrogación con el fin de llamar la atención sobre el alto grado de incertidumbre del caso, por ejemplo, Q 11, ¿27-28? ¿Escuchar y guardar la Palabra de Dios? < > Los corchetes angulares simples señalan una corrección en el texto. Un guión que apunta en las dos direcciones indica la localización de un dicho de Q que no aparece en Lucas y que, por tanto, no puede ser identificada mediante la numeración de los capítulos y versículos lucanos. En su lugar se escriben antes y después del símbolo los versículos de Lucas que estarian antes y después del dicho, de modo que su ubicación en Q quede totalmente determinada, y luego se añade la referencia mateana del texto: Q 6, 29-30/Mt 5, 41. Los textos paralelos del Evangelio de Marcos y Tomás han sido reproducidos debajo de cada sección de Q. La traducción española de los paralelos marcanos se basa en la de La Casa de la Biblia. Pero, tanto en el caso de Marcos como en el de Tomás se ha adaptado el lenguaje con el fin de acomodarlo a la traducción de Q; de modo que lo que es igual en griego se ha traducido de forma idéntica en español y lo que diverge en griego se ha vertido de forma diferente en español. Esto facilita la comparación rigurosa entre Q, Marcos y Tomás, incluso en sus respectivas traducciones españolas. Los fragmentos griegos del Evangelio de Tomás contenidos en P. Oxy. 1, 654 y 655 se reproducen en el griego de los textos

Siglas

101

ull~otinales. En estos casos se utilizan las siglas usuales para la l•&lición de papiros: 1 ] Indica una laguna. Las letras restauradas se colocan entre lm1 corchetes. Se coloca un punto debajo de las letras cuyo reconocimiento visual es ambiguo. ( ) Los paréntesis rodean las expresiones que en el texto griewu original aparecen abreviadas, pero que la transcripción ha wmpletado. Tal es el caso de los nomina sacra, por ejemplo, 'l(ltooü); en la forma habitual de citar. < > Los corchetes angulares señalan la corrección del editor &ll' una omisión o error del escriba: EvTom 33, 1 (P. Oxy. 1) en Q ll, 3. Todo cuanto no aparece en el texto copto original pero que es necesario añadir para que la traducción al español resulte fluida "l' inserta entre paréntesis. El texto completo del Evangelio de Tomás se ha preservado nasi íntegramente en la traducción copta del Códice 11, Tratado 2 &le Nag Hammadi. El texto griego que aquí presentamos es la relroversión realizada por la Berliner Arbeitskreis für koptischwnostische Schriften. Las abreviaturas en las referencias a la literatura académica Non las del Handbook ofStyle: For Ancient Near Eastern, Biblir·al, and Early Christian Studies, ed. Patrick H. Alexander et al., llcndrickson, Peabody MA 1999, complementado con el IATCJl en caso de necesidad.

ELTEXTODEQ EN GRIEGO Y EN ESPAÑOL

El Documento Q

104

El texto de Q en gnego con los paralelos de los Evangelios de Marcos y de Tomás

Q3,<0> Mt3,0

Le 3, O

[< .. .'IT)oou ... >D

Q 3, 2b-3a Presentación de Juan Mt 3, 1-6

Le 3, 2b-3a

2b < ... > "IooáVVYJ ... 3a < ... > rtÜ<JU ... TJ .. 3tEQÍ.XOOQO ... 'tO'Ü "logbávou < ... >. Me 1,4 EYÉVE'tO "IwávvTJ<; ó j3a:rttí.~wv EV tñ EQ~1.u:p xat XTJQ'Úoowv j3á:rt'tL<J¡.ta J..I.E'taVOLU<; d<; ac:pEOLV á¡.tUQ'tLOOV.

Q 3, 7-9 Juan anuncia el juicio Mt 3, 7-10

Le 3, 7-9

7 [drtevD tot; [egxDo¡.tÉvo; [ÜXAOL;D ~arttLo[8f\vmD· EXLbvv, tí.; ÚrtÉbeL;ev Ú¡.tiv qmyeiv arto tf\; ¡lEAAOÚ<JT); OQyf\;; 8 3tOL~<JatE OUV XUQ3tOV a;LOv tf\; ¡.tEtavoí.a; XUL ¡.ti] bó;T)'tE MyeLv ev Éautoi;· rtatÉQa EXO¡.tEV tov "A~gaá¡.t. AÉyoo yó.Q Ú¡.tiv O'tL búvatm ó iteo; EX tV AÍ.itoov tOÚ'tOOV eyeiQm tÉxva tcp •A~gaá¡.t. yevv~¡.tata

El texto de Q en griego y en español

105

El texto de Q en español con los paralelos de los Evangelios de Marcos y de Tomás

Q3,<0> Le 3, O

Mt3,0 ~· ... Jesús ... >D

Q 3, 2b-3a Presentación de Juan Le 3, 2b-3a

Mt 3, 1-6

lb< ... > Juan .. . Ja < ... >toda ... la .. región ... del Jordán< ... >. Me 1,4 Apareció Juan el Bautista en el desierto, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.

Q 3, 7-9 Juan anuncia el juicio Mt 3, 7-10

Le 3, 7-9

7 Dijo a la [gente que venía aD ser bauti[zadaD: raza de víboras, ¿quién os advirtió para huir de la cólera que se acerca? 8 Dad, pues, un fruto digno de conversión y no os gloriéis diciendo en vuestro interior: Tenemos por padre a Abrahán. Porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras hijos de Abrahán.

El Documento Q

106

9 i\bTJ be TJ a;Í.VTJ 3tQO~ t~V QÍ.~av tV bévbQWV XEitm· 3tclV oiJv bévbQov 1.1.~ 1towüv xaQ3tOV xaA.ov exxó3ttnm xat E~ 3t'ÜQ ~áA.A.Etm.

Me 1, 5 xat €;EnOQEÚEto n:Qo~ airrov xñoa ~ 'Ioubata X<Í>Qa xat ot 'IEQOooA.ui.LLtaL :JtávtE~, xat E~aJttí.tovto {m' autou Ev te{> 'loQbávn n:otaflc{> €;oflol..oyoÚf.1EVOL tó.~ ÓflOQtÍ.a~ aúroov.

Q 3, 16b-17 Juan y el que viene detrás Mt 3, 11-12

Le 3, 16b-17

16b ey J.l.eV ÚJ.I.cl~ ~a3t'tt~(l) [evD iíbatL, ó be C)Jtto(l) J.I.OU EQ)CÓJ.I.EVO~ t<JXUQÓtEQÓ~ J.I.OÚ emtv, o'Ú oux Ei.t-tt txavo~ t[aD Ú3tOb~J.I.at[aD [~amáDom· auto~ ÚJ.I.cl~ ~a3t'tÍ.OEL EV 3tVEÚJ.I.U'tL [ áyi.q>Dxat 3tUQÍ.· 17 o'Ú 'tO 3ttÚov Ev tñ )CELQt autoü xat btaxa{}aQLEi 't~V aA.rova auto'Ü xat ouvá;EL 'tOV OL'tOV EL~ 't~V U3tO'fhíXTJV autoü, 'tO be U)CUQOV xataxaÚOEL 3tUQt ao~éO't
Me 1, 7b-8 7b EQXEtaL ó i.oxuQÓtEQÓ~ flOU oxí.ow flOU, oú oux Ei.¡tt txavo~ XÚ'Ijm~ A'ÜOaL tOV Lf.lávta tV imobr¡flÚ'tWV autoü.

8 Eyw E~á:Jtttoa Úflcl~ übatL, auto~ be ~an:tÍ.OEL Úflcl~ tL áyí.q>.

Ev :JtVEÚflO-

Q 3,<21-22> [El bautismo de JesúsD Mt3, 13.16-17

Le3,21-22

[21D [ .. 'lrJoou .. ~a3ttto{}E ... vE
El texto de Q en griego y en español

107

41 Yu está puesta el hacha junto a la raíz de los árboles. Y todo 1\rhol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.

Me 1, 5 \' acudía a él toda la región de Judea y todos los habitantes de Jelusulén, y eran bautizados por él en el río Jordán después de recouoccr sus pecados.

Q 3, 16b-17 Juan y el que viene detrás Mt 3, 11-12

Le 3, 16b-17

16b Yo os bautizo [conll agua, pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo. Yo no soy digno de [quitarlell las sandalias. Él os bautizará con Espíritu [santoD y fuego. 17 Tiene su bieldo en la mano y aventará su parva, y reunirá el trigo en su granero, pero la paja la quemará en un fuego que no se apaga.

Me 1, 7b-8 7b Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy digno de inclinarme para desatar la correa de sus sandalias. XYo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Q 3,<21-22> [El bautismo de Jesúsll Mt 3, 13.16-17

Le 3, 21-22

[21ll [ .. Jesús ... bautizado, se abrió el cieloll [22ll [y .. el Espíritu ... sobre él ... Hijo .... n

100 ~1{l.D1 .<J.>1'J-D i\31!],3 1DX 9 A<,!>1'J-D AD~<;>Q i\~1 1DX C\OTI -o<;>x 0.01 5DJ3'(1DDg 5J?1 5no~u 1lJ.D A1DMXJ3Q 1nx [ADJ"( "'1lJ.D A31t],3 [~a.g.1oxou~D 1nx ZJ •C\OD DQ<;>lt Axooou a1oui¡I.Ti 'ao AJoo.oo~ AQ>rnaX 1u~ 1nx 11 'roD
Dl.A.~lt

Q.OD

5!o1 119. OJ?A. m1unoA.~A. o1 ATi >1'J-DD l.t..g.Joxau~ 1nx t ·muroA~A. 1010~ 1012-o 10-Q.J"( 10 DAl ~lt]3 'o.oa.g. 0.01 p 51'J-D A31t],3 1nx E .i\3DDA131t3e .. 'Dl.A.OXDO -aooa1 5no~Ti~ ··· 1nx ·n.o"(<;>gmq 0.01 quq. [mA!J.Q.oDnrnau l [5o1Dnrl¡;taAu [o.on1 [quq. AoDTil.t.o~ ["'D~1 [SpD [l.t..g.XDI¡t["'~D 5o.ool.t.¡, ~º [9D 1

1oau 1D113"(3l.A.~ Q.01lJ.D

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S'HJ-c:t31DX 01 ·noA -Al)>OOI, Qlt'} AUAJ)>QOOI, AQ1 5'¡3 ~1ltDg~ 1D'X SDJD"(("(D.J S~ 1~0 -n':lDN qu¡¡> S!)oouL A3.g.'(~ Smo~lf 5!n1SmApx~ A~ o13A~Á~ 1D}I6

ll-6 'l :lW 0 OIWJrun:JO(J 1'3

flOl

El texto de Q en griego y en español

109

Me 1, 9-11 Por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.

1)

1OY en cuanto salió del agua vio rasgados los cielos y al Espíritu descender sobre él como una paloma. 11 Y se oyó una voz desde los cielos: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.

Q 4, 1-4.9-12.5-8.13 Las tentaciones de Jesús Mt 4, 1-11

Le 4, 1-13

1 Jesús fue llevado [alB desierto por el Espíritu 2 [para serB tentado por el diablo. Y «no comió nada» durante cuarenta días, .. sintió hambre. 3 Y le dijo el diablo: Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes. 4 Y Jesús [leB respondió: Está escrito: No sólo de pan vivirá el ser humano. 9 [El diabloB le llevó a Jerusalén y le puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo. 10 Pues está escrito: Dará órdenes a sus ángeles sobre ti. 11 y te tornarán en sus manos, para que tu pie no tropiece con la roca. 12 Y Jesús le [respondióB diciendo: Está escrito: No pondrás a prueba al Señor tu Dios. S Y el diablo lo llevó a un monte [muy altoB y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria 6 y le dijo: Todo esto te lo daré

El Documento Q

JIO

7 M.v :rtQoaxuvrían~ f..lOL.

8 xai. [a:rtoxQt'frei.~] ó 'ITJaou~ EmEv m~rt
13 xai. ó btáf3oA.o~ a tEOOEQáxovta ~!!ÉQa~ JtELQa~ó~-tevo~ tmo toü oatava, xat ~v ~-teta tG:lv th)Qiwv, xat ot ayyeA.m OLTJXÓvouv autcp.

12 Kat

ev

Q4, 16 Nazará Mt4, 13

Le 4, 16

< ... > Na~aQá < ... >.

Me 6,1 Kat e;i'jA.'fi'ev EXEL'fi'EV xat EQXEtm d~ ti¡v JtUtQLOa autoü, xat CtXOAOU'fi'OÜOLV autcp OL ~-tathJtaL UUtOÜ.

Q 6, 20-21 Dichosos los pobres, los hambrientos y los afligidos Mt 5, 1-4.6

Le 6, 20-21

20 < ... > xai. [btáQ]U~ m[u~ o
on

t..tU'frTJ'tÓ.[~] UU'tOU .. A.Éy ... · f..lUXÚQLOL ot Jt't(l))(OÍ., [Úf..lE'tÉQU] ea'ti.v ~ f3amA.Eí.a 'tOU 'frEOií. 21 f..lUXÚQLOL ot JtELVOOV'tE~. O'tt XOQ'taa~a[w'frE]. f..lUXÚQLOL ot [:rtEv'fr]o[ií]V'tE~, O'tt [:rtaQaXATJ'fr~a<w'frE>].

El texto de Q en griego y en español

111

7 si te postras ante mí. HY Jesús le [respondióD diciendo: Está escrito: Ante el Señor lu Dios te postrarás y sólo a Él le darás culto.

13 Y el diablo le dejó.

Me 1, 12-13 12 A continuación, el Espíritu lo impulsó hacia el desierto. 13 Y estuvo en el desierto cuarenta días tentado por Satanás; estaha con las fieras y los ángeles le servían.

Q4, 16 Nazará Mt4, 13

Le 4, 16

< ... > Nazará < ...>.

Mc6, 1 Salió de allí y fue a su pueblo, y le seguían sus discípulos.

Q 6,20-21 Dichosos los pobres, los hambrientos y los afligidos Mt 5, 1-4.6

Le 6, 20-21

20 < ... >Y [levanDtando sus [ojos haciaD sus discípulos dijo: Dichosos los pobres, porque [vuestroD es el reino de Dios.

21 Dichosos los que tenéis hambre porque [seréisD saciados. Dichosos los [que estáis afligidosD, porque [seréis consoladosD.

El Documento Q

112

EvTom 54 (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'Irrooü¡;· J.LaXáQLOL ot 3t'trox;oí., (m Ú!J.E'tÉQa eo'ttv ~ ~aotkía 'tOOV OUQQVOOV.

EvTom 69, 2 (Nag Hammadi 11 2) J.LaXáQLOL ot n:ELVOOV'tE¡;, í:va XOQ'ta
Q 6,22-23 Dichosos los perseguidos Mt 5, 11-12

Le 6, 22-23

22 llaX.áQLOÍ. eote otav oveL~Howmv 'Ú!lñ~ x.ai [bub;Dwmv x.ai [etn:Dwmv [n:avD n:ovr¡QOV [x.ait'D 'Úiloov evex.ev toü uí.oü tOÜ aV'ftQ<.Í>1tOU. 23 xaí.Qete x.ai [ayaA.A.LñoiteD. OtL ó llLoitO~ 'Ú!lOOV :JtOAU~ ev tcp ovQavcp· oütw~ yó.Q [ebí.w!;avD tou~ :rtQo
EvTom 69, la (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'h]ooü¡;· J.LaXáQLOL ot ~E~LroY!J.ÉVOL €v 'tÜ xaQ~ÍQ au'toov. EvTom 68, 1 (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 1rrooü¡;· J.LaxáQLOÍ. EO'tE o"tav J.LL<J1Íoromv ÚJ.Léi¡; xai. ~t.W!;romv ÚJ.Léi¡;.

Q 6, 27-28.3Sc-d Amad a vuestros enemigos Mt 5, 43-44

Le 6, 27-28.35e-d

27 aya:rtñtE tou~ EXitQOU~ 'Ú!lOOV 28 [x.aiD :rtQOOE'ÚXEOitE 'Ú:rtEQ toov [bLwx.Dóvtwv Ú!lñ~, 3Sc-d o:rtw~ yévr¡oite uí.oi toü :rtatQO~ 'Ú!lOOV, OtL tov i\A.wv autoü avatÉAAEL e:rti :rtOVT]QOU~ x.ai [ayaitoiJ~ x.ai ~QÉXEL e:rti bLx.aí.ou~ x.ai abí.x.ou~D-

El texto de Q en griego y en español

113

EvTom 54 (Nag Hammadi 11 2) 1>ice Jesús: Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de los ricios.

EvTom 69, 2 (Nag Hammadi 11 2) Dichosos los que tienen hambre, pues se saciará el vientre del que desea.

Q 6, 22-23 Dichosos los perseguidos Mt5, 11-12

Lc6,22-23

22 Dichosos vosotros cuando os insulten y os [persigan] y digan [contra] vosotros [toda clase de] maldades por causa del Hijo del hombre. · 23 Alegraos y [exultad], porque vuestra recompensa será grande en el cielo; pues así [persiguieron] a los profetas anteriores a vosotros.

EvTom 69, la (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: Dichosos los perseguidos en su corazón.

EvTom 68, 1 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: Dichosos vosotros cuando os odien y os persigan.

Q 6, 27-28.35c-d Amad a vuestros enemigos Mt 5, 43-44

Le 6, 27-28.35c-d

27 Amad a vuestros enemigos 28 [y] orad por los que os [persiguen], 35c-d así seréis hijos de vuestro Padre, que hace salir su sol sobre malos y [buenos, y envía la lluvia sobre justos e injustos].

114

El Documento Q

Q 6, 29-30 Renunciar a los propios derechos Mt 5, 38-42

Le 6, 29-30

29 [o~<>D oe [Qaní.~eLD et~ t~v mayóva, otQÉ'tpov [aut tMA.ovtí. om X.QL-6-t;vm x.ai.D tov X.Ltoová OO'U [A.a~eiv, a taD a[aD f..l~ an[aheLD.

EvTom 95 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) [ AÉyEL 'lrJuoü¡;]· Eó.v EI(T)'tE <ÍQY'ÚQLOV, ¡.t~ bavEL~ETE, (2) á/.J.. btbOTE (aUTO) 3taQ' OlJ OUX. Ó3tOA'IÍ!J.'WEU'ftE OU'tÓ.

a

Q6,31 La regla de oro Mt 7, 12

Le 6, 31

x.ai. x.a-froo~ {}éf...etE LVa JtOLOOOLV Úf..LLV OL av-frQWJtOL, o'ÜtW~ JtOLELtE autoi~.

EvTom 6, 3 (P. Oxy 654) (x.al Otl !J.LU]ELTE !J.~ 3tOLELt(e·]

EvTom 6, 3 (Nag Hammadi 11 2) 'K.OL O TL !J.LUELTE !J.~ 3tOLEL'tE.

El texto de Q en griego y en español

ll5

Q 6, 29-30 Renunciar a los propios derechos

Mt 5, 38-42

Le 6, 29-30

19 ~A quien te abofeteeD en la mejilla, presénta[leD también la olra; y [al que quiera llevarte a juicio para quitarteD la túnica, ~daleD también el manto. 19 [29~30/ Mt 5, 41D [«Y

si alguien te obliga a acompañarle

una milla, ve con él dos>>.D

.lO Al que te pide, dale; y [a quien te pida prestadoD no le reclames [lo tuyoD.

EvTom 95 (Nag Hammadi 11 2) { 1) HDice JesúsD: Si tenéis dinero, no prestéis a interés. {2) Dad, más bien, a quien no os lo devolverá.

Q 6,31 La regla de oro Mt 7, 12

Le 6, 31

Tratad a los demás como queráis que ellos os traten a vosotros.

EvTom 6, 3 (P. Oxy 654) [y] no hagáis [lo que] odiáis.

EvTom 6, 3 (Nag Hammadi 11 2) Y no hagáis lo que odiáis.

El Documento Q

JJ6

Q 6,32.34 Amad sin condiciones Mt 5, 46-47

Le 6, 32.34

32 .. e[i.D .. ayan[d)te t'OUS ayami>vtas Ú¡.tds, t'Í.va ¡.ti.0'6-ov exne; ouxt xat ol t'EAVat t'O aut'o 3tOLOÜOLv; 34 xat Eó.v [bavÍ.OTJt'E naQ' Ó>v eA.3tí.~ne A.af}etv, t'Í.teD; ouxt xat [ol e-6-vtxDoi. t'O aut'o 3tOLOÜOLv;

EvTom 95 (Nag Hammadi 11 2) (1) [AÉyEL 'hJOOÜ(;]' Eó.v EX'I'JtE agyúQLOV, !.l.fJ bavEi~EtE, (2) a"A.f...ó. bibotE [auto] JtaQ' o'Ó OUX a:rtOA~!J.'\jiEcrftE autá.

Q6,36 Sed compasivos como vuestro Padre Mt 5, 48

Le 6, 36

[yí.vDeofte oi.xt'í.Q¡.toves

ws .. ó nat'i)Q Ú¡.t&v oi.xt'í.Q¡.toov emí.v. Q 6, 37-38 No juzguéis

Mt 7, 1-2

Le 6, 37-38

37 .. ¡.ti) XQLVE't'E, ... ¡.ti) 'XQttnit'E' [ev q> yó.Q 'XQL¡.tat't 'XQLVE't'E XQtfrrloeofte,D 38 [xai.D ev q> ¡.tÉt'Q


Me 4, 24b-e ~"A.ÉJ'tEtE tL axoÚEtE. EV J'tQOotE'fhlOEtaL Ú!J.LV.

4> !J.ÉtQq> !J.EtQELtE !J.EtQ'I'J'fhlOEtaL Ú!J.LV xai.

El texto de Q en griego y en español

117

Q 6, 32.34 Amad sin condiciones Le 6, 32.34

Mt 5, 46-47

32 .. Si amáis a los que os aman, ¿que mérito tenéis? ¿Acaso no hacen lo mismo los publicanos? 34 Y si ![prestáis a quienes esperáis que os devuelvan, ¿qué mérito tenéis?D ¿Acaso no hacen lo mismo (los gentilesD?

EvTom 95 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) [Dice Jesús]: Si tenéis dinero, no prestéis a interés. (2) Dad, más bien, a quien no os lo devolverá.

Q6,36 Sed compasivos como vuestro Padre Mt 5, 48

Le 6, 36

Sed compasivos como .. vuestro Padre es compasivo.

Q 6,37-38 No juzguéis Le 6, 37-38

Mt 7, 1-2

37 No juzguéis «y» no seréis juzgados. [Pues seréis juzgados con el criterio con que juzguéis.)

38 RYB os medirán con la medida con que midáis. Me 4, 24b-e Prestad atención a lo que escucháis: Os medirán con la medida con que midáis, y se os añadirá más.

El Documento Q

118

Q6,39 Un ciego que guía a otro ciego

Mt 15, 14

Le 6, 39

¡..ti¡tt búvatm tuq¡A.o~ tuq¡A.ov ÓbT'JYEiv; ouxi a¡..t
et~

EvTom 34 (Nag Hammadi 11 2) AÉyet 'Ir¡ooü~· 'tmpA.o~ Eó.v :rtgoáyn 'tu
Q 6,40 El discípulo y el maestro

Mt 1O, 24-25a

Le 6, 40

oux eottv ¡..taih]ti¡~ Ú:rtEQ tov btbáoxaA.ov· [O.Qxetov t<'¡> ¡..taih]tñ tva yÉvr¡]ltm Ó>~ ó btbáoxaA.o~ autoü.

Q 6,41-42 La mota y la rama

Mt 7, 3-5

Le 6, 41-42

41 tL bE ~AÉ:rtEL~ to XáQ oq¡fl-aA.¡..t<¡> tOÜ abeA.q¡oü OO'U, ti¡v bi: EV t

oq¡fl-aA.¡..t<¡> boxov ou xatavoe~; 42 :rt&~ ... t<'¡> abeA.q¡<¡> oou· aq¡e~ f:x~áA.w to XÚQ oq¡fl-aA.¡..t<'¡> oou; Ú:rtOXQLtá, ex~aA.e TtQWtOV EX tOÜ oq¡fl-aA.¡..toü OO'U ti¡v boxÓv, xai tÓte bta~AÉ'PEL~ EX~aJ..eiv tO XÚQeA
EvTom 26, 2 (P. Oxy. 1) [... ] xat 'tÓ'tE ÓLaj3A.É1pEL~ €xj3aA.EtV 'tO xág<po¡; 'tO EV 't
El texto de Q en griego y en español

J/9

Q 6,39 Un ciego que guía a otro ciego Mt 15, 14

Le 6, 39

¡',Acaso puede un ciego mostrar el camino a otro ciego? ¿No rucrán los dos en el hoyo?

EvTom 34 (Nag Hammadi 11 2) 1>ice Jesús: Si un ciego guía a otro ciego, los dos caen en el hoyo.

Q6,40

El discípulo y el maestro Mt 1O, 24-25a Le 6, 40 Un discípulo no está por encima del maestro. RLe basta al dis-

cípulo llegar a serB como su maestro.

Q 6, 41-42 La mota y la rama Mt 7, 3-5

Le 6, 41-42

41 ¿Cómo es que ves la mota que hay en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la rama que hay en tu propio ojo? 42 ¿Cómo «puedes decir» a tu hermano: Deja que saque la mota RdeB tu ojo, mientras tienes la rama en tu propio ojo? Hipócrita, saca primero la rama de tu ojo, y entonces podrás ver claramente para sacar la mota del ojo de tu hermano.

EvTom 26, 2 (P. Oxy. 1) [ ... ]y entonces podrás ver claramente para sacar la mota del ojo de tu hermano.

El Documento Q

120

EvTom 26, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEt 'IT)<JO'ü~· 'tO XÚQqJO~ 'tO Év 'tqJ oq¡-6-aAf.l.qJ 'tO'Ü abEAqJO'Ü oou f3A.é:n:E~, 'tlJV be boxov 'tlJV EV 'tqJ oq¡-6-aA.f.I.


Q 6, 43-45 El árbol se conoce por sus frutos Mt 7, 15-20; 12, 33-35

Le 6, 43-45

43.. oií<x> ecrnv t>év6gov xaA.ov 3totoüv xag1tov oa1tgóv, ou6f: [3táA.tvD t>év6gov oa3tQOV 3tOLO'ÜV XUQ3tOV xaA.óv. 44 ex yó.g 'tO'Ü xag3to'Ü 'tO t>év6gov ytv<Í>oxnm. ¡.n]'tt ouA.A.éyouotv es axavfrmv oüxa ~ EX 'tQt.{3óA.oov mac:puA.[á~D; 45 ó ayaito~ avfrgoo3toc; EX 'tO'Ü ayaito'Ü th]oaugoü exf3áA.A.et ayaitá, xat ó 3tOVTJQO~ [avfrgoo3to~D EX 'tO'Ü 3tOVTJQO'Ü [th]oaugoüD exf3áUet 3tOVTJQÚ" EX yó.g 3tEQLOOEÚf.LU't0~ xag6í.a~ A.aA.ei 1:0 mÓf.La [au'toüD.

EvTom 45, 1-4 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEt 'ITJOOü~· ou 'tQUYOOOLV e; axav-6-oov maq¡uA.a~ oUbe ouA.A.Éyoumv oüxa a:n:o 'tQtf3óA.oov· ou YÓ.Q btMamv XaQ:n:Óv. (2) aya-6-o~ av-6-Q00:7t0~ :7tQOqJÉQEL aya-6-óv 'tL EX 'tO'Ü -6-T)oaUQO'Ü aumü. (3) xax[o~] av-6-Q00:7t0~ :7tQOqJÉQEL :7t0VTJQÓ. EX 'tO'Ü -6-T)oaUQO'Ü au'toü Toü xaxoü, o~ (emtv) ev Tñ xaQb~ au'toü, xat A.aA.Ei :7t0VTJQÚ. (4) EX yó.Q 'toü :7tEQWOEÚf.1a'to~ "tij~ xaQbí.a~ :7tQOqJÉQEL :n:OVT)Qá.

Q6,46 No basta con decir ¡Señor, Señor! Mt 7, 21

Le 6, 46

'tL .. f.LE XUAEL'tE" XÚQLE XÚQLE, xat OU 3tOLEL'tE (i A.Éyoo;

El texto de Q en griego y en español

121

EvTom 26, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) 11 ) Dice Jesús: Ves la mota que está en el ojo de tu hermano, pero no ves la rama que está en tu propio ojo. 1l.) Cuando saques la rama de tu ojo, entonces podrás ver claralllcnte para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Q 6,43-45 El árbol se conoce por sus frutos Mt 7, 15-20; 12, 33-35

Le 6, 43-45

43 .. No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni [tampocoD árbol malo que dé fruto bueno. 44 El árbol se conoce por el fruto. ¿Acaso se cosechan higos de los espinos, o uvas de los abrojo[sD? 45 El hombre bueno saca cosas buenas del tesoro bueno, y el (hombreD malo del mal [tesoroD saca cosas malas, pues de la ubundancia del corazón habla [suD boca.

EvTom 45, 1-4 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: No se recogen uvas de los espinos, ni se cosechan higos de los abrojos, pues no dan fruto. (2) Un hombre bueno ofrece lo bueno de su tesoro. (3) El hombre malo ofrece lo malo del tesoro malo que está en su corazón y dice maldades. (4) Pues de la abundancia del corazón ofrece maldades.

