Tomo 4 Pascual Ahumada

  • Uploaded by: Paginas Heroicas de la Guerra del Pacifico
  • 0
  • 0
  • February 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Tomo 4 Pascual Ahumada as PDF for free.

More details

  • Words: 671,047
  • Pages: 538
Loading documents preview...
GUERRA

DEL PACI FI CO RECOPILACION COMPLETA DE TODOS LOS

DOCUMENTOS OFICIALES, CORRESPONDENCIAS EBAS PUBLICACIONES BEEEBENTES A LA CU ERRA QUE

HA

DADO A

LUZ

L A P R E N S A D E C H IL E , P E R Ú 1 B O L T V IA CONTENIENDO DOCUMENTOS INEDITOS DE IMPORTANCIA i

PO R

PASCUAL AHUMADA MORENO V-'-V - '; í v ^ .,-

o

T O M O IV

'w '

A„.' ;

í

VALPARAISO I I M P E B I T T J A I L I E . J A M !E E IC - A _ Is r ^ D E F E D E R I C O T. L A T H R O P

1887 w

APÉNDICE.

iS liK IIIMi I

Al elevarlo a! conocimiento de V. S., me es grato reiterarme de V. S., señor Ministro, mui obsecuente .servidor. J. A. DE L avalle.

MISION LAVALLE.

Al señor Ministro doEstado enel deapaoho do Eelaciones Estoríoree.

I

lií.

A cepta la m isión especial a Chile.

Acusa recibo de los docnmeníos aue espresa.

¡StiM. 1,—UGACIOK PEL PERÚ EN CHILE.

NÚM. 5.— LEG.ACION DEL PERÚ EX CHILE.

Zima, Ftlr&ro S I de 1S79. Señor Ministro: l ‘or el mui estimable oficio que con fecha de hoi se sirvo V. S. dirijirme, me he informado de cjue S. E. el Presidente, con acuerdo del Consejo de Ministros, se ha servido nombrarme, por decreto de ayer, Enviado Estraordinario i Ministro Pleniloteaciario de la República, en misión especial cerca del Goúerno de Chile. La importancia i delicadeza de la misión que S. E. tiene a bien confiarme, me inclinarian a rehusarla, si a lo contrario no me obligase la gratitud a que me empeña la alta confianza que en mí so sirve depositar S. E. i a la que procuraré corresponder con celo i abnegación por el servicio público. Sírvase V. S. elevar a S. E. la espresion de estos sentimien­ tos, i aceptar la de mi reconocimiento por las benévolas espre­ siones con que me favorece, a la vez que la de alto aprecio i distinguida consideración, con qiia me suscribo de V. S., señor Ministro, mui atento obediente servidor.

A bordo del vapor "Loa, "frente a Moliendo, Febrero S5 de 1879,

J. A. DE L avalle. Al üüñor Miaist.ro de Estado en el despaclio de Relacioaca Esteriorcí.

If. S ecreíario 1 adjunto m ilitar tic la ícgaclou } partida a Chile. NÚM. í>.—LEGACION DEL PERÚ EN MULE. Lima, Febrero SS de 1879. Señor Miui.«tro: Don Javier Melecio Casés, nombrado por S. E, el Presidente 2.* secretario de esta Legación, i el teniente de Artillería don Hernando de Lavalle, destinado a ella como adjunto militar, se han puesto a mis órdenes en obedecimiento a las que hablan recibido de V. S. Tengo el honor de ponerlo en conocimiento de V. S. i a la vez el de repetirme de V. S., señor MinistrOi mni atento obse­ cuente .servidor. J. A. DE L.AVALLE. Al nefior MinÍEtro de Eetado en el detiiaoho de Relacionea Eateriores.

NÚM. 4.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE. Lim a, Fek'ero SS de 1S79. Señor Ministro; Tengo el honor de poner en conocimiento de V. S. que en obediencia a las órdenes verbales que se ha servido V. S. im­ partirme salgo luego para Valparaíso con el 2. ® secretario i el adjunto militar de esta Legación.

Señor Ministro: Tengo el honor de acusar a V. S. recibo de los documentos siguientes, llegados a mis manos momentos ántos de mi salida de Lima: 1 ." Credencial orijinal i copia. 2. ° Pleno poder sobre el cual me permitiré- hacer a'V. S, la siguiente observación:.dice éste cerca de K £ , en vez de decir cerca del Gobierno de C7íí7c; pues dicho pleno poder no es un documento dirijido a persona determinada. Si V. S. lo cree necesario puede remitirme un duplicado con ese error en­ mendado, 3. ® Pasaporte. 4. ® Oficio de V, S. de 2 de Eneio, dirijido a las Legaciones de la República en Chile i Bolivia. 5. ° Copia del oficio de la Legación eu Chile de 24 de Enero, número 15. 6. ® Copia dcl telegrama de la misma de 12 del corriente. 7. ® Copia del oficio de V, S. al Encargado de Negocios en Chile, de 15 del corriente, número 5. 8. ® Copia del oficio de V. S. al Ministro Plenipotenciario en Bolivia, de 4 de Febrero, número 3. 9. ® Copia del oficio de la Legación de Chile al Ministro de Relaciones Esteriores de Bolivia, fechado eu la Paz en 8 da Febrero, número 45. 10. Una especie de índice crouolójico de los documentos a que ha dado lugar la cuestión pendiente entre Chile i Bolivia, en el que hai algunos que no rae han sido remitidos i cuyo co­ nocimiento pudiera serme necesario. 11. Bo.s cuadernos impresos, conteniendo el uno los trata­ dos do límites celebrados entre Chile i Bolivia, i titulado el otro Anuario de leyes i disposiciones supremas de.Bolina, 12. Un paquete conteniendo documentos resercados. Además, recibí también tres oficios cerrado.? dirijidos por el despacho de V. S. al señor Ministro Plenipotenciario de la Re­ pública en Bolivia, al Cónsul en Caldera i al Encargado de Negocios en Chile. El primero ha sido encaminado hoi a su conducto destino )or conc’ ' del ' ' capitán de este puerto, al que herecomendado su seguro envió. Lo.s demas serán entregados oportunamente. Al acusar a V. S. recibo de los documentos antedichos, me es grato repetirme de V. S., señor Ministro, mui atento obe­ diente servidor, J. A. DE L avalle, Al señor Miuittro (le Estado CB el clespaoho de EelaeioBes Esteriores.

Marzo 3 de 1879.—Acúsese recibo, diciéndole que si nece­ sita algunos documentos, los pida al Ministerio. Fecho.

GUERRA DEL PACIFICO.

IV. lieflere I.-» ocu p .id on de Antof.ngastn por l.is fuerzas chilenas. SÚM. 9.—LEQACIOK DEL PERÚ EN CHILE. A bordo d«lvapor "Lo a"frenU a Arica, Férero ^6 de 1379. Señor Ministro: El señor don Benjainiii Alcérreca, Tesorero Depariamental del departamento litoral de Cobija, me comunica los siguien­ tes datos sobre la toma del puerto de Antofag.asta por las fuer­ zas cbilemas. E! 14 délos corrientes, a eso de las7A. M., llegd a ese puerto el blindado Loi-d Cockrane acompañado de la O’IIig g m i se reunieron al Blanco Encalada, ya fondeado en aquel puerto. A eso do las 8 A. M. el señor Sotomayor, Comandante en Jefe de las fuerzas chilenas, se dirijid al señor Prefecto de Cobija, residente a la sazón en Antofagasta, intim.ándolc la ren­ dición de la plaza que venia a ocupar, como territorio pertene­ ciente a Chile, en virtud de que el Gobierno de Bolivia, rescin­ diendo el contrato celebrado con la Compañía Salitrera, habia anulado de/acto los tratados preexistentes, en mérito de lo cual reivindicaba Chile su posesión territorial hasta el gnado 23. Contestóle el .señor Prefecto, que sin medios de resistencia que oponer, se someterla a la fuerza; pero que de ningún modo aceptaba la oe.sion del territorio que so le exijia, protestando a nombre de Bolivia de la violencia que se le hacia.. Antes que esa contestación pudiera llegar a su destino, ya habian desembaicado las fuerzas ciiileuas cu número de 300 hombres poco mas o ménos, las cuales tomaron pose.sion de la población, manteniendo encerrados en el cuartel, para salvarlos de ks violencias del populacho chileno que puebla aquel puerto, a los cuarenta soldados bolivianos que antes lo guarnecían. Este populacho arrancó de la Prefectura el escudo boliviano, i las autoridades bolivianas tomaron asilo en el Consulado de la República, que ha sido debidamente respetado, dirijiéudose despues a Cobija, de donde alguno.?, como el señor Tesorero que me informa, se han trasladado después a este puerto. En la población no se ha ejercido acto de violencia ninguno, escepto sobre un comisario de policía llamado Vaiverde, lo mismo que otro compañero suyo llamado Polo, que fueron mal­ tratados por la plebe chilena. Todo lo que me apresuro a poner en conocimiento de V. S. a fin de que se digne elevarlo al de S. E. el Presidente, repitién­ dome de V. S., señor Ministro, mui atento obediente .servidor. J. A. DE L avalle. Al señor Ministro de üstado en el despacho de Relaciones iísterlorea.

V. Llama la atenciou sobre publicaciones de la prensa i m cctings en Chile, NÚH, 10.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE. A bordo del vapor "Loa," fren te a Iquigue, Febrero '¿7 de 1870. Señor Ministro; Aunque supongo que el Encargado de Negocios a! interior de la República en Chile haya informado a V. S. detodolo ocurrido allí con ocasión de la toma del Litoral boliviano por las fuerzas militares de aquel Estado, i haya también remitido a V. S. las últimas publicaciones diarias de Valparaíso i de Santiago, creo no obstante de mi deber remitir a V. S. tre.s números del diario L a P a tr ia do Valparaíso, en los que mar­ co aquellos artículos que merecen la atención de V. S. Sin darles mas importancia que la que en realidad pueden tener, apreciaciones de diarista, llamo, sin embargo la atención de V. S. sobre aquellas líneas que dejao entrever, que al pue­ blo de Chile no se le oculta la po.sibilidad de un conflicto con alguna aliada de Bolivia, que pueda tener una, escuadra de­ cente; i sin darles tampoco mas importancia que la que en realidad debe darse a reuniones mas o ménos tumultuarias, que siempre tienen ocasión en los países libres cuando ocurre al­ gún coní icto internacional, llamo igualmente la atención do

V. S. sobre loa meetings realizados en Santiago i otro.? puntos. A lo que sí doi verdadera i gran importancia es a los actos oficiales del Gobierno de Chile, respecto a sus nuevas posesiones, que V. S., en su recto criterio, apreciará mejor que yo. Tales acto.? demuestran un decidido plan de ocupar definitivamente el L i­ toral boliviano, so pretesto de recibir reivindicación de anti­ guos, i mas o méno.? fautósticos derechos. Sin considerar por lo acontecido en Chile enteramente im­ posible la consecución de los nobles de,seos que inspiran a nues­ tro Gobierno, no se puede ocultar que su realización se hace algnu tanto mas difícil, i que es necesario estar preparado.? lara cualquiera eventualidad. I)e la actitud que asuma el lobierno, puede depender coii mucho el éxito do las negocia­ ciones con qne se rae ha honrado; i como V. S. lo recordará, debido a la enérjica actitud de Inglaterra, i a las medidas tomadas por su Gobierno, ,?o debió sin duda que la Rusia se aviniese a someter al Congreso de Berlin el Tratswlo de San Stefano. Sin formular aun un juicio definitivo, que seria cstemporáneo, paréccme que al punto en qne han llegado la.? cosas, Chi­ le lio retrocederá sino ante la perspectiva de un conflicto con el Perú. Sin tiempo ni para releerme, renuevo a V. S. la e.spresion de ¡a alta consideración con que me repito de V. S., Señor Mini.stro, mui atento obediente servidor. J. A . DE L a v a lle . Al señor Ministro de Estado en el despacho de Relaciones Esleriorcs.

V I. H oce relación de su viaje h asta C.aldera. NÚM, 11.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE, A bordo del vaqwr "Loa/ frente a Caldera, Marzo 2 de 1879. Señor Ministro: Desde que dirijí a V. S, mi última comunicación en 2G del mes próximo pasado be continuado mi viaje, llegando sucesiv.vmente a los puertos de Iquique, Tocopilla, Cobija, Mejillones, Antofagasta, Blanco Encalada i últimamente a éste, del cual debo .salir tan en breve, que por cierto no me alcanzará el tiem­ po para comunicar a V, S. todo lo que deseo i conviene llev.ar a su conocimiento. Concretándome por tanto a lo esencial. En Tocopilla encontré al buque chileno Blanco Encalada, en Mejillones al O'Illggins i en Antofagasta al Lord Cochrane, en ese puerto e.?taba también el Fellican de S. M. B. Las autoridades bolivianas de Cobija se condujeron cortesmente conmigo: no así la? chilenas de Mejillones, Antofagasta i Caldera, que no me han hecho un saludo, a diferencia del capitán dcl puerto de Blanco Encalada, que vino a bordo a sa­ ludarme. En Antofagasta tuve una larga entrevista con ol Cónsul de la República en c,?e puerto, el que me dió cuenta de sus proce­ dimientos durante los últimos meses, i que encontré arreglados, como los encontrará V. S. seguramente. Le recomendé mucha prudencia en sus conversaciones, que se akstuviese basta donde posible fue.?e de entrar en comunicación escrita con las autori­ dades chilenas de los puertos recien tomados, ateniéHdose a las verbales, ya que sus relaciones con el nuevo gobernador ¡ antiguo corouel Zenteno, se lo facilitan; i por último, que tra­ tase siempre de proceder, de acuerdo con sus colegas los otros cónsules, de raauera de no exijir ni sufrir ni mas ni ménos de lo que los Otros exijiesen o sufriesen, en la posición anormal que les constituí^ la ocupación chilena. En este puerto acabo de ver a nuestro Cónsul don Samuel Márquez, el cual me ha dado todos los datos que posee respec­ to a »■situación aquí. Como él los comiinicaiá directamente a V. 8., no los repito por estimarlo inoficioso. Re.?ervándome para escribir a V, S, mas estensamente desde Valparaíso, por el próximo coneo, tengo el honor de repetirme de V. S.| señor Ministro, mui atento seguro servidor. J, A, DE L a v a lle . Al señor Ministro Je Estado en el despacho do Rolacioae.? Bstoriores.

te

H:ia"

DOCUMENTOS INÉDITOS,

■'V

''i

N.-

;

V, i V ,.

S' s \

w-

> ■'t

V. W

w L,<■' ■ N—,

C c C W'

Q

...■j

Iwi

q'

✓'"J

M

.'^4

YÍI.

YIII.

D escribe su desembarque en V alpaniiso e incidente en Caldera.

Opinión pública en Chile .sohrc la guerra.

NOM. 12.—LEQ.ACION DEL PERÚ EK CHILE.

Valparaíso, Marzo 4 de 1879. Señor Ministro; Aunque en la? pocas horas que he pasado basta este mo­ mento eu este puerco, no me ha sido posible conocer, sino por medio de ajenas impresiones i por el órgano de su prensa, el verdadero estado de a opinión pública en este país, creo no es­ tar fuera de la verdad al esponer a V. S.; 1. ° que el Gobierno desearía entrar en un arreglo cualquiera, que le permitiese evi­ tar la guerra con nosotros, siempre que le facilitase la conser­ vación de la posesión de los territorios hoi ocupados; 2, ® que ese es el seutimieuto déla jentesensata i acomodada, que tiene que perder en un caso de guerra, i a la qne no se le ocultan lüs graves perjuicios que Oliile sufriría en una ruptura con el Perú, cuyas consecuencias no pueden preveer.se; 3. ® que la masa popular, movid.a por algunos ajitadores, nos es entera­ mente hostil, i hostil también a todo advenimiento pacífico; 4. ® que toda la preusa de este país nos es completamente adver.sa, i adversa también a toda idea de arreglo, que estima en su simple enunciación, como un ultraje a la honra de Chile; 5. ° que el' verdadero objetivo de ios preparativos bélicos de Clúle, son el Perú i no Bolivia, a la que pre.stan poca atención. Sin dar a estas opinione.? el carácter de definitivas, creo de mi deber hacerlas llegar al conocimiento de V. S., repitién­ dome de V. S., señor Ministro, mui atento obediente servidor.

Valparaíso, Marzo 4 de 1S79, Señor Ministro: Tengo el honor de poner en conocimiento de V. S. que lioi a las 12 M. llegué a este puerto. Pocos instantes después de mi llegada vino abordo el capi­ tán del puerto señor Ürriola, a ofrecerme sus salutaciones i su falúa, i dos oficiales de marina, en gran uniforme, a hacerme igual ofrecimiento a nombre del Comandante Jeneral de M.iriiia. Acepté la falúa de este último, i en ella desembarqué, con los dichos oficiales, el Encargado de Negocios de la República, el Cónsul Jcneval de ella, i algunos otros particulares, que fueron a bordo a recibirme, entre ellos un hijo del Pre.sidcnte de la República encargado de manifestarme su sentimiento de no hallarse en este puerto a mi llegada a él, por haberse ido ayer a Santiago, i a saludarme en su nombre. Antes do desembarcar me cspu.so el Cénsul Jeneral de la República, que babia en el puerto grandes preparativos para recibirme de una manera hostil; pero que se habian tomado todas las providencias necesarias pava evitarme un desagrado. Desembarqué entre una multitud iumeusa, que a decir ver­ dad, sino me era simpática, no observé en ella manifestación alguna de hostilidad, i acompañado de las personas qne llevo dicho, llegué al hotel de donde e.scribo a V. S, En él Inm veni­ do a visitarme diversas personas, entre ella.? el señor Sarratea, qne será bien pronto, según me dijo, Ministra de la República Arjentiiia en ésta, i el señor Viel, capitán de la Chacabuco, encargado especialmente por el Intendeute Altamirano de sa­ ludarme, de manifestarme que sus ocupaciones le impedían verme en el acto, i de tomar mis órdenes respecto a mi viaje a Santiago para ordenar que se pusiese un carro a mi disposi­ ción. Agradecí debidamente su atención al señor Intendente, i le espuse al señor Viel, que puesto que S. E. el Presidente es­ taba en Santiago, me dirijiria esta tarde a las 5 P. M. a esa capital. Así lo haré, eu efecto, i las razones que para ello me asisten, se las ospondrá estensamente a V. S. el señor Encargado de Negocios i el señor Cónsul Jeneral do la República cu ésta. Además de esas razones, de mera prudencia, i a las que no doi importaucia ninguna, me asiste la de -que, estando allí el Presidente, no seria bien visto que prolongase el momento de ponerme en comunicación con la cancillería chilena. Con toda consideración, repítome de V. S., señor Ministro, mui atento obediente servidor.

KÚ.M. 14.— LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

J. A. DE L a v a lle . AI señor Ministro de Estado en el despacho do Relaciones Esteriores.

IX. Kelierc su llegada a Santiago i iiiúiucra eutrcvísta coa el F rcsid eu ie 1‘into. NÚM. 15.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE,

Santiago, Marzo 6 de 1879. Señor Ministro: Conforme tuvo el honor de manifestarlo a V. S. en mi oficio de 4 de los corriente.?, signado con el número 12, ese dia mismo, a las 5 P. M., salí de Valparaíso con dirección a esta ciu­ dad, en el wagón que el señor Intendente do esa provincia me habia hecho re.?ervar. Tanto durante mi tránsito del hotel a la estación del ferrocarril, como durante mi permanencia en ella, no observé en el pueblo que me rodeaba mas espresion que la de una inofensiva curiosidad. A las 10.30 P. M. llegué a esta ciudad, sin que en el viaje desde J. A, DE L.av.alle. Valparaiso hubiese ocnvrido nada digno de mención, i al apear­ me del carro en la estación de Santiago encontré, entre otros Al süñor lIÍBÍsti’0 Je Estajo en el Jcspaclio Ja Relaciones Estorioree, amigos que allí habian acudido a recibirme, al señor don Alejan­ dro Royes, Senador, Consejero de Estado i miembro del Tribu­ nal Supremo da Justicia, deudo inmediato mió, que me espuso NÚJJ, 13,—LEG.ACION DEL PERÚ EN CHILE. que allí iba no solo como amigo i pariente, sino con el especial encargo de S. E. el Presidente a darme en su nombre la bien­ Valparaíso, Marzo de 1879. venida i poner a mi disposición el carruaje de S. E. para con­ Señor Ministro: ducirme a mi alojamiento. Aceptólo con la.s debidas espresiones En oficio que dirijí a V. S. desde Caldera, le espuse que de agradecimiento, i eu él, i eu compañía del señor Reyes, me la autoridad de e.se puerto no habia venido a bordo a saludar­ dirijí al hotel, do donde escribo a V. S. líntes de separarme en él del señor Reyes, lo manifesté que, me. Así es, en efecto, hasta la hora en que escribí a V. S.; pero pocos momentos después volvió a bordo el gobernador de ese habiendo recibido tantas ateuciones del Pre,?idente, como las uc en e.ste oficio i en el signado con el número 12 llevo indicapueblo i pidió a un pasajero peruano, el señor Monaalva, que as a V. S., ántes que mi recepción me diera carácter oficial, me lo presentase, diciéndole que ahora sí podia saludarme, lo que me hace suponer que habia pedido instrucciones tele­ deseaba hacer a S. E. una visita privada i manifestarle mis larticulares sentimientos ántes de dar comienzo a nuestras regráfica.? a su jefe inmediato, el Intendente de Copiapó. acíones oficiales, tomando cita al intento con el referido señor Lo que comunico a V. S, a fio de que no ignore ese despa­ cho ninguno de los incidentes do mi viaje en a misión que .se Reyes para ayer a las 3 P. M. Ayer a primera hora dirijí a S. E. el señor Fierro, Ministro me ba confiado, i me reitero de V. S., señor Ministro, mui do Relaciones Esteriores de esta República, la nota verbal que atento obediente servidor. en copia acompaño a V. S. bajo el número 1, recibiendo de él J. A. DE L a v a lle . poco después la que igualmente en copia adjunto bajo el número 2. Como en ella, en vez de concederme la audiencia que le pedia Al señor Ministro de Estado en el despacho de Relaciones Esteriores, para entregarle copia de rai.s credenciales, etc., rae avisaba que seria recibido en audiencia pública por el Presidente mañana viérnes 7 a la 1,30 P. M,, le ne dirijido hoi otra nota verbal, que

GUERRA DEL PACÍFICO. en copia también se servirá encontrar V. S. bajo el número 3, adjuntándole copias de mis credenciales i del discurso que rae propongo pronunciar al presentarlas, i que remito a V. S. bajo el número 4. Como habia convenido con el señor Reye.s, ayer a las 3 P. M. me dirijí a visitar a S. E. el Presidente, el cual me recibió en su salón de despacho, acompañado de sus ministros los señores Fierro, de Relaciones Esteriores; Zegers, de Hacienda, i Blest Gana, de .Justicia, a los cuales me presentó, luego que conmigo lo hubo hecho a S. E:, el señor Reyes. La acojida qne S. E. el Presidente me dispensó no pudo haber sido mas cordial ni mas amistosa, si es permitido espresarme así, i sus palabras estuvieron llenas, en lo que era corres­ pondiente a una primera entrevista, de los mas benévolos sen­ timientos háoia a República, hácia el Jeneral Prado i aun hácia mi persona misma. Después de unos 15 minutos de conversación, en los que se tocó el punto a que me referiré en mi oficio número 16, me des­ pedí de S. E. i de los sefiores ministros que lo acompañaban. Al poner lo que precede en conocimiento de V. S., me es grato repetirme de V. S,, señor Ministro, mui atento obediente servidor. J. A. DE L a v a lle .

X. Ataque a l Consulado de Valparaíso. NÚM. 16.— LEGACION DEL PEHÜ EN C IiaE.

Santiago, Marzo 6 de 1879. Señor Ministro: El 5 de los corrientes en la mañana recibí dél señor Cónsul Jeneral de k República en Valparaíso, él telegrama qué incluyo a V. S. en ks copias anexas a este oficio bajo el número 1, al que repliqué instantáneamente con el que lleva el numeró 2, dirijiendo al señor Encargado de Negocios don Pedro Faz Soldán el signado con e! número 3', pues no e.stalido yo aún reconocido por este Gobierno en un carácter oficial, juzgué qne quizas seria necesario hacer .algunas jostiones ante eí de.spacho de Relacio­ nes Esteriores, eti cuyo caso era indispensable la presencia de dicho señor en esta ciudad. Como lo he espuesto a V. S. en mi oficio número ló, ese día debia ver a S. E. el Presidente de la República en compañía del señor Reyes, a eso de ks 3 P; M-, i al salir con ese objeto, recibí del señor Paz Soldán el telegrama cuya copia lleva nú­ mero 4, i del señor Márquez el que está marcado con él .número 5, poniendo éste én el bolsillo con el anterior del propio señor Al seflor Mioistro de Estado ea el dcspaclio de Relaciones Eateriores, Márquez (núm, 1) a finrle hacerlos conocer de S. E. en el curso de nuestra entrevista i tan luego como la ooasipn'se presentase. No tardó ésta en ofrecerse; pues apénas pasadas las primeras COPIAS ANEXAS AL OFICIO XÚM. 15. frases de cortesía, el señor Presidente me espre-só su senti­ Núm. 1.—Nota verbal.—-hsé Antonio de Lavalle tiene el miento por los acontecimientos qne habian tenido lugar la no­ honor de presentar su.s respetos al Excrao. señor don Alejan-' che anterior ea Valpáraiso, dándome noticia de his medidas i dto Fierro, Mini.stro de Relaciones Esteriores de la República conducta de las autoridades con ese motivo. Hícele ver entónde Chile, i de manifestarle qne ha llegado a esta capital con ces ios telegramas que de nuestro Cónsul .íeneral habla recibi­ el carácter de Enviado Estraovdinario i Ministro Plenipoten­ do; se impuso de ellos i me reiteró sus.espresiones de su pro­ ciario del Perú en misión especial cerca del Gobierno de Chile, fundo desagrado, asegurándome que se haliian. tomado i se i de rogarle .se sirva designarle el día i la hora en que S. E. tomarían todas ks medidas ncce.?arias pava evitar al señor podrá recibirle, a fin de dejarle copia de su.s credenciales i su­ Márquez todo atropello, e.spvesándorae que asegurase, a dicho plicarle se digne tomar las órdenes de S. E. c! Presidente de la señor que nada tenia que temer de .su seguridad personal. Por República para su recepción oficial.—José Antonio de Lavalle no prolongar demasiado este oficio, vista la estrechez del tiempo, aprovecha con placer esta primera ocasión que .se lo ofrece para no repito a V, S. .todo lo querel Presidente me dijo respecto al presentar al Excmo. señor Fierro la éspre.sion de su mas alta i orejen, composición, objeto, etc., de esas reuniones: su impo­ mas distinguida consideración.—Gran Hotel Inglés, número 4. tencia legal para impedirlas, i la necesidad de una lejislacion —Santiago, Marzo 5 de 1879.—Al Excmo, señor don Alejandro que regulase el derecho de reunión novísimámenle concedido Fierro, Ministro de Relaciones Esteriores de la República de al pueblo de Chile. Chile. A consecuencia de mi conversación con S. E., dirijí, a mi vuelta a mi alojamiento, a los señores Márquez i Paz Soldán Núm. 2.—iYoía w riaí,—Alejandro Fierro, Ministro de Re­ los telegramas queden las copias adjuntas-llevan re.spectivalaciones Esteriores de la República de Chile, tiene el honor de mente números 6 i 7, Aunque supongo a V. S. al corriente por ios informes de los saludar mui atentamente i darle ,sii bienvenida al señor don José Antonio de Lavalle, de quien ha recibido una nota verbal señores Encarg.ado de Negocios i Cónsul Jeneral de la Repú­ destinada a participarle que ha llegado a esta ca lital con el (¡a- blica de lo ocurrido en Valparaíso, adjunto a V. S., no obstante, rácter de Enviado E.straordin.ario i Ministro P enipotenciario el relato qne hace L a P a tr ia de ese puerto de los sucesos que del Perú en misión especial, i pedirle qne tome las órdene.5 de tuvieron allí lugar, las severas apreciaciones de E t F e rr o c a r­ S. E. el Presidente de la República para su recepción oficial.— r i l do esta ciudad, i las notas cambiadas entre nuestro Cónsul Alejandro Fierro tiene el placer de contestar al señor do La- Jeneral i el Intendente de k provincia señor Altamirauo. Agregaré a V. S. que la opinión pública ha condenado enérvalle, que será recibido por S. E. el Presidente de la República en audiencia pública el viérnes próximo 7 del corriente, a las jicameute los procedimientos de los alborotadores do Valparaíso, 12 M., i que la recepción tendrá lugar en la sala de Gobierno del i que así el Gobierno como ks, mas notables personas de este Palacio de la Moneda.—Ministro de Relaciones Esteriores.— capital, me han espreaado su justa, indignación por lo ocurrido. Juzgo (pie a todo aquello no se le debe dar importancia de Santiago, Marzo 5 de 1879. ninguna e.specie, i sentirla que ks exajeradas noticias que a esa Núm. Z.—Nota verbal—losé Antonio de Lavalle tiene el capital llegaren, dieran lugar a manifestaciones igualmente de­ honor de acusar recibo al Excmo, señor don Alejandro Fierro, plorables. Felizmente el Poder Ejecutivo se encuentra suficien­ Ministro de Relaciones Esteriores de k'República de Chile, de temente fac.nltarlo para impedirlas. Aquí se procuró reunir uno de esos tumultos que en Sudk nota verbal con qne S. E. le ha favorecido con fecha de ayer, América pretenden llamarse meetings-, en la noche de ayer, el participándole que S. E. el Presidente de la República le 'dis­ pensarla honra de recibirle en audiencia pública el viérnes cual felizmente no ha tenido lugar. Repítome de V. S., con toda consideración, mui atento obe­ próximo 7 fié ios corrientes, en su carácter de Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario de la República del Perú, i diente servidor. J. Á . DE L a v a lle . en consecuencia incluye a S. E. el señor Fierro, copia de ja cre­ dencial que de tal carácter le inviste, i del discurso qne al pre­ Al aefSor Ministro de Eetodo en el dcapaebo de Reldcioses Erterioree. sentarla pronunciará, reiterándole con este motivo k espresion de su mas alta i distinguida consideración— Gran Hotel In­ glés.—Santiago, Marzo 6 de 1879.—Al Excrao. señer don Ale­ COPIAS ANEXAS AL OFICIO NÚM.' U'>jandro Fierro, Ministro de Relaciones Esteriores de la Repú­ ' Núm. 1.— Telegrmna.—Valparaíso, Marzo 5 de 1879.— blica de Chile (1). Es copia,—Santiago, Marzo 6 de 18'79.-rH. de L a v a lle , 9.35 A. M.—Al señor Ministro Plenipotenciario del Perú, se­ ñor Lavalle.—Anoche después del meeting fué el pueblo a bus­ agregado a la Legación. car a V. E. en actitud hostil, con gritos de amenazas i muer­ (1) ña carta credencial i discnrso de rocepcion, correapondlentea a las cu-te. No encontrándolo pasó con igual exasperación al Consulado piaajiámero 4, están publicados en el loiog I, pájina 16S, del Perú, i amenazándome de muerte atacó k casa a pedradas

DOCUMENTOS INÉDITOS. vompionuo el escudo. La oportuna i enérjica oposición de ia fuerza pública i ios esfuerzos del Inteudente, el coronel de po­ licía i otras autoridades evitaron mayores ultrajes. Sin seguri­ dad ya para el desempeño do mis funciones i para el propio resguardo, pido a V. E. me ordene lo que estime conveniente. —(Firmado.)—L uís B. M-auquez. Núm. ‘¿.— Telegrama.—tíeñOT Márquez, Cónsul Jeneral del P e rl—Valparaiso.—Recibí su telegrama; hoi mismo tomará medidas.—Pida garantías al Intendente.—(Firmado.)—E l Mi­ nistro del Perú, L.avalle. Núiu, ,1—7'elegrama,—Señor Paz Soldau, Encargado de Negocios del Perú.—Viña del Mar,—En atención a lo ocurrido anoche eu Valparaiso, i que me comunica por telógrnfo el se­ ñor Cónsul Jeneral, creo la presencia de V. S. necesaria en esta capital, salvo su mejor acuerdo.—El Ministro del Perú, LaV,ALIE, Núm. 4.—7'elegrama,—ymi\ del Mar, Marzo 5 de 1879.— 2.50 P. M.—Señor Ministro Lavalle,—Le contesto por correo, de Í5Ucontestación depende que acuda o no a su llamado, -(Fir­ mado.)—Paz So ld án . Núm, 5.—Telegrama.—Va.lpara,ino, Marzo 5 de 1879.— 3.20. P. M.—Señor Lavalle.—La autoridad ofrece garantías, —También las ofreció ántes del asalto. Dará custodia al Con­ sulado, mas no puedo estar prisionero i espuesto al primor pa­ so a ser víctima de mas violento ultraje, atendida la e.xaltacion del pueblo.—(Firmado.)—Luk E, M.arqí/ez.

Núm, f).—To/ágra-Jíia-.—Cónsul Jeneral del Perú.—Valparaiao.—Gobierno indignado de actos de anoche; toda especio de se­ guridades ofrecidas..—Obre libremente según su juicio.—(Fir­ mado.)—L avalle, Ministro del Perú.

Núm. 1.—Telegrama.—Seíñer Paz Soldán, Encargado de Negocios del Perú,—Viña del .Mar,—Recibí telegrama.—No creo ya necesaria su inmediata venida,—(Firmailo.j—JjAVAiLE, Ministro del Perú, Es copia.—Santiago, Marzo 7 de 1S79.—//. de Lavalle, agregado a la Legación. VwV.,.

XI

«o

In tr e v is ía con Fiérola.

‘v.-i

NÚM. 17.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

«W /

c ^ 'i . i w

'w

c

y -A . ] O '

O

c G Q"

Santiago, Marzo 7 de 1879, Señor Ministro: Entre las personas que con motivo de, mi llegada a esta ciu­ dad han venido a saludarme, .se ha contado el señor don Nicolás de Piérola, recientemente llegado de Europa por la vía de Buenos .Aires i la pampa. Eu la conversación, que tuvo con ese señor—conversación prontamente interrumpida por la entrada de ptra.s personasme espresó las mas decididas opiniones porque la acción de! Gobierao en las cuestiones internacionales, hoi desgraciada­ mente eu discusión, no debia ser entrabada ni por las espresio­ nes do la prensa, i méiios aun por manifestaciones tumultuarias, i me m?.niie.stó ios mas patrióticos .sentimientos. E l señor Piérola ha dñijido a] diario L a P a tr ia la caita qne en recorte incluyo a V. S. sobre las relaciones de su espesa con la de S. E. ol Jeneral Daza. Tengo entendido que el e.sprcsado señor Piérola parte bol para Valparaiso para reunirse^ a su familia, allí re.sidcnte. Procuraré corresponderle su visüá ántes de su .salida. Al poner lo que precede eu noticia de V, S., tengo el honor de repetirme ue V. S., señor Ministro, mui atento i seguro servidor. J. A. DE L a v a lle . Al señor Ministro áe Estedo'tm «1 despacho d« Relaciones Esteriores.

XIÍ. Recepción diplomática. NÚM, 18.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE. Santiago, Marzo 7 de 1879. Señor Ministro: Conforme tuve al honor de anunciar a V. S. en mi oficio de ayer, signado cou el número 15, hoi fui recibido en audiencia )úblíca por el E.xcmo. señor Presidente de esta Nación, como íuviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario del Perú. Esta ceremonia se realizó en la forma acostumbrada en este país ante un numerosísimo jentlo, i en ella se cambiaron lo.s discursos que encontrará V. S. en el impreso que incluyo. Concluido ese acto pasé con S, E. el Presidente a un salón privado, en el que tuve una breve conversación con él i con el Ministro de Relaciones .Esteriores señor Fierro, en que ámbo.s me renovaron la- espresion de sus cordiales sentimientos hácia el Perú, i sus deseo.? de que las buenas relaciones que con Chile mantiene se conservasen perpetuamente. Todo lo que tengo el honor de poner en conocimiento de V. S. para que se digne elevarlo al de S. E. el Presidente, re­ pitiéndome ds V. S. coa toda consideración, mu¡ atento obe­ diente servidor, J. A, DE L a v a lle . A’ señor Ministro de Estado en el despaclio doRelaciones E¿»tórioref!.

XÍÍL 4>piitiGn de la prensa de Santiago i Vaipapaiso; tílficHltad i>ara rem itir telegramas. NÚM. 19.—LEGACION DEL FBRÜ ES CHILE. Santiago, Marzo 7 de 1879. Señor Ministro: Tengo el honor'de acompañar a V. S. recortes de los princi­ pales diarios qne se publican en esta ciudad i en la de Valpa­ raíso, relativos a ia cuestión que ha dado márjen a la misión que tengo ia honra de desempeñar en este país, por los cuales vendrá V. S. en conocimiento de la opiniou de los principales órganos de publicidad en él. El tono de la pren.sa es, como V. S, lo observará, acre i destem­ plado eu Valparaiso, mas moderado en Santiago; pero en nin­ guna de estas ciudades favorable a la solución que está en el Ínteres de ia República obtener. Sin embargo, puedo asegurar a V, S. que la opinión de las personas c ue forman los mas ele­ vados círculos sociales i políticos de Chile, es con mucho mas moderada i serena, qne la que en los diarios de Santiago se manifiestan. Con toda consideración rae repito de V. S., señor Ministro, mni atento obediente servidor. J. A. DE L avalle. Al soRor Ministro deEstado oa el despachode llelBciones Esteriores. NÚM, 21,—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE. Santiago, Marzo 10 de 1879. Señor Ministro: Entre los muchos rumores con que la prensa de este país pretende mantener la opinión pública constantemente ajitada, no üb,stante el notable apiaciguainiento que de.sde mi llegada se nota, se puso esta mañana en circulación el de un meeting, que , habia tenido lugar en Lima i que al disolverse había injuriado i al señor Ministro de Chile en esa capital. ; El temor que me asistia de que eso pudiese haber sido cierto i ocasionado por la noticia que hubiese llevado el cable de loa ■sitceso-s que tuvieron lugar en Valparaiso en la noche del 4, me sujirió la idea de hacer un telegrama a S, E. el Presidente, qne ' pudiera tranquilizar algún tanto los espíritus en esa capital. Al efecto, me permití dirijirle el que supongo ya en sus ma­ no i que a la letra es como sigue:—"Presidente.—Lima.—Re­ cibido viérnes, satisfactoriamente.Espero que este telegrama habrá surtido el efecto que con él me propase, 1 a este respecto me permitirá V. S. que le mani­ fieste la dificultad que aquí existe para espedir con la frecuen-

GUERRA DEL PACÍFICO. cía que juzgo necesaria, telegramas en cifra que tengan al Go­ bierno diariamente informado de la situación; estas dificultades son: 1. ® la falta de seguridad que inspiran las oficinas telegrá­ ficas; 2. ® la ajitacion que produce la espedicion de cualquier telegrama emanado de esta Legación, aunque no esté cifrado, como lo observará V. S. por el recorte adjunto que tomo de un suplemento que publicó. E l In depen diente apénas hice a S. E. el inocentísimo despacho qne llevo mencionado, i que me obli­ gó a hacer en B l F e r r o c a r r il la rectificación que acompaño; _ 3. ® el enorme costo de los telegramas. El que hice a S. E. eostó 25 pesos chilenos, i por uno cifrado constante de cuatro pa­ labras me pedian 60 pesos. V. S. comprenderá bien que cou condiciones tales, tenclrá que limitarme a los que mas rigoro­ samente exija el servicio público, salvo qne se digno V. S. de­ terminar fondos especiales al efecto, como supongo que lo.s ha tenido i que los tiene aun el Encargado de Negocios i el Cón­ sul Jeneral. Soi de V. S. con toda consideración, mui atento i seguro ser­ vidor. J. A. DE L a v a lle . Al Mttor Minietro de Estada en el despacho de Relaciones Esteriores.

ANEXO AL OriCIO NÚ-M. 19.

Según E l F e r r o c a r r il, se habla de síntomas de reacción, a iropó.sito de la contienda en que estamos empeñados con Boivia, i aun se indican hechos que tienden a justificar semejantes presunciones. Uno de ellos es la no citación del Congreso a .se­ siones estraordinarias. A pesar de que en todas estas alarmas de la opinión hai nn fondo de verdad i exactitud, seria una locura suponer cue los mismos hombres que han a.sumido la respon.sabiHdad de la nueva situación creada por la ocupación armada del Litoral, creyeran en la posibilidad de reaccionar contra una política que encarna la aspiración mas vehemente i mas irresi.stible del país.

Lo cortés no quita lo valiente jAdónde iríamos a parar si, echando en olvido todas nuestras gloriosas tradiciones de cul­ tura comenzásemos por convertir el patriotismo en asonadas, en motines, en reuniones amenazantes para hombres que no tienen mas delito que traer a nuestro suelo la representación de un país civilizado? Fijen.se bien en todo esto los ciudadanos de Valparaíso; me­ diten con calma i verán que la razón está de nuestra parte. Afortunadamente, Santiago ha comprendido su deber, reci­ biendo al Enviado peruano con su cortesía acostumbrada. Nos felicitamos por ello mui sinceramente.

ANEXO AL

o fic io

NÚM. 21.

(De E l I sd epíkd ibsie .;

Se corre con mucha insistencia de que ha tenido lugar la pri­ mera entrevista entre el Enviado Estraordinario del Perú i el señor Ministro de Relaciones Esteriores. Parece que el señor Lavalle ha manifestado a nue.stro Gobierno ipie los propósitos del Perú no son otros que alcanzar de parte de Bolivia que reti­ re el decreto en que se gravaba con 10 centavos el quintal métri­ co de salitre i las demás medidas qne de él se derivaron, i de parte de Chile que retire nuestro ejército i nuestra escuadra dcl Litoral, quciiando las cosas eu el estado de Antes i vijente el Tratado Walker-Baptista. Nue.stro Ministro de R.elaciones Esteriores, a estarnos a los miamos rumores, habría contestado que el Gobierno de Chile, de.=pues de agotados todos los medios de conciliación, estaba en el firme propósito de mantener la reivindicación definitiva de nuestro Litoral. Parece, pues, que Ja mi.sion Lavalle ha fraca-sado. El ameri­ canismo de ios señores del Rímac habría sufrido esta vez un golpe de muerte, líe agrega que el señor Ministro, Enviado Estraordinario del Perú, telegrafió inmediatamente a su Gobierno. ¿Pidiendo la giierna? No lo sabemos; pero tenemos la firme persuasión que la guerra vendrá

Protesta, en un segundo artículo, de las escenas altamente deplorables ocurridas en Valparaíso con motivo de un meeting Dsra protestar del pensamiento de mediación que se atribuye a a misión del Enviado .B.straord¡nario del Perú.

LEGACION DEL TERÚ EN CHILE.

Santiago, Marzo 10 de 1879. Señor Editor de E l F e r r o c a r r il.

Es para L a P a tr ia im lieclio indudable la existencia de un Tratado secreto de xMianza entre el Perú i Bolivia. Partiendo de esta base, llega a la conclinsion de que debemos tener ma­ cha vijilancia i desconfianza, no solamente de los enemigos estranjeros conocidos o solapados, sino ante todo, respecto de los hombros en cuyas manos se encuentra el depósito de la segu­ ridad i de la honra de la Nación. Sostiene En E s ta n d a rte C .ató lico qne debe recibirse i e.scucharsc cortesmente al señor Lavalle, Enviado Estraordinario del Perú. Cierto que circulan rumores mas o ménos probables sobre el objeto de la misión diplomática del .señor Lavalle; pero al íiii de cuentas son simples rumores, no liai nada de oficial. No es po.sible qne un Gobierno obre por simples rumores; es menes­ ter qne tenga datos.cíertos, esto es, que oiga al Plenipotencia­ rio i lo reciba con las atenciones debidas a su carácter. Como lo aminciamoB ayer, ya se encuentra entre nosotros el señor Lavalle, Enviado Estraordinario del Perú. El pueblo de Santiago, con su cultura acostumbrada, ha re­ cibido al señor diplomático sin hacerle ninguna manife.stacion hostil. Apénas si uno que otro curioso asistió a la estación dcl fenocarril para presenciar su llegada. No así en Valparaíso: e,se noble pueblo sufrió una lamentable hora dé vértigo que nos honra mui poco en concepto del mundo civilizado. Los países, como el nuestro, que tienen conciencia de su de­ recho i de su dignidad, no deben en ningún caso recurrir a pro­ cedimientos inusitados que nos colocan en una situación ver­ daderamente dolorosa. Chile debe recibirlos ministros diplomáticos con respeto, con cultura, con atención. Debe escucharlos del mismo modo i des­ pedirlos cortesmente, si lo que nos proponen o lo que exijen es depresivo i humillante para la honra nacional.

Mui .señor mió: Aunque esta Legación .se habia propuesto no hacer rectifica­ ción ninguna a nada de cuanto por la prensa se dijese re.specto a sus procedimientos, oblígala a desistir por una sola vez de su propósito la noticia a .sensación, que publica E l In d etesd ien TE en el suplemento que en este momento reparte, relativo a las proposiciones hechas por el señor Lavalle al Gobierno de Clii e. Desde el dia que ese señor tuvo el honor de pre.sentar ps credenciales a S. E. el Presidente, no ha tenido comunic^ion ninguna, ni con S. E. ni con el señor Ministro, de Relaciones Esteriores; tanto por la ausencia del primero, cuanto por el mal estado do salud del señor Lavalle i haber sido feriado uno de los poquísimos dias que han mediado entre su recepción i el de hoi. Rogando a usted se sirva prestar a esta lijera rectificación las columnas do su respetable diario, me és grato ofrecerme de usted mui atento servidor. T. M e le c io C a só s , Secretario.

XIV. Anuncia dos conferencias. NÚM.

23.— LEGACION DEL PERÚ ES CHILE. Santiago, Marzo 11 de 1879.

Señor Mini.stro: . . . Desdé que tuve el honor de dirijir a V. S. mi anterior cor­ respondencia que fué en la noche del viérnes 7 de los corrien­ tes, no ha ocurrido en los asuntos qne me están éncpgados nada que deba comunicar a V. 8. £1 Presidente partió para Valparaíso el mismo dia de mi recepción indicándome que solo

DOCUMENTOS INÉDITOS. volvoria ayer 10. El señor Ministro de Relaciones Esteriores al despedirse de mí dicho dia, me indicó que desde el lúnes (10) estaría, á mi disposición, lo que queria decir qne no lo pertur­ base el .sábado 8, ni el domingo 9. En consecuencia, ayer (10) le dirijí una nota verbal pidiéndole me señalase dia i hora, para tener una conferencia preliminar. Me ha señalado la de las 2 P. M. de hoi. Ayer, a e.so de las 5 P. M., recibí de S. E. el Presidente la carta particular que adjunto a V. S. en copia, a la que le con­ testé que hoi a ks 12 M. estarla a su dispo.sicion, salvo que otra cosa me indicase oportunamente. Paso, pues, a tener con S. E. la conferencia
XY. F nrtula
c

G„.’n - . v '

'v.. c.

w I

" " 'I ,’-wi- iI ( u !

:^í '.,-1

A 's^‘' .

\

0 01

o o o Q

Santiago, Marzo l:í de 1879, Señor Mini.stro: Ayer recibí del Cónsul Jeneral de la República en Valpa­ raíso, el telegrama qne acompaño a V. S. en copia bajo el nú­ mero 1. Aunque estrañé algún tanto que, en las circunstancias actuales, prcteiidie.se el señor Márquez hacer uso de la facul­ tad do ausentarse de su puesto por ménos de un mes, que le concede el Reglamento, como me pidiese con iastancia inme­ diata contestación, i soapeciia.se que, para hacerlo, tuviese algu­ na razón que no pudiese confiar al telégrafo, le contesté el que también en copia'remito a V. S. bajo el número 2, En la mañana de hoi recibí la nota i la carta a que el señor Márquez se referia en .su telegrama de ayer, i que acompaño igualmente a V. S. en copia bajo los números 3 i 4, i otra car­ ta ma.s, que del mismo modo le remito bajo el número 5, por la que vi con placer, que V. S. "queriendo su ausencia del Consu­ lado, le,autoriza a nombrar ájente que le reemplace;” lo qne me persuade que no llevará V. S. a mal, quehubic.se yo coiide.sectidido en autorizar al señor Márquez para que realizase lo que con tanta urjeiicia deseaba, i que V. S., según él, habla ya preansto. Mucho siento, sin embargo, k resolución tomada por el se­ ñor Márquez, i a la que accedí únicamente, porque no cono­ ciendo los motivos que se la inspiraban, supuse qne fuesen mui gravea, i temí que una negativa de mi parte, obligándolo a per­ manecer en su puesto, fuese causa de una nueva emerjeneia, cuya responsabilidad no quería natnralmeutn asumir; i digo que mucho siento la resolución tomada por el señor Márquez, no porque crea que hace gran falta en Valparaíso, eu donde su ire.sencia, dadas las condiciones en qne se hallaba, era mas )icri inconveniente que ventajosa, sino porque su repentina i casi subrepticia partida, ha alarmado muchísimo la opinión, que ha visto- eu ella un principio de la ruptura de las relacio­ nes entre el Perú i Chile; i todo lo que sea alarmar la opinión pú­ blica, ya jvir desgracia demasiado escitada, es sumamente grave i perjudicial en los momentos que atravesamos. Alarmado yo también por las causa.s que el señor Márquez alegaba para ausentarse, i por ks noticias que daban los diario.?, cuyos recortes acompaño a V. S., i sin noticias oficiales de L i­ ma, lio solo por telegrama, pero ni aun por correo, me dirijí inmediatamente al despacho de Relaciones Eateriores con el objeto de averiguar del señor Fierro—con el que estoi eu las mejores relaciones oficiales i privadas, por ser un antiguo ami­ go mío—lo que él supiese sobre el particular. El señor Fierro me aseguró qne nada sabia el Gobierno relativo a ataques a* k Legación chilena en Lima: que en comunicaciones escritas antenormente le había dicho el señor Godoi que se hablaba de uaa manifestación en contra suya; pero que no la creia; que T om o iv .— 2

después no le habla vuelto a decir nada sobre el particular; i por último, que acababa de recibir un cahlegrama de dicho se­ ñor Godoi, de ayer, en el qne tampoco nada le decia a ese res­ pecto; además me agregó el señor Fierro, que si alguna manifeskcion se h-acia en Lima, .semejante a la que tuvo lugar en Valparaiso el 4 del corriente, él i su Gobierno no le darian mas importancia que la que yo le di a éstíA Para desvanecer cualquiera mala impresión que la súbita partida del .señor Márquez pudiese hacer, he pa.sado al despa­ cho de Relaciones Esteriores la nota que corresponde, para el reconocimiento del ájente in.stituido por él. xúl poner lo que precede en conocimiento de V. S., me es gra­ to repetirme de V. S., .señor Ministro, mni atento obediente servidor (1). J. A, DE L a va d le . .41 señor Ministro de Estado en el daspacho de Rel.aciones Estcriore».

XYL SIedid.as jttdlci.ale.s tom adas por el ataqne al Consulado de Valparaiso, NÚM.

28.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

Santiago, Marzo 17 dé 1879. Señor Ministro: Por carta particular que S. E. el Presidente se sirvió dirijir­ me con fecha 5 de Marzo, observo la profunda i justa im­ presión que ha hecho en su ánimo la noticia mui exajerada, sin duda, que le llevó el telégrafo de los acontecimientos que tuvieron lugar en Val laraiso en la noche del 4 de Marzo. Aunque ya he teñir o ocasioii de dar cuenta a V. S. de ese incidente, reduciéndolo a sus verdaderas diraensione,s; de la conversación que, a ese respecto, tuve cnn S. E. el señor Pinto; de ks medidas tomadas por la autoridad admini.strativa de Valparaiso, de las que el señor Márquez misino se declaró sa­ tisfecho; do la Opinión de la prensa .sobre e.se asunto; i de la subsiguiente separación temporal del señor Márquez de su pue.sto—separación iiiui sensible bajo varios aspectos—acom­ paño ahora a V. S. varios recortes de diarios coordinados, rela­ tivos a este .asunto, entre los que verá V. S. las disposiciones judiciales que ha tomado el Gobierno de Chile con tal mo­ tivo (2). Ruego a V. S. se sirva elevarlo todo al conocimiento de S. E. el Presidente, asegurándole que estoi perfectamente sa­ tisfecho de la conducta observada por el Gobierno de Chile en esto tri.ste asunto, i que él no será, .sin duda, parte para alterar las buenas relaciones que hasta hoi felizmente existen entre el Perú i Chile. Renuevo a V. S. la c.spre.sioii del aprecio con que soi de V. S., Señor Ministro, mui atento obediente servidor. ,1. A. DE L a v a d le , .41 Señor Miaisí-ro de Estado en el de.spao.lio de Relaciones Esteriores.

COPIA COXTESTACION A LA NOTA ANTERIOR.

Lima, Abril ], ® de 1879.—Quedo impuesto del oficio de V. S. de 17 de Marzo último, número 28, relativo al escándalo que tuvo electo en Valparaiso en la noche del 4 del mismo mes. Es indis lensable conocer el curso que sigue el juicio crimi­ nal ya ¡niciat o por las autoridades de Chile i poseer los com­ probantes ipie sirvan en un momento dado para manifestar el interés can que proceden, así el Gobierno del Perú como el eliileuo, V. S. no ignora las constantes reclamaciones qne eu casos ménos graves hacen en este despacho los ajentes diplo­ máticos estraiijeros; i que aquí se trata siempre de tenerlos al corriente de la marcha que siguen los asuntos que motivaron sus solicitudes, i que se les remiten cuantos datos e informes piden a este Ministerio. Además del derecho que asiste al Go­ bierno para conocer el curso del juicio relativo a los sucesos da Valparaiso, nuestras ju.stas exijencias tienen en su apoyo la reciprocidad sobre este delicado asunto como respecto del aten­ tado cometido posteriormente eu Antofagasta contra nuestro (1) Lm copiíis a que hace referencia se han publicade en el lomo III, pijiñas 8 i n , párrafos XVI i XX. (2) Los decretos espresadoe figuran eu el lomo I, pijiua 166,

10

GUERRA BEL PACÍFICO.

Cónsul Seguin, llamo la atención do V. S. a fin de que apoye _Repítome de V. S., señor Ministro, mui atento segnro .ser­ las jestiones de nuestro Bnoargado de Negocios señor Paz vidor. Soldán, tauto para obtener los aludidos informes, cuanto para , J. A. DE L a v a d le . acelerar la tramitación del juicio.—Dio.s guarde a V. S.—M. ^ ... Irioóyen.-Es copia.-El oficial mayor, 7'omm L m a .- A i ‘•“ '''acto
ja

,

XYÍL

Supuestos atatiues a los iuicmbvos d e la Lcgaciou peruana.

D eclaración de guerra de lloJivíj!,

NÚM. 46.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE,

NÚM. .32. — LEGACION DEL PKHÚ EN CHILE.

Santiago, Mai'zo SJ. de 7S79. Señor Ministro: Acompaño a V. S. en copia la conte,stacion que dió ol señor Ministro de Relaciones Estertores de esta República, al oficio que lo dirijí el 28 dcl corriente, i qne remito a V. S. en copia, anexa a mi oficio del 28, número 19, reservado, i que llegó .a mis manos horas después de despachada mi correspondencia. Reiterándome de V. ,S... cou toda consideración, mui atento i seguro servidor. J. A. DE: L atalle,

Santiago, 3íar:o IS de J.S79. Señor Ministro: Después de cerrada la correspondencia, que en paquete se­ parado dirijo a V. S., recibí una nota verbal del señor Ministro de Relaciones Esteriores de esta República, iiivitdndome a una con/ere,7icia- rela-tiva al objeto de mi mism-, para mañana a las 12 M. Poco de.spue.s recibí c! impreso que adjunto a V, S. i que contiene el decreto do declaración de guerra, etc., espe.dido por el Gobierno do Bolivia con fecha 1.® del que cursa (1). Supongo que el objeto de la conferencia a que el señor Fierro me invita, sea darrae comunicación de ese decreto i quizas dar por terminadas la.s negociaciones qne me están encninendadas, no siendo de estrañar que quizas pretenda obtener una decla­ ración relativa a la actitud qne a.sumirá cl Perú en la guerra ya declarada. En la previsión de e.sa cmerieucia he tomado ia.s precanoiones qne, por la via reservada, indico a V. S. Aprovecho la ocasión qne este nuevo oficio mo presta, para remitir a V. S. nn notable articulo de L a P a tr ia tie V,alparaiso sobre el poder marítimo dei Perú i de Chile, i para repetirme de V. S., señor Ministro, mui atento obediente ser­ vidor, l A. DE L a v a lle . AI 3CIÍM Ministro do Estado en el «csp.nclio de Pie'aoínucs Esteriores.

Legación de lifilie al Ecuador. NÚM.

40,—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

Santiago, Marzo PS de 1379. Señor Ministro: En nna de las varias conferencias que he tenido con cl señor Miniairo de Relaciones Esteriore.s de esta Repúblic.s, me dijo el señor Fierro—ya en conver.sacion familiar i como una prueba de sus de.seos pacíficos— que, aunque muchas personas le habian indicado la necesidad en que Gíiile se encontraba de procurarse alianzas continentales en la perspec­ tiva de una guerra con ol Perú i Bolivia, la conveniencia de enviar nn ajcato diploniilico al F.euador para asegurar la de esa República o procurar, a lo méno.s, la firuicz,a de su neutra­ lidad; i que él, el señor Fierro, habia recliazado esa idea i aun la del envió de un ájente diplomático ordinario al Ecuador, por no alarmar ni con este iJa.so natural i corriente, la .suscep­ tibilidad del Gobierno del Perú. En diarios do esta capital correspondientes al dia de ayer, ,se dice que “ en varios círctilos .se susurra, que dentro de poco ” será nombrado Eti'j.argado de Negocios de Otile cerca dcl “ Gobierno del Ecuador eí .señor don Exequias Allende Cavo" (persona que me es completamente desconocida). Mas, ayer en la tarde me dijo un alto personaje político, que probablemente seria nombrado para el Ecuador, no el .señor Allende Caro como Encargado de Negocios, sino el señor don Joaquín Godoi, como Enviado Estraordinario i Ministro Plsuipotenciario. Me permito llamar la atención de V. S. .sobre este punto i hacerle observar lo conveniente que seria qtie, en todo caso, estuviese e! Perú debidamente repve.sentado .en el Ecuador. V. S. re.solverá lo que estime, a este respecto, mas conveniente a lo.s intere.se5 nacionales. (1) El decrsto indicAilo so liaila inserto ea el tr.uio I, píjinA 101, tvímifc II.

AI seftór Minislrt) dn listado sn cl clftipaclio de Ilclaciom» Esteriores.

COTIAS ADJUNTA? AL OTIOtO NÚM. 46. R e p ú b lica de Q\\\'LV,.—31húskrio de Relaciones Eskriore-s. —Bantiago, Mar.zo 2.3 de I879.--.8eíior.—Acaba de serme en­ tregada la nota qne V. S. me ha Itecho el bottor de dirijirma con c.sta fecha para hacerme saber que una pers.-jna, que mere­ ce a V. S- entera fe, ha puesto en su conocimiento que ciertos círculos preparan atentados contra esa Legación i la ordinaria dol Perú, ;i meditan ataque.? personales contra los miembros de ella,-J lasía. e.stc momento tto había llegado a mi (loíácrno an­ tecedente alguno que mauiiestiira. ¡a existencia dei puniide propó,sitü qne V. S. me indica; sin embargo, me he apresurado a impartir inmedititamentc todas la,? órdenes qne Ite estimaiio neces.arias a fin do que si llegaran a intentarse los actos íncaliíicaldes (pte V. 8, me detnincia, sean oportnua i .severamente repviniido,3.— Aprovecho esta oportunidad para manifestar'.a V. 8. los sentimiento.? de alta consideración con que soi de V. S., atento i seguro servidor,—(Firmado.}—A. F ie rro .— Al .señor don Jo.sé Antonio de Jjavalle, Enviado E.straordinario i Ministro Plenipotenciario del Perú en Chile.—Es copia.— J. 3ieiccio Casos, .secretario.

XX. l*i-0 {)'!icsía d e UH ¡ío liv ia iio r e s i d e n t e e « Va?.psvra!so l» a ra v e n d e r u n a c t i ñ o J i c r a . NÚM.

48.— LEGACION DEL PERÚ EN OMIIE.

Santiago, A bril 13 de 1379'. Señor Mini.stro: Aunque no le doi importancia ninguna ¡i la propuesta con­ tenida cu ci'papel adjunto que me trajo ayer un caballero bo­ liviano residente en Valparaíso, cumplo con elevarla a manos de V. S. en el mismo papel en que me ha sido r:resentads, repitiéndome de V. S., Señor Ministro, muí obsecuente ser­ vidor. J. A. BE L a v a lle . Al ssfior Ministro do Ifetado ea e! dcspacbo de Kelaciones Bstcriores,

PROPUESTA. Cañonera construida er¡ 1<876 en cl astillero Forch et clmtier. Loiijitnd del baque: 90 pié.s.—Latitud; 17 id.—Fondo: 10 v\.—Oalandeaih, o .sea internación oa el agua: 7 id.— Fuerza de la madera de, los costados: 30 centímetros de grue­ so. Ventanas de combate: 8 por cada lado. Toda la clavadura, el forrado i el empernado es de metal ile cobre. Oamima odio millas cou carbón de aqu!, i nueve conjcarbon inglés.—Máqui­ na de alta i baja presión, construcción moderna. Gasta carbón 4 toneladas cada 24 horas,—Tiene todas las piezas necesarias

n

DOCUMENTOS INÉDITOS, I

de repuesto a burdo, como también una élice de bronce de re­ puesto. Dos cañones de 6 centímetros de boca, de bronce. Puede llevar a proa un cañoii de calibre 2S 1 lo.s dos que tiene a pop,a. Puede llevar i lia llevado 400 hombres de conduc­ ción armados. La iripulaciou es de 60 hombres. Tiene una barra de timón de repuesto que tiene la ventaja de gober­ narla de abajo, poniendo resguardados a lo.s tripulante.?. El dueño se encarga de ponerla eu el Callao. El pago del precio se baria aquí uua vez comuuicada la llegada del buque al Callao. El precio es 35,000 pesos en moneda chilena.

Piíke 5Í,000 [>e.sos p a ra q u e p u ed a p a rtir de C hile e l M ini.sti' 0 P az Boldaa,

SÚJl.

-LEGACION DEL PEHl' EN CHILE.

A bordo del vapor "Liguria^ Valparaiso, A bril -í de J.S79.

A! señor Ministro Je EsUJo en oi Jeapaclio do EeiacionCB Esteriores.

Señor Ministro:

A pe.sar de que tan'luego corno recibí del MÍ!ii.stvo de Rela­ ciones Esteriores de Chile, así mis propio.? pasaportes como los que corresponden a la Legación permanente de la República cu ésta, dirijí al señor Paz Soldán la nota que bajo el número 7 incluí en copia en mi oficio de la fecha, número 26, reservado, le ha sido imposible seguirme, como hubiese sido mui de desear da­ das las circunstancias que atravesamos, tanto por la.s condi­ ciones de su numerosa familia, cuanto—i mui principalraente— por falta absoluta de recursos pecuniarios. En consecuencia, I e.stimando punto de honor nacional, así que el Encargado de ■Negocios del Perú no permanezca en Chile sino el tiempo c,strictamente necesario, como que no se le susciten diliciiitades desdorosas quizas al tiempo de su partida, me he permitido dirijir en la fecha un telegrama a 3. E. el Presidente, en el qne, a la vez qne le anuncio mi partida, le pido con urjencia remita al señor Paz Soldán la suma de dos mil pesos ($ 9,0001 chilenos, que e.s la que absolutamente necesita para poder re­ tirarse, según me lo ha manifestado anteriormente. Esperando que S. E. .se sirva ^tender a mi pedido con la brevedad que el caso cxijs, me es grato repetirme de V. S., señor Ministro, mui atento obediente servidor. J. A. DE LtVALIE, A! señor Ministro de Estado en ei Jaspadio
DECRET'O.

s

1 (.-.^1 , J

-

-i

hí Y 5 M r i

-

MINISTEIÍIO DE BELAC10NE.S ESTERIORES.

Lima, Abril 7 de ¡879. Habiendo manifestado don Pedro Paz Soldán i Tlinínue, Encargado de Negocios que fue de la República en Chile, por telegrama dirijido al Ministerio de Relaciones Estcriore.s, care­ cer de loados para regresar a esta capital, dígase al Mini.sterio (le Hacienda que, con cargo a la partida .16 del pliego 2. ® dcl Presupuesto Jeneral de la República, ordene a la Caja Fiscal compre una letra por la suma ele dos mil soles plata (2,000), que será remitida al e.spre.sado Faz (Soldán i Unánue a la posi­ ble brevedad, descontándose dicha cantidad do los habere,s que haya devengado. "Comuníqiiese i rejístrese. I r ic ú t e n .

m

i

ñíota del Ministro UodoL NÚM, 50.—LEG.ACION DEL PERÚ EN CHILE,

Abordo del vapor "Lig u ria ’’ Valparaiso, Abril 4 de 1879.

U C Q

G O

Q

Por mi nota de hoi, número 2-4, reservada, i por los telegra­ mas que oportunamente tengo dirijidos a 3. E. el Presidente, habrá V. S. venido en conoeiuiiento de que .sus órdenes no han podido ser cumplidas; mas, por la que tuve la honra de dirijir a V. (S. C(.m fecha l. ® de lo.s corrieiNes, bajo el número 22, re­ servada, habrá V. S. visto que, cu la conferencia que tuve aquel dia con el .señor Fierro, le di Icetiira de la nota del señor Godoi a V. S., haciéndole notar todas las partes fie ella que debían refutarse i todas las falsedades en qne en olla incnrre o! señor Godoi, Las órdene.s de V. 8. habian sido, pues, cumplidas aun ántes de haber sido recibidas. Como a este mismo asunto se refiere el oficio (¡ue se sirvió Y. S. dirijirme con fecha 26 de Marzo i con el carácter de reservado, me limitaré a acusar de él recibo a Y. S.; pue.? las órdenes que en él se sirve impanirme no pueden ya ser ejecu­ tadas, por el jiro que han tomado los acontecimientos. Repítome de V, S., señor Ministro, mui atento i seguro ser­ vidor, J. A, DE L a v a lle . (1)

Señor Ministro: Acabo de recibir, según lo digo a V. S. en mi oficio de hoi, número 49, el e,stimable do V. S. de 22 de Marzo, relativo al (jue dirijió a Y. S, el señor ü(od()i, Ministro .Plenipotenciario (le Chile, del cual me encarga V. S, dé lectura al señor Minis­ tro de Roiacionos Esteriores de Chile, i le deje copia, si así lo desea,

X.XIÍL R eiiaíriacion de peruanoa. NÚM. 51.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

A bordo del vapor "AyacuckoT Valparaiso, A b ril5 de 1879. Señor Ministro; Tanto en los últimos dias de mi permanencia en Santiago, como en los que he pasado al ancla en e.scepuerto, ha sido con­ siderable el número de peruanos que han venido a solicitar de mí .su repatriación. .Sin recursos e.speciales para efectuarla, i -agotados todos loa fondo.? del Consulado, me he visto eu la dolorosa necesidad de no poder acceder a su just.a solicitud. Fe­ lizmente he encoiilrado de contador eu este buque al ciudada­ no peruano don Jenaro Silva Rodrigtiez, liijo de un antiguo i bencnmírito oficial de la marina nacional, e! cual con un celo i una desieinii digna de todo elojio, ha venido en mi ayuda, i sin graváraen ningune para el Fisco, ha projforcionado pasaje a mas de 12 honrados trabajadores peruanos, que sin su eficaz pro­ tección, hubieran quedado en Chile abandonados a sii mala .sucíie. Creo que e.s deber del Gobierno hacer uua manife,staoloii de ajirecio al señor Silva Rodríguez, i tomar alguna medida para 1.1 repatriación de algunos peruanos que aun quedan en Valparaisu i Santiago, i a lo.? que no ha podido esteuderse el patrió­ tico aii.silio del contador del Ai/acitclio. Esperando ambas cosa,? de la bimd.ad del Gobierno, me re­ pito de V. S., señor Ministro, mui atento obediente servidor. J, A. DE L a v a lle . ,U señor Ministro Jo Estado (¡n ol díisfaolio de Ilelacior.ea Esteriores.

D.ECRETO.

Lima, Abril 17 de 1879. Visto el oficio que precede del Plenipotenciario del Perú en misión especial en Chile, i teniendo en consideración que, es))cdido el decreto de cspulsioii de los ciudadanos chilenos resi­ dente? en el Perú, es deber del Gobierno facilitar a los naoioluties que residen eu Chile los medios de regresar a su patria, i que algunos de dichos nacionales han solicitado la repatria­ ción, por carecer de los recursos necesarios para hacer el viajo, se resuelve; que por el Ministerio de Hacienda se contrate con la Compañía Ing esa de Vapores en ei Pacífico los pasajes que fueren preciso.?, a fin de repatriar a los peruanos que residen en Chile i (jue no pueden regresar al país por falta de recunsos para pagmr sus pasajes, aplicándose este gasto a la partida de e.?t.raordinario.s del ramo de Relacione.? Esteriores. Comuniqúese, rejístrese i publíquesc. luiGtÓTEN.

(1) Las notas dcl Ministro Irigdyen que indica, se rejistran en el tomo III, pájiua-í 6 i 7.

GUERRA DEL PACIFICO.

12

NÚM. 52.— LEa.4CtON DEL PERÚ EN CHILE.

A bordo dd vapor "Ayaciu'ho,” Abril 0 de 1S79. Señor Ministro: Por los documentos que acompaño n V. S. en copias anexas bajo los números I, 2 i .3, se infonnaiú V. S. de lo ocnrrido re.specto a la repatriación del doctor den Tito Melgar, Cónsul del Perú en la Serena. Espero que en atención a la.s circuns­ tancias se sirva V. S. aprobar ini.s procedimiento.s, i re])ítonie de V. S., señor Ministro, mui atento obediente servidor. .J.

A. DE L a v a lle .

•Al señor Ministro do listado eti el dcsiiiclio do Relacione» lislcrioros.

Lima, Abril 18 de 187!).—Apruébase la conducta de la Lcg.acion especial dcl Perú en Cliiie; i, cu con-seciteiicia, p.ígneiise por el .Ministerio de Hacienda, a la Compañía de Navegación por vapor en el Pacífico, los dos pasajes de ])rimer:i ela.se proiorcionado.s al Cón.siil del Perú en la Serena, con aplicación a os estraordinarios del ramo eu el Presupuesto Jeneral de la Re­ pública. I h ig ú y e n .

XXIY. Entrcg.u c iuvciitario dcl ¡ucliivo de la le g a ció n . NÚM. 55.— LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

Lima, Abril 21 de 1879. Señor Mitii,3tro: El secretario de esta Legación, don Javier Melecio Casós, entregará a V. S, cou este oficio el arcliivo de la ini.sion espe­ cial que be tenido el honor de desempeñar cerca del Gobierno de Cióle, según el inventario que adjunto so servirá V. S. en­ contrar, dcl qne ruego a V. S. se sirva acusarme cl recibo cor­ res rondiente. ' ’eviuin.ado con este acto el servicio do esta Legación, per­ mítame V. S, (pm lo presente la o.spresinn de mi gratitud por la coulianza i la benevolencia con qne me lia favorecido durante el tiempo qne la lie desemiicñado, i por la lisonjera aprobación (]uc lia otorgado a mi conducta en su mni estimable olicio de 17 de Ins corriente.?, número 34; i rog.ándolc que eleve la igual e.qucsion del mismo sentimiento .a S. E. cl Presidente, acep­ tando una vez mas el de alta consideración i di.stingnido afecto con que me es grato repetirme de V, S., señor Mini.?tro, mui atento obsecuente servidor. J. A, DE L a v a lle , Al síriM Miiii.steo 4c Estado en el desiiicho de Relaciones Esteiiorce,

COPI.tS ANEX.AS AL OFIOIO NÚK. 52.

Núm. \.—Ex-GomidadoddPerv,en M & roia.—Coquimbo, Lim.i., Abril 21 de 1879.-Pa.se al oficial archivero para que Abril G de 1879.—Al Señor Ministro Plenipotenciario, don reciba los documentos de que se hace referencia; i fecho, dése José A. de Lavalle.- Señor Ministro. -En la mañana del 4 la constancia respectiva i acúsese recibo de este oficio. del presente tuve el honor de recibir su telegrama, fechado eu L a r r a b lr e i U n á n u e. Santi.igo el dia anterior, en los términos convenidos a petición mia. En vista de él procedí a retirar de la casa consular, el ; emblema de la República, que cou toda felicidad mantenía in­ En la feclia he recibido lo.? documentos que se relaciotian tacta, i di por terminadas mis funciones, autorizando al .señor en el inventario adjunto i dado la respectiva constancia al se­ Cónsul de S. M. B. el archivo.—La rapidez de los aconlcci- ; ñor Casó.?, secretario de la Legación que se encomendó al se­ mientos no me ha permitido realizar el menaje de mi ca.sa, ni ñor Lavalle. hacer efectivas mis cuentas profesionales, encontrándome sin Lima, Abril 22 de 1879. los recurso,? para mi trasporte, con mi familia, al Callao; de­ M, D elgado, seándolo hacer hoi mismo, por el vapor que conduce a V. S,, Encaigado del archivo. se ha de servir proporcionarme los pasaje.?.—V. S. compren­ derá que estando operando ya sobre el Litoral peruano la in v e n t a r io d e l a rc h iv o d e l a LEGACION ESPECIAL escuadra enemiga i aun bloqueado desde ayer el puerto de DEL PERÚ EN CHILE. íqnique, seria una imprudencia mi permanencia de un dia mas en este lugar.—Con este motivo i esperando se sirva atender a Un libro titulado '‘Correspondencia con el Gobierno del mi pedido, tengo el honor de ser de V. S,, con todo respeto, su Perú,” de ISO pájinas útiles, escrito basta la pájina 107. atento 1segnro servidor—(Firmado.)—Tito Melgar, Un libro titulado "Correspondencia con el Gobierno de Cióle,” del mismo número de pájinas, escrito hasta la pájina 11. Un libro titulado “ Correspondencia Jener,al,” igual a loa Núm. 2.—Legación dd Perú en Chile—k bordo del vapor anteriores, e.?crito hasta la pájina 15. Áyacwko, Abril 6 de 1879.—Señor don Tito Melgar, Cón­ Cinco legajos sellados, rotulados como sigue: sul del Perú eu la Serena.—Señor Cónsul.—Aunque no ten­ Núm. 1. Oficios ostensibles del Ministerio de Relaciones go ni los fondos, ni siquiera la autorización ncce.saria para Esteriores del Perú. proporcionar medios de repatriación a los funcionarios ni a los Núm. 2. Oficios reservados del Ministerio de Relaciones ciudadanos de la República en Chile, en mérito de las circuns­ Esteriores del Peni. tancias en que usted se encuentra i que puedo correctamente Núm. 3. Oficios del Ministerio de Relaciones Esteriore.? de apreci.ar, i mediante la benevolencia del contador de este vapor j Chile i carta.? del Presidente de e.?a República. don Jenaro Silva Rodrignez, lie conseguido se le proporcionen Núm. 4. Correspondencia jeneral i telegramas. los dos pasaje.? que me pide, en !o.s términos de la órden que Núm. 5. Documentos diversos. incluyo a usted; previniéndole que por uno de ellos, será usted Un libro conteniendo diversos recortes de impresos relativos responsable ante el Gobierno; pues, .solo a usted me puedo con­ a los negocios encargados a esta Legación, siderar hasta cierto punto autorizado par,a proporcionarle los Un folleto titulado “ Anuario de leyes i supremas disposi­ medios necesarios para volver a! Perú.—Dejando .así contesta­ ciones de la República de Bolivia en 1873.” do su estim.able oficio do la fecha, repítome de usted, señor Un folleto titulado “ Tratado de límites entre Bolivia i Chile, Cónsul, mui atento servidor.—(Firmado.)—J. A de L a v a lle . 1874-1875.” Un folleto titulado “ Guia Pastal do la República de Chile." Dos ejemplares de un folleto titulado “ Espo.sicion de los mo­ Núm. 3.—A bordo del vapor Ayacuclw, Coquimbo, Abril 6 tivos que justifican la reivindicación por parte de Chile del de 1879.—Señor Ajente de la Compañía de Navegación por territorio comprendido entre los paralelos 23 i 24 de lati­ Vapor en cl Pacífico.—Sírvase usted proporcionar a! señor t.... ion ! tud Sur,” Tito Melgar, Cón.sul del Perú en la Serera, dos pas.aje,? de pri LRia caja conteniendo un sello húmedo con las armas de la mera clase para el Callao a bordo de este vapor, pagaderos por República i la inscripción: "Legación del Perú en Chile.” el Gobierno de la República del Perú, ante el cual servirá esta Un sello seco semejante al anterior. órden de suficiente comprobante,—Soi de u.sted atento i .soguLima, Abril 21 de 1879. ro servidor.—(Firmado,)—J. A. de L a v a lle .— Envi,ado Es Ja v ie r M. Casós, traordinario i Ministro Plenipotenciario del Perú.- Son copias. SecreUrio. —/.Melecio CasCs, secretario.

13

LEGACION DEL P E R U EN CHILE.

Ataque al Consulado de Valpurai.so! notas caiiibiadas, NÚ.M. 47.—ufi.raroK

del eeuú en chile.

Viña dd M iir, Marzo 7 de iS7¡), Señor Ministro; Antes de ayer, a las 2 1’, M., recibí del Cónsul en Valparaiso el siguiente telegraiua: “ Consulado asaltado anoche por pueblo i roto escudo. ]ja autoridad dominó el tumulto. Pido órdenes.” Ya el .señor Lavalle, con i|uieii el señor Cónsul habia estado eu coiniuiicacion telegróíica lioi cu la luañ.ma, i los diario.? de Valparaiso, me teiiiaii al corriente de este snce.so, fácil de pre­ verse por las autoridades, de.sde que se anunció eu la iinja suelta, que acompañé a mi anterior cnrres])oiiclenciíi, un m'vthiij para la noche del 4, con el objeto de ultrajar al señor J,avalle, ya que la policía pudo impedir la m.aniíestaciou de por la iiiañaiia. Inmediatamente pasé al Ministerio la nota de reclaraacton que acompaño en copia, i que espero merezca la aprobación de Y, S., i a la que acabo de recibir uua csteiisa i satisfactoria contestación, que no adjunto en la misma forma, por carecer do tiempo para copiarla. De ella acabo de dar cuenta a V. S. en el siguiente cablegraiiia: “ Gobierno contesta sati.sfactoriameute mi nota, reclamando por insultos al Consulado." Al dia siguiente del .suceso, o sea ayer, e.stuvo a verme el señor Cónsul, i de palabia me encareció la gravedad que le atribula. Aun pensó irse a Santiago a conñireuciar cou el se­ ñor Lavalle, idea de qne despees do.sistió, sin que yo fuera parte en ninguna de las dos determinaciones. Así, puc.y he visto con alguna soi-presa por lo.s últimos dia­ rios de Valparaiso, que el .señor Cónsul da las gracias directa e indirectamente a las autoridades, por los servicios que pres­ tara al Consulado en la noche del 4. En ,su nota al Intendente, el señor Cónsul se avanza a e.spresarle su viva gratitud, i se complace en reconocer que las auto­ ridades no pudieron prever el atentado. Acertado o inconveniente el procedimiento de ime.strú fun­ cionario consular, ha podido frii.strar la reclamación a que él mismo me obligó por .sus telegramas, i que después .sancionó con la csposicion verbal; como quiera que este Gobierno piulo haberme remitido por toda conte.stacion i satisfacción, a la nota oficial del señor Márquez. Por fortuna, eu el Ministerio talvez no la coimcian al dirijirrae la satisfactoria respne.sta a que me he referido. Dios guarde a Y. S. ,

,!

'~;'i 'v_/ ) í I ! v.y Vw O O V,-' 'w 'w c c w

G C O c

G

Dsperaiido que, junto con la noticia del ca.stigo del atentado, V. E. se .servirá darme garantías i seguridades e.speciale.s, no snio para el Ciiusulado en Valiwraiso, sino p.ara tmlos los que ¡HUI íenemns el hounr de rcprasmitar a! l’uni e» e.sta Repú­ blica, me es grato reiter.ir -a V. E. la .seguridad de mi uiu.s alta eousidetacioii.—(Firmado,)—?, Paz Soldán U k .-ín u ií.

COri.AS CONTESTACION A LA NOTA ANTEIUÜR.

M iiiiskrlo de lirhu-wiies Esteriores.— Santiago, Marzo 5 de 1879.—Señor.—Mi Gobierno ha tenido noticia, con profundo disgusto, de los sucesos que tuvieron lugar anoche ante la liabitaciou del seum- Cónsul .leueral del Perú en Va’iiar.aiso; los dejilora i lia dado las órdenes noce.s.iri.as para que uo vuel­ van a re]ielir.se actos de aquella naturaleza,—Adjunto a V. 3. una copia del telegrama que he recibido esta mañana de Intendente de Valparaiso, a fin de que V. 3. pueda apreciar con e.vactitud la importaucia de los heclio.? que relata.—Apro­ vecho osta oportunidad para reiterar a V. 3. mis seutiinieutos de cousidoraciou distinguida, i me suscribo de. V, S. atento i seguro servidor.— (Firmado.)—At.kj.andkO FtEiiiio,—Al se­ ñor don Pedro Paz 3oldair i Uuánue, Encargado de Negocios interino del Perú en Chile. Está conforme.—A7 Ofciíd Mayor.—V iíi conforme.Soldán.

Telegrama recibido de Valparaiso d5 de Marzo de 1S79, a las l'd.40 P. AA—Señor Ministro del Interior.—Anoche tuvo lugar eu la ¡¡laza de la Inteiidencica el meeting anunciado. Los oradores discurrieron, estando en lo que v( en parte i a lo que se me ha dicho, sobre la nece.sidad de no aceptar la mediación que suponen viene a ofrecer el señor Ministro del Perú,—'l'eriinuados los disciir.sos, el pueblo se retiraba tranquilo al pare­ cer, i tomó, ]iara hacerlo, las calles de la Aduana, Coclirane, Planchada, etc., etc, Era imposible prever que un grupo se detendría frente a la casa del .señor Cóu.?iil Jeneral del Perú, para dar gritos de odio i lanzar piedras sobre la puerta. Mui cerca de la casa estaba el ayudante Espíiidola, de la guardia de seguridad, i corrió a protejer la ca.sa del señor Cónsul Jeneral del Perú; pero como el grupo de jente aumentaba i no obede­ cía a sus intimaciones, dejó a algunos soldados de policía i a algunas per.son.as decentes custodiando la puerta, i .se dirijió a darme avi.so.—En el acto me trasladé a la casa del señor Cón­ sul Jener.al con niuclios caballeros que estaban conmigo i en­ contramos todavía un grupo considerable de jente, pero ya tranquila. Se le pidió que despejara el sitio, i como no se con­ siguiera con prontitud, pedí un piquete de 16 soldados de a caballo, i con esto se retiró aquella jente.— Cuando esto tuvo lugar, el señor Máizqiiez, Cónsul del Perú, no estaba eu su casa. Estaba sOla en ella la señora espo.?a de sn liermano. Para tranquilizar a la señora me quedé eu la ca.sa con I0.5 caballeros que me acompañaban, i no me retiré hasta que llegó el señor P, P az S oldán i U n á k e e . Márquez i quedó comjiletamente tranquilo el barrio.- Con Al señor Ministro de Relieionoa Esteriore? del P e rl—Lira.i. profundo setitimieuto doi parte a V. S. de lo ocurrido. Ojalá que tan deplorable estravio, que pudo tomar mayores propor­ ciones i llegar a producir hechos vergonzosos para el país, fuera ANEXO a l a nota NÜM. 47. una advertencia para los promotore.? de e.“tas reuiiioues i les hiciera reflexionar en que, si es fácil lanzar al pueblo, es mé­ Legación del Perú en 67ri/e.—Núm. 9.—Viña del Mar, Mar­ nos fácil dirijirio i contenerlo.—Estando a los informes de la zo 5 de 1879.—Señor Ministro de Relaciones Eateriores de policía, un señor Cáceres apareóla como jefe de un grupo. Se Chile.—Santiago.—Señor Ministro.—Tengo el honor de dirijir­ dió órden de iiision en contra de él, i se le puso a la disposi­ me a V. E, con el objeto de trascribirle el siguiente telegrama ción del señor Juez del Crimen.—Dios guarde a V S.—E. Alque acabo de recibir del Cónsul peruano en Valparaiso:— “ Consulado asaltado anoche por pueblo i roto escudo. La au­ tam irano. E.stá conforme.—ÍPiniiado.) — Domingo Godoi.—VsÜ con­ toridad dominó el tumulto. Pido órdene.s.”—Aunque el señor Soldán. Cónsul conviene en que la autoridad dominó el tumulto, i me forme.— complazco en reconocer que esa lia sido la actitud de las auto­ ridades durante los últimos di.is, en que los ajenie.? del Perú Ministerio de Belaciones ¿'sívr/ürfs.—Santingo. Marzo 6 de han parecido ser el blanco de las iras gratiiilas de algunos in­ 1879.—Señor.—He tenido el honor de recibir la nota de V, 3. dividuos; revi.stiendo el atcnt.ado de anoche una gravedad de fecha de ayer, destinada a poner en mi conocimiento el te­ estraordin.aria en la vida de las naciones, suplico a V. E. que a legrama que dirijió a V. Si el señor Cónsul Jeneral del Perú en la brevedad po.?ible se .sirva enviarme una razón oficial de lo Valparaiso con motivo de los sucesos que se verificaron en ocurrido, i asimismo de las medida? dictadas por el Suiuemo aquel puerto eu la noche del 4 del corriente delante de la casa Gobierno, para que no quede sin las debidas reparaciones un del Consulado; a ledirme que envíe a V. S.. mía razón oficial pueblo, que no solo se halla eu estado de paz con esta Repú­ de lo ocurrido i de las providencias que se hayan tomado para blica, i ofrece en su seno inviolable asilo a los ajentes diplo­ que no queden sin reparación aquellos hechos, i finalmente a ob­ máticos i consulares de ella, sino quo tiene instalada lioi mismo tener de este Ministerio, junto con la noticia del castigo del en esa capital una misión destinada a acreditar, de un modo atentado, garantías i seguridades especiales no solo para el Con­ especial, los amistosos sentimientos del Perú para con Chile.— sulado en Valparaiso sino para todos los que tienen el honor de

14

GUERRA DEL PACÍFICO.

representar .al Perii en esta República.—Con feclia de ayer di­ rijí a V. S. una nota en que le tasmitia la relación ofici
F, F az S oldán i U ilánce,

Al sef.or Miaistro de Relaciones Ksleriorcs del Perú.—Lima.

.ÍSaniícstaciou iiosti! a lo s m in istro s L availe i ¥siÁ S c íd a a .

mi:

NÚM. G2.—LEGACION DEL PEHÜ EN CHILE,

Hucnos oficios
que fué reproducido por todos los diarios de aquí, i probable­ mente por los de Lima, dol 3 i 4 de Marzo. La Espomioti de motivos, que con mucb.a razón estr.aña V. S., filé asimismo e.?trañad,a aquí por la prensa, el Cuerpo Diplo­ mático, etc. Al fin apareció con fec la 18, aunque no en ese dia, en una hoja suelt.a que se repartió en Los Tiempo,?. Llevaba, al pié, eu letras de molde la firma de don Alejandra Fierro. Fero solo eí dia 14 de Marzo, o mejor dicho, en esa fecha, se me remitió una mta verbal, acompañándome dos ejempla­ res oficiales, impresos también en un cuaderno, mas cnii la fir­ ma de puño i letra del señor Ministro de Rel.aciones E-steriores. No mandé a V. S. uno de ellos, porque sabia que mis coleg,aa, inclusive e! señor Lavalle, los habian recibido dias ántes, junto con un estenso oficio (no nota verbal) en el que, entre otra.? cosas, se ofrecían gaivantías a las personas i biene.? del Li­ toral ocupado. Si'ipo.se que cl .señor Miui.stro mediador se ha­ bría .apresurado a mandar uno o ámbos < aV. S, Con lo («puesto, creo que V. S. aprobará que me abstenga de li.acer la rectificación i¡ue me indica. Dio? guarde a V, ,S.

terú en chile.

Santiago, Marzo SO de 1879, Señor Ministro; He tenido cl honor de recibir la nota ds V. S. de 8 del pre­ sente, número 38, que paso a contestar. No se dice en el Diario Oficial que el señor Ministro de Relaciones Esteriores me diera esplicacioucs sobre las cmnsas que habian impulsado al Gobierno de Chile a ocupar el Lito­ ral boliviano, sino “ qne ya habi.a confetc-nciado conmigo en Valparaíso sobre estos asunto.?; lo cual, en mi concepto, no quiere decir que me diera ospíicaciones, ni ménos que yo las aceptara. Solo se trata de ja,?tificr.r mi ausencia. Ei señor Fierro, en efecto, conferenció conmigo en su de.s­ pacho, el dia 12 de Febrero, en los momentos en qne iba a or­ denarse la ocupación de Antofagasta, Yo me dirijí a verle en esa fecha, por ser e.ie el momento en que, según las imstrucciones de V. S., debia interponer los buenos oficios de! Perú, i recabar amistos,ámente la sinspeniion de cualquiera medida violenta, ((uc no dej.ara lugar a un aveni­ miento ulterior, cuando recibí una e,?qLiela de! e.?prcsado señor Ministro, llamándome a su de.?pacliO.

Puedo decir, pues, que fui citado cinco dias antes que el Cuerpo Diplomático; sea por deferencia al Estado qne repre­ sento, sea por liaber convenido con el E.xcmo. señor Pinto, des­ de el 2á do .Finero, eu que no se tomari.a ninguna medida estre.raa sin avisárseme ántes, i .?in teiit.ir los buenos oficios do! Perú. Mi confsrencí,a con cl .señor Fierro no la pude comunicar a V. S., de oficio, ese mismo dia, porque ya era tarde, i porque mi oficina la tenia en Viña del M.ur. Lo hice por medio do una carta, i al .subsiguiente di.i, en que tocaba vapor, por mi nota del 14, rjúmevo 30. Todo lo que el señor Ministro me espuso, está contenido ín­ tegro en el párrafo de esa comunicación que dice: “ No vaciló el señor Fierro cu decirme, que cou cualquiera otro país que no fuera Bolivia, etc.” Ni dijo mas tampoco S. E. a! Cuerpo Diplom.ático, en la con­ ferencia del 17, según se ve por ei siguiente párrafo de ia es­ quela que me pasó el bamn d’Avril, su decano, con fecha 22. “ L ’expo.?é ne contient rieu de plus qns ce que vons avez pu lire á toficial:’

El señor decano aliidia al editorial dcl D ia rio O fic ia l de! 17 de Febrero, e.?pecie de manifiesto indirecto del Gobierno,

Santiago, A bril 1. ® de 1879. Señor Mini.stro; Como los diarios de estos día,? llevarán a V. S, i al Supremo Gobierno noticias alarmante» i contradictoria? acerc.a de una manife.stacion hostil de que debimos ,?er objeto el .señor Lavalle i yo, p.aso a hacer a V. S, una relación minncioaa de lo ocur­ rido. El 28 de Marzo último, en una de la? veces qne entró a ver al señor EavLat’e, me dijo este señor que acab,aba de estar ahí el Enearg.ado de Negocio.? dcl Biasi!, a prevenirle qne el .señor Lavaile i yo debíamos a.?egurar nuestras personas i residencia re.?pectiva, que ,?e hallaban mui amemazadas, ssgun datos fide­ digno.? que poseía cl reprcseniante del Imperio, El señor Ministro mediador pa.só inmediatamente al Minis­ terio una nota ipie me leyó- No tardó en llegar la contestación, i aiinipie las soguridade.? que nos daba el señor Fierra no p.ifjabau de las triviales de co-stmubre, me preocupé pensando que lalvRz seiba a mandar fuerza a mi casa, lo que indudablemen­ te alarmarla mi familia, i en particular a mi esposa, que se h,ull.aba enferma cu c.ama. Esponia mi? temores al señor Lavalle, cuando entró cl secre­ tario de 1a-misión a coniunicariios qne alguno.? celadore.? ron­ daban la puert,a del hotel. Llegó en seguida una criada do mi casa a anuuciarmo que iban a as.altarla i que fuera en e! acto. Eran cerca de las-8_P. i\l, i k masa de e.?ta Legación ae hallaba en efecto rodeada de alguna tropa, i do nna turba de curiosos. Dos celadores hablan entrado a participar a mi cspo.sa que se trataba de un asalto; i aum nc uno de ellos lo protestaba que no tuviera cuidado, quo é defendería la casa, el otro la instaba a que .saliera., apoyándose en que la jente de este pueblo era mui mala. A) entrar yo, m¡ s.?posa me esperaba, li.?Éa ya para salir con toda la familia, que se compone de diez personas. Aunque el peligro no me constaba mas qne por el aviso es­ preso dei señor doctor Ponte, i ha presencia de la tropa no po­ día ser mas tranquilizadora, quiso librar a. mi familia, ya de­ masiado alarmada, de pa.sar la noche rodeada de soldados i ciiusma, i la llevé al hotel. A,1 entrar a los coche,? que no? esperaban a la puerta, k ple­ be, que ocupaba k acera de enfrente, nos favoreció con su? sil­ bidos. No hubo mas. No tardó en presentarse un oficial, a mí i al señor Lavalle, a pedir órdenes, i le encargué qne maiituviera alguna fuena.alredc-dor de mi casa, puesto qne quedaba a cargo (le un solo sir­ viente peruano,

4. 15

DOCUMENTOS INÉDITOS,

otra los periódicos i publicaciones oficialas de .su pertenencia. Un vsello seco, de presión. £.ste l’ué el arclii vo qne recibí del señor Zega.rra, i queda aumentado ahora con un cajón pequeño, que contiene los pe­ riódicos oficiales del último año, i un bulto mas en qne están el e,scndo i la bandera. En todo cinco piezas, cuatro de ellas aforradas en brin, lacra­ das i selladas con el sello de la Legación. Dios guarde a V. S.

Derspues lio visto, que en el actual estado de iticertidunibve i wzobra, me es mas conveniente permanecer en el Hotel liasta que la situación se defina. AlH estoi al habla incesantemente con el señor Lavalle, cosa mui conveniente para ámbos, en el centro de las noticias, i con entera independencia para alejarme de mi familia desde que allí está niucbo mas segura que en cualquiera casa particular. Al mismo tiempo vengo di.aríaraente a esta Legación a aten­ der a su despacho, que ya no puede ser mucho, i a prepararme a la salida violenta que esperamo.s. Hoi se rae acaba de notificar del Banco, que abone los 4,000 pesos de mi cuenta corriente, que se me va a cancelar. Espero que V. S. i el Supremo Gobierno no me abandonen en esta difícil situación, i que se sirvan adelantarme el semes­ tre que debo devengar el próximo 6 de Junio. Dios guarde a V, S. R Paz S oldán

P. P az S oldán

I J n .ín u e .

Al soñor Minieiro d« RslaciMCS Esteriores del Perú.—Lima.

PiUiirt.’i tíc Santiago tíel Ministro Paz Soldán.

i ü n á n u e.

A! señor Ministro do Utiiicionss Estiiriores del Peni. —Lima.

i

I

NÚM. 67.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE, rí bordo del vn.por "lio ';’ Valparaiso, Abril 7 de 1879,

Señor Ministro: Aiioelio a la.? 9 P. M., por treu espreso, que el Supremo Go­ bierno de Chile me habia ofrecido por medio del señor Minis­ NÚ.'.Í, (i3.—lECiACíCN DEL PERÚ EN CIÍILK. tro del Bra.sil, salí de Santiago acompañado de mi numerosa familia í de las siguientes personas: Santiago, Abril 4 de 1870, Señor C'mvuic! Maturana, edecán de S. E. el Presidente; Señor Ministro: señor Capitíui de Navio don Patricio Lynch; señor don Juan Tengo el honor de adjuiitár en copia auténtica la n.)ta que Da Ponto Ribeiro, Eimargado de Negocios del Brasil, i señor con fecha 2 de! corriente he dirijido a este Ministerio (I), pro­ don Gátlos V/alher Martincz, ex-.Miiii.?tro de Chile en Bolivia, testando enérjicainente dcl asalto al escudo de nuestro O'.msuDe estos personajes solo el primero i el último debían acomlado en Valparaiso, i de su destrucción total por el populacho, pañamie hasta a bordo, en representacion lie! Gobierno el uno, en la noche de ántes de ayer. i como amigo particular mío el otro. Al mismo tiemp(' quo yo e.spresaba a! señor Ministro de .Los ilcmas ,?e de.?|nrlierou en la estación, Relaciones Esteriorea "que si prontaa i completas reparaciones, poco de e:ilar instalado eu el wagón esperando una loco­ al tamañé de la oi’ensa, no ,se dejaban sentir desde luego, me motiva, i rodeados ds una muchedumbre escasa i aparentemen­ vería obligaiio a disponer el retii'O de esta í..egai’ion i do .sus te inofensiva, llegó a toda prisa cti un cocl'.e nue.stro compa­ dependencias consulares,'’ ai propio tiempo, repito,,se enviaban triota don Pedro Umirteche, que morabiien el mismo hotel que a! señor Lavslle, nuestro Ministro mediador, sus {lasaportes, yo, a coromiicavme que una turba amenazadora asediaba el solicitados por él, i adjunlo.s taujbion l.js míos. hoce! en ese inoinento, preguntando por mí con insistencia. Ha habido, pues, un doble motivo par.t la cosacion, desde Aunque rlebíamos permanecer en la estación media hora, ayer, de las funciones oficiales de esta Legación i de ios con- como c.?to no se podia saber en la ciudad i la distancia es mui suladc.?. larga, no tuve el menor cuidado de que no.s vinieran a buscar Así lo participo hoi mismo eu una circular a nuestro? ájen­ a ella, te,';, para los efectos del caso; i ojalá que mi último acto oficial Nuestra salida se verificó, en efecto, sin ningún contratiempo, con este Gobierno, tan ulterior, que ha debido cruzarse con la salvo el ;t.S!)mari?.e de algiino;? individuo.s a las ventanillas del remisión de nuestros pa.?apovtes, merczcii la suprema aproba­ wagón a inquirir “sino ibardií el Oómul’’ i los silbidos con que ción de S R el Pr.esidente i la de Y. S.; i que ¿.sta se ha­ se nos favoreció al p,artir el tren. ga estsnsiva a todos mis actos oficiales en los dieziseis meses En las .siguientes estaciones comarcanas, no obstante pasar ei! que, .sin ningari ausiiio ni con:sejo, he debido desempeñar ol tren sin detenerse, i lo avanzado de la hora, se oian así solo, «na do las mas difíciles i labori.'isas legaciones qne tiene mbmo algunos silbidos. ei Perú. Los pocos !ug;rreños desvehidos que hallamos en la estación El archivo pietiso dejarlo al mismo funcioua,rio amigo, de de Llai-Llai, en donde nos detuvimos, me designaban en sordos ruien lo recibí, qne fué el señor Encargado de Negocios dcl cucliicheo3 comofí Ministro boliviano. Brasil Esto probará a V. S. que el odio, un odio felino, velaba en . Di,-)'» guarde a Y, S. todas parte.?. P. P az S oldán i U n á n u e . A las 11..30 P. M., llegiimos al muelle de Valparaiso. El In­ tendente señor Altamirano, nos esperaba a la portezuela, i .Al señor .‘.tidlstro
XXIX.

GUERRA DEL PACIFICO.

16

franqueza del señor Lavalle al haber negado la existencia del Tratado de Alianza entre el Perú i Bolivia. —Si yo lo hubiera sabido, añadió el señor Vicuña, no escribo el panejírico de don Manuel Pardo. V. S. no debe dar im jortancia a esta protesta tardía. El señor Vicuña es hombre deGirciinstancias, así en política como en letras,' i a esa.s movibles causas, etc., ajusta todos sii.s pro­ cedimientos. Las únicas personas que en estas supremas circunstancias me han merecido nna gratitud especi.al, han .sido: el señor don Juan Da Ponte Ribeiro, Ministro del Brasil, quien, tan pronto como partió el señor Lavalle, comenzó a prestarme los mismo-s servicios que a nuestro Ministro mediador, iiiterpoiúendo es­ pontáneamente su carácter oficial entre el Gobierno de Chile i nosotros, en todo lo concerniente a nuestra salida del país de una manera decorosa i .segura. El señor don .José Arrieta, Ministro del Urngiiai, que ocurrió a última hora a mi domicilio, no a luacennc una de e.sas estéri­ les visitas que solo .servían para quitarme el e.strecho tiempo de que disponia i para aumentar, sin objeto, las confusiones de mi e.spíritu con mortificantes oficiosidades, i vino a llevarme salvadores ofrecimientos, que liabria aceptado en el acto, si en e.se momento V. S. i el Supremo Gobierno no hubieran acu­ dido en mi aiisilio por medio del telégrafo sub-marir.o. El señor Coronel Maturana, que no estando obligado a mas que a compañarrae cou frialdad oficial, desplegó eu cl cuidado de mi familia la mas afectuosa solicitud. I por último, el señor don Carlos Walker Martínez, cnya amistad no solo me fué fiel liasta los últimos momentos, sino r|ue redoblando en ellos sus e.sfnerzos, no hubo un .solo servicio que no me prestara. DÍO.S giuarde a V. S. F. P.AZ S oldán

i

U n án ue.

Al scilor MÍDistio ilo Kclacioiies Est-c!'ioi’c5 dcl Peni.—Lima.

Correspondencia recibida por correo de Iqnique. NÚJI. 68.— LEGACION DEL PERIÍ EN CHILE.

A bordo del vapor "lio / Valparaíso, Abi-U 8 de 1870. Señor Ministro: ■ Acaba de pre.sent.árseme el señor don Alej,andró Miñano, procedente de Iquique por el vapor de hoi, i 'portador de un pliego cerrado de esa Prefectura para e! señor Lavalle, que partió el 5 para cl Callan, Aunque el señor Miñano manifestó una lijera vacilación ántes de entregarme el pliego, cedió tan pronto como le espese que él debia contener comunicaciones para mí, i la constancia de la identidad personal dcl mismo señor Miñano, sin la cual no podia yo espedirle la órden de pasaje que me pedia para la Compañía de Vapores. Dentro de dicho pliego vcnian, en efecto, dos de ese despa­ cho: uno para el señor Lavalle, que juzgué conveniente abrir, i otro para mí, rjiie contesto por separado. La correspondencia para el señor Lav.alle se coni jonia de la correspondiente nota de remisión de la Prefectura re Iquique, fecha 3 de Abril, i de ¡as notas de V. S. de 26 i 27 de Marzo, signadas con los números 21 i siguientes basta 27 inclusive. Tengo el honor de devolverlas adjuntas a ese despacho, junto con la nota del señor Prefecto Dávila, i p.a.so a contestar la que me corresponde. Dios guarde a V. S. P. P az S oldán

i

U n á n u e,

Al soiior Ministro de Relaciones Esteriorcn del Perú,—Lima.

XXXÍI. Ataque al Con.suíado
09.—LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

A bordo dd vapor "lio / Valparaíso, A bril S de 1870. Señor Ministro: lie tenido el honor de recibir la comunicación de V. S. del

29 del pasado, número 49, que acaba de entregarme nn correo de la Prefectura de Iquique. En ella se sirve V, S. participarme la doloro.sa impresión que ha producido en el ánimo del Supremo Gobierno el ataque a nuestro Con.suhulo en Antofagasta, perpetrado por el pueblo en los últimos dias del mes próximo pasac o, i que se ba sabido en esa capital por comunicación telegráfica. Después de las refiexioues propias del caso, termina V. S. ordenándome que entable la debida reclamación, tan pronto ' como reciba su oficio, .si ya ántes uo lo he hecho con las noti­ cias que del atentado -ha debido trasmitirme nuestro Cónsul en Antofagasta .señor Seguin. Dicho señor no me comunicó nada, ni se entendió nunca conmigo. Siguiendo el ejemplo de todos nuestros cónsules, en Chile, ,se dirijió al señor Lavalle, apénas llegó, creyendo sin duda o aparentando creer, qne sus plenos podere.? eran jcneraIc.s i absolutos, i su mi.sion permanente. Ei señor Seguin llevó su solicitud tan léjos, que no bien se inauguró la comunicación telegráfica entre Antofagasta i Val­ paraíso, estrenó la nueva línea sub-marina con el siguiente desladio al señor Lavalle, quieu, de pronto, no lo entendió: “ al labla, a sus órdenes.” I era natural rpie de pronto no se entendiera, porque no es­ perando nosotros en eso? momentos sino grandes i correctas notici.as, mayormente del teatro de la guerra, debíamos hallar incomprensibles las manife.stacione.5 puramente platónica,? de la adhesión personal. No si si los señores cónsules, al proceder con tan completo de.5Conociniiento de las atribuciones de esta Legación, obraban por ignorancia o porque creiau acercar mas al Supremo Gobier­ no la rocomendacion de sus servicios oficiales. Miéntras tanto, no siendo la.s circunstancia.s para, andar di- ■ lucidandü-atribuciones i reclamando competencias, yo recojia la parte de obligación que me tocaba en cada caso, prescin­ diendo con justo desden de la iiiconsocuencia de los señores cónsule,?. No .supe, pues, sino por el .señor Lavalle, de un modo indi­ recto, lo ocurrido en Antofagasta. Nuestro Ministro mediador ,?c sirvió leerme la larga carta que sobre cl particular le habla escrito el señor Seguin. Después de una lijera discusión sobre la persona a quien competia el derecho de reclamar, i de sostener yo que me correspouflia a mí, el señor Lavalle, que eu esos ríias se preocu­ paba mas aun con mi suerte, que con la suya propia, me ob­ servó benévolamente “ qué iba a empeorar mi condición, i que mejor la pa.saria él la nota.” So.stuve mi derecho, esponieudo mi deseo de cumplir hasta el lili lo.? deberes del cargo que investia, ¡ nna vez convencido cl señor Lavalle, .se mo ocurrió, sin embargo, plantear la cues­ tión en otro terreno. “ No .siendo Cónsul el .señor Seguin, le dije, sino en virtud del Exequátur espedido por el Gobierno de Bolivia, no pode­ mos no.sotro.s reclamar por él, sin reconocer de hecho que An­ tofag.asta es dependencia consular de esta Legación, i por con­ siguiente provincia o departamento de Chile. Creo que la reclamación le toca directamente a nuestro Mi­ nistro de Relaciones Esteriore.?.” lié aquí, .señor Ministro, por qué no he dado cumplimiento a la nota de V. S., que tengo el honor de dejar contestada. Dios guarde a V. S. P. P az S oldán

i

U n á n u e.

Al señor Miaistro ele Relaciones Esteriores dcl Peni. —Lima,

GOPIA DE LA NOTA A QUE SE REFIERE EL OFICIO .ANTERIOR,

Lima, .Marzo 21) de 1879.—Ayer i hoi se han recibido en este Ministerio, por cable, avisos oficiales de que el Consulado peruano en A.ntofagasta lia sido atacado por el pueblo, a ma­ nera de lo que tuvo lugar el 4 del corriente con el Consulado peruano en Valparaíso: el eaondo nacional ha sido roto i puesto en peligro, seguramente, como consecuencia de esto suceso, la vida de nuestro Cónsul señor Seguin.—Fácilmente puede V. S. comprender la doloro.sa impresión qne ha causado al Supremo Gobierno un acontecimiento tan lamentable, qne siendo la re­ petición de otro de igual naturaleza, casi no deja ya duda de que las autoridades chijenas se muestran omisa.?, por lo ménos eu el cumplimiento de sus deberes, por impedir ultrajes tan inauditos a nuestra bandera i escudo ,i a nuestro.? ajentea pú-

17

DOCUMENTOS INÉDITOS.

‘v.

XXXIY.

blicos.—Estos hechos, que en todos los p-íses civilizados me­ recen las mas justas censuras, han sido ejecutados en Chile contra los ajentes de una Eepiiblica hermana que, in.spirán- Rem ite la eorrespondeueia anterior, dando por terdose en los mas nobles sentimientos de fraternidad, ha llevado iiiin.ada su m isión iIipIo;udtica. ' ahí el olivo de la paz; cuando sucesos que no debo aun califi­ NÚM, 72.— LEGACION DEL PERÚ EN CHILE. car, le han creado una situaciou difícil i peligrosa para su por­ venir.—Mui mal so quiere, pues, corresponder por el pueblo Urna, Abril t i de 1879. chileno los nobles i elevados sentimientos del Perú: se quiere Señor Ministro: poner a dura prueba nuestra prudencia ¡ nuestro anhelo por la Ayer llegué a e.sta ciudad, i mi primer cuidado es poner en pa* de este continente; pero no es posible que permanezcamos impasibles ante semejantes provocaciones.—En consecuencia, manos de V. S. las últimas notas que he tenido e! honor de tan luego como reciba V. S. este oficio, i si no lo hubiese he­ dirijir a ese despacho, tanto desde Santiago mismo, como de.scho ántes con la noticia que de aquel atentado debe haberle dc \mlparai.so, en cuya rada debí permanecer por tres dias, pasado nuestro Cónsul en Antofagasta, señor Seguin, proceilerá esperando que el vapor zarpara. z\.l elevar a esc Ministerio la corrc.spondencia a que me refie­ V. S. 8 entablar la debida réclamacion, exijiendo no solo una ro, signada con los números 64 i siguientes hasta 71 inclusive, plena satisfacción de parte de ese Gobierno, sino que se le dé cuenta de las medidas qne han dictado las autoridades de queda terminada de hecho la misión diplomática que ol Su­ dicho puerto en presencia del suceso aludido.—Con esta fe­ premo Gobierno tuvo a bien encomendarme, por decreto de 31 cha ,se la dado permiso al referido señor Seguin para que re­ de Octubre de 1877, i que he procurado desempeñar hasta el grese a esta capital, recomendándole que deje a cargo del fin con lealtad i patriotismo. Dios guarde a V. S. Cónsul arjentino el archivo i la jerencia dcl Consulado.—Dios P. P az S oldán i U n .ín i ’e . guarde a V. S.—M. I eigóyen .—Al señor don Pedro l'az Soldan i Unánue, Encargado de Negocios del Perú en Chile, Al señor (Ion Manuel Irigújeo, Ministro do Relnciones Eeteriores del Perú,— Pre.acnte,

XIXIÍL Refiere un incidente posterior al recibo de sus pasaportes. NÚM,

CONSULADO J E N E R A L DEL P E R U EN VALPARAISO.

70.—LEGACION DEL PEKÚ EN CHILE. Ataque al Con.snI.i
A bordo del vapor "lio ," Valparaiso, Abril 9 de 1879. Señor Ministro; Creo de mi deber comunicar a V. S. un incidente de mis úl­ timos dias eu Santiago, por considerarlo honroso para esta Le­ L.. gación. V. S. sabe por mi nota del 4, que con fecha 2 del corriente dirijí a la cancillería de Santiago una enárjica i conminatoria protesta por el acto inquisitorial perpetrado con nuestro escu­ do consular en Valparaiso en la noche del dia 1. ° Sabe asimismo V. S. que esa comunicación debió cruzarse con aquella que nos traia nuestros pasaportes, al señor Lavalle i a mí, i que llegó a manos del primero el dia 3, como a las 5 P. M. Lo natural i lo correcto era, pues, que esa nota- me fuera de­ vuelta cerrada. Empero, no fué así, i en una de las varias visitas qne el se­ ñor Ministro de! Brasil mo hizo en esos dias, con el objeto de comunicaruie loa pa.so,s tendentes a asegurar mi salida de-Saiitiago, me dijo lo siguiente: —“ Pasémos a otra co.sa. El señor Fierro me dice que V, S. le dirijió uua nota con fecha 2. —Cierto, '.w —Pues bien; el señor Ministro me encarga decirle a V. S. 1...' que no se la contestó ¡lorque ya en esa fecha quedaban inter­ rumpidas las relaciones entre Chile i el Perú, Pero que por ol intermedio, mío i de una ra;inera privada, hacia saber a V. S., I que su Gobierno habia reprobado el atentado a que dicha nota se contrae i dispuesto la instauración del proceso a los presun­ tos culpables.” Como V, S. se servirá notarlo, estas frases no son sino las triviales de costumbre, i las mismas que por escrito me habia dirijido ya el mismo señor Fierro, cuando el primer atentado contra nuestro escudo consular, en la noche de 4 de Marzo. W Mas, si se atiende a que el .señor Ministro de Chile pudo i debió liabenne devuelto cerrada mi nota, debemos estimar las esplicaciones trasmitidas por medio del señor Da Ponte, como una muestra de deferencia. U Sin duda el Gobierno de Chile trata de atenuar con estos liO jeros actos de cortesía las enormes faltas contra todos los prin­ cipios que parece dispuesto a cometer en la presente guerra. 'vDios' guarde a V. S. P. Paz S oldán i Unánde. AI señor'áon Manuel Irigjven, Ministro de lielaciones Esteriore,? del l’ern.

C/

c , p o

Tomo iv .—3

NÚM.

24.—CONSULADO DEL PERÚ EN VALPARALSO.

Valparaíso, Marxo 8 de 1879. Señor Ministro; Por telegrama de 5 del actual comuniqué a S. E. el Presi­ dente el ataque de la plebe de este puerto al Consulado de mi cargo, en ia noche del 4, avisando que se habia roto a pedradas ol e.scudo consular; qne se proferian gritos de muerte contra el Perú i el que suscribe, i que la fuerza pública habia impedido la ejecución de mayores crímenes. Paso a dar cuenta a V. S. de las causas i pormenores de este inaudito atentado. Ya en comunicaciones particulares he manifestado a V. S. que este pueblo miraba con profunda eversión i enojo la misión ccnciliadora del señor Mini.stro Lavalle; que el anhelo de la guerra al Perú es vehemente en todos lo.s círculos sociales de Chile, i qne el tono de la prensa de Valparaiso i Santiago re­ vela la resolución de comprometer a nuestro país en la lucha provocada a Bolivia. Los azuzadores de la guerra, recelando que este Gobierno llegue a ceder a la pacífica instancia de la mediación peruana, decidieron aguijonear al pueblo para ul­ trajar a los representantes del Peni, i e.specialmente a nuestro Plenipotenciario, el dia de su llegada al puerto, como el recurso mas fácil i breve de cortar toda relación entre el Perú i Chile. Con perfecta evidencia de este propésitn, me dirijí el dia 3 al .señor Intendente de esta provincia, manifestándole la enormi­ dad del desacato que .se preparaba i pidiéndole que^ hiciera guardar al .señor Ministro Lavalle todo el re.speto debido a su alto rango oficial i a la seguridad de .su persona. El señor In­ tendente me contestó que ya tenia noticia del atentado que se pretendía cometer, que habia aconsejado a los promotores de tal desórden qne no le pusier.an en el caso de hacer sablear i fusilar al pueblo, i que me garantizaba que el ultraje no se 11ovaria a cabo. El dia 4, de.sde las primeras horas de la mañana, me cons­ tituí en el desembarcadero para ir a bordo a la llegada del va­ por del Norte i acompañar al señor Lavalle hasta que .se desva­ neciera todo recelo de ofensa. Tres a cuatro mil hombres de la mas baja e.sfera se apiñaban en la esplanada i plazoleta del Resguardo, esperando el desembarco del Ministro peruano. En cuanto se avistó el vapor, una fuerza de doscientos hombres de línea i una compañía numerosa de ajentes de policía secreta se introdujeron entre la turba, cubriendo el frente del desembar­ cadero. k la 1 P. M. regresamos de a bordo acompañando al Enviado (leí Perú, i desde el mnelle al Hotel Central tuvi­ mos qne caminar entre dos filas de policiales i estrechados a cada paso por una muchedumbre airada i enemiga, como reos

18

GUERRA DEL PACÍFICO,

que llevan al anplicio. El respeto impuesto por la fuerza pú­ blica i las amenazas (leí señor Intendente Altamirano, evitaron el crimen preconcebido. El señor Mini,stro Lavalle se embarcó en el tren de ó F. M. )ara Santiago, cabiéndome la sati.sfaccion de acompafiarle hasta a última estación de! puerto. En la noche del mi.smo dia se verificó el meetmj de protesta e indignación contra la mi.sion peruana, a que habia sido invi­ tado el pueblo la víspera. Después de los mas tor])e.s e indecen­ tes insultos contra el Perú i sus representantes, lanzados por una turba de .seis a ocho mil hombres, grupos consideraliles se dirijieron al Hotel Centra! ea busca del .señor Lavalle. Con­ vencidos allí de que habia ya salido del puerto, se encamina­ ron a la Plaza Municipal, en que estaba .situado el Consulado, al cual atacaron a pedradas con V(íc¡ferncione.s de muerte contra cl que su.scribe. El parte de policía qne adjunto a este oficio comprueba la rotura del e.scudo consular, el gran número de los asaltantes (pues no bastó a contener ai pueblo la primera brigada de policía, qne fué recibida a pedradas, i hubo necesidaa de que acudieran ia segunda brigada i las primera.? auto­ ridades del puerto para dominar el tumulto i despejar la plaza); ¡ declara, en fin, que .se envió a un ébrio a la cárcel como ins­ tigador del ataque. Ausente en aquellos inomontos dcl Consulado, acudí a él en cuanto se me avisó lo qne, ocurría, cruzAiidome con lo.? grupos que se retiraban del imeting i con los que aun permaueciaii en las esquina.? de la Plaza Municipal. Hallé en el Consulado al Intendente de la provincia, quien me manifestó que llegaba en ausilio (le la familia de mi hermauo don Samuel, que residía en la misma casa, i qne, lleno de vergüenza por el atentado co­ metido, .se coinplacia en darme las mayore.? satisfacciones en nombre del Gobierno i de la sociedad de su pam, suplicándome que reconociera que él no habia podido prevecr aquel .acto sal­ vaje. Como mi negativa a tal declaración significaba 1.a acu.sacioii de nna complicidad criminal que no podia yo probar cor. documento alguno, ni era político i conveniente entablar nna querella terrible en el momento mismo en que la autorid.ad ,?o presentaba como reparadora de! ultraje, creando a la vez un sério obstáculo a! primer paso de ba misión Lav.alle, tuve (]((e aceptar la solicitiui del señor Intendentíi, dándole l.a.s gracias por su ausilio personal a la familia. A la (leclaracion requerida rae indujo también la convicción de que sin la oportuna i cnérjica interveneioa del señor z\lta(nirano, el señor Lavalle i los qne le acompañamos a su llegada, liabríaraos .sido sacrificado.? por el furor de las turbas, Habiendo sido nuevamente am.agada mi ca.?a en la .siguiente noche, por un pequeño grupo de individuos que qncriau .atentar contra mi persona i que fueron rechazados por dos indivi­ duos armados (p¡e custodiaban o! Con.suíado, rc.solvi trasladar la oficina de mi cargo, de la Plaza Municipal a la calle de la Aduana, lugar mas al centro del puerto, lo que verifiqué an­ teayer. Debo esprcsar a V. 8. que en cumplimiento de las seguridades 1garantía? que se me blindaron por la autoridad local, se puso a mi disposición, a la puerta del Consulado, a un comisionado de la po icia secreta. En vista de la ajitacion creciente dei po­ pulacho contra el Perú i de .su animosidad e.special para el (]ue su.scribe, considerando insignificante para el resgnardo dcl Consulado a un solo individuo, he despedido al relérido aicnte, prefiriendo quedar sin cu.stodia alguna ni garantía contra las amenazas e insultos que se me diriien diariamente, a aceptar aquella ridicula e.?pecie do defensa. E.spero que V. S. se servirá aprobar mis procedimientos. Dios guarde a V. S. L üls S. M.\aquEz, Al ícñor Ministro ele Esíado on el despacho de B'üacionea Esteriores.—Lima.

DECLARACION DE GUERRA.

XXXVL W rciilar a lo.s Gobiernos de Enropa i América. MtlíISTERle DE RELACIONES ESTERIORES,

Lima, A bril 5 de 1879. Kicmo. Señor; . £1 Gobierno del Perú creeri.a faltar au n deber principal, si

al emprender nna guerra a que se ve provocado por la vecina República de Chile, no diera al de ,V. E. cuenta de un suceso que será escándalo de la Araéric.a i que compromete siriamente el equilibrio de nuestros Estados en k parto meridioiial del con­ tinente. I.a Re rública de Chile que parece haber olvidado torla la historia ( e nuestras conquistas comunes eu .el campo dcl progre.Sü americano, no contenta con invadir el territorio de Boiivia, cuyos linderos había fijado ella misma aolaracnte, i esto cou desprecio de surs pactos m.as sagrados, que la obligaban, a someter .?us citestiones a k decisión de árbitros ántes de apelar a! recurso de his ann.as, apela a ella,? también contra el Perú., por motivos que é.ste deja a la apreciación dcl mundo civilizado. V, R. eiicor.t.rí(rá en el diario oficial', que tengo la honra de acompañarle, las poca.? coiminicaeione,? qin? se han cruzado en­ tre k cancillecia cliikna i la peruana, desde que se inició el confiicto boliviano-chileno, i ellas bastan para convencer do que el Gabinete de Santiago estaba do antemano resuelto a un rompimiento con ol Perú a-ñu de asegurar la posesión del ter­ ritorio (}ue ha usurpado a Bolivia, La iéstinacion de 1». declaratoria de guerra, cuando nue.stro Enviado especial e.?taba tratando de paz en la capital de Cliile, la naturaleza do los ¡notivos en que se apoya, infundados lo.? unos i falsos los principales; todo, eu efecto,!o comprueba, i debe llamar mni sériamente la atención del Gabinete do V. F rel="nofollow">. i de­ más gobiernos americanos, interesados como el Perú en con­ servar el equilibrio político i borr.ar de .?us anales la funesta palabra reivindicativa (|uc Chile invoca. En los momentos en que las atenciones )!remiosas de ia defeitsí'. fiel pikí.? ocnpati completamente a mi Gobierno, V, E. com­ prenderá que apénas tiene lugar esta cancillería para.dar a los gabinetes americanos el aviso de alarma ,aque e,?ta nota tiene (pie reducirse. En breve término, sin embargo, mi Gobierno nspondrá, por medio de un manifiesto, la conducta que ha seguido, aun de,?({c ántes de que Chile, invadiese a mano atinada ei ter­ ritorio de Bolivia, i las razones qne han dictado su política. Somete, miéntra.s tanto, a la apreciación do V. E. i do su ilustrado Gobierno k (|ue consta en lo.? mencionados documen­ tos, i espera, llíuio de eoniianza, el fallo imparcial de su justi­ ficación i americanismo. Acepte V. E. la seguridad de la distinguida consideración 1 respeto con que tengo la honra de set de V, E. atento i obe­ diente servidor, ' M a r u e l I b iü íó t b n . i A! BOfiír .Mii'.istrij fíe E(:l,aei'jnes Esteriores de... ' j CONTEiSTACIONEíS A L A CHRCCLAK .A KTEKIO S. LRGACIOS mUT.ÍNICA EN LI.MA.

Lima, A b ril 7 de 1879. Señor Ministro: He tenido el honor de recibir la circular de V. E., fecha ó de Abril, en la que rao incluye nn ejempl.ar del diario oficial que contiene los documentos relativos a k guerra quo Chile, por medio de su ájente diplomático, ha declar.ado al Perú. Tongo la seguridad de que el Gobierno de S. M, recibirá con profunda pena la noticia del rompimicuh de las hostilidades que han tenido lugar entre repúblicas que por tantos años ha­ bian perm.aiiecido en no Interrumpidas amigables relacione,?. Acepte V. E, las seguriclader? do mi alta consideración. S p e n s e r S t . .John A! stóor don .Maraiel Irigóycn, Miuistro de Reladonea Esterloi-e,s. LEGACION DB FIUKOIA EN EL PERÚ.

Lima, Abril 7 de 1879. Señor Ministro: He recibido k nota en que V. E. me remite los últimos do­ cumentos relativos
19

.DOCUMENTOS ÍNÉ.DÍTÜS.

"■}

,'1 '1

LEa.U;iON DE IT .U ÍÁ EN EL EE!.U:.

COSEÜI.ADO JEHERAL DE DIN.AMAHCA ES EL PERÚ.

Lima, A bril o de 1879. Exoino. .seficr; Tengo ¡a houra de acasai' recibo de la nota fecha de ayer, quo recibí hoi, en la cual se digna Y. E. participanne (¡no el Gobierno de iT.ile declaró el 3 del corriente la guerra al Perú por medio de .su Ministro residente en Lima, i tiene la bondad de acompañarme dos ejemplares dcl diario oficial que con­ tiene los docnmentos a esto relativos. Al tomar nota do la comunicación que V. E. me hace i que en el acto pu.se en conocimiento de! Gobierno de S. M., quien tanto como yo sentirá ei gravi.simo hecho que ella anuncia, tengo la honra, señor Ministro, de renovarle las protestas de mi alta con.sideracion i perfecto respeto. G, B. VrvtANl.

Lima, Abril 7 de 1879. Señor Ministro: Tengo ei honor de acusar recibo de la circular de V. E,, fe­ cha ó del actual, en la qne V. E. se sirve cmiiiiijicarme que el Gobierno de Chile, por órgano del Ajente diplomático qne lo representaba en esta capital, ha daclar:ido la guerra al Perú. Tomo la debida nota de que el Gobierno de! Perú espondrá opnrtunaraeiitc eii un mani iesto la conducta que ha seguido des le que se inició el conflicto chileno-boliviano. Todo lo qne pondré en conocimiento de mi Gobierno por el vapor que zarpará deí puerto del Callao ei 10 del presente mes. I.)ígne.sc V. E. aceptar las protesta.? de mi mas distinguida consideración i aprecio.

.4! Ereme •wn-jr

.4 ,8. E, u! señor don Miiuie) írigóyeD, Mmi.stro de Rolacior.ci Esteriores.

Maiiuot Iriüóyen, Miüi&liti ila RcLw-iouc.; Exteriores ;ie¡

■E

s r íq u e

G a r d a n et .

feni.

LE0.1.CÍ0N DJJ AI.rSM.ANI.A ES EL PEllÚ.

V..-

V-'

s,-

'v.'“w

■ •% w r

U' 'w

‘Siw : y

W

c 'W ; r»^ W . r' tC

w O.^ G ; O i

REAL CONSÜL.ADO DE SUECIA I NOUDEaA EK EL PERl'l.

^ ^ Lima, Abril 7 de 1879. L im , A bril S dé 1S79. I Señor Ministro: fi'e.ñor iv'íifjisíro: He tenido la honra de recibir la e:?¡imable nota de V, S. j He tenido el hmmr de recibir con la estimable comunicación lelariva a la dsclaraciou de guerra do Chile nautra el Perú 1 ! ne Y, E, .se ba servido dirijirme el ó dcl qne cursa, el número he tomado nota tle ella cnn mucho Ínteres. No dejaré de p'Oner ' ( ci periódico oficial cpic cmitienc lo? documentos por los que en conocimiento de mi (Joljieruo lo.s doemnenti.iS publicados en el Gobierno de Chile, por el órgano de su Ajente diplomático que ¡I) representaba eu ífima, ha declarado la guerra a! Perú. Oí diario ülicial dei dia 4 del corriente. Me he impue.sto también de que el Gobierno del Perú espoiiAproveciio e.sta oportunidad para repetirme de V. S. mui drá oportunamente en un manifiesto la conducta que ha segui­ atento seguro .servidor. do de.sde que se inició el conflicto chileno-boliviano i los moti­ GUDEltUtCE. vos (¡ne ia han dictado, todo lo cual comunicaré al Gobierno A l señor don M a ua e i .IrigóyOii, In in ia lro do líd scio iie s lis lo ricie s del 3'erii, de ñ. M., a la mayor brevedad. .Deseo .sinceramente que e.sta desastrosa cuestión tenga un DELltQALlON APóRXÚLKIa EN EL PERÚ. pronl.o i satisfactorio fin para el Perú, i aprovecho de eataoporLuuiiliul pava ofrecer a V. E. l.a.s .seguridades de mi m.ayorconLima, A h ii 5 de 1879. ,sideración, siisovibiénclome de Y, E. sn mni atonto i mui seguro .I'lxciiio. Señor; servidor. He recibido el oficio de V. S, de esta iedia, ¡ adjunto .a él J. F, L embeke, s! periódico o.fioia! en que se encuentran .lo.s documento.? por OiLisul Jcuenil, lo.s qne ajiarece qne ol Gobierun de Cliilo, por s! órgano del Ájente diplomático, que lorepre.seiitrd.'a en Lima, ha declani.rio Ai i;.\i.-mí), iofior Hiñistio -,ioRtlüctines ititeriorcs Jon Mar.ucl Iripiyeii, hi guerra al Perú.' inmediatamente pondré en coiioíiüiioüto de k .Santa Sede tan deplorable rmce.so i todos los dncimumtüs de su referencia.. CONSULADO ÚNG.ARO EN EL PERU. El estado de guerra entie el Perú i Üiiils, qne V. S. me par­ Lima, Ahñl7del879. ticipa en su citad.) oficio, ha can.-ado mi mi Animo la mas doioSxcmo. Señor: ro.sa impre.sioíi; i estoi seguro qne el piiterua! cor-azon. de sn Ooii el ma.s profundo sentimiento se lia impuesto el infra.?Santidad sentir.i la mas viv.a allicciou al caber que ha estalla­ crilo ptn- ia estiuiable circular de V. E. del 5 del próximo pa­ do la ¡ruerra entre dos pueblo? católico,?. Con e.ste motivo reitero a Y. E. lo? sentimientos do con:?i- sado i lo? d..jCumí;¡itos Aoi .arljuntn ¡túinsn! del ¡leriódico oficial, (ieraci.in i aprecio cou que me .sinscribo sn at.rut'C i obcJieníe de haber .sido deckrml.a la guerra ai Perú por el Gobierno de Uhile. serviilor. V. 5. se digna, además, comunicara.! que suscribe que ospouM.apjo, drá oportiiu.amente en un maitiíiiísto ia couducta que ha seguido Delc^sn'io A])c.xtó)ia). desde que se inició el conilioto chileno-boliviano, i los moti­ A i I ' o t i i u , íe r,i;r .lor. AÍAm ie! rH j'iíyo n. ¡M iiiistrú J e K x U .lo cu el .Is s ia c lw ó » vos o.ue la han dictado; sometiendo miéiitras tanto, a la apreRelaciones ítM eriores. ciacii.'ii del infra.?c,riio como a la de su Gobierno, los que constan eu ios mencionados documentos. CONSULADO .ilÍAriUAl. i)Ii l'ORTl.’aAL EN LIM.A, El infrascrito no dejará en aprovechar la primera opmduniiÁma, Abril 7 de 1379. ! dad para informar a! Gobierno de S. M. A. de todo lo referente a t;ui deplorable.? suces..is. Excmo. señor: Haciendo votos fervientes p.ira el pronto restablecimiento Con prefniKlo posar me he Í!upue.?to de ia cireul.ar que me íué dirijida con vcciia ó .leí aciua!. en ia qne V. E. se sirve de una paz duradera, el infrascrito .?e permite reiterar a V. E, comi.iíiicarme qne por ios docnmentos que incluye, veria que el las seguridades de su mas alto .aprecio i estimación. Gobierno de Gíiile, i.hh-¡m.dio de. su Aj.'nte diidomático que le C r is t ia n B r u g e r . represctjtaba en esta capital, d.Achira la guerra al Perú. Tambiea he tomado nota de que Y. E, .japímdrá oportunamente, ; Al Efciu'). .‘O.ñuv Jor, Manuel Iri.'úyen, Ministro Je Relaoioriea Esteriores i Presi.Ienle Je! (Jonaejo. por medio de un m.auifiest.o, ¡a ooiiduct:-, que lia observado des­ de que se inició ;?J contiicto chiieiio-boliviano, i ks razone.? que motivaron tal c-anfiícto. CONSULADO JENERAL DE liÉLJICA KN LI.AIA, Tan inesperado como trascendental .tóontí'cimiento, del f|ue daré oportunamente cuenta al Gobierno de mi diación, no dudo Lima, A bril 7 de 1879. que causará profunda impr.ision.'i. su Ma estad Fidelísima i a iSeñíjr Ministro; ia Nación portngnesa, unida a esta Bcpú ;iica por tantos i tan K f tenido el honor do recibir laapreciable nota de V. E., fe­ siUiieroii vínculos de .amistad i simpatía. cha 5 del corriente, ao.ompañáiidome el periódico oficial del dia Dios guarde a Y. E. anterior, número i.ó, en que se hallan inaertos los documentos, H-Aimíso 'Yelarub, por los cuales consta que el Representante que tenia la Repúbli­ ca de Cliile en e;?ta capital, h.a declarado Iti guerra al Peni. ..4! Exvra o. iioñor .b u M Anuel liijj-Jyen, M iiiia lro J e Relacioiw s Este riore s ilel Por ei inmediato vapor trasmitiré al Gobierno de S. M. tan ¡VvA,

20

GUERRA DEL PACIFICO.

sensible noticia, informándole que el Supremo Gobierno del Perú espoudrá en un manifiesto la conducta qne ha seguido desde que se inició el confiicto chileno-boliviano, i los motivos que la han dictado, conforme V. E. se sirve espresarme. Con sentimientos de alta consideración, soi de V. E. mui atento i obsecuente servidor. Jo.sÉ V ic e n t e OrAacB. A S. £. el «ellor Ministro de Relaciones Esteriores de! Pcri.

CONSULADO JENERAL DB LOS PAÍSE.S BAJOS E.N LIMA.

Lima, A bril 7 de 1S79. Señor Ministro: He tenido el honor de recibir su apreoiable oficio del 5 del presente, en el que V. E. se digna participarme por los documen­ tos insertos en el número del periódico oficial, que ha tenido a bien V. E. remitirme adjunto, de que el Gobierno de Chile, por el órgano dei Ajente diplomático que lo representaba en Lima, ha declarado la guerra al Perú. Dando las gracias a V, E. por .su benévola comunicación que me apresuraré a elevar al conocimiento de mi Gobierno, apro­ vecho de esta oportunidad para reiterar a V. E. las seguridade.? de mi mas alta consideración i suscribirme de V. E. atento i segnro servidor. F, M onset. Al Bieno, señor don Manuel Itigóren, Miniairo de Relaciones Esteriores.

LEGACION DE LOS ESTADOS U.NID08 EN E l PERÍT.

Lima, Abril 7 de 1879. Señor Mini.stro: Tengo la honra de acusar recibo de la circular de V. E. fe­ cha 5 del corriente, con un ejemplar del diario oficial, que contiene la correspondencia con el que fué Ministro de Chile en esta capital, i en la que aquel país le declara la guerra al Perú. V. E. .se sirve decirme que oportunamente el Gobierno del Perú hará una esposicion de la conducta por él observada desde el principio de la cuestión chileno-boliviana i los motivos que le han servido de guia; entretanto presenta esta corresponden­ cia diplomática para que la envie a mi Gobierno, con el objeto de que la aprecie debidamente. Debo informar a V. E. que en gran manera siento la ocasión que ha dado motivo a e.sta nota, i estoi seguro de que mi Go­ bierno recibirá coa no finjido pe.sar i profunda pena la noticia de este confiicto entro repúblicas hermanas. Aprovecho esta ocasión para reiterar a V. E, las seguridades de mi mas alto aprecio i consideración, R icardo G ib e s . AI E icdo . ssfior dou Manuel Irigóyen, MÍDÍsiro ds Reiacioues Esteriores del Perú.

LECACION DEL BRASIL EN EL PERÚ.

Lima, Abril 7 de 1879. Señor Ministro: _ Tuve la honra de recibir la nota circular que V. E. me di­ rijió eu 5 del corriente acompañando un ejemplar del periódico oficial, del mismo dia, en que .se ha publicado la corresponden­ cia últimamente cambiada entre V, E, i ol ex-representante de Chile en esta capital, con motivo del conflicto existente entro aquella República i la de Bolivia. Aguardando ol manifiesto a que V, E. se refiere en la recor­ dada nota, voi a trasmitir inmediatamente a mi Gobierno los documentos hasta ahora publicados, i estol segnro de quo como yo se penetrerá del mas profundo i sincero pesar en presencia de una guerra que compromete tres naciones americanas igual­ mente unidas al Brasil por los mas estrechos vínculos de amistad. Aprovecho esta oportunidad para reiterar a V. E. las consi­ deraciones de mi mas elevada i distinguida amistad i conside­ ración. Ju lio

H. de M e llo i A lvin ,

Al Ricmo. «efior don Manuel Irigdjen, Ministro de P.elacione» Esteriores del Perú,

LECACION ARJENTINA EN EL PERÚ I BOLIVIA.

Lima, Abril 7 de 1879. Señor Ministro: He tenido el honor de recibir la nota circular de V, E., fecha 5 del presente mes, por la cual se sirve V. E. darme conoci­ miento de la declaración de guerra que el Gobierno do Chile, por el órgano del Ajente diplomático que lo representaba en Lima, hace al Perú, según lo muestran los documentos insertos cu el número del periódico oficial adjunto a la misma nota; agregando V. E, que su Gobierno espondrá oportunamente en mi manifiesto la conducta que ha seguido desde que .se inició el conflicto chileno-boliviano i los motivos que la han dictado, aunque llama miéntras tanto la atención de esta Legación i la del Gobierno arjeutino hácia el mérito de los mencionados do­ cumentos. De acuerdo con la insinuación de V. E., i aprovechando 1& primera proporción, ofreceré a mi Gobierno los informes nece.sarios acerca de la nueva situación que los acoutedmieutos a que V. E. se refiere lian creado a este país, pudiendo, sinembargo, asegurar desde luego a V. E. que soi fiel intérprete de los .sentimientos de aquél, al deplorar las causas que han venido a envolver en conflictos bélicos a pueblos hermanos, destinados a buscar en la paz i en la común armonía los elementos fecundos de su prosperidad i futuro engrandecimiento. Aprovecho esta ocasión para reiterar a V. E, las seguridades de mi consideración mui distinguida. .Jo sé B. U r ib u r u . Al Eicmo. señor don Manuel Irigúren, .Ministro do Relaciones lateriore» del Peni. LEGACION DEL ECUADOR EN LI.MA.

Lima, A bril 7 de 1879, Señor Ministro: He tenido el honor de recibir la respetable circular de 5 de los corrieutes i de imponerme con profunda pena del contenido de los documentos a que V. E. .se ha servido llamar mi aten­ ción, por contener la declaratoria de guerra del Gobierno de Chile al do V. E. Mi Gobierno, a quien comunicaré por el próximo vapor tan funesto acontecimiento, i mi patria, que tan buenas relaciones cultiva con el Perú, deplorarán como los demas gobiernos i re­ públicas de América, ver en e.stado de guerra con nna de sus aliada.? a la nación misma qne servia de centro a las mas ele­ vadas aspiraciones de estrechar lo.s lazos fraternales entre las naciones hermanas hasta formar una unidad continental. Aunque los documentos que rejistra el periódico oficial dau luz para juzgar sobre la naturaleza de los antecedentes que han hecho estensiva la guerra de Chile hasta el Perú en os mo­ mentos miamos en que un Congreso americano de Juriscon­ sultos, debido a la iniciativa peruana, discutía una sério de tratados tendente.? a afianzar la paz continental, mas perfectos esclarecimientos resultarán del manifiesto que V. E. se sirvo anunciar será oportunamente espedido. Dígnese el E.xcmo. señor Irigóyen aceptar mi alta conside­ ración i distinguido aprecio. M ig u e l R io fr io . Al Eicmo. scfior don Manuel Irigúyen, .Ministro de Relacione» Esteriores del Perú.—Lima.

AM ÉRICA CENTRAL. CONSULADO DE LA REPÚBLICA DE UOüTA-RICA EN LIMA.

Lima, A bril 12 de 1879. Excrao. señor: Tengo el honor de dirijirrae a V, E, para acusarle recibo de su respetable oficio, fecha 5 del corriente mea, a que se sirve acompañar el periódico oficial en que so rejistrau los docu­ mentos que m.-inifiestan que el Gobierno de Chile, por órgano del Ajente diplomático que lo representaba en Lima, ha de­ clarado la guerra al Perú. El infrascrito, Cónsul de Costa-Rica en Lima, que cumplirá como V. E. lo solicita con remitir a su Gobierno aquellos do­ cumentos para su debida apreciación, lamenta que as buenas relaciones entre países tan estrechamente unidos, se hayan alte­ rado hasta el estremo de librar a la suerte de las armas ia so­ lución de sus diferencias.

21

DOCUMENTOS INÉDITOS. El abajo suscrito, se complace de suscribirse de V. E., con profundo respeto, su atento i seguro servidor. II 1C.AHD0 H. Harttiiy. Al Ricmo. scftor doii Manuel Irigóyen, Ministro de Relaciones Esteriores del Perá. CONSULADO DE NICARAGUA EN LIMA.

Lima, Abril 7 de 1879. Acuso recibo de la circular de V. E., de ó del corriente, en la cual me participa que el Gobieruo de Chile, por órgano del Ajente diplomático que lo representaba en Lima, habia de­ clarado la guerra al Perú. Al poner en conocimiento de mi Gobierno este aconteci­ miento’, remitiré el periódico oficial a que V. E. hace referencia para que se imponga de las causas que han iniciado este con­ flicto raiéntras puedo hacer lo mismo con el manifie.sto que V. E. me anuncia. Esta oportunidad me permite suscribirme de V. E. atento servidor. J . E cHECOI’AR. Al sefior don Manuel Irigóyen, Ministro do lUlaoiones Esteriores.

SEOREl'ARÍA DE RELACIONES ESTERIORES DE LA REPÚBLICA DE NICAR.AOUA.

■ i

C| w ‘

c w

C c o

Ci

c!

K. si sefior Ministro do Relaciones Esteriores del Gobierno de 1» RepAbücd dcl Perú, CONSULADO JENERAL DE HONDURAS.

Gi G

Lima, Abril 9 de 1879. Señor; Tengo el honor de acusar recibo de la circular, de fecha 5 del presente, que .se ha servido V. E. dirijirme, i del adjunto número del periódico oficial, por el cual me impongo que el Gobierno de Chile, por órgano del Ajente diplomático que lo representaba en Lima, ha declarado la guerra al Perú. Asimismo tomo nota de que el Gobierno de V. E, espondrá oportunamente, en un manifiesto, la conducta que ha seguido desde que se inició el conflicto chileno-boliviano i los motivos que la han dictado. Por el vapor que zarpará del Callao el dia de mañana, comunico a mi Gobierno este gravísimo aconteci­ miento i le remito el periódico oficia!, junto con todos los de­ mas documentos del caso. Estoi seguro que mi Gobierno, en vísta de los documentos que relacionan los atentatorios hechos cometidos, sabrá apreciar­

O

c Q

O O ( 0

I

.4 S.

o C



Managua, Mayo 90 de 1879. Señor; Tuve ¡a honra de recibir en su oportunidad, el respetable despacho de V. E., fecha 7 del mes pró.ximo pasado.—En él se sirve participarme, para conocimiento de este Gobierno, las cir­ cunstancias qne lian precedido a la declaratoria de guerra hecha a esa República por la de Chile; espone las razones que, tor el momento, ha creído necesario aducir cu justificación de a conducta observada por el Perú, para miéntras su Gobierno espide un manifiesto osplicáudola mas estensamente; i acom­ paña el diario oficial en que se rejistran las comunicacio­ nes cruzadas a este propósito, entre la cancillería peruana i la chilena. El señor Presidente de esta República, que ha venido obser­ vando con sumo Ínteres el jiro que tomaban las relaciones de esos países, me ha encargado manifestar a V. E. que al par que agradece su deferente atención al informarle de los sensibles acontecimientos a que se refiero, deplora sinceramente que las dificultades que hau surjido entre dos pueblos hermanos i amigos, por quienes Nicaragua tiene fuertes simpatías, se ha­ yan agravado hasta el punto de producir una guerra; i ya quo no le es dado interponer su mediación amistosa cou el fin de llegar a un avenimiento equitativo i digno para ámbas partea, hace votos mni fervientes para qne en breve se restablezca la buena armonía que no há mucho tiempo reinaba entre esas dos naciones. Con sencimientos da la mas alta estimación, soi de Y. E. mui atento servidor. G. Garios.

o o o o

.

los con la justicia, imparcialidad e independencia propias de una nación culta, de una nación amiga, de una nación americana, que como tal desea ver siempre reinar la paz i la armonía en­ tre toda.? las secciones de nuestra raza que pueblan el conti­ nente americano, i que como hermanas que .son, deben formar una sola, grande i podero.sa familia. Por mi parte no puedo ménos que admirar la noble conduc­ ta del Gobierno peruano, con la que ha gauado la simpatía uni­ versal en sn causa. Con este motivo, me es grato renovar a V. E. las seguridades de mi mas alta i distinguida consideración. P. A. H elo CERO, A S. E. c! señor don Manuel Irigóyen, Ministro de Kelscionce Esteriores.— Lima.

REPÚBLICA

de

HONDURAS.

MINISTERIO DE RELACIONES E.STERIORES,

Pegmtigalpa, Julio 1. ® de 1879. Señor: El despacho que Y. E. se sirvió dirijirme con fecha 7 del mes del Abril próximo pasado, participándome la declaratoria de guerra hecha por el Gobierno de Chile al del Perú i que és­ te ha aceptado, vino a mi poder casi al mismo tiempo que por los periódico.? estranjéros, i por otros datos no oficiales, se tenia conocimiento de que a consecuencia de la e.scision ocurrida en­ tre el Perú, Bolivia i Chile estaban rotas las ho.stilidades i principiaba la guerra. He visto las comunicaciones oficiales cruzadas entre esa can­ cillería i la chilena, que se rejistran eu el diario oficial que Y. E, tuvo la bondad de remitirme, i por ellas quedo impuesto de las razones alegadas por V. E. en justificación de la actitud asumida por el Perú. Mi Gobierno i el pueblo bondureño han sentido vivamente la escisión ocurrida entre esas repúblicas de oríjen latino, lla­ madas a tener un fin solidario en el campo del progreso ame­ ricano, i que desgraciadamente se ven hoi envueltas en una guerra, cuyas consecuencias .son imposibles de proveer, i que dará por resultado no solo la pérdida irreparable de vidas e inte­ reses sino también la enemi.stad entre pueblos hermanos i que tienen tantos intereses comunes. Ya que ia guerra es inevitable i .se empiezan a sentir sus fu­ nestas consecuencias, mi Gobierno hace votos por que sea lo mé­ nos fecunda en males i desastres que son consiguientes, i por I ue termine satisfactoriamente la escisión ocurrida, reanudán­ dose las interrumpidas relaciones entre países vecinos i perte­ necientes a ia mi.sma familia americana. Con particular aprecio,_me suscribo de Y. E. atento servidor. R amón R osa . A S. E, el «efior Ministro (le Relaciones Esteriores de loRepiSblic» del Perú.— Lima. SECRETARÍA DE RELACIONES ESTERIORES DE GUATEMALA.

Guatemala, Mayo 15 de 1879. Señor: Tuve la honra de recibir la atenta nota de 7 de Abril, con­ traida a manifestar al Gobierno de Guatemala la declaratoria de guerra que al Perú ha hecho la República chilena. Se ha recibido igualmente el número 15 del periódico oficial intitulade E l P eruano, correspondiente al viérnes 4 de Abril del corriente año, i se han leido atentamente las comunicaciones oficiales que ahí se hallan insertas. Aun no se ha recibido del Gobierno chileno mas que una coratmicacion, datada en Santiago a 3 de Marzo del presenta año, i contraida a participarme la ocupación de territorios en el distrito de Atacama. Sensible es que las repúblicas americanas .se vean envueltas en cuestiones incesantes con motivo de los límites territoriales i que no siempre se acepte el medio salvador del arbitramento de toteucias justas i amigas para dirimir sus controversias. Mi Gobierno siente profundamente que haya guerra entre repúblicas amigas i hermanas, da a V. E. sinceras gracias por la cortés i atenta manifestación que se ha dignado dirijirle, i forma fervientes votos por que la guerra entre el Perú i Chile no deje profundas huellas, i por que la pat reaparezca i continúe el progreso.

22

GUERRA DEL PACÍFICO.

Animado por la esperanza dé ese lisonjero yorvenir, tengo a ; tinguida consideración con que me suscribo de V, E. atento servidor. honra asegurar (pie soi de V. E. atento i obediente servidor. Luis C a rlo s J.lrcz. L o renzo M o n t ú fa s ,

Al Eicmo. sefior Ministro de Rjlaciouea Ksterioree del Perú,—Lima.

Al S.vcmo. señor Ministro de Retnoionos RsUirioros de la Refübíica del Perú. —I/iuia.

REPÚ BLIC A M EJIC A N A

REPÚBLICA DEL SALVADOR.

JIINISTBRIO DE REL.áOIONEíi K.STERIORES. SECRETARÍA DE RELACIONES ESTERIORES.

Méjico, Jm io S de 1879.

San Salvador, Aíai/o 7 de .1879.

Excmo. señor: fíe tímido ia honra de recibir la atenta nota de V. E, de 7 He .sido dolorosamente impresionado por ei atento de.spaclio de Abril último, i el número del diario oficial del Gobierno de V, E., datado en Lima el 7 del próximo p,as;«io mea, 8n jieruaiic que contiene la.s nota,? cambiadas entro k cancillería lectura, lo mismo que la de los documentos insertos en ei de éste i a chilena cou motivo de la.? diferencias que produ­ número do E l Peru.ano, que V, E. se sirvió adjuiitamia, han jeron la guerra entra Bi.ilivia i Chile. La nota de V, E., que tengo el houor de contestar, i !a lec­ hecho conocer los sensible.? .acontecimiento.? ocurridos última­ mente, i que han producido una completa ruptura de las buenas tura de i(!3 documentos insertos en el diario a aquella ane.xo, relaciones cuitivadiis durante tanto tiempo entre Chile i el Perú. han impuesto al Gobierno de Méjico de ks razones que im­ Al tener noticia do ello, rae apresuró a ponerlo en conoci­ pulsaron ai Gobierno i al pueblo dei Perú para declarar a su miento de mi (iübicrno, quieu me ha ordenado manifestar a vez k guerra a la República de Chile, i noticias po.?terioreB V. E, que lamenta la estremidad ha que ha llegado la cues­ aunque extra-oficiales, le han enterado dei principio de ¡as tión presente entre esas dos repúblicas; que para ol S¡dvador ho.?tilidades entre las do.? naciones belijérantes. El Gobierno de Méjico, interpretando a este respecto, con jamás pueden ser indiferentes las desgracias que aílijen a las naciones hispano-americanas; i que abriga la esperanza de ver toda iide!id.ad, los sentimientos del pueblo, dejiiora profrimlaprontamente cortada una guerra en la cual solo se derramará inente ia necesidad en que se ha creído coloc.ada k República sangre americana. del Perú para romper sus relaciones con k de Chile ¡ ii.ar a ia Al espresarlo a.?í, me es grato manifestar a V, E. (¡ue e,?tos suerte de las anuas el resultado ds las cuestiones pendiente.? son igualmente los votos del infra,?crlto, quo tiene el honor de entre lo,s dos países, Méjico, a quien su oríjeii, co.?tumbres i ofrecer a V. E. las seguridades de su respetuosa consideración. teudcncias políticas confunden en aspiracione.? comunes con ks demas repúblicas hisp&iio-americauas, i que ve como pro­ M a n u e l ,J. M o b a l e s , pios los progiusoa obtenido.? por esos países, así como estima Sub-Sccretario de Eítado, suj-as sus desgracias, considera que esa guerra es una verda­ dera calamidad para 1.a.? repúidicas de ovíjen latino en ol con­ A S, K. el seFior don Ma.ouel Irigóyen, Ministro Je Kelaeioaes Esteriorís tinente americano, i celebr,aria debidamente el pronto resta­ dcl Perú.—Lima. blecimiento de una honrosa paz entro ia.? naciones peruama i chilena. CONSULADO JENERAL DE LO.S ESTADOS UNIDOS DS COLOMBIA. El Gobierno de lo.? Estados Unido.? mejicanos cree cumplir nn grato deber al manitestar al del Perú, como tengo la honra Lhui, A bril 7 de 1879. de hacerlo por el respetable conducto de V. B., que el pueblo He recibido la circular de 5 del pre.?ente en qne V, E. me mejicano conserva vivo en su memoria el recuerdo de las dicomunica oficialmente ia funesta nueva de la declar.atoria de v'ersas i ami.stoaas manifestaciones de simpatía (¡ue eu épocas guerra que el Gobierno de Chile ha hecho'a! del Perú, i los angustiosas para su existencia política mereció de k nación documentos respectivo.? qno me acompaña, insertos en el pe­ peruana, i (¡ne al espresar los uias fer?úentes votos por el re.?tableoimieato de la ))az, tembúa especial complacencia en hacer riódico oficial. Lamento profundamente esto acaecimiento, que ha venido ai Gobierno i al pueblo del Perú todo.? los servicios que, com­ a anublar el horizonte político de esta floreciente i ho.?pitak- patible.? con ks relaciones que lo ligan con los dos paíse.? beliria República, e imnediatarneule daré cuenta de ello a mi jcraiites, imdieran cspresar los .sentimientos de gratitud i fra­ Gobierno, trasmitiéndole bulos los documentos del caso, i no ternidad del pueblo mejicauo. Sírvase V. B, aceptar las aeguridade.? do la distinguida con­ dudo por un momento que él sabrá ponerse, couio siempre, de sideración con que tengo la honra de ser de V. E, atento i parte de la justicia i del derecho. Aprovecho esta oportunidad para suscribirme de V. E, atento obediente servidor. M. Rueda.?, i seguro .servidor. Ju a n A. W a llis 0. •AS. E. don tóanuol Irigáyen, Ministro de Relnciouca Estetiorta del Perú.— Al Excmo. seSor Ministro Je Estado eu el despacho do Relaciones Eateriorce seflor don Manuel Irigójen.

ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA, SECRETARÍA DE LO INTERIOR I DE RELACIONES ESTERIORES.

Lime.

REPÉBLÍO Á DOMINICANA. , MINISTERIO DE RELACIONE? ESTERIORES,

Santo Domingo, Mayo 27 de 1879.

Excrao. Señor: Se halla en este Ministerio la favorecida comunicación de Bogotá, Jim io 18 de 1879. V. E., fecha 7 de Abril próximo pasado, participando al Gobier­ Excmo, Señor: He dado cuenta al ciudadano Presidente de la Union del no dominicano ks r.uzones que hati servido de móvil al Go­ despacho do V. E. de 7 de zVbril último, en el que se sirve es- bierno de! Perú para emprender la guerra contra la República poiier el estado en que se hallan las relaciones entre esa Re­ de Chile. El Gobierno de que soi órgano, Excmo. señor, i a cuyo couopública i la de Chile. Profundamente sensible es para el Gobierno de Colombia el cimiento me apresuré a poner el contenido de la comunicación curso que han tomado los acontecimientos que han puesto a referida de V. E., me encarga manifieste a V. E., con súplica de trasmitirlo al Gobierno de que es digno miembro, el profun­ las do? nacione.s en el deplorable estado de guerra, Quiera la Divina Providencia impedir los desastres de un do sentimiento cou que se ha enterado de esa suprema apela­ rompimiento tan funesto bajo todos aspecto.?, i restablecer ¡a ción a k lei de k fuerza, entre dos estados cuyo común oríjen armonía i la buena intelijencia que por desgracia r.o lian inter­ e hi.storia convidan i obligan a una intelijencia fraterna! i pa­ rumpido entre pueblos hermanos, con los cuales ha cultivado cífica, El Gobierno de k República dominicana formula, pues, siempre Colombia la mas cordial i estrecha amistad, i a los que los votos mas sinceros, jior que la paz se rssteblezoa pronta^ la ligan tantos vínculos tradicionales de glorias históricas i mente cutre las do,? repúblicas hermanas, i acierten a transijir en sus diferencias sin perjuicio ni desdoro para ninguna da ' comunes sacrificios. Dígnese V. E. aceptar, con e.?te motiv.o, las protestas de dis- ks partos.

■ «i

23

DOCUMENTOS INÉDITOS. Tengo el honor, Exorno, señar, de ofrecer a V, E. los testi­ monios de la mas elevada consideración, con los cuales soi de V. E. su mui atento i desco.so servidor. M.skuel

de

I. G .alvas.

Al E.rcmo. sefior Mioistro de Relicioncs Eiiterioi'es del Perá.—Lima.

MINISTERIO DE RELACIONES E S T E R I O R E S D E L P E R Ú (i).

XXXYJI. Tratado Secreto i Clave peruana. NÚM.

11.— MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. (Reservada.)

M a n u e l I r iq ó y e n ,

Lima, Febrero 17 de 1S79. Con la debida atención be leido el oficio de V. S., de 5 del mes corriente, núm. 12, en que dá cuenta de la conferencia que tuvo V. S. con el señor Ministro de Relaciones Esteriores de esa República, Reservándome tratar- en nota separada de las indicaciones que hiciera V. S. a dicho señor Ministro, sobre el Tratado Se­ creto de 6 de Febrero do 1873, debo hacerle notar que V. S. 11(1 tiene, como cree, instrucciones bastantes para proceder conforme a dicho pacto en el desagradable conflicto que ha surjido entre Bolivia i Chile, porque en ks que .se comunica­ ron a V. S. en nota de 25 de Enero de 1878, no se le dió au­ torización alguna sobre el particular, i únicamente se llamó la atención de V. S. sobre el espre.sado Tratado, porque era indis­ pensable que conociera ese documento. Dios guarde a V. S. M a n u e l IfiiaúvEN. Al señor Quiñones, Miniatro del Perú en Bolivia. CLAVE PROVISIONAL EMPLEADA POR LOS PERUANOS PARA LA COMUNICACION TELEGRÁFICA.

V er d a d er a s F a l .s a s ,

a|l»vch

J lllm

4{m

Pi?

pq r .8

\\X

tq c (1 5 Ii X

i I "ri

CI

El Gobierno ha creido necesario agotar, ántes de entrar a dis­ cutir con dicho Plenipotenciario si ha llegado el raoraeuto i la oportunidad de dar ejecución al Tratado, todo.s los medio.? con­ ciliatorios que puedan atraer a áraba.? repúblicas a una honrosa .solución de sus diferencias; i con tal objeto ha sido nombrado el señor don José Antonio de Lavalle Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario en misión especial del Perú cerca del Gobierno de Chile, marchándose hoi al lugar de su destino. El señor Lavalle lleva instrucciones precisas, a fin de conse­ guir do dicho Gobierno el retiro de sus fuerzas del Litoral bo­ liviano, i una vez obtenido esto, que se someta el asunto a la decisión de un árbitro. La falta de tiempo me impide comunicar a V. S. detallada­ mente las instrucciones dadas al señor Lavalle; pero él e.?tá encargado de participar a V. S. los pasos qne dé ante el Go­ bierno de Chile i el resultado que obtenga, i sin perjuicio do esto, seré mas esteuso en mi próxima comunicación. DÍO.S guarde a V. S. Al sefior La Torre, Minietro Plcaipotenciaiio del Perú eo Buenos Airea.

XXXIX. Correo de Gabinete a Chile. MINISTERIO DE RELACIONE.S ESTERIORES.

Lima, Marzo 22 de 1879. S(rva.se V. S. enviar a Santiago k adjunta correspondencia con un correo de gabinete, que en lo absoluto merezca bajo to­ dos conceptos la confianza de V. S. Sírvase V, S. igualmente tener listo de un todo, para embar­ carse en cada vapor do los que van a Valparaiso, una persona de la.s condiciones indicadas, para que lleve la correspondencia que enviaré a V. S., como sucederá siempre que ésta .sea de importaucia. En otro caso la correspondencia irá directamente i e correo de gabinete no hará el viaje para el que debia estar listo.-Mas vale que c.?to último suceda i aun se repita, que no bajo ningún concepto que no haya hombre li.sto a la hora de k llegada del vapor. Los correos harán su viaje hasta Santiago, regre.sando in­ mediatamente a Jquiquo, i nunca a esta capital; pues, la corres­ pondencia puede venir de Iquique a Lima en las valijas del correo, a ménos que la Legación del Perú en Santiago dispon­ ga otra cosa o bien V. S. mismo, atendidas las circunstancias. Dios guarde a V, S, M.ANUEL I r IGÚTEN.

XXXVIIL Al seiSur Prefecto tle la provincia do T.arapaci,

w. i

Ol

■v.-C í ¡

o w I

-

o O' o

o C O

O

o o

m in is t e r io d e r e la c io n e s es t e r io r f s.

11.

(Reservada.)

CasHS f o c d e r i s .

Lima; Febrero 22 de 1879,

'

MINISTERIO DE RELACIONE!? ESTERIORES.

Cuando reciba V. S. este oficio, estará perfectamente instrui­ JÁma, A bril B de 1879. do, por la prensa periódica, del gran conflicto ocurrido última­ Ayer tuve el honor de recibir la nota de esa fecha (2), en mente entre las repúblicas de Bolivia i de Chile, i por esta circnustancia prescindo de comunicarle los pormenores de tan que V. E. después de rememorar ks diversas conferencias que lamentable suceso. hemos tenido, sobre el aplazamiento de ia ejecución del Trata­ Antes de que se consumase la ocupación de una parte del do de Alianza defensiva de 6 de Febrero de 1873, vijente en­ Litoral boliviano por las fuerzas chilenas, i en vista únicamen­ tro el Peni i Bolivia, hasta que se conociera el resultado defi­ te de la actitud que tomó el Gobierno de Chile,—emprendió su nitivo de la amistosa mediación que el Perú habia interpuesto marcha a esta capital el señor Ministro de Relaciones Esterio­ cerca del Gobierno de Santiago, i de hacer una larga csposicion res de Bolivia, nombrado por su Gobierno Enviado Estraordi­ sobre la justicia que asi.ste a Bolivia en la guerra que ha de­ nario i Ministro Plenipotenciario en misión especial cerca del clarado Chile, se sirve V. E. pedirme, a nombre i por encargo Perú. e.?pecial de su Gobierno, que el del Peni declare llegado el casiis Como V. S. debe suponer, el espresadn señor Ministro ha fcederis, i qne se proceda en seguida a dar cumplimiento a lo venido con ol objeto de solicitar nuestro apoyo ¡ defenza, con­ prescrito en el artículo 4. ® del e.?presado Tratado do Alianza. forme al Pacto secreto que nos liga a Bolivia. Mi Gobierno ha tomado en séria i detenida consideración la De.spue.s de recibido eu audiencia privada por S. E, el Presi­ csposicion de V. E. i ha reconocido, sin vacilar un momento, dente de la República, ha tenido conmigo el señor Reyes Ortiz en los hechos practicados a esa respecto por el Gobierno de varias conferencias, en ks cuales me ha manifestado las ins­ Chile, la mas grave ofensa i el mas justo motivo de guerra que trucciones que ha recibido de su Gobierno. puede recibir una nación. Estos miamos hechos se encuentran, por otra parte, espresamente considerados en los artículos 1. ® (l) Estos documentos lian sido tomados de los libros copiadores orijinales de dicho Ministerio.

c o

N oticias de la guerra al Ministro peruano en ü u en os Aires.

(2) Tomo n , pijina 13.

2i

GUERRA DEL PACÍFICO.

i 2. ® del recordado Tratado, por lo.? que el Perú i Bolivia se permanecer mas de 15 dias, i después de arreglar el pago de la UDÍeron para garantizarse mútuamente su independencia, su deuda, de que le hablaré mas adelante, debe dirijirse a la Re­ soberanía i la integridad de sus respectivos territorios; dispo­ pública de San Salvador. Tiene conocimiento el Gobierno de que el de la República niendo, al mismo tiempo, que la Alianza so baria efectiva para de San Salvador po.see 10,000 rifles que podrá vender con conservar los espresados derechos. , Atentas estas consideraciones i habiendo sido, además, es­ sus respectivas municiones. Está V, 8. autorizado para propo­ tériles los leales esfuerzos hechos por mi Gobierno cerca del de ner compras de ellos, siempre que sean de un buen sistema, Santiago para evitar la guerra, i de cuyo resultado dependía como Remighton o Gomblay, en los términos que .seau ma.s en decisión para el cumplimiento de! recordado Tratado de ' equitativos, informando a la brevedad posible a esto despacho Alianza, según tuve el honor de manife.starlo a V. E. en diver­ .sobre las condiciones en qne se encuentran dichas armas, es sas ocasiones, ha declarado por decreto de esta fecha, que se decir, ,su buena calidad; después de obtener V. S. los necesa­ servirá V. E. encontrar adjunto, el casns foederis previsto en el rios informes, lo mismo que sobre los medios mas rápidos i se­ guros de hacer el trasporte al Perú, si la compra se realiza. Tratado i ordenado su exacto i fiel cumplimiento. En cnanto al pago de dichas armas, él se haría, de lo que Me es grato informar, al mismo tiempo, a V. E. que lie sido investido por mi Gobierno con los plenos poderes necesarios, i pague la República de Costa-Rica por cuenta del empréstito que estoi a la disposición de V. E., a fin de formular los res­ que le hizo el Perú, sobro cuyo negocio está V. S. irapue-sto, por bíiber intervenido ántes de ahora en la cobranza; pero si pectivos protocolos. Con sentimientos de distinguida consideración i aprecio, me por circunstancias imprevistas no obtuviere V. S. dcl Gobierno de Costa-Rica el dinero nece.sario para la compra, debe veri­ es grato suscribirme de V. E. atento seguro servidor. ficar siempre ésta, jirandn por su importo sobre ol Ministerio M a rdel kiG órE K . i de Hacienda i dando cuenta a este despacho. La deuda de Costa-Rica debe ascender, próximamente a AI señor don Serapio Reyee Ortií, Enviado Estraordinario i Ministro Pleni­ 170,000 pesos fuertes, V. S. debe solicitar los datos necesarios potenciario, en misión confidencial de Bolivia en el Perú. del Ministerio do Hacienda i tomarlos del archivo de mi des­ pacho. Si 80 obtuviera do Costa-Rica el pago de toda la deuda, él vendría a prestar útiles servicios en las circunstancias actua­ les del Perú; pero nó debe ser V. S. mui exijente en sus recla­ Instrucciones al M inistro P lenip otenciario cu las maciones, sino consultar las necesidades, de nuestra situación R epúblicas de Ceutro-Ainérica. financiera con las atenciones i las simpatías hácia la República que debemos conservar i fomentar eu Costa-Rica. En todo caso, MINI.STEMO DE RELACIONES ESTERIORES. debe V. S. recibir las sumas que se le entreguen a buena cuenta, otorgando los recibos respectivos i dando cuenta deta­ (Reservada.) llada a este despacho. Finalmente, es preciso estudiar los medios de estrechar nues­ Lima, A b ril 1-2 de 1879. tras relaciones con aijuelio.s países, para celebrar tratados de Nombrado V. S. por decreto de esta fecha. Ministro Resi­ amistad i convenciones consulares, fomentar el comercio i re­ dente de la República en las de Centro-América, pa.so a darle moviendo todo jénero de obstáculos a la amistad sincera, las instrucciones que deben servirle de norma en el desempeño franca i estrecha entre esas repúblicas i el Perú. de su misión. El Gobierno confia para llenar tan interesantes fines en la Conviene que V. S, procure esplicar en la forma que sea mas intelijencia i patriotismo de V. S. oportuna i natural las causas del conflicto chileno-boliviano; Dios guarde a V. S. que haga una rápida reseña de los pasos dados por el Perú, M a n u e l I r io ó y e n . ofreciendo primero, sus buenos oficios a fin de evitar escán­ dalo de una guerra fratricida en América, e interponiendo des­ Al .Heñor (Ion Tomás Lamas, Ministro Resiécnl? del Perú en las repúblicas ds Centro-América, pués su mediación en forma, habiendo sido rechazados arabos medios amistosos por el Gobierno de Chile; que dicha Repú­ blica se viene preparando h.ace tiempo para lanzarse a la guerra, i qne sus miras de conquista no solo se han estendido hasta el Litoral boliviano, sirio aun a la provincia de Tarapacá. Debe Chile trata de im pedir el cuiharque de arm as para V. S. hacer resaltar los pasos dados por Chile para aliarse con­ cl Perú. tra el Perú, en plena paz' i cuando éste no le hacia daño algu­ NÚM. U .— MINISTERIO DB RELACIONES ESTERIORES, no, solicitando la concurrencia del Ecuador, Bolivia i el Brasil, Esplicará V, S. la importancia del Tratado de Febrero de (Reservada.) 1873 entre el Perú i Bolivia, que no tiene carácter ofensivo i Lma-, A bril U de 1879. cuyo objeto es garantizarse recíprocamente la integridad terri­ torial; i que dicho pacto no. puede justificar jamás la decla­ Se ba comunicado por avisos privados a este Ministerio que ratoria de guerra hecha al Perú. Como V. S, conoce esta cues­ don Olegario Silva ha sido enviado a ese puerto por el Gobier­ tión i los documentos publicados que a ella so refieren, me no de Chile con el objeto de impedir el embarque de las armas abstengo de entrar en detalles. ’ i demas elementos de guerra que pudieran venir para el Perú. Conocida dicha cuestión en Centro-América i apreciados los Se ignora con qué carácter haya sido investido el tal Silva trascendentales resultados de la doctrina de reivindicación, para poder desempeñar la comisión indicada; pero cualquiera proclamada en Chile; no solo se hará la debida justicia al Pen'q que sea me apresuro a dirijir a usted este oficio, trasmitiéndo­ evitando que se estravie el sentimiento público, sino que una le aquel anuncio, a Íiíi de q^iie, en cnmplimiento.de su deber, protesta de dichos gobiernos contra aquella doctrina, tendría proceda usted cou tod
XLI.

XLII.

Uü C-

C;

XLIÍÍ.

o C /

Nombramiento ríe J. V. Tracy, Encargado de Negocios en Estados Enidos de América, .

NÚM, ] .— MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

C C-

r

Y i twt

u-

Lima, A bril 17 de 1870. Señor: Mui satisfactorio me e.s participar a V. S. que con e.sta fe­ cha, S. E. el Pre.5Íd8t)te de la República, ha tenido a bien nom­ brar a V. S. Encargado de Negocios del Perú en los Estados Unidos de América con la dotación única de 5,000 .soles anua­ les, ya que el estado del Erario i los enormes gasto.s que de­ mandan las necesidades de la guerra que nos ha declarado Chile, no permiten al Gobierno dar a V. S, el sueldo i las a-signaciones de reglamento, Incluyo a V. S. la re.spectiva nota credencial que dirijo al señor Secretario de Estado de lo.? Estado.? Unido,?, la que.pre.?entará V. S'. a la losible brevedad para entrar inmediatamente en el ejercicio de sus funciones, sobre todo en las actuales cir­ cunstancias en que el Perú se encneutra en guerra con Chile, Adjuntas encontrará igualmente V. S. las instrucciones a que debe arreglar su conducta en la misión que el Gobierno le confia. Dios guarde a V. S. M.ANEEL I r ig ó y e n . Al sef.m- don J. C. Tríieí.--iS’ueva Yoilc.

CARTA CREDENCIAL.

k. ( I i ^

i

I í

■w i k-

Lima, A bril 12 de 1879. Señor Mini.stro: El vivo deseu que anima a S. E. el Presidente de la Repú­ blica, de cultivar i estrechar cada vez mas las buena.? relacio­ nes qne existen_ entre el Perú i los Estados Unidos de Norte América lo ha inducido a confiar a don José Carlos Tracy, Cénsul de esta República en Nueva York, la honrosa misión de presentar a V. E. la.s presente,? letras que lo acreditan Encar­ gado de Negocios del Perú en los Estados Unido.? de Norte

América.

'v_

M

k.-

im

‘w

NÚM.

o c ¡

C t!

Q O

Q O O

'

M a n u e l I r ig ó y e n . AI MinÍBtri) Plcni¡;otonciaria del Perú en c! Era,sil i Piepúblicas del Plata.

XLV. N oticias de la Guerra al H inistro cu B olivia. núm .

56,— m in is t e r io

d e r e la c io n e s e s t e r io r e s .

Lima, A bril 10 de 1870. Señor: En el diario oficial que como de costumbre se remite a V. S., están consignadas las noticias recibidas por el cable sobre las operaciones de la escuadra chilena; qne de.?pues de bombardear Pabellón de Pica i ííuanillos, Im lincho lo propio en Pisagua, donde los chilenos trataron de desembarcar i fueron derrota­ dos, dejando muertos i heridos en sn fuga. Es casi seguro, a tenor de los telegramas recibidos hoi, qne habrán bombardeado Iquique; pero cualquier tentativa de de.sembarco les habrá ocasionado, sin duda, una derrota tan im­ portante como la de Pi.sagna, V. S. comunicará estos snce.sos a ese Gobierno, no omitiendo remitir a este despacho, como ya se le ha dicho, informes de­ tallados sobre la marcha de los acontecimientos en esa Repú­ blica, así los que se refieren a las medidas que dicte ese Go­ bierno como a sus relaciones con ¡a opiniou pública. Dios guarde a V. S.

.

Al snilor don José Lui.s Quiüviics, Enviado Plstrsordinario i Ministro Plenipo­ tenciario dii! Perú en Üolivia.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, A bril 26 de 1879. Señor: Dc.?pues de mi nota número 56, en que hablé a V, S, de los hechos ocurridos con relación a la guerra, ningún otro notable merece referencia: lo,? buques chileno.? siguen frente a Iquique i no lo han bombardeado, como se temia. La población está abastecida de agna i lo mismo la tropa. El Congreso abrió sus .sesiones el dia 21 del corriente, i el Presidente le dirijió el discurso que V. S. leerá en el diario oficial. En el mismo diario verá V. S. la declaración de que es lle­ gado el casas fwderis con la República de Bolivia. Todo el país en órden.—Recomiendo a V. S. la necesidad de noticias que son indispensables. Dios guarde a V. S. M a n u el I

r ig ó y e n .

Al Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario del Perú cu Bolivia.

31.—MIHLSTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

w

Q

luiaovEN ,

In stru fd oiifts i noticias de la guerra al M inistro en B uenos Aires.

c

C

a n u el

Al Excino, sefior William M. Evarts, Soeretario de Estado,

O

la actividad de V. S., a fin de que la República A.rjentina nó permanezca indiferente, en estos momentos, ante los .sucesos que se e.stáii desarrollando en el Pacífico. La e.scuadra chilena continúa bloqueando el puerto de Iquiqiie: uno de sus blindados, acompañado de una corbeta, ba hecho fuego eu Moliendo; además, los buques han destruido los aparatos del carguío de guano en Pabellón i Hüanillos. La división naval qne salió del Callao al mando del capitán de navio don Aurelio García i García, ha regresado después de b.atirse con la Magallanes a la altura de Iquique, donde se hallaba el resto de la escuadra. Dio?, guarde a V. S.

M a n u e l I r ig ó y e n .

Ei conocimiento particular que tengo de las distinguida.? cualidades personales de este Ajente diplomático, de su talento i de ,sn consagración al servicio, me persuaden de que V. E. acojerá con benevolencia al espresado don José Carlos Tracy; i que tendrá a bien darle entera le i crédito cu todas las comunicacio­ nes que pueda dirijirle cu el límite de su.s instrucciones, i prin­ cipalmente en lo qne se refiera al ardiente deseo de qne se lalla animado el Gobierno del Perú por estrechar cada vez mas las amisto,?as relaciones que unen al Peni con los Estados Unidos de Norte América, por enya felicidad hago los ma,s fervientes votos. Aprovecho esta oportunidad para espresar a V. E. las segu­ ridades de la alta consideración con que tengo el honor de ser, señor Ministro, de V, E. mui atento servidor.

'w'

25

DOCUMENTOS INÉDITOS,

o

(Reservada.)

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORE.S,

Lima, A bril 18 de 1870. Señor: Quedo impuesto del oficio de V. S., do 13 de Marzo último, en qne informa sobre la conferencia que V. S. tuvo con el se­ ñor Ministro de Relaciones Esteriores de esa República. No dudo qne en atención a las noticias de suma gravedad recibidas posteriormente cu Buenos Aire.?, eu especial la que se refiere a la declaración de guerra de Chile contra el Perú, pre­ cisamente cuando éste interponia su mediación a fin de evitar un escándalo, habrán influido favorablemente en el ánimo de ese Gobierno. El nuestro confia, además, en el patriotismo i en

Lima, A bril 26 de 1879. Excrao. Señor; Al acusar recibo a V. S. de su circular de 31 de Marzo úl­ timo, relativa al conflicto provocado por Chile con la ocupación a mano armada del Litoral boliviano comprendido entre los grados 23 i 24 de latitud austral, tengo la honra de decir a V, E, qne unido el Perú a Bolivia por un Pacto de Alianza defen­ siva i reconociendo la justicia de su causa, ha hecho i seguirá haciendo los esfuerzos convenientes a fin de cumplir sus com­ promisos, i para que no se establezca en América i entre países hermanos i vecinos el funesto precedente de la conquista.

T om o i y .— 4

26

GUERRA DEL PACÍFICO.

Dígnese V. E. aceptar las espresiones de distinguida conside­ ración i aprecio de su atento 1seguro servidor. M a n o e l I e ig Oy e n . ,A¡ Bicitio. sífior Miuistro de Relaciones Esteriores de Bolivia.

XLYI. Trasbordo en « u ayau n il de contrabando de guerra para Chile. M IKISIEUIO 1)E RELACIONES ESTEItlORER,

Lima, A bril 31 de 1879. Señor: E l Gobierno de Chile, temiendo que .se decomisen en los )uerlos del Perú los artículo.? de contrabando de guerra que la principiado a recibir i que estón en camino por la via de Pa­ namá, ha determinado, según informes que tiene este despaciio, hacer en Guayaquil el trasbordo de aquellos artículos. Conviene con tal motivo ejercer la mas severa vijilancia en ese puerto para desembarcar dichos armamentos i hacer efectiva la neutralidad del Ecuador. Interin va de aquí el Cónsul que he anunciado a V. S. en mi oficio del 26 del corriente, confio en que se servirá encargarse de tan importante comi.sion dando a este despacho aviso. Nuestro Ministro residente cu Quito, don Emilio Bonifaz, le prestará a V. S. todo apoyo, en caso necesario. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó y e n . .41 señor don E. Martco.s, Cónsul de Bolivia i Encargado del ConsBlado del Perú.

lle g a d a s de las tropas bolivianas (1). .MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Mayo 3 de 1879. Señor: Con suma complacencia se ha in.struido S. E. el Presidente, por el e.stimable oficio de V. S. de 22 del mes próximo pasado, de la marcha .sobre nuestro Litoral dol ejército de esta Repú­ blica, a las inmediatas órdenes de S. E. el Presidente Jeneral Daza; así como del buen estado en que dicho ejército se en­ cuentra, según lo manifiesta el cuadro qne V. S. se sirve ad­ juntar a su citado oficio, i que con esta fecha ha pasado al de.spacho de Guerra para los fines consiguiente.?. La pronta aproximación de las fuerzas bolivianas al teatro de las operaciones militares en la temeraria guerra a que nos ha provocado la República de Chile, no puede ménos quo halagar el patriotismo, pues ella importa el fraternal abrazo de dos pueblo.?, estrecilamente unidos, hoi mas que mmca, para hacer respetar sus derechos t,an injustamente conculcados. Aprovecho de esta oportunidad para manifestar a V. S. los sentimientos de la mas alta consideración i aprecio con queme es grato suscribirme de V. S. mni atento seguro servidor. M a n u e l I b ig ó y b n . AI señor Jeneral don Manuel Othon Jofré, .lele de Estado Mayor Jeneral de] ejército de Bolivia.

¿
Lima, Mayo 9 de 1879. Excmo. señor: Me es grato acusar recibo a V. S. de su oficio de 30 de Abril último, relativo a las pregunta.? hechas por los señores secre­ tarios de la Honorable Cámara, de Diputados .sobre la adquisi­ ción de buques i armamento por el Gobierno de Chile. (1) TómuII, píjinií 15.

De la correspondencia dirijida a este departamento por los ajentes diplomáticos i consulares del Perú en e! estranjero no aparece que el Gobierno de Chile vaya a recibir tales artículos de contrabando de guerra. Pero por noticias extra-oficíales tiene conocimiento este des­ pacho de que cl oficial de la marina chilena, señor Lynch, habia salido de Valparaíso con destino a Europa en busca de elementos de guerra, i t ue el Gobierno de Chile ba mandado con e! mis­ mo objeto aguno,? ajentes a los Estados Unidos de Norte América. Agregaré a V. S., para conocimiento de los señores secreta­ rios de la Honorable Cámara de Diputados, que a fin d'e evitar que Chile burle la neutralidad de los países de Europa i Amé­ rica, se imjiartieron oportunamente instrucciones claras i ter­ minantes a los representantes del Perú, en el sentido de que ob.?crven la mas secreta vijilancia i crucen los planes i tenta­ tivas de Chile. Dios guarde a V. 8. M a n u e l I r ig ó y e n . Al señor Ministro de Estado en cl despacio de Guerra i Marina;

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERTORES.

Lim a, Mayo 9 de 1879. Excmo. señor: Tengo el honor de devolver a V. S., con el informe espedido por el jefe de la sección consular de este Ministerio, el espe­ diente relativo a la legalidad que pueden tener los pasavantes dados por el Cónsul de Nicaragua en el puerto del Callao a los buques de su nación. Do diclio informe- aparece que desde el 5 de Noviembre del año próximo pasado, el Cónsul de Nicaragua en esta capital, don Pablo Echccopav, recibió de su Gobierno una resolución que prohibía a los cónsules de esa nación estender patentes para navegar; pero como en las actuales circunstancias de guerra en que nos encontramos con Chile pudiera suceder que algunos buques peruanos hayan tomado la bandera nicara­ güense, o, al contrario, que algunos buques chilenos hayan podido tomar igual insignia, es necesario que V. 8. dicte las órdenes convenientes para averiguar si dichos pasavantes han sido espedidos con posterioridad ala declatoria de guerra o ántes de la fecha en que el Gobierno de Nicaragua prohibió a sus cónsules el otorgarlo, a fin de que por este de.?pacho, en vista de esos antecedentes, se resuelva lo conveniente. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó y e n . Al señor Miaistro de Estado en d dcspacEo de Querrá i Marina.

XLIX. l o s tenedores de bonos ueriianos en In glaterra. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Mayo 9 de 1879. Señor Ministro: El Ministro re.?idente de la República eu la Gran Bretaña (cx-coinisionadü especial dei Perú en Europa), me dice en ofi­ cio del 1.° de Marzo, número 1, lo que sigue: ■' Me ha sido grato recibir con el apreciable oficio de V. S,,. de 23 de Diciembre último, las instrucciones, plenos poderes i credenciales, orijinal i en copia, que deben servirme en el cargo de Ministro residente cerca del Gobierno de la Gran Bre'tafia, cargo con que S. E. el Presidente de la República ha tenido a bien honrarme. Me manifiesta V, S. en su estimable oficio que la actitud asumida por los tenedores de bonos cerca de sus respectivos gobiernos, en lo relativo a nuestra deuda esterna, es lo que ha determinado mi nombramiento, al que deberé dar curso eu caso que fuese necesario que se pre.senta.?e ante el Gobierno inglés un Ajente diplomático caracterizado del Perú, conser­ vándolo en reserva, eu caso contrario; i en las instrucciones se sirve V. 8. eaponerme las consideraciones por las que debo penetrarme de la necesidad de evitar la intervención de ese Gobierno en apoyo délos acreedores de bonos peruanos, para lo-que confia el Gobierno que no omitiré esfuerzo alguno que, sin comprometer el decoro de ia República, pueda conducir a aquel resultado.

•27

DOCUMENTOS INÉDITOS.

'•w' í

w

w

w

W k.' C

C

G C O

G Ó O

G O

Ó

^Juzgo oportuno eapouer a V. S. brevsmeate el desarrollo de la .situación creada por la actitud hostil de io.s tenedore.? de bono.s. V. S. no ignora que,- después de aprobado en una junta el arreglo de la deuda esterna celebrado por S. R. el señor Juueral Prado, como comisionado del Perú, con el Comité presidido por Sir Charles llussell, algunos tenedores de bonos, no satis­ fechos cdu las condiciones estipuladas, .se impusieron de mutuo propio ia. tarca de crear i propagar una tenaz resistencia al arreglo referido i a! contrato de consignación de guano que ha­ bía servido de fundamento. Para llevar su propósito i fortalecer su oposición, apelaron a la prensa, a la vez que para combatir los contratos celebrados, para atraerse adherentes, invocando i sosteniendo el alhagador proyecto de la administración directa del guano por uua socie­ dad formada por los mismos tenedores. Era necesario formarse para resi.stir la oposición, i al efecto se constituyó un titulado Comité Internacional, cuyas seccio­ nes principales debiaii dirijir lo.s trabajos en Inglaterra, Prancia, Béljica i Holanda. Revestidos con e.sa aparente personería, redoblaron su.s es­ fuerzos, principiando por recabar la forma de protestas impresas en las que se rechazaban los contratos de .lunio de 1876 i se reconocía al Nuevo Comité Internacional. Las sesiones de éste comenzaron entóiices por dirijir.se a la prensa, a los comisionados dcl Gobierno i aun al Gobierno mismo, a fin de lograr la realización de sus propósitos i, no sa­ tisfechos cou eso, encaminaron sus jcstiones hácia el Gobierno inglé.s, a priucipios de 1877, a fin de procurar su apoyo. Lord Derby se encontraba en esa época al frente del Minis­ terio de Relaciones Esteriores i se abstuvo .siempre de acceder a las reiteradas instancias hechas en ese sentido por el Comité presidido por Sir James Croyle. Cuando en 1877 se trató de enviar, como en efecto se envió a Lima, a Mr. Clarke ¡)ara que je.stionase directamente con nuestro Gobierno en favor de los tenedores, no pudo obtener el Comité Croyle ei apoyo eficaz que solicitó, l ’or el contrario, lord Dcrhy, confirmando las instrucciones ya dadas a Mr, Graham ou Febrero de ese año, prescribió a sn sucesor en la Legación Británica en Lima, que cuidase de evitare! dar a los proyectos de Mr. Ularke ningún apoyo oficial o extra-oficial, li­ mitándose a prestarle la asi.stencia i protección a que era acree­ dor solo como súbdito britáuico. En esa, como en todas ocasio­ nes, el l''»reing Office bajo la dirección de lord Derby, se negó a separarse de la línea de conducta que se liabia trazado en cuanto a a interveiiciou activa solicitada por los tenedores. Mas tarde, cuando cu Abril de 1878 volvió a diriji.*-se ei Comité Croyle no ya a lord Derby sino al actual Ministro de Relaciones Esteriores, marqués de Salisbury, pidieudo una protección mas eficaz, les fué ésta negada, así como la pretcn­ sión do que el Ministro inglés en Lima distribuyese a los lepresentantes de la nación la esposicion que se Ies dirijió por dicho Comité.

Miéntras esto sucedía, lo.s coraisiotiados fiscales jestionabaii la adquisición de fondos para la dcnda, eu cuya jestion se hallaban cuando apareció por los periódicos del 10 de Febrero último la notificación hecha al público por el Comité Rnssell, de que nuestro Gobierno cedia de la rent.a de! guano la suma mensual de 25,-000 libras esterlinas, a partir dei mes de Junio próximo. ignoro si este espontáneo sacrificio que lu lieclio nuestro Gobierno, a pesar de la difícil situaciou del país, en favor de los tenedores baya debilitado la iuñucucia que las jestiones de ellos hayan podido tenor en el ánimo dcl Gobierno inglés, pero , en la sesión de la Cámara de los Comunes del dia 21 del próxii ruó pasado, coute.stando el Mini.stro de Hacienda a una inter‘ pelacion sobre la intervención activa que ejerce el Gobierno inglés eu las fiuanza.? de Ejiiito, se espresó en lo? término.? que verá V. S. en el recorte de E l Time.?, que remito a V. S. adjunto. De esperarse es, pues, que en la contestación que ha ofrecido dar al marqué.? dc Salisbury a las reclamacionc.? de los tenedo­ res de bonos defina con precisión la política que se propone seguir el Gobierno iuglés eu casos como el actual. Por lo demas, iumen.?o como es el sacrificio (jue por el honor del país ha hecho el Gobierno ál ceder 30U,000 libra.? esterli­ nas anuales de .sus escasas rentas, los tenedores no han queda­ do satisfechos, pues sus pretensiones a un servicio total de la deuda no le? permite apreci.ar toda la significación que tiene aquél para nosotros. El marqués de Salisburj', que ha deseado estar eii comuiiicaciou con nii ájente caracterizado de nuestro Gobierno, ha recibido últimamente entrevistas de carácter enteramente pri­ vado a unestrn .segundo Vice-Presidente señor Canevaro, quien no dudo trasmitirá a nuestro Gobierno lo ocurrido en ellas. Por mi parte, me propongo trasladarme otr.a vez a Lóudres lara dar cur.so, en caso necesario, a mi credencial de que no ift acusado ántes recibo a V. S. por haber lieg.ido a mi poder con algún atraso, a causa de no habérsele d.ado .suficiente di­ rección al pliego qne la contenia. No concluiré este oficio sin pedir a V. S. se digne e,?presar a S. E. mi agradecimiento ])or la nueva prueba de confianza con que se ha servido honrarme, aceptándolo también V. S. per.?onalmente por la parte que le ha cabido en mi uombramientc.” Lo que tengo la honra de trascribir a V. S. remitiéndole el anexo c;e su referencia para su conocimiento. Dios guarde a V, S. M a n u el I h ig o y e n . Al señor MÍDÍ.stro ile Estado cu el des¡)acliO de Hacienda.

L. érdc«ies sobre vijilnneia de eoiitraliandos de gnerra.

MINISTERiO UE RELACIONE? ESTERIORES. Tal filé la acojida que se dió en el Foreing Ollice a las re- , presentaciones del Comité Croyle ántes dcl 1. ° de Enero del , Lima, Maijo 10 de 1879, presente año, desde cuya fecha se contempiab.a, según los con- ! Señor: tratos, poder restablecer el servicio de la deuda reducida al i5 j Conviene observar la mas severa vijilancia en los puertos de por ciento al año. i la República Arjeutiiia i el Brasil para evitar que se remitan o Al aproximarse e.se dia, esto e.s en ks mese.? de Noviembre transiten artículos de contrabaudo de guerra con destino a i Diciembre últimos, los tenedores redoblaron .sus jestinncs ’ Chile. Con tal fin, trasmita V. S. instrucciones eficaces a los cerca dcl Gobieruo i de la preusa. acentuándo.se mas su des­ ajciite.? consulares dcl Perú, siu perjuicio de servirse de indivi­ contento al .saber por el informe de los apoder.ados de los tene­ duo.* que puedan comunicar a esa Legación informes oportuno,? dores^el estado de la negociación del guano i la completa imbien del comercio, de las aduanas, o de los buques i vapores pqsibilid.ad de que se hiciera el servicio el 1, ® de Enero, De.sde que trafican esas costas. mi llegada, a princijnos de Diciembre, me impuse de ha ajitaPor lo pronto participo a V. S. que las casa? de comercio de cion i trabajos de los tenedores, i di cuenta al Miiii.Rcrio dcl 6e.?.?elot, cuya marca es ¡ j rel="nofollow">. Querin - ),e.stablecidas ramo de los informes recibidos i del deseo espresado por el Co­ en Valparaiso, .son importadoras de toda clase de artículos de mité Rnssell de que me dirijiese oficialmente a lord S.alisbury, acompañándole copia de mis poderes como encarg.ado de la guerra. El resumen de los m.anificstos de la carga, la vijilancia eu deuda .esterna, a lo que rae negué, pues no me era posible ini­ ciar con el gabinete inglés reclamaciones ajenas al carácter que los trasbordos., el embalaje de las mercaderías, que .siempre se isvestia. da su contenido a las personas prácticas, etc., etc., pueden Posteriormente las jestiones del Comité cerca del Foreing conducir a hacer importantes descubrimientos. Oiiicc se liicicnm públicas, uc solo por el presidida por Mr. : Sírvase V. S, prestar preferente atención a este servicio, Croyle, sino aun por el del señor Charles Rnssell, que asi lo tratándose, sobre todo, de los priucipales puertos de esa costa declaró por los diarios, a la vez que el de aquél hacia insertar i entablando activa i eficazmente sus jestioues diplomáticas. Dios guarde a V, S. en.ellps una carta dirijida a él por el Miiiistevio.de Relaciones M.ANUEL I r ig ó y e n . Esteriores en que ,se ofrecía dar una pronta contestación a sus comunicaciones, de todo lo qne di, asimismo, cuenta al M i­ Al señor doo Aníbal V. de la Torre, Enviado Estraordinario i Ministro Pleni nisterio de Hacienda. potenoiario del Perú en el Brasil i Repúblicas dol Plata.

28

GUERRA DEL PACÍFICO.

Lí. Adhesión de la R epública Arjeiitina a la Alianza p eru­ boliviana. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

(Reservada.) Lima, Mayo 10 de 1879. Señor:

He leido cou el natural Ínteres que V. S. puede suponer, su oficio de 11 de Abril último, número 59, re-specto a mi nota re­ servada de 7 de Marzo i eu el que da cuenta V. S. a este des­ pacho de las conferencias que iia tenido con el señor Ministro de Relacioties Esteriores de esa República sobre los aconteci­ mientos promovido.? por Chile eu sus deseos de esteiider .su territorio, naurpando el ajeno. No me persuado de que la República Arjentina permanezca indiferente en el estado actual de cosas, pues hai razones po­ derosas para asegurar que le conviene ejercer su influencia en un sentido favorable a la causa que defienden el Perú i Bolivia. Estas razones consi.?ten: 1. en que el Pacto de 6 de Febre­ ro de 1873 fué aceptado por esa República i que solo se trata ahora de perfeccionar la adhesión; 2. en que la? circunstan­ cias no han mejorado para esc país, supuesto que Chile le dis­ puta el dominio de una parte de sn territorio, i que la Con­ vención Fierro-Sarratea ha dado lugar a rectificaciones del Gobierno de Chile: 3. que la reivindicación proclamada por el último de estos paíse.? es una verdadera amenaza contra la República Arjentinaj 4. que abandonados el Perú i Bolivia en la lucha que sostienen, puede perder la República Arjen­ tina una parte de sus simpatías i de su influencia para el por­ venir. Además, a los dos países aliados los acompañan las'.simpatías de casi todas las naciones i seria, por lo mismo, estraño que no se vieran en ia práctica las de la República Arjcnlina, cou la cual los unen e.strcchos vínculos. Asi, conviene que dé V. S., la debida insinuación a sus jestiones cerca de ese Gobierno, procurando neutralizar de una manera activa las del Plenipotenciario chileno señor Balinaceda i dando cuenta detallada a este despacho de cuanto ocurra de importancia, valiéndose para ello del telégrafo, cuando lo juzgue necesario. Recomiendo a V. S., al mismo tiempo, quo cultive francas i amistosas relaciones con los representantes al Congreso i con los principales periodistas, porque indudablemente puede V. S. inlluir con éxito para que no se aperciba el pacto Fierro-Sarratca. La prensa sobre todo, es un poder respetable en esa Re­ pública i tanto mas fácil de aprovechar, cuanto que se ha ma­ nifestado jeneralraente amiga de nuestra causa. Dejo a la iUnstraclon de V. S. el esoojitar los medios mas digno.? para atraernos de nna manera decisiva el apoyo de los mas influyentes periodistas, sin perjuicio de sus jestiones ofi­ ciales. Respecto de los tres mil rifles comprados por Cliile en ese país, ya que hace V. S. referencia en sn telegrama, espero que la actitud del Gobierno Arjentino no llegue hasta ofrecer ar­ mas a nuestros enemigos i que las reclamaciones de V. S. ha­ brán surtido ya todo cl efecto que era de esperar. • En adelante debe V. S. seguir con la mas severa vijilancia i oponerse a cualquiera tentativa de los ajentes diilenos con el fin de obtener artículos de contrabando de guerra. Dios guarde a V. S.

número 5 (l), en que da cuenta del sentimiento dominante en e.?e país respecto de la guerra provocada por Chile, i de la en­ trevista que tuvo V. S. con S. E. cl Pre.sideiite, Jeneral Vcintemilla, a quien hizo una esposicion completa de la cuestión, tomándola desde su oríjen. Conviene qne trabaje V. S. incesantemente i con la debida dignidad en el ánimo de las personas mas influyentes del Ecuador, a fin de captarse las simpatías de ese pueblo. Esta tarea no será difícil, teniendo, como tiene V. S., un conoci­ miento exacto del asunto. Además, es preciso contrarrestar la influencia del diplomáticó chileno que no perderá ocasión do dar iiuurmes inexactos o cxajerados sobre cl curso de los su­ cesos. xAsí, es indispensable que haga V. S., a la llegada 'do cada correo, nna e,sposicion de as principales noticias a ese Gobier­ no, acompañándola de los comentarios qne ellas sujieran, o bien haciendo oportunamente las rectificaciones que juzgue necesarias. Hasta aquí, miéntras el Perú ha estado alistando sus naves de guerra, la escuadra chilena ha bombardeado puertos inde­ fensos, como Pisagua i Mejillones, i aun lanzado bambas so­ bre uii tren que partía de Iquique conduciendo mujeres i niños que se retiraban de la ciudad. Esta conducta, contra todas la,? reglas del derecho i sin no­ tificación prévia, ha causado profunda indignación i dado lugar a uiia protesta del Cuerpo Diplomático, (¿ue aun no se ha pu­ blicado. Donde quiera que los chilenos han tratado de desembarcar, han sido enérjicamcnte rechazados de tierra, llevando numero­ sas víctima.? en sus lanchas. Llamo la atención de V. S. hácia ks cartas divijidas por el ex-Gén5iil de Chile en Corocero, señor Sotomayor, a S. E. el Jeneral Daza, Presidente de Bolivia, que h.m sido publicadas eu E l Peru an o , insinuando la alianza con Bolivia contra el Perú; no debiendo M. S., a su vez, dejar de darlas a conocer a ese Gobierno, a fm de que se conozcan los medios de (pie se vale Chile para fomentar la discordia entre los Estados del Con­ tinente i la gravedad de .?us miras ambiciosas. Dividido el Ecuador por varios partidos, que repre.sentan divensos interese?, dejo a la ilustración de V. S. el cuid.ado do proceder con todo el tino posible, para no dejar traslucir prelereiicias que sean peligrosas en las actuales circun.?tancias, dando cuenta dcta lada a esto despacho de la marcha interior de ese Estado. Dios guarde a V, S. M a n u e l I r ig ó y e n .

'

Al Ministro Plenipotenciario dcl Perú en cl Ecuador.

Lili. Para que lo.s M inistros peruanos seau bolivianos a la vez. MINISTERIO DE KELAOIOXES ESTERIORES.

Lima, Mayo 12 de 1879. Señores Secretarios: Tengo la honra de remitir a VV. SS. copia legalizada del oficio que cou fecha 9 del actual ha diri ido a mi despacho el Excrao. señor Ministro Plenipotenciario de Bolivia, solicitando !a au­ torización respectiva para que pueda acreditar su Gobierno M a n u e l I r ig ó y e n , como sus ajentes diplomáticos en el Ecuador i en las Repúbli­ Al seflor don Aníba) V. do !a Torre, Enviado Estraordin.irío i Ministro Pluaicas de Centro-América, a los nuestros, señores Bonifaz i Lamas, potenciario del Perú en cl Brasil i Repúblicas dcl Plata. i lo mismo que a nuestro Cónsul Jeneral en Panamá señor Márquez. Como la espresada autorización solo puede concederla el Honorable Congreso, conforme a k constitución del Estado, D a iiistn iccion es i n oticias de ia guerra al M iiiistro suplico a VV. 83. .?e sirvan elevar a su conocimiento la alu­ en el Ecuador. dida solicitud, a fin ele que, si lo tiene a bien, acceda a ella, con­ cediendo a los referidos ciudadanos, durante la guerra actual, la MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. licencia que han menester para aceptar los cargos que se les ofrece. (Reservada.) Creo inútil manifestar la necesidad de resolver este asunto Lim a, Mayo 12 de 1879. a k brevedad posible, i la conveniencia de que lo sea eu sen­ Señor: Quedo impuesto del olicio de V. S. de 29 de Abril último, tí) El Olido refsriilo se ha pubücaéo eu el tomo III, pájiua'Bl.

Llf.

DOCUMENTOS INEDITOS.

tido favorable, ateutas las exijencias de la situación i la alianza que nos liga con la República boliviana. Dios guarde a V. S. M a n u el I

iu c ó y e n .

-Alos sonoros Secretarios dcl Congreso.

LIY. In terp elación sobre las instrucciones a los M inistros cu B olivia i R epública Arjcntina. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

'v.

c

lim a, Mayo IS de 1879. Señores Secretarios: Se lia recibido cu mi despacho e! oficio qne con fecha S del actual, i a solicitud del honorabie .señor Diputado Malpartida, se han servido VV. SS. dirijirme, pidiándomc copia de ias ins­ trucciones dadas a nuestro.? ajenies diplomáticos cu la Repú­ blica Arjentina i Bolivia desde el 1. ® de Enero último, c indi­ cándome al mismo tiempo que si uo se hubiesen dado tales iuslruGcioues, lo mauifcstasc así cu mi respuesta. Aute todo debo esprosar a VV. SS. que el oficio de que me ocupo es el único que .sobre el particular ha llegado a esto Ministerio; declaración que juzgo indispensable hacer, porque VV. SS. se refieren a una comunicación anterior. Me es también grato decir a VV. SS., para conocimiento del lionorable señor Malpartida, que dentro de dos dias se remi­ tirá a esa Honorable Cámara la memoria documentada de este Ministerio, que actualmente se está imprimiendo, eu la cual .se hallan las instrucciones dadas a nuestro Ajente diplomático en Bolivia, Respecto de la.s comunicadas a nuestro Plenipotenciario en Buenos Aires, pieiLsa el Gobierno que refiriéndose ellas a jes­ tiones que todavía se hallan pene lentes entre la cancillería aijeutiiia i La Legación del Perú; i siendo de carácter mui re­ servado, no debe dar copia.? te.?tuales que se puedan estraviar fácilmente, ocasionando así graves daños al éxito mismo de las negociaciones i a los intereses de la República. Ya he manifestado verbalmente al Congreso el sentido de dichas instrucciones i le he dado también conocimiento de las jestiones que conforme a ellas habia entablado nuestro Mini.s­ tro en Buenos Aires; pero si tales informes no fueren suficien­ tes para satisfacer los deseos del honorable señor Malpartida, no tengo inconveniente en dar lectura de los oficios aludidos en sesión secreta de esa Honorable Cámara o del Congreso. Dios guarde a V, S.

MINLSTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Mayo U de 1879. Señor; Habiendo sido V. S. nombrado, cou fecha 12 del corriente. Cónsul de la República en Guayaquil, paso a darle ias instruc­ ciones correspondientes. Ante todo, conviene dar a conocer la cuestión promovida por Chile i su injustificable declaratoria de guerra al Perú, a fin de que se aprecie debidamente la justicia de nuestra causa i no se hagan apreciaciones equivocadas. Con tal ñu debe V. S, em­ plear toda la influencia posible poiiiéndo.se en contacto con los periodistas i procurando captarse sus simpatías hácia la Repú­ blica, ofreciéndoles, priv,adámente, todos los informes que V. S. juzgue convenientes. Por informes que tiene este Ministerio, se sabe que las casas de comercio de Gevellot, marca ('’yj”:, JCendall i C.

(-y^J

i P. Giierin {-(r-), establecidas en Valparaíso reciben frecneuteluente armas i municiones de los siguientes lugares; Nueva York, Amberes, Havre i Liverpool, haciendo su tránsito por Pan.amá, i es indispensable que cou el mayor sijilo inquiera estos datos por la Aduana de Guayaquil e impida a todo tran­ ce el envío que pueda hacerse de armamento con destino a Chile. Igualmente recomieudo a V. S. que, eu caso necesario, facilite el trasbordo de armas i artículos de guerra que talvez pudiera hacerse cu ese puerto con destino al Perú. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó y e n . Al señor don ViccuM Luqne Plata, Cónsul dcl Perú en Guayaquil.

LYl. IiLstrucciones para que se nonibrc al doctoi* Zelnya .Ajente D iplom ático. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

(Reservada.)

Lima, Mayo 21 de 1879. Señor; De órden de S. E. el primer Vicc-Presidcnto de la Repúbli­ ca encargado del mando supremo, dirijo a V. S. las siguientes instrucciones; Consideraciones de órden .superior i las necesidades actuales de la República cou motiyo de la guerra, hace urjeute que pro­ M a n u e l I r ig ó y e n . cure V. S. conseguir, empleando toda sagacidad i persuasión, ■Alos seflorea ScorctHrio,? ile la Honorable Cámara, do Dipaiados. el nombramiento del doctor don Juan Francisco Zelaya de Ajente diplomático en Italia, ad lionorem, de alguna de la? re­ públicas cerca de la.s cuales se halla V. S. acreditado. Seria preferible el de Costa-Rica; pero, en último caso, de cualquiera de las otras qne preste su bandera conforme a las NoraBvainicnlo c instvucciones del Cónsul del P e n i en instrucciones que ya se dieron a V. S., sin cuyo requisito el C nayaqnil ;i). nombramiento carecería de objeto, como V. S, lo comprende. Todas estas negociaciones las hará V. S. confidencialmente, MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. sin dejar con.stancia alguna de ellas. Confia el Gobierno que V. S„ eu este importante cometido, Lima, Mayo L i de 1879. dará una prueba mas de .su sagacidad i prudencia. Señor Ministro: Con esta fecha me dirijo al señor Zelaya .comunicándole las Tengo la honra, de poner en conocimiento de V. E, que con instrucciones convenientes para el caso que obtengamos el nom­ fecha 12 del corriente, mi Gobierno ha tenido a bien nombrar bramiento que deseamos; e cual debe V. S. remitírselo junto Cón-sul de la República en Guayaquil, al señor don Vicente con los documentos de estilo, inmediatamente, al señor Zelaya. Luque Plata. Dios guarde a V. S. Ruego a V. E. se sirva oficiar a la autoridad política de Gua­ M a n u e l I r ig ó y e n . yaquil, para que, si es posible, permita al señor Plata ejercer las funciones de su cargo, miéntras cl Gobierno de V. E. se Al sefior .Ministro Plenipotenciario del Perú en las EepúWieas Je CentroAniérica. sirva otorgar el ezeguatur correspondiente a su patente. Con sentimientos de alta i distinguida consideración ten­ go el honor de ser de V. E. mni atento i seguro servidor. NÜM, 19.~MINISTERIO DE KEL.ACI0NE3 ESTERIORES.

LY.

k.

' - I! L-l

Vv ! V-

M a n u e l I r ig ó y e n

G I '•í k.- > . s

G

Q

G C

Al Excrao. sefior dou Miguel Eiolrio, Euviado Estraorcliaario nipotcuoiariü dcl Ecuador.

(1) Tomo III, pijina 60,

Mioistro Pie-

Lima, Julio 17 de 1879. beñor: En respuesta a la nota de V. S., fecha 17 dcl pasado, refe­ rente a sus trabajos para obtener el nombramiento del señor Zelaya como Ajente diplomático de la República de Costa-Ri­ ca en Italia, debo decirle que debe V. S. continuar trabajando para tan importante fin; i sino fuera posible en e,?a República,

GUERRA DEL PACÍFICO. debe V. S. procurarlo confidencialmente en cualquiera de las otra.? ante cnyoa gobiernos está V. S. acreditado. Dios guarde a V. S.

Incluyo a V. S. un conocimiento a la órden de V. S. por los mencionados artículos; i otro igual remito a V. S. con el señor don L. Larrañaga, pasajero por este vapor, por si se estravía ésta. Pues bien; las balas están en el Istmo desde ei 7, i a fuerza de allanar dificultades de todo jáiero, nos habíamos hecho la e.speranza, el señor Cónsul Jeneral i yo, de que podríamos en­ caminarlas por el vapor Lim a que zarpa hoi para el Callao. Yo temo aun, que al momento de embarcarla» por el próxi­ mo vapor se pre.?euten.nuevos tropiezos i que de ningún modo puedau ser conducidos por lo.s vapores de la P. S. N. 0.;pues, aunque todo se nos presenta favorable para ello, la vijilancia del Cónsul de Chile en ésta es incesante, i ya tiene denuncias elevadas sobre el particular al Gobierno del Estado. En lo futuro es preciso que lo que haya de pasar de tránsito para el Perú, venga bajo tkrnigh hill, a fin de que no puedan alegar que sale de Colombia i quieran detenerlo, aplicando la lei de la neutralidad i que a falta de tkrnigh MU se provea de medios para despacharlo de .aquí,” Lo que trascribo a V. S, para .sn conocimiento i demas fines. Dios guarde a V. S.

M anuel iRreóYEií, AI seSor Ministro Plenipotcnoiario del Perú en los Repúblicas de CenlroAmérica.

LVÍI. 8ubvenciou a dos periódicos.—Anuaincnto recibido ea Honduras para el P e r ú .-B a ia s p a r a d “Húascar." MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

L ít m , Mayo 28 de 1879. Señor: Prevengo aV. S. que se remiten al comisionado señor Solórzano los fondos necesarios para el pago dcl armamento; por con­ siguiente, no dudo que procederá V. S. con la debida celeridad, i que este asunto quedará arreglado de un modo definitivo. Prevengo a V. S. igualmente, que el señor Solórzano está encargado de subvencionar a dos periódicos de e.sa localidad, a fin de que presten útiles i oportunos servicios a la causa de la República. xAI Cónsul Vallarino se remiten 200 libra.? esterlinas a fin de que proporcione a V. S. las sumas que fuesen indispensables para gastos estraordinarios. Dios guarde a V. S.

M.anüel I r ig ótbn . Al señor Ministro de Esíado en el despicho de Guerra i Marina.

LYE!. án niicia la prisión d el M inistro ííod oi i s« Secretarifit,

. M anuel ÍBiGórES.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIOÍIES,

Al señor don Luis £. Marques, Cónsul Jeneral del Perú en Panamá.

NÚM.

3.—MENISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. (Reservada.)

Lim a, 3iayo SS de 1879. Señor: Tiene informes el Gobierno de que el armamento recibido eu Honduras por la via de Panamá es de mala c.alidad. Por consiguiente, ratificando las instrucciones dadas opor­ tunamente a V. 8., lo provengo que no conviene comprar un solo rifle que no .sea de un sistema conocido como bueno i que no haya sido examinado ántes por la.s personas competentes de qne debe V. S. servirse. Queda V. S. prevenido a fin de que no contrate el espresa­ do armamento recibido por la República de Honduras, .si son exactos, como tengo motivos para creerlo, los informes recibi­ do.? por el Gobierno. Dios guarde a V. S. M anuel I rigóyen . Al señor Ministro Plenipotenciario del Perú en las Repúblicas do Centro•Amériea.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORE.?.

(Reservada.) Lima, kfaijo 29 de 1S79.

! i

, '

Lima, Junio S de 1879. Señor: Pongo en conocimiento de V. S. que habiéndose presentado en este puerto del Callao don Domingo Godoi, como Represen­ tante diplomático de Chile en Bogotá, i su secretario, un señor Vial, ámbos en el vapor de la carrera, i habiendo permanecido .al ancla esperando el otro vapor qne saldrá para el puerto do Panamá cl próximo juéves, el Gobierno dispuso estraerlos del vapor-correo i retenerlos como prisioneros de guerra. Así se hizo, en efecto, después que dichos señores abaudonarou el asilo que habian buscado en el vapor de guerra de los listados Unido.? Pensacola, cuyo comandante, de acuerdo con el Minis­ tro de su nación, manifestó, como era justo, que estarían a su líordo solamente miéntras io hiciesen con eí beneplácito dol Gobierno peruano. Pongo este incidente en conocimiento de V, S., tanto para qne esté al corriente de él i pueda hivcer apreciar la audacia o la ignorancia supina de esos ajentes diplom.íticos, que se iatrodncen en un puerto o plaza fuerte enemiga, contando, au duda, con una tolerancia que de nuestra parte habría sido cul­ pable, cuanto para prevenir a V. 8. que bajo ningún concepto envie a empleados de esa Legación por la via del Estrecho, que evidentemente los conduciria a los puertos chilenos donde la.? represalias serian inmediatas con ellos; prefiriendo, en caso necesario, el rodeo de San Thomas i Panamá, si la r á de Bolivia uo pareciere e.?pedita. .Dios guarde a V. 8. M a n u e l I r ig ó y e n .

Ai s«ñov (Ion A. Y. ds lá Torra, Enviado Estraordinario i Ministro PienipoSeñor: toEciaríu de! Perú en la República Arjentina. El Cónsul del Perú en Panamá, señor Vallarino, me dice en oficio de 1-1 de los corrientes lo que sigue: “ Como anuncié a V, S, en nota del 7, sin número, escrita a última hora, llegaron de Southampton en aquel di.a, por el va­ por Para, i consignados a mí en esta ciudad, 157 bultos con­ 2>ebe o b s c r y a p s e a l « o b i e r i í o e c u a í o r i a u o et* s a swe, teniendo 156 balas cónicas de a 300 libra.? i una caja pequeña. d ia c io s* c o n C lílle . — S e m i í e in s tr iic c lo s ñ c s 5 m a n iPosteriormente recibí del señor don Ruperto Alzamora la si­ S e s ío . ■ guiente comunicación fechada en esta ciudad el 16 de Abril próximo pasado: MINISTERIO DE RELACIONÍS ESTERIORES. “ De acuerdo con nuestro Ministro en Lóudres, señor don Cários Pividal, remito por el vapor P a rá de la Mala Real, i Lima, Junio 3 de 1879. consignados a V. S., 156 balas de a 300 cada una i una caja pe­ Señor: queña conteniendo seis piezas de metal. Estos proyectiles de­ Me es grato contestar la comunicación de V. S. de 16 de bían ser remitidos directamente al Callao, pero habiéndose Mayo último, número 20. (1) negado la Compañía del Pacífico a tomarlos en sus vapores que És mui sensible que ese Gobierno no baya apreciado la ne­ hacen viaje de Panamá al Callao, tendrán que permanecer en cesidad de protestar contra la doctrina de la reivindicación, esa al cuidado de V. S. hasta que el supremo Gobierno dispon­ ga su conducción al Callao. (1) Tomo III, péjins 53, párrafo OXX.

31

DOCUMENTOS INÉDITOS.

1

porque el eilencio del Ecuador importa nada ménos que la aceptación tácita de las pretensiones de Chile. La circunstancia de haber interpuesto ese Gobierno su me­ diación, no mede ser un obstáculo para el fin indicado; porque, a pesar de os buenos deseos que _animan al Jeneral Veintimi11a, dicha mediación tiene que ser'estéril en el estado actual de guerra. Tampoco puede ser, aun, inconveniente la forma de mani­ fiesto da Chi e, que es uu documento cnya auteuticidad i ca­ rácter oficial están fuera de toda duda, supuesto que lleva ma­ nuscrita la firma del Ministro de lielaciones Esteriores señor Fierro. Tratándose del Ecuador, las raservas i escusas de que me da V. S. cuenta, no deben pasar desapercibidas. Conviene, por lo tanto, (¡ue V. S. observe con prudencia, pero activamente, los actos de e.?e Gobieruo, ya informándose de sus relaciones con el señor Godoi, Ministro de Chile, ya averiguando el curso que sigue la misión diplomática encargada al Jeneral Urbina en Santiago. Dios guarde a V, S.

Mayo último, por la cantidad de 1,000 pesos oro americano o su equivalente; i la segunda, de 24 del mismo, por la suma de 500 pesos en oro americano o su equivalente. Dios guarde a V, S, M a n u e l I r ig ó y e n . AI seRcr don Lnis E. Márquez, Cónsul Jcaeríi! del Perú en P.snamá.

LXL Autoriza la com pra d e uu b ü iid a d o .-P ro p o sicio n cs liechas al Jen eral Daza por J. Sotom ayor. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

(Reservada.)

Lima, Junio 11 de 1879. Señor; S. E. el primer Viee-Prcsidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo, a quien me apresuré a dar cuenta de la M a n u e l I riciÓv e n . importante nota reservada de V. S., fecha 30 de Abril último, ba recibido lleno de entusiasmo la noticia que me comunica Al señor doh Emilio Boniíar, Ministro residente del Perú en ei Ecuador. V. S. respecto la posibilidad de adquirir el buque poderoso ' cuya minuciosa descripción contiene su citado oficio; i acordó MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. eu el acto, con la opiniou uniforme del gabinete, que se hicie­ ra a V, S, cl telegrama siguiente; "Acum U Canevaro compra Lima, Junio 3 de 1S79. blindado ofrecido, nota 30 Abril, sin omitir sacrificio, menor Señor: No existiendo periódicos en esa ciudad i careciendo, por plazo posible." E.?te telegrama llegará a poder de V. S. dentro consiguiente, de ese medio poderoso para instruir al público de ocho dias, i el Gobierno espera que sin pérdida de momen­ de la justicia i del derecho que nos asiste en la guerra provo­ tos i de acuerdo con el segundo Vice-Peresidcnte señor Cauecada por Chile, es indispensable que V. S. procure e.strechar, varo, se arreglará la compra del referido blindado, acordándose cuanto sea posible, sus relaciones con las personas mas carac­ para la entrega ci menor plazo posible, que puede ser de dos terizadas e influyente.?, a fin de poder contar con sus simpatías i meses i aún ménos, según lo manifie:?ta V. 3,; i .se halaga aun colaboración; pero sin tomar parte en la.? cuestiones interiores ma? todavía con la idea de qne la compra se haya realizado a la fecha, supuesto que existen en Europa, hace mucho tiempo. de esa República. Respecto a noticias, no debe hacer V. S. publicaciones suel­ las órdenes mas apremiantes para la adquisición de blindados. Dios guarde a V. S. tas, si ellas pueden comprometer de algún modo el decoro del M a n u e l I r ig ó y e n . Perú, dejando el empleo de tal recurso, en la forma mas apro­ piada, a la discreción e intelijencia de V. S. Al Ministro Plenipotenciario del Perá en Francia. Por este correo le remito algunos recortes de periódicos so­ bre los últimos sucesos, dos ejemplares de la Memoria presen­ MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. tada por este despacho al Congreso i otros dos del Manifiesto a los Estados amigos, re.servándome enviar, oportunamente, al (Reservada.) Ministro de Relaciones Esteriores de esa República, el mismo Lima, Junio 18 de 1879. Manifiesto, cuando esté terminado el folleto que so ha mandado Señor: trabajar. Se ha recibido en este Mim.?terio la nota de V. S. del 11 La protesta del Cuerpo Diplomático sobre el bombardeo, no del actual, i con ella copia de los documentos que por órden se lia publicado aun i permanece en carácter reservado. del Supremo Director de la Guerra me dirije V, S., sobre la Dejo así contestada la comunicación de V, S, de 17 de Mayo manera, como el Gobierno-de Chile ha querido desmembrar el último, número 23, territorio del Perú. Dios guarde a V. S, En re.?puesta, me es grato decir a V. S. que, con esta fecha, M a n u e l I r ig ó t e n , remito a nuestras legaciones en el esterior, copias de dichos ¿1 señor don Emilio Bonifaz, Ministro Rssidoato del Perá eu el Ecuador. documentos, i principalmente a Buenos Aires, a fin de que lla­ gan conocer a los gobiernos, cerca de los cuale.? e.stán acredi­ tados, la política aleve del Gobierno de Santiago, Debo indicar también a V. S., que es mui conveniente tra­ bajar cerca del Excmo. señor Jeneral Daza para que or­ Apruébase la co5«í«cta d d Cónsul 5/nrrañaga i se Ic dene la publicación de ellos, porque esa medida influirá mu­ cho 011 el desprestijio de Chile ante las naciones civilizada,?, m anda dinero. i en qne resalte mas, cada dia, la justicia de la causa que de­ HTNISTERIO DK RELACIONES ESTERIORES. fienden las repúblicas aliadas. Dios guarde a V. S. Lima, Junio 4 de 1879. M a n u e l I r ig ó y e n . Señor; El Gobierno ha tenido a bien aprobar la conducta do Y, S., Al Mñor Secretario del Supremo Director de la Guerra. de que da cuenta su oficio de 20 de Mayo último (1), relativo al embarque de las armas i maniciones que ha conducido al Callao el trasporte nacional Talismán. En los nuevo.? casos que ocurran debe V. S. proceder con la mismá actividad, dando cuenta detallada a este despacho de Cuestión 'Xuxorj” óociuuentos sobre contrabando de g u erra (2). los pasos i exijencias de los ajentes chilenos. Se ha dado érden al Ministro do Hacienda, para que por m in is t e r io d e r e l a c io n e ,? e s t e r io r e s . este mismo vapor remita la cantidad de 200 libras esterlinas (1,000 pesos fuertes) para atender a los gastos estraordinario.? JAma-, Mayo 30 de 1879. Señor; ?ue allí ocurran. Se ha ordenado, igualmente, el pago, por la laja Fiscal de este departamento, de las dos libranzas jiradas El vapor Xizíw de la “ Compañía Alemana Kosmos,” que ac­ por V. S. a favor del Coronel Aramayo; la primera de 22 de tualmente se halla en eb Callao, ha trasportado 2,000 rifles,

LXII.

( C Tome [II, pájina 26.

(2) Tomo I, pijina 572.

GUERRA DEL PACÍFICO.

32

100 carabinas i otros artículos de contrabando de guerra, de Montevideo a Valparaíso; hechos de pública notoriedad i con­ fesado por el mi.smo capitatide dicho buque en k sumaria ave­ riguación hecha en el Callao, aunque eacusándo.se con la protes­ ta de no haber conocido el contenido de loa cajones en que venia cl armamento. Miéntra.s tanto, sabe el Gobierno quela‘'Gompoñía Kosmns” habia, en tiempo oportuno, ordenado a sus ajentes eu América que se abstuviesen de hacer el trasporte de elementos de guerra en sus naves a los puertos bnlijcrantea; que los ajentes de Chile trabajaban públicamente en Montevideo jiot conseguir un buque que se encargara de dicho trasporte; i, en fin, que para nadie fué un secreto que se trataba de conducir a Valparaíso artículos de contrabando de guerra. Tales hechos han llamado justamente la atención del Go­ bierno, i no ba podido dejar de e.strañar que V. S. estando, como supone, ai corriente de ello, no hubiese procura.do conse­ guir de ese Gobierno que se impidiese la salida de tan conside­ rable armamento con destino a uno de los belijerantes, ni haya comunicado dato alguno a este respecto. A la vez habría sido conveniente que V. S. hubiese tratado prevenir, de un modo claro i terminante, a la oficina de vapores i aí capita.n doi Lm or que practicaban un acto prohibido i contra los intereses del Perú, a fin de que después no alegasen ignorancia. En esta virtud, dirijo a V. 5. la presente, tanto para qne a la brevedad posible se sirva travsmitir lo.s informes i esplicaciones del caso, cuanto para que en .adelante tome ks medida.? que acabo de indicar. Dios guarde a V. S. . M a n u e l I k io ó v e r . At señor don Enrique Algorla. i Villa do Moros. Cón.sttl del Porú en MonleTídco,

NOTAS DB L A I.EGAO IO N D EL P E E Ó EN BUENOS A IR E S . NÚM.

71.— MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Jim in 27 de 1879. Señor Mini.stro: Tengo la honra de remitir n V, S. copias legalizadas del ofi­ cio de k Legación en Buenos .úire.s, sobre embarque.? de armas a bordo dei vapor aleman Limyr i del anexo correspondieote, llamando k atención de V. S. Ríela las palabras con que ter­ mina la primera de dichas comunicaciones, esto es, que dicho vapor Luxor recibió en Montevideo lo.? artículos de contraban­ do de guerra para Chile de.?pues de haberse negado k Compa­ ñía lngle.?a de Vapores en el Pacífico a conducirlos, ' Lo que me es grato comunicar a V. S. pata los fines a que haya lugar. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r k ió y e n . Al Excmo, ceiior Ministro de Estado en el despacho de Guerra,

NÚM. G.5.— LEGACION DEL PERÚ EN BUENOS AIRES.

tiros) siguiera a ,?u destino, no considerando qne hubiese vio­ lación de neutralidad en ese proceder.” Como la solicitud del Cónsul filé verRal, se le contestó en k misma forma por el Oficial Mayor del Ministerio. Una vez llegada a mi conocimiento la resolución del Gobier­ no Oriental, he dirijido al señor Ministro de Relaciones Esterinres de esa República el despacho qne eu copia'acompaño, lie maiiife.st.ado en él, con toda claridad, la justicia de mi re­ clamo; pero como es de temcr.se que ese Gobierno sostenga su resolución, apoyado como está por las opiniones de altos fun­ cionarios del país, lie reservado poderosos argumentos para es­ poner mas tarde, i aunque la mayor parte de los publicista.? no e,?tán conformes en sus principio.? sóbrela materia i mas bien sostienen la, libertad del comercie de armas, bajo la responsa­ bilidad de los súbditos do la nación neutral i corriendo ellos los riesgos de sus negociacione.?, estoi decidido a sostener la dis­ cusión hasta donde me sea po.?lble, Ko sucede lo mismo con la República Arjentina, obligada por el artículo 21 del Tratado, de Amistad, canjeado en 20 de Di­ ciembre de 1875, a prohibir la conducción i comercio de toda clase de arma.?; paro como lie dicho a V. S., eu corre.?pondencia anterior, no le creido conveniente entablar por escrito jestion alguna, i se convencerá V, S. de que he obrado acertada­ mente, cuando .se imponga de la conferencia qne tuve el 17 del presente con el señor Ministro de Relacione.? Esteriores de es­ ta República, de k que daré cuenta en nota reservada, por requerirlo su naturaleza. Por lo demás, .sí puedo indicar aquí que el señor Ministro me hizo presente que no podia impedir el comercio de arm.is con Montevideo; pues el artículo del Tra­ tado, que hice traer a la vista, solo .se referia al coineroio con loa países belijerantes, i que no siéndolo la República Oriental, todo lo que podia exijir seria la suficiente garantía de que las armas que salieran de Buenos Aire.? .serian desembarcadas eu Montevideo. Bien, es verdad, que observé al señor Ministro que estaba en .su conciencia que esas armas se remitiaii a Chile, i cue se sacrificaba a la forma el fondo de las co.?as; concliiyen( o por pedirle que consultase nuevamente con el Pre.?idente i el Consejo, llam,?.nclo su atención sobre el citado artículo del 'Tratado de Amistad. (Reservando, como lie dicho a V. S., el ocuparme de este a.?unto en nota reservada). No terminaré sin hacer presente a V. S,, que el armamento comjirado por Chile .se compone de 1,770 fusiles, 1,192 carabinas i 210,000 tiros, según los infor­ mes C(ue he recibido (aunque no tengo, por falta de recursos, todos los elflincutos que necesito para conocer cierta e iumediatameiup, los negocios de e.sta especie que realicen los ajentes del' Gobierno chileno). Eu el vapor Luxor de la línea ale­ mana se embarcó en Montevideo la tercera parte de ese cargamento, o sean 9í bultos, como dejo indicado a V. S. al principio, habiéndose negado k Compañía Inglesa de Vapore,? en el Pacífico a conducirlos. Dios guarde a V. S., Señor Ministro. L V. DE LA T o rre , Al señor Ministro do Relaciones Esteriores dcl Peni,

Buenos A im , Abril 22 de 1879. Señor Ministro: ANEXO A LA ROTA NÚM. 65. En el acto que tuve noticia de que los ajentes de! Gobierno chileno habian comprado i remitido a. Montevideo, para trasla­ Núm. 9.—Legación del Peni en la Pxpública Oriental del dar a Chile, un número de armas, que entónces no conocía, Unw uai—Bm m xúires, Abril 18 de 1879.—Señor:—Sabe me dirijí a nuestro Cónsul en aquella capital, previniéndole se V, E, que ol Gobierno de Chile, después de haberse apoderado acercase al señor Ministro de B.elaoiones Estoriores i pidiese se víuleiitaniente de una parte del Litoral boliviano, sin prévia impidiera el embarque de esas armas, pues con ellas se favore­ (leclaracion de guerra, rechazó los buenos oficios ofrecidos por cía a Chile que habia declarado la guerra al Perú. De.sgracia- el Perú i mas tardo su mediación, concluyendo por declararle damente esto sucedía en los dias .solemnes de la Semana Santa. la guerra. Conocidos por V. E. los antecedentes, omito relatar­ S. E. el Presidente del TIruguai se hallaba en el campo, el des­ los i hacer un comentario sobre ellos, seguro de que en k eonpacho estaba cerrado, i el señor Ministro de Relaciones R?- ciencia de todos los pueblos americanos existe la de.saprobacion teriores contestó que tenia que convocar el Consejo i consultar mas esplícita de actos tan reprobados como los practicados por con S. E. el Presidente. En efecto, el 11 de lo.s corriántes ,se el Gobierno chileno, tanto respecto del Perú como de Bolivia, reunió el Cou.sejo, después de haber estudi.?,do la cuestión por invocando, al ocupar el Litoral de esta última República, el separado cada uno de los ministros, según me comiitiic.a el principio áe reiviiidicaíiion, rechazado uinversalmente i cuya.? Cónsul; consultado a los miembros del Tribuna], Fiscal de la gravísimas consecuencias no pueden ocultarse a la ilustrad,? nación i profe.?or de derecho internacional de la Universidad, penetración de V. E.—R.ecordados brevemente los licchos, paso i sosteniendo que obraba conforme a has doctrinas de los pu­ a ocuparme del objeto de este despacho.— Hace pocos dias que blicistas modernos, acordó el Consejo: “ Que el Gobierno no po­ tuve conocimiento de que ájente.? del Gobierno chileno habian dia impedir ab.?olutamente las transacciones mercantiles i que negociado algunas armas i municiones i trataban de embarc.arpor consiguiente no le era posible evitar que el cargamento las en Montevideo con dirección a puertos chilenos. Autoricé (94 bultos, conteniendo poco mas o ménos mil fusile.? i 70,000 en el acto al Cónsul peruano en esa plaza para que, acercáii-

DOCUMENTOS INÉDITOS.

i i

í

33

do.se a Y. E., le manifestara que no impidiéndose e! comercio se impidiese el embarque dc e.sas arma.?. El señor Ministro dc armas, ilícito eu estas circun.st.ancias, se ocasionaria im coute.'‘tú que no pedia adoptar esa medida, siu tomar la.s 6rde-' grayísjmo daño al Perú. Aquel fíiucionario me li;t hecho saber lies deS, E. el Presidente, que se hallaba en el camin; i solo (jue Y. E. ha contestado no poder impedir las transacciones el M-, Lunes de Pascua, se reuidó el Oonsejo de Ministros, i mercantiles de ese jéiiero, ootisiderando que con tal resolución según me eomuuicó el Gónstil, iiahia resuelto, pvévia consulta uo se violan los principie.? de neuw-.alidad.--Vínculos estrechos de juris'jonsulto.s, qne conforme a los principio.? de derecho de amistad unen, .señor Ministro, al Perú con la República iiueruacion.al i a las leyes internas, no podia impedir el co­ Oriental, del Uruguai, i mui hijos estoi de suponer que sn mercio de amias, ni consideraba que hubiese viciación de la ilustrado Gobierno permitiese qne en el territorio de la Repú- ^ neutralidad en ese proceder. Eu coiiseoiiencia, ei 15 .se cmblica se practiquen actos, de cnah'iniera naturaleza qne .sean, baicó el cargamento en el Luxcr, que 110 podía ignorar el con­ cajaces de causar mal al Perú durante la guerra a qne lia tenido, pues la Compañía. Inglesa de Vapores en el Pacífico se sido arrastrado por los procedimientos del Gobierno chileno. habla negado a cundncirlo i se habían conocido demasiado los Por otra parte, aplicando a la situación actual los principios pasos dniios por e’ Cónsul para impedir el embarque. Eu una ciudad tan popnlo.s.a cmnu Buenos Aires, no e.s fácil univcr.salmeiite reconocidos del derecho ¡nternaclona, uo pue­ de poiier.se en duda que e.staiulo eu guerra dos luiciones iiiiii- saber imoediat,aim;ute que .se realizan cierta clase de negocios ga», una tercera, que no toma parte en el'.i, evita cpie .se favo­ parales qne.se toman todas las precauciotics necesarias i se rezca a una u otra de las beiijerantes, impirliendo que los procura guardar la mas absoluta re.sürva. A pesar de esto, por habitantes del país les ¡irescen ausiiio de ciiiilqnier jéiicro.— un esce.so de precaución da mi parte, recibí, o los cuatro días I no se diga (|ue puede permitirse la pre.stac.iou de ausilins a dc hahersé declarado eu Oliik la guerra al Perú, el aviso de una i otra de la,5 partes beiijerantes, porque se ha con.siderado, une he hablado, e iiimeilialaraent.fi tornó las medidas necesa­ siempre, imposible el poder conseguir una igualdad peiiocca, i ; rias para impedir qne el arniíimecto marchara a sn descino, i semejante principio ha sido recbazndo. Eu el caso actual, miéii- miestro Cónsul en Montevideo dió los paso-s necesarios. No es, tras que Chile, dueño hoi del Estrecho i teniendo su Litoral a pues, cierto que hubiese dejado de practicar ¡as dilijencia.s ne­ la salida de ese canal, tiene todas las íaciiidades que puede cesarias p.ara impedir la .salida de esas armas, i ménos v'jiie desear para el trasporte de armas, desde que las saque de la h.aya habido falta de actividad en el Ajente diplomático. Él 18 recibí la noticia del resultado que hablan tenido los Aduana dc Montevideo; el Perú 110 podría llevar cargamento alguno, porque teniendo que pasar por el Estrecho, ocupado pasos dados por el Cónsul, i c! mismo di

NÚM.

123,—1-L'G.ACION DEL PERÚ KN BUENO.? AIREiS, (Reservada.)

V,k. w V

G

G i-v ■ G i C

'

O ;

Buenos Aires, Junio 18 dv 1870. Señor Ministro: Uno de los diarios de esta ciudad ha rejistrailo lioi una carta del corre.spoiisal de L a P a t r ia de Lima en el Callao, fechada en 18 de Mayo, en la que se censura a mie.stro Cón.sul en Montevideo i se aciusa de falta dc actividad a esta Inigacion, por haber conducido cl Lim r armamento para Chile, i aunque el Supremo Gobierno está al corriente de que esas aseveracio­ nes son lijeras e inexactas, creo conveniente desvanecerlas en cata nota. El 5 de Abril, víspera de Domingo de Raríias i me.permito llamar la atención de V. S. sobre las fechas i la solemnidad de los dias en que tenian lugar los hechos de que voi a ocu­ parme, se publicó en Chile la declaratoria dc guerra al Perú; el 9, Miércoles Santo, en la tarde, tuve aviso de que .se habian comprado unos rifles para Chile i debiau ser embarcados en Montevideo cnn dirección a Valparaíso. En la mi.sma tarde escribí oficial i privadamente a nuestro Cónsul en Montevideo autorizándolo para que ,se dirijie.se al señor Mini.stro de Rela­ ciones Esteriores de la República Oriental del Urnguai con el objeto de impedir, por todos los medios posibles, el embarque de esas armas. El 10, /«m s íSümío, llegó mi correspondencia a Montevideo; pero como se hallaba cerrado eso dia el Con.sulado, solo por una casualidad concurrió el Cónsul a su oficina el 11, Viérnes Santo, se impuso de las órdene.s que le daba i en el mismo dia bu.scó al señor Ministro de Relaciones Este­ riores, i apoyado en la autorización que le habia dado, pidió T om o iv .— ó

Lima, Julio 24 de 1870. Beñor Ministro;’ El Oóii.sril .Teocral dc la Preijública eu Hambiiigoen nota rei .servada de 14 de Junio próximo pasado me dice, entre otras co.sas, lo siguiente; “ Fe ha publicado también la noticia que privadamente recibió la “ Compañía dc Vapores Kosmo.s,'’ dc so ajeóte un Akipararse, de liaher el Gobierno peruano ca|)tiirado cl Licror, por haber conducido elemento,? dc guerra líe iVfontevideo a Valparaiso, i haber eu e.sa virtud diclio ajenie ordenado que el vapor sji guíente regresa.sc de las costas de Chile sin cmitinuar su viaje : al Callan, trasbordando a los vapores ingleses la carga que con■(lucia para cl Perú, I Con tai motivo, el director (lelaCompañía indicada solicitó (fe mí una entrevista, la que tuvimos cl jueves 12, i en ella, preseucímdome el libro cu que por medio de prensa copia la correspondencia orijinal que dirije a ias ajencia.s, me leyó la que había e.s'crito con fecha,? 14 i 15 de Abril a los ajentes en Yalpavaiso, Arica i Callao, caitas (¡ue efectivamente manifies­ tan ¡a recta conducta del Directorio i su decidido propósito de observar neutralidad eu la guerra del Pacífico, i además él .se esforzó en manifestarme qne .su deseo pritjcipal, al verse con­ migo, era el que hiciera llegar al Gobierno la persuasión deque la conducta del ájente en Motevideo o capitán del vapor, era altamente reprobada por él i opuesta enteramente a sus deseos. Que es verdad que no le habian becbo las prevenciones que a los ajentes en Valparaiso,-Arica i el Callao; pero eso provino de que no se les habla ocurrido que en Montevideo, puerto ¡)or el cual no se esportan armas i di.stante del escenario déla guerra, sucediese nada parecido a lo que ha tenido lugar. Que ruega al Gobierno crea en la inocencia del Directorio; i final­

34

GUERRA DEL PACÍFICO.

mente, que también desaprobaba !a conducta del ájente en 3. ° Aun cuando hai diverjcncia de opiniones entre los tra­ Valparai.so por no haber dejado seguir su carrera hasta el Ca­ tadistas respecto de la confiscación de la nave, nuestras leyes llao al Jiamsés, i que me pedia para dar la órden de que los son terminantes, i el artículo 2. ® del Reglamento de *Abril vapores siguieran el mismo itinerario anterior, que trasmitiera ' de 1S22 establece que “ hai ltig.ar a juicio si los buques neu­ al (íobicruo del Perú, a costa de él, un telegrama, en los tér­ trales o amigos condujeren al territorio ocupado por el eneniimino.? a mi juicio convenientes, para disipar la prevención qne ■go alguno? artículos de contrabando de guerra;” i el rc.sultedo pudiera tener.se contra esa linca.” dcl juicio puede ser la confiscación de la nave, corno puede ser Lo que tengo el houor de trascribir a V. S, para su conoci­ su absolución, según los casos que se presenten. miento i fine.? a que hubiese lugar. 4. ® El) fin, debe V. 8. hacer notar que un vapor que hace Dios guarde a V. S. viajes constantes en todos nuestros puertos i practica el ca­ botaje, gozando de no pocas prerrogativa.?, no se halla en la,? M a n u e l I h iq ó y é n . mismas condiciones que uu buque que viene, acaso por prime­ Al scfior Ministra ele Estada en cl despacho de üusm i Marina. ra i única vez, a entregar un cargamento a un solo puerto determiuado; de suerte que en el primero el contrabando de guerra está reagravado notablemente. IN ST RU C C IO N ES PA R A L A M ISIO N EN B E R L IN , Dejo a la ilu.?tracion i al tacto de V. 8. servirso do otros argumentos, que vengan en apoyo i defensa de la.'justificación MINISTERIO DE liELACdONES ESTERIORES. i rectitud con que procede el Gobierno, si fuere preciso entrar (Reservada.) eu un debate. Pero no debo olvidar que en el Perú uo hai prevención alguna ni contra la “ Compañía Ko.?nios” ni nin­ Liím , Agosto ( rel="nofollow">de 1879. guna otra; al ini.5mo tiempo qne está resuelto a proceder con Señor: cncrji'a, siempre qne no se respeten las leyes de la neutralidad. Paso a dar a V. S. las intvucciones Cüveiiientes para el buen Rento que el juicio se tramita activamente i que no hai desempeño de su mi.sion diplomática eu Berlin. derecho para dudar que su resultado será la espresiou de la V. S. conoce ya por las publicaciones hechas en la prensa na­ justicte. cional, el delito coitielido por el vapor Luaw de la “ Compañia No terminaré sin participar a V. 8. que cl señor Ondereyk, Alemana Kosinos.” Dicho vapor, quebrantando las leyes de encargado provisionalmente de la Legación alemana, por ausen­ neutralidad, asumió el papel de bslijerante, trasportando ar­ cia del Encargado do Negocios señor Lührsen, qne se halla cu mamento de Montevideo a Chile; hecho confesado por el mis­ Europa, .se ha limitado a preguntarme vcrbalmente, en dos mo capitán en la protesta que hizo en,el Consulado de su nación ocasionc.5, el estado en que se hallaba el juicio, a cuyos deseo.? en Valparaiso. Una vez que arribó a! Callao, el capitán ratificó lie eorrespouclido dándole las informaciones coiivcijieutes. el contrabando de guerra hecho por é), eu la averigimcion su­ Dios guarde a V. ,S. maria hecha do orden snperinr, la qne dió por resultado que se .Ma NI-RL Ill'IGÓYEH. manda se seguir el juicio correspondiente. B.?te se ha tramitado con toda la rapidez posible, h.abiéiidose A! sofiM don Cárloí Ti/idal, Ministro Rssidcaie del Perú en el Imperio Jerraánico. declarado buena presa el espresado vapor eu su primera instan­ cia; fallo que está pendiente del que emita la segunda que, según la lei, lo es la Corte Superior de Justici.a, JU IC IO E IN D IC A C IO N ES D E L SU PREM O D IR EC T O R D E LA _Me falte tiempo, por ahora, para hacera V. S. una aprecia­ G U ER RA SO BRE E L “ L U X O R .” ción detenida de lo.? hechos i su relación con ios principios del derecho inteniaeional i la lejislacion de la República; pero MIRISIEBIO DE RELACIONES ESTERIORES. y. S. hallará dilucidados los puntos principale.?, en loa imporLima, Agosto 12 de 1879. taute.? documento,? (|ue le remito adjuntos i cu que constan: 1. ® Vista fiscal; 2. ° Sentencia del Tribunal de Pre.?a.?; 3. ® Señor: Con viva satisfacción se ha impuesto S. E. el Jefe del Esta­ Informe del Ilustre Colejio de Abogados:!.® Informe de la Facultad de Ciencias Políticas i xAdministraíivas; 5. ® Cartas do del olicio que con feclm 8 de los corrientes se ha servido cambiadas entre los señores doctor don Pablo Pradier Fodcré i V. 8. dirijirme, trasmitiéndome las opiniones o ideas de S. E. doctor don Manuel A. Fuente?. En fin, le acompaño copia del ! el Supremo Director de la Guerra respecto de la cuestión Reglamento de Presa.? de 29 de Abril de 1822, que lia recibido I Luxor. Ellas coiiiciden perfectamente con las que abriga el algunas modificaciones p;i.?terioriiieute. como se iulbruiará ' Gobierno de la República: i el procedimiento insinuado per V. S. ■8. E. el Jeneral Prado es, eu verdad, el que está resuelto a Penetrado V. S. de los sucesos ocurridos con el Luxor i de ■üliscrvar en tan delicado asunto, según el carácter nue puedan las disposiciones vijentes en nuestra lejislacion, para lo cual le darle acontecimientos po.srcvwres. Juzgando mui oportunas i convenientes las indicaciones que ofrecen un caudal de luz los documentos i publicaciones refe­ ridas, .?e dirijirá sin perdida de tiempo a Berlin, de.?pLies de me hiciera V. S. en nota anterior, a nombre de 8. E. eP Jeneral consultar e! buen servicio de ia Legación, en I,óndre.s, que no Prado, S. E. se apre.?uró a enviar al doctor Fividal, Ministro debe sufrir interrupciones que puedan afectar los intereses de Residente de ia República en Lóudres, las crcdcnciale.s do la República. Ajente diplomático del Perú, con el mismo carácter cerca del En Berlín, si el Ministerio de Relaciones Esteriores no to­ : Gobierno de Alemania, temitiéiidole, como digo a V. 8. en note mara la iniciativa sobre la cuestión del Ltuor, ni el Canciller feciia de ayer, las instrnccioncs necesarias, a fin de adelantardel Imperio hiciera a V. S. ulguua indicación que le permitiera : nos a la? je.?tioiies que pudiera hacer dicho Gobierno respecto ofrecerle de.?pue.s, jiara una conferencia, todos ios informes de! de la cuestión aludida. ca.so, entonces V. S. procurará traer ia couversación natural­ ! Cree S. E. cl Jeneral La Puerta i su gabinete, como S. E. cl mente para descubrir los sentimientos o ideas de aquel Gobier­ Jeneral Prado, que el Gobierno aleman no entablará ninguna no; lero cuidando, sobre todo, que no aparezca que la misión reclamación diplomática referente al Lu.vcr, porque además de V. S. es dar csplicaciones que no se lian pedido basta aquí, I de los antecedentes perniciosos i perjudiciales para él mismo ni mucho ménos un temor ipie el Gobierno dcl Perú no abriga, que con cl hecho de entablarla .sentarla, no le .seria honroso ni puede abrigar uu momento, dadas la jnstificacion i la se­ pretender desconocer el perfecto derecho i ¡a manifiesta justi­ guridad con que procetle cu é.ste como en todos los casos. cia con que procedemos respecto a esa nave, cnya conducta Llamo especialmente la atención de V, S. hácia los puntos viülatoria de los mas elementales debetes que le imponía su siguientes: l. ° El eapitr.u del Luxor recibió en Moutevideo carácter de neutral, es ya conocida. Pero si, por desgracia, ia reclamación se llevara a cabo, el artículos de contrabando de guerra, cuando tenia conocimiento de estar el Perú en lucha con Chile, habiendo sido rechazados Gobierno do k Pvépública no observará otra conducta que la esos artículo? porte “ Comiiañía Inglesa de Navegación en el insinuada, por 8. B. el Jeneral Prado, porque ella e.s conforme Pacífico;” i cuando era un hecho público que los ajentes chi­ a su derecho i a su dignidad, i Como V. 8. debe saber a la fecha, el Lium ’ fuó condenado lenos .solicitaban medios de trasportarlos, como buena presa en primera instancia i los autos entraban en 2. ® El contrallando de guerra ha sido reconocido por el capital! del Luxor, así en su protesta hecha eu el Consulado apelación eu k Corte Superior de este di.strito. Es mui proba­ ■aleman en Valparaiso, como en la averiguación sumaria prac­ ble que la sentencia será confirmada como lo seria en el Tribiiticada en el Callao. I nal Supremo o si se elevase recurso de nalidiul.

35

DOCUMENTOS INEDITOS.

mero 9, pidiéndome cootc.?rac¡ou a detalles (juc me daba en una de SL13 cartas. El 16 de Abril, nota copia viúir.cro 10, coiiteslo al'sefmr Mini.stro (la la Torre su circular di; 10 rltd uiismo, i en e.sa con­ testación verá V. 3. lo? deseo? ile que estaba animada mucha jenlo aipií. Eo nota de 19 de Abril, opia número 11, el ssfiov M i­ nistro me participé su deci.sion de entablar loclamaoiooe? con­ .41 señor Ssereutio Jeneral dcl Suprime Director tle in liuem, tra este Gobierno, las cuales .sé (¡uo .?c pnisigucn activamente.” Lo (¡lie tra.?cribo a V. 3., a ñn de (pie esta nota figure en el [ juicio que ,?s sigue al Liixor, iueluyéudole además ¡os anexos de su referencia. P IL IJE N C IA S PP.ACT1CADAS PO R E L CÓNSUL D E L P E R Ú Diüs guarde a V. 3. KN M O N TEVID EO .

Dando, pue?, como terminado este asunto auto los Tribuna­ les de Justicia, debemos prevenirnos a tratar de la cuestión bajo el nuevo canícter (pie pueda asumir, i pueda V. S. asegu­ rar a S. E. el Jeneral Prado i]ue este Mmisterio uo olvidará KU5 deberes eu tan delicado asunto. Dios guarde a V. 3. M anuel I rtcóyen.

M a n u e l I iu ü ijy e s . MUÜSTKRIO DE RELACIONES ESTERIORES.

A l s íñ o r M in is tra d c L t U d o an c’

ilcsuadui dc Gacri ii i

M iirm a ,

Lima, Agost'.) 13 de IS79.

O'v.--

‘w

k'.

.

í k.W' k..'

O k/ < k..

‘o 'w* C'

V.-Í

'■w' c

G C G G

Señor Ministro: El sefior Cénsul del Perú en Montevideo me dice, en nota (le B de Julio piníximo pasado, lo que sigue; “ Para que V. E. forme un juicio exacto sobre la? dilijeneias practicadas por este Consulado respecto al Luxor i sobn; sn re­ sultado, me permito incluir a ésta las-copias dc la.? notas i tele­ gramas relereistos a ese desgraciado incidente desde los n'úmevos 1 a! 11. En cuanto recibí la nota del Excmo. Señor Ministro de la lorre de fecha 9 de Abril, hice las averiguaciones necesarias, i .supe (¡ne eu Buenos Aire? se habia negociado nu arniameuto para Clúle, por medio de la- casa de Bumberg i que trataban de mandarlo a é.na ¡lara ser trasbordado en el ¡u-imer vapor de la Corojiañía Inglesa qne .saliera pava cl Pacífico. Por telegrama del 11, copia número 2, pedí al Cónsul en Bueiio.s Aires me indicara cuál era e! vapor en (¡ue veuian las arma,?, i miéntras tanto esc mismo din, e.?a noche i el dia si­ guiente tuve varia.? c-ntrevi.stns con el señor Ministro do Kelaciones Esteriores para que dictara las medidas conducentes al no doscmímrque del armamento. EfcctivamcnLe, en cuanto se supo, telegrama copia número 3, (¡ue la-? armas venian eo e¡ Villa dd Salto, el Gobierno ordenó que se colocara a bordo dcl vapor una guardia para impedir el desembarque de ellas, niiéiiIra.s se resu via en Consejo Jeneral si debia o iió permitirse el trasbordo, i miéntra.? uo .se deíitiic,so la actitud que a-smuiria el Gobieruo en tal enierjcucia. Por nú nota, copia número 4, di cuenta al señor Ministro en Buenos Aires de esos iirimeros pasos, i en carta particular lo enteré miauciosanrente de lo que aquí se hacia. El 14 de Abril, fordia de la nota, copia número 5, recien resolvió el Gohiermo, dando licencia completa para que el ar­ mamento fuese trasbordado, ,?in pod¡>r oponerse, como verá V. E. por la rcsolrtcion que lra.Hcril)o en esa rrota, p.j;-que era un negocio entre p,articulares. El señor Ministro, al rlr.vme a conocer esa nererntinaeiou, me e.spresó qite el Gobierno, a mas del e,?tmiio r ne c.ada uno de los ministnos nabia hecho parti­ cularmente de este asunto p.ii'a decidir en Cotrsejo Jeneral, ha­ bía ctnisnltado lo.;; trai-adistíts mas moderaos; habia redido sit opiniou a los abogados dcl Superior Trihiinal de Jit.scicia, i hasta habia llamiulo uu catedrático de derecho internacioii.al de esta Univensidarl, i que todos inclividualnicntc i en Consejo habian sido de parecer que el Gobierno no poclia accederá nuestra .solicitud ni oponerse a lo solicitado por el señor Ilembei'g, (¡uicn habia venido de Buenos Aires para jestionar cl referido embarque. El Consejo duró muchas horas, i en cnanto tuve sn resoliícion la comuniqné. al señor Ministro de la Torre, telegrama en copia ni'tmevo 6. El mi,?¡no dia el señor Cónsul en Buenos Aires tnc t.ra.?miiió, telegrama en copia número 7, el aviso de que el reato del nrnr.amento venia por el Illo de h Plata para alcanzar al Luxor que üalin el dia siguiente. Gnu la segirridad de qrte el arraanrcnto se habia embarcadú en el Jjuxíiv, .seguridad que obtuve wréWo el manifiesto mostivido por los mismios .ajenies en la Ajencia i quo n.adio ni aun el mi.snio capitán /rodtíí ignorar, puesto qne el hecho habia sido taupíblíco i iwtoi'io, di aviso a la J.egacion, telegrama en copia nú­ mero S, de (pie el embarque .se babia efectuado i prescindí de pasar aviso al coraandnnt-o o caplt.aii deí vapor, porque ine pa­ reció innficioao e inconducente, de.sJe que los ajentes respoirsablcs de los acto.? de la Com lañía no In ignoraban, i hasta larecia qite se hacia cierto alaix c de triunfo .sobre las je.?íione.? hechas por este Consulado. El señor Ministro me telegrafió, telegrama eu copia nú-

A N E X O S A L A N O TA A N T E IU O n .

Núin. 1.—Xví/rvcírjií dd Ucnn.—BiK-.iio.s A’.res, Abril 9 de 1S79.—Corre la voz (le que ajentes chileno,? se ocupan en esa plaza de la compra i remisión dc armas ¡lara su Gobierno, que como V. S. sabe, luí declarado la guerra al Peni. En el supue.?to (1(0 que de su.s investigacione.s resulte confirmado el heclio, o que .se hr.u lltvaflo a ese puerto elementos de guerra para ser reembarcado.? para Clúle, diríj.ase V. 3. rd Gobierao de esa Prepública manifesíándole lo '¡ne ocuive, i-ara (¡uc dicte las medidas del caso, en guarda de su nenir.alidail. Posible e.? que el mi.smo v'apor ¡¡ne conduce esta comunicncion lleve armas destinadas a Oliile, por lo que deberá V, 3. Iiaccr inincdialainente dicbns investigaciones i representaciones a qne hnhiera lugar,—Dio.? guarde a V. 3.— (Firmado.)—A. V, uk la T o r r e . --'Al Cónsul de! Perú cu Montevideo,

Núm. 2. "Compuiiííi Tehgnljin dd Pió de h Plata — Abril 11 lie 1879,—De Cónsul de! Perú, Montevideo, a Cón­ sul del Perú, Buenos Aire?. Se emhnrcan hoi en ésa 30 o 100 cnjone.? armas; (lígame en ilué vapor vienen. Núm. o.—CompaTúa Tolegráfit-d dd Pío de la Plata— ha recibido el despacho siguiente n la estación de .Montevideo, —Abril 12 de 187!).—Ds Manuel Ücampo Samanes, Buenos zVires, a Cónsul del Perú Montevideo. Están emlia-reados Villa Salto 304 cajones con 2,9C2 fu.?¡les i 210,000 cartucho?. Núm. -L—IMoutevideo, Abril Di dc 1B79.—Inmediatamente dc recibida la nota de V. E. del 9 de! cirriente ordenando una investigación sobre embarque de arums eu este puerto o tras­ bordo de i.as que fne.sen enviadas de ésa para Clúle, el infras­ crito precedió a esa investigación, dando por resultado el cono­ cer que labia estado en esta ciiulad, en estos últimos dias, el señor don Guillermo Fueliun. Tnpper, adjunto de In Legación de Clúle, sin poder saberse el objeto de su viaje; qne eu este puerto nn .?e ha C(jmprado ariuament.o alguno, según parece, pero (pie en uno de lo.? vapores (lue ilegarán mañana de ésa, vienen 80 o 100 cajones armamento para ser tra,?bordados eu el vapor qne srJe para Chile: cu cuanto el infrascrito tuvo co­ nocimiento de ese embarque, telegrafié al señor Cónsul del Peró en ésa pidiendo el nonilire de vapíjr, i pidió a la vez al señor Ministro de lielaciones Esteriiu-es pasase órden al Co­ lector Jeneral para (¡ne dfitnvip,?e toda? los bulto.? que vinieran en lo.s dos vapores de mañana, cuyo contenido fneni s()spedio.?o o no declarado. El señor Ministro quedó eu consulínr con el .señor Presidente de la Riipúbiica i en tomar su determinación en el (lia.—Sahidn a V. E. con ,?u in.ayor respeto,-(Firmado.) — FiNRiquE A loorta i V : l l .a d e M uro s . - A l Excmo. señor j-lnviadü Estraordinario i Ministro Plenipotenciario de! Perú en el Bra?il i el Plata, don A. V. de la Torre, Núm. ,Ó.—Mont(;vidoo, Abril 14 de 1S79.—Este Consulado ha recibido la nota de V. E. del 10, i la contestará mañana con detención.—Ei Gobierno de esta llepnbiiea, a quien he hecho presente por medio de su Ministro de Relaciones Este­ riores las dificultades qne traerían al Perú las licencias que aquí so otorgasen para el embarque o reembarco de arma­

GUERRA DEL PACÍFICO. mentos destinados a Chile, recien hoi se ha reunido en Consejo Jeneral, i aim cuando a la llegada de lo.s 94 bultos que trajo el vapor Villa dd Salió suspendió su descarga i uo peruiiúó fueran en cl lUimam, con todo, hoi ha resuelto lo siguiente, qne me acaba de ser trasmitido por cl Ministerio:—" Que el Gobierno no puede impedir absolutamente las transacciones mercantiles, i que por con.sig«ienle no puede evitar que ese cargamento siga a su destino, porque no considera que liaya violación de neutralidad en ese proceder.”— Esta e.s la con­ testación i dcci.?iou del Consejo, que me ha trasmitido, por órden del .señor Ministro, el Oficial Mayor del Ministerio, a las 4.30 P. M., hora en qne terminó el Consejo.—Saluda a V. E. con todo,re.spelo,—(Firmado.)—EiSKiQiu; Aluorta i Vi­ lla n>: Moros.—Al E.vcmo. señor Enviado Escraordiiiario i Ministro Plenipotenciario del Perú oo ei Era,sil i ol Plata, don A. V. de la Torre. Núm. f).—Montevideo, Abril 14 de 1879.-5 F. M.—Del Cónsul del Perú, Montevkleo, al Ministro del Perú, Euenn.s Aires, Gobierno determinó en Consejo, no oponer,se trasbordo ar­ mamento, Escribo hoi. Núm. 7.- Compañía Ttlegnifixa dd Rio de la P la ta — ha recibido ci despacho siguiente a la e,stacion de Montevideo. —Abril 14 de 1H79.—Del Cón.sul de! Perú, Buenos Aires, al Cónsul dcl Perú, Moutevideo. Villa no llevó todas las armas. Embárcuse resto Rio Plata.

llegado el caso de jestionar directamente ante el Gobierno Oriental dcl LTiiguai.—Dios guarrle a V. S,—(Firmado).—A. V. DE LA Torre.-Es copia conforme.—fitríjiw Algorta i Villa do Moros.

I I

j

Lima, Agosto H de 1870, Señor Miuistro: ! Con fecha 4 de J«lio último me dice, entre otras co,sas, el i señor Ministro de ia República de Bueno.? xAire.s, lo que sigue; ■ “Por el último correo me ha sido grato recibir la estimable ! nota dé V, S. fecha 30 de Mayo anterior, signada con el núme' ro 13, en que se ocupa dcl vapor Lu-ror, que según participé a V. S. fuó conductor de armas para Chile. Es indudable, señor Ministro, como mui bien ha pcn.sado V S,, que el capitán conocia perfectamente.el cargamento quo llevaba, pues nadie ignoraba entónces en Montevideo los pasos dado.s por el Cónsul, en virtud de mis órdene.5, para impedir que las anuas se embarcasen para Chile, i adcmá.s fué público en e,se puerto que la Compañía Ingle.sa se negó a llevar esa carga. Lo que hai de sensible para mí, aparte de la ventaja ((lie Chile ha obtenido con ese cargamento, es que el capitán ciel Luxor, i el buque mismo, hayan sido declarado.? libres de toda respon.sabiiidad, segun se asegura en telegramas de Chile publicados en los diarios de esta ciudad.” Lo que trascribo a V. S. pava sn conocimiento i fines que puedan tener lugar. Dios guarde a V. S. M anuel I rioúyen ,

Núm. Z.— üoinpañía Tde/jráfiai dd Rio de la Plata.— Abril 15 de 1879,--Del Cónsul del Perú, Montevideo, al Minis­ tro del Perú, Bueno.? Aires. Noventa i cuatro cajones miiebk.i (I) embarcáronse hoi para Chile por Ltuvor.

Al sefioí Ministro -46Estado en ol dcsp-aclio do Guerra i M.jriiia.

Se in siste CM la alianza de la K einiblica A rjentina contra Chile.

Núm. 9.—Compañía Telegráfica dd Rio de la Plata.—’&q ha recibido e! de.spacho siguiente a la estación de Montevideo. —Abril 16 de 1879.—De la Torre, Buenos xAires, al .señor Algorta, Cónsul peruano. Pkccibida nota catorce. Espero respue.sta cartas. Pial urjeneia. Conteste. Núm. 10.—Moutevideo, Abril 16 de 1879.—Ha sido reci­ bida en e.?te Consulado la circular reservada de V. E. de fecha H) de! corriente, historiando la declaratoria, de guerra hecha por la República de Chile a la del Perú, i pidiendo comuniijue a V. E. cualquier noticia auténtica que se obtenga .sobre los sucesos que se desarimllan en el Pacífico, así como sobre cl es­ tallo de la opinión en e.?ta Reiública, (íebieiido cl infra.scrito uniformarla en cuauto.sea posible.—Después de lo ya comuni­ cado a V.E. en notas anteriores, debo manifestarle que la opi­ nión en este país, relativa a los suceso.? del Pacífico, no puede ser mas favorable al Perú de lo que se ha considerado i deba­ tido por la prensa la cau.sa de la guerra, i no hai uu solo diario que la_ crea justa, declarando odioso el principio de reivindicacion invocado por Chile. Tal es el entusiasmo que la causa, del Perú encuentra aquí, qne este Consulado se ve diariamente a.?ediado por jentes que c nieven ir a lomar las armas en defensa de esa causa.—Jja medida tomada ])or esto Gobierno consintiendo que las armas compradas en Buenos Aires sean remitidas a Cliiie, ha sido mui mal recibida, i hasta lia habido álguien que queriendo recabar autorización de este Consulado se haya propuesto salir en corso a apresar fuera del puerto al vaBl infrascrito asegura a V. que hará cuanto e sea posible para dar cumplimiento alo manifiesto eu la nota a que conle.?to.—Saluda a.V. E. con su mayor respeto.—(Fir­ mado.)— E n r iq u e A l c o r ia i V il l a d e M oros.— t ü Excmo. señor Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario del Perú en cl Brasil i el Plata, don A. V. de la Torre.

»r A«¿w.—

£.

núm. W .—Legación dd Ao-á.—Bueno.? Aires. Abril 19 de 1879.—En su debida oportunidad recibí las comunicaciones de V. S. de 12 i 14 del corriente sobre el reembarco de arma.? en e.se puerto cou destino a Chile, sobre cuyo asunto he creido (1) Equivale a armamcDlu, acgua Ig coBveniilo con d señor Ministro.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

MINISTERIO DE RELACIONES ESrEKIORE.3,

(Reservada.) Lim a. Jtdio 4 de 1879.

Señor: Quedó impuesto de la nota reservada de V. S., fecha 24 de Mayo último, número 79, en que se ocupa de la guerra del Pa­ cifico i cuestión chileno-arjeutina. Es indudable que Chile cederá mucho en sus pretensiones, celebrando un pacto favorable a la República Arjentina; pero no es móiios cierto, que siendo ese pacto. re.?ulta(lo do una si­ tuación -violenta i del deseo de evitar, por el momento, toda complicación con su vecina, terminada que sea la guerra del Pa­ cífico, no dará cumplimiento a sus compromisos i hará renacer la cuestión de limites. De suerte que la República xArjcntina, : dejándose engañar con un pacto que jamás puede encerrar el verdadero propósito de Chile, no hace sino postergar la solución del problema i dejar para mas tarde un conflicto qne pqdria eyi¡ tarse hoi fácilmente, gracias a la acción unida dél Perú i Bolivia. ; Bl re.spcto a los tratados vijentes es asunto mui secundario j para Chile, i de ello existen varias i recientes pruebas, cuando i se trata de cstcnder su territorio i de aumentar sus riquezas. ‘ De suerte que, uu tratado celebrado iioi con la República Ar; jcntiua, correrá en Chile la misma, suerte que el de 1874 cele­ 1 brado con Bolivia i los acuerdos firmados cou el Perú, que no ; ha cumplido en manera alguna. , Es conveniente que V. S. esprese esta opinión entre las pcr.sonas que gozan allí de influencias i en la forma mas conve­ • niente; porque la unión de tas tres repúblicas, el Perú, Bolivia i la República Arjentina, puede conducir inmediatamente al tériniiio feliz i definitivo ríe las cuestiones con Chile, así como la lucha aislada no hará sino dividir las fuerzas i comprome­ ter el buen éxito. Independientemente de esta necesidad, recomiendo a V. S. que trabaje sin descanso a fin de hacer simpática la causa del Perú i de preparar entre ambo.? gobiernos i pueblos la alianza estrecha que debe unirlos .siempre i por el Ínteres recíproco. Dios guarde a V. S. Manuel InraórEN.

i

Al señor .Vllaistro Picmpolencíatio 4el Perú eo la República Ari«ot¡nfl.

DOCUMENTOS INÉDITOS.

'v„

nainá cou jirocedencia de Punta Arenas, qne él remite para et Gobierno del Perú. Me avisa además que de Nueva-York se Lima, Julio 22 de 1879. deben mandar ó.OOQ riñes mas, con igual destino: pero ya Rpfi ibenor: lie dicho a V. S. que ia única existencia de Remington en Es­ He leído detenidamente la importante comunicación reser­ tados Unidos es solo de 3,000 i mucho me temo que el señor vada de V. S. de 12 de Junio último, número 116, en que da Ministro padezca una equivocación o que pretenda engañarle cuenta de la entrevista que tuvo V. S. con S. E. el Presidente remitiendo armas de distinto .sistema. V. É., en vista de la co­ municación del señor Lama que le adjunto i de la carta parti­ de esa República, el dia 7 del mismo mea. Por lo mismo que se notan cierta.? reservas en la política de cular qi:e me ha dirijido, i que también acompaño a este oñcio, ese Gobierno, conviene que V. S. emplee los medios convenien­ estimará la verdad de mi apreciación. He elevado al señor Ministro peruano en Bogotá todos los tes, a íin de contar con la .simpatía de la opinión pública, qne antecedentes de mi reclamación a e.?te Gobierno sobre sn ne­ nos e.? cada dia mas favorable en ese país. gativa al embarque de la.s armas para el Perú, a fm de qne Dios guarde a V. 3. M a n u e l I r k jó y e n . entable ante el Gobierno Central ia.s je.?tion8s que juzgue mas convenientes a nuestros intereses. También he remitido a di­ Al señor Enviaiio Estraordinario i Ministra Ploiiipolecciario del Peni en la cho señor Ministro las corauiiicacio:ie,? que con su dirección República Arjentica, rae envió V. S. en el último vapor. Viendo el Cónsul cliileuo don Francisco Valdes Vergara, que sus esfuerzos i gastos para impedir el de.5paclm de nuestros elementos de guerra, no han tenido éxito alguno, i compren­ IlJIIas
I

r\,

v->

G : G; 0

01 O ■ o |

o 'O

o

! Q

Ql

i

37

79.—MINI8TEEI0 DE RELACIONES ESTERTORES.

38

GUERRA DEL PACÍFICO.

LXYÍ.

Lo que trascribo a V. S. para, los fines con,siguiente.?, supli­ cándole se sirva ordenar (¡ue de uua vez envíe a este Minis­ terio, ia Caja Fiscal, una letra por uu trimestre, o sea por fiOO pesos bolivianos, para abonar por igual tiempo la subvención acordada. Dios guarde a V. S. M anuel I rigíóykn.

C onferencias con los M iuisiros de ios Estados Unidos resirleutcs cu el l ’crú i Kolivin. KC-M.

134.—MINISTERIO DE RELACIONES ESTER.IÜRE.S.

Lim i, Julio 26 de 1379. Señor; Quedo impuesto de la comunicación dc V. S. de 5 del mc.s corriente, número 146. El honorable señor Petti.s, Encargado de Negocios délos E.stados Unidos de América en Bolivia, ha estado en este de.spaciio i celebrado conmigo dos conferencia.?. Aunque dicho señor procede, como V. B. mismo lo indica en su oficio sobre el paríioular, sin autorizaciou espresa, de su Gobierno, ni de acuerdo con el de Chile, ha mauifestaflo la casi seguridad de (¡ue .sus procedimientos serán aprobado.; i que ha­ llarían acojida en el Gobieruo chileno. En e,?ca virtud, me he limitado a esprcsarle que el Perú es­ cuchará cualquier arreglo, .sobro la base de la desocujiacion in­ mediata de Anlofag.ssta pr.ir las fuerzas chilenas, que consulte la dignidad de los países aliados; (¡uc, en consecuencia, acepta­ ría el arbitraje propuesto por Chile i en la forma prescrita por el Memorándum de Bolivia que me leyó dicho señor Pettis. Respecto del señor Ministro Plenipotenciario de los Estados Unido en Lima, señor Cristiancy, que a.«istió a la.? do.s confe­ rencias habidas, .sin hablar con la seguridad que el señor Pettis, en cuanto .al éxito, dijo que tenia confianza en que los .señorea Pettis i 0.sboTP.e (el segundo ..AjeRÍe diplomático uorte-amerioa110 en Chile) llevariaii a buen fin la cuestión, i que él también concurriria con todas sus fuerzas al mismo fin. El señor Pettis me indicó que partía pava Moliendo a e.=perar allí los recursos nece.sarioa para tra.?ladar.se a Chile, i le ofre­ cí, con tal motivo, las facilidades que pudiera necesitar para seguir su viaje, ofrecimiento que no aceptó. Lo que comunico a V. S. para .su conocimiento. Dios guarde a V. S. M antel I kigóyes.

Al señor Ministro de listsido eu el dc.spac¡)o dc Hacienda.

LXniL Tenedores dc bonos peruanos en Londres, ilXMISTKRIO DE RELACIONES ESTERIORES.

A! .señov Enviado Estraordinario i MinKÍro Pler.iiiotenciario del Perú eu Boiivia. minlsterio de relacione.? esteriores,

Lima, Julio 26 de 1379. Señor; En contestación al estimable oficio de V. S., de .3del corriente, número 142, reservado, relativo a las medid.xs adoptadas por V, S. con el no de prestar tod.as las facilidades necesarias para la movilidad del .señor Pettis, me es satistactorio decirle que queda aprobado el procedimiento de V, S. a este respecto. DÍO.S guarde a V, S. M anuel I rigóyen .

'

' I I

AI señci Boviado Estraordinario i MídísI coPlcn¡i>5iíu(;iarii) del Perú eu Bo. ! Iivia. i

JL'

XYII.

Subveiicioíl pura “Ei Comercio” de la Paz (í). MINISTERIO DE RELACIONLS E.STER1.0KBS.

Limo., Jtdio 27 de 1879. Señor Ministro: Con esta fecha S. E. el Vice-Presidente de I.s República ha tenido a bien espedir el decreto siguiente: “ Visto el contrato de subvención celebrado por la Legación de la República en la Paz con el director del periódico E l Co­ m e r c io , que se edita en dicha ciudad, i conviniendo a loa in­ tereses de la República llevarlo a efecto miéntras dure la guerra actual, apruébase dicho contrato, i en consecuencia, (líga.se al Ministerio de Hacienda, que ordene que la Caja Fis­ cal de este departamento remita mensnalmcute al Ministerio de Relaciones fisterl(.ire,s una letra por 200 pesos boliviano.? a favor de dicha Legación, debiendo aplicarse este gasto a la par­ tida destinada al servicio diplomático en el Presupuesto Jeneral C1C la República, desde el próximo mes de zVgosto del presente año.” (1) Tomo II, pájiua 28.

Lima, Julio 31 de 1879. Señor Ministro: Con fecha i. ® de Jimio último, me dice el Ministro de la República en J/óndre.s, lo que .sigue: "Personas interesadas eu caii.savnos dificultades en las cir­ cunstancias que atravesamos, esparcieron, con motivo de las cuestiones que se discuten con fus señores Drcyffus i C. el rumor de qne.tratábamos dc contratar con ellos nn micvo em­ préstito por 1.000,000 de libra.? esterlinas para atender a los gastos de la guerra con Chile, reconociendo sus reclamos por cerca de 3.000,000 i concediendo a dicha casa un ptivilejio para la venta del guano suficiente, a fin de cubrir el importo total (le esas cantidades. El Comité Russell, que de tiempo atrá,? ha venido imstando .si Foreing Office para que el Gobierno inglés preste nn apoyo decidido a los .tenedores de bonos, llevó esos rumores hasta este Gobierno, a fin de (]ue impidiese la pretendida negocia­ ción, i .sin duda a ha,? rcitaindas instancias de sir Charles Ru.sacll, lord Salisbury resolvió dirijirme el oficio de que incluyo copia en traducción, bajo número 1. Cnraprcndieiido que en las actuales circun.stancias, la inten'encion hostil de este Gobierno en nue.stros asuntos dc deu­ da e.steriia podia ocasionarnos un conflicto de gravísimas con.seonencias, creí conveniente, ántes de dar mi contestación, pasar .al Foreing Office para conocer el espíritu que habia dictado esa coainnicaciou i descubrir los propósito.? que se abrig.asen en el incidente (¡ue se nos promovía. Se me mauilestó que era grande la alarma producida en los tenedores por e.?.as noticias, i reiteradas las peticiones que se Imbian hecho al Gobierno ingiés para que pusiese a cubierto los derechos de a(¡iiéllos contra una operación que, a realizar­ se, arrainaria por completo sus intcres(?s, i que el Gobierno uo habia podido prescindir de dirijirse a la Legación pava poder dar a aquéllos una coiite.?tacion tranquilizadora. Gnitsiderada.?, por un lado, las oirouii,st.aticias en que nos encontraran,s af(uí por los reclamos de lo.? tenedores, i el grave peligro dc provocar uu oonfiieto con e.ste Gobieruo en la (lifloil situación del país, conñicto que habría sobrevenido si, por mi parte, lmbie,?e rechazado categóricamente la nota de Salisbury, i por .otra la necesidad de poner a salvo nuestros derechos, i de evitar la injerencia do este Gobierno en el manejo dc nuestro.? a.suntoa financieros, resolví, eu vista de las inatrucciones quo' V. S. se h.a .servido impartirme, contestar a lord Salisbury en los términos que verá V. S. por el anexo número 2, H.ssta el dia de hoi nada ha replicado el Ministerio do Re­ lacione.? Esteriores, i celebrarla que con mi respuesta se pusiese término a este incidente, pues la in.si.stencia en él por parte del Foreing Office i la necesidad en que rae veri» clc-rechazar la intervención de este Gobioriio, podria conduciimos a un con­ flicto que iría a agrav.sr mui sériaiiiente la difícil situación en que el paí.s se encuentra. No es mi secreto el que loa tenedores de bonos abrigan la esperanza de que Chile, una vez en pose.sioii de las guaiieraa, conceclcria a este Gobierno la libre esportacion de! guano con la condición de que la integridad de .sus productos secntregane a lo.? tenedores, i creo no equivocarme al atribuir a ese plau el vivo deseo de ellos dc crearnos un conflicto con esto Gobierno. Esta i otras circunsiuncias, que no se ocultarán a V, S., hacen hoi, mas qne nunca, niui delicadas iniestra? relaciones sobre cuestioné.? de deuda esterna, a la qne sigo presentando mui constante atención i de que tendré al corriente a V, S.” Lo que trascribo a V. S. para sn conocimiento, remitiéndolo copia (ie los anexos de su referencia, debiendo participarle que

DOCUMENTOS INÉDITOS. ía Legación inglesa en esta capital se lia rlirijitlo también a este despacho sobre el mismo a.5iU!to, como ya tuve el ¡lonor de coimuiicai'io a ese dcspacKo, i que en couiescacioii me he limitado a nuiniíestarle al señor Saint Jliou que se han remi­ tido al .señor rividal, con quieu lord Salisbury ha tratado ya del asunto, las instrucciones convenientes. No dejaré de llamar la atención de V. S. .sobre la convenien­ cia de evitar en las actuales circunstancias de la República toda complicación que pudiera dar lagar a los incesantes reclamos do los tenedores de bonos. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó v b n .' Al seitur Jüiústn) de Kstado en e! dcspacUo de Ilacienda. ■

u A 1A . j

i»os torpedos. MisiSTurao

i .

^ 'í

!

subvención de 100 pesos bolivianos mensuales, únicamente, cu virtud de las noticias qne al re.5pscto ha comunicado V. S. cou poríterioridad. Respecto de lo.s 100 boliviano.? invertidos en la marcha a L i­ ma, del adjunto Gerakliuo como correo de g.abinete, debo decir a V. S. que al nombrarlo nuevamente adjunto a esa Legación a dicho oficial, se ha ordenado el abono de los gastos que hizo eu ida i regreso la pri [riera vez i los que hant eu la segunda que vaya i regrese de La Paz, de manera que la referida partida ya no tiene nizon de exitir. Mui pronto remitiré a V, 8. letras para sati.sfacer los gastos únicos que han sido iiprobado.?, esto es, lo.s relativos a la sub­ vención de la prensa i los hechos en los espresos al Perú, sién­ dome grato anunciarle que ios primeras han sido ya decretados. Siente mucho S. E, uo poder prestar su .aprobación a los de­ más gastos, pero confia eu que el reconocido palriotismi) de V. S. sabrá apreciar debidamente las consideraciones que lo obligan a ello eu las cireunfita.ucia.s actuales de la República. DÍO.S guarde a V. S. M

dr r e l .c cionks e s t e r io r e s .

Lima, AfjúStoJf de 1S7Ü.

v„

89

Señor Ministro; Con fecha 1. ® de Julio último, la Legación de la República en Lóndves, me dice lo qne sigue: “ Como verá V. S. por la copia que tengo el honor de incluir, los oportunos pasos de nuestro Cónsul en Liverpool han impe­ dido la espedicion a Chile de un torpedo que aoondieionailo en 12;i bultos se liallaha ya a bordo del Liguria, i ha sido desembarca.(lo momentos ántes de la salida cíe este vapor pertene­ ciente a la línea dei Esti'echo. No debo dejar de indicar a V. 3. que a este resultado lia contribuido tan .solo la conducta neutral de la Compañía del l’acfílcD, sin la circiinstanclii de haber estado irevenidos el pú­ blico i la.s autoridades de que un vapor-torpedo que se trataba de llevar de Sheermcss, Liverpool, i de allí al l'acífico, habia sido embargado jior órdenes del Almirantazgo. Drobablemeiitc por sujestiüíi de algún Ajente de Chile se anunciaba é.sto en lui diario de Lóndrca el 2i del pasado, es decir, la víspera del iiiciileide de ene doi cuenta; pero, léjos de haber sido cierto i de haber aprovechado a nuestros enemigos, ha .sido contrapro­ ducente. Iliitretanto, cl vapor-torpedo destimido al .servicio del Perú ha salido de Sheermess con conocí miento de la auto­ ridad local como buque de recreo perteneciente a un particu­ lar, i seguirá a su destino pró.vimamento con la derrota i las precauciouc.? convenientes.” Lo que me es grato ti-ascribir a V. S.,- remitiéndole copia del aimiicio de mi rcferecia para .sn conocimiento. Dios guarde a V. S. M a n u e l IniGÓrEN. Al sañor Miiiistío de fólado on cl despaclie ds C-íiierra i M.ivba.

LXX. iCíiHtc? e á ti-íio riliH iirio s d e l S í i n is ir o e u l : i ¡’a/.. MINISTERIO DE RELAGIOKRS ESTERIORES.

a n u el

I r ig ó y e n .

Al ssñor ilor. José Lii» Qiiir.one.s, Euvi:«lii Estvaoiciinarío i ílin.istro Plenipo­ tenciario dcl Perú eu M ivia.

LXXí. Vapor “ Gcj«ove.s«.” MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Agosto O dé 1870. Señor Ministro: El señor don Gésar Canevaro, en oficio de hoi, me dice lo que sigue: “ Tengo el honor de poner en eonocimieiiio de V. S. el si­ guiente telegrama que lie recibido del señor segundo VicePresiácnte de ia República: Parí.;, 3fi de Julio.—Vapor Geitome salió de Ambere.? con elementos de guerra para Cliile. He advertido a las legaciones jieruana.s del Biusil i Buenos Aires.” Lo qne trascribo a V. 8. para su conocimiento i denia.s fines. Iho.s guarde a V. 8. M a n u el

íi iiü ó y e n .

Al ficñor Miniilrn de líMndo en c! dcswicli.j de Gum-n i Mmíua .

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Agosto 16 de 1879. Señor: Por uu ielegrama divijido por el señor Canevaro, segundo Vice-Presidente de la Prepública, con fecha 30 del mes próximo lasado, de Pari.s, se s.abc que el vapor Ociwvese salió do Amaircs con elemento,? de guerra para Cliile, i aunque en el mis­ mo telegrama anuncia liaber dado igual aviso a esa Legación, oreo de mi deber, por .si aca.so cl telegrama no ha sido recibida por V. 8., prevenirle que si el mencionado buque toca en Mon­ tevideo, haga las jestiones necesarias ante ese Gobierno, a íin de que .sea detenido dicho buque por conducir .artículos de contrabando de guerra. Escus.ado rae parece recomendar a V, S. este asunto, pues bien comprenderá la importancia de toda je.stion conducente a que nuestro enemigo no se provea de elementos de guerra. Dios guarde a V, S,

Lm a, A goslo ó de 1S79, Señor; He presentado a S. E. cl Vice-Presidente de la República encargado del Poder Ejecutivo, la cuenta de los ga,stos e.stvaorM a n u e l I h iü ó y e n . (linarios hecho.? por V. S., que se ha .servirlo remirir con su es­ timable nota de 10 de Julio último, número MO, solicitando Al aoñcr dou Aiuiia.! V. ils la Turra, Enviiulo Esí.r.aonliij.irlo i -\Iit)istro Piesu abono, i enterado de ella, me encarga contestar a V, S. en «'.¡'otenciario ;iel Per j en ha lUir.ibliea? Aíi Plata. los términos siguiente.i; No existiendo en e.ste iMinisterio antecedente alguno que manitieste que V. 8. hubic,se sido autorizado para verificarlos, j i siendo hoi mas que nunca gravísima la deficiencia dei Erario i Nacional para satisfacer urjentes e indispensables ateiicione.? ; «larga de arinajueiito en el “Limeña," del servicio público, no es posible aprobarlos i cargar al Estado gastos que la Legación ha lecho, o al ménos ha debido bacerWINISTIiEW DE UBLACIONKK ESTERIORES. los con aplicación a sii.s responsabilidades personales, desde Lima, Agosto 11 de 1879. que, no tenia espre.sa i terminante autorización pava llevarlos Señor Ministro; acabo. 8. E. aprueba únicamente las partidas que se refieren a la La Legación del Perú en América-Central dice (Reste des­ subvención de la prensa de La Paz i a los estraordinarios que pacho, en comunicación de 2 del mes corriente, número 26, lo V, S. ba remitido al Fertr en asuntos del servicio, limitando la que sigue:

40

GUERRA DEL PACÍFICO.