Q6,46 No basta con decir ¡Señor, Señor! Mt7,21 Lc6,46 ¿Por qué .. me llamáis: Señor, Señor; y no hacéis lo que digo?

El Documento Q

122

Me 3, 35 o~ yÓ.Q av JtOL~O'[J 'tO fliAT]f.Hl 'tOÜ -6-wü, O~'tO~ abEA
Q 6,47-49 Las casas edificadas sobre roca y sobre arena

Mt 7, 24-27

Le 6, 47-49

47 JtÜ<; Ó Ó.XOÚWV J!OU t ... f...óy ... XUL JtOUÚV aUtOÚ<;, 48 OJ!OLÓ<; EOtLV avfrQÓmq,>, oc; <{>xobÓJ!TJOEV [auto'Ü t~vD otxí.av EJtL t~v JtÉtQav· xat xatÉ~TJ ~ ~QOX~ xat ~A.itov ot JtotaJ!OL [xai EJtveuoav ot ÜVEJ!OLD xat JtQOOÉJteoav tfi otxí.~ heí.vn, xai oux EJteoev, teitEJ!EAÍ.ooto yó.Q EJti t~v JtÉtQav. 49 xat [Jtac;D ó O.xoúwv [J!ou toilc; A.óyouc;D xai J!~ Jtmoov [autoilc;D OJ!OLÓ<; EatLV O.vitQ<.Ímq,> oc; <{>xobÓJ!TJOEV [auto'Ü 't~vD ol.xí.av EJtL t~v ÜJ!J!OV" xat xatÉ~TJ ~ ~QOX~ xai ~A.itov ot JtotaJ!OL [xat EJtveuoav ot ÜVEJ!OLD xai JtQOOÉxo'tpav tfi otxí.~ ExeLVU, xat eui}ilc; EJtEOEV xat ~V [~ JttÜlOL<;D autfl<; J!Eyá[A.TJD.

Q 7, 1.3.6b-9.¿10? La fe del centurión en la palabra de Jesús

Mt 7, 28a; 8, 5-10.13

Le 7, 1.3.6b-10

1 [xai EyÉveto oteD E[JtA.iJQwDoev .. toilc; A.óyouc; toútouc;, el.oflA.itev de; Ka<paQvaoÚJ!. 3 <>fít..itev aut. xat A.ÉyeL aut
El texto de Q en griego y en español

123

Me 3, 35 Fl que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y

mi madre.

Q 6,47-49 Las casas edificadas sobre roca y sobre arena

Mt 7, 24-27

Le 6, 47-49

47 Todo aquel que escucha mis palabras y las pone en práctica 48 se parece a un hombre que edificó [su] casa sobre la roca; cayó la lluvia, vinieron las riadas, [soplaron los vientos] y se abatieron sobre aquella casa, pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre la roca. 49 Y [todo] el que escucha [mis palabras] y no [las] pone en práctica se parece a un hombre que edificó [su] casa sobre la arena; cayó la lluvia, vinieron las riadas, [soplaron los vientos] y sacudieron aquella casa, y enseguida se derrumbó, y fue muy grande su [ruina].

Q 7, 1.3.6b-9.¿10? La fe del centurión en la palabra de Jesús

Mt 7, 28a; 8, 5-10.13

Le 7, 1.3.6b-10

1 [Y cuando] .. terminó estas palabras entró en Cafamaún.

3 Se acercó a él un centurión que le rogaba [diciendo: Mi] chico [está mal. Y él le dijo]: ¿Tengo que ir [yo] a curarlo? 6b-c El centurión le respondió diciendo: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo, 7 pero di una palabra, y mi chico [quedará] curado.

124

El Documento Q

8 xat yÓ.Q eyoo avftgom:Ó~ ELJU {m;o E!;OUOLUV, EXWV {m;' EJ.I.UU'tOV O'tQU'tL<Írta~. xat Aiyro 'tothqr 1tOQE'Ú'ft'l'tL, xat 11:0QEÚE'taL, xat aUqr EQXOU, xat EQXE'taL, xat 't<'¡> boúA.q> J.I.OU" 1tOL'l00V 'tO'Ü'tO, xat 1tOLEt. 9 &xoúoa~ be 'I11ooü~ E-f}aÚJ.Laoev xat ehtev 'tO~ &xoA.ou{}oümv· J..iyro ÚJ.LtV, oube Ev 't<'¡> 'logai¡). 'tOOaÚ't'lV 1tLOT 'tLV EUQOV.

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¿10? <..>

Me2, 1 El~

Kat eloe>.:thhv JtáA.tv

Kaq:¡aQvao'ÍlJ.& bt' TJJ.&EQv i)xoúoih¡ (m

EV OLX


Q 7, 18-19.22-23 Pregunta de Juan sobre el que ha de venir Mt 11, 2-6

Le 7, 18-19.22-23

o .. 'Iroávv11~ [&xoúoa~ 1tEQL 1táV'trov 'tOÚ'trov] 1tÉJ.L'tV[a~] bLa 'tv J.La~'tv au'toü 19 [ehtev] au't<'¡>· ail ei o EQXÓJ.I.EVO~ ~ [E'teg]ov 1tQOobo18 ..

KJ.LEV; 22 xat MOKQL{}et~ ehtev au'tOt~· 1tOQEU{}ÉV'tE~ a¡¡;ayyetAa'tE 'Iroávvn &xoúne xat PA.É1tE'tE" 'tUqJAOl &vaPAi1tOUOLV xat xroA.oL 1tEQL1ta'toümv, A.rngoL xa{}agttoV'tm xat xroq¡ot &xoúoumv, xat VE'KQOL EYELQOV'taL xat 1t'tWXOl euayyeA.ttoV'taL" 23 xat J.I.UKáQLÓ~ EO't'LV o~ eav J.I.TJ oxavbaA.wfrñ EV EJ.LOL

a

Q 7, 24-28 Más que un profeta Mt 11, 7-11

Le 7, 24-28

24 'tOÚ't(l}V be a1teA.{}ÓV't(l}V i¡g!;a'tO AÉYELV 'tOt~ OXAOL~ 1tEQL 'Iroávvou· 'tL e!;~A.{}a'te E~ 'tTJV EQ'lJ.I.OV {}eáoaa{}m; xáA.aJ.I.OV Ú1to avÉJ.LOU aaA.euÓJ.LEvov;

El texto de Q en griego y en español

125

H Pues también yo estoy sometido a autoridad, y tengo soldallos bajo mi mando, y le digo a uno: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi esclavo: Haz esto, y «lo» hace. '1 Al oír esto Jesús se quedó admirado y dijo a los que le se~uían:

Os aseguro que ni siguiera en Israel he encontrado una

le corno esta. ¡,10? < .. > Me 2, 1 ( 'uando entró de nuevo en Cafarnaún, al cabo de algunos días se corrió la voz de que estaba en casa.

Q 7, 18-19.22-23 Pregunta de Juan sobre el que ha de venir Mt 11, 2-6

Le 7, 18-19.22-23

18 Juan, [al oír hablar de todas estas cosasD, envió a algunos de sus discípulos 19 [para preguntarD1e: ¿Eres tú el que ha de venir, o hemos de esperar a otro? 22 Y él les respondió diciendo: Id y contadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos recobran la vista, los cojos caminan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. 23 Y dichoso el que no se escandalice de mí.

Q 7, 24-28 Más que un profeta Mt 11, 7-11

Le 7, 24-28

24 Cuando éstos se marcharon comenzó a hablar a la gente acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña zarandeada por el viento?

126

El Documento Q

25 a'f...'f...a tÍ. e~i)'f...t}atE ibeiv; ávftQW1tOV EV J.tUAUXOL<; TJJ.tq:JLEOJ.tÉVOV; tboit o[ tó. J.ta'f...axó. q:>OQO'ÜVtE<; €v toic; otxmc; tv ~am'f...éwv eioí.v. 26 a'f...'f...a tÍ. e(;iJ'f...ftatE ibeiv; 1tQOv !J.EL~wv 'lwávvou· ó bE: J.tLXQÓtEQO<; €v tft ~am'f...eí.c.cx toü fteoü !J.EL~WV autoü E<JttV.

Me 1,2 Ka-6wc; yÉyQa:n:t'at ev 'tcfl 'Hoat<;t 'tcfl :7tQO<JlTJ'tTI" tboiJ a:n:oO"téi.. A.w 'tOV ayyEAÓV !J.OU :7tQO :7tQOO<Ímou 00'\J, oc; Xa'taOXElJÓOEL 'tTJV oóóv oou·

EvTom 78, 1-3 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) AÉyEL 'l'llOO'Ü<;" ( bu'l) 'tL ESTJA'6at'E EL<; 'tOV ayQóv; '6Eáoao-6at xáA.a!J.OV OaAEUÓ!J.EVOV u:n:o 'tO'Ü UVÉ!J.OU; (2) xat '6Eáoao-6at av'6QW:7tOV !J.aA.axa L!J.Ó'tLa EXOV'ta [roe; ol] ~a­ OLAEic; [U!J.WV] xat ol !J.EYLO"távm U!J.WV; (3) o'Úwt exoumv 'ta L!J.Ó'tta 'ta ~J.aA.axa xat ou buviJooVt'at yvú:Jvat 'tTJV UATJ'6ELUV.

EvTom 46 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEL 'IT]OO'Ü<;" a:n:o 'Aba!J. !J.ÉXQL 'Iwávvou t'O'Ü ~a:n:'tLOt'O'Ü Ev YEVVT]t'Oic; yuvmxwv !J.ELl;wv 'Iwávvou 'tO'Ü Ba:n:'tLOt'O'Ü oubElc; EO'tLV, i:va !ltl ... olo
El texto de Q en griego y en español

127

1~ Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido lujosatncnte? Mirad que quienes llevan vestidos lujosos están en los palacios de los reyes. 16 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Yo os digo que Ni, y más que un profeta. 17 Este es aquel de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero por delante de ti, el cual preparará tu camino ante de ti. 28 Yo os digo: No ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.

Me 1, 2 Según está escrito en el profeta Isaías: He aquí que envío mi mensajero por delante de ti, el cual preparará tu camino.

EvTom 78, 1-3 (Nag Hammadi II 2) ( 1) Dice Jesús: ¿Para qué salisteis al campo? ¿Para ver una caña agitada por el viento, (2) y para ver a un hombre con vestidos lujosos [como vuestros] reyes y vuestros notables? (3) Estos llevan vestidos lujosos y no podrán conocer la verdad.

EvTom 46 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: Desde Adán hasta Juan el Bautista no hay, entre los nacidos de mujeres, nadie mayor que Juan el Bautista, para que sus ojos no ... (2) Pero yo dije: El que entre vosotros se haga pequeño, conocerá el reino y será mayor que Juan.

El Documento Q

128

Q 7,<29-30> [A favor y en contra de JuanD Mt 21, 32

Le 7, 29-30

[29D [«~J.:frev yag "IroávvTJc; Jtgoc; 'Ú¡.tiic;», .. oí .. 'tÚ..vm xai ... L.oav ...D [30D [ ... be ... au1:....D

Q 7, 31-35 Esta generación y los hijos de la sabiduría Mt 11, 16-19 Le 7, 31-35 31 LLVL .. Ó¡.tOLWO(l) 'tTJV yeveav 'taÚ'tTJV xai. 'tLVL e<m>i.v Ó¡.tot; 32 Ó¡.tota EO'tLV Jtmbtmc; xaih]¡.tévmc; EV ['taic;D ayog[aic;D éi JtQOO<provoüv'ta ['toic; hégDmc; Aéyoumv· TJUA:ríoa¡.tev 'Ú¡.tiv xai OU'K wgx.T)oaotte, eftQTJVTJOa¡.tEV xai. OU'K E'KAaÚoa'tE. 33 ~)..ftev yag "JroáVVTJ<; f.LTJ .. eofttwv f.LTJ'tE JtLVWV, xai AÉyELe· bm¡.tóvtov EX,EL. 34 ~AftEV Ó ULO<; 'tOÜ avftQÓ>JtOU eofttrov xai. JtLVWV, xai. AÉYE'tE. tbou avttgroJtoc; V v. 35 'KQL ebtKm<Í>'fh] ~ OO
Q 9,57-60 Seguimiento radical Mt 8, 18-22 Le 9, 57-60 57 xai e&cév 'tL<; au'tip· axoA.outti)oro OOL OJtOU Mv aJtÉQXTI· 58 Kai e'lJtev au'tip Ó "ITJOOüc;· aÍ aA<Í>JtEKE<; JtOU OU'K EX,EL JtOÜ 'tTJV 'KE<paA.T]v 'KALVTI. 59 ihegoc; be e&cev au'tip· KÚQLE, EJtLLQE'PÓV f.LOL JtQW'tOV aJteA.tteiv xai ttá..pm 'tOV Jta'tÉQa ¡.tou.

El texto de Q en griego y en español

129

Q 7, <29-30> [A favor y en contra de JuanD Mt 21, 32 129~

Le 7, 29-30

[«Porque vino a vosotros Juan» .. , ... los publicanos y ...

ll· crcyeronD ~.10~

[pero «las autoridades religiosas» lo «rechazaron».D

Q 7, 31-35 Esta generación y los hijos de la sabiduría Mt 11, 16-19

Le 7, 31-35

.11 .. ¿A qué compararé esta generación? ¿A qué <se> parece? .12 Se parece a unos niños sentados en [laD plaza, que provocan [a otrosD diciendo: Os hemos tocado la flauta y no habéis hailado; hemos entonado endechas y no habéis llorado . .13 Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y decís: Tiene un demonio. 34 Y vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: Es un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores. 35 Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.

Q 9,57-60 Seguimiento radical Mt 8, 18-22

Le 9, 57-60

57 Uno le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza. 59 Otro le dijo: Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.

El Documento Q

130

60 ei3tEV 6e autcp· axo/..oÚitEl f.I.Ol xai a
itá1pm toilc; éaut&v vexgoúc;.

EvTom 86 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEL 'h¡ooü~· [at aA<ÍntE'X.E~ EXOU]mv t'OU~ [q¡ooi..Eou~ aimov] xal. Ta :rtETEtva EXEL [Ti¡v] xaTaoxiJvoomv aimov, (2) ó be uto~ t'OÜ av6-Q<Ímou OU'X. EX:El J'tOÜ Ti¡v 'X.E<pal..i¡v aut'OÜ x.Aí.vn xal. ava:rtaúor¡mt.

Q 10,2 Trabajadores para la mies Le 10, 2

Mt 9, 37-38

.. A.eye ... toic; f.I.U'fhltaic; autou· ó f.I.EV ttEQlOf.I.O<; 3tOA.úc;, OL 6e egyátm o/..iym· 6ei)itT]tE oi'ív tOU XUQLOU tOU itEQlOf.I.O'Ü omoc; ex~á/..n egyátac; ele; tOV itEQlof.I.OV auto'Ü.

EvTom 73 (Nag Hammadi II 2) AÉyEL 'llJOOü~· ó ¡.tev 'DEQlO¡.tO~ J'tOAÚ~, ot be EQYÓ'tat OA.í.yOL' bETJ'6TJTE be Toü xuQí.ou tva Ex~ál..n EQyáTa~ d.~ Tov 'DEQto¡.¡.óv.

Q 10,3 Ovejas en medio de lobos Mt 10, 16

Ú3táyetE' l6oiJ U3tOatéA.A.w Úf.t
Le 10, 3 3tQÓ~ata

Ev f.I.Éo
EvTom 39, 3 (P. Oxy. 655) [Ú¡.tEL~] be yEí.[vEO'DE [~ O~ J'tEQLOt'E]Qa[í.].

El texto de Q en griego y en español

131

flO Y él le dijo: Sígueme y deja que los muertos entierren a NUS propios muertos.

EvTom 86 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: [Las zorras tienen sus madrigueras] y los pájaros t icnen sus nidos. ( 2) Pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza para descansar.

Q 10,2 Trabajadores para la mies Mt 9, 37-38

Le 10, 2

Dijo a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies para que mande trabajadores a su mies.

EvTom 73 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, por tanto, al Señor para que mande trabajadores a la mies.

Q 10,3 Ovejas en medio de lobos Mt 10, 16

Le 10, 3

¡Poneos en camino! Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos.

EvTom 39, 3 (P. Oxy. 655) [Vosotros], por tanto, [sed astutos como serpientes, y] sencillos [como palomas].

El Documento Q

132

EvTom 39, 3 (Nag Hamrnadi 11 2) ÚJ.l.Ei~ bf: y(vEO'&E q>QÓVLJ.l.OL oo~ ol Óq>E~ xal. axÉQatOL oo~ al :rtE-

QLO'tEQaL

Q 10,4 Sin provisiones Mt 10, 9-10a

Le 10,4

J.lil pam:át;e'te [paA.A.ávnovD, J.lil rrt]Qav, J.lil úrrobiJJ.la'ta, J.lTJbE Qápbov· xat J!TJbÉVa xa'tó. 'ti]v óbov aorrá<JT)otte. Me 6, 8-9 8 xal. :rtaQTjyyEIÁEV a\rto~ LVa J.l.T)bEv aLQWOLV E~ óOov EL J.l.~ QÚ~­ bov J.l.ÓVOV, J.l.~ aQ'tOV, J.l.~ :rtTjQaV, J.l.~ E~ ~V l;Ó>VTJV )(aAXÓV, 9 alla ú:nobEbEJ.lÉVOU~ oavbáA.ta, xal. J.l.~ EvMOTJO'&E Mo xmova~.

Q 10, S-9 Cuando entréis en una casa o en una ciudad Mt 10, 7-8.10b-13

Le 10, 5-9

S ei.c; ~v b'd.v ei.oéA.ih)'te oi.xí.av, [rrQ'tovD A.éyne· ELQTJVTJ

['tq> OLK

V))' a!;wc; yáQ ó EQYÚ'tTJ<; 'tOU J.lLOitou mhou. [J.li] J.lE'tapaí.ve'te e!; oi.xí.ac; ei.c; oi.xí.av.D 8 xat ei.c; ~v d.v rróA.tv ei.o[ÉQXTJO'lteD xat béxrov,;m ÚJ.ld<;, [«eoití.ne 'tÓ. rraQa'tt'ltÉJ!eva ÚJ!iv»D 9 xat iteQaJtEÚE'tE mue; EV au'tñ aottev[ouv,;ac;D xat A.éye'te [au'toic;)· .. i¡yytxev eq¡' ÚJ.ld<; ~ pamA.eí.a 'tOU iteou.

El texto de Q en griego y en español

133

EvTom 39, 3 (Nag Hammadi 11 2) Vosotros, por tanto, sed astutos corno las serpientes, y sencillos corno las palomas.

Q 10,4 Sin provisiones Le 10,4

Mt 10, 9-10a

No llevéis [bolsaD, ni alforja, ni sandalias, ni bastón; y no saludéis a nadie por el camino. Me 6, 8-9 X Les ordenó que no tomaran nada para el camino, excepto un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero en la faja, 9 sino que calzaran sandalias. Y no os pongáis dos túnicas.

Q 10,5-9 Cuando entréis en una casa o en una ciudad Mt 10, 7-8.10b-13

Le 10,5-9

5 En la casa en que entréis decid [primeroD: Paz [a esta casaD. 6 Y si allí hay un hijo de paz, que vuestra paz venga sobre él.

Y si no, que vuestra paz [vuelva aD vosotros. 7 Quedaos [en esa casaD, «comiendo y bebiendo lo que tengan», pues el trabajador merece su salario. [No vayáis de casa en casa.D 8 Y en la ciudad en que entréis y os reciban, [«comed lo que os pongan»D 9 y curad a los enfermos que haya en ella, y decid(lesD: El reino de Dios ha llegado a vosotros.

El Documento Q

134

Me 6, 10b-c.12-13 1Ob-e O:rtOU EaV EWÉA:thp:E E~ oi.xí.av' EXEi JLÉVE'tE f(l)~ av E~ÉA.{h¡­ tE EXEi-6-Ev. 12 Kai. E~EA.itóvtE~ EXTJQU~av rva JLE'taVOWOLV, 13 xai. baLJLÓVta :noA.A.a E~É~aMOV, xai. iíi..Eupov eA.aí.c:p :noA.A.ou~ CtQQÓ>O"tOU~ XOL E-6-EQá:rtEUOV.

EvTom 14, 4a-e (Nag Hammadi 11 2) ( 4a) xai. omv ELOÉQXlJ0-6-E Ei.~ :naoav yijv xai. :rtEQt:rtaTfíTE ev mi~ X<Í>Qa~.

(4b) Otav :rtaQabÉXWvtaL 'ÚJ.ta~. eo-6-í.EtE tO :rtaQatt-6-ÉJ.LEVOV 'ÚJ.tiV (4c) (xai.) '6-eQa:rtEÚEtE tou~ ao-6-eve~ Ev autoi~.

Q 10,10-12 Respuesta al rechazo de una ciudad

Mt 10, 14-15

10

Le 10, 10-12

eL~ ~V b'av 1tÓALV eL<JÉA-ftlj'tE XUL J.li'J bÉXWV'tat 'ÚJ.lÜ~,

el;E[QXÓJ.lEVOL el;wD 't[fl~ 1tÓAEW~ EXELVTJ~D 11 ex'ttvál;a'tE 'tOV xovLOQ'tov 'trov 1tobrov 'ÚJ.lrov. 12 AÉyw 'ÚJ.lLV [onD ~obÓJ.lOL~ aVEX'tÓ'tEQOV E<J'tat ~J.lÉQ~ EXELVU ft 'tÜ 1tÓAEL EXELVU.

Ev 'tÜ

Me 6, 11 xal. 8~ av t'Ó:rto~ !Ltl bÉ~lj'taL 'ÚJ.tcl~ J.tljbE axoÚOOOOLV 'ÚJL{i>v, EX:rtOQEUÓJLEVOL exei-6-ev EX'ttvá~au TOV xoüv TOV ú:noxáToo t&v :nob&v 'ÚJLWV E~ JLOQtÚQLOV OUt'Oi~.

El texto de Q en griego y en español

135

Me 6, 10b-c.12-13 1Oh-e Cuando entréis en una casa, quedaos allí hasta que os marl'héis de ese lugar. 12 Ellos marcharon y predicaban que se convirtieran. 1·' Expulsaban muchos demonios, y ungían con aceite a muchos t•nfermos y los curaban.

EvTom 14, 4a-c (Nag Hammadi 11 2) (4a) Y si entráis en cualquier tierra y recorréis los campos, (4b) si os acogen, comed lo que os pongan. (4c) Curad a los enfermos que haya entre ellos.

Q 10,10-12 Respuesta al rechazo de una ciudad

Le 10, 10-12

Mt 10, 14-15

1OEn la ciudad en que entréis y no os reciban, salid fuera [de

eliaD 11 y sacudid el polvo de vuestros pies. 12 Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad.

Me 6, 11 Si en algún sitio no os reciben ni os escuchan, salid de allí y sacudid el polvo de la planta de vuestros pies, como testimonio contra ellos.

El Documento Q

136

Q 10,13-15 Maldición contra las ciudades de Galilea

Mt 11, 21-24

Le 10, 13-15

13 o'Üat oot, Xogal;(v· o'Üat ooL, Brrftoa"t6á· on EL f.v TÚQ

f.LEtEVÓTJOav. 14 nA.i]v TÚQ


ll Úf.LiV. 15 xat aú, KmpagvaOÚf.L,

llll ero¡; o'Ügavo'Ü Ú'l'ro'fhlon; ero¡;

toü (i6ou x.ata~~on.

Q 10,16 El que os recibe a vosotros a mí me recibe

Mt 10,40

Le 10, 16

ó 6exóf.1evo¡; Úf.Ldl!; Ef.LE Mxetm, [xai.B ó Ef.LE 6exóf.1evo¡; 6éXEtm tov anootetA.avtá f.LE.

Me 9, 37 8~ liv Ev toov toto'Útrov l'tatbí.rov bi;TJtm El'tL t(i> oVÓf.Latí. ¡.tou, EIJ.E bÉXEtm· xat 8~ liv e¡.tE bÉXTJ'taL, oux EIJ.E bÉXE'tat oJJ..i:J. 'tOV cll'tO(JtEíAavtá IJ.E·

Q 10,21 El misterio revelado a los sencillos

Mt 11,25-26

Le 10,21

EV ... ebtev· e;of.LOAOYO'Üf.LaL OOL, JtátEQ, 'X.ÚQLE tO'Ü o'Ügavo'Ü xat ti¡¡; yfj¡;, OtL E'X.QU'Pa¡; "ta'Üta ano oocpoov xat OUVEtOOV xai. anexáA.u'l'a¡; a'Üta VTJ1ttm¡;· vat ó nat~Q, otL oütro¡; e'Ü6oxta f.yéveto Ef.11tQO
El texto de Q en griego y en español

137

Q 10,13-15 Maldición contra las ciudades de GaUiea Mt 11,21-24

Le 10, 13-15

13 ¡Ay de ti Corozaín! ¡Ay de ti Betsaida!; porque si los portentos realizados en vosotras se hubieran realizado en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido con saco y cemza. 14 Por eso, el día del juicio será más llevadero para Tiro y Sidón que para vosotras. 15 Y tú, Cafamaún, ¿acaso te elevarás hasta el cielo? Bajarás hasta el infierno.

Q 10,16 El que os recibe a vosotros a mi me recibe Mt 10,40

Le 10, 16

El que os recibe a vosotros me recibe a mí, [y] el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado. Me 9, 37 El que recibe a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado.

Q 10,21 El misterio revelado a los sencillos Mt 11,25-26

Le 10, 21

En «aquel tiempo» dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado todas estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los sencillos. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

El Documento Q

138

Q 10,22 Sólo el Hijo conoce al Padre Mt 11, 27

Le 10, 22

n:ávta ¡.tOL 3tUQE6Ófrr) {mo 'tOU 3tU'tQÓc; ¡.tO'U, xai. o\Jbei.c; YLVÓ>OXEL 'tOV 'ULOV EL ¡.ti) ó 3tU'tTJQ, oube 'tOV n:a'tÉQa [nc; YLVÓ>OXEL] d ¡.ti) ó ui.oc; xai.


EvTom 61, 3b (Nag Hammadi 11 2) :rtaQEM'fhl ¡.tot ex 'trov 'toii :rtat'QO~ ¡.tou.

Q 10,23-24 Dichosos los que veis Mt 13, 16-17

Le 10, 23-24

23 ¡.taXÚQLOL oÍ. oq¡'fraA.¡.toi. oÍ. ~AÉ3tOvtEc; á ~A.É3tE'tE .. . 24 A.ÉyW yÓ.Q Ú¡.tLV (m 3tOAAOi. 3tQOqJ'ij'taL xai. ~aatAeic; ...fiOUV L6ELV á ~A.É3tE'tE xai. OUX EWUV, xai. UXOUOUL á UXO'ÚE'tE xai. oux i¡xouaav.

Q 11, 2b-4 La oración de Jesús Mt 6, 7-13

Le 11, 2b-4

2b [(hav] 3tQOOE'ÚX[T]]O'frE [J..ÉyE'tE]' 3tÚ'tEQ, áytaa{}T)'tW 'tO ovo¡.tá OO'U' EA'frÉ'tW TJ ~am.A.eí.a OO'U' 3 'tov aQ'tov iJt-t&v 'tov i:n:toúmov boc; iJ¡.tiv aT)¡.teQov· 4 xai. a
El texto de Q en griego y en español

/39

Q 10,22 Sólo el Hijo conoce al Padre Mt 11,27

Le 10,22

Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y tampoco conoce al Padre nadie sino el Hijo, y uquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

EvTom 61, 3b (Nag Hammadi 11 2) Me lo han entregado de las cosas de mi Padre.

Q 10,23-24 Dichosos los que veis Mt 13, 16-17

Le 10, 23-24

23 Dichosos los ojos que ven lo que veis ... 24 Pues os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron.

Q 11, 2b-4 La oración de Jesús Mt 6, 7-13

Le 11, 2b-4

2b ffCuandoD oréis, ffdecidD: Padre, que tu nombre sea santificado; que venga tu reino. 3 Danos hoy el pan necesario; 4 y perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a los que nos deben; y no nos pongas en tentación.

El Documento Q

140

Q 11,9-13 Pedid y se os dará

Mt 7, 7-11

Le 11, 9-13

9 /..éyw ú~tv, al.tet'tE xai 6ofrríae'tm ú~tv, ~T]'tEL'tE xai EÚQTJOE'tE, XQOÚE'tE xai. UVOLYTJ<JE'tat Ú~tv· 10 Jt XQOÚOvtL UVOLyTJ<JEtat. 11 .. tÍ.'!; e<JtLV e; ú~oov <JEL aut<¡>; 12 ~ xai txfrilv ahi]<JEL, ~i) O!pLV em6Ó><JEL aut<'¡>; 13 EL o'Üv Ú~EL'!; 1tOVT]QOi OVtE'!; ot6atE 6ó~ata ayattó. 6L6óvm tOL'!; tÉXVOL'!; ú~oov, n:ómp ~0./../..ov ó n:ati)Q e; OUQUVOÜ 6Ó)(JEL aya'fta tOL'!; aLtOÜ<JLV autÓV.

EvTom 92, 1 (Nag Hammadi 11 2) AÉyeL 'ITJOOü~· tTJtEL'te xai EÚQT]oen.

EvTom 94 (Nag Hamrnadi 11 2) (1) [AÉye)L 'ITJOOü~· Ó tTJtOOV EÚQ'IÍOEL, (2) [tq> XQOÚOvtL) UVOL'{'fJOEtaL.