"Tengo la grata complacencia de participar a V. S. que el vapor trasporte Limeña de nuestra escuadra, condúcelos 1,000 ril es Remiugtou i los 200,000 tiros que traje de Punta-Arenas, de cnya adquisición he dado cuenta a V. S. en varia.? de mis anteriores notas. Este armamento va en 303 cajones, cuyo contenido es lo si­ guiente;

LXXIII. Armamento para Chile. MlNISTEltlO DE KBLACIOSBS EÍIESIO HES.

Lima, Agosto ü de 1879. Señor; Con la e,stimable nota de V. 3., fecha 1. ® de Julio último, A. C. 100 cajas rifles. he recibido copia del oflcio que ba creido V. S. conveniente di­ 3 ic. útiles. rijir a nncstvo Mini.stro eu Paris, comunicándole la noticia que 200 id. cartuchos a cápsulas, F. luí llegado a su conocimiento, de haber pedido el Gobierno chi­ leno a sus ajentes en Europa, elementos bélico.?, a fin de que 303 total. trabajase en el sentido de impedir que ellos sean despachados. Estas 303 cajas van consignadas al capitán dc puerto del Todos nuestros ájente? eu Europa i Estados Unidos tienen, Callao, por cuyo conducto recibirá V. S. la presente nota. ; desde hace tiempo, las instrucciones i prevenciones convenien­ La venida del Limeña ha sido sumaineute oportuna, puc.s tes sobre el particiil.ar; i cu esta virtud emplean la mayor viji­ conduce muchos i mui poderosos elementos de guerra ( uc es­ lancia i celo para cruzar cualquier embarque de armas con di­ taban detenidos en Panamá, Quiera la Providencia que 1eguen rección a Chile. a tiempo para poner término con un espléndido triunfo a la V. 3. debe haber recibido ya un telegrama de S. E. el señor temeraria e injustificable guerra a (¡ue hemos sido provocados. I Cauev.aro, segundo Vice-Presidente de la República, particiDesearia, señor Ministro, qne los rifles que remito fuesen pámiole la partida dc Amberes de un buque con elementos de cuidadosamente e.vaminados i comparados con la muestra re­ guerra pava Chile, cuya noticia se ha dado también al señor mitida por mí anteriormente, i me permito decir a V. S, que Lavalle, para que ámbos estén prevenidos para el caso de qne estos riñes sirviesen de término de comparación, re.?pecto de esa nave toque en los puertos dcl Imperio dcl Brasil o de las los que por diferente.? conductos i contratas se están compran- república? del Plata. por el Gobierno. Insinúo e.stc pensamiento, ponpie Remington, Dios guarde a V. Sel fabricante, a consecuencia do haber sufrido un contraste en M a k u e e I b ig ó y e h . sus negocios hace un año, su-spendió sus pago.? i entrego sus exi.stencias a ,?us acreedores, paralizando desde esa fecha la fá­ Al scíior dan Aniba.! V. de la Tarro, Enviada Eiíraordinario i Ministro PlenipotíDciavio del Perú en Buenas Aires. brica de armas; de mauera .qne e.s mui po.sible que los rifles que ahora se consiguen sean apócrifos, o de imit.acioii, i como los que yo he con,seguido fneroii comprado,? ántes de esa fecha, por AKM ÁS E X E L U R U G U A I. lo que hai completa segurid.ad dc que son Icjítimos, pueden servir de término dc comparación. MINISIBRIO DE REL.4CI0NES KSTERIOIÍKS. Tengo, además, noticias fidedignas de que se lian comprado, i aun se están comprando para el Gobierno por algún contra­ Lima, Agosto 10 de 1879. tista, riñes viejos de percucioii i reformándolos según el siste­ Señor: ma de Remington, pava venderlos como lejítimos. Con referencia a la nota do V. 3., de 3 de Junio último, nú­ Creo cumplir con el deber de permiuo i dc funcionario pú­ mero 106, cm que da cuenta de la jestion entablada cerca del blico al hacer a V. S, esta advertencia que puede ser oportuna.” Gobierno Oriental sobre comercio de arma.?, debo decir a_ V, S. Lo que tengo la honra de trascribir a V. .3. para su conoci­ que no conviene insistir eu la.s roclamacioiie.? hecha.?, si ellas miento. pueden dar lug.ar a que se comprometan las amistosas relacio­ Dios guarde a V. S. ne,? que unen al Perú con esa Rejiública. Pero es indispensable que continúe la vijilancia; qne nues­ M-a h u el I r ig ó v e k . tro? cónsules, llegado el caso, formulen la^ protesta colre.sponAl scDor Micistro '.tu Estado en el despaclii) de Guerra i M.ariua, I diento, notificando por escrito tanto al ajeóte del buque que conduzca contrabando de guerra para Chile, como a su capitán; i finalmente, que se trasmitan a este despacho los informes .MINISTERIO DE REI.A0I0NE3 ESTERIORES. necesarios con copia legalizada de los documentos aludido,?. Dios guarde a V. 3. Lima, Agosto 12 de 1879. M a n u el I r ig ó y e n , Señor; Se ha recibido cu este Ministerio la nota que con fecha 2 A! señor dan Aníbal V. (lo la. Torre, Eavlido Jístoordlnnrio i Ministro PleoL potcr.ciario 'leí Porú en la República Arjeiitiüa. de los corrientes i bajo c! número 23 (1) me ha dirijido V. S., ocupándose del arribo i de las operaciones dc embarque de ele­ mentos de guerra verificiidos por el trasporte iiaciouai LisMiia. Deseando el Gobierno emplear cuantos medios fuesen mas espeditos i convenientes para traer los elemento.? de guerra Torpedos i buques de guerra para el Perú. que teníamos depositados en Panamá, evitando las dificulta­ des que para su emb.arque pudieran presentarse, contrató con NÚM. 13-1— MINLSTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. el señor Ehrman que se encarg.ase de esa operación; i en esta virtud, se creyó también conveniente dejar este asunto por Lima, Agosto H dc 1879. completo a la re.sponsabilidad de dicho señor. Señor Ministro; Es esta la causa de qne no se diese aviso alguno a los ájen­ El señor Ministro de ia República en Italia, me“dice en ofi­ te? de la República en Pauamá, sin embargo de B.star el Go­ cio reservado de 3 del mes próximo pa.?ado, que no obstante bierno satisfecho del celo i acierto con que V. 3. i ei señor Va- de ,?er grandes las dificultades que hai que vencer para conse­ llariuo desempeñan .sus deberes en los puesto,? que se les ha guir buque.? de guerra, en cumplimiento de especial encargo confiadov que tiene él como los dem
DOCUMENTOS INÉDITOS.

te-

residente en Londres, para mis sin pérdida do tiempo los re­ conociese e informase, a fin de poder formular e; oonlratn. Que .se ha valido del mismo .señor Calvo p.'íra la venta por eí üobierno taiv.o ile uno de sus me;nre.= buques, rmo eq el Aíess Ondml, Alkav Tm htt o el lu 'lyd l, siemlo alirmaiiva la respuesta del señor Calvo, aunque agregando que e! iMnpie eostaria por lo iriéno.s üO'J.OnO lilir.'-.s cstcr iu.a.i^, ipor ser igual al que Inglatenvv eompró en ose mismo precio al Brasil. Que este asunto est.á jinializado, porque nuo.s b.auqr.p.ro.s que goy.uii de influencia ante el (iohicnio otarnano, i de (]iiiene? so l'.abla valido liara arreglar el negocio, e.vijeii que se les r,segi;re o afiance el pago, ya por mc-dio del depósilo del dinero, ya por firma-s bancarias de primera clase, siempre (]iie ellos, allanando toda difi'cultail con Turquía, pongan la nave en estacin de ser­ vir al Perú, esto c.s, e.sjiedita para ,«alir de e.stos niarcs i entrar en combate. _ Qne la misma ins])eccion no la pciinitia dicho Gobierno, sino después de allanar dicha dilicnltad. Que llegado e.ste caso, .se ha tocado con el inconveiiicnte de la mita de dinero i firmas bancarias de primera clase, por el mal cundo de rincstro erédito, i que !a única e.speranza era el señor Gnyerieche, qne de.sgraciadamente se encontraba ausente en Madrid. Que habiéndo.sc dirijiilo a nuestro Cón.sul en ILsrcburgo, con el encargo do buscar buque en Aloiuani.i, supo que el re.specable comerciante señor Kolgalinan, se ocupaba de negociar uno que jertenece a Dinamarca, i que la priuieia condición que este t obierno impone pur.a la venta, es la de !'¡ne se le afian­ ce con 2.'),00'.) libras esterlinas, i que ei bmine s.a!..!r,í con baiider-a neutra!, cnya dificultad se ocupaba en allanar. Todo io qne teuge cl honor de comunicar a V. S. par.a su conocimiento i fines com;iguieotes. Dios guarde a V, S. M axtu m I k ic ió y e n .

Al señor Kinistro ííe Iistatlo er. cítlesp.uliO Oí: ííu'irtít i j Iíiiíijíi,

41

•síon de qne Costa-Ria no habría pagado su deuda sino por este me-iiu í qne no la pagará nunc.i, si este negocio se deshace. PiKÜura yo coivsiderar salva mi re.spons.abilidacl, desde que, COI! inuciia anti.ciiüicioii remití una inne.Mra de los riñes com­ pradas, pa’r.i, que loa examinaran; sin embargo,deseando coiisiill.ir ei acierto, fie.resuelto dirijir a V. S. e.ste oficio, cuya con­ testación esperaré con la mayor impaciencia.” Lo que tengo el honor de trascribir a V. S., .suplicándole so .sirva ciunumcarine lo i ne .acordase con S. E. cl Vice-Presidenle a íin de trasiiiitir 0 a nnestro Rsprcsentaiite diplomático en Cii.sta-Ricn. .Dios guarde a V. S. M anuel I rtgúi' en . a ! sn'íor

MiiiUlro ile Jístado fii el dcp|in?liO de. iíucn-.'i i Aíariiia,

LXXVl. (’jiñ oiics rnyado.s iKtra B o liv ia . HIKrSTEIilO DE RElACdOKES FETEÍitOF.ES.

],'m a, Aimtü 20 de 1879. Señor: Uo tva'icriio ni i-cñor Ministro de Guerra i Mn'ina, para que d'siioiiga io Cíinveniciite, rd mui esíimablc oficio de V. E., fecha de Imi, iiúmoro 3d fl), en :nn .se sirve nniuciparme haberse dirijido al Cónsul Jericr.il reí Perú en Ikaamá, remitiéndole IíjS docnnienvo.s respectivos, para que reciba i tenga listos para ,»r remitidos en el primer trasporte j'ernnuo qne se despache de- nqne! piierto, los seis cañones rayados de cnmiiaña, con sns c.inTC'-ii'i.idientes úíiic.s, rpte cl Gobierno de V. E. ha comprado en Enriipn., Apr-avcc'io esta npcvfciuiidad para renovar al Excmo. señor Plores liis segurhlaiies de la di.stingiiida consideración i aprecio con qne me es gr.-to sii.scriiiirme mui atento i seguro servidor.

LXXY. Í'íiííd :i!i (Ic lo s rifle.? <¡e ü o .slji-Iiic a .

M a n u e l I r ig ó y e n . ,-\l Ewii'.a. .ífrioi-ií-odo "loiv-s. Eiivi.ido Rriinordiiiiirio i Miidstro Plenipoteaciiii-;.. de Riilivia.

NÚM. M2.— MÍNlSTKUrO BE llEL.rCUONES fc',sTEUfi:)ltE.S.

-I

H .

.!

...i

'w; u

C Q

Liuui, Agosto 19 de IHr'.K SeñíH' Ministro; En nota fechada en Paiuim.í, él (¡ ilo! iv?|.nri.l, me dice ol Mi­ nistro de la República en los E.scado.s do Centr.o-Américfi,'lo qne signe: '■'Un caballero qne parece mni emenilido ?n maléri.ide mmaineiito por haber .servido mnclios años en los Estados Unidos, | con quien l.i. casnaiiilad ina pn.ro en cont '.cto solo esia íaiilc, exarniniMidn detcn¡:lameiH:e nn rille d.a l a s que lio remitida a ó rel="nofollow">a par c! Limeñu, me ha (bulo un ii f"r,ne ipie no me lia de­ jado cnmuietamenle salistbclio i que me creo en e; deber de trasmiiirlo a, V, S. Dice (pK; cd vilic es efcctivameatc (1-:1 .sistcm.i Pieinirginm i del modelo español ¡ mni bnono ¡isra cü'.'d'a:.?, ]'oi' su rdcanee i dnrncion i per ser lijern en ,si; in'so, cmno que e.s el arma que, hasta hace [lOco fiemfio, h:i ns.ado el '■'járcito ameiicami; per.:) qne no e.s de ¡o.-. úi'ii.;rr.tic>¡lo j'eirci.-cirii'adír, jmr sn mismo au­ tor, por ('Uya ra.z.'ci se !i.u¡ vendido lilltmnnienle raiirdm mes barato.s, sol re todo, des-’ci¡n.elo.sai!icr!i‘.'ni.ás f.ss ban cambiado por los últimos. Dice, además, ri:e d.c csUs inismos hacoinirado el Gídiierno de Cliile i el ( c Baenci.-: .\ircs, por lo qim .se iiin agotado comp’.clame’ito, i r.írcga que, brd;ii-;idcse parali­ zado la f.ibrica, denle hace nn nfi», no se encncutran por ningiiiia plata los lajitiiims PkCmingtcn de la últíina iiiveijcinu, Coiiioeste informn modifica, hasia cicrlo lainto, el concepto que lie tenido del aniiameuto que he adijiiiridn, por los ¡iiformes dcl Golhcnio de Cnsla-Dica, únicos que yo iin podido tener eu con.siderai-iiin en el aislamiento en qne me encontrnlia, lie ereidii deber consnitar a V, S,, si a pernr de eso, debo recibir loa 4,500 í.)iie deben llegaren esta quincena. Para absolver esta consulta, me permito recomendar aV. S. qne tenga en consideración r ue los riñes, si no son prc-cisanientc de ios mismos que me lau ofrecid.u, error co que puede mui bien haber incurrido cl Gobierno de Costa-Ilica iin-nluritii,riamente, no por eso dejan de ser mni buenos, teniendo sobre los otros la ventaja de .=er méiio.s pesado.?, ventaja mni impor­ tante para nna campaña. Debe, además, tener V. S. la persnaTo.mC IV,— G

3

Gi

LXXVIÍ. A r iu tu u e n to l í u r a G h ilc csi el v .a p o v ' I l li r a íi i ii ,” d e Ix'eavcnsilc ¡ A iiib c rc ? . MÍNLSrSnTO DE UEL.SOrONES E.STERIORES.

Lima, Aííosto :?-5 de 1879. .S.'ñor: E'. Ciii'.-nil del Ferá en Barde.as, con feclia 11 de .Jnlio próxi­ mo r'.sail'i, inedii-i? lo .s'giiÍL’n¡.e: “ in el vaoor íiiOmtni, que z-irnó dee.sifl puerto nava ios del Parifico c-1 14 de .J.inin, se e'n’.i.-u'Oi'.ron 80 hiiiios de equipos militnrf's liara e' Gnbienni de. GT.ile, los mismos que fueron desi'niliaiiM'íos )wr id ,ljmit-j de la Compañía ile.spiics de conocer .=i: ccni..'!'.!:'-!. En el vaimr siguiente i'iveteiuberrni volver a embiiiciir )i!i ya los SO, sino i:)0 buliii?, boiTiuidoles la antign.a maivia qn-e cr.i. M. tú. i .surtiinyéndolii con P. W. Est.is lito hiilros h.ni saiido el sábado 5 con el objeto de ser ; eníb.ac.uii.is en el Havre jiuito con oiro.s mas (juc deben haber lleg.-.iio II ose i.-nci i.-i con ]vrocc:!en('ia de Béljica-,-para lo cual renco iioticiris qne iniu fieíado nn vapor cii Amberes, ignoro si sc-a el lÁRc d'Rm.Lov o .algiiii otrí).” 1,0 (luc traseribo a V. S. pni'ii sn intelijencia. Dios guarde o, V. 3. M a n u e l I r ig ó y e n , a!

iclor Soci etario dr. .S. E. c! Sinn-cnio Director de Iii Guerro.

aiNisTERro DE

r e l a c io n e s e s t e r io r e s ,

Lima, Agosto SS de 1879. Señor: El Cónsul Jeneral de la República en Lóudres, en oficio de Ifi de Julio próximo pasado, me dice lo siguiente: (1) Tainr n, píjina 2S.

42

GUERRA DEL PACIFICO.

“El 5 del presente recibí un aviso, fechado el dia 4, del Cón­ sul de la República en Newcastle on Tyue, Mr. W. H. Parker, comunicándome que el vapor inglés Glmdg se habia puesto en franquía con un cargamento de armas, municiones i per­ trechos de guerra para Valparaiso. Al momento lo pnse en co­ nocimiento del señor Ministro Pividal para que ordenara cl curso qne debia seguirse. Diclio señor Ministro me significó, que sogiin una declaración del marqués de Sali.sbury no se po­ dia impedir la salida de esta clase de artículos i materiales de guerra. De consiguiente, nada se hizo a este respecto, lo que aviso a V. S. por si conviniese tomar allá alguna medida, i para lo que acompaño a V. S. la lista oficial de la Aduana en donde astá relacionado el por menor del cargamento del Ghielg." Lo que tra.scribo a V. 3. para su conocimiento. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó y e n . AI seilor Socretario 4e S. E. el Supremo Director de la (íuorra.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTRRIORK.

Lima, Setiembre 20 de 1879. fcefior;

Con fecha 14 de Agosto, me dice el Vico-Cónsul del Perú en Amberes lo siguiente: “ He tenido la honra de señalar a V. S., por mis coraiinicacionea de 15 i 31 del último, que el vapor Genmese habia car­ gado en ésta un cargamento de atina.? i inuciciones de guerra con destino a Chile. Mi última llevaba a V. S. la fotografía de dicho vapor, para el caso en que se juzgase útil mandar vijilarlo o perseguirlo, Como me he apresurado a llevar al conocimiento de V. S., otro cargamento, de unas 1,500 toneladas, esté, alistándose; icro tengo las luayorcs razones para creer qne el vapor que ae msca para llevarlo aun no estájUtado. ílo dejo de vijilar esta espcdicion, i tendré el honor de tener a V, S. al corriente de lo qne ocurriere tan luego que yo lo su­ piere, dando aviso, al mismo tiempo, de olio al señor Ministro del Perú en Paris, segunda órden ( ue V. S. me ha dado.” Í jo que tengo el honor de trascribir a V. S. para .su conoci­ miento. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r io ü y k h ,

Lima, Agosto 23 de 1879. Señor;

Al Bíñor .Stcretario Se! Supremv Director dc la Guerra,

_ El Vice-Cén.sul de la,República en Amberes, me participa lo siguiente: “Desde la comunicación de! Canciller de la Legación de Chi­ le, quien debia ignorar mi calidad cleAuce-Cónsiil del Perú, no he dejado de vijilar escrupulosamente el embanine de armas en e.ste puerto, i he averiguado que se han embarcado 350 ca­ jas con 350,000 cáp.sulas Uomblain a bordo del vapor Rosse, que salió con destino a Buenos Aires, i a mi parecer cou des­ tino ulterior a Chile. También he llegado a saber, por nn arma­ dor, quo una casii, do ésta buscaba un vapor de 4,000 toneladas para cargar eu ésta 400 tonelada,? de armas, 400 toneladas de iDunicioiiea de guerra i 200 de varios vívere.9, i se ofreció el Hete de G;000 libras esterlinas para su trasporte, pero no se habia aceptado kpropo.?icion. líe participado todo esto al señor Idiaiinez, Oónsu! del Perú en ésta, i no hai duda que lo ha comunicaao a V. S. Mo acuerdo con él para todo lo que puede interesar al Gobierno i tomarlas medidas que juzgue necesarias, cu cuya cotusecucncia se ha di­ rijido ya un e.scrito al Mini.sterio de Relaciones E.steriores en Bruselas, para rogarle ijue prohíba la esportacion de armas de Béljica para Chile, al que nos ba contestado qne el Gobierno belga deseando observar su neutralidad, permitía indi.stintamente la esportacion de armas i municiones de guerra para cnalJuiera de las partes beiijerantes, i no podia interrumpirla sien0 el comercio do las armas uno de los ma.s impoitantes de este país; pero que el Gobierno deelinaria dc cualquiera inter­ vención si aconteciera algún daño para los fabricantes esportaiitcs en las condiciones actuales, _He llegado a saber, además, que un vapor inglés, el Genovese, viene llegando del Havre a ésta, para completar ,su carga­ mento i tomar probablemente armas i municiones, lo mismo que lo arriba espue.sto. Acordaré con el señor Idiaquez sobre lo que hubiere qne hacer en vista de impedirlo. Según las órdenes de V, S,, estoi en comunicación con el ■señor Ministro en París, don Juan Mariano de Goyeneciie. Suplico a V. S. que se tenga por seguro que no de.scuidaré nada de lo qne pueda contribuir ai buen é.xito de sus deseos, tanto mas cuanto que por mi posición comercia! i relaciones estoi en capacidad de hacerlo efioazmoute a su satisfacción, V. S. me permitirá aproveche está ocasión pava manife.star mis aentiroicüto.s de simpatías por el Gobieruo de la República en esta guerra inju.sta, i deseando con todo fervor quo saiga triunfante en ella." .Lo que trascribo a V. S. para ,su conocimiento. Dio.s guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó y e n . Al BeBor Secretario del Supremo Director de la Guerra.

MINISTERIO DE RELACIONH.S ESTERIORES.

Lima, Setim hrt 2?. de 1879. tieñnr:

La nota de V. S. de 17 de Agosto último, número 16, mo informa sobre lo.s pa.sos dados por esa JiCgacion a fin de que nuestro Gobierno, as! como el Ajente diplomático en Rueños Aires, señor La Torre, tuvieren conocimiento dc iasalid.a del va­ por GenovsSi con contrabando de guerra para Chile. Con esto motivo, debo prevenir a V. S. que se prepara un nuevo Carga­ mento de .urnas i municiones para el mismo país- i que .se trataba., por lo.s ajentes chilenos, de fletar otro vapor, .segur, lo ha comunicado a este despacho el Vice-Cónsul peruano esta­ blecido en Ambere.?, en comunicación de 14 de Agosto último. Espero que V. 3. trasmita a este Ministerio lo.s d.atos indis­ pensable.? sobre la salida del aludido vapor cou la debida opor­ tunidad, sirviéndo.se para ello del telégrafo, i sin perjuicio de dar todos los dato.s po.sibles, a fin de impedir que nuestros ene­ migos reciban también aquel continjcnto. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ó t e n . A! señor don Juan Mariano dc Guyeaeche, E utíacÍo EsÍjaordÍDario i Ministro Pleoipoicnoiano del Perú en Francia.

LXXYÍÍL Cne-stlou c lii!fii« -a r je i« ü u a ron r e la c ió n a 3a g n e r r a dei PacíficoNC'H. 86.— MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

(.Reservada.) Lima, Agosto S6 de 1879. Señor: Me es grato acn.sar recibo a Y. S, de su estimable noU re­ servada, número 129, fecha 23 do Julio último, rel.ativa a la cuestión chileno-arjentina en sus relaciones con la guerra del Pacífico. Aplaude el Gobierno la actividad i tino con que procede V, 8. a fin de conseguir quo esa ciie-stion tomo uu carácter que nos sea favorable, i V, S. no debe desmayar en el camino em­ prendido, observando siempre la mayor circunspección i deli­ cadeza. Comprendo cou V. S. cu.aii conveniente seria tenerlo al cor­ riente, en el menor tiempo posible, de los siioeso-s quo ae rea­ lizan on la presente guerra, a fin do evitar, por medio de oportuna.? rectificaciones el influjo que puedan ejercer las falsas o adulteradas noticias qne se trasmiten de Chile; i como no

43

DOCUMENTOS INEDITOS, c.

Nadado inconveniente habría tenido su procedimiento, si en vez de dirijirse V. S. oficialmente a la Secretaría dc E.stado, se luibiese limitado a coulerenciar con el señor Evarts sobre el asunto, tratándolo ds una manera confidencia!, para obtener, por este medio, que apoyase los reclamos de sus compatriota.? perjudicados. Las anteriores refle.KÍones no importan la desaprobación de la conducta de V. S., de la cual e.?t;í plenarneuta .?ati.sfecho el Al ssCfir Eiiviiíb Kriraovdinaviíi i Miniatro Plonipotsuciario dcl Perú «n la Gnbiermo: son meras indicaciones que be creido deber hacer EepábÜes Arjcatina. aY. S, A la fecha estará imstruido de que han desaparecido por completo los inconvenientes presentados en l'auanuí al tráusi' to libre por el ferrocarril, por haber el Gobierno Federal de.saprobado las rasolucior.e? adversas de dicho Estado i ratificado Trafaílo
hai otro medio (jue emplear sino la via de Tiipiza, siempre mo­ rosa, se ocurrirá a él cuando la importancia de los sucesos le hagan necesario, i conforme con as instrucciones ya comuni­ cadas a las autoridades respectivas, según lo anuncié ya a V, S, en uno de mis anteriores oficios, DÍO.S guarde a V. 3. M a n u e l I iugóten.

4„

.i

MINISTERIO DE RELACIONES E3TERI0RE.S.

M a n u e l I r ig ó y e n .

(Reservada.)

Ci ■!

'- 'i í N.-Í

.

.. í - f

A! acfjor Eucargailo dc Kccccioj dcl Poní er, los Estados Ucidas de Araérira,

Lima, Agosto 27 de 1879. Señor: Me es grato acusar recibo a V. 3. de su comunicación reser­ vada, de lü de Julio último, sobre las negociaciones de paz con España. Celebro mucho que la iaiciativa partida de aquel Estado, a fin de reanudar los vínculos de paz, cuente, no solamente con el apoyo del Gobierno español, sino también cou la opinión pública, (¡ue ha manifestado una predisposición favorable hácia el Perú. Hace tres dias que se ha recibido en este despacho copia del telegrama hecho a la ca.sa de Canevaro, Esta noticia, después del oficio que contesto, no deja la me­ nor duda do que se ha arribado ya a nn resultado definitivo cu tan importante materia; de suerte que as espera únicamen­ te conocer ias ventajas que ha obtenido V. S. en cambio do las facilidades ofrecidas por el Perú para celebrar el tratado. Comprendo las razones que lia tenido el Gobieruo español para no vendernos uno de su.s blindados, i (¡ue no ha sido po­ sible dar cumplimiento en esta parte a las instrucciones comu­ nicadas a V. 3.; '.ero no dudo que de uua manera mui privada i confidencial ha irá conseguido V. S. la seguridad de que Es­ paña nos prestará otros servicios. Dios guarde a V. S. M.anuf.l Í k ig ó v e n .

l

Al señov KnviaJo Estraotéinario Francia,

Miiiislvo Pleoiui>t(íni;ÍA!Í9 :icl l’vrá

cd

u-

T ránsito libre íle arf íciiIo.s de Kuerrn por el íV-rrocarrll del istm o.

c>

NÚM, 41.--MINISTEIU0 DE RELACIONES ESTERIORES.

(Reservada.) , -i 'x„v.-'

k-' iw •k. ü

c c o o c Q ) Q.

i O' i Q [

Lima, Agosto 27 de 1879. Señor: Con la estimable nota de V, 3., fecha 31 de Julio último, número 32, be recibido copia del despacho que creyó V. S, conveniente dirijir al Secretario de Estado de e.?a República, referente a las dificultades que opuso cl Gobierno de Panamá para el trán.sito libre de nuestros artículos de guerra por el ferrocarril del Istmo, en virtud del avi.so que sobre el particu­ lar le trasmitió nue,stro Cónsul Jeneral en Colotobi.a, señor M.arqnez. Son mui laiuiahle.? el celo i patriotismo que desplega V. S. en tales circunstancia.?; pero liabria sido mas conveniente que se limitase V, S. a influir ante los comerciantes, cuyos intere­ ses .sufrían con ia resolución aludida del Gobierno de Panamá, para qne ellos hiciesen sus reclamos aute el Gobieruo ame­ ricano. Aparte dc las consideraciones qne le hicieron comprender como dudoso el procedimiento empleado por V. S., exi.stcn otras ina.s poderosas qne solo su marcado celo por los intereses nacionales pudo hacer que no pesasen en su ánimo, tratándose de un asunto en el cual V. S. no tenia representación lejítima j que no podia jestionarse por nuestra parte, sino ante la can ciflería colombiana,

LXXXÍ. Tratado dc paz con IGspaña! éste tuvo lugar solo con el objeto de adquirir elem en tos dc guerra. NÚM,

103.— MINISTERIO DK RELACIONES E,5TEHI0RES. (Reservada.)

Lima, SétUmhre 2 de 1879. Señor: Posteriormente a mi connuiieacion de 2? de Agosto último, número 103, relativa al telegrama recibido por la ea.?a de Gancvaro sobre la paz con España, llegó a este 'Ministerio un des nacho telegráfico de Y. ,3., remitido por el Cónsul Jeneral en Panamá i concebido en estos términos: '‘Paiiam.l, Agoste 18 de 1879.—Goyeneche, Cónsul jieruano, Panamá. Diga Gobierno, 11 Agosto, firmé Tratado E-spafn;,. Hasta saber acepten renuncia estoi negociando fondos me­ sadas.” Despees de recibir tan faimta nueva, el Gobierno solo espera conocer las ventaja? obtenida.? por V. 3. cu cambio de las fa­ cilidades ofrecidas a España para celebrar la paz, pue.? V. S., Cíi su ilustración, no habrá dejado de comprender qiie la Re­ pública no tenia urjencia para livinar na Tratado; i que si con­ sagró a e.?te asunto uua atención preferente en medio de las ocup.acione.? de la guerra, fué cou la esperanza qne se le hizo concebir, de que España le claria en venta uno de .?us blin­ dados o bien le proporcionarla, por su justo valor, otros ele­ mentos bélicos de los qué actualmente necc.sita el Perú. Por e.?o recomendé a V, S., en mi nota de iiistrucciones do 6 de Marzo último, (¡ue procurase oltcimr del Plenipotenciario con quien llegase a celebrar el Tratado de paz, el compromiso, bajo uua forma confidencial, de venta de uno de lo.? blindados de la e.?ciiadra e.?paño!a, lo que, a mérito d-e la.s cornunicacione? particulares dirijida-s por V, S., tenia motivos para creer qne er,a po.sible conseguir. En oficio de 29 de Mayo último, número 45, tra.smití a Y. 3. nuevas ¡ detalladas instrucciones sobre la necesidad de conse­ guir del Gobierno de España sei.? n ocho cañoiicius i 12, sitúe­ se posible, de la.? 40, con fuerte blindaje i podero.sa artillería, que posee el espresado Gobierno; i le encargué que se dirijiese por telégrafo a este despaciio, tanto para comunicar el resul­ tado sari.sfactorio de su.s jcMtioiies, cuanto para qne, en caso necesario, .saliesen de aquí lo.? comandantes i oficiales que de­ bían hacerse cargo de los buque.? i .couducirlos a su destino. De suerte que, cumplida ya por V. S, una parte de ella.?, a tenor de ¡os telegramas recibido.?, solo falta conocer al Gobier­ no el lado de utilidad iinnedi.ita qne h.a pedido obtener V, S., consiguiendo, .si no el blindado, algunas lanchas cañoneras, u otra? ventajas análogas; lo cual vendrá a facilitar iumensameiite la aprobación i consiguiente ratificación del pacto suscrito por V. S. Dios guarde a, V. S. muchos años. M a n u e l I r ig ó y k n . Al süfior F.nviado Eatraordinmio i Miniatrs Plaolpotenciario dal Psrá es Franciu.

44

GUERRA DEL PACIFICO.

LXXXIl

LXXXIY.

La República A rjentina debe arreglar su cuestión de lím ites cou Chile, aprovecbaiulo del estado de guerra en «luc se h alla con el Perú i B olivia.

Noticia.? (le la guerra i se in siste eu !a ocupación m ilitar del Isírec lio . NÚM. 101.— MTKISTERIO DE RELACIONES ESIER-IORES.

NÚM. Í)S).— MINLSTERIO Dli IlELACiONSS ESiEIUOtlES.

(Reservada.) (Rcsurvadn.) Lima, Sdiemhrc J de IS'iV. Señor: Por el oficio reservado do V. S., de 17 de Julio liiliiiio, nú­ mero 163, quedo eiiterailo de ia coiileieiiuia qne tuvo V'. S. con el .señor Ministro de Relaciones E.iteriore.s tle ese piiís, con el objeto de qne se impida el o:nbariine de armas i ir)mii;:in!ie.i rara Ciiile, en la cnal trató V. S. de otrns a-íinitos ré’ai.ivi.'S a a ciiMtion pendiente entre esa República i ia do Oiiilo, a?í como de la que ,Ho.=teneiu(;.s ron ia última, i u;i contodacion me es satisfactorio decir a V, ti. ipic onciieuti’i! ni ii are:!-.:, b.) los térmiiins eu que se es¡)re;-,ó V. R. eu e.sa cnufcreurta, .i.ú c.uno las insiuuacioues que hizo sobre la ocupación unilateral del Estrecho. Son, pues, mui e.vactus las ii])recincioue.s de V. S. sobre el particulav, porque, efeciivainente, sieiulo ctumcnio cl propósito de Chile de iiiaiiíciior con aquel país el Atahi quo, mientras .se halle eomproinetido con no.sotro.s, a eso Gobierno se le presenta la mejor oportunidad pura au-cglin- sus cuC'r.ioiies de la manera nia.s sati.rfactoria, uprovcdiando do la difmil situación en qne .se encuentra ol otro con el que tales cuestio­ nes sostiene. Es por esto, pues, ipie V. b. debe insistir, con ei empeño con que hasta ahora lo ha lieelio, eu la gran conve­ niencia que a e.se Gobierno ic resultará de no hacer ningun arreglo sobre aplazamiento. E-sto, que iudndablementc es ven­ tajoso para e.se.país, puedo serlo muchísimo para no.sotros, porque, atendido el grailo de simpatías en nuestro favor i de escitacion contra Chile eu que se encuentra aquel pueblo, r.o estarla léjos que reabrióndo.sc la disciusiou sobre límites, acerca de los cuales son tan exajeradas las pretensiones chilenas, que ese Gobierno ,se vie,se arrastrado a la adhe.sion a la Aiian:',a, que de tanta importancia es en la actualidad. lie trascrito al señor Ministro de Guerra, para ,sn conoci­ miento, la parte de su citado olicio en que me habla V. S. de los temores que le asisten acerca de a ianza de Chile cou el Brasil, en virtud de la entrevista que tuvo V, S. cou el Pleni­ potenciario del Imperio, a. fin de hacerse efectiva la del Perú con esa República. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig l ív e n .

Lima, Setkmbre 4 de 1870. Señor: Pul' el ntui eítinuible oficio reservado i'c V, S,, de 12 de Ju ­ lio último, iiiim tro 155, me he instruido de la confereiicia que tuvo cou el Prc-údeiite de esa Repídiüca i de his c.spIicacionc.s ;;ae con tanta exactitud supo darle del e.st;ulo de nuestro cjórcito i de las probabilidades que ce:ie;uo.s de rechazar uu de.?euibarqii.j de íuer:«s enemigas, acerca da lo cual le uianife.stó leuioies el esp'resado señor Presidente.. Lii-s iioticias 'pie coustauteuiente .?.? reciben ullí, estoi .seguro qne harán comprender qne las conciieioncs en que nos encon­ tramos, en ciuauto a la guerra, uo pueduu ser masyentajo;sas, ¡iuc.5 el ejército eueinigo pormanece inmóvil eu Antomgastn, i su fiiniiidable escuaura, después de levantar el largo bloqueo de I'.juique, se !m. retirado en el mus cojupicto descoiicierto; vosuliando ahora que el Purú, irovocadó a la guerra por Chile (c;l que se habia preparado a e la hace tiempo eoii grandes eleumn'.u.s), lia abandonado ¡a actitud defou.siv.a que .sus cirouiistauci.as de agredido i e.scasez de fuerzas marítimas le pre.scribiítu, para- kiinar la ofeitsiva, llevando el csp-int», con su único l.iuquc, a las costas de Oliiie. Este Iteciiü por si solo bastará para que S. E. el doctor AvcllaiiBila, i jeiioralmente en esc p.ií.s, cüvnpre:idan desde luego que, felizineiitc en la actual coutieuda, el Perú está bien colo­ cado. Encuentro mui acertados los términos en que V. S se espre­ só €11 dicha confereiiciii. acerca de las negociaciones que sobre límites hai pendientes cou el diplomático chileno, insistiendo eu insinuar en el ánimo de c.=e Gobierno que no le c.s eonveiiiente bajo ningun pretesto hacer arreglo alguno de aplaza­ miento, así como la nece.sidad cu ijue se halla, iw solo de es­ tablecer la subdelegacion en Rio Gallegos, sino de proceder, desile luego, a la ocupación militar del Estrecho, para asegurar la posesión de los nm.s rico.s valle,? de la Patagouia, que Chile quiere apropiarse indebidamente. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r ig ió y en . Al ssi'ior Eiivia-ji) Estvooiiliuiu'io i Ministro Plcflitiotí.'ioiario del Perú en la llepúbilca Arjciitina.

Al seflor Enviado Eatraoi dinaiio i Ministro Pionni.jicuoiario dcl Perú en ¡a liopáblica Arjentiiui.

LXXXIlí. Ocupaciou del Estreclio de M agídlaiics por la R epública ArjciitíHa. NÚM.

100.—JilSLSTERIO DE RELACIONES ESTERrOREfí. (Reservada.)

Lima, Setiem brede 1870. Señor: _ He recibido el oficio reservado de V. S., de 16 de Julio úl­ timo, número 162, por el quo da cuenta de una conversación importante que tuvo V, S., sobre la guerra del Pacífico, con el .Jeneral Ministro de la Guerra de e.sé país i con cl Senador señor Rocha, partidario de la candidatura de ariuél a la Prc.?¡dencia de esa República. Juzgo mui importantes las ideas del ospresado Senador acerca de la ocupación militar del Estrecho que, como V. S. presume, deben ser las mismas que sobre el particular tiene el espre.sado Ministro i candidato. _ I creyendo conveniente que en cl despacho de Guerra i Ma­ rina .se tenga conocimiento oficial de ellas, le he tra-scrito en oficio reservado la parto principal del de V. S. Dios guarde a V. S. M a n u e l I u io u y e n , AI seflor EnviaJi) Eitraorlinario i Ministro Pleaipoteiiciario (Icl Fon'i en !a República Arjenütva.

LXXXY. D ebe im pedirse que Chile celebre la paz con Esp.añ.a. NÚM.

lOo.—MINIStrERIO DE RELACIONES ESTERIORES. (Preservada.)

Lima, SetkmJm 10 de 1879. Señor: Se dice qne Chile trata de reanudar sus relaciones con Eapoña por medio de uu tratado. Eu las actuales circuiistaucias eu que E.spuna puede presiai'iio.s útiles servicios, a (lu de terminar con gloria la guerra a que nos ha provocado Chile, no uo.s conviene, corno V. S. fáciluicnto comprenderá, rf.ie se reanuden esas relaciones. R:i cüii.secnencia, debe V, S. procurar obtener confidencial­ mente Itji informas necesarios solire el particular i cruzar, do una manera re,servada pero eficaz, cualquier tentativa de iiuestro.s euemig.os cerca do Gobierno e.spañol. A la vez, es preci.so dar a nuestras relaciones con España el caráccr;r mas cordial posible, de acuerdo siempre cou la diguidad de la República, pava ejercer iiifiiiettcia en el ánimo do aquel OüCieruo en ciiauío se relaciona con tan delicado asunto. Espero coiincer préviameute el resultado de ks investigaclonc.s ds V. S. i de ¡o.s paso.s que haya dado. Dios guarde a V. B. M a n u e l iR iarivEN . Al seflor Eiiviado Estraordinario i Minlatro Pleniputsuciario del Perú ea í ’raucia.

45

DOCUMENTOS INÉDITOS. ilINISTEKIO D2 an.AUIONEá F.STERIORES,

LXXXYÍ.

Lima, Octubre 21 de 1879. Señor: El señor Ministro de la República en La Paz me dice, en NÚM. 18.— MINISTERIO DE aEIACIONSS ESTERIORES. oficio de 4 del .sctna!, lo siguiente: “ Al dia siguiente dc haberse vuelto a encargar del Ministe­ (Reservada.) rio de Relaciones Esteriores el E.xcmo. señor Serapio Reyes Lima, Setiembre 10 de 1S70. Orti:',, me constituí en sn de.spacho a dar cumplimiento a! resSeñor; p.etalile oficio que V. S, se .sirvió dirijirme en 10 del mes ante­ Por su oficio re.íervado de 27 ds Julio último, mimero8, me rior i bajo el núincvo 1.57, eoii ttascrieion del quo habia reci­ he instruido detallad.smeiite de la conferencia !¡ue V, S. tuvo bido de nuestra Legación en Lóndrcs, relativo a la conferencia con el señor Ministro de Relaciones Esteriores de ese pw’.s. que tuvo el señor Mini.stro de la República con lord .Salisbury, Sati.5fact()flo me o.s decir a V. S., s:i contestación, i.|v.e he .«obre que tanto .ti Gobiern.) ingle.? conm a lo.s demás gobiernos visto en complacencia la ¡iianeva como V. S., se condujo en da .Eiivop.a, habia llegatlo el rumor de '[ue el de Bolivia habia dicha conferencia, empleando el tino i la sagacidad ncces.uios autorizado a ciertos annadóres de .Rait Francisco i Montevideo para conocer el modo de pensar de ese Qoliierno a cerca de la p.ara el ejercicio del corso, íacultáudolos para capturar toda actual guerra, i prccurando ¡nídinar .sn i'.r.i'.iio en nuestro fa.voi’, rnerc.adería chilena (¡ue navegase bajo bandera neutral i toda mediante la.s exactas apreciacimie.? que V. S. hizo de los mo­ l'iied.rd neiitaal que .se encontr.aso Rajo pabellón enemigo. tivos que la han oriji.iado i de la clara justicia qne nos
M a n u e l Irüoór’EN. AI MiniítruUel Perú et, ¡es Estad» Ur.id» ds Coíombi.a.

a!

sefior doctor don Cúrl.os Pitidal, Mirástro Rcsid'ontfi del Perú en Lóudres. MINLLÍERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Octubre 19 de 1879. Señor: He trascrito a niie.?tra Legación en Jtóndres, para su cono­ cimiento i fine.? a (]ue Imya lugar, el ofici o de V. S. de 4 del E’a t e n t c á d e c o r.so b o l iv i a n o (!)• corriente, núm. 21.3, por el que V. 3. me da cuenta de la con­ ferencia quo tuvo con el señor Ministro de Relaciones Esterio­ MINISTERIO DK l’.ELAPIOSES ESTKAI0UE3. res ¿e ese país sobre el asunto del cor.so. Lim a, Setiembre IS de 1879. Como V, S. me dice que el espresado señor Ministro le ofre­ Señor; ció una copia de la conie-Siacion dada sobre el particular al He trascrito a nuestra Legación en La Paz cl oficio de V. S. Coiiir.a-Almirante inglés, espero que la remitirá a este despa­ del 1, ® del mes próximo pasado, número 84, por elqu.c me co­ cho para reconocer la resolución adoptada .sobre dicho asuuto. munica que lord Salisbury espera quo el Perú no contribuirá ' Dios guarde a V, S. a la ejecución de! decreto que sobre corso ha espedido el Go­ , JuA K E s t éb a n G uzm an . bierno de Bolivia, No obstante el peifccto derecho que nuestro aliado tiene, A! icñ'ji- din Joié L. Q'.iiñoncs, Enviado EstraoKlinario i Ministro Plenipocomo V. S. sabe, p.ara hacer uso del corso, atendiendo, por una ! taticiario del Perú en Bolivia. parte, a que pocas serán las ventajas que obtengamos mediante esta hostilid.ad, por no ser fácil ia colocación (.le las patentes, i mocho ménos en el número que .serit. necesario para causar a! enemigo dañi),? do con.sideracion, i por ntra parce a qne no Lancha.? loriietlos coinstruidas por conducto de la es prudente ponernos cu desacuerdo con ninguno de los go­ casa Gracc i íí. lí de Nueva-Tork. biernos de Europa, he prevenido a nue;?tro Mitústio en fja Paz, al trascribirle el oficiii de \\ S., que procure iníluir con­ NÚM, 4o,— MÍNISTriUO DE RELACIONES ESTERIORES. fidencialmente on el ánimo de ese Gobierno, .a ñn de que no se espidan dichas patentes, o para i]ni! se iiiodifiqnen la.s fa­ Lima, Setit-mbre 17 de 1879. cultades que asegura cl Giibicrno ingU;? h.aber.so dado a los enor; corsario?, en el .sentido universal mente reitounoido qne, como El .Ministro de Guerra i Marina me comunica que por me­ sabe V. S,, c:nisistc en que hi.biuider

Lxxxvn.

■V--

LXXX?IIL

;

i

k.. C

G G C C

c

46

GUERRA DEL PACÍFICO.

cazmeiite que proceda con la actividad qne el caso exijo i qne me informe de su resultado a vuelta de correo. Dios guarde a V. S. M a n u e l I r io ó y e n . A! sefior Encargado de Negocios del Perú ca Estados Unidos de América.

IJ.. P rotocolo de la deuda de C osía-Sica, MINISTERIO DB RELACIONES ESTERIORES.

(Reservada.) Lim a.Setim brt SO de 1S79. Señor Ministro: En 27 de .Julio último so firmó errSan ,To.sé de Oosta-Rica, entre el doctor don 'l'oinás Lama i el .señor Mini-stro de Hacien­ de dicha República, Plenipotenciario nombrado para el arreglo de la deuda que aquel Estado recouocia a favor del Perú, el siguiente Protocolo: “ En San Jo.sé, a veintisiete de Julio de mil ochocientos setenta i nueve, reunidos los infrascritos, don Salvador Lava, Secretario de Estado en los despachos de Hacienda i Comercio i Plenipotenciario ad he, doctor non Tomás Lama, Ministro Residente del Perú, después de habernos comunicado nuestros plenos poderes, los cuales encontramos eu debida forma, proce­ dimos a conferenciar de la manera .siguiente; El Gobierno de Costa-Rica adeuda al 'iel Perú ia cantidad de cien mil pc.so;s ($ 100,000)1 módicos intereses sobre esa sum.a, la cno.l fué pro­ porcionada por el segundo al primero.en la época en que filimatero.s, cnpitaneado.s por William Walker, amenaz.aba.ii en Kicaragua la iodependeucia de Centro-América. El Gobierno de Oosta-Rica, que jamás olvidará aquel oportuno servicio, sobre el cual mas bien ha guardado siienein el Gobierno del Perú, hoi que e.sa República se halla comprometida en una guerra con a de Chile, a mas de ¡a espresion de sus .seutimieutos fraternales, con motivo de ese acnritccimionto de.sea reintegrar al Perú de la precitada .suma. En t.al virtud heñios conveuido en lo siguiente: la. deuda cou los intereses eorre-spoiidienles a 1.3 años i dos mese.’, contados hasta el treinta de! cor­ riente, asciende a ciento cincuenta i nueve mil doscientos cincuenta pesos (Sf 1,59,250). a can.sa do que algunos inte­ reses han sido pagados, según consta en nn dociirneuto qne ha exhibido el Ministro del Perú i de otro qne obra eu la Secreta­ ría de Hacienda, iíiiteraiiiente conformes ámbo.s plenipotsuci.ario.s en esta liquidación, henio.sconvenido asimismo eu cancelar la deuda de la m.auera .siguiente; la aunia de ciento cincuenta i nueve mil do.sc¡eutos cincuenta peso.? (t¡. 159.250) será pagada con el premio de nueve por ciento (9 % ) i de la manera que sigue: veinti.siete mil cuatrociento.s ciiicuouta i cuatro pesos treinta i siete centavo,? {% 27,ú54.37) en efectivo i desde luego; i lo restante de ¡a cantidad eu pagarées a la órdeii, el pri­ mero, fior treinta i dos mil setecientos pe,sos (?, 32,700), paga­ deros el treinta i uno de Julio próximo; el segundo, también por treinta i dos mil setecientos pesos (f 32,700), con venci­ miento ei treinta i uno de Agosto siguiente; el tercero, también por treinta i dos milsetocienlos pesos (S 32,700), para el trein­ ta de Setiembre también .siguiente; i e! s.aldo de cuarenta i ocho mil veintiocho peso,s trece centevos :($ 48,023.)3) Cn va­ rios pagarées igualmente a la órden, con vencimiento al último de Octubre próximo El señor Ministro dcl peni .?e dá por re­ cibido, quedando así tcrniiu.ido e,ste .asunto, a completa .satis­ facción do árabas parte.?, en virtud do lo cual firmamos i sella­ mos este convenio, del cu.al se .sacarán ks copias de e,stilo en el Palacio Nacional, eu k. fecha ántes espresada,—(L. S .)— T o­

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Setiembre 20 de 1879. Señor: Sobre el Protocolo que en 27 de Julio último firmó V. S. cou ; e) señor Ministro de Hacienda de Costa-Rica para cl pago do la deuda, luí recaído ayer a! supremo decreto que signe: “ Apruébase el precedente Protocolo firmado en 27 de Julio último per el doctor don Tomás Lama, Ministro Residente del Perú en Co.sta-Rica, i el señor Ministro de Hacienda de aquel Estado, plenipotenciarios nombrados para el arreglo do k deu' do. que dicha República reconocía a favor de! Perú." j Lo quo me ca grato tra.?cribir a V. S. para ,su conocimiento i I dem.as fines. ¡ Dios guarde a P. S. '

M a n u e l I r ig ó y e n .

, Al señor don Tomás Lamí, .Ministro Ilfisidente del Perú en Centro. Amíiica.

LXL. Traíudo de paz con Españat m ensaje a l Congrego Kíicional i « e ín a l M inisíro cn P arís, MINISTERIO DK RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Selimhre 92 de 1879. Señores Secrotarins; Tengo la honra de remitir al Congreso, por el digno eoiidueto de VV. SS,, para los fines atpie se contrae la atribución 15, ar­ tículo .58 de k Constitución política de la República, el Tratado de paz i amistad celebrado entre gl Perú i España por medio de lo,s respectivo.5 plenipotenciarios, eu Paris, el dia 14 de Agosto último. .En sesión de 2(i del mi.smo mes tuve el honor de manifestar ol Congreso los paso,? dados por el Gobierno con el íin de res­ tablecer nuestras relaciones de par con España, i íe comuniqué, además, las iusfrucciones trasmitida.? ¡ti Ajente diplomático dol Perú en Francia, para que firmase uu pacto que consultase la dig'uidad i los iutere.ses dei país, i el mui plausible hecho do haberse firmado la paz. El Congreso so encuentra ya, por tanto, a! corriente de todos los .aiitecedeuto,?. Debo, sin embargo, dejar «aquí constancia de que k inicia­ tiva de la paz un ha partido dcl Gobierno, sino de diversos hombres de B3t.ado de Españ.a, a quienes suponía penetrado.» de la política i propósitos del gabinete do Madrid, como eu electo ,'uicedia, seguu lo h.iii venido a comprobar lo.s íischos. Debo con.signar aquí, además, que la pazcón E.spuña era unaa.spiracion jeneral, tanto en la República como eu ia Monar­ quía, i que ía circun.stancia de haber desaparecido los motivos que tenia el Perú para uo celebrar tratado.? de paz con E.spaña, .sin anuencia de Chile, nos colocaba en coudicioiies do obrar li­ bremente. En efecto, la conferenckde Mlashiugton habria dado por re.sultadü la celebración de tratados de paz entre las Repúblicas aliadas i España, si Chile no liubieva exijido .satisfacción e in­ demnización por el bombardeo de Valparai,?o i vístose obligado.s si Perú, Bolivia i el Ecuador a imir.se a Chile en aquella, exijencia, re.spetuudo las leyes de la Alianza Internacional entro dicho.? cuatro jiaíses firmada; pero desde cl instante mismo ou quo Chile declaró ¡a guerra a dos de lo.s aliad.?.?, rompiendo sornre,?iva i pérfidamente la Alianza, e.? claro que el Perú quedah
DOCUMENTOS INEDITOS.

c

L, /'

,

U

L

C c c c

w

d c

o d c

-J

d; ü

c

o ..t a

,-d

c N d b(-, .' i W

r

47

Pero, al reanudar nuestras relaciones con España, era in- relaciones de amistad i de coraercin entre nuestra República i diapensable; 1. ° no aceptar el reconocimiento de la indepen­ nue.st.ro5 pueblos hermanos de Europa. Con verdadero placer lur visto que cl Gobierno de Españ.a dencia, por ser ésta un hecho consumado i que no admitía negociaciones; 2. ® no consignar artículo alguno respecto a re­ está animado de esns elevado? .sentimientos; i cumplo a mi clamaciones de la deuda llamada española, que teniendo su deber manifestar a Y. S. que no e.s ase solo el espíritu del po­ oríjen eu la guerra de la emancipación no era posible recono­ der que hoi rije en España i de. los elemento.? políticos qne k cer un solo instante; 3. ° discutir i íirniai: cl nuevo pacto eu .apoyan, sino de todo.? los jurtidos, hasta el punto dc que hoi existe una Opinión unánime qne, retobando la antigim polí­ Paris, Londres i Iloma, Bajo e.?tas iwses, el Ministro Plenipotenciario cu Francia l\a tica seguida en América, .so.stiene a imperiosa necesidad de suscrito el adjunto Tratado con.el Plenipotenciario español; estirechar i fomentar ias relaciones qne un mal entendido ¡tí­ habiendo, por consiguiente, cumplido fielmente las instrueeio- teres de dominación i reclamiciones improcedentes e injusti­ ficadas han hecho hasta .aliora imposible.?. res comunicadas por nuestro Gobierno. Toca ahora a! Congreso, en su ilustración, coronar la c'bra Así se ha pre.?ta(lo desde luego el Gobierno de España a comenzada por nuestra cancillería, cnrapliendo el preceitto que prescindir ab.solniameiitede las declaraciones de reconocimien­ determina la Ici, con la aprobación de un pacto que corre.?- to de la 'independencia dol Perú, a po-sar de haberse consig­ ponde, sin duda, a las aspiraciones del país. nado ese principio en todos los tratado.? celebrados por ias DÍO.S guarde a V. S. Repúblicas hispann-americana:? con .su antigua Metrópoli; de M ano-kl luiGliVEN. suerte que, conforme a las instrucciones qne V. S. se lia servi­ do darme, quedan a salvo todas las consideraciones de dignidad A los Bcñores Rcprasenfanícj d«! Congrsso. nacional limitando la introducción del Tratado a esponer ol deseo de "restableoer las relaciones amistosas qne deben sieinNOTAS •D KL MIN-I.STHO PERUAN O EN .PARIS. ¡)ve unir a pueblos qne son hermanos por su oríjen i su.? intereses." iíIKISTBKlO ÜK RELACrONl-S ESTEftlOílES. Ni ba existido tampoco la menor dificultad por parte del Gobierno español en prescindir de reclamaciones de la deuda XííM , Sdímbre-: qne en otio tiempo habia sostenido; con lo que así queda de­ Señor: finitivamente nkimarla esta enojosa cuestión entre ámbos go­ Con la coumicacion de V. S., de 17 do Agosto iiltimo, se ha bierna?, sin Cjiie puedan reproducirse exijencias id pretensiones recibido en este despacho el Tratado do paz i amistad entre de ningún jénero. el Perú i España, firmado en Paris el 14 de eapresado mes (i). Ilabria (¡uerido que se determinasen en el Tratado los prin­ Los puntos irimüpales de las iustrucoiones comunicadas a cipios qne, conforme a nne.stra Constitución i a las reglas del V, S., e.?to e.s, a convenioncia de prescindir en lo absulnto de del dercclw inteniacinnal iiubicvau de fijar las coucliciunes de la declaración dc reconocimiento de la iudependetuúa, e ignallos iiacionalé:? respectivos de ámbn.? E-tiido?, así como la base ineiiie respecto de coda reclamación sobre la denominada rijlativa i e! ejercicio de los derechos civiles líe lo,? peruanos en "deuda esiiañolá' hau sido debidamente consultados. España i de los csjiañole? en e! Perú; mas, corno esto hubiera En cuanto a la ciámsiila de “ la nación mas favorecida,'’ que ¡iodido priilongar la.? couferenc.ias, i ol intsre.? común acon.seforma la base de diclio Tratado, ella pennile, al mi.smo tiempo jaba ultimarlo .únte.! po.sible el Tratado, ¡uira (¡ue el Congreso que reamiciar lo mas pronto posible nuestras relacione.? con lisporuauo to examine en esta lejistuva, hemos convenido eu la paña, preparar los tratados especiales, conrinUando, lo mejor red.acci.ni dal .artículo 3. ® , rniiiicieiuloe.sca.? cne.stione.? con las que sea posible, los intereses de ámbos palsK. relativas al comercio i navegación, a las atribuciones consula­ En cotnrecnencia, la conducta dc V. S. rncrece la aprobación res, a la propiíí'lad literaria i a la estradicinn de criuiinales a del Gobierno; i .sometido ya el Tratado a la del (Jongreso, que los p.acto.s es|)eciale? que i'.ahriu dc colobnirse como consecuen­ no dudo la dará mui pronto, comunicaré este hecho oportuna­ cia de! presente Tríi,tnilo jener.al de paz. mente a Y. S. con las instnicciones del caso. Entretanto, se ha est.i¡)ulado en ed aiTícnio 4,® ‘''que todas Dios guarde a V. S. la? velaciinis.'i de los súbilito? de ámbas iiacione.? respectivas, M a k ü e i. I r u ió v e x . se ajusten mutuamente al réjimeo de la nación m.a.? favorecida Al sBftor don Jnsi: M, de Ooye.oeebe, Kn7Í!i;lo Sslraorrlluari.-j i Mii!Ísf.)'D Piebajo todíis concepto.?, a.sí en lo.? asunto.? cirile? como en los niiictciiciorio del P-jni en t'rcncia. conierci.aie.? i de n.aveg.acíon,’' con lo cual, sobre restablecer des(.le Ine.gn la vira.? favorable bomnnieacion entre los do.? países, queda implícitamente sentado el criterio que debo presidir a la A'NENOS A I.A NO'L'A A N TERIO R, conelnsion de los íntures convenios iiiiernacionales. Permítame Y. ,S. que Antes de terminar e.?ta comunicaciou LE0.40I0S PEI, PERU le e.?presi! bi conveniencia de a¡)rovechar las favorables dispo­ Park, Agido rel="nofollow">7de 11779. siciones del Gobierno dc España para ajustar i concluir sin Señor Ministro: demora lo.? tratados es¡ieciales a qne alude el artículo 3. ® , i Gr-itide es mi s.atisíaccion al anniioiar a V. 8. qne en virtud que tan eficazmente han do servir a fomentar cl comercio entre de los poderes que t?. E, el Viee-’Prosidentc de a República ámbo.s pauses. Al (Tecto, espero las instrucciones qne V. 3. ten­ me mandó, aiitorizado.? por V, 3., i dc todas las in.vtc.iccioncs ga a lúea comunicarme para preceder en el mas breve plazo i notas reservadas, he firmado el d ia l! deí presente con el ¡•■osibie a 1(1 eoiifocóion de los nuevos convenios. Embajador de España, autorizado al cRcto pm- su Gobierno, Deseando que el resultado de mis jestiones .satisfaga las as­ el Tratado de ¡taz i amistad «¡ue h.a de ptoner término a la.s piraciones de! Gobieriui, i que el proyecto de Tratado, que bo disericioiic.H entre nuestra República i la España, sustitnj-endn lirmado, de paz i ami.sta'i con España, merezca la ratificación a! triste recuerdo de odio.stis ipierollas las relaeiones de amis­ del Oongres!) de la República, me creo, ántes de eonclnir esta tad (¡ue deben .siempre unir a pueblos hermano?. comunicación, en ei delier defeiicit.ar a S. E. cl .lefe Supremo i fioi qne las naciones as])ir.au a robustecer i consagrar ios a Y. S., i al Porú entero, poique hemos llegado a estingnir vínculo.? de raza; cuando el proyecto, eu vins de rcalizatimt, de p.ara .?ieniprs las dificultades (¡tie nos separaban de una nación abrir ei Istmo de Priuamá ha de .'scortar las distancias i cs- rail noble i jenerosa, que se honra con haber descubierto el Mun­ keciiar las relacione.? entre la Europ.a i los países oecid'mtale? do dc Colon, con haber formado esos paúses qiic hoi son libre.?, de Ic America Meridional; cuando la identidad del jénio i !a iiKiependientes i soberano.?; los que tampoco desdeñan tener coronnidad de la reüjion i de la lengua imponen una común ior suya propia la gran historia (española, hablar su hermosa cultura a las Repúblicas hisp.ai!0 ..amorlcanas i a la Esjiaña; eiigiiñ,, Umcr el mismo oríjen i la misma divina relijion. cuando cu previsión de las aventualidade.? importa asegurar Dios guarde a V. S. en cl ¡lovvenir el imperio de ia raza latina en la América del Sur ccmtraei espíritu dominador i absorbente do la raza sajo­ J uan M . d e GoyENECiiE. na, no puede monos de considerarse c(.uiio un acontecimiento Al señor Ministro 4e Relaciones Kawriorcs,-Lim.a. en estremo favor.able cuanto tienda a afianzar i desarrollar ias (1) La uo(a indioaI.a i otrc.s dooumeiitoa sobre la aisma materia, laa publi r.mos como anexos al presóme oficio.

GUERRA DEL PACIFICO.

48

marqués de Molins, Embajador de S. M, C. en Paris, cuyo testo orijinal remití a. V. S, incluso en la correspondencia oíiParis. Setiembre 1. ® de 1S79. I cial de esta Legación. Hoi me es grato informar a V. S. que Señor Ministro: I me apresuré- a comunicar tan fausta noticia al Supremo Gobier­ He tenido el honor de recibir el mni apreciable oficio (io no el 18 de Agosto, -sirviéndome del conducto dcl .señor Cónsul V. S., de 10 de Julio, número 78, en el (jue se sirve tivcscribii'- .Teuera! del Perú eu Panamá, a quien dirijí el despacho telegrá­ me el que el RepreseuUnte del Perú en La Paz, dirlje a V. S. fico siguiente: con fecha 29 de Junio último, acompañándole copia de la con­ “ Cónsul Peiuiano, Panamá. -Diga Gobierno 14 Ago.sto firmé testación que le dí() el señor Ministro de Relaciones Esterio­ Trataílo España.” res de Bolivia a su nota relativa a la coaforencia que tuvieron ])io7 guarde a V. S. sobre restablecimiento de relacione.? amistosa.? con España, J uan M. d e G o y e n e c h e . copia que V. S. me incluye para mi conocimiento i fines consi­ Al seCor Ministro uc Estado cn cl rlcspachu do Retajioiio.? Esteriores ds! Perú. guientes. ^Eu coutestacion, me es grato decir a V. S. qne por el men­ cionado anexo rae he impue.?to, con viva satisfacción, de que los gobiernos de las dos repúblicas aliada.? han procedido de con­ cierto i en la mas perfecta armonía ea ia solución de una cue.?tion qne tauto importa a mte.stius intereses comnnes i a la jiaz €hilc i c! E ciük I oi-; meiuoriusdiitudcl5Iiuisl.ro €odoi. universa!; i qne los deseos d.i Bolivia han tenido cumpliita .satis­ MINISTERIO Dli RELACIONES ESTERIORES. facción el 21 de Agosto, dia ou que, según ini.s informe,?, se (irmó en Paris un Tratado de paz entre los Excmo:s, .señores Frias i (Rese-ivada.) marqués de Molins, plenipotenciarios adhoc de Bolivia i Espa­ ña, pacto cuyo re.súmen es el olvido de lo p.ssado i cl restabíeLima, Setiembre 30 de 1879. ciiniento dol Tratado de amistad i comercio que ántes de los Señor Ministro: sucesos de 1SG5 i i856 existia cn vigor entre las dos unciones, Por su oficio reservado de 12 del actual, número 63, quedo plausible acontecimiento que cou la debida anticipucimi ele­ iiu;mesto de que cl Ministro chileno, .señor Godoy, irritado vé al conocimiento del Supremo Gobierno por medio del si­ por la noticia, cíe haberse lirmado la paz entre el Perú i Espa­ guiente telegrama, que el 28 de zVgo.sto hice al ü(bi.sul .Jeneral ña, ,se ocupa activamente do redactar uu memorándum,, con el de la República cn Panamá: objeto de manifestar ipie Chile fué quien, a de.specho de la “ Céasul peruano, Panamá.—Avise Gobienio Bolivia finió opoiicnm del Perú, consintió en que a bandera esjrañoia vi­ Tratado paz España,” niera sin inconveniente al Pacílico, Dios guarde a V. S. Gomo c! diplomiUioo chileno, al dar a luz sernejaiito docu­ J uan M. de (I o yexeg iie , mento, se proponga, como lo da a c-anocer en todos sus actos, Al señor Ministro de Relaciones Kstenovcs tlel Perú. dañar uncstca cansa, i cnajHimrn'.?s la simpatía de ese país, c-ujsa aini.sífi-d iadudablcmeiite es necesario con.servar en el me­ jor estado, conviene qne V. S. no deje pasar nada sin la corres­ NÚM. 100,— LEG.ACION DEL PERÚ. pondiente refutación; i a este respecto, aplaudo la disposición en que ,se encuentra V. S., preparaml-o-se do todos los elementos Paris, Setiembre 1. ® ds ÍS79. indispensnbler? iiara combatir dicho ¡nemorandum; i estoi segu­ Señor Mini.stro: Con cl estimable oficio de V. S., de 10 de Julio ú’íimo, nú­ ro que lo hará V. S. de la m;tnera m.as satisfactoria, porque si mero 79, be tenido el liomiv de recibir, como anexo.?, dos co­ el .señor Ga ;loi .se refiere a las conferoiicia-s de Mro.sliingtoii, pias de la.s comunicaciones cambiadas entre los .seüore.s dmi V. S. .sube binii que .si eu elias uo .se arribó a un resultado de­ Emilio Bonifaz, Ministro Re.sideiite de la República cu Quito, finitivo eu el .sentido de la az, fué porque escl.usivameute a i el señor Ministro de Relaciones Esteriore.? del Fémudor, con ello 58 opusieron la? exajürai as )n'et.eusione.s de Chile, repremotivo de la resoíuciou tomada por el Gobierno del Perú (ie .seiiliuio por el uii.?nin señor Godoi; a las que tuvieron que abrir negociaciones paro, ¡a celebración de nn Tratado de paz ceder los demas aliados, sajriiicundo así, por uu esoeso de de­ ferencia i Isaitad al aliado, su.s verdaderos intereses, que recon España. clumrJmu el rest.ah!ec-i;niento de la laz. Tan importantes documentos manifiestan claramente ile una Asimismo puede V. S. hacer mérito de la otra circunstan­ parte las poderosa.? razones que han guiado a! Gobierno perua­ no para decidirlo a una resolución cuya necesidad so hacia sen­ cia qu'í me vecnerda eu su citado oficio, relativa a haber sido tir, i qne solo obedeciendo a sentí mientos de noble hidalguía el mi.smo señor Godoi, (juieu, a nombre de su Gobierno, declaró i de consideración exajerada hácia ia A ación que ayer fué su e:i el Protocolo del armisticio, que este uo importaba el reataaliada i hoi .se ha convertido en desleal enemiga, no ha. querido blecimiento de las rclacioue.s comerciales cutre los aliado? i realizar hasta el ¡ireseiite, a pe.?ar de qne sus bien entemiidos Es laña. .)iv« guarde a V. S. intereses le aconsejaban obrar de otra raanora; i por otra, el NÚM. 99.— LEGACION DEL PERÚ.

LXLI.

modo tan satisfactorio como el gabinete de Quito mira la cues­ tión, aprobando no solo la conducta del Perú, al que reconoce su perfecto derecho de adelantar i lijar sus relaciones iiiternanacioiialcs, sino manifestando, además, su determinación de hacer las jestiones que le convengan en el mis;uo seiUiilo i cuando las circun.staucias lo determinen. Congratulándome mui sinceramente con el Suiiremo Go­ bierno por el buen é.xito de sus propósitos, aprovecho gustoso de esta ocasion para repetirme de V. S., señor Ministro, mui atento i .seguro .servidor.

M

a n u el

I r ig ó y e n .

Ai seilor Uoü líiaiño ilouiíaz, Miiástro ResiJeute dd Ptrú en cl Kouaclcr.

LXIJL B ucj!o.s OÍÍCÍO.S <íe úolombia con respecto al .'Wínistro líoniingo GoiJoi. M tNKIEIUO DE RELACIONES ESTERIORES.

J l' an M. de Goyeneche.

Lima, Octubre 1. ® d-c 1879. Señor Ministro: He t-euido el honor de recibir cl mni estimable despacho de V. E,, de 8 del mes próximo pasado (l), por el que se sirvo NÚM. 101.— LEG.ACION DEL PERÚ, coinunicarme que ha liegado a conocimiento de ese Gobierno, París, Setiembre 1. ® de 1879. qne (?1 ciudadano cliileno don Domingo Godoi, que .se dirijia a Señor Mini.stro: esa República con el carácter de Miuistro diplomático de su En comunicación anterior, fecha 17 de Ago.sto pniximo pa-sa- nacioii, eu compañía de .su Secretario don Bélísario Vial, fiié do, puse en conocimiento de V, S. ()ue las instrucciones del Su­ detenido en el Callao por ajentes de mi Gobierno. premo Gobierno relativas a las uegociacioucs de un Tratado YÚgrega Y. B. (¡ue el Poder Ejecutivo de la Union ha visto de paz con España fueron debidamente cumplidas i que el 14 con pena e.sc suceso i que se apresura a interponer sus buenos del mismo mes tuve el alto honor de firmar, en representación 'del Perú, un Tratado con el Plenipotenciario de E,?paña, señor Tomo II, pAjina 27. AI sefíor Ministro de Kstó-Jo en el despjcliú de Relaciones Esteriores licl Psi ú.

V..

DOCUMENTOS INEDITOS.

49

“Los ajentes clii'enos han coiitinuado proparaiido un nuevo envío de armamento i olro.s artícidw de guerra i, para condu­ cir U.SOS elenientos, lian comprado un trasporte rápido llamado lP:Ue que se propone armar de.spii0.s en guerra. Dicho trasporte, que estáy.v próximo a euipremicr su vi.ije, irá como el .anCerinr, Genouiv, al puerto de Aiiibores, eu Reijica, cu donde recibirá armaiiieiito i quizas la.s '23 cajas del bote-torpedo que estuvie­ ron detenidas en Hull,” Lo que tengo la lioiu'.i, de trascribir a V, S. para su coiiociinicnto i fines a que halla lugar. Dios guarde a. V. ,3.

oficios, a fin de que el c.?presado señor Godoi sea puesto en li­ bertad. La manera como este .señor verificó su viaja, no podia monos qne infundir serios recelos a mi Gobierno, luusta el punto de obligarlo a proceder como lo liizo; pues híibiemlo venido di.:lio señor Godoi .al puerto de Iquique en nn vapor mercante, pasó a uno dc lo.s blindados de .sn nación a denunciar a algiinos je­ fes peruano.? que estaban en dicho vapor, dando lugar a (¡ne se intentara estraerlos por el Almirante chileno. Además, cuando el señor Godoi fué aprehendido en la bahía del Callao, es decir, dentro dc iina plaza fortificada, lejos de encontrársele papel alguno que acreditar.a carácter diplomático, se halló en su po­ der planos de nuestros puertos, todo lo cual le hacia aparecer como espía. El mismo .señor Godoi, en una comunicaciou que con fecha 30 de Mayo último dirijió al Almirante americano, sefior Rodgers, i de la que acompaño a V. E. una copia impresa, declaró que “ viajaba como particular i no llevaba consigo ni nombra­ miento ni instrucciones escrita.?, ni documento alguno que inanifestuse el carácter oficial que iiivestia.” Tales datos revolarán a V. £., uo solamente el ¡lerfocto de­ recho i aun i.a. necesidad con que procedió mi Gobierno al orde­ nar la aprelionsioii del señor Godoi, .sino que, al hacerlo, no ha privado al de V. E. de reciliir al Enviado de una nación amiga, Mi Gobierno, no obstante, se apresur.aria, estimando alta­ mente los buenos oficios del de V. E., a complacerlo, si a ello no se opusieran por ei momento graves consideraciones, (¡ue e.spero serán debidamente apreciadas por el recto e ilustrado Gobierno de V. E., nacidas dcl estado de cscitacion en que, con motivo dc la guerra, se encuentra lodo el país; oscitación (juc h.a aumentado el mi.smo .señor GoJol con la coiulncta in­ calificable qne ha observado desde su .aprehensión. En t.ales circunstancias uo seria, pne.s, prinhiiiie que mi Gobierno pu­ siera en libertad a individuos aprehendidos iejítiinameiiteeomü espías, viéndose esto pueblo arrastrado por üiiile a una guer­ ra en la (¡ne de parte de éste .se ha hecho alarde dc no res­ petar lei ni derecho alguno. Ilai, por consiguionte, necesidad de esperar a qne e.?.a e.scitacion calme un tanto i a que se presente una ocasión favora­ ble (pie permita acceder, siu ¡leligro pura el órden p.íhlico, a los deseos que se lia servido V. E. maiiife.starine, a nombre del Gobierno de Colombia. Con sentimientos de distinguida consideración i aprecio, tengo el honor de suscribirme de V. E. mui nlento servidor.

M a n u e l I iu g u YEN, Al .‘.“fior Hiiii.sira Jo E-,laJo ea cl Jcíiw.cl’.c Jo Guerra i Mcriua.

COM.PRA UE I.A CO RUETA “ M A LIí IM .'' MINISTERIO DE RKLAG10NF,.S E.STER10RK.S.

L 'm a , Odubre- 4 de 1870.

Señor; El segundo Vice-Presidente de la lUpiública comunicó a este dirspaclw en oficio dc Paris, de 1. ® de Setiembre último, que acaw de recibir, que .se podia comprar en Europa la corbeta Ahxlhim por el ¡irecio rolativ.imeiite barato de 39,000 libras es­ terlinas, S. E. el primer Vice-Presideiite ha resuelto, en cousecueiicí.a, (¡ue se proced.a a la brcveda.i.1 posible' a realizar rliclia compra; con tal objeto me eoc.arga decir a V. S. que iiimodiataniente trasmita en clave por telégrafo eu Paita i Panamá dicha órdeu a! .segundo Vice-Presiden te, habiéndose telcgrafindu ya al pri­ mero de dichos puerto.s, a fin de que e.spcre el vapor del Norte i pueda conducir el despaciio que debe V. É. hacer, ^ P(.ir el Ministerii) de Hacicmlaseimparíii'áu las disposiciones convenientes para la entrega do dicha cantidad. Ei Gobierno h-a dado a V. S. aidicituuiamcnte las graci.as ))or este servicio i no duda que precederá V. 8. con la urjencia (¡ue el caso .i'iupiicre. Dio.s guanl-a aV. ¡i. M a n u e l I u io ííy e n . .Al scCcr .Jcu FviiLicl CiiiievidO.—Prísoute.

T nitiído
M.ixr'iiL IiurióYEN. Al E.'.-cuio. señor Socrfitario ilt- lo lr,icri,:.r i Rolse.ioiies líswiiorris Jo los elos Unidos Je Colombia.

L U IS LA-PUERTA, I’iUMER VJGE-I'llF,SIl)ENTi: DE LA RKI’ÜRLICA nF.l PERÚ, ENCAR­

MINISTL'IUÚ UE RELACtONEá'ESTEniOHL.S.

I

GADO DEL PODER EJECUTIVO.

i

Por cnniit'.o; es couver.ieiitc proceder al canje de- lasratificaciunos dcl Tratado de paz i amistad celebrado entro esta Rcjiúb'ica. i el reino de 1'Lp.aña en la ciiulmi de P.aris el dia I catim-’c de Agosto dcl presente .año i autorizar .al efecto al Mi¡ ni'.lru que deb.a verificar a.(pie! actii, i Por laiUii: i iDOieciench.i nuestra entera commnza don Juan . Mariano de Gnyeiieclie, ('inviado Estraordinario i Ministro Pleiiipi'teiiciai'io del Perú en Pranci.a, licinos veniiio en conferirle cl ¡dea!) poder i .autori;'ac;on saficieiite ¡lara que, a nombre de M a n u e l lurmÍYEN. la Nación i repriuseutúndola. en debida forma, pueda verificar A! ssñor Jon Mauiiel M. Rivas, Enviado listjsc.icliran'o i .Miui.Uio Plpuiuclsi;dicho canje cdii el Pk'iiipotenci.ario qne .se nombre al efecto ciario Jd Pfi-J on los EsíaJus UniJos fle (.Mlombia. por pra'vn de España. Dado, firmado, sellado i refrciidailo ¡lor ol Ministro de E.s­ tado en cl despacho de Relaciones Esteriores, en Lima a cinco di.as riel mes de Octubre de! año de rail ochocientos setenta i nueve.—L u is L a -P u e r t a ,— El Ministro de Relaciones Esceriore.s, M a n u e l I kicí(.íy e n . Trass>ortc cliileiio “lícHe; ' com pra dc la corbeta “Halbim." Lim a, Odubre l ó dé 1370.

V-

I w

Señor: l’or las copi.as legalizadas que remito a V. S. adjuntas, se instruirá de la interposición de los buenos oficios del Gobierno de e.se país, p.ara que sean puestos en libertad los ciudadanos chileno.? Domingo Godoi i B. Vial, i de la con.ste.slacion que .se ha creido conveniente en e.'--tc a.suiito. Dios guarde .a V. S.

LXLÍIl,

'V--'

c*-' í w

C C C: C' C.

MINISTERIO DK RELACIONES RSTERIORES.

MINISriíRIü DE BEL.ACIONKS ESTERIORES.

Lima, Octidire 8 de 1870. enor; Señor Ministro; Me es altamente satistactorio participar a V. S. que el Tra­ La Legación de la República en Londres dice a este (:le.spa- tado de paz i amistad firm.ado en París el H de Agosto lilticho, en oficio de 1. ® se Setiembre último, número 90, loque i mo, entre V. S. i el EiriRajador esp.añol en Franci.a, ha meresigue: I cido la aprobación de! Congreso Nacional. Lima, Octubre 4 de 1879.

T omo

iv .—

7

GUERRA DEL PACÍFICO.

50

En consecuencia, por el presente correo se remite a Y. S. la ratificación correspondiente, en la debida forma, a fin de que V, S. proceda, a la brevedad posible, a verificar ei canje, para lo cual le acompaño e! pleno poder de estilo. Además, Inallará V. S. adjunto un ejemplar de l.i circular pasada al Cuerpo Diplomático i Consular del Perú eu 3 de los corrientes, comunicando la aprobación i ratificación del espre­ sado pacto. Dios guarde a V. S.

Por consiguiente, lo.s torpedos, sean .armados o en pieiMiy parece quo no son considerados como de ilícito comercio; i aun-í que es contraria la opinión de los abogados de la corona i no; es esplícita en esta parte la contestación de lord Saliaburj,.y cree el señor Pividrul, como con.secnencia de las conferenciu; verbales que ha tenido con el Eoreiug Offiee i del hecho prictico que ,se lia presentado, que el Gobierno inglés no ponáti ninguna dificultad para la salida, de esa e.s])ecie de torpedo, r Me e.s lwnro.so trasmitir a V. S. estos informe.? para suco-1 nociinieiito i fines (pie pudieran convenir. Dios guarde a V. B.

M .v n c el I r ig ó y f .k . Al scBor (loa Jmm tf. de Goyeiieche, Enviado Estraordinario i Ministro PlínipoltEciíirio dcl Perú en Franoia.

M

a n u el

I r ig !Íif ,n.

AI .Milor Ministro Je Rand» oi el despar.bo de Guerra i Marina.

LXLY. Kesoluciou (leí «Hilsíerno hierlés soltrc el bol.c-íorpei!o cliiieiiu en ÍJnl! (Sjisílalcrr.ai; leyes sobre contra­ bando de guerra. MINISTEUIO Í)U IIELACIONKS ESTEaiORES.

Lima. Ocliihre 6 de 1879. Señor Ministro: El .señor Ministro do la República en Lóndre.s, me dice con leclia 1. ® del mes próximo pasado, lo siguiente: “ La cnestiim relativa al bote-torpedo ijne teníamos embargíido en el puerto do fíull a lo.sajent.es chileno.? i de que hablé a V. S. por mi olicio número 72, de IR de Julio, ha sido falla­ da por el Gobierno envista do la-ab.soliicion de la consulta hecha a lo.s abogítdos de la corona. Estos lian declarado en lo relativo al caso especial de IIiill, (jue no constituyendo ei con­ tenido de la.s 2:1 caja.? detenidas un torpedo o bote-torpedo; pues, según el dictúmeu de los peritos, faltan las piezas quo podrian darle e.se carácter, i habiéndose detenido dichas cajas cuando estaban despachadas i manifestadíus con destino a Báljica, la detención iui sido indebida, i deben ser entregadas a los embarcadores. Eu con.secueticia, el Gobierno dió la órden de soltura i la Afluana, prévia petición de los interesados, ha permitido .su despacho para el Coutiueute. En lo relativo a la interpretación de la iei “ Foreíng enlistment acl” acerca de si ella comprende o nó los botes-torpedos, los abog.ados son de opinioii que están comprendidos en la lei i que, en con.secnencia, debe proliibIr.se, en tiempo de guerra, su despacho por los puertos ingleses con destino a los de Ia.s na­ ciones belijerantes. Como el Foreiiig Oüice me liabia esprc,sado tener nna opinión contraria, coinsecnente con su política en favor de la libertad del comercioj me propongo dirijirme a él oficialmente, a fiu de que me precise la conducta que a este re.spccto observará esto Gobierno en lo sucesivo.” Lo que tengo el iionor de trascribir a V. S. para .su inteli­ jencia i fines a que haj’a lugar. Dios guarde a V. S.

I

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Octubre 22 de 1879. .Señor; Con la estimable nota de V. S., feclia 16 de Setiembre últi­ mo, signada con el número 98, se ha recibido en e.?fce .Minis­ terio copia de la correspondencia cambiada entre V, S. i lotd Balisbury sobre las regla-s que rijen en ese país tratándo.se del comercio de los artículos coiisi(íerados como contrabando de guerra. V, S., ateniéndose a la contestación del Foreing Office i a las conferencias que sobre el particular hizo anteriormente, creo que lo único que era prohibido en el Reino Unido era sacar,, buques de guerra i despachar jeute para tripularlos, de manera que las lanchas torpedos ya sean armadas o en piezas, queda­ ban considerada.? como articuloa de lícito comercio. Gomo la contestación de lord Salisbnry no es esplícita en este punto i aun deja entrever una opinión contraria a la do V. S. cuando se refiere a! caso dcl torpedo que los ajentes de Oliíle teuian en Hull, e.s conveniente i de mucha importancia que Y S. jiroonre conocer de una manera exacta i precisa cuál será la conducta de e.?e Gobierno cuando se pre.seuten pruebas patente.? de qne .?e trata de embarcar lanc-has-torpédos a aJgimo de los belijerante-s. Debe, pue.s, V. S. aprovechar del ofrecimiento que le ha he­ cho el primer Mini.stro de S. M. de darle cuantas esplicacioues nece.?ite V. 8., solicitando una entrevista con él para hacer la indagación a que me he referido. Dios guarde a V. S. Ju a n B st éd a n Guzman. Al saRor don Cários PÍTÍJal, Ministro Rc.siJcntc doi P«rú ou Londres.

•YiibHcacioííes cu Europa .sobre la guerra. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES,

M a n u e l I r ig ó y e n . AI sefior .Miiúst-roílc Kstiulo en ol despaolio Jo Qnerra i Marina,

Lima, Octubre 8 de 1879. Señor:

y . 8. manifc.?tó a este despacho en nna de su.? cmnunicacioues, que habia organizado un comité o comisión, con el encar­ go de rectificar la? noticias exajeradas o falsas (qne activamen­ k C m . 204.— m in is t e r io h e r e l a c io n e s e s t e r io r e s . te hacen circiiiar cn Europa los ajenies chilenos sobre las c.?U3as i curso de la guerra actual. Lima, Octubre'21 de 1879. 8in duda qne de poco (-lempo a e.sta parte se defiende al Beñor Ministro: El Mini.stro de la República en Iióndtns ha remitido a este Perú, i buena prueba de ello son: 1. ° la importante publica­ despacho, por el último correo, copia de la corres mndeiicia qne ción hecha por el señor Pacheco Zegarra; 2. ® la del señor ha cambiado con el Eoreing Office, .sobre las reg as qne, segun A. Carreño; i 3, ® algunos artículos publicados en Le Globe i las leyes inglesas, deben oliservanso para sacar o impedir ia .sa­ otros periódicos; pero, aposar do estos trabajo.?, la organización de un buen servicio de prensa deja rancho que desear, de .suer­ lida de elementos de guerra de lo.s puertos do Inglaterra, Motivó esta consulta de parte del doctor Pividal, la circums- te que es indispensable c,?iablecerIo de modo que no sufra el tancia de saberse de nu.u manera efectiva que los ajentes de ¡irestijio del nombre del Perú i que no pase ana sola noticia Chile trataban de embarcar en línll, un bote-torpedo con di­ falsa, o apreciación inconveniente, sin la inmediata i pública rección a Ambcre.?, para remitirlo de allí a dicha República, rectificación. Una circular a los cónsule,? todos en Fjuropa, con la compe­ como se comunicó .a ese Ministerio oportunamente De la contestación dada ñor loid Salisbnry a nuestro .Ajen­ tente autoriza.cion del Gobierno, qne desde ahora la concedo te diplomático, .se deduce, ipie por las lejms inglesas i especial­ ámiplia, debe notificar a aquellos funcionarios la obligac-ion de mente por la práctica establecida, lo único que era prohibido enviar nn ejemplar de los periódicos que en sus respectivas en el Reino Unido ora sacar buques de guerra 1eiigancbar jen- lücalid,adcs se ocupen de la guerra del Pacífico, a la oficina te para tripularlo.?, quedando lo» demás elementos con.sidera- central de la comisión dé prensa en Paris. En dicha oficina dos jeneralmcnte como contrabando de guerra, sujetos a la; le­ deben recibirse también todas las principales publicaciones europeas i llevarse nn rejistro de las (¡uc tratn.n de la guerra, yes qne proclaman la absoluta libertad de comercio.

'1 DOCUMENTOS INÉDITOS.

' J

; S'

Vi. l

I

V-

lo cual puede luicer un empleado do la Legación. De esta suer­ te, ningún artículo que perjudique al Perú se librará del contro­ le que es iudispensable ejercer. La comisión podr¡í encargaren : seguida la coute.stacion de los artículos a uno de su.s miem­ bros. ofreciéndolo todo.? lo.s datos que se remiten de e.ste Mi- , iiisterio a esa Legaciou, o bien la redacción de artículos espe- I cíales que, según las circunstancias, piioileu atraernos las i simpatías Je la opiniou europea i favorecer nue.stro crédito i aun el curso de nuestras relaciones oficiales. La comisión cui­ dará que se hagan dichas ¡nibücaciones i las remitirá a V, S. para que se traduzcan en Lima i se les dé por este despacho mayor circulación. T¡d es el procedimiento sencillo i eficaz qne conviene adojitar sin pérdida de tiempo. Por lo mismo que hai en Europa peruanos que indudable­ mente desean .servir a .su patria i que, por su ilustración i el conocimiento que tienen de las causas i la marcha de la guerra, están eu disposición de prestarían importante ayuda al üohierno, conviene qne V. S. aproveche de sus servicios de un modo sério, i tome ia iniciativa para realizar aquella obra i reglamento el trabajo de la preusa de modo que .sati.sfaga los deseos del Gobierno i de ia opinión pública. Un procedimiento análogo al qne recomien.do a V. 3. .se ha adoptado por la Legación de los Estados Unidos; i los resulta­ dos han sido altamente satisfactorios, segnu se ve por la mul­ titud de recortes de periódicos de lodos ios prnutos de la Union que se reciben en este despacho i que se han traducido i pu­ blicado en la prensa nacional. Por lo pronto, debe V. S. llamar la atención de lo.s patriotas e iutelijentes miembros dc la comisión b.ácia las publicaciones hedías por el señor Cb. Wiener i Camilo Farey, sin ¡íerjiiicio de remitir a estos señores alguno.? documento.?, como la Me­ moria presentada al Congreso Estraordinario por este dcspaclio, los folletos publicados por 1.a cancillería bo!ivi,ana i otros (latos análogos; pue.s por lo mismo que dichos escritore.? ocupan una posidoii distinguida, es indudable que proceden por error i quo modificarán su,» juicios i sentimientos tan luego como se les ofrezca los medios nece,?arios a ello. Espero conocer próximamente resultado de los arreglos que sobre el particular haga V, S., no dudo de que ella? scráii enteramente satisfactorios. Dios guarde a V. S. M a NI.'EL ÍRTOÓYf.N. Al leñordoii Juan Maik’.io dortoycneolie, E/iviádo Eili'aorddíario i Miniitvo l’leuipotcaciariít dol Eení on Francia.

LXLYIL V



Yapor “Maraiiherise.” ÍIIKISTERIO DE REI.AOIONES ESTl RTORE.?.

V i w l V i,

V" Y I w

S-' w i Vi.'

Li>m, Octubre 12 de 1879. Señor: Por el vapor anterior aRiinclé a V. 8. qmi el Gobierno chikiio habia comprado el vapor inglés Muro.nlwnse i (¡ue se preparaba a salir cargado cou 40 toneladas de cartiich.as i 40 de ropa; i por oficio de ñ del mes pióximo pa.sado de nuestro Ministro en Paris, sé que dicho buque a llegado a Amberes. Lo que tengo (il honor de comunicar a V. S. para que lo ponga eu coiiocimieiito del Director de la Gucrr.a, remitiéndole la fotografía del espresado buque. Dios guardo a V. S. MaHUEI IftlOíjl'EN.

cl

Debe V. S. prevenir .sériameiite a nue.stros ajentes con,sulares de .su dependencia qne procuren ser ma.s activos en el cumpli­ miento da .sus deberes, en vijilar todo lo qne .se relacione con el acopio i embarque de elementos de guerra, í que cuiden de trasmitir sus, noticiasen tiempo op.ortuno para (pie puedau.sarse (ic ellas en beneficio de la República; pues, de otro modo suce­ derá siempre lo qne acaba de realizarse en el ca.so que a V. S. se refiere, el no poder trabajar ¡íor impedir el euibaique de esa clase de eleniento.s. Dios guarde a V. S. M.a n u el I r iü ó y e n .

.Al scfuir(loa .Iii.'iii iUviaiio di>(Layeiiutlu;, Eiiviado Kstraíirdinsrio i IHuislcfl riídipoloiiciari* del Eetú en ■Rrsncia.

MINISTERIO PE REL.VCIONES ESTERIORES.

Limtí, Octubre 20
uan

E ? t k b .an G u zm a n .

Al stSor Sísre.türio J l'kokiI d-:l Supvcmi' PirKclDr do )a Qu'U'ra.

MÍNtóTElíIO DE RELACIONES E.STER10RE3.

Lirua, Octubre 20 de 1879. Gtu.ír: El CÉ'U.su! de la República on Amberes, me dice con fecha 10 de Setiembre lo siguiente; “ Adjunto encontrará V. S., en un pliego, consignado.? todos los informes que rae be podido procurar, tanto por ííI empleado que con tal objeto tengo, cnanto iujr la verificación que yo mismo be hecho en persona, poniéndome en relación con los m.arineros chilenos del vapor Moranliense. •Solo tengo que agregar (¡ue dicho vapor va sumamente car­ gado, que él es de buen andar, pei'o de poca resistencia, según la opinión del capitán del puerto, que asi me lo lia dicho. Igualmente tengo la honra dc acompañ.ar a V. S. un recorte i su traducción de uu artículo publicado eis uno de los diario.? de e.?ta ciudad, L.a Oiunon, el que le probaráa V. S. que me he ocupado en el Ínteres de nne.?tra justa cau.ra, usando de todos los medios que ,?on compatibles cnn el honor, i si en algo puedo felicitarme de la indiscreción del cronista, es tan solo por el bien qne para nuestra causa resulta, tanto ma.s cuanto (]ue este p(?riódico es c! que, ma.? duro, injusto i hostil se ha manife.stado .?iemro‘e contra el Peia'i.” ]jo que'trascribo a V. 3. remitiéndole los lanexos de su re­ ferencia para los fines a quo haya lugar. Dios guarde a V. S, J uan E steban G l'zman. ,A1 .mtior SiicraUiiij Jccors! Jol ^(¡preuio Director dc la Guerra,

Al sefior SÉorelario Jeneral dc! Supremo Director de ¡a (Jiicrra,

Ml.S'mTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lma, Octubre lo de 1879.

W L' k.

C c

c

Señor: Se h.a recibido en este Ministerio la nota de V. S., fecha 5 de Setiembre último, número 111, relativa a la salida del Havre del vapor inglés Mamnhense, con destino a Amberes, condu­ ciendo artículos dc guerra. Se han trasmitido has noticias qne ella ccntiene .a la Secre­ taría Jeneral de S. B. el Director de la Guerra pava los fines que pudieran tener lugar, remitiéndose también la fotografía de di­ cho vapor que viuo adjuata.

Nümlii'íUüieiito dcl Secretario Jcsienii del .leueral Duza. .MINISTERIO DE REL.tClONES ESTERIORES,

Lirna, Octubre 18 de 1870. Señor: lie leido con viva satisfacción el estimable oficio que con focha 4 de los corrientes se ha servido Y. E. dirijirme, comu­ nicándome que S. E., el Jeneral Daza, ha tenido a bien nom­ brarlo para el desenipeño de la Secretaría Jeneral, como

GUERRA DEL PACÍFICO,

52

sucesor tlel Excmo. señor don Serapio Reyes Orfciz, que ha rea­ sumido el ejercicio de la cartera de que era titular. Con este motivo se sirve V. E. manifestar por mi conducto al Gobierno del Perú los nobles i elevados sentimientos de que so-halla V. E. animado, como lo-ha estado siempre, respecto de la necesidad de conservar incólume la Alianza de ámbos pue­ blos, porque así lo exijan sus mutuos iutcre.ses i su porvenir i aun los de las demas uaoinnes de este Contiuente, en prcseniiia del carácter que en todo tiempo ha distinguido a la política chilena. Be complace .sinceramente mi Gobierno quoS. E, cl .íeuerai Daza liaya tenido el acierto de nombrar a V. E. para ei do.íempeño de su Secretaría, poripie las ideas espre-sadas lior V. E. i su.? autocedeiites, son una prenda segura que garantiza la unión siempre firme i leal entre el Perú i Bolivia, a cuyo imporlaiite i feliz objeto no ha cesado de contribuir S. E. en todas circuns­ tancias i especialmente en la actualidad en que se hallan ámbas repúblicas amenazadas por un enemigo alevoso i rle.sical. Creo inútil mauife.star a V. E. (jue sus propósito.? i :v?)!Ír.aciones coiicuerdan jierfectameute cou los que animan al Gobier­ no i pueblo peruano. De ello lian dado muchas pruciui.? i e.?iáii resueltos a no omitir ningún .sacrificio, que tienda a cimentar la unión fraternal que desea mantener por siempre con la Re­ pública de Bolivia. Felicitando a V. E. por ol merecido houor quo le ha dispen­ sado S. E. el Jeneral Daza, me e.3 grato aprovechar de cstajjrimera oportunidad para ofrecer a V. ií, laa seguridades de la alta consideración i particular aprecio cou que me suscribo .su atento i seguro servidor. ' M a n u e l I r ig ó y e n . Al Excrao. serrar ion Rosendo G-utierrcj, Secrotario .Jcncra) do S. E. cl Jeneral don Hilarión Daza, Prcsidoncc de Rolivia i Capitán Jcnerai de sos ejercites.

LXLil. Canje (le prisioneros. MINISTERIO DB RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Octubre 15 de 1S79. Señor: Ei Honorable señor Miuistro Residente de la Gran Bretaña, me manife.stó hace tre,s mese.? próximaineute, que tenia encar­ go para solicitar un canju de prisioneros de guerra, entre los tomados en la E sm eralda i los bolivianos hechos por Ciiilc en Galanía; jiero como estos último,? eu realidad no reunian la.s condiciones de prisioneros de guerra ni era conveniente pensar entonces en canje, eu el que no podia existir reciprocidad, cou acuerdo supremo, contesté a dicho Ajente diplomático negativameiite. Hoi que los tripulantes que sobreviven, despne.? del glorioso combate del H uáscar, pueden ser canjeados por alguno? de los prisioneros chilenos i que esta medida es conveniente, me diri­ jo a V. S. a fin deque se digne acordar la resolución del caso i comunicarme, tan pronto como sea po.?ib!e, los prisionero? del Perú i Chile que puedan .ser canjeados, previniendo a V. 8. que el señor Ministro Residente de la Gran Bretaña ha vuelto a hablarme sobre dicha medida. Dios guarde a V. S. J

uan

E.st éba n G ü z jia k .

Al señor Jenoral Miuistro «e flusrra i Mutina.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lim a, Octubre 20 de 1879. Señor; Con fecha 2 de .Agosto último .se comunicó a Y S., para que por su conducto llegase a cnnociraietito de S. E. el Supremo Director de la Guerra, que el Honorable señor Ministro Resi­ dente de .su S. M. B. se habia acercado a este Miui,?t6rio pava manifestar que .su colega cl Rej,'resentanle inglés en Santiago se habia dirijido a él por indicación del Gobierno de Cliile con el propósito de obtener del Gobierno nacional un canje de prisioneros entre los treinta i tres bolivianos tomados en Calaraa 1los prisioneros chilenos que existen en cl Perú. El Supremo Gobierno, para poder dar una re.?puesta al señor

Saint John, creyó coiiveniciite conocer la opinión de 8. E. el Jeneral Prado, aunque desde luego podia presumir que ella fuese adversa, atendiendo a que el canje ipie se proponia era cutre prisioneros que por sncar.ácteroficial i su graduación no .se hallaban en las mismas condiciones para poder ser aceptables. Ahora que el mui sensible desastre de .Mejillone.? ha puesto eu manos de nuestro? enemigos un considerable número de nues­ tro,? abnegadas i valientes compatriota?, cree este Ministerio que podria aceptarse la iiisimiacion del Ministro inglés para tríatav con el Gobierno deChilo de verificar el canje de pri.sionero.?, en­ trando, como c.? justo, entre los del canje los prisioneros boli­ vianos. Con e.stc motivo me dirijo a Y S,, a fin de qne .se sirva poner este oficio en conocimiento de 8. E. el Supremo Director de la Guerra I trasmitirme su opinioii sobre el a.suuto de que me he ocnp.'ido. Dios guarde a Y S. J

uan

E st eba n G u zm a n ,

.41 S'ifior Secretario dd Supremo Director de la Guerra.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORE.?.

Lima, Octubre 31 de 1879. Señor Ministro: Con mucha satisfacción se ha impuesto el Gobierno de la atenta de Y 8, II. de 28 de los corrientes, número 32, relativa a canje de prisioneros. Mi Gobierno acejita dicho canje, haciéndolo ann estensivo a los prisioneros boliviano.? que se encuentran en Chile,' i ha­ llándose V. S. H. autorizado para tomar cualquiera medida que tenga por objeto apresurarlo, rae es grato participarle que estoi a disposición de V. .3. II., a fin de arreglar el lugar i for­ ma en que dicho canje debe vcrificar.se. Devuelvo a V. 8. H. la copia de la nota del Ministro de Relaciones Esteriores de Chile, le reitero la,? e,?presione.? de gratitud de mi Gobierno por la participación que toma cu este asunto i le suplico a la vez que se digne trasmitirlos al señor J. de V. Drimiinond Hay, Ajente diplomático de S. M. B. cu Chile. Tengo la honra de ofrecer a V, 8, H., una vez mas, las se­ guridades de mi mas alta con,sideración. Dios guarde a V. 8. J

uan

E st é b a n G u zm an .

Al Honorable señor Spenser Saint Joba, Ministro Residíate de S. M. B.

MINISTERIO DE RELACIONE.? ESTERIORE?.

Lima,, Noviembre 3 de 1879. Señor Ministro; Me apresuro a conte,star la atenta conmuicacion do V. S. II. de esta feclia, número 33, relativa al canje de pri.sionero.? de guerra. Adjuntas hallará V. S. H. la ii,sta de los pri,?ioneros perma110,5 i bolivianos que se encuentran en Chile, provenientes de! monitor Huáscar i do la toma de Caíam.?, lo mismo que las razones do los tomados a aquella República en la Esmeralda j i el Kimac. Ruego a Y S. H. que se sirva indicarme lo? prisioneros que desea recibir por parte de Chile, en cambio de todos los dol ¡ Huáscar i de Calama, segun sus grados i clases, trasmitiéndose ! oportunamente las órdenes respectivas para qne los jefes i oiiciaies ciiileiios que .se hallan en Tarma i los individuos de tropa que se encuentran en Arequipa, estén en Arica el 20 del raes corriente para verificar el canje en la forma que indica V, 8. II., dignándose V. S. H. pasar a este despacho, ,si lo tiene a bien, para allanar cualquiera dificultad que se pre.?ente en el arreglo satisfactorio i definitivo de este asunto. I Renovando a V, S. H. las seguridades de mi distinguida consideración, tongo la honra de suscribirme atento servidor. R a fa el V ela r d e. AI Honorable señor .Spenser Saint John, Ministro Residente de La Gran Bre­ taña.

53

DOCUMENTOS INÉDITOS.

c. Cncstiou “Luxor:" notii dirijida ai Ministro drl rcrii en .ilem ania. NÚM. í l — MINTSmnO DE RELAOlOKEá ICsTEIilORES.

(Ileservad.!).)

k-,

G C

G G G G O G O O

O O O >Q I#

guerra i las re.sponsabilidade.s por las pérdidas que ella ocasione; 2. ° Protocolo de 17 de Junio modificando en parte las esti­ pulaciones contenidas en el anterior; 3. ® Protocolo de 5 de Mayo sobre el mando en jefe del ejército aliado; 4. - Protocolo de 7 de Mayo por el cual se obliga al Perú a prestar ineii.saalmente a Bolivia iOO.OüO .soles para el sosteni­ miento de su ejército. En 07to.s se iialiaii cuiisigiiados los acuerdos que hasta la fe­ cha se lian celebrado entre ámbos gobiernos cou referencia a la Alianza. Dios guarde a V. S.

.UwM; Octubre 2'2 de 1879. Señor: Adjunto hallará V. S. el fallo de la Corte Suprema de Ju.?ticia, deelaratulo uo haber nulidad en la sentencia eoníirmatoJ uan E.?t é iía n G u zm a n , ria del alto Tribunal de Presas, que declara buena i lejítima Ai síñ'jr SecrnUiio Jenernl de .3, E. el Suprema Director de la. Cucrra. presa el vapor alemau Lu xor (1). Esta nueva disposición, espedida en última instancia, viene a definir la cue.stioii, corno V. S. bien lo comprenderá, eu nu EU.\’ERA LE,S A GRAU. ■sentido que impone delicados deberes r.l Gobierno en atención a la guerra .en que está envuelta la República, sin anticiparme MINISTERIO DE REIAPIOKES ESTERIORES. a ccmuiiicar a V. S, la línea do conducta (iiie el Gobierno .se L i’m , Octubre 28 de 1879. propone seguir, lo que resultará de la pró.xirna .sesión que cele­ bre el Consejo de Ministros, debo limitarme por aliora a infor­ Señor Ministro; marle de las dos conferencias que lie tenido con el Encargado El Ministerio de Relaciones Esteriores del Perú saluda aten­ de Negocios ad inUrim del Imperio Jerinánico, tamente al Excmo. señor Ministro Plenipotenciario de la Re­ En la primera, celebrada ayer, me dijo el señor Onderey'jk, pública francesa i tiene la honra de coimaiicarle que mañana el Ajenle a que rae refiero, que me participaba de un modo se celebrarán en la iglesia Gaiedral los funerales oficiales del privado i confidencial, conoce ya la opiiuon de su Gobierno Contra-Almirante Miguel Grau i demás tripulantes de! IJitássobre aquel a.snuto, que era en el sentido (le qne. confonue cou car fpifi perecieron en el combate de Mejillones. los preceptos del derecho de jcntes, no podia legalmcnte decla­ Si el Excmo. señor Ministro tuviese a bien honrar con su rarse buena presa al Luxor i que su Gobierno no se conforina- pre.scucia dicha ceremonia, lo mi.smo que los jefes i oficiales de ria con tal solución. la marina francesa que están en el Callao, se dignarán concur­ Hoi el mismo señor me lia agregado (pie desde ánie.s babia : rir al salón de ceremonias dol Palacio dc Gobierno a las I I recibido encargo de influir cerca del Gobierno del Perú pava I A. M, del e.spre,sadü dia. que saliese libre el buipie; pero que él babia contescado.estar | Juan Estébaii Guzman renueva a! señor üometde Vorgeslas aun pendiente el .asunto en los Tribunales.de Justicia, i que las espresionea de su distinguida consideración i estima. nuevas instruccione.s que habia recibido eran para que averigua­ se el pensamiento del Gobierno si eumplivia el fallo que de­ J uan E s t é b a x G u zm an . clarase buena presa al Luxor, que no e.staria de acuerdo con el Al E.xcmo. señor Ministro Plenipotenciario de Francia en el Perú. derecho internacional Me he limitado a contestarle primerameiiLe, qne aun no se habia dado conocimiento oficial a este despacho de la senten­ MÍNlálERIO DE RraACIONE-S EÍ5TERI0RES. cia adjunta, i en .segundo lugar, qne el asunto uo habia sido tratado aun en Consejo de Ministros, lo que se veriñcaria Lima, Odubre 98 de 1879, próximamente. Señor Ministro: Reservándome comunicar a V. S. la re.solucíon que se adop­ El Ministro de Relaciones Esteriores del Perú saluda aten­ te en tan delicada materia, le reitero las instrucciones que dió tamente al Excmo. señor Enviado Estraordinario i Ministro mi antece.sor señor Irigóyen para averiguar, de' un modo clavo Plenipotenciario de lo.s Estados L'nido.s, i corre.spoiidiendo a su i seguro, la opiiiion dol Gobieruo aiemaii sobre el particular, i atenta commiicacion del 17 del mes corriente, preguntando el tratar de conocer la conducta que se propone observar, lo que dia en que debiau celebrarse los funerales del Contra-Almirante hoi es mas fácil i necesario en vi.sta de la sentencia suprema, Grau, para que concurran en cuerpo el comandante i la ofi­ que sin duda será comunicada por el Ajente diplomático aleman. cialidad de la Álasht i Oiiward, tiene la honra de participarle El sábado próximo, según me ha informado el espresado señor que dicha ceremonia se verificará el próximo miércoles 29, a las Ondereyck, llegará probablemente el nuevo Ajente de! Imperio 11 A. M., en la iglesia Catedral. Jermánico, que ha estado desempeñando las funciones de Mi­ Ei Gobierno del Perú espera que V. E, se digne honrar con nistro Residente en Bogotá. su asistencia dicha ceremonia i se anticipa a dar a Y. E. i a lo.s Dios guarde a V. S. muchos años. dignos mariiio.s de bt Alaska i Oiiward las ma.s cspresivas gra­ cias por ese acto de deferencia a la memoria del ilustre marino. J ija s EsTjín.AS C uzmam . A la hora esjiresada serán recibidos en el salón de recepcio­ nes del Palacio de Gobierno las personas que se dignen con­ Al señor Jlinissro Residente del Pei"í en cl Itajiera Alojuan. currir. Juan Estában Guzman renueva al señor Oristiancy las espre.sioncs de su distitiguida con,sideracion i estima.

CL

P rotocolos COM B olivia,—Funerales a Gran, MINISTERIO DE EELACUONES ESTERIORES.

J

uan

E s t íb a n 6 u zm .a n .

Al Fxcmo. soi'ior Envianu Ejlraordicario i Ministro PleulpotODciario de loe Estiulos Cuidos eu el Perú.

Lima, Octubre 22 de 1879. Señor: Se ha recibido en este Ministerio el estimable oficio de V. S,, fecha C de los corrientes, eu el ctial, por órden de S. E. el Su­ Eiiipleados cliilenos ,a bordo de los vapores de la premo Director de la-Guerra, solicita Y. S. que se remita a esa Compañía Inglesa. Secretaría co fia de los protocolos celebrados con el Gobierno MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. de Bolivia re ativamente a la zVlianza. En contestación, me es grato remitir a Y, S., en copia auto­ Lima, Octubre 31 de 1879. rizada, los documentos siguientes; Señor Ministro; 1. ® Protocolo de 15 de Abril último señalando lo.s subsidios Tengo la honra de acusar recibo de su oficio de ayer, al que con que contribuirán los aliados para el sostenimiento de la se digna V. S. acompañar otro de la Comandancia Jeneral de Marina, haciendo presenta qne los buques de la Compañía (1) Tomo I, pijina 672,

CU.

GUERRA DEL PACÍEÍCO.

54

Inglesa de Vapores son tripulados en su mayor parte por cliilenos, i recomienda a este despacho que acuerde la medida conducente a evitar los perjuicios que esos individuos pueden ocasionar durante la guerra actual. La Cornptañía de Vapores, como cuahiuiera otra, está .sujeta a las leyes de la República i a las autoridades marítimas esta­ blecidas precisamente para vijiiar su cumplimiento i cuidar, en el presente caso, de que se observe la mas completa neutra­ lidad. Toca, por consiguiente, a la Gomandaucia Jeneral de Marina, notificar a la Compañía luglesa de Vapore.? para que despida los tripulantes chi enos que están a su servicio, previniéndole qne ningún vapor que salga dcl Ciillao será recibido a sn re­ greso en ningun puerto peruano, si tiivie.?e a su bordo uu solo ciudadano chileno, i que por au nacionalidad, así como por el conducto frecuente en qne están con nuestros puertos, pueden ejercer el carácter de espías i faltar a las reglas de neutralidad que dicha Compañía está obligada a observar. Solamente en el caso de que la Legación Británica se dirijese a este despacho reclamando la resolución anterior, que debe ser dictada en el dia por la.? aatoridadcs marítimas, )o que no espero absolutamente qne se verifique, podría liaber lugar 8 je.?tion diplomática. Dejo así contestado el oficio de V. S. a que éste se refiere. Dios guarde a V. S. J

E stéd a n G u zm an .

uan

210, i con fecha 24 del actual, se ha servido V. S. dirijirme, trascribiéndome una comunicación de nuestro Representante eu la Gran Bretaña, que se refiere a la posibilidad de adquirir un potlero.so blindado que se construye en los Estados Unidos i dos cañoneras que se hallan al servicio de la República de Méjico.’ Estando fuera de duda la conveniencia de que el Perú ob­ tenga esas nave.?, aun cuando la terminación de la. primera requiere algún tiempo, me ordena S. E. el Vice-Bresidente decir a V. S. en conte.?tacion, que se sirva trasmitir instruc­ ciones a nuestros ajentes diplomáticos en aquellos países, con el objeto quo procuren conseguirlas. Kn consecuencia, tan luego como reciba V. S. e.?te oficio, procederá a porier.?e de acuerdo con 8. E. el segundo Vice-Jhesideiite de ia Rejiública, señor Canevaro, i con nuestro Minis­ tro en Paris, .señor Goyeneche, a fin de dar los pa.?os necesarios para contratar la compra del blindado i cañoneras cuya adqui­ sición cree V. S. posible. No necesito estendovme en dar a V. 8. mas iastruccione.? sobre el particular, porque las espresadas a V. S. las han recibido ya oportunamente i tienen átnplios podere.? del Go­ bierno para entciidcr.?o en todo lo que se relaciona con la ad­ quisición de buque? de guerra. Encargo sí a V. 8. (jue tome en este asunto todo el Ínteres i la actividad que sean necesarios, lioi mas que nunca. Dios guarde a V. S. R

Al señor Ministro Je fistado en el despaclio Je (íuerra i Harina.

a fa el

V ela r d e.

A! sefior Ministro Residente del Peiu en la Sran Bretafia.

CÍÍL cv.

Aprueba la conducta de la v a líc eii s« coKÍ'ereiscia con ei .Ministro dcl B rasil. m in is t e r io d e r e l a c io n e s

Asalto a Has «bilenas eu cl Callao? reclaniacioaes de lo.s SSinisíros P leisip o teiid a rio s de it a iia i cl Brasil»

ESTERIORES. M1NÍ.9TBR10 DE. RELACIONES ESTERIORES.

Lbm , Octubre S I de 1879. Señor; Por su oficio reservado de 3 del me.s pasado, número 11, me he instruido de la entrevista que tuvo V. S. con el señor M i­ nistro de Negocios Estranjeros de ese Imperio, siéndome satis­ factorio decir a V. S. en contestación, qne encuentro mui acer­ tados los términos en qne se espresó V. S, acerca del deseo que ha animado al Gobierno al acreditar esa Ijegacion, únicamente en ese paí.?, por no poder atender debidamente al cultivo de las relaciones la qne está acreditada en Buenos Aires i Mon­ tevideo. Asimismo he visto con agrado la manera como V. S, ma­ nifestó a! señor Ministro el caíácter de la guerra actual, la conducta observada por el Gobierno chileno i la gran impor­ tancia de los intereses que nosotros defendemos en ella, (jue, como V. S. mui acertadamente lo indicó, son universales, por­ que son los intereses de la justicia i de! dereclio. No dudo, pues, que V. S., que con tanto tino i sagacidad ha procuraíio en esta primera entrevista llevar al ánimo del sefior Mini.stro la persuasión de que está de nuestro lado la justicia, en una contienda qne naturalmente ha venido a con­ mover a los pueblos sud-americano.?, insistirá de la misma ma­ nera en este sentido, siempre que se le presente ia oportuni­ dad, haciendo las informaciones correspondientes, a fin de obtener el importante resultado que el Gobierno se propuso a! confiar esa misión a su ilustración i patriotismo. Dios guarde a V. 8. J

uan

E st eba n G uzm an .

Al sefior José .A. Je Lafalle, EoriaJo Estraordinario i Ministro Plenipotsaciario del Pera en el Brasil.

CÍV. ün blindado i dos cañoneras.

LiJiia, Noviembre 8 de 1879. Señor Ministro: El Encargado de Negocios de Italia, en oficio de esta fecha, rae dice lo que sigue: “Ayer fueron asaltadas, invadida.? i robadas en el Callao varias casas de ciudadanos italianos, por una reunión de )Ueblo acompañada de guardias de policía con ei pretesto de 1U3car ciiilenos.—-Fueron, ademá.?, estraidas de viva fuerza i horroro.saraeute maltratadas algunas señoras que son notoriamente ciudadanas de Italia, como casadas años lá con italianos. Estos hechos fueron perpetrados simultáneamente en varios lugares de la ciudad, sin que la Prefectura hiciera cosa alguna par.a prevenirlos o para reprimirlos en tiempo oportuno. Estoi convencido, señor Ministro, de (¡ne luego que el Go­ bierno de la República haya tenido conocimiento de esto, ha­ brá tomado todas las medida? conducentes a garantizar la vida i seguridad de los italianos re.?identes en ei Callao, según ¡o dispuesto cu el capítulo 4. ° del Tratado de comercio i nave­ gación vijente entre Itaba i el Perú. Mo complazco en creer que los antore.? i cómplices de tan incalificables esceso.?, sobre los cuales es mi deber llamar la atención de V. E., habrán sido ya puestos en prisión i serán luego castigados con todo el rigor de las leyes. Reservándome trasmitir a V. E. la nómina de las casas ita­ lianas que fueron invadidas i robadas ayer en el Callao, tengo la honra.; etc., etc.” Lo que trascvibq a V, S. a fin de que se sirva pedir i trasmi­ tir, a la brevedad posible, nn informe detallado sobre ló» suce-: sos a que liace. referencia el Ajente diplomático italiano en la nota trascrita. Ruego a V. S., al mismo tiempo, se digne dictar las órdenes mas eficaces para la aprehensión i sometimiento a juicio de los culpables. Dios guarde a V. S. R a f a e l Y e l .a rd e .

.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. AI seflor Ministro Je Estojo en cl Jespacho Je Gobierno.

(Reservada.) Lima, Noviembre 4 de 1879, Señor: Con fecha 28 de Octubre último, dice a este despacho el se‘ñor Ministro do Guerra i Marina lo siguiente: “Me he impuesto de la nota reservada que baje el número

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Noviembre 8 de 1879, Señor Ministro: Acabo de recibir la comunicación de V. S. de esta fecha, so­ bre los desórdenes ocurridos ayer eu el Ca lao con motivo de

DOCUMENTOS INÉDITOS.

Espero poder tener el honor de trasmitir próximamente a V. S. los informes pedidos, reiterándole, entretanto, las segu­ ridades de ia mas distinguida consideración. Dios guarde a V. 3,

haber tratado de hostilizar algunos individiios a varias chilenas casadas con súbditos italianos. Sin perjuicio de las medidas dictadas inmediatamente que se tuvo conocimiento de aquel suceso, que mi Gobierno deplora en alto grado, me he dirijido a la autoridad respectiva, a Un de que ninguno de loa autores del desórden deje de ser aprehen­ dido i sometido a juicio conforme a la lei. Por lo pronto, puedo a.segurar a V. S. que, según los informes que he recibido, la policía, lejos de mirar irapa-sible el escánda­ lo, como se ha dicho a V. S., dió los pasos necesarios para evi­ tar que sufrieran los intereses de los italianos, qne como V. 3. no ignora, gozan de ks simpatías populares, i que .se maitraura a las chilenas casadas con ellos. Siu embargo, he pedido un informe lo mas detallado posible sobré aquellos snce.so.s, i apénas lo reciba tendré el honor de trascribirlo a V. S., pudiendo asegurarle qné se procederá con la debida severidad. Dígnese V. 3. aceptar ks espre.?iou8s de mi mas distinguida consideración i aprecio. R a f .a bl V

MINISTERIO DE RELACIONES E.STERI0RE3.

"“ í

R.AFAr;L Y e i .a r d e . Al sefior (lott Enrique J. Mollo c Albius, Encargado de Negocios del Brasil.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

sl a r d e .

Al seftDr Son Juan Raotisío Viviani, Encargado dc Kegocio.a do llalla.

55

i

Lima, Noviembre 10 de 1879. Señor Ministro: Lo .sucesos verificados últimamente en el Callao, sobre los cuales he hablado a V. S. on mi nota de 8 de los corrientes, pueden dar oríjen a roelamacioues de p.arte de los ciudadanos estraojeros, como puede observarse por las comunicaciones que se han recibido eu esto Minisíerio de ks legaciones de Italia i el Brasil. Es, pne.5, de absoluta necesidad que Y. S. se dirija inmedia­ tamente a la Prefectura del Callao, previniéndole qne despliegue toda actividad para capturar a los autores o promotores de esos desórdenes, que supongo sean unos pocos individuos, i someterlos a juicio, ,a la brevedad posible, para que en él de­ puren su propia conducta i se esclarezcan ks responsabilidades. La lenidad o falta de enerjía, en este asunto, servirá de base para que los representantes estranjeros pretendan hacer recaer sobre el Estado los daños o peju icios que sus naciona­ les hayan suftido con motivo de dichos sucesos. El único modo de evitarlo i de preparar los medios de defensa, para cuando ellos tengan lugar, es el dc que las autoridades del Callao, tanto políticas como judiciales, dc.splieguen actividad i ener­ jía en el sentido indicado. En su estimable nota de esta fecha., se lia servido Y, S. co­ municarme las órdenes que al respecto se han espedido ya por ese Ministerio, i .sin perjuicio de ellas, me permito rogar a V. S. que se digne reuovark.s. Dios guarde .a Y. 3,

Lim a; Novimhre 10 de 1879. Señor Ministro; Ei señor Encargado de Negocios del Brasil dice a este de.;pacho, en oficio de antier, lo que sigue: “ Adjunto a V. E. orijinales el oficio i copias qne acabo de recibir dol Vice-Oónsui del Imperio er. el Callao, por las ijiie .se impondrá Y. E. dc las incalificables violencias (¡uc allí su­ frió ayer el súbdito brasilero, José Ferreira de Aragón. Este individuo es el mismo en cuyo favor recl.amé del pre­ decesor de Y. E., algunas providencias que, según nota de 2 de Junio, me participó el .señor Irigóyen labian sido ya dictada,? con el objeto de garantizar la seguridad de dicho Aragón i de R a fa el V ela r d e, castigar a sus perseguidores. Seguu lo a.segura el querellante, en el suceso de ayer hubo connivencia de parte de la policía : Al slíñor Ministro ík Estado en e! dcsr.acha de Gobier.-io, local, habiendo él mismo sido herido por un celador por no haber querido declarar e! lugar en donde se ocultab.a su esposa, contra ia cual le manifestaba toda la animosidad por el hecho HlNrSTEHIO DE RELACIONES ESTERIORES. de ser de oríjen chileno, Aragón declara que a mas de haberlo Lim a, Noviembre 11 de 1879. herido, destrozaron su casa, le rompieron su carta de natura­ .Señor Ministro; leza i le robaron 2,000 soles que guardaba er. nn cajón que Se ba servido V. S, acusar recibo de mi nota de 8 de los cor­ fué despedazado. rientes, referente al suceso ocurrido hace pocos dias en el Callao, lluego, pues, a V. E. (¡ue con toda urjencia se .sirva ordenar que se haga una investigación que deje bien conatat.ado.s los i manifestarme que se reserv.a remitirme una relación detalla­ hechos para que sean castigados severamente sns autores i de­ da do los daños causados allí a los ciudadanos italianos cou motivo de ios referidos sucesos. bidamente iudemniz,ado el querellante.” Oreo deber escusar a Y. S. la remisión a e.sto Ministerio de Lo que tengo el honor de trascribir a Y 3, supíic.iiidole que dicto las providencks de! caso i ,se sirva pedir a k,s autoridades dicha relación, porque ella debe prc.sent.arse por les interes.ados del Callao, i trasmitirme un informe sobre ios sucesos a que al juez que conozc.a de k causa que mi Gobierno se ba apresu­ hace referencia el e.spre.sado Ajente dijilonuitico, a fin de cono­ rado a ordenar se siga con prontitud i actividad a lo.s autores i cer ia verdad de los hechos i comunicar una relación exacta de promotores de tan lamentables acontecimientos. Como Y. S. ha podido apreciar por las referencias que de lo acontecido a diciio funcionario. ellos ha recibido, tales sucesos no han revestido, ni por un mo­ Dios guarde a Y. S. mento, el carácter dc una conmooion i levantamiento popular. R .IFA EL V r LARDK Mi Gobierno, eu cumplimiento de sn deber, ha dictac o, como Al Eüfior MíEistro (ií Estado en el der¡)acho ilc tiobirvr.í), lie dicho ya a Y, S., las ordenes del caso. Del juicio qne se signe ve.snltarán esclarecidas las re.sponsabilidades i designadas las personas quienes hau de indemnizar lo.s daños causados. NÜM. 16,—MINISTERIO DE RELACIONES F,STER1')RES. Sin perjuicio de. eso, rai Gobierno no cesará de requerir a la,s autoridades judiciales a fin de que k causa termine a la Lima, Novimhre 10 do 1879. breved.ad posible. Señor Ministro: Me es grato aprovechar de esta oportunidad para renovar a He trascrito el oficio a Y. S., de antier, a mi colega el Minis­ V. S. ba.s protestas de mi alta consideración i particular aprecio. tro de Gobierno, a fin de cpie me trasmita los informes corres­ pondientes sobre los maltratos sufridos por el súbdito brasilero R.4FAEL V e l a r d e , José Ferreira de Aragón í recomendándole la aprehensión i Al 8«Sor flor, Jaar. E. Viviaii!, Ecargailo de Negocios de Italia. sometimiento a juicio de los culpables. Desde ahora puedo, sin embargo, participar a Y. 3. que inmedi.atamente que se tuvo conocimiento del snccso ocurrido en MINISTERIO DE RELACIONES ESTERTORES. cl Callao, el Gobierno dictó la.s disjioslciones iicce.sarias, ha­ biendo acudiiio la policía a tiempo para evitar que los pocos Lima, Noviembre 21 de 1879. individuos autores dcl escándalo llevasen a cal» sus inten­ Señor Ministro: ciones. En su comunicación de antier .se .sirve Y, S. insistir en su Por consiguiente,, .sometido este asiiuto .a los Tribunales de doctrina de que el Estado debe pagar los daños qne sufran los Justicia, a ellos toca resolverlo i aplicar la pena corre-spondientc estranjeros a consecuencia de a gun motin o desórden. a los-culpables. Apoya V. S, su pretensión en que la responsabilidad no re­

GUERRA DEL PACÍFICO.

56

cae sobre los autores del delito, sino sobre los qno, pudiendo evitarlo,_ se abstuvieron de liacerio; i apela V. 8. a la equidad del Gobierno, para que se paguen los 7ü(i soles 80 centavos qne, segun consta tle la relación documentada presentada en esa Pv-eal Legación, importau los daños sufridos. Siento decir a V. S. ( ue, segun las regla.? jenerales de justi­ cia, la indemnización debe hacerla el autor del delito i que esto no puede conocerse sino de.?pues de la sustanciacion del juicio. Si de éste resultore que la.? .antoridade.? do policía son respuntsable.s, se Ies obligará al pa-go; pero, entretanto, segun los informes que tengo a la vista, la policía, léjos de favorecer ei desórden, como se ha dicho a V. S., no omitió esfuerzo para evitarlo, cumpliendo con su deber, agregándose que no fué cl pueblo enfurecido, .sino un grupo de jentes exaltadas las que intentaron apoderarse de las mujeres chilenas pava obligarlas a salir del país. Juzgo de mucha importancia los documentos i pruebas tes­ timoniales que han sido pre.seutados a V. 8., i aclarada la parte que al Gobierno toca eu este asunto, ruego a V. 8. que so digne trasmitirme los G.spresados documentos en copia, u orijinaies, a fin de que figuren en cl juicio, cuya aceleración íie recomendado al despacho corre.?pr>ndiente. Sírva.?e V. 8. aceptar las espresiones de mi mas distinguida consideración.

este oficio; esto ca, manifestando las mas saludables disposicione,? para cumplir cou los comprotni.so.s coutr,sidos i desba­ ratando las intrigas de nne.?tros enemigos en la lucha en que se jimpoucn especular ántes que todo. No terminaré sin e.?pve,?ar a V. S. que e! Gobierno se ha impuesto con s.atisfacciou de la nota de esa Legación, fecha I. ® de Setiembre, número 105, qne se refiere a la declaración del Gobierno británico de no apoyar la solicitud de e.?portar guano eu provecho de los teiicdore.?, i qne no duda que las nuevas je.?tione? que so hagan en tal .sentido recibirán el mis­ mo justo i merecido rechazo. Dios guarde a V. S, R a fa el V ela r d e. A! señor doj; Cárlo.? rivúlol, f.IbiUtro B(;.ú'leiitc dsl Perú cn I,v Gran iJretoña.

Bebe prepararse el ánimo del pueblo boliviano cn t>rev3.si«n de «n desastre del ejército aliado, n i; m .

I 'J L — m i.n' is t e k io

d e r e la c io n e s e s t e r io r e s .

(Reservada.)

R.v f a e l V e l .a k jje . AI Benor,Tu.yn E. Viviani, Eiicargaiio ds Kegocw.s ele Italia.

CYLlu-strnccíoiics al Míitistro cn la Gran Bretaña. MINISTERIO DE RSI.AUIO.'IES ESTERIORES.

lim a, Noviembre 12 do IS7ÍK Señor:

Miéntras dure la guerra actual es indudable que lo.? ajentes chilenos en Europa no omitirán medio, por iiidecoro.so que sea, para orear graves di.fioiiltades al Ferú, ya tratando ác enteuder.se con !o.s tenedores de bono.? peruano.', y.a .solicitando el apoyo del Gobierno ¡nglé.s u otro, a fiu de csplotar el guano i salitre, so pretesto de atender mejor al servicio de la deuda i pagar los gastos de la guerra. V. S, sabe que para Chite la lucha actual es fínicamente de ajeno.? territorio.? i riquezas, i ijiic sns hostilidades han coirsistido, desde el priucii'io, en apoderanse del Litor.al boliviano, en blo:juear Iquique i destruir los aparatos de carguí.') en lo.s de­ pósitos de guano; guerra inercautil i de especulación, llevada con una teraeriil.aá sin ejemplo i sin respetar lei ni derecho. De aquí la obligación eu (¡ue se halla este despacho, corrcsK udiendo a las necesidades de la situación, de recomendar a ; ajentes diplomáticos que ocupen un pue,?to de importancia, como V. 5,, todo el celo posible i la vijilmicia ma? .severa para, prevenir, sorprender i cruzar eficazmente los plaucs de nue.stros enemigos. No basta para ello, como ya se ba diolio a V. S. cn prece­ dentes instrucciones, seguir los pasos do dichos ájente?, sino, particularmente, estar cu cordial i e,?creoha relación con los principales finicionarios de ese pal? i con el Foreing Ollice. La política del Gobierno inglés nos ha sido favorable lia.?ta aquí; i conviene cultivar e.sta preili.sposicioii ]iara cualquiera cnievjeuciaipara llevar a su ,ánimo la espresion clara de nuestro derecho cu la guerra actual, de nuestro respeto por los intere­ ses de los neutrale.? i cl deseo de pagar a nue.?tros acreedore,? eu la mejor forma posible. Estos sentimientos, ospresados con mesura i dignidad, en el momento oportuno, pueden danio.s en correspondencia alguno.? datos útiles sobre el plan de nuestros enemigos, cuando é.stos lo acometan sériamente. El Minl-sterio que acaba de organizarse i al qne tengo la honra de pertenecer, .?c halla animado de Ia.s mejores intencio­ nes respecto de nuestros acreedores; pero, como V, S. com­ prenderá, no niede hacer cuanto desea, en medio de las difi­ cultades de a campaña, i su trabajo tiene que reducirse a preparar pava nms tarde ¡a realización do un programa de ha­ cienda que comprenda aquellos iiiterc:ses. A.sí, pues, conforme no aceptamos en principios la inter­ vención estranjera eu materia de deudas, al mismo tiempo con­ viene trab.ijar con sagacidad i per.severaucia en cl .sentido de

Lima, Noviembre 15 de 1379. Señor: Por la e.?timablo nota're.scrv.arla de V, S , fecha 1. ® de los corriente.?, número 2.33, quedo enterado de la situación política de la República, La.? apreciaciones con que concluye V. S. eu .su aludida co­ municación, no pueden dejar de infundir sério.? temores al Go­ bierno; p’ies 'si por desgracia llegase a rcalizanse nna revolución en ese paí.?, como V. S. lo cree, como consccnencia de uu de.?a.5tre en el ejército aliado, mni grave .seria entonces la situa­ ción eu ipie quedaríamos colocado,?, como fácilmente se com­ prende. Por lo mi,?ra.:>, en previsión de tan. lamentable suceso, V. S. dele redoblar su actividad para trabajar siu de.scanso, em­ pleando cuiuitos medio.? le sujieran sn patrioti.smo i sn.gacidad a iiu de evitarlo, procureudo preparar cl ánimo- de ese pueblo a .soportar con re.?ignacioii un fracaso qne, si bien no debemos cspeiTirlo, confiamlo, como debemo.s confiar, en el valor i disci­ plina de nuestros ejércitos, no por eso humo-s de abrigar fe cie­ ga en nuestra victoria, desde qne nadie puede proveer con toda seguridad los accidentes de la guerra. Sns relaciones personales de todo jénero, le prestan a V. S. ,ancho campo para trabajar en cl .sentido qne dejo indicado; i confia el Gobierno en qne V. 8. sabrá cumplir .su deber, te­ niendo en mira lo? peligro,? que no,s amenazan. Dio,? gnai'de a. V. S. R a fa el V ela r d e, .A! fcSiU' Eni'ÍR'Ii> üsttaordnuuio i Ministro Fícnipokn.jÍBrio del Perú en' Rolivia.

CYIII. üsi.stnic.rioncs al HJini.?tro cu Cejitro-América. ■ 3IINISTERI0 DB IIBL.'.CIONES ESTERIORES.

TAma, Noviembre 21 de 1S79. Señor: En su comunicación de 6 de Setiembre último, número 43, participa V. 8. a, este despacho, qne por el mal estado do los caminos no habia podido V. 8.. continuar su marcha a los es­ tados vecinos, pero que cou tal fin se preparaba a salir próxi­ mamente de Managua. Ante.? (le ahora se ha remitido a V. 8. varios ejemplares de documentos oficiales rela.tivos a la guerra declarada por Chile al Perú, i conviene que V. S. les dé la mayor circulación posible en los Estados de la América Central, a fin do qno ,?e conozca, con exactitud las causas de la guerra ¡ loa atentados cometidos por nuestros enemigos desde la ocupación de Antofagasta a título de reivindicación o compii.staEs. además, indispensable qne V, 8. promueva cuantos actos puedan conducir a estrechar las relaciones de todo jénero entre el Perú i aipiellas repúblicas; tale.? como los medios de favore­ cer i ensanchar el comercio, la adhesión de esos estados a la

DOCUMENTOS INÉDITOS. E! paso dado por el .señor Reyes Ortiz lia pue.sto a V. S. en Oonveneion jeneral de po.stas, que favoi'eceria cl contacto fre­ cuente con el Perú; el canje de publicaciones oficiales, como una situación dema.siado delicada, i el provocainiento de V. 8. las constitucione.? i los w.idigos i obras científicas i literarias, ha contribuido indudablemente a acentuar la antipatía que siente ])or el Perú cl partido encniigo de la Alianza, el cual re­ canje que se puede establecer en ¡irovecho recíproco. Sírvase V. S., en consecuencia, dar los pasos necesarios con doblará ahora- sn.? trabajo.? con mas encono qne untes. ^ La mi.siüii de V. S. en c.?e paí.s le oblig.iba a manifestarse tales fines, independientemente de la,s ia.struccioues que ya so le han comunicado, informando a este despacho, a la brevedad complcUnieiiLe ¡>re.?ciridente en las cuestiones dc política inteI rior procurando con.servar la mejor annoiifa con iodos los parti­ posible, sobre el curso de sus trabajos. dos, i si comprendía V. S. que se trabujaba contra la Alianza, qne Dios guarde a V. S. tanto interesa conservar al Perú en las j'vesentes circunstan­ I I a f .a e l VíLAnDE. cias, ha debido proceder V. S. cou tai .«agacidad i prudencia Al señor doii Torais Lama, Enviado Kstraordinario i Ministro Plenipotenciario I para cruzar los proyectos de ese jénero, de modo qne no qucdel Peni en Gcntro-Aracrioa. I dase, dc ninguna manera, coustuneia tie .?u intervención en ese 1 asunto, Pero un.a vez (¡ue sn patriotismo lo puso a V. S. en situación de dar un pa.so falso, es necesario qne haga cuauío sea dable i posible por neutralizar los malos efectos que él ha producido t'oiKiliota (lef Ministro de los Estados l'iiidos señor i debió producir indudablemente. V, S. apreciará cuales sean N fw ton l'ettis. lo.s medios qne deba emplear para conseguir estere.sultado. Si las presunciones de Y, 8. eran bien fundadas, quizá a la NÚM. 61,— MIN1.STERI0 DE RELACIONES ESTERTORES. fcclm baya tenido lugar una revolución eu La Paz, a! tenerse (Reservada.) noticias de los desastre? qne ha sufrido nuestro ejército dcl Sur, de cuyos detalles ,?c impondrá V. 8, por los impreso.? que Lirm , Noviembre 26 de 1S79. le remito por separado. Señor: ,8i tal .suceso .se ha realizado, Y, 8. debe procurar, si es po­ Remito a V. S. copia de la nota reserva,da, quo con íeclia 8 de los corrientes i bajo el número 2-11 (1), ha dirijido a este sible, que el nuevo Gobierno conserve i reapcte loa comprorniMinisterio la Legación de la República en Bolivia, en la cual ¡ sos (pie unen a esa República con el Peni, i en consecuencia comunica la estraña conducta que observa el señor Newtou que .sea fiel a la A!ianz,i, manifestándole qne el Gobierno del Pettis, Encargado de Negocios de los Estados Unidos en Peni prescinde de lo,? motivos que hayan existido para de­ poner al Jeneral Daza, i qne consideranrír. ■al mievo Gobierno La Paz. V. S. e.stá informado que el señor Pettis, aunque sin autori­ de Bolivia corno emanación de la voluntad popular, desea zación de su Gobierno, manifestó vivo interesen allegar a las mantener con él Las mejores relaciones de amistad de i unión potencias beiijerantes a un acuerdo amigable, demostraudo ser sincera para combatir juntos al enemigo qnie holla en c,?íos sincero amigo de los contendientes i a.segurandn que sus pro­ momentos el territorio nacional, amoiiazaudo sériamec.te la ii¡cedimientos nierecerian la aprobación dcl gabinete de Washing­ tegi'idad de ámba-s Re[)úblit'a?. Diov gmartie a V, 8. ton. Es, pues, inesplicable que ahora no solo se buya lieclm núR.'-.f a e l Y e i .a r d e , blicamente enemigo del Perú, sino qne trabaje por persuadir a Bolivia de la necesidad en que se halla de traicionar al Perú i AUi'ñm' iúo'iado EfitraoirUuacio i Miaistco l'lcniiiatcrio.iaticiilcl Po.ni (ai liolivin. aceptar las pérfida.? proposiciones uno le lia hecho ci Gobierno de Chile. Limítese V. S,, por ahora, a tomar nota de l.a copia adjunta aguardando las instrucciones que este despacho le trasmitirá cuando sea conveniente. Temores (le revoliidon e» B olivia 1 iiuc fracase la Dios guarde a V. 8. Alianza.

OIX.

to--

t a ..

•w.C--

V

R

afa el

V e l .a r d e .

Al señor don José Cárlos Trsc.v, Eaciirgado ele >fogoeios cid Perú e;i los Esiadcs Unirios,

ta.'

V. 'v.-C ü c c c

o w

C

O

2-19.—MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES. (Reservada.)

• Lima, Noviembre 26 de IS79. Sefior Mini.stro: La Legación de la Pvfq'iública en La Faz h.a comunicado por iSesaprueba la conducta dcl Mini.stro en B olivia por su c! último correo a e.ste despacho, ocupándose del órden interior torpe intervención cu los a.suntos internos de Boli de Bolivia., (' ue se te'.iiia i aun se preparaba un,a manifestación V ia. contra el Gobierno constituido, manitcstacion que podria tomar el c,ai’ácter de una revolución en forma, apíínaí: se supiese en el NÚM. 198.— MINISTERIO DE RELACIONES ESTERTORES. público que la-s armas aliadas habian .sufrido nn rovez. (Reservada.) A.grega l.a misma IiKgaeion que el 18 del raes corriente un grupo (le cholos babia reccrridí.i el barrio liam.ado dre Chócala JÁma, Ntívtemhrr; 26 de 1S70. dando viva? a Chile i a Soto. Este Soto (dou ,lü?é María Se­ Señor: gur,dnj es el comandante de aruiiis de Caiauia, que estaba Son altamente lamentables las noticias qne comunica V. 8. prop.agando entre los indios rué los ciiileno.s traíanla aboli­ en su nota reservada de l.é de lo.s corrientes, número 243 ción (iel tributo i la mas árup ia independencia de .?u reza (3), (2), sobre el estado de la ¡lolítica interior de ese país i sobre El Cónsul peruano en Cocliabaiuba, dice también que bai el grave incidente a qne ha dado logar la carta quo V. S, todavía mucho chilenismo, a pes.ar dcl odio actual a los chile­ dirijiera al señor Reyes Ortiz, trasmitiéndole el aviso de lu nos, i qne la miseria espar.to,?a es mía de las causa.s del desreunión que iba a celebrarse, sin duda, con miras hostiles al alieiito jeneral (4); agrega en seguida que Bolivia tomará, .sin Gobioruo i a la Alianza. embargo, su parte en la liieba de sacrificio que se prepara, Respecto a este último punto, no puedo dejar dc manifestar aunque no de buena voluntad. Sin dar a las .anteriores infor­ a V. S. que en ningún caso debió haber empleado ese medio maciones lina gran importancia, he juzgado indispensable tras­ de denuncia. V, S. debia prc.sumir las consecuencias que pu­ mitirla,? a Y. S., así por ser Y. 8. Presidente del Con.sejo, dieron sobrevenir, las cuales, por desgracia, no tardaron en pre­ cnanto porque ellas se rozan con el despacho que correa.su sentarse. Para asuntos de esa clase, la pnidencia aconseja cargo. proceder verbalmcnte, ya acercándose V. 8. donde el señor Mi­ Dios guarde a Y. 8, nistro de Relaciones Esteriores o mandando un empleado de la R afa el Y ela r d e , Legación, que, privada i confidencialmente hubiese puesto cu conocimiento de ese Gobierno el meeting que se proyectaba. a ! áef.ur Minisl'.'O ds Estado oo eldespa.-dw dc (Iu?rra i Marina. (1) Tomo II, pÁjina 120. ¡2) Tomo II, pAjina 12Í. T o -MOIV.— 8

Q

NÚM.

;,Ti Tomo ¡I, pÁjina 121. (-1) Tomo II, pAjina llU, copia mlinero 4.

GUERRA DEL PACÍFICO.

58

NÚM, 201.— MINISTERIO DE KELACiOMES ESTERIORES.

(Reservada.) Lima, Diciembre 10 de IS/Í). Señor: Se lia recibido cn este Ministerio la nota reservada de V. S., número 245, fecha 22 de Noviembre último, en la cual dá V. S. cuenta ele la situación política de esa República i de otros incidentes que se relacionan con el ejército aliado. Segun noticias que ha recibido el Gobierno por conductos re,=petable.s, ha estallado ya. en La Paz e! movimiento revolu­ cionario que V. S. temía .se verificase de nn momento a otro. Eti comunicaciones anteriores se han trasmitido a V. S. la.s instrucciones convenientes, a las cuales debe V. ,S. sujetar .su conducta ante el nuevo e.stado de cosas creado en e.sa Repú­ blica. La Alianza que liga a arabos países i.que eu la actualidad se hace efectiva, no fué estipulada entre sns gobierno.? sino entre ambas república,?, i cree el Gobierno del Perú, que cualquiera qne sean los car.ictére.? qne distingan al nuevo Gobierno de Bolivia-, éste pcrmaiiscerá fie! a la Alianza, solemne compromiso qne adquirió ese país garantizando su cumplimiento Cou ,su fe i honra nacional. E.?pera este Ministerio con ansiedad el próximo correo en que recibirá de V. S. detallados informes .sobre los sucesos realizado.? en L,i Paz, i en vi.sta de ello? .se trasmitirán a V. S, la.? instrncciones qne las circmi.stancias las hagan ncce.sarias. Dios guarde a V. S. R. a f a e l V e i .ap.d e . Al señor EiiTÍf.do EitraorJinaiio i Jtiuistra riciiipoleuciario del Perú ca Bolivia,

Instrucciones al liíiuisí.ro cu B olivia con m otivo de la rcrolitcioii dcK uñcz dcl Prado. MINISTERIO

DK RELACIONES ESTERIORES.

(Reservada.) Lima, Dicimbce O de 1879. Señor; Ayer se recibió en esta capital la noticia de que habla esta­ llado im movimiento revolncionario eu Bolivia, asegurándose ((ue habia sido encabezado por cl señor Nufiez del Prado, bajo la decidida colaboración del señor Reyes Ortiz. Sin embargo, el Gobierno no tiene informes oficíale.? sobre ei particular i duda de la realidad de tales suceso.?, que afectarían lo.s víncu­ los de la Alianza, supuesto que, siendo indispeii,sable continuar las operaciones de la guerra coa toda la euerjía posible, con­ viene lioi, mas (¡ue nunca, contar con la tra-nquilidad interior de los países aliados, a fin de conservar intactas sus fuerzas, arbitrar nuevo.? elementos de guerra i dar a la campaña un poderoso impulso. Tal es el sentiiniento dominante eu el Go­ bierno i en el pueblo dcl Perú, en quienes, léjos de disminuir, ha aumentado la fe en ¡a victoria definitiva. Una interru loioii en c! órden interior do Bolivia seria quizas un motivo de r emora en preiiarar los medios cou que está obli­ gada a contribuir, i poilis, ii/iemá.s, hacer perder moralmente cn la coúciencia i en las simpatías universales que hoi le son favorables lo mismo qne al Perú, Pero como la Alianza no c.? cou nn Gobierno .sino con la República, conviene que V. S. sea mui prudente en su conduc­ ta, alejando todo cuanto pudiera crearle prevenciones i dificultadea eu el des(iinpeño de su misión. No debe V. S. intervenir en las cuestiones do partido, sino para conciliar los iiitere.?es opuestos i encarecer la necesidad le ocupar,so de la guerra liasta derrotar a nuestros enemigos, conservando las mas cordiales relacione? con todos i sin dar a su palabra i a sus acto.? uu carácter de preferencia i de con­ denación, qne pudiera hacerlo antipático para uu círculo polí­ tico determinado. For lo demas, ei Gohieruo cree que el señor Reyes Ortiz, que conoce mui bien la historia de la Alianza i la situación actual, es nn persoiiii-jo que puede prestar a .?u país inmensos servicios, i no dudo de su honradez e ilustración, De.spues de estes instrucciones jenerales, no me queda sino recomendar a V. S. que informe detalladamente a este despa­

cho sobre los principios que la revolución proclama, en el ca.?o do ser ella cierta; .sobre los hombres que figuran como autores del movimiento, i eu fin, sobre lo que alií se dice i se piensa, con tal motivo, re.speeto de las roiacioues de Bolivia con el Perú. El Gobierno, que ha,?ta aquí ha cumplido sus deberes de aliado con Boüvia, mas allá de lo que los tratados estipulan, confia eu el patriotismo de los bolivianos para creer que hoi como ayer, no desmayarán en ofrecerlo todo por 1.a guerra, i e.spcra (juo V. S., colocándose a la altura de su puesto, sabrá interpretar fielmente los sentimientos que él .abriga. Dios gnade a V. S. R afa el V ela r d e. Al sePior Eiifiado E-xtraordmariv i Minisíro Flenipotcnriario dcl Perú cn Bolivia.

C IIÍI, D esa.síre
206.—MINISTERIO DE RELACIONE,? ESTERIORES. (Reservada.)

Lima, Diciembre 16 de 1879. Señor: Por .?u nota reservada, número 248, quo he leido con bastante Ínteres, me he impuesto de todo lo ocurrido en esa Prepública con motivo de la noticia dcl funesto desastre de mie.?tro ejér­ cito en el cerro de San Francisco. En contestación, debo reiterar a V. S. las instrucciones que sobre el particular, en mas de una ocasión, se le han dado eu este de.?pacho, a fin de d(;.?cubrir las tendencias i móviles a que obedece la política interior de ese país. Tocante a lo que V. S. rae dice al final de su nota a cerca de la mala interpretación dada en ese país a la intercepción de las comunicaciones de algunos jefes caracterizados del ejér­ cito boliviano acantonado en Tacna, fuerza c,s que V. S. tra­ baje afanosamente por averiguar lo que haya de cierto, a fin do comunicarlo a este Ministerio i jioder adoptar las medidas necesarias. Dios guardo a V. S. R

a fa el

V ela r d e.

Al señor Enviado Eslraordin.ario i Miaistri) PIoDÍ]wtenclario del Perú en Bolivia. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Diciembre 38 de 1879. Señor: De órden de S, E. el Jefe Supremo, recomiendo a V. S. que, a la brevedad posible, informe a este despacho .sobre las. ven­ tajas que ofrece la via férrea de Nuev.a-Yorlt a San Francisco (ie California, sobre la de Panamá, pava el tnasporte de los ele­ mentos de guerra que debon remitirse de Europa i E.?tados Unido.? aí Perú. Estas venteja.s deben consistir: 1.® en .segu­ ridad i 2. ® en economía de tiempo i de dinero. No será difícil a V, S. obtener to:los los datos necesarios a fin de establecer la comparación correspondiente i adojitar ia via de San Frauoisoo, si así conviene al país. Escudado me parece encargar a Y. S. que guarde la debida reserva sobre ol particular. Dio.? guarde a V. S, P ed ro J

o sé

Ca l d e r ó n .

Ai señor Encargado de Negocios de! Porú en Estados 1’aido.s de América.

s:

GXIY. N oticias (Je B olivia a l C ontra-Alm irante Slontcro. NÚM. 216.— MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Lima, Diciembre 80 de 1870. Señor; So ha recibido en esta Secretaría la nota de V. S „ fecha 6 del actual, marcada con el número 250 (1), comía cual remite (1) Tomo II, pájina 25S.

59

DOCUMENTOS INÉDITOS. V. S. copla (le lae comunicaciones (¡ue Isa dirijido al ContraAlmirante señor Montero, Jeneral en Jefe del primer ejército del Snr, con ei objeto de ponerlo al corriente de los aconteci­ mientos que se habian verificado en La Paz i que ticuen ínti­ ma relación con el pacto de Alianza que une al Perú i Bolivia en la presente guerra. Juzgo mui útil i conveniente (jiie continúe V. S. tra.smitíendo al señor Montero noticia de cuanto allí so realice, a fin de (jue eu el menor tiempo posible esté instruido de todo i pueda adoptar las medida.? precantorias que sean necesaria.?, uua vez que se atribuye la c.xisteiicia dc propósitos desleales de parte de nuestros aliados, aunque ellos no e.'dstan on realidad. Por lo demas, e.sta Secretaría ve con sati.sfacciou ia activi’dad i celo con que cumple V, S. sus deberes cu la delicada e importante misión que se leba confiado en esa República. Dios guarde a V. S. P edro J

osé

C.-íl d r u o n .

.41 5c6or doctor don José Lnis Quiñones, Enviado EstraorJiiiirio i Ministre I’lcnipóteuciario dei Perú en Üoiivia.

LEGACION D E L P E R Ú EN FRANCIA, XV V Cueslioii financiera. NÜ.M. 27.—LEG.4CI0X DEL

PERÚ

j;x FK.tNOl.A.

Faris, Mnrzú 1. ® de !S79. Señor Miuiscro; ^ A última hora llega a mis matios cl periódico L.a IN k a n c e Nouvrlle, (|ue se publica eu Brusebis, en el que he leido con el mayor sentimiento un artículo ofensivo al Perú. Lo remito a V. iS. a fin de r ue se impong.a del estado de la opiiiiou pública en .Europa re ativarnence a nuestra cuestión financiera.. Dios guarde a V. S.Ju a n M. de Goyeneciie. .41 scriof Miiii.?tro do Rolacioiias ISstoriorss dól Poní.

(Traducción.) FONDOS PERUAN O S.

V .. -

Vi’ 'w

o

W

c

o o Q Q

Q

i

Ya cada dia liaeiéndo.se mas difícil contener los torcidos pro­ cedimientos del Perú, cuyo.s acreedores .son víctimas de una insigne m.alii fe; mala fe de parte dol Gohiernn de Lima; m.ala fe de parte de don Augusto Drcyfiis, quo en su calidad dc in­ termediario se ha hecho uua fortuna escandalosa sobre las rui­ nas de lo.s desgraciados tenedores de obligaciones peruanas. De.sesiierados apelan éstos a sus gobiernos respectivos, ima­ jinan combinaciones que les luirian recobrar uarte de .su dinero i se empeñan en que a.s acepte el Gobierno del Perú. Trabajo perdido, porque el Gobierno peruano, aun prometiendo en rigor, todo el mmulo sabe que no está acostumbrado a cumplir. A nuestro modo de ver, solo un medio queda jr.ara obtener algo del Perú, medio absolutameiile eficaz i equitativo. Los aoreedore.s del Perú han recibido en ])reii(bi nn producto del :>aís; el guano, prenda visible i tanjible. No les queda iria.s que tacer sino rogar encarecidamente .a sus gobiernos respectivos que se apoderen de lu prenda para aplicársela a ellos. Se lia procurado practicar 1.a ocupación eu los buques que llegaan_ a Europa con carga de guano, pero este es un medio cuya eficacia es mas que dudosa i cuya ejecución está subor­ dinada a un sinnúmero de forraalidades, al ejercicio do una vijilancia mui laboriosa i al é.xito dc proce.sos mueha.s veces indispensables por la intervención de compadres i encubridores. El medio que proponemos es de una sencillez grande: en los depósitos mismos de guano debo hacerse la ocupación. Los go­ biernos ma.s directamente interesados, e.s decir, cl francé-s, in­ glés, belga i holandés, ¿no podrían ponerse de acuerdo ¡iara enviar a las islas de Chincha cuatro buques de e.staciou encar­ gados de dar caza a todos lo-s buques que allí cargan en este momento gitano de contrabando? La presencia de las fuerzas navales de ias potencias interesadas, en la.s aguas de la.s islas de Chincha, pondría en fuga a esos contrabandistas i daría

ayuda i protección a los únicos buques qne irían a cargar gita­ no por cuenta de los tenedores de bonu.s represeiitados poruña comisión internaoional. Medio snuuirio, se dirá. Medio escesivamente .justo i práctico coiitestainos no.sotro.?. Eii-sáyese, i la cuestión de los emprástltos peruano.s ser.á dviliiitivamente re­ suelta. Ya volveremos a tratar dei asunto. El Gobierno peruano seria el primero en sacar provecho de una meilirla qne le per­ mitirla .salir de los embarazos de una .siuiacion q:ie se hace in­ tolerable. El señor Dreyfus es el único que podria encontrar la cosa nn poco tiim . L a F in .in c e N o u v e lle , Bruselas, Febrero 27 de 1879.

Kotk-ías (Ic la guerra. KÚil. 40.— LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA.

Paris, Abril JO de 1879. Señor Ministro: He tenido cl honor de recibir la nota circular de V. S., de 5 de Marzo próximo p,asado, por la qne me he imiraesto, con pro­ fundo seutimieuto, de las graves uotici.a.s qtie V, S. me comu­ nica relativamente a la ocupación por fuerzas chilenas de AntoFa.gasta, Mejillones, Caraeoles i algunos otros puntos del Litoral boliviano.' Entra luego Y. 3. a poner en mi conocimiento la actitud que ba asumido cl Gobierno pernano, ofreciendo | primero su.s bncno.s oficios entre los do.s países en desacuerdo, por medio de nue.strüs repnjsentante.s en Santiago i La Paz, j e interponiendo la mediación cu forma del Perú despiies, a | consecuencia de no haber aceptado el Gobicroo de Chile nues­ | tra intervención amistosa, habien.io enviado cou este último ; fin una mi.siou estraordiiiaria de ivimer rango, contiada a! sc' 3. aoe.sar de nuestros esñor don Jasé Antonio Lavalle; i fticrzos por evitar cl escámialo dc nua guerra entre repúblicas bennaiias, se inclina a creer (¡ue la solución será desfavorable, atentas las declaraciones hechas por ul Gobieruo cliiieiio, la naturale;'.a de la ocupación i el estado cu que se encuentra la | Opinión públic.a en e.se pata, manifie.sta qne, en ca.so de guerra, el Perú se veria arrastrarlo a ella por consiileracioiie.s políticas i económicas, cuya gravedad es clara para los Immbre.s de Esta­ do-, uo pudiendo aceptar cl principio de reivindicación invocado por Giiile, ni permitir que éste despoje a Bolivia de la parte mas rica i mas iinjioreiute de sn territorio. Concluye V. 3. recomendándome trasmita a los cérnsules de la República en Francia, nn estracto de lo.s puntos contenidos en la comunica­ ción que cimtesto, poniéndome imnediatamente en relación con ellos, para proceder rá fida i eficazmente en servicio de ¡os iiitercses nacioiiüle.s, en e desgraciado caso de que el Perú se vea coniplicailo nn la contienda. Aunque sea esta la primera noticia ol'ioial que tiene esta Ijcgaciou de tan de.sagra(lable.s aconteoimiencos, sin embargo, per aignuos parte.s telegráñcors recibidos por ca.sas de comercio (.le e.sta ciudad, algo he sabido de lo'.que pa.saba, i uo ocultaré a V. 3. que ha sido grande la emoc-iou que lia cansado en mí i eu todíi nuestra colonia la probabilidad, o mejor dicho la cer­ teza do uua guerra en que seríamos envuelto.s indiulableincnte; i aliora, con conocimiento de los hecho.s, no podemos ménos que aplaudir la conducta correcta i enérjica de nuestro Go­ bierno, prometiendo yo, por mi parte, no omitir medio alguno para .secundar .sus miras. Dios guarde a Y. ,3. Ju a n M. de Goyeneciie. A¡ señvi' Miniaíra ile Rclíicionni E-storiorcs cls! Perú.

NÜM. 52.-LEO.ACION DEL PERÚ EN rRAKCí.l.

Paris, Alayo 16 de 1879. Befiov Ministro: Por el anreeiable oficio de V. S., de 9 de Abril próximo pa­ sado, i los números de E l P éiil 'ano qne me ha remitido, me he impuesto de qne, ape.sar de los mayores i mas sinceros es­ fuerzos del Gobierno para dar una solución pacífica al conflicto chileno-boliviano, la República de Chile, liabiéiKio.se negado a aceptar nuestra amistosa mediación, habia declarado la guerra al Perú, por conducto de .su Plenipotenciario señor Godoi, fun­

60

GUERRA DEL PACÍFICO.

dándose en meros pretestos, que V. S. amaliza i destruye con sobradas i justas razones. Siento infinito que !a ambición de una nación vecina haya venido a romper el equilibrio i destruir la buena armonía que reinaba entre las repúblicas sud-americanas, cuyo común Ínte­ res requiere paz inquebrantable, couio principal elemento de prosperidad; pero ya que, creyéndonos sin duda impotente.? para oponérsele i abusando de la situación difícil que nos crea nuestra crisis económica, nos lia arrojado el guante, ei Perú, al récojerlo, dará pruebas, estoi cierto de ello, de su vitalidad i patriotismo i de que sus hijos de hoi son mui dignos de sus antepasados; i me complazco en saber qne el reto de Chile ha sido aceptado con noble .sentimiento patriótico, i auguro que el entusiasmo que domina eo todas la.s clases .sociales del país, nos valdrá la victoria. Quedo igualmente impuesto de que la escuadra chilena liabia principiado las hostilidades bloqueando el puerto, de Iquique; que e Gobierno habia mandado .al Sur fuerza-s suíioieiices para impedir un desembarque; qne el capitán de navio don Aurelio García i García habia .salido del Callao con una división naval en desempeño de nna importante misión; i de que en ese puer­ to se alistaba nuestra escuadra para salir a rechazar a la invasora. Supérfluo me parece a.segiirar a V. S. que esta Legación sa­ brá cumplir, eu ia parte que le toca, con los sagrados e impe­ riosos deberes que le impone la situación, i que no descuidaré de emplear todos los medios que me conduzcan a ayudar efi­ cazmente al Gobierno, esforzándome por hacer simpática la cansa dcl Perú. En cuanto me es posible presto mi cooperación al .segundo Vice-Presidente de la República, -señor don José Francisco Canevaro, a quien S. E. el Presidente ha hecho importantísi­ mo,? encargos. Por lo que pueda importar, juzgo conveniente poner en co­ nocimiento de V, S. que el Gobierno francés tiene motivos de creer que ia guerra no se limitará a las tres repúblicas dcl Perú, Bolivia i Chile, sino que se e.?tenderá a otras naciones sudamericana.s. Se presume qne la República Arjentina, qne tiene motivos de resentimiento con Chile, se pondrá de nuestra par­ te, i el Brasil apoyará entónces a Chile, i'mui probablemente el Paraguai no permanecerá inactivo, i en una palabra, habrá una conflagración jeneral, cuyos resultados no se pueden preveer. Inc uyo a V. S. alguno.? recortes de periódico.? france.?es. Dios guarde a V, S. JUAK M. DE COYEMCHE. Al señor Ministro de Eelacioass Esteriores dcl Perú,

' trabando, do guerra, nombre del capitán, puertos de salida i ’ destinación, en una palabra, todos los datos que puedan adqui­ rir, a fin de qne por telégrafo lo pongamo.? en conocimientr de V. S. Dios guarde a V. S., señor Ministro.' W

e n c esla o

M elen d ez.

A! señor Ministro de Uelaciones Esteriores del Perú.

NÚM. 76.— LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA.

Pam , Julio -5 de 1879. Señor Ministro: Acabo de recibir i tengo el honor de renritir a V. S., én copia, una comunicación que con varios anexos ha pasado a esta Legación el -señor Encargado del Consulado Jeneral de la República cu Béljica, referentes a la compra de armas i muni­ ciones de guerra hecha en aquel reino por cuenta del Gobierno de Chile, Dio.? guarde a V. S., señor Ministro. W

en c e sl a o

M elbn dez.

Al señor Minisln» de Relaciones Esteriores dcl Perú.

COPIA. NÚ.M. 3.— CONSULADO JENERAL DEL PERÚ.

Ostende, JitUo S de 1879. Señor Ministro': Con referencia al mui estimable oficio de esa Legación, fecha 19 del mes próximo p.a.?ado, tengo la honra de remitir a V. S., adjuntas a esta comunicación, dos copias que suministrarán a V. S. detalles importante.? sobro los pedidos do armas i otros artículos de guerra que tiene hecho el Gobierno de Chile a las fábricas de Bruselas i de Lieja. Abrigue V. S, la perfecta seguridad de que este Consulado Jeneral, una vez informado de la época en qne esos artículo.? de guerra se embarcarán i del nombre del buque que debe conducirlos a las costas de Chile, se apresurará a participarlo a esa Legación, para los fines que V. S. estime convenientes. Dios guarde a V. S., señor Ministro, ■ (Firmado).— C a rlo s A, W ashburn. Al señor Enviado KatrEordiulrio i Ministro Picninoknciarlo del Perú en Francia.

A m a m eu to p ara Chile en liéljica .

COPIA NÚM. 1.

Consulado del Perú en Bruselas.—J u d í o 26 do 1879.—Se­ ñor Encargado del Con.suíado Jeneral.—Tengo a la vista su oficio número 2, fecha 21 de los corrientes, el que paso a con­ Parts, Julio t. ® de 1879. Señor Ministro: testar.—Ir is informes que he podido recabar hasta ahora sobre En carta particular, S. E. el Jeneral Prado comunica al .señor el pedido de armas i municiones de.guerra hecho por ei Go­ Ministro Plenipotenciario tener noticias que do Bruselas i Lieja bierno de Chile, .son los siguientes: dicho Gobierno ha hecho deben espertarse para Chile 5, (.100,000 de cartuchos para fusi­ un contrato con el señor L. Soleilr473, rué Leonard, i cou el les Comblain. £1 señor de Goyeneche io puso en mi conoci­ señor J. Umi, 13, Pa.=sage Lemonier, ambo,? de Lieja, por miento, i deseando impedir la espedicion de dichas municione.?, 5,000 fusiles del sistema Comblain, los qne serán entregados pasó una circular a los cónsules de la República en Béljica de la manera siguiente: 1,000 cl 1. ® de Julio entrante, i los para que procedie.sen en consecuencia. La contestación del ■restante.? 4,000 en cuatro entregas níensuale.? de 1,000 cada señor Washburn, Encargado del Consulado Jeneral, i la del una, en los cuatro meses de dVgosto, Setiembre, Octubre i señor Idiaquez, Cónsul en Amberes, lia sido que uo e.s posible Noviembre deí presente año. Estos fusiles serán asegurados i impedir la salida de artículos de guerra por iiaberln declarado embarcados en un buque de vela o de vapor, fletado por el a,sí el señor Ministro de Relaciones Esteriores de aquel reino mismo Gobierno, i si a su llegada a las costas de Chile hubie­ en una nota dirijida al señor Washburn i de la que ambos . sen cesado Ia.s hostilidades con las dos repúblicas aliadas, se­ rán devueltos a los contratistas belgas, franco los gastos. Tam­ cónsules me remiten copia. 3, rué Aunque supongo que los mencionados cónsules habrán en­ bién están en tratos con la firma Dresse Laboure i C. viado a V. S. copia de la comunicación del sefior Ministro de Urbánisbes, de Lieja, por 15,000 revólveres; pero estos Frére Orban, creo, sin embargo, de mi deber incluir uno de los ; .señores me advierten que tomarán mucho tiempo ántes de estat espediros. A la fecha no se habia cerrado aun el contrato, es­ orijinales que esta Legación lia recibido. _Como en Béljica no tiene el Perú actualmente representante perando estos señores informe? de sus ajentes en Paris, quienes diplomático, me he dirijido nuevamente al señor Encargado e.?tán en trato» con el señor Moría, Representante dei Gobierno del Consulado Jeneral, recomendándole qne, no obstante la de Chile en Europa, para llevar a cabo los contratos de armas declaración ya citada del Gobierno belga, continúen los cónsu­ i municiones de guerra con destino a esa República. Hace les sus investigaciones i que comuniquen a esta Legación su poco compró en zUemania 5,000 fusiles del sistema Chas.sopot, resultado, indicando el nombre dei buque que conduzca el cou- I convertidos al de Comblain; estos, hacen tres semánas salieron núm .

72,— LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA.

DOCUMENTOS INÉDITOS. de la costa belga con destido al Pacífico (I). Mis informes sobra el pedido hecho al scfior Bacmann, notable comerciante i proveedor del Estado, Etterbceli:, 202, Ghaus.see St. Pierre, dc óOO.OOO cartuchos Comblain 8. , annque sé que se ha efec­ tuado, no .son bastante satisfactorios para trascribírselos a V. S. Parece que el Gobierno de Chile se obstina eu no querer aceptar otro sistema de fusiles que el de Comblain. Mañana parlo para Lioja i haré todo lo que esté cu mi poder, recaban­ do informes mas detallados, etc.—Dios guarde a V. S.—(Fir­ mado).—M.ancel G. Cotes. Es conforme con el orijinal.—Un sello.— A. irn.sÁburn, COPIA KÚJl. 2. Consulado del Peni en Bruselas—hAio 2 de Í879.—Señor Encargado del Consulado Jeneral.—Su oficio número 3, de fecha 30 del próximo pasado, ha llegado a mis manos a su debido tiempo. Después del resultado de mis investigaciones sobre los armamentos Hechos por Chile, me es preciso rectifi­ car ciertos datos quo di a V. S. en mi oficio luiinero 2, del 2G del pasado. El contrato de ¡5,000 fusiles Comblain es hecho con los señores. J. FoumayiL. Soleil, ámbos de Lieja, i serán entregados de la manera siguiente: 1,000 el 1.® de, Julio del pre.sente año, i los 4,000 restante.», .cij dos entregas de 2,000 cada una, la primera el 1. ® de Ágo.sto i la segundael 1. ® de Setiem­ bre próximo. Este contrato es hecho al contado. Los señores Dresse Laboux i G. me dieron a leer en Lieja nn telegra­ ma de fecha 2S del próximo pasado, espedídoles por su ájente en Paris, el señor Geisenheimeii, pidiéndoles cl último precio, i al contado, de 6,000 fusiles Werridel, deseando el señor Mor­ ía comunicar este dato a su Gobierno. El pedido de revólvere.s parece haber sido hecho por el Coronel Delboy, encargado por nuestro Gobierno para ia compra de arma.3 en Europa. Los señores Dresse Laboux i C. rne dicen haber espedido de estos revólveres a Paris. La compra hecha por Chile en Ale­ mania i ya espedida, fué de 6,000 i no de 5,000 fusiles Chassepot, convertidos al sistema Comblain; se enviaron además 1.500.000 cartuchos. Esta comjira se negoció por el inter­ medio del señor 'Muller, quien, según parece, es ájente eu esta ¡liaza de los señore,s Wermlel y C. de Steyn en Hun­ gría, bajo las .siguientes condiciones: el armamento será ase­ gurado i embarcado en buque de vela o de vapor, fletado por cuenta i. riesgo del Gobierno de Chile, i si a su llegada al Pacífico hubiesen cesado las hostilidades con las dos repú­ blicas aliada.?, será devuelto a los contratistas, franco de gas­ tos. Los fusiles i cartuchos dejan mucho que desear. El mismo Gobierno compró, creo que por conducto dcl arriba mencionado ájente, a los señores Wcnidel i G. de Steyn, 4.000 fusile,? del sistema Oras, Estos han salido ya de Trieste con dirección al Pacífico. Incluyo a V. S. una copia de una carta dirijidame por los señores .Dresse Laboux i C. la que se servirá V. S. remitir a S. E. el Ministro del Perú cerca del .Gobierno de la República francesa, para que se digne este señor poner el contenido de ella en conocimiento del Coronel Delboy. —Dios guarde a V. S.—(Firmado.)—Manuel C. Güie?. Es conforme con el orijinal.—Un sello.—CiáV/os H. W<xshhurn. Es copia,—Paris, Julio 5 de 1879.— IIYiiC('.sfo5 Melendez, Secretario de la Legación. i A i'm a m e u to e ii e l “t í e n o v c s c . ’ NÜM.

to-. i

c

I í

! Q

,C

C

c

8.3.—LEGACION DEL PERÚ EN FRAN’CIA,

Paris, Julio 16 dé 1879. Señor Ministro: He tenido el honor de recibir cl mui apreciable oficio de V. S., de 6 del próximo pasado, número 50, por el que, al poner en mi conocimiento que los ajenies de Chile tratan de contra­ tar uu buque que se encargue del trasporte de 5.000,000 de cápsulas, sistema Comblain, me recoinieuda V. S. que tome las medidas convenientes para frustrar el plan de nuestro enemigo. (1) Nota,—Los fasilea Chassepot, convertidos’al aistcma Ooiublain, a que . se refiera el aeiíor Cónsul en Eraselas, deben acr cargado.? a bordo dei Marie kute, que ban partido tres semanas hA de Amborna,— IPdsAóurn,

61

En contestación, diré a V, S. quo esta Legación en cnanto supo que habian beclio pedidos de municiones a Béljica por cuenta del Gobierno de Chile, pasó una circular a los cónsules de la República cu aquel reino, i V. S., por comunicación del señor Melendez, fecha 1, ® del corriente, número 72, se habrá impuesto de lo ocurrido sobre el particuhar. Posteriormente, el mi.»mo señor Melendez, en nota de 5 del actual, número 76, remitió a V. S. copia de un oficio del señor Encargado del Consulado Jeneral del Perú eu Ostende, i de sus anexo.?, délos que resulta que Chile procuraba realmente fletar un buque para el trasporte de artículos de guerra. Hace pocos dia? recibí comunicaciones de nuestros cónsules cu Burdeos i Liverpool, informándome que por el puerto del Havre debia hacerse una espediciou considerable de elementos bélicos, i sin pérdida do tiempo trascribí dichas comunicaciones ai señor Cónsul Jeneral en este último puerto, recomendándo­ le hiciese, las averiguaciones convenientes i procediese en con­ secuencia, El señor Muñoz descubrió que efectivamente el vajior inglés Germese se hallaba en ese puerto cargando con la mai’or actividad los artículos m-encionados. Gomo cr¡i de su deber, se dirijió a! señor Director dc Adua­ nas, quien contestó no poder oponerse a dicho embarque sin orden de .su Gobierno, i en una entrevista anterior que tuvo con e! señor Muñoz, declaró que la esportacion de arma.s do guerra era libre cuando se practicaba por particulares. Apénas tuve conocimiento de este hecho, he buscado tres veces al señor Mini.stro de Negocios E.stranjeros para solicitar la órden qne impidiese el mencionado embarque, pero desgra­ ciadamente no me fué posible verlo porque no eran dia-s de audiencia para el Cuerpo Diplomático, hallándose además su­ mamente ocupado eu las Cámaras. Me decidí entónces a diri­ jirme a él por escrito, i hasta este momento no he recibido la contestación. Entretanto, el señor Muñoz me ha comunicado quo todos sns esfuerzos han sido vanos i que el vapor G&novese lia salido del Havre declarando que su destino era Amberes. El señor Muñoz ha protestado entónces ante el Cónsul inglés en aquel puerto. Tanto yo cuanto el mismo señor Muñoz liemos puesto en conocimiento del Cónsul dcl Perú en ximberes este incidente, esperando que cumplirá con su deber i que me comunicará el resultado de .su? jestiones. Sin embargo, V. S. sabe ya que el Gobieruo de Béljica ha declarado no poder.se oponer a la e.sportacion dea.rma.=; así es quo si realmente el referido vapor toca en Ambere.s, bai toda probabilidad para que siga su marcha hasta Chile. Bien entendido que ai por las últimas investigaciones nos cercioramos de que haya llegado a Amberes o haya hecho una falsa declaración, me apresuraré a ponerlo en conocimiento de V. 8. por telégrafo. La falta de tiempo no me permite enviar hoi a V. S. copias de todos los documentos relativos a este asunto. Lo haré por el próximo correo. Dios guarde a V, S, Ju a n M. de Goyeneciie. Al seüor .MídísIío de Eelacionc.? Esteriores del Perú.

NÚM.

96.—LEQ.4.CI0N DEL PERÚ EN FRANCIA.

.Paris, Agosto 17 de 1879. Señor Ministro: En mi nota número 84, de 1. ® del presente mes, tuve el honor de espotier a V. S. todo lo ocurrido con el vapor inglés Genovese que salió de Amberes conduciendo un considerable cargamento de elementos de guerra para Chile, i acompañé copias de todos los documentos relativos a este asunto. l ’or ellos habrá visto V. S. que el capitán del Genovese de" claró a las autoridades francesas que su destino era a Amberes, puerto neutro, donde debia comp etar su carga para Suecia; i en Amberes afirmó que hacia rumbo para Falmouth. He espe­ rado algunos dias para ver si dicho buque tocaba realmente en Falmouth o en algún otro puerto de Europa, i como el resul­ tado ha sido negativo, el 7 del actual dirijí al Cónsul Jeneral de la República en Panamá el telegrama siguiente; “ Cónsul peruano, Panamá.—Comunique Gobierno vapor inglés Genovese conduce Amberes considerables artículos guer1 ra Chile.” No dudo que el señor Márquez se habrá apresurado a dar curso a este aviso, en virtud del cual el Supremo Gobierno toI mará las medidas que crea convenientes.

62

GUERRA DEL PACÍFICO.

Por otra parte, el señor doctor don Aníbal de la Torre, Minis­ tro de! Perú en la República Arjentina, me comunicó se le habia asegurado que el Gobierno de Chile habia pedido armas a sus ajentea en Europa. Es probable que iiace referencia al car­ gamento que lleva el Gmovese, o al qne parece í]ue se prepara nuevamente en Béljica, segun comuniqué a V. S, al final de mi citado oficio, i sobre ei cnal no he vuelto a tener informe de ninguna clase apesar de haber prevenido a nuestros cónsu­ les, lo que prueba, que basta el presente los ajentes chilenos no han dado ningun paso en este sentido. He contestado al señor doctor de la Torre poniendo en su co­ nocimiento cuanto habia pasado con el Genovese, i el mismo dia 7 de Agosto le hice cl siguiente despacho telegráfico: “Ministro peruano, Buenos Aire.?.—Vapor inglés Genome salió 20 Julio Amberes conduciendo numerosos pertrechos guerra Chile. Procure embargo.” Espero, pues, qne .si el Gemvese hace escala en alguno de los puertos de las Repúblicas del Plata, nuestro Representante diplomático tratará de impedir siga su marcha para Chile. No dudo que tomará las medida.? convenientes, estendiéndolas hasta el Brasil, no habiéndnme dirijido yo al señor Lavalle porque ignoro .si ha llegado a Rio .Taueiro. Dios guarde a V. 8. JüAN

M. DE Goyeneche.

cxx. N o tic ia s t e l e g r á f i c a s NÚM.

104.—LEOAOION DEL PERÚ EN FRANGIA.

Pai-is, Setienére 1, ® de 1879. Se.ñov Ministro: En la tarde del 21 de Agosto próximo pasado recibí el si­ guiente despacho telegráfico de Panamá: “Ministro peruano, Paris.—Bloqueo Iquiqne suspendido. Cochrane remolcado Caldera. Escuadra Antofagasta. Bolivia manda embargar salitre Europa. Manco- Vapa-c llegó Islai.” que, aunque no trae firma ninguna, supongo dirijido por e! señor Márquez, Cónsul Jeneral dol Perú en Colombia. Por los recortes adjunto.?, verá V. S. que di a la publicidad el mencionado telegrama, ménos la parte que dice que Bolivia manda embargar el salitre en Europa, i e.sto porque juzgué conveniente nn alarmar a los negociantes u otras personas que hayan recibido dicho salitre, quienes, con tal aviso, tomarían indud,abísmente las medidas conducentes a v'ender, hipotecar, ocultar o malograr tan importante producto; pero sí lo he co­ municado confidencialmente al .señor Cónsul Jeneral de Bolivia en Paris, pensando que a él o al señor Frias le llegarán a su tiempo las órdenes para el fm indicado. Dios guarde a V. 8. J

Al señor Minisíro
uan

M,

de

G o yen ech e.

A! EsRiir Ministro de Relaciones Esteriores del Perú.

R etrato
Iiistruccioucs sobre ijííerveiicioii eu rop ea eu !a guerra.

97.— LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA. Paris, Agosto 17 de 1879.

Señor Ministro: En dia.? pasados, el periódico L e F ígaro , de Paris, espu.so en su sala de despacho ei retrato de don Cários Condell, Comandante del buque chileno Covadonga que echó a pique al encorazado peruano Lidepemiencia- en el combate de Rniique. Esta Legación so apresuró a reclamar ante los directoi'cs del mencionado periódico, njanifestando el error en que habian in­ currido, i le filé dada .sati.sfaccion, retirándose inmediatamente diclio retrato de la esposicion. Supimos también que un periódico ilustrado L e M onde I llüstré d.aba a la publicidad el mismo retrato, como lo verá V. S. en el ejemplar que remito por separado, marcado con el número 1, pájina 52, i sin pérdida de tiempo ei Agregado de esta Legación, señor Carreño, se constituyó en las oficinas para impedir tal publicación. Dc-sgraciadamente llegó un poco tarde, pues algunos ejemplares habian salido ya de la? pron.sa?. Los di­ rectores de L e M onde I l l u s t r é accedieron Justamente a nues­ tras observacióne.?, i eu los ejemplares re.?tantes suprimieron la leyenda como lo manifiesta el ejemplar número 2, pájina 52. Sin embargo, pen.sando siempre que un solo número que se hubiera dado a la circulación era bastante para necesitar de nna recti­ ficación, esta Legación no vaciló en hacerla, i eu el ejemplar número 3, última cara, encontrará V. S. la- carta que él señor Secretario Melendez dirijió al señor redactor en jefe del indi­ cado periódico. Entre los recortes de periódicos que incluyo, leerá V. S. al­ gunas pubiicacione.? hechas por esta Legación, entre otras las de telegramas sobre los acontecimientos mas importantes de la guerra.

NÚM.

Paris, Setiembre 1. ® de 1879. Señor Ministro: , He tenido la honra de recibir la mui estimable nota-circular ’ de V. S,, de 16 de Julio, número 81, por la que, al comunicar­ me que tiene conocimiento de qne la prensa europea, ocupán­ dose de nuestra.? cuestiones con Ciiile, instiga a los principales gobiernos de este continente para que intervongau en protec­ ción de los intereses que los neutrales tienen en el Pacífico i de loa tenedores de bonos do la deuda esterna dei Perú i Chi­ le, i que además, por conductos autorizados, sabe V. S. que los gobiernos de Francia, Inglaterra, zVlemania i otros tratan de ponerse de acuerdo para entablar una acción coman, me reco­ mienda dirija mia esfuerzos cerca dei gabinete francés para irocurar que aquel acto no se llegue a realizar por no eonciiarsc con la dignidad del Perú, i para c! caso de que ofreciese sus buenos oficios o au amigable mediación para poner térmi­ no a ia guerra actual, V. S. me indica que el Perú mirarla de una manera mui diversa estejiaso, i bajo bases decorosas i conveniente.? no rehusaria deferir a los propósitos de paz que se le dirijierau. Puedo asegurar a.V. S. desde luego que no omitiré esfuerzo alguno para llevar a cabo las íri.strucciones de V. S. contenidas en la nota que coute.sto, i que tan luego como el señor Ministro de Negocios Estranjeros de e.sta República regrese a Pari.?, me apresuraré a conferenciar con él para procurar conocer el pen­ samiento del Gobierno i'raiicás sobre el particular, pues hasta el prc.?ente no he tenido noticia de que la Francia haya mani­ festado su intención de intervenir en forma alguna, -i oportu­ namente daré aviso a V. S. del resultado de mis jestiones. Dio,? guarde a V. S. J

Remito igualmente a V. S. algunos ejemplares de L e M e ­ m orial Diplomatiqub, números 32 i 33, en que hemos hecho publicar el Contra-Manifiesto qne V. S. ha dirijido a las potencias amigas con motivo de la guerra que ha declarado al Perú la República de Chile, publicación que juzgo de sumo intcre.?, vista la importancia de dicho periódico en los círculos oficiales europeos, Dios guarde a V. S. J uan M.

de

106.— LEGACION DEL PERÚ EX FRANCIA.

uan

M.

de

G o yen ec h e,

Al señor Ministro de Relaciones Esteriores dcl Perú.

CXXII. árinainento para Chile en el “Rlaraiihciisc" i “(íenovese. ” NÚM, 111.— LEO.ACION DEL PERÚ BK FRANCIA.

G oyeneche .

Al señor Ministro Je Relaciones E,sleriores del Perú.

I i

P a rís , Setiembre 5 de 1879, Señor Ministro: En la tarde del 27 de Agosto próximo pasado el Canciller

k

I

DOCUMENTOS INÉDITOS,

de! Consulado Jeneral del Perú en el Havre, eu ausencia del señor Muñoz, puso en mi conocimiento, por telégraío i despncs por oficio, que ese mismo-dia salia del Havre para Amberes el vapor inglés Maranheme, después de haber embarcado una cantidad considerable dc pólvora; teniendo además en sus bo­ degas -10toneladas de cartuchos i 50 de ropa, i que la Aduana se habla rehusado a impedir la salida del mencionado va )or, alegando que estaba despachado para uu puerto neutro, e de Amberes. Sintiendo que tan tarde hubiésemos tenido noticia de la e.spedicioit de armas por el Havre, no dejándome el tiempo mate­ rial suficiente para dar los pasos convenientes c-crcadc Gobier­ no francé-s, oficié al Cónsul de la República en Amberes para que vijilase a-b Jia-ívtn/iiSKSí'i me coinunica.se todos los infor­ mes qne pudiese conseguir sobre su.s operaciones en esc puerto. He recibido contestación anunciándome la llegada del referido vapor, i acabo de recibir una fotografía qne dc él h.a hecho sacar i qne me apresuro a remitir a V. S. para sn conocimiento. Cuando tenga los pormenores ¡pie espero me trasmita el señor Idiaquez, remitiré a V. S, todo.s los documentos relati­ vos a este asunto, avisándolo oportunamente por telégrafo la marcha de dicho buque para el Pacífico. Dios guarde a V. S. Ji'.iN M,

de

G o y e n e c iie .

Al señor Ministro do Relaciones Esteriore? dcl Ferú.

NpM.

12G.—LEa,40I0N DET, PERÚ EN FRANGIA.

Farh, Odubre i. ® de 1S79. Señor Ministro: Como lo ofrecí a V. S, en mi oficio de JG de Setiembre, nú­ mero IJI!, al dia siguiente le liice nn telegrama secreto, por conducto de! Cón.sul peruano en Panamá, comunicándole qne el vapor inglés Afaranheme habia zarpado, el 5 de! mismo mes, del puerto de Amberes, conduciendo pertrechos para Chile. Para oo.'.upletar los documentos relativos al asunto AlaranImse remito a V. S, copia de una nota dcl señor Villegas, Cón­ sul Jeneral del Perú en Hambnrgo, contestando a la mia, (juc con el número 10 figura entre los ane.xos que acompañaron mi citado oficio a V. S. fecha 16 de Setiembre, número 113, Plios guarde a' V. S. J oan M. d e G o y e n e c h e . Al señor Ministro di; Relaciones Esteriores dc! l’crú.

COPIA DEL OFICIO SÚM. l2t!.

Conmiado Jem ral dd Perú eu Hamburgo.—lhmhwgn^ Setiembre iS de 1879,

to-

to to-' c to-/ w

to •" ► . w to/

O G O

Señor Miuistro; He tenido el honor hoi de recibir ol apreciable oficio de V. -S., fecha 15 de los corrientes, en que se sirve contestarme el fine le dirijí el 9 del mismo, haciéndome ver cuán .sensible es que al dar el avi.so sobre el Maranheme al señor Oi.sneros, no me hubiera dirijido también a esa Legación, pue.s AL S. no tuvo noticia de la salida de dicho buque del Havre, sino cl mismo dia 26 de Agosto cu qne tuvo efecto. Lam.euto mucho haber cometido esa falta que provino dc la.? circnnstaucias siguientes: Al principio de la guerra se dirijió a mí el señor Cisneros con motivo de habérsele asegurado que se trataba de enviar de aquí elementos de guerra para Chile, i desde entónces hemos e.stado eu correspondencia frecuente, casi diaria, sobre todo lo relativo a esa situación, de manera que se me habia hecho un hábito comunicar toda ocnrreucia a dicho señor, quien, por otra parte,_v'eia que se ocup;iba con gran ínteres del servicio del país. El dia 15 de Agosto qne le participé la noticia del lúaranheim, me hallaba mui ocupado despacliaudo cl correo para el Perú, i esa circunstancia no me dió lugar a pensar en qne siendo el Havre puerto de Francia, debia llenar la forma­ lidad de participarla también a esa Legación, í digo llenar la formalidad, porque no se rae hubiera ocurri­ do que fuera e.sencialraeute nece.sario para el buen .servicio. En primer lugar, porque sé perfectamente en virtud de ha­ berlo oido decir a los señores Canevaro, Pividal i Cisneros, que k manera como lo.s gobiernos de Europa cumplen los deberes de neutralidad, nn.permite l'a detención de elementos de guer­

63

ra, a no ser buque.? o el enganche de jente para la marina q el ejército; de manera, pues, que uo imajinaba que esa Legación hubiera podido lograr la detencioti del Marañhetm.couio no so logró la del Gemivese que también saltó del Havre; detención que ciertamente se hace jmpo.sible en el Havre, desde que loa buques se despachan para Amberes, i en este último, no solo por las doctrinas tolerantes del Gobierno, sino porque también aparentan salir para un puerto neutra!. Eli segundo lugar, suponia que, como habla sucedido eu los casos anteriores, cumpliría comunicando la noticia al señor Cisnerns, cuya permanencia cu Paris rae era conocida por su corres­ pondencia, i quien en efecto estuvo allí hasta el 21 de Agosto. He di.straido talve-z demasiado la atención de V. S,, pero he querido qne conozca la.s circunstancias que iníli.iyenm en la omi.sion de la indicada formalidad. . _ , , V. 8, habrá visto quo desde que por indicación del señor Cisnerns me cotmniioo con la Legación que V, S. tan digna­ mente desempeña, lie sido prolijo en la trasmisión de todas las noticias í datos que puedan contribuir al buen servicio del país, i puede V. S. contar con que continuaré siendo tan pun­ tual i celoso como el deber del empleado i el patriotismo del ciudadano me lo exijen, espeoialraenle en las actuales mui críticas circunstancias porque atraviesa la República. Sírvase, señor Ministro, aceptar la.s es¡)re.siones de la mas alia i distinguida consideración, etc.—(firmado.)—A n íu a l V ille g a s .

Es copia,—Paris, Octubre 1.® de l.S'íÑ.-TUñíceifeo Aíelewhz, Secretario de la Legación. NlÍM.

133.—LEGACION DEL PERÚ EN FRANGIA.

Paris, Noviembre 1. ® de 1879. Señor Ministro: líe tenido el honor de recibir el mui apreciable oficio de V. S., dc 12 de Setiembre último, número 107, por el que me pide le comunique oportunamente los datos que adquiera res­ pecto a la nueva espediciou de armas para Chile que se prepa­ raba en Béijica, de la que previne a V. S. en mi nota de 1. ® de Agosto, número 84. En contestación, me es grato decir a AL 8. que ya he dado anticipadamente cumplimiento a sus deseos eu mis oficios de ó de Setiemfire, número 111, 16 de Setiembre, número 113, i 1. ® de Octubre, número 126, i además mi telegrama de 17 de Setiembre, por el que informé a AL 8. que cl vapor Aíaranlwise habia zarpado del puerto de Amberes el 5 del mi.smo raes. También anuncié a AL 8,, en uno de mis citados oficios, que habia telegrafiado sobre el particular a los señores ministros del Perú en cl Brasil i República del Plata, a fin de qne procura­ sen, si posible fuese, el embargo de los artículos de guerra que coiiduciiv el Maranheme. zAcabo de recibir respuesta de los señores Lavalle i de la Torre que dicen, eu resumen, que hasta la fecha eu que e.scriben, U de Octubre el primero, i 15 de Setiembre el segundo, dicho vapor no habia tocado on ninguno de los puertos de las naciones mencionadas; i el señor Lavalle me agrega qne, habiéndose dirijido con tal motivo al señor Ministro de Negocios Estranjeros del Brasil, ha obtenido una contestación pono satisfactoria i que tiende a evadir la cues­ tión. Falta cl tieiiqm material par.a preparar las copias de estas comunicaciones que, repito, en e.ste momento llegan a mis ma­ nos; pero, prometo reiniririas a AL 8. por el próximo vapor francés que saldrá deSaint-Nazaire el 5 del corriente, Dios guarde a V. S. J

u an

M.

de

Go yen ec h e,

Al Síifior Ministro de Reltidones Estsriorcs (leí Peí vi.

KÚM.

139,—LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA.

Paris, Nackmh'e S de 1879. Señor Ministro: Segnn lo ofrecí a V. 8. en mi oficio de 1, ® dcl corriente, nú­ mero 133, tengo el honor de acompañar copias de las notas que he recibido de los señores ministros del Perú en Rio Ja ­ neiro i Buenos Aires, relativas a los vapores Gemvese i MaranImse que zarparon de Amberes el 20 de Julio i 5 de Setiembre últimos llevando artículos de guerra para Chile. Dios guarde a V. S. J uan M. de G oyeneche. Al spíor Ministro de Relaciones Esteriores del Peni,

64

GUERRA DEL PACÍFICO,

■ 1de los corrientes, lecha del último; i ciertamente que si hasta hoi no ha tocado el vapor en cuestión en puerto brasilero, no to­ Núni. 2 —Legación del Perú, en d Brasil,.~?\,w Janeiro, cará ya cn el curso de sn viaje a Chile, pues habiendo salido de Setiembre 21 de 1879. Amberes, como V. S. rae asegura, el 5 de Setiembre, debe HeI var hoi casi vencido su vi.aje, Señor Ministro: En la-mañana del b de los corrieutes recibí el telegrama que I Dejo con esta nota conte.?tada la mui apreciada de V, S. de se sirvió V. S. dirijirme a ias 7.10 A. M. del 13 de loa mismos, I 13 del mes último, qne ayer recibí, i al hacerlo, me es grato anunciándome la salida de Amberes del vapor Maranhmse cou I reiterar a V. S. las seguridades de mi mas distinguida cunmderacioii i mui e,?pcci(al aprecio, con quo soi de V. 8., señor AÍipertrechos para Cliile e! 5 de los propios. Inmediatamente comuniqué dicho telegrama al señor En­ nistro, mui atento obsecucut-e servidor.—(Firmado.)—J. .A. viado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario de la Picpú- DE L a v a l l e . — Al señor Enviado Estraordinarioj Ministro Plcblica cn la Confederación Arjentina, i pasé las circulares corres- I nipot-enoiario del Perú en Francia, don J. M. de Goyeneche.. Es copia.— IlÁnces/ím Md-endez, Secretario de la Legación. jondientes a los cónsules del Perú en esta ciudad i en ios de khla i Peniambuco, que son loa únicos puntos dcl Imperio en que podrá recalar el dicho vapor en su viaje al Pacífico, dirico fias a n e x a .? a l o fic io a n t e r io r Xtí.MERO 3. jiéndome luego al Ministerio Imperial de Negocio,? Estranjeros, a fin de conocer Las ideas de e.ste Gobierno respecto al contra­ Núm. V .-L egación d d P erú en el B r a s il— Janeiro, bando de guerra que toca.se en tránsito en los puertos bra­ Setiembre 27 de 1879.—El Ecxmo. señor Enviado Estraordi­ sileros. nario i Ministro Pleiiip0tenciario.de la República en Francia' Siento decir a V, S. que S. E. el .seiror Moreira de B.arros comunica a esta Legación que el 5 de los corrientes zarpó de no orce que su Gobierno está cn cl deber, ni tiene el derecho Amberes el vapor M arankense, conduciendo armas i pertre­ de rejistrar ni detener un buque neutral (|ne toque en tránsito chos de guerra para la República de Chile, que como V. E. en un puerto del Brasil, en el cual no tiene obligación ni ne- sabe, se halla actualmente en guerra, tanto con la Nación quo ce:sidad de declarar el cargamento que conduzca para otros el infrascrito tieue el honor do representar cerca del Gobierno puertos estranjero-5. Sin embargo, en mérito de las observacio­ Imperial, como con la República de Bolivia.—De las informa­ nes que le hice, i del ca.so del Bolívar, detenido en condiciones ciones que el infrascrito ha logrado obtener respecto al vapor análogas por las autoridades liola-nde.sa.s do Curaeao, que le ántes mencionado, resulta que el M aranhtnse es de naoionalicité, me ofreció someter la cuestión al Con.sejo de Ministro,? i j d.ad inglesa, mide cerca de 1,4.00 tonelada,? efectivas i ha estado, darme oportunamente una respuesta. , o está aun, empleado eu viavcgar mas o ménos periódicamento No creo.que el Marankense recalé en ninguno de los puerto-? I éntrelos puerto.? de España i los puerto,? brasilero.? de Pará, de este Imperio, como no lo h-a liecho ol Genome, cuya salida I Bahía i Pernambuco.—Como el Gobierno de Chile ira emplea^ igualmente de Amberes el 20 de Julio, me anunció a su vez do ya varias veces, para proveerse de elementos bélicos, el sisS. E, el segundo Vice-Pre,?idente en comisión en Europa. Nn ' tema de hacerlos enib.arcar cn Amberes con supuesto destino a ob:?tante, siempre es conveniente que me tenga V. S. al cor­ ¡ otros puertos neutni-les, cambiando luego el rumbo de la nave riente de los procedimientos dcl enemigo en esos paíse.?. ■que los ücndiicia para dirijirl.a .a su.? propios puertos, como ha Dios guarde a V. S.—(Firmado.)—,I. A. dk L a v a l l e .— Al I .acontecido últimamente con el vapor inglés G ew m se, supone señor Enviado Estraordinario i Mini.stro Plenipotenciario de fundadamente el infra,?crito que lo mismo sucederá con el Mala República cn Francia. ra n lm se, i en este o.aso supone también qne, atendiendo a lo dilatado del viaje entre Ambcre,? i el jirimev puerto de la costa Núm. Z.—L egación d el Perú- en e l B r a s il—Váo Janeiro, de CMlo, es probable qno el dicho vapor se vea obligado a I tocar en el cur,?o de su viaje en alguno de los del Brasil, para Octubre 11 de 1879. proveer,?c del carbón necesario para continuarlo. — Pudiera Señor Ministro: acontecer también, que por estar el M arankense babitualmenPor cl oficio que tuve ¡a satisfacción de dirijir a V. S. con la , te empleado en el tráfico entre los. puertos de España ! ios del fecha de 21 del mes próximo pa.?ado, se habrá V. S. informado Norte del Brasil, si e.s cierto lo que a este rc.specto se ha dicho de que oportunamente recibí cl telegrama qne V. S. me dirijió al infrascrito, no haya sido fletado por cl Gobierno de Chile el 13 de aquel mes, i tomé las necesarias providencias, recla­ hasta uno de sus propios puertos, sino solamente hasta alguno madas por la noticia quo V. S. me comunicaba en ól. de aquéllos, ¡rara tra-sborbar en él su cargamento bélico a algún Dije a V. S. en mi mencionado oficio, que el señor Moreira otro buque que hasta puerto chileno lo conduzca. En uno u de Barro.?, Ministro i Secretario de Estado para loa Negocio.s otro supuesto, cumplo al infrascrito prevenir al Gobierno de Estranjeros de S. M. I,, no crei.a que su Gobierno estaba en el S. M. de la posible viol.acioii. de la neutralidad que en la- guer­ deber, ni tenia el derecho de rejistrar, ni retener un buque ra del Pacífico lia declarado, i que con tan severa lealtad ob­ neutral que tocase eu tránsito en un puerto del Imperio, en serva, que puede intentar el vapor M arankense, a fin de que el cual no tendría obligación ni necesidad de declarar ei carga­ e.sté en aptitud de tomar las medidas que su prudencia lo dic­ mento que conduje.?e para otros puertos estranjeros; no ocian­ te, cn guarda de sus derechos de neutralidad i en observancia te lo cual, en mérito de mis observaciones, me ofreció someter de los deberos que esa neutralidad le prescribe para con los la cuestión a! Consejo de Ministros i darme oportunamente una belijerantes,—Con este- motivo el infra.scrito reitera al Ecxmo. re,?puesta. ¡ -señor Ministro i Secretario de Estado cn los Ncgaciqs EstrpDiómela, en efecto, pocos dias después de aquél en qne tuve jeros de S. M. I. la e.spresion riel alto aprecio i distinguida la honra de escribir a V. S. mi precipitado oficio, i ella fué consideración . con que es de S, E. mui atento i segnro servi­ “ que el Gobierno imperial no estaba dispuesto a tomar un,a re­ dor.—(Firm.ado).-J. A. DE L a v a l l e ,— Al Excmo. señor Mi­ solución en principio jeneral, i qne obrarla en cada caso, .según nistro i Secretario de Estado de los Negocios Estranjeros de él se presentase.” En consecuencia, dirijí a S. E. cl oficio que S. M, el Emperador del Brasil. encontrará V. S. en copia anexa, bajo el número 1, recibiendo dei señor Moreira de Barros la respuesta qne igualmente en­ contrará V. S. en copi.a anexa, bajo el número 2, Esta contes­ Núm. 2.—M inist4rio de N egocios E stra n jeros—lü o Janei­ tación, como V. S. lo notará, es poco satisfactoria i tiende a ro, Setiembre 30 de 1879.—Recibí ayer la nota que S. E.^ el evadir la cuestión. señor don José Antonio de Lavalle, Enviado Estraordinario i No he insistido en ella por varias razones que he presenta­ Ministro Plenipoteuciario ¿ei Perú, se sirvió dirijirme el 27 do al Gobierno, entre otras, porque según lo,? datos que adqui­ del corriente mes, respecto al vapor inglés M arankense, quo rí, no era probable que el M a ra n lm se tocase en ningun puerto tomó en Ambere.? un cargamento de artíoulo,? de guerra perte­ del Brasil, como no tocó el G movese, que lo precedió, condu­ necientes al Gobierno de Chile. Supone- S. E. qne e.?e vapor to­ cará en algún puerto brasilero a fin de recibir combustible o ciendo cargamento semejante al que aquél lleva. Aunque no he recibido todavía conte.st-acion de los cónsule.s de trasbordar ia carga a otro navio qne la lleve a su destino, de la República en el Litoral del Norte del Imperio a las va­ i me previene, partiendo de esa suposición, con el intento de rias notas que respecto al M arankense les tengo dirijidas, creo habilitarme para tomar la,? providencias necesarias en confor­ que no ha tocado en ninguno de los puertos de dicho Litoral, midad con los derechos i deberes del Brasil, como potencia i estoi cierto de que uo ha tocado en el do esta üorte; pues neutra!. Los presidentes de las provincias del Litora, saben, así rae lo a.?egura el Cónsul en él, en repetidos oficios, hasta el por mi circular del 27 de Mayo del corriente año, que el 6oCOPIAS DE I,A NOTA NÚM.

139.

DOCUMENTOS INÉDITOS.

to .

bierno del Brasil resolvió ser neutral eu la guerra que desgra­ ciadamente sobrevino entre el Perú, Bolivia i Chile, i conocen por las circulares anteriores las reglas a las que deberán siijelanse. Si, pues, el Maranheim violara la- neutralidad del Im­ perio,' sulVirá las consecuencias de ese acto. £1 Gobierno impe­ rial ,se inclina a creer que iria mas allá de sus deberes si, cada vez que a alguno de los beiijerantes le constara babor salido de puerto neiitnil un buque en las supuestas condiciones, se apresurará a prevenir a los presidentes. £1 Perú tiene ajentes eu lo.s principales puerto.? dcl Brasil, cualquiera de ello.?, dado el caso previ.stü, podrá entender,?e cou la autoridad loca!, i ésta, existiendo duda, consultara al Gobierno por el telégrafo sobre lo que deba hacer. Creo que, procediendo así, se acemlerá'a todos los jimtos intereses, i me animo a esperar qne, bien examiii.ada la m,atería, pensará del mismo modo S. E. ul señor Lavalle, a quien tengo la honra de reiterar la.s segurldadc.? de mi alta consideración.—{Firmado).--A. .Morkir.a na B.aiíro.s, —A S. E. el señnr don José Antonio de Lavalle. Son copias conformes.— Rio Janeiro, Octubre 11 de 1879.— (Firmado,)—/. Aídmo Casis, Secretario, Es copia,—Paria, Noviembre ó de 187Í).— ETraíasfao J/bkndez, Secretario de la Legaciou.

to...

COPIA. Núm. %—Ligación, cid Perú en Buenos HíV®,—Bueno.? Aires, Agosto 8 de 1879.

pública Oriental o de esta Confederación, me lo comuniquen sin retardo i pueda dar oportunamente los pasus cnnveiiientés para evitar que lleguen los espresado.s jiertrechos a Chjle. También he comunicado, por cori’e.»|)onJeticia, el .aviso tele­ gráfico de V. S. a! señor Mim'.?íro de Relacione.? Estcriore.? en Lima i a nuestro Plenipotenciario eu e! Iníu-ario del Brasil. AI terminar esta nota, leo cu uno de lus diarios de esta tar­ do un telegrama de ALtlparaiso en qne se participa que el Genooes (dcdie ser cl Genovese.) habia llegado a Lota el 13, conduciendo un valioso cargamento dc anua.? para Chile, i que lo e.scoltal).a!i cle.sde el E.?trech.o los buque? chilenos O’Hlggins i A niaxoim. El G enovese no ha tocado en lo.? puertos de esta Reiúblicn, ni eu los dc la Orienta! del Unigimi. : )ios guarde a AL S.—(Firmado.)—A. AL ni. l a Torre,—Al señor Enviado Estraordinario i Ministro Jficnipotcnciario del Perú eu Francia.. E.s copia.—Paris, Noviembres de Wenceslao Aleiendez. Núm. i,—Legación dd Pera en Buenos Mícíí.-Buenos zVire.3, Setiembre Ifi de 1879. Señor Ministro; lie tenido hoi el honor do recibir la apreciable nota de Y. S., de 5 del próximo pasado mes, en la qne de?pue.? de comuni­ carme que no obstante h« paso,? tlad.)s por V. 3, i la cooperai ci'On dilijente do los funcionarios peruanos en esa Nación i el reino de Béljica, no fné posible detener al vapor inglé.s Geno■vese que conducía uu valios.j armamento para Chile; espresa V, S. a esperanza de que consiga su embargo en el caso dc . arribar a puerto de estas aguas, para cuyo caso com¡)leta el telegrama de la misma fecha dc la nota de que me ocupo, con cl detalle del armamento, según el Cónsul en Ambere.s. Me es sumamente .sensible decir, on contestación a A^. S., que dicho armamento está Imi en aguas chilenas, como lo co­ munica el telegrama adjunto, i qne la Uiiion, si hubiese per­ manecido poco.? dias ma.? en el Estrecho, habria hecho fácil­ mente tan importante presa. DÍO.S guarde a AL S.—(Firmado.)-A. Y. uE l a T o r r e . - Al señor Ministro Plenipotenciario dei Perú en Francia.

Señor Ministro; Ayer, a la.? 7 P, M., recibí el telegrama de V. S. en que S'3 sirve comuaicavnie que el vapor inglés Genovm liabia salido de Amberes el 20 de Júlio último, conduciendo numerosos pertrechos para Chile. Con fecha 1, ® de! mes que acabo de citar, tuve el honor dc dirijir a AL S. una nota .signada con el uúvnern 1, i mediante ella ponia en su conocimiento que se me aseguraba t ne el se­ ñor Plenipotenciario de Gliile en esta ciudad, por óis en do .su Gobierno, habia telegrafiado a los ajentes de ese país eu Lóu­ dres i Paris para que comprasen armamento en Europa, Antes de esa fecha, ya habiuii negociado los indicados ájen­ te?, segim carta de uno de ellos, considerable número de armas que lian llegado a Aklparaiso a mediados de Junio en el va­ — Núm, 413. — AMlparaiso, Setiembre 14 de por Yena o Sena, pue-s los diarios de Chile le dan uno i otro 1879.-^2.12 P. M. nombre. A E l N a c io n a l ,— zAyer llegó a Lotn, acompañado por los Eso vapor, fletado c.spresamente con ese objeto i en mi precio mui elevado, hizo el viaje direelamarite, i unió 4.5 dias, ha­ buques O’H ijjim i Amazcmas, el vapor inglé.s Genovese, (¡ue biendo sido convoyado desde el E.strechn por el vapor Coplapd fueron a buscarlo al E-strecho, con un valioso cargamento de dc la marina chilena armado en gaerrá. No .seria e.straño que armas i pertrechos pava Chile. Snp0ne.se que la Union estará el Gmmsñ fuera en derechura dq Amberes a Aralparaiso; pero en Arica, Es copia.—Pari.s, Noviembre 5 de lS79, — TF>H[’í'sZíf(? zl/csi hiciera escala en Montevideo o eu este puerto, considero mni difícil obtener su embargo, por razone,? que no ¡nieden ¡endez. ocultarse a la penetración de V. S. A pe.sar de esto, telegrafió anoche a nuestro Cón.sul en el ci­ tado puerto, comuriicáiuiole cl aviso corre.spoiidieute, i hoi le he dirijido una nota dándole instrucciones i previniéndole, como Ániistiiil con el A jente de t o s fa ffiica. lo hice en el telegrama, que me dé aviso de la llegada de eso buque i si es posible del dia en que .sa le espera, para trasla­ 5 Ú Jt. lió.-LEGACIO N DEL 1‘KRÚ EN FKANCLA, darme a esa capital i procurar su detención, aunque no me li­ Paris, Beiiembve 16 de 1S70. sonjea la e.=perajiza de conseguirla. Señor Ministro: Al mismo tiempo, he puesto en conocimiento del Supremo He tenido el honor dc recibir ol mui o.stimable oficio dc Gobierno, por la via dc Bolivi.i, el parle de S., i espero ojie mi de.?paclm llegue ¡i sus mano.? en tiempo oportuno para que, V. S., de 6 del pasado Agosto, lu'unaro 90, por el que se sirvo tener en mi conocimiento que .su S. £. el Presidente de la si es posible, uno de nuestros buques dé caza a! Oeimiíse a su .leitública de Costa-R.i.ca, Jeneral Guardia, ba recomendado a salida del Estrecho. Aprovecho de cstaoporriuiidad para reiterar a AL .8. las pro- ' su Ajente en Lóudres i Paris, señor don Aíamiel M. Peralta, testas de mi consideración mas distinguida.—(Firmado.)— que -se ponga de acuerdo cou los ajentes diplomáticos peruanos A. AL DK LA Torre.—Al señor Ministro Tieuipotenciario del j en Europa, ayudándole.? en cuanto sea favorable al Perú, i con­ l’erú €11 Francia. - cluye recomendándome e.?tredis mis relaciones con dicho fun­ Es copia.—París, Noviembre ó de lS7d.— JVmcedao Ah- cionario i aproveclie .sus titiles servicios cuando los juzgue iielendez, Secretario de la Legaciou, I cíisariu? al hueu éxito de la? instnicciones qne he recibido de Y. S, con motivo de ia guerra en que estarnos comprometidos. En contestación, me es grato asegurar a Y. .3. que procuraré Núm. Z.—Legación del Perú en- Buenos Aires.—Buenos cumplir escrupujosameiite sus órdenes sobre el pavdcular, con­ Aires, Setiembre 15 de 1879. vencido de que en las actuales circuiistancias es de toda nece­ sidad el concurso de los sinceros amigos de la justa cansa que Señor Ministro: defendemos. En este momento, 2 P. M., recibo el siguiente telegrama de Dios guarde a AL S. V. S.: “ \’apor Alaranheim zarpó Amberes 5 Setiembre pertre­ J uan M. de Govekeche. cho,? Chile,” que lo be trascrito a los respectivos cónsules, para que, en el caso de arribar dicho vapor a los puerto? de la Pve- Al señor Ministro de Relaciones Esteriores dei Perú. Tomo IV.— 9

OXXIIl.

I

s .^

c

Cw

to to

c

66

GUERRA DEL PACÍFICO.

OXXIY. Tratado de m i con Españai se oMiene el poder arjRar, triju ilar i abastecer los buques peruanos cn ias cos­ tas (le este Estado.

i mi actividad no desmayan i qne debidamente cumpliré sus instrucciones. Dío.5 guarde a V. S. Ju a n M. de Goyeneche. Al seBor.Ministro de llelsoioDes Esteriores dol Peni

LEGACION DEL PERÚ EN PRANCIA. (Re.?ervada.) París, Octubre 1. ® dé 1879.

V.

Y,-

V.

f elegrajuas .sobre la toma del ‘'iluáscar.”

Señor Ministro: NÚM. 130.—LEGACION DEL PERÚ EN FlUNCIA. Me ha sido grato recibir el apreciable oticio reservado de Paris, Octubre 16 de 1879. V. S., fecha 27 de Agosto, número 103, en contestación al mió, Señor Mini.stro: también reservado, do 16 de Julio (l), sobro las negociaciones Los pcriüdíco.3 franceses publicaron el 10 del actual !a si­ tle paz con España. Me abstengo do entr.ar en nuevos pormenores sobre el p.ar-- guiente noticia; L a F rance.—“ Taris, 10 Octobre 1879'.—Nous recevons de ticulav, por suponer ya eu manos de V. S. el testo del Tratado do paz que firmé el U de Agosto con el Plenipotenciario ad laLégationdu Chili, á Faris, la communieation snivantc: Le Cónsul da Chili, á Londres, a envoyé á la Légation du Im, señor marqués de Moliii.?, Embajador tie S. M. G. eu Píiri.s, i mis comnnicaciouea .anteriores, lauto oficiales como privadas, Chili á Taris, la d.épéebc .suivante: “ La Ranqne de Edwards de Yalpavaiso, annonce á. la dote relativas al mismo asunto. Solo me limitaré a repetir que, si ¡s, pesar de todo.s mi.s esfuerzos i de las mejore.? dispo-siciones d’hier, á son correspondant a Londres, M. B. P. Smith, la prise que rae manifestaron todo.s los hombres públicos de España, du cuirassé peruvien Huáscar." Como era de suponerse, no le dimos entero crédito, pensando con quien tuve oca.sion de tratar la cuestión, no fué posible obtener que se nos cedie.se nn poderoso buque blindado, con­ qne eran manejos de bolsa, desde que pvovenian de fuente de seguí, al ménos, de nu modo confidencia!, la. promesa de que negociantes; pero otros que salen un poco mas tarde ese mismo se nos davian, reservadarneute, tod,a.s las facilidades p.ara ar­ dia agregaron que el Lloyd de Lóudres i el Banco Oriental de mar, tripular i abastecer buques peruanos en las costas de la misma ciudad habian recibido despaclws análogos, lo que aquel Estado; i no dudo de que si cl-caso se presentase, nues­ naturalmente principió a inquietarnos; pero, al dia siguiente, tros marinos quedarían satisfechos de la conducta qne en ob­ la prensa insertó el siguiente .avi.so; sequio del Perú se observase. L e G lobe.— “T.ari.s, 10 Octobre 1879.— La Légation du ,ín 3u citado oficio, V. S. me trascribe la copia de nn tele­ Chili á Paris a resu la nouvelle otHcielle du cnirossé pérnvieu grama recibido en Lima por la casa de Canevaro, en qne se le Him car por la llotte chilieune” que p.arece no dejar duda comunica haberse firmado el Tratado de paz con España. sobre acontecimiento tan deplorable. A la primera noticia telegrafié a nuestra Legación de Lon­ Me permitiré hacer notar a V. S. que dicho dc.spaclio tele­ gráfico tiene fecha 12 de Agosto i que el Tratado .solo se firmé dres, pidiéndole me informase sobré el particular, i um contes­ cl H , por cuyo motivo c! 1S hice a V. S., por conducto del tó dloiéudotue que todo.s confirmaban la fatal noticia, i que la Cónsul Jeneral de la República en Panamá, nn telegrama captura ocurrrió delante de Mejillones, V. S. comprenderá fáanunciando e,«te heclio, no habiéndolo verificado ántes, entre cilmenie cuán dolorosa impresión haya causado en mi ánimo i el 11 i el 18, porque no eran dias útile.s para telegrafiar al en el de toda la colonia peruana residente eu Taris, i todo,s es­ Perú, tamos ansioso,? de recibir detalles dei Supremo Gobierno, sobre Terminaré asegurando a V. S. qne no lie cesado, como me el combate, a fin de hacer las publicaciones convenieiites, lo recomienda, de cultivar la mas estrecha amistad con lo.s estableciendo la verdad del liecho, que suponemos que los ajenprincipales funcionarios españoles, quienes siguen maniíes- tes enemigos lo esplie,arán a su modo. Tensando qne no hai fácil comunicación telegráfica entre táudome la misma .simpatía i e! mismo Ínteres por nuestro país, Europa i el Perú, i qne, por consiguiente, solo-dentro de algunos Dios guarde a V. S. diaa podremos recibir algún aviso sobre el particular, deseoso Ju a n M. de Goyeneche. de tener, cuanto ánte,s, pormenores, el 13 del presente raes di­ rijí nn telegrama a nuestro Ministro en Buenos Aires pidiéuAl señor Ministro de RoJaciones Iwterioves dcl Perú. do.?elo.?, i basta la feclna no he tenido contestación. 'Una cosa no,? estraña, i es que la Legación chilena guarda, silencio absoluto respecto a detalles, lo que hace presumir que algo hai de sospechoso en las publicaciones hechas, o que la toma de nuestro monitor les ha costado mui caro, o que ha ííisasH» i ¡salitre p cra a iio . sido el resultado de algún acontecimiento poco honroso para Chile. KÚ.M. 121.—LEGAOION DEL PERU EN FRANCI.4. En fin, espero tener en breve las noticias exacta.? que tanto anhelo sabor, i que sin duda uo serán tan desastrosas como se Parí?., Octubre 1. ® de 1879. nos presentan. Señor Ministro; Dio,? guarde a Y, S, He tenido el honor de recibir e! apreciable oficio de V. S., Ju a n M. de Goyeneche. fecha ),■) de Junio, número 97, por el qne, a! poner en mi co­ nocimiento que ba llegado a noticia de V. 8. que c! Gobierno Al seilor Miaisii'o de Rslanránes Esteriores del Perú. chileno trabaja en el ánimo del de la Gran Bretaña solicitando su apoyo para apoderarse de los depé.sifcos de guano i de las .salitreras peruanas, i ofreciendo h.acei’se responsable de la deu­ da del Perú i prapticar el servicio, i pensando además V. 8. que Clave pava comiiiiicarse por telcgraaiás cifrado.?. se Inaráti iguales jestiones cu Francia, me recomienda ia ma­ yor vijilancia i se sirve reiterarme las inslruccioiics jenerales NÚM. 136.—LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA. que ántes me ba comunicado re-specto de los nuevos i delicados

OXXYIL

'w

C-

deberes que la actual .situación de guerra impone a los ajentes diplomáticos peruanos. En contestación, me es grato decir a. V. 8. que hasta el pre­ sente las pretensionc.? del Gobierno de Chile a que Y. 8. hace referencia, no han tenido efecto alguno en Francia, a.l ménos que yo sepa, i Y. S. puede estar persuadido que mi vijilancia (1) Toreo IV , p.ájina •«!, pirrofo LX 5 I2 ,

G O

Faiis, Novienére 1. ® dx-1879. Señor Ministro: Ei estimable oficio reservado de V. S., fecha 22 de Setiem­ bre último, número 111, me informa qne ha llegado-a sus ma­ nos, i trasmitido al .señor Ministro de Hacienda, el telegrama cifrado que le hice el ó de dicho mes, por el que también he visto que V. S. interpretó perfectamente la parte que salió ininteiijible.

DOCUMENTOS INÉDITOS. Ya. que liablo de correspondencia telegráfica secreta, me permitiré hacer notar a V. S., una vez ma.s, la conveniencia de que el Supremo Gobierno posea un sistema propio i seguro para entenderse con sus ajentes en el estranjero, sabiendo, por e.?periencia, que el método empleado hoi presenta gravea in­ convenientes. Con el fin de allanarlos, remito a V. S. dos diccionarios de autores diferentes que, estudiados con la debida atención para formar la clave respectiva, podrian sernos de gran utilidad. I en esta virtud, suplico a V. S. se sirva iudicavnie cuál de ellos desea poner en práctica, comunicándome ai mismo tiempo la clave que hubiese establecido, i, en detallada esplicacion, cómo debo llenar los claros de algunas cilias en los diversos grupos. Si V. S. decide usar esclusivamente uno dc estos diccio­ narios, le estimaré se sirva decirme si juzga necesario remita yo a ese Ministerio cierto número de ejemplares para distri­ buirlos entre los ájente.? diplomáticos i consulares de la Repú­ blica en el estranjero; en cuyo caso seria talvez conveniente que V._ S., al enviar un ejemplar a cada Ajente, diese a todos una misma clave especial para entenderse entre sí, además de la que V. S. hubie.?e adoptado para comunicarse en particular con cada uno de ellos. Los ejemplares que remito son franceses. He hecho buscar aun en España, i no se ha encontrado ningún te.?to en español. E.sperando que V. S. se diguará tomar eu consideración este proyecto, rae es satisfactorio repetirme de V. S., señor Minis­ tro, su mui atento i seguro servidor. Ju a n

satisfacción de comunicar a V. S. que en e.?te momento, 12 M., acabo de recibir del Mini.stro de .Relaciones Esteriores del Perú, el siguiente despacho telegráfico: “ Paris, Panamá,— Al Ministro peruano,—Tratado de paz firmado i ratificado.—/rfi/íú/éií.” Ya es un hecbo consumado la paz entre m¡o.?troa do.? queri­ dos pataes, i al avisárselo a V, S., permítame quo le envíe un a irctado abrazo, como signo de feiicitaciou a toda la noble Nación Española, a S. M. el Rei don AJfonss X II, al Minis­ terio todo i a V. S. Soi 51! afectísimo amigo, colega i seguro servidor Q, B. S. M. (Firmado.)—Ju a n M. de Goyeneche, Ai lliwao. señor iUr.iaós dc Jíniins,

CONTESTACION DEL E.MJiAJADOR DE ESPAN.A.

Excmo, señor: Queridísimo amigo i colega: ¡Sea eu hora bueno! ¡Dios ben­ diga i perpetúe la paz en nuestro? países! No voi a dar a V. S. un abrazo porque estoi csperaiido a varias persona.? ]iara tratar sobre la función en socorro dc lo.? inundados de Murcia. A propósito: gracias, mil gracias por su caritativo i espléndido don. De nuevo nn (JÓco'jo, que (¡uisiera dar a todos lo.? nobles hijos de aquel país en que Toribio de Mogrobejo i Rosa de Lima flo­ recieron: a V. S. por todos cou todo el corazón lo da. (Firni,ado.)—M a ria n o Roca de Togore?,

M. de Coyes eche.

Al señor Ministro de Riiiaciones Esteriores dei Perú,

cxxyiíi. T ratado de paz con Itapaña; telegram iis caiuñiados i notas referentes a la firma, ratificación i can je de dicho Pacto. NÚM. U C .— LEaACIOíI BEL PERÚ E.S i’RANCIA.

.41 E.MI110. señor Jon Juan Murianu
PARTE TKLEOllAf'JCO HECHO AL DUQUE DE lETL'AN,

Señor Ministro: Tengo el honor i satisfacción de comunicar a Y. E. el .si­ guiente parte que acabo de recibir del Perú: “ Paris, Panamá.—Ai Ministro peruano,-Tratado de paz con Esiiaña firuiado i ratificado.—jj-iáyúydK.” Me felicito con V. S. por tan grato acontecimiento.

P a rk , N oviem bre 5 d e 1S79. Señor Ministro; Por las cornunicacione.? de V. S., fecha 23 de Setiembre I 1. ® de Octubre últimos, me he impuesto con viva satisfacción que cl Tratado de paz i amistad que me cupo la honra de fir­ mar, eu representación del Perú, con el Excmo. señor mar­ qués de Moliiis, Embajador de S. M. C. eu Taris, Plenipoten­ ciario a d hoc, ha llegado a manos de V. S.; que mi conducta en e.ste asunto ha merecido la aprobación del Supremo Go­ bierno, i que el Congre.?o de la República ha aprobado, por unanimidad, el mencionado Tratado, debiendo remitirme V. S. por el siguiente vapor la ratificación respectiva para el canje estipulado. El 26 del próximo pasado tuve, también el honor de recibir el telegrama a que se refiere el último de ios citados oficios dc V, S. i cuyo tenor es el siguiente: “ Tratado de paz cou España firmado i ratificado.” Inmediatamente puse eu conocirnicuto de los Excmos. se­ ñores marqués de Molins i Ministro de Estado de S. M. 0, tau plausible noticia; i me es grato inciuir copias de estos avisos i de las contestacione.? de tan distingiiido.s personajes. Las Cortes de España han principiado sus sesiones ántes de ayer, i según se me lia prometido, uno de los primeros asuntos quo se le someterá es el referido 'ÍVatado. 'Podo me hace, pues, esperar que el canje de las ratificaciones se efectuará en el tiempo estipulado en dicho Pacto; i tan luego que tonga lugar, me apre.?uraré a ¡ionerlo cu conocimiento de V. S. Dios guarde a V. S. Ju a n M. de Goyeneche. Ai señor Miüistro de Relacioücs Esteriores dei Perú.

COPIA, LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA.

(Confidencial.) Park , Octubre 26 de 1879. Excmo, señor; Mi respetable i querido amigo: Tengo el honor i la grande

67

(Firmado.)—JuA.N M. DS GOyeneche. Al Eíciao. señor Mini.stro Je EsluJo Je E.spAüu.'

C0NTE.STACI0K POR TELÉGRAFO DEL SEÑOR MINÍSPRO DE ESTADO DE E5PAÑ.A,

El Ministro de Estado al señor Goyeneche, Ministro del Ferú en Pari.?. Doi gracias a Y. E. por el telegrama que se ha servido tras­ mitirme i dcl cual me he enterado con la mayor .satisfacción. —M.adrid, Octubre 26 dc ISTi).-.A las 10.35 P. M, Son copias.—Puri.?, Noviembre 5 de 1870,— HT'Hccs/ao Melemhz, Secretario de la Legación. NÚM.

142.—LEGAOIÜN DEL PERÚ EN FRANCIA.

Park, Noxiéikhre 16 de 1879, Señor .Ministro; He tenido el . honor, dc recibir el mui apreciable oficio de Y. S., fecha. S del pró.ximo pasado, número 121, por ei que se sirve participarme que habiendo merecido la aprobación dei Congreso Nacional el Traslado de paz i amistad entre el Perú i España, firmado en Paris el 14 de Agosto último, V. S. mo remite ia ratificación correspondiente, en la debida forma, i el Pleno Poder de estilo para que proceda, a la brevedad posible, a verificar el canje. En respuesta, nie es altamente satLfactorio comunicara V. S. que tan luego que llegó a mis mano.? el instnimento dc ratifi­ cación, me apre.suré a ponerlo en couociioicnto dei señor mar­ qués de Molin.?, quien me anunció, con igiinl placer, que espe­ raba el dia 15 la de S. M. don Alfonso X II, Eu efecto, eu la mañana de ayer recibí aviso dcl señor Embajador de España qne se hallaba ii.?to a proceder al canje, i que, si no veia incon­ veniente, lo verificaríamos a las 2 P. M,, pvopo.?icion que uiituralraente acepté. A la indicada-hora, me constituí en la Embajada, acompañado del Secretario señor Melendez, i sin demora tuvo lugar el mencionado canje, habiéndose elevado la respectiva acta.

GUERRA DEL PACIFICO.

68

V..

V..

V.

La paz i una amistad sincera cutre e! Peni i España, son, pues, señor Ministro, lui hecho consuniado_; i al felicitar al Su­ premo Gobifii'tio por la realización da una idea que responde a una aspiración jeneral del país, me congratulo de haber sido el órgano de aquél )>:ira llevarla a debido cumplimiento. Dios guarde a V. S. Ju a n M. de Goyeneohií.

NÚM. U 6 .— LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA.

París, Noviembre Id de 1879. Señor Ministro: En contestación al apreciable oficio de V. S,, fecha 13 del próximo pasado Octubre, número 123, por el que, con motivo de la salida del Havre del vapor Marankense con destino a Amberes, conduciendo artículos de guerra de.?tinado.? a Chile, Al scñur Miíiislro ele Rclaciorius EsCtrioí'es del Perú. Y S. se .sirve recomendarme prevenga sériamente a los cónsu­ le.? de mi dependencia para que seau ^mas activos en vijiiar todo lo que se relaciono cou el acopio i embarque de elemen­ tos bélicos, tengo el honor de decir a V. S. que, desde el prin­ cipio de la guerra, adopté esta medida i que hasta el presente D iliciiltadcs pana detener cl “.líaranlieusc' c u s » viaje los ajentes consulares lan demostrado el mayor celo, debién­ dose, en consecuencia, atribuir el poco éxito que han tenido sus a ( liile. esfuerzos, no a falta de patriotismo ni a iieglijencia en el cum­ n ú m . M 4.— LEU.AC10N DEL PERÚ EN EiíANClA. plimiento de sus deberes, hoi día mas sagrados, sino a la acti­ vidad i reserva con que obran nuestros enemigos, que dau París, Noviemhre IB di IS79. además falsas direccione.3 pava engañar la vijilancia. Señor Mini.stro: Por ks copias que he remitido a V. 3. de ia corresponden­ El dia de ayer recibí del señor Enviado E,siraoi'üinario i M i­ cia de los cón.sa es de la República con esta Legación, que nistro Plenipotenciario de la República en Buenos Aires un tienen referencia con los buques Genovese i Marankense, V. S. oficio, cuya copia acompaño, eu contestación a la qne le dirijí , se habrá impuesto que tan luego que estos fiincionarios sospe­ cl 13 de Setiembre último, cominiicáudole la salida del vapor charon o tuvieron conocimiento de ks espediciones indic,adas, Marankense, cargado do pecrcohos bélicos destinados a Chile, se apresuraron a comunicármelo i a d.ir los pasos conveniente.? con el objeto de que, si iiiciese escala en uno de lo,s puertos para impedir su realización. Si no lo consiguieron, la culpa de ks naciones en que representa al Perú, procur.asc el embar­ es de ks circuu.?tancías, que se presentaron dema.?iado tan e, go de dicho,? artículos de guerra, para cuyo efecto le remití i de otras razones rjue no .?e ocultan a la penetración de V. S., una razón de é.síoa. ne sin duda habrá meditado detenidamente sobre tan delicaPor la lectura del citado oficio, a.;í como por los que aiitea cuestión, .sobre todo en vista de las contestaciones mas o riormento envié a e.?e Ministerio d&l mismo funcionario i del ménos análogas que lian dado los gobiernos de varias naciones, señor Ministro de! Perú en Rio Janeiro, se impondrá V. S. de cada vez qne se ba presentado el c.aso, durante k guerra actual los pasos dado? por dichos .señores i de la poca esperanza que ' dcl Pacífico. tenían de conseguir un re.?ultado favorab e, en caso que la Dios guardé a V, 3, mencionada nave se presentase eu las aguas de las Repúblicas Ju a n M. de Goyeneche. del Plata o del Imperio del Brasil. Al sef.cr Minlatro ác Rslacioaes Esteriores del Perú. Dios guarde a Y S. Ju a n M. de Goyeneche. Al sefiOr Ministro Ji; RtiacioDCs Estcrioros dul Perú,

c Y. V..-

.

U-

c 'wv 'W «•

O c -•s.

.w .

c

c G

•>s w I W w C

COPIA. Núm, Z —Ligación dd Perú m ías .Repí'Micas dd Piala. —Buenos .dires. Octubre 17 de 1879. Señor Ministro: Eu la tarde de ayer, he tenido el honor de recibir el estima­ ble oficio de V. S., fechado en 13 de Setiembre último. Se ocupa Y S. eu él déla salida dcl vapor M a ra n h m e, cargado de pertrechos bélicos para Chile; trascribe el telegrama que se sirvió hacerme a e.sce respecto i me acompaña una ra­ zón de los artículos (]ue conducia el citado vapor. Con motivo de este buque, que uo ha tocado hasta e.«lc mo­ mento eu lo.s puertos del Plata, me trasladé a Montevideo i tuve largas conferencias con el .señor Ministro de Roiacioues Esteriores i S. E. el Presidente do k Reiiública, retirándome con el convencimiento de que era imposible obtener la deten­ ción de ese bu(|ue u otro cualquiera qne tocase en ese puerto i eu idénticas condiciones. V. S. comprendo cnán difícil e.s conseguir que naciones como ks del Plata se espnngan a tener cuestiones con las potencias fuertes de ^Europa, especiaimcute por deberes de neutralidad, respecto alo que tanto se Im escrito, como .sabe V. S., sin arri­ bar, .sobre cieríos ca.sos, a nna solución definitiva. Áfo obstante esto, he insistido cerca del Gobierno Oriental i espero su ultima resolución. Creo (|ue el M a m n k m , como el Sena, el G lenelg, el B d lique o B ell i el G euoveie, que han llevado a Chile, de los puertos de Francia i Béljica, valiosos cargamentos de armas i lertrechüs bélico.?, habrá hecho el viaje directo a la costa c lilena, deteniéndose únicamente en Punta-Arenas, pues hasta ¡loi habia tiempo siiíiciente para qne se encontrara en el Estrecho. Con este motivo, me e,s grato reiterar a V. S, las prote-stas de mi mas distinguida con.?ideracion.—(Firmado.)—A. V. de LA T o rre .— A l E.vcmo. señor Enviado Estraordinario i Mi­ nistro Plenipotenciario del Perú en la República de Francia. Es copia.—Paria, Noviembre 16 de ISV l— W en m lao M e­ lendez, Secretario de la Legación.

CXXI Rem ite copiíi de la p rotesta del Gobierno inglés contra los tLCtos que puedatr debilitar la garantía dcl guano ofrecido a los tenedores de bonos peruanos. NÚM.

12-1.—LEGACION DEL PERÚ EN LÓSDRES. (Reservada.)

París, Nmiembre SO dé 1879. Señor Miuistro: El Presidente del Comité de Tenedores de Bonos Peruanos, sir Charles Russell, que, como he manifestado a V. S. en di­ versas oca.?iones, no cesa de traRijar por conseguir el apoyo de este Gobierno en favor de las pretensiones que abriga contra nosotros, ha creido sin duda que debia aprovechar do la alarma producida por ks últimas noticias, por las dificultades cn quo nos hallamos con la Compañía de Guano, i por los rumores deliberadamente circulados por lo.? diario.? acerca de la misión del señor don Francisco Rosas, para renovar, con motivo de esta, sus jestiones cerca de lord Salisbnry, quien, dando asenso a ks sujestiones de aquél, me ha dirijido la nota que acompaño cn copia i traducción. Para coiite.star debidamente ese documento, he creido conve­ niente trasladarme a esta ciudad, a íin de hablar cou los comi­ sionados señores Ro.sa.s i Goyeneclie .sobre el asunto que lo ha motivado i evitar que pueda haber diverjenoia entre los actos (jue ellos realicen ¡ las declaraciones que yo Inaga a este Go­ bierno. Dada la difícil situación que atravesamos i el desarrollo que vienen tomando los acontecimientos en el teatro de k guerra, juzgo que ba llegado el momento oportuno de definir nuestra actitud i nuestros propósito,?, tanto cerca de este Gobierno co­ mo de los tenedores de bonos. Estos recelan que perdamos k lo.sesiou de las guanera,?, creen que no podemos ya garantizar a esportacion del guano, i, bajo esa impresión, solo encuentran la seguridad de sus intereses en una de estas dos .soluciones: o la esportacioD por cuenta de los tenedores bajo la protección de sus respectivos gobiernos, eu el caso de que Chile pretenda ; posponer ks hipotecas preexistentes a sus propias aspiraciones I sobre el guano, o la esportacion por cuenta de los mismos i

DOCUMENTOS INÉDITOS. prévios arreglos con Chile, en el caso contrario. En la negocia­ ción qne nuestros comisionados van a realizar debe, pues, aten­ derse no solo a la cuestión financiera sino a la cuestión política que ella puede envolver, i que en las actuales circunstancias es tan o quizá mas grave que la anterior. Por las comunicaciones de ese despacho, me son conocidos los propósitos que a ese respecto abriga el Gobierno i que han determinado el espíritu de la lei aiuoritativa sobre guano i el objeto de !a misión encomendada a los señores Rosas i Goyeueche, i que estos fiiucioDaríos se prepiiran a realizar. Por esto, i porque ellos me han informado déla ine.xactitud de los rumo­ res que se han hecho llegar a lord Salisbury, espero que mi contestación, a ia vez que disipe en él el error en que ha basado su protesta, desvirtué los efectos dc ésta, tanto mas inadmisi­ bles cuanto que el Gobierno procura por medio de sns ajentes mejorar la condición de los tenedores por la misma negociación que la ha motivado. Puedo asegurar a V. S. (pie esos falsos rumores se prop,alan i se insertan en lo.s diarios deliberadamente i con el fin do fun­ dar después en ellos las representaciones que se elevan a este Gobierno en nombre de los tenedors.s. La representación lejí­ tima de estos no está, por otra parte, claramente definida en la actualidad, pues es reclamada por diversos grupos, con nin­ guno de los cuales podrian entenderse nuestros comisionados sin encontrar re5Í.stenoias i protestas en los demas. De allí la necesidad de que en una junta jeneral de tenedores europeos, se determine quienes deban ser los verdaderos personero.s de nuestros acreedores, i este sería, a mi juicio, el tnedio mus efi­ caz de poner término a las dificultades con que en ese órden se tropieza. Ponernos en relación directa con esos lojítitnos repre­ sentantes para el arreglo directo de nuestras cuestiones, es cuanto pueden esperar, en Ínteres de sus súbditos, el Gobieruo inglés o loa demas gobiernos europeos, cuya intervención solo puede ser lejítima i eficaz como ayuda para la realización dcl arreglo a que se llegue entre nuestro Gobierno i sus acreedores. Por el próximo vapor enviaré a V. S. copia dc la respuesta que daré a la nota de lord Salisbury; pero desde ahora llamo la atención de V. S. hácia la referencia que hace del informo que el Ministro de S, M. B. en Lima dié a este Gobierno sobre la misión del señor Rosas i que, según espresa lord Salisbury, motivó que se le impartiesen iustruccione.s ei dia 8 del corrien­ te para que hicie.se directamente ante V. S, la protesta que veinte dias después se ha creido conveniente repetir también a esta Legación. Es mui estraño que habiendo llegado aquí el señor Rosas solo el dia 14 del actual, ya desde el 8 se diesen instrucciones al .señor Saint John para protestar contra los aqtos que venia a practicar, i esto solo puede -esplicarse por los in­ formes inexactos, quizá, (¡ne el señor Ministro inglés en Lima se anticipó a comunicar a este Gobierno, predisponiéndole así, por su «pinion autorizada, a dar fácil asenso a las posteriores exajeradas esposlciones dcl Comité dc Tenedores de Bonos. Dios guarde a V. S. C a r l o s P iv id a l . Al seflor Ministro de Rcldciones Esíxiriores del Peni.

COPIA. (Tratlncdon.)

Ministerio de Relaciones Esteriores.—liáwAm, Noviembre 26 de 1879, Señor Ministro: El Presidente del Comité de Tenedores de Bonos Peruanos me ha espuesto que un Enviado especial, doctor don Francisco Ro.sas, ha llegado a Paris, dcl Perú, i está en comunicación con los señores Dreyfus, respecto a la disposición futura dcl guano hipotecado a los tenedores de bonos, i el Comité teme que se llegue a algnn arreglo, entre el doctor Rosas i lo:s señores Dreyfus, perjudicial a los intereses de sns comitentes. Habiéndome llegado últimamente un informe de análoga naturaleza del Miuistro de S. M. en Lima, di instrucciones, el 8 del cerriente, a ese funcionario para que protesta.se contra cualesquiera actos del Gobierno pernano, que puedan tender a debilitar la garantía hipotecada a los tenedores de bonos pe­ ruanos, El Gobierno de S. M. confia sinceramente en qne el Gobier­ no del Perú no abriga las intencione.? que se le atribuyen por el Comité; pero creo que debo, señor Ministro, repetir a V. S.

69

la protesta que el .Mini.stro de S. M. en Lima ha sido ya ins­ truido de hacer sobre el asunto. Tengo cl honor dc .ser, con la ma.s alta consideración, señor Ministro, su mas obediente i humilde servidor. (Firmado.)—S a l i s u u r y . Al señor don Cárlos Pividal.

CIXXI. Cañoneras ch iiia s.-N u c v a clave p ara la corresp on ­ dencia telegráfica. LEGACIOX DLL PERÚ EN FRANCIA.

(Reservada.) Paris, Dicienére 10 de 1879. Señor Ministro: En contestación al mui apreciable oficio de V. S. (reservado), fecha 25 dc Octubre último, número 131, por el que, al comu­ nicarme haber trasmitido iustruccinnes del Supremo Gobiérno al Ministro de la República eu China para la adqnisicion de cañoneras, se sirve prevenirme qne ha indicado al espresado funcionario qne si sus jestiones obtuviesen un resultado satis­ factorio se entienda conmigo o con el segundo Vice-Presidente señor Canevaro, para todos ios arreglos a que pudiera dar lu­ gar la compra de dichas naves i su marcha hácia el Perú, me me es grato asegurar a V. S. que si el señor Elmore tuviese a bien dirijirse a mí para los objeto.? mencionados, rae apresuraré a prestarle todas ks facilidades que cl caso requiera, ya sean de mi competencia o de la de otras persona.? con las qne pro­ curaré ponerme de acuerdo. Dios guarde a V. S, .liiA.N' M. DE Goyeneche. Al señor Ministro de Relaciones Ksteriors» dol Perú.

NÚM. 1.— LEGACION' DEL PERi; EN FU.ANCIA,

Paris, Enero 16 de 1880. Señor Miiii.stro: Con ei apreciable oficio de V. S., fecha C del próximo pasado Diciembre, número 143, me ba sido grato recibir, el 14 del corriente, la clave de (. ue debo hacer uso para mi correspon­ dencia tcdegráílca con e despacho de V. S. i con ks legaciones de la República en el e.?traiijero i el Cóusnl .leneral en Pa­ namá. Al felicitar a V. S. por la adopción de una medida cuya ne­ cesidad se hacia .sentir, 1 sobre cuya conveniencia he tenido el honor dc hablar a V. S. en varios oficios, séame permitido ha-. cer dos pequeñas obscrvacionc.?. L.a clave, tal como está formada, ofrece indudablemente garan­ tías (¡ue aseguran el secreto; pero creo que éste seria mayor, si en vez de ponerse las cifras en grupos de tres en tres, se pu.3Íesen Tos número.? simplemente a continuación unos do otros, debiendo, el qne recibe el telegrama, hacer la división en séries dc tres. Do este modo, si el despacho, por algún caso forcnite, llegase a manos de personas estrañas, ésta no sabria a qué clase de clave corrc.?ponde, si a números solos, o a gru­ pos de tres, cuatro o cinco cifra.?, pue.? V, S. no ignora que bai diccionarios franceses de cuatro cifras o ingleses de cinco. Ruego, pues, a V. ,S. qne en lo.? telegramas que tenga a bien dirijirme ,?e sirva emplear esta pequeña modificación, haciendo yo lo mismo eu los que dirija a ese Ministerio. La mencionada clave presenta el inconveniente de ser algo gravosa, porque ks palabras en (¡ue hai cuatro o cinco sílabas, representad.as por consiguiente por doco o quince cifras, ks oficinas telegráficas ks cuentan como tres, siendo la regla con­ tar cada cinco cifras como una palabra. En pequeñas distan­ cias, la diferencia de precio seria poco semsible, pero no así en ks considerable.?. Este inconveniente podria desaparecer si se adoptase uno dc los diccionarios france.?es que he remitido a ese Ministerio en cl mes de Noviembre último, por conducto del señor Zelaya, en los que toda palabra está representada por cuatro cifras, además de ciertas frases usuales espresadas en grii¡)()3 de cuatro cifras.—El idioma francés, que tiende a jeneralizarse, no es una desventaja, porque hoi dia toda perso­ na ilustrada, i aun de mediana instrucción, lo conoce mas o ménos, siemío iudispensable en ks que profesan la carrera di­

GUERRA DEL PACÍFICO.

70

plomática i consular. En rcsúmcn, juzgo que cata indicación tnei'cce estudiar.se, i que los diccionarios mencionados podrían también traducirse al oastollano i emplearse igualmente en el interior de la Re2)úblic.a entre el Gobierno i ¡a.? otras autorida­ des departamentales, i entre é.stas una,? con otr.as. Esto, siu duda, será obra del tiempo, pero uo importa la demora, pues nn dia llegará en qne este sistema prs.?te útiles servicios. Miéntras tanto no.? serviremos de la clave actual. Noto también que en la última columna de la clave que me ba enviado V. S., en Jas -15 palabras desde “abei” hasta “Ba­ dil” se ha omitido cl significado convencional, i espero (¡uc V. S, .se dignará completar cuanto ántes, para mayor facilidad i economía, dicha columna, con or.acione.? o frases usnales. Dios guarde a V. S.

u.

V.v

w

C c

c

(Confidencial.) Mm si&’io de Rdaciones EsUriores de la República Arjentina-,—Buenos Aires, Enero 2 de 1879.

oeñor Ministro; Me he apresurado a jioner en conocimiento del señor Presi­ dente de la Rcpúbiiea la note del .señor Ministro de Relacio­ nes Esteriores del Perú, de cjue Y. E. se sirvió darrae lectura i copi.? en la conferencia que celebramos el dia 30 del mes pró.ximo pasado. El señor Presidente se ha impuesto con .sumo agrado del con­ tenido de esa nota, en la que el Gobierno que Y. E. dignamente representa, ofrece sus buenos oficios- para obviar las di.ficultaJ uan M . d e G o y e h e o iie . des quo puedan oponerse al arreglo pacífico i amistoso de nues­ Al señor Miaisi.ro ie- Relaciones Esteriores del Perú. tras cuestiones cou la República de Chile i me ha encargado manifieste a V. E. que no .solamente agradece los noble.? pro­ pósitos dcl Perú, sino que rcconoco que esa República, perse­ vera en la honrosa política de confraternidad de que dió tan LEGACION D E L P E R Ú EN LAS R E P Ú ­ relevantes pruebas cn 1875, ofreciendo interponer su lejítima iiifluotieia en las ciiostiones que se susciten en las naciones, BLICAS D E L PLATA. .sud-americanas, para evitar las calamidades de la guerra en­ tre pueblos que solo, debieran rivalizar en Ja conquista del pro­ greso a la .sombra bienhoóhora de la paz, emple.ando todos sus medios de acción en con.solidav sus instituciones. i!l F e r A o f r e c e m e d i a c i ó n c a l a c ji e s ü o n Este Gobierno aceptarla desde luego los buenos oficios del Perú cSiiifiio-ancRiisiíi. si la antigua i complicada cuestión de límites entre las repúbli­ cas arjentina i chilena no se encontrará felizmente en via do NÚM 6,— I.EQACIOH DEL P<‘:Rt) EK LA.? iíEPÚBLICAS DEL PLATA. arrc.gío, merced a los. esfuerzos de una política conciliadora. ,[¡ü estos momentos, después de aprobado por e! Senado chi­ (Confidencial,) leno, se discute en la Cámara de Diputados de esa Nación un Pacto digno, que nna vez perfeccionado por la sanción de ios Buenos A ires, Enero 4 & 1879, congresos de las dos república.?, habrá puesto el .sello a las re­ Señor Ministro: En momento de cerrar cl correo, me entregan la nota confi­ laciones mas cordiales entre una i otra, e.?tableclendo por aho­ dencial del señor Ministro de Relaciones Esteriores de er?ta. ra un mdus m m di qne asegura la j)az i confiando al arbitraje República, que acompaño a V. S., en copia, i eu la que se re­ la solución de las cuestiones pendientes. Ko ha llegado, pues, el momento de aceptar la interposición fiere a la conferencia que tuve con él el 30 de Diciembre últi­ ami.?tosa que V. E. ofrece. mo, de la que voi a dar cuenta a V. S, Si por desgracia los esfuerzos hechos no dieran re.?nItado, i .Desde ei 29 del citado mes, sabla,re en esta ciudad qne el nmhs tive-nii ajuatadi.t con el Gobierno de Chile para zanjar un conflicto amenazara de nuevo la tranquilidad de.las dos na­ Jas cuestiones pendientes sobre límites, corría riesgo de ser re­ ciones separada,? por la cordillera de lo.? Ande.?, el Gobierno chazado en la Cámara do Diputado.? de aqugll.a Nación, o cuan­ arjentino se apresuraría a reconocer que e.?a oportunidad habia do inéno? aplazado hasta la próiíima Leji.slatura, enive otras llegado, i ántes de apelar a la razón .sangrienta de las armas razones por haberse tábido que la escuadra arjentina .se halla­ oiria con satisfacción los cori.sejo.? dol Gobierno hermano i ami­ ba fondeada a! Sur del rio Saiita-Cruz. Asegurábase también go de la República do: Perú. Presento .? V, E., e-on este motivo, i?..? seguridades de mi ( ue este Gobierno uu retirarla .sus fuerzas de! indicado lugar, Gemíase, en fin, que el conliieto surjiese de nuevo i quizá con mas alca consideración i estima.—(Firmado,)—M. A. M ontes carácter mas alarmante. Creí entonces llegado el momento de DE Oca.— A l sofior don Aníbal Y. de la Torre, Enviado Esdar lectura, a) señor Mini.sirO de Relaciones Esteriores do ia traordinarío i Ministro Pleiiinoteuciario del Perú. Buenos Aires, Enero 4 do 1879.—Es copia conforme.— Confederación, de la nota de V, S., fechada en U de KovicmOsKüldo [garza, Seorecario. bre del año que acaba de terininar, i así lo verifiqué a ias 3 F. M. del 30 de Diciembre. El señor Ministro, manifastándome el mas vivo.agradecimiento, m e pidió copia de ese importante documento, la que le entregué en e! acto, i ofreció elevarlo al (Confidencial.) conocimiento de 3. K. e! Presidente, como io ha verificado, se­ gún se impondrá. V. 3, por la copia de la nota que acabo de L egación d d P erú en- la s R epúblicas d d Pl-aia.—'B aem s recibir i de la (pie hice refiereacia ai principio. V. 3. verá con Aires, Enero a de 1879, satisfacción que la cuestión con Chile se encuentra hoi de nuevo cn via de arreglo p.ndfico, i que para el caso de que Señor Ministro: desgraciadamente siirjierau nuevas dificuitadea, ánte.? de apelar En e,?to momento lie tenido el honor de recibir la estimable .a la razón Lsangrienta de Ins armas, oirían con .satísiáccion los nota do Y. E., fechada en 2 dol presente, en la que, refiriéndose consejos del Gobierno hotmano i amigo del Perú, a la conferencia do 20 do Diciembre, en que di a V. .E. lectura Remito también a V. 3. copia de mi ¡esimesta al E.vcmo, del despacho del señor Ministro do Rclaeioues Esteriores del señor Montes de Oca. Perú, ofreciendo los buenos .oficios de mi Gobierno, a fin de No dándome el correo tiempo para estenderme ma.s, ruego a evitar nn coiiílieto entre este país i Chile, con motivo de ia V. S. acepte los respetos de su atento .servidor, cuestión de límites, so sirve Y. E. indicar, en resúmen, que si los esfuerzos de la política conciliadora que hoi se sigue, no A. V. DE LA T o r r e . dieran resultados i un conflicto ■amenazara de nuevo la tran­ quilidad de las dos naciones, el Gobierno de V. E., antes de Al jKCiñor Miuistro dí Relaobaeu Esieriaros (iel Pwü. apelar a-la razón sangrienta de las armas, oir¡.a cou satisfacción los con,sejes del Perú. Lima, Febrero 4 do 1S79.—Acúsese recibo en términos Por el correo de hoi trasmito a mi Gobierno la respuesta del satisfactorio.?, i jásese a la Legación en Chile, con la nota acor­ de V. E „ i puedo asegurar que apreciará debidamente los con­ dada, copia dei adjunto ofició dei Ministro de Relaciones Es- ceptos emitidos eu la nota de V. E. así como se congratulará teriores en la República. Arjentina. con la 'fausta nueva de haber desaparecido ios temores que Fecho. pudieran haber asistido de que sobrevinieran nuevas dificultades que impidiesen el perfeccionamiento del arreglo última­ mente celebrado.

GXXXII.

U.-

COPIA.

DOCUMENTOS INÉDITOS.

71

_Con este motivo, reitero a V. E. las protestas de mi mas distinguida consideración.—(Firmado. ) ~ Á . V. db l.a Torue. - A l Excmo. señor doctor don M. A, Montes de Oca, Minis­ tro de Relaciones Eateriores de la República Arjentina. Buenos Aires, Enero 4 de 1879.—Es copia conforme.— O.swaldo laarza, Secretario.

Duravilc ella, volví a tocar la cuestión dcl armamento quo ' Chile compraba en esta plaza, recordándole las razones qne i ántes espuse para que se prohibie.?e su e,sportacion i el artículo ^21 dcl Tratado de amistad. El señor Ministro me dijo qne ■habia reunido el Co.nsejo para ocupar.se de este ■asunto i conI snltado al Procurador Jensnal de la Nación, i habian resuelto difmitivamente, que no pudiendo impedir el comercio de armas con Mootevid(?ü so exijiese a los csportadoros una fianza por el doble dcl valor de las mercaderías para el caso de que no íicredita-seu ante el Gobierno haber desembarcado la? armas El Tratado F ierro S arratea será com batido en las en Montevideo. cám aras arj entinas. V, S. comprende, que de.?pues de la e,?posioion qne me hizo en la confereiicia dcl 17, i habiéndome manife.?tadij que no NÜM. 31.—LBa.4CI0N CEJ. PERÚ EN LAS REPÚBLre.W DEL PLATA. podia prohibir el comercio de armas éon Montevideo, pues que' Buenos Aires, Férero 15 de 1879. de otro modo se ternaria como un acto dé parcialidad cu nues­ tro favor, no lue debido ni podido insistir en e.?c incidente, Señor Ministro: Nada de nuevo ba ocurrido en los últimos dia,s sobre 1.a siendo evidente qne no estando nosotros en guerra con la Re­ cuestión chileno-arjentina. Este Gobierno espera el nombra- pública Griciital del Uruguai, no tctiemo.? derecho perfecto tiñeiito de nn Plenipotenciario chileno; i la prensa, en jeneral, para pedir que se impida c comercio de arma.? con ella. Por lo (lema.?, rne refiero a mi nota fecha de ayer sobro este despnes de la conferencia de que hablé a V, S. en )iú correspon­ asunto i aquélla en que daré a Y. S. cuenta de la,? confereiL dencia anterior, ha guardado silencio, no obstante la pnb icacion hecha en Chile i reproducida aquí, de los tres protocolos cias del. 17 i 22, Dios guarde a V, S., señor Miofetn), que precedieron al Tratado Fierro-Sarratca,- que annque .su­

cm iii.

pongo en manos de V. S., los acompaño en un recorte de pe­ riódico. Solo la A m érica d e l S u r se ha ocupado dc esta cuestión, como verá V. S. por los recortes que también incluyo, junto con un croquis del señor Moreno. Por esas publicaciones, vendr.4 V. S. en conocimiento do qne el Tratado será fuertemente combatido eu las cámaras, a pesar do las medidas que se hau tomado, para buscarle poderosos apoyadore.s. Dios'guarde a V, S., Señor Ministro. A. V. DE LA

T

Al .sefir.r Ministro ik li.elac.i.oncs Kstcrioves del l’ar'.i.

GXXXY. lUa citeitía dc la llegada deí .Yíínisti'o de Síolivia i
o iír t s ,

Al seiior iHinist.ri) áe Relaciones Esteriores (lei Perú.

CO.N'['ESTAOTOM A L A NOTA A N TERIO R. MINISTERIO DE RELACIONES E.STERIOREK.

A, V, DE LA T o rre .

NÚM.

75.—LEGAOION DEL PERÚ. .EN LAS REPÚllLIC.AS DEL PL.ATA.

Buenos Aires, Mayo 9 de 1879. Señor Mini.?tro: En la mañana dc ayer llegó el señor Qnijarro, Ministro de Bolivia cerca de este Gobierno, i fuá recibido cu la estación del ferrocarril por mas de LOüO personas, que lo acompañaron hasta el hoto! dando vivas al Perú, Bolivia i ¡a Prepública Arjeotina. Se pronunciaron algunos discursos entusiastas i el .señor Quljarro contestó a ellos. Bebo agregar que en Salta, TucurniHi, Córdoba i el Ro.sario ha sido recibido del niismo modo, lo qne manifiesta que c! .sentimiento favorable a las re­ públicas aliadas, es casi jenenal eu toda la Nación.

Urna, Marzo 91 de. 1879. Señor: Por el oficio de V. S., de 15 de Febrero último, número 31, qne contesto, me he impuesto del estado en qne se hallaba en esa fecha la cuestión chileno-arjentina i del silencio que guar­ daba la pren.sa en jeneral, a escepcion de(- periódico A m é r ic a DEL S u r , cu }'üs recortes incluye V. S. De esperar es que esa actitud espeotarite haya desaparecido, A las 5 P. M.. tnve noticia de que una manifestación mas tanto en ei Gobierno como en la prensa de esa República, tau en grande, que debia hacerse al señor Qnijarro, seria e.sten.?iva luego como se ha sabido en Buenos Aires la ocupación dc parte ' a mí, como Representante del Perú. del territorio boliviano por fuerzas chilenas, sin precedente En efecto, poco d(i?pues de ias 8 ,P. M, ne presentó una co­ declaratoria (le guerra i a título de reivindicación; hecho que misión en mi sala de recibo i me invitó a pas.ar a otra que tiene no puede ménos ríe cansar alarma a las dema,s república.? de balcones a la calle i en la que se hallaba ya el .señor Qnijarro, esta parte del Gontinentc, especialmente a las (jue, como Buenos a quien se habia hecho subir de las iiabiíacionfi.? bajas que Aires, están en mas íntimo contacto con Chile i que tienen ocupa. En c.?c salón liabrian como 2(.Ri persí.mas notables i eu alguna cue.?tion pendiente con él, la calle pasarian de 3,009, debiendo advertir que la reunión Es natural, pues, que la cuestión que ha surjido con Bolivia allí era e.?cojidn i compuesta, on parte, de jovene.? dc 20 a coutribuirá a robustecer la oposición que se hace al Tratado 30 añ(.is cursantes déla Universidad. Fievro-Sarratea i a dificultar su aprobación por las cámaras, Una vez en el balcón, ei soñ.or don Santiago Estrada mo di­ lo quo en estas circnn.?tancias seria lo mas conveniente. rijió el discurso que encontrará V. S., junto coa los dema.? (¡ue Dios guarde a V. ¡s. se pronunciaron, en nn recorte de periódico que acompaño. M a n u e l iKiorjiEN . Habló también el señor ligarte, i el .señor Qnijarro i yo con­ Al BCñor (ion AniW V. do ia Tnrrs, Er(viado Kstiaordinano i Ministro Plotii- testamos, A pes.ar de qne me fue preci,?o improvisar, en eso.? Botencnirio del Perú en. el Brasil i Kcpilbücas dcl Piala. momento.?, mi respuesta, creo que las pocas palabras que pro­ nuncié lian sido bien recibidas en todos los círculos, no .solo por los aplausos del momento, sino también por las numerosas personas de esto país que se han acercado a mí en el dia de hoi. Puedo .asegurar a V. S., señor Ministro, que jamás he visto C o a í e m i d a co n c l S íiu isír o .nrjcHtiíio so b r e csRortinuna manifestación mas espontánea i Inciila, ]¡or la calidad do d o n d e arsaiiRieiito. las personas reunidas. El eiUusia.?mo por el Perú i Bolivia no tenia límites, i es indudable que ámb.os paíse.? pueden contar HÚM. 67.— LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLAT.A. con las simpatías del pueblo viril i jener.o.?o de Buenos Aires, B uenos A ires, A bril 28 d e 1879. Terminado,? ios cticnr.sos, la reunión se dirijió a casa del Señor Ministro: señor don Félix Frias, eu donde se pronunciaron los discurso.?, Anoche estuvo en esta f(egacioti el .?eñor Ministro de Rela­ (¡ue también encontrará V. S. anexos. En seguida, una parte eiones Esterioro.? i tuvimos una larga conferencia, de la que pasó a casa, del señor Jeneral don Bartolomé Mitre, que, según me ocuparé en nota separada, respecto a la guerra del Pacíüc() se dice, contestó a los jóvenes (¡ue le dirijie-ron la palabra. i otros incidentes con ese gravo asunto relacionado.?. ])igne,3fe V. 8. poner estos hechos en conocimiento de S. E,

OXXXÍV.

GUERRA DEL PACÍFICO,

72

el Presidente de la República i aceptar les respetos de su , blico, invitando no solo a! pueblo sino a los personajes ^mas caracterizados para uua conferencia cu el teatro de Varicdaatento servidor. de.?. Eu efecto, ésta tuvo lugar el dia de ayer, i asistieron a A. V. DE LA Toaai:. ese local mas de .3,000 personas de lo mas selecto de la so­ Al ssñor Ministro tic Roiaoiones Esteriores
CXXXYI.

GXXXYllI.

to .

lo jeneral, simpatiza con nosotros i condena el proceder del Gobierno chileno, i la o|)iuio!i pública nos favorece dei modo mas entusiasta i jeiiero,?o, como se impondrá Y. S, al leer la nota en que doi cuenta de la manifestación qne se me hizo el 1. ® del presente mes. El te,?to de! Tratado qne V. S. dice remitirme, 110 ha venido; pero como yo lo conservo, veré si es conveuieuLe sn publicación. Dios guardo a V. 5., señor Ministro. A. V. DE LA T orre .

Al sEñor Ministro Je liciacioflcs listcriurss riel Perú. HÚM. 8,5,—LEGACION DEL PERÚ EN LAS RErÚBLKAS DEL PLATA. Buenos Aires, Mago G de 1S79. Señor Ministro: El dia de ayer han rccibiiio lo.? diarios de esta ciudad telcgrainas de Chile anunciando para hoi la salida del señor .Lastarria con el carácter dc Enviado. Estraordinario i Ministro Plenipotenciaria cerca de S. M, cl Emperador de! Brasil, Agré­ gase qne el señor Lastarria tocará cu su viaje en Bueno,? Aires, con el objeto de desvanecer la.? aprensiones que su mi­ sión pudiera infundir al Gobierno arjentino. Dios guarde a V. S., señor Ministro.

NUM.

91.—LEG.ACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA.

Buenos Aires, Mayo 20 de 1879. Señor Ministro: Pasan de LOO los jefes i oñciale.? del ejército de esta República i de ia Orienral de ürugiiai que se han presentado en esta l.ega!;ion .solicitando le,? facilite recursos para trasla­ darse .al Perú con el objeto de prestar su.? servicios eu el ejér­ cito durante la injusta guerra qne el Gobierno chileno no,? ha declarado. V. S. comprende, que después de agradecerles vivamente su decisión en favor de nuestra causa, no he podido aceptar ■sns servicios i les he hecho presente qne carecia de instruccio­ nes al efecto. A pesar de e.?to, hai algunos que, contando con suficiente.? recursos, han emprendido el viaje eu direcclou al teatro de la guerra, habiéndoles dado simple.? cartas de introducción pata los señores jcuerales cu jefe de los ejército,? aliado?. Lo que tengo cl lionor de poner eu conocimienio de Y. S. para lo que hubiere lugar. Dios guarde a V. S., señor Mini.stro. A. Y . DE LA T o rre . A! señor Ministro dc Udaciones Esleriores dol Perú.

A. V. DE LA T orre . V .--

Al

señor Ministro Jo Esiaciones E.5teriores áel Perú.

Hx--

W

GXXXÍX.

GXXXYIL

I’idc al Ministpo de R elaciones E s te r io m dcl Irugiiai .se prohíba el com ercio de a n u a s i otros artí­ culo.? de guerra.

Confcrenci,'» con tra Chile en el teatro Ue Varie(lí»de,s.

NÚM. 95.-LEGAGION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA.

W Buenos Aires, ¿Bayo 21 de 1879. Señor Ministro: Bueno Aires, Mayo 12 de 1S79. Ocultándome del comercio de armas i demás artículos califi­ Señor Ministro: cados como contrabando de guerra entre Montevideo i Chile, Después de la gran manifestación de Buenos Aire.? a ia.? debo poner en noticia de V. S. que el señor Ministro de Relalegaciones del Perú i B;>livia, de que he d.ado cucuta a Y. S, clones Esteriores de la Prepública del Uruguai rae dirijió, con en el correo anterior, se pensó eu levantar mas el espíritu pú­ I fecha 29 de Abril, la carta confidencial que acompaño a V. S. NÚM. 88.— LEG.ACION DEL PERÚ EN L.AS EEPÚELIC.A,S DEL PLATA.

to»/

to,/

c

c o G

DOCUMENTOS INÉDITOS,

73

en copia. Posteriormente recibí la fechada en 10 de Mayo, qne I to, como miéntras el Gobierno de V. E. tenga pendiente ,?u reincluyo a V. S. ea la mi.sma forma. V. S, comprendo qne no ' .solución, pudiera suceder que los ajentes del Gobierno chileno era político cxijirle inmediatamente la ro.spne,?ta al despacho tratando tle negociar en Montevideo arma.?, carbón de piedra i de 18 de Abril, que remití a V. S. eu copia adjunta a la nota demás artículos caliíicadoa como cmitrabamlo de guerra, espero marcada con e! número 65, desde que me daba razones aten­ que V, E, se servir.t dar preferente ateiioion ,al asunto de que dibles, aunque no las creo verdadera.?, para retardar sii contes­ me ocupo i espedir ia disposición conveniente, prohibiendo cl tación, i desde que no habia recibido, posteriormente, aviso do comercio de todos aquellos artículos.—Con este motivo me es haberse hecho algún nuevo negocio de arma.? por parte de los i grato reiterar a V. Id las protestas de mi mas distinguida conajentes chilenos. .sideraciou.—Dios guarde a V. E.—(Eirmado.)—A. V. UR la Entretanto, habian trascurrido ocho días desde la fecha de T o rre .— Al E.vomo. señor Miui.?tn) de Relacione.? E.steriorcs su última carta, i suponiendo haber recibido nuevos avisos .so­ de la República Oriental del Uruguai, don Gualberto Meudez. bre compra de armas, lie creido conveniente dirijirle, con fecha Buenos Aires, Mayo 21 de 1379.—E? copia conforme.— 19 del presente mes, el despacho que encontrará V. S. .adjunto Oswaltlo Igarrji, Secretario. en copia, No ,?olo me ha impulsado a dar e.?te pa.?o el deseo de obte­ Mhñstt-rio de Rdacmes Ef.krkvKi. — Montevideo, Abril ner una verdadera neutralidad de la llepública Orienta!, impi­ diendo que se convierta en el arsenal de donile Chile saque 29 de 1879.—Mi distinguido señor i anrgo:—La presencia de todos los artículos de guerra que necesite, sino que be querido Mr. Ford en Montetevideo, con quien iremos negociado la aprovechar de esa oportunidad para Inicer presente a ese Go­ reanudación de las relacimies diplom.itica? interrumpida.? ooii la bierno la naturaleza de la guerra que Ghile hace a las repúbli­ Gran Bretaña dc.?de 1871, ha absorhirlo todo mi tiempo sin dejarme el necesario para dar una contestación a su nota ofi­ cas aliadas. Respecto a ésta, no he vuelto a tocar la cuestión, tanto por cial de 18 del corriente.—La semana próxima, pues, dejaré de las seguridades que el señor Montos de Oca me ha dado de mano cualquier otro asunto para do'Hc.arme escinsivaraente al que se cumplirán las órdenes impartidas, cnanto poríjue el se­ fue motiva sn mencionada nota.—Eirva.se V, 8, disculpar e.sii ñor Qnijarvo me ha manifestado que de otro modo se impedi­ ( emova, que rjueda ya esplicada, i aceptar la.? seguridades dcl aprecio con í¡ne tiene ol placer del .saludarle, su atento, seguro ría la venta de armas para Bolivia, que hasta hoi .?e tolera. En efecto, últimamente se remitieron 3,000 Remington i servidor i amigo.—(Firmado.)-G u.'LBErto MiiRirez.—Al se­ 300,000 tiros, <)ue desgraciadamente han sido tomados por ia ñor don Aníbrd V. déla Torre, Mini.stro Fleiilpotciiciario i autoridad revolucionaria de Jnjuí, aunque hai esperanza, imr Enviado Estraordinario del Rerú en las Repúblicas, del Plata. las medidas que han debido adoptarse, de que continúen hasta Bolivia. M inkkrlo de Relaciones Asrtív'm-fo'.—Moutevideo, Mayo 10 Esperando que el Supremo Gobierno se digne aprobar mis de 1879.—Mni ,?eñor tnio i amigo;—En carta anterior prometí procedimientos, me repito de V. S. atento servidor. i a V. S. nna próxima re.?puesta a su aíenla comunicación sobre ; comercio do arm.as cou destino al Pacífico.—Deseando rodearme A. V. DR LA TonaE, ■de todas las garantías de acierto eu negocio lan grave, he que­ A! scAor Ministro de Reiaciones Esteriores dei Peni. rido oir la opinión del Fiscal, a de! com bate naval de Ifluiquc. del presente mes, me veo hoi en la necesidad de disti-aer de nuevo la atención de V. E., atendiendo no solo a la fikil resoNÚM. 102.— LEUACIOS DEL PERÚ EX LA.S RErÓBLiCAE DEL PLATA. btcion de una jestion que se apoya en los mas sanos principios dcl derecho i de la moral internacional, sino también a la buena Buenos ArViy, Mayo 27 de 1879. i nunca interrumpirla amistad iiiie une a ime.?tvos dos países i Señor Ministro: nuestros dos gobiernos.—V, E. conoce jor, el carácter qrte Chile Dostle el 24, circulabiin cn esta ciudad telegramas de oríjen ha dado a lagiierra que ha declarado al Perú i Bolivia, violan­ do de.?de el principio los preceptos del derecho de jentes, que oltri(>no, en ios qne .?e asegiirana haber tenido logar eo Iquique respetan todas las naciones culta.?; Y. E. ha visto (les]mes, que uu combate naval entre nue.slros blindados Huáscar e Inde­ no ha vacilado en boinbartlear poblaciones indefensas i los tre­ pendencia i los vapores Esmeralda i Cooadowja, (■■liilcuos i de nes qne conduoian fuera de elias a las mujeres i a los niño?; madera. En esos telegramas se decia que este último buque V. E. ha visto, en fin, que todos esos actos reprobados por eí liabia echado a pique ala Independencia, varada en Punta derecho internacional, lo han .sido también por los represen­ Gruesa, a pesar de liaber arriado su baudei'a i puesto otra de tantes de grandes )mtencias vesirlentes en Lima i por la voz parlaiuento, i qne el jefe de la Esmeralda, átUes que rendir.?c, unisona de la República Arjentina, No tengo, de ooii.sigiiiente, pegó fuego a la Sarita Bárbara. interrogado el dia 25 sobre esos heclios por el Presidente de ■ necesidad de detenerme en manifestar a V. E., una vez mas, la la República, ie contesté que ni tina ni otra cosa era posible; sin razón de e.?a guerra qne apoyada en frívolos pretestos lleva , delante de sí la destrucción de lugares en que no puedo hallar qne 1.0 AAíftcra/rfo. habria sido, .sin duda, incendiada por las , séria resistencia, absteniéndose de bti.?car aquellas en qne po­ bombas del Huáscar o echada .o inqnc con sii ariete, i que la dría encontrarla.—La naturaleza de esa guerra, señor Ministro, Covadonga era iiubidable que liabia huido al de.scu.brir a la i por ese motivo la he recordado, seria una razón mas, si fncse Independencia, siendo aquélla destrozada por ésta durante la necesario, que no lo es, en apoyo de la jestion que tengo hecha, persecncion. En la mañana del 26, la Legación chilena liacia publicar purque difícil será encontrar Gobierno o Nación ijue favorezca de algnn modo a! belijeraiite que tan mal riso liace de sus par-tes ojiciales de .?u Gobierno, couteniemlo aquellas mism.as armas, aunque no tarde mucho cn recibir el castigo que merece, noticias; pero en la tarde eirculabaii otras qne dosmentian en aparte de la reprobación jeneral que hoi lo agobia,—Entretan- mucho las primeras, pues hacia desaparecer la supuesta beroiT om o IV .— 10

7-4

GUERRA DEL PACÍFICO.

cidad de los tripulantes do la Esmeralda, declarando quo el Huáscar la echó a ¡tique con el ariete, como yo supuse. Arro­ jaban sí uua mancha, desmentida indirectamente despnes, sobre iiiiestros'raariuüs, asegurando quo habiendo caido en la cubierta del Ilrnscar algunos de lo.s chilenos, fueron en ella uUumdos. Respecto a la Independemia, nada de seguro .s.abenio.? basta líoi, pero alimentamos la ,s.speranz,a de que sea falsa la noticia de su pérdida anunciada por Chile; i cu todo caso, hemo.s lo­ grado cpre aquí se convenzan de que ai ese siniestro es evi­ dente, niuguua parte lía podido tener cu él la Oovadonga, que solo tratarla de buir i llegar a puerto ocupado por Chile ántes de irse a pique. Los recortes adjuntos manifestarán a V, S. cuál es la opi­ nión jeneral tratándose dcl combate de iquique, repitiendo que he hecho todo lo posible por uniformarla. Como semejantes noticias uo pueden ménos dc iniluir en ciertos momentos i causarnos perjuicio, insisto eu uianilé.star a V, S. .la necesidad de que -te me trasmitan todas las impor­ tantes por telégrafo, viii de Europa o Tupiza, Dios guarde a V, S., sciior Ministro. A. V. DE L.A 'roii-uv.. Al .señor íliniátro do lUdfvct.rues Kstcrior-0,5dsl l’crú.

Lima, Julio 29 de 1879.—Acúsese recibo i recoátgiicsele que cuide de rectificar siempre l.a.s noticias dc orí jen chileno, en vista de los datos qne se le envían por este despacho. Ecolio.

OXLI.

señor Lastarria, Plenipotenciario de Chile, i en ei acto da piesentar sms credenciales .se cambiaron los discursos que acom­ paño a V, S. en un recorte de E l Síglo de Montevideo, que iian reproducido hoi los diarios dc esta ciudad. Ambos documentos son dignos de llamar la atención—el dei señor Lastarria, no solo por la falsedad que contiene al prin­ cipio, sino porque reve a eu el fondo, cou toda claridad, el objeto de su misión, siendo de notarse sus última,? palabra?;— i cl de S. M., porque pone en claro al hombre de Estado i es, además, demasiado sobrio, atendidas las circunstancias i la Índole dcl di.sour¡íqdel .Mmi.stro chileno. A propósito dcl señor Lastarria, se asegura que reemplazará mui pronto al señor Balmaceda, que solo aceptó la misión que de.seujpeña por mui poco tiempo. Dios guarde a V. 8., señor Ministro. K . Y. DE LA T o r r e . Al señor Mioistro do Eiílf.oiirDes i’stonores dcl Perú. .NÚM. 157.— LEG.ACION DEL PERÚ EN LAS REPDBLIC.AS DEL PL.AI..A.

Buenos A 'res, Ju lio 16 de. 1379. ■ Señor Ministro: Tfuigo el hniiov de iicompañara Y, S. eu uu recurte de Er. S i­ glo de Montovjden lo.s discursos pronunciados, al presentar dou Jo.sé V. Lastarria, sus credcnciale.? al Gobierno uruguayo. Eu Montevideo e.imy en Rio Janeiro, cl señor Lastarria ba revelado en Sii discurso cl objeto de su misión; i razones tongo para suponer que obtendrá el mismo resultado negativo que cu el Imperio. Debiendo ocuparme por rseparado de este asunto, díc repito de Y. 8. res]iet.uoso servidor. A. V. DE LA T orke:. Al .ssi'or M'iiii.stro ijb Relasiones Eítisior.;? lei Perú.

A iu íiid jt ht, H egad a d e l ¡SííEiistrnt cíijleiift L a sta r r ia i s« rccejxdpsi o flfin l cí» d B ra eji i L riignai. NÚM. 103.— LEa.ACiOM DEL CSRÚ EN L.AS REDOLU.ICA.S DEL PLATA,

Burihn Aires, Alayo M de 1S79.

» tok.»'

to to-

to c

toto-

to to V

■ to’ to

G 'C G ^Q iO

Señor Ministro: Ayer llegó a esta ciudad el señor Lastarria, rieuipotonciario chileuo cerc.á dol Goliicrno del Brasil, i tuvo iumcdiataraentc uua conferencia de dos horas cou S. E. el Presídete dc la Re­ pública, a.si.síieiido a ella el señor Balmaceda i c! .señor Minis­ tro dc Rcbacioiies Esteriores. Nada ha podido tra.shicirsc de lo que pa.só eu ella; pero aunque algunos díarío-s snpoiicu que tiene Giica’.’go.s relativos a la (‘.ue;stíüu chilcuo-aricntiua, yo orco qne solo los tendrá para (iar garantías a este Gobieruo de ijuc su misión cerca del Em­ perador no encierra nada hostil respecto a estcjiaís. En efecto, no e.s de creer que e.stuodo el Gobierno arjentino i e! señor Balmaceda,al babia, instantáneamente, por telégrafo cou Chile, el Gobierno de este último país hiciera encargos al Ministro transeúnte. Además, caso [le traerlos, no habria permanecido inactivo durante .seis o ocho dias en Montevideo, eu donde es de suponer mas bien que se lia ocupado de facilitar ¡os medios de proveerse de artícu!!).? bélicos para ciniudo sean necesarios, pues dc pronto parece (pu! se hjs lian procurado Pn Estados Unido.», no Imhumdo salido mas ni de esta ciudad ni de Mon­ tevideo. A [iropósito del viaje de! señor Lastarria al Brasil, debo .muer en conocimiento de V. S. que en uua conversación que le tenido con el señor Plenipotenciario de! Brasil, pude saber, con t
ANEXO A L OFICIO líIiM . L ñ 7. (El S/;mú 'le>Lmtsvi(l«o, Julio lo (Iv 1879.) HECEPOlON O.FIOÍ.AL DEL 3ITNLSTR0 DE CHILE

Excmo. señor; Tengo el honor de presentar a V. E. la carta en (¡ue me acre­ dita como Enviado .Estraordinario i Ministro Plenipotenciario aiiteV. E. cl Presidente de la Rp.púbüca de Chile, deseando vivamente couservar la alia estimación i ia valiosa amistad dcl Gobierno Oriental del Uruguai ou las difíciles circunstancias actúale.? dc Cliilo, i a.?pira.i)do a e.strochar mas, ,si as f»).sible, )a« ralacioue.? dcl pueblo uniguayo i el chileno. Tengo la esperanza de ( ue cl gran ciudadano cue ha tenido el abnegado patriotismo c e restablecer on su glorioso pueblo el imperio de las leyes, fortificará también nuestra amistad internacional i será bastante bondadoso para facilitarme los medios di? corresponder dignamente a la confianza con que me favorece mi Golúcrno. Señor Miuistro; Recibo con placer las letras credenciales con que el Presirepública de Chile acredita a Y, E. en el carácter dente de la re.) (le Enviado Estraordinario Ministro PleniDotenciario cerca de mi Gobierno, Toda oca.sion como la presente de cultivar i estrechar las relaciones amistosas (¡ue mui naturalmente unen a nuestros 'i respectivos países, uo puede dejar do serme en estremo agra' dable, i Y. .fi., cuya ilustración i eminentes cualidades soa bien notorias, puede estar .seguro de encontrar siempre, por parte de rai Gobierno, bis mayore.s íacilidade.5 ]iara el de.5erapcño da su importante misión. Agradeciéndole a Y. E. los honro.?os i benévolos conceptos que acaba de espresar, me es grato declarar que queda reco­ nocido cu el alto carácter de Enviado Estraordinario i Minis­ tro Plenipotenciario de la República de Chile. DECRETO,

NÚ.M. 131.--LKGAaON DLL 'VERÚ EN LAS REfííuLIOAS DEL PLATA.

Buenos Aires, Junio 2S de 1S79. .Señor Miuiscro; El 14 de los corrientes, según he visto en un diario de Rio Janeiro, fué recibido oficialmente por S. M. e! Emperador, cl

MINISTERIO EE RELACIONES ESTERIORES,

.Montmdeo, JvMo 14 de 1379. liabiendo presentado cu audiencia pública de esta íeelia, S. B. ol señor dou José Victorino Lastarria, las Letraai ere-

DOCUMENTOS INÉDITOS.



denciale.? que Jo acreditan en el car-ácter de Enviado Estraor­ Por los documentos meiiciunados i lo.s despachos i copias dinario i Ministro Plenipotenciario de Chile cerca del Gobierno anexas a ollo.s, que he pas.nlo a ese Ministerio en !1, 14, 22, Oriental, el Presidente do la República ha acord.ado i decreta: 23 i 26 de Abril, 5 i 21 de Majm último, sinnml'ü.s con los nú­ Art. 1 .° Queda reconocido el sefior don José V. Lastarria meros ,ó9, 6!, 65, 72, 82, 95 i 56, se habrá impuesto V, S. de que en cI-caiActer arriba e.Hpve.sado. he procedido activa i eíicaíiiiente a fiu de impedir que Chile Art, 2, Declárase a S. ,E. cl .señor Lastarria en el goce do i se rsnrtiese de armas cn esta Hepúhüca. las prerogativas i exenciones que por el derecho público ie cor­ En efecto, en la larde de 5 de Abril, Miércoles Santo, se me responden. dió avi.so por persona de conti.auza de que en ese dia se habian Art. 3. ° Comuniqúese, pnb!íqiie.5e i dcse al R. C. vendido i embarcado con destino a Mortievideo cerca de 3,UÜ0 Remington i la.s correspondientes municioue.s, qne sos])ec.haba L-tTORBE. fuesen destinados para Chile, pues no tenia noticia de qne hu­ G ualberto M endez. biese necesidad de ellos en Ja vecina orilla. ,A pesar de la vaguedad de la noticia i de ue soso faltahan dos horas para la •salida del vapor, me dirij oficial i privfidamente a nuestro Cón,?ul en Montevirleo piira que ¡msierii en juego todos los me­ dios posible.?, a fin de imnedir ípui e.?a5 nrmas se remitiesen a Sutcrjielacioii en la rá iu a rn d c IGpntndos relativa al Chiie, autorizándolo para qne tratase e! !i..?uiito cou el señor bombardeo del lito r a l del Ferá. Ministro de Relaciones Esteriores del ITnignal; siu |)Orjnicic de esto vi al señor Monte.? de Oca i exiji se dicta.seii las medi­ NÓil. 105.—LEGACION DKL PEKÓ E.X LAS SEPCBLIC a S DKLPL.VÍA. das convenientes a íin de evitar el oomeroio de armas con ia Buenos Aires, Junio S de 1879. República chilena. Mi correspomlencia al Cónsul pudo alcan­ Señor Ministro: zar el vapor, pero llegó a .Montevideo, como debia ser, al dia E! 30 de Mayo último debió tener lugar cn la Cámara de signienle Jnéves Santo, cuando todo.? lo.? Ministerios se baila­ Diputados nna interpelación al señor Ministro de Relacione-s ban cerrados i S. E. e! Frc.?¡deiite cn el campo. Esteriores sobre la actitud que habia asumido el Gobierno ar­ V. 3. debe estar convencido de (pie he procedido como debie­ jentino en vista de los atentado,? cometidos por la escuadra ra proceder, tanto de.sde qne tuvo noticia de Lávenla de arma.?, chilena, bombardeando en el Litoral del Peni, poblacione.? in­ que solo dos dias de,?pues supe con certeza eran para Chile, cuan­ defensas; pero el Poder Ejecutivo dirijió un mensaje a la to a! entablar aquí i eu Moníevideo la.? jesliutuH convenientes, Asamblea, haciendo saber que teniendo pendiente una nego­ i debo advertir a V, S. que ei liociio llegó a mi noticia por un ciación con Cliile, pedia se po.?terga.?e la iiiLerpelacion. Esto no esce.so de pveca.iiciou mia i haciendo sacrificios per.sonales leobstante, la Cám.ara in.sistió en qne se presentase el señor Mi­ cnniario.s, pues tenia, dc.sde el dia 1. ° de Abril, un indivk uo nistro de Relaciones Esteriores, i é.ste al fin concurrió; i como encargado de averiguar .?i se vendían armas en. csia p!.aza, no verá V. S. por el recorte de periódico que acompaño, solicitó i obstante que en una ciudad tan grande como Rueños Aire.? i obtuvo un plazo hasta el dia de ayer. en la qne el comercio est.i tan esíendido, no es fiícii, sobre todo Con viva ansiedad se esperaba el momento eu que tuviera careciendo de recursos, el conocer qne se liaocn cierta ela.se do lugar la interpelación, i el salón de sesiones estaba lleno de negocios, para lo.? qno siempre se toman ias mas esqnisitas jeiite, notándose entre los concurrentes casi todo.? los ,miem­ precauciones. Prueba de eiio e.? qne se oomprarun de.?pnes 3,000 bro.? del Cuerpo Diplomático, con esccpcionde los representan­ Remington para Bolivia i solo ha podido saberlo la Legación de Chiie cuando, a cnii.?ccnencia de la revolución de Jnjui, fue­ tes de la.? naciones belijerantes del Pacífico. Para no distraer inútilmente inatención de V. S., me refe­ ron detenidas ias afinas durante r?n tránsito, siendo probable riré al recorte de periódico que también incluyo, iiamando su que omitiiiúen a ia l'ociia su traslación. Respectif a las medidas tomadas por este Gobierno, ya V. S. atención sobre el hecho de qne habiendo pedido Exorno, señor Monte.? de Oca, que la Cámara declara.se por votación que el c.«tá ai corriente (le ellas, i por in rjue hace al del Uruguai, Honorable señor Frias al hacer u.so do la palabra se separaba tiene V, S. en sn poder toda la correspondencia (¡ue ha media­ del asunto en debate, lo que importaba ilariiarlo al órden, do entre esta Legación i el Ministerio Oriental, i puede verse aquélla resolvió de nn modo contrario por gran mayoría, lo que, que insiste eu sostener que uo le e.s po.sible prohibir el comer­ unido a. la naturaleza de 1ü,s dicur.?o.? prommoiado.s, manifiesta cio de anua.', por;¡ue la Con.slitucion garantiza la libertad de industria, i porque sn resolución está a¡)o,y.ada en la opinión el e.?píritu dominante en ese Honorable Cuerpo, El señor Diputado interpelante presentó en seguida un pro­ (le los autores mas modernos de dereclio internaciona'. Debo yecto de rcstdnoion’ (¡ne ]>asó a ia Comisión respectiva, i será advertir a V. S. que esa opinión ha sido también cn esta par­ disentido ,en nna do las próximas sesiones. Oportunamente te conforme can ia dei gabinete bra.süew .a! conte.-.tav nna interpelacinii tm las c.ámaras, como verá V. A por el estracr.o si­ daré cuenta a V. S. del resultado. guiente, El señor Ministro.—“'El noble diputado puede estar Dios guarde a V. S., señor Ministro. ti’anf|iii)o. Buques qne nos pertenezcan, no tomarán parte en A. V. BE LA T o r r e . esa ludia deplorable, nopeo- la rnton que dió B. B. di: faltar a la nmtralidad, üiuo por otr.a, de órden ma? elevado, porque Al señor Ministro de Kelaciores Esteriores del Perú. como observó mui bien mi ilustre amigo, rapresemante de Minas Geraef!, la neutralidad seria oinseroada desde que no negáseráos a uno de los belijerantes lo queJíieiJitáseinos al otro:' "Esta ra.zon, ,?eñore.s, es qne yo no creo que haya jamá,? cu Jestiones i (iiliieüciiis nriicticadas pam impetliv la es- el Imperio del Bra-si! un- Gobierno que facilite a las poü-ru'ias a'nwicanas armas paro, drspedsizarse:' (Mnrmnlio de aproba­ portación de armas para Cliüe. ción en la Cámara, mui bien, mui bien). iNÚM, IIO .— LEGACION DEL PEllÜ EN LAS RKl'ÉBLIC.'iS BEL PLATA. “ En todo ca.?'.' asegu ró a S. B. qne d ga b in ete d e E nero nm i­ ca lo kará/ , _ , Buenos Aires, Jvnm S de 1879. A pesar de todo esto, yo continúo so.steniendo la di.scusioñ; Señor Ministro: pero deseo como he dicíio en otra nota qne Y. S. se sirva indi­ Tengo el honor de contestar el estimable oficio de V. S., de carme por telégrafo, cuál c.? ia conducía (¡uc debo ob.servar en 10 de Mayo último, número 39, qne acabo de recibir i que se el probable ca.so do que el Oobicruo Griental mantenga su de­ ocupa del comercio do armas con Chile (1). terminación. En nota de .3 del presente, número 106. he dado cuenta a Ai terminar, me es grato ¡muer en couociuiiciito de b. S. qno V. S, del estado en que .?eencuentra la jestion que oportunamen­ no se ha hecho raa.s negocio de artículos de guerra, i que con te inicié cerca de! Gobierno Oriental para que prohibiese el in­ esta fecha he dado eniiipíimiento a lo di.spuesto por V. S, en la dicado comercio. Aóompañé a esa nota copia da la contestación nota quo dejo contestada, cironlaudo a los cónsules en el Bra­ que-recibí del señor Ministro de Relaciones E.?tPriore? de e.sa sil i Repúblicas de! Plata la? iustniccione.? conveniente.?. República i del último de?pacho que le he dirijido con la cita­ Dio.? guarde a Y, -3., señor .Ministro. da fecha 3 del presente, combatiendo los principios sostenido.? por él. k . Y. BE LA Tohee.

CXLlí.

(1) Tomo IV, pAj'im 27.

Al svüor Ministra da Relaciones feteriares del Perú.

GUERRA DEL PACIFICO.

n

SÚM. 178. —LEOIACION DEL PERÚ EN LAS UEPÚflLICAS DEL PLATA.

V ..

Dirnos AtVes, Jtd'tQ S I dc IST'J. Señor Ministro; En la tarde de hoi he tenido el honor dc recibir la res )etable nota de V. S., de 1. ® dc lo.? corriente?, signada con e número 63, i paso a contestarla. Como verá V. S. por la,? del señor .Ministro dc Relaciones E.?teriores drd Unignai, qne recibí el 26 i acompaño en copia, el Gobierno Oriental, a pesar de bis razone,? alegadas por mí, on los despachos qne V. S. conoce, i de los esfuerzos del señor Mini.?tro de Bolivia, durante su permanencia en Montevideo, se niega a prohibir cl comercio de arma? con Chile, Vo habria contestado esanota inmcdialamente, a pe.sar deque el principio sostenido por el señor Méndez ha sido indirectamciiLe acepta­ do cu ei Brasil, como dije a V. S. eu imta aulerior, i que se encuentra consignado eu una de la? revistas que V. S. se lia dignado remitirme iuipre.?a i lleva la feclia de 4 de .Junio últi­ mo, eu la que contestando a L a Iú st r ella de Panamá, se di­ ce; “ No se falta a la nentr.alidad ilesile que no so niega a uno de los beiijerantes lo qne se concede a otro,” debiendo recordar qne Clúle est.1, respecto.a Pananiá, como el Perú res­ pecto a. Montevideo, Yo habria, repito, conte.sUdo esa nota, si no hubiera creido conveniente aguardar las instrucciones que me permití pedir a V, S., las mi.?inas que de.sgraciadameiite uo he recibido lia.?ta abora. A pesar de esto i de que tengo la evidencia de que el Gobierno Oriental no cederá a mis iiisiimacioue.?, pienso, pasados algu­ no.? dias, llevar adelante mi jestion, combatiendo lo.? débiles argumento? empleados en sn nota por-el E.'ccmo, señor Méndez, con el decreto dei Gobierno de Colombia i la? medidas adopta­ das en la Gr.an Bretaña i los Estados Unidos, aparte de las doctrinas do derecho internacional qne cuidaré de citar. Aquí solo se ha pedi;lo el des])acho de municiones ])ara las provincias, i la persona encarg.ada por mí en la Aduana, me da avisos frecuentes de lo que ocurre. Eü nota'de ayer, número 175, comuíiii]ué a V. S. las noti­ cias qne habia recibido de Montevideo sobre armamento man­ dado directamente dc Europa para Clúle, en gran cantidad, i hoi veo confirmada esa uoticia en el estracto que se ha hecho de los diarios de Clúln, cu lo.s que ,?e Labia de esc cargamento, asegurando que no solo habiau llegado los fusiles, sino también lOOjcañones Knipp, varios millones dc cartuchos para fusil, balas péríoradoras i otros artículos bélicos. Ahora me esplico el por qué se habia pagado, como me aseguran, im flete fuer­ tísimo por el vapor Yena o Sena. Esta noticia i la necesidad de conservar cuanta arnionía se pueda con la República Oriental, me deciden a demorar mas tiempo mi respuesta al Excmo. señor Méndez, pire? deseo saber si V. S. aprobará el no llevar adelante la cuestión, como yo opino, pues dudo que Chile busque nia-s elementos bélico.? en e.stas república.?, siendo así que ha recibido directamente una fuerte cantidad de ellas, Espero a este respecto las órdenes de V. S. DÍO.S guarde a V, 3., .señor Ministro. A. V.

d e la

T orre.

Al eea.Di' Minisiro ile UdaoioDes Esteriores dcl Perá.

ANEXOE A LA NOTA NÚM.

k..CC C O

Q

178.

M inistiño defUlacionci Esteriores déla Rc¡¡{élica Orien­ tal del Urn/juai-Yíonkñdeo, Julio 24 de 1S79.—Señor:— Ue tenido e¡ honor de recibir la múa de V, E., fecba 3 de Ju ­ nio próximo pasado, conte,?tando a las de este Ministerio, de ‘26 de Mayo último, rektivíi.? a la.? jestiones cntabLadas por V, E. con motiyo de alguno.? artículo? de comercio comprados en Buenos Aires i trasbordados eu e,?te puerto cou destino a! .Pa­ cífico,—Insiste V. £. en ha precensioii de que el Gobierno Oriental proliiba el cmnercio de armas con la República de Clúle, porque cree V. E. que ese es el medio de demo.?trar i man­ tener una absoluta neutralidad.-En apoyo de esas ideas liace V. B. algunas consideraciones, de las que me be impuesto con la debida atención.—S. E. el señor Presidente de k República, tan luego como cesaron las múltiples atenciones de carácter tirjonte que no le fué posible desatender, i despnes de ente­ rarse de la comunicación de V. E., me ha ordenado contestarla

manifestando a V. E. que el Gobierno Oriental mautiene la doctrina que ya conoce V. E., i es k de que: el estado de guerra, de otros pueblos no altera en lo mas mínimo k situa­ ciou de ios habitantes del país neutral, ai suspende el efecto do sus leyes, lú da allí carácter hostil a los artículos ipie son ma­ teria de lícito comercio; vale decir: que mi Gobierno entiende que ni por razón dc neutralidad, dc imparcialidad, de estension, lú por razón dc. ninguna otra prestación internacional, está facultado a violar las leve? qne debe cumplir i hacer cum­ plir eu todo tiempo, soa p.acífica o bélica k situación dc las demas naciones con las que está en relación.—Dije a V. E. en mi nota anterior, i lo repito ahora: que k neutralidad no se viola lú so compromete, sino en k e.?fora de las funciones polí­ tica? aduúiiii.trati va?; por e.?o cou tanta verdad ha dicho un célebre tratadista de derecho público: que el rol de abstención eu la guerra solo pertenece a los gobiernos neutrales, i de lúngiiu modo puede lacerse esteiisivo a los p;ivtieu!arcs.-Mi Go­ bierno ob.serva, pues, la mas estricta neutralidad manteniendo para cou los coutendicnies ia misma conducta a que ajustaba su?'relaciones internacionales ántes (lela lucha. Abora bien: su.speiukr los efectos de las leyes iiitern.as del país, por ceder a los de,seos de los beiijerantes, como parece pretenderlo V. E. en e! caso qne nos ocupa, importarla no .soknientc una viola­ ción ilagraute de la lojislaciou del paí,?, sino también una in­ fracción de esa misnia neutralidad,—Esto.? principios inconcu­ sos (le derecho iutermacional que profesa mi Gobierno, son tambicu los que sirven de norma ele conducta a otro? gobiern.os que están en buena? relaciones con ks repúblicas del Pacífico, lioi desgraciadamente en lucha.—Noticias recientes publicadas por la prensa i otras de distinto oríjen recibidas aquí, i que V. E, debe conocer, aseguran que el Perú hizo una compra de armamento eu los Estados Unidos dc Norte-América para conducirlo a su territorio por via de Pauamá, Clúle hizo igual Operación en Lúndre.?, i por último Bolivia también se ha provisto de elementos bélico? en el Brasil i en has provincias arjentinas, incluso Buenos Aires, sin que eso.? procedimientos, de todo imnto lícitos, fueran impedidos por los gobiernos res­ pectivos, ni a éstos por tal cau.sa puede acusárseles razonable­ mente (ie haber fallado a los deberes de la neiuralidad,—Eu corroboración de la doctrina que dejo sentada, podria citar a V. E. la opiiúon, mni completa i adelantada, de muchos trata­ dista.? de derecho iiiteruacional; pero me limitaré a consignar úiiicamciite la no ménos autorizada de un autor americano que declara de la manera mas espre.sa, refiriéndose al comercio de armas, que los beiijerantes no tienen derecho a reclamar del soberano neutral porque su.? súbditos ejerzan ese comercio.— La reconocida ilustración de V, E, me releva dc estenderme eu otras consideraciones para demostrar la imposibilidad en que se eiicaeiitra mi Gobierno dc deferir a lo.? deseos manifes­ tados por V, E.— No terminaré esta nota, señor Ministro, sin ántes espresar a V. E. una vez mas que el Gobierno Oriental desea vivamente la pronta termiiiacipn de la guerra en que se ven envueltos tres pueblos gloriosos por su oríjen i tradición, i que la paz i buena armonía se re.stablezc.au cutre los miembros de k familia americana., porque es a la sombra de eso.? bienes ina­ preciable,? que las naciones marchan a su eiigraudecimiento i felicidad.—Con senlimientos de la ma,? alta i distinguida con­ sideración, tengo el honor de renovar a V. E. las seguridades de mi majmr aprecio.—(Eínnado.)—6uALBEiil’0 M endee.—A S. £. el señor dou Aníbal V. de k Torre, Enviado Estraordi­ nario i MiuLstro Plenipotenciario del Perú eu ks Repúblicas del Plata.

¿liiikterio de Rdariom Esteriores de la EepvMica Orien­ tal del 6')'(!(/¡í«í.—-Montevideo, Julio 2.1 de 1S79.—Señor:— Tengo el honor de participar a V. E., en re,?pue?ta a su nota fecha 11 del corriente, que hoi contesto, la de esa Legación de 3 Junio próximo pasado, a que V. E. hace referencia.—Con tal inotivo, renuevo a V. E. k.s segiiridados do mi distinguida considííracion.—(Firmado.J - G c a lb e r t o M e n d e z .— A S. E. el señor don Auíbal V. de la Torre, Euviado Estraordinario i M i­ nistro Plenipotenciario del Perú en las Repúblicas del Plata. Buenos Aires, Julio 29 de 1879,—E? copia conforme.—Oíwaldo fgarza, Secretario.

77

DOCUMENTOS INÉDITOS.

SU destino, no teniendo nosotros medio.? de capturarlas duran­ te el tránsito, ni como detenerla? en los puertos de escala. Dios guarde a V, S., señor Ministro,

CXLIV. Armamento para B o liv ia .-.lrn ia d a arjen tin a

A. V. DE LA T o rre.

NÚM. 125■— LlíOACION DEL PEllÚ EX LAS REPÚBLICAS DEL PLAT.A.

Al señor Ministro de Relaciones Esteriores dcl Perú, Buenos Aires, Junio SO de 1879, Señor Ministro; Despnes de vencer mil dificultades, se ha logrado que pasen COPIA DE LA NOTA NÚM. 135. para Bolivia, segun me acaba de asegurar el señor Qnijarvo, los 3,000 rifles de que hablé a V. S. ántes de ahora i que se com­ Núm. \.— Legación dtl Perú en las Bepíiblicas del Plata. praron en esta ciudad en cl me.s do Majm anterior. —Buenos Aires, Julio 1. ® de 1879—Señor Ministro.—Se me A pesar de qne el señor Carranza, que ha .sido el negociador asegura en estos momentos que el Gotrienio de Chile ha orde­ i el que lia remitido ese armamento no observé la prudencia nado a sil Plenipotenciario cn esta ciudad, la compra, en Euro­ nece.saria después de adquirirlo, el señor Plenipotenciario de pa, do armas i otros artículos de- guerra, i que e,?te señor ha Chile solo tuvo noticia del asunto cuando los diario.? dieron telegrafiado lioi mismo a Lóndre,? i Paris a los ajentes cliilocuenta de haber sido detenidas las arma.? por los revolnciona- no.? comuiiicaiido las órdenes de su Gobierno.—V. S. compren­ rios de Jujuí; i no obstante sus po.?teriores je.ítioiies, .?e ha con­ de la necesidad de impedir ,quc esa Nación obtenga los me­ seguido, felizniente, que el cargamento contim'ie para Tiipiza, dios de contúinar ha inicua guerra a que nos lia arrastrado, i en donde exUte el cuerpo de ejército que debe arinar.se en esa i e.5 con e,se objeto que doi a V. S. este aviso, pues mediante él ciudad, i está, .seguu .?e me ba hecho entender, bajo la.? órde­ . no le será difícil obtener que Chile no consiga en esos merca­ nes del señor jeneral Campero, o pertenece a la división de ,?ii dos los artículos tle guerra que necesita.—Aprovecho de esta mando. • oportunidad pava ofrecer a V. S. las seguridades de mi mas Dios guardo a V. S., señor Ministro. áistingiiicla consideración,—(Firmado.)—A. V. de l a T o rre . -—Al señor don Juan M, de Goyeneche, Enviado Estraordi­ A. V. DE LA T o r r e , nario i Ministro Plenipotenciario del Peni en Francia.. Al icñor Ministro do Rolaciones Esteriores del Perú. Buenos Aires, Julio 1. ® de 1879.—Es copia conforme.Oáwaldo Igar:a, Secretario. ■ KÓM. 126.— LEGACION DEL PERÚ ES LAS REPÚBLICAS DEL PLATANÚ.M.

(Confidencial.)

Bum s Aires, Julio .3 de 1879.

Buenos Aires, Junio S I de 1879. Señor Miuistro; Despnes de haber comunicado a V. S. cn el corroo anterior el estado de la escuadra arjentina, i la resoliicinii del Gobierno de no aumentarla, ha vuelto a bablarse de ia compra de un encorazado i la construcción de otros. El señor Ministro del Brasil me aseguró ayer qne creia se­ gura la compra del indicado buque; lero el señor Fria.?, refi­ riéndose al señor Plaza, Ministro de Hacienda, me asegura que recien se ha mandado construir. Además nuestro Cónsul, el .se­ ñor Gamane.?, me repite lo que me habla indicado un señor Senador a principios de esta .semana, i es qne el señor Plaza habia asegurado, en sesión secreta del Senado, ser evidente la construcción del encorazado, i que ayer se liabia hecho el en­ cargo al señor García, Plenipotenciario en Lóndres, de com­ prar o mandar con.struir uno mas, gastando hasta la cantidad de 1.500,000 libra,? esterlina,?. Al preguntarle a S. E.'lo que hai de cierto sobre este a,?unto, contestó vagamente, pero dejando entender qne es cierto el rumor que corre sobre la construcción de buques. Me reservo comunicar a S. E. los nuevos datos que adquiera i me repito atento servidor. A, V, DE LA T o rre . Al sefior Miaistro de Relaciones Esteriore.? del Perú.

CILY. £1 Gobierno de Chile pide a Europa i Estados lu id o s artículo.? de guerra, NÚM. 135,— LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA.

Buenos Aires, Julio 1. ~ de 1879. Señor Ministro: Me han asegurado, hace poco.? momentos, que el .señor Balmaceda ha recibido órdenes de su Gobierno para pedir a Euro­ pa armas i otros artículos de guerra i que hoi mi.smo debe telegrafiar con ese objeto. Como por mucha prisa que se dieran sus ajentes, nunca conseguiriati proporcionarse los elementos de guerra, ántes de la lle­ gada del paquete que vnrpa para Europa, i como por otra parte no tengo clave para entenderme con nuestro Plenipotenciario en Francia, ni conozco su dirección, me lie limitado a dirijirle la nota que en coiúa acompaño, dándole el aviso correspon­ diente para que procure impedir el embarque de las armas, pues una vez conseguido por Chile, es segnro que llegarían a

1-11.—LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA.

i

Señor Ministro; He tenido el licuor de recibir el estimable oficio de V. S„ fecha l. ° de Junio anterior, número 45, en que se sirve tras­ cribirme el parte de nuestro Cón.sul Jeneral en Panamá, .sobre, el envió de armas compradas por Chile cn los Estados Unidos i remitidas .a Inglaterra i Béljica para ser condueidas por los vapores dcl Estrecho. Aunque creo que el indicado Cónsul habrá dado el,mismo aviso, i talvez por telégrafo, a nue.?tro Representante en Ingla­ terra i al Cón.sul en Béljica, pues ea allá donde se pudieran tomar algunas medidas jiara impedir la remisión de esa.? ar­ mas, i aunque con.sidero mui difícil de.?ciibr¡r en Montevideo si se conduce esa c!a,?e de cargaracato en los vapores, pues es de suponerse que lo.? ájente.? tomen tod.a clase de precauciones al entregarlo i remitirlo, he prevenido a nuestro Cónsul en Montevideo procure por todos los medios po.sible.?, tauto el im­ ponerse de la clase de carga que ¡os vapores del É.streobo con­ ducen para el Pacífico, como impedir que continúen su viaje los artículos de contrabando de ¡riierra, en el caso de encon­ trarse eu ellos. Dios guarde a V. S., señor Miuistro. A, V, DE LA T o rre . Al sóf.or Ministro ds Relacioises Kstei-iores del Perú.

NÚM

144.—LEGACION DEL PERÚ EX LAS REPÚBLICAS DEL PL.ATA, Buenos Aires, Julio 4 de 1879,

Señor Ministro: El señor Qiiijarro, Ministro de Bolivia, acaba de leerme una carta del señor Lemoine, boliviano, qne ha venido de Valparaiso a Montevideo en el vapor aleman Piamses, en la que asegura quo durante su viaje encontraron un vapor ame­ ricano que conducía armamento, en cantidad, do los Estados Unidos, directamente para Chile. Gomo eu la carta no indica ni el nombre del vapor ni la altara en que se encontró con el Ramses, he suplicado al señor Quijarro escriba al .señor Le­ moine pidiéndole estos dato.? i los dema.? que pueda suminis­ trar, i los trasmitiré a V. S. tan luego como los reciba. Dios guarde a V. S.. señor Ministro. A. V. DE LA T o rre . Al sefior MídííIvo de RíkoioDCs Esteriores ciel Peni,

GUERRA DEL PACIEÍCO.

78

NÚM. 152.— LEGACION DEL PKRÚ EN LAS EEPÚBLICAS DEL PLATA.

to to to

to to'' Aw w ta --

to-

toi--/'

to ta,-' \wta,'

to

to'

Bium s Á im , Ju iio 10 de 1S79. Señor Ministro: Eu ¡a mañana de hoi recibí iu¡ aviso ¡irivndo de fiuestro Cónsul en Montevideo, anunciándome qne ei vapor ibis, (le la Iñ'iéa alemana, venia a este puerto i sospechaba que eu busca (le armas. Momentos dcsi'uos recibiaia iioiicia de la llegada de ese buque. Aparte de que ¡a }K;rsona encargada ¡lor mí i que me comu­ nicó la noticia de haber 'llegado el ¡bis ftió prevenida da darme lo.s aviso,? convenientes, hice ¡iamar a nuestro Góusul cl señor tlcampo Samanes par.n que hiciese las averiguaciones iiucesaria.?, i por uno i otro conducto supe luego (jue e,?e vapor ni siquiera habia abierto rojistro eu la Aduana i .solo recibió dos eiicomieudas. Eu noit!- de 4 del presente, número t-M, avisó a V. 8, que el señor íjomoine, boliviano, recien llegado a Mootevideo, escribía al señor QuijaiTo haber encontrado una íñagata noríe-aniericana que lievaba armamento para (Ihils, i que le habla .supilcado le pidiese dalo,?. L:>? únicos que l.a Riimiulstr.ado son—que lialiándose (;1 a bordo del /úrCT.jes eu Coronel, cruzó a la altura de e.?s liuerto, el J.5 do Junio, couvnyada por el vapor chileno Copiapó, nua fragata uorLe-amoricaua (]ue Gouducia arma,? para Chile; jiero no .?abe su noiribre, ni indica cómo pudo conoccr.se que llevaba armamtiito, lo quo me in­ duce a creer (¡oe ■•¡e ha tratado dnrante ol jioco tiempo que permaneció en ese puei t'O de meras suiü.'sicioiie.?,
Hoi, a his t) F, M., recibí uu toleaTama da ime,?tro Ajente con.snlar en Tupiza, anmiciándoine q'oe ayer liaiha llegado, al iin,. a e:ie pueblo, ei annauiento que se compró i remitió ¡)ara Jiolivia,! que nli: .se en.C'mtraba p.art?, de k división üainpcro, esperando la otra que venia de Focosi, Dios guarde a V. S.. señor Ministro.

to)

to

A. V. DE L.Á T orre . Al Sílk-r Ministro 'le it'elriíu'nc.s l'lstoíiort-í- ild Perú.

C IL Y ].

to

F iile iít «rgiíiuiíacíoi» ílc cíiasqueís dc 'Lia 5'í i í ;i Tupizu.

to' toto-'

'toto-

to

to. to­ ta-

toto ­

ta-

ta­

to to to-

to to

NÚJl. 13Ü.—LLGACION DJi:. PLIHÍ EN LAS REPÍÍCLIOAS DEL PLATA.

Bit,:no,‘ rel="nofollow">,4 irés, JvJIo Ode 1S79,

dioacioii e.?presada toda su importancia, se me remitan jior la via dc Puno i Tnpiz.a noticia.? frecuentes de k guerra. Dio.s guarde a V. S., señor Ministro. A. V. DE LA T orre. Al seüsr Ministra Ue EsIacioMs Esteriores de! Perú.

KÚJf, 1Ó9.—LEG.AC10N DEL PERÚ EN L.AS REPÚBLICAS DEL PL.ATA.

Buenos Aíres, Julio 16 de 187ÍK Señor Ministro: Quedo impmsto, por ¡a estimable nota de V. ,S., do U dc de Junio, signada con c! número 58, de las órdene.? que se ha dignado impartir para que .se me comuuifjuen por Tupi?,a to­ dos los aconteciuiifuilos notables que tengan lugar en el Pací­ fico, Como lie tenido el honor de decir a V. S., tanto en la nota qtie ha dado lugar a- esa órden como en otras posteriores, miéntr.'is no .se estable?,oa un servicio diario de ehasqiu's, o cnrreo de a pié entre la Paz i Tujiiza, no podré recibir noticias con .seguridad i prontitud. Hoi mismo comunican dc Chile, jmr telégrafo, qne ha tenido lugar un combate durante media hora entre ef //¡«kc'VP i Ja Marjalianes, i que ol primero kayó a¡ avistar un blindado chi­ leno. P.ara mí el hechn ha debido ocurrir de distinto modo; pcro-la jenevalidad se iircoeupa con e-sa dase de noticias, que .u'odncen .»u efecto, i por desgracia no es posible desmentirlas lasta pasado uu nms i talvez mas. Jiistamflii!.e ia correspondencia i di.ario.? que recibí ayer, dan nneva Inz sobre el Cánibate de Iquique, i he hecbo repro'ducir en los diarios de esta ciudad lo mas notable, i continuaré del mismo modo en los dia? .siguiente.»; pero uo dejo de conocer que k ju-imera impre-sion causa mayor efecto, i (juc uo todo-s se toman el trabajo de ocupar,se de acontecimientos que creen ya conocer. V. S. no puede formarse uua idea de los paso.? que ¡a Lega­ ción tieiio qne dar, para llamar la atención .sobre las reprodnecioues ipie mee de o que so publica, en el Perú rwlativq a l.a. guerra; i bá.stole saber, que a pesar de haber hecho puMiear en los diai'ios dé e.sta ciudad i Montevideo, e! Contra-Mmñjksto i repnrtídolo en folleto, como el que acompaño, he visitado dos de ios primero.? hombres de Estado dtd país, a los que, corno es natural, lo liabk remitido, i solo tornra-on conocimiento de él al indicarles quo veria cou guato lo leyeran, Uebo advertir V, S., por indicaciones que se me han hecho, (jue seria conveniente conseguir se remitiesen los di.arioa de Lima a La Prensa, E l Siglo, La A.mérica del Sor, La TiuBONA i La Pa.m.!'a, pue.? los qiui yo recibo, inclusive E l Peruano, jarml? llegan completos, mlt.a que solo puede venir de la Ad­ ministración de Correos de Lima. De las revistas solo se re­ mite :i. esta Legación uu ejemplar i atrazad'O, pues en este correo, .aunque han venido dos, oorreaponrleu al 4 i 11 de Ju ­ nio, habierido .?.alido el vajmr en la tarde del 22. I)io,s guarde a V. S., señor Ministro.

Señor Ministro: A. Y. DE LA Torre. Grato mo ha sido imponerme, por la estimaljie nota de V. S., número -.IG i los .'•ecortcs a ella aneX'';s, do de-talles importantes A l ,-eño'f M in i5 t.ro d-i U oI m í o i ’. ks Katerinrc.? ilel P e rú . (ie la victoria obienida por nuestras arma.» en el combate de Iquique, 1ks grande? ventajas alcaiizad;us por e! mcvimiento de la 1. división de nimstraE-SCuailra a ios puertos del Sur. Las uotieias que sobre ol parlícul.u- ,?e r.ra.snnti.evou por ia via. de Chile, fueron en gran jiartc iRexaetas, causando .at uf Be dfti uoíabate del “ M uiísear," dc la jnreusa i una profunda impresión, i |)ara de-smentiria? iimiediata i de )icmcstion chile!io-as'iejU.jiiadamente, fné neensario que luciera vaher la lójica i los dato.? que rne eran conocido.? sobre nue-stros buque.? i imfi.stres maricA?. NÚ.Vt. Í f i í . — LEÜ.AOION DLL PERÚ EN L.AS REPÚBLICAS DEL PLATA. j'laas rectificaciones lioi las hago completa.? coii la publicacioii (Gotifideucial.) de todos los documentos oficiales i corresp'jiideueia.? quo he re­ cibido. Buenos Aires, Julio 18 de 1879, Fucde V. S. estar S'íguro de que seguiré cmiJeaudo la ma­ yor (liiijencia para mantener vívala opinjoii i .simpatía? de esto Señor Mintatro: pueblo, i cou tal objet;', creo de mi deber marjiiestnr a V. S. la Y.a dije a V. S. ('.:.ial babia sido el primer telegrama de Chile suma convcuiencia de 'obteu-er i'¡ue eo implante un servicio de sobre ci eoml),ate de! Ilm scar. Ayer.se publicaron mas detalles fhisques diarios entro La Ri?, i Topiz?, que Lien orgauizad.o eo uu bületiu del periódico La Nación, órgano del señor Jeneral permitirá, se me a.segnra, tener despa-ch..!.? del teatro de la guer­ Mitre; pero corno verá V. S., por ios recortes adjunto.?, e.?ía vez re ra cou un retardo de .-.(oló .?eis días. ba logrado disipar !a piimera impresión i aiui comentar, cou Oonooida es por V. 3. la importancia que tiene, para ios fines solo suposiciones iójicas, lo qne dice ei corresponsal de ese de mi misión, la noticia oportuna de la.? victorias que ideali­ periódico. Felizmente, la miam.a red.aecion de! bo'etiu telegrá­ cemos i, en todo cas'j, k estricta narración Je los lecboB de fico se prestaba al comotitario, i se ba podido aprovechar de armas (jue tongau lugar, por lo que espero que-, dando a k iu- esa circunstancia,

GXLYÍL

DOCUMENTOS INÉDITOS. A propósito de esto, me permito indicar a V, S. la conve­ niencia de que la prensa diaria de Lima se manifieste agrade­ cida por la actitud de la mayor parte de la arjentina, pues siento decir a Y. S. quo se ha notado el qne no h.aya dicho una sola palabra sobre las manifestaciones que se han hecho en nuestro favor, limitándose a reproducir algunos de los di.scursos pronunciados cn ellas. Una palabra de gratitud, señor Minisíro, que habria servido al mismo tiempo de 8.st(raulo, hu­ biese .sido mui conveniente. Acomp,año también a esta nota vario.? recorte.? de periódicos .sobre la cuestión cliileno-aijentina, que manife.?tarán a V. S. qne la ideado avanzar hácia el Estrecho de Magallane.? va ganando terreno, ape.?ar de las dificultades que es preci.?o ven­ cer para- con.seguir su realización. Dios guarde a Y. S., señor Miuisko. A. Y. PE I.A 'Í'üft3E. A; señor M íiú s I m -lo Rtkcionf s Esteriore.? del Perú.

OXLYKÍ. l e i i e i ’c naa. co iivp .í'Síicio n con eí í'’le n íp o tc H P !íiv iíM le i B nt-sii s o b re ia c.se a a (íra a r ie i it í n a , NÚM.

183.— nKClACJON DM. PERÚ EN LAS tíEPÚBLiCAS DEL PLATA. (Confidencial.)

Bim os Aíres, Agosto 7 de 1S79. Ecñor Ministro: Ayer celebró con un lunch, la Legación de Bolivia, el ani­ versario de nuestra aliailaj e invitado esjjecialmente por el señor Quijarro, concurrí con mi familia a solemuizav lii tiesta,Hubo bastante concurrencia, pues aparte de la colonia boliviamq asistió- la perua-ua, concnrriendo ademíís varias personas notables del país, así como algunos miembros dei Cuerpo Di­ plomático, entre ellos el señor Fleuipoteuciarin del Brasil. El señor barón de Gondiii eonver.só largo rato conmigo, empezando, como siempre, jior nreguritariiie si terda noticia de que e.?te Gobierno hubiese da-: o órdenes pava comprar otros buqite-í. A pesar de que, como he dichc a V. 3., sé que se ha dar o la órden i remitido Ibndos para .adquirir dos biiqnes mas, qragando primas, ele., creí conveniente decirle que nada sabia .sobre el particular. E? induriabie que ei Brasil se prenciuja demasiado del armamento de la República Arjentina, i esa preocupación no jiuede ser por temor do ser agredido, sino de vevse complicado mas tarde con las cuestiones de límite.? entre Ghile i la Goníederíicioii, o en la actualidad, caso de ofrecer su mediación, como pai'ece ha e;itado resuelto a hacerlo, al Perú, Bolivia i Ghile. Algo me dijo sobre k materia, -pues me preguntó si seria admitida por el Peni la medÍ8.oioi! que se olVecier.a; a lo que repuse que no coiiocia en lo absoluto las ideas de mi Gobierno i creia que él ¡ni-smo no halria pensado aun en que pudiera llegar el easo de admitir !a mediación—que todo el autecedeute que tenia era la resjuiesta de Y. 8. al señor Miui;;tro de 1?, Gran Bretaña—que para mí, tratándose de im Gobierno cuya fo política no inspira confianza alguna, si Ileqava ha vez de un arreglo, no lo aceptaría sino con la garanría de un Gobierno sério, que nos in.spirase tani-a fe como el del Brasil, tnirto por la moralidad del Emperador i de sn g.abinete, como por la ilustración del primero. El señor de Gomiin me s.gradeoió mucho i continuó ooopántlose dei aruiaroeiitu arjentino, con ía esperanz.? de ip.ie eí en­ corazado que se construye no estuviese ’i.sto ántes do do? años. Me habló también de dos buques quo eilo? consíriiyen, i de la fuerza actual de su escuadra, como la primera de SudAmerica. Debo recordar que cuando liablé de la garantía que yo :.!jh'la, me dijo: pero e.sn os mui difícil,ya>?Y/«c seria nna iimensa respQ-risu'/ilidad, con lo que indicaba estar de acuerdo conmigo sobre la ninguna confianza que se puede tener en la •palabra oficial de Obi c. Nada, mas de particular ocurrió cn la función de ayer. Dios guárde a Y, S., señor Ministro. A . V. LE LA Toj-ihe,

79

CILÍX. ía ilica !si conrenionciís de no eontiitnar Iils jestionc;? sobre aruiameaito a u te c l ííob ieriío O riciiíaí. XÚM, 1

-DiÜ.lOlO» .OEL PERÚ EX LAS RE.OÜDLIOAS DEL PLATA.

Bmaos Aires, Agosto 16 de 1879. Señor Ministro: Mella sido honro.so re.:!bir la.? do.? estimable.? notas do V, S,, fechadas áraya.-i on 1!) del próximo pasado .lidio i llevando los números 74 i Jó. Er. eila,? se sirve V. S. ocuparse de ta adqui­ sición de armar? p,ara Ghile en has repiiblica.s dcl Plata, reser­ vando, en la signad.a con el Dlimero 74, el ocuparse estensa­ mente en ei .siguiente e-oiteo de la que dirijí a ese Ministerio cou fecha íi de Junio, bajo el luimero 106. Refiriéndome a ¡a segunda de las nota? ds que dejo hecha mención ai principio, hago presente, a V. B. que aparte de la vijil.ancia que ejerzo para irujiedir que Chile se arme en estos países, la, que no pncce ser mas .aeíivn, he continuado mi jestioii cerca del Gobierno Orioiitul, como se habrá Y, 3. impiie.sto por mi nota de 11 de) presente, número 184, a la que acompa­ ño copia de la que dirijí
NÚM.

itj Kcl;'.wor.i«¡ Eslcvi.)»- ilol Peí-.i.

207.--T.ECIACroX DEL PERÚ EN LA? IU:PÚJ}LrCAS DEL PLATA. Bm ios A ires, BHiemhre 18 de 1879.

Señor Ministro: Me ha sido honroso recibir, el 9 del prcsirntc, la estimable no­ ta de V. S. fecha 10 de ..Agosto anterior, número 92(1). Ya debe Y. 3. tHUsr cu .-<us manos e! último de,?pacbo que ilirijí ,al Excino. señor Níinisiro de Uelaciones Esteriore? del Gniguai, coiitinnaiidn ia jestion que tonia entablada para que se pvoliibiftsft en esa llepúlilica el comercio de arm.as con Oiiile. ri-epiuábams a exijir iave-spuesta. ouanrlo recibí la nota de Y. 3. de que acabo de h.ablar, i cumpliendo con lo que en nila se sirve ordenaniie, daré ¡lor (enniimda la cuestión. Pur lo que hace a los cónsule.?, tienen i se le.? lian reiterado las in.struccioue? que V. S, se sirve indi('.<ariiic, i con el de Mon­ tevideo ai!?tcn,go correspondencia, nfici.al i privada, casi diaria, para mantener activa su ’.fijilancia. Eu este último mes, el movimiento de armas en e.?te puerto no ha podido set mayor, i he tenido que redoblar la viji ancia. Grandes cargamentos se han clcposihiido i, además, han salido algunas arma? paralas provincias, pues la ajitacion interior es grande, coido manifestaré
Al Süfiür MiiiisU'O de líelacioneí Eatetiu-res dei l’cni. (1) Tomo IV, pijina 39, párrafo LXXI.

80

GUERRA DEL PACÍFICO.

aguardaré l\a,sfca última hora para ver si tienen solución algu­ mismo tiempo le di las instrucciones convenientes, i telegrafió ) al Supremo (robierno por la via de Tapiza.-Hasta el momennas de las cuestiones pendientes. , to eu que escribo no hai noticia de e.se vapor, i .seria casi ímDios guarde a V. S., señor Ministro. . posible conseguir su embargo si tocase en Montevideo. EntreA. V. DE LA Tokkií. ■tanto, a mediados del citado Agosto, llegó a Valparaiso cl ' vapor inglés Glatelg conduciendo un gran cargamento do ele­ .Ai seSor Ministro de Rolaoioncs Eótoriores del l’et j. mentos bélicos para Uliile, los que han sitio recibidos allí con mucho estusiasmo, pues ¡tarece que solo se c,=perab.i esc arma­ mento para ¡lar impulso a las operaciones de la guerra. El Glcndg ha debido hacer el viaje directamente i salido de algún Acoiniraña copia ilc uua nota del señor Canevaro i puerto de Europa el 20 de .Junio.—Aprovecho de esta oportu­ contestación referen te al "(ieuov'C.se' i su lle g a d a s nidad para ofrecer a V. E, mis respetuosas consideraciones.— (Firmado.)—A. V. d e l a T o r r e .— Al Excmo. señor clon J. F, yalpiiraiso) partida dcl “Jlarauheiise.” Canevaro, segundo Vioe-Presidcnte del Perú. NÜM. 202.— LEGACION DEL l’ERÚ ES LAS REPÚBLICAS DEL PLATA, j Buenos Aires, Setiembre 6 de 1879.—Son copias conformes, ¡ — Oswaldo Igarza, Secretario. Bim m Aires, Setiembre S de ÍS79.

GL.

Señor Miui.?tro: El 3 del presente recibí la nota de S. E. el señor .segundo NÓM, 205.—LEÜACION DEL PERU liS L.AS REPUBLICAS DEL PLATA. Vice-Presidente de la República, en comi.sion en Europa, quo B im c s Aires, Setiembre 15 de 1879. acompaño en copia, junto con la conlestacioii que le he dado eu esta fecha. Señor Ministro: S. E., como verá V. S., .se ocupa del vapor Genovase, que Habiendo recibido bo¡ de nuestro Ministro en Francia el s¡salió de Ambere-s cou uu cargamento de artículos bélicos jtara gtiietile despacho telegráfico: “ Vapor Alaran/iense 'íurpó AmCiiile, i que uo ha tocado en estas aguas, según la correspon­ ' beres 5 Setiembre, pertrechos Cbile"—oficié inmediatamente a dencia casi diaria, que tengo con el Cónsul en Montevirleo, al los GÓii-sules ¡pte me e.stáu subordinados, dándoles las instrucque todos los dias recncargo la mas estvicla vijilancia. cione.? necesaria.? i encargando al de Montevideo me anuncie Ese buque, si no es el mismo Gleushj, ))ues no se nos dió k llegada dc dicho vapor a e-so, puerto, a fin de constituirme aviso de la salida de éste de los puertos de Europa, debe haber en él i proceder como mejor convenga, a fin de evitar que esos hecho el viaje directo, como lo hizo cl Sena-, pues hai sobrado pertrechos .se conduzcan a Chile. tiempo para que se eiicoiitra.?e eu el Estrecho o en la costa chi­ En previ.?inn de (¡ne cl señor Lavalle no haya recibido igual lena del Pacífico. aviso telegráfico, se lo trascribo hoi por correspondencia, para Dios guarde a V. S., señor Ministro. que pueda, en caso tie arribar el vapor Marankense a puerto (iel Imperio brasilero, dar lo? pasos que juzgue convenieute.?. A. V. DE LA T o rre. Dios guarde a V. S., señor Ministro. Al seílor Ministro de UclMÍMies IÍ5teviore.s del Perú. A. V. DE LA T o rre , ANEXOS A LA NOTA NÚMERO

to

- t o

to'

to to

G O

202.

.Al süBor Miuistro de Relaciones Eslcriores dcl Peni.

Núm. W .—Segundo Yke-Vresidente de la República dd 7knz, Boulcvani Haussmaiin,— Paris, Julio 28 fie 1879.—So- NÜ.M. 20().— LEG.ACIOX »KL RERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA. ñor Ministro.—Se rae comunica (¡ue han .sido infructuoso.? los esfuerzos emplemios ¡inr nuestro Cmtsiilado e:i Amberes i por Buenos Aires, Setiembre 18de 1879. el Comi.sioimdo especial que mandé a e.?e puerto pata impedir Señor Mini.stro; la salida del vapor ingles Genovese, con armas i pertrechos de El 9 de! mes en curso tuve el honor de recibir la estimable guerra paca cl enemigo. Este buque lia salido de aquel puerto nota do V. S. fecha 16 de Agosto último, marcada con el nú­ cu la madrugada. d(il 20, con aparente de.stino a Falmouth, pero con el propósito de camhiar de rumbo para Valjtaraiso. mero 91, cu k (¡ue se ocupa liel vapor Genovese que condujo Oreo inútil especificar .aquí el contrabando de guerra rute lleva, armas para Cbile. Eu oficio de 6 del presente, número 202, di cuenta de haber cuyo contenido aproximado conozco por los informes que be recibido. Mi objeto es llamar la atención de V. S. p.ira que vea recibido uua nota (le S. E. el segundo Vice-Presidente de la Re­ .?i le es posible conseguir una patente boliviana de corso i un pública sobre el mismo asunto i avisé a V. S. al mismo tiempo armador que la acepte i q;iiera perseguir al Genovm, para que no habia llegado el indicado vapor. hacerlo pre.?a i tomar el contrabando de guerra, o p.ara que Entretanto se hau recibido posteriormente telegramas do V. S. tome sobro cl particular la medida que juzgue convenien­ Valpavai.so, .anunciando que el 15 liabia llegado a ese puerto te. Dicho cargamento vaht de uno a dos millones de francos.— el v.apov inglés Genovese, cargado de armas'para Cbile, i que el No será de mu,? que sepa V. 8. que habiendo zarpado en la Hi'Miímri i la O'Higgius lo convoyaban i fueron a recibirlo época actual de Liverpool el va,por Bolwar, con ametrallado­ al Estrcciio. P.arcoe indudable que ese vapor es el Genovese, ras i municione.? para el Perú, tocó en Curaqao i allí fueron que debe haber Itedio el viaje directaraeute, pues no lu tocado detenidas por la.? autoridade.? hobiiidcsas, por creer compronis- en los puerto.? dcl Plata. tida su neutralidad cou Chile si pennitian salir el cargamento. En nota fecha 15, número 205, lio comunicado a V. S. ha­ Talvez puede V, S. ver si la.? autoridades dc la República Ar­ ber salido de Amberes, el 5 del pre.?ente, cl \'a,\mr Maranknse jentina .se hallan dispuestas a obrar de la luisDia mauera.— con pertrechos para Chile, i como tengo noticia de que e.se bu­ Aprovecho de esta oportunidad para ofrecer a V. S. el testi­ que no e? conocido aquí i hace la carrera de Europa a varios monio de midistinguidacoiLsideracion,—(Pirmado.)—Jo sé F. puertos del Bra=il, me he dirijido al scfior Lavalle, dándole los C anevaro.— Al señor Ministro Plenipotenciario del Perú cerca dato? (¡ue he adquirido. del Gobierno dc la República Arjentina, Buenos Aires. A(¡uí i eu Montevideo continúa ejerciéndose k mas activa vijilancia-, i en ca.?o tiece-savio puede V, S, tener la seguridad de 'Núm, í.—Legación del Perú en las RepúMicas del Plata. que haré cuanto .?ea posible para impedir que ese buque con­ Buenos Aires, Setiembre Gde 1879.—Excmo. señor.—Eu la tinúe su viaje. Dios guarde a V. S., señor Mini,?tro. tarde del 3 del presente tuve el lionor de recibir la estimable nota de V. E., fechada en 28 de Julio dcl prc,?ente año, en que A. V. DE LA T o r r e . se ocupa del vapor Genovese i¡ue debia traer armamento para Chile,—El 7 de Agosto último, en ia noche, recibí un telegra­ Al ?eñOf MinisUo de Rslacio’ies Esteriores del Perú. ma dol señor Goyeneche comuiiicáodome la misma noticia, i eu el acto irevine a nuestro Cónsul eu Montevideo me avi.sara la llegada del buque a fin de trasladarme a ese puerto. Al

81

DOCUMENTOS INÉDITOS.

CLI. Subvención a “La América del Snr," falsas pnblicacio nes dol Ministro peruano.-A íoticias telegráficas por la via de Tnpiza, LMACÜON DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA.

Btietm Aires, Julio 31 ie-1879,

de trasportes i buques de guerra, i era natural comunicar tele­ gráficamente las oferta? qne se liacian, .El señor Ministro chi­ leno recibió telegrama de iuiljcrse emliarcado en Lóndres el liombre qne debia lanzar torpedos desde tierra contra nuestros buque.?, i omisideré nece.sario trasmitir esa noticia, inmcdiat.amente. Creia también que podia sac.arse inmenso patudo traba­ jando ia prsn.sa en el sentido conveniente con ias noticias cic haberse desaprobado el tratado Montes de Oca-Balmaceda —de haber siioedido lo mismo con ei Pacto Fierro-Sarrateadé haber.se recha;iado ei nombramiento del señor Sarralea para Encargado de Negocios en Cliile. Todos esos aconteci­ mientos gr.aves e importantes por ,su naturalez.a, tenían que preocupar .al gabinete de l.a Moiied.a i al ejército inva.sor, i en el Perú, por lo ménos, ejercer un inilnjo inoral saluilahle, si como he indicado, la prensa se ocupaba de ello.? dándoles el alcance que realmente tienen, i que no ha podido ocultarse a la ilustración de V. 3. En efecto, la diploniaci.a chilena, a pesar de tener de sn par. te al Gobierno arjentino, habia sufrido tres derrotas sucesiva.?, i adquirido el convencimiouto ríe que el Cuerpo TiejisLativo de este país no estaba dispuesto en su favor, como no lo c.?tá la gran ma.yorfe de la Nación, i que el Gobierno cliileno no .se veria libre de la preocupación que debiera cansarle la espectativa de la actitud futura de este país. .Además, calculaba también que en Gliüe .se piiblicarian la? noticias de.sfíguradas, como sucede aquí con i.as que de ese país se tr
Señor Ministro: Aunque el gasto de correspons.al i servicio telegráfico de Valparaiso que me obligué a pagar a IíA Am érica d e l S u r es bastante fuerte, está producienr o buenos resultados, pue.s me­ diante él hemos tenido eu estos tres últimos diaa noticias imlortautas como la do la captura del Bimac, que conducia 300 lombres de caballería, elementos bélicos i medio millón de lesos, i la de los motines cn Santiago, así como la actitud de a prensa en esa ciudad i Valparaiso, que pedia lioi la abdica­ ción dei Presidente Pinto. Todos estos acontecimientos han caiis.a
CLII.

NÚM, 217.— LEGACION DKL PERÚ EN LAS REBÚBLICAS DEL BLATA. ' A1 señor Ministro de Relaciones Eswriwee del Perú.

Montevideo, SetÁf-mhre- 29 de 1879. NÚM,

204.—LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PL.ATA.

Señor Ministro: Calculando que, ca.so de Imcer c.?oala cn este puerto el va ror Buenos A ires, Be-tie-nihre 10 d-o 1879. Marankense-, debia llegar de ayer al fin do este mes, imr haber Señor Ministro: salido de Amberes el 5 del presente, lie creido oportuno, cum­ Ayer recibí las dos notas de V. S., fecha 4 de Agosto ante­ pliendo anteriores órdenes de V. S., trasladarme a esta capital, rior, marcad.as con los número.? 84 i 8.'), en qne se ocupa de los adonde llegué en la mañana dcl dia de ayer. telegramas que he dirijido por la via de Tupíza. El .señor Mendez, Ministro de Relacione,? Esteriores, estuvo Respecto a la primera., puedo asegurar a V, S. que no he en el :act,o a verme; pero, apesar de haber permanecido mas de hecho ni prevenido que se haga telegrama alguno a S. E. el dos horas en esta Legación, tratándome con cl mayor afecto, Supremo Director de la Guerra, i qne me sorprende el que se no pune atravesar con él nna sola palabra .sobre nuestro.? a.sunle hayan dirijido algunos a nombre mió. Mis telegrama.? han ^ to.?, porque durante e?c tiempo .se .sucedieTÓn sin interrupción sido todos rotulados a V. S. por intermedio del Ajente Con­ j las visitas de personas distinguida.? dol país i de dos iiuportansular eo Tnpiza i de nuestro Ministro en La Paz. I tes periodistas. Quedamos en vernos hoi en Palacio a la 1 P. M., i a e,?a Voi a ocuparme de la nota marcada con el número 85. Ante todo haré presente a V. 3. que personas competentes, j hora concurrí a ,?u de.spacho; pero ni el señor Ministro, ni como el señor Carranza, dueño del telégrafo de la frontera I yo habíamos recordado que a esa hora tendría lugar la traslaarjentina a Tiipiza, habian asegurado o.l señor Quijarro i a mí, ■clon, del Cementerio a bordo de la cañonera arjentina la P a ­ que de ese lugiir a La Paz tardarian los chasques 75 horas. De raná, de los restos de los guerreros de la Intlependencia, Suarez consiguiente, el cálculo que hice fue—un dia a Tupiza—tres j i Olavanía, ceremonia a que ha concurrido S. E. con todo el de este lugar a Jja Paz, i tre.s de I

GUERRA DEL PACÍFICO. defendcruo.s i desvanecer la? calumnias de Chile, así coluo re­ chazar los ataques qne nos haga. Es por esto que coutraje el compromiso aludido, de modo que el nuevo diario va e saiir a luz bajo la fe de ia protección que le ha ofrecido cl Represen­ A) soñor Ministro do Seisíionor, ¡ktr.risres del Pevij. tante del 3fe.rtT durante tres o cuatro meses. Espero, por otra parte, ‘.¡ue el Su¡!remo Gobieruo no me de­ jará siu los recursos necesarios ¡ntra vivir; delúendo advertir a V. S. (iuc tal es la .situaciou, que apón,as he conseguido, por merlio de uno de nuestros compatriotas, i cou el respectivo Telcgrn! til d iJljk ii) al ricisiiKífeiicíaiio «a Psirk re- interés, los fondos necesarios para atender a las mas urjentcs fcreute a ia íoina dcl ■'r3.msr,u\'’ necesidade.?. Yo creo que la casa de Bates Stokes, de Litna, segura de ser HÚM. 291.-LE(}A0KK d e l p e r ú e s LAS KEPÚRLÍ0A3 DEL PLATA. pagada mas n móiios tarde, no se negaria a abrir uu crédito en a de e.?ta ciud.ad, bastatile para cubrir mis sueldos i loa gasíiiun os A ¡res, O cinhiv 20 de !S79. t.'j3 que se hiigan. Seíir'f iMinistro: Repito, sefior Mini.stro, que es mui dcsagrad.able para raí Ei 35 de !ns ciivrieijtes rei:ib( nn ie¡egvama de naesUo Mi- ocuparme en la actualidad dc este ,asunto; pero las cirouuslaunititro en Paris en ei qn!', im; doeia:--'‘Neresito dtóalles combate cias son tau ¡neniiosas que me obligan a ello, lameatanilo no Hi/usear; lértlidas lijútens” —(jne me iincm eumprender la im- tener una fortuiiu qne ofrecer a mi ptitria, satisfaciendo mi.? pr'escindib e necesidad que tenia el señor de (loyetieeln; de deseos. -tener dato,» ridedkrm'S del eontrrisre snírido por niiestra.s armn?, Dios guarde a V. S., sefior Ministro. a iin de qne el públicn cnroiico no fncse estraviaíto en sus (i treciaeiones conm va lo luléa sido otra.? veces, por lelcgTiunas A, V, DE LA T orre . ctileiios. Vi'iijfi, pue.?, en la p!-ec.i.?ioi¡ tle contestar el despacbo A! seiior P-linis'.!-!! dc Ucliiriunes Esteriores ñe! Perú, i lo li'ice eu los signieníe.? tiírn¡iiios; "¡Inósair combatió toda escnadra, cliilcna; mitcríos (ireu, jefe?, oftciiile.?, setenta tripu­ lantes; no reudulo; c.apí.nr.ad.o i-te.stror.ado, quedando uiariuerfa Señor Oficial Mayor: estranjera; noticia.? ofijen oliücrn; voz jíúbüca celada como Al señor don Atiíbal Víctor de ía Torre, Ministro .FlenipoOm -tifioi/jo.” lista contestacinn, que p-mcuré reuuiera al mayor laconismo 'tenciario del Ferú en la República Arjentina, se le maullaron l.a espresion cmtiplcla de lo ([ue se conoeia por cl telógraíb abonar su? sueldos por resolución ;?n irema de 4 de! actual, lo iiiiftino que los del adjunto ilou Fet ro Aiitonio do la Torre. cliilenn, ha costado Uio foIís 42 cenhivos. Eu cuanto a los fondo? qne ,?c solicitan eu este oficio, para Dios guardo a V. 8., .soi'im; Ministr!,'. atender a los gasto.? e.5Óraordiuarios de esa Legación con mo­ A . V . DE LA T ü ilU lí. tivo de la guerra en que .?e eucueutra ci Perú con Chile, corresponde"al Gobierno resolver lo convciiieiite, en vista, de .M serio.- M'ni.íti u do Utdacior.r-s Es'rriori!? d:;l Pírii. la nota- que acompañó eu copia. Lima, Diciembre 17 do 1879.—El jefa de sección, Ricard o

Aprovecho de esta, ocasión para repetirme dc V. S. atento servidor, l\, V , .nn LA T o íu ií.

ClrílL

w s._

to V_-'

CLIY. P id e fostdos in d ic a n d o .«.n ofejoío»

v-XÜÍ!.

Tirado.

COPIA.

22.3.—LEGAOION DEL PKÍÍL'í EN LAS RKPldiLie.éS DEL PI ATA. ;'Rei?ervada.) Jhnii'.-s Aü'í'S, Or/iihrr 91 de 1S70.

V ..

to V.'

to ­

ta ta^

ta.-

■V.. ta.^'

to to

Señor Mini.-tro: Ife It’nido ei linii.'ív de recibir el estimabie oiicio de V 8,, lecha i-i de Esíiembse últinf. rel="nofollow">, sigtiado con c! númovi; i(¡ii, en US so sirve manilfistannc la, rlifnmltail de, -proveennu do fon( os i la neeesid.ad de hacer todas )u.3 economías posible,?. A propósito de cücs, me jireviene Y. 8., de tiitevo, (|uc evite el gasto de los telegraiiuw. Ko es este ciertamente el momento ma? a pnapósito para exijir fi,)ndo.?; pero por desgracia i por dar.) ipie .»ea para mí, me veo en la necesidtid de oen|iariuo do este desagradable .asitni.o, KWjtiC como V. 8. .sabe, i e-? n..jtorio. -t'o no tengo re­ cursos ce ningún jóiiero i en e.stas cireuii.stamna,? e.? cuando ménos ilebe dujurse tra-sbiciren el estranjero la raiseria del ¡v.iís. Ya dije a. V, 8, en el último vatior, ci error en .¡ne e.?taba resjtofto al telégrafo, i (los'ls que recibí la órden a iinerciiere, no he h..’chn ni nens'i'lo hacer telegrama ak'uuo. El dc i9 de Ago.sto dc (.íiie V. 8. Iiaoe meneicn, lo consiilcré iuílisjteusable por la r.ffirta ile inediaoiou rpie este Gobierno e,?pontátiea!ueitte me ¡trijpusicra. Ihibria creidn faltar a mi deber, no eomnnicandn a V. 8. nror ielégrafo, en el momento nne e.sluvo espedita bi. iínea, un a':to qne podia ser tre.seendental i que a mi juicio nn debia a.gu.-trdiir a la salida del vapor para elevarlo al coiiociffiiciito del Únpreuiii (.¡obienm. Por ¡o domiis, sicñor Ministro, las órdenes de V, S. senán cumplidas, los g.astos se reducirán desdo el mes próximo, escepto oí dcl diario que debe comenzar a ptiblicarse ei i. ® de Noviembre, que hoi. mas f ue nunca con.sidero Í2idi,?pcn.?able, i dei que hablé a V. ,3. en e corren .anterior, .avisándole el con­ trato reserv.ad.o ique liabia heolio. Los dema.? serán en ¡lequeñ.a escala, salvo qne por asunto uiiii grave me vea en la necesidad de ocupar el telégrafo, Teniendo en contra nuestra la opiniou dc lo.? señores jenerales.Sarmiento i Mitre, prupictariosdc do? periódicos, i habiendo otros diarios que, afiliados a esos partidos, nos son ho.stiles, e.s de iodo punto indispensable tener un órgano de la prensa para

AJiniMerio de fidaemnes Esteriores dd .Pcrí,—Lima, Se­ tiembre 11 de 1879. Señor: lie dudo cuenta a S. E. el Vice-?rc,?idant.s de ¡a República ilel estiiviablo oficio reservado de V. S., fecha 30 de Julio úl­ timo, marcado cou ci .número 174, cu el cual manifiesta V. S. la necesidad de quo .se le rcinitan 1,000 libras esterlinas, mas (X i,000; para atender a diferente.? servicios que se relacionan con iimstra situación aettm!. S. E. que conoce mui de cerca el estado de k hacienda pú­ blica í las mjciiics e indispen.s.al.ile? necesidades tjue pesan so­ bre elb'., me ha orilenad;.) decir a V. S. que e„? mui difícil, por ahora., poder remitirle la remesa que solicita; i que V, S. debe procurar minorar sus ga.?cos i hacer todas las economías que sean posible.?, tonieurlo presente que uo? frdtari recuv.sos para darle? mayor cstension, .Ai respecto he dicho a V. S., en nota anterior, que sus telegritmas por la via d:; Tiipiza son demasiado costoso.? i jeneralmente de poca utilidad e importaucia; pues las noticia.? que ello,? contienen se reciben ántes por la via de Chile i sin costo alguno, como .sucede cou el último .fechado en Buenos Aires el 19 de Agosto, en el que además de reali.zar,?e la mayor parte de la,? circunstancia.? indicadas, han venido tales errores en su trasmisión, que no lia podido traducirse correctamente. El estado de la opinión pública en ese país, ya ba-stante proiuiuciada en favor del Ferú, nos releva también de conti­ nuar haciendo los fuertes gastos que ántes creimos necesarios; i juzgo, en consecuencia., que podemos disminuirlos, por lo mé,nos sin-que suframos perjuicio de ninguna clase. A pesar de esto, volveré a hablar a S. E. ei Vice-Presidente, i si se decidiese a remitir a V. S. siquiera una parte dc la can­ tidad que V. S, indica, para que con ella pueda- atender a ks mas urjeiite.3 nece.?ida.des del servicio, me apresuraré a comu­ nicarlo a V. S. i a remitirle ios fondos por conducto de la casa

DOCUMENTOS INÉDITOS, (le Bates Stokc.?,—Dios guarde a V, S.—M. ír íc ó í'EN,—Al .se­ ñor don Aníbal V. de la 'Porre, Enviado Estraordinario i Mi­ nistro Pleiiiporenciai'io del Perú en la llepúblioa Arjentina. Es copia.,—El jefe de sección, fácardo Tirado.

CL?. Iteinatc

tres cafiniieras ítaüasias en iM(»iuevi(teo.

227.— lEG.ACtONDlíL EEllÚ EN I,.\S liEPl1nni(.UH DEL ELiTA.

83

Gran, una gran reunión en el teatro de Colon, que estaba coraplotomeiite Ibuni, contenieudo de :?,;100 a 4,i)00 personas de limbos .sexos i de lo ma.' esc-ajido de la .sociedad. Ei sefior doctor don Bernardo irigóyon, presidente de la comisión nombrada al efecto, pronunció nn docuenle discurso que fué interrumpido repetida.? vece? parios ordurosos i jene­ rales aplaii.'os de la ci.meiiiTeneia. En sognida el señor doctor don Ari,?Li)bu!o dcl Valle, leyó la oracioii que tenia preparada i que mure.nó, sobre todo en ■su primera jarte, mismos apbio.ms ijue el orador que le habia ptctci ido. E! entusiasiiK! ha siilo gramte, se.ñijr Mini.'tro, i el nombre de nuestro iioróico Contra- Almiranto no será olvidado jamás en la liepública Arjeiitina, Acoviipaño IV V. 3, un eieaiular de la oración proniiiiciada por e! doctor del Y;i.l¡e, i en nn recorte do periódico c! discurso proniniciado |iorol señor Irigilyen. Dios ginii'de .'i V. S.. .señor Miinstr-.).

Ihm cs Aires, Octubre 25 de 1S?9. Señor Ministro: Los diarios de esta ciudad i lo.s de la capital do la vecina República lian anunciado para e l."() del mes en curso el reuñate eu el puerto de Montevideo de muís cnñoneris italiana.', i corno él debo hacerse por órden del Gobierno de S. M, el Rei de Italia,, he creído conveniente dirijir al Honorable señor En- : c,argado do Negocios de e.se Reino eu esta ciudad ei desp.acbo ¡ A. V. tu; T.A T oriil. que en copia acom jaño a V. S. por si io:' ájente.? eliilenos pre­ I Al üci'i'jr Mj.Ulij -Ic ]i.i!v::í.in('.5 E>lrriorcs -Ji:] P...r:i, tenden hacerse de as citada.? oa.ñoneras. A estat a los informes que lie recibido, puedo asegurar a V. S. que esas cañoneras uo .se.vviriun p.ira ser empleada.? por NÚM, 23;'.— LViJAOloN DEL PlíUÓ EN 1,.(S RSCÓimiCAS OKC PLATA. alguno de los belijorantes en la guerra actual ded i'aciiico. Contando con merecer la aprobación de V, S„ me es grato Humea A a-es, Kofimihre l->de 1870. suscribirme do V. S., una vez mas, .atento servidor. :‘b.'iior Minisii'.!: A. Y. j>!¡ i.\ ToiíiiE. S:ii.i.si;i!d:.ovio me es coriiunicar a V. S., que las niauiie'taciqnes de Jneio por la muerte heroica del .señor Contra-.Miiiiian/si sctlor Minisíro de Jlclaidimi;.? E.ileiiares itel l'eni. to Gnu; i compañeros de amias en el combate de Mejillones, oontim'iiir; ea este. República obligamio mas viue,?tro agradeoi A N E X Ó A L A > ;ü T A N Ú M . 2 2 7 . miento por esa.? pviiehiis evidenles, de que,sns simpatías nos .signen tiindiien en iniestm? mom.eiiLo? de pnieba. (Conlitlendíd.) La sociedad d« Mendoza lia celebrado esjdéndidas iionras íVuiebres en lionor a Jiue,strn,? m,ariiios, .según nu; lo anuncia Jyegaciou dd Pera eu hu Pujiíibiicas dei Pkda.— ÍAmias muisti'o Cónsul en e.s.i. ciudad, '[uo sigidenido mis instruccionc? Aires. Octubre 20 do 1.879.—TIonfiri''.ble señor:—Los diarm.? (lili imblicidad, a la desuripcion de la.' que aquí se hiciiaviii con déla capitu! del Uiugufii i de e'ta cim.lud han amuiciado igual objeto, i debían tener eco Cii el i'esto da la Repi'djlica. la venta do las cañoner.i? ituliau.is suida? cu la balda de Mon­ En San .laan, a iiivitaciun did .seiior cur.i, se liaii celebrado tevideo, A rditía, Confianza i Vctoz] i Inabiendo llcgadíi a mi teuibieii bonon;.? iguide?, i .so.gan haa iuí;u¡i’Íaíio los diarios conocimiento, que ajentes del Gobiernii de Ghile, se piT.powen j)or .'e.giinda mano adquirir eso? buqims, me .i.pre:-i’i'o u couiii- de otra.? olinbnle?, e; dneio i iai: .siniparfa,? por Ic-? idiado,? se laiu esjiresaií.i en idéntica ronna. nica.i'esta noticia a Y. 3. II., a fin do que la lama ih-.gar al Nue.stro Cón.snl en Meiubiza, el soñor Lagomagiaiv, Ira reSOñor Comandante de la Estación uiiva! italiana en el i'Iata. niilo, como V. 3. ¡mede calciihu', gran ¡iirte ea las mauifestaS. M. el Rei de Italia ha teniilo a bien declarar que cimiér? (¡ne se han hocho, procediendo coa cl mayor tino i actiobserv.aria la mas e.'tricta !ieatralida.d durante ba guerra (¡ue viikd. Chile ha declarado al Peni i Bolivia; i en campiimicnto de ío¿ i/ios guardo a V. S., señor Mii;i.?i,ro. deberes qao ella impone, tengo entendido que no se han ven­ dido eo. Europa otros binpie? de la e.?caiadra italiana porque •\, V. RE l a T oriíE. los (‘onintadorea no lian otorgíido la suiiciovite garantía de un,a bandera- neutral, perteneciente a urna fuerté porenoi.a Enropoa, Al .;cí;si .4I;vi:.4|i?,mi(; li.v.'iitii’iKvsKstcvijj-i-i-ácl r-j.'á. Como en el mismo caso se ononeutran lo.? ¡.ñique? qne so trata de vender en MontevidC'i, be creido conveniente, como acabo de indicar, llamar la atención de V. S. H. i por .?a digno con­ ducto ia dcl aeiior Oomand.ante de la Es¡,.acimi naval, protes- ílitíítcrRn lita Holms reoibidus .solu’e « H iip r ii de {mmiíics raedo desde iiiego de la venta que ¡ntdiora hacci'-'C en Monte­ «Se g u e r r a . video .sin !a garatía de. iina i'ioknioia neutral euTopea, de que los buques no posarían a! servicio cíe lo.? belijerantes dcl Pací­ NÚM. 2:;i.i. ---ia:GAC!0N!:írLrr;!iú Kx iAí>SRrr'BLiCAS d e l i ’I. ata fico, como lo ha e.-iijido, segnn se me ase.jiir.'i, el (.Tobierno de (Reservada.) 3. M. el Rei, respecto de la venta do buque.? surtos eu el Litora! italiano. BneiiiiA Aires. Nocienihri: 1. ~ de 187V. Aproveclio de esta npoftiinidad para ofrecer al HimDrahlo señor Encargado de Negocio? de I talia las proteste,? de mi sSeñor Ministro: mas di.sfcingnida consideración.—(Firmado.)— A. V. de l .a Ea ia miunina de Imi he tenido el honor de recibir, ror la 'ÍVnti'.E.—Ai ílmiorable .señor Eucurgado do Negocio? dol Rei­ via i.ie Nvieva York, las (los e.stii:iable? notes, de Y. S., ( e Ití i no de Italia '¿ó de .ik''o?!.o de! presente año, signadas con los números 9“ i Buenos Aires, Octubre 2.1 de 1879.—E.? copia conforme. 9 Í;. Estas nota? lian venido imjo nn sobre con el sello de la —■Osu-aldo Igarza, Secretario. Legación de! ¡kni en lo? Estados Unidos i marcharon ds Nue­ va York o! •:! de Octubre último. V. S. s i ; sirve, en la d.u lií do ¿\go.?to, aousiii: recibo d.iil tele­ grama qiieledinjí con focha 29 de .lulio, avisándole que el Cónsul en Rio Janeiro, rne comunicaba que se le habían iiüsi re s ia io n i iiojuats rúüebi'ft.? c e ie b r íí - | hftclio propuoitaá yaivi venta de biniues, i m¿ trascribe .su cond as cu lio íio f de Íí{'i5iii i cíH)íj>a.í(e«"0!?, ■ tcctiioion tclográíioa, anunoiando qué el señor Muñoz mareiiaNÚM. 229.—LEGACION óliL l’ElUi liK LAS liKPÍmLICAS DEL PLATA. ■ba a C>.'!.uiinar ias oañoricrii.?; [.¡bwrama quo recibí cn la no­ che dol 5 (h Setiembre. Eu la note, de AL 3. núinovo ÍM-, fochada cl 20 (le Agoste, Buenos A ires, Odubre 27 de ÍS79. mú emniinica V. S. qiu! el Gobierno había acordado comprar Señor Ministro; Ayer lia tenido lugar, eu honor det soñor Contra-.vliuirante I dos lie (as cañotieras, oomislon.audo ai ssñor capitán de navio

OLYil.

CLYL

OUERIIA DEL PACIFICO.

84

don Alejandro Muñoz para e.xaiiiinarlas. Me previene V, S., además, (lae nio ponga un coustuite uonmnicacion con el señor de Lavaile ¡lara este asunto, i nota V. 8. una omisión impor­ tante en mi teieyiaina de ‘¿!i de Julio—el no decir si los bu­ ques se bailaban o nó uu ui Bra.iil. Cuando hice el telegrama, no sabían donde estaban lo.s bu­ ques, pues ei Cónsul cii Rio Janeiro no me lo Iwbia indica( o en su nota de 21 de Julio, que remití a V. 8, en copia. Eu las mias de 2!) (le Agosto, número 200, i 6 de Setiembre, nú­ mero 201, coniuniijtKi a V. 8. los datos ipie logré adquirir iiia.» tarde. Con c.sla últiuia leelia telegrafié a ,V 8., i .aun .sin saber .si el señor de Lavalle Imbia llegado .al Brasil, me dirijí a él el citado ciia !i de Setiendjre, dándole todos e»o.s dato.s, .lor si ie era posible iir,pedir cl viaje del señor Muñoz al Brasi. Copia de e.ra nota remití oponnmm.eutu a V, 8. Estaban, pues, auticipadaioeule cuui])üdas las órdenes que y. S. se sirve darme, i espero que mi tuiegrama de ti de Se­ tiembre llegaría a mami.s dc V. 8. en tiempo op¡3rcnoo para hacer saber al señor Muñoz el lugar eu (|ue se eucoutrabau los buques en venta i la persona con quien debia ciitéuder.3e para adquirirlos. Dios guarde a V. S., señor Miuistro. A, V. DE LA T orre. A! scftor Miüistro de Rolf.eionei Estei-ioves del Pe¡-(;.

mayores esfuerzo? para conseguir buques blindaiio.? eu Europa, pues no podían obrar, por falta de los elementos necesarios; i que no sabia cl tiempo que permaneceria en el Pacífico, por­ que el Presidente le había dicho que era qmbahle que xiecesitase allá de sus servicios. Me agregó que en ningún caso renuuciaria a¡ .Estrecho de Magallaae.?. Yo creo po.sible que el señor Gané lleve una misión secreta i credeiiciale.? que presentaria en un ca.so d.ado; pero .si es así, sé lia guardaclo i se guarda tan absoluta reserva, que ni un empleado dei Ministerio (¡ue jcneralmente ha estado a corrien­ te de lo que ocurre, sabe uua sola palabra a este re.?peoio. El señor Encargaclí; de Negocios de Gliile sin conocer al señor Gané, le lia mandado cartas de recomendación, e instáclole a quo las admita i haga uso de ellas. Ofreciendo a V, 8. poner en ,?ii conocimiento cuanto descu­ bra sobre este asunte, rae repito de V. 8. atento servidor A. V. DE LA Torrb. Al sefior Ministro dc Relaciones Esteriores de! Perú.

CLIX. I)a noticia de construirse en Europa una corbeta para Chile i pedido b.aterías Beauinout. KÚM. 232,—LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPtíSLICAS DEL PLAU, Buenos Aires, Noviembre 10 de 1879.

C ouiuniciicl viaje a Chile dcl Jtiputado arjentino don M iguel €iincS i otras noticias relativas a él.

V..-

ta,, ta' V.,

to to' ■

i to.

O

:C C to i‘ '

to .

'to t o

c .c

o to

, to

■c:G u W'

-G a © í O í O

Señor Ministro: Por conducto del señor Miuistro de Relaciones Esteriores i del señor don Félix Fria.?, he sabido que el Gobierno chileno NÜM, 231.—LEQ.ACIOR’ DEL PERÚ EN LAS RE1>Ú).1I.!CA,S DEL RL.AT.A, hace construir eu Inglaterra uua corbeta de acero, mui .supe­ rior a ?U5 blindado,?. Se me asegura también que el señor Lyücli (Confidencial.) e.?ti encarg.ado de vijilar la construcción i que se activan cuan­ to es posible lo? trabajos. Buenos Aires, Nomenibre S de 1879. Según las indicacione,? (¡ue .?e me han hecho, ose buque no Señor Mitd.strü: El serior don Miguel Cañé, Diputado al Congreso ue la Nación ,=econstruye apareutemeiite para Gliile; i cl Gobierno arjentino, i que ocupa una distinguida posición social, ha sido nn.a de la,= ,?i el nuestro con.siguiera impedir (¡ue se destinase a nuestro personas mas decidid,as por nuestra causa i ha coad.••ovado po­ oneraigo, lo compr.aria imnediatamente, pues cuenta con los derosamente en las Cámaras, pava conseguir cl roe rnzo de lo.? reciir.sos necesarios para adipiirirlo. Tengo la seguridad de que mie.stro Mini.stro en Lóudres ha­ tratiuMs que este Gobierno habia celebriulo con Cliile. E.ste se­ brá puesto en couocimieiito de V. 8. aquella noticia; i al tras­ ñor lia marchado iroi por ticrr.a para Chile, de donde pa.?a,r.á a! Perú; i a solicitud suya, le be dado cartas de reoomendaeiou mitirla, solo mo propongo saber si .seria posible la combinación para su.s excelencia? los señores Presidente i Vice-Presidente que dejo indicada, ¡lorque aumentando esta República su es­ cuadra con CSC buque, me seria mas fácil adelantar mis traba­ de la República, i para V. S. Auuquc el viaje del .señor C.iné, según él asegura, solo tiene jos, pues el único obstáculo sério que me hau manifestado, ha por objeto estudiar de eerc,a los acontecimientos dei Pacífico i sido su respectiva inferioridad marítima. Dios guarde a V. 8., señor Ministro. acercarse al doctor Saenz Peña, que milita en nuestras filas debo comunicar ;r V. 8. lo que he podido descubrir eu las dos A V. DE LA T o r r e . últimas .conferencias que con él he tenido i en las que nos hemos ocupado, no solo dc la guerra dcl Pacífico, sino tandiicn Al seilot Miuiitro 'Je Relacíoaes Estcrieres de! Perú, dc ia cuestión chileno-arjentina. En la primera le esplinué de nuevo, mui detenidamente, NÚM. 235.—LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA. aunque en antcriore,? ocasiones habíamos hablado sobre esos Buenos A ires, Noviembre 15 de 1879. asuntos, el oríjen de la guerra, el objeto del Tratado de Alian­ za i la cond'jcta del Gobieruo chileno, que habia incitado a la Señor Ministro: traición al Jeneral Daza, en dos ocasiones. Ocúpeme de.spiies Por medios que no puedo comunicar a V. S. por escrito, de la cuestión de límite.? cmi Cbile, llam.amlo su atención sobre supe La salida de Europa, del individuo contratado por Chile ias ultimas p-jblicacioi'ias de lo.? señores Amuuátegiii i Vhcuña para lanzar torpedos, lo ':|ue coimiiiiqué a V. S. oportunamente Mackemia, eu las que so revelaba con claridad la resolución de (1); por los mismos, tengo hoi la seguridad de que el Gobierno Chile de no ccdei' a sus prelejisioiies sobre rJ Estrecho i parte chileno ha telegrafiado ayer a su Legación en esta ciudad, or­ cíe la Patagónia. El señor Cañé se manifestú decidido a soste­ denándole que pida a! señor Gana, residente en Europa, varios ner siempre los derechos ■-.iesu país; i eu cl calor de la iliscu- artículos bélicos, cuya naturaleza no se ha podido descubrir; sion me dijo; yo desndjnré las últiriio.sprHinmoues (le los chi- icro sí auc entre ell'os se cuentan algunas baterías Beaiiraont. Unos lies presentaré an. vltiniatiim, jijando corim límite la .ja órdeu dice Beaunwnt Baters, última invención. cordilkra de los Andes. Esto me indicaba que tenia uua misión Como esa órden, cuya mayor parte está en cifra i e.? mui oficial, a pesar de haberme a.?eg’.irado lo contrario; i con cl larga, .supongo quo debe marchar por el vapor que parte de mapa a la vista le manilcsté la inconveniencia de e.se límite, de aquí pasado mañana para Francia, acabo de poner ese hecho modo que quedó cmiipleiamente convencido; pero no pude en conocimiento del señor de Goyeneche, por si logra impedir descubrir si se le había o no encargado alíuna misión secreta. el que se embar(¡uen los nuevos elementos bélicos quo el Go­ Al dia siguiente estuve con ei señor Ministro de Relaciones bierno chileno pide a Europa. Estoriorc.s i tauipoco pude adLiuirir la certidumbre de que el Dios guarde a V. S., señor Ministro. siíñor Canií llevase a Chile misión onci.il, habiendo solo obte­ A. V, DE LA T o rre . nido' del señor González que me manifestase la necesidad eu que estaban demandar un Ajente diplomático a Santiago. Al sefior Ministro Je tteladoues Esteriores det Perú. En la segunda i última conferencia con el señor Gané, me dijo que babia conferenciado con el señor Mini.stro de Rela­ ciones Esteriores i con 8, E. el Presidente, que se Inician lo.s (1) Tom oIII, riAjlna'22, jiirrofoXXXVIII,

DOCUMENTOS INÉDITOS.

labra? de S. E. cl .señor Avellaneda de que hablo a V. S. en otra, nota, he resuelto limitarme, por ahora,, a acusar recibo anunciando que me reservo p.ara ma.? tarde el ocuparme de ese (Reservada.) asunto. De este mo:lo tendré tiempo para recibir nuevas ins­ Bum s Aires, Noviembre 19 de 1S79. trucciones du V. S., .a la? que daré inmediato cumplimiento como lo bago hoi adoptando la línea de conducta que dejo in­ Señor Ministro: Ayer ho sabido que rectificados los partes telegráficos, en dicada, ¡mes V. S. me tiene prevenido au.speuda mis jestiones casi au totalidad cifrados, que el Gobierno de Chile dirijiú a cn caso de qne ellas pudierandraer un desacuerdo con el Gobier­ RUS ajantes i de lo.? que hablé a V. S. cn nota de 15 del pre­ no Oriental. A mi juicio liai, respecto a ese Gobierno, lo que me anunció sente, número 235, resulta que el señor Gana jiropu.so a su Gobierno, desde Europa, la adquisición de baterías líeaumoot, el señor Montea de Oca i comuniqué a V. S., aviso ratificado último sistema, i que éste ba contestado dando la órden de después por otros conductos. Bolo así .?e e.?pliea' un procedi­ comprarlas. En el telegrama de Blest Gana, do hace ocho o miento tan estraño e incalificable, i creo que no podrá variar diez dias, se encuentran sin cífralas siguientes palabras: — sino eu el caso de que lanzada la República Arjentina en cl Llegó Peruano a Lóndres, lo que nn sabemos qnó significado camino que le conviene seguir, la Oriental .se le una de cual­ tiene, pero V. S. talvez, con mayores datos, pueda conocerlo. quier modo que sea, pues en último caso, conseguido lo prime­ ro seria fácil echar por tierra landrainistrncion actual dcl UrnDios guarde a V. S., señor Ministro. gurd, i reemplazarla por otra que fuera favorable a nuestros A. Y. DE LA 'i’ORBE. intereses. Dígnese V. S. elevar esta nota al conocimiento de S. E. el Al ««¡lor Mioiatru ¿o RelA«iones Eat.^riorts del l'crú. señor Vice-Presidente de la República, i aceptar mis respetuo­ sas oonsidcraciones.

NÚM.

I'

85

239.—LECUGION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL BLATA.

CLX. Se ocupa
-

NÚM.

234.—LEOACION DEL PERÚ EX L.AB REPÚBLICAS DEL PLATA, (Reservada.) Buenos Aires, A7vieinhre 15 de 1879.

■! Y.! !x-

h '

Y-' l'-Y

A. V. DE LA T orre . AI aüüw- Miiiis'.io Uc UiUacÍMies Eiteriorcs úel Peni.

CLXI. Trata lie la ociipacioii
NÚM. 236.—LEGACIOX DEL PERÚ EN LA? REPÚBLICAS DEL PLATA. Señor Ministro: (Reservada.) Rn mi nota de 22 de'Octubre, número 225, tuve cl honor de poner eu conocimiento de V. S. el resultado de nu.s conferen­ Buenos Mires, Noviembre 18 de 1879. cias con S. E. el Rresidentc de la República Oriental dcl IJriiSeñor Ministro: guai i bu Mitüstro de Relaciones Esteriores, relativas al co­ mercio de armas con los belijerantes del Eacíficn, i al embargo El 7 de los corriente? .?c coiminicó telegráficamente de Chile de buques que hicieran e.scala en io.s puertos orientales condu­ que en la mañana del 2, depues cíe tres iioras de reñido com­ ciendo contrabando de guerra para Chile. Rcciirdará V. S. qne bate, el ejército invasor habia ocupado Pisagua, euarbolando se me dió lectura, cii borrador, de un decreto por ol que .se su estandarte en nuestro campamento; i que a! mismo tiempo prohibía el indicailo comercio, si bien se declaraba que los bu­ desembarcaban 3,000 hombres en la caleta de Jimiii. Esta noti­ ques de otras naciones podian hacer ese comercio ¡ tocar en sns cia cansó un verdadero pánico eucre todos io.? que tienen sim­ puertos, sin ser molestados, idea que combatí calnrosameiue; i patía? ])or nuestracausa, al estremo de coiisiderarsc esaoperacion en fiu, qne S. E, el Pre.sidentc i cl .señor Mendez me manife,?- tan decisiva como la derrota de todo el ejército aliado. Era, tarou que debia estar .satisfecho con ese resultado, asegiivándo- pne?, preciso imcer algo pai-a desvirtuar tan mala impresión i mo que el señor La.starria, Pleiiipotenciarió de Chile, estaba con tal objeto, poniendo en juego mis relaciones, logré qne los furioso, sosteniendo quo la re.5olucion del Gobierno Oriental, diarios de ia mañana del dia siguiente se ocupasen del asunto m i un trimifo rnio. del modo que no.s fuera conveniente. El efecto de las medidas Pero hai mas, señor Ministro: la resolución de ese Gobier­ adoptadas no pudo ser mejor i a! segundo dia la situación ha­ no, respecto al comercio de armas, era tan firme en esa bia variado por completo. Adjuntos encontrará V. S. algunos época, qne hallándose en aquellos dias cn Montevideo el Pleni­ recorte? referente.? a lo qne acabo de indicar i telegramas de potenciario Oriental cerca del Impeiio de! Bra.si!, i regresado a Chile, por los que V, S. podrá juzgar dcl modo como se comu­ Rio Janeiro, dijo a nuestro Plenipotenciario en c,=a corte, nican las noticias. según éste me comunicó privadamente pregiintóndome lo que Aparte de esto, i felizmente p.ara nosotros, se recibió el dia aignificaba~'7«í; el coronel Latorre habia tomado una medida 12 un telegrama de Salta amuiciando nna gran victoria de que habia disgustado mucho al señor Lastarria. nuestro ejército sobre el chileno cn Qniilama, i fomentada dis­ A pesar de que yo leinia un mal resultado, como indiqué a creta i sijilosamcnte la noticia, tiene hasta hoi preocupado los V. S. en mi citada nota; pasados algunos dias sin qne ese Go­ ánimos de un modo favorable a nosotros. bierno rne comunicase cosa alguna, escribí privadamente e! 18 V, S. com jreude cuánta facilidad tiene Chile para causarnos de Octubre a S. E. ei lYesidente i al .señor Meudez, en el con­ mal en esta República, con sns e.vajeradas o falsas noticias i la cepto de ser una cosa acordada la prohibición del comercio de dificultad de contradecir algunas que nos dañan mas en la armas i de solo estar pendiente la otra resolución. S. E,, liccho opinión. Tal sucede con las relativas a crisis ministerial en qne ha olvidado después, como puede V. S, notar, me contestó nuestro país. En 18 dia? ha comunicado el telégrafo chi­ el 23 del citado mes la carta que acompaño en copia, i final­ leno tres cambio.? de gabinete, habiéndose trasmitido hoi la mente, he recibido el despacho i carte de 10 de Noviembre noticia del último. Por mi parte, ho dicho i hecho repetir en que, conocidos como .son por Y. S. los antecedentes, no necesi­ todos lo.s círculos, qne .semejantes noticias son inexacta.?, i que tan comentarios. Adjunto también copia de los documentos los telegramas de Chile deben lomar de los diarios de Lima últimamente citados. las indicaciones anónimas que en ello.? se hacen en ciertas épo­ Aparte de las doctrinas que pudieran aun invocarse, basta­ cas, formando lista.? de candidatos al ministerio, sin que eso rla para refutar el de.spacho del Gobierno Oriental, contestán­ represente cosa alguna i ménos la frecuente renovación del ga­ dole la relación délas conferencias que tuve en Montevideo binete. i las palabras de S. E, i del señor Ministro de Relaciones Este­ Segnn los teleírvamas de hoi, el último seria formado del mo­ riores; pero esa respuesta, después de la que ha tenido lugar, do siguiente:—Guerra, Jeneral Lacotera; Gobierno, señor Elwdria arrastrarnos aun rompimiento de relacione.?,‘i comode- gueta; Hacienda, señor Qnimper; Relaciones Esteriore.3, señor jemo.? evitar a todo trance ese cstremo, por el mal que aun Velarde; i Justicia, señor Quiioga. puede hacernos ese Gobierno, i por la esperanza, aunque re­ Todo lo que acabo de indicar, me obliga a permitirme de nue­ mota, de una alianza con esta Repúblicca, estando a ciertas pa­ vo insÉstireu la necesidad de comunicarme por telégrafo, via de

GUERRA DEL PACIFICO.

86

T'upiza, los acontecimientos graves rpie ocuri'ati, a fin de poder chilenos, aparte del tían Alarthi qne estaba en construccioiij sacar partido de la.s noticias qne recib.x i desvirtuar las de oríjen que las órdene,? eran apremiantes i uo so detendrían por ei chileno. Parece increible, señor Ministro, pero hasta hoi solo valor o precio de les buques; i que una vez conseguidos, ya conozco el desgracindo suceso deí ff i m a t r por las correspon­ podrian ocuparse detenidamente dc la situación que la guerra dencias i partes de oríjen chileno, i lo mismo sucede con la del Pacífico habia creado. ocupación i combate ds Fisagua. Conte.?té a S, E. que las medidas últimamente adoptadas Aprovecho de esta oportunidad para repetirme de V. S. res­ eran dignas de aplauso; pero que yo creia haber llegado ía ocapetuoso servidor. : sion de que su Gobiei'no toma?e una actitud firme, no solo ’ oenpancio los tsiTÍterios que le psrtsueciau, .sino haciendo sa­ A. V. LUÍ u Torkr. ber a. Ciíile que la Rei'iúbiica Arjentina no coiiseniiria, por ser Al Minisí-ro du Kdad.jnes Eia-sviorcs díi Perú. contrario a su.s intereses, que .se hiciesen alteracione.? tenitorklcs en América, alegando ei principio de reivindicación i el derecho de conquista. Agrcguéle, ijue el momento era todavía oportuno i que con las fuerza? marítimas que tenia, po:lia dar ft priraei' pa.?o, apoderándose dcl E,streclio; pues debia contar c u c i i i a (le l a s iiu i)o rííin te .s c o íife re s ie s a s q u e h a í« ci.ui i'jiie si Chile soi'presivairicrite le declaraba la giicri'.a, podin iílo c o n d F r c s i d e u t e , M i n i s t r o d c ¡U;!¡ic!o.ucs ¿Istc" tia la siisuen.?ion. dc sus ararainentos eu .líuropa, i en lal caso r i o r c s d e l a K c |H Íb lic íi A r j e n t i n a i o t r a s n e r s o n a s , ya seria t:irde para, ociipar los territorio.? australes, que .solo r e ic r e H tc ,s a a l i a í K a c o n t r a €iiij.k, recnpernria dospues de uua larga i penosa lucha, uo pudiendo talvez .asegurar el resultado. KÓ.M. 2dl.— LEGACIOiS DSl, PEllÚ EN LAS REPlteLICAS DEL PLATA, El señor Ih’esidoüte me dijo: que .a.unque su e.scuai.lra no era i)a.?raiite fuerte para es.a operación, talvez de un momento a (fieservada.) otro asomiria la, actitud que yo indicaba, pues no creia que el Biuiíos Aires, Xoiñembi'e B ) ds 187'd. Gobierno de Chile aceptase las bases que se le habían propues­ to, i que llegado ese caso, croi-a que la República Oriental e.?Señor Miuistro: Con fecha 20 de Octubre último i bajo el número 220, tuve turia de su lado, pu(.i:? habia cambiado ya aígtmas palabras con e! honor de poner eu. couocimientn de V. 8. ios ¡lasos ¡¡ue ha­ B. E. d Présidmt-e Latorrc; pero que de todos modos necesi­ bía creido conveniente dar cerca de este Gobierno despites de taba tener eu su ¡loder los bíindado,? que .se halnkii pedido, recibir la noticia de la captura del H uáscar, i el iiaber eoose- pues nada definitivo podia decir ántes de obtenerlos, S. E. terminó por ascgurarmo que me comunicaría cuanto giiido que sa ordenase a Europa la compra dc bui.¡ues b!ind,ados, a hn de que esta Repíiblioa pudiese adoptar uua actitud supiese del .Pacífico, i ipie para o! surta mui satisfactorio si hs que correspondiese a sus interese.? actuales i a sus anteceden­ ■iioUcias nos sean favorables. Mis conforenci.ás con el señor Ministro de Relacione.? .Este­ te.? históricos. Posteriormente he coufcrenc.kdo con S. ,E. el riores han sido sobre el mismo tema, -i lie piocur.ado eu ell.ss Pvesidcnlc, cou el señor Ministro de Relaciones Esteriores i otra.? persoim?, sobi’e el mí.?mo a.suuto, i voi a poner a V. S, al convencerlo m.as dc la necesidad de obrar activamente. Eu la de 4 dol !)re.?eute imis, me habió cou vaguedad de una idea ele­ corriente de ¡o que eu esas conferencias ¡la tenido lug.ar. El 27 de Ucsubre pude b.ablar a solas con S. E. el Presiden­ vada, sin ( uerer iiiauifesdar cuál era, que podria ponerse en te en su casa parLicular. La conferencia duró de.?de la I has­ piúctica. Creí de pronto que pcirsase en la meiliaciou de que ta la,s 2.30 P. M., i en ella le manifesté el estado brillante i .me liablara e,l señor .Montes de Oca, i Cümu!ii()ué a V, R. eu Dumeroso de nuc.strü ejército; la facilidad que teüd.rhimos eu telegrama de ES de Ago.sto i notas de 15 i 19 del mismo nift?, csos momento.? par.a levantar enantes Ibiulos se uccesitaseu números l.ii.S i 195; i refiriéndome a esa oferta espontánea de par,a la guerra; qne estaba seguro de que los donativos .seiiau su Gobierno, le dije:—que bajo la base indicada por su .antece­ cuantioso.?; que haciendo alruu .sacrificio obteudríauios qne sor, de retrotraer ¡a? cosas al e.?tado que tenian e 13 de'Pebrenos pagase la ca.sa .de .Rreylíus ci ,?;ddo que tenia a iiiie.stro fa­ ni, persmiahneute no me parecia mal, pero que no tsni.a insvor; que prorrogando ei con trato de la t.-ompañía de Guano li- ¡ tntcciones dc mi Gobierno, coinn en electo no las tengo hast?j mitada, o haciendo uno nuevo nos proporcicinaria los caudales hoi; pues ui por tclégnifb, ni '|ior e-?crito he recibido respuesta que iiece.?itásemos; i, rinalnieiite, que podríamos sacar dsl sali- ■a las citadas notas. Él señor Gon-zalez me dijo qi.ie ao se tra­ tre depositado eu Europa i a íloie injeiites recurso.?. Como | taba de mediariou por el luomeute, sino de otra idea quo aun consecuencia de esa .situación i de lo bien defendidos que se ¡ no podi.a commiicaru'ie. Dei.'O jionor eu noticia de V. S., a propósito de mediación, encontraban los departauionLos de Tarapac-á i 'racua, que eran el objetivo de Chile, le hice prcaeiiLc que tod.a? las probabili­ que en la tarde de aver mo leyó el señor Qnijarro ia not.adades e.staban cu favor nuestro; pero que, atendiendo a Las (:oiitcsL.aci(.m de. su Gmieruo i una ciirta in-rértAí del señor .Re­ eventualidades de la guerra i en la bipótesi.5 imposible pa.ra mí yes Ortiz al Plenipotenciario norte americano en líolivia, en la (le un triunfo chileno, debia contar de seguro con qne Chile (¡uo le dice, poco mas o mério.?, (mic la mediación .seria aceptatrasladarla su cscuacba .inuiettiatamente al Atlántico, i se po.se- bi;> bajo las bases aquí propuestas i sometiendo toda? la,? cus.?sioiiaria de todo el Estrecho de Mngailauc.? i por lo ménos de tionea a .arbitraje, que no está cii la dignidad (le los aliados solicitarla; ¡lero i.pie verían cou .agrado l.a mediación de los la Patagonia hasta rio Gallegos. Eu seguida, recordándole los últimos escritos de ló? señores E.ítador? Unidos, antes o con preferencia ;r la de cualquier na­ Amunátegui i Fien ña Mackenna, a.?t como ia mayor parte de ción europea. Dice eu e.sa carta, que al espresarse del modo los artícii'o? que reji.straba la prensa de Uhile, llamé su aten­ como lo hace, es porque conoce el pensamiento de lo.? excelen­ ción sobre las pretensiones chilenas ?, ser el país uias poderoso tísimos directore,? de ia guerra. Ayer e.?tuve también con cl señor Ministro de Relacione? .Este­ de Sud-América, poseyendo territorios i puertos sn los dos marc.? i adueñándose riel Estrecho. Díjele, también, (¡ue si riores i con S. E. el President.e. Esperan dc un momento a otro algunas líneas se habian e.scrito'eu Chile eu tono amisto.so para noticias de Europa sobro el encargo de buque?, Iiabiáudose reite­ esta Repúblic.a, durante, los últimos dias i hecho el fuerte gasto rado telegnáílcamento i por cin'reo, ks órdcues para sn adquide trasmitirlas por telégrafo, babia sido porque .al ver la exai- aicioii. El señor González me dijo que aguardaba asimismo la taciou del pueblo arjentino a consecuencia de la captura del ve-spnesta del Gobierno chileno sobre las bases propuestas i quo, ¡Im scar i muerte del heróico Uontra-Alinirantc Gran, se ha­ ri como crolaii, do eran aceptacias, llegaría el momento de e.?bia telegrafiado de ai]uí por los ajentes chilenos para '.]ue tal tudiar sériamsnte la cuestión dcl Pacífic.o, dejando comprender se hiciese con el olijeto de adormecer al pueblo i Gobierno de lo que ya he dicho a V. S., su interveucion en la guerra ac­ esta República, a fm de ganar el tiempo que iiece-sitaban para la, tual. Olvidaba decir a V. S. que uo habiendo podido marc.hs.r realización de sus provectos; i que, finalmente, no podia espe­ para Europa, ei comisionado especial quo habian nombrado rar que Chile aceptase de buena fe las bases de arreglo pro- pava la compra de. buque.? i otros elemento.? bélico.?, caso de no puesta.s, i siempre estarmn espuestos, tratando con un Gobierno conseguirlo.? ol actual, se ordenó por telégrafo al Cónsul Jeuecuya conducta se había pnesto en mas evidencia, al incitar ral en Estados Unidos, persona que dicen e.? .aparente, so tv
GLXÍL

87

DOCUMENTOS INÉDITOS, prensa diaria. Del cambio de Ideas con los últimos, han resul­ tado los artículos que encontrará V. S. anexos i que se híui obtenido con trabajo, porque la gran preocupación del dia es la cuestión electoral, que absorbe casi por completo los ánimos. He tocado, pues, i seguiré tocando todos los resortes posibles. Rogando a V, S. se digne elevar e.sta nota a.l conocimiento de S. £. el señor Vice-Presidente de la República, me e.s grato reiterarlo mis respetuosas consideracioues.

-i "I

''T

sV-

.llanifie.stíi ia nrjoucia de qne se ¡c reinitaii fondos. NÚM.

243.—LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPUBLICAS DSL PLATA, (Reservada.) Bm ios ^hV(?N, Noviembre 21 de 1S79.

Sefior Miuistro: Teniendo en cuenta mi corresi'ondencia anierior i la parte .41 señor Ministro de KchcionM Esteriores del Perú. (Crtinente de mi telegrama do 19 de Agosto, creí recibir los ondos c ue ine be peruiitido pedir para gastos, i los sueldos de COATEisTACTON A LA NOTA ANTERIOR, los emp eados de la írcgadon, por el vawr que llegó el 19 del actual. Dosgraciadameute, nada se me ( ice a este respecto en SliCRETARÍA DE RELACIONES ES'[ERIORE,S [ CULTO, la correspondencia qu-e me ha traído e.'e paquete, i vuelvo a noiiparme de este dc.'agrnilable asunto, sintiendo verme coloca­ Lima, TLciembre '¿S ck 1S7ÍK do en la dura necesidutd de hacerlo, porque a ello me obliga el Señor: iuU’re.? i cl decoro de nue.?tra patria. .Eu .511oficio reservado de 19 de Noviembre, número 211, da. En otras nota;? he dado (Uienta ii V. S. del estado do mi,? V. S, cuenta a este dosp.aclio do las última.' conferencias ipie trabajo.?, así como de ique este (.íohierno, .saliendo de su inacti­ ba tenido V, S. con S. 1:1, el Presidente, el señor Ministro de vidad, procuraba arroarso pronto i a cualquier i rel="nofollow">reeio. Ahora Relaciones Esteriores i otras pe-r.somis. l hien, si consigue, como espero, los buques que ha encargado i Resulta de aquélla qne la República Arjentin.a ha ordenado si, como es de .supomu' p(.ir lo.s anlecedentos (que conocemos, la compra do do.s blindados snperiore,? a los c.hi!en.os, aprarte Chiie no acepta laa últimas base.? de arreglo propue.?tas, habrá dcl San Martin, (¡ue está en construcción; que las órdenes llegado el momento de influir por medio de ia pron,?a i de trasmitidas con t?d objeto .son apremiantes, i que, una vezcoiicuanto? resortes puedan t.ocarse para procurar un rompimiento sogniiios ios blindados, aquel üobiorno se ocupará detenida­ inmediato, i pa.ta esto necesito contar con los recur.sos sufi­ mente de la situación (jue la gncrr.i tíel Pacífico ha creado. ciente.?. Ignoro la po.?ibilidad de obtener aquellos elementos, li.'tos i .Aparte de e.'to, tengo qne cubrir rnensualmcntc los compro­ en las condioioncs re'"|neridn.s. Su construcción demanda ticnnmisos contraídos i me seria ca:?i imposible liacerlo en el próxi­ po; de suerte qne mui bien pudiera acontecer ( ue la República mo Diciembre. Eu cí'ccto, la única persona a quien podia diriArjentina recibiera los blindados después do tevmiiiad.a la jirrae eu soücirnd de fondo,?, es nuestro Cónsul el señor gncrra (Rl Pacífico i cuando seria (.arde pura contar con la efi­ Guampo Eaniane.?, que haciendo patrióticos esfuerzo.? me facilitó caz ayuda de los ali.'ido,'. .En tal cano, Chile veria realizados, sin 3,;')00 pesos; pero no tiene ya de dónde procurarme masrecurduda, sn.? plañe.' i entraría a la luol¡a en condicione,' muclio ,?.').? i hai que re.'tituir esa cantidad en los dos próximos mese.?. mas ikvnrahles rjue iioi. Además, señor Ministro, lie tenido qne vender con gran pérdi­ Debe V. 3. llamar sériamente la, atención de aquel OobieiTiO hácia este punto, que considero de gravedad, e. insistir cn las da, alguna.? alhajas fie familia, i dc.'graciadainente lo poco quo ob.'ervaciones qne ántes be hecho sobre el particular, dando queda de ella?, solo bastará para cubrir lo? gastos de fin del cuenta a e.ste despacho, a la brevedad po.?iblc, del resultado de presente mes. Tal es la situación, señor Ministro, Grande.? ventajas que sns oonferericias. pava nae.'tra ratria pueden conscguir.se disponiendo oportuna­ Dios guarde a V. S. mente de fom; os uece,'arios, i salvado el decoro de los empleados P ed ro J . C a l d e r ó n . de la Le.gaoion que es e! del país, acudiéndolcs con los sueldos Al .ssr.cr (ion Anib?.l V. la'"arre. Minirtvo ricniiiotenciucio.áal Pernea la.v qne ic,? corre.'poi]den, cn la forma establecida por la lei, V. S. Kíiiúbllcas (k-¡ ru.la. sabe bien qne yo haré toda clase de .sacrificios para sostener decoro,sauieute el ¡niesco; poro vendido que sea cuanto tengo de algún valor, siempre con las {irecauciones necesarias para uo dejar sospecliar la situación ■angustiosa en que me encuentro, llegará luego el momento do agotar.se toda fuente de recursos, AvR'ii í e i i e r c o n o d i n í c j í t o d e lii r i i t i f t e n c i o a d e i T r a f a d o i os por esta razón que con rauclia repugnancia he tenido quo d e i ü r / .c o n E ,?i)aáa. ocuparme de un asunto tan ingrato {».ara mí. En otras ocasiones me lie tomado la libertíud de indicar que XCÍM. 240,— LEii.ACIOS DEL l'BKÚ EN LAS RRVÍÍELI0.4S D.EL PLATA. podria conseguirse en jjima una ¡írdeu de Raies Stolces, para liuenos Aires, Noviembre 19 de 1879. sn casa en c.?ta cindad, a íin de que me acudiera con los recur­ sos 'pie necesito. En Lima podria verificarse el pago paulatina­ Señor Mini,?tro; Por ia estimable nota de V. S., número í !4, i la circular im­ mente, mediante cualquier fa've.gío, i salvarse de este modo la presa do 8 ds Uctubre, me ha sido mui grato saber que el situación. Debo advertir a V. S., que casi al recibir la respuesta a esta Tratado de ami.?tad celebrado con E,s raña ha sido ratificado por .S, E. el Vi ce-Presiden te, previa a aprobracioii unánime nota, piie.? solo ,sa!e del Callao un vapor cn cada mes, es decir, d ló de Febrero, nue empezará a correr un nuevo semestre, i del Congreso. Debo también felicitar a V. S. por lo,? términos de ese Fado, ruego a V. S. que la firdcu a la casa de Rat&s Srokes, lo com­ cn ei que con verdadero acierto i priívisíon, no .?q ha lioclio prenda, pue,? de los primeros fondos qne reciba tengo que ha­ inenciüíi de! rMonocimiento chr nuestra iiule)icnflenci;i. i tam­ cer el ))agü de todo lo .adendnd¡). Esperando que V. 3. se digne pre,?tar su atención a lo que poco de la deuda esjrañola, que, como V. S. dice, jairul? el dejo espuesto, me es grato repetime de V. S. ve.'petnoso .ser­ e! Perú aceptó, ni luuclio méno.? puede aceptar hoi. Dcs.Ie que ilegné a esta ciudad, ho recibido grandes mue.?- vidor, A, V. DE LA T o rre , tras de delorencia de irarle de lo:? repre,sentantes de España, i la colonia de ese paí.? ha seguido con todo i□tere.? las peufi- Al sen,IV Ivliniíitro Se Itelac-ioiics Estcrioves Sel Perú. pecias de iii gnmra a que no,? iia aTra,?trado Chile, de manera ({lie, correspondiendo a tales manifestaciones, me ha .sido fácil hasta lioi i podré .llonar en adelante lo,? deseo.? doi Gobierno de fomentar i e5trei.'hat la amistad que nos une con los .ajentes Cüittura en V alparaíso dcl ten icn íe Delgado. i súbditos de S. M. cl Rol don Alfonso X il. Dios guarde a V. S.. señor Ministro. NÚM, 252.—LEfí.VaON DEL PERÚ EK LAS EEPÚBLIGAS DEL PLATA, A, V. DE LA T orre. Buenos Aires, Diciembre 17 de 1879. A. V. DE LA T o rre ,

V-

V t' \ T' r V

r r r' r

i-

KUh-

CLXílL,

luí

GLXÍY.



I 't

I w I I C,. I 'w .I

■w

c .o c c c c o o c X Q 4 Q

CLXY.

.41 serioi- Ministro de Eckciouea Esteriores J.-.i Perú.

Señor Ministro: Teniendo présentela advertencia de V. S., de que iiiiigim

GUERRA DEL PACÍFICO. empleado de esta Legación pasara al Perú por aguas chilenas, hice al teniente].® déla armada nacional, don Manuel 0. Delgado, repetidas observaciones que él creia no deber seguir, por cuanto me afirmaba (jue viajando disfrazado como lo habia hecho i con precauciones, no abrigaba el menor temor de ser aprehendido. Fué, pues, para mí mui desagradable que no siguiera mis indicaciones, i aun mas, la noticia de haber sido tomado como espía en Valparaiso. No espero que peruauo al­ guno se arriesgue a viajar loi por la co.sta chilena; i tendré eu todo caso presente las instrucciones que .sobre cl p.irticn!ar se sirve V. S. comunicarme en su estimable oficio número 120. La cantidad gastada en cl espresado teniente 1, ° Delgado, durante su residencia ou Montevideo i aquí i viaje de regreso, fué de 159 pesos 21 centavos oro, que, reducidos a nuestra moneda, son 210 soles 16 centavos plata. Dios guardo a V. S., sefior Ministro. A. V. DK L.A Tokrk. Al aefior Ministro de Eclacioiies Esteriores dcl Perú.

CLXVÍ. Rennucia las m isiones auc (leseiu p eñ a.-Iu stn iecio iics al M inistro P lciiitcu ciario livaristo (loiuez Sánchez. HÚM. 6.— LEGACION DEL PERÚ EN L,\S REPÚBLICAS DEL PLATA.

Buenos Enero S de 1880. Señor Ministro: Ayer se hau recibido telegramas de Oliíle trascribiendo el decreto por el que S. B. el señor don Nicolás de Piérola. asu­ me el mando de la República, con el título de Jefe Supremo i facultades omnímodas. Tanto en ese documento, como en otros telegramas, se asegura que el ejército del Sur, ¡a escuadra i todas las poblaciones unid,as a Lima por el telégrafo, escu­ chando solo la voz del patriotismo, han reconocido el nuevo órden de cosas i de consiguiente la autoridad de 8. E. el Jefe Supremo. Aunque comprendo que el deber de todo ciudadano del Perú, en los momentos que el país atraviesa, ocupado como se halla parte del territorio por el enemigo, es continuar prestando sus servicios en el puesto en que se encuentra, considero del tnin, cualesquiera quo sean mis circunstancia.? personales, renunciar como renuncio, la,? misiones qne me fueron confiadas, a fin de que el Supremo Gobierno acuerde lo que considere mas con­ veniente a los intere.?es del país, eu las difíciles circunstancias en que se encuentra. Con la conciencia de haber hecho cuanto es posible en ser­ vicio de mi patria, i rogando a V. S. se digne elevar esta nota al conocimiento de S, E. el Jefe Supremo de la República, me 03 honroso ofrecer a V. S. mis respetuosas consideraciones. A. V, DE LA T o r r e , Al Bollor .Ministro de Relaciones Esteriores dcl Perú.

3. Si la alianza pública sufriese objeciones de parte del Gobierno arjentino, propondrá que se celebre en secreto, mién­ tras se completan os preparativos bélicos que sa están ha­ ciendo en aquella R.epública, i si ni aun esto no se aceptase, trataría de obtener al méno.? la promesa formal de ajustar la referida alianza una vez que los mencionados preparativos se hallen terminados. 4, En lodo evento, no omitirá solicitud ni esfuerzo alguno pava obtener en venta de dicha República, o por su intermedio o bajo su nombre, todo jénero de elementos de guerra, i principaimente de buques de poder bastante para readquirir nues­ tra supremacia marítima en el Pacífico. ó. ~ Dará atención preferente a la mejor i mas cspeJita manera de proveer a nuestro actual ejército del Sur i a los demaa que deben ir a reforzarle para conseguir la reivindica­ ción del territorio ocupado lioipor Chile i del que, en adelanto, pudiera ocupar; teniendo eu mira que el departamento de Puno o el interior del de Tacora ha de ser el foco de las indi­ cadas provisiones i la ba.?e principal de nuestras operaciones para e fin indicado. fi. Se dedicará igualmente a procurar cl e.?tablecimiento dc una línea telegráfica terrestre, destinada a unir la estación de Tnpiza con Puno, para lo que ,?e esforzará en obtener todas ks facilidades que a efecto pueda prestar el Gobierno ante ' el cual v.a acreditado, solicitando para la ejecución de la obra a la empresa, particular que mas garantías ofrezca, i que puede mui bien ser la que realiza hoi ei telégrafo entre Tupiza i Bue­ nos Aires, 7. " Queda autorizado para celebrar ad re/ex-endtm los con­ tratos que este importante objeto demande, de suerte que la adquisición i traslación a su destino de ks dichas provi,sioiie9 sea tan .segura, regular i ordenada, que nada deje (jue de.sear a quien debe contar con ellas como condición indispensable para hacer la guerra, sin mas preocup,ación t¡ne la de dirijir rápidamente i con acierto las operaciones militares. 8. A fin de popularizar i hacer mas simpática la causa del Peni eu ks repúblicas del Plata, podrá nombrar cónsules jenerales, cóu.siile.? i vicc-cón,?ules ad honorem m toílas o cual­ quiera de ellas, (iaiido cuenta al Gobieruo i espidiendo al efecto patentes provisionales. 9. Encarecerá a nue.?tro Representante en el Brasil la ne­ cesidad de in.sistir, ahora mas que nunca, en el manteuimieuto i de la neutralidad del Imperio, aun en el caso de que la Repú­ j blica Arjentina tome parto por el Perú i Bolivia en sU actual i contienda con Gliile. El espíritu de las presentes instrucciones es que se adquiera en la mayor medida posible la cooperación política i social de la República Arjentina, siu omitir medio ni sacrificio alguno, con tal de que dicha cooperación sea positiva i eficaz; i que se proceda en este gran asunto siu tregua i con cuanta rapidez lo con.?ierita la misma naturaleza de las cosa?. La Legación comunicará con el Gobierno por la via de Pa­ namá (Europa) solo en caso de imprescindible urjencia, usando de cifra siempre que la prudencia así lo acon.seje. Lima, Enero 21 dc 1880. P ed ro J

Lima, Febrero 26 de 1880.—Estando reemplazado el ofi­ ciante, arcliíve.se la pre.sente renuncia.

o sé

Ca l d e r ó n .

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

Ca l d e r ó n .

Lim a, Febrero 17 de 1880, Señor: INSTRUCCIONES AL MINISTRO DEL PERÚ EN LAS REPÚ­ El antecesor de V. 3., en nota reservada de 3 de Diciembre BLICAS DEL PLATA. último, número 246, ha comunicado a este de-spacho, que eso Gobierno babia reunido en el Ministerio de Relaciones Esterio­ SECRETARÍA DE RELACIONES I CULTO. res a varios ciudadanos prestijiaso.?, con el objeto do discutir L istrucciones a que se sujetará, eu el desem peño d e sw m isión la actitud (jue correspomleria tomar a la República Arjentina, e l E nviado E straordinario i M inistro P len ipoten ciario de en vista de la manifiesta jiretension qne abriga Chile de apo­ la R epública en Buenos A ires, doctor don E varisto Gómez derarse definitivamente dcl departamento de Tarapaci Eu la discusión, en la cual se emitieron diversas opiniones, Sánchez. parece que no se llegó a un acuerdo definitivo sobre el parti­ 1. “ Lo primero que .se e.?forzará en conseguir es la alianzacular, rcvelándo.se desde luego la timidez con que se mira todo de la República Arjentina en la actual guerra que Bolivia i el lo que ,?e relaciona con la guerra del Pacífico, en la parto que Perú sostienen contra Chile. pueda oponerse a la política de Chile, El asunto a ( ue aludo es de suma importancia, i V. S, uo K. e,?to intento ofrecerá a dicha República el decidido apoyo del Perú en las cuestione,? de límite.? que aquélla debate debe perderlo de vista, fomentando el proyecto de formular cou Chile, i aun jestioiiará cerca de Bolivia la ce?irm a la una protesta contra aquella política, rechazando francamente República Arjentina, por el lado del desierto de Atacama, de las doctrinas i pretensiones de Chile, atentatorias del derecho la parte del territorio que el Jeneral Melgarejo cedió a Chile de jentes, como son la reivindicación i el derecho de -conquista. Con solo una declaración que haga ese Gobierno, de que no por el Pacto de límites de 1866.

DOCUMENTOS INÉDITOS. reconoce ni acepta esas doctrinas i de que no permitirá que se apliquen en Auiéricii,, la República Arjentina habrá cumplido con su debar i habrá rc.?guardado sus propios intereses, V. S., instruyéndose de los documentos que existen en esa Legación, debe continuar las jestiones del señor de la Tone sobre esto.? puntos, empleando, para el efecto, toda la sagacidad i prndenc» que son necesarias para el éxito en asuntos de tanta gravedad. Dios guarde a V. S. P eu r o J

osé

C á l d e iío n ,

Al scftor EoviaJo Kstraordinnria i Ministro Pleaiijotenci.irio de! Perú cu las Repiiblicas de! Plata.

CLXYIl. Eí Sliuisfro Gómez Sánchez prouone n na ern/juhi arjentina i pide facultad i medios para realizarla. NÚM 1.— LEG.ACION DSL PElilí SN LAS REi’ÚBLlÚAS DSL PLATA.

(Reserv.ada.)

to

ta ­

to:

ta-; C ‘

Cl W-

Alonki'ideo, Julio 7 de ISHO. Señor Ministro; A mi llegada a Bueno.? Aire,? se me ofrecieron varios oficia­ les del ejército de la República Arjentina para tomar jiarte eu la guerra, que sostienen los aliados contra Chile, iiianifestáiidome algunos de ellos el temor de verse envueltos nn ia lucha civil que ya amenazaba a ,?u paí.? i su deseo de .sacrificarse en aquella contienda de carácter americano, mas bien que en ésta, de índole fratricida. El no tener instrucciones ni facultiid pava aceptar esos .ser­ vicios, paralizaron mi acción, i me limité a dar la.? gracias a ios que cou tan buena voluntad los ofrcciai!, manifestándoles que daría de eiio cuenta a mi Gobierno. Meditando hoi sobre la situación eu que el término de las cuestioner? de los gobiernos nacional i de íiucuos Aire?, deja a muchos de los servidores militares de é.?te, entre los cuales .?e encuentran algunos jefes de reputación, me ha parecido que no seria impo.sibíe, i ántes bien seria útil a nuestra cansa i a la pacificación completa de los arjentino.?, promovor una cruzada de estos, que podrian mui bien constituir un verdadero ejército, atendida el entusiasmo por la causa perú-boliviana, la condición desairada en que aquellos servidores de Buenos Aires bau que­ dado, i los nuruerü,3o.? elementos de guerra que existen en las dema.? provincias. Pienso proponer la idea, por separado, tanto al Gobierno nacional como a los jefes aludidos, jn-esentándola, al primero, como asunto de Ínteres para él i a lo;? segundos, como empresano méno.? provecliosa que de gloria para los cuc la emprendan, bien entendido que todo ello lo haré con la rebida cautela. Al comunicar a V. S. tal propósito, deseo saber si merece la aprobación del Supremo Gobierno, i, caso de qne la mereciese, si estaría dispuesto éste a hacer los gastos que ocasiona.?e la espediciou de tales fueiv.as arjentina?, por territorio de Boüvia, al logar del Perú que aquél deiemiinase. Esto no obstante, procuraré que e! Gobierno arjentino pro­ porcione armas, i, si posible fuere, sufrague parte de aquellos ga;?tn?. En caso de negativa suya a prestar tales servicio?, me injeniaré para comprar aquélla.?, jir.ando su ira mrto sobro Paris o Lima, si es que cl Supremo Gobierno no pudiese poner desde luego a la órden de esta Legación los necesarios fondos. Dios guarde a V. S. muchos años. E



q

G omrz S anchkz .

Al seBor Miuistro da Roiacionos Estsrioros del Perú.

CLXYIlí.

to

C ' a1

va rist o

Propone annur en corso alguno.? buques [tara pcrse g ü ir a lasuavc.s cargada.? de salitre o guano. NÚM. 13,— LEGACION DEL PERÚ EN LAS RlirÚliLlCAS DEL l'L.ATA.

(Reservada.)

€ C

'Montevideo, Agosto 19 de ISSO. Señor Seci-elario; Por las circulares de V. S., de 12 de Mayo i 3 de Junio del Tomo iv .— 12

presente .año, he tomado conoeiuiiento de ios buque? que, car­ gados de .salitre defraudado por el Gobierno de Chi e al del' iVú, han salido del Litoral de Tarapacá, oun desLino a diver­ sos puertos de Inglaterra i dc los Estados IJiiidosde NorieAimírica. Podria limitarme al acuse de recibo de dichas comuiiicacinnes, pues qne no es probable que la.? anteriores circulares dc su refercucia produzcan efecto alguno en las repúblicas del Plata, a cuyos puertos, salvo arribarla forzosa, no llegarán bii'T'ms cavg.ados de .salitre i guano, sustraídos por los ájente.? del ú mierno chileuo. Otra e.? i ?et'á, siu embargo, mi couducta eu el presente asun­ to, como en todos los que se relieran -o en el Cabo de lierno i en otros punto.? marítimos, .a las naves que cargadas de salitre o guano sustraidos, se dirijan a diversos lugares del globo. Ello seria Lauto mas acedero, cuanto (pte mi colega, el Plenipotenciario de Bolivia en Bueno? Aires, tiene facultades ámplias de su (•íobierno ijarii. conceder patcutes de corso. I A fm de utilizar mis servicios en tan imporLaule asunto, cl Gobierno del Perú podria dar un decreto, haciendo ofertas ten­ tadoras a los que armasen sus buques eu corso, con las paten­ tes bolivianas, para eapl.ur.ar las embaroacione,? rp.ie hiciesen el reprobado tráfico de que .se encargan los decretos de 15 de Mar­ zo d(z! corriente año, espedidos por nuestra Secretaría do Ha­ cienda, i que se me coiminicase dicho decreto, a la mayor bre­ vedad posible, autorizándome, ámpliameiite, par.a entomlermc con los dueños de las naves, i baceiie.?, si nece.sario fuese, aun mayores ofertas. Pne.?to que el Gobierno de! Perú uo cuenta con fuerza suficievite p;ava perseguir i ciníissar las naves qne coaducen üegalniente nuestra riqueza robada por el enemigo, se liace indi?pen,s.ab!e recurrir, de.sde luego, al espediente que dejo indicado, u a otro mejor quo ocurra al Supremo Gobierno. Dio.? guarde a V. S, mucho.? año.?. E

va risto

G ómez S á n c h e z .

A! seítor .Secrotiicio du .E-ilado c¡i cl d.»p.-xl(u dc Rslii;i<me.s Esteriores.

Liuia, Octubre 22 de Ifiüú.—Trascribiese a la Secretaría de Hacienda para (jiie se sirv-a toniarlo ea consideración, acor­ dando la resolución conveniente; i dígase en respne.sta. Ca l d e r ó n .

GLXIX. Ifa cucntu del eslad o dc la República Oriental i del im portante resultado de sn i»i.sion en ella, obtenien­ do el (leeidido apoyo de la i>rcn.s;i i del Gobierno dcl ?huigiiai. NÚM. Ifi.— LEGACION DEL PERÚ EN LA.? REPÚBLIC.aS DEL PL.ATA.

(Reservada.) Monkvideo, 28 de ISSO, Señor Secretario: He seguido cstadia.u
90

GTJEREA DEL PACÍFICO. I

próxima invasión; i aunque se me ban hecho dos revelaciones misión i que en todo tiempo procedería ea sentido favorable a sobre compra de armas para dicho caudillo i lia llegado a mi la causa de los aliado,?. noticia otra qne se hizo ai Ministro de la Guerra respecto del 1 hoi mismo un diputado por Montevideo, íntimo amigo del mismo asunto, pienso qne todo ello no pasa de lialjüllas, o de Minisíro de la Guerra, ha tenido conmigo, una larga con­ adquisiciones en previsión de emerjcncias posibles. Lo induda­ versación, en la cual, despnes de referirme algunas p,aiabras ble es qne en el momento presente nadie se ccujia, ni en pú­ mui halagüeñas par,a mí, pronituciadas por ci corouel Santo,?, blico i:i en privado, de La Torre, que et Gobierno p.arece no me aseguró que éste .?e mo.nif0.?taba resucito a .ayudarme cu el temerle, piie.sto que lo ha hecho llamar ¡mr edictos, i por no cimiplimíento de mi mi.sion, principalmente en lo relativo .a haber comparecido ha borrado sn nombre del escalafón del dar facilid.ades para ia estraccion de elementos bélicos, c-a,?o de ejército, eu el qne figuraba como coronel. ■qne me lo.? procunaseyo aquí. Estos Sintonías, unidos a los actos de! Gobierno para ganar Por lo espuesto, se persuadirá V. S. de que se han aprovecha­ popularidad i a la actitud de los partidos, que comienzan a salir do bien por la Legación los dos meses e,soases qué lia perma­ de la abstención en qno se habian encei'rndo, i se lanzan ya « la necido en la capital de e:?ta República-, cuya importancia- es arena electora!, reconociendo como base tle sus trabajos lo que tanta en mi opinión, qne me causa pena tener que .separarme ellos dieron er¡ llamar la legalidad convencionai del actual Go­ . ds ella sin haber e.'plotado ma.?, por falta de recursos pebierno; Lodo ello roiuiido, me persniule do que el órden público cuni.arios, tan riqm',?ima veia. Si contara con ellos, podría hacer, está a ¡mnto de .afirmarse i que en ello entra por mucho la buen,a de momento, una- espléndida remesa de .arma?, i conseguir, organización i disciplina que ha dado al ejército el coronel San­ qnieii sabe, cnanto mas. to.', quien, sea diclm de paso, no ea simplemente uu Ministro de Dios guarde a V. S. muchos años. Güera, .sino udeniiás lui caudillo inilitau pvestijioso con inñnencia positiva en el gabinete i par.a con e! Presidente, del cual os conE va rist o G ómez S á n c h e z . sideiado como sn mas firme apoyo. Paso ahora a ocuparme del fruto de mis trabajos sobre la Al seiltir Secretario de Estado ca el despacho de Relacioaes Esteriores. Opinión pública.

_ La prensa, que le sirve de órgano, cuenta aquí con 12 dia­ rios, fuera de otr.as publicaciones periódicas o eventuales, i ni lino solo se ocuiiaba de la guerra del Pacífico a mi llegada a esta capital, i, si alguno de ellos hablaba de no.?otros, al comu­ nicar someramente la.s noticias de la guerra que le trasmitía el telégrafo o el perindi,s;no enemigo, er.a para deuo.star a los alia­ dos, o para sembrar el desaliento en Las personas que simpati­ zan con ésto,s, Pues bien: no:? hemos ya atraidn, por entero, ,a los dirc-ctores i redacíore.s de cinco diario.?, los cuales, sin sub­ vención ni p.aga alguna, no sulo inserían en sus columnas cuan­ to,? artículos i dntn? !cs envi.a frecuentemente la Legación, sino qne defienden nuestra cansa en editoriales entusiastas i mani­ fiestan en sus crónicas i demas seccione.? ia mayor simpatía por el Perú i su Represen tanto cn e! Plata, contribuyendo a aumen­ tar por este medro el número de nuestros adeptos.

Lima, Octubre 22 de 1880.—Acúsese recibo, felicitando al oficiante por los abundantes frutos que ha cosechado en pró de la Alianza, dnraiit-e su permanencia en Montevideo. Ca ld ero s.

KÚM. 2G.— LIíQ-ACIOil DEL PERÚ EN LAS REPÓP.LICAS DEL t-’L.ATA.

M')7ikvideo, Setiembre 1. ® de 18S0.

Sefior Secretario: zlnimado de! deseo de completar mi obr.a de prepar.acion on esta República, de cuyos adelantos di a V. S. cuenta en el ' correo anterior, resolví—a pesar de la limitación de mis recur­ La_ sociedad de Montevideo, representada por sus familia.? principales e intiuyeiiies, lia sido tamljiffii objeto de mi.? traba­ sos, dar lili biiiiqnete para contribuir a solemnizar cl auiveisario jos, i por cierto que no es menos abundante, relativamente, la do la iudopcmkncia del Uruguai. Ei periódico iuc-lnso, en el artículo que lleva por encabeza­ cosecha que éstos me han preciiraJo en tan vasto como fecun­ do terreno. Las atenciones i los obsequios que la Legación lia miento Acoukcmicnio Fclí/.ico, i lo.? demas di.arios que re­ recibido, alguno:? do los oiia.ie,? .?e reji-stran en los diarios, .son mito ou pa,quete .separado, darán a V. S. calial idea de lo que fué el banquete de! 20 de Agosto i de ios proficuos resultados la mejor prueba de aquel acertó. Por último, el Gobierno mismo comienza a dar claras mues- que él ha producido, no solo eu pró de nuestra influencia eu tr.a.? do que se interesa por nuestra causa. Aparte de lo,? iiici- este paí.?, sino en favor de la paz de los uruguayo.?, deiito.? de que doi cuenta a V. S., cn mis oomimicaeiones .sobre i A todos los habitantes de esta ciudad, as) estranjeros como la conversación que alimenté con el Presidente en la .audiencia nac-ionaies, les ha sorprendido la posic-ion que he alcanzado cn privada en que le entregué la carta de gabinete del Excmo. el breve tiempo de mi pcrmaiiciicia en ella, i, lo declaro con Jefe Supremo, i respecto de k? conierciicias que tuve con cl franquez.a, ¡a abinulancia. de la. mies ha escedido las esperanzas Ministro de Relaciones Esteriores relativa? ai Charrúa, tengo del cultivador. algo mui importaute, quo deauicstra. que no se ha liecho eu Aí despedirme de esta tierra para volver a Buenos Aires, vano la l.abor do que oie ocupé arriba. ! dejo tras mí una .?ociod.ad toda ella amiga del Perú, una preii-, E! espre.=ado Miui.stio, en una entrevista qne con él tuve I ?a decidida unánimemente a defender su? derechos, i nn Gohace dos dias, lleg'i a decirme: que está resuelto, ¡or su p.arto, i bienio di.spuesto a secundarnos en la obra de reparación que a que el Gobierno Grlencal haga oir su vezante a canoiliería perseguimo.s al sostener la guerra que nos hace Chile; i, lo que de Ghile, por medio da una deciaraciou de princi¡iios,. que con­ es mas asombroso, ese Gobierno, esa prensa, i esa .sociedad, dene implícitaiuenio hi conducta de nne.?trn enemigo, ni cual creen que léjos de deberlos yo gratitud, me i.a deben por la juzga quo debe pmiérscic cn ia necesidad de esplicar sn.? pro- obra de unión i concordia de los partidos, realizada eu dia i jósitüs en órden al territorio jicrnano ■ , boliviano que ocupa acto .solomnírimo.? a la sombra del pabellón de mi patria. lélicameute. No ob.'taiite que el señor Ministro llegó .a esta Dio:? guardo a V. S. muchos años. esjiansioii, estrechado por los.o.argos que a todas las repúblicas americanas i e5peci.ahrio:ite a sns gobiernos hice en la confe­ E varlsto G c m ez S á n c h e z . rencia, _me pareció oportuno felicitar a S, E. por tan noble, re,solución, ponderándole Ja gloria que resullaria para este país Al seSor Scorclario do Eslado en el despacho de Relaciones Eateriores, de un p.aso tan .americano. S. E. quedó tan .?ati.«fecho como yo, que me despedí de éi recibiendo .su promesa de provocar el asunto en nn Consejo de gabinete, Lima, Octubre 22 de 1880.—Acúsese recibo, aprobándose Al separarme del señor Ministro de Relaeiones Esteriores la conducta del oficiante con el elojio que merece, pasé donde el de Guerra, al cual he cultivado mucho, logrando Ca l d e r ó n , inspirarle confianza. Sin referirme a la convers.acion que tuvo cou sn colega, lo preparé para toda eventualidad, i como yo le dijese durante nne.?tra plática que deseaba qne, par.a ahora i para de.?pues, fuese en el Gobierno la palabra i el brazo fuerte del Perú en todos lo.? asunto? que a'é.?te pudie-scn importarle, S, S., en términos mui efusivo.?, rne cont3,stó que aceptaba- la

93

J)OCUMENTOS INÉDITOS. ■i

I

. I

•-I

'"1 to

.•

I

c c c

;q .

c

I

c

1c

i caérjicameTite contra todo bdijeraníe, que siendo advertido esa neutralidad esplícita i terminantemente se declara, he creí-, e intimado no desista de la neutralidad del 'Imperio; ordenan­ do de mi deber comunicar a V, S., estensamente, todas las di­ do a las ibrtalezas i a los baques de guerra que bagan fuego chas disposiciones a fin de que tenga el Gobierno exacto cono­ sobre el belijerante que acomeciesc a nn enemigo en nuestro cimiento dc las obligaciones que el Gobierno imperial se ha territorio, i sobre el buque armado qne se. dispu-sie.se a salir impuesto en su condición de ne:itral, i de las regla.? que ha ántes de trascurrir el tiempo sefmlado despue,s de la salida dcl prescrito a los buques beiijerantes que toquen en sn.? puertos en mérito de esa neutralidad. belijerante contrario,” 4. Circular de 27 de Agosto do 1S70, e.spedida con ocasión No juzgo inconveniente dar publicidad a e-ste oficio, pue.? su de la guerra declarada por S. M. cl Emperador de los franccse.? cmiocimiento permitiría conocer a lo.? buques nacionales, así a iS. M. cl Rei de Prusia, en ba. que se declara, (lUC como el de gnerra como mercantes, que pudieran arribar a estas costas, Gobierno de! Brasil se adhirió a los principios establecidos ])or tanto las garantías que el Gobierno im rerial les concedo, como cl Oongre.so de Paris, en su declaración de 16 dc Abril de los debere.? a que los sujeta en guarda c e su neutralidad. V. S., 1.856, en la que fueron parte así la Francia como la Prusia, se eu su superior discernimiento, re.solverá lo que estime ma? observaran escrupulosamente los principios establecidos por conveniente. Entretanto, creyendo por mi parte haber cumpli­ dicho Congre,so, que al intento se mencion.aii i son bien cono­ do uu deber al elevar a su conocimiento lo que precede, cum­ cidos de V. S., i se refiere para la observancia dc la mas estricta plo aliora el gratísimo de reiterarme, con el debido respeto, neutralidad por parte dcl Imperio, a las circulares .de 1, ® de de V. S., señor Ministro, luui atente obediente scrvidoi'. Agosto de 1861 i 23 de Junio de 1863, que llevo mencionadas; agregándose por nueva circular, espedida en M de Octubre del mismo año de 1870, a las reglas e,s'tableoitdas por la.s anteriores, las siguientes; ” .l. Los bitqnes dc los beiijerantes tomarán combustible en los puertos del Imperio, Tínicamente para la contiüuacion de su viaje, siendo prohibida la provisión de car­ bón a los buques quo recorren los mares vecinos al Brasil para apresar embarcaciones dcl enemigo o practiíar cualquier jénero de ho.stilidades; i no pudiendo ser nuevamente provisto de combustible, nn buque que ya lo hubiese sido, sino despnes de trascurrido un plazo razonable, que luiga creer que ese liuque regre.5Ó después de concluido su viaje a uu puerto esiraujem; 2. Es prohibido anuueiar por telégrofe ia partida o la pi'óxima llegada de cualquier buque, mercante o de guerra, de loa beiijeratites, o d.arlc cuales'iniera órdenes, in.strnccione.s o avi­ so.? teudeiitos a perjudicar a! enemigo;” i creyendo él Gobier­ no imperial necesario en el curso de ¡a guerra iranco-prnsiaua, reglamentar lo dispuesto en el artículo 5, ® de la circular de 23 de Junio de 1863, quo ántes he nnencionado, espidió una nueva circular cou fecha de 2'J de Octubre do 1870, en que dispone—que durante la guerra entre Francia i Prusia, se ob­ serven las disposiciones siguientes: ” 1. Los buques mercantes de nno de los dos belijer,antes, que quisieren salir del piiei'to, deberáiT dai'avisó por escrito, con 24 horas de anticipación, al Coinandanle de la Estación Naval, del dia i la hora en qne deban zarpar, cu cuyo aviso se declarará si son de vela o de vapor; ¿A ' El Comandante de la Estación Naval, si no ha sido avisado de la s.alida de algiin buque de guerra de otro belijerante, mandará intimar a los re.?pectivos comandantes, que no pueden dejar el puerto, sino de.spues de trascurrido ei tiempo fijado en la condición o. , dando adcmá.s de eso, los respectivos avisos a las fortalezas i embarcaciones de rejisti'o; 3, Los dichos buques mercante? nn deberán zai'par sin tener respuesta por escrito, declarando que están tomada.? las provi­ dencias debidas, i que pueden, por tanto, retirarse, i esta res­ puesta- les será dada con toda brevedad; 4. “ En lo.? logare.? donde no hubiese Comandante de Estación Naval, el aviso dé­ los buijues mercantes será dirijido al Capitán del puerto, i a falta do éste al Comandante de la foi'ta cza de rejústro, i no habiendo fortaleza, a cnalqnier buque de guerra bi'asilero que allí se halle, i, eu último caso, a la autoridad supeiior ele poli­ cía de la localidad; i el funcionario a quien se dii’ijie,?e el aviso, es competente para hacer la intimación a los buques de giTerra belijerante.?; 5. ^ Los buques de guerra de los beiijerantes, que no quieran tener impedida su salida )or la retirad.! sucesiva de las embarcaciones mercante?, o :c buque,? de guerra contrario.?, deberán comunicar con anticipacimí de 21 horas a los plazos antedicho.?; la pveteii.siou de su rctiradíi; i la priori­ dad de la salida será regulada por la dc la enti-ega del aviso; 6. ^ Además de lo que queda dispuesto, lo? buque.? de guerra no podrán dejar cl puerto, sin que primero eitircti la? embarca­ ciones mercantes c el otro belijerante, que estén en ban-a, o hayan sido anunciados por telégrafo o por los consignatarios, salvo si los respectivos com,andantes diesen su palabra de ho­ nor al Comandante do la Estación Naval, i a falta dc éste al funcionario competente, que no les liarán mal alguno, i si, además dc eso, no estuvieran impedidos de salir por otro motivo.” Como las disposiciones contenidas en todas las circulares que llevo mencionadas, son aplicables al caso de la neutralidad del Brasil en la guerra entre las repúblicas .aliadas i Chile, se­ gún la nueva circular de 27 de Mayo del corriente año, en que

J. A. DE L.AVALLE. Al señor Miáis li o de Estado eu el «espf.clio de Kelacienes Esiei-iores,

CLXXÍY. Tratado de paz cou España! acom paña copia dc las notas cambiada,s con cl ¡Hinistro P lenip otenciario de España eu el líra sil. NÚM. 36.— LEGACION DEL PEKÚ EN EL BRASIL.

Ii'ú) Janeiro, Sdiembre 30 ds 1S79. Señor Miiiislvo: Por ci diario L.? P o l í t i c a de Madrid tuve conocimiento de un telegrama dirijido de San Ildefonso el dia 14 de Agosto, ala? 10.5 P. M., por el Excmo. señor .Ministro de Estado al Excrao, señor Pi'esidetite del Consejo, comunicándolo que el embajador de S, M. en IV is le aminciaba por telegrama de ese dia que habia firmado el 'Tratado de paz con e! Perú, por lo cual felicitaba al Rei i a su Gubiemo, i por cartas particulare.s, fechadas eu Lima el 26 de aquel mes, fui informado de (|ue el 25 había anunciado V. S, al Congreso Nacional ese íiiusto acontecimiento. No cabiéndome, pues, duda de sn feliz realización, ni abri­ éndola tampoco, de que cl Tratado do 14 de Agosto merecerá a aprobación del Gobierno i del Congreso, suponiéndolo fnnflado en los principios mas elevado,? i jeuerosos, desde que sé que el uiigociadm- por parce de España lia sido el ilustre i ca­ balleresco marqués de Moüiis, me .apresuré a dirijir al Excmo. señor Enviado Eitraordinario i Ministro Plenipotenciario de S. M. C. en esta Curte, la carta oficial qne tengo la honra dc acompañar a V. S. en copia bajo el númei'o I, recibiendo del señor de Potestad la respuesta que igualmente acompaño a V. S. en copia bajo el número 2, juzgando que será a V. S. gra­ to ,su conocimiento. Permítame V, S, felicitar al Gobierno de S, E. el primer Vice-Presidente, i felicitar especial mente a V, S. por un acon­ tecimiento que espero sea provechosísimo i fecundo en bieues pai’a árabas partes, i que le ofrezca mis mas sinceros i fervien­ te.? votos por que la? relaciones entre la República i España, hoi por felicidad reanud.adas, ,?e.an tan estrañas i duraderas, corno son los lazos que la naturaleza i la liist'ori.a hau creado entre la Monarquía e.?pañola i la República del Perú; renovando a V. S, con tau plausible motivo la espresion del respeto i consi­ deración con que me es siempre grato reiterarme de V. S., se­ ñor Ministro, mui atento i obsecuente servidor. J, A.

DE L a v a l l e .

Al señor Mioistro de Estado cu e¡ desiiacíio Je Relaciones Estertores del Perá. — Lima.

COPIAS ANEXAS AL OFICIO NÚ-M,

36.

Núm. 1.—Legación del Perú, en si £)■«.?/.—Rio Janeii'o, Setiembre 29 de 1879.—Exorno, .señor;—Por las comunicacio­ nes qne el infrascrito Bnviailo E.?tr.aordinario i Ministro Pleni­ potenciario de la República del Perú cerca de S. M. el Empe­ rador del Brasil acaba de recibir, tanto del Perú como de los Estados Unidos de Norte-América, ha sido informado, no aun oficialmente pero sí de una maneta cierta, de que el 14 de

92

GUERRA DEL PACÍFICO.

del Iniperií), procurase verificar la condición del buque, ya en vista (le los papeles de a bordo, ya por actos notorios de corso que hubiese practicado; dilijeiicia que deberla ser encargada a los auditores de marina, en los lugares cn que los liubie.5C, o a lo.s reuspectivos juece.? de derecho o su.s su3titnto.s, adomle no hubiese auditores de marina, i si por las dilijencias se probase qne el buque era corsario, debería impedirse su armamento, o su aprovisionamiento, i inaiirlársele salir del puerto.” Agrega e! Exorno, señor Ministro, que “ aunque la entrada de corsarios en los puertos del Imperio, con las presas que con­ dujesen, quedaba e,spresanientc prohibida, como ella mdiese verificarse por aigmi caso de fuerza mayor, cumplía a Presi­ dente de la provincia hacerlo .salir inmediatamente del puerto;" i concluia por oivleiiar, que, en el caso de tenerse que hacer cualesquiera indagaciones, oquetomar.se cualesquiera medidas, se procediese, en cuanto tne.se po.sible, de acuerdo i con cono­ cimiento de los ajentes coiisulare.? de la Gran Bretaña i de Francia., o con el (le la Nación a que se dije.se que pcrtenecia el buque, ooiitia ol cual hubiese sospechas de que fuese corsa­ rio; pues procediendo a.s(, el Gobierno de S. M. mostraria la lealtad i buena fe con que de.soaba conciliar la rigorosa ejecu­ ción de las medidas que adoptase, con los medio.? de evitar dificultades i toda especie do mala intelijencia, con los gobier­ nos con quienes conservaba relaciones de amistad.” 2. Circular do 30 de Julio de 1859, espedida cou oca.sion de la guerra sobrevenida entre la Gonfederacion Arjentina i la provincia de Bueno.? Aires, eu la que .?e establecia quo, "la neutralidad del Brasil en e.sa contiemJa no tenia otros límites sino los que cspre.iaba)i lo.s hechos vijentes en relación con el Estado Oriental del Uruguai i los que imiñícitameute .se con­ tenían en el artículo 2. ® del Tratado de 7 de Marzo de ISóG, celebrado entre el Imperio i la llepública Arjentina, seguu los cu.ales principio.?, cuya mas estricta observancia se recomenda­ ba, los subdito.? bra.?iiero3 debian abstenerse de toda participa­ ción o ausilio en favor de cualquiera de los beiijcraute.?, recor­ dándose qne la e.sportacion de artículos de guerra de los puertos del imperio para los do Buenos Aire.? estaba absolutamenU prohibida, ya se pretendie.?e hacerla bajo la bandera brasilera, ya bajo la de otra Nación, i que ei mismo comercio de contraban­ do de guerra estaba vedado a lo.? buques bra.sileros que .?e destinasen a lo.? puertos de ia Confederación Arjentina,” Con ocasión de la misma guerra se espidió, en 12 de Octubre de 1S59, una nueva circular, cn la que el Excmo. Ministro de Negocios Estranjeros, qne lo era cnconccs el actual Presidente del Consejo don Juan Lino Viera Caii.sansí'lo de Sinimbú, hacia la importante deciaraciou que signe: “ Eí Gobierno imperial tiene conocimiento por nna nota qne le ha divijido la Legación Arjentina eu e.sta Corte, de que el Gobierno de Buenos Aires ha mandado comprar i armar en Inglaterra dos vapores, para ser empleados en ia guerra en que está empeñado con la Con­ federación Arjentina.—Si bien no puede el Gobierno imperial, eu el caso de salir aquellos vajjores de los puertos de la Gr.an Bretaña i de tocar eu los del imperio eu tránsito para Buenos Aires, mandar proceder a sn dctenoion, como fué solicitado por esa Legación, es conforme :i los principios de neutralidad que se ba impuesto el Gobierno imperial en esa guerra, impedir que reciban arnariunio, tripulación i, mas aun, que trasportm objetos bélicos para d puerto de Buenos A ires!’ 3.'* Circular de 1.® de Agosto de tílGl, espedida con ocasión d(>la guerra entre lo.? Estados Unidos de Norte-América i lo.? estados confederados de la mi.sma Nación, en la qne. después de e,?r.ablecer que aunque los estado.? confederado-? uo tenían una existencia reconocida, habiendo constituido defac­ to un Gobierno distinto, uo podia el Gobierno imperial consi ■ derar como actos de piraterías .sus armamentos navales, ni rehusarles, con las restricciones necesaria.?, el carácter de beli­ jerantes que habian asumido, se declaraba: “ 1. ® Que tos súbdi­ to.? brasileros debian abstenerse de toda participación i ausilio en favor de uno de los belijerantes, i no podían tomar parte on cualesquiera actos que pudieran ser con.siderados como hostiles a nna de las dos partes, i contrarios a los deberes de neutrali­ dad. 2. ® Que la esportacion de artículos' de guerra de los puertos del Imperio para los nuevos e.?tados confederados, quedaba ab.solutameiite prohibida, ya se pretendiese hacerla bajo bandera fara.silera, ya bajo la de otra Nación. 3. ® Que el mismo comercio de contrabando de guerrra quedaba prohibido a los buques brasileros, aunque se destinasen a ¡os puertos su­ jetos al Gobierno de la Union norte-americana. 4, ® Que nin­ ! gún buque con bandera de uno de los belijerantes, que estu­ i

viese ya empleado en esa guerra, o que a- ella se destinase, podria ser aprovisionádo, equipado o armado eu los puertos del Imperio, no comprendiéndose en esa prohibición el abas­ tecimiento de víveres i provisiones navales indi.spensablc.? pa­ ra continuar su viaje. 5. ® Que no era permitido a buque al­ guno de guerra o corsario, entrar o permanecer con presas en lo.? puertos i bídiías del Imperio mas do 24 lioras, salvo c.aso de arribada forzada, i por ningún motivo les seria permitido dis­ poner de las mismas presas o de los objetos de ellas prove­ nientes.” Con el objeto de dar ma.? desarrollo a la citada circular do 1, ® de Ago.?r.o de 1861, que establecia los principios reguladore.? de lá neutralidad que cl Gobierno imperial resolvió asu­ mir eu presencia de la guerra de lo,? Estados Unidos de la América del Norte, ya es ilicando alguno.? de esos principios, y

93

DOCUMENTOS INÉDITOS,

1 ta-,

to ,

! '

O.'

to t o ,

t o .

to-i to to 'to-./

Y

to-

to' to-

C'

ta.'

to to; to' to to; H to<

i enérjicamcnte contra todo belijerante, qne siendo advertido e intimado no desista de la neutralidad del 'Imperio; ordenan­ do a las fortalezas i a los buques de guerra que hagan fuego sobre el belijerante que acometiese a uu enemigo eu nuestro territorio, i sobre el buque armado que ,se dispusiese a salir ántfts de tra,scun’ir el tiempo señalado de.spues de la salida del belijerante contraiio.” 'i. ** Circular dc 27 de Agosto de 1370, espedida con ocasión dc la guerra declarada por 3. M. el Emperador de los franceses a S. M. cl Reí de Prusia, en la que se dcclara, que como el Gobierno del Brasil se adhirió a los prij'.cipios e.»tab!ecidos por el Congreso de Pari.s, en su declai'aciou de 16 de Abril de 1856, en la qne fueron parte así la Francia como la Prusia, se observaran escrupulosamente h» principios establecidos por dicho Oongre.so, que al intento ae mencionan i son bien con-ocido.s de V. S., i se redore para la observancia de la mas estricta neutralidad por parte del Imperio, a las circulares de 1. ® de Agosto de 1861 i 23 dc J unio de 1863, qne llevo moncionadas; agregándo-se por nueva circular, espedida en M de Octubre dei mismo año de 1870, a las reglas establecidas por las anteriores, las siguientes: “ 1. Los buques de los belijeriuites tomarán combustible en los puertos del Imperio, únicamente para la continuación de su viaje, .siendo prohibida ia provisión de cai'bon a los buques que recorren los mares vecii'.os al Brasil para apresar embarcaciones del eneiriigo o practicar cu,ilquier jénero de hostilidades; i no pudiendo ser nuevamente provisto de combustible, uu buque que ya lo hubiese sido, sino de,sp:res dc trascurrido un plazo razonable, qiic baga creer qne ese buqne regresó despnes de concluido ,su viaje a un puerto estranjero; 2. Es prohibido anunciar por telégrafu la partida o la pió.xima llegada de cualquier buque, rnereance o de guerra, de ios beiijerantes, o darle cualcsiiuiera órdenes, instrucciones o avilSos tendentes a perjudicar al enemigo;" i cre^reiido el Gobier­ no imperial necesario en el curso do la guerra franco-prusiana, reglameui.ar lo dispuc.sto en el artículo 5, ® de la circular de 23 de Junio de 186.3, que «ántes he mencionado, e,spidió una nueva circular con fecha de 29 de Octubre de 1.37Ü, en que dispone—que durante la guerra entre Francia i Prusia, se ob­ serven las disposiciones siguientes: “ 1. = Los buques mercantes de uno de los do,s helijer.ant.es, que cpiisieren salir del puerto, deberán dar avi.so por escrito, con 21 horas de anti-zipacion, al Comandante de la Estación Naval, de! dia i la hora en que deban zarpar, en cuyo aviso se declarará .si son de vela o de vapor; 2, Él Comandante de la Estación Naval, si no ha sido avisado dc la salid.a de algún buque de guerra dc otro belijerante, mand.ará intimar a los respectivos coinaiuin.nte?, qne no pueden dejar el puerto, siun despue.» de trascurrido el tiempo fijado en la coitdicion 5. ^ , dando además de eso, lo-s respectivos avisos a las fortalezas i embarcaciones de rejistro; .3. L os dichos buques raer-cantes no deberán zarpar sin terrer respuesta ptrr escrito, deoiarando rjue están tomadas las provi­ dencias debidas, i que pueden, por tanto, retirarse, i eat.a resptresta les será dada con toda brevedad; 4. Eu los lugares donde no hubiese Cotírandaiite do Estación Naval, el aviso dc los buques mercantes será dirijido al Capitán del puerto, i a falta de éste al Comf.ndñtrte de la forta eza de reji-stro, i uo Itahietrdo fortaleza, a cualquier burpre de guerra brasilero qtte allí se halle, i, en r'rltimo caso, a la autoridad strpei'ior de poli­ cía de la localidad; i cl funcionario a quien se dirijiese el aviso, es competeirte para hacer la irttimaciou a los binp.rcs (Irr giterra beiijerantes; 5.^ Los buques de guerra de los belijei'antes, que uo quieran tener impodid.a sn «salida ptrr la retirada «suce­ siva. de las embarcaciones mercarttes, o t e buques de guerra contrarios, deberán eomutiicar con ai;tic:paciorí de 21 horas a lo.s plazos anterliehos, la pretensión dc su retirada; i la priori­ dad tic la salida sei'á regulada por la de la entrega del aviso; G. Además de lo que queda diiSpue.sto, los buques de giterra no podrán dejar el puerto, sin que primero eirti'eit las embarca­ ciones mercantes riel otro bclijcr.iuto, que estérr en barra, o hayan sido antrnciados por telégrafo o por l.os consignatarios, salvo si los respectivos comandantes diesen su palabra de ho­ nor al Comandante de la Estación N.tv.al, i a falta de é«ste al funcionario competente, que no les harán mal alguno, i .si, además de eso, no estuvieran irapedidtrs de saiir por otro motivo.” Como las disposiciones contenidas en todas las circulares que llevo mencionadas, son aplicables al caso dc la neutralidad del Brasil en la guerra entre las repúblicas «aliadas i Chile, «se­ gún la nueva circular de 27 de Mayo del corriente año, en que

esa neutralidad e.splícita i terminantemente se declara, he creí-, do de mi deber comntricar a V. S., estensamente, todas las di­ chas disposicimte.s a fin dc qtte tenga el Gobierno exacto cono­ cimiento de las oblig«acione.s qtte el Gobierno imperial se ha impuesto en su cüttdieion dc neutral, i de las reglas qtte ha prescrito «a lo.s baque,? belijerante.? que toquen en .sus puertos en mérito de esa neutralidad. No juzgo incouveiiieiii.e dar publicidad a e.ste oficio, pues .su conocimiento periuitivia conocer a los buques nacionales, a.sí de guerra como mercantes, que pudieran «arribar a estas costas, tanto las garantías que el Gobierno im terial les concede, como lo.? deberes a que los sujeta en guard,a t e su neutralidad. Y. S., en su superior discernimiento, resolverá lo que estime mtis conveniente. Entretanto, creyendo por rai parte ii.aber cumpli­ do un deber «al elevar a sn conocimiento lo que precedo, cum­ plo abora el gratísiuio de reiterarme, con el debido respeto, de Y S., señor Ministro, mui atento obediente «servidor, J, A. DE L av.-vele. Al scfior Miiiislro ds Eslaclo cu el ikspnrho de Relaciones Esteriores.

CLXXIY. Tr-utado d c p az co n E sp añ a: a c o m p a ñ a c o p ia d e la s n o ta s ca m b ia d a s co n cl M in istro P le n ip o te n c ia r io I (le E.spaña eu e l líra,sil. NÓM,

36.—LEGACION DEL PERÚ EN EL BRA«?tL, i?io Janeiro, Sdiem l/re 30 dé 1S79.

Señor Ministro: Por c-1 diario La P o l ít ic a de Madrid tuve conocimiento de un telegrama dirijido de San Ildefonso cl dia 14 de Agosto, «a las 10.5 P. M., por cl Excmo. señor Ministro de Estado «al Exento, señor Presidente del Consejo, comunicándole qne cl embajador de 8. .VI. eu- P.aris Ic anunciaba por telegrama de c,;e dia que habia firmado el Tratado do paz con el .Perú, por lo cual felicitaba al Rol i a su Gobierno, i por cartas p?.n-iculares, lechatl.as en Lima el 26 de aijuel mes, fui informado de (¡Ite el 25 habia anunciado V. S. al Congre.so Nacional ese J'aiisto acontecimiento. No cabiéndome, pue.?, duda de su feliz re.alizaciou, ni abri­ gándola tampoco, de que el Tratado de M de Agosto merecerá ía aprobaciou del Gobierno i del Congreso, suponiéndolo funfiado eu los principios mas elevados i jettero.sos, desde que sé que el negoci.ador por parte de Esp.añ.a ha sido el ilustre i caballeraseo niavtiués de Molins, me aprejuré «adirijir al Excmo. señor Enviado llstraordiiuLvi.;) i Ministro Plenipotenciario dc 8. M. G. en c.?ta Corte, la carta oficial que tengo la hora-a de acompañar a V. S. en copia b.ajo el número 1, recibiendo del señor de Potestad la respueita que igualmente acompaño a V. 8, en copia bajo el uúiuem 2, juzgando que será a V. S, gnv to .su conocimiento. Permítame V. S. felicitar al Gobierno de S. E. el primer Vice-Presidente, i felicitar especicalraente a Y, S, por un acon­ tecimiento ([ue e,spero sea {trovediosíairao i fecundo en bienes para ámbas p.artes, i que le oírezc.a mis ma? siuceros i fervien­ te? votos porque las relaciones éntrela República i España, hoi por feiiciüttd retiiuidadas, sean t.ut estraña,? i duradera.?, como son los lazos que la u.aturaleza i la histori.a han creado entre la Monarquía e.?paño!a i la República del Peni; renovando a V. S, con tan plausible motivo la espresion del respeto i cotisideraei(.m cou que me es siempre grato reiterarme de V. S., se­ ñor Mittistro, mui atento i obsecuente servidor. J, A, DE L a v a l l e . A! seivar MinUtro ile E3ti..la en el JespucLo ds Rel«ici:nes Esteriores dsl Perii. -Lima, COPIA.? .ANEXAS AL OFICIO NÚM,

36.

Núm. 1.—Zi’pírí’ioti del Perú en ei 5fa,?/«/.-Rio Janeiro, Setiembre 29 de 1879,—E.xcmo. señor:-Por las comunicacioue«? que el infrascrito Enviado Estraordinario i Ministro Pleni­ potenciario de la República del Perú cerca de S. M. el Empe­ rador del Brasil acaba de recibir, tanto del Perú como de los Estados Unidos de Norte-América, ha sido informado, no aun oficialmente pero sí de una manera cierta, de que el 14 de

QUERRA DEL PACÍFICO.

94

! Ago-sto último se habla firmado en Paris el Tratado de paz en­ : ñor Ministro Plenipotenciario de la República en el Plata, pi­ tre la República, que el infrascrito tiene el alto honor de re­ diéndole informes sobre ei partitiilar, el cual me escribió con presentar, i 8. M. el Rei de España, i de que esta plausible no­ fecha 10 del quo corre, dándomelos tan detallados como do­ ticia filé recibida con tanto placer en Es))aña, cuando fué allí lorosos. El mismo dia cn que aparecieron cn el mas afamado diario conocida por un telegrama de 5. B. el Embajiatíor de España en Francia a S. E. el señor Ministro de Estado de S. M., cuanto de esta capital los terribles i grandiosos detalles de la catás­ júbilo en el Perú, cuando S. E. cl .señor Mini.stro de Relacio­ trofe del Jluáscar, apareció en otro—tan esparcido como estú­ nes Esteriores de la República participó al Congreso Nacional pido—el malévolo suelto que acompaño a V. S. bajo el número el telegrama de S. E. cl Enviado Estraordinario i Ministro l’ie- í) en ios recorte.? anexos. No pude dominar la indignación que nipoteuciario del Perú, qne tan fau.5to suceso le anunciaba. me causó, el que, por torpeza o por malicia, se pretendiese ha­ Felicítase el infrascrito, como está cierto se felicitará el Excmo. cer pasar como mercenarios i condotieros, que vendian por di­ señor Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario de nero el buque coidudo por la patria a sn valor, a los honrados S. M. C.. del feliz re.stablec¡mieiito do las relacione.s entre dos oiadadanos que lo habian defendido hasta la muerte con tanta pueblos por tanto.s vfncnlos ligado.s como son el Perú i España; coastancia como intrepidez, i puse en el acto las líneas que i con .sms mas fervientes votos, para que esas relacione.? sean llevan el número G en los mencionado.? recortes, a los c ue dió en lo futuro inalterables, tiene la honra de. ofrecerle la c.spre- el di,ario calumniante la oontc-stacion qne en ellos 1eva el siou de los sentimientos de alto aprecio i distinguida conside­ número 1, i que pone de manifiesto la lijorcza i l.a mala fe con ración con que es de S. E, mui atento i obsecuente servidor.— qne procedió. No creí necc.?ario decir mas a este propó.sito, (Firmado.)—J. A. Lavaui ;.—Al Excmo. señor Enviado Es- porque—como alguna vez me ocuparé en manifestarlo a V. S. traordioario i Ministro Plenipotenciario de S. M. C. cerca de de luia manera especial—1» prensa entera de este pat?, por su idiotismo i su corrapcion, no merece mas (}ue el mas .alto de S, M, el Emperador dcl Brasil. desden. Los recortes que ¡levo mencionados i los dcm,as que encon­ Núm. '2.—Lm cm i de ¿ivmwi'..—Rio Janeiro, Setiembre 30 trará V. S. hasta cl número 9 inclusive, eu los anexo.?, e,s todo de 1879.—Excmo. señor:—Con la mas viva .satisfacción he teni­ I lo que aquí se ha publicado hasta hoi respecto a la pérdida do la honra de recibir la amable carta qne S. E. el señor don J. ■del Huáscar, pues todo.? los diarios ,se han limitado a reproduA de Lavalle, Enviado Estraordinario i Miuistro Plenipotencia­ I cir las noticias dadas jior Bi. J o u r n a l do GoMMERcro, úuico que rio de la República del Perú en esto Imperio, tuvo ayer la bon­ I aquí recibe telegramas i que tiene corresponsales en cl esterior, dad de dirijirme, participándome que, terminadas felizmente las i i tamo ese como !o.s otros, siu acompañarlos de comentario negociaciones de los representantes -de nue.stros gobiernos en alguno. Paris, habian firmado eí Tratado de paz entro la República dei Como el dia 14 dei corriente fueron los dias de S. M. la Perú i el Reino de E.;paña. Emperatriz i el 19 lo? de S. M. el Emperador, tuve que escuEl júbilo que ha producido en nuestros respectivos países la savme, a cau,?a dcl luto que llevaba esta Legación por el Alnoticia de tan fausto suceso, no me ha admirado, puesto que miraiilc Grau, de concurrir a las reccpoioncs que con e.se mo­ me son conocidos los vivo.s de.seos que de verlo i'ealizado abri­ tivo tuvieron ingar eu el palacio de San Cristóbal en los gaban todos los hombres importantes dsl uno i del otro, que, mencionados dias, por nota dirijida al intento al Exorno, a pesar de pasajeras desaveniencias, no pudieron nunca olvi­ .señor Ministro de Negocios Estranjeros, con motivo de la cual, dar los lazos fraternales oiie siempre han unido do.s uacionos tanto S. E. cl señor Moreira de Barro.?, como el Ecxmo. señor ligadas, a mas de .sus tradiciones, por ias mas vivas simpatías. de Sinimbú, presidente dcl Consejo de Ministro.?, me hicieron Acepto, por io tanto, con cordialidad, las felicitaciones do una vi,?ita de pésame el domingo último, en la que me espreS. E. ei señor don J. ¡i. de Lavalle, i ,se las devuelvo siuce- sarou efusivamente su sentimiento por la pérdida de nuestro ras, uniendo a la.' de S. E. mis votos para que la paz sea dura­ bizarro Almirante i la mas viva admiración por síi carácter i dera, i que las relaciones nuevamente establecidas sean el prin­ heroismo. cipio de una nueva era de próspero i feliz engrandecimiento Aunque en realidad la gran mayoría de este país no se preo- . ])fira ámbas naciones, i aprovecho la ocasión para tener ia honra oupamasde la guerra del Pacífico, que lo que se preocupa de la de reiterarle las segurid.ades de alto arrecio i distinguida con­ do Ziiluland o de Aigahnístan, sin emhurgo, el sentimiento que sideración cou que me .suscribo de S. B. .su mas atento i segu­ lia ins])irado la catástrofe del íhm car, sobre todo eu la clase ro servidor Q. B. 8. M.—(Firmado.)—M. de Potestad.— AI militar, es eí de una simpática admiración. Exorno, señor don J. A. de Lavalle, Enviado Estraordinario i Presento al Gobierno, por cl digno conducto do V, S., la esMinistro Pieuipoteaciario de la República del Perú cerca de ptesion de mi profundo dolor por la irreparable pérdida que ba S. M. cl Emperador de) Bra.sil.—(Lugar del sello.) esperimentado ¡a República, i a V. .S, la de la consideración i Son coplas conformes,—Rio Janeiro, Setiembre 30 do 1879. el respeto, con que me reitero do V. 8., señor Ministro,- mui —(Firmado.)—//, de.Lavalle, adjunto militar. atento i obodiento servidor. J. A. DE L a v a lle . Al 38íior Mim.sti'o (le Estaiv en cl desnaciw de Kelaciones Esleriercs.

E s p m a su seutim iciito por ía pérdinRuIel “IJuiíscar," ju icio de la preusa brasilera i iiianifegtaoioDcs de duelo por la u iueríe de € r a » . NÚM,

44.—LEGACION Dlií. PERÚ EN EL BRASIL. Jilo Janeiro, Octubre ?.l de 1879.

Señor Ministro: Cubierto el corazón de luto, aunque henchido do lejítimo orgullo nacional, tengo la honra de dirijirme a V. S. para ma­ nifestarle mis dolorosos sentimiento.' por la pérdida del moni­ tor Huáscar \h muerte de su hcróico jefe el Almirante don Miguel Gran i de sus dignos compañeros de gloria i .de infor­ tunio. La primera noticia que de ese tan infausto como glorioso su­ ceso tuvo esta Legación, fué por el telegrama que se servirá V. S. encontrar en los recortes anexos bajo el número 1. No di yo, ni dió nadie eu este país, crédito a semejante noticia, a pesar de que fue ratificada pocos dias después (recorte anexo número 2), hasta que fué confirmada cou todos sus detalles, algunos dias de.spues (recorte anexo número 3). Esto no obs­ tante, apénas hube recibido la primera noticia, me dirijí al se-

■ CLXXYL Ac,ouig rel="nofollow">aüauilo coplas de artículo.? cu que se dccla que cl M inistro peruano pretendía com prar la corbeta i ‘ Trajano, ‘ h ace com entarios sobre la escuadra bra silera. NÚM.

81.—LEGACION DEL PERÚ E-N EL BRASIL.

PeirópoHs, Diciembre 27 de 1879. Sefior Ministro: Serviráse V. S, encontrar anexas a este oficio copias de dos sueltos, publicados por dos diario,? de Rio Janeiro, titulados O Cr u z e ir o i A G a z e t a d e N o t ic ia s , en los que con referencia a E l F e r r o c a r r il de Santiago, aseveraban que yo habia dado pasos para obtener de) Gobierno imperial la venta de la cor­ beta Trajano, así llamada, no en memoria .dePilustre Empera­ dor romano de aquel nombre, sino en honor de ua cierto te­ niente de la marina brasilera, que .se dice inventor de un cierto sistema de construcciones, del cual es Ja susodicha corbeta que su nombre lleva, el mas acabado i .cumplido modelo. Esto sistema, que los brasileros en jeneral consideran como la últi-

DOCUMENTOS INÉDITOS, ' wa palabra dicha en la arquitectura naval, es una ridicula ■ .vsa que no tiene mas objeto que la esplotaciou del fisco, me­ diante la construcción en los arsenales dei país, de buques, que ■ ■.orno lo ha demostrado el Consejo Naval en un último i lumi­ noso iuíbrine, cuestan el doble qne si se construyesen en el estranjero i despnes no sirven para nada, como lo ha demostrado ' viaje de ia corbeta Paranahba entre Rio Janeiro i Bahía, i el iiaufrajio dé la cañonera Tramandaliy, estrellada sobre una « oca en pleno dia i en la.s tranquilas aguas del rio Paraná, por. ''ue no hubo medio de hacerla ■virar cuando hácia las tocas se '-aproximaba.' Aunque .semejante especie no podia ser ma.s ridicula;!.® 'ñovqueeu realidad jamás habia pensado el (Iobierno en ad....^uirir buque alguno déla armada imperial, ni yo habia dado naso ninguno aí efecto, i 2. ® porque si S. M. el Emperador, en ' íiu arranque do jeriero.3Ída.tl, me mbier.i ofrecido do balde los O que la componen, no se los hubiera admitido, pues no liu.'biera querido mandar 50 tumbas para nuestros valiente,? mari....os, ni 50 trofeos para nuestros enemigos; sin embargo, para ■■'UOlio pasara como cierto que nuestras pretensiones habian ''-sido'rccliazadas, ni que nuestra diplomacia habia .sufrido uu mitraste, cuando tal cosa no era cierta, hice eu ei acto la reo'' tificaciou quo también cncontrá V. S. anexa, en la que, devolta .iendo las palabras del diario clulcno, aseguro que esta Legacion-no ba dado ni dará paso alguno para desviar al Gobierno ■-imperial de la linea do conducta qne se trazara desde que se '■lició el cmidicto cutre las repúblicas aliadas i Chile—la de k "mas absoluta neutralidad. Parece que est,u terminante declaración ha dignstado mucho a los chihjihs de la prensa do Rio Janeiro, pues, segnn lo ase-gnró a un joven diplomático uno de lo? redactores de la A Ga’ETA DE Noticias, llamado Carvalho i por apodo MoUqne, "pensaban valerse de esa mi supuesta pretensión para aconsejar ._.,in rechazo al Gobierno imperial i pedirle que acentuase su •uoiílica en el Pacífico, en pró de los intescs chilenos, lista ter-•miiiante declaración de la. iiollcica peruana en cl Imperio, ha ■•ido—perdonándome V. S. la vulgaridad de la esprc-sioii—un "verdadero tapa-boca- que.se les ha aplicado. Esperando tiue mis procedimientos merezcan la aprobación de V. S., reiteróme con el debido re,speto de V. S., señor Mi•iiistro, mui atento i seguro servidor. J. A. DK L.avallr. ■, Al íieaor Mii'.islro da Bstadu en el (lespaelio de Relaciones Ksterlorcs,—Liraa,

COPI.AS AXEX.AS AL OFICIO SÚ.M. .31, Núm. 1.—De O Cui."/eiro de 18 de Diciembre,—Eu artí,,,ju!o editorial, dice E l P eiuiocarril de Santiago, escriben de B.io Janeiro, que el Ministro permano, señor Lavalle, habia dado pasos para obtener dol Gobierno imperial k venta de la . corbeta Trajano. Ese navio veloz, do una marclia de M a 15 ' "nudos por hora, es de madera i casi no tiene sino calderas i ..^máquinas.—Esa rnisnnvcorrespondencia asegura que no hai que temer que los estadistas brasileros se aparten por un solo iiistaii-cede la. línea de conducta que se trazaran, la de la mas absoluta , neutralidad. to Núm. 2,—Do A Gazeia de Nohcia? de 18 de Diciembre de ; 1S79.—L a corbeta Trajano, mgmi uu editorial dc E l Fkbro'^cauhil de Santiago, está para ser vendida al Gobierno del v_Yerú,

95

cLxxyií. » a cuenta de la recepción del Cuerpo D iplom ático i (le la conversación (jue tuvo con el Emperador, NÚM. 13.— LEGACION DEL PERÚ EN EL BRASIL.

Petrópolis, Enero 21 de 18S0. Señor Mmistro: El 18 de los corrientes llega.ron a esta villa SS. MM, II. con el intento de pasar eu ella, como acostumbran hacerlo todos los años, la larga e.stacion del verano, durante la cual ia residen­ cia en Rio Janeiro es imposible, no .solo por el escesivo calor que allí se e.sperimenta, ,?i¡io por el incremento que toman du­ rante ella l a am arilla, i oraas enfermedades no ménos mortíferas, .aunque ménos alarmantes. Como de razón, apenas llegaron S3, MM. inquirió ei Deca­ no del Cuerpo Diplomático, aotnalmente el señor Barón Schreiner, Enviado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario de S. M. I. i R. A. en la vacancia de la Nunciatura, cuáles eran las disposiciones de‘SS. MM. re.specto a la recepción dc los miembros de ese Cuerpo. Informó S. M, el Emperador al señor Ministro de AustriaHungrfa, que tanto él. como S. M. la Emperatriz, recibirian codos lo,s dias de 11 A. M. a 1 P. M., i que los miembros del Cuerpo Diplomático podiau verlos a esas horas, el dia que quisiesen. Eu consecuencia de esta disposición de SS. MM., acordamos algunos de los representantes estranjeros aquí residentes, ir a j.u'Qsentarles nuestros re.spetuosos homenajes, ayer a las 12 M., i así lo hicimos en efecto, los Ministro? de Alemania, Confede­ ración Arjentina, E.?paña, Grau Bretaña i el que suscribe, i lo.s Encargado.? de Negocios de Bóliic.a i Francia, que mimos recibidos sucesivamente por SS. MM. Llegado que fué mi turno, despnes do uua conversación que rodó sobre jeiieralidadcs; pero eu la que S. M. la Emperatriz se dió {razas para derao.strarme una vez mas esa inagotable bon­ dad que tan amable la hacen a cuantos tienen ooasion de acercársc'.e,,me dijo S. M. el Emperador que deseaba hablar largo i privaci.amoiite conmigo: que no me retirase del Palacio, i que luego que coucluye.se ia recepción de los dema? diplomáticos me hari.a llamar. Así fné en efecto, i t.an pronto como .s-3retiró el mas moder­ no de los Encargados de Negocios—el de Francia—viuo S. M, mismo a buscarme al .s.a!oii eu donde le esperaba, me hizo sen­ tar i tuve el honor de tener con él uua conversación intere­ santísima, que se prolongó desde la 1 P. M. hasta las 2,30 P. M. Daré de ella exacta i menuda cuenta a V. S. en oficio reser­ vado, quedirijiré a V. S. jior la via de San Thomas i Panamá, por el vapor que zarpará de Rio Janeiro cí 5 del mes próximo, pues en las actuales circunstancias no me inspira completa seguridad la via del Estrecho, por la que remiciró ésta. Antepondré entretanto a V, S. que mi conversación con S, M. mo ha sido sumamente grata i agiTi,Iable, como estoi seguro de. que lo será a V. S. cuando la conozca en todos sus detalles. Miéntras llega la ooasion de trasraistírse'os, renuevo a V. S. la espresion de la consideración con que soi de V. S., señor M i­ nistro, mui atento obsecuente servidor. J. A. DE L a v a l l e , Al Bíñor Micistro (le. Estado en ei áespctho de Rekcionos Esterioreá,

Núm. 3.—De O J o r n a l do Gomeroio de 19 de Diciembre. ■^—Leqarnon del Perú en el B ra s il—Los diarios de esa corte O 'C r u z e ir o i (I.AZErA DE NOTICIAS reproduceu en sus númetoTOS correspondientes al dia de ayer un suelto de E l I^ rro c a - P ublicaciones de la prensa del lír a sil referentes a la gnerra. ERiL dc Santiago en ei que se asetrera que esta Legación ha'tobia dado pasos ¡lara obtener del Gobierno imperial la venta dc LEGACION DEL PERÚ EN EL ijRASIL, to la corbeta/rayauo. Semejante aseveración es completamente ■ falsa. Esta Legación no ha dado ni dará paso alguno para obPetrópolis, P'ebrero 17 de 1880. to tener dcl Gobierno imperial la venta de la corbeta Trajano, ' ni de ningún otro buque de la escuadra brasilera, ni tendente ! Señor Secretario de Estado; desviar en manera alguna al Gobierno de S. M. de la iínea Tengo la honra de remitir a Y. S., en recortes anexos, todo Q d e conducta que se trazara desde ol principio de! conflicto mi- lo que han publicado los principales diarios de Rio Janeiro, ^_^tre las repúblicas aliadas i Chile, la de la mas absoluta-neutra- relativamente a la guerra del Pacífico, de.sde que tuve la de '^ lid a d .—^Petrópolis, Diciembre 19 de 1879. dirijir a ese despac lo mi oficio de 2 de los corrientes signado .-V Por traducción conforme.--Petrópolis, Diciembre 26 de 1879. con el número 20. hasta que espida este correo. Por ellos verá ^ —J..Melecio Casos, Socretario. V. S. hasta donde alcanzan las noticias que de! Perú se tienen

CLXXYIír.

O

G O,

96

GUERRA DEL PACÍFICO.

aqui por via de Buenos Aires, todas de oríjen chileno nece.sariamente, i el modo como las reproduce la pren.sa brasilera (pie por lo jeneral se limita a copiar corapendladamente, a los dia­ rios del Plata, salvo el diario O Cruzeiro, ¡jue sin duda por acqidt de conscience, i no ganarle sin trabajo los cuartos at Gobierno de Chile, carga las tintas cuando ¡mcde, preseutando las cosas bajo el punto de vista mas desfavorable al Perú (|ue le es posible. No me preocupo de ello, poripie O Cruzeiro, diario sostenido por una empresa portuguesa, en oposición al diario bra.'ilero O .Jo rn a l do Comeroio, es uu papel dcsprestijiadísimo, que no tiene mas lectores que los pulperos portugue­ ses, s'endedores de séceos e moUiados como aquí se iíaman, i cuyo principal redactor, don Enrique Moreira Correa, portu­ gués también, es un personaje emnpletaniento ridículo, cono­ cido con el apodo de O Fatonto i perpétno blanco de las bur­ las i cucliu fletas del periódico de carioaturas L a Revusta Ilu s tr a d a , qne ha logrado convertirlo en el hazme reír de- esta ciudad. E l D ia rio O fic ia l, E l .Jo rn a l do Comercio, L a GaZEiA DE N o ticias i E l A n u lo B ra s ilia m Times, se limitan, como he dicho a V. 3., a reproducir laa noticias qne le dau los diarios del Plata, i el J o r n a l do Comercio jenerairaento bajo un punto de vista favorable al Perú, no ciertamente por bene­ volencia ni simpatía, sino por las copias de algún diario arjentino que nos es afecto. Esos son ios diarios mas impor­ tantes de Rio Janeiro. Hai otro titulado L a Gazeta d f W octjí, publicado por la canalla mas ruin de! partido liberal, a! r|ue E l A n g lo B ra silia m Tjpíe, llama con razón d diario de k>s mdeqms (mokqvs es un negrillo) (¡ue, cmno V. 3, supondrá, ni lo tengo ni io leo; sé, sin embargo, qne jamás ss la ocu­ pado de los asuntos esteriores, ni.def Perú ni de otra parte, Con mis colegas i amigo.? lo.? señores Domínguez i Ikte.stad, Ministro.? de ia República Arjentina cl primero i de 3. M. C. el segundo, me lie ocupado varias veces de la convenioncia o in­ conveniencia de refutar o rectificar las erróneas apreciaciones de O Cruzeiro, o algun.a? noticia.? evidentemente falsas, que éste i okos diario,? reproducen de la.? venida.? de Chile, i áinbos, mui conocedores de oste país, me han .aconsejado (¡nc no lo haga, asegurándome el primero que ci, cuyo paí,? es frecuen­ te blanco do ios denuestos de la. prensa bra.?ilcra, jamás la qcup.a para nada, dejando que dig.T lo que en grado ie venga, i al tiempo la rectificación de las falsedades (¡ne propale. Mi propio convencimiento del paí? me hace juzgar mui se.?ndo su proceíler, i piui prudente no dar m.árjen a polémicsas sin fruto ni objeto i siempre desventajosas para el qne inviste carácter oficial. Repítome con este motivo de V. .S., señor Secretario de E.?tado, mui atento servidor. J. A. DE L a v a lle , Al 5cf;or Seoi-clario Jo E.ilaJo cn c¡ Jc.=ip,v,liü Je Relacioaes E-steriores i Culto, —Liiiis.

G IiX X ÍX . La siiupatía de la prensa i c.si)íritu público dcl Urasil, será favorable a la iVacioii que obtenga el triunfo de SU.S arm as, KÚM.

36.—LEGACION DEL PERÚ EN EL BRA,SIL. PetrópoUs, Marzo 17 de 1880.

puedo garantizar a V. 8. que el dia—que e.spero no esté remo­ to—en que destruyamos al ejército cliüeno i obtengamos sobre él un triunfo incontrovertible, todas las 'simpatías del pueblo i de la prensa bra.sileros estarán con nosotros; así como supuesto lo contrario, cstarian con nuestros vencedores. Bl espíritu del injento.so Hidalgo de la Mancha, que se cierne aun sobre las montañas de Asturias, los páramos de Castilla i las asperezas de la Sierra Morena, no atravezó iiinica las fronteras lusitanas, ni pudü, por ende, ser importado por Pedro Alvarez Cabral a la Tierra de Santa Cruz. Ningún brasilero pondráuimca su fuerte brazo al servicio de la viuda, del huérfuno, ni del desvalido, ni ' ecliaráso ¡mr c.?as tierras de Dios a deshacer agravios ni a endcI rezar torcidos, i ,?t alguna vez acometieise a molinos de viento, : seria a ciencia i conciencia de qne molinos eran i no jigante.?, 1 que ,?i tales los creyere, a buen recaudo de ellos pomiríase de . prisa. Nó, ciertamente, no son los súbditos de don Pedro II descmiíbentes del famoso hidalgo manchego. Gmi la esperanza do que los triunfos de nuestros ejércitos no,? .aseguren o.ada dia m.as la.? simpatías de o.?tc país, repítome de V. 3., señor Secretario de Estado, mui atenta i seguro ser­ vidor. J. A. DE I jAVALLE, Al .S'jíor S.:ccctai'io Je íístiJo en el J.2«>aclio Jo Relaciones Esteriores i Culto.

C IX X X , S olicita se le envie de a u siliar a uno de su.s liijos i reitera sn renuncia» LEGACION DEL PERÚ EN EL BRASIL.

Pdrnpoiis, A b ril 13 de 1880.

Señor Secretario de Estado: Como e.?l.ará V. S, informado por el oficio que tuve la honra de dirijirle el 22 ds los corrientes, bajo el número 42, el Soovetarin de esta Legación don Javier Melecio Casó.?, salió para e.?a capital el ó de lo.? mismos, por las razones que con dicho oficio espongo. Con .?u partida me lie quedado pue.? solo, entevanieiiCB solo, pesando sobre mí únicamente todo el trabajo de la Legación. Mi voluntad es nuicba, pero mis fuerzas materiales limitadas, sobre todo, enfermo como estoi dcl cuerpo i del espíri­ tu. Si 3. E. el Jefe Supremo so hubie,?e dignado aceptar mi re­ nuncia como lo esperaba, poco me hubiera importado un recargo de trabajo que r.o mbiér.a.se prolongado por mucho tiempo; pero desde (¡ue 3. E., denegándome la renuncia i aun la licencia (¡ue solicité, oblígame a continuar en el dcisempeño de las funciones. q.'.ie aquí ejerzo, e? indispensable qne se me mande cuanto ántes un .ausiliar, salvo que, como lo deseo i es¡)oro, se me h.aya acoli­ tado ya la renuncia, en mérito de mis reiterada.? in.stancias. En la duda, me permito rogar a V, 8. i .snplicaide lo recabo así dcl Jefe Supremo, que el tal ausiliar ,sr?íí. m i hijo don José Antonio de TMvalle i Pardo, cuya intelijciicia i educación íe permiten desempeñar periéotamente el puc?t.o qne S. E, le do.?igno, o su liermano, el tem'eiiie de artillería don Hernando de Lavalle, si a aquél le fuera imposible se¡).ararse do Lima, i si terrain.ada la guerra pudiese é.?tc separ.arso de hi.s filas. En cu.aU|iiiera de los (los enconrraria nn ausiliar intelijente, laborioso, Inabituado a mi sistema de trabajo i ci mas agradable compañero que, como V. 8. lo comjirendcrá fácilmente, me seria posible tener. No crea V. 3, ¡¡or esto, ni por un momento, qne dcsi.?to do la renuncia que de este puesto tengo elevada,re¡)etidas vece.?, ni que ce.?o de implorar ,?u admisión'; .al contrario, insisto en ella, manife.?tando a la vez a V. 8. con toda antelación, qne mo es absolatanwüe imposible pasar otro verano en e-sto,? infectos parajes: eso equiv.aldria a un suicidio, i a nadie puede obligár­ sele su pro¡¡ia destrucción. Esperando que 3. E. el Jefe Supremo i V. S., .señor Secreta­ rio de Estado, ,?c sirvan acojer con benevolencia lo que en este oficio solicito, repítame de V. 8. mui atento i obsecuente ser­ vidor. J. A. DE L a v a lle .

Señor Secretario de Bstedo: Tengo la honra de remitir a V. S., en recortes anexo,?, todo lo qne han publicado io.? periódicos i diarios de Rio Janeiro referente al Perú i a la guerra dcl Pacífico, desde que tuve en 3 de los corrientes i en oficio signado con ei número 32, la de remitir a V. 3. en igual forma, lo quo hasta esa fecha llevaban publicado. 3i presta V. 3. su alta atención a los recortes que hoi le re­ mito, i compara ei espíritu que los anima con el que animaba a los qne ánte? he remitido a ese desp.acho, observará V. 3,, ciertamente, que este es mas benévolo, simpático i verídico hoi respecto a nue.stra cansa, que lo que ánte.? era; la trasfovma- Al sefior Secretario de E.ataJo en oí despoclioJe Ilela(iioECS Esteriores i Culto. cion es perceptible i su cau.?a es ciara, es é.?ta: el rechazo su­ frido por la es'onadra enemiga en Arica i el que se dice ha es­ Lima, M.ayo 22 de 1.380.—Contéstese que se recabará inme­ perimentado su ejército cn Tacna. Conociendo como conozco diatamente de S. B. cl Jefe Supremo el nombramiento que ya, por mi mal, el carácter nacional de este país, el de .sns indica en el ca,«o de no ser aceptada la renuncia tantas veces hombres públicos (esceptuando a S. M. que yo jamás confundi­ reitera.(Ja por el oficiante. ré con su país ni con sus súbditos) i el espíritu de su prensa, Ca l d b r o h .

DOCUMENTOS INÉDITOS. Lima, Junio 9 de 1880.—Mctíereíí;;—Que se acepte la re­ nuncia del oficiante reservándose el nombramiento de quien deba reemplazarlo lo mismo que e-i de Secretario.

i

I i i

;

, í i ■ ;

i ; i

j

i

I ' I i I ; '

'w O

W O

O G C :,

97

pues todos ellos tienen un mentor—que es el verdadero Mi-, iiistro—eu el Director Jeneral o sea Oficial M.ayor, don Jo.sé Tom.á? de Amar,al, barón de Cabo Frió, especie de e.sfinje ani­ mada, dc logogrifü viviente, hipócrita, falso, incap,az de ir nun­ L a u u a b u r i: i U n á n u e . ca por el camino recta, meticuloso, í’ormalista, quisquilloso, hombre que no tiene palabra mala ni obra buena, i que anulará todas la-s buema,? cualidades que tiene cl señor Pedro Luis. Lim.i, Junio IGde 1880.—Aoépt.ase ia renuncia que hace el Eu la conferencia que con éste tnve el 22 de ¡os corrientes, señor José Antonio dc Lavalle del cargo de Enviado Eatraordiriiirioi Ministro Plenipotenci.ario de la Kepública en el Im­ comencé por pedirle escusas por n.o haberle visitado luego que perio del Br.asil, dátido.sela las gracias p.or los servicio.? que ha .?e hizo cargo del despaciio de 'o? Negocios Estranjeros. cspresándole frauciimente que en ei estado sanitario de Rio J.aueiro, prestado.—Comuniqúese i rejístrese. habia temido b.ajar de Petrópolis. Contestóme que habia hecho C ald ero s . pmfectameiite i que, aun ahora mismo, juzgaba imprudente mi venida; que él conservaba a su .señor.a e hijos en hfazenda, pues hasta .jii in creia pellgros.a la mamsioii cii Rio. Rasados estos i otros cumplimiento.?, pa?é al objeto principal de mi visita, de KeSere nna im portante eiitpevi.st.:i con cl IHinístro de que omitiré ahora hablara V. S., por haberlo ya heclio cu mí Negocio.? Estranjeros, señor P crcira dc Sonza, sobre oficio del 24, número 62 ostensible, al que ai principio de éste acontecim ientos de la guerra. me refiero. Concluida la lectura i entrega de la copia del oficio deV. 8., de 17 de Marzo, número 17, i del Boletiii adjunto a NÜM, 23.—LEGACION DEL PERÚ EN EL BR.ASIL. ella, díjome el señor Pereira de Souza, mostrándome un papel que tenia en la mano;—“ Siento en nuestra primera cntrevi.sta (Reservada.) I tener quo dar a V. S. una mala noticia; jicro, como la ha de leer V. S. en los diarios, mejor ea que la sepa desde luego: vea Rio Janeiro, Mayo 25 de 1880. V. S. lo que acaba de telegrafiarme Lopez-Neta,” i me dió un Señor Secretario do Estado: largo i detallado telograina, cu el que el Ministro brasilero en Conforme lo ofrecí a V. S. en rai oficio dcl 34 de ¡os corrien- Montevideo, íntimo amigo del señor Lastarria i promotor cnn tes, número 62 ostensible, paso a dar cuenta a V. S. de la coii- ésto i el señor Va.?quez Sagasiume de la proycct.ada triple versación que tnve el 22 de los mismos con el Excmo. señor alianza, le daba cuenta de uu bombardeo efectuado el 10 dcl Ministro de Negocios E.?t.ranjcvos de S. M. el Emperador, ante­ presente jior la e.?euadra cliilciia sobre el Callao, .sogun el cual poniendo a V, S. la espresion de mis impresiones re.spt!cto al t iiedaban dcátrozado? la Union, el Oroya, el Rirnar, i el mueseñor Pereira de Souza., i a ella, breves datos sobre su persona, 1e dársena, la ciudad en ceniza?, mtllare.? de muerto.? en el Don Pedro Luis Pereira de Souza, mucho m.as conocido en este Callao i la escuadra ohilena ilesa, como de c.isturabre. íio leí país por su nombre de pil.a que por el .apellido de su familia, es tranquilamente i se lo devolví soorieudo.—“ ¿Qué piensa V. S?” un jéven que contará a lo mas de 35 a 38 años. De mediana me dijo;—“ N.ada, le contesté. Estoi itmi acostumbrado alas pa­ estatura, algún tanto grueso, mui moreno, con iibundantcs ca­ trañas i a lo? embii.stes de Chile, p.ara que me impresione uno bellos i negra i poblada barba, nariz afilada i ojos negros, vivos mas.”—“¿Pero uo cree V. S. lo que dice Lopcz-Neto?”—“ Nn i brillantes, es, si se quiere, un hombre hermoso, aúnque carece dudo que el 10 de Áíayo hay.an tirado lo? eliileno? millares de totalmente de elegancia i distinción. Naei.do de pobre i o.scura bombas i de balas soíire imestro.s buques i sobre el Callao; familia, hizo con buen éxito sus e.stndio.s de Derecho i recibió- pero dudo mucho, muolií.siino, de la cx,i.óL;tud ds sus efectos,” se mui joven de abogado, sin dedicarse por eso e.sa será una vastas propied,ades de su esposa. Eu el P.arlameuto se ha dis­ guerra de estermiiiio?”—“ Lo .será quiza?; ¡lero puedo asegurar tinguido como orador verboso, .abundante, pero lijero i sujier- a V. S,, que si .soma,? nosotros los e.?termln.ado?, no qiied.ará ficial; i cuando se organizó el 28 de Marzo último el gabinete Chile mui bien parado.”—“ Voi .a decirle ,a V, S. algo que me presidido por el .señor Saraiva, fué llam.ado a! de.?pacho de los ha llamado mucho la atención; he recibido un despacho tele­ •Negocios Estranjeros, mas .sin duda., por ciertas condiciones gráfico dc Lüpez-Neto, cu cl que me dice que Lastarria le ha personales i do fortuii.a, que por su importancia política. dicho que los belijerante.? cstahati disTiuestos a pedir la media­ Eu la única entrevista que con é! be tenido, me ha hecho el ción de Brasil; pero que Ciíile no la areplaria, si no se le ga­ señor Pereira de Souza el efecto de .ser un jóven intolijeute, rantizaba la propiedad de toda la costa da Bolivia i laprovmafable i cortés, pero sin esa rastrera i baja cortesanía quo lucen cia peruana de T/.mipacá.’'—‘']do he recibido iu.slruceiotie.? su.? compatriotas cuando se desprenden moraentónoameiUe de ningunas do mi Gobierno a ese respecto; pero puedo asegurar su insoportable morgue (perdone V. S. el galicismo; pero el a V. S., ízyuawí', que ningún Gobierno del Perú .aceptarla ja­ Diccionario no me da el equivalente en custe ¡ano), de caivácter más semejantes condiciones.” — “Lo creo así, i yo mismo juz­ vivo, abierto i—¡cosa singular eu el ^xm\\—¡ifrancoH Eu garla un insulto al Brasil que se aceptase su mediación impo­ niéndole los términos en que debia ejercerla; i así se lo suma, me ha sido estreinadamente simpático. Pero las cualidades del Ministro del ramo importan poco o maiiife.?té a S. M. cuando le ci cuenta, en Consejo, de este do.snada en la dirección de los Negocios Estranjeros del Brasil, pacho; dije en esa ocasión, que quand' on a lepied sur la gorge

CLIXII.

T om o

iv

.— 13

GUERRA DEL PACIFICO. da son emiemi, se le ptiedeii imponer las condiciones que se quie­ De los sucesos del Pacífico no tengo noticias posteriores a ran, para Jo cual no se necesita de mediador, i cité cl caso de 1<%? que tenia cuando dirijí a V. S., por la via de San Thomas, Francia i Alemania; pero cuando les chances sonl íqiiUibrées i mi oficio do 4 do loa corrientes, número 65. Segun ellas, operada 1)0 iiai vencedores ni vencidos i se apela a im mediador, es la reunión do los ejército.? njandados por d Excuin, señor .Jepara disentir, por su intermedio, bases de arreglo, i no para que ueral Campero i Contra-Almirante Montero, halíában.sc los él las imponga a uno de los belijerantes. S. M. participó enér- ejércitos belijerantes frente a frente el 20 ríe Mayo, cmmdo jicamente de mi opinión, i resolví ni publicar siquiera el tele­ una aplopejía—cuya opvrUmídad ha llamado imicho mi aten­ grama de Lopez-Neto, que considero ya una injuria al Brasil.” ción-arrebató al Ministro de Guerra de Chile los laureles del Viendo al señor Peroira de Souza en tan buenas disposiciones, triunfo o laa ignominias de la derrota. Posteriormente, el 30 le insinué ^)ur lo qm-pudiera suced-tr, que si cl caso de media­ de Mayo, se anunció por telegranm de Buenos Aires, ¡leí 29,. ción llegase, mui grata nos serla la dcl Brasil, estendiéndome nuestra complelii derrot.a i el aprisionamiento de S. E. el Fraen manifestarle nue,stra3 antiguas i cordiales relaciones con cl sideiite de Bolivia., herido .en el combate. Lnogo, e ll.® de. Imperio, nuestros comunes intereses cn el desarroilo de los Junio, nn nuevo telegrama de Buenos Aires, de! 31 de Mayo, territorios amazónicos, etc., oto. Bl .señor Fereira de Sonza se me desmintió ij.?ii, noticia en todas .sus partes. Despnes... ¡silsncio manifestó mui .simpático al Perú, diciéiidonie qne lo que mas profundo! i e.?o (jue de noticias ¡ie Buenos Aires no care­ le disgustaba en esta guerra era (¡ue vola claro qne el propó­ cemos, pue? acabo de ver telegrama? de esa ciudad del dia 8, sito de Chile era enriquecerse (s enrichir) a costa de .sus veci­ esto es do ayer. ¿Qué significa esto? no.?. Pregunté entónces a! señor Pereira de Souza de que fecha L.-.peram’o con la nnis viva ansiedad las noticias que no pue­ era el telegrama del señor Lopez-Neto. Contestóme que no po- , den ya demorar mucho, repítome cíe V, S,, señor Secretario de dia decírmelo coa fijeza; pero que habia sido po.stcrror a la par­ Estado, mui atento i .seguro .servidor. tida del Emperador par.a Paraná; esto es, dol 15 o 16. Líjele J. A. D E L a v a l l e entónces qne, sin pretender hacerme ilusión ninguna, i estando a todo preparado, pues en materia de guerra nada eslrañaba Al seCoí SccrcÍAvio Js Est.vlo en ei despicho Je Relaciones Esierioics i Coito, desde que habia visto vencida a Austria en seis .semanas i aui(¡uilado, en poco mas, el poder militar do Francia, si e.sa idea de mediación, que ciertamonte partía de la cancillería chilena, pues nada se me decia del Perú a ese respecto, no seria la con­ secuencia de algún desastre e.spevimentado por lo.s clulenos en Da cu en ta
CLXXXlíí,

CLXXXÍÍ.

t i.

DOCUMENTOS INÉDITOS,

GLXXXIY. Aiinnciii los riimoires «<: Alianza en treo í Brasil, (üiile i lirugnai i hace alífimas rcllexioiics a e,se respecto. NÚM,

2,5. —LEGACION DEL PERÚ E S EL BRASIL. (Reservado.)

99

No les doi ninguna importancia, .sobre todo por lo que a no.socro.s toca; pero creo (ie mi deber llevar al cotiocimiento de V. 3. todo cnanto pueda convenirle para cl uiej.Ir conocimiento do la política («terna del país en ci que lengi) la honra de repnaencar a la República. Llenado el (pie este iueidente inc impi.üii;, rc.pítome de V. 3., .señor Secretario do E.stado, n.ui acento seguro servidor. J. K. DS L a v a lle .

Tilo Jamivo, J'anlo 29 de ISSO. Señor Secretario do Estado: En traducción .anexa a este oficio, tengo la honra de remitir a V. S. LUI articulo editorial del diario O (.fiiuzEiuo, eu el que, después de derramar algunas líigriraas liipócriia.» i)or causa de la crisis política que tiene on este momeutn lugar eu la Reyuiblica Arjentina, i de k que mulie se reg.ocija mas qne cí Erasil, i nadie en el Brasil mas que O ÜRiiZEiiiQ, incita al (Jobierno iiniierial a tomar medidas, no solo eu protección de los brasileros re.sidentes eu aquella República, .sino en rcsguariio de sus fronteras, ciertamente nunca méno.s amenazadas que abura, ecliando nuevamente al aire nuiiore.s sobre alianzas celebradas por el liu’ieriü con Cliile i el Urnguai, que califica luego de descabellados; pero de los que es él, el miucipal iiropalador. A la traducción de ese artículo, agrego a (ie uu telegrama de Buenos Aires publicado por el mismo O Gr u z e ib o , i únicamen­ te por él, sobre el mi.smo tema do la Aüanz.i, i do.s noticias .sueltas que, respecto a movimientos en la marina de guerra imperial, rejistran do,s de los periódicos estranjeros de esta ciudad. No creo en tal Alianza, ni creo ipic el Brasil entre en guerra con nadie miéntras pueda evitarlo; pero ,sí me asi.ste la cotiviccion de que eu Montevideo liai un grupo dc intrigantes (¡uc li.acen cn.aui» pueden para arr.astrario a una guerra con k República Arjentina, intrigante.» cuyos manejos paralizó ia c.aida del ciironel L.atorre i a les que la crí.sis arjentina ofrece ocasión propicia para rocoineuzar sus manejos tenebrosos. A la cabeza cic é.se grn¡io esVAu ei Ministro brasilero en Montevideo Lcpez-Neto, cí Ministro chileno Lastarria i el Mini.stro orien­ tal en e.sta corte, Vasqnez Sagastuiiie, c;ula uno .animado de 3 ta- distinta aspiración, cada uno .asinrando a distinto ñu; pero ,todo.s coiicord,antes en el medio c e sati.sfacer aquella aspira­ j - • ción, de ¡legar a aquel fin. L-npoz-Neto aspira al eiigraiidncimieuto de su país por la absorción dcl Uruguai i del Paraguai; i ‘■ .-. Lastarria .al aniquilamiento de la República .Arjentina, qu,e 1 ’-É- siempre es una amenaza p.ara Gliile, a Sagastume, amen dclmlio salvaje (pie profesa .aBuenos Aire.s, abriga la loca. e.»peranza de I conseguir, mediante una guerra entre ei Brasil i la Arjentina, i V..( k incorporación al Uruguai de las provincias de Entre Rios i Corrientes. Observaré a V. S, que la aparición periódica de esto.? rumo­ 1 res de alianza.?, sieuqu'o son precedido,? de un viaje de Sag.as, C tuiuc a Montevideo. Ahora .se encuentra allí. Cuando cayó el coronel L?.torre, Sagasturae ofreció su renun­ cia al nuevo Gobierno. El iloctor-Vidal, sin aceptóvsela ni negarle su admisión, le dijo p-ur tslegiania que fuese a confereciar cou cl Gobierno. Sagustunie temió una celada i ,»s abstuvo de mo­ I c verse di! Rio .I.aneir:). Aseguróse etiiónces que Latorre indiia e.stado de incógnito en esta ciudad i que habia confür.eciado cou I Sagasiume. N.) sé si el lieclm es cierto; pero lo po.?itivo es que Sng.astnmc partió' de repente p.ara Montevideo, habiéndome )0 leido iiiiiss un acápite de Caria ile su amigo Lastarria, en que íC !e anunciaba sn pró.aima venida al Br.asil, Lastarria >ioha venidüá E.agastnme eotitin.'ia en Munrevidei!, í c A pesar lie ijue los diarias de Monleviilen banaensado aSagastnme de parti'Ci jacion en i.v malversación de la iierencia que iC hizo el fisco do a cuautio.sa fortuna de un cierto doctor Lapido, de! cual aquél fué albaeea dativo, i de que los diarios de esa ¡ ( O . . ciudad han dicho también que eu con.scio de Ministros so (lesidió por codos los voto.» niéno.s uno, sa retiro de esta corte, S C el Presidente A'iilal lo recibió mui bien i no quiso ;.nImi lirio .su rennucia, instándole a qne volviese a Rio: ñero, entretanto, i G hacia renuuciiir un asiento en c! Sen.ado a un amisfo suyo de quien Sagastnme es .sujdente, para de e-¡e modo ímpeilir que \0 volviese aquí por incompatibilidarl de funeioues. Sagastnme conoció la groseiva celada i renunció su puesto eu el Senado para conservar cl de Ministro en cl Brasil, i se prepara a re­ \ Q gresar en breves dias. Esto lo sé por su yerno i Secretario don Liiis^ Piera, mozo tan inocentón, cuanto es maño,so i doble su \Q jefe i suegro, Definida ya lu posición de S'.'.gastumc, hau reapa­ \ 0 recido los rumores de alianza.

c

4O !-G

o

3o

iC

MQ i ( 0

io

Al saacr Scc.ret.wiiv ilcKiíado cu (¡1 ile-ji)aeti.o dc Ucáa-icccs Esteriores i Cuito.

CLXXXY. i)u cucfita (le ia fonvcimaciou ((»e tuvo con S. M. el Kiiiperaíloi-, en ias rceepcioiie.s (Jiplomfiíicas del ‘A de Ju lio i íi de .Agosto. NÚM. 26,— LEGACION DEL I'EIUj EN EL BR.AálL.

(Reservado.) Mío Janeiro, Julio 8 de ISSO. Heñor Secret.avio de Estado: Acabo de llegar de k recepción dcl Cuerpo DI ilomático que, cotuo lie diciio a V. 3. eu otras oc.a.siou.?.s, tiene ugar en el pa­ lacio (le Buena Vista o 3au Cristóbal io.= ijfiinerij.s sábados de c.ada me.s, dnraut?. la e.staciou (pie no sé por qué Raiimii aquí de invierno, i me apresuro a dar a V. S. cuenta de la conversa­ ción cnie tuve la honra de tener cu ella cou S. M. el Emper.ador. -'■¿Tiene usted noticias dcl Perú?’ —“ Sí, .señíir, recibí ayer, liar la via de San Thomas, periódicos (¡ue alcaiuzan hasta el 1.5 de May.o.”—“,3ii tamijiu, ¿Imemi?”—“ Biiena, señor.’'—“ I su hijiií’’-—“ Bueiut tambicn. Tengo la .s
100

GUERRA DEL PACÍFICO.

—‘ ¿Valdcrrama, seiior? A ese- no le conozco ni le he oido vivamente se interesaba, con lo que terminó nue,stra entre­ nunca nombrar.” —“ ¿I los otros?” -Los otros .son, Alfonso, que vista, pasando yo a saludar a S. M. la Emperatriz, con la que debe serlo a V. M. conocido, i García de la Iluerta, que era un tuve la honra i ei placer de conversar largo rato sobre raíisica esc-elente jóven, í nada mas que un escelente jóven, en 1861 i teatros. Llenado el deber de poner lo que antecede en conocimiento cuando yo le conocí.”—“ ¿I de Lastarria ha sabido?”- “ No di­ rectamente, como V. M. supondrá; pue.s aunque no creo que de V. S., me es grato cumplir con el de V. S., sefior Secretario haya dejado do ser mi amigo como yo lo soi de él, no no.s co­ ; de Estado, mui atento i seguro servidor, municamos; pero sé que sigue bueno en Montevideo.’’—“ No J . A. DE L a v.a lle . descuide oomunicarme lo que sepa i que sea e.so h paz." Con Ifl que, saludándome S. M., pasó a hablar con el conde de La A! seüor Secretario de Estado en el despacho de Kelaciones Esteriores i Culto. Tour, que me seguía en el círculo. Pasé luego a saludar a S. M. la Emperatriz, la que después de informarse menudamente de la suerte de mi familia i espe­ cialmente dcl capitán Lavalle, llevé su amabilidad hasta el Celebración del íiS de J n lio. punto de pedirme que escribiese a mis hijas que le mandasen RUS retratos, pues quería conocerlas; que ella les mandarla el NÚM. 91.— LEGACION DBL PERÚ EN EL BRASIL. suyo, amabilidad (]ue confieso a V. S. me ha tocado vivamente al corazón. Rio Janeiro, Julio SO de 1880. Doi cuenta a V. S., ¡lor la via reservada de esta conversación, Señor Secretario de Estado: pues aunque fué en el cítenlo diplomático, puede coirsidcraise A pesar del miserable e.?tado de mi salud, mas grave i ameprivada, pues tuvo lugar en el alféizar de una veiibaiia i cn o.snazar or de dia en dia, i no obstante el de mi bolsa, que no va paño!, idioma que uo hablabau ninguno de los ministros qno aim quedaban en el salón, i ijne versa, además, .sobre puntos delica­ a aquél en zaga, no quise, que teniendo la Bepública un Redos que a esa via corresponden, repitiéndome, con este motivo pre.?entaute en este Imperio, aunque e.?e fuese uu Representanto cuasi iuválido i scmi-quebrado, pasase eu silencio i desa­ do V. S., señor Secretario do Estado, mui atento obsecuente percibido el gran dia la patria: no qni.?e, míe porque e,sta servidor. estuviese invadida, amenazada eu su integridad i ensangrenta­ .J, A. w: L a v a l l e . da por sucesivos desastres, se creyese que ni ella, ni el que Al sefior Secretario de E.stado cn e! despacho de Uelaciones Esteriores i Cuito. aquí tiene el insigne, aunque inmerecido honor de representar­ la, se dejaban abatir por inmerecidos reveses, ni dudaban un momento de su triunfo definitivo, ni de la realización de los NÚM, 97.—LEGACION DEL l’EKÍj EN EL BRASIL. altos destinos a que fué llamada por ia Providencia el 28'de Julio de 1821, En consecuencia, resolví dar, en igual dia del RÍO Janeiro, Agosto 9 de ISSO. presente año, un banquete, el mejor que pudiera darse en ei Señor Secretario de Estado: lotel que habito, que es, ciertamente, no solo el mejor, sino el. A pesar dei mal estado de mi salud i aunque el viaje del único posible en esta ciudad, para servir de habitación a per­ barrio cn que vivo al palacio de Buciia-Vista o San Cristóbal, sona,? coloc.adas en cierta po.?icion social, i en el que tienen constituye una verdadera tortura de dos horas, aun para los irccuentemcnte lugar fiestas semejantes. a.?í políticas como pri­ que cumplida la gozan, i no obstante ¡a certidumbre que abri­ vadas, que han conquistado a su cocina i a su cueva, justa e gaba de que habia de- esperiraentar por ello agravación en mis indis¡)utada fama en esta- corte, padecimientos, deseoso de cumplir hasta el fin todos los de­ Al efecto, dirijí con la anticipación conveniente, la invitación beres que me impone el cargo que a'[uí ejerzo, no quise dejar que encontrará V, S. en el anexo bajo cl número 1, a las per­ de asistir a la recepción ordinaria del Cuerpo Diplomático por sonas cuyos nombres so espresau en el número 2, de las que se SS. MM. II. que, como he dicho a V, S, en varias ocasiones, escusaron las quo constan del número 3, el primero por justa tiene lugar los primeros sábados de los meses que corren de causa de enfermedad, i el segundo porque sistemáticamente Junio a Diciembre, en el indicado palacio de Bucna-Vista o rehúsa toda invitación, no .manteniendo con sus colegas mas San Cristóbal, i a él me dirijí el sábado 7 do los corriente.? a que las mas estrictas relacione,? oficíale.?, de la que le seria im­ las 6 P. M, posible eximirse, sin faltar escandalo.?araeute a sus deberes di­ La conversación que tuve e.?e dia con S. M. el Emperador, plomáticos. fué rnui rápida e insignificante, pues parecía sumamente preo­ Acudieron puntuales a mi invitación todos lo.? que rejistra cupado i deseoso de dar pronto término a la recepción, así es el número 4, i ocuparon en la mesa los lugare.? que en el pro­ que apénas consagraba uuos cortos instantes a cada uno de pio se designan, habiéndome manifestado, al entrar, el Excmo. los ministros presentes; sin embargo, como de costumbre, daré señor Pereira do Sonza, Ministro de Negocios Estranjeros de de ella cuenta a V. S. S. M., que .se hallaba seriamente indispuesto, i que solo por Preguntóme S. M, si tenia uoticias del Perú. Contéstele que motivo semejante, podia haber hecho el supremo esfuerzo de no posteriores a las que tonia la última vez qne habia tenido salir de casa. Los sufrimientos de S. E. se revelaban claramen­ el honor de verle, salvo las rcjistradas últimamente en los dia­ te en su .semblante, jeneralmcnte jorfal i alegre, i ese dia con­ rios de e.3Ía corte, que suponía conociese. Replicóme que sí, i traído por dolores que se esforz-aba vanamente en dominar. preguntóme qué juzgaba yo respecto a la exactitud de la rela­ Agi'adeoí debidamente su amabilidad al sefior Pereira d'e Souza, tiva a la ce.?ion a los Estarlos Unidos de los salitrales perú- mauiíe-stándüle, que aunque mui grata me era su presencia en bolivianos cu cambio de tres buques de guerra i 15,000 fu­ tal ocasión, no quería por eso imponerle un sufrimiento, i que siles. Contestóle que no teniendo ma.? antecedente que ¡o que ie dejaba plena libertad pata retirarse, si así lo exijia su salud. habia vi.?to en los diarios, no ¡lodia formar una opinión sobre Me dijo que uo, que esperaba que la molestia que lé aquejaba SU- corrección. En todo caso, dijo S. M., ese contrato habrá ¡lasase, i (¡ue le era mui satisfactorio hallarse en tal ocasión en sido con una c-asa comercial, no con el Go'oierno de los Esta­ semejante compañía para desperdiciarla. dos Unidos, Es po.sible que así sea, repliquéle. I la paz, ¿cuándo Comenzó la comida, i a pesar de su.s esfuerzos para dominar­ se hace? pro,?iguió S. M. No lo sé, señor; pero si -se hace al­ lo.?, los sufrimientos del señor Pereira de Souza eran tan visibles, guna vez, no será por cierto sobre las bases qne, según he que no queriendo prolongar su martirio, le insté repetidas ve­ visto en loa di.arios de esta ciudad, pretende imponer Chile. ces para que se levantase. Accedió al fin a mis instancias i lo Bien, no, esas son quimeras, dijo el Emperador; pero es nece­ hizo ofreciéndome volver al poco rato; mas, al poco tiempo sario que esa guerra termine. '.Perminará, pues, señor, cuando me hizo ofrecer sus escusas, por verse obligado a retirarse de­ los chilenos tomen Lima, dicen que la van a tomar... Eso me finitivamente por el incremento de su mal. parece dificilillo, dijo sonriendo S. M., i si ese es el único tér­ Continuó la comida sin otro incidente digno de nota, hastamino posible de la guerra, temo que sea mui larga. ¡Qué hare­ que al servirse el champagne, al comenzar el segundo servicio, mos, pue.?, señor! Nosotros .somos hijos de los e5pafiole.s, que levantóse el Excmo. e íltmo, señor don Anjelo di Pietro, Ar­ lucharon siete años con Napoleón i 800 con los moros, aunque zobispo de Nacianzo, Irternuncio i Enviado Estraordinario de felizmente, ni los chilenos tienen a su cabeza a nadie que se S. S. i, como tal, Decano de derecho del Cuerpo Diplomático, i parezca a Napoleón, ni siquiera con los moros. Rióse e Em­ propuso cl brindis qne, poco mas o ménos, se rejistra en el perador i pasó a preguntarme por mi hijo el capitán Lavalle, auexo bajo cl número 5, al que repliqué poco despuee, pronun­ por cuya suerte tuvo la estrema bondad de asegurarme que ciando el que lleva el número 6.

CLXXXVL

to J

c Cto. to to ' to' to ‘

to'ta­ to to

c to

to ’ toto -

to'

tai

V.-

rel="nofollow"> ._to t a ­

to ’

ta

ta-

1,

.

to to to-”

to to

G to

Q

I j< .1

DOCUMENTOS INÉDITOS.

101

En atención a! reciente restablecimiento fie nuestras relacio­ participiicion es debida a causa.? que V. 8. ha previsto i prepa- ' nes oficiales con nuestra antigua metrópoli, juzgué oportuno rado, i que le son, por con.siguiente, perfectamente conocidas. proponer ol brindis número 7, al que contestó el Excmo. sefior Juzgo, sin embargo, que no por ser méuos noble-s los estímulos dou Mariano de Potestad, Mmistro Plenipotenciario de S. M. C., a que ha obedecido esta Empresa al prestarnos todo su apoyo, con el quo so rejistra bajo el número 8. Por último, ya al pun­ sea éste ménos djgno de estimación, por el positivo provecho to de levantarnos de la mesa, propuse, con jeneral_ aplauso de que hemos obtenido. Hau llegado a Colon 3,000 riiles Peabody, tres ametrallado­ los circunstantes, que abrigan como yo los sentimientos de la mas respetuosa afección por la cscelsa persona a quien fué de­ ras, i dos o mas botes-torpedos, cuyo embarque se efectuará luego que llegue el JAmeüa a Panamii. La demora de este dicado, el que lleva el número 9 en los anexos (1). Media hora, poco mas o ménos, después de haber tomado el vapor no deja de producirme alguna inquietud, porque si se café, se despidieron mis invitados, manifesttndome todos su prolonga demasiado, i conocen al fin los ajentes chilenos la satisfacción, i espresándome sus siuceros votos por la felicidad existencia, de este armamento, no dejarán de suscitarnos nuevas i prosperidad de la República eu el sexajésimo año de su exis­ dificultados, sobre todo no contando ya nosotros con la coope­ ración oficial del señor Casorla, que ba- sido reemplazado en la tencia política. Con la esperanza de que V. S. apruebe mis proeedimieutos Presidencia por el primer designado señor Ortega. Temo mu­ en este caso, repítome de V. S., señor Secretario do Estado, cho que la noticia de la revolución de Panamá haya alarmado a -S. E. el Jeneral La-Puerta, a V. 8. i a los domas miembros mui atento obsecuente servidor. del gabinete, basta el punto de suspender el eiivio del traspor­ J . A . DE L a v a l i.1’;, te que esperamos, lo cual ocasionaria, sin duda, a nuc.stro3 Al aeüor Secretario da Estado eu c! despacho dc RdacioneE Esteriores i C'.üto. comisionados, sétios embarazos para la traslación del arma­ mento. Al llegar a este punto de la presente comunicación, he reci­ LEGACION D E L P E R Ú EN EE. UU. bido un oficio del señor Vallariuo, Cónsul del Perú, en el cual me tra,scribe la resolución espedida por el Gobierno Jeneral de D E COLOMBIA I VENEZU ELA. Colombia, sobre la consulta elevada por eí Presidente del Es­ tado de Panamá relativa al tráfico de armas i elementos de guerra por el Istmo. Como verá V, S. por la copia auténtica que tengo el honor de trasmitirlo eu nota separada, la decisión R cvoludou eu Panamáj el P residente Pasorl.u se decl.a- pronunciada .por el Gobierno Jeneral viene a realizar por com­ ra en tusiasta p artidario d el Perú; resoln eion del pleto las aspiraciones de nuestro Gobierno respecto a la ab.soluta libertad de tráfico de artículos de guerra por el Istmo de Gobierno sobre el trán sito dc aruias por cl Istmo. Panamá (2). El espíritu levantado i altamente americano del Gobierno colombiano, ha so-steiiido con firmeza ei principio que NÚM. 2.— LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS , divide a esta garganta del comercio interoceánico, a cuyo nomDE COLOMBIA I VENEZUELA. ¡ bre buscábamos nosotros la garantía de nuestra futura defensa. Panamá, Jmúo 23de 1879. La absoluta libertad comercial es ya uu precepto impuesto por Señor Ministro: el Gobierno de la [.Inion a! del Estado de Panamá, que no Tengo el boiiór de comunicar a V. S, que el sábado 21 de puede quebrantar esta regla invariable de conducta. Nuestro los corrientes llegué a e.ste puerto con los demás empleados de armamento pasará, pues, en adelante por cl Istmo, exento de la Legación, sin que hubiere ocurrido, durante nuestro tránsito toda fiscalización oficial, pvotejido por la inviolabilidad con por la costa del Pacífico, ningún incidente qne mereciese ser que la cubre la noble i avanzada resolución del Gobierno co­ elevado al conocimiento de V. S. Hoi continuamos nuestro lombiano. Creo poder afirmar, sin hipérbole, que esa resolu­ viaje a Colon para tomar allí el vapor de la Mala Real que ción nos pone de.=de hoi en posición dei Istmo para todo lo debe conducirnos a Sabanilla. qne se relaciona con el trasporte del armamento que necesitaA mi paso por Guayaquil, tuve noticia de que habia estalla­ ; mos trasladar al Perú, dejando .solo subsistentes las dificultado en Panamá una séria revolución, que habia comenzado por I des que podria sucit.arnos la Empre.sa del Ferrocarril, que es secue.strar al Pre.sidente del Estado i amenazaba tomar grandes aquí una potencia por lo ménos tan fuerte como cl Gobierno proporciones. Este hecho me preocupaba vivamente porque del Estado. Pero estas dificultades serán fácilmente superables, veia mui oscuro i mui incierto el éxito do nuestras operaciones si, lo que por ahora no creo posible, llegan a presentarse. en el Istmo. Soi de V. S., señor Ministro, obediente servidor. . Afortunadamente, al llegar a este puerto supe que la revolu­ M. M. R iv a s . ción habia terminado por una especie de transacción entre los dos partidos contendientes, i que el órden legal se habia resta­ Al sefior don Manuel Irigóyen, Ministro de Estado en cl de.5pacUo de Relacio­ blecido, a lo ménos por el momento, annque sobre ba.ses mui nes Eateriores del Perá.— Lima, poco sólidas, que dejan en pié la probabilidad de próximos. tnvstoruos, funestos en todo caso para nosotros. NÚM, 4.— LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS El restablecimiento del órden en el Istmo permitió a naestro DE COLOMBIA I VENEZUELA. activo comisionado señor don José Antonio Miró Quezada embarcar en el trasporte Chalaco todo el armamento i demas Bogotá, Julio IS dé 1879, artículos de guerra que teníamos depositados en Colon, a pesar Señor Ministro: de la tenaz oposición de los ajentes chilenos, que él supo vencer Me es grato remitir a V, S. recortes de varios periódicos de Gon.su intelijente dilijencia, aprovechando sus valiosas rela­ ciones de parentesco i de amistad con todas las personas nota­ esta ciudad, en que se trata de nuestra actual cuestión con bles e influyentes de este lugar, i protejido por la cooperación, Chile. xrigunos de esos recortes contienen el juicio que formó en no solo decidida, sino entusiasta i desinteresa-da del Presidente cesante del Estado, señor Casarla, qne consintió en reasumir el los primeros momentos la prensa conservadora de cata capital mando por dos dias ántes de separarse definitivamente de la sobre el carácter de nuestro conflicto con Chile, Ese juicio, Presidencia con el objeto casi esclusivo de servir los intereses aunque publicado en un periódico tan respetable como E l peruanos. Creo un acto de estricta justicia agregar a V. S. que D e b e r, no es, siu embargo, el juicio de la opiniou pública de estos poderosos elementos de acción han sido eficazmente se­ Colombia, que está completamente de nuestro lado, i como cundados por los activos esfuerzos de! señor Giacometti, que verá V, S. por cl tenor dc los artículos a que me refiero, a pesar acompaña a nuestro comisionado i que ha procedido en toda de las censuras dirijidas contra alguno.s de los actos diplomá­ esta cuestión, no simplemente como uu estranjero a quien es ticos practicados por el Perú, E l D e b e r condena enérjioamente la conducta i las pretensiones de Chile. simpática nuestra causa, sino como un verdadero peruano. Los otros recortes que encontrará Y. S. inclusos en el pre­ Ocioso me parece manife.star a V. S. la gran participación que ha tenido en la traslación i embarcpie de nuestro arma­ sente oficio, se refieren a la cuestión dol tránsito de armas por mento la Empresa del Ferrocarril de Panamá, porque esa Panamá, que ha dado oríjen a una polémica entre el redactor de E l D e b e r, señor Cárlos Holguin, i el Secretario deRelacio-

CLXXXVII.

(1) No publíramós tatos anexos i otros quo en udts.; antorioros se indican, poi ctnaidemlos de poca impottancia.

(2) Tomo III, páiina 46,

GUERRA DEL PACIFICO.

102

lies Esteriores sefior Rico. K l D eber calific.a de deliciente la pliqué mo comunicase los fundamento.? que podia tener la resolución tomada por el Gobierno de Colomliia respecto al I publicación de E l Lipa, espresó cl mismo asombro i la misma tránsito de armamentos por el Istmo, i el Secretario de Rela­ I incredulidad que yo habia e?¡ie.riraeritado, i me declaró termiciones Esteriores pretende sostener la justicia de la medida ¡ nautcrneiite que no tenia ningún dato, ni oficial ni priv,?do, (¡nc ha autorizado con su firma. Esta polémica aun no ha con­ (¡ne pudiera darme luz sobre el hecho que yo de.?eaba esclare­ cluido, i cualquiera que sea su resultado, que cuidaré de co­ cer; pero que baria ese mi.smo dia ias invcsDÍgaciones necesa­ municar a V. S. eu el pr(5xirao correo, él no podrá afectar ria.? pava descubrir !a verdad, sin embargo de que creia de todo punto imposible el hecho de que yo le hablaba. desfavorablemente nuestros intereses. Al día siguiente, a la? 9 A. M., fui de nuevo donde el señor Soi de V. S., señor Mini.stro, obediente servidor. Pilco, el cual me manifestó que la noticia public.ada por E l L i­ M. M. R ivas. pa era e.xacta, porque ya tenia cn su poder el decreto orijinal AI señor .\Iit¡istro ele Itelaciouc.? Esteriore.; dcl Perú.—Biea». elevado a la Secretaría de Relaciones Estorioro.? por el Prcsi! dente del E.?tado de Panamá; pero que ese mismo dia seria imI probado dicho decreto en el acuerdo que debia tener lugar a j as 2 P, M., improbación que se tra,?mitiria iumediatamente por Anuncia sn llegada a B ogotá i los prim eros pasos ((uc I el telégrafo a Buenaventura, para que de allí se comunicara a j Pamimá, ha dado, según su.s iastriicciones. Por indicación del soñor Rico, lo busqué a la.? 4.15 P. M. para conocer el resultado del acuerdo,,a cuya liora me dió lec­ KÜM. 3.— LEGACION DEL PERÚ RN LOS ESTADOS UNIDOS tura de la resolución adoptada por el Gobierno Jeneral, des­ DE COI.OMRIA I VENEZUELA. aprobando el decreto espedido en 26 de Junio por el Pre.?idcnto Bogotá, Jiiliu 18 de 1879. del Estado Soberaiio de Panamá, i prohibiendo perentoriamen­ Señor Ministro; te a! Gobierno de este Estado ejercer fiscalización ninguna soDespués de mas de un mes de viaje, cn el que no han ocur­ I bre la? raercadovías que pa.?en del Atlántico al Pacífico por el rido otros incidentes dignos de ser pue.=tos en conocimiento I ferrocarril del Istmo. Me participó, además, el señor Rico que, de V, S. que los contenido.? en mi nota del 23 dei p.a?ado, fe­ j como me lo había ofreeido cn la mañana, la re.?oIuciou que me chada en Panamá, he llegado a esta capital con el resto de la ! acababa de leer habia sido onrauuicada a Panamá por el teléLegación. I grafo de Buenaventura. Anexa al presente oficio encontrará Mi primer cuidado, conforme a lo acordado con V. S., ha I V. 8. una copia testual de dicha resolución. sido entrar eu relaciones privadas tanto con el señor Secretario No remito, ignalmento, a V, S, copia del decreto del l’reside Relaciones Esteriores, como con S- L. el Pre.?ideiitc de la dentc del B.stado de Panamá, penque, habiéndose publicado el Union; deseo que .?e realizó en p.arto, por haber sido saludado, 28 de .íiinio en L a E s t r e l l a , de esa ciudad, debe haberse rea mi llegada a esta ciudad, por ei Oficial Mayor de la Secre­ : producido por lo? diarios de Lima. taría cíe Rc’aeione.? Esteriores a nombre de 8. E. i del señor ' Dejando así terminado este desagr.adable incidente, tengo el Rico. I houor de suscribirme de V. S. atento i ob,secuerd.e servidor. Habiendo pasado a saludarlos per.sonalmeute, sin haber lo­ M. M. Rivas. grado encontrarlos, recibí ayer la visita del señor Rico, con I (juien me ligan desde Lima relaciones de .sincera amistad; pero 1 Al óeluu- Ministro úb Roiaoloass E.'stcriorer del Perú.—Liiaa no padimo,? ti'atar en ella de la cue.stion de la guerra del Pa­ cífico, por estar pre.?eutes varia.? per.?oiia.? que im¡iediati que NÚM. 17,—LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS la conversación lomara otro jiro que cl de vagas jeueralidades; DE COLOMBIA I VENEZUELA. de modo qne auu no he podido conocer sus opiniones sobre el conflicto peruano-chileno. Bogotá, Setiembre 6 de 1879. Señor Ministro: Como mañana principian la,? fie?tas en celebración del aniTengo el honor de acus.ar recibo .a V. S. de los oficios núme­ versai'io de la independencia de esta Prepúblina, no podré re­ cibirme oficialmente hasta dentro de cuatro o cinco dias. Entre­ ros 9 i 11, cn los nue. rae p.articipa que e! señor Ortega, Presi­ tanto procuraré penetrar, en las entrcvi.?tas que tenga con el dente del Estado ce Paua-raá, con el intento de oponer dificul­ Presidente i con el señor Rico, lo.? propósitos qne abvigiien res­ tades al libre tránsito de .armas i elementos de guerra por el pecto de la guerra entre el IMrá i Chile, reservando par.i mas í.stino, li.abia e,?pedido un docreto prohibiendo su embarque, tardo promover ks cuestiones (¡ue la.? instrucciones de V. 8., ,apesar ele la resolución del Gobierno Federal que lo permite tauto escritas corno verbales, me impouon el deber de llevar a teraiinaiitemente. efecto. Por mi nota número 7 de 27 de Julio, comuniqué ya a V. 8. que, en mérito de n«i.s je.?tiones i de las observaciones que hice Soi de V. S., señor Ministro, atento i obsecuente servidor. al señor Sccret.ario de Relaciones Esteriore.?, habia logrado que M. M, R ivas. cl Gobierno de l.a Union improbara, en los términos mas claros Al señor tíir.islro J.; Kelaeioac-s Ifetiriovc-s dcl rcrú.—Liia». i decisivos, el citado decreto el mismo dia, 25 de Julio, que la consulta elevada por cl Presidente de Pan-amá llegó .aau poder, i remití a V. 8. copia de la derogatoria. Participé también a V, S. que ¡rara evitar nuevas dificultades li
OLXXXYIIÍ.

CLXXXIX.

DE COLOa MBIA

i

VENEZUELA.

Bogotá, Jnüo 27 de 1879. Señor Ministro: El 24 de los corrientes publicó un acreditado periódico de esta capital, la noticia de que el Presidente del Estado de Pana­ má habia espedido, con fecha 20 del pró.\'imo pasado, un decreto prohibiendo el embarque de arma.? i útiles de guerra para las repúblicas belijerantes del Pacífico. Aun(¡ue e.?te hecho me pa­ reció de.sde luego inverosímil, porque importaba la derogatoria de una resolución contraria sobre el mismo objeto; pronunciad.% a principios de Junio por el Gobierno de la Union, i por no liaber recibido ningun aviso de nuestros cónsules i ajentes en Panamá; fui inmediatamente donde el señor Secretario de Re­ laciones Esteriores, a fiu de obtener de él una esplícacion satis­ factoria de suce,so tan grave. El señor Secretario, a (juion su­

AI señor Minisíro Je Estada cn el despsoho de Relaciones Esteriores del Perú,

CLXL. Coniiiriica la llegada del .lüuistro cliüeiio i el decidido apoyo, favoraUtc a ia cainsa dcl Perú, del S ecretario de R elaciones E steriores. NL'M.

14.-LEGACION DEL PERÚ EN LÜ.S ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA I VENEZUELA.

(Re,?erv,ada.) Bogotá, Agosto US de 1879. Señor Ministro: Hace 15 días ha llegado a esta capital el sefior Valdés Ver-

103

DOCUMENTOS UNÉDITOS,

v „.

j ■ (

I

I

, 1

El señor Secretario de Relaciones Esteriores ha contestado esta reclamación ofreciendo al Representante chileno comuni­ car a !a.s autoridades de P.anarná órdenes terminantes para que impidan el embarque de armas en trasportes de guerra, por estar esto e.»presamente prohibido por los decretos de 2 de .Junio i 25 de Julio del presente año. El Encargado de Negocio.s de Chile no ha replicado una palabra a esta oo'ütestacion del señor Rico, Soi de V. S., señor Ministro, atento i seguro servidor.

gara, Encargado de Negocios de Chile, habiendo hecho solo ayer ¡a presentación de sos credenciales. El señor Valdcs Vergava era Secretario dé la Legación en Bolivia en el momen­ to de la declaración de la guerra i de.spues lué nombrado Cón­ sul en P.anamá, de cuyo puesto ha sido ascendido al de Encar­ gado de Negocios, que actualmente desempeña. Desde cl momento en que tuve conocimiento de su próxima llegada, me dirijí a ver al señor Secretario de Relaciones Es­ teriores a quien so lo comuniqué, advirtiéndole que suponia que la venida del Representante chileno debia tener por objeto solicitar la derogatoria del decreto del Gobierno sobre trámsito dc elementos de guerra por el Istmo de P.anamá. Ei señor Rico me contestó que él opinaba del mismo modo; ¡lero qne todos los esfuerzos que so hicieran con ta! fin, serian inútiles, pues, él habia espedido el decreto en la convicción de (]ue era per­ fectamente jü.sto, i me añadió las siguientes palabras: “ Para que ae derogue ese decreto seria necesario que se cambie el Gobierno de Colombia." Le hice presente entónces que el señor Valdés Vergara no dejarla de mortificarlo cnn sus jestiones impertinentes para conseguir sn pretensión, i que yo, por mi parle, e.?taba resuel­ to, como era mi deber, a suscitarle todos los obstáculos posibles. A esta indicación me djutestó el señor Secretario, que en la ¡iresente cuestión era yo su aliado natural i que debíamos pro­ ceder como tales. Tengo el honor dc ser, señor Ministro de V. S., obsecuente' servidor, M, M. E iv a s

M. M. R ivas. AlscHor Minlsí-i'o de Estado en c! despacho de P.clacícnes Esleriovesdcl Perú. —Lima.

CLXLII. Nota d irljid íi iil (.'ónsul iiei-iiaiio eu ranam á referente a l ciMbarque (le ariii!i.s e iic l “ Oroya." NÚM.

DE COLOMBIA I VENEZUELA.

(Reservada.) Bogotá, Octubre 21 de 1870. Señor Mini.»tro; Me es grato remitir adjunta a V. S. Ia copia de la nota dirijúla por esta Legación al Cónsul Jeneral de la República resi­ dente en Pauamá, a que hice referencia en rai anterior corres­ pondencia i que no incluí en ella por la premura dcl tiempo. Esperando merezca la aprobación de V. S. i la dc S. E. el u'imer Vi.?e-1'residente debí República, mees grato suscrilirme de V. S,, señor Ministro, obsecuente servidor.

Al seftcr Minislro de Bsbdo eu cl despaciio de Kelacimies Esteriores.—Lima,

M. M. R ivas,

Reclaiiiacioiies del Kepreseiitaiite de Ghile Valdé.s l'ergai'ii. NÚ.M.

A! svrior Miiiisti'O ¡lo Estailo en d Jcspiclio d.j Relaciones Esteiisres tlcl Perú. —Lima.

22.—LEGÁCTON DHL PERÚ EN LOS ESTADOS UKÍDOS DE COLOMBIA I VENEZUELA. I

'■"1

í

"1 '1

i

1

"1

'1 "1 '^-1

"1 's--

23.—LEGACION DEL 1‘ESÜ EN LOS EST.SDO-S UNIDOS

(Reservada.) V Bogotá, Setiembre 9 de 1879, Señor Ministro: Como anuncié a V, 3. eu el corroo anterior, el señor Valdés Vergara, Encargado de Negocios de Chile, fué re-cibido el 22 de Agosto próximo pasiido por e! señor Eeoretiirio de Rebiciones Esteriores. Tanto el señor Secretario 'de RRlacione,s Esteriore.s, conio yo, presumíamos que el Representante de Chile eiuablaria, inmediatamente despnes de su recepción, reclama­ ciones enérjicas contra ks disposiciones dcl Gobierno colom­ biano relativas al tránsito de armamento por el Istmo de Pa­ namá. Pero e! .señor Valdés Vergara, obedeciendo, ,sin duda., a iustriiccionea cuyo carácter no puedo sospcclnar, lia observado una conducta enteramente contraria a nnicba.s previsiones. Según ma lia referido en reserva el señor Secretario Rico, la.s primeras entrevistas que tuvo cou el Encargado de Nego­ cios de Chile se limitaron a simples conversiic¡otie.s arai.stosas, eu las cuale-i te hizo éste algunas observaciones sobre bis reso­ luciones del Gobierno; pero mui suave i amablemente, i sin darles el carácter de nna reclamación formal. En nua de esas eiitrevista,s, en que se .sostuvo entre ámbos uu dc’Date .sério sobre la justicia de l
COPIA. Legación del Perú en los Estados Unidos de CohmUa i Fexn’zuela.—Bogotá, Octubre 7 de 1879.

Señor: El señor Secretario de lo Interior i Relaciones Esteriores me ba comunicado que el Encargada de Negocios de Chile eu Bo­ gotá ba entablado una reclamación ante el Gobierno de Coombia contra ks autoridades de Panamá, por haber permitido el emban|ue directo eu el vapor Oroiia de algunos artículos de guerra destinados al Perú: Este bedio ha producido cu el .se­ ñor Secretario i en mí una desagradable impre.sion, port ue a ser cierto que el embarque del armamento se ha rea izado en la Ibrrna indicada por el Representante chileno, viene a crear una cue.stion emb.arazo.’a al Gobierno de Colombia, que ha po­ dido evitarse siu grandes esfuerzos. El señor Secretario de Re­ laciones Esteriores está justaineute quejoso de que los funcio­ nario.? i ajentes peruanos que han intervenido cu este asunto no hayan trepidarlo en comprometer al Gobierno de la Union, atropellando las formas e.?tablecidas en los decretos del 2 de Junio i 25 de Julio para el em'o.arque de armamento en los puertos del Istmo, dando a.sf un escándalo inútil para el Peni, (JUC no lia obtenido con esto ninguna ventaja séria, i peligroso para Colombia, que so encuentra lioi envuelta en dillcultades que lio hemos debido suscitarle jamás, La repetición de hechos (le esta naturaleza, que exa-speraria con razón a! Gobierno colombiano, aparte de que daria uua triste idea de uue,stra lealtad i nuestra gratitud hácia las na­ ciones que nos favorecen con su apoyo, podria producir para no.?otros consecuencias fatales. Si Oolombi.a, con el fin de evi­ tarse para lo .sucesivo cuestione,? mortiíicautes, deroga o modi^fica mas tarde, en un sentido desfavorable pura el Perú, k.s dis¡ posiciones actuales sobre tránsito de armamento por e! Istnio, ■nos cau.saria el mas grave de los males, provocado por nuestra iniprndetito lijereza, o por nuestra mal calculada economía, que sin hacernos por el momento ni pobres ni ricos, nos obligará a gastar ma? tarde centenares de miles de .soles cuando necesi­ temos trasladar al Pacífico las arm.as que nos han (le .ser indis­ pensables para continuar k guerra. Aunque esto sea hasta ahora un simple temor, que nada autoriza a creer fundado, es preciso no echarlo en o vido i proceder con prudente di.?cre-

104

GUERRA DEL PACIFICO.

cioD, a fia de conservar a nuestro país en posesión de las ven­ tajas que la noble jenerosidad de Colombia le ha concedido.

En cumplimiento de mi deber, como Representante del Perú, he ofrecido al señor Secretario de Relaciones E.steriores que todo embarque de armas que se haga en adelante por el puerto de Panamá, se .ajust.irá estrictamente a lo prescrito cu el de­ creto de 2 de Junio, evitando Irasta la m.as leve apariencia qne pueda comprometer la neutralidad de Colombia i justificar las reclamaciones de Ghile. En consecuencia, V. S. impedirá, en lo sucesivo, que se haga iiingmi embarque eu qne ,sc viole, Rajo cualquiera forma, algún,a,s de la,s disposiciones del oitíido de­ creto, i empleará la mas severa vijilancia para evitar qne nues­ tro.? ajentes comerciales en ese puerto cometan irregularidades que pueden dar oríjen a reclamaciones fundada.? por parte del Representante de Chile. Como en virtud de la reclamación, ya entablada por el se­ ñor Valdés Vergara, debe hacerse en Panamá una prolija in­ vestigación de los hechos relativos a.l embarque en e! trasporte Oroya, V. S. )i'ocurfir.á, por todos lo.s medios que estén a su alcance, que iclios esclarecimientos den un favorable resul­ tado, dejando coaiplotamente a salvo la responsabilidad del Gobierno colombiano.—Dios guardo a V. S.—M. M. R ivas.— Al sefior Cénsiil .Jeneral del Perú en ¡os Estados Unidos do Colombia.—P,mamá. Bogotá, Octubre 21 de 1879.—Es conformo,—Gár/os rf, Calckrou, Secretario de ¡a Legación.

GLXLIH.

.segundo lugar, la opinión emitida en el Congre.?o colombi.ano, i reproducida oficialmente por el Secretario de Relaciones Estenores, de que bis derechos alegados por cl Gobierno de Ve­ nezuela a esos territorios envolvían una usurpación. Esta pala­ bra dió oríjen a reclamaciones dcl Gobierno venezolano, i la cuestión no ha podido ser arreglada a pesar de las dos misiones diplomáticas enriadas por Colombia con este fin. En virtud do estos .antecedentes, las relacione.? diplomáticas entre los dos países están, dfi,?de aquella época, interrumpidas. A fin de que V. S, conozca detalladamente la historia de k cuestión sostenida entre ámbas repúblicas para la fijación de sus respectivo.? límite.?, he pedido al scfior Secretario de Rela­ ciones Esteriores nna relación circunstanci.ada de todos sns incidentes, o ios documentos necesarios para poderla formar yo rai.?mo. El señor Secretario me lia ofrecido acceder a mis deseos i, tan luego como esto se realice, tendré el honor de trasmitir a V. S. los docnnientos o dato.? que di me envie. Soi de V. S,, señor Ministro, mui obsecuente servidor. M. M. Rivas. Al señor Ministro do Estado sn ol dospaoho do Rolacionoa Estoiioros dsl Porá. —Liiiia,

GLXLIY. iHajüfie.stii su prs.nr por la pérdida del “H uáscar” 1 el efecto que ha producido eu cl pueblo colonibiano. NÚM.

34,—LEGACION DEL PERÚ BN LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA I VENEZUELA.

Ofrece su mcdineioii ,nl «¡obieruo de Oolouibia eu .su coiidícto con Veuezncla. HÜM. 32.— LEG.ACION DEL PERÚ EN LOS ESTADSS DKIDO.S DE COLOMBIA 1 VEKliZUELA.

(Reservada.)

Bogotá, Noviembre 18 de 1879. Señor Ministro: El último correo del Pacífico nos ha traido la triste noticia del desastre sufrido por el Hrnsc-ar eu ol glorioso combate qne sostuvo el 8 de Octubre contra toda la escuadra chilena. Los detalles de esc sangriento combate llenan de orgullo i de dolor nuestro patriotismo. Gran i sns valientes compañeros han suciimbido, pero l'.,an sucumbido como, héroe.?. Su muerte no nos ha dado la victoria, pero no? ha dado cl res¡)Cto del mundo i la admiración que in.spira ol heroismo. Pelear i morir así, es no solo nna gloria, sino la promesa i k garantía de nuestro triunfo definitivo. Yo doi a V. S. i al Gobierno de S. E. el primer Vice-Presidcnte el mas :,nmrgo pésame por la grau desgracia que hemos .sufrido, pero felicito al mi.smo tiempo a V. S., a ,S. E. i a la República por la iumen.sa gloria que licmo,? alc.anzado. Dios guarde a V. S, M. M. R ivas,

Docptá, Noviembre 17 de 1S79. Señor Ministro: He visto por el e.stimable oficio de V. S,, fecha 25 del mes de Setiembre próximo pasado, número 24, (¡ue S. E. el jirimer Vice-Presidente de la República .?c ha dignado aprobar la con­ ducta observada por mí al apre,snranne a ofrecer los himnos oficios del Perú para el caso de rpie ios temore.? de nn conflicto con la vecina República ds Venezuela se oonfirraaran. Suplico a V. S. nuHiifie.?tc a £. E. el primer Vice-Presidente mi profunda gr.af.itud por ¡a aprobación que se ha servido hacerde mis actos, i doi también a V. S. csprcsivas gracia.? por los términos bondadosos con que se digna comunicármela. Felizmente, los temores de un próximo rompimiento con Ve­ Al soñor Miuistro do Esíado, en e! despicho do Relacioaes Esteriores del Perú, —Lima. nezuela parecen ya eompletamente infundados; la prensa de Carácas ios desmiente unánimemente, i en telegrama del Jene­ ral Gamacho, llepre.?entante de Colombia eu Lóndre.? i Berlin, NÚM. 39.—LEGACION DEL PEPÚ EN LOS ES'TADOS UNIDOS anuncia que considera asegurada la ¡)az entre las dos repúbli­ DE COLOMBIA 1 VENEZUELA. cas. Pero todo esto no tiene cariácter definitivo aun por la es­ casa fe que inspiran las protesta.? pacíficas ciel Presidente de Bogotá, Dkiembre 2 de 1879. Venezuela, i no se tendrán datos ciertos acerca de las intencio­ Señor Mini.stro: nes del Jeneral Guzman Blanco ha.?ta su regreso a \knezueia, El glorioso desastre sufrido por nuestro monitor Huáscar en que tendrá lugar, según parece, eu Diciembre ¡iróximo. Esta es el combate que sostuvo el 8 de Octubre cou toda ia escuadra también la opinión del señor Secretario de Pmlacione.? Esteno- cliilena i la horóica muerte de su com,andante el Contr.vAlmire,?, quien me lo ha raanife,?tado en la.? diferentes entrevi.stas rante Gran i de casi todos sus valientes compañeros, ha pro­ en qne me iic ocupado con él de e.?te asunto. ducido aquí una profunda impresión. Colombia, esta tierra de Con el objeto de hacerlo conocer ios sentimientos de confra­ héroe?, que simpatiza con todas ks glorias i admira todos los ternidad que .animan .al Gobierno del Perú i ¡os deseos qne e.?- sacrificio.? iinspirados por el patrioti.smo, ha m.anifestado, de una perimenta de evitar un confiicto entre las dos repúblicas, di manera noble i séria, el doble sentimiento qne csperimcntaba ectnra al señor Secretario de Relaciones Bsicriotes del oficio de dolor por nuestro infortunio, de entusiasmo por cl heroismo de V, S. en el que aprueba el ofrecimiento que hice de los bue­ de nuestros marinos. nos oficios del Perú en caso de un rompimiento, i la autoriza­ Las person.a.? ma.? distinguidas de esta capital han venido ción de V. S. p.ara interponer nuestra mediación amistosa. El personalmente a e.spre.?arme esos sentimientos con p
DOCUMENTOS INEDITOS.

8...

k-

105

Todas estas manifestaciones fueron contestadas por mí en ■sobre esto importante asunto, soi de V, S., señor Ministro, obtérminos adecuados, espresando la profunda gratitud del Peni sscnente .servidor. M. M, Rivas. por el noble dolor que babia producido en esta sociedad el sa­ crificio de nuestros marinos i el jeiieroso apoyo qne presta a I Al señor Mini.\tro de Estado en cd despacito de Relacione? Esteriores del Perii. nuestra causa la opimon pública de Colombia. —Lima. En nota separada, trasmito a V. S. las publicaciones hechas por la prensa de Bogotá, mas esprcsivas i elocuentes, si cabe, Lima, Enero 27 de 1880. —Visto el precedente oficio, cancé­ que las manifestaciones personales de que he sido objeto, lense los nombramientos del doctor don Manuel María Rivas como Representante del Perú. como Ministro diplnniático en la Union Colombiana i Vene­ Con la mayor satisfacción doi a V. S. Cuenta de estos hechos, zuela, i rcmitáiisele las respectivas cartas de retiro. qne vienen a estrechar los lazos de simpatía i la sólida amistad que existen entre nuestro país i c! pueblo colombiano. Ca l d e r ó n , Dios guarde a V. 3. ' M. M. Rivas.

GfJLYL

A) señor Ministro Jo Ksca.Jnon ol Jesp.ac']0 ik Rsiacinrics Estoriores ilel rcri!.

D.a ruei)t.u de !íi.s «!ili.jenci:i,s llevadas a cabo para que Colombia reconozca oficialm ente el (lobieruo de Piérola.

—Lima.

HÚM. 5 7 .- LEG.ACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS

A conseja ol retiro «le la Logaoioa i la poca utilidad «le su traslado a Venezuela.

UE COLOMBIA I VENEZUELA.

(Reservada.) te ­

HÚM. 44.— LEGACION DEL I'EBÚ EN LOS ESTADOS EHIDOS

Bogotá, Fehrm U de 1880. Señnr Secretario: lie tenido el honor de recibir cl estimable oficio deV. S., (Reservada.) fecha 24 de Diciembre próximo pasado, marcado con el núme­ ro -lO, i las do.s cartas autógrafas ipie lo acompañan, dirijidas Bogotá, Diciembre ló de 1S79. lor S. E. el Jefe Supremo del Perú a S. H. el Presidente de os Estados Unidos ds Colombia i a 3. E. el Presidente de los Señor Ministro; Estados Unidos de Venezuela, partid ríndo’es respectivamente Los temores de guerra con Venezuela que, según comuniqné su exídtacion al mando de la Rcpúb ica. a V. S. en mis anteriores oficios, adquirían cada dia mayor con­ Luego que llegaron a mi poder estos documentos, provoqué sistencia i se pre.sentaban cada vez mas amenazadores, parecen una conversación privada con el señor Secretario de Relacio­ hoi completamente desvanecidos, i, por ahora.se puede afirmar nes Esteriores, a iin de conocer sn o liiiion sobre cl cambio felizmente que todo confiioto entre las dos repúblicas está con­ político realizado en el Perú i la actitm probable que asumiria jurado. Varios telegramas sucesivos del Jeneral Camargo, Pieel Gobierno de Colombia respecto de la ailministracioii de preseiitante diplomático dc Colombia en Inglaterra i Alemania, S. E. el Jefe Supremo. auuncian al Gobierno qne la paz cou Venezuela e.stá asegurada, Desde que la prensa de Bogotá publicó la noticia del movi­ merced a las esplicaciones habidas entre el Jeneral Camargo, miento popular qne habia tenido lugar en Lima, habia yo i el Presidente de Venezuela, Jeneral Guzman Blanco. procurado infinir en el espíritu del señor Secretario, en mis fre­ E! afiauzamieiito de la paz entre estas dos repúblicas, la es- cuentas conversaciones cou él, desvaneciendo ciertas aprehen­ pedicion i ratificación del decreto del Gobierno Jeneral sobre siones 'pie anrigab;i sobre el carácter del nuevo Gobieruo, i libertad de tráfico en el Istmo de Panamá, las reiteradas pro­ manifestánda’e'lue la elevación dcl señor doctor don Nicolás mesas de conservarlo en vijencia que he recibido de parte del de Piérola al mando supremo, ofrecía a! Perú, i a todos los .señor Secretario de Relaciones E.sceriores,'las contiiiiuis inaiii- paí.ses rpie habiau simpatizado coa su cau.sa, la mas amplia fe.sía«ioucs de simp.atfa a nuestra causa i las fundadas csperiui- garantía de que las operaeioucs de l.aguerra sori¿in en adelante zas de estabilidad del actual Gobierno, nje hacen creer que la diri jidas cou intelijencia e indomable enerjía. permanencia dc la Legación en Bogotá, sinn es inútil dol todo, En la última conversación, a qne lie aludido anteriormente, carece por lo ménos de verdadera importancia, al mismo tiem­ comencé por preguntar al señor Rico si tenia ya formada su po que ocasiona un fuerte gasto a la Nación, que necesita, en la opiniou definitiva, sobre el nuevo órden de co.sas creado cu el .solemne prueba por la que atraviesa, de toda economía en sus Perú por la revolución de 21 de Diciembre, i e-specialmente rentas i de servicios mas activos en sus liijo,s. Oreo, pues, .señor sobre la línea de conducta que el Gobierno de Colombia debia Ministro, que el retiro de la Legación de Colombia, una vez lle­ observar. El .señar Secretario me ooute.scó, con discreta reser­ nado el principal objeto de su misión, la libertad del tráfico en va, que, por su parte, nn habia pensado maduramente en el el Istmo de Panamá, .seria conveniente i la propongo a la ilus­ asuuto, aunque estaba lavorablemeute prevenido en esta cues­ trada decisión de S. E. el Pre,sidente de la República i a la tión, pues su de.seo m.as .sincero era no encontrar uinguoa ra­ da V. S. zón que impidiese a Colombia reconocer el Gobierno del señor Creo al mismo tiempo necesario, en el caso de resolverse el Piérola. Despnes de es,ta espresiva manifestación, me pidió el retiro de la misión dipimnátioa (¡ue desempeño, que V. S. se señor Rico qne le concediese algunos dias lara estudiar los sirva autorizarme para no pre.sentar la carta de retiro si sobre­ antecedentes relativos a hechos anágolos de a cancillería co­ viene alguna emerjeneia que pueda hacerme considerar como lombiana, a lo cual accedí gustoso, ofreciéndome el'señor Se­ indispiensable mi permanencia en Bogotá. cretario qne sondearía la opiniou de sus demas colegas i de Concluida mi misión en Colombia, .suplico a Y. S. me remi­ S. E. cl Presidente para comunicármela privadamente. rVl se­ ta las instrucciones respectivas, o para regresarme ¡il Perú o pararan.?, convinimos en que nuestra conver.saeion no tendría seguir a Venezuela a presentar la.s credenciales que me .acredi­ carácter oficial. Estamos aun dentro dcl plazo indeterminado solicitado por tan ante ese Gobierno en el mismo carácter que ante el de Co­ lombia. A mi m{ido de ver, la Legación en Venezuela no tiene cl señor Rico, al cual procuraré yo, con prudencia, poner bre­ ningún fin provechoso, pues ¡as simjiatías de ese Gobierno por ve término, i esta circunstancia no ine permite comunicar a la causa del Perú han sido manifestadas ¡lúblicamente jior el V. 3., en el presenta correo, nada definitivo sobre esta cuestión. Jeneral Guzman Blanco, i el Perú, además, no tiene ninguna , Dios guarde a V. S. M. M. R ivas. ventaja positiva e importante, para e! éxito de la guerra, qne esperar de ese Gobierno. .Al señor Secretario de Estado en el despacho dc Relaciones feteriores del Perú.—Lima. Creo, pues, también, señor Ministro, inútil la misión a Vene­ zuela, respecto de la cual subsistirán los mismos inconvenien­ tes que se oponen a la permanencia de la Legación en Bogotá, i Esperando la re,solución de S, E, el Presidente i de V. S. i DE COLOMBIA 1 VENEZUELA.

ta

ta

te .

te-' v..»

to to G

G C'

G

T o m o i v ..— U

GUEMA DEL PACÍFICO.

]06

Lima, Abril 17 de 1880.—Contéstese a la nueva Legación re.sidento en Q.uito, calificando como de,'acordada la conducta de que da cuenta el oficiante, que debió abatener.se de toda in.sinuacion sobre ia materia a qne hace referencia, i limitarse al cumplimiento estricto del encargo qne se le habia hecho. C.ALDEUOX.

GLXLYÍÍ. lil Gobierno de Coioiubia se liicga a recon ocer a P iérolíicom o .1efe Suprem o del P erú. N Ú M . 5 3 .—

L E C íA C ÍO iN

DKL

PM Ú

EN

IO S

E S T A D O :.'

D E C O L O -M B IA 1 V E N E Z U E L A .

(Reservada.)

U N ID O S

Gobierno una regla invariable de conducta, porque el Gobierno del .señor Jeneral Prado, resultado de una revolución popular. Labia sido reconocido por Colombia mnclio ántes de qne cl Congreso de 18G7 viniese a darle el prcstijio de la legalidad. Confcr.ayéndorae a la segunda observación del scfior Secreta­ rio, le liice presente qne sus aprehensiones respecto del Jeneral Guzman Blanco eran, a mi ver, infmid.adas; que ios elocuentes testimonio.? de .sinrpatía dados por dicho Jeneral a k causa de la Alianza deí Pacífico eran una garantía de que no tom.aria pretesto en el reconocimiento dcl Gobierno del señor Piérola para avivar los odio,? tradicionalc.? que existen entre Colombia i Venezuela, i que, por mi parte, abrigaba completa fe en que el Presidente de Venezuela iiaria justicia a la. elevación de los motivos qne iuspirabau ol procedimiento dcl Gobierno colom­ biano al reconocer al .actual Gobierno del Perú. El señor Secretario me replicó quo el hccbo que yo le citaba, respecto del reconocimiento dcl Gobierno, doi Jeneral Prado, no tenia el valor quo yo le atribuia, jior anber siilo practicado por el Gobierno del .Ieneral Mo.?'¡ucra, que fué depuesto poco tiempo de.?pnes i sometido ajuicio por torios los acto.? de .?u admiiiislracion, i que, cn cnanto a la confianza qne yo ic ma­ nifestaba resyiccto dei Jeneral Guzman Blanco, él tenia el sentimieriio de no participar de ella, porque conocía hasta qué punto llegaban las ¡irevencimics i la animosidad qne abrigaba contra el Gobierno i el pueblo colombiano. Los detalle:! de esta eiilrevi.sca revelarán a Y S. que el Go­ bierno do Colombia está firmemente resucito a no reconocer, por ahora, el Gobierno de S. E. el Jefe Suprenm, siu que esta neg.ativa importe .la disminución de las simpatías qne ha ma­ nifestado constatitemíiits en favor dcl Perú, ni del vivo Ínteres que tiene en el éxito de nuestra cansa. .Sírvase Y S. elevar a! conociraienio de S. E. ct .Jefe Snjircmo el contenirlo del pimeuto oficio, maniifetándolo cuán sensible ha sido pura mí no luibcr obtenido nn rc.?i.iltado satisfactorio eu mis esfuerzos en favor del reconocimiento de su carácter de Supremo mandatario del Perú. Dio.? guarde a Y S. M. M. R tvas.

^ Bogotá, Marzo 9 de, JSSO. Señor Seeifitarin: Como .anuncié < a V. S,, on mi oficio de Febrero..., marcado con el número..., mis primeros pasos cerca del .señor Secretario de Relaciones Esteriores de la Union p.n-a obtener ei recono­ cimiento oficial dol nuevo Gobierno establecido eu ol Perú, no habian producido lungnii re.sultado positivo. De.spnes de dejar trascurrir algunos dias a fin de que el señor Secretario pnrliera e.stinliar con calma ios antecedente.? que ¿1 habla invocado, .solicité una nueva entrevi.sta, que me fijé inmediatamente coiice;lida. El señor Secretario, compren­ diendo desde_^el primer iii.stante qno7 0 iba a bn.scar nna con­ testación definitiva .sobre La actitud qne a.snmiria el Gobierno de Colonibia ante cl nuevo órden político, croado en e! Perú por cl movimiento popular de 21 i 2 2 de Diciembre, me niaiiiíe.?tó que sn deseo mas ardiente era no suscitar embarazo.? de ningún jénero ai actual Gobierno peruano; pero que encon­ traba obstáculos insuperables ul reconocimiento inmediato de dicho Gobierno; que del estudio que liabia hecho de los ante­ cedentes (¡ue ncce.?ita!)a conocer para, proponer nna resolncion aS. E e! Presidente, resal taba quo Colombia tenia nna reglafija, Al sefrar Secicwrio de Emw.;Iu eü sí dc:a rel="nofollow">rn;;io deRíAciímesEsl.-;riore.s tlol Peni. a quo habia obedecido coustantemeute eu los casos en qne ss habia, solicitado el reconocimiento de algún Gobierno de hecho; que e.?ía regla era la misma que observaban los Estados Uni­ Lima, Mvayo 1 , ® de 1.880.—Contéste.se que, eii cl asunto de dos de Améric.'i, i que con.?i.?tia en no aceptar como lejítimo que se trata en el presente oficio,' ha debido ¡iiuitar.se a entre­ ningún Gobierno elevado por la acción po^mlar,.miéntras sn gar la autógraik de Gabinete en que so anunciaba al Gobicríio legalidad no hubiera sido sanciona,da por la, aprobación de nu de Colombia la inauguración del que preside kS. E. cl actual Congreso. .íefe Supremo dsl Perú, i que el iiabcr provocado 0 aceptado Me agTCgó 3. E. qne sobre e.?ta ivazon de principios existia la discusión depre.?iva de la .soberanía nacional de que da cuenta, para. Colombia nna razón de hecho, cuya gravedad no podia, ha sido un desacuerdo, que el Gobierno considera injustificable. ocultárseme. El, Gobierno del Jeneral Guzman Blanco, Pre.?i(¡cnte actual de Venezuela, habia .sido desconocido por el Caidbhon. Gobierno colombiano, cuando aquel mandatario .?e elevó por primera vez al poder por medio de una revolución popular. Reconocer aiiora un Gobierno do idéntico oríjen seria incurrir en una contradicción que initaria el encono qne Guzman Blanco abriga desde eatónoes contra el Gobierno i el pueblo de Co- .tificjnsíaü.'i copia de ias tn.?tniccioHc.s qne iia dado al CÓHsal íu-OTÍsSoij¡il del l'e rá cn Bogotfi. lom^T,, ofreciendo un nuevo pretesto qne haria mas profunda la división que desgraciadamente exi.ste entre ámbos pueblos. Ntí.'í. G'l.—LEGACION DEL PEKÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS S. E. concluyó mi.nifer-itáiidome que su Gobierno sontia nn DE COLOMBIA 1 VENEZUELA. pesar mui vivo de encontrar razones tan poderosas que le impedian reconocer, por aiiora, el Gobierno dcl Excmo. señor Bogotá, Mm-zo 9.7 de ISSO. Piérda. Señor SecreUrio: . Aunque las palabras del señor Secretario me babi.an hecho Tengo el honor de remitir a Y S. copia auténtica do la neta comprender qne la resolución dcl Gobierno colombiano era que dirijí ai señor don Nicolás E.squerra, Cónsul provisional irrevocable, e.?pu.?fi a 3. E., en couí.c.;tacion a lo.? argumentos cié la Prepública en Bogotá, i quo contiene ks instruociones (¡ne me habia presentado: qne la re.gia do conilucta adoptada por necesaria.? para cl buen servicio de los intere.?es peruano.? en Colombia re.speeto del rec'onocimieii.to de loa gobiernos de hecho esta capitai. era para mí mui diacutibie, que no encontraba ninguna razón Dio.? guarde a V. S. jurídica que pudiera justificar el desconocimiento de la lejitiM. M. R iva s. midad do nu Gobierno que tenia fin su apoyo c! a.?entimiento unánime do todo nn pueblo, pnr..jne esto importaba desconocer Al teíor Sporeinri-j úo Eskvln ea «I Uefuc-riiu oder de! espresado Cónsul, segun .armada que niegue sus títulos de lejitimidad; que, aun con­ consta de ks imstrnccioncs adjunta.?. cediendo, por hipótesis, la verd.ad del principio adoptado por Ca l d e r ó n . Colombia, no encontraba que hubiera sido sienijire para su

CLXLYfIL

DOCUMENTOS INÉDITOS. COPIA.

ta .

CI te .

''í L.-

te. w te­ ta.' 1

s to

/•-A

to1

c to

!

to'

c .i

G

Q W C.■5 W . .i

9

9 t o

...j

'I

9

9 9

Níim. 10.— ¿¿.'¡/íícíOH- dd P.eríien ios Estados Unidos de Co­ lombia i Veiiezuda.—(]iesem íh.) — Bcigr)ii, Mimo 2S de 1880. Señor: Acompaño a V. S. un ejemplar del Reglamento diplomático i consular del Perú, en el cual se euciienlran ciaraméntii de­ terminados los deberes que le impone el puesto que se ha ser­ vido aceptar, Pero eu la situación actual del Perú, tiene V. S., además de esos deberes jenerales, otros mui especiales que reclaman todo su celo i toda su intelijencia para ser debidamente cumplidos. V. S. procurará conocer siempre el pensamiento del Gobier­ no de Colombia respecto de todas ¡as cuestiones que se rela­ cionen con la guscrá del Pacífico, i principalmente cuanto hace referencia al libre tránsito de arm.as por el Istmo de Pa­ namá, i lo comunicar.á inmediatamente al Gobierno del Perú, Si sobre esta último punto cl Kiicargado dc Negocios de Cliile suscitare algunas dilicnltades a! Gobierno colombiano, V. S. inquirirá la verdad de los heclms qne sirv,an de base a las re­ clamaciones que él interponga, poniéndose en comunicación con los cónsules peruanos de Panamá i Buenaventura, i tras­ mitirá confidencialmente al señor Secretario de Relaciones Esteriores los dato.s que adquiera, procurando presentarlo.s siempre bajo la forma mas favorable a los intereses del Perú, sin alterar la verdad. En el caso de que haya algunos indicios que Imgan temer la modificación de loa decretos de 2 de .Tiinio i 25 de Julio del año próximo pasado, que garantizan la libertad del tránsito dc armas por el Istmo, V. S. empleará toda su inlluencia per­ sonal en impedir que e.sto se realice, procurando que el Gobier­ no de Colombia mantenga dichos decretos en los términos en que están actualmente concebido.». Como el Gobierno de Colombia se ba negado a reconocer cl nuevo órden político establecido eu el Perú, dejo en wder de V. S. la carta autógrafa en que S. E, el Jefe Supremo c el Perú, participa al_ Excrnn. señor P?e.side¡ite de la Union sn elevación al poder. V. S. esplorará conslantemento las disposiciones del Gobierno colombiano ii este respecto i, luego que adquiera l.a convicción de que .son completamenie favorables, entregará dicliq autógrafo al Secretario de Relaciones Esteriores i co­ municará el re.sultado al Gobierno dcl Perú. Confiand:) tn ípie su adhesión al Perú, i ,sii elev.arlo ta­ lento le inspirarán la nuuera de realizar cumplidamente estas prevenciones, rae os honroso suscribirme de V,- S. atento i ob­ secuente servidor.—M, M. R iva .s.—Al señor doctor doii Ni­ colás Esquerra, Cónsul del Perú cii Bogotá. Bogotá, Marzo 27 de 18:80.— Es copia.—Gñi'/os Áharez Calderón, Secretario de la Legaciou.

NÜM. 3.— CON.SULADO DEL Pini'l EN LOS ES'XADOS UNIDOS

107

un pliego del Ministerio de relacione.» Estorioro) de esa Repú­ blica para el Secretario (lelo interior i Relaciones E.steriores de los Estalos Unidos de Coiombia, f|i:e fiíermi ¡os documen­ tos (|iic dejó en mi poder ei E:
ic o l .í s

E«C¿U£jlRA.

! Esiciiorcü i Oii’lo d? If. RapábUca

Lima, Octubre 16 de 1880.—Tt'ascríba.«e al oficiante ei deslaeho del Secretario de .Relaciones Esteriores de la Union coumbiíina de 1í¡ de Agosto último, relativo al recoiiociniieiito por su Gobieruo del que actii.dmente rije los (le.sriuos de! Porú, a fin de que conozca los Keiitimicotos a que, en ia materia, parece venir fiipiel íjobicnio i ¡rrosiga urjieudn piara que se ponga el exequátur a la. patente de nuestro Con.5ul en Pamam.i. C.il d e r o n ,

LEGACION D E L P E R U EN BOLIVIA.

CLXLIX, l ü c i i ij 'ñ e it copiiAS ¡ iiiíó r u ic n s ¡u s « o t a s c a m b i a d i is c o n cJ .U iiiis ir o «íc i l c ’iic io ü o s S ísíev io rc.s 1'o íei'e iU e.s si l a l lu e v a o c g :iiiiz ;ic i« !! «íei G o b ie r u o ¡ l a d o u a l . LEGACION DEL Pn.OÚ LS' IIOLIVI.A.

La Per-, A hril 24 de 1870. 3(.uior Ministro:

Tengo el lioiior de remitir a V. 3., eu copias auténtic.a», ba­ jo el número 1, la nota del señor Mmistro do Rdac.ioiies ILteriores cmnaiiicándome s’u iioiiibramiento i la orga>iizacion del Gobierno nacional; bajo ei número 2, cl decreto de su referencia; i mi respne.sta la eucuntrará V. 3. signada, con ci número 3, Dio.» guarde a V. 3. ,T, L. Qi’i .vohes.

DE COLOMBIA I VENEZUELA. Al ieñi.ir MinUlco de Reticioaes Estcriore.s del Perú.—Lima.

Pegotá, Junio 15 de-1880. Señor Secretario: El 8 del me.s en curso, después de do.spachado el correo, re­ cibí ¡a nota de V. E., de 30 de Abril último, número 1, a que tengo el honor de crintestar. El Excmo. señor Rivas, Ministro qna fué de la B.epúbiica del Perú cu esta capit.al, me dijo, en nota de 26 de Marzo de este año, número 16, lo siguiente: “ Como el Gobierno de Colombia se ha nsg.ado a reconocer el nuevo órden político establecido en el Perú, dejo en poilor de V. S. la carta autógrafa en que S. E. el Jefe Supremo dcl Perú participa al E.xcmo. señer Presidente de la Uoion su elevación al poilei'. V. H. esplorará constanteuiente las di,«posiciones del Gobierno colombiano a este respecto i, luego que adquiera la convicción de que son completamente favorables, entregará di­ cho autógrafo al Secretario de Uslacinnes Esteriores i comuni­ cará el resultado al Gobierno del Perú.” Por tío haber llegado el caso en el cual debia yo entregar, segnn el pasaje trascrito, la carta autógrafa de S. E. el Jefe'Susuprerao del Perú, no la li.abia puesto en manos del señor Se­ cretario de Relaciones Esteriores de esta República, Tan luego como recibí la citada nota de V. E., puse en manos del señor Secretario de Relaciones Esteriores la carta autógra­ fa ya mencionada i la respectiva copia, i le entregué también

COPIA NÚM. 1. Almistério de Relaciones E.4er¡ores.—J¡n. Paz. Abril 19 de 1879.—Señor Ministro:—Habiendo partida el 17 del corrien­ te, a la cabeza del ejército del Norte, el señor Presidente dcla Re¡ntblica, lia quedado org.tnizailo el Gobierno nacional en los términos (¡ue e.s¡ire.s:i el decreto que en copia me icrmito rmompañar al presente despacho para conocimiento de V, E. Encargado accidonlalmence de las Relaciones Esteriores, me e» grato ofrecer a V. E, ¡uis respetos, como a repre-sentaute cu esta Ilep'áblica ilel aliado i noble amigo de Bolivia, el Excmo. señor don Mariano Ignacio Prado. Me felicito sor el órgano del pre.sente Gobierno provisional al espresar a V. E. los seutimientos dc alt.a estima i cordial fraternidad, con <no el Gobierno boliviano saluda al ilustre héroe del momonnle 2 de Mayo. Tiene el Gobierno grande confianza de que la brillante e.s­ cuadra del Per'.'i i su ejército cmi ¡a cooperación del que antier, lleno (le placer i entusiasmo, partió de esta ciudad, teniendo a su cabeza al valiente Capican Jeneral de la República, sabrán poner a raya las injustificables pretensiones de Chile, que hen­ chido de soberbia, dando grande escándalo al mundo, (jiiiera ser el dispensador en Stul-Araérica de territorios i derechos,

GUERRA DEL PACÍFICO.

108

estableciendo sn dominio no solo eu el P.acífioo, sino en la cos­ ta oriental Snr del Atlántico. Con tal motivo, me es satisfactorio manife.star a V. E. ias e.'presiones de mi particular estima i di.stingnida con.sideracion con que me suscribo de V. E. atento seguro servidor.—P e d r o J osé

d e G u b rk.v.

Es copia exacta.—

Blanco, Secretario. COlUA NÉM. 2.

H ila rm Daza, Pre.ñdeuU déla liepíibUca, etc. Considerando: Que conformo ,al articule 77, 2. ® inciso de la Constitución ])olItica del E.'tado i 2. ® ríe lo.s transitorios de la misma, cor­ re,sponde al Cou.sejo de Miidstros reemplazar at Presidente de la Rspúb!ic.a, cuando éste .se pu.slese a la cabeza del ejército, eu caso de guerra estranjera o civil; Qne el Presidente de la Ropública como Jeneral en Jefe i Capitán Jeneral del ejército nacional, debe losn.ar el comando de éste eu la próxima canipaña contra el ejército invasor cliileno; que por consiguiente e.s liegado el ca.so de dar cumpli­ miento a las pre-soripciones cmistituciouales indicadas; Que hallándose fuera de la R.-epública, cu misión e.special, el Ministro de Gobierno i Relitciones E:sleriorcs doctor Serapio Rcye.s Ortiz, i debiendo salir on campaña el de la Guerra Ma­ nuel Ütlion Jofré, se hace necesario integrar el Consejo de Mini.stros para el debido ejercicio de sins facultades constitu­ cionales. Decreto: Art. 1. ® Durante la an.sencia del Ministro don Serajiio Reyes Ortiz, se encargará el desempeño de la cartera de Rela­ cione.? Esteriores, al señor Ministro jubilado de la Corto Supre­ ma doctor Pedro .To.sé de Guerra, quien presidirá el Con.sejo de Mini.stro?, Art, 2. ® L o.5 ministros de Hacienda e ludustrin, el del Culto, Justicia e In-struccion Pública, continuarán dc.sempeñando sus respectiva,? carteras. Art. 3. ® El Ministro de Hacienda .seguirá, además, desem­ peñando la cartera de Gobierno i se le encarga las funciones del Minástro de la Guerra. Art. á. ® El Ministro de Gobierno i Relacione,? Esteriores, en comisión, doctor Serapio Reye.? Ortiz, acompañará al Presi­ dente de ia República en la pró.xima campaña, cn calidad de Secretario Jeneral, para la e5[iCf¡iciou de los a.?untos nrjente.? quo puedan ocurrir eu el Litoral boliviano. Art. .ó. ® El Consejo de Ministros quedará encargado dcl Poder Ejecutivo, desdo la lecha eu que cl Pre.?ideiite de la Pmpública parta de esta ciudad. El Ministro -de Hacienda queda encargado dcl cumplimien­ to, ejecución i jmbücacion dei presente decreto. Es dado en a ciudad de La Paz, a los diez y siete diíu? del raes de Abril de mil ochocientos setenta i nueve años.—H. Daza.— Refrendado.-EunoJio D. M ed ina,— E,? oonfonnc.— El oficial mayor de Gobierno.— L u c i a n o V a u e . Es copia exacta.—Aí/((sí(» B lan co, Secretario, COPIA NUM. 3. Núm. 2\..~Le(jacioii d e l P e m e H B o l m a . - - l i % ] ! u , Abril 21 de 1873.—Sefior Ministro:—El infrascrito, Enviado Estraordi­ nario i Ministro PlenipoteDciario del Perú, ha tenido la honra de recibir el despacho que con fecha 19 del mes en curso, so ha .servido dirijirle el E.xcmo. señor don Pedro Jo.sé de Guerra, Miuistro de Relaciones Esteriores, con e! objeto de poner en su conocimiento; que por haber partido el n'del corriente ala cabeza del ejército del Norte, el señor Pre.sideiite de la Repú­ blica, lia quedado organizado el Gobierno nacional en lo,? tér­ minos qne espre.?a eí decreto qne en copia se digna acompa­ ñar; queencargado accidentalmente de las Relaciones Esteriores, Ic e? grato ofrecer sus respetos al aliado i noble amigo de Solivia, el Excmo. señor don Mariano Ignacio Prado; que se felicíta^ ser el órgano del presente Gobierno, al espre.sar los sentimiento? de alta estima i cordial fraternidad con que el Gobierno de Bolivia saluda al ilustre héroe del memorable -2 de Mayo; i que tiene el Gobierno grande confianza de que la escuadra del Perú i su ejército, con la cooperación del que anteayer, lleno de placer i entusiasmo, partió de esta ciudad,

teniendo a su cabeza al valiente Capitán Jeneral de la Repú­ blica, sabrán poner a raya la? injustificables pretcnsiones de Chile. Cou el mayor agrado trasmitirá cl infrascrito al conocimiento de su Gobierno los nobles i patrióticos sentimientos del últi­ mamente organizado Gobierno de Bolivia en favor del Porú i de su digno gobernante; i en cuanto a la confianza de que la , escuadra i el ejército dcl Perú, con ¡a cooperación del ejército I de esta República, sabrán rechazar la injusta agre.rioii dcl mal aconsejado Gobierno de Chile, cl infrascrito ,=e complace cn manifestar al Excuio. .señor doctor Guerra, que tal confian­ za es fundada, porque la justicia de la causa ha lioolió que la Providencia arme el brazo del Perú en inoteccion de su herma­ na la República de Bolivia, i ponjue los soldados de ámbas re)úblicas sabrán responder con la victoria do la campaña a qne os ha obligado la defensa délos sacrosantos derecho,? que se ventilan en esta célebre guerra, injusta i temeraria por parte de Chile, justa e ineludible para la? repúblicas aliadas. No terminará el suscrito esta conte.?t.acion, sin cumplir tam­ bién con eí grato deber de saludar i felicitar al respetable majistrado, qne con el mui digno i elevado carácter de Pre.?idente del Consejo de Ministros, encargado de la cartera de Pielacione,? Esteriores, rije boi los destinos de esta importante Uopúblioa, liermana i aliada de! Perú, Con sentimientos de la ma.? distinguida consideración i res­ peto, aprovecha el infra.scrito esta primera oportunidad para suscribirse de V. E. muí atento i obediente servidor.—J. L. Q uiños ES.

Es copia exacta.—Mí/usííií Blanco, Secretario.

cc. Telegram as cifrados de Buenos Airc.s trasuiitídos al Jliiiistro de íld a c io n e s Esteriores del Perú. LEGACIO.S DEL I’EIlü EN BOLIVIA.

Telegrama ló Julio 79. h. 6 P. M,—133 de Buenos Aires 8 y 2,50 la.? 3 P. M. del 10 Julio.—Jenaro Reye,?, Cónsul del Perú, Tupiza.—(Oficial.)—Diga si recibió telegramas, 25 i 28 de Junio i 2 del presente.—Comunique por chasque Ministro pe­ ruano La Paz, lo siguiente:—Trascriba Ministro Relaciones Perú por teleurafo lo siguiente;—215, 800, 488,613, 812, 755, 736, 613, 800, 108,237, 163, 181,227, 445, 831, 260,220, 67.3, 199, 187,181, 831,736, 598,621, 127,630, 224,950, 736, 798, 790. 594, 103, 237, 798,015, 213,237, 110, .580, 551, 761, 170, 219, 838, 018, 780, 545, 244, 244. 950, 736, 798, 903, 840, 879, 907, 118, 103, 804, 210, 580, 551, 147, 262, 113, 597, 715, 829, 103, 209. 940, 633, 841. 673, 056, 359. 4007, 445, 114, 831, 213.8, 950, 950, 736, 798. 108, 359, 577, 890, 021, 497, 034, 215, 782,578, 107,87.3, 069,844, 147, 673, 296, 118, 526, 790, 8.80, 782, 244, 633, 222, 110, 748, 127, 552, 393. Montevideo. 514, 866,801, 275,069, 844, 831, 673.165,737,215, 147,831, 438,096, 766,275, 141, 782, 823,237,270,516, 577,89.5, 089, 522, 149, 605, 20.8, 53!, 115,831,718,836, 890,686, 890,823, 782,873, 007, 831, 605, 237,352,790, 181,823, 237,890, 244,977, 895, 1574, 639, 940,633,755, 166, 882, 358, 037, 277, 633, 100, 516, 03.3, 573, 919, 222, 290. 121, 484, 140, 610, 531, 007, 591, 984,21.5, 019,896, 081,-397, 846,221, 107,850. Comunique también Ministroperuano La Paz: que Senado rechazó Pacto Fierro-Sarratea. — L.A T o r r e .— Tardanza por estar línea interrumpida.—M is g u e t t i , Telegrafista. Es conforme.—A ijíísí/íí Blanco, Secretario.

i

fNÚM.

152,—LEGACION DEL PERÚ EN BOLIVIA. La Paz, JxtUo 17 de 1879.

Señor Ministro: Me es grato remitir a V. S., en copia número .1, el oficio íjue nuestro Cónsul en Potosí ha dirijido a e.sta Legación coa fecha 9 del corriente, i en copia número 2 el telegrama cifrado de su referencia, qne nuestro Ministro en Buenos Aires dirijió a V. S., el cual envié con estraordinario al Prefecto de Puno para que lo trasmitiera inmediatamente por el cabio tele­ gráfico,

DOCUMENTOS INEDITOS.

109

de Chile, hubo graves de.sórdeacs en 8 de Julio, el 30.— Pueblo indignado con cl Oobierno por pésima dirección dc guerra i ga.stos. ¡Abajo Ministerio traidor! En la phvza del Congreso barricadas. En la alameda Delicias combate con escolta del Al señor Mini.lfo de Reiucioces Esteriores del l’evú.—Lima. Oobierno; dos muertos; muchos herido.?.— Presidente Pinto escapó Viña del Mar.— B. S. P acheco , Legación boliviana.— , Potosí, Agosto 3, horas 2 P. M.—Es copia.—Ju a n xA. FerkanCOPIA NÜM. 1. ¡ DEZ, Cón.sul del Perú. Es copia.—xdf/iísíiii Blanco, Secretario. Nlira. ¿5 — Consukdo del Perú en Potosí—} ullo 9 de 1879. Señor Ministro: Con fecha 2 del presente me dice la Ajen­ cia Consular de Tupiza lo siguiente: COPIA NÜM. 2. “ Señor: Por medio de estraordinario dirijí a V, S. un oficio, fecha 29 del próximo pasado, incluyéndole un telegrama de Legación del Perú en Bolivia.—Telegrama.—531 De Bue­ miestra Legación en Bueno.s Aires para nuestro Ministro resi­ dente eu La Paz.~Al presente, i por intermedio dcl Prefecto nos Aires pq i 102 la.s 4 P. M. del 30.—(Oficial.)-Jenaro señor Buitrago, incluyo a V. 5. el nuevo telegrama que acabo Rcye.s, Cónsul Perú, Tupiza.—Diga por chasque urjcnte lo de recibir de ia misma Lcgaciun para qu-o Y. S. se sirva des­ que sigue, Ministro peruano, La Paz,—Comunique por telé­ pacharlo proutamence a su destino.—Dios guardo, a V. S,— grafo Mini.stro Relaciones Peni, lo siguiente;—147, 882, 488, 613, 812,222,120,75.5, 736,617, 960,220,326, 258, 866, G, Reyes." Miéntras fcauto el sefior Prefecto don Francisco Buitrago lia 144, 782, S-23, 114, 103, 167, 919, 587, 890, 613, 509, 214, retenido el pliego en su poder durante tres di.-is, i lo ha dado 126. 144,762,358,214, 057,20.8, 494,950,516, 167, 919, curso recien, el 5. por el correo que acaba de llegar; lo que jiai- 580, 561, 620, 167. 919, 917, 275, 895, 587. ;-!29, 149, 015, ticipo a Y. S. para salvar mi responsabilidad por la demora. 213, 230, 530, 550, 551. 460, 782, 212, 103, 666, 613, 789, Con este motivo, reitero al Ajente Consular el encarga de que 144, 782, 823, 573, 215, 831, 487, 117, 275, 872, 890. 613, por sí, i siu valerse de las autoridades, pague i despache los 509, 214, 950, 535, 103, 20.8, 940, 605, 114, 103, 831, 437, estraordinarios para así atender mejor los iiitcrc.ses nacionales. 117. 275,895,587.320, 149,015. 213,230,580, 551, 628, —Este oficio dirijo a V. 3. con el telegrama a que se refiere el 441, 096,776,018,568, 228,748, 117.67.3,018, 568, 577, de la Ajencia Consular, con chasque pagado por este Consula­ 890, 517,222,117,073, 607,831, 275,907, 358, 787, 568, do, que sale en la fecha, 10.30 A. M.— Avisa el señor Prefecto 799, 215. 384, 223, 67.3, 434, 603, 007, 0.17, 208, 494, 114, que ha arreglado cl asunto armas con c! contratista señor Car­ 666, Gis! 613, 789, 831, 487, 762, 358, 214. 487, 694, 812, ranza i que ha recibido en Tupiza 2,000 rilles de buena clase 147, 879, 866, 128, 740, 873, 516, 398,^320, Senado des­ a B. 43.33 cada nnn; 100,000 cartucíios de dutacion a B. (iü aprobó nombramiento Ministro Sarratea. Espléndidas maiiilesel rail, i 3,000 pares de zapato.s a B. 2.40 el par. El centralista taciones, aniversario 28, noche i dia, mas tres rail personas, se ha obligado a entregar además en el término 60 dias 922 muchos entusiastas di.scursos, presentados allí para Grau. Enrifles i una cantidad de cartucho.? que se cree indispensable.— tnsiasino grande popular.— L a t o r r e .—Tapiza 31 de Julio 79, Dios guarde a V. S., señor Ministro.—J ü a x A. F e r n a n d e z .— horas 10 A. M.—M in g u Rt t i , Telegrafista.—Potosí, 3 Agosto 79, horas 2 P. M.—J u an A. F e r n a n d e z , Cónsul del Perú. A S. S. el Ministro del Perú residente en Bolivia.—La Paz. Es copia.—A í/iísíi» Blanco, Secretario. E.S copia,— Secretario. A la fecha debe estar en poder de V. S. Dios guarde a V. S. ,1. L. Q u iñ o s ES.

'• i

te-.

COPIA NUM. 2. Legación dol Perú en Bolm a.—iño de Buenos Aires P. G, i 107 las 6 P. M. del 29.—Jenaro Beyes, Ajente del Perú, Tapiza,—(Oficial.)—Comunique con chasque.? Ministro perua­ no. La Paz, lo siguiente: Diga Ministro lielaciones Perú por telégrafo:~0fi7, 633,188, 790, 181, 850, A JI, 605, 237, 686, 890, 147, airoso896, 021, 497, 740, 766, G73, ICG, 694, 873, 800, 890, 809, 2.36, 761, 366. 244, .580, 522, 871. 578, 736, 948, 121, 478, 402, 158, 122, 222, 961, 246, 447, 767, 964, 27’7, 823, 902, 440, 071, 432,212, 752,788, 901, 478,932, 378, 314, 347, 908, 960, 214, 912, .378', 162, 211, 078, 50. — L a T o r r e , Legación peruana,— M ih o u e t t i , Telegrafista,Tupi’za, 2 Julio 79, h. IDA, M. Es copia.— Blanco, Secretario.

te.,¡

te.q

to ,

ta ’

NÚM.

166.—LEG.ACION DEL PERÚ EN BOLIVIA.

La Paz, Agosto 10 de 1879. Señor Ministro: Ayer envié al Prefecto de Pmm do.s telegramas para que inmediatamente los trasmitiese: el uno para S. E. el Presiden­ te, trascribiéndole el qne dirije la Legación kdiviana eu la República Arjentina al Sub-Prefecto de Tnpiza, i que en las copias anexas lleva número 1. i el otro cifrado de nuestro Ministro en Buenos Aires dirijido a V. S. i que lleva número 2. La.s noticias que omitienen los telegram.as aluilidos, han lle­ nado de alegría a este público, que ven a nuestros enemlgo.s derrotándose ellos mismos. Dios guarde á V. S. J. L. Q u iñ o n e s . Al aeRor Ministi’o de RtliicioDes Etteriores de! Perú.—Lima

to to' c

to

C

G

COPIA NÚM. 1. Legación del Perú en Bülkia.—D á 31.-1.10 P. M.—Al Sub-Prefecto de Tupiza,—(Oficial.)—Telegrañau de Santiago

NÚK.

175.—LEGACION DEL PERÚ EN BOLIVIA.

La Paz, Agosto 21 de 1879. Señor Ministro; Anteayer, inmediatamente d' recibido.? los telegramas adjuntos, números 1 i 2, de nuestra Legación en Buenos Aires, los envié con estraordinario al Prefecto de Puno para que los trasmitiese a Y. S. por el cable telegráfico. Dios guarde a V. S. J. L. Quiñones, xll stfior Minisúro Je Relaciones Eslcriores Je! Peiá. —Liuii.

COPIA NÚM. 1. Le-gacm del Perú en ÁMÍíó'Ót.—Telegrama,—Manifiesto vis­ to por Cónsul indica mercaderías de algodoii, 540, 393, 831, 585, 552. 358,208, 386, 270, 156, 673, 483, 756, 840, 052, 483, 694, 235,840, 358, 857, 964, 367, 740, 766, 393, 037, 277, G.33, 940, 818, 422, 997, 278, 866, 960, 222. 237, airoso 855, 880, 270, 613, 753, 117, 702, 6s3, 940. 840, 107, 144, 633, 110, abrazar 673, abrumar, 761, 270, 215, 890, 572, 531, 823, 522, 208, 278, 907, 199, avisaré, 223, 828, 694, 685, 782, 831, 438,857, 964, 366, 840. 605. 202, 147, 740, 393, 484,025, 127,620, 613, 358, 880, 950, 940. 818, ,426.—L a Torre.—Recibido eu Potosí a las 8.30 del 15.—Despachado por cha.sque a las 9. Es copia.— Blanco, Secretario.

COPIA NUM. 2. Legación del Perú en Bolivia.—Telegrama de Buenos Aires do fecha 8 del corriente, recibido en Tupiza solo el 11, por ¡nterrupciou de h línea telegráfica.— (Oficial.) — Diga por chasque al Ministro peruano. La Paz, loque sigue: Comuni­ que Ministro de Relaciones Perú, por telégrafo, lo siguiente: xAyer 7 xAgosto noche, recibí telegrama Goyeneche, avisando que vapor inglés Genovese salió xAmberes 20 Julio conduciendo

110

GUERRA DEL PACÍFICO.

muchos pertrechos Chile. Telegrafié Cénsal Montevideo. Esto baque no llegado todavía. Mide 900 tnnelad.as. Anda 9 mi­ lla.?. Vapor Leman Sakarak llegó i .salo hoi aquí i Montevideo, lio lleva armas de Europa. E.?te telegrama ha venido sin firma, sin duda por di,straccion.

Es copia.—ApíísíMi K1J.M.

Blanco, Secretario.

187.— LECÍAOION DEL PERÚ EN SOLIVIA. La Paz, Setiembre 4 de 1S79.

Señor Ministro; _ Nuestro Cónsul en Poto,sí, a su oficio de 29 del mes ante­ rior, adjunta un telegrama de nuestra Legación en Buenos Aires, de fecha 21 del mismo, el cual tengo el honor de remi­ tirle en copia número 1; así como también en copia número 2 otro oficio del mi.sino i de igual fecha relativo a movilización de las fuerza.? que componen la División Campero. Dios guarde a V. S.

J. L.

Quiñones.

Al scilor Ministro de Relaciones Ksteríores dei Perú.—Lima.

COPIA NUM. 1. Núm. 2ññ.—Legación del Perú en fioAcw.—Telégrafo Pri­ mer Boliviano,— Tupiza, Agosto 21 de 187',).— De Buenos Aires.—De! 19 por línea interrumpida.—Jenaro Reyes, Ajente de! Perú, Tupiza.—(Oficia!.)—Diga Ministro peruano, La Paz, lo siguiente:—Gomuitiqiie Ministro Relaciones Perú,lo siguien­ te:—Dicen (le Chile vapor Amazoím armado marchó cruzar maros Norte, Pasarla Callao perseguir tiusportes peruanos. Chi­ le recibió dictámeii de Europa, vapor cargado armas, ametra­ lladoras, municiones.—Se dijo Norte-Auiérioa ofrecía media­ ción. Chile ptirecesolo, iucníentes privados, Ministro americano Boüvia durante permanencia Santiago, prensa ciiilena combate idea, 795, 779, 21.ó, 673. 103. 748,441, 866, 840, 007, 110, 866 772, 695, 818, 574, 223,128, 0‘22, 851, 798, 866, 052, 111, 144,819, 27.8, 860,2,37,025,873,800, 082, 103, 894, 110, 279, 076, 812, 147, 889, 873, 6,33, 863, 619, 494, 925, 122. 147, 289, 796, 118, 483, 740, 870, 873, Vapores Pacífico van solo una voz me,s, no e.'pere correspondcnci.a mia hasta fin Setiembre. Necesito urjeneia, 682, 219, 021,879, 890,771, 740, 761, 244, 364, 895, 840, 393, 896, 021, 501, abordar 673. 166, 094, 694, 6.8.5, 766, 393, 622, 358, 633, 633, 873, 790, 633.—LáTOURE.—Recibido en Tapiza a las 9 A. M.—21 Agosto 79. Es copia.— Blanco, Secretario.

.

COPIA NÚM. 2. Núm. ib .—Consulado del Perú en Potosí.—Ago%\,o 29 de 1879.—Señor Ministro:—Con fecha 21 del presente la Ajénela Consular de Tnpiza rae dice lo .siguiente: “El 15 marchó directamente de aquí para Lipez parte de la vanguardia a cargo del coronel Carrasco; de.spncs salieron de Cotagaita 100 hombres para Huanchaea, i el 18 el Batallón Bustillos a Lipez. El grue.so de la 5. División tendiA que continuar estacionado miéntras lleguen las mnnicioues contra­ tadas con el .señor Carranza i que e,? de temer demoren algún tiempo mas.—Ya no esperamos que se nos comunique noticias de Interes por el telégrafo, puesto que el Gobierno chileno nue­ vamente ha prohibido la trasmisión por el cable a Buenos Aires de todo lo que se relacione con la actual gnerra,—Por lo mismo i para satisfacer a la ansiedad i exijencia de nue.stro Ministro señor la Torre, se hace necesario se sirva V. S. participarme con bastante frecuencia todo cnanto notable ocurra i que me­ rezca trasmitírsele por telégrafo.”—Dios guarde a V. S., señor Cónsul.—G. Pinjes. Para complementar estos informes, solo me resta agregar que ahora cnatrn dias despachó esta Prefectura para la 5. ^ División 10,000 bolivianos en dinero i fornituras de que, parte de ella, carecía. Hasta la focha debe estar toda la división en mejores condiciones qne ántes, pues ,se le ha proporcionado el abrigo que faltaba a las fiierzas tarijeña.? qne están ya vestidas i con capote.—De lamentar ea que e.sta división esté condenada a la inercia por falta de municiones, cuya adquisición no parece mui próxima, i también por la escasez con que se le suministra los recursos pecuniarios; i es de temer que si llega al fin a pro- I

veerse de lo primero, la falta de.lo otro .sostenga su inercia. Personas venidas de Cotagaita encomian mucho la buena in.strnccion, disciplina i subordin.aoion del Batallón Bustillo que ha marchado a la vanguardia.—Dios guarde a V, S., señor Mi­ nistro.—Luciano Prudencio, Ajenle Consular.—A S. S. el Ministro del Perú en Bolivia,—lia Paz. E.s copia.—ilí¡«sííH Blanco, Secretario.

CGÍ. Honras al €outra-AIiuirautc Hrau. PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS,

La Paz, Octubre 32 de 1879. Señor; E1 Consejo Departamental tiene la alta honra de invitar a V. E. para qne se sirva a.sisiir a las exequias que se celebrarán el 25 del corriente, en la iglesia de San Francisco de e.sta ciu­ dad. por el hondamente lamentable fallecimiento (Icl ilustre i eminente Contra-Almirante don Miguel Gran i demas marinos peruanos que combatieron en la batalla naval de Mejillones. Participando a V. E. que el duelo lo hará el Consejo Depar­ tamental, i rogándole qtie se sirva aceptar esta invitación, me es honroso suscribirme de V. E., atento .servidor. D a n ie l

N.

d el

P rad o .

A S. E. el sefior Uon José Lui.5 Quifioncs, EaviaJi) Esíraordinarto i Ministro Plcnipolcnciaiii) de la Itepiiblica dol Petii.

J,EaACION DEL PERÚ EN ROLIVIA.