Q 11, 14-15.17-20 Jesús no actúa con el poder de Belcebú

Mt 9, 32-34; 12, 25-28

Le 11, 14-15.17-20

14 xai e[<;é>D~a/..[<ev>D 6m~ÓVLOV xw '!; 6e tÓ. 6LavoT]~ata autoov e'ln:ev autOL'!;" n:aaa ~a­ <JLAEÍ.a ~EQL<Jttetaa [xatt'D ÉautT]['!;D eQT]~Oütm xai n:aaa otxí.a ~EQL<Jttetaa xatt' ÉautT]'!; ou atafrríaetm.

El texto de Q en griego y en español

141

Q 11,9-13 Pedid y se os dará Mt 7, 7-11

Le 11, 9-13

9 Yo os digo: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.

1OPorque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama se le abrirá. 11 .. ¿Quién de entre vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 12 ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros niños, ¿cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a quienes le piden?

EvTom 92, 1 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: Buscad y encontraréis.

EvTom 94 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) [Dice] Jesús: El que busca encontrará, (2) [al que llama] se le abrirá.

Q 11,14-15.17-20 Jesús no actúa con el poder de Belcebú Mt9,32-34; 12,25-28

Le 11,14-15.17-20

14 Expulsó un demonio mudo, y una vez expulsado el demonio, el mudo habló, y la gente se quedó admirada. 15 Algunos decían: Con el poder de Belcebú, príncipe de los demonios, expulsa los demonios 17 Sabiendo lo que pensaban, les dijo: Todo reino dividido internamente queda devastado, y toda casa dividida internamente no podrá subsistir.

El Documento Q

142

18 xat d ó cratavéic; ecp' Éa'UtOV EJ.LEQÍ.O"frr¡, Jtooc; atafuícretaL ~ ~am.A.eí.a auto'Ü; 19 xat ei. eyoo EV BeeA~E~OUA E'K~ÚAAú> tó. OaLJ.LÓVL
ÚJ.LWV.

20 d OE EV oaxt'ÚAq> tteoü eyoo E'K~ÚAAú> tó. OaLJ.LÓVLa, ÜQa ecpttacrev Ecp' ÚJ.Léic; ~ ~aOLAEia tO'Ü tteo'Ü.

Me 3, 22-26 22 Kai OL YQU!J.!J.U'tELI; ot OJ'tO 'IEQOOOA.'Ú!J.OOV XU'ta~ávte~ e"i..Eyov o'tt Bee/...~e~ou/... exet xai O'tt h 't([l aQxovn 'toov óm~J.oví.oov ex~á/.../...et 'tU Óat!J.ÓVta. 23 Kai J'tQOOXUAEOÓ!J.EVO~ UU'tOU~ Ev J'tUQU~o/...at~ e"i..Eyev UU'to~· nw~ óúva'tat oa'taVfi(; oa'tavav ex~á/.../...etv; 24 xai EUV ~aot/...eí.a ecp' ÉU'IJ't~V !J.EQt0'6-ñ, ou ÓÚVU'tat O'ta-6i;vm T¡ ~aot/...eí.a exetvrr 25 xai EUV OLXla ecp' ÉalJ't~V !J.EQtO{l-fi, ou ÓUVTJOE'tat T¡ OtXla EXEÍ.VTJ ma-tn;vm. 26 xai eL ó OU'tUVfi~ avÉO'tTI ecp' ÉalJ'tOV xai E!J.EQÍ.O'fhl, ou óúva'tat O'tijvm a/.../...u 'tÉAO(; EXEt.

Q 11, <21-22> [Saquear al fuerteD Mt 12, 29

Le 11,21-22

[21D [< >D [22D [<>D Me 3, 27 aM' ou ÓÚVU'tat oUóei~ E~ 't~V OtXlaV 'tOU LoxlJQOU etoe/...'ftoov 'tU oxeú11 au'tou ótaQnáom, euv 11~ :TtQW'tov 'tov taxuQov óiJon, xai 'tÓ'tE 't~V olxí.av au'tou ÓtaQnáoet.

El texto de Q en griego y en español

143

1HY si Satanás está dividido internamente, ¿cómo podrá subsistir su reino? 19 Y si yo expulso los demonios con el poder de Belcebú, vuestros hijos ¿con qué poder los expulsan? Por eso, ellos serún vuestros jueces. 20 Pero si yo expulso los demonios con el dedo de Dios, enlonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Me 3, 22-26 22 Los maestros de la ley que habían bajado de Jerusalén decían: Tiene dentro a Belcebú. Y también: Con el poder del príncipe de los demonios expulsa los demonios. 23 Él los llamó y les propuso estas comparaciones: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24 Si un reino está dividido internamente, ese reino no puede subsistir. 25 Y si una casa está dividida internamente, esa casa no podrá subsistir. 26 Y si Satanás se ha rebelado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, sino que ha llegado su fin.

Q 11, <21-22> [Saquear al fuerteD

Mt 12, 29

Le 11,21-22

[21D [«La casa de un hombre fuerte no puede ser saqueada».D [22D [«Pero si otro más fuerte le vence, será saqueadm>.D

Me 3, 27 Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear su ajuar, si antes no ata al fuerte; sólo entonces saqueará su casa.

144

El Documento Q

EvTom 35 (Nag Hammadi 11 2) (1) Atyet 'IT)<Joüc;;· oü búvam( TL<;; ei.aei.:Deiv de; T~v oi:xí.av 'tOU i.axuQo'O ~Lál;e<J'frm aÜTov d ll~ b'tÍan Tac;; xeiQac;; aÜTOu. (2) 'tÓ'tE 't~V oi.xí.av aU'tOU J.~Etafrrl<JEL.

Q 11,23 Conmigo, o contra mí

Mt 12, 30

Le 11, 23

ó J.l.il &v J.I.E't' EJ.I.O'Ü xa't' EJ.I.O'Ü E<J't'LV, xat ó J.l.il ouváyoov J.I.E't' EJ.I.O'Ü <J'XOQ3tL~EL.

Me 9, 40 oc;; yaQ OU'X E<J'tLV xa-6' ~IJ.OOV, Ú:ltEQ ~IJ.OOV E<J'tLV.

Q 11,24-26 El regreso del espíritu impuro

Mt 12,43-45

Le 11, 24-26

24 O'taV 'tO axá-6-aQ'tOV 1tVE'ÜJ.I.a ef;ÉA.-6] ano 'tOU av-6-QÓ>rtou, OLÉQXE'tat Ot' av'ÚOQOOV 'tÓ1tOOV ~TJ'tO'ÜV avánaumv xat oux E'ÚQÍ.<JXEL. ['tÓ'tED A.Éyet· E~ 'tOV OLXÓV J.I.O'U btt<J'tQÉ'tpoo o-6-ev ef;ijA.-6-ov· 25 XaL EA-6-0V E'ÚQÍ.<JXEL <JE<JaQOOJ.I.ÉVOV XaL XEXOOJ.I.TJJ.I.ÉVOV. 26 'tÓ'tE 1tOQE'ÚE'tat xat naQaAaJ.I.~ávet J.I.E-6-' éaumü éma E'tEQa nvE'ÚJ.I.a'ta 1tOVTJQÓ'tEQa éau'to'Ü xat doeA.-6-óV'ta xa'totxet EXEL' xat yÍ.VE'tat 'tU eoxa'ta 'tO'Ü av-6-QÓ>rtOU EXEÍ.VOU XELQOVa 'tWV 1tQ<Í>'tOOV.

El texto de Q en griego y en español

145

EvTom 35 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: Uno no puede entrar en la casa del fuerte para forzarle si no le ata las manos. (2) Entonces despojará su casa.

Q 11,23 Conmigo, o contra mí Mt 12, 30

Le 11, 23

El que no está conmigo está contra ·mí; y el que no recoge conmigo desparrama.

Mc9, 40 Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Q 11,24-26 El regreso del espíritu impuro Mt 12, 43-45

Le 11, 24-26

24 Cuando el espíritu impuro sale de una persona, deambula por lugares áridos buscando descanso, pero no lo encuentra. [EntoncesD dice: volveré a mi casa de donde salí. 25 Y al regresar la encuentra barrida y limpia.

26 Entonces va y trae consigo otros siete espíritus peores que él, y entra para quedarse a vivir allí. Y la situación final de aquella persona es peor que la del principio.

El Documento Q

146

Q 11, ¿27-28? ¿Escuchar y guardar la Palabra de Dios?

Le 11, 27-28 ¿27-28? ..

EvTom 79, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) (1) E1n:Ev a\rc


~aa­ táaaaá <JE xal ot ¡.tamal ot itQÉ'ljlavtÉ~ <JE. (2) EIJtEV aut[ñ]' ¡..t.aXÚQLOI. ot axoúaavtE~ tOV Aóyov tO'Ü JtatQO~ (xal) aJ.:r¡ttw~ qml.á;avtE~ autóv.

Q 11, 16.29-30 El signo de Jonás para esta generación Mt 12, 38-40

Le 11, 16.29-30

16 ·nve~ [be] .. El;,~'touv :rtaQ' au'toü aT]¡..tetov. 29 [ó] be .. [e&tev] .. · ~ yeveó. aÜ'tT] yeveó. :rtOVT]QÚ .. E<J'tLV' <JT]¡..tELOV l;,T]'tEL, xai <JT]¡..tELOV OU bo{}~<JE'tat aU'tÜ EL ¡..t~ n) <JT]¡..tELOV 'lwvü. 30 [xa{}]~ E<J'tat [x.at] ó 'ULO~ 'tOÜ av{}Qómou 'tÜ yeveQ. 'tUÚ'tn.

Me 8, 11-12 11 Kal esflA.itov ot aQLaai:m xat ~Qsavto au~r¡tEiv aütép, ~T]tO'ÜvtE~ :rtaQ' autoü <JT]¡..t.ELOV alto tO'Ü OUQaVO'Ü, JtELQÚ~OvtE~

autóv. 12 xat avaatEVása~ t(il :TtVE'Ú¡..t.atL a'Ótoü AÉyEL' tí. T¡ YEVEÓ. aütr¡ ~T]tEL <JT]¡..t.Ei:ov; U¡..t.TJV AÉyw 'Ú¡..t.i:v, EL ~o'fttíaEtaL tñ YEVEQ. ta'ÚtTI OT]f!ELOV.

El texto de Q en griego y en español

147

Q 11, ¿27-28? ¿Escuchar y guardar la Palabra de Dios? Le 11, 27-28 ;,27-28? ..

EvTom 79, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Una mujer de entre la gente le dijo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron. (2) Él le dijo: Dichosos los que han escuchado la palabra del Padre (y) la han guardado de verdad.

Q 11, 16.29-30 El signo de Jonás para esta generación Mt 12, 38-40

Le 11, 1.6.29-30

16 Algunos .. le pedían un signo. 29 Y.. [él dijo] .. : Esta generación es una generación .. mala;

pide un signo, pero no se le dará otro signo que el signo de Jonás. 30 Pues así como Jonás fue un signo para los ninivitas, así [también] el Hijo del hombre lo será para esta generación.

Mc8, 11-12 11 Se presentaron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole un signo del cielo para ponerlo a prueba. 12 Y «él», dando un profundo suspiro, dijo: ¿Por qué pide un signo esta generación? Os aseguro que a esta generación no se le dará ningún signo.

El Documento Q

148

Q 11,31-32 Más que Salomón y que Jonás

Le 11, 31-32

Mt 12,41-42

31 ~aoí.A.tooa VÓ'tOU eyeQ'fi1íOE't
on

ve{i~ 'taÚ'tfl~ xat xa'taXQLVEL a\mív, ~/.:6-ev ex 'tWV :rteQá'twv 't'ií~ Y'ií~ axoüom 'tTJV omptav l:oAOf.LWVO~, xat t6ou :rtAELoV l:oAOf.LWVO~ ti:J6e. 32 av6QE~ NLVEUL't
on

Q 11,33 La lámpara sobre el candelero Le 11, 33

Mt 5, 15

oü6et~ xat<et> A.úxvov xat 'ttfrrjmv a'Ü'tov [et~ XQ'Ú:rt'tfiVD aAA.' E:rtL 'tTJV A.uxviav, [xat Aáf.L:rtEL :rtdmv 'tO~ Ev 'tÜ otxí~D.

Me 4, 21b-e J.l.fÍTL EQJCE't'm ó A.úx.vo~ iva imo Tov ¡.tMLOv TE'ftñ XALVfiV; oux. iva E'1tL TTJV A.ux.vtav TE'ftñ;

ft 'Ú'1to TTJV

EvTom 33, 2-3 (Nag Hammadi 11 2) (2) OMEi~ yaQ A.úx.vov éi'l'a~ Tí:&r¡<JLv 'Ú'1to Tov ¡.tóbLOv oMe El.~ XQÚ'1t'tl}V, (3) aA.A.' E'1tL 't'TJV A.ux.vtav ú&r¡<JLV, iva '1táV't'E~ OL EL0'1tOQE\JÓ¡.tEVOL xat ol EX'1tOQEl!ÓJ.I.EVOL ~A.émo<JLv 1:0 q¡ro~ auToü.

El texto de Q en griego y en español

149

Q 11,31-32 Más que Salomón y que Jonás

Mt 12,41-42

Le 11,31-32

J1 En el día del juicio la reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo mayor que Salomón. 32 En el día del juicio los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo mayor que Jonás.

Q 11,33 La lámpara sobre el candelero Mt 5, 15

Le 11,33

Nadie enciend<e> una lámpara y la pone [en un lugar ocultoB, sino sobre el candelero, [y alumbra a todos los que están en la casal

Me 4, 21b-c ¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo de la cama? ¿No es para ponerla sobre el candelero?

EvTom 33, 2-3 (Nag Hammadi 11 2) (2) Nadie prende una lámpara y la pone bajo el celemín o en un lugar escondido, (3) sino que la pone sobre el candelero, para que todos los que entran y los que salen vean su luz.

El Documento Q

150

Q 11,34-35 El ojo malo oscurece todo el cuerpo Mt 6, 22-23

Le 11, 34-35

34 ó A.úxvo~ 'tO'Ü a<Ó¡..tCl'tÓ~ EO'ttV ó oqrfraA.¡..tó~ .... av ó oqrfraA.-

n.

¡..tÓ~ aou á.TtAO'Ü~ oA.ov 'tO aw¡..tá aou q:>W'tEtvóv ea-c[tvD· ... av M: ó oq;'fraA.¡..tó~ aou .1tOVT]QO~ oA.ov 'tO aw¡..tá aou OXO'tEtVÓV. 35 EL ouv -co q;w~ -co ev aoi. axó-co~ ea-cí.v, -co axó-co~ .Ttóaov.

ñ.

EvTom 24, 3 (P. Oxy. 655) [mp
EvTom 24, 3 (Nag Hammadi II 2) cpoo~ EO'tLV Ev avttgúm


Q 11, ¿39a?.42.39b.41.43-44 Maldiciones contra los fariseos Mt 23, 1-2a.5-7 .23.25.26b-28

Le ll, 39.41-44

¿39a? .. 42 ouai. 'Ú¡..tlV [wt~D aQtaaí.ot[~D. O'tt a.TtobEXCl'tO'Ü'tE 'tO ~búoa¡..tov xai. -co avT]'frov xai. -co xú¡..ttvov xai. [aq;i)xa-cd 't~V XQÍ.atV xai. 'tO EAEO~ xai 't~V .TtÍ.anv· 'ta'Ü't(l bE ebEt .Ttotf\am xáxEtva ¡..t~ [aq;tiDvm. 39b ouai 'Ú¡..tlV, [<-c>ot<~>D aQtaaí.ot[<~>D, O'tt xa'fraQÍ.~E'tE 'tO e;w'frEV 'tO'Ü .1tO'tT]QÍ.OU XClÍ. 'tf\~ .1tClQO'tiJÍ.bo~, EOW'frEV bE yÉ¡..t[ouatvD es áQ.Ttayf\~ xai. UXQClOÍ.Cl~. 41 [xa'fraQÍ.aD .. -co ev-co~ -coü .TtO'tTJQÍ.ou, .. xai .. -co ex-co~ au-coü xa'fraQóv ...

El texto de Q en griego y en español

151

Q 11,34-35 El ojo malo oscurece todo el cuerpo Mt 6, 22-23 Le 11, 34-35 34 La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo [estáD iluminado. Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo «está» a oscuras. 35 Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué grande la oscuridad!

EvTom 24, 3 (P. Oxy. 655) Hay [luz en una persona] iluminada, [e ilumina al] mundo [entero. Si no ilumina, entonces] está a oscuras.

EvTom 24, 3 (Nag Hammadi 11 2) Hay luz en una persona iluminada, e ilumina al mundo entero. Si no ilumina, está a oscuras.

Q 11, ¿39a?.42.39b.41.43-44 Maldiciones contra los fariseos Mt 23, 1-2a.5-7.23.25.26b-28

Le 11, 39.41-44

¿39a? ... 42 Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, pero [descuidáisD la justicia, la misericordia y la fidelidad. Estas cosas habría que hacer sin descuidar aquellas. 39b Ay de vosotros, fariseos, que purificáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro están llenos de rapiña y ambición. 41 [PurificadD .. el interior de la copa... y ... su exterior ... puro.

El Documento Q

152

43 OUUL ÚJ.I.LV 'tOL<; cl>UQLO'UÍ.OI.<;, (m ['tTJV TtQOO'tO-

'X.AtOÍ.UV ev 'toic; beí.rtvotc; xatD 'ti]v TtQ cl>UQLOaim,D O'tL [eaD-re [wc;D 'tU J.I.VTJJ.I.Eia 'tU abTJAU, xat OÍ. av'fi'QWTtOL OÍ. TtEQLTtU'tO'ÜV'tE<; ertávw OU'X. otbamv.

Me 12, 38b-39 38b ~A.É1tE'tE ano 'tWV YQUf.l.f.l.U'tÉWV 'tWV tteA.óV'tWV EV O'tOAat¡; 1tEQL1tU'tELV xai. ao:JtaOf.l.OUI!; EV mt¡; ayoQat¡;

39 xai. 1tQoo'toxattEbQí.a¡; Ev mt¡; ouvaywyat¡; xai. 1tQW'toú.. wí.a¡;

Ev 'tOl¡; beí.1tvot¡;,

EvTom 89, 1 (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'ITJOO'ÜI!;' (blil) 'tÍ. ví.1t'tE'tE 'tO e!;wttfv 'tO'Ü 1tO'tTJQÍ.OU;

Q 11, 46b.S2.47-48 Maldiciones contra los maestros de la ley Mt 23, 4.13.29-32

Le 11, 46b-48.52

46b [xatD ouat ÚJ.I.LV 'tOic; [VOJ.I.LXDoic;, O'tt [bEOJ.I.EÚD<E'tE> [ertt 'tOU<; OOJ.I.OU<; 'tOOV avfl'g<ÍmwvD. au'tot (beD 't(p bax'tÚ).{p ÚJ.I.WV ou [fl'éA.D<E'tE> [xtvfjamD au'tá. 52 ouat ÚJ.tiV 'tOi<; [VOJ.I.LXDoic;, O'tL 'X.AEÍ.E'tE ['tTJV ~amA.eí.avD 't[ EJ.I.TtQOO'fi'EV 'tOOV avfl'gómwvD· ÚJ.I.Ei<; oux ELatíA.fl'a'tE (oubeD 'tOU<; ELOEQXOJ.I.ÉVO'U<; a
El texto de Q en griego y en español

153

43 Ay de vosotros, fariseos, que gusta Rel mejor asiento en los banquetes) y el puesto de honor en las sinagogas, y los saludos en las plazas. 44 Ay de vosotros, RfariseosD, porque Rsois comoD los sepulcros ocultos, y las personas que caminan sobre ellos no lo saben. Me 12, 38b-39 38b Guardaos de los maestros de la ley que buscan pasearse lujosamente vestidos y los saludos en las plazas, 39 y los puestos de honor en las sinagogas y los mejores asientos en los banquetes.

EvTom 89, 1 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: ¿Por qué laváis por fuera la copa?

Q 11, 46b.S2.47-48 Maldiciones contra los maestros de la ley

Mt 23, 4.13.29-32

Le 11, 46b-48.52

46b RYD ay de vosotros, Rmaestros de la leyD, que RatáisD pesados fardos ... lfy los colocáis sobre las espaldas de los demás, peroD vosotros no movéis el dedo para RJlevarDlos. 52 Ay de vosotros, Rmaestros de la leyD, que cerráis Rel reino <de Dios> para los demásD. Ni entráis vosotros, RniD dejáis entrar a los que quieren entrar. 47 Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas, aunque vuestros padres los mataron. 48 ... dais Rtestimonio contra vosotros mismos de que sois hijosD de vuestros padres ....

El Documento Q

/54

EvTom 39, 1-2 (P. Oxy. 655) (1) [A.éyet 'I(TJooük ot $aQtoatot xat ot YQOJ.I.J.I.OTEI~] EA.[a~ov ta~ xA.etba~] tfJ~ [yv<Í>OEW~.

aumt E]XQU1p[av autá~. (2) O'ÚtE) dofJI..[{}ov, O'ÚtE tOU~) ElOEQ[XOJ.I.ÉVOlJ~ aq>fJ)xav [doeMtetv].

EvTom 39, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEt 'ITJOOü~· ot $aQLOOLOL xat ot YQOJ.I.J.I.OTEL~ eA.a~ov ta~ xi.Etfla~ tfJ~ yv<Í:IoEw~.

EXQU1pav

(2) O'ÚtE doT¡A.{}ov xat TOU~

auTá~.

{}él.oVTa~

el.oeA.{}etv aq>Tjxav.

Q 11,49-51 Juicio de la Sabiduría contra esta generación Le 11, 49-51

Mt 23, 34-36

49 btil 'tO'Ü'to xat ~ oocpta .. é&tev· anooTEA.w [nQo¡;D au'toil¡; nQOcpTJ'tUI!; xat oocpoú¡;, xat e; UU'tÜJV anOX'tEVOUOLV xat btw;ouotv,

so rLvaD EX~ll't'llfrñ 'tO at¡.ta náV't(l)V 'tÜJV nQOcpll'tÜJV 'tO ExXEXUflÉVOV ano xa'ta~ol.:fJ¡; xóo¡.tou ano 'tfi¡; yevea¡; 'ta'Ú't'll~·

ULflU'tO~ "A~EA f(l)~ at¡.ta'to~ ZaxaQLOU 'tOU anoA.o¡.tÉVOU flE'ta;u 'tOii frumao't'llQLOU xat wii otxou· vat Aéyw 'Ú¡.ttv, EX~llTllthlOE'taL ano 'tfi¡; yevea~ 'tU'Ú't'll~·

51 ano

Q 12,2-3 Todo secreto será conocido

Mt 10,26-27

Le 12, 2-3

2 oubev xexa/..u¡.t¡.tÉVOV EO'tLV 8 oux anoxat..ucpth}oE'taL xat XQUn'tOV

8 OU yvoooth}OE'taL.

oxo'tL~ eiJta'te Ev 'tql cpw'tt, xat 8 el.~ 'tO olí~ axo'ÚE'tE XllQ'Ú;a'tE ent 'tÜJV bw¡.t<Í'tWV.

3 8 Aéyw 'Ú¡.ttv ev Tñ

El texto de Q en griego y en español

/55

EvTom 39, 1-2 (P. Oxy. 655) ( 1) [Dice Jesús: Los fariseos y los escribas recibieron las llaves] del 1~.:onocimiento. Ellos] las han escondido. (2) [Ni han] entrado, [ni han] dejado [entrar a los que iban a entrar].

EvTom 39, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: Los fariseos y los escribas recibieron las llaves del ~.:onocimiento

y las han escondido.

(2) Ni han entrado, ni han dejado a los que querían entrar.

Q 11,49-51 Juicio de la Sabiduría contra esta generación Mt 23, 34-36

Le 11, 49-51

49 Por eso, también la Sabiduría .. dijo: Les enviaré profetas y sabios, y a algunos de ellos los matarán y los perseguirán.

50 De modo que se le pedirá cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde el comienzo del mundo. 51 Desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y la morada. Sí, os lo aseguro, se le pedirá cuentas a esta generación.

Q 12,2-3 Todo secreto será conocido Mt 10, 26-27

Le 12,2-3

2 No hay nada escondido que no vaya a ser revelado, ni nada oculto que no vaya a ser conocido. 3 Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que escucháis al oído, proclamadlo sobre los tejados.

El Documento Q

156

Mc4, 22 ou yáQ EO'tLV XQU3tt'OV eav ¡.ti] tva cpaVEQ<.o'ftñ, oMle eyÉVEt'O ártóXQUCJlOV a/J.' LVa EJ..-&n E~ cpaVEQÓV.

EvTom 5, 2 (P. Oxy. 654)

o

[ou yáQ eo]Ttv XQUrtTov ou cpavE[Qov yEvi¡oETat], xai. i}Ei}a¡.t¡.tévov o[ux eyEQiH)OETat].

o

EvTom 6, 5 (P. Oxy. 654) [oMlev yáQ Em:t]v a[rt]OXEXQ[U¡.t¡.tÉVOV

o ou cpaVEQOV em:m].

EvTom 33, 1 (P. Oxy. 1) AiyEL 'I(TJOO'Ü)~· axoÚEL~ [E]~ 10

€Y W1Í.OV QQU, W['Üt'O XftQU·

~ov ... ]

EvTom 5, 2=6, 5 (Nag Hammadi 11 2) 5, 2=6, 5 ou yáQ em:tv XQUTtt'OV

o ou cpavEQOV yEvi¡OEt'at.

EvTom 33, 1 (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'ITJOOü~· O UXOÚOE~ E~ t'O o'Ú~ OOU, E~ t'O WJ.o o'Ú~ XftQU· ~ov erti. Trov bc.o¡.táTc.ov ú¡.trov.

Q 12,4-5 No temáis a los que matan el cuerpo Mt 10, 28

Le 12, 4-5

4 xat flTJ cpof3Ei:OitE arto "CWV U:rtOX'tE[vDvóV'tWV 'tO OWfJ.U, 'tTJV 6E 1puxi]v fJ.TJ 6uvaf.1Évwv ci:rtox'tEi:vm· S cpof3Ei:ottE 6E .. 'tOV 6vváf.1EVov xat 1puxi]v xat o&fJ.a ci:rtoA.Éom f.v 't<ñ> yEÉvvu.

El texto de Q en griego y en español

157

Mc4, 22 l'ucs nada hay oculto si no es para ser manifestado; ni hay nada esrondido si no es para que se haga manifiesto.

EvTom 5, 2 (P. Oxy. 654) !Pues nada hay] oculto que no vaya a hacerse manifiesto, ni entermdo que [no vaya a ser resucitado].

EvTom 6, 5 (P. Oxy. 654) !Nada hay] escondido [que no vaya a hacerse manifiesto].

EvTom 33, 1 (P. Oxy. 1) 1>ice Jesús: escuchas en uno de tus oídos, [proclámalo ... ]

EvTom 5, 2=6, 5 (Nag Hammadi 11 2) 5, 2=6, 5 Nada hay oculto que no vaya a hacerse manifiesto.

EvTom 33, 1 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: Lo que escuchas en tu oído, proclámalo al oído de otro sobre vuestros tejados.

Q 12,4-5 No temáis a los que matan el cuerpo

Mt 10,28

Le 12,4-5

4 Y no temáis a quienes matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. 5 Temed, más bien, .. al que puede hacer perecer el alma y el cuerpo en la Gehenna.

El Documento Q

158

Q 12,6-7 Vosotros valéis más que los pájaros Mt 10,29-31

Le 12,6-7

6 ouxt [:rtévreD O'tQOU'fi'La :rtWAO'ÜV'taL aaaaeL[wv búoD; 'X.ai Ev E~ aU'tOOV ou :rtEOEL'taL E:rtl 'ti]V Yl\V aveu 'tO'Ü [:rta'tQO!!; u~wvD.

7 u~oov [beD 'X.al a[ 'tQLXE!!; •11¡;; 'X.E<paA.l\¡;; :rt
Q 12,8-9 Dar testimonio de Jesús Mt 10,32-33

Le 12, 8-9

o¡;

[av] ó~oA.oy~a[nD EV E~Ol E~:rtQOO'frev 'tOOV av'frecimwv, 'X.a[t ó uto¡;; 'toü av'frecimouD ó~oA.oy~a[eLD ev au't<¡> E~:rtQOO'fi'EV 'tOOV ayyéA.wv .: 9 o¡; b' av UQV~OTJ'tUL ~E E~:rtQOO'frev 'tOOV av'frecimwv' UQVTJ[~aE'tmD E~:rtQOo'frev 'tOOV ayyéA.wv...

8 :rt
Me 8, 38 óc; yó.Q f.ó.v EJtmoxuv'6-ñ !J.E xat •ove; E!J.ouc; A.óyouc; f.v •ñ yeveQ. mÚ'tU •ñ !J.OLXOALOL xat Ú!J.OQ'tWAlp, xat Ó utoc; 'tOii av'6-Q<Ímou eJtmoxuv&iJoE'tm au•óv, V ayyÉAWV 'tV áytWV.

Q 12,10 Hablar contra el Espíritu Mt 12, 32a-b

Le 12, 10

'X.Ul o¡; Ea.V el:rtn Aóyov el.; 'tOV uí.Ov 'tOU av'freómou U· o¡; b' av [el:rtltn el.; 'tO aywv :rtVE'Ü~a OU'X. U.