La Paz, Octubre 33 de 1879. Señor: El infrascrito, Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten­ ciario del Perú, ha tenido el honor de recibir cl estimable ofi­ cio que con fecha de ayer se ha servido dirijirle el distinguido señor doctor Niiñez del Prado, Pre.?idente del Honorable Con­ sejo Departamental de lia Paz, invitándole para que asista a las exequias ((iie se celebrarán el 25 del corriente, en la iglesia de San Francisco de esta ciudad, en honor del ilustre CoiitraAlinirante Gran i de los que con él murieron beróicamcnte en el combate naval de Mejillone.? de Boüvia. Al aceptar el infrascrito la honra que ,?e le dispensa, cumple con el grato deber de rendir .su profundo reconocimiento al rliistre i patriota Honorable Consejo Departamental, porque a nombre del noble i c.atólico pueblo que dignamente repre.senta, ba querido honrar las cenizas de los que en de.sigual lucha han rendido sns preciosas vidas en servicio de la justa causa que la Alianza perú-boliviana sostiene contra Chile, el enemigo mas desleal que presentará la hi.storia. El infrascrito aprovecha esta oportunidad para ofrecer sn al­ ta estimación al Honorable Consejo Departament.al i para sus­ cribirse del distinguido señor Presidente, doctor Nuñes del Prado, su mni atento i obediente servidor.

J, L.

Quiñones.

A S. S. el doctor Daüicl NuSez dol Prado, Presidente dcl Honorable Conaejo Departamental.

MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES.

La Paz, Octubre 23 ie 1879. Señor Ministro: Ei Gobierno, interpretando fielmente el .sentimiento público, de admiración i dolor que ha manifestado el país por el heróico i digno comportamiento del que fué Contra-Almirante de la escuadra peruana, don Miguel Grau, i de los jefes, oficiales i tripulación que lian perecido en cl blindado Huáscar, soste­ niendo en nn combate desigual con la escuadra chilena los sa­ grados derechos de dos repúblicas aliadas, ha creido cumplir con un deber sagrado al decretar honores fúnebre.? a tan ilus­ tres víctimas. Del supremo decreto que en copia legalizada tongo el honor de remitir a Y. E. (1), vendrá V. E, eu couacimietito de las (I! Bl dcersto a qae se rcSere la preseats nota, se La publioaJó cn ei tomo I, capítulo IX, pijina 631.

111

DOCUMENTOS INÉDITOS.

ta.

i. i

''■i

í

ta,

1

disposiciones del Gobierno para corresponder en lo posible a la gratitud con qne el pueblo boliviano recuerda a los valientes defensores de ia causa justísima quo boi sostienen el Perú i Bolivia. V, E., fiel Representante de la grande i noble Nación del Perú, es testigo ocular do las dolorosas impresiones que ha cau­ sado al pueblo la desgracia de que lian sido victimas ol Huás­ car i su inmortal tripulación, sucumbiendo con la grandeza de los que saben cump ir con las obligaciones que impone la pa­ tria a sus denodados defensores. V. E. debe ver por este motivo que el Consejo de Ministros Encargado del Poder Ejecutivo, no hace mas que unir sns sen­ timientos a los del pueblo que lioi ha recibido, cu el hecho glorioso ejecutado por ¡as víctimas de Mejillones, im ejemplo el ma,s grande de patriotismo i abnegación. Aliora, mas que nunca, ae fortincaráu los sagrados vínciiloa de la Alianza, par,a vencer la.s dificultades de la guerra hasta couscguir la victoriii, con que sabremos vengara los héroes del inmortal 8 de Octubre de 1879. Quiera V, E. aceptar, a nombre del pueblo i Gobierno boli­ viano, esta manifestación de sinceridad i justicia, aceptando las distinguidas consideraciones con que tengo el honor de ser dü V. E. mui atento i seguro servidor.

CCIL

'

lía c c reiiiuicia de su ciii-go cou m otivo del.uucvo Go­ bierno que ri,¡c lo.s desfinos de la Repñbiiea, LEO.ACIDK DEL PERU EN BOLIVIA.

La Paz, Enero S de 1880,

Señor Secretario: En oficio reservado de 27 de! mes anterior, número 261, contestando cl qne recibí el dia ántes del señor Ministro doc­ tor Velarde, fecha 26 de Noviembre próximo pasado, número 193, tuve a bien insinuarle la renuncia del cargo que desem­ peño, por un sentimiento ineludible de dignidad del puesto, i de rai humilde person:c; i ahora f[.ue, aunque no de un modo oficial, pero dc mía manera cierta, ha llegado a mi conocimiento el cambio radic.al del órden de cosas bajo el cual servia, me apresuro a cumplir con el deber de renunci.ar ei cargo dc En­ viado Estraordinario i Ministro Plenipotenciario que desempeño cerca de este Gobierno, a (in de que S. E, el ,Ieíe Supremo de la República pueda disponer de esta Jjegacion como lo estime mas conveniente. Ruego a V. S. se sirva elevar esta renuncia al conocimiento de S. E. el Jefe Supremo, aceptando la distinguida considera­ S e b a p ío R e y e ,s O r t iz . ción cou que tengo el honor de suscribirme de V. S. mui aten­ Al Excmo. señor doctor don ,Iosé Luis Quiñones, Enviado EslraorJiiiai-io i to 1 obediente .servidor. Ministro Plenipotenciario del Pcrúea Bolivia.— Presente.

J . L , Q uiñones. Ai se.ñor Secrelario rlt¡ EsLxdo 01; ol ílospacbo de M.icioaos Esteriores del Perú.

■ NÚM, 39.— LEGAOION DEL PERÚ EN BOLIVIA.

"i ( ^1 I, "1 'xl ■'-1 tal V

b S ta j

'Y l ú-í

toi to•í

I 'TI

ta ­

ta. «e t a ;

'w

c c c H C

C'

c

La Paz, Octubre 24 (k ÍS79. Señor Ministro: Ayer cu la tarde tuve_ol honor de recibir la respetable ccununicaciou do V. E., etrla qne se sirve espresariiie qne su Excmo. Gobierno, intepretando fielmente el sentimiento público de admiración i dolor que ha manifestado el jiaís por el heróico i digno comportamiento del que fué Contra-xAlmirante de la escuadra peruana, don Miguel Gran, i de los jefes, oficiales i tripulación que han perecido en el blindado Huáscar, fio.stenietido en un combate desigual con la nscuadra chilena los .sa­ grados derechos dedos repúblicas aliadas, lia creitio cumplir con uu deber sagrado, al decretar honores fúnebres a tan ilus­ tres víctimas. La sentida nota de V. E. i el .supremo decreto dc su referen­ cia que se lia dign.ado remitirme en copia auténtica, manifies­ tan que el Excrao. Gobierno de Bolivia se halla impresionado del mismo seutimieuto de dolor que tau hondamente ha coumovido a este noble jiueblo. El luto jeneral de Bolivia por la desaparición de los héroes tripulantes del glorioso bergantín blindado Huáscar, que tan alto han dejado el buen nombre de las repúblicas .aliadas, es un signo seguro de que se fortificarán mas, si cabe, los .sa­ grados vínculos de la Alianza, como V. E, cou Unta previsión lo manifiesta, para vencer ias dificultades de la guerra, hasta conseguir la victoria, con que sabremos vengar a los héroes del inmortal 8 de Octubre de 1879. E l Perú entero, señor Ministro, enviará a Bolivia su.s votos de eterna gratitud por esta nueva prueba de tau efusiva frater­ nidad, i en su nombre rindo al patriota Gobierno i pueblo bo­ liviano un tributo dc rocoiiocimietito, así como en el de mi Gobierno, a quien me apresuré a reiterarle las seguridades de los .sentimientos de mas e.5treclia unión con que le correspinnde su noble i leal aliado. xAl concluir, permít.ame V. S, e.spre.»arlc mi particular grati­ tud a Bolivia i sus dignos mandatario.» por las jenerosas i cris­ tianas manifestaciones de que .se ociio.a el estimable oficio de V. E. que tengo el honor de cnutestarie. Con sentimientos de alto aprecio i distinguida con.sidftraeion, me es honroso suscribirme de V. E. mui atento i seguro ser­ vidor. J . L , Q u iñ o n e s . A! Excrao. seBor don Serapio lleves Ortiz, Ministro de Relaciones Esteriore-s de Boüvia.— Freseole.

Lima, Febrero 28 de 1.880.—Accpta.se la renuncia que del puesto de Enviado Estraordinario i Mini,stro Plenipotenciario de la República eu Bolivia hace el doctor don José Luis Qui­ ñones. En con.secuencia, remítasele la correspondiente carta de retiro, dáiido.sele las gracias por lo.s .servicios que ha presta­ do ai país.—Gorauníquese, rejístrese i publíque.ss. Ca ld eró n .

i-ccibo a las circularos cu que se le couiniiica la ovgaiiizacioii del nuevo Gobierno i la.s dirijidas al Cuerpo ]>iidomiltico del F erú. LEG.ACION DEL PERÚ EN BOLIVIA.

La, Paz, Enero 53 ds 1880, Señor Secretario de Estado líe tenido el honor de recibir la circular que V. S. se ha servido dirijir al Cuerpo Diplomático de la República, con fecha 21 dcl mes i año anterior, parüciimndo que por unánime aclamación del pueblo, del ejército i de la escuadra nacional, el Excmo. señor don ílicolás de Piérola ha .sido investido Je La autoridad suprema del Estado, cou láciiltades omnímodas. Igualmente se sirve participar la organización que se ha dado al nuevo Gobierno i del carácter en cuya virtud es V. S. el in­ térprete de la política esterior del Jefe Suiiremo de la Repú­ blica. Al cumplir con el grato deber de acusar recibo a V. S. de tan importante circular, pormílame ofrecerle mi mas sincera folicítacion por can piamsibles acontecimientos, que sin duda liarán que nuestra querida patria entre desde luego eu el ca­ mino del bienestar i progreso, i que la guerra que sostenemos contra Chile adquiera todo el impulso que han menester nues­ tras armas para cl triunfo ileíiiiitivo. Sírvase V. ,S. poner este oficio en el cotiocimiento de S. E. ci Jefe Supremo de ia República, aceptando también por su parle mi sincera felicitación por el mui merecido puesto que ocupa eu el nuevo Gobierno. Dios guarde a V. S. J. L. Q u i ñ o n e s , Al señor Secretario de Estado ea el despacho de Relaciotiea Estoriorea i Caito dcl Perú.—Lima.

GUERRA DEL PACIFICO.

112

LEGACION DEL PERÚ EN BOLIVIA.

La Paz, Febrero 5 de 1880. Señor Secretario de Estado: Con el respetable oficio de V. S., fecha 14 del mes anterior i signado con el número 2, be tenido el honor de recibir impre­ sas las dos última.? circulares qiie V. S. ha dirijido en la feclia indicada a las cancillerías de los gobiernos amigos, sobre la csportacion del s.alitre de Tarapacá, que Chile hace en naves neu­ trales, i sobre el bloqueo de papel que la misma Nación trata de establecer en el Pacífico, con motivo de la guerra en que se halla comprometido el Perú por conservar el equilibrio i la paz del continente. No solo con claridad, como V. S. se .sirve indicarme, .sino con harta lucidez i fundamento se hallan espresados loa objetos que se ha propue.sto S. E. cl Jefe Supremo do la E.cpúblio.i; i es indudable qne, con la enerjia que iusiira la justicia, arran­ cará la propiedad del salitre de manos del enemigo o de quien le ayude en su obra dei>redatoria i hará que tan irrisorio blo­ queo uo sea toler.ado por los mismos a quienes perjudica. Sírvase V. S. poner este oficio en el conocimiento de S. E. el Jefe Supremo de la República, aceptando mi .sincera felicita­ ción por el tino con que ba formulado tan notables documentos. Dios guarde a V. S. J. L. Q,L;1Ñ0N1& Al eefior Secretario de Balado en el despacho de Relaciones Esteriores i Cu'lo del Perú.—Lima.

Con esta fecha lo remito al Prefecto de Puno para que lo trasmita inmediatamente, cumjiliendo con el deber de paticiparlo a V. S. a mi vez, permitiéndome llamar an atención so­ bro la gran detnora que ha sufrido el citado telegrama en su remisión desde Bueno? Aires hasta esta ciudad. Dios guarde a V. 8.

J. L.

Q uiñones.

Al.teüor Sccretifiod? Ríluáo en cl d5.kp5cho de Relaciono! Eateriores i Culto del Perú.—Liriu.

COPIA. Legación d d Perú en Bolivia.—Telégrafo Primer Boliviano. —Estación de Tupiza.—Enero 28 de iSSO.—Recibido a la 1 i 30 P. M.—Observaciones.—Del 8 de Diciembre.—Buenos Ai­ res.—(Oficial.)~Nottcia revolución produjo mal efecto.—278, 694,117,013, 278, 333, 6.37, 277, 633. 748, 117, 850,221, 974, 930, OIS, 147, 834, 434, 675, 493, 790, do otro modo_ sa­ caría ventaja. Aviso ¡ea mi corre.spondencia anterior. Asegúra­ se airoso, 007, 1866, 103, 782, 522, 568, 673, 007, 800, 103, 5.80, 840, 931, 128, 01.5,444,880, 673,82.3, 633, 879,394, 790, 179, 855, dignidad país, 761, 270, 215,146, 755,674, 378, 832. Por no haber mandado. 393, 037,277, 633.323, 244, 264, 89,5, 871, 244, i mande 682, 229,021, 879.278, 890, 771, continúo 009, 880,350,577,873, 837, 236, 021, 501.—A. Y. D.s LA T o r r e . Es co|)ia fiel do .?u orijinal recibido en esta fecha.—La Paz, Febrero 13 de 1870.—El Secretario interino, Abraham Geraldittd.

CCIY. t'onum ícacioii con cl Coiitiui-AIiniraiiteAIoiitcro. NÚM.

30.—LEG.UIIONDEL PERÚ EN HOLIVIA. La Paz, Enero 30 de 1880.

Señor Secretario de Estado: He tenido el honor de recibir el mni e.?timablc oficio de V. S., fechado el 30 de Diciembre de! año próximo pasado, mar­ cado con ei número 216 (1), en el que se sirve manifestarme sn complacencia por la m-anera como desempeño el cargo qtie se me ha confiado, i me recomienda que continúe comúntoando al señor Contra-Almiraute Montero, en su calidad de Je ­ neral en Jefe del primer ejército de! Perú en el Snr, todo lo que se relacione con la Alianza qne une a! Perú i Bolivia. En contestación, mo es grato anunci.ar a V. S. que hasta hoi no he dejado ni dejaré de p.articipar a dicho señor Jeneral en Jefe todo lo que pueda convenirle conocer sobre el e.?cado de la Alianza i mui especialmente del ejército de e.?ta República, dando así ctimplimiento cotila mayor sati.sfaccion a las indica­ ciones que V. S. se sirve hacerme. Agradeciendo a V. S. ¡os benévolos términos con que se ha dignado finalizar su citado oficio, me es grato reiterarle las dis­ tinguidas consideraciones con que soi de V. S. iimi atento i obediente servidor. J. L. Quiño n es . Al «slíor Secretario ác Estado ca cl despacito de Relaciones Rsteriores i Culto del Porú—Lima.

COY. Rem ite copia de nu telegram a cifrado del Ministro periifiuo cn Buenos Aire.s NÚ.M.

37.—LEGACION DEL PERÚ EN BOLIVIA. L a P a z, Febrero 13 de 18S0.

Señor Secretario de Estado: Solo hoi he recibido el telegrama que nuestro Ministro en la República Aijeiitina dirije a Y. S. con feclia 8 de Diciembre último, trasmitido- de la estación telegráfica de Tupiza el 28 de Enero próximo pasado i mandado a esta Legación por nues­ tro Cónsul eu Potosí el 6 de los corrientes, i cuya copia hallará V. S. adjunta al presente oficio.

(1) TomoIV, pijina 58.

RcuiMc c o p ia «le lo s o ficio s ca m b ia ilo s co n m o tiv o «le! cam b io «le <í«)l)ieruo «ic «tsta R ep ú b lica. LEGACION DEL PERÚ KN BOLIVIA.

La Paz, Febrero 30 de 1880. Señor Secretario de E.stado: Para los fine.? a que haya lugtir, tengo el honor de adjuntar a este oficio, en copias anténiica.? i .signadas con ios números 1, 2, i 3, el despacho que con fecha 28 del me.? anterior me ha dirijido el Excmo. señor Secretario Jeneral de Estado don Ladi.siao Cabrera, iticlnyéudome el oficio que habia dirijido a V. S. en 21 del me? citado, i la coutestacion qne he tenido el ■ agrado de darle el dia 13 de lo? corrientes. Sírvase Y. S. poner este oficio i io.s anexos de sn referencia en cl conocimiento de S. E. el .Jefe Supremo de la República, aceptando una vez m.as ¡a distinguida consideración cou qu-J me suscribo de V. S. mui atento servidor. J. L. Q uiñones . ,\1 seüor Secret.!vio do EsWo cn el dospaclio do Uelaciones Bstoriore.? i Oulto del Perú, —Liiua.

COPIA NÚM, 1. S e c r e t a r i a J e n e r a i .d e E s ta d o .— &azoH. de Relaciones E s­

teriores.— Omxo, Enero 28 de 1880.

Señor: En fcclia 21 del raes corriente, tuve la alta honra de cum­ plir con la órden del Jefe Supremo de la República, de dirijinne al Excrao. Gobierno deí Perú, en los términos que constan de la copla legalizada que me permito acompañar al presente oficio. Por el contenido do esa nota, Y. B. quedará,informado de los sentimientos que animan al Jefe Supremo de la República, para cnltivar con la Nación i el Gobierno de V. B,, no solo las relacione.? amigables que sin interrupción ha mantenido hasta ahora, sino tambicn para estrechar i robustecer mas los vín­ culos (le la Alianza pcru-boliviana, a cuyo propósito encamina­ rá todos los recur.sos i tendencia de la Nación qne transitoria­ mente le ha confiado la dirección de sns des'tinos. I al espresara V. E. estos sentimientos, que serán traducidos lealmente a la práctica, por el nuevo órden de cosas establecido desde el 19 del corriente, por la voluntad de los pueblos, rae es grato asegurar al señor Ministro Plenipotenciario deí

i i.

■J A ,:í

Perú, mis consideraciones de particnlar estimación i respeto, COI) que tengo el agrado de suscribirme atento seguro servidor, —L adisl.ao"Cabrera.—xAl seiior Ministro Plenipotenciario del Perú.—La, Paz. Es copia.— La Paz, Febrero 20 de ISSO.—El Secretario in­ terino, Abraham GerakUno.

Y

COPLA NUM. 2, Secretaría .Teseíiae üe Estado.—&cc/oíí de Rdaciones Estwiores—QmxQ, Enero 21 de 1880.

r 'I

'■f T

Y i 'T ■''r "í ■j í Y Y ’r

Y

y ;r

Señor Ministro: Al tener la alta lioiira do dirijirme a V. E., me es grato ounpllr con la órdeu qne he recibido del Jefe Supremo ))rovisorio de la República, señor Jeneral Narciso Oauipero, do hacer sa­ ber al E.xcmo. Gobierno del Perú haber sido elevarlo a la Sujrema umjistratura de Bolivia, i)or la voiunted uniforme de os pueblos. Este hecbo que eu circuiistauci.as ordinarias no habria te­ nido ma.s que .significación interna, eu las actuales, en que ,Bolivia i el Perú se hallan comjrrouietidos en la defensa de su dignidad ultrajada, contra uua guerra de conquista que el de­ recho universal condena, iraiiorta, n)2 complazco eu a.segiirarlo, un cambio radical en el cum rlimiento de l.as obligacinne.s que la situación impone; pues a mra mas que nunca Bolivia i su nuevo Gobierno abrigan la íntima convicción de que la Provi­ dencia jannli abandona a los pneblos que quieren salvar.se, Es por esto que el Jefe Suin-emo de ia República me encarga, particularmente, espresar al E.xcmo. (i.)b:eriio del Perú, su firme e invariable propósito de estrechar mas, si es posible, los indisoliible.s vínculos de la Alianza porá-boliviaiia. nn .solo como la espresion jenniiia de la Nación toda que le ha confe­ rido su representación,.! de sus propio.? deseos, sino también coiíi.o una cxijencia ineludible dcl c-iullibrio americano. Con sentimientos de mi mas di.stingnida con.si.ieracion i apre­ cio, soi de-l Excmo. señor Miiiisti'o dc Relaciones Esteriores del Perú, atento i seguro servidor.—N.arcro (¡a.mpeiio. —Laiusl.vü Cabrera.—Conforme.—El Oficial Mayor, jW ™ id Alomo. £s copia.—La Paz, Febrero 20 de 1880.—El Secretario inte­ rino, Abraham Geraldhio.

ú','

■'r’w 1

y Y

y

y ■y .1

y

c

te te to

(i Q to

11Í5

DOCUMENTOS INÉDITOS.

%

COPIA NUM, 3. Legación del Perú en BoVma.~ha Paz, Febrero 13 de 1880. Señor Secretario: El infrascrito, Enviado Estraordinario i Ministro PleiiipoLciiciario del Perú, ha teoido la honra de recibir por cl correo llegado eo l.a fecha', el despacho qne V. E. le ha dirijido en 28 del mes próximo pas.ado, cou el objeto de manife.starle los sentimientos que animan al Jefe Supremo de la República para cultivar cnn la Nación i el Gobierno del Perú, no solo ias rota­ ciones amigables que sin intcrrnpciou ha mantenido basta ahora, sino también [mra estrechar i rolmstecer ma.? los víncu­ los de la Alianza, perú-holiviniia, a cuyo propósito encaminará todos los recursos i teudenci.as de la Nación quo transitoria­ mente le ha. confindo la direcci.ou de .sus destino.?, Así mismo, el infrascrito Iva tenido el honor de recibir la copia legalizada que V. E. se sirve acompañar del oficio quede órden del Jefe Supremo dirijió en 21 dd mes cit.ado ai E.xcmo. Gobierno del Perú, ij,aciémbi|.3 .saber que S. E. el .soñor .íeneral Narciso Campero habia sido elevado a la Suprema majistratura (le Bolivia por la voluntad uniforme de los pueblo?, i que tal hecho, en las circnnstaucias actuales en que Bolivia i el Perú se hallan comprometidos en la defensa dc su dignidad ultrajada, contra una guerra de conquista que el derecho luiiversal condena, importa un cmnibio radical eu el cumplimiento de la.5 obligaciones que la .«ilnacion impone. Grato, mui grato es para el infrascrito, acusar recibo a V, E. de tan importantes despacho.?, que manifiestan los sentimien­ tos i la unánime voluntad de este pueblo patriota i «o su ilus­ trado Gobierno, para qne, en armonía con los votos del noble pueblo peruano i su diiio Jefe Supremo, sean ma? imiisolnbles los vínculos de la Alianza, (¡ue en lo.s momentos de prueba i para .siempre debe cxi.stir mure estos dos puebios hermano.?. Por acontecimientos que la historia juzgará con severa im­ parcialidad, hasta ahora ha sido funesta ¡a guerra en que se hallan comprometidos el Perú i Bolivia en justa defensa de sms T omo

iv .

- 15

doreslios raajestáticos i del equilibrio americano, amenazados por el c.adiico derecho de conquista, que con escAudaio del inundo sostiene cl mal .aconsejado Giibiorno do Chile, al favor de la confianza que inspira cl hicu proceiler i de ias fáciles vic­ torias con que la Divina Provídoiicia lia querido poner a prueba nue.stro p.atriotisiiio; pero, una voz removido todo lo que .se ha creido coveniciite, i encargada la jerencia de los iiegocio.? pú­ blicos de las repúblicas all.adas a mano? virile.?, iutelijentes i patriotas, pronto la victoria coron.ará nuestras armas i renace­ rá el bienestar i progreso que tanto .anhelan el Perú i Bolivia. El infrascrito cumule cim e! grato deber de presentar por el digno órgano de V, E, sus sinceras felicitaciones a &. E. el Jefe Supremo de la República i al propio tieuipo, .?e complace eu siiseribirsií del E.xcmo, señor Secretarii) Jeneral de E.stado, don Ladislao Cabrera, con toda con.sideracion i re.?poto, .su nuii atento i obediente servidor.—J. L. Q.uiñoxes. —A! Excmo. se­ ñor Secretario Jeneral de Estado del Supremo Gobierno de Boiivia,—Oruro. Es copia.— La P.iz, Febrero 20 de 18,SO.- -El Secretario in­ terino, Abraham Geraldino.

Notas cam biadas con cl im evo Secretario Jen era l de listad o aecid cn tal de líolivia. LÉGACrON DEÍ, PERT; EN ROLIVI.A. La Paz, Febra-o-27 detSSO. Señnr Secretario do Estado: Con fecha 22 del mes en curs¡v, me Ira p,asado una not.a el .señor Secretario Jeneral de Estado .accidental,,ductor Tomás Valdivie.su, parcicipiSiidome que el ,S. E, el .señor Jeneral Camparr) lo liabia hniir.ido confiándolo ese eargu, porque el señor doctor Ladislao Cabrera, (¡iie desempeñaha e.se puesto, habia quedado eu Oruro de ..lefe Superior de los departamentos del centro, segiin verá V. S. por la copia que .adjniiio al pre.sente oficio bajo el número 1, i asimismo se infiinuará V. S. de la contestación que he dado, por la copia i¡uo igualmente acom­ paña bajo el número 2. Dios guarde a V. S. J, L. Quiñón>:.?. ■Al señor Sccrewvio ds Estado en el dssiiiaclio de Relaciones Esteriores i Culto del Perú.—Lima.

COPIA NUM. I. S e g r e t .a iiía jENRUAt,'DK¡ E st .a DO.— Ñm'/oH

dé Relaciones

Esh'riorc.s.—hn Paz, Febrero 22 de bS-Sü. Señor Ministro: Por la circular pasada oportuii.amente por el señor Secreta­ rio Jeiiera.1 de E-stado doctor J.fidisl.ao Cabrera, debe tener co­ nocimiento V. E. de la investidura dcl señor Jeneral Narciso Campero con el mando supremo provisorio ¡ic la .República i encargado del despacho dc su Secretaría Jeneral al sefior Ca­ brera, así como de ln.s .scntimieiitos i especial intcre.» del nuevo Gobierno por ostrecbar las buena? relacione.? que ligan a la República con la'Nación i el respetable Gobierno que repre­ senta V. E. Confirmando e.?a mauiíestacion, tengo el honor de avi­ sar boi a V. E. (pie, por necesidad de dejar encargado al se­ ñor Secretario Jener.a! doctor Cabrera de la Jefatura Superior del centro, durante la tra.?lacioii del Gobieruo provisorio eu es­ ta capital, pJ señor Presidente me ba encomendado accident.almeiice el despacho de la Secretaría Jeneral. Animado de los mismos sentimientos que asisten al Jefe Supremo de la Repú­ blica i al Seci'etario señor Cabrera, cúmpleme a.segnrar .al señor Ministro del Perú que en ei corto tiempo dc mi comisión, me será honroso atender cmi especial deferencia las bnenas relaciones dc Bolivia con la República ali.ada del Perú, i de mi Gobierno con cl de V. E,, estrechando mas ia cordialidad e Ínteres de ami.5,tad i relacione.? recíprocas. Me es igualmente honroso ofrecer a V. E. las consideraciones de mi estimación i respeto personal, su.scribiéndomc del señor Ministro, atento i seguro servidor,—T, V aldivieso ,—A S. E. el señor Ministro Pleni­ potenciario del Perú en Bolivia, señcr doctor José Luis Qui­ ñones.—Presente,

GUERRA DEL PACÍFICO.

114

Es copia.—La Paz, Febrero 27 de 1880,—El Secretario in­ terino, Ábrakam Geraldim.

CCYIII.

COPIA NÚM. 2.

El .señor Bustam aiite i Saladar a cep ta el cargo de ¡HiuLstro P leu ip o len d a rio en B olivia cn reemplazo dcl señor José Luis Quiñones.

Legación del Perú en Bolm a.—hs. Paz, Febrero 23 de 1880.

LEG-ACION DEL PEUÚ EN BOLIVIA. Señor Secretario: _El iníra.5crito, Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten­ Lima, l*\brero 28 de ISSO. ciario del Pcríi lia recibido con la mayor satisfacción el despa­ Señor Secretario: cho qne V. E, se ha servido dirijirle eí dia de ayer, comunicando He tenido ia honra de' recibir el estimable oficio de V. S., que, por necesidad de dejar encargado a! señor Secretario fecha de hoi, en el que so sirve comunicarme que S, E. cl Jefe Jeneral doctor Cabrera de la .Jefatura Superior del centro, Supremo de la Prepública, en decreto de la fecha, ha tenido a durante la traslación del Gobierno provisorio a esta capital, eí bien nombrarme Enviado Estraordinario i Ministro Pieniposeñor Presidente ha encomendado accidentalmente a V. E. el tenciurio en Bolivia,. en reemplazo del señor doctor don José despacho de la Secretaría .Jeneral; i que, animado de los mismos Luis Quiñones. sentimientos que asisten al Jefe Supremo de la República i al Acepto, señor Secretario, el importantí.simo encargo que se Secretario .señor Cabrera en cl corto tiempo de su comisión, me encomienda i a desempeñarlo con acierto consagra.ré por atenderá con e,special deferencia las buenas relaciones de Boli­ entero toda mi voluntad i todos mis esfuerzos, procurando cor­ via con la República aliada del Perú, i deán Gobierno con esta responder dignamente a la altísima confianza que en mí .?c Legación, e.streo!iaiidü mas ¡a cordialidad e interés de amistad deposita. i relaciones recíprocas. Tanto en el de.5pacho que tiene el ho­ Dígnese V. S. hacerlo a.sí ¡iresente a S. E. el Jefe Supremo nor de conle.star, como eu el del Excmo. .señor doctor Cabrera do la República, espresándole, al mismo tiempo, los.sentimien­ que recibió i contestó en 13 ds lo-s corrientes, el infra.scrito se tos de mi gratitud i personal adhesión, aceptando V. S. cl tes­ complace en reconocer los sentimientos eminentemente .ameri­ timonio de !a profunda consideración i rc.?peto con que soi de canos que animan a S, E. el Jefe Supremo provisorio de la V. S. mui atento i obsecuente servidor. República i a los distinguidos estadi.stas que, cmno V. E., le J. E. Bustam ante i S a la z a r. acompañan en iaa importantes tareas de reorganizar su p.aís, de robustecer la Alianza i de hacer la guerra con mas actividad AI sefior Seeretaio de Estíulo cn el dcspacbo de Rekeioaes Esteriores i Culto. i enerjia, conforme a la unánime i espontánea voluntad de ios pueblos. El Excmo, señor doctor don Nicolás de Piérola, Jefe Su­ premo del Perú, iiabrá rccilrido con suma complacencia el avéso de l.a exaltación del ilustre señor .Jeneral Campero a la í Dos oficiiilcs bolivíano.s iiitcriiados a l B ení por ser Suprema Majistratnra de esta República hermana i ali.ada; i contrarios a l a A iiaiiza.-E ¡itrevista con el M inistro el infra.scrito cumplirá con el grato deber de manifestarle los de lo,s Estados Lnido.?. nobles sentimientos del patriota pueblo boliviano i de su ilus­ NUM. 17.— LEOACION DEL I’EIIÚ BN BOLIVIA. trado Gobierno, sin perjuicio de quedar cou el ann mas gi'ato deber de cultivar, como hasta ahora ha cultivado, las sinceras La Paz, Marzo 7 de 1880. i cordiales relacione.? que por fortuna existen hoi entre el Perú i Bolivia. Señor Secretario de Estado: El ¡nfra,;crito, dejando así contestado el despacho a qne se Por la dilijencia de Ciiililaya, llegaron a esta ciudad, el 2 del refiero, tiene el lionur de ofrecer a V. E. su mas distinguida coruieutc, dos oficiales bolivianos, Manuel Inojosá González i comsideracion i respeto, i .?e suscribe mui atento segnro ser­ Guillermo A, Goblé, que el sefior Prefecto de Puno me remitió vidor.—J, L. QuiÑn.xEa— Al Excmo. sefior Secretario Jeneral eu calidad de presos, para que los entregase al Gobierno de de Estado, doctor Tomó.s Valdivieso.—Presente. esta. República, por habérselos remitido como sospechosos el Es copia.—La Paz, Febrero 27 de 1880.—El Secretario in­ señor Prefecto de Arequipa. terino, Abraham Geraldhio, Inmediatamente fueron entregados i puestos en libertad por el Gobierno; pero al siguiente dia fui informado,de que estos individuos se ocupaban en hacer propaganda contfa la Alianza, NOTA AL MINISTRO DE RELACIONES ESTERIORES espro.sándoae además de una manera ofensiva contra las autori­ DEL PERÚ. dades peruanas, i me vi en la necesidad de poner estos hechos en conocimiento del doctor Cabrera, quien ordenó su prisión, SECRETARÍA JENER.-VL DR ESTADO.— SBOCrOS DE RELACIONES asegurándome ayer que en pocos dias mas serian internados a ESTERIORES, las provincias del Beni. La Paz, Febrero 27 de m o. Aunque en el oficio dirijido por el señor Prefecto dice qne los Eeñor Ministro: dos son bolivianos, Goblé asegura ser peruano i natural del Tengo el hoimr de dirijirme a V, E, poniendo en su conoci­ Callao. miento que, ex-altado por voluntad espontánea i uniforme de El oficial José Oinea, conductor de estos presos, regresa malo.s pueblos do esta República, al mando supremo provisorio ñ.ana a. Puno, facilitándole esta Legación su movilidad con nn do ella el señor Jeneral Narcéso Campero, i organiz,ido su Go­ oíicio que se dirije al ájente de vapores dcl lago para que se le bierno con ia Secretaría Jeneral oncómcnrlada a! señor doctor dé pasaje de primera cla.se, i con 10 solea para que tome a.siento Ladislao Cabrera, como lo comunicó ya éste a V. E., el señor en el coche que va de e.?ta ciudad a Chililaya. Por el dinero Presidente provisorio, teniendo necesidad de encargar al señor ha dejado nn recibo, que el Consulado pasará a ese despacho Secretario Jeneral doctor Cabrera una comisión temporal im­ cn su oportunidad, rogando a V. S., desde luego, sea de abono portante, se ha dignado encomendarme accidentalmente ol este ga,?to en las cuentes consulares del distrito de La Paz, despacho.de la Secretaría Jeneral de Estado. Dios guardo a V, S. AI participarlo a V. E „ cúmpleme espresarlc, para que se Ju a n S, Lizá rh ag a . sirva ponerlo eu conocimiento de sn Gobierno, los sentimiento.? Al señor Secretario de Estado en cl despacho de Relaciones Esterioroe i Culto de interés positivo por la.? buenas relaciones del Perú con Bo­ del Perú. livia que me animan, i que durante el poco tiempo de mi comisión rae empeñaré, con preferente esfuerzo, en robustecer NÚM, 37.— LEGACION DEL PERÚ EN BOLIVIA. ios vínculos de amistad i de la Alianza de ámbas repúblicas honriíndome en mantener con V. E. las relaciones de mí cargo. La Paz, Julio 9 de 1880. Quiera V. E. aceptar las consideraciones de alto aprecio i Señor Secretario de Estado; respeto qne ofrezco al Excmo. Gobierno del Perú, i particular­ El Jeneral don Cários Adams, Ministro Residente de los mente a V. E., .suscribiéndome su atento .seguro servidor. Estados Unidos de Norte-América cerca del Gobierno de Bo­ T. V aldivieso. livia, fué recibido ayer en audiencia pública por S. E, el Pre­ sidente de la República, A su 8. R, el scfior Ministro íU Relaciones Eaterioros del Perú.

I

CGIX.

DOCUMENTOS INEDITOS.

t i

Al hacerme despnes su visita oficiai dc estilo, puso en mis manos una carta de recomendación del Excmo. señor Fiérola al ¡señor Bustamaute, Miniatro del Feni. Le manifesté la com­ placencia con qne eu ausencia del señor Ministro peruano me esmeraría on atenderlo conforme lo recomendaba S. E. Corres­ pondiendo su visita, se mostró agradecido a las autoridades peruanas por las atenciones que recibió en su tv.ónsito i mui saliafeclio de su sociedad.—Dijo, en presencia de varias perso­ nas, que en todas ks poblaciones peruanas por donde h.abia pasado notó el entusiasmo con qne se acojia k idea de k Confoderacion. Al retir,i.rme, repetí mis ofrecimientos, ofreciendo buscarle con frecuencia. Dios guarde a V. S. ,ÍCAN S. L iZ Á B llA G A . Al señor Secretario de Estado cu cl despaciio de Eelacioneo E.steriores i Culto del Perñ. .

c u e n t a <5c u n a o i - o p u e s ta i n e g o c i a c i o n e s ü n u u c i e r a s d c l e m p r e s a r i o tic c o lo n i z a c ió n Ite 'a u c is c o J . B rav o .

y 'i í i

'

1 'Y I

NÚM .

40.— L E G .A C IC IN

DEL

P E R Ú .E N G O l I V l A .

La Faz, Julio 10 de 18S0. Señor Secretario de Estado: Se encuentran en esta ciudad el señnr don Francisco .1. Bra­ vo, qne en el año anterior presentó al Gobierno de Bolivia nna coíosa.l propuesta para la colonización i vi.abilidad del Oriente boliviano, i qne boi publica su memoria i una nueva propuesta modificada, pidiendo qne ia Oonveucion Nacional trate i re­ suelva e.ste asunto. He .solicitado del mismo señor Bravo todos los folletos i pu­ blicaciones que tenga hechas .sobre el asunto, para tener el honnr de remitirlas a V. B.; i aunque me dice que se le han concluido, me ofrece recojer de ’sus mismos amigos una colección que me la dará en bresre. Miéntras tanto, remito a V. S. el número del periódico eu qne ha publicado su manifiesto i propuesta (1), anticlpAndole el aviso de qne la m.ayoría del Gongroao está por el aplazamien­ to de este .asunto, sin ninguna reso ncion, Dios guarde a V. S, J u a n S. I m z .á r b a g a .

'

i

Al señor Secretario de Estado eu el despaciio de dcl .Pertt.-Liiiia.

■~í NÚM.

56.— l E ü A C I O K

D .E L

Estetiore.? i Ciillo

P B R Ú E N E O I .I V I .A .

i

'

La Faz, Agosto 17 de ISSO. 'T

i y V

'*1

ta

¡

V V ta V

V te ta .i

V te

V

Señor Secretario de Estado: Continuando mi informe de fecha 13 de esto me.s, número 54 (2), debo trasmitu' a V. S. la ck.sa ne negociaciones finan­ cieras qne el empresario de colonización i viabilidad boliviana, señor Bravo, dice haber efectuado de.?jnes de haber presentado sns propuestas al Gobierno de! Jeneral Daza. En seguida de haber abierto el paso eu Asunción ;i k Lega­ ción boliviana Q.uijarro, decidiendo del modo que le plugo a la celebración de! Tratado de límites boliano-paraguayo, el señor Bravo se encaminó a Europa. Asevera haber obtenido allí c.mtratos para aplicar a su em­ presa lo.? capitales retirados del empréstito boliviano Chnroh, orijinariamente (.lestinado al ferrocarril i navegación del Madcra-Mamoré. I este empréstito tiene eUignieute oríjen: Una Legación.boliviana acreditada en kper.sona dcd Jeneral Qnevedo por e! Gobierno Melgarejo fué euc.argada .de ¡ircsentar.se en Méjico, el Brasil i laa Repúblicas dei Plata. En sa tránsito por Nueva York, el 23 de Noviembre de 1867, ajustó con el coronel periodista e injeniero .Torje Earl Cliureli un con­ trato para constituir una compañía de navegación naeional bo­ liviana sobre el Madera-Mainoré con capitales que se suacribirian en el esterior e interior de Bolivia. El jerente Churcli solicitó sucesivas modificaciones .al primi­ tivo estatuto signado eu Nueva York, obteniéndolas del Presi( 1 ) N o publréamoa lo espresado p or ser dciüasiailo esteaao. ( 2 ) To re a I I I . p a jin a 4 0 8 ,

115

dente Melgarejo i su Miuistro don Mariano Donato Muñoz, en 27 de Agosto dc 1SG8. La impotencia de recursos solicitado.? nu la su.scricion nacion.al i estranjera, le hizo concebir la idea de solicitar i obtener de aquella misma .adniinistraciou política, un,a Siipreraá reso­ lución de 7 de Diciembre de 18G9, que lo facultase a solicitar un empréstito de 2.000,000 de libras e.sterlinas ea los merca­ dos de Europa, aplicable.? en su mayor parte a k empresa, i en nna fracción del seis por ciento a las necesidades mas urjeiites del Gobierno boliviano. Estas base.» de empré.;tito fue­ ron .anrob.adas gubernativainente el 22 de Diciembre del mismo año i ratificadas por el Congreso de Oruro, el 11 de Setiembre de 1870, Caida l.a administr,ación Melgarejo, la que la fné sucesora i enemiga, del Presidente Morales, dejó pas.ar una lei de 25 de Agosto de 1871, aprobadora de aquel empréstito de 2.000,000 do libra.s, ya verificado eu 18 de Ííayo de aquel año en Lolhbnrgo, ciudad dc Lóndres, con los banqueros Emilio Erlarg i G."^ , a virtud de las autorizaciones procedentes de la época de Melgarejo, Bajo las administraciones hoinojérieas de los señores don Adolfo .Ballivian i dou Toma,? Frias, el Ministerio fuó idéntico, sin mas diferencia que la del personal de los prc.sidente.s, Eu el período admini.strativo del señor Ballivian, se dió la lei de 5 te Noviembre do 1873, recomendando al Ejecutivo la protección de la empresa Cburch, i creando una .Legación en Lóndres paraíaeiiitarla; mas permitiéndole, cu caso de fracaso o impotencia, el recojo de los fondos de aipiel empréstito in­ dustrial, i su a ilición a otras deudas mas onerosa.» f ue Bolivia tenia contratadas eu el Pacfncn. Aquel empréstito la sido' el único i '0111:110 (¡uc hubiera contraido en el mercado finan­ ciero dc Fnroiia. Ei k? asam ile.as liolivi.anas del 7.3 i 74, donde tenia mayoría la empresa Ciiurcli, apoyab.ui .s:i ejecución, las mismas leyes vo­ tadas por ellas, abrieron a la antipatía dei Gobierno aquella autorización final de la lei del To, .según la cual podia retirar de Lóndres los fondos del empréstito. Así lo hicieron, en efecto, las admini.straciones Ballivian, priniern, i Fri.a?, despnes, por leí de 25 de Noviembre de 1874, constituyendo .suce.sivamente eu Londres las ajeiicias financie­ ras encomendadas a los señores Aíarianu R. Terrazas i Avelino Aramayo, en nna época, reemplazada.? mas tarde por k que representó don Antonio Quijárro, acreditado también di­ plomáticamente en aquella capital. ' Estos ajentes financieros hicieron crud.a guerra
GUERRA DEL PACÍFICO.

116

instancia los tenedorc? de bonos. En última instancia la Cá­ mara de los Lores de Inglaterra ba confirmado la sentencia apelada por el coronel Chnrcb en 21 de Marzo del presente año, mandando distribuir a prorau entre lo.? tenedores las 800,000 libras esterlina.? depositada.? en el Banco de Inglaterra. El Gobierno boliviano confió en la dcfcn.sa qne harian los tenedores de bonos i no oonsiitnyó Procurador de su parto. La (iltima sentencia- ordena que la distribución se haga a cuen­ ta de los bonos, i no en cancelación de ellos, qne es lo qne se habia acordado por el comi.sioiiado de los tenedores i el Go­ bierno brasilero en esta ciudad. El coronel Cluirch aprovecha de esta de.sventaja para soli­ citar reconsideración en las determinaciones del Gobierno bo­ liviano una vez que ha sido cambiado el personal, i ba- anun­ ciado la apertura de una nueva demanda ante los Tribunales ingleses, por una nueva faz no comprendida ea lo.? términos de la sentencia. Fallida la empresa Churcb i el camino e.?tratéjicn de que hablaba el barón de Gotejipe, se ve en Bolivia al señor Fran­ cisco Javier Bravo proponiendo introducir otro camino con los mismos fondo.?, por la via accesible de la.? fronteras brasileras, a árabas márjenes del rio Paraguai, sobre la provincia de Chi­ quitos, bastante desmembrada por el Tratado de 1877, i codi­ ciadísima joya por el Imperio. La provincia Je Chiquitos e.?taba ocupada por los bra.?ileros al tiempo eu que se creó la República de Bolivia. Jntimacione.? euérjicas del gr.an Mariscal de Ayacucho volvieron esta provincia al Alto Perú,

CCXII. Comrulica arreglo efectuarlo para que el vaivor para el B rasil aguarde cn San Thomas a l M inistro dom ot Sánchez. LEG.VCJON DEL PERÚ EN EOS ESTADOS UNIDOS.

Nueva Yoik, Fehreov 10 de 1880.

Señor Secretario: El 2 del presente mes me preguntó por telégrafo desde Pa­ namá el señor don Evaristo Gómez Sánchez, Ministro nombra^ do por cl Supremo Gobierno para Buenos Aires, si el vapor de este puerto para el Bra.?i! aguardaría eu San Thómas por ocho pa.sajero,? qno saldrian de'Colon el dia 5 en el vapor de la Ma­ la Re.al ingle.?a (l). Vistos los ajenies de la Compañía de va­ pores para el Brasil, estos señores me dijeron que no podían detener el vapor en San Thomas, pue.?to cjue esa detención podria perjudicarlos on .su contrata con el Gobierno del Brasil; además del perjuicio peonniavio que ocasionaria a la empresa la estancia en aquel puerto i manutención de lo.? pasajeros por dos o tres dias, que no podia compensar de ningún modo el precio de t-arilá que los ocho pasajeros debieran pragar; en vir­ tud de esta contestación telegrafié al señor Gómez Sánchez, el mi.smo dia, que el v.apor no aguardar!,a, A esto me conte,?tó el dia 3 el citado .señor que ofreciese una fuerte suma porque el vapor lo esperase, estando autoriza­ do a ello por cl Supremo Gobierno, Volví a avistarme con los ajentes del vapor i despnes de muchas instancias conseguí En posterior oficio continuaré informando sobre toda.? las que consintie.?en en aguardar en San Thomas cuarenta i ocho evoluciones ya ba.stante, variada.? de ia empresa Bravo. lionas ma.? qne el tiempo de oo.?tumbre: es decir, que e.staudo Dios guarde a V. S. muchos años. ahora fijada la salida dei vapor de aquel puerto .en todo el dia del 10 del mes, demorarian su salida hasta las 12 de la noche J uan S. L izárraga . del 12, i no mas, teniendo qne pagar a la Coitipafiía 40 pesos por cada hora que dura.?e la demora, empezada,? a contarse Al señor Se.:ve!.vrio Je Estado en c! despacho de Ueiaeionea Esteriore.' del desde las 12 P. M. del dia 10.—Pii.se en conocimiento dol .se­ Perú,—lima. ñor Gómez Sánchez esta decisión, i como el vapor debia salir de é,sta a las 12 M. del 5, le pedí al mismo tiempo me telegra­ fiase su resolución par.a qne así los ajentes pudiesen dar sus LEGACION D E L P E R Ú EN LOS instrucciones a! capitán. El 5, a las 11 A. M., recibí del .señor Gómez Sánchez la cou­ ESTADOS UNIDOS. testacion siguiente: “ Salgo para San Thomas; espéreme vapor cueste lo que costare. Llegaré 13.” — Aunque atendí a este negocio inmediatamente, cuando llegué a las oficinas de la Compañía, ya el v,apor habia salido del puerto idos .ajentes no Acusa recibo de uua circular con iiistruccioues sobre se encontraban dispue.?tos .a pvorogar el tiempo por el dia mas, guano, etc., esportado por Chile. que según el telegrama citado ahora so necesitaba. Mucho he tenido que iii.?tarlc,s, hasta que por fin, a efecto de las buenas LEGACION DEL PERÚ EN LO.S ESTADO,? UNIDOS. influencias que usé, conseguí que el dia 7 concedieran como un favmr especialí.simo, que el vapor esperase hasta el dia 13 Nueva York, Enero 8 de 1880. en San Thomas por el señor Gómez Sánchez i sn séquito, bajo Scfior Ministro: la.? eondiciones estipuladas, es decir, pagándoles 40 pesos por He leido con la atención qne merece la importante reseña cada hora de detención ma.s el costo del telegrama qne de.sde qne en la nota circular de e.?e Ministerio, marcada con el nú­ aquí se dirijió ai ájente de la Compañía en San Thomas para mero 65, i fechada cl 15 del pasado mes de Diciembre, tiene que detuviese el vapor hasta el 13 i cumpliese lo pactado. El V, S. a bien hacer de los últimos acontecimientos ocurridos pago filé convenido qne lo hiciese el señor Ministro Gómez en’el país en la guerra a que Chile nos ha forzado; i tanto los in­ Sánchez en San Thomas, dando allí sn libranza por el total de su teresantes datos qne V. S. en ella comunica, como las medita­ importe a cargo del señor Ministro de la República en Lón­ das razones que sobre la situación espone, no serán olvidadas dres; mas como estos señores ajentes no conocen al señor Gómez por mí cuanta? veces tenga ocasión de demostrar el verdadero Sánchez, me exijieron una fianza aquí para el caso de que el estado i posición en que nuestra Nación actualmente se en­ jiro del dic-hó señor no fuese bien acojido en Lóudres; i ha­ cuentra. biendo recurrido a los señore.? W. R. Grace i C. . de e.?te co­ Q.uedo enterado del supremo decreto dcl 6 del citado mes mercio, estos señores, con los buenos deseos que siempre mani­ de Diciembre sobre la esportacion de .salitre, etc., i de las ins­ fiestan on servir en todo lo que pueden al Gobierno de la trucciones qne V, S. se sirve darme para el caso que llegue a República, al momento prestaron la garantía necesaria. Tele­ esportarso por los invasores, guano o salitre, i cumpliré todas grafié a San Thomas al señor Ooraez Sánchez este arreglo final. sus órdenes con el mayor celo i puntualidad posible.?. Lo qne tengo el honor de participar a V. S. para su conocí- Lo que tengo el honor de participar a V. S. en respuesta a miento e intolijencia, e,?pevando le sea grato a V. S. el saber la circular r ue contesto, asegurándole a! mismo tiempo qne, de que, apesárele las dificultades presentadas, e^señor Gómez conformidad con sus instrucciones, uo perderé tie.mpo alguno Sánchez ha- podido cumplir las órdenes de V, S., marchando en comnicar a V. S. cualquiera cosa que ocurra con relación a para su de.stino sin pérdida de tiempo. Dios guarde a V. .8. los puntos de qne en ella se trata. Dios guarde a V. S. J osé Ca r l o s T r a c y . J

osé

Ca r l o s T r a c y .

A.l señor Sícrtlario (le Relaciones Esteriores i Culto.—Lima.

Al siior Ministro ile Relaciones Esteriores ilel Perú. —'Liina, ¡1) Tomo II, pajina 352.

t a .

te.

Lima, Mayo 6 de 1880.—Oficíese a las legaciones del Perú en los Estados Unidos, Repúblic.a Arjentina i Gran Bret.aña i a la Secretaría de Hacienda en los términos acordados. C.ÍLDERON.

ta ­

tata ­

Lima, Marzo 17 de 1880—En esta fecha i con vista del ofi­ cio posterior del sciior Tracy, relativo a este asunto, se lian dirijido ios oficios correspondiente a Hacienda i Legaciou en Lóndres, reservándose recibir comunicación de! seüor Gómez Sánchez para poner eu su conocimienio lo acordado.

ta'

'ta, ta/

nombrado para la República Arjentina, en el tránsito del viaje al lugar de su destino, .así como de la letra de 590 libras es­ terlinas que dicho sefior jiro contra nuestro Representante en Lóndres a favor del ájente de la Compañía de Vapores de Ntteva -Y’ork a Rio Janeiro. Como dicha letra ha .sido prostestada por falta de aceptación, los tenedores han recurrido a. los señores W, R. Grace y C. para quo ellos les abonen su valor, eu c.aso de no ser pagada a su vencimiento (1.) Lo que comunico a V. S. para su conocimiento, i a fin de que se sirva resolver lo conveniente. Dios guarde a V. S.

C.ALÜERON.

ta' Ci ta-

117

DOCUMENTOS INÉDITOS.

ta--.

J

osé

C.árlo s T r a c y ,

Al señor Secretario (le Relaeiones Esteriores i Culto

Trasm ite coiniinicacíoii del señor Sánchez im rticipan­ do no haber podido alcanzar el vapor para Kio Jíi neiro eu San Thomas. NÜM.

29.—LEO.ACION, DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UK1D0.S.

Lima, Abril U'i de 1880.—Trascríbase a ¡a Secretaría de Hacienda, para (|ue se sirva acordar, desde luego, lo que sea mas conveniente sobre el delicado asunto a que el procedente oficio se refiere. Ca l d e r ó n .

Nmoa York, Férero 2S de ISSO. t a ,

ta; ta-, V^ i V-

ta :

to

"'1 ta^ 'ta

y

y

iSeñor Secretario: Con fecha 12 del mes qne cursa, el señor Evaristo Gómez S.anchez, Ministro nombrado de la llepública cu Buenos Aires Ineeudio de un vapor cou elem entos de guerra para Chile.—Tele«rama.s del bombardeo del Callao, i a bordo del vapor Medway, en su viaje dc Puerto Príncipe a San Thomas, me dice lo siguiente: LEÜACION DEL PERÚ EN LOS E.STADOS UNIDOS. “ Un accidente ocurrido a este buque eu su naveg.aciou de Jamaica para Haití, nos ha hecho perder 30 horas. Considero, Nmea York, A hril 16 de 1S80. pues, imposible alc.anzar eu San Tlm;u¡r3 el vapor de N ucva York Señor Secretario: a llio Janeiro, porque, .aunque ignoro las ñltim,as concesiones Losperiódicos dc esta ciudad han public.ado ayer un cablegra­ obtenidas por V. S. eu vista de mi despacho del 5, dudo mu­ cho que ,se me espere hasta el 13 eu la noche, o 14 en la ma­ ma de Ijóiidres, de la mi.sma fecha, que se servirá Y. S. hallar en drugada. A mi llegada a San Thomas jirocuré avisar a 7. S. recorte adjunto, i cuya fiel traducción es como sigue; Lóndra?, Abril 15.—Anuncian ios periódicos de Hamburgo el resultado, Pero,.cualquiera que sea é.ste, debo a V. S. el tes­ timonio dc mi admiración, no solo ])or lo conseguido eu Nueva que el sábado pa.sado entró eu el rio Elba el vapor inglés AlmY'ork, mediante la activa influencia de V. S., sino por el celo x-kkOastte que iba a Venezuela. El buque por la naturaleza de su en procurar la mayor economía en las condiciones estipulad.ss, c.argamento, llamó la atención del Cónsul peruano en ese puer­ Estoi seguro que S. E. el Jefe Supremo de la PtcpúblLea, a to. A su bordo tenia una gran cantidad de materiales de guer­ quien he dado cuenta de todo, apreciará debidamente el ser­ ra, i debia tomar en Hamburgo 100 toneladas de pólvora i despnes seguir a Valparaiso.—Estando al ancla en el rio se vicio que V. S. ha prestado.” I en posdata desde San Thomas, con fecha dcl 14, me comu­ incendió i fué preciso barrenarlo para evitar uua esplosion.nica lo que .sigue: El buque i su cargamento, que comp.-endia algunos cañones de “Llegado-s íioi en las primeras horas dc l;i mañ.aim, hemos iírupp, estaban asegurados en Lóndres i eu Hamburgo por sabido que el vapor de Nueva York (Rio Janeiro) nos esperó 137,(100 libras esterlinas.—El Góusul peruano va a proceder las 48 horas convenidas, a contar de la media noche del 10, i contra los dueños del buque. además 19 horas o sea hasta el 13 a las 9 P, M. En conse­ Aun cuando nn puedo dudar que nuestro Cónsul en Ham­ cuencia he pagado al ájente do la Compañía la cantidad, de burgo habrá comunicado' esta importante noticia a- V. S. por 2,832 pesos, o sea 590 libras esterlinas al c.arabio corriente, cu el cable vía Panamá, con todo no creo supérfluo trasmitirla una letra sobre Lóudres a cargo de nuestro Ministro i Ajente a V, S,, como me apre.=nraré a hacerlo siempre en todo lo que Financiero señor Sauz.—Con lo cual dejo reiijinsainente cum­ se relacione con la guerra en que nos hallamos arrastrados. plido el contrato celebrado por V. S. de que medió cuenta por Dios guardo a Y. S. SU.S dos últimos telegramas.” Josií G a rlo s T ra c y. Por lo (]ue antecede comprenderá V. S. que la interpretación que, tanto los ajentes de la Compañía como yo, .dimos aquí al Al sefíor Sícretario il« Relaciones E.5teri!ires i Culto dol Perú. —Lima, telegrama que ello? recibieron de San Thomas, i que comuni­ qué a V. S. en mi despacho número 22, de 20 del corriente mes, fné errónea, i siento mucho que el accidente ocurrido .al TELEGRAMA DEL CONSUL JEN ERAL EN PAÑAMA SOBRE vapor conductor del señor Sánchez, haya impedido al citado EL BOMBARDEO DEL CALLAO. señor cumplir esta vez los deseos del Supremo Gobierno. Dios guarde a V. S. LEGACION DEL PERÚ EN LO.S ESTADOS UNIDOS, JoáÉ Ga r lo s T r a c v .

c

y y

y

y

Nueva York, Mayo 10 de 1880.

Al señor Secretario do Reladoaes listoriorcs i Culto. —Linii.

Avisa «iMo la le tr a por 500 libras esterlina.? jira d a por e l señor Gómez ííauchez ha sido p rotesíad ti por falta dc aeeptaciou. LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTAD-03 UNIDOS

N im a York, Marzo 19 de 18S0, Señor Secretario:

En oficio de 28 del mes anterior, número 29, di a V. 3. cuenta del accidenta de demora sufrido por al señor Ministro dal Perú

Señor Secretario: El sábado 1. ® del mes actual, recibí del sefior Cóiisul Jeneral de la República en Pauamá uu telegrama en inglés que hice publicar en los periódicos de esta ciud.ad el siguiente dia, domingo 2, i que traducido dice así: “ Piérola. Bombardeo Callao siu efecto. Dos divisiones do Are­ quipa marchan contra Moquegua. Aibarracin capturó en Locumba trescientos hombres de caballería. Campero en Tacna. Trasmita Europa,” De conformidad con la última parte de esta telegrama, tras­ mití por cable su contenido al señor Ministro de la República en Paris,

(1) TomoII, pijiua 286.

GUERRA DEL PACÍFICO.

118

La Legación chilena en Washington también recibió uu te­ legrama qne publicó cu los periódicos del mártes 3 del corrien­ te mes, comiiuicandü que eu cl bombardeo del Callao los pro­ yectiles cliilenos iiabiiiii causado grandes daños a la población, i casi destniido a la Union; pero como V. S. observará, estas noticias ehilenas, que supongo falsas, quedaban desmentidas con el telegrama del señor Cónsul Jeneral, que se publicó con un dia de anticipación. Anteayer ba debido llegar a Panamá un vapor con proceden­ cia del Perú, i supongo que no ha sido portador de ninguna noticia de imiiortancia, pues de haberla me la habria trasmiti­ do por telégrafo el señor Cónsul de ía República eu ese puerto. Dios guarde a V. S. Jü&É Ü.ÍRLOS Tkacv. Al seüor Sscrelarío de IlclacioDes Estoriores i Culto del Perú. —lima.

Comunica telegram as publicados sobre reclam aciones de Ita lia con tra Chile i m ediación de la <Jran ISrcta ñ a .-'f elegram a a Taris. LEGACION DEL PÍ.RÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS.

Nueva York, Mayo 88 de 1880.

ccxm. Los señores W IL lira ce i C. íS nicgau sn fianza para fletar n a vapor que debe coíidncir arm am ento ¡tara ci P erú, NÚM.

78.— LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS. Nuera York, Mayo 26 de ISSO.

Señor Secretario: Bn esta fecha digo al señor Cónsul Jeneral de la República cu Panamá lo que sigue: “ Hoi recibí un cablegrama do V. S., en cifra, que he tradu­ cido así: “Diga Grace he fletado vapor para llevar cuanto hai aquí. Cuesta 5,000 libras esterlinas, qne Rhrman .suplirá. Se Decesik que Grace garanticen 1.0,000 libra» esterlinas en caso do pér­ dida. Yo i Cários Piérola vamos en el vapor. Que Grace tele­ grafíe a. Ehrmau i confirme por carta. Contesten pronto.” ínmcdiatauieiitc de.?pues de su recibo, ful a la oficina de los scñorc.? W. R. Grace i C, i les comuniqué el contenido do su despacho; pero e.?tos señores me manifestaron que aunque mni dispue.?tüs a servir al Perú en todo lo qne les sea posible, no po­ dian acceder a esta exijencia de V. S., porque a .su modo do ver era casi seguro que se perderian las 10,000 libras esterlinas, desde qne no hai vapor en el puerto de Panamá que podría es­ caparse de los buques chileno,?, que notificado-? por e cable del Istmo, via Europa, ivian .seguramente en busca del vapor fletado )or V. S.—Hícele.? notar que V. S. i el señor don Cários ’iérola irian en el referido vapor, pero sin conseguir mi objeto, porque aunque esa circunstancia podria garantizar que e ar­ mamento no caerla en poder del enemigo, pue.?to que lid», serian capaces de hacer volar el vapor ántes de rendirse, siem­ pre podria perderse el vapor i los señores Grace ae verian obligados a pagar ¡as 10,000 libras esterlinas, caso de pre.star la fianza que V. S. les pedia, en cuyo caso no quieren encoutrar.se. Desjuie.? de haber hablado sobre este asunto con los tres so­ cios de la casa, que hoi se encuentran en Nueva York, i ha­ berme convenoido que no habia esperanza alguna de que acoedie.?en a la exijencia de V. S., me ?■! obligado a enviarle el telegrama, que no dudo habrá recibido hoi, que consistia de nna sola palabra; Inqmibk; i que, como V. S. podrá imaji­ narse, envié con mucha pena, pue? me habria sido rnui grato mandarle una contestación favorable.” Lo (lue trascribo a V. S. para su conocimiento. Dios guarde a V. S.

Señor Secretario; La pren.sa de Nueva Fork ha publicado en c.stos dias los si­ guientes telegramas: “Roma, Mayo 25.—Italia ha tomarlo la iniciativa con res­ pecto a la.s reclamaciones que dcboii li.acerse contra Ghile para inderanizar a los estranjero.? qne tuiu .sufrido a consecuencia dcl bombardeo de vario.? pueblos en el Perú i Bolivia,—Francia e Inglaterra se han adherido a la cansa de Italia.” “ Lóndre.?, Mayo 25.— Iloi recibió el conde Granville en el de3{)acho de Reliiciones Rsteriores .a una diputación de miem­ bros del Parlamento, que ¡e hablaron de una mediación entre Chile i el Perú por el Gobierno inglés. Dijo el conde Granville que no podia admitir ,a La conferencia a los gacetilleros de la prensa, pues el asunto teJidria que discutirse en el parlamento." “ Lóndres, Mayo 27.—-Sir Charle.? Dilke, Sub-Secretario de Relaciones Eateriores, dijo lioi en la Cámara de los Comunes que el Gobierno conoce mui bien cl duño qne e.=iá causando al comercio la guerra entre Cíiile i el Perú i que está dispuesto a ofrecer sus buenos oficios eu el asunto; pero que basta hoi sus ofertas amistosas no han tenido buen é.\ito. .El Gobierno se está comunicando con otros sobro c.?te asunto, i si r,e presentase J osé C a r l o s T r a c y . ocasión propicia para ofrecer sn mediación no dejará de apro­ vecharla.” A! .íeüot Sesretai'io de Relaciones Ksteriure-s i Ciilío del Perú.—Lima. Los que remito a V. S. para su conocimiento, creyendo que ¡’ acaso llegará este oficio a poder de V. S. ántes de la corres­ pondencia que sobro los interesantes asnnto.s a que se refieren estos telegramas dirijirán a V. S. los señores mini.stros de la República eu Inglaterra e Italia. Pide instrucciones i recursos p a ra el caso que deba Dios guarde a V. S. pedirse cl em bargo de algún cargam ento d e salitre; J osé C a r l o s T r a c y . los señores « ra c e i C. s proporcionan fondos con este objeto. Al .«íor Secretario de Estado en ei despacho de Relaciones Eateriores i Cttllo

CCXYIIÍ.

del Perú.—Lima. NÚM.

TELEGRAMA DE PANAMA TRASCRITO A L SEÑOR BOGARDUS LEGACION DEL PERÚ EN L03 ESTADOS UNIDOS.

Ntk-va York, Junio H de Í8S0. Señor Secretario; Anoche recibí el siguiente telegrama dol Cónsul .Jeneral de ¡a República en Panamá: “ Walker aceptado una 510, 057, 695, 800, 497 Pitrola,” que he trasmitido hoi al señor don Guillermo Bogardus a su dirección en Pari.5. Lo que tengo la honra de decir a V. S., a fin de quo .se sirva comunicarlo a S. E. el Jefe Supremo. Dios guarde a V. S. J

osé

C a r l o s T r .a cy .

Al seüor SccreUrii) de EtUdo eu el despacho de Uelaciouca Esteriores i Caito dePPerú,—Lima.

35.—LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS. N m a York, Jm io 5 de 1880.

Señor Secretario; Con referencia a las circulares de esa Secretarla, de 30 Abril i 12 de Mayo, dirijidas a los ájente.? diplomáticos i consulare.? del Perú, sobre salitre defraudado por el Gobierno chileno, tengo la. honra de decir a V. S. que en el caso do pedir ante las autoridades competente» el embargo de cualquier carga­ mento de salitre arrebatado al Perú, que llegase a algún puer­ to de esta República, el Cónsul a quien le tocase solicitar el embargo, en .cumplimiento de las instrucciones del Supremo Gobierno, se encontrará obligado a dar fianza.? para poder soli­ citar el arraigo de dicho salitre; i previendo que en tal ev'ento, el Cónsul se dirijirá a esta Legación pidiendo qne se le propor­ cionen garantías satisfactorias para salvar de toda pérdida a las personas que ,?e pre.?teri a dar la fianza exijida por la lei, si se decide el juicio en contra del Gobierno, tengo ia honra de pedir a V. S. se sirva comunicarme lo que debe contestar e.?ta Lega­ ción a semejante pedido, quo será inevitable.

Cierto es que en la? listas inclusas en las dos referidas cir*

-3t 119

DOCUMENTOS INÉDITOS. Yi I "-'i

COPIA B.

calares, solo se menciona tm cargamento destinado a uno de los puertos de estos Estado.?, el Cairbarm para San Francisco; pero como puede suceder que se despachen otros para los Esta­ do.? Unidos, juzgo conveniente escribir hoi a Y. S. sobre este particular, a fin de que se sirva comunicarme sus iustruccinnes, aogun le indico. Dios guarde a V, S.

Ixgadon del P erú en k s Estados Unidos.—Nueva Y^ork, Ju ­ nio 18 de 1880,

J osé Cárlos T racy.

Y ■■'"i

Al sefior Secretaria deRcUciones Esteriores i Cuito de! Pev'l—Lima.

y

Lima, Julio 8 dc 18S0.—Contéstese que, en el caso pro- ! umsto, queda autorizado para hacer que. la inspección Fiscal de a República eu esos Estados preste la fianza que fuere necesa­ ria, i para comprometer el crédito de la Nación, a fin de que el embargo que se pidiese so lleve a debido efecto,

it

C alderón . N'L'M,

i

í » ) ■'r 3

'T'

93.— LEG.ACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS UNIDOS.

Nim-a York, Juma 10 de 1880. Señor Secretario; Tengo la honra de acompañar copias (marc.tdas A i R) de dos oficios dirijidos al .señor Cón.sul Jeneral de la República en San Francisco cl I J i 18 del preseute mes, a Un de que Y. S. se imponga de lo que le he escrito reiativameníe al embargo de salitre estraido del Perú, de conformidad cou las circulnve? de, e.se Ministerio i de los pasos dado? por mí para proveerle de ios fondos quo ñccesit.a par¡i proceder contra los cargamentos que están para llegar a S.-.n Francisco. Corno es mni posible i casi .segiivo que casiis semejantes pue­ dan ocurrir en los diferentes consulados do esa República en este país, a cuyas necesidades e.» menester atender sin iíé'r..iií,la íle momento, lo cual supone gastos inmediatos e inelndiblss, ruego a V. y. qne, tornamlo en consideración esta circunstan­ cia, se sirva, disponer lo conveniente p.ur.a ¡/ue esta Le,gaeiou .se baile en tmlo c.aso e,n a¡)li‘i.ud da proveer íi les consiiladou cou los recursos necesarios i con toda la prontitud in'ee.xije el buen cumplimiento de las órdenes del Supremo Gobierno sobre e.=ta materia. Miéntras tanto e.?pero que lo quo he lieclm hasta hoi merezca ¡a aprobación de S. E. i de V, S,, i .que .se sirvan dis¡ rel="nofollow">mier qm; se reembolsen a los señores W, R. Gr.ace i C. la suma, que se 'ñau prestado a adelantar, por cuenta de! Gobierno, al Cónsul .Jeneral eu San Francisco, a fin de que pueda cumplir las orde­ ne.? de esa Secretaría, Dios guarde a V. S, Jo,5É C árlos T racy. A! EcaorSeMctario dc RclacioüCS Estcriorcc i Culto dd IVú.—Lima, COPIA Á.

V 'ta..

]

Y ‘ta/-' <

V y ‘w

C' r

Y 'v K.

Y Y

Legación d d Períi en los Estados Vr/idns.—Eaovu York. Ju ­ nio 1-1 de 18.30. Señor; Por el oficio de V. S., de 4 Re .actual, quedo imimesto de que se halla Y. B. nuevamente en Calirbrnia de.?empeñando las funciones de su cargo. En cuanto a los antecedente.? que le son a V, S. necesarios para el arreglo de su ooiuluctii cu el a.?unto de lo.? carg.amentos dc salitre pernano espoi-lado contra las dlsposicione.? del Bnpremo G(.>bierno, los cncontr.ará V. B. gn !;s .?¡guieníe trascvipcion de parte de uu oficio que pasé a la Secretarí.a de Relacio­ nes Estcriore.? i Culto del Perú, en 19 del me.? anterior, .sobra el mismo .a.simto (1). y, S. .sabe, por la circular de la .Secretaría do .Relaciones Es­ teriores i Culto dc 12 del nic.? anterior, dirijida a los ajentes diplomático-s i consulares de la .República, que el bm(ue aiiiericano Cairbarim ha sido despachado cu Iquique
(1) TomoIII, pAjinr. 2S5.

Señor; Ayer recibí el siguiente telegrama do V. S.— “SaUpetro ships from Iquitiue will ,?oon arrive. W ill attach cargo by Government orders.—Nont you send five hundted dollars for lanyers rotainer, & soveral e-xpcnses—aiiswer by tclegrapb.— La Puente, Cónsul General of Perú.” Aunque el Supremo Gobierno no se ha servido poner a mi disposición los fondos que pndicr.an nece-sitarse para casos aná­ logo.? al que V. S. ahora me presenta, ni ha dictado órden algu­ na para quo se me faciliten lo.s mismos, tomando en conside­ ración ¡a urjeute necesidad cu que V. 8. se encuentra para poder obrar con ayuda de un buen abogado, de! modo mas con­ veniente para el debido cumplimiento de ks óraenes dcl Su­ premo Gobierno respecto a la protección de .sus intereses en los ca.?o.s de los biiques con cargamentos de salitre sustraído por los chilenos, me he acercado a los señeros AV, R. Grace i C. , los. cn.ales me han ofi-ecido tekgrafi.ar cst.a mañana a sns ajentes en esa cindad, los señores I. W, Gr.ace y C. " , para quo kciliten a V. 8. lo que uectí.?it(! p.ara los g.i.stos a que V. S, alude en su citado telegrama, ba.?ta la .suma de .500 pesos. En vista de lo cine antecede, dirijí a V, 8. esU mañana e! .siguiente despacho telegráfico:—“ I, W. Grace &■O, ® iiistructed to rnake adyances—seetbem.’’—Sírvase pues pedir a los dichos señores lo qne necesite para los gastos mas precisos eu el asunto qne no,? ocupa. E;i mi oficio de 14 ele los corrientes comuniqué a V. 8, el modo cóuío se habia procedido aquí con el cargamento de salitre que trajo a este puerto ia barca N e llk B rett, y como en k última circular recibida aíiií sobre el asunto, dirijida por la Secretaría de R.ekcii)nes Esteriores i Cnito a los ajentes diplomáticos i consulares del Perú, el 12 de Mayo próxi­ mo pasado, dice lo siguiente: “ El 28 del mismo Abril se despachó, c.iii destino a B.ait Fr.ancisco, el bmiue norte-ameri­ cano Cakbariéu OM 1,3,0{)0 quintales de s-alitre (procedente de oficinas de parada.? al parecer), cuyo oríjen conoceremos próximamente con exactitud, i pondremos en coiinciraiento del Gobierno.” Si V. S. 110 ba recibido avi.sos oficiales dándole a coiiocec k verdadera procedencia del salitre que lleva cl referido buque, ms parece conveniente indicar a V. S. sea mui tísplíclto i particular ai esponer el caso i todos e.?tos detalle.? al ahogado que emplee p.ara que con verdadero conocimiento de causa pueda aconsejar a V. S. el modo mas propio i conveniente de proceder en el asunto, para la debida protección i seguridad del Fisco nacion.al. Aunque no dudo que V. S. comunicará directamente al Oobierno tod.D lo qne b.aga sobre el particular, tanto en cum­ plimiento de su deber como por ser así mas prouta la recepción de su.s noticias en Ijima, espero que, ai mismo tiempo, V. S. me tendrá al corriente de las feces que presente la cuestión en su trámite,—Dios guarde a V. S.—J osé Cá r l o .s T ra c y .— AI señor don Federico de k Fuente i Subirat, Cónsul Jeneral del Ferú en California. Es copia.—..'l.r/tíi't/ii Blanco, Secretario. TRADíICCIÜN DE LOS DOS TELEGRAMA,? EN INGLR.S INSERTOS EN ESTE oricio,



“ Pronto llegarán de Iquique buque.? cou salitre. Embargaré cargamento por órden del Gobierno, Necesitóme envie 5üOpe­ | sos para abogado i varios g.aslo.?. Contésteme por telégrafo. —L a F eente, Cónsul Jeneral del Peni.” “ 1. W. Grace instruidos ]iara hacer adelantos,-Véalos." Es traducción conforme.— Blanco, Secretario. ^ ' ¡ K ftü iiie c o p ia »lc n n a c a r t a d i r i j i d a a “ E l T r ib u n e ," e n ■ l a c u a i c s p l ic a q u e e u e l P e r ú n o l ia i n i i d e a d e c e d e r p a r te a lg u n a d e su te r r ito rio . LEGACION DEL PERÚ EN LOS E.STADOS GNIDO.S.

Nueva York, Setiembre IS de 1880. Señor Secretario: Ayer publicó el New Y o r k T r ib o n e , la carta que dirijí al

120

GUERRA DEL PACÍFICO.

editor el 8 del presente mes, segun tuve la honra de participar a V. S. en mi nota número 125 de 9 del mismo mes. _ Para su conocimiento acompaño a V. S. nn recorte del men­ cionado periódico, adjunto a una traducción de la referida carta. Dios guarde a V. S. J

osé

Ca b io s T ra c y .

Asimismo me parece que debo llarasr la atención de V. fi. liácia el hecho de qne el señor Ancaigne está en el segundo año de ,?us .servicios i que por tanto me ha cobrado otros 600 pesos, Dis guarde a V. S. J

osé

Ca r l o s T racy'.

Al seilor S.ecrelavie de Relaciones Esteriores i Cuito del Perú. —Lima.

Ai selíor Secretario de Relaciones Esteriores i Cuite del Perú.—Liiua.

Lima, Octubre 20 de 1880.—Acúsese recibo del anexo inclu­ so, aprobándose la conducta del oficiante.

Lima, Octubre .30 de 1880.—Informe la sección' do conta­ bilidad. Ca l d e r ó n .

Ca l d e r ó n .

Señor Secretario: Por decreto de 24 de Marzo último se dispuso que la Secre­ taría de Hacienda ordenase a la Caja Fi.scal de este departa­ LEGACION DEL PERÚ EN IOS ESTADOS UNIUO.S, mento el jiro ds una letra por valor de 600 peso.? americanos Señor Editor de E l T r ib l’ne.a favor del Encargado de Negocios del Perú en los Estados Unido-3 (le Norte-América, don Jo-sé Carlos Tracy para que este Mui señor mió: funcion.ario abonase al director de L a C o r r es p o n d e n c ia Ame­ En la relación (¡ne .se ha publicado de una entrevista que r ic a n a , don Félix Aiioaigiie, la espresada suma, importe de la uno de los cronistas de Ud. tuvo conmigo hace poco, me iiace subvención vencida al mencionado periódico. decir que cuando L a P a t r ia propuso sus condiciones de paz, Dsl tenor del oficio que antecede se deduce claramente qne ei M anco Capac estaba bombardeando las poblaciones chilenas la letra por los 600 peso.s americanos, c.aso de haberse jirado, del Litoral, siendo así qne en dich:v época el Manco Capac es­ lio lia llegado a manos del .señor Tracy i que corresponden a taba en Arica ayudando a su defensa, i ni aquel monitor ni lo-s servicios de! señor Ancaigne por el primor año. ningún otro buque peruano, jamas ni en ninguna época de la Puede V. S., si lo cree cotivenlente, pedir informe a la Caja gnerra se ocupó en bombardear poblaciones de ¡a costa de Fiscal sobre este punto, i a la .sección consular, sobre la fecha Chile. Los chilenos lian bombardeado repetidas vece.s puertos eu qne venció ol primer año de la subvención acordada con i plazas peruana.5 qne en sn mayor parte carecian de defensas vista del pacto que ia motiva. por no admitirlas; pero el Perú no hace la guerra sino a sus i Es cnanto puede informar e.sta sección en obedecimiento al enemigos armados. I decreto que precede. También me hace decir: “ Otra cosa es que el cablegrama ; Lima, Octubre 30 de 1880. nada dice de ia cesión de la provincia de Tarapacá, a,siento de Ju a n J. Beingole.a. las minas de salitre. Toda la guerra ha sido por la po.sesion de aquel rico territorio, i seria ¡nai estraño que los c filenos sol­ taran su presa actual.” i Parece esto implicar la idea de que yo creo qne la provincia ; de Tarapacá tendrá que .ser cedida a Chile como condición de ülediacíoii de los Estados lu id o s de Norte-América, la paz, al paso que ni dije ni pude jamás pensar semejante cosa, LEGACIiTN DEL PERÚ EN LOS EST.AÜ8S UNIDOS. Eu el manifiesto que al pueblo dcl Perú dirijió después de Nueva York, Octubre 11 de 1880. los desastres de Tacna i Arica, el Jefe Supremo, .señor don ; Nicolás de Piérola, dijo: “ Que queme, que arrase nue.stra.s inSeñor Secretario: defen.sas poblaciones de! Litoral; que tale nuestros campos, si El sábado 9 del presente puse en manos del E.xcmo, señor lo puede. Estamos resueltos a todo; a todo, ménos a renunciar Secretario de Rsiaflo de esta Eepúbiica, la carta de V, S. qne a la Vindicación de nuestros fueros, ménos a ceder una. pulga­ me acredita como Encargado de Kegocing del Perú en este país. da de nuestro suelo, ménos a no verle demandándonos, para El señor Evarts me trató con bastante amabilidad, i me essalvarse una paz qne jamás podrá imponernos. ! presíí el vivo deseo qne animaba a su Gobierno por que termi­ Eu esto lenguaje del Jefe Supremo se reflejan .simplemente nase la guerra en que actualmente estamos empeñados con los sentimientos de la Nación entera, i no hai ni idea de ceder Chiie, i a cuyo fiu había ofrecido su mediación. Me retiré en al enemigo parte alguna del territorio peruano, aiiguida, quedando mui satisfecho de la buena acojida-del Excmo. señor Evavts. J osé Oír l o s T r a c y . Lo que tengo ei honor de poner cu conocimiento de V, S. para los efectos consiguiente.?. Nueva York, Setiembre 8 de 1880.—Es traducción confor­ Dios guarde a V. S., señor Secretario. me.—Apusfi?» Blanco, Secretario. (Tiadacdou.)

I gnacio G a r c ía , Al seünr Secretario lie Relaciones Esteriores i Culto dd Perú.—Lima.

Subvención a “La « o i rcspondencc A inericaine' (C, NÚM,

4.—LEilAGION DEL PERÚ EN LOS E.STADOS UNIDOS, (Re.servada.) Nueva York, Setiembre 24 de 1S80.

Señor Secretario: En 24 de Marzo último i luego eu 25 de Junio, bajo los núme­ ros 23 i 59 de “Reservadas,'' tuvo V. S. la bondad de partici­ parme qne se habia dado a la Secretaría de Hacienda la órden para pagar 600 pesos al señor Félix Ancaigne, órden que mu­ cho ántes se habia comunicado a dicha Secretaría. Con esta.? seguridades, i en atención a las difíciles circuns­ tancias del .señor Ancaigue, le be ido avanzando a cuenta de e.sa órden hasta la .suma de 5U0 peso.s, de que tengo recibo, i espero que V. S, me mande abonar dicha cantidad como ade­ lantos hechos por mí a nombre del Gobierno. (1) Ifomo III, pajinas 66 1 366.

Lima, Noviembre 16 de 1880.—Contéstese quedar enterado, previniéndose al oficiante que nn olvido de remitir el índice de su correspondencia áei modo i en la forma que ha prescrito esta Secretaría. Ca l d e r ó n .

LEGACION DEL PERÚ EN LOS ES'TADOS UNIDOS.

N u eva York, Octubre 20 de 1880.

Señor Secretario: Junto con el respetable oficio deYL S,, de 14 del raes próxi­ mo pas.ido, ba venido la copia del qne V. S. dirijió en igual fecha al Excmo. señor Miaistro Plenipotenciario de estos Esta­ dos en el Perú, relativamente a la mediación ofrecida por este Gobierno en la guerra del Pacífico, i que fué aceptada por el iine.?tro, después de haberlo hecho Chile por su parte. Al tenor de ámbas cnmnnicacione.?, cuidaré de espresar al Excmo, señor Evarts, si fuere necesario, que no lo creo. Jas po-

DOCUMENTOS INÉDITOS. derosas razones qne han decidido a V. S. a retraerse de la me­ diación intentada. Dios guarde a V, S., señor Secretario. I gnacio G a r c ía , A! señor Scorotario de Relacione.? Esteriores i Culto del Perú.—Lima.

LEGACION DEL PERU EN LOS ESTADOS UNIDOS.

i

V-.s

''-•í

Num t York, Octiére 29 do 18S0. Señor Secretario; El 23 dcl presente recibí nn despacho telegráfico de nuestro Cónsul en Panamá, en el cual .so .'tsegura qtio el Gobierno del Perú habia aceptado definitivarnenté la mediación de los Es­ tados Unidos en la guerra que .so.sticne cou Obile, i que habia nombrado como plenipotenciarios al sefior dou Antonio Arenas i al capitán de navio don Aurelio García. Después de comunicar por telégrafo a nuestro Mini.stro en Inglaterra i Francia la noticia, la trasmití de oficio al Exorno, señor Secretario de Estado de este país, espresando los mismos conceptos que contiene la nota de V. S. al señor Christiancy, de 14 de Setiembre próximo pasado. Cuidaré de poner en co­ nocimiento de V, S. la contestación que reciba. Dios guarde a S., señor Secretario. I gnacio G a r c ía . AI scfior Secrelwio de Relaciones Esteriores i Cr.Ho del Perú.—Lima.

CORRESPONDENCIA CO NFID EN ­ CIAL. ) "! \.

CCXXII. ta r ta s a P iérola sobre negociaciones financieras cou los tenedores
"1 to' 'T '1

te ,.

y y y

w

Varis, Diciembre 1. ® de 1879. Señor doctor don Nicolás de Piérola.—Lima, Mi estimado señor i amigo: Me han asegurado que no lia querido Ud. venir a Europa con e! carácter de comisionado del Perú. Comprendo perfect'üaiente las razones que han podido motivar la abstención de Ud. en tan críticos momentos; pero no dude Ud. que nadie hubiera obtenido lo que Ud., pue.s mis amigos i yo, que tene­ mos el sincero deseo de ver a Ud. en el puesto a que le llaman su patriotismo o ilustración, bubiéramos hecho por Ud. lo que no creo que harán por ninguno otro. £1 doctor Rosa.» está aguí desde el M; jiero hasta hoi nada de positivo se ha hecho. M. Giiillaumc le ha vLsto tres veces, i ántes de ayer le presentó a los banqueros. Este caballero sigue la táctie.a de todos los domas comisio­ nados: mutismo e inmovilidad; de tal suerte que sin ia infati­ gable actividad de los Bondholders, sucedería cou los actuales ajentes lo mi.smo que con los señores Áltliaus i Araníbar; esto es, pérdida de tiempo i de dinero, lo que prácticamente se con­ vierte en de.slionra i descrédito dol Perú. En fin, la propuesta de los Bondholders i l.a respetabilidad dcl grupo financiero que los apoya, demuestran, sin dejar lugar a dudas, que si el Perú no ha tenido oportunamente todos los elementos neces.arios para salir triunfante de la guerra con C.hilc, se lo debe única i osclusivamcnte ,a los que teni.ar en Europa el sagrado encargo de velar por la salud de su p.atria. Hasta la fecha, solo uii.as poca.s líneas lie tenido el placer de recibir de Ud. E.sperando ser mas feliz en lo futuro con respecto a sus letras, que me será siempre grato recibir para saber a qué atenerme i en (pié puedo ser útil aUd., me repito de Ud., .afectísimo amigo i seguro servidor, F r an cisco d e P. S u a r e z . Park , Enero 1 .° de 1880. S(3Óor doctor dou Nicohts de Piérola.—Lima.

Mi estimado .señor i amigo: Como etnmnes he tenido el placer de recibir la noticia de cpm el pueblo, hastiado de los abusos i desaciertos del anterior Señor doctor don Nicolás de Piérola. gobierno, habia proclamado a LTd. dictador del Perú. La no­ Estimado señor i amigo; ticia se h.a confirm.ado ))or diversos conducto.?, i puedo asegu­ Temeroso de que las circunstancias n'o permit.m a Ud. rar a Ud. que ha producido mejor efecto, especialmente entre p'asar por esta ciudad, i ante de embarcarse para el Pacífico loa Bondholders. me apresuro a enviarle mi mas cordial despedida acompañada Los bonos del Porú han subido considerablemente a pesar de de 1(13 votos mui sinceros que me hago-por que tenga Ud. los reveses de las armas nacionales, eu la creencia de que el uu viaje próspero i feliz, i porque pronto se vean cumplidas Perú no tardará en confiar a sus acreedores la administración i sus nobles i patrióticas aspiracione.?, para gloria de Ud. i honra e.splotaclon del guano i del .salitre. i bien de su país. Este acto de reparación i la presencia de Ud. en el Gobierno, Por los periódicos verá Ud. la cruda guerra que se iiace a traerán por resultado inmediato un cambio radical eu la situ.alos proyectos financieros del actual Gobierno del Perú, i espero ciüii, pues los Bondholders uo dejarán de ayudar a Ud., a fm quo continuará la campaña cou el mismo ardor hasta que cam­ de que pueda arreglar la cuestión chilena de una manera hon­ bie la situación deplorable i vergonzosa eu que hau colocado rosa i favorable para el país. al Peró gobernantes de niala lei, faltos de fe i sin coucieiicia. 'ío creo qne Rosas i Goyeneche acabarán por firmar un arre­ Por mi parce, no pondré tregua a la propaganda, i al efecto glo cou los Bondlmiden? apoy.ados por uu fuerte grupo finan­ aguardo las instrucciones de Ud., que .serán cumplidas, puede ciero. Ud. estar seguro de ello, con la debida.reserva i le,altad. En el arreglo indicado se dejan fuera las cuestiones Dreyfus He leido con profunda indignación has violencias cometidas i Foruviaii Guano G. ® Esto .se halla de acuerdo con las ideas por los jenízaros de Prado contra su digna i respetable espusa. de Cd., pues así podr.í Ud. ajustarles la? cuenta,? a los que tan En el mismo sentido rne ha escrito Mr, Croyle, i no dado ingralameote se han portado con una Nación a la que iodo lo que ignal impresión habrá can.sado eu todos los corazones hon­ deben. rados. El amigo Delboy le felicita-cordiahiiente, i me encarga decir Propuse al señor Bogardus i a Espino.sa confiarles los pape­ a Ud, que aquí lo tiene Ud. completamente a sus órdenes. Yo les quo conservo en mi poder para Ud.; pero hasta la fecha no dudo que pueda ser a Ud. de gran utilidad i (¡ue le .servirá no me los han pedido. ¿Qué hago con ellos? con amistosa lealtad. Espero que no dejará Ud. de escribir indicándome lo que Eu cuanto a los demas, Ud, les conoce mejor que yo, MuUd. desee que trasmita a los comitées. clids de ellos no dejarán de intentar de echar mano del incen­ Buen viaje a todos. sario ahora qne le ven a Ud. triunfante; pero sus protestas se Ud. créame siempre un buen i leal amigo, i mande en lo disip.arán como cl humo dc sus viles adulaciones. Ud. tiene que crea que pueda serle de alguna utilidad, a su atento i se­ dema.siado corazoii c intelijencia, i por tanto no necesito dete­ guro .servidor. nerme sobre e,?te triste particular. F rancisco d e P. S u a r e z . ¿Ha leido Ud. la memoria de los señores Altliaus i Araníbar? 22 Godot (lii Maury. En olla encontrará mucho de curioso para la historia de nues­ tros hombres públicos i de Insolidez de .su.s convicciones. P. S.—Se ha firmado uua transacción leonina cou Thompson Raygada i Pareja enviaii también a Ud. sns felicitaciones. Bonard. El Gobierno so desiste por 350,OÜOlibras en bonos del De mí, nada tengo que añadir a mi.? anteriores declaraciones. 5 por ciento a la par, pagando sus costos, Lo mismo qne cuando se liall.aba Ud. espatriado i perseguido, me tiene Ud. hoi a sus órdenes i pronto a servirle con lealtad Paris, Enero 6 do 1879.

to

121

T omo i v ,— 16

GUERRA DEL PACIFICO.

122

i con cariño en todo lo que Ud. crea que pueda ym serle útil. Si las circunstancias exijiesen algún cambio en el personal de aquella República en el estranjero, acuérdese de mí; pero entienda quo esto natia tiene que ver con nuestras relaciones íntiina?, cuya raíz no está cimentada sobre razones de ínteres o oonvenÍBiicia. sino en la ina.s sincera simpatía. En ía cuestión íioanciera, si Ud. rc.soiviese mandar nuevos comisionados, no tiene Ud. mas que m.amiiU'me cuatro líneas i yo les comunicaré todos los dato.s qne iiece,siten i los jiondré eu relación con laniqueros lie primer órden. Todos los amigos de Ud. deseamos que Ud, se coiisniide en el poder, pues solo asi podrá ponerse remedio eíieaz a los nude.s causados por sns antecesores. Q.iie la Providciifia derrame sobre Ucl. toda la suma de for­ taleza i de iiitelijeiioia, de que tanto necesita Ud. en momen­ tos tan sulciniiesi 1 deseándolo para Uii. i todos los suyo.s l.a felicidad de (¡ue ,son mereccdore.?, me repito con ia fran(¡ueza de siempre, sn afectísimo amigo i seguro servidor. Fkancísoo he

P. SfAitnz.

Afectuosos recuerdos a Espino-sa i demas amigos. Fa-ris, Enero 1G de ISSO. Señor doctor don Nicolás de Piérola.—Lima. Mi mui estimado amigo: Al iln se iirmó el contrato cediendo, a lo.s tenedores de bonos la espiotacioti'del guano i del salitre, i arrebatando a.sí para siempre a los clii'cuo.s toda e.?peranza de de.'pojar al Porú de las riqueza.? que tamo han envidiado i codiciado. El contrato .?e ha celebrado, segnn se lo tenia anunciado a Ud, con el Crédito Jndnstrial i Comercial, detrás del cual figuran casas de banco i de comercio de primer órden, bajo todos concepto.?. De este modo (¡uedan salvados el honor i el crédito del Pe­ rú; i sus acreedora.?, si eonira toda previsión, no recojiesen de este acto de reparación todo.s los frutos qne debe¡irodncir, cul­ pa será do sn inercia o aband(?no, ¡lero nunca de Gobierno de nn paí.? mas de:?graciado (¡ue culpable, por mas (jue digan lo contrario detractores a.¡¡a.sio:iadi)s o interesados cn desacredi­ tarlo despnes nc haberlo e?piotado con el uvi.? cínico descaro. Ya debe Ud. iaiajiiiar.se rodos los esfuerzo.? Iiociio,? ¡upií por Drcylii?, la Géiiéraic, la Peruviaii, i su? amigos para disua­ dir a Pküsaa i Goyeneche de íirinar el con,?abido contrato. Al principio, tratando de hacer creer (¡ue los tenedore.? no contaban con el apoyo de ningún grupo podero.so i respetable. Mas tarde, cuando ,?e recibió ¡¡ara los tenedores i para mí la mui grata noticia de la elevación de Ud. al mando .supremo de la República, suponiendo que Ud. dcsaprobaria, todo lo que hiciesen los comisionados nombrados por el anterior Go- ' bienio. AM no iie titubeado, en tale? circun.stancias, cn asegu- I rar a M. Gmllaume i ¡¡or sn conducto a los banquero.?, qne era una injuria al patriotismo, « la intelijencia i a ia integridad de Ud. suponerle capaz, por cuestione? personale.? o políti­ cas, d(3 manchar su nombre renegando la firma del Perú en cnahinier acto tumleníe a rciiabilií.arlü complelameiite ante la consideración del mund., civilizado. No creo del caso (;iit¡ar por ahora en detalles relativo.? a ca­ da nna de las cbuisiilas d-sl contrato, ni tocante a, la economía jeneral de ),a negociaci(¡n, pnri|ue Ud. sabrá apreciar mejor qne yo esas diversas onestiones teniendo a la vista el testo del contrato, que lecibirá U.l ¡lor este uii.smo correo. Me limita­ ré, pue.?, a.decir a. Ud. (pie, conio Ud. lo comprenderá fá­ cilmente, uo era posible hacer nada mejor en medio de los desastres iioancicros, ¡¡nh'ticus i sociale?, f|ne han acarreado al país la inepcia i los ahnsr.s ¡le lo.? dos gobiernos antenore.'. En nna palabra, yo con.sidem cl comvalo celebrado con el Crédito índinstrial eomr¡ el de il;i ¡leríeociunado; puesto (¡ue en él se ha procurado correjir ios defectos i vacio.', ijuc Ud. lia sido el primero en reconocer i ipie iiidinlablciiieiite hubiera remediado, si la marcha, de los aoooti’cimi'.'rito.í .|iie ban tenido lugar cu el Perú, no se lo linbie.seM impediiio a Ud. El nuevo contrato deja al Perú en iqititnd de arreglar ias cuestiones pendientes ooii ia casa Dreyfiis, conforme a lo pacta­ do en el contr.ato de 69, lo cual se halla perfectamente de acuer­ do con las ideas de Ud. En cuanto al contrato de la Pernvian, los comi.?ioiiados ¡o

ban declarado nulo, dejiire y dejado, por liaber violado los con­ tratistas las obligaciones estipuladas sin el consentimiento del Gobierno ¡¡emano. Puede ser (jiin yo v.aya a Lima., i allí, de palabra i cii priva­ do, ¡mndré a Ud. al corviente de muchas cosa.s que no pueden comunicarse por escrito. 'l'odos los amigos de Pari.s i de Lótidius me cimargan mui p,irticii’armenle qne trasmita a Ud. .sus mas cordiale.? felici­ taciones, aseguiando a Ud. (¡uaUd. puede contar con su apoyo i simp.atlns' en todo i para todo. Tcrminiiré la presente, ¡¡articipando a Ud. qne el tono de la prensa, en jeneral, comienza a ser mas favorable al Perú i que b's gobiernos inglés i francés se Itau manifestado ya siinpático.? iil cfuitratn oeiehrado por los comi.siomidüs peruanos: lienovaudo a Ud. las e.spre.?iones de mi afecto i adhesión, inc pongo como siempre a la.s órdenes de Ud, en cnanto pue­ da serle de alguna utilidad. F r a n c is c o d e P. S u a k e z A .son Excellence don N. Piérola. Mon clier Monsieur: Je cmifinne en tons points les termes de la IcUve ci dessus, et je siii,? henreux que mes fiiibles eiíorts aieiit pu amener une soliition düiit la gloire vons reviciidra tontn entiérc et avce jiistice, car vons óie.?, pour ainsi diré le .seul, dont i’appuimova.l et de.?intére,?sé m’ait aidé á amener á boiine ñu des iiégociatioiis entravées á chaqué instant par le.s réprésentans du Chili et lescuiieiijis dn crédit et de ia ¡irospérité dii Péron. Agi'éez, je vons prie, avec mes félicitatioiis sinceres de ii’avoir ¡ias reculé á premlre un ¡¡oste que les circonstances, imposaieut a un grand et vrai patrióte, r'a.?,surance de moa ¡■espect. A. Guillalme .

.í A A X -L

X X í

■;Tr;n:lucc.ion.)

X

A .8. E. don N, Piérola.

.1,

Mi querido,señor: Gonfinim en todas sns parta? la carta anterior, i me comsidero feliz de que mis débiles esfuerzos hayan podido traer una solución cuya gloria o? corresponderá por entero i con justicia, pues sois, por decir así, eí único cuyo apoyo moral i desinte­ resado, me haya ayudado a llevar a feliz término negociaciones entravadas a cada instante por lo? ¡•es¡¡resenta!ites de Giiilo i lo? eneniigos del crédir.i¡ i de la prosperidad del .Perú. Reoibid, os ruego, con mis sincera? felicitaciones por no liaber retrocedido a ocupar nn puesto que la.? circunstancias imponiaii a un grande i verdadero patriota, la seguridad de mi respeto. A. G u illa UME.

X

i

J '•? i 1.,

jl

'

L

t ‘N

Londres, Enero 2S de ISSO. Señor doctor don Nicolás de Piérola, Querido amigo: Incluyo a Ud. copia de la carta que en E l T i m e s del dia 20 han publicado loa señores'Rosas i Goyeneclie (A.) Como ignoro, basta boi, ei contenido del telegrama qne Goyenedie recibió el dia ü a la.? 9 A. M., tirniacio Secretario de Hacienda, no sé ha.sta qué punto .sea cierta la afirmación que baceu dichos caballeros, en cnanto a lo de que sus poderes no habian sido cancehubis. Mas, re.?pecto a la afirmación final, qno hacen, de (¡ne sus ¡¡lulere.?, como emanado.? por el Gobierno Coiisiitucioiiiil están .aiiii subsistentes, a pesar de 1.a dictadura conferirla a l'd., yo bien .?é a qué atenerme, i por si Ud. no hubiese vi.?to las auturidades en la materia, le mando copia de lo (pie dicen alguna.? do ellas (B.) No creo que el señor médico pretenda haber traido nna mi­ sión mas importante que la de un Embajador o Ministro Pleiiipoleiic-iario. No lie (:.oiite.stadn, o mas bien contradicho, a e.?to.? caballeros, por la itieenidumbre en que estoi, de que si confirmará Ud. o no su.? podetcr? i do si ratificará o no lo qne han hecho. Mucho empeño manifiestan en hacer creer qne cl contrato fué firmado ol dia 7; pero yo sé por don Guillermo, qne no lo e.?taba ann el dia 9, i por otro conducto sé po.sitivamente qno no fué firmado liasta el dia II. Qué razón liayan tenido para

■'Y I

1--

u.:

i

í'" \

■ '■ •í

DOCUMENTOS INÉDITOS.

123

Y

ta ■'-i to

i

y ta­ ta ,! t e ­

te ■w ..i

■S' y y

■ ■

ta■i te te 'te

9

'ta .-i te

este cambio de fechas, ellos la sabrán; pero .sospecho que no ba sido otra, que la de haber recibido la clave ( el telegrama de! dia 5. Goyeneche ha. publicado por sí solo otra carta eu Et. 'l'i.usá del dia 22, de la cual uo le mando copia porque uo alcanza el tiempo. Del lado de la Peruvlan Guano C. ®, ha circulado la noticia de que lo.s chilenos habian desembarcado en lio; pem, si esto Im sido a.sí, admira muclio que uo lo huyan publicado cu los periódicos. Sir C. Ru.sse! se ha unido ya con Croyle, i para el 2 de Fe­ brero se prepara a otra farsa, como las anterior-as habid-r.s eu Canon St. Hotel. ] jo s inglese.? (]uiereu tratar con Chile, en apo­ sición a lo.? france.»es, belgas i holiuidese.?, que pretieren tratar con el Perú. Mi opiniou, salvo mclioti, ea dividir los contratos; porque los tenedores de bonos, ni todos están en Inglaterra, ni todos en Francia. !jos productos dei guano i salitre en liiglaterr.a son mas que suíicieutes para el servicio de los bono.? e.xi.stente? aquí, así como lo.? prodioitíH del guano i salitre ipie se consii■nieii en Francia, Réljica. i Iloiitiidu cubriido perfectamoi-ito el .servicio de los bono.s e.Kistentcs eo diclio.? mercados. Por supues­ to que, ántes de tratar coa los teiiedore.? do bonos, seria preci­ so exijir que depo,sitasen sus bonos, i ipui, en razón dc lo que cada uno po.»ee, elijie.se el comité i]iie los babia de representar. Se puede mui bien cumplir lileraluiente con lo -.'jue dicen áuibi.is bonos, daiido la adaiiiiistracimi del guano i del salitre ;i nue.s­ tros aereedore?; pori|iie, de otra suerte, es impc.?ible recuperar la coiiliauza que hemos perdido; pero en talos términos, con tales re?lrtociüiie», quo,en realidad, sea un bien para no.?otro?. Sin hacer suelta de la prenda, ui es posible restablecer el crédito, ni mucho méno.? burlar a lo.» chilenos, ,Bi fuéramos dueños del mar i esti'.viéramos en ¡miesion de T.irapá, la cosa seria diferente; pero aun en este caso, está tan perdida la «iiiñauza, que nada esperan del Gobierno del Perú, que, un dia puede ,?er lionrado, i desaparecer al dia ,?igaieute, para ser reemplazado por otro que se iuresca a alguno de Ins dos últimos. Los gobierno,? participan ( n la opinión de! p-fiblico, i, iiasta que no vean lu. eiitrega de la prenda, no hai :juo esperar mida ile ello.?. Todo cambiará. Dio.; mediante, sí, cotuo lio lo dmln, Ud. cumple justicia a todos, como lo tiene ofreriílo. No olvide Ud., amigo mío, que en la oracimi, Imi ' uo iiav ma,s que en nin-guna otra cosa, para merecer i recibir a.s iitspiraciones i asistencia ilol cielo. Que él le dé a Ud, acierto en codo, i lo.lil.vre de todo peligro. B-ujm como .siempre, aíeelííimo amigo i seguro .servidor, D, Rozo.

tei

H

■C

)c c 4

'

*c

;C .C ta

c ta ■

4

o Q

c c

:d <

4, Rurrambo RsiKl.-Slic.iUiwds RiiiK lY.

P. S.~8u mngo que habrá Ud. recibido mi carta del 16 qne fué dirijida i iredanieute a Ud. Faris, Frbrtro 1. ® Aá 18S0. Señor doctor don Nicolás de Piérola.—Lima. Mi estimado amigo; Tra.s La nclieia, de la proclfiiiiaciou de Ud. que como Ud, debe sujuiuer iui causado viva emociou eu el seno de la culonia, i entre lo.? teucdoves de bono?, avivuda la esperanza de ver .satiífeclias sus lejítima.» rechamacioiie.;, el telégrafo no.? bu Lr.aido la infausta nueva de un contr.ato celebrado, seguu diemi, con la casa Dreyí'u,?. Ud. no .SS ,?orj5render:'t al saber que ese hecho, tan contra­ rio a las promesas de Ud. i t-ru eu discord.inci-i cou los prin­ cipios proclamado.? por Ihl, ha llenado de aianiii i de des­ concierto a todos. los amigo» de [Til. qne teiiiau todo jé-iero de razone? pana ver ea Ud. el llamado a reiiarar liis injusíicias cometidas ¡ a rest.iurar el hmi-.)!- i el crédito de .su patria, Nadiü mejor que Ud. conoce el deseré.lico del Perú eu Europa, i la.? didcuRade.? ijus h,i sido necesario vencer jnira concluir un contrato tau nonoríficn i ventajoso para la Repú­ blica como el que han celebnnlo los señores Rosas i de Goyoneohe con el Crédit liidustriel, que representa cl grupo financiero do que ya he hablado a Ud. eu mis anteriores. No necesito esteiiderme sobre todo cuanto he dicho i hecho, para demo.?trar que Ud. e.s incapaz de haber firmado uu con­ trato cuya realidad, si fuese tal como se permiten decirlo

Dreyfus i .sus amigos, vemlria a cámp'utur la ruina i el descré­ dito de! Perú. Bnpmiga Ud. que aquí se dice que IM. a pesiir de cono­ cer lus neguciacioims pendientes con el Urédit índustriel, ha fimiaclo el 16 del pas.iiii) i;n coutiMto reconocieudo a Dreyfus; J. ® el suldij que reclam.iba, mediante un nuevo préstamo de i.üiJü,000 de libra? e-sterlinas; 2. ® aulorizámlole a liquidar las cuentas de la J-’ernviaii; i ,3, ® entregánilole do nuevo i hasta la cancelación do .?ns cneiit,a.s, cl mono[jo!io del guano. Las condiciones de t.,al arreglo me parecen tan absurdas, tan indignas do la ilustr.icion i dol p.atriolismo de Ud. que yo, por dober i mr amistad, me he creido obligado a combatir su autenticidad iiasta quo el público coiio'zca a fondo la natura­ leza do! arreglo que la luerza de la.s cosa.» bava podido imponer a IM, ‘ . . ' Desgruciadamente yo no he podido trasladarme a Liuia para e.?pliear a Ud. la situación i lo dema,? que se relaciona con ei contrato lie 7 de enero. liaste decir < a Ud. que Ji-clm contrato ha merecido la apro­ bación do lo.» Léued-)res dc bonos i de las c.anciilerias de Lóndre? i de Paris;—que nu grupo íiiiaiiciern d-s los ma.? res[ietable.s del mundo se ha encargado de su ejecución; i que desde el dia eu quo se anunció la conclusión dcl contrato, los bonos han subido i la opiniou pública se rauestra mas favorable al Perú. En cuanto a Dreyfus i a la Peruviati ¿quién conoce mejor ipu; (Jd. ei descrédito i la? antipatías que le.» rodean así en Europa como cu el Perú? De otra parte, Ud, nu ignora la conducta incalificable que han observado con respecto al Perú, durante la guerra, Dreyfus i la Peruviaii. I miéntras éstos agravaban la triste .situación dol país, los tenedores do bonos i sus amigos eran los solos que baomii todo jénero de e.»fuerzos por au.siliar al l ’erú, i hacer v-cr que esa nación no era merecedora dc los ataques apasiona­ do? (lue de todas partes le liirijian. Eü fin, Ud. conoce ya el contrato Ro.sas-Goyeneclie, i uo necesita lucos ajena.? para tlo.?cubrir todas sus ventajas. Mediante él i sus adicionales secretos, e! Perú puede e.star siig'.uo de que uo faltarán recursos para aicauzar un triunfo r.lpiüo i compSeco contra sus invasores, i mas tarde para aseutar sobre basas sólidas i duraderas la rejcnei-aciou i progreso ded paí,?. Por lo dema», Ud. habrá visto por cl testo del contrato, (jue sus bases íuiulamaotales .se eiicucnlrau perfectamente do acuerdo cou todo lo que, de palabra i por e.scrito, he comuni­ cado a Ud. acerca de este importante asunto; i, por tanto, Ud. corapreiuterá que nada seria tan sorprenrlenle para mí i los .amigos de Ud, en Europa, como la desaprobación del re­ ferido contrato. Todos me encargan renueve a Ud. sus saliulo.? 1 ofrecimicntijs, asegnr.jiidole que el respeto i ejecución del contrato ce'ebr.ado con el Crédit índustriel e.?:á llamado a ser el punto do partida de la rehabilitación del Perú ante el mundo civili­ zado, proporcionándole a la vez ios elementos tiiie tan urjentemeiice necesita par.a salir con honor de la tremenda situación eu que actualmente ,»e encuentra. Si e? f,d»o, coiiiO j-'o lo creo, cuanto ha circulado aquí acei'ca del arreglo Drcyfii», me parece que Ud. luiria bien, en guarda de su propia reputación i dcl liomir de su querida patria, en dar órdeu a! Ministro del Perú en Francia i en Inglaterra para qitc dé a conocer ,ul público ia verdad de los liedios, i no se I ¡«rmira qne los enemigo.? de Ud, i del Perú sigan propalando i iiiitii'ias que puedun causar el mas profundo daño a la honra : do Uil. i a lo.? íiitei-e.»e» nacionale?. He hablado como diceu por acá, raur ourerí, ¡nrrque yo no , ,».-)i ainigi) de Ud. ahora que se encuentra eu ia cima del pui der, sieo que lo he .»ido en todo tieinpi) i bajo todas la? fases de la [.¡rtnna;—como lo .seré mas tarde, si, en el cumplimiento de sus deberes i por el bien de su patria, vuelve la de.?gracia a abatir.se sobre Ud. Con los mejore? deseos hácia Ud. i todos los suyos, rae re­ pito su afectísimo amigo i seguro sei vijor. F r .\ngi3C0 de P. S üahez. 22 Rae «odot ds Itaury,

124

G Ü E K iU DEL PÁCIEICO.

(Mui oonfifieucial.) Lóndres, 'Febrero 1. ® de 1880. Excmo. señor don Nicolás de Piérola.—Lima. a Mí e.stimado amigo: En mi carta de ayer no (juisc decirle una palabra sobre los arreglos financiero,? concluido,? últi mament,e entre el Crédit IndnstrieJ i los coini.?ionndos fiscale.? Goy'eneohe i P«o.?as. Como es natural, eso contrato hecho en representación de los tenedores de borma, i ma,? en provecho del Crédit Indn.striel {si se examina con detención), h,a ,?¡do simpáticamente acojido por ia prensa del continente, no así por Crnyle y Russell, que defienden ios intereses de la Pernvian i del orguiio británico, i que han convocado nn meeting para mañana con el objeto de cruzarlo i de inclinar a lo? portudore.? para tratar con Chile. Se afirma, además, que habiendo firmado IJd. con Dreyfns nn arreglo desvéntajo.so para iine.stros .acreedores, lo mejor seria llevar adelante la idea de ésto.?. Dada esta situación, i ampliando mis ideas espresada.? sobre una paz que asegure ia rii'iueza e integridad de nuestro terri­ torio ocupado ya por el enemigo, se rae ocurre lo .signienle: 1. ° Con,seguir nn estado de tregua entre lo.? belijerantes miéntras .?e discutan i aprueban ha? bases de una paz Imnro.sa i duradera, por la cual Chile ,?e obligará a evacuar el departaiñento de Tarapacá, a ce,sar toda Imstilidad i a concluir un pacto ofensivo i defensivo en lo que .?e refiera a. otro tratado. 2. ® El Perú concederá al Gobierno de Chile la e.splotacion i administración del salitre i guano como una medida qne identificará los intereses de ámbos E.?tado.s i a.segm'ará el ser­ vicio de la deuda e,?terna dei Perú i de la que pueda recono­ cerse a Chile por indemnización de gnerra, conservando cl Perú la soberanía del territorio. 3. ® Lo.? ajentes del Gobierno de Chile pagarán al Perú lacantidad de 2 libras esterlinas oro i 3 libras esterlina.? eu bono,? de BU deuda por tonelada de guano qne e.?porten. Aiiáioga combinación se hará sobre el .salitre, 4. ® Chile será responsable del servicio de nuestra deuda esterna hasta su completa amortización. Creo que sl arribáramo.s a este resultado quedaria asegurada la paz, honra i riqueza de nuestra patria, de.3apareciendo a la vez todo motivo de posterior conflicto entre ámbas naciones, i el peligro de caer ea manos de ios especuladores, que tanto han abusado de nuestra confianza. Dejo a Ud. el .análisis de e.stos pen,?amiento.?, que ic so­ meto con toda ro.?ervn, i como el medio mas espedito de que cuanto ántes abra Ufh el período do reorganización que exije el interior de la República, al que nadie podrá dedicarse mien­ tras esteraos en guerra. Sin nada (jne agregar, queda de Ud., siempre su adicto amigo, seguro .servidor.

UmsES D e l e o y .

Farbs, Febrero 5 de 1S80. Excmo, señor don Nicolás de Piérola. Mui estimado amigo i señor: El 31 dcl mes pasado escribí a Ud. i ahora tengo el gusto de repetirlo, para contestar la apreciada de Ud. de i. ® do Enero, i para informarle de lo ocurrido despnes do .aquel dia. He recibido el 3 de e.?te mes los pápele.? que me iiabilitan de Ministro de la República en la Gran Bretaña i Francia, i de ájente financiero en ¡o respectivo a guano, salitre i crédito. Ayer 4 pasé la.? cartas de retiro a lo.s señores Goyeneche i Pi­ vidal, i puse en conocimiento de los señores Goyeneche, Ro­ sas i üanevaro que habia sido nombrado ájente financiero. Aun no tengo contestación. También dirijí al inspector instrucciones formales, confir­ mándole las que confidencialmente le tenia dadas, para la in­ mediata ejecución do lo qne Ud. me previno por telegrama de 1. ° de Enero; i vijilaré (¡ue se haga todo lo posible. Sin embargo, por la actitud de la compañía de guano, i por lo que he oído de ella privadamente, preveo (¡ue no ,?e allanará a ven­ der a solo el precio de £ 12.10, i que será indispensable tratar de la inspección, sobre cuyos resultados hablaré a Ud. cn otra oportunidad. Se me ha dicho que los señores que tienen en su poder fon­ dos del Gobierno, trataron de no entregarlos, desconociendo la autoridad de Ud. pero no llegaron a tomar ningún acuerdo

sobre tan gravo asunto. Yo no debo promover esta cuestión con eilos sin autorización e.sprcsa del Gobierno. Bueno es que indique a Ud. que la inspección está encargada de cubrir el ?nel{ o de los empleados en Europa, i que Becerra cu todas las cartas que me ha escrito, pide fondos para pagar tres meses que se adeudan. La recomendación de Ud. respecto al señor Bogardns, la estimo, i ejecutaré corno.?! fuese nna órden; he averiguado su re.sidcncia, i se me ha informado qne se dirijió al Perú el 17 de Enero, lo que hace que por cl momento nada pueda iiacer. El meeting tenido en Lóndres el 2 del corriente, convocado por los oomitées Rus.scll i Groyle, decidió facultarlos para tratar con Chile, i para que elijan una c.Ysa qne ae encargue de la negociación, i se ruje que esa será ia Peruvian, Si tal cosa se rcafiz.ara, se teiuiria un escándalo, pero no ,?eria el primero; )iie inclino a pensar que aun cuando ella llegase a ser la elejída por la influencia deRn.sscll, le cambiarán la forma, es decir el nombre. Ignoro hasta este momento el resultado del meeting de ayer, pero so aniiijciaba que habia sido volteado su promovedor, i que probablemente adoptará las mismas conclusiones que el anterior. Remito al señor Secretario de Hacienda un recorte de En T i­ mes del 2 del corriente, conteniendo ciertas declaraciones del Ministro de Chile, acerca de la esportacion del guano, las que hizo publicar el señor Guilianme. Por las publicaciones hechas en ei Perú, i por uu artículo del contrato Rosas-Goyeneclie, los tenedores de bonos están persuadidos que la casa de Drejrfus os deudora ,al Gobierno de mucho.? millone.?; así es <¡ue gritan aiiora cuando por telegrama .?e ha conocido qne Ud. ha hecho un nuevo contrato cou di­ cha casa, reconociéndole nn saldo por pagar, i entregándoles guano. Propalan la nulidad de tal acto, porque solo ellos tie­ nen derecho a la co.?a que dicen les es hipotecada de toda pre­ ferencia. El contrato Rosas-Goyeneclie no ha surjido, i de parto de la Sociedad Industrial parece que se duda de su legalidad, por­ que están buscando abogado.? peruanos que le don sn opiniou acerca de ella. Conozco ei parecer de cuatro abogados, qne le e.s adver.?o. aúcerca de esto me escribió don J. .1. de Osma, con fecha 30 de Enero, contestándome al animcio que le di de mi,? nombramiento.? hechos por Ud. lo siguiente: “ No dejará Ud. de tener trabajos con los interesados en el último contrato firmado el 7 del corriente por Goyeneche i Ro.sa?. No he podido comprender, ni puedo tampoco aprobar que estos señores firmasen tal convenio cuando ya se sabia acá la existencia de un nuevo Gobierno en el Perú, i sin aguardar nuevas in.strucciones. Si como parece probable, Piérola lo des­ aprueba, los interesados gritarán, ¡ e descrédito del país au­ mentará por babor sido mal .servido." Este e.3 el parecer de un hombre de juicio separado de toda nuestra vida pública, pero que se interesa por a suerte de sn patria, aiinqnc e.?to .se ha interpreiado mal varias veces. Me llegan cn este momento diario,? de Lóndres, comunican­ do que el meeting de ayer fué borrascoso, que se habló en él mui mal de los soñore.? Rosas i Goyeneche, i que adoptó, como se preveía, las misma.? coaclu,?ioncs que el anterior. La guerra con relación a nuestra patria i a Ud. rae tiene siempre embargado. No sé si para bien o mal, no me he hecho minea ilmsiones de,sus resaltados, por diversas c.an.sas apunta­ da,? en mis anteriorc.?. El dia que entremos e.:i paz honrosa i digna, creo será el mejor de mi vida.—Dios ayude el patriotrimo de Ud. Que Ud. se conserve con fuerzas i salud, es el deseo que le manifiesta su atento amigo i seguro servidor Q. S, M. B. T o r ib io S a n z .

Lóndres, Febrero 6 de 1869, Q.uerido .señor: Sn mui estimada carta del 31 de Diciembre ha llegado a mi,? manos el 2 del presente. Me permito comenzar por espresar mi agradecimiento por la manifestación de .?u simpatía i pésame por mis trabajos i aflic­ ciones domesticas, en momentos en que necesariamente ha tenido Ud. que estar completamente ocupado con árdiios e importantes asuntos de Estado, i dar a Ud. mis espresivas gracias por sus espresiones hácia mí con motivo de mi des­ gracia,

125

DOCUMENTOS INÉDITOS.

L.: ta

ta ,

■I ta

t a '

(■ Wj •i '•w-'

W-; ta/*'

‘■tan ta^ q

c

c/'*» ta c c

Me ha sido grato conocer por .su carta que tiene Ud. tanta confianza en el definitivo triunfo en la gnerra con Chile. Asi como la mayoría de mis compatriota?, yo estaba bajo k creen­ cia de que el ejército peruano luibía-se desorg.auizndo do tal manera con las derrotas sufridas bajo el maudo del ./enera! Prado, que no era ya capaz para combatir con éxito contra lo.s victoriosos chilenos; pero he sido agradabiemeate sorprendido con la lectura de L . t P a t r i a , q u e me ba mandado nue.stro amigo el señor-Ruzo, quo el Perú posee uu ejército como de 50,000 hombre.?, i qne bajo los.enérjicos esfuerzos de Ud., las mas halagüeñas esperanzas son contemplada-? como espulsionde los c lilevios del territorio peruano. -Según la opiuion que he podido formar, en los informes incompletos que se Lian publicado en nuestros periódicos, las c.iusales de las derrotas leruarias hau sido k falta de ciencia e irnpnidenci.T ai esponcr as filas a los fuegos de los chileno.» cnamlo éstos estaban atrincherados contra los efectos de', fuego de los asaltantes pe­ ruanos, quienes parecen haber malgastado sns vidas cou la mas grande, pero infructuo.sa br.avura. La defensa de Plevna por Osuiait Pachú, protejido por trin­ cheras contra ks fuerza,? unidas del podero.so imperio ruso i la Rumania, demostró las ventajas i, en efecto, k necesidad dcl parapeto bajo la acción del rápido i repetido poder del sistema de las armas modernas, cual es el riile i la anietralladora. Con referencia a los acreedores e.?iravijero3 del Perú, diré a Ud. qne he tenido mucha satisfacción al ver las seguridades del vivo deseo de Ud. para llegar a términos equitativos de arreglo con ellos, i saber que se proponía Ud. remitir, por la próxima mala, un dooumeuto oficial sobre el a-suiilo, rpie con­ fiaba Ud. quo seria bien recibido. Este anuncio llegó mui a tiempo, pues era la víspera de importantes meetings de lo.s te­ nedores de bonos. Uno tuvo lugar en ese mismo dia, bajo los auspicios combinados de sir Charles Rus?ell i Mr. Croyle, quienes se habian concertado con el propósito do entenderse con Chile para la directa importación del guano, por cuenta de los Bondholders, abcnando a Chile nu estipendio (Royalty). .El otro meeting, que se verificó el 4 de! presente, fué para to­ mar en consideración el contrato Rosas-floyeneche i Bocieté Industriel i en el que debia discutirse cl ¡mnto de deroclio internacional sobre negociar los Bondholders directamente con Chile; propósito qne fué adoptado por el anterior meeting. Anticipándome a estos meetings con la mira de neutralizar el espíritu hostil i los comentario.? desfavorables que la mayor parte de lo» diarios hacían contra el Perú i contra el contrato que habia Ud, celebrado con los señores Ureyíus Hermanos i C. a ¡a vez que con el objeto de advenir a lo.s Bondholders sobre el daño que a aí mismos se il.ian a causar, .al tomar parte

dé prensa.' Eu E l Moxry á r t ic l e dcl siguiente dia publicaron solamente una parte de ella; pero al recibir la carta dc Ud. de 31 de Diciembre, dirijíme nuevamente al editor de Er. T im e s con fecha 2 del actual, rcmitiéudole uu e.stracto do la carta de Pd., porque esta comunicación contiene las mismas seguri­ dades espresadas en la mia de 30 de Enero citada, relativa­ mente a la seguridad de que no dc,3cu¡dar¡aji lo.» intereses do los tenedores de bonos. Para que tenga Ud. conocimiento cabal de cuanto ha pa­ sado aquí, incluyo a Ud. los relatos -(reports) de los meetings referidos in-sertos en E l T im e s , 'J'ambien adjunto recortes (cutcings) de otro-s diarios por los que podrá Ud. hacerse cargo del sentir jeneral actualmente de los Bondholders, i|ne, siento decirlo, es mui ho.stil hácia ol Perú, anoq'.ie fruto do la mala le de los predecesores de Ud., los presidentes Pardo i Prado, al no atender al pago del servicio de los empréstito,?. La con­ ducta de aquellos mandatarios ha dado, sin duela alguna, uu golpe mui récio, si no mortal, a! crédito del Perú, i que esto sea causa de daño al país i, de molestias e iuconvcnience? para Ud., a pesar de que hace tiempo que protestó Ud. pública­ mente contra los perjuicios irrogados por los actos admiiilstrativos de los ya mentados prcsideiiccs, i corno consecuencia los Bondholders están tan prevenidos que no quieren escuchar esplicaciou alguna e insisten ciegamente en atribuir a la Nación peruana los actos de los gobiernos que lo.» han perjudicado. Confio en que cuando llegue i se haga público ei documento oficial que ya se prometía remitir, pueda modificarse el modo actual de sentir de los Bondholders. Entretanto, es de,esperar­ se que éstos no se entreguen en negociación con Chile de

manera que les comprometa irrep.arablemente. En cuanto a ks secciones francesa, lelga i holandesa, representadas por la So­ ciedad Industrial de Paris, uo creo (¡ue intenten sostener la le­ galidad de su contrato cou Rosas i (ifoyeneclie, a méno.s que fuere sancionado por Ud.; i a la vez temo que sea mni difícil ven­ cer la prevención que tienen contra bis señores Dreyfu.s. A los representantes de esUs seccione? les recomiendo con empeño qne se mantengan desligados del comité inglés i que cuiden de no entrar en ningún trato directa ni indirectamente con Chile, maidfe.?tándo!es que en el caso contrario se encontrarían con el peligro dc que el Perú les considerara como enemigos dcl país, como imstigadores o cooperadores con Chile eu la guerra actual, por razón del pago o esrinendio sobre cl guano o cl sa­ litre, i (|uc, por tanto, según el derecho internacional, el Perú podria justamente consideraries como enemigos de k Repú­ blica, i, en consecuencia, perder todo derecho de reclamarle el reconocimiento de la garantía que sobre el guano i el salitre se Ica habia otorgado en lo? bouos; i por último, que el Perú se consideraria desligado de la deuda i’íqiresenLada por los bonos qiiB so usaran en negociaciones que aprovediau a .sus enemigos. Tales bonos podrian ideatificarse, desde que, en semejante negoeiacimi cou Chile, tendrían qne ser depo.sitados en el Banco de Inglaterra o e,u algún otro Banco, .anotándose el núrnero de cada bono i e! nombre del dueño. Estos detalles podrian exijirse aute los tribunahzs i verificarse k averiguación judicial qne pudiera conducir a responsabilidades. Parece quo los Bondholders del continente tienen mas correcta aprecia­ ción de este peligro que la que tienen mis compatriotas, pues cuando domina el sentimiento exaltado se sobrepone a veces a la razón, i por lo mi.smo es difícil predecir bien cuál será el camino o sendas que por fin sigan. Confio, sin embargo, que en el caso de que lo.s señores Dreyfus tomen la negociación, Ud. les csLimníará con empeño manifestándoles la necesidad de adoptar un medio conciliador i equitfd.ivo para con los tene­ dores de bouos; pues de otra suerte, me temo que surjirian li­ tijios i molestias que serku para Ud. oríjen de contrarieda­ des que Ud. no desea, i para ellos de vejámenes i gastos. Hice entregar al Boullet k carta de Ud., .aprovechando su presencia en Lóndreí al presente, con el objeto de asi-stir a! meeting del 4. del corriente, i no dudo que le contestará a U J. directamente. Ud. so .servirá c.scusar la libertad con que me espreso en esta materia, porijue cu vista de los in'ocedimientos que han tenido lugar durante los últimos dia? i Je k fuerte prevención ( uc existe contra el Perú, motivada por los actos áe los pre­ decesores de Ud., pienso que escribirle a Ud. con franqueza, como lo bago, e.? el modo único que corresponde a los deberes áe la amistad. Deseándole salud i bucp é.xito en su .árduo i elevado puesto, quedo de Ud., estimado señor, su sincero servidor. N. N. París, Febrero 15 de 1S80, Señor doctor don Nicolá.» de Piérola.—Lima. Mi estimado amigo: Por los periódicos europeos habrá Ud. visto el efecto desas­ troso producido aquí por la jmticia del contrato que, según diceu, se ha celebrado en Lirna con la c.asa Dreyfus. Debido a e.so, Chile ha podido arrancar a uu grupo de tene­ dores de bonos peruano» i a algunos órganos de la prensa, las decliiraciones mas tremendas contra el Perú, i I.\i. ya calcula­ rá que al lado de los amigos de Chile, estaban eu esa oca.sion los dc Dreyfus i lo,? dc k Feruvian, enemigos encarnizados todos ellos del contrato celebrado con el Crédito Industrial i Comercial. A esta fecha, ya Ud. debe conocer el referido contrato eu todos sus detalle.?, i bien habrá visto Ud. que yo no le e.xajeraba al asegurarle (¡ne era el mejor que basca el dia habia lo­ grado concluir el Perú, tanto por la.s ventajas que él aseguraba a la Nación, cuanto por la alta honorabilidad de las per.sonas encargadas de organizar la futura sociedad para esplotaciunde los guanos i nitratos dcl Perú. Con cl presente contrato, el Oobierno del Perú se aseguraba beneficios i ventajas de ipue j.amás ha disfrutado el Perú. Des­ de luego, debe tomarse en cuenta la reducción de la deuda esterna a ménos dc la mitad de su valor nomina!. Añádase a esto la forma del pago i las condiciones jenerales

126

QUERRA DEL PACÍFIOO.

del contrato, mediante las cuales el Gobierno no habria tenido dificnUad en proporcionarse todos los recursos necesarios para continuar la guerra, o bien para celebrar una paz honrosa. El contrato se había celebrado con el beneplácito dol coinicé internacional de tenedore,? de bono?, i los signatarios contaban con el apoyo moral de lo? gobierno? europeiw. ■En cuanto a la,? cuestiones Dreyfns i la Uemvian, éstas se han dejado en suspenso, a fin de que el Gobierno pueda proceiiev a uu arreglo segun mas convenga a los intereses del fisco nacional. Pero como no era ésto lo que buscaban Dreyfus i Laski, e.?toB caballeros no ban descansado hasta conseguir la esplosion de menosprecio i de antipatía qne b.a tenido lugar en los meotings de Léudrcs del 2 i 4 del presento. La conducta de Dreyfus i de Laski es tanto mas vituperable en estos momentos, si se atiende a su anterior actitud. En efecto; nadie ignora, las exijendas de esos señores cuando se recibió aquí la noticia de la declaración de la gnerra. Mas tarde, el señor de Goyeneche puede decir lo que le contestó M. Dreyfus cuando le pidió uu préstamo de 400,000 libras esterlinas bajo su garantía pcr.?ona!. Ultimamente, aí ver ene no faltaban jante.? honradas dis­ puestas a tratar con el Perú, M. Dreyfus hizo cuanto Ud. no puedo imajinarsc con el objeto do disuadir al señor de Goye­ neche de firmar el contrato con el Crédito industrial, o (le con­ seguir, a lo ménos, que le reconociera su saldo declarándolo al mismo tiempo, deuda privilejiada, aun a la proveniente de los empréstito.? de 1870 i 1872. Si M. Dreyfus deseaba realmente -hacer algo en favor del Perú, al cual e.? deudor de todo lo que tiene i de todo lo que es, hai qne convenir en qne no lia obrado con tino i circuns­ pección en elcjir pura ello el momento en que iba a realizarse nna negociación llamada a rehabilitar la honra i el crédito del Perú ante cl mundo civilizado. Yo mismo, que detesto lo.? pleitos, i que desde hace cinco años ando bu.scando, como Ud, lo sabe, una solución <(ue pu­ diese conciliar todo? los iutereses en conflicto, siu menoscabo, bien entendido, de los dcreclio? dcl Perú, me he dirijido repeti­ das veces i en diversas ocasiones, tanto a Dreyfus, como a la Peruvian i a la Sooieté Genérale, i puedo asegurar qne jamás he encontrado de parte de ello? nna acojida qne me manifesta­ se el sincero deseo de arribar a un arreglo recíprocamente justo i equitativo. Por lo demas, ahí está cuánto han diciio i cuánto han hecho para demostrar que todos .sus esfuerzos uo han tenido otro pnnto de mira que el sacrificio ds los derechos e interese.? del Perú i de sns acreedores al triunfo de sus bastarda? ambicione?. Por mi parte, a pesar de qne se dice que el Gobierno inglé.? ha prote,?tado contra el contrato Dreyfus, yo no ce.?o de soste­ ner que dicho contrato uo puede ser ¡o que aseguran aquí los enemigos del Perú. He dic lo a todo.? que aguarden la contes­ tación de Ud. a la nota en que se le comunica el contrato i sus anexos, i entónces vcr.án qne Ud. lo ratifica, a no ,?er (¡ne el celebrado con Dreyfns sea positivamente anierior al del Crédi­ to Industrial, i a la vez mas honorífico i mas ventajoso que éste. De lo contrario, temo mucho que ¡a opiniou europea se de­ clare entera i abiertamente en favor de Chile, i que éste se aproveche de esn para llevar a cabo, hastadoude lo sea posible, sus insidiosos i protervos planes. Mucho, muellísimo he .sentido uo poder comunicar personal­ mente a Ud, todos los incidentes relativos a la cue.?tioii de que se trata, e igualmente que Ud. no so baya servido enviarme instrucciones a ese respecto. Mis amigos i yo no hemos hecho otra cosa que obrar de acuerdo con las francas i terminantes declaraciones de Ud,, tales cuales se desprenden de las cartas i manifiestos que ha dado Ud. a la luz pública. Dadas ks cir­ cunstancias no era posible hacer cosa mejor. Se corre que ha llegado el testo del contrato Dreyfu,? i un decreto que arregla por separado la cuestión de la deuda. El púb ico nada sabe en cuanto a ¡os términos de los men­ cionados documentos, aparte de lo que se ha .sabido por el Eoreign Office i la Peruvian. Én jeneral, la npinion es adversa a Dreyfus i a su grupo; de manera que ai su contrato no es mui superior a los otros i si no ofrece seguridades i garantía,? positivas, mucho temo que no pueda realizarse. Aquí se espera con ansiedad la resolución de lid. acerca del contrato celebrado con el Crédito Industrial, el único, a

mi juicio, leal i honradamente ejecutado, que pudiera salvar la situación,, proporcionando a Ud. los medios de conjurar i de aniquilar ks sordas maquinaciones del gabinete de Santiago. Ko necesito repetirle quo yo estoi aquí a las ordeno,? de Ud. rerraita, Ud., sin embargo, al amigo sincero e invaria­ ble dirijirle una siqilica. Mi situación en Europa es insosteidhle a causa de los crue­ les de.?a?tres i desengaños que iiau venido cayendo sobre mí desde 1874 pava acá, Ud, sabe que yo puedo servir de algo i que cl trabajo no rae arredra. Ud. sabe igualmente que mis ideas políticas me tienen raor.almente cerradas las puertas de mi país natal Con este motivo, me atrevo a molestar la atención de Ud., a Ihi de indicarle que le agvaclecoria profundamente se sirviera Ud, darme uua colocación qne me procurase los medios de vivir lionradaincnte de mi trabajo. La ajencia de! guano eu España, o bien en los Estados Uni­ do.? i ks júntilla?, adonde tengo entendido qne los cbiienos y sus cómplices piensan mandar el guano i el salitre de Tarapac;i, seria un puesto que aceptaria gustoso, pue.?to que cu él podria prestar servicios positivos al Perú. . En fin, sea en ese órden, o en cualquiera otro, lo que yo deseo es qne Ud. me asegure el medio de ganar la vida de­ coro,?;» i dignamente. Si Ud, cree qne a su lado puedo serle mas útil, también estoi pronto a ello; pero cn ese caso, como en cualquier otro, necesito que Ud. se sirroa facilitarme.los medios de tra.?lacion, pues le aseguro que amigos i enemigos no han hecho mas que abu.sar de mi escesiva confianza. Deseando a Ud. acierto i felicidad en el desempeño de la dura mi.sion que le ha impuesto su patriotismo, me repito de Ud. afectísimo amigo i seguro servidor. Fu.4StlISC0 DE P , Su.aBz.

Lóndres, Febrero 15 de 1880. Señor don Nicolás de Piérola. Querido .amigo: Hasta el dia 13 del corriente nada se habia publicado acerca de la conspiración para atentar contra la vida de Ud. E t S taniiard de ese dia da como nuevas recientes, recibidas de Rio Janeiro, el descubrimiento de dicha conspiración, agregando que a nu sarjcnto se le habian ofrecido 20,000 soles para que ase.'inase a Ud., i que se habia tratado de apresar a José de k Ríva Agüero, ex-representante del Perú en países estran­ jero?, porque se creia qne era el cabecilla de dicha conspiración. Felicito a- Uií. mui cordiaimente por esto primer escape, que ojalá sirva de ocasión para que uu ejemplar castigo ponga término a .atentado,? semejantes. Lá.stima gra.nde .será que.él autor del drama de la Valiente, de los envenenamientos en la cárcel, fusilamientos de Gamio i Herencia Zevallos, etc., etc., se quede impune i se venga a Europa a engrosar ks filas de los conspiradores contra el tc.?oro del Perú, su honra i su terri­ torio. Supongo que en el estatuto estará previsto el eáso i penado como merece, i que los recuerdos de Lastres i Verástegui no serán un obstáculo para que sean fusilados todo.? los que in­ tenten hacor lo one aquellos hicieron. Entiendo que, vida por vida, Ud. preferirá k suya, digan lo qne quieran los filántro­ pos murmuradores. R esultado db lo.? meeting .?.— lia sido cual era de esperar­ se: los mas grosero.? insultos contra cl Perú i au.? hombres de listado, eu contrapo.?icioii a los elojios mas encomiá'licos a favor de CIdio i sus hombrea, cmicluyemlo por autorizar a sir Charles para que trate con Ghiie. Nadie ha saiido a la defensa del Perú; i nada sé de lo que el señor Sauz Iwga o intente hacer. Sin datos ninguno.?, nada hejiodido decir; i el amigo , clon Jorje i otro fraucé.? que, apoyándose eu cartas de lid,, ' qne yo no he visto, intentaron contradecir lo.? ruuiores e.?par' cido? relativamente al contrato qne se dice se ha hecho en Lima con o) representante de Dreyfns, fueron arrollados por sir Charles, que aseguró haber visto en eí Foreingn Office los tér­ minos do aquel contrato. Espero que lo.s periódicos (¡ue trai­ gan la próxima mala dei Perú, me den alguna luz sobre el particular, pues se dice que todo e.?tá publicado. Mui mal efecto ha producido el nombre ció Dreyfus, sobre I todo porqué creen que él jamás cumpliría con ningún contrato I por bueno que fuera, como no ha cumplido con ninguno délos ' que ha celebrado hasta aquí; i mas que todo, porque si se le reco­

V V

3

"í í J

y i y

'i I



S: y-

: y

'I ''■r "( y y

y Y

y

y y

y

y y y

y ta

ta

c c

c c 4

1

DOCUMENTOS INÉDITOS.

127

será publicar lo recibido, i ofrecer estar li.sto para aceptar las combinaciones que le ofrecían. Dirijirme a lo.s comitées es bus­ car nu fiasco seguro; no obstante, si con mas reflexión pienso que conveng.r, lo verificaré. Siento que el decreto nu encierre l.a eompensacioti que Ud. mismo reconoce deben tener ios tenedors.» del 6 por ciento, respecto a lo.sdel 5 por ciento, porriue presentándolo Ul como está, tendremos la op.o.sicion de lo.? primeros con seguridad. Veré también si conviniese hacer desde luego una declaración espontánea sobre e.ste punto. Opino como U J. que es nace.?ario retirar el mayor número de empleados posible de Europa. Si se realiza la negociacio'n .iroyectada con la Peruvian, o con Dreyfu.?, la inspección se lará inútil, i la .ajencia financiera, cou dos empleados que to­ marla, puede hacer frente al servicio, pero miéntras no se defi­ na esa situación, nada podria hacerse. Tanto para adoptar alguna medida sobre la inspección, como cualquiera otra que pudiera ofrecerse, es necesario que venga autorización especial, en riuou de que quiza.? se me exijirá por losiine se crean dañado.?. El señor Secretario de Hacienda ha sentado un mal prece­ dente al decirle al Inspector qne debo darle copia del telegra­ ma de Ud. 811 clave dcl 1. ® do Enero, i en efecto me la pi­ dió, i se la di. En seguida, a cualquiera órdeu que le dé podia pedirme la que tengo dcl Gobierno a ese respecto, i Ud, cmiipreiuic que esto quebrantará la regularidad del servicio. No iimidpo al señnr Secretario de esa ónleii, poríjue conozco el modo cómo allí se procede sin deliberada intención. íiCS delegados fiscales no existen ya, i nada tiene Ud. que resolver acerca de ellos. Lo que sí os .apremiante os atender al pago de sueldos i pcn.simies qne han de sutiiaccrse aquí, i que están en gran D. Ruzo, atraso. De no hacerlo se aumenta nuestro descrédito, pues hai quienes reciben pe¡ ueñas [leusioncs asignadas por sus maridos l-’ark, Febrero 15 de 1880. que .sirven allí en a guerr.-i, i quienes quizá están hasta pri­ sioneros. Recomieudo a lid. este punto, a pesar de conocer E.XCU10. sefior dou Nicolás de Piérola. las circunstancias de nuestro tesoro. Pida. Ud. mis coinuiitcaciüues a la Secretaría de Hacienda, Mi estimado señor i amigo; Tengo en rai poder la estimada de Ud. de 8 de Enero, i en las que encontrará üd. algo qne le .sea útil conocer. El Cónsul .Jeneral en el Havre eleva su renuncia de su pnesto también diversas comnuicaeiorics interesantes de la rel="nofollow">Secretai!a de Hacienda; de todo lo que a la lijera, por no dar lugar para ))or este vapor; opino que no hai iiecesidad de tal Consulado Jeneral, puede ser nombrado uu simple Cónsul, i recaer su mas la Salida del correo, voi a ocuparme. Cmupadezco a Ud. por su trabajo, mortificaciones i carecer nombramiento eu algunos de los empleados que están aquí. de medio.» ¡lara llenar sus deberes patrióticos. La carea es pe­ Existe nn capican de navio, Carreño, de Cónsul en Bruges, nosa, i la desgracia será que el país no conozca el sacrificio Béljica, pero re.side eu Parí.?, será una econotnía el nombrarlo que ha impuesto a Ud. Siu embargo, espero que la rectitud para el Havre, i suprimir el qne tiene eu el nombre. Aquí se aguarda por alguno.?, .según comiitiicacione,? que di­ de Ud. i su lioimrabiliJad estableccr.óij, durante su aduiinistracion, principios que harán ver sus buenas intencione.? para cen recibidas en Lima, la cai.ia del Gobierno de Ud., i sea por borrar los malos antecedentes que lia encontrado cstablecido.s, deseos propios, o por esas noticias de Ud., Canevaro hace sus Mi cooperación para ayudar a Ud. ss.rá intensa como Ud. resorv.a?, según me han tíicho, para poder entrar a ejercer su ia pide i como la patria lo exije, i nada dejaré de hacer cargo de Vicc-Presidente. Sé que ha espuesto que reconocerá por falta de voluntod, ni cle decisión enérjica. Pero para olio al actual Gobierno, después que obtenga mi triunfo sobre nues­ se nece.sitan medios que no sé si lograré ciicoutrar, pues que tro enemigo, o haga la paz. faltando, escollarán mis deseos. Acabo de recibir de la inspección copra de la contestación Desde que recibí el correo no be visto al jefe de la casa dc dada por la Peruvian, a la órden quo se dió el O del corriente, Dreyfus, i no sé .si aceptará el contrato a i referendum ajusta­ para no vender .sino a .12 libra.s 10 chelines, en laque se re­ do para la compr.a del guano que tiene la Peruvian. Supon­ fiere i a lo ijuc espuso on 22 de Enero a los señores Rosas i go que él mismo no podrá decirlo aun, poniiic necesitará estu­ Goyeneche, cuando ie notificaron ia rescisión del contrato; i diar esa combinación, i ponerse de acuerdo cou su grnpo; pero fué, que no adiniteu derecho para tal acto, a ménos que no se lo (|ue de mí dejienda. será liecho jinra que sea aceptado. bagan arre.glos en el acto, para ipagarlc dentro de un plazo razona­ El decroto sobre arreglo ds deuda, es desde luego la espre­ ble lo que el Perú le debe; i que miéntras tanto venderá el sion de un Gobierno que da lo que tiene para pagar; mas rae guano que tiene en .su poder a los mejores precios que pueda temo que no sea aceptado por los tenedores de la deuda, pior- obtener. que sometidos a la dirección de comitée.s, éstos se opondrán a Si pues no conviniese a la casa de Dreyfus la aceptación del él. Me fundo para pensar así, en qne esos comicées lo que quie­ contraro ad referendum, tendremos que el Stock se venderá a ren es entrar en la administración del guano, porque de eso precios caprichosos, para cubrir la deuda a la Peruvian. i nada quieren obtener ventajas, tales como las bau tenido las admi- se .sacará como s.aldo. ■iiistracioues anteriore.s. Me horrorizo de esta situación creaila por la anterior admi­ Los comitées Ru.ssel! Cnnde iiegoci;in con Chile para esportar nistración r ue no era difícil haber previsto. guano, i li.irAii la guerra al decreto del Gobierno. Mal prece­ Me quec a la esperanza de qne ia consulta hecha a los .m/ídente ha sentado el contrato Ro.sas-Ooyeneche, porque cede citors, nos dé lugar a proceder contra la Feniviau para sujetar también la admiui.stracion de nuestro abono; i de este conjun­ las ventas a bajo precio; pero si esto no puede tener lugar in­ to r0,snlta que lo.? tenedores .se creen protejido.? entregándoles mediatamente, vendría nn pleito largo i costo.so, ¿Se iiiieiará? el guano para ser administrado )or sus representantes. Creo ¿De dónde sacaré fondos para cubrir los gastos? que debo aguardar la próxima ma a para conocer la esposicion Me llega en este momento el telegrama de Ud, de 5 del cor­ que ha ofrecido Ud. mandarme en apoyo de ese decreto, i riente, cuya primera parte ha venido clava i trataré de cum­ conocer también los valores de los ferrocarriles para con esos plirla, La segunda dice; “ prevenga al inspector fiscal que nn datos proceder del mejor modo posible a la ejecución de lo proceda todavía con respecto a la transacción del pleito oopmandado. Desde ahora preveo que lo único que podré hacer signacion de salitre.” nocen 4.000,000 de libras esterlinas creen qne nunca quedaría nada p.ara los tenedores de bonos. También se dice que Dreyfus está retrechero i que no quiero hacer adelanto alguno. Me parece que estos rumores son es­ parcidos por la Peruvian i que para .acabar dc asustarlo, han ocurrido a la conspiración contra la vida de Ud. De otro lado, anoche, he visto en el Bntlionist que E.o.sas i Goyeneche habian recibido nn adelanto de 100,000 libras es­ terlinas. Qué se hayau hecho las cantidades recibidas por el segundo vice-presidente i traídas por Ptiucker, no lo sé; pero mucho mo temo que gran parte haya desaparecido. Ayer publican los periódicos la quiebra don Manuel de la Quintana. Aquí, cuando en la Bolsa quiebra na corredor, cesa de serlo; i cuando acontece igual fracaso a an miembro dcl Parlamento, deja, por este solo Jiecho de ser miembro par­ lamentario? jOontituiará de Cóusul Jeneral en Lóndres nn deudor quebrado, que se ha alzado fraudulentamente con b;enc.s ajenos, por dar banquetes corno si fuera un lord? O talvez así convendrá mejor; pnesto que si ia PkSpública está en quiebra, nada mas natural que el representance de su comercio sea un quebrado. Por Dios, que cese ei escándalo eu Israel: basta de misericordia intempestiva. Al hijo de Pablo Vivero lo han te­ jado de Cón.sul Jeneral en Aiiibere-s; i ni su padre ha prestado los servicios que yo, ni él puede desempeñar coa mas lealtad, actividad i celo el Consulado a: uí, como lo desempeñaría nii hijo (Ricardo S. Ruzo), especia mente bajo mi dirección. Si ruego que íonie Ud. no tiene otra persona que valga mas, eii cuenta mi indicación. Sírvase IJil. ponerme a los piés su de .señora, a quien igual­ mente felicito, i mande Ud a .su sincero amigo.

GUERRA DEL PACÍFICO.

128

Creo que la última palabra salitre' está de mas o debe ser guano. Siu embargo oíicio hoi al iuspector que cumpla ese te­ legrama, sii.spendlendo, eu previsión, el tomar toda resolución sobre la tran.saor.ion con la casa Thompson J. Bonard i C, , pues creo que a aquélla se refiere. Ayer me entregó la Legación el señor de Goyeneche i voi inmediatamente a pedir audiencia al Presidente de la Repú­ blica para pre.3entarle mis credenciales. Despnes que esté reci­ bido trataró de que lo .sea también en Lóudres. Siguiendo lo.3 principios de economía que siempre me domi­ nan, indiqué el que debia suprimir el Con.suíado Jeneral en el Havre, i nombrar de simple Cónsul al capitán de navio Carre­ ño, que nombrado pava comprar buques reside en Paris; mas ha llegado a mi conocimiento cn este instante que tal nombra­ miento seria mal liecho, i por ello tenga Ud. esa indicación como 110 existente. Yo recomendaré siempre el servicio i uo a la.s personas. Mui bien me parece qne reúna Ud. bajo de una dirección todo lo que el Gobierno pueda tener que hacer en Europa, de lo contrario seria repetir la e.specie de comedia qne me dicen ba pasado durante el tiempo de la guerra entre los diversos comisionados (¡ue por aquí, han habido. Cada uno culpa a los otros de no haber hecho lo que debían i podian hacer, i no tengo motivo para apreciar la verdad de ello porque he vivido separado do todos. Lo bueno debe limitarse, lo malo nó. Chile ha estado bien servido con solo su Legación, i ésta ae ha valido de quienes ha creido a propósito jiara desempeñar sns encar­ gos,'i triste es ver que el Perú no lo ha sido, por nuestro modo de ser, dividiéndonos eu todas circunstancia.? hasta para lo ri­ dículo. Acabaré esta larga carta recoineudando a Ud. a mi hermano Joaquín, mui antiguo juez en diversas jurisdicciones eu la alza­ da del tribunal del Consulado, i hoi desempeña interinamente una fiscalía en la Corte Superior de Lima. Sns antecedentes, conocimientos i honorabilidad son conocidos i lo hacen digno de que Ud. le dé una plaza en la Corte do Lima, El sabrá cóntinnav llenando sn,? deberes i le será a Ud. reconocido. Siempre de Ud. queda su amigo i seguro .servidor Q„ S. M. E. T okibxo S anz.

P. S.~Aprovechaiido de! sefior Sazo, amigo mió, qne se di­ rije a esa, incluyo varia.s cartas que desde hace tiempo llega­ ron a mi poder, sin .saber quiénes las mandaban i por este inotivo no quise remitirlas a Ud. ántes.

París, Febrero 29 de 1S80. Excmo. .señor don Nicolás de Picvola. Mi c.?timado señor i amigo: Reproduzco la carta que dirijí a Ud. el 15 del corriente, i paso a informarle de ¡a situación de hoi. La casa de Dreyfu.? contestó a la intimación que le liice de que aceptase cl contrato hecho en Lim.a, que nece,sitaba cono­ cer áutes ia existencia de guano cu depósito i a firoe, sn cali­ dad por cargamentos, i la deuda a la Peruvian. Piule darle algunos de e.?to,? datos que tenia preparados; i miéncra.? que adquiría .su complemento, para ganar tiempo, hice comunicar a la Peruvian el contrato, escluyéndole la cláusula ad referendmi, para qne dijera si lo aceptaba, i eu caso contrario, si es­ taba llana a cumplirlo con relación a la casa de Dreyfus, i no he logrado hasta este momento contestación. Sé que tomará el contrato, porque proponiéndose vender el guano a los precio.s qne quiera, uo puede dar el fijado por Ud. Se rae informa que también presentará obstáculos para la en­ trega de la existencia, i que buscará eu su apoyo al comité de tenedores de bonos, para que diga que el esceso del producto pertenece a sns repre.?entado.? Sé además que está de acuerdo con Ud. Russell para recibir i vender el guano que se esperte bajo la protección de nue.?tros enemigos, i corno esa venta puede hacerse discrecionairaeiito, se desvaloraría la existencia qne tie­ ne el Peni, dando márjetipara todo procedimiento. No puede haber situación mas difícil ni complicada, creada por el contrato de 1876 i por el personal que lo ejecuta. El único recurso que nos queda, si, como creo, son efectivos los informes que tengo, e.s el iniciar un pleito a la Pernvian, ini­ ciándolo por una iu.specciori para que no haga ventas sino a 12, libras 10 chelines; pero no rae he resuelto a entablarlo porque se dice que anulado su contrato por los señores Rosas

i Goyeneche, tienen al Perú en sn.s manos, i que desligados de todo compromiso con él Gobierno, pueden hacer ventas a su voluntad hasta quedar pagada do lo qne se les adeuda, lo qne Hiede tener cierta fuerza. Esto punto lo tengo consultado a os Solicitons, haciéndoles presente qns el Gobierno no tonia aun moda dicho .sobre los actos de dichos señores. ! Faracolmo.de maleólos Solicitons, qne son e'scelentes'por I su reputación i procedimienuis,-no quieren continuar ocupánj dose (le los asuntos del Gobierno. Infiero sea por falta de conI sidc.racione.4 o de pago, i en mi próximo viaje a Lóudres tra­ taré de hacerle.' desi.?tir; pues durante cinco años que los ocupé, tuvimo.? mui buenas relaciones, i sé que hacen honor a mis procedimientos. De parte de la Sociedad Industrial han venido a solicitar mi parecer de presento i para el porvenir sobre su contrato, i me he limitado a decirles, que mi misión es ejecutar las órde­ nes del Gobierno, las que no habia recibido ann con referencia adicho contrato. lis apremiante manifieste a Ud. que la situación de los em­ pleado.? i pensionistas dcl Gobierno en Europa, no puede ser mus aflictiva, al que ménos se le debe tres me.ses de sueldo, i están sufriendo vejámenes i conminaciones de sns acreedores, llegando el caso que hasta se ha embargado a uu Cónsul el archivo. Esto atrae un descrédito inmenso para el país, i me, llueven pedidos i quejas a lus que no puedo atender. Posible es disminnir el personal, pero para despedirlo es preciso pagar­ lo, i cubrir bien al que ha de quedar, jáquí uo se obtiene crédi­ to ni lenidad, es indispensable satisfacer lo que se adeuda; allá se vive de diversos modos. Ruego a Ud., per lo tanto, que •se sirva jiroporcionar el fondo uccc.sario para reparar la presen­ te fatal situación, que por ser i.an apremiante le hago presente. He tenido cl gii.sto do recibir a don Cárlo?, portador de di­ versas corauuic'ucioiie,? relativas a nuestra situación, cuyo con­ tenido trataré de cumplir cuando obténgalos medios para ello, como lo espre.so a las diversas secretarías de qne emanan. Las órdenes que se rae han dado para diversas adquisiciones, no han sido ratificada.? por la. Secretaría de Hacienda, de la que dependo como Ajente primero, esijiéndolo así la regulari­ dad ciel servicio, i por ello pido a Ud. qne tome esto en consiI neracion para que se llene ta! vacío, salvando mi re.'ponaabilidad. Eseusado es manifc.?tar a Ud. qne hice todo lo po.sible para ejecutar bien i pronto Iss órdenes recibidas. Si la suerte me proteje pudiendo sor aceptables los blindados qne se ofrecen, siempre qne clus dcí ellos fueren iguales o superiores a lo,s que tiene nuestro enemigo, su compra tendrá mi preferente aten­ ción, porque en defecto de ellos, es que ba debiclo Ud. pensar cti otra ela.se de elementos. Para mí, coniodebe serlo para Ud., si tenemos la felicidad de tener primacía cn el mar, la guerra terminaría, sin ella todo seria mui difícil, largo i costoso. En previsión de qne pueda escollar et contrato con Dreyfu», j)or ob,stáculos prc-seutados por la Peruvian, he hecho presente al jefe de dicha casa la nrjcrite necesidad de procurar fondos para cl Gobierno, bajo otra forma, como hipoteca de los pro­ ductos de laAÚduanadel Callan, efe. Está convencido ese señor de ello, i sus banqueros parecen dispue.?tos a entrar en e.sa via, sobre lo que in.sisto constantemente. La Peruvian protestó letras del Gobierno por tres mesaclas. Este anunció que serian pagadas por sus ajentes, i les remitió fondos para ello; mas el señor Canevaro, que, segun se dice, los po.see, no lia cubierto las letras ya vencidas, i también .se dice que se evade de hacerlo. Hai clamores contra el Gobierno ' por lo? dncño.' de las letras, i tienen razón. Nada digo de ofi­ cio acerca de esto, porque nada .se me ha dicho con relación a los fondos qne han de exi,stir eu poder de Canevaro. Sé que este caballero llegó anoche de Italia, i ha recibido dos comu­ nicaciones que para él llegaron por la mala de San Nazario, como tengo coiua de nna de ellas cn qne se le^^dico quo se pon­ ga de acuerdo conmigo sobre cierta remesa, espero que me ve­ rá pronto. Be espera aqui, por ciertas sef.?onas, un trastorno político en el Perú qne re.stablozca el órden oonstitucional, i alimentados con tal esperanza, hacen oposición al Gobierno en todo lo que pueden. La deuda a la Peruvian, segnn informe que recibo al instau-. te, Imsta el ,31 ele Diciembre del año pasado, es de 4.248,116 libras fi chelines 8 peniques. El 19 presenté mis credenciales aP Pre.sidente de la Repú­ blica, quien me recibió mui bien, recordando el conocerme cies-

•''l

DOCUMENTOS INÉDITOS.

"I

de tiempo atrás, pues me trató con motivo de haber sido el abogado del Gobierno en 1869, en ei célebre pleito con los consignat.arios por querer retener los fondos libres. En contes­ tación de lo que espresé en e.se acto, me espresó el sentimiento que le cansaba la actual guerra, ^ la satisfacción que tendría si podia contribuir a que termine. Los Ministros.de Estado i todo el personal del Cuerpo Di­ plomático en Paris, me liau acojiclo bien, no ocultando algunos de ellos sus simpatías por nuestro país. . Ayer he e.?crito, para que mañana 1. ® de Marzo se lo pida a la Peruvian la contestación que debe dar sobre la aceptación del contrato. He sufrido con paciencia la demora de ese acto, porque para asunto tan grave tenia que reunir ,su consejo; i porque nada habíamos adelantado con pedirla, teniendo tal csciKsa, que desde luego es atendible. Ya he .sido largo .para di.straer a Ud., pero era indispensable reasumir mi cürresjiondencia oficial. Concluiré asegurando a Ud, que todo lo que de mí dependa será hecho para procurar fondos, i emplearlos seguu las érdenes recibidas. Ojalá sea feliz i pueda anunciarlo pronto; miéntras tanto soi siempre de Ud. su amigo i S. S, Q. S, M. B. T o r ib io S a h z .

s Paris, Marzo 5 do 18H0.

( S;

'T 'y

T '”r r V 7I' 7 ta I.

ta )

ta I

V ). 'v i

A'

y

QI Vi

Y Y

9

9

Señor dou Nicolás de Piérola.—Lima. Mui estimado amigo; Me encontraba en Italia, liáciendo los últimos esfuerzos para conseguir un blindado que tanto nccesil.amos para nuestra defeirsa, cuando liego a mi poder su favorecida de 8 de Enero, que me es grato contestar, loque no hice eu el vapor del 2 del cor­ riente, porque acababa re llegar de Italia i no tuve tiempo para ello, pero sí encargué al amigo Graña que esplicara a Ud. este retan o involuntario i le a.segurara que por el vapor de mañana le escribiría, lo que con efecto tengo el gu.rto de liacer, Después de indiciarme Ud. la necesidad de que activara el cumplimiento de los encargos particulares que el Gobierno me tenia hecho.s, no .solo por patriotismo sino por interés propio, desde que el iiiteré,s de todos los peruanos e.slá amenazado por Chile, me hace Ud. el especial encargo de contribuir por todos los medios que están a mi alcance, para evitar resistencias, de la compañía de guano, a la ejecución del contrato celebrado por Ud, con Dreyfus i que debe proporcionarle lo indispensa­ ble para la guerra en que estamo.s empeñados. En cuanto a los encargos que tenia del Gobierno i eii los cuales debia continuar .según el oficio a que Ud. hace referen­ cia, pero que hau sido limitados por lur oticio po.sterior. Las comuuicacioues oficiales que se- hau debido encontrar eu los diversos ministerios, tendrán ya a Ud, al corriente de emintos esfuerzos i sacrificios he hecbo; de cuantas dificultades he de­ bido salvar para remitir todos los elementos (|ue envié ántes que el Gobierno tuviera a bien nombrarme, comisionado para el envió de elementos de guerra, i sobre todo buques, que ha sido mi mas séria preocupación. Así como L'd, lo reconoce, lo que e.?timo debidamente, no necesito de estímulo para hacer cuanto esté de mi parte para que nuestra patria triunfe a toda costa sobre nuestros enemigos. El amor a la patria liaco (jue sea un deber imprescindible el servirla con abnegación en todas circunstancias i mui especialmente al frente de un enemigo injusto. .Respecto del especial encargo que Ud. me hace para que ayude a que se ejecute el contrato con Dreyfus por intere.sarüos mucho en estos mome:itos, ¡irceiso es que Ud. conozca mi verdadera situación, sobre la cuai supongo que Graña haya hecho a Ud. alguna indicación si no lo ha espiicado por com­ pleto. Ante todo, diré a Ud. que desde el principio de la guerra, no tengo otro pensamiento que ella, porque de nuestros iriunfirs depende la salvación del país, i para hacerla con ventaja son necesarios principalmente recursos abundantes, por cuyo mo­ tivo no he omitido ni omitiré ningún esfuerzo que pueda pro­ porcionarlos. Aunque eu el contrato no veo cuál es el adelanto, por el señor Sanz con quien he tenido una entrevista, he sabido (¡ue era de 1,000,000 de libras, lo cual en esta.s circunstancias es un ausiiio poderoso. Mi posición oficia! i los deberes del patriotismo me lian hecho poco a poco llegar a una completa ruptura con la Pe­ ruvian, que sabe que nada puede esperar de mí, i con la cual T omo i v .— 17

129

no podia conservar influencia después de los antecedentes que ■ paso a referir.

En las muchas i frecuentes cuestione.? que los comisionados oficiales han tenido con la Peruvian, ce:liendo yo unas veces a mis convicciones i haciendo otras ei sacrificio de ellas, por in­ terés del país, he estado siempre del lado de lo.s representantes del Gobierno, ayudándolos con las consideraciones que entónces me guardaba la compañía por mi posición oficial i con el apoyo que mi opiuion encontraba en el elemento peruano de esa sociedad. Lo cierto es que el deber me trazó uu camino que seguí .siu miramiento de ninguna especie, de tal modo que los comisio­ nados hau debido reconocer, como lu han hecho oficialmente, mi patriótica actitud por conseguir cuanto era necesario o fiivorable al país. Entro lo.? motivos que han conducido a mi prescindencia i separación de todo lo (|ue se refiere a la compañía, puedo desde luego enumerar los siguientes, que han producido su lójico re,?ultado. La compañía se negó primero a adelantar los fondos necesarios para el .servicio de la deuda esterna a pesar de todos los esfuerzos que hice desde mi llegada para conse­ guirlo, que era el objeto de mi viaje a Europa i la .salvaciou de nuestro crédito. Sorregó despue.s a proporcionar los fondos que como adelanto se le pedian por los ajentes del Oobierno i por mí para dedicarlos a la compra de elementos de guerra. Ya podrá Ud. suponer cuánto haría i cuál seria mi actitud desde que comprcndia la gravedad de nuestra situación. .Se negó también a suprimir el má.ximuin de precios para la venta do todos los guanos por escala o para mezclarlos i fijar un precio uniforme. Se negó, en fin, al pago de las mensualidades res­ pecto de lo que solo pudo retardar algo el protesto de letras t|ue al fin verificaron i por lo cual tuve sérios desagrados; por último, esto.? antecedentes i otros produjeron .?a natnr.al con­ secuencia, es decir, la separación de mi hermano i de los seño­ res Oandarao i Heesen, o sea del elemento ¡leruano que era el apoyo obligado del Gobierno i mío. Hoi no hai, pues, en la compañía mas que elementos ingle,ses i franceses que se giiiau esclusivamente por su ínteres mer­ cantil, que se apoyan con razoii o sin ella en las cláusulas do su contrato La oart,a-esplic,ación que precede, manifestará a Ud. con cla­ ridad mi actual posición en la Peruvian, cuya ajencia, por los mismo.? motivos, ha dejado de correr a cargo de los señores Canevaro o hijo.?. Sin embargo, si la.s relaciones personales con alguno de aquellos caballeros pueden ,ser utilizadas en servicio del paí.?, puede Ud. estar .seguro que .ahora como ántes no omi­ tiré esfuerzo para contribuir a todo lo que a e,?to convenga. Aunque supongo quo el señor Sanz comunicará a Ud. el re­ sultado de la conferencia a qne me invitó ayer, i en la cual pu­ de esplicarle satisfactoriamente la imposibilidad eu que me eiicoiilraba dc pagar las letras a i]ue se referia un telegrama que de usted acababa de recibir, debo recordar a usted los an­ tecedentes que han ocasionado la falta de recursos pava efectuar a.quel pago. Yo recibí el encai'go del Gobierno para qqmprar elementos de guerra, que sin duda habrían costado centenares de miles dc libras i para lo cual .se llegó a mandarme hasta 1.50,000 libras esterlinas. En una nota re,servada se me dice también que Rojas i yo pagaremos las letra.? protestadas por la Peruvian, si el asunto no se arreglaba. Dije inmediatamente, por nota i por telégrafo, que para eso pago debia mandárseme fondos especiales desda que os que habia recibido -se me ordenaba que los aplicara es­ clusivamente a elementos de guerra. Posteriormente, i solo a mi regreso dc Italia, he recibido uu oficio firmado por el Sub­ secretario de Hacienda, ordenándome que yo hiciera ese pago que ya no era posible efectuar, de.sde ([ue ia cí.si totalidad de la suma recibida habia .sido invertida en el objeto a que se de­ dicó al remitírseme, objeto que cl patriotismo obligaba a darle preferencia, lo cual está eu armonía con el encargo que Ud. me hace de aetiv.ir el envió de los elementos de defensa quo me han sido pedido.?. Espei'O, mi astimado amigo, quo usted aprobará mi conduc­ ta eu esta ocasión, como la ba apreciado por lo pasado, la jus­ ticia que merezco i que sn buena amistad le permite ver clara­ mente. A este respecto, pues, confio en que una exacta aclaración de los hechos, un juicio iinp,arcial de mis actos, haga conocer la verdad por parte de usted a los que pretenden propalar la voz de que tengo fondos del Gobierno para el pago de tres letras i no lo verifico.

130

GUERRA DEL PACIFICO.

Dentro de pocos dias estaré en aptitudes de formar una ra­ I buque.? para combatir a nuestros enemigos; está entusiasta con zón exacta de los elementos qne c.stán listos i de los quo e.?tán un monitor qne existe en los Estados Unidos que puede estar fabricando i que deben servir al país contra el invasor de su listo dentro de algunos meses, cuyo costo calcula en 1.200,000 territorio. dollars. Ya tenia noticia de ese buque, al que le pu.?o Muñoz Dios quiera permitir que así como fní el primero en enviar defectos. Trataré este punto con Muñoz i nada mas qne cou elementos de gnerra, sea yo también el que remita aquéllos éi. Dice el Jeneral que ningún iucoiiveniente tiene en servir con que mi patria obtenga el triunfo definitivo. Ojalá también contra Ghiie, mandando Ui..; que ha iamciitado la resolución, que, impulsado por el .sentimiento de ia .salvación del jiaís, pero que ya hecha, lo que conviene al país es contraerse a ta tenga Ud. la fortuna de dar un go! )e de muerte a los chiiencs, guerra estranjera. Ha tratado de sincerar su salida dei Perú, que con una derrota eu tierr.a teu( rán qne abandonar nuestro porque allí inada podia liacer i sí mnclio cn el estranjero, te­ suelo, ¿Ipiaudiré este re.sultadc, lo miraré con júbilo, no solo niendo recursos para buscar artículo,? de guerra. Este c.s su )or patriotismo sino porque la amistad me hará ver con placer tema sostenido. a parte qne ie toque, que naturalmente será la principal eu La Peruvian hace lo que quiere, nu jnicde con.seguirse que una gran victoria contra nuestros enemigos, diga si toma, para sí el contrato a d referén d u m o si do lo ccuAdemás de lo.s rifles, cartudics, etc., que hace tiempo c.stán tViU'io e.?tá llano a cumplirlo; -se escuda pidiendo .?e le enseñen en Panamá i de lo que el Gobierno tiene conocimientc, tal fez poderes con el íin de no encontrarles bastantes. Debia abordar ántes que Ud. reciba la presente habrán liegado al Callao directamente con ella esta cuestión p.ara cubrir cl espediente, 1,000 rifles i 2.000,000 de cartucho.? que he ordenado se em­ cuando lia venido a aumentar el conflicto el haberse hecho barquen en un buque lijero qne debo salir de California. Los consignatario dcl guano rpre se esperte bajo la protección de demas elementos bélicos los pensaba mandar cuando estuvie­ Ghile, aameiitaiido su conveniencia do nc entregar el guano ran concluidos los cañone-s Krnpp, AÚrnistrcng i ametraliaiio- del Perú. ras, en uu buque qne pudiera burlar la vijilancia de ios chile­ Todo esto, unido al desaucio de su contrato hecho por Ro­ nos; pero conro Ud. me ha relevado del encargo qne tenia de! sas i Goyeneche eu 7 de Uñero, hace que necesite ccnsultarme Gobierno, el .señor áanz ae encargará de ello. con abogatics ingleses iiara proceder con mas acierto. Desde El término a que ha llegado ei a.snntc de Lóndres con la luego, aunque auu uo tengo ninguna palabra oficird sobre la transacción última, permite la re.alizacion do las ideas de Ud., anuiacioii de ese auto, como sé que Ud. nc ha aceptado el con­ que son las mi.a.s, de que las conveniencias micionalca exijian trato do esos .señore.?, es claro para mí, que tampoco ha debido su conclu.sioii. Felizmente para mí, desde que no puedo servir aceptar dicho auto; ma.? .?i lo.; conviene sostener la situación de elemento ya en política, bajo cuyo punto de vista me oca­ oread.a, la ,?o.?teiKlrán, Mi próximo viaje a Lóndre? me hará sionó injustamente alguncs desagradijs por lo.? malquerientes lijar decididamente le que debo hacer, pensando por el mo­ que lo esplotiiban en contra de mí, no obstante ea aigunose! mento qne no podemos evitar un pleito con e.?a compañía. convencimiento de sn temeridad, i de que la.? faltas exi.stentss La c.asa de Dreyíirs, a quien apremié para !|ue dijera si daba solo eran imputables a Tiimnpson Bonard i no a nosotros, me la aceptación dchniuva a e.?e contrato, se ev.ade de hacerlo, di­ complazco de que ce.?e para el país esa i'nei'.te de tantas malas ciendo que estando en segundo término, nada debe decir hasta consecuencias. une la Peruvian -se decida. Temo qne esc contrato qued.ará sin Dcsea.ndo que Ud. i la familia .se conserven bien i que tenga efecto: primero, porqua i.a Pcrnvia.n, aun cuando llegare a ma­ Ud. la fortuna de obtener una victoria .sobre los chilenos, qne nife.star el qne io ejecutara, se hará iiacer, sin embargo, por son nuestra pesadilla i la peor de las calamidades que han po­ cual(.¡uier tenedor de bonos, ante el que todo quedarla parali­ dido sobrevenirnos, me es grate corresponder lo? .amistoso.? tér­ zado; i en segundo lugar, porque la Pernvian, recibiendo minos de su carta, que contesto con la reciprocidad de la ! nuevo guano, lo venderia a cualquier precio, miéntras que amistad que le profesa su afectísimo amigo i seguro servidor, Dreyfus no puede hacerlo pagando 11 libras 15 chelines. Tris­ te i dura situación a que no? eiicontramo.? sujetos. J. J. J. No ,se halague Ud. con la idea de per.?eguir a nombre del Perú ei guano qne llegue e.?pcttado por la protección dé Ghiie, P a rii, Marzo 15 de ISSO. porque saldrian nn su defensa los tenederos de bonos, a quie.ue.? se les hipotecií, dándoles en cierto momento facultad para to­ Excmo. señor don Nicolás de Piérola. marlo del Poní por su cuenta. Este punto io son.icteré eu conMi estimado amigo i señor: ■snlta a lo.? abogados de Lóudres. La situación que aquí corremos, es respectivamente tan gr.ave Nada he debido hacer para tratar de la ejecución del de­ como la qne allá tiene Ud. a la vista, i todo parece que estaba creto sobre la adjndicaeioa de ios lérrooarrílea, porque tic lio preparado para hacernos sufrir, complicando cada cosa i difi­ recibido ni su costo iil la mauifestacion en que se apoyaba, cultando toda solución. cuya,? piezas me fueron ofrecidas. Debo anticipar a Ud. que Hablaré a Ud. lo mas lijeramento posible de io pasado des­ ningun efecto legraremos, porque ya se ha dicho así por los pués de mi carta dei 29 del mes pasado. diarios, i porque no se ignora el estado i los producto,? de ia.s E l señor Gómez S.anchez vino a Paris; se empeñó en ver al lincas. La ¡lublicaciou completa de lo resucito por e! Gobierne, Embajador de España, que le consiguiese carta de él para el nos traerá únicamente nuevos ataques. Desque trabajan en Presidente del Consejo de Ministros en Madrid, a quien qneria los comitée.?, lo que quieren es administrar el guano bajo su ■ ver sn su tránsito para Lisbcii, para pedirle ansilics o protec­ protección cnaiulo ménos. ción. Traté de di.snadirlo de ese deseo que nada produciría i El iiartido tomado por UU ele declarar proyecto cl contrato que podia ser imil interpretado. .Rosas-Goyeneclie ha sido atcriarlo, pcrqiio así ha estado Ld. A'o ccnsiguiendo nada de mí, vid al sefior Goyeneche, quien consecuente con ias órdenes dailas a esos cnmi.sionado,?, con parece pidió al Embajador, i éste dió la carta pretendida. Vine no admitir io hecho sin pederé.?, i ha evitado Ud, mas gritería a Europa Gómez Sánchez, porque el vapor que lo conducía, , en Europa, alegando a los interesados con que mas tarde podia para tomar el que ic habia de.llevar a Buenos Aire.?, se varó i I servir de base cuando ménos. Sin embargo, la voz jeneral aquí no pudo alcanzarlo, a pesar que pidió lo aguardara. Por esa es que ha. sido de.?aprcbado. retención parece que le hacen cargo 600 libras esterlinas, i qne R? meoi.so disminuir lo.? ga,sto3 cn .Europa, tenemos muchos ha jirado contra mí. Tendré que protestar ese jiro porque no cúusu es i empleados innece,?arios; miéntras tengan sus nomtengo fondos, i aun cuando los tuviera, no estoi autorizado br.amientos es iudi.spen.?able pagarlo.?, por justicia i honor del para hacer esto.? pago?. país, ¡ion ne no .se les cancelan, o se les llama al Perú. DeseaLlamo ia ateuciou de Ud, sobre el crédito abierto por ia ria que os poco.? empleados cn las legaciones, unios moviese Secretaría de Relaciones Esteriores de c.ste señor, que no está Ud. .sin mi acuerdo, porrine puedo necesitar fie los conocimien­ autorizado por ia de ílaciciida, i que juzgo inútil, porque en tos que tengan adquiridos, i como Ud. debo suponer, es rnui Buenos Aires no hai annainento que comprar. Le ho escrito fuerte para mí asistir -a do? legaciones, i a la a. encia linaiiciera. de que no jire contra mí sin mi .?.vi.?o, i si io hiciese como io ha Me mueve el iiacer a Ud. esta indicación, el wber recibido la hecho ya, prote.?taré toda? sus letras. Sépalo Ud. para evitar revocación del cargo de Secretario que ejerce en Jjoudve.? Jara conflictos, o autoríceme Ud, en forma, si desea haga lo con­ Almorite. No sé los motivos que para ello hubiese Ud. tenido, trario. pero es evidente que su permanencia en ose puesto por tantos Ha llegado al'aris el .Jeneral Prado, lo ho visto, me ha ha­ años, le ha dado conociraientos del de.spaclio, i do o que ha blado en el sentido que todo .su ínteres es porque se compren pa.?ado. Nuevo yo en cl cargo, sin poder cou.sagrarme esclusi-

J í i,

K I. .1 k X l 1 i, t t,.

K (.

1. U I-

)

131

DOCUMENTOS INÉDITOS. vamente a lo que respecta a Lóndres, nie liarla iiiuclia falta su cooperación, i auu cuando Ud. lo.reemplazara con persona intoliiente, siempre seria nuevo. No he dado curso por estas ra­ zones, i no por ninguna otra pensonal, al oficio de destitución que conservo reserv.ado sin que nadie in haya visto, lln cuanto pueda escribir vea Ud. siempre el servicio público i nada mas, Todo lo que merece reserva, lo bago por mí solo, como bago lo ma-5 que puedo por manía de trabajar, por lo que uo tema Ud. que nada sepan motivado por mí. Mucho me atormenta la conducta de la Peruvian, que frus­ tra el plan de di.sponer de fondos provenientes del contrato ad re/erendim. Para tratar de llenar su va,cío, hablé al señor Dreyfus en el sentido de hacer otra combinación, i después de entenderse cou sus banquero.? la Sociedad .Jener.al, manifestó (¡ue ora posible i que me ayudarla en mi empresa. Dias han pa­ sado en decidirse esa .sociedad a hacer algo por el Uobierno, si(3iido siempre Dreyfus el intermediario, pues yo trataba con él; ma.s como los fondos .salen de la .socied.ad, era ella la que debia decidir.se i conveiiit en el plan; al ün ndió bases, se las formulé hi lotccaudo el 50 por ciento del producto de la Adua­ na del Ca iao, i sin fijar por escriio la cantidad que deseaba obtener, dije de palabra que debia ser 25.000,000 de francos. La sociedad hizo un contra-memorandnm ridículo, ofreciendo un empréstito qne aparecía de 24.000,000, pero que no era en el primer .semestre sino tle 3.000,000, i despnes de 6.000,000 cuando estuviese cubierta de la anterior entrega. Rechacé hasta con mole.stia ese despropósito i dije qne aceptaba los 24.000,000, la mitad en cuanto Ud. aprobase el arreglo i la otra mitad en mensualidades de tres a cuatro mese,?, a lo que no lia conte.stado aun. Sí sé qne se ocupa del asuuto, i que si bajase a 6.000,000, los daria, lo que no e.stoi dispuesto a lacer. Sin embargo, como yo no hago otra co.?a que negociar, el rc■sultado si lo hai, ie será a Ud. sometido para que delibere lo ( uo quiera. Yo veo que la co.sa le es dura, porque no be acor( ado sino 6 por ci.onto de Ínteres, en In que están contórme.?, pero piden Á por ciento de comisión trimestral que le dije podria ser la mitad.. Si bajo estos .nitecedeiite? lográsemos una suma fuerte, la negociación le baria a Ud. honor. De.sgi'aciadaraente la naturaleza do esa sociedad, el tener invertidos en el Perú inueho? millones i cl de.scrédito a que he­ mos llegado, hacen difícil toda operación. Trabajo siempre, Dreyfus me ayuda, i esto lia, motivado la demora de mi viaje a Lóndres, conqireudiendo que por el momento lo principal es procurar a Ud. recursos. Espero termimar de dia en din, siu poder precipitar la negociación, lo que me tiene violento. Es­ pero llegue a lh i, ántes que ésta, un telegrama anunciándole el residtado.

T, ’u

V

I ;r r

V" ■y

y y y y

y

Si logro obtener rdgun fondo, márqneme Ud, el órden de su empleo, teniendo presente (¡ue si podemos conseguir bmpies grandes, creo peu.sará Ud. quo su adquisiciou debe preferir.se, ÜiVeceu varios; uo se puede hacer caso, porque hasta aboca todo ha sido movido por el deseo de ganar grande? comisiones, ¡tero quién sabe si pueden resultar algunos aceptables. Canevaro se liabia negado a pagar las letras protestadas, fundándose .cu que 150,000 libras esterlinas que recibió fue­ ron pura artículos de guen'.i, a las que el Gobierno dió al mis­ mo tiempo la aplicación (lepig.w las letras. Resulta de las noüílcacifiiies que le he hecho, que ti(cne 40,000 libras esterli­ nas cou ias que no pue.le cubrir sino uua de las tres mesadas no pagadas; pero como sé que algunas letras ban sido devuel­ tas a Lima, talvez liayaii en Europa letras que puedan cubrir­ se con esa soma. En este sentido va a proceder. Canevaro ha ofrecido poner a mi disiiosicioii algunos artícu­ los que c.scáii en ccnstrucoion i prontos a concluirse; él tiene lo necesario para su completo pago, pero para los gasto.s ¡lostei'iores nada liai;juÓ!iio me proveo de fondos para esa nece­ sidad iiulispens.able? En fin, pasa todo i constantemente toco con dificultades indi.spen.s.abltís, nacidas de nuestro descrédito i de la falta de reínirsos. La prensa se desborda contra nosotros, i un sefior Zegers, qne ha venido del Perú, e,?tá e.scribiendo eu E l Soia artícul'is furiosos contra el pa's, i se ha calmado aquí hi espe­ ranza (le un próximo movimieóto político allí, pero siempre se habla dc él, i lo esperan de quien no pudo, teniendo todo el ej(írcito a sus ordene.?, contener la opiuion pública que lo elevó a Ud. al mando. Si entónces fué impotente, no debió haber mérito para qne despnes fuera, mas feliz. zYdemás, se cree que ese movimiento seria para restablecer la constitución, lo que

no quiero creer, pues si se piensa en él i se ejecuta,se, seria por, ambición propia. Yo he .sido largo, a pesar qne estoi abrumado de trabajo, por divcr.sas entrevistas i pretou.siones. Pienso p,as,ar a Lóndres ea cuanto termine el negociado con Dreyfus, i si se demorase mu­ cho, tendré que ir, porque ¡a reina .se ausenta el 23 i no podrá entónces recibimie. Que tenga [id. fuerzas i salud, de.sea su sincero amigo i S, S. Q. S. Aí. B. 'i'üHiBio S auz.

Me ha llegado la letra dei señor Gómez Sánchez por 590 li­ bras esterlinas a tres meses de vista: voi a protestar a, por fal­ ta de fondos. Si los tuviera baria lo mismo, ¡mes no ha tenido facultad para disponer de tal .suma a su antojo. Ponga Ud. coto .a c.ste proceder, con tiempo, para evitar males i descrédito. S anz,

GCXXÍII. ' €iirta.s del Illíiiistro peruano cu Bueno.s-Aires a los se­ ñores .Ylannel Irigóyeu i J en era l La-Puerta, cspresalido sn crítica situ ación por fa lta de dinero. Buenos Aires, Noviemire 21 de 1879. Señor don Manuel Irigóyen.—Lima. Mi querido amigo i colega: Llegó el vapor i me encuentro siu cartas de Ud., cuando por I tantas razones las deseaba. I Aunque incompletos, he recibido diarios de Lima basta el 18 de Octubre, i la correspondencia escrita del Ministerio solo a!can:ia al 6, Yo comprendo bien que al recibirse la noticia da la muerte de nuestro heróico Grau i captura del Huáscar, se recargasen la.s tareas tle Uds,, i aun lio visto que el Consejo do Miiii.stros .se reunió con frecuencia los primeros dias i asistió al Congreso. He leido también la renuncia de Uds; pero ¿cuál la razou? En iin, declarada sin lugar la renuncia e insistiendo Uds, eu ella, fué admitida; pero nada de esto se me ha comu­ nicado ni UJ. me pone una soba letra para esplicarme aquello, 'Telegramas Je Chile anuncian que el nuevo gabinete habia renunciado también i orgánizádosc otro de que vulvia Ud. a formar parte. Ultimamente se ha annnciado también por telégnrfo que e.se tercer gabinete habia renunci.ado i formádose nno compuesto de Lacotera, Gnerra; Qnimper, Hacienda; Quiroga, Justicia; Yelarde, Relaciones, i Elguera B., Gobitirno, ¿Qué significa este cambio tan frecuente de Ministerios? Esto nos ha causado mucho mal aquí i lo mismo habrá sucedido en otras partes, pues uo puede esplicarse que eu momentos como los (¡ue atravesamos rennuífien a cada pa.?o los ministros que se iiorabraii. Aparte del pesar (¡ue me cansa lo que acabo de iudicarle, hai para mí cl de la separación de Ud., qne estaba al corriente de todas las cuestiones dc actualidad, asunto que uo se estu­ dia en poco tiempo, i qne aunque tarde, .al fin supongo que habria Ud. ateuditio a mis pedidos. I ya (¡ue do esto mo ocupo, jcómo me lu dejado Ud. en la situaciou en ¡lue me encuentro? Para atender a los gastos ofi­ ciales i a los mios particulares be lognido que me prestase Ooampo 3,500 pesos, pero ya uo tiene mas. Ha vendido cuan­ to dc valor tenia i está a la puerta, sin tener yo cómo cubrir los gastos iudispensables a que estol obligado. Ya no sé qué hacer ni de dónde sacar un solo real. I en el mismo caso están todos los empleados de la Legación, siendo la cosa mas grave para m( por mi posición i por estar comprometido a ciertos gastos mensuales. Supongo que Ud. estará bien con el señor La-Puerta i el señor Yelardo, i espero que influirá Ud. en ellos para que, a vuelta de vapor, sin falta, me envíen el .semestre que está para veoccrse i el que va a empezar, i por lo ménos 1,000 libras para gastos iirjevites. Varias conferencias be tenido con el Presidente i el señor González. Se h.an reiterado las órdenes para compra de buques i ha marchado un comisionado especial. Yo creo que si consi­ guen los buques i, como parece, Chile no acepta las últimas base.s, teniendo lo.s elementos que necesito, podré conseguir un rompimiento. Dc pronto puedo asegurar a Ud. que se ha lo­ grado ponerlos en movimiento, i éste seria mayor si no me tu­ vieran con las manos atadas, Ud. ha visto el entusiasmo, etc,,

132

GUERRA DEL PACÍFICO.

pero ae necesita gastar i gastar fuerte para todo. Aun en Io.s paises interesados, el entusiasmo se amortigua si no hai pábulo que, do cuando en cuando, lo alimente, ya sea por desgracias, ya por triunfos. ¿Qué será en lo.s. estrados? Muchos recuerdos a Mercedes. Ella i Ud. recíbanlos de Fidelia, los niños i Pedro Antonio, con el afecto de su amigo i colega. A. V. DE u T o rre . lluego a Ud. haga llegar la adjunta a manos del seüor Saenz Peña. Buenos Aires, Noviembre 22 de 1879. Excmo. señor Jeneral don Luis La-Puerta.—Lima. Mi mui e.stiinado amigo: En este vapor no he tenido el gusto de recibir carta de Ud., i, por el contrario, la desagradable noticia de hallar.se Ud. enfermo. Mucho deseo que la enfermedad sea lijera i quc en el próximo correo me dé Ud. noticias suyas mui buenas. I lespues de haber sufrido con la toma do Pisagua i ocupa­ ción de nuestro territorio, estamos desde anoche llenos de an­ gustia por lo que se auuncia en los telegramas de Chile: com­ pleta derrota de nuestro ejército, fuerte de 11,000 hombres, por 6,000 chilenos, i captura de la PUcomayo por el Blanco Encalada. Incluyo a Ud. uno de los boletines de anoche. Yo no he dado crédito al parte telegráfico en ¡o relativo al ejér­ cito, pero sí por lo qne hace a la toma de la Pilm nayo, que encuentro natural. Hasta este momento, 12 M., uo hau lle­ gado mas detalles. El señor Ministro de Relaciones Esteriores pondrá en cono­ cimiento de Ud. lo que oficialmente comunico. Mi correspon­ dencia le hará conocer la continuación de mia trabajo.?. En realimcn, no se hau conseguirlo aun los buques que esta Repú­ blica desea comprar, pero se han reiterado por telégrafo i por vapor órdenes apremiantes para la adquisición de buques. Si e los so consiguen, como debemos esperar, pues el Gobier­ no tiene fondos suficientes, i Chile rechaza las últimas bases propuestas, puede hacerse mucho i ello dependerá en gran parte de los elementos con que yo pueda contar. Por el próximo vapor, pues ya no hai tiempo eu éste, pediré a Ud, permiso para hacer uso do algo de lo reservado que no nos perjudique. Escribo en la actualidad una rápida historia del oríjen de la guerra i de cuanto ha ocurrido, así como de lo que se ha hecho i debido hacerse en el Atlántico i cl Pacífico, Apar­ te de estos trabajos, también una memoria detallada para el Gobierno i el próximo congreso ordinario, que por su u.aturaleza tiene que ser reservada, al ménos miéntras a guerra no termine. Siento tener'que distraer a Ud. de nuevo con la cuestión sueldos de Legación i fondos para gastos. Mi situación es ya insostenible. Yo be vendido casi todo lo que habia dc valor en casa i en esta .semana se venderá lo que queda. Aquí no bai como procurarse recursos i mucho ménos cuando los telegra­ mas de Chile pintan al Peni en la última miseria i amiiician, hace mes i medio, triunfos sucesivos de esa Nación. Como la rc.spuc.sta de Ud. debe llegarme al empezar el otro semestre, le ruego me mande el pasado i éste juntos, eu órden para Bates Stockes. Esa casa podrá abrir crédito a ¡a, de esta ciudad i ser pagada allá poco a poco. Además, es preciso calcular los in­ mensos gastos que tengo para sostener la opiniou, único medio de impulsar algo al Gobierno i del que me he valido para impe­ dir arreglos que nos habriau sido ántes de ahora fatales. Hai también gastos de telegrara,as, manifestaciones, etc. Nada, nada puede hacerse sin plata. Chile ha comprendido, repito, la máxima de que la guerra .se hace con dinero, i sus repre­ sentantes han derramado i derraman el oro de un modo, según mo aseguran, que Ud. no podrá figurarse. Entretanto, ni yo ni los empleados de la Legación tenemos materialmente que co­ mer. A otra cosa, La ocupación do Pisagua causó un efecto terrible, pero pu­ de parar el golpe valiéndome de la prensa i aprovechando des­ pués de una noticia de Salta, anunciando la derrota del ejérci­ to chileno en Quillagua. La noticia de anoche no veo como desvirtuarla, pero haré cuanto sea posible. He hecho imprimir cuanto ha traido el vapor favorable para nosotros i no ceso de hacer escribir algo todo los dias para alimentar el Ínteres en nuestro favor. En fin, yo no desmayo i llevo la vida mas ajitada que puede existir.

Deseo que ésta lo encuentre completamente restablecido i que no olvido Ud. las necesidades de su afectísimo amigo i se­ guro .servidor, A. V. DE LA T o rrh .

CCXXIY. Cartas sobre guanos i salitres. Hamburgo, Enero SO de 1880. I Excmo. señor: i Ei mutuo amigo señor don G. Bogardus mo anima da dirijir j a V. S.' algunos pormenores sobre el porvenir dc estos merca­ dos de guano i salitre i me apresuro de comunicar a V. S. lo 1 poco que en el estado actual de las cosas se me ofrezca decir I tocante a este particular, 1 Queda constatado desde tiempo ya la grave disminución del I comsumo dc guano de esas procedencias, disminución debida, ' en parte al inmenso progresó de la fabric.icion de abonos artii ficiales, en parte a la misma calidad inferior de los depósitos, dc guano en esas partes, i también en consecuencia de bastan­ te fuertes cantidades dc gnano inferior i malísima calidad, lle­ gado de las islas del Océano Pacífico i de Patagonia. Gomo lo sabrá V. S,, ya no se vende cl guano a precios fijos como en tiempos pasados, sino según cl análisis de cada car­ gamento, lo que cambia mui esencialmente las bases del nego­ cio; i como además se encuentran e.xistencia.s fuertes en manos de la Peruvian Guano C. ® i otra cantidad considerable con la casa de Dreyfus, sin hablar de lo que probablemente tratarán los chilenos de vender con destino a loa mercados de Europa, debemos prepararno.3 a ver entre estos tenedores i los que to­ marán cargo de un nuevo contrato, una verdadera carrera para la venta, carrera que uo podrá resultar sino en una derrota o destrucción completa del negocio. El salitre, por el contrario, no deja de tener nn porvenir sumamente favorable i compensatorio; lo espera de las pérdi­ das tan considerables que tendrá qne sufrir un paí.s por la re­ ducción fatal del consumo de guano. Los coutratos que acaban de firmarse en París parecen en­ contrar la apreciación favorable dcl público, i según lo que he tra.5lncido en los periódicos sobre los particulares, no puedo negar que ofrecen un cambio notable, comparado a la situación que liabia establecido el contrato de la Peruvian Guano 0. ® Sin embargo, i vistos los numerosos secretos de la manipula­ ción dcl negocio dcl guano i salitre, me parece de imperiosa necesidad para ol Gobierno del Perú, eu caso de entrar en nue­ vos contraloa, de establecer una ajencia comercial, compuesta de jente iniciada en esta materia, complicada i encargada del control, i de 1.avijilancia de los varios establecimientos de ven­ ta. Se comprende quo una casa de Banco, o un consorteo de banqueros, cuan respetable i activa quo sea, nunca podrá pro­ veer a lo que bajo este respecto dicten los intereses del país, i una comi.sion como las que ántes venian encargadas de estos deberes, tampoco no podrá responder a las dificultades de la misión. Se necesitan hombres criados en los ramos de negogocio.?, i talvez eu este respecto le podrán servir
1^

DOCUMENTOS INÉDITOS.

ta ,

Y.

r h t t '

ú ir V '-'

I.

'r I r

ú

V" r r i'

V..i , Y

T I ta ,

t ta^i Y 'y

y y

133

Lóndres, Febrero 24 de 1880. espericncla i, cstoi seguro que de cuando en cuando iiallaria V. S: au 9U.3 palabras tale.? elementos, (ine V. S. podria utili­ zar para el verdadero bien del país que en sns manos ba con­ Excmo. sefior don Nicolás de Piérola, Jefe Supremo del Perú. fiado .sus bienes i su 'porvenir. _ ^ . —Lima. Estimado .señor: En caso que le parezca útil esta mi prcposiciíin, estoi casi | Con fecha 20 de los corrientes tuve el placer de dirijirme a segnro que mi hermano, animado como yo del deseo de servir a, V. S., seria listo contra cierta gratificación de ir a Lima i Ud., por via de Nueva York, con el principal objeto de indi­ entenderse verbalmente con V. S. sobra todos los particulare.? j carle que las contratas de flete efectuadas por la Pernvian de la cuestión, i espero me pase V. S. .sus órdenes correspon- I Guano C. ° , denominándose ésta como ajenies del Ejecutivo dientes. _ | en nombre de su Gobierno, no pueden legalmente emplear los Me quedo como siempre de Y. S., atento i seguro servidor buques contratados a cargar guano bajo el propuesto arreglo con Chile, sin obtener préviamente los dueños de los buques Q. B. S. M. la chancelación de su contrata con el Gobierno del Perú. Veo C h r z . H . 'S c h ó k . en los periódicos de hoi, qne el comité Russell-Croyle de la reunión de los tenedores de bono.s peruanos que tuvo lugar el Lóudres, Febrero 20 de 1880. dia 2 dcl corriente, poner avisos públicos por medio de sns Señor don Nicolás de Piérola, Jefe Supremo del Perú.—Lima abogados (solícitos) pidiendo propuestas a las casas que estu­ viesen prontas a emprender e! carguío i la venta de guano, Estimado señor: Refiriéndome a mi fecha 6 délos corrientes, via Nueva York, bajo k declaratoria chilena del 30 de Enero de 1330. E.?tas propuestas deben ser remitidas tan solo hasta el dia en la qne le enviaba detalles sobre Ja rennicn que liabia tenido lugar en esta ciudad de los tenedore,? de bonos peruanos, 1es­ 1, ® de Marzo de 1880!! Las projnrestas deben ser formuladas en conformidad a las pecialmente de la primera bajo lo,? auspicios de M, Croyle i sir Charles Russell, cuando éstos propusieron i los tenedores pre­ tres bases alternativas segun la fórmula contenida cn el anun­ sentes aceptaron, que ellos directamente impcrtariau el guano cio público aquí adjunto. Notará Ud. qne el comité i los síndicos son cautelosos en de los depósitos en poder de los chilenos por su propia cuenta, pagando a las autoridades chilenas un tanto por tonelada, lo alejar de sí los riesgos i consecuencias que pueda atraer el pro­ puesto contrato. Ud. verá esto, refiriéndose a les parágrafos 11 que se fijarla últimamente. Desde entónces he dado pasos para averiguar las medidas i 13 del anuncio. En mi opinión, tienen fundada razón de te­ que hubiesen podido adoptar para dar efecto a esa resolncion, mer esos riesgo.? contra lo.s cuales tan cautelosamente se exi­ las que éstas fueron o si en realidad hubiesen. Sin embargo, men, sin embargo, el tiempo tan de.srazonabienieute corto en hasta ahora no he podido cerciorarme do qne se hayan liechc qne citan las propuestas de ks casas para nn negocio de tanta pactos, i por con.siguiente soi de opiniou qne, a ménns qne cl importancia i rie.?go, junto a la recomendación en el artículo de comité Russell-Croyle haya enviado órdenes a M. Procter en Bolsa de £ l T imes de hoi, sobre la existente Guano C. ° Chile o en alguna casa de comercio de Valparaiso para fletar quo debiera ser el mejor instrumento “ para el propósito de los buques con el objeto arriba mencionado, el comité tropieza con tenedores de bonos,” liace nacer cn mi mente la idea de que dificultades i responsabilidade.? que no pueden vencer. ya existe un arreglo con dicha compañía, i que éste alejará el Dado el ca.?o que hubieaen enviado insmicciones a sns ajen- público en jeneral del negocio, rodeándolo con tan formidable tes en Valparaíso; u otro lugar eu la costa occidental, para em­ oJmaux de j'rix . . barcar guano, creo qne tendrán qne confiar principalmente eu Sobre la 1. base, aboliendo competencia lo.s contratantes, los buques actualmente en esas costas, bajo contrata de flete übteodriau el guano a nn precio tal, que les dejarla un benefi­ con la Peruvian Guano C. ° Veo por la lista de buques en el cio enorme. Callao, que varios de éstos lian abandonado lo.s depósitos de Sobre la base mmeo-o —Seria puesto en operación el mis­ guano para buscar flete eu otros parajes, habie:ido sido diance- mo sistema que ha pue.?to en los bolsillos de la Guano C. ® ladas sns contratas, Los que uo han chancelado ,?u? contratas, lo.? muchos cientos de railes de libras esterlinas, que bajo creo no podrán tomar nuevos compromisas .sin la e.special auto­ un contrate equitativo hubiesen sido puestos al crédito del rización de Ud., pues, refiriéndome a las partes contratantes Perú, i el cual se hubiese pedido emplear en pagos de dividen­ del contrato de flete (Charter), veo que el principal ea c! Go­ dos a lo.? tenedore? de bonos. bierno del Perú, pnes la l'ernvian Guano C. ° se representan Sobre la S. base.— Esta podria hacerse e(¡uitativa, con tal “ como ajentes de i en nombre del Gobieruo peruano.” que las comisiones i el tipo de interese.?fuesen moderados; pero Bajo estas circunstancias, me parece qne no hai duda de tpie tengo gran duda do que esta últim a propuesta sea jamás adop­ está en su. poder {irchibir a l.a compañía o a sns ajentes que tada. eximan los buques de sn contrata de flete, i si necesario fuese, Todas, miéntras tanto se runden sobre una base mal segura, aun de hacer notiiiear los capitanes de buques, que como prin­ importa pnce quién se baga cargo del negocio; si alguna casa cipales en fas contratas, el Gobierno peruano se niega a eximir o compañía fuese bastante temeraria para emprender el nego­ o chancelar la contrata, a ménos que (si a Ud. le conviene) den cio, tengo la casi seguridad qne se encontrarian envuelto.? en la garantía suficiente, obligándoles bajo nna fuerte multa (li- un mar de tormentas legales e incertidumbres. qui ated ¿«íMpfsj a no embarcar ni gnanb ni salitre de los deSi la Peruvian Guano C. ® hubiese, por ventura, entrado lósitos peruanos ni de los puertos sobre la costa occidental de en el contrato con el comité dcl dia 2 del corriente para hacer a América del Sur, que estén temporalmente en poder de ks efectivo este negocio, puede ser que piense en utilizar esos bu­ chilenos. ques qne quedan contratados con el a como ajentes de su Go­ Eiivlü esta snjestion con el objeto de restrinjir en cuanto le bierno, cn tal caso a Ud. le toca decidir si, tomando en consi­ sea posible el tonelaje utilizable en la co.sta oceideníal que pu­ deración los intereses de sn país, podrá L'd. permitirlo, e indudiera llenar la mui cnestionablc Operación que el comité sir dablemeiise Ud. dará las órdenes necesarias para impedir que Charles Russell i M. Croyle se proponen emprender; si éstas esos buques carguen por cuenta de otra de la que se han con­ tiene algnn valor, Ud,, e.?tando allí i conociendo a fondo todas tratado. Por su Gobierno, i dado el caso qne Ud. ya no lo ha­ las faces de la materia, podrá juzgar mejor. ya visto, le remito la copia de la declaratoria chilena a qne se También soi de opinión, cn vista de la fuer te redacción de refiero cl anuncio de los .señores Druce, Sons i Jackson. A mí las contratas de fíete en cuanto a la Guano C. ® obrando me­ me parece qne los tenedore.? de bonos que se ban permitido ramente como ajentes, qne si ella ha chancelado la contrata formar parte de semejante contrato con Chile, han cometido de alguno de los buques sin la entera aprobación del Gobierno un hecho de guerra contra el Perú, i son responsables por las del Perú, por este hecho .serán responsables hácia el Gobierno consecuencias de ese hecho, bajo las costumbres de ks leyes por ks pérdidas i perjuicios qne el Perú pudie.?e sufrir, pues si internacionales. alguno de ellos fuese contratado despnes para cargar su guano La fracción continental de tenedores de bonos, como Ud, bajo el arreglo ¡rropuesto, seria una materia grave, verá pnr k carta de M. G uilkum c del 20 del corriente, enviaDe.seándole felicidad i renovando mis votos por la prosperi­ da'a E l T im e s , sostiene su protesta contra la resolución de las dad i la paz de sn país, me suscribo de Ud., estimado señor, reuniones del 2 i 4 del corriente i rehúsan confiar al comité su mui atento. inglés, del cual se han formado uua opinión de.sfavorable.— Yo Geo. Í I erkinq . no puedo ménos que considerar qne han obrado sensata­ mente,

134

GUERRzV DEL PACÍFICO.

En el caso de qne sucediera algo de intere.? importante para LLEG.4DA A BUENOS AIRE.S. el bien de su país, me tomaré i.a libertad de comunicárselo, i miéntras tanto cou todos deseo deque Ud. siga bien i el próxi­ Bmnos Aires, Mayo 15 de 18S0. mo restablecimiento de la paz (annque lo creo distante) entre ..i d.,,..-.. .1- t u .- l -.... .i - ■ i• ' I Excmo. señor Jefe Supremo del Perú.—Lima. Cbile i; el Perú; soi de Úd., estimado señor, .sinceró diente. Mi rc.?petado amigo: Me tiene V. E. en esta capital desde el 27 de .úbril i en el Gio. HwjHa. pleno ejercicio do mis funciones, procurando activar, tanto co­ mo la grave sitimcion de esta República lo permite, el impor­ tante asunto de las anbsistciicias para el gran ejército del Sur, I que V. E. tanto me recomendó al darme vcrbalmente sus in.strucCartas de Gómez Sánchez al D ictador P iérola, espre- I cioiies. Por el inmediato vapor entraré en detalles a este ressando ser necesario oponer a Chile toda la América I pecto, pues pronto estaré cu pose.siou de los dato.» que he pe­ nnitada. dido a las diferentes provincias en que se divide e.ste país. Para los demas asuntos, permítame V. E. qae me refiera a mi Panamá, P'ebrero 5 de ISSO. comunicación oficial de! prc.»eníe correo, que no es larga pero sí un tanto interesante; si las múltiples ocupaciones de V. E. Excrao. señor dou Nicolás de Piérola.—Lima. se lo permiten, seria bien que le die.se lectura. Mi jefe i amigo: Con rauch.a ansiedad c.»perarao.s las Dotici.a.s (le Tacna. Dios Salgo hoi en dirección a San Thonia,?. La comunicación que 1I quiera que obrándose allí con la prudencia militar, que no está bajo eí número I dirijo con esta fecha, manifestará a. V. E. hi,? reñida con el valor, alcancemos la mas pronta i completa' vicdificultades que he tenido que vencer paira conseguir que cl va- I toria. )or de Nueva Y'ork me espere en aquella Antilla do.s dias, con l Soi de V. E. mui rc.spetuoso seguro servidor. o que se evita la pérdida de un mes completo. Ello ha costado | E v.4RKto Gómez Sánchez. algún sacrificio de dinero: unos 40 pesos por cada hora de es­ pora; bien poca cosa, siu duda, atendida la necesidad de ganar tiempo eu el desempeño de la importante comisión que V. E, se ha dignado confiarme i comparada cou la gruesa suma que nos habria costado el lletamenío de un vapor que me llevase Carta del M iuistr» la v a lle a P iéro la rela tiv a a .su eledirectamente. vaciou al poder; h ace remiHCia de sn cargo. lluego a V. E. que ordene que so liaga honor en Lóndres prontamente a la firma de nuestro Encargado de Negocios se­ Petrópolis, Febrero 17 de ISSO, ñor Tracy, de quien me he valido para lograr tan inaudita i dcsacosturabrac a concesión por solo 2,000 pesos. Excrao. sefior don NicoU.» de Piérola.—Lima. Eu Guayaquil pude apercibirme do (¡ue 1.a opiniou del Go­ ■Mui apreciado amigo.i señor: bierno i del partido liberal nos es favorable; no a.sí la de los Por cl vapor llegado el 14 de los corrientes per la via de conservadores que e.stá eu favor de Chile, por oposición al Presidente Veiutemiüa, contra el cual, siu embargo, no po­ Magallanes, tuve cl gusto'de recibir la favorecida de V. E. de 12 de Enero último, acusándome recibo de la que le escribí dc drán nada. He aprovechailo de mi permanencia de cinco dias cu esta Nueva Y’ork en Julio de! año próximo pasado i que sns urjenciudad para esplorar la opiniou de Colombia, i ¡levo el conven­ tes i redobladas ocupaciíjne.» no le habian permitido contestar­ cimiento de que no e.? mui favorable en su grau mayoría. El , me ántes, cí.uüü V. E. tiene la bondad dc decirme, Eu los primeros dia.s de Enero, cuando por uu lacónico i os­ ilustrado doctor don .Manuel Aiijel Uribe, líepresentaute de curo'telegrama de Buenos .4ire.» supe que Y. K. estaba al fren­ Antioquía en l;i.s fiesta.» dadas anuí a M. de Les.»eps, se me ha ofrecido para trabaj.ar cerca del nuevo Presidente de la Union, te del Gobienno, auuqne ignoraba el cómo i el por-qné, pues era que entrará en fuacioues el 1. ° de Abril, a fin de inclinarlo a indecible la confusión de ios telegramas, oniisecucncia necesa­ lili acto solemne coiitira Chile i también para que entre en la ria de lo estrafalario dc lo.s sucesos que allá tenian lugar; desde idea de mandar construir un blindado i de hacer otros prepa- la pérdida, del Huáscar hasta la exaltación de V. E,, escribí a V. .U una carta, tanto con el objeto de rogarle que me admitie.»c rativos bé!:Co^,_ • , n m la renuncia de este puesto, qne por el mismo correo 1 la fecha 1. ® Por acjuei mismo personaje sé que Guzman Blanco entrara p^^ao i a Ingóeu las mi-sinas ideas. Este es amigo de Ruuez (rre.sideute elecw t. rel="nofollow"> ■ •------ to de Colombia), con quien ya se ha entendido para prepararse yeu, al que suponia Miuistro de Relaciones Esteriores, como a contra la eventualidad de una intervención del Brasil. Que se V, E. de Guerra i Presidente del Consejo, cnanto por desvanecer oficie en el dia a nuestro Miniatro en Bogotá, que ae ponga de cualquiera duda que innliera abrigarse,— 110 ciertamente por .acuerdo, tanto con Nnñez como con Uribe; éste rae encarga V. ,E. sino por algún malqueriente, que a madiiZ faltan,—re.».saludar a Y. E. i ponerlo a las órdenes del Gobierno del Perú pecto a la causa de dicha renuncia, suponiéndola orijinada por el cambio de órdeu de cosa», cambio que apénas sí me fué co­ para todo lo que allí se ofrezca. Considero necesario un Encargado de Negocios eu Venezuela nocido un dia de.»p:ies del 1. ® de Enero, i eso de la manera imperfecta que espuse a Y. E. en mi citada carta. Después lie i uu Cónsul Jeneral en Pauamá. escrito a V. E. otra carta, que uo sé si llegará a .sus manos, Respecto de Lama, sé qne e.stá bien aceptado en Centro-Amépues era. dirijida por medio do otro yo i mas caro para mí que rica, cuyas repúblicas nos .sou todas favorables. yo mismo, i para el caso que a él le conviniese o no ureaentarPienso, respecto de los Ustades Unidos, que es Innispensable trabajar desde luego i .activamente cerca de su Gobieruo para ía a Y. E. Si lo ha hecho, ratifico .a Y. E. su conteni( 0 . Por el mismo correo que recibí la carta de V, E. que contes­ que nos asegure en todo evento la neutralidad deí Brasil, sobre to, recibí también corauiiicacimic.» oficiale.» de la Secretaría de cuyo paí.s ha ejercido aquél eir todo tiempo marcada i decisiva Relacione.» Esteriores, comunicándome la elevación de V. E. a influencia. la inajistratura. suprema, i una colección de E l P er u a n o en que Y';) le escribo en este sentido a Tracy, al cual convendría darle un Secretario raui hábil, si e.s que no se comsigue una persona se rejistran sus primeros actos como Jefe Supremo. Lo que lio sé aun es lo que aconteció en .Lima entre ia .salida dcl Jeneral importante para Aíinistro en aquella República. Prado i ia proclamación de V. E. Eso no está en E l P e r u a n o En Méjico también necesitamos un Encargado de Negocios, o ni he tenido por este correo carta particular eu que rae lo que vaya Lama. digan. E.» preciso que le echemos a Chile encima, no solo el poder Inútil es que eapreae a V, E. la satisfaoci.oii que he temdo moral de todo.», loa Estados americanos, sino que aconsejemos a , de saberlo al frente dcl Gobierno i revcatido de la? facultades todos ellos que se armen. I necesarias para salvar la difícil situación cu que el Perú se ha­ De Y. E. mui agradecido i adicto amigo, seguro servidor. llaba, i crear el órden del espantoso caos en que c.stábarao.a su­ midos, y . E. 'me conoce bastante para sabor cuán sincero soi E v a r ist o G o.m ez S á n c h e z . i .sabe bien la simpatía que tenia por V. E. ántes de conocerle i la mui viva amistad que le profeso desde que tuve la buena suer­ te de conocerle i tratarle en la intimidad de la vida de a bordo.

ccxxy,f.

135

DOCUMENTOS INÉDITOS.

, í

■4

4

^

;i

V

'4 '^4

■4

'4 t a ,.

Deseo con toda mi alma que salga V. E. con felicidad i gloria de la árdua empresa que ha acometido, i con tal propósito elevo mis preces a! cielo, aunque malo i pecador, como dicen las A n e ­ jas de mi tierra. Fm cnanto a mí, yo he dicho a V, E. en mis anteriores cita­ das cartas, que todo lo que ie pido es que me destituya cuauto ántes, i me permita salir cnanto ántes de' este purgatorio, del que puedo decir a V. E. con el conde de Saldaña del viejo ro­ mance: los tiempos de mi prkion tfiB aborrecida i iarga, per momentos me lo dicen aquestas mis tristes canas.

Habla pensado irme el !) de Marzo por las razones que di oficialmente en el vapor del ó de este inc.s, via de San 'l'iioma.s i Panamá, pero he desistido de ello i resuelto sacrificar uno o dos meses de mi existencia, tanto po«|ne Calderón rae aiinncia en sn circular de 2-1 de Diciembre nuevas órdenes, como ¡lor deferencia a V. E. Esperaré, pues, sus órdenes i mi carta de retiro qne ruégole por Dios i por sns santos no me dcranre i dé pronto término a mi martirio. ;Qné horror de tierra ésta! He visto con placer qne ha nombrado V. E, a Evaristo Mi­ nistro Plenipotenciario, pero con pesar qne baya .sido en lugar de La Torre i con envidia que 110 raya sido cn el mío. La Tor­ re es mni capaz, buena persona i digne de ccnsideracicn por su numerosa prole i escasos recur.ses; ademá,s de,scinpcfia mni bien sn puesto. Evaristo, que e.s comendador que estuvo aquí hacen 2.5 años, i que conservará del Brasil los recuerdos i[ue dejan los lugares que en esa feliz edad se visitaron, Im.biera venido aquí con mas giusto (¡ue a Bnencs Aire,?; i yo ;figúrese V. E. qné placer tan inten.sü tendria de hacer mis maletas i largarme: ¿No habria aun medie de arreglarlo a,sí? Rogando a V. E. que si algún favor le merezco lo aplique a mi hijo Jü.sé Antonio (si lo necesita) i al artillero (que lo nece­ sita (íe segnro), póngame a los piés de la señora i niñas i repí­ tome de Y. E. decidido afectísimo amigo i seguro servidor. J. A. DE L.Vv.í.T,I,K. Respetuosos recuerdos de Casós.

CGXXYIÍ.

■I

Cartas del peruaiio en La Paj. i dcl .Jesicral J msíh Jo.sé I'erez a ITérola, eu las eiiiiles ,se uiauiíiesíal& iioea anw onía « hc existe cutre los aliado.s.

'1

,'1

1 i

t a ,.

<

S 'v.

■A

•!í i! 7

1

(Reservada,) La Paz, Férero 13 de ISSOExcmo. sefior doctor don Nicolás de Piérola.—Lima,

da he podido tomar, porque me parece de suma importancia ■ el que ene Ud. ud. la conozca. ictisimo amigo i ser­ Esperando sns órdenes, qnedo sn afectísimo vidor. J , L, Q uinches , (COPIA.) 2'amia, Febrero L ® de 1880, Señor don... El conocimiento íntimo que tengo de las relaciones oficiales i prÍA'adas do nunstro Comandante en Jefe con el doctor Piércla i Jeneral Montero, rae autorizan, de nna manera evidente, para asegurarle que no son exactos su.s temores sobre la rup­ tura de ia Alianza. Antes i despne.? del 27 de Diciembre, i sin haber recibido la correspondencia que fué de aquí, i ántes i de.?pues de la proelamacicn de Pierda, le ha escrito é.?te al coronel Gamacho, en lo,? térniincs ma.? satisfactorio.? para la Aliau7.,a, Estreclmvla para'llegar a! éxito de la guerra i proclamar en seguida la confederación perú-boliviana, e.? todo el pensamien­ to, tüdo el ideal del enérjicu Dictador del Perá. Nü es ütro el del Jeneral Montero. Siieflau ámbos, i esto que lo sé positivamente so lo comuni­ co a Gd, en reserva para evitar conjeturas i suposiciones siem­ pre lljeras, .sneñan ámbcs con la presidencia del Estado confederal, para lo qne el nno i el otro arnbiciou.au la gloria de la guerra, porque a ella está vinculada su aspiración. De aquí, que uno i otro nos prestan toda clase de deferencias, —Cierto 8.S, qne en lo jeneral, i entre aliado.? particularmente, nc existe esa armonía, i fraternidad qne debia ser tan natural como elocuente. Viendo las cosas por este lado, parece, en efecto, qne la Alianza ha conclnkio. El discurso del Dictador, publicado en los impresos que le remito, le probará que no me equivoco. H;icc ¡iccos dias qne el Jeneral Montero, a nna palabra del coronel Gamacho, hizo 11u préstamo de 2(I,0(K) soles plata a nuestra caja. Teníamcs ese dia dos soles i nos habríamos visto perdidos sin el oportuno ausilio de a(¡ucl. í este en momentos en qne también la comisaría de Arica c.?taba bien urjida. Tampoco bal motive para juzgar como una hostilidad el acantonamiento de nuestras tropas. Ante.? que Montero, lo proyectó el coronel Gamacho. Indudablemente nuestros soldados están mejor en el campo que aquí, miéntras lo,? de Arica respiran, pues habia tal aglo­ meración de jente en ese pequeño pueblo, i tal escasez i tales epiderni-a.?, que el ejercite se diezmaba.-Cierto es que estamos mal, pero no por el Perú, sino por Bclivia, qiue no.? abandona, que nos deja parecer, en tanto qíie ia guerra civil i esa mise­ rable i solapada ambición de todos contra todos, destroza el paí.?. I p,or fin, cómo regresar lioi dia, cuando e! enemigo se aproxima por Norte i Sur,—Auténticas son las noticias que reji.?tra el número de hoi de E l B o l e t is .— j\. ellos me refiero. ¡ — Daza cu Arequipa despreciado hasta del último muchacho. | Digna suerte del (lualazcho—hn que afiije es la política in­ i terna. De perfecto acuerdo con Ud., mui pocas esperanzas ten­ i go; i eso porque me anima la fe dei creyente, cn la salvación ' interna de! país, miéntras el verdadero pueblo uo se salve pnr ¡ sí mismo.—Eso no -solamente allije, mata ‘el corazón.— Acepto sn consejo, querido amigo, como que participo de sus propias ! ideas.— No me escuse sus cartas.—No tengo tiempo para ' mas...

Mui apreciado señor i amigo: Si no hnbi(«e recibido cu el correo que llegó aquí el 8 aviso de haberse recibido eu el Ministerio mi cornispondencia oficial del 28 de Dicicrabre i 8 de Enero próximo pasado, liabria creído que se hubieran desviado o acaso caído en poder del enemigo, con motivo del bloqueo do nuestros puertos dcl Sur i do los cruceras establecidos en el Norte; pero felizmente no ha sucedido nada i estoi contento de que mis oficios, i ,=in duda también mis carta.?, hayan llegado a .su poder. Supongo que por el próximo corree do pasado mañana tendré el honor de recibir ía primera carta de Ud. Doi cuenta oficial sobre la política interna i esterna de este país, así como lo hago emtodos los correos, para que Ud, sepa ■ (Reservada.) a qué atenerse de esta nuestra bendita aliada. Una vez qne pasado mañana llegue aquí el señor Jeneral Campero, hablaré La Paz, Marzo 18 de ISSO. con él i sabré lo qne hable coa otros (le su intimiiíad, con quienes estoi en relación, para trasmitirle algo qne no .sean Excmo. señor doctor don Nicolás de Piérol;!,—Lima. puras decepciones. -Mui apreciado señor i amigo: Entraré también en relación con sn novicio Secretario Jene­ Bi mi anterior fué bajo la penosa im¡)rcsion del dcscmbari¡ue ral doctor Cabrera, qne hasta aliora no me lia comunicado la de fuerza.? del enemigo en Paeoclia, esta es bajo la aun mas pe­ inauguración de su (jobieruo, i solo por insinaacione,? mias con nosa de ia guerra civil en este país desgraciado. amigos me ha remitido ¡a copia del oficio semi-carta de gabi­ Iloi a las 4 P. M. se ba consumado en esta ciudad la revo­ nete que (iice ha dirijido a ese Gobierno, porque aguardaba qne lución que contra el Gobierno del Jeneral Campero encabeza yo le oficiase con mis felicitaciones. el coronel Bilva a la cabeza de tres batidicnes qne sublevó cu Le incluyo copia de nna carta del Secretario privado dcl Viaoha, precisamente en los momento.? de marchar a Puno, coronel Caraacho, doctor Huachalla, al director de E l C omer ­ segun verá por los estenso.? oficios qne sobre el particular di­ cio de aquí, don César Sevilla, que de la niaiiera mas reservarijo a la respectiva ^Secretaría. El Jeneral Campero se ba diri-

186

GUERRA DEL PACIFICO,

jido a Oruro, seguu mo dijo momentos ántes del conflicto, con el objeto de ponerse a la cabeza de tres batallones que tiene allí para venir a debelar la rebellón. Contaba también con el Batallón Victoria, organizado aquí por el coronel Grauicr, que salió despue.s de haber cambiado unos pocos tiros; pero se dice que a poca distancia se ba defeccionado i dispersado. Eu los fuegos, que duraron sin objeto hasta mas dc las .5 P. M. parece, que no pasan de seis u ocho Las víctimas que bai que deplorar; i de pocas ha .sido una, an servidor, eu la casa del Cónsul Lizanraga contigua al cuartel dcl Victoria, a donde fui por ver de cerca la función, que por cierto me ha dejado decepcionado, por no haber visto un acto de valor i sí muchos de salvajismo. E l e.xajcradísimo valor boliviano, e,s sensible decirlo, parece qae no existe. Al favor de mi proceder circunspecto, de.sde luego he co­ menzado con el coronel Silva mis jestiones para que .si'iuicra dos batallones marchen a Puno, no tanto por lo que en ,sí val­ gan, sino por la fuerza moral qne nunca mas que ahora ])uedea darnos; abrigo alguna esperanza, particularmente por mis rela­ ciones de familia con el coronel Hmachalia, que ha sido el hé­ roe de la fiesta. Si consigo este propósito, iré con la fuerza a embarcarme en GhiÜlaya del 1.5 al 18; i en caso que nó, de todos modos iré para tomar en Puno ei tren del ]6, porqne teugo muchos i mui graves asuntos ijne no puedo poner en su conocimiento sino pcrsoualraente, como ya ie he indicado por mas de una vez, E! amigo Billinghurst sigue con entusiasmo en su importan­ te comi-sion, aunque quejoso de las autoridades locales, a quie­ nes hice de.stitiiir con el Jeneral Campero. A la fecha debe es­ tar eu Oruro, i allí se le reunirá el injeuiero jeneral Aíujía, a, quien procuraré hacerlo despa-cliar con el nuevo Gobierno. Concluyo ésta, que quizá llegue a ¡a vez que yo, para que por cualquiera eventualidad no carezca del conocimientc de cuanto ocurre en e.sta República, Su sincero amigo i servidor. J. .L. Quiñones.

(Reservada.) Tacna, Enero 28 de 1880. Señor doctor don Nicolás (.le Piérola,

Querido hijo: (Me permitirás que a pesar del rango que ocupas, siga tra­ tándote siempre con la franqueza i filial cariño que te he pro­ fesado, i eu e.?e concepto debes suponer que mi lenguaje será siempre el de la verdad pura i la imparcialidad con que debo hablar el padre al hijo.) Paitaría a mi deber sino te avisase un peligro grave que amenaza la ruptura dc la Alianza, o al ménos de sérios disgus­ tos en cl ejíírcico aliado, por la conducta inconsciento de algu­ nos jefes i oficiales pernauos. Voi, pues, a manife.starte varios hechos al parecer insignificante.», pero de grandes trascenden­ cias cuando ocurren con hombrea de poca calma i no miden las circunstancias: uno de ellos es cl que ocurrió conmigo en Tam­ bo i que fué preciso revestirme de toda la calma i moderación pcsib c a fin ce no ocasionar un conflicto. El comandante Corral Melgar, quo fné edecán de Prado i hoi es Sub-prefecto de Mo­ liendo, no cesa sus invectiva.? contra el ejército boliviano, i cuantas veces puede hacer un mal manifestando su odio pro­ fundo a mis compatriotas, lo hace sin miramiento a cla.?e ni coudicioii; a raí (¡uiso raandarrae amarrar en la punta de Tam­ bo bajo el ridículo prete.»to de que no llevaba pasaporte, siendo así que me co'.iocia bastante. Ei ejércit:) peruano no hace absolutamente los honores de ordenanza a los jefes i oficiales de nue,?tro ejército a quienes miran con el ma? alto desprecio, siendo así que nosotros hemo.s dado repetida.? órdenes jenerales para que, tanto en for­ mación como fuera dc ella, ,»e hagan los honores i saludos de ordenanza alúltimó oficial dcJ ejército peruano; esto parece insiguificante, pero comprenderás que e? (Ie alta trascendencia en la Kn.?cei>tibiiidad de mis paisanos que miran la cosa como un acto hostil estudiado contra ellos; lo.s jefes (¡ue comprende­ mos el mal que veiidri,? dc continuar esta conducta, no dos F. S.—Acaban de avisarme que el coronel Silva asume elcan.samo.? de desimpresionar a nue.?tros militares a este re.scarácter de Dictador, tcstual—que quiere hacer cuanto Ud, pccto, i mañiuia mismo voi a. ver a Montero para que dicte hace. una orden jeneral, a fin dc que estando como estamos reunidos Me ha escrito uua cartita protestando su adhesión a la Alian­ con lo.? peruanos en los campamentos i plazas, se cúmplalo za i pidiéndome una conferencia para arreglar el euvío de fuer­ que manda la ordenanza en ju.sta represalia a lo que nosotros zas. observamo», para que no se repita lo quo por estas causas Q u iñ o n e s . ocurrió en San Pranci.?co, i quizá no estaría de mas que tú des­ de allá dictaras una órden jeneral al respecto, a fin do que la Alianza no sufra el mas pequeño menoscabo, que por nucstr.a La Paz, Mono 13 de 1S80. parte debes estar seguro que ella no sufrirá la mas mínima al­ Excmo. señor don Nicolás de Piérola.—Lima. teración. Saluda afectuosamente a doña Je.»us, Emilio i el resto de la Mui apreciado señor i amigo: familia a nombre do tu afecto i viejo amigo, seguro servidor. Ayer escribí a Ud. mui apenado por la situación de este país, i hoi tengo el gusto de dirijirle ésta, lleno de las mas lejítimas J uan J o sé F e k e z . e.speranzas, porqne he conseguido que el corouel Silva se haya comprometido^ a- mandar lo.s tre.» batalloue.» que le obedecen, seguu verá Ud. por mi oficio de la fecha. I digo esperanza.», sin embargo dcl formal compromiso, porque nadie cree quo pueda desprenderse de un .solo hombro, tanto por la rc.si,»tcuc¡a Cartas a P iérola sobre la guerra, arm am entos, em ­ que bai casi en todos los jefes, oficiales i tropa, cuanto porque picados
CCXXYllL

J. L. Quiñones.

I nos acababa, i cambiar el curso de los acontecimientos, llevan-

DOCUMENTOS INÉDITOS.

1 i

"i i

i

"i 'l

y y y w

137

Le he conte.stadc, qne me esprese cuántas pulgadas tiene de(io al país al puerto de salvación (jne deseamos. La empresa e.s grande, difici ísima i erizada de e.spinas; pero también es digna blindaje, cuántos años de servicio, la fuerza de sus maquina­ de un hombre qne tiene las ideas católicas de Ud., que son )a.s ria.?, en qué puerto puede .ser examinado por nuestros perito.?, únicas qne pueden salvar a la humanidad entera de las calami­ sn valor aproximado i la persona con quien se ha de contratar. He dado aviso al señor Coyeneclie, quien me ha manife.?tadades que pesau subre ella. Ya sabe Ud,, amigol qne yo sci partidario acérrimo i cada do el vivo deseo de que la respuesta de Aparicio sea favorable dia mas ccnvcncido de e.saa ideas, i esto es decirle que me ad­ para mandar practicar el reconocimiento por les señores Muñoz hiero completamente a su elevación al poder, i qne quedo i Delboy. He ofrecido mis servicios para celebrar las bases del haciendo votos al cielo porque Ud. sea el salvador (íe nuíistro contrato, si el buque e.? bueno i puede comprarse. infortunado país. Miéntras tanto continúan ks dilijencia,? rara la compra do En enante a mí, nada tengo qne decirle sobre el modo como tres blindado,? pertenecientes a la Turquía. He oido decir que |ie servido al país basta hoi. Lo he hecho solo por el país i esos buques sen de las condicione.? del Jltiásm r, mandados para el país, sin pretender ninguno de los puestos que ocupo, construir por Chile, quien por uc haberlos podido pagar, per­ i los (}ue tan luego que sepa oficialmente cl (íambio de réjimen mitió (¡ue los vendieran al sultán. i Gobieruo (|uc se ha realizado, pendré ala disposición de Ud. Creo que no debe comprarse niiignnc que no sea superior o a fin de que. con toda libertad, dé a otras person.as qne quizas igual, cuando méiio.? al GocJiraiie o al fUanco Encalada. Esta sirvan mejor al país. Operación está algo entorpecida pcríjnc miéntras lo.? ajenies de Esto no es negarle a Ud. ni al país mis servicios; es obrar Goyeneche trataban el negocio, hacían lo mismo los ajentes con la lealtad qne acostumbro en todo i conforme también cou del señor Plilnker, i uno.? i otros haciaii oposición i competen­ los usos diplomático.?. Repito que soi partidario de las ideas cia. Se trata de salvar esta dificultad. La poca discreción de de Ud., i por consiguiente, como su amigo i como peruano, no la prensa de Lima, qne publicó el objeto de la venida de Fhlnme negaré jamás a servir al país i a Ud. en todo lo qne me sea leer hace mucho daño, porque se halla mui espiado por los chi­ digno i útil. lenos. Et amigo Bogardns, con quien he estado en crinstante trato CiiÉDiTO E.STEKNO.-Primero por los telegramas 1 por el aquí, i que me íia ayudado mucho en todo lo que he deseado hacer, dirá a Ud. mi modo do pen.sar .sobre cuanto ¡jasa aquí. presente correo sabrás el arreglo hecho ¡lor los señores Goye­ A él me refiero eu todo, i él le hará a Ud. tocar con el dedo neche i Rosas. La redacción deja rauolio que desear; en mi las dificultades (¡no nos rodean, i lo (¡ue habria que iiaeer para concepto se hace notar la falta do intervención de nn abogado remediarlas i lograr los poderosos elementos que de aquí se peruano, para aclarar el sentido de ciertas cláu,?ulas. A posar da haberme ofrecido al .señor Goyeneclie hace tiempo i de vivir pueden sacar on pro de la santa causa (¡ne defendemos. En fin, mi amigo, en otra carta seré mas esplícitc i me es­ ahina cuadra de distancia, no se acordó o no quiso acordarse tenderé mas. Hoi solo quiero felicitar a Ud, por k confianza de raí. Le bastaba el ausilio de uu médico. La negociación habria sido mejor, si se hubiera hecho ántes que han depo.?itado los pueblos en su,? manos. Así lo felicito también por el tino con que haelejido Ud. su primer gabinete, de la ocupación de Iquique i Tarapacá. Ko sé como esplique )iies los .hombres que lo forman son personas que dau al paí.? el señor Rosas la tardanza desde cl 12 de Noviembre en quo as garaurías que solo se hallan en la moral, cl saber i la honra­ llegó a Paris hasta el 11 de Enero, i ménos el señor Araníbar, I a quien se le sometió el proyecto de los Bondliolders, de.?(le dez que caracteriza a esos señores. Que Dios ilumine i proteja a todos para que ell()s i Ud. sal­ I Junio. ven nuestra amada patria. ' A propósito de este caballero, mejor hubiera sido qne no Dígnese Ud. recibir todos estos sentimiento.? como la espre­ 1 hubiera venido a Europa; porque sus maneras groseras i falta sion do sincera amistad con que soi de Ud. afectísimo amigo i : do circunspección desacreditan al Perú, Los que lo han trasegnro .servidor Q. B. S. M. I tado dicen que no saben cómo ha podido ser Procurador Jei neral de la República, lo cual manifiesta el atraso en qne se JüA X M. 1)7! Goyeneche. . encuentra el p.aís. Concurre < a este mal concepto, la opinión ! espresada en sn memoria, de que cl Perú,no estaba obligado a ' pagar intereses el 1. ° de Enero de 187Í) i los snbterfujio.? (¡ue Parts, Enero 10 ek ISSO, lia empleado con el Comité Internacional, cuando le fué presen­ tada. la propuesta que ba servido de base a la negomcion. Señor don Nicolás de Piérola. El señor Suarez me ha dicho qne ahora dias se vió en el Mi querido Nicolás; Por telegramas henjo? sabido la vergonzosa fuga del Jeneral tribunal la causa de Chavez con don Enrique Perla, sobre k Prado i que tú liabias ,?ido proclamado Dictador por los pue­ sucesión (le Gnrdillo, El abogado Ciiavez, ha objetado el mé­ blos i por el ejército, halliíndote, en consecuencia, ejerciernío la rito probatorio de unos documentos presentados por Perla, suprema majistratnra de la República. Te doi cl pésame; por­ para acreditar su entroncamioiito con Gordillo, i dijo; “seño­ que los altos puesto.? no ofrecen de pronto sino inípiietnrles, res, me ba.?ta el testimonio del Procurador .Ieneral de la Repú­ calumnias i enemistades; pero felicito a la Nación, poríjue está blica del Perú, quien me ha dicho (¡ne en cl Perú e.so.s docu­ gobernada por nn liombre qne reúne los dones de intelijencia, mento.? .?c pueden adquirir cou cuatro francos.” ¿Puede dar.se patriotismo, moralidad i fortaleza de e.?p(ritn, con que ía Pro­ una cosa mas inaudita, que nn fiscal contribuya a la infamia de videncia te ha favorecido, lias emprendido el camino del sn país? Calvario, entre espinas i abrojos, aclamado por nn pueblo de­ Anteayer e.stnvo el señor Goyeneche donde el Mini.stro de sesperado por la mala política de .sus goberuante.?, cn las Relaciones Esteriores, a decirle el arreglo qne habia hecho con circunstancias mas graves i complicadas, en que jamás se ha los acreedores i que esperaba que el Gobierno apoyaría el con­ encontrado el Perú; pero tienes la suma del poder, fe eii cl trato, en obsequio a la justicia del Perú i a los intereses de los porvenir, áninm i coustaucia para luchar i vencer toda clase de súbditos franceses. Le contestó: “Esa es nna cuestión algo gra­ übstácnlos, hasta ver a nuestra patria salva de sus enemigos ve i la estudiaré: me parece bien qne al fin cl Gobierno perua­ estraujeros i rejenerada en el interior. Dio.? proteja tns buenas no haya pensado en sns acreedora?; pero me parece quo ha intenciones. obrado demasiado tarde. La conducta del Perú le ha concitado Ve si puedo serte útil para coadyuvar, en cuanto lo permitan la antipatía do sns acreedores i creo que si hubiera llenado mi.? limitada,? aptitudes, a la reforma de nuestro paí.?, bien con­ ántes sus compromisos, talvez se habria evitado la guerra.” Es tinuando en Europa en la inspección fiscal o en cualquiera otro irobable que los ccmisicnados te instruyan esten.samente .sobre cargo, o en el Perú. De todos modos, estoi a tus órdenes, i si as dificultades que ofrece el Oomité Russell, porque los chi­ lio (dispones otra cosa, saldré para el Callao el 6 de IMayo lenos han ofrecido pagar la deuda peruana .?iii rebaja, si se próximo. quedan con el giniiic 1 el salitre; pero habiéndose adherido al B lin d a d o s .— Hoi he recibido carta de nuestro Cónsul Jene­ cmitrato de París, los comitées de Réljioa i Holanda, creo que ral en Portugal don 6. Aparicio Alvarado, diclóndnme que ha tendrán que ceder al imperio de k mayoría. coinseguido quien le ofrezca varios buques de guerra, de hierre, Por telegramas sabemos la revolución de Bolivia i la especie de primer órden, i un acorazado de ocho cañones de grueso de traición hecha por aquel ejército. Si es así, creo que tn Go­ calibre, de 3,000 Icneladas do rejistro, de 12 a M millas por I bierno .?e halla mas libre de compromisos para celebrar la paz hora, i (jue el negociante se compromete a entregarlo en el con Chile, reconociéndole su derecho sobre Antofagasta i dán­ Callao, SI se quiere. dole algo por indemnización de guerra-, a fin de que evacúen T omo

iv

.~ 1 8

188

GUERRA DEL PACÍFICO.

Loildon, Mano 1, ® de 1880. nuestro territorio i darnos lugar a reparar tantas pérdidas i atender al mogreso interno de la República. La interdicciou comercial decretada contra Chile por el Je ­ Señor don Nicolás da Piérola, neral La-Puerta, no.s hace mas daño que al mismo Chile; por­ Qnei'ido amigo: que nos atrae la antipatía del comercio estranjero i encarece Auu cuando al vapor no me ha traido carta de Ud. i ni si­ los artículos que necesitamos. quiera L a Fatu ta, yo no (juiero dejar pasar uno solo, sin rePongo fin a esta carta para no distraer por mas tiempo tu i cordarle quo todavía vivo, i que mi situación no cambia, sino atención, repitiéndome con Jesús i mis hijos, tu mui amante tío. empeora. Mui ocupado deba de estar Ud.; pero In necesi­ dad carece do lei, i rae fuerza a importunarle, pidiéndole SmoH tí, P aredes. que ponga término al inicuo juicio que hasta hoi auo.siste, to­ mando en vano contra mí el nombre de la República. Esta demanda ol servicio de todos .sus hijos; pero eu manera alguna Hamburgo, Febrero 4 de ISSO. puede exijir a ninguno de ellos qne comsienta en ser infamado Señor dou Nicolás de Piéroln, Presidente de la llepública de! i deshonrado, pon]ue así lo quisieron los falsificadores de todo Perú.—Lima. i los ladrones del fisco. Mas de siete años hace que no se me ])uga lo que yo di prestado, contrayendo deudas personales Excrao, .señor: que he teoido que pagar con ocho voces mas el monto de su Refiriéndome a mi carta de 31 dsl pasado, via Southampton, valor; i no es jinsto ni equitativo que se prolongue indefinida­ me tomo la libertad do comunicar a. V. ,8. lo siguiente: mente mi .suplicio. Ud. sabe que en esto.? mundos nadie presta 1. ® Loa chilenos han comprado de nuevo eu Binniiigham su dinero, sino con buenas ganancias i saneadas garantías; i una cantidad fuerte de fusila» Sv.stem Inoider; i yo, ui puedo ofrecer las primeras, ui tongo como dar las se­ 2. ° Eu este instante está eu la embocadura del rio Elbe, de gunda.?. De.?eo irme cuanto ántes; pero no quiero irme sin pa­ aquí, el vapor inéés Kidder Castie para completar su carga­ gar lo que debo i siu que el juicio termine. mento cou muiiieiou, lo que puedo sor de ínteres para el Su­ Que Dios conserve su salud i le dé acierto en todo, desea premo Gobierno, para los fines consiguientes. Por motivo de mui .siiicerameiito su adicto amigo. eetnr en relaciones mni inmediatas por conducto do mi herma­ D, Ruao. no aquí con los princijiales ajentes de armas i materiales do guerra, i tener él mismo la ropreseiitacion de una fábrica fuer­ te de armas eu Lieje, me pone eu condicione.? de e.?tar mui al Faris, Marzo 1. ® de 1880, corriente de todo lo quo pase eu chfse de contratas i compras da armas, ndvirtieudo a V. S. que se pueden comprar actual­ mente, mui b.arato, baterías de Krupp en Munich, así como ar­ Excmo, .señor don Nicolás do Piéi’oia, mas; pero sí es natural que solamente por conducto de un Mi.í uerido Nicolás: ájente p.arlicuiar, pues presentándose un encargado del Go­ A pesar de que siento mucho distraer tu atención, justabierno, piden acto continuo precios altos. Igualmente puedo riieute preocupada en lo.? negocios da la política, espero disi­ ofrecer a V. 8. metrailleuaes de montaña de Béljica, a propó­ mularás ia piustíiiie. sito para fácil trasporto, así como cartuchos pare armas de Como te anuncié en mi anterior de 15 de Enero, nuestro guerra, paralas cuales tenernos taoibien una fábrica especial Oónsul Jeneral en Portugal me e,?oribió a cerca do las probabi­ en la Béijica, la que tiene fuertes contrates para la China, por lidades do conseguir dos bliiniados capaces do competir cou conducto de mi hermano, los de (Jhile. Ultimamente me ha escrito que no pueden con­ Ko entro en mas pormenores, por no camnir a V. S., pero sí seguirse cou ias coiuiicioues roipieridas; pero t ne uiio.s arma­ repito que V. S. encontrará en mí un fiel servidor que desea dores ofroceii ocnstruivlo.? deutm del término ( e ocho meaee. ser útii a su país. Pul con este inotivo donde el Miniatro Sauz, quien me con­ J si V. S. lo halla por convenieute, puede ocuparme con la testó que no tenia dinero ni instrucciones i qne el señor Cane­ mayor confianza, i me será una satisfacción de poder dar prue­ varo debia tener feiidoe. No he ¡jodido hablar con esto señor, bas a V, S, qne trata con una persona honrada que desea ser­ pon ue está en Florencia; pero debe venir do un dia a otro. vir al país. Mi Idjo Demetrio i el jóven don O.svaldo Carreño, fueron lluego a V, B, perdone rais importunidades i siemiue a su» nombrados, ahora mas de dos año.?, adjuntos ud huorera do la órdenes, me cabe la satisfacción da suscribirme de V. S, su mui Legación dei Perú en Francia, cou obligación de servir diariaatento servidor, Q, D. G. I mente en la oficina, como lo han hecho. Mi hijo quiso dímpuea B ernardo B lsc iier .

La presente carta se la remitirá a V, S, el señor don Agustin Hurtado, mui amigo mió.

Bruselas, Febrero IS de ISSO. Excmo. señor don Nicolás de Piérolas Jefe Supremo del Pe­ rú.—Lima, Mui estimado i querido señor: Saludo i bendigo ia elevación de Ud. al mando snpremo de su patria; celebro el cristiano discernimiento de que ha dado prueba, en mmiieiitos t,an críticos, ei católico pueblo pernano; 1 hago fervientes votos imrquo Dio.? Nuestro Señor, quien nun­ ca abandona a los fjue eu K! ,?e coufiau, acuerdo a Ud, la ple­ nitud de sus dones i todo el acierto que, eu circunstancias tan escabrosas, se necesita para conducir ia nave del Estado i pre­ parar al Porú dias de gloria. Reciba, querido señor, esta cordial manifestación de mis sentimientos en te.?timf)iiir) dol particular aprecio que le profe­ so i de-la mui grata memoria quo conservo de la noble acojida que me hizo el pueblo de Lima. De Ud. mni adicto .servidor. t S e r a f ín , Aríobispo

Kisa.

i sueldo; pero yo le observó que la.? circunstancias de la gnerra no me pennitian interesarme cou el Gobierno; pero Carre­ ño fué mas audaz i con.?iguió el nombramiento de Canciller de la Legación con el haber de 100 soles. De aquí ha resultado que Demetrio está sirviendo .sin sueldo, teniendo como tiene mejores aptitudes que Carreño. Como esto nn es justo, i como los servicios de Demetrio sou necesario.?, te ruego le asigne.? el sueldo de lüü soles meusuales, con la obligación da desempa­ ñarlos en ámbas legaciones de Francia o Inglaterra como el señor Sanz. El regla-mento diplomático de! año de ItíSO Je señala 50 soles; ¡jaro eu 30 años trascurridos, Paris ha tripli­ cado Sil valores. Estoi eu coiillictos con motivo de mi regreso. Si lo verifico el G do Mayo, como lo tongo pensado, mooa¡jongo a ser prisiqnero de los cliilenos, quiono.? parecen haber establecido cruoa103 en la costa, i mo pueden 6?tr.aer con la familia, del vapor, como lo han hecho cou el doutor Corral i otros. Si me quedo, teugo quo consumir los fondoa reservados para mi viaje, i no tendré como regresar. Solo tú me puedes salvar de este atraso, nombrándome inspector fiscal, o cualquiera otra colocaciqu, i I en el último caso, di.sponiendo m o me conceda una licencia j con el sueldo qne disfruto como .íeneral cesante. En el vapor del 5 del preseute mandaré mi solicitud pidieudo ¡icenoia. Con los finos recuerdos de Jesús para ti, mi sobrina i tus hijos, reciban ámbos ios de ta afeclísirao tio. Simón G. P arede3,

' íi

DOCUMENTOS ÉDINITOS.

■V

Vmalks, Marzo 1. ® de 1880, Señor don Nicolás de Piérola, Presidenta del Perú.

■p.

>

M hí soñor mió; A peaur de no conocer a Ud. personalmente, oreo da mi de­ ber, como subdita peruana, Imcoiie saber que tiene Ud. eu mí una amiga mui decidida. Felicito a Ud. por el alto puesto en que se llalla hoi dia, i todo pernaiio que amo la pvosperidail do­ na de regocijarse i ayudar a Ud. a sacar de la kmentaWc ailnaoion en que iics encontramus, situación difícil para un otroijue no sienta en sn corazcn el deseo do salvar nuestra situación actual; sí, soñor, es Ud. el solo, el único que podrá levantar­ nos: el único que le hará volver su crédito abatido i humillado. El estranjero nos desprecia; áutes, ol ser peruana, era una glo­ ria, hoi dia as nna hiimillacioii; no tenemos crédito, no seguiré adelante. Hoi dia loa que se ven dueños de grandes fortunas, por favoritismo, son los hombres oscnvos, i sin otro lunto de vista, que es catetizar nuestro país, para tiranizar a os otros. No puedo, señor mió, dejar de hacerle presente que hci dia .se hallan aquí' loa era deadca de la inspección fiscal sin tener cdmc vivir, han empeñado cnniito han tenido, los amenazan de po­ nerlos en k cárcel, nadie les quiere prestar, i el .señor inspectcr se ve con las manos atadas, porque liace cuatro meses qne iiü tiene un centavo; este es vergoirzosc; ol señor Canevaro, qno lio demiiestr,a ser humano, solía negado a dar fondos, teniendo 150,000 libras del Estado. En este momento vengo ye de reciliiv nna letra por los inte­ reses que mo prcduco el cortísimo capital qno me queda para vivir, i viendo la gran pérdida que ae recibe por el cambio lan desfavorable, ks lágrimas so han venido a mis ojos sin pcdevlaa contener; no me slcanza ya lo qno recibo para vivir, i a quién clamar sino a Ud.; el señcr den Luis 11. Cisneros es mi apo­ derado, lluego a Ud. remedio mi situación, i que yo no mo perjudique tanto. El .señor don Luis .9. Gisneros me manila cada tres meses recursos, i si Ud. se impone do lo quo tungo rara vivir, se compadecerá de mi .situación, la que no liará moestar a Ud. a liu que yo reciba aquí mas cantidad. La ruege me dé Ud. uua contestación para tranquilizanne. Sírvase Ud. saludar a la señora, para quien mi nombro no es dosconocido, por toda claso do atnnoionos i «iiidadoa quo presté a su señor padro ilcii Joaquin iLurvide, en su desgracia, tanto en Iluámicc como en Bolivia, lo qno mo fué mui .satis­ factorio. í Ud. reciba la mas sincera amistad do su afoetísima amiga i segura servidora. M moeuks G. y , he V i l l .a m il .

y

139

de V, E., pero ea ménos enemigo que los anteriores; por k ^ ménos, no lia deseado se corto k cabeza de V. K. i me parece que su lójica podria ser mas útil aijuí quo eu Lima; en esto V, E, sabrá lo que debe hacer. Si nos fijamos en k inapeooioti íi-scal, se notará claramente qiia necesita una roforina radicid; don Liiic ocii la vejez ha venido inaniátioo, sus charlas, ios panejíricos que hace en sn propio elojio, tocan en ridículo. ¿Qué iiniiortaucia, qué rospetahilidad jmeda inspirar un jefe qne casi aiorapre está alceholizadü? El lia puesto ompleades cnaiulo ha sido de su beneplá­ cito sin (pío lei alguna lo autorice. Eu fin, como nn placer escita al otro, La Barrera, i sn cajero García resolvieron dejar a las mujeres en Paris, en sus respectiva.? casas, i residir en Lóndres con mas libertad. Uiiautas anécdota.? tiene (pío con­ tar La Barrera: ya que una chiquilla, al acariciarlo, leeatrajo an cartera con mas de 600 franco.?, etc., etc., etc. García, ménos afortunado quo sn jefe, tiene hoi que pagar sus orjías en una cárcel. El reglamento disponia de un jefe i ciiaíro empleados, La Barrera tenia sois, qne oran: uu venezolano Morales (suel­ do qne debia disfrutar un peruano), García (hoi reemplazado por Vegas), Carrillo (poco laborioso), lliglos (¡d.), Garría León 1 La Fuente como secretarios, todo el mérito de n.ste señor creo qno consiste eu haber sido crciiista del periódico E l CoMEllClO.

Hablando a V. E. ccii entera franqueza, jamás ha estado mejor servida la iiiapoccion rpie en liempc de don Toribio Sauz; este hombro sério i laborioso inqionia a todo.s sn.s res re­ tos; sn.s cuatro empleados: Zevallos (.secretario). García, zVil on i Carrillo trabajaban con estricta regularidaií sin que jamás hubiese retardo en ol despaclio. Si Sauz fuese oncargadc da la insiieccloii, yo aconsejarla a V. E. no ponerlo secretario, puesto qne Sana redacta sus notas, i sus decisiones sun rodas; eonvendria mejcr ponerle nn intér­ prete traductor, puesto qno Sauz no posee el inglés; si la inspeceicii continúa con les jiagc.s eu Europa, necesario será que tengan un cciitadcr, nu calígrafo i dos amamieii.sos; seria un larsonal suficiente, ocupando siempre, en cnanto sea posible, a I os peruanos licnrados quo existan aquí, a fin de ecunomizar ol viaje del Ferú a Europa. ! Inútil me parece hablar a V, E. do los .señorea Araníbar i I AHliaii?, juies es notcvio que mas es el tiempo qne han perdido : qno lo biiBiic (pie iiau hecho. Tampoco puedo abusar de la paciencia do V. K., así es que, no mo será posible tratarle de todos los arreglos, traiisaccicnes, etc., etc., (¡ue ha ejeentado la Comisicn Fiscal un sns diferentes épocas i pei’.souajüs de tpie lia sido cumpuesia. Espere hacerlo eu otra ocasiun. lluego a V. E. sa persuada de que mi ánimo nu ha sido otro que informar a V. E., de nn modo bastante claro, cuanto por aquí ocurra para sn mejor ilnslracioii. Tengo el honor de suscribirme de V, E. mui adiete i obse­ cuente servidor, E,xomo. señor.

'\rris, Marzo 14 de 18S1. Señor Excmo: Hace años que motives políticos mo obligaron a vonir a esto 11.SM0N González. país, i corno americano, grato me ha sido tenor relaeionoa con los que profesan mi relijiou, iilioma i costumbres; con cal mo­ tivo be tenido ocasión de conocer a machos peruanos, i aunque no persniiaimeiite a V. E.; pero la.s noticias que de sn carácter público, la constancia qne ha observado eu sus decisiones patriétioas i demas cualidades (jne le udmiian, han motivadc en Carta dcl capltiui P etrie do la Coiiumñfa Inglesa de Tuiiores ul Hictadur Piérola. mí alguna afección a la jiorsoiia do V. E. Estas consideracicmes, i la do habor visitado el Feni, me han movido a hacerle algu­ Aucon, Miit/o S de 1880. nas indicaciones por si pudiesen serle útiles. Uno de los mas importantes a.santos en (pie debo fijar V. E. Excmo. sofior don Nicchus da Piérda, Jefe Supremo.—Lima. B11 atención, es en los per.sonajes (jne rejíresentun al jiaís en estos lugares, ellos están llaniadoa a inspirar confianza, ilustrar Excinc, señor; la prensa, en fin, dar jirestijio al país; mas no lo Imcen. En Cor. profundo santiinieiitc tengo que anunciar a V. E, qne Inglaterra tiene V, E. a Ihviikl; el qne jn-omovié el juicio do no rae ha sido piosible traer absolutamente nada ccnmigo en residencia por ,su cargo de Ministro, el qua mas luego pro- j esta ocasión, a cciisecuencia de la hostilidad por parte del se­ puso sa declarasfl a V. E. fuera del amparo do las loyea; et ñor Farode.s, ajenie de la Compañía de Vapores an Panamá, autor de! contrato Raphaol, come director i consejero de Era- , Habia aillo arreglado para qne, entrada la noche, todo se em­ do i relacicnado de Farde, i que como Ministro nada impor­ barcara en una lancha i atracara al costado a ose de ks 11 tante ha lioolio. En Francia ostá su competidor en ks elecciones ; P. M. Jura diputado por Arequipa; su principal misicn ea dar pábu- i Filé cargada i dejó el muelle del ferrucarril, pero inmediata­ o a su orgullo, exhibiere en todas artes con los boriladca i ; mente filé seguida por el señor Paredes, acnmpiiñade por un cruces do nobleza aristocrátioa, siamoasí qne repreaonta un ; sujeto mili parecido al Cónsul chileno, en la liuiclia a vapor de país democrático. V. E. sabe mni bien qne k fortuna no da 1 la Compañía, habiendo teniilc conocimiento ellos de su carguío ciencia i qne Goyeneche jamás ha tenido reputación da jnris- , por esjiías apostados por el señor Paredes para asecharla. consulto, ni diplomático, ni ha sido jamás acreedor a puestos | Atracaron al costado del buque a ks 11 P. M. i permanecie­ en donde deben figurar hombres de Estado de notoria capaci­ ron ahí hasta ks 5 de k mañana .siguiente, no queriendo dad. En Italia tiene V. E, a Luciano, que no ea mni amigo irse hasta que preaeuoiarou mi salida poco despnes de esa hora,

CCXXÍX

y

te f

140

GUERRA DEL PACÍFICO.

El señor Bust, ájente de la Compañía del ferrocarril, estu­ vo a bordo conmigo todo ei tiempo, aguardando una oportuni­ dad pata remolcarla al costado, pero todo fué en vano. Le su­ pliqué que remolcara la lancha a la isla de Taboga, pero contesté que eso seria mas de lo que su posición valia; de ma­ nera que tuvimos que abaudonarla. Yo escribí al coronel Larrafiaga avisándole del mal éxito de la empresa, proponiéndole lo conveniente que seria fletar una nave pequeña i aun dos i f|ue dejaran el fondeadero ántes de nuestro próximo arribo, i que despue.s de dos o tres dias se reunieran en ia isla de Bona, donde yo puedo pasar, embarcar­ los i cargar con todo sin que nadie se aperciba. Si hace esto, estoi seguro de traer todo para acá, i espero que así lo hará. Nuestro mal éxito ha sido raui desagradable para mí porque

habia repartido entre las diversas personas .3,000 pesos i estaban preparado,? para hacer todo lo que yo les exijiera. Pero para la próxima vez servirá. Espero, con el debido respeto, que V. E, se servirá ordenar que esa suma me sea reembolsada. El Cónsul .Teneral no tenia fondos, pero mo dió una letra contra el Gobierno, i como yo uo he alcanzado a ganar tanto, tengo cl honor de entregarla a las manos de V. E. para que haga lo que estime oouveniente. El juéves próximo zarparemos nuevamente para Panamá, i creo qne V, B, podrá contar comiiigo para traerle la carga i entregarla sin novedad en sus puertos. Tengo el honor de suscribirme de V. E, su humilde servidor. P. H, P ktrie ,

'•■te

"te: \

" '1 /'Y4 .'N'

te...

CAPÍTULO

Y-

SUMARIO —I Caita imícUta (k dou Patricio Lvncli lü Prssidfiite .Aníbal Pinto, en Junio de 15S0, lefcicnte a la espedicioti ul Norte del Pera.—II. Comenci.m iutevnaeional de aibitiaje celebrada cutre Chile i Colombia, circulara la.i naciones americanas i conte.staciancs de dichos gobiernas.-III. Des­ confianzas entre el Perú i Boirria; importante nota del Jeneral en Jefe del ejército de .Arequipa al Mimstrc de la Kaerra.-IV. Manifiesto del Jeneral Jlüarion Darla a sns conciudadanos.—V. Lu tírce:m OMVadoil de Mo:iiisev.a; telegramas, partea oficiales ohikuos i peruanos, i nómina de les valores percibidos per contribución dc guerra.-VI. Cerrcsnonriencia.a L.t ParsiA de Valparaíso i versión peruana de esta espcdicion.—VIL Comuíadoy,w.ral del Meni « Pammá: jiro a favor del .«nscriutendaiite dcl ferrocarril da Panamá, por servicios prestados al Perú; protección oticia! det (iobierno de Ouawraala en apoyo del Perú; i notas cambiadas con motivo de la presencia dei Aimeorias en Panamá.—VIII. Partes oficiales de la captara de un pailebot peruano i de otrus operaciones (le la escuadra chilena cu el Qalku.—IX. Clausura de la Convención .Nacknal dc Ikiivia: discursos, proclamas i decreto.-X. la . Ugacloa dd Perú tn ias Rem'Akai dd Piala da cucnla de la llegada i recibimiento en Buenos Aires del doctor -Sacaz Peía i pide su ascenso a c.oroncl.—X I,— Circular al Cuerpo Diplumático i Consular de Chile en el eslraniero desmintiendo las crdniunias de los abados.—XII. L.a situación del Perú a fines de ISSO; abu.so dcl rancho a b? tropas peruanas.—X III. Oünférfsms de adición a las instrucciones dadas a loa plenipotenciarios peruanos i término de las cc.nl'erencias.-XIV. Oircnlarea del Gobierno del Perú a los ajentes diplomáticos i cancillerías amigas, rela­ tivas a las conferencias de Arica,—XV. C.ürcnlar, laaniñesto i proclama del Gobierno de Bolivia sobre las conferencias de Aricíu—XVI. Circulares del Gobierno de Chile a los ministros cstranicros i Cuerpo Diplomático acreditado en Cbile sobre las misraas conferencias,—XVII. Correspondencias a Li PiTRUiüm-rox N.í C10Kal, - X V llI Sentencia dada por el Consejo de Guerra de Oficiales Jenerales en el prcccsa seguido al capitán de fragata don Ignacio Luis Gana.—XIX. Caíiones i aruk» dcla República Arjenliua para Bolivia.—XX. Nktas eimbiadas entre el Presidente de la Cruz Roja dcl Perú i el Iníender.ie Jcncrat del Eiéreito.—XXI. Ncmbraieiento, inslruceiones i proclama del Jefe político i militar de Arequipa; dec.rotos del Co­ mandante en Jefe de! ejército del Sur.—X X II Santo, seña i cor,Irascua dada al ejército peruano en Lim-a, por cl Sstado Mayor Jeneral, en Setiembre de 1880.-XX11I. Editoriales.

I. h,.,-

Cftrta ia éd lta dc don P atricio Lynch al P resid en te Aaihal Pinto, en Junio de 1880, referente a la espedición aliVorte dcl P erú (1). te-Iquiqua, Jum o 20 de 1880.

ta Señor don Aníbal Pinto.

o fe ,

C te^ w ta*

w

o o o

Querido Aníbal: Mi idea sobre una pronta cspedicion a la costa Norte del Perú es de fácil realización i ia supongo de mui imlortantos consecuencias para las operaciones definitivas de a guerra. En la actual situación do las partes beiijerantes, solo dos soluciones se divisan sin la paz: o marchamos sobre Lima con el grueso de nuestro ejército, o nos quedamos en siatu quo, En el primer caso, nuestro ejército encontraria concen­ trados en Lima o on sus alrededores todas las fuerzas de que dispone el Perú, haciendo mas difícil la espodicion. Si sucediera lo segundo, hendríamos: 1, ® Que sa prolongarla indefinidamente la guerra; 2, ® Que la continuación, también indefinicl,a, deí blo­ queo del Callao.a consecuencia de la prolongación de las hostilidades, destruirla nuestra escuadra hasta inucilizarla; 3, ® Que durante este tiempo no causaríamos al ene-1 migo mayores daños de los que basta aquí ha sufrido,, alojando, de consiguiente, las probabilidades do paz, de.sde ' que uo habria una nueva causa quo determinara al Perú ¡ a pedirla, i 4 ® Que el espíritu público i el del ejército no encontrarian en nuestro país por el tiempo del statu q-w, nada que los alimentara, libertándolos del fastidio e indisci­ plina que naturalmente produce una paralización seme­ jante. Para allanar estos inconvenientes, sea que se pienso en la ida a Lima o en ol statu quo, creo que bastaría con ¡a | realización de mi proyecto., l

Mi idea en globo se reduce a marchar con una división lijera, compuesta de cuatro batallones do infantería, una batería de artil'eria de montaña i un escuadrón de caba­ llería a operar diversos desembarques en la costa, al Sur i Norte dol Callao. Esos desembarques tendrán por objeto: 1. ® Distraer las fuerzas concentradas en Lima, lla­ mándole ¡a atención a distintos puntos; 2. ® Imponer contribuciones de guerra en lo,s pueblos próximos a la costa i algunos del interior, para atender con ellas, on parte, al mantenimiento do nuestro ejército; 3. ° Producir cl pánico de la guerra en las poblaciones mas comerciales del Perú; 4. ® Mantener el e.3pírita público on Chile i provocar en Lima, talvez, una revolución con las cargas que la im­ punidad de nuestr.as operaciones harían nacer en contra de la previsión del Gobierno de Piérola, i

5. ® Hacer sentir las consecuencias de la guerra a los acaudalados hacendados dcl Norte dcl Perú, que son los que dominan en Lima i que, hasta ahora, mui poco o na­ da han sufrido. En la realización de mi proyecto, evitarla todo comba­ to con fuerzas SLiperiore.s, para tener siempre la seguridad del e'xito, i procuraría, en todo caso, no alejarme do la cos­ ta sino lo necesario para estar cierto de la impunidad. Como ya te lo he indicado, esplicándote el objeto de la espedicion, la parte ofensiva de ella se reducirla a impo­ ner contribuciones de guerra i a batir las fuerzas inferio­ res que se opusieran a mi proyecto. De ninguna manera comprendería su objeto causar da­ ños que no nos reportaran un proveclio directo; nada do incendios, ni de destrucciones vandálicas. Con operacio­ nes de esta naturaleza, léjos de alcanzarse el fin natural de la guerra, se obliga al enemigo a negarse a toda tran­ sacción, porque con ellas se hace nacer la desesperación de unas luchas sin término ni cuartel. Espuesta ya mi idea en globo, voi a indicarte la forma que adoptarla yo para realizarla. Desde" luego, la primera condición de mi proyecto seria la reserva absoluta con que se prepararía i zarparía la e.spcdicion, do manera quo ni los jefes, oficiales i soldados (1) Damos principio a este capitulo con la presente tarta, qne por sn fecha i supieran dónde se les lleva ántes de partir, debiú figurar an al lomo III, atendiendo a sn importancia histáricii que viene Para llenar esta condición, las vapores lia ta i Gopiapó a comprobar al orijer. de la Eipedkwn lyridt llevada a cabo por su autor, i embarcarían eo Antofagasta al Batallón 1.® Aconcagua, con la cual tarminamos ol tomo ya indicado.

H2

GUERRA DEL PACÍFICO.

on Iquique al Colchagua, en Arica al Búlnes, un escua­ Por lo espuesto, espero quo juzgarás mui conveniente drón 1 la batería de artillería, i cn Pacocha al 2. ® Ata- i do fácil realización este proyecto. cama No debes abrigar temor alguno por su resultado, por­ Los dos trasportes serian convoyados por una de nues­ que mi prudencia sabrá evitar toda circunstancia quo tras corbetas. ponga obstáculo a ia feliz realiz.icion de mi plan. E l primer punto objetivo de mi plan .soria Pisco, des­ Para prevenir procedimientos que diesen lugar a re­ embarcando a sus espaldas en la magnifica caleta de Sa- clamaciones diplomáticas i para aju,starnie a las mas es­ linillas, sin ser sentir, o, para apoderarme del material del trictas reglas del derecho do la guerra, llevaría a mi se­ ferrocarril que conduce a lea, capital del departamento cretario u otro abogado con el carácter de auditor de de su nombre, i de las mas importantes poblaciones del guerra de ia división. Peni. S i mi plan es de tu agrado i lo aceptas, será menester Apoderado de ese material, marcharía inmediatamente me lo anuncies por telégrafo i que también des órdon por sobre lea, que está a diez o doce leguas de Pisco, unida telégrafo se alisten los cuerpos del ejército indicados, pa­ al puerto por ese ferrocarril, i que atraviesa un Arallo sano sando yo a Tacna a conferenciar con Baquedano. i abundante en recursos de todo jénero. Yo mo encargo de llenar lo.s detalles de la espedicion. En lea me detendría solo el tiempo necesario para ha­ Con cariñosos recuerdos a la Delfin.v, to saluda tu afec­ cer efectiva la contribución de guerra que le impusiera. tísimo amigo, Por las noticias que tengo, lea i Pisco soportarían fácil­ P atricio L ynch. mente 1.50,000 soles de contribución. En esta espedicion no habria peligro alguno, porque no hai en esos lugares fuerzas que pudieran oponer resisten­ cia a ios de mi división i porque no podrian ser ausiliados por tropas salidas de Lima áutes de 10 dias después Convención in tern acion al de arb itraje celeb ra d a en­ de un desembarque. E l camino quo une a lea con Jjima tre Chile i Colombia, circu la r a las «a cio n es am eri­ es de los peores del Perú, i las distancias entre uno i otro can as i con testacion es de dichos CoM ernos. punto son como sigue; R A F A E L N U N EZ, Do Lima a Lurin, G Icguás. A Chilc.a 7.................................. lo PRESID EN TE DE I.OS E.STADOS UNIDOS DE COLOMBIA. „ Asia a ,.................................. 21 „ Cañete 8................................ 29 ¡A to d o s lo s q m la s p r e s e n t e s m e r e n , s a lu d ! „ Chincha 10............................ 39 Deseando estrechar la buenas reiaciones existentes „ lea 16.................................... -5-5 entre el Gobierno i pueblo de la Union Colombiana i el Desde Chincha se desvía un camino para Pisco que Gobierno i pueblo de la República de Chile, i principal­ tiene cinco leguas de un punto a otro. mente con el objeto de que dichas relaciones nunca sean Do Arequipa no puede ir ausilio alguno a lea, porque alteradas, i caso de serlo, se reanuden por medios pacífi­ cos, ho venido en confeiir, corno por la pre.sonte confiero, dista 166 leguas. De manera que el desembarque en Salmillas o en Pis­ al señor Euslacio Santamaría, Secretario de Relaciones co, se realizaría ,sin correr ol menor riesgo. Esteriores dol Gobierno do los Estados Unidos de Colom­ Tan pronto como cumpliera mi plan en lea, me diriji- bia, plenos poderes i autorización suficiente para qua ria a Pisco para reembarcarme a la aproximación de las pueda iniciar, negociar, concluir i firmar, en nombro i re­ fuerzas que vendrían de Lima. presentación del Gobierno i pueblo de Colombia, con el Esas tropas no podrian ,ser sino una gruesa división que Honorable señor Francisco Ya dés Vergara, Encargado de andarla a marchas forzadas i que probablemente dejarían Negocios do Chile, en nombre i representación del Gobier­ parte do guarnición en Pisco para evitar un nuevo des­ no i pueblo de esa República, un Trat.ado por ei cual sa embarque. Con esto habríamos distraído cuatro o cinco obliguen a perpetuidad las dos naciones a someter a arbi­ mil hombres dcl ejército de Lima i habríamos producido tramento, en e modo i términos prescritos por el derecho un verdadero pánico en esa capital, que no sabiondo a qué internacional, las controversias i dificultades de cualquie­ atribuir el desembarque, creería que él hacia relación con ra especie que puedau ocurrir entre ellas. En fe de lo cual ho espedido las presentes, firmadas de la anunciada espedicion al corazón del Perú. Do Pisco me dirijiria sobre Chimbóte o Santa, para caer sobre Trujillo mi mano, selladas con el sello de los Estados Unidos de Colombia i refrendadas por el Secretario de Estado en el o bien seguir hasta Iluaraz. Por distar Huarraei solo 20 leguas de Cbancai, tér­ despacho do Relaciones Esteriores, en Bogotá, a 2 do Se­ mino del ferrocarril de Lima al Norte por la costa, i me­ tiembre de 1880. diar una distanciado 20 leguas de Huannei a Huaraz, (L. S .)- - R a f a e l Ñ u ñ e z . si de las averiguaciones que hiciera en el primer punto E l Secretario de Relaciones Esteriores. — E o .STACIO viera algún peligro para ia internación con la división, S a n t a m a r ía . me dirijiria, sin perder tiempo, a Chimbóte, para desem­ barcar en ese magnífico puerto, quo sirvo hoi al comercio Está conforme,— FaííZes V ergara. de Lima i el Callao, i, después do imponerle la correspon­ diente contribución de guerra, marcharía por la costa sobre Trujillo, que dista I5 leguas de Chimbóte, pa­ C O N VEN C IO N sando por Virú i Moche, puntos que cuentan con toda claso de recursos. SOBRE CONSERVACION D E LA PAZ ENTRE CHILE En Trujillo no tardaría mas tiempo que en lea i Pisco. I COLOMBIA, Con mis operaciones sobre e.stos puntos sucedería una cosa idéntica quo lo de lea. Sáldriaii fuerzas do Lima en La República de Chile i los Estados ILiidos de Colomprotección do esas poblacione.s, se interrurapivia el co­ bi.a, deseando dar una base sólida a las cordiales relacio­ mercio que hoi so Lace por Chimbóte i se debilitaria aun ne.? de amistad que siempre han existido entro ámbas naciones, i al propio tiempo afirmar los sentimientos da ma.s el ejército que defiende a la capital. E l último punto objetivo seria Paita, para marchar so­ fraternidad internacional quo deben servir de fundamenbre Piura. A estos lugares podria imponérseles con tran­ to a la paz i la prosperidad de las Áméricas, han resuelto quilidad las contribuciones convenientes, sin que durante celebrar con ese objeto una Convención, i al efecto hail nombrado plenipotenciarios, a saber: mucho tiempo hubiera peligro para la división.

II.

■íí Í-?

i?

I

U3

CAPÍTULO PRIMERO.

«Y it-

M-

tF-

S. E. e! Presidente de la República de Chile, a don Franci.sco Valdés Y’^ergara, Encargado de Negocios^ de dicha República en los Estados Unidos de Colombia; i S. E. el Presidente délos Estados Unidos de Colombia, a don Eustacio Santamaría, Secretario de Estado en el despacho de Relaciones Esteriores. Quienes, después de canjear sii,s plenos poderes i de hallarlos en buena i debida forma, han convenido en los artículos siguientes: A r t . 1.®

¡F f | .

q

- -

^'M«T |V|v_

ñq -

q - -

q

- -

La República de Chile i los Estados Unidos do Colom­ bia contraen a perpetuidad la obligación de someter a arbitraje, cuando no consigan darles solución satisfactoria por la via diplomática, las controversias i dificultades de cualquiera especio que puedan suscitarse entre ámbas naciones, no obstante el celo que constantemente emplea­ rán sus respectivo.s gobiernos para evitarlas. A íit . 2.®

La designación de árbitro, cuando llegue el caso do nombrarlo, será hecha en un convenio especial en que también se determine claramente la cuestión en litijio i el procedimiento que en el juicio arbitral haya de obser­ varse. S i no hubiere acuerdo para celebrar ese convenio o si de una manera espresa se conviniere en prescindir de esa formalidad, el árbitro plenamente autorizado para ejercer las funciones de tal será cl Presidente de los Estados Unidos de América.

í^ '" '

ff i-H

y-'-

'U' "u

La República de Chile i los Estados Unidos de Colom­ bia procurarán celebrar, en primera oportunidad, con las otr.as naciones americanas convenciones análogas a la presento, a fin dc que la solución de todo conflicto inter­ nacional, por medio del arbitraje, venga a ser im principio de derecho público americano. A r t ., 4. ®

Esta Convención será ratificada por las altas partes contratantes según sus respectivas formalidades, i las ratificaciones serán canjeadas en Santiago o en Bogotá dentro do un año, contado desde c.ste dia, o ántes si fuere posible. En fe de lo cual lo.s plenipotenciarios de la República de Chile i de los Estados Unidos do Colombia han firma­ do i sellado por duplicado esta Convención, en la ciudad de Bogotá, a los tres dias del mes de Setiembre de 1S80, (L. S ,)—F

r a n c is c o

V a l d é s Y^'e e g a r a .

(L. S . ) ~ E ü st a c io S a n t a m a r ía .

I r

'

V V V r t: V Tr

E l Socretario de Relacione;: Esteriore.?,—-(L, S .)—EüsTACio S a n t a m a r ía .

E l Encargado de Negocios de Chile,—(L. S.)— F r a n ­ c is c o

V a l d é s Ve r g a r a ,

A r t . 3.®

^U' ¡Y Y: H"

taría de Relaciones Esteriores, i después de haber confe­ renciado detenidamente sobre la conveniencia de evitar nuevos conflictos bélicos entro las naciones de América, que por identidad de oríjen c instituciones políticas deben tratar de in.antenerse en fraterna! armonía, i someter sus ocasionales desacuerdos a decisiones distintas do la guerra, los infrascritos Erstaeio Santamaría, Secretario de Rela­ ciones Esteriores do los Estados Unidos do Colombia, con especial autorización i eu nombre de su Gobierno, i Fran­ cisco Valdés Ymrgara, Ene,argado de Negocios deChilo, en nombre del Gobierno de esta República, determinaron i celebrar, i en efecto celebraron i firmaron una Convención, por medio de la cual ámbas naciones se obligan a someter a arbitv,ajc las controversias i ¿iílcultade,s de cualquier especio que entre cllaí; ae susciten, cuando no sea posible darles solución satisfactoria por el simple uso de la via diplomática. £1 Eucargado de Negocios de Cbile, por falta de pode­ res suficientes, suscribió ad, r e f e r e n d u m la indicada Con­ vención. En fe do lo cual, el Secretario de Relaciones Esteriores de los Estados Unidos de Colombia i el Encargado de Negocios do Cliilc firmaron i sellaron cu doble ejemplar el presento Protocolo.

E sta d o ; U n id o s d e C olofiihia.—F o d e r E je c u tiv o N a cim ia l. Bogotá, Setiembre 3 de 1880.—Apruébase la presente Convenciou.— Union, (L. S.)—, onvenciou.— E l Presidente .Presidente de la Union.— ) - R a-

C IRCUT-ARDEL GO BIERN O DK COLOM BIA A LAS N A C IO N ES A jM E R i o a n a s

i n o t 'a s c a m b i a d a s a e s t e r e s p e c t o

.

ESTADOS UNIOOS DE COLOMBIA.— SECRETARÍA DE RELACIONES .ESTERTORES.

C a rta jen a , O ctu b re 11 d e 1880, Adjunta encontrará YL E. copia auténtiea dcla Conven­ ción celebrada en Bogotá el ;>de Setiembre último entro el Gobierno de, Colombia i el do Chile, por virtud de la cual las des repúblicas so comproraenten, a perpetuidad, a allanar cualesquiera dificultacíes o controversias que pue­ dan suscitarse entro ellas, por el medio humanitario i civilisado del arbitramento, i a recabar de los demas pue­ blos hermanos la celebración de convenciones mutuas semejantes a aquélla, con el objeto dc eliminar para siem­ pre lie! Cüiitinonte ainericano las guerras iuternaeionales. M i Gobierno, iniciador de esta medida, la considera de tanta importancia, quo nn ha querido perder un solo mo­ mento en ponerla en conocimiento de todos los demas de América, para que cuanto ántes puedan adherirse a ella i quede adoptado como parte e.sencial e integrante dol de­ recho público americano, el principio que la referida Con­ vención encarna.

La paz es una necesidad especialísirna para la América española, i hai anhelo visible por obtener este inaprecia­ ble bien i conservarlo de un estremo a otro de nuestro E l Secretario de Relaciones Esteriores.— .Ei.'STACIO S a.k (lofitinente. En efecto, liácense grandes esfuerzos en don­ TAMABÍA. de quiera para diseminar la instrucción pública en las masas populares i desarrollar el comercio i la industria, PROTOCOLO al propio tiemoo que so atacan con enerjía inveterados elementos de discordia. E l órden así se va cimentado sobre D E UNA CONFERENCIA CELEBRADA ENTRE E L SECRETARIO bases .sólida,s, al paso que se estiende cl conocimiento i so D E RELACIONES ESTERIORES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE afianza !a práctica jenuina de las instituciones republica­ COLOMBIA. I E L HONORABLE SEÑOR FRANCISCO V..ALDÉS nas; todo lo cuai hará que las guerras intestinas lleguen VERGARA, ENCARGADO D E NEGOCIOS P E LA R EFÚ BLIC A a hacerse rarísimas. Tero pueden sobrevenir discordias DE C H ILE, CON E L OBJETO DE ACORDAR UNA CONVENCION internacionales, especialmente por cuestiones do límites A.CEEGA D EL MODO COMO DEBA PONERSE TÉRMINO, EN i de pundonor. Naciones como las nuestras, soberanas de CIERTOS CASOS, A LAS CONTROVERSIAS 1 DIFICULTADES inmensos territorios, no deben arruinarse ni deshonrarse QUE SE SUSCITEN EN TRE LOS DOS PAÍSES. con guerras sangrientas i desastrosas por porciones do En la ciudad do Bogotá, a tres dias del mes de Setiem­ tierra inhabitada i en muchos casos inhabitable, que para bre de 1880, reunidos en la sala de do.sDaoho de la Secre- la causa de la civilización i de la humanidad en América, F A EL N üÑ RZ.

14é

GUERRA DEL PACÍFICO.

lo mismo es en difinitiva que pertenezcan a una naciona­ por las autoridades de Panamá en materia do neutralidad. Chile no es un convertido de hoi al principio del arbi­ lidad que a otra. Guerras de esta especie son ias que hai quo evitar, i traje: hace ya ¡argos años que él viene proponiendo esa esto se conseguirá indudablemente si todas las naciones solución para todas .sus dificultades internacionales, i bien del Continente se adhieren al principio salvador que en­ sabido es que no contestó el año pasado a la provocación cierra ol Pacto trascendental celebrado entre Colombia i do ¡os secretos aliados del Pacífico sino dospues de haber Chile. hecho toda clase de esfuerzos para conseguir quo su con­ E l Presidente de la República, deseoso de facilitar a flicto cou Bolivia fuera .sometido a una decisión arbitral. todos los gobiernos hermanos la adopción du tan huma­ Aun mas, en los precisos momentos en quo le producía nitaria providencia, lia resuelto volver a Panamá a princi­ ese confiicto, el Gobierno do Chile tenia en La Paz una pios de Setiembre del año próximo venidero, i me ha Legación a la cual habia ordenado que tratara de nego­ ordenado pedir a V. E. se sirva recabar el envió de un ciar un Pacto .semejante, al qu.j ol infrascrito, miembro de Representante de esa República a dicha ciudad, con po­ aquella Legación i conocedor por lo tanto do esa órdon, deres suficientes para firmar la referida Convención, no ha tenido la fortuna de concluir con el Gobierno de V. E. Rogando a V. E. que se digne hacer publicar esta nota solo con mi Gobierno, sino oon loa demas de las repúbli­ euel próximo número de E i/ D ia r io O f ic ia l , el infrascri­ cas americanas que allí envíen sus representantes. La ciudad de Panamá, que está en fácil comunicación to se suscribe de V. E., con la mayor consideración, aton­ con las ca jitales de todas as repúblicas americanas i que to servidor. F ranclsco V a l d é s V e r g a r a . es como e centro de este Continente, es el punto a pro­ pósito para reunir a los representantes de todas ollas; i es .Al Bxcmo. sefior Secretario de Relaciones Esteriores ds los Estados Unidos de por esto por ¡o quo, de orden del Poder Ejecutivo, hago Colotabia, al Gobierno de V. É, esta invitación que, espero, no será desatendida, ya que el objeto de ella es do tanta impor­ ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA,— SECRETARÍA D E RELACIO­ tancia para la América. NES ESTERIORES. Con la bien fundada esperanza de obtener una pronta respuesta satisfactoria do V. E. cn Bogotá, aprovecho esta Bogotá, .Diciemh-re 10 de 1880, oportunidad para prc.sentar a V. E. los sentimiento.? de la S e ñ o r: mas alta i distinguida consideración oon quo me suscribo Acabo de ver la atenta nota que Y. S. mo dirijió el 11 de V. E., mui atento i obsecuente servidor. de Noviembre último, motivada por la publicación que hizo L a R efo r m a de la Convención negociada en ol moa E u sta cio S a n t a m a r ía . do Setiembre p-róximo p.asado entro V. S. i el que esto Al E.\cbo. sefior Ministro tie Rolacioncs Estoriores de .. escribo, i la circular dirijiúi por mi despacho desde Cartajena a los gobiernos republicanos de la América'española con el objeto de darlos a conocer esa Convención i pedir­ LEGACION DE CHILE EN LOS ESTADOS CNIDOS DE COLOMBIA. los que en 1881 envión a Panamá representantes debida­ mente autorizados para firmar su adhesión a ella: Ya yo Bogotá, Novim ibre 11 de 1881. habia tenido ocasión, en Barranquilla, de leer la referida Señor Secretario: nota, en E l D e b e r , cn donde fué publicada a instancia do La R ef o r m a de esta ciudad, en su número 199, publica V. S. hoi, junto con el testo de la Convención negociada en el Y. S. no tieno nada que observar respecto de la publimes de Setiembre último, entre el infrascrito. Encargado e.acion do la primera do aquellas piezas, si bien afirma de Negocios de Chile, i el señor don Eustacio Santamaría, quo habria sido mas correcto haber guardado reserva sobre Plenipotenciario nombrado ad koc por el Goliierno do ella hasta que, hubiera .sido sancionada por el Gobierno V. E., una circular sin fecha dirijida por la Secretaría de do Chile, corno se habia convenido; tampoco mi Gobierno, Relaciones Esteriores a los gobiernos de América, con el qne no ha tenido parte alguna en tal publicación, la esti­ objeto de darles a conocer esa Convención i de pedirlo que ma inconveniente: mui al contrario, se ha complacido en en 1881 onvien a Panamá representantes debidamente olla, tanto mus cuauto que lo.s gobiernos republicano.? autorizados para firmar sn adhesión a ella. nacen de la opiniou pública i de oíla viven i sé sostienen, Aun cuando habria sido mas correcto reservar ese do­ i por lo tanto están cn la necesidad imprescindible de no cumento como estaba convenido basta que fuera aproba­ ocultar ninguno de sus actos, sean de la naturaleza que do de una manera espresa por el Gobierno de Chile, cl fuesen. Por esta razón, el ciudadano Presidente do la Umon infrascrito no hace observación a eso respecto, i sn limita no estrañó ni bailó inoportuna la publicación de aquel a llamar la atención de V. E. sobre la circular citada en documento en E l C r o n is t a de Panamá, aun ántes de la la parte en que el Gobierno de V. E. ha sido el iniciador espedicion de la circular. Inútil seria llamar la atención de la medida que recomienda a la aceptación de la de V . S, hácia eí hecho de que E l C r o n is t a es subvenAmérica. cionado por Chile, segun voz jeneral en cl Istmo, i a que Verdad es, i el infríuscrito se complace en declararlo, en dicho periódico so hace oposición al Gobierno do Co­ que el Gobierno de V. E. suscribió con manifiesto agrado lombia. aquel Pacto; pero fué el infrascrito quien, obrando de Motiva, pues, principalmente la nota de V. S. el que eu acuerdo con la política tradicional de su Gobierno, a pe­ ¡a citada circular se haya dicho que mi Gobierno ha sido sar de que carecía de instrucciones especiales, tuvo !a el iniciador de t.an trascendental medida. No tengo emba­ honra de insinuar, primero en Noviembre de 1879 i des­ razo en espresar que V. S. me habló una vez de someter pués en Setiembre del presente año, la idea de establecer a arbitiraje las cue.stiones que consideraba pendientes en­ el arbitraje como medio regular i permanente do resolver tre Chile i Colombia por causa del embarque de armas todas las dificultades que entre Chile i los Estados Uni­ por Panamá, i yo, a mi turno, sin asentir en que tales dos de Colombia pudieran suscitarse. cuestiones existieran entre los dos países, dije a \. S. que El infrascrito no haría esta rectificación si no hubiera cn todo caso do controversia entre ellos, aceptaria'mi Go­ tenido la pena de ver que se pretende atribuir a mezqni- I bierno aquella medida. Ya el de Chile habia hecho la nos i egoístas sentimientos do su Gobierno la negociación | misma pregunta al Representante, de Colombia en Santia­ de un Pacto que, corno con.sla al Gobierno de"V. E., es | go i habia recibido idéntica respuesta. De modo quo res­ solo una manifestación de los elevados propósitos que pecto de este punto, es decir, do someter a .arbitraje las guian a Chile en sus relaciones con las potencias amigas • cuestiones que Y. S. consideraba pendientes entre las dos i del noble deseo de preparar el amistoso arreglo de las 1 repúblicas por causa del embarque de armas en Panamá, cuestiones a que ha dado oríjen la conducta observada i la iniciativa corresponde a Chile i mui especialmente a

145

CAPITULO PRIMERO. i

Y

Y

■ '••I r

í:>

r I ■;v ’j . ir 'Y "r r ■ y ■ y

■y y y x:

y

Por él verá Y, E. que, en el memorado año de 1865, ya habia tornado forma oficial el mismo trascendental pen­ samiento que hoi preocupa al Gobierno dc la Union Co­ Si el Presidente do Colombia, ampliando el feliz pensa­ lombiana, i al que, por consiguiente, no puede dejar de miento de Y. S,, dictó en seguida la e.slipulacion conteni­ asociarse el tnio, i mucho ménos oirando en las conferen­ da en el artículo 3. ® de la Convención, por virtud de la cias de Arica, habidas en los dias 22, 25 i 27 de Octubre cual Chile i Colombia contraen la obligación de procurar último, para poner término a la actual guerra dcl Pacífi­ celebrar on primera oportunidad convenciones análogas co, mediando la Gran República del Norte, por ofreci­ con las demas naciones sud-americanas; si asimismo suji­ miento propio i espontáneo, se esforzó el l’erú porque se rió la última parte dol artículo 2. ® , que obliga en todo adoptase, ya que otra cosa no habia sido posible, el indi­ caso de no haber acuerdo sobre el nombramiento del cado medio pacífico, al mismo tiempo que de iraparcial i árbitro, a someterse a la decisión del Presidente de' los alta justicia. Así, pues, de acuerdo mi Gobierno con el de Y. E., a Estados Unidos de América; si puso su firma al pié de la quien felicita por la resurrección de dicho pacto frater­ Convención, cuando apénas habia probabilidades de que nal, que no duda será aceptado por las demás repúblicas pusiera la suya el do Chile, puesto que Y'. S. no habia re­ invitadas a prestarle su accesión, solo resta que manifies­ cibido de éste [loderes para negociarla; i si, finalmente, me ordenó que espidiese la mencionada circular para comen­ to, francamente, como me cabo la honra dc hacerlo aquí, zar a dar por su parte cumplimiento a lo dispue.sto en el los peligro.?, acaso inevitables, que la práctica de la Con­ artículo 3. ° citado, todo lo cual tiene la apariencia de vención hallaría en uno de sus primeros signatarios, que iniciativa por parte del Gobierno de Colombia, no por eso acaba de dar tan poco satisfactoria muestra de sincera deja de ser del de Chile, i mui especialmente dc Y. S., voluntad de que será fiel a compromisos de este jénero, todo el honor de aquella, en un asunto de tanta impor­ que puedo decirse le ligaban moralmente, i qne, en todo tancia para la América española, cuya necesidad cscncia- caso, debían darse por sobventondiclos entre hermanos lísima es la paz. Mi Gobierno no desea sino quo la doctri­ quo, en sus desgraciadas diferencias, van solo en pos de na se cousagre, quo el hecho se verifique; la parte de honor la justicia. En tal virtud, i no queriendo mi Gobierno arriesgar i do gloria que de ahí pudiera derivar, la cede de buena voluntad a quien la pretenda. Haya paz en A.mérica i ga­ u.ada en punto de tan séria gravediid, se reserva para nará la humanidad; no son otras las aspiraciones do Co­ cuando hayan terminado las eventiialidade.? de la presen­ te guerra, a dar forma práctica a la aceptación que, on lombia, principios, no puede dejar do pre.?t.ar a una idea que ha Si, como Y. S. lo indica, i no vacilo eu darle cré­ sido siempre mui cordialmente suya. dito, Chile no c.s un convertido de hoi al principio del Por lo demas, i refiriéndome a la consideración jeneral arbitraje, Colombia so ha dejado siempre llevar también do Y. E. sobre las guerras orijinadas por cuestiones de por ese lado, i ha dado muchas pruebas de quo si no ini­ límites i de pundonor, piensa rai Gobierno, quo unas i cia quizas en este particular, accede siempre, no por te­ otr,as, cualquiera que soa su importancia, deben ser deci­ mor alguno sino por .sistema. En el Tratado dc amistad, didas por las reglas do la justicia i de la dignidad, norma comercio i navegación entre Colombia i el Porú, vijente suprema de los puoblos que tienen la conciencia de su.? desde ahora 22 años, está estipulado que, "en todos los casos de controversia, en que no puedan avenirse las derechos i de la bien entendida conveniencia que hai siempre en respetar los de todos. dos partes contratantes por medio de las vias diplomáti- ¡ Me es grato, con este motivo, renov.ar a Y. E. las pro­ cas, ocurrirán a la decisión de nn árbitro pava arreglar ! testas de la alta consideración i distinguido airocio con pacífica i dofinivamente sus diferencias.” quo soi de Y. E. mui atonto i obsecuente servidor, ¿Cuál de las dos repúblicas inició esto? No puedo de­ P e d r o Jcmé C a l d e r ó n . cirlo a Y. S. ahora mismo ni hai para qué averiguar­ lo. Lo que importa es la seguridad do que la América no Al E.xcmo. señor Secretai io dc Estado en cl de-spicho do Eclaolonos Esteriores presenciará jamás el espectáculo de una guerra entre cl de los Estados Unidos do Colombia, Perú i Colombia, su Representante en Bogotá, a quien mi Gobierno está léjos, mui léjos de pretender defraudar tan alto i mereci­ do honor.

Con toda consideración me e.s mui honro.so suscribirme de Y. S., mui atento servidor. E u s t .a cio S a n t a m a r ía .

“y

f 't

I

Al ÍIoEoi'iblo señor Praneisoo Valdés Vergara, Knc.arg.ido dc Negocios de Chi­ le, etc., etc.

ANEXO A LA NOTA ANTERIOR.

Tratado snhre cm servacion de ia paz entre los esta/los d,e. América contratanic-s.

En nombre de Dio.?. Íj OS estados de América que, según el Tratado dc Union SECRETARIA DE RELACIONES ESTERIORES I CULTO. í Alianza de esta misma .fecha, se han ligado para diver­ sos objetos, hallándose representados por los plenipoten­ L m a , l i o v ie m b r e d e 1880. ciarios que suscriben dicho Tratado i canjo.ado.s i hallados Señor Ministro; en debid.a forma sus poderes, a sabor; ñor ei Perú don José Con la copia auténtica de la Convención celebrada ol Gregorio Paz Soldán, porci Salvador fion Pedro Alcántara 3 do Setiembre último en esa capital, entre el Gobierno Herran, por los Estados Unidos de Venezuela don Anto­ de Y', E. i el de Chile, en la cual so estipula terminar to­ nio Leocadio Guzman, por la República Arjentina don das las diferencias entre las dos naciones por medio de Domingo F. Sarmiento, por Boüvia don Juan de la Cruz arbitra es, tuve el honor de recibir el desiacho de YL E. Benavente, por lo.s Estados Unidos dc Colombia don Justo de 11 do Octubre del año en curso, cuyo oojeto e,3 invitar Arosomeiia, por Chile don Manuel Monte i por el Ecuador al Perú a adherirse a la esprosada Convención, don YUceute Piedrahita, han convenido en las siguientes En prueba de que el saludable pensamiento que ella estipulaciones: Art. 1. ® Las altas partes contratantes se obligan so­ encierra, lo ha .sido de esta República desde hace muchos años, es oportuno recordar quo, en cl de 1S65, a la sazón lemnemente a no hostilizarse, ni aun por via de apremio, do hallarse reunido en Lima un Congreso Americano, por i no ocurrir jamás al empico de las armas, como medio de iniciativa e invitación do nuestro Gobierno, so ajustó, por terminar sus diferencias, que procedan de hechos no com­ todos los plenipotenciarios concurrentes a él, eí proyecto prendidos en cl casas f'ñ ie rl'i del Tratado do Alianza de­ de tratado que debe exi.stir, autenticado, en el archivo do fensiva firmado en esta fecha. Por c! contrario, emplearán esa Secretaria i quo, a mayor abundamiento, me es grato esclusivamente los medios p.icííicos, par.i terminar todas remitir ahora a V, E., impreso i debidamente autorizado. esas diferencias, sometiéndolas al fa lo inapelable de un T omo

iv .—

19

146

GCERE.A DEL PACIFICO.

árbitro, cuando no puedan transljirlas de otro modo. Las coutrover-sias sobre límites quedan comprendida.s en esta estipulación. Art. 2. ® Cuando las partes interesadas no puedan con venir en el nombramiento del ávlútro, se liará ésto por una Asamblea especial de plenipotenciarios nombrados por las naciones contratantes, o igii.a.! cn número, ¡lor lo radiios, a la mayoría de dichas naciones. ■Lareunión ,se llevará a efecto en el territorio do cualquie­ ra de las nacione.s vecinas'a las inlcvesada.s, quo designo aquélla que primero hubiere solicitado el nonibraniieiito. ik t. o. ® iSiempi’e que al solicitarse la designación do árbitro, en el caso dcl artículo anterior, estuviese reuni­ da, en el número ántes determinarlo, la Asamblea de pleripotenciarius de que habla el artículo 10 del 'l’ratado de Union i Alifiiiz.a .su.scrito cn esta feclia, corresponderá a dicha Asamblea hacer el o.spresado nombramieiito. Art. 4. ® Si una de las p.artes coiitriitaiite.s rehusare o eludiere el nombraniiento de árbitro, la otra podrá ocur­ rir a los demas gobiernos do ¡os estados aliaiíos, los cuales tomarán eu consideración, cada uno por su parle, la 0 .3posicion dei caso, i procuraián decidir a la parte reniten­ te, al curnpIimieiUo de ¡a estipulación contenida eu el ar­ tículo 1.® Art. 5. ® Cuando las parto.s iutorosada.s nu Inibiercn fi­ jado de antemano la manera de proceder para ventilar sus derechos, corresponderá al árbitro determinar el pi'occdimieuto. Art. 6. ® Cada una de las partes conti'atanLcs .se obliga a impedir, por todos ios medios que estou a su alcance, que en .su torritmio .so preparen o reúnan elementos ds guerra, se enganche o recluto jente, o se apresten buques para obrar hostilmente contra cualipiiera de Las otras potencLas signatarias o .adiicreuLcs. iSe obligan también a im redir que los emigrados o asi­ lados pwlííicos alntseu de asilo, conspirando contra eí Gobierno del país do su procedencia. Art, 7. ® Cuando dichos emigrados o asilados políticos dieren justo nu.itívo de queja a fa potencia de donde pro­ ceden o a otra limíl.rofc de aquella donde residan, debe­ rán ser alojado.s de la frunlera, hasta una distancia sulieionte jiara dislprir todo temor, siempre que la 'potencia así amenazada solicitare su internación con docninenlos justifical.ivos. Art. 8.® Las altas parles conlrautes .se obligan a no permitir por su teiTilorio c! tránsito do tropa.s, de armas i artículos de guerra destinados a obrar contra alguna de ellas. Art. 9. ® Asimismo se oblig.an las partes contratantes a uo permitir quo en sus puertos hagan provisiones de artículo,? ue contrabando de guerra, los buques o escua­ dras de nacioiies que .se encuentren cu estado de guerra con alguna de las signatarias del presente Tratado; ni (jue .se haga la carona do dichos ¡.¡uqucs dé guerra, ni ménos que so constituyan, en los mismos puertos, en asecho contra ¡a Xaciou C'.-ii la cnal se encuentren en estado de guerra o ríe ho,si.i!idad declarada. Art. 10. ivas altas partes con Ira tan tes solicitarán, co­ lectiva o se laradatnenrc, que lo.s dcma.s c.stados que lian sido invitiuios al actual Congreso, se adhieran a este Tra­ tado; i desde qno diclms' estados manifestaren a todas ellas .su aceptación formal, tendrán los derechos i obliga­ ciones quo (le él craaním. Art, 11. Este Traladn durará en pleno vigor por el tér­ mino de 1.5 años, eoutadi'S dc.sde el dia de la fecha; i pa­ sado C.SC término, cualquiera da las partes contratantes podrá, por su parto, imncrle fin anunciándolo a las demas oon 12 meses de anticipación, Art. 12. El c.anje (le las ratificaciones de este Tratado se hará cn la ciudad do lama cn el lériDÍno do (los años, o ántes si fuere pC'.sible, i surtirá .sus cfcotos entre los que lo hubieron aceptado. En fe de lo cual, nosotros los mini.stros plenipotencia­ rios suscritos, firmarnos el presente i lo sellamos oon nues­

tros respectivos sellos, en Lima, a lo.s 23 dias del mes de Enero del año del Señor de 1865.

.MiNi.s'i'i-mm nis

eela c io kes e ,s ter !Okks .

Buenos A.\nr. D icim hre SO de 1880. Señor Ministro: El inj'rasci'ito, M.ini,slro Sccret.ario do E,stado en el de­ partamento de lí-o!aeiono.s E.5teriores. ba tenido el honor do recibir i llevar a conocíluienío dcl .señor Fresidente de la República la nota <(ue con fecha 11 de Octubre último se ha servido dirijirle el señor Ministro do Rela­ ciones Esceriorcs de Colombia, i cumplo con cl grato de­ ber de contestarla. El Gobiero arjentino .se ha insirnido con satisfacción del Tratado celebrado entre los Estado.? Unidos de Co­ lombia i. ],a República do Ciiile, i o.stima debidamente la invitación con que ha sido favoreifidí; pava adherirse al principio del arbitmic, incorporado acisa Convención. Las c-stipn¡aciones que tienden a conservar la paz i estrechar les vínen!(i.s de los estados de esto continente, encontra­ rán siempre ¡a sincera .simpatía de c..sta Repúuiiea, quo eon.sagró desde lo.s albores de su independencia la frater­ nidad americana entre las reglas do su política intermiífionai. E l arbitraje es cicrtamemc una noble aspiración del presente, i cl Gobierno arjentino pnoile ostentar e! asen­ timiento que pi'c.stó desde (';j.ioca lejana a esa fórmula que (.‘■oiisulta .sabiamente los iutereses de ¡a'justicia con las jenoi'íjsas c-xijcncias de la humanidad. Tuvo oportunidad de estipularlo cou cl Excmo. Gobierno de Ciiile en 1856 oai'a. resol'.'íir las cu0 ,sti-onc-s de límites existentes en aqueia fecba i la,s que mas «(leíante pudieran suscitarse. Declaró en en documentos oficiales entregados al dominio de la publicidad, "estar resucito con tratados o .sin ellos a terminar todas ias cuestiones internaciona­ les pm' el arbitraje;" i fiel a e.sas dcclaracione.?, lo ndiultió cn 1876 para dii imirsus cor¡U'Oversia.s coa d Taragiiai despuc-s de uua dilatada guerra, empeñada por razo­ ne.? de honor i de seguridad, i on las quo sus armas i las de su.s aliados dominaron eompletamcni.o los avances ds aquella Nación. Sencillo b-ahria sido ijara osta Rspúbíica reincorporar dcíiniiivamení,c los territorios qno le fueron detentados al amparo de sns perturbaciones internas i do la política induljonte adoptada de.spues de la emanci­ pación. Pero ni las facilidades (.jiic mediaban para consolidar, ’a reivindicación ni la conciencia que asistía al Gobierno arjentino de la c aridad do su dei'echo, alcanzaron a de­ bilitar la moderación que prevaleció siempre en sus rcíbacionc.s cou los estados amigo,?, i el infrascrito puede recordar con lejítimo orgullo, que su Oobi-.írno presentó el alto ejemplo de sorotácr al fallo de una potencia im­ parcial el dominio de tcrrilorio.s a que se consideraba con indisputable derecho i quo rccopcrara bajo la influen­ cia do costosísimas victw'ia.s, "La paz es cicrtavnento una necesidad cspccialísiimi para la América española," i hoi depende de la previ,sion de .su,s gobiernos. Pasaran, por fortuna, los tiempos en que ks combina­ ciones política.? cn c.sto Continente tuvieron por primor­ dial objeto resguardar su independencia de agresiones i veleidades estraiijera.s. La JCuropa uo abriga ya pensa­ miento de conquista ni de quiméricas reivindicaciones. Ellos fueron abandonados ante la actitud incontestable (lo I0 .S pueblos, i si el Congreso coiitinentai que promuevo Colombia llega a instalarse, no será probablemente para sancionar el jirograma esencialmente defensivo que le trazara Bolívar. í/as alarmas i recelos que sujirieron al libertador aque­ lla idea patriótica, han desap.srecido con ei desenvolvi­ miento lójico de ias naciones. Las exijencias de la civi­ lización, ios grandes interc.ses del comercio que se hacen sentir en todas partes, las facilidades de comunicación i

L..

ta

ta .

t e ..

V.-

ta ’

ta

ta ta 'w ta'

c

Q

C ta

CAPÍTULO ITURJJCUO.

ti3 trasporte que resaltan entro los adelantos dol siglo, i la liberalidad con, que !a América entrega sus riquezas a los Lombres nacidos en todas las latitudes del globo, son las beuícicas iníb.ieneias t ue suprimen los antagonis­ niüs (lo ámbos mundos. Pero os c.s;uerzos do csto.s pai.se,s para cimentiu' el ónlon i la práctica jermiuada de ias institiieioiios rcpublieauas, serian ciertamente estériles si sobrevinieson con facilidad las contiendas armadas a quo cl señor Miuistro de Relaciones Esteriores alude, i si fue­ ra permitido imprimirles formas desoladoras, que la bu-, mánidad reprueba. Noble e.s, por tanto, c! anhelo de evitar esos peligros i cl de.scrédito do quo vienen acómpafiado.?, i e mtrascrito tieno enc.argo de manifestar a te. E. el señor YUnistro quo, en tan plausible empeño. Colombia puede contar con el concurso do la Nación arjentiníi, ligada desde ,su.s pri­ mevo.? dias a las vicisitiulcs i a los de.stinos do la America Meridional. Sin embargo, la invitación que el iiifr.ascrito ha tenido ol honor de ¡•ecibir, sujiere alguna.? ob.servacioncs de intevo,s jeneral, i va ¡i presentarlas con ia injenuidad que debe prevalecer en las relaciones de pueblos aproximados por venturosas intimidades. E l Gobierno arjentino da ai íu'bitraja toda la importauciii que e! de Coloíabia le atri­ buyo, pero cree qne cl propósito ile la not.a n que c o r to s í,a no llegni'á a ro,(¡izarse por la consignación aislada dc aquel principio, ,Ei abajo firmado pn.cde señalar con dolor, en apoyo de su observación, la guerra que se désennuilve actualmente en.las costas dol Pacífico i en cuyos fuego.? .»e consumen tantos dc-incntos do (írden i de piaa.sporidad común. Bolivia i (.ari'e osripiiilarovi solemnemente el ar­ bitraje, i sia í.’uibargo de ost(j Pacto, .siijeritlo ¡lor la pru­ dencia i rt;freiul,ulo por la fraternidad, fueron libradas a ias armas div('-i jeucias que no afeciai'on en .su ofíjcn el honor ni la d\r'niu;ul de aquellas naciones. Ni las calan',itiadcs do nna lucha dilatada, cuyo térniino e.s ya un voto d« la lutinariidad, ni lo.? buetm? olicio.? que pi’úpusterou gobiernos arnericnno? i europeo.?, ni la inter­ posición de una potencia imparcial i jiistinnento rc.?petiida en cl mundo, han conseguido iunlinav a !(.-.? dos beiijerantes al .arbitraje que pactaron; i la guevv.a que coniiinV.i .aniquilando aquellos pueblos demn-o.stra fino el pi'incinio incorporado on la reciente Gonvencion fie Golombi.ino c.s bastante garantía para ol man'tí.mimicnto de la paz. Necesario os, por tanto, qu6 él sea acompañado de otras no menos importante.?; i si ha do cmvvocarso el C'ongre,Sí.i de VKcni]50tenciarios quo cl Gobierno de Colom­ bia inicia, debo encontrarse liabilii.ado para sancionar todas Jasdoclaraciones i acuerdoseonduoentcs acimentar la armonía ooulinental. Erijidas las antiguas coloni.as (.'.spatiolas en naciones lil.u'cs i soberanas, pi'oclamnron como base de su dci'(f:cLo público la independencia do cada nna dc ellas i la inte­ gridad dcl territorio (|ue ocnn.abói!. o la de aquél en que alguna? se constitnyoron par ei acuerdo tranquilo do los pueblos i de loa gobim'uns. .Estos principios, que fueron las lase.? indiaolublc.? ds l.a 'soliciúrida'i aitiericaua, aurjieron do la identidad dc intere.?cs i de esperanzas. .So fovtilicaron por los osíuerzos de una (ípo.'.'a de f-Rcriiicio,? i de virtudo.», i ]iasaron desdo 182-f a imperar en las !'G.iiciones diplomáticas da !a.s repúblicas inde|')i'';ndíon.te.s. Elb'ta debon sor escritos en ia primera pa­ jina deliiConfadcviioiou que se proyecta, porque tienen ei a.scntiinionto do los puoblos i deben ire^uitaitse como lega­ dos do la (jmancipacion. Necesario es rlósautorizar esplícitamentc la.? tentativns de ano.xionos violentas o do coiiqnishn, cnie levautarían obstáculo.? pernianentc? para lu estabilidad futura. Las segregaciones olitenidas ¡.lor la íuei'za do las armas fueron en Europa cansa do rivalidades i de resentimientos pro­ fundo,?, i serian en .ámérica una agresión insensata a la fraternidad do pue.blos vinculados por la Naturaleza i por ia historia. Las anexiones violenta.?, decia lord Rnssell en 1859 al

147

Embajador de [ngbdcrra eu Pari.?, no putRieii ser mitigacías p(.>r las razones, que jencralmeato ,se invocar), pues si la fuerza i no cl derecho fncra ia regl.i dclonninantc dc la )os(;sion ■.crrilorial, la integi'idad i l.a independencia do os estado.? .secun(Jari(.i5 es; avian en permanente peligro." Interesa también resguardar las nacionalidado.? ameri­ canas dc scgrcgacione? sedieiasa.s que nunca se hicieron sentir en esta .República, pero que no dejaron de inten­ tarse 011 otras partes, instigadas por amljicioiics turbulen­ ta.?. Algunos gobiernos han eonsigiiudo en sus pactos i e.stá recibida entre la? doctrinas tutelares del órden jene­ ral, la de quo no son permitidas separacione.? arbitrarias, por('¡ue todo acto de esa natuvaloza requiere la conformi­ dad dcl Estado en que .se veriti(;a, .f, i ( ivisicii dc Colom­ bia eu ti'cs repúblic.is iudependioutüN íué .sancionada pol­ la voluntad de aquella Nación, La.? provincia.? de Potosí, Ghuqni.saea, Coehabamba i ¡a Jbiz, pcrienecieutcs a esta república, entraron en 1825 a forniai.' parto dc! nuevo Es­ tado dc Bolivia, por un acto dol Gongreso nrjontino, i fue­ ron lúgalizadcs por la voluntad nacional ic.s ricos des­ prendimientos con que se construyeron c! Estado Üi'ieníal i ia República de! Paraguai. -Ei Gobierno arjentino cree que debe mantenerse por c.splícitos aenordos .aquel priüCÍ|.'io, El fné sostenido por lo,? Estado.? Unidos dcl Norte en su memorable lucha con­ tra las sediciosas teorías de la mililicaciou; i tiene para Co­ lombia el antecedtíu,ta simpático de haber .sido proclamado [)or el libertador, <|ue declaró 'anárquica la separación dc todo pueblo '.) provincia sin el consentimiento de la asoeiaeion política a que ])crtenecc.” E! Gobierno del abajo firmado cree que convendria dej.ar Ijieu establecido en los aoiicrdos internacionales, que no liiú en la Arnórir.ia española terriiorios que puedan ser considerados res niUUii-S: i que todos los rpie ella contie­ ne, por (besiertos i alejados que se hallen. ])irtencceu a las anti.guas iirovincias españolas, investi(,las después de 1810 dcl r.üi.c'o de o.stados librc.s i soleraiii.).?. Ai ilcigar a e.ste pimío, oí infrascrito de'ie ob.sorvar rá].-.idamcmte algunas insiuu.acimie.? de la nota que conte.sta rcsjiceto de las tierras que c-xisten inhabitadic-;. Piensa que si Fneran p;Mmitl;las pr(?tansiones diversas, fundadas en aquel Inscho. alojaríaso la tranquilidad en que Colombia se interesa. Güeñas lus repúblicas amevieauns de los fistonsos tei'riiorios ¡pie encen-aron Las demarcariiones colo­ niales, iniciado por ellas liac.e poco tiempo í;1.sistema do la líoiouizacion i del trabajo, qno aumenta rápidamente ia población i fecundiza los de.siertos, no pueden admitir que la circunstaiici i de hallarse al presento inhabitadas zonas mas u ménos c.?tensa.s, debilito l.i fuerza Je sus clovoclios. Si la falla de población pudiera alegarse p.ara detentar ¡a pronicrlad e.?traña; si la posibilidad ¡lo ocupar puntos actualrnente desposeido.? pudiera invocarse c¡}iocj medio iíijítiiTi!) de adquirirlos, la intranquilidad leiiuiria en bvs relacione;; do pneblos qtnr la Provideucia na destinado a (.lc.senvolv(';rsc entro ia? utinidadcs de l.a conlianza i de la eoi'di.alidail. E l soñor Presidente no aee[)t,a vacilaciones a este respemo, i croe que b'.? esfuerzos i b.'S veto.? de todos los goiherno,? deben confum.lir.se para levantar la verdad histó­ rica i la jnstieia, como único oríjen de dominio territorial de esta parto dcl mundo. Eácií e?, a juicio dc! Gobierno aijontin.o, impedir, por merlio de e.?tipnlae;i.)iie.s priulente?, que los reclamos por peijnieios i todas las cuestiones que pueden resolver.?o por indomniz-acioues pecuniaria.? ,?e conviertan ou con­ tiendas cncoiii'Mas, (|uc esterilicen el arbitraje, i cree que ■seri.in recibidios con .simpatía ios .acuerdos tendentes a asegurar (que eu. nirigiin caso podrian iniciarse hostilida­ des entro o.s estado.? siid-americanos sin avi.so tva.?rnitido con la .anticipación couvenieato, para coneiiiar las nece.sidiuies do la guerra cou las .ainplitndc.? de la paz. La primera de esa.? indicaciones e.s conforme con la ín­ dole liberal de estas naciones, i la segunda permitirá a los

148

GUERRADEL PACÍlTCO.

gobiernos esLiinular el progreso de los estados que presi­ todas sus controversias por el medio humanitario del ar­ den, sin distraer en elementos prccaucionales do seguridad bitramento, i a acordar con los otros estados convenciones i de defensa, recursos de qne necesitan para el desenvolvi­ análogas a fin de que la solución de todo conflicto por ese medio, venga a ser un principio de derecho público miento pacífico de su riqueza. No es imposible que, a pesar dcl sentimiento de los go­ americano. 1 con tan elevados propósito,?, que tienden a biernos al principio dcl arbitraje, i del que puedan pres­ estinguir en el coulineute las ca amidades de la guerra, tar a las ideas insinuadas en esta nota, sobrevengan per­ se sirve V. E. invitar al Gobierno de Bolivia, para que de turbaciones que rompan, como ha sucedido en el Pacifico, su parte concurra a la conciliación internacional promo­ la buena intelijencia do dos o mas naciones; i es propio vida por el Excmo. Gobierno de Colombia, del programa conciliador que Colombia prestijia fijar re­ Honra inmensamente al Gobierno de V, E. haber sido glas que mitiguen las consecuencias de aquella calamidad. el iniciador de un propósito que, si se realiza en su pleni­ Si la América se convoca para dificultar las luchas ar­ tud, está llamado a ejercer benéfica influencia en los des­ madas, natural es se preocupe de asegurar que si contra tinos de la América toda, i a preparar el engrandecir los esfuerzos comunes se producen, no serán acompañadas miento de los pueblos de la mas remota prosperidad. de la desolación con que los ejércitos de la antigüedad No so comprende, en efecto, qué movimiento de pro­ marcaban sus itinerarios sombríos. E l abajo linnado po­ greso pudiera imprimir la guerra en nuestro Continente: dria estenderse en indicaciones relacionadas con los pa­ si en la sabia i culta Europa se ha perpetuado a favor de trióticos propósitos de la invitación a que respondo, poro causas destinadas a desaparecer por completo, carece de creo discreto limitarse a lasque mas directamente pueden significado en las nacionalidades quo unidas i libros surcontribuir a consolidar la tranquilidad jeneral, librando a jieron do la colonia española. Aquí, on la América, no la iniciativa de los gobiernos otras proposiciones que se­ existen esos grandes e irremediables antagonismos do guramente son dignas de ser examinadas en un congreso razas, de creencias, de prodominio, do tradiciones invete­ internaciona!. radas que no acertando a encontrar tranquilo desarrollo, E l que firma no abriga la pretensión de haber presen­ estallan en conflictos armados. Al contrario, mil circuns­ tado ideas nuevas a la consideración del Gobierno do Co­ tancias concurren a confirmar quo la América republica­ lombia, i declara sin reparo que algunas de las indicadas na está llamada a ser la verdadera patria de la justicia, en esta nota cuentan ya cou el sufrajio de los pueblos, i del derecho i de la paz. Comunes cn oríjen i destino las que otras vienen preslijiadas por ej voto de los hombres nacionalidades que la forman; emancipadas con el vigo­ que sobresalieron en las grandes jornadas de la revolución. roso impulso de idénticas' necesidades i a favor de heróiS, E, el señor Santamaría, deaucirá de lo espuesto que eos sacrificios, obedecieron al movimiento progresista que el Gobierno arjentino no considera la estipulación aislada ha preparado las avanzadas doctrinas de la conciliación del arbitraje como medio eficaz de eliminar las discordias de los pueblos del nuevo Continente. internacionales. Que en su opiniou solo podríamos llegar Con vastos territorios, que en el decurso de los siglos a ese resultado incorporando al derecho público america­ ofrecerán siempre espacio i comodidades a la población no los principios recordados i otros análogos que, alejan­ mas creciente, i con prodijiosas fuentes do riqueza, pode­ do diverjencias ingratas, serán en el presento i en el por­ roso estímulo que aviva el trabajo, las nuevas repúblicas venir las verdaderas garantías de la paz. encargadas providencialmente do preparar en todo su E l ssñor ?re.5Ídente de la República ha encargado al in­ esplendor el avenimiento de la democracia i su estricta frascrito someta al Excmo. Gobierno de Colombia las ante­ aplicación a la vida social, necesitan unirse estrechamen­ riores observaciones i le signifique que, grato a la invita­ te por todos los vínculos posibles para presentarse grandes, ción con que ha sido favorecido i en la esperanza do que poderosas i fuertes ante el mundo civilizado. aquéllas serán aceptadas, adoptará las resoluciones neceTodo hacia augurar que para dirimir sus contiendas .sarias para que esta República se halle representada en habian de ocurrir a las vias conciliadoras i pacíficas, ántes una conferencia que tenga horizonte.? mas ámplios do la que ampararse del ciego i siempre desastroso criterio de que se le propone. la fuerza. Estas lejítimas previsiones han resultado falli­ S. E. considera quo limitada ésta a suscribir la Con­das de pronto, i a estas horas una guerra cruel i sin escu­ vención celebrada recioiitemente en Bogotá, responderá sa está ensangrentando las poblaciones del Pacífico. Para débilmente a los elevados designios do Colombia i dejará evitar la repetición de esos grandes atentados, tan funes­ en suspenso aspiraciones i exijencias quo son dignas do tos como deshonrosos para la América, indispensable os contemplación. buscar las soluciones pacificas i aceptar con entera con­ E l señor Presidente ha recomendado también al abajo fianza el arbitrio promovido por el Gobierno de V. E. firmado no ponga término a esta comunicación,.sin reno­ En la misma Europa, donde no os posible de pronto var las seguridades de que ol Gobierno arjentino, fiel a borrar de golpe precodentes antagónicos acumulados en los antecedentes de la Nación que preside, contribuirá, por el trascurso de los siglos, el arbitraje en sustitución de la todos los medios a_su alcance, a evitar esas guerras infaus­ guen-a, ha pasado ya de las meditaciones de los sabios a tas que rompen los vínculos de una solidaridad gloriosa. la conciencia pública, i puede mirarse como definitiva­ .El infrascrito aprovecha la oportunidad de reiterar a mente incorporado en la ciencia del derecho de jentes. S, E, el señor Ministro de Relaciones Esteriores las segu­ Preconizado por los publicistas de mas autoridad; abier­ ridades de su mas alta i distinguida consideración. tamente proclamado por los pensadores mas eminentes de Europa en el Congreso de la paz universal reunido en B e r n a r d o d e I k ig ó y e n , Jinobra; practicado en muchos casos por las naciones mas A S. E. cl sefior Ministro de Relacionen Esteriores de loa Estados Unidos de adelantadas cn la carrera de la civilización, el arbitraje como principio regulador no es ya controvertible, i su Colombia, don Eustacio Santamaría. aceptación definitiva para resolver sin escepcion todos los conflictos, está retardado en Europa con obstáculos quo por fortuna son desconocidos en este Continente, MINISTERIO DE RELACIONE,? ESTERIORES. donde los grandes intereses sociales son armónicos i don­ La P az , E n ero 10 d e 1881. de todas las nacionalidades pueden desplegarse sin coli­ siones ni luchas que dificulten su progreso. Señor Ministro: Espresaménte formulado ol arbitraje en ol Congreso He tenido la honra do recibir con su respetable oficio de 11 de Octubre del año anterior, copia auténtica de la americano de 1865 reunido en Lima; invocado i puesto en Convención celebrada en Bogotá, entre los Estados Uni- ejecución después de la victoria por la República Arjen­ des de Colombia i la República de Chile, en cuya virtud tina para zanjar sus cuestiones de límites con el Paraguai, ámbas naciones se comprometen a perpetuidad a decidir era llegado el momento de su consagración definitiva co-

V

"y r 'r I "y

^ y

y

’■

’y > ^y ^ y

y y

"r y V— ). r r }; ,r; i r: t" r' r r )'. y r y

y r r ir

Y Y r

y Y

y

149

CAPÍTULO PRIMERO,

■mo lei del Continente i de su aplicación real a los conflic­ tos internacionales. .Puede ya comsiderarse cerrado e! período inicial de preparación por el que tienen que pasar todas las grandes ideas ántes.de traducirse a ia práctica, i corresponde al Gobierno dc Y. E. la gloria de hacer imperar como poder i fuerza, en las naciones hispano-americaiiivs, la idea que hasta ahora ha sido ■Linicamente noble anhelo de los pu­ blicistas i espíritus elevados, i a.spiracion de los pueblos que se esfuerzan por convertirla en solución efectiva dc todo desacuerdo. Mi Gobierno, respetando las tradiciones de la Repú­ blica que en sus pactos internacionales ha consignado siempre el medio conciliatorio del arbitraje, se halla di.spuesto a prestar injénuarnente su decidido concurso a la grandiosa trasformaciou iniciada por el do V, £., auiKine hechos inexorables que no provienen de él, i que impor­ tan la negación no solo del arbitraje, mas también de to­ das las prácticas con que la civilización ha mitigado los rigores de la guerra, vienen a cerrarle el paso a ese anhe­ lado fin do la conciliación americana. En efecto, Excmo.-señor, esa misma Nación que en '23 de Enero do 1865 concluyó i iirmó en Lima entre siete repúblicas el Tratado de paz continental, declarando so­ lemnemente que nunca ocurriria a! empleo do las armas para terminar sns diferencias i que, al contrario, las sorneteria al fallo inapelable de un juez árbitro; esa misma na­ ción que en 3 de Setiembre del pasado año recnnneia i proclamaba en Bogotá ei arbitraje como solución en todo conflicto internacional, .se presenta en estos momentos armada del sangriento estandarte de la guerra i levanta barreras insuperables ante las aspiraciones del mundo civilizado desgarrando los pacto.? internacionales suscri­ to.? por ella misma. E l arbitraje supone que las partes quo se sorúeten a él, se hallan convencidas ( e buena fe do la justicia que les asiste. ¿I qué convicción honrada puede tener la Repú­ blica que .sin provocación movió guerra a Bolivia únioainentc por ensanchar su territorio; la que no ha trepidado en proclamar el derecho dc conquista propio do edades que pasaron para no volver mas, i que, embriagada con los triunfos do la fuerza, no teme escarnecer el derecho desen­ cadenando las calamidades de una guerra deshonrada por crueldades indignas del siglo? Chile, que estipula en Lima i Bogotá el arbitraje como supremo recurso do conciliación, i se deniega en Arica, ántes de la victoria final, a todo ave­ nimiento amigable, no e.sseguramente el defensor de la paz continental ni el leal propagandista de la idea humanita­ ria i civilizadora del arbitraje. Su adhesión al Pacto de Bogotá, los hechos lo dicen claro, no es mas que la hi­ riente irrisión do los principios que acaba de repudi.ar en la lucha del Pacífico, i por eso Bolivia i eí Perú se ha­ llan, a pesar suyo, colocados en situación peculiar tocante a su agresor. Bolivia, que siempre procuró la paz i la armonía con sus vecinos, aun a costa de incesantes concesiones, i que hoi mismo, para dirimir sus contiendas sobre límites, no reconoce, en hornen,aje a la equidad, otros medios que la transacción i el arbitramento, no puede, sin embargo, iiceptar hechos consumados en daño suyo i pasar tranquilarnontc sobre ellos. No se resignará al menoscabo de su soberanía i a la pérdida de su única costa sobro cl Pacífico, aunque el éxito corone momentáneamente las abusivas imposiciones dcl vencedor; i e.?perará con inquebrantablo fe la hora de las reparaciones, quo nunca deja de llegar cuando se so,stiene la causa de la justicia. Lo que sin previsión i con mano fratricida está sem­ brando la República de Chile, producirá inevitablemente sus frutos; el rencor profundo, los odios, las agresiones mútuas i sin término. I esta grave perturbación de rela­ ciones no ha de limitarse a-las tres potencias hoi empe­ ñadas en la lucha, sino que su influjo se ha dc dejar sentir en todo el nuevo Continente. P’ormando las nacionalida­ des sud-americanas un todo homoj éneo i compacto, no es

posible lastimar a ninguna de ellas sin herir i perturbar a las demas. E l único medio de evitar cl mal i dc cegarlo en su fuente, consiste eu la franca protesta qne los pueblos de !a América deben hacer oir en estos momentos contra las exorbitantes imposiciones que no cuentan mas que con el pasajero e instable apoyo de k fuerza. Promotor el Go­ bierno de V. E. de la conciliación internacional en el Con­ tinente sobre la base del arbitraje efectivo.; representante de nna nacionalidad que encarnó en sus instituciones ks ideas mas liberales i avanzadas del siglo, tiene que ser cl primero en pronunciar si el repudiado derecho de con­ quista ha de pervertir el organismo americano o si ha de ser rechazado con indignación en honra de la soberanía e independencia de las naciones. Si Cbile no retrocede de las falsas via,? on que se ha colocado, ni desiste de .sus peligrosas pretensiones, las so­ luciones pacificas intentadas por el Gobierno de Y. E, , estarán siempre espuestas a escollar ante los dictados de lii fuerza. El arbitraje quedará do pronto relegado al do­ minio de la.s simples aspiraeione.?, i su realización aplazada para un porvenir mas o ménos remoto. Hai mas: si las otras naciones de esto Continente per­ miten en silencio la inmolación de dos naciones integran­ te,? de su organismo; si encontrándose en las preocupacio­ nes dol momento, no tienden mas léjos sus miradas, i no concurren, siquiera moralmente, a estingnir en su oríjen ia causa de tantas calamidades; si no dejan escuchar una severa palabra do reprobación contra los que han profa­ nado la América alzando en ella la bandera de la usurpa­ ción i de la conquista, pronto este suelo prometido a la libertad, a la paz i a los mas pró.speros i florecientes des­ tinos, será el teatro de escenas de sangre i de oprobio con que la sed do predominio infamará los anale.? c e las nue­ vas repúblicas dei Continente. Pero, si como es de esperar se levantan a la altura de su deber i dejan caer su vere­ dicto de reprobación sobre el miembro 'descarriado de la común familia, se enfrenarán las propensiones avasallado­ ras i se evitarán repre,sallas cada vez mas funestas. Solo entónces los principios que el Gobierno de Y\ E, propende a hacer prevalecer, quedarán resguardados de perniciosos precedentes, i serán para la América agrade­ cida una positiva cuanto benéfica realidad, Convencido mi Gobierno de que todos los acuerdos in­ ternacionales que preparan la abolición de la guerra o tienden a civilizarla en beneficio de la paz, forman la gran­ de aspiración de los pueblos cultos, .?e apresurará gustoso a enviar a Panamá, en la época indicada por Y''. E., a! Reiresensante de Bolivia unido dc los ámplios poderes, para irmar con el Gobierno do Colombia i con los represen­ tantes de las repúblicas americanas que consagran su franca adhesión al principio del arbitraje, el gran Pacto de la ccnciliacion continental iniciada por el Gobieimo de Y\ E. í lo hará así, con la confianza de que para esa épo­ ca se habrán correjido ya los entorpecimientos creados por la falsa política de Chile i restablecido en todo su es­ plendor el derecho público sud-americano. Con tan plausible motivo, tengo la honra dc e.?presar a Y. E. los sentimientos de particular distinción i respeto con que me suscribo su obsecuente servidor. J u a n C. C a r r i l l o . Al Excmo. seilor ilioistra áe Rekeiímc-s Esterioiss de los Estados Uniáoa de Ooloaibia.— Bogotá,

MINISTERIO DE RELACIONES E.STERIORES.

. M o rd ev id eo , E n ero 28 d e 1881. Señor Ylinistro: E l infrascrito. Ministro Socretario de Estado en el de­ partamento de Relaciones Esteriore.?, tiene el honor de costcstar la nota que recientemente ha recibido, dirijida por el Excmo. señor Miüistro de Relaciones Esteriores de Colombia, con fecha 11 de Octubre último.

150

GUERRA DEL PACIFICO.

Con esta nota remite V, E. el l'ratado celebrado entre El infrascrito se honra en saludar a V. E. el señor don los Estados Unidos de Colombia i la República de Chile, líustacio Santamai-ía con la mus distinguida comsidcpor el cual las dos repúblicas se comprometen a perpe­ racion. tuidad a fillanar cuale.squiora difimiltades o controversias dn.vQuiN R e q iu jk a j G a r c ía . cjue puedan suscitarse entre ellas, por el medio humani­ A' F.si:;«! i . seü:n' ilon liusfsc-io S;iii*;Uiiaría, Minisíro ilo Seticioae.; Esteriorís tario i civilizado del arbitraje, i a recabar de los demas (ia ¡os listados IJ«ic.?co!>fianzas cu tre ci S'crúí íSolivíutim-porlaHlciiotíi ha querido perder un solo momento en ponerla en cono­ (Icl Jen eral en Jefe ¡leí ejercito Uc .ireqBiipa al 3íiiiistro (le !a íincrr;;. cimiento de todos io.s demas do Auiórica para que cuanto áutes puedan adherirse a eila i quedo adoptado como R E P Ú iir.IC A PER U A N A . parto esencial c integrante do! derecho público americano i el principio que ia referida Convención encarna. i NÚM, 80.--COMANDANCIA EN .JKFF, DEL EIlíIlCITO DEL SUE. ,n.sti'uido S. E. el señor Presidente de la República de tan interesantes documontos, lia ordenado al infrascrito i Señor Coronel Secretario; que por intermedio de V. E. trasmita su cordial felicita-, I En curaplimiento de mi deber, paso a dar a Y. S. cuenclon al ilustrado Gobierno do Colombia jior k loable i ! ta prolija i delídlada de la conferencia que tuve el 23 dol patriótica iniciativa, a la vez que su .sincera adhesión a la pre.seate con el señor Mini:?í.ro de Relaciones Esteriores invitación con que se le honra, que procurará h.acer efec­ do la Ropública do Bolivia, doctor Cari'ülo, do la que di tiva por los medios i eu la forma establecidos en la cons­ cuenta por telegrama a S. E. el .Jefe Supremo, ofrecién­ titución do la Rejública para los pactos internacionales. dole mandar pormenores por el corroo. S. E. el señor Presidente aprecia la Convención de 3 de Asistieron a la ooiiforoucia el señor .Ministro de Bolivia, Setiembre de IS.dO como el complemento feliz del voto nuestro Enviado Estraordinario en esa República señor sensato i hum.airitario que los plenipotenciarios del Con­ Bii.stamante i Salazar, cl señor Prefecto dol departamen­ greso de Paris sancionaron en 18óG, sobre (pie los Esta­ to, ei deíb ds Estado Mayor i el que su.scrihc; advirtiendo dos entre los cu.ales pudiera sobrevenir alguna gravo a Y. B, que si el Jefe de listado Mayor a.sistió, no fuó por desinteiijencia deberán, iíntes de apelar a las armas, recur­ iulicacion mia sino por invitación especial {¡ue le dirijió rir basta donde to permitan las circunstaricia,s a los bue­ el .señor Preíe-cto i ComandaiUe .Jeneral del departamento. nos oficios de una potencia amiga. E l seiior Ministro Carrillo pronunció un largo discurso Este voto mereció la aceptación dcl Gobierno Oriental partí -probar la buena Ib de B;.>livia con i-osp-octo a la Alian­ como de la jeaeralidad de lo,s gobiernos de Europa i za, i aíirmó enti e otni-s casas que traía iusiruccion espe­ America, poro una dolorosa osperiencia ha mostrado que cial dol Gobierno, de la Convención Nacional i dcl pueblo fué relegada ai olvido, o qne fuese ineficaz para impedir boliviano para dar a sus hcrmano:-i de o-sta parte dei Porú guerras harto desastrosa.?. las pruebits mas complraas de adhesión i fidelidad; quo E l arbitraje forzo.so tendrá sin duda mayor eficacia, pero habrá seguramente conveniencia cn acompañarlo de otras estipulaciones para garantir su curnpruniento. Sometidas al arbitraje las controversias i dificultades de cualesquiera especie, deben reputarse incluidas las disi­ dencias .sobre límites o integridad territorial, i así lo in­ dica la nota de V. K. afirm.ando que con el principio salvador que encierra e! Pacto trascendental celebrado entre Colombia i Chile, se conseguirá indudablemente evitar !a guerra por discordias interuaeionales, especial­ mente sobro cuestiones de límites. Jjas benéficas miras de ese acuerdo se llenarán con mas seguridad consignando principios i reglas que hagan im­ posibles crsa.s cuestiones. Espera el Gobierno Oriental que el de Colombia asen­ tirá a estas ideas, atonta la declaración oficial del Excmo. señor Enviado Estraordinario i Mini.stro Plenipotenciario en Francia. Y. E., en nota 9 de Diciembre a la Legación Oriental en Paris, adjuntándole copia del Pacto referido, le pide qne recomiende a su Gobierno suscriba eí arbitraje por el Representante qne envie al Congreso de Panamá en el mes de Setiembre, i agrega: "También será posible que en ese Congreso adopten algunos otros principios como esen.ciales del doreclio público americano que uo puedo :ser igual en todo al europeo, ya por la diversidad de las cir­ cunstancias, ya por ia diferencia de rejímcnes administra­ tivos.” Dejando esplicado ol concepto en que ei señor Presi­ dente presta su adhesión, cl infrascrito reitera en nombre de S. E. las congratulaciones mas espresivas ni Excmo. Gobierno de Colombia por los elevados sentimientos que le animan en bien de la paz i do la armonía de los tueblos americanos, i que tanto contribuyen a vigorízal­ as relaciones amistosas que felizmente existen entro los Estados Unidos de Colombia i la República Oriental dol Uruguai.

no desconocía que en !a época del Gobierno anterior talvcz liiibiüi-ii a'guu motivo p.ara abrigar so.spechas, pues la derrota de Ban Frauoisco se debía e.sclusivamento a la retiradti d.o C unaroucs lincha por el Jenoml Daza; que el Perú misoio liabia -sufrido por la mala direcoion de los gobiernos anteriores, pero que lioi Itis cosas habian va­ riado completamente de aspecto, ote.; este parece i ue fué el objetivo de su discurso, pues se detuvo e.specia mente cn cada punto, corao tratando de llevar a nuestro ánimo la coívvicciou do sus palabras. I)cspue.s habló, aunque parecía iucidsnta'm.cuto, do la nflce.sil.id de acordar un plan de. ctHapavia entre cl Gobierno de Bohvia i yo, a fin de obrar de .acuerdo ¿ol're el enemigo, se-i que úd mareliase a l.’ima, sea ( ue ataca,so a esta ciudad o se internase por Tarata al i epartaraciito do Puno. Afirmó que aun­ que sn ejercito cstid.ia ile-sarmadu, esperaban artnas i eleraento.s ñor la vía de ia Ropública Arjentimi, i que establccerian su Cuartel •Jú:ieral en Ürun», para de.sde allí e.star en observación sobre Tacna i Tarapacá, sin desaten­ der por C.SO a L.a i^az. Manifestó ei señor Miuistro que abrigaba serios i fun­ dados tcruore.s de que el enemigo, á-af.cs de marchar sobre Lima, procuraría ocupar esta ciudad i, dominando a Puno, amenaz-ar a L.a Paz; pues no concebía que los chilenos pudier.in emprender operación alguna sobre nuestra capi.:al dejando a su vetaguaj-dia, libres i en disposición de obrar, los eiérc¡to.s de Boüvia i el de mi mando, que fácil­ mente podrian recuperar el Litoral perdido. Que para este caso creia que mi misión debia !imitar.se a hostilizar al enemigo, no prcaentiiudole batalia, que a mas de darle un triunfo moral, de.sU'uiria los pocos elementos de que podemos disponer en el Sur, Que ol ejército do mi man­ do rlobia optar en todo cuso por ¡a retirada. En cl caso improbable de que ol enemigo atacara esa, la opinión de! señor Ministro era que el ejército boliviano descen(lic.?8 por Oruro a Tarapacá i el ric mi mando re­ cuperase Tacna i Arica. En todo el curso do su conver-

151

CAPITULO PRÍMERO.

'V ■' r

tai Y 4 1

í te' t.

■J t ■'te ■f í

í te r í

T

■í

'r ’r

í

te'

j te' y r j y y

'■( y "t ;

Y i

Y te"

Y te'

Y Y Y

Y

Y y

:y -

,

Tratando ahora de la misión del señor Ministro de Bo­ sacion no escatinió las lisonjas al soñor Prefecto, al señor livia, se nm hace difícil creer quoun personaje tan impor­ Bustmnante 'l Sal azar i a ü j í . E l señor Prefecto del departamento manit'estñ al señor tante i que tofisa larte doi gabinete actual, abandonara Ministro la complacencia de la sociedad de Arequipa al ias obligaciones i ( eheres propios de su cargo i viniera a teuerlo en su seno, que se felicitaba de ello i que deseaba esta ciudad solo a cumplimentar a sus autoridades i a lo fuera graia su pennaueticia en esta ciudad, para le probarles la lidclidad do Bu’ivia de que ninguno dudaba: ])orque conviene qno Y\ S. ob.sen e que cuando el señor cual uo omitiria esfuerzo alguno. Habiendo concluido la fe ieil ación de la Prefectura, to­ Aiinistro hablaba dc plan de camnaña, movimientos del mó a mi vez la palabra i espuse al soñor Ministro: (jue enemigo, etc., lo hacia .solo íncificatahn-cnte i ,siri acordar agradecía.sincerameutc las muestras de adhesión i lideii- nada dennitivo ni estable; hablaba de la campaña mani­ dad,( uo iio.s daba nuestra aliada inandiuido en peisona a festando simplemcnr.c sn opinimi, pero sin insistir en ella, nno de, ios miembros mas distinguidos dol gíibinct.c actual ni profundizar nada on m.ateria tan grave. (jrco no e(]uivncarmc si afirmo a V. 8. que la misión a ser cl órgano de sus simpatía.? i afectos, i que ¡lodia aíirm.ai’le que el Gobierno, el ejército i ci pueblo t.odo del dol Ministro no es la que él ostensiblemente ha manifes­ Perú amaban la Alianza i deseaban lu Gonlederacion que tado sino otra distinta, sobro la cual nada rae atrevo a hiciera de los dos pueblos uno solo, (juc no tcinia mfivi- cc.n¡oti.ir,ai’, ]uie.? el psoueño tiempo dc que se ha podido mieiito alguno del enemigo sobre esta ciudad ni ménos disponer no rne ha d.m o la luz nscesaria para aventurar su internación «1 deparUnientu dc Puno, porque esto, a un juicio. Siento sí la precipitación dcl regreso, porque mas do ponerlo en imposibiiid:Kl dc acometer nae.stra ca- i cu mi Opinión ha dolúi o diplomáticamente detencr.se al 3Ítal, dunde él juzgaba cl golpe decisivo, le oc.asionnria '• señor Ministro hasta tener alg'.m indicio seguro del obje­ tajas i pérdidas dc consideración, quo dilícilmente logra­ tivo de sn venida. Ruego a Yh S. so sirva poner este oficio en conocimiento rla reparar, li.aciendo su jwsicion ¡mn ma.s ueíiv.intajo.sa que lo quo e.s boi en Tacna; fncra de que la opiuion de di¡ í\ K. el jefe Supremo. Chile, rabio.?a i desesperada como Cíitá, condtmaria imániDios guardo a Yu S, SKafs-DO Lfuv.v. memcnto nn movimiento qno la alejavia de su única as­ piración; la toma do lúraa. Que esto no obstanio. ,si ci Al seiioi- Cori'i;i;¡, ñecreiario il(; Estallo on cl Jo.,i',vjlio J -2 i3ucrr,i, enemigo invadia e.-;te departiuncnl.o, eoipczaria a lm,>lilizarlü desde el momento do su de.sombarco, pues la iínoa del ferrocarril, m ía que ellos seguirían nccesaiúi’.mmte, me ofrecía po,sic)OT!es ventajosa.?, dc.sdo las cuales podia oponerles una séria resistencia i oun.sar i disminuir :su.? íían ificsto del Jciiarfsl ílila rio n Jínza a sus conciiidatropas. Que in defensa de esta ciudad nicotrceia condicio- ¡ danos. lies c-spcciale? que ci'cia no delúa desatender: que a roas rio la naturaleza de lo.s cditlcios que pr¡?.?tan abrigo a! sol­ dado aun contra la artillería de pequeño calibro, que .seria te'avoa ingrata i embarazosa es, sin diidn, la de rememo­ la quo trajerau los chilenos, este pueblo ova entusiasta, rar acontecimientos pasados, precisamciUc en momentos aguerrido i viril, sabia, hacer perfeotamcntc la guerra de j en f i n e se quisiera olvidar todo, i tener que nombrar i montoneras i parapetos i su eoojícraciou seria importan­ iu:u¡)arse dc personas cuya e.sistermia misma quisiera ig­ tísima, (juo .solo en e! caso de qno cl en-emigo viniera en norar,se a líu do no hacer sangrar las llagas, frescas auu, im número escesivo i rnui superior al dc mis fuerzas, rae- ahiertas jior la ingratitud dc los uno.s, la deslcaltad i falta decidirla a abrmdonar la ciudad i ocupar posíeioue,? .sobre i dc hidalguía de los otros, i la poca o ninguna justicia ne la linea férrea de Pimo, de tal modo quo pudiera liostili- • lus derna.s. zar coiisUntomente ai enemigo o irlo cuntonieudo cu su | Tero ,.:|ué hac-cr si cl deberlo exije? ¿Qué hacer sino avauco, teniendo ai mismo tiempo asegurada mi retirada, seguir i cru/ar una a una todas las etapas que conducen (¿ne en ciuauto al rían de recup/i.irar a T.acna i ’l'nrapaeá, al calvario dcl patriotismo: si el enemigo baja.)a a Lima, me smneí.eria a la.? iiisc-rneNecesario es, siquiei'a para establecer un precedente, si ciones que mi Gobierno tuviera, por conveniente impar­ es que el deber legal no lo impone, dar cuenta i razón al tirme. mandante de la jerencia doi mandato. Un p.aís minado

IY.

Clon esta contestación, nuevas protestas de amistad i ’ por las revueltas provocadas por las aspiraciones perso­ estimación personal i lijcros incidentes, opte no es del caso nales me habia entregado la dirección cío sus de.?tinos; i repetir, terminó la confcroncia, que duró corea dc tres j una guerra tan iiiju.Siii como dosoladora habia llevado el horas. luto,tea pobreza i a miseria al seno mismo do ese país, i A l dia siguiente esperé en vano que el señor Yiinislro os justo qne \a>diga a eso noble pueblo la niímera como ragara mi visita, h.asta que \'íi un ])oeo tai'dc. fui a ver- llené su mandato i la acción qne mo cupo ejercer en el terrible dudo oue hasta c.?te rnojucnto mantiene. 0 , i habia salido a un convite. I tengo quo lacerlo prccisamento cuando estoi situado Fina’meii-,e. en la mañana dc luú, i cuando í’ní a buscar­ lo pava acompañarlo hasta la cstaráon. pues hacia su viajC a tanta distancia del teatro de los acontecimiento,?, care­ do regreso, volvimos a tenor una pequeña conferencia so­ ciendo de los documento,? oficiales que tan necesarios e bre los mismos puntos qno .la do! dia anícrior, agr-cgíindo iudispcusables me son, i aun de la mayor parto dc mis el señor Ministro, i]ue habia negociaciones de paz enta­ papeles p.arricuhucs, pues que, como se conoce en Boli­ bladas en Ijima por el Ifepre,sentanie de la República do via, fué ocupada la casa, de mi alojamiento en Tacna i disNorte América i que espera tener tintes do poco tiempo ¡rersados i cstraviado.? los objetos de mi pertenencia. R.sta sola con.sideracion bastaría para escusar el presen­ noticias raui importantes. Goimesté quo nada sabia acerca to trabajo si mi ánimo fuei-a hacer sombra sobre mi con­ de ias negociaciotics de paz dc que me hablaba. Orco inútil indicar a V. S. tjue cl dia que llegó ei señor ducta i mis actos; pero auu cuando sea de un modo so­ Miui,?tro fui a recibirlo n la estación dcl ferrocarril i lo mero, aun cuando no sea mas que el bosquejo de mi acompañé lia.sta l;i casa prcfcctural, peiTiiancciendo algún rnaniílesto, quiere rendir al país las primeras pajinas de tiempo con c!; i que hoi íní tambieu t¡ dc.spcdirle hasta la I lo qne llegará a ser mi procese; además me lisonjea la idea estívCion. de que esto escrito encuentre todavía sesionando al SoE l regreso tan precipitado dcl scñoi' [Ministro, es en mi I berano Congreso, el que cou su loctiira, i al reconocer mi concepto obra dcl señor Bustamaute i Salnzar, pues este I deseo dc ,ser residenciado, llegará a mandar mi compareseñor mo tnanifestó m.as do uua vez que estaba decidido I cimiento, o por lo menos proveerá a mi enjuiciamiento, i té ahí la razón por qué escribo estas líneas, cuya tarea a no dejarlo descansar hasta llovárselo a la Taz, como en j efecto lo ha voriíiciuio esta mañatm en tren estraordinario. hubiera sido desempeñada por mí cuanto ántes, i en el

152

GUERRA DEL PACIFICO.

I Continente americano, si el Gobierno peruano, a pedimen­ en Bolivia, aniquilada, gastada, destruida i postrada por to de la embajada boliviana (Z. Flores!), no hubiera or­ la guerra civil, por las revoluciones de todos los dias, por denado mi estrañamiento de esta República. e.se estado mórbido, por decirlo así, que constituya una Pero no se crea que mi deseo es justificar mi.s actos, ni situación constantemente anormal que no deja lugar al que tengo empeño en probar que ellos invisten el sollo do cálculo, al plan ni al sistema en todo órden de cosas, has­ cosas perfecta.?. Mi carácter sencillo, formado por la inje- ta en ol privado. nuidad de la vida militar, no se presta a esa acumulación Aun ántes da p.asar a otro motivo, permitido mo sea de argucias con quo siempre se suele revestir esta clase decir que, merced a osa paz, a ese órden priblico, liabia do documentos; mi tarea se limitará a la simple esposi­ logrado yo introducir algunas de las reformas que mas cion de los hechos, sin consideraciones ni comentarios, imperiosamente eran exijidas por las necesidades del dejando su estimación al criterio de la justicia i a la recta Estado. razón de los bolivianos. Las jentes que no tienen el cora­ Merced a ella fué que el crédito nacional, deprimido i zón pervertido i aquellas que no han resuelto de antema­ abatido en Europa, habia sido salvado 'honorablemente no condenarme, apreciarán en lo que es debido el carác­ por medio de la cancelación del oneroso empréstito Church, ter de los acontecimientos i sabrán valorar la parte de que amenazaba absorber las mas pingües i efectivas ren­ responsabilidad que me corresponde, dejando la otra par­ tas dcl país. te a los que directa o indiroctamcnte ios prepararon o Igualmente se rocuperaron las rentas del Litoral que contribuyeron a su realización. por gobiernos imprevisores habian sido empeñadas a em­ Poro como por los motivos arriba espresados de ausen­ presas irrealizables. cia i falta de documentos, ol presente manifiesto no pue­ Se habian restablecido las aduanas nacionales, que em­ de ménos que ser deficiente, prometo darle mayor esten- pezaban a producir escclente.s beneficios para el fisco, i sion i mas precisos detalles en el curso del juicio a quo sobre todo daban seguridad e independencia al comercio. aspiro, i a que, ,sin duda, en cumplimioiito de la Constitu­ I todo esto fué debido al cuidado con que se defendió ción, debo ser llamado. Fuera de eso, prometo sostener en la conservación dcl órden público, de eso precioso hien séria i leal discusión todos los cargos que se me hicieren de que nosotros, cn jeneral, no sabemos apreciar los be­ por la prensa, a fin do que mi administración, i mui espc- neficios. cialmentc la parte relativa a la guerra, no quedo dudosa | i oscura para la histori.a, con car-gos cxajerados, pero no Así marchaba el país: todas mis aspiraciones so roduprobados, i con misterios mas o menos aceptados, como cian a vencer las dificultades quo oponian 1.a educación ha sucedido con todas las administraciones pasadas. Si es verdad que exijo severo juicio de mis conciuda­ política del pueblo, sus condiciones sociales, los hábitos danos respecto al fondo de esto escrito, redamo su indul- inveterados, i, sobre todo, aquellas dos gangrenas que cor­ roen-la empleomanía i los odios de partido—al verdadero jencia para su forma. réjimen constitucional. Por lo demas, comprendiendo que Bolivia no podia ni Respecto a mi administración, nada o poco tongo que debia hacer (mlítica internacional ántes do consolidar decir, porque di parto minuciosa i detaliada de todos los firmemente su política interna, limité la acción del país actos de ella a la Asamblea Nacional de 1878. Se puede, en matci'ia de negocios estranjeros a la simple conserva­ )ues, decir que ella pertenece al rango de cosa juzgada ción de las buenas relaciones, paz i armonía con los es­ tados vecinos i con aquellos que por cualquier motivo el lasta esa fecha. Por lo ( pe respecta al tiempo trascurrido desdo ia clau­ país tenia que ponerse en contacto. Así fué quo cuando el Embajador chileno don Pedro sura de dicha Asamblea hasta el dia en que me fué N, Yidela me escribió solicitando ser recibido en Consejo preciso ponerme a ia cabeza del ejército en campaña i de gabinete, i hecho lo cual se permitió preguntarme; delegar la autoridad suprema a! Consejo de Ministros, mi administración se limitó a echar las bases del nuevo réji- "¿qué actitud tomaria Bolivia en caso de romperse las meri constitucional impuesto por la referida Asamblea; i relaciones existentes cutre la República Arjentina i, su país?” sin trepidar i aun pasando por el inusitado proce­ ¿ni qué otra cosa podia hacer yo en 12 meses escasos? dimiento empleado por e sefior Videla, que tenia todas Proveer apénas a que las nuevas leyes llegaran a tener aplicación i ejercicio; preparar cl pais'^i el espíritu público las apariencias do esplotar una sorpresa, los ministros i a las reformas por esc réjiinen establecidas: hé ahí todo. yo le contestamos unánimemente: ‘ que Bolivia guardaSe buscaron medios de levantar la instrucción pública a ria la mas perfecta i estricta neutralidad.” Conocidas son la altura a que debe so.stenerse siempre esa importante ' las ventajas que Bolivia pudo haber obtenido prestando institución, restableciendo la instrucción oficial, nombran- ’ su concurso a la causa arjentina; pero en conformidad con do profesores esperiraentados i de indisputable mérito, i cl carácter caballeresco del país e iterpretando ese senti­ procurando abrir una saludable i benéfica competencia a miento de hidalguía i jenerosidad que los bolivianos han los establecimientos particulares, a cuyas csclusivas ma­ heredado de la vieja raza castellana, resolví dar esa con­ testación i mo cuidé mui poco de alentar ni de traducir nos habia quedado sometido lan importante ramo por | a hechos prácticos las simpatías que despertaron en toda consecuencia de la inconsulta lei de enseñanza libre. la Rc|)ública por la causa arjentina ante las pretensiones Quedaron, pues, abiertas e instaladas las escuelas profe­ do Chile. ¡Cuán cara hornos pagado esa conducta noble sionales i ias de instrucción secundaria por ministerio dcl e hidalga! Estado. E l ramo de justicia mereció también igual i preferente atención del Gobierno. Se hicieron remociones, so libra­ ron nombramientos, se ayudó i cooperó a la reimpresión de los códigos, so reformaron los procedimientos, ponien­ do a los litigantes en condiciones de fácil acceso i espedi­ cion, i se hizo todo aquello que era posible hacer en un país como el nuestro. Pero lo que mas constantemente i sin cesar rae preo­ cupaba i preocupaba a los respetables señore.s a quienes confié la rejencia do los ministerios de Estado, fué, sin dud.a, la conservación del órden público. Creo, i he creido siempre, que en lo absoluto es la paz irtterior la primera necesidad de un Estado, mucho mas

Nacionales i estranjeros, todo el mundo conoce la his­ toria de la presente guerra. Una lei votada por la Asamblea Nacional en plena ju ­ risdicción, a iniciativa, de un Diputado del Litoral i sin que yo ni mis ministros tuviéramos la mas remota inje­ rencia en ello, fué, si no la causa, el pretesto ostensible de ella. Si algo puede reprocharse a mi administración en oste asunto, es el haber confiado en la palabra autorizada i solemne del Embajador cliiieno, que hasta el último mo­ mento, i empeñando la fe nacional de su patria, sostuvo el principio de tratar la cuestión en el terreno de la diplo -

l

CAPÍTULO PRIMERO,

I

, I

X..-

■w--;

w ó' ta

O; Q C

O

158

macia, esCusando i esplicando con diferentes motivos la si no le .son negatorios, entran por mui poco en las gran­ )resencia ded buque chileno en aguas de Antofagasta. des operaciones. ¿cómo podia yo llegar a presumir siquiera que una nación civilizada, qne un pueblo que hasta el fastidio so Fusiles i cañones, la calidad i alcance de éstos i de llamaba-nuestro hermano nos tendiera lazos impropios de ^ aquéllos; pertrechos de todo jénero, recursos de guerra i Nación tan re.spetable, i burlara la fe nacional empeñada ' de campaña, i oro sobre todo, se necesitaba a mas del pa­ an el sagrado do convenciones internacionales? Cualquier triotismo i del entusiasmo. E l país, empobrecido por las boliviano, todos ellos, ¿no habrían obrado del mismo mo­ circunstancias en otra parte mencionadas, desgraciada­ do que yo? mente no se prestaba a satisfacer estas exijencia.?; algo El reto fué arrojado, nuestra confianza burlada, nues­ mas, no lo podia; por lo quo el pequeño empréstito orde­ tro territorio ocupado. Todo esto lo puso en conocimien­ nado por el Gobierno apénas fué suscrito en una parte. to del país por medio de un manifiesto, aceptando la Digno es de notarse aquí la circunstancia do quo los mas guerra, pero solo en su carácter defensivo. pudientes fueron los mas remisos. Nuestros parques so encontraban exhaustos, nuestras Suscrito el empréstito, repito, en una sola parte, apénas poblaciones diezmadas por la peste i empobrecidas por produjo de inmediato unos 300,000 bolivianos, que se en­ cuatro años do e.scasez i malas cosechas, i sobre todo, ¿por tregaron en la Dirección nacional, i c-s con ello i con los qué no decirlo francamente? desmoralizadas por 50 años arbitrios ordinarios dcl país que se levantó la espedicion de revolucione,? constantes, de celos de partidarismo i de de Tacna, ejército do 6,500 hombres; i es con ese pequeño esa especie do desorganización quo trae consigo, do una recurso que .se emprendió la campaña, Si es verdad que manera inevitable, la falta do estabilidad. No desconfiaba al principio la mayor parte fué desarmada, no es ménos yo del patriotismo boliviano; no dosconfiaba do la Irravu- cierto que fué equipada en alguna manera; vestuario, for­ ra de sus hueste.?; pero tantas i tan negativas circunstan­ nituras, frazadas, calzado, botiquines i codo el pequeño, cias me hacian temer por ei éxito de la guerra, i e.s por pero indispensable pertrecho, fué conseguido i comprado. esto, i miéntras sé preparaba ol país para una acción de Es admirable cómo pudo aquel ejército .salir i llegar a su seguro.? resultados, que yo deseaba dar a la gnerra un ca­ destino, después de í)0 leguas de trave.s!a por el desierto rácter puramente defensivo, protestando contra todo acto con tan pocos recursos! No diré, no, quo e.?tos fucrou mi­ de fuerza mayor. lagros operados por una solícita i paternal administración; Pero el patriotismo exaltado de los bolivianos, que por dejaré toda la gloria al país, asegurando quo ella fuó la plazas i calles aclamaban la guerra; las manifestaciones sola obra del patriotismo, el solo resultado do esa virtud que en este sentido se hacian en todos los puntos de la social que cada dia se va haciendo mas rara en el mundo. República; la circular atentatoria que pasó nuestro Mi­ nistro Plenipotenciario en Lima al Cuerpo Diplomático de esa capital “declarando la guerra a Chile,” clásico docu­ Aparte do ese ejército so organizaron otras varias divimento de absurdidad e ignorancia, i sobre lodo, las reite­ .siones en el interior do la República, la suma de las cua­ radas exijencias del Perú para quo el ejército boliviano les debió hacerlo ascender al respetable número de 12,000 fuera a guarnecer la? costas del Sur, precipitaron los hombres. acontecimientos i les dieron una dirección distinta de la Para la 5. ^ División se compró en territorio ameri­ que al principio me habia propuesto. cano un armamento do 2,000 rilles con su respectiva do­ tación. A esas otras divisiones fué menester equiparlas conve­ Aun hai que decir algo mas sobre esto punto, i es que nientemente i ponerlas en aptitud do emprender ia cam­ tan decidido me encontraba }'o a no dar a la guerra un paña, como en efecto lo hicieron, escepto la 5.'*, que desenvolvimiento inmediato, que don Zoilo Flore.?, nues­ debia operar por el desierto de Atacama. tro Ministro en Lima, se permitió hacer recojer, desmen­ Apelando al crédito personal, se hizo un pedimento do tir oficialmente i dar por apócrifo el manifiesto dirijido rifles i cañones a Egropa, que llegaron oportunamente, por mí al pueblo boliviano, i en el que bien alto i claro .se pues bien sabido ca, aunque inesplicable, la carencia en rnanife.staban mis intenciones i mi resolución a este res­ que nuestro aliado so encontraba de ellos, llegando a ha­ pecto. ber .sido nuestro.? cañones adquiridos por este medio lo.s Pero, 1-0 repito, los acontecimientos se precipitaron; únicos que contestaron los fuegos enemigos en la batalla nuestro Ministro especial ante el Gobierno peruano, el se­ dc Tacna. ñor Reyes Ortiz, espedía telegrama sobre telegrama, di­ A todos los estados americanos se dió parte, por el Mi­ ciendo “ vuele ejército boliviano;” i por otra parto el país nisterio de Relaciones Esteriores, dcl agravio qne acaba­ indignado ejereia una especie dc presión scbre el Gobier­ ba (le hacernos Chile, i creyendo que la República Arjen­ no, demandando la guerra a todo tranco, la guerra inme­ tina, mas íntimamente ligada por intereses comunes i diata, i no tuve otra cosa qae hacer que organizar la e.s- permanente.? con nosotros i con nuestro aliado, llegara a pedicion a Tacna, primera etapa de la sangrienta lucha, asumir una actitud mas o ménos determinada en la guer­ tomando al país todo ¡o que el país me ofrecía, es decir, ra, tuve a lien acreditar ante ese Gobierno, i en calidad su sangre, su abnegación, su heroísmo. Padres hubo que de Ministro Plenipotenciario, ni señor Antonio Qnijarro. a la cabeza de tres hijos se enrolaron en las filas espediEl éxito de esta misión i Jos trabajos dcl .señor Quijárro cionarias, dando asi una prueba del alcance de su patrio­ no los conozco; pero habiendo recibido en Tacna el infor­ tismo i de los estremos a que puede ilevar una injusta me verbal del señor don Nicanor Flores respecto a que la agresión, una deslealtad fratricida. Legación boliviana en Buenos Aires no correspondió ni a ¡Oh! nunca será suficientemente apreciada la actitud de la confianza del Gobierno, ni a lo que el patriotismo exjBolivia en esos nefastos dias; nunca podrá la Nación pa­ jia, mandé por medio del Secretario Jeneral Reyes Ortiz gar como es debido esa suma de heroicidad, abnegación i dar cuenta inmediata a nuestro Ministro de Relaciones sublime ceguera con que todos (¡uerian correr a escarmen­ Esteriores dol tenor del referido informe. E l despacho de­ tar al invasoi; pero desgraciadamenre el patriotismo, el be existir en los archivos del respectivo Ministerio. Iguafmejite se mandó espedir los poderes para que el noble entusiasmo, la abnegación llevada hasta el sacrificio señor Tomás Frias asumiera la representación de Bolivia voluntariamente aceptado, no son, por sí solos, bastan­ tes para obtener la victoria; la guerra moderna, que ha i ante algunos estados europeos, i solicité mas tarde del llegado a reducirse a pura aritmética, por decirlo así, a la Consejo de Ministros el nombramiento del señor Casi­ suma i la resta de.los elementos i fuerzas materiales, po- ¡ miro Corral para la Legación al Ecuador, i estos nombra­ sitivaa i negativas, apénas cuenta con aquellos otros que, i mientos i estos enviados llegaban a ser sumamente one­ Tomo iv .— 20

GUERRADEL fACIFICO.

154

rosos ai país eneros momentos de estreinapobreza, porque a cada uno de ellos fué menester abonarle sueldos ade­ lantados,'gastos de instalación i viaje, ote. Hubo uno entre ellos que .solo aceptó el cargo a condición de recibir pre­ viamente sus emolumentos i de ser pagado de antiguos créditos que poseia contra el fi.sco.

Pero ántes de seguir disertando ¡os perfiles de la mar­ cha i desenvolvimiento de la guerra, necesario me es ha­ cer mención de la deiticion formal que hice de la presi­ dencia do la Repiiblica, cneoLnendaiido su ejercicio al Consejo do Ministros, a cuya cabeza puse al recordado patricio señor Podro.!, de Guerra, quo üe.sgraciadainent.e murió a poco de haber sido llamado al desempeño de tan importante cargo. . >os(ie atpiel iiionicnto yo habia dejado de ser respon­ sable de la administracio!! iiitoviov dcl país; un Gobierno perfectamente organizado funcionaba con total iudcpcudónela como regularidad, i con la misión es iGcial (le sos­ tener i ¡(vudar .al ejército nacional que .se ia! laba fuera de la Repiiblica i en campcini contra cl enemigo. Es a las personas que formaron eso Gobierno a quienes toca dar cuenta a la Nación de! tiempo de su administración. E l dia 17 de Abril de 1879 salí de la ciudad de La Paz iniciando la campañfi; (¡s desde ese dia quo yo he dejado de presidir cl Poder Ejecutivo de Bolivia; es desde ese dia que los intereses del Estado, i sobre todo ia paz [lúblicíi, empezaron a correr a cargo del Consejo de Ministros, En cambio, _yo a.sumia nuevos i mas graves deberes; a la cabeza de un ejército de 0,500 hombre^:, que pronto de­ bia elevarse al dol'le, co.sa nunca vista en EoHvia, yo te­ nia a mi cargo la defensa dcl territorio nacional i, sobre todo, del honor de Bolivia. Cómo he llenado este deber i hasta dónde, i por qué i debido a quiénes i a qué acontecimientos han sido triste­ mente infructuosos todos mis sacrificio.?, hé ahí el motivo de los siguiente.? párrafos. Volvamos aiiora a la guerra. Creí llegado el caso de pedir al Perú el cumplimiento del Tratado secreto de alituiza, sujmesto que Chile des­ membraba nuestro Icrntorio i era éste nno de los casos ])revistos cn él. Para eso objeto comisioné especialmente al Ministro de Gobierno señor Serapio Reyes Ortiz, ol cual con su diplomacia c ilustración obtuvo ía declaración del casm sJijiíicTis solicitado. La prensa i la juvenfaid de la capital de Lima no vieron con indiferenciíi'nuestra situación, i con razón la inter­ pretaron como cl reto diri jido al Perú, por lo que, obligado cl Gobierno, se consolidó ia Alianza. Llamé entóneos a todos los bolivianos a defender la bandera nacional, i todos respondieron a la voz del patrio­ tismo; i para dar una prueba de que no iiie animaban otros sentimientos ni otra? a.?|úraciones que ias que mo iinpoiiia la suprema majistratura que desempeñaba, di un paso de verdadera confraternidad boliviana, i pu.se a la cabeza de ias divi.sioues (lclejére¡t.o, noarnis conocidos i amigos po­ líticos, sino a mpiéllus cine .siempre habían combatido a mi Gobierno, como lo he dicbo cn otra parte {!). Entretanto, nuestros dos ministros plenipotenciarios en Lima, habiéndo.se dcclaraiic' cl cassm fmdcns, habian ofre­ cido .al aliado (¡ue yo .saldria de La Paz inmediatamente con un ejército do 6,000 hombres i quo un mes después debería tener en Tacna jiur lo menos 12,000, E l enemigo operaba entónces sobre los puerto.? del J’erú atacando a los dol Callao, Iquique i Pisagua, i de tal suerte, que las fuerzas peruanas residentes en Lima no podían ocurrir prontiuncnte a )a defensa de lo.? puertos del Sur. I creo que esta fué la razón para que el Gobierno dc' Lima exijiera imperiosamente a nuestros representantes la in­ mediata ida del ejército boliviano a'Tacuai ¡jara quo éstos a cada instante me telegrafiasen: “ Vuele ejército, siendo (1)

.Iciifiralís

.tlcoiKa, lUiiJun, cta, ck.

.Bolivia únicamente re.?pon.?able do todo resultado si en el acto no está Ud. en Tacna,” Tan apremiantes i repetidos oran estos telegnarnas, que creí tener eu Tacna que desalojar al enemigo, sin sabor que la dirección dc estas primera.? operaciones militíucs, quo yo las suponía umi fundadamente, i por eso las respe­ taba, como emanadas del Supremo Üirectordo la guerra, .! que iniciaban un plan tle campaña que aun. no se me re' velaba, eraiisolo 0rdenea.de diplomáticos que cn sus bu­ fetes velan la campaña bajo el prisma dol error, por falta de esos co.uocimientos [.iráeticos i rudimentales, pero necesarios de la ciencia.en guerra. Así fué que, mui precipitadamente, en nnúios de 30 días, se formó un ejército de 1.2,000 hombres, los cua­ les, sin armas i puco abrigo, atravesaron las rejiones mas elevadas i frías i solo alentados por cl sentimiento del .santo deber (pie iban a cumplir. La juventud ÍK.'iiviana sn di.sr.inguió on esta vez, como siempre, siendo ¡a mas ardorosa (Ui ofrecer sus .servicio.?, en cualquiera condición, para ia defensa de la patria. Aceptarlos sus .servidos, formé I.a brillaiito Lejion Boli­ viana, que era c! lujo del ejército, i corao escolla dol Cíipitaii .Ieneral daba ejemplo de abnegación i era la mas viva niauifc.staeion del ciitirsiasmn nacional. A l hablar de la juventud, rae refiero a aquellos jóvenes que han sentido reáimeuto cl ardor del patriotismo i que, suspendiendo sus estudios, renunciando a comodidades, ' dejando a sus familias, marcharon vestidos de soldados a sufrir todas las penalidade.? do la campaña; hablo de esa juventud verdarleramcnte meritoria i a la que el país debe ser grato, i uo de aquella otra que nunca se pre­ sentó cn la hora del peligro, qno .siempre oculta en los conflictos dcl país,solo ii,?oma para apodcriiv.se délos pues­ tos público.? en los momentos dc desórden i hacérselos h(iroe.s de barricadas.

Miéntras personalmente organizaba el ejército que bajo mi.? iiimediaus ordenes debiti salir de La Paz, envié a Tacna al señor .Jeneral Renden con un Estado Mayor or­ ganizado, para que formase la División Vhmguardia del ejército, con todos los ernigvacios que voluntariamente so habian alistado i lormadi.) cuerpos que solo esperaban a los jefes (ue se les designasen. ¿Cómo cumplió el soñor Jeneral Remion cometido tan honorublu i distinguido? Todos lo saben. Llegó a Tacna, i reíiérome a los íaformos dcl señor Cónsul don Manuel Granier, se limitó a pedir fondos para pagar sus créditos por.sonalos i los do ,sus amigos políticos, entregándose a una vida desGan.sada míe le hizo olvidar por completo el deber dol patriotismo. Un solo hombro no liabia acuartelado; i ántes bien, a los que se Ies prc,?ontalmn voluntariamente lo.s retaba para
CAPÍTULO PRLMERO. tad, hizo lujo de acciones nada dignas de un otofe i dc un . caballero. Organizado el ejército en cinco divisiones, creí conve­ niente que todo ei. marchara a reconcentrarse a Tacna e Iquique, por Norte i Sur de la República, Yo tomé el mando dol Norte, confiriendo el del Sur al señor Jcuerai Campero como uno de los jefes mas prestijiados i compcteni..es para obrar por sí en caso dado. Fué.en el camino a Tacna qua recibí aquellas subver­ siva.? instigaciones dsl Gobierno chileno por medio do don J iistiniano Sotomayor, i que mas tardo fueron .secunda­ das por el Yllnistro do Relaciones Estcriore.?, señor Santa María. Bolivia conoce la indignación con qno rechacé semejantes suje.stioncs, ])ubIicaridocsas cartas i las cojnnnicaeione.? do su referencia. Bien es verdad que enlúnces roí coruluct.i mereció la desaprobación de politicastros del país, que después fian contribuido a cfdmnuianne snpo.niéndoino intentos dc romper la Alianza i liaciéndoso los héroe.? de ia proyectad.? Comedoracion Pcrii-bohviana,.. Ellos eran entónces los qno pensaban de ese modo i yo era el mas leal; el mas sincero aiiado, estando convencido de ello el Supremo Director de la guerra, lo.? señores Montero i Zapata i otros altos personajes do! Perú, i sobre todo mi conducta hasta el presetite.

155

tallón Loa, de 300 hombre.?, a cargo de! coronel Detslino ■ Echazú. Estos cuerpos, formando un total de 4,600 hom­ bros, componían do.? grandes divisiones al mando respcctiviuncnte de los señores jenerales Cáilo.? de Villegas i Pedro Villam il como comandaiUes jcncuales, i como jefes de .E-Stado Mayor los coroneles Ihgucl Armaza i Excquicl do la Peña. Estas divisiones, que en Bolivia se croian ¡ibandonadas i espuestas a los mas rudos padecimiento,?, .se hallaban en mejores condiciones que las que estaban en Tacna, pue,? en los establecimientos de San Lorenzo, Pozo Almonte, Agna Santa, Iquiipie i Pisagua recibían diario en plata i rancho, ruicntr.is que los dc Tacna solo reci’uian diario en plata i con él teni
A filie,? de Abril llegue' a Tacna, i pocos dias despiias se incorporó al ejército la 4, .División comandada por cl Jeneral A.lcorcza, Inmediatamente tfllc.gralíé al Supremo Director de l;i xuerra(ljitmi) i le participé quo 9,000 hombres del ejército xiliviano, m.al vastidos, peor armados, pero llenos de entusi.asmo i valor, se hallaban bajo mi comando dispuestos a recibir sus órdenes. E l Supremo Director do la guerra, burlando la escua­ dra enemiga que habia ido a sorprender a la escuadra ali.ada, saliií deí Gallao i logró desarrollar un plan, quo sin .Deseando conocer el estado de disciplina i raoraüdad la fatalidad do Punta Grucrsa, sin duda micstras armas eu que se hallaba el ejército del Sur, fui a inspeccionarlo habrían obtenido la. victoria. Esta tat,alid.ad que nos privó de nn elemento poderoso, icrsonalmente, i para aliviar sus necesidades, yo mismo es condujo un sueldo, vestuario i abrigo. cual era la luikpe-íiíkmvia, inclinó ¡a balanza ds la fuerza Ilabiemlo sabido en Iquique que el enemigo tenia una hácia el hido eticmigo i varió por completo nue.?tra acti­ tud, con virtiéndonos do ofensores aí pasivo papel do dc- fuerza dc 600 hombres eu el 'loco, resolví marchar con el Batallón Illirnani i Rejijidento Bolívar a sorprenderla. Efi fonsores. .El ejército reunido en Tacna ae Indlaba disciplinado; i efecto, di cuenta de esta determinación, pero el Supremo como todos anhelaban marchar venciendo obstáculos pa­ Director dc la guerra, terminantemente se opuso a esta va obtener el mérito dei sacrificio, acepté la dispo,?lcion medida, diciendo que “la espedicion era inui subalterna i no del Supremo ].)irect.or fio la guerra de mandar parto dcl corresywndia a mi alto puesto,” i tuve que obedecer su órdeu .a pesar de ver que se (¡e,?nerdiciaba una ocasión ejército liácia cl Sur. Itn electo, marcliarmi a Pisagua o Iquique lo,? ouorj)o.? propicia, no solo de dar un golpe, sino de privar al ene­ migo (le eso puesto avanzado. siguientes; Regresé a Tacna i uo dejé de notar la couducta licen­ .Batallón Illirnani, de áOO hombre?, a cargo del coronel ciosa de algunos jefes, dc lid suerte qne ya no pude tole­ Rauioji González. Batallón Oiañeta, de óÜO hombros, a cargo del coronel rar al coronel Es icctador Rivas, a quien sometí a juicio, por propalar en lotel público diíúmacioacs, contra mí i Eloi Marlinez. B.atalion Daíenco, dc 500 hombres, a cargo del coronel contra la Nación aliada, cu presencia del doctor Belaiindc I.lonato íhuquez. (do la Corte dcTacmi) i del doctor Fernando Y'alverde, Batallón Paucarpata, de -óüO Itombros, a cargo dcl co-- í’ero las pasiones políticas, que siempre se interponen lursta en lo.? acto.? do justicia, burlarun la causa en el ronel Pabio idiaquez. Batallón 1.® c e Aroma, de 500 hombres, a cargo del Consejo (le guerra que se le siguió, condenando como de­ lator al jefe do dia, comandan ' Crespo, (pío me coronel Beii.sario Ajitesaiia, Tíatalloii Vcngadoro.?, do -lOO hombros, a cargo del co­ dió el ]iarto, i lonicndo en libev' ' 'él acusai.io. Tambieu deio me-ncionar la llegada a Tacna del coro­ ronel Federico Murga. Batallón Victoria, dc 500 hombres, a cargo del covoue.l nel don Nicanor Eiores, .al cual, en recompensa del largo Juan Granier. viajo que habia liocho desde la República Arjentina a Batallón Inrlepeadencia, dc 400 hombres, a cargo dcl ofrecer sus servicio? a Boüvia que adoptaba por su patria, i con cargo do dar cuenta al Congreso, le di el grado de coronel 1'V.ílro P. Várga.?. Rejimiento Bolívar 1. ® de Htísarcs, de 250 hombres, a Jeneral, pues que Oobierno alguno .solo hadado ni despa­ cho que lo acredito puede presentar. Pero este soñor, cargo del coronel Jidian María López; i Escuadrón Francos Tiradores, de 150 hombres, a cargo envanecido por las di.stinciones que le prodigué i ascenso que le conferí, se creyó cou derecho a .asumir uu papel del coronel Napoleón Tejada. Adeciíl? habia en Iquique otro cuerpo boliviano, c3 Ba­ superior i ser mas do lo que podia ser. Por este motivóse

156

GUERRADEL PAClFiax

le did su pasaporte, pues hombres ambiciosos son los que siempre han perdido al país. Fué al ejército a sembrar la semi la de la discordia. Sus aspiraciones no dejaron de tener algunos apoyadores, entre ellos el Jeneral Juan José Perez, que fué in­ ducido hasta el delito de desobediencia. Tuve también que darle do baja i borrarlo de la lista militar. Callo, res­ pecto a él, porque ha muerto combatiendo por la patria. Di una órden jeneral esplicando la referida desobediencia; el coronel Gamacho la interpretó de un modo diametralmeate contrario a mis nobles deseos, por lo que los jefes de la Lejion de Honor estendieron una protesta, encabe­ zada por Camacho, pidiéndome que la retirara. Ninguno so atrevió a presentársela al Ministro de la Guerra, Ha­ blaron al doctor Serapio Reyes Ortiz i éste, con innume­ rables súplicas, me redujo a retirarla, fundándose en que yo, ante una sedición militar al frente del enemigo, tenia quo hacer un escarmiento escandalosísimo. Cedí, contra mi voluntad, ante las dificultades de realizar dicho escar­ miento, Hó ahí el principio de la insurrección latente, hija de la ambición de unos, do la insidia do otros, de la perversidad, de la mala fe, do la carencia de patriotismo. Cualquiera en mi lugar habria capturado a los sediciosos i sometiéndolos a Consejo de guerra se habria cumplido lo que previenen las ordenanzas militares. Desde aquí comenzó la rovolucionj tomando al princi­ pio por blanco de su odio ai laborioso, intelijente i cum­ plido Jenoral Jofré, que so desvelaba en el cumplimiento de su deber i no permitía abusos ni faltas; la envidia i la emulación fueron las causas de ese odio, hasta que mo vi obligado a separarme de tan noble compañero.

Pero los acontecimientos se preparaban ya, proyectando esa sombra invisible pero aterradora que el espíritu pre­ siente aunque sin palparla. En Bolivia habia dejado do existir el noble patricio doctor Pedro José de Guerra, pre­ sidente del Consejo de Ministros, i esta muerto, que debia ser el toque de llamada a las pasiones políticas, me obligó a separarme de los infatigables i mejores colaboradores que he tenido, Jeneral Manuel Othon Jofré i señor Serapío Reyes Ortiz, los cuales, como ministros en propiedad, regresaron a Bolivia a asumir sus carteras. Fuera de eso, la hora fatal para la Alianza habia sona­ do; aquellos bravos que parecia haberse dado cita sobre un pequeño barco para asombrar al mundo entero con su arrojo i heroismo, acababan de sucumbir cn la memora­ ble jornada de 8 de Octubre en las aguas de Mejillones. Grau i sus compañeros, los autores do esa brillante epo­ peya, la mas gloriosa que ha tenido la América, acabaron por sucumbir, privando a la Alianza del único respeto que en cl mar tenia, Chile, con la captura del Huáscar, en posesión de todas nuestras aguas, paseó triunfante su bandera sin que nos fuera posible contenerla ya. No por inculpar a persona alguna, pero sí en homenaje a la verdad, hago constar, apelando .al testimonio de los señores don Mariano Alvarez, Secretario Jeneral del Su­ premo Director de la Guerra, don Cários Zapata, Prefecto del departamento de Tacna, i Jeneral Lizardo Montero, Comandante Jeneral de las baterías i fuerzas de Arica, que en los consejos de la dirección de la guerra yo me oponia tenazmente a las audaces espediciones del monitor Huáscar, cuya inferioridad respecto a cualquiera de los blindados enemigos acababa de constatarse para los boli­ vianos que ántes de la güera tenian una exajerada ¡dea del poder de ese buque. E l Jeneral Prado participaba de estas prudentes ¡deas, i cedió a las exijencias de Grau, a quien desdo Lim a parece que electrizaban sus amigos anunciándole que un combate mas era el triunfo com­ pleto.

E l enemigo entónces, orgulloso de su poderío en el mar, cambió de rol i tomó la ofensiva. E l 2 do Noviembre logró forzar el puerto de Pisagua i desembarcó en él .un ejército de 12,000 hombres apoyado por toda su escuadra; solo una brigada, compuesta de los batallones bolivianos Victoria e Indopenderioia (I), a cargo délos respectivos jefes Pedro P. Várgas i corono! Juan Granier, defendió esa punto. Nuestros soldados, oficiales i algunos jefes subal­ ternos, aunque abandonados por el señor Granier, hicie­ ron prodijloa de valor quo honrarán cl nombre boliviano. La jornada de Pisagua es i será siempre reputada en tier­ ra a la misma altura que la jornada del Ih é s ca r eu el mar! He dicho que esos bravos, dignos de los homenajes de la historia, fueron abandonados por su jefe, porque el se­ ñor Granier, en vez de hallarse cn Pisagua a la cabeza de las tropas, so refujió cn la oficina telegráfica del Hospi­ cio; la batalla se libraba en Pisagua en el bajo, i el coro­ nel Granier, el jefe do la pequeña tropa que so hacia diezmar cou el rifle, cl cañón i la metralla, sosteniendo ei punto confiado a su bravura, se encontraba en la oficina telegráfica del alto, fuera del alcance aun de las piezas do grueso calibre, telegrafiándome a cada minuto cosas aná­ logas a esta: "sucumbiremos ante el número, pero mori­ remos con valor...” o avisándome la muerte de iefes i oficiales quo están vivos o que murieron después, como sucedió con Pareja i Valle; no asi el coronel Várga.s quo cumplió con su deber. I para que la impostura fuera completa, obligó al tele­ grafista González a fechar los partes en Pisagua, estando él en la oficina dcl Hospicio. González, el señor don Adol­ fo Palacios i'ütros muchos pueden atestiguar el hecho. So ha dicho también de esta acción, i refiriéndose a un parte dol coronel Granier, que decia "municiones nos fal­ tan,” que aquella pequeña guarnición so encontró despro­ vista de municiones; pero, pregunto yo, contestando a ese cargo, ¿por qué quemaron en el Hospicio mas de 190,000 tiros? ¿No es verdad que el coronel Granier prendió fue­ go a los almacenes de víveres, donde estaban las municio­ nes, que hicieron una terrible esplosion? ¿Si hubo para quemar, por qué faltaron para combatir? Otro tanto sa puede decir do las provisiones do víveres a los que ase­ guran que los soldados morían de hambre. Así son todos los cargos de las revoluciones: para cu­ brir sus faltas o su traición; para justificar un crimen que de antemano remuerde la conciencia, se miente, se inven­ ta, se calumnia. Pero aun nos quedaba en el Sur un ejército de 12,000 hombres do todas armas i en las mejores condiciones pa­ ra la pelea. Se dieron, pues, las órdenes mas precisas i terminantes para que la 5. .División boliviana al mando del Jeneral Campero volara a incorporarse a él, pues que era de suponerse que en ocho meses debia haber avanza­ do hasta cerca dc Iquique en cumplimiento de las pre­ venciones mil veces reiteradas que se le hicieron desde el principio de la guerra, prevenciones que existen en los copiadores del Estado Mayor, i los orijinales, sin duda, on poder del Jeneral Campero, que espero las publicará, si es que se debo dar cuenta al paísdc la conducta i participa­ ción que cada uno ha tenido en la presente campaña. Asimismo ofrecí i exijí al Supremo Director de la guer­ ra marchar por tierra con el resto del ejército boliviano quo estaba en Tacna i una división peruana, para dividir la atención del enemigo i procurar tomarlo entre dos fue­ gos, habiendo sido aceptado este plan. Es aquí donde comienza la cadena de acontecimientos ' tan escepcionales que dieron el resultado triste i doloroso de San Francisco, i del cual se ha buscado en mí la victi­ ma quo lo disculpe, para con mi nombre cubrir la fatali­ dad o sus propias faltas. Digamos ahora algunas palabras, i con severa imparcialidad sobre cómo se encontraba el ejército boliviano del (1) NovucienUw hombrei ipéaai

CAPÍTULO PRIMERO.

Sur. Se hallaba desmoralizado, porque algunos de sus jeíea, engañándolo, hacian decaer su entusiasmo, i echaban la simiente de una indiferencia criminal. Este Estado no se escapaba a la simple mirada del aliado, que veia las sujestiones infames quo se hacian a la tropa i que por con­ servar una armonía necesaria en talos circunstancias, te­ nia que soportar i pasar por fdto ejemplos escandalosos. No hai palabras mas elocuentes que prueben este esta­ do de desmoralización que las consignadas por el Jeío de Estado Mayor Jeneral del ejército peruano, coronel don Rolisario Suarez, al dar cuenta del combate del 19 (San Francisco) i que dicen testualmente: “ ...Miéntras tanto, sordos a la cometa, inddciles al rue­ go, 8 la amenaza, a la exhortación i a todo, los soldados Mlivianos, sin jefes, continuaban su obra con la precipi­ tación i frenesí propios dcl que no tiene otro ob cto qne hacer incontenible el desórden. La conducta dc las divi­ siones bolivianas que hicieron irreparable la primera imirudencia con la que nos improvisaron un campo de )aialla inesperado i mas digno ( e atención que el dol ene­ migo, revela un plan inicuo, preparado desde la introduc­ ción de esas trapas de ciertos hombres que han necesitado infamar a su patria para hacer surjir sus aspiraciones perso­ nales, én medio de la ofuscación quo debe producir en los espíritus un desastre lejano, i cuyo colorido dependerá de la intención con que se lo presenten sus mismo.s autores. Ambiciones que han llegado al paroxismo i quo nada res­ petan, se darán cuenoa"en cl mismo campo de batalla para exhibir ante su patria, como obra de la mala direc­ ción del ilustre Presidente de la República aliada, lo que no ha sido sino sn propia obra; el valor, el patriotismo do esos soldados les han servido de elemento dc seducción, i contando con ellos, es que se han preparado i consumado el descrédito de ¡a propia patria i una infidencia sin nom­ bro a la Alianza, que tan noble i abnegado celo repre.senta i consolida con sus virtudes cívicas el Capitán Jeneral de ese ejército, (jue hemos visto, tan fuera de su centro, impulsado a la iug.a, en nombro dc los intereses del país, que tan alevosamente se le han falsific.ado," En virtud de las órdenes anteriormente dichas, el ejér­ cito del Sur se reconcentraba en Pozo Almonte i allí de­ bia aguardar las últimas órdenes que se le comunicaran, es decir, debia ponerse al habla conmigo i obrar en com­ binación ámbas fuerzas para producir el resultado del plan de campaña que se operaba. Además, se daba tiem­ po a que dicha 5. ^ División del Jeneral Campero llegara con toda oportunidad, puesto que se le hizo estraovdiuarios espresos para que precipitara su marcha, i entónces nuestras fuerzas, superiores en número a las del enemigo, auguraban, sin el menor temor, una victoria decisiva. Salí de Arica el dia 11 do Noviembre delS79, i al des­ filar el ejército noté que se faltaba a la promesa do acom­ pañarlo con una brigada de artillería peruana que parti­ cipase de la campaña. Esto nada importaba, pues no la reclamé siquiera al Supremo Director de la guerra, por.que tenia demasiada confianza en la fuerza boliviana que comandaba i crcia que ella sola era un jiodcroso refuerzo para batir al enemigo. La marcha hasta Camarones se hizo en cuatro dias i fué demasiado fatigosa, tanto por el desierto como por la carencia de todo recurso, pues que el Director de la guer­ ra, que habia dado órdenes terminantes para la provisión abundante de agua i víveres, fué engañado; i el ejército que marchaba bajo mis órdenes soportaba con paciencia admirable el descuido i abandono absoluto de los comi­ sionados que no habian cumplido con su deber. Basta de­ cir que las cargas de municiones del parque se, hallaban abandonadas i dispersas por la inexactitud i descuido de algunos ajentc". Resuelto estaba a continuar hasta ponerme en contacto con ei ejército del Sur, i solo entónces dar órdon para que ae descansase i después cumplir con el deber, vengando la honra dé la patria; pero debía haber algún obstáculo que diese principio a ese encadenamiento de contratiem­

157

pos, que insignificantes entónces, hoi son cargos que csplotan contra mí. E l proveedor jeneral señor Melgar me observó que tendría que demorar uno o dos dias en Ca­ marones hasta que él pudiese hacer conducir los víveres i forraje que tenia almacenados i que por falla de recuas no habían sido trasportados oportunamente. Además, ai llegar a Camarones el 14, fui telegrafiado de Arica por el coronel ludan, como Secretario del Supremo Director dc la guerra, i por los segundos jefes dd Rejiroicnto do Artillería boliviana, que quedó allí por falta de ínulas “qno no podia movilizarse ésta por dicha falta aunque se hacian esfuerzo.? por las autoridades para ob­ tener acémilas a toda costa.” Hago constar aquí, que fue­ se por manía de allanar todo o porque no se le obedecía, el señor Prefoclo Zapata siempre decia tener todo listo, i siempre... faltaba todo. Por estas circunstancias, que pareciau naturales i no tenían ninguna mala interpretación, di órden para que el ejército descansase el dia 15, empleando ese tiempo en limpiar cl arniamonto, prepararlo convenientemente i es­ perar la incorporación de la artillería. El dia 15 por la mañana, estando en el corredor de mi alojamiento esperando el parte de diana, pava ver cómo habia pernoctado el ejército i saber ias novedades que ja ­ más dejan de haber en una marcha, se presento el señor coronel don Eleodoro Camacho, el que, después del saludo de costumbre i con la confianza con que siempre le he tratado, me dijo: — Anoche no quise venir a molestarlo porque lo supo­ nía raui fatigado del camino i acomodo del ejército, por eso he venido ahora temprano. — ¿Qué hai, coronel? le dije. — Todos los jefes, por miedo, nada han querido decirle; lero han ido a mi alojamiento para que yo se lo diga a Jd. quo el ejército no sube esa cuesta; i señaló con lamano hácia la parte Sur por donde sigue el camino de Ca­ marones a Chiza. — ¿I por qué? — Seguramente por la escasez de agua i de víveres que se ha notado en el camino, pues aquí mismo no tiene hasta qué comer. — YLi so comunicará la órden por el Estado Mayor para que se descanso hoi, i así habrá tiempo para proveerse de agua i que el proveedor piicd¡. mandar los víveres ade­ lante. — No creo suficiente esto; i seria bueno que Ud. oyese a los jefes i viera, ol parecer de ellos según lo que hayan observado emla tropa, pues el caso lo veo mas grave de lo que a la simple vista parece. — Ya lo veremos; aguardo el parte i despucs me ocu­ paré del asunto. Creí realmente que con motivo de lo que se habia su­ frido en c! trayecto de Arica a Camarones,, habría alguna displicencia por el viaje, i aunque roe alarmaban las de.scrciones de los cuerpos de nueva creación, supuse .que con el descanso de esc dia i el convencimiento do que se iba a cumplir con un deber sagrado i lleno de gloria, cal­ marla esc miedo pánico al desierto. Sin embargo, pensando en lo que me acababa de decir el coronel Camacho a nombre de todos los jefes, quise sa­ ber la verdad de lo que pasaba. Convoqué a un Consejo de oficiales jenerales superio­ res, presidido por el Jefe de Estado Mayor Jeneral Casto Arguedas, i exijí que cada jefe concurrente espresara lo que pasaba, loque habian observado en la tropa i su fran­ co parecer sin el mas lijero temor, pues que no habia por qué tenerlo. Tomando la palabra el Jefe de Estado Mayor i en se­ guida cada uno de los señores jefes, habiendo sido el se­ gundo el señor eóronel Camacho, i después de dar datos, mas o menos alarmantes sobre el estado de moralidad i

158

GUERRA DEL PACÍFICO.

subordinación de la tropa, todos unánimemente opinaron por que el ejército regresase inmediatamente a íin de no dejar a Bolivia sin representación ni ejército; i era tal el deseo de esto, que uno de ellos, arrastrado por c.'a unani­ midad dc opiniou, indicó el regreso hasta La Paz. Esto jeie filé el coronel Ignacio Zevallos, que provocó con e.sta ocurrencia ia hilaridad do sus com pañero.?. Un golpe eléctrico uo hubiese producido la conmoción que produjo el escuchar la unánime opiniou de los señores jenerales i jefes del Consejo; i por mas que a ellos mirase para ver si sorprendía alguna combinación, solo convencimiento encontraba de efectuar en c! acto el regreso dol ejército.

cir las cosas pasadas cn Camarones e interpelo a todos 'los jenerales ' ' i' jetes ' quo ^ concurrieron a esc memorable Consejo; interpelo sobre todo al coronel don Eleodoro Cíunacho para que diga .si es o no cierto cuanto acabo do referir. No soi, pues, yo el autor de la retirada ele Camarones, yo que, a posar mío, con dolor, con vcrgüenzii misma, accedí únicamente al tristemente celebro acuerdo dc ose j Consejo. Laconciencia individual de cada uno de ellos " ..................................... ,i„ los datos j». sobre todo, el criterio público en posesión ya de que acabo do suniinistrarle, dir;ín quién o quiénes son los verdaderos autore.s de la retirada de Camarones; quién o quiénes deben .ser re.sponsable.s de ella. Los jefes, principalmente los jefes, tenían horror al paso por ei desierto, nó a los chilenos i ellos iníiindian el desaliento en ol soldado. Yo les estorbaba para la reali­ zación dc sns ocultos do.signio5, minaban mi autoridad, buscaban ocaaion de suplantarme i unificaron sn pensa­ miento en cuauto cl coronel Gamacho lomo la palabra para dirijirlos. El .señor Camacho tenia un plan; tué a la guerra no a batirse, nó, sino a corromper a los jefes para realizar sus propósitos de ambición. Así fuó que desde quo , llegó se formó su círculo de maquinaciones. Yo lo sabia ' todo; callé, on fin, devoré en silencio mis amarguras, sor­ teando las dificultades para no dar escándalo al frente del enemigo, de ios aliados, de mi desdichada patria.

_Yod aquí uu caso tan escepcional que jamás se ha visto en ¡os anales do la historia, ni se rejiotirá en cam­ paña alguna; uu Jeneral en Jefe cn contradicción con la opinión unánime de todos sus jefe.?. Ün Jeneral eu Jefe en contradicción con la opiniou unánime dc todo.? sus jefes ¿tiene acción, confianza, prestijio, autoridad bastante para mandar ese ejército que ve mal todo lo que ordena? ¿No podria considerarse como un capricho o una locur.a, o una jeniaiidad crirninal el continuar contra ia voluntad jeneral? ¿No debia creer a los señores jenerales i jefes tan interesados en la gloria de la patria como lo estaba yo, para poder dudar de la sinceridad de todos? ¿Podia concebirse siquiera la jdea do que se infamase el nombre de. la patria, .se perdiese la causa de dos nacio­ nes aliadas por solo coronar una ambición personal pe­ Continuemos nuestra relación, ya que he exhibido esa queña i miserable? negra i funesta historia dc Camarones, ya quo he mani­ Cualquiera que se ponga la mano sobre el corazón con festado las causas que privaron al ejército boliviano de honradez, respionderá a dichas observaciones: “era lójico, nn laurel oon que acaso hubiera acabado la guerra, o con era natural, conveniente i aun razonable escuchar el quo .siquiera se hubiera salvado el lionor nacion.al. parecer de los compañeros (le glorias i fatigas, i do supo­ Entónces telegrafió al Supremo Director de la guerra, ner mas acierto en muchos que eu uno solo.” Es verdad e,sponiéndole la situación e informándole de que cl ejér­ que yo era ei responsable directo de lo que se resolviese; cito no podia continuar la marcha, pero que yo seguiria pero no podia tampoco prescindir de escuchar la voz hasta incorporarme con el Jeneral Bucndía, a lo que mo imánime de lc.s que me acompañaban, porque entónces contestó terminantemente: yo chocaba directamente contra cl amor propio do jefes “Su id.r es innecesaria; la batalla se dará cl IG.” T ha­ a quienes se los suponía tan abnegados i patriotas como biéndole pedido diese órdon para que se suspendiese el primero, Así fué quo, medio vacilante, confundido i liasta mi incorporación, en oso intervalo el enemigo cortó aun avergonzado, les dije: “Supuesto que e,stais conven- | el cable telegráfico, de suerte que ias órdenes que habia . ; j . 1. .. .; . , w -1 1 T . r r , 1 . l i o ----------------------------- J . . . cidos i así lo pedís, de regresar con el ejóreito, porque rocibido cl Jeneral en Jefe del ejército del Sur, para dar éste se desbandará i dará un paso vergonzoso que nos la batalla cl IG, no pudieron ser revocadas. No obstante la tcrminaute respuesta dcl Supremo Di­ ruborizará ante el aliado, regresad; pero ’o, a pesar de que asumo esta re.sponsabilidad, marcharé lasta ponerme rector de la guerra, que creia innecesaria mi ida, resolví a la cabeza del ejército dcl Sur i salvar así mi nombre i continuar, llevando una lijera fuerza compuesta del Es­ la honra do este ejército que regresa,” cuadrón Coraceros i 100 rifleros de la Lejion lioliviana, a Todos me felicitaron i todos juraron asumir cualquie­ cargo estos últimos del coronel Eleodoro Camacho.ra responsabilidad que resultase de esta decisión. Resuelta así mi marcha con solo la fuerza dicha, el 17 La alegría que ¡es causó ei haber accedido yo al regre­ di órden pata emprenderla, i resulta que algunos jóvenes so no pudieron ocultarla; retirándose do mi alojamiento habian perdido sus caballerías, i sobro todo so habia olvi­ en donde tuvo luffar cl Consejo, .se fueron al campameu- dado dejar la munición necesaria para uu caso de defensa. 10 , hicieron formar a todos los cuerpos espontáneamente, Esto hizo que sn perdiese un dia mas en alcanzar el parque V ^_ l 1___ ! ________ . . . ... _1 . .. . _ i ordenando que Ia.s bandas dieson dianas, como 1lo- hicie­ ri L tomar ia munición, pues cualquiera comprende, el mas ron, arrojaban sus quepis al aire, victoreando al Capitán rústico, que era imprudente tratar de atravesar el campo Jeneral que acababa de salvar la dignidad i representa­ enemigo (;on armas sin munición. ción do Bolivia!... Así fué que el 18, al declinar cl sol, 2 P. .\1., salí de Esta es la historia de la retirada de Camarcues; la ver­ Camarones hácia Chiza, adonrle llegué a las 7 P. M, Aquí dadera historia. concedí un pequeño descanso para que forrajease la caNo puedo o no quiero decir si aquellos jefes que tan balla;Ia, i despue.s de do.s lioras, es decir a las 9 P. YL, con­ unánimemente la resolvieron, sucumbieron a sus con­ tinué la marcha. vicciones dcl momento o si simplemente fueron instru­ La nocho era oscura i tenebrosa, i ya cerca, dos leguas mento,s dc una maquinaria perversa. ántes de llegar a la quebrada de Tana, encontré a unos Estupor me causa el pensar que aquellos mismos hom­ soldados del Escuadrón Albarracin que buscaban la caba­ bres que acataron con vítores i músicas la resolución que llada que se ¡es habia dispersado. Habiendo tomado a uno acababan de arrancarme, con autoridad de un asunto re­ de ellos por guia, me hice conducir donde estaba su cuer­ suelto en Consejo de guei-ra, fuer;in los mismos que des­ po, i el segundo Jefe que lo comandaba, comandante pués hicieran un motivo de acusación contra mí, dc lo Guerra, me espuso mil meniir.as, diciéndoine por último, que no ora rni obra sino la obra do sus propias manos, que el coronel Albarracin habia logrado fugarse porquo la obra de sus solas inspiracione.?. el escuadrón se habia sublevado; que él solo aguardaba el La mano puesta sobre mi conciencia, con el pensa­ dia para hacer lo mismo, pues que, además, sabia que miento levantado a Dios, con la verdad del soldado i del gruesas avanzadas del ejército chileno habían entrado a cristiano, declaro que han sido tales cuales acabo de de- ' Tana,

\ I > 1 k 1 1

i t l I

I l

\

CAPITULO PRIMERO.

Era tal la certidumbre con que hablaba, quo resolví contramarchar a la cabeza tlel escuadrón hasta encontrar a los 100 jóvenes do la escolta que habian quedado niui atrás, con los cuales podia desarmar a ios sublevados i restablecer el órden i disciplina. A las 5 A. M. regresé a Chiza donde llegué a las 12 P. M., donde encontré al se­ ñor liclisario Saiinns en un estado miserable, quo callo por delicadeza, i no habia acabado de desmontarme cuan­ do llegó un ayudante del coronel Aibarracin manifestan­ do ser una falsedad, una cobardía del comandante üuerra la farsa quo habia hecho para demorar mi viaje i regresar con cl escuadrón. Inmediatamente, 12.30 P. fd,, despne.? do raauclav preso a la. Cíibcza dcl mismo escuadrón a este jefe indigno qi.;e me liabia hecbo perder tau precioso tiempo, marchó so­ bro Tana, andando sin guia i en una noche lóbrega i has­ ta las 9 A. M. del siguiente dia 19, Con pocas íiora.s dc descanso, jiiies que allí en la pampa uo habia bestias pava remudar ia.s quo habian hecho una marcha i contramarcha demasiado forzadas, el dia 20 a las 5 A, M. alcé el cnn:pamento para ir a pernoctar on el dei cjéreif.o aliado: pe­ ro a las 9 A. M., cuando me hallaba en las al tairas do Tana,,encontré ai coronel Claure, N. Gómez, contratista de ganado, N. Sologurcn, corresponsal de un diario de Lima i otros muchos que me dijeron ser derroiadcs, i rnui lijeramenio espusieron el desastre del dia anterior en el cerro de San i'rancisco. (1) Hube en ese momento do ymcrcrir la muerte a saber la manera cómo se le habia regalado una victoria al enemi­ go, pues sin combatir se dispersó un ejército de homl.!res acüstumbri;.d(.>s al licroisiuo i cuya fama de valientes ora proverbial. Pcr.o era tarde pava toda reílexion, i ia suerte de las armas nos habia sido adversa; pero mas advci'sa. para mí, a quien se ha cscojido' como víctima necesaria para que cargara con la responsabilid.ad do acontecimien­ tos cuyas caii.sas no se reflejan de antemano i ni se dejan {)orcibir por la intelijencia humana.

159

ber lo que debo hacer, rompiendo los fuegos a su vez a ' una larga distancia. Bien, pues, en e! corro pasaba lo si­ guiente: las primeras fuerzas aliadas quo subieron en desórdei), pero con todo arrojo, tomaron algunos cañones, i miéntra,? llegaban mas ínorzas a ayudarlas, el enemigo pudo rechazar a los pocos nuestros que retroceden, pero que se encuentran entre dos fuegos, el dcl enemigo i el de los ruicstrcs que subian, i que, en medio del polvo 1del humo, no distinguen a sus amigos i los baten porque creen que todo el que bajaba es un enemigo. E l laberinto era espantoso, i fué aquí que faltó !a voz dcl -Icfc para organizar i dirijir. Todos hacian fuego sin acierto i en retirada por temor a ios do atrás, i esto íué lo que produjo la dispersión; luego llegó la noclie, i en ese caos nadie, oía la corncia, ¡os jefes no se presentaban i cada uno se creyó libro de hacer lo que quisiese, declaráiido.se a,?í una derrota sin enemigo que combatiese. (3) Tal fue la memorable acción de San Enuieiseo, cuyo rcsuUiido dsoloramos di ariamente, i ia cual prueba que la falla dc jefes que no supieron ilirijir la fuerza que coman­ daban, ¡or la desmoralización en la que la tenian familiarizánr ose demasiado con el soldado i eiig.añáudolo has­ ta hacerse i>erdor todo respeto, fue ¡a causa de esta ])érdida irreparable. En vano se dice cue la falta do abri­ go, de suclílos o dc alimentos contri )viyó a esta disper­ sión; im: probado está que el soldado boliviano es abne­ gado i sufrido como ningún otro, pero .solo quiere que no se ie corrompa, ni se le engañe; aquel ejército libertador que atravesó la América desde el Orinoco basta Potosí, pe­ leando i venciendo a la Naturaleza mis:na, lo hizo des­ nudo, sin sueldo, aun siu pré, pero jamás se le engañó i por eso marchaba .sin queja i contento, cum])iieiido con el dobor que .so habia impuesto por la libertai americana. Luego fuó la corrupción, la falta de d:,sciplitia i eí poco conocimiento de sns deberes lo que dió el doloroso resul­ tado dc dispersarse nuestro ejército sin combatir. Que .sirva esto de lección para cl porvenir í para las reformas que necesita la organización militar de nuestro ejército. E í Jeneral Buendía i el coronel don Belisario Suarez tienen cui'io.sr..s datos relativos a la.? conspiraciones que se tramaban en el ejército.boliviano del Sur. E l pri­ mero me ha. ofrecido en tiempo oportuno darlos a iiz. Esto mo lo dijo en Arica de regreso dc su campaña.

T’cvo ¿cómo tuvo lugar, en verdad, el combate de San Francisco? ¿Fué resultado de malas operaciones, de supe­ rioridad luirnérica, de cálculo, de valor, de esLratejia o de una fatalidad indeclinable? Refiramos la relación verbal dc lodos i veamos cómo De esta manera tan inesperada habia terminado el lutuvo lugar el combate del 19 en San .Francisco. Habiéndose reconcentrado el ejército aliado en Pozo ' cido ejército boliviano. Sin embargo, de los partes de los Almonte, en número de 12,000 hombros de las tres aruia.s, primeros derrotados, conservé la esperanza de que e! ejér­ resuelve buscar al enemigo i sorprenderlo en donde se cito no se hubiera perdido todo, i que los jefes cumplienhallase. Salo do allí, atravesando un de.3Íerto ríe 12 Icgua.s, ■do con su deber, se incorporarinii al (.luartel Jeneral con sin guia, sin plan ni conocimiento dc las posicíone.? ene­ el rosto délas fuerzas que les hubie.seu (¡uodado a justifi­ migas, i avanza hasta Agua Sama sin obsiAciilo alguno. car su conducta en el acontecimiento desgraciado del 19, Pero tan marcado deber por la Ordenanza, por el honor A llí supo que se eucontraba en Dolores; continúa, i a las o P. M. llega a colocarse ai pié de un cerro, en el i por el patriotismo, fué olvidado por la mayor parte de cual se hallaba parte del ejército enemigo, Nuestras tro­ los señores joles, habiéndose incorporado solamente de pas reciben órden de desean,so; a una división boliviana esas dos grandes divisiones uno.? cuantos jefes i el resto íe liabia tocado marchar a vanguardia, de suerte que esta se marchó a Bolivia, con la particularidad tie que el coro­ fuerza acampó mas inmediata al enemigo, pero fuera de nel A ntcsana (confesión de él mismo al Estado Mayor) entregó el reato del batallón al teniente coronel Lizardo tiro de canon, Aquél, que se bailaba en la altura, al ver a nuestro Quiroga, tercer jefe del cuerpo, cou la órdeu do conducir ejército que larecia iba a sitiarlo,se sorprendió, i fuese por c.ste cuadro a la ciudad do Coehabamba para entregarlo probar el a cauce do sus cañones o por manifestar .sus allí a la autoridad. El coronel López ,?e dirijió a La Paz fortificaciones, disparó unos cuanto.? tiros que cayeron con una fracción de BO .a iSO hombre# de distintos cuerpos. bien lejos, Entónces nuestros soldados, entusiasmados con El país conoce los últimos hechos una vez este jefe en cl olor de la pólvora, toman sus rifles, i sin jefes qiic los Bolivia. reprimiesen, ñi dirección, ni órden’ (2), i solo con la locu­ Respeeto a los fondos ele las cajas do los cuerpos, solo ra del entusiasmo, avanzan basta tomar esos cañones que cl coronentasquez, con esa delicadeza i honradez que lo habiau hecho fuego; todos los cuerpos dc la ]. División caracterizan, tan luego como llegó a Oruro, dió cuenta hicieron lo mismo, empeñándo.se así, sin pensarlo, un ori­ exacta i estricta de lo.s fondos de su cuerpo i depositó en jinal combate. el tesoro el saldo que rc.?ultaba existir en caja hasta cl 19 .El resto de nuestro ejército, quo se hallaba clcsean.san- de Noviembre, Los demas señores jefes habian sido re­ do, al oir el fuego i ver que ao peleaba, toma atoioiidra- queridos para seguir tau noble ejemplo; pero este rcquedumente sus armas, i siu esperar órdenes, avanza sin sa­ .rtmiento fué uu elemento deletéreo (¡ue hizo desarrollar lí) Batalla de Dolorca, segr.n los cliileDos. (2) Rolo bl coronel R. Gonzalos subió con sn li opa,

(3) Kstcciel veritaclcro aspcííw ile la (iecaiüati.'\ "victoria de Dolores" chilena.

160

GUERRA DEL PACÍFICO.

el odio i la calumnia de que he sido víctima. Sin embar­ ■la fecha de resignar el poder o so presentase un hombre go, no dudo que ahora habrán rendido osa cuenta. do sanas intenciones patrióticas para entregarle el ejército i pedir una plaza en él como simplo solda(lo. Así lo decia con toda franqueza a todos los jefes dcl ejército boliviano En tanto, las ambiciones pensonale.?, comprimidas hasta para ver ,si ellos podian Inespirarme alguna luz que resta­ entónces por ia opinión pública qne imponía a todas esas bleciera la paz en nuestro país i augurara mejores dias bastardías sociales el .silencio i la abstención ante La ne­ para miestrcis.armas. No hico una dejación inmediata del mando tanto por­ cesidad de unir el pensamiento i la acción de toda la que temí que mas tarde se pudiese reputar esto hecho co­ Nación al solo objeto de la guerra, encontraron un feliz momento para asomar la cabeza, i desde luego aparecie­ mo nn acto de cobardía en presencia dol enemigo, corno ron en la escena política todas esas jentes que viven del porque notaba que entre lo.s jefes ninguno do ellos se creia empleo i que buscan las revueltas para encontrar un suel­ inferior a los demas i seria producir un caos, un descon­ do o catar un destino; toda esa jente de la revolución i de tento jeneral ei señalar a cualquiera con preferencia a las tinieblas que desde el principio dc la guerra habian los otros. Estos sentimientos fueron entónces esplotados^ pues so' quedado, por decirlo así, fuera del campo de acción, fuera (Je sus ocupaciones habituales,— pues que en Bolivia, justo hizo creer quo léjos de abrigarlos, solo queria aquilatar a es decirlo, ningún hombre sensato, ninguna persona me­ mis amigos para [rerpstuarme en el poder. En G.sta.s circunstancias surjió on la capital de la Re­ dianamente respetable liabia vuelto a pensar siquiera on revolución—encontraron una cómoda cojmntura para es­ pública aliada la revolución do Piérola, quo derramó tablecer casi públicamente los reales de la conspiración. tanta sangre: el Jeneral Prado marchó a Lima cou obje­ En homenaje a la verdad, justo también es decir que la to de hacernos remesas de armas, do jente, de toda cla­ debilidad del Consejo de Ministros dió lugar, si no alentó se de pertrechos dc que estábamos faltos. Pero se ausen­ tó de Lima; Piérola lo traicionó dando un e.scáii(lalo a la esas perturbaciones. Unos do los primeros elementos quo se puso en juego America, i se proclamó Dictador alentando mas al ene­ entónces fué la prensa; ese gran elemento de civilización, migo. Yo, como Capitán Jcireral i representante de 1« Nación aliada, no podia imniscuirmo en asuntos de po­ lítica interna, ni de hecho podia tampoco reconocer el nuevo órden de cosas hasta no saber .si el pueblo sobera­ tuos, contra todos i a favor de todos, empezó a dar la voz no i el ejército aceptaban el cambio político. Aguardaba, además, que en estricto acto de corte.sía i fina atenciónde alarma. Vinieron en seguida aquellas vergonzozas i lamentables se me participase oficialmente dicho cambio, prudencia escenas de Noviembre en La Paz; la entrega dc la colum­ digna de la- alta representación quo investia, pero quo na de La Paz, el asesinato dol pobre soldado Cordero, i almas pequeñas, por el hábito de Incensar a los que su­ todos aquellos sucesos que se conocen cn Bolivia, o por ben, la han convertido en un cargo contra mí. E i Perú i B.)íivia, que puede decirse, casi siempre han lo ménos en La Paz, i sobre los cuales prefiero guardar silencio por honor del país. El coronel Uladi.slao Silva es­ marchado paralelamente en su vida política, imitando taba eu campaña; pretcstando un asunto de íámilia, una é.sta a arp.iélla lo Inreno o lo malo, lo conveniente o lo enfermedad desn esposa, o necesidades sociales, mo pidió inconveniente, debian ahora corresponder al ejemplo que licencia para ausentarse, hasta que, cansado, aburrido de ,se daban, Así fué que el conocimiento quo se tuvo on sus exijencias, le concedí veinte dias. Fuó a La Paz a cons­ Bolivia del cambio de Gobierno sucedido en Lima fuó la pirar; el Ministro de la Guerra le mandó salir inmediata­ llamada que produjo el incendio revolucionario. mente para e! Cuartel .Jeneral i protestó enfermedades de las que exhibió ccrúficados de sus médicos. E l 28 do Di­ E l enemigo, que habla logrado apoderarse del depar­ ciembre dc 1879, ese mismo Silva se puso at frente de la conspiración proclamando un triunvirato del que forma­ tamento de Tarapacá, parecia fortificarse en éi, atendien-, ba parte. La Nación elijió al Jeneral Campero Presi­ do a la voz de au prensa que aconsejaba no salir de él; dente, Este dió a Silva una división para ir a reforzar al i con la elaboración del salitre reportar todos los gastos ejército boliviano en Tacna. Silva, astuto, aceptó, conspiró de la guerra, pudiendo su escuadra sola continuar blo­ en el camino contra Campero, que huyó hasta Oruro, i la queando los demás puertos do la co.sta. Por otra parte, el riguroso bloqueo de Arica comenza­ Nación rechazó la falaz tentativa de Silva el 12 dc Marzo, ba a hacer subir los precios de los artículos do primera dia memorable para Bolivia. necesidad, i el ejército boliviano residente en Tacna, qu» En el Perú no sucedía otra cosa. Tal era la situación política do las dos naciones en el apénas recibía diario en dinero, sentía m.as de cerca esta mes do Diciembre de 1879, situación difícil porque habia carencia, mejor dicho, los resultados del bloqueo. Estas dos poderosas razones rne determinaron a indi­ (jue apagar las pasiones encendidas i que salvar cl resto car al Jeneral Montero un plan de operaciones cuyos re­ (leí ejército para continuar la lucha. Por este motivo, el Supremo Director de la guerra mar­ sultados hubieran sido favorables a la causa aliada. Quitar al enemigo las fuentes de sus recursos es La chó a ponerse a la cabeza de la República (Perú) i conservar incólume el órden público; marchó a Lima, aunque sin ' guerra mas acertada que podia hacérsele, i a ello tendía cumplir préviamente, como debia hacerlo, con lo estipula­ al plan quo concebí. El ejército boliviano, que se hallaba do on los protocolos sobre dirección de la guerra; fué des­ avergonzado de su regreso do Camarones, queria dar nna pués de esta marcha comprendida la falsa posición del Je ­ prueba (lo que habia terminado su terror al desierto,.! neral Prado, tanto en cl ejército residente-en Arica como que soldados envejecidos en las fatigas de crudas cam­ pañas no se atemorizaban de arrostrar penalidades en en la capital de la República peruana. Sin embargo, creia que coa su presencia en el poder i servicio dc la patria. Así, pues, este entusiasmo era el la enerjia que llevaba resolución de desplegar, podria de­ que debia esplotarso para dar el resultado propuesto. Tres mil hombres formaban los 10 cuerpos residentes tener la tempestad que se desencadenaba contra él. Yo observaba al ejército aliado; pero no siendo mi misión la en Tacna, los cuales tenian la siguiente denomitiacion; Batallón Diiza. de 550 hombres, a cargo del coronel de conservar tal o cual persona en cl poder, solo quoria estar al corriente de lo que pasaba para salvar en cual­ Ildefonso Miirguia, Batallón Sucre, de 500 hombres,, a cargo del eoroncí quier conflicto o! nombre del e ército boliviano. Fastidiado i dolorido rae ha laba con la turbulencia do Rudeeindo Niño de Guzman. Rejimicnlo Artillería, de 300 hombres, a-cargo del co­ pasiones, con el desenfreno de la prensa i con la debilidad del Consejo do Gobierno, i anhelaba llegase cuanto ántes ronel Adolfo Flores,

1.

.1 1 I 1;

t-'

CAPITULO PRIMERO. Raimiento Muriüo, de 250 hombres, a cargo del coro­ nel Juan Saravia. Rejimiento Coehabamba, do 160 hombres, a cargo del coronel Exequie! de ia Peña. Rejimiento Librea dei Sur, de 200 hombres, a cargo del coronel í ’ederico Murga. Rejimiento Escolta de Coraceros, do 140 hombres, a cargo del coronel Melchor González. Batallón 2.” de Aroma, de 300 hombres, a cargo dol coronel Pedro P. Yten-gas. Batallón Viedrria, de 300 hombres, a cargo del coronel Fructuoso Solares. Batallón Padilla, de 300 hombres, a cargo del coronel Ramón González.

í i 1

)■ ;r í N i

te 't A te í to te te

te te ta

í

5 te" te te te te te

$1 .1 ^

161

sus paso,?, pudiesen, a mi entrada a Tacna, cometer algún • nuevo crimen." (1) Juzgué oportuno acceder a la insinu.acion del Jeneral Montero i dejé de regresar a Tacna. Muchos jefes enemigos políticos mios i que no oculta­ ban su intrausijencia a pesar de las di.?tinciones que les prodigaba, todos se aunaron, i fomentando liabladurías vulgares, creyendo cada uno de ellos que eliminando mi persona podria llegar a ser una figura política en el labe­ rinto que .se creaban, apoyaron ol raotin con los respecti­ vos cuerpos que mandaban. E l parque nacional !o babia depositado yo en la casa dcl Cónsul boliviano, i no sabia que ese mismo parque servia de asiento a los conspiradores, pues quo entre ellos el Cónsul era nno dc los descontentos contra mi, porque el Oobierno de La .Paz, sin yo injerirme en ello, en sus economías habia suprimido el .sueldo de ese Consulado, que en realidad era innecesario, supuesto que allí estaba cl Capitón Jeneral, primer representante de la Nación,

Bien pues; el ejercito anhelaba abrir una c.ampaña cual­ quiera, porque su permanencia indefinida en Tacna ago­ taba su.s fuerzas, su enerjía i .su patriotismo. Además, jm comenzaban a c.seasear los recursos de Bolivia, pues que e! Gobierno, careciendo dc prestí jio i respeto, auu las con­ I E l 27, los conspiradores, aprovechando de mi ausencia tribuciones ordinarias no podia recaudar. ! i que el ejército como de costumbre se hallaba desmimi¿Qué hacer en tan difícil situación? La conciencia me i clonado i habia salido fuera de la población a su aseo i señalaba el camino quo debia tomar. Unirme a la 5. " Di­ limpieza, se apoderaron del parque, que no tenia guardia visión del Jeneral Campero; juntos marchar a reconquis­ alguna, i todos lo.s cuerpos que regresaban a ia población tar nuestro Itetoral, resguardado con pocas fuerz.as enemi­ fueron engañados con ia siguiente mentira; “ E l Jeneral gas, i fortificarnos convenientemente en Caraeoles para Daza ha sido preso por el Jeneral .Montero, el cual ha rrivar al invasor do los recursos tle esos grandes minera- , mandado asegurarlo en el M cu m -C a p a c: todo el ejército es, envidia dc los chilenos i causa de la guerra; i si el ha entrado en la revolución porque solo así puedo conti­ enemigo movia sus fuerzas sobre nosotros, tendría que nuar la Alianza.” Con mentiras de este jcnero, el soldado, ue ama la lealtad por instinto, a pesar de su afecto por su bacorio en número respetable, i cnténces el ejército alia­ efe, invocaba primero la patria, i se admiraba i no podia do, por lo menos en número de 8,000 hombres, desalojaria arsc cuenta de cómo era qne yo, siendo el reflojo de él fácilmente al que quedara entre Pisngu.i c Iquique. D ivi­ dida así la .atención dcl enemigo, éste hubiera tenido que i habiendo dado tantas pruebas de e.?a le.aitad que se po­ reconcentrarse en-nn solo punto, i un retroceso eu sus nia en duda, dc un momento a otro ia desmintiese. Cuan­ operaciones hubiera sido una victoria positiva para nos­ do comprendió el ejército el engaño de que habia .sido victima, quiso hacer una reacción, pero mi resolución era otros. Tal era el plan de campaña que me proponía realizar i irrovücab e do no servir de bandera i motivo do que so que. bajo mis inmediata.? órdenes se hubiera llevado a dorrama.sc una gota de sangro. efecto eu la situación en que se hallaba el cjiírcito. Tenia también la ventaja de contener los desórdenes de los re­ voltosos do La Paz, pues bastaba que me aproximase un poco para que el rospetoal ejército infundiese temor a-los conspiradores. Si he revelarlo el pian de campaña, es por­ que quiero poner en relieve mis intencione? patrióticas, que iucron mal entendidas i arti.ficíüsamentc tcrjiversadas.

Así fué que rehusé aun l.a visita dc todos los amigos leales que me quedaron, i a los pocos que vi aconsejé con­ tinuasen prestando sus servicios a! país. Llamé al señor Zapata, quo ayudaba a los conspirado­ res, rogándole que, enterado de mi plan, se lo esplicara al Jeneral Montero; poro me instó quo fuera yo personal­ mente a Arica. Antes de partir, el señor Gutiérrez, Secre­ tario -Jeneral, me dijo que no me ausentara, que veia ne­ gro.? nubaiTone.s, a lo quo le contesté qne nadie podia conspir.-ir porque todos estaban interesados en la honra del país. 7a en ol tren dije esto mismo a! señor Zapata; me contestó que debia ir a Arica, porque si me quedaba e.stallaria lo mismo el complot, caso de ijue efectivamente lo tuvieran preparado.

Habiéndome participado ol señor Jeneral Montero do que el ejército de su mando liabia reconocido al nuevo Jefe del Estado proclamado en Litna, creí llegado el mo­ mento de comenzar la campaña liajo cl plan que he indi­ cado, supuesto que el órden público interior do ia Repúbli­ ca aliada estaba ya completamente a.?egurarfo. En efecto, desdo el dia anterior, 26 de Diciembre, cité al señor doctor E! señor Zapata me quería alejar de Tacna, ol Jeneral Cárlos Zapata, Prefecto del departamento de Tacna, para Montero alimentaba la conspiración, el coronel Caraaque al siguiente me acompañase a Arica a convenir i a cho la tramó i todos, de consuno, traba aron para derribar­ arreglar en definitiva con el señor Jeneral Montero las fe­ me, Resultado: arruinar el país i dar e triunfo a Chile, E l chas precisas del plan'de campaña c.spuesto. Jeneral .Montero, creyendo que yo iria a Tacna a provo­ E l 27, al tomar el tren para .Arica, el señor doctor José car la reacción, me puso centinelas de vista a cierta dis­ Rosendo Gutiérrez, mi Becrotario Jeneral entonce.?, i que tancia de mi alojamiento para impedirme romper el círculo dobla ncorñpañarrne a la conferencia dicha, se e.?cuRÓ de de liicrro en que tan insidiosamente me habian encerrado. hacerlo pretestando arreglos importantes en su despacho. Terminada así mi misión en el ejército boliviano i ha­ En Arica, reunido.? con el Jeneral Montero, acordamos biendo sabido qne en Bolivia el órden público habia sido llevar a efecto el pian indicado, debiendo él solicitar in­ también alterado, creí prudente retirarme del centro de mediatamente la aprobación de! Gobierno por la parto mis amigos i esperar en el Perú una ocasión propicia de pre.stav mis servicios como simple ciudadano, i ver si la que a él le correspondia ejecutar. A las 3 .P, M. del mismo dia tomaba el tren en Arica suerte rae favoreeia, ya que me rabia negado sus halagos para regresarme a Tacna, i ya p.artia é.?te cuando fui al­ como a Capitán Jeneral. canzado por un jefe, con un parte telegráfico dirijido de Así lo hice; pero ántes, i a fm de dejar siempre a salvo Tacna por el soñor Prefecto al señor Jenera! Montero, en mi honorabilidad, deposité solemneraento en el Vice-Conel que e daba cuenta que el ejército todo desconocía mi sulado francés de Arica la medalla nacional quo la A.samautoridad, lo mismo que un recado verbal de dicho Jone- ble colocó sobre mi pecho i que habia guardado inmacural para que suspendiera mi marcha, pue.s “ temia que los amotinados, para consumar su crimen i no volver sobre (1) Sus palabras teatnaks. TOMO VI.— 21

162

GUERRA DEL rACÍFICO.

lada para quo ella fuese entregada al Gobierno que se estableciese en Bolivia. Habiéndome trasladado a Arequipa eon el propósito que bo espuesto, de prestar mis servicios como simple ciudadano, i so lo ospresé así al Prefecto señor García i García, preparar mi manifiesto para dar a mi patria cuen­ ta de todos mis actos i estar pronto al llamamiento quo 89 me hiciese por cualquier tribunal encargado de juzgar­ los, el señor Ministro boliviano don Zoilo Flores, que siempre so ha distinguido como buen Ajente diplomático, pidió al Gobierno dol Peni mi .alejamiento de la Nación aliada, en virtud de lo cual tuve que salir del territorio peruano i encaminarme a este Continente. Esta es la relación rápida i sencilla de los principales acontecimientos realizados durante la campaña, i en los cuales he tenido participación. No he querido hablar en ella, por honra del país i cn virtud de esa especie do pudor que se siente al hablar de sí mismo, de los sufrimientos, do las fatigas, de la suma do paciencia i tolerancia que he tenido quo emplear para rejir los de.stinos de rni patria, i mui especialmente cuan­ do me encontraba en territorio e.stranjero, a la cabeza del ejército nacional. I sin embargo, todo esto que ha sido conocido por todos, no ha sido estimado por mis enemi­ gos, los cuales muciios de los que ahora mismo gritan contra mí me deben, quien el favor do su honra, quien el de su fortuna, alguno eJ do la vida. Hombres que ayer me vendían ajl secreto de sus correlijionarios o -sus compañeros de conspiración; jefes que malversaron los dineros dcí fisco, machos de ellos los di­ neros arrancados al sudor dol pueblo en momentos de angustia i agonía, como sucedió con el jefe que jugó i perdió la suma proveniente do los .50 bolivianos que cada ciudadano dió en La Paz para montar ei rejimicnto Murillo; la embriaguez, la rlísolncion mas desenfranada, ver­ dadera prostitución de alma i cuerpo que se desarrolló en Tacna ontre jefes i oíicialo.s, que he tenido que disimular unas veces, que correjir secreta i paternalmente otras, que escasar i disculpar siempre ante as autoridades peruanas, que a cada momento elevaban recurso sobre recurso, que­ ja sobre queja ante mí o ante el Jefe del Estado Mayor... i ai frente de esto las cartitas de Bolivia, los chismes mas ruines, las delaciones mas infames, i como premio, las exijencias mas insensatas han envenenado mi vida, han angustiado mis horas i mo han creado un verdadero su)lieio, aceptado por raí con resignación, como tributo de­ udo a mi patria. Hai en Bolivia mas de una persona que, con las leyes en la mano, podia llevar al suplicio, i a quien lie hecho merced do la vida para no manchar mis manos con san­ gre, para no tener sobre la conciencia un remordimiento. Puedo decirlo con orgullo i plena satisfacción, que en Bo­ livia no hai una sola viuda que derrame lá.gr¡mas por mi culp.a, no hai i.m solo huér.kno que rne eche en cara sn orfandad... He velado por la honra de todos. S i es verdad quo he castigado, ho ca.stigado con mas lenidad que rigor a uno que otro, imponiéndoles un confinamiento o nna prisión, i bien sabe el país entero que osos castigos, usa­ dos por todos los gobiernos i que no han sido una nove­ dad entablada por mí, han sido infiijidos a conspiradores consuetudinarios, a esciátorcs venales sin lei ni conciencia i a todos aquellos que liaccn una profesión de los bochin­ ches i algazaras políticas. Todos saben que en Bolivia hai una buena cantidad de jente que divide su vida entre el ejercicio de im destino asaltado en una revolución i la conspiración diaria, jiermanonte, sin solución de conti­ nuidad cuamlo no están omptcados; es sobre algunos po­ cos de éstos que hice pesar la sanción de la justicia, de lo que no me remuerde la conciencia por cierto. Ahora, por lo que respecta a la guerra, por lo que res­ pecta al éxito de las diferentes operaciones de el a, bien sabe que no somos infalibles i quo no habíamos do hacer milagros. Aun no ha llegado cl momento de decir toda la’ verdad a esto respecto: sépase .solo que hasta los luga­

res que debian guarnecer los diferentes ouerpos del ejército boliviano fueron determinados i señalados por el Supremo Director; yo obodecia. . Algunas de estas determinaciones apénas pude hacer variar, como sucedió eon aquella que se dictó para que el Rejimiento Murilio íuoso a guarnecer la plaza de Iqnique. Sin este paso, sin esta previsión inspirada por oí vivo Ínteres que scntia por ese grupo de jóvenes, e.se rejimicn­ to hubiera sido ei primero cn sufrir los desastres de l ’isagu a i San Francisco. Bien sé yo i conozco el cúmulo do acusaciones que se han forjado contra mí en los momentos en que era preci­ so buscar motivos i causas ¡ara justificar la sed revolu­ cionaria: quien mo atribuye a guerra, quien el mal éxito do ella; un otro la toma cío Pisagua, aquél la dispersión do San Francisco... Ha habido temerario que me culpó por la pérdida del H v/iscar! Así se lucen las revoluciones; es ese ol elemento, aun­ que vulgarizado, pero indispensable; la cíilumnia por ab■surda, por estúpida que sea, se levanta i todos la aeojon, i los que no la aceptan, tampoco tienen el valor do com­ batirla. E.se e,s el oríjcu de la,desmoralización política i social de Bolivia; e.sa es la fuente do todos sus maks. ¿Se quiere hacer una revolución? Pues bien, so acepta todo jénero do armas para combatir al Gobierno, i no importa que los acusadores sean hombres manchados de faltas i crímenes, quizá de los mismos que denuncian cn su furor revolucionario; i uo importa que los que buscan la escena hoi sean los caídos de .ayer, i los proclamadorcs de la libci't.ad los tiranos de .antaño. Todo el que sube es bueno, todo cl qne cae os malo: esta es la moral política de Bolivia, i e.sta la causa del estado de desorganización de esa pobre Nación, digna por mil títulos de mejor suerte. Al dejar la pluma, con compromi.so formal de volver a tomarla oportunamente, hago un llamamiento
CxVPITULO PRIMERO.

k ' t e

Y

te te A < d I t e

dulce nombre de "Hijos de Daza.” En el Alto do la Alian­ tras fuerzas. Se destruyeron cuatro propiedades de otro.s ^ za lidió con su gallardía lejendaria, i cuando, despnes de tantos vecinos que presentaban una resistencia entera­ la derrota del Jeneral Campero, aquellos alegados en­ mente inútil. La tropa se ha conducido bien i el comandante Salvo traron deshechos en La Paz, el pueblo los acojíó con aplau­ sos, lágrimas de emoción, frncernal agasajo, Hospedar a de una manera que lo hace acreedora e.spociales recomen­ un colorado (nombre popular) füé honra que se disputa­ daciones. M. B aquedano . ron los bolivianos ¿Cuál ha sido la gratitud del actual Gobierno? So color de abonarles haberes devengados, lla­ mar a palacio a ios ciento i tantos héroes que de -550 so­ PA R T ES O F IC IA L E S , brevivieron al desastre del Jeneral Campero, arengarles éste, desarmarlos, anunciarles la disolución del cuerpo i PARTE OFICIAL DEL COMANDANTE SALVO. subrepticiamente despojarles de los rifles. ¿Por qué? Por­ que se dijo que conspiraban. ¿Es verdad? Ñó: el batallón A rica, Odabre 2 l ele 1880 llevaba mi nombre, era preciso estinguirlo. ¡Qué lujo de venganza i odio! E l pes.ar que me causó esta noticia es Señor Jeneral en Jefe: uno de los mayores que acibaran mi ausencia do la patria. En cumplimiento do las instnicciones impartidas por Desde las hospitalarias márjones del Sena vuela mi pen­ Y. S., zarpé de este puerto en el Paquete de Maulé- el 1." samiento a Bolivia, encuentra a los hijos amados de mi del corriente, acompañado del alférez don José Alberto familia militar, i con el .sentimiento de la gratitud le dice: Bravo, que me servia de ayudante. A las 6 A, M. dcl ‘'jCotQpañoros de artnas! Si cl premio de vuestros mere- siguiente dia desembarcaba en Pacocba, i ocho horas cimieiito.s es el desden, sufridlo, sed subordinados como ras mas tardo marchaba hácia Moquegua al frente do una .siempre, que el re.speto es la base do la militar carrera. columna de infantería compue,sta de 573 hombre.s, 300 Vteestro antiguo coronel os ama, os recuerda i no os pone del Y^aldlvia, mandados por el sarjento mayor don Jo a­ en olvido ni aun a la vista de los primeros soldados de quín Rodríguez, i el resto del Caupolican, a las órdenes Europa, del capitán ayudante don Telésforo Infante, i con un arreo ¡Patria mia! Los caudalosos navegables rios europeos, ' de 37 animales conducidos por 35 artilleros tomados de las vias férreas, los telégrafos, las luces eléctricas, los mo­ la batería que guarnece a .Pacocha, para llevar armas, for­ numentos admirables, todo, todo este conjunto de artes, raje i agua. ciencias, esplendor, poder í bienestar, todo repito, quisiera En la marcha hasta Hospicio no ocurrió otro incidente trasladarlo a tu suelo, verte grande, rica, tranquila, feliz, que la demora i pesadez con que marchaba ia tropa del i morir b.qjo tu firmamento divino, pabellón de estrellas Caupolican, a consecuencia de ia poca enerjía del oficial lúminosíaimas! r¡a ingratitud de los hombres, aun'con ser quo ia mandaba, lo que me obligó a arengar al batallón tan podero.sa para desalentar, nó, no logrará nunca que formado, para estimularlo i alentarlo, invitando a los quo deje de amarte, suspirar por ti, ennoblecer tu memoria! no se creyesen capaces de hacer la jornada, a regresara Salud, patria amada, salud! A los que eu tu seno rae su guarnición desde aquel punto. Salieron hasta 34 hom­ aman, les diré con el profeta del dolor, perdonando a to­ bres, a quienes mandé «pátarles las municiones i volver a dos: “Acordaos do mi, acordaos do mí especialmente ¡oh! Pacocha a las órdenes del subteniente Callejas, que tam­ vosotros, mis amigos!” bién pid.ió el re.gre.so. ‘■'Aun pediré otro premio a La N.rcion entera i a su.s ad­ Como a las 12 del dia 4 llegamos a Hospicio, i a las ministradores: cl de no destruir ia obra de mi creación i el cinco del mismo dia se nos reunia el 2. ® escuadran do de conservar por entro medio do todos lo,s peligros la Carabineros, que al mando de su comandante don Rafael independencia de Bolivia,” (1) Vargas, venia de.Tacna con una batería de montaña man­ dada por el teniente don Guillermo 2. ° Nieto i 130 muH i l a r i ó n D .rzA , las dc bagajes i 29 bueyes de arreo para el suministro de Paris, Junio 13 de 138]. la división. Al siguiente dia, integrada ya la columna de raí mando, acamparnos en Conde, despnes de haber puesto en fuga una avanzada enemiga que observaba nuestro descenso al liíi tercera ociiitadoii dc Moquegua: telegram a, par­ valle, en Pacay. Al amanecer, supe por un paisano chileno tes oficiales cliile u o si pcrnnnos, i nómina d c lo s va­ que venia de Moquegua, que ei carabinero David Merino, dol 1er. escuadrón dcl arreo del cotnandiintc Ytergas, lores percibidos por contribución de guerr:i. habia sido tomado por las avanzadas enemigas ántes de TELEG RA M A . incorporarse a su tropa, i que aun cuando él habia corrido ¡a misma suerte, el Prefecto Vernal i Castro lo habia pues­ (Recibido dc T.»fcia a las 3.2:) I’. M. de luí.) to en libertad despnes de agasajarlo, sentarlo a su mesa i departir con él amigablemente. Por los datos obtenidos S a 'íd ia go, O civ Jm 19 d e 1S80. por este conducto se confirmaba la noticia qne venia rej cibiéndoao que las fuerzas enemigas no pasaban do 100 Señor Presidente: La división que fué a Yíoquegiia a las órdenes del co­ ¡ hombres, Llegamo-S a Moquegua cl 6 a medio dia i ¡a ocupamo.s sin mandante Sal vo, regresó a ésta en la mañana do hoi, desro.sisteneia alguna, despucs de recibir en los alrededores piieS de haber llenado satisfactoriamento su objeto. Se impuse al pueblo de Moquegua una contribución una comisión de estranjeros, representantes de sí mismos, de 60,000 pesos,, que fué pagada eri plata sellada, pasta i que pedian garantías para sus intereses. A! acampar nues­ tra tropa en el Alto de la Aúlla, noté que las autoridades alhajas. La división vivió a espcnsas del pueblo durante su jiev- peruanas habian derramado cou profusión avisos que demaneneia en él i recojió como 400 animales de todas ci.an así: “ Aviso TMPORT.?NTE,— La Prefectura de ia provincia li­ especies. Como el comandante Salvo se convenció de qne no toral de Moquegua ofrece dar a lo.s desertores de! ejército vendrían fueixrs de Arequipa a batirlo, se decidió a re­ chileno que se presento-armados una gratificación dc 20 gresar, previniendo a los vecinos, de acuerdo con mis ins- soles, i sin armas 10; i además tendrán los mismos seguri­ truecioues, que serian castigados rigorosamente si aquella dad de trabajo libremente donde les convenga.” Los recojí todos, i aun cuando traté de apoderarme de la población volvia a ser céntro de resistencia contra nuosimprenta que los habia publicado, no lo conseguí. Inmedia! taraenle hice notificar a! pueblo quo los propietarios i ve­ (1) P&Iabm del Jeneral Sucre.

Y. ■

1 te te ta-

te te te te te te

I

163

164

GUERRA DEL PACIFICO.

cinos se reuniesen al dia siguiente a las 12 M. para tratar de asuntos que interesaban a la localidad. En la sesión qne tuvo lugar al efecto, se nombró una autoridad, doctor en leyes señor Juan David Navarrete, síndico del Mu­ nicipio, i despnes de levantar acta de dicho nombramien­ to, impuse al pueblo de Moquegua una contribución de guerra por 100,000 soles i víveres para mi tropa en ocho dias, asignando el plazo de 48 horas. Concedí nna hora para que deliberasen sobre el modo de colectar el impues­ to, i reanudada la sesión, oi las opiniones de los vecinos mas notables i las peticiones do muchos, i convencido por lo que habia observado en mi tránsito por el valle, de lo angustioso del catado económico del pueblo por la estag­ nación de sus esportaciones ocasionada por la guerra, re­ duje el impuesto pecuniario en un 40 por ciento. Vencido el plazo, ocupé el pueblo con la tropa de rai mando i me presenté en la pl.aza al acto ds la percepción, en medio do una muchedumbre que aíluia por todas p.artes i cuyo acceso iutencioualmente no impedí. Rresentóseme una comisión de las señoras mas respetables del pueblo, que en sentidas palabras, i embargadas por el llanto i sollozos, pedian gracia para sus hogares, que se ¡majinaban invadi­ dos en pocos momentos mas, i disminución del impuesto. Se percibió en eso dia la mitad del monto total, i am­ pliando oi término de la colecta, so enteró la cantidad el dia 14 del mismo mes, i en el mismo dia dispuse el re­ greso para el siguiente a las 2 R M. Durante mi permanencia en Moquegua, no hubo otro incidente que una alarma motivada por la presencia del enemigo, que anunciaron nuestras avanzadas de la via del Trapiche; i aun cuando tenia tomadas las de los Anjeles, Tumilaca, Samegiia i Oruo, e inutilizados algunos cami­ nos, distribuí la fuerza de mi mando de modo a impedir el acceso al valle a toda tropa que quisiese descender, e intercepté hasta los senderos, para corlar toda comunica­ ción con los alrededores, especialmente Toraia. Reconocidos los caminos que se creia traer el enemigo como hasta seis millas mas adelante de nuestros aposta­ deros para sorprenderlo en la misma noche, nada se encontró, lo queme hizo presumir que lo que habia moti­ vado la alarma seria alguna partida de observación man­ dada a nuestras avanzadas. E l M, cuando ya estábamos con el pié en el estribo, llegó ci señor coronel Lagos, que despues de algunas horas partió conmigo hasta separar­ nos en Pacay. La retirada se efectuó con la misma com­ postura i moralidad cou que nuestras tropas so habian conducido eu la venida i en la permanencia en Moque­ gua. En este mismo punto dicté a última órden para que se separasen las tropas que habian formado la espedi­ cion, poniendo a las órdenes del comandante Martínez las que debian regresar a Pacocha, dirijiéndome con el resto a Tacna i con el arreo de animales capturados en los dis­ tintos valles que recorrió nuestra caballería i on el pue­ blo mismo dc Moquegua al hacer requisición de Jas armas i caballos quo en él habia. En cuatro jornadas, andando de noche, cruzamos el desierto que nos separaba de Tacna, i eu la mañana del 19 se entregaban a la Comisaría dol Ejército, por órden de V. S., los 60,000 pe.sos del impuesto en plata sellada, alhajas i pastas; i a la Comandancia de bagajes los anima­ les de distintas especies i edades que formaban el arreo, quo con los consumidos por la división, los 40 vacunos manda­ dos por la división de Pacocha i los .asnos dados a la in­ fantería, barian un total aproximalivo de 420 cabezas. E l buen comportamiento do nuestras tropas en esta espedicion ha merecido elojios encomiásticos del mismo vecindario que so hallaba bajo la presión de nuestras ar­ mas, i han contribuido eficazmente los jefes i oficiales que las mandaban. Los sárjenlos mayores don Joaquin Rodriguez i don José Miguel Alcérreca i el capitán don José Antonio Soto Salas, a quienes se confiaron distintas co­ misiones, las desempeñaron con prudencia i firmeza, i el alférez de Artillería don José Alberto Bravo se distinguió

por su celo, constancia e intelijencia en los reconocimien­ tos que se le encomendaron. Dios guarde n'Y. S. J. C. S a l v o . PARTE DEL SÍNDICO MUNICIPAL DE MOQUEOLA.

Aloquegua-, Octubre 18 de 1880. Señor Prefecto: En contestación a su respetable oficio do hoi, en que me exije V. S. una relación por escrito de lo ocurrido sobre la contribución de guerra que so acaba de imponer a esta ciudad, paso a esponerle; que habiéndose visto Y. S. precisado a .alejarse, por ser completamente insufi­ cientes las fuerzas do la guarnición de esta plaza para de­ fenderla e impedir quo la ocupara la división chilena que se aproximaba, alejándole todo protesto para que la hos­ tilizara, aquélla ingresó a las 12 M. del 6 del presente, a las órdenes de su comandante en jefe don José do ia Cruz Salvo, i se dirijió al Alto de la Ahíla, donde so acuarteló, cuyo lugar se encuentra a algunas cuadras do esta ciudad; que ántes de ocup.arla, una comisión do la colonia italiana fué a hablar con el objeto de conocer los finos de la espedicion, i a su regreso aseguró a los vecinos del lugar que no se alarmasen, qno solo venia a exijir dos individuos de la división que se habian cstraviado on el camino i que fueron apresados el dia ántes por nuestras avanzadas, i los 18 desertores chilenos que ol jefe don José Manuel Jiménez habia traido do Sama, cuando fué a ese lugar a desempeñar una comisión que lo confió la Prefectura. A l siguiente dia 7, como a las 11 A. M., el italiano don .Felipe Lavarcllo, con no sé r uc carácter que lo confirió V. S. al retirarse, por medio del respectivo oficio, mandó convocar a muchos vecinos de la población, liaciéndoles espresar que el jefe chileno deseaba tener una conferen­ cia con ellos relativa a intereses de la misma. A. mérito de cal invitación, que fué reiterada varias veces, concur­ rieron muchos vecinos del lugar, i entre ellos el que sus­ cribe i los rejidores don José Manuel Rodríguez i don Fernando Góngora. .Entonces preguntó el espresado jefe Salvo quo si entre las personas presentes habia alguna qne invistiese autoridad, porque él no venia a quitam ni darla, sino a entenderse cou ella. Muchos le contestaron que no habia autoridad alguna, porque todas se habian ausentado, i que entre los’ asisten­ tes solo habian como personas caracterizadas los tres mu­ nicipales mencionados i que convenían en que el que suscribe, como primer síndico, fuera el órgano do comu­ nicación entre dicho jefe i el pueblo. Aceptada por aquél esta indicación, procedió a sentar ! una acta, que dictó él mismo, en la cual, a nombre dcl Gobierno chileno, impuso sobro este pueblo la contribu­ ción de 100,000 soles en moneda ch’ilena de buena lei, pagaderos en plata sellada o labrada, alhajas i pastas me­ tálicas, i además 50 reses, 20 quintales de arroz, 30 do ■ harina, 10 de azúcar i 5 dc café, o su valor en dinero .al rreeio dé plaza, dentro dol término fatal de 24 horas para a dcl dinero i de 48 horas para la de víveres, alegando que, sin embargo de la benignidad con que las armas chilenas habian mirado a esta población, ella les habia sido mui hostil, quitando en Mayo úli.imo, inmediatamen­ te que desocuparon este lugar, cl ganado que hicieron traer de las altura? de esta provincia, atacando la exis­ tencia de la fuerza encargada de conducirlo a su destino;que el jefe Jiménez habia ¡do a Sama, mandado por la autoridad política de Moquegua, a procurar con halagos i promesas la deserción del ejército chileno, como lo com­ prueba el haberse traido 18 o mas individuos de tropa, i que este medio de seducción se habia repetido por la mis­ ma autoridad por medio do papeles impresos que encontró esparcidos al ocupar esta ciudad, i en los cuales se ofrecía a cada desertor desarmado la gratificación de 10 soles i 20 al que se presentara armado

105

CAPÍTULO PRIMERO.

"A

■'I

1

1 "'4

i '"Ñ

'i

u

Y

íf-V

Con motivo de haber tomado la palabra algunos seño­ res, manifestando que la población estaba completamente indefensa, que no habia podido resistirse a la ocupación i que su situación oconotnica por causa de la guerra era tal, que le era imposible satisfacer un tributo tan exorbi­ tante, el jefe chileno redujo a 00,000 soles el impuesto metálico, sin alterar el de víveius ni los plazo.? designados, i concluyó amenazando al pueblo con cl uso de la fuerza, sin responder de las consecuencias qne sobreviniesen si no pagaba el impuesto, i haciendo firmar a los municipales mencionados como comprobante de la intimación al pue­ blo. Algunos vecinos que se hallaban en la puerta, asegura­ ron que el jcíe chileno, al .separarse de la reunión, dijo quo sino so pagaba la eontribiicion entregaba el pueblo a la tropa; i debo esponor también que la colonia italiana, que solicitó varias veces de palabra i por escrito garantía para sus personas e intercsos como neutrales, no lo con­ siguió, do lo quo V. S. puede persuadirse haciendo con ella las indagaciones convenientes. Desdo entóneos comprendió el pueblo lo terrible de la amenaza, que ponia en inminente peligro la vida i el ho­ nor dejas fami ias, por el conocimiento que tenia de escesos anteriores, i poseído del terror que le infundió tan angustiosa 1desesperada situación, ya no se ocupó sino del único medio que se le presentaba para salvar de eila, satisfaciendo el impuesto, haciendo toda clase de esfuerZO.S i sacrificios sin la seguridad do llegar al resultado que se proponía, por la enormidad del impuesto i su mala si­ tuación económica. Por todas las calles .se cruzaban gru­ pos de personas, tanto de varones como de mujeres, afa­ nosos por ausiliarsc mutuamente para contribuir eon lo (juc les era posible, depositando en mesas colocadas en la plaza. Cumplidas las 24 horas, ocuparon, en efecto, las fuerzas chilenas e.sta población, i muchas señoras se pre­ sentaron ante e! jefe a pedir la disminución del crecido impuesto i próroga para cubrirlo o que se les señalase un lugar de asilo para poner a salvo sus personas i honor, lo quo no consiguieron, a posar dcks súplicas que emplearon i las lágrimas que vertieron; objeto que tampoco consiguiorou el señor cura vicario i otro sacerdote, señor Comas, que lo acompañó ante el jefe. Las fuerzas chile­ nas se llevaron inmediatamente los 27.420 soles 50 cen­ tavos quo en plata sellada, labrada i- alluij.as se habian reunido, e intimó su jefe que si al siguiente dia no se com­ pletaba e! impuesto realizaria su amenaza como si nada se hubiese dado. E l mismo procedimiento se observó en los dias poste­ riores, siendo de advertir que a las 11 A. M. del dia 10 la fuerza chilena so distribuyó en la población e hizo un re­ jistro minucioso en todas las casas, inclusive la de los itatalianos, haciendo abrir i abriendo basta los baúles que eu ellas so encontraban, i sacaron rovólvers, escopetas, ro­ ses, carneros, llamas i un crecido número dc caballos, mulas, borricos i otros animales que encontraron, Asimismo haré notar a V. S. que el 12 estrajerou de su casa, por la fuerza, al propietario don Blas Pomareda, a quien pursev un indi viíluo de mas de 90 años, enfermo, sordo, semi-ciego e incapacitado para andar, lo deiaron cn la calle, desistien­ do de su propósito a instancias i ruegos dc personas que a la sazón se encontraban en ella; e igim.jricnte que eljefe preguntó ¡or varios hacendados exijiendo que se presen­ tase uno de ellos, i que en el caso de no hacerlo lo haria llevar con k fuerza, De ia manera indicada i cooperando las colonias ita­ liana i china con mas de 4,000 soles, segnn se mo ha ase­ gurado, por haber estado convencidas dcl peligro que también corrían, llegó a cubrirse la contribución hasta la cantidad de 62,788 soles 93 centavos, corno lo manifiestan la liquidación i recibos que en copia acompaño, dándola por cancelada con la donación hecha al hospital i a míe se refieren una comunicación dirijida al Director de la So­ ciedad de Beneficencia, i otra al infrascrito, que también acompaño en copia.

Sin embargo de haber asegurado varias veces el jefe chileno que, satisfecha la contribución, gar.antizaba quo ias fuerza.? de su mando se retirarían en órden sin causar daño a las personas ni a las propiedades, al desocupar el valle ban incendiado la habitación de un pobre arrenda­ tario Robles, la bodega déla hacienda qua administra don Osvaldo Üúñiga, la casa i oficina de !a hacienda de don Pedro Flores, situada en el paso de Charsego, las de do­ ña Petronila Vargas de Zavakga, líis oficinas i casas de Las haciendas de don Domingo líarrlos, en el Pacae, i de don Gaspar Zapata cn la Rinconada i la estación del Conde, fuera de los licores que han derramado i estraido de varias bodegas, rompiendo bus puertas, i do las semen­ teras que han destruido en muchas fincas durante k ocu­ pación, Tambicn se sabe que intentaron incendiar las ofi­ cinas de la.s haciendas de don José Laureano Artieda i de don Lorenzo de la Flor, i quo por súplica do los adminis­ tradores no lo verificaron. Do lo espuesto, resulta que todo el pueblo contribuyó a la erogación i entrega de la contribución, i para confirmar todo lo que llevo relacionado, puede Y. S,, si lo halla por conveniente, oír el testimonio de todas ks personas nota­ bles del lugar, que han presenciado e intervenido en los mismos hechos. Dios guarde a Y. S. J

uan

D a v id N a v a r r e t e .

LIQUIDACION DE LOS VALORES I-RHCIBIDOS POR CONTRIBU­ CION DE GUERRA SOBRE E L PUEBLO D E MOQUEGUA,

S.

J8S0

Octubre

C.

8,' Recibido en dinero i especies... 27,420 9 Idem idem.......................... 12,347i 10 Idem en alhajas.'.................. 1¡ 3,101 12 Idem chafalonía i piña 1 1,022

50 2.5 25 33

Total recibido............... 43,891 33 Déficit............... 16,108 67 Monto de la contribución..... 60,000 00 LIQUIDACIÜ.N DE LA CONTRIBUCION DE V ÍVERES.

c a

O Q aH P *H V

E.SPECIES,

-i! c te H a <1

pu Animales vacunos Arroz, qqtl...................... H.arina, id....................... Azúcar, id...................... Café, icí.......................... Total adeudado........

.50 20 30 10 5

16

«

o te

<1

34

100 3.400 12 240 30 1.50 2 63, 7 37 24 184 3 50 1 50 50 75

20

i ......

1•.

4,049

RESÚ YIEN . De'ficit de la contribución............................. 16,108 67 Idem adeudado por víveres ............... 4,049 00 20,157 67 N o t a ,— D eben entregarse los

350 quintales café quo

se anot.an como percibidos.

Alto de la Y il a de Moquegua, Octubre 13 de 1880. E l com andante en jefe.— J . C. S a l v o .

GUERRA DEL PACIFICO.

1G6

Recibido a cuenta de la contribución de guerra la su­ ma de 13,900 pesos. Moquegua, Octubre 13 do 1860. Por el comandante en jefe.—J o s é ayudante.

A lberto B ravo,

Recibido a cuenta de la contribución de guerra la su­ ma de 2,687 pesos 60 centavos. Moquegua, Octubre 14 de 1880. Por el comandante en jefe.—J

o sé

A lberto B ra vo .

via, don Eduardo Solovera,—Así es que la espedicion ocupaba un total de 37 muías. La marcha emprendida en la tarde del dia 2del presente se prolongó toda la noche, i a las 8.45 de la mañana si­ guiente, la fuerza espedicionaria llegaba sin novedad al punto denominado Loreto, esceptuando el Batallón Cau­ polican, que venia mui a retaguardia. El órden do marcha de la fuerza habia sido el siguiente: 1. ® Una descubierta de un cabo i cuatro soldados de granaderos a una cuadra de distancia; 2. ® El tren de bagajes; 3.® El Batallón Y aldivia con su jefe, cirujano i prac­ ticante.

Señor doctor Navarreto. Mui soñor mió: A nombre del ejército chileno hago donación do la suma de 3,570 pesos que por el impuesto de guerra nos A la hora ya citada, se acampó on el referido lugar, a la adeuda aun el pueblo do Moquegua, a beneficio del Hos­ orilla de un arroyuelo, observándose para el caso todas pital de caridad, i también dono los dos caballos qne an­ las precauciones necesarias. dan en comisión en Torata al mismo establecimiento. Con este motivo tengo el honor do suscribirme de Ud,, atento i seguro servidor, A la diana del 3, el sefior comandante Salvo mandó diaparar trca tiros para indicar con ellos al Caupolican el J o s é C. S a l v o . Moquegua, Octubre 15 de 1880. I lugar do su acampamento.—A las 8, es decir pocas ho­ ras despues, llegó este cuerpo a Loreto i se incorporó n la Al Esfior doctor Nivarrele, sídíücí) mnriicipal do Moquegua. espedicion.—Traia un soldado lastimado i habia hecho devolverse a otro.

VL



Correspoudeiida a “ La P a tr ia '
A rica, Odubre 24 de J8S0.

Señor editor: El viérnes 1. ® dol presente, a las 2.30 P. M., so embar­ có en Arica, a bordo ciel Paquete de A íaule, el soñor co­ mandante Salvo, acompañado de su ayudante don José Alberto Bravo, con destino a Pacocha, adonde llegó a las 2. A. M. del dia siguiente. Desembarcado en Pacocha a las G A. M. del mismo dia, el señor Salvo tomó todas las disposiciones necesarias, do acuerdo con el comandante de armas de aquella plaza don Lucio Martínez. En pocas horas todo fué arreglado para la espedicion, i a las 4 P. M. ésta se ponia en marcha para Moquegua con el tren i fuerzas siguientes; TROPA.

Desde aquel punto se continuó la marcha, la que fué momentáneamente suspendida, como a legua i media de Loreto, por nn incidente especial. Notaba el señor comandante que el Caupolican mar­ chaba en desórden, dejando grupos a retaguardia, lo que le disgustó sobremanera;—i en. vista do tal anomalía o indisciplina, mandó hacer alto i formarse on cuadro a di­ cho batallón. En este estado le dirijió la palabra en una proclama sencilla i severa, diciéndole: que notaba la irregularidad de su marcha, i que uo pudiendo creerse que eso fuera una mera falta de discip ina en un cuerpo que no tenia por qué ser inferior al Valdivia, según el tiempo de su existencia, invitaba a los que no tuviesen voluntad para arrostrar las í'atigas de la travesía i afrontar al enemigo, a que diesen un paso al frento con el fin de hacerlos regre­ sar a Pacocha. Salieron 34 soldados, un cabo ! un sub­ teniente apellidado Callejas, el cual alegó estar enfermo del hígado.—Este subteniente regresó a Pacocha al cargo de los 34 que quisieron devolverse (lodos despojados' de sus municiones), con un parte pava el comandante do armas. Despues de este ingrato incidente, la columna espedi­ cionaria continuó su marcha sin novedad alguna hasta cerca do cuatro leguas mas adelante de Loreto, donde se acampó a las 3.30 P. M.

1. ® El Batallón Valdivia, compuesto de 300 plazas, armado con fusiles Grass, a las órdenes dcl sarjento ma­ yor don Joaquín Rodriguez. El personal total del espresado batallón se componía así: 1mayor, 3 capitanes, 3 tenientes, 7 subtenientes, 3 sarLa tropa se situó convenientemente. Una gran guar­ jentos primeros, 18 .sarjentos segundos, 18 cabos primeros, dia del Caupolican destacóse hácia el Norte, Distribuyé­ 18 cabos segundos, 14 cornetas i 239 soldados. ronse 22 barriles de agua i, apénas vacíos, fueron condu­ 2. ® Ei Batallón Caupolican, quo marchaba a retaguar­ cidos a Loreto, iícnados otra vez de agua i traidos al dia del primero i compuesto de 275 plazas, al mando del campamento, adonde llegaron a las 7 A, M. dei dia capitán ayudante don Telésforo Infante. siguiente. A esa hora ya se habia carneado un buei i distnbnídose a la tropa. TREN D E BA G A JES. Cuarenta minutos despues, ia columna se ponia en .mar­ 31 muías cargadas con agua, víveres i municiones, lle­ cha, siempre avanzando al Norte con inclinación al Este, vando entre todas 12 cargas de agua, 5 cargas de ga­ sobre la izquierda de la línea férrea, a la sazón destruida. lletas, 3 cargas de charqui, 1 carga de galletas i charqui, 1 de harina, 1 de cebollas, 6 de cebaaa, 2 de cápsulas A las 12.30 P. M„ la espedicion llegaba al Hospicio. Grass i Comblain. Ailí so acampó por.ser el punto designado para la reu­ Este tren era conducido on perfecto órden a cargo del sarjento 1.® Miguel Orellana.—Esto i un sarjento 2.®, nión de estas fuerzas con las qué debiau haber partido de a sus órdenes, montaban sus respectivas muías; otros dos Tacna para el mismo objeto. Se colocaron las avanzadas llevaban el equipaje del jefe i el ayudante de la división, convenientes i se procedió a repartir el rancho. i dos servian de mismo modo para ol cirujano del Valdi­

.1 1

.1 A ,1 J l 1 1-' t t l.

Y

CAPÍTULO PRIMERO. •• 4

Esas tres palabras envolvían en sí mismo todo el ideal, del com.andante en jefe do la espedicion. Eran cl emblema de su divisa, la llave de su segurid.ad en el coraron dc nuestros enemigos. En ese mismo dia, i luego de haber establecido bien el campo, se dictó' la orden jeneral para el día siguiente, órden quo entre sus diversas disposiciones contenia esto párrafo: Media hora mas tarde, una espedicion compuesta de “So recomienda a los señores jefes i oficiales el particu­ una batería de artillería, con cinco cañones Krupp, perte­ lar empeño que deben tener en impedir que ninguno se neciente a! Rejimiento número 2, el Escuadrón de Cara­ separe de sus filas bajo ningun pretesto, a fin de evitar bineros do Yungai número 2 i el respectivo tren dc ba­ que nuestras tropas se introduzcan en 1-as c.asas que .se gajes, de 100 cargas, acamparon en el mismo sitio, i corrió encontraren en el camino, porque los abusos que do esto nacen tienen oríjen frecuentemente en la lenidad o incu­ el resto del dia sin novedad. E l total de árnbas divisiones reunidas, con todo su per­ ria de los que mandan.” La tnascripcion de las precedentes palabivas nos ahorra sonal, aseendia a 853 hombres. entraren apreciaciones personales que procuraremos siem­ pre evitar. El miércoles 5 se puso en marcha ia espedicion confor- ; Ahí están los hechos, i ellos deben hablar mejor que me a la órdon jeneral de la noche anterior, i fué como nosotros cl lenguaje de la verdad.—Aun mas: ellos arro­ sigue: jan e.spontáneamente su enseñanza, su lójica, su ejemplo. 1.® E l Batallón Valdivia. — Hablan por su propia virtud. 2. ® La Artillería, 3. ® E l Biitallon Caupolican. 4.® El Escuadrón dc Carabineros de Yiingai. A la diana del dia 6 empezó a levantarse el campo para 5. ® líl tren de bagajes. continuar avanzando por cl valle de Moquegua. Al llegar a la Rinconada, el comandante en jefe, señor A poco de haber marchado, e! jefe de bagajes, señor Salvo, ordenó
► A las 4 ? . M .. el señor comandante Salvo despachó un jinete, camino de Tacna, al encuentro de los nuestros, en demandada noticias de su aproximación i de su estarlo de víveres. Una hora después, ol emisario volvía eon !a nuova de que la fuerza eapresada llegaba i traía buena provisión de agua i de ganado vacuno,

En las bodegas nombradas mas arriba se encontró un paisano peruano calzado con botas de las que usa nues­ tra tropa, ei cual llevaba dentro de un atado un c.apote militar i un morral chileno. E l comandante ordenó que se le mantuviese preso has­ ta hacerle las investigaciones dol caso, de las cuales re­ sultó que se llamaba E.stéban Rojas, que liabia salido de la bodega para observar los movimientos de nuestra tro­ pa i quo los enemigos no tenian otra fuerza en Moquegua qne la jendarmería policial, compuesta de 50 hombres, a lo mas, con el aumento de otros tantos pai.sanos mal armados. Este último detalle fue confirmado pnr nn italiano i un peruano que se encontraron al cuidado de la bodega i viña de un don Domingo.

S -.

U-

C

c Q.

O: O:

o;

167

A las 2 P. M. .so mandó hacer alto a nuestra división en la misma bodega ya nombrada. Todo.s los animales se enviaron al rio, en cuyas verdes orillas debian refrescar i descansar. La tropa avanzó hr.sta la estación de Conde i allí estableció .su Ciimpainento juntamente con la caballería, que ya se habla incorporado sin haber encontrado ni habitantes ni animales en todo su trayecto desde la .apacheta do la Rinconada. Dentro del recinto de la mencionada estación acampa­ ron el Valdivia, el Oaupolícan i la .Artillería. Los Carabineros ocuparon un potrero inmediato, donde habia alfalfa; loa bagajes en otro potrero análogo i la mu­ lada de la artillería se encerró en una viña, por no haber lugar mas a propósito. La guardia ia sirvió entónces el Caupolican, eon este significativo santo: “ Valor, moralidad, sobriedad.”

La m archa continuó por el v.alle, haciéndolo la caba­ llería por un faldeo que corre a la derecha, i no se detuvo hasta un poco ántes del Alto mismo de la YUlla. No hubo interrupciones sino de pequeñ.as tapias i ace­ quias, que se dejaron espeditas para todo evento. La divi.sion se detuvo a pocas cuadras dol alto espresa­ do, como dijimos, por haberse presentado allí una comi­ sión de estranjeros que venia del pueblo en calidad de parlamento ante el señor comandante.— Espresó dicha comisión que ia población estaba absolutamente indefen­ sa; que tocias sus autoridades habian huido el dia anterior, dejando a los ocurrentes la custodia del órden.— En tes­ timonio do lo espuesto, los comisionados presentaron sus nombramientos, que tenian fecha 5 dol mes pasado.— Agregaron, por fin, que, puesto quo el pueblo se hallaba indefenso i no haria la menor resistencia, esperaban quo las propiedades de todos, i especialmente las de neutrale,s, serian respetadas. El señor com andante Salvo le.s respondió con la mayor benevolencia, diciéndoles que no podia reconocerlos como representantes del pueblo de Moquegua, a m érito de que por sus mismos nombram ientos no tenian otro carácter que el de simples guardianes dol órden dc los vecinos, i ([ue debiendo entenderse en todo caso con el pueblo moquoguano, i hallándose é.ste abandonado por sus repre.sentantes legales, se veia en la necesidad de aplazar toda contestación a lo queso pidiese, hasta que Moquegua h a ­ blase en forma.— Les-hizo notar la ninguna proporción que .se notaba entre la benignidad que ellos pedian i la conducta de las autoridades raoqueguanas, las cuales ha-, bian estim ulado con premios el crimen do ios pocos deser­ tores de nuestro ejército que habian llegado a ese pueblo, i aun el dia anterior nos habian hecho priáonero a uno

168

GUERRA DEL PACIFICO.

do nuestros soldados estraviado en la marcha i remitídolo a Arequipa con los desertores. Los comisionados reconocieron la justicia de estas ob­ servaciones. E l señor comandante agregó que, no obstante lo espuesto, podian estar seguros de que Chile i sus ejércitos hacian una guerra civilizada i sogun los usos establecidos en las mas cultas naciones.

centonaros de avisos desparramados en la población mis­ ma; por cl hecho de haber arrebatado las autoridades del lugar a un soldado de la espodicion presente, estraviado casualmente dé sus illas, i quo, por razón de esos hechos hostiles i en uso de los derechos lícitos de la guerra, iraponiaai pueblo do Moquegua una contribución de 100,000 soles plata o su cquiva ente on moneda legal chilena, con­ tribución que debia hacer efectiva en el término de 24 horas, contadas desde las 12 dc ese mismo dia; que ade­ más le imponía que en el término de 48 horas suminis­ Retiráronse ios ernbajadoros, continuando la división trase, para la alimentación del ejército de su mando, las su marcha.—La caballería pasó derecho a ocupar todas especies siguientes; 50 animales vacunos, 20 quintales do las avenidas de la población do Moquegua para evitar arroz, 30 quintales de harina, 10 quintales de azúcar i 5 evasiones, i la domas tropa fué conducida a la misma cs- quintales de café. cion del Alto de la Villa, donde se mandó acampar a las E l impue.sio de guerra podria también satisfacerse en 2. P. M. pastas metálicas o alhajas. Agregó qneclno cura rlimiento La caballería, despues de dejar resguardadas ciertas dc ámb.as imposiciones o dc alguna de ellas lo dejaría, en avenidas, desfiló también hácia el lugar destinado para el libertad de obrar según le conviniese, sin responsabilidad, campamento. en tal caso, para las armas chilenas, por las consecuencias que pudieran sobrevenir. Los vecinos concurrentes respondieron haciendo mil Acampada la división, el comandante envió un ayudan­ te a la población a citar a los vecinos para una reunión consideraciones .sobre mal estado económico del país; pero ue tendria lugar a! dia siguiento a las 12 M., con cl fin no habiéndose arribado a otro resultado a este respecto, e tratar asuntos de importancia para el pueblo de Mo­ so dió por terminado el acto, firmándolo todos los pre­ sentes. quegua, Al tiempo de ir a firmar uno de las vecinos, pidió al liecho esto, en el mismo dia se dictó la órden jeneral jefe chileno un breve tiempo para deliberar con los domas de qne copiamos lo siguiente: “ E l capitán jefe de ella (la guardia) tomará todas las sobre lo que podrian hacer, i habiéndoselo concedido el salidas del recinto que sirve de alojamiento a la división, ■señor Salvo, volvió a continuar la sesión despues de uu impidiendo quo salga ningún individuo de tropa sin que intervalo.— Enlónces el municipal doctor Navarreto fijó sea conducido por un oficial del cuerpo a que penciiezca cji 20,000 soles lo que el pueblo de Moqnegn.a p.odria dar el que quisiere salir, i prohibiendo en absoluto la entra­ atendida su angustiada situación.— El coinand;into Salvo, da do toda persona estraña a la fuerza chilena. Esta órden teniendo en consideración e.so mismo, redujo a 60,000 soles el impuesto recnniavio, nj.'inrto como la espiración se mantendrá así en lo sucesivo con toda estrictez. M. del dia siguiente. Los señores jefes i oficiales solo podrán ir a la pobla­ del término las 3 La sesión teimiinó, i se firmó cl acta, cou escepcion de ción con un permiso especial del que suscribe.” No entraremos a comentar el e.spíritu de esa orden.— los señores Góngora i Rodriguez, que no estuvieron on Como chileno, i por lo que a nosotros hace, mo enorgu­ ese instante presentes. llezco de tener el honor de reproducirla.—En cuanto al público, quo él forme por sí solo su juicio al respecto. Ejecutados los actos anteriores, i después de muchas ¡ multiplicadas observaciones de los vecinos raoqueguanos, el comandante dc las fuerzas chilenas despachó uu pro­ A las 12 M. del dia 7, en una casa particular-que ántes pio al Jeneral en Jefe do nuestro ejército comunicándole habia servido a la. Prefectura, se efectuó la reunión indi­ todo lo ocurrido. Una comunicación poco mas o ménos cada en el párrafo precedente. Concurrió a ella el coman­ somejante dirijió al Comandante Jeneral de Armas de dante Salvo, el teniente coronel don Rafael Várgas, el Pacocha. mayor don José Miguel Alcérreca, los tres ayudantes del primero i como 40 vecinos del lugar. Interrogados e.stos últimos por la persona o personas A las 3 r. M. del dia siguiente, 8 de Octubre, el co­ que de algún modo pudieran investir algnn carácter legal mandante Salvo, acompañado dc sus ayudantes, dol te­ de representantes del vecindario, resultaron ser munici­ niente coronel Várgas i de las fuerzas a su mando, entró, pales ios siguientes señores presentes; en la plaza do Moquegua, dc-spues de haber visitado la Doctor Juan David Navarretc, síndico municipal. memorable eue.sta de los Anjeles. Doctor José Manuel Rodriguez, rejidor id. Una, numerosa conoiii'vsncia de señoras salió al encnenDon Fernando Góngora, id. id. tro de nuestro digno jefe, i del seno do ella, le dirijió la Conocidos ya los señores municipales que se hallaban palabra la scñor.a Dominga Llosa de Duran, poco mas o en la reunión, el señor comandante Salvo les manifestó la ménos cu estos términos: necesidad de que nombrasen los vecinos una autoridad “ Señor: nuestros acongojados semblantes mas bien que con quien entendcr.se. Comprendiéndolo asimismo los nuestras palabras demostrarán a Ud. la tristísima situa­ concurrentes, manifestaron quo por las leyes peruanas, ción en que nos encontramos. Tiene Ud. la fuerza i con en ese caso escepcional do acefiilía, lo correspondia de de­ ella la suerte dc este pueblo, su fortuna i su vida; pero recho el cargo al señor síndico de la Municipalidad i doc­ tor en leyes don Juan David Navarrete, quien fué, en consecuencia, nombrado por los vecinos presentes i reco­ nocido por el jefe invasor. Este mismo, on seguida, mani­ de nuestros hijos, para el honor de nuestras hi jas, fiemos festó a la autoridad electa quo no obstante haber sido dado todo cuanto tenemos: el dinero destinado a nuestro ocupado el pueblo en varias ocasiones por las armas chi­ alimenuu ¡as alhajas que conservábamos con cariño. Eslenas, i a pesar de la lenidad usada en cada una de esas I t a m o s d Í 5 p n e s t a . s a dar m a s , t o d o lo qne tengamos, nuesocupaciones por los ocupantes, el pueblo no habia hecho I tras propiedades i nuestro.? mneblci. Pero que el honor i otra cosa que volver a ejecutar actos de bolijerancia, de­ ' la vida de los inocentes i débi!e.s quede salvaguardada do terminados por acopios de fuerzas militares en puntos I los desordene.? dc la tropa. Pedimos un lugar do asilo inmediatos; por la recepción i halagos hechos a deserto­ j para nuestros hijos. Pedimos mayor plazo para cump!ir res del ejército de Chile; por la incitación con primas pa­ I la obligación impuesta al pueblo, i todo esto pedimos por ra fomentar esa misma deserción, aogun lo comprobaban I lo mas santo i sagrado que ha}^ en su corazón,”

J r

...1 .1 i t t .1 L i \ l. t l li

CAPÍTULO PRIMERO.

i

1

v-.-

•k.'

ta •

Á

Y 'u.

C

25 animales vacunos, E l comandante Salvo, escuchó re.spetuosameiite el pre­ 10 caballos. cedente di.scurao i contestó, mas o menos, estas palabras; 6 Humas. “Señora: he escuchado con profundo respeto i emoción 11 animales menores. las nobles palabras qne Ud., a nombre de las distinguidas En la noche de ese dia se dictó una órden jeneral, de señoras de esta ciudad, me acaba de dirijir. la cual copiamos el siguiente párrafo; Representante, no de mi voluntad, sino de una voluntad “Se recomienda a los señores jefes i oficiales que sin superior, yo no soi aquí sino el mero ejecutante de las disposiciones del Cobierno de Cliilo. Tongo el honroso descanso vi jilen sus tropas de dia i de noche, a fin de que mandato del Gobierno do mi patria, i dejando a un lado no salgan de sus alojamientos sino por un mandato espe­ los impulsos personales que pudieran moverme a alterar cial competente, para evitar desórdenes que empañen el mi línea de conducta, rae es doloroso, profundamente brillo de nuestras armas. Queda severamente prohibido introducir licor al cam­ doloroso, no poder acceder a todo lo que Uds., señoras, pamento cn cualquier forma que sea, i el jefe de la guar­ me piden. I.as hostilidades ñd ejército de Chile se dirijcn contra los que hacen hostlidades en daño dc Chile, no dia scni re.sponsable de este mandato. Se reitera la órden dei 6 del presente respecto do la ida contra las mujeres, niños i hombres indefensos; las con­ tribuciones dc guerra pesan sobro todos los habitantes de oficiales al pueblo, etc.” do los pueblos. Al hacerlas efectivas, ias propiedades i las casas deben servir para satisfacerlas, no las personas. La comisión de vecinos pasó el dia 9, a las 3 P. M., a Puedo asegurar a Uds., señoras, que ni un cabel o dc per­ sona alguna do este pueblo será tocado por nuestros sol­ continuar cl pago del impuesto de guerra al pueblo, i en­ dados. Uds. pueden reposar tranquilas. No necesitan tregó lo siguiente: lugar alguno de asilo. 10 talegas de a 1,000 soles............................ 10,000 En cuanto a prorogar cl término para el pago da la 920 1 id. con !)20 id ................................ contribución, rae es absolutamente imposible hacerlo. He 1 id. con 458 id ................................ 453 fijado im término fatal: no está on mi ánimo alterarlo. 74 marcos chafalonía de plata............... 592 Lo siento, pero no puedo hacer mas.” 37,725 soles en billetes peruanos a 10 centavo,? cada uno 877 25 Concluida esta respuesta, la señora María Noel do Tizón dijo con firmeza, poco mas o rnénos; “lis justo, es necesario, señor, qne ya que Ud. significa , Total de lo recibido en esc dia....................... 12,847 25 que se harán hostilidado.s cn la población si no se alcanza Recibido el dia anterior................................ 27,420 50 a cumplir el impuesto, es indispensable que Ud. indique qué hará. Tenemos el derecho dc saberlo, porque, como Suma de todo cn soles.................... 89,767 75 madre.?, tenemos la obligación de cuidar dc nuestros hi­ Quedaban aun varias alhajas por tasar, i no habiendo jos; trataremo-s de ponerlos en salvo. Espero so sirva Ud. tiempo, se dejó para continuar la operación al dia siguien­ contestarme; ¿qué h.ará Ud?" te a las 8 A. M. E l comaudimto Salvo respondió: “ Repito, .señora: no tienen T.^ds. que preocuparse de la seguridad de las personas; su vida i su honor e.stán segu­ E! dia 10 de Octubre, a las 8 A. M., como se dispuso, la ros bajo las armas de Chile.” comisión del pueblo entregó cn alhajas la suma cíe 3,101 Se pródiijeroii vailas otras réplicas i obser?acione.s so­ soles i 25 centavos plata. bro que algunos vecinos no so prestaban a contribuir en No habia mas, i entretanto diversas comisiones de pe­ proporción al pago, mas esto no era de la incumbencia de ruanos recorrian cl pueblo en demanda del impuosto para Chile ni de SU.S jefes militares. enterar de algún modo su pago. Pero el plazo nstaba vencido i, en consecuencia, el co­ mandante mandó bajar fuerza a la ciudad. Vinieron 100 E l comandante pa,só con su ayudante a ocupar la sala hombres del Valdivia, 100 del Caupolican i 20 carabiconsistorial, i las señoras se retiraron entre esclaraaciones dcros. En seguida mandó comisiones a reji.strar las casas i lágrimas. La comi.sion dc vecinos entró también a la en busca de las armas, animales vacunos i caballares que sala exhibiendo unas talegas con dinero i unas balanzas encontrasen. Estas comisiones debian proceder con toda moderación, para pesar ias pa:stas metálicas. no empleando la fuerza sino on caso de resistencia, des­ Entregáron lo siguiente; pués do ia respectiva amonestación i vénia pedida al dueño de cada casa. 17 talegos dca 1,000 solescadauno 17,000 Así so verificó el rejistro cn el mayor órden i sin una 1 id. de a 2,000id............................ 2,000 sola queja. Los habitantes se mostraban agradecidos a la 3,000 1 id. do a 3.000id............................ 2ó() marcos plata a ocho solescada nno 2,000 cortesía i moderación de nuestros oficiales. So rccojieron los animales siguiente.?: 87 peso.s en billete:? chilenos..................... 87 38 caballos. 8 vales de artículos cornpr.ulos para cl ejér­ cito..................................................... 26 ínulas. 309 ñO En allnajas, tasadas por una comi.sion mista 26 llamas. de oficiales i vecinos................................ 58 yeguas. 3,024 22 vacas con cría. 6 crias de pié. Suma total en soles.................. 27,420 -50 79 borricos. Todo lo cual fué remitido al campamento, previo in­ ventario forma!. E l comandante concedió hasta eí dia siguiente ol plazo No se hallaron armas, sino varias escopetas, quo se de­ ¡ara cubrir el monto del impuesto, i cargando en ínulas o recibido, se retiró con sus tropa.s o su alojamiento dol volvieron. En este mismo dia, el comandante mandó colocar avaiiAlto do la Villa, zandas en los caminos fuera de la población, que fueron préviamente reconocidos. En la tarde del dia 7, el mayor Alcérreca liabia regre­ Omitimos varios detalles sobre la r.azon de esas avan­ sado de Torata, adonde fué .enviado en comisión, tra­ zadas i las noticias que se habian sabido de Arequipa resyendo consigo lo siguiente: poeto de una próxima agresión de los peruanos. T omo

i

169

iv

.— 22

170

GUERRA DEL PACÍFICO.

Agregaré solo que una comisión trajo de Tarata los 2 talegas de a 1,000 soles............... 2,000 animales .siguientes, además de los ya espre.sado.s; 1 id. d ea,331.60 331 60 112 animales vacunos, siendo 100 en pago de la con­ j En billetes chilenos................................... 20 tribución de 10,000 soles. I 43 marcos chafalonía do plata..................... 336 10 millas. 10 yeguas. Total de .«oles........................ 2,68760 10 llamas. Hecha esta entrega, so liquidaron con los comisionados En este dia so dictó la órden jeneral comprendiendo cl las cuentas de todo lo entregado, resultó así; siguiente párrafo: “Honrosa para nuestras armas bu sido la conducta mo­ trogado el dia 8. valor en soles plata.... 27,420 50 derada i firme de los oficiales i trofia quo han desempe­ id. 9 id. id........... Ll 12,347 25 ñado las diversas comisiones que se lea han confiado en id. 10 id. id............ ,3„i01 25 Id. la división dc rai mando, i a nombre del ejército, me es id. 12 id. id............ 1.022 33 Id. grato felicitar .a los que las han dirijido, sarjcntas mayo­ id. 13 id. id............ Id. res don Joaquin Rodriguez i don José Aligucl Alcérreca, id. 14 id. id............ Id. 2,687 60 i capitán don Antonio Soto Salas. Siempre que estas prendas, unidas .al valor i a la .subordinación sean la nor­ Total en soles de plata 60,478 93 ma de nuestras filas, pondremos mui alto el nombre de Estaba, pues, pagada la contribución pecunaria impues­ nuestra patria.” ta por el jefe chileno. .Sobraban 478 soles i 93 centavos, que fueron cargados Una mujer i un peón peruanos so quejaron de haber a la contribución de viveros, cuyo valor era como sigue; sido heridos por el .soldado de artillería Felipe Retamales. 5,000 Averiguado el hecbo, resultó ser efectivo i, en conse­ 50 animales vacunos a 100 soles c/n........... 240 20 quintales arroz, a 12 soles c/u............... cuencia, .se castigó a dicho soid.ado por el señor coman­ 150 30 quintales harina, a .5 soles c/u . dante, haciéndolo dar 200 p.alos. 10 quintales azúcar, a 24 soles c/u............. 240 Asimismo so mandó dar 50 palos a dos arrieros que 250 habiendo quedado rezagados i cuyas carabinas acusaban 5 quintales cafó a 50 soles c/u.................... haber sido disparadas. Suma todo en soles.......... 5,880 Se rebajan: El dia martes. 12 de Octubre, la comisión del pueblo en­ 16 animales vacunos tomados en el pueblo, tregó a cuenta de la contribución de gnerra lo siguiente: 1,600 a 100 soles c/u....................................... 2 quintales 63 libras azúcar, recibidos a 9.3 marcos plata chafalonía, en soles................ 744 cuenta, a 24 peso.s c/u ................ 60 12 En piñ.a, 9 marcos 16 décimos........................ 96 En alhaj.as, tas.adas según convenio.................. 182 33 3 quintales i .50 libras café, recibidos a cuen­ ta, a 50 soles c/u.................................... 175 Total en soles plata...................... 1,022 33 Dinero sobrante do la contribución para des­ contar................................................... 478 93 Eu la órden jeneral del mismo dia se dijo, entre otras cosas, lo siguiente: Suma dc lo dado .acuenta de víveres. 2,314 05 "So recomienda al jefe de servicio que tome en la gran Saldo para enterar los víveres, soles. 3,565 95 'uai'dia las medidas conducentes a impedir en absoluto a salida de tropa del cuartel durante la noche.” En este dia ocurrieron incidentes sin importancia.— Se En ese mismo dia se dió la órden jeneral, que decia, entre avistaron .avanzadas de Arequipa por el lado de los An­ otras cosas, lo quo sigue: jeles, pero hui'eron en seguida, para no dejarse ver mas. "Mañana, a las 2 R. M., so encontrará lista la división E l 13, la comisión de! pueblo entregó a cuenta de su contribución lo siguiente; 6 talegas con soles .............................. 12,000 1 id. con id.................................................... 59 eos plata pii 27 marcos chafalonía.............. ■ ....... 316 137 id, id. i id... En billetes chileno.» a la par., En un vale por quinina...... Total en soles plata......................

13,900

En la misma fecha, el comandante Salvo so dirijió al Jeneral en Jefe por medio de un espreso, avisándole que todo peligro de agresión por fuerzas de Arequipa habia desaparecido, i otro al coronel Lagos, a Locumba, obser­ vándole que .su refuerzo uo era necesario i que no habia objeto en que hiciese avanzar su tropa inúti mente, pues su misión estaba ya terminada. Se dictó al mismo tiempo la órden jeneral correspon­ diente, que concluia así: “Reitérase lo orden,ado a oficiales i tropa de la división en punto a ir ai pueblo por asuntos particulares sin per­ miso especial del que suscribe.”

E l dia 14, el pueblo entregó en parte de su impuesto 1q que sigue:

rara marchar i ks avanzadas conservarán -sus puestos lasta el momento que so les mando retirar por una órden espresa.” En la tarde, el comandante recibió comunicación del coronel don Pedro Lagos por medio de un propio, en que le avisaba hallarse eu Conde i que en camino do.Tacna venia refuerzo; refuerzo que ya era absolutamente ocio­ so; un lujo inútil. Acto continuo se contestó por espre­ so a Lagos lo que so comprende seria del caso,—Se suúicaba al coronel mandase devolverse cl refuerzo, pues a división espedicionaria regrcsaria también al dia si­ guiente de Moquegua, por haber llenado su cometido.

A l otro dia, 15 por la mañana, el comandante Salvo di­ rijió una nota al síndico municipal doctor Navarreto í otra aí Director de Beneficencia,—En árabas comunicaciones hacia presente que, a nombre del eiéreito de Chile, hacia donación al hospital de caridad de la suma de 3,000 i pico de .soles plata quo se adeudaban como saldo de la contri­ bución de guerra, i asimismo de dos caballos facilitados para una comisión. Dado.s esto.s pasos, la división se puso en marcha de Moquegua, i ya de regreso, a las 2 P. M., dospues de haber cumplido fieí i honradamente su comisión sobre aquél punto.

r

CAPÍTULO PRIMERO.

} r

V ER SIO N PER U A N A . OetvJjve 18 de 1880.

i I

IW ! Iv-

jta..

I

i 'ta--

: 'w-' I I ta .

I k-

I W I k -

.1 k„.-

c ta."

c ta .

'w ta.( tata'w' ta -

'vwta­ ta .

ta-w

c G G

E l 6 del corriente, ala 1 P. M., hizosn entrada la fuerza chilena cn número de 500 hombres mas o ménos, pasando inmediatamente a po.scsionarse de! Alio de la Villa. Otros 500 fueron al mismo punto, siguiendo su marclia por los rieles. E l 8 se agregaron lüO hombres de caballería, los mismos qne, al parecer, dias ántes habian estado en la i Rinconada. A l dia siguiente de su venida (7), el ^efe chi­ leno convocó una reunión de notables que tuvo ugar en nn salon situado cn la plaza principal. E l deseo tímido de saber el objeto de esta nueva espedicion era fuerte. Se abrió la sesión estando presentes varios señore.s hacen­ dados, comerciantes e,stvaniei'os i una multitud que esta­ ba a la espcctativa. E l .señor dc la Cruz Salvo mandó e.stericler una acta, sin manifestar a nadie por qué lo hacia; hizo inscribir lo.s nombres de muchos de los pre­ sentes, sin eseluir los súbditos estranjeros, todo lo cual fué hecho de una manera misterio.sa. Terminada que fué esta operación, designó al síndico de la Honorable Munieioalidad, señor doctor don Juan David Navarrcte, para autoridad accidenta! del lugar, alegando que la población debia tenor quien la representase, i apo­ yando dicha elección, sin mas ni ménos, en los nombres sobrecitados. El que suscribe, comprendiendo la malicia i el engaño, protestó que no podia acordar su voto a nadie, por su carácter de estranjero i porque crcia que la voluntad en tales asuntos debía ser compietamento libre; pero el señor de la Cruz, sin hacer mayor caso, prosiguió diciendo; que el objeto de .su venida era el de obligar a Moquegua al pago do un impuesto de 100,000 soles cn metálico, 50 reses, 30 quintales arroz, 30 dc harina, café, azúcar, etc. Algunos señores tomaron la palabra, haciéndole notar que además de injusto, seria de todo punto imposible que Moquegua pudiese reunir una suma tan crecida, en el pequeño espacio de 24 horas i ni en un año que fuese; que sabido era que las condiciones económicas en que la habian sumido la absoluta carencia de todo medio de trasporte i la falta de plazas de consumo, por el estado da guerra, no permitía sufragar tan enorme cantidad. Se hizo, pues, una rebaja dc 40,000 soles, quedando, por lo tanto, reducido el impuesto a ¡a suma do 60,0'00 i a los productos indicado.s para el sostenimiento de su tropa. E l señor de la Cruz Salvo concluye diciendo que si en el plazo prescrito no se entregaba el dinero i las diversas especies, Moquegua prcsonciaria su hora fatal, su último nroraento. Todo cl miíndo, a! oir esta .sentencia, pronunciada al parecer eon un semblante resuelto, creyó quo talvez qui­ siera ejercer el oficio de verdugo. En efecto, la colonia estranjera, compuesta de italianos, franceses i alemanes, teinicnclo los .siniestros pronósticos de tan valeroso campeón, se apresuró a nombrar una comisión con el objeto de poner en salvo sus familias, personas e intereses; pues el señor de la Cruz habia dado a comprender que la vida do todos estaba pendiente de un hilo mui delgado, i que ;ai de nosotros si llegaba a romper.se: Ante perspectiva semejante, figúrese nuestro lector cuál seria la actitud i el asombro de la población. Marcho, pues, la comisión, compuesta de los señores Lavavcllo, Ghorsi, Minuto, Marchand i de! que su.scribo, a la quinta del señor Oviedo, situada en el Alto de la Villa, en donde residía el señor de la Cruz Salvo. •Este señor nos hizo esperar en la antesala largo do nna hora, i cuando nos levantamos para regresarnos, so pre­ sentó, suplicándonos se le perdonase no haber salido luego a recibirnos, por motivos (jc alguna importancia, Al día siguiente fuimos nuevamente, i nos sucedió otro tanto. Comprendimos que las reglas de urbanidad no debian ser iguales en todas partes, i nos acordamos que Napoleón 1, on toda clase do recepción, solía revestirse también de toda la pompa i reserva que consideraba necesaria para darse

171

la importancia que cl caso requería. ¡I luego decimos, que lo cortés no quita lo valiente' Terminado este pequeño ceremonial, presentamos ol acr.a redactada en nombre de la colonia estranjora, qne leyó, preguntándonos luego, cuál era el objeto dc nuestra veni­ da. Esa finjida mocencia, no dejó dc hacernos sospechar quo cualquier pa.so que diésemos seri.i inútil e infructuo­ so. Contestamos, pues, que nos era b.astante estraña su pregunta, puesto que ya quedaba enterado del contenido ilel e.scrito: pero que si tal era su deseo, le repetiríamos, voce, que cn sustancia lo que se pedia era una garantía para nuestras familias, personas e intereses. Ih’otestó rotundamente que él no podia garantizar a nadie, i que desde quo todos i cada uno nos encontrábamos en territorio enemigo, debíamos soportar ias consecuencias fatales de una contribución, o lam ina. Nuestra respuesta filé, mas o ménos, la siguiente:—E l señor jefe nos perdo­ nará si no transijimos con una sentencia que se halla directamente en pugna con nuestros intereso.? i derechos personales, perfectamente garantidos por los divensos países a que tenemos el honor de pertenecer, i que tuviese presente que Moquegua no era plaza fortificada: pero que si los habitantes ¡odian, por el terrible derecho de la guerra, sufrir la aesolacion de un conquistador temerario, sin mas que la esperanza de sacarse la revancha cuando le llegase su turno, nosotros no estábamos en igual easo, i por lo tanto no soportaríamos impasibles cualquier acto que atacase nuestra propiedad i personas, a ménos que luese necesario i urjentc para el fin de la guerra. Acabado lo cual, nos manifestó, con la acostumbrada política, que asuntos de suma importancia no lo permitían prolongar la discusión; con lo cual no.? despedimos, solicitando nue­ vamente la contestación al acta citada, sin tener la satis­ facción do ver nuestra petición atendida, ni ántes ni des­ pués, a pesar de haberlo prometido. Miéntras tanto, las persona.? notables del lugar habian citado para una reunión que se celebró en la casa del .señor don Enrique Mendoza, E i tiempo era corto i la ór­ den terminante. So hizo el mayor esfuerzo, logrando sus­ cribir la .suma de 60,000 soles, mas o ménos, distribuyén­ dolas cn cuotas proporcionales a la condición de cada pensona; pero restaba saber si con la misma facilidad que se habian acumulado las cifras co:nponentes, serian ero­ gadas las cantidades en numerario. En efecto, ai dia si­ guiente (S) salió una comisión i tocó mas de cerca la di­ ficultad, alcanzando tan solo un total dc 30,000 solos, la mitad del impuesto, Eu presencia de un resultado tan poco halagüeño i dc la hora fatal qne se acercaba a gran pris.a, cl deseo de li­ brarse de la ruina pvoi'aetida, hizo que la mayor parte do las familias fueran a refujiarse en el templo de Santo Do­ mingo, resignándose a la suerte (cualquiera que ella fue,se) que el jefe chileno quisiera depararles, sin embargo que tenian la esperanza de ser respetadas, ya sea por ha1arse en la casa do Dios, ya porque habia llegado a cono­ cimiento de las mismas, que v!!, i ilo tihipore, ol señor do la Cruz Salvo habia pertenecido a una congregación de i'railes. Mísero ese non piangí d¡, che piager su,olí! A las 3 cn punto entró el señor de la Cruz Salvo, seguido de toda la tropa de su mando. La duda i el temor se apodera de lodos; pero la noticia inesperada de un nuevo plazo con­ cedido, no tardó en suavizar nuestra situación por un momento a io ménos. Porque, ¿cómo salvar del apuro, si a pesar de un esfuerzo tan grande, se habia conseguido apénas la mitad del impuesto? Casi parecia inevitable que al fin tendn'arnos quo pasar pnr la hora fatal que tan aturdidos nos tenia. La comisión encargada de verificar el pago esperó al jefe en la plaza principal, que no tardó en llegar. Hizo cerrar las boca-calles quo dan a ia plaza con algunos soldado.? de caballería, No bien había acaba­ do de impartir la órdon, cuando un grupo do señoras res­ petables, en número de Ló a 20, so presentaron precedidas por el señor cura don Vicente Salt i la señora doña Do­

172

GUERRA DEL PACIFICO.

minga Llosa, la que, tomando la palabra, se espresó, mas o ménos, en los términos siguientes: “Señor, nuestra situa­ ción es bastante triste i desconsoladora. No es posible que BU corazón pueda regocijarse al ver el espectáculo, que presentan nuestras personas i familias. Ya bastante se nos ha hecho apurar el cáliz de la amargura por la indecisión i la duda quo nos oprimen el alma. ¡Cómo es posible que so nos tenga por mas tiempo en tanto m.'ulirio, sin decirnos siquiera si el honor de nuestras hijas es­ tará al abrigo do cualquiera desgracia! Ni cl sér mas in­ significante seria digno do tanto tormento i desprecio!” E l señor do la Cruz Salvo contestó a esta breve i sen­ tida locución, diciendo: que ias señoras i sus familias estarían seguras en cualquiera parte, pero que no podia responder por los edificios i por lo domas que callaba. La señorita Jesús Fajardo agregó: "En fin, señor, si por ahora no encontramos justicia en ¡atierra, esperamos que el cielo nos otorgue la suya!” En seguida pasó a recibir el dinero. Al dia siguiente no so pudo reunir sino parlo de la mitad que faltaba i hubo que conceder nuevo plazo, i subsiguientemente el jefe se fuó conformando con la len­ ta amortización dol impuesto, hasta que al fin emprendió su retirada (16) sin haber echado la mancha sobre el pa­ bellón chileno, de la cual no la habria librado seguramen­ te si hubie.se llevado a cabo la empresa de bombardear o incendiar una población indefensa.

J

uan

S o i ,a r t .

LOS CHILENOS EN MOQUEGUA, (Carta a E l E co d i l M is t i .)

OctvLre, 17 de 1880. Me tiene üd. en este lugar, escapado de la codicia chilena de que ha sido víctima la infeliz Moquegua. A la.s 11 del miércoles 7 tomaron posesión del Alto do la Ahíla 2,000 hombres, mas o ménos, al mando do Salvo, Inmediatamente pasó orden por medio de nn ayudan­ te, para que al dia siguiente a las 12 se reuniesen los se­ ñores hacendados en el salón de la Prefectura para oir lo que necesitaba. A la dicha hora, i con la ansiedad en quo todo el nnindo se hallaba, tuvo lugar la reunión, i el arrogante Salvo dijo en olla que, en cumplimiento de las órdenes de su Jeneral en Jefe, la población debia entregarle al dia si­ guiente 100,000 soles en moneda, billetes chilenos o en oro o plata en barra. Los señores hacendados le manifestaron la casi miseria en que se hallaba el lugar por consecuencia de la inva­ sión de Marzo i ei derrame de sus licores, i que no contaba mas que con las existencias quo poseían, i de las quo podia disponer; a lo cual contestó que esas existencias las tenia a su disposición sin necesidad de que se las ofrecieran, pues­ to quéestaban bajo la fuerza que le obedecia; pero que no pudiendo llevarlas a la grupa de sus caballos, lo queélrequoria eran los 100.000 .soles en plata, i que si no se lo entregaban voluntariamente, contaba con buenos caño­ nes para reducir la ciudad a escombros i hacer buscar con su tropa, que soltarla, lo que necesitaba. Ante amenaza tan terrible, se le suplicó que rebajara siquiera a 20,000 soles, i entónces dijo que todo lo que rebajaría en consideración a no haber perdido un solo hombre, serian 40,000 soles; quo los restantes (60,000) le serian entregados a las 3 P. M. del dia siguiente, con mas 100 cabezas de ganado, 50 quintales de arroz i otros ar­ tículos, i que no le hablasen una palabra mas. Impuestas las señoras de que si no se cubría el cupo fijado quedaban a merced de esas hordas, principiaron a reunir cuanto poseían de valor; se establecieron en la plaza tres mesas receptoras de erogaciones, a las cuales

acudió el pueblo en masa a depositar los objetos mas pre­ ciosos que cada uno tenia, i la jente pobre hasta la única peseta con quo contaba para pan de su.s hijos. Fiel a su cita, ba.jó Salvo del Alto de la Ahíla el viernes 10. a las 3 P, M., con 1,000 soldados, i rodeó la plaza don­ de se encontraban las comisiones receptoras, los objetos i las cantidades recolectad.as quo aseenuian a 45,000 soles, 17,000 en moneda, el resto en plata labrada i alhajas ri­ quísimas, qne, sin embargo, habian .sido tasadas por la mi­ tad de su valor; i no estando completos lo.s 60,000 soles, se le presentó uua comisión de las mas distinguidas se­ ñoras, presidida por doña Dominga Llosa, quien, espo­ niéndolo el sacrificio que todos i on especial las ma­ dres habian liecho para salvar a sus hijos del terrible peligro quo Ies amenazaba, no .solo se habian despren­ dido de reliquias quoridas i valiosas, sino hasta del pan del dia siguiente, lo conjuró a contentarse con la su­ ma colectada. Esta esposicion fné tan triste, tan tierna, quo arrancó lágrimas a los soldados, i aun cl mismo Balvo pareció enternecido; pero aunque protestando quo lo era doloroso cumplir su comisión, declaró quo no podia otorgar mas rebaja, i que si al otro dia no se completaban los 60,000 soles, tomaría sus medida.»; se apoderó do lo quo allí habia reunido, separando seis bacinicones de pla­ ta, que dijo eran para que los peruanos tomaran su sopa, i añadiendo que conforme a lus leyes de la guerra tenia derecho pava exijir se les pagasen los gastos de la espe­ dicion provocada por el Prefecto que habia mandado a hostilizarlos hasta Sama i traerles sus dispersos, i que instaba la deserción do sus soldado.» ofreciéndoles recom­ pensas en los papelitos que habia hecho derramar a la entrada de aquéllos. Aunque se le representó que el pue­ blo no era responsable do los actos del Prefecto, él repli­ có que el pueblo debia colgar a ese Prefecto para que no lo comprometiera. Habiéndole pedido las señoras les designase un lugar jara retirarse i ser respetadas de la tropa en el caso prolable de quo no pudiesen completarse los 60,000 solos, contestó qne no se moviesen do sus casas, pues bajo pa­ labra de caballero, garantizaba el respeto de todas; mas, como interrogado si los hombres gozarían de la misma garantía, respondiese que no sabia si podia darla, sospe­ ché que se dejaba las manos libres para apresar cuantos señores pudiera i exijirles rescato o enviarlos a Chile, i me retiré a esto lugar a las 12 del sábado, en momentos en quo la comisión do señoras se preparaba a marchar al Alto dc la Ahíla- a entregar a Salvo lo poco que las niñas habiau reunido, llorando, de casa en casa, en las 24 horas trascurridas, la plata labrada fundida, los vasos sagrados i las custodias. A ese doloroso estremo ha tenido que ocurrir aquel desgraciado país, por salvarse de la demoli­ ción i saqueo con que se le conminaba. ¿Habrán quedado satisfechos nuestros enemigos? No lo sé. Torata ha parti­ cipado también de nuestros conflictos. Fueron 100 hom­ bres de cab.illería, rodearon cl pueblo, i con tea en mano intimaron que le quemaria-n si no les daban 10,000 soles i 50 cabezas do ganado. Siendo esa villa de paja i pudien­ do quedar reducida a cenizas en cinco minutos, reunieron, no sin supremas dificultades, sin duda, la cantidad, i man­ daron buscar ganado por los altos i comarcas vecinas...

VIL Consulado Jeneral del Perú en Pajiainá! jir o a favor del Suiicrintcndente del ferrocarril de P anam á por servicios prestados a l P en i; p rotección oficial d cl Gobierno dc G uatem ala en apoyo dcl Perú; i e l “Ama* zonas" en Panam á. CONSULADO JEN ER A L D EL PERÚ EN PANAMÁ.

Panomiá, OctvPre 5 de 1880. Sefior Secretario: Con fecha de hoi, jiro a cargo de V. S., a favor del señor

173

CAPITULO PRniERO.

i-4



I :!• ü a y í I í } i f f y 'í

V' r f y í r r'

V V í T f Y' T J s 1 i ■( V r Y-

Y Y' y I

V•J

Y'

V Y Y

don G. A. Burt, Superintendente dcl ferrocarril de Panajúá; i con plazo do tres dias despues de presentada la le­ tra, por 4,000 incas en plata. Daré en seguida a V. S. la razón dc mi jiro i los moti­ vos poderosos qiíe mo han puesto en ei Cuso de acudir dc ese modo directamente al Supremo Gubienio. La suma de 4,000 incas a que asciende, corresponde a e.stas partidas de gastos: Por servicio.» prestados por ol señor Burt en el em­ barque hec 10 en la Én/riquet-u........................ 2;.500 Por idénticos servicio,? en el embarque hecho en la E lv ira .................. 1,000 Total, incas.....................

4,000

Teniendo quo ] rel="nofollow">aitir mañana para Nueva Y’ork cl se­ ñor Burt, solicitó del señor Ehnnan cyue le pagase la pri­ mera de esas cantidades, i de mí que Ic pagase la segunda. E l .señor Ehrman se negó rotundamente a satisfacer la justa solicitud del señor Superintendente, conducta que no me estraña ni debe estrañar a V. S., pnesto que desde algún tiempo a esta parce el señor Ehvman, por descon­ fianza, tiene manifestada su resolución do no clesembolsar ni un centavo por cuenta do nuestro Gobierno, ni nnn para cancelar cuentas por el embarque en la E'-iiriqueía, a pesar de que ei señor Reyes le remitió para eso nada ménos que 15,000 pesos en plata, cuya inversión me es desconocida. Quejoso por la manera como so le trataba, el señor Burt volvió a mi casa, me comunicó la negativa do Eh r­ man i la urjencia que tenia de ese dinero yiara emprender mañana ese viaje. En comunicaciones anteriores lie dicho a Y. S. quo Burt aquí es, para nosotro.s, el único verdaderamente ne­ cesario para las operaciones que demanda la remisión de elementos de guerra. Sus servicios son importantí.siinos. Fuerza es, por consiguiente, no darle motivo alguno ele sentimiento, i mucho ménos dejar de ¡lagarlc aquello a que buen derecho tiene por’su trabajo maíerial i por la.s fuertes responsabilidades qne asume. S i Ehrman, por desconfianza, procedía como dejo es­ puesto, yo, corno patriota, no podia permitir que el asun­ to tomara proporciones que no tardarían en ser funestas para nosotros. Careciendo de fondos, como ántes lo he manifestado a Y. S., hasta para mis gastos diarios, no me era posible entregar su dinero a Burt; pero descoso do pagarle, le rropuse qne recibiera una letra contra Y. S., .asegnrándoe que seria pagada. Así hemos transado, i le he entrega­ do la letra. Yo no ignoro que los 2,-500 inca.s (plata) que corres ponden al señor Burt por sus servicios prestados en el caso de ia Enriqm ta, están cora rrendidos en la cuenta quo ha pasado el señor Ehrman, Recuerdo que los otros 1,500, por idéntica causa en cl embarque en la Elvira, están comprendidos en la que yo pase a fines del mes anterior; pero como hasta ahora ni unos ni otros han sido pagados aquí, ya por la negativa do Ehrman, ya por mi carencia de fondos, no vaci o en jirar a cargo de V. S,, esperando que Y. S., en las mencionadas cuentas, hará las respecti­ vas deducciones en el acto de la cancelación. Y'o creo que S. E. el Jefe Supremo, a quien Y. S. dará cuenta del contenido dc este oficio, .aprobará la medida que he adoptado de entregar las letras do que doi aviso aFseñor Burt, sabiendo que esa medida conciliatoria tien­ de a evitar consecuencias fatales como se derivarían del descontento del referido señor Superintendente. En vista de lo espuesto, juzgo inútil rogar a Y. S, que acepte mi jiro i ordene sn cancelación al vencimiento. Dios guarde a A^. S. muchos años. E

e d e h io o

L

arrañaga.

Al íiñor S«eretai'io de Estado ei¡ e! dcsyacho de Guerra.— Lima.

Panamá, OdvJire 7 de i880. Señor Secretario: En los momentos do cerrar mi correspondencia para ésa, ha llegado a mi.s manos un oficio re.scrvado de! sefior Ministro Residente do la República en Guatemala, del cual incluyo a V. S. fiel copia. Debido'a quo el .señor Lefcvrc es enemigo nuestro, vimo en el caso de rehusar su intervención en el asunto de las armas que mo ofreció el se.ñcr Lama; i como no hai ■por el momento otro modo de evitar esa intervención, se ha dispuesto que lo,s 1,000 rifles .sigan al puerto de San José de Guatemala, en donde quedan a nuestra dispo­ sición. Este incidente ha venido a sujerirme nna idea escolente en las actuales circunstancias para obviar las dificulta­ des irinumerabks contra la.s que aquí se han estrellado con frecuencia nuestros propósitos de remitir elemento.» al Rerú. En Rmmmá no contamos con las autorid,ades i el Gobierno, i el puerto es siempre visitado por numerosas embarcaciones. Además, los enemigos tienen modos di­ versos de espiar nuestros movimientos en la bahía. Todas asas dificultades conspiran para estorbar la remisión de elementos de guerra i nos colocan en situaciones tale.», que demandan un crecido número de gastos, sin que bas­ ten, en algunos casos, mi pri.idencia i mis esfuerzos para conseguir el sijilo que el asunto requiere. La única manera que hai, sin duda, de evitar ese cú­ mulo de contrariedades es éstit: disponer que' todos los elementos que vengan al istmo sigan directamente al puerto de Guatemala. A llí contamos con la protección oficial del Presidente Jeneral Barrios, i el puerto es mag­ nífico para la operación. Por lo pronto, tenemos allí los 1,000 rifles de que habla el señor Lama; i si S, E. cl Jefe Supremo lo aprueba, en­ viaré por ellos a una persona de confianza o iré yo mismo. Hacer otro tanto en lo sucesivo seria no solo bueno sino quizas necesario para evitar contrariedades poderosas. I Aguardo la respuesta favorable de Y. S. Dios guarde a V. S. muchos años. F e ü e r io o L

arrañaga

Al señor Secretario Je Estafo cu el Jespacho Je Guerra.—lima.

C0XÍ5UI.AD0 JENERAL DEL PERU.

Panam á, Octubre 22 de 1880. I

Señor Secretario: Un Estado neutral tiene perfecto derecho para permitir que los buques de guerra de los beiijerantes entren a sns puertos, con objetos manifiestamente pacíficos; pero una permanencia prolongada es tolerancia que cl derecho de jentes condena. En lo jeneral, las poteucia.» neutrales no permiten que ¡os buques armados do los beiijerantes per­ manezcan en sus aguas mas de 24 lioras. E l trasporte de guerra Amazonas está anclado en este puerto desdo hace cinco dias, .sin que permanencia tan prolongada haya merecido objeción alguna de parte de os ajentes del Supremo Gobierno de la República de esto Estado. No es este hecho, sin embargo, sobre el cual deseo llamar la atención del ciudadano Presidente por el digno conducto dc V. S., es sobro un punto de neutralidad con­ vencional, que no está sujeto a dudas ni interpretaciones. Por el artículo 12 de! Tratado de paz, comercio i nave­ gación celebrado entre este país i la República de Chile, está estipulado quo "los buques de guerra do las naciones enemigas de cualquiera de las des partes contratantes, que a ¡a sazón se hallaren empleados en operaciones hosti­ les, contra ella, no podrán hacer aguada ni víveres en los puertos o costas de la otra parte contratante.” Esta cláu­ sula fué aclarada por ol artículo 2. ® del Tratado adicio­ nal celebrado en Lima el 8 de Octubre de 1844 entre los

174

GUERRA DEL PACÍFICO.

representantes de la Nueva Granada i Chile, señores Por otra parte, los tratados públicos obligan solo a las Jeneral Tomás C. de Mosquera i Manuel Camino Vial. altas partes que intervienen en ellos, i compete única­ Dice así aquella aclaratoria: mente a una de las dos reclamar sobre las infracciones "Art. 2. ® E l artículo 12 que prohibe a los buques de que hayan podido sufrir del lado dc la otra; así, en los guerra do una potencia enemiga de la Nueva Granada o que exi.steu actualmente entre Colombia i Chile, no pue­ de Chile, i que a la sazón se hallen empleados en ope­ de admitir que el señor Cónsul Jeneral del Perú reclame raciones hostiles contra aquélla o ésta, hacer aguada o contrasLi infracción por p.arte de Chile; correspondería úni­ víveres en los puertos i costas de la otra parte contra­ camente al Gobierno de Colombia hacer laYcstiones del tante, debe entenderse como una regla de e.stricta neutra­ caso, si así lo exijiera la justicia i los deberes de la neu­ lidad aplicable a los buques de guerra de ámbos belije­ tralidad, dei mismo modo como corres íondoria hacerlo al rantes.” dc Chile, si las cosas pasaran en sentido contrario. I como se me ha asegurado que el señor comandante Soi de V. S. su atento servidor. del Amazonas está contratando algunos víveres en esta E u s t a c io S a n t a m a r ía . plaza, denuncio cl hecho al ciudadano Presidente del Es­ tado, por el honorable conducto de V. S. a fin dc que se • Al fíenor Secretario de Gobierno del Estado Seberiino de PanaiDá. impida el embarque de dichos víveres, cn curaplimiento de las obligaciones quo Colombia tiene préviamente con­ traidas. Con sentimientos de la mas distinguida consideración, ESTADOS UNIDOS DE COLOMlilA.— ESTADO SOBERANO DE PANA íM.Á.— PODER EJECUTIVO.— SECRETARÍA DE ESTADO tengo el honor de suscribirme dol señor Secretario mui EN E L d e s p a c h o DE GOBIERNO.— RAMO DE NEGOCIOS NA­ obediente servidor. F

e d e r ig ü

L

íe e a ñ a g a

.

Al aeilor Jootor Mateo Ilurraíde, Secretafio de Gobierno, ele., ele.

PODER EJECUTIVO NACIONAL— SECRETAlilA DE RELACIONES ESTEIUOEÉ.S,

Panam á, Octubre 'F3 de 1880. Señor Secretario: Con la nota dc V. S. de esta misma fecha he recibido copia auténtica de la que dirijió a V S. el Cónsul Jeneral de Perú con fecha de ayer. Ho puesto ésta eu conocimiento del PresiHente de la República, i he recibido de él órden de decir a V. S. ¡o si­ guiente, para que sirva do regla de conducta al Gobierno deque V.S. es órgano, siempre que ocurran casos análogos. Durante la guerra entre Chile i los ali,ados Bolivia i Perú, se ha tolerado on este puerto, por un sentimiento mui natural de benevolencia i fraternidad, quo varios trasportes de guerra peruanos no solo hicieran aguada i víveres en él, sino que practicaran otras operaciones en provecho esclusivo de los aliados. La estricta neutralidad que el Gobierno de Colombia so ha impuesto como norma de conducta durante la esprosada guerra, exije la prácti­ ca de la misma tolerancia respecto de la República de Chile. En consecuencia, no es posible acceder a la solicitud o reclamación que ei Cónsul Jeneral dol Perú en esta ciudad ha elevado al Gobierno del Pistado, a efecto de que se prohíba el embarque de los víveres que, según se ha ase­ gurado al referido Cónsul Jeneral, se están contratando en esta ciudad para el servicio del trasporto de guerra chileno /lm«2 i?na.s, anclado cn esto puerto hace ya seis diaa. E l Poder Ejecutivo Nacional, lójos do mirar con des­ agrado la pre.sencia dcl Arnaz&ruis en esto puerto, so com¡lace en ello, i ojalá la prolongara hasta la conclusión de a guerra, para quo el Gobierno de Chile'se convenciera de la sinceridad del de Colombia, cuyo anhelo no es ni ha sido otro que el que los belijerantes lleguen a una so­ lución pacífica i honrosa para ambas partes, i que el tris­ te espectáculo de despedazarse i empobrecerse, quo están dando tres repúblicas bermauas en esto Continente, cese i no vuelva a presentarse nunca en parte alguna del ter­ ritorio poblado por la familia hispano-americana. Los principios del Derecho de Jentes no son absolutos; son modificables segun ias circunstancias. En este Conti­ nente, poblado de repúblicas hermanas, que se rijen por instituciones democráticas, no pueden aplicarse las mis­ mas reglas que entre las naciones del viejo mundo, todas ellas de diverso oríjen i gobernadas por diversas in,stitucionos.

CIONALES,

Pommiá, Noviembre 10 de ISSO. Señor: De órden del ciudadano Presidente del Estado, tengo el houor de dirijirme a V. S., solicitando un informe pre­ ciso sobre ol rejistro que, on aguas colombianas, so dice ha hecho el buque de guerra chileno Amazonas del vapor morcante Cargador de propiedad de los señores Schubev Hermanos, cuyo vapor, que hace viajes al interior del Es­ tado, iba en via para el departamento de Chiriquí. Sírvase V. S. darme una pronta respuesta, de la cual instruiré al Gobierno Joneral de la República que aun permanece en Cartajena, Soi del señor Cónsul, atonto i obsecuente servidor. M a teo I t u r r a l d e .

Al scilor Ramón Rivera Jofré, Ciiaaal Jeneral de Chile.—?rc.seule.

CONSULADO JE N E R A L DU CHILE.

Panam á, Noviembre 11. de 1880. Señor Secretario; Ayer recibí la nota de V. S., fechada el mismo dia, en que rao dice que, de órden dcl ciudadano Presidente del Éstado se me dirije V. S., "soiicitando un informe preciso sobre el rejistro quo, en aguas eolombia,nas, se dice ha hecho el buque de guerra chileno Amazo'ms, del vapor mercante Cargador íle propiedad de los señores Schuber Hermanos, cuyo vapor, f ue hace viajes al interior del Es­ tado, iba en via para el departamento de Chiriquí.” A la vez me indica Y. S. una pronta respuesta de mi parte para iustruir de ella al Gobierno Jeneral de la Re­ pública que aun permanece en Cartajena. Como este Consulado no tenia conocimiento alguno de ios hechos referidos por Y. S., sin pérdida dc tiempo dirijí al señor comandante del crucero Amazonas una nota en j quo, trascribiéndole la de V, S „ le podia un informe sobre ' el particular. E l indicado soñor comandante, cn cumplimiento do I este pedido, me ha pasado hoi la nota que en copia ad! junto a la presente para el debido conocimiento del señor Presidente del Estado, de quien YL S. es órgano. Por su contenido se ve que los hochos aludidos por V, S., en cl oficio que motiva esta contestación, no han sido ciertos bajo ningún aspecto. Me lisonjeo haber conseguido dar esta pronta respues­ ta, de conformidad con los deseos espresados por V. S. de instruir de ella al Gobierno Jenoral do la República, que aun permanece en Cartajena, lo cual por mi parte me per­ mito encarecidamente pedir al Gobierno de que Y. S. es ‘ órgano, se haga tan anticipadamente como sea posible.

s

:4

■í|' 'I ■ 'J

CAPÍTULOPRÍMERO, Quedo como siempre del señor Secretario, mui obse­ cuente i atento servidor, R

amón

R iv e r a J

o fré.

Al sef.or don Mateo Ilurraids, Secretario de Estado en el ramo dc Negocios Nacionales.—Presente.

r # i \

i i

i r i V V V

í

V. V'

y i r r 'r Y

Y

Y

'•.f ]

y, y r

Y Y Y: >■ 4

Y

y r

y ta I

■ y

t

‘y

Canm-ndancia del cniuro '•'Amazoníís,”—Panamá, No­ viembre 11 dc 1880. Señor; Con no poca sorpresa me he impuesto de la nota del señor don Mateo Iturralde, Secretario de Negocios Nacioiiaies del Gobierno del Estado, que V, S. se ha servido trascribirme, i sobre la cual me pide V. S. un oportiuio informe, p.ara dar una contestación conveniente al espre­ sado funcionario. Lo qne liuicamentc puedo informar a Ah S. sobre el particular es que el hccio a que so refiero el .señor Secre­ tario Iturralde es completamente inexacto, pues el buque de mi mando, durante sus alternadas estadías, ya en estas aguas, ya fuera de ellas, no ha hecho rejistro alguno dcl vapor Ckmjador t.le que se trata. Acerca de reconocimientos de bnqiies mercante.» en aguas de esta Nación, puede Y. S. asegurar al Gobierno local, para su tranquilidad, que comprendo perfoctamonto bien los deberes que me corre,spondc observar en aguas de naciones neutrales. Es cuanto puedo informar a Ah S, para su conocimien­ to i demas fines. Dios guarde a V. S.— M a n u e l ,A. R io f r . 10.— A l señor Cónsul J oneral do Chile.—Panamá, .Está conforme con el orijinal—E l Cónsul Jeneral do Chile.— /i’«.rrton ll'm m Jo/ré.

175

do, el que no se pudo reconocer por no tener puente ni escotilla alguna. lie creido al bavquichuelo mni sospechoso por los an­ tecedentes que dejo espueslos, i como tenia aviso del se­ ñor Contra-Almirante Rivoros que se preparaba a este buque una celada en nna balandra tripulada, ajustándo­ me a las instruccione.» que tongo para estos casos, proce­ dí a cañonear el pailebot, incendiándolo en seguida. Los dos tripulantes del pailebot los hice asegurar a bordo; estos iiidividuo.s h.an dicho que el pailebot fué construido en Cerro Azul hará como tre.s meses. Rejistrado-s que fueron a bordo ios individuos en cues­ tión, ae lo encontró a Roncalio algunos papeles, 75 soles en papeles de banco, 12 monedas dc nickel de a cinco centavos i tros de a 10, una boquilla defnmav i un pito,lo mismo que pongo a dispo.sicion de Ah S. junto con ellos mi.srnc.s. Lo que pongo en conocimiento de Vh S. para los fine.s a qne haya lugar, esperando que sea de su aprobación mi modo de proceder,” Lo que trascribo a A^, S para sn conocimiento i fines consiguientes, previniendo a Y, S., que adjuntos se enI contrarán lo.s papeles pertenecientes al buque destruido. ! En cuanto al sumario qne se sigue, lo enviaré junto con los individuos que formaban la tripulación del pailebot, a disposición dol señor Comandante Jeneral de Marina, en primera oportunidad. Dios guarde a V. S. J. J. L a t o r r e .

'Rada- d d G allao, O cfvR re 13 d e ISSO.

Señor Ministro; E l domingo 10 de! presente, corno a las 5.20 A, M., fui avisado do que teníamos por la proa, a 200 metros, una lancha entre aguas, dc carácter sospechoso. Temiendo fuera un brulote de los que acostumbra usar ) cl enemigo, envié un bote a reconocerlo, operación que í’a ríes olicialc.s «le la caRtura «le iin pailebot i «le otras I aumentó nuestras sospechas, o ma.s bien me confi.rmó fue­ operaciones «le la escua«li-a cliihmn eu el Gallao. ra un tca'ped o, por lo que ordené al T o íten lo cañonease desde una distancia conveniente. P A R T ES O F IC IA L E S U E LA ESCUAD RA. Esto ae llevó a cabo jorm.asde una hora., sin conseguir, en apariencia, dar en e blanco. COMANDANCIA EN JE F E DE LA ESCUADRA. Alomcutos dospues quo el Toíten. de i’cgreso, daba cuen­ ta dc su cometido, !).10 A. AL, so vió desde a bordo levan­ R e d a d d O cdlao, O ctu b re 13 d e ISSO. tarse del lugar donde so encontraba la lancha, a 500 meSoñor Alinistro; tius, mas o ménos,'aI Norte 15’' del cabezo de San Lorenzo, E l comandante de la cañonera Fikr/mayo, con e.sta fe­ una gran columna de humo i agna, sintiéndose acto cha, me dice lo que a continuación se estampa: continuo tina fuerte detonación seca como dc un torpedo, “ Doi cuenta a Y. S. de que en la tarde de ayer, estan­ con una gran carga de dinamita. do fondeado en la isla Pescador, apareció un pailebot con Dios guarde a V, 8. rumbo a nosotros. En el acto me puse sobro la máquina J. J. L a t o r r e . para reconocerlo, hice venir abordo al patrón que lo man­ Al Señor Ministro de Marina. daba, e interrogado por el motivo qne lo habia traido a la isla, no supo contestar: unas voces dccia que iba para NÚM. 1282.— (lOMAKDANClA EN J E F E DE LA ESCUADRA. Chorrillos, otra.5 para Cbilca. En las mismas contradiccione.s incurrió cuando fuó R a d a d d G allao, O ctu bre 31 d e 1880, preguntado por el puerto de su procedencia, asegurando Señor 'Ministro: linas voces quo venia de Chilca, otras de 'Pambo i otra.s de Curayaco. Tan luego como llegué a este puerto, cl J.6 del presen­ Con respecto al dueño del pailebot, dijo que no sabia te, en el C árlos R obm lo, despaché ese buque al Norte con poríjuc era nuevo en la embarcación, siendo quo el mari­ el capitán de fragata don Luis Pomar en busca de la es­ nero que quedó a bordo le dijo al oficial que lo reconoció pcdicion comandada por ol capitán de navio don Patricio que el pailebot era do un capitau de corbeta de la arma­ Lynch. E l 21) del actual, dicha espcdicion pasó a ¡a vista da peruana. de este puerto, acompañada dol G arlos R oberto, con rum­ E i resultado fuó que ci individuo que dijo llamarse bo al Sur. La corbeta O’I I -ig g im se desprendió de ese Bautista Roncallo, no pudo esplicarme el cómo, ui de convoi i vino a ponerse bajo mis órdenes. dónde habia venido. Ayer llegó el monitor H u á sca r sin novedad. Examinados los papeles, no se les ha encontrado des­ Habiendo sido enviado en comisión a las costas de Co­ pacho da ninguna aduana, ni rol de tripulación, ni nada lombia ol crucero A m a z o n a s el dia 3 del corriente, no que justifique la procedencia de dicha embarcación. me ha .sido posible hacer ol cambio con la corbeta O’H igSe rejistro ésta, i en su bodega se encontró por toda gi/is, como Y. S. mo lo indica en su nota número 5, fecha carga tres barriles que dijo ser de agua salada, Eu la par­ 12 del mes que rije. to do proa habia uu departamento completamente cerra­ Se acelera la descarga del Bernard Ca.sÜe, a fin de des-

Yílí.

GUERRA DEL PACÍFICO.

176

Sacharlo

cuanto ántes a Arica, i del mismo modo serán espachados el P is a g u a i S a n ta L u cía , tan pronto como entreguen ei carbón i víveres que tienen a su bordo. Remito a F’alparaiso el vapor T o lten , por encontrarse con los fondos rnui sucios i ser urjente proceder a su limpieza. Por este vapor mando a Valparaiso a los enfer­ mos de la escuadra. E l comandante de la corbeta dc S. ,M, B. T hctis, ha puesto a mi disposición 4G prisioneros do la corbeta C'ov a d o n g a , qne el Gobierno peruano puso en libertad en vista de las jestiones que con tal objeto ha hecho el señor Ministro de S. M. B. en Lima. Quedan en poder del ene­ migo, el aspirante señor Meliton Guajardo i el grumete Francisco Maturana, que no han podido ser removido.? de Ghancai por la gravedad de sus lieridas. E l dia 25 del presente, cl crucero A n ga m o s recibió a bordo a Mr. Birkedal, comisionado especial de V. S., al cual he creido conveniente remitir a Arica en el f o l i e n . Asimismo, van en ese buque cuatro individuos que han sido apresados en diversas ocasiones tratando de forzar el bloqueo i que no he estimado prudente desembarcar en este puerto porque podian dar al enemigo algunos datos de importancia. E l comandante del Angaims ba puesto en mi conoci­ miento que algunos de esos individuos le ban declarado que los peruanos han fondeado torpedos entre Pachacamac ¡ el Continente. Tengo tambieir noticias de que han hecho la misma operación en Chorrillos i Ancón, i es de suponer que harán otro tanto en ios puertos que esperan sean visitados por nuestros buque.?. En con,secuencia, he recomendado a los comandantes de ios buques que no entren a los puertos enemigos ni naveguen los canales de esta costa sin necesidad. Juntamente con la corbeta O 'H iggm s se ha incorpora­ do a esta e.scuadra el vaporcito apresado en el puerto de Paita a los peruanos, nombrado I s l u y a {hoi C oA ípolican), al cual so le está armando con los recursos que cuenta la escuadra. Dios guardo a V. S, G a l v a u in o R i v e r o s , Al seüor Ministro dc fluerri i Marina en campaña,

IX. Clausura de la Couvcucion Nacional de Solivia; discur­ sos i Droclaiiias, i decretos saitcioiiado.s por dicha Convención, PRESIDENCIA. DEL HONORABLE NATANIEL AGIIIRRE.

Abierta la sala a las 12..57 P. M. i leida la órd.cii del dia, el Honorable Berríos presentó el proyecto de responsabi­ lidad ante las cámaras del 81 de los Aiinistros de Estado del es-Presidente Daza Suficientemente discutido, quedó aprobado con la adición propuesta por el Honorable Acosta, de estender el juicio de responsabilidad a los secreta­ rios jenerales que concurrieron a la campaña. E l Honorable Presidente dió lectura a testo preliminar do la Constitución de 1878, aceptada con lijeras reformas, i se procedió a firmarla en plena .sala. Luego so discutió en detai la lei de premios a loa jefes i oficiales del ejército boliviano que concurrieron a la campaña. Quedó aprobada después dc una lijera discu­ sión, con diversas modificaciones al proyecto en grande, así como la mocion do conceder una medalla de honor aí Honorable Natanie! Aguirre. A las 2.24 P. M. se presentó el Ejecutivo con todas ías corporacioue.?, Cuerpo Dislomático i Consular residentes ea la ciudad, i se procedió a la C LA U SU RA .

D iscu rso d e l H o n o ra b le P r e s id e n t e d e la C o n v e n c ió n N a ció n al. Señor Presidente: 'La Convención Nacional ha llegado por hoi al término

dc sus trabajos con la conciencia de haberse inspirado únicamente en ¡os sentimientos dol mas a,scendrado pa­ triotismo. Reunida en momentos dc conflicto supremo, ante cl caos i los desastres que Iran sido ol resultado de errores i desvarios, cuyo recuerdo quisiéramos borrar de nuestra memoria, se pro-scntó severa, imperturbable para consa. grarse a una a.5Ídu:i labor en todos los ramos de la admi­ nistración. I Su primer dudado fue el dc constituir al país, elijienI do con austera imparcialidad cl código fundamental que i lo pareció preferible cutre los varios que hemos ensay.ado I imperfoctaiiiento hasta ahora. No se,preocupó dolos hom­ bres que lo formaron en época de iugrato recuerdo, ni pensó en las miserias de la política de entónces, que eu su coiiccpto no amenguaban su incontestable vaior. El prin­ cipio del derecho .sobrenadó por entre todos los males dol pas.adü. Con los br,izos abiertos recibimos, en seguida, a los res­ to,? de .nuestro ejército i conferimos el poder público a su I Jeneral vencido en lucha desgraciada, poro desigual, que no empaña el brillo do nuestras armas. Dimos así un ejemplo digno de la antigua Roma, uii ejemplo que será también elocuentísima lección para los ambiciosos vulga­ res.—No es ya la victoria, i mucho ménos la victoria odio­ sa on la .guerra civil, el título que ha dc presentársenos para obtener la majistratura suprem;», conferible tan solo al verdadero mérito, a la honradez, a la virtud. Nuestra política de guerra, nuestra resignación a todo .sacrificio ántes que consentir siquiera la mas remota idea de una paz indigna, o el mas lijoro olvido de los deberes do la Alianza, han merecido, como sabei.?, el aplauso de los estados neutrales do Aiuérica i ol respeto de nuestros mismos enemigos vencedores. E l estado deplorable de nuestras finanzas i la reorgani­ zación militar demandaban con preferencia nuestra aten­ ción. Hemos adoptado, para remediar lo primero, un siste­ ma nuevo de impuestos, acometiendo reformas económicas trascendentales; i cn cuanto a lo segundo, el plan quo hemos iniciado i que será desenvuelto por reglamentos sucesivos, hace det ejército una institución social querida i respetada por el meblo de donde emana, para la garan­ tía segura de su ibertad, su independencia i honra na­ cional. Las lejms que hemos votado en favor de la desheredera raza indíjena traerán consigo una pacífica i fecunda trasformacion, coronainiento indispensable do la República democrática, abriendo, al propio tiempo, nuevas fuentes de producción a nuestra riqueza. Hemos dado poderoso e.stímu!o a la industria i al co­ mercio con leyes maduramente meditadas, sin caer no obstante en ol error proteccionista. Acabamos de seña ar a las mirada.? del pueblo la luz de una alborada que asoma otra voz por nuestro hermoso Oriente, anunciando ol dia do los gloriosos triunfos de la civilización sobre la barbarie i los inconvenientes do loa desierlos. No hemos dejado, por último, ni de proveer siquiera a las necesidades locales, cuando los representantes del pue­ blo han podido ponerlas de manifiesto en los momentos de relativa calma que nos permitía lo ecepcional de nues­ tro mandato. Esta obra, acaso no es comprendida aun cn medio do las patrióticas impaciencias de nuestros comitentes, re­ saltará cuando le deis su complemento en la esfera de vuestra acción, Contai,? para hacerlo con amplias faculta­ des que la Convención ha podido concederos tan solo por la confianza que le mereceis. YLiestro Gobierno es fuerte ¡or la lei i coiitimiar.á siéndolo, sin duda, por el apoyo de a opinión pública, adoptando esta sencilla divisa: la jus­ ticia es la verdadera fuerza del poder. En lodo caso contareis con la activa ¡ desinteresada colaboración de los representantes del pueblo. Sabemos que nuestra misión no ha concluido. Yamos a dejar el

ta '

C A PÍT U LO PRIM ERO .

v.

ta C ta-'

c

ta.-

ta

c o. i

G O

q Q : d W

■Q d ■d

Y y ,1 Q ) í 5

*1

asiento del lejislndor para seguir sirviendo a !a patria co­ mo bueno.s ciudadano.?. Tenemos quo hacer la propagan­ da dc la.s sanas doctrina.?; tenemos quo dar ejemplo de obediencia a las leyes que hemos diotado; tenemos que ser lo.s primeros en la prictica de las virtudes republicanas. Para concluir, declaro, señor Presidente, quo si nos reu­ nimos llenos de angustia por la suorf.e do nuestra Bolivia, vamos a .separarnos ahora con la satisfacción del deber cumplido en la medida de nuestra.? facultades i acarician­ do una li.sonjera esperanza,.. Si cl porvenir nos reserva un desengaño, si es preciso luchar todavía, ostamo.s dis­ puestos a todo sacriñcio. Os seguiremos al campo del honor con las nuevas lojioiies que han do vengar nuestros pa.sados desastres. La ¡¡atria que nos leg.aron nuestro.» padrc.s no podemo.s trasmitirla humillada a nuestros hijos. — Algo nos dice en lo mas íntimo del alma que la veremo.s ma.s bien engrandecida por Ja concordia interior, por la misma guerra injusta que nos hace un pueblo desleal a la antigua Alianza de las vepiiblicas del Pacífico, i, sobro todo, por la estrecha unión con otro pueblo hermano, partícipe joueroso de nuc.stro infortunio, Discurso dd ExcuiO. señor Prcsultnde de la República, Jm e ra l don Narciso CJampero. Señor Presidente: Permitid quo os diga, quo las ¡lalabras quo acabai.s de pronunciar, merecerían ser grabadas en láminas de bron­ ce, no por la be’lcz.a del lenguaje, sino por ser ollas la franca i leal espresion de todo lo ocurrido i do cuanto so lia hecho en obsequio de la patria aflijida. El pueblo boliviano debo e.star, pues, satisfecho de lo.s diputado.» que lo lian representado cu la Convención dol año de ISSÜ, que será memorable para Bolivia bajo miro chos respectos. En cuanto a mí, señor Presidente, ántes de la termina­ ción de e.sta augusta ceremonia, creo de e.stricto dober cl manifestar mis sentimientos do reconocimiento i do ad­ miración respecto a la Asamblea qna hoi se declara en receso. Do reconocimiento, porque, aparte de habonne dado ella un espléndido testimonio de estimación i con­ fianza, nombrándome Presidente Constitucional de la República, precisaroenle en lo.s momentos en ue acababa yo de caer bajo un nido golpe do la suerte a( versa, debo a ella tamliien, i a ella pvinoipalmonte, la ventaja de haber podido salvar las dificnltac es i los escollos quo em­ pezaron a surjir en derredor mió, apénas hube entrado en cl ejercicio constitucioma! del poder supremo. Do ad­ miración, por la tnanora. como olla ha sabido resolver, reflexiva i concienzudamente las múltiplos i graves cues­ tiones en que ha tenido quo ocuparse, i esto on la mas crítica situación de la llepública. En efecto; .sin el respeto de la Convención, i sin ol po­ deroso apoyo moral quo ella-me lia prestado incesante­ mente, talvez so habria desplomado ya ol nuevo edificio político que los pueblos levantaron en los primeros dias dc! año oa curso, Mas, sí es justo que pague yo esto tributo á la Sobora- ; na Convención, por el honor i el apoyo quo me ha acor­ dado, cábeme, al mismo tiempo, la dulce satisfacción de que on ninguna época, en ningún tiempo, ha habido tan­ ta libertad ni tanta independencia, entre ol Poder Lcjislativo i el Ejecnúvo, como en la actualidad. Quizá esto feliz acontecimiento haya cnjendrado la independencia i buen criterio con que ban procedido a su vez todos i cada uno de los miembros de la Convención; siendo do notar, quo es por primera vez que so haya visto en Bolivia fun­ cionar la Representación Nacional libre de la presión do círculos o partidos .sistemáticamente disciplinados, sino obrando, por ol contrario, cada diputado sogim su.s pro­ pias convicciones o inspiracione.s. Fenómeno es éste, quo no puede ménos quo ser traducido como precusor de una nueva era para nuestra desventurada patria—ora de rqjeneraeion i bienandanza— tal os al ménos el presentimiento TOMO VI.— 23

177

que mo asiste i que .determinará mis ulteriores pasos como Jefo del Estado. Son ámplias, según vuestra espresion, las facoltadcs que me han sido acordadas por la Asamblea, .solo por la oonfi.anza que lo he mereciao; mas debcis en cambio estar seguro, señor Presidente, como debe estarle la Asamblea, de que no abusaré jamás do esas facultades, i de que mi divisa, conformo a vuestro desiderátum será la justicia, como verdadera fuerza del poder. Tengo .algo mas que esponer, i es, que si la clausura dc la Soberana Convención va a ser para mi Gobierno como la desaparición dol sol bajo cl horizonte, me alienta por otra parte h<esperanza bien fundada, por lo que acabo do escuchar, de que los honorables representantes del pueblo soberano serán, desde .su residencia, como otros tantos astros esparcidos en cl espacio, que irradiando su benéfica i luminosa acción en lodo el ámbito de la República, pon­ drán al Gobierno i a la patria en camino de salvación. Señores convencionales: sois vosotros quienes rae habéis impuesto la obligación de conducir el enorme poso que hoi gravita .sobra mis hombros; justo es. pues, que me ayudéis a llevarlo, siendo como se me ha asegurado, los primeros en la práctica de las virtudes republican.as. No basta que, en cuerpo colejiado, hayais sancionado discretas leyes inspirados on los sentimientos del mas puro paliotismo; es menester, además, que, una vez disuel­ ta la Convención, os consagréis individualmente, a iníluir i hacer por vuestra parto que ellas sean pr.aoticablo.s i po­ sitivas, coronando así la obra do vuestro cometido. No olvidéis, pues, que vuestra misión aun no ha concluido, i que sois solidariamente responsables, conmigo, del dober quo me habéis impuesto. Sed, en fin. Honorables señores, los apóstoles de la lei, cuya guarda habéis tenido a bien encomendarme; i Dios i la Alianza os colmarán do bendicione.s. E l Honorable Fresidcnte de ia Gó/mara terminó la se.sion con estas palabras: Señores Diputados: No sé si en este momento he podido dar idea digna de vuestros trab.ajos, pero estoi seguro de interpretar fiel­ mente vuestros patrióticos sentimiento.?, bastándome para ello consultar a mi propio corazón, que late unísono con los vuestros. Antes de separarnos, permitidme' quo mo detenga to­ davía a mostrar con justo orgullo i particular complacen­ cia la fisonomía característica do nuestra Convención, No vinieron a ella partidos políticos organizados; no so ba;i formado grupos iutransijontes; ningún bando brotará de su seno para turbar la majestuosa tranquilidad interior del pueblo boliviano, i no cr.co, tampoco, que ninguno de nosotros se lleve ni un recuerdo amargo de otro cualquie­ ra de sus colegas. Todas las grandes cuestiones que so referían a los intereses jenerales de la patria las hemos resuelto por absoluta unanimidad. En cuanto a mí. Ja honra de haber presidido vuestra.» últini.a,s sesiones bastarla a colmar mi ambición, si la am­ bición se hubiera despertado sin yo saberlo en mi alma. Por lo que hace al nuevo honor que habéis conferido hoi a mis humildísimos servicios en la guerra, rae sorprende, confundo i anonada. Ese recuerdo me servirá de estimulo para cumplir mejor mis deberes de ciudadano i conforta­ rá mi espíritu en las pruebas mas dolorosas en quo pudie­ ra, talvez, flaquear por un instante. Invoquemos en nombre do la patria i confiemos a la Providencia nuestras ardientes aspiraciones de mejore.» dias pava esta madre infortunada. Declaro cerradas las sesiones de la Convención Nacio­ nal hasta nueva convocatoria.

I7S

GUERRA DEL PACÍFICO.

PROCLAMAS. . E L PRESID EN TE CON.STITUCIOKAL DE LA REPÜDUCA A LA NACION.

Conciudadanos: La Soberana Convención Nacional ha llegado al térmi­ no do sus trabajos i acaba de clausurar sus sesiones. Ha cumplido dignamente la misión que le habia confiado el pueblo. Reunida cn momentos cn quo la Nación e s p o T Ímenlaba las pruebas ma.s dolorosas, en que peligraba quizá su misma e-xistoncia, amenazada por los desastre,? ( o nuestras armas en cl esterior, i por las zozobras de nucsu'íi situación inierua, !a hemos visto mantenerse se­ rena cn rncdiü de la tormenta, buscando con vigor í cor­ dura el puerto do salvación. Merced a sus patrióticos esfuerzo.?, queda organizado el Gobierno nacional, asentada .sobre l.as bases sólidas la Constitución del Pistado i preparadas útiles reformas en todas ias csfer.a.s de actividad social, refornuis que, es dc esperar, serán de provechosos resultados ou el porvenir. Ella ha sido también hasta el presento el mas firme apoyo del Gobierno que creó. Su prcseneiít, como la dcl sol cn el espacio, li.-i aisipado las .sombras que aun oscu­ recían nuestro horizonte. Mas, al desaparecer ese apoyo, mo queda cl vuestro, cl de todo el pueblo boliviano, que no dudo ¡irestará .al Gobierno toda su cooperación i será el guardián mas constante do sus propias iustituciones. Así lo espero de vuestra sensatez i ae vuestro acendrado patriotismo. Es ya tiempo do que los ciudadanos, no solo hagan va­ lor sus derecliOs, sino quo sepan también cumplir con los deberes anexos a la ciudadanía; .así, i solo así, podrá esta­ blecerse el Gobierno del pueblo para el pueblo, quo es el perfeccionamiento del si.stema republicano. E l egoísmo, o .sea la falta de espíritu público, ha sido la causa aol constante mal estar do la Nación, i de que ésta liay.a sido alteriiativamento la presa del despotismo i de la anarquía. Es que un déspota o un caudillo, con sus pocos prosélitos, puede mas que millares de ciudadanos re­ concentrados en el estrecho recinto de su individualismo. Chile misino no hubiera, talvez. abusado de su fuerza, si no considonuse a Bolivm como una sociedad relajada, desnuda de virtudes cívicas. Bien alto lo ha dicho én su prensa. Aun no es tarde, sin embargo; seamos lo que debemos .ser—verdaderos ropublicauos. Mas quo en mis manos, está en vuestro propio querer la suerte do la patria, i con ella, talvez, la de una repúbli­ ca hermana, partícipe de nuestras desgracias. La Convención i el Gobierno creado por ella, han pro­ testado abierta i Icalmente contra el despotismo. Toca a vosotros, ciudadanos, ahogar la anarquía por do quiera asome su ominosa cabez.a. Boliviano.?; Mirad que la ocasión e.s bella; no la desechéis. I pensad, sobre todo, cn quo lo.s pueblos deben a sí propios su pros­ peridad o su desgracia. Venzamos, pues, las dificultades dol presente, que el porvenir será nuestro. N

a r c is o

C

a .u p e r o

.

La Paz, Octubre 19 de 1880.

a l e jé r c it o

.

Soldados; Quiero trasmitiros un conoopto emitido por el Presi­ dente de la Convención Nacional, como su fiel i digno intérprete, a tiempo do clausurar las sesiones. Hablando de la reorganización militar, después de los varios contrastes sufridos por nuestras armas, se ospresó cl Honorable Presidente en estos términos:. "La Conven­ ción hace renacer el ejército como institución social que-

rida i respetada por el pueblo de donde emana, para sor la garantía segura de su libertad i honra nacional.” Camaradas: A esas palabras, quo no pueden ménos que seros mui gratas, agregaré por mi parte;— que desde e! memorable cambio político que ocurrió en Tacna, en los últimos dias de Diciembre del 79, i cn Bolivia toda, a principios dcí presente año, habcis cambiado tambicn do condición; pues que ya no sois loa servidores deí despoti.smo ni do ¡as facciones dc partido, sino los defensores constantes do la Nación. Mandatarios mal inspirados, abusando de vues­ tra buena fe i dc la di.sciplina militar, liabi.aii convertido vuestras armas en instrumentos de su propio engrande­ cimiento, sobre las ruinas dcl pueblo. Bien sabéis, camaradas, que yo no ho pretendido, pero ni siquiera anhelado el poder sii[)rerrui, sino quo los pue­ blos, i después ¡a Convención Nacional me han impue.s‘.o el cargo que yo he aceptado—contando con vuestra in­ contrastable lealtad, como vosotros debois contar con cl desinteresado afecto i la paternal solicitud de vne.stro .Jeneral i amigo. N

a r c is o

C

a m pero

.

La Paz, Octubre 19 do ISsO.

DECRETOS.

Jubilacioiiea i pensiones a los militares. La Convención Nacional, Decreta: Art. 1.® No s e c o n c e d e r á d e s d e h o i mas j u b i l a c i o n e s , p e n s i o n e s , n i m o u t o p i o s q u e lo s q u e e s t a b l e c e l a p r e s e n to J e i.

Art, 2. ° Se reconoce montepío en favor do las viudas, huérfano.? i padres de ios que mueren cn guerra cstranjora, sea en combate o en calidad de prisioneros, en cainpaila o a consocLicuoia de olla. E l montepío consistirá en el sueldo do un año, corrcspondiento a la graduación que tuvo el finado, pagadero de una sola vez, Art. 3. ® E l órdon do preferencia para la a.signaoion del montepío será oi siguiente; 1. ° ¡a viuda e hijos me­ nores do 21 años, siendo varones, i on toda edad, siendo mujero.s, miéntras no tomen estado; 2. ® on defecto do hijos, la viuda que no hubiese contraído segundas nup­ cias; íi. ® los hi jos naturales rccouoeidos a falta do Icjíiimos; 4i, ® , eu último lugar, !a ra.adrc o padro del finado, notoriamente indijonte. Art. 4. ® La designación preferente dcl pago será li­ brándose a ia suerte. Art. 5. ® Miéntras so haga ol abono de! sueldo ín­ tegro de quo habla el artículo 2. ® , se estará a lo dispues­ to en ol supremo decreto do 14 de Abril dol presento año. Art: 6. ° I.OS quo actualmente gozan de jubilaciones, pensiones o montepíos, eu virtud de leyes preexistente.?, quedan .sujetos a lo dispuesto en ol artículo 2. ® , i consti­ tuirá una segunda serio amortizable con el fondo especial que se destinará al efecto. Se estará al suoido íntegro do un año asignado al empleo civil, tratándose de jubilacio­ nes, pensiones i montepíos que no .sean militares. Art. 7. ® E l Poder Ejecutivo dispondrá que una comi­ sión especíalo el Tribunal Joneral de valores haga la cali­ ficación do las pensiones, montepíos i jubilaciones acor­ dadas conforme a las leyes, a íin de que queden sin efecto las otorgadas por pura gracia. Art. 8. ® El) los establecimientos del Estado o munici­ pales, será gratuitamente la educación en el cslernadods os hijos de todos los quo hubiesen fallecido cn los casos del artículo 2, ® Art. 9. ® Quedan derogadas todas las leyes i disposícioncs que se hallen on contradicción con la presenta leL í Comuniqúese al Poder Ejecutivo para su cumplimionta

179

CAPITULO PRIMERO.

4

Sala-.de sesiones, La Paz, Setiembre 1.® do 1880.— M. i- iA m s T A .- M e l q u ía d e s L o .a iza , Diputado SocretaTio, — E ü l o jio B aya , Diputado Secretario.

I

Medallas.

.4 N ARCISO CAM PERO,

te

i

PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA.

4

Por cuanto la Convenciou Nacional ha sancionado la siguiente loi;

4 J 4 J i i

i i .1 A

L a Convewdon Nacional, Decreta: Artículo único.—Se acuerda una medalla i-una placa de honor, la primera a los señores jefes i oficiales, i la se­ gunda a los soldados del denodado batallón Loa; i a los demás jefes, oficiales i soldados bolivianos que hubiesen concurrido a la jornada do Tarapacá el 27 do Noviembre de 1879. Comuniqúese al Poder Ejecutivo para su ejecución i cumplimiento. Sala de sesiones.—La Paz, Setiembre 4 de 1880.— M. B a p t is t a .— M e l q u ía d e s L o .a iza , Diputado Secretario. — T . C a .\ia c u o , Diputado Secretario.

R ep arto del em préstito forzoso. I

N ARCISO CAAIPERO,

:.i

4 i i i

'1

te :í

Y '4 1 I

te

I

te te

y

ú te: te

te te te te te te

PRESIDENTE CON.STITUCIONa I. Dli I.A REPÚBLICA.

Considerando: Que la Convoneion Nacional ha votado sobre los diver­ so,s departamentos de Ja República un empréstito forzoso de 500,000 bolivianos con el Interes de 10 por ciento anual, bajo la garantía de la renta fiscal creada por la lei do IG de Agosto último i el impuesto sobre la estraccion de la quina. En uso de la atribución que me confiere la Constitución política del Estado para reglamentar la eje­ cución de las lej'es, Decreto:

3. ^ Con el 10 por ciento dol producto do la contribu- ^ cion predial sobre predios urbanos i rú-sticos. Art- 5, ® Para la seguridad de los prestamistas se re­ mitirán a las prefecturas ob!ig:iciones impresas a talón de 100,10 i 5 bolivianos. Estas obligaciones serán firma­ das por el Prefecto i administrador dol tesoro público. Cada obligación llevará cuatro cupones correspondientes a cuatro semestres que se vencerán el 30 de Junio i el 31 do Diciembre de cada año. L os individuos cuya renta no pase de 3')0 bolivianos quedan esceptuados en la acotación del em eréstite forzo­ so, así como los quo hubiesen concurrido a a última cam­ paña. En las reclamaciones se tendrán en cuenta las siguien­ tes reglas: 1. Por una renta de 1,000 bolivianos podrá pedirse la reducción al 5 por ciento sobre la renta siguiente; 2. " Por 2,000 bolivianos al S por ciento; 3. Por 5,000 id. al 10 id. Ap De 6,000 id. el 15 id, Art. 6. ® El ciudadano acotado en cl empréstito paga­ rá su cuota a los tres dias de su notificación, i en caso de resistencia se hará apelar por la via coactiva de apremio i pago. Art, 7. ® E l pago del empréstito se verificará en la ca­ pital dol departamento en el tesoro público, i en las pro­ vincias en las siib-prefocturas. Art. 8. ® E l administrador dol tesoro público llevará una cuenta espceiiví de la recaudación dol empréstito i distribución de las obligaciones en el departamento. E l Ministro de Hacienda queda encargado de la ejecu­ ción i cumplimiento de este decreto. Dado en la ciudad de La Paz, a lo,s 9 dias del mes de Setiembre de ISSO. N a r c is o C a m p e r o .

Eiiodoi'o Villazon,

R ecaudación del em préstito. MINISTERIO DE UACIEN’DA E INDÜSXRU,

L a Paz, SdienJjre 10 de ISSO. feoñor;

Art, 1.® E l empre'stito forzoso de 500,000 bolivianos votado por la Ici de 31 ue Agosto i'dtimo, se reparte entre los departamento.s de la República on la proporción si­ guiente:

Siendo continuos i urjeutes los gastos que tiene el Go­ bierno con motivo de la guerra, sin contar con otros fon­ dos para hacer fronte a ellos c ue los votados por la Convoncion Nacional, tue so re: ueen al nuevo empréstito forzoso i a la contribución sobre l.is personas, cnya pron­ La Paz.......................................... Bs. 120,000 ta realización se aguarda, el Presidente de la República Potosí........................................... „ 110,000 me ordena decir a esa Prefectura que se apresure a hacer Coehabamba.................................. „ 90,000 practicar, por ol Honorable Consejo Municipal de ese de­ Chuquisaca................................... „ 80,000 partamento, la ac-otacion personal del empréstito cuya Oruro........................................... „ G0,000 i distribución per departamcutes se le remitió ya por cl an­ Tarija........................................... „ 20,000 terior corroo, consignada en el decreto reglamentario de 9 Santa Cruz...................................... 15,000 del corriente; que proceda igualmente a realizar, por la Ei Béni......................................... „ 5,000 via co.activa, la contribución personal. Art. 2. ® Íj OS consejos municipales, en conformidad Se espera dol acendrado patriotísrtío de V. S. el estricto con el artículo 27 de la Constitución harán la distribución cumplimiento de esta orden. del cm iréstito entre lo.s ciudadanos dcl distrito de la ca­ Dios guarde a V. S, pital i os de ias provincias, E l io d o r o V il l a z o n . Art. 3. ® E l Gobierno se obliga a pagar el empréstito Al señor Prefecto dcl ilerartórnscto Je... on su totalidad en e! curso de dos años, con el Ínteres anual dc! 10 por ciento. í.os intereses serán abonados en las tesorerías .al vencimiento de cada semestre; i par.a el S ituación financiera. efecto, los cupoin» vencidos serán recibidos como moneda corriente en todas-las tesorerías fiscales. MINISTERIO DE HACIENDA E INDUSTRIA. Art. 4.® La amortización dol empréstito so garantiza L a Paz, Sdietúre 10 de 1880, especialmente con ol producto de loa siguientes im­ Señor; puestos: Impuesto adicional sobre la renta, creado por la El estraordinario que parto en esta fecha a esa ciudad lei dc 16 de Agosto último; entregará a Y. S. la suma de 4,000 bolivianos para que se 2. Impuesto sobro la esportacion de las -quinas de la invierta en el socorro-: urjentc i diario da las fuerzas do República; línea residentes de esa plaza. Mas, despues se remitirán

■í-tj

GUERRA DEL PACIFICO.

180

Por lauto, la promulgo para que se tenga i cumpla otras caiitidade.s; pero importa mucho para ello que se ponga en conocimiento de este Ministerio el presupuesto como lei de la República, Casa de Gobierno en La Paz, a los 14 dias del mes de que mensualraente sea preciso e indispensable servir i pa­ Octubre de 1S80. gar en esa ciudad. Es preciso que tenga V. S. conocimiento que la Repú­ N a rc iso C a m p e bo. blica atraviesa los momentos ma.s graves de crisis finan­ J . M. Calvo. ciera, como jamás se ha presentado análoga desde la fe­ cha do la independencia. En tan solemne i delicada j E l L ito ria l de Bolivia. situación, conviene que todos los prefectos procuren enérjicarnente la realización de cuantas leyes se han votado N ARC ISO CAMPERO, )or la Convención Nacional i de cuantas disposiciones se lan dictado por el Poder Ejecutivo, creándose ingresos i PRESIDENTG COK.STITUCIONAL DE LA REPÚBLICA. cn particular la rceaudacion del impuesto indijenal. Entre tanto, el patriotismo i el deber imponen a todos los fun­ Por cuanto la Convención Nacional ha sancionado la cionarios públicos desplegar la mayor actividad posible siguíento lei: en la realización del impuesto capital saldo al empréstito L a Conva'ivcion Nacianat, i los ingresos ordinarios. Aprovecho esta ocasión mas para ofrecer a V. S. mia Decreta: consideraciones de particular estimación. Artículo único. Miéntras dure la ocupación usurpativa Dios guarde a Y. S. de Chile en el departamento litoral de Cobija, los tribu­ E m o d o r o V il l a z o n . nales i juzgados de Potosí serán competentes para ter­ minar i resolver todas las causas judiciales que queden Al señor Prefecto del deparlamcnto de Oruro. en el territorio ocupado por el enemigo. Comuniqúese al Poder Ejecutivo para su sanción i Soldados a l Perú; penas a los revolucionarios. cumplimiento. Sala de sesiones de la Convención Nacional on La Paz, N ARC ISO CAMPERO, a 13 de Octubre de 1880,— N a t a n ie l A g u ir r e ,— YI. L o aiza , Diputado Secretario.—T. C a m a c h o , Diputado PRESIDENTE CONSTITUCIONAL ÚR LA REPÚBLICA. Secretario. Por cuanto la Convención Nacional, ha sancionado la Por tanto, la promulgo para que se tonga i cumpla siguiente lei: como lei de la República. Casa de Gobierno en La Paz, a los 16 dias del mes de L a Convencwn Nacional, Octubre de 1880, Artículo único. De conformidad al artículo 64, atribu­ ción 5. de la Constitución política dol Estado i al Tra­ N a r c is o C a m p e r o . tado de Alianza vijente con el Perú, se autoriza a los J , M. Calvo. ciudadanos de Bolivia para que presten sus servicios en aquella República, Comuniqúese al Poder Ejecutivo para su ejecución i ^ cumplimiento. I Sala de sesiones de la Convención Nacional en La Paz, , La L eg a ció n d el P erú eu la s Ilei)iíblica.s d el P la ta da e n cn ta d é l a lle g a d a i r e c ib im ie n to cn B u en o s A ires a 8 do Octubre do 188 0 .— N a t a n ie l A g u ir r e . - M . L o a i d el d o c to r S acu z P e ñ a i p id e .su a sc e n s o a c o r o n e l, ZA, Diputado Secretario.—T. C a m a c h o , Diputado Secre­ tario. NÚM. 3 9 .— LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS Por tanto, la promulgo para que se tenga i cumpla co­ DEL PLATA. mo lei de la República, Casa de Gobierno on La Paz, a los 9 dias del mes Baem s Aires, Octubre 10 de 1880. do Octubre do 1880, Soñor Secretario:

X.

N a r c iso C a m p e r o .

En ios últimos dias del raes pasado llegó al puerto do esta ciudad el teniente coronel dcl Perú, doctor don Roque Saenz Peña, que combatió al mando del Batallón N ARC ISO CAM PERO, Iquique en la gloriosa i memorable resistencia de Arica, donde cayó herido i prisionero. PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DB LA REPÚBLICA. Fué recibido cn el muelle de pasajeros por el personal Por cuanto la Convención Nacional ha sancionado la de esta Legación, por los peruanos aquí residentes i por numero-sos amigos suyos. siguiente lei: Estos lo obsequiaron con un espléndido banquete on al La Convencwn Nacional, Café dc Paris, a cual fueron invitados, junto conmigo, Decreta: muchas personas de las mas notables do Buenos Aires, así _ Art. 1,® EU rtícu lo 5.® de la lei dc 31 de Mayo úl­ como, en representación de los poderes públicos nacionales timo queda reformado en los términos siguientes: i del ejército i marina, sus miembros mas conspicuos. Se "Durante la guerra, ios reos de rebelión serán castigados hicieron en lan significativa fiesta las demostraciones mas como traidores a la patria.” amistosas al Perú, por cuyos triunfos se brindó, pronun­ Art. 2, ® Declarado el estado de sitio, el Ejecutivo po­ ciándose mui elocuentes discursos. drá estrañar fuera del territorio de la República a todo Pero ¡o que mas ha llamado la atención pública con individuo que intentare trastornar el drden público, prévio motivo Je la vuelta a la patria del doctor Saenz Peña, es el acuerdo de gabinete. acto lejislativo que, sin petición de parte, rehabilita al ci­ Comuniqúese al Poder Ejecutivo para su ejecución i tado comandante en los derechos de ciudadano arjenti­ cumplimiento. no i que habia perdido, conforme a la Constitución, por el Sala do sesiones de la Convención Nacional en La Paz, hecho de haber aceptado empleo militar en otro país que a 13 de Octubre de 188 0 .— N a t a n ie l A q ü ir r e . - M e l - el suyo. QUfADES L o a iz a , Diputado Secretario,— T, C a m a c h o , I j'a que del doctor Saenz Peña mo ocupo, paréceme Diputado Secretario. conveniente manifestar a Y, S. que este cabal ero, que J . M. Calvo.

te

CAPÍTÜLO PRIMERO.

181

■ te

' r t e '

te 'te

'te' te te r te 'te'

Y 't e

i Y Y

Y Y Y

pertenece a una de las mas distinguidas familias de esta ciudad, i que lia servido en la provincia cargos de impor­ tancia, entre otros el de Presidente dc la Cámara de Di­ putados, goza en la mejor sociedad dc muchas simpatías 1 ejerce reconocida influencia sobre la juventud. Dígclo a Y.' S.. con el fin de que, conocidas estas circunstancias por S. E. el Jefe Supremo, pueda ello dar ooasion a un acto da su munificencia que esprese la gratitud del Perú para un arjentino valeroso, que ha derramado su sangre por nuestro patria en Arica, despues de haber peleado en las filas peruanas en San Erancisco i Tarapacá. A la sagacidad do V. S, no puede ocultarse la resonan­ cia que encontraria aquí ese iieto, que puede consistir, según mi opinión, en e ascenso a coronel i en la perpe­ tuidad de los honores i goces anexos al empleo, los cuales deberia disfrutar el doctor Saonz Peña en cualquiera par­ to donde se encontrase. Dios guarde a V, S. muchos años. E v a b is t o G o h e z S á n c h e z .

AI ísllor Secrítavia <JeEstado en el despidió de Itoíaeio-joi Esteriores.

NÚM.

42.— I.EG.ACION DEL PERÚ EN CAS REPÚBLICAS DKL PLATA.

(Inédito.)

te ) 1 r 'ir Y

Y

Buenos Aires, Octubre 29 cU 18S0. Señor Secretario: E l 2.5 de los corrientes di un banquete, en la cas.a de esta Legación, al doctor Roque Saenz Peña, teniente coro­ nel del Perú, que des dias ántes íué nombrado sub-3scretario del Ministerio de Relaciones Esteriores. Según dije a 'Y. S. en uno do mis oficios del anterior correo, aquel distinguido caballero, recibido aquí con en­ tusiasmo, fué obsequiado por sus numerosos amigos con una suntuosa comida. Esta última circunstancia, me determinó, a pesar de lam ia pecuniaria, que V. S. conoce, a honrar, bajo el pa­ bellón peruano, al jefe arjentino que tan brillante papel hizo on la campaña i batallas del Sur dcl Porú, i mui particularmente en la heroica defensa de Arica. E l resultado de la fiesta dcl 25 ha dejado satisfechos mis propósitos, que fueron enaltecer al personaje objeto dc ollíi, ligarlo m.is i mas a nuestra causa, i por su medio i con motivo de esa demostración, a los arjentínos todos i en ospoeial a .sus relacionado.» i adeptos. La numerosa prensa do Buenos Aires, so lia ocupado toda ella, con elojio, déla ovasioii hecha por el Represen­ tante del Perú a dotor Saenz Peña, quien ha quedado complacido i grato. A d ju n to s encontrará V. S. b s recortes de E l N a c io n a l i E l S ig l o dol 26, en que se da idea exacta dc la fiesta a quo eu cl presente oficio rao refiero.

J.)ios guarde a Y. S. muchos años. E

'r-

v a r is t o

G ó m ez S á n c h ez .

Lima, Noviembre 28 do 1880.—Acúsese recibo apro­ bándose la conducta de que da cuenta cl oficiante. C a ld eró n .

XI. tP p p

P

Circular al Cncriio D iplom ático i Con-sular «le Chile en el estranjero desm iutieiido ¡as calum nias dc los aliados. m in is t e r io

de

r e l a o io k e s

e s t e r io r e s .

Santiago, Octubre 26 de ISSO. Durante el curso de la guerra a que íué provocada la República por el Perú i Bolivia, ha podido observarse un hecho grave i constante sobre el cual considero necesario llamar la atención do V. S. a fin de evitar, on cuanto soa

posible las malas consecuencias que entraña para nuestra causa. Ese hecho consiste en el propósito persistente i sistemácico de los gobiernos aliados de emplear sa prensa oficial o privada, sus ajentes diplomáticos, consu ares o confidenciales, eu una palabra, todos los elementos de publicidad e información, en hacer contra Chile una ac­ tiva i adversa propaganda que no se detiene ante la mas atrevida adidtcraeion de la verdad. Aun lo.s documentos mas solemnes emanados directamente de aquellos gobier­ nos, han sido calculados para pr:;diicir el mismo efecto. Como comprobante dc esta aseveración podría recordar a Y. S. hechos tan numerosos, que su mera enunciación p.asaria con mucho de los términos de una circular; pero no dejaré dc apuntar algunos, a fin de quo sean conocidos 0 recordados en donde quiera que las noticias falsas o calumniosas de nuestros enemigos hayan logrado sor­ prender a ia opinión. Diversos han sido los medios empleados por los ene­ migos para conseguir su intento: a veces han enrostrado a Chile iniquidades que solo ellos han cometido: en otras ocasiones han adulterado la verdad de los hechos mas no­ torios, iiasta el punto dc suponer victorias que nunca han sido capaces de alcanzar. Los ajentes oficiales i oficiosos del Perú i Bolivia han tratado de atraer sobre Chile uua reprobación que solo merecen los gobiernos aliados. Sabido es que ellos comen­ zaron la guerra por la violenta espulsion de todos los chilenos que a la sazón se encontraban en sus territorios, sin esciuir a los que tenían familia peruana o boliviana 1 larga residencia en esos países; i mientras ellos consu­ maban este odioso aientato contra la civilización, sus res­ pectivos nacionales han permanecido en Chile como per­ manecen hasta lioi,a! amparo délas leyes protectoras que rijen a la República i del respeto de to'dos los ciudadano.s. La espulsion do nuestros nacionales fué seguida de la confiscación de sus bienes, espoleacioii escandalosa que no admite justificación ni siquiera por el encarnizamiento de la guerira, pues fué llevada a cabo al iniciarse las hosti­ lidades i cuando Chile prolejia, corno sigue protejiendo, a loa bolivianos i peruanos en el mas perfecto goce de sus bienes. Difícil seria encontrar uno solo do los preceptos de la guerra moderna que no haya sido violado por nuestros enemigos, i para demostrarlo, bastaria citar, como por via de ejemplü, a prisión i mal tratamiento sin precedentes en la historia, de ajentes diplomáticos de la República que se dirijian en pacífica misión cerca de gobiernos amigos de ios boli erantes; crueldades cometidas con prisioneros; .abuso del rospital de Arica protejido por la bandera de la Cruz Roja i del cual se sirvieron para colocar la máquinca eléctrica destinada a hacer estallar las minas quo defendian la plaza, etc., etc. Estos i otros muchos ejem­ plos bastarán a manifestar que se han empleado todos los recursos, por vedados quo fueran, todos los medios condo­ nados por el uso dc las naciones civilizadas. Chile, por su parte, ha procurado dar a la guernx el ca­ rácter m:is humano posible. Arrastrado a ella a consecuen­ cias de las continuas violaciones de los tratados i de la existencia del Pacto secreto que el Perú i Bolivia negocia­ ron en su contra, precisamente cuando íinjian las relacio­ nes mas estrechas i fraternales; Chile, contra cuya exis­ tencia se conspiraba, se ha propuesto como regla do conducta el respeto de los intereses neutrales i no"hacer al enemigo mas daño que el estrictamente necesario para compelerlo a poner término a una lucha que ya es impo­ tente para continuar. Consecuente con esa regla, la escuadra i oí ejército chi­ leno, victorioso en todos los encuentros, jamás atacaron, hasta Setiembre último, los intereses de los particulares enemigos, limitándose a destruir en el Litoral peruano todos Tos recursos que podian servir para la prolongación estéril do la guerra. Los domas daños causados se íimitaron a los inevitables quo olla trac consigo.

182

GUERRA DEL PACIFICO.

No obstante la resistencia temeraria e inútil de Arica, Chile en el o.stranjero de estar fraguando noticias para en este puerto, así como en la ciudad dc Tacna, ocupada desprestijiar al Perú. Eu Junio de 1880, los ajentes del Perú publicaban en por nuestras armas, jamás se impuso a sus pobladores contribución alguna, alojamientos forzados u otra claso Europa i en los Estados Unidos la noticia de ¡a batalla do de gravámenes. Ei respeto por las personas i por la pro­ I Tacna, refiriendo que habia habido un combate do tres piedad de los vencidos se llevó basta devolver al enemigo I dias; que el Jenerallsimo Montero había tornado 1,000 centenares de prisioneros heridos, después de ¡¡rodigarles prisioneros .a los chilenos, i que por un cálculo estratéjilos ausilios que demandaba su condición, i hasta el punto co rnui bien pensado, los habia dado paso a la ciudad de de no exijir a los habitantes de las ciudades tomadas, las Tacna a fin de dejar encerrados alií los últimos restos del ejército chileno. Tres ejércitos peruanos, .se agregaba, el camas que necesitaban los heridos vencedores. de Y'Iontero, el de Leiva i el de Bolognesi, rodean a los I si desde Setiembre último so ha introducido alteración chilenos por tocios lados.-La batalla de Tacna duró en la regla respecto de los particulares peruanos, ello ha sido la consecuencia indispensable del firmo propósito del pocas horas i dió po'- resultado la derrota completa del Gobierno dc poner fin a ¡a guerra, debilitando, por todos ejército aliado, que < i cn el campo uu coiisiderablo los medios lícitos quo estén a su alcance, a un cnemi,go núrncro dc muertos, i dos, prisionero.?, armas i bagajes. Lo que dejo espuesto -aanifestará a Y. S. que es nece­ tenaz que, impotente para ponerle término por su ¡arte, DO ba querido comprender, a pesar de sus derrotas desas­ sario dar a e,sta circular una publicidad conveniente, a fin trosas, que ha llegado el momento de resignarse a su de que la opinión pública en Europa i en Ame'rica no sea sorprendida en lo sucesivo i so imponga la justa reserva suerte. que aconseja la prudencia, cuando se trata de.noticias Las hostilidades desplegadas por Chile cn el Litoral cuyo oríjen no presta garantía alguna de veracidad. enemigo son de la esclusiva responsabilidad de los que les Dios guarde a Y. S. han dado lugar, resistiéndose al pago de contribuciones M e l q u í a d e s YLa i .d e r r a j i a . de guerra esoesivamonte moderadas, impuestas por his fuerzas ocupantes en ejercicio de un perfecto derecho Al Ciieryo Di|)loiu¡Uif.o i Consular ilc la Repiiblica en el oatranjera. consagrado por la práctica de todos los países. No ha sido ménos constante e imprudente el propósito de adulterar los liechos de la guerra misma, emp eado por nuestros enemigos. Su prensa oficial rejistra todos los dias sucesos que jamás han ocurrido, .sea eon relación a hechos de armas que suponen desfavorables a Chile, sea cn cuan­ to a nuestros recurso.?, sea, por fui, respecto a la estabili­ dad i firmeza dcl órden constitucional quo suponen per­ turbado en nuestro país, uo obstante ia notoria falsedad de tales aseveraciones. Entre mueha.s otnis muestras de la íálla absoluta do verdad en las noticias que el Ferú i Bolivia han circulado oficialmente, llamo la atención de V, S. a las siguientes: En Junio de 1S79 los diarios franceses publicaban eon ol carácter de noticia comunicada por la Legación del Perú, la de una derrota sufrida por el ejército chileno en las orillas del Loa, en la cual habia perdido Chile l,.óOü soldado.s. Eu Agosto sigiiiento, se hacia anunciar por el mismo conducto que el Huáscar habia derrotado en iquique a toda ia escuadra chilena. En Setiembre se liizo decir en toda Europa que habia estallado on Santiago uua revolución. Esta noticia fué trasmitida por un telegrama del Ministro del Ferú en Rio Janeiro. En Octubre, se publicaba con el mismo carácter de noticia comunicada por la Legación del Ferú, que el combíite que produjo la captura d e l h a b i a durado siete horas, i que ios chilenos se haliian apoderado de este buque cuando habian muerto todos sus tripulantes, i cuando su casco estaba completamente destruido e inú­ til.—Se sabe que ese combate duró solo hora i media, i que do los 20-5 hombres que lo tripulaban, solo perecieron en el combate Gl, cayendo piisioacros 144, que hoi se hallan'sanos i salvos. Por lo demas, cl Huáscar cruza lo,s mares con la bandera chilena al tope. A fines de Noviembre i durante todo el mes de Diciem­ bre, los ajentes dcl Perú en Europa hacian publicar en los diarios quo la cam ¡aña de Tarapacá constituía una série de derrotas para Chile. En Enero de ISSO, los diarios da Estados Unidos inser­ taban un telegrama de Europa en quo se anunciaba que el Presidente Prado habia fugado del Perú el 18 de Di­ ciembre de 1879. E l Encargado de Negocios de esa Repú­ blica en Washington publicó cn los diarios un desmentido oficial de esa noticia, declarando que él tenia comunica­ ciones do Lima, del 2Ó de Diciembre, en que constaba que el Jeneral Prado seguía gobernando tranquilamente on el íerú. En este desmentido acusaban a lus legaciones de

XIL La situación del P en i a fines de 1880; abuso dcl rancbu a las tropas peruanas. Lim a, Octubre 29 de ISSO. Señor don Pedro José Calderón, Secretario de Estado en el do.spachü de Relaciones Esteriores i Culto. Distinguidísimo amigo: Diezioclio año.s de amistad sincera, la adhesión quo siem­ pre he tenido a la causa del actual Dictador del Perú i mis propios intereses, que están vinculados al país que he olejido por mi patria, por ser la do mis hijos, creo que rne dan perfecto dereclio en esta hora suprema para ia Re­ pública, de diri irme a üd. a fin de tratar con entera in­ dependencia sobre la anormal situación que atravesamos i de manifestar las Justas ansiedades que oprimen mi co­ razón, a la vez que de someter a su alto criterio los me­ dios que, eu rai bumildo concepto, pueden conjurar la tormenta que a todos los adictos a la actualidad amenaza. Para proceder con órden, principiaré por presentar con todos sns colores el cuadro poco lalagador del presente. A la bien comprobada intelijencia de Ud, i al profundo conocimiento quo tiene de los elementos con que cuenta el Perú, no se ocultará ol eminente peligro que nos ofre­ cen las fuerzas ds Chile, hasta hoi victoriosas, por desgra­ cia; i que, dígase lo quo se quiera, por su número, elemen­ tos, organización i disciplina están en circunstancias poco tranquilizadoras para los que do veras so interesan por la integridad del Perú, Sin embargo, todo esto seria nada si al lado del intoliicnte patriotismo i do la actividad ciertamente vertijinosa del Jefe Supremo .se encontrasen unidos todos i cada uno dc Io.s peruanos, pensando solo en la salvación del país i resueltos uiquebranlablemente a defenderlo hasta el sa­ crificio de sus interese.s i dc su existencia. Pero ¿cuál es la realidad a este respecto, esa terrible j realidad que los áulicos del Gobierno no se atreven a ma­ nifestar al que mas que todos deberia conocerla? I)e.?graciadamonte solo los hombres de palacio, a quie­ nes parece que hubiese acometido el vértigo, cerrando sus ojos a la evidencia, no ven la horrible trama que hoi, sin obstáculo alguno, urden los enemigos del actual órden de cosas, I no se crea que estoi engañado por visiones; no:Sé di­ ga que un pueril temor me hace distinguir peligros adon­ de no existen.

CAPITULO PRIMERO.

ta .