El texto de Q en griego y en español

159

Q 12,6-7 Vosotros valéis más que los pájaros

Mt 10, 29-31

Le 12, 6-7

6 ¿Acaso no se venden [cinco] gorriones por [dos] ases? Y ni Lmo de ellos cae sobre la tierra sin que lo permita [vuestro Padre]. 7 Pues también todos los cabellos de vuestra cabeza están contados. No temáis, vosotros valéis más que muchos gorriones.

Q 12,8-9 Dar testimonio de Jesús

Mt 10,32-33

Le 12, 8-9

8 Todo aquel que dé testimonio de mí delante de los hombres, también [el Hijo del hombre] dará testimonio de él delante de los ángeles .. 9 Pero el que me niegue delante de los hombres, [será negado] delante de los ángeles ...

Me 8, 38 Pues el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Q 12,10 Hablar contra el Espíritu

Mt 12, 32a-b

Le 12, 10

A aquel que hable contra el Hijo del hombre le será perdonado. Pero al que [hable] contra el Espíritu santo no le será perdonado.

'A01A~ «;l1 DTlQ.3Alt «;l1 'CJ'Y.'f9 531AQ.O'Y,D'Y,]O 513Tl'} 31.0~ O~A Q-0 .3113'Y,D'Y, 01(!.01 DO(!} Y,1 llA13'X~ A~ Alrl'} ~oq A'CJ~ CJ ,'Y.'Y,f} '31lwl,t'Y,D'Y, 11 31'9ATl103tiOOlt ~ti '531A9919DOD1t 5'9Tl'} A1000A'9 AD1Q 1D'X I I 'A01'Y, -~MDQ-3 «;>1 1DAI!.g.Xnol.tx 139 A01Q.>Olt l.t~~ rJ1 DU~lt Sp 1D'X 01 ·5:!o1c;tn A010¡;t1onrl Sp aorl~ A3'X3A~ 3.g.D3D(,t.g.nw AOO~'Y,1DDg 1D'X AOOA91i3A~ 11t~ 1D'X 3.g.D3DI,tonq SrJÁOOADAnD Sp 1D'X D109~AnD Sp 5'9Tl'} A1Dnoocpqnonlt .5¡;t01nD~ 513Tl'} ~q 3131t~'Y,9 6

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A1D3

6Z-8Z 'f :lf-J i) o¡uawn:JOa ¡:;¡

091

El texto de Q en griego y en español

161

Me 3, 28-29 28 Os aseguro que todo les será perdonado a los hijos de los hombres, los pecados y cualquier blasfemia que digan, 29 pero el que blasfeme contra el Espíritu santo no tendrá perdón jamás, sino que será reo de pecado eterno.

EvTom 44 (Nag Hamrnadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: al que blasfeme contra el Padre le será perdonado. (2) Y al que blasfeme contra el Hijo, le será perdonado. (3) Pero al que blasfeme contra el Espíritu santo, no le será perdonado ni en la tierra ni en el cielo.

Q 12, 11-12 Comparecer ante la sinagoga Mt 10, 17-19

Le 12, 11-12

11 Cuando os hagan comparecer ante las sinagogas, no os preocupéis de cómo «vais a hablam ni qué vais a decir. 12 Pues [el Espíritu santo os enseñaráD en aquel.. momento lo que tenéis que decir.

Me 13,9-11 9 Cuidad de vosotros mismos. Os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y tendréis que comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa para dar testimonio ante ellos. 1O Pero es preciso que antes se anuncie la buena noticia a todos los pueblos. 11 Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis antes de lo que vais a decir. Decid aquello que os sea dado en aquel momento, pues no seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu santo.

El Documento Q

162

Q 12,33-34 Acumular tesoros en el cielo

Mt 6, 19-21

Le 12,33-34

33 «Jltl itT]oaUQÍ.~ELE: ÚJ.LLV -ftr¡oaUQOU~ EJtL 'tfl~ Yfl~, 03tOU oi]~ xai ~QÜ>OL~ ac:pavÍ.~EL xai 03tOU XAÉ3t'taL OLOQ'ÚOOOUOLV xai xA.Ért'tOUOLV'» itr¡oauQÍ.~E'tE be ÚJ.LtV itT]oaUQO... ev

O'UQOL~ aq¡avÍ.~EL xai. 03tOU XAÉ3t'taL oü OLOQ'ÚOOOUOLV OUOE XAÉ3t'tOUOLV' 34 ortou yáQ EO'tLV ó itT]oauQÓ~ oou, exet EO'taL xai ~ xaQoí.a oou.

Me 10, 21b EV OE ÚO't'EQEL' ihtaye, ooa EXE~ ltOOAt')OOV xat M¡; tot¡; lt'tWXOL¡;, xat E~E~ itt')O, xat bEÜQO axol.oúitEL f..I.Ol.

EvTom 76, 3 (Nag Hammadi 11 2) ~t')'tEL'tE xat Uf..I.EL¡; 'tOV -ftt')oaUQOV (lU'tOÜ 'tOV aVÉXAELlttOV (xat) f..I.ÉVOV'ta 03tOU ou ffil¡; el¡; ~QOOOLV f:yyí~EL oub€ OXÓ>At')~ Ct<paví~EL.

Q 12, 22b-31 No andéis preocupados Mt 16, 25-33

Le 12, 22b-31

22b Oul 'tO'Ü'tO AÉyw ÚJ.LLV' JlfÍ JlEQLJ.LVV 'tí. c:páyr¡TE, J.LT]OE 'tJlV TÍ. evo'Úor¡oite.

23 oüxi ~ '4Juxt1 rtA.eióv eOTLv Tfl~ 't'QoJ.La Toií EVO'ÚJl
24 Xv rtE'tELVv; 25 'tÍ.~ OÉ es ÚJ.LÜ>V JlEQL¡.lVÜ>V O'ÚV
El texto de Q en griego y en español

163

Q 12,33-34 Acumular tesoros en el cielo

Mt 6, 19-21

Le 12,33-34

33 «No atesoréis tesoros sobre la tierra, donde la polilla y la herrumbre corroen, y donde los ladrones abren boquetes y roban». Atesorad más bien tesoros ... en el cielo, donde ni lapolilla ni la herrumbre corroen, y donde los ladrones no abren boquetes ni roban. 34 Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.

Me 10, 21b Una cosa te falta: vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

EvTom 76, 3 (Nag Hammadi 11 2) Buscad también vosotros su tesoro imperecedero, que está donde la polilla no puede llegar para devorarlo, ni el gusano «lo» corroe.

Q 12, 22b-31 No andéis preocupados

Mt 16, 25-33

Le 12, 22b-31

22b Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida «pensando» qué comeréis, ni por vuestro cuerpo «pensando» con qué os vestiréis. 23 ¿Acaso no es más importante la vida que la comida, y el cuerpo que el vestido? 24 Fijaos en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y Dios los alimenta. ¿Acaso no valéis vosotros más que los pájaros? 25 ¿Quién de vosotros, a fuerza de preocuparse, puede añadir un codo a su estatura?

164

El Documento Q

26 xai. 3tEQL evb'Ú!lU'tO~ 'tÍ. JA.EQLJ.lVéi'tE; 27 Xa'ta[!l<ÍttE)ttE 'tcl XQÍ.Va mó~ ausávi[Et)· ou xon¡j[(iD oube vT)tt[EtD· "J...tyw be Ú!lLV, oubE :lliAO!lWV EV náon l'ñ bósn a'ÍJ'toü 1tEQLE~áA.no w~ EV 'tO'Ú'tWV. 28 Ei. be ev ayQ

!léillov Ú!léi~, oA.tyónt<J'tOt; 29 1-1~ [ofívD 1-LEQL!lvTJOTJ'tE "J...tyoVl'E¡;· 'tÍ. v O'tt XQÚ~El'E 'tO'Ú'twv [ánáV'twvD. 31 ~TJ'tEL'tE be 't~v ~aotA.Eí.av au'toü, xai. 'ta'Ü'ta [náV'taD 1tQO<J'tE{}T)<JE'tat Ú!lLV.

EvTom 36, 1 (P. Oxy. 655) [AiyEL 'I(TJOO'Ük J.l.fJ J.l.EQLJ.l.VÜ'tE &]no 3tQOOL E[oo¡; O'ljJÉ, J.l.TJ't]E aq>' eon[ ÉQa¡; too¡; n ]QooÍ, J.l.TJ'tE ['tÚ 'tQOá[YlJ'tE, J.l.TJ'tE] 'tñ m[o>..ñ ÚJ.l.OOV] 'tÍ f:vM[OTJ]O'ttE.

EvTom 36, 1 (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'llJOO'Ü¡;· J.l.fJ J.l.EQLJ.LVU'tE cl3t0 3tQOOL Eoo¡; O'ljJE xat a
EvTom 36, 4 (P. Oxy. 655) 'tí¡; <'iv 3tQ00'6<Eí>r) f:nt 'tfJV EÜ..LXLaV ÚJ.l.OOV; 'tO EvbuJ.ta ÚJ.l.OOV.

au'to[~

b]<Í>OEL ÚJ.l.dV

EvTom 36, 2-3 (P. Oxy. 655) (2) [no>..]>..<¡> XQEÍ[ooov]É¡; t[mE] 'tOOV [xQí]voov, éht[va o]U !;a[í]vEL o-Mf: v[i)ft]EL. (3) ';t[at] ev E~QV't[E¡; E]vb[u]J.ta, 'tÍ f:v[o .. ]m ÚJ.l.Ei¡;;

El texto de Q en griego y en español

165

26 Y por el vestido, ¿por qué os preocupáis? 27 [Observad) cómo crecen los lirios. No se afanan ni hilan, y sin embargo os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno de ellos. 28 Y si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¿acaso no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 29 [Por tantoD, no andéis preocupados diciendo: ¿Qué comeremos? [O:D ¿Qué beberemos? [O:D ¿Con qué nos vestiremos? 30 Pues todas estas cosas las buscan los gentiles. Ya sabe vuestro Padre que tenéis necesidad de todas ellas. 31 Buscad, más bien, su Reino y (todasB estas cosas se os darán por añadidura.

EvTom 36, 1 (P. Oxy. 655) [Dice Jesús: No andéis preocupados] desde la mañana hasta [el anochecer, ni] desde la tarde [hasta] la mañana; ni [por la comida] «pensando» qué vais a comer, [ni por] el vestido «pensando» con qué [os vais] a vestir.

EvTom 36, 1 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: No andéis preocupados desde la mañana hasta el anochecer y desde la tarde hasta la mañana «pensando» con qué os vestiréis.

EvTom 36, 4 (P. Oxy. 655) ¿Quién puede añadir algo a vuestra estatura? Ese os dará vuestro vestido.

EvTom 36, 2-3 (P. Oxy. 655) (2) [Vosotros sois mucho] más valiosos que los [lirios], que [no] tejen ni [hilan]. (3) Y, teniendo un vestido, ... ¿Qué ... vosotros ... ?

El Documento Q

166

Q 12,39-40 El Hijo del hombre llegará como un ladrón

Mt 24, 43-44

Le 12, 39-40

39 [Ex.etvDo 6E: yLV
,..

!'

-

ñ

Me 13, 35a-b YQTJYOQEL'te o'Üv· oux otbate yó.Q nÓ'te ó XÚQLO~ ti'j~ oi.xí.a~ EQXEtaL,

EvTom 21,5 (Nag Hammadi 11 2) btó. toüto Myw· El. J.Lav6ávet ó oi.xobeonÓtTJ~ otL EQXEtat ó XA.É3t'tTJ~ YQTJYOQ'IÍOEL 3tQLV eA.{teiv autov xal. oux E<ÍOEL autov bLOQÚ!;m 't'i]v OLXLaV QU'tOÜ ti'j~ f3aotAELa~ QU'tOÜ 'tOÜ QLQELV 'tÓ. OXEÚTJ ' autou.

EvTom 103 (Nag Hammadi 11 2) AéyEL 'ITJOOü~· J.LaX<ÍQLO~ ó ava-QW3t0~, 8~ olbev [noiOU 't~V OO
Q 12,42-46 El siervo fiel y el infiel

Mt 24,45-51

Le 12,42-46

42 ttc; UQa eativ ó n:tatoc; 6oiiA.oc; [xai.D (J)QÓVL!J.O<; óv xatÉatr¡aev ó XÚQtoc; en:i tilc; OLXEtEtac; autoii toii 6o[ii]lvm

ev

[autotc;D xaLQ(i) ti]v tQO(J)Í]v; 43 !J.aXÚQLO<; Ó 60'ÜAO<; EXELVO<;, ÓV EA'frOOV Ó XÚQLO<; aUtO'Ü EÚQÍ]OEL OÜtW<; JtOLO'ÜVta·

El texto de Q en griego y en español

167

Q 12,39-40 El Hijo del hombre llegará como un ladrón

Mt 24,43-44

Le 12, 39-40

39 Sabed esto: Si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, no le permitiría hacer un boquete en su casa. 40 Estad vosotros también preparados, porque a la hora que menos penséis llega el Hijo del hombre. Me 13, 35a-b Así pues, velad, pues no sabéis cuándo va a llegar el dueño de la casa.

EvTom 21,5 (Nag Hammadi 11 2) Por eso os digo: Si el dueño de la casa averiguara que el ladrón va a llegar, estaría en vela antes de que éste viniera, y no le permitiría hacer un boquete en la casa de su reino para llevarse sus bienes.

EvTom 103 (Nag Hammadi Il 2) Jesús dice: Dichoso el hombre que sabe por qué parte van a entrar los ladrones, de modo que se levantará y reunirá su reino, y se ceñirá la cintura antes de que ellos entren.

Q 12,42-46 El siervo fiel y el infiel

Mt 24, 45-51

Le 12, 42-46

42 ¿Quién es, pues, el siervo fiel [y] sensato al que el señor ha puesto al frente de su servidumbre para que [les] dé la comida a su tiempo? 43 Dichoso aquel siervo, a quien su señor encuentre haciendo esto cuando vuelva.

El Documento Q

168

44 [a¡.t~vD Aiyoo Ú¡.tiv O'tL e:rd :rtdmv 'tOi; Ú:rtÚQXOUOLV aihoü xa'taO'tTJOEL mhóv. 45 Eó.v be EÜtU ó boüA.o<; exEivo<; ev 'tÜ xagbt~ mhoü· XQOvitEL Ó X'ÚQLO<; ¡.tOlJ, xat clQl;T'I'tat 't'Ú:rt'tELV 'tOU<; [ouvbo'ÚAOU<; mhoüD, evD ¡.tEfru[óV'toovD, 46 i\l;EL ó X'ÚQLO<; 'tO'Ü boúA.ou E'X.Etvou ev 'ÍJ¡.tÉQ~ Ti ou :rtgoobox(i xat Ev WQ~ Ti ou ytv<Í>oXEL, xat bLXO'tO¡.tTJOEL au'tÓV xat 'tO ¡.tÉQO<; aU'tO'Ü ¡.teta 'tOOV a:rtLmOJV 'fhíoEL.

Me 13,36 1.1.~ eA.-&oov e~aÍ.q:>VYJ¡; EÜQTI 'Ú!J.a¡; xa-&Eúbovta¡;.

Q 12, <49>.51.53 Los hijos contra los padres Mt 10, 34-36 Le 12, 49.51.53 [49D [«:rt'ÜQ ~A.itov fJaA.Eiv e:rtt 't~V yfjv, xat 'tt itéA.oo El. ~b11 aviJ
51 [boxEi~E (m ~A.itov fJaA.Eiv ELQTJVT'IV e:rtt 't~V yfjv; oux ~A.itov fJaA.Eiv ELQTJVT'IV &Ua ¡.táxmgav. 53 ~A.itov yag btxáom ui.Ov [xa'taD :rta'tg[o<; xatD fruya'tÉQa [xa'taD 'tfj[<;D 1-'T'I'tQ[o<;D au'tfj<;, [xatD v'Ú¡.t
Me 13, 12 XUL 3tUQabÓJ<JEL CtbEAq:>O¡; al>EAqJOV Ei.¡; -&ávm;ov XUL 3tU't~Q 'tÉXVOV, XUL E3tUVU<J'ttl<JOvtaL 'tÉXVa tni. yovEic; xai. -&ava'tÓJ<JOU<JLV aÜ'toú¡;·

EvTom 1O (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'lrJaou¡;· E~aA.ov ni:íQ El¡; 'tOV xÓO!J.OV. xat ibou 'tl'JQOO aÜ'tÓ, EW¡; av nUQOi.

El texto de Q en griego y en español

169

44 Os aseguro que le pondrá al frente de todas sus propiedades. 45 Pero si ese siervo dice en su corazón: Mi señor tarda. Y comienza a golpear a [sus compañerosB, «y se pone a» comer y a beber [con losB borra[chosB, 46 llegará el señor de ese siervo el día que no lo espera y a la hora que no conoce, lo castigará severamente y le hará correr la suerte de los incrédulos. Me 13,36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos.

Q 12, <49>.51.53 Los hijos contra los padres Mt 10, 34-36

Le 12,49.51.53

[49B [«He venido a arrojar fuego sobre la tierra, y cómo desearía que hubiera prendido ya>>.B 51 [¿PenBsáis que he venido a arrojar paz sobre la tierra? No he venido a arrojar paz, sino espada. 53 He venido a dividir al hijo contra el padre, [yB a la hija [contraB su madre, [yB a la esposa [contraB su suegra.

Me 13, 12 El hermano entregará a la muerte a su hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres y los matarán.

EvTom 1O(Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: He arrojado fuego en el mundo, y lo guardaré hasta que arda.

El Documento Q

170

EvTom 16, 1-2.3b (Nag Hammadi 11 2) ( 1) AÉyEL 'll"JOO'Ü<;" 'táxa boxoümv ot ÜvitQw3toL O'tL ~A:frov ~aA.etv ELQTJVl"JV E3tL 'tOV XÓ<J¡..LOV. (2) xat oux otbamv O'tL ~A:ftov ~aA.etv bLa¡..LEQL<J¡..LOU<; tnt rijv yi'jv, 3t'ÜQ, ¡..LáXOLQOV, 3tÓAE¡..LOV .... (3b) ó na'ti¡Q tnt 'tqJ ulq> xat ó ulO<; tnt 'tqJ na'tQL

Q 12, <54-56> [Discernir el tiempo] Mt 16, 2-3

Le 12, 54-56

[54] [ ... O'tVLa~ YEVO!-!ÉVTJ~ AÉyete· eubta, JtUQQá~EL yó.Q ó ougavód [55] [xat ngwt· ai¡llEQOV XEL!-!<.ÓV, JtUQQá~et yó.Q muyvá~wv ó ougavó~·] [56] [to JtQÓO'WJtOV tOÜ OUQaVOÜ OLbatE btaXQLVELV, tOV xmgov be oü búva0"6e;]

EvTom 91, 2 (Nag Hammadi 11 2) A.ÉyEL au'toü;· 'tO 3tQÓ<JW3tOV 'tO'Ü OUQOVO'Ü xat ti¡<; yi'j<; 3tELQátetE, 'tOV bE Xa'ta 3tQÓ<JW3tOV Ú¡..LV OUX otba'tE xat 'tOV XOLQOv 'tO'Ü'tOV OUX OLbO'tE 3tELQátELV.

Q 12,58-59 Líbrate de tu adversario Mt 5, 25-26

Le 12,58-59

58 [ew~ otou] ... llEtÓ. tOÜ avnbtxou oou Ev tñ ób XQttñ xat ó XQtt'i]~ ti¡> ÚJtTJQÉtU xat [ó <ÚJtTJQÉtTJ~> oe] ~[a]A[et] e~ q:JU/..axi¡v. 59 /..éyw aot, oü llil E~É/..itn~ Exetitev, ew~ to[v] eoxatov [xobgávtTJV] a:rwbi¡>~.

El texto de Q en griego y en español

/71

EvTom 16, 1-2.3b (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: Tal vez piensan los hombres que he venido a arrojar paz sobre el mundo. (2) Y no saben que he venido a arrojar división sobre la tierra, fuego, espada, guerra ... (3b) El padre contra el hijo y el hijo contra el padre.

Q 12, <54-56> RDiscernir el tiempoD Mt 16, 2-3

Le 12, 54-56

[54D [ ... Cuando llega el atardecer decís: Buen tiempo, pues el cielo está rojizo.D [55D [Y por la mañana: Mañana hará mal tiempo, pues el cielo está rojizo y cargado.D [S6D RSabéis discernir el aspecto del cielo. ¿Y no podéis «discernir» este tiempo?D

EvTom 91,2 (Nag Hammadi 11 2) Les dijo: Examináis el aspecto del cielo y de la tierra, pero no conocéis al que tenéis delante de vosotros, y no sabéis examinar este tiempo.

Q 12,58-59 Líbrate de tu adversario Mt 5, 25-26

Le 12,58-59

58 [MientrasD vas de camino con tu adversario, procura librarte de él, no sea que [tu adversarioD te entregue al juez, y el juez al alguacil, y Rel teD meta en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último RcordanteD.

El Documento Q

172

Q 13,18-19 El grano de mostaza Mt 13,31-32

Le 13, 18-19

18 'tÍ.VL ÓJ.LoÍ.a emi.v T) ~amA.Eí.a 'tO'Ü tteoü x.ai. 'tÍ.VL Óf.LOUÍ>aro a\m]v; 19 Óf.LOÍ.a EO'tLV x.óx.x.q> <JLVáJteroc;, 8v A.a~wv avttQOOJtoc; E~aA.ev ei.c; [x.fíJtDov mhoü· x.ai. TJ'Ü;TJ<JEV x.ai. eyÉVE'tO ei.c; bévbQov, x.ai. 'ta JtE'teLva mü OUQavoü x.a'teax.i]vroaev ev m te; x.A.ábmc; aumü.

Me 4, 30b-32 30b :rtooc; ÓJLOL<Ílaoo~v 't~v ~am.A.dav mü tl-wü

fJ

f:v 'tÍ.Vt

au't~v

:TtUQU~OAÜ tl-OOJLEV;

31 <Í>c; XÓX.X.


EvTom 20 (Nag Hammadi 11 2) (1) E'l::rtov ol JLatl-fJ'tat 'tlP 'ITJcroü· ei.:rte ftJLLV, 'tÍ.VL ÓJLoí.a emtv it ~a­ aLI..eí.a 'toov o'ÓQavoov.

(2) e'l::rtev au'toi:c;· ÓJLOÍ.a EO'tLV x.óx.x.


Q 13,20-21 .La levadura

Mt 13,33

Le 13,20-21

20 [x.ai. JtáA.tvD· 'tÍ.VL Óf.LOLC.Óaro 1:-ilv ~aaLA.Eí.av 'tO'Ü tteoü; 21 Óf.LOÍ.a E<J'ti.v ~'Úf.LTI, f1v A.a~oüaa yuvil EvÉX.Q'Ut¡Jev ei.c; aAe'ÚQO'U <Já'ta 'tQÍ.a eroc; olí E~'Uf.LlÍY&r] oA.ov.

El texto de Q en griego y en español

173

Q 13,18-19 El grano de mostaza

Mt 13, 31-32

Le 13, 18-19

18 ¿A qué se parece el reino de Dios, y con qué lo compararé? 19 Se parece a un grano de mostaza, que un hombre toma y echa en su [campoD. Creció y se convirtió en un árbol, y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas.

Me 4, 30b-32 30b ¿Con qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo expondremos? 31 Es como un grano de mostaza, que cuando se siembra en la tierra es la más pequeña de todas las semillas de la tierra. 32 Pero, una vez sembrada, crece, se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo pueden anidar a su sombra.

EvTom 20 (Nag Hammadi 11 2) ( l) Los discípulos dijeron a Jesús: Dinos, ¿a qué se parece el reino de los cielos? (2) Él les dijo: Se parece a un grano de mostaza. (3) Es la más pequeña de todas las semillas. (4) Pero cuando cae sobre la tierra cultivada, echa una gran rama y se convierte en refugio para los pájaros del cielo.

Q 13,20-21 La levadura

Mt 13, 33

Le 13,20-21

20 [Y «dijo» tambiénD: ¿Con qué compararé el reino de Dios? 21 Se parece a la levadura que una mujer tomó y ocultó en tres medidas de harina hasta que todo fermentó.

El Documento Q

174

EvTom 96, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) (1) A[Éye]t 'Ir¡ooü~· ~ ~amA.e(a toü n:atQO~ ó¡.w(a eottv yuvmx( [ttVL). (2) i!A.a~EV f..lLXQÓV tL ~'Úf..l'YJ~ (xat) E'XQU['tpev] aut~V d~ UAEUQOV (xat) E3tOL'YJOEV auto UQtOU~ f..lEYÚAOU~.

Q 13,24-27 No os conozco

Mt 7, 13-14.22-23; 25, 10-12 24 daéJ..:6an: bu1 'ti]~

Le 13,24-27

an:vi]~ -6úQa~. O'tl n:oA.A.ol. ~r¡'tt]aoumv

daeA.-6eiv xal. 6A.tym [dal.v OL <EtOEQXÓf..lEVOl bl'> au'ti]<~>D. 25 aq¡' oií av [eyeQ'ftñD ó [oixobean:ó1:r¡~D xal. xA.eta[n 1:]1i¡[vD -6úQa[v xal. aQ;r¡a-6e ~t;w Éatávm xal. XQOÚElV 't~V -6úQavD A.éyov'tE~ XÚQlE, Civm;ov ~f..lLV, xal. an:OXQl-6Ei~ EQEL 'Úf..lLV' oux oiba 'Úf..lmóv (J01J xal. E3tLOf..lEV xal. EV 'tai~ n:Aa'teLUl~ ~f..lOOV ebtba;a~· 27 xal. EQEL A.éywv 'Úf..lLV' oux oiba 'Úf..l
Q 13,29.28 Vendrán muchos de oriente y occidente

Mt 8, 11-12

Le 13, 28-29

29 [xal. n:oA.A.ol.D ano ava'toAoov xal. bUOf..lOOV i];oumv xal. avaXAl{}TJOOV'tal 28 f..lE'ta 'A~Qaaf..l xal. 'Iaaax xal. 'Iaxw~ ev 'tft ~amA.d~ 'tO'Ü -6eo'Ü, ['Úf..l<Ei>~D be. ex~A.[r¡{}Tja<ea-6e> EL~ 'tO OXÓ'tO~ 'toD e;w[tEQOvD· EXEL EOÚll ó xA.aUOf..lO~ xal. ó ~QUYf..lO~ 'tOOV obÓV'tWV.

El texto de Q en griego y en español

175

EvTom 96, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Jesús [dice]: El reino del Padre se parece a [una] mujer. ( 2) Tomó un poco de levadura, la ocultó en harina, (e) hizo con ella grandes panes.

Q 13,24-27 No os conozco Mt 7, 13-14.22-23; 25, 10-12

Le 13,24-27

24 Entrad por la puerta estrecha, porque muchos tratan de entrar y [sonD pocos [los ellaD. 25 Pues cuando [se levante el dueño de la casaD y cierre la puerta [y empecéis a llamar a la puerta desde fueraD diciendo: Señor, ábrenos. Él os responderá diciendo: No os conozco.

26 Entonces empezaréis a decir: Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas. 27 Y él os dirá: No os conozco. Apartaos de mí, malhechores.

Q 13,29.28 Vendrán muchos de oriente y occidente Mt 8, 11-12

Le 13, 28-29

29 [Y muchosD vendrán de oriente y de occidente y se sentarán 28 con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios, pero [vosotros seréisD expulsados [a las tinieblas deD fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.

El Documento Q

176

Q 13,<30> Los últimos serán los primeros

Mt 20, 16

Le 13, 30

[ .. eoovtm OL E<JXU'tol JtQ
Me 10,31 :nolloi. bf: E<JOvtaL :ltQ<Í>tOL eoxatOL xai. ot eoxm:ot :ltQ<Í>tOL.

EvTom 4, 2 (P. Oxy. 654) OtL :noi..A.oi. E<JOvtaL :n[QtOL eoxatOL xai.] oí E<JXUtOL :ltQ<Í>tOL,

EvTom 4, 2 (Nag Hamrnadi 11 2) ott :nolloi. eaovtm :JtQtm eoxatot,

Q 13,34-35 Lamento sobre Jerusalén

Mt 23,37-39

Le 13,34-35

'IEQO'U<JUA~J.l 'IEQO'U<JUA~J.l, f¡ <Í:rtOX'tEÍ.VO'U<Ja 'tOU¡; JtQOqJ~'ta¡; xai. A.dtot3oA.oüoa 'tou¡; á:rte<J'taAJ!Évov¡; :rtQo¡; au't~v,

34

:rtooáxt¡; T¡ttéAT)<Ja emovvayayetv 'ta 'tÉxva oov, 8v 'tQÓ:rtov ÜQvt¡; e:rtl<J'Uváyet 't(aD voooí.a au'tfl¡; ú:rto 'ta¡; :rt'tÉQvya¡;, xai. OUX i¡tl-EA~<JU'tE. 35 ibou aV. Aéyoo .. 'ÚJ.lLV, ou J.l~ i:bTJ'tE J.lE eoo¡; [T\;et (heD E'iJtTJ'tE" EUAOYTJJ.lÉVo¡; ó EQXÓJ.lEVO¡; EV OVÓJ.lU'tl X'UQÍ.O'U.