¡ ta-'

ta ta ■ O ta

C c

o c Q

Q

Q 0

183

Se con indiscutible certeza, i como yo, no lo ignoran buques de nue.stra escuadra. Los botes de ronda hacen muchos, qne en ca.sa del Jeneral La Puerta se celebran un servicio deficiente, qne puede ser de funestas conse­ constantemento reuniones de personas qne por sus ante­ cuencias para el Callao. Cnn motivo dcl desiistre del Loa cedentes políticos, por sn carácter bien conocido i por sus i Cmulonga, Irs chilenos lian duplicado su vijibancia, tendencias opuestas al Jefe Supremo que los hitió de miéntras que !a nuestra, ántes semi-nula, hoi es comple­ muerte en la noche del 21 no pueden llcvai' allí otro ob­ tamente ilusori.a. Los mas entendidos en esta materia convienen en que jeto que el de una siniestra i antipatriótica conspiración. A esa casa concurren Quimper, La Cotei’a, Manuel Cnn- no luii oficina peor servida ¡jue la Comandancia Jeneral damo, G.árcía Calderón, Riva Agüero, José Antonio Gar­ dc Marina. En las baterías hai indudablemente algunos jefes quo cía i García, Montero i muchos otros que han visto perdida sn posición i su prestijio junto con el réjirncn están consi.antementc en .sus puestos i se distinguen por constitucional, a cuya sombra han medirado siempre i sn celo i competencia; pero, en cambio, hai otros que dosquo e.sp8ran restaurar para seguir esplotándolo a su nn- atiendon sns deberes para entregarse al vicio de la bebi­ da, al juego i a la prostitución. . tqjo. Además de otros datos fidedignos, se .sabe ponm perió­ 3.® La prenaa, quo en todas partes guia la opinión dico de Italia, quo está en poder de un depcndienco do pública para encaminarla al bien, es desgraciadamento Remy, boticario de Espaderos, que Prado se halla en ni,ar­ entre nosotros solo un eco dc mezquinas pasiones; i en cha para Guayaquil; es decir, que se aproxima ,al Poní. lugar do señalar con verdad matemática l;is l'nerzas del ¿Qué fin puede perseguir esto hombre al dar un paso enemigo, con e>l objeto de llamar la atención pública sobre somejante? é,»tas i oscilar el co o de los gobernantes a la creación de ' Tengo mui fundadas sospechas para suponer qne Prado, las que delian combatiiLis vom.ajosMinonte, se complaco al accrcar.se al Perú, lo hace obedeciendo a nn plan polí­ en empequeñecerlas i acrecentar el odio de aquéllas con tico i siguiendo las instrucciones do la junta conspira­ sarcasmos e injurias do estúpida i suma vulgaridad. dora de. Lima, fiemos vis:,o a nuestra prensa que ,se distingue por su Estos liombrns funestos han perdido toda esperanza falta de tacto i conocimientos pcriodisdcos, desacertada de tilunfo del país sobre Chile; escasos de patriotismo i hasta el grado do indicar al enemigo lo que nos propo­ de valor, intimidados por la,s fuerzas preponderante.» que nemos hacer o no hacer. pronto espedicionarán sobre la capital, ven como seguro c 4. ® Ahora señalaré otra fuente de desgracia nacional: inevitable el desastre de nuestras armas'i .se proiinran la morosidad en el despacho de los asunto.» públicos, M.upara proe!..\mai', una vez el ejército chileno en la ciudad, chos de éstos que se refieren a ía guerra i que debieran el principio constitucional inte.rnimpido por Piérola i tramitarse con ía rapidez quo su naturaleza requiere, se celebrar tratado.» con la República enemiga, quien en signen rutinariamente, con la calma mas desesperante, semejante situación no opondrá negativa alguna, porque neutralizándose así los Imeno.» efectos que están llamados encontrará en todo ello im nuevo medio de enervarnos a producir; i muchas veces dando resultados enteramente hasta aniíjuilanios por coitiplero. opuesto.» a las esperanzas del Gobierno i dol país. Entran en la tnama i la dirijen desde Europa, Rc.sa.s, Desde lo,s |/i-imevos ompiead.L>a hasta ci último portero, Canevaro (e.s decir la Peruvian Guano Company), Lazky, toiio.» los que deben intervéiiir do-algún modo en la pro­ Goyeneche i Cárlos Caiidamo; aplazando el primero ríe secución de un csaodientí!, a.»í sea ésto pro bono patrien, éstos su.» pretensiones a ha presidencia ele la República entorpecen, dificu t.an i clomoirau su despacho, cuando el para despues de la desocupación del territorio por los Ínteres o el capricho les mueven a liostiiizar al po,stuchilenos, lani.P. I todos estos trabajos se conducen .a debido efecto en ■5. ® Nadie ¡uicdcdesconoeer la colosal preponderancia presencia de un Dictador blandísimo que lleva el olvido de los Estados Unidos de Norl;s-A.mérica i con cuánto del precepto de Esopo: "No bai enemigo pequeño,” imsta culo su.stcuta su poder como potencia marítima de primer el lastimoso c-stremo dc creer en la transijcncia de los orden. Sin embargo, en vi.sta do los esfuerzos i trabajos hombres que mas se distinguen por su irritante intransique para armarse con eiíormes blindados hacen Inglater­ jencia, i que nunca perdonarán ni la pérdida do .su Jefe ra, Francia, Italia, Alemania i otras grandes potencias de ni su eliminación del poder, Europa, ios Estados Unidos se limitan a guardar sus cos­ j)c suerte que dc lodo lo espuesto'se desprendo quo el ta» con buques de madera, conerctándo.se a estudiar ol Dictador i su gobierno se encuentran combatidos por dos if;ríccr;ionam¡cnto dc los toj-podos para ojionerse a todas enemigos capitales: el enemigo estenio, que, como ya lo as marinas del inuiuio. lio manifestado, cuenta con poderosos elementos, i el ene­ Mientras tanto, nosotros hemos catado soñando con la migo interno, que es mas terrible todavía porque mina adquisición de blindados i considerando como de impor­ desde .su base la autoridad suproma. tancia secundaria los torpedos i los especialistas en la 1 paira completar este triste cuadro eu cuanto se re­ materia; cuando debíamos hoi por hoi lirrútarnos a su es­ fiere a lo interno, no puedo ménos qno lijar la atención tudio i perfecta aplicación. de Ud. en ol estado de indisciiJina e inmoralidad de! ejér­ En apoyo do rai opiniou, ba.staria recoi'dar los resultados cito i de la armada, obtenidos por los entusiastas jóvenes dcl país en este oa1.® Los consejos do guerra, llamados a cstirpar ío,s inino. abusos entronizados en el ejército de.sdé tiempo atrás, ojet­ G. ® La defensa de la capital i de otros lugares do la een hoi una acción esencialmente nula i que contribuye costa encomendada a! Cuerpo de fnjenieros civiles i a los a! desprest.ijio de esa clase de tribunales. La influencia personal i otros móviles mezquino.» se militares que S0 han juzgado competente.», marcha con han abierto paso hasta olios, haciéndoles olvidar <(iio la dc)!lnrahle lentitud. Esto tiene su oríjen en que las obras suerte do la República e,stá en .sus mano.» i que la inexo­ militare.» quo elidía defensa requiere, han menester de rabilidad de sus fallos es la mas segura prenda dcl buen itábitos prácticos i acción rápida, en ¡ugar de tanta teoría, qno mas bien sirve para la escuela. éxito de la presente eraerjencia. 2. ® En cú.anto a la vijilancia de l.a bahía del Callao, cúmpleme decirle que su eficacia no consiste eu la prohi­ bición hecha a las familias estranjcras para alcjarso dcl ■país: esa vijilancia debo Csteuder.so alos m.arinos i emplea­ dos de las oficinas navales i al castigo de éstos cuando falten a los debcro,s que les están encomendados. Yo sé a punto lijo que bai un descuido punible en lo.»

7, ® Finalmente, el mal estado de la hacienda pública de­ bido a decretos no obedecidos sobre la materia i al manejo negativo de jefes de casa.» cstranjeras con sus ajentes de cambio i corredores dc bolsa, que estraen del jiais sus cleniento.» dc riqueza. Podria continuar señalando otros puntos oscuros; pero me limito a los anunciados por no a argar demasiado esto

184

GUERRA DEL PACÍFICO. I

pequeño trabajo, i porque me reservo hacerlo en otra oca­ sión mui estensamente. Ahora voi a permitirme indicar los medios quo pueden emplearse para subsanar en lo posible los males referidos. Ellos son el fruto de mis observaciones personales, dala lectura do obras sobro la materia i de mis constantes con­ versaciones con personas ilustradas; 1. ® La inmediata organización de la '“ Constabularia," conforme al plan quo he tenido el honor de remitirle hace dos semanas. 2. ® La creación de una policía secreta que tenga sus ramificaciones on todas las esferas sociale.?, civiles i m ili­ tares para saber lo que se piensa desde el salón del ban­ quero hasta ios callejones de la plebe. Dediqúese para esto, sin economía alguna, una suma competente, desde que se trata de sostener por ta! medio ol órden de cosas establecido i de contrariar los esfuerzos i propósitos de los enemigos en París, Lóndres, Nueva York, Panamá, Guayaquil, Lima i Chile, quienes no aliorrarán millones para socavar los cimientos sobre que des­ cansa la dictadura. Yo no me atengo a las protestas de patriotismo que formulan en Lima los corre ijionarios de los conspirado­ res en el estran oro; yo no veo ni puedo ver on ellos sino a los hombres, hoi mas que nunca, resueltos a asaltar el poder. I no olvide Ud. ni nuestro jencroso Dictador, que los civilistas nuevamente do Gobierno no serán hombres, sino energúmenos, ávidos dc sangre i dc venganza insa­ ciable. 3. ® Llamar al órden a todos los miembros del pierolistno i hacerles entender que su e.xistencia depende de su unión i de su empeño creciente en sostener a lodo trance al Jefe Supremo; i que cou mezquinas rivalidades entre ellos i con ambiciones prematuras no logr.arán sino su propia ruina i la del país por quieu lian sufrido ocho años.

por su escesiva exijencia para el pago de sus despropor­ cionados haberes. 11. Buscar especialistas en materia de torpedos i arti­ llería, conforme a lo que tuvo el honor de decirle hace pocos dias. 12. Alejar del país a los enemigos internos, es decir, a los jefes con.spiradores. I 13. Permitir a los estranjeros se embarquen por el Ca' Ilao bajo la garantía do sus respectivos ministros, i Otras medidas, además de las espuestas, podria indicar, le; poro noto que me ho esteudido demasiado i temo abu■sar dc su paciencia. I Mehe permitido la libertad do escribirle la presente, 1porque conozco cl patriotismo i la grandeza do alma de Ud., i porque oreo haber cumplido un deber al proceder como o hago, hoi quo los amigos, por falta de valor, no le dicen al Gobieruo la verdad, i que los enemigos se em­ peñan cu desconcertarlo con sus lipócritas adulaciones e inconcebibles bajezas. Soi de Ud. atento amigo i seguro .servidor. G. M. PREFECTURA I COMANDANCIA JEN E R A L DE ARMAS.

Callao, OcXvhre 23 de 1S80 Señor:

El señor Jeneral, .Jefe de Estado Mayor Joneral de los ejércitos, en oíicio fecha de ayer, me dice lo que sigue; "La Secretaría de Guerra en oficio de ayer dice al que suscribe: "H ai quejas fundadas que han llegado hasta esta Se­ cretaría acerca de la disminución de la cantidad de ran­ cho que se du a la tropa, i parece que esta falta, que debo correjírse a todo trance, proviene del acarreo de víveres que se hace de ios cuarteles a casas particulares. Soldados de diversos cuerpos han manilestado a este despacho que Reincorpórese nuevamente a las personalidades de Juan no solo es deficiente cl rancho, sino que también se les da Martin Echeniqne i Felipe Yare!a i Yaile; así perderá eP huesos en lugar de carne, como ha sucedido esta mañana, civilismo la induljencia escesiva del primero i la coopera­ mui particularmente en el Batallón Mjrave. Por tan punibles procedimientos, el señor coronel Se­ ción por demas eficaz del segundo. Me parece indispensable una reforma parcial del ga­ cretario de! ramo, me encarga llamar ia atención de Y. S. binete. Las secretarías de Hacienda, Gobierno, Yfarina i sobre ol particular, a fin dc que tome las mas euérjicas Fomento deben ser desempeñadas por otros liombres medidas para desterrar semejantes abusos, quo acusan fal­ nuevos, que lleven al Dictador un positivo eontinjeute de ta de pureza i de patriotismo.” I lo trascribo a V, S. para su observancia i conocimien­ iniciativa, actividad i competencia. No necesito manifes­ tar a Ud. el descontento público con los señores Barina- to, permitiéndome reencargarlc vijile, per.siga i castigue con toda la inflexibilidad que atentado tan inaudito de­ ga, Orbegoso, Yillar i Kchegaray. 4. ® Sustituir al Comandante Jeneral de Marina con manda, hasta e.stirpar por completo avances tan vergon­ zosos.” un jefe entendido, coloso i activo. Lo que trascribo a Y. S. para que se sirva desplegar ol 5. ° Nombrar Prefecto de Lima a Juan Aliaga i Puen­ mayor celo, con el objeto de evitar que se cometan faltas te; i sub-Prefecto a Arturo Morales Toledo, quienes lleva­ rán a esos puestos un continjente de amoi’ al Jefe Supre­ tan graves como las que se indican en el oficio trascrito i mo, i sabrán, en momentos de verdadero peligro, vencer que comprometen en grado sumo el decoro del ejército. Dios guarde a Y. S. muchos años. la dulzura de su carácter i fusilar a los enemigos del ac­ L. G. A s t e t e . tual órden dc cosas cuando estos amenacen su existencia. 6. ® Crear un buen periódico con redactores do primer órdeOj que tenga, entre otros objetos, el de conquistar para el Gobierno las simpatías de todas las cancillerías i colonias estranjeras. C onferencias de Arica; adición a las iiistruceioues 7. ® Mandar a Europa un ájente esperimentado en dadas a los p lcniitotenciarios peruanos (I) i térniiuos materia de periodismo i con reiaciones en las grandes ca­ de las conferencias, pitales para combatir a los enemigos del Gobierno ¡ pro­ IN ST RU C C IO N ES. , pender a la realización de los propósitos tle ésto. 8. ® Poner un coto, a todo evento, a la prensa para que Limo,, Setiembre 30 de 1880. se abstenga de insultar al enemigo con versos indecentes o con ataques de baja ralea, que nos ponen en ridículo En las instrucciones que con esta fecha he comunicado anto los neuti-alea, a YV. SS., espresamente se ha omitido considerar, el caso 9. ® Placer salir del país, pro tempere, a los cambistas, de que, aunque no lo creemos posible, Bolivia consintiese porque, en el caso contrario, los nuevos pápele.? del Esta­ en un arreglo de su cuestión primitiva con Chile o en do perderán el valor quo deben tener a los pocos dias de cualquiera otra concesión, emitidos. Pki tal evento, semejante proceder no cambiarla la línea _ 10. Arrojar del país a los injeniéros polacos, verdaderos de conducta que nos hemos trazado; pero convendría que ajentes de Malinov/ski, i quo solo se distinguen por sus aparentes conocimientos teóricos, sin ninguna práctica, i (1) TomoIII, ¡íójina«92.

XIÍL

185

CAPÍTULO PRIMERO. lo hicieran YY. SS. conocer ni Gobierno por el mas rápi­ do medio i procurar ima respuesta ántes de llegar a te'rinino deñniúvo, sin ajue ello importe, no obstante, el aplazamiento ostensible de las negociaciones por tal causa. V7. SS. considerarán este oíicio como parte integrante de sus instrucciones. Dios guarde a YY. SS. mucho.s años.—Una rúbrica do S. E. al márjen de la nota. ir ;r

M.ANUEL

A bs selíores Plsnipotenciario.'i del Perú cerca dc loa PleniputCDciarios de Chile i Holivia.

Liraa, OctiiJm 28 di 1880.

X > 1 f 'r r i 'j r ‘ ir 1i

■r

A. BaRINAGA.

r

r i)'•

r

r-

o sé

C ald eró n .

I A los señores Plecíijotenrisrioa del Perú en las coiiferenoias wm k meiiaoiou ofrecida, cK;,, ele.

P ed ro J

¿im a. Octubre 20 de ISSO. Llegado el easo de proponer el arbitraje (lo que parece inminente), Y'V. SS’. tendrán muí particular cuidado,,al redactar el acta de com.prorai.so, si a tal punto fuera dado arribar, de que cn el relativo a indemnización quede ca­ tegóricamente espresado, que someto al árbitro la decisión de si debe o no haber inrtcmnizacione.s entre los aliados i Chile, i en el .supuesto do haberlas, quién deba pagarlas. E l propósito do esta prevención es, que no .se entienda do modo alguno, que lo que se someta en semejante ma­ teria al fallo arbitral ea, si solo los aliados o uno de ellos deberán estar o no sujetos al indicado pago, dando por supuesto que Chile no lo esté cn ningún evento. YY. SS. comprenden bien cuánto iirqjorta a nuestra dignidad i a nuestros intereses la debida advertencia i rectitud en este particular. Dios guarde a VV. SS. machos años. P ed r o J o sé C a ld er ó n .

:,r 't '

P ed ro J

ofrecida poi' los Es’ailos Unido!. de Nov[.e-.Aiit¿r;ca.

r

r

A fin de que pueda advertirse cualquicr.i rectificación indispensable Cjue sea preciso hiieor en la comunicación telegráfica de VV. SS. eon ol .Icfs Supremo o con esto despacho, i a fin. también, de que quede cn este ra'chivo la correspondiente constanci.a, VV, SS. so servirán remi­ tir copia auténtica, con ¡a traducción respectiva, igual­ mente autenticada, de la habida hasta ahora i de la que en adelante hubiere. Dios guarde a YY . SS. mucho.s años.

E l capitón dol vapor Saritiago, don G. A. Davic.s, reci­ Lhna, Nom",nhre S de ISSO. birá, oportunamente, una retribución proporcionada al i servicio que prestó a VV. SS. saliendo en viaje estraordi­ nario dol puerto de Moliendo al de Pacocha, con el objeto 1 Ayer fué pue,sto cn mis manos por el Secretario dc esa de alcanzar al vapor de la eai'rora i ontregarles una cor­ i plenipotencia,don M. N. Valcárccl, el dcspac’io dc Y'VJ SS., de 2 del mes presente, cou los protocoles de las tres con­ respondencia de carácter urjente. ferencias celebr.adns en Arica, si éxito alguno, del gran Yle es grato decirlo a VV. SS. en respuesta a .su esti­ propósito que nos hizo ir a ellas con tanta sinceridad co­ mable oficio número G, de 17 del quo cursa, on que se mo abnegación. sirvieron recomendar al espresado capitán. E l mencionado despacho i los protocolos de su referen­ Dios guarde a VV. SS. muchos años. cia, con todos sus antecedentes serán elevados al conoci¡ miento dcl Jefe Supremo, para que se digno adoptar, en P e d r o J o sé C a l d e r ó n . vista de ellos, la resolución quo estime mas conveniente. A los seiloíe» Plenipntonciavios ibl Pevd en las ciinferenciss sobre k uierliaciou Dios guarde a VV. SS. muchos años.

r:

' 4V ■•( r s r

Limci, Octubre 20 de 1880.

A fos sePiorca Pienipotehciarios deí Peni cn )ag ooiií'creucias sobre la inmedia­ ción.

o sé

Cald eró n .

A loa seiVoriss Plenipotenciarios del Perú en l.tacoiifsror.eiss sobre in loeJiiLCÍon,

TÉRIÍfNO DE LAS NECOCTACIONEi?. (Telcernrna reeibido dc Liuique a Us P.tO P. M.)

Sauliagc), Octubre 27 dc 1880. Señor Ministro do Relaciones Esteriores: Todo ha concluido en la conferencia de hoi. Los plenipoiitenciarios dol Perú i Bolivia han insistido en cl recha­ zo absoluto do nuestra primera base. £n consecuencia, las conferencias ban terminado. Mañana parto e! Chcdaco con los plenipotenciarios det Perú i Bolivia, i en el próximo vapor partirá nuestro Se­ cretario, llevando todos.los (!ocumerito.s. A l t a m ir a n o .

TELEGRAMA OFICIAL.

Moliendo, Octubre 30 di 1880.

8 S., E. e! Jefe Supremo. Bechazada pretensión chilena sobre cesión de territorio, ¿í-iiux, Octubre 29 de ISSO. propusimos someter ios otros puntos de diierencia al ar¡ilraje del Gobierno do los Est.ados Unidos; ¡o que Chile Aceptada por parte del Perú la mediación, solo por derechazó terreinantemente. forencia a ios Estados Unidos dc la America del Norte, Terminadas conferencias, salimos hoi para el Callao que la propusieron, ofreciéndose como mediadores, i vista . eon Lackavxiuna, llevando Protocolo detallado i firmado. la poquísima esperanza que hai do arribar a términos equitativos i decorosos que «.seguren una paz sólida i du­ A ren a s, radera, YY. SS, deben aprovechar la primera oportuni­ G a r c ía i G a r c ía . dad para proponer cl arbitraje, cn los términos de sus instrucciones, esto e.s, designando, al mismo tiempo, como RESO LU C IO N S U P R E ilA , árbitro a la potencia mediadora, que da todas las garan­ tías apetecibles de justicia en la sentencia que hubiere SECRETARÍA DE RELACIONES ESTERIORE.S 1 CULTO. de pronunciar i de su puntual i estricta ejecución. Dios guarde a VYL SS. inuebos años. Liuia, Ahuiemhre ó dé ISSO . Elevado al acuerdo supremo el despaclio de VV. SS.> del 2 del mes en curso, número 10, so ha espedido cou -Alos selSores Pknipotcnáaiios dc.l Pen'i en las conferencias para I . mcdiiicioa focha dc hoi la siguiente resulucion: ofrecida por los Kstado.4 Unidos de Norte-Aniérica. "Yristo el precedente do.spacliü, con los protocolos de su i referencia i todos los antecedentes de la misión diplomaP

T omo i v .— 24

edro

J

o sé

Ca l d e r ó n .

,

186

GUERRA DEL PACÍFICO.

ticá de que en él se da cuenU, declárase terminada diclia misión; dense las gracias a los ciudadanos que la han desempeñado, i publíquense los documentos principales relativos u ella.” Que trascribo a VV, SS. para sus conocimientos i demas fines, cumpliendo .al mismo tiempo con la mayor compla­ cencia el deber que ella me impone de espresar a VV. SS. la gratitud dol Gobierno por el modo digno i patriótico con que han correspondido a laconfi.anza queso depositó en VV, SS. al encargarles tan importante i delicada mi­ sión. Dios guarde a VV. SS. muchos anos. R e j ir o J

o .s é

Cald eró n ,

A 1(18sañorcs Kenipotcuciarios dcl Perú sn las conferencias sobre U mediación, doctor don Antonia ArenaH i caiAttm dc u.-ivio don Amelio üaroia i Gaian.

NOTA DE LOS PLENIPOTENCIARIOS iiOLlVIAKOS A SU GOBIER­ NO I RESPUESTA DEL JE N E R A L CAMPERO.

La Paz, Noviem-hrñ 6 dc ISSO. Señor Ministro: Tenemos la honra do pasar a ese Ministerio con la pre­ sente esposicion lo.s protocolos autógrafos do las confcrenciiis do p.az, que ea las aguas de Arica i a bordo de la corbeta americana Lo,cku>;amut han tenido lugar cutre ios plenipotenciarios de las tres repúblicas empeñadas on la actual lucha de! Pacífico. De acuerdo cou los elevados i sinceros propósitos del Gobierno nacional, hemo.» firocurado con dcoú. ido empe­ ño llegar a un a-veniraieuco de paz, compatible coala, honra dc las repúblicas aliadas i los grandes intereses sud-amerieanos. Comprendimos que no era probable este resultado si no se aceptaban hasta cierto punto los efectos necesarios que producen las vejitaja.» debidas al azar do las batallas. Esta consideración no.s conducía a estimar tranquilarnente'Jos resultados favorables que jtodiaii obtener los alia­ dos, así como los sacrificios a quo debieran obligarse, .sin menoscabo de su dignidad, invocada, no vagamente, sino definida por el curso de los acouteciraientos. En el primor paso de las usgoeiacioiies, la designación de lugar para las conferencias estuvo a punto dc eoavertirse ea cuestión diplomática, que quizá. las hubiera imposibilitado de/iriitivamenta Para obviar este incidente, acordamos que uno de nosotro.? se diujieso a Arica, oa misión particular, acompañado de ¡os excelentísimos mi­ nistros americanos señores Ghristiaiicy i Adams, lo iiue se verificó con el pláceme de los e.xcelencísimos plenipo-tenciarios del Perú. A llí nos pusimos al habla con el de­ legado del Excmo. Gobierno de Chile, quien trasmitió a éste nuestras varias iudicacioaes conciliadoras, que fue­ ron rcehaziidas imperturbableniente. Optamos entonces, bajo nuestra responsabilidad, porque l.as negociaciones se celebrasen a bordo dc la corbeta LaelvAvanna, eu agtuis de Anca. Las categóricas instancias de los excelentísi­ mos miiii.stios de f'htailos Unidos en esto mismo sentido, facilitaren, por fin, ia apertura de las coníerenoias. Mantuvimos eu rnbis el misim) espíritu do que fuimo.s animados. 3Iostt'aiuo.s eu la primera nuestra esperanza de (¡ue lo.s cxecleutisimos negociadores traiarian cl a,sunto encoiiieudado a su irnsponsabilidad i americanismo, poniéndü.se fuera de la.s inspiraciones de In.política interior i .sobre los muviinieiiios populares del dia, considerando solo las necesidades .serias i permanentes dc las tres repúblicas. Contirmamos nuestra confianza on la noble acción de los Esiadi.Ks Unidos, sobre todo al escuchar la exacta apreciación hecha sobre un punto de nuestra historia, por el E xcum. señor Üs’ooni, órgano do sus exce­ lentísimos colegas, quien declaró en e.s¡)resioii literal que “ por primera vez se hallaban cii litijio ías instituciones dc mic.stro Continente.” Sin embargo de que ¡as proposiciones de Chile, por el carácter con que fueron presentadas, cerraban el ingreso a

toda discusión, procuramos mantenerla con paciencia en los límites do su natural desenvolvimiento. Introdujimos, en consecuencia, un medio avanzado de conciliación, en obsequio de la paz i do loa altos intere­ ses do la política americana, contando con la .aprobación de nuestro Gobierno. Su sentido i alcance, como lo sus­ tancial dé nuestras observaciones, constan en el respecti­ vo Protocolo. Solo añadiremos que los excelentísimos ple­ nipotenciarios dc Chile (Icchu'.arou que esc medio no era ya oportuno, i que se hallaba en oposición a sus instruccioues. Apoyamos con perfecta decisión cl arbitraje propuesto |.)or los excelentísimo.s ministros dcl Perú, i no omitimos patentizar todas las ventajas quo oso medio oírecia a la misma República de Cbilo. Nada fue bastante a alterar la invari.able resolución mantenida por los excelentísimos plenipotenciarios chile­ nos sóbrela apropiación definitiva do todo el Litoral boli­ viano, i peruano ha.sta Camarones, como base sine qua nun de cualquier arreglo. Hacemos constar con satisfacción la actitud elevada con que loa excelentísimos píenipotcuciarios del Perú han llenado su delicada i difícil tare,a, llevando a ella el valio.so concurso de una razón previ,sora i práctica. Eaprcsamos también nue,stro reconocimiento alos empe­ ños personales de los cxeeicntísiinos ministros de Estaiios Unidos; tocándonos mui de cerca el que debemos,tributar a los particularmente em[¡lcado.s por el Exemo. señor Cárlos Adams, Pero, dados loa autec(ideut0 s de la media­ ción i alto objeto manifestado en la primera eoníerencia, no podemos ocultar nuestro vivo sentimiento de quo a los excelentísimos rneriiadores no les hubiese sido posible asumir .otra actitud diplomática que la que señaló ei Exemo. señor Osborn, dejándola reducida a una cortés invitación para reunimos i presidir nuestras diseirsionos, sin dar otro carácter a su concurrencia quo ol de los ma.s simples e iniciales buenos oficios. Nuestros esfuerzos han sido infructuosos para restable­ cer una paz honrosa i scg'ura entro las tres repúblicas. Ei arbitraje, solución ia mas digna en las contiendas de los pueblos civilizados, ha sido rechazado. La América j decidirá de qué ¡jatte se h.:illa la justicia. , Rogando a V. 8. se sirva poner esta cspo.sicion i los ^ protocolos adjuntos en conocimiento del señor Presidente | de la Repúblicca, le ofrecemos et homenaje de nuestros respeto, i nos suscribimos de V. 8. mui atentos servidores. M a r ia n o

B A r a s iA . J uan

C. C a r r i l l o

Al scfior .Ministro üo JÜstaJo en el rtospaoliu de Rclacicines Esteriores.

MINISTERIO r),G RELACIONES ES’i'ERTOKES DE BOIRVIA.

La Fas, Noviembre O de ISSO. Señores: Me ha sido altamente honroso recibir el oficio que con fecha-ó dcl corriente me,s .se hau servido dirijir VV. SS. a este Ministerio, dando cuenta dcl término de las .con­ ferencias provocada:» por el Gobierno dc los Estados Uni­ dos. con el propósito de bn.scar una solución honorable a la guerra ael Pacífic-o. Del tenor de dicho oficio ide los protocolos que lo son anexos, se desprende que los enviados do las repúblicas aliadas, elevándose a. la altura de los principios que les locó sostener, i sobrepoiiiéndo.sfj a las exijencias del mo­ mento, han procurado on sus propo-siciones lo.s medios que tienden a una paz honrosa para las potencias belijerantes i quo eviten mayores escándalos en la América. .Esta conducta do noble patriotismo i de marcado de­ sinterés ha mostrado ol iii.as doloroso contraste con las pretensiones de los enviados dcl Gobierno de Chile, (¡ue, desconociendo las lendeiiídas humanitarias i civilizadoras de nuestros tiempo,s, han sostenido imperturbableraento ol derecho de conquista.

m

¥ ¥ f T

V r

V ■

CAPÍTULO PRIMERO, E l Presidente do la República, impuesto de los indicados documentos, rne encarga e.spre,sar a VV. SS. .su profundo agradecimiento por el tino i elevación cou que han sabi­ do llenar la delicada misión conferida a las luces i acen­ drado patriotismo que los ili.stirigue; me encarga asimismo significar que cuanto .so ha hcciro por VV. US. cn las Te­ lendas conferencias, a nombre de Boüvia, merece sn es­ plícita i satisfactoria aprobación, A l roinitir a YY. SS. esta contestación, creo también de mi deber hacer constar la propuesta do quo el Gobierno sabrá llenar lo,s deberes que le impone la situación creada por la ruptura de la.s couferencia.s. Con souúmiento.s de respetuosa eon.sider.aoion, soi do Y'V. iSS. irmi ctonto .servidor, C a m pero .

J. M. Calvo. A lo.i Mativoi Mariano Bnplijla i Juan C. Canáilu, Miniscros Ploiiipoienoiarios (!í.Bolivia tij-misiou esijecia!.

y -

r

V r ■ ^v ■ r

y'

y '

V

y

y

y

■y t

y •y y 4 ■V

p t r

P P ■■r

t

P P P

;í Y

XIV. Cireiilare-üi (lei «ob ieruo del Perú ¡i los ajen tes diiilojnáticos i Cíineiilerías am igas relativ:i.s a las co iifc. reneias de .4rica

187

cias cuya aceptación hubiera importado un ignominioso .suicidio. E l Perú, después de halicr deferido cn todo lo que era moramente aecidentid i i'eprirniendo los ardorosos ímpe­ tus de lSu altivez, a los ciui!e.s, ¡un' otra ¡un te, satisfacía, pi'evin¡crido a sus plenipoteuciai'ios no e.sLipii¡ar, sino en el último estremo, la cesación de las hostilidades durante las conferencias, asumió cn estas la actitud digna i eleva­ da en que se ha mantenido desde el priiieipio de la guer­ ra i de que no declinará hasta su conclusión. La lei de honor, i solo ella, le prescribió entrar inerme en la contienda, i está cierto do terminarla con honor i cou gloria. Aqui es oportmio recordar cu breve rcsúracn, la con­ ducta obsci'vada, desde el oríjen de la guerra, por Chile, siempre idéntico a sí mismo en su vocación irresistiblo a la doble'/ i a ia }ieríidia, Después de obtcnidits inincn.sas ventajas en los dos tratados de I86fi i 1874, sobre límites con la vecina Re­ pública de Bolivia, descontento aun i pesaroso, cada día mas, de no haber avanzado sus fronteras cuanto su codi­ cia apetecia, acechaba ia. primera oportunidad, buscaba el primer pretesto que so le presentase pam reivindicar, segun el lenguaje que empleó eu l.a oca.sion, los i'ieos terrií.orio.s que la fe internacional habia garantido, definilivauiente, a nue.stra aliada.

E.tibor causa exhibir de nuevo ante el mundo la coyun­ tura quo encontró propicia a la re.alizacion de su plan detcniiatorio: tal fué ol impuesto de 10 centavos, sanciona­ J/úiia, Novieuii/reó de ./hW, do por el Congreso de Bolivia, gravando a la Compañía Señoi'; do salitres i fen'ncarrile.s do Antofagasta, que se declaró La mediación oiVocida por los listados Unidos de la ' hábilmente bajo la protección do Chile. La diplomacia de esta Repú’oiica anticipó i festinó su.s América del Norte, para pou.er ténnino a la guerra dcl Pacílico. i aceptada-por les aÜndoa con la mayor sinceri­ procedimientos; se llegó mui prrmtú a términos do un dad i abnegación, ha escoliado ante las absurda.? preten- romj.iimioiito cscandalo.so; Chile habló) de arbitraje, corno .siono.s de Cliiie, que támbieu lia rechazado el arbitraje hoi de mediación, i logró lo que ahora preteiidia respecto iropucsl.0 en ia.s eonfcreiicias de Aiica, ¡iorqno. cmno no de ésta, es decir, quo queda.se on la rejion de la quimera. ¡usca ¡ajusticia, no quiere juez iinpai'cial que ia declaro. Así pretendió), eonfonne al sistema a que está habituado, No.solres liemos ido hasta donde el honor i ia dignidad dar color de justicia a la sorpresiva invasión primero, de lo perniii.iau, sofacando nuestros^ asto.s rc,S(;nl,imiüntos i Antofagii.sta, i después dc todo el Litora! boliviano. til! l ’crú, que se glorifica de haber iniciado, casi desde la lejítima indignación que cl vane aiisrno chileno ha esci­ tado i exacerba, ahora mismo, eu la conciencia nacional. su nacimiento a la vida indcpeudiente, con las mas am­ Continuará, pues, el estruendo dc la,s iirmiis, que no ha plias i elevadas miras, la frateriiidiid r’eal i efectiva do las cesado aun cuando afectaba el enemigo entrar cn las vías repúblicas americanas; que ha reunido diferentes veces cn su capital congresos con tan importaiits i trascenden­ de pacífica coueiliacion, Todo lo que lia habido ds inhui.oano, desastroso i aho- tal objeto; que hoi misino se complace cn tener cn ella minable eu la presente lucha, i cuanto tendrá que acon­ ci do juristas de las repúblicas lienu'inas une van en pos tecer hasta sn definitivo é.\ÍLO, será, esclusivamonte, im- del bello ideal de poner en armonía todas las institucio­ pntabie a la República de Olulo, que so ha dejado nes de estas modernas sociedades; el Perú, en fin, que se arrastrar )or las mas iiinob¡e,s i tlegradante-s pasiones, liallaba ligado oon nn Pacto de Alianz.a deiensiva con Bo­ cuya sal.Ls'acción no Cí>n,siiler.a plena sino con el completo livia, eireo secreto, por fundadas razoiios, so habia esticsterminio do sus adversarios, que contempla fácil cn oulado en cl mi.smo, pero <|ue le imponi.a una misión de medio dei vértigo que la sangre inocente derraiiiada por paz en la desavenencia de Cliüe con sn aliada, fué a San­ sus desleales armas i .sus propias depredaciones e iniqui­ tiago, animado al intonto de los mas .sinceros cíe.seos; i e.s preciso reconocer quo ni la buena volunladni la mas dilidades le han causado. Aceptó la mediación con cl propósito deliberado de ha­ jontc solicilurl faltaron a nuestro Representante para dar cerla ineficaz, si el l’erú la aceptaba tambicn por sn par­ cumplimiento a su honroso encargo. 'Ki secreto, meramente oficial, del Pacto de Alianza, te; pero roservándo,se poner obstácalo.s insuperab;e.s a (pues para los hombres de Estado i de ia alta política iniesta aquiescencia. Así so e.splica que, al paso que convenia en la adopción Íitíintc en las tres rep'áblicas, salvo, aoinso, contadas esdc semejante medio de amistoso avenimiento, trajese la ccp'fiones, ta! secreto no existía), sirvió de pretesto al Go­ devastación i la ruina a los departainrmíos indefensos ds bierno dc Chile para rechazar la misión del señor Lavalle, nue.strc Litoral dcl Norte, destruyendo en un instanto fistorilízar lo,s fraternales propósito.? del Perú, proci .)itar la monumentos de inapreciable valor, levantados por la mo­ dcfilaraci'on delí.íi..íít.s f n e r i s , i lanzarse, eu seguita, vio­ derna. industria i cnya de.saparicion cedo en peijuieio cloí lentamente .sobro nuestro Litoral, d;mdo principio a la séric de horrorosas hostilidades que lia continuado, cada comercio i del progreso jonsi’al del mundo. Así se espiiea ía insistencia, i tenaz designación dcl voz con mas rabia i oncarniz-uniento, i que se propone puerto do Arica, lugar que se halla bajo la presión de sus coronar dignamente, sin ponerles mas colo que el poder armas, para la celebración de las conferencias. .Pretendió ' material de realizarlas, Gliile, al tomar sus armas contra el Porú, do quien lo irritar nuestra susceptibilidad nacional, a fin dc dejarnos la responsabilidad, a lo méno.s aparente, de qne ni siquie­ constaba no tener para defenderse mas que su valor i .su conjénita hidalguía, se forjó la ilusión dc humillarlo i ra se entrase en hi.s conferencias de paz. A.sí se esplica que, en ia primera de ell.rs, hubiesen sus conculcarlo sin gr.indes esfuerzos ni saerificios. Desesperado i frenético por cl desengaño, recrudeció i plenipotenoiarios pre.sontado como indeclinables, e-xijen-

CífiCUEAR A LOS A-JEKTE.S DIPLOMÁTICOS DEL PERÚ EN EL ESTRANJERO,

188

GUERRA DEL PACÍFICO.

llevó mas allá de lo inconcebible, aun para los que cono­ cen cl carácter de esa Nación, sus bárbara.» hostilidades. Nada ha sido parle a detener la mano de nuestros de­ saforados enemigos. N i lo indefenso de las poblaciones, ni la inocencia de ías víctimas, ni el pudor de las mujeres, ni la debilidad de la infaneia, ni la veneración de la an­ cianidad, ni cl valor infortunado, ni las condiciones de la agonía, ni el sagrado carácter de la neutralidad, ni el mas sagrado aun de !a,s ambulancias, en cuyo recinto han si­ do a.3esinado,s, sin piedad, nuestros heridos de la Alianza, ni la santidad de. los templos: en suma, ningún respeto divino ni humano, incluso cl de la propia honra, ha sido poderoso para volver a Chile, en la actual guerra del Pa­ cífico, al seno de la civilización cristiana, en donde, des­ pues de lo referido, es lícito dudar si realmente estuvo al­ guna vez, a pesar do su vanistorio i de su decantado progreso. Repleto de odio i de envidia contra el Perú, cuya su­ perioridad DO puede desconocer sin horrar la historia i sin ahogar la voz do una fama que ha pasado a proverbio universal; ebrio dc sangre i devorado por la hidrópica sed do nuestras fabulosas riquezas, proclama el .asalto a esta capital, que considera como el último baluarte de la de­ fensa del Peni. Por eso no ha vacilado en rechazar de plano el arbitra­ je propuesto por iiue,stros plenipotenciarios en Arica, de­ signando, al mismo tiempo, como juez a la grau Repúbli­ ca del Norte, la cual, por ios mas altos títulos i bajo todos conceptos, estaba llamada a desempeñar tau nob e como humanitario encargo, Chile no lo ha querido, bajo el frívolo protesto do ha­ ber pasado la 0 ]>ortuuidad del arbitraje, como si alguna vez o en momento alguno, dejase de ser bien venida la intervención do la sabiduría i la justicia, para dar fin a una lucha quo es ya el escándalo, no solo de la América, sino de la Europa; i esto cuando acaba de ajustar con la Union Colombiana, no há muchos dias, el 3 de Setiembre último, nna convención, eu que se estipula terminar to­ das las diferencias entre ámbas repúblicas, precisamente por el arbitraje; i cuando el Perú ha sido llamado a adhe­ rirse al indicado Pacto, por'una invitación recibida por nuestro Gobierno apénas en la correspondencia del últi­ mo vapor. E l Perú es, pues, una escepcion odiosa para Chile en tratándose de paz. Sea. Que venga, no como imajina, a terminar, sino a comenzar la guerra. La sangre jenerosa que el Perú ha vertido en ellaatorrentes, comenzará a ser fecunda. E l culto, ab.solutamente desinteresado, quo rinde al honor, sin que le arredren líis inmolaciones do todos los demás bienes, quo considera secundarios, le merecerá el galardón de sus armas. Sus héroes de hoi renovarán la epopeya de sus héroes de ayer; i la corona de un triunfo definitivo, tanto mas espléndido, cuanto habrá sido mas costoso, ceñirá su altiva o inma­ culada frente. Esta es la fo del Gobierno do S. E. el Jefe Supremo, a quien la República, a! constituirlo árbitro de sus destinos, lo encomem ó, ante todo, el triunfo de las armas nacionale.s. Nada omitirá pava obtenerlo, i confia en que lo ob­ tendrá como el juicio de Dios en el duelo a muerte que han hecho inevitable la sin razón i la protervia de nues­ tro enemigo. Sírvase... dar lectura de esto despacho al jefo de esa cancillería, i dejarlo copia de él, si lo deseare. Dios guarde a... muchos años. P ed r o J o sé Ca ld er ó n .

C IR C U LA R A LAS CA .N C ILLERÍA S AMICAS.

Lima., Nov'ierrJm 11 de 18S0. ■ Conviene quo consto ante la América i ante el mundo todo, quien es responsable de la honda perturbación con

que la actual guerra del Pacifico tiene atormentado este Continente, causando, al mismo tiempo, daños i perjuicios de incalculable trascendencia á la iiulu.stvia i al comercio de todos los pueblos ligados con nosotros por amistosas relaciones; conviene hacer notorio sobre quién posa la responsabilidad de la sangre derramada i de los males qne, en una esfera mui elevada sobre los intereses tanjibies, ha orijinado i continuará orijinando aun, sabe Dio.» por cuánto tiempo, la nefanda lucha a que nos hemos visto arrastrados, sin que ambición ni motivo alguno egüista haya influido en nuestro ánimo; conviene quo nuestros amigos no ignoren hasta donde ha ido nuestra abnegación luego que se presentó la oportunidad de bus­ car la justicia por la senda de la paz, i hasta dónde ha sido temeraria i fementida la conducta de nuestro adver­ sario, quo no pensó jamás, ni piensa aliora mismo, sino en la realización de un plan preconcebido, de propio engran­ decimiento, a espensa,s de los bienes i con afrenta dol honor ajeno. Ya me ha cabido en otra ocasión la honra de informar a V. ti., directamente, de cómo una cuestión de límites entre la República de Chile i la de Bolivia, nuestra alia­ da, era en puridad, el orí jen de la guerra del Pacífico. Hoi, como lo palpará V. E. por la copia anexa a esta cir­ cular, Chile, por su propia boca, ha patentizado, en todas sus monKtnio.sas proporciones, lo que, con tan reiteradas como falaces afirmaciones, se habia obstinado en negar, esto es, que la causa verdadera de su conducta en sus diferencias con Bolivia no era otra que la quo dejo nue­ vamente señalada;-i nos ha revelado, al propio tiempo, el pasmoso progreso de sus ambiciosas miras. Son, es verdad, el efecto de un estado enfermizo i dél febril delirio a que conducen las grandes pasiones, cuando no son oportunamente domadas; pero semejante delirio está ocasionando los mayores desastres en esta parle do la América, i anuncia los mas sérios peligros para el por­ venir. Urje, por tanto, denunciarlo ante la comunidad de las naciones civilizadas, i es ya de sobra tiempo de refrenarlo ejemplarmente. La adjunta minuta presentada en las conferencias de Arica por los plenipotenciarios chilenos como resúmen de las condiciones de paz, es una síntesis irrecusable por nuestro enemigo, de sus verdaderas miras i propósitos en la presente guerra. Quiera sufrir Y. E., porque algo importa la tarea, que yo me encargue de poner en relieve, .si a tanto alcanzan mis fuerzas, toda la deformidad moral que las indicadas condiciones encierran. Ea la primera: “Cesión a Chile de los territorios del Perú i Bolivia que se estienden al Sur de la quebrada do Camarones i al Oeste de la línea que en la cordillera de los Andes separa al Perú i Bolivia hasta la quebrada do la Chacarilla, i al Oeste también de una iínea qno desde este punto se prolongarla hasta tocar con la frontera ar­ gentina, pasando por el centro del lago Ascotan.” No demanda poco Chile a los aliados, de los cuales el Perú tiene aun mas motivos que Bolivia para asombrarse de la pretensión, porque despues de todo, jamás tuvo ni pudo tener cuestiones de limites con el enemigo común, ni éste alegó nunca, ántes de la guerra ni despues do doclarada, derecho alguno que constituyera al Perú su deudor, A l contemplar en el mapa las dos repúblicas, cuya desmembración plantea Chile con tanta llaneza, la poreion de territorio correspondiente a ámbas, que intenta apro­ barse, no puede ménos que sobreponerse ala indignación a liilaridad, i ésta recrece en presencia de las razones que para tal e.spoliacion so aducen, con toda la solemne seriedad que cuadra a las conferencias diplomáticas ante un respetable mediador. Veamos esas razones. 1.^ La necesidad que siente Chile de ensanchar su

i..-

CAPITULO PRIMERO. % ‘i ;a i

!

■H

k ' -4 i a



j I '

y te y í 'T

'y * ;i' r í r -i 'r í t e

■■r r j r

f 'r í

.1 í' ■te f ' V' ■y " r '

V y •T

y y

loiTÍtorio, rectificando .sus fronteras, pava.su seguridad en lo futuro. 4) á Haber fecundado el desierto con los capitales i los brazos do sus hijos, que habitan en grau número do esas rejiones i a quienes tío puede abandonar, sobre todo dcspiics dc haber denrainado en ella la sangro de sus héroe,» 1 ocupándolas militarmente. La primera de estas dos peregrinas razones no es otra co.sa que cl comuni.smo cgoista, espuesto sin la mas leve sombra de pudor, con la irritante circunstancia de lianiar rectificación de frontera: a lo qno, a primera vista, os una duplicación dc territorio. La segunda se traduce así al lenguiije de la verdad i de la honradez, en lo que respeet.a al Perú: Por cuanto abrió gratuitamente un vasto canino de esplotacion i fobulosas ganancias a los eapilale.s chilenos, dando lucrativo i morali:zadov empleo a a jeníe perdida que rebosaba do Chile, i era cmpujatla, adem:ls,al c.stcrior por una administración tan discreta como previsora: por tanto, Chile hace suyos los territorios de donde tan im­ portantes beneficios sacó. R» dc;;ir, qne lo que debia obli­ gar su gratitud, lo torna, escandalosamente, cu título de usurpación, i ya no .solo liinilada al espacio octipado por sus armas, sino a superficies jeogr.álic.as a que no se ha escendido ni es dable que so estienda el abuso do una fuerza i prepotencia material tan efítriera como las cir­ cunstancias a une se ha debido. Entre tanto, la simple enunciación de la pretcnsión chilena ofendo cl derecho público de nuestra edad, quo condena las adquisiciones territoriales por medio de la conquista, i qus no ha tolerado las cesiones en este órden, sino cuando las ha vi.sto on algnn modo escnsadas por razones históricas i por las indeclinables exijencias de la paz i dcl común reposo; i esto consultando siempre Ja esen­ cial i sagrada condición dc la libertad de los pueblos, que no ha dejado de encontrar nunca el mas concienzudo la­ trocinio auu entre los defensores de reinos patrimonia es. Entre tanto, la pretcnsión de Chile es eversiva del de­ recho público americano i couculeatoria, mui particular­ mente, de nn principio po.sitivo, formulado, reconocido i acatado hasta hoi por turnas las repúblicas de oríjen espa­ ñol quo pueblan c,stc Continente. Almisuio tiempo que se presentaban ante cl mundo con el acta do emancipación que habían obtenido on cl tribunal de las armas, proclamaban, do con.suno, como garantía do paz i salvador uc su rcfioso eu lo venidero, cl estatuto perdurable de la posesión i de loa límites respec­ tivos de cada una dc ellas, adoptando, al efecto, la breve cuanto espresiva fórmula dei célebre interdicto romano: u ii posidetis Ha posideatis. En tal virtud, no ha sido cuestion.iblc jamás entre la,3 herederas de estos vastos dominios, la norma a qne deben sujetarse en cmilqniera duda oJicijio sobre e.stension ter­ ritorial. De lo quo ae ha tratado en tales casos, ha sido únicamente de la iiplicacion justa al qne se hallaba en to­ la de debate, dcl principio .sancionado como fnndamental para decidirles todos. E ! u ü posiddis, principio práctico c¡ne brotaba de la naturaleza de las cosas en la cjioca de la independencia do estas repúblicas, estatuyó cl eijuilibrio necesario i con­ veniente al desarrollo i progreso de todas ellas, salvo siempre los actos libres que, n3odific.ando su manera de ser, pudieran consultar mayore.s ventajas i mas amplio engrandecimiento. Hoi, Chile, al mismo .tiempo que intenta romper ese equilibrio, conculcando la primordial base dc la constitu­ ción internacional de estas repúblicas, pretendo imponer a Bolivia i al Perú, por la quinta do Jas condiciones que estamos analizando, la ruptura de la A.lianza meramente defensiva que tienen celebrada, i un veto a la federa­ ción que han concertado i que se halla en vi.i de perfec­ ción i pleno cumplimiento. La tiranía de Chile, si tuviera fuerza para sostenerla, seria cuanto pudiera escojitarse do

189

mas irritante i vejatorio para la soberanía i la libertad de ■ ámbas repúblicas. Nó, no es posible consentir eu que queden siquiera enunciadas tan absunias pretensiones, sin ajusticiarlas, marcándolas, a la faz de todos lo.» pueblos, cou ei estigma que merecen. Despucs dc haber traido la guerra a los aliados de un modo sorpresivo i bajo la.s furnias mas impías i horroro­ sas, rcsiioiiandonna barbarie que la hnmauidad avergon­ zada relegaba al olvido, Chile osa exijir, on !a segunda de sus condiciones esenciales de p:;::, una cuantiosa indem­ nización de los gastos hechos n-ecisaTimite pitra inüijirnos males i d.tños, cuya comp eta reparación nos seria debida en buen derecho, pero qne Chile no.podrá darnos jamás; tanto es inferior su valer i su solvencia a lo.s estra­ gos que ha causado. Chile, en sns condiciones do paz, no solo se ha situado fiicr.a dcl derecho, sino que Je es completamente an­ típoda. “ La devolución do las propiedades dc que han sido chilenos en el Perú de.spojadas las empresas i ciiii, iacianos ' i Bolivia exijida por ía condición tercera de la minuta, no tiene significación alguna respecto dcl Perú, que ha lleva­ do su jenerosa hidaigmía hasta risiar intactas tales pvopiedacies, aunque la conducta fercz de su adversario lo autorizaba a tcdo jénero de retorsión i represalias. La condición cuarta c.xije la devolución del trasporte R'mac, capturado en toda regla en el curso de una lucha marítima enteramente desigual pava el Perú, i cuando Chile retiene, por sn parte, cuanto nos ha tomado en el mar, prevalido de una superioridad transitoria i debida tan solo a la funesta confianza en que el Perú se adorme­ cía, ai-estando fe a los halagos ds su hermana i antigua aliada en nna contienda de que ella sacó todos los prove­ chos i el Perú cosechó todas las de.svenlajas. .Para cerrar el cuadro dc las pretensiones de la minuta, la sesta i sétima de .sus condiciones establecen, de presen­ te i miéntras el Peni iiaya satisfecho a la.s anteriormente enunciadas, la retención por Chile de lo.s territorios do Moquegua, Tacna i Arica; i en c;mnto a esto puerto, para lo futuro, la prohibición de artillarlo una vez que sea devuelto al Perú. Ya que no la justicia, es innegable la armonía i ia pre­ visión trascendental en las condiciones propuestas por Chile para dignar.se dc otorgarnos la paz. Nó; nosotro.s, el mundo i principalmente la América, juzgará doílaitivamentc dc ellas; i sn tallo, dictado por la jnsTícia, será cl principio del restablecimiento dcl órden moral, que Chile ha desquiciado en esta guerra fratricida con afrenta de la cisúlizacion i de la humanidad. Mi Gobierno, por su parte, tiene i ha declarado la reso­ lución inquebrantable de .ser ilol a su honor i al encargo n-eferentc que ol Jefe de la República recibió de los pue­ des del Perú, al designarlo como su conductor en tan graves i difíciles circunstancias, otorgándole omnímodas facultades. Dígnese V. E. aceptar, con esta ocasión, las protestas de alta consideración i distinguido aprecio con quo me es grato suscribirme de Y. E., mni atento i raui obsecuente servidor. P ed ro J o sé C a ld er ó n .

CO NTESTACIONES, LEGACION DE BOLIVIA EN E L I’ERÚ.

J/ima, Nüvi&mhrb 12 dé 18S0. Señor Secretario: Tongo el honor de acusar a Y. E, reciba de la circular dirijida por k cancillería de su cargo a los ajentes diplo­ máticos del Perú en el estranjero, fechada el 5 del presen­ te mes, con ocasión do la ruptura do las conferencias de Arica, quo ha frustrado el jeneroso propósito quo tuvo

190

GUERRA DEL PAGIFÍCO.

el Excmo. Gobierno de lo.s Estados Unidos dcl Norte, al ofrecer ,su mediación en la guerra del Pacífico, así como do los anexos relativos. V. E. ha apreciado dignamente en esc notable docu­ mento, por una parte la lealtad i abnegación oon que los gobiernos aliados han acudido a utilizar los buenos ofi­ cios del Gobierno amigo, noblemente interesado en la re­ conciliación do los belijerantes i el repuso de la lamilla americana, i por otra parle el mal velado espíritu de iiitransijoncia o irritante tirantez con que Chile ha malo­ grado la feliz coyuntura que ae Is presentaba para lograr a absolución de su conducta refractaria do la ¡oi de las nacione.s, i la amnistía de sus esüiíndalo,s ante el mundo cíviliz.ado. Los gobierno.s todos, en especial los de América, loma­ rán nota de los severos, pero veraces conceptos de V. E., i formarán su conciencia rc.specto a la naturaleza i los al­ cances del incidento aludido, pronunciando, sin duda, su voto de aprobación eu favor de los altos eoriductores de la Alianza, que, a pe.sar de su buen derecho para sostener la guerra, no han esquivado el medio de terminarla hon­ rosamente; i de corn enacion contra su común enemigo, qne acaba de sellar la iniquidad con la hipocresía, en cu­ yo fondo estaba oculto un os.ado roto a ajusticia. Ello importará la sanción mora] de los pueblos quo, un dia u otro, vendrá a inlluir eficazmente en el triunfo definiti­ vo do la causa amparada, como todo io que es justo, por los inflexibles designios de la Providencia. He trasmitido a mi Gobierno los citados documentos, i espero que la cancillería do Bolivia secundará, en breve, la oportuna manifestación de Y. E. Mui grato me es, señor Secretario, reiterarle, con esto, motivo, la seguridad de distinguida estima i considera­ ción con que soi su atento'servidor. M. T e r r a z a s . Al Kiemo. sílíor doctor doo Pedro José CaMsroii, Secretario de Eelaeionc.? Es­ teriores del Peni. LEGACION ARJENTINA EN E L PERU I BOLIVIA.

L im a , N o v iem b re 13 d e 1880. Señor Secretario: He tenido el honor de recibir la nota que Y. E, me im dirijido con fecha 9 del presento mes, roraitiéndouio, en copia autorizada i con los anexos a su referencia, ¡a cir­ cular espedida por la cancillería del Perú a los ajentes diplomáticos dc este país en ei estranjero. con ocasión de la ruptura do las oonfercm;ia.s de [Arica, que fueron pro­ movida.? por jestiones dc mediación del Gobierno de los Estados Unidos do América en el propósito mui laudable do buscar decoroso término, mediante el acuerdo posible de los belijerantes, a la actual guerra del Pacífico. En primera oportunidad he do dar conocimiento de la mencianada circular i sus anexos a mi Gobierno; pero puedo desde luego anticipar a Y. E. la seguridad de que él verá con profundo pesar que haya quedado frustrado el jeneroso designio del mediador i ulejad.a, por ahora, laposibilidad de que la paz sea restablecida entre estos pue­ des hermanos, cuya .suerte.no es estraña aja de los demas de nuestro Continente, Cou sentimientos de alta consideración, me repito de V. E, mui atento i obsecuente servidor. J o sé E , U r ib u r u .

Al Sicmo. seüoT Jon PeJro Jos) CalJeron, 5ecretai-io Je Eafcalo Je Relacior.es Esteriores del Perú, . LEGACION A RJENTINA EN E L PERÚ I BOLIVIA,

Li'ina, N o v iem b re 23 d e 1880. Señor Secretario: Cou la nota que V. E. se ha servido dirijirme el 16 de! presente mes, he recibido, en copia autorizada, la circular

por, la cual V. E. ha creído oportuno informar a las can­ cillerías amigas, acerca dc las causas quo han determina­ do la ruptura de las negociaciones de paz promovidas por ¡a tnedi.acion dei Gobierno de loa Estados Unidos i que habria debido esperarse alcanzar en el término propuesto en las conferencias de Arica. Impuesto del contenido dol mencionado importante documento, mo he apresurado a pasarlo a! conocimiento de mi Gobierno, quion'deplorará, corao en ocasión análoga he tenido ántes de ahora el honor do esprcsarlo a Y. E., que haya quedado frustrado cl propósito jeaeroso de buscar en las negociaciones i en cl recí )rooo aoaierdo, la solución de una guerra desastrosa para os bolijerautos i que hondanietitc afecta los iutereses i el ci'édito de los pueblos americanos. Ajirovecho esta ocasión para renovar a V. E. las segu­ ridades de la alta consideración con que soi de Y. K, mui atento i obsecuente servidor.

Jo,SÉ E, Urirurli, a;

Excmo. scSor rloa Prnlio ,Jmó CaUlermi, Secretario Jo EótiJo Je Relaciouea Esteriores Jcl Peiá.

LEGACION DEL SALVADOR EN E L PERÚ.

L im a , N ovieon bve 12 d e 1880. Señor Secretario: Ue tenido cl honor de recibir la respetable comunicaion de Y. E.. fecha 9 de los corrientes, i con ella auten­ ticada con io.s ano.x.os de su referencia, la importante cir­ cular que V. E. ha dirijido a los ajentes diplomáticos del Porú. eu el estranjero, oon ocusion de la ruptura de las conferencias de Arica, que ha frustrado ci benéfico propó­ sito que tuvo el Gobieruo de los Estados Unidos al ofre­ cer su mediación eu la guerra del Pacífico. .Deplorando mui sinceramente el gravo acontecimiento que ha motivado la circular aludida, me os grato decir a Y. E , eu re,spuesta. que por la primera oportunidad cui­ daré de remitirla a mi Gobierno, de cuyo íntimo pesar, al informarse de su contenido, no vacilo en hacerme in­ térprete como que conozco mui a fondo cuán grande i sincero es su anhelo por la mas pronta terminación de esta funestráiina guerra, que cl vio desde su oríjen con verdadera pesadumbre. Con sentimientos de la mas alta consideración i distin.guido aprecio, me complazco en suscribirme de YL ,E mui atonto i seguro .servidor. J. DE T. P in t o . At Excmo. scfior Jim l’eJro Jost OalJeroii, Scoswrio Jo Eclacioucs Esteriores i Culto.

LEGACION D EL SALVADOR EK EL PERÚ.

L vm a, N o v iem h re 90 d e 1880. Señor Secretario: Con la mui estimable comunicación do Yh .E., fecha IG del mes en eurso, he tenido el honor de rocüiir, cn co­ pia auténtica, la circular que el Gobierno de Y. E. ha es­ timado conveniente dirijir a los gobiernos amigos, para informales (i con ellos a todo el mundo) del desgraciado desenlance de las 'conferencias do Arica' i de las causas que lo han producido. Por la próxima oportunidad, cuidaré de remitir a mi Gobierno el importante documento con que Y. E. se ba .servido favorecerme, cuya lectura estoi bien seguro de (118 ba de agravar en aquél la dolorosa impresión causa­ da por la primera noticia del fracaso, nunca bastantemen­ te deplorado, de las negociaciones do Arica, en que tan halagüeñas esperanzas so fundaron. Lamentando otra vez, por mi parte, quo esas esperan­ zas hayan quedado defraudadas con grave detrimento da interese,? americanos ds la mayor valía, tengo e! agrado da renovar a Y. E, las protestas 'de mi distinguida consida-

í

ración i'particular aprecio, suscribiéndome su mui atento i obsecuente servidor. J. DE T. P in to . 4te"-

. r l E s c m o . ssñor dnii Pedro José C eM ero n , Secretario de HeUici-ones Este rio re s i (Julio.

XY.

Ejí-íta.

IDl

CAPÍTULO PRÍMERO.

C i r c u l a r , n ia u if ic s to i p r o c l a m a d c l C o b i e r n o d c D oI i v ia s o b r e l a s c o n í e r e n c i a s d e .4 ric a .

!j n-

un solo boliviano indiferente i que todos concurrirán a !a defensa coraun sin escusar si sacrificio de sus mas caros intereses. Por sn p.arte, el Gobierno llenará sns deberes con la firmeza i deásiou que la honra i la indettendencia de la República lo exije, i espera que esa Prefectura, con la activa colaboración i cl patriotismo quo le distingue, hará cumplir e.strietamcnie, en ese departamento, las órdenes que se dicten especialmente sobre movilización de fuerzas i la realización (le los fondos votados por la Convención Nacional. Dios guardo a V. ,S. J l'.a n C . C.a r r i l l o .

C IRC U LA R. ,\1 .icipr Pref-Klii ddl i;c¡uitii)r)Oril() Je... M IN IS T E R IO

D E ( l O B I E R . N 'O

í

R E E .A O IO N E S

E -S T E R IO R E S .

L a Paz, AYoiemhre P2 Je 1S80. Señor: Y M íi VH Sí

n -.ü a ■ q-..„ 8 ' g '— a ta a ...

a V-.a-... Ü v, 3w

a

ñ ta M'....) y —' ijta U ta ilt a .»ta-' a ta . H ta aC S ta ­ cita gC a ta tita íiC ^ ta -sO <

c

líG

Sin embargo de qne Boüvia no escusa ningún sacrificio en defensa do sus derechos de soberanía i dc la integri­ dad de su territorio, el Gobierno, insijirándo.sc en ios sen­ timientos de justicia i en lo.s intereses americanos, .aceptó con plena confianza la respetable mediación de Estados Unidos de la América del Norte, que, ofrecida en términos altamente hoiiro.Süs, era digna para los tres estado.» belij erante.?. Las conferencias diplomáticas de Arica, que bajo ios auspicios de tan pi’estijio.sa mediación hacian esperar nna paz segura, han venido a probar únicamente que Cbilo, fascinado con sus triunfos i la dominación del mar que favorece snpmcion destructora, rompe rcsiieltamonte con las sanas doctriu.a.s del deroolio, i con escarnio do la civi­ lización, invoca la conquista como el único título de su política dominadora. Las condiciones oxijidas de tm modo inflexible en me­ noscabo de la soberanía de las repúblicas aliadas e in jiisti fieables aun despue.s de la victoria final, han imposibilitado todo acuerdo conciliatorio, i hacen ver que Ohile no re­ trocede, ante ninguna consideración, del camino do deso­ lación i de sangre qtte' ha abierto, no para alcanzar el triunfo de un principio de justicia, de una idea de pro­ greso i do una práctica liumanitaria, sino, al contrario para prcstijiar la codiciosa absorción do las riquezas i del territorio aj'eno.s, i lleg.ar a una insostenible preponde­ rancia, que edifica sobre las ruinas de dos repúblicas <¡ue ántes fueren sus jenerosas aliadas, •Los protocolos de ¡as conferencias de Arica, que acom­ paño a esto oficio para que se sirva V. S. poiterkis on conociminto de ese noble vecindario, manifiestan que nuestros plenipotenciarios ban concurrido a Ia,s negocia­ ciones do paz, con política franca, llevando su modera­ ción hasta donde la honra i la soberanía de Bolivia podian permitirles. Nada ha bastado a contrariar las imposi­ ciones de conquista que escarnecen ios sacrificios do la emancipación americana. E:sta falsa políticti i lo.s suee.sos han venido a poner en claro la verdadera causa i cl objeto do la guerra de! Pací­ fico, vanamente atribuida en sn orijen al ínfimo i cnestionablo impuesto de .salitres, librado a la decisión de los tribunales ordinarios. Muestra hoi Bolivia al mundo ci­ vilizado la justicia de su c.ausa i ,sc pone otra vez de pié para, sostenor sn soberanía ultrajada i con ella lo.s dere­ chos de las repúblicas sud-atnericanas, tpie vacilan íini.0 la conquista audazmente introducida en cl nues'o Con­ tinente. Se halla definida la situación bélica del país, i ella exijo, en desigual, pero honrosa lucha, nuevos sacrificios do preciosa sangro i dc recursos que han do aportarse de las escasas fuentes de la prosperidad pública. Mas, los desastres de la guerra con la cotidcnacinn de los pneblos cultos, formarán la eterna responsabilidad de Cbile, E l Gobierno comprende que la nueva faz que ha to­ rnado ¡a gnerra, cmmentemonto justa i americana, levan­ tará el espíritu público con tanto vigor, que no habrá

M

a n if ie s t o b o l iv ia

EN

LA

.s

d e l o b r e

m in is t r o l a

d e

r e l a c ió n

M E D IA C IO N

DE

LO S

::,»

e s t e r io r e s

d e

E S T A D O S U N ID O S

G U E R R A D E !. P A C ÍF IC O .

La Paz, Noi'U-mhre 30 de 18S0, La Convención Nacional, reunida en los momentos del : último contrasto de las armas de la Alianza, tomó sobre ■sí la dirección de lo.s de.stinos dc Bolivia, harto compro: metidos hasta entónces. Ci>n la inauguración de este alto ¡ poder princiftiti la verdadera política nacional. La Convoneion coiratituyo el paLs i crea un Gobierno a quien otorga, ámplias facultades, depositando en su pa­ triotismo la cotjfianza pública. Los hombres de Estado, al acejitar un puesto al lado del poder en trance tan difícil, han contraído a su vez sérias responsabilidades i el compromiso do dar cuenta do sus actos, i mas .sí ésto.3 no rasp-onden con éxito a la sal­ vación dc la patria, E l Gobierno ha cumplido hasta aquí su delicada misión en los límites dc lo posible, dadas la-s especiales condicio­ nes del país, i ouede asegurar que ha liecho cuanto era digno para rastablecei: i mantener la honra de la Repú­ blica. Entre tanto, sobreviene un suceso do carácter trascen­ dental, La mediación del Gobierno de los Estados Unidos de la América dei Norte, rodeada (ic prestijio i de los mas nobles projiósitos, ora la promesa de lonrosa paz qne liogó a formar una de las capitalc.» previsioiie.s del plan di­ plomático dc la cancillería, cuya dirección me fué enco­ mendada on gravos momentos de pniaba para e! país. La mcdiaeion. fué, pues, aceptada con deferencia, desen­ vuelta ámpliamentc con entera confianza sobre la base del arbitraje e incorporada en la política nacional. Al dar conocimiento de ella a la Convención, tuve la honra de declarar, que por sns antecedentes la considera­ ba séria i formal, i que, a mi juicio, importaba una proba­ ble i próxitna solución de paz, sobro condiciones nada dcshonro.Síi3 para la Ropttblioa. Mi responsabilidad quedó así abierta i ciar,ámente establecida. El resultado final ha sido adverso;—!a paz .se aleja. Las conferencias de Arica i la mediación han sido de pronto infriictuo.saa. La acción diplomática iniciada bajo favora­ bles auspicios i encarril.a-da en segura via. ha zozobrado en momentos de llegar a su lénnino. .El Ministro que to­ mó a su cargo la dirección do e.ste grave asunto, no ha alcanzado el éxiti) que se propuso. Se h.alla, pue.?, obliga­ do a dar cuenta de sus acto-s i a hacer conocer los antocodentes en que apoyó las declaraciones hechas ante la Con­ vención. La razón de la reserva diplomática, ine;scusable durante la.» je,3tiones, de,saparece al definirse ei negociado. La pu­ blicidad es entonces necesaria; el país debe conocer su verdadera situación i ver de qué modo -se han conducido sus grandes iiitcreses. La opiuion e.sturüa los actos do los hombres de Estado i falla sobre .su responsabilidad. Ha llegado, por lo mismo, cl momento de dar a la es­ tampa los documentos i los antecedentes do la mediación

192

GUERRADEL PACÍFICO.

para aue se conozca el curso que ella ha tomado en la cancillería boliviana,

Italia, qne solo revestían la forma de simples buenos oficios iniciales, dio átnp’io curso a aquélla, cuyas condi­ ciones aseguraban una pronta .solución de paz, igualmonto digna i honro.sa para lo.s estados belijerantes, que en últi­ mo caso debian deferir su querella a la alta imparcialidad de una potencia amiga. Trasmitióse la preposición con todos sus antecedentes al Gobierno del Perú, solicitando su acuerdo i haciéndolo conocer que el de Bolivia, dispuesto como estaba a soste­ ner con todo sacrificio la defensa de la común integridad territorial, lo estaba también a concurrir a! avenimiento insinuado, con la seguridad dc que cl arbitraje, ultimo término de la mediación, colocaba a las repúblicas belije­ rantes en un terreno igualmente digno para llegar a la solución definitiva de ¡a guerra. Señalado por Io.s excelentísimos mediadores cl dia 5 de Octubre para la apertura de las conferencias, i cuando las naciones aliadas .se preparaban a enviar sus representan­ tes, sobrevino el desembarque de fuerzaschilcnas en Chim­ bóle i ia devastación de establecimientos industriales de )ro¡)iedad privada, lójos del teatro do las operaciones de a guerra, bailándose ya pendiente la intervención amis­ tosa de Estados Unidos. Estos actos entorpecieron ante el gabinete dc Lima el curso de la mediación. La cancillería boliviana, deplorando el incidente, impro­ bó aquello,s actos de destrucción contrarios a las prácti­ cas obscrvad:i.s entre publos cultos, que restrinjen los desrrstres ds la guerra a los rigurosamente necesarios para el éxito de las operacione,s militares; mas, persistiendo en la confianza ( ue lc'íns¡)iraba c! arreglo propuesto i garan­ tido por la decisión arbitral, dejó, do su parle, libre el curso de la mediación, persuadida de quo Chile esplícaria lo.s hechos denunciadcs. Propuesta nuevamente i aceptada la mediación, en L i­ ma, e Gobierno dcl Perú, nombró sus plenipotenciarios, anunciando por telegrama, ni d(?. Bolivia, que éstos parti­ rían dc aque la capital el dia 1. ® do Octubre al lugar de laa coníérenci.'is. Los picnipoteuciarios bolivianos partie­ ron también al punto de la invitación, i en unión de aquéllos, se presentaron cn las aguas de Arica, donde' por fin, después de tres sesiones, cl Congreso do plenipoten­ ciarios cerro la conferencia diplomática ya conocida, i cu­ ya importancia i efectos políticos no están todavía bien apreciados.

A la inauguración del nuevo poder nacional, la guerra del Pacífico habia tomado estonsas proporciones i com­ prometido sériamente los interese.? del Continente sud­ americano. La sangre que cubría el territorio do naciones hermanas, no era el do oroso sacrificio ofrecido en honor de la civilización al triunfo de una idea jencrosa o a la defensa do los fueros de la humanidad. Difícil era hallar en el oríjen dc esta desastrosa lucha ol móvil que la ennobleciese, i prever, al termino de olla, una benéfica trasformacion quo compense lo.s inmensos sa­ crificios de tres repúbliea-s, cuyo destino en el Continente tiene que ser solidario. Sin una gran idea en sus designios que esplique su lar­ ga duración, esta sangrienta controvensia, ruinosa para os estados belijerantes, estéril paralassolncione.s impues­ tas por la fuerza i peligrosa a ios futuros destinos dc la América del Sur, habia perdido defiuitivainente cl apoyo i hasta la tolerancia moral de las naciones cultas do Eu ­ ropa i América. AI frente de esta situación, la nuova polí­ tica nacional se tradncia en estas dos sencillas fórmulas: “Inevitable prosecución de la guerra impuesta por Chile,” i “soluciones de paz conciliables con la honra i la inte­ gridad nacional,” En 27 de Agosto del presente año, el Excmo. Ministro dc Estados Unidos cerca del Gobierno de Lnlivia, Ylr. Char­ les Adams, comunica a ésto que ol Presidente de la Re­ pública do Chile habia aceptado la mediación propuesta a nombre de los Estados Unidos, i que do su parte, auto­ rizado para ofrecerla también a Bolivia, se bailaba dis­ puesto a hacer conocer la forma de la proposición, si fuesen considerados favorablemente los esfuerzo.s de su Gobierno en el sentido de la paz. El Gobierno de Bolivia, penetrado de la merecida in­ fluencia que la gran República ejerce en loa asuntos americanos, escuchó con deferencia ias propo.siciones do conciliación presentadas en forma conveniente al decoro de los estados belijerantes. En la primera, conferencia fijáronse con precisión mar­ cada las principales condiciones que debian garantir el éxito de la mediación, no sin haberse renovado la segu­ ridad de que ella estaba formalmente aceptada por el Gobierno de Chile. Las conferencias de loa plenipotcn- , ciarios de las tres repúblicas, en presencia i con los con- I Ante una sola de las numerosas proposiciones de Chile, sejo.s do los representantes dc Estados Unidos, consi­ han escollado todos los esfuerzos do la mediación i la con­ deradas aisladamente en el grado de exacerbación a que fiada. seguridad con quo los representantes do la Alianza habia llegado la gnerra, no podian conducir a una reso­ habian concurrido a un acto de alta significación lara la lución definitiva. Ante esta natural previsión, cl Excmo. xúmerica. Una sola palabra, la conquista, espresada bajo señor Adams, representando dignamente los pro,stijios de la forma do cesión territorial por imposición de la fuerza, su Gobierno, declara: "que en caso de que los plenipoten­ cerró el pasó a todo avenimiento i dejó frustrada la aspira­ ciarios de las tres repúblicas no puedan entenderse entre ción universal por el restablecimiento de la paz entre las sí, deberían tener instrucciones i plenos poderes do sus repúblicas dcl Pacífico. gobiernos para librar la resolución de todas las cuestio­ Abrióse en oste momento un abismo entro la política de nes i condiciones de paz, al arbitraje de los Estados Uni­ Chile, que arrostrando toda consider.acion, mantuvo imdos o de otra potencia, tanto mas, cuanto que compren- , pertLirblainento la ab-sorcion violenta de ricos i estensog dia que su Gobierno uo ha ofrecido sus buenos oficios territorios, i ¡a dcl Peú i Bolivia que sostienen resueltapara la mediación, .simplemente por cumplimieto, sino monto, con su soberanía e integridad, los principios o in­ con el deseo fijo de terminar la guerra, por lo que en tereses americanos. La guerra riel Pacífico, cujras verda­ cualquier caso, la decisión debia ser final i absoluta.” deras causas S3 aclaran con la nueva actitud de Chile, A l mismo tiempo, los rcpre.sentantes do Francia, In ­ tiene ahora una bandera i un pensamiento. La sangre con glaterra e Italia, residentes en Lima, de acuerdo con ei que los aliados van a regar el suelo que huella la couCuerpo Diplomático de Santiago, ofrecieron sus buenos quisca, será bendecida por la América i la civilización. oficios al Gobierno del Ferú con el mismo anhelo de pro­ Chile equivoca el importante papel que a un pueblo curar ol restablecimiento de la paz, bajo una forma inicial ilustrado corresponde desempeñar en los grandes sacrifi­ i por lo mismo sin de-signacion de bases. cios; no ve que en las guerras modernas en vez de reacCon tan serios antecedentes i entreviendo en el fondo cionarse a la barbarie, abren las anchas sendas do la ci­ de estas solemnes inanife-staeiones que la guerra dcl Pa­ vilización. En la Europa, donde buscan sus modelos, des­ cífico estaba juzgada i condenada por la opinión de la.s pués de cada sacudimiento, i como el precio de los males naciones mas poderosas de uno i otro Continente, la can­ de la guerra, vienen las declaraciones mas humanitarias i cillería boliviana aceptó resueltamente la respetable me­ la proclamación de principios que honran a los vence­ diación de los Estados Unidos, i honrando los jeneroso.s dores. esfuerzos de los representantes de Francia, Inglaterra e Los hombres de Estado de Chile han comprometido ia

te V te

CAPITULO PRIMERO,

193

14 '4 \ % '.:í

cansa de su patria al proclamar desde lo alto de un Con­ greso iiiternacional i a presencia de la América, la con­ quista que, aceptada como doctrina, abriría peligrosa sen­ da a guerras de dominación i do desquite, que anegarían en sangre el Continente.

te V

5

'te "i '1

'"I te te

te í 1 í te i

to V . ! 'T to ,te-' 't o

1 to to ’ to to

y ;:x y Sr y

I '1

mase sobro sí el noble i mui humanitario empeño de lia: mar a un honroso i posible avenimiento a repúblicas ántes aliadas que, sin gloria, cubrían de sangre la tierra consa­ grada a a fraternidad. Así se presentó la mediación de ii'stados Unido.s, i on otro sentido no hubiera ella aparecido en momento.; tan so!emne,3. A,sí la han recibido i .aceptado las repúlicas aliadas, deponiendo ante, los respetos dcl mediador su justo resentimiento i llevando a su presencia la roas abnegada moderación, al estremo dc recimocer venta­ jas al altivo adversario i ofrecerle honra inmarcesible, si rompia la espada de la conquista en aras do la civiliza­ ción i del derecho sud-aiuerieano. Chile no escuchabahabia decidido p.asav por encima de todo lo mas santo p.ara asegurar sus imposicione.; sobre hi.s ruinas de la metrópoli del Continente: solo ílnmará la paz despucs dc i la toma dc Lima, sobre los escombro.; de la civilización. ¡ Cuando una nación en guerra acepta los ofieíü.s dc un mediador amigo, que interpone sus respeto.; para procurar la conciliación i la paz, resuelve al mismo tiempo moderar sn actitud, i acercar sus pretensiones a ¡os eonsujos de la justicia, de !a equidad al menos.— La intran.sijcncia es radicalmente opuesta a estos recursos humanitarios, qiiu llevan siempre invívita la iniciativa del mediador, cl re.;pcto a sus proposiciones i el sometimiento a todo lo qus, con justicia i sin sacrificio dc la honra, pueda poner tér­ mino a la guerra i restablecer la paz. En otro sentido, i siendo inconciliables con la me­ diación lo,s interese; de un .Estado belijerante, profcrihlc es desecharla noblemente en su oríjen, á¡!te,s quo ernjeñar sus altos prestijiüs consagrado.; por el derecho de as naciones. Ei Gobierno de Chile tenia perfecto derecho para retir.ar corcesmsnte de su eaniino la intervención conciliadora de Estado Unidos, ántes de ver.;e precisado a rechazarla ca acto solemne, ante la faz del mundo, con imposiciones de todo punto indeclinables i abiertanieute opuestas a los propósitos de p,az. E l Excmo, .señor Osborn, Rcpres-cntantc de Estados Unidos, al abrir las sesiones de la conferencia, entro otras declaraciones, esposo éstas, que por su importancia i cla­ ridad s:m demasiado significativas:—"Los Estados Unidos dijo, inauguraron en América el Guhierno re jublicaiio, siendo, por tanto, hasta cierto punto responsables da la existencia dc .sus instituciones..,'' "Como ea sabido, las institucione.3 republicanas están hoi puestas a prueba ante el mundo, i todas las naciones aquí representadas ¡ tienen igual Ínteres ds que se obtenga de ella nn éxito feliz.”

La mediación no ha alcanzado su.s jenerosos propósitos ni ha llegado a sns últimos desenvolvimientos. Su inicia­ tiva i la interposición de sus consejos, han tenido que recojerse ante la intranaijente actitud de los representan­ tes dc Cbile. La historia fallará tranqnilamente sobre la política de cada iuia.de las repúblicas comprometidas cu la presente guerra, i fijará la responsabilidad que asumieron al tratarse de la concidacion de paz. Entro tanto, i para re­ concentrar los datos a cuva luz ha de formarse el juicio de las naciones, se hace irjdi,spensable la publicación de los antecedentes de este grave asunto: al vcriliearlo, conviene también llamar la atención pública sobre hechos i con­ sideraciones quo pueden ser de séria i trascendental signific.aeion. E l Excmo. sefior C. Adams, Representante de Estados Unidos cerca del Gobierno de liolivia, en su oficio de 27 de Agosto, refiriéndose a eorunnieaciones dc su colega el Excmo. sefiDi' Osborn, Ministro eu Santiago, hace conocer delíberadamciito que ei Presidente de la República do Chile, ante.quien s» ofreció con e.xijcnte empeño la me­ diación de Estado.5 Unidos, la habia ya aceptado en de­ bida forma, i que, en consecuencia, e.staba autorizado para moponeria igualmente al Gobierno do líolivia. En laconereneia de 1.® do Sotiembre, so rcuneva esta declaración sin qno e.xistiese la mas leve duda sobro la acepitacion del Gobierno de Chile, anterior a la de los gobiernos aliados: las ventajas do la guerra estaban do su parte i la mediación no podia dascavolverse con sognrh ad sin el previo conocimienu) de que Chile so hallaba dispuesto a actos de cnnciliacion honorable. En la segunda conferen­ cia de 13 de Setiembre, con la notable lealtad que le ha distinguido en esto negociado, el Excmo. señor Adams espone, qno sns colegas, los excelentísimo:';señores 0.sborn i Christiancy, le comunican haberse scíuilado ei dia 5 de Octubre para las conferencias, i le in-sinúan qne con el Plenipotenciario bo.iviano se dirijian a Moliendo para es­ tar listos a concurrir en e.se dia a la conferencia de paz. Estos acuerdos que venian de Santiago, confirman, otra vez ma.s, ia aceptación consumada de parte del Gobierno dc Cliile, el sentido de un pró.ximo t :scnlaee definitivo sériamoute meditado i resuelto. Mas, contra tantos i tati. repetidos acto.» de carácter sério i oficial; contra la evidcma’a ds liechos que princiLos representantes de Chile conf.cstan a esta manil'esimronadesarroihir.se nrecisamcíitc en la capital de Chie, i cuando los plenipotenciarios dc las repúblic.as aliadas tacion de política ainorieana con siete pruposicíones de las se hallaban ya en la rada de Arica convocados a las con­ rne, la primera impone como derecho bélico, la anexión ferencias dc paz, lleg.a a sns manos un diario de Santi.ago ac todo ol Lil.oral boliviano i dcl departímicnto ds Taradonde so rejistra la reciente i estemporánea aceptación paoá li.asta Camarones; i la quinta, la prohibición a la:s rcdel Gobierno de aquella República, verificada en 7 de Oc­ [lúblicas aliadas de ejercer actos de soberanía en pactos tubre con dcchiraci'rmcs que desvirtúan cl carácter form.al fpie puedan resguardar su independencia. 1 para marcar de la mediación, i que al rn;.smo tiempo muestran como en este primer paso de aparente coticihacion el carácter prévia i desdorosa talvez la aceptación ds los gobiernos indeclinable o indiscutible con qne se impone l.i cesión territorial, esclaman; “ Retirar de Camarones la b.andcr?, i dei Perú i Eolivía. Basta por hoi consignar ol hecho: no os e.ste e! momen­ el poder de Cbile seria un abandono cobarde dc millares to de comentar su signincacion i alcances, cuando se tra­ de conciudadíuios...” “ Chile no puede sacar sn bandera do esos territorios. Los plenipotenciarios chilenos no pue­ ta de la honra i de los intereses de tres repúblicas. den firmar un Pacto que e.;o ofreciera, i si lo suscribieran, ei Gobierno i el país le negarian su aprobación,” Hallábase la guerra en su mas anlivo desarrollo; las Esta es la prueba a que están soinetid.as las institucio­ repúblicas beiijerantes en profundo desacuerdo, separa­ nes republicanas, i cri ella .solo quedan a sostenerlas los das por tcrrontc.s de sangre.— La eoncilineion directa era aliados, precisamente contra la Naciou que ncc|)tó cl me­ ¡mpo.sible: la dignidíid nacional ultrajada no lo permitía. dio conciliatorio, a nombre i en ínteres de esas institu­ En tan marcad-a situación los buenos oficios de una po­ ciones que hoi las ultraja, porque las ve inconciliables tencia neutral i amiga, no podian tener objeto sério sin con la conquista i con las limitaciones que pretende im­ propósito lírme i decidido de alcanzar la paz; los desastres poner a la soberanía c independencia de dos repúblicas, de la guerra no daban cabida mas quo a la mediación tSeguu estas proposiciones, el Perú debe perder la fuen­ formal de una potencia respetable i pres'ijiosa, que con te principal de su riqueza i la base de sus finanzas.— conocimiento del punto a que la lucha habia llegado, to- Bolivia, harto comprimida en su vida internacional i sepa­ TOMO Y i:— 25

194

GUERRA DEL PACIFICO.

rada por .sus murallas de granito i el desierto del movi­ miento civilizador, debo ser condenada a atcrna clausura sin ospansion comercial sobre el Pacífico. ¿Qué Nación habria sido capaz do aceptar imposiciones tan humillantes i tan contrarias a la justicia i a los inte­ reses americanos? El espíritu dc conciliación inherente a los buenos oficios de nna potencia mediadora jamá,s ha entrado en los de­ signios de Chile. E l arbitraje propuesto con reconocimiento do las ventajas obtenidas on la guerra, ba sido calurosa­ mente rechazado. Toda discusión, todo acuerdo, eran imposibles. La mediación, la acción diplomática de los gobiernos aliados, i la aspiración univer.sal por el resta­ blecimiento de la paz, lo repito, han debido e.scollar anto ¡a inflexible actitud de los repro.sentantcs do Cbile. En tan e.straña emorjencia ¿cuál e.s el papel cpic corresüia a la dignidad de lo.s excelentísimos ministros do Es­ tados Unido.s i a los altos prestijios de su Gobierno? Podia, i con perfecto derecho, proponer, después del desacuerdo previsto de.sde ol primer paso de la mediación, bases de avenimiento aceptables, c apoyar las proposicio­ nes indicadas por ios plenipotenciarios de la .Mianza, si las consideraban justas i atendibles. Podian aconsejar, i hasta honrar con su decidido apoyo, la aceptación del arbitraje, (¡uo considerado en la cancillería, boliviana como base esencial dc la mediación i francamente auto­ rizada por e¡ Rc[)resentante de Estados Unidos, era laúnica solución posible prevista desde ol oríjen do este negoíiiado. Esto i muclu) mas, i en mayor e.scala, correspontlia a io.s nobles i vehementes deseos con (¡ue el Excmo. Gobierno de Estados Unidos se propuso contribuir al res­ tablecimiento de la jjaz. Mas, habiendo precedido al acto en que los represen­ tantes de Estados Unidos debian ejercer tan importante iniciativa, la,s imperiosas e iutisxibles declai'aciones i las protestas de que por ninguna consideración Serian éstas alteradas, i penetrados talvez do la irrevocable resolución que Chile lutbia tomado en ei sentido de la guerra a lodo trance, prefirieron reservar su acción diplomática para evitar el seguro rechazo de sus proposiciones i las graves consecuencias quo habrían seguido a eso acto. Sin ins­ i trucciones p.ara tan estraña eventualidad, han debido li­ mitarse a. poner en conocimiento de su Gobierno el iues- t porado e infructuoso desenlace de la mediación ofrecida. Así, con este paso circunspecto i dc alta previsión, se han resguardado los prestijios del Gobierno de la gran República 1 io.s respetos debidos a su política concilia­ dora. Hallábase o! gabinete de Santiago cn situación propi­ cia para dar a su irolítica ¡a mas alta significación, sin dejar por eso do obtener concesiones valiososas por las ventajas dc la guerra debidas únicamente a! azar. Estaba en sus manos labrar para su patria un alto preslijio en la América, i asegurarle una paz estable quo dejase libre su acción a lecundas combinaciones de prosperidad. I esto a condición única de quo sus c.xijencias fueran justas i conformes ai derecho americano. Empero, al influjo de miras transitorias de falsa popularidad, se han sacrificado sin previsión los intereses de la verdadera política. No es inverosímil afirmar que el Gobierno de Chile abrigaba propósitos moderados cn las primeras jestiones de la mediación. Créese, sin embargo, que las ardientes i apasionadas manifestaciones de la urcnsa, i el sentimiento guerrero quo domina en Santia-go, lan llevado sus impo­ siciones hasta ias altos rojiones del poder, que deberían ser siempre imaecesibles a lis transitorias exijencias do las ¡msiones populares. Desventurado el Gobierno que careciendo de firmeza para contenerlas en los límites de la justicia, sacrifica a su conservación ei porvenir do su patria.

La jenorosa intervención de un mediador justo e impar­ cial iba a poner término a la guerra dcl Lacífico.— Los antecedentes de fe pública que justifican esta e.sposicion inspiraban la seguridad de la paz.—E l voto de poderosas naciones de Europa i América anunciaba ol mismo desen­ lace. ¡Ytóiia esperanza! Chile vuelve a arrojar la desolación i a encender el furor do la lucha sobre lo,s campos de la Alianza... La guerra continúa con todos sus estragos...

Agotados los últimos esfuerzos en las je,stiones do o.?te negocio diplomático, i al dar cuenta do las conferonci.as de Arica, fuéme ¡ircciso maiiircstar al .señor ÍTesidente do la República que, frustrada una de las principales combi­ naciones do la diplomacia i de la política nacional, cum­ plía a mi patriotismo dimitir, conformo ;i la.s prácticas establecidas, las carteras de Gobierno i de Reiaciones Es­ teriores, cuya diieccion corría a mi cargo. Eu ia esposicion (¡ue a esto efecto puse en m.anos del Jefe Supremo, se Lailan consignadas estas pablabras; “ La. soliicií'u de paz ha fracasado ante imposiciones de todo punto inconciliables con los intereses americanos i . con la mediación ofrecida. E-spero demostrar, ante el país i la Aineírica, la circnn.speccion i ju.sta confianza con que la cancillería boliviana ha conducido e.ste grave negociocn lo.s tórminos do sus deelar,acione.s hecha,? ante la (.íonvencion Nacional, No oastanto, si e-s cierto que ha de ser po.siblo rosgu.ardar mi patriotismo i mis compromisos ofi­ ciales dc toda' censura, lo es tambicn qne.on último resul­ tado, no se ha obtenido la solución prevista,” Toca al país fallar sobre mi ro.spi)nsabiiidad. No mo ha cabido la ventura ds poder anunciar a mi patria quo lie contribuido a salvar sus sagitados dorocbos 1 a alian zar! e.s con una. paz justa i Imnorablo; pero, puedo asegurar con conciencia firme, que he concurrido a man­ tener su lioni'a i a colocar su bandera i la causa quo sos­ tiene cn lo mas alto del Continente, adonde jamás ¡»odrán llegar las imposiciones de la conquista, •JiUN

P r o c l a m a M ;.l

C. C a iu u llo .

p r e s i d e .v t e , j e n e r a l c a m p e r o , a l o s c it c ií -

?{)S D EL EJlíiUUTO SITUADOS EN LA FAZ, COK MOTIYO'DE LA .RUPTURA D.E L-ÁS CONFERENCIAS DE ARICA.

Camaradas; ¡Salud! Ayer, dia de finados, habéis consagrado vuestros piado­ sos recuerdos i plegarias a la memoria de los que murie­ ron on defensa de ia patria. Ilo i debéis pensar en que osas almas, que desdo io alto csfiectan las iniquidades del ejército invasor, piden ven­ ganza. ¿Quién de vosotros, uo ha perdido en Pisagua, Tarapaeá o el Campo do la Alianza, algún hermano, algún ■pariente o amigo? ■Pues bien, por e.sas alroas gIorios.as, i sobre esta,s armas ^ qiio la ¡latria ha puesto en nuestras ¡nano,s, hagamos, a i nombre nuestro i do todo cl ejército, el íntimo i firmo propósito de vengar ia sa'ugrc (icrraraada por la codicia de Chile. Si a nosotras no nos fuere dada, la satisfacción de re­ parar el agravio, dejaremos a nuestros hijos, a nuestros nietos i aun a nuestras mas remotas jencraciones, el lega­ do de cumplir ol santo propósito quo hoi hacemos. Sangre quiero Cliile; pues sangre eorrorá a torrentes, hasta que se ahogue on ella la concupiscencia chilena. Ea, pues, camaradas! a desenfundar las armas, a alistar­ las, i preparar al mi.smo tiempo los ánimos para v()lver do nuevo al campo del honor, ¡Viva la alianza! Noviembre 3 do 1380,

CAPÍTULO PRIMERO.

I

I'- II .

.

! ...... .) ta ­ ita I ta-

! V.'

:ta’ ta ■ ¡V-'

Uw It a ijC jC iC

195

En cl Protocolo de la primera conferencia, se establecen las condiciones esenciales quo Chile propuso para arribar iis-culaves <S«1 Doíúcfno de Chile alosuiiiiisti-o.«e,strau- a la paz i que, como naso a manifestar V. S., oran las jcros i Cncvpo Diplomático acrcílitado cii Chilesobrc únicas que habrian podido terminar la guerra de un modo estable i equitativo. las intsniiis confcreucjas. Atendida la situación de los beiijerantes, ¡a série de CirtCULAR ÜIRITIDA A LOá MINKTROS ESTRARJERÜS. victorias obtenidas por Chile en mar i tierra i los desas­ tres consiguientes dc los aliados; ios enormes sacri(icios MINISTEIUO DE RELACIONES ESTERIORES. de sangre i de dinero que la guerra cue.sta al país; la cie­ ga ten.Tcidad dei enemigo en sostenerla, causando sin ne­ Sardiago, Novienib¡’& 10 de ISSO. cesidad mayore.» gastos i daños; los perjuicios de nuestros Sefior: A l tiempo de estallar la guerra a ipic Chile fué injus­ nacionales bárbaramente cspulsados despues de la con­ tamente provocado por Bolivia i el Perú, mi Gobierno se fiscación de sus bienes; los obstáculo.» creados al desarro­ apresuró a nianifcatár a las naciones amigas los motivos llo de nuestro comercio e industrias: atendido,» esto,» poderosos que lo obligaban a buscar por medio de las ar­ anicceáentes, repito, no era razonable esperar que Chile mas ia satisfacción de sn honor i de sus intereses gravo- concurriera a las conferencias de Arica sin el firme pro­ mente vuhicrados, qne no había podido obtener por los pósito de pedir una indemnización que compensase, si­ medios conciliatorios, a pesar de sus reiterados esfuerzo,». quiera en parte, tantos i tan graves saci ificios. Solo dos medios se jiresentabau para quo fuese frutuosa T.a faltado organización militar consiguiente a largos la tentativa do advenimiento i de paz: la cesión do terri­ anos de paz; los liábitos i tendencias del pueblo chileno, torio conforme al primor punto do la minuta presentada consagrado eselusivarriento a las paeíiicas aenas del cam­ po i do la industria, la crisis económica que aflijia a nues­ a los plenipotenciarios dc la Alianza, a título de indemni­ tra sociedad; e! des<arme completo en que vivia confiada zación de los gastos i sacrificios dc la guerra, o la exijen­ la República, desarme que llegó hasta el licénciamiento cia, por idéntica razón, de nna cantidad determinada de de la Guardia Nacional, i hasta la venta en,subasta públi­ dinero, reteniendo hasta su pago tolal, i a título de prenda ca de algunos buques do nuestra armada, manifestarán al pretoria, el territorio actualmente ocupado por nue.stras Gobierno de la Nación que V. S. tan dignamente represen­ armas. La elección de e,»te último medio encontraba un obs­ ta, cuán léjos e.sLaba Chile de vera.lteradasu tranquilidad, táculo invencible en el estado deplorable de los recursos i cuán sincero era su amor a la paz. La Rcpiiblica de Chile no habria abandonado jamás de los aliados. Es dcraaciado conocida desde muchos años esa tranquila actitud, si la violación continua por parte atrás la triste situación financiera del Berú i Bolivia, pues, do Bolivia de los Uratados mas solemne.», la. existencia de agobiadas con el peso de una deuda enorme, sin ningún un Pacto secreto entre aquel país i el Perú, fraguado con­ crédito en el esterior, i lo qae es mas todavía, siu estabi­ tra su seguridad i en los .momentos en que aparentab.an lidad i órden interior, han olvidado totalmcnto cl cumpli­ las mas iratornales relaciones, i, en fin, las mas graves miento (le sus compromisos, no han podido hacer el ser­ ofensas contra sus nacionales, no la hubieran obligado vicio do su deuda i ha sido necesario que la misma a buscar por medio de las armas las reparaciones, que lo ocupación chilena viniera a alzar cl precio de los bonos eran debidas. Envuelto así en la guerra, mni apssar suyo, lernanos en los mercados de Europa, para liaccr conocer lasta dónde llegaba la insolvencia del Berú. cl país se ha visto en la dolorosa necesidad de aceptarla, ¿Cómo, pues, obtener de esos países la indemnización como el último recurso, despue.» de agotar los medios amistosos, i ¡la contado hasta el líu con ia justicia de su a i|ue Chile tiene perfecto derecho? Un arreglo, mediante cl cual pudiese retener en prenda pretoria los territorios cau-sa i con el esfuerzo inquebrantable de sus liijos. Las esperanzas do Chile no han sido defraudadas pol­ ocupados por su ejército h.asta pagarse de los gastos de la los acontecimientos, puos en ei tiempo'trascurrido desde guerra con las entradas fiscales de ello», era deí todo la declaración de guerra, su e,scuadra ha destruido por inaceptable. La retención de esos territorios entrañaria la completo e! poder marítimo del Porú, cuyos puertos prin­ necesidad de la ocupación militar por parte del vencedor, cipales bloquea, i su ejército, venciendo" al enemigo en lo que no podria hacerse sin crecidísimos gastos a cargo todas partes i en numerosos encuentros, ocupa actual­ de los aliados, pues, de otro modo, el resultado seria iluso­ mente todo cl Litoral de Bolivia i una parte mui conside- rio para Chile. Una base semejante no podia ser la que lusiera termino a la guerra, porque, por moderada que ■rabie del territorio dcl Perá. Una série no interrumpida do de.sastre,s, ha puesto a los 'nese la cantidad fijada como indemniz,ación, ella, aumen­ aliados cu la imposibilidad material dc recuperar lo per­ tada cou sus intereses i con los gastos de la ocupación dido i en la impotencia de resistir nuestras hostilidades. militar, se haria en poco tiempo de imposible amortiza­ Inútil ha sido el empeño desplegado por ellos para ocultar ción; a! paso que el estado irregular en quea.queilos terri­ o adulterar esta verdad ante la evidencia de ios hechos torios quedarían por la prolongada coexistencia de la so­ beranía peruana i boliviana respectivamente i de nuestras consumados i la dura realidad de los sucesos. Es esta situación, incontestablemente ventajosa para fuerzas ocupantes, seria ocasionado a graví,»imos conflictos Chile, el Gobierno de los Estados Unidos do Korte-Amé- que no tardarían en encender nuevamente la guerra, rica, por medio de sus honorables representantes en las ( estrnyendo el fin primordial quo Chile se propone: la paz tres repúblicas, propuso su mediación en forma de buenos sólida 1 estable. Siendo ineficaz la prenda pretoria, no quedaba a Ciiiie oficios para conseguir ei restablecimiento do la paz; i el Gobierno de Chile, no obstante las repetida,» victorias otro recurso que exijir una cesión territorial, como único obtenidas sobre ios aliados, fiel a sus tradiciones i conse­ medio de alcanzar la indemnización de sus gastos i sacri­ cuente con su política internacional de sincera amistad ficios. E l Gobierno, al insistir eu esta base en las instruc­ con todas las naciones, aceptó la noble proposición de la ciones dadas a sns plenipotenciarios, no lia buscado un gran República dol Norto, ¡írmemoute di.spuesto a no ser .simple ensancho de fronteras; fiel intérprete dol senti­ obstáculo para alcanzar una paz sólida, reparadora i du­ miento universal del país, ha buscado c! único medio do indenmizacion q-oe es dado otorgar a ios aliados en medio radera en e! porvenir, Acojida favorablemente la mediación por los gobiernos de su tristísima situaciim financiera, aceptando un hecho del Perú i Bolivia, lo fué también por ol dc Chile, i con impuesto por las circunstancias i que no le es posible mo­ este motivo tuvieron lugar las conferencias de Arica, de dificar. Los gobiernos aliados se esforzarán, sin duda, como lo cuya forma i resultado se dignará V. S. imponerse por la lectura de los documentos que tengo ol honor de acom­ han hecho sus plenipotenciarios, on exhibir a Chile corno sostenedor del derecho de conquistar; pero la verdad se pañar en copia.

196

GUERRA DEL PACÍFICO.

liará luz a pesar de las declamaciones, i siempre quedará en pié ei hecho claro e innegable de que Chile tiene de­ recho a una indemnización que compense sus gastos i sa­ crificios, i que los gobiernos aliados carecen de recursos para satisfacerla. La cesión importaba, además, para el pais vencedor cl reconocimiento dc todos los gravámenes hipotecarios cons­ tituidos por el Gobierno del Perú a favor de acreedores estranjeros. La República de Chilo, que tiene un territorio estenso i fecundado por el trabajo tranquilo de sus ciudadanos; que ha vivido en la paz í consagrada a la mejora pacífica de sus instituciones; que ha dado siempre pruebas de quo busca solucione.? amistosas en cualquier conflicto internacional; que ha acudido siempre presurosa a defender ia indepen­ dencia e integridad de his repúblicas hermanas cuando las ha visto amenazadas; que ha sido el defensor del Perú mismo i que no podia prever quo entrara en guerra con él cuando pedia a Bolivia el respeto de los tratados; la República de Chile, que talos liculos presenta, no ha ido a las conferencias de Arica a sostener derechos de conquista; ha ido sencillamente a buscar uua paz sólida i la indem­ nización dc los gastos de la guerra. Este era su derecho esta la exijencia que manaba naturalmente de la justicia de su ca\i.sa, confirmada por la victoria de sus armas; i los gobiernos que la han provocado a una guerra injusta, que se empeñan todavía en mantener a pesar de sus numero­ sos reveses, son responsables de los sacrificios i daños que le han causado. En esta intelijencia, Chile no hace conquista, dcl mismo modo que no cometo despojo; el particular que persigue os la propiedad raíz de su deudor, que carece de otros recur­ sos para satisfacer las obligaciones que pesan .sobre él. Por otra parte, las exijencias de Chile so fundan on consideraciones do otro órden, no ménos atendibles. Los territorios de los aliados, que están al Sur do la quebrada de Camarones, son en su mayor parte estensos desiertos, contienen una escasísima población indíjena i están habi­ tados por una inmensa mayoría de estranjeros, entre lo.s cuales el mayor número es de chilenos, propietarios e in­ dustriales, que han contribuido poderosamente con sus capitales i cou sus brazos a dar a esos lugares, ántes esté­ riles, la importancia que hoi tienen. Esos territorios, por la especialidad de sus condiciones topográficas, están a tan larga distancia, tantas dificultades naturales los des­ ligan dcl centro del Gobierno respectivo, en tanto depen­ den su comercio e industrias del comercio e industrias chilenos, que la cesión en la forma exijida no habria teni­ do el inconveniente observado en algunos casos de anexio­ nes territoriales contemporáneas de herir el sentimien­ to do nacionalidad, pues ese sentimiento, como es notorio no existe en aquellas localidades, circunstancia que faci­ lita una asimilación sin violencias i susceptible de produ­ cir la riqueza i la prosperidad de todos los elementos so­ ciales. Chile procura obtener la indemnización que tan jus­ tamente se le debe; procura su tranquilidad cn el porve­ nir, i para asegurar tan caros intereses hn propuesto una baso de arreglo que no es al presente, ni jamás ha .sido, inusitada entre los paíse.? civilizados; su pretensión, clara i franca, no tiene por qué ser mirada con desconfianza, ni porque inspirar recelos de ningún jénero a las diversas secciones del Continente americano. Las otras condiciones exijidas por Chile son la conse­ cuencia natura! de la primera base u obedecen a conside­ raciones perfectamente obvias i justificadas, La guerra no solo ha traido enormes gastos de sangre i de dinero a la nación chilena, los ha traido también a las sociedades comerciales e industriales i a los individuos particulares quo la componen i que se encontraban establecidos en el territorio de los aliados, dol cual fueron violentamente es­ pulsados, prévia confiscación de sus propiedades raíces, de sus capitales i de sus mobiliarios. Las bases segunda i torcera de la minuta corresponden a la justísima oxi-

jeucia de los damnificados, cuya suerte, después del tra­ tamiento de que fueron víctimas, no puede mirar con in­ diferencia mi Gobierno. La base cuarta uo puede ser observada cn sentido algu­ no, pues so trata de ia devolución do un vapor trasporte que perteneció a Chile; i la quinta es de absoluta necesi( ad,si so recuerda que la guerra misma arranca del tuncsto Pacto secreto i quo las jestiojis.s hechas para obte­ ner la Confederación perú-boliviana, inspiradas, segun declaraciones oficiales de los gobiernos que la conducen, por cl propósito de ho.?tilizar mas eficazmente a Chile, son una amenaza cierta contra la paz que se anhela. La. base sesta, esto os, ia retención de cierto espacio do territorio, es la garantía imprescindible de todas las obliga­ ciones que so impone a los aliados; i, nualmcnte, la sétima obedece a la necesidad de dar a la. paz que se bu.scaba la estabilidad que es reclamada por los intereses dc los beli^erantes i do todas las repúblicas del Pacífico. Establcbida a frontera Norte de Chile en la quebrada de Camarones, el puerto de Arica artillado i convertido en fortaleza inespugnable, seria un peligro constante u obligari.a & Chile a fortificar su frontera. En uno i otro caso la paz quedaria c,spuestn a ser alterada, lo cual .se evita haciendo para siempre dcl espresado puerto una plaza esclusivarnento comercial. Sabido es, por otra parte, qne al formarse la na­ cionalidad boliviana so le dióunacon.?titucion jeográfica contraria a su progreso i al lójico desarrollo de sus intere­ ses, i es también sabido que el puerto de Arica es el mas apropiado para servir al comercio de Bolivia, lo que hace mas inconveniente-i peligroso su armamento, , Antes de terminar esta comunicación, considero nccc.sario tomar en cuenta dos puntos interesantes dc las confe­ rencias celebradas en Arica: la propo.?icion hecha por los plenipotenciarios aliados tondentca ponerfin a lagiierra por medio del arbitraje de la Nación mediadora, i el signifi­ cado dado por el Excmo, señor Baptista, Pienipolenciario de Bolivia, al Pacto secreto de Alianza ofensiva i defensiva celebrado entre su país ic l Perú misteriosamente en 1873, pacto dc que toma su oríjen la prolongada lucha en que nos encontramos comprometidos. Es fuera de toda duda que cl medio que mas se armo­ niza con los intere;sc3 de la humanidad para conservar las buenas relaciones internacionales, es el arbitraje de una tercera potencia, qne en los ca,sos de conflicto, puede con imparcialidad descubrir dc qué lado está Injusticia i fallar sin prevención. Pero este medio tiene su oportunidad de aplicación, i, por desgracia, el momento en que fué pro­ puesto por los plonipoicneiarios de los aliados, lo desvir­ tuaba por completo. Chile propuso el arbitraje a Bolivia cuando la discusión diplomática se agotaba i la guerra parecia inevitable. Esa era la oportunidad precisa, i esa oportunidad fuó desatendida i negada con un perentorio rechazo. La guerra sobrevino, i V. S. sabe cuáles han sido sus consecuencias i los sacrificios qno ha impuesto; ella ha creado, además, derechos tan claros como importantes en favor de Chilo, quo ha logrado, merced a sus esfuerzos, victorias decisivas sobre sus enemigo.?. ¿Sobre qué entónces vendria a fallar el árbitro? No so trata ya do discusión de derechos; sino, de hechos con.?nmados, que es menester aceptar o rechazar por me­ dio de las armas mismas que los han producido. La victoria tiene exi jencias que crecen cn proporción de los sacríhcios i riesgos que ha demandado, i que crecen mas todavía con un enemigo tenaz, que vencido eu todos los encuentros, tanto en mar como en tierra, se empeña, sin embargo, en sostener una lucha que es impotente cara resistir. Bolivia, que rechazó el arbitraje cuando le úé propuesto por Chile, i el Perú que se alió con pleno conocimiento de eausa, debon, pues, lójica'i naturalmente ; resignarse a los resultados do la guerra que no quisieron evitar. Si así uo fuera, si se pretendiese quo una nación está obligada a suspender las o leraciones bélicas cuando lo pide su adversario que fué el provocador i que no ha obtenido ventaja alguna en la suerte de las armas, la

te

ta ta ta

j;

ta

r *

ta..

I

i i I ■'1 'A 'l

I y

k { y k ’t o

k k

CAPÍTULO PRIMERO,

197

guerra dejaria dc ser un derecho, i, en medio de su cor­ dc Noviembre entraba a definir derechos de acreedores; Tal intelijencia no es aceptable. E l párrafo aludido se tejo de ca ¡unidades perdería la única Inicua consecuencia one puede tener; la dc obligar al vencido a reparar los halla íntimamente ligado a las instruecioues dadas a los daños causados i a respetaren lo sucesivo los derechos plenipotenciarios, i ámbas piezas se refieren a una emerajenos, garantidos por la existencia de pactos internacio­ jcncia que no llegó a realizarao, pues es sabido quo las negociaciones dc Arica no dieron resultado alguno, que­ nales. A no mediar esta.» eonsideracionas, cl Oobierno de dando la.s cosas en la misma situación que tenian ántes Chile habria aceptado el arbitraje i so habría connado de las referidas conferencias. Esa frase es, pues, ia indicación de nn hecho qne pudo enteranaentc a la alta mibleza e iinp¡rrciaiidad dol árbitro verificarse., si lo.s aliados hubieiTin ac-.qitado todas las con­ propuesto. Eu cuanto al .signincado que el Excrno, señor Baptista diciones quo con él se relacionahan; qno pudo también dió en las conferencias al Pacto secreto de 1S73, sóame ser el resultado dc compensaciones i ventajas previstas lermitido observar qne las .circunstancias en medio de en las instrucciones; pero que uo contiene cl reconoci­ as cuales se celebró i la forma adoptada para hacerlo miento de un derecho, como algunos han supuesto. La circular aludida uo tuvo en mira definir derechos efectivo, revelan unpropó.sito diametral opuesto al íin que se le atribuye, do propender a 1.a unión i confniternkad de acreedores: se limitaba a relatar algunos hechos ocur­ de las repúblicas americanas. De otro modo no habría ridos i otros que pudieron ocurrir en ías conferencias de razón para esplicar ol mistei'io en que se m;mtnvo por Arica, si se hubieran verificado las circunstancias que se mas de seis años ia negociación; cl procedimiento ii-negu- tomaron en cuenta. El fraca.so de las negociaciones dejó lar ( ue se siguió para laeerlo aprobar por los congresos las cosas en la situación anterior a ellas; de manera que dcl Perú i B'olvia; la negaiiva de la primera de estas na­ los derechos quo pudieran alegar algunas personas con ciones para darlo a conocer cuando Chile interrogó .sobre relación al territorio de Tar.ajiaoá, serán resueltos con su existencia, i, por último, la- escliision de Chile, vecino arreglo a los fU'eceptos dol derecho iniern.acional. Esta i aliado eniójices de loa países que se conjui'aban en su es la línea dc conducta rjue el Gobierno de Chile ha ob­ contra. El pacto era calculado contra Chile i así lo habia servado desde cl principio i en la cual tiene el propósito de persistir. demostrado mi Gobierno al iniciar.se ia guerra. Dejando así espiicado el verdadero sentido de la frase La esposicion que precedo llevará, asi lo espero, al recto i tranquilo criterio dcl Gobierno de V. S., la convicción que Ira dado lugar a apreciaciones equivocadas, aprovecho de que cl de Chile tomó parto en las conferencias animado con piacor ia oportunidad dc ofrocor a V. S. ios sentimien­ del espíritu sincero dc poner liii a la guerra; que la.s con­ tos de elevada consideración con que soi de V. S. atento i diciones propuestas por sus plenipotenciarios eran las seguro servidor. M e l q u ía d e s Y a l d e r r a m a . únicas que podian producir una paz estable i equitativa, sin que nada tuviesen de exorbitantes ni vejatorias eii la situación actual de losbsl'jerantcs, i que eualeatjuiera que seán las consecuencias dc la prosecución dc las hostilida­ des, ellas deben imputarse esclusivamente a los aliados, que persisten en resistir a las jL!st-.ts exijencias dc Ohile. C orrespondencias a “Im Patria" i “Opinión N acional” .sobre las conferencias de Arica. Mi Gobierno, señor, deplora profundamente que las conferencias dc Arica hayan sido infrueluosas i hecho estéril el noble esfuerzo de ia potencia mediadora, a la l a s C0NFERE.S:(J¡.A.S d e p a z a b o r d o DE l a LACK.AWANNA. cuai Chile agradece sinceramente su Ínteres por el res­ (Ci>v¡-espor.dencia T..v P a i r m .) tablecimiento de la paz. Ruego a V, S. se digne elevar esta esposicion al cono­ Á rk a , N o v iem b re 3 d e ISSO. Señor Editor: cimiento de su Gobierno i aceptarlas seguridades do-la consideración distinguida con-quo soi de V. S., atento i Estensamente hemos comunicado para lo.s lectores de seguro servidor. L a P a t r i a lo ocurrido,en Ia,s negociaciones o conferencias .sobre la paz. Mzr.QOÍADKS V a i d e PvR . a m a .. J.os rrunistros peruanos, para darse aire de ser, sin duda, los ménos necesitados de un arreglo que pusiera fin a esta guerra, tuvieron especial cuidado en atracar a la O IR C U L A Il A LOS HONORABLES M IEM BRO S D EL C LKRPO Ladm vanna despues de haber subido a ella los nuestros, DIPLOM ÁTICO ACREDITADO EN C H ILE. l.a cita era para la.s 1'2 M. Los repiusencantes de Chile llegaron exactamente a la hora convenida. Los peruanos, MtiStSTERTO DE REL.ACiONES ESTEtHORE,». que tenian su buque al costado del norte-americano, es­ taban observando el bote chileno. Cuando vieron que Sardiago, Diciembre 2 ) de ISSO. ésto atracaba ya al co,stado dc la LadMmnriu,, se pusie­ Señor: E l 10 dc Noviembre próximo pasado tuve el honor de ron eu camino i llegaron do.s minutos despues. Este es un pequeño detalle, pero que da idea del carác­ dirijirme a V. S. para darle a conocer cl resultado de ias ter superficial de nuestros adversarios, conferencias que a bordo de la corbeta ¿«d'ft'R'tííiiift se celebraron en Ja rada de Arica en los últimos dias de Oc­ tubre. E l Plenipotenciario señor Arena.», peruano, fuó quien Teniendo presente las instrneciones impartidas a nues­ recibió de manos del señor Altamirano un pliego abierto tros plenipotenciarios para ciertas emerjencias eontenepladas en aquéllas, di e enlónces que la cesión dol territorio eontcniondü las bases jenerales sobro que Cbi!e"(i)scutiria que Chile reclamaba liabria importado para nuestro país la paz. Arenas estendió el pliego con ernocion visible. Su el reconocimiento do los gravámenes hipotecarios consti­ pulso empezó a temblar a manera que leia, hasta que, tuidos por el Gobierno del Perú a favor de acreedores suspendiendo ¡a lectura, pidió un término para espedirse, espresando qne así lo exijia la trascendental gravedad deí estranjeros. .Esta frase ha dado lugar a interpretaciones erróneas que negocio. se han hecho oir por medio do interpe:acione.s dirijidas al Gobierno en ámbas cámaras. Muchas impresiones han recibido, a no dudarlo, los se­ Se ha creido por algunos que, sin consideración a cir­ ñores ministros aliados durante su permanencia aquí. cunstancias particulares, esto es, de un modo absoluto i Han presenciado un movimiento estraordinario de fuerzas a manera de declaración de principios, la circular do 10 militares do mar i tierra. Hubo un dia, ei último de la

198

GUERRA DEL PACÍFICO.

conferencia, en quo debieron estar abrumados. En la ma­ ñana temprano llegó el Paqude de Mondi, de Pacocha, con el Batallón Caupolican. Pasó por el costado dei ChaLaco. Mas tarde llegó cl Matías Gousiño, del Sur, i pasó también cuajado de tropas por el costado del buque pe­ ruano. A las 11 A. M. entró el líuáscar, i dando vuelta elegantemente eu torno del Chalaco, como para enseñar­ le bien su enorme par de pistolas nuevas, fondeó majes­ tuosamente a su espalda. Todavía no era esto todo. Las baterías del Morro empezaron su qjcrcicio dc tiro al blanco a las 12 M, E l blanco estaba colocado a mas de 1,000 metros mas afuera del Chalaco, de modo quo los proyectiles pasaban por sobre éste, produciendo buenas conmociones do nervios a los peruanos. ¡Los lectores podrán juzgar cuáles serian ias impresio­ nes dc ios que acababan de ver fi-acasar la mediación sal­ vadora en medio de tanto trajín de tropas, buques de

Podemos asegurar a Ud. que los bolivianos se han mos­ trado perfectamente dispuestos ]);ir¿v ai'reglarse con Chile i que no desean continuar su A ianza con ol Perú, en la cual los mantiene solo el empeño de la fe nacional. Para que se formo juicio cabal al respecto, lo trascribi­ mos en compendio la conversación que sostuvimos con un distinguido hijo de Bolivia, el dia .anterior a la última conferencia sobre la paz. Cwmpo-nsal.—Creo (jue las negociaciones de paz, no darán resultado feliz por la razón principal do que los iutereses de Bolivia no podrán conciliarse con los intereses del Perú. Bolivia?to.~'E& indudable. Somo.s fuerzas encontradas eu cuanto a nuestras respectivas conveniencias macionales. Nosotros queremos lo que el Perú no quiere ni querrá nunca de buena gana. C.—Pero entóneos, ¿cómo so esplica la Alianza? jB.— L a razón de ella so esplica perfectamente. La si­ tuación angustiosísima de Bolivna, motivó su proclamación de una manera demostrada por la fuerza do las circuns­ tancias. Mas hoi, a la altura que .se encuentran los hochos i dada la reacción sensata de Bolivia, la repulsión recipro­ ca de nuestros interese.? nacionales aparentemente armonizíidos en la guerra con lo.s del Perú, ha empezado a ha­ cerse sentir i va acentnáruloso de dia on dia. Estamos persuadidos de que Chile no nos odia, i palpamos cierta simpatía espontánea, cierta fuerza misteriosa del destino, que propende a acercarnos i a unirnos. No,sotro.s no abor­ recemos a los chilenos; mui a! contrívrio, por lo mismo que hemos conocido mejor su virilidad, los estimamos. Me parece que ya no es posible ia guerra entre Chile i Boli­ via, i que no nos volveremos a tirar un solo tiro, a pesar de io quo Ud. habrá leido de ho,stilidad i do vocería on algunos diarios de La Faz i de CocRabamba, Los hecho,? tienen bien demostrada la veracidad de lo quo estoi di­ ciendo. 6'.—Cierto es que así hablan los hechos, i no se espiiea como ustedes, no llegan particularmente a la paz deseada con Chile. i?.—Parece en realidad inesplicable, i .sin embargo no lo es. Nosotros estamos solemnemente comprometidos por medio de un Pacto nacional con el Perú, i lasta ahora, el desenvolvimiento de los sucesos no nos ha traido uua oportunidad, una causa que pudiera autorizarnos

cl hecho, ahora mismo, lo que parece estar cierto desdo ya en todos los corazones bolivianos i chilenos, es decir, el )acto de la amistad i do la conveniencia recíprocas de Chile i de Bolivia. 6'.—¿I cuál es aquella eausa de desunión que creo Ud. empieza ya aproximarse, como decia hace un momento? B .—Es mui tóiijible: cl comercio. E l Perú no podrá soportar el comercio libre entro Chilo i Bolivia, estando cn piona guerra de aliados, Chilo ha permitido ese coI mercio, qne ha empezado a dG.sarrollarso notablemente. I Bolivia ha aprovechado el permiso, puesto que inmensa I cantidad de mercaderías so nos está llevando de Arica i I de Tacna. E l tráfico se halla libre i garantido en el hecho I a pe.sar dc la guerra, i eso es lo que los peruanos no quioreii soportar. Por eso habrá sabido Ud, qno el Prefecto ! de Tarata ha mandado partidas sobre el camino dc TacI na a Bolivia i ya ban arrebatado varias tropas i cargas ' pertenecientes a bolivianos. ¿Observa Ud.cn e.stos hechos I ol principio de una causa que pudiera mui bien llegar a hacernos romper con las autoridades dcl Ferú? Desdo que nosotros no solo aceptamos sino que queremos esc co­ mercio i el Perú intenta prohibírnoslo por la fuerza, sin pc(líi-no,s siquiera una fcsplicacirm, ¿ juzga Ud. (¡ue poda­ mos ruantenornos siempre aliado,?? Me parece que nó i aun creo que si Uds, saben dar, con habilidad, mayor magnitud a e,sa causa, llegarán a abrirnos do par en par las puertas para abandonar por un motivo lícito el errado i funesto camino donde por ahora nos mantiene el deber de un Pacto, dejándonos en libertad de poder negociar entonces solo aquello que debe ser el fundamen­ to de nuestro porvenir nacional. Ya Ud. me comprende, ixi República Arjentina hace desesperados esfuerzos para llevar a .su seno toda nuestra corriente mercantil, Ei ferI rocarril a ílalta so trabaja eon toda actividad i las earreI tas de Tucuraan han llegado atestadas de mercaderías hasta la ciudad misma de yucrc. Pero esto no nos halaga. Estamos cansados de ese tutelaje odioso. JMo queremos tener nuestras aduamrs ni en el Perú ni en la República Arjentina. üd. sabe cuántos millonos nos ha ganado el Perú con la aduana de Arica. Lo que anhelamos es poder buscar una aduana boliviana en las puertas del Pacífico i llegar a obtenerla por caminos bien motivados i cor­ rectos.

j I I ; í ! i I

(7.—¿Creo Ud, quo e,so fin podria conseguirse por medio do la Confederación perú-boliviana quo se ha proyectado? B .—¿Por ia Confcderaíúon? Jamás! Eso es una locura, nn ardid dol Perú para hacei-rtos solida¡-ios dc sus tramlas i convenirnos cn provincia peruana. Nada mas. oo la querido csplotar solapadamente los momentos do. nues­ tra deses¡)eracion i angustia ¡java liacernos caer en esa red infamo! Eso es todo. Ud. sabe que el Perú es mía República absolutamente arruinada, nn deudor imsolven-' te i al mismo tiempo culpable. Nosotros somos pobi-ea, pero no debemos a nadie. Nue.stro papel valo a la par eu Bolivia, en tanto que el do nuestros aliados no valo ni 10 por ciento dc su espresion nominal. Además de esto, conocemos mui bien a los peruanos, sabemos sus dobleces i felonías i tenemos !a conciencia de (jue nos anularían desde el prímor momento con .su tal Confederación,, tenien­ do el primer Presidente peruano í el Congreso Federal permanentemente con mas de sus do.s tercio,? suyos, segun el proyecto que nos han encajado. E l Perú quiere saivarse a nuestra costa, quiere h.acernos solidarios de ,su deuda actual i echarnos también encima la de todos sus compromisos i gastos de guorra. Para eso quiere que seamos sus hermanos solidarios i nos acariña con sus románticas, deciamacione,s de fraternidad. '¿ —¿Piensa Ud. que el Porú pueda venccrno,s en la guerra con la Confederación.? ¿ .—¡Qué ha de vencer! Desdo que se perdió ]a fragata Indcpmdencia, nosotros consideramos la guerra como una fatalidad ¡, rel="nofollow">ai-a la Alianza. I en el estado en que se hallan las cosas, ya no hai cuestión posible. La guerra te­ nia que ser fundamentalmente marítima con el Perú; el

r> wi

CAPÍTULO PRIMERO.

199

"•m

i- ‘

íA

A* ' V* ■

'

k 't e

y

V

te te

I

vencido en el mamo podrá agredir jamás: está perdido en evidencia. £1 Perú está vencido; ese es el hecho. Nos­ otros estamos arrojados de la costa i no podremos reeiiporaria nunca por medio de las armas. Debemos confesarlo. E l Perú tiene que sucumbir sin remedio. Está sobre cl ca­ dalso i la tumba ya lo espera. Pensar de otro modo es ha­ cerse ilusiones, es sentir delirio, furor, en vez de patrio­ tismo. Nosotros vemos bien claro, i lo e.stá confesando el proyecto mismo do la Confederación. (7.— Pero en Bolivia asienten a ella. En La Paz se levan­ tan actas de adhesión. 7L— Bah! Esas son travesuras del loco Méndez, que fué Ministro de Daza. Verdad es que algunos paceños abogan también por la Confederación. Mas eso tiene .sus causas privadas. Crea Ud. que Bolivia uo aceptará jamás esa monstruosa trampa, hija solo de la felonía ,i de ia doblez do los individuos del Perú. No tonga la menor duda.

1

j te

:J I 1

E l diálogo precedente resume a la lijera vordade.s que talvez no carecen de importancia. Creemos que 61 refleja la opinión dominante en Bolivia i que entraña buenas advertencias para nuestra política nacional. Hoi, que las conferencias de la paz ae perdieron en la eternidad de su propia ineficacia i que la marcha dc nuestro ejército al Norte se aproxima, no perdamos de vista lo que debe pasar en Bolivia.

I

te

E

l C o rre s p o n s a l.

dad i franqueza digna dc los hijos de la gran República, atendieron lo mejor posible a los plenipotenciarios de las repúblicas aliadas. En la LackoAvanna eran objeto de la mas esquisita ga­ lantería. E l Excmo. Jeneral Adams visitaba con frecuencia nues­ tro buque i ,se mostraba mui e.spansivo. Jjas veces en que el señor (.larda i García fué a visitar a bordo de la corbeta LadcavMnm a lo.s plenipotenciarios americanos, fné objeto dc muchísimas atenciones. Nuestro intelijente Jefe do marina reúne, como se sabe, un conjunto de cualidades que desde luego lo hacen acreedor al aprecio do los que lo tratan. García i García tiene indudablemente magníficas cuali­ dades para uu buen diplomático. Los plenipotenciarios chilenos visitaron cambien a los americanos a borflo de la Lm hm im na i fueron mui atendidos. A pesar de esto, parece que en tierra se decia que habia entre los yankee.» ma.s simpatías por nosotros que por los chilenos. Esto no nos consta, pero al ser así, no tendria nada de estraño, porque loa americanos son hombres circunspec­ tos i honorables, i saben i conocen de qué parte está la razón, la jiLsticia i el derecho. Lo quo si nos consta, son lo,s lazos de simpatía i amis­ tad que han estrechado a los jefe.s i oficiales de nuestro bufiue cou los dc la Ladeav-anna-. Ellos han sido grandes i serán eternos.

f

i I

,'l

» I

I V i f V I )' ■ í r I f ■ r '

y-' 'r T' 'y '

y

'y ].y

E L V IA JE DEL “ c h a l a c o ” I LAS CONEERENCI.AS DE ARICA. (Correspoiuleticia a L i Quinos N.ioioKAr, ¡ic Lima.)

£119 llegó a Moliendo el vapor Santa Rosa de la Comp.iñía inglesa, procedente del Sur. Eu cl vino una nota del Excmo. señor Chri,stiancy, en la quo se comunicaba que las conferencias debian tener lugar en Arica, i lo que desde luego nos preocupó viva­ mente. ■ Triste, mui triste era por cierto penetrar a nn puerto nuestro donde flameaba, aunque transitoriamente, lu fatí­ dica bandera enemiga, pero qué hacer!... La corbeta Lad m m vm , que habia hecho ya do.s viajes a Arica, nos aguardaba allí, pues los plenipotenciarios chi­ lenos habian llegado al mencionado puerto cu cl vapor Lonkw de la Compañía inglesa, ,si no nos oquivociunos.

E l 20 llegamos a Arica. Encontramos allí a la Ladeau'ari'Rtó, A Íiíao, ponton Valdivia \ varios buques fletados por cl Gobierno de Chile para el trasporte de sus tropas. Tan pronto como entrábamos al puerto, los fuertes i ba­ terías i cuarteles arriaron sus pequeñas banderas chilenas que ostentaban, sustituyénaolas con otras do un inmenso tamaño. Terrible cscona para los peruanos que la presonciába- i I mos! I

E l 27 llegó el Huáscar i fondeó por nuestra proa. Poco despues enmendó su iondeadoro i se alejó un poco. Parece que el Ministro americano pidió esto. Al siguiente dia, zarpó coa rumbo al Norte. Sus cañones de la torre tienen 18 piés de largo i dejan fuera de ias troner.as como 4 piés. A posar de que deben tener un máximum de alcance dc 9,000 metros, él tiene que ser mucho menor que el dol Ángaráos, pues solo so le puede dar 11 grados do eleva­ ción, mucho ménos de los que tenia ántes cu nuestro poder. Fd miíximum de alcance senl pues, de G.OOO metros, Los.fiañüiie.s, con su boca afuera, dan a la torre una feí­ sima vista. Tiene cuatro cañones de retrocarga, dos en los porta­ lones i otros dos a popa, de mucho ménos calibre que los de la torro. .Su guarnición ca numerosa. Condcll padece hoi fuertemente de reumatismo a la cabeza. T.an pronto como llegamos a Arica, vimos a nuestro costado una embarcación de uno de lo.s buques enemigos, i dijo al comandante, en nombre del jefo de la, bahía, que podia fondear nue.stro buqne donde quisiera, E l oficial chileno fué recibido a mitad dc la escala, i quedó con esto mui acortado.

Hasta ahora so ven en el Morro los cadáveres de nues­ tros bravos soldados. Han quedado suspendidos de algunos picos, dc donde es casi imposible arrancarlos. Esos cadáveres revelan patentemcnto el heroismo de los que defendieron nuestra plaza. Que lección tan abrumadora para los qne hoi profanan con sus plantas impuras nuestro territorio!

A posar dc los redoblado.» esfuerzos, el ejército enemi­ go no ha aumentado, como ellos lo aseguran. Muchos son los continjentes de tropa quo les han veni­ do de Chile, i con todo, personas de Tacna i Arica nos di­ jeron qne todo el ejército chileno no pasa hoi do 23 a 25,000 nombres. Ellos, sin embargo, lo hacen subir a 40,000,

Los ministros americanos atendieron también, i mucho, a nuestros plenipotenciarios i a los do Bolivia, Los excelentísimos ministros americanos, Christiancy, Osborn i Jeneral Adams, con aquella sencillez, cahallorosi-

Las tropa.» hacen constantes ejercicios de 6 a 10 A. M. i do 2 a 6 P. M. Están bien aprovisionadas. Cuentan con muchos elementos dc movilidad.

GUERRA DEL PACIFICO, Faro cada batallón hai grandes tanques en carretas a propósito, Be nos asegura que tienen 2,000 i tantos hombres de oívballería, Lil artillería so compone de tres rcjimientos con 06 piezas, bien numerosamente servidas.

Hubo un ejercicio de canon de las baterías del Morro. Su resultado no fue mui satisfactorio. E l blanoo. que no so encoulfaba tan lójos como debiera, reeibió poco.s proyeetilcs, No nos parece de mas aconsejar al señor ájente de Ift Compañía Inglesa do Y'aporcs, que recomiende a varios de los capitanes de sus buques un poco mas de atención i reglas de cortesía, Ocasión tuvimos para ver que el capítan Steel, que eeraanda nna de esas naves i que jiasó por Moliendo i Ariea, caraca del comportamiento atento que deben obser­ var eon los hijos dc un p.aís corno el nuestro, que con sus dineros le han dado uuu gran importancia i vida a la Compañía qno los sostiene. E l capitvan Davis, del Sm liago, fue todo lo contrario.

Volviendo a las conferencias, los plenipotenciarios la celebraron en trajo sencillo, no dc etiqueta. E.sto puso en trancos largos a un amigo nuestro, jefe büllvíftiiQ, ayudante de los plenipotenciario,? de su país. —iCáseara! nos decia, yo pensé estar mui jaque con mia entorchados, i ellos me tienen hoi corrido. Efectivamente, nuestro amigo hacia sus viajes cn las embarcaciones armado do punta en blanco.

Esto ea cuanto tengo que comunicar a ustedes, señorea editores, E l 2S, ain mas que hacer, desde que liabian fracasado las negociaciones do paz, dejamos el puerto, en convoi oon Ift Lacltm anm , t egando a Moliendo a las í) A. M. del 29, E l Ministro amoricano, Jeneral Adams, Iiizo el viaje de Arica a Moliendo en nuestro trasporto. A ilí dejamos a los plenipotenciarios bolivianos i al Miniatvo americano on La Paz, se.ñor Jenoral Adams. En el mismo puerto dejarnos al vapor Jra u co de la P, 9. N, C. que, como se sabe, .se encuentra allí recibiendo lana. .El mismo dia salimos con rumbo a este puerto, adonde hemo? ¡legado a las 8.30 A. M. A la entrada del puerto, nos aguantamos frente al cabe­ zo ele k isla roicntras la LackaJvanna se puso al habla con ol Ooohrme. En nuestro tránsito no ha ocurrido nada dc importante. Sin mas por ahora i hasta nuova ocasión, se despide cío ustodoa su afectísimo i seguro servidor. E l

C o r iíe s v o n s a l .

gcu ten cia dmla por cl Consejo de Oficiales Jen erales en ol nroceso scfíiildo al cap itán dc fragata lo n a cio £u ís «una. Valparaiso, Noviembre 5 de, 1S80. Vistos; en cumplimiento del supremo docreto de 8 de Pinero último, coiTicnte a f 1, cl .capitán graduado dc fra­ gata don Ignacio .Luis Gana i Castro, natural de Talca, do 41 años'de edad, casado i sabe leer i escribir, ha sido sometido a juicio para averiguar la responsabilidad que puéde afectarlo por la conducta que observó en el apre­

samiento del vapor BÁmac, hecho por las naves peruanas el 23 de Julio del ano próximo pasado. El referido capitán Gana se embarcó cn ol Biraac obe­ deciendo la órden que se ie impartió por el .señor Coman­ dante Jeneral de Marina, que se rejistra a fs. 9, i cn la cual so le previene que, en caso dc una agresión de naves enemigas, torne el mando del Rimac i lo ejerza sobre to­ do,? los tripulantes dc ól sin distinción alguna; pero tan pronto como desaparezca el peligro devolverá el mando al capitán dcl bu(|ue, pues éste debe asumirlo en circuns­ tancias normales. Al amanecer dcl citado dia 23 de Jnlio, en circunstan­ cias de ir navegando el tra.sporte Rim ac en dirección al puerto dc Antofagasta, se divisó un humo hácia el lado de tierra por la mura do estribor, i habiéndose creido que dicho humo era producido por el blindado Alm irante Gockmne, conservó el R Í ívm c su mismo rumbo; pero re­ conociéndose que ose liurno era dc k corbeta peruana Union, se cambió cl rumbo del Jiim ac al N. N. 0., i en esta circunstancia tomó su mando cl caniian Gana, como a las 6.1.5 A. M. De.sde ese instante la corbeta enemiga principió a perseguir al Rima!; disparando contra él sus cañones, i corno una hora dospues apareció el Huáscar navegando con rumbo a cortar el del Rimac. Consta del proceso que el capiian Gana durante la per.seo.ucion dio órdon do forzar la máquina i tomó diversas medidas, to;.las conducentes a evitar ol apresamiento del Ríma,'.y, poro como a las lO.'Lá A. M. del estado dia i on cii'cunstancks de haberse el R im a s encerrado a corta distancia por. la U n ion i H u á sca r, se izó bandera de parlamento i se efectuó la captura de! R im a c. Con lo relacionado, atendiendo a! mérito jeneral del proceso, i con,si;ieraudo; 1. ® Que, scg'un el intorme del seüor Comandante Jo ­ neral de Mariiia. corriente a fs. 29 vt:u, el capitán Gana pudo creer fauíbidamcnte que el buque que se divisó pri­ mero desde el vapor R im n c, cuando navegaba éste én demanda del puerto de Antofagasta, era producido por el blindado A lm ir a n te Vochra-ne,, por cuanto, como se asevera en dicho informe, ss tuvo el propósito de qne cl referido blinrurdo e.sperara al R im a c cruzando a la altura do Antofagasta i, por consiguiente, si no se cambió el rum­ bo del R im a c al t. ivisar aquel liuran, fué por las instruc­ ciones a que se reiiere cl citado informe; 2.® Que el capitán Gana, nna vez conocida la perse­ cución de las naves onemiga.s, dió órden de forzar la má­ quina a su mayor andar i él dirijió con pericia el buque perseguido, tornando todas ks disposiciones necesarias a su juicio para evitar la captura del R in u ic, la cual, dadas las circunsí.anci;iacii que se verificó, debía dc tener lugar, corno lo espouen varios testigos dcí sumario i especial­ mente por e! superior andar, poder i ventajosa posición do las rn-ives enemigas; 3. ® Quo el acusado, cuando se persuadió que no po­ dia evitar cl apresamiento del R im a c, dió órden do des­ truir la correspondencia oficial, lo que tuvo lugar, i ade­ más dictó otras órdrmes diver.sas, todas conducentes a iuliabiiilar el buque de su mando accidental, órdenes que no fueron cumplidas en el todo por inobediencia de los empleados dei vapor, los cuales aparece que no lo reco­ nocían como comandante, i del pi-oceso no consta que fuera dado a reconocer en tal carácter con ks formalida­ des de ordenaiiz.a, i, por el contrario, cl capitón del vapor, don Pedro Lautrop. cn su declaración de fs. 16, espone que io único que recuei'da es que tenia órden de entregar el mando militar al procesado i que .se ¡o dijo al piloto I.® que obedeciera las úrdenos del capiUu Gaita cuando éste ae recibió dcl mando; 4.® Quo ia marinei'ía mercante del vapor apresado, durante la caza do ésto, uo quiso, mantenerse on sus púesto.s, entregándose a diversos-desórdenes i embriagándose algunos de los quo la componian, i que los empleados en k dirección do la máquina del vapor tampoco obe’decie-

r-;

201

CAPÍTULO PRIMERO.

C

i

í t c ( l' r' f*

s

ron cumplidamente las órdene.» impartidas por el capitán en cumplimiento de órdenes de ese Ministerio, i pido á V. E. órdenes o instrucciones para proceder con esta- car­ Gana en los momentos del conflicto; i 5, ® Que aun cuando el vapor R v /tm c , atendida la fe­ ga quo ba venido en 14 carros. cha en que zarpó de Valparaiso, k distancia que tenia P. S. DE B lls ta m a n te , que recorrer i las circunstancias de buen tiempo, bajo las Goborn.idor, cuales se verificó el viaje, i el andar medio conocido del buque, pudo éste haber surjido en el puerto de Antofa­ Ju ju i, A'ovicmbre 2 de 1880, gasta en la noche del 22 del citado mes de Julio, evitan­ do así el apresamiento, tal cargo no debe afectar al roo, Al señor Ministro de Relaciones Esteriores, Buenos Aíres, porque éste -no tenia injerencia ni mando alguno en la — Oficial. dirección del v.apor jRímac durante k navegación normal. E l 26 de Octubre avisé a V. E. por telégrafo que, cum­ En virtud de ks consideraciones que quedan espiiestas j visto lo prescrito en el artículo 19, titulo 9. ® , tratado pliendo órdenes de ese Ministerio, había detenido al i ® do las ordenanzas do la armada de 1748, i lei 26, tí­ tropero Pascual, que acababa de llegar con cañónos, muni­ tulo 1. ° , parte 7. , se declara absuelto de la acusación ciones i armas para Bolivia. Pedí también a V. E. instniéal capitán graduado dc fragata don Ignacio Luis Gana i ' ciones para proceder con esta carga, que hice bajar eu la Castro. Consúltese, — Miguel Hurlado. — Enrique M. policía. No recibo contestación i la necesito, porque el Simpson.— H ía n E. López.—Odrhs IfooJ.—A. Walker tropero rric exijo saber si pasa o nó. .Sírvase V. E, conte.Starinc, dándome ks instrucciones pedida.» para proceder, Martinez. o di.s loniendo lo que estime conveniente. ■ Saludo a V. E. Santiago, Noviembre 24 de 1880.—Vistos: escluyendo P. S. DE B u s ta m a n te , el 4. ® considerando, se aprueba la sentencia consultada Gi>l)erp.,wl«r. del Consejo de Guerra de Oficiales Jenerales de ó del pre­ sente, quo se rejistra afs. 149. Acordada con el voto uná­ J u j u i , N ovwTiiljre 6 d e ISSO. nime del tribunal.— Publíquese i devuélvase.— A m ü k áteGui.— B a r c e l ó . — V e r g a r .a D on oso.— V i a l R e c a r á r r e n .

Al señor Ministro do Relaciones Esteriores, Buenos Aires. -O ficial.

XIX.

Tongo necesidad de quo V. E. se sirva, por lo méuos, acusarme recibo de mis telegramas fochas 26 de Octubre i 2 del presento, aun cuando las instrucciones -en ellos ledidas las postergue V. E. para cuando lo crea oportuno. Diríjole oficio con esta misma fecha por correo.

Cañones i arm as de la ltei>iíl)Ilea A rjentina p ara B olivia. P u b l ic a c i ó n

o f i c i a l d e l c jo b e r k a d o r

d e .i o j u i s o b r e

LA DETENCION DE CAÑONES T MUNICIONES CONDUCIDA.S POR LA PROVINCIA DE SU MANDO PARA BOLIVIA.

,

J h e en o s A ires, O cia h te J¡. d e ISSO.

A l Gobernador de Oiijui.— Oficial.

P. S. DE B u s ta m a n te , (Ribcrnador.

GoUern-o d e J u j u i , N o v iem b re 6 d e ISSO,

Señor Ministro: Sírvase V. E. informar a este Ministorio respecto a un E l dia 8 do Octubre último recibió este Gobierno dos tropero español llamado Pascual, vecino de Tueuman, : telegramas juntos de ese Ministerio, con fecha 4 ol pri­ que se dice, ha cargado allí, el 30 de Setiembre o 1. ® de mero, ordenándole informase .sobre un tropero español Octubre, una batería de cañones Krupp, cqn pertrechos Pascual que habia carg,ado en Tueuman una batería do do balas i metrallas, i ha partido en-viaje para Bolivia, cañones Krupp i municiones para Bolivia, i previniendo via Salta i Jujui. En caso de tener V. E. conocimiento que, en caso de tener este Oobierno conocimiento de esos de estos hechos, se servirá tomar ks medidas dcl caso. Lo hechos, tomara ks medidas necesarias, E l segundo tele­ saluda atentamente. grama del dia 6 fuó una especie do roconvenoion por B. Z o r r i l l a . no haber contestado al .anterior. Como ellos ¡legaron juntos, ol dia 8 contesté al señor R á en o s A ires, O d u b re 6 d e 1880. Ministro doctor Zorrilla que el tropero español no habia llegado, ni llegaría en ocho dias mas desdo quo hubiese A l Gobernador de Jujui.— Oficial. salido de Tueuman e! dia 1. ® ; quo en virtud de su Sírvase V. E. contestar el telegrama quo le dirijí rela­ telegrama, habia dictado y.a las órdenes necesarias para tivo al tropero c.spañol. que, en llegando, fuese detenido, lo que avisaria al Minis­ B. Z o r r i l l a . terio para esperar sus órdenes. E l dia 26 de Octubre llegó la tropa do Pascu.al con ca­ ñones, municiones i armas para Bolivia. En virtud de las J u j u i , O dvibre 8 d e ISSO. órdenes dadas, k policía la detuvo, i en ol mismo dia di­ Al señor Ministro de Relaciones Esteriores.— Oficial. rijí telegrama a V, E. avisándoselo i pidiéndole instruc­ Acabo dc recibir juntos los telegramas de V. E., dol 4 i ciones para proceder con esta carga que acababa de llegar 6, sobre cl tropero español Pascual. No ha llegado toda­ en 14 carros. vía, ni llegará en oc lo dias mas, desdo que h.aya salido No habiendo tenido contestación ni en eso dia ni al de Tueuman el dia 1. ® He dado ya las órdenes para que siguiente, mandé de,scargar los carros en los patios de llegando sea detenido, avisándolo a V. E. para esperar la policía, pues habian parado al frente de ella i del prin­ sus órdenes. cipal, i dinjí nuevo telegrama a V. E., con fecha 2 del P. S. DE B u s ta m a n te , presente, repitiendo mi aviso del telegrama anterior i el GoberBaJor. pedido de instrucciones para proceder con estos elemen­ tos de guerra. Tampoco me viene contestación de V. E. hasta ahora, i como aquí se quiero hacer pesar la respon­ J u j u i , O ctu b re 26 d e 1880. sabilidad dol acto sobre e.ste Gobierno, me veo en k AI señor Ministro do Relaciones Esteriores, Buenos Aires. necesid,ad de dirijir a V, E. esta nota para que se sirva, — Oficial, Sor lo ménos, acusarme recibo de ella i de los telegramas Acaba de llegar tropero español Pascual con cañones irijidos, dando ks instrucciones del caso cuando lo es­ Krupp, municiones i armas para Bolivia. Está detenido time conveniento. Tomo iv .— 26

202

GUERRA DEL PACÍFICO.

Ofrezco a Y. E. mis respetos i distinguida estimación. P. S. DE BuST/IMANTE.

B e n ig n o F sto-p iñ a n , Oficia! Mayoi'. Al ssUcrAIiiiislro dc Relaciones Estcriore.?.—Rueños Aires.

B u e n o s A ires, N o v iem b re 13 d e 1S80. Al Gobernador do Juju i.— Oficial. He demorado contestar el telegrama de Y. E. sobre ca­ ñones, buscando en este Ministerio instrucciones a que V. E. se refiere; no se encuentra aquí órden espedida para embargo. B. DE Ir k íó y e n .

B u e n o s A ires, N o v iem b re 27 d e 1880, Recibida la nota de Y. E., fecha 6, la carga a que se re­ fiere Y. E. debe ordenar que se reciba inmediatamente por la Aduana nacional de esa provincia. A esa oficina corres­ ponde proceder bajo las instrucciones del Ministro de Ha­ cienda. Los telegramas de Y. E. no fueron contestados por no encontrarse en este Ministerio antecedentes bas­ tantes, i así lo comuniqué a V. E. en telegrama del 13 del corriente. Por correo contesto la nota de Y. E. B. D E Ir ig ó t e n . N ota.— E ste telegrama se recibió el dia 29 i en el mis­ mo dia se contestó, asegurando al señor Ministro que sus órdenes serán inmediatamente cumplidas. Se ha estravia­ do la copia de este telegrama, por lo que no se inserta.

Ju jvÁ , N o v ie m b r e 15 d e 1880. A l señor Ministro do Relaciones Esteriores, Buenos lúires. — Oficial. Recibí hoi el tolegráma de Y. E., fecha 13, i remito por correo copia de loa anteriores a que mo lio referido, con­ teniendo órdenes sobre cañones, ya que no se encuentran en ese 51inisterio, Saludo a Y. E. P . S. DE B

u stam a n te.

G ob iern o d e J u j u i , N ovie.m h re 10 d e ISSO.

G ob iern o lie J u j u i , N o v iem b re SO cU ISSO. Señor: A principios de Octubre recibió este Gobierno órdenes del kfinisterio de Relaciones Esteriores para tomar las me­ dida» del caso con una batería de cañones Krupp i sus municiones, que conducia para Bolivia un tropero espa­ ñol de apellido .Pascual, en cuyo mérito se dictaron a la policía las órdenes uece,»arias para detenerlo cuando liegara. Llegó, en efecto, el 26 del mes arriba espresado, i fué de-' tenido haciéndole parar sus carros al frente de la policía do e,»ta ciudad. En la mañana del mismo dia se dió cuen­ ta, por telégrafo, al señor Ministro dc Relaciones Es teriom. pidiéndoleterdenes. Como éstas no vinieran ni el señor Ministro contestara, se hizo bajar la carga en los patios de la policía, donde se encuentra depositada en habita­ ciones bajo de llave. Se repitieron telegramas al señor Ministro i, por último, se le dirijió una nota el 6 del presente, detallándole los an­ tecedentes dc este asunto, a la que acaba de contestar en telegrama fecha 27, recibido ayer, ordenando que esta car­ ga sea entregada a la Aduana nacional de esta provincia, a quien corresponde proceder cou ella, bajo las intrucciohcs del Ministro do Hacienda. En mérito de esta resolución, pongo a disposición del señor Administrador de rentas los 83 cajones que con­ tienen cañones, 'armones, municiones i otros adnerontes a la batería Krupp, así como 25 ruedas sueltas i unos ejecitos do fierro, todo lo que está acomodado on la poli­ cía i ha venido con la guia i cartas quo abiertas entregó el tropero, con el nombre de M aquinaria p ara Iluunchaca. Si el señor Administrador quiere.trasladar esta carga a la casa de la Aduana, puede ( isponerlo cuando lo estime conveniente o conservarla donde se encuentra, recibiendo, si le parece bien, las llaves do las salas donde está guar­ dada. Saludo al señor Administrador con toda mi estimación.

Señor Ministro: Ayer tuvo el honor de contestar el telegrama do Y. E., delüia 13, que acababa de recibir, manifestándole quo por correo remitía copia de los telegramas de eso Ministerio, fecha 4 i 6 de Octubre último, referentes a la batería de cañones Krupp i sus municione.», que por via de Salta i Ju ju i conducia para Bolivia el tropero español Pascual. Adjunto las conias ofrecidas, así como la do la contes­ tación que di el (lia 8, en quo recibí juntos ámbos tele­ gramas. Va también copia (Iel primero que dirijí a Y. E. .sobre este asunto, por si él no le hubiese llegado. Y. E. verá, por el telegrama de ese Ministerio del dia 4, que se piden ¡uforinos a este Gobierno .sobre el tropero español Pascual, que so decia haber cargado en Tueuman cañones Krupp i municiones para Bdivia, i so previene que (le tener este Gobierno conocimiento de estos hechos, tome las medidas del caso. En el dsl dia 6 se repite el pe­ dido de informes al respeeto. I en la contestación d(;l 8 so dice al señor Ministro quo cl tropero no habia llegado, poro que se habian dado las órdenes para que, en llegando, fuese detenido, avisándolo al Ministerio para esperar sus nueva.» disposiciones. Este Gobierno creyó, i cree todavía, que la prevención de tomar medidas dol caso importabii la detención do esas arma.» i municione.» para Bolivia, dado su estado de guerra con Chile i la neutralidad del Gobierno arjentirio en ella, pues no se concibe que se pidieran informes i se mandara tomar medidas con otro objeto, quo habria es­ B. S, D E B u s ta m a n te . tado llenado con el silencio. B e n ig n o E siop iñon i, S i c.»te Gobierno se hubiese equivocado, habria debido, Oficial Mayor. además, prevenírsele que retirara las órdenes de detención Al sciior Ailministrador de rentas Mcioii.Mos.—Presente. que habia dado, i no habiendo recibido disposiciones en contrario, fué que, llegadas esas armas i municiones el ADMINISTR.ADOR d e RENTA.S NACIONALES DE JU JU I. dia 26, lo puse en eí dia en conocimiento de eso Ministe­ rio, conforme al telegrama que tambieu va en copia, de­ J t i j u i , D icie m b re d e 1880, teniéndola.». Señor: V. E. se servirá re.»olvor sobre este asunto lo que croa Por atenciones urjentes do la Administración do rentas, conveniente i aceptar mis respeto.» i estimación distin­ recien puedo corresponder a su apreciable nota de No­ guida. viembre 30 pró-ximo pasado, en la (^ue, dando los antece­ dentes (¡ue han motivado la detención de S3 cajones con­ P. S. DE B u s ta m a n te . teniendo cañone.», armones, municiones i otros adherentes B e n ig n o E sto p i ñ a n , a la bateiia Krupp, que bajo el nombre supiiesto de MaOficial niavor. quinari-a qmra Huanchaca, conducia a Bolivia el tro­ Al Bremo, señor Ministro do Relaciones Esleriorea.—Buenos Aires. pero Pascual, i que por órden de Exemo. señor Ministro ue Relaciones Esteriores de la Nación, esa carga sea en-

ta ta

I \i

CAPITULO PRIMERO.

e» % 1%

J

i i i j i 1. í

203

tregada en esta Aduana, para proceder con ella segun ins­ ARMAMENTO EN «O LIVIA . trucciones del Ministerio de Placienda, pone a nn dispo­ (EiüwriiU de La Piiotksta Je liüoces Aires Je 2 de Enero.) sición la espresada carga, quo .se encuentra asegurada en habitaciones de la policia, i adjunta la guia i dos cartas Hemos dejado establecido ayer quo las armas de que que abiertas las entregó el conductor. la prensa se viene ocupando hace algún tiempo, i que es­ _ Como no tengo mas instrucción que la recibida hace taban cn la provincia de Jujui, habian pasado ya a territiempo, do no permitir la esportacion a Bolivia de artícu­ rio lioliviano. los de guerra sin prévia autorización del Ministerio de Hemos hecho notar al mismo tiempo, que este inciden­ Hacienda, i ninguna sobre la presente carga, ruego a to demuestra poca circunspección, ninguna habilidad en V. E. se digne esciisarme su recibo hasta tanto se me tras­ nuestro Gobierno, que on ningún caso lia debido permitir mitan las anunciadas instrucciones, quo en el acto do reci­ la esportacion de esas armas. birlas las comunicaré a Y. E, a sus efectos. Tenemos a la vista los antecedentes relativos a e.ste Además, la guia de su referencia no está en la forma asunto, a todos ellos prueban que el Gobierno arjentino que prescriben las disposiciones de aduana vijontos, lo quo ha hecho consistir su neutralidad en impedir el comercio hace mas neceKsaria la instrucción del Ministerio i otra de armas con Bolivia. causal para su detención; lo que está conseguido con ma­ I para no ser tachados de li jeros, copiamos los princi­ yor seguridad en el departamento de policía, pues que pales párrafos de una nota dirijida al Plenipotenciario artícu os inflamables no pueden depositarse en los depósi­ chileno, qiie establece, esta verdad. tos de Aduana, sino cn especiales, do acuerdo con la poli­ Dice así: cía local. " J ü m s t e r i o d c R e la c io n e s E s t e r io r t s —B u en o s Aires, Retribuyo a V. E. con mi distinguido aprecio i respeto, Dios guarde a V. E, Junio 7 do 1879. Inmediatamente de recibir la nota de V. E., fecha 29 J u a n S. B u s ta m a n te . de Mayo último, se tomaron, como lo manifesté verbalAl Eicmo. soiVor Oobemador Je la proTiocia. mente a V. E., laa medidas convenientes para impedir que el cargamento a que V, E. se refiere en ella pasara do esta República a la de Bolivia. SE D E JA PASAR UN CARGAMENTO DE ARMAS PARA BO LIVIA . kdiendo hacerse sin restricciones entro las provincias (Editorial dc L.t Pioírsl.» Jo Buenos Airea Jcl 1. ® Je Enero.) arjcnlinas, así como con los países quo no están compro­ Sabenáos positivaroente que han llegado a Bolivia los metidos en la guerra del Pacífico, no me es posible acce­ armamentos detenidos por el Gobierno de Salta. Se sabe der a la solicitud de V. E. de que ese cargamento sea tras­ también que se trata solo de algunos cañones, dc mui po­ ladado a esta ciudad. No hai motivo, por otra parte, para suponer que las cos fusiles i de una cantidad relativamente insignificante autoridades de Ju ju i i de Salta sean ménos celosas en el de municiones. La prensa se ha ocupado ya de esto armamento, i tanto cumplimiento de sus deberes, que las dc esta capital, el Gobierno Nacional como el de aquella provincia ban desde que unas i otras conocen i obodoeen, con arreglo a mantenido sobro él comunicaciones que, si no se han pu­ la Constitución, las disposiciones del Gobierno Jeneral blicado en los diarios, son de la mayor notoriedad, ¡ nadie referentes a política internacional. Reitero a Y. E. las seguridades de mi mayor considera­ duda ya de su existencia.. ción.—iíantreí A. M on tes d e Oca." Ko se necesita ser mui previsor para augurar quo en Dos declaraciones contiene este documento. La prime­ estos momentos está formulada, i quizá ontablada ante nuestro Gobierno una reclamación del Gobierno chileno, ra, que el comercio de armas es permitido solamente a las qne considerará violada la neutralidad por el hecho de provincias arjentinas i a las naciones no comprometidas haberse permitido transitar esos armamentos por nuestro en la guorra del Pacífico. Ira segunda, que lo.s gobiernos territorio con asentimiento mal disimulirdo de autoridades. de provincia obodoeen al Gobierno Nacional en todo lo _ No queremos abordar hoi esta faz de la cuestión, pre­ que se refiere a política internacion.al. Ateniéndonos solo a este documento i prescindiendo cisamente porque está a punto do ser debatida por uno de muchos otros que servirían únicamente para abundar i otro Gobierno; pero hacemos notar la imprudencia con cn pruebas, resulta que las armas han llegado a Bolivia, o qne se procedo on las esferas oficíale.?, aun tratándose de por disposición dcl Gobierno Nacional quo las tuvo en asuntos que pueden comprometernos i que son de difícil una de sus aduanas, o por mandato directo del Goberna­ solución en estos momentos. dor de Jujui, eon quien está de perfecto acuerdo, puesto Si el Gobierno arjentino ha consentido en cl tránsito que obedece a sus órdenes eu todo lo que se refiere a po­ de esas armas, creyendo que su neutralidad no se altera­ lítica internacional ba, ha debido acordar el mismo derecho a las dos nacio­ En el primer easo, el Gobierno ha violado a sabiendas nes belijerantes por un acto público i formal. la neutralidad a que estaba comprometido, faltando a la Si ha querido que la.s armas lleguen al Perú, corno un lealtad de sus compromisos i a la fe pública arjentina, ausilio o como una protección ofrecida sijilosamente a jamás puesta en duda, ni siquiera sospechada, como lo esa Nación, ha procedido con torpeza, puesto que el hacho dice en uno de sus propios documentos. se comenta en la prensa, en los clubs i en todos los centros En ei segundo caso, i admitiendo que el Gobernador sociales i comerciales. de Juju i, saliéndose del límite de sus facultades i des­ S i ha querido mantener estrictamente su neutralidad, obedeciendo las órdenes del Gobierno, hubiera permitido i las armas han pasado a pesar de su vijilancia, la hipóte­ el tránsito dc esas arma,s, ha debido proceder inmediata­ sis se vuelve mas cruel aun para su discreción, desde que mente contra él para dar una satisfacción, no a los chile­ so conocen sus comunicacione.? eon el Gobierno de Salta. nos, de quienes no debemos ocuparnos, sino a la República No hai, pues, entre todas las suposiciones posible? «na Arjentina, cuyos intereses i tranquilidad se han com­ sola que haga honor a la circunspeceion ni a la habilidad prometido con CSC acto. del Gobierno. E l Gobierno está en el deber de asumir a este respecto Bastan las indicaciones que dejamos apuntadas para una actitud firme, decidida, adoptando una política fran­ formar Opinión jeneral sobre esto delicado asunto. ca. porque las intranquilidades a que está sometida la Mañana, con mas detension i mas datos sobre él, lo tra­ República son una calamidad i é la puedo evitar solo taremos en las diversas faces que ofrece. con una palabra.

GUERRA DEL PACIFICO.

204

IX . Notas cam biadas cu tre el P resid en te de la Cruz Uoja del Perú i el Intendeute Jeu cral del Ejército. JUNTA CENTRAL UE

AMBULANCIAS C IV ILES DE LA CRUZ

ROJA EN E L PERÜ.

Lim a, Dictendire 3 de 1880, Señor; Dije a V. S., on mi oficio de 2.5 do Noviembre último, que íiabia elevado al conocimiento del Gobierno de la Kepública el contenido del que sirvió V. 8. dirijir a este despacho, anunciando quo el servicio sanitario del ejército de Chile quedaba organizado bajo una base esclusivamente civil i sometido a las prescripciones i bajo el am­ paro de la Convención Internacional do Jinebra. En el adjunto recorte de Ei, P er u a n o , diario oficial de la República, encontrará V, S. los documentos relativos a este asunto, i la disposición de mi Gobierno, con motivo de la recordada comunicación de V. S. Puedo agregar a V, S. que el Perú, como siempre, res­ petará todas las dependencias de la Cruz Roja de Chile, conforme al tenor 0 8 la humanitaria Convención de J i ­ nebra, a que se ha adherido. Aprovecho de esta oportunidad para reiterar a V. S. los sentimientos do alta consideración con que soi de Y. S. afectísimo seguro servidor. M ANUEL Od r IOZOLA. Al seBor don Vicínte Dárila Larmiu, lutendouto Jenera! dol ejército i armada de la Eepdbliaa de Cbilo.

JUNTA CENTRAL DE AMBULANGIAÍ» C IV ILES DE LA CRUZ ROJA EN E L PERÚ,

Lim a, Akinemhre 13 de 1880. Señor Secretario: Este despacho ha recibido do la Intendencia Jeneral del ejército i armada de la República do Chile, el oficio que encontrará Y. S, adjunto eu copia auténtica. He creido de mi deber dar a conocer a Y. S. cl testo íntegro de esa comunicación, i remitirle un ejemplar del folleto a quo ella se refiere, para que V, S. dicte la reso­ lución que estimo mas conveniente. Ajirovecho de esta oportunidad para suscribirme de de \ . S. mui atento, obsecuente .servidor. M a n u e l O d h io z o l a . Al señor Sicrotario de Estado eo el dCEpacbo de Relaciones Esteriores.

COPIA. Intendencia Jeneral del ejército i armada tn ca-m/iafia.— Valparaiso, Octubre 30 de 1880. Señor: Tengo el honor do adjuntar a Y. S. un paquete que contiene 25 ejemplares de‘1a"pübtrcacion que esta Inten­ dencia Jeneral ha ordenado hacer con motivo de la reor­ ganización del servicio sanitario del ejército de operaciones en el Perú.— Por esa publicación so impondrá Y. S. de los decretos espedidos últimamente por el Gobierno de Chile, en virtud de los cuales todo el servicio sanitario del ejército queda organizado bajo una base esclusiva­ mente civil, i sometido a las prescripciones i bajo cl am­ paro do la Convención Internacional de Jinebra.—E l servicio sanitario del ejército do Chile habia tenido hasta ahora, como Y. S. lo sabe, un carácter misto, pues so componía de cirujanos militares, afectos a los diversos cuerpos, i de cinco ambulancias i varios hospitales orga­ nizados conforme al Convenio de Jinebra. Pero, desde la fecha do los decretos a quo he aludido, han queda­ do suprimidos los cirujanos militares, para refundirse todo el servicio sanitario en ambulancias i hospitales de

Ia Cruz Roja. He creido necesario poner estas medidas on noticia de Y. S., para evitar en lo futuro dificultades que serian dolorosas, i aprovechar de la.s ventajas que ofrece la benéfica institución de Ja Cruz Roja, para ate­ nuar en lo posible los males de la guerra i mitigar en algo los sufrimientos de sus inevitables víctimas. Espero quo Y. S. se servirá tomar las medidas que juzgue del caso para la consecución do los fines que persigue esta comunicación, poniendo en noticia de los jefes de la fuer! zas de la Alianza el carácter que desde el l. ® del próiii mo mes de Noviembre investirá cl servicio sanitario de I Chile en el teatro de la guerra. Todo esto conforme a las I declaraciones de 2 do Mayo i 3 de Julio del año próximo I pasado, hechas respectivamente por los gobiernos del PeI rú i de Bolivia. Aprovecho, señor, esta ocasión para ofre­ cer a Y. S. loa sentimientos do alta consideración con que soi atento seguro servidor de Y. S.—Y i c e n t e D á v i l a ' L a r r a i n . — A Monseñor José A. Roca, Presidente de la ¡ institución de la Cruz Roja en el Perú. Es copia íiel.~Cárío.s Sotomayor, oficial mayor,

.SECRETARÍA D E ESTADO EN E L DESPACnO DE OCERUA.

Lim a, Novierahre 18 de 1880. Señor Secretario: Por los dos oficios que, orijinal el uno i cl otro en copia, tengo el honor de remitir a Y. S., vendrá en conocimiento ese despacho dc que, en virtud de recientes disposiciones del Gobierno de Chile, las ambulancias militares han que­ dado convertidas en civiles. Como semejante procedimiento, refractario a lo dis­ puesto en el Tratado de Jinebra i principalmente en el artículo 1. ® de éste, implica, además, el desconocimiento dei carácter neutral que, según dicho Convenio, deben revestir i revisten nuestras ambulancias, me dirijo a V. S. a fin de que, ocupándose de este asunto con la preferen­ cia que su gravedad requiere, se sirva Y. S. acordar sobre él lo que estime conveniente. Dios guarde a Y. S. muchos años. M ig u e l I g l e s ia s . A! señor Secretario de Estado en el despaciio dc Relaciones Esteriores i Culto.

Lirm , Noviembre 21). de 1880. Con el estimable oficio de Y. S., de 18 do los corrientes, se recibió en este despacho la comunicación del Presiden­ te de la Junta Central de ambulancias civiles de la Cruz Roja, del 13 del mes citado, dirijida a Y. S,, acompañán­ dole copia do la que le fué envi.ada en 30 de Octubre úl­ timo por la Intendencia Jeneral del ejército i armada en campaña dc la República de Ohile, para hacerle saber la nueva organización dada por su Gobierno al servicio de sanidad, suprimiendo todas Las ambulancias militares i refundiendo as en las civiles. Aunque dicha Intendencia no lo espresa, parece insi­ nuar que, no de otro modo, quedarán las ambulancias de la Alianza bajo cl amparo de la Convención Internacio­ nal de Jinebra. Pero como el te.sto de esta Convención es tan claro, tan esplícito i terminante en cuanto a la neutralidad de ks ambulancias militares, únicas que exis­ tían al ajustarse aquel Pacto, es evidente que la indicada insinuación, si en realidad ha querido hacerse, es, como dice mui bien Y. S. en el oficio que contesto, refractaria de la misma Convención a quo la Intendencia alude, i, por lo mismo,-enteramente desatendible por parte de los gobiernos de la Alianza, los cuales, en este asunto, no tienen por qué imitar a Chile, salvo que motivos de con­ veniencia se lo aeonsejoD. E n ta l virtud, lo que cumple i urje hacer en esta co­ yuntura, es que k Presidencia de nuestra J u n ta Central de am bulancias civiles de k Cruz Roja conteste el oficio de la Intendencia Jeneral del ejército i arm ada del ene­

% c i

i

205

CAPÍTULO PRIMERO. h *• migo, declarando que nuestras ambulancias do uno i otro órden, militar i civil, continuarán bajo el amparo de la Convención Internacionál de Jinebra, aunque conserven la organización que actualmente tienen, sin refundirse en cuerpos do ambulancias meramente civiles, o aunque se introduzcan en ellas las modificaciones que juzgue con­ venientes nuestro Gobierno i que competen al de.spacho de V. S., con tal de que no contravengan al memorado Pacto Internacional. Dios guardo a V. S. muchos años. P ed ro J

o sé

Cald eró n .

i ) 9«(Ior Secretario de Estado ea el despae’ao dc Querrá.

s

INTENDENCIA JEN E R A L D EL EJÉRCITO I ARMADA EK CAMPAÑA,

Valpara/vso, Enero 7 lU IS S l. Señor: Se ha recibido en esta Intendencia Joneral la atenta nota de Y. S., fecha 3 dcl pasado, i con ella el recorte del diario oficial dc la República peruana a que a esa nota hace alusión. Al acusar recibo de esa comunicación, aprovecho la oportunidad para desvanecer las dudas quo una mala intelijencia de mi notado 30 de Octubre último ha hecho surjir en el ánimo dol Gobierno de V. S. Mi Gobierno no ha querido innovar las convencio­ nes del Pacto de Jinebra con la nueva organización dada al servicio sanitario de nuestro ejército. Al decir que él .es al presente esclusivamente c iv i, constata un hecho i nada mas, sin desconocer por eso la neutralidad qne el artículo 1. ® del Convenio del 22 de Agosto de 1864 da a las ambulancias militares. Pero como ántes existían en nuestro ejercito cirujanos militares afectos a los cuerpos del ejército que, segun el inciso 2.® del citado artículo 1. ® , no podrán gozarlas inmunidades de la neutralidad, al suprimirlos, porque .sus servicios no eran bastante eficaces, se hizo constar el hecho, i ese es el alcance qne tiene la reforma de 28 do Setiembre, sin que pueda atribuírsele otro. Por lo demas, puede V. S. i su Gobierno estar conven­ cidos de quo el ejército chileno cumplirá en adelante las humanitarias prescripciones del Pacto do' Jinebra, como lo ha hecho hasta hoi, dándoles siempre en su aplicación el sentido m.as lato i amplio posible. Con sentimientos do consideración mui distinguida, soi de V. S. atento i seguro servidor, J

llan d e

D io s M e r in o B

en a vente.

Al seRor Preaídeatc de la .Junta Centra! áe ambulancia.' civiles de la Cruz Roja del Fcrd don Manuel Odrigzola.

XXL Nombramiento, Inscriicciones i proclam a del J efe p o­ lítico 1 m ilitar dc Arequipa; decretos dei Comandau* te eu J efe del ejército del Sur i de su destitución. Liraa, Setierahre 27 de ISSO. Atendiendo a la necesidad de proveer rápida i eficaz­ mente a las exijencias de la guerra i de la administración gubernativa en los departamentos del Sur de la Repúbliea, dando unidad a la acción de las autoridades para re­ chazar i hostilizar al enemigo, en provisión de la írecueneia eon que puede ser interrumpida o retardada la acción del Gobierno por efecto de las operaciones militares i por la larga distancia quo sapava a dichos departamentos de la eapital, lo cual haeo indispensable la existencia en esa parto del territorio dc una autoridad superior delegada del Supremo Gobierno, con el voto del Consejo de secre­ tarios qe Estado, se resuelve: 1. ® Nómbrase Jefe superior, político i militar de los

departamentos de! Sur, comprendiéndose los do Arequi­ pa, Apurimac, Cuzco, Puno, Moquegua, Tacna i Tarapacá, al coronel doctor don Pedro A. dol Solar, Prefecto del do Arequipa; quien, sin perjuicio de ejercer este cargo, des­ empeñará cl de Jefe superior, con las siguientes atribu­ ciones, 1. ^ Y^ijiiar el exacto cumplimiento de la.s leyes i de ios decretos vijentes. 2. ^ Proponer las resoluciones o modificaciones dc los decretos vijentes que juzgue necesarias a Jas circunstan­ cias actuales i eventuales de dichos departamentos, 3. Dar a los prefectos i comandantes jenerales de su dependencia laa instrucciones u órdenes a que deban sujeiar.se, segun lo juzgue conveniente i para casos deter­ minados. 4. Acordar i hacer llevar a efecto con el Comandan­ te en Jefe del ejército del Sur, todo lo concerniente a la organización i operaciones de ose ejército, impartiéndolo, en su caso, las órdenes que deberá cumplir; lo mismo que a los jefes de cualesquiera otras fuerzas nacionales quo obrasen en esos departamentos. 5. ^ Suspender, cuando lo creyese urjente i necesario, a funcionarios i empleados políticos, militares, civiles i ju ­ diciales, nombrando en su lugar a otros provisionales, miéntras da cuenta al Supremo Gobierno para que dis­ ponga lo conveniente. 6. Suspender i mandar enjuiciar a los altos funcio­ narios que delinquiesen, nombrando para este fin, cuando el delito fuese militar o de los comprendido.? en el artícu­ lo 8. ® del Estatuto, los jueces fiscales militares i los con­ sejos de guerra. 7. Establecer autoridades militares i nombrar su per­ sonal cuando sea urjente, en determinadas circunscrip­ ciones, o para determinados casos o comisiones, propo­ niendo uno u otro al Gobierno, cuando no lo fuere. 8. Arbitrar recursos para las cajas fiscales do eso.? departamentos i para la Comisaría de ejército, cuando so ha len deficientes, a consecuencia de atraso de los continjentes que se íes remita, o por otras causas imprevistas, si la urjeneia del caso no permitiese recabar ia prévia aprobación suprema. 9. Ejercer, en situaciones estraordinarias i difíciles, aquellas facultades que no estén detalladas en este decre­ to, cuando lo reclamen la honra i la salvación de la Re­ pública, con cargo de dar cuenta al Gobierno de sus pro­ cedimiento.? a este respecto. 2. ® Los decretos, resoluciones i órdenes del Jefe supe­ rior, aun cuando se espidan ad refenndura o hayan de necesitar la aprobación suprema, serán obedecidos por .los funcionarios i empleados ae todo órden, que se encuen­ tren en los departamentos dcl Sur, acatándolos como si emanaran del mismo Gobierno. 3. ® E l Jefe superior dará cuenta a los secretarios da Estado, respectivamente i por cada correo, del uso que ha­ ga de sus atribuciones i de las medidas que adopto en el desempeño de su cargo. 4. ® E l Jefe superior de los departamentos del Sur tendrá para su despacho un secretraio, quo propondrán al Gobierno para su nombramiento, dos ayudantes de la claso do sárjente mayor i ol número de amanuenses quo con­ sidere necesarios. Comuniqúese a quienes corresponda i rejíslrese.—Rú­ brica de S. E.— O rb eg o so .— Ig le s ia s .

PROCLAMA D EL JE F E SUPERIOR POLÍTICO I M ILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL SUE.

Señores jefes i oficiales del ejército del Sur: Estamos empeñados en una guerra sin igual en el pre­ sente siglo. Chile i la Alianza perú-boliviana ofrecen a la historia abundante material, ciel que podrán tomar útilísimas lec­ ciones los gobiernos ilusos e imprevisores.

206

GUERRADEL PACÍFICO.

E.»tamos luchando hace cerca de dos años, no con la 0 con la victoria o no existir, para no soportar el oprobio que so creía una Nación culta, sino con un pueblo estra­ 1 ia vergüenza. ño por completo a los adelantos de la civilización, refrac­ En cuanto a mí, no tengo mas que ofrecer que mi existario de todas las leyes i usos internacionales, enemigo de j tencia, i con ella, la de los que de mí dependen. La he la humanidad i de su sacrosantos fueros. sacrificado ya i lo haré siempre quo mi deber lo exija. Sé Tal es el adversario a quien habéis combatido i ai que que cada uno do vosotros hará otro tanto, i porque lo sé, toneis que vencer, probando al mundo la justicia i el de­ do.seo estar con vosotros reunido en el momento dol pe­ recho que nos asiste, i en ol campo de batalla vuestro va­ ligro, para inspirarme con vuestro ejemplo i que podamos lor i nobleza. disputarnos la corona de los héroes i arrancarle al enemi­ go la palma do la victoria. Soldados; Con vuestro singular sufrimiento, no solo soportando Arequipa, Noviembre 4 do 1880. las fatigas de una penosa campaña sino sobreponiéndoo.» P edho a , d e l S o lar . a ellas, con abnegación i hasta con alegría, habois pues­ to mui alto vuestro p,atriotismo. DECRETOS. Luchando con la firmeza i la convicción que da la con­ ciencia de la buena causa, sin hacer alarde de vuestros triunfos, ni ménos faltando a la verdad inventándolos, habéis demostrado a nuestros enemigos que no confundís, como ellos, los actos de verdadero valor i de moral militar con los de ferocidad i de farsa. Los primeros son una vir­ tud quo merecen premio; los segundos un crimen que tendrá que sor castigado. Conciudadanos: Está reservada a vosotros, en esta época, una importantí­ sima misión. Cuando las naciones resuelven terminar sus disemsiones por las armas, entónces son los ejércitos los únicos acto­ res de la contienda; pero cuando el vandalaje, organizado alrededor do una bandera, invade las poblaciones inde­ fensas, saquea i destruye la propiedad particular de na­ cionales i estranjeros, atropella el hogar i la familia, in­ cendia los templos, profana sus altares, se mofa de nuestra santa relijion i, en una palabra, viola i conculca cuanto hai de mas respeto en la sociedad, entónces sois vosostros, son los pueblos quienes deben salir a la defensa de todos sus intereses, de todos sus derechos atacados. No os queda, mies, .sino deberes que cumplir,hasta que recuperéis aquellos derechos e intereses que vuestros ene­ migos os han arrebatado. ! leber sagrado, deber ineludible es, pues, sacrificar en aras do la patria al individuo i la familia, si ello fuere indispensable, para salvarlo todo con ia patria, o perderlo todo con ella. Basta para esto el instinto de conservación; basta de­ jarse llevar del sentimiento que anima hoi a todo corazón patriota. No hacerlo, seria la mas insigne cobardía, i algo peor; crimen que, como peruano, no puedo concebir; pero que, como autoridad sabré contener, si él se realiza, con ejem­ plar firmeza. Compatriotas del Sur de la República: Abundando el Jefe Supremo del ,Estado en los mas sanos propósitos i en los mas patrióticos deseos, me ha confiado, en verdad, una comisión superior a mis fuerzas, que si me he resuelto a aceptar, ha sido contando con vuestra decidida i valiosa cooperación. Interpretar fielmente los sentimientos dol Jefe del Es­ tado, representarlo dignamente ante vosotros es mi única ambición: que mis actos sean por él aprobados, i que por ellos rae haga digno de vuestro aprecio', realizando la justicia hasta donde mi intelijencia i mis fuerzas me al­ cancen, será mi mayor recompensa. Jamás se ha presentado una caasa mas justa que .sos­ tener. E l campo de la gloria i do la inmortalidad está abierto para todos. Queramos hacer, i el mundo verá que somos capaces de realizar prodijios, Chile ha sido, es i será siempre nuestro enemigo, porque no ha valido nunca, ni valdrá mas que el Perú. Necesitamos vencerlo en el campo de batalla para pro­ barle nuestra superioridad i afianzar una paz lonrosa i duradera. Necesitamos borrar con sangre las ofensas que ha hecho a nuestra honra, como hombres i como perua­ nos. Necesitamos enseñarle a ser héroes por el martirio,

TENAS A LOS DESERTORES PERUANOS.

Segundo Ldm , Coronel de infantería de ejército, benemé-

r i t o a la p a t r i a i C o m a n d a n te e n J e f e d e l e j é r c i t o d e l Sier. CoiLsiderando: 1.® Que es necesario hacer constar ei radio fuera del cual se considera consumada la de.sorciOn para que se aplique en toda su fuerza el artículo 91, título 10, trata­ do 8, ® do las ordenanzas i del artículo 8. ® del Estado Provisorio de la República; 2. ® Que asimismo i con igual objeto debe hacerse constar el tiempo de ausencia, pasado el cual se considera I consumado ol mencionado delito; 3. ® Que cualquier paisano que proteja la deserción de un soldado o le oculto, compre o guárelo su arma o ves­ tuario, o le preste disfraz, está sujeto a la jurisdicción i penas militares, según ol artículo 116, título 10, tratado 8. ® de las ordenanzas, decreto; Art. 1. ® So considera como desertor a todo .soldado que S0 encuentro un cuarto de legua fuera del perímetro de esta ciudad, o de los pueblos en que so hallen .acanto­ nados los cuerpos del ejército, conforme a la adición qua hace a la Ordenanza el artículo 7. ® del decreto supremo de 17 de Noviembre de 1826, Art. 2, ® Se considera también como desertor a todo soldado que faite a tres listas do retreta consecutivas, con­ forme a igual adición que liace el artículo 5. ® del decre­ to supremo de 8 de Febrero de 1823. Art. 3. ® A los paisanos que protejan la deserción de un soldado o lo oculten, compren o guarden sus armas o prendas o le presten disfraz, se les aplicará en consejo de guerra las penas señaladas por la Ordenanza militar. E l Estado Mayor queda encargado dol cumplimiento de este decreto, quo se publicará por bando i so fijará en los cuarteles. Dado en la ciudad ds Arequipa a 19 dc Octubre de 1880. S eg und o L e í va .

N UEVO

E M P R É .S T IT O .

•SECRETARÍA DE LA COMANDÁNCÍA JE.NERAL DEL EJÉRCITO DEL SOR.

S cg io n d o L eiv a , G oro n el d e e j é r c i t o i C o r n a n d a n ie e n J e f e d,el e j é r c i t o d e l S u r. Considerando; Que la Comandancia en Jefe ha sido ámplia i plena­ mente autorizada por el Supremo Gobierno para levan­ tar un empréstito i atender con él a las necesidades del ejército, dando a los suscritores las garantías necesarias, Decroto: Art. 1.® Levántese un empréstito voluntario por la suma de 75,000 incas. Art, 2. ® Las suscriciones se recibirán en billetes de banco do emisión fiscal al tipo oficial de 12 peniques por

ta ta •ta

sol.

i

CAPÍTULO PRIMERO. Art. 3. ® Los certificados del empréstito serán emiti­ dos por la Sección de Contabilidad i visados por la Coman­ dancia en Jefe, tomándose razón de ellos en la Secretaría.

( i

Art. 4 ® Los certificados serán de valor de 50,100, 200, 600 i 1,000 incas. Art. 5.® Los certificados del empréstito serán desde esta fecha de aceptación forzosa en la Caja Fiscal del de­ partamento i en las aduanas de Quilca i Moliendo, en pago de derechos de aduana de importación, por estar afectadas al pago. Art. 6. ® .Los certificados se espedirán a favor de lo.s suscritores i son endosables ante escribano público.

i i i { l í. l'

c i: c. f

ta r s

Art. 7. ® Los certificados que no se hayan dado en )ago de derechos de aduana do importación, serán ciiliertos por la Sección de Contabilidad del Estado Yíayor del ejército, en billetes, al tipo oficial de 12 peniques. Art. 8. ® E l tenedor de un certificado tiene derecho de ocurrir a la Comandancia cn Jefe para qne obligue a la aceptación de él eu pago do derechos de aduana do im­ portación. Art. 9. ® Queda facultado el tenedor de un certificado para exijir su reembolso en una o mas letras que jire la Sección de Contabilidad del Estado Mayor de esto ejército contra la Sección de Contabilidad del Estado Mayor Jene­ ral de los ejércitos de Lima. Aft. 10. Los suscritores al empréstito quedan esceptuados, por la cantidad que se suscriban, de la suscricion al empré,stito que posteriormente se levantará en la plaza. Art. 11. Cualquier fraude que so descubra eu los cer­ tificados dol empré.stito, .será considerado como delito de peculado i juzgado i penado conforme al artículo 8. ® del Estatuto Provisorio. Publique,sa por bando i fíjese en los lugares de cos­ tumbre.

207

Santo, seña i contrasefm hada a í ejército peruano cu l ¡una, por el Estado ülayor .Jeueral, en Setiem bre de 1880. ESTADO MAYOR .JENERAL DE LOS E.IÉRCITOS.

Lim a, Setiembre 1. ® de 1880. .Bcncméritú .íenor Coronel Insveítor i Comaml.inte Jeneríií do Artiiierfe,

SANTO. Tenaz— Alevosía— Enemiga. E l sub-jefe. A U d a l G a r c ía i G a r c ía .

ESTADO MAYOR JEN E R A L D E LOS EJÉRCITOS,

L im a , S fiic m b r e 3 d e 1880, Benemérito seilov Coronel Tnspcoíor i Conmmlaríte Jeneral de .Artillería.

SANTO. Barón—Poder—Justicia.. E l sub-jefe. V id a l G a r c ía i G a r c ía .

ESTADO MAYOR .JENERAL DE LO.S EJÉRCITOS.

L im a , S et ie m b r e 4 d e 1880. Jíenetncriro aeilor Coronel luspeetor i Comandante Jeneral de Artillería.

SANTO. Lima—Actitud—Imperturbable. E l sub-jefe. Y T d .a l G a r c í a i G a r c í a ,

ESTADO MAYOR JE N E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

Arequipa, Octubre 19 do 1880.

L m a , S e tie m b r e 6 d e 1880. S eg u n d o L e iv a .

C a rlos R. P o la r , Secretario,

Bcneracrilo seilor Coronel luapeclor i Comandante Jeneral de ATtillería.

SANTO. Austeridad—Buenas—Costumbres. E l sub-jefe.

DESTITUCION DE LEIVA.

YG d a l G a r c í a i G a r c í a .

JEFATXrp.A SUPERIO R POLÍTICA I M ILITAR D E LO.S DEPARTAMENTOS D EL SUR,

ESTADO MAYOR JE N E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

L h n a , S d ie m h v e 7 é i 1880, Á reqvA jia, P lo-viem b re M d e 1880. Por convenir al buen servicio público i cxijirlo a.sí las necesidades de la guerra, sepárase del puesto de Coman­ dante en Jefe del ejército del Sur al coronel don Segun­ do Leiva, quien se presentará ante el Supremo Gobierno a dar cuenta de su conducta.

Benemérito señor Coronel ínsiiectcr 1Comandante Jeneral de Aitillen'a.

SANTO. invierno— Otoño—Primavera. E l sub-jefe. V i d a l G a r c ía i G a r c ía .

Comuniqúese i publíquese. ESTADO MAYOR JE N E R A L D E LOS EJÉRCITOS. S o la r,

P . Ct. (M Solar, Secretario.

L im a , S ( iie ,m lm S d e 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Coniaudanle Jeneral de Artiilen’a.

SANTO. Nómbrase Comandante en Jefe del ejército del Sur, al coronel don José de La Torre, quien procederá desde lue­ go a hacerse cargo del puesto, cou las formalidades le­ gales. Comuniqúese i publíquese.

Natividad— Vivjen— María. E l sub-jefe, V id a l G a r c ía i G a r c ía .

ESTADO MAYOR JE N E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

S o lar

L im a , S e tie m b r e 9 d e 1880. P . G. d d S o h r , Secretario.

Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

SANTO. , Trabajo— Incesante— Reserva. E l sub-jefe. V id a l G a r c ía i G a r c ía .

208

GUERRADEL PACÍFICO. ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

¿im a. S etiem b re 22 d e 1880.

JÁ m ,, S etiem b re 12 d e 1880. Bencmétito Bsllor Coronel Inspector i Ootnandanle Jeneral de Artilleria.

Benomérito señor Corone! Inspector i Comandante Jeneral do Artillería.

SANTO.

SANTO.

Inaudita—Ale vosía—Chilena. E l sub-jefe.

Piratas—Costa—Norte. E l sub-jefe. Y^i d a l G a r c ía

i

Y L d a l G a r c ía

G a r c ía .

ESTADO M A \ m JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

G a r c ía .

ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

L u n a , S e tie m b r e 13 d e 1880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Com
i

¿im a, S etiem b re 23 d e 1880. Benemérito seflor Coronel Inspector i Comandanlo Jeneral de Artillería.

SANTO.

SANTO.

Puente—Palo— Seco. E l sub-jefe.

Defensa— Salvó—Chorrillo.?. E l sub-jefe. V i d a l G a r c ía

i

G a r c ía .

ESTADO MAVOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

V i d a l G a r c ía

G a r c ía .

ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

L im a, S tlie m h r e H d e 18S0. Benemérito seilor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Míllería.

i

¿im a. S etiem b re *¿4 ¿e 1880. Benomérito sefior Coronel Inspeelor i Comandante Jeneral de Artiltería,

SANTO.

SANTO.

A-sesinos—Náufragos— Hundidos. E l sub-jefe.

Reserva—Formó—Lucida. P

V i d a l G a r c ía

i

ed ro

S il v a .

G a r c ía , ESTADO

m ayor

JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LO.S EJÉRCITOS.

¿im a, S etiem b re 16 d e 1880.

¿im a. S etiem b re 25 d e 1880, Benemérito scfior Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artilleria.

Benemérito scfior Corone! Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

SANTO,

SANTO, Actividad—Manifiesta—Tenemos. E l sub-jefe.

Constancia— Contra—Desgracia. E í sub-jefe.

V

YT d a l G a r c ía

i

id a l

estad o m a yo r

Benemérito sefior Coronel In-spoctor i Comandante Jeneral de Artillería.

i '

L im a , S iem b re. 261880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería,

Está—Bien—Hijo. E l sub-jefe.

Piratas— Reembarcados—Su pe. E l sub-jefe.

V G a r c ía

i

L im a, S etiem b re 19 d e 1880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería,

G a r c ía

i

G a r c ía ,

ESTADO MAYOR JEN E R A L D E LOS EJÉRCITOS.

L im a , S etiem tyre 27 d e 1880. Benemérito scfior Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artilleria.

SANTO.

SANTO.

Armas—Ardorosos—A cudid. E l sub-jefe.

Di visiones—Dospej an— Litoral. E l sub-jefe. V i d a l G a r c ía

id a l

( ía r c ía .

ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

mayor

to

SANTO.

SANTO.

ESTADO

G a r c ía .

JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

L im a , S c iie m b r c 17 d e 1880.

id a l

i

G a r c ía ,

ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

V

G a r c ía

i

G a r c ía .

JE N E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

L im a , S etiem b r e 20 d e 1880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

SANTO.

Y L d a l G a r c ía

i

G a r c ía ,

E.STADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

¿im a, S etiem b re 28 d e 1880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Comandante Jeneral d'e Artillería.

SANTO.

Roma— Capital— Italia. El sub-jefe.

; /• : ^

Bolívar— Boyacá— Bombón. E l sub-jefe. Y Ld a l G a r c ía

i

G a r c ía ,

ta»

V id a l G a r c ía

i

G a r c ía .

CAPÍTULO PRIMERO,

209

s ESTADO MAYOR JEN E R A L D E LOS EJÉRCITOS.

"! Setiembre 29 ds 1880.

Ȓ

Benemérito scfior Coronel Inspector i CDmandante Jeneral de Artillería,

SANTO. Central— Camino—Carril, E l sub-jefe. Yh d a l G a r c í a i G a r c í a .

ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS,

Liraa, Setiembre SO de 1880. Benemérito scfior Coronel Inspector i Comandante Jeneral dc Arlulería.

SANTO. Defensa—Deber—Derecho, E l sub-jefe, AU d a l G a r c í a i G a r c í a ,

XXIIL

i

EDITOKIALES.

i

E L A R BIT R A .JE. NOTA DEL MINISTRO ARJENTINO SOBRE E L A RBIT RA JE PRO­

t

PUESTO POR E L DE COLOMBIA.

j

(Editorial de E l Msrcurio de Valparaiso de 26 de Enero do 1881.)

i

Nos ha sorprendido dolorosamente la nota de 30 de Diciembre de 1380 (1), en qne el distinguido Ministro de Rolíiciones Esteriores del Gobierno arjentino contesta a la invitación que en 11 do Octubre le habia hecho el de Colombia para adherirse al arbitraje pactado por esta República con la de Chile: i nos ha sorprendido, porque en ella se ve que el Gobierno de la República Arjentina juzga los sucesos de la guerra del Pacífico con cl mismo criterio de nuestros enemigos, que és también el adoptado por la prensa de las dos orillas del Plata. En Chile nadie se ha sorprendido de que los escritores arjentinos i orientales hayan estado durante dos años propinando a la República de Chile las mismas injurias 1 calumnias con quo desde el principio do la guerra se han defendido el Perú i Bolivia en sus documentos oficia­ les i en sus diarios; ni de quo hayan apreciado los hechos con el criterio de los aliados. Estos, desde los primeros momentos, gritaron: "¡Abajo el salvaje Gobierno de Chile!” i apcdiilaron a los chilenos: "Salvajes araucanos, misera­ bles piratas del Pacífico, cobardes asesinos,” siendo el Pre­ sidente Daza el que dió oí ejemplo en ,su primera procla­ ma, declarando que éramos, “jentes depravadas por la miseria i el vicio, bandidos cobardes, asesinos de corvo, ladrones enriquecidos con los tesoros de Bolivia, enemigos de la autonomía nacional, usurpadores de territorio, i vandálicos los actos del Gobierno chileno,” Era propio que los que en el Plata se consideraban naturales aliados de nuestros enemigos, repitieran aquellos ultraje.s; que so consagrarán a escribir estudiados artículos para probar fi­ losóficamente que Chile omprendia la. guerra para salvar­ se de la cuestión social con que lo amenazaban sus rotos asesinos, bandidos i ladrones cobardea; que nos anuncia­ ran todas las minas i calamidades con que ios gobiernos dol Perú i de Bolivia prometian borrar a Chile dcl mapa de la América; i que, por fin, acusaran, como los peruanos, en prosa i verso, a Chile de conquistador, de bandolero americano, qne no teniendo ya que robar en las pampas arjentinas, iba a robar on cLPerú i Bolivia. La prensa de Chile se ha limitado, durante estos dos años, a reproducir impasible todos aquellos desgraciados improperios, aquellos funestos vaticinios, aquellos juicios tan contrarios a los hechos, confiando talvez en que en

í i. 3

I I i { i

(1) TomoIV, pijina 148. T o m o i v .—

27

algún momento de calma, la lectura de los documentos oficiales hiciera triunfar la verdad. Pero ha hecho mal, por­ que el olvido de esos documentos i la falta de eleva­ ción i de calma han influido hasta en las rejiones oficia­ les, para hacer triunfar en ollas, no un modo de ver imparcial, sino un juicio idéntico al de nuestros enemigos del Pacífico sobre el derecho de Chile, sobre los actos de .sus , fuerzas de mar i tierra, i hasta sobre sus hechos mas glo¡ liosamente Icjítimos. I tan es esta la verdad, que ni aun i los mismos partes oficiales dcl Perú i Bolivia han salvado a Chile, en el Plata, déla calumnia. Recuérdese si no cl anatema fulminado en la Cámara de Diputados del Con­ greso arjentino contra los combates de nuestra escuadra i en los puertos del Sur del Perú, quo se ban tizaron con el ; nombre de bombardeos do puertos indefensos, cuando constaba, hasta de los documentos peruanos, que allí ao habiau balido, i aun que habian triunfado sus batallones i sus cañones, en defensa de aquellos puertos. Recuérdese tambicn cómo se obtuvo de los cámaras provinciales de Buenos Aires que nombrasen comisiones que las represen­ tasen en los funerales de Grau, suponiendo que éste ha­ bía' sido víctima dc su jencrosldad, engañado por la bandera de ausiiio que levantara el Cochrane en e mis­ mo momento del combato, cuando de los mismos telegrama.s oficiales del Perú constaba (¡ue el combate habia si­ do leal. Los documentos oficiales no entran por la vista de los escritores del Plata, i sin duda esa es a causa de que alguno de ellos, avergonzado de su propia intempe­ rancia, haya querido escusaiTa, asegurando quo durante ! la guerra dcl Paraguai, la prensa de Chile también ultrajó ' a la República Arjentina, hecho que es enteramente falso, ; puesto que si algunos diarios juzgaron de aquella guerra ' defendiéndola causa del Paraguai, lo hicieron nomo acos­ tumbran, de nna in,sncra elevada, sin injurias ni calum­ nias, i la prensa adicta al Gobierno jamás terció en el asunto. .Este es un hecho que todos recordamos en Ciiilc i que podemos comprobar, con la .seguridad de que jamás nuestros diarios, auu escribiendo artículos picantes a la susceptibilidad arjentina, han ofendido el honor nacional de aquella República, ni la han provocado i arrastrado a la guerra, como los mismos diaristas arjentino.s confiesan que lo hicieron con el Paraguai i que lo están haciendo con Chile. Pero todo esto ha podido pasar sin que por ello se al­ tero la serena paciencia con quo Chile ha tolerado siem­ pre las malignas acusaciones de todos sus vecinos. Mas no es posible callar cuando cl Gobierno de! Jeneral Roca, que tan circunspecto se habia mostrado, las hace .suyas, consignándola.s en el primero i mas importante documen­ to oficial que publica su cancillería. A la verdad que no lo esperábamos, puesto que uos daban garantía de ia cir­ cunspección do aquel nuevo Gobierno, por una parte l.a pre.sencia en él do un estadista de la talla del señor Ir i­ góyen, i por otra la noticia que teníamos de que cl Pre­ sidente no redacta, como su antecesor, un diario contra Chile, ni aplaude a los que le son adictos cuando ultra­ jan nuestro honor nacional, o cuando lo piden que viole .su neutralid.ad interviniendo en la guerra dol Pacífico pa­ ra impedir que Cbile conquiste al Perú i a Bolivia. ¿.A qué se debe que el Gobierno dol Jeneral Roca adop­ te íihora el criterio de nuestros enemigob para juzgar los actos de Chile, i que aproveche la invitación del de Co­ lombia a aceptar el arbitraje para fulminar indirectamen­ te, i alguna voz sin disfraz, aquellos actos, presentándolos no como podria apreciarlos un neutral, sino como los pre­ sentan i juzgan nuestros mismos enemigos en lu guerra? ¿Habrá llevado a las- rejiones oficiales del Gobierno dei Jeneral Roca esc nuevo criterio cl enemigo vencido, quo del depósito do nuestros prisioneros, pasó a ser Suh-secretario dc Estado en la cancillería arjentina? Sea de olio lo que fuere, lo cierto es que la nota firmada por el M i­ nistro .arjentino, con el protesto dc considerar, como el Jeneral Mitro en L a N a c i ó n , incompleto el propósito do

210

OÜERRA DEL PACÍFICO,

un Congreso amoricano, reunido para adoptar el arbitra­ je, quiere qne se complemente con ciertas declaraciones que condenarían la conducta de Cliile del mismo modo que la condenan lo.s belijerantes contra Chilo, sin tomar en cuenta los documentos oficiales con quo nuestro Go­ bierno ha demostrado que no ha fallado al Dcvocho do Jentes, i que las naciones europea,? i la.s imparciales ame­ ricanas, como el Pn-asil, Estados Unidos deí Norte i de Colombia, han aceptado como suficientes i satisfactorias.

Prescindamos délas jactancias, tan impropias de un do­ cumento oficial, cou que principia aquella nota, imitando también ia deplorable puerilidad de lo.s documento.? que salen de las cancillerías del Perú i Bolivia. No recordérao,? ias campaña.? emprendidas por la República Arjen­ tina desde 1810 ha.?ta 182.3 para impedir la emancipación del Puragnai i oi Uruguai, i admítame,? que “ liay.a consa­ grado desde los albores de su independencia la fraternidad americana entre las reglas de su política internacional,” sin embargo de que no .siguiera tampoco esta regla para concurrir al Uengrcso Internaciona do Jama, on 18(i5, ni para evitar en el mismo año la guorra del Paraguai, ni para declarar i sostener en 1864 en notas al Ministro peruano, que a ia República Arjentina le convenia, mas que la fraternidad americana, su amistad i sus relaciones con !a Europa. No hagmno,? mérito de “ ¡o sencillo quehubierasido para la República Arjentina, después de la guerra en qne triunfó dol Paraguai, reincorporar definitívamonte los territorios que lo fueron detentados al amparo de sus perturbaciones interna.? i de la política iuduijente adop­ tada después de la emancipación;” pues, no se comprende que eso luibiera sido posible, cuando en la misma nota SG confiesa quo “fueron legalizados por la voluntad na­ cional los ricos desprendimientos con que se construyeron e! Estado Oriental i la República dol Paraguai.” Pero esta jactancia tan contradictoria tiene su objeto: e! de poner en conira.?tc la elevada hidalguía arjentina que en ella se revela, con la osada ocupación que cl Go­ bierno do Chile hizo del territorio dc Antofagasta al ini­ ciar la guerra contra Bolivia, La prensa del Plata ha considerado esta ocupación del mismo modo quo el Go­ bierno boliviano, como una usurpación, coino.uu acto vandálico, i parece que el arjentino acepta este modo de ver. Olvidemos que aqueila jenerosidad del Gobierno arjentino era obligada, porque el Brasil, sn aliado en la guerra, no le habria permitido hacer lo que él no hacia al terminar la guerra, esto es, “reincorporar definitiva­ mente los territorios” en que .so había construido el Faraguai al amparo do las perturbaciones i de la política adoptada pcT Buenos Aires después do la emancipación. Mas debe recordarso que desde que el Miuistro arjentino declara en sn ñora, como no niedo ménos de declarar, que "la dilatada guerra ctm cl Paraguai fné empeñada por razones de honor i de seguridad,” no puede jactarse de no haber rcincoiporado territorios detentados que no eran motivo ni materia de la contienda, i que ,?i en nna estencion dctennimula no c,?taban deslindados cutre las dos Repúblicas bciijcrantea, no podian ser deslindadris por la fuerza rli; l.is arma?, sino precisa i necesariamente per un arbitraje, que la República Arjentina aceptó, no lor jencro.?idad, sino por deber, desdo que sus aliados no e pcrrnitian hacor.se juez de su propia causa, i rie,sde que e! deslinde o la cuestión dc límites no habia sido causa detenniinuUe de la guerra, ui en todo ni en parto. ¿Cómo podria tampoco Inilier d-.jado de hacer aquello de que so jacta, cuando el Tratado de la Triple Alianza, decíaraba quo la guerra no era contra ci pueblo del Paraguai, sino contra el mariscal López, i se coinprornetian los aliados, en el preámbulo i en los articulo,? 8. ® i 9. ® , a respetar i mantener la integridad territorial de la República del Par;
por mas que finja la cancillería del Jeneral Roca que -en la guerra del Paraguai tuvo facilidades, quo ni remotarnonto tuvo, piara consolidar la reivindicación, i que a pesar de la claridad do su derecho, que siempre fué dis­ putado, prevaleció ,su moderación para someter al fallo do una potencia imparcial c! dominio del territorio que re­ cuperara bajo la influencia de costosísimas victorias, su situación nunca fué ni siquiera análoga a lado Chile, mucho ménos igual ni tan clara i despejada, Chile fija su límite en el desierto por el Tratado de 18G6 con Bolivia, cedie'ndole el territorio del grado 23, latitud Sur, con ciertas i determinadas condiciones. Trascurren 12 años ,?in que Bolivia cumpla esas condiciones, burlan­ do siempre la,g reclamaciones de Ghile con evasivas ofen­ sivas i pretestos pueriles. En 6 de Diciembre de 1872 celebróse otro Pacto con ei fin de facilitar a Bolivia el cinnplimiento dcl Tratado de ISGC, llegando Chile a con­ ceder que Bolivia pag.aita a sus om|iltí¡iflos on el territorio cedido, ánte.s de deducir la mitad que a él le correspondia en el producto de los derechos de esportacion. Boli­ via aplaudió este Pacto, i cuando supo que el Congreso cliileno lo habia aprobado, su Ministro de Relaciones Es­ toriores manifestó al de Chile “su verdadera complacencia

que aprobó . e! Tratado secreto con el Porú i contra Chile, tan conoci­ do del Gobierno arjentino, que también io sometió a su Congreso, la Asamblea boliviana, decimos, apiazó ol cono­ cimiento dcl Pacto de 1872, i dictó varias leyes para gravar con huevos impuestos los capitales e industrias de Chile en el territorio cedido, a pesar de que no podia hacerlo ,sin la aprobación de nuestro Gobierno. No obs­ tante, éste signe negociando, i lleva su efectiva i no íinji(la jenerosidad ha,sta celebrar cl Tratado de 6 de Agosto de 1874 renunciando a favor de Bolivia la parto que le correspondía, i que no le habi.an pagado jamás, en los im­ puesto.? ¡lercibidos en el territorio cedido por el 'Tratado de 18G6, rennnciamio a todos los que en adelante percibie.?e aiUcl Gobierno de Bolivia, i no exijiendo otra cosa en favor de sus nacionales, que el que no se aumentasen en 2.5 años ni los derechos de ersportaeion que se cobra­ ban, ni la cuota do las contribuciones que actualmente se cobraban a las personas, industrias i capitales chilenos. Tampoco cuinp ló Bolivia con este Tratado, en, que ha­ bia impuesto su voluntad i su interés a Chile, En cinco años trascurridos hasta la guerra, las autoridades bolivia­ na? del Litoral consideraban a lo? chilenos, que formaban la población total i (]ue eran industriales, sin que esce­ dieran de uno ] rel="nofollow">or ciento los bolivianos, segun los cálcu­ los del eminente viajero M. Wiener, como los consideraba Daza al declarar la guerra, e.sto e.s, corno jentes deprava­ das por la miseria, i el vicio, como bandido,? cobardes, como los considera, eu-fin, la prensa del Plata, i no sola­ mente los vejaban, los asesinaban i les denegaban justicia, sino ([lio, contra el Tratado vi jente, los su jetaban a nuevos impuestos, con cl pretesto do qne eran municipales, o disfrazando lo.? derechos jenerales con el nombre ae dere­ cho adicional de carguío o do otra gabela. E l Gobierno de Chile se limitaba a reclamar, pero sus reclamaciones eran siempre desatendidas, eludidas, burladas. E l Gobierno boliviano, envalentonado por el Tratado .secreto con los peruanos o instigado por éstos, atribuia a cobardía, a impotencia la paciencia jenerosa del Gobierno do Chile; i cuando lo creyó amenazado por la República Arjentina i abrumado por una guerra inminente que de­ bia arruinarlo, intentó violar descaradamente el Tratado do 1,874., a merced de la cuestión que habia él suscitado a la Compañía salitrera de Antofagasta, obligándola a ob­ tener nna. nueva aprobación de su contrato con el Gobier­ no, sin embargo de que dicha Compañía llevaba invertidos C.000,000 dc pesos en ia cspiotaeion i en el cumplimiento do las condiciones dol mismo contrato, que la obligaban Distinta ha sido la situación del Gobierno de Chile, i . a construir muelles, caminos, que olla habia reemplazado

tr Si

si

i

i i

CAPÍTULO PRIMERO.

ir 1“

i I I I-

i

i i I. l H

•> í

211

La situación era diferente, lo repetimos. E l Gobierno arjentino pudo ser jeneroso con el Paraguai vencido, re­ nunciando alas facilidade.5 qne mediaban para consolidar la reivindicación de su territorio, en la .suposición de que é.sta no ie liubiera sido prohibida por cl Tratado de la Triplo Alianza, por eujm motivo se vió forzarla a recurrir al arbitr.sje para deslindarse; pero eso no le da motiyo ni razón para “señalar con dolor, en apoyo de la ineficacia dcl .arbitraje consignado aisladamente en un Pacto, la conducta cíe Chile en la guerra del Pacífico.'’ ‘ Bolivia i Chile, dice el señor Irigóyen, estipularon solemnemente el arbitraje, i sin embargo do este Pacto, sujerido por la prudencia i reirendado por ia IVatcrnidad, fueron libradas a las armas divcrjcncias que no afectaron, ea su oi'íjen, el lionor ni ¡a dignidad dc aquella Nación.” ¿.Pero qué icícns es necesario tener dcl honor i cicla dig­ nidad de la República dc Cbilo para n.segurar que no Nuevas jestiones diplomáticas para traer a camino al Gobierno de Bolivia, obligándolo ii cumplir el Tratado los afectaban las diverjcncias quo tenian su oríjen en las de 1874, siquiera en ol artículo que lo imponia el deber constantes i repetidas infracciones de lo.s tratados que de someter al arbitraje de una tirecra potencia las diñ- durante 13 .años atropelló Bolivia, .abusando de los jeculládcs que ofreciera aquel Tratado. Aquel Gobierno ’ nerosos i pacíficos propósitos de Cbile hasta el estremo finjió someterse al arbitraje, suponiendo despnes, lo que ; de burlarlos con las escandalosas dcpredacicnes decre­ han creido sus defensores en c Plata, que Chile em ol tadas en Febrero do 1879? ¿Qué arbitraje poclia eonslique no habia aceptado el arbitraje. Pero en tal estado de 1 tuírse i quó eficacia podia tener el artículo del Tra­ la negociación, en lugar de e.stipular el arbitraje, el Jene­ tado (le1874 que lo e.stipulaba, cuando eí Gobierno de ral Daza decretó cl í. ® de Febrero de 3879 que rescindía Bolivia derogaba la Ini roíractaria que lo babia hecho ne­ el contrato celebrado en 1872 cnn la Compañía chilena cesario, i en lugar de la nueva contribución que ésta imda salitres i ferrocarril de Antoíagasta; que, en consecuen­ I ponia, inllijia la confiscación i ia usurpación de las procia, se suspendían los efectos de ía leí reclamada de 14 de I ncdades que resistían el pago de! nuevo impuesto? Solo Febrero do 1<S7S; que el Mini.stro dol ramo diese las ór­ Bolivia i el Perú han podirio tener la desvergüenza de denes convenientes para l.a reivindif-Mcion délas salitror.as .suponer que sus actos, sus ultrajes, sus confiscaciones, su detentadas por la Compañía; i como .si e.ste despojo no ' Tratado secreto, no com rrometian el honor, la dignidad, luera bastante para concluir con la negociación diplomá­ I la seguridad de Chile; i bien se conoce que el digno Mi­ tica que lo llevaba a la paz con Cliile, también .se avanzó nistro lujentino ha sido prendido en las redes de álguien hasta reivindicar lo que no era de Bolivia, ordenando por qne ha empuñado las armas en defcn,sa do la injusticia otro acto al Prefecto del Litoral que ombargaso todos los de aquclioa enemigos do Chile i qiie tiene su mismo cri­ bienes de la Compañía, joniendo en prisión a su jerente; terio. Pero c)l .señor Irigóyen e.s una de las mas poderosas que su,spendiese todas as faenas, poniendo en la calle i intoiijencias i uno de os cavactér.cs mas elevados en su sin trabajo a ma.s de 2,000 obreros chilenos, 1por fin, quo patria, para que no esperemos que haga a Chile justicia cl 14 del mismo mes rematase al mejor postor las casas, cuando se instruya dc nuestras eue.stiones, no en la pren­ máquinas, terrenos i todos los enseres que la Compañía sa de nuestros enemigos de Lima, de La Paz, de Montevi­ deo i de Bueno.s Aires, ni en los datos i juicios de los que tenia en sus faena.?. Esta, es la vieja historia qne consta dc lo.s, tratados, de combaten contra nosotros, sino en loa documentos públi­ las leyes i decretos que aparecen en los manifiestos dcl cos, que, .sin embargo de estar a; alcance do todos, no esGobierno chileno, historia que es necesario repetir hasta Uin a la mano do la cancillería arjentina. el cansancio, mientras los e.scrir.ores dcl Plata i oi Gobieno arjentino no quieran tener ojos para vrerla. Si lo estuvieran, ol señor Ministro no habria honrado J jS cuestión del nuevo impuesto creado contra el Tra­ con su firma estas fra,ses d.c su nota que roveiau una per­ tado de 1874 desaparocia cou la suspensión de la loi do fecta ignorancia de lo.s antecedentes dc la guerra del Pa­ 1878 que lo habia e,stabienido. ¿Qué lugar tenia entónces cífico; “N i ias calamidades, dice, de una guerra dilatarla, cl arbitraje? Pero ya que no se Ic pormitia ,al Gobierno cuyo término es ya. un voto de la humanidad, ni loa bue­ do Daza cometer aqiioila violación, él se desquitaba, ira- nos oficios quo propusieron gobiernos americanos i oiivoloniendo, en lugar de una niiova contribución qus no se peos, ni la interposición dc una potencia imparcial i jitse pennitia, una confiscación de 6.000,000. au'u ando nn tamenf.e ve-speíada en el mundo, han c;)iisoguido inclinar contrato que no ten;a facultad ds anular, derogando la a los be'ijoraiitca al arbitraje quo pact.vron, i la guerra que lei dc 78 que no podi,i derngai' i que no pofiriaser tocada continúa aniquilando aquellas pueblos, deinucsl.ra que el ni por e l. Congreso ántes de .arraglar.se l.a cnestion que irin.cipio iucorporado on la reciente Convención do Cóella suscitaba al Tratado vijente, i declarando terminan­ orabia no csb-astanto garantía para ol imantenimicnto dc temente que ya que este T'ratíido lo prohibi.a aumentar la la raz.” cuota que por contribución p.agaban las personas, indus.In primer lugar, las naciónos que lian interpiic.sto sus tri.as i capitales chilenos, no le impedia a,i méiio.; confis­ buenos oíi:n'.n.s cu úvor de la paz, no han pretendido in­ car esos capitales, raTuin.av esas industrias i aprisionar a clinar a los beiijerantes al arbitraje que pactaron, porque e,sas personas. ¿Chile debia crdl.irf saben mejor que cl Gobierno arjentino que uo hai tal ¿Qné habria hecho en este caso la noLlo hidalguía dc Pacto de arbiti-ajo. que hace alarde cl Gobierno arjentino para ponerse en Con el Porú uo estamos obligados por ningún li-atado contraste con el Gobierno de Chile? .Quesería lo que hii- a someter a arbitraje su felonía del Tratado secreto, esti­ bria .sometido a .arbitraje? ¿E! límite del territorio del pulado con Bolivia con el Iin de an;mai-!a para seguir hos­ desierto concedido per tratados que jamás .se habiau eunr- tilizando a Chile con la confianza deque aun cuandoinplido por el otro contratante? ¿La confl.scacion dc Io;j í'rinjiesc siempre los lratado.s, jamás perdería cl territorio bienes de la Compañía, de.spucs de embargadas i vendidas qne Chile lo liabia cedido, de modo que el Gobierno de Bo­ sus propiedades por un Gobierno que no tiene responsa­ livia podia continuar apoyando i sirviendo los planes del bilidad para uno, mucho ménos para 6,000,000? ¿Erultra- .Perú, dirijido.» a monopolizar el comercio de salitres, a cos­ je continuado por 13 años i llevado hasta o!, frenesí en ta de los capitales i del comercio de Chile, que ya habia estos últimos actos? sacrificado cil Gobierno de Pardo en Tarapacá, i que el

por un ferrocarril, depósitos de agua i una patente anual de 10,000 pesos. Con esto motivo, la Asamblea boliviana dictó una lei el 14 de Febrero de 1878, aprobando dc nuevo el contra­ to de la Compañía "a condición de p.agav como mínimum un impuesto de 10 centavos por el quintal de salitre esportaao.” Las reclamaciones hechas por Ohile lograi'on esta vez que se suspendiera la ejecución de esa lei, porque el Gobierno de Bolivia .se informó dc que no era can in­ minente ol rompimiento con la República Arjentina; pero, como a fines de ese año advirtió de que era posible esta fiomplicacion, volvió con mas valor a su plan i decretó que la Compañía chilena do Antofagasta pagase 90,000 pesos como importe dol impuesto que debia desde la fccba do aquella lei, que habia. sido suspendida en su ejecución.

212

GUERRA DEL PACÍFICO.

Gobierno, de Prado debia también sacrificar en Antofagasta. Con el Perú no tiene Chile quo hacer otra cusa que castigar con la guerra su felonía i su codicifli i buscar en ella una seguridad futura contra su deslealtad. No hai tratado que lo obligue a someter a arbitraje estos propó­ sitos, i habria sido un desatino admitir el arbitraje que los representantes del Perú le propusieron en la conferen­ cia de Arica sin el apoyo del Representante de Estados Unidos, porquo Chite, vencedor de! Perú en mar i tierra, no puede someter sin peligro al juicio de un tercero las indemnizaciones i seguridades que él solo tiene derecho de dictar, porque él solo puede saber lo que ie conviene para impedir que el Perú pueda en lo futuro depradar sus intereses al amparo do alianzas secretas buscadas en Bo­ livia ien Huenos Aires. Oon Bolivia tampoco tiene Chile un tratado que lo obligue u terminar la guerra por un arbitraje. Pactó, es verdad, este principio en el Tratado de G de Agosto de 1874, a fin de terminar las dificultades que ocurriesen cn la ejecución de este Tratado. Ocurrió, en efecto, lo que )or su gravedad colmó la medida de la paciencia, dcl lonor, de la dignidad, que el Mini.stro arjentino no creo afectadas por aquella diverjencia. E l Gobierno de Chile se sometió relijiosamente al Pacto, apelando al arbitraje. E i de Bolivia afectó hacer lo mismo; pero en lugar de some­ ter a arbitraje el nuevo impuesto con que convenía a lo.s intereses del Perú gravar la esplotacion de salitres en A ■ toíagasta, decretó la confiscación de esta empresa, porque servia mejor los intereses del Perú, arruinándola comple­ tamente, para traspasarle los salitres de que despojaba a la Compañía. Chile, creyendo atacado su honor i su dig­ nidad, persuadido do que en' 13 años no habia tenido seguridad para sus nacionales, sus industrias i su.s capi­ tales por los tratados de 1866 i de 1874, siempre atrope­ llados, jamás cumplidos por Bolivia, declaró abrogados i terminados estos pactos, i recobrando el territorio cedido por el primero, se colocó en la situación que tenia en ISGG. ¿En dónde estaba la obligación que e supone cl Go­ bierno Arjentino de aceptar el arbitraje propuesto en la conferencia dc Arica por el Representante de Bolivia? ¿Cuál habria sido el asunto de este arbitraje? Las ofen­ sas i perjuicios que le han irrogado las dictaduras bolivia­ nas-desde 1866 hasta 1879 no son cuestión de arbitraje, i si han sido alguna vez una cue.stion, ella está resuelta por la guerra. Las iiidemnizacionG.s que Chile tiene de­ recho de reclamar de Bolivia por la guerra a que lo obli­ gó, tampoco pueden sor materia de arbitraje, porque no se ha visto jamás que un vencedor no ejerza el derecho de fijarlas o de renunciarlas, como dice Buenos Aires que lo hizo respecto del Paraguai, ni seria cuerdo que Chile ias sometiera a un árbitro que las reducivia a una suma de dinero que Bolivia jamás podria pagar, Bolivia enton­ ces, para no cumplir con el fallo del árbitro, volveriaa los camaños, a las escusas, a las hostilidades, a las despredacioncs con que ha eludido el cumplimiento de los trata­ dos anteriores, i la seguridad de Chite en el desierto que­ daria a la merced del capricho dd primor bebedor de cerveza a quien Bolivia tuviera también el capricho de aguantar en ei poder dictatorial que llama su Gobierno. En segundo lugar, ol Gobierno de Colombia debe es­ tar seguro de que no es exacto lo que le dice el Ministro arjentino sobre que la guerra que continúa aniquilando al Perú i Bolivia demuestra que el arbitraje incorporado en su Convención con Chilo no es bastante garantía para el mantenimiento de la paz. La razón do esta inexactitud está en quo Chile no tenia pacto de arbitraje para evitar la guerra a que lo arrastró ia felonía del Perú, ni lo tenia con Bolivia para arreglar el despojo violento que el Go­ bierno boliviano decretó, fuera de todos los pactos vijentes, para arruinar en el territorio que le habia sido cedido una empresa que hacia competencia al monopolio del salitre ue el Porú había establecido a costa de los capitales i el comercio de Chile.

Mas exacto habria sido el que redactó, con criterio pe­ ruano, la nota dcl Mini.st.ro arjentino, si hubiera asevera­ do que un pacto de arbitraje no es bastante garantía pa­ ra el mantenimiento de la paz cuando se pacta con un Gobierno de un país anarquizado i desorganizado como Bolivia. En esto caso.no basta acompañar el principio del arbitraje de otros no me'nos importantes, corao desea la nota arjentina, puesto que la esperieneia de Chile, on sus tratados con Bolivia i cn sus relaciones con el Perú, está mostrando a cualquiera que la estudie que no hai princi­ pios, ni derechos, ni intereses lejítimos que .sean bastan­ tes para contener a gobiernos como los que han arrastra­ do a Chile a e.sta guerra, cuyo término es ya un voto de la humanidad. El señor Irigóyen desea que se incorporen cn el Pacto de Colombia con Chile e.stos principios para darle efica­ cia, no porque dudo de Colombia sino porque duda de Chile, como se deja ver en la enunciación do los tales principios apetecidos: 1. ® E l principio de derecho público, adoptado desde 1824 cn América, en virtud del cual debe respetarse la independencia de cada una de las repúblicas, i la integri­ dad dcl territorio que ocupa. 2. '® La desautorización esplícita de las tentativas de anexiones violentas o de conquista, que levantarían obs­ táculos ncrrnanentes para la estabilidad futura. 3.® La condenación de las segregaciones sediciosas, quo nunca se hicieron sentir en la República Arionlina, sin embargo do que ei Paraguai i el Uruguai se Jo sepa­ raron sediciosamente al principio de su revolución de in­ dependencia.4.® La declaración de que no hai cn !a América es­ pañola territorios que puedan ser con.siderados res nvUius, i que todos los que ella contiene, por desiertos i alejados que sean, pertenecen a las antiguas provincias españo­ las, investidas despue,s de 1810 del rango de estados so­ beranos. 5. ® Impedir, por estipulaciones prudentes, que se con­ viertan en causas de guerra, quo harian inútil todo arbi­ traje, los reclamos por perjuicios i las cuestiones que pue­ dan resolverse por indemnizaciones pecuniarias. 6. ° Que se acuerde que en ningún caso puedan ini­ ciarse hostilidades entre los estados sud-americanos sin aviso trasmitido con la anticipación conveniente para consultar kis necesidades de la guerra con las amplitudes de la paz, lo cual permitirá a los gobiernos estimular el progreso, sin distraer en elementos precaucionaics do segu­ ridad i defensa los recursos que necesitan para su desen­ volvimiento i su riqueza. 7. ® Fijar reglas que mitiguen las consecuencias de la gnerra, i quo aseguren que las luchas armadas no serán acompañadas do la desolación con que los ejércitos de la antigüedad marcaban sus itinerarios sombríos. Hé aquí los principios que,.incorporados al derecho pú­ blico americano, darían on la opinión dcl Gobierno arjeulino, al principio del arbitraje, una verdadera eficacia pa­ ra eliminar las discordias internacionales, eficacia que no exi.ste cn una estipulación aislada de arbitraje,cual laque presenta el Pacto de Colombia con Chile, como lo com­ prueba el hecho de haber estallado lá guerra del Pacífico a pesar de la estipulación de arbitraje que tonia esta Re­ pública con Bolivia, ¿Creerá el Gobierno arjentino que si esos principios i declaraciones se hubiesen incorporado en el Tratado de 1874, de Chile con Bolivia, el Presidente Daza no lo habria violado con su lei de 1878, i que no habria espe­ dido sus decretos deprcdatorios de Febrero de 1879, para confi.scar en vez dc poner contribucione.s, para arruinar la industria chilena, a fin de favorecer la del Perú, en lugar de protejerla para ensanchar la riqueza de su patria? ¿Cómo podrian haber servido de garantía del arbitraje ios principios enunciados por el Gobierno arjentino, cuan­ do precisamente los que tienen alguna atinjencia con el

1'

I

J

i i s.

i? % i

I

CAPÍTULO PRIMERO.

i l i

i

i ( I l l

I

í)

caso de Bolivia son los qne mas habrian estimulado el atentado de su Gobierno? La iudependencia i su integri­ dad territorial estaban garantidas ( e los ataques dc Chile por el Pacto secreto con el Perú, i justamente fné esta garantía la que inspiró al Gobierno boliviano sns atenta­ dos contra Chile, en servicio de la codicia fiscal de su aliado. Ahora, si Chile hubiera incorporado en sn Tratado do 1874 la quinta proposición del señor Irigóyen, estipu­ lando no hacer la guerra por cuestiones que puedan re­ solverse por indemnizaciones pecuniarias, el arbitraje se habria convertido en una burla cruel, porqne Bolivia no se habria limitado a confiscar una propiedad de 6.000,000 Eara arruinar una empresa, cu favor dei Porú, sino quo abria confiscado todas las propiedades chilenas, para arruinar las industrias i aprisionar las personas de Chile que le eran tau odiosas; i lo habria hecho impimeracnte, porque resuolta por arbitraje e.sLa cuestión con una in­ demnización pecuniaria, Chile habria cargado con la ofensa i los perjuicios i no habria visto jamás el oro de ia indemnización. ¿Cómo es posible sostenor sinceramente que el racto de arbitraje no es eficaz porque no va aeomp.'umc o de otras estipulaciones que no lo complementan, porque lo son inconexas; ni cómo se puede aseverar que el arbitra- ' je de Chile con Bolivia no surtió efecto porque estaba estipulado aisladamente, i no porque el Gobierno arbitra­ rio, perdulario de! jeneral Daza estravio el caso, dando a la cuestión otro jiro inesperado que nos llevaba violenta­ mente a la guerra? No se comprende semejante manera de discurrir.

Pero sí se comprendo que la nota de Colombia dió oca­ sión al Gobierno arjentino para dar aire oficial a las in ­ conscientes i atrabiliarias apreciaciones dc los diarios del Plata sobro la cuestión del Pacífico. Ellos sostienen que Chile estaba preparado p.ara atacar­ la indepeudencia i la integridad territorial del Perú i de Bolivia, porque está ahogado entre las montañas, i no pudiendo ya robar en las pampas arjentinas para enrique­ cer a sus oligarcas desde que cl Jeneral Roca dominó el Rio Negro, necesitaba hacerse cl bandolero de la.s rique­ zas per\ianas i bolivianas, i emprendió una guerra de con­ quista. Pero el Gobierno arjentino, ántes de apadrinar tal calumnia procurando consignar en tratados colectivos los tres primeros principios que enuncia en su nota como para condenar a Chile, debió leer los documentos públicos de este país, que revelan los antecedentes de la guerra a quo fué arrastrado, sin estar preparado para ella. Los pre­ supuestos i otros documentos de las tres naciones belijerantes le habrian demostrado que, al estallar la guerra, Bolivia tenia un ejército de 3,232 hombres, do ¡os cuales mas do 1,000 eran oficíales; que ei Perú tenia otro de 13,200, incluso 5,000 jendarme.s i 3,800 oficiales: en tanto que Chile solamente tenia una fuerza de 2,400 iiombres i una escuadra desarmada por economías liirz.adas, mui inferior en el número de buques, en el de cañones, en fuerza i en andar a la del Perú, que, según los documen­ tos oficiales de aquel país, i según cl estado que presentó en la esposicion universal dc Paris, era “la mejor organi­ zada i la mejor disciplinada de las do todos Jos estados del Pacífico.” Los diarios del Plata han sostenido, con dou Félix Frias a la cabeza, que Chile no tiene ningún derecho al estrecho do Magallanes, i que lo ocu¡)a por haberlo en­ contrado deshabitado, aprovechando el descuido de la República Arjentina; i por eso quiere la cancillería de este paí.s consignar en ese Tratado Internacional ameri­ cano, bajo el pretesto de hacer electivo el arbitraje, qno no hai en este Continente territorios res mUlios, como ai Chile no hubiese aceptado tantas voces esta declaración, reconociendo que todos los que existen, por de,siertos i alejados que sean, pertenecen a las antiguas colonias es­ pañolas, i que ocupó el estrecho porque fue descubierto

213

por el Gobierno colonial de Chile, a nombro del cual tomó posesión de él el capitán Ladrilleros. También aquellos diario.? reprochan a Chile quo no reduzca a indemnizaciones pecuniarias sns exijencias, i quiera conquistar los territoriíjs do Bolivia i del Perú para indemnizarse: i ñilminan con los mas acerbo.» im­ properios la ocupación de Antoíagasta, sin previa decla­ ración de guerra, como las operacionc.» lícitas i arregladas al derecho de jentes de nuestras fuerzas; i era, por tanto, preciso que el Gobierno arjentino rccojicra esas diatribas, consignando, en los tres últimos ■!um.ns, ........ 'los principios ..... que ellos suponen violados por Chi 0. Estamos seguros dc quo Ohile no hará ia guerra a la República Arjentina ]>or la inecsante provoc.acion a nues­ tro amor propio nacional con que nos incita la prensa de Buenos Aires, como dice Bismark en su circular de 16 do Setiembre de 1870 al Cuerpo I)i,)lomático alernan, que la hiciera a la Francia despues do haber acallado du­ rante cuatro años ese amor nacional provocado incesan­ temente por los franceses. Nó; no seria cuerdo sacrificar los sagrados intereses que nos ligan con aquella Repú­ blica por dar importancia a la vocinglería inconsciente de e.sci’itores, que son temer.arios contra Chile solo porque son ignorantes e irresponsables, como cualquier niño que insultara a un hombre serio i honrado, Pero no obstante, nuestro Gobierno tiene derecho a esperar que un Gobier­ no elevado i digno como el del Jeneral Roca, que pone al frente de su cancillería a uno de los primeros estadis­ tas arjentinos, no adopto el criterio de aquellos diaristas, que copian a los de Lima para juzgar nuestros actos en la guerra. TJn Gobierno tal debe saber lo que es una conquista i lo que es una anexión violenta de territorio, para no con­ siderar como tal el recobro que hizo Chile del territorio del grado 23 de latitud Sur, despues de haber tolerado 13 años las ropugnantes violaciones de los tratados de 66 i de 74, en quo se habian fijado las condiciones, que jamás cumplió Bolivia, de la cesión de aquel territorio, Un Gobierno tal no debe considerar como conquista la cesión que exije Chile del departamento Litoral de Boli­ via ide! de Tarapacá del Perú, porque ella responde a una indemnización que no pueden pagar en dinero estas na­ ciones, c importa, además, hi seguridad de Chile para el porvenir. Chile, para triunfar eu la guerra a que fué arrastrado por las insidias i felonías del Perú i las ofensas a su honor i seguridad hechas por Bolivia, ha tenido que hacer enormes sacrificios a fin dc tener una escuadra ca­ paz dc adueñarse del Pacífico, i poner en el territorio ene­ migo 50,0Ü0 hombres que sucesivamente han realizado las cuatro gloriosas campañas de Tarapacá, de Tacna, la quo acaba de terminar en Lima i ¡a que dominó las costas del Norte del .Perú. Necesita el pago de sus sacri­ ficios i una garantía para lo futuro, i al exijir aquella ce­ sión, por pago I por garantía, obedece a ía política tradicional de las dos Americas i de Europa. Los Estados Unidos no han hecho conquistas adquiriendo la Florida, Tejas, California, Nuevo Méjico, como nosotros quere­ mos adquirir aquellos terriiorios; ni Ja hizo cl Brasil ha­ ciéndose ceder de Bolivia gran parte del Chaco, i por el Pitraguai el Fecho do Morro; ni el Perú puedo llamar conqui.sta ni anexión violenta la do las comarcas dol Ecuador que doinidan en Andoas i Canelo. Los hechos que comprueban k práctica do la misma doctrina en Europa son infinitos; pero basta al efecto trascribir k fórmula de Bismark, en la circular citada, porque Chile Hiede, respecto del Perú i dc Bolivia, repetir estas palairas de la Alemania respecto do ia Francia: “ La opinión unánime de loa gobiernos alemanes i del pueblo aleman exije que la Alemania tenga fronteras mejores que bus de hoi, que la protejan de ks amenazas i agresiones a que todos los gobiernos franceses, desde hace siglos, se han entregado contra nosotros.”

214

GUERRA DEL PACÍFICO,

Pero Chile, que no quiere conquistas, ni anexiones vio­ lentas, i que no exijo la cesión de territorios, sino en pago de lo que le deben pueblos insolventes i desgobernados, estipuíaria sin reservas lo que sobre este asunto quiere el Gobierno arjentino con cualquier Gobierno serio, cómo él, i con el arjentino con tanta mas razón, cuanto que su vecindad no lo trae peligro alguno, mucho ménos el de ataques e invasiones como los que lo han arrastrado a la guerra. Trataria también que la guerra no pudiera emprender­ se sin prévio aviso, sin embargo de que esto está admitido en la práctica universal, i en la de América desde la guerra de 1812 entre los Estados Unidos e Inglaterra, ha.sta que la emprendió el Paraguai contra la Re )ública Arjentina, Esto Pacto, en verdad, permite, como dice el señor Irigó­ yen, no distraer en armamentos los recursos que se nece­ sitan para el desarrollo, sobre todo si se tiene la desgra­ cia do estar bajo un Gobierno meticuloso, como el que estableció la paz armada ou la República Arjentina. E l Presidente do ese Gobierno tocaba la alarma contra Clúle, a quien, como los presidentes del Perú i Bolivia, llamaba el Cain de América, el desertor de la civilización, i la tocaba todos los dias en su diario, parafraseando estas palabras de L a R e p ú b lic a :— "Cada noticia de un comba­ te en el Pacílico nos hiere como el rayo, conmueve nues­ tras fibras, porque tenemos el presentimiento del peligro. E l ejército do Chile entrará a Lima, si derrota al ejército perú-boliviano, i si so hace una paz que despedace el ter­ ritorio de nuestros vecinos i hermanos, si Chile vuelve victorioso i mas in.soIente que ántes...” I al lado de estas alarmas, aquel Presidente halagaba el amor nacional, para que no le pidiera cuenta de sus dine­ ros derrochados en armamentos inútiles, asegurando quo estos elevarian a la República Arjentina al rango de laprimera potencia militar de Sud-Améiica. Ya estamos en Lima, i el Presidente alarmista so con­ vencerá, aunque todavía no logra aquel desideraivm, de que Chilo vuelva a la paz sin insolencias, de quo ol Cain americano no busca a su Abel en el pueblo arjentino, puos desocupado de las atenciones que le han impedido probarle su amistad, lo tenderá la mano para convidarlo a arreglar esa cuestión de límites que tanto ha servido alos escritores del temple de aquel Presidente para formar allá una apinion hostil a Chile. Finalmente, uii Gobierno tal como el de! Joneral Roca no puede ni debe dar valor a las calumnias peruanas, que repiten los escritores arjentinos, sobre que los ejércitos de Chile marcan su itinerario sombrío llevando la desolación como los de la antigüedad. Jamás Chile ha faltado al dere­ cho déla guerra, ni aun destruyendo las )ropiedade.s que debia hostilizar en busca de la paz. No la espulsado de su territorio a los enemigos, ni ha confiscado sus propie­ dades, ni ha maltratado ni asesinado a los prisioneros, ni ha usado de minas de dinamita, ni de celadas repro­ badas como el Perú i Bolivia. Sobre todo, no se le com­ probará un solo escoso que deje atrás a los de la guerra del Paraguai o que se parezca siquiera a les que el inter­ ventor Goyena cometió en Corrientes en la ú tima 'iierra -civil arjenliiia, los cuales fueron denunciados por el sena­ dor Baibiene. Los documentos oficiales dan testimonio de lo que ase­ gurarnos; i si el Gobierno arjentino los prefiere a las dia­ tribas de la prensa del Perú, de Bolivia-, de Buenos Aires i de Montevideo contra Chile, dejará, no lo dudamos, de alentar en sus actos escritos la tenacidad con que persis­ ten en la guerra nuestros enemigos. A este propósito, concluiremos copiando otras palabras de la circular de Bismark ya citada en la parte en que se refiere a la imprudente acción i pretendida intervención de los neutrales en favor de la Francia: “ Además de esto, dice el canciller, hai un obstáculo esencial para que los franceses conciban enérjicamente la necesidad de hacer la paz con la Alemania, i es la espe­ ranza que entre eilos alimenta a! Gobierno actual de uua

intervención diplomática cíectiiada-por las potencias neu­ trales en favor de la Francia. Si el pueblo irancés ¡lega a convencerse do que así como él solo ha provocado la guer­ ra, i la Alemania ha debido, sola también, combatir con­ tra él, así igualmente debe arreglar solo sus cuentas con la Alcmauia, i entónces pondrá fin, ántos de mucho, a uría resistencia que hoi os evidentemente inútil. Es una inhu­ manidad para con la Nación francesa, de parto de los neu­ trales, el permitir quo el Gobierno parisiense mantenga al meblo en esperanzas irrealizables de intervención i'proongue así la lucha.” ¿Qué harán el Gobierno deí Perú i de Bolivja cuando, después de las cruentas batallas de Chorrillos i de Miraflores, que arruinan para siempre au poder, lean la nota del señor Irigéyen, que tantas esperanzas les despiertan, juzgando a Chile con el mismo criterio con que ellos io juzgan, dando al viento sus alharacas femeninas que hacen creer que ni siquiera tienen ia dignidad del dolor?

(Editorial (le E l IiíBEfEíiLiBaiE de Santiago dc 5 (le NoTÍembre Je 1880.)

Si la influencia dc la prensa en las sociedades moaernas ha llegado a tomar proporciones bastante grandes para sacar airosos a los que la calificaron do a un cuarto poder del Estado, no puede negarse que hai circunstan­ cias en quo esa influencia liega a hacer preponderante i decisiva. No da batallas campales ni receje los laureles de la victoria; pero, en Jas solemnes contiendas, prepara el terreno en que las batallas se dan i dota a las a' ñas do aquella indoriiablé enerjia, de aquel entusiasmo ardiente i de aquel valor sobrehumano, que son como el material de que se foijan los héroes i los vencedores. La prensa chilena, reflejo del pensamiento i de las as­ piraciones de este país desde los primeros dias de su exis­ tencia, ha sabido en jeneral comprender sus deberes i cumplirlos. Apenas incipiente, i en mantillas todavía, su­ po mirar sin miedo al coloso español i acercarse a él para pedirle cuenta de sus errores i remover con mano atrevi­ da cl deleznable terreno en que descansaban sus plantas. Pidió al soberbio dominador ios títulos de su dominio los e.vaminó con iutelijcncia vigorosa i, encontrándolos, deficientes, proclamó la emancipación de la colonia i lanzó al pueblo a los campos do batalla en que, tras porfiada i sangrienta lucha, obtuvo al fin su indopeiidericia. Conquistado este supremo bien, la prensa continuó sir­ viendo al progreso de la. República bajo todas sus fases. Problemas de política interna i esternas, económicos i administrativos, relijiosos i sociales, fueron ajitados, es­ tudiados i resueltos por los diarios i periódicos on sentidos diversos i hasta contradictorios, pero siempre al impulso del amor patrio i con ventajas positivas para la causS del -progreso. Seria largo historiar los servicios prestados a la Repú­ blica por sus servidores en la prensa, i no abrigamos tal propósito. Solo queremos hacer notar que, durante la guerra en que Ghile se encuentra empeñado con el Perú 1 Bolivia, el diarismo chileno no ha abandonado por un solo instante su puesto de re.sponsabiIidad i vijilancia. Ha sabido hermanar !a cordura con la enerjia i conservar la plenitud de su independencia sin comprometer el éxito de la campaña. Ha sido antorcha casi siempre i rarísimas veces obstáculo; Ha sabido mostrarse superior a los des-, engaños i dado pruebas de una paciencia prodijiosa. Gra­ cias a ella, el mundo sabe que en Chile no se discute so­ bre la justicia de Chile i que on Chile no se duda de la victoria de Chile. I esta unanimidad do la prensa—reflejo fiel de la unión de los chilenos—no es un fruto artificial madurado en los invernáculos dei despotiscno, sino un fruto espontáneo de los mas íntimo.? sentimientos que se albergan en los corazones de todos los hijos de esta tierra. La prensa de Chile ha estimulado a sus gobernantes, ha aplaudido a sus héroes, ha cooperado al alivio de las ' víctimas de la guerra, ha hecho palpable la justicia de

215

CAPÍTULO PRIMERO. nuestra causa, ha-desvanecido las imputaciones calum­ niosas de nuestros enemigosJ será hasta el fm el atalaya vijilante que no consentirá que los vencidos de las bata­ llas obtengan un desquite en las encrucijadas de la di­ plomacia. Pero por lo mismo que reconocemos los valiosos servi­ cios prestados a Chile por'su preusa durante ia gueira actual, por lo mismo que nos sentimos orgullosos del pa­ jel que ha representado, no podemos resistir al deseo de racemos en público una pregunta que mas de una vez. nos hemos dirijido en lo íntimo de nuestro pen.samiento. La prensa de Chile, que no'ha pecado de impaciente, DÍ de indiscreta, ni de pusilánime, ¿no habrá pecado en mas (le una ocasión de jenerosa i de confiada en demasía? ¿Iso habrá llevado hasta la temeridad ia confianza en la fuer­ za de Chile i hasta la imprudencia su desden por las in­ venciones calumniosas de la prensa enemiga? Ks un hecho curioso, en efecto, el cuidado con (¡ue la prensa do Santiago i de Valparaiso ha estado recojiendo de toáoslos perfodicos dcl mundo, todo lo que los diaris­ tas dol Perú i liolivia, i sus ajentes i amigos en América i en Europa, han estado publicando para desprcatijiarnos, concitarnos enemigos i hacer odiosa nuestra causa; has­ ta el punto de que, cuando el futuro historiador quiera saber cuanto se ha escrito contra Chile en cl itíio 1medio que llevamos de guerra, no tendrá fuente mas eopiosa a quo acudir quo la prensa de Chile. 1 así, por nuestro conducto, es como cl Perú bloquea­ do i quo apénas conserva escasas i tardías comunicacio­ nes con el resto del mundo, logra hacer oir los ecos de sus desaforados gritos en los grandes centros dc publicidad americana i europea. So dirá que el siloncio de nuestra prensa no impediria dc ninguna manera que aquellos inevitables desahogos de nuestros vencidos enemigos hiciesen su camino; i ello, hasta cierto punto, seria exacto. Mas, ocúvresenos pregun­ tar; La circunstancia deque las injurias i mentiras de nuestros enemigos habrian, aun absteniéndonos no,sotros, de encontrar trasportadores i divulgadores, ¿es acaso un motivo bascante para que no.sotro.s mismos las trasporte­ mos i divulguemos? Se nos alcanza de sobra, quo hai casos en que la re­ producción de los escritos hostiles a nuestro país es con­ veniente, como verbigracia, cuando ellos son propios para dar a conocer al público chileno la situación moral o ma­ teria! del enemigo; pero nos atrevemos a avanzar, sin te* mor do .ser de.smentido.s, que no siempre las reproduccio­ nes que acosturnbram()s Imcer tienen esa razón que las abone.

' Sabemos que hai gusto,s mui estraño.», i que así como algunos gastrónoum.s aderezan con abundantes c,speeias la comida, porque son aficionados a comer ral'iando, a-sí también no faltan algunos que encuentren un esti’avagante placer cu paladear todas las injuria,?, calumnias i sandecesque-nos enderezan, los escritores limeños; poroaun así, nos parece que loa que dirijen la prensa do Chile deberían mo-stranso un poco ménos complacientes con ios .aficiona­ dos al ají de Chinchas i al asnaucho arequi¡)eño. I I ya que nos hemos puesto a liacer nue.stro exámen de ' '’.aneicncia—buen signo do probable arrepentimiento— no ' estará dc mas que reflexionemos un poco sobre la actitud -'ue nos corresponde observar en presencia de las provo­ caciones i amenaza.» que por todos los vapores nos llegan de Panamá, de Caracas, de Buenos Aires, de Montevideo i da otras partes. En jeneral, hasta ahora las hemos deja­ do pasar o las hemos rebatido con la circunspección mas irreprochable, Pero ha habido sus escepciones, i mas do una vez hemos dado a loa provocadoras el gusto dc aban­ donar elevadas las líneas do nuestra defensa pava entrarnos a pelear con ellos a puño cerrado en el terreno pantanoso ic las injurias i do las amenazas. Pensamos que nuestros esfuerzos deben tender a no di r jamás a los -enemigos, ni a ios envidiosos, ni a los es­ peculadores políticos de otros paíse.s, ese' gusto. Creemos

que nada g,anaremos con devolver sus injurias i amenazas a los que gastan sn tiempo en mjuriarno.s i amenazarnos a distancias enormes, por sobre las cordilleras ó al través de loa mares i de los istmos; i al contrario, es posible que nos enajenemos voluntódes i t|ue proporcionemos aliados, siquiera sean platónicos, a nuestros agonizantes enemigos. En efecto, hai injusticia e imprudencia entornar pié de lo (¡uc dice im diario, talvez sin eco en ia offiiiioii, o uu es­ critor ruSfdfl.riado por el enemigo para lanzar palabras pro)ias para lastimar la sueeptibilidad do pueblos que, como as arpas eólicas, hasta por un vientocillo cualquiera pue­ den sentirse heridos. Para recordar un caso .náciico de los ménos considera­ ble.?, recordomo.» aquel de a negrería dc Panamá. ¿Pudimos' proporcionar una mas provechosa oportunidad alos ajente.? peruanos en el Istmo para azuzar contra Chile la ' va­ nidad lugareña? ¿Qué se gana con liacer a un Estado, orovineia o ciudad, por insignificante que se suponga, soidaria de un mequetrefe cualquiera, que escribe injurias contra Chile, porque para eso iq pagan i porque con eso come? lluego, ¿con qué justicia se devuíílvo a una so­ ciedad la injuria (¡ue parto de uno solo de sus miembros, 0 acaso de algún insígnificanto advenedizo? Para nuestro objeto, que era poner un ejemplo, basta, Reconooonws que la prensa de Chile, comparada con la de! Perú, do Bolivia i cou ciertos diarios que viven al servicio do k Alianza, es un modelo de moderación i de cultura.' Pero, por lo mi.smo que ,k vemos en ei buen ca­ mino, qui.siiíramoí-! verla t-ocav cuanto ántes k meta do k moderación inaltorable i de la e(]i.údad nunca desmentida. . . . Desvanezcamos las caluuinias, rGCtifiqucmos lo errores, pongamos en trasparencia las mala.? artos de nuestros ene­ migos; pero ya que nuestro ejército se ha encargado de castigarlos con la espada, no nos rebajemos lo que seria preciso para empeñar con ellos riñas indecorosas de dimes 1 diretes, No devolvamos injuria por injuria, ni amenaza por amenaza; qno bien .sienta el silencio al que esgrime la e.spada, i que no necesita amenazar, quien como Chilo está escarmentando a la? que en mala hora lo provo­ caron. Z, R odríguez . (K J it o r ia l d r E i , JsDKPKSí'iF.riTF; lie S a n tig u o .)

E l señor Comandante don Patricio Lynch se halla ya de regreso en las inmedincione.» del Campamento Jenoral de nuestro ejército, despnes de haber desempeñado su encargo con una felicidad quo, en cualquier otro país dc k tierra so habria tenido por pvodijiosa. E l nombrado Jefe, con poco mas de 2,000 hombres, ha recorrido, sin darse prisa.i sin cinoontrar la mas leve resistencia, toda la estonsísima, rica i poblada costa quo se estiende desde el Callao hasta la frontera dol Ecuador. E l Perú, podero­ so, dilijente i lleno de recursos, so ha limitado a dirijir, por el órgano do su prensa, en vez de balas, insultos a los audaces enemigos que recorrian sus mas productivas comarcas con la tranquilidad de quien se pasca en los corredore.s de .su propia, casa. N i un combate de avanzada, ui un amago de hostilidad, ni nn solo acto bueno para revelar (¡ue eraii hombres los moradores de aquellas ciu(kdiCs, los dütíño.s dc aquellos injcnios, los habitantes de aquellos territorios. ¡1 el Perú tiene 3.000,000 de habi­ tantes, i mas de la mitad del Perú i, con mucho, su mas rica, civilizad.» i animosa mitad .vivo entre el mar i las faldas occidentales de la cordillera! Nunca se vió en nin­ guna época de la historia, ni en ninguna parte del mun­ do, un espectáculo sernejanto. N i los supersticiosos ejipcios, ni lo.? persa,? afeminados, ni los aztecas .sorprendidos, ni los mansísimos súbditos de Atahuaipa, ni, en nuestros dias, las tribus salvajes del Zululand i del Afghanistan han abandonado así tierras, bogare.? i riquezas a los invasores de su suelo. En todas partes siempre se han encontrado algunos hombres de corazón capaces de encabezar k

216

GUERRA DEL PACÍFIOO.

resistencia, aun contra fuerzas enormemente superiores, i i. por eso no ha cesado do pedir a los directores de la aun sin esperanza alguna de vencer. guerra una acción rápida, vigorosa i constante. La guer­ Pero e.so, quo nunca se ha visto, lo acabamos de ver on ra floja, interinitenio, amable, seria la guorra sin fin, cruel el Porú. Esa República fuerte no so defiende; ese Gobier­ i verdaderamente desastrosa para todos; no así la guorra no hábil no ha sabido causar una sola baja a! puñado de enérjica que lleve la acerada punta hasta el corazón del chilenos que han paseado impávidos durante meses en­ enemigo, porquo ella ca la única que puede traernos la teros su territorio; entre tantos millares de espartanos paz entre los pliegues de sn manto ensangrentado. no se ba encontrado uno solo capaz de trabar combate Eso, que no ve el Iferú i que parece no quieren ver los con débiles avanzadas que se internaban a muchas le­ que siguen desde la vecindad las peripecias de la campa­ guas de la co.sta. ;Y esees, sin embargo, el país queso ña, es lo quo la opinión pública ha visto aquí desde que llama a sí mismo pueblo de héroes i que nuestros enemi­ aquella se inició. De ahí que hayamos sido precisamente gos se empeñan eu presentar al mundo como resuelto a los que, por escuela, por carácter i por ¡irincipios detes­ sucumbir con la gloria de Numancia, de Cartago i de tamos la guerra, los que mas empeño hemos puesto en Jerusalem! impulsarla, aconsejando aquellas medidas propias para I no so diga que la espedicion catm sobre el Norte del hacer sentir a los enemigos, conjuntamente con ias cala­ Peni de improviso, como una tempestad de verano, nó; midades de la guerra, ol deseo de llegar a la paz. que la prensa de Chile estr.-o anunciando su salida con Una dc e,?as medidas, i de las mas eficaces, fué la que meses de anticipación. Dijimos cuántos iban, ' a dónde i se encomendó a la espedicion Lynch. Ella no ba conquis­ a qué; i Piérola, quo lo supo, organizó por medio do pom­ tado glori.as militares; poro, en cambio, ha )uestode ma­ posos decretos la defensa del productivo Litoral del Nor­ nifiesto la absoluta incapacidad de defenderse en mar i te, ordenando a los hacendados que se pusieran a la cabeza en tierra en quo el Perú se encuentra. Ella no ha causa­ do los trabajadores para inílijir terrible escarmiento a los. | do baja,? a los batallones do Piérola, porque nunca se pre­ audaces que so atreviesen a poner las impuras plantas en ' sentaron al alcance do sus rifles; pero, en cambio, ha oí suelo sagrado i nunca j.amás profanado de los hijos dcl | hecho comprender a los habitantes del Norte del Perú, Sol! No obstante, la espedicion salió i paseó la bandera qne el Gobierno de Lima no tiene los medios o la volun­ estrellada por todas aquellas comarcas, i acaba de volver tad de protejcrlos, i que su suerte está en nuestras manos. sana i salva, sin haber podido divisar riquiera a un solo Ella no lia ido a sacar a los zorros de su madriguera do enemiffo armado, Lo.s batallones de valientes ciudadanos, Lima; pero, en cambio, ha dado rudo golpo a su prestijio las ajiles montoneras, Ia.s sabias combinaciones que, al i ha cegado la.s fuentes en (¡ue encontraban elementos de decir de los diarios de Lima, habian do caii.sar el e.sterrai- todo jénero para prolongar la duración de la comedia que nio de los invasores, se quedaron cn ol papel, como tantos están representando a costa do los que residen fuera dol otros cucos en que han puesto sus esperanzas a prueba escondrijo, con daño nuestro i cou perjuicio de todos los de desengaños, nuestros infelices enemigos. que, sin tomar parte on la contienda, están interesados La conclusión que dol hecho apuntado se desprende en el pronto restablecimiento de la paz.es obvia; el Perú está definitiva e irroinediablemcute ven­ cido; i si prolonga la guerra, es solo porque lo.s que la Z. R o d ríg u e z . dirijen de parte de Chile le han permitido jugar a esc juego, i porque, .si no se atrevo a combatir, se atreve aun P R E N S A PERU A N A . ménos a confesarse derrotado. Entre tanto cl tiempo corre i el desenlace se .apro.xiraa, UNION 1 GUERRA HASTA VENDER. i cuando él llegue, hasta lus mas medrosos comprendoráu (Editorial di L a Onsiox N aoionai, de Lima.) que su miedo les acouscjaba atreverse a la paz. Si no se han atrevido, es jioitjue los ha estado sosteniendo la fe E l problema do la guerra del .Pacífico está ya oficial­ que tienen en ios brujos. De todas panes lus ven llegar resueltos a evitarles los peligros do a batalla i a regalar­ mente planteado. Hasta ahora no se habia atrevido el Go­ le,? los laureles de la victoria. Oreen que no hemos de bierno de Chile a revelar su intento respecto del territo­ llegar a Lima porque, cuando nos pongamos en marcha, rio ocupado. Nos daba a conocer confidencialmente, como unos brujo.? nos han de asir de los talone.? para dotoner- ba,se principal do la paz, la devolución íntegra de nuestro aos i otros brujos nos han de salir al encuentro para cer- territorio, miéntras se regularizaba l.a aceptación de los ramos cl paso, Están ciertos do que lo que ellos no han buenos oficies de Estados Unidos. Necesitaba Chile un sabido liacer cu defensa propia, otros lo Dan dc hacer en testigo caracterizado para arrojar en su presencia la care­ su obsequio por sus linda.? caras. Ni la América ni la Eu ­ ta i proclamar de oficio la conquista. Aceptó de mala fa ropa, ni la tierra ni cl cielo, consentirán jamás en quo la mediación para adormecernos, para que, confiados en el malvado Chile imponga por todo castigo a aquellos su ofrecimiento, no inoviésomos nuestras tropas de Lima, 5.000,000 de llamas metidos a leones, ia pena de ser tras­ miéiitnis la espedicion de Lynch talaba nuestras hacien­ quilados. Los llamas dicen que es horrible pena i que lo,s das i robaba nuestras poblaciones del Norte indefensas, aioses no permitirán quo tamaña iniquidad se consume. su escuadr.a bombardeaba Chorrillos, Callao, Ancón i Puede que sí;, pero hasta ahora, todo haeo creer que los Cliancai, i su ejército dol Sur saqueaba basta los vasos dioses en lo que ménos piensan es cn obrar prodijios para sagrados en Yíoquegua, reservándose el Gobierno de San­ conservar sus vellones a los mansos cuadrúpedos que, on tiago su declaración oficial de conquista para cuando mala hora, se metieron a repre,sentar eí peligroso papel 030.S ciimcncs do lesa civilización estuviesen consumados, do leones. i con cl propósito de intimidarnos i que suscribiésemos Los provocadore.? de Chile, sus iusiiltadores incorreji- nuestra humillación i nuestra deshonra. Chile aceptó la bles, los sempiternos maquinadorcs de fusechanzas contra i mediación para encubrir eon ella ese plan salvaje i noti­ sus derechos, serán medidos con la vara que habian pre- | ficarnos, con las solemnidades diplomáticas, que de hoi en parado para medirlo. 1 uo porque no encuentren cabida | adelante su guerra es dc conquista i de csterminio. en el corazón de Chile ios sentimientos jonerosos. Nada De pié, peruanos! Ha sonado la hora. Aceptemos el re­ le cuesta olvidar i poquísimo perdonar. Pero ¿cómo olvi- i to a muelle. A la palabra autorizada dol Gobierno una­ dar injurias que se repiten dia a dia, i cómo perdonar a I mos la libre voz del ciudadano. Respondamos de pronto jentes cn quienes la insolencia crece con las derrotas? | con nuG.stro antiguo lema nacional: firmes i felices por la Tales jentes no tienen razón para quejarse de los df.ños unión, i con el símbolo de los colores de nuestra bandera, que la guerra les irroga, porque c! deber de Chile es irro­ la paz entre la guerra. Peruanos de todos los antiguos partidos políticos, de gárselos tan grandes i desastrosos como le sea posible, a fin de acercarse al desenlace. Asilo comprende la opinión. pié juremos, por nuestra relijion i por nuestra honra,

CAPITULO PRIMERO.

21T

I unión estrecha, cordial imion i no deponer las armas has ta vencer al atrevido conquistador. Señor alcalde dc Lima, ha sonado la hora. Recabe V . S. permiso del Gobierno; abra V. S. las puertas del cabildo; convoque a todos los ciudadanos, sin distinción dc condi­ ciones ni matices, para que, estrechándonos las manos, juremos, todos, unión i guerra hasta vencer. Las demas municipalidades do la República secunda­ rán la acción de la capital, i la Nación entera, unida como una sola familia, responderá al reto de conquista con la solemne protesta de unión i guerra hasta vencer. De pié, peruanos. Guerra, conquista i esterminio grita el salvaje ae Araucanía. I ahí está, hollando el suelo patrio; está incendiando nuestros campos; está saquean­ do nuestras poblaciones; está profanando nuestros templos i haciendo irrisión de nuestros santos i do nuestro Dios, el Dios de los cristianos,, que adoran todos los pueblos cultos; está, ensorbcrbecido i furioso, revolcándoso en la sangre jenerosa de nuestros compatriotas. De pié, peruanos. .Union i guerra hasta vencer. La historia de todas las edades nos enseña que solo los pueblos débiles por su número o debilitados por su corrupción, por sus costumbres relajadas, por su falta de libertades, por su abyección i esclavitud, han podido ser conquistados por algún otro pueblo fuerte, mas aventaja­ do en civilización, ia filosofía i hasta el sentido común demuestran, que a la fuerza no es po.siblo que se le sobre­ ponga la debi idad. En la guerra ha descubierto Chile todas sus llagas fé­ tidas, arrojando el manto de la hipocresía con que las ocultaba, para exhibirse ante el mundo con los repugnan­ tes harapos del cinismo. Su relijion es la del becerro de oro; su civilización es la del corvo i látigo; su cultura se refleja en la depravación inmunda de su prensa; sus ins­ tituciones en apariencia republicanas,,son las feudales de la edad media; su Gobierno, de mercaderes políticos, con­ decora con cintas i con medallas a los que, como Amrgara i Oaldos, asesinan paisanos i soldados prisioneros, i como Lynch, incendian i roban los campos i las ciiid,»dos; i su pueblo bajo, el roto, ignorante, que no sabe leer ni escribir, está tan esclavizado, qne en medio siglo no ha podido vestirse, ni emancip.arse do sus amos los peí íl­ éones. La corrupción, el hatinre i la codicia han preci­ pitado a Chile a la guerra dc vandalaje. E l Perú tiene doble población que Chile, sana i robus­ ta; i en cuanto a su civilización i cultura, en cuanto a la índole de su raza, a sus costumbre.;, a sus instituciones, a su relijion, ahí están, a la vista del mundo, atrayendo las simpatías de loa dos continentes. La guerra, los rudos re­ veces de la fortuna, uo nos han impelido fuera de la ór­ bita del derecho de las naciones, no nos han precipitado mas allá de los límites de los pueblos civilizados i cultos, ni tampoco han abatido el espíritu nacional, untes bien han retemplado su vigor i enardecido su bélico entu­ siasmo. Chile no tiene, pues, fuerza, no tiene poder, para hacer conquistas en el Perú; peleando unidos será al fin nue.s­ tra la victoria; triunfará la fuerza i el derecho, cl poder i la iustieia. De pié, peruanos, lía sonado la hora. Contestemos el insolente reto de conquista i esterminio, jurando uiiion estrecha en toda la familia peruana i quo' no dcjaroraos las armas hasta que no hayamos recobrado nuestro terri­ torio i nuestros tesoros, vengando la sangre ¡lustre de nuestros hermanos, rescatando con plomo las cautivas tumbas de nuestros héroes, escarmentando al invasor ale­ ve i salvando incólume la honra dc la patria. E’nion i guerra hasta vecer. ¿QUÉ HACE I,A AMÉRICA? (Editorial de L a

P a t r ia

de Lima dcl 3 dc No-vlembrc 1680)

Miéntras que el Perú ¡ Bolivia, en fraternal alianza, rechazan la agresión chilena con toda la enerjía que da cl T omo

iv

.— 28

convencimiento de la justicia; rniéntras que la Alianza 3urú-boliviana derrama abundan to la noble sangre de su.s rijos i gasta sus tesoros en defensa de! derecho público do América, que Chile ataca invocando el bárbaro dere­ cho de conquista; miéntras que el Perú i Bolivia ponen la fuerza contra la fuerza, es indispen-sublcmcnte necesario que la familia americana, las rcpiúblicas del Pacífico i del Atlántico, pongan cl derecho contra el liecho. La conquista es un hecho que ía barbarie convirtió en derecho, pero que la civilización condena,' cuando conde­ na al principio absurdo Je que cl fin de la guerra sea la destrucción dcl Estado enemigo. Ohile, el enemigo jiurado riel Perú i de la América; Chile, que para ju^bificar l.v fn-esento guerra se ha visto condenado a invocar la fiine.sLa docMÍna do Maqmavelo; Chile, qno lleva sobre su frente la marca de Caín; Chile rroclama en pleno siglo X IX i ante la América oscandaizada el absurdo derecho de conquista. No vencerá Chile, no, en esta guerra; no consumará su crimen, porque ántes seria preciso que el Perú i Bo­ livia dejaran de existir; seria preciso que Chile tuviese el inconcebible poder de anular los de.signios providen­ ciales a qne el Perú i Piolivia csíánllaruados en cl porve­ nir de la gran patria americana. .No vencerá Chile en la guerra, pero es indispensable que ántes sea juzgado, vencido i condenado por la san­ ción espontánea i colectiva de las secciones de America. Si Chile, amparado por la fuerza bruta, amenaza hoi la existencia del Perú, i hai espectadore.» inertes quo pre­ sencian ol sacrificio do la víctima por bandidos que ha­ cen el oficio del salteo, esa mi.sma fuerza es una amenaza contra el!o.s, contra los que .se hacen cómplices por omi­ sión. Existe un regulador supremo, provideneial ciertamente, injenioso artiílóio, que a falta de un.iuoz impareial cuya decisión seria matercrialmcnte ineficaz entre los pueblos, les advierto, sin embargo, que no pueden impunemente traspasar los límites de su propia soberanía; eso regula­ dor es el equilibrio moral, análogo al equilibrio de las fiicrz.as físicas, cuya gran loi es el repo.so que resulta de la oposición de fuerzas contrarias. E l equilibrio americano es la gran lei moral que nor­ ma los actos internacionales de las rcnibiieas que deben .su existencia al rioreclio moderno do a.s naciones consti­ tuidas; i ose equilibrio establece una absoluta solidaridad entre los miembros dcda gran fa:ni;i.a, que está obligada H mantenerlo inalterable, no solo por viniid, sino también poregoisino, en guarda de su propia integridad, I, ciertamente, la fuerza bruta, sin el contrapeso de la influencia moral, el hecho contra cl derecho, la conquista contra la soberanía: he ahí la perturbación radical del mundo convertida en lei caprichosa i bárbara. “Cuando se combate a cañori rayado, en fragatas blindadas, on sustancia lo que decide ca el dinero; porqu-c el tesoro mas rico es el que provee mas pronto i en mayor escala de estas máquinas de de.strucci.on, Do manera que, si no ,se pone remedio, el siglo X IX , tan orgulloso del pensamien­ to, verá la preponderancia de los estados sometida a algo mas grosero i mas material aiiii, si es posible, que la fuer­ za, liazon mas para no tratar dcsdeíiosamenco el equili­ brio de los territorios, porque los territorios alimentan a las poblacione.» i las poblaciones p.agan los impuestos.” El equilibrio Je la fuerza es, pues, la gran necesidad dol mundo modf’no, i esa necesidad os vital en las re­ públicas de América. E l Perú ha sido siempre ol centinela avanzado del de­ recho público americano, De.sdc IS26 hasta IS48, hasta 1864, hasta J879 i ha.sta hoi, el Perú lia sido el obrero infatigable, ol sirstenedor tenaz dcl equilibrio americano. E l Perú ha sido inflexiblemente celoso de la integridad territorial dc las otras repúblicas; ha proclamado siempre la supremacía del derecho i ha rrotestado siempre contra los avances del hecho; el Perú la sido el propagandista del derecho americano; el Perú ha trabajado incesan-

218

GUERRA DEL PACIFIGO.

Se tenre, con mui poco fnndamonto, que una espedicion chilena pudiera llegar a e.?ta ciudad. i Vano temor! S i Chile hubiova querido hollar nuestro suelo, lo habria bocho ya. Al dia siguiente de la toma do Tacna, las puertas de Bolivia e,staban francas. Habria podido llegar con toda facilidad. Elementos i fuerza.? tenia para ello. No io hizo, porque Chile necesita, para el porvenir, de Bolivia, i no le conviene, por tanto, herir ni menos hu­ millar ei sentimiento nacional. No vendrán, pues, mañana las fuerzas chilenas a La Faz coiuo no vinieron ayer. 1 si a Arequipa, llegan, allí se detendrán. No lo dudemos; Chile va a Lima, Jja suerte del rerú i la de Bolivia dependen dc c.sa jornada. Chile no puede tratar al mismo tiempo con Bolivia i el Ferú. Uno de estos dos países tiene que ser s.acrificado. De uno do ellos tieno que recojor el vencedor el fruto de sus victorias. Bolivia, firmando la paz sola, ayer u hoi, habria podido obtener la indispensable rectificación de ,?us fronteras i otras ventajas positivas. E l ,?entÍ!nieniü }.)opular no lo ha querido así, porque prefiere su ruina i se inmola ante su lealtad al Ferú. M a n u e i, J e s ú s O b in . Respetemos eso sentimiento, A pesar de todo, la necesidad que Chile tiene de Boli­ via, hará que ésta obtenga ventajas favorables si Chile es triunfador. P R E N S A IIOLIYUANA. 1 si la fortuna, tan esquiva como adversa hasta hoi pa­ CALMA I ESRERAKZA. ra el Ferú, le es pro¡iicia en Lima, Bolivia no tieno nada que temer de su noble i jeneroso aliado. (RillUi'i.nl ds I,.\ dc Lü r.Aidd G dc "oviciiibrp. ils LSSO.) Arreglo de cuentas, tratados comerciales, todo, todo se arreglará cn perfecta paz i armonía. E l resultado, negativo do la,s conferencias de Arica tie­ Bolivia, pues, llegará con felicidad, al fin, a! puerto. ne cscitadüs los ánimo.? i alarmada a ¡a población. Lo que sí ueccsita urjcntemcnte es que Gobierno i pue­ Se creyó jeneralmcnte que esta? conferencias tracrian blo trabajen i .?e entreguen a la hibor con decisión. una solución. Cualquiera que sea el .futuro, e.? preciso que trabajemos .Esta creencia nació do un erro)-. Estados [luidos, so decia, no es nn simplo mcdiador.es para prepararlo. Tloi vivimos entregados al acaso. Nada hacemos ni na­ un árbitro i obligará al enemigo a cejar en sus pretensio­ die se preocupa del país, nes; i cuando, con datos positivos, se sostenia que Cirilo YLui a desarrollarse serios i complicados acontecimien­ no retrocedería voluntariamente de Camarones, era impo­ tos. Preparémonos, pues, para aprovecharlos o para evi­ sible llevar ese convencimiento al ánimo público. Esta alhagücña creencia, alimentada por varios dia?, tarlos. Toda la América del Sur se prepara. Solo Bolivia, el hace Que hoi se conozca con de.?aIiento i amargura la país vei'daderamcnle iuterosado, duerme, verdaa. A l fin de cuentas puede quedar como aquel marido Siu embargo, el resaltado do las conferencias cu nada burlado de la comedia; ser el último que abra los ojos i empeora la .situación de Bolivi;r. conozca su ruina. Ello no importa para nuestro país .sino la prolongación de la guerra por tm poco mas tiempo. E m e t e e io C a n o . L. S a l i n a s Y e g a .

tementc por dar a la América una lejislacion propia, avanzada, liberal i uniforme. E l Perú ba cumplido fielmente su deber de hermano i de amigo, i los archivos de las cancillerías americana.? guardan los docuraent.os auténticos de su lea! conducra, Chile mismo lia .sido favorecido por el Perú; Cbile, entronizando la discordia en la familia americana, aplaza, Dios sabe basta cuándo, ia realización de los grandes progresos que cl Perú pi'eparaba i queria establecer. Chile ha contrariado ios vastos designios de la Provi­ dencia, que e! jonío do Bolívar de.scubrió i que el Perú trataba dc ejecutar. Chiie proclama iioi la fuerza como dereclm; Cliíle, ofus­ cado por la reprobación dc América, intenta hacer a la América el mayor de los males, eu bárbara represalia... Es, pues, indi.spcnsablemente necesario que la América se levante para protestar airada contra la pcrver,>ldad de (jliilc. E l Perú lo exije, no para reprimir materialmente , a Ciiile, que cuenta pura eilo con los elementos necesa­ rios, sino para que caiga sobre él la .sanción mora! do América, que será, no solo una protesta contra el hecho bárbaro, sino una garantía en tavor de la civilización i del derecho. E l Porú, que pone iioi la fuerza contra la fuerza, exije que la América ponga también el dereclio culto contra el derecho bárbaro.

i

i

i i i

I

I

5 ) ) 5 *5 ) A

SCAtARIO.—I. Instrucciones coimmicíuias al CApihn de navio don Vatricio Lyneb, como .íofe dc la espedicion al Norte del l’eni.—I!. Refuerzo de las gnarniciones de la frontera ex-bolivianapor el e éreito chileno. (Inédito. I —III. Los bloqueos i temores qne la corbeta (.Vjíoíí pj.ída torrar ei de) Callao; 60resuelve sea atucaila en la dársena. (laediw. —IV. Embaig.) en Nueva York del c.'iV"amcnl.ii tic salitre espertado por la l;.vri:a Knilm ijr. por cuenta dol Gobierno dc Chile. (Imádito.)—V. C<í>npni'i<í a !A:,1\í: ori'.nniz,ación i pr.;parai¡t'o.s del ejércico; teli'gi'c.nias do !a ¡larti.Ja i ;\-^a:ia .a Pí.e.:0 de la 1. ^ División espedicionaria.—VI. Nota dcl .Ministro de la (Incrm en campana al d-.amral Daiiuednno i livoriarnas al ojcrcih.-Vi;. In*t!nc,c;oi'..'s tr.vsmitidttS al Jeneral Viilagrarj al partir dc, Tacu.a i liana avanzar púc tierra daetl-: Pisco a Cliiloa. --Vil f. Cuailros áeniosti'ativas do los l; aspoi tes dc. la armada, del embarque, cODtinjcr,i,c ;le fuerza, ariíiamento, distribiicion de vívcv.os i fscrajc, etc., en lo.s buques quo eondnc.en la 1. * División.-IX. Decreto, reglamenco e instnicciones del Delegado de la Intoudeuci.a Jer.cT.sl de! líjéieito, sobro prúvi.sion do vivere.s eostiiario i ei|nipo a! ejército cspccUcionai ia, —X. Corrresponder.c.ia; rciaúva.s .al embarque, nniiciiai ocnijacioo de Pisco noclas fueren? t.hiienas.—X:. Tclecraiuas i vrei-sion peniana referente al desembarco de las fuerzas diilsM.i.s en Pisco.—X II Wc,ta.eo;üo.sUieioc del jefe de !¡i plaza do PUco ai jefe d.z las fuerzas chlcnas e insfruccieiic.s i telegramas dirijidos aí corone! ¿.crn.ino Sevilla, - XI[I. Orvanizíiuiini inililar i disciplina de las limiv.as ,wru:iM.í ro.sidontos en Pisco.—.XIV. l’recanciúnos toma-das por lus dol'ciisoveí- do Pisco, distinguiéndase la -.iicilija de envenenar el agua.—.XV. Partes olicialís do Su osupacioo de Ica ¡ del Jofc de ¡o.Pontoneros, Arturo Villivirocl. (Inédito.)- X'.'T. Kmb.aiqac d'i b b'ngada Gan.a, dc. la ’I. DivUic'U: para t;l I-:.',tro do ía guerra.—.XVI (, Notas del jefe de l.as fuerzas ídiilen.as er.'I'ainho de JÍBia a! Ministro da la Gne.vra i .I&ncrai en Jefe tic l.t 1. =* Divi.dúu, sobre, cwlríl.uicion de acima'.cs i viverc.s. (Inédito. ¡-XV1H. Parte oficia! dcl eoniaiidante dcl jlúíiíürel.alivo a! desembarque de la .vrtillucia i bagaj.zs on Jaguay i ettas oy.cracion.os ile guerra. (Iné­ dito.)—XIX. Cai ta del Jeneral Vilíagrau al eor-ane! Jasé tVar.cisoo (lana, eipiicamio 'as diiicultades que so nrcr.jurar. y.arn ia marcha ¡a.-r (.ierra .Iel ejércií.0desii ui.'uido. ÍInáiilo.)—XX. P.ii'tc oiicial tle las ov.ahajos .beelios por ios Zapadores cu la. marcha il c la ] . ”^ Diviaiuu desde Pisco .a ñurin, {loédito.)—XXI. Descripción dol viaje p.ar tierraric la divisioa J.vnch.—.XXII. legación iM Pen ifo .Vt.s ¡Írpi'ólic ií del ¡'h ia : cl .Mini.ilro Gr.mez, Haiirhez .anunráa que su ijtision (Isñe iVaísisar cu vi.s'iíi d() ia palilirn pora bálil i f'goist.i dd ¡Iobierno .arjeiilino riiu relación s la pneria; utiibuyo al llobieruo urugu.ayo proccdii.ucatoi canirarir.s a. su ..ligoiduil,- X.Xfíl, Nubi sob..-e el sorvirio .sanitario ilitl ejército cu r.u'.iip.aña,--XXlV. i’coi ccr.ion d.a los Kstudo.s [Iniilns 11 los ciudadanos du U'.jj.):nbia i Ikiiczuela. -XXV. S.antu, srñn i cunirnsaíia dada .al ej-írrito poruauo on biiua. par o! rXudo .tlaror .Jencrai, en Octubre de ISSO,-XXVI.-lililotiaios.

I, í n s t n i c c j o u e s c o m « iiio a < i;is aJ c í u t i ía o de, jta v ío d o n í ’a t i i e i » Íij ííc ii, e o in o .í'e íc d e l:i c siite d ie io ií M lN c ite íld P e rn . InSTKUCCIONKR X QUE DKDE St'JETA!.i.SE llf. .'(EÑOIt CAPITAN D EN A Y ÍO

IJO.N PATRICIO LYNCH .EN i.,\ DHííICCTOK DE

LA SSPliuKJÍON QUE SE PONE D.tJÜ SUS (HiDENES DADA 1.R A iiO.STÍLTZAR E L TEIíRlTORK.) EKEA ÍiaíJ DESDE LÚLAl E L NORTE,

1 ." La fuerza de la nivision espedicionaria so ooinpondrá de lo.? euevpos siguientes: Rejimiento Buin L ® delinea; batallones Oolcliagiia í Talca; una baleria de moiitaiia, i un e,SDuadroa de caba­ llería. Estas tropas las pedirá V. S, a lo.« jofos sujieriores d(j quioíics dependan, i la.s recibirá a iiordo on los puer­ tos do íquicjue i Ari(;a. Ya se liiiu impartido la.s ordenes necesarias para qne soan ¡.tuestas a _,su disposición. ± La e.spsdici(m será convoyada por dos buques de guerra, que por cl momento serán la corbeta Cluxcahuco, que levantará cl bloqueo de Moileiido, i e! vapor A htao, si e.s que no ha llegado ántes el crucero AÍi>itt,;:o)!ító. según las insCruo-dones enviadas al Ahnirantc. £l Ahiao solo irá hasta el Call.ao i allí .so pondrá V. ñ, de aouerdíj con el Comandan to dc nuestra escuadra sobre los btujucs que deben acoinjtañar definitivamente ,1a espedicion i partirá con ellos a su destino. 3. Corno coiivionc que en Lima no so aperciban de esta espedicion, Y. S. dispondrá sus movimieutos do mo­ do que, tanto para unirse con .!a Olu.mlnu:o como para ooraimicarse con nuestra esíiuadra, los trasporte.? queden ií'tiera del alcance de vista desde tierra. 4. Una vez incorporados al convoi ios buque? que deben protejerlo i acompañario h,asta el un, Y. B. so ’dirijivá h.asta Paita i principiará sus oporacione? invadiendo el territorio enemigo por c.scs puerto .sin internarse n él ma.? quo io e.?trictar(ieute necesario para atacar o perse­ guir las fuerzas que lo defiendan, en caso qua las nues­ tras puedan hacerlo con ventaja; tomar los acopios do

víveres ii otros artículos de utilidad para nuestro ejército que pudieran encontrarse; destruir ol materia! rodante de los fcrrocarrilé.? del Estado; por.?eguir las remesas de armas que se han dcscmb.ircado en este puerto; recojer ganados e imj.ioner contribuciones de guerra. ,a .su.? habi­ tantes. Lo que ci Uobierno creo prudente en punto a interna­ ción, es una di,?taiicia qno no esccda dc seis leguas del puerto dc c.mbarque. J’ero, coinit T. B. lo comprenderá, (Wti! e,s .solo una indicncion para que conozca e! pen.samiento dcl ('Iobierno, i no una órdon ahsoluta, que no Diicde darse, porq:io no e.s .posible fijar ope.racionea sin CiTUOCer has circnnstaucias, topoga'.afía, etc., dc las localidadas donde se encuentren la.s trop.as. (¿treda, pues, al discerniniicnto de A', tí. decidir hasta donde debe llevar sus avance,?, consultando siempre la fácil i pronta retira­ da i tomando todas la.? precauciomiS uece.saria.s ¡lara no comproracterno.s en dificultades siiperiore-s al objeto de esta e.spcdieion, 5, Terminadas las opcracionc,? en Paita, se recmb.arcará'V. S. i hará rumbo a (.'Itimbíúe, deudo ejecutará las rnismr.,? operaciones. Pasará despnes a algnn puerto mas al Norte para ocupar a Trujilli) i seguirá invadiendo el ¡nií? ha.sr,a Lambayerjiie. Conciiiida e;st.a escursion, si la salud de la tropa no ha sufrido i no hai ningún motivo para suspender c! plan convenido, V. tí. so dirijirá a los ¡lucrtos de! Sur del Callao e invadirá los valles de Cañe­ te, lea, etc., hasta Vitor, í:ataci(.máiido.se en Qnilca, si el cli­ ma, la posición i recursos del país iiaecrt de ese punto un lugar adecuado ¡laru el actintoiiauiiento de trniia.?, De,sde allí dará aviso a Jeneral en Jefe i esperará sus órdenes, comunicando al Gobierno el resultado de la espedicion, [’uede V. tí. imponer contribacione.? de guerra a io,? distrito,? qi.ic invada i exijir su pago eu mettílico o en es­ pecies, como .sor azticaves, algodón, arroz, alcoholes, etc. La cuota de la contribución la fijará V. tí. prudencialincnte i la hará efc(;tiva con todo rigor, apelando, si es necesario, a la doslruocion dc la propiedad para compeler a los parlieulai'os i a itis autoridades a, cubrir las cantida­ des exijiuas.

GUERRA DEL PACÍFICO.

220

en el cual le esponia ks razones que tengo.para pedir el 6. ^ Y , S. evitará, cuanto lo sea posible, todo daño a los bienes de los neutrales; pero, si se hicieren amparado­ aumento de las guarniciones que actualmente existen en res de los del enemigo, hágales sentir todo el rigor de las las plazas de San Pedro de Atacama i de Calama, las cua es no cree V, S. atendibles. leyes de la guerra. 'Queda V. S. autorizado para tomar todas aquellas me­ Aunque me considero exento de toda responsabilidad, dida.? qno seau necesarias para mantener en vigor la dis­ dado caso que algo llegara a ocurrir en la frontera do ciplina de la División que se pone bajo sns órdenes, i para quo soi jefe, dospues dc todas las indicaciones que me he el acierto i completo éxito de las oposacioncs que se ie tomado la libertad de hacer a la Comandancia Jeneral confian. do Armas de Antofagasta i a Y. S. mismo, creo de mí Valparaiso, Agosto 24 de 1880. deber molestar la atención de Y''. S. nuevamente, como Dios guarde a Y. S. lo hago, para manifestarle cou mas claridad aun, los mo­ J. F. V e r g a r a . tivos que mo obligan a pedir se aumente la guarnición do las plazas ya citadas con otra, compañía del batallón cívico de Caracoles, ya que no parece posible reforzar las REGRESO DE EA ESPEDICION A QUILCA. existentes con alguna fuerza de caballería, quo seria la principal para estar al abrigo de cualquier sorpresa i para Tam a, Octubre 11 de ISSO.. evitar, por consiguiente, alarmas que alterarían mas o Este Ministerio ha creido conveniente apresurar el tér­ ménos profundamente los trabajos de este mineral. mino de ks operaciones confiadas a V. S. En esta virtud Creo, como Y. S., que no hai peligro por eP momento; he introducido eu ks instrucciones dadas a Y. S. ks mo­ pero ¿quién podria asegurar que cl actual estado de cosas dificaciones que resultan de los siguientes capítulos: se prolongará indefinMamente? 1. ® En cl acto de recibir la presente comunicación Movilizar tropas do una manera repentina aquí donde debe Y. S. interrumpir su acción en el territorio que se todo es caro i difícil de procurarse con oportunidad, oca­ le ordenó hostilizar i proceder al embarque de sus fuer­ sionaria gastos asombrosos. zas i material de guerra. Si la frontera estuviera guarnecida por fuerzas do caba­ 2. ® Y. S. se dirijirá sin pérdidii do tiempo al puerto do Quilca, en donde dará cumplimiento a ia última parte llería, sin duda que 100 hombres seiian mui suficientes; de su anterior pliego de instrucciones, en cuanto en e'l se pero siendo infantes lo que hoi hacen este servicio, lo ic ordena que opero el'deserabarco de toda la división que rejiito, estarnos espuestos a recibir una sorpresa desagra­ se halla bajo sus óixlenes, escoja nna posición en donde dable el rato rnénos pensado. sea fácil resistir al ataque eventual de un enemigo supe­ rior en fuerzas i procure agregar a las ventajas estralójicas del lugar las do una fortificación pasa,)era, 3. ® Y. S. adoptará, en defensa do la posición en que se estableciere, todas las medidas que su prudencia io sujicra. Entre otras, parece digna dc estudio la interrupción dc la línea férrea que conduce de Arequipa a Moliendo, de la cual podria servirse el enemigo para acumular en la eo.sta un cuerpo de tropas considerable. Entre tanto, para que esta meaida surta completo efecto, seria menes­ ter que ia inicrrupcion fuese séria i tuviese lugar algunas leguas hácia cl interior, eniplcáudose para ello parte do la caballería que Y. S. tieno a su disposición. 4. ® Tan pronto como Y. S. se encuentre cn una posi­ ción bastante fuerte para resistir con ventaja a un ataque posible de las fuerzas de Arequipa, debe Yl S. despachar en dirección a Arica, i recomendando a los capitanes k mayor dilijencia posible, los trasportes Anmz(riv.is, Hato, i Oo'fÁapó, conservando en el puerto dc Quilca, para ei rc.sguardo dc su división, la corbeta Chacahuco. Et objeto dc este movimiento es conducir en el mas breve tiempo posible un cuerpo de tropas destinado a obrar contra el enemigo, conjuntamente con laa que han obedecido hasta aqui k,s órdenes de Y. S. Aguarda este Ministerio dcl colo intolijente do Yk S, que, penetrado de! espíritu de ks precodentes instruccio­ nes, sabrá darles completo i feliz cumplimiento. Dios guarde a Yl S. J. F. Y^e r g a r a . Al Ccmaodante ea Jefe ile las faeizas csjiedicjonariaa al Norte ácl Perú.

IL Refuerzo (le las guarniciones de la fron tera ex-boliviatía por cl ejército eliilcno.

Por otra parte, el batallón cívico de Caracoles que puede prestar bueno.? servicios en un momento dado, nó tiene absolutamente equipo, pues para movilizar los 100 hombres que están en Calama i Atacama, ha sido nece­ sario que se mandara parte del do Antofagasta i parte hubo que comprarlo eu esta plaza. Con respecto a armamento, hace poco a que k Comandancia Jeneral de Armas man­ dó so o 300 rifles Remington, con 60,000 cartuchos; por consiguiente hoi solo tenemos 200 de ellos en el cuartel. En previsión, ¡mes, do cualquier amtigo, creo indispensablo que a este batallón se le provea de todo el equipo que ha menester, como asimismo de armamento. E l dia 14 del presente pienso salir de esta plaza para hacer una visita a las de Atacama i de Calama con el objeto de.conocer toda k frontera i hacor algunos arre­ glos que creo necesarios, tanto para el bienestar de las ¡uarnioiones, como para los habitantes de aquellos puejlos. Oportunamente daré cuenta a V. S. de todo lo que por allá haga i ordene. La tranquilidad aquí es absoluta i tengo el gusto de comunicar a Y. S. que, segun los informes que tengo, ks poblaciones de Atacama i Calama, están mui tranquilas i satisfechas con las actuales autoridades, lo cual está en conformidad con ei buen deseo manifestado por Y. S. en ia última parte de su telegrama"a que he hecho refe­ rencia. Pero también debo decir a V. S. quo vecinos de aque­ llas localidades, estranjeros en su mayor parte i de cuyo buen criterio i simpatía por nuestra causa no tengo por qué dudar, me piden aumente las guarniciones para que ia paz i tranquilidad que hoi reina en aquellas poblacio­ nes estén completamente aseguradas. En vista de lo que dejo espuesto, V, S. .sabrá determinar lo q.ue estimo conveniente. Dios guarde a Y, S. E. YLl l e g a s ,

COMANDANCIA EN JE F E DE LA FRONTERA.

(Inédito,)

C a ra co les, N o v iem b re 8 d e ISSO. He tenido el honor de recibir el telegrama de Y. S,, fecha de ayer, en contestación al mió del 6 del presente,

•221

CAPÍTULO SEGUNDO.

III. l o s bloqneos i tem ores ane la corbeta ‘T n ion ' pueda forzar cl del Callao; se resuelve sea atacad a e u e l dársena. NÚM.

198.—COMANDANCIA

D EL BLINDADO ALMIRANTE

COCHRANE.