Me 11, 9c eul..oyru..tévoc; ó EQXÓJ.lEVoc;

Ev OVÓJ.lUtL XUQÍOU"

El texto de Q en griego y en español

177

Q 13,<30> [Los últimos serán los primerosD

Mt 20, 16

Le 13, 30

1.. Los últimos serán los primeros, y los primeros los últimos.D Me 10, 31 Pues muchos primeros serán últimos, y los últimos primeros.

EvTom 4, 2 (P. Oxy. 654) Porque muchos [primeros] serán [últimos, y] los últimos primeros.

EvTom 4, 2 (Nag Hammadi 11 2) Porque muchos primeros serán últimos.

Q 13,34-35 Lamento sobre Jerusalén Le 13, 34-35 Mt 23,37-39 34 Jerusalén, Jerusalén, que mata a los profetas, y apedrea a los que le son enviados. Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, lo mismo que la gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas, y no habéis querido. 35 Por eso se os quitará vuestra casa. Os .. digo que no me veréis hasta [que llegue «el momento» en queD digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.

Me 11, 9c ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

El Documento Q

178

Q 14,<11> [El que se exalta será humiUadoD Mt 23, 12

Le 14, 11

[nd~ Ó 'Ú'\jHÚV ÉaU'tOV 'tU3tELVOO'fhíOE'taL, xai. Ó 'tU3tELVOOV eau'tOV 'Ú'\jJoo-fhíoe-rm.D

Q 14, 16-18.¿19-20?.21.23 Los invitados a la gran cena

Mt 22, 1-14

Le 14, 15-24

16 av-6-goonÓ~ n~ E3tOLEL bei3tvov [¡..tÉya, xai. EXÚAEOEV noA.A.oiJr;D 17 xai. anÉO'tEtAEV -rov boüA.ov au-roü [-rñ rogq. 'tO'Ü beí.nvouD ElJtELV 'tO~ xexA.r¡¡..tÉVOLt;" EQXE0-6-E, on i¡br¡ ELOL¡..tá EO'tLV. 18 ... aygóv, .. ¿19? .. ¿20? .. 21 «xai. < > ó boüA.o~ < > -r

xaA.éo tva ye¡..ttofrñ ¡..tou ó oixor;.

EvTom 64 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEL 'lrtooü~· avttQÚ>Jt

TOV (xai.) EUtEV au'tq>· Ó XÚQI.Ót; ¡.tOtl xaAEI OE. (3) e&tev· CxQy'ÚQLa eoávewa E¡.tJtÓQOLc;, o'L EAEÚOOV'tm 'tTJt; ÉoJtÉQar;· JtOQEÚOO¡.taL EJtL'tÚOOELV au'toic;, JtUQaLTOÜ¡.taL JtEQL "COÜ OEÍJtVOtl. (4) EAttwv JtQOt; hEQOV EUtEV au'tq>· ó XÚQLÓc; ¡.tOtl EXÚAEOÉV OE. (5) EUtEV au'tq>· OLXLUV ~YÓQaOa xai. ahoüOLV ¡.tE ~¡.tÉQav· OUX EUXULQÜ>. (8) EAttwv JtQO~ E"CEQOV EUtEV au'tq>· ó XÚQI.Ór; ¡.tOtl XUAEL OE.

El texto de Q en griego y en español

179

Q 14,<11> [El que se exalta será humilladoD Mt 23, 12

Le 14, 11

[Todo el que se exalta a sí mismo será humillado, y el que se humilla a sí mismo será exaltado.D

Q 14, 16-18.¿19-20? 21.23 Los invitados a la gran cena Mt 22, 1-14

Le 14, 15-24

16 Un hombre preparó una [granD cena [e invitó a muchosD. 17 Y envió a su siervo [a la hora de la cenaD para decir a los invitados: Venid, porque ya está preparada. 18 «Uno se excusó a causa de su» campo. ¿ 19? «Otro se excusó a causa de sus negocios». ¿20? .. 21 «Y el siervo todo esto a su señof)). Entonces, el dueño de la casa, muy enfurecido, dijo a su siervo: 23 Sal a los caminos y llama a los que encuentres para que se llene mi casa.

EvTom 64 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: Un hombre tenía huéspedes, y cuando hubo preparado la cena envió a su siervo para que invitara a los huéspedes. (2} Fue al primero (y) le dijo: Mi señor te invita. (3) Él dijo: He prestado dinero a unos comerciantes, que vendrán por la tarde. Iré para darles instrucciones. Me excuso de «asistir» a la cena. (4) Fue a otro y le dijo: Mi señor te ha invitado. (5) Él le dijo: He comprado una casa y me requieren un día. No podré «im. (8) Fue a otro y le dijo: Mi señor te invita.

180

El Documento Q

(9) EUtEV a\mp· X<.Í>J.LfiV ftYÓQaoa (xai) 1toQEÚOJ.LaL A.ajMv ,;ov J.LUJ'ftóv· OU buvi)OOJ.LaL EAikLV, :JtUQUL"tO'ÜJ.LaL. (6) EQXÓJ.LEVO~ :JtQO~ E"tEQOV EUtEV au,;q>· ó XÚQLÓ~ J.LOU xaA.Et OE. (7) EUtEV au,;q>· ó
Q 14,26 Odiar a la propia familia Mt lO, 37

Le 14, 26

[] OU J.I.LOEi 'tOV 3tU'tÉQU 'X.UL 't~V J.I.TJ'tÉQU OU J.I.OU <J.I.Uih¡'t~c;>, 'X.UL [] 'tv ULOV x.ut 1:<~v> &uyu'tÉQU ou búvu'tat Elvut J.I.OU J.I.Uih¡'t~c;.

Me 10, 29b oubEú; EO"tLV o~ a
EvTom 55 (Nag Harnmadi 11 2) {1) AÉyEL 'lr¡ooü~· OO"t~ ou J.LwTJOEL 'tOV :n:a'tÉQa au'toü xai 'ti]v J.Lfl"tÉQa auwü ou buvr]oE'tat Elvaí. J.LOU J.Laitr¡,;i)~. (2) xai OO"t~ ou J.LwTJOEL 'tOU~ abEA.<pou~ aU"tO'Ü xai 'tU~ abEA.<pa~ aU'tO'Ü xai ou f3aO"táOEL 'tOv O"tUUQOV UU"tO'Ü 00~ eyoo, ou YEvTJOE"taÍ. J.LOU a;LO~.

EvTom 101, 1-2 (Nag Harnmadi 11 2) {1) UÜO"t~ ou J.LLoTJOEL ,;ov :n:a["tÉQa] auwü xai ,;i]v J.Lfl"tÉQa au'toü 00~ ty<.Í> OU buvi)oE'tat ElvaÍ. J.LOU J.L[aitr¡'t)TJ~· (2) xai OO"t~ [ou]
El texto de Q en griego y en español

181

(9) Él le dijo: He comprado una aldea (y) voy a recibir las rentas.

No podré ir. Me excuso. (6) Fue a otro y le dijo: Mi señor te invita. (7) Él le dijo: Se casa mi amigo y prepararé una cena. No podré ir. Me excuso de «asistir» a la cena. ( 10) El siervo regresó y dijo a su señor: Los que habías invitado a la cena se han excusado. ( 11) El señor dijo a su siervo: Sal fuera a los caminos (y) trae a los que encuentres para que cenen.

Q 14,26 Odiar a la propia familia Mt 10, 37

Le 14,26

a<El que>D no odia a «SU» padre y a «SU» madre no mío, y [<el que>D <no odia> a «SU» hijo y a «SU>> hija no puede ser discípulo mío. Me 10, 29b Nadie que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o campos por mí y por el evangelio ...

EvTom 55 (Nag Hammadi 11 2) (1) Dice Jesús: Todo aquel que no odie a su padre y a su madre no podrá ser discípulo mio. (2) Y todo aquel que no odie a sus hermanos y a sus hermanas, y no toma su cruz como yo, no será digno de mí.

EvTom 101, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Todo aquel que no odie a su [padre] y a su madre como yo, no podrá ser [discípulo] mío. (2) Y todo aquel que [no] ame a su [padre y] a su madre como yo, no podrá ser [discípulo] mío.

El Documento Q

/82

Q 14,27 Tomar la propia cruz

Mt 10, 38

Le 14, 27

..

o~ ou AUJ.l~clVEL 'tOV O'taUQOV aU'tOU xai. clXOAOU'ftEt o3tÍ.ow J.I.OU, ou búva,;m eivaí. J.I.OU J.tafuJ,;T)~.

Me 8, 34b EL 'tL~ itÉI..EL (míow IJ.O'U axoA.ouiteiv. a:rtUQVTJOáoitw ÉaU'tOV xai. UQÚ't(l) 'tOV
EvTom 55, 2 (Nag Hammadi 11 2) xai. O~ eycb, oüx YEvilOE'taÍ IJ.O'U

a; LO~. Q 17,33 Ganar o perder la propia vida Mt 10,39

Le 17,33

[óD EÚQ[vD Ti¡v '\jJuxilv au'tOU a3to/..ÉOEL au,;T)v, xai. [óD a3toMo[a~D 'tllV '\jJU)(llV aU'tOU [EVEXEV EJ.I.OUD EÚQTJOEL au'ti)v.

Me 8, 35 8~ yaQ ECtV 6-éA.n 'tTJV 'IPUXTJV aÜ'tOÜ o&om a:rtOA.ÉOEL aÜ'ti¡v· o~

b'

av a:rtOA.ÉOEL 'ti¡V 'IPUXTJV aÜ'tOÜ EVEXEV EIJ.OÜ xai. 'tOU eüayyeA.íou ocboEL aiJ1:i¡v.

Q 14,34-35 La sal que pierde su sabor

Mt 5, 13

Le 14, 34-35

ev

aA.a~· eav be ,;o aA.a~ J!O>Qav-ftñ, ,;Í.vL [ clQ'tU D-fti)oE'tm; 35 oihE E~ yijv ou'tE E~ X03tQÍ.av [Eu-ftE'tÓv emLvD, [!;w ~áA.­ A.oumv au'tÓ.

34 [xaA.ovD ,;o

El texto de Q en griego y en español

183

Q 14,27

Tomar la propia cruz Mt 10, 38

Le 14, 27

.. El que no toma su cruz y viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío. Me 8, 34b Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga.

EvTom 55, 2 (Nag Harnmadi 11 2) Y todo aquel que no odia a sus hermanos y a sus hermanas, y no toma su cruz como yo, no será digno de mí.

Q 17,33

Ganar o perder la propia vida Mt 10,39 Le 17,33 [El que encuentre] su vida la perderá, y [el que] pierda su propia vida [por mí] la encontrará. Me 8, 35 Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por la buena noticia, la salvará.

Q 14,34-35

La sal que pierde su sabor Mt 5, 13

Le 14, 34-35

34 [Buena] «es» la sal. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué la [salarán]? 35 No [vale] ni para la tierra ni para el estiércol. La tiran fuera.

El Documento Q

184

Me 9, 49-50a 49 llc'i~ yaQ 1t'UQL áA.LO'Di¡oE'taL. 50a xaA.ov t'o &A.a~· Mv tl€ t'O &A.a~ avaA.ov yÉVT]t'm, ev t'LVL miTo CtQt'ÍJOEt'E;

Q 16,13 Dios o Mammón Mt 6, 24

Le 16, 13

ou6ei.~ 6úva'taL 6uol. XUQÍ.oL~ 6ouAeÚELV" ~ yaQ t'OV EVa J.LL<JTÍOEL xal. t'OV E'tEQOV aymt~<JEL, ~ Évo~ avfré1;E'taL xal. 'tOÜ É'tÉQOU xa'tal:pQOV~<JEL. ou 6úvaoite itecp 6ouA.eúetv xal.

J.LaJ.LooV(i.

EvTom 47,2 (Nag Hammadi 11 2) xat oil Mvat'm tloüA.o~ tluot t'LIJ.ftOEL xat t'OV ETEQOV Ú~QLOEL.

XUQLOL~

A.at'QEÍletv.

i1

t'OV eva

Q 16,16 Desde Juan se anuncia el reino de Dios Mt 11, 12-13

Le 16, 16

ó .. VÓJ.LO~ xal. oí. 3tQOI:pf\t'aL [Ew~D 'Iwávvou· arro 'tÓ'tE ~

~a­

oLM:í.a 'tOÜ iteoü ~LÚ~E'taL xal, ~La<J'taL clQ3tÚ~OU<JLV aÜ't~V.

Q 16,17 La ley no pasará Mt 5, 18

Le 16, 17

[euxomÍ>'tEQOV 6é emtv 'tovD oÜQavo[vD xal. ['ti)vD yf\[vD rraQEA.{}[etv ~ i.oo'ta EV ~D J.Lí.a[vD XEQaí.a[vD 'tOÜ VÓJ.LOU [rreoetvD.

El texto de Q en griego y en español

185

Me 9, 49-50a 49 Todos van a ser salados con fuego. 50a Buena es la sal. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la salaréis?

Q 16,13 Dios o Mammón Mt6, 24

Le 16, 13

Nadie puede servir a dos señores, pues odiará a uno y amará al otro; o se pegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a Mammón.

EvTom 47,2 (Nag Hammadi 11 2) Y no puede un siervo reverenciar a dos señores, pues honrará a uno y afrentará al otro.

Q 16,16 Desde Juan se anuncia el reino de Dios Le 16, 16

Mt 11, 12-13

.. La ley y los profetas «llegan» [hasta] Juan. Desde entonces el reino de Dios sufre violencia y los violentos tratan de apoderarse de él.

Q 16, 17 La ley no pasará Mt 5, 18

Le 16, 17

[Antes] pasarán el cielo y [la] tierra, [que se pierda una letra o] una coma de la ley.

El Documento Q

186

Me 13,30-31 30 'Af.tTJV Myw 'Úf.ti:V O'tL ou f.tTJ :7taQÉA.itrJ ~ yEvEÓ. aün¡ f.I.ÉXQtc; o'Ú 'tU'Ü'tU J'tÓV'ta yÉV1'J'taL. 31 ó ouQavo~ xat ~ yii l'tUQEAE'ÚooV'tm, ol M A.óym f.tOU ou f.I.TJ J'tUQEAE'ÚOOV'taL.

Q 16,18 El repudio provoca adulterio

Mt5,32

Le 16,18

J't<'i~ Ó a:rtoA:Úwv "tTJV yuvaixa aumu [xat yaJ!&V D J.I.OLXEÚEL, xai Ó cl:JtOAEAUJ.lÉVfiV yaJ!WV J.lOLx[EÚELl

Me 10, 11b-12 llb o~ av cmoA.úon 'tTJV yuvai:xa UU'tO'Ü xat YUf.t~OTI aAA1'JV f.tOLXO'taL El't' aut~v· 12 xat Eó.v auti] cmoA.'Úoaoa 'tOV aVÓQa autii~ YUf.t~OTI aA.A.ov f.tOLXO'taL.

Q 17,1-2 No escandalizar a los pequeños

Mt 18, 7.6

Le 17, 1-2

1 &.váyxrJ eA.ftetv "tU oxáv~aA.a, :rtA.T]v ouat ~L' oú EQXE'taL. 2 A.umteA.et au"t<'iJ [dD A.tfto~ J.l'UALXO~ :rtEQtXeL·taL :rtEQi tov tQáX'YJAOV autou xat EQQL:Jt"taL d~ ti]v ftáA.aooav ii tva oxav~aALOTJ t&v J!LXQWV to'Únov eva.

Me 9, 42 Kai o~ av oxavóaA.í.<Jn eva 'tOOV f.tLXQOOV 'tO'Ú't(JJV 'tOOV J'tLO'tEUÓV'tWV E~ Ef.tÉ, xaA.óv EO'tLV aut<¡> f.I.ÜAAOV EL J'tEQLXEL'taL f.t'ÚAO~ OVLXO~ J'tE-

Ql tov tQáxr¡A.ov autoü xat ~é~A.rttm d~ ti]v -6áA.aooav.

El texto de Q en griego y en español

187

Me 13,30-31 30 Os aseguro que no pasará esta generación antes de que todo esto suceda. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Q 16,18 El repudio provoca adulterio

Mt 5, 32

Le 16, 18

Todo el que repudia a su mujer [y se casa con D comete adulterio, y el que se casa con una repudiada comete adulterio.

Me 10, 11b-12 11 b El que repudie a su mujer y se case con otra comete adulterio contra ella; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Q 17, 1-2 No escandalizar a los pequeños

Mt 18, 7.6

Le 17, 1-2

1 Es inevitable que haya escándalos, pero ay de aquel que los provoca. 2 Sería preferible [queD le ataran alrededor del cuello una piedra de molino y le arrojaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.

Me 9, 42 Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran alrededor del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar.

El Documento Q

188

Q 15,4-Sa.7 La oveja perdida Mt 18, 12-14

Le 15,4-7

4 'tÍ.<; < > avfi'Qwn:oc; e; Ú¡..twv < > ex< > Éxa'tOV 1tQÓ~a'ta xai [an:oA.éoac;D ev e; mhwv, ou[xi aqn]oDeL 'tcl evevr]xoV'ta evvéa [en:t 'ta OQTJD xat n:oQeu['freic; ~TJ'tetD 'to [an:oA.wA.óc;D; Sa xat eav YÉVTJ'taL EÚQELV au'tÓ, 7 A.éyw Ú¡..ttv O'tL xaí.QeL en:' aU't(i> ¡..tñllov ~ en:i 'tOLe; EvEvTJXOV'ta evvéa 'tOLe; ¡.ti] n:en:AaVTJ¡..tÉVOL<;.

EvTom 107 (Nag Hammadi II 2) (1) AéyEL 'ITJOOüc;· T¡ ~aot.I..Eí.a Ó¡.toí.a EO'tLV avftQÓ>:Jt


Q 15,<8-10> [La moneda perdidaD Le 15, 8-10 [8) [«~ 'tí.c; yuvi] exouoa Mxa l>Qax¡..tac; eav an:oA.éon l>QaX¡..ti]v ¡..tLaV, OUXl U1t'tEL kÚXVOV xai. <JaQOL 'ti]V OLXLaV xai. ~TJ'tEL ewc; EÜQU;»D [9) [«xai eÚQoüoa xaA.et 'tac; cpí.Aac; xai yehovac; A.éyouoa· xáQTJ'tÉ ¡..tOL, O'tL e'ÚQOV 'ti]v l>Qax¡..ti]v f¡v amoA.eoa.»D

[10) [«o'Ü'twc;, A.éyw Ú¡..ttv, yí.ve'tm xaQa <e¡..tn:Qoo{}ev> 'tWV ayyÉAWV en:i Évi á¡..taQiwA.(i> ¡..tE'taVOOÜV'tL.»D

El texto de Q en griego y en español

189

Q 15, 4-5a.7 La oveja perdida

Mt 18, 12-14

Le 15,4-7

4 ¿Quién de entre vosotros que tenga cien ovejas y [pierdaD una de ellas, no deja las noventa y nueve [en el monteD y va a [buscarD la [perdidaD? 5a Y si resulta que la encuentra, 7 os digo que se alegrará por ella más que por las noventa y nueve que no se extraviaron. EvTom 107 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: El reino es semejante a un pastor que tenía cien ovejas. (2) Una de ellas, la más grande, se extravió. Él dejó las noventa y nueve, (y) la buscó hasta que la encontró. (3) Cansado, dijo a la oveja: Te quiero más que a las noventa y nueve.

Q 15,<8-10> [La moneda perdidaD

Le 15, 8-10 [8D [«¿0 qué mujer que tenga diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende una lámpara y barre la casa, y busca hasta que la encuentra?»D [9D [«Y cuando la encuentra llama a sus amigas y vecinas, y les dice: Alegraos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido».D [10D [«Os digo que del mismo modo los ángeles se llenan de alegría por un pecador que se convierte>>.D

El Documento Q

190

Q 17,3-4 Perdonar al hermano que te ofende Mt 18, 15.21-22

Le 17, 3-4

3 eav ÚJ.laQ't~OTI [d~ oeD Ó abú.c.pó~ oou, btt'tÍ-Jlrtoov au'tq>, xal. eav [f.lE'tavo~onD. ac.pe~ au'tq>. 4 xal. eav É:rt'tÚXL~ 'tij~ 'IÍJ.lÉQa~ ÚJ.laQ't~on d~ OE xal. É:rt'táx~ ac.p~OEL~ aU'tq>.

Q 17,6 Fe como un grano de mostaza Mt 17, 20b

Le 17, 6

EL EXE'tE 3tÍ.O'tLV 00~ xóxxov OLVÚ3tEW~, EA.ÉyE'tE av 'tÜ ouxaJ.lÍ.Vq> 'taÚ'tTI' EXQL~OO-th)'tL xal. c.pu'teÚ-th)'tL ev 'tÜ -6-aA.áoon· xal. Ú3t~XOUOEV av ÚJ.lLV.

Me 11, 22b-23 22b ÉXE'tE J'tL
EvTom 48 (Nag Hammadi 11 2) EUV Oúo ELeTJVE'ÚOWOLV Ev aA.A.~A.OL¡; EV !J.L(i xai 'tÜ

AÉyEL 'ITJOOü¡;· au'tñ OLXLQ, EQOÜOLV 'tlP OQEL' !J.E'tÚ~a xai !J.E'ta~~OE'taL.

Q 17,<20-21> [El reino de Dios está dentro de vosotrosD

Mt 24,23

Le 17,20-21

[20D [« 'ErtEQW'trt-6-el.~ be rtó'te egxe'tm 1Í ~amA.eí.a 'tou -6-eou anexgí.-th] aU'tOL~ xal. ehtev· oux EQXE'taL 1Í ~aOLAEÍ.a 'tOU -6-eou f.lE'ta naga't'TIQ~oew~,»D

El texto de Q en griego y en español

191

Q 17,3-4 Perdonar al hermano que te ofende Mt 18, 15.21-22

Le 17,3-4

3 Si tu hermano peca [contra ti], repréndele, y si [se arrepiente], perdónale. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, perdónale siete veces.

Q 17,6 Fe como un grano de mostaza Mt 17, 20b Le 17,6 Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a esta morera: Arráncate y plántate en el mar. Y os obedecería.

Me 11, 22b-23 22b Tened fe en Dios. 23 Os lo aseguro, el que diga a este monte: Quítate y arrójate al mar, y no dude en su corazón, sino que crea que va a suceder lo que

dice, le sucederá.

EvTom 48 (Nag Hammadi II 2) Dice Jesús: Si dos están en paz entre ellos en una misma casa, dirán al monte: Quítate de ahí, y se quitará.

Q 17, <20-21> [El reino de Dios está dentro de vosotros] Mt 24, 23

Le 17, 20-21

[20] [ «Preguntado sobre cuándo vendría el reino de Dios, les respondió diciendo: El reino de Dios no vendrá aparatosamente».]

El Documento Q

192

[21D [ .. tbou robe ~· ... , «l.bou yaQ ~ ~am.Ada ,;oü iteoü f:v,;o~ -u 1..u:Ov eonv.»D

Me 13,21 Kat 'tÓ'tE Eáv ·n~ Úfli:V etnn· Lbe O>be ó XQL
EvTom 3, 1-3 (P. Oxy. 654) (1) AÉYEL 'l[TJ(Ooü)~· eav] OL EA'XOV'tE~ <Ú>f.1d~ [eÜtOOOLV Úf.'LV' tbou] tí ~amA.eí.a OUQa[vq>, Úfld~ qyfhíoe'tm] 'tU 1tt'tELvu 'toü ouQ[avoü· (2) f:av ¿)' EÜtOOOLV o]'tL Ú3t0 'ttlV y~v EOt[Lv, eLOEAeÚOOV'taL] OL txtroe~ 't'fj~ -ftaA.á[OOTJ~ 1tQoV [EO]'tL [ xax'tóc;.]

ev

EvTom 3, 1-3 (Nag Hammadi II 2) (1) AÉyEL 'ITJOOü~· EUV ot lÍYOÚf.'EVOL ÚJ.liic; emOOOLV 'ÚJ1LV' tbou tí Ev Tq> OUQavq> EO'tLV, V EO'tLV xal E'X'tO~ Úf.'WV. ~amA.eí.a

EvTom 113 (Nag Hammadi II 2) (1) Ehtov au'tq> ot J1ct-6Tj'taL aU'tO'Ü' 3tOÍ.~ ~f.'ÉQ~ EQXE'taL tí ~am­ A.eí.a; (2) oux EQXE'taL f.'E'tU a¡¡;oxaQa¿)oxí.a~. (3) oux ÉQoümv· t¿)oiJ O>be fJlliou f:xei:. (4) aA.A.u tí ~amA.eí.a 'tO'Ü Jta'tQO~ EO'tQWJ.LÉVTJ EO'tLV E3tL 'tfi~ Yii~ xat OL av'ftQ003tOL OU ~Xi3tolJOLV aU't~V.

El texto de Q en griego y en español

193

[21D [«Y no dirán:» ¡Mira, aquí «está»!, o: «¡Allí está! Porque el reino de Dios está dentro de vosotros».D Me 13,21 Si alguno os dice entonces: ¡Mira, aquí está el Mesías! ¡Mira, «está» allí! No lo creáis.

EvTom 3, 1-3 (P. Oxy. 654) (1) Dice Jesús: [Si] los que engañan [os dicen: Mirad,] el reino «está» en el cielo, «entonces» los pájaros del cielo [os precederán]. (2) [Si os dicen] que está debajo de la tierra, los peces del mar [entrarán precediéndo]os. (3) Pues el reino [de Dios] está dentro de vosotros [y fuera.]

EvTom 3, 1-3 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: Si vuestros guías os dicen: Mirad, el reino está en el cielo, «entonces» los pájaros del cielo os precederán. (2) Si os dicen: Está en el mar, los peces del mar os precederán. (3) Pero el reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros.

EvTom 113 (Nag Hammadi 11 2) (1) Le dijeron sus discípulos:¿Qué día vendrá el reino? (2) No vendrá con espectación. (3) No dirán: ¡Mirad, aquí «está»!, o: ¡Mirad, allí «está»! (4) Sino que el reino del Padre está extendido sobre la tierra y los hombres no lo ven.

El Documento Q

194

Q 17,23-24 El Hijo del hombre llegará como un rayo

Mt 24, 26-27

Le 17, 23-24

23 ea.v ElJt(l)<JLV ÚflLV' tbou ev tñ EQTJflq> EOtÍV, fl~ E;éJ.:fhltE' tbou Ev tois taf!Eíms, fl~ btó>;TJtE' 24 &mtEQ yó.g tí UOtQU3t~ E;ÉQX,Etm avatoA.v xat q>aíVEtm ews bUOflWV, O'Ütws EOtaL [óD uí.O[sD tO'Ü av-6-gc:.ímou [Ev tñ tífléQ~ autoüD.

ano

Me 13, 21 Kat 'tÓtt Eáv tL~ Ú¡..tiv ELltTI' 'Lbt eMe ó XQLO'tÓ~, tbe EXEI, 1-1.~ ltLOtEÚEtE'

EvTom 3, 1-2 (P. Oxy. 654) (1) f.i.ytt 'I[rt(ooük Mv] ot eA.xovtt~ <ú>¡..ta~ [E'Lmomv Ú¡..tiv· l.bou] ~ ~amA.Ei.a Ev ouQa[vcp, Ú¡..ta~ cp'fhíoetm] ta ltttttva toü ouQ[avoü· (2) EclV b' EL3t
EvTom 3, 1-2 (Nag Hammadi 11 2) (1) Aéytt 'Irtooü~· Mv ot ~yoú¡..tevot Ú¡..ta~ dmomv Ú¡..tiv· l.bou ~ ~amA.Eta Ev 'tcp ouQavcp Eottv, cp-3~ot'tat Ú¡..ta~ ta ltttttva toü OUQUVOÜ. (2) Eav (b') e'tltoootv Ú¡..tiv· EV tñ -3aA.áoon Eotí.v, cp'fhíoovtm ú¡..ta~ ot l.x&úe~.

Q 17,37 Los buitres alrededor del cadáver

Mt 24,28

Le 17,37

onou to ntfla, EXEi ouvax.{}i)oovtm oí. ÜEtoí..

El texto de Q en griego y en español

195

Q 17,23-24 El Hijo del hombre llegará como un rayo

Mt 24, 26-27

Le 17, 23-24

23 Si os dicen: ¡Mirad, está en el desierto! No salgáis. ¡Mirad, está dentro de casa! No vayáis detrás. 24 Porque así como el relámpago brilla desde occidente hasta oriente, así aparecerá el Hijo del hombre [en su día].

Me 13,21 Si alguno os dice entonces: ¡Mira, aquí está el Mesías! ¡Mira, está allí! No lo creáis.

EvTom 3, 1-2 (P. Oxy. 654) ( 1) Dice Jesús: [Si] los que engañan [os dicen: Mirad,] el reino «está» en el cielo, «entonces» los pájaros del cielo [os precederán]. (2) [Si os dicen] que está debajo de la tierra, los peces del mar [entrarán precediéndo]os.

EvTom 3, 1-2 (Nag Hammadi II 2) (1) Dice Jesús: Si vuestros guías os dicen: Mirad, el reino está en el cielo, «entonces» los pájaros del cielo os precederán. (2) Si os dicen: Está en el mar, los peces del mar os precederán.

Q 17,37 Los buitres alrededor del cadáver

Mt24, 28

Le 17,37

Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres.

El Documento Q

196

Q 17' 26-27.¿28-29? .30 Como en los dias de Noé Mt24, 37-39

Le 17,26-30

ev

26 .. (xa-6-ci>~D .. [eyÉvno -cDaii~D ~JlÉQal(~D NooE, oihoo~ EO'taL [ev -c<ñ> ~J1ÉQ<~>D 'tO'Ü UÍ.O'Ü 'tO'Ü av-6-Q<Ímou. 27 [Ó>~ yaQ ~oav -cai~ ~JlÉQm~ exdvm~D 'tQ<Í>yov-cE~ xai. :n:tvov-cE~, yaJ10'ÜV'tE~ xai. yaJ1tl;[ov-cE~D. ÜXQL ~~ ~JlÉQa~ doijA.-6-Ev NooE El.~ -c~v xtf3oo-cóv, xai. ~A.-6-Ev ó xa-caxA.uoJ1Ü~ \ T xm TJQEV a:n:av-ca~, ¿28-29? .. 30 o{hoo~ EO'taL xai. ~JlÉQ~ ó uí.O~ 'tO'Ü av-6-Q<Í>:n:ou a:n:oxaA.'Ú :n:'tE'tm.

ev

e1

ñ

Q 17,34-35 A uno se lo nevarán y a otro lo dejarán Mt 24, 40-41

Le 17, 34-35

[ev

-cq> ayQq>], E~ :n:aQaAaJ1f3áT ' ' VE'taL XaL' EL~ a<:pLE'taL" 35 b'Úo aA.~-6-ouom Ev -cq> Jl'ÚA
34 A.Éyoo ÚJ1iV, E<JOV'taL b'Úo

Me 13, 16 xat 6 EL~ 'tOV ayQOV ¡.t~ btt
EvTom 61, 1 (Nag Hammadi 11 2) AÉyEL 'ITJOO'Ü~· Mo av~JtaÚ<JOVtaL e:n:l. XALVTJ~, 6 E~ a:n:o'ftavEi'taL, 6 E~ t~<JE"taL.

El texto de Q en griego y en español

197

Q 17, 26-27.¿28-29?.30 Como en los días de Noé Mt 24,37-39

Le 17,26-30

26 .. [Como sucedió en losB días de Noé, así será [en el díaB del Hijo del hombre. 27 [Pues así como en aquellos díasB comían y bebían, se casaban y se entregaban en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca, y llegó el diluvio y se los llevó a todos. ¿28-29? .. 30 Así será también el día en que el Hijo del hombre se manifieste.

Q 17,34-35 A uno se lo llevarán y a otro lo dejarán Mt 24, 40-41

Le 17, 34-35

34 Os lo aseguro: Estarán dos [en el campoB; a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán. 35 «Estarán» dos moliendo en el molino; a una se la llevarán y a otra la dejarán. Me 13, 16 El que esté en el campo, que no regrese para tomar su capa.

EvTom 61, 1 (Nag Hammadi 11 2) Dice Jesús: Dos descansarán en el lecho; el uno morirá, el otro vivirá.

El Documento Q

198

Q 19, 12-13.15-24.26 El dinero confiado a los siervos

Mt 25, 14-30

Le 19, 12-26

12 .. civftQ003tÓ~ 'ti; 03tObTJJ.U:OV 13 exá.A.Eoev béxa boúA.ou~ EU'U'tO'Ü xat éboo'X€\' ain:o~ béxa J1Vd~ [xat ebtev aÜ'to~· n;gayJ1a'teúoacrf}e f:v

4> ÉQXOJ1at).

15 .. (J1E'taD .. [n;oi.:uv xgóvovD egxum ó xúgw~ 'tv

boúA.oov exeivoov xat O'Uvaí.Qet A.óyov J.LE't' aÜ'tV. 16 xat [<~>A.ikev>D ó 3tQOO'tO~ A.éyoov· XÚQLE, 1Í J1Vd oou béxa 3tQOOTJQYá.oam J1Vd~. 17 xat ebtev aÜ'tql' dí, aya-6-e boüA.E, E3tL óA.í.ya ~~ 3tLO'tÓ~, en;t rtoA.A.v oe xa'taO'tiJooo. 18 xat ~A'frev Ó [bEÚtEQo~D A.éyoov· XÚQLE, TJ J1Vd OO'U E3tOLTJOEV 3tÉV'tE J1Vd~. 19 ebtev [au'tDq>· [elí, aya-6-e boüA.E, en;t óA.í.ya ~~ rttO'tó~.D en;t n;oUv oe xa'taO'tiJooo. 20 xat ~A.-6-ev ó E'tego~ A.éyoov· XÚQLE, 21 [eyvwvD oe fut axATJQO~ el avftgoon;o~, -6-egí.t;oov on;ou oüx É03tELQa~ xat O'Uvá.yoov Oftev oü bteaxÓQmoa~, xat <po~[TJ-6-e~ an;eA.-6-ci>VJ EXQ'U'tl'a [ oouD EV [tñ YñD· tbleB exe.; to oóv. 22 A.éyet autqr 3tOVTJQE boüA.e, ñbet~ OtL -fregí.t;oo 03tO'U oüx E03tELQU xat O'Uvá.yoo o-6-ev oü bteoxógmoa; 23 [ébet oe olív ~aA.eivD J10'U t[a) agyúgL[a to~D 'tQU3tEt;[ha.;D, xat eA.-6-ci>v eyci> EXOJ1LOÓ.J1TJV av to EJ10V oilv tÓXq>. 24 clQUtE olív an;' aütoü ti]v J1Vdv xat bóte t

3t0~ clJtÓbTJJ.LO~ cl<JlE~ ri)v OLXLaV Ull'tOÜ XUL bou~ 'tOLe; boúA.ou; aÜ'tO'Ü 't~V e;ouoí.av Éxáonp 'tO EQYOV aU'tOÜ xat 'tlp

&ugwg


El texto de Q en griego y en español

199

Q 19, 12-13.15-24.26 El dinero confiado a los siervos Mt 25, 14-30

Le 19, 12-26

12 .. Un hombre, al marcharse de viaje, 13 llamó a diez siervos suyos y les dio diez minas IIY les dijo: Negociad hasta que regrese.D 15 .. [Al cabo de mucho tiempoD viene el señor de aquellos siervos y les pide cuentas. 16 [VinoD el primero diciendo: Señor, tu mina ha producido otras diez minas. 17 Y él le dijo: Bien, siervo bueno, has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho. 18 Vino el [segundoD diciendo: Señor, tu mina ha dado cinco minas. 19 Él [IeD dijo: [Bien, siervo bueno, has sido fiel en lo poco,D te pondré al frente de mucho. 20 Y vino el otro diciendo: Señor, 21 [sabíaD que eres un hombre duro, que cosechas donde no has sembrado y recoges de donde no has esparcido, y, por [miedo, fuiD y escondí [tu minaD en [la tierraD. Aquí tienes lo tuyo. 22 Él le dijo: Siervo malo, sabías que cosecho de donde no he sembrado y que recojo de donde no he esparcido. 23 [Por eso tendrías que haber dadoD mi dinero [a los cambistasD. y al volver yo habría recibido lo mío con los intereses. 24 Así pues, quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas. 26 [PorqueD a todo el que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Me 13,34 Es como aquel hombre que se marchó de viaje dejando su casa, y encomendó a cada uno de los siervos su tarea, y encargó al portero que vigilase.

200

El Documento Q

Mc4, 25

oc;

yó.Q EX,EL, bo'fhí<JE'tat atl't
oc;

oüx EX,EL, xat

o EX,EL

EvTom 41 (Nag Hammadi 11 2) (1) AÉyEt 'hJooüc;· omtc; EX,EL ev tñ X.ELQL aütoü, bo'fhíoE'tat aÜ't
Q 22,28.30 Vosotros juzgaréis a las doce tribus de Israel

Mt 19, 28

Le 22, 28-30

28 'Ú~J.EL~ .. oí. axoA.outh]oavtÉ~ IJ.OL 30 .. xaft~oeofte e:rd. ftQÓV[ou~] XQLVOvtE~ q¡uA.a~ toü 'loQa~A..

ta~ 6ci>6exa

El texto de Q en griego y en español

201

Mc4, 25 Pues al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.

EvTom 41 (Nag Hammadi 11 2) ( 1) Dice Jesús: A aquel que tiene en su mano, se le dará. (2) Y a aquel que no tiene, incluso lo poco que tiene se le quitará.

Q 22,28.30 Vosotros juzgaréis a las doce tribus de Israel

Mt 19, 28

Le 22, 28-30

28 .. Vosotros, los que me habéis seguido 30 .. os sentaréis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

CONCORDANCIA

Introducción Esta concordancia recoge sólo el vocabulario más significativo de Q que aparece en El Documento Q en griego y en español, excluyendo los artículos definidos, las preposiciones, las partículas, los pronombres personales y los pronombres relativos. Todos los verbos van precedidos de la sigla v. antes de la traducción española. No se ha tratado de ofrecer un elenco completo de los significados de bastantes términos griegos. Tales listas pueden encontrarse en Frederick William Danker, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (tercera edición, basada en W. Bauer, Griechisch-deutches Worterbuch zu den Schriften des Neuen Testaments und der frühchristlichen Literatur, sexta edición; ed. Kurt Aland y Barbara Aland, con Victor Reichmann, así como en las ediciones inglesas anteriores de W F. Arndt, F. W. Gingrich y F. W. Danker, The University ofChicago Press, Chicago-London 2000), o bien en H. G. Liddell-R. Scott-H. S. Jones, A Greek-English Lexicon Clarendon Press, Oxford 1968. En español puede consultarse H. Balz-G. Schneider (eds.), Diccionario exegético del Nuevo Testamento, 2 vols. (BEB 90-91 ), Sígueme, Salamanca 22001 y 22002. La presentación de la concordancia permite una fácil identificación visual de los diversos tipos de vocabulario presentes en Q: 3, 7

Las citas en negrita se refieren al vocabulario que se encuentra al mismo tiempo en Lucas y en Mateo, y por tanto constituye el vocabulario «mínimo» de Q. Sin embargo, esto no significa que necesariamente las palabras en negrita aparezcan en el mismo caso o tiempo en Mateo y en Lucas.

204

3, 7

El Documento Q

El tipo normal se utiliza para el vocabulario que se encuentra en Mateo o en Lucas, y que el Proyecto Internacional Q ha asignado a Q con una probabilidad de {A} o {B}. [3, 7D Las citas entre corchetes dobles designan el vocabulario con probabilidad {e} que se encuentra en El Documento Q en griego y en español, y por tanto en la concordancia. Ahora bien, como puede suceder que un verso completo sea asignado a Q con probabilidad {e} y al mismo tiempo Mateo y Lucas coincidan en el uso del mismo lexema, hay algunos casos en los que el número aparece en negrita entre corchetes, por ejemplo, "A.éyw Q [12, 54D. En este caso, tanto en Mateo como en Lucas, encontramos "A.éyE'tE, pero debido a que el verso en su conjunto no se asigna con seguridad a Q, aparece entre corchetes [ D. «12, 33» Este tipo de comillas señala el vocabulario de las frases que parecen haber tenido su origen en Q, pero que ahora sólo reflejan el sentido general de lo que contenía Q. Esta sigla se utiliza normalmente para frases y versículos que se encuentran sólo en un evangelio ([«Q!Mt 5, 4h>]; «12, 33»; [«12, 49))]; «14, 21a)); [«15, 8-10))]; «17, 20.21b))). Aunque parece que el versículo o la frase proceden de Q, es imposible reconstruir el texto completo o determinar con un cierto grado de probabilidad la formulación exacta de Q que subyace a la redacción del evangelista. 3, 7 Las citas en cursiva designan el vocabulario que no se encuentra en Q, debido a que se le ha asignado una probabilidad {D} o {U}. No distinguimos entre el vocabulario tipo {D} y {U}, pero el lector de El Documento Q en griego y en español puede determinar con facilidad si ellexema en cuestión se encuentra sólo en Mateo o en Lucas, puesto que su lugar estará señalado en la columna de Q con ( ) si el texto se encuentra sólo en Mateo, y con [ ] si se encuentra sólo en Lucas. Los pasajes {U}, puesto que son indeterminados, están señalados con [( )] en la columna de Q cuando

Concordancia

205

existe texto tanto en Mateo como en Lucas. En estos casos, el vocabulario mateano y lucano del tipo {D} se incluye en la concordancia, así como las palabras de Mateo y de Lucas en el caso de vocabulario del tipo {U} cuando existe texto en Mateo y en Lucas. La decisión de incluir el vocabulario {D} y {U}, a pesar de que obviamente se corre el riesgo de incluir datos redaccionales en la concordancia, puede ser un exceso de inclusividad, pero esta opción es preferible a la de excluir ambos grupos de vocabulario. Hay algunos casos en los que el sentido de Q es bastante claro, a pesar de que el Proyecto Internacional Q no ha sido capaz de decidirse entre Mateo y Lucas. Por ejemplo, en Q 4, 2, Mateo dice V'T) Los editores de El Documento Q en griego y en español han considerado a veces necesario proponer lecturas hipotéticas, que aparecen en el texto crítico de Q y en la concordancia entre corchetes angulares. En la mayoría de los casos dichas lecturas poseen cierta base en Mateo o en Lucas. Por ejemplo, en Q 16, 18, Mateo no posee un texto válido, mientras que Lucas dice Él:ÉQaV, que es probablemente un término lucano. En este caso, se ha propuesto como lectura hipotética de Q , y por ello <16, 18> aparece en la concordancia bajo aA.A.o;.

El documento Q

206

Concordancia

"A~ü(Abel)

Q 11, SI 'A~QUUJ.I.

(Abrahán)

Q 3, 8; 3, 8; I3, 28 &.ya·M; (bueno) Q [6, 35]; 6, 4S; 6, 4S; 6, 4S; 11, I3; 11, 13; I9, I7; [19, 19] ayallLám (v. exultar) Q[6, 23] &.ya:náoo (v. amar) Q6,27;6,32;6,32; I6,I3 ayyaQE'ÚU> (v. obligar) Q [6, 29+-+30/Mt 5, 41] ayye/..o; (ángel, mensajero) Q 4, IO; 7, 27; 12, 8; 12, 9; [« 15, 10») áyLá~oo (v. santificar) Q 11,2 ayw; (santo) Q [3, 16]; [3, 22]; I2, IO; [12, 12] &.yoQá (plaza) Q 1, 32; 11,43 &.yoQá~oo (v. comprar)

Q 14, 18; 14. 19; 17, 28 ayQÓ; (campo) Q I2, 28; I4, I8; [17, 34] &.6e/..q¡ó; (hermano) __. Q6,41;6,42;6,42; I7,3 Übl]/..o; (oculto) Q 11,44 {i6l]; (Hades) Q IO, IS

a6uw; (injusto) Q[6, 35] aetó; (buitre) Q 17,37 &-6-etÉU> (v. rechazar) Q[l. 30] al1.1.a (sangre) Q 11, SO; 11, SI; 11, SI atQoo (v. tomar, llevar, quitar) Q 4, 11; 17, 27; I9, 24; I9, 26 ai.tÉm (v. pedir) Q 6, 30; 11, 9; 11, IO; 11, 11; 11, I2; 11, I3 &.xá-6-aQto; (impuro) Q 11,24 axav-6-a (espinas) Q6,44 &.xo/..ou-6-Ém (v. seguir) Q7,9; 9,S7; 9,60; 14, 27; 22,28 &.xo'Úoo (v. oír, escuchar) Q 6, 47; 6, 49; 7, 9; [7, 18]; 7, 22; 7, 22; [7, 29]; IO, 24; IO, 24; 10, 24; 11, 28; 11, 3I; 12,3 axQaoí.a (ambición) Q 11,39 a/..a; (sal) Q 14, 34; I4, 34 al..euQOV (harina) Q 13,2I 0./..tí-6-m (v. moler) Q I7,3S allá (pero) Q1, 7; 7,2S; 7,26; 11,33; 12,S1

207

Concordancia a>J..o~

(otro)

Q6,29;7,8;<16, 18>

aA.rov (era, parva) Q3, 17 aA.ó>JtfJ~ (zorra) Q9,58 á¡.taQ'távro (v. pecar) Q17,3;17,4 á¡.taQ'troA.ó~ (pecador) Q7,34;[«15, IO»D a¡.teMro (v. descuidar)

Q 14, 18 a¡.tiJv (amén) Q[l2, 44D a¡.t¡.to~ (arena) Q6,49 a¡.tq¡tivvu¡.tL (v. vestir) Q 7, 25; [12, 28) tl¡.tqJÓ'tEQOL (ambas, las dos) Q6,39 ava~M:nro (v. mirar) Q7,22 aváyxf] (necesidad, ser necesario) Q 14, 18; 17, 1 aváyro (V. llevar, conducir) Q[4, ID avaxA.tvro (V. sentarse) Q 13,29 avá:nauo~ (descanso) Q 11,24 aváJt't(l) (v. encender, prender) Q [«12, 49»D ava'téA.A.ro ( v. levantar, hacer subir) Q6,35 ava"tOA.ft (oriente) Q 13, 29; 17' 24

avex'tó~

(soportable, llevadero)

Q 10, 12; 10, 14 ave¡.to~

(viento)

Q [6, 48); [6, 49D; 1, 24 ÜVfJ'ftov (eneldo) Q 11,42 n'VftQ (varón) Q 11,32 Üv'ftQOOJtO~ (hombre, ser humano) Q 4, 4; 6, 22; 6, 31; 6, 45; [6, 45B;6,48;6,49;7,8;7,25; 7, 34; 7, 34; 9, 58; 11, 11; 11, 24; 11, 26; 11, 30; 11' 44; [11, 46D; [ti, 52); 12, 8; [t2, 8D; 12, 9; 12, 1o; 12, 40;13,19;14,16;15,4;17, 24; 17, 26; 17, 30; 19, 12; 19,21 avtmr¡¡.tt (v. levantarse) Q 11,32 avotyro (v. abrir) Q [3, 2tD; 11, 9; 11,10; 13,25 avo¡.tí.a (anomia) Q 13,27 aV'téxro (v. adherirse, ser fiel a) Q 16,13 tlV'tí.aL'X.O~ (adversario) Q 12, 58; 112, s8D avu~QO~ (árido, seco) Q 11,24 a~l'VfJ (hacha) Q3,9 U~ LO~ (digno) Q3, 8; 10,7 a:nayyéA.A.ro (v. anunciar) Q7,22
208

El Documento Q

emaUáoooo (v. librarse) Q 12,58 <'in:a~ (todo) Q (3. 21]; (12, 30]; 17,27 WtÉQXOfJ.at (v. marcharse) Q 7, 24; 9, 57; 9, 59; 14. 18; [19, 21) (btLO'to~ (incrédulo) Q 12,46 án:l..oü¡; (simple, sano) Q 11,34 emooexmóoo (v. pagar el diezmo) Q 11,42 emobT)IJ.ÉOO (v. ausentarse, marcharse) Q 19, 12 an;o~LbOOIJ.L (V. pagar, devolver) Q12,59 an:o'fhlXTJ (granero) Q 3, 17; 12,24 an:oxál..un:too (v. revelar, descubrir)

Q 10, 21; 10, 22; 12, 2; 17, 30 WtOXQÍ.VOfJ.at (v. responder) Q 4, 4; [4, 8); (4, 12]; 7, 6; 7, 22; ll. 29; 13, 25; [«17, 20»B Q3tOXtEÍ.VOO (v. matar) Q 11,47; 11. 48; 11,49; 12,4; 12, 4; 13,34 an:ÓI..A.U!J.L (v. destruir, matar, perder) _. Q 11, 51; 12, 5; [15, 4); [15, 4B; [« 15, 8»B; [« 15, 9»); 17. 29; 17,33; 17,33 emol..úoo (V. despedir, divorciarse) Q 16, 18; 16, 18

an:oatél..l..oo (v. enviar) Q 1, 21; 10, 3; 10, 16; 11, 49; 13,34; 14,17 <'in:too (v. encender) Q [« 15, 8»B ñQa (por tanto) Q 11, 20; 11. 48; 12,42 aQyúQLOV (dinero) Q 19,23 clQL-6-!J.ÉOO (v. contar) Q 12,7 aQXE"tÓ~ (suficiente) Q[6, 40D clQVÉO!J.at (v. negar) Q 12, 9; 12,9 áQn:ayi¡ (rapiña) Q 11,39 áQn:á~oo (v. apoderarse, arrebatar) Q 16, 16 ÜQ"tO~ (pan) Q4,3;4,4; 11,3; 11,11 &Qtúoo (v. salar) Q(l4, 34] ÜQXO!J.at (v. comenzar) Q 1, 24; 12, 45; [13, 25B; 13, 26; 14. 18 UQXOOV (príncipe, jefe) Q 11,15 U~EOtO~ (inextinguible) Q3, 17 ao'6-EVÉOO (V. estar enfermo) Q[IO, 9] aon:á~OfJ.aL (v. saludar) Q 10,4 Q03tUOIJ.Ó(; (saludo) Q 11,43 QOOÚQLOV (as (moneda romana]) Q12,6

209

Concordancia

Ó.
Q 11,24 auAioo (v. tocar la flauta)

Q7,32 au~ávoo (v. crecer)

Q 12, 27; 13, 19 aÚQLOV (mañana)

Q 12,28 a<paví.~oo (V. corroer)

Q (( 12, 33»; 12, 33 a
Q3, 17 ~aA.A.ávnov (alforja, bolsa)

Q[10, 4] (v. arrojar, echar, invertir) Q 3, 9; 4, 9; 12, 28; [« 12, 49»); 12, 51; 12, 51; 12, 58; 13, 19; 14, 35; [19, 23D ~rutTÍ.~oo (v. bautizar) Q 3, 7; 3, 16; 3, 16; [3, 21D; [3, 21D; (3, 2IB; (7, 29B; [7, JOB ~á:n:TLOJ.I.a (bautismo) Q[7. 29D ~aQÚ¡; (profundo) ~áA.A.oo

Q 11,46 ~aov..Eí.a (reino, dominio)

Q 4, S; 6, 20; 7, 28; 10, 9; 11, 2; 11, 17; 11, 18; 11, 20; 11'

52; 12, 31; 13, 18; 13, 20; 13, 28; 16, 16; 1«17, 20»B; [« 11, 2ü»D; [« 17, 2I»B; 22. 30 ~ao!Mú¡; (rey) Q 7, 25; 10,24 ~aoí.A.woa (reina)

Q 11,31 ~a
Q 3, 16; 10, 4; 11. 27 BEEA~E~oúA. (Belcebú)

Q 11, 15; 11, 19 Br¡-Doa"ibá(v) (Betsaida)

Q 10,13 ~l.á~oo (v. hacer violencia)

Q 16,16 ~UlOTJÍ~ (violento)

Q 16, 16 ~M:n:oo (v.

mirar, ver)

Q 6, 41; 7, 22; 10, 23; 10, 23; 10,24 ~ó-Duvo¡;

(pozo, hoyo)

Q6,39 ~ouA.~ (decisión)

Q(7, 30) ~oÚAOJ.I.aL (v. querer, elegir)

Q 10,22 ~oii¡;

(cabeza de ganado, toro)

Q 14, 19 ~QÉXOO (v. llover, hacer llover) Q [6, 35B; 17, 29 ~QOX~ (lluvia)

Q6, 48; 6, 49 ~QUYJ.I.Ó¡; (rechinar)

Q 13,28 ~QWO~ (polilla)

Q «12, 33»; 12, 33

210

El Documento Q

raA.V..aí.a (Galilea) Q(3, 21) ya¡J.éoo (v. casarse) Q 14, 20; (16, 18]; 16, 18; 17, 27 ya¡J.Í.~oo ( v. dar en matrimonio) Q 17,27 yéEVVa (Gehenna)

Q 12,5 ydtoov (vecino) Q («15, 9»] YE!J.Í.~oo (v. llenar) Q 14,23 YÉ!J.W ( v. estar lleno) Q 11,39 yeveá (generación) Q7,31; 11,29; 11,29; 11,30; 11, 31; 11, 32; 11, 50; 11, 51 YÉVVTJ!J.a (raza) Q3, 7 YEVVTJ'tÓ~ (nacido) Q7,28 yfj (tierra) Q 10, 21; 11, 31; 12, 6; «12, 33»; («12, 49»); 12, 51; 14, 35; 16, 17; (19, 21) yí.vo¡J.at (v. ser, llegar a ser, suceder, acontecer) Q [3, 21D; 4, 3; 6, 35; (6, 36]; (6, 40); (7, 1); 10, 13; 10, 13; 10, 21; 11, 26; 11, 27; 11, 30; 11, 41; 12,40; (12, 54); 13, 19; 15, 5; 1«15, to»D; [17, 26B; 17, 28 ytvÓ>oxoo (v. conocer, reconocer) Q 6, 44; lO, 22; ll o, 22D; 12, 2; 12,39; 12,46;(19,21D

yQa¡J.¡J.a'te'Ú~ (escriba)

Q JJ, 16 yQáq>oo (v. escribir) Q 4, 4; 4, 8; 4, 10; 4, 12; 7, 27 yuviJ (mujer, esposa) Q 1, 28; 11, 27; 13, 21; 14, 20; [« 15, 8»]; 16, 18 ba4!ÓVLOV (demonio, espíritu) Q 1, 33; 11, 14; 11, 14; 11, 15; 11,15;11,19;11,20 báX't\JAO~ (dedo) Q 11' 20; 11, 46 bav(e)í.~oo (v. prestar) Q 16, 30); [6, 34D bei (v. ser necesario, tener que, deber) Q 11,42; [19, 23) beí.xvu¡J.L (v. mostrar)

Q4,5 beiJtvov (cena, banquete) Qlll, 43); 14, 16; [14, l7D béxa (diez) Q[«15, 8»D; 19, 13; 19, 13; 19, 16; 19,24 bévbQOV (árbol) Q 3, 9; 3, 9; 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6, 44; 13, 19 bÉo¡J.aL (v. pedir, rogar) Q 10,2 beo¡J.E'Úoo (v. atar) Q [11, 46B beO¡J.OO't'IÍQLOV (cárcel) Q 7,18 be'Ú'tEQO~(segundo)

Q[19, 18) béxo!J.at (v. recibir, acoger) Q 10, 8; 10, 10; 10, 16; 10, 16; lO, 16; lO, 16

Concordancia

ouxfU..im.t> (V. ver claramente) Q6,42 otáf3oJ..os (diablo) Q 4, 2; 4, 3; 4, 5; [4, 9); 4, 13 ouxxa-6-aQÍ.~oo ( v. limpiar, aventar) Q3, 17 OtaXQÍ.Voo (v. juzgar, distinguir) Q[I2, 56D OLaVÓT]¡.¡.a (pensamiento) Q 11, 17 OtaOXOQJtÍ.~oo ( v. esparcir, desparramar) Q 19, 21; 19,22 OLa
Q 12,46

211

OLÓ>xoo (v. perseguir) Q [6, 22); [6, 23); [6, 28); 11, 49; 17,23 OoxÉoo (v. parecer, creer, suponer) Q 3, 8; 12, 40; [12, 51] oox41á~oo (v. examinar) Q 14,19 ooxós (rama) Q 6, 41; 6, 42; 6, 42 Oó¡.¡.a (regalo, don) Q 11,13 M;a (gloria) Q4,5; 12,27 ooul..fúoo (v. servir, ser esclavo) Q 16, 13; 16, 13 ooüA.os (esclavo) Q 6, 40; 6, 40; 1, 8; 12, 42; 12, 43; 12, 45; 12, 46; 14, 17; «14, 21»; 14, 21; 19, 13; 19, 15; 19, 17; (19, 19); 19,22 OQaX!J.1Í (dracma [moneda griega]) Q («15, 8»D; [«15, 8»D; [«15, 9») Oúva¡.¡.m (v. poder, ser capaz) Q3,8; 6, 39; 6, 42; 12, 4; 12, 5; 12,25; (12, 56); 14, 20; <14, 26>; 14, 26; 14, 27; 16, 13; 16,13 Oúva¡.¡.u; (fuerza) Q 10,13 Oúo (dos) Q [16, 29-30/Mt 5, 41); [12, 6); 16, 13; 17, 34; 17,35 OucrfkícrtaX'tOS (pesado) Q 11,46 ouo¡.¡.T) (occidente) Q 13,29; 17,24

El Documento Q

212

O<.ÓOexa (doce) Ql2,30

O¡.ta (terraza, tejado)

Q 12,3

Eáw (v. dejar, permitir) Q [12, 39] EYYL~oo (v. acercarse, estar cerca) Q10,9 E:yeí.Qoo (v. levan~, alzarse) Q 3, 8; 7, 22; 7, 28; 11, 31; (13, 25]

EYXQ'Ún:-coo (v. esconder, ocultar)

Q 13,21 eit'VLXÓ~

(pagano, gentil [adj.])

Q[6, 34] eitvo~ (pagano,

gentil [n.])