(Inédito.) Rada del Callao, Noviemhre 9 de 1880. Señor; Acuso recibo a la nota do V. S., fechada ayer, bajo el número 1,295, E l bloqueo de Chorrillos i el Callao, que YL S. me en­ carga sostener, se concretará a este puerto solamente porque los buques de que dispongo no me permiten di.straerlos en otras comisiones que no sean las de mantener­ se frente a! surjidoro bloqueado. Procuraré, como YL S. me lo prescribe, impedir, por cuantos medios estén a mi alcance, que la Union pueda forzar el bloqueo. Sin embargo, debo manifestar a Y. S. cn la presente nota lo que tuve oportunidad de hacer ya de palabra eñ nuestra conferencia de ayer, esto es, que segun mi opi­ nión, el escape de dicha corbeta es nn bocho que sucede­ rá cuando tenga necesidad de salir i quo me será proba­ blemente imposible impedirlo, dado los elementos con que cuenta la división do mi mando. V. S. sabe que ninguno de nuestros buques surtos aho­ ra en el Callao, ni tampoco las lanchas-torpedos, es c.apaz, por su andar, de evitar tal percance, i qne, de suceder, tampoco me será posible trasmitir el heclio a su conoci­ miento por no tener buque alguuo disponible a quien confiar esta comisión, puesto que Y. S. no ignora las mu­ chas razones que exijen efectuar cl pre.sente bloqueo con no ménos de los dos buques qué hoi lo mantienen i, por consiguiente, quo las mismas causales me impedirán des­ prenderme dc cualesquiera de ellos, aun cuando esto pa­ rece lo mas natural, para la trasmisión de importantes noticias. Con este motivo creo llegado el easo de reiterar a Y. S. el pedido que le hice ayer verbalmente respecto a de.stacar, a las órdenes del que suscribe, una' de nuestras cor­ betas. E l envió del Toro a Chancai se efectuará periódica­ mente, aunque ello no lo creo bastante a impedir el que los enemigos consigan eslracr cl armamento do la Cova­ donga, Respecto a las demas providencias que Y. S. confia a mi cuidado, tendrán cabal cumplimiento, a medida que las circunstancias lo permitan. También rae permito reiterar a V. S. lo que tuve opor­ tunidad de manifestarle ayer de palabra, el envío de un trasporte con carbón para 'la división bloqueadora, cada 12 dias despnes al de la fecha en quo los buques sean despachados desde el Callao, porque no debemos contar con mas cantidad de combustible que el necesario para consumirlo en dicho intervalo dc tiempo. Pido, además, a Y. S. que cada uno de los trasportes que se nos envíen, vengan eon una buena provisión de agua dulce para atender al escesivo consumo que deman­ da el buen servicio de las lanchas porta-torpedos. Dios guarde a Y. S. J. J. L a t o r r e . Al sefior Comindante eo Jefe de la Escuadra.

COMANDANCIA DE ARMAS DE ARICA.

Señor Ministro: E l señor Jeneral en Jefe, por telégrafo, me dice para V. S. lo siguiente: "Tacna, Noviembre 16 de 1880.— Señor Ministro: Estamañana llegó el Pisagua dol Callao, trayendo la noticia

de que la Union estaba por salir de la dársena i de que había probado sus cañones, que eran de largo alcance. E l capilan Latorre, para mayor seguridad del bloqueo, i po­ der perseguir a a Uniera, en caso necesario, pedia una de las corbetas. Trasmitida esta noticia a Santiago, el señor Ministro García de la Huerta me encarga enviar al Pisagua en busca de V. S. i le dijera lo qno copio a continuación: “E l capítan de navio Latorre comunica que la Union n-etendia salir del Callao, para ese evento pide una do as corbetas. Creemos que t ebe enviarse una de las cor­ betas ,al Callao i al Angoanos.” En las circunstancias presentes, la salida de la Union seria de gravea consecuencias.’’ Lo que tengo el honor de trascribir a Y . S. Dios guarde a Y . S. P

ed ro

S oto A g u i l a r .

Al sellar Ministre de la Guerra en Campaita.

NÚM.

1,421.— COMANDANCIA EN J E F E DE LA ESCUADRA. .Iquique, Novieraire 29 de 1880. Señor Ministro:

E l señor Ministro de Marina, con'fecha 18 del corriente i en nota número .8,494, me dice lo que sigue: "Aun cuando ya se ha recomendado a Y. S. la necesidad de maiitenor cn el bloqueo dcl Callao la mas estricta vijilancia, a fin de impedir quo la corbeta ¿m on pudiera salir burlando cl bloqueo, be creido, no obstante necesario reiterarle aquella recomendación, on vista de la gravo importancia del asunto. Y. S, sabe que en estos momentos se está realizando el movimiento dol ejército que debe espedicionar sobre L i­ ma. Esta operación difícil i llena de peligro.?, nos obligará por mucho tiempo a sostener un movimiento constante de trasportes entre Arica i el puerto de desembarco, no solo para conducir los diversos cuerpos del ejército, sino también ios víveres, municiones i demas elementos que requiere el éxito de la espedicion. .Si eu estas circunstancias, que no puedo desconocer el Gobierno del Perú, la corbeta Union lograse escapar dcl Callao con el objeto de caer sobre nuestros trasportes o de amenazarlos, ello nos crearía los mas sérios embarazos en todo cuanto atañe al servicio dcl ejército espedicionario i nos obligaría a destinar una buena parte de la escua­ dra a evitar cualquier golpe de mano que intentase ese buque eu nuestra estensa costa. Para impedir que un hecho semejante pudiera reali­ zarse, debe, en primer lugar, recurrirse a la vijilancia mas rigorosa en el sostenimiento del bloqueo. A esto respecto V.'S. no debe cscusar arbitrio alguno de ios que están a su alcance para lograr el indicado propósito durante todo el tiempo que sea menester para el buen resultado de la espedicion que se está verificando. Aun puede acudirse a otro medio que acaso nos lleva­ ría al mismo fin dc que se trata, i que encargo a Y. S. lo ponga en práctica tan luego como reciba e.sta comunica­ ción. E l consiste en disparar sobre cl dársena con los caño­ nes que Y. S. estime del caso a fin de conseguir, si ello es posible, herir a la Union c impedir así o a lo menos difi­ cultar su salida. Este ataque debe hacerse diario i repetidamente, au­ mentando de esto modo la probabilidad do alcanzar el objeto qne se tiene en vista. Y. S. debe observar estricta­ mente esta recomendación. Sin embargo, considero opor­ tuno agregar a Y. S. que, tratándose solo de ofender a la Union, conviene que se procuro cn los ataques referidos no dañar la población del Callao, sino bal para ello otros motivos, que Y . S. puede estimar, segun las circuns­ tancias.” Lo quo trascribo a Y. S. para su conocimiento, debien­ do advertirlo quo he ordenado-al jefe de la división blo-

222

GUERRA DEL PACÍFICO.

quoadora del Cullao dé cumplimiento a la nota citada, haciendo uso, para cl efecto, i: o los cañones de ocho pul­ gadas del Huó.scar. En vista de la importancia de esta órden, creí conve­ niento trascribirla a V. S. por telégrafo para que se sir­ viera comunicarla por el primer trasporto que zarpe para cl Callao, al jefe do la división bloqtieadora de ese puerto. Dios guarde a Y. S.

CO PIA. Señor;—Aunque verbalmente he tenido el honor do comunicar a V, S, todo lo que se ha hecho para conse­ guir el embargo del salitre sustraído del Perú o importa­ do en este puerto en la barca Kaíiioppe, creo conveniente participarlo a Y. 8. tambicn de oficio, .lara que así pueda siempre constar su contenido en caso de referencia.

La barca KallijOppe llegó a este puerto el viérnes 22 de Octubre próximo pasado, con 12,645 saco,s de salitre, mas o me'iios, cuyo va or, en este mercado, asciende a uno.s 120,1.50 pesos; i como el citado .salitre venia consignado a lY . la OTíUn, hasta ol lunes 25 del mismo mes, ei lue el se­ Embargo eu Nueva York del cargam ento dc sa litre ñor F. B. Nichols hizo su entrada en la Aduana, no pudo csijortado por ¡a b arca lía ü io p p e por cu en ta dcl Go- .saberse contra quien debia entablarse la demanda, b ieru od c Gliiíc. (í) -El mismo dia 25 me apersoné on la oficina del citado soñor Nichols i, a nombro del Gobierno del Perú, dueño Nlfel. S.— LEGACION DEL PER Ú EN LO.S ESTADOS UNIDO,S del salitre, cuya posesión se disputa, le exijí su entrega, DE N O ilT E -A M É lU C A ofreciéndole pagarle su fleta i gastos de costumbre. E l (Inédito.) señor Nichols rehusó el haceimo la entrega que le exijia. A! siguiente dia, 26 de Octubre, los abogados del Go­ N vsva York, Noviembre 8 de 1880. bierno del Perú, señores Goudest Hermanos, exijieron por escrito la entrega del salitre al señor F. B. Nichols, Señor Secretario: A l fin, despues de superar obstáculos que parecían in­ corno dueño, segim endoso en cl conocimiento, a! capitán vencibles, se ha logrado embargar el cargamento dc sali­ Ulrichs, de la barca, i a los propietarios de los almacenes tre, quo ha traido el Kallioppe por cuenta del Gobierno do Robinson en el Erie Basin de Erooldin, donde, según do Chile, como io verá V. S. por Incomunicación de mies- ios informes obtenidos, se estaba almacenando el carga­ tro Cónsul, cuya copia va adjunta; i es evidente que esta mento. Mas tarde, en el mismo dia también, presentaron medid,a, por mas que el rcsu/tado dc! litijio ofrezca poca, igual escrito a los señores Euncii, Edys i C. , ajentes en esperanza de éxito, dará resultados dc nn provecho inme­ esta ciudad (le ia citada barca, habiendo notificado ei diato; porque el comerciante se asusta de todo negocio sefior Edyc, de la firma nombrada, al portador de la que le pueda acarrear dificultades i molestias «.ule los tri­ carta que tan luego que ol capitán del Kallioppe recibió bunales dc justicia. Los que han comprado ci cargamen­ la suya i tuvo conocimiento de nuestro reclamo, habia to de que trato, están arrepentidos de haber entrado en suspendido la descarga, liabiendo solo descargado hasta semejante especulación, i es mas que probable que no in­ entónces do 250 a 300 sacos. Aunque los .señores Goudest Hermanos exijieron el tentarán una segunda compra. No obstante, os indispensable que so provea a la Lega­ asunto cuanto le.s fué posible, por las razones que A'. S. ción de los medios de continuar en la via adoptada; por­ conoce, no pudieron entregar al Sherift' las fianzas i que de otro modo, se perderla el efecto moral del pro­ otros documentos necesarios hasta el dia 28 por la tar­ cedimiento seguido, i el material de impedir que Chile de; i temprano, el dia 29, el citado oficia! solo encontró i embargó 9,200 sacos de salitre, a sabor; unos 9,100 sa­ disponga desde luego de esos fondos. Ahí lo dije a V. S. en mi oficio do IG de Octubre próxi­ cos a bordo del KaUivppe, i unos 100 sacos que hablan mo pasado: no es fiícil conseguir quien, solamente por sido tra.sbordadüs a un lanchon a su costado. E l saldo del amor al Perú, se preste a otorgar ias fianzas que la lei cargamento, según los informes obtenidos, habia sido re­ exijo, i a proporcionar los fondos que demanda el pleito. mitido a Hartford, en Connecticiit, habiendo el buque Es preciso pagar las fianzas i desembolsar el dinero nece­ continuado su de.scarga el dia 27 en vista do que no .se sario para eí litijio; i si Y. S. no designa el medio de le liabia notificado oficialmente el embargo al capltan en subvenir a tales necesidades, será, imposible verificar un aquel dia. nuevo embargo, i se perderán todas las ventajas que poLos señores Abott i Fuller, abogado.» del señor Nichols, driari obtenor.se, i do los señores Ilemmenway i Brown de Boston, quienes Séame permitido recomendar a V. S. la urjenei,a de aparecen ser los principales en ol caso, convinieron con dictar la resolución que solicito, en consideración a que los señores Goudest Hermanos que se los dejaria en po,sehai algunos cargamentos de salitre ya en viaje, i seria ; sion del salitre, levantándose el embargo efectuado por el sensible que yo me encontrase en la impo,sibilidad de ha­ Slierill, mediante la fianza dc 100,000 pesos que olios ofre­ cerlos correr la suerte quo ha cabido al del Kallioppe. cieron prestar como valor aproximado de los 9,200 sacos No concluiré esta comunicación sin recomendar a V. S. embargados. la noble conducta de ios señores \Y. R. Grace, que a E l lunes, 1. ® del mes actual, fué otorgada la fianza todo so han prestado por servirlos intereses del Peni; i ’ en debida forma i levantado el embargo efectuado por el la actividad i tino con que nuestro Cónsul don I. C, Tracy Sheriff, quedando los señores Hemmenway i Broivn res­ ha desempeñado en este negocio lo.s deberos de su cargo. ponsables al resultado del pleito con esta fianza. Dios guarde a V. S., señor tíecrotario. Consulté a los señores Goudest Hermanos sobre la con­ veniencia de poner un embargo sobre el buque por la I g n .a c iü G a r c í a . parte dol cargamento que habia entregado el capitán (lesAl scfior Secretario de Relaciones Esteriores i Culto. pues de ser notificado, pero estos señores lo creyeron mui peligroso, puesto que los ajentes del buque no so presta­ rían a dar fianzas i exijirian que el pleito se llevase a ca­ Lima, Diciembre G de 1S80.—Trascríbase a la Hecrctabo inmediatamente, i careciendo nosotros de las pruebas r¡a de Hacienda i Comercio, i dígase en respuesta, en­ necesarias para sostener nuestra demanda, no solo perde­ cargando ai oficiante dar las debidas gracias a los que ríamos la reclamación contra el buque, sino quo también han cooperado al embargo del cargamento de salitre a arriesgaríamos la que estamos entablando contra los se­ que la precedente comunicación se refiere. ñores Hemmenway i Brown. : Los señores Goudest Hermanos preparan los escritos Ca ld er ó n , para comenzar el pleito, que tendrá que seguir ahora los (1) Tomo III, pijina 501. trámites ordinarios. G a l v a íu n o R iv e íio s .

CAPÍTULO SEGUNDO.

Lo que tengo el honor de com unicar a V. S. p ara sn debido conocimiento, Es copia.—Newa York, Noviembre 8 de 1880.— J o s é E. S á n c h e z , amanuense de la Inspección Fiscal,

V. C am paña a Lima: orgaiiizaciou i preparativo.? d el ejercito; telegram as de la p artid a i llegada a Pi.sco de la I.ií D ivisión espedicion aria. REO R G A N IZA C IO N D E L E.TÉRCITO D E L NORTE. M IN IS T E R IO

D E

LA

GUERRA.

S a n tia g o , S e t ie m b r e 20 d e 18S0. He acordado i decreto: Art. 1.® E l ejército de operaciones en el territorio peruano quo manda en Jefe el Jeneral don Manuel Ba­ quedano, se compondrá de tres divisiones, cada una de éstas de dos brigadas, en la forma que a continuación se indica; La 1.

División la formarán;

lY

B r ig a d a :

Rejimiento 2, ® do línea. Id. movilizado Atacama. Id. id. Talca. Id. id. Colchagua.

2Y

B r ig a d a .

Rejimiento 4. ° do línea. Id, movilizado Ghacabuco, Id. id. Coquimbo. Formarán también parte de esta División dos brigadas de artilleria i el Rejimiento de (iranaderos a caballo. La 2. División la formarán:

lY ' B ru ja d o,. Rejimiento Buin 1. ® de línea. Id, movilizado Esmeralda. Id. id. Chillan,

2.'^ B r ig a d a . Rejimiento 3. ® de línea. Id, movilizado Lautaro. Id. id. Guricó. Formarán también parte de esta División dos brigadas de artilleria i el Rejimiento de Cazadores a caballo. La 3. División la formarán:

1.'^ B r iga d o ,. Batallón Navales. Rejimiento da línea Zapadores, Id. movilizado Aconcagua.

B r ig a d a . Rejimiento de línea Santiago. Batallón movilizado Búlnes. Id. id. Ykldivia. Id. id. Caupolican. Formarán también parte de esta División dos brigadas de artillería i los escuadrones números 1. ® i 2, ® de Ca­ rabineros de Yungai: Tendrá el mando de la l.D iv is ió n el Jeneral don José Antonio YTllagran (1); de la 2. , el Jeneral don Em i­ lio Sotomayor; i de la3. , el coronel don Pedro Lagos. La 1, Brigada de la 1. División será mandada por el coronel don Patricio Lynch; la 2.'^, por el corone! don Domingo Amunátegui, (1) Postetiormoate, por separación del Jeneral Villagran del mando de la 1. " DÍTision, fué rcempliíado por el Coronel don Patricio L’/noli.

223

La 1. Brigada dc la 2. ^ División será mandada por el coronel don José Francisco Gana; i la 2. , por el co­ ronel don ürozimbo Barbosa. La 1. Brigada de la -S'. División será mandada por el coronel don Yíartiniano ürriola; 1 la 2,'*, por el te­ niente coronel don Francisco Barceló. Art. 2.® E l personal del Estado Mayor Jeneral dcl ejército de operaciones constará dc un Jefe, un ayudante Jeneral Secretario, seis primeros ayudantes i doce segun­ dos, £I Jefe del Estado Yiayor Jeneral será de la clase jener.al o coronel; el ayudante joneral. de la de coronel o teniente coronel; los primeros ayudantes, de teniente coronel o sarjcnto mayor; i los segundos, de la clase de capilan basta la de subteniente inclusive. Art. 3.® Además del Estado Mayor Jeneral, cada Di­ visión del ejército de operaciones tendrá nn Estado Ma­ yor compuesto de un jefe, un ayudante jeneral, tres pri­ meros ayudantes i tres segundos. E l Jefe do Estado Mayor será de la claso de coronel o teniente coronel; cl ayudante jenoral, do la de te­ niente coronel o sárjenlo mayor; los tre.s primeros ayu­ dantes, de la claso de sárjenlo ma\mr o capilan; i ios tres segundos, de la clase de capitán, teniente o subteniente, Los jefes de Estado Mayor dc las divisiones serán nom­ brados' por el Presidente dc la República, a propuesta do los jefes de ellas, i los ayudantes, a propuesta de! Jefe de Estado Mayor respectivo. Art. 4. ®' Los jefes de División tendrán cinco ayudan­ tes de campo de la clase dc coronel a teniente inclusive. Los jefes de brigada tendrán dos ayudautCvS de campo (le la clase de sárjenlo mayor a subteniente. Art. 5. ® Cada División tendrá además; Un Jefe de parque, Un Comandante de bagajes i Un Intendente proveedor. E l Jeneral cn Jefe dcl ejército dc operaciones asigna­ rá cl personal do empleados que deban quedar bajóla dependencia del Jefe del parque i de! Comandante de bagajes, sometiéndose a la aprobación suprema los norabraniionios que se liicieren al efecto. La Intendencia Jeneral del ejército en campaña nom­ brará al Intendente proveedor, fijará la dotación dc em­ pleados de su dependencia i remuneraciones de que deban gozar. Art. C. ® E l Parque Jeneral del ejército do operacio­ nes, constará del siguiente personal: Un Jefe, de la clase de coronel o teniente coronel; dos sarjentos mayores; dos capitanes; dos tenientes i dos al­ féreces. E l Jeneral en Jeje del ejército designará oportunamen­ te, atendiendo a las nece.sidades del .servicio, el lugar en que de,ba instalarse el Parque Joneral, con el fin do sa­ tisfacer los pedidos de armamento, pertrechos i muni­ ciones que hagan loa jefes de los parques de divisiones. Tómese razón i eomuníqueso. P in t o .

José Francisco Vergara.

TELEGRAM AS. Los Ministros de Estado al Ministro de la Guerra en campaña. Santiago, Octubre 30 de 1880. Cada dia que ganemos en celeridad para poner a las puertas de Lima todos nuestros elementos militares, im­ porta, cualesquiera que sean los gastos que con tal objeto se hagan, una verdadera economía, una probabilidad mas de acierto i obviar nuevas dificultades. Este es el parecer unánime de sus colegas, que saludan a Y. S. i aprove­ chan esta oportunidad para manifestarle que tienen pie-

224

GUERRA DEL PACÍFICO.

na confianza en su actividad i buenos servicios. Aquí procedemos en conformidad con las convicciones que acabamos de espresar.— H e c a b á r r e n .— V a l d e iir a m a .—

A l Delegado de la intendencia.—Arica.

A lf o n s o . - G

Sírvase remitir a ésta, por el tren de mañana, 267 pa­ res de botas, para igual número de soldados del Reji­ miento Esmeralda, que están completamente descalzos.

a r c ía d e l a

H u erta .

E l Ministro de la Guerra en campaña a los Ministros dc Estado. Tacna, Oetubré SO de 1880.

Tacna, Octubre 18 de 1880.

M. 2.® M a t u r a n a .

Me encuentro enteramente de acuerdo con el modo dc ¡ Al Intendcnto dcl Ejército.—Aklparaiso. ver de VV. SS. Xo habrá gastos ni trabajos mas útiles Tacna, Octubre 19 de 1880. quo los que tengan por objeto acelerar el término de la contienda. Apoyado en esta convicción, en la confianza Sírvase V, S. remitir, por primer trasporte, el mayor dc S. E. i en la de Y Y . SS., no me detendré ante ningún número de posible de cananas. obstáculo de este jénoro. Con la cooperación de los jefes M. 2.'® M a t u r a n a . del ejército, la del infatigable i cada dia mas abnegado Intendente Jeneral i su Delegado en ésta, don Hermójenes Perez de Arce, i con la de la.s demas personas aquí A los Comandantes de Armas de Arica, Iquique, Pisagua Antofagasta i Pacocha. resentes, espero que llevaremos mas adelante la c&nsierable empresa en que nos encontramos empeñados, con Tacna, Octubre 19 de 1880. igual fortuna a la que nos ha favorecido hasta aquí. Para conseguirlo, forzaremos nuestras facultades de trabajo Sírvase V. S. decirme, a la brevedad posible, el núme­ hasta sus límites estremos, sin economizar esfuerzos ni ro de municiones i armas, tanto de infantería como ca­ arredrarnos por las dificultades. Los hombres están listos; ballería i artillería, que hai en almacenes; corno asimismo solo nos faltan algunos elementos materiales, que no tar­ los estanques de fierro o pipas de madera que existan. darán en llegar, griicias a la dilijencia de VV. SS.

S

M. 2. ® M a t u r a n a .

J. F. V e r g a r a . Ministro de la. Guerra en campaña a S. E.

Señor Sub-diroctor de la Maestranza.de Artillería, Sarjento Mayor doh Rodolfo Uribe.— Santiago.

Tacna, Noviembre 2 de 1880.

faena, Octubre SO ds 1880. Con los dos vapores comprados no hai necesidad de Dígame que número de millones de tiros Comblain. i remolcar los buques do vela desde Valparaiso. Gras existen en esa Maestranza, e igualmente el número Por el momento no es conveniente mandar mas tropas de tiros para ámetralladora. aquí. Estamos ahogados con la acumulación, i a causa de Si el artificiero puede trabajar roca-fuegos o cohetes el a se carece de comodidades; para todo hai muchos em­ incendiarios, que los haga i venga cnn ellos. barazos, i los víveres escasean notablemente. Solo espero Que manden 16,000 porta-capotes. Todos los cubre-lla­ la llegada de los trasportes que están bajo las órdenes de ves, tanto Gras corno Comblain.. Lynch para hacer salir la División a Pisco i hacer 6,000 porta-fusiles. de ese punto un apostadero. 600 yataganes Beaumont, con sus respectivas vainas Si ese territorio ofrece recursos i las tropas se alojan arregladas para fusil Comblain. bien, irá inmediatamente otra división, para dar tiempo M. 2. ° M a t u r a n a . i facilidad de trasladar la reserva de Aralparaiso e Iquiquo a este cantón. Cuando todo esté listo para caer sobre Lima, se irán Al Mayor Fuentes.- -AriccV algunos trasportes al Sur para volverse directamente tra­ yendo las tropas que están por venir, como artillería, Tacna, Akvúm bre 3 de 1880. Rejimiento Linares, etc., cto.; les caballos de repuesto, las Sírvase decirme con exactitud qué cantidad de munimuías recientemente compradas i los animales para ol consumo. Los otros trasportes se ocuparán en recojer los j oionos Comblain, Gras, AAunchester de percusión central i elementos que haya en Antofagasta, Iquique i Pisagua, , de ametralladoras, existen en esa plaza i a bordo de los dejando solo las fuerzas que han de guarnecer esos puntos. i buques, para la provisión del ejército; como asimismo,-si Nuestros medios de movilización marítima son bastan­ habrá las municiones suficientes de artillería pára toda la tes, i ahora con dos vapores mas quedamos holgados. Con campaña, a fin de pedir todo lo que falte.—Elspero estos muchos retardos inútiles i con muchas resistencias inmo­ datos con urjencia. M. 2.® M a t u r a n a . tivadas, nuestra acción tiene que ser un poco lenta; pero siempre se va adelante, i espero que no concluya el año sin que el problema se haya resuelto. Señor Ministro de la Guerra.—Santiago,—Urjente. J. F, Ac er ca ra . Tacna, Noviembre J de 1880. PREPARATIVOS D E LA ESPEDICION.

Señor Ministro dc la Guerra.—Santiago, Tacna, Octubre 16 de 1880. Para uniformar armamento de artillería i caballería, se necesitan -500 carabinas Winchester central, a mas de las 1,000 que vendrán; como tatubien 400 sables com­ pletos. Dios guarde a V. S. M, 2.® M atu ran a .

Para amunicion.ar el ejército.de una manera convenien­ te, estimaría a V. S. tuviera a bien ordenar se remitiese a Arica, a la brevedad posible,-lo siguiente: 2.316,000 t¡-ros Fusnot, 2.903,000 Backman, 98.5,000 Gevelot,, Í7O,O0O Winchester percusión central, 2,000 fulminantes para esespoletas de granadas Krnpp modelo del 79, 2,000 id. id. del 67 i 69, 2,000 clavijas para los mismos cañones de campaña, 2,000 para los id. de montaña i 10,000 estopines para el mismo sistema de cañones, D Í 0.S guarde a Ah S.

M. 2. ®

M aturana,

CAPÍTULO SEGUNDO.

Al señor Ministro de la Guerra.—Santiago.

í % yf y

Tacna, Noviemhre 4 de ISSO, A mi pedido de municiones para el ejército, por telegra­ ma de hoi, tengo que agregarse remita toda a munición )ara ametralladora Gatling que exista en almacenes,— ;luego a Y. S. se sirva así disponerlo,

225

Comblain. Como V, S. le ha dado 191, remitiré el resto que tenemos aquí. Las fornituras de los Beaumont se les dejará. M, 2.®

M.a tu r Ák a ,

Al Jefe dol Parque Jeneral— Arica Tacna, Noviembre 11 de 1880,

M. 2. ® M a t u r a n a .

M. 8i y ■ ta;

A l Delegado de la Intendencia. —Arica,

ta'

Con frecuencia están faltando en la previsión artículos de primera necesidad para el ejército. Supongo que esta falta es porque no los hai en ésa, i como debe llenarse en el acto, esperoquc Y. S. me diga quién es el que debe com­ prar en el comercio estos artículos, para evitar reclamo,?. Así hoi me dicen necesitarse con urjeneia 1,000 kilogra­ mos azúcar blanca, 1,000 libras manteca i 10 sacos arroz. Como segun su nota creo Y. 3. que es irregular su compra on ésta, sin su conocimiento, espero arregle inmediatamen­ te estos inconvenientes para lucilitar el buen servicio. Es mui conveniente que Y. S. venga a ésta, lo mas pron­ to que le sea posible, para arreglos do la ropa de abrigo de ía tropa de la 1. División que no está aun completa i que segun órden ya debia estar lista,

Tacna, Noviembre 5 de 1880.

M. 2 , °

M a t u r .a na .

Señor Delegado de la Intendencia,—Arica. Tacna, Noviembre 7 de 1880. Se necesitan con urjeneia 12,000 caramayolas para ol completo del ejército. Sírvase pedirlas al señor Inten­ dente del ejército, M. 2. ® M a t u r a n a .

Con tren de 9 se remiten a VI S. 300 fusiles Comtdaiu para el Talca, Goinploto el número que necesita ese cuerpo con los que haya cn esa, i aviso lo entregado, i si hai sobrante en almacenes dcl Parquo. M. 2,® M a t u r a n a .

Señor Ministro de la Guerra.—Santiago.—Urjente. Tcícm, Noviemhre 12 de 1880. Roitoro a Y. S. mi telegrama dcl 4 del corriente. Por él pedia a V. S., con urjeneia, e) envió de 2.316,000 tiros Fusnot, 2.903,000 Backman, 985,000 Gevelot, 160,000 Winchester, percusión central, 2,0(K) fulminantes para espoletas de granadas Krnpp, modelo dol 79, 2,000 id. id,, modelo del 67 i 69, 2,000 clavija.s para los mismos caño­ nes de campaña, 2,000 para los id. de montaña i 10,000 estopines para los mismo,s. E señor Comandante de Armas de Iquique me avisa quo V. S. le ha ordenado cubrir ese pedido con el Par­ que de esa plaza, donde solo existen 962,800 tiros Combliiin i 64,000 Winchester, i la misma deficiencia en las demas municiones pedidas. De manera quo no se cubririan ni en una tercera parte la-s necesid¿ules de este ejér­ cito, i se dejaría la plaza dc Iquique sin municiones. Me permito observar a Y. S. que .sobro municione.s se entienda con el mayor Uribe, Dios guarde a V. S. M. 2,® M a t u r An a .

Señor Delegado de la Intendencia Joneral—Arica. Tacna, Noviembre 9 tZe ISSO. Segun la relación que se me remitió ol 27 de Octubre último, existían en los almacenes de Arica 3,978 carama­ yolas de lata i 5,242 morrales, que Uo han venido en el vestuario. Sírvase contestarme pronto si existen en Arica los ob­ jetos indicados, para que V. S. pueda repartirlos en ésa á ios cuerpos de la división que va a marcli.ar. M. 2.®

M a turana.

Señor Delegado de la Intendencia.—Arica. Tacna, Noviemhre 10 de 1880. Con la ropa remitida a ésta no se ha alcanzado a equi­ par la 1. División i falta que atender igual necesidad respecto de las otras dos. Sírvase reiterar su pedido de ropa a Valparaiso, cou calidad de urjeneia.

Señor Comandante do Armas dc Iquique. Tacna, Novievdri'e 11 de 1880. Sírvase remitir al Jefe del Parque en Arica, tan nonto como se puoda, 40,000 tiros para carabinas Wine rester, percusión central. M. 2,® M.4TÜRANA. Señor Comandante del Rejirnionto Artillería de Marina, — Arica. Tacna, Noviemhre 12 de 1880, Sírvase entregar al comandante del Rejimiento Talca, 50 caramayolas de las que tiene en uso ol Rejimiento de su mando. Yí. 2 .® M a t u r a n a .

Al Comandante del Rejimiento Artillería de Marina.— Arica. Tacna, Noviemhre 12 de 1880.

M. 2. ® M a t u r a n a .

Señor Delegado do la Intendencia.— Arica. Tacna, Noviembre 10 de 1880. Dígame si tiene en ésa lo siguiente; 717 pantalones’ 800 calzoncillos, 225 morrales i 852 caramayolas, que se necesitan con urjeneia para el Rejimiento Coquimbo. YI, 2.® M a t u r a n a , Señor Comandante Anzicta.—Arica. Tacna, jYovkmhre ÍO de 1880. Al Talca le faltan, según telegramas de hoi, 450 fusiles ■TOMO VI.— 29

Sírvase Y. S. entregar al comandante 'del Rejimiento Talca las 400 caramayolas qne Y. S. recibió últimamente. — Contestación inmediata. M. 2.® M a t u r a n a .

Al Comandante del Rejimiento Talca.— .úrica. Tacm , Noviembre 12 de 1880. Se ha dado órden al comandante del Rejimiento de Artillería dc Marina para que entregue a Y. S. 400 cara­ mayolas. £1 resto se lo mandaré de aquí.—Contestación inmediata.

YI.

2.® M a t u r a n a .

GUERRA DEL PACIFICO.

226

Al Comandante del Rejimiento Talca.—Arica. Tacna, Noviembre 12 de 1S80. Por tren de mañana van a e'sa 587 caramayolas para su Rejimiento; i, como no tienen correas, espero que N. S. comprará las correas necesarias en ésa.

Espero que Y. S. no omitirá sacrificio para atender a mi pedido, quo es urjentísimo i necesario en sumo gfado. M. 2.®

AI Comandante Jenoral del Parque.—Arica.. Tacna, Noviembre 22 de 1880.

M. 2.® M a t u r a n a .

Al Comandante del Rejimiento Talca.— Arica. Tacna, Noviembre 13 de ISSO. Los cinturones van en el tren que acaba de partir, i las caramayolas irán en el de la tarde. M, 2.® M a t u r a n a .

Los elemento.? de movilidad designados para el Parque de la 1. Brigada de la 2. “ Divion, son ios siguientes; 3 carretones, 20 caballos i 14C muías para todo servicio, yendo de éstas 124 aparejadas, para conducir 310,000 tiros para 3,100 infantes.—Las carretas van destinadas para municiones de artillería, caballería i material de repuesto. Sírvase en el acto indicarme cuál es el personal que acuerde para la conducción de esos elementos.

Al Mayor Zelaya, 1er. Ayudante de Estado Mayor Jene­ ral.—Arica. Tacna, Noviembre I f de 1880. Caramayola no hai ninguna en ol almacén do esta plaza. M. 2. ® M a t u r a n a . Señor. Mayor don Eulojio Villarreal— Arica. Tac'íut, Novicmhre l5 de 1S80. So necesita quo V. S. venga hoi mismo a esta, con el fin de arreglar las brigadas (de artillería) que deben marchar con la 2, División; para esto debe Y. S. traer todos los dato.s referentes al materia!, municiones i gra­ nadas con que cuenta cl Rejimiento, como a.simismo su vestuario i equipo. M. 2.® M a t u r a n a .

Señor Comandante don Raimundo Anzieta.— Arica. Tac'fUí, Noviembre 15 dc 1880. Como es necesario proceder al arreglo de la 2. D ivi­ sión, es indispensable que Y . S. venga boi mismo a ésta, trayendo un conocimiento exacto de todo lo existente en el Parque, en armas, municiones, correajes, etc. M. 2. ® M a t u r a n a .

Señor Intendente del Ejército.— Valparaiso. Tacna, Noviembre 20 de 1880. Se necesita para el completo de la caballería de ésta i otros servicios, .500 caballos.

M aturana.

M. 2 ® M a t u r a n a . Al Comandante del Parque .Jenera!.—Arica. Tacna,, Noviembre 22 de 1880. Disponga V. S. se alisten para la 2, ^ División las si­ guientes municiones; Para el Parque Jeneral: para 2,200 infantes, con rifle Comblain, 220,000 tiros; para 4,000 con Gras, 400,000; para 12 piezas Krupp de campaña, modelo dol 72, 1,200 tiros; para 12 id, id, montaña, de ocho siete, 1,200, i para 400 de caballería -20,000 tiros Winchester do percusión central. Para el Parque Divisionario: para 2,200 infantes, con rifle Comblain, 220,000 tiros; para 4,000 con Gras, 400,000, i para 400 de caballería 20,000 tiros Winchester de per­ cusión central. Las municiones que por s! debe llevar la artillería es­ tán ya ordenadas a osa Comand.ancia por este Estado Mayor, Las munieiones de infantería i caballería deben acon­ dicionarse de la misma manera que se dispuso para la 1.'’* División. Prevengo a V. S, que todo debe estar listo en el mas breve tiempo posible, pues la 1. Brigada de esta 2. ^ D i­ visión debe marchar mañana o pasado, para lo cual tendrá, separadas por mitad, las municiones arriba in­ dicadas. En ésa debe atenderse al amunicionarnicnto individual de la ¡nfiantería, artillería i caballería, completándolas, a la primera de 100 tiros a cada uno i a las segundas de -50, según el sistema de carabina. M. 2. ® M aturana

M. 2. ® M a t u r a n a .

Al Delegado de la Intendencia dcl Ejército.— Arica. Señor Dolegado de la Intendencia Jeneral.— Arica, Tacna, Noviembre 22 dc, ISSO. Sírvase contestar al señor Dávila que los 500 caballos que se ban pedido sou para la caballería i otros servicios; que la artillería espera los 200 que necesita para su ser­ vicio. M . 2 .®

Tacna, Noviendre 22 de 1880. En contestación a su telegrama de hoi, diré a V. S. que cl señor Jeneral en ,íefe no cree conveniente vaya a ésa; por cuya razón no podremos conferenciar sobre el arreglo de trasportes para la marchado la 2. ^ División. M . 2. ® M a t u r a n a ,

M aturana,

Señor Intendente Jeneral dcl ejército.—Valp.araiso,

Al Comandante Jeneral de trasportes,—Arica. Tacnaj Noviembre 2$ de 1880.

Tacna, Noviembre 22 de 1880. Apreciando las serias dificultades que on estas circuns­ tancias habria para que V. S. dispusiese cl envío a ésta de los 500 caballos que le tengo pedidos, i estudiando nuevamente las nías urjentes nece.sidades del momento, ruego a V. S. que en lugar de aquella cantidad, me man­ de, a la brevedad posible, 200 de la mejor calidad que se encuentren, con cuya cantidad procuraré hacer la remonta en la caballería.

Además dcl vapor Ohik i paquete do Maulé, sírvase de­ cirme con qué otros vapores se podrá contar para el re­ molque de los buques de vela, i qué capacidad tendrán lara tropas^ i animales, previniéndole que se neeesitaris. ,0

ménos, dos mks. M. 2. ® M a t u r a n a .

CAPÍTULO seg un d o .

ORGANIZACION D E PARQUES.

Y.

Tacna, Noviembre 3 de 1880. Señor Ministro: Para la unidad i órden de las secciones que deben proveer aí ejército de los elementos necesarios e indis­ pensables al objeto que está destinado, tongo el honor de someter a la consideración dc V. S. el siguiente plau dc organización del servicio jeneral dol Parque i conducción de equipajes i bagajes, consultando en él lo.s medios de movilización i el personal que deberá servirlo.?, i con los que se emprenderán las próximas operaciones de la cam­ paña. Para plantear este proyecto i presentarlo en la forma que aparece, he tenido en vista tres puntos: la unidad, la economía i el buen servicio. La unidad se halla en la organización uniforme i re­ glamentada de cada sección, haciendo que cada una por separado forme con su personal im cuerpo militar sujeto a las prescripciones de nuestro Código; i que, a hv vez de prestar los servicios especiales que exije el ramo de la sección a que pertenezca, sean grupos armados i disci­ plinados, dispuestos a la agresión en caso necesario. La economía so halla en los elemento? qne se consul­ tan para el servicio, que, atendiendo al número de hom­ bres quo compondrán cl ejercito espedicionario, estima­ do por ahora en 26,000, aparecen exiguos, pero que ordenados en la forma que los propongo, los considero suficientes. £! buen servicio se deriva do la reglamentación militar i de la distribución que se haga del personal i material para atender a todo el ejército, bien sea ¡fraccionado o reunido. Para ordenar este proyecto, como base de partida, ho tomado la nueva organización que se le ha dado al ejér­ cito, dividido en tres porciones denominadas 1. , 2. i 3. * División, consultando primero las necesidades par­ ticulares de cada una, que son las inmediatos; i segundo las jenerales, que son las de reserva o provisión. Establecida i aceptada esta idea, paso a manifestar de una manera o.splicativa los elementos que, a mi juicio, se necesitan adquirir i acopiar con prontitud para la provi­ sión de los dos ramos, principiando por el del PARQUE JE N E R A L .PAJiA I.A RESERVA,

In fan U ria. 60 carretones, que conduciendo cada uno 50 cajones con 500 tiros cada cajón, hacen un total de 1.500,000. 240 muías aperadas p.ara rodar los 60 carretones, a razón dc 4 muías por cada carretón. 200 muías de carg.r, que conduciendo 5 cajonc.? cada una, con 500 tiros, hacen un total do 500,000 tiros. Municiones de reserva para 20,000 infantes, a razón do 100 tiros por individuo, Gabalkrki. 4 carretones, que conduciendo cada uno 25 cajones con 2,000 tiros cada cajón, hacen un total de 200,000 tiros. 16 rnulas aperadas para los 4 carretones, _ Estas municiones son calculadas para la fuerza de ar­ tillería i caballería que usan el mismo sistema de carabi­ na (Winchester central), 10 carretones para trasportar material do repuesto, herramiontas i municiones de ametralladoras, 40 muías para estos 10 carretones.

227

100 caballos para el servicio jeneral de capataces, ma­ yordomos i ordenanzas. 34 muías do repuesto. PARQUE.? niVlSIONARIOS.

1.=^

Diuii'wn,

320 muías de carga, aparejadas, que conducen 500,000 tiros para 8,000 infantes, a razón de 100 tiros por indi­ viduo. 20 muías de repuesto, sin aparejo. La caballería i la artillería llevan por sí sus municlor nes, a razón de 100 tiros do artillería por pieza, i 50 por individuo la caballería. 2.

Dfoisifu?.

240 rnulas de carga, aparejada.?, ( ue comineen 600,000 tiros para 6,000 infantes, a razón dc 100 tiros por indi­ viduo. 15 muías de repuesto sin aparejo. Caballería i artillería on las mismas condiciones que lo indicado para la 1. División. 3.'^ División. 200 muías de carga, aparejadas, que conducen 500,000 tiros para 5,000 infantes, a razón de 100 tiros por indi­ viduo. 10 muías dc repuesto sin aparejo. Caballería i artillería, conforme lo indicado para la 1. i 2. ^ Divisiones. RRSfjMER

je n e r a l

A g i rS

s 2 ig s

l i s

S \
Id. s.

:a............

SuLii.................

200 3Si3 200¡ S4

320!...

RUT

3.30 200' 100 100 320 2 4 0 .......

200i.......... ! 2001.... 200 338 &Ü0

34 20 15

10

33ü¡ 080| lOOj 100| 70

Según -SOdemuostra,'el total de animales para el ser­ vicio del Parque Jeneral i la.? tres divisiones, ascienden a 1,475 muks i 100 caballos. Con estos elementos, que formarán un solo cuorpo bajo la dirección dcl Jefe principal del Parque, i que se llama­ rá Parque Jenoral, se considera suficientemente provisto de municiones el ejército, i con una atención inmediata. Debemos, por consiguiente, decir que el soldado lleva el recurso pronto de 200 tiros, considerando que cada in­ dividuo lleva consigo 100 tiros i los otros 100 que condu­ ce cada parque divisionario. Además, el Parque de Reserva lleva 100 tiros por indi­ viduo, lo que da por resultado que queda provisto con 300 tiros, sin contar lo.? recursos del Depósito Jeneral, que se establecerá en im lugar conveniente para traspor­ tarlo con estos mismos elementos de carguío al campo de operaciones, cuando se estime oportuno, siendo así que, en último término, cada soldado podrá contar con 400 tiros.

A rtilltiría .

CONDUCCION JEN E R A L DE EQ UIPA JES I BAGAJES.

10 carretones quo, conduciendo 1,500 tiros Krupp campaña, 1,500 id. id. de montaña i SOO id, sistema fran­ cés, hacen un total de 3,800 tiros de reserva, para 100 piezas, a razón de 38 tiros por pieza. 40 muías para los 10 carretones. 100 muías de silla para arrieros i conductores.

También es esencialmente indispensable i de una gran importancia, hacer que este ramo sea provisto de los me­ dios precisos para el buen servicio, i darle una organiza­ ción como la del Parque Jeneral. Los elementos que a continuación consulto, son los que, a mi juicio, creo necesarios.

GUERRA DEL PACÍFICO.

228

Reserva.

44 estanques pava conducir agua, que teniendo capa­ cidad cada uno para 1,200 litros, hacen un total de 52,800 litros; agua suficiente para 26,000 hombres cn un dia, a razón de dos litro.? por cada uno. 176 muías aperadas para rodar los 44 estanques, a razón de 4 malas por estanque. 200 barriles para agua, con capacidad cada uno de 84 litros, hacen un total de 16,000 litros. Estos servirán para el acarreo i previsión de los estanque.?, o para de.?tinar las muías a otra clase de carga, en servicio jeneral. 100 muías aparejadas, de carga, para los 200 barriles. 50 carretones para la conducción de forraje i víveres; pudiendo conducir cn ellos 600 quitales,ración para 4,000 animales en un dia, i 400 quintales de víveres para 26,000 hombres en dos dias. 200 muías aperadas para rodar estos 50 carretones. 50 caballos para el servicio jenoral de capataces, ma­ yordomos i ordenanzas. 50 muias de silla para arrieros i conductores. 100 muías de rcpue.slo para reemplazar las quo se inutilicen. 1.

D iv isió n .

M in is tr o de. Q u errá i M a ñ n a e n cu n ipaE a. Don José Francisco Ytorgara.

S e c r e ta r io d e l M in istro , Don Isidoro Errázuriz.

J e n e r a l e n J e fe . Jeneral de División don Manuel Baquedano.

S e c r e ta r io d e l J e n e r a l e n J e fe . Don Máximo R. Lira.

Don Eulojio Altamirano.

J e f e d e Estad/) M a y o r J e n e r a l. Jeneral de Brigada don Jlárcos 2. ® Maturana,

S e c r e ta r io d e E sta d o M a y o r J e n e r a l. Teniente coronel don Adolfo Silva Ytorgara.

Don Adolfo Guerrero Y'ergara.

I n s p e c t o r J e n e r a l D elegado. Jeneral de Brigada don Cornelio Saavedra.

C o m a n d a n te J e n e r a l, d e A r tille r ia .

I r;::

] ^S á

C o m a n d a n te J e n e r a l d e C a h a lleria . Teniente coronel don Emeterio Letelier,

I n t e n d e n t e J e n e r a l d e l E jército . Don Yncente Dávila Larraín.

J e f e d e l S e r v ic io S a n ita r io , Doctor don Ramón Allende Padín.

R ESü-M EX ,

K 1o

N A R IO S O B R E I,IM A .

D iv is im .

170 barriles pava conducir 14,280 litros agua, para 7.000 hombres, en un dia, 85 muías aparejadas para los 170 barriles. 3o id. id para víveres. 35 id. id. para forraje i equipo. 10 id. sin aparejo, de repuesto.

t S M 1 £ ' rt I u

N Ó M IN A D E LO S JE F E S S U P E R IO R E S D E L E JÉ R C IT O E S P E D IC IO -

Coronel don José Ytolasquez.

3.

s

M aturana.

A u d ilo r d e g u e r r a d d e jé r c it o d e o p er o / io n es.

D iv is ió n .

194 barriles para conducir 16,296 litros agua, para 8.000 hombres, en nn dia. 97 muías aparejadas para los 194 barriles. 40 id. id. para víveres. 40 id. id. para forraje i equipo. 15 id. sin aparejo, de repuesto.

5-

M a r c o s 2 .®

S e c r e t a n o J e n e r a l d e l e jé r c it o en, ca m p a ñ a .

240 barriles para conducir agua, con capacidad cada uno do 84 litros, son 20,160 para .10,000 hombres, en un dia. 120 muías aparejadas, de carga, para los 240 barriles. 50 id. id. para víveres. 50 id. id. para forraje i equipo. 20 id. sin aparejo, para reemplazo. 2.

Tal es, señor Ministro, el proyecto que tongo el honor de someter a la con.sideracion de Yl S. i cuyos elementos, los estimo estrictamente suficientes para llenar en todos sus ramos las necesidades del ejército en campaña, Dios guardo a YL S.

L I. I , 1 ID-S , - T! -nc g I h^'& h 05u A S 3

f lir t 1^ .5- ■ic ^

S

P

í

1.

=3, DlVISIOxX.

J e f e d,e es ta D iv isió n . Coronel don Patricio Lynch.

Reserva.............. 4 I , 10 i 20o! 376! 100 100 1 1.'* División..... ' 210'...... ! 220 2. * Id 1 1S!4|...... 1 I77| 3. Id 1 1 17fl!...... 1 15ó! 1

¡00 376 50 220 ..... 1Í7 l.?5 l......

T o tal........... 1 44 1 50 30íl 37c! 6.?2l 100 O52Í 376 50 i 1 1 i 1 1 1

100 50 20 15 10 145 50

Queda demostrado necesitarse 1,223 muías i 50 caba­ llos, que con las 1,475 muías i 100 caballos del Parque Jeneral, harán un total de 2,693 muías i 150 caballos para el servicio del ejército en todos sus ramos. La Dirección Jeneral de equipajes i bagajes es nece­ sario que tenga un personal de jefes, oficiales i tropa que, asemejándose a personal del Parque Jeneral, sea esencialmente militar, i por consiguióme, sometido a las prescripciones de la ordenanza. (1)

J e f e dx E sta d o M a yo r. Coronel don Gregorio Urrutia.

J e f e d e la A r tille r ia . Teniente coronel don José de la 0. Salvo.

J e f e (k lo, C o,baüeria. Teniente coronel don Tomás Yávar. 1.

B R IG A D A .

C o m a n d a n te e n -Jefe.

ta

Capitán de navio don Patricio Lynch.

J e f e s d e c u er p o . Rejimicnto 2, ® de línea.— Teniente coronel don Esta­

(1) Suprimimos ariuí ei personal indicado como lo hemos hecho atiteriornislao del Canto. meate ccn cl peraonal del Parque Jeneral, por no haberse llevado a efecto, Rejim iento Atacama,— Coronel haciéndose dicho servicio por arrieros i carrotoCeros paisanos.

don Ju a n Martínez.

tC V i i

I i

CAPÍTULO SEGUNDO.

229

I % V Rejimiento Talca.—Teniente coronel don Silvestre D ri­ % zar Gárfias, » Rejimiento Colcliagua.— Teniente coronel don Manuel % J. Soffia. íl. Batallón Melipilla.—Teniente coronel don Vicente Bal­ maceda. 2 ,^

BSIG.ADA.

Comandante en Jefe. Coronel don José Domingo Amunátegiii. Jefes de cuerpo. Rejimiento 4. ° de línea,—Teniente coronel don Luis Solo de Saldívar. Rejimiento Chacabuco.—Coronel don Domingo de Toro Herrera. Rejimiento Coquimbo.—Teniente coronel don José Ma­ ría 2. ® Soto. Batallón Quillota,—Teniente coronel don José Ramón Echeverría. 2.^ D IYH SICN . Jefe de esta D ivisión. Jeneral de Brigada don Em ilio Sotomayor. Jefe de Estado Mayor. Teniente coronel don Baldomero Dublé Alrneida, Jefe de la A rtille ría .

1 . BRIGADA. Comandante en Jefe. Coronel don Martiniano Urriola, ■hfes ds cuerpo. Rejimiento Zapadores. —Teniente coronel don Arístides Martínez. Ilejiniiento Aconcagua.—Teniente coronel don Rafael Diaz Muñoz. Re imiento Valparaíso.—Teniente coronel don José M. Marchan t. Batallón Navales.—Teniente coronel don Francisco J. Fierro,

2.

BRIG.ADA.

Gomarulante en Jefe. Teniente coronel don Francisco Barceló. Jefes de 'cuerp>o. Rejimiento Santiago.—Teniente coronel don Demofilo Fuenzalida. Rejimiento Concepción.—Teniente coronel don José Seguel. Batallón Baldivia.—Teniente coronel don Lucio Mar-tínez. Batallón Caupolican.—Teniente coronel don José M. del Canto. Batallón Búlnes.—Teniente coronel don José Eche­ verría.

Teniente coronel don José M. 2. ® Novoa. Jefe de la Caballería. Teniente coronel don Pedro Soto Aguilar, 1.

BRIGADA.

Comandante en Jefe.

TELEGRAMAS DE LA PARTIDA I LLEGADA A PISCO DE LA 1.

DIVISION.

A rica, Noviembre

de 18S0.

(Despaciio recibido en Santiago a las 10,ló A, M.)

Señor Presidente; AI amanecer de mañana se pondrá en movimiento el Jefes de cuerpo. convoi que conduce la 1,^ División del ejército de ope­ Rejimiento Buin.—Teniente coronel don Juan Loon ' raciones para abrir la tercera campaña de la presente guerra. García. Marchamos a hostilizar al enemigo en el centro mismo Rejimiento Esmeralda.—Teniente coronel don Adolfo de su poder militar i de sus recursos, Holley. La Operación del embarque se ha hecho con regulari­ Rejimiento Chillan,— Teniente coronel don Pedro A. dad i sin haber sufrido el ipas leve accidente. Guiñez. E l espirita dc la tropa no deja que desear, i no os una 2. BRIGADA, presuntuosa confianza la que nos hace esperar con tran­ Comandante en Jefe. quilo corazón el éxito de esta jornada, emprendida con la inquebrantable decisión de que sea la última do la guerra. Coronel don Crozimbo Barbosa. .in una hora mas estaré a bordo, i si la fortuna no nos Jefes de cuerpo. es contraria, on cinco dias habremos llegado al teatro do Rejimiento 3. ® de línea.— Teniente coronel don José las futuras operaciones. íQue Dios nos siga siendo propicio! A. Gutiérrez. VERG.ARA. Rejimiento Lautaro!—Teniente coronel don Eulojio Robles. (Recibido de Arica a las 4 P. M.) Rejimiento Curico. — Teniente coronel don Joaquin Cortez. Santiago, Noviembre 15 de 1880. Batallón Victoria,— Teniente coronel don Enrique C. Baeza. Señor Presidente; A las 2 P. M. empieza a desfilar el convoi con la 1. División. Diez buques de vapor i siete de vela. 3. D IVISIO N. Coronel don José Francisco Gana,

/e/e de esta D ivisión. Coronel don Pedro Lagos, Jefe de Estado Mayor. Teniente coronel don José Eustaquio Gorostiaga. Jefe de la A rtille ría . Teniente coronel don Cárlos Wood. Jefe d i la GahallcHa. Teniente coronel don Manuel Búlnes P.

B aq üedano .

Santiago, Asviembre

de 1880.

(Rscibido dc Arica a las 3.55 P. M.)

Señor Presidente: Acaba do fondear el Pisagua, 7 A. M., i el señor M i­ nistro do la Guerra me dice trasmita a S. E. lo siguiente: "Pisco, Noviembro 20 de 1880,—A S. E. el Presidente; La 1. ^ División, a! mando del Jeneral Villagran, se en­ cuentra desde hoi en posesión de Pisco i toda su comarca;

230

GUERRA DEL PACÍFIOO.

mañana o pasado lo estará do lea i dcl departamento entero. La navegación ha sido escelente, sin quo haya ocurrido durante el viaje ni en el desorabarco el mas lijero contra­ tiempo. En la mañana de ayer fondeó nuestro convoi en ia es­ tensa i tranquila bahía Paracas i tomamos tierra inme­ diatamente sin encontrar resistencia, aunque apareció on la llanura vecina nna partida de caballería como de 100 hombres, que huyó en todas direcciones a los primeros disparos que le hizo la Chambuco. Hemos tomado posesión dc esto departamento do la Nación peruana, el aniversario de la decisiva victoria de San Francisco que nos dejó pacíficos dueñes de Tarapacá. I para que las coincidencias sean mas notables, recor­ daré aquí quo este mismo puorto fué el que elijieron nuestros mayores para desembarcar cuando vinieron a dar libertad a este pueblo que hoi nos obliga a traerlo dura guerra por sus perfidias. Las noticias que tenemos del enemigo nos hacen espe­ rar una ocupación indisputada de este territorio, porque las fuerzas que lo dofendian se haa dispersado o retirado al Norte en escaso número. Fuera de 200 hombres, de jcudarmes el resto, hasta en­ terar 500 o GOO, se compone de milicianos incapaces de hacer la guerra. No es probable que el Jefe peruano se decida a des­ prender 12 o 15,000 hombres del ejército de Lima para venir a desalojarnos; i si así lo fuera, tengo entera con­ fianza cn quo nuestras fuerzas sabrán dar una nuova victoria al país. Tan pronto se descarguen los trasportes, los despacha­ ré con destino al Sur,—/. F. Vm jam / Dios guarde a Y. S. P. S oto A g u il a e .

Santiago, Noviembre 25 de 1880, (Despacho rcoibiílo a ¡as 11.4.5 P, M .)

la subsistencia dei ejército sino que nos darán con qué cubrir alguna parte do los gastos que nos ocasionan. Si el Perú so manifiesta tan rebelde a las ideas de paz, quo soporte con todo su peso las consecuencias de la guerra. Salud i moral de la división escelentes. Mi Secretario Errázuriz ya a esa por unos pocos dias i dará a Y. E. mis informes.— Vergara," Dios guardo a Y . E. P.

S oto A g u il a r .

VI. A ota (leí M inistro dc la t iu e r r a e u cam paña ai Jen e­ ral Baquedano i proclainas al ejército, A rica, Nc'owmh'e 14 dc 188u. Sefior; La Operación que va a emprender la 1. División del ejército espedicionario colocará a esta fuerza a pocas jor­ nadas del grueso del enemigo i cíela capital peruana, cen­ tro de sus rocursoamilitares i de su resistencia. Yíiéntras el resto del ejército do operaciones se alista para acudir a reunirse a la 1. División i asumir una enérjica ofensiva parece aconsejado por la prudencia i el Interes de nues­ tra.? armas que se rofiierco aquella, con algunos de D-, ele­ mentos de que Y. S. dispone desde luego, a fin d< aabilitarla para mantenerse con ventaja en las posiciones que está destinada a ocupar. Eu esta virtud, creo do mi deber indicara Y. S. Ia urjente necesidad de quo haga embar­ carse, con toda la brevedad que la situación le permita, con dirección a la bahía de Paracas, en donde se encontrarán las naves que conducen a la 1. División, nna briga­ da de infantería i dos baterías de artillería de campaña, provistas con las piezas de último modelo llegadas re­ cientemente a este puerto. Para esto tendrá Y. S. a su dispo,sicioii el vapor Chile, que llegará on cuatro dias mas a Arica i que puede conducir 1,200 hombres i 120 caba­ llos, el vapor Abtao, en el que pueden embarcarse 1,000 hombres, i el vapor Barn ard CasUe, que es capaz de contener 1,200 hombros. En pocos dias mas se hallará igualmente en esta bahía, listo para conducir tropas, cl vapor M atías Comiño. Fuera do estas naves, que pueden hacer laconduccion de tropascon rapidez relativa, tiene Y. S; a su disposición, en la 1 bahía, los buques de vela E ln ira Alvarez, D&rtrech, Elena, Ju an a, Lor.a i José M urzi, i para hacer escoltar el convoi, los finques de guerra Pücoviayo i Magallanes. Partiendo de Arica a bordo de estas naves, en seis o siete dias, mas las brigadas do infantería i artillería destinadas a .sostener la 1. División, llegarían al puerto quo dejo indicado ar­ riba en tiempo oportuno para cooperar aí rechazo do cualquier intentona dol grueso de las fuerzas enemigas. Recomiendo encarecidamente a V. S, el cumplimiento del importante encargo de que es objeto esta comunica­ ción, i llevo en el ánimo la confianza de quo cualquier difi­ cultad de ejecución cederá al celo vigoroso i patriótico de V. S. Dios guarde a Y. S. J . F. Y e r q a r a ,

Señor Presidente: E l señor Ministro de la Guerra en campaña me dice para Y. E. lo siguionte: “PLsco, Noviembre 22 de 1880.— Nuestra ocupación del departamento continúa tranquilamente. Los cuerpos se han instalado en cuarteles tan espaciosos como no los hemos tenido en ninguna parte. E l ¡jais es sano i abundante. Tenemos forraje i provisiones para satisfacer las nece­ sidades del ejército. Mañanase dará a la tropa pan fresco i de una libra por hombre, lo que espero establecer como ración normal en el resto de la campaña, haciéndolo trabajar en hornos portátiles. En los campos vecinos se encuentran camotes, papas i ganados que se obtienen abajo precio, porque he preferi­ do pagarlos a toinarlos por la fuerza. Ha quedado a nuestro servicio, en perfecto estado, ol muelle de este puerto, quo trataron de volarlo con algu­ nas minas, pero no pasó todo de una pueril tentativa que produ jo ei destrozo de una tabla. E l ferrocarril a lea está en buen estado, la via inturrum pida solo en dos o tres partes, pero es mui escaso de PROCLA.MA AL EJÉRCITO ANTES DE SU PARTIDA, material movible i casi inútil por el mal estado de las lo­ Las aspiraciones del país i los deseos dol ejército co­ comotivas. S i lonernos que trasportar tropas, sabremos mienzan a verse realizados. La 1. División se ha puesto injeniaruos para aprovechar lo que existe. Los habitantes han huido casi todos, pero pasado el pa- t ya en marcha para abrir la nueva campaña i herir en la vor del primer momento ya van volviendo 1 encuentran ¡ cabeza al aleve conspirador contra la paz i la prosperidad de Chile. Las otras divisiones seguirán pronto a la i, una completa seguridad. lea ha sido abandonado por sus autoridades i hasta para consumar juntas la grande obra de castigo i de gloria ahora no tengo noticias do que quede ningun hombre en quo principió en Antofagasta i debia tener i. tendrá térmi­ no en la capital del Perú. armas en el departamento. Que alisten sus armas, es la única recomendación que Luego que llegue la brigada que debe haber salido de Arica el domingo pasado, se emprenderán movimientos hago a mis compañeros dol ejército. Los caminos ae Lima i la victoria son bien conocidos que nos pongan én posesiones que no solo contribuyan a

231

CAPITULO SEGUNDO,

Y

de los soldados chilenos. Guiarlos por ellos será un deber fácil i una alta honra para el Jeneral en Jefe,

ración, o en ámbos puntos a la vez, si así lo estimara V. S. posible i conveniente. IT.

M a n u e l B aq üed a no ,

Noviembre, 13 de 1880 h

0-

PROCI.AMA A LA

ta

ÍY \

1.

DIVISIO N A SU LLEGADA A PISCO.

"¡Soldados de la 1.

División!

E ¡ ejército encargado por Chile de resguardar su honor i su derecho, va a comenzar su tercera i última campaña contra los enemigos de la patria, A vosotros ha tocado ol honor de formar la vanguardia de la,s fuerzas chilenas. En pocas horas mas vuestras plantas victoriosas holla­ rán el suelo de una de las mas hermosas i ricas comarcas del Perú i os encontrareis instalados firmemente como señores a pocas jornadas de la ciudad de Lima, centro do la'resistencia i de los recursos postreros doi enemigo, quo el ejército chileno tiene encargo de rendir i someter, ¡Soldados de la 1. ® División! Antes de que hayan trascurrido muchos dias habrán acudido a sosteneros i acompañaros en el avance contra la orgullosa i muelle ciudad da los vireyes, vuestros com­ pañeros de la 2. 13,*^ División. Antes do muchos di,as, el poderoso ejército que ha he­ cho surjir del suelo, el patriotismo inquebrantable de la Nación chilena, so hallará unido i en aptitud de marchar con paso rápido a poner a la guerra un término digno de los sacrificios i las glorias de Iquique i do Pisagua, de A li­ gamos i de San Francisco, de Tarapacá, de Tacna i de Arica. Entre tanto, la l . '' División vivirá de los abundantes recursos que lo brinda la fértil rejlon enemiga que pronto ocupará; i su Jenoral, lo mismo que el Gobierno i el país, esperan de ella que miéntras llega la hora de los comba­ tes, sepa dar al ejército ejemplos de disciplina, do mora­ lidad i do cultura. Nada de destrucciones insensatas de propiedad, que a nadie aprovechan i que reduiidariaii en esta ocasión en daño de nosotros mi,smos. Nada de violencias criminales Contra personas indefensas c inofensivas. E l ejército do Chile se halla obligado por la grandeza de sus hechos pa­ sados, a manifestarse tan humano en el campamento como os irresistible en el campo de batalla. Soldados; En víspera de nuevos esfuerzos i de nuevos triunfos, os saluda a nombre déla Nación chilena i del Gobierno VüE,STRO J

e NER íU,.

VIL In strucciones eoim m icadas ai .Ieneral ViUagran al y a n ir de Tacna i para avanzar por tierra desde P is­ co a Dhilca. NÚM

290.—JEN E R A L EN J E F E D EL EJÉRCITO DE OPERA­

E.stando unido el puerto de Pisco con la ciudad do Ica lor un ferrocarril de que es necesario apoderarse, i sien.0 talvez mas fácil conseguir eso objeto desprendiendo de la División una fuerza lijera de caballería i artillería que amagara a Ica por retaguardia, con lo cual se logra­ ría también que no se internasen los recursos do la costa, V. S. hará desembarcar, siempre que ello sea fácil i per­ tinente al ¡objeto indicado, a caballería i artillería de montaña en algunas de las caletas que hai al Sur de Pa­ racas i mas próximas a la desembocadura dcl rio Ica, para aprovechar los recursos de ese valle.

s:

III. E l avance do la División que V. S. manda no fÁone por objeto abrir desde luego las operacione.? de la campaña activa que en breve emprenderá todo ol ejército. Por con­ siguiente, V. S. so limitará a mantenerse a )a defensiva, elijiendo para ello, apénas desembarc ue, las posiciones mas adecuadas a su objeto, fortificándolas i adoptando las dernas providencias necosariais para ponerse a cubierto de cualquier ataque que pudiera intentar el enemigo con fuerzas superiores. Naturalmente, pudiendo V. S. operar con ventaja so­ bre fuerzas enemigas en puntos que no disten mucho de sus posiciones, lo hará. Queda esta resolución sometida esclusivamente a la discreción de V. .S., que apreciará la circunstancia con arreglo a los consejos do su intelijencia i patriotismo, i a la alta responsabilidad que trae consigo la suerte de una gran parte del ejército confiado a su pru­ dencia i a su celo. En caso de ser agredido por fuerzas mui superiores, V. 8. cuidará de anunciarlo con toda presteza a este Cuar­ tel Jeneral por medio doi buque de guerra que quedará en Pisco, para enviarle refuerzos oportunamente, IV . Para apoderarse de los recurso.? del enemigo en los va­ lles próximos a Pisco, Y, S, desprenderá de su .División fuerzas lijeras de caballería que los recorran en todas di­ recciones con todas la,? precauciones que V. S, juzgue necesarias i que creo inúti! recomendarle. V. Respecto de otras operaciones que se relacionen con el plan jeneral de ks que va a ejecutar el ejército reunido, Y. S. esperará ks órdenes que se lo impartirán oportuna­ mente. No entro en mayores detalles porque, repito a Y. S., que tengo fe en su intelijencia i celo, i por olio creo inútil hacerlo. Agregaré solamente que dcl acierto en la opera­ ción confiada a Y. 3., dependo en mucha parte el éxito de las que se emprenderán mas tarde. Dios guarde a Y. 3. M an u el B

CIONES D EL NORTE.

Tacna, Novienbre 12 de 1880. Señor: Resuelta, de acuerdo con el señor Ministro de la Guerra en campaña, la marcha de la División del mando de V. S. hácia un punto mas próximo al teatro de las futu­ ras operaciones militares, i hayándose ya V. S. en aptitud do partir, paso a dar a V. S, las instrucciones jenerales a que ajustará sus procedimientos en la espedicion que se le confia. I. Como el punto convenido para acantonar las fuerzas de su mando es el puerto de risco, ol desembarque, que no es siempre fácil allí, lo verificará V, S. en la bahía do Paracas, que ofrece mayores comodidades para esta ope­

Al scilov Jeneral en Jefe ile la. 1.

NÚM.

a q üeda no .

División

365.— JEN E R A L E K J E F E DEL EJÉRCITO D E OPERA­ CIONES DEL NORTE.

'Tasna, D icienhre 7 de 1880. Debiendo ponerse próximamente en movimiento el res­ to del ejército de mi mando para operar contra las plazas do Lima i el Callao, paso a dar a Y. 3. las instrucciones necesarias para ol movimiento de su División. I S.íendo el puerto de Chilca cl elejido para desembarcar el grueso del ejército, Y. S. se pondrá en marcha por tior-

GUERRA UEL PACÍFICO.

232

ra en dirección a ese punto, a la mayor brevedad que le sea posible, no saliendo en ningún caso de Pisco despues del aia 14 del corriente,

buen éxito do la operación depende del cumplimiento exacto de estas instrucciones. Dios guardo a Y, S. M a n u e l B aqüedano .

II. Para que la marcha de sus tropas no les sea mui fati­ gosa i teniendo eu cuenta las dificultades del camino, V. S. la arreglará de manera que recorra la distancia quo media entre Pisco i Chilca en el plazo máximo do ocho dias. III. V, S. llevará consigo toda la División de su mando, esceptuando únicamente la artillería de campaña, que deberá quedar en Pisco para ser reembarcada, IV . Se unirá a la División do Y. S., i marchará con olla, el Rejimiento de Artillería de Marina. V. Dejará Y. S. al coronel don Josó Francisco Gana para quo haga embarcar en los buques de vela quo haya en esa bahía, prefiriendo el que tenga donkey, la artillería de campaña, previniéndolo ai mismo tiempo que tenga lista la brigada de su mando para reembarcarla on el momento oportuno. Escusado mo parece advertir a V. S. quo, debiendo operar la División del mando de Y.S. en combinación con ias que saldrán de Arica para desembarcar en Chilca, el

Al seKor Jeneral en Jefe Je la 1.

División.

CARTA DEL MINISTRO VERGARA AL JENERAL VILLAGRAN.

A rk a , Didsinh-e 7 de 1880. Mi estimado Jeneral; Ya está decidida la partida para ir a buscar el desenla, ce de nuestra contienda. E l viérnes principian a embar­ carse las tropas i, calculo que el lúnes al amanecer podre­ mos darnos al mar. Aunque yo considero mui penosa la marcha por tierra de toda nna división, la opinion del Jeneral i de sus otros compañeros prevaleció sobro la mia i aceptamos que üd. avanzara por tierra para reunimos ! en Chilca. Temo que tenga que sobrellevar algunas peI nurias; poro con buen ánimo todo se soporta i no dudo j que Ud. sabrá superar todas las dificultades. Use las muI las para ausiliarse i para conducir agua en las travesías. E l O írlos llobñrto i la M agdlanes, on caso de apuro, po! drian llevarle ausilios a Cerro Azul. En caso necesario, I Ud. puede dar las órdenes del caso. E l Quillota quedará I en el puerto esperando el convoi que va con el grueso del 1 ejército. I .Deseándole fortuna i salud, se despide de Ud. su afecI tísimo seguro servidor i amigo. ! J. F. V er g a r a .

YIII. Cnadro.s dem ostrativos de los trasportes dc la armada, del cmbarciue, coiitinjeute de fuerza, arm am ento, distribución de víveres i forraje, etc., eu los buques que conducen la 1. ** División. CUADRO QUE DEMUESTRA LA CAPACIDAD, COMODIDAD 1 DEMAS CONDICIONES DE LOS TRASPORTES DE LA ARMADA. TR0F.1 DK AflOADA,

K0KERB3

D I LO S D V q u E S .

é ti o V

.S ■g

«;

o S ’ ^ a o

C o ^

1 2

3 4

6 6 7

8 9

10 11 12 28 14 15 15 ,17 18 19

Elvira Akarez. MI de Mayo..... For/<&.......... Ezelsior........... Humberto L .... Imptctor............. E lm a ................. Mursi................. Avestruz.............. Ju lia .................. Oretro................ Lota................... Dordrech............ Jm m ................ Jtata................... Copiapó.............. Lintarí ..............

ñamar................

C'drws Huberto.... Santa huela........ 21 Malias CousiAo..... 22 Pa(¡uete de Maule...i 2.3 Jlm n ay.............. 24 Chile................... 25 P a y ta ................ 26 Pisagua.............. 27 tíamard Caatle.... Amaeonas ....... Luis COUÚHO....... 20

g ^

1 11 1

115O m c cl 1 i 2o tó ií fO “ 2 § P

g *3
1

300 400 GOO 1000 600 1200 400 1000 .600 IQOQ 400 800

s

1/ 1

600 1400 1600 1500 1400 1500 SOO 1200 1000 200 1200 1200 800 200 1209 1190 800 900 600 400 800 400 400 800 1500 600 1100 1200 600

S VC Vl

>

L< §

s 5.| y i¡ g S i ■0 CY « S « '3 3 S '•2 ^a «5 c £ t so a 'a I f l | £ 8 S c a (A á

i V

Tons. 1Litros 1 120001i ..... ¡ 10 140 15000! 1000 12000 ............ 1 12 1290 1 20000 59 12.56 8000 ..... 1 12 1080 32000 ..... 1 8 1480 1 12 1309 827 8 20000 1333 6 20000 747 1 20000 110 1159 20 12000 10‘J3 i 40 6000 1260 10 9609 835 20 1 1000 5,50 780 i 230 11750 60 1211 450 46 800 400 1 .300 200 2000 3,3 900 i 600 250 ..... 30 1300 ! 900 10 550 1 ............ 1 .... ,60 looo! ... 3.50 500 32 70001 ... 900 ,! 760 1 10! ............ 20 35C '1 167 10! 1200 20 350 1 187 1 1 1 80001 80 1000 1 1 1000 ! 1 35¡i 800 80 1 ., 1 ..... ..... ! . . . 1000 1 1 50001 10 1000 1 ............ 1 1 300 llOOOi 60 1200 1000 ! 15 550 ............ 1! .... 11 .....¡

1000

S O s 'C í)

1 TRASPom.

1

t

aa> ! •

1* 1 1w r* y Oo

1 c « O q)

■S

.

'C u ñ

I I a *1. ce

s -g ■5

V •S£.3 a ta

11

1

12

...

50 30 30 200 45 32 15 45 45 45 26 45 100 45 50 40 .10 10 11 30 12 130 80 50 80 120 20

1 ..... l

...

i y :;; 5 2

í 1 ............ 11 1 1 " i 11

... ...

"2 ...

...

j ...

"i 1 ............ 1 1 1 1

1

1 1 300 200 1 1 1 180 1 200 90 1 90 1 110 1 1 40 40 1 1 180 140 1 90 1 1 200 4 300 1 90 1

25 20 1 15 14 \2 10 18

¿Ó 12

8 H 8-1 6 8 6 7 7 7 10 10 8 10 11 8

2 2

y 'x: m *< 3

20

2

18 17 22 16 18 13 16 13 16 16 17 14 13

3 1 3 2 2 2 2 4 2 2 3 2 2 3 3 2 2 2 2 2 2 2 3 3 2 2 3 2

‘2

rf

2 2 2 2 2 1 1 2 2 2 2 2 2

1 8

>«>

...

...

...

...

i

s

g nc

w

r

Millas

250 1 ! 4 1 ... 3 3 1 300 3 1 4 200 3 2 2 1 4Ó0 3 ! - 3 3 2 200',3 280,22 s. t. 80 2 2 10,,2 40,4 604 ... ll 504 204 .30|1 1008 50'b 50;4 ... ,4 2504 60il

icuí3

1 g •a V K

0 U 1

y

1

3 3 1 "i

■0

A 0

2«S

Q*

i0

3 2 4 3 3 3

"4

3 3 ...

3 ...

1 1 1 1 1 l 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

í

1

1

'x :

SS & g-g J « 0,^ s -5

...

...

3 i¿ Q (C < £> ^
"3

...

4 4 4 4 4 4 4

4 4

4 ...

4

*>

I

3 3 4 4 2 3 3 3 3 3 3 3 3

1 1 1 1 1 2

3 3 3 3

2 2 2 2 1 I1 1

y

1

h

3

p ta

3

to¡1

1 1

3 3 3 3

2

3 3

í

k (1

1

...

•3

C

1 1

' Enelsior.—Llev.wi'jo aniiDales solo puede trasportar 600 índividuoa do tropa. Norfolk.—'So llevando tropa, puede conducir 500 caballos. Tiene uu condensador que puede dar 400galonea de agua en 24 boraa. Elvira Afeares,—Tiene a bordo 300 toneladas de carbón i 150 de municiones. I Orcero.—No llevando tropa puede conducir 300 animales. I Jíis))ecíor.—Condensador para dar 800 galones en 24 lioraa. Víveres para 10 dias a 1,500 hombres. Tiene 60 toneladas de carbón, táíani.—No llevando tropa, puede conducir 400 animales i 100 hombres.

2 I 2

.

> y

J

Y

2

;Í i

eY

CAPÍTULOSEGUNDO.

233

*í * h ■ yi % .y % y

ESPEDICION A LIM A.-EM BÚ RQ U E DE LA 1.

DIVISIO N DEL EJÉRCITO DE OPERACIONES.

COKTINJEKTE DE FüERZ.AS, CAKOKE.S, CABALLOS, ETC.— NOVIEMBRE

15 DE 1880.

Ti .5

\

BÜQÜES.

I.AHCBA3 A ESaOLiiCE.

ta

1 I

SECCIONES I CUERPOS.

to « ■2-

9)

1

i

rg

c t3

'5 C

s /• s

:s

'

lífFAÜTBKfA

\

ComandanáaaxJcfe, sefíor Jenerrd i ayudante.í Estado Mayor, sefior Jefe de E. M. i ayudantcí Comandancia de Brigada, Jefes i ayudantes, -dríi'fería, La,$ brigadas............................ CahaVMa, Granadero»............................. Granaderos.......................................... .....

/íoí«(a)....... Jd.............. Id. .......

N

U..............

Ju lia ........... Ficcehior (b).

Vapor L au n la.... Id. Ka/pnrcííso

3 I

41

16

! 400 20 j i'- 200: 110 17 I 300. ... : ... I .300: 18 I 191 ... I ... ! 26.5;

1, T' Brigada. Rejimiento 2. ° Id. Id. id. Id,

Lamar............. (......................... Norfolk (c)........ Vapor ifíOMjMÜo.. Oárlo»lloherta .......................... Santa Lucía ........... .............. Liman ¡d).........'..........................

de Linea ................ Atacama Talca 1er. Batallón id, 2, “ id. Colchagua

3 |2 i 2 ! 1 ;2

.33

040 32 1139 17 ! f-78 18 , 57SI 20 525 .........

49

2. ^ Brigada. Rejimiento 4. " de Lín ea.......................... | 3 1 36 ( 932 Id. Chacabuco................................ I 3 . 29 922 Id. Oo(|niiobo................................. I 3 | 40 JÜ30 Id. Artilleria de Marina....................., 2 ¡ IS j 341 8 Inlendeacia.............................................. I 1 45 78 .feraiíío Sanitario.....................................' 7 Parque................................................... 1 3 671 Bagaje..........................................i............. 2 39

6: Iiífpulor (e)..... 1 dc quilla de Arica,. id. id. .. 2j n di Mayo...... 1 le Oopiapó........... 1 id. del Norte Id ................. En TarioB buques. Id. id. Humberto 1...... 11 Orcero.............

I

I

16

8ó5j 7«6

44 ¡303 «350 20

23

Total.,

24 ... ! 344 5 100 100

24 •240 412

5

468 100 I

I

■A.—Incluso van 40 caballos para loa Jefes i Oficiales del Estado M.syor. B.—Caballos para los Jefes, Oficiales i Granaderos. Obsiíkvíoiouss... ( 0.—Lleva víveres para 2 dias en tierra, para 10,000 hombres. ; D.— Id. id. 13 diaa para 10,000 hombres. Los caballos son de los Jefes do Rejimientos. LE.—Lleva todas la.s municiones.

DISTRIBUCION DE V ÍV ER ES I FO RRAJES EN LOS BUQUES QUE CONDUCEN LA b t \ \ X

m ■X cu 00 as 1 5 a: S 1 s ■o i tn X

BUQ UES g te ts

o 'i- i

• ' V! 1 w s

O» .as <

g

g

v.

-

)

3 1183 Notfolk (1) 6 * JflítpSCt'Xi'........... 1045 4 Mxcelsior (2)...... 250 11 Orcero {2).......... 200 2 * 21 de Mayo........ 683 10 Jaita (2)............ ; 313 23 * Ih ianay............ 1........ 16 1* Cofiiapó............ 1 1099 17 * Livmti (3).......... 828 18 * Laiiiar.............. 1042 Cários Jíobsrto (2) 586 19 568 Argomedo ........ 468 15 * Itatti................. Ramberlo 2. f2).,. 200 5 &S64

s

íf i

b

Ít4

.lAmart — Víveres pflra lOjOOO hombres 1en 13 dias............. f

ÍU <: te as J

N S 5 •<

g

L íos j Sacos

Y I

¡ri ÍU o

a

Sacos Sacos Saors

ai s

Jj O

< M « -nj tí

1 ! , .qte ■ ■ 1 ¡

cd

-i oc < ^ ^

y

.100

23

7

60

378 412

1 1

6 4

5 5

2 2

1 1

•20 20

2 2

400

1

5

i 7 I 1

3 3

3

1

30

2

4 i

6

4' 1

3

2

49

200 300

o

16 ' 2 ! 1 3 lio ks :t i* •1(1 '' 'tí! ; 4 ,7 b '1

ÍH

-4 O <1 M M ca

Pacos Fardo.s Sacos

Sacos Sacos ' Sacos

79

45 i

¿tí <

O ’ - ri -4

6

1 ¡

1

¡ j

Sucos ; Sacos Barls. '

1 . DIVISION.

SO: '

'46

7

7

6'

2 ^

1i 1!

1 1

200 200

100 100

2

0

1

200

ICO

50

20

200 1 1 200

100 100

940

465

30 : 200 i

350

1

i

^

1

>

8

12

4

5

4.

2 '1

15

¡ 4'

2

1

20

2

¡1

1

1

! 1

31

1 I 1 1

¡

5 ks 1 ( 1

2

1

1439 1 j i 1

1 360

430

112

25

3f)0 1 600 1

170

60 13

25

30

(1¡ Horfoik.—Lleva víveres para 6 dias de viaje para su trop.i, i ademis un surtido de víveres i forraje para 2 dias para los 10,000 hombres. Este surtido dc víveres pequeiío se debe sacar en el primer momento de desembarque con la seguridad de que en pocas horas saldrán las raciones completas sin que falte ningun artículo. ¡2) Excelsior, Orc.e-0 , Julio., Cirios Roberto i tfuuiierto.—Llevan víveres i forrajes para su jente i caballos, calculados para 6 diaa de viaje. Talvez quedo un pequeiío sobrante en poder dc los maestros de víveres, qne deberán entregarlo en tierra. Í3) ¿iííiartv—Lleva víveres para 13 dias para 10,000 hombres, Porrajo va: cebada para 7 dias, i salo 200 fardos de pasto, porque ,se asegura qne hai forraje en lo.s valles. IIKSU.MBN; En el Límíirí hai víveres para 13 días;, en los boquea para la navegación, para 6 dias; en \a Norfolk para 2 dia.s, para descmbarcal con facilidad e! primer dia; dau uu total de vivere.s para 21 dias. Forrajes: Cebada para 15 dias i pasto para 9 dias. En cl Lim ari hai víveres sobrantes que pueden desembarcarse por írden del Jeneral. N ota,— Los buques signados con (*) se proveen por contrata.

TOMO VI.— 30

23i

GUERRA DEL PACIFICO, 1,

D IV IS IO N D E L E JÉ R C IT O D E L N O RTE

ESTADO DEL AEMAMCXTO, VES'l’ÜAUIO I EQUIPO CON QIJB CUENTA ESTA DIVISION.

I;

i

c ‘3

8 1

I

S

A

■i

I,

Sc

o

í Piiig.adss de Artille™........................... Jlejimicuto do Granadero.* a oauallo......... “

2. ® de lín e a .............................

" " “ "

Atacama.......................... Talca............................ Coldia.';ua........................ 4.® de línea.................. Oliaeabaeo......................

"

Cauniniljo........................ T o ta l ................................

922 Iü30

400 400 1 dOf) •!5>1 461 ^91 461 949 940 940 1139 11.S9 n :i9 ...... 1 1 ] 1.5? 1558 llú-S i 1 825 1 825 .S25 SU 9 1 "35S 949 ! 049 922 92-2 ! 922 1030 1030 !! '^73 1 1030

G9Ü3

7S54 1 7834


m

115?.

825 ÜlO

1

1122 1 78.54 1

i

800 98-2 1880 2-2;.? ■2319 nvjo 1898 1S44 2000

490 491 1880 2276 23111 1050 1S9S 1844 20(10

400 ¡ 491 1 940 1139 1158 , 825 1 946 922 1030

1.570.?

14817

7854

400 4m 940 1139 1158 825 619 922

i

sti :s

í 4000 400 491 1 ...... 4910 9400 940 11390 1139 lls-S 13580 1 82.-I 8250 1 949 64Í10 iV>o 9220 lo-éo 10300

1■ Í CS24 1 7654 i 69630 j 3910

m ::i

1

Tacna, Ncricrabre 23 de 16'SO.

D ecreto, reglaiiiento e instrneciones d el D elegado de iu Intendencia ie n e r a l dei Kjército, sobre i)roví.sion (10 TÍTere.s, ve,stiiar¡o i equipo al ejército cspcdieioiiario. SERVICIO DE ALMACENE,? I PilOVEEDORlíS.

A rk a , Noiiemhre 6 de 18S0.

nas i distribución a la tropa. Para cumplir este lin, cada ji'oveedor residirá en ei tuismo lugar de su rejimiento i 0 seguirá en su.s m/irchas. 7.® Los pedidos de los hospitales .se despacharán en los almacenos con Y. ® 13. ® del Superintendente del Cuer­ po Sanitario o de personas facultadas por éste, i en su de.fecto pior el Comandante de Armas de la plaza. 8. ® ,El Jefe do Estado Mayor Jeneral i esta Delega­ ción determinarán a quién i en qué forma deben entregar.so ias raciones correspondientes a sus secciones res­ pectiva,?. 9. ® Los pedidos de forraje?, vestuario i equipo solo se cum dirán llevando autorización del Estado k.ayor Je ­ neral i del señor Jeneral en Jefe o de personas facultadas temporalmente por ellos p.ara hacer pedido?. 10. Cualquiera otra órden qne no se refiera a provi­ siones, forrajes, vestuario i equipo, se cumplirá en todo almacén a condición que lleve el Y. ® B. ® dei Jefe de la División a que pertenezca el cuerpo que h;ice ol pedido, del Jefe de Estado Mayor Jeneral o del Jefe dcl. Cuerpo Sanitario, según los casos. 11. Todo jefo autorizado para ordenar entregas cou cargo a algún cuerpo, dará cuenta a la Delegación de las órdenes que e,spid.a para que se formo el respectivo cargo, 12. Queda suprimido el servicio de proveedores de división, i los nombrados en este carácter entrarán apres­ tar sus servicios como inspectores, guarda-almacenes o en cualquiera comisión que esta Delegación determino. 13. Un reglamento interior designará a los guardaalmacenes i proveedores el modo do llevar su contabilidad 1comprobación. Anóte.?e, comuniqúese i dése cuenta a la Intendencia del Ejército. II. B e r e z D E A r c e .

Habiendo observado detenidamente los procedimiento.? quo aetu,límente se usan en la provisión del ejército, per­ siguiendo los que sean mas prácticos i espedilo? para su mejor servicio en la continua movilización que ha de tener en la próxima campana, i de acuerdo con las medidas tomadas por cl Estado Mayor Jeneral.— En virtud dc las ámplia.s facultados de que me encnentro investido por la Intendencia Jenera! dsl Ejército i Armada en campaña, decreto: 1. ® En cada sección territorial ocupada por nuestro ejército i ,en el punto mas conveniente, cual será en la mayor parte do lo.? casos el puerto de de.seinbarquo, se establecerá un depósito jeneral do víveres, provisione.?, vestuario, etc., que so titulará Almacén Central, el cual proveerá directamente a lo.? rcjimientos que estén a su alcance. 2.® E l Almacén Central establecerá .sucursales en los campamentos que se alejen del centro, así como tam­ bién destinará uno especi;il a tod,a fuerza que se segregue del cuorpo del ejército i í¡ue necesite racionarse diaria­ mente on su raarcha i cu su estacionamiento ovenUi.al eu algunos lugares. 3.® Cada rejimiento tendrá un proveedor que pedirá las raciones diarias en el almacén mas inmodinto, presen­ tando una nota que espreso el número de esas raciones, firmada por ol jefe del cuerpo i con el V.-11.° del Jefo tie En conformidai.! con el articulo 13 del decroto de esta Estado Mayor de ia división a que corresponda o dc per­ fecha, que determina como debe hacerse la provisión del sona facultada por éste. ejército, vengo en decretar el siguiente; 4 ® También se destinará un proveedor especial para el Cuerpo del Servicio Sanitario, que pedirá las raciones REGLAMENTO INTERIOR PARA LA ADMINISTRACION I CON­ diarias con notas firmadas i vi.?adas por las personas que TABILIDAD. el Jefe de este cuerpo designe. Almacenes. ® También tendrá un proveedor especial ia conduc­ ción de equipajes i Parqtio Jeneral conjuntamente, quien Art, 1,® Los guarda-almacenes dc ios almacenes cen­ irosentará su? nota.? dé raciones firmadas i visadas pol­ trales recibirán ios artículos de los desembarcadores i as personas qae determiñc el Jefe de Estado Mayor Jo- darán su recibo a la Delegación o a quien la represente, neral. en vista de las guias de remesas de Y a! paraíso u otro lu­ 6. ® Los proveedores no se limitarán a recibir las ra­ gar de que procedan, anotando las diferencias, si las hu­ ciones sino que también vijilatán su empleo en las coci­ biesen.

CAPÍTULO SECxUNDO.

235

A rica, Noviembre 7 de 1880. Art. 2. ® Darán igualmente recibo de los artículos que se compran en la plaza. Siendo necesario que los empicado.? de la Intendencia Art. 3. ® Las entregas o salidas de almacenes se com­ del Ejército usen algnn distintivo para que sean'recono­ probarán con las órdenes respectivas, jiradas en confor­ cidos en el ejército, decreto: midad con el citado decreto, i el recibo correspondiente 1. ® .Los empleados do la Intendencia del Ejército usapuesto a continuación de la misma órden. ^ rán, para darse a conocer como tales, una cinta blanca cn Art. 4. ° Cada guarda-almacenes llevará tres libros: el sombrero, con la siguiente inscripción; Intendencia Uno para anotar detalladamente las entradas a que se dd Ejército. Este distintivo podrán usarlo con.stantemenrefieren los artículos 1. ® i 2. ® . te o bien solo en los momentos en que necesiten que so Otro para anotar las salidas dia a dia, refiriéndose a les reconozca sus funciones. la.s órdenes i recibos correspondientes. 2. ® En las espediciones, marcha por tierra o mar debe I ol tercer libro para llevar en folios especiales, como en usarse constantemente el distintivo. un Mayor, la entrada i salida diaria de cada especie, a fin 3. ® Los empicados que ii.san actualmente alguna clase de conocer en cualquier momento la existencia. de insignias militares, se abstendrán dc hacer uso de ellas Estas anotaciones se tomarán de los dos libros anterio­ en lo sucesivo. res, entradas i salidas rospectivaincnte. Anótese i comuniqúese. Art. 5, ® E! almacén central abrirá, además de el Ma­ H, P e r e z d e A r c e yor, una cuenta especial a cada sucursal o almacén de campaña, que hiciera remesas, refiriéndose a la carta-guía, IN.STRÜCIOKES PARA LOS MAESTRES DE VIVERE.S. que debe acompañar a cada remesa, i al recibo respectivo. Art. 6. ® Los almacenes centrales i laa sucursales res­ Sus obligacione.? principales son: pectivas pasarán semanalmenle a la Delegación un estado 1. ® Los maestros de víveres recibirán i colocarán bajo de entradas i salidas de todos los artículos, demostrando llave las especies que los embarcadores pongan a bordo la existencia que queda. de sus respectivos buques para el consumo dol ejército, 2. ® De ios víveres quo reciban dejarán una guia en Proveedores. su poder, i devolverán otra, firmada por ellos, al desArt. 7. ° Los proveedores dejarán cn el almacén, como embarcador. comprobante do las raciones recibidas, las notas del jefe 3. ® Diariamente entregarán al proveedor de rcjirniende su rejimiento, que espresa el ya citado decreto, ponien­ to, o a quien haga sus veces, las raciones que pida el jefe do además su recibo al pié de dichas notas. del cuerpo u oficial mas caracterizado. Las raciones quo Art, 8. ® Los proveedores anotarán en un libro rayado, entregue no serán de abono al maestre de víveres en lo en forma de cuadros o estado, las raciones que recíban quo se escedan del número de tropas, jefes i oficíales. cada dia, con distinción de las especies de que so com­ 4. ® Al llegar al punto de desembarco, si la tropa debe pongan. l somaDalmente pasarán a la Delegación un re­ quedar en tierra, los maestres de víveres harán que las .súmen de las raciones i especies recibidas. especies de su cargo se desembarquen i las entregarán al guarda-almacenes. ARTÍCULOS TRANSITORIOS. ,1 ® Vuelto a Arica, los maestres de víveres rendirán Art. 9. ® En el caso que los campamentos de algunos sus cuentas a la Delegación, doseargándosc con los recibos rejimientos so encuentren a gran distancia del almacén, de los proveedores i del guarda-almacones. o mediando otros motivos justificados, el guarda-almace­ 6. ® Para su contabilidad llevarán un libro con una nes podrá entregar, bajo recibo, a los proveedores raciones cuenta a cada especie. En el Debe estará todo lo recibido: calculadas para algunos dias, llevando cuenta de estas cn el Haber, todo lo entregado. entregas estraordinarias en un libro especial a título de 7. ® Cualquiera pérdida ocurrida cn el desembarque o “ provisional,” pues debe cuidar el gnarda-alraaccnos de por cualquier caso fortuito deberá ser comprobada con rocojer posteriormente, del proveedor, las notas de racio­ certificado de! inspector dc servicio do la Intendencia o nes diarias eon que éste ha de cancelar la entrega ostraor- con el de algún jcíe caracterizado que haya presenciado dinaria. lo ocurrido. Art. 10. Siempre que, por alguna ocurrencia inespera­ 8. ° La ración para cada individuo a bordo será la da en la campaña, fuera necesario proveer al ejército sin siguiente;, poder subordinarse a las reglas del presente reglamento, 230 gramos carne o, cn su defecto, charqui. se comprobarán estas circunstancias con los mejores jus­ 3-50 gramos fréjoles, tificativos,' corno la certificación o acta formadas por al­ 120 gramos frangollo para tropa, i arroz para oficiales gunos jefes o testigos doi caso. i para enfermos. Art. 11, De las circunstancias a que se refiero cl artí­ 200 gramos galleta.?, Se puede dar harina para oficiales culo anterior, como do cualquiera otra inobservancia si so hace pan a bordo. ,Si nó, no so da sino galletas. Se inevitable del presente reglamento, dará cuenta por es­ ha mandado duplicar esta ración. crito, a la menor brevedad, a la Delegación, el guarda-al­ 200 gramo,? harina tostada. macenes o preveedor respectivo, espre-sando las razones 50 gramos grasa. de la falta o inobservancia. 3 gramos de ají. Art. 12. En el caso que la piovisíon se haga por algún 20 gramos de sal. contratista, el proveedor cuidará de que éste cumpla 25 gramos de azúcar, cuando hai blanca s-e da ésta estrictamente las condiciones de su contrato, vijilando la para oficíale.?. calidad i cantidad de los alimentos. 10 gramos de café. En esto caso, como comprobante do las raciones reci­ Cebollas, cuando las hai, se distribuyen prudcncialbidas diariamente, entregará al contratista la nota del mente. jefe de su rejimiento. agregando su recibo al pié de la Forraje. misma nota. Llevará cuenta de las raciones recibidas en la misma forma quo espresa cl artículo 8. ® . 6 kilogramos de pasto. Anótese, trascríbase a los guarda-almacenes i provee­ 3 kilogramos de cebada. dores, i dése cuenta a la Intendencia Jeneral, A bordo, los caballos consumen ménos, por consiguien­ te debe cuidarse que el forraje no so desperdicie. Se cree I I . P er ez d e A rce , que es suficieiUo con el pasto, i quo no .?e necesita cebada. 0. ® Los maestres de víveres, on la cinta del distintivo de la Intendencia, podrán usar una ancla del mismo co­

236

GUERRA DEL PACÍFICO.

lor do las letras, para distinguirse de los proveedores, que usarán una estrella.

por los males que se hayan orijinado en la falta do cum­ plimiento por parto del empleado, H. P e r e z d e A r c e .

INSTRUCCIONES PARA E.\tBARCAI)ORES I DESEMRARCADORES DE UNA ESPEDICION.

X.

Sus obligaciones principales son: L ® A I desembarcar la espedicion, atender en los pri­ Corre.spon(lencías relativas a l embarque, m arcba 1 meros momentos al desembarque do tropa, animales i oenpacion de Pi.sco por las fuerzas chilenas. equipo, cuidando de las embarcaciones menores con ol em barque de l a 1, DIVISION. mayor esmero para evitar desgracias o pérdidas. 2. ® Concluido e.sto, se debe proceder al desembarque (CoiTcsroiKiencia pav.v E l H c k íl » o. ) de vívere.s, forraje, etc. Si al depositarse la carga en tiemr hubiese peligro do robo o raterías, debe pedir a la autori­ A rica, Maviembre 16 de 1880. dad militar cl ausiiio de una guardia armada. Señor Director: 3. ® La descarga de toda lancha debe ser confrontada Al fin he visto realizado el acontecimiento que Chile con la papeleta que debe haber dado el ayudante que está ha estado aguardando con tantas ansias, desde hace lar­ a bordo. go tiempo. La espedicion a Lima es un hecho; ha basta­ 4. ® Concluidos los desScrabarques, los empleados de do querer, i querer de veras, para que desaparecieran to­ ese ramo deben prestar sus servicios en lo que ol inspec­ das las grandes dificultades de que tanto se ha hablado. tor o cualquiera otro representante del Delegado croa ne­ Los obstáculos, los graves inconvenientes que so creían cesario su au.silio. puntos ménos que'insuperables, se han evaporado a im3. ® Los embarques se harán entregando las especiespul.süs de una voluntad firme i resuelta a dar cumpli­ a los maestres de víveres, exijiendo los correspondientes miento a los deseos del país. recibos. E l dia de ayer, 17 buques desplcga.ron al viento la 6. ® La carga debe depositarse en tierra, arreglada en bandera estrellada de Chile, llevando 9,000 hombros, 24 mui buen órdeu, formando rumas por orden de especies cañones i 1,-500 caballos, que componen la fuerza de la i de marca, sin permitir en ningún caso que se formen 1. ^ División de nuestro ejército espedicionario. montones confusos do bultos. En 12 o 15 dias mas seguirán a esos otros 20,000 7. ° Los embarcadores exijirán (¡ue la carga se estive a guerreros para completar ol total del ejército que lleva bordo de los buques, en buen órden i en rumas como es­ la es lada'dc la justicia i del castigo sobre los enemigos presa el artículo anterior. Si no consiguiesen que se hi- de C lile. cieao así, darán cuenta por escrito al Delegado o a quien Nuestros soIdado.s se embarcaron poseídos de patrió­ haga sus veces. tico entusiasmo i abrigando plena confianza en que la INSTRUCCIONES PARA ED GUARDA-ALMACENES DE UNA ESPEDICION.

1. ° Inmediatamente que o! guarda-almacenes de una espedicion salte a tierra, se ocupará activamente de bus­ car una casa segura para colocar las especies de su cargo, i pedirá al Comandante de Armas o Jefe de la espedicion, que ponga a su disposición la casa que haya elejido, i que sea custodiada de noche. 2. ® Si las especies deben permanecer por algunos dias en la playa, debe exijir una guardia militar. Lo mismo de­ be pedir, aun cuando sea solo por algunas horas, siempre que ocurran desordenes que menoscaben los víveres u otros artículos. 8.® Para esta medida, el guarda-almacenes debe soli­ citar el acuerdo í apoyo del inspector o empleado quo re­ presenta al Delegado. 4 ® E l guarda-almacenes debe dar recibo al maestre de víveres por todas las especies que reciba, formarse car­ go de ellas, i hacer un inventario, del cual remitirá un duplicado a la Delegación, siempre que no hayan opera­ ciones de guerra qne impidan hacerlo. 6. ® Si fuese necesario que volviese algún buque con ; tropa, el guarda-almacenes debe' proveer de lo necesario ' al maestro de víveres, conforme a las formalidades esta­ blecidas en las instrucciones de éste. 6.® Eu los casos en que falte algo en los almacenes para el consumo diario, el guiirda-almaccnes lo avisará al inspector, con tres dias de anticipación, por lo ménos, an­ tes que se acabe. OBLIGACION JEN ER A L

Todos lo.s empleados de la Intendencia del Ejército tie­ nen la obligación do ocuparse en cualquiera comisión que se les encargue por el Delegado o su representante, sin poder alegar, en ningún caso, que no es de su deber. E l que se negase a cumplir la comisión que se le encargue, será separado de su puesto, sin perjuicio de ponerlo a disposición de la autoridad militar, para que lo procese.

victoria coronará sus esfuerzos. Todos creen volver, i en sus conversaciones desprecian las defensas i minas del enemigo, alentados por m infructuoso de tales inconve­ nientes en Tacna i on el asalto de Arica. “Harán, dicen, saltar 100 o 200 de los nuestros, i eso no os nada; por allí entraremos los domas.” Y’olvamos a la espedicion. E l viérnes 12 del présente, a las 9 A. M., llegaba de Tacna un largo convoi que conducia el Rejimiento 2.® de línea i un batallón del Rejimiento Atacama. Una hora mas tarde, toda esta tropa habia sido embarcada, por un muelle preparado al intento, en grandes lanchas que la condujeron en breves instantes al costado de los buques. Los remolcadores llegados últimamente de Valparaiso arrastraban las embarcaciones menores repletas de sol­ dados, que lanzaban hurras entusiastas al ver convertida en realidad la soñada aspiración do tanto tiempo. En pos del Rejimiento 2. ® i 1er. Batallón ‘del Atacama, siguieron embarcándose algunos pertrechos i los caballos de la artillería. E-sta operación de embarcar los animales os la mas morosa, a pesar de que so ha hecho uso de un pescante (¡ue del muelle levantaba por los aires a c.ada uno de ello.?, para dejarlos caer suavemente a la lancha, a despecho de sus desesperados esfuerzos por li­ brarse de las ligaduras que los hacian viajar por los aires. Eu la tarde del mismo dia llegaba otro tren condu­ ciendo al 2. ® Batallón del Atacama, que lo mismo que e ll.® fué embarcado inmodiatamonte. Era de ver, du­ rante el dia i aun hasta mui avanzada la noche, la gran­ de animación de la bahía. Multitud do botes i vaporcitos se cruzaban eu todas direcciones, la mayor parte remol­ cando lanchas cargadas de todos los aprestos de la espodieion, dirijiéndose a alguno de los 37 buques fondea­ dos en la rada i que lo daban un aspecto semejante a. Yklparaiso en dias de mucho movimiento. E l sábado 13, desde el amanecer, esta animación creció considerablemente. E l embarque de cabalgaduras se ha­ cia por el pescante, que no dejaba de funcionar ni un momento, i atracando a la playa las lanchas planas quo

i } )

287

CAPÍTULO SEGUNDO.

i

podian hacerlo en el reducidísimo espacio de olla en que es posible bararlas. A las 9 dejaban el tren para tomar las lanchas el Rejimiento Coquimbo i un batallón del Chacabuco, que se completó en la tarde con cl 2. ° Bata­ llón, llegado en tren de 5 P. M; Durante el dia se habian embarcado el Coleliagua i el Talca,quese hallaban acam­ pados, desde dias atrás, al pié del morro. E l Ministro de.la Guerra estuvo consLantemcnte en el muelle, desde las primeras horas de ia mañana, vijilando los menores detalles de la importante operación. .En el tren de las 12 M. llegó el Jeneral en Jefe, el Jeneral Villag^ran. Jefe do la espedicion, i muchos otros militares. En tierra, el movimiento no era menor que en la bahía. Los grandes equipajes de los rejimientos eran descarga­ dos del tren para guardar una parte en los almacenes de la Intendencia del lyévcito i embarcar la otra en lanchas i botes. E l muelle, cuajado de hombres, caballos i fardos larecia un hormiguero. En el atrio de la Aduana, que a a vez sirve de Comandancia do Armas, multitud de jefes i oficiales iban i venían api-Lsurados, llevando órdenes. ¡Qué hermosa cosa seria si siempre se trabajara así! La tarea casi no se interrumpió eJi tod.a la noche. A la.s 9 A. M. del domingo 14, llegó un largo tren conduciendo al 4. ® de línea, último cuerpo do la .1. ^ División que quedaba en Tacna. A las 10 estuvo embarcado todo el Rejimiento i se siguió con la artillería. Doce piezas Krupp, de calibre de a 12, últimamente llegadas, hicieron su via­ je por los aires, gracias al pescante, en mui poco tiempo para caer suavemente cn el fondo do las grandes lanchas quo estaban esperándolas atracadas al muelle. Entre tan­ to, por el mismo embarcadero de la iropa, se echaban a otras lanchas 12 piezas de montaña i 4 ametralladoras, mas fáciles dc manejar, i los armoiie.s, carros, monturas i demas aperos de la artillería. Finalmente, a las 3.30 P. M. tomaba su lugar en las embarcaciones cl Batallón de Artillería de Marina, qne se habia agregado a la espedicion a última hora. ¡Con esto quedaba casi concluido el embarque.' Algunos caballos i un poco do equipaje era todo lo que aun tenia que tomar colocación en las naves que en pocas horas conducirían al corazón del Perú la 1. División del victorioso e in­ vencible ejército chileno. Efectivamente, al caer el sol ya todo había terminado. La magna empresa era uu hecho i la-xúraérica podia con­ tar en su.5 fa.stos que so habia dado cima a una obra que solamente las grandes naciones de Europa habian realiza­ do hasta hoi en tan vastas proporciones. A ks 9 P. M. se despedían en el muelle el Minrátro de la Guerra señor Vergara, el Jeueral Viikgvan, los señores Altamirano i Errázuriz L, quo partían cn el Ita ta , del Joneral en Jefe quese quedaba para marchar eu cl-se­ gundo convoi. Hasta tarde dc la noche me quedé a la orilla del mar contompiando aquella flota, que ciaramoute se distinguia a k luz de la luna, un poco velada por ks nubes, luciendo en lo mas alto de sus mástiles el hermoso tricolor.

ÓRDEK DE IIARCU.A DEL CONVOI DE LA

1.

DIVISION.

süK'rs.

LimnH

(; I

1

o Exctísior ' 0 Cários Ruhtrto

O . Q

Orcero

Itala

L an ar

0

o

O

Norfolk (1)

J>dia

Sarda Lucia

o

o

O f i (le Mayo

o Inspector

y. O Os

.4

Copiapó

0 1

o Ifmnbsrto I. ¡2)

O

Ilaanay

A las 5 P. M. desaparecían en ol horizonte, con rumbo al Oeste, los humos i ias velas dc la flota espedicionaria. Aunque se ha procurado tener cn reserva el lugar adon­ de se dirije k vanguardia del ejercito, hai muchos que lo saben i creo que no sea indiscreción el decirlo. Es a ca­ leta de Paracas, dos o tre.s leguas al Sur de Pisco. Desgra­ ciadamente no puedo dar dalos ciertos de ks operaciones que seguirán al desembarco; pero lo que se dice es que, si ' iiai resistencia, se combatirá para ocupar a Pisco, aguar­ 1 dando aquí la vuelta de los buques que regresarán inme­ diatamente a Arica para tomar a su bordo a la 2. i 3. Divi.sion, i llevarla a juntarse a la 1. ^ . Mientras esto sucede-, ,se mandará algún refuerzo en los trasportes que lleguen del Sur, para afianzar mas a la 1. ^ División, a pesar de ser por sí sola bastante fuerte para que tenga­ mos por su suerte completa tranquilidad, A

en u lfo

.

MARCHA DEL CONVOI I OCUl’A.CTON DE PISCO. (Ccrrespoodtiücia & E l Mesourw .)

Pisco, Noviembi-e 32 de 1880. Al Editor de E l M e r c u r io ; A las 3.25 P. M., apénas franqueada la bahía, hicieron los buques rumbo al Sur 78'’ Oeste, con el objeto de ale­ jarse de la costa, i a las 11,30 P. M, se encontraban a k altura del Morro de Sama,

La navegación continuó con toda felicidad i con un mar sereno i bonancible. A ks 12 del diá siguiente, mártcs 15, se encontraba la escuadra a 111 millas de Arica. Aunque el anclar de los buques no lubia pasado do cinco a seis millas por hora, so notó quo el Có/düs lloherto ve­ nia quedándose atrás, por enj'a eausa detuvo su marcha el Ita la a las 2.20 P. M,, a fin dc comunicar con la Chacahuco para que diese a la O’Higgins órden de tomar a remolque a la Orcero i alijerar dc este modo al Cários ¡Cuántos tesoros de vida, de fuerza, de esperanzas, en­ cerraban aquellas naves, que el zuzurro cariñoso de las Roberto. Así se continuó sin alteración k marcha durante toda auras de la patria parecia mecer blandamente!... la noche, i habiendo amanecido el 17 con una suave bri­ Estaba convenido que a las 4 A. ií. del dia siguiente, sa del Sur, todos los buques largaron su velamen para estas al parecer dormidas aves del mar desplegarían sus aprovecharla. alas. Pero, por una causa que ignoro, tan solo al medio A ks 8.15 A. M. se cambió rumbo al Oeste 4 Norte, i dia empezó el movimiento de los vapores que bacian el a las 12 M. se encontraba la escuadra a 122| millas de remolque de los baques de vela. Se decia que a última Arica. A la 1 P. M. se hizo rumbo al Norte 72” Oeste, hora habia venido a notarse que no habia cables para dar | el remolque, pero esto no es creíble, aunque talvez sea la ' i a las I I P . M. se encontraban los buques frente al Morro verdad.—-A as 3 P. M. ya se habian destacado los 16 de Chala. E l mar continuaba tranquilo i el horizonte sonrosado i buques espedicionarios, poniéndose en cl órden de marcha trasparente. Para amenizar la 'monotonía dei paisaje, no señalado en el cuadro que acompaño. E l 17. ° era el H uanay, que se unió el último al convoi, conduciendo tenian los espedicionarios. acostumbrados ya a la inalte­ rable bonanza del Pacífico, mas grato espectáculo que el la primera Ambulancia do la Cruz Roja. (1) Los buques de esta riimcra día remolcaban o su ycz al Valparaiso, Lauríta i Rápido. (2) Estos tres últimos buques remolcaban una laucha «ada uno.

238

GUERRA DEL PACIEÍCO.

de contemplar con atónitos ojos las espléndidas puestas de sol de estas zonas tropicales, donde son desconocidas las borrascas i las tormentas. E l sol, surnerjiéndose ma­ jestuoso entre las ondas, reflejaba en las tenues nubecilias lo.s suaves cambiantes del ópalo i del topacio i parccia alejarse de la tierra despues de enviarle una dulce sonri­ sa entre sus 1,000 rayos de oro. La atmósfera, tibia i ener­ vante, predispoiiia el cuerpo a la somnolencia i a la iner­ cia, i entonces les era a todos fácil esplicarse el carácter tímido, afeminado i muelle del peruano.

esponen mui fácilmente los buques a bararso. Así le su­ cedió a la Chacabwo, quo poco despucs de su llegada es­ tuvo como media hora presa en uno de ellos. Por e.sta razón, los buques .so vieron obligados a fondear mui léjos de la playa, dejando así una pesada tarea a los remolcadores.

Inmediatamente principió el desembarco de la tropa designada, a la cual se agregaron cuatro piezas de artille­ ría de montaña. La primera jente chilena que puso el pié en tierra fué E l 18 amaneció con una mañana lindísima, i el convoi un piquete de la Artillería de Marina, aí mando del capi­ so conservaba en el mas perfecto órden. A las !) A. M. se tán Rojo, desembarcado de a bordo de la Chacabuco. Es­ encontraba la e.scuadra frente a la punta de San Juan, ta fuerza tomó posesión de la playa i se adelantó un poco i a las 12 M. la separaba de Arica una distancia de 142 hácia Pisco, estendiéndose en guerrilla para protejer el millas desembarco del resto de la tropa. Como se deseaba amanecer, si era posible, en Paracas, Cuando a las 11 A. M. se dirijieron atierra dos lanchas a la 1,30 P. M. se dió órdon de adelantarse a los buques planas del Liaia, llevando las cuatro piezas de artillería mas lijeros del convoi, i en efecto principiaron a navegar de montaña con sus muías i municiones, se embarcó tam­ a toda fuerza de máquina la Chacahu-co, el Angamos, el bién en una de ellas el comandante Souper, que ai llegar Ita ta i el Lim a n con los buques que remolcaban, varian­ a tierra se dirijió al lugar que ocupaba la avanzada i se do su rumbo al Noroeste { al Oeste. adelantó a ella con el objeto de reconocer el terreno. E l objeto de hacer avanzar esta división naval era para En pocos minutos estuvo en tierra la tropa que se ha­ desembarcar en Paracas, caleta muí tranquila i segura, bia acordado desembarcar allí. situada 10 millas al Sur de Pisco, 300 hombres de arti­ llería G infantería, que marcharían por tierra a apo­ derarse del puerto i dosti’uir los torpedos i minas que Miéntras tanto, así como a la simple vista se divisaban en él hubiese. Una vez conseguido este resultado, los bu­ desde a bordo de nuestras naves los buques mercantes ques se dirijirian a la rada de Pisco i allí continuarían fondeados en Pisco, lo mismo que el caserío dol puerto tranquilamente el desembarco por el magnífico muelle de i de la ciudad, era-natural que los pisqueños hubiesen fierro que en ella existe. notado también la presencia de nuestros buques. En la noche principió a soplar una brisa fre.sca i sua­ En efecto, a los pocos momentos do encontrarse la pri­ ve, que era para lo.s cuerpos una benéfica compensación mera tropa en tierra, se vió que salia del puerto hácia el de los ardores dol dia. La luna brillaba en el cielo con interior un largo convoi de carros de pasajeros i do carga admirable esplendor, trasformaiido en torrentes do plata i que se alejaba rápidamente hácia Ica, capital del depar­ la estela dc nuestras naves, i toda la Naturaleza respira­ tamento, i unida con Pisco por medio de una via férrea. ba una p-az mui peco en armonía con los belicosos deseos A l mismo tiempo el. Angamos, que habia sido mandado de los espedicionarios. a Pisco con el objeto de intimar a las autoridades hipieran' pacífica entrega de la ciudad, llegaba a su destino i A las 4 A. M. del 19 se encontraba el convoi frente mandaba do parlamentario a un piloto do su dotación, al cabo Carretas i se cambiaba ol rumbo al Norte .11" al italiano de nacionalidad, con un recado verbal para la Oeste cou ci fin do dirijirse al canal formado por la pe­ autoridad superior deí puerto. nínsula de Paracas, la isla de San Gallan i los grupos de *Á1 volver a bordo el piloto trayendo la contestación islote,? qus se estienden hácia el Norte hasta llegar a las escrita del jefe de la. plaza, pasó a hacer una visita a un islas de Chincha, situadas un poco mas allá do Pisco. buque de su nacionalidad anclado en la bahía, i allí tuvo A las 8.20 so encontraban los buques frente a punta la fortuna de encontrarse cou una conocida i paisana su­ Paracas i dirijian sus proas al Esto a fin de ganar el fon­ ya que tenia negocios en Pisco i que se habia refujiado a deadero, despues de haberse detenido uu momento para bordo. esperar a la Chacabuco miéntras reconocía un bote pes­ Por ella supo el piloto que habia en tierra muchas cador oculto en una caleti lia vecina. La corbeta fué lla­ minas i torpedos i que no se encontraba Pisco en el esta­ mada al costado,! allí cl Jeneral Villagrau dió de viva voz do de abandono que los nuestros suponían, pues contaba al comandante Viel la órden de adelantarse a reconocer con no ménos de 3,000 hombres entre caballería e infan­ eí punto del desembarco. tería, i sus jefes parecían hallarse dispuestos a oponernos Asi se hizo, en efecto, i a ías 10.10 A. M. largaban una heróiea resistencia.' ,su ancla en Paracas los buques dc la división lijera dol Recibida por el Angamos la contestación del corono! convoi. Zamudio a la intimación verb.al, i vecojidos por el piloto ■La bahía de Paracas está formada por el recodo que los datos relativos al número de fuerzas i a los torpedos i hace el mar al Norte de ia península de su nombre, vi­ minas existentes en Pisco, puso este buque proa a Para*, niendo a determinar de este modo el istmo quo la uno cou cas a fin de dar cuenta do su cometido, ei Continente. Al costado oriental de la boca de la bahía i Al pasar frente a San Andrés, lugarejo de pescadores en una playa baja i arenosa quo se csliende hasta Pisco, situado a unas dos millas al Sur de Pisco, el bravo Zamu­ crecen varias palmeras de dátiles a cuya sombra han cons­ dio quiso dar sin duda una prueba de su heroismo o "en­ truido los pescadores algunas cabañas i una armazón de trarnos el resuello” demostrándonos que en efecto tenia madera que hace las veces de muelle. ruinas, porque de repente se divisó en la playa de ese Este insignificante caserío lleva también ei nombre de oucblo la compacta masa de humo i arena que levantaba Paracas, i debe principalmente su escasa notoriedad ala a e.splosion de una de esas máquinas infernales, esplosion eircunstanci.ado que en,sus playas desembarcó el 8 de Se­ que se repitió minutos despues en el mismo puerto de tiembre de 1820 cl Ejército Libertador chileno-arjcutino a Pisco. las órdenes del Jeneral San .Martin, i de haber sido el ' Estas noticias i estas demostraciones indujeron al Je ­ fondeadero acostumbrado de Pinzón, de.spuo.s que so apo­ neral Villagran a alterar el plan primitivamente acordado, deró de las islas de Chincha. i entonces dió órdeu al comandante Viel para que man­ A pesar de que la bahía es, abrigada i tranquila, tiene dase a tierra mayor número de tropas, a fin de avanzar Paracas el grave inconveniente de su poco fonüo i de ha­ por tierra sobre Pisco con unos 3,000 hombres de todas llarse sembrado de fangosos bancos, quo en la bajamar armas.

4. ■i-

*.

CAPITULO SEGUNDO. Ya ft las 12 M. habian principiado a llegar a Paracas lo,s buques pesados del convoi, i con este ausilio se con­ taba con mayores elementos para efectuar eon toda cele­ ridad el desembarco. Mientras tenian lugar estos sucesos, el comandante Souper, llevado por su valor i su denuedo, se habia ade­ lantado solo a nuestras primeras avanzadas hasta llegar a encontrarse separado do ellas por una distancia de no ménos de 20 a 25 cuadras. Al llegar a esc punto, divisó en la falda dc un cerrillo bajo i arenoso, que tenia a su frente, una gran cantidad de tropas enemigas, unas formadas en línea compacta i otras estendidas en guerrilla. La ChacabiLeo divisó también aquella fuerza, entre la cual se notaban algunos jinetes, i en el acto principió a dirijirle certeros disparos desde su mi.smü fondeadero. Á la quinta granada, que estalló mui cerca de los grupos enemigos, se desbandaron éstos como por obia de encan­ tamiento. Algunos tomaron por el camino o sendero del bajo! otros huyeron cn dispersión hácia Pisco. Los del bajo se volvieron a formar allí siu quo pudieran verlos nuestros buques, i ei comandante Souper los siguió con el objeto de calcular su número i calidad, i vio que eran de las dos armas, irifentería i caballería. En este momento llegaron a reunirse con el coman­ dante Souper los señores don Isidoro Errázuriz i don A l­ borto S tuven, i poco despucs algunos tiradores peruanos, ocultos por los árboles, los arbustos i los accidentes del terreno, llegaban a colocarse a 600 metros de ellos i les bacian varios disparos con certeras punterías. Iban retirándose hácia Paracas cuando encontraron un piquete de ocho granaderos, mandado por ol alférez Ibarra, i entónces todos volvieron nuevamente en busca del enemigo. Esto, sin considerar el corto número de los nuestros, ss iba retirando miéntras la corta fuerza chile­ na avanzaba cada vez ma.s. En estas circunstancias mando el comandante )Soupcr a un granadero para que diese órden de avanzar a la in­ fantería, pues a veces los peruanos, mni superiores en número, hacian ol ademan do cargarnos. Pero siempre, viendo que los nuestros no flaqueaban, continuaban co­ bardemente su fuga. De este modo se les persiguió por un espacio de cuatro o mas leguíis, atrave.sando un terreno accidentado i sem­ brado de terraplenes en que habia planteles de palmas de dátiles, ai parecer de remota antigüedad, i hasta algunos espacios de terreno salitro.so. N i trás aquellas emboscadas naturales ni en un gran rancho quo .se divisaba corea, .se encontró ni huellas del eneraigo.Á dc este último solo vieron huir algunos hom­ bres i mujeres quo llevaban sendos animales vacunos. Al perseguir a estos fujitivo.s, divisaron, al fin, a lo léjos al enemigo, formado en línea a lo largo de la via férrea. En la derecha se les veia en número de 50 hombres i en ia izquierda dc unos 15 a 20, teniendo mui regularmente formada su línea. En este momento le llegó al comandante Souper un refuerzo de nueve granaderos, que le fué traido por el mayor Cuervo, ayudante del Ministro, i se le reunieron nuevamente los señores Err;izuriz i Stuvcn. .Untre todos resolvieron avanzar resueltamente para batir al enomigo; pero é.ste, al ver quo se le atacaba con decisión, se des­ bandó a escape en distintas direcciones. Yúéndoso tan cerca de Pisco, determinaron entónces entrar ai puerto, pues por algunos pri.sioneros que torna­ ron tuvieron noticia de qne ta caballería se habia des­ bandado i de que la infantería quo quedaba era poca o nula. Mientras deliberaban, los soldados de cab.al)ería echaban el lazo a los postes dcl telégrafo i cortaban ei alambre. En este momento recibían de parle del Jefe de Estado Mayor, corouel Urrutia, órdon de que so retiraran, i en

239

efecto así principiaron a ejecutarlo; pero habiendo encon­ trado momentos después ál capitán Rojo con 100 hombres do Artillería de Marina, se resolvieron a marchar nueva­ mente sobre Pisco. La tropa del capiían Rojo iba avan­ zando desplegada en guerrilla, i a retaguardia marchaba cl grueso de la caballería. Cuando se encontraban a. una.s 20 cuadras del pueblo, divisaron tres hombros a caballo, los quo se detuvieron al vor cerca a los nuestros. E l señor Stuven les hizo señal de que avanzasen, lo que en efecto pracíic.arori. Eran tres soldados sin mas uniforme que la goi'ra i que estaban ar­ mados con buenas carabinas YYhnolie,ster. Dijeron que vonian a entregar.so a nuestras tro|>a,s jiorque su Gobierno los habia tomado por ¡a fuerza, co.mo a la matmr parte de los reclutados, i confirmaron la noticia comunicada al riloto del AngiMiios, asegurando quo habia mas de 2,000 lombres en Pisco, algunos dc ellos parapetados en zanjas abionas a lo largo do la playa. A pesar dc esto, el comaadam.e Souper creyó quo la fuerza que tenia a sus órdenes era suficiente para avan­ zar, i de la misma opinión fueron los .señores Rrrázuriz, Cuervo i Stuven. Se emprendió la marcha i ya estaban ca,si cn las gote­ ras de Pi.sco sin haber encontrado en su trayecto enemigo alguno, cuando recibieron, por medio de un soldado, una nueva órden del coronel Urrutia para que regresaran al campamento. Contrariados en ,su ardiente deseo de ser Io.s primeros en tomar posesión dcl puerto, mandaron haecr alto a la tropa i enviaron al señor Stuven para (juc Irablase con e! coronel Urrutia i le pidiese la revocación de su órdon. Pero el señor Stuven volvió de su conaision con la des­ consoladora noticia de que se confinnaba lo anteriormen­ te dispuesto, i entonces todos emprendieron la marcha de regreso. Cabizbajos i abatidos veiiiau los csploradores por no haber podido llevar a cabo su-s designios; los soldados se quejaban de hambre i de cansancio; los oficiales buscaban pretestos para, adelantar dc nuevo sobre Ja ciudad, cuan­ do a medio camino encontraron otro piquete dc grana­ deros, al mando del teniente Padilla, i una compañía del A.taeama, a las órdenes uel eapitan Ramirez, que al pare­ cer avanzaban cn apoyo dc la corta fuerza que comanda­ ba cl valiente Souper. Interrogados estos oficiales res )scto de las órdenes que traían, contestaron que ei corono Uri'iitia los habia man­ do ponerse a las órdenes riel comandante Muñoz Bezani11a o del comandante Sen per, ya fuera para retroceder o para avanzar sobre Pisco, Esta órden debia ¡ser po.síerior a la tvaida por el señor Stuven, o. mas bien dicho, así lo supusieron ios animosos esploradores para armonizar sus deseos con la di.scipliua militar. El comandante Souper reunió entonces cn con­ sejo a los señores Errázuriz, Cuervo i Stuven, i fué opi­ nión unánime la de que so avanzara nuevamente sobre Pisco. Los ántes quejumbrosos oficiales i la fatigada tro­ pa revivieron i ae auimarmi, principiando ji avanzar a pa­ so redoblado sobre el puerto. A ia vangii.irdia de la tro­ pa iban desplegadas algunas guerrillas de infantería con sus corrcsporidientes descubiertas de caballería. Miéntras tanto on cl Cuartel Jenei-al habia mucha an­ siedad por la suerte quo pudiera correr aquel puñado de hombres, .sobre todo al tener en consideración las noticias recibidas respecto dcl crecido número de enemigos, con­ firmadas de.spnes por diversos conductos. El .Jeneral V i­ llagran, conocedor del vaior fogoso del comandante Sou­ per i de.sconf;ando dc quo sus aco¡Dpañ¡\nt.es lo disuadiesen dc llevar a cabo alguna empresa atrevida,,babia despa­ chado a toda prisa en su busca varios cuerpos do tropas. E l comandante Souper i su fuerza se encontraban, a eso tiempo, a lo sumo a 10 cuadras del pueblo. Como ya iba cayendo la tarde i como ellos ignoraban la intimación

240

GUERRA DEL PACÍFICO.

Do este modo el señor Stuven recorrió a sus anchas las hecha por el Angamos, dea Isidoro Errázuriz propuso se I mand-asc un parlamentario a intimar rendicicion a la plaza. I dos poblaciones de Pisco Alto i Pisco Bajo, entrando a Aprobada esta idea, se acordó enviar con esta comisión caballo al muelle, quo encontró intacto, salvo un tablón a don Alberto Stuven, el cual, acompañado de dos gra­ I dc! piso que le habia arrancado la esplosion del torpedo. La estación también ae hallaba desierta, i a pesar del naderos, uno de los cuales llevaba ensartado en su sable ! el pañuelo del soñor títnven a guisa de bandera de parla­ I aparato do Zamudio para rechazar nuestras intimaciones, mento, se puso irimecliataraente en marcha sobre Pisco. i e enviado chileno se paseaba por todas partes i examina­ Una media hora despues do haberse alejado Stuven, ba todos los rincones sin descubrir ni la mas remota esrecibió el comandante Souper una nueva i terminante I peranza de resistencia. órden por escrito para que regresara al instante al cam­ j Cuando entrada ya ca,si la noche, abandonaba la ciupamento. Pero todos manifestaron su indecisión, porque I dad para reunirse con sus compañeros. Pisco parecia una ¿cómo abandonar al parlamentario enviado a la ciudad? ' ciudad muerta, i sin duda hasta el mismo valiente Za¿I si ésta se rendia? ! rnudio se habría apresurado a abandonarla. Estas observaciones i estas dudas las hizo prc.sente el Oido cl sabroso relato en medio de pullas i comentarios, señor Errázuriz en un papel que desde allí escribió al Jefe de Estado Mayor -solicitando nuevas órdenes, i miéntras hubo de pensarse al ño en pasarla noche en aquel punto, ¡ba i volvia el enviado, entraba la noche, una noche os­ pues ya era imposible detenninars.o a buscar a esas horas cura i fria que iba a sorprenderlos a todos faltos de abri­ e! campamento da la División. go i do alimento. E l mayor Cuervo tomó las disposiciones del caso para Hasta las 9 P, M. no habia regresado cl parlamentario organizar el campamento, miéntras los granaderos ma­ chileno, i en la duda sobre si la plaza so rendirla o nó, taban las dos terneras granjeadas a los enemigos, i los del no so resolvía el Jefe a dar la órden de que matasen al­ Atacama buscaban en as inmediaciones la eña necesa­ guno de los animales tornados (dos torneras i dos bueyes) ria para las fogatas. para repartir rancho a la tropa, Al fin, fortalecidos los estómagos, pensaron todos en Adeniás, en previsión de que el señor Stuven se hu­ conciliar cl sueño. E l l’rio penetrante de la noche per­ biese cstraviado a su regreso a causa do las tiniebl.as i de mitió a mui pocos, sin embargo, pegar los ojos, i al ama­ la falta de camino, se mandó un corneta que subiese a necer del 20 se ponían en marcha para incorporarse a sus una pequeña altura i diese a intérvalos cl toque de “ ór­ respectivos ouestos. den” a iin de que pudiera orientarse nuestro parlamen­ Los oficia es i soldados, ambiciosos de ser de los pri­ tario. meros en penetrar a Pisco, marchaban, sin_ erab.argo, de En efecto, a poco rato apareció éste entre sus compa­ mala gana i esperando anhelosos la llegada de una conñeros, guiado por aquella previsora señal, pues se habia tra-órderi que lo.s pusiera dc nuevo en camino hácia él. E l cstraviado entre los vericuetos del terreno. sofocante calor daba, por otra parte, sobrado motivo a las quejas i al cansancio, i así se avanzaba con lentitud Su oscursion, aunque infructuosa por lo quo respecta en demanda de Paracas. a la rendición de la plaza, habia estado salpicada de cu­ Al enconlrar.'e como a una legua dc este lugarejo, re­ riosos incidentes. cibió el comandante Souper una nueva órden para hacer A poco do ponerse en marcha con su bandera blanca alto i esperar la División que marchaba sobre Pisco. E l enarbüiada, encontró cl señor Stuven a uu oficial dcl contento renació. ejército peruano, que dijo ser teniente, aunque cargaba Media hora mas tarde llegaba allí la brigada dcl coro­ imsignias de teniente coronel. Esto sirvió do cicerone al nel Lynch, i los piquetes de tropa que habian acompaña­ señor Stuven para hacer su entrada a Pisco on busca del do al comandante Souper recibían órden de ingresar a sus coronel Zamudio, al cual encontraron despues do haber respectivos cuerpos. recorrido muchas calles desiertas i desoladas. E l señor Stuven le manifestó el oljjeto de su comisión, Todo el ejército espedicionario iba en marcha sobre diciéndole que cl Jefe de la vanguardia chilena que avan­ San Andrés i Paracas, i como era de esperarlo, no encon­ zaba sobre Pisco deseaba evitar una inútil ciuskm de traban en el primer punto ni resistencia ni minas, porque sangre i solicitaba la rendición de la plaza. ya ios peruanos hablan gastado su yesca en asustar al E l coronel Zamudio Cünte.stó “quo la plaza so defende­ Angamos a 4,000 metros de distancia. rla por todos los medios que permitía la guerra,” i aunque En San Andrés descansó una media hora la División, i el parlamentario chileno le observó los males quo podía en seguida continuó su marcha sobre Pisco. acarrear a la población una inútil insistencia, cl jefo pe­ A llí entraba en perfecto órden, con el Jeneral a la ca­ ruano no hizo mas que repetir testualmente su anterior beza, a las 2 P. M. del mismo dia 20. Quizá babria huido contestación. ya hasta el último peruano, porque el pabellón bicolor En vista de esto, el .señor Stuven dio por terminada su no se merecia ni para remedio, miéntras descollaban por misión i se despidió del coronel. Este le ofreció un oficial su número las banderas italianas, españolas i colombianas, lara quo io acompañara, pero el señor Stuven, que desea­ aunque cru la del Celeste Imperio la que protejia mas ra recorrer el puerto i la ciudad, dijo a Zamudio que pre­ habitaciones con su informe dragón i su amarillento feriría ir solo con sus soldados, pues conocía perfecta­ campo. mente su Cfinüno. Las tropas tomaron pacífica posesión do los edificios públicos, tanto en el puerto o Pisco Bajo como en el ver­ ■Principió, en efecto, a recorrer las calles dc la pobla­ dadero núcleo de población, llamado Pisco Alto, ción en compañía de sus dos granaderos, quo como des­ E l puerto de Pisco, cuya bahía puede considerarse una piertos soldados llevaban colgadas a los cerriones sendas gallinas recien descogotadas i listas para la próxima ca­ prolongación dc la de Paracas, tiene los mismos incon­ zuela, A pe,sar de haber pasado ei parlamentario frente venientes que ésta respecto de su falta de fondo i es mas a varios cuarteles, no vió en ellos mas que unos cuantos azotada aun por los constantes sures que soplan casi dia­ curiosos cholos que alargaban tímidamente sus cuellos riamente, como colados, por entro el boquerón formado para contemplar el fiero talante i !a marcial apostura de por el cordon de islas i la península de Paracas, i por eso ■tos dos jinetes chilenos. Quizá la vista de las gallinas quo ' se les conoce con este nombre, que se ha hecho esten.sivo colgaban de sus monturas Ies dió una idea de la suerte a todos los pucitüs i costas del Perú. Por esta causa es mui difícil el desembarco en diversas que les esperaba si intentab,an sostener las bravatas de su jefe, i por esto se encontraba a poco la población com­ épocas, i habiendo adquirido el puerto una grande im- ’ portancia con motivo ue la esplotacion de huanodelas ; pletamente desierta de soldados.

CAPÍTULO SEGUNDO, w S %

vecinas islas de Chincha, hace unos 25 años se construyó allí un espacioso muelle de fierro que facilita las opera­ ciones de embarque i desembarque. Este muelle, que tiene unos 700 metros de estension, está coronado por un faro .situado en la punta que se avanza al mar, i es una de esa.s obras moniimcnta es de quo hai tantas muestras en el Perú i que nosotros debía­ mos imitar. Pisco, como hemos dicho, está dividido en distintas po­ blaciones separadas por un corto terreno despoblado. E l verdadero puorto contiene las oficinas públicas, como Caútanía, Resguardo, muelle i Aduana, i mui pocas casas labitaciones. Sus principales casas son las destinadas a bodegas para guardar los caneos del afamado aguardiente que ha tomado el nombre del puerto, i las menestras i granos que produce su fértil vallo.

241

E l mismo dia 20 partia desde Paracas una espedicion mandada por el eoronol Amunátegui i cninpncsladcl Reji­ miento 4, ® de ¡inca i un escuadrón de Granaderos, man­ dudo por cl comandante Muñoz Bezanilla, Según so supo pocos momentos ánics de l.a partida del Ita ta para el Sur, el pueblo de lea estaba completamente desierto do tropas i aun les liabitantos habi.ui escapado n ocultádose, por miedo a loa horrores que les cuentan de los nuestros i que no han producido mas resultado que agravar aun mas la natural cobardía peruana. E l mismo dia de recibirse 1?. noticia se duba orden dc practicar un re­ conocimiento al ferrocarril i al telégrafo !]ue iine a lea con Pisco, i dc componer rápidamente ios trozos dc uno i otro que hubiera deteriorados.

Al mismo tiempo, diverso.? piquetes i irartidas de gra­ naderos eran despachadas en distintas direcciones a íin Pisco Alto es el verdadero centro dc la población, como de reconocer los Jug.ares i de traer al ejército artículos que allí está el edificio de la Prefectura, las iglesias i los para e! rancho. Una dc esas partidas, mandada por o! te­ negocios. Pero ámbas poblaciones tienen un aspecto dc niente Padilla i acompañada por don ísiiuno Errázuriz i vetustez i de desaseo mui poco cn armonía con las reglas don Eulojio Altamirano, llegaba el 21 a las réjias habita­ ciones, amenos jardines i espléndidos planteles de la Inade la elegancia i dc la hijienc'. cienda de Caucato, atrave.saba de.spi.',cs el fértil valle del Cóndor, i regresaba cl 22 trayendo la grata nueva de que ' aquellas comarcas, que debe atravesar nuestro ejército Respecto a las decantadas minas, sucedió que los dos injenieros encargados de hacerlas estallar emprendieron i para hacer su marcha sobre Lima, abundan en toda clase la fuga cn cuanto tuvieron noticia.? de la proximidad de de recursos i de provisiones para los hombres i pam las nuestras avanzadas. Satisfechos con haber dado muestras bestias. Como una prueba de esta desconocida fertilidad, traían de su decisión al prender laque habia bajo el rnuello. creyeron sin duda inútil hacer lo mismo con las otras cn los espedicionarios nn hermoso pifio de corea do 230 ani­ males vacunos, qno fuerou destinados .ni ennsnmo déla los momentos en que pudieran causarnos daño. Pero, observando una conducta que está jnui en armo­ divi.sion, además de algunos hermosos caballos. Agregúese a estas condiciones de bienestar i.a plausible nía con el modo como nos hacen la guerra los peruanos, no se alejaron sin dejar un personero que sacase de! fue­ circunstancia do que cl clima dc Pisco i tle su zona, aun­ que demasiado caloroso, no pre.scnta los peligroso.? incon­ go ias castañas. Este personero era un pobre muchacho como de .12 venientes de las tercianas i fiebres do los valles dc Moaños de edad, que se manifestaba mui envalentonado quegna, Locurnba i Sama, que hubo de atravesar nuestro para llevar a cabo su comisión; pero los estranjeros, que ejército .ántes de dar las baullas de Tacna i de Arica. no querian ver espuestas a la ruina sus habitaciones i sus mercaderías, agarraron al jovencito de una oreja i lo obligaron a mantenerse quieto. Otro tanto sucedió con las zanjas abiertas en forma dc trincheras a lo largo do la playa, que estaban dol todo desiertas a la hora en que los nuestros so posesionaron del puorto. De los alambres i torpedos dió buena cuenta, sin em­ bargo, el señor Yillarroel, que a cargo de esta e.speeialidad acompañaba la espedicion. El i sus hombres cortaron mu­ chos alambres i desenterraron varias minas, dejando libre a Pisco dcl cuco con que habian querido meternos mie­ do los peruanos. Respecto del famoso plan de Zamudio, aprobado por cl Dictador Piérola en su ped.antcsco parte, era cl siguiente, segun después .se supo por conductos fidedigno.?: .Las tropas peruanas, caso de ser atacadas, debian reti­ rarse a Cerro Tiza, lugar donde existen antiguas fortifi­ caciones de tierra, que datan desde el tiempo de ios in­ cas. Una vez asediados allí, se retirarían a la hacienda de San Ignacio, i de allí a Hiimai, que dista como 10 leguas de la ciudad de lea, capital del departamento. Humai es una quebrada en donde hai fuertes posicio­ nes naturales i en la que no pueden obrar la caballería ni la artillería. La distancia de Pi.sco a Cerro Tiza es de unas tres le­ guas mas o ménos; do Cerro Tiza a San Ignacio cuatro eguas i de aquí a .líumai dos leguas. Naturalmente, este lamoso plan se llevó a cabo tan fielmente como la defen.sa del territorio palmo a palmo recomendada por Piérola, i como las bravatas de Zamu­ dio al recibir las intimaciones. T omo i v .— 31

Al dia siguiente de la ocupación ,so instalaban en Pisco .‘\!to los hornos, batea? i deuuis materiales necesarios para; la fabricación de pan pava el ejército. Cuarenta i ocho horas despucs de ¡a toma de i.a ]>laza liabia una buena telera de a libra para 10,000 hombres, i no solo nuestras tropa.5 podian saborear el blanco i tierno pan fabricado con harina do Chile, sino fine Io.s vecinos dc Pi.sco, entre ellos hasta lo? mismo? peruanos, so provciaii do esc ar­ tículo do primera nc-ce.sidad, que faltaba ]ior completo cn la población. T no solo esto, .El ejército tendrá, también pan diaria­ mente aun durante la in,archa sobre Lima, i cn lo .sucesi­ vo en cnalt uiera marcha de todo cl cje'rcito o de su.s di­ visiones. E .señor Ylanuel J. Vicuña ideó hace poco un lioriio rodante qne va fabricando el pan a medida que marcha a la par con lo.s soldados. Hizo con.s!.riiir uno do e.sos lioniüs portátiles, i la prueba, dió les mas felices resul­ tados. E i inventor poseerá dentro dcpoco un gran número dc tan útiles vehículos, i entónces nuf.3tro ejercito se en­ contrará, en materia de provi.sion, a la altura dc los mejor constituidos de las nacione.s europeas.

Posesionadas ya pacíficamente nuestras tropas de! dclartamento de lea i sus fértiles valles, solo se esperaba la leg.ada de la 1. ^ Brigada de la 2. División para iniciar decididamente el movimiento de avance hácia el Norte, que será como el mulo corredizo que debe ir e.strcchando ia garganta de la angustiada pero incorrcjibie Lima, Er. G o r i!K,spo n h .a l ,

GUERRAUEL PACÍFICO.

242

(Recibido» la 2 r. t t )

XI Telegram as i versión peru an a rcfercate a l descMibar* eo de livs fuerzas chilenas en J’isco. T ELEG R A M A S O FIC IA LES. Fisco, Noviembre 10 de 18S0. Señor Secretario de la Guerra: Para poder protejer la retirada aí interior de intereses i recursos que pudieran servir al enemigo, tengo elemen­ tes esplosivo-s en la angostura de Unrnai i el plan de retirada despues de agotadas las municiones, impidiendo ilesombarco para ese distrito. Someto a la aprobación su­ prema este plan. M. A . Z a s i u u i o . Fisco, Novie-ivlrre 19 ds 1S80. (Ki;cibiUí)a)aiS.Í5 A.M.)

Señor Secretarlo do G u c it .s : Cinco buques chilenos a la vista.

Excmo, señor: Enemigo intima rendición.— Y'o contesto: "Goxnandcmcia J& nerd d-e A ro u s de la- plaza, al jefe de las fu-erzas espedido-nanas enemigas sobre este deparlarnento.— Pisco, Noviembro 19 do 1880,—Eu con­ testación a la intimación para que se rinda esta plaza, digo a N. S. que puede proceder a lomarla, a viva fuerza i que ni un solo peruano abandonará el pabellón quo-tengo el deber de defender contra las huestes invasoras.” Lo que comunico a Y. S, M. A,

Z a m u d io .

Señor Jefe Supremo: Ha comenzado cl bombardeo. Todas las fuerzas en sus puestos; resistiremos hasta morir. M. A . Z a m u d i o . Chincho,, Noviembre 19 de 1880.

M.. A.

Z a m u d io .

(EsiU b iJoa las i), 10 A, M.)

Señor Jefe Supremo; Siete buques penetran en ¡a bahía; uno de ellos so di­ rije a Paracas, fuera del radio dq las fortiíioaciones. Mi jente ocupando su.s puestos. M. A. Z a m u d io . (Recibido a ¡as D.íO A. M.)

Excmo. señor; Son tres tra,siiortcs remolcando cada uno una fragata; uua corbeta en cabeza la línea que ha llegado al fondea­ dero do Paracas, i un vapor que cierra ia cola. No se conoce esto último. ‘ N. P o rta l.

Señor Secretario de Gobierno: Según telegrama que hice ayer a S. E., departamento perdido. Chilenos en Pisco. Loa jendarmes de caballería so defeccionaron. Los do Sunampe mui ofrecidos por Francisco Pachos, hicieron otro tanto. Coronel Zamudio salió anoclie con 400 hombres. Ignoro la suerte del Ba­ tallón San Martin. Recojí armas, en camino, de los defec­ cionados, sin embargo de estar abandonado por la Prefec­ tura, que DO me da ni un solo hombro quo me acompañe. Corno peruano tomaré un rifle, i como autoridad sírvase decirme Y. S. lo que debo hacer, siu tener fuerza armada, jiorqiie la que hai va a esconderse en Humai sin haber dado un solo tiro. Todo es una farsa; parece que no fué­ ramos peruanos. Espero aquí respuesta de V. S. para marchar .sobre Lima i no sacrificarme estérilmente, desde que hé sido relevado. M a tu te,

(RMibi.lostolO.i3 A. M.)

Señor Jefe .Supremo: Lo.s buques encmig.as son cuatro do vola, remolciidos por cuatro vapores i un blindado. M. A, Z a m u d io ,

Excmo señor: Hasta este momento, 12 M., son 14 todos los buques que están en Paracas, según los datos trasmitidos. P az S o ld á n .

(Rcoibi.i.iato 10..ÓÍ A, M.)

■Excrno. señor Jefe Supremo: Ue Pisco, oi .señor .Portal comunica al señor Secretario de Marina lo siguiicncc; “Se avistan dos buques mas, uno a vapor i otro a vela; se dirijen también a Paracas.” Excrao. señor. Es copia.

(Recibido a ks 3 l'. M.)

Señor Secretario de Marina: De.spues de recibir el Angamos ia contestación de Zaraudio, zarpa i se dirije al encuentro de otros buques que vienen de ’aracas. N. P o r t a l .

A'i l l a d r é ,

Señor Bub-Secretario de Marina; Angamos pide verbainientc rendición dc! puerto. Con­ testa Zamudio altivamente. Se romperán los fuegos. Telégrafo va a ser quitado i reemplazado por posta. N. P o r t a l .

Chincha, Noviembre 20 de 1880. (Rccibiiio a la.s 9 A. M.)

Son las 2.30 A. M., acaba de llegar a esta el comandan­ te dcinjenierosdc Pisco, i comunica quo salió a las 7 F. M, i que el Comandante en Jefe se retiró a Humai i el enemi­ go ha entrado a Pisco.

(ilf-ribidí; a biI.Sür. M.)

M a n u e l M. C a m po s,

Señor Secretario (le Marina: /l'}i//amos viene a este fondeadero a comunicar con el vapor inglés caldero. Trae jente de desembarque.

Gobernador.

N. P o r t a 1.. (¡Rcibiüoa !a 1.35 i’. M.)

Señor Secretario de Guerra: En este momento M'ií.qi:írao5 ai cabezo del muelle con tropa a la proa; yo en este momento allí esperando parla­ mento. M. A . Z a m u d io .

E l enemigo efectuó su desembarque en Paracas i avan­ zó sobre Pisco, siendo eu el trayecto combatido por las fuerzas del coronel Zamudio. La resistencia fué enérjica. Dominadas por la superioridad numérica del enemigo, nuestras fuerz.as han tenido que reconcentrarse a cierta distancia de Pisco a fin de no ser envueltas por aquél. Hasta este momento no conocemos mas pormenores. Manuel B edoya,

243

CAPÍTULO SEGUNDO,

Chincha, Noviembre 20 de ISSO. (Recibido alas 3 P. M.)

Señor Secretario de Gobierno: E l gobernador dc Tambo de Mora comunica; Chilenos en Lurin-Chincha, M a n u el M, Cam po s,

Gobsrnatloi-,

'

CaMe, Novim hre 20 de 1380. (Recibido»¡as 3,W P. M.)

k l r K

Señor Secretario de Gobierno: Et gobernador de Tambo de Mora comunica liai en Pis­ co 1,000 chilenos caballería, algunos batallones infantería.

inglés; nim hcrlo 1, norto-araericano; E k ira A lm nz, chi­ leno, i cnai.ro mas; buques de guerra, Bk-rav, O Higyras, Ohambuco i Pilco-mayo. .BATAI.l.O.NES,-

4. ® de línea..................... , 2. ® de línea.......... .......... Coquimbo.......................... Talca................................. Golchagu.a.......................... ...... Chacabuco............. '........... ...... Atacama....'....................... Aiiilloría i caballería.......... ............. £1 Nava!............................

Gobernador.

Cañete, Novim rJire 21 da 1880.

1,200 1,200

„ ,.

000 600



íO,LOO hombro.?

M.4NÜEL M. Campos,

l

1,200 hombres 1,200 „

Tiene 14 piezas dc artillería de a 6 i 16 de a 12, La segunda espcdicion cst;irá aquí dentro de 10 dias, * Aí-b.í.tXDÍlO ÍÍOl.D.AiV, CiiiAtan (lü ¡iiiei U),

(Recibido a ks 8 P. M )

Señor doctor Solar.— Arequipa, No só ofiemlmente la ocupación de Pi.sco; el pánico do­ mina todo. Zamudio huyó a Humai. Espero al enemigo aquí. Imposible resistencia porque todo entregué a Za­ mudio. De otro punto daré noticia,». Y

il l e n

,‘„

Lxí, Novierahre 21 de, 1880. Señor N. N : _ E l comn.ndante sigue soportando, con gran fuerza de salud i admirable grandeza de alma, su tremenda des­ gracia, N , N.

Lm a , Noviembre 21 de 1880. Excmo. señoi': Mendoza, por fin, comunica: Chilenos ocuparon Pisco a las 2 P, M. do ayer, por San Andrés. Son cerca de 10,000 hombrea. Se comunica qne otra espedicion sobre Pisco debo estar ya en camino.

T ELEG R A M A S PARA "LA .PATRIA,” , Pisco, NovievtiWt 10 de 1880. Señor director do La P a t R í a : Dígnese enviarme, por jiro telegráfico, dos mensualidade,s que nece,sito para movilizarme u ocuitarvnc ca.so que los chilenos lleguen aquí. P ello .

Chincha, Novieniure 19 de ÍSSO. (R.;tlbi.lo ii Us 9.8 A. M.)

Señores Editores dc I,'A P a 'J’i i i a de Lirna: Diez buques chilenos penetran on la bahía por el bo­ querón. (R.'cibi(kal.iü 10,1. ?.!.)

.liuques enemigos liacen rumbo a Paracas. Son un blin­ dado, uua corbeta i tres tiusportes a la vola. Autoridades prep.'iran resistencia.

C aM e, Nováeinhre 22 de ISSO. (Rfiüibiáo a b« 11.20 A, M.) (Recibido a las S.30 P, M.)

El Coronel Sevilla al señor Secretario de Guerra. Toda !a noche sin novedad; de Chincha nada nuevo. Mia avanzadas en esa dirección. Coronel Zamudio hasta ayer en...

Escuadra enemiga fondea en 1’araca.s. Comandante í’ortal hace destruir emb.arcaciones me­ nores. Mucho entusiasmo. (Sücibidoatoli’ M.)

íEecibido » las í.-it A. M.)

Telegrafista do Chincha coinimica en este momento que chilenos están eii Caucato.

A la vista i con rumbo a Paracas entran seis buques mas. Probable sea toda la espedicion a ÍÁma que haga esca­ la aquí.

P az S o ld á n .

Lm a , N ’o-vienüm 21 de 1880. (Telegrama dc Cliilca, recibido a las ¡1 P. M.)

Exemo. señor: Vapor del Sur fondeó a las 4 P. M., Io mismo que ol del Norte i Pisco. Comunican de Pisco, por datos que he tomado, lo siguiente: Los chilenos desembarcaron en Paracas. 2,000 hom­ bres entraron a Pisco a las 2 P. M. de ayer, i según lo que so ha visto de a bordo se han desprendido de Para­ cas 2,500 a 3,000 hombros, Lo.s nuestros hicieron volarla estación del ferrocarril, lo mismo qne las embarcaciones menores. En Arica hai listos 6,000 hombres con varios buques para la segunda espedicion. .Dijeron los chilenos que Pisco era el Cuartel Jeneral. La espedicion se compone de los siguientes trasporte.?: ItaM , lA n u irí, Copiapó, Larm r, Cá-rlos Roberto, Santa Lucki, Angariws i ilw /a a y; buques de vela, ExceUwr.

B ello ,

Lespackopara G/cincAa.—.Dostiuatario, Santos Bibiano, —Dirección, calle Lima.—Quo se esconda .Melchor, F r a n c is c o M e l ó ,

DETALLES SOBRÉ E L DESEMBARCO DE PISCO. ;i'.'i!rraspou-:ienciii

a L.r

P jt u ia

de Lima.)

J ’iaw , de Pisco, A ot'réiii-ÍJi’r .19 de 1880. Al fin ha llegado el e.?perado momento dc! arribo dc i los chilenos a las playas dc Pisco, i A l.as í) A. M. de hoi se preseutaron en la rada de este ■puerto, por la punta de San Gallan, 10 naves enemigas, as que reconocidas resultaron ser un blindado, dos cor! betas, dos trasporte.? a vapr.'r, cuatro de vela remolcados 3or los cuatro .anteriores, i una lancha remolcadora. El .dindado traia rumbo a Paracas i las demas le seguían en

2-14

GUERRA DEL PACÍFICO.

convoi de uno en fon.Io. Dos horas despucs fondeó el con­ voi en una dc las caletas de dicha costa, la cual dista de PLsco unas cn.atro leguas. Cuando creíamos qne los chilenos hubiesen comenzado el desembarque, se nealacaron del convoi el Angamos i la Pilcom ayo en demanda del fondeadero de este puerto, con el objeto de enviar un parlamentario, ol que comu­ nicó quo elJcneral Yüllagraii, .Jefe dc la División itivasora de este departamento, intimaba la rendición de la plaza incondicionalmcnte. E l coronel Zamudio, jefe militar de ésto, contestó al jarlamentario que jamás conseiitiria en tal hecho i que os ciudadanos que tenia a sus órdenes estaban dispuestos a sucumbir, defendiendo cl honor nacional en este ter­ ritorio. Esta contestación dio oríjen a un bombardeo dei Angamos i la corbeta sobre laa tropas qne avanzaban eu ese momento en dirección a Paracas. Debernos advertir que ol terreno comprendido, qne hai ontre esto puerto i aquel ¡ugar, carece de defeasas contiaun ataque de parte del mar, siendo complot.ainente llano en toda su estension. Esto sucenia cuando esas fuerzíis habian recorrido recieu una. tercera p.arto du su camino. Entónces .se vieron obligados a oblicuar bá.ci,a el interior para evitar los efec­ tos del bombardeo i llegar al punto de au destino, descri­ biendo una gran curva, Mióntras tanto, ol enemigo habia desembarcado dos cuerpos de caballería, uno de los Cuales se dirijió hácia la línea del ferrocarril de lea, para cortar la retirada a la nuestra e interrumpir la comunicación telegráfica con lea, lo que efectuó entre 2 i 3 P. M. El otro cuerpo fué avanzando direciamente hácia esta población. Eran las 4 P. M. cuando el coronel Zamudio ordenó la concentración do las fuerzas cu ia plaza do la villa de Pi.sco, que dista del puerto como tros kilómetros. Esto se hizo iumediatamente. Solo la caballería, que se batia en retirada hácia el interior, no acudió a la llamada, porquo los caminos que debía recorrer para hacerlo le estaban ya cortados. Ignoramos el paradero de esta fuerza, quo se componia de dos columnas de caballería, rural de 100 hom­ bres la una i 80 la otra, armados lodos con poco mas dc 100 fu.siles dc diversos sistema.?, A las .5 P. Yl. Ia fuerza chilena que avanzaba via direc­ ta hacía este lugar, habi.r llegado a San Andrés, caserío de pescadores .situado a tres kilómetros i medio de aquí. Informado Zamudio del número efectivo de esa fuerza, superior eu todo a la suya, dispuso que esta so retirara al Molino, Al mi.smo tieir¡po ordenó que la oficina telegrá­ fica se trasladara frente a Caucato, hacienda que dista unas dos leguas al Noi'te de e.-..e puerto; comisión que nos encomendóLiciéramos cumplir con prontitud i esmero. Serian las 7 P. M. cuando recibirnos la órden de partir. En ese momento el coronel Zamudio i su Estado Mayor abandonaban esta playa en dirección a Pisco a unirse con su fuerza, en tanto que el enemigo entraba estrepi­ tosamente por el Sur dc esta población. E l capítan de! puerto, don Nicolás Portal, permaneció también en su puesto hasta úllim.a hora, Durante el tiempo trascurrido entre el bomlaai-deo i la partida, hizo destruir todas ias embarcaciones pertenecientes .al puerto, tanto de particulares como del Estado, Corao el objeto de aquella dcatruociou ora el do privar al enemigo de los elementos de carguío, liizo destruir, además, los carritos do mano que servían para tnasportar la carga por el muelle. Al eíéctuar,se esto, tres o cuatro tablones de este último fueron quebrantados. Tan luego que nuestras fuerzas se retiraron al Molino, los estraujeros, que hasta entónces habian permanecido alejados de aquí, volvieron a ia playa. Al partir do las 7 P. M, no vo vimos a vernos con nues­ tras fuerzas, ni a saber .su paradero, pues la comisión que llevábamos nos impedia ponernos en contacto con ellas; comisión que no tuvo efecto por haberse presentado in­ convenientes imposibles de obviar por el momento. Ante

tal contrariedad i temiendo como segura una persecución de parte dcl enemigo, emprendimos camino dc Tambo de Mora, siempre procurando efectuar la comunicación con el Norte. Clii-ncha, Noviembre SO de 1880. Después de 12 horas de camino hemos llegado a este lugar, eu el cual no pudimos obtener noticias de nuestras fuerzas sino después de mediodía. Jjas que obtuvimos fueron escasas i bastante nebulosas. Hé aquí cuáles eran: E l coronel Zamudio ,se habia retirado a Humai, que dista unas 13 leguas de Pisco i 7 de Chincha. Que el muelle de aquel puerto habia sido volado; pero esto uo nos merece el crédito conveniente, por cuanto no hemos oido la detonación ni sentido el estremecimien­ to del terreno, no obstante de haber permanecido duran­ te toda !a noche i parte de hoi a cielo raso.

Habiendo fracasado la comisión que se nos encomendó, nos separamos de los empleados dc la oficina telegráfica do Fisco, cuyo jefe es digno do los mayores elojios por su coiitracciou en el servicio; pues, al contrario de otros que se han visto en iguales circunstancias que él, permaneció al )ié del aparato hasta el momento en que las fuerzas chienas estaban ya en las calles inmediatas a la de la ofici­ na, i logró salvar los útiles principales de ésta, los mismos que sirvieron para las tentativas que hicimos mas tardo para establecer la comunicación con el Norte. De Chincha nos dirijimos a Tambo de Mora en dondo encontramos al vapor Chala, a cuyo bordo tomamos pasaje para Cerro Azul, puerto en el cual pens,abamos aguardar el vapor dcl Sur; pero habiéndosenos informado allí que los vapores del Sur no tocaban ya en él, conti­ nuamos nuestro viaje a Chilca, allí encontramos al Men­ doza, que era el vapor que deseábamos encontrar.

Ancón, Noviembre S I de 1880. Por telégrafo, remitimos ayer el estrado de la cor­ respondencia del Mendoza, a lo que agregaremos las si­ guientes noticia.?: La lista que va cn seguida da una idea del número i calidad de las fuerzas que merodean en este momento en el fértil i delicioso territorio de lea: Rejimiento Id. Id, Id. Id. Id. Id.

4. ® do línea, fuerte de 1,200 plazas. id. 2. ® de línea, id. id. id. id. id. Coquimbo, id. id. id. Talca, id. id. id. Colchagua. id. Chacabuco, id. id. id. id. Atacama, id.

Batallón Navales, fuerte de 400 plazas. Brigadas de artillería i caballería, fuerte de 400 plazas. 2,000 cab.alga(!ura.?. 30 cañones Krupp de a 12. 16 id. id. de a 6. Hé aquí los buques conductores de la espedicion: Blanco Eneaíodo,. O’Higgins. Pilcom ayo. Angamos. Ita la .

Liman. Copiapó. Lam ar. Cários Alberto. Santa Lucía. H uanay, i siete buques de vela.

245

CAPÍTULO SEGUNDO,

i

i

Debemos advertir que la lista precedente es de oríjen chileno. Por las averiguaciones que hornos practicado ayer i lioi ea el Mendoza, hemos descubierto qne los chilenos la trasmitieron a manos de un entusiasta patriota peruano por conducto de un dependiente do una empresa e.stranjera, cuya adhesión hácia Chile es bien notoria. Por con­ siguiente, no la conceptuamos verídica sino en la parte referente a los nombres de buques i cuerpos. En cuanto a su parte numérica, no nos cabe la menor duda que es completamente inexacta. Por esto, rectifica­ mos la cifra consignada respecto de dicha fuerza en nues­ tros telegramas anteriores. Habiendo tenido nosotros el cuidado de liacer saber en momentos oportunos el arribo de la espedicion Villagran a Pisco, a los departamentos do Arequipa i demas del Sur, están en la fecha al corriente de aquel suceso ])or los pormenores habidos hasta las 2.30 P. M. dcl 19,, hora en que notamos que la línea telegráfica de Ica no coinnnicaba, por haber sido cortada por los chilenos.

Respecto a la incursión de los chilenos a ia capital del departamento de lea, solo sabemos que no la llevaron a cabo ese dia, resolviendo postergarla para hoi o mañana: así como a Chincha, Tambo de Mora i otros lugares. E l objeto dc aquella incursión no fué otro quo el dc cortar el telégrafo i apoderarse de los trenes que podian estar retirándose de Pisco a Ica; pero su tentativa, tocan­ te a lo último, les fué estéril, porque todos los materiales movibles del ferrocarril existentes en el puerto, fueron trasladados al interior con la anticipación debida, siendo destruidos todos aquéllos quo no pudieron ser movible,?. Y^olviendo a lo de Arequipa, diremos que allá sorpren­ dió mucho la presencia de Villagran en Pisco, por cuanto allí se sabia que éste invadiría el departamento de Are­ quipa i no el de Ica, como pública i oficialmente lo anun­ ciaron las autoridades chilenas.

Ya quo de Arequipa hablamos, diremos quo la situa­ ción militar de ésta ha tomado un aspecto halagador, pues el ejército que la guarnece ha recibido una organi­ zación que lo pone en aptitud de repeler con positiva ventaja las probables agresiones dcl enemigo. E doctor Solar ha separado del servicio a todos aquellos individuos quo carecen de cualidades aparentes para hacer la cam­ paña, introduciendo al mismo tiempo modific,aciones mui saludables en las atenciones que merece un ejército que, de un momento a otro, debe entrar en lueha con un ene­ migo poderoso. B

ello

E L DESEMBARCO D E LOS CHILENOS EN PISCO.

.

Grandioso es el campo de acción que so presenta al ciudadano como al soid.ado para colmar las sagradas i nobles ambiciones de la gloria. Un hecho, im acto cual­ quiera de arrojo puede convertir al hombre mas oscuro en el objeto de todas las simpatías i honores. Inspirémonos en las inmortales tradiciones de nuestros padres; imitemos la abnegación i heroismo con que supie­ ron defender este suelo que profanan hoi los salteadores de Sud-América. Según datos, parece que es una sola división la que ha venido a Pisco. Esto por lo ménos demuestra que el enemigo va a pro­ ceder en su ataque a Lima con piés de plomo. E l veni, vi/U, vin ci no so escribió para los chilenos, i ménos en el caso presente en que hai 99 probabilidades de que se los lleve la trampa. E l Gobierno ha adoptarlo rápidas e importantes meci­ das; pero asi, callandito, sin ruido, cual conviene que se h,aga todo en estos momentos. Nada desconcierta i atemoriza mas al enemigo como lo inesperado, lo imprevisto. La presencia de los chilenos eu Pisco no ha causado gran sensación ni alarma que se diga. Era un acontecimiento piara el cual estábamos prepa­ rado.» liacc ya tiempo. I si les digo a ustedes que son muchos a los que ha llenado de regocijo la noticia, digo lo cierto i positivo. Principiemos por esto servidor de ustedes, que en su humilde Opinión estima la presencia del enemigo a 60 leguas de nuestra capital, como el suceso mas favorable i ventajoso para nuestra causa. Allá lo verán ustedes. Si para avanzar sobre Tacna, a pesar de su superioridad numérica i do elementos, tardaron los chilenos mas da tres me,sos desde su desembarco en Sama, echen ustedes cuenta de lo que tardarán para avanzar sobre Lima, Así, pues, si hai ia decisión, constancia i tino, que. esta­ mos seguros quo habrá para aprovechar el tiempo, se pue­ de hacer muchísimo en materia de defensa. Esos señores dc la reserva, sobre todo, son lo.s llamados a dar un alto ejemplo de abnegación i de civismo en estas horas de ¡iriieba. ¡Honor i gloria a los solícitos en el cumplimiento del deber! ¡Ymrgüenza i castigo para los quo falten a aquél! Las condiciones topográficas del sitio por donde han desembarcado los chilenos son sumamente ventajosas para los que, como éstos, cuentan con el apoyo de la escuadra. Es una playa abierta i vastísima, sin barrancos ni acci­ dente.» de ningún jénero, completamente llana. Algo mas: el mar es mas tranquilo que en el puerto de Pisco. Desde .Paracas a este último puerto hai cinco leguas de pampa rasa. Dc manera que era imposible toda defensa¡ harto han hecho nuestros valientes en resistir por algunas horas al enemigo.

Vamos, por fin parece que se han animado lo.s chilenos a intentar la realización de sa cacareado i estupendo plan: toma de Lima. Desdo ayer loa tenerao.s instalados en Pisco. La fuerza que allí habia ha cumplido con su deber. Por su número i por su calidad, aquélla no podia equi­ valer a otra cosa, como lo ba dicho alguien, que a un cen­ tinela perdido de nuestro ejército. Sin embargo, ha resis­ tido con brio i decisión, i e.ate preludio habrá dado al enemigo una idea de la.rcsistencia que encontrará en cada palmo de nuestro territerio. Nota-coHtc.stiicion del J efe dc la plaza de Pi.»co al Jefe Mientras tanto, la reconcentración que ,se opera en es­ ’ dc las fuerzas d iilen as; instrucciones, nota i telegra­ tos momentos dc todas las fuerzas que se hallaban desta­ mas dirijido.» a l coronel peruano Sevilla. cadas en diversos puntos de la parte Sur del Litoral, OOMANDANCIA EN JE F E DE LA PLAZA. tendrán en costante alarma al enemigo e importan un nuevo refuerzo para el ejército. Fisco, Noviembre 19 de 1880. Lo que conviene ahora, lo que reclama el patriotismo es .En contestación a su intimación verbal de la rendición actividad infatigable en acosar por todos los medios po­ de esta plaza, digo a Y. S. que puede proceder a tomarla sibles al invasor.

XÍL

GUERRA UEL PACIFICO.

246

a viva fuerza, i que un solo peruano no arriará el pabe­ llón a las huestes invasoras. M a n u e l A . Z a m u d io . Al Jfíedeias fuerzas e,i{jciiic;oi;riria.' Je Clúle.

IN ST RU C C IO N ]® A LA B U K A D A D KL CORONEL PERUAN O DON PEDRO S E V IL L A . SECEETAllÍA DE ESTADO EN E L DESPACJJO D E ÜUERBA.

bailo, armados do carabinas Remington i sable.?, dió esta órden al segundo: ~ “A Laran, 1,000 roses en término de ! do.? horas, i de no que vuele.”— Inmediatamente emprenI dieron su marcha. Todo esto lo oyeron i vieron los seño­ res indicados, 1 Despnes quo se fueron, pudieron escapar en dirección a ' Topará ántes de que llegase la infantería enemiga. A l Ho­ gar a Topará oyeron una detonación estraña, semejante a un temblor fuerte, i creen que haya sido cumplido lo or­ denado por eljefe chileno. AI Sub-prefscto Matute lo llevaban a la cabeza de la fuerza junto con un policial del gobernador, que lo toma­ ron armado. Conocieron también estos señores a un dentista que estuvo ahora meses en Cañete, Lunahuaná i Chincha, que se decia ser norte-americano i que iba sirviendo en una compañía. Es todo lo que he sabido hasta esta hora, i lo que en adelante sepa lo comunicaré oportunamente.

Lim a, Nüv'winbre 19 de ISSO. Señor: Debiendo Y. S. ctnprender su marcha mui brevemente a ta provincia de Cañete a hacerse cargo de la brigada cuyo mando se le ha encomendado, el señor coronel Se­ cretario Je l ramo, me encarga dar a V. S. las siguientes iitetrucciones: 1. ° Procurará V. S. ejercer una mui activa vijilancia Yí a n u e l S , A l v a . sobre toda la costa, cuidando de protejer cl fronte i íianCüs de lá fuerza de sus ordene.?, con el objeto de evitar toda .sorpresa del enemigo. TELEG RA M A S. 2. ® Deberá .S. poner dicha fuerza en estado de mo­ (Inéditos.) vimiento, eviiarnlo comprometerla en un ataque desven­ tajoso, sin perjuicio por esto de causar el mayor daño Cañete, No-vumhre 23 de 1880. posible a las tro>pas invasoras. (RccibidoalaslO.COA. M.) .1 ® Tratará ‘l. S., con el mayor-esmero, de poner,so en comunicación inmediata con el coronel Zamudio, Coman­ Señor Corenel Sevilla.—Chincha. dante en .Iefe dcla reserva del departamento de lea, ad­ Chilenos en Caucato. Talvez vendrán do un momento quiriendo frecuentes noticias de las operacione.? que prac­ a otro. Yo cumpliré con mi deber solo, sin ausilio de nintique esto Jefe i prolejiendo a todo trance su retirada, en gunív claso. caso necesario. Y Ia t u t e . 4. ® Asimismo .se pondrá Y. .S. en contacto con el co­ mandante militar de Mala, inquiriendo de ál datos exac­ C añete, N o v iem b re 24 d e 1880. tos do los movimientos del enemigo, a fin de que tampo­ co pueda la brigada ser sorprendida por su retaguardia. (Recibido a lis 8 A M.) Atendido su patriotismo, el Supremo Gobierno no Señor Coronel Sevilla.—Chincha. duda que Y. 8. dará fiel i exacto cumplimiento a estas Ignoro dónde está el enemigo. Sembrado el pánico por instrucciones. todas partes, ni aun los propios que mando, regresan, i Dios guardo a Y . S, muchos años. fugan a la sierra. Coronel Zamudio en la Quiiiga, 16 leguas F r a n c is c o d e P, S e c a d a . de aquí. Do Prefecto nada sé, Yí a t u t e .

CONSEJOS ÍNTDIOS. (1) LO? CHILENOS EN ICA.

Lim a, ÁX'viemhre '26 de 1S80. Cañete, Noviemhre 24 de Í880. Sevilla, no espongas tu vida por nada, mira que la tuya 1la de mi Otilio contestan dc ía mia, lío no tengo gusto para nada, me alio mas muerta que viva, no te descuides trata de retirarte coniiempo mira que son dies mil hom­ bres que vienen sobre ti, uo espongas tu fuersa como el Govierno te advirtió. basta hora no hesavido do tu salud, no he visto mas que ha sido el primer parte que mandaste nada so pulica en el diario te lo oculta ol Govierno, cuidado con mi Otilio., Tu vieja M erced es F

u en te

A rnao.

(Recibido * ks 12,10 P. M.)

Señor Comandante Joneral— Chincha. Fuerzas enemiga? rechazadas en lea. E l ganado del vallo de Cóndor, robado. En Caucato 500 hombres de a caballo. Chilenos se pasean Lurin, Chincha sin temor al­ guno. Ayer, cuatro de ellos robaron ocho caballos. Yíinistro de Guerra on Pisco. A última hora, mayordomo de Lurin, Chincha, por en­ cargo mió, comunica 400 hombres caballería i 300 infan­ tería, alojándose Tambo de Ylora. Averiguaré en este puerto si osta noticia es verídica



A lva.

REQUISICION DE

1,000 RESES; E L SUS-RREKECXO MATUTE TOMADO PRISIONERO.

D E S M O R A L IZ A C IO jN d e

la s

fu erza s

d efen so ra s

de

PISCO.

H erbai ba/io, Novievdm SO de 1880. Señor Coronel: A las 5.30 P. YI, de ayer llegaron a esta hacienda, emi­ grados de (Jhinciia, ¡os señores Yíanuel P. Hernández e Hilario Sánchez Caballero, quienes me dicen que habien­ do el Jefe chileno, condecorado con una banda tricolor, hecho formar su fuerza en número de 150 tiradores a ca(1) En este documento oonsci'vamo.'! la ortografía del orijinal.

COMANDANCIA EN JE F E DE ESTADO MAYOR DE RESERVA DEL DEPARTAMENTO DE ICA.

H um ai, H uaya Grande, Noviembre 26 cíe ISSO, Excmo, señor don Nicolás de Piérola, Me encuentro en este puerto con 310 hombres, inclu­ sive 49 de caballería, Esta fuerza, descalza, desnuda i descontenta, pues le

,

CAPÍTULO SEGUNDO.

s í

viene desdo los jefes i oficiales, quo esponen haber ya cumplido con su compromiso, no pudiendo convencerlos del sagrado deber que los obliga, i penas de quo se hacen reos, so desertan con escándalo; no hai garantía de av.anzad«s. E l Prefecto no cumple con mi pedirlo de la jendarmería. So encuentra en Humai. En las condiciones de no poder maniobrar esta fuerza, consulto a V. E. si para salvar el armamento i alguna fuerza me dirijo a Chincha i do ahí, cuando convenga, a Cañete, pues se han agotado los es­ fuerzos de mi parte. S

e v il l a

247

DE CAÑETE A LDTA.

rilcievibre 15 de ISSO. Señor Seerotario do GueriM: ; Av.anzñdas de infantería i caballería enemigas a cinco i leguas de Chincha, camino de Cañete. Infantería trae víveres i tropa en carretas; av.anzada al interior en Cruz I CV'.i, solo caballería. Chincha, fuerte división. Parece no 1 aguardan avenida del rio. Arcinioga se nos ha unido ruta Lunahuuná; trae 112 hombres. S e v il l a .

.

ESPIONAJE SOBRE EL EJÉRCITO CHILENO.

D E B E R E S IS T IR S E A TODA COS'TA I TOMAR PRISIO N ER O S AL

F„)ÉRC1TÜ IN I'A SO R,

D E PALACIO AL OOEOKEL SEVILLA. DE LIMA A CA.VETE.

Cañete, Novmnbrc 26 de ISSO. (Recibido li a 1.42 P. U.)

Señor Coronel: Si no pueden ser empicados con provecho los riflew i municiones, salve Y. S. ese armamento i municiones, en­ viándolo en el acto a Bujama, i retire a dicho punto con la brigada. Deje establecido lo mejor posible el espionaje sobre el enemigo i asegurado el servicio telegráfico i postal, Tén­ game al corriente de lo que ocurra i haga cuidar con que el telégrafo caiga en poder del enemigo. Ponga seguridad sobre lodos los papeles de la oficina. Telegrafió al Subprefecto. Acúseme recibo por telégrafo. P

ié r o l a .

Ó.UDEN T ER M IN A N T E.

Cañete, IJiciem bre 4 de ISSO.

D idcinhn 18 de ISSO. Seüor Romero: Dilo a Sevilla, a mi nombre, que todo el mundo tiene ac<á fijada su atención en él, i que esperan saldrá con honor nuestro pabellón, i que procederá con la prudencia í tino que todos se complacen en reconocer en él. Ojalá se les hostilice ahora eficazmente. P

DE

l im a

Diciembre 18 de 1880. Señor Romero: Me. alegro de resolución de covcmel Sevilla; hazle pre­ sente que nadie espera combates campales ni triunfos, sino resistencia Ante» de retirarse, i que si logra tomar prisioneros i mandarlo.» a .lima, se liará héroe i retem­ plará ol entusia.suio quo Imi está en aumento en Lirna. P az S o ld án ,

Señor Coronel: Por telegrama do esta focha, digo al comisario Ferreira lo siguiente: “Si el coronel Sevilla le ordena a Y. S. que marche a Chincha, marche Y. S., i si no se halla Y . S. capaz, renuncie Y. S. el cargo, Orbeg o zo .

LOS C H ILEN O S E N CTIILCÁ. DE BUJAMA AL CORONEL SEVILLA.

Cafi-eie, Di-ciembre O de ISSO. (Recibido a i» 3.35 P. M.)

Señor Coronel: Ayer buques chilenos en Chilca, Murió un hombre on Curayaco partido por dos balas de cañón. Orco seria mui conveniente pasaran cargas a Lurin, i con jente útil per­ manecer yo en Chilca con comandante Mercado, que va allá, pue.s se teme de.sembarco. En Gallao se baten ac­ tualmente. Espero órdene.» de Y. S. Coronel Prieto saluda a V. S. B

D EL

E JE R C IT O

S o ld án .

a c a ñ ete.

(Recibido» ¡as 12, .10 P. M.)

A VA N C E

az

u .s t a m a k t e .

CHILENO.

DE Lt.MA A CAÑETE.

Dieiendjre. 18 de ISSO. Señor Pmmero: ¿Es positivo el avance dcl enemigo? Dile a Sevilla que h qvte ¡la ¡ierdido a lodos en la ojdinion p ú U ka i del Gobierno ha- sido las rdAradei^ verejmzosas, iin dispaner un solo tiro, (¿uc rasisba, que hostilice ai enemigo, aunque solo le queden 10 hombre.», i se limite a hacer guerra do montonero si no puede mas. Todos acá tenemos confianza en su conocida intelijencia, valor i prudencia. Que sé que el Gobierno esiá decidido a prcrciar a todo cl que se ma; neje con heroismo, jiara que esto sirva do cstímuliH*. oficiales i tropa. P az S o ld án ,

Xilí. Organización m ilitar i disriplina de las fuerza.» perualias resld en íesen Pisco. ESTADO MAYOR DE LAS FUERZAS DE RESERVA.

Fisco, Nüi'lembre 15 de- 18S0.

Servicio para hoi, el nombrado; para mañana, guardia I de plaza 30 hombros cou su,» respectivos oficiales del Ba­ tallón San Martin; de avanzada 2.5 hombres a cargo de D kienilm 9 de ISSO. un capitán icios .subalternos del .Escuadrón Tiradores de Señor Secretario de Guerra: Ica, cuya fuerza se dividirá entre San Andrés i Paracas. Sin novedad. 70 riiles, dinamita, municiones, etc., etc., Jefe ele ronda, el sarjento mayor don Lubin Tolmos i de a mi disposición, de orden Zamudio; alarma ayer sin ob­ ayudante cl sub-ayudaiite de su cuerpo. jeto; en Sunampe dieron muerte a dos chilenos; jefe ÓIÍDKN JENERA).. Tambo de Mora, Yidaurre, destacó .50 hombres en busca de hechores i esta tropa supusieron avanzadas en Cañete. Art. 1.® Siendo indispensable acordar el número i I seña como rectificar la denominación de cada uno de los S e v il l a . DE CAÑETE A LIMA,

248

GUERRA DEL PACIFICO.

cuerpos e-xistentes en esta plaza, se dispone que lo verifi­ carán en el órden signienle: Columna San Martin, lea nú­ mero 1, seña, ataque; Batallón Concordia, Pisco número 2, seña, batalla; Columna Naval, Pisco número 3, seña, vanguardia; Batallón Zunarnpe, Chinclia número 4, seña, alto el fuego; Batallón Granaderos, Chincha número o, .seióa, fajina; Columna Zapadores, Chincha número C.seña, retaguardia. Rejimiento Lanceros de la Independencia, Humai nú­ mero 1, seña, diana; Rcjimieiito Carabineros, Chincha baja número 2, seña, grupos; Escuadrón Tiradores de lea nú­ mero 3, seña, izqiíierda. Con fecha de hoi ha sido destinado como instructor del Batallón Concordia el capitán graduado don Enrique Pa­ lomino. J

uan

J

o sé

P in

i l i .o,s .

ESTADO MAYOR DE LAS FUERZAS DE RESERVA,

Pisco, Ax'viembre 17 de 1880. ÓRDEN JENER.4L.

JEFATURA DE RONDA.

Pisco, A^vie-mbre 6 de 1880, Señor: E l de la espresada da parto a Y. S. que habiendo prac­ ticado la de anoche, no encontró reten alguno en e tra­ yecto dcl Norte hasta ¡a boca del rio, i en el Sur, hasta San Andrés, un solo veten en la puerta dcl teniente gober­ nador, en número diminuto do tres individuos, los que carecian de la correspondiente disciplina pjira el desempe­ ño de aquel puc.slo. Asimismo, doi parto que c,stando en dicha caleta San Andrés so notó la detonación de un tiro de rifle en el puer­ to, i averiguando su procedencia, re.sultó haber sido dis­ parado por el ccntino a que ocupa la esquina dol centro de la plaza, dirijido a uu individuo que fugó a la voz de:—“ iAlto!¿Quién vive?” Los dcrnas puestos de guardia sin novedad. Dios guarde a Tú S., señor Jefe de Estado Mayor. M a n u e l C astro H

e r e d ia .

Al seficr Jefe de Estado Mayor de ias fuerzas de reserva dcl departamento.

Art. 1.® Ei señor coronel Comandante en Jefe dice a este Estado Mayor haber visto, con bastante desagrado, ESTADO MAYOR DE LAS FUERZAS DE RESERVA. que algunos señores jefes i oficiales, pertenecientes a los Pisco, Octubre 18 de 1880. cuerpos acuartelados en esta plaza, sin comprender l.i Señor: grave falta que cometen al separarse de esto cantón, aban­ Servicio para hoi, el nombrado; para mañana, guardia donando al frente del enemigo sus cuerpo.s o compañías, se ausenten sin licencia alguna. En su consecuoucia, pre­ de plaza 30 hombres con sus respectivos oficiales del Ba­ viene a V. S. este Estado Mayor, vijile, castigue i de cuen- tallón Concordia. De avanzada, 25 hombres a cargo de un ta^ de los señores oficíale,? que, olvidando sus deberes eapitan i dos su bailemos dol Escuadrón Tiradores de lea, inilitares ¡ su propio honor, se ausentasen do sus respec­ cuya fuerza se dividirá entro San Andrés i Paracas. Jefe de tivos campamentos sin prévio permiso por escrito del ronda, el capiuu don Jerardo Perez, i de su ayudante don Estado Mayor, a fin de que sean sometidos al correspon­ Nicanor Calisto. Orden jeneral sin novedad.—P. E. J, diente juicio. Art. 2. ® No teniendo cl armamento de los cuerpos A n d rés P e r e z . do reserva acuartelados en esta plaza correaje ni cartu­ cheras, se previene a los señores coroneles, primero jefes de cuerpo, se provean de morrales de lienzo de una cuarta en cuadro para quo cl soldado pueda conducir la muni­ P recauciones tom adas por los defensores de P isco, ción sin que se deteriore. distinguiéndose la m edida de envenenar el agua. J u a n J o s é P í n i l l o .s .

XIY.

PREFECTURA I COMANDANCIA JEN ERAL-DEL DEPARTAMENTO GOBIERNO

p o l ít ic o

DEL DISTRITO DE HUMAI,

Hum ai, Octubre 16 dc 1880. Señor: Acabo de imponerme que Y. S, es el Comandante Je ­ neral déosla zona, i ospero que me haga el bien de indiquiénes son los jefe.3 de esta zona i cuál es el réjiihen que Y. 3. ha ordenado para las marchas; viendo, pues, que ningún ciudadano se reunía a marchar los do­ mingos i dias festivos, burlándose así dc las autoridades, desde ei dia que me hice caigo do este gobernación be ordenado quc todo ciudadano, sin escepcion, baga ejer­ cicio todos los domingos, i se comenzó en forma el do­ mingo 10 dcl-mos eu curso. Además, como los de liuaya no hacian ninguna clase do ejercicio, i quo pertenecen a esto di.strito, por este razón he ordenado que todos los ciudadanos, sin escepcion, ba­ jen todos los domingos a marchar a la plaza principal de oste distrito, i asi continuaré hasta que se organicen los jefes i oficiales en forma i hasta ver ol réjimen i dis­ posición de Y. S.

Por último, espero sabor también que pueden inscribir­ se los ciudadanos quo no están inscritos, i quién es ci quo da boletos i cuándo. Todo esto pongo en conocimiento de Yf S. para lo,? fi­ nes consiguientes, Dios guarde a YL S. L ucio G u t ié r r e z , Al eclior don Jusn J, i’inillos, Coinaiufante Jeneral de esta zona.

DE ICA.

k a , Noviembre 8 de 1880. Señor: i’or exi jirlo el buen servicio, se ordenó que las sub-prefccturas proporcionaran los pasaportes que hoi deben ser indispensables para la fácil movilidad de lo.? transeúntes, así corno para impedir el tráfico de espías dentro dol ter­ ritorio, i teniendo conocimiento este Prefectura de que existe tráfico libre siu llenarse este requisito, indispensa­ ble medida para ol buen éxito do nuestra causa, ordeno a Y. S., ba,)o la mus estricta respon.sabiiidad, haga circular a los gobernadores la obligación de no permitir el tránsi­ to miéntras no se presente el correspondiente pasaporte otorgado por la Sub-pr.effictura, presentando ante la auto­ ridad a todo individuo que no presente su correspondien­ te salvo-conducto. Dios guarde a Y. S. E. YBl l e n a . Al señor Sub nrcíeoto Je la provineia áe Chincha.

ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE RESERVA.

Pisco, Noviembre 13 de 1880. Señor: E l señor Comandanlo en Jefe, con fecha de hoi, mo dice lo que sigue: “Señor Coronel Jefe de Estado Mayor do este ejército. Por telegrama recibido ajrer, la Secretaría de Guerra mo dice lo que sigue:

CAPITULOSEGUNDO. »v

\

“Quedan aprobadas las medidas de que da cuenta Y . S. en su telegrama de antier, i de.sde luego el plan retirada se supone que no ha de tener ejecución sino defendiendo palmo a pa mo, hasta quo so agote la última munición, cl territorio que Y S. conserve frente a frente del enemigo invasor que hollé con su planta el suelo iiacionf»!, preti­ riendo ver reducidos a escombros sus hogares, dejando así bien puesto el pabellón peruano.—Secada.” “Lo que trascribo a Y. S., para que por nota-circular a los primeros jefes del cuerpo les trascriba Y. S. el presen­ te oficio. Dios guardo a V. B.—M anvA A. Ztim udlo!’ Que trascribo a V, S. para su intelijencia i finos con­ siguientes. Dios guarde a Y . S. H, C a m in o , Al señor Comandante 2. * Jefe del Escuadrón del Valle ds Chnnchanga.

Noviembre S dc 1S80. Señor; En contestación a su mui estimado telegrama fecha. 5 del presente, diré a Y. S. que en ol momento procedí a buscar a la , ente, lo que no pudo conseguir por flilta dc fuerza para nacer cumplirla órden de Y. S. Tuve a bien ocurir al señor Comandante Jeneral para que me pro­ porcionara seis hombres de caballería; mas, este cabalero me preguntó que con quó objeto era, i tuve que mostrarle el parte de Y\ S., i me dijo que- no habia nece­ sidad, pues él tenia preparado todo de antemano sobre dichos pozos, i que su objeto era envenenar ol agua; que todo estaba preparado, porque era uno do los elementos estratéjicos para el enemigo. Dios guarde a Y. S., señor Prefecto i Comandante Je ­ neral.

249

han parecido mas conveniente.» para llenar nuestro deber de peruanos i dar cumplimiento a disposiciones .supremas, hostilizando al invasor por cuantos medios estén a nuestro alcance. 2.® Solicitar del esclarecido patriotismo de Y. S., que nos facilito los elementos necesarios para destruir en cuanto sea posible al enemigo, como son dinamita o pól­ vora para minar los caminos juáncipalcs que conducen a estas fincas, como a.simismo casas i oficinas. 3. ® Proporcionarnos un número de armas con sus res­ pectivas muciones, cl que ’Y S. juzgue suficiente para dañar al enemigo, formando montonera.» con los trabaja­ dores de estas tincas icón los agricultores particulares de este lugar. Para lo que ofreccmoa las garantías que Y. S. hallo del caso. Todo esto, sin perjuicio dcl mejor .acuerdo de V. S., pues nue.stro decidido empeño es eí prestar nuestros pe­ queños esfuerzos en pro de nuestra justa causa i defensa naeional. A Y. S. suplicamos se sirva atender a nue.»tra solicitud, dando a.»í una prueba mas da su ya mui conocido patrio­ tismo. Dios guardo a. Y. S.—Mo/uud de la Gunrda.—Por don Ignacio de Olazábal, Maniud I. Obizáhal.—José M. C'.Uí— Alfredo Martínr-z.— Vo): Sorimcursio Hnos., E n ri­ que R. (k So'm cursio.— Bov don Marcelino Gutiérrez, Vldor V ild a, admini.strador. Al ssñor Jefo Suiicrior, Rilílica i Militar Jo los dci!:itUmcr.t.Cí Jcl ?iir i pre­ fecto Jel lie .Vrenuiiia.

Partes oficíale.»
H . F e r n a n d e z . (1).

Ica, Novicmhre Ptf de ISSO.

Al señor Prefccioi Comani:laiií.e Jeneral del departamento.

Señor Jenoral: En cumplimiento do las instrucciones de V. S., el do­ mingo 21 tlel presente, a las 2. 30 A. il., me pu.sc en mar­ SETIEMBRE. cha de Paracas hácia Tea con las fuerzas siguientes: Reji­ miento 4. ® de línea, 200 granaderos a caballo i una Pisco, Noúevibre ¡6 de 1880. batería dc montaña. E l terreno que debíamos atravesar Soñor Jefe de Estado Mayor; en una distancia de 67 kilómetros, quo os la que separa E l comandante do la espresada guardia da parte a V. S. a Ica do Paracas, era un completo desierto de arena mo­ que en la noche, i como a las 11.15, han desertado do sus vediza, lo quo hizo que la marcha fuese dificultosa i puestos dc guardia el cabo 2. ® Jenaro Aliaga i el solda­ pesada i el andar lento. do Santiago Apolaya, E l primero se encontraba vijilando Me dirijí directamente al oriente hasta llegar a la línea un centinela hácia el Sur del puesto do guardia,

T omo i y .— 32

S DE

250

GITERRÁ LEL PACIFICO.

posesión del iürrocarril para restablecer la comunicación con Piscó. La linea férrea habia sido cortada en tres dis­ tintos. puntos i las principales piezas de las máquinas ocultadas. E l dia 24, después de prolijas investigaciones, las referidas piezas, que estaban enterrada.? a tres kiló­ metros do la ciudad, fueron descubiertas i la línea férrea completamente reparada. E i ruisrao dia quedó también restablecida la comunicación tole.grálica, merced a los telegrafistas i máquinas telegráficas que Y. -S. tan opor­ tunamente rae envió de Pisco. E l 25 por la mañana salió el primer tren '.ara Pisco, i desde entóneos la comunica­ ción ha seguir o con normalidad. E l raffimo dia de mi arribo asumí el .gobierno do'la provincia. E l órden se ha conservado siempre inalterable, i la división se mantiene abundantemente de los recursos dcl pueblo,

Lo,s cuatro torpedos de fierro están cargados con dina­ mita i pólvora negra, i pesarán todos corao cinco quinta­ les métricos. Los conservo en mi habitación. He reconocido Jos edificios siguientes, i. en ninguno de ellos he encontrado siquiera ve,stijios de minas: En el edificio de la Aduana encontré la mayor parto del antiguo archivo, parte dcl menaje del administrador, 104 cajones de cerveza, varios objetos inútiles i una caja do fierro cerrada. Los papeles i líbro.s que parecian mas importantes los entregué al señor Jefe de Estado Mayor i todo lo demas al comandante del Colchagua, Edificio llamado la YL’nícula i edificios de la estación del fen'üC.arril, desocupados. En la Gapitanía i Resgu.'irdo, varios muebles viejos mal­ tratados. En el útimO; restos de una especie de botica. Yle hago un deber en rocotnendar a V. S. a! señor jefe Oficina telegráfica, varios muebles destrozados i una de Gr¡maderos don Francisco Muñoz Bozanilla, al jefe dc! 4. ® de línea don Luis Solo do Zaldívar i al eapitan c.sja de fierro cerrada. En el pueblo de Risco, lo que sigue: Todas las ca.sasque de artillería don Gumccindo Fonteciila, por las acertadas medidas que han sabido tomar para conservar Ja mas ocupa el Chacabuco, hospital, iglesias, calles i alrededores e,3Lricta disciplina i moralidad de la tropa, Ue la misma, del pueblo. En la casa quo habita el señor comandante de este manera, a los señores oficiales c individuos dc tropa por su intachable conducta en la ocupación de esta ciudad. cuerpo, encontré enterrados dos barriles con 30 docenas tazas de loza, las que entregue al señor teniente Molke. Dios guarde a Y S. La oficina de correo.?, Prefectura i Municipalidad, casi enteramente desocupada.? i el departamento de la Reneíicencia eon su racnaje completo. .4¡ señor .Jencra) ile l.i i. “ rHv¡.«j.jn e.=iieiliiiüimru. Los papeles i libros encontrados en estos edificios los entregué al señor Jefe de Estado Mayor e igu.almente los muebles. LO.S TOHI'EDOrs I LOS PONTONEROS. Se lia atendido a los arreglos o composturas que ha necesitado ia Intendencia del Ejército, correo, compostu­ (Inédito.) ra de lauchas i arreglo de rieles, desde el faro a la Viní­ cola. Puerto de P iu o , Noviembre 28 de 1880. . A lirí el faro: está en buen estado, pero enteramente des­ ocupado, so han llevado basca los tornillos dcl ap.aralü Señor .Ministro: lenticular. Cumpliendo con Ja comisión quo Y. S. se sirvió confiar­ He rastreado la bahía 1 no ho encontrado torpedo ni me el 19 del presente, he practicado las operaciones si­ conductor alguno, guientes con el piquete de 10 hombre.? de pontoneros que Todas estes operaciones se han ejecutado .sin novedad se puso a mis órdenes. •alguna, i me parece que en lo que ho reconocido no hai En la primera lanchada que se de.sprendió del lío ia , mas torpedo ni mina. Aunque el mencionado piquete de pontoneros se en­ desembarqué eu la caleta de Lagunillas, reconocí la costa, i no eiicontranao minas, me conlraje a reconocer las in­ cuentra agreg.ado a la artillería, puede ocuparlo en lo que mediaciones, a ayudar al desembarque i cuidar de la se ofrezca. Dios guarde a Y. S. aguada hasta el momento de partir para este puerto, ^ El 20 llegamos dc los primeros a San Andrés, dondo V. S. mo ordené que con io,s señores cónsules i bajo la responsabilid.ad de ellos, viniese a desenterrar las minas u otros aparatos de defensa del enemigo.

A, Y

il l a r r o e l ,

AlÁcuor Miuistro cíe Quena i Mariim eu cauipaña.

XVL

Estraje tre.s torpedos do fierro en buen estado. Estaban cubiertos con trozos dc piedra i colocados como a dos metros de profundidad en los puntos siguientes: uno bajo ' Embai'Huc
(Inédito.) COMANDANCIA DEL VAPOR “ AETAO."

Pisco, Diciembre 2 de 1880. Soñor Ministro; Tengo el honor dc dar cuenta a Y. S, que hoi a la 1 P. Yí, he fondeado cn esta rada, juntamente con los de­ mas buques que componían el convoi a mis órdenes, a escepcion del vapor Chile, que con el buque que remolca­ ba habia llegado a las 9 A. Yí. La navegación, que ha durado tres i medio dias, ha­ biendo dejado el fondeadero de Arica el 27 del próximo p
CAPÍTULO SEGUNDO.

251

E l yUíací zarpó de Arica a la vela i solo ha hecho aso lleva a remolque la fragata IIam herio I i n lH m n ay, el do su maquinaria cuando el viento no era do bastante que irá solo, no permitiendo su poco andar remolcar un fuerza para dar al buque el andar necesario. La máquina i buque. Todo lo que comunico a V. S. para su conocimiento. calderas han funcionado satisfactoriamente, teniendo on cuenta el estado de éstas. ^ Dios guarde a Y S. La tropa ha sido desembarcada sin ninguna novedad. •»

¡

ÁURHLiANO T. S á n c h e z .

Cumpliendo Las instvucciones de V. S„ despacho hoi j para el Callao la cañonera Mcujaliams, trasporte ;l/aíí«¿ ¡ Cotisiño i vapor Gimoio,, i para Arica el vapor Chile que |

,,, y,,,,,,, ¡

eí,n,pr.na.

ESrED ICIO N A LIMA. \

EMBARGO DE I.A 1.

35IUGADA DE I.A 2.

DIVISION.

s

»•

Ie 3&

0ESERV.4CI0NKS.

NOMBRE DEL CÜERPO.

BUQÜES.

íEstad» Maj-or.............................. ' lArtillería.................................... ¡EsmmWa.-A ............................ ' : Id. ............................. iChilian.—B.................................. Id. ............................... Bnin.-O.............................. Id................ ..................... Servicia Sanitario.................... Bagajes................................. intendenoia...........................

O hik................................. Id .................................... Id....................................1 EU ira Alvareí-................... ) Matías Omisiílo............... | EUnu ................... i

Sí 24 24 24 1 21 7 28 23 24 1

I

10 110

3'

12; ir.á

Lifi íiffMi..........

i [A .—Van SOCl lion'ibrc!-en el C/ii'e i el resto ¡\ en ]^ Dhira AiVarea

« i

1045 I

IS

.35 :

1021 i

17

B.—Va la initíid nn cada buqne.

17

C.—SOO ¡jombres en la DunlTed. I el resto en e! Jhimtítii.

43

1032 ¡

0!áh..'..............

24

ílú n i Aivarci— Iin varios biiiiiVis.

1

« I

Ihmuay...........

12

20 '

2Í-1

(i

Total.

165

333

41C

¡2 1

ESPEDICION A JJM A . DISTRIBUCION DE VÍVERES A DA L

BÜQDSS.

í/j w PI

’JJ ^ Í^ J



S i *4

BRIGADA DE LA 2. ^ DIVISION, QU” MARCHA EN LO.S BUQUES QUE A CONTINUACION SE ESPRESAN (1).

w

■ Ul PQ ! rel="nofollow">i W I

M

I

C?

=.Líos.

............... ‘‘Chite................. .Dmirech {2)......

.............

JiJíviva Ábare,....

^fatías Ooii^iko

(¡00 4G0 ¡ SOO I 400 I ...... I

90 40 i 250 i

á i-S W tí fi.

2

s

5

•4

e

i

if. < a.

6

10 10 1 10 Viveros de ia .armada.

2

£0

SO

óhá UM

MM im

20 :

20 1

12

.)lí/í j '"'v2 r. i

■l

\ í>UC
  • .

    ¡ 1'

    ... {

    tat

    •tas: •t;

    !

    12 ^ 1 100 ; 100

    (ri

    i 'i tí

    '2 1 3

    i^acGf!, I Suco:*;. Sacos, Sacos, Sacas. ¡ .Sacos, ' Sacas. Bark. ’ Sucos.

    5 ■ 4C ■10 ¡ ' 40 : i ...... : 307 \ 137 5 ! 003 ; m o i h 3

    rtí ■¿V A m o I^ : -r, 'A 'rT. 5 ¡ l<< i <:H i i 'X

    Q 3

    4

    Sácos.

    1

    <

    i

    ! S ! 4-’

    ' Suf.cs. Fardes 1Sacos. 1

    '

    J

    .... ( i

    ...... i,

    ?;0

    mo

    ,

    30

    1

    .500 i

    100

    OBSKxy.rctoNiS.—Todos los bnqncs ller,an víveres ca.si para el rloblc d« la írnixa (¡uo ooiiduccu i para .sois di.'is (ti viajo; además uncyes para tener carae fre,sc.a diariainanto. Se lia dado nn íurdo do tabaco p,ira cada batallón i una mari|(ie.ta grande de cbanc.'ioa, siu cargo. Para cl servicio de lo.s o.Hciales, se ua distribnido a los bnqnes de vela cubiertos, plata», tasas para té, vasos, fuentes, .soperas, azafates: i ae paga a lus capiiaiics u d peso diariu ¡.or la condda de cada uficial. Nom .—Los baques signadea con (“) ,se proveen por contrata. (1) Los m'traeros cursivos representan el aaiaento de víveres qne cada bur¡ue ba conducido al teatro de La guerra, (2) Yan en este buque también 18 fardos osnabnrgo,5 con 13 barriles clavitos tle itiainhrc (jara constrnscion de Ionios, ; JO s.tcos de atíé.

    EN SI, CAMPAMENTO. (Pra3iri5iii.03 dc cinTespoiidor.cias Je Eu Pi.:fi.r.oo,i|i!;’,r,.}

    Tacna,, N ovim hre 30 de J8S0. Los acontecimiento,» se precipitan en esto centro de operaciones. E l mismo dia— 1-5 del actual— que zarpaba al Norto el convoi quo conducía la 1. División, oran lla­ mados a Tacna, por cl Jefe del Pistado Mayor Jeneral, oí Jefo accidental de Artillería i el Comandante del Par­ que Jenera], para acordar con cl primero las brigadas de esa arma que debieran asignarse a la 2. División, i ob­ tener del segundo un conocimiento exacto de la existen-

    ■cia, en Arica, en armas, municiones i equipo, con quo . poder uniformar los cuerpos. Igual noticia se podia—en su ramo vespectivo—al Delegaclo de ia intendencia Jene­ ral del Ejército, Obtenido.» estos datos, se procedió, en seguida, a la dis­ tribución, pidiéndose a Valparaíso i Santiago los artículos necesarios para llenar las faltas de las tropas que debian seguir a la División. No me detengo a mencionar las peripecias dei desem­ barque en Pisco de la 1. División, el dia 19, ni el avance con algunas tropas en descubierta, del corone! Amunátegui sobre Ica, siendo uno i otro punto tomado sin resis­ tencia alguna, a pesar de las bravatas de los peruanos,

    252

    GUERRA UEL PACÍFICO.

    porque juzgo que estas'noticias serán ya conocidas al reci­ bo do la presente.

    Desde temprano, la estación del ferrocarril presentaba un aspecto lleno de vida i animación, retratándose en el semblante de los que marchaban el placer patriótico que espcrimentaban al ver satisfechos sus mas ardientes deseos: E l dia 25 se encontraban listos los rejimientos de infan­ ir a Lima a castigar en su corazón mismo la alevosía del tería Buin, Esmeralda i Chillan, que componen la 1, Perú. Brigada de la 2. ^ División, i designada la artillería que Tras bandas de músicas do los tres cuerpos espedicionadebia acompañarlos. La caballería que corresponde a esta rios, desde que llegaron a la estación i se formaron en ba­ división,—Rejimiento Cazadores a caballo,—marchará, se­ talla en la avenida principal, no cesaron un momento de gún acuerdo, con la 'iY- Brigada. llenar el ámbito con los acordes del himno nacional i de E l 26, en tren do 7 A. M., nartieron a Arica el Rejimien­ Yungai i con piezas cscojidas i marchas marciales. to Chillan i el Batallón dcl Esmeralda; i en tren de 4 E l Rejimiento Chillan i el 1er. Batallón del Esmeral­ P. M., el Buin i el 2.® Batallón del Esmeralda, acom­ da, fueron los primeros en partir en medio del mayor en­ pañados del Jefe de Estado Mayor Jeneral con dos de tusiasmo, siguiéndoles después el 2. ® Batallón dol Esme­ sus ayudantes. En el tren dc la mañana luibia partido el ralda i cl Rejimiento Buin. señor Jeneral Baquedano con varios jefes. El embareo de la brigada se efectuó sin ninguna nove­ Iras tropas llegadas a Ariea en la mañana del 26 fueron dad i con toda fortuna, partiendo el convoi poco ántes de embarcadas inmediatamente, i a las 7 A. M. del 27 lo las 3 P. M. del sábado 27, perdiéndose do vista a las fueron las qúe llegaron en la tardo. 5.30 P.YÍ. La Operación de embarque se hace con gran rapidez, E l Jeneral en Jefe presidió cl embarque i partida do la debido a los trabajos preparatorios hechos en el muelle brigada, que se alejó de Arica rompiento todas las bandas )or el señor Federico Stuven, que a la vez practica en con la canción nacional que era contestada con estrepitoso.? os buques a vela aquellas reformas necesarias a la ma­ vivas a Chile. yor comodidad dc la tropa. En estos trabajos ha sido secundado ol señor Stuven por el primer ayudante de la La 2. ^ Brigada de la 2. División, a las órdenes del Sección de Injenieros del Estado Mayor Jeneral, don Fran­ cisco Javier Zelaya, que en todas las comisiones que so coronel Orozimbo Barbosa, ha quedado acantonada en le han confiado ha sabido desplegar una actividad e in­ Pocollai i Calaña, i partirá, .segun entendemos,junto con la 3. División, que la sido aumentada con los rejimientos telijencia digna dc aplausos. É ! señor Jeneral Maturana se ha mostrado en esta oca­ Concepción i Yalparaiso; así como la 2. lo ha sido con sión, como en todas las dema.?, a la altura de los deberes los batallones Victoria i Quillola, i la 1. con el Melipilla i la Artillería de Marina. de su puesto. A las 2.20 P. M. dol mismo dia 27 principió a moverse Er. C o r r e s p o n s a l la flota que conducia la 1. Brigada de la División, dis­ tribuida del modo siguiente: E l O h ú e conducia la artillería, i las dos terceras par­ tes del Rejimiento Esmeralda. .Ca E lv ir a A lva rez , el resto del Esmeralda, el Parque Notas del J efe de las fuerzas cliilciin.s eu Tambo de Mo­ de ¡a brigada i una parto de la caballada. ra al Miuistro de la C uerra 1 Jeu eral en J efe de la En el H u a n a y i ü o r d r e c h , el Rejimiento Buin, forraje 1 , División, sobre contribuciou dc anim ales i víveres i algunas muías. (Inédito.) En el M a tía s G ou siñ o i E Una, el Re imiento Chillan i lo.s individuos de! Servicio Sanitario. La sección de ba­ n ú m . 1 9 .—COMANDANCIA EN JEFE DE LAS FUERZAS RESI­ gajes correspondiente a esta brigada, se repartió conve­ DENTES EN TAMBO DE MORA. nientemente en el convoi para que atendiese la caballa­ da i muías. To/mbo d e M ora, D iciem b re 6 d e 1880. Acompañaban el convoi la M ayallo/nes, quo hacia de centinela avanzada, i el A btao, cuyo jefe tenia el mando Señor Ministro: de la e.scuadrilla. Tongo el honor de comunicar a Y. S., para su superior Con la 1. Brigada de la 2, División queda la 1. resolución, quo con fecha 27 del pasado recibí una nota, División tres veces igual en número al eje'rcito chileno, Divi­ número 169, del señor Jeneral en Jefe de la L que el año 89 invadiera al Perú. La tropa nada deja que sión, on la cual me dice, entre otras cosas, lo que me per­ desear; su armamento es uniforme; su equipo completo; mito trascribir a continuación; sus jefes, una prenda de victoria, i el Jeneral Comandan- | "Y . S. deberá imponer a los vecinos i hacendados do ese te solo desea dar gloria.s a su patria. En tales eondiciones, lugar una contribución de animales i demas víveres ne­ aun luchando con 25 o 30,000 peruanos, creo con los de­ cesarios para la mantención de sus tropas, conminándolos mas que el triunfo estaría,por nuestras armas. con la destrucción de sus propiedades sino cumplen con ellas. Para llevar a efecto esta medida, dará V. S. cuenta con antelación”. Juntamente con dicha nota recibí una carta particu­ T acjia, N o v iem b re SO d e 1S80. lar del mismo señor Jeneral, on la cual me indicaba que, “a fin de evitar cualquier desmán, convendría que impu­ Como lo anunciaba en mi anterior, el viernes 26 salió siese una contribución de vino para distribuir diariamen­ de Tacna a Arica para do ahí embarcarse i dirijirse al te a la tropa, a razón de un vaso por cada individuo.” Para atender debidamente a estas instrucciones, proce­ Norte, la 1. ** Brigada do la 2, División que manda el Jeneral don Emilio Sotomayor. Componen esta brigada dí a tomar las medidas que me parecieron mas conve­ el Rejimiento Buin 1, ® do linca, su comandante, el te­ nientes, las cuales encontrará V. S. detalladas en la nota niente corone! Juan León García; Rejimiento Esmeralda, número 18, quo con esta fecha he dirijido al señor Jenecomandante el teniento coronel Adolfo Holley, i Reji-^ ralJefo do la 1. División i que me tomo la libertad do miento Chillan, comandante teniente coronel J. Antonio" adjuntar en copia. A lo espuesto en la espresada nota, me cabe la honra Guiñez, por muerte del comandante Várgas Pinochet. Esta 1. ® Brigada está a las órdenes del coronel José de agregar, para el mejor conocimiento de Y. S., una co­ pia del proyecto que he formulado con el fin de llevar a Francisco Gana.

    258

    CAPÍTULO SEGUNDO. h W V h

    ta *

    ta ta

    Para facilitar la percepción de los víveres que se re­ quieran, he creido conveniente hacer la imposición por distritos, designando a las personas que deben contribuir, lo cual evitará las demoras que podian traer la falta de autoridades municipales del país i la imposibilidad de provocar conferencias naciona es. Desde luego, bo comenzado por el distrito de Chin­ cha Baja i pienso adoptar la forma del decreto que me lermito adjuntar en copia i que espero sea de la aprolaeion de 1'. S,, dignándose tener presente que, sin per­ juicio de la medida oficial i para conseguir mejor el ob Al sefior Miniitro de Guerra i Marina en campaña. jeto, he hablado particularmente con el cura i algunos vecinos de dicho lugar, los cuales me han manifesta­ PROYECTO. do que creen no habrán dificultades insuperables, a pesar do hallarse casi todos los propietarios escondidos o au­ JO.SÉ RAMON VIDALIRRE, OOM.ANDANTE liN J E F E DE LAS sentes, i que mi medida, fundada en las indicaciones de POERZAS RESIDENTES EN ESTA PROVINCIA. V S., será recibida por los vecinos como una garantía lara sus demas intereses, desde que hayan cumplido con Considerando: a requisición. 1. ® Que la fuerzas de mi mando son ocupantes del Como mucha parta de los vecinos, según lo he indicado, territorio de esta provincia, la cual he invadido en nom­ se hayan ausentes, temerosos de todo jénero de exac­ bre del ejército de Chile; ciones^ los que he podido encontrar i han hablado con­ 2. ® Que las prescripciones i prácticas del derecho in­ migo, han empezado, por mi encargo, a buscar a los deternacional moderno dan al invasor la facultad de hacer ma.s, induciéndolos a volver a sus hogares i haciéndoles requerimientos a los pueblos invadidos i estos se hallan recuperar la confianza que inmotivadamente habian per­ en el deber impre-scindible de satisfacerlos, so pena de ser dido por completo, para cuyo fin les he dado pasaporte í castigados con la destrucción o con los (lemas actos coer­ toda clase de garantías. citivos adoptados por ias naciones civilizadas en caso de Procediendo de esta manera, he creido tener resulta­ esta naturaleza; dos mas eficaces, i así lo estoi palpando en la práctica, i 8, ° Q.ue las fuerzas de mi mando necesitan, por ahora, tengo la confianza de que, de dia en dia, irán regresando una cantidad de víveres para su sostenimiento en esta los que andaban prófugos. provincia, i todos sus habitantes, i mui especialmente los J.os estranjeros residentes en estos pueblos, dueños do nacionales peruanos, sé hallan obligados por las leyes i usos mucha parte de sus recursos, so han manifestado dispues­ de la guerra a suministrar así que yo se los demande i tos a contribuir, por su parte, con lo que equitativamen­ requiera; te se les pida para el sostenimiento do las fuerzas invaso­ Decreto: ras, porque están bien instruidos sobro los cargos quo trae Art. 1.® Requiérese a la población del distrito de consigo la guerra para los vecinos domiciliados, sin dis­ Chincha Baja para quo, en. el término perentorio de 48 horas, suministre a esta Comandancia, con los objetos e,s- tinción. Foro he creído mas conformo con los de.seos da Y. S. presados, la cantidad de... sacos do menestras. no ocurrir a éstos, siempre que los hijos dcl país puedan Art. 2. ® Esta contribución será satisfecha por los ve­ proporcionar los recursos suficientes. cinos domiciliados, sus encargados o representantes, en la Despues de lo espuesto, tengo el honor de manifestar proporción siguiente; (Aquí seguirá la lista de los afec­ a Y. S. que si creyese conveniente el quo de acá se envió tados.) una provisión de vino para cl ejército, en razón de ha­ Art. 3. ® Si espirado el término designado en el artí­ berlo en abundancia, so puede enviar un buque a llevar culo 1, ® no hubiese sido satisfecha la contribución de el que se necesite, que estará pronto, dignándose Y. S. guerra espresada, esta Comandancia so verá en el caso de indicármelo con uno o dos dias de anticipación, a fin de proceder a castigar a los remisos, en conformidad con los hacerlo reunir en esto puerto, en razón de haber solo dos usos de la guerra. Art. 4. ® Hágase saber a los interesados, fijándolo en los carretones para cl objeto, Al terminar ésta, me cabe la honra de manifestar a lugares públicos del distrito, i anótese. Y. S. que en esta plaza no ocurre novedad. Tambo de Mora, Diciembre... de 1880. Dios guardo a V. S. cabo mi cometido, proyecto qne no entraña sino la forma oficial del acto, pues la lista de contribuyentes a que se re­ fiere la proporción designada en el artículo 2. ® , la estoi concluyendo, de acuerdo con los mismos vecinos que, de dia en dia, están volviendo a sus liogares i acercándose a mi despacho, por sí o por medio de encargados, para los objetos del requerimiento, de que ho hecho darles parti­ cularmente aviso previo. Dios guarde a Y. S. J. R. Y 'id a u r r e .

    J . R . Y id a u r r e .

    NÚM

    18.— COMANDANCIA EN J E F E D E LAS FUERZAS RESIDENTES EN TAMBO DE MORA.

    Tambo dc Miora, Diciembre C de 1S80.

    Al señor Joaeral en Jefe del ejercito en canjpañ».

    Está conforme con cl orijinal que existo en el libro de I oficios respectivos. Señor Jeneral: Tambo de Mora, Diciembre 9 de 1880,—A, 2. ® San ­ Para obrar conformándome a las instrucciones sobre tiago, ayudante en comisión. requerimiento por vino, animales i víveres, quo se ha ser­ vido Y. S. comunicarme, procedí, corno medida prévia, a formar una anotación o rejistro privado de ios propieta­ rios i bodegueros, así nacionales como estranjeros, domi­ ciliados en el territorio de esta provincia. De esta manera P arte oficial «leí com andante del "Abtao ' relativo a l he podido formar la opinión de que concretando cl reque­ descnibaríiiie de la artillería 1 bagajes en JagUei 1 rimiento a los peruanos solamente, se puede reunir, sin otras operaciones de guerra. necesidad de emplear medidas violentas, como 400 sacos (Inédito.) o fanegas de menestras, fuera de lo que se necesite en ca­ motes i ají, i 400 pipas de vino. __ ^ NÚM. 102.— COMANDANCIA D EL VAPOR "AETAO.” Desde hoi debo principiar a recibir parto i i este últi­ Disco, Enero 6’ de 1880. mo artículo, que voluntariamente se rae ha ofrecido de la Señor Ministro: bodega del coronel del ejército peruano don Eduardo Con esta fecha, al señor Comandante en Jefe déla Es­ Donaire, el que se halla en Lima i que tiene aquí no ménos cuadra, dijo lo que copio; de 600 pipas (le vino en su bodega de Chincha Alta.

    GUERRA UEL PACÍFICO.

    254

    "Cumpliendo las instrucciones que recibí do Y. S. en Curayaco para trasladarme con el buque de mi mando a la caleta de-Jagüei, desembarqué con la tripulación de mi buque toda la artillería que conduciau los vapores Ila ia i üoipiapó, como asimismo los bagajes de las ambulan­ cias que trajo el vapor Paquete de Maide. Concluida esta operación, zarpé ol 2 del presente para Curayaco, en dondo recibí instrucciones de V. S. para trasladarme a Pisco para defender en eso puerto las fuer­ zas de tierra i protejer a la vez los trasportes (¡ue lleguen a dicho puerto. Yli llegada a Pisco fué el 3 a las S.30 P. ií., en donde inmediatamente me puse de acuerdo con ci comandante del Quiilota para poder obrar siempre de eo.suno. En este puerto no lie encontrado mas novedad que una espedicion compuesta de IGO hombres dc los nuestros que, con el objeto de aporratar animales, habia iuternádose, encontró a sti paso con algunas partidas de mon­ toneros, con los cuales tuvieron un lijero ataque, del cual resultó la muerte del eapitan Gutiérrez, del Quiilota. En esta bahía solo eucontré la barca alemana Fede­ rica que trajo animales, la cual, una vez descargada, hice que hoi partiese para el Sur para evitar las estadías que ganan estos buques. Se me ha quejado el capilan accidental de puerto, diciéndome que el vapor Mendoza de la Compañía inglesa, que fondeó cl 31 (ie Diciembre pró-vimo pasado, zarpó sin esperar el despacho de la-autoridad marítima, amena­ zando al mismo tiempo al dicho eapitan de puerto que lo llevarla en el vapor si no se retiraba inmediatamente, de­ jando a bordo algunos pasajeros i aun equipajes de otros que se habian desembarcado. Este mismo vapor con su eapitan, siempre ha observa­ do esa conducta en vario.? puertos, como por ejemplo, en Pacocha, donde tuve que mandarle fuerza armada a bordo para hacerle cumplir con su deber. Por ei vapor Garlos Pwbcrlo van unos ¡>ocos animales para la escuadra. Durante la navegación de Curayaco a e.sle puerto, no ba ocurrido ninguna novedad. Las calderas, viniéndome a vapor eon 3 libras solamente, con dos calderas, dió un andar al buque de b milla.?. No seguí las aguas ni acoplé el remolque del vapor ItM a por venir en ese buque los prisioneros peruanos, los cuales no convenia que so impusiesen del estado do mi buque. En la misma idea abundó Y. S. al darme sus últimas instruccioue.?. La laucha a vapor Fviw.iqvÁto la mando por el üárlos Roberto, por pedido del jefe de trasportes, quedándome aquí con el vapor Ism ja, que actualmente se está repa­ rando, para que sirva (le ronda para la bahía, reconoci­ miento de buques i para el remolque do lanchas. Es cuanto tengo que comunicar a Y. S. para su conoeimiento.” Lo quo tengo el honor de trascribir a W S., a fin de : que V. S. tenga conocimiento de mi procedimiento. Dios guarde a Y, S. A ur.e i .iano T. S ánchez . Al señor jlini.ilro de k Guirra i Marioa cu campaao.

    € a rta del Jeuera! Villaíírau al Coronel José i'raucisco Gana, esplicando ias dificultades (juc se preseiitau para la m archa por tierra d el ejército dc su m ando. (Inédito.) Tarabo de Mora, Dlcierabre 17 de 1880. Señor Coronel don Jo,sé Francisco Gana,— Pisco, Estimado Coronel i amigo; Aquí me tiene Ud. dando principio solo hoi a mi se­ gunda jornada.

    Llegado a este punto, recojí personalmente todos los datos que. creí necesarios para conocer con la mayor exac­ titud po-sible el trayecto que hai desde aquí a Cañete. Ellos me dejan la convicción de quo la empresa era difí­ cil i aun peligrosa por la falta de agua, pues el pozo de Jagüel, que solo dista de aquí unas cinco legua.?, uo eontcnia agua para 1,000 personas, a pesar de arreglos que se le habían hecho. Teniendo esto en cuenta i los poco,? elementos para la conducción do este artículo tan indisjensable, me resolví a hacor practicar un nuevo i masproijo reconocimiento- por un injeniero, ya para ver si era posible aumentar do algún modo el agua, ya para estu­ diar el camino hasta donde fuera posible Iraficarlo con carretas que pudieran conducir pipas para hacer depósitos entre Jagüoi i Cañete, que es una ( o ks jornadas mas largas i mas peligrosas. Del informe dcl injeniero re,?ultó que, con algún tra­ bajo, se podria agrandar el pozo i abrir otro i también quo en el camino, haciéndolo refaccionar, podrán llegar a pasar carretones hasta unas cincos leguas mas allá, punto en que podria hacerse un depósito de agua. En el acto di las órdenes necesarias i dispuse, al mismo tiempo, que la 1. Brigada do su División se dividiese cn do.s i quo el coronel Lyncli con los rejiinieutoa 2. ® do línea, Talca, Artillería de Marina, una brigada do arti­ llería i 300 granaderos, se jtusieran en marcha hoi a las 4 P. M,, llevando además 50 muías eon barriles de agua i cuatro caji'otones con pipas, víveres, etc. Mañana saldrá el Atacama, Colchagua, la otra brigada de artillería, algunos granaderos i los víveres necesarios. E l 19 saldrá la 3. ^ .Brigada con todo ol resto de bagajes i víveres, i el 20 esuero estar reunido en Cañete Y’ iei'o i Cerro Azul, habieuílo tomado mis medidas para que, aésde el Rio Cañete, ae nos provea con agua en la segunda jomada, por lo cual creo que habré vencido las dificultadesque estos lugares áridos i desiertos oponen a un ejército. Ignoro ios inconvenientes que tendrán que vencerse des­ de Cerro Azul a Mala que, segun los conocedores dc estos lugares, son todavía mayores; pero tengo confianza cn que todo se ha de allanar i que el 22 he do estar en Chilca o, lo mas tarde, el 23. La jornada de Chilca a Lurin es, a mi juicio, la mas difícil, por tenor mui poca agua en aquel pueblo i porque no se volvería a encontrar hasta Lurin, en donde, según datos, tendremos que disputarla al enemigo, pues se sabe que allí hai alguna fuerza i que se aumentará talvez con todo el ejército enemigo, una vez que estén ciertos que nuestro ejército desembarca en Chilca, pues hoi, determi­ nado para eldesembarco este punto, crean sea solo una ame­ naza estratéjica i que- después nos marchemos a desem­ barcar en algún puerto dcl Norte, tienen toda? sus fuerzas concentradas en Lima i sus inmediaciones hasta Chor­ rillos. Eilos comprenden bien quo nosotros, para desembarcar­ en Cliilca i 1egar hasta Lurin nece.sitamos lo ménos cua­ tro dias, tiempo de sobra del que ellos necesitan para es­ tablecerse i atrincherarse en este último punto. Varios conocedores de la costa entre Chilca i Lurin, me aseguran que esa playa, i en particular la de Lurin, en esta estación es accesible para embarcaciones menores i que no habria dificultad para echar en k playa, en pocas ho­ ras, 3,000 o 4,000 hombres, que tomarían posesión de ese lugar ántes que llegaran fuerzas de Lima. Tengo para mí quo esta idea merece estudiarse con de­ tención, pues si ella fuera realizable, como lo presumo, nos salvaríamos el gran inconveniente de disputar al ene­ migo ese elemento tan indispensable i que ellos defende­ rán con tenacidad. En e.ste,concepto, querría conocer el pensamiento del señor Jeneíiü en Jefe o del señor Ministro, lo que podria efectuarse, dándoles Ud. conocimiento de e.?ta carta en el momento de llegar a ese puerto, debiendo mandarse un buque a Cerro Azul, donde esperará la última determina­ ción para continuar mi marcha hácia Chilca.

    25-5

    CArÍTüLO SEGUNDO.

    íY

    s

    fe-

    > y

    ta \ \

    ■ i

    \

    Conviene que V. S. haga presente al señor Mini.stro la necesidad de tomar mui en cuenta, para el buen éxito de nuestras operaciones, la.s dificultades que tendria todo nuestro ejército para llegar desde Chilca a Lurin sin agua, pues tengo plena seguridad do quo el enemigo, una vez que sepa qne nuestro ejército desembarca en Chilca, hará avanzar el suyo hasta Lurin, dondo nos disputará ese elemento eu posiciones ventajosas para ellos i difíciles para nosotros. Yo permaneceré en Cerro Azul hasta esperar el resul­ tado dc tais indicaciones. Tiene el gusto de saludar a V. S., su seguro servidor. J. A. Y,o.lácuan .

    >

    XI P arte oficial dc los trab ajos beciios por los Zapadores eu la m archa dc la l . s D ivisión desde Pisco a Lurin, (Inédito.) Lu rm , IHciemhre £0 de ISSO. Señor Ministro; u rtt u a c iiiir ii a ¿ i Y. v , vvS .i.. de U .D IU C ) trabajos iL ttu a jL h to Me permito dar cuenta los que he practicado con el piquete de Zapadores, despues1 (de la nota que con igual objeto presenté a Y. S. en Pisco,, como < sigue; Ai.Lt:/ j A L y i u i i b u

    EN l-isco. Se remendaron 23 lanchas i se les puso bancos i cabillcras nuevas. Se formaron una panadería i una oficina dc correos. En el muelle se construyeron dos escalas dobles de fier­ ro i madera. Desde el .faro de la Yim’cula se cambiaron 16 ríele.» por nuevos de mayor largo i altura.; se reclavó la línea: se hi­ cieron herramiontas i clavos para este trabajo, i so corñpuso ia parto dol muelle destruida por los peruanos. En la caleta (le Paracas o Laguiiillas, con ausiiio do tropa drsl 2. ® de línea, en un dia i medio, so limpió, pro­ fundizó i techó do nuevo la aguada; se construyeron todas las canales; se fijaron con solidez todos los postes, desde la aguada hasta la parte firme del muelle; se hi­ cieron todos los elevadores de latón, i se dejaron prepara­ dos los postes para prolongar el muelle. Ya ai terminarse oste trabajo, se paralizó por órden que recibí del señor Jeneral Villagran de regresar en el acto a Pisco con toda la tropa. Las planillas de gastos hechos en los ti'ab.ajos nspresado.s. me han sido cubiertas, unas por la Intendencia dcl Ejército i otras por órdeu del Estado Mayor respectivo. Los torpedos de fierro estraidos en Pisco, que Y . S. me ordenó conservar para traer al Norte, me vi obligado a hacerlos saltar, despuc.» de debilitarlos, en vista do las perentorias i repetidas órdenes de los señores Jeneral Villagran i coronel Urrutia, a quienes espuse su espresada órden. Con motivo de haberse reducido a cinco hombres el espresado piquete de Pontoneros i no bastando este nú­ mero para as e.xijeücias del trabajo, organicé en Pisco un grupo do esforzados ausiliares asiáticos, que han prestado mui eficaz cooperación. DE PISCO A LU RIK.

    En Jagiiei habia una aguadita de 30 centímetros de diámetro, i de agua 7 contiraetros de espesor. Se desmontó un frondoso grupo de palmas i a,su pié se formó, de madera i con solidez, nna aguada en forma de baño de natación, como dc 14 metros de largo por 3 metros 20 centímetros de ancho. Amaneeia con 75 cen­ tímetros de agua clara i buena; se cstraia constantemen­ te a todo e! rededor para los rejimientos 2. ® , Talca, Gra-

    | i ! :

    naderos a caballo, sección de Artillería, Artillería de Marina i como para 1,000 cabalgaduras, i alcanzo a dis­ minuir hasta 21 centímetros. Se consiruyó otra aguada por cl o.stilo de la espresada, como do 4 por 3 metros, la que se terminó al retirarnos de Jagiiei i quedó con 60 centírnetro.s de mejor agua que la anterior. De Cállete a Cerro Azul se desvió el agna con quo ei enemigo interceptaba cl camino, maltratando la tropa e interrumpiendo nuestra marcha. En Asia so limpiaron i profundizaron tres pozos chicos i fétidos, hasta obtener agua potable i abundante. Además, se construyó, a! pié de una palmera, una abunto aguada por el ostiio de la.s trabajadas en JagUei. De.s­ pues de satisfacer la sed do la tropa i cabalgadura, quedó con 74 centímetros de buen agua. En Chilca so arreglaron, limpiaron i profundiz.aron las tres mejores aguadas que, do inmundas, se convirtieron en buena agua potable. La misma operación se efectuó en otras para las cabal­ gadura.». Eu Cañete, en la hacienda denominada Monta!van, puso en libertad a 23 infelices chinos que, cargados de dobles cadenas, se encerrab¡\n en inquisitoriales prisiones. Me proponía libertar también a los do las hacienda.» vecinas, i me abstuve por haber reprobado mi proceder el sefior coi'onel Lynoh. Dios guarde a Y. S., señor Ministro. A. Y i l l a e r o e l . Al ojfiíií Miws'.ro ái3 la URcrca.

    l>cscri|)Cion ílc,( viaje iror tierra dc la División Lynch. DE TAMDO DE MORA ACERRO .AZI'L. (Oorrüsiwniliiiicia esjieci&l Jo L i pjrel.i.)

    Cerro Azu-l, Dicvnnbrt: '20 de ISSO. Señor Editor; E l dia 16 (Isl presente salió dc Tambo dc Mora el capi­ tau do )onto¡ieri)S don Arturo Yiílarroel con destino a Jagiiei, lovandü cuatro hombre.» de su cuerpo i cuatro chinos,—-.Su misión era proceder a abrir de nuevo los po­ zos (¡ue habían hecho trabajar los comandantes Yávar i Yidaurre, dándoles mayor capacidad i colocándoles pare­ des (le tabla para, evitar cualquier derrumbamiento.— Viilarrool .llegó en la mañana doi espresado dia al lugar indicado, i en él encontró 25 granaderos que, al mando del alíéroz Daroch, cuidiibiin la .aguada, para evitar sin (luda que los enemigos la envenenasen, como pretendie­ ron hacerlo en Pisco. Eu la tarde dc ese mismo dia, ios 2.5 granaderos se pu­ sieron en marcha para Chincha B.aja, cumpliendo órdenes superiores i dejando en Jagüel a Villarroel solo con sus oc 10 hombres.—La noche que estos pasaron no fué del todo tranquila: tuvieron quo desvelarse a pesar de las fa­ tigas del trabajo dol dia, durante cl cual habian dejado a niedio concluir uu pozo grande, formado de ¡a unión de los dos abiertos en dias atrás por via de ensayo, según ya dimos cuenta a üd. en otra correspondencia. A la caida del sol, uno.» soldados de caballería enemiga se habian di­ visado en la cima de las. alturas a cuyo pié está Jagüei, Al divisarlos, Villarroel tomó las precauciones que le fue­ ron posibles, aunque no tenia sino cuatro hombres útiles pava su defensa, pues los otros cuatro uo debía.tomarlos en cuenta..—Sin embargo, los chinos, movidos, sin duda, por su propio temor se .armaron con lus mismas herra­ mientas del trabajo i velaron espontáneamente toda la noche. Los soldados peruanos no se atrevieron a descender a

    2.36

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    Jagüei; tuvieron miedo de acometer a cuatro hombres quo se hallaban a 16 millas del ejército.

    Oon el respectivo permiso del Jeneral YRlIagrau, el co­ mandante Y'idaurro, acompañado de im oficial i un orde­ nanza, so babia trasladado a Chincha Alta, a despedirse del comité estranjero con quien habia tenido que enten­ La noche trascurrió sin otra novedad que c! natural i der como Jefe de las fuerzas existentes en Tambo de precautivo desvelo, hasta las 4 A. M., hora en que llega­ Mora hasta la llegada del Jeneral. ron 80 granaderos a caballo, a! mando del comandante i Ei referido comité recihió a YTdaurre con verdaderas 2. ® jefe dcl Rejimiento don Francisco Muñoz Bczanilla, muestras do reconocimiento hácia ol ejército de Chile, quien ordenó acampar en el sitio para custodiar la agua­ ([U9 tantas consideraciones ie habia guardado, i le mani­ da i vijiiar el camino. festaron que ellos no temian a los chilenos, de cuya Dos o tres horas mas tardo llegaron de Tambo de Mo­ lionradcz i moralidad estaban convencido.?, sino a los pera IGü hombre-s del Rejimiento ríe Artillería de Marina, ruatios, que eran una turba de montoneros i ladrones; los cuales venían comandados por e! teniente coronel Bemanifestaron también que la partida de las fuerzas chi­ navides, 2. ® jefo del cuerpo; i cuando la tropa estaba lenas seria para olios el principio do la zozobra i del aun arreglando su campamento, aparecieron hácia el Norte, peligro. sobre la cima de una loma i fuera de tiro de fusil, como unos 30 liombres de caballería peruana pertenecientes al Nosotros partimos también a Tambo de Mora en la Rejimiento Rimac. Nuestros bravos granaderos tensan su:s caballos desen­ mañana det mismo dia 18, siguiendo al ejército en su mar­ sillados, i por esto motivo, so enviaron por usas isroiito 10 cha por tierra a! Norte i llevando do aquel pueblo recuer­ hombres de infantería, al mando del teniente Feimasuiez. dos mui agradables. A lií ios vecinos .se habian comportado los cuales, a pesar de e.star recieu llegados, treparon cn uu bien con los chilenos; allí los vecinos estaban todos en sus instante las alturas on demanda de la avanzada enemiga. casa.?, como en plena paz, i en el pueblo se veia siempre Esta habia do.?aparccido en .sus famosos caballitos de raovimieutomercaiiril i trabajo. paso; i no so envió caballería en su persecución, porque La sociedad de Tambo dc Yfora es buena i de costum­ no valia ello la pena de estropear las cabalgaduras por ios bres sencillas; la familia que nos hospedó era escelente i arenales, sobre todo si se tenia en cuenta que los 80 gra­ so habia captado el sincero aprecio do nuestros compa­ naderos acababan de recorrer ej vallecito de Topará, al triotas. interior de Jagüei; operación que habian ejecutado ántes ÍjOb vecino,? afincados se habian prestado también de de llegar a este último punto. buena voluntad para .suministrar víveres al ejército, i por esta razón se les ocupó apénas lo necesario. .Esos vecino.? se interesaban en nuestra permanencia, i on mas de una Lo.s trabajos de los pozos no so sns])eiidieron ni un solo ocasión no.? indicaron la conveniencia de que el Joneral momento por ci incidente quo acabamos do referir, i, al ' dejase allí alguna guarnición para cuidar una provincia contrario, so ejecutaban eon admirable toson, cn términos quo podia ser la despensa del ejército i enviarle por mar quo en el mismo dia ss obtuvo el agua suficiente para un ejército. I toda clase de víveres a Cbüca, con pocas horas de viaje. Estas indicaciones tenian por principal móvil el temor Los dos pozos que en dias anteriores habian hecho a las montoneras que debian levantarse una vez que los abrir en via de ensayo los señores Yudanrre i YLívar i que \ chilenos abandonasen ese lugar. sus soldados los pusieron respectivamente sus nombres, fueron convertido,? en uno solo, al quo se le dió 18 metro.? A las 11 A. YI, de) dia ya mencionado, llegamos a Ja­ de largo por uno de profundidad i do.s de ancliui-a. Este grao pozo, como dijimos ya, fué amurado perfectamente güei, donde estaba acampada la División en marcha. Allí con tablones, de modo que parecia un inmenso.cajón. habia un verdadero pueblo improvisado de carpas tam­ El agua vertía en él con profusión, pero no pasaba de bién improvisadas: parecia que una tribu do nómades cierto nivel. Segun cálculos prudentes, podia producir acababa de sentar ,?us reales en el lugar, que se veia po­ blado de houibres, mujeres, caballos, bueyes, vacas, mu as, 20,000 litros en una hora. Un pozo mas chico se trabajó uimbien a poca distancia; burro,s, cabra.?, ovejas i hasta perros. liabia carpas grandes i las habia formadas con mantas i corao ámbos han cjuedado entablado.?, de manera (uie ' no pueden destruirse por derrumbe.?, hoi cuentan los puestas sobre fusiles empabellonados o sobre pedazos de peruanos con un oasis magnífico entro Cañete i Chilca. cañas plantados esprofeso. En el centro de esta población ambulante, i como a dos oasis quo importa un progreso efectivo para estas comar- ¡ cas, Por lo referido, se ve que el patriota Villarrocl ha cuadras de la playa o sea de la orilla del Océano se al­ zaban tres palmas hermosas i verde.?, unidas por ol tron­ trabajado bien. co, bajo cuya ancha sombra se veia el abundante pozo A las 6. P. Yl. dol 17 dcl corriente, cl coronel don Pa­ que surtía dc agua a los precarios pobladores, tricio Lynch, Jete do la Brigada do la l. '’'- División j Jagüoi es un lugar pintoresco por su situación i por su del ejército, se .puso en marcha desde Tambo de Ylora palma triple, aunque tan ávido. Está situado a dos cua­ )ara Jagüei, llevando el resto de la Artillería do Yiarina, dras mas o menos del agua del mar, al pié de un cordon do ioraus elevadas, i es probable que aquélla lo haya in­ 08 rejimientos 2. ® dc línea i Talca i uua batería do ar­ tillería de montaña. La marcha se hizo por el camino dc vadido en repelida.? ocasiones. E l terreno es allí húmedo la playa, costeando el Océano; i aunque el piso es cn par- i i con tendeaeia a sovcenag(>.so. En Jagüel hai mucho ma­ tes algo avenoso, la buena dirección del Jefo i la sub- ' risco i .sobre todo chargas, las cuales son mui agradables. división de la jornada en pequeños de.scansos cada una hora, hicieron feliz el viaje. La tropa llegó a Jagüei per­ fectamente. fresca i contenta, a las 2.3 A. M. de! 18, i tres horas despucs arribó al mi.suio punto el comandante don Tomas Yávar con .?u Rejimiento Granaderos a ca­ ballo, que en esa misma mañana habia dejado los potre­ ros de Chincha Baja o sea la hacienda del Cañar, dondo tenia su campo. Junto cou Távar llegó el comandante dcl Rejimiento de Artilleria de Yíarina, el cual había demorado por un asunto de que también debemos dar cuenta.

    A las 2 P. i\I., cuatro carretones cargados con barriles i tinas en que ae liabia dado do beber a los animales, par­ tieron con dirección a Cañete, siguiendo siempre el cami­ no de la playa, que empozó luego a ser ascendente hasta, treparse sobro la altiplanicie. Al mismo tiempo, la.? bandas de música se dojaban oir por todas parto.s, tocando llamada para emprender de nue­ vo ¡a caminata. Todo el campo se puso cn movimiento desde que em­ pezó a oii'se las bandas, i a las 3.15 P. M. desfiló ia caballe­ ría que debia marchar directamente i sin detenerse hasta el

    CAPITULO SEGUNDO. rio de Cañete. Un instante despnes desfiló la División en este órden; Artillería de Marina, Rejimiento 2. ® de línea, artillería do montaña i Rejimiento Talca. A retaguardia de cada cuorpo iban las cargas de equipajes i los anima­ les pertenecientes a él. A las 5 P. M., los cornetas tocaron alto i en seguida descanso. Nos hallábamos sobre la altiplanicie, en ol tér­ mino occidental de una inmensa pampa completamente árida i desierta i a una cuadra mas o ménos de un preci­ picio que tenia por sima cl Océano. A nuestra derecha corría el alambre telegráfico en diroeciou a Cañete. A las 5.20 P. M. se tocó nuevamente atención i en se­ guida marcha, i la inmensa columna se paso en movi­ miento con un órden verdaderamente admirable. E l co­ ronel Lynch, desmontado i con el caballo de la rienda vió desfilar toda la División hasta su último hombre, i en seguida partió a tomar la cabeza, una vez que se cercioró de que todo marchaba bien. La tropa iba fresca i contenta, pues el camino era llano i sin me'dano; el tiempo fresco i agradable. E l telégrafo continuaba siempre a nuestra derecha. A poco de habernos movido, 60 muías cargadas con barriles pasaron adelante del ejército, conduciendo agua para esperarlo en cierto punto dado, a fin do que la tro ja pudiera rellenar sus caramayolas, caso do necesitar o.

    257

    Puesta la División en movimiento, en dos jornadas mas so hallaba como a dos leguas del rio do Cañete, i encon­ trándose en su descanso matemático, en medio do una niebla arrastrada espesísima, llegó otro parte del comandanto Yávar, avisando que el enemigo habia vuelto a intentar una sorpresa a merced de la oscuridad i a pesar de haberse retirado prudentemente, i qué, a juzgar por sus fuegos, crcia qne no pasaría de 250 hombrea. Lynch no quiso por esto fatigar su tropa. Marchó con la regularidad dc costumbre, i al llegar en una segunda jorgada a pocas cuadra.» del local en donde se hallaba en espectaviva la caballería, se supo que ésta habia perdido hombre.» i caballos, teniendo tres mas de los últimos he­ ridos, i que esto liabia ocurrido en otro ataque dado cerca del amanecer por los cholos que pretciidian aprovechar lo esposo dc la neblina.

    E l Rejimiento de Granaderos so hallaba un poco mas ab;ijo de la cumbre de una colina, detrás de la cual habia una especie de quebrada limitada al Norte por una cu­ chilla mas baja i aguda. Desde la cinaa de esta cuchilla se divisaba el valle, estando a tiro corto do fusil do sus orillas. Sobro la p,arte mas alta de la colina que servia de pa­ rapeto a los Granaderos, habia seis de éstos en observa­ ción al mando del alférez Y^ivanco, Nosotros, que queríamos verlo todo, avanzamos hasta el lugar de la descubierta, pero desde ahí no se veia otra cosa que la cuchilla tras do la cual so dilataba ol valle, Despues de una hora de marcha, so volvió a hacer alto, i Lynch esperó un rato a que la camanchaca se hiciese dando 20 minutos de. descanso a los soldados. E l ejército , ménos densa, mandando intertanto alistar las tropas para marchaba siempre sobre la estensa altiplanicie, entre el i combate. borde del precipicio quo descendía hasta el mar i la línea i En el rostro de nuestros soldados .se vola pintado el ma.» tcle|¡[ráfica. espresivo entusiasmo. Nuestros roto.» hacian votos por­ Ln a héra de camino i 20 minutos de descanso fué el que los peruanos se decidiesen a esperarlos i a resistirloSj sistema de toda la marcha, con escepcion del segundo siquiera por un momento. Deseaban tener uu instante de descanso, cl cual duró dos horas en esperar la salida de diversión. la luna para evitar cualquier estravio i para dar a la tropa En seguida se dió la órden de marcha, .El cuerpo de un pienso de sueño. Artillería de Marina, colocado a la vanguardia, salió ade­ Durante el quinto descanso, i encontrándose la División lante inclinándo.»o un poco .a la derecha, i la artille­ en el lugar donde la esperaban los 100 barriles de agua ría de montaña lo siguió inclinándose liácia el mismo que habian conducido as muías en las 50 cargas ya es­ lado, sin duda a tomar una parte dominante de la cuchi­ presadas, so recibió un propio del Rejimiento do Grana­ lla para poder operar sobre todo c! valle. Detrás de estos deros a caballo que traia parte dc novedad. La caballería cuerpos seguían el ’2. ° de linca i el Talca. habia llegado a las 10 P. M, a la orilla dol valle del río La descubierta de caballería avanzó al galope para Cañete,, i detenídose allí para esperar la luz de la luna. inspeccionar el campo enemiga. a fin de evitar cualquier sorpresa. Se hallaba el Rejimiento j Desplegada on batalla i on perfecta formación, la Ardesmontado, cuando de súbito, i a merced de la o.»curidad, tillcría do' Marina, con el comandante a la cabeza, marchafué sorprendida por un nutrido fuego graneado de fusile­ ' ' ba .sin precipitación .alguna dc.»pue.» de haber' ejecutado ría, que salia desde el fondo de im fo.»o situado a su iz­ cierto movimiento i de haber hecho adelantar unos cuan­ quierda i de detrás do una pared situada a su derecha. El tos pasos la. 4 Y compañía del lc.r. Batallón al mando comandante Yávar habia desplegado una guerrilla acto del teniente don Ricardo Eker.s. continuo en dirección al punto do los fogonazos i mandó Llegada a la cima do la cuchilla la compañía guerrille­ enfrenar i montar al resto del Rejimiento con el fin de ra, tras de la cual iba el coronel Lynch, se .notó que el retirar.»e, pues la noche era mui oscura, el terreno deseo- , YWo parecia desierto. Allá a lo lejos, se veian algunos nocido i el lugar inaccesible para la caballería. ' .................... ' ........................... ' hombres, que, a! parecer, huian. Bero no obstante, i en La retirada se habia hecho despues do un fuego gra­ previsión de una emboscada, la compañía de avanzada de neado recíproco. Artillería de Marina, al toque de corneta, se dispersó, for­ Yávar ignoraba quéjente era la que lo habia sorpren­ mando una larguísima línea i avanzó así hasta los pozos dido i cuánta. Ni una ni otra cosa habia podido recono­ i murallas. cer por causa de la oscuridad. Entre tanto, los demás cuerpos venian ya descendiendo en la misma dirección. Todo fué observado i rcjistrado. En la pampa del fal­ E l coronel Lynch oyó el relato del parte con la mayor deo, ántos dc llegar a las murallas i zanjas que demarcan tranquilidad,! con cierta sonrisa dijo: — “ No ha de ser cosa que merezca la pena; talvez al­ el principio del vallo, habia solo vestijio de un campa­ guna montonera de cholos quo no ha de amanecer ya en mento. Se hallaron algunas fundas de rifies, un cajón de municiones v.acío, i a su lado algunas cápsulas de Reming­ su puesto.” Én seguida mandó que el agua de algunos barriles ton. Los ra.stros de los cholos estaban fresco.» i .se velan fuese vaciada en fondos quo se traían para el rancho i huellas como de dispersión o desbandamiento. Uno de los ^ granaderos recojió una qne .so proveye.»e a la tropa de la necesaria. „ de un potrero . , .yegua _ La operación so ejecutó sin alteración alguna del órden, rocilla grande, con silla militar, de la cual pondia un saen cerca de una hora, i una vez terminada, se mandó ble de buena clase. Eljiuete.se habia escap.ado por entro tocar atención i marcha. los montes, abandonando su cabalgadura. La compañía guerrillera, al toque de la corneta, volvió TOMO VI,—

    33

    25S

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    & concentrarse, haciendo un lujo,«o nioAumiento como en sus ejercicios de instrucción, i continuó en columna ade­ lante, entrando por una calle en dirección a un pueblecito que se veia a poca distancia. Despue.? de haber andado algunos minutos, Elrors se desprendió con unos cuantos hombres i un corneta, internándose por entro espaciosos potrero.?,i apoco oímos algunos disparos. Estando coronel Lynch desmontado ya on lahadienda de llorvai Rajo, después de haber dejado bien alojada la cahailería, llegó eí teniente Ekers de su escursion, tra­ yendo un prisionero, a quien tomó con ,su Remington i rdgunas cápsulas. Un compañero de Este so le habia esca­ pado también armado, después de hacerle dos disparo,? con Ramingtou, E l prisionero andaba vestido con camisa de color; pan­ talón do peón i sombrero de paja, no tenia calzado; pare­ cia un simple paisano armacio, lo que nos hizo presumir que sin duda habia botado su traje militar. Por esto prisionero ,se supo que la fuerza peruana se habia puesto en fuga para el nuevo pueblo de Cañeto; que dicha fuerza tenia 365 hombres f el Rejimiento Riinac, al mando deí corone! Sevilla, i ciento i tantos hombres do infantería, al mando del coronel don Victori­ no Arceniega. E l preso no sabia nada de muerto.? ui heri­ dos. ])orquo dijo haber e.scapado áutes do pelear, i nos in­ formó de que el coronel Zamudio se habia quedado en el pueblo de Cañete, sin ir a la sorpre,?a. Nosotros, al pasar por el campo del tiroreo, vimos tres caballos de Io.s peruanos, muertos; i mas tarde se halló en rm potrero un cholo, también muerto, a quien ya habian empozado a picotear los jotes hambriouto,?, que en esa comarca los habia por miliares. En líorvai Rajo acamparon las infanterías a la orilla de unos bosques i vcg.as que se veian hermosos en un ter­ reno mucho mas bajo, Estaban como a tres cu?.dv.as de la playa del Océano, Hervai Bajo es una hacienda que parece haber estado mucho tiempo a,bandonada por su dueño, que os peruano; tiene una maquinaria de vapor, cuyas piezas estaban todas enmohecidas i acaso ya inútiles, i no había veatijio de haber vivido alií jeme docente. Sus casas son raui osjiaeiosas, i están rodeadas do una série de cuartuchos de caña, todos lo.? cuales se Inillaban abandonados, aunque .se veian en la calle algunos perros i gallinas, c ue indicaban tener amos i.aiidar éstos ausentes. Desde e punto de Hervai Bajo se divisa todo el in­ menso i rico valle de Cañete, lleno de frondosa vejetacion, de húmeda.? vegas i numerosos arroyos. Allá a lo léjos, al estremo Norte de la campiña, por cuyo centro atraviesa ol ancho i trabajoso rio ( ue lleva el nombre del lugar, i casi a ia falda de unos cerrillos ba jos, caprichoso.? i árido?, se ven tres pueblos, cuyos edificios deben ser mui regulares. fjo.s tres pareceií o.star en línea paralela desde el mar al interior; e! primero es el nuerto de Cerro Azul, e! sejrundo el de Cañete Viejo, i'el último el de Cañete N-íevo, asiento de la Sub-prefectiira; entro unos i otros median distancias que no pas.an de do,? leguas. La División llegó al ya dicho punto do Hervai Bajo a las 10 A. M., i una voz acampada convenientemente*, ,se mandó recojor algunos cholos montcnercs i preparar oi rancho. E l dia trascurrió .sin ninguna novedad. La tropa esta­ ba onterarnento fresca i contenta. Parecía que no había hecho una marcha tan larga. Los soldados cou puerta franca, pues no habia otra casa ni pueblos inmediatos donde pudieran entretenerse, so pusieron espontáneamen­ te en faena de a.seo pensona!. E l arroyo cristalino i cu­ bierto de sombras i do árboles quo corre al pió del alto do Hervai, se veia lleno (,!e soldados en um largo trecho, los

    cuales, despuo.? ds haberse bañado, se ocupaban en lavar sus vestidos. Los arbustos .se veian cobijados de piezas de ropa espuestas al .sol i al aire para secarse. Se nos figuraba estar sn un campamento de la mas tranquila guarnición. En la tarde se dió a la tropa un escelente rancho, mui bueno, pero sin pan, porque nolo habia. En la noche, ántes de acostarse, el coronel Lyncli dcst pacho unas cargas de agua para ol fiu de que .?e situaran cn cierta parto del camino para darla al resto dé la bri­ gada que debia venir en marcha desde Tambo d'e Mora. Ese resto se componia de los rejimientos Atacama i Colchagua, i una batería de artillería de montaña.

    A lus 2 A. M. de dia 20, es decir de ayer, las bandas do música tocaron la diana i los campamentos se pusieron en actividad. Pocas horas ánles, el coronel Lynch liabia recibido cor­ respondencia dcl Jeneral Y^illagran, anunciándolo que el resto de la brigada venia en marcha i que él eon la 2. ^ Brigada do la División de su mando haria el viajo por mar para desembarcar en Chilca, donde Lynch debia, sin duda, aguardarlo. A las .3.30 A. Yl. las cornetas tocaron atención i a las 4 batieron marcha. E i Rejimiento de Granadero.?'a caballo se dirijió por el camino dc la playa hácia Cerro Azul, i las infanterías cou la artillería do montaña, guar­ dando el órden anterior, tomaron el camino do Pueble Vie­ jo, para pasar también a Osno Azul. Fué necesario atravesar el rio de Cañete i sus trabajo­ sas vegas i esteros, lo' cual hizo la tropa descalzándo.?e i ' sacámtose los pantalones, por no haber absolutamente I otro medio posible i ser pesadísima para la infantería la ¡ vía de ia playa. . Los granaderos hicieron su marcha sin novedad hasta ! Cerro Azul, pasando por una magnífica hacienda i esta­ blecimiento
    i

    , , • x i 11 i i ■ i , pasó aquí sm novenad. En este puebb había, des­ de tiempo ntirás, mucha miseria. Y’'arios estranjeros mani­ festaron al comandante Yávar que hacia tres, dias no comían carne ni pan, i uno de olios, comercianto pudiente, pidió ai jefo chileno lo hiciese el favor de darle un pedazo de carne en cambio de unas botellas,do vino que le rega­ ló, Yávar, lo mandó un trozo de carne fresca, A pocos momentos de, habernos instalado en la casa donde se enarboló lá bandera, sé presentaron espontánea­ mente al comandante dos Individuos peruanos; uno de ellos era un viejo Ilaroado Tomas Mendoza, hombre indu­ dablemente pacífico i bonachón, el cual ,so nos ofreció á todos para servirno.?, declarando que éi estaba a las órde­ nes de quien mandase cn el puerto. A la sazon que esto decia, un italiano vino a dar parte de que unos chinos, andaban robando., Entónces Yávar comisionó al viejo Mendoza para cuidar de que no se h iciesen robos, i éste

    CABÍTÜLO SEGUNDO.

    cumplió con muciia eficacia su comisión, titulándose go­ bernador. Esto gobernador nos barrió la casa i-no.» buscó una mesa de escribir. Presentóse también un íutrecito con mucho salero eu el ahdar, morenito de color i raquítico de estatura, llama­ do José León-Mendoza, i so exhibió con un speech,poüo roas o ménos, en estos términos: "Señor jefe: Y’o soi peruano i no e.»trañará S. S. que, como tal, desee el bien de mi patria (aplausos). .Kn es­ te pueblo ejerzo el majísterio i soi apóstol de la inscruccion de la humanidad, reconociendo por lo tanto a todos como mis sernejantes. Mi.» compatriotas hau huido i cor­ rido como unos gamos en toda.» direcciones, i yo no ho podido hacerlos comprender que los chilenos soiijeneroaos 1 muí civilizados i que es falso cuanto han dicho de ellos. E l rli¡i del eumbate con el ejército de Chile en las alturas (ie Hervai Bajo, es decir ayer, pasó por aquí el coronel Zamudio, i no hallando vapor en qué embarcarse, se fu(í jcr tierra para Lima. Los coronelas Areeuiega i Sevilla se ran fugado con su.» fuenzas dirijiéndose para lim a perlas Hormigas, es decir, por Cañete adentro. Sé (jue mis compa­ triotas han muerto a ustedes 80 granaderos, i (.¡ue iiosotro.» hemos tenido solo cinco hombres muertos, que se entorr»iro» ántes de huir, 14 heridos i 3 caballos también muer­ tos, 8. S. me tiene a sus órdenes, i si se íe ofrece algo que interrogarme, puede hacerlo desde luego, pues estoi pronto a conrestarle.” Yávar le respondió: “Está urui bonito .»u discunso; yo le interrogaré cuando lo crea necesario. Puedo üd. retirarse a su casa. Está despachado. E l preceptor salió braceando i borneando la cola. Era un peruano en regla; nos hizo reír mucho.

    259

    parados i De(lrego.»os, i delante de su término se levanta una roca de granito aislada, en forma de columna do mau­ soleo, la cual parece blanqueada por el efecto del estiér­ col de los g.aliinazos que sobre eila se ¡)o.»!in, La única ofielnu pública que se encontró fué la do la Carutanía del puerto, situada al costado Norte del esprasatlo muelle. La población no debo pasar, en tiempo normal, de -SOO liabitantes. Ahora no hai 100.

    La.» infanterías i la artillería que'se vinieron do irlervai Bajo por el camino del Pueblo Yiejo con el coronel Lynch, hicieron su viaje sin novedad. Como a las 9 A. M. llegó la fuerza a la hacienda peruana de Unánue, a la cual requirió cl coronel Lych por uua cantidad de gan.ado para dar de comer a su tropa. E l administrador espu­ so lio tener animales i ofreció en cambio dar su valor co­ mo equivalente, proponiendo el mismo 20,000 pesos, que lo fueron admitidos i qno entregó on letras preparadas de antemano para la casa de Graham Rowe, de Valparaiso, De Unánue, se continuó ¡a marcha hasta las 11 A. M,, haciendo alto eu la hacienda de Montalvan, propiedad que fuó del ilustro Jeneral O’Higgins. A ilí el coronel Lynch i sus compañeros tuvieron ooasion de contemplar con patriótico respeto varios objetos que pertenecieron al ilustre chileno i que ol usó durante su gloriosa exis­ tencia. En Ja e.»presada hacienda se dió su rancho a la tropa i uu descanso conveniente, poniémlo,»e de nuevo enm.archa a las 4.30 P. M. Antes dc hacerlo, se dió libertad a multitud de chinos que allí tenia presos cl administrador de la hacienda: chinos que estaban engrillados sin orden alguna do .au­ A ias 11 P. M. sentimos dos disp.aros do arma de fuego.. toridad legal, desde hacia mucho tiempo, H a b ia n algu­ En seguida llegó una parte del campamento. Un grupo nos (¡uo llevaban cinco años do tormento i de prisión tan do hombres sospechosos habla aparecido a inmediaciones infameuiéi.itc cruel, cargados de cadenas. del campo i tros individuos a caballo se velan en obser­ vación, sobro una-loma inmediata. A ias 7 P M. llegó ia División a Pueblo Yhcjo.i conti­ YCávar se trasladó al campamento, i miéntras impartía nuó su camino .sin detenerse en la. población, dirijiéndose las órdenes necesarias, llegó a la pla.za el Piejrmieirto de a Cerro Azul, Artilloría de Marina cou .su coTnandanto a la cabeza. A las pocas cuadras del pueblo, los callejones estaban Esta eircunstónciñ restableció la tranquilidad interrum­ intencionalmente anegados on paútanos intransitables. pida i todo volvió a su calma anterior.. 1 Parte.» habia donde ei agua tenia mas de media vara do ' profundidad. La Artillería do íilariria, que venía a la. cabeza, intentó CeiTQ Azul es un puerto cuya balda tiene la forma de pasar a todo trance, a pesar: do la oscuridad de la noche, una herradura dc muía, i e.s estrecha. Sin embargo, su para llegar a Cerro Azi:il, dondo ora presumible que el desembarcadero es bastante malo. enemigo intentase dar algún malón a los Granaderos, pues Treno un muelle mui regular i de forma curva, que .se 0 0 podia tener otro objeto la iuterceptacion de lo.» ca­ introduce al mmr unas 100 varas sobro pilares de fierro;— minos. en él Jrai pescantes, donkey.» i rieles de un ferrocarril an­ E l rejimiento entero atravesó mas de seis cuadras do gosto, por donde transita una maquíníta pequeña arras­ molestos pantanale.», i .salvó al fin todas ias dificultades trando siempre convoye:» de azúcar de ios establecimientos del teri'ono, en tanto quo oi resto do la División contraqne en Cañete Nuevo i en Cañete Yiejo tiene la testa­ marchaba. Se entiende que todo era así ejecutado por mentaria de un señor Swim. órdon del ooronci. E l referido muelle es propiedad particular i estaba con E i 2. ® de línea, el Talca i la arliilen'a de montaña b.andera inglesa, lo cual no ha obstado para que .sirva al acamparon cerca de Cañete YTejo, i la Artillería de Mari­ Gobierno del Perú,durante la.guerra con nosotros. na entró a la.» 12 P. M. en la plaza de Corro Azul, sin E l pueblo de Cerro Azul tieiie do.» fracciones porfectnnovedad. mcntó' separadas: una es un barrio que está en el puerto desde el arranque mismo del muelle i tiene una sola calle .Üiciemhre 21. como de tres cuadras de largo: allí están los mejores edifiicios.— La otra es uu barrio distinto, separatío por un Hoi, a las 7 A. M., entró Lynch coa la División, tarnbion espacio de tres cuadras del primero i formado también sin novedad alguna, i cinco hora» mas tarde llegó el resto por una^ sola calle larga, como de cuatro oimaras; ántes do la fuerza que venia de Tambo de Mora i que dejamos de terminar esta calle, hai cuatro manzanas al costado a la vista al partir de Hervai Bajo, Sur, entre las cuales se eueiita una plaza de armas que E l comandante don José óhcente Dávila, ayudante parece un gran corral, donde hai unas cuantas casas, un , erieral del Pistado Mayor de la 1. División del ejército, cuartel i una igiesita antiquísima.— E l cuartel tiene cor­ la venido desempeñando el papel de Jefe do Estado Maredores, con pilares de cañas forradas en barro i blan­ vor en la brigada del coronel Lynch, i se ha corrducido queadas a cal, hasta ahora perfectamente. Hai una acequia con agua corriente de mui buena ca­ Esta tardo, a las 4 P, M., parten las fuerzas para Chilca. lidad. En otra correspondencia de.»cribiromos el viaje. E l muelle tiene a su costado Sur un cordon de carritos

    GUERRA DEL rACÍEICO.

    260

    Antes de concluir, debo hacer presento que el servicio sanitario ha andado exacto i perfectamente. La tropa ha tenido poco» enfermos. E l doctor Arce, jefo de la 1. Ambulancia que sirve la 1.'^ División del ejército, ha llegado hoi con el resto de la brigada i sigue por tierra, con nosotros. Es mui digno de obsorvarse, en lo que dejo referido, qne la resistencia dol soldado chileno para hacer a pié marchas tan pesadas i difíciles, es superior a toda ponde­ ración. Don Benjamin YTcufia Mackonna, en un artículo publicado por E l Mniicuiuo, dijo con rancha razón que cl camino de Chincha al Norte era impracticablu para un ejército, i que perdería !a mitad de su jente aquel que acometiese tau árdua empresa. Pero este es el caso de decir que no hai regla sin escepeion i que los soldados chilonos son una escepcion do todos los demas soldados. Nada es comparablo al sa­ crificio de estos hombres patriotas i abnegados, i es mui satisfactorio verlos a todos aquí ta! como salieron de Tambo de Mora, contentos i con inquebrantable buena voluntad para continuar la obra del bien de la patria. No so ha quedado ni un .solo hombre en el camino; todos se han mostrado superiores a las dificultados de la Natu­ raleza i las han vencido con bizarría. La buena dirección dcl Jefe ha contiábuido en mucho i debemos tributarle un merecido aplauso. Nosotros so lo enviarao,5 con sinceridad i entusiasmo. Es mui digno de llamar la atención el mocto como los peruanos han dado en hostilizarnos. Se han constituido on montoneras. Sus muchedumbres descalzas, a veces montadas, i confiadas en su ajilidad para ocultarse en los bosques, so han armado a fin de de,scargar una salva cu los caminos de.?de los cafiavorales, i huir. Eso no es hacer la guerra civilizada: eso es ponerse fuera de la lei. DE CERRO AZUI. A LUUIN,

    De Asia a Bujama solo dista cuatro leguas largas i, por consiguiente, forzando un poco la raarcha, podía llegarse con la infantería ántes dc caer la noche.—En efecto, en cuanto comió k tropa, Lynch se puso cu marcha con el Rejimiento de Artil ería de Marina i k batería de arti­ llería de montaña, dejando dispuest.o que al salir la luna siguiesen sus pasos los demas rejimieutos. E l camino dc Asia a Bujama, lo mismo que el do Cerro Azul a Asia, ora sumamente árido i arenoso; pero los sol­ dados llevaban sus caramayolas bien repletas. Como a legua i media del punto de la salida, hallándose la División en marcha, se incorporó a ella el alférez Aliiiarza, de Cazadores a caballo, que con 25 hombres de su rejimiento habia sido desembarcado en Chilca i enviado por el Jeneral Baqüedano a encontrar a Lynch con ol encargo do que apresurase su marclia hasta la caleta de Curayaco, cuatro leguas al Norte do Chilca, donde debia desembarcar ol ejército traido de Arica. ,E1 alfarez Almarza habia pasado por el valle que ocu­ paban los montoneros e incorporádose a Yávar, a pesar de los disparos que con profusión le hicieron en el trán­ sito. Los Granaderos estuvieron también a punto de dispa­ rarle i aun creemos que le dispararon, pues no lo cono­ cieron de.sde léjos i lo veian venir del lado del enemigo. El citado alférez manifestó a f.ynch que, seguu informes que habia podido recojer de aiguuos paisanos, los choclos armados no bajaban do 4,000. AI salir de Cerro Azul se habian dado al comandante de Granaderos 24-infantes montados, del 2. ® de línea, en previsión precisamente de que pudiera repetirse lo de Cañete al entrar al valle. Estos infantes debian desalojar a los montoneros, en el caso de que se presentasen nuevas emboscadas i en número no exhorbitante de enemigos. Cuando éstos comenzaron sus fuegos desde cl bosque, los 24 hombres del 2. ® de línea, mandados por un oficial, se desplegaron en guerrilla, i disparando con dirección a a los fogonazos, se echaron sobre el bosque a paso do trote. Los enemigos no intentaron esperarlos, a pesar de sor aquéllos tau pocos; apagaron sus fuegos i desapareció en breve todo rumor. Se habian retirado por entre los caña­ verales i huertas, sin volver en esa tarde a su estéril hos­ tilidad. Los del 2. ® se comportaron bien i se mostraron llenos de entusiasmo i contento, creyendo que'iban a batirse con un enemigo resistente. Se equivocaron, pues sucedió lo dc siempre: los peruanos huyeron en cuanto so apercibieron de quo se les acometía do frente. Hé aquí el parte del comandante Y"ávar al coronel Lynch pidiéndole mas infantería:

    Chilca, Diüiemhre 24. Señor Editor: E l 21 del presente llegamos a Cerro Azul despues do un viajo cuyos pormenores le comuniqué en mi corrcsjondencia anterior.—Nosotros creíamos haber llegado a o superlativo de las dificultades en el camino de ías infantorías desde Tambo de Mora; pero vemos que aquellas largas i penosas jornadas por el desierto, marchando por sobre la arena, han sido por senderos cómodos, compara­ dos con los que la División lleva hechas hasta aquí desdo "A la ard ía del valle de Biijavw ,, Diciembre 22 de 1880, Cerro Azul. Salimos del espresado pueblo el dia 21 del presente, a Señor Coronel Lynch: las 4 P. M., habiendo el coronel mandado la caballería Desde Asía he encontrado rastros frescos que dan eviadelante, para que llcga.se a Bujama en la noche del I dente seguridad de la prc.sencia de postas dol enemigo. mismo dia. He llegado hasta Bujama, legua i media distante de Mala, La iníantería empezó su marcha por tm arenal interlugar do forraje i agua, pero montuoso, i no se ha hecho es­ rainabie, dondo los pobres soldados podian apénas cami­ perar la presencia del enemigo,puesto que en los momentos nar enterrándose hasta los tobillos en la arena. Por este que me disponia a refrescar el lomo de los caballos qui­ motivo se andaba con mucha lentitud. No obstante, i sin tándoles las sillas, i darle de comer a la tropa, se nos hi­ incidente alguno notable, la División llegó a Asia, des­ cieron varios disparos desde un bosque tupiao inmediato. pues de ocho leguas de arena!, a las 9,30 A. M. dol dia 22. Una avanzada colocada en un lugar dominante ha podido A, ks 2 A. M. del mismo dia habia pasado por allí el ver fuerzas un tanto numerosas. Rejimiento de Granaderos a caballo, dejando en el lugar Creo no engañarme asegurando que es el coronel Sevi­ al capitán dc Pontoneros, don Arturo Villarroel, para que lla que se encuentra en ésta con su fuerza. Como bien pu­ arreglase los pozos. diera repetirse la escena dc noches pasadas, i no pudiendo hacer nada con la caballería por el lugar quo ocupan, le En ese mismo dia, al caer el sol, debia continuar su agradecería a Y . S. rae mandara unos 150 infantes para marcha k fuerza con dirección a Bujama, para pasar a pasar k noche, por creer insuficientes los 24 que me acom­ Mala; pero a poco de haber acampado, se recibió un parte pañan. del comandante Yravar de los Granaderos, anunciando que Dios guarde a V. S.— Tamás Vávar.’’ los enemigos estaban a k vista, i que no lo habian dejado entrar al valle, porque se hallaban emboscados en sus Apurando k marcha cuanto era prudente, se llegó a las orillas. 6 P, M. al punto donde se decía que los enemigos esta­

    CAPÍTULOSEGUNDO,

    í ( I

    í ( I i

    i i l

    ( ( (

    i.

    261

    En cuanto nuestros soldados avanzaron, se perdieron ban. Claro es que no habían de encontrarse. Nunca se halla a los bandidos en su sitio cuando les busca ¡aju sti­ los montonero.? en lo.s bosijues i no so pudo ver a ninguno. Un poco mas adelante ,?e repitió una e.scena parecida, cia. Aquellos hombres (los montoneros), mandados por el corono! peruano don Joaqnin Retes, eran nna chusma de ; pero esta vez la emboscada enemiga íué dirijida al Reji­ paisanos, a juzgar por sus trajes, pues andaban todos sin ' miento Talca, causándole la muerte de un soldado. Durante casi todo el c.arnino hasLa llegar al pueblito de uniforme militar. A lo monos, podemo.s así .asegurarlo res­ Mala, donde entramos a las f).30 A. M. del indicado dia pecto de los que vimo.s. Luego do legar la tropa so acampó a la entrada del 23, tuvimos que soportar tiros aislados que nos hacian los valle, yendo la artillería de montaña a alojarse en el cam­ cholos desde ios bosque.? por el solo placer de ver si podian pamento de los Granaderos, que era en la pampa, a pocas matar a alguno de lo.? nuestros. Por fortuna, tiraban sumamente mal. A haber sido cer­ cuadras del forraje, que lo mandaban traer en gavil as. teros, habrian causado impunemente muchas bajas a la Divfision. A l amanecer del dia ,siguiente 23, todos los cuerpos En el tiroteo seguido con la Artillería de Yíarina, so juntos marchaban con dirección a Mala, cruzando los conocia que el propósito de lo.? cholo,? era matar al Jefe valles mas hermosos. Se habian reunido en Rujama cn lo.s quo venia a la cabeza, pues nosotros quo nos hallábamos momentos do marchar. entonces junto a él, lo mismo que cl uoctor don José A r­ Como a una legua do camino empez.aron las íiestos. ce, cirujano imayor de la 1. ambulancia, sentirnos oí en­ Nos hallábamos cerca dcl coronel Lynch, al frente de las demoniado silbido de las balas que pasaban siseando por casas de Bujama, donde habia estado funcionando una cerca de nuestras orejas. Lynch se manifestó sereno. máquina telegráfica i trasmitiendo partes a Lima. En Chi ca no tenia oficina el tele'gr.afo. En rrovisum de un E l pueblo de Yíala es un villori'io insignifiante: es una desembarco de nuestro ejército, la oficina iiabia sido tras­ ladada a las reforid.as casas do la hacienda de Bujama. gran ranchería de cañas embarradas i la m.ayor parte sin A llí se recibían por espresos de tierra los orijinales de .flíinquco. Los techo.? de las casas son casi todos.de enca­ Chilca u otros punto.?, i así so mantenía la corresponden­ trados con esteras de totora encima, Hai una placita per­ fectamente jiarecida a un corral rodeado de caballerizas cia oficial. de campo, quo son lascrtsuch.as de los habitantes. La igle.sia es un ranchón grande con techo abovedado, formado Decíamos que nos encontrábamos como a una legua de ^ eon c,añas i barro. nuestro punto de partida, i toníaroos ,a la vista un cerrito : Íílu esta población no paró la División ni un instante, redondo i de unos 500 metros dc elevación, el cual se veia i E l coronel Lynch .se apeó en la casa del eur.a, el cual juró coronado de jinetes montoneros. E l Rejimiento de A rti­ i i protestó que era un peruano inofensivo, como todos sus llería de Marina marchaba a la vanguardia, i nosotros nos i feligrese.?; manifestó que los habitantes do la localidad haliabíamos detenido a revisar algunos documentos perua' bian huido a causa de ks grandes calumnias que so haoos i a observar con anteojos a los enoinigos. j bian propagado contra el ejército de Chile, sobro que maGuando no lo esperábamos, empezamos a oir una serie I tab.an los varones i Las viejas i se llevmb.au a ks jóvenes; de disparos de fusilería, que los montoneros díríjian des­ I .agregó quo él habia desmentido siempre esas calumnias, i de la altura a la vanguardia, la cual iba ya próxima. Por ' no habia podido persuadir a sus ovej.as del gran error cn cierto que no v'alia la pena de distraer fuerzas caminadas i que estaban. Manifestó que tenia la mas alta idea de la i que iban de camino, en llevar un ataque a los bandidos i civilización de Chiie, i que tan era así, que todos sus li­ de los bosques, sobre todo cuando liabia necesidad de apre­ bros eran de autores canonistas chilenos. surar la marcha hácia el Norte. Lo mas quo se podia Interrogado sobre si h.abia alguna fuerza en San Anto­ hacer, era ahuyentar esa chusma, disparando sobre elia nio, que está a una legua mas al Norte, espuso que no cuanto fuese posible. habia ni montoneras ni n.ada, i que él aseguraba no se­ La avanz.ada de ia Artillería de jMarina contestó los ríamos allí molestados. disparos, así quo se hubo aproximado lo suficiente, i en­ En Mala, pueblo que, .aJuzgar por su número de casas, vió además un piquete de fianqueadores p.ara que, si­ tendrá unos doscientos pobLadores, supimos que hasta guiendo el camino, flanqueasen el cerro inter se ontrcioallí se había traido desde Cañete al prisionero tomado nia al enemigo de fronte. a los Granaderos, de que ya dimo,? cuenta en otra eorresEn estas circunstancias, Lynch ordenó quo so disparase pondcnci.a. Lo traían con ks manos atadas por detrás, i sobre las montoneras con una pieza de artilleria, lo cual solo en Ylala lo desataron, dejando ver entonces una he­ se ejecutó haciéndoles dos veces fuegos con granad,as. Al rida circular i honda en la muñeca de la mano derecha, segundo disparo, que fué un poco alto, ion vista del mo­ qne no se sabia si era ocasionada por las ligadunas o por vimiento de los fianqueadores, los cholos desaparecieron golpo de SEiblo. huyendo para los bosques.

    Terminado .así este incidento, la División continuó su marcha tranquila, no creyendo quizas tener que habérse­ las con nuevas celadas del enemigo. Pero a poco mas del camino, i cuando íbamos por un callejón cstrcciio que tenia a ámbos lados pequoñitos potreros i trás de ellos unos espesos bosques de plátanos o sea bananeros, ima descarga i otra i otras varias de fusilería salieron del bosque de nuestra izquierda, a unos 125 metros a lo mas. Algunos iroyectiles dieron en la pared que cierra la calle i que es laja, levantando polvareda, i otros pasaron a nuestra al­ tura sin ofender a nadie. En ol acto, la tropa de Artillería de Marina, inampostándose en la pared misma, disparó en dirección a los fo­ gonazos enemigos sin ver a nadie, i después de v.arios ti­ ros salvó la barrera, i ae lanzó en guerrilla sobro el bosque una compañía que hizo avanzar Lynch trepando él pri­ mero a la pared i volviendo a bajar en seguida a la calle.

    Cuando la División iba todavía pasando, salimos nos­ otros de Mala para seguir con elk camino de San Antonio. Los Granaderos .a caballo vonian a reuguardia escol­ tados por 40 infantes del 2. ° de línea, que el comandan­ te Y'ávar habia pedido para defenderse dc las emboscadas. Para lleg.ar a San Antonio tuvimos que pasar el rio de Mala, que por fortuna no trae ahora mucha agua, aunque consta de tres brazos. La tropa tuvo que descalzarse a fin de cruzar el agua, lo que causó alguna demora, con escepcion de mas de 600 infantes de los diferentes cuer­ pos que andaban montados en burro.s tomados por ellos en los valles enemigos. E l rio mencionado no tiene propiamente jiro, porque toda la m.ayor anchura, que ha servido de cauce en sus grandes creces, está cubierta por bosques impenetrables de cañas, barrancos, sauces, maltones i diversos árboles tropicales, cuyos nombres no recordamos. De modo qua el paso de tal rio, esceptuando lo que ocupa actualmente

    m

    GUERRA DSL PACÍFICO.

    el agua, se haco, puede.d6cir.se, por debajo.de los árboles i por una senda estrecha de espesísimos matorrales. Al pasar por ahí los 40 hombres de! 2. ° que cubrían la retaguardia do la caballería, salió de uuo de los bos­ ques una granizada de balas procedonto de disparos he­ chos casi a quema ropa, loa que ocaaionaron la muerte do uu cabo, quedando dos soldados herido.» levemente. Los demás hicieron cuanto fué posible por habérsela» con los malvados montoneros; pero éstos no pudieron ser habidos ni vistos. Quien sabe cu.ántos de ellos habrán quedado muortos oulos bosques; cosa no posible de saberlo en el momento, sino a los dos o tres dias, como sucedió respecto de las escaramuzas de Cañóle. Eu vista de ale­ vosía tan infame i de la inaner.a ruin i punible con quo los paisanos de eso pueblo hostilizaron ai ejército, constituyéndo.se par.? ello on montonera armada, .se les casti­ gó conformo a los uso.s de la guorr», incendiándoles sus casas. Los chinos, que en número inmenso siguen espontánea­ mente al ejército por todas partes, tomaron ia revancha por su cuenta, incendiando el pueblo que había-moa dejado a retaguardia. La División pasó por él a las 11.30 A. .M., i fué a acamparse a ks faldas de unas cuestas que cierran el valle por el Norte i sobre el camino a Chilca, i que los vecinos llaman la Rinconada. lugar abundante en pasto i legumbres. A llí estuvimos alojados a ks 12.30 P. ívl. Los chinos a quo nos hemos referido i quo venian en pos do la División, incendiaron el pueblo ,de San Antonio por su cuenta, ántes de ejecutarse k érden oficial de! castigo. En las primeras horas de la noche volvieron ks mon­ toneras a inquietar con sus tiros a! ejército, disparando en todas direcciones i sin objeto determinado; pero no pu­ dieron acercarse a los campamentos, en razón de que Io.s nuestros tenian centinelas en todos los puntos dominan­ tes del rededor. E l valle de Cañete, como lo dijimo.» eu otra correspon­ dencia, es riquísimo, hermoso, fértil i lleno de liaciendas, do forraje icón grando exuberancia de agua. En él pue­ de mantetierse algunos dias un ejército de 30,0.00 hom­ bres con todo desahogo,! son, por consiguiente, mui fal.sas todas las noticias jcográfic.as t estadísticas quo respecto de él se habian dado por los diarios. .Esto hemos vi.sto personalmente, i tanto, que en él hai grandes lecherías i crianzas do animalos vacunos i caba­ llares. En cuanto a los segundo.», hemos visto retozando porka vegas numerosas yegti.adas chúcava.»;i en cuanto a lo primero, lo hemos colejido por el hecho de existir crian­ zas' caballares, i si testimonio dc ios grande.» corrales i chi­ queros contiguos, que demuestran ¡as leohoiías. Solo en Hervai Bajo, que e.» Ia entrada i lo peor de todo el valle, encontramoa en la casa donde alojamos ina.» de 20 morra­ les de cuero de esos que se ponen a los terneros para quo no mamen, En cuanto a Bujama i Mala, que son dos grandes valle» unidos, podernos decir quo nada hemos visto mas abun­ dante i lermoso en todo lo que conocemos dei Ferú. Ám­ bos valles se halian re.»gaaraado.» por una série do cerri­ llos i lomas áridas que ios circundan, i aun en su mismo centro i en diferentes parte,», se dejan ver cerritos redon­ dos que se levantan sobre los frondosos árboles como tor­ reones esplendidos de centinelas, pue.» todo,» i cada uno dominan hasta una larga di.stancia. 'En cuanto a sus puebütos, cierto es quo no valen nada; pero ei ejército no ha necs.»itado nunca de puoblos sino de agua, forraje i víveres para sus marcha,».

    petable. Además de ia.» personas, habia en la División no ménos de !,000 animales, inclusos los de la caballería, i a pesar de .ser tan crecidas las cifras, para éstos hubo pien­ so, bebida i hasta baño, i fiara aqué los, hubo legumbres, frutas i agua en fibundimcia, si oíen esta última de ver­ tientes inagotables. Los soldados encontraron en A.»ia, rdvededor de sus Cfimpamontos, camotales.para surtir un dia a tres veces mas hombres, algunos .maizales i verdaderos potreros de sandías, que tomaron los soldados hasta sa­ ciarse, llevándose muchas i dejando abandonadas algu­ nas por no poder cargarlas. Estos hechos, prácticamento palpados en k espedicion que estamos refiriendo, demuestran que no son exactos los estudios cjecutedos Sobre los lugares reconocidos recicntamente por una parte de nuestro ejército. jja verdad es qus a éste uo le ha faltado el agua ni en Jagiiei, ni on Asia, que eran ios lugares en quo no la habia, según se afirmaba con tenaz equivocación. A no haber sido así, la División, que acaba de hacer el viaje desde Tambo de Mora hasta aquí, habria sido indudablemento' diezmada en los arenales por la sed. En los alrededores casi do la Rinconada, se consiguió tomar preso a un negro peruano de estatura-fornida i bien desarrollada; vestía uua camisa hecha pedazos i un pan­ talón de mezcliiia casi en igual estado; no calzaba zapato.» ni .sandalia.», ni tenia sombrero. Este negro llevaba ceñido un cinturón de cuero, dentro del cual' habian nueve car­ tuchos de carabina Minier, la que fué también encontra­ da a pocos paaos de éi. Siendo ei tal un montonero de los bandidos arm'ado.» dei valle, pue» no pertenecía a ningún ejército regular i vestía de ¡laisano, so le hizo fusilar con­ forme es costumbre en las gi.ierras modernas, que léjos de autorizar las montoneras, las persiguen a muerte. .Ue desear habria sido quo no so hubiese omitido este procedimiento con otro cholo paisano que se tomó on Cañete con el Remington en la m.ano, en .actitud de dis­ parar sobre nuestros soldado.» i con un buen repuesto do cápsulas en ks faltriqueras. Ignoramo.» qué se ísabrá he­ cho con eso montonero; lo cierto oa que a Ií lo vimos pre^ so, i despues de Cañete no lo hemos vuelto a ver. De los diversos tiroteos con emboscadas peruanas do b.andoieros, que tuvieron los nuestros desdo Cañete hasta Chilca, hemos tenido que lamentar ks siguiente.» pér­ didas: Estanislao Carrizo., granadero, prisionero. Olegario Reyes, soldado del Talca, muerto. Juan de Dios Herrera, cabo dol'2. ® , muerto. Dos soldados dol 2. ® , herido.» leves. No hemos recojido los nombres de los heridos, porque apénas han tenido desgarraduras en k piel, el uno en la frente i el otro en el vacío.

    E l puoblo de San Antonio, incendiado, ardía por todas ¡lai'tes, i ya en la noche del mismo dia 23, el fuego habia tomado un incremento formidable. A k luz rojiza de sus llamas, .salió k División de k Rinconada, camino de Cbiic.a, a las 2.80 A. M. del dia 24. Los campamento» .so levantaron en silencio, sin corno; tas ni tambores, como para que nadie se apercibiese de la salida. Para esto habia nna razón, quo era un. peligro: al salir de la Rinconada so tenia que descender por una que­ brada estrecha i cerrada por cerros casi perpendiculares on ámbo.» lados, do mas de 100 metros de elevación, queI brnda que .se prolongaba mas de 30 cuadras. A llí podian hostilizarnos los motonero.» on todo el trayecto, desdo po­ Se dijo de Asia que era un. lugarejo indigno de meu- siciones ine.spiignabiés, i cau,«arno3 grande ¡.seguro daño. ciouar.se i que allí no se podria alojar sino uua caravana Pero, por fortuna, i acaso creyendo ellos que no nos reti­ de viajeros, por no haber agua ni otros recursos. Pues rásemos tan pronto, no habian ocupado las tales alturas, también en eso ha habido un error. Las tropas que traia de modo que pudimos continuar nuestro camino sin no­ o! coronel Lynch, no bajaban de 2,500' hombre,», fuera de vedad, hasta saiir dol sendero peligroso.. las chinos que le aeguiau i qué llegaban a una cifra res­

    i

    Ik.

    i •J

    CAPÍTULO SEGUNDO. A l dejar la quebrada, oaimos a un estenso llano de arena floja, de raas de dos leguas de estension. A llí el andar era sumamente trabajoso, aun para las bestias, i para hacer ma.s penosa la jornada, al hn del llano, subia el ca­ mino una elevada! ancha cuesta de médano movedizo, donde el pié corria un cuarto de tranco para atrás en ca­ da paso. Con todo, i poco a poco, la tropa llegó a la cima, i descendimos a un llano que se estiende hasta mas allá de Chilca. A l baj.ar la cuesta, divisamos a nuestra izquierda una reunión do ranchos que anunciaban la existencia do un pequeño pueblo. Nos dirijimos a ellos, i resultaron ser las chozas de unos pescadores. E l lugar se llamaba Puerto Viejo. É l coronel Lynch se dirijió también solo a los mismos ranchos, acompañado de sus ayudantes, i allí se bajó i compró algunas frioleras. Impartió órdenes para que nin­ gun soldado fuese a importunar a los solitarios moradores de aquel pintoresco i tristísimo lugar, del cual se retiró en breve para seguir con el ejército. E l Puerto Yüejo es un rincón marítimo formado por una ensenada que defienden caprichosas rocas i una isla situada a la orilla do la playa. Habia allí nuevo habi­ tantes, entro hombres, niños i mujeres, que vivian puramenta do la pesca. Tenian mucho pescado salado. A llí vimos unas canoas largas i sumamente angostas de no mas de media vara, ds que se serviau los pescadores para pasar por entre las rocas de la bahía. Eran las 6.30 A. M. del dia 24 cuando el ejército pasa ba por oste puerto. Atravesamos una p.ampa arenosa, haciendo el camino por la misma orilla del mar, para evitar el médano, i lle­ gamos a Chilca a las 9.30 A. M. E l coronel Lynch con un corneta i algunos ayudantes, con el doctor don José Arco i yo, entramos adelante al pueblo, i al pisar sus orillas, oimos repicar on l.as cam pa­ nas.de la iglesia, sin ver a nadie en las calle.?. Pareciónos que aquel repiqueteo podria ser alguna señal convenida, pero pronto nos convencimos de nuestro error. Al a.somar a la plaza, cinco peruanos nos batian el sombrero desde las ventanas de nna de las torres, gritando siu cesar ¡Yuva Chile! Aquellos repiques eran para saludarnos, i nosotros contestamos haciendo también señas non ei sombrero. En seguida bajaron los peruanos de su elevada posición, i saliendo al encuentro de nosotros, siu distinguir al Jefe nos decían indistintamente a unos i a otros; —“ Somos pobres i no hemos tenido otro medio de re­ cibirlos con esplendidez; por eso, puis, le.s hemos repic.ado las campanas,” Esos infelices cholos sirvieron en seguida al coronel para indicarle los pozos mejores i limpiarlos personal­ mente con el mas activo patriotismo. Francamente, sentimos cierto sonrojo al hacernos cargo de la abyección de esos desventurados. Chilc.a es nn pueblo grande, a juzgíir por su estension, pero estaba deshabitado. Sus moradores se habian refujiadq en las quebradas por temor al ejército de Ghile, Ningun pueblo de los recorridos eu asta espedicion es tan despreciable como ol de Chilca, tiene cerca de cinco cuadras cuadradas, es decir, unas 25 manzan.as próxima­ mente, todas de ranchos de caña, de quincha, mas o mé­ nos bien embarradas algunas i la mayor parte desnudas. Jamás hemos visto cosa mas sucia, casas con mas telarañas, c-alles mas angostas, piso mas terroso, etc, Hai una plaza da menos de una cuadra, i en ella no se encuentra mas que una co,?a buena, la iglesia. E l templo único de Chilca es mui antiguo, pero valioso i mui bonito. Su fachada es pintoresca; tiene grandes co­ lumnas, galerías inferiores i superiores, i dos torres de arquitectura antigua i complicada; torres i templo, todo es de bóveda i sumamente sólido. La fachada es pintada simétricamente de blanco, am.arillo i azul.