Q 12,30 ehtov (v. decir [aoristo]) Q [3, 7]; 4, 3; 4, 3; 4, 6; 4, 8; 4, 9; 4, 12; [6, 22); 6, 42; 7, 7; 7, 9; [7, 19]; 7, 22; 9, 57; 9, 58; 9, 59; 9, 60; 10, 21; 11, 15; 11, 17; 11, 27; 11, 28; [11, 29]; 11, 39; 11, 49; 12, 3; 12, 10; [12, 10]; 12, 11; 12, 12; 12, 45; 12, 54; 13, 25; 13, 27; 13, 35; 14, 17; 14, 18; 14, 19; 14, 20; 14, 21; («17, 20>>]; [17, 21]; 17, 23; 19, 12;[19, 13119, 17; 19, 19

e[Qi}vr¡ (paz) .Q 10, 5; 10, 6; 10, 6; 10, 6; 12, 51; 12, 51 E~ (uno [numeral])

Q [6, 29+-+ 30/Mt 5, 41 ]; 12, 6; 12, 25; 12, 27; 15, 4; [«15,

8»); (« 15, 10»]; 14. 18; 16, 13; 16, 13; 16, 17; 16, 17; 17,2;17,34; 17,34; 17,35; 17,35 etCJÉQXOIJ.aL (v. entrar)

Q 7, 1; 7, 6; 10, 5; [10, 8]; 10, 10; 11, 26; 11, 52; 11, 52; 11, 52; 13, 24; 13, 24; <13, 24>; 17,27 eimpÉQW (v. llevar, introducir) Q 11, 4; 12, 11

Éxa-cóv (cien) Q 15,4 Éxa-cÓVTaQxo~(centurión)

Q7,3; 7, 6 Ex~áA.A.oo (v.

expulsar, echar) Q 6, 42; 6, 42; 6, 42; 6, 45; 6, 45; 10,2; 11,14; 11,14; 11, 15; 11, 19; 11, 19; 11, 20; 13,28

E:xei (allí)

Q 1O, 6; 11, 26; 12, 34; 13, 28; [17, 21); 17,37

E:xeith:v (de allí) Q 12,59 E:xeivo~ (aquel)

Q 6, 48; 6, 49; 10, lO; 10, 12; ·~ 12; 1~ 21; 11,26; 1l 12; [ 12, 39]; 12, 43; 12, 45; 12,46;[17,27]; 19,15 ex~r¡-cÉw (v.

buscar) Q 11' 50; 11, 51 E:xxón:-coo (v. cortar, talar) Q3,9 E:xn:ei.Qá~oo

tentar) Q4, 12

(v. poner a prueba,

213

Concordancia EXQL~Óoo

(v. arrancar de raíz)

Q 17,6 ex·nvácrcroo (v. sacudir)

Q 10, 11 extóc; (exterior)

Q 11,41 exxé:oo (v. derramar)

Q 11, so €~..€oc;

(misericordia)

Q 11,42 H..Jtí.~oo (v. esperar) Q[6, 34]

EJ.l1tOQí.a (negocios) Q 14, 19 €vbu¡.ta (vestido)

Q 12, 23; 12, 26 evbúoo (v. vestir)

Q 12,22 EVEVJÍXOvta (noventa)

Q 15,4; 15,7 evvÉa (nueve) Q 15, 4; 15,7 evté:lloo (v. mandar, dar órdenes) Q4, 10 evtóc; (dentro)

Q 11, 41; [«17, 21»] el;ÉQ'X.OJ.I.aL (V. salir, marcharse)

Q 1, 24; 7, 25; 7, 26; 10, 10; 11, 24; 11, 24; 12, 59; 14, 18; 14,23; 17,23; 17,24;

17,29 E!;O¡.tOAOyÉoo (V. confesar, reconocer) Q 10,21 e!;oucrí.a (autoridad) Q7,8

€!;oo (fuera)

Q [10, lOD; [13, 25D; 14,35

€!;oott~::v

(de fuera)

Q 11,39 el;<Í>tEQOc; (exterior)

Q [13, 28D EJta-6-QOÍ.~oo (v.

reunir)

Q 11,29 EJtaí.Qoo (v. levantar, alzar) Q [6, 20D; 11. 27 btEQOOtáoo (v. pedir) Q [« 17' 20») e1ttbí.boo¡.tt (v. dar)

Q 11, 11; 11, 12 E1tL~fltÉoo

( v. buscar)

Q 12,30 EJtL-6-u¡.tÉoo (v. desear)

Q JO, 24 E1tLOÚatoc; (necesario) Q 11,3 EJttatQÉ<poo (v. volver)

Q [10, 6); 11, 24 EJttauváyoo (v. reunir)

Q 13, 34; 13, 34 btttí.-6-fl¡.tt (v. colocar, poner) Q[I1,46D

EJtttt¡.táoo (v. reprender)

Q 17,3 ExLtQÉJtOO (V. permitir) Q9,S9

Émá (siete)

Q 11,26 Émáxtc; (setenta)

Q 17,4; 17,4 EQyá~o¡.tm (v.

trabajar)

Q 13,27 EQyacrí.a (ocupación, ganancia)

Q 12,58 EQyátTtc; (trabajador)

Q 10, 2; 10, 2; 10, 7

214

El Documento Q

EQTJJ.&O~ (solitario, desierto)

Q4, 1; 7,24; 17,23 EQTJJ.&ÓW (v. devastar) Q 11,17 EQXOJ.&aL (v. ir, venir) Q [3, 7]; 3, 16; [3, 22]; 4, 16; 6,48;6,49;<7,3>;7,3;7, 8; 7, 8; 7, 19; [7, 29]; 7, 33; 7, 34; 11, 2; 11, 25; 11, 31; 12, 39; 12, 40; 12, 43; [« 12, 49»]; 12,51; 12,51; 12,53; 13,35; 14, 17; 14, 20; 17, 1; 17, 1; [«17, 20»]; [«17, 20»]; 17,27; 19, 13; 19, 15; [<19, 16>]; 19, 18; 19, 20; 19,23 EQW"táw (v. preguntar) Q 14, 18; 14, 19 eotl-í.w (v. comer) Q [4. 2]; 7, 33; 7, 34; 10, 7; [10, 8]; 12, 22; 12, 29; 12, 45; 13, 26; 17, 28 E<JXa"to~ (último) Q ll, 26; 12, 59; [13, 30]; [13, 30D eow-ftev (desde dentro) Q 11,39

eMta (buen tiempo) Q[12, 54) eMoxta (beneplácito, confianza) Q 10,21 d)-fte,;o~ (apto, adecuado) Q [14, 35D dr6ú~ (enseguida)

Q6,49 (fácil) Q [16, 17] euA.oyÉw (v. bendecir) Q 13,35 EÚQLoxW (v. encontrar) Q 1, 9; 11, 9; 11, 10; 11, 24; 11, 25; 12, 43; 14, 23; 15, S; [«15, 8»]; [«15, 9»]; [«15, 9»]; 17, 33; 17,33 ex-ftQó~ (enemigo) Q6,27 exlhva (víbora) Q3, 7 E"JCW (v. tener) Q 3, 8; 6, 32; 7, 3; 7, 8; 7, 33; 9, 58; 9, 58; 14, 18; 14, 18; 14, 19; 15, 4; [«15, 8»]; 17, 6; 19, 21; 19, 24; 19, 26; 19, 26; 19,26 euxon:o~

E"tEQO~ (otro)

Q [7, 19D; [7, 32D; 9, s9; 11, 26; 14, 19; 14, 20; 16, 13; 16,13; 19,20 hoLfJ.O~ (preparado) Q 12, 40; 14, 17 dí (bien) Q 19, 17; [19, 19] EUayyEAL~(l) (V. anunciar buenas noticias) Q7,22

ZaxaQta~ (Zacarías)

Q 11,51 ~áw (v.

vivir) Q4,4 ~EÚYTJ (yugo) Q 14, 19 ~TJTÉW (v. buscar) Q 11, 9; 11, 10; 11, 16; 11, 24; 11, 29; 12, 31; 13, 24; [15, 4]; [« 15, 8»D

215

Concordancia

~ÚJ.I.TJ (levadura)

Q 13,21 ~Uf..LÓ
Q 11,42 ijxro (v. llegar) Q 12, 46; 13, 29; [13, 35] ~A.txí.a (edad, estatura) Q 12,25 ijl..w~ (sol)

Q6,35 ~f..I.ÉQa (día)

Q 4, 2; 10, 12; 12, 46; 17, 4; [17, 24]; 17, 26; [17, 26]; [17,27]; 17,27; 17, 28; 17. 29; 17,30 -ftál..aooa (mar) Ql1,2; 17,6 -ftá3t'tro ( v. enterrar) Q9, 59; 9,60 -ftauJ.Lá~ro (v. admirarse, maravillarse) Q 1, 9; 11,14 -fteáoJ.Lm (v. ver)

Q1,24 -fte'Lov (sulfuro) Q 17.29 -ftél..ro (v. querer, desear) Q (6, 29]; 6, 31; JO. 24; [11, 46]; [«12, 49»]; 13, 34; 13, 34 -ftEJ.LEALÓro (v. cimentar) Q6,48

-fteó~ (Dios)

Q 3, 8; [3. 22]; 4, 3; 4, 8; 4, 9; 4, 12; 6, 20; 7, 28; [7. 30]; [7. 30]; 10, 9; 11, 20; 11, 20; 11. 28; 11. 49; <11, 52>; 12. 8; 12. 9; 12, 24; 12, 28; 13, 18; 13, 20; 13, 28; 16, 13; 16, 16; [«17, 20»]; [« 17' 20»); [« 17' 21»] -ftEQwtEÚro (v. curar, cuidar) Q7,3;10,9 -ftEQÍ.~ro (v. cosechar) Ql2,24; 19,21; 19,22 -fteQLOf..I.Ó~ (cosecha) Q 10, 2; 10, 2; 10,2 -ftTJI..á~ro (v. amamantar) Q 11.27 -ftTjoauQÍ.~ro ( v. atesorar) Q «12, 33»; 12, 33 -ftTjoauQÓ~ (tesoro) Q 6, 45; [6, 45]; «12, 33»; 12, 33; 12,34 -ftQTJVÉro (v. cantar endechas)

Q1,32 -ftQíl; (cabello, pelo) Q 12,7 -ftQÓVo~ (trono) Q22,30 -ftuyá'tTJQ (hija) Q 12, 53; 14, 26 -ftúQa (puerta) Q 13, 24; 13, 25; [13, 25] -ftuotaCJ't'IÍQLOV (altar) Q ll, 51 'laxÓ>~

(Jacob)

Q 13,28

216

i.áo~m (v.

El Documento Q

curar) Q1, 7 LbE (¡mira!) Q [19, 21] LbLOc; (propio) Q 14, 18 i.l'Joú (he aqui, he ahí) Q (3, 22]; 6, 42; 7, 25; 7, 27; 7, 34; 10,3; 11,31; 11,32; 11, 41; 13, 35; [17, 21]; [«17, 21»); 17, 23; 17,23 LEQÓV (templo) Q4,9 'IEgouoal.:r]~ (Jerusalén) Q 4, 9; 13, 34; 13, 34 'IT)ooüc; (Jesús) Q (<3, O>); [3, 21]; (3, 21]; 4, 1; 4, 4; 4, 8; 4, 12; 7, 1; 1, 9; 9,58; 11,39 lxavóc; (v. ser digno, capaz) Q3, 16; 7,6 ~á'tLOV (túnica, vestido) Q6,29 tva (para) Q4,3; 6,31; 6, 37; [6, 40]; 7,6; 11, 41; [11, SO]; 14, 23; 17, 2 'logl'JávT)c; (Jordán) Q 3, 3; [3, 21] 'loaáx (Isaac) Q 13,28 'Iogm]l.. (Israel) Q1,9; 22,30 LcrtTJ~L (v. colocar, poner) ,.. Q4,9; 11, 17; 11,18;[13,25] i.<Jxugóc; (fuerte, poderoso) Q3, 16 i.x-fhíc; (pez, pescado) Q 11,12

'IroávvT)c; (Juan) Q 3, 2; [3, 21]; 7, 18; 7, 22; 7, 24; 7, 28; [7, 29]; [7, 29]; 7, 33; 16, 16 'Irovñc; (Jonás) Q 11, 29; 11, 30; 11, 32, 11, 32 i.oow (iota [letra griega]) Q 16, 17 xaitagí~ro (v.

limpiar, purificar) Q 1, 22; 11, 39; RI 1. 41] xaitagóc; (limpio) Q 11,41 xáitf)~m (v. sentarse) Q 1, 32; 22,30 xaitÍO'tTJ~L (v. poner, colocar) Q 12,42; 12,44; 19, 17; 19, 19 xaitooc; (como) Q 6, 31; [11, 30]; [17, 26]; /7, 28 xmgóc; (tiempo, momento) Q JO, 21; 12, 42; [12, 56] xaí.w (v. quemar, prender) Q 11, 33 xaxooc; (de mala forma) Q(7, 3] xál..a~oc; (caña) Q7,24 xal.kro (v. llamar, invitar) Q 6, 46; [14, 16]; 14, 17; 14, 23; [<« 15, 9»>]; 19, 13 xal..óc; (bueno, hermoso) Q 3, 9; 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6, 43; [14, 34] xal..ú:n:'tro (v. ocultar) Q 12,2 xagl'Jía (corazón) Q6,45; 12,34; 12,45

217

Concordancia

XEt{lm (v. poner, estar puesto)

XUQJtÓ<; (fruto)

Q 3, 8; 3, 9; 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6,43;6,44 xáQq>oc; (brizna, mota)

Q 6, 41; 6, 42; 6, 42 xat"a~ai.voo (v.

descender, bajar,

Q 6, 48; 6, 49; 10, 15 (fundación, principio)

Q 11,50 Q3,17 xat"axA.UO!J.Ó<; (diluvio)

Q9, 58; 12,7

Q[l3,t9D XfJQUY!J.U (anuncio, proclamación) XTJQÚoooo (v. proclamar, anunciar)

Q 12,3 x~oot"Ó<;

Q 11,27 xat"UXQÍ.voo (v. condenar)

Q 11, 31; 11,32

(arca)

Q 17,27 xtvioo (v. mover)

xat"aA.Ei.xoo (v. abandonar)

Q4,16

Q(tl,46B xA.áboc; (rama)

aprender)

Q[l2, 27) xat'avoioo ( v. observar, conside-

Q 13,19 xA.ai.oo ( v. llorar)

Q7,32 xA.aU'6!J.Ó<; (llanto)

rar)

Q 13,28

Q6,41; 12,24 xat'aoxEuá~oo (v.

Q 16,17 XEq>aA.iJ (cabeza)

Q11,32

xat"axaíoo (v. consumir)

xat"a~J.avfi'ávoo (v.

XEQai.a (coma)

xfJxoc; (jardín)

derramar) xat"a~oA.iJ

Q3,9

preparar)

Q7,27 xat"aOXTJVÓoo (v. anidar)

Q 13,19 xat"aoxiJvooou; (nido)

Q9,58 xat"aq>Qovioo (v. despreciar)

Q 16,13 xat"otxioo ( v. habitar, quedarse a vivir)

Q 11,26 xát"oo (debajo)

Q4,9 Kaq>aQvaoÚ!J. (Cafarnaún) Q 1, 1; 10,15

xA.Ei.oo ( v. cerrar)

Q 11, 52; [13, 25D xA.ÉJtt'TJ<; (ladrón) Q «12, 33»; 12, 33; 12,39 xA.ÉJtt"oo ( v. robar) Q «12, 33»; 12, 33 xA.i.~avoc; (horno) Q 12,28 xA.i.voo ( v. reclinar) Q9,58 xobQáVt"TJ<; (cordante [moneda romana]) Q [12, 59D xóxxoc; (semilla, grano) Q 13, 19; 17,6

218

El Documento Q

xoiAí.a (vientre) Q 11,27 xo¡.¡.í.l;oo (v. recibir) Q 19,23 XOVLOQtÓ~ (polvo) Q 10,11 xoJtLáoo (v. trabajar, cansarse) Q 12,27 XOJtQí.a (estiércol) Q 14,35 XÓQa; (cuervo) Q 12,24 xoo¡J.ioo (v. limpiar, ordenar) Q 11,25 xóo¡.¡.o~ (mundo) Q4, 5; 11,50 XQí.¡.¡.a Guicio, disputa) Q(6, 37D XQÍ.VOV (lirio) Q 12,27 XQÍ.Voo (v. juzgar) Q (6, 29B; 6, 37; 6, 37; (6, 37); [6, 37D; 22,30 XQÍ.OL~ Guicio, justicia) Q 10, 14; 11, 31; 11, 32; 11, 42 XQLnl~ Guez) Q 11, 19; 12, 58; 12, 58 XQOÚoo (v. llamar, golpear) Q 11, 9; 11, 10; [13, 25) XQÚJtn¡ (lugar oculto) Q[11,33D XQUJttÓ~ (oculto) Q 12,2 XQÚJt'tW (v. ocultar) Q 10, 21; 19,21 XÚ!J.LVOV (comino) Q 11,42

XÚQLO~

(Señor, señor, dueño)

Q 4, 8; 4, 12; 6, 40; 6, 40; 6, 46; 6, 46; 7, 6; 9, 59; 10, 2; 10,21; 11, 39; 12,42; 12, 43; 12, 45; 12, 46; 13, 25; 13,35; «14, 21»; 16, 13; 19, 15; 19,16; 19,18; 19,20 xoo
Q1,22

219

Concordancia

A.í.av (mucho) Q[4, 5] A.tfi'o~o/.iw (v. lapidar, tirar piedras)

Q 13,34 A.í.fi'o~

(piedra, roca) Q3,8;4,3;4,11; 11, 11; 17,2 A.óyo~ (palabra) Q 6, 47; (6, 49); 7, 1; 7, 7; 1/, 28; 12, 10; 19, 15 A.úxo~ (lobo) Q 10,3 A.uom:Aiw (v. ser preferible) Q 17,2 A.uxví.a (lámpara) Q 11,33 A.úxvo~ (luz, lámpara) Q 11, 33; 11, 34; [«15, 8») Aórt (Lot)

Q 17, 28; 17, 29 f.La&rrri¡~

(discípulo) Q 6, 20; 6, 40; [6, 40D; 1, 18; 10,2; 11, 39;<14,26>; 14, 26; 14,27 tJ.aXáQtO~ (dichoso) Q 6, 20; 6, 21; 6, 21; 6, 22; 7, 23; 10, 23; 1/, 27; 11, 28; 12,43 tJ.aA.axó~ (lujoso) Q7,25; 7,25 f.LclAAOV(más) Q 11, 13; 12, 5; 12, 24; 12, 28; 15,7 f.Laf.LWVci~ (Mammón, dinero) Q 16,13 f.LaQ't'UQÉW (v. dar testimonio) Q[ll,48)

f.Laat~

(pecho)

Q 11. 27 f.LáxaLQa (espada) Q 12,51 f,Liya~ (grande) Q 6, 49; 7, 28; 7, 28; (14, 16) f.LEttúw (v. emborracharse, estar borracho) Q[I2,45D f,LiUw (v. estar a punto de) Q3, 7 f,Livw ( v. permanecer) Q 10,7 f.LEQí.t;w (v. dividir) Q 11, 17; 11, 17; 11,18 f.LEQ4J.Váw (v. preocuparse) Q 12, 11; 12, 22; 12, 25; 12, Z6; 12,29 f.LÉQ~ (parte, herencia) Q 12,46 f,Lioo~ (medio) Q 10,3 f.LE'ta~aí.vw (v. ir, cambiar de lugar) Q[IO, 7D f.LE'ta~AOf.Lat (v. lamentar) Q[7. 30B f.LE'tavoÉw (v. arrepentirse) Q 10, 13; 11, 32; («15, IO»D; II7,3D f.LE'távota (conversión) Q3,8 f.LE'tQÉW (medir) Q 6,38; 6,38 f.LÉ'tQOV (medida) Q6,38 f.LTJbÉ (ni) Q 10,4; 12,2Z

El Documento Q

220

J.LT]bt~

(nadie)

Q 10,4 J.L~:rtOTE

(no sea que, a no ser que) Q 4, 11; 12,58

IJ.~TE

(ni)

Q 7, 33; 7,33 J.LTJT~Q (madre)

Q 12, 53; 14, 26 J.L~TL (no)

Q6, 39; 6, 44 (pequeño) Q7,28;17,2 J.LíALOv (milla [romana]) Q (6-29-30/Mt 5, 41) J.LWÉw (v. odiar) Q 14, 26; <14, 26>; 16, 13 J.LWtl-Ó~ (salario, recompensa) Q 6, 23; 6, 32; [<6, 34>); 10, 7 J.LVá (mina [moneda griega]) Q 19, 13; 19, 16; 19, 16; 19, t8; t9, t8; (<19, 2t>D; t9, 24; 19,24 J.LVTJJ.LELoV (tumba) Q 11, 44; 11,47 J.LOLX«A~ (adúltero) Q 11,29 J.LOLXEÚW (v. cometer adulterio) Q 16, 18; (16, 18D J.LÓVo~ (solo) Q4,4; 4,8 J.LUALXÓ~ (piedra de molino) Q 17,2 . J.LÚAo~ (molino, piedra de molino) Q 17,35 J.LWQatvw (v. desvirtuarse, perder sabor) Q 14,34 J.LLXQÓ~

Na~aQá

(Nazará, Nazaret) Q4, 16 vat (sí) Q7,26; 10,21; 11,51 VEXQÓ~ (muerto) Q 1, 22; 9, 60; 9, 60 ~tl-w (v. hilar) Q 12,27 ~:rtLO~ (niño) Q 10,21 VTJTJ (novia, esposa) Q 12,53 Nrot (Noé) Q 17, 26; 17,27 óbTjyéw (v. guiar, mostrar el camino) Q6,39 óbó~ (camino, senda) Q 1, 27; 10, 4; 12, 58; 14, 23 Moú~ (diente) Q 13,28 Otl-tv (de donde, por tanto) Q 11, 24; 19, 21; 19, 22 olba (v. saber) Q (7. 30D; 11, 13; 11, 17; ti,

Concordancia

44; 12, 30; 12, 39; (12, 56); 13, 25; 13, 27; 19,22

obu:ní.a (esclavos domésticos)

Q 12,42 otxí.a (casa)

Q 6, 48; 6, 48; 6, 49; 6, 49; 10, S; (10, 7D; (10, 7D; (10, 7D; 11, 17; [11, 33D; [«15, 8»D

otxo&:<mÓtTJ<; (dueño de la casa)

Q 12,39; (13, 25); 14,21 otxo&>f.'iw (v. construir, edificar) Q 6, 48; 6, 49; 11, 47; 11, 48; 17,28 oixoc; (casa) Q 1, 25; (10, SD; 11, 24; 11, 51; 12, 39; 13, 35; 14, 23

OLX'tLQIJ.WV (compasivo) Q6, 36; 6, 36 otvo:rtó'tf¡c; (borracho) Q7,34

óA.tyÓ:rtL
Q 12,28 6/J.yoc; (poco, pequeño)

Q 10, 2; 13, 24; 19, 17; [19, 19)

oA.oc; (todo, completo)

Q 11, 34; ll, 34; 13,21 OIJ.OLO<; (semejante, como) Q 6, 48; 6, 49; 7' 31; 7' 32; 13, 18; 13, 19; 13,21

Ó!J.OLÓw (v. parecerse, ser como) Q7,31; 13,18; 13,20

Ó!J.oÍO>c; (de forma semejante)

Q 17,28 Ó!J.OAoyÉoo (v. confesar, hablar en favor de)

Q 12, 8; 12,8

221

6velbí.l;w (v. insultar) Q6,22 OVOIJ.a (nombre)

Q 11, 2; 13,35 o:rtou (donde, allí donde [con Mv])

Q 9, 57; «12, 33»; «12, 33»; 12, 33; 12, 33; 12, 34; 17, 37; 19, 21; 19,22

o:rtwc; (para que)

Q 6, 35; 7, 3; 10,2 ÓQáw (v.

ver, mirar)

Q 1, 25; 7, 26; 10, 24; 10, 24; 13, 35; 14, 18 ÓQyi¡ (ira, cólera, furia)

Q3, 7 <>Qyí.l;w (v. enfadarse, enfurecerse) Q 14,21 OQVL<; (pájaro) Q 13,34 OQoc; (colina, montaña) Q4, S; (15, 4) OQXÉO!J.W (v. bailar, danzar) Q7,32

Ü'tav (cuando) Q6,22; (11, 2); 11,24; 11, 34; 12, 11

O'tE (cuando) Q (7, IB; [13, 3SD o'tL (que, porque)

Q 3, 8; 4, 4; 4, 10; 6, 20; 6, 21; 6, 21; 6, 23; 6, 35; JO, 9; [10, 12); 10, 13; 10, 21; 10, 21; 11' 44; 11, 30;

10, 24; 11, 31; 11, 32; 39; 11, 42; ll' 43; 11, ll, 46; 11, 47; (11, 48); 48; 11, 52; 12, 24; 12, 12, 39; 12, 40; 12, 44;

222

El Documento Q

12, SI; 13, 24; 14, 17; 15, 7; («15, 9»); 19, 21; 19,22 ou, oux, oux (no) Q 3, 16; (4. 2); 4, 4; 4, 12; 6, 37; 6, 40; 6, 41; 6, 43; 6, 46; 6, 48; 7, 6; 7, 28; (7. 29]; 7, 32; 7, 32; 9, 58; 10, 24; 10, 24; 11, 17; 11, 24; 11, 29; 11' 44; 11, 46; 11, 52; 12, 2; 12, 2; 12, 6; 12, 10; 12, 24; 12, 24; 12, 27; 12, 28; 12, 33; 12, 39; 12, 40; 12, 46; 12, 46; 12, 51; [12, 56); 12, 59; 13, 25; 13, 27; 13, 34; 13, 35; 14. 20; 14, 26; 14, 26;<14,26>;14,26;14,27; 14,27; 16,13;(«17,20); 19, 21; 19,21; 19,22; 19,22 ouat (¡ay de!) Q 10, 13; 10, 13; 11, 39; 11, 42; 11, 43; 11, 44; 11, 46; 11,47; 11,52; 17,1 oMé (y no, ni) Q6. 40; 6,43; 7, 9; [7. 30D; to, 22; (11, 52); 12, 24; 12, 24; 12,27; 12,27; 12, 33;(/~ 21) oME4; (no, ninguno, nadie, nada) Q (4. 2); 10, 22; 11, 33; 12, 2; 16,13 ovv (así que, por tanto, pues) Q 3, 8; 3, 9; [7. 31); 10, 2; 11, 13; 11, 35; [12, 29); [19, 23B; 19,24 OUQavó~ (cielo) Q (3, 21 B; 6, 23; 9, 58; 10, IS; 10,21; 11, 13; 12,33; (12, 54B; 112, 55); (12, 56); 13, 19; 16, 17; /7, 29

ov~ (oído, oreja)

Q 12,3 o'Ú'tE (y no, ni) Q 12, 33; 12, 33; 14, 35; 14, 35 oÚ'to~ (este) Q 3, 8; (3. 22); 4, 3; 4, 6; 7' 1; 7, 8; 7, 8; (7, 18); 7, 24; 7, 27; 7, 31; (10, 5); JO, 21; 10, 21; 11, 19; //, 27; 11, 29; 11, 30; 11, 31; 11, 32; 11, 42; 11, 49; 11, 50; 11, SI; 12, 12; 12, 22; 12, 27; 12, 30; 12, 30; 12, 31; /4, 20;«14,21»; 17,2;17,6 oÜ'too~ (así, de esta forma) Q 6, 23; 6, 31; 10, 21; 11, 30; 12, 28; 12, 43; («15, 10»); 17, 24; 17, 26; 17, 30

ouxt(no) Q 6, 32; 6, 34; 6, 39; 12, 6; 12, 23; [15, 4); («15, 8») Ó
Q 11,4 Ó
Q 11,12 oxA.o~

(muchedumbre, gentío)

Q (3, 7D; 7, 24; 11, 14; 1 l. 27; JJ, 29: ll. 39; 112. 54D cYt¡¡w~ (atardecer)

Q(12, 54]

ConcordancÚl

Jtatbí.ov (niño) Q7,3l Jt«Ls (criado, chico)

Q 7, 3; 7, 7 JtáA.aL (hace tiempo, antiguamente) Q 10,13 JtáAI.v (además, por otro lado) Q(6, 43]; (13, 20] Jt
Jt«Qabíboo¡.u. (v. entregar, confiar) Q 10, ll; ll, 58 Jt«QaL'tÉOJJ.aL (v. preguntar, solicitar) Q 14. 18; 14. 18; 14. 19 Jt«QaxaA.Éoo (v. invitar, pedir, confortar, consolar) Q [6, 21); 7, 3 Jt«QaAaJJ.~ávoo (v. recibir, llevarse, traer) Q4, 5; 11,26; 17,34; 17,35 Jt«Q«nlQTJ~ (ostentación) Q [«17, 20») JtaQa'tí:t}TJJJ.L (v. proponer, presentar) Q(IO, 8) Jt«QÉQXOJ.LaL (v. pasar, pasar de largo) Q 16,17 Jt«QO'\jlí.c; (plato) Q ll,39 mi~ (todo, cada) Q 3, 3; 3, 9; 4, 5; 4, 6; (6, 22); 6, 47; (6, 49); (7, 18); (7. 29); 10, ll; 11, 10; 11, 17; 11, 17; [11, 33); 11, 50; ll,

223

7;12,8;1l,l7;1l,30;[12, 31); ll, 44; (14, 11); 14. 18; 16, 18; 17. 29; 19, l6 Jt«nlQ (padre) Q 3, 8; 6, 35; 6, 36; 9, 59; 10, ll; 10, ll; 10, ll; 10, U; 10, 2l; 11, l; 11, 13; 11, 47; 11, 48; (12, 6); ll, 30; ll, 53; 14,26 JtEtváoo (v. estar hambriento, tener hambre) Q4,l; 6, 21 JtELQátoo (v. tentar, probar) Q4,l JtELQ«OJJ.Ó~ (tentación, prueba) Q11,4 3tÉJ.L3too (v. enviar) Q1, 18 JtEV"fteQá (suegra) Q ll,SJ JtEV6-Éoo ( v. estar triste, lamentarse por, estar de luto) Q[6, 21) JtÉv'tE (cinco) Q(l2, 6); 14. 19; 19,18 JtÉQa~ (fin, límite, frontera) Q 11,31 JtEQ~álloo ( v. echar alrededor, poner, vestirse) Q 11, 27; 12, 29 JtEQÍ'XELJL«L (v. estar colocado alrededor, ser rodeado por) Q(l7, 2) 3tEQL3ta'tÉoo (v. caminar, pasear) Q 1, 12; 11, 44 JtEQÍOOEUJJ.a (abundancia, plenitud, exuberancia) Q6,45

El Documento Q

224

J'tBQLOOÓ'tBQOt; (más grande, ma-

yor, más)

Q7,26 l'tBQÍ.XOOQOt; (área, región)

Q3,3 J'tE'tBLVÓV {pájaro)

Q9,58; 12,24; 13,19 rtÉ'tQa (roca, cimiento)

Q6,48; 6, 48 rttíQa (alforja, bolsa)

Q 10,4 rti]')(Ut; (codo)

Q 12,25 rttvoo (v. beber)

Q 1, 33; 7, 34; 10, 7; 12, 29; 12,45; 13, 26; 17,27; 17, 28 rtÍJt'too ( v. caer, derrumbarse) Q 6, 39; 6, 48; 6, 49; 12, 6; [16, 17] rtLO'tBÚoo ( v. creer) Q [7, 29]; [7, 30] rttO'ttt; (fe, creencia, confianza)

Q7,9; 11,42; 17,6 J'tLO'tÓt; (creyente, fiel)

Q 12,42; 19, 17; [19, 19] nA.aváoo (v. extraviar, descarriar)

Q 15,7 nA.a'tELa (plaza, calle ancha)

Q 13,26 nA.tív (pero, mas, sin embargo)

Q 10, 14; 17, 1 l'tATJQÓOO ( v. cumplir, llev1Jt a término)

Q [7, 1] rtVE'Üf.La (espíritu, viento)

Q 3, 16; [3, 22]; 4, 1; 11, 24; 11,26; 12,10;[12, 12]

nvéoo (v. soplar)

Q [6, 48]; [6, 49] noLÉoo (v. hacer, realizar, prepa-

rar, ganar)

Q 3, 8; 3, 9; 6, 31; 6, 31; 6, 32; 6, 34; 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6, 46; 6, 47; 6, 49; 7, 8; 7, 8; 11, 42; 12, 43; 14, 16; 19, 18 nóA.tt; (ciudad)

Q 10, 8; 10, 10; [10, 10]; 10, 12 noA.út; (mucho, más)

Q 6, 23; 10, 2; 10, 24; 11, 31; 11, 32; 12, 7; 12, 23; 12, 28; 13, 24; [13, 29]; [14, 16]; [19, 15t 19, 17; 19, 19 rtOVTJQÓt; (malvado, malo, malig-

no)

Q 6, 22; 6, 35; 6, 45; 6, 45; 6, 45; 11, 13; 11, 26; 11, 29; 11, 34; 19, 22 J'tOQEÚOf.LaL (v. ir, partir)

Q 1, 8; 7, 8; 7, 22; 11, 26; 14, 19; 15,4 rtÓQVTJ (prostituta)

Q [7, 29] nooáxtt; (¿cuántas veces ... ?, ¿con

qué frecuencia ... ?)

Q 13,34 nóoot; (¿cuán grande?, ¿cuánto?)

Q 11, 13; 11, 35 rto'taf.LÓt; (río, corriente, riada)

Q 6,48; 6,49 rtÓ'tE (¿cuándo?)

Q[«l7,20))D rtO'tlÍQLOV (copa, cáliz)

Q11,39; 11,41

225

Concordancia

:n:oü (en alguna parte)

Q9,58 :n:oú~ (pie) Q 4, 11; 10, 11 :n:QayJJ.a'tEÚOJ.I.aL ( v. negociar, hacer negocios) Q 19, 13 :rtQój3a'toV (oveja) Q 10, 3; 15,4 :n:Qoaboxáw ( v. estar a la expectativa, esperar)

Q 1, 19; 12,46 :n:QO<JEQyá~OJ.I.aL ( v. aproximarse,

venir)

Q 19, 16 :rtQO<JEÚXOJ.I.aL (v. orar, rezar)

Q 6,28; 11,2 :n:QO<JXÓ:rt'tW (v. golpear, apalear, maltratar) Q4, 11; 6, 49 :n:QoaxuvÉw ( v. adorar, reverenciar, doblegarse, someterse)

Q4, 7; 4,8 :rtQO<J:n:ÍJt'tw (v. caer, arremeter) Q [6, 48] :n:QO<J'tÍ'fhlJ.I.L (v. añadir, conceder)

Q 12, 25; 12, 31 :rtQO<J
Q7,32 :rtQÓaw:n:ov (cara, rostro) Q 1, 27; [12, 56] :rtQO<Jl"Í'tTI~ (profeta)

Q6,23; 7,26; 7,26; 10,24; 11, 47; 11, 49; ll, 50; 13, 34; 16,16 :n:Qwt (de madrugada) Q [12, 55]

:rtQW'toxa-&EbQía (primer puesto, lugar de honor)

Q 11,43 :n:QW'tOXAL<JÍO (primer asiento [en la mesa], lugar honorífico)

Q[ll, 43] :n:Q
(primero)

Q 6, 42; 9, 59; [lO, 5]; 11, 26; 11. 41; [13, 30]; [13, 30]; 14. 18; 19, 16

:n:'tEQÚytov (pináculo, punta)

Q4,9 :n:'tÉQU~ (ala)

Q 13,34 :n:'tÚov (pala para aventar, bieldo)

Q3, 17 :rt'tcilJ.I.a (cadáver)

Q 17,37 :n:'tcil<J~

(derrumbamiento, caída)

Q [6, 49] mwxó~ (pobre, mendigo)

Q 6,20; 7, 22 :n:'ÜQ (fuego)

Q 3, 9; 3, 16; 3, 17; [«12, 49»]; 17.29 :n:\JQQá~w (v. estar rojo)

Q [12, 54); [12, 55] :n:wl..éw (v. vender) Q 12, 6; 17, 28 :n:
(¿cómo?)

Q 6, 42; 11, 18; 12, 11; 12,27 {láj3bo~ (bastón, vara, cetro, palo)

Q 10,4 (la:n:í~w (v. golpear, abofetear)

Q [6, 29] (lí~a (raíz)

Q3,9

El Documento Q

226

QÍJt'too (v. arrojar, tirar) Q 17,2

(J')(.OQ:rtí.too (v. dispersar) Q 11,23

oáxxo~

CJXO'tELVÓ~

(sayal, vestido de tela de saco)

Q 10,13 oai..Eúoo (v. agitar, sacudir) Q7,24 CJwtQÓ~

(podrido, malo) Q 6, 43; 6, 43; 6, 43; 6, 43 oaQÓOO (v. barrer)

Q 11, 25; («15, 8») CJa'tavci~

(Satanás)

(oscuro, oscurecido)

Q 11,34 (J')(.O'tta (oscuridad) Q 12,3 (J')(.Ó'to~

(oscuro, oscuridad)

Q 11, 35; 11, 35; 13, 28 Uobó¡.ta (Sodoma) Q 10, 12; 17, 29 l:oA.o¡.toov (Salomón)

Q 11, 31; 11, 31; 12,27

Q 11,18 oá'tov (medida) Q 13,21

oocpí.a (sabiduría)

CJT]J.l.ELov (signo) Q 11, 16; 11, 29; 11, 29; 11, 29; 11,30 míJA.EQOV (hoy) Q 11, 3; 12, 28; [12, 55) mí~ (polilla, gusano) Q «12, 33»; 12,33 otayoov (mejilla) Q6,29 ~oov (Sidón) Q 10, 13; 10, 14 oí.va:rtt (mostaza) Q 13, 19; 17,6 CJL'tO~ (grano, trigo) Q3, 17 (J')(.avbaAU;,oo (v. escandalizar, hacer tropezar) Q7,23; 17,2 .· oxávbaA.ov (escándalo, tropie-

Q10,21; 11,49 o:rteíeoo (v. sembrar) Q 12, 24; 19, 21; 19,22

Q 1, 35; 11, 31; 11, 49 oocpó~

(sabio)

o:rtobó~

(ceniza)

Q 10,13 CJ'taUQÓ~ (cruz)

Q 14,27 O'tacpuA.iJ (racimo de uvas)

Q6,44 O'tÉYTJ (tejado, techo)

Q1,6 CJ'tEVÓ~

(estrecho)

Q 13,24 CJ'tÓ¡.ta (boca)

Q6,45 CJ'tQa'tLÓ>'tTJ~

(soldado)

Q1,8 CJ'tQÉcpoo (v. cambiar)

Q6,29

zo)

CJ'tQou-6-í.ov (gorrión)

Q 17,1

Q 12, 6; 12,7 CJ'tUyvátoo (v. entristecerse) Q[12, 55]

CJXATJQÓ~ (duro)

Q 19,21

Concordancia ouxáJ.uvo~

(morera)

Q 17,6 O'ÜXOV (higo) Q6,44 oulliyoo (v. recoger, reunir) Q6,44 ouváyoo (v. congregar) Q 3, 17; 11, 23; 12, 24; 17, 37; 19, 21; 19,22 ouvayoo'fll (sinagoga, asamblea) Q 11, 43; 12, 11 ouva(Qoo (v. rendir cuentas) Q 19, 15 oúvbouA.o~ (consiervo) Q[12, 45) ouvE'tÓ~ (sabio, inteligente) Q 10,21 o&J.La (cuerpo) Q 11, 34; 11, 34; 11, 34; 12, 4; 12,5; 12,22; 12,23

-caJ.Leiov (almacén, interior) Q 12, 3; 17,23 "tO:rtELVÓOO (v. humillar) Q (14, liD; [14, liD -ctxvov (niño, niíia) Q 3, 8; 7, 35; 11, 13; 13,34 -cEAOOvrJ~ (publicano, recaudador de impuestos) Q 6, 32; [7, 29]; 7, 34 "tEOOEQáxov-ca (cuarenta) Q4,2 -cí:&T]J.LL (v. poner, situar) Q 11, 33; 12,46 -c~, "tL (alguien, algo) Q 9, 57; [lo, 22D; 11, 15; 11, 16; 11, 27; 19, 12

-c~,

117

-cí. (¿quién? ¿qué?) Q 3, 7; 6, 32; 6, 34; 6, 41; 6, 46;7,24;7,25;7,26;7,31; 7,31;11,11;11,19;12,11; 12, 12; 12, 22; 12, 22; 12, 25; 12, 26; 12, 29; 12, 29; 12, 29; 12, 42; («12, 49»]; 13, 18; 13, 18; 13, 20; 14, 34; 15, 4; 1« 15, 8»D "tÓXO~ (interés) Q 19,23 -có:rto~ (lugar) Q 11,24 -cÓ-cE (entonces) Q (3, 21B; 6, 42; [11, 24D; 11, 26; 11, 39; 13, 26; 14, 21; 16, 16 "tQa:rtEtí."t'fl~ (banquero, cambista) Q[l9, 23) "tQáXTJAO~ (garganta, cuello) Q 17,2 "tQEL~ (tres) Q 13,21 "tQÉc:poo (v. alimentar, nutrir) Q 12,24 -cg~oA.o~ (cardo, abrojo) Q6,44 "tQÓ:rto~ (modo, manera) Q 13,34 -cgoc:piJ (alimento, comida) Q 12, 23; 12,42 "tQÓ>yoo (v. comer, masticar) Q 17,27 -cúmoo (v. pegar, golpear) Q 12,45 Túgo~ (Tiro) Q 10, 13; 10, 14

228

El Documento Q

nHpA.ó~ (ciego)

Q 6, 39; 6, 39; 7, 22 üOwQ (agua) Q3, 16 utó~ (hijo) Q 4, 3; 4, 9; 6, 22; 6, 35; 7, 34; 9, 58; 10, 6; 10, 22; 10, 22; 10, 22; ll, ll; ll, 19; n, Jo; [11, 48D; [12, sD; 12, lO; 12, 40; 12, 53; 14, 26; 17,24; 17,26; 17,30 ÚJtáyw ( v. partir, ir) Q [6, 29+-+30/Mt 5, 41]; 10, 3; 12.58 ÚJtaxoúw (v. obedecer, escuchar) Q 17,6 ÚJtáQXW (v. poseer, tener, existir) Q 12,44 ÚltTJQÉl:TJ~ (siervo, asistente) Q 12, ss; [<12, ss>D ÚJtOOeí.xvu~ (v. mostrar, indicar) Q3, 7 ÚJtOOf¡f.ta (sandalia) Q3, 16; 10,4 ÚJtOXQL'ti¡~ (hipócrita, farsante) Q6,42 ÜO"tEQO~ (último) Q 4. 2; [7. 30D Ú'\jiTJAÓ~ (elevado, alto) Q [4, SB Ú'tjlów (v. exaltar, engrandecer) Q 10, 15; [14, nD; [14, l!i q¡áyo~

(glotón, comilón) Q7,34 q¡atvw (v. brillar, iluminar) Q 17,24

«
(fariseo) Q [7. 30D; 11. 16; n, 39; 11, 42; 11. 43; [11, 44D q¡eúyw (v. huir) Q3, 7 fP1Íf.1L ( v. decir) Q7,6 q¡-ttávw (v. anticiparse, preceder, llegar) Q 11,20 q¡.Uw (v. amar, gustar) Q 11,43 q¡í.A.o~ (amigo) Q 1, 34; [«15, 9»B q¡o~Éw (v. temer) Q 12, 4; 12, 5; 12, 7; 19, 21 qJOQÉW ( v. llevar, vestir) Q7,25 qJOQ'tLov (carga, peso) Q 11,46
229

Concordancia


XÓQ'toc; (hierba)

Q 12,28 XQÍJ~w (v. tener necesidad de)

Q 11,34

Q 12,30 xaí.Qw (v. alegrarse, regocijarse) Q 6, 23; 15, 7; (<15, 9>D xaQá (gozo, alegría)

Q («15, IO»B XELJ.uÍ>v (mal tiempo, invierno)

Q(l2, 55D xeí.Q (mano)

Q3, 17; 4,11 xeí.Qwv (peor, más grave)

Q 11,26

xmov (túnica, capa) Q6,29 XoQa~í.v

(Corozaín)

Q 10,13 XOQ'tá~w ( v.

Q6,21

alimentar, saciar)

XQOVÍ.~w ( v. retrasarse, tardar)

Q 12,45 XQÓvoc; (tiempo)

Q(l9, 15D xwA.óc; (cojo) Q7,22 'ljJUXTJ (alma, vida) Q 12, 4; 12, 5; 12, 22; 12, 23; 17,33; 17,33 wbe (aquí) Q 11,31; 11,32; (17, 21D OOfW<; (hombro)

Q[ll, 46D WQa (hora) Q JO, 21; 12, 12;

46; [14, 17D.

U, 40; 12,

LECTURAS RECOMENDADAS

Hay una extensa bibliografía en otras lenguas, especialmente alemán, que se omite aquí. Sólo se incluye una selección de las obras en inglés así como las traducciones al español. Para una bibliografía completa puede consultarse F. Neirynck-J. VerheydenR. Corstjens, The Gospel ofMatthew and the Gospel Source Q: A Cumulative Bib/iography 1950-1995 (BETL 140, 2 vols.), Leuven University Press- Peeters, Leuven 1998; o D. M. Scholer, Q Bibliography, 1Wentieth Century, en Documenta Q: Supp/ementum, Peeters, Leuven 200 l. Para el texto de Q en griego y en inglés en el contexto de una sinopsis de los evangelios, véase J. M. Robinson-P. Hoffinann-J. S. Kloppenborg (eds.)-M. C. Moreland (ed. ejec.), The Critica/ Edition of Q: Synopsis, inc/uding the Gospe/s of Matthew and Luke, Mark and Thomas, with English, German, and French Translations of Q and Thomas, Peeters-Fortress Press, LeuvenMinneapolis 2000. Para las bases de datos utilizadas en la reconstrucción de la edición crítica de Q, véase la colección «Documenta Q», James M. Robinson, Paul Hoffinann, John S. Kloppenborg (gen. eds.), Stanley D. Anderson, Sterling G. Bomdahl, Shawn Carruth, Robert Derrenbacker, Christoph Heil, Thomas Hieke y Steven R. Jonson (vol. eds.), Peeters, Leuven 1996ss. Aland, K., (ed.), Synopsis Quattuor Evangeliorum (Deutsche Bibelgesellschaft, 15), Stuttgart edición revisada 1996, corregida 2 1997. Allison, D. C., The Jesus Tradition in Q, Trinity Press Intemational, Valley Forge PA 1997.

232

El Documento Q

Asgeirsson, J.-Kristin de Troyer-Meyer, M. W. (eds.), From Quest to Que/le: Festschrift James M. Robinson (BETL 146), Peeters, Leuven 1999. Catchpo1e, D. R., The Questfor Q, T & T C1ark, Edinburgh 1993. F1eddermann, H. T., Mark and Q: A Study of the Over/ap Texts (BETL 122), Leuven University Press-Peeters, Leuven 1995. Harnack, A., The Sayings of Jesus: The Second Source of St. Matthew and St. Luke (New Testament Studies, 2), trad. J. R. Wilkinson, Williams & Norgate-G. P. Putnam's Sons, London-NewYork 1908. Havener, 1., Q: The Sayings of Jesus (Good News Studies 19), Michae1 Glazier, Wilmington DE 1987. Jacobson, A. D., The First Gospel: An lntroduction to Q, Potebridge, Sonoma CA 1992. Kirk, A., The Composition of the Sayings Source: Genre, Synchrony, and Wisdom Redation in Q (Supplements to Novum Testamentum, 91), E. J. Brill, Leiden 1998. Kloppenborg, J. S., The Formation of Q: Trajectories in Ancient Wisdom Collections (Studies in Antiquity and Christianity), Fortress, Philadelphia PA 1987; reimpresión Trinity Press Intemational, Harrisburg PA 2000. - Q Parallels: Synopsis, Critica/ Notes, and Concordance (Foundations and Facets: New Testament), Polebridge, Sonoma CA 1988. - (ed.), The Shape ofQ: Signa/ Essays on the Sayings Gospel, Fortress, Minneapolis 1994. -y Meyer, M. W.-Patterson, S. J.-Steinhauser, M. G. (eds.), Q Thomas Reader, Polebridge, Sonoma CA 1990. - (ed.), Conjlict and lnvention: Literary, Rhetorical, and Social Studies on the Sayings Gospel Q, Trinity Press Intemational, Valley Forge PA 1995. -y Vaage, L. E. (eds.) Early Christianity, Q and Jesus (Semeia 55), Scholars Press, Atlanta GA 1991. - Excavating Q: The History and Setting of the Sayings Gospel, T & T Clark-Fortress, Edinburgh-Minneapolis MN 2000 (en preparación la edición española, Sígueme, Salamanca).

Lecturas recomendadas

233

Mack, Burton L., The Lost Gospe/: The Book of Q and Christian Origins, Harper San Francisco, San Francisco 1993; versión cast.: El Evangelio perdido, Martínez Roca, Barcelona 1994. Piper, R. A., Wisdom in the Q-tradition: The Aphoristic Teaching of Jesus (SNTSMS 1), Cambridge University Press, Cambridge-NewYork 1989. - (ed.), The Gospel behind the Gospels: Current Studies on Q (Supplements to Novum Testamentum, 75), E. J. Brill, Leiden 1995. Robinson, J. M.-Koester, H., Trajectories through Early Christianity, Fortress Press, Philadelphia PA 1971; paperback 1979. Theissen, G., Social Rea/ity and the Early Christians: Theo/ogy, Ethics, and the World of the New Testament, trad. M. Kohl, Fortress Press, Minneapolis MN 1992; T & T Clark, Edinburgh 1993. Tuckett, Ch. M., The Reviva/ of the Griesbach Hypothesis: An Analysis and Appraisa/ (SNTSMS 44), Cambridge University Press, Cambridge-New York 1983. - Q and the History of Ear/y Christianity: Studies on Q, T & T Clark-Hendrickson, Edinburgh-Peabody MA 1996. Uro, R., Sheep among the Wolves: A Study on the Mission Instructions of Q (Annales Academiae Scientiarum Fennicae. Dissertationes humanarum litterarum, 4 7), Suomalainen Tiedeakatemia, Helsinki 1987. - (ed.), Symbols and Strata: Essays on the Sayings Gospel Q, Suomen Eksegeettisen Seuran Julkaisuja. Publications of the Finnish Exegetical Society ofHelsinki, Finnish Exegetical Society, Vandenhoeck & Ruprecht, Gottingen 1996.

COLECCIÓN «BIBLIOTECA DE ESTUDIOS BÍBLICOS» Colección dedicada al estudio de la Sagrada Escrituro. Se compone de obras clásicas de exégesis. comentarios a los libros principa/e.~ de la Biblia y estudios monográficos sobre temas mediante investigaciones fundamentales. Inició su andadura el año 1973 con la publicación de la obra Resurrección de Jesús y mensaje pascual, de X. Léon-Dufour. l. 2. 4. 11.

12. 13. 14.

23. 24. 26.

28. 30. 32. 35.

36. 41.

43. 44.

46. 49. 52. 53. 54. 55. 56. 57.

58. 59. 60. 61.

X. Léon-Dufour, Resurrección de Jesús y misterio pascual

J. Jeremias, Teología del nuevo testamento H. Schlier, La carta a los gálatas G. von Rad, Teología del antiguo testamento 1 G. von Rad, Teología del antiguo testamento 11 G. Bornkamm, Jesús de Nazaret J. Jeremías, Palabras desconocidas de Jesús S. Herrmann, Historia de Israel G. Bornkamm, Pablo de Tarso L. Coenen, Diccionario teológico del nuevo testamento 1-II

L. Coenen, Diccionario teológico del nuevo testamento lll-IV J. Jercmias, Abha. El mensaje central del nuevo testamento R. Bultmann, Teología del nuevo testamento G. Bornkamm, Estudios sobre el nuevo testamento W H. Schmidt, Introducción al antiguo testamento E. Schweizer, El Espíritu santo R. E. Brown, La wmunidad del discípulo amado M. Noth, Estudios sobre el antiguo testamento X. Pikaza, Hermanos de Jesús y servidores de los más pequeños R. E. Brown-J. A. Fitzmyer, María en el nuevo testamento H. J. Kraus, Teología de los salmos H. J. Kraus, Los salmos 1 ( 1-59) H. J. Kraus, Los salmos 11 (60-150) J. Gnilka, El evangelio según san Marcos 1 J. Gnilka, El evangelio según san Marcos 11 W. Schrage, Ética del nuevo testamento E. Schweizer, La carta a Jos colosenses H. Koster, Introducción al nuevo testamento G. Barth. El bautismo en el tiempo del cristianismo primitivo U. Wilckens, La carta a los romanos 1

62. U. Wilckens, La carta a los romanos 11 63. O. Cullmann. Cristología del nuevo testamento

65. G. Barbaglio, Pablo de Tarso y los orígenes cristianos 68. X. Léon-Dufour, Lectura del L'Vangelio de Juan 1

69. 70. 71. 73. 74. 15. 78. 79. 81. 82. 83. 85. 86. 88. 89. 90. 91. 92. 93. 94. 95. 96. 97. 98. 99. 100.

X. Léon-Dufour, Lectura del evangelio de Juan 11 X. Léon-Dufour, Lectura del evangelio de Juan III H. Schlier, La carta a los efesios N. Brox, La primera carta de Pedro U. Luz, El evangelio según san Mateo I X. Pikaza, El evangelio. VIda y pascua de Jesús M-Y. MacDonald, Las comunidades paulinas A. Vanhoye, Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo según el NT J. Lambrecht, Pero yo os digo ... J. Schlosser, El Dios de Jesús J. Becker, Pablo el apóstol de los paganos F. Bovon, El evangelio según san Lucas 1 F. Bovon, El evangelio según san Lucas 11 L. Schenke, La comunidad primitiva J. Maier, Entre los dos testamentos H. Balz-G. Schneider, Diccionario exegético del nuevo testamento 1 H. Balz-G. Schneider, Diccionario exegético del nuevo testamento 11 O. Cu11mann, La oración en el nuevo testamento S. Vidal, Escritos origúulles de /Q comunidad del discípulo «amigo» de Jesús X. Pikaza, Pan, casa, palabra. La Iglesia en Marcos G. Theissen, Colorido local y contexto histórico en los evangelios X. Léon-Dufour, Lectura del evangelio de Juan IV R. E. Brown, Introducción a la cristología del nuevo testamento La Misná, C. del Valle (ed.) H. W. Wo1ff, Antropología del antiguo testamento G. Theissen-A. Merz, El Jesús histórico

1Ol. F. Contreras, La nueva Jerusalén, esperanza de la Iglesia 102. R. Bultmann, Historia de la tradición sinóptica 103. U. Luz, El evangelio según san Mateo II 104. H. Simian-Yofre, Metodología del antiguo testamento 105. M. Karrer, Jesucristo en el nuevo testamento 106. U. Luz, El evangelio según san Mateo 111 107. El Documento Q, J. M. Robinson-P. Hoffmann-J. S. Kloppenborg (eds.) 108. G. Theissen, La religión de los primeros cristianos

• • • l. G. Strecker-U. Schnelle, Introducción a la exégesis del nuevo testamento 2. E. Schweizer, Jesús, parqbola de Dios 3. R. Schnackenburg, Amistad con Jesús 4. E. Schweizer, El sermón de la montaña 5. H. Ba1z, Vocabulario griego del nuevo testamento Tel.: 34/923 218 203 -Fax: 34/923 270 563 - [email protected] EDICIONES SÍGUEME -Apdo. 332 - E-37080 SALAMANCA 1 ESPAÑA

RUDOLF BULTMANN

HISTORIA DE LA TRADICIÓN SINÓPTICA Introducción (X. Pikaza) l. 2. 3. 4.

El libro: historia y actualidad Bultmann pensador Bultmann hermeneuta Bultmann teólogo 5. Bultmann, libro abierto

l.

La tradición de las palabras de Jesús A. Apotegmas B. Palabras del Seftor l. Logia 2. Palabras proféticas y apocalípticas 3. Palabras sobre la ley y reglas de la comunidad 4. Sentencias del <<)'O» 5. Símiles y formas afines

11. La tradición del material narrativo A. Historias de milagros B. Narración histórica y leyenda 111. La redacción del material de la narración A. Material de discursos B. Material narrativo y la composición de los evangelios

Epilogo (G. Theissen) l. Teoría y método de la historia de las formas 2. Investigación de las formas menores 3. Investigación sobre la recopilación de la tradición «Libro clave de la historia cultural del occidente, donde se combinan y fecundan: análisis filológico de los evangelios, reconstrucción histórica de Jesús y búsqueda religiosa de la modernidad» (Xabier Pikaza). «La aportación más importante del siglo XX en el campo de la literatura sobre los evangelios» (Gerd Theissen). Biblioteca de Estudios Bíblicos, 102-496 páginas- ISBN: 84-301-1307-3

Tel.: 34/923 218 203 - Fax: 34/923 270 563 - [email protected] EDICIONES SiGUEME -Apdo. 332 - E-37080 SALAMANCA 1 ESPAÑA

GERD THEISSEN- ANNETTE MERZ EL JESÚS HISTÓRICO l. LAS FUENTES Y SU EVALUACIÓN

l. 2. 3. 4.

La historia de la investigación en tomo a la vida de Jesús Fuentes cristianas sobre Jesús Las fuentes no cristianas sobre Jesús El uso de las fuentes Il. EL MARCO DE LA HISTORIA DE JESÚS

5. El marco histórico y religioso de la vida de Jesús 6. El marco cronológico de la vida de Jesús 7. El marco geográfico y social de la vida de Jesús III. LA ACTIVIDAD Y LA PREDICACIÓN DE JESÚS 8. 9. 1O. 11. 12.

Jesús, carismático: Jesús y sus relaciones sociales Jesús, profeta: la escatología de Jesús Jesús, salvador: los milagros de Jesús Jesús, creador literario Jesús, maestro: la ética de Jesús IV. PASIÓN Y PASCUA

13. 14. 15. 16.

Jesús, fundador cultual Jesús, mártir: la pasión de Jesús Jesús, resucitado: la pascua y sus interpretaciones El Jesús histórico y los inicios de la cristologia

Estamos acostumbrados a oponer «.Jesús histórico)) y «Cristo de la fe)), para decir que sabemos muy poco del primero y que las afirmaciones sobre el segundo son una creación eclesial. De esta manera la investigación histórica sobre Jesús se había reducido a una cuestión hermenéutica. Este manual expone con la mayor objetividad y claridad posibles los resultados de la investigación científica sobre el Jesús histórico. Elaborado en forma didáctica, con numerosos esquemas y tablas, y con sugerencias para la reflexión hermenéutica. ·· Biblioteca de Estudios Bíblicos, lOO- 710 páginas- ISBN: 84-301-1349-5

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