    263

    | En el interior tiene 13 altares grandes sumamente ta­ ¡ llados, de m.adera i dorados en su totalid.ad; en estos al­ tare.? hai imájenes de bulto bastante grotescas; entre ellas, nos ILaraó la atención una especie de cuadro plástico eu quo se representa al diablo pisado por un ánjel. E l altar mayor i ios dos primeros de ios costados son de una ta­ lladura indefinible i mui grandes. Además de ¡os 13 desig­ nados, hai 0ÍV0.3 cuatro pequeños. Por los diferentes cuadro.? que se veiaii acomodados en los altares i por la compostura de dos andas doradas que habia en el templo, se conocia que tenian todo preparado para celebrar la Pascua, qne por cierto les cayó mui mal. Fuera de ¡a iglesia, lo único de alguna importancia eva un ranchón grande, con pilares de caña forradas en barro, en cuyo frontín ,?o leía; FAL.4CI0 ItESt’ETAELE:;: DEL ILUSTRÍSÍMO SEÑOR:;; OBISPO DE ClíACHAPOV'AS I PROTECTOR DE LA DOCTRINA DE CHILCA,

    En Otra p.arte so leia; AÑO 1865:;; .SILENCIO. ; i Dicho palacio, como lo hemos espre.sado, os un ranchón | grande, sin ladrillo ni tabla cn el piso, a suelo raso; La ¡ ?.ala principal tiene 14 metros de largo por 3 do an­ cho. Es de quincha de caña mal omb.arrada, i su techo es tambicn do cañas a ia rústica. E l ajuar quo tenia el gran salón episcopal consistia cn un taburete de cuero antiguo, forrado posteriormente con damasco en cl asiento; un mesón burdo i grande con dos enormes cajone.?, de mas de un metro de frente c.ada uno; un csc.año mas largo que el mesón i c.apaz de aguantar encim.a a media docena do bueyes morrudos; un retazo do estera sin tronzas, i un cru­ cifijo. Bícesc quo ese palacio es la residencia del célebre obis­ po cuando viene a visitar a Chilca, lo cual sucede una, dos i hasta tros veces todos los años. Para que se forme Ud. un juicio acerca del espresado personaje (el obispo de Chachapoyas) le adjunto orijinal una carta encontrada en ¡a hacienda de Bujama:

    L im a , A L m eridm 23 d e 18S0. Señor Coronel i Coraandaiits Jeneral de la zona 10. Joaquín Tictes,

    , don

    Di.slinguido señor i compadre; Principiaré por dar cuenta de mi honroso cometido, Hoi a las J.1.3Ü A. AI. puso en manos de S. E. la comu­ nicación de Ud.; de.spues que la leyó con suma coaiplaeencia, recordó los momentos de satisfacción en Buja­ ma i la cortesanía i .amable trato de familia, me dijo: que habia mandado ya dos jefes a esa zona, i añadió que esta­ ba ya ordenado ae establecíe,?o k línea telegráfica, i que si no se habia hecho ántes era por no estar cspeditos los .aparatos i dema.? útiles, manifestó también su mejor dis­ posición para remitir armamento. Supongo contesto por escrito k de Ud. Ho cumplido el encargo referente a Jáuregui. E l señor | Iglesias recordó igualmente la familia de Bujama, las atencione,? i cariño do la comadre i los vínculo,? de amis­ tad con usted desdo el colejio de San Cários; decretó la baja de Jáuregui i ordenó se me entregase el documento que le adjunto, £I Excmo. Jenoral Silv.a, con quien hablé hoi en k mañana, re.specto al envío dc jeuto de línea a esa zona, me significó se estaba formando un estado de los indivi­ duos de servicio que debían destinarse i que de preferen­ cia remitiria a Bujama, Me tiene Ud. altamente honr.ado: ol Excmo Jefe Supremo me ba oscusado de la residencia on mi diócesis, i me ha manifestado su rmluntad de que le acompañe en el ejér­ cito al darse el combate, pues me dijo que rai presencia i

    264

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    mi palabra la croia nece.saria para alentar el valor de las cha para Lurin, nos hemos trasladado a bordo para ter­ tropas; estoi, pues, en la mejor disposición de secundar l.a minar esta correspondencia. mente del Jefe Supremo i do cumplir un deber do mi Al concluirla, creo mui digno de mención especial el ministerio. hecho de que la fuerza al mando de Lynch ha llegado Entregué a Merceditas las comunicaciones i el. cofre de desde Tarn >o de Mora hasta aquí sin novedad alguna no­ alhajas de mi comadre; me dijo haber contestado con oi table, sin ningún rezagado por las penurias del camino i señor Roque Heros, que ha salido hoi para esa hacienda; cou solo cinco enfermos, incluso el herido en el vientre lo entregué igualmente el barquito que representa la de los del 2. ® Union dedicado a un ahijado para que se lo guarde. Se debe mucho, i dobstnos decirlo, al escelente servicio E l pobre notario sigue en mal estado, i este es el moti­ sanitario que ba acompañado en esta penosa marcha a los vo do no complacer a la comadre tan presto como olla lo cuerpos que la han ejecutado; servicio que ha sido siem­ desea; si en esta semana se mejora, mandaré un espreso pre oportuno i eficaz i que ha estado bajo la dirección dél para que traigan cuatro bestias de silla que serán las quo cirujano mayor don José Arce, quien ha obrado entodo necesite. ajustándose a las acertadas instrucciones del doctor AllenTranquilice a la comadre, en la seguridad de que ántes (le Padin. quo los chilenos, estará nuestro ejército de avanzada en E l orden de los cuerpos on la marcha ha sido el si­ esa zona i talvez mas allá, si el enemigo intenta avanzar. guiente, desde Tambo de Mora; 1. ® Artillería de Marina. Remito a don Nicanor un paquete de periódicos i una carta que me entregó Merceditas. 2. ® Artillería de montaña. E l guia tiene desconfianza en conducir la yegua, te­ 3.® 2.® delinea. miendo un abuso en cl camino i que se la quiten para 4. ® Talca. alguna comisión; la cuidaré en cl convento hasta la sema­ Desde Asia se invirtió el órden en cuanto a los dos úU na entrante, pues estoi resuelto a pedir el permiso a S E. tiraos rejimientos. para anticipar mi viaje i esperar al ejército en esta hacien­ La caballería, que marchó siempre adelante, debe estar da; si en la entrante semana no salgo, Ud. dispondrá do ya en Lurin. En CoRRESPONS,VL. persona de confianza a quien la dcb,a entregar. Mañana o pasado volveré a ver a S. E. para recordarle el envío de armas. Con saludos a la digna comadre, al .señor sarjento ma­ yor, comadrita Isabel, ahijados todos i al sarjento indulta­ do, quodo suyo agradecido capellán i compadre.— íVcá Legación «leí Perú cu las Reim blicas dcl P lata: el Mi* ui.stro tioiiic/. Sanclie/, auiiucia «juc su lul.sioii debe Francisco Solano, Obispo de Ghacliapoyas. fraca.sar cu vi.sta de la p olítica poco Lábil i cgoista «Icl (iobierno arjciitin oeou rclacioiiaU iK H erra!atri­ b u í c al (iobierno uruguayo procedim ientos con tra­ Chilca es un lugar árido i sin recurso alguno, como rios a SH digurdad. han dicho los diversos noticieros que se han llamado co­

    XXII.

    nocedores de estos territorios, Pero el hecho es que, aun cuando no hai ac ui agua corriente, se encuentra este ele­ mento en abundancia en pozos esoelentes, para d.ar de beber a 10,000 hombres,~L!i calidad del agua es bastante buena. La eam jiña se fecunda con la propia humedad del torreno, i desde olla se ven varios árboles, como iiigueras, granados, nísperos, palmeras, sauces i otros (¡uo no conocemos, También, hai algunas cepas en pequeño.» recintos. .La alfalfa no os del todo escasa; pero solo se encuentran en pequeña.» manchas i en diferoutes sitios. Otro tanto sucede con los maizales i camotales, que no escasean del todo. Nos relerimos, on estos detalles, solamento a los alre­ dedores del pueblo, que e.» ia parte ménos fecunda. El barrio mas abundante en producciones vejetales es la Joya o sea la parte boreal de la campiña, a que dan eso nombre por ser lo mejor de la localidad. El pueblo de Chilca está situado como a milla i media de! mar, habiendo entre ámbos unos médanos i eminen­ cias de arena floja i pesadísima. Parece que han buscado la parte mas dura deí terreno para edificar, o t¡ue habién­ dose construido allí la iglesia, los pobladores fueron a for­ mar sus casitas de cañas en su derredor. La playa no se vo ni de arriba de las torres del templo, a causa de los cerrillos de arena quo interceptan ¡a vista. Curayaxo, Diciembre 2ú. Alas 3.30 F. M. do ayer, el coronel despachó de Chilca, con una nota para el Jeneral en Jefe, al alférez Alrnarza, de Cazadores, que nos encontró cerca de Bujama, i a las 5,30 salió la División pava esta caleta de Curayaco, donde está aun desembarcando el ejército venido de Arica, una parte del cual está ya en Lurin. A las 4 A. M, de bol llegamos a esto lugar, en donde, separándonos de la División, que ha continuado su mar­

    NÚil.

    35.— LEGACION DEL l'EHÚ EN LA.S REPÚBLICAS DEL PLATA.

    Rítenos Aires, Noviembre 12 ie 1880, Señor Secretario; Mis negociaciones con el nuevo Gobierno de esta Repú­ blica han entrado eu un período de ospectativa. Desde que, según dije a V. S. en oficio del anterior correo, el .señor Ministro de Relaciones Esteriores rae ma­ nifestó ia necesidad de osplorar el pensamiento i los pro­ pósitos del Brasil en presencia de la nueva faz que el fr.acaso de la mediación do los Estados Unidos dol Norto presenta .al estudio de los gobiernos americanos, compren­ dí que seria imposible avanzar un paso mas en el camino que rne habia propuesto seguir para comprometer a este país a cooperar con nosotros do uua manera eficaz i dedecidida en la contienda en quo estamos empeñados. De las dos conversaciones quo he tenido con ol doc­ tor Irigóyen después del último correo, he sacado la convicción de que S. E. no seguirá tratando sériamente conmigo, .sin saber a qué atencr.se respecto de la política brasilera, pues sus antecesores nada hicieron para descu­ brir el verdadero estado de las relaciones de! Imperio con Chile, ni adelautarou trato alguno con su antiguo i constante aliado en persjjectiva de las dificultades que po­ drian sobrevenir a la República Arjentina por la cuestión do la Patagonia i de Magallanes, i mucho rnénos se ocu­ paron de sondear si el Brasil se inquietaba o nó de la desmembración de importantes territorios de dos de sus vecinos, i del engrandecimiento o prepotencia de Chile, provenientes dc ia conquista do aquéllos i de la adquisi­ ción do riquezas inagotables. En la imposibilidad, pues, do seguir negociando, me he limitado en los últimos dias a insistir en que se aumen­ ten las demostraciones bélicas quo pudiera tomar Chile como síntomas do una próxima invasión del ejército arjentino, i a instar en que se activen los aprestos maríti­ mos, pues he podido apercibirme de que e l estado de la

    265

    CAPÍTULO SEGUNDO.

    í k

    í i» r s f K

    escuadra llamada a defender el Plata deja mucho que desear. Mis indicaciones han sido seguidas de providencias quo me hacen creer que se me ha escuchado. Las encontrará Y. S. en los diarios que remito, aunque no todas. No puedo ocultar, sin embargo, a Y . 8. mis sufrimien­ tos al verme condenado a la inacción en los momentos en que nuestra patria se apresta, toda ella entusiasta, a resistir el formidable i talvez decisivo ataque con que la amenaza Chile, i cuando su Gobierno realiza prodijios para asegupr el triunfo con los pocos recursos que le ofrece el Perú en ruinas. Con la clara visión de lo ( ue pasa on rai país, mi ma­ yor deseo ha sido i es enviar e tolegrálicamente una pala­ bra que se refiera a un acto realizado eu su provecho i para su salvación. ¿Podré sati.sfacer tan lejítimo desee á.ntesdo que el ataque a Lima so realice? E l embarazo quo tengo para darme respuesta afirmativa rae ocasiona crueles tormentos; i aunque la fo en la justicia de nuestra causa i una voz secreta, que escucho por momentos, rne acon­ sejan aguardar, prometiéndome el triunfo como recom­ pensa de pertinaces esfuerzos, debo no ocultar a Y. S. que cuando medito con detenimiento, a pesar de rai intranqui­ lidad do e.?pír¡tu, sobre lo que aqui ha pasado i pasa, me encuentro en e! caso do no saber si debo trasmitir a Y. 8 mis motivos de esperanza o de mis dudas i los temores de no alcanzar pronto i fácilmente el éxito de mi misión. En tan penosa alternativa, debo decidirme, i mo decido, a presentar a Y. S,, en confirmación de las opiniones qne. ospresé en mi nota reservada de 30 de Octubre último, número 32, las razones que tengo para desconfiar de! Go­ bierno arjentinoj aunque hoi lo veo en mejores manos que aquéllas en que estuvo a! declanirno.s Chile la guerra i con posterioridad. A medida que avanzo en el estudio déla política inter­ nacional arjentina, veo con mas i mas claridad, no solo que es egoísta, sino, lo que e.s peor si cabe, que carece de plan, de previsión, de sagacidad i de firmeza. Su egoísmo está de manifiesto on la conducta que ob­ servó el Gobierno Avellaneda con el Perú i Bolivia. No solo no dijo a Chilo una sola palabra contraía con­ quista, las hostilidades ilícitas, Ia.s crueldades i dostnicciones inmotivadas i bárbaras, pero ni siquiera encontró en mas do un año un medio de conciliación que proponer a los belijerantes, i léjos de ello, concibió i acarició la idea de sacar partido de su exajerada noulraüdad i de su si­ lencio injustificable, para conseguir la solución ventajosa dé las cuestiones de límites que tiene pendientes con nuestro enemigo. La falta de las condiciones que caracterizan una hábil política, se-ha hecho patente en todo el curso de la.s nego­ ciaciones que su diplomacia ha .sostenido con la do Chile, a propósito de esas mismas cuestiones, durante la con­ tienda del Pacífico. E l Gobierno arjentino, en la época a que me refiero, se dejó engañar por el de Chile. Quizo terminar sus cuestiones de límites con éste, i con­ sintió en la suspensión de ias negociaciones durante la misión Barros Arana. Creyó que Balmaceda venia con la intención séria de tratar, cuando no trajo otro encargo que, de acuerdo con Lastarria, Ministro en Rio .Janeiro i Montevideo, espiarla actitud de la República Arjentina respecto de los a iados, cruzar los planes de éstos i magnetizar a los estadistas arjentinos, tranquilizándolos respecto de la alianza de Chile con el Brasil. Concibió grandes esperanzas del regreso a su país del último negociador chileno, i hasta hoi está aguardando la respuesta que le ofreciera traer. Pudo emplear el ardid de activar los tratados de Alian­ za con el Perú i Bolivia, o el de hacer creer a Chile que iba a ponerse a la cabeza de un movimiento americano, T om o

    iv

    '.— 34

    i permaneció inactivo i sin dar síntomas de que se ocupa­ ba de las cuestiones esteriores. Conoció que la opinión pública no queria aplazamien­ tos, i los otorgó en proyectos de tratados, i aun de hecho, después que éstos fueron rechazados por la prensa, por los partidos i por el Congreso. Tuvo sobrado tiempo i oportunidad para esplotar la si­ tuación de Chile o para llevarle la guerra por honrosa causa i con resultados seguros'i gloriosos, i dejó pasar los dias i despreció las ocasiones, i uo solo el honor i la glo­ ria, sino el provecho. Agregúese a todo esto que, léjos de cultivar i estrechar las relaciones con ios muurales i eonslantes aliados do este país, e! Imperio dcl Brasil i ¡a República Oriental, las descuidó i dejó que se ailojaran hasta e! punto de qúo Cbile pudiera casi sustituirlo eu ámbos estados, i se verá con cuánta razón he avanzado la opiiiion de que la diplo­ macia arjentina carece de las condiciones que posee la mas bizoña i débil qne imajinarso pueda, i quo no ha es­ tado a la altura de la misión protectora de los grandes intereses do la América, pero ni de los rnui importantes I dc esta República, de tan gloriosos antecedentes como de grandes destinos en el presente i cn ol lorvcnir. Lo e.spuesto en este oficio i en el dc correo anterior a que al principio hice referencia, el conocimiento que voi adquiriendo de los hombres públicos mas eminentes, i aun la circunstancia ds no estar terminados, pero ni si­ quiera bastantemente adelantados lo.s armamentos, des­ pucs de tan largo período de preparativos, todo ello apo­ ya los recelos i temores que abrigo de fracaso en rai delicada i trascendental misión. I como Chile, miéntras avanza en el Pacífico, acciona activamente en el Atlántico, empleando sus abundantes medios de toda especio, i como los mios, desgraciadamen­ te, son insuficientes para mover a ¡os hombr6.s dcl poder ■con la palanca de la opinión ¡lública, que .se forma con I los valiosos ausiiiares do la pren.sa i de ios círculos infiu' yente.s, i corao el tiempo viene cada dia raa.s estrecho i premioso para nosotros, me desespera el no tener en mis manos los recur.sos quo he menester, i que sea tanta la distancia que me separa dc! único lugar t e donde pudie­ ran venirme i tan pocos i tardíos los órganos ordinario.? do comunicación con mi Gobierno. Quisiera éste penetrarse de la embarazosa po.sícion en que rao hallo, do las torturas do rai alma por no poder sa­ lir instantáneamente de fujuélla, i de mi anhelo por con­ tribuir, no solo al alivio, smo al pronto remedio de los males que agobian a mi patria, i (¡iiizas muchos obstácu­ los quedarian superados. Dios guardo a Y, S, muchos años. E

    v a r is t o

    G ó m e z S. a x c h e z ,

    .Al Exciuo. scAor Secretario de Eelado en el dcspac’ao de Relaciones Esteriore.: del t’erú.

    NÚM.

    41.—LEGACION DCI, l’ERÚ EN LAS REPÚBIdCAS DEL RI..AT.A.

    (Reservada.) Bumm ri-ire-s, Noviemhre 37 delSSO. Soñor Secretario: Ha circulado en Montevideo cl rumor de que el Gobier­ no uruguayo, en previsión de posibles emerjencias que le hacen tomer los armamentos del vecino Imperio i de esta República, trata do negociar o negocia ya con Inglaterra i Francia, que le garanticen estas naciones la actitud neu­ tral que la República Oriental asumirá en determinadas eventualidades de guerra entre sus vecinos. Uu periódico de aquella capital ha acojido el rumor i creo de mi deber ponerlo en conocimiento do Y. S. Encuentro verosímil ia noticia, pues por el conocimien­ to que tengo dcl estado de aquel país, hoi un tanto de­ cadente i víctima casi siempre de la encontrada política

    266

    GÜERRÁ DEL PACÍFICO.

    de su.» grandes vecinos, croo posible qua su actual Go­ bierno, que no parece ser guerrero ni mui onérjico, haya proyectado asegurar de una vez ps.ra en adelante a su país do las amenazas provenientes dc su situación i de las n-oteusiones que en todo tiempo se han atribuido a pue)los limítrofes, ostenso,», ricos i llamados, no mui larde, a alcanzar la grandeza i el poderío. Trataré de indagar el fundamento de aquel rumor, i participaré a Y. S. el resultado de mi,s averiguaciones. Dios guarde a V. S, muchos años. E v a r is t o G ó m e z S a k c u e z .

    No desconozco que pudo suceder que estas cantinas; estuvieran de6provi.stas de medicamentos; pero ello era fácil do .subsanar enviando los quo faltaban, como so ha hecho siempre. Las carpas pedidas, grandes, para 1,5 o 20 enfermos, difíciles de trasportar, imposible a veces en las trave.sías dei desierto, hacen innecesarias, i por lo ménos convierten en bagaje inútil a las 500 pequeñas carpas de doble tela quo tenian las ambulancias antiguas, cuyas faltas fueron repuestas desde Febrero a Junio do este año, facturas 34 i 63, con 234 carpas.

    A! Excmo. scíior .Secretario dc EíLcilo or. «! Jespadio de Eelacloncs Bstcrioreii (leí Perú.

    Como las nuevas ambulancias no necesitan ni piden cantinas de cirujía ni de .administración, será conveniente recojer ocho de las primeras i otras tantas de las segundas.

    Nota sobre el Servicio Sanitario de! ejército cu caaipaüa<

    La .supresión del servicio de rejimiento i de batallones, hace inútiles on el ejército 49 sacos de ambulancias i .30 cartucheras de curación, entre las cuales hai 7 sacos, 9 cartucheras i 2 mochilas de caballería (sacoclies) modelo Collin.

    No tomaremos en cuenta los botiquines do rejimiento, ni las camillas, de los que so han remitido al Norte mius do 2,000, por sor el inaierial mas fácil do destruirse, per­ Señor intendente: Como en la nueva organización del Servicio, Sanitario derse 611 ei trasporte de heridos i enfermos a los puertos doi Ejército no .se lia tom.ado en cuenta el material exis­ del Sur, i por lo cuixl parece escesivo el número de 2,544 tente en e! Norte, i como además hai allí murjhos nbje- : que para ias nuevas ambulíinciás ha remitido últimamen­ tos que son complotamcute inútile.s para el actual ser­ te la Comisión. vicio,reducido todo a ambulancias, esta Comisión Sanitaria E a todo esto no-hemos hablado del raacorial do admi­ cree conveniente quo so hagan recojer las existencias de nistración, ni do las caja.» do amputación, ni del material las cinco ambulancias antiguas, el materia! de rejimiento, de la ambulancia de Y^alparaiso, que desde el pilaeipio de quo consistia on cantina do cirujía, farmacia i adminis­ la campaña prestó muí oportunos i eficaces sorvicios, i tración, cartucheras i saco.» de ambulancia, .botiquines de quo fué cedida al Gobierno, por el Comité do Sanidad do rejimieutos, sacos do caballería, carpas, camilla.», cto. aquel puerto. El material de esta ambulancia, rnui abun­ Dos razone.» íiacen necesaria esta medida: c.s la primera dante seguu parece, tampoco fué tomado en considera­ Ja responsabilidad que el antiguo reglamento del servicio ción on !a nueva reorganización, por lo cual cree ésta Coc.stRbleco en sus artículos 8. ® , 21, 22 i 27; la segunda es mlsion que seria do neco.sidad se le hiciera recojer para la conveniencia para todo buen servicio del conocimionto que se le guarde i so le pueda emplear mas tarde on el de cómo so destruyen o pierden las especies que lo per­ servicio del ejército. tenecen. Al tocar este asunto, la Comisión no puedo ménos de Efectivamente, sin el principio de la responsabilidad es i .significar a Y. S. cuán convenienie habria sido dejar a imposible Irt guarda de los objetos i su conservación en ; esta, ambulancia con su nombre en vez de borrarla i fun­ buen estado, i sin él es poco práctico ól cuidado de la I diría en la numeración jeneral de la reorganización, bo solo como timbre de estímulo a la iniciativa mor.al i pú­ inversión de fondos si se han de perder en especies. La reorganización del Servicio iSaniUrio dol Ejército, de­ blica, sin-o como justa recompensa de lo.s es-fuerzos i ero­ terminada por los supremos decretos d(j 28 de Setiembre gaciones dcl vecindario do aquella ciudad. IJomos creido indi.spensable entrar en los pormenores vn'óxiino pasado, que concentra toda la asistorisia ruédieo- ' quirúrjica en cuatro ambulancias i un hospital am’bulan- ■espuestos, para facilitar la reunión de objetos que ya son te, hace innecesario gran parte, sino todo el material inútiles en ol actual Servicio Sanitario del Ejército, i cuya pérdida, por lo tanto, es indispensable ev.itar, no solo por existente en c! ejército. Además, en el pedido hecho a esta Comisión, para ta! • io que ella es en sí, .sino por mantener 1.a respon.sabilidad, reorganización, j>or el nuevo Superintendente deí Servicio saludable principio en todo servicio i de absoluta nece.siSanitario del Ejército, que orijinal remití a V, S. con fe­ dad cuando procura la conservación de las especies de.scha 2 i do Setiembre, número 497, i que cti la factura nú­ truidas, a ser usadas en un momento dado i apremiante. mero 98 quedó sati.síecho, .so hizo completa abstracción, Tal principio se encuentra establecido en todos los regla­ tabla rasa como suelo decirse, de todo lo queoxiscia en el mentos i ordenau-zas sobre el servicio médico-quirviijico depó.sit('>; .«8 pidió como si jamás se hubiera preparado i de los ejércitos; así, por ejemplo, en las lülegations fór the existiera en el Nürc,e material de ambulancia i dc hospi­ m id kai departa-menL of her maijesiy s’o/rnúj 1878, hai tales, enviado por esta Comisión do órden de esa inten­ vario,s artículos o números cu quo está consignado, entre otros, el número 172. dencia Jeneral del Ejército i Armada, Santiaijo, Novürnbre 17 de 1880,

    Por esto mismo juzga necesario esta Comisión quo Y. S, Así, por ejemplo, .se pidieron 24 cantinas grandes de ' se sirva pedir al Siipcrinteadento del Servicio Sanitario la farmacia para cuatro ambulancias reorganizadas, siendo adopción dol reglamento de que habla él ártícnlo 3. ° , le­ que en las cuatro antiguas ambulancias liabia, sin cortar con la ambulancia ds Valparaiso, 26 grandes cantinas, tra "f, del referido decreto supremo do 28 do Setiembre pasado, en el cual so consulta de una manera clava i ter­ como a Y. S. voi a manifestarlo.. minante cl principio de la responsabilidad. Las ambulancias tenian por ordonanza—el decreto su­ Dios guarde a Y. S. premo de 9 de Mayo de 1879 últirnaraeiita dorogado— dos cantinas de tarmacia cada una, que entre las cuatro Y Y e k c e s la o D íaz . suman ocho con la factura número 7 que remitió esta Comisión. Diez cantirua.» o botiquines con 20 cajones mar­ cados con las letras A i B, i cou la factura 31 mandíj ocho cantinas de repuesto para las ambulancias, a razou de­ dos para cada una, marcadas con los números 1 i 2, .todas las cuales ascienden ai número predicho.

    267

    CAPÍTULO SEGUNDO, i

    XXÍY. P rotección de los Estados ruidos a los cindadanos de Colombia i Yenezuela, (Triduccion.)

    •í, 15». \ ta.

    K ta;

    V

    ta

    NÚM.

    67.— LEGACION DE LOS ESTADOS UNIDOS.

    Lim a, Noviemhre. SO de 1880, Señor Secretario: Tengo el honor de informar a Y, E, que, a petición del Cónsul dé la República en Y'euezuela i del Vice-Cónsul de log Estados Unidos de Colombia, ho aceptado sus res­ pectivas súplicas, para que los ciudadanos do cada una de estas dos repúblicas, que actualmente están on el Perú, i sus intereses, estén, durante las pre.sentC3 emerjencias de la guerra, bajo la protección de esta T.egacion, liaste que sus gobierno.? liagau otros arreglos, i he consentido cn j darles tal protección en cuanto esté en mi poder. I Tengo ahora que pedir el eoiLsentimiento i reconocí- , miento dol Gobierno de Y. E. para poder ejercer esos car­ gos. Deseo una pronta contestación. Aprovecho esta oportunidad para suscribirme de Y. .E, atento i seguro servidor. J. P. CHlUSTIANCy. Al Exorno, señor doctor don Pedro José Calderón, Ministro de Estoiio en d (íespocho do Relaciones Esteriores. MINISTERIO DE RELACIONES ESTERIORES,

    iím cí. Diciem lm 3 de 1880. Señor: Me es honroso participar a esa Legación quo mi Go­ bierno acepte, con estrema complacencia, la protección temporal Je los ciudadano.? de Venezuela i Colombia, que el Cónsul do la primera de dichas repúblicas i cl Vice­ cónsul de la segunda han solicitado i obtenido de Y. E. Mui grato me os dejar así contestado el despacho de V. de 30 dc Noviembre último, número 67, relativo a este asunto, i reiterarlo, al mismo tiempo, las protestas do mi mas alta eornsideracion i distinguido aprecio. P edro -José C alderó n . Al Excmo. sefior J. I’. Christianoy, Enviado Estraordinario. i Minisli o Plenipoteociario de los Estados Unidos de Norto-Américf,, VICE-CONSULADO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA.

    bidamente custodiados los intereses de los ciudadanos colombianos encomendados a este Vice-Consulado, me permito dirijirme a V. E.; valiéndome de las simpatías con que la identidad de instituciones i la tradición re­ publicana unen a las dos naciones, contsndo con la bue­ na amistad con que el Gobierno do V .E . honra a mi Gobierno, apoyado en ios tratados existentes entre h-.s Estados Unidos do Norte-América i ios de Colombia, i de acuerdo con el Gobierno del Perú, con el objeto de supli­ car a V. E. so digne acojer bajo la custodia de esa Lega­ ción los referidos intereses. Agradeciendo anticipadameiiLc a Y. E. su.g buenos ofi­ cios en favor de Colombia en el indicado sentido, tongo la honra de suscribirme atento i segnro .servidor de V .E., a quien Dias guarde. —S(.M()N Y ía r t íN E Z Tz(¿üierdo.-— A l Hoiiorabie señor J. P. Ciiri.stiancy, Ministro Pienipoteuciario de I 0.5 Estados Unidos de Amóriea, (TrivlncOcn.) NÚM, O L— LEOACION DE LOS ESTADO.S UNIDO.S.

    lim a . Noviembre 30 de 1880! Señor: Tengo la lionra de acuíjav a V. S. recibo de su benévola nota de ayer, en que manifiesta las vehementes simpatías de su Gobierno hácia el de los Estados Unidos de Amé­ rica, i solicita que, durante su ausencia temporal, se en­ cargue esta Legación de la protección do los ciudadanos colombianos residentes hoi en el Perú, i de sus intereses. En rospue.sla, debo decir a Y. S. que, por parte de mi Gobierno, es completa la reciprocidad de los benévolos sentimientos espresados por V. S. respecto de su Gobier­ no, que es el dc una República hermana; i conociendo el árdientñ interés que toma mí Gobierno por él buen suce,so i por la prosperidad de todas las repúblicas hermanas de Sud-.América, sentiría muclio que el Gobierno de los Estados Unidos de América considera.se, con justicia, que yo habia faltado a mi deber, si rcluisaie aceptar la solici­ tud de V. S., para que esta Legación proteja a los ciuda­ danos de su país en esta Binerj encia; por consiguiente, acepto con la mas decidida buena voluntad su petición Í haré todo lo que esté en mi poder para protejer a ios ciudadanos do su país cn cl Perú i sus intereses, cn la misma estension i de la misma manera que si dichos ciu­ dadanos fuesen los de mi propio país. Eu consoouencia, notificaré a ios cónsules, a ios ajentes consulares i al Comandante de la E.scuadra Naval de los Estados Unidos en o,st,a co,sta. Para el mejor logro de este objeto, dirá a V. S., ademá.s, que se me evitaría gran parto do trabajo i de responsabi­ lidad, si V. S. se sirviese suministrarme los nombres i re­ sidencia de I 0.S ciudadanos colombianos que existen en la actualidad en el Porú, hasta donde puedan ser conocidos por Y. S. Por mi parto, tengo la honra de suscribirme, con la mas alta estimación, su amigo i obediente servidor.

    Lim o,, Dkiembre 2 de 1880. Señor: Tengo la honra de poner en conocinaiento de V. E.qiio, siéndome preciso ausentarme, por mui corto tiempo, de esta capitel con dirección a Panamá, he puesto, en virtud de la.g íacultades que me competen, los intereses de ios ciudadanos colombianos, confiados a este Yfrce-Consulado, bajo la custodia (iel Honorable señor Christiancy, Ministro Plenipotenciario dc los Estados Unidos de NorteAmérica, como lo verá Y. E. lor las notas que, en copia, tengo el placer de acompañar e. ! J. P. C h r is t ia n c y . Al mismo tiempo me permito suplicar a Y. E. .se sirva disponer lo conveniente para quese me espida el necesario . Al Honorable sefior Simón Martínez TzqnierJo, Yice-CAn.«.ul'de ios E:>í.ados Uni­ dos de Colombia cn Lima. pasaporte que solicito para verificar mi viajo. ' Aprovecho esta oeasion para reiterar los sentimientos NÚM. 3.— VlCE-eO.NSÜLADO DE LOS E.STADOS UNIDOS DE de alta consideración personal hácia Y . E., i (jue, en toiias COLOMBIA, circunstancias, rae es grato repetirme atento i seguro ser­ vidor de Y. E., a quien Dios guarde. Lim a, Diciembre 1. ® de 1880. S imón M a r t ín ez I z q u ie r d o .

    Me es altamente satisfactorio dar a E. las mas sinee, vas i espre.sivas graci.as, en nombre del Gobierno de ColoraCOPIA. ' bia i de mi.s compatriotas, i en mi propio nombre, así por la aceptación que V. E. se ha dignado prestar a mi solicitud, Viee-Oonsulado de los Estados Unidos de Golombia.— para custodiar bajo el amparo de esa .Legación los inte­ Lima, NoYÍembre 29 de 1880, reses dc los ciudadanos colombianos en el Perú durante Señor: las presente.? circunstacias, como por los bondadosos i faTeniendo necesidad de ausentarme, por corlo tiempo, de ! votables términos con que Y. E, se ba servido participár­ esta capital, i uo pudiendo verificarlo sin dejar ántes de­ mela.

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    268

    No poclia esperarse ménos del Representante de un Go­ bierno como el de los Estados Unidos, que es el soston i el protector natural de los grandes intereses continenta­ les americanos. Acompaño a Y. E., conforme a su deseo, ia lista do los ciudadanos colombianos matriculados eu este Vice-Consulado, pidiendo., al mismo tiempo, a Y. E. escusas por las molestias que puede proporcionarle el importante i oportuno servicio que Y. É. se digna prestar boi a Colom­ bia, Dejo así contestada la apreciable nota de Y. E., fecha do ayer, i rae complazco mui de veras en jjoder ofrecer a YLE. las seguridades mas completas de profunda grati­ tud i de distinguida consideración en esta nueva oportu­ nidad que se rae presenta para repetirme de Y. E. atento amigo 1 obediente servidor.

    ESTADO .HAYOR JEN ER A L DE LO.S EJÉRCITOS.

    Lim a, Octubre 3 de 1880. BcneunSi ito sefjor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. G uerra—Gloriosos—Galardones. E l sub-jefe. Y T d a l G a r c ía i G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS,

    Lim a, Octabre 4 ele 1880. Benemérito eefior Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. Huáscar—Honrosos— Horrores. E l sub-jefe.

    S ijMon M.'Vr t in e z I z q u ie r d o . A! Honorable sciior X M. Christiancy, Minialro de lo.s Estados Dnidos de Nor­ ia-Amíric» en cl l’eni.—Presente.

    V i d a l .G a r c í a 1 G a r c í a .

    E.STADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lim-a Diciembre 3 de 1880.

    Señor: Limi-a, Ochibre 5 de 1880. Mo hasido grato recibir ^la comunicación de ese Vice¡ Consulado, de 2 de los corrientes, ou la cuai se sirve V. S. I SANTO. participarme que, teniendo que ausentarse, por mui cor- | to tiempo, do esta capital con -dirección a Panamá, deja j Ilumine— Iris—Islai. a sus compatriotas ba-jo la protección del Enviado Estra- i E l sub-jofe. ordinario i Ministro Plenipotenciario do los Estados Uní- ¡ V id a l G a r c ía i G a r c ía . dos de Norte-América en Lima, remitiéndome copia de la correspondencia habida, con tal motivo, entre dic la Lega­ ción i ose YTce-Consulado i pidiéndome, al mismo tiem­ ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS. po, el pasaporte respectivo. Lim a, Octubre 1 de 1880. Felicitando a V. S. por la cordialidad con que ha sido acojida ,su demanda por ol Representante de a gran Re­ Beiicmérilí señor Coronel Inspector i Comanilanle Jenoral Jo Artillería. pública del Norte, al cual esta Secretaría acepta, con estroSANTO. ma complacencia, en el carácter do protector temporal de Ijistos—Libres—Limeños. los ciudadanos ds la Union colombiana, i prometiendo a E l sub-jefe. V. S. remitirle próximaraonto el pasaporto solicitado, cá­ V id a l G a r c ía i G a r c ía , beme la satisfacción do reiterarlo la espresion del mui distinguido aprecio con que soi do Y. S, mui obsecuente .servidor. ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS,

    P

    ed ro

    J

    o sé

    Ca l d e r ó n .

    Lim a, Octubre 8 de 1880. A! señor don Simón Martiaoz Izquierdo, Vice-Cóasul de los Estado.? Unidos de Coiombia.

    Bcnenioriio señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    XXY.

    Manténgase—Moral—Militar. E l sub-jefo.

    Siiiito, scñ.a i coiiti-a.seüa dada cl ejército peruano en Lima, por el Estado Mayor Jenera!, cu Octubre de 1880.

    V id a l G a r c ía i G a r c ía ,

    ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Octubre 9 de 1880.

    Lim a, Odubre 1. ® de 1880.

    Benemérito señor Coronel In.spcotor i Comandante Jeneral dc Artillería,

    Benemérita sciior Coronel Inspector i Coiuanikntc Jeneral dc Arli'lería.

    SANTO.

    SANTO.

    Nobleza—Nacional—Notoria. E l sub-jefe.

    Estímulo— Enardece—Espíritu. P e d r o S il v a .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Ocivbre 2 de 1880. Benemérito señor Coronel ínspeclor i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. Firmeza— F uerza— Favorece. E l sub-jefe. V id a l G a r c ía i G a r c ía ,

    V id a l G a r c ía i G a r c ía ,

    I

    I I

    estad o

    MAYOR JEN E R A L D E LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Octubre 10 de 1880.

    i Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. Orden—Ordenanza—Observancia. E l sub-jefe. V id a l G a r c ía i G a r c ía .

    CAPITULO SEGUNDO,

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    269

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    ¿im a, Oeiubi'C 19 de 1880.

    Liraa, Octubre 11 cU 1880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Comandante Jeneral dc Artillería.

    SANTO.

    SANTO.

    Ykraví— Yate— Yelmo. E l sub-jefe.

    Patriotas—Peruanos—Presentarse. E l sub-jefe. Y L d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITO.?.

    ¿im a, Octubre 12 de 1880.

    a a a

    Benemérito señor Coronel InapecWr i Geniandur.te Jeneral de Artillería

    Benemérito aeilor Coronel Inspcítor i Comandante Jeneral dc Ártiüeríu.

    Y L d a l G a r c ía

    G a r c ía .

    i

    ESTADO MAYOR JEN ER A L DE LOS EJÉRCITOS.

    24 de 1880.

    Lim a, Octubre

    Benemérito señor Coronel Inspector i Comaudanto Jeneval do Artilliri».

    SANTO.

    SANTO.

    Daremos—Dias—Dichosos. E l sub-jefe.

    Quirografía— Quirología—Quiromanía. E l sub-jefe. Y L d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    YOd a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    i i

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    ¿im a, Octubre 13 de 1880. Benemérito seflor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    ¿im a. Octubre 25 de ISSO. . Benemérito señor Coronel .Inspector i Comandante Joneral de Artillería,

    SANTO.

    SANTO.

    Estímulo—Emulación— Empeño. E l sub-jefe.

    Radio—Radial—Radiante. E l ,sub-jefo. YDd a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JE N E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    ¿im a, Octubre 14 de 1880. Benemérito soñor Corone! Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    V i d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L D E LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Octubre 26 de 1880, Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral do Artillería,

    SANTO.

    SANTO.

    Felicidad—Fuerza— Firmeza. E l .sub-jefe.

    Sufridos—Seguid—Soldados. E l sub-jefe. YOd a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    ¿im a. Octubre 18 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral ds Artillería.

    Ya d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO M.AYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lira a , Octubre 27 de 1880. Benemérito sefior Coronel Inspector i Coraandanto Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    SANTO.

    Gozamos-Gracia—Gentil. E l sub-jefe.

    Temblad—Taladores—Traidores. E l sub-jefe. YU d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Ochdm 16 d£ 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comand.intc Jeneral de Artillería.

    V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Octubre 28 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    SANTO.

    Holocausto— Honor— Homenaje. E l sub-jefe,

    Usan— Urdir—Ultrajes. E l sub-jefe. Y L d a i G a r c ía

    i

    G a r c í .a.

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Liraa, Octubre 17 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    YU d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJÉRCITOS.

    Lim a, Octubre 29 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillen'».

    SANTO.

    SANTO.

    Irradiar— Imájenes— Ilustres. E l sub-jefe.'

    Vijie—YT—Y^ncí. E l sub-jefe. V

    id a l

    G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    V i d a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ÜlJEBRÁ DEL PACÍFICO.

    270

    Prado, en medio de eu poltronería, conoció mejor el por­ venir, que debió ver perfectamente claro despues de la Lim a, Octubre 30 de 1880. pérdida del ejército de Buendia, £1 mismo Daza, que era un loco, presintió la ruiua total del Perú i Bolivia, conde­ Benemérito .señor Coronel Lispecior i ComaiiJante Jenera! uúblo invencible; tiene del afrieauo la fiereza, dcl godo a tenacidad, i de .»u suelo, sobre todo, la sáv'ia del he­ Chile no contaba con elementos .suncicute.» para tan arries­ gada i difícil empresa, teníamos en contra dificultades roismo. Pienso como vos, príncipe, añadió; esta campaña es una gran falta, mi primera fa'ta.” domé.stícas de insuperable dominación. .E l S ig lo de Montevideo ha ido mas léjos, atiunciándo-/i|"’ Algo análogo podemos decir, nosotros de nuestro puoblo. uos desde luego i sin rodeo.» un completo fraoaso, fracissoll Tiene del español el orgullo i la tenacidad invencible, del araucano el valor incontrastable. que vendría a poner a raya nuestro amor propio enarde­ .A esto agrega eso que Napoleón llamaba sávia del cido por tau fáciles como iniVuctífcras victorias, Ta es la idea quo hau so.sienido i sostienen nuestros .suelo i que en Chile es el efluvio de la tierra, de esta tier­ detractores dei Pacífico i del Atlántico, fiados aquéllos no ra querida cuya idolatría comienza con nuestra vida i en su buena estrella, porque esta se ha nublado desde el solo concluyo con ella. Tenemos fe ciega eu el triunfo, i por él anticipamos principio, sino en la insupsrabiiidad do !o» obstáculo.» na­ turales para sernejanto operación, i persuadidos estos do lerviento voto de gracias a nuestro valiente ejército. ESTADO MAYOR JEN E R A L DE LOS EJERCITOS.

    XXYL

    que nuestro país no llevaria su ambición hasta jugar so­ bro una carta tan riesgosa todas las ventajas logradas so­ bre sus enemigos. 111 resultado vendrá pronto a desengañarlos. Nue.»tro ejército llegarán Lima, isobrelas ruinas i má­ quinas infernales con que ha creido de.fenderse el Dictador r¡é.roia plantará la bandera chilena, esa bandera quo des­ do el año 1820 ha sido el espanto de los peruanos. ¿í ni cómo podria resistir esa ciudad, foco de corrupción i servidumbre, la embestida del ejército quo acaba de lacer morder el polvo a los que juzgaba invencibles ejército.» de la Alianza?

    EL

    ú l t im o a c t o ,

    (Editorial de Los Tiierpos de Santiago.)

    Nuestras mvencibios lejiones se mueveu hácia el Norte. ¡ Ya era tiempo! Los vencedores en 20 combates no podian resignarse a lermanccer ociosos cuando Chile entero les gritaba jn Viraa! cuando las bayonetas saltaban por sí sola.» de los rifles esperando la voz do ataque para pasar por sobre las minas de la ciudad de los vireyes, como pasaron por

    tal.

    i i i

    CAPITULO SEGUNDO.

    i i

    271

    E l soldado chileno tiene la conciencia de su triunfo, ol encima do las minas de Arica; cuando los porta-estandar­ )ai.sano chileño cree sin titubear en la victoria. 1 .si butes de nuestro glorioso ejército solo aguardaban la señal para clavar el tricolor de Chile en las torres i muros de liera alguna duda, ya desapareceria sabiendo lo que pa.sa esa ciudad tan orgullosa corao loca, que jime bajo late- cn Lima. E i enemigo se entrega, éi mismo revela su an­ gustia i ,sus temores. . rula de un loco mas incurable todavía!..! Hasta hace pocos diaa, !a prornsa limeña, con una uni­ ■Sil Nuestro pabellón flameará sobre esos muros, ilumi­ nando a la América con el fulgor resplandeciente de su formidad mui completa para sor espontánea, ha gritado blanca estrella; nuestros soldados hollarán bajo su férrea a todos to.s vientos quo Chile no so atrevería a conducir 3Íanta ias fortificaciones i las minas que la impotencia i i sus lejiones a la ciudad santa del .Rimac, Han podido toa perfidia se atrevieran a oponer como barrera al vence- mar a Tacna, deoian, pero Lima es una ciudad sagrada, dor. Lo,s liijos del Sur retrocederán, a la vista de la reina del E l Dictador peruano ha tenido una mala inspiración al Norte, Dotriiid en paz, limeños, continuad vuestras saricroer que la audacia i ol descaro podian detener al torren- ' tas oraciones piado.sas imijorcs que jemís cn los claustros te; Lima i el Perú han sido tan insensatos como Piérola solitarios, í cuyo reposo lia sido turbado por el anuncio de al secundarlo en su enfermizo sueño. invasione.s guerreras; nada teníais; don Nicolás gobierna Ellos llevarán su merecido castigo: no es la tímida lla­ i vijila, i el pueblo peruano ha retemplado su entusiasmo. Esta canción ha concluido, i otro estribillo, mucho mas ma de las serranía,? la que puede resistir al empujo del altivo cóndor de los Andes; no es un Dictador de entro- triste, la lia reertqilazado. .Despucs d.e la ruptura de la.? rnes ni un hato de coolíes arreados a latigazos a los conferencias de Arica, ha habido que hablar, i por la campamentos, quienes puedan .ser capaces de detener a fuerza ha sido de necesidad confesar la verdad. E l Dic­ lejiones de héroes eu su marcha Iriuníái por las cosías tador Piérola ha publicado una circular por la que hace del Pacífico! saber a los estantes i habitantes tle su buena ciudad de En los solemnes momentos porque atravesamos, os de­ Liraa, que la.? tropas chilenas, contra toda previsión i ber i patriotismo descubrirse ante esos jigante.? rmostuiri- cálculo, so preparan a desembarcar no lejos de la ciudad, brados al peligro i a la victoria, al sacrificio i a la muerto, i que se presume quo sea con el objeto de tomarla. Quo ol Dios de las batallas, que es para nosotros el Esta noticia oficial ha producido un efecto nunca vis­ Dios de la justicia, sirva de guia a nuestros defensores! to. Es la. primera vez (¡uo la palabra del (.lobienio perua­ .El boletín dol triunfo uo se hará esperar mucho. no es recibida sin sonrisas malicio.?as. .M! pueblo ha creído, i cada cual se ha apresurado a hacer .sus líos, bosestraiiA u o u s t o íí a m t r iíz S o s a . jcvos ganan los buques de .su nación, los limeños que no son soldados se dirijen a ganrccorse ala sierra. Antes del (Hditwiiil déSt. níR.u,Bo (le .Siatiriíro de 15 (le Noviembre ti? KSSOq ataque, ántes del desembíU'qiic, T.ima e.?tá vencida. En Ayer alas12 M. comenzó el embarque de la 1, Di- ««w momento no es un catopamento, como decían con visión oondestino al !\orte, iba Divisiónestá alas drde- desvorofmnza los plumarios limeño.?, no e.s una Sagunto, nna Zaragoza que se prepara a morir matando, es una nes del Jeneral Y'illagran. La csjiedicion a Lima, que la mayoría dcl país califica­ ciudad peruana habitada por !(',? mas afeminados hijos ba de necesaria, i que los mas confiados creían que no dcl Perú, que es cuanto hai que decir. Lo qui? hai que temer no es por cierto al ejército de podria realizarse en este año, ha dejado do ser una espe­ ranza para convenirse en un hecho. En pocas horas mas, Piérola,-—muoltedumbre uniforraadit i disfrazada de solnaves chilenas con la proa al Norte surcarán los mares, lle­ dadiis-,-.?ino ,?ii actitud. Gran ventura seria que tal ejér­ vando en SU sonso la vanguardia dcl ejército invasor i cito coml.iíi.tiora, i no será raro (|uc, siguiendo el ejemplo vengador. (,¿ue e! destino los proteja, que la estrella de de los habitantes do lim a, .•^e (l5,sorgiu.úce i vaya a retem­ plar su valor i espíritu militar en ias gargantas de la cor­ Chile lo.s guie. No sin marcada satisfacción de orgullo nnunoiamos un dillera. Seria inverosími!, i os cabalmente por esto que te­ suceso de tantas consecuencias para oí país, que tan alta­ memos mucho que así suceda. mente revela la entereza i vitalidad de la Nación E l esfuerzo quo hace Chile, i que con seguridad será PR EN SA PE.RÜANA. provechoso, es un acontecimiento en la historia amerioana. Un pueblo do fierro se levanta, i ¡ai' del que se atreva IA PIIESEN'CIA ¡IE l.OS Cmi.EííOS EN l’ISCO, a provocarlo. (Ebitorkl cIc E l I’i'-.i u is .uno ;1c Ijima J.-; -JS >, No’.ismbre (te 1S.50.) ¿Qué Nación americana realizaría lo quo emprendomo,?? L.1S noticias recibidüs del valió de (.lliincha, despucs de La Francia, la poderosa Francia, resuelta a conquistar la Arjelia, empleó seis meses en los preparativos bélicos de lo,? telegrama,? oficiales del viérnes, que anunciaron la pre­ la espedicion. La segunda potencia naval dc la Europa, i. sencia en Pisco (io varios buque,? de gnerra i do trn.?poren aquel tiempo la primera potencia militar, tardó seis tüs enemigos, confirman la Legada a dicho puerto de la meses en reunir líO.OOO hombres, embarcados en KK) bu­ espedicion que so prcpar.-i hace tanto tiempo en Chilo que,?, i trasportados ai otro laclo de ese tranquilo lago que contra esta capital i las fuer.z.iis qne la defienden. La situación enque.se encuentran nuestros enemigos, so llama el Mediterráneo, Chile, que tiene pono raas de 2,000,000 de habitantes, que lleva 20 meses dc guerra des- que los obliga a gastos superiores a su exhausto tesoro, no podia dejar do obligarlos a intentar este supremo esfuerzo, oladora i costosa, tiene fuerzas para alistar una c.spedi- ,______ ^____ cien tan formidable como la de Francia eu .la época de la j en quo van a perder tai vez en un instante todas las ventoma de A rjel. I tajas con que los ha favorecido la suerte dn lo.s dieziocho ,Mo es orgullo vano, es lejítima ooraplacencia comparar ! meses dc esta sangrienta.guerra, una Nación con otrú, una invasión con la otra, contar ' .La pequeña gu.arnicion de Pisco ha cumplido su deber nuestros escasos habitantes, i deducir la iniTmnsa vitali- i rechazando la intimación dcl enemigo i resolviéndose a dad nacional. morirántes de arriar, por sus propia,? manos, el pabellón En cuanto al resultado de la espedicion, nadie se preo- de la Pi,epúbl!ca, cupa. Nadie duda de la victoria; uo hai uno solo que vaLa inferioridad de su número no le ¡icrmitia oponer sino eile. Es cuestión de tiempo, de dias ma.s o ménos, pero alfin I una corta re,sistcncia, la quo ha sido sostenida por ei Co­ ya lo sabemos da antemano. E l enemigo .será ap¡a,sta
    272

    GUERRA UEL PACÍFICO.

    La historia de la actual guerra, así como su lójico des­ envolvimiento, prueban quo no vamos a luchar con una el poder de los medios de defensa de quo se ve rodeada. de esas entidades que traen, junto con la fuerza, el presLa organización de esos medios ha tocado a su término, tijio de las buenas ideas, de las aspiraciones justas, de las i las medidas para ponerlos en inmediata acción son las nobles contienda», que a veces deciden del destino de lo.» que están i continuarán ejecutándose, a fin de sacar el pueblos, abren espacio a unos en el circulo joográfico de partido mas ventajoso de su empleo en los momentos ne­ otros, i realizan aquellas trasformaciones que determinan cesarios. i señalan las conquistas del progreso, E l país i el Gobierno comprenden la gravedad de la lucha Nó; se trata, simplemente, de hordas .salteadoras que que va a empeñarse mui pronto, en la cual el desenlace no han espiado a su presa, que la han sorprendido alevosa­ puede ser dudoso parales que defienden su honor, sus in­ mente en el primer in.stante i que, ensoberbecidas con su terese.» i la integridad de su territorio. ' predominio de casualidad, van, sin saberlo, al término Miéntras dol lado del Perú se encuentran tan nobles 1 del desengaño i del castigo. como sagrados objetos, Chile solo libra esta última bata­ I No hai en ellas ni el aliento do los buenos principios, lla estimulado por su ambiciosa sed de riquezas i de aje­ I ni el designio de la espansion lejítima, ni el plan do una nos territorios, que en vano pretende dorar con el nombre campaña civilizadora: sou los bárbaros en sus primeros de garantías i de seguridades para su paz futura. ! arranques, quo fueron de.»pues uncidos al carro do sus Ni P)oIivia ni el Ferú nunca perturbaron su paz; pues j amos vencedores, su política se distinguió siempre por el respeto de sus fron­ I I en cambio, el Perú, este país que se creia adormecido teras, que solo acechó Chile constantemente. ' por los goces de la opulencia, ha despertado como el león Las naciones aliadas actualmente para defenderse de I al oir el rujido del tigre i al sentir su garra traidora; i cosus usurpaciones, jamás amenazaron la integridad de Chi­ I mo el rei de las selvas se prepara a la lid a la puerta de le, limitándose Bolivia a so.stoner por ia discusión sus I su morada, donde está cmanto ama i cuanto deba protejer. derechos a una parte del territorio do Atacama i cedién­ ! Chile tuvo su fuerza feliz miéntras fué aliado de la sordolo jenerosamente otra, sin disputarlos jamás con las pre.»a: veremos hoi, veremos pronto si todavía lo ampara armas en la mano. la fortuna. En cuanto al Perú, ¿cuándo fué ni cuándo puede ser■No será! una amenaza a 1.a integridad de Chile? Una nación queso ha batido como la nuestra; quo ha Si la necesidad de su defensa de la invasión de su pér­ hecho brotar héroes en todas sus batallas de mar i tierra; fido enemigo lo obliga alguna voz a ejercer medios tejí- que ha improvisado recursos en su época mas angustiosa', timos de represalias o coerción, nunca será, con miras de i que ha cubierto sus altares con todas las ofrendas del ensancho o engrandecimiento; pues, a Dio.» gracias, lo dotó ! amor patrio; una nación así, tan viril, tan levantada, tan la Providencia dc un iumenso i rico territorio, qno es ol jenerosa, conserva íntegro el honor de su nobleza lejen­ objeto de las miradas codiciosas de Chile. I daria, acepta la obligación qno ella le impone, i lleva inLa satisfivccion de esta coiicia es la quo lo trae a ias . raeiLsa ventaja a los galeotes que la provocan. puertas do esta capital, desafiando imprudentemsnto el i Galeotes con uniforme i galeotes con harapos: oso son patriotismo i la colora de un piíoblo que no puede dejar los chilenos. de combatir hasta ia muerte o el triiuiio, cuando so trata Desde ol capataz que siguo la guerra para mantener sus de defender la dignidad do su pabellón, la inviolabilidad acciones i las de los suyos en la ingrata empresa de An­ de su territorio, la santidad de su hogar i cuanto hai de tofagasta, hasta sus tenientes que hacen programa del ase­ mas caro para ol hombre i para ei ciudadano. sinato i dol robo, no hai uno solo que no se manifieste Chile no podrá provocar impunemente tan santas iras merecedor del grillete o que no esté ya cruzado por el i su insensato proyecto de hacer entrar sus lejiones victo­ azote! riosas en la antigua ciudad de los Reyes le costará bas­ Pero el proyecto primitivo tuvo en las rejiones de la tante caro, sirviendo su castigo de lección a los pueblos Moneda su sanción fria, razonada, casi previsora. ambicioso.» que buscan su engrandecimiento on la ruina Cuando lo diplomacia artera no pudo mas, ni aun arras­ de sus hermanos i no en el trabajo i en la propia pros­ trándose a besar el pié de los caudillejos bolivianos para peridad. arrancar concesiones a sus báquicas munificencias, Chile meses, do h a esperim entado la m enor perturbación, re v e ­

    lando en

    su calm a i serenidad la confianza qne tiene en

    J

    o sé

    C a s im i r o U

    llo a .

    DEREREK DE ACTUALIDAD. (Editorial de L i Oi’i.üKm Nauuxai de Lima de di de Seríembce de 1880,)

    Todos tenemos la resolución i la esperanza de vencer a los chilenos: 100,000 peruanos abrigan eu Lima ese do­ ble sentimiento, 1 en este ca.so querer es poder, Pero si basta eso para la victoria definitiva, no basta para los provechos totales de esa victoria. Ai campo de batalla que nos e,spora con sus laureles, debemos ir dispuestos a rccojerlos individual i colectiva­ mente: cada nno está obligado a pelear hasta triunfar o morir, i todos formando eso conjunto de di.scipliha, de obediencia, de fe en loa que mandan, cualidades quo dis­ tinguen a los grandes pueblos en sus horas de prueba, i que son, además, la segura promesa dol buen éxito. Si no es posible desarrollar hoi a la vista do la capital todos los elementos que ha acumulado el patriotismo dilíjente i hábil de sus mandatarios i desús hijos, tengamos la fundada convicción de que bastan para destrozar al enemigo, ántes do que llegue a los muros de nuestra her­ mosa ciudad, Esta debo ser la base cardinal de la confianza pública, I hai algo mas, mucho mas, que es preciso tomar en cuenta.

    ;

    j I i

    se armó sijiloaamento, mandó sus hombres i su oro a Antofagasta, i una vez allí establecidos, buscó un pretesto, i ocupó esa zona a título de reivindicación. .El Perú era aliado de Bolivia o lo seria aun sin tratado anterior, i dc allí la guerra al Perú, guerra que nos honra porque hace justicia a la altura de nuestros sentimientos i a los deberes de nuestra lealtad. Las armas han sido propicias hasta ahora al enemigo común, como que las tenia listas para herirnos por la es­ palda; pero en sus operaciones habia un objeto i un resul­ tado posible, a juzgar por sus recursos dcl momento, TIoi, l i opinión de la Moneda está ahogada por cl grito inconsciento de la chusma i de los políticos de encrucija­ da; fuera de sí, el Gobierno cede i ha dicho también en nombre de una ambición propia: ¡a Lima! ¡a Lima! Hé ahí el oríjen de la espedicion a Lima, Siape.»ar naestro hemos tenido que roconocer cierta prudencia on las empresas de! enemitm, hoi, léjos de ella, vemos (jue han predominado, sobro el parecer de la jente pensadora, los intereses bastardos do ios círculos recalci­ trante.», que quieren perder al Gobierno de Pinto, i los bajos instintos de la rotería, que cree al alcance de su ma­ no ladrona cuanto encierra nuestra espléndida capital. Por consiguiente, si nada teníamos que temer délos invasores, viniendo como vienen, i viniendo por lo que vienen, ménos debemos temerles ahora: los trae la urjen-

    r u

    fe A* W i (

    if

    CAPÍTULO SEGUNDO.

    273

    cia de terminar la lucha quo lo.s mata, el desconcierto de LA TOMA DE BISCO. sus labores económioas, el arrebato de las pasiones popu­ (EíUtoi íal (le Eu NACh>a.iL do Lima de 22 dc Noviembre de 1S80.) lares i la honda perturbación de su avaricia. No tenernos aun conocimiento de ios pormenores del Para vencerlos no necesitarnos mas; los venceremos! Pero, sea cual fuera la situación moral i material del desembarque de los chilenos en i’aracas i del combato enemigo, supongámosla siempre capaz de nuestro mayor ! que han tenido necesidad de librar, con una parte redu­ i mas enárjico esfuerzo; nada de ilusiones. Todo será la cida de nuestras fuerzas, para tomar posesión do Pisco. Poro hai un hecho cierto e incenteslable, un hecho que obra de nuestro valor i de nuestra sangre. debo revelar al enemigo cuán erizado dc dificultades i pe­ I lo repetimos: disciplina, obediencia, unión entre go­ ligro está el camino que conduce a Liraa. bernantes i gobernados, para eprovcchar dc unos toda su Ese hecho es que en Pisco, cl patrotismo peruano, des­ acertada iniciativa i de otros todo su mérito personal. Ni pertado dcl sopor que parcela tenorio aletargado, ba for­ prevenciones ni esclusiones; ni rencillas ni choques. mulado, ccn las armas eu la mano, la mas vigorosa protesta Tal es oí secreto del triunfo. contra la invasión cliilena. Hagámonos, pues, dignos de alcanzarlo i digno.? do con­ Pisco, en cuyas playas dio San Martin en otra época solidarlo! el primer grito de libertad, cuyo eco repercutió cn toda la A. A. A ram burú . ostensión de la República, sabia demasiado que su resis­ tencia seria infructuosa por la inmensa superioridad de los invasores. ANÍBAL AD BORTA.S. Sin embargo, les ba librado combato desigual i heroico. Les ha hecho comprender que no impunemente se profa­ (Rrlitorial de L.\ P jt k u de Liraa del 20 de Novi.embre de 1S80.) na el suelo patrio cuando su custodia está encomendada E l pérfido enemigo que pretende justificar sus críme­ a ciudadanos de grau espíritu, de alma templada i resuel­ nes con cl éxito de sus armas, pisa ya con su inmunda tos a llevar la gnerra a la última estremidad ántes de consentir en la desmorabraeiim dcl territorio nacional. planta el departainento vecino a nuestra capital. Despucs de la impunidad con que las hueste.? chilenas Sesenta leguas nos separan de él; sesenta leguas que deberá regar con su sangre ántes quo reciba el ejemplar se habiiin pascado cn Moquegua, en Quilca, en los depar­ tamentos de Huaraz, Larabayequc i Libertad, era necesa­ castigo que merece. ria ia resistencia de Pisco, ¡lara que de eso modo las deVienen azuzados por la codicia, vienen repletos de en­ cepcioncs sufridas tuvie.scn su compen.sacion i se viera vidia-, vienen con el alma saturada de todos los apetitos que aun el Perú está en pié, defendiendo con brio sus inmundos que forman sn delicia... Ymngau, pues, ahoga­ derechos automáticos i el equilibrio continental de la remos en su sangre los estímulos de sus torpezas i de sus América del Sur. infamias. La resistencia de Pisco ha venido, por otra parte, a dar Importa, sobremanera, reconcentrar en uno solo todos razón al sentimiento público. nuestros esfuerzos, i convertir en una sola todas nuestras Todos han deseado quo, de.?dc lo,? primeros momentos voluntades. del desembarque do las fuerzas chilenas, concl notorio Nos ha tocado en suerte a los hombres dc la actual je- propAsilo de diri jirse a estac.apita;l,se hicie.se sentir sobro neracion el sor los actores de la escena mas importante i ellos todo el pe.?o do nuestra indignación i la fuerza dc trascendental en el gran drama quo forma nuestra bisco- voluntad dc que estamos poseidos para di.sputar!es uno a ria. Somos la jeneracion de,signada por la Providencia uno todos los nasos que conducen a Lima. para desempeñar un rol singular, i el éxito que do nos­ La pérdida do Pisco no debe sorprendernos en manera otros se espera será; o el premio debido a nuestros esfuer­ alguna. Nunca lué una plaza fuerte ni hubo jamás, duran­ zos, o la espiaciou merecida por nuestra-s faltas. te la presente gnerra, el menor 'propósito do convertirla Importa, pues, cn estos dias de solemne espectativa cn tal. Por otra parte, cn la defensa do esa ciudad no han fal­ avivar en nuestros corazones el sacro fuego que alientan las resoluciones jonerosas; importa fortalecer el ánimo tado los corazones. Ha faltado el número simplemente. para hacerlo capaz de todas las grandezas i dc todos los El alma del Perú no está vencida. Sus facultades ,?o sacrificios. han reconcentrado en Lima para castigar ejemplarmente Tenemos patria, que es el mayor do los bienes qne el a los que h.ari pisoteado con escándalo, cn todas partes, hombro posee en la tierra. A ia patria deliemos consagrar­ los fuero.? sagrados de la humanidad. Siguiendo el ejemplo de Pisco, los pueblos, los caseríos lo todo para hacerla tan grande i respetada corno la Pro­ i las haciendas di.semiimdos en cl trayecto de 60 le­ videncia ha querido que lo sea. guas que nos separan de aipiel puerto, deben convertir cn De nosotros depende la realización dc esos designios un via-crueis todas las jornadas dcl ejército chileno. soberanos; de nosotros depende su porvenir. Nada de contemplaciones con cl enomigo, aun en el La guerra debe ser desde este dia nuestra única i cons­ caso de que c.?tc ofrezca garantías a las personas pacíficas. tante preocupación, ürje ya qne empuñemos todos c! En primer lugar, debe temarse presento que, atendido arma de! soldado, i que el aspecto marcial de la ciudad,a el carácter i las proposiciones dc la lucha actual, es soli­ toda hora i on todo momento, sea la manifestación au­ daria !a suerte del individuo, de la familia i do la patria. téntica de lo que preocupa nuesiro espíritu i do la ñrme No se trata de que uno,? se salven para que otros pe­ resolución que hemos adoptado. rezcan, de que unos vivan para que otros sucumban. A otros toca el deber de organizar la defensa para ob­ E l que no esponga su vida i .sus intereses al pié de las tener la victoria; a nosotros corre.sponde el deber dc eje­ banderas de la patria, concurriendo de e,?e modo a la sal­ cutar obedientes, como lo prescribe la ordenanza, lo que vación común, se Lará acreedor al desprecio del enomigo .se nos mande para hacernos dignos del triunfo que es­ i a los castigos tremendos con quo todas las naciones al­ peramos. tivas castigan hos delitos de traición a la patria. Es decir, El rihe.el ejercicio, el cuartel: hé ahí, desde ahora, nues­ que cl quo no esponga su vida i sus intereses, cumpliendo tro ídolo, nuestro culto, nuestro templo. El Dios de loa así sus deberes de valiente i de patriota, los espone por co­ ejércitos, que es también ci Dios de las naciones, bende­ barde i por traidor. En segundo iugar, sabemos que las jiromesas i las ga­ cirá nuestros esfuerzos i premiará nuestros sacrificios. rantías dc los jefes cbiienos son dc! todo ilusorias. Las M a n u e l J e s ú s O b in . emplean solo corao medio de encubrir sus atentados i do ineficaces reclamaciones posteriores, TOMO VI.—

    3.5

    QUERRA DEL PACÍFICO,

    274

    S i en todas partes se procedo con la actividad dol pa­ triotismo estimulado por la conciencia del peligro; si so organizan numerosos medios de hostilidad, i ,si se llevan a cabo con constancia, el enemigo llegará a las puertas de Lima, desanimado i abatido. Verdad es (pie al divisar nuestra campiña, al eontemjlar nuestros edificios momunentales (¡ue la envidia chlena pretende destruir desde .sus cimientos, al recordar (jue se encuentran en las goteras do una ciudad cnya opulencia se ha liecho prcvcrhial, se despertarán en todo su vigor los instintü.s de los soldados chilenos, a quienes so les ha alimentado con la esperanza del saqueo de esta ciudad. Entonces le tocará a Lima cumplir su glorioso cometi­ do: sofocar, on recio combate, cl ardor ele las p.asioncs chi­ lenas; castigar ejemplarmente a los que han hecbo gala de inhumanidad en e! seno do poblaciones indefensas; destruir el imioo ejército qne, en a actualidad, rsirvo de baluarte a la inva.sion cliilena. Si Lima no rt-.sisi.iera hasta exhalar el último aliento o hasta .sacar triuiilante la bandera nacional, el Perú seria precipitado en una espantosa i larga noche, quizá de inter­ minable duración. La rendición de Tama, estando aun en pié ranchos de .sus hijos i repletos sns arsenales ds armas i municiones, destruiría, con nn solo rasgo do oprobio i de vergüenza, la obra que nuestros padres fundaron a costa de iiicaleuiablcs i gloriosos sacrificios. Para que ia historia i la posteridad nos absuelvan, es ne­ cesario conquistar la muerto cuando ya no sea posible conquistar otra cosa. Si a pesar de inauditos esfuerzos, la suerte nos volteara una vez mas las o.sj)aldas i ao pudiéramos adquirir para nuestras banderas un lerna que represento el triunfo i la victoria, reservémonos siquiera el derecho de poder e,scribir en nuestros pendones e,sta frase gloriosa del héroe do Pavia: "¡Todo se ha perdido ménos el honor'” C esá r eo Cu a c a lt a n a .

    P E E N S A BOLTVIAN.A l'OLÍTtCA AMERlCAiVA. (Editorial de L a Tra!ii.'n.( -Je La Pa?. dc 23 dc Novieaibrs dc 1880.)

    Nada queda oculto para las naciones del Continente americano sobre las aspiraciones i el objetivo que dirije ias miras de Clnic eu la guerra de! Pacífico. Chile ha inv(.>cado ia conqui.sta como punto final de su acción.

    La conquista está conde Tenada por !a civilización del siglo. América la doscnnocc. ¿Qué queda a sus pueblos? ¿Protestar, intervenir, mediar? lió aquí la síntesis de la política americana, que obli­ gada 0 imprescindiblemente le cabe solucionar. Cuando la triple Alianza del 66, América protestó ante la sola idea acariciada por el Imperio aliado, de desmem­ brar algunos territorios del Paraguai. Los vencedore.» tre- ¡

    jiidaroii invocar la conquista, i el mi.smo Imperio tuvo que abandonar sus codicias, obligado por el principio ameri­ cano i aTra.strado por ías dos república.» del Plata, que temblaron imponer el bárbaro dominio de la fuerza. Ahora, ¿qué les corresponde? repetimos. ¿Seguirá sonriendo el Brasil, i continuará raimando a Clúle, como el cómplice mudo del crimen que da de ma­ no al verdugo; hará el trisiísiino papel de la Francia de Luis X V cuaudo la desmembración de Polonia, para roeojer mas tardo la cosecha de su ignominia i desjredazar también el bamboleante trono que todavía sostiene en América? Abí están .Metz i Sedan i Napoleón III. ¿Ü aguardará, como la boa arjentina que la pequeña ave ae le acerque para hacerla desaparecer entre sos fauces i recorrer el estandarte bárbaro sobre despojos ajenos? Hasta ahora ha espectado la guerra .«in manifestar una sola emoción, ni por los destinos de América, ni jior los horrores empleados jior el salvajismo chileno. Le ha acom­ pañado mas bien a éste a contener el ardimiento de la Arjentina, so capa de neutralidad. Esta situación, o faz política que asumió indefinida e hipócritamente, ya no le es po.sibIe en la actualidad conservarla. Tiene que declararse sobro el principio do conquista invocado por Chile. Tiene que scgiiir la huella con.seciiente al Pacto tripartito lirmado en la Asunción, es decir, huir, repeler eí dominio de la fuerza, llamado con­ quista, por el honor de América, por la conservación de. sus instituciones, por el respeto a la historia i a la justicia que se merecen lo,s-pueblos vecino.». En la República Arjentina, nuestra gnerra fué mirada simple, i únicamente como la tristísima ventilación de derechos acaso infrinjidos por uno do los beiijerantes, i qno esto lio tenia que pasar de la e,sfera histórica con­ temporánea, auc diriji(5 las huestes de Colombia sobre el Ecuador, dol Perú sobre la misma Re jública i dc Bolivia i el Perú entre sí en algunas veces de 'pasado. Mantenida en esa consideración, la Arjentina no ha querido precisar la solución de sus controversias injusta­ mente también provocadas por Chile .sobre Patagonia. Hoi que la lucha no es ya sobre la lejitimidad de un acto que no tiene el nombre ni de reivindicación, última­ mente invocado por España sobro Chile i el Perú, quo lláme.so avance, rectificación de fronteras, o indemniza­ ción pánica impuesta por la fuerza, es la conquista de Hieblos con autonomía propia i que hacen parte del equiibrio eoiuinental, ha llegado la hora de que se pronuncie en cl torreno de. la'verdad, tal como en 1866 supo subor­ dinar la sed codiciosa del Brasil. A Colombia í demas pueblos de América vamos a es­ cucharle idénticamente el veredicto diplomático i la acción internacional que les toca para salvar el suelo en que habitan de la avalancha inmoral arrojada por Chile. No tendemos mas que al llamamiento de la justicia continental. Ko corresponde a nuestra opinión marcar el rumbo que la .situación exije de cada pueblo. Allí, en su puesto cada nno, deberá examinar los alcan­ ces del deber americano.

    Los

    REDACTORES.

    l

    CAPÍTULO SÜMAHIO.—I. Combate de ¡mchas torpedos m e l Callao: p a rte s oftcialea, v e rsió n c h ile n a i p e ru a n a , i v is ta f'rssia. —II. Bonthardeo del Callao par H “AnginnosB p a rte oficia) i n o ia s in éiiita.a; r t ación d e ta lla d a

    íiscii! r e c a íd a p o r )a p c t J it la d e ¡a la u c iia to rp e d o

    d e la p é rd id a d e l caSon d e d ich o ciitii'.c— I I I . N o ­ t a s oficiale.s in é d ita s a-ibrc loa si¡*üicnies lieclioa: a i; i u p a r a la e s c u a d r a ; s e p e rm ite a a c a r loa p o n to n ea d el C u ilao p a r a q u e s ir v a n d e ic ín jio a las fa m ilia s do los n e u tr a le s e n A n r o n ; son cm idiicidoe a C h ile lo s re s to s d c i n s p ir a n te M ore!; r c n iin tia d«l O o m a a d ar.te cu Jc i'e d e l-.r e s c u a d ra , C o u tra -A lm ira iite
    Q a lv a riu o Itiv ero s, e in stru c c io n e s a la e s c u a iirs d e s u n m n áo con e s te m o tiv o .— IV . K1 C ongreso N a rio n il do C ld lc .ic u e n ia un v o to d e g r a c ia a! e je rc ito i a rm ada, d e ia R e p iih lic a .— V. D escrip ció n i d isc u rso s p ran u n c ia d n .s e n e! a c to d e h e n d e c ir la C in d a d e la l'ié rn ia en el M iro d e S a n ¡ .'¡ rs tá b a l.- - V I . Con'paña a Lhoa: p re p n ra c tv c s d e n ia r c b a i lclecra¡n¡i.s d e la p a r t i d a d e la ¡1. “ D iv isió n esp ed ir.io n ari.a.— V i l . N o ta del (iU íu k I I elasrpu.r. al f .íin is tro do la G u e rra so b re o! m a te ria l d e a ríille n 'a d e s tin a d o al e jé ro ito d e operur.ionos. ( I n é d i to . }— V IH . C uinlroa d '.ia o s.ira t!v o s d e las !'.iir|i.ics. ír.err.aSj .aruiiuncnto, v e s tu a rio , v ív ere s, e tc ., q u o coriduco la i?. ^ D iv isió n .— iK- I n s tr u c c io n e s p a ra el d c sc iu b a rc o eii O u iica i r-ccucoc-imicut-o m ilita r doi v a lie cíe L n rin . — X , T e le e ra ra a s cliilen o s i p e ru a n o s re f c r o n te s al d e sem b a rc o d el c ié r c ito e s p e d in io a a rio i ocnpaeiuii -In lu ir in ; p r o e i a n ia a lo s C aral-iiievsis do y m ig a i .- ^ X l. A u silio de la 0 ‘H ig -jíii.s i d iiic o lta d e s p a ra el d e se m b a rc o d e l e jé r o ito . Í Í n é d i t o . ) - X I I . O rd e n del di.a d a la Ü rig ad a [..yucli; n o ta s d e! J c n e r u l iia q n o d a no d e s a p ro b a n d o la c o n d u c ta d el J c n e r a l V iila o ra n i s e p a rá n d o le de! m a n d o d o ia 1. D iv isió n .— X l i l . C orrespandeur.i.as rehiU va.s u la m a rc h a i iie g a d a a l te a tro d o !a auorr.u del e jé rc ito d o o p e ra c io n e s .— X IV . D ssc rip c io ri del i d n o ra r io d el c jó rc iio cu ilc o o d e sd e la b a h ía d a r u r a c a s b o s ta L iras. --XV.

    Ler/aciou del Perú en ¡as Ripúhlkas Jel Piala: .se o c u p a do u n a in tr iv a p s ru a n o - a r jc u tin a , d e iu p ro n sa o iic u ta l i pirle to u d o s p a r a c rn a a d a ai je iitin a , sab v eu o io n do d ia rio s i guatos d e b a n q u e te s .— X V 'i. I in p o ru ru f.e c iirU e o rifid e r.c ia l dr’l .M inistro (jom en S :.n c h ss a d o n P e d r o -I c a é O íildoroii, H i n U l r c d o Rclaoior.e.s K s te rio re s de! P e r ú .— X v I I . C irc u la re s d el M in is tro do R e la c io n e s R atariore.s d e lio liv ia .1 la s n a c io n e s sn d -riu ie ric a n a s, so lic ira n d o se p ro iiu n c ien a fa v o r de la s re p ú b lic a s a lia d a s .— X V I II . M oU -del M in is tro d e i P e rú en R u eñ o s .-tires al G oiiierr,o a rje n tin o , s o lic iU n á o su iu to rv e tio io n c o n tra C liile.— X IX . I te n o n e ia i o rg a n ia ic ic n d o n a n u ev o G a b in e te en L a Pa-¿: reg reso do pi-isior.cro.a a R oisvia i n o ta del .M iiusrro C a rrillo a D e r tc a n o .— X X . C a rta d el d o c to r C o rral a sus a m ig o s sobr.e la g u e r r a .— X X I. P a r te oficial d e l ree c n o c im io n to d e l v.alle d e L n r in .— X X II. Pastcira! d r l n rao b isp o d e L io ia p u r a q u e el e jé r c ito p o n ia n o o b te n g a la v ic to ria de su.s a r m a s .— X X I I I . S a n to , so lía i c o n lra s c íla d a d a a l e jé ro ito p e ru a n o 011 L im a , p o r e l E.stndo M nj-or J e n e r a ! , en N o v ie m b re

    de I.ÍSO,—XXIV.— fid ito ria le s .

    Una bala de cañoa que utraresó a la F i-c.sííí un poco después de este accidente, ocasionó instanláneanieiiie la Combate ras, que da, Lautaro i Toro corrieron a toda fuerza de máquina continuamente araanecian entre los buques neutrales,! en ausilio de sus compañeras. El combate se hizo mui aun solían avanzar cuanto les era posible, cubriéndose con luego jeneral, i con la presencia del HiuUcar, que estaba el dique; i que si era atacado por ellas, cumpliera con su a 5,000 metros de la dársena, todo.s los fuertes rompieron deber reehazando el ataque, cuidando siempre que la re­ sus fuegos. tirada le quedara franca, por si la auperiovidad numérica Las corbetas Chambuco i Magallanes se acercaron mas le impedía combatir on ccmdiclones favorables, para observar los movimientos de nuestras embarcacio­ Al efecto, esc oficial, montando c! .■f-!"'no, se situó, a las nes, A los buques neutrales les alcanzaron algunos pro­ ■5 A. M.,ea la distancia quo media del dique a las bate­ yectiles de lo.s fuertes, i esta circunstancia obligó a lo.s rías del Norte, i r.'iomenios de.spues ¡ué acometido por buques estranjeros oambira’ de fondeadero, efectuándose tres laricha.s chilenas, dos de las cuales trataron de estre­ en ja bahía grandes movimientos. A las '! A. M. terminó charlo con la intención maniJlesta de hacer uso de sus el combate. torpedos de botalón, miéntras que la tercera, cubierta con ITn aspirante de la corbeta Ckacahuco, señor Morci, el dique, rompió los fuego.s de aractraliadora i canon. El murió a consecuencia de una bala de rifle, un momento A m o , evolucionando con suma pericia, replegóse bajo las baterías del Norte, i contestó los fuegos con artillería, después de conducido a su buque.

    í.

    276

    GUERRA J)EL PACIFICO.

    ametralladoras i rifles, empleando la guarnicioa en el manejo de estos últimos. Reforzado el enemigo con otras tres lanchas, apoyado además por el Huáscar, la Gkam6uco i Magallanes, i habiéndose enviado por nuestra parte a la Urcos i Capiíanía, pues la Resgiiardo acom­ pañaba desdo anoche ai Arv.o, se jcneralizó el combate, tomando parte en él tas baterías de la plaza i las de la dársena, sosteniéndose el fuego iiasta las 7.1-ó A. M., hora en que se retiró el enemigo, i recibieron orden nuestras embarcaciones de volver a .sus fondeaderos. En el Á rao ha habido algunas desgracias personales, pues recibió varios proyectiles, resultando heridos el sár­ jenlo 2. ® José Manueí Ríos, el soldado Manuel Paredes, limbos en las piernas, el marinero Hilario Castillo en ol pulmón, i el fogonoro .Manuel Cruz; levemente este, mas de alguna gravedad el primero, i mortalmente el tercero. En la parte inaterial casi nada ha sufrido esa lancha, pues sus averías se reducen a una rozadura de bala en la bobadiila; en la borda dei costado de babor un pequeño proyectil orijinó daño.s de poca consideración: un casco de bomba lastimó la regala de estribor, i varias balas de rifle i ametralladora han dejado sus huellas en el cubichete de la máquina, en la chimenea i en la cubierta. Jjos proyectiles consumidos los verá V. S. especificados en el parte que me cabe la satisfacción de adjuntar, i apai'te de que en él se manifiesta el buen comportamiento del alférez don Juan Francisco Balta, aspirante don Ernesto Flores, i en jeaeral do todos los tripulantes, creo llenar un deber de justicia recomendándolos a la consideración superior, pues iiabiendo presenciado el combate desde que comenzó, he podido apreciar la actitud del Arno, ya con­ testando con precisión i rapidez el fuego que se” hacia, ya maniobrando hábilmente para librarse de los torpedos 1 acoroetiondo con enerjía tan luego como lograba evitar ol ser ofendido con éstos; lo cual demuestra que el tenien­ te Jirneno supo colocarse a la altura del puesto que se le habia confiado, llenando cumplida i honrosamente sudeber. J/as otras lanchas no han tenido daño alguno ni en su personal ni en su casco, i según el parte del oficial aquél, una do las embarcaciones chilenas ha quedado mui ave­ riada por un proyectil del cañón de a 40 de la Ji rno. Dígnese V. S. dar a este oficio i a su anexo el trámite que estime oportuno. Dios guarde a Y. H E m il i o D ía z . Al ser,H C&pitan Je

    B iv io ,

    CoinaDdsnte Jeaeral Je

    este puerto, también rompieron sus fuegos sobro nosotros, los que eran contestados por las balerías de tierra. El tiroteo ha durado hasta las 7.15 A. M., que habien­ do abandonado el campo el enemigo, recibí órden de la Comandancia Jencral de Marina, por conducto de la lan­ cha Ca-pilania, de regresar al dársena, lo cual cumplí ininediataraento.' Durante la acción que dejo relatada, se han consumido en mi embarcación JO tiros del cañón de a 40 i 30 del do a 32, a ma.s 10 tarros de metralla i 6 de los de presten. Los tiros de ametralladora i rifle, no me es posible cal­ cular el número. Las desgracias personales ascienden tan solo a cuatro: el .sarjento 2. ° José Manuel Rioa, herido gravemente en una pierna; soldado Manuel Pando, también en una pier­ na; el marinero Hilario Castillo, mortalmente, en el pul­ món, i el fogonero Manuel Cruz, levemente. Las averías en el A rno son una rozadura producida por Liua bala de cañón pequeño en la bobadii a, un tiro do cañón pequeño en la borda del costado de babor, dos tiros de ametralladora .sobre el cubichete de la máquina, un casco de bomba en la regala de estribor i varios tiros de rifle en la cubierta i chimenea. El pabellón que enarbola la lancha fue bandeado por tres balas, dos al parecer de cañón i la otra de arnetra ladora. El alférez señor Balta, que iba cu la misma embarca­ ción i que funcionaba como mi segundo, lo mismo que el aspirante de marina don Ernesto Flores i demas tripu­ lantes, se han distinguido en el combate por su serenidad i valor; el sárjenlo 2. ® Rios, que salió herido, también se lia portado dignamente. Las embarcaciones que me acompañaban han cumpli­ do su deber, mereciendo especial mención la lancha Capitanía,qü(i siempre estaba cerca de mí haciendo un nu­ trido fuego de fusilería i ametralladora. No me parece de mas hacer presente a V. S. que una de las lanchas enemigas ha salido mui averiada a conse­ cuencia do un tiro do cañón de a 40 de esta embarcación. Los heridos de que hago mención fueron desembarca­ dos por jento del Talism án i conducidos a tierra. Espero, pues, señor Mayor, que esto parto se sirva ele­ varlo a la Comandancia Jeneral de Marina para su cono­ cimiento. A.NXOKIO JlMENO. AI seSor Capitán Je navio, Major Je órJenes dcl departamento.

    M arÍBa.

    COMBATE DE LAS LA.NCHAS TORPEDOS CHILENAS CON LAS FORTALEZAS DEL CALLAO. VAPOR "AUKO.”

    (Versión chileiBi.)

    Señor: Como jefe de ronda en la noche de ayer, tengo el honor do poner on su conocimiento lo ocurrido durante la ma­ ñana de hoi. A las 5 A. M., cumpliendo con las órdenes verbales recibidas de V. S., me coloqué en el espresado, en la dis­ tancia media del dique a las baterías del Norte, para ob­ servar los movimientos de las lanchas enemigas; en c.sta disposición, so destacaron del dique tres lanchas a vapor, de las cuales reconocí eran dos de torpedos de botalón, lasque me acortaron la distancia con el objeto manifiesto do estrecharme i hacer uso de sus botalones, miéntras que la tercera, proyectada sobre el costado dcl dique, rompió .sus fuegos de cañón i ametralladora. Inmediatamente go­ berné mi embarcación replegándome sobre las baterías i contesté sus fuegos con artillería, ametralladora i fusi­ lería. A partir de esto momento, se jeneralizó el combate con seis lanchas por la parte enemiga i cuatro déla nues­ tra, pues momentos ántcs se recibió el refuerzo de la Capita n ia , primero,! Vrcos, después, habiendo tenido desde anoche a la Resguardo. El Huáscar, lo mismo que los demas buques enemigos que se encuentran bloqueando

    Al amanecer del lunes 6 de Diciembre, las lanchas tor­ pedos chilenas voltejeaban rondando en distintos puntos de la bahía cerca de la playa i dcl muelle dársena del Callao. Las que mas próximamente se encontraban al re­ ferido muelle, fueron atacadas por cuatro.lanchas enemi­ gas, de las cuales una era bastante grande, mui bien artillada i tripulada por 150 soldados, poco mas o mónos. Nuestras dos lanchas Fresia i Guacoído,, que eran las atacadas, la primera al mando de! teniente 1. señor Al­ varo Bianehi Tupper, i la segunda que mandaba el tenien­ te 2. ® señor Rocuredo Amengual, contestaron inmedia­ tamente con las ametralladoras el nutrido fuego de fusilería i car'ionos de pequeño calibre que hacian las lan­ chas enemigas. Tan pronto como las otras des lanchas torpedos chile­ nas Golocolo i Tucapel sintieron ol tiroteo, acudieron a toda fuerza de máquina para ausiliar a sus compañeras Fresia i Guacolda, Estas dos nuevas lanchas iban al man­ do de los guardias marinas señores Víctor M. Donoso i Gaspar García Pica. Todos los fuertes del Norte del puerto, cañones i ame­ tralladoras del dársena i Tejimientos de infantería coloca­

    Vi '«•

    'i*

    i i

    i

    277

    CAPITULO TERCERO.

    y

    5 í h 5

    5¡1 •

    I

    ^• N•

    dos en los fosos que han formado en la playa, hadan des­ cargas cerradas sobre nuestras lanclias que a su vez hacían retroceder a las enemigas no dejándolas avanzar. Al sentir los buques de la escuadra el nutrido cafloneo de tierra, el Comandante de la División bloqueadora de este puerco, ordenó al Huáscar i a la JlUmlíanes protc^er a nuestras lanchas, poniéndose inraodiatamonle ánibos juques en movimiento. El Toro i el Princesa L hími, h a ­ bían avanzado momentos antes i disparaban también .sus pequeñas piezas de artillería, colocados ámbos a tiro de cañón. Luego que los enemigos vieron avauzitr al Huáscar apro.T¡máudose a los fuertes, do todas las baterías le hi­ cieron continuos di.sparos, i nuestro monitor no demoró tampoco en lanzarles pro3mctilcs con sus dos cañones de largo alcance i siempre avanzando pura defender las lan­ chas torpedos. Hubo un momento en que el Huáscar parecia uo an­ dar i todos los fuertes de tierra suspendieron los fuegos para fijar sus punterías i disparar todos mas o menos al mismo tiempo. En efecto, así lo hicieron; pero los proyec­ tiles fueron a caer unos a babor i otros a estribor, por la proa i a popa, sin causar al buque daño alguno sino darle un baño con las columnas de agua que levantaban lo.s proyectiles al caer, El tiroteo duró dos horas, i como llegase el momento en que las tripulaciones se desayunan, nuestras lanchas so retiraron i luego los buques. Al virar la Fresia para regresar, una bala de rifle del enemigo vino a herir al joven aspirante señor Juan A. Morel, de cuya grave herida murió a los pocos minutos de hallarse a bordo de la Ghacabuco, .adonde luibia sido llevado. Atondian en la Fresia la herida del aspirante señor Morel, cuando una bala de cañón entró a popa de esta lancha, pié i medio de la línea de agua, estallando aden­ tro, la cual hizo saltar una de las planchas de cubierta, matando mstantáneamcnte al capitán de altos, Nuñez, que se encontraba sobre dicha plancha e hiriendo a un marinero levemente. El teniente Bianchi hizo tapar todos los agujeros que quedaron a popa con motivo de haber saltado muchos remaches i pernos, i con colchones hizo tapar también el boquete que abrió la bala enemiga. De este modo quedó la Fresia perfectamente bien a flote i la Guacolda la tomó a remo que >or no tener go­ bierno. Miéntras tanto el teniente Bianc li arreglaba una caña de repuesto con la que pudo después gobernar has­ ta llegar a ponerse al cost.ado de la Ghacabuco, adonde dejó a los heridos i el cadáver de Nuñez. I^a Fresia hizo rumbo a la isla, porque notaba que de nuevo le entraba agua i principiaba a llenársele el com­ partimento do popa i a sumirse por esta parte, viéndose obligados a ponerse al costado del Toro para amarrarla con cabos i evitar de este modo su ida a pique. Se efectuaba esta operación, ya corea de la isla, cuando se sumió a popa basta perderse la bandera tricolor, quedando tomada solamente de proa hasta que se hundió totalmente. Este desgraciado incidente fue causa de una nueva desgracia que lamentar, i es la muerte del luecánico Juan Ancas, quo pereció ahogado, pues habia ba ado al depar­ tamento de la máquina de la F m i a cuanc o ésta se iba sumiendo, i llenándosele de agua dicho compartimento, lo que Ancas trataba a toda costa de evitar, no rdcanzando conseguirlo i pagando con su vida su atrevida acción. Las bajas que deben haber tenido los enemigos se ig ­ noran, poro se supone sea un buen número. .Muchos disparos hicieron los fuertes enemigos a los buques neutrales con el pretesto del tiroteo a ’ nuestras lanchas, i haciendo sus punterías en particular a los bu­ que ingleses. La Lackcm anna estuvo en serios peligros, pues una granada reventó en el aire i sobre este buque.

    CAUTAS DE LA ESCUADRA,

    (Vcrsioa peniana.)

    Dicierabre 6 de 18S0. Señor Director d e E l N a c i o n a l : E.sta bahía fue esta mañana teatro de un reñido com­ bate. Nuestras lanchas de ronda tuvieron un nuevo encuentro. Como siempre salieron airosas. El dique, especie de tapia, tras el cual se parapetan las lauch.as enemigas i los buques neutrales, formando un matorral, ha servido una vez ma,s do sitio de emboscada. Siempre hemos pedido que se dejo la bahía espedita. Hacia noches que las l.anchas enemigas se mantcnian detrás dcl dique i entre los buques neutrales. Era uua emboscada continua, desventajosa por nuestra parte. Nuestras .autoridades de marina tenían noticia de este hecho i habían dado las órdenes convenientes. Hoi, a ¡as 5 A, M„ el Arno, que estaba de guardia al mando dcl teniente 1.® señor don Antonio Jimeno, jefo de ronda, i dotada por el alférez de fragata Jman Francisco Balta i guardia marina Ernesto Flores, gobernó en de­ manda del dique para escudriñar en sus inmediaciones, fue atacada por tres lauchas chilenas. La Fresia, la Guacolda i otra. El peligro era inminente. El Aviio es inferior en andar a las lanchas enemigas. Acto continuo se trabó un combate de ametralladoras i cañón por una i otra parte. Las anclias enemigas con sus botalones armados, ma­ niobraban para tomar la nuestra por la popa i aplicarle sus torpedos. El Arii .0 reculó un poco, i deteniéndose, aceptó tan dcsigmal combate. Pero 1.a intención del enemigo era tomarla por la popa. El teniente Jimeno, cuando creyó conveniente, le pre­ sentó osa parte que tanto deseaban. La Fresia embistió, pero fué recibida con un disparo de metralla a boca de jarro, que la hizo abrirse afuera. Después, cambiando de posición, disparó también con metralla sobro la Guacolda, que atacaba a nuestra lancha por el costado opuesto. Ambas lanchas se .abrieron afuena. Hacia media hora que el combate era sostenido con brin e intrepidez por parte del Arno. El teniente Jimeno hizo mas que batirse con valor, su­ po defenderse con intelijencia. El coraje i la pericia que desplegó, mantuvo el equili­ | brio con la superioridad numérica del enemigo. Bien por la marina. El pabellón del Arno recibió tres agujeros, tres heridas honrosas. Dos de proyectiles de cañón de pequeño calibre, i uno de ametra 1adora. ! Los chilenos so batían, uo a calzón quitado, sino como | rotos, como descamisados, esto es, .sin camisa. De este modo sus movimientos tienen mas libertad, o en caso de naufrajio, pueden nadar con mas facilidad. Esta es su eterna tradición desde el naufrajio de la Hs■nuralda. Para esquivar los disparos de nuestra lancha, se proyectab.an sus lauchas sobre los buques neutrales. Pero el jefe del Arno, cansado ya de una astucia tan cobarde, les hizo fuego en la posición que guardaban. Los buques neutrales se pusieron entonces en movi­ miento. La ririfi-'i-nfi, de la marina alemana, caldeó en el mo­ mento i so hizo afuera. La Lackawanna, desplegó sus velas, a pesar de que no soplaba una sola ráfaga de brisa, liaciendo lo mismo. Los demas buques neutrales, procedieron de igual modo.

    278

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    Aquello era un verdadero zafarranciio, una batahola Los buques enemigos se conservan en el cabezo en desordenada, i en medio de todo este caos, el Arno, sola, completa tranquidad. impertérrita en su defensa, no cedia un palmo de terreno, El Huáscar tiene las falcas caidas i está rodeado por descargando sus cañones i sus ameira ladoras, como si las lanchas enemigas; se nota aglomeración de jente cerca estuviera dispuesta a tirarle, por fin de fiesta, con sus mis­ de la torre. mas piezas. La Magallanes, Ohacahaco, Matías Gmsiño, Toro, Tres lanchas enemigas mas vinieron en ausilio de las P'ñncesa Luisa i demas lanchas bloquean el puerto, tres primeras. M. F. H orta. Entdnces, ya el combate tomó un aspecto maravilloso, No habia. proporción entre una i otra parte. V ista fiscal recajiia en el sumario mandado levajntak La de.sigualdad .se perdia de vista. PARA AVERIGUAR LA PÉRDIDA DE LA LANCUA-TORPEDO ¡Seis lanchas contra una! "FRESIA.” No es necesario espresar de qué parte estaba el valor i la decisión, acompañados do la pericia. Cárlos E. Moraga, capitán graduado de eorbéta, coman­ El A rno hacia fuego a boca de jarro sobre las lanchas dante de la cañonera Fücomayo i fiscal en comisión nom­ enemiga.s. brado para averiguar la pérdida de la porta-torpedos El H váscmt i lo.s demas buques enemigos, que estaban Freskí, vista i leídas las declaraciones que preceden, re­ en el Sur, so dirijieron a protejer sus lanchas. sulta: De las baterías de tierra se íes hizo fuego. 1. ® Que la Fí’csiít fue echadA a pique por una grana­ Las dcl dársena rompieron también los suyos. da que recibió en la popa, i al estallar ésta rompió los Parecía que un combate serio iba a tener lugar. guardines del timón i abrió varias vias do agua en la obra El Huáscar, colocado a 8,000 metros de la playa, hizo viva de la lancha. Todas las declaraciones tomadas a los algunos tiro.s sobre las lanchas i solme tierra. tripulantes de la Fresia, i que figuran en este sumario, Fueron ocho, sin que ninguno produjese estragos on una están enteramente de acuerdo en este punto. i otra parte. 2 .^ De las mismas declaraciones, resulta, que e l.te Uno de !o.s tiros cayó en tierra rompiendo una... botija niente don Alvaro Bianehi Tupper, comandante do la Fresia, al ver herida Ja lancha que mandaba, ordenó tade aguardiente. I jar las vias de agua que la granada enemiga abrió a la Es de sentirse. ancha, ordenó guarnir la caña de respeto, gobernó de un La Magallanes hizo un tiro. modo conveniente'para salir del carnpo de tiro de los ca­ El Toro también hizo algunos, pero mui afuera. El HvÁÍ-scar remolcó id Matio.s Cousíño uu poco al ñones enemigos, i, por último, ordenó batirse, i se batió en Norte del cabezo, porquo esto vapor no tenia su máqui­ retirada todo ei tiempo que lo permitió el alcance de su ametralladora. na encendida. 3. E l comandante de la Fresia, cuando se convenció Los proyectiles de los cañones del dársena obtuvie­ que con ol ausilio de la máquina i tripulación de la lauron un gran alcance. ' cha no pedia evitar que ésta se fuese a pique, gobernó a Algunos pa.sáron sobre el monitor enemigo. la isla de San Lorenzo para vararse en la caleta del fon­ Ya no hai tiros cortos. Dos disparos de los cañones do a 1,000 de las baterías deadero; con este objeto mandó dar toda la fuerza a la máquina i arrojar al agua todos los pesos que podían de la Tunta, cayeron cerca del HvAscar. contribuir a que la lancha se sumorjiese. Con este mismo Fueron puntonas escclentes. objeto trasbordó la ametralladora i las armas menores, Un proyectil pasó sobre la Garibaldi. junto con sus caj.as de útiles i municiones. Otro sobre la Hvssarcl. 4. ° De las mismas declaraciones resulta que pidió i Un tercero cayó por la proa do la Lcichaioarím-. La lancha Resguardo, al mando del alférez de fragata obtuvo ausilio del vapor 7'oro, consiguiendo pasar ondas don Bruno Bueno, tomó parte eii ol combate desde tom- de cabos con el objeto de sostenerla a ilota i poder así irano, pues estaba de ronda, haciendo fuego de ametra- llegar al varadero. 5. ° Está, pues, perfectamente averiguado que la .por­ ladora i fusilería. ta-torpedos Fresia so hundió por efecto de una granada Era un diluvio de proyectiles por todas partes. ].,a Grcos i demas lanchas de tierra llegaron a última que el enemigo consiguió alojar en su casco, i que esta es una do tantas continjencias do la guerra en que estahora. Eí A rno se retiró de la palestra con honor despucs de einpefmdos, i que debe esperarse, atendido el'servicio haber estado mas de una hora resistiendo todo el empuje enemigos que hacen estas emde la flotilla chilena barcacionos. Esta asimismo bien probado que el coman­ Tuvo tres bajas en k tripulación; dos iieridos 1 un dante Bianehi Tupper cumplió hasta el último instancon su deber, ordenando muerto. . , , i manejándose » , en su embarcación El sarjento herido tuvo una pierna destrozada por un oficial esperimcntando, valeroso i muí esperto, 1 1 1 ^ ^ m irta TMii frim ri m ío uabandonó Krinr^r.r>«% en ninrí ii pues fué úl él oí el núltimo que su •'rtm embarcación casco de bomba. cuando esta no tenia ya nada sobre la superficie del agua. Su comportamiento cansó la admiración de todos. Tendido sobre la ciibiert.a de nuestra lancha, vivaba a CÁRLOS E . M o r a g a . la patria i solo salían de sus labios palabras de entu­ siasmo. Al ser trasladado a tierra recibió muestras de simpatía por los que sabian su heroico comportamiento i la sere­ nidad que habia manifestado en el combate i después Bom bardeo del Ualiao por el “Angamos?" p arte oflcial i notas inéditas: relación d etallad a de la pérdida del de ser herido. cañón de dicho bimue. Una lancliita a vapor chilena recibió un proyectil del cañón del Arno, de a 40, en el centro. PARTE OFICIAL. Acto continuo las demas lanchas la remolcaron hasta NÚM. 190.—COMANDANCIA DE LA DIVISION BLOQUEADORA. el cabezo. Tal ha sido el combate de hoi, verdaderamente intere­ Callao, Gifiembre 12 de 1880. sante i que hace honor al teniente Jimeno i a los oficiales Señor Ministro; i tripulantes que lo acompañaban. Para dar cumplimiento a las disposiciones supremas i referentes al bombardeo diario i. repetido de la dársena

    II.

    r r

    r r r r. f« r

    i

    i

    279

    C Á P Í m O TERCERO.

    [ ( l c

    del Callao, que Y. S. se sirvió trascribirme con fecha 29 doI pasado, bajo el número 1,420, dispuse que el crucero Angamos con su canon do largo alcance, ejecutase esa operación, dando a su comandante las instrucciones que Y. S. so servirá encontrar adjuntas bajo la letra A. Además tenia prevenido, por la órdon del dia, que los demas buques de la División, siempre que ci Angaraos se moviese para bombardear, estuviesen li.stos para mo­ verse, en precaución do que los buques enemigos pudiesen salir i llevarle un ataque repentino. Bajo e.stas condicio­ nes, el 9, a l a l F. M., el Angamos comenzó su comisión. Diez tiros disparó ese dia, i de una manera positiva he sa­ bido que una granada atravesó la cubierta de la Union-, saliendo al costado a la línea do agua, Otra dió en el cas­ co de! buque-escuela Marañen. E! 10 so renovó la operación,disparando 13 tiros i, aun­ que estoi seguro que e os al menos tocaron a la Unwn, no lo sé do una manera fidedigna. El 11 se renovó c! bombardeo; pero al ir a tomar colo­ cación, notó que el monitor A takualpa i dos lanchas que so mantuvieron a su costado, i dos mas que operaron in ­ dependientes, sallan dcl dávsoria, por lo cual, con los otros buques, me dirijí al punto donde so encontraba ol A-ngamos. Comprendí que el objetivo' de esa salida tendría por objeto distraemos i evitar que se disparase sobre el dár­ sena, por lo cual el ArtgarMs siguió disparando sobre ella, miéntras el Huáscar lo hacia sobro el monitor.—Después de cinco disparos dcl Angamos, algunos bastante felices, .ni disparar ol sesto, c! cañón desapareció, no quedando de el sino el anillo de los muñones. El cañón no reventó afortunadamente, pues ese acci­ dente habría cau-sado innumerables desgracias, según to­ das las apariencias; el canon se cortó on el tubo inferior de acero, precisamente en la medianía del refuerzo do los muñones, lanzando sobre estribor la pa'i'te que mira n! brocal i sobre babor la de ia culata. La sección del grano que ha quedado a bordo demuestra, adeojás, que el tubo interior que fué lanzado .sobre babor, corrió pnraeramente sin arrasir.ar los refuerzos superiores cu los primoro.s momentos, llevándolos en seguida consigo para tocar la jniríe trasera de la osplaiiada i saltar en seguida al agua, destruyendo una parte de la amurada a babor i u popa del portalón. Es evidente que la grieta que el cañón tenia cerca dcl oído no ha sido alterada,pues al haber sido ella Ja causa del aocidonte, el cañón habría lieclio esplosion, lo que no lia sucedido. El dibujo dcl cañón acusa que el refuerzo quo rodeaba el tubo de acero est.al.-a debajo dcl refuerzo o anillo de los muñones, i e-sto no lo compnmia lo suficiente. En efecto, las paredes interiores do éi, como podrá V. S. verlo, están perfectamente sames, la menor impre.sion han dejado on ellas las partes cspeiidas, corno no habría sucedido a estar bien comprimidas i, a m.ayor abundamionto, el diente'que forma ese refuerzo en sus estremos ha quedado intacto, lo que prueba
    loa objetn.s de su pertenencia, para ser entregados a .su familia. El del segundo ha sido enterrado en el lugar des­ tinado a los fallecidos de nuestros buquos. Ádjuuto.s se .servirá Y. S, encontrar lo.? certificado.? e inventarios respectivos para que V. S. Íes dé curso. Miéntras ios fuertes hacían io-s disp.aros .sobre nuestros buques, e! monitor se mantení.a como a 2,000 metros da la dársena,! una lancha, avanzando sobre los buques neu­ trales, nos disparaba con dilijcncia. El Huáscar, Pilcomayo, Ghacaiuco i Toro contestaron. La lancha se acercó de tal modo a los neutrales i al dique en seguida, quo se reconocía el deseo de ampararse por ellos; pero el fuego nuestro la hizo retinarse, a toda fuerza para salir sicompañada do otra en dirección de la FuRta. El Huo-scar i Pilco)na,i¡o con su.? cañones do largo alc.ance, la.? obligaron nuevamente a retirarse, hasta quo creí roas conveniente volverme al fondeadero alas 5 F. M,, habiendo estado en movimiento i disparando, con interva­ los mas o méno.s largo,?, desde- las 2 F. M., i cuando el mo­ nitor Ata.h.ualpa- volvía a la dársena. No me es posible, por alior-a,' fijar los daños que se ha­ yan podido causar al enemigo. Por nuestra parte, no liemos tenido, aparte del accidente del Anya-n-w.?, ningu­ na novedad. Acompaño a V, S. los parte? orijinale? de los señores cornandante?. Dios g u a r d e a V. 3, (fALY,\HTKO RrVEROS. Al sítor Mínislro (Vi U'Jí
    IIEVOLUCIT'IN DF.L

    ANGAí.tOS

    D F írU K ;-! ÜE IIA liE R S E L E

    REYEKTADO .EL i'.A.N'ON. k

    CM, lS 8 .~ 0 ü M .A !ín A R X lA DE t.A DiVISTON BLOQUEADORA,

    (Inédito.) Gall-ao, .Dick-mhrc 13 de-1880. Señor Ministro; El accidente ocurrido al cañón do! Angamos i del cual doi a Y. S. cuenta por separado, me obliga a devolver ese buque. Sensiblo me es verme privado de él, pue,s sus dis­ paros lio solo liacian estar en constante ocupación al enemigo, sino c uo uambíen lograban herirle sus buques. V. 3. me indica usar los cañones doi .HvAsca-r para bombardear el dársena, i aunque en otra comunicación he raanifestai.lo a V. S. ci inconveniente que hai para ello, procuraré hacerlo tomando toda.? las precauciones po­ sibles. . Los trabajos para estraer a la Frcsi-a .so han continua­ do; desgraciadamente la taita de elementos ha venido a contrariarme. Ayer comenzaba a levanbirse, cuando se rom.pió la pluma. Kué: pues, necesario paralizar el traba­ jo, i hoi me ocupo en arreglarla nuevamente, A ])e.?ar do la fundada esperanza que tengo de sacarla, ruego a Y. S. se sirva enviarme el real que tengo podido. Un solo bazo para su trabajo i los diver-sos otros traba­ jo.? que OTiijen los buque.? de la División, ea mui deficiente. Por lo méno-s uno roa.? es indispensable, el que espero so servirá Y. .8. enviarlo. La Guacold-ii- ha exijido reparaciones quo me han oblidado a privarme de .sus .servicios con el nn de componer­ la, lo que espero conseguir en breve. El vapor Lautaro también se está reparando, que, como V, S. sabe, e.?taban en tan mal estado. Anoche las lanchas Tucapel i Gol-ocolo han sostenido un vivo fuego contra la.iiohas enemigas, sin haber tenido novedad, i ccmó la ventaja de disponer do lanchas caño­ neras es innegable, pues prestan verdaderos servicios, rue­ go a V. S. me remita el Qavi-oia con ese objeto. Tengo noticias de que el enemigo pien-sa dar un golpe

    280

    GUERRA D EL PACÍFICO.

    sobre los bloqueadores; ignoro cuál sea, por lo cu.al la mas estricta vijilancia se desplega, i como el refuerzo de esta División puede evitarlo, V. S., en su justo criterio, deter­ minará si debo o no ser aumentada con un buque mas, medida que yo creo conveniente i acertada i que me per­ mito rogar a V. S. tomar en consideración. Dios guarde a V. S. C

    a i . v a r in o

    R iv e b o s ,

    Al seBor MinÍBlro ilc. Qnerra i .Marina en caiii[iaña.

    E8TRA CCI0N D E L CAÑON D EL “ ANCAMO s ” POR EL A L ­ M IRA NTE

    INT. LES,

    NÚM. 1 ,5 4 1 ,— COMANDANCIA EN JE FE DE LA ESCUADRA.

    Santa María, Biciembre % ih 1880. Señor Ministro; En contestación a su nota 'fecha de hoi, diré a V. S. que el Contra-Almirante Stirling, Jefe do la escuadra de S. M. B. en el Pacífico, .solicitó dcl Jefo de la División bloqueadora del Callao, permiso para estracr del fondo del mar el cañón del A-ngomios i entregarlo al Gobierno de Chile una vez concluida la guerra, permiso que le fué concedido por el Jefe de dicha División bloqueadora i por el que suscribe, do todo lo cual doi cuenta al Supremo Gobierno. Miéntras ese cañón no sea recuperado, será difícil avan­ zar una opinión exacta sobre las cansas que motivaron el accidento, por ahora basta solo con lo informado por una comisión de jefes i oficiales que presenciaron el hecho i que fué nombrada por el Jefe de la División bloqueadora aol Callao. Recuperado el cañón, el que suscribe, conocedor de las necesidades de la marina i de su personal, conocimiento adquirido en muchos años de csperiencia i de continuo trato con todos, ¡os jefes i oficiales de marina, se hará un deber de nombrar una comisión de los mas competentes para que informen lo que sea del caso. .Dios guarde a V. S.

    Al comenzar do nuevo el ataque, el dia siguiente,se vió salir i avanzar hasta 2,000 metros del dársena al moni­ tor A ta k m lp a llevando a los costados dos lauchas a va­ por, que quizas le daban remolque, Otras dos lanchas maniobraban con independenciadel monitor, llegando una de ollas hasta itmi cerca del fondeadero de los neutrales. El objeto de este movimiento dcl enemigo era, eviden­ temente, distraer del dársena el fuego del Angamos. Ordenóse a éste, en consecuencia, que siguiese tomando a-aquél por blanco de sus disparos, sin hacer caso del AiahvM pa, i entre tanto, acudieron en su ausilio el HvÁsco/¡\ la Ckacahuco, la PUcomayo, el Toro i el Lautaro, i ¡ empeñaron vivamente el combate con el monitor, las em­ barcaciones menores enemigas i los fuertes. Al scsto tiro dcl cañón del Angamos tuvo lugar ol ac­ cidento deplorable de que hemos dado ya cuenta, i esta desgracia puso término al combate. Ninguna pérdida hu' bo que lamentar a bordo do los otros buques de la escuadril a, Respecto de la esplosion del cañón del Angamos, con­ signamos en seguida ¡a opinión de uno de los mas distin­ guidos oficiales de nuestra escuadra. Ella tiene especial Ínteres por la circunstancia de que el sistema que ha seguido sir ’Wiiliaras Armstrong para la fabricación de es­ tas piezas, basado en una combinación del sistema Krupp con otros de los si.stemas modernos de artillería, no la sido adoptado todavía a bordo de las naves de guerra de S. M. 13. i os, en la actualidad, objeto de estudios i prue­ bas interesantes en Inglaterra.

    “Despue.s del bombardeo sobre el dársena, ejecutado por el M'w/amo.s en los primeros dias de Setiembre próximo pasado, .se comisionó al ájente de la casa de sir VYilliams Armstrong, Mr. Slater,—espresarnento pedido a Inglaterra para ocuparlo en ol reconocimiento do los cañones de nuestros buques i fuertes,—para que examinase el estado del cañón deL-lm/amos i tomase impresiones del oído i ánima. De esta prolija inspección resultó que el grano del G a l v á u ik o R iv e r o s . oído se encontraba en mal estado, i el comisionado ase­ AI ssBor Ministro Je Guerra i Marina en cainpaila. guró quo, a pesar de ello, e! cañón podía hacer fuego to­ davía unas ocho veces mas; pero que, después, no era ya prudente proseguir disparando, porque el hacerlo po­ CAÑON DEL “ANGAMOS.’’ dría ser de consecuencias. Advertidas nuestras autoridades, i a pesar de su buena (CnrresponJencia a L a P a t k ia Je Valparaíso, ¡ voluntad por acudir a la repáracion indicada,—asunto de fácil ejecución,—esto no pudo conseguirse, porque las ne­ Diciembre Iti de 1880. cesidades del servicio i comisiones activas que so ha visto obligado a desempeñar el Angamos habían impedido de­ Me encuentro, de.sde hace un instante, en aptitud de dicarse a subsanar el mal. comunicar a los lectores de L.a PATRtA algunos detalles En estas eireun.stancias se hizo necesario emprender luui importantes i mui dignos de crédito sobre el último de nuevo las operaciones hostiles sobre el Callao. bombardeo del Callao, operación quo ha sido mas seria i Comenzado el cañoneo el 9, prosiguió el 10 i 11, i al eficaz que lo quo se ha creído jeneralrneute en los dias se.sto disparo que se hizo en este dia desapareció el cañón, pasados. no quedando de él otra cosa que el anillo de los muñones. En conformidad con instrucciones recibidas del Sur, El cañón no reventó afortunadamente, evitándonos te­ el Angamos rompió .sus fuegos sobro el dársena el 9, a la ner que lamentar muchas víctimas, aparte de las grandes 1 P. M., con escelentes punterías. El comandante Moraga averías que habría ocasionado al casco del buque. de la PÜcomayo se hallaba on su puesto de cabo del ca­ Según nuestros informes, el cañón se dividió en el tubo ñón do grueso calibre del crucero. interior de acero que constituyo el ánima i en la media­ Se sabe de una manera mui positiva, que do 10 dispa­ nía dcl anillo que .sostiene a los muñones, lanzando hacia ros hechos con granada por el Angamos, uno dió en la el mar, por ol lado de estribor, la parte anterior del cubierta de la Union i salió por el costado, a la altura do cañón i también por babor, la parte posterior o culata. Una sección del grano que ha quedado a bordo, parece la línea de agua. Los perjuicios que ha causado el pro­ yectil a la corbeta enemiga no pueden menos que ser mui probar que la parto del tubo interior de acero (la arroja­ graves i exijir reparaciones demorosas, mui funestas para da hacia el lado de babor) se deslizó, aunque sin arrastrar al comienzo dos refuerzos seperiores, pero llevándolos en el Perú en circunstancias como las presentes. Otra de las granadas del Angamos ofendió en el casco seguida. Antes de caer al mar, este trozo de acero i fierro pegó al buque-escuela peruano Marañon. El 10 prosiguió la obra el xLnganios i disparó 13 tiros, en la parte trasera de la esplanada i destruyó en seguida de los cuales hai motivo para creer que recibió dos la un fragmento de la amurada do babor a popa del portalón. Parece que el tubo de acero i el refuerzo que lo envuelve, Union.

    «•

    'I*

    281

    CAPÍTULO TERCERO.

    —que deben estar perfectamente adheridos,—no lo esta­ timos meses con esto cañón, llevaron la muerte al que ban en realidad. Esta hipótesis se basa en el hecho de que los hizo; siendo quo yo había hecho todos los- demas. Todos los oficiales de la escu.adra me han creído la parte interior del anillo do los muñones,—conservada a bordo, como ya se ha dicho, se encuentra perfectamen­ muerto cuando han visto con los anteojos que del cañón del te sana sin que allí hayan dejado la menor impresión las famoso Aligamos no quedó mas que ia cureña i el anillo partes espelida.s, como parece debió haber sucedido, a de los muñones, porque nadie me vió cuando me fui a mi Pikomayo-, de modo que los abrazos i felicitaciones han estar dichas piezas bien adheridas. Contribuye todavía a reforzar la misma suposición el sido innumerables. Condell, el br.avo entro los bravos, hecho de que el diente que corresponde a esta sección i después de abrazarme ha derramado junto conmigo una que se forma en el estromo de los diversos cuerpos que lágrima sobre el cadáver de mi amigo. Perez era un constituyen ol refuerzo que envuelve el tubo interior de magnífico oficial, i tanto Condell como yo lo teníamos en acero, haya quedado intacto. Jo que talvez probará que mucha estima. eso diente no aseguraba la sección respectiva, porque, en lugar de haber quedado intacto, como lo está, debió haber cambiado de forma, sino desaparecido. Lo espuesto, que puede reputarse como inducciones más o menos correctas, parece probar, sin embargo, que el mal estado del oído del cañón no ha tenido parle la Motas oficiales inéditas sobre los sk iiic iites heclios! agu a para la escuadra; se p erm ite sacar los pontones que menor en el percance ocurrido, porque si tal fuera, del Callao para riue sirvan de ref'iijio a la.s fam ilias parece evidente que hubiera reventado la pieza. de los neutrales en Ancón; son conducidos a Chile los Sin embargo, las verdaderas causales que lo produjeron restos del aspirante Morel; renuncia del Comandantalvez no permanezcan por mucho tiempo ocuíias, puesto 1 te en J efe de la Escuadra, Contra-Almirante don que ellas serán materia de una séria investigación que I Calvariuo Kiveros, e instrucciones a la escuadra de piensa ordenar se lleve a cabo el señor Vergara, Ministro ! SI! mando con este m otivo. de Marina, do acuerdo con ol Almiranto de la escuadra. ! El informe del comité será sometido, on seguida, a la 1 AGUA PARA LA ESC U A D RA , aprobación del Supremo Gobierno i éste, no dudamos, lo pasará a Mr, Ármstrong para los fines correspondientes, i NÜM. 81.—COMANDANCIA DEL VAPOR “ a BTAO."' Hai todavía que dejar constancia de que, on el momen­ to do desaparecer el cañón, se le cargaba con el saque­ (Inédito.) te regl.amentario de 90 libras i granada común, i como Pisco, D k im h rc 3 de 1880. hecho estadístico, que la magnífica pieza do artillería del Señor Ministro; Angamos ha pasado a mejor vida, después de disparar El Jefe de la División bloqueadora del Callao, en su 271 tiros en Chile i 50 en los pueblos de Inglaterra, en nota número 149, fecha 1. ® del presento, me dice lo que todo 32].” sigue: "Hoi despacho al vapor Lam<xr con órden de tocar en CARTA DEL COMANDANTE MORAGA. ■eso puerto i recibir fas órdenes que so hayan impartido para este trasporto, a fin de que pueda V. S. despacharlo Callao, .Diciemln-e Ifl de ISSO. a la brevedad posible para Arica. Señor don Bernardo Moreno. Es do suma urjencia la llegada a éste del Matías Go^Jbi si/io; así ruego a V. S. que, si se 6noontr.as6 en ese puerto, Mi queridísimo padre i amigo: 1 lo despache a la brevedad posible o se sirva comunicarlo Supóngase Ud. que hace tres dias bombardeamos a la a Arica, puos la falta de agua para la guarnición de la Isla corbeta Union: el primer dia, de 12 tiros con el cañón dol i consumo de las lanchas-torpedos, mo tieno en mui crí­ Angamos, le acerté uno, i otro a uno de los trasportes; tica situación. lias cañanens Magallanes i Pilconuiyo deben, según el segundo'dia conseguí acertarle tres tiros de 13 que le disparé. El tercer dia alcancé a disparar cuatro cañonazos anuncio dol señor Ministro de Marina, venir a reforzar acertando uno a- la Union. En esta situación, vi que este bloqueo. Ruego, pues, se sirva hacerlo presento a la el monitor A ta k m lp a salia del dársena junto con dos autoridad de esa localidad a fin de quo se aetermine su landias cañoneras i que se dirijian a atacar al Angamos. pronto envió, tanto por el ausilio que pueda prestar en la El Jefe de k comisión bloqueadora dió orden jeneral de provisión do agua, como por evit.ar Ja escapada de la rechazar el ataque; en el acto me fui a la Pihomayo, que Union con un aumento en Las fuerzas bloqueadoras. Si la venida de ninguno de los buques que indico fuese en previsión habia yo ordenado al teniente 1. ® la man­ wsible, procure Y. S. enviarme cualquiera con agua, pues tuviese cerca del Anejamos. Una vez a bordo cío mi pe­ a situación, sin e.so .ausilio, es mui crítica.” queña corbeta, atacamos al monitor i a las lanchas cañoLo que trascribo a V. S. para su conocimiento. ñeras por espacio de dos hora.s, hasta que se refiijiaron en Dio,s guarde a Y. S. oí dársena. A u r e l i a n o T. S á n c h e z . E ntretanto voi a referir a Ud. lo que habia pa,sadoa bordo del Anga'ows. Al señor Ministro de Guerra i Marina en campaña. Cuando abandoné este buque para trasladarme al mió, dejé el cañón en punto de dispararlo. El teniente Perez, mi compadre i amigo mui querido, con quien habia yo S e p e r m i t e s a c a r l o s p o n t o n e s d e l c a l l a o p a r a almorzado esa mañana, i que me acompañó al Angamos QUE SIRVAN DE REFU.IIO A LAS F A M ILIA S DE LOS en casi todo el bombardeo en calidad c e aficionado i que N EUTRALES F.N ANCON. es mui buen artillero, se quedó para disparar en lugar mío. Al disparar el segundo tiro saltó para atrás toda la NÚM. 1 8 .1 — COMANDANCIA DE LA'DIVISION BLOQUEADORA. parte de la culata, matando inscaniánoamente al referido teniente i al cabo 1. ® del cañón, con quien hacia ia pun­ Radxí del Callao, Diciembre 10 de 1880. tería. Así, pues, si no hubiesen salido los enemigos a Señor Ministro: atacarnos, no me habría trasladado a mi buque i ha­ bría muerto yo en lugar del teniente Perez. La Provi­ Oportunamente recibí la nota de Y. S., número 144, del dencia vela por mí i a ella debo la vida. 2 del presente, autorizándome para manifestar al señor Los dos únicos disparos que se han hecho en estos úl- ¿.Imiranto E. H. Stirling, el haber Y. S. accedido a permi-

    III.

    Tomo IV.— 36

    GUERRA DEL PAGÍFICO.

    282

    tir sacarlos pontones que existen en el Callao al puorto del mal estado de mi salud. Como esa solicitud, para ser de Ancón, para que sirvan do rofu jio a las familias de tramit.ada convenientemente, demorará mucho tiempo, ¡o que seria en perjuicio de mi salud, solicito de V. S. se neutrales quo deseen refuiiarse en ellos. Al trascribir al referido señor Almirante la anterior re­ sirva otorgarme el permiso correspondiente para poder solución, he agregado que esa concesión no implica el marcharme en el vapor de la carrera que pasa mañana compromiso de dejar e.sas embarcaciones en Aneen, dado para el Sur. caso que el curso de las hcstilidades obligue de nuevo a ! Dios guarde a V. S. ' G alv' a e i n o R iv e r o s . bloquear ese puerto. Lo digo a V. S. en contc.staclon a la ya referida nota. Al scr¡i!rMiDÍslro d« Guerra i Marina en campaía. Dios guarde a V. S. O sc a r V jk l . IN.STKliCeiO NES PEKENTOEIA.s

    AI ceilor Mini.".tro de Suerra i .Marina e>i canip.aiía

    DE

    LA COII.ANDANCIA

    ,)HNEIIAL D E LA E;5CUADR.A CHILENA. I

    SON CONDUCIDO,S A CK ILK LOS HLÍVi'OS D L L ASPIRANTE

    NÚM.

    1,520,—COMANDANCIA

    EN JE FE DE LA ESCUADRA.

    MOREL.

    B)i la mar, DieieVib-re IS de ISSO. NÚ.M 8 b .— COM.VNDANCIA DEI,.- VAPOR “ a RTa O.”

    J^isco, Dicierúbrfí 10 d i ISSO. Con esta fecha, a! señor Comandante en Jefe de la es­ cuadra, digo lo que copio: ‘■'El señor comandante de la cañonera MomlUmes, con esta fecha, me dice lo que sigue: “Do acuerdo con el señor coniandante de la División bloqueadora, lio conducido iiasta este puerto, para .ser re­ mitidos a su familia, io.s ro.stos mortales del as liranto don Juan Antonio Morci, faliecido de resultas de heridas a bordo de la F rm a en el combate de ianclia.s que en aquella r.ada tuvo lugar el ó del presente. El doctor Olmedo, que marcha ai Sur por enfermo, se ha ofrecido voluntariamente para acompañar i entre­ gar a sus deudus los citados rcsto.s. .Lo quo digo a V. ,S. pura quo determine el buque a que han de trasbordarse para que lleguen a su destino.” I yo a y . S. para su conocimiento, previniendo a Y. S. ■que el señor Olmedo marcha por el vapor Paquek de Matíle a cargo de los restos que se hace mención en la nota trascrita. Dios guarde a Y. S, A u r e l t a n o T. S a n c u e z ,

    Al seftor Ministro de Guerra i Marin.-i en eainpaila.

    KÜM.— 87 Ci.iM.-VN DA.NCIA 'DEL VAPOR “ AETAü,”

    L'isft). Diciembre 10 de ISSO. Señor Ministro; ' Con esta imJia, digo ,V¡ señor Comandante en Jefe de la escuadra lo siguiente: “La cañonera M agailw es ha fondeado hoi, a las 2.15 P, M., en este pnerto, procedente del Callao. Conduce los restos deí a,spirante don Juan A.nl.onio .More!. • El CííHm Roberto, con tropa del Sur, ha fondeado tam ­ bién a las i. ?. .M. Queda atjuí a las órdenes del señor Jeaeral Villagran, según órden superior do Y, ,S. Por el Paquete- de Maulé, que zarpa esta noclie, mar­ cha al Sur 0 ¡ cirujano. 2 .° señor Andró.s A. Olmedo, quien, por el mal estado de -su salud, no puedo continuar prestando sus servicios a bordo, como lo acredita el certi.ficado adjunto”. Todo lo quo digo a V. ,S. para su conocimiento i demas fines. Dios guarde a V, B. A u r e i .,i ,v n o T. S á n c h e z . Al BCfior jvUDÍ5tro de Uuígi'a i Mavíua

    r e n u n c ia

    d e l com andante

    cd eauipa-ña.

    en

    je f e

    Señor Mini,stro: Tengo el honor do acompañar a Y, S. copia de una ór­ den que, con esta fecha, he dado a los comandantes do los buques de la escuadra. Ho creido necesario ponerlo en conocionto do V. S., a fin de evitar que dichos comandantes reciban órdenes contraria.s a las instrucciones que se les imparten por es­ ta Comandancia, io que puedo ser causa de graves conse­ cuencias, quedando siempre el que suscribe responsable do ellas, conforme a las leyes vijentes sobre esta materia, sin (pac el carácter de la autoriuad quo ha dado la órden, cualquiera quo él sea, pueda librar en lo menor la respon­ sabilidad del que suscribe. Dios guarde a V. ,S. G a l v a r in o R Al Milor iMinistro de Guei'i'a i Marina en

    iv e r o s .

    camparía.

    CIRCULAR. E-n la ruar, D m em h'c IS de 1880. Considerando: 1. - Que últimamente se han hecho cambios en las fuerzas que componi.an la División bloqueadora del Cal¡.ao sin conocimiento de! Comandante en Jefe de la escuadra; 2,=' que todo buque de la escuadra desempeña comi­ siones cuyas instrucciones emanan directamente del Co­ mandante en Jefe; 3. ® quo es perjudicial al buen servi­ cio i disciplina que esos mismos buques reciban órdenes contrarias do distintas autoridades, i teniendo en vista lo dispuesto en los artículos 1. ° i 2. ? dcl título ü. ®, tratado 2, ® de las ordenanzas jcnerales de la armada, ho acordado i decreto: 1 .° En adelante, los comandantes de los buques de la cscu.adra no obedecerán órden alguna dada por cualquie­ ra otra autoridad que no sea la del Comandante en Jefe, salvo lü.s casos previstos por los artículos 15,5 i 160, títu ­ lo 1. ° , tratado 3. ®, lO-ó a 108 del título 5, ° , tratado 2, ° , i los 93, 94 i 95 del título 7, ® , tratado 6. de las ordenanzas jcnerales dcJa armada. 2.'^' Cualquier com.andanto que contraviniese a la dis­ posición anterior, será sometido a juicio. .Dése en la órden del dia i circúlese a los comandantes de los buques do la escuadra. G a l v a r in o R

    iv e r o s .

    ..I lY . Eí Congreso JCucioual de Chile acuerda nn voto de :i;raoia al ejército i arm ada de la K epübllco.

    d e la

    E5CUADB.A. í

    CIRCULAR.

    Arica, Diciembre 10 de 18S0,

    Santio.go, Diciembre 6 de ISSO. Señor Ministro; Con esta fecha elevo una solicitud al Supremo Gobier- ; El 23 de Enero del corriente año dirijí al señor Minisno haciendo renuncia dei mando de la escuadra a causa ; tro de la Guerra el siguiente oficio:

    ^

    T

    CAPITULO TERCERO.

    283

    "El .señor Jeneral en Jefe del ejército del Norte, en espíritu el patriótico entusiasmo que ¡a augusta ceremo­ nia ha hecho revivir en todos los peruanos: ia palabra es cofnnnicacion de 8 del actual, rne dice lo que sigue; impotente para espresar lo que sentirnos. "S. E. el señor Presidente do la Honorable Cámara de Cien mil e.spcctadoves, Lima entero, que ha sido actor Senadores, en oficio de 15 del mes pasado, me participa que el Senado ba tenido a bien aprobar, en sesión de esa i testigo a la vez en esta grandiosa escena,.Ira espcrimentado las indecibles emociones de o.ste .meraorabla dia, quo fecha, el siguiente proyecto de acuerdo: fijará una pajina en los anales do su historia. El Senado declara que el ejército i armada de la Repú­ blica han merecido bien do la patria. Desde las primaras horas do la mañana ofrecía la ciu­ í por oficio de 19 dol mismo mes, el señor Ministro de la Guerra mo comunica que la Honorable Cámara de Di­ dad uu aspecto de fiesta i regocijo mui notables; cada merta de calle ostentaba una bandera nacional, í en toda putados ha prestado su aprobación a un proyecto de acuerdo, redactado en los mismos términos, en sesión de .a estension de las avenidas ondeaban los bicolores gra­ ciosamente mezclados con las banderas de las naciones 17 do dicho mes. Estos testimonios de satisfacción, rendidos por los re­ amigas, cnyo.s súbditos consideraron justo i debido aso­ presentantes do la Nación, comprenden a los señores ciarse con sus demostracioues al júbilo de la ciudad. Numerosos batallones, llevando sus estandarte,?, desfi­ jefes i oficiales i a los individuos de tropa del ejército de mi mando, i de tan honrosa distinción debo hacerse luen- laban en todas direcciones para situarse en los lugares cion en las hojas de servicios i filiaciones respectivas, designados, i ei eco delarmi.sica marcial contribuia pode­ pues por su comportamiento se han hecho dignos de cata rosamente a escitar al jeneral entusiasmo. Mujeres, niño.?, aneianos, nacionales i e.?tranjeros, todos significativa declaración, i confio en que por e,sa Inspec­ ción se adoptarán Las medidas necesarias para quo ello coneurrian presurosos a k cita, todos cruzaban ia ciudad desde ios h.arrios mas apartados en dirección al cerro San tenga efecto. Dios guarde a V. S.— E m m o Escala.—Al seufu' Cristóbal i ingave.? vecinos, para solemnizar con su pre.sencia i su onimsiasrao la gran kstividad. Inspector Jeneral del Ejército.” Poco dospue-s do las S A. M. so hallaban rouuidos on "Lo que tongo el honor de trascribir a Y. S. para su conocimiento i a fin de que se sirva recabar de S. E. el ios salones del palacio de (’Tobierno las corporacione.? i Presidente de la República un decreto jeneral que auto­ funcionarios ecIü.?iásticos, civiles, militares i políticos in­ rice para estamp.ar en las hojas de servicios de los seño­ vitado.? al efecto. Inmediatamente desfiló el concurso en el órden .si­ res jenerales, jefes i oficiales, i en las filiaciones de los individuos de tropa, los acuerdo.? de que se hace mérito guiente: Cuatro batidores de la escolta do S. E., los ajontos fisen la nota inserta, desde luego o cuando termino la cainca!e.s, los jueces do prisnora iastanci.i, el Sub-Vrefecío, la paña en que so encuentra el ejército i armada. Espero la resolución .suprema que V. S. so digno reca­ Universidad Mayor de San Marcos, la Municipalidad i bar, para contestar al señor Jeneral en Jefe la nota in- la Corte vSuperior, el Prefecto dcl dopartaniento, e! Tribu­ na! Mayor de Ouentas, los sub-secretarios do .Estado, el .serta. .Dios guarde a V. S.— José Antonio Far«-s.—Al se­ capitulo metropolitano, la Corto Suprema, el Consejo de Estado con los obi.spos sufr.agáneos e irnpartibiis, S. E. el ñor Ministro de la Guerra,” El señor Ministro dió a esta Inspección el 30 del citado Jefe Supremo con los .■seci'otai'ios de Estado, el Vicario ine.s de Enero del año que va a teiuninar, la contestación Jeneral castrense con los edecane.? de servicio. ■ El cuerpo de ayuditutes do S. K., el Estado Mayor Je­ que copio; “Queda autorizada esa Inspección para estampar, una neral con lo,s jenerales sin mando, la e.scolta formada por vez concluida la campaña, en las ¡lojas de servicios do medio batallón de la guarnición de marina. Debemos advertir ;,iue nuestro iltmo. i Revi.no. Metro­ los jenerales, jefes i oficiales, i on las filiaciones de los individuos de tropa, los acuerdos a que ,?e refiere la nota politano íiic invitado por S. E. el Jefe Supremo por me­ dio de un recado verbal que lievó a S. S. lltma. el señor de V. S., número 456, de 23 del actual, quo contesto. Dios guarde a Y. 3.—José Ant-ovAo G andaníías.— Sub-Secrotario del Culto doctor don Rodrigo Herrera, i lairibien por el señor Vicario Jenev.al castrense on perAl Inspector Jeneral dcl Ejército.” Todo lo quo comunico hoi Y. S, i a los señores convali­ soma; pero el soñor Arzobi.spo no pudo asistir por hallarse dantes de cuerpos del ejército espedioionario, para su actual mente enfermo. conocimionto i domas fines. La .salida del palacio se hizo por la puerta conusponDios guardo a diente a la plaza de A rmas, continuó la marcha por la calle de! Arzobispo li.asta la esquina de la Caridad, de.sde allí J o s é A n t o n io V a r a s . eii línea recta hasta el costado del convento de Yiterbo i A) seilnv Jécei-al ra Jefe ile! Kjcreíto dei Norte. atvíivezó el puente Balea. A. la izquierda de éste se habia levantado una hermosa galería, .sólida i elegante, con adoraos i asientos cómodos. A! ileg.av a este punto .so separaron todas Las corporacio­ D csci’ipcioii i discursos pronunciaiius en d a cto d e ben­ nes, desde los ajentOH fiscales hasia el Consejo de E-stado decir ¡A fUruIadda F iérola en d cerro de San tr istó - i entraron a la galería para esperar ahí hasta que term i­ bal, nase la gran ceremonia. S, E. i el lesto del concurso continuíii'on la marcha por GRANDES FIESTAS EN LIMA. el Paseo de Agu.as para ascender al cerro hasta el lugar en que se halla la cruz. PARADA MILITAR.

    y.

    (Do L.v

    d e Ljm r. d ci 9 d e D io ie iu h r c .)

    Digna conmemoración del hecho grandioso que selló la independencia de Sud-América en la célebre jornada de Áyacucho ha sido el acto so'omna ralijioso-militar que Lima ha presenciado hoi 9 de Diciembvo do 1880. Nunca vio la capital peruana, en los tros siglos i medio que cuenta do existencia, un ospectácuio tan grandioso como éste, cuya realidad escede a cuanto pudiera iraajinarse de estraordinario; nos oprimo ia majestuosa solem­ nidad doi acto que hemos visto ejecutarse, Ajita nuestro

    Miéntra.? S. E. i la comitiva, soguidos de numerosísimo concurso, caminaban en esa dirección prevenida de ante­ mano en ol programa oficial, algunos batallones ocupaban ya los lugares designados por ol .Estado Mayor i otros loarchaban con el mismo objeto, distinguiéndose entro ellos les de k reserva, perfcetamente armados, en vistosa i ordenada formación. Eí benemérito señor don Ped.ro Silva, Jefe.de Estado Mayor Jeneral, diríjia la parada i recorría toda k línea acompañado del séquito de ordenanza.

    GUERRA DEL PAGIFICO.

    284

    Hé aquí la situación de las fuerzas que concurrieron a la gran parada: I j o s rejimientos de artillería i los de caballería se situa­ ron en columna en las espaciosas plazas que se hallan al frente i costados del cuartel de Barbones. Ejército del lYoíTe.—Comandante en Jefe, benemérito señor Jeneral don Ramón Vargas Machuca, 1. División.—Comandante Jeneral, coronel don Ma­ riano Noriega, a retaguardia del Paseo de Aguas, en co­ lumna cerrada, frente a los baños de Soria. 2. División.—Comandante Jeneral, coronel don Ma­ nuel Rejino Cano, en la plazuela del Paseo de Aguas, do­ lante de la estación del tranvía. 3. * División.—Comandante Jencral, coronel don Pablo Argiiodas, on el óvalo de la Alameda de Acho. 4. ^ División.—Comandante Jeneral, coronel don Bue­ naventura Aguirre. 5.'* División.—Cúrnauóante Jeneral, coronel don An­ drés Avelino Cáceres;árab.as divisiones en batalla, desda el óvalo hasta el puente do Piedra Lisa. Ejército del C'«?iíro.—Comandante en Jefe, el benemé­ rito coronel don Juan Xepotnucono Vargas. 1. ^ División.—Comandante Jeneral, coronel don Justo Pastor Dávila, delante do la línea férrea trasandina, en lí­ nea de batalla, desde Desamparados hasta Viterbo. 2 . División.—Comandante Jeneral, coronel don César Cauevaro, en columna, en la plazuela de Viterbo, frente a la entrada del puente Baila. 4, División.—Comandante Jeneral, coronel don Lo­ renzo Iglesias, en batalla, desde la boca-calle de San Ilde­ fonso, corriendo hasta las Carrozas i rebalsando hasta el Martinete. 5 .’* División.—Cuinandante Jeneral, coronel don F. Marino, en columna, en la pampa que se estiende entre el molino da Revoredo i la antigua muralla. Ejército de if-eserua,—Comandante en Jefe, coronel don Juan Martin Echeniquo. Las divisiones de este ejército, comandadas por los co­ roneles don Pedro C. i Santiago i don Serapio Ürbegoso, formaron en la Alameda de los Delealzos, dando el frente al cerro de San Cristóbal; algunos batallones formaron en batalla i otros en columna, según lo permitía el lugar de­ signado. A las 9.5.5 A..M. llegaron a la cruz del cerro, como dijimos ántes, S. E i comitiva. Allí se encontraban ya los estandartes del ejército con sus escoltas re.spectivas, las que so hallaban colocadas sobro las banquetas, delante do los mellones del fuerte superior, con el fronte hácia el al­ tar. Las bandas de música se situaron sobre el camino nuevo, en el espacio que media dcl fortín al altar hasta la plataforma principal.

    Perú i del derecho; todo ha sido convertido en instrumen! to de esterminio i do muerte. Habréis trocado, conforme al i sagradotesto'.viiestrosarados en espadas i vuestros azadoj nes en lanzas. El débil ha dicho: yo soi fuerte. Mumerosas i aguerridas huestes, listas a salir al encuen­ tro del enemigo, cuando dirija sus vacilantes pasos a nues­ tra hermosa capital Baterías poderosas, reductos fortifi­ cados, fozos i palizada.? guardan sus avenidas, i otros mil i rail obstáculos, tan terribles como mortíferos, se hallan sembrados por do quiera. I aquí, esta cumbre de granito, tallada por la mano del hombre i que el injenio previsor del Jefe de nuestra de­ fensa ha convertido en cludadela inespugnablo, de donde cincuenta bocas de fuego enviarán cl estrago i la muerte a nuestros enemigos, a as mas largas distancias. I forti­ ficaron; como en otro tiempo los israelitas, el monte santo, construyendo al rededor muros altos i torres fuertes- para que los enemigos no viniesen i le hollasen. La guerra en que el Perú está empeñado hace dos años, es justa en su -oríjen, lejíliraa en sus 'fines i rnoralizadora por sus efectos. Tranquila vivia la República, a principios del año úl­ timo, en la mas perfecta paz i armonía con sus vecinas i hermanas. De.spuos de 40 años, .solo empleaba su diplomacia en fomentar i ensanchar con ellas sus auijstosas relaciones, i sus esfuerzos de todos los dias por realizar la unión americana fueron consagrados, en dos circunstancias so­ lemnes, con la reunión ae dos congresos americanos. Las escuadras de la República fueron durante 30 años dominadoras del Pacífico, i ninguno de sus puertos i po­ blaciones del Litoral tuvieron nunca que sufrir por sú dominio. Un momento en que, por iraprudento confianza, había­ mos perdido nuestra supremacía marítima, fué aprove­ chado por Chile para usurpar la mitad dol Litoral boli­ viano; i cuando fuimos a mediar en la cue.stion, como hermanos, engañados por falsas declaraciones, respondie­ ron a nuestros buenos oficios con la mas inicua declara­ toria de guerra, seguida mui pronto de la destrucción e incendio de nuestras poblaciones indefensas, de la de­ vastación do nuestros campos i del saqueo de nuestras ciudades. Tal es el oríjen de esta guerra impía, quo ha consumi­ do ya el fruto del trabajo de 20 años, que ha derramado i i la sangre de 20,000 hombres, i que aplazaría medio siglo ,■la marcha de la civilización si la mano del Todopoderoso ! no detuviese la carrera de la barbarie, inclinando la vic­ toria del lado de la justicia i dcl derecho.

    Discurso del Iltm o. señor Vicario Jeneral castrense, doctor d m Antonio García. Excmo. señor: ¡Soldados dol Perú! El grandioso espectáculo quo contemplo, embarga mi mente i escita en mi corazón mil encontrados sentimien­ tos que paralizan mi lengua, ansiosa de prorumpir en esclaraacioues de entusia,smo i cánticos de agradecimiento. Sí: noble espectáculo ofrece la inmensa muchedumbre de ciudadanos quo de ¡as provincias mas remotas, de to­ das condiciones, clases i categorías do la vida social, desde el venerable anciano hasta el tierno niño, desde el acau­ dalado propietario hasta ol pobre obrero, desde ol alto m ajistrado hasta el humilde artesano, vienen aquí, unidos por un mismo sentimiento, a reunir sus fuerzas, su vigor, | su vida, para defender la vida i la honra de la patria. j Kstais armados con todas las armas inventadas por la ! industria moderna: espadas, rifles, lanzas i cañones, bom­ bas, balas i m etralks, heno i plomo, cobre i acero, pólvora i dinamita; nada os falta para destruir a los enemigos del

    II. Poro si la guerra es, por nuestra parte, justa en su oríjen, es también lejítima on sus fines. ¿Qué fin persigue Chile,al hacernos la guerra? Pregun­ tádselo a la espedicion Lynch, saqueando i haciendo botin en nuestras indefensas poblaciones del Norte; interrogad a la de Salvo, imponiendo tremendos, absurdos tributos a la infeliz Moquegim; que lo digan esas turbas que que­ maron, saquearon i destruyeron Pisagua, Moliendo, Arica, Tacna... Pero mejor dejad a las turbas i dirijíos a los altos funcionarios de Santiago, a sus diplomáticos, a su Gobierno, i éstos, lo mismo que los otros, os responderán, en sus protocolos i a la faz do las naciones que marchan a la cabeza de la civilización, que el bien que Chile per­ sigue es la conquista del territorio i el despojo de las ri­ quezas de sus vecinos. El Perú, por el contrario, ¿qué fm persigue en esta guerra? Veo a mi rededor multitud de comerciantes, da industriales, de obreros i de artesanos que vienen a'defen­ der la herencia de sus abuelos,, el fruto acumulado del ahorro i del trabajo i los dones con que el cielo aniso da­ tar a esta tierra fe iz, contra la voraz rapacidad ael buitro araucano.' Veo a los estudiantes, letrados, sabios i majistrados que

    I r r r

    r r r

    f*

    I

    i I i

    CAPITULO TERCERO.

    285

    Lie es 1.a fuerza i la vida misma, os bendigo a todos; benvienen a defender la herencia de civilización de esta igo a vuestro Jefe, al Jefe de la Nación qííe rije los desti­ tierra, rica en injenios, do la codiciosa envidia de los bár­ baros del Sur, que no perdonan en su furia destructora ni nos del Perú .en tan difíciles momentos, i que ha sabido los monumentos de la ciencia, ni los mismos templos con- corresponder a su gran misión con celo i actividad infa­ tigables; que ne escasa esfuerzo, ni fatiga, ni molestia, ni ...íagrados al Dios de las naciones. Veo a esta m ultitud de padres, esposos, hijos i herma­ cansancio en obsequio do la patria, i que ha tenido la nos que vienen a defender el honor de la familia, la san­ gloria de personificar el esforzado valor peruano, aun tidad del hogar, la inocencia de las vírjencs, la pureza de entre sus enemigo.?, que pronuncian su nombre con ter­ las doncellas contra el torpe desenfreno de la Icencúa de ror; a vuestro Jefe, que iia esculpido sus esfuerzos en esto jigante de granito que llevará eso nombre temible la Ciuhordas de desalmados. Hermoso espectáculo el de este pueblo inmenso de va­ dadcla Piérola, que será también a la distancia ol e.spanto rones fuertes,,que vienen al pié de esta montaña, cuyas ' de lo.s enemigos del P en i Bendigo a vuftstres jefes todos, que no economizarán moles de granito no son mas uertes que sus retorapiados corazones; a implorar en su favor el ausilio del Todopode­ su sangre, como no ia economizaron Grau, Aguirre, Bologuesi, Moore, Ggano, Zavala i tantos otros que tan alto roso contra sus crueles enemigos. La Nación poruana,sus gobiernos, sus diplomáticos nu n ­ ban levantado cl nombre de jefes del ejército; os bendigo ca pretendieron quitar a Chile, ni on los tiempos de su a todos, soldados dcl Perú, que en cien combates habéis mayor poderío, un palmo do sus territorios, ni un cañón mostrado vuestro valor i vuestro arrojo; bendigo vuestras de sus fortalezas, ni un escudo do sus arca.s. I en los di­ armas, para que, con la gracia quo el ciclo les comunica, fíciles momentos que atravesamos, el Gobierno del Perú ' seáis invencibles; bendigo estas fortalezas, para que, de­ pone la primera i sólida base de la gran Confederación fendida.? por el poder de Dios, sean inesptignables; bendi­ sud-araericana, i sus diplomáticos invocan el principio go el pabellón dcl Perú, el simbolo querido de nuestra del arbitraje, en contraposición al de conquista que pro­ latria, para que, con la protección divina, permanezca i evantado e incólume ante nuestros enemigos. clama Chile. III. ! V, La guerra, que es para nosotros ju sta en su oríjen i le­ I ¡ Señor Dios Omnipotente, cuyo poder se manifiesta en jítima en sus núes, debia producir, i ha producido ya, fru­ , toda la creación, i cuya magnificencia resplandece en totos de bendición, que son dulcísimo consuelo en medio de ' da.s las cosas, escuchad mis liumildcs ruegos, i haced las terribles calamidades que hemos soportado. que descienda vuestra bendición sobre estos soldados, ar­ En efecto, miéntras que Chile ve con terror que cada mados por la ju.sticia, porquo en su corazón no so anida una do sus empre.sas enjendra, o mejor dicho, despierta la iniqiiidad, sobro sus armas, porque no son arma.s cri­ en su pueblo instintos peligrosos; mientras que las clases minales, sino armas de defens,a i de justicia; .sobre esta.s acomodadas vislumbran con pavor en las rnasas los jérfortalezas, porque on ellas no se defiende la maldad sino meues del socialismo, de ese monstruo que amenaza d e­ el derecho. Bendecid, Señor, a todo este pueblo dcl Perú, vorar a las naciones mas adelantadas de Europa; mientras cuyo corazón encierra jcnerosas virtudes. Haced quo la ellas divisan en el porvenir,aterrorizadas, la serie de tras-, bendición solemne que, como ministro vuestro, voia dar, tornos radicales que el principio de la reivindicación lleva .sea fecunda en bienes i ])rodnzca, como el primero i mas en sus entrañas, nosotros podemos augurar dias mejo­ inmediato, la victoria del Perú sobre sus enemigos i su res para nuestra patria; el olvido de las antiguas discor­ i verdadera i permanente rejeneracion. dias, el espíritu de sacrificio en aras de la patria i, seña­ ladamente, la incomparable jenerosidad peruana, mas I Concluido este discurso, procedió el mismo señor Vica­ pronunciada, justo es confesarlo, en los momentos favore­ rio castrense a bendecir las arm.as de los ejércitos, i en cidos por la fortuna, están llenos de promesas pava el por­ seguida pasó el concurso, del lugar en que está la cruz, al venir. El desprendimiento, la jenerosidad, la abnegación, i fuerte principal. En el tránsito, el mismo señor Vicario tan nobles virtudes escitadas, no pueden ménos que pro­ ' devolvió al Jefe Bupremo su espada, que también habia ducir la felicidad pública. sido bendecida. En la plataforma so liizo, a continuación, la bendición IV. de los fuertes i dcl pabellón de la República, quo fué izado Soldados; Nuestra misión os noble: defendéis la causa de 1.a patria i saludado con una salva de 21 cañonazos, habiéndose i del derecho; que vuestra espada sea la espada de la ju s ­ disparado el primero a las 10.40 A. M., cuya salva fué ticia, quo estormino a todos los enemigos armados del contestada por el Callao i las b.aterías de Chorrillos i M.iPerú; que vuestras armas lancen sin cesar el fuego que ■raflorcs, ejecutándose al mismo tiempo la canción naciolos destruya; quo vuestro.s cañones arrncen sus parapetos ' nal por todas las bandas de los ejércitos. No pueden csprosar.se en toda su csrension i sublimidad i diezmen sus batallones; que vuestras fortificaciones .sean el baluarte inespugnable donde .se estrellen las iras de los las emociones que csperimcnlaron en aquellos solemnes momentos cuantos presenciaban tan grandioso espec­ malos. Pelead sin desmayar, pelead sin descanso, pelead hasta táculo. El pabellón peruano, flotando orgulloso en la encum­ morir; Dios i la patria os lo mandan. brada cima del gran cerro, como si quisiera -enviar a la Obedeced ciegamente a vuestros jefes i superiores, No olvidéis, ni un momento, que la desobediencia es ; América un saludo de paz i envolver a los americanos en ' un abrazo de fraternidad. un crimen i la cobardía una traición. ; El estampido de los cañones, como si fuera la voz poDios i la patria premiarán vuestro valor. Yo, vuestro Vicario i pastor, os exhorto en nombro do la : derosa de la justicia llamando a juicio a los que se han rolijion i de la patria; yo, que conozco vuestro valor i ar­ ; hecho reos de tantos crímenes i de tantas perversidades dimiento, os exijo que pongáis todas vuestras fuerzas, i contra el derecho i contra las tradiciones gWio.sas de la todo vuestro aliento, vuestra vida misma, para alcanzar j gran patria americana. El cántico do libertad i de independencia, que los ecos la victoria; yo, que conozco los sentimientos piadosos de vuestro corazón, de que habéis dado públicos testim o­ repelían en marcial concierto i que conmovió a cien mil nios, os conjuro para que no olvidéis quo todo poder i corazones en sus fibras mas sensibles, fué contestado por toda fuerza viene de Dios, i que de El, mas que de vos­ las bandas de guerra de todos los cuerpos, ejecutando dianas entusiastas, en cuyas notas parecía escucharse .el otros mismos, debeis esperar la victoria, EiU nombre del Dios tres veces sa n to ,,en nombre del clamor bélico de los ejércitos. Señor de los ejércitos i dé las naciones, en nombre del

    286

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    Cesaron los acordes de la laúsica, iu n disparo de cañón del fuerte anunció que iba a oficiarse la misa por o! Vica­ rio Jeneral en el altar preparado al efecto en eí morro ve­ cino de la cruz. ,E1 acto de la elevación de la sagrada In.istia fuó soiomnizado con una salva do veintiún cañonazos, i ántos de consumir, el. señor Vicario dió la bendición, con eí Santí­ simo, a ios ejército,? i a la ciudad. A las 12,10 P, M. Labia terminado ia misa i los demas oficios eclesiásticos. discurso dcl Excrno. señor don Nicolás de Píérola,

    jueblo i del escarmiento de los que le ultrajan p o r r o ­ larle. El Perú i l,a América os tienen confiados sus destinos. El cíelo acaba de bendecir vuestras armas, i loa flancos de esta montaña de granito están esperando vuestros nom­ bres para conservarlos, con esa memoria que no pa.sa ni muere, al atónito respeto de nuestros pósteros. Mo.straos dignos de ollas, de la >atria que os los ha con­ fiado, de los que en Ayacucho la hicieron libre para quo vosotros la hicie.seis grande, respetada i feliz. Peruanos todos; Chile puede faltar a todas las leyes i todos los respetos porque no tiene ayer ni tendrá mañana. Dice quo va a llamarnos a! combate. Corramos a él co­ mo acuden ¡os leales i los buenos, como acuden los que guardan las gloriosas tradiciones de tres imperios, los que se han sentado en el trono de Maneo Capac, de Pizarro, de lo.? libertadores de su Continente. En la cima de esta montaña acabamos de enarbolar ol glorioso pabellón de la República; jurad conmigo aquí que me acompañareis, sin escepciones, a sacarlo triunfan­ te en la pelea o sucumbir defendiendo.—N . d e P í é r o l a .

    Couciiidadanos: El renacimiento de los pueblos c.stá siempre marcado por períodos de durísima prueba, tanto mas dura cuanto mas radicalieom )iou es la trasforinacion a que dan paso. Año i medio lá que soportamos lo.s dolores i las heri­ das de esa prueb.a, a cuyo término se hallan la rejoneracion, dentro, i la victoria mas completa, .fuera. Entre el Perú ele medio siglo i la era nueva, abierta dolante de nosotros, hai un abisnio de lágrimas i .sangre, no colmado aun. Atrás, el viejo réjiinen, ia vida vieja que nos ha traido hasta mirar hollado nuestro suelo, bloquea­ Este grito patriótico fué secundado con vivísimo entudos nue,stros puertos, ,s.aque,adas nuestva.s indefensas posiasroo, por a.ciaraaciones unánimes.de los concurrentes, a blacione,?, profanado nuestro hogar por quien debiera la patria i .al Jefe Supremo. temblar .a nuestro enojo solo. Delante, ei Perú quo alza­ ÍJn último disparo fué la señal qiara que todas las ban­ ron .sobre el soberbio pedestal dé Ayacucho, dando la li­ das del ejército repitieran el himno nacional; i asimismo bertad a un continente. para que el concurso principiara la marcha do regreso a Os hablo de.sde la improvisada ciudadela levantada la ciudad, la cual se hizo en medio de las mas unánimes sobre el colos'.,) de granito, a cuyas plantas se asienta la demostraciones de patriótico júbilo i regocijo. capital do la República; coloso de granito quo .será de hoi Llegada toda la comitiva que acompañaba a S. E. a la mas el centinela imperturbable de nuestros derechos so­ galería que indicamos a! principio, se unieron a aquélla beranos, cifra cidóp-ca dcl inmenso porvenir quo nos las corporaciones que esperaban, i en ordenada formación aguarda como ei deslinde jigantesco de la era nueva. regresaron al palacio de Gobierno, siguiendo por ¡a ala­ Os lo he dicho varias veces, i no rae cansaré de repetir­ meda hasta la calle de las Campanas, i luego hasta el pa­ lo, portjue es mi convicción de toda hora; el Perú para ser lacio, ponétrando a éi por la puerta de honor. Era la 1 grande en el Continente i en la liistoria no ha menester P. M. sino adquirir la conciencia do su propia fuerza. .Miéntras el gran concurso se dirijia a p.alacio, descen­ Puede i debe serlo. dían del cerro, por ol camino de zig-zag, los estandartes E.s preciso que lo sea, i lo será. precedidos de .sus bandas do música i seguidos de sus Este mismo sol que alumbra la afanosa i sangrienta napectivas escoltas en dirección a la pampa de Medio Mira­ tarea de hoi, es ol que alumbró la lejondaria epopeya de do, hasta tomar sus puestos en sus propios batallones, i Aj-aciicho, I como cntónces sellarnos la emancipación comenzó ei desfile. de un Continente, como entóneos consagraremos ahora el La artillerí.a inició la marcha, viniéndose de Barbones, imperio de Ja jn.sticia i del derecho en América. atravesó el puente Balta i tomó camino hasta llegar a la Dn pueblo fratricida: pueblo rebelde a la civilización plazuela do San Lázaro, de donde subió el puente viejo, cristiana; pueblo .sin la conciencia en los destinos del mun­ í.as divisiones d.e los ejércitos del Norte, del Centro, de do de Colon, aprovechó de nuestro descuido para apoderar­ las reservas i la caballería seguían ese movimiento, i todos se departe de nuestro suelo i de íiucstros tesoro.?, llaman­ pasaron delante de los balcones de palacio en columna do conquista a io que no es sino la cuitada ocupación dol de honor, haciendo lo que mandan las ordenanzas a S. E, salteador, juzgando duradera la crimina! fortuna do una el Jefe Supremo, quo presenciaba la marcha con su sé­ hora. quito i multitud de personas notables. En la ebriedad do un efímero éxito, para nadie mas Las fuerzas todas iban en columna hasta la plaza de sorprendente que para él mismo, cutrogáiidose a atonta­ ia Miehco, do donde, conforme estaba dispuesto, cada ba­ dos i desmanes quo .afrentarán al siglo eu que vivimos, ha tallón marchó a su i'espcctivo cu.artel. caido en ia ceguedad del que corre en po.s de su c-asiigo. Terminó el desfile a las 3.2,') P. M. Ese pueblo está loco. Así concluyó esta gran fiesta. H a soñado ooAipar a la ciudad de Pizarro, la ciudad do | los titanes dcl año 2i, e imponer desde ella la íei al Pe- | rú i a la América del Sur. j H a soñado venir a. Lima. 1 vendrá. Porque h.ai una lei do justicia que tieno que cumplirse; porque e,? preciso que i ’anipaña a Lima: preparativos de m archa i teleg ra ­ reciba c! escarmiento que moreceti los que asaltan al in- ■ mas de la partida de la 3, ^ D ivisión espedicion aria. defonso i pacífico labriego, los que arrancan, como bolín I TELEGRAMAS. de uri triunfo no obtenido, las joyas de la prometida, i la | secular reliquia a ia anciana matrona quo las guarda co­ DE TACNA A VALPARAISO. mo recuerdo de famili.a. Las lágrimas do nuestras matro­ nas i nuestras vírjenes reclaman castigo, i la sangre de Noviembre, 3S’’de 18S0. nuestros rnártire,s está clamando venganza i escarmiento. Al señor Intendente Jeneral del Ejército. Uamaradas del ejército; A vosotros os toca ser los ejecutores de esta justicia; Bfara mover la 2. ^ i 3. divisione.s, hai necesidad urinstrumentos escojiáos i benditos deí renacimiento do un jente de 800 aparejos chilenos. Creo indispensable elevar

    .

    Yi.

    ; ,

    r i <

    ( 4 I

    CAPÍTULO TERCERO.

    Con igual urjencia necesitamos los objetos de vestuario i equipo que he pedido, sin los cuales las tropas que aun tenemos acá no pueden moverse.

    a 300 0 I número de 200 caballos pedidos por telegramas do ayer. Estamos mui escaso.? de caballos para la remon­ ta, i espero que V. S. haga todo sacrificio para enviarme los necesarios a la posible brevedad. M . 2 .®

    287

    M . 2. ® M a t u r a n a .

    M aturana.

    Tacna, No-vumbra SO de 1880. A los comandantes de armas do Iquique i Antofagasta.

    DE TACNA A LA MONEDA.

    Tengo órden dcl señor Ministro para .pedir a V. S. so sirva remitir por primer trasporte, a puerto do Arica, to­ das las municiones Gras que haya en ésa, dejando ahí las Comblain. M. 2.® M a t u r .a n a ,

    noviembre 24 de 1880. Al señor Ministro do la Guerra.—Por el cable.—ürjcnto. Para movilizar la 2. i 3. divisiones, se necesitan, con mucha urjencia 800 muías, 300 barriles vacies de dos arrobas i 300 arneses para carretones. El señor Ministro de la Guerra en campaña, a quien se representaron esta,? necesidades, debe haberlas pedido al Sur; pero como no llegan hasta ahora, i ya el tiempo urje, me veo precisado a rogar a V. S. se sirva dar las órdenes para que se re­ mitan cuanto ántes, a fin de evitar mayores retardos en la marcha de las divisiones. Dios guardo a V. S. M . 2.® M.ATUEANA.

    Tacna, JTov-iemhre SO de 1880. Al señor Delegado do la Intendencia Jeneral. En la factura remitida ol 16 de Noviembre no han ve­ nido los siguientes artículos: 250 pantalones brin, 400 calzoncillos, 2,320 camisas, 70 blusas paño, 250 blusas brin, 1,100 frazadas, 1,138 man­ tas, 1,151 Ciiramayolas, 1,200 pares botas. Sírvase decirme si se han repartido en e'sa, o si existen en almacenes, remítalas a ésta, sobre todo las mantas i frazadas, que se necesitan con urjencia. Dios guarde a V. S. M. 2. ® M a t u r a n a .

    DE TACNA A LA MONEDA.

    Novienibra 25 de ISSO. Al señor Ministro de la Guerra.

    Tacna, Diciendírc 1. ® de ISSO.

    Con esta fecha digo al señor Intendente del Ejército, por telégrafo, lo siguiente; “Los 800 aparejos pedidos son indispensables. Aquí no hai donde buscarlos. Allá puede V. S, hacerlos comprar en Aconcagua i otros puntos. Los 300 caballos que pido son para remonta. Si han venido 180, faltan todavía 120. También se necesita: 200 sables de caballería, con tiros, dragonas, ganchos do banderolas; 500 porta-mosquetones, 600 sudaderos, 600 paros espuelas, 200 frenos, 200 cabezada.s, 200 riendas largas, 200 cortas, 500 correas de balijas, 500 de capas, 400 m,antas do ca­ ballos, 1,300 dormanes, 2,200 blusas de paño, 2,600 pan­ talones do paño, 3,300 calzoncillos, 1,200 camisas, 3,300 frazadas o mantas, 4,000 morrales para víveres, 4,000 porta-capotes i 150 arrieros con sus montur.as. Todo es. uqente, lo mismo que lo pedido ayer i anteayer. Ruego a V. S. se sirva hacer apurar en lo posible el envió de esos artículos, que se necesitan para mover la 2.'=^ i3 .d iv is io n e s . He pedido ántes 800 muías, sia contar las que deben venir do Antofagasta, cuyo envió es mui uijente. Dios guarde a V. S. M, 2 .°

    Al señor Delegado de la Intendencia.—Arica. Hai que equipar como 6,000 hombres de los cuerpos que deben ingresar al ejército de operaciones; debe pe­ dirse, por lo menos, vestuario para éstos. M.

    M atu ra n a.

    Tacna, Dicienúre 1. ® de ISSO. Al señor Ministro Recabárren. La.s 800 muías que vienen para el ejército, eonviono traerlas a Arica sin desembarcarlas, para poder examinar­ las allí i hacer la respectiva distribución a las divisiones. Dios guarde a V. S. M . 2. ® M a t u r a n a .

    Tacna, Dicieralm 1. ^ de 1880. Al señor Ministro Recabárren.—Santiago. Las 800 muías que se mandan para el ejército, conviene, según disposiciones del señor Jeneral en Jefe, sigan direc­ tamente a Pisco i no a Arica, como lo dije a Y. S. en te­ legrama de la mañana.

    Maturana.

    Tacna, JToviembre 27 de 1880. Al Intendente Jeneral del Ejército.—Valparaíso.

    2. ®

    1

    Son indispensables i urjentes las muías i aparejos pedi- 1 dos. El terreno no es aparente para carretones. i

    M . 2. ® M a t u r a n a .

    Tacna, Diciembre 4 de 1880. Al señor Delegado de la Intondeneia.—Arica.

    M . 2.

    M

    aturana.

    Tacna, Noviembre 37 de 1880. AI señor Ministro de la Guerra.—Moneda. Intendente Dávila me dice que no puede, en plazo cor­ to, mandarme las 800 muías i 800 aparejos que necesita­ mos. Tales elementos son indispensables. Sin eílos, el ejército no puede andar. La brigada quo embarcamos hoi no los lleva; no los tiene tampoco el resto del ejército, que va pronto a encontrarse enfrento del enemigo. V. S. com­ prenderá la urjencia del caso, i espero hará los mayores esfuerzos i sacrificios para proveernos de lo necesario cuanto ántes. Aquí no es posible encontrar nada; el país no tiene esos recursos.

    |

    Me dicen que el Chaeabuco dejó en esos almacenes un vestuario de paño completo. Sírvase hacer ver el equipaje de ese cuerpo i decirme con qué número i clase de piezas de paño podemos contar para otros cuerpos que es urjente vestir. Contestación pronta. M.

    2. °

    M atu ra n a.

    Tacna, Diciembre 4 de 1880, Al señor Comandante Jeneral de Armas.—Iquique. Sírvase envi.arrne, en primer trasporte, a Arica los 100,000 tiros de ametralladora que hai en esa plaza. M. 2 . °

    M atu ra n a.

    GUERRA DEL PACIFICO.

    288

    Tacna, Diciembre i de 1880.

    AI señor Intendente Jeneral dol Ejército. La artilleríailegada últimamente ha venido incompleta. ,A lo,s cañones Amstrongles faltan atalajes, municiones, espoletas de percucion i de tiempo, A los Krupp de cam­ paña les faltan granadas i metrallas de 8-7. A las ame­ tralladoras Gathling, armones o varas para tirarlas, ata­ lajes, tambores, alzas i útiles. A las Hotchkins decampaña, municiones i atalajes. Faltan también roeafuegos para las granadas de incendio. ¿Hai comprados caballos para la artillería? ¿Vienen por buque de vela? Según dice Novoa, lo faltarian 300, pero aquí hai 70 quo no sirven para la caballería por estar heridos en el lomo, i que para tiro son escelentos. J. F.

    V ergara.

    ro que se necesita, con arreglo a la fuerza que marcha. Ruego a V. S. so’sirva ordenar con urjencia se mande este número, sea de Antofagaata o de otra parte; poro que sea mui pronto, pues el movimiento de las tropas comien­ za a fines de esta semana, M . 2 .®

    M atu ra n a.

    Tacna, Diciemhre 6 de 1880. Al señor Delegado de la Intendencia.—Arica. Sírvase mandarme hoi mismo los cajones con sobran­ tes de los cuerpos movilizados de la 1, División, Atacama, Talca, Colchagua, Ghacabuco i Coquimbo. M. 2 .°

    M atüraka.

    Tacna, Diciembre 6 de 1880. Al señor Comandante Anzieta.—Arica.

    Tacna, Diciembre 5 de 1880. Al señor Intendente Jeneral del Ejército. Las muías i demas animales que vengan por buque de vela deben despacharse con escala en Arica, para que, si no hai novedad a bordo, continúen el viaje hasta el pun­ to en quo desembarque el ejército; si no, para disponer aquí lo que mas convenga, ya sea refrescándolos un poco para mandarlos dospues, o tomar otras medidas. Los trasportes Ghile, P aita, Lima/rí, Huano,y, Copiapó, Pisagua i Santa L ucía están aquí.. E.spcro al Barn a rd i al Lam ar en tres dias mas. J. F. V e r g a r a . Tacna,, Diciemhre 5 de 1880. Al señor Delegado de la Intendencia,—Arica. Sírvase decirme si ha examinado los cajones de equipo que dejó en ésa la 1, * División, i comunicarme qué can­ tidad do él puede utilizarse en la División que estamos equipando. Como el asunto es urjente, desearla me con­ testase tan pronto como le sea posible.

    Necesito saber con urjencia cuándo estarán arreglados el Parque de la 2, Brigada de la 2. División, 3, ^ Di­ visión i Parque Jenera!, para poder dar una contestación precisa al señor Jeneral eu Jefo, que mo la pide con urjencia. M. 2, °

    M aturana.

    Tacna, Diciemhre 6 de 1880. Al señor Comandante Anzieta.—Arica. Para el arreglo de los parques, debo V. S. toner presente que los rejiraiontos Valparaíso i Concepción, con 1,000 rlazas cada uno, ¡ los batallones Quillota, Victoria i Meipilla, con 600 cada uno, han sido anexados al eiército de operaciones; i, por consiguiente, debe V. S. calcular las municiones para esos cuerpos, a fin de dar con mas exac­ titud el dato que se le acaba do pedir. M. 2 . ® M a t u r a n a .

    Valparaiso, Diciemhre 6 de 1880. Al señor Ministro do la Guerra en campaña.

    M . 2. ® M a t u r a n a .

    Los atalajes para cañones Armstrong fueron por oí Paita, enviados a la Intendencia para entregar al Co­ Tacna, Diciembre 5 de 1880. mandante Jeneral do Artillería, bajo factura 1,666, con 17 bultos. So dió avisó al Comandante por nota número Al señor Delegado de la Intendencia.—Arica, 2,578. Las municiones irán por el Itata. Se preparan ea Sírvase remitir hoi mismo'los 16’cajones do vestuario lá Maestranza, Ametralladores Gathling no han traido que dejó el Ghacabuco. varas; han ido los albardones para cargarlas sobre muías. Por el P a ita vino un cajón para este Estado M,ayor con Las ametralladoras Hotchkins no han, traido atalajes; en varios artículos; .sírvase remitirlo. un cajón separado iban los útiles. Voi a hacer revisar si queda algo aquí. Las municiones están listas. M . 2. ® M a t ü r a x a . Por el buque Wilheim he mandado 200 caballos para artillería i 177 para caballería; por el Frederih van ahora T acm , Diciembre 5 de 1880. 121 caballos, i por el Vcddiviá irán 800. Por el primer buque de vola 165 muías; por el segundo 300; do Coquim­ Al señor Delegado de la Intendencia.—Arica. bo 350 mas. H.ai 950 aparejos listos. El Jefe del Parque me dice que solo ha recibido 16 ca-' Hago lo posible por hacer partir cuanto ántes el Itata. jones, con 1,000 tiros de ametralladora cada uno. Sírvase Matías ComiTío salo ahora llevando un batallón del Redecirme qué se han hecho los 84 restantes, que faltan para jimiento Maulé. Va directamente a Arica. el completo de los 100,000 que anuncia la factura. D á y il a L

    a r r a in .

    M. 2. ® M a t u r a n a .

    Tacna, Diciembre 7 de 1880. DE TACNA A LA MONEDA,

    Al señor Intendente Jeneral del Ejército.

    No han venido atalajes para los cañones Armstrong, ni los albardones para las ametralladoras Gathling. Loa Al señor Ministro de la Guerra.—Por el cable.—Urjente. bultos a que V. S. se refiere, contenían monturas. Ordena Anoche se ha aumentado las fuerzas de las divisiones que con toda dilijencia se busquen en los almacenes, para con k agregación de algunos cuerpos a! ejército de ope­ que alcancen a venir en el Itata. ■ raciones. Con este aumento, no bastan ya las 800 mutas ¿Qué es del Sus servicios se necesitan con, ujj que he pedido, pues tampoco han llegado las que debían jencia. venir de Ántofágasta i con las cuales se contaba para el J, F . V e r g a r a . completo. Faltan ahora 150 muías para enterar el núme­ Diciembre 6 de 1880.

    i

    I

    289

    CAPITULO TERCERO.

    if-

    DE TACNA- A IQUIQUE.

    D icim hre 7 de 1880. AI señor Comandante Jeneral de Armas.—Urjente. Sírvase enviarme, en primer tra.?porte, a Arica los 100,000 tiros de ametralladora que hai en esa plaza. M . 2 . ® M.ATURANA.

    Tacna, Dieumhre 7 de 1880. Al señor Ministro de la Guerra,—Arica. Sírvase V. S. decirme si la 1. Brigada de la 2. Di­ visión, que está en Pisco, debemos tomarla a nuestro pa­ so por ése, para dejar el lugar conveniente en los buques del convoi que debe zarp.rr de Arica con las fuerzas que se alistan en ésta. Asimismo, si todos los buques que figuran en ei cuadro que V. S. me di jo, se puedo usar de ellos, i qué significa la cruz con lápiz, marcada al márjon, quo tienen la m a­ yor parte de los espresados buques. M . 2. ® M.4TÜRANA.

    DE TACNA A'ARICA.

    Diciembre 8 de 1880. Al señor Ministro de la Guerra en campaña i señor Dele­ gado de la Intendencia Jeneral. Por tren de mañana, remito a V. S. el estado de las fuer­ zas que marchan, i su distribución en los buques. Dichas fuerzas se compondrán, según los últimos (latos recibidos hoi, que son los mas aproximativos, de 100 je ­ fes, 600 oficiales, 12,900 individuos de tropa, 1,800 animales;.i ol servicio sanitario, de 172 indiviauos, entre ci­ rujanos, practicantes i sirvientes, con 271 animales. M . 2. ® M a t u r a n a .

    Tacna, Diciembre 11 de 1880. Al señor Sub-Director de la Maestranza.—Santiago. _ Los cañones do ocho i siete de campaña llevan solo 99 tiros por pieza. Es indispensable contar con 100 tiros mas por cada uno; remita en primera ocasión esta clase de municiones, Comunique este telegrama al señor Ministro de la Guerra. M. 2 .®

    M atu ra n a .

    SALIDA DE LA E SPE D IC IO N , (Cablegrama de Arica, recibido a las 7.20 P. M.)

    Santiago,, Diciembre 14 de 1880.

    Vamos bien en todo; la salud jeneral buena; provisiones para mas de dos meses; pertrechos en abundancia, i lo ne vale mas que todo, ánimo firmo, contentos i llenos ,e fe. J. F, V eRGARA.

    l

    (Recibido a las 7.30 P. M.)

    Santiago, Diciembre U d e 1880. Señor Presidente; Acabo de dar la érdon de marcha; dejo atrás al A rm zonas, que llegó esta mañana de Iquique i me seguirá luego. Esperaré en Pisco al Itala. Tengo la seguridad de que este ejército, por su disciplina i espíritu que le anima, corresponderá, en la nueva campaña que va a abrirse, a los deseos del país i do V. E. Dios guarde a V. E. M a n u el B aquedano.

    xinca. Diciembre 14 de 1880. La gran jornada está principiada. La flota se pone en franquía, i en pocas horas mas.so pondrá en movimiento. Si la justicia, la fuerza i la enerjía humana deciden délos sucesos, Chile no tardará on ver premiados con la vic­ toria los potentes esfuerzos de su voluntad. El convoi se compone de 25 naves, incluyendo los dos blindados i la 0 ‘H inggins, que lo custodian. Recalará I en Pisco para que se incorporen los buques que están allí, ! llevando a su bordo las tropas que babian partido ántes 1 con escepcion de la 1 . División, qne tiene órden de avanzar por tierra para protejer el desembarco del grueso del ejército. Arribaremos a las playas próximas a Lima con 7 bu­ ques de guerra, 13 trasportes de vapor i 16 naves de vela, conducidas a remolque. El bloqueo del Callao con­ tinuará sostenido por la Ohacaiueo, el Huáscar, la PÜ­ comayo i el Angamos. Veintiséis rail .soldados, bien armados i equipados, pro­ vistos abundantemente, i con el corazón lleno de amor a su patria i con la conciencia del sentimiento de sus deberes, ausiliados por 100 cañones de los mas perfectos sistemas, por 4,000 caballos i por un material tan completo como I cuantioso, llevarán a la capital del Perú la prueba de lo que puede un pueblo que sabe unir la libertan con cl trabajo, i que poisee en su almS la justa nocion del honor i del derecho. ¡Que los votos del país i de V. E. se realicen por completo! Dios guarde a Y. E. J. F. V e r g a r a . Y IL Nota del coronel V elasauez al m inistro de la Guerra .sobre el m aterial de a rtillería destinado a l ejército de operaciones.

    Señor Presidente; (Inédito.) E l embarque terminado todo, se ha hecho en el mas perfecto órden i sin, novedad ninguna. Comandante La- M A TERIA L D E A R T IL L E R ÍA DESTINADO AL E J.Í;R C l'rO D E OPERACIONES. torre ha seguido con su infatigable consagración todo el trabajo, ausuiado eficazmente por ol capitán Campillo, el NÚM 3 1 .— COMANDANCIA JENERAL DE ARTILLERÍA, teniente Señoret, el Delegado de la Intendencia Perez de Arco, el capitán de puerto don M. Rodríguez, el Coman­ Arica, Diciemhre 11 de 1880. dante Jeneral de caballería Letelier, los oficiales del E s­ Señor Ministro; tado Mayor Jeneral,. sarjento mayor Pan toja i capitán Cumpliendo con el encargo que hoi tuvo cl honor de Maturana, i los ayudantes Pomar i Barahona. Todos han recibir do V. S., paso a manifestar el personal i material trabajado con espedicion, perseverancia i escolen te vo­ de artillería que va en el ejército de operaciones i el que luntad. queda en el ejército de reserva. La tripulación de los buques do guerra ha cooperado ; En la 1. División van cuatro batería.?, dos de campa­ eficazmente al embarco. No tengo sino palabras de elojios ña i dos de montaña, todas del 2. ® Rojimiento. para todos los que han tomado parle en la operación, cre­ En la 2. ^ División, el mismo número de baterías de layéndome obligado a recomendar especialmente al tenien­ misma clase, dos de campaña i una de montaña servidas te Sefioret. i por el 2. ® Éejimiento i una de montaña del 1. ° Aquí No deben preocuparse por las necesidades del ejército. i se consultó la uniformidad de material, pues ol 2. ® RejiTOMO VI.— 37

    290

    GUERRA DEL PACÍFICO,

    miento no tenía artillería de montaña con seis piezas. La 3. ^ División lleva el mismo número de baterías, uniforme a las anteriores, dos de campaña i dos de mon­ taña del 1. ® Como artillería de reserva para el ejército de operacio­ nes pueden ir dos baterías de campaña, una inglesa i otra Krupp antigua, quo reforzarán a las divisiones en un caso dado. En el ejército de reserva puede quedar una batería de campaña Krupp sin atalaje, servida por una 2, ^ compa­ ñía del 2. ® Rojimiento i otra del 1, que puede servir una batería de cañones franceses de montaña i otra comp e s ta de los 4 cañones Krupp tomados al enemigo on Tacna. De manera que el ejército de reserva puede dis­ poner de 16 cañones. El ejército do operaciones, sin contar las ametralladoras, tendrá 44 cañones de campaña i 35 de montaña.

    En ol K ata viene también a cargo del 1er. rejimiento una batería inglesa de montaña.—El personal de servicio lo podemos tomar del mismo Rejimiento i destinar esa batería al lugar que se crea mas conveniente. El que suscribe cree que debe quedar a cargo do la artillería del ejército de reserva un jefe conocedor de es­ tos departamentos, por si es necesario ejecutar alguna operación militar para su defen.sa. Me be fijado en ol sárjente mayor Villarreal del 2. ® Rejimiento, por toner este cuerpo mayor número de jefes que el 1.® Dios guardo a V. S. J

    osé

    V ela sq ü ez.

    Al señor Ministro de Guerra ¡ Marina en campaña.

    V IIL Cuadros dem ostrativos de los biiqties, fuerzas, arm am ento, vestuario, víveres, etc., que conduce la 3. tí Vivisioui CUADRO DE LOS BUQUES I FUEliZAS QUE COMPONEN LA

    BUQUES.

    3.

    O?

    CUERPOS O SECCIONES, z; H

    Chile.

    H m ibtrlo 1..

    Ju lia ..

    P a ita .

    Copiapii N orfolk........ L im aH ......... Pxceitior...... Juana .......... Sania f u c la . Pim gua........ Avestruz............. Barnard CasUt. B o ta .................. Lamar ...............

    Orcero .

    Matías Caúsalo..,

    Murzi...........

    Blanco, Cachrant i O 'H iggm . I t a l a ................. Amazonas............ W itk d m ............ Otóo.

    15

    ESl'EDIClON.— DrCIEMBRE

    2 'A

    o

    é

    t/J

    o

    22

    11

    Cuartel .Tcneral................................... Estado Mayor Jeneral........................ Plana Mayor, 2. " Dirision............... Comandancia Jeneral de Artillería.,., Id. id. de Caballería..., Comisaria............................................ Sorricia Saniiario.. ........................ Batallón Búlnes................................. Carabineros de Yungai........................ Plana Mayor, 2. '■* División............... Comandancia Jeneral de Artillería..,. Id. id. de Caballería..,. Batallón Búlaos.................................. Carabineros de Yungai..................... Rejimiento Cnricú............................. Batallón Victeria............................... Rejimiento 3. ° de Linea................. Id. Lautaro............................. Plana Mayor, 3. División............... Estado Mayor Jeneral........................ . A rtillería.......................................... Rejitaicnto Santiago, 1er. Batallón.. Batallón Valdivia.............................. Rejimiento Valparaíso,....................... Ambulancias....................................... Rojimiento Concepeitin..................... Cazadores a eaballo............................ Bagajes—Parque, 3. " División....... Batallón Canpolican............................ Batallón Valdivia............................. Artillería............................................ Parque .Feneral ...................... Rojimiento 3. ° de línea................. Id, Aconcagua.......................

    1880.

    -d p

    3

    Ps3

    DE

    11

    22

    14

    14

    1 1 2

    2 2

    1 490

    1

    200

    215 54

    12 2 10 38 2(1

    240 980 695

    18 i 2

    2

    5 250 4

    6 17 16

    14 2 9

    21

    3

    1 1 2

    2

    25 31 31 35

    10 12 31

    2

    12 2 240 660

    80

    851

    100

    678 300 140 435 630

    4 350 150

    20

    50

    3

    1100 1100 910 80

    Cazadores ........................ Ambulancia..................... Batallón Canpolican......... Rejimiento Santiago....... Id. Valparaiso.... Batallón Valdivia............ Rejimiento Santiago, 2. ® Batallón,, Id. Lautaro ........... Zapadores el rc.sto Batallón Mclipllla............. Artillería, Icr. Rejimiento Batallón Navales................ Artillería ......................... Cazadores .......................... Artillería : ........... Intendencia......................

    140

    N 21 45

    650 1141

    16 23 34

    474 500 910 100 56 7 46

    24 Totales,,

    643 13439

    I-

    185

    115

    24

    220 112

    2023

    c

    360

    36 |€

    II

    291

    CAPÍTULO TERCERO. 2.

    DIVISION DEL EJÉRCITO DEL NORTE.

    ESTADO DEL ARMAMENTO, VESTUARIO I EQUIPO CON QUE CUENTA ESTA DIVISION.

    I S

    JO

    A * % /

    S o

    •k

    o

    a i

    **: Brígidas do Artillerk.......................... Rejiraiento Oaoadorca a caballo........ Id. Buiii 1. ° do Haca...... Id. Esmeralda...................... Id. Chillan........................... Id. 3. ° de línea............... Id. Lautaro......................... Id, Curicó............................ Tobil..................

    y 350 397 1121

    350 397

    1121

    1121

    1121 1164

    1161 1153 lis o 1060

    1146

    H89 1C60

    7555

    747

    2267 t

    350 397 1124

    700 704 1)21 1113

    ' 700 ’ 397 , 1124 ■ lU S

    350 350 397 397 1121 I 1124

    1164 1153 1159 1000

    1200

    1200

    1153 115.3 1139 1139 1000 ! lOCO

    1164 • 11S4 849 ! 11.53 569 1189 939 1060

    1161 1146 1139 1060

    7505

    8335

    6513 ! 7553

    7551

    350 i 397 , 1121 1121 1164 1153 1189 1060

    350 ‘ 397 1121 I

    7555 i

    1121

    ;

    7941

    ,

    1121

    1121

    3500 39700 11210

    1121

    11210 11640 11460 11890 10600 68210

    43200

    1

    Tacna, Koriembrc 23 do ISSO.

    3.^' DIVISION DEL EJÉRCITO DEL NORTE. ESTADO DEL ARMAMENTO, VESTUARIO I EQUIPO CON QUE CUENTA ESTA DIVISION.

    I .a ¡ .2

    Ji 3

    ■5

    £

    6

    D 3 =

    c g.

    Ja á

    377 413

    Brigadas de Artillería........................ . • . Eejimiento Carabineros de Yungai. . . ' . Batallón Artillería N asal........................... Rejimiento Aconcagua . .......................... Id. Santiago............................. Batallen Búlnes.......................................... Id. V ald iria..................................... Id. Caupolican ’.....................

    950 618 1005 500

    377 341 lOÜO 518 1022 600

    600 3S6 2454 1

    1505

    Total.............................

    377 558 1000 518

    500

    150 573 1900 518 727 500

    600

    600

    151 1000

    225 700

    790 ; 3758 í 2251 : 025

    la

    I

    S í1

    3

    377 561 1000

    1000

    iooo

    1000

    500

    600

    600

    5053 I 4041

    4068

    2936

    .3770 4130

    184 I 364 9.700 ,700 .718 51S 51S0 294 I 100,70 675 5C00 500 ,700 6000 'ioó 3860

    353 800 51S 765 500

    2331

    3S590 i

    2076

    7900

    N otí.—Esta Dirision ha sido atendida solo en ,si« mas premiosas nocesidarles, por no haber ¡Segado aun todo el k'oítuario, i por sennas urjente completar las otras dos dNisiones.—No se consigna el vestuario dcl Batallón Valdivia, por hallarse en mni mal estado, siendo necesario reeniplnrarlo en su totalidad. Tacna; Noviembre 23 de ISSO.

    DISTRIBUCION DE VÍVERES I FORRAJES EN LOS BUQUES QUE CONDUCEN LA

    BUQUES

    1 n o K

    <

    s 15

    3

    w

    a•ay

    <

    Líos

    a¡ PS O K

    i . ! O tí tí <1

    tí tí tí < O

    Sacos Sacos Sacos

    I

    8 2 2 1 1 S 1 6 4 2 2 2 ■2 .7



    20 6 6 5 5 20 4 20 16

    35 10 10 8 8 35 ,8 35 30

    10 3 3 3 3 10 3 10

    s

    1 i i i 1 1

    SO 20 i 20 i 20 20 80 20 80 80

    1 1

    DIVISION,

    1 I

    ¡

    i ú

    ‘i

    a

    Sacos Sacns

    <

    Qqs,

    Kilgs.

    1

    1 N o tfo lk.................... 1000 Julia. .... ............... . 350 •1 300 Exceliior.................. 250 350 Orcero....................... 200 350 300 Humberto / , ............ 200 L o td ... .................... 1000 Ju a n a .................... 200 200 _Mu tzí ....................... 1000 Avestruz.................. 800 * Ottú * Wxlhelm. ....... . (^drlúA }¿oheTto .. ... 600 Sa^üa Lucid..,, ...... 500 í 600 ........... L ü ü Comific. . ......

    t¿ £





    X X Sacos

    tí o f£| -7 pr, t-í há KH 1^

    t

    c j o tu r,

    3. ^

    2 ' í ' 1 1 1 2 1 2 2

    16 5 4 4 <; 16 1 3 : 16 12

    20 15 ■i 8 4 3 4 . ' S 4 8 15 20 6 3 15 20 12 20

    ^ -

    yj

    tí’ < y M <

    1i 1 ! O W <

    'ClJ Sr.. < 1 ^

    Qqs. , Sacos

    -7 tí
    Qqa. tardos Sacos

    Bes, Pta. 4 1 6 2 4 1 2 1 2 1 1 2 : I ! 1 0 1 ; 2 2 1 ' i •0 6 1 2 6 i

    I

    0

    !

    i 1 1 1 2 1 ^! 2 1i 2 ■

    300 300 300 300

    100 100 100 100

    200

    100

    250 260 10 10 10 10

    16 16 16 16

    Nom .—Loa buques signados con (*) so proveen por contrata.

    5 ■ 5 5 5

    1 1 1

    1

    40 40 40 40

    2 2 2 2

    8 8 8 8

    7 7 7 7 1

    10 10 10 10 ■ i

    3 3 .3 3

    4 1 i ! 1 1 u 1

    1 1 1 1 1

    I1 1 1 1

    292

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    CUADRO JENERAL DE LAS FUERZAS ESPEDICIONARIAS SOBRE LIMA.

    P la n a M ayor.

    3.'® División, 1 i

    K O S B R S S ))K L A S Í I F K E R N T E S 3 ECCI 0 KES

    DEL

    1 S

    E J É n O IT O .

    a> ’ ''Sí o

    1

    4 10 11 12 2 1 1 3 1' 3, 2l1 6l 10 99, 9 1 6 4 I

    41 144 1

    S c

    i i 3

    %

    O

    ........................ Cuartel )eDer.-i! Kstado Mayor Jeneral.......................... lospeccion dcl Ejército en catapaña.... Comandancia Jeneral de Artillería...... Comandancia Jeneral de Caballería,,.. Intendeñeia Jeneral dol Ejército......... Serrieio Saniiario................................ Bagajes.................................................. Parque Jeneral ......................

    S 0 M B R B 8 DE L A S DIFRBE.SITES SE C C IO H M

    g 'ü <3

    35 40 6 12 3

    2 20

    I Cuartel jeneral.................. jj.Eatado Mayor...................... || Oomandanciaa do brigadas..

    2 2

    Cutrpoi {Mc la componen.

    104 24 60 500 19 460

    222 130 117 530

    Rejimiento Zapadores.... Id. Aconcagua... Id. Valparaíso.. IA .Santiago...... Id. Concepción. Batallón Navales................. Id, Valdivia....... Id. Caupolican... Id. Bdlnes......... Artillería............................ Caballería (C. de Yungai)..,

    1

    2791010j f

    1. «3 D ivisión. I Cuartel Jeneral.................. Kstado Mayor...................... Comandancias de brigadas..

    E JÉ R C IT O .

    o

    6

    22 24 2 2 2

    DEL



    121

    I 8

    3 39 1050 3 46 1100 3' 31 851 3i 42 1100 3l 35 678 34 910 30 630 2; 31 4.35 490 400 440

    ISl"

    24

    36 354 7997

    35

    24

    Tropa tuelía.

    OiierfiOS í«e la componm. I s| 35¡ 940 Rejimiento 2. ° de línea.................. Id. Atacaras.............................. | 3 32 1139 33 115S Id. Talca.............. Colchagua...... 26 825 Id. 36¡ 949 4. ® de línea.. IA 29' 922 Id. Cliacabuco...... 40 1000 Id. Coquimbo....... Batallón Melipilla.. 426 Id, Qiiillota.',. 663 Artillería......................... 500 491 Caballería (Granaderos).. 39 346 8910

    Artillería de Marina..........

    Cuartel Jecoral.................... Estado Mayor....................... Comandancias do brigadas..

    1 . 2 2

    4 8:¡ 4i

    4 10

    Rejimiento B uin............................... IA Esmeralda.................. Id. Chillan........................ Id. 3. ° de linca............ Id. Lautaro........................ Id. Curicó ............. Batallón Victoria................................ Artillería............................................. Caballería (Cazadores)........................

    12| c!

    200 20

    30

    665 30 3

    S?8| 44 I

    .Plana mayor... 1. División. 2. * División ., 3. División.

    3.

    736 35

    24 2

    4l! 144 340 319 ,372

    530 8910 7788 8338

    1010 44 30 3 36 26 3 35 24 2

    Total....................... 5 149 1181 26566 2672 1125 80 Rebajando de esta suma los empleados do ia Intendencia del Ejército, los de las ambulancias i Ies de bagajeí quo son.............................................. .13 114 .361 164 524

    í

    25 6 29 12 10

    Teacmos

    I5

    136¡10G7 25205 2508 601 30

    R esú m en p o r a rm a s.

    l 3 40 1032 1 17 3: 381 1046 1 3 33 1021 1 17 3 42 1100 11 3 45 H41 16 3 38' 984 i\ ■ 2 26 595 «i 16 415 170l 18 440 460 3 ! 25 ¡31 319 7788

    841

    18

    R esú m en p o r secciones.

    8

    i

    Cuerpos que la componen.

    2

    38i 372 8338

    2.<^ División.

    MEMORANDUM DE LA

    18

    Infantería.. Artillería.. Oaballería.. .

    I

    779 36 ■i

    22350 393 1315 620 1.37L1480

    56 Is.

    Total , ........... 2 1081037 250362393 115 80 I agregando loa individuos militares de la Flama Mayor del ejército que comprende......................................... 3 28 SO 169 115 486

    26

    26 í

    ESPEDICION AL NORTE.

    Norfolk.—Llevs, t'ívefes para odio dias en abundancia. Tiene de la anterior e.spedicion un cajón con 12 cajoncitos volas de composición, i además 979 sacos de harina i 22 fardos de sacos. Ju ífa .—Parque de la 2, División.—Víveres i forraje para ocho dias. Excelsior.—YívQtes i forraje para ocho dias, Orcero.—Yiveres i forraje como el anterior. Humberto / . —Víveres i forraje como el anterior. Ca­ ballos de los jefes do la División. Ío¿a.—Lleva víveres en abundancia para 10,000 hom­ bres durante ocho dias, i además maderas i varios artícu­ los navales. Ju a n a .—Bagajes coa sus carretas, aparejos, etc., víveres ¡ forraje,—Parque de la 3. División.

    Tenemos................i 5 il3610S7¡ 25205 2508 601 80 I t ( I (

    J f u m .—Lleva viveros para 1,100 hombres durante ocho dias.—Además víveres para 14,000 hombres para un dia, los cuales deben desembarcarse en el primer mo­ mento de la llegada, para tenerlos en tierra al tiempo del desembarco de la tropa.—H ai en este buque, además, 600 o mas fardos de pasto del anterior cargamento; her­ ramientas para ferrocarril, embarcadas por el se.ñor Stuven; herramientas de zapadores, entre las que van 600 palas i cantidad de zapapicos, etc., etc.; de ambulancias van 100 catres, 4 máquinas do lavar, 38 carretones, 19 sacos monturas, ote. Parque Jeneral.—Ví.veres para 800 .hom­ bres para ocho dias.—El siguiente sobrante, mas d ménos, de un cargamento: 400 sacos fréjoles, 471 sacos harina, 317 sacos frangollo, 119 lios charqui, 234 sacos de harina tostada, 1,003 sacos galleta, 740 fardos pasto. CAiíe.—Lleva lo siguiente: 420 sacos harina flor, 20

    i

    I I

    CAPÍTULO TERCERO.

    cajones 'tabaco, 8 cajones papel, 12 cajones grandes de reias composición, 29 id. velas sebo, 30 id. iabon, 1 cajón saartilloa i serruchos, 3 romanas, 25 barriles azúcar refi­ nada. 5 DordrecÁf.—Este buque está en Pisco completamente largado de víveres. Copiapó.— Lhva. 2,568 sacos cebada. ) Buques que llevan carbón para dar a los demas: Orccro |5 0 toneladas carbón inglés, 21 de Mayo 400 toneladas Carbón chileno; i 'los vapores Latnar, Pisagua, B arnard fastle i Am azonas que llevan mas o ménos 600 tone­ ladas. ■■ Buques que llevan bueyes para su consumo: Norfolk 8, f u l i a 2, Excelsior 2. Humberto 2, Lota 8, Ju a n a 2, if u r Avestruz 4, P isagua 5, Copiapó 6, L u is Coiisi'ño 2, P ayta S, B a m a rd Castle 6, H u a n a y3 , Gárlos Roberto 2, JÁm ari 4, Lam ar 10, Wühelm 2, Otto 2, O'Higgins 6, Cochrane 5 bueyes, 1 vaca i 3 terneros; Chile 8, Santa yjucía 1 buei i 4 quintales carne conservada, Amazonas ■6 i 24 para desembarque. Buques que llevan forraje: Copiapó, Avestruz, M u rzi— Además ca culo que a todos los buques que llevan anima­ les les vá a sobrar J del forraje para desembarcaren •tierra. '• Buques que llevan el Parque; Avestruz, Parque JeneX&i— Inspector, Parque de la 1. ” División, está en Pisco. — E lvira AÍvarez, Parque la 1. * Brigada de la 2, Dirvision, está en Pisco.—A tíía, Parque de la 2. Brigada de la '2. '* División.—LTuam, Parqi e de la 3 . División.— 'Herminia, está fondeada en Paracas con dinamita, pólvo­ ra, herramientas i útiles de mina.

    IX. in stru ccio n e s para el deseniba ."co en Chilca i recono* cim iento m ilitar del valle de Lurin. INSTRUCCIONES PARA EL DESEMBARCO EN CHILCA.

    Con fecha 14 del presente, el señor Jeneral en Jefe lasó al Jeneral Maturana, Jefe do Estado Mayor Jeneral, a siguiente: “Pava que V. S. se sirva trasmitirlas al señor ContraAlmirante, Comandante en Jefe de la escuadra i ejecutar­ las, en lo que a V. S. corresponda, van a continuación las instrucciones jenerales a que debe someterse la marcha del convoi que lleva la 2. i 3. divisiones. I —El convoi se dirijirá primepo a Pisco, donde debe embarcarse, para formar parte de ól, la 1. ■*Brigada de la 2 .^ División. I I —^De Pisco, esperando en todo caso la órden que se dará para la marcha, en vista de las noticias que a lí se adquieran, se dirijirá al puerto elejido para el desembar­ co, i que es el de Chilca. IIL —El desembarque, no habiendo enemigos que pre­ tendan impedirlo, se hará en este órden: Rejimiento Buin 1, ® de línea, que va en la Inspector. Cien hombres de cazadores, Orcero. Rejimiento Esmeralda, Ahtao i Elena. Cien hombres de Cazadores, Excelsior. Una brigada de artillería (2, División), con 10 caño­ nes de montaña, Wühelm. Rejimiento Chillan, Angamos i Magallanes. Id. 3. ® de línea, Barnard Castle. Una brigada artillería (2. División), con seis cañones de campaña, Oopigpó. Rejimiento Lautaro, M urzi. Id. Curicó, Paita. Batallón Victoria, Paita. Resto caballería de la 2. División, Exeelsior i Orcero. Rejimiento Zapadores, Lomar. Nóvales, Amazonas. Cien Carabineros de Yungai, Ju lia . Rejimiento Aconcagua, Lota.

    293

    Una brigada artillería, 3, División, Itata. Primer Batallón Rejiraiento Santiago, Copiapó. Segando Batallón Rejimiento Santiago, L u is Gousiño. Rejimiento Valparaiso, Nor/oi/j. Batallón Búlnes, Chile. Resto de Carabineros, Humberto I. Batallón Valdivia, Pisagua. Id. Caupolican, Santa Lucía. Una brigada artillería, 3. División, Ilaia. Rejimiento Concepción, L ím a r i Batallón Melipilla, Itala. IV.—En caso que el enemigo pretendiera oponer resis­ tencia al desembarque, como esta operación debe hacerse protejida por la 1. División, que debe llegar por tierra al puerto indicado al mismo tiempo que el convoi, i por la artillería de la escuadra, se dará preferencia a las tro­ pas de infantería de la 2.'^ División, desembarcando los cuerpos en el mismo órden indicado mas arriba. V.—Oportunamente, i en vista de las noticias que se adquieran en Pisco i de la actitud que adopte el enemigo en Chilca, si lo hai, se dictarán otras disposiciones."

    El señor Jeneral, Jefe de Estado Mayor, trascribiendo el órden anteriormente indic.ado para el desembarque de las tropas, órden propuesto por él, agrega las siguientes: “Este orden se observará para desembarcar en caso que el enemigo no presente resistencia; pero si la hubiere, solo se desembarcará la infantería en el órden que queda designado, sin alteración, i la artillería i caballería, se alis­ tarán a bordo de sus respectivos buques hasta nueva dis­ posición.—A bordo del vapor Chile, en alta.mar, Diciembre 16 de 1880. 1. ° Llegado el convoi al puerto de su destino, se pro­ veerá a los cuerpos que desembarquen, de víveres con ración de marcha para dos dias. debiendo llevar también sus caramayolas con agua i prepararse para saltar a tier­ ra con su equipo. Si hai enemigo on tierra, se dispondrá se aumente en 50 tiros mas las municiones que actualmente lleva el soldado. En esta disposición aguardarán la órden de desembarco, que será comunicada por el buque almirante. 2. ® Dada la órden de desembarco, si no hai enemigo en tierra, se ejecutará éste en el órden que está prevenido en las instrucciones de 14 del 'presente, i en caso contra­ rio, so hará en la forma i con las precauciones que opor­ tunamente se indiquen. 3. ® A medida que las fuerzas vayan llegando a tierra, i dado el caso de que no hubiese resistencia, pasarán a acamparse en los lugares quo oportunamente se designa­ rá a las divisiones per el Estado Mayor Jeneral. En el caso de haber enemigos, las tropas, al saltar a tierra, tomarán la colocación que el Jefe que mande les señale en la línea de batalla. 4. ® Con anticipación, el Delegado de la Intendencia del Ejército, que se halla a bordo del trasporte Amazonas, hará alistar las lanchas necesarias para la provisión de víveres i agua de las fuerzas que desembarcan, tomando para el efecto una cantidad de barriles que viene a bordo de la lím ib erto I. 5. ® Del mismo modo, el Jefe del Servicio Sanitario hará alistar el personal i elementos ,;del caso para que desem­ barque i atienda a las primeras curaciones de los heridos en tierra. 6. ® Abordo de uno de los buques se establecerá un hospital para traer allí los heridos i enfermos, una vez practicada la primera curación. 7. ® La Bordrecht servirá de hospital para reunir en olla todos los enfermos de los buques" durante la navega­ ción i los que resultaren de la 1. * Brigada de la 1, ^ Di­ visión reembarcados en Pisco.

    294

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    DESEMBARCO EN OHILCA.

    ficientes para formar un ejército capaz de arrollar al pe­ ruano que defiende a Chilca. El resto se marchará en la flota i se establecerá en el puerto, como en el caso ante­ rior, listo para ejecutar el desembarco en el momento oportuno. Si el ejército enemigo en Chilca fuese mui numeroso i bien armado i equipado, será éste indicio seguro de enconcontrarse la capital mui debilitada, i entónces se puede tentar un golpe de mano sobre ella con las tropas que lleva la flota, miéntras el ejército dol Jeneral Villagran mantiene en jaque al peni mo de Chilca para que no pue­ da replegarse al N orteen ausilio de la capital. Este plan seria, en el caso propuesto, el mas acertado; i para llevarlo mejor a efecto, se pueden tomar algunas tropas de las que tieno el Jeneral Villagran, para reforzar la nota., dejando a este Jeneral solamente las fuerzas necesarias para sos­ tenerse al fronte del enemigo, elijiendo buenas posicio­ nes defensivas en uno de los valles de Cañete, Asia o Mala. Si el ejército peruano que debe defender a Chilca se avanza mas al Sur para detener al Jeneral Villagran en algunos de los valles de Mala, Asia o Cañete, esto Jeneral se detendrá al frente del enemigo, sin ofrecerle combate, elijiendo posiciones ventajosas para ia defensiva. El ejér­ cito que va a bordo de la flota m archará rápidamente a desembarcar en Chilca o la caleta mas próxima i con­ veniente, a espaldas del ejército enemigo, desde la cual ejecutará un movimiento retrógrado para venir a colocar al enemigo entre dos fuegos, i darle batalla en combip'».cion con el ejército que va por tierra desde Bisco. De todo lo espuesto, se desprende que la marcha de la División Villagran por tierra, desde Pisco al Norte, debe hacerce en combinación i comunicación con la flota, a fin de acordar, en cualquier momento en que se tenga noticia de encontrarse el enemigo oercano, el plan mas ventajoso para atacarlo i destruirlo, de modo que no pueda en nin­ gún ca.so efectuar una retirada sobre la capital,

    El puerto de Chllca es el mejor i mas apropósito para un desembarco, si se quiere atacar a Lima por el Sur. No se debe pensar en desembarcar en Chorrillos, por­ que este punto, además de estar mui cerca de la capital i ligado a ella por ferrocarril, debe suponerse bien artillado i guarnecido, su bahía cruzada de torpedos fijos i su pla­ ya minada. Tampoco se puede hacer desembarcos de tropas nume­ rosas on la caleta de Lurin, ni en la playa de Conchan, porque la mar es brava, i las olas revientan a alguna dis­ tancia de la playa, haciendo difícil i peligrosa la marcha de los botes de desembarco. Además, debe suponerse tam ­ bién que habrá en tierra algún núcleo considerable de fuerzas dispuestas a oponerse a un desembarco, estando, como está Lurin, a solo seis o siete leguas de Lima. El puerto de Chllca ofrece un escelente desembarcade­ ro, hallándose además situado siete leguas al Sur de Lurin, i separado de aquel valle por medanales i cerros que di­ ficultan su rápida comunicación. FIs posible creer que el ejército que defiende a Lima no se atrava a avanzar mas al Sur de ijurin, porque avanzan­ do con grandes fuerzas hasta Chilca, debilitaria conside­ rablemente la defensa de la capital, dejándola espuesta a ser tomada por un golpe de mano que el invasor, dispo­ niendo libre i esclu.úvamente de la via del mar, podria emprender, ejecutando un rápido" desembarco por el Nor­ te del Callao, ¡ cayendo sobre Lima, áutcs que el ejér­ cito establecido en Chilca hubiera tenido el tiempo sufi­ ciente de replegarse sobre ¡a capital i acudir a su defensa. Un ejército de 10,000 hombres necesitaría emplear cuatro buenas jornadas, a lo ménos, pava replegarse desdo Chilca a Lima. Si, pues, sucediera, cemo puede esperarse, que el puer­ to de Chilca esté indefenso, el ejército chileno desembar­ cará allí con entera libertad. Pero, préviamente, conviene siempre echar a tierra cuatro o cinco piquetes de zapa­ M . 2. ° M a t u r a n a . dores, al mando de un oficial cada piquete, provistos de herramientas, i encargados de recorrer i examinar proli­ jam ente la playa i sus inmediaciones, hasta asegurarse completamente de cjm*. no hai minas, esta arma traidora, INSTRUCCTONE,? PARA EL RECONOCIMIENTO MILITAR DEL VALLE DE LURIN. tan en boga i uso entre los peruanos. Si las hai, las destruirán cuidadosamente; i vina vez li­ Tan pronto como desembarquen eu Chilca las primeras bre de tales obstáculos la playa, se procederá al desem­ fuerzas, el teniente coronel, primer ayudante de Estado barco. Mayor Jeneral don Antonio Letelier, se pondrá en mar­ No estará demas prevenir quo ántes de acercarse los cha háoia el Norte, llevando bajo sus órdenes la fuerza buques que llevan el ejército a tomar su fondeadero, de­ quo se le indicará oportunamente, i debiendo acompañar­ be lacerse por los botes un prolijo i cuidadoso reconoci­ le los siguientes jefes i oficiales: teniente coronel de guar­ miento do la bahía, para cereiorarse.de que no hai torpe­ dia nacional don Hilario Bouquet, surjento mayor de dos, i destruirlos, si os hai. ejército, primer ayudante de este Estado Mayor don Flo­ A medida que desembarca el ejército, se distribuirá en­ rentino Bantoja, capitanes don Santiago Herrera, don tre las escasas haciendas del valle, estendiendo su línea Manuel H. Maturana i don Bedro N. Letelier, i teniente al Oriente, i enviando una parte de su caballería al Norte, don Ricardo Walker M. para reconocer hasta el valle de Lurin, i otra al Sur, para El objeto de la comisión que se encarga al comandante apoderarse de los. pocos recursos que ofrece el valle de Letelier, es ol de practicar un reconocimiento del territo­ Mala i sus pobres haciendas, hasta Bujama, en donde hai rio comprendido al Norte del vallo de Chilca hasta el crianzas de ganado vacuno. valle de Lurin, llevando como puntos principales de ob­ Suponiendo que el desembarco en Chilca no pueda ha­ servación los siguientes: 1. ® Hacer un estudio exacto i detallado de los caminos cerse libremente por haber fuerzas enemigas en tierra, ocurrirá entonces uno de estos dos casos: quo conducen de uno a otro valle, sus recursos, su solidez, 1. ® Que Las fuerzas que pretendan oponerse al desem­ anchura, dirección, su aptitud para el trasporte de la ar­ barco sean escasas, o quo su número no pase do 10,000 tillería de campaña, dificultade.s que ofrezcan i medios de salvarlas o allanarlas, ventajas i desventajas para la m ar­ hombres. 2, ® Que su número sea mayor que la fuerza indicada. cha de las columnas de infantería o do caballería, i peli­ En el primer caso, la flota se establecerá en el puerto, gros que pudieran presentare en la marcha, según sea a situación on que el enemigo pueda encontrarse o la aguardando que el ejército dol Jeneral Villagran ataque al enemigo por tierra, a fin de aprovechar el momento de dirección en que pudiera venir para amagar por el írente efectuar el desembarco i ayudar a aquel ejército a acabar o flancos. Examinará asimismo la distancia entre un valle i otro para calcular las jornadas de marcha que de­ con los restos vencidos del enemigo. En el segundo caso, si las fuerzas. enemigas son bas­ ba hacer el ejército, estudiando, en caso de haber mas de tante numerosas para, resistir el ataque del ejército de una jornada, los puntos ma,s convenientes para los aloja­ Pisco, se reforzará este ejército con tropas de a bordo, mientos. desembarcando eu la.s caletas do Mala o de Asia las su- I 2. ® Llegando sobre las lomas i alturas que bordan el

    i I

    I I r

    r r

    r

    VI

    i

    CAPÍTULO TERCERO.

    í

    "a

    295

    X.

    valle de Lurin por el Sur, el reconocimiento se detendrá para inspeccionar atentamente el valle desde arriba, a fin de cerciorarse bien de si hai o no enemigos, sea en el fon­ Telegram as cliilcnos i peruanos referentes a l desem ­ barco del ejército cspcdicionario i ocupación de lu * do del valle, sea en las alturas del lado Norte, sea a lo riu; proclam a a los Carabineros de Yungai. largo de la playa. Si hai enemigos con fuerzas suficientes para oponerse CABLEGRAMA DE IQUIQUE. con ventaja al reconocimiento, éste no bajará al valle, (Recibido cl 27 de Diciembre a las 6 P. M.) sino que, tomando las precauciones necesarias para no ser cortado p o r. retaguardia o amagado seriamente por sus Curayaco, D leim bre 24 de 1S80, flancos, recorrerá las alturas que bordan el valle, obser­ Señor Presidente: vando las posiciones del enemigo, calculando aproxima­ tivamente su fuerza i sus recursos, sus elementos de de­ Habiendo partido do Arica, como anuncié a V. E.,' en fensa i de ataque, el mayor o menor grado de resistencia la tarde del 14 con la 3. División i una brigada do la que puedan oponer el centro i las alas, los puntos mas 2. , llegué con parte del convoi a Pisco en la noche ventajosos para atacar la posición i para arrollarla dol 18. quebrarla en tal o cual sentido, las dificultados que nues­ Allí supe que de la 1. " División, que debia haber em­ tras tropas deben arrostrar para ir al ataque, los puntos prendido su marclia por tierra el dia 13, para llegar a que pueden servirles de abrigo o de defensa natural, i lo Chilca cl 21 o 22, juntam ente con el resto del ejército que mas convenga para la colocación do nuestra arti­ que iba por mar, solamente la 1. Brigada, a las órdenes llería, de modo que pueda siempre batir con ventaja las ael coronel Lynch, habia avanzado hasta Cañete el mis­ posiciones enemigas. Se tendrá especial cuidado on estu­ mo dia 18, estando aun la otra brigada con cl Jencral diar, en cuanto sea posible, la calidad do las tropas ene­ Villagran .ro Tambo de Mora, a una jornada de Pisco; i migas, su órden do formación i la estension de su frente, en consecumcia, me vi obligado a dar la órden de que para calcular en lo que sea mas probable sus propósitos esa 2, ” Brigada retrocediera a Pisco para reembarcarse 1 miras i los proyectos que pueda poner en ejecución. allí oportunamente. La del coronel Lynch, con la caba­ 3. ® Si no se notara de ningún modo la presencia de llería i artillería de toda la División, debia seguir avan­ fuerzas enemigas, ni en el fondo del valle, ni en las altu­ zando por tierra. Reembarcada en lo.s dias 19 i 20, la 1. Brigada de la ras que lo dominan por el Norte, el comandante del re ­ conocimiento dispondrá que bajen simiilrineamente al 2. División, salimos en la tarde del último dia con rum ­ valle tres destacamento.?, cada uno de cinco hombres al bo a Chilca, adonde llegamos a la 1 P. M. del 21. Se ocupó el resto do ese dia en hacer reconocimientos mando de un oficial; el 1. ® sobro los caseríos de Lurin i San Pedro, el 2. ® sobre la hacienda de Buena Vista i de las caletas que hai al Norte de Chilca, i con 25 hom­ el 3. ° sobre la aldea de Pachacamac. Cada uno de estos bres dcl Batallón Búlnes que desembarcaron, do las destacamentos irá provisto de una bandera convencional, aguadas de este pueblo. que izará en lugar visible una voz reconocidas las posicio­ . El resultado de esta operación fué que se acordara h a­ nes que va a observar, i cerciorado de que no hai ono- cer el desembarque en la caleta de Oiirayaco i otras ad­ yacentes, operación que principió, con toda felicidad i sin migos. 4. ® Cuando aparezcan izadas las tres banderas, el jefo resistencia, en la mañana del 22. Ayer, a las 11.-30 A. M., ehleneral don Emilio Sotomadel reconocimiento bajará al valle, i haciendo avanzar yov, con una brigada de su División, se apoderó de Lurin, sóbrelas alturas del Norte los hombres que crea necesario para mantenerse en observación del territorio hácia el 200 hombres de infantería i 100 de caballería que se en­ Norte, procederá a hacer un detallado reconocimiento del contraban en aquel punto se retiraron al .acercarse nues­ valle i sus recursos, sus poblaciones i . demas datos que tras fuerzas, haciendo algunos disparos que no nos cau­ convengan, tomando de los habitantes las noticias que se saron daño alguno. Hoi quedará desembarcada toda la pueda sobre la situación, estado i calidad de las fuerzas infantería i caballería. De la Brigada del coronel Lynch enemigas. Reconocerá también con precisión la costa i la se sabe que pernoctó anóche en Chilca i va on marcha caleta de Pescadores, para ver si hai buen desembarcade­ para Lurin. Los buques en que debe reembarcarse la 2. Brigada ro que se pueda aprovechar por nuestras fuerzas. Obser­ vará estratójicamente el valle, para determinar la mejor do la 1. División salieron ayer para Pisco. Nos hallamos, pues, en posesión de un punto cstratémanera de tender la línea de campamento, i tomará todos los informes que pueda obtener sobro los caminos que por jico importantísimo, como es el rio i vallo do Lurin, i a dos el frente i flancos desembocan sobre dicha línea i demas jornadas cortas de Lima. Espero que la fortuna ha de seguir siéndonos propicia noticias conducentes a su mejor seguridad. como hasta aquí. 5. ° De todo el territorio que reconozca, levantará un Dios guarde a V. E. croquis detallado, marcando los accidentes principales del M an u el B a quedano. terreno i especialmente los puntos estratójicos para el ataque i la cfefensa. 6. ® Junto con el croquis pasará por escrito un infor­ me sobre el resultado del reconocimiento i sus propias observaciones sobre los diversos puntos que abarca su co­ misión. 7. ® Los guias que debe llevar para ol reconocimiento i demas instrucciones que convenga, se le darán oportu­ namente por este Estado Mayor Jeneral. A bordo del vapor Ghilé, Diciembre de 1880. M.

    2 .® M a t ü r a n a .

    (Recibido a las 7.35 P. Ai.)

    Señor Presidente; Ministro de la Guerra me dice para V, E: “La flota .se encuentra .anclada en la caleta de Curayaco, seis millas al Norte del puerto de Chilca. El viaje ha sido esoopcionalmenie feliz, porque no ha ocurrido nada que lo entorpeciera. Al fin del cuarto dia recalamos a Pisco en demanda de la Brigada Gana, quo principió a embarcarse ei 18 i ter­ minó el 20. El 21, a medio dia, arribamos a Chilca, pero para evitar una parte del camino que es mui malo i quebrado, se re­ solvió ejecutar el desembarco en esta caleta, que presta las facilidades necesarias para una operación de esta clase.

    296

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    A las 10 A. M. del 22 se ocharon a tierra las primeras tropas, La las 6. P. M. se hablan desembarcado los rejimientos Esmeralda, Chillan, 3. ® da línea, un batallón del Lautaro i como 200 Cazadores a caballo. A! ama­ necer del dia siguiente marchó esta tropa', bajo las órdenes del coronel Gana, a ocupar el valle do Lurin, lo que rea­ lizó sin encontrar resistencia. Solo se avistaron algunas partidas lijeras enemigas que huian a todo correr cuando avanzaban nuestros jinetes. El valle tiene buena agua, mucha vejetacion i uu cli­ ma sano; su importancia militar es inestimable para nos­ otros, porque nos permite ordenar con tranquilidad el ejército i nos falcilita la conducción de los elementos quo necesita para su acción. La distancia de Curayaco a Lurin es cosa de tres i me­ dia legua. El 23 se continuó al desembarco sin novedad, i 4,000 infantes, con 000 jinetes, marcharon a .reforzar a los ocupantes de Lurin. Así es que a estas horas nos en­ contramos sólidamente establecidos en dicho valle. Pa­ rece que el ejército peruano se defenderá en los alrede­ dores do Lima, i quo si están resueltos a librar su suerte en una batalla campal, ésta tendrá lugar a una o dos le­ guas de la ciudad. Nuestro movimiento ofensivo no se emprenderá sino cuando lodo esté pronto para entrar en acción. Calculo que permaneceremos en Lurin de ocho á diez dias. La Brigada Lynch acaba de llegar a Chilca i continua­ rá mañana a incorporarse al ejército. En la travesía ha sido molestada, por los montoneros, que han causado tres o cuatro bajas, siendo mayores las que ellos han esperirnentado. La otra brigada do la 1. División principiará a llegar mañana en los vapores mandado.? a Pisco para traerla. En dos dias mas, todo el ejército quedará acampado a ocho leguas de Lima. Salud i ánimo escclentes. . Esta comunicación está datada costa de Lurin, Diciera­ bre 24 de 1880. A

    (6P. M) Treinta hombres en una lancha a vapor desembarcan en este momento en Curayaco. R o ldan. {6.10 P. M.)

    En este momento llego con el coronel Miranda, después do haber reconocido a la distancia a Curayaco. En Chilca hai 22 buques desembarcando tropas. R oldan,

    Diciembre 22 de 1880. ¡7.45 A. M.)

    Señor Ministro do Marina: Al amanecer las naves chilenas ocupan las siguientes posiciones: En Curayaco, un buque de vela; dirijiéndose al mi'smo puerto, dos vapores, uno de ellos remolcando una embar­ cación a vola. El resto, al ancla en Chilca. R oldan. {8,46 A. M.)

    Varios vapores se ocupan en remolcar buques de veía a Curayaco. Parece que vendrán inmediatamente a Lurin, como que aquel puerto tiene una playa arenosa i la distancia es solo de dos horas a caballo. R oldan,

    (9.6 A. M.)

    Ayer mucha niebla. El dia de hoi es claro. Catorce buques on Chilca, Dos están esplorando por Jagüei. F r ía s .

    lfo nso .

    TELEGRAMAS OFICIALES PERUANOS. Chilca, Diciemhre 8 de 1880. Señor Secretario do Guerra: A las 10 A. M. de hoi, se me avisó por telégrafo a Bujama la aparición de los vapores enemigos ol Á'eujo/críos i el Alalias Gousiño. Después de rejistrar los fondeaderos de las caletas de Chilca, la Yesera i Curayaco, tomaron rumbo ni Norte. Aseguran también que el Angamos disparó dos cañonazos. Este puerto, para su defensa, no cuenta sino con 17 malos rifles, i si S. S, cree por conve­ niente, puede ordenar la venida de las fuerzas quo exis­ ten en Bujama en número de. 160. Merece comunicarle que esta mañana, para venir aquí, no hallé ni bestias ni guias que mo acompañaran. Solo he llegado.

    (11.46 A. M.)

    Hai ahora en Curayaco mas de 20 buques. Parece que todos están descargando, por el movimiento de botes que se vé. R

    oldan.

    ’r{ r

    tr I'

    (7.37 P. M.)

    Señor Ministro de la Guerra, Acabo de llegar de Curayaco; el enemigo está desem­ barcando en Piicusana. La flota es compuesta do 20 buques, mas o ménos.

    r

    !-

    M ir a n d a .

    (8.47 P. M.) M ercado.

    L u rin , LÁciembre 21 de 1880. Acabo de llegar de Curayaco. El enemigo desembarca en Pinsano. Lo flor {por flota) se compone, poco mas o ménos, de 20 buques. A S, E. participe lo ocurrido, M ir a n d a .

    L u rin , Diciembre 21 de 1880. (Recibido &las G P. M.)

    Señor Ministro de Marina: Un blindado avanza hacia la isla de Pachacamac. Examina el fondeadero i regresa a Chilca. R

    oldan.

    Excmo, señor: Coronel Miranda dice; . “Vapores remolcando 8 buques de vela para Curayaco.” P az S oldán.

    Señor Secretario de Marina: Todo el ejército desembarca en Curayaco. La fuerza de aquí probable a Pachacamac. ¿Qué hago?

    .u-

    R oldan.

    Los alambres telegráficos entre Chilca i Lurin se supo­ ne que han sido cortado?. El aparato ha sido enviado,al interior para impedir que caiga en poder del enemigo.

    i

    i i i

    297

    CAPÍTULO TERCERO.

    PROCLAMA A LOS CARABINEROS DE YUNÜAI.

    •a)

    Soldados; Vamos a desembarcar, i de consiguiente a acercarnos a la última i decisiva jornada de esta larga guerra. La orgullosa Limii; la antigua i opulenta ciudad de los vireyes sentirá mui en breve resonar en las calles el rui­ do de las pisadas de nuestros caballos victoriosos. Con eso quedará también terminada la obra gloriosa que la patria ha confiado a vuestro valor i a vuestro patriotismo. Poco tengo que recomendaros para ese momento deci­ sivo; os recomiendo, sí, la unión i disciplina en el combate, no separarse jamás de las filas, como os recomiendo, tam ­ bién, para después de la victoria, esa moderación de que habéis dado ya muchas pruebas. Soldados; Chile entero tiene hoi dia los ojos fijos en vosotros. Os considera sus mejores hijos, i como a tales os entrega su bandera, os confia su gloria i su porvenir, lo mismo quo la defensa de sus derechos en el duelo a muerte que sostiene con un país ingrato i aleve. La frente augusta de la pa­ tria se cubrirá con el rubor de la vergüenza si supiera, si ludiera presumir, que aquéllos a quienes dispensa tan alto mnor podían entregarse al desaliento i a la infamia. Los sacrificios que la campaña impono, sobrellevados con constancia; los peligros que arrastra afrontados oon valor, serán otros tantos títulos a su reconocimiento, i agradecida sabrá recompensaro.s. Para vuestro jefe seria premio suficiente de sus fatigas i desvelos, poder, al regre­ so, decir a Chile entero; “Os devuelvo el brillante Reji­ miento que me confiasteis puro, glorioso i mas digno que nunca de vuestro cariño i de vuestra admiración. Faltan algunos de sus miembros, pero esos ban caido mutilados por el plomo enemigo, con el sable en la mano, defen­ diendo a su patria i el honor de su estandarte i de sus armas. Envidiémoslos en vez de coiupiidecerlos." No os dirijirá ya ia palabra ha.sta después de la batalla. Espero entonces dirijírosla para enviaros mis felicitacio­ nes, para ensalzar vuestro valor, vuestra eomportacion, vuestra di,sciplina i vuestra moderación. Adelante, pues, soldados de Carabineros de Yungai. Lleváis IIn nombre mui glorioso, recuerdo de grande o inmortal jornada. Como a tales el ejército os mira, ia pa­ tria os contempla, i mucho tiene derecho- a esperar do vosotros vuestro comandante.

    ordene.? del Jeneral Villagran para trasladar.?e con su Di­ visión a este lugar. Será necesario despachar en uno o dos dias mas a la cañonera J/apaíírt-ncs, también para Pisco, para convoyar esa División, i al efecto, se le impartirán las órdenes con­ venientes. Dios guarde a V. S. G a l v a r in o R iv e r o s . A! scflor Ministro de Ciuen-a i Marina en campaña.

    NÚM.

    1,523.— COMANDANCIA

    EN JE F E DE LA ESCUADRA.

    C alda Gurayaco, Dinerahre í2d de 1880.

    Señor Ministro; Penetrado de la importancia de la operación de guerra que está ejecutándose bajo mis órdenes, he concretado todos los elementos de que dispone la escuadra al mejor desempeño de esta operación; si cl desembarco no se efec­ túa con mayor rapidez, ello es debido puramente a que los elementos con que se cuentan no permiten obrar con mayor lijereza. Las lanchas de desembarco están todas en uso, pero su número mui limitado es una de las causas principales de que e! desembarco no se haga con mayor presteza, i si no se lia traído en mayor número, no es por culpa del que suscribe, señor Ministro. Las embarcaciones de todos los buques del convoi, tan­ to de guerra como mercantes, están dedicados a esta oper.acion, i séame aquí permitido llamar la atención de V. S. hácia el hecho de que los botes a vapor son mui reducidos i esto ha obligado a remolcar las lanchas con trop.as con l.as embarcaciones de remos, ocasionando así un retardo que no estaba en mí poder evitar, i por cierto que si carecemos de ese elemento no es culpa del que suscribe. A mi juicio, el desembarco se .está llevando a efecto con una presteza admirable, si .se toma en cuenta los ele­ mentos con que contamos; i, en efecto, en el dia de ayer se desembarcaron no ménos de -4,000 hombres, 300 caba­ llos, pertrechos i forra-jes. apesar de haberse perdido varias horas en proveer de earáinayolas a algunos batallones que habían salido a campaña sin ellas, lo que no es culpa rciia, señor Ministro. M .v n u e l B ú l n e s . A fin de conseguir mejor resultado en esta operación, Chilca, Diciembre 21 de 1880. el que suscribe hubiera deseado, en cuanto fuera posible, ver un perfecto acuerdo en los directores de e.?ca catiipaña, pero, desgraciadamente, no ha sucedido asi, apesar de !o.s esfuerzos del que suscribe, i esto ha contribuido natu­ A asiüos de la O ffiyi^ins i diñcuU ades p ara el desem ­ ralmente al retardo de las operaciones. barco dcl ejército espcdicivnario sobre Liniju Por fm, señor Ministro, i ántes de concluir de contestar el primer párrafo de sn nota de hoi, séame permitido ha­ (Inédito.) cerle presente que, aprovechando yo del mejor modo po­ sible los elementos de que dispongo, la responsabilidad de KÚM. 1 ,5 2 2 .— COMANDANCIA EN JE F E DE LA ESCUADRA. las consecuencias de un retardo en esta operación recaerá en aquéllos que no proveyeron como debieran a esta es­ Gurayaco, Bicierahre N¡ de 1S80. pedicion. Señor Ministro: Respecto a la carencia de agua que V. S. dice se está Antes de recibir su nota de hoi, i teniendo noticias de sintiendo, debo advertir a V. que ignoro completamente que una parte de nuestro ejército habia avanzado hácia cuáles son los recursos de que se dispone para proveer al Lurin, di.spuse que la corbeta O’Higfjins se dirijiese al ejército de este elemento, poripie parece que se ha consi­ Norte, hasta enfrentar la posición de esas tropas, para derado este asunto enteramente ajeno a las atenciones de prestarles su apoyo i ausiliarlas con la aguada i víveres la escuadra. indispensables. Dios guarde a Y. S. Cree el que suscribe que dicha corbeta es suficiente J.VLVARINO R i VERO,? para prestar los ausilios del caso; pero si V. S. no fuese de esta opiriion, sírvase reiterar su órdcii de hoi, teniendo ' -''■‘"'stni áe Guerra i .Marina en cauipana. ántes en vista que la falta de los buques retardará e! des­ embarque del ejército. ___

    XI.

    _He ordenado al comandante del Anpamos se dirija a \ Pisco en convoi con el B arnard Cmtle a ponerse a las / T o m o i y .— 3 8

    298

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    XII.

    de largas jornadas, sin agua, careciendo de los elementos indispen.sables para hacerla. Junto con la comunicación de Y. S., recibí la noticia Orden dcl día de la Brigada Lynch; notas de! .Icneral Baqucdaiio dcsai>robanilo la couductu del .feneral do que V. S.,. habiéndose puesto en marcha el 13, se habia Villagran i separándole del mando de !a l.íí D h i- detenido en'el término dé la primera jornada i que sola­ si oí;. mente el dia anterior habia seguido avanzando la 1. ^ Bri­ gada de.su División. ÓHDEN DEL DIA DE LA BlllGADA LYNCH DEL 15 DE DICIEM­ Este propiezo inesperado, rae obligó a modificar mi plan BRE DE 1 8 8 0 I PROTESTAS A QUE DIÓ LUGAR, priniitivo de operaciones, corriendo el' grave riesgo, si no de un fracaso, a lo ménos de sacrificar estérilmente un D IA 15. número considerable de vidas. Y. S. comprenderá por eso con cuánto desagrado recibí Mes de Diciembre de 1880.— Gkincha-Baja. la noticia de que mis Órdenes no habian sido ejecutadas, Ól'.liKK DK Li 1. DRICADA DB Li 1. " WVI.5I0K. i cuánta es mi contrariedad a! verme obligado a dar cuen­ Jefe de sorviein... etc.—Las avanzadas... etc.—Por ta al Supremo Gobierno del mal principio que ha tenido, motivo de haber llegado al conocimiento del señor Jene­ por una falta que no es mía, la última jornada da e,sta ral de ia División algunos reclamos por faltas cometidas guerra hecha hasta ahora con tanta felicidad. Debo agregar .solamente qiienoesacepuble la salvedad por iiidividos de esta Brigad.a, se recomienda a los seño­ res jefes no permitan salir de su campamento a ningún que V. S. hace al terminar su nota en resguardo de su individuo de su cuerpo miéntras no sea para algun asunto responsabilidad.. Responsable de las consecuencias-de una de completa necesidad i con órden por escrito do su res- órdenes únicamente el Jen e ra l en Jefe que la imparte, sin que tenga el ejecutor el derecho de ca ifiearia, puesto jiectivo jefe. También se recomienda a los señores jefes na permitan que cumple con su deber limitándose a obedecerla. Dios guarde a V. S. que ningún individuo do su cuerpo lome animales de M a n u el B aquedano. ninguna especie, miéntras no sean de su propiedad, o se le.s ordene tomen algún otro. Al seíior Jeneral en Jefe de h I . División, Los jefes de lo,s cuerpos serán respons.ables de todos los delitos cometidos por individuos de su cuerpo, o que se encuentren fuera de su campamento, faltando a lo quo NOTA SEPARANDO AL JE N E R A L VILLAGRAN D E L MAN­ se exije por esta órden. DO-DE LA 1. D IV IS IO N . De órden del Jefe, G

    NÚM.

    696.—r e j i m

    uarda.

    NÚM. 4 0 0 .— JENERAL EN JEFE.

    Sa n Pedro de L u rin , Diciembre 25 de 1880.

    i e n t o % ® DE LÍNEA,

    Chincha-Baja, Diciembi'e 16 de 1880. La órden do la Brigada, fecha de ayer, afecta en abso­ luto la responsabilidad de los jefes de cuerpo por los dolitos que cometan los individuos de tropa que lo com­ ponen. Espero de Y. S. se sirva decirme el alcance de dicha órden sobre la responsabilidad del que suscribe. Dios guarde a V. S. E. DEL C a n t o A! selíor Corone!, Jefe de ta 1

    brigada de la 1

    Divísioü.

    Hoi he decretado lo que sigue; “Núm. 288.—Vista la nota que precede del señor Mi­ nistro de la Guerra en campaña, decreto: Sepárase del mando do la 1 .’* División dol ejército al Jeneral don José Antonio Villagran, quien marchará a Santiago a ponerse a disposición del Supremo Gobierno-. Anótese, comuniqúese i dose cuenta al supremo Go­ bierno para su aprobación," Lo que trascribo a Y. S. para su conocimiento i demas fines. Dios guarde a V. S. M a n u e l B aquedano . Al Jenera! de Di-vision don José Antonio Villagran.

    CONTESTACION c o m a n d a n c ia

    de

    la

    1.'^'

    b r ig a d a

    DE LA

    DIVISION'

    Tambo de Mora, Diciembre 16 de 1880. La órdon de la Brigada, dictada ayer por el señor co­ ronel Jefe accidental de ella, no afecta en absoluto su responsabilidad mas allá de lo que determina la Ordenan­ za Jeneral del Ejército. Dios guarde a Y. S. P. L y n c h Al Comandante del Rejimiento 2 ® de línea.

    NOTA D E L

    JE N E R A L BAQUED.ANO DESAPROBANDO

    LA

    CONDUCTA D EL JE N E R A L VILLAGRAN. NÚM. 3 9 8 .— JENERAL EN JEFE.

    Pisco, D'ioiernbre ¡9 de 1880. Señor: Anoche recibí la nota de V. S., número 212, fecha 10 del presente, en la que V. S., acusándome recibo .de la que le dirijí con fecha 7, rae dice quo cumplirá las órde­ nes contenidas en ella, salvando su responsabilidad por los desastres que puede sufrir su División en una marcha

    X III Corregpoudcacias relativas a la m archa i llegada al teatro de lá gu erra del ejército de operaciones.

    EL CONVOI. xi bordx) en Arica,, Dicierabre IJj de 1880. Señor Editor de L a P a t r ia : Esta mañana, a las 11 A. M., so dió en el muelle la órden de suspender el embarque, i pareció por un momento que la tarea que comenzó el viernes 10 habia terminado; pero fué menester dar de nuevo paso a la corriente de los equi­ pajes, motivo de desesperación de los encargados de los embarques, on la undécima hora. El Cnartel Jeneral i el Estado Mayor, que solamente, llegaron ayer de Tacna, fupron los últimos en remitir a bordo caballos i trastos i en reclamar forraje. Una cocina económica de respetables dimensiones fué devuelta del muelle porque su esccsivo peso amenazaba hundir la lancha.. Pero no han side los ribetes i ñecos del ejército la cau­ sa única de la lentitud i de la paralización que comenzó a hacerse sentir en la mitad del dia, Poco a poco ha ido

    I

    ;

    !s iJ il

    CAPÍTULO TERCERO.

    *

    299

    cundiendo la voz de que la idea de emprender viaje en do en las embarcaciones de éste, i la dificultad quedo .así salvada sin que el grueso del convoi hubiese suspendido dia mártés'molesta sériamente a algunos de los jefes. Entre tanto, el Ministro Üe la Guerra i su comitiva se o disminuido su andar. hallan instalados en el Cochrane desde las 2. P. M., i el En la tarde, ha ocurrido de nuevo algo que no estaba gallardo blindado ha abandonado el fondeadero i se ha si­ tuado, aguantándose sobre la máquina, a vanguardia de previsto i qne causó por algunas horas viva ajit.icion. Un humo apareció al Norte avanzando hácia el convoi. los buques que se hallan én franouia i de los vapores que Era el Angamos, que, pocos dias atrás, so dirijió ni Ca­ han tomado ya sus remolques. Un enjambre se ha des­ prendido del grueso del convoi, i va avanzando con mu­ llao, en donde su presencia fué exijida por el capitán Viel, cha lentitud como invitando a los demas a moverse i a jefe del bloqueo. ¿Qué noticia trae el crucero? ¿Es la noticia de algún seguirle. Inútil empeño! El Chik, en que debe embarcarse acontecimiento favorable o la de una desgracia? Noticia el Cuartel Jeneral, el Blanco i ochó o diez naves mas pare­ cen desididas a no desafiar la cólera celeste zarpando en de importancia ha de ser, cuando cl capitán Viel se ha decidido a desprenderse de él en estas oircumstancias. día nefasto. Estas i otras observaciones e interrogaciones sallan de Así ha venido la oscuridad. No hai señal de movimien­ to en el grupo de los retardados, i los que han avanzado todos los labios, mientras el Aíií/amos llegaba al costado del Blanco e iba i venia un bote del crucero a la nave al­ 86 resignan a aguardar.. mirante. Vióse en seguida al Angamos cruzar de derecha a iz­ Alta m ar, a 30 millas de la costa, Dieienére 15 quierda entro las do.? líneas del convoi, en dirección al Al amanecer, se ve en completa formación i con rumbo Cochrane, i comunicar con esta nave, que conduce ¡ti Mi­ definitivo a! N. 0. el mas respetable de los convoyes de nistro de la Guerra en campaña. ¿Pero, en fin, qué noticia ha traído e! Aiii/umos.' ¿cuál mar que Chile ha alistado en el curso de esta guerra. El Blanco abre la marcha, i el Cochrane i la O'Iliggim ha. sido el objeto de su viaje? ¡Ah; el pobre Angamos viene desarmado. Su poderoso cubren las alas de la doble línea de remolcadores i remol­ cañón de 180, de recámara, ha reventado, causando la cados. Todos los buques están en sus pne.stoa, ménos el peque­ muerte del teniente de marina don Tomás 2. ® Pérez, hi­ ño Valparaiso, q,ueba quedado atrás, en virtud de quién jo del conocido vecino de Valparaíso don Tomás Perez, i sabe qué disposiciones o desbarajuste.? do última hora, i la de un cabo de c.añmi. El comandante Moraga de la Pilcuyos servicios de proveedor de agua de 1.a escuadra va­ comayo, que estuvo dirijiendo las punterías del A7i.i7amo.s' pocos momentos ántes, acababa de trasladarse a su buque mos quizas a echar de ménos mas tardo. El Amazonas, reraoicnudo la Wilhelm, debe embarcar a con.secuencia de un amago de salida del Atahadpa. El doloroso accidente tuvo lugar después do tres di.r.? hoi el Batallón Navales i zarpar, en seguida, forzando má­ de un bombardeo sostenido, principalmente por el A nga­ quina, hasta incorporarse al convoi. El Ikd a , que llegará a Arica el viernes próximo, tiene mos. La Opinión jeneral en la c.scuadra era que los tiro.?, órden de embarcar allí el Batallón Melipilla; se nos reuni­ casi lodos ellos mui certeros, babian causado daños en cí dársena; creíase ignalmentG qne la Union habia sufrirlo. rá, sin duda, en ta costa peruana. La colocación de las naves que forman el convoi se ■ El comandante Lynch comunica que entró, en su viaje, encuentra designada en el siguiente cuadro; al puerto de Chilca i no vió allí enemigos ni indicio.? de defensa. ÓRDEN DE MARCHA'DE LA 3 . DIVISION. En Pisco supo que la División Villagran había empren­ dido su marclia hácia Chilca el lunes a las 3 P. M, de A suerte que el domingo o el liiucs próximo 19 o 20 pue­ . SlmiJ) de llegar a! punto de su destino i ponerse en comunica­ O ción con el resto del ejército. A AiiJ/mnní CMIe

    fíilta

    Copiapó

    O 4 cnb'ea O 4 cnblra {) 4 cables I

    ()

    ()

    4 cables

    I

    O

    O

    Jú it«

    S uinlerta I

    Sitiiia hutía

    4 cables

    I

    O

    iiiiinri

    Xor/olk

    O

    Ezcclaioi'

    I 4 ciiblca

    9

    J»«»a

    il

    fi

    I .0

    Alia mar, Diciemhre 17 de 1880.

    ■Pitagua

    S. Castle

    . O 4 cables () O

    Á v a tru i

    O

    Lota

    Im ita r

    Ü.Colisiño

    .Imawtins

    4 cables () 4 cablea () 4 cables () i)

    Íhcíua

    O

    Uuní

    o

    01

    oo

    K'iWitíi»

    A - V a^ r (le guerra.

    Un incidente, cuyas proporciones no pudo conocerse a primera vista; causó hoi, al amanecer, alguna alarma on el cpnvoi. Apénas la luz del alba permitió distinguir bien los ob­ jetos, se observó que la hermosa fragata Bota, que navega a remolque del Barnard Gasile, enarbolaba señal de au­ silio. El Cochrane, que se hallaba a inmediación de este gru­ po, envió sin demora una chalupa a averiguar lo quo ocuri'ia, i resultó que una plataforma de madera, construi­ da sobre cubierta, habia cedido bajo el peso de la tropa del Aconcagua, causando contusionc,? poco sérias a unos cuantoa soldados. Doscientos aconcagüinos fueron trasbordados al blinda­

    El convoi ha marchado hasta aquí con regularidad i manteniendo un andar de cinco millas. Hoi, a las 12 M. nos encontrábamos frente a! Morro de Chala, esto es, a unas 300 millas de Arica i 180 de Pisco. Calculo que pasado mañana, viérnes 19, entraremos temprano a este puerto, en donde se nos reunirán los trasportes encarga­ dos de conducir la brigada del coronel Gana, quo están fondeados allí. Se espera, de un momento a otro, ver adelantarse el Cochrane al grueso de la escuadra, pues se ha anunciado desde Arica que el señor Ministro de la Guerra tiene el propósito de legar a Pisco con un dia de anticipación a fin de allanar cualquiera dificultad que pudiera embara­ zar el pronto embarque de la brigad.?, i sobre todo a fin de establecer la comunicación del convoi del mar con la División que marcha por tierra. Desde el amanecer hemos tenido a la vista, a la izquier­ da de nuestra doble línea, un humo que se presumió, desde el primer momento, fuese el Amazonas cqn su remolque. IÍ1 Angamos, que ha cambiado buenamente su terrible papel de Vulcano por el de Mercurio marítimo, marchó. 8 reconocerlo, i desapareció lo mismo que el humo. Llegó a creerse que el Amazonas le desconocía i huia. A medio dia, el Arroazonas i su remolque i cl Angamos estuvieron de nuevo a la vista, a vanguardia, i arribaron

    300

    GUERRA DEL PACIFICO.

    vernos en una verdadera tela de araña da intrigas i para intentar sujetar nuestros brazos con las ligaduras del Pacto secreto de Alianza con Bolivia. De aquí la necesidad de nuevos esfuerzos, de nuevos e A las 2.30 P. M. ss nota que e! Cochrane hace señales inesperados sacrificios; de aquí el levantamiento irresis­ fil Bla,mo i apura su andar; es indudable que el Ministro de la Guerra ha creído llegada la hora oportuna p.ara tible de la Nación chilena; de aquí la marcha de nuestros adelantarse. En pocas horas mas le perderemos de vista. batallones, con filas cada vez mas compactas, cuyas jor­ nadas principales han sido de Antofagasta a Pisagua, de Pisagua a Moquegua, de Moquegua a Tacna i Arica, de D ícím bre IS. Arica a Pisco, i que va a terminar en Lima, como lo es­ Nuestro hermoso convoi continúa con mar i cielo fo. peró i éxijió el voto público desde la primera hora del Torables. Sopla una lijcra brisa que apénas alcanza a conflicto. El programa del país va a ser cumplido. Cuiden ahora hinchar las velas de los trasportes, i los cascos de las na­ los gobernantes de obtener garantías de seguridad futura; ves se destacan en uu horizonte claro i despejado, ¡Qué dias, qué noches son las de esta benigna rejion i cuiden de que los fallos de la historia americana queden en el porvenir al abrigo de las protestas estériles i de las en estas circunstancias! .úntonoche paseaba el Cochrane los vivos torrentes de impotentes rebeliones de los vencidos. La paz da Lima su aparato eléctrico, i era hermoso el efecto que hacian los debe poner el sello definitivo a la victoria de Chile, o se­ buques, el mar i el ciclo envueltos en la combinación fan- rá una paz indigna de tal nombre. t<ástica de la luz artiñcial con los suaves fulgores de la ¡una de los trópicos. Esta tarde, a las 4, ha tenido lugar un movimiento im­ I bajo este velo do poesía i de encantado silencio, ¡cuán­ portante eu el convoi. ta fuerza varonil, cuánto esfuerzo poderoso de una nación, La O’Higgins, el Chile, e lP a iía ie l Amazonas, con sus cuánta mariudlla de previsión, vijilancia i organización, respectivos remolques, recibieron a esa hora la órden de cuánta i cuán activa vida en ios espíritus i en los cora­ adelantarse. zones! El resto del convoi siguió su rumbo, siempre a razón Muchos son. sin duda, en esta ciudad flotante de 15,000 de 4 a 5 millas, escoltado por el Blanco. hombres, los que van acercándose-.a la interesante capi­ tal peruana con el peciio lleno i ajitado esclusivaraente 3or las impresiones del peligro, de la ira, del deber i de A las I I P , M. la vanguardia 'se encontraba fondeada a esperanza de un momento; pero la solemnidad histó­ en Pisco, 1 un bote de la O'fíiggins se hallaba al costado rica de estos dias se impone irresistiblemente a toda alma del Cochrane, que habia llegado alas 4 P, M. i se habia capaz de sentir i do recordar i formar en honor nues­ puesto oportunamente en comunicación con las naves tro como una segunda atmósfera que conservará sus co­ existentes en el puerto i con las autoridades militares de tierra. lores i su brillo al través de los sig os. Figuras i sucesos, hombres i cosas reaparecen en la superficie de mas de 300 años de vida sud-americana casi Las noticias que hemos encontrado en Pisco no son olvidada ayer, i las pasiones que conmovieron las almas todas de carácter mui satisfactorio. i los sueños que alimentaron los protagonistas de la tem­ Es verdad que hemos sabido que la Fresia se halla a prana historia do este Continente, se confunden i enlazan flote, gracias a los pacientes esfuerzos de los marinos qué con las pasiones, los proyectos i los ensueños que acom­ sostienen el bloqueo del Callao. La preciosa lanchita ha pañan, como invisibles, pero innegables 6 irresistibles es­ surjido del fondo del mar en escelente condición, con su píritus , esta memorable espedicion, máquina i su hélice inUctas i sin mas avería que el agu­ Nó, no es de hoi, no es el simple producto de conflicto jero producido a popa por la granada enemiga. Se espe­ pasajero el antagonismo que empuja hácia Lima la tem­ raba quo en 10 dias m.as estaría de nuevo prestando sus pestad de la .Nación chilena en armas. servicios. Existía ántes que la España complicase cnn ei fermento Esta noticia fué traída ayer a ésta por el Toro, que de los intereses i los sentimientos europeos los sencillos volvió al Callao con un cargamento de víveres frescos para problemas de la primitiva civilización americana. la escuadra. Antes que el Pacífico prestase sus mansas olas al acar­ En cambio, lo que se comunica de tierra es propio pa­ reo de los ejércitos, el sol de los incas, brillando en la ra cansar molestia e impaciencia. frente victoriosa de Yupanqui, alumbraba la esclavitud La División del Jeneral Villagran, que emprendió la de medio Chile; i en las primevas contiendas que dividie­ marcha ol 13 i cuyas cabezas da columna deberian, aso­ ron a los conquistadores del Perú, en la serie de sangrien­ mar mañana o pasado en Chilca, se encuentra detenida tas peripecias que costó la vida a dos Pizarro i .a do.s todavía en Tambo de Mora, distante seis leguas de Pisco, Almagro, se descubre, acentuado ya e implacable, el an­ adonde le lleva diariamente ei Gaviota la ración de pan tagonismo de chilenos i peruano.?. fre.sco para la tropa. Siglos después que Pedro de Valdivia pl.antó tan alto Este retardo, con que no se contaba ni remotamente, en Jaquijabaraa el pendón de Chile, para ser en seguida parece haber provenido de que las dificultades do la mar­ objeto i casi víctima de la vil intriga peruana, la ola del cha al través de una rejion en quo no se habia practicado poder va i viene entre los dos países. oportunamente reconocimientos, i en especial a falta de San Martin i Cochrane toman en Lima el desquite de agua, fueron considerados, en los primeros dias, como casi las invasiones de las tropas de los últimos vireyes. de todo punto obstáculos invencibles. Quince años después, afianza Búlnes en Guias i Yun­ Esta perplejidad hizo perder tiempo precioso, tiempo gai la preponderancia chilena, i en las sendas que dejaron irreparable. abiertas las balas i las bayonetas, se precipitó, posterior- j mente, la mas formidable do las espediciones, el ejército de los industriales, al cual ningún obstáculo desalienta, ninguna resistencia detiene, ningún poder humano ea Otra novedad que hemos encontrado en Pisco.son las hostilidades empeñadas en pequeña escala por los habibastante poderoso para rechazar. Desgraciadamente las amapolas del americanismo es- tantes de la comarca contra los rezagados de nuestros primieron sobre los párpados i sobre el espíritu de Chile cuerpos i contra nuestras líneas de comunicación. Lo mas sério es la formación de una montonera, que su jugo traicionero, i la despierta i traviesa diplomacia del Perú se aprovechó de la ocasión favorable para envol- parece contar hasta coa 100 hombres a caballo ¡ haoer lemamente hasta tomar !os dos primeros su colocación a la derecha de la primera línea.

    V V V ¡ •

    h L

    I^

    f-

    c c c Q q

    I «

    i

    % %■

    CA PÍTU LO TERCERO.

    301

    %

    'V" r í

    y f

    í

    r.

    '

    t } r 1 r r r

    V" i V 1 r 1 \L'

    i

    (au»') ■

    V "p

    Al caer la noche, la bahía resuena con los ecos de las llegado.a distanciado nueve a diez leguas del pueblo vie­ bandas, que celebran el dia festivo, con alegres tocatas, jo, sin. obtener hasta aquí ventaja alguna. Esta fuerza ocupó la ciudad de lea poco después que en los buques que tienen la fortuna de llevarlas a bordo. la evacuó el coronel Amunátegui, el oficial que la manda i En algunas de as naves hai títeres i representaciones de se introdujo en noches pasadas a Pisco, i en donde le reci­ diverso j enero, A bordo del Cochrane, la tripulación, agrupada en el bió el Vica-Cónsul de Italia, un señor Picasso, que hace castillo da proa i formando tupidos racimos humanos en grandes negocios en aguardientes i otros productos del la jarcia, asiste a una función de acróbatas primorosamen­ departamento, La visita del montonero costó al Vice-Cónsul un arres­ te vestidos. Ejercicios en la cuerda i toda clase de jimnástica, m ú­ to de algunas horas i un preámbulo de sumario, a que se sica alegre, gracias ! travesuras dol payaso, nada faltaba. puso pronto término. La pérdida mas positiva que ha esperiraentado la Divi­ Era una escotia verdaderamente pintoresca i caprichosa sión ha sido la de dos soldados do! 4. ° i uno de Grana­ la que presentaban los centenares de alegres marinos i deros, que quedaron rezagados en lea i fueron capturados soldados que .so preparan, riendo i aplaudiendo las pirue­ por los habitantes i enviados posteriormente a las minas tas i las chuscadas de improvisados saltimbanquis, para el saltar de la batalla, que será, acaso, mortal para muchos que trabaja on el interior un italiano. La línea férrea a Tea, que el animoso e intelijente Al­ de ellos. La guerra parece haber fomentado a bordo do los bu­ berto Stuven recorrió durante muchos dias solo con su fogonoro en una pequeña locomotora, ha sido cortado en ques de guerra ol arto coreográfico, la comedia i la poe­ sía. Por otro lado, ha sido funesta, a veces, a los artistas; algunos puntos por los montoneros. U n chino, sorprendido por Stuven en el acto de cortar a bordo del Áblao habia el 28 do Agosto una compañía la iínea telegráfica a lea, fué fusilado i colgado, para escar­ muí renombrada de acróbatas, i las granadas á elifu ú sca r miento de merodeadores, en el mismo posto que derribó. se cebaron en ella hasta esterminarla. El telégrafo entre Pisco i Tambo de Mora funciona con regularidad i facilita enalto grado las comunicaciones con Entre tanto, ¿a dónde nos dirijirnos? ¿.Se efectuará el el Jeneral Villagran. cambio de rumbo i de plan que las circunstancia.? acon­ sejan imperiosamente? R ada de Pisco, Diciemhre 19 de 1880. No ha sido posible obtener on el dia, a esto respecto, datos seguros. Lo único que se sabe de buena fuente, es En la mañana de hoi fueron entrando al puerto los bu­ quo el Ministro de la Guerra i el Jeneral en Jefe han te ­ ques do mas lento andar, i temprano tuvimos una flota nido largas conferencias i que se ha enviado por telégra­ de mas de 30 naves de guerra o trasportes, movidos a fo al Jencral Villagran, la órden de volver por tierra a vapor i vela, la mas numerosa i poderosa, sin duda, quo Pisco con la Brigada Amunátegui, que .se encuentra to­ lia paseado en los mares el pabellón de Chile. E n pocos davía en Tambo de Mora. En cuanto a la Brigada Lynch, dias mas se reunirán a ella, al frente de la costa inme­ que debe estar llegando hoi al valle de Cañete, seguirá a diata a Lima, ol Ita la i el Tolten, que salieron de ésa en Chilca, en donde se supone que asomará el 22 o 2-3, con el curso de la últim a semana. toda la artillería i ia caballería de la División. Ud. calculará cuánta animación reina en esta hermosa bahía, que se estiende por el Sur hasta la playa de Para­ cas, i cuya verde costa se pierde a la vista hácia el Norte R ada de Pisco, Diciemhre 20. en la brumosa i misteriosa lejanía en donde se hallan Esta m añana fondeó en esta bahía la fragata de guerra Chilca, Lurin, Lima, nombres destinados probablemente a tener en breve eco imperecedero en la historia sud­ italiana Garibaldi. Los oficiales, que han visitado nuestra nave almirante americana. i otras del convoi, comunican que en el Callao no ocurría H ácia el Occidente, interrumpiendo la línea pura del horizonte azulado, se elevan a nuestra vista blanquizcas hasta ayer nada notable. En cambio, aseveratf que el eje'rcito peruano salió de islas guaneras de formas pintorescas i do diversos tam a­ Lima i se encuentra acampado i atrincherado en Lurin, ños; por el S ur las que la carta inglesa llama Ballistas i al frente, a mayor distancia, his Chinchas, fuente de ri­ evidentemente re.?uelto a disputarnos al rio. Agregan los oficiales de la Garibaldi que, habiéndose queza inmensa casi agotada en el dia i teatro famoso, co­ mo toda la vasta ensenada de Pisco a Paracas, del primer aproximado a tierra con el objeto de reconocer las obras episodio de la guerra de España, cuyo protagonista fué el de defensa, loa peruanos lo significaron su deseo de que se retirasoQ, haciendo aparatos de romper el fuego contra Almirante Pinzón, En las primeras horas del dia, las aguas de la bahía la fragata. son, de ordinario, tranquilas, i el tráfico se efectúa con re­ gularidad, a pesar de que los buques fondean mui lejos El embarque del Buin, del resto del Esmeralda i de los del muelle; pero, desde medio día, se levanta la fuerte caballos do la artillería do campaña de la 1. División brisa, llamada en la comarca paraca, produciendo consi­ terminó esta m añana temprano; a las 2 P. M., una que derable oleaje, i desde ese momento se hace pesada la otra lancha quedaba casi vacía al costado de algunos tarea de ’las embarcaciones menores que mantienen las buques. comunicaciones entre los buques i el muelle. Al segundo cañonazo del Blanco, el grueso de! convoi Estos inconvenientes hemos podido conocerlos hoi prác­ se movió, i uno por uno fueron los vapores tomando sus ticamente, en virtud de esperiencia en cabeza propia. remolques i ocupando sus re-spectivas posiciones. El embarque de la Brigada Gana i do la brigada do En este'momento, el Ita ta , que no esperábamos volver artillería que la acompaña, comenzó con poca viveza i on a ver sino en Chilca o Ancón, apareció a la salida del hora avanzada. A las 3 P. M. so hallaban a bordo el Chi­ Boquerón envuelto en la espesa neblina que ha cubierto llan, tres compañías dol Esmeralda i las dos terceras par­ el horizonte por ese lado, i en poco tiempo mas estuvo en tes de la caballada, cuando la paraca se pronunció con medio de la escuadra. fuerza. Las últimas noticias de la patria i de los hogares leja­ La operación no pudo continuar, i hubo q^ue suspen­ nos bañaron los semblantes en alegre luz en la hora so­ derla hasta mañana, con perjuicio evidente del méreito, lemne de la partida. que puede, de un momento a otro, osporimentar felta de Al oscurecerse, el convoi se hallaba en marcha, sin en­ víveres, de agua o de salud en los trasportes. trar todavía en formación, i estendiéndose por algunas millas desde el fondo del puerto, en donde el Blanco, el

    G Ü ER B A D EL PA CÍFICO .

    302

    B arnard, el Ahtao, el Paquete de Maulé i los trasportes de vela term inaban sus preparativos, Compónenla 33 naves, con 19,000hombres abordo. En pocos dias mas, las brigadas de la División Villagran serán reembarcadas en Pisco i Chilca, i llevarán al ejército un refuerzo de. cerca de 8,000 hombres. Veintisiete mil soldados chilenos atacarán a Lima. EL

    c o n v o i.

    Remataremos esta reseña con el órden de la marcha del convoi de la últim a espedicion chilena contra el Perú. Planeo

    M aíialU m ci

    O

    A n ffa m o s

    (}

    hayan salido algunos de los buques de guerra a recono­ cer las posiciones que,según los oficiales d é la Garihaldi, ocupa en Lurin el ejército peruano, como igua.lmente las caletas de Cruz de Palo, Curayaco, Jagüei i jagüeicito, situadas a algunas millas ai Norte de Chilca, en las cuales se asegura que puede desembarcarse con facilidad hasta la artillería de campaña, evitándose con esto una buena parle de la pesada marcha a Lurin por el arenal de la playa. Al fin,, después que cruzan varias veces los botes entre el Cochrane i ol Blanco i que el Almirante va en persona a conferenciar con el Ministro, el Cochrane avanza, a la 1 P. M., hácia el Norte, en dirección al grupo de las islas de Pachacamac, medio perdidas todavía en la neblina. La'lancha a vapor de Blanco se hace cargo del reconomiento de las caletas.

    A las 5 P, M. se halla de nuevo el Cochrane en su fon­ deadero. Jnapeclor Del resultado del reconocimiento se ha podido averi­ J A m a ti S a n ta L t i a a guar hasta aquí, con seguridad, lo siguiente: P a ita Copiapó Chile El Lurin desemboca frente al grupo pintoresco de las ( ) 4 cables O 4 cable» ( ) 4 ro b les ( ) 4 cables 4 cables islas de Pachacamac; entre éstas i el Continente hai c.?pa4 cables ) 1 1 j o o o o ó cio i fondo suficientes para los buques, i en dias buenos, n t it a ie r ío I J u '.ia ,Vor/o!fc .BTCfísfí))- Jvana , es posible desembarcar en la playa abierta. El valle no puede tener, hasta donde alcanza la vista, ménos de 2,500 a 3,000 metros de anchura; ostenta abun­ P is a g u a B. Ca.sl¡e Lam ar j'/. C'e*i5jíio A m a zo n a s dante i lozana vejetacion, i es formado al Norte i al Sur O 4 cables O 4 cabJc.s O 4 cables ( ) 4 cables { ) por alturas que van subiendo de la ribera, en la misma í) forma anfiteatral que hemos observado desde Chilca, i O o o O o Á v is tn ix L o ta M u rzi Olio Oi-cífo WUhelm que quedan bajo los fuegos de la escuadra. E ntre grupos de árboles, asoman en ol fondo del valle C. R oberto Abtao I ta la i en las faldas de las colinas que lo cierran por el Sur, edificios de haciendas i del pueblo de San Pedro de Lu­ 0 cables 4 cables rin, i a lo lejos, rio arriba, aparece entre la niebla un cer‘ {) rito oscuro en forma de cono. ¿'láíiieiid E len a En toda la comarca no se ha descubierto enemigos, i en cuanto ha sido posible apreciar, habria sido inútil cual­ EL DESEMBARQUE. quiera tentativa para impedirnos el acceso al rio. Las posiciones puo hubiera podido ocupar el ejército Chilca, Cruz de Palo, Dicierabre 21. peruano, cerca de mar, habrían quedado espuestas a sor Luego que las primeras luces grises de una mañana de evitadas o envueltas por el interior del valle i flanqueadas neblina permitieron a las naves del convoi reconocer a su a la izquierda por la escuadra. Este reconocimiento ha tenido por prim era i mas im­ alrededor, pudo, notarse hoi que continuaba la dispersión en quo salimos ayer de Pisco. U na larga línea de humos i portante consecuencia el abandono del propósito de efec­ cascos se estendia de Norte a Sur a lo largo de la costa tuar el desembarco por el Norte. La marcha por el Sur es mas larga i obligará al ejérci­ envuelta en brumas. Afortunadamente, ningún buque habia quedado mui to a maniobrar cuidadosamente para ocupar las líneas de atrás, con escepcion del Paquete de Maulé, Cuartel Jene­ ataque contra la ciudad; eu cambio, vemos el camino ral dol Servicio Sanitario en el mar, que m archa sin suje­ espedito i franco ante nosotros, i tendremos tiempo para concentrar las fuerzas i oreanizar el avance. ción a convoi. Así, pues, adelante por Lurin, llevando al frente la oa­ En cuanto al Valparaíso, cuya ausencia nos tiene pre­ ocupados desde que salimos de Arica i que fué reconoci­ ballería a fin do encubrir nuestros movimientos i observar do por el A m azonas al Norte de Moliendo, comenzamos los del enemigo i oblicuando firmemente sobre la dere­ a abrigar serios temores por su suerte, i al mismo tiempo, cha hasta llegar a las alturas del Norte de Lima i cortar al Dictador los caminos de la retirada, a echar do ménos sus servicios de proveedor de agua. Adelante! A la 10 Á. M. aclaró el horizonte, i se dejó ver a nues­ Un cañonazo que el Blanco disparará mañana a las 4 tra izquierda un grupo de cerro.? de variadas formas, que bajan, en partes, en suave pendiente hasta el mar, for­ A. M. será para los buques del convoi la señal de aban­ mando una especie de anfiteatro. Uno de los mas avan­ donar el fondeadero i de'dirijirse a la Cruz de Palo i Cu­ zados morros es la isla de Chilca, tras de la cual se halla rayaco, en donde tendrá lugar el desembarque. el puerto,pequeño, pero abrigado i cómodo. Esta noche no habrá en tierra sino una descubierta de . ja soledad i el silencio reinan en toda la comarcaialgu25 hombres del M ines, que desembarcaron bajo las órde­ nos creen divisar en los cerros uno que otro fujitivo. El Blanco, seguido de los buques de guerra con sus re­ nes del teniente coronel don F, Stuven i con encargo de molques, llegan a! frente del puerto i echan sus botes al ocupar el pueblo de Chilca, distante poco mas de Una milla del puerto. mar con el objeto de rastrear en busca de torpedos. Dol enemigo, lo único que se ba visto ha sido un grupo Los demas buques van arribando uno tras otro i aguan­ de cuatro hombres montados, que hicieron fuego sobre la. tándose sobre las máquinas, a alguna distancia. Luego se sabe quo los botes han tomado un italiano, el tripulación de la lancha a vapor del. Blanco i fueron ahu­ cual ha declarado, a bordo del Blamco, que hai unos tres yentados por la ametralladora. mil hombres en Lurin i que Chilca i sus inmediaciones se hallan en completo abandono. En hora mui avanzada do la noche há llegado Stuven E ntre tanto, las horas van corriendo, i se estraña que no a dar cuenta del desempeño de su comisión. i'a lp o m is o

    O

    O

    o

    M v ir a A lv a n z

    I!

    O

    ()

    1

    O

    i "9 :4 I

    A i

    ■f i

    V

    I ^ ' t

    3 4 3

    '.'í A I '

    I' i r T 1

    i j 1

    i

    V s-

    V

    y "í. T "r

    V

    y

    V

    V y

    T

    y Í9!"Í liU/ .)

    V

    303

    CAPÍTU LO TERCERO.

    Poco después de oscurecerse, ocupó el pueblo de Chilca en donde fué bien recibido i aun festejado por el gober­ nador. Este declaró que hai en Pisco una avanzada de 400 hombres i que ae aguardaba nuestro desembarque en Ancón. Stuven encontró en. Chilca buena agua de pozos. diciem bre 22 ele 1880. El cañonazo del Blanco no se dejó oír esta mañana a las 4 A. M., ni a ninguna hora de la mañana. La nave almirante apareció, cuando hubo luz, fondeada frente a Curayaco, i los buques del convoi que se halla­ ban agrupados mas al Sur, frente a Chilca, se encontra­ ban entregados a la sola inspiración del buen sentido de sus capitanes i tripulantes. Poco a poco, avanzan en dirección al Blanco i las cale­ tas del Norte. A las 8.30 A. M., el grupo se encuentra al frente de la Cruz de Palo., D urante algún tiempo, buques i embarcaciones m eno­ res vogan uu poco desorientados; pero el órden se esta­ blece ai fin, i a las 8.30 se desprende da la Magallanes la prirnera lanchada de hombros del Rojimiento Chillan. Continúa desembarcando tropa del Esmeralda, del A k a o i la Elena, chillanejos de a Magallanes i el A n g a ­ mos, 1 algunos buines de la Inspector. Estas fuerzas pertenecen a la Brigada del coronel Gana (1. ^ de la 2. * División.) La caballería de esta misma División comienza a salir de la Excelsior i de la Orcero. No mucho después de las 10 A. M., se ve formando sus compañías sobre un elevado faldeo al Chillan i al Esm e­ ralda. A medio dia avanzan estos cuerpos por el camino que conduce, al Norte sobre la primera corrida de bajas coli­ nas, presentándose a trechos i desapareciendo a trechos a nuestra vista. En la caleta de Curayaco se detienen i establecen su campamento, del cual se dirijen a la playa i a los cerros inmediatos enjambres desoldados. Estos movimientos, lo mismo que los de la bahía, son observados desde las alturas que cierran por el Sur el valle de Lurin por una avanzada enemiga, que se m an­ tiene en ese punto hasta puestas de sol, hora en que m ar­ cha en esa dirección el primer piquete de Cazadores a caballo. En la segunda parto del dia se interrum pe el desem­ barque do la Brigada Gana, porque faltan al Buin algunas caramayolas, que se les distribuirá a bordo, i bajará el 3. ® de línea entero i parte del Lautaro, rejimientos que pertenecen a la Brigada Barbosa. Viene la noche, quedando en tierra unos 3,500 hombres de infantería i mas de 200 jinetes. Estas fuerzas empreudefán, en la madrugada de m a­ ñana, la marcha definitiva sobro Lurin, i ocuparán al amanecer este pueblocito de 1,000 habitantes, quo asoma con .misteriosa discreción entre los grupos de árboles del valle. El resultado de los traba os de este primer dia de des­ embarque no ha sido, aiu duda, mui brillante. Nuestros 3,700 soldados de vanguardia, separados, como se encon­ trarán en pocas horas mas, del grueso del ejército em bar­ cado en la e.scuadra i situados a- seis o siete leguas de ■la capital peruana i de un ejército enemigo mui superior en número, no ocupan una situación segura. De un momen­ to a otro podrían verse en grandes apuros en el Viille de Lurin. A esto debe agregarse que, si se enhebrara, entre esas fuerzas i el grueso enemigo, un combate que obligara a los nuestros a retirarse i a buscar apoyo en las tropas que están desembarcando en la Cruz de Palo, nos faltarla la 1. División entera i no alcanzaríamos a organizar me­ dianam ente lo poco que tenemos en tierra.

    En cambio, hai que considerar que el enemigo, que parece decidido a aguardar el ataque en Lima, no alcan­ zará a aporcibir.S0 oportunamente de la debilidad de nues­ tra vanguardia en Lurin, i sobre todo, qne los fuegos de la escuadra, amagando la derecha enemiga i barriendo la playa i las colinas en donde podría empeñarse comba­ te, al fronte de nuestros rejimientos, constituirian un apoyo capaz de hacer cambiar por sí solo la balanza. Él hec 10 es que menos de 4,000 chilenos .sin artillería, estarán, en pocas hora mas, on posesión del valle de Lu­ rin, desafiando allí todo el poder m ilitar de los furiosos palanganas que creen posible defender i salvar a Lima con gritos de mujeres con histérico i con decretos estravagantes, Er. C o r r e s p o n s a l . EN EL TEATRO DE LA GUERRA. (C o m s p o n d e o c ia d e E l

    F e r r o c a r r il .)

    S a n Pedro de l u r i n , Diciembre 29. A la una ménos un cuarto del dia 2.5 i cuando ya habia terminado el desembarque de la infantería i caballería i J arte de la artillería de montaña, bajaba a tierra el señor ^ eneral en Jefe, acompañado del señor Altarnirano, del : señor Lira i de su Estado Mayor, siguiéndole poco des­ pués el Jefe de Estado Mayor Jeneral i sus ayudantes. El aspecto da la pequeña caleta de Curayaco (i no Curcaya) era en esos momentos de los mas animados i pinto­ rescos, i digno del pincel de un artista. Por sus playas, sus rocas, en que las olas se estrellan i rompen con es­ truendo, levantando penachos de blanca espuma, por lo abrupto de la serranía que la' circunda i sus angostos sen­ deros, por los fuegos que los arrieros habían encendido i a cuyo rededor se agrupaban para su rancho, por el con­ junto, en fin, que presentaba la ensenada, parecia una caleta de contrabandistas calabresea, después de haber dado un buen golpe de mano, I aquí—haciendo un lado lo de contrabandistas—el golpe no habia sido malo, pues habia desembarcado sin la menor novedad casi todo el ejército chileno a unas cuantas leguas de Lima. Apénas ensillados los caballos, el Jeaeral en Jefe i au comitiva se puso en m archa hácia Lurin, donde so en­ contraba ya la infantería—con escepcion de la Brigada Amunátegui i de la sección de la Brigada Lynch que manda el coronel M artínez—la caballería i parte de la ar­ tillería do montaña. La de campaña debia desembarcarse por una caleta más inm ediata a Lurin, pava cuyo objeto el coronel Velasquez, Comandante Jeneral de Artillería, salia el mismo dia a reconocer el punto mas apropiado. El camino que uno a Curayaco con Lurin va costeando el mar i faldeando un cordon de cerros. .0 mas bien va entre el m ar i los cerros, por un terreno medanoso i pe­ sado, i en algunos puntos la arena es tan floja que las ca­ balgaduras se hunden- hasta el tobillo. En grandes tre­ chos 36 ve el terraplén i trabajos iniciados para una línea férrea que sigue la misma dirección que el alam bre tele­ gráfico, línea férrea que no so ha llevado a cabo, ignora­ mos por qué causa, Como a la mitad del camino, que para mí tiene unas seis leguas largas, el terreno es accidentado i cortado por grandes barrancos i hondanadas en dirección de la cor­ dillera al mar i que en épocas dadas sirven de cauce a los torrentes que se desprenden de las cumbres del ramal marítimo. Con los últimos cropúsculos de la tarde penetramos por un callejón al pueblo de Lurin, tan sucio, tan feo i aun mas fétido que todos los que habíamos vis,'tado hasta ahora. En todo él no hai una sola casa que merezca el nombre de tal; i la iglesia, de grandes dimensiones i no fea construcción, está en ruinas i es nido de. sabandijas i gallinazos.

    304

    G U ER R A D EL PA CIFICO .

    La casi totalidad de sus habitantes son asiáticos, i pue­ de formarse una idea del aseo del pueblo por lo que se sabe del aseo do los hijos del Celeste Imperio. En una mala casa de la plaza del pueblo se instaló el Estado Mayor, acantonándose Cazadores a caballo en unos potreros a la entrada de Lurin. El Jeneral en Jefe i Cuartel Jeneral siguió basta la ha­ cienda de San Pedro de Lurin, en cuyas casas se ha aloja­ do. pasando todos la noche del 25 al 26 con sus huma­ nidades recostadas en el duro suelo. En la mañana del domingo 26 salimos a recon'er ol campamento ocupado por nuestras tropas i del cual tra­ taremos de dar una lijcra idea. Siguiendo a N. 0., sale de Lurin un camino en di­ rección a Lima i que pasa por Villa i Chorrillos, A ámbos lados del camino, h a sta el rio Lurin, se estienden grandes potreros, sembrados en su mayor parte de caña de azúcar i chácaras, i cerrados con tapias de adobe i cercas de ár­ boles. Por la izquierda, estos potrero.?, no bien cultivados, term inan en la playa denominada de Conchan, desde el rio Lurin al Norte, i por la derecha por cordones de cerros que forman en sus hondanadas pequeños valles, encontrándo­ se entre dos de estos cordones el nuevo pueblo de Pacha­ camac, adonde se encuentra acampada la Brigada Barbo­ sa, i a poca distancia del cual so encuentra el desfiladero del Mal Paso, donde tuvo lugar,el encuentro de que di cuenta en mi anterior carta. Pasando el rio Lurin por un magnífico puente colgan­ te, todo de fierro i do una construcción escelente, se sube una suave pendiente i se llega a una altiplanicie de gran estension, ostentándose a la izquierda las ruinas del an­ tiguo pueblo do Pachacamac, santuario del Dios de este nombre, venerado por los indíjenas ántes que los incas introdujesen el culto del Sol. Bajando la altiplanicie que term ina on la costa por ne­ gros i grises farellones de pórfido i gr.anito, se entra a una llanura, quo por el lado del m ar se cstiende poco acciden­ tada basta el pueblo de Villa, desde cuyo punto la cierra por el Norte un cordon de lomajes que se avanzan al Oriente en dirección a San Juan. Una cadena de cerros la corta por el Este formando como un semi-círculo. Hecha do una manera sumaria la descripción topográ­ fica del terrenno, pasemos ahora a fijar los puntos en que se encuentran acampados los diferentes cuerpos del ejér­ cito espedicion ario sobre Lima. En a llanura situada al Norte de la altiplanicie que encajona por el N. E. al rio .lAirin, entro la playa i la sier­ ra, so encuentra acampada la Brigada A m unátegui—Re­ jim iento 4. ® de línea, Ghacabuco i Coquimbo—apoyando su derecha en las ruinas de Pachacamac, dando la espalda al mar i frente al enemigo. La tropa está alojada en ramadas paralelas a la línea de batalla, i los oficiales en pequeñas rucas de ramas. El mismo alojamiento tienen los demas cuerpos que se es­ tienden en líneas sucesivas dando frente al rio Lurin, i en esta forma: Artillería de Marina, 2, ® de línea. Melipilla, a un lado deU camino, i Talca i Atacama al otro. A retaguardia de esta línea i con frente al Talca, el Colchagua, desplegado igualmente en batalla, i poco mas .atrás, hácia el pueblo, el Rejimiento de Zapadores. Sigue la linea formada por la 1. ^ Brigada de la 2, — Tejimientos Buin, Esmeralda i Chillan; después la 1. de la 3. —Navales, Valparaíso i Aconcagua, i por último la 2.'^ de la 3. —Santiago, Concepción, Búlnes, Valdivia i Caupolican, todos desplegados en batalla i en situación do ponerse en marclna a la primera señal. La artillería está distribuida en puntos convenientes a los flancos i a retaguardia de las divisiones, i una sección cerca del Cuartel Jeneral, en una pequeña eminencia.

    La caballería, que en estos dias se ha ocupado de con­ tinuos reconocimientos, se halla también distribuida con­ venientemente. Como ya he dicho, la Brigada Barbosa (2. de la 2. División) está acampada en Pachacamac i sus avanzadas llegan hasta las alturas dominantes del camino de Cieneguillas. Al frente de la primera línea—2. Brigada de la 1. División,compuesta del 4. ° .Ghacabuco i Coquim­ bo—i a una buena distancia, hai una avanzada que ocu­ pa la cumbre del cordon de cerros que cierra por el Sur 1 S. E. el valle o llanura que so estiende hasta las alturas de Villa. Las posiciones que ocupa nuestro ejército no pueden ser mas estratéjicas, evitando además toda comunicación de Lima con el Sur. Digamos ahora algo sobre San Pedro de Luriu i sus alrededores. A unas 12 cuadras del miserable caserío de Lurin, en dirección al N. O. se encuentran las casas i fábricas de azúcar de San Pedro do Lurin, antigua propiedad de los padres de San Podro, que la vendieron ú timamenté a clon Vicente Silva, que en la actualidad se halla en Lima i de quien hablan pestes los infelices chinos que le culti­ vaban sus tierras i trabajaban en su fábrica de azúcar.

    I no está de mas observar aquí que la mayor parte de las haciendas eran o son propiedad de comunidades rel¡jiosas, o mas bien dicho, estaban en poder de manos muertas. Así, por ejemplo, ol rico valle de Cañete, uno de los mas fértiles de estas comarcas, pertenecía a los padres de la Buena Muerte, quienes lo han cedido al Gobierno del Perú. La hacienda de San Pedro, o si so quiere de los padres de San Pedro, debió sor en otra época algo como la ha­ cienda de Bucalemu de los padres Jesuiias en Chile: un colejio para sacerdotes, un lugar de recreo i un negocio lucrativo. El edificio principa , cuyos antiguos cláustros están ahora convertidos en corrales i sus celdas en pro­ fanas habitaciones, es de dos pisos, de una construcción a prueba de los años i ocupa una gran área de terreno. Anchos corredores circundan los patios i sirven hoi dia de bodegas para la Intendencia del Ejército. El Jeneral en Jefe i sus ayudantes de campo ocupan los altos. Al lado del edificio principal, se levanta o mas bien se cae el antiguo templo, que en su época debió ser algo de notable, a juzgar por dos imájenes de madera esculpida que aun quedan intactas, por el cornisamiento i la bóve­ da, de la cual resta un pedazo. Todo lo demas ba venido al suelo, i estas ruinas lejos de interesar al viajero, como las de Pachacamac, le causan desagrado i náuseas a cau­ sa de su desaseo. Mas que otra cosa, estas ruinas pare­ cen sucios andrajos de un pordiosero.

    No sucede lo mismo con las de Pachacamac, que llenan i de admiración i son fuente de estudio para sábios i dis-* i tinguidosviajeros, i que en el museo de Lóndres ocupan un ■ im portante lugar con sus reliquias i curiosidades de todo ' jénero sacadas en las numerosas escavaciones que se han practicado. Mucho podria decirse sobre estas interesantí­ simas tuinas de un pueblo anterior a los incas, santua­ rio entónces de los naturales del país i tan reverenciado como la Meca por los mahometanos; pero Prescott i otros historiadores de nombradla le han con.sagrado largos i notables capítulos, especialmente Prescott en su Historia dcl Perú, para que yo acometa esta empresa. Remito a esos autores a los que deseen formarse una idea exacta de estas reliquias, que harían la desesperación délos anti­ cuarios.

    305

    CAPÍTULO TERCERO. Al N. O. del Cuartel Jeneral i en la dirección del nuevo pueblo de Pachacamac (que quiero decir ántes que el Sol o superior al Sol) hai otras ruinas de menor impor­ tancia en la cumbre do un morro denominado Biienavista, i que en otro tiempo fueron las casas que en un raoracnto de fantasía hizo construir para su recreo e imitando a los antiguos señores feudales de la edad media, un se­ ñor Baciniega, dueño de la hacienda a que da su nombre el morro o peñón ya citado de Buenavista.

    ' I I

    i 3 '! ■ r 3

    i

    1 ] j ] r ! 3 'i J ') f P r r r P ]r i r ' f

    ■V " r ‘T

    vino a Lima. Lo han reconocido el comandante Dublé i el coinandaiue Vidaurre. A las preguntas que se le hicieron, contestó con .seguri­ dad i sus respuestas están acordes con los informes ya recibidos. Los peruanos se encuentran cada vez mas re­ templados, i, según asegura Mujica, ansian por medirse con cl ejército nueqtro, pregonando a todos los vientos que cad<á uno de ellos hará un festin de cuatro chilenos. De manera quo los chilenos que vamos sobre Lima uo vamos alcanzar a satisfacer los apetitos pantagruélicos de los descendientes de Manco Capac i Mama Oello, pues apénas les tocará medio chileno por cabeza, desde que nosotro.? somes cuando mas 26,000, i ellos, según afirman, suben de 50,000. Pero, peor es nada, i ya me parece que ha.sta el pobre corresponsal será servido en dos porciones i condimentado al natural a dos tievabvaces rirnaqniaos.

    De.sde que el ejército (ic.sembarcó en Curayaco, su ali­ mentación no ha sido tan abundante como la que tccibia en Tacna o lea. esa imitación de Jauja, a consecuen­ cia de las dificultades dol desembarque do víveres i de acarreo, dificultades aumentadas por la necesidad de aten­ der pviriiordialrnonte al trasporte de municiones. Pero nuestros soldados han sabido sacar provecho del territorio, comiendo camotes que es un contento. Esto no quiero REC0K0C1.VITENTO AL VALLE. decir que haya faltado alimento a la tropa; mui léjos de A las 3 A. M. de ayer, cl sárjente mayor Manuel Roeso, pues, oou. éscepcion de dos o tres dias, siempre se ha repartido carne, h.arina i fréjoles, algunas veces pan fresco driguez salió acompañado de 75 carabineros de Yungai i muchas café i azúcar, ne habiendo faltado nunoa la mandados por cl capitán Severo Amengua!, a reconvicer el vallo do Lima hasta donde fuera posible. grasa. Rodríguez llegó con su jente a poco mas do 20 cuadras Por lo demas, el señor Alberto Stuven, que .sirve aquí gratuitam ente cl enojn.so puesto de Delegado de la In ­ de una línea enemiga, que iiimediatainente que vió a los tendencia, ha sabido dar.se trazas para satisfacer en cuan­ esploradores. desplegó su caballería en órden disperso, i to e.s posible, dadas las circunstancias, las necesidades del i luego después hacia lujo de despliegues, formando en baejército, anrnontarido proporcionalrncnte los artículos de ! talla .su infantería i haciendo alarde con su artillería, que que existe mayor cantidad, reemplazando por otros aqué­ ! descubrió. Esta línea, quo por su estension la forman unos ] 0,000 llos de que no hai existencia este o aquel dia. En una palabra; si no hai abundacia—lo quo no es po­ hombres de las tres armas, se esticucle desde cl pueblo de sible desde que debe atenderse ante todo a nuestra m ar­ Villa hasta San Juan, por unos lomajes no mui altos, pero cha sobre Lima, lo que no puede efectuarse .sin tener en en cambio mui estvatéjicos i apropiados para la artillería, tierra el parque de artillería o infantería que, como fácil que podria causar on nuestras filas considerable número es comprenderlo, no hai nada mas esencial—si no abun­ de bajas, atacando el enemigo de frente, uo pudiendo fun­ cionar con buen éxito nuestra artillería por la topografía dancia, como decia, no hai tampoco escasez. Debemos no olvidar, por otra parte, que nos hallamos del terreno. Rodríguez, viendo que cataba cumplida su misión, re­ en territorio enemigo en que todo nos es hostil, on donde vesó tranquilamente al campamento a dar cuenta de se han retirado todos los recursos d é la tierra, dojando o ocurrido al Jeneral Sotomayor, sin quo el enemigo lo apénas las chacras sembradas de camotes, papas i za­ molestara en lo mas mínimo. pallos. El pueblo de Villa, que también reconoció el mayor Lo repito, para term inar este asunto: no hai abundan­ cia de víveres, poro tampoco está el ejército a ración de Rodriguez, está defendido por fuerzas enemigas que han abocado cinco cafiones sobre las lagunas de Villa, situadas hambre. al pié de la altiplanicie que sirve de a.siento al pueblo en dirección S. 0., como para defender la aguada. Se cree Con fecha 26 se dió la siguiente órden del dia, que que Villa esté defendida por unos 2,000 hombres. cau.só cierta sensación en cl ejército: A! mismo tiempo que éste, la caballería efectuaba otros El señor Jeneral en Jefe del ejército, con fecha de ayer, reconocimientos en diversas direcciones, con mas o ménos ha decretado lo que sigue: éxito, i mañana debe salir otro, a las órdenes del coman­ _''N úm .—2,881.—Vista la nota procedente de! señor .Mi­ dante Jorje Wood, que debe avanzar hasta donde pueda nistro de la Guerra en campaña, decreto: hácia Lima, per otro camino que el qne siguió Rodriguez. Sepárase del mando de la 1. División del ejército de operaciones al Jeneral don José Antonio Villagran, quien E l C o rrespo n sa l. m archará a Santiago a ponerse a disposición dol Supre­ mo Gobierno. Anóle,se i comuniqúese, i dese cuenta al Supremo Go­ bierno para su aprobación.” Por la misma órden del dia se nombra provisoriamente líe sc r iiíc io u del itin era rio del ejército ch ü eu o, desde la b ahía de T araras h a sta Lima. Jefe de la 1. ^ División, al capitán de navio don Patricio Lynch, i Jefe de la 1. Brigada d éla misma División, en TEATRO DE LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO CHILENO. reemplazo del señor Lynch, al coronel don Juan Mar­ tínez. B a h í a P a r a c a s .—Doblando por el Norte la península de Paracas, i salvada la punta Ripio, que es .su estremidad La avanzada de Cazadores que se ha situado en el ca­ N. E. el saco de la bahía corre al Sur por tres i media mino que se dirije a Chorrillos, tomó en la mañana de millas i una anchura de dos, ofreciendo un surjidero mag­ ayer a un chileno que venia, según él, de Lima, de donde nífico de buon tenedero, que semeja una laguna por su salió tan luego como supo ol avance de nuestro eje'rcito. mansedumbre. El fondo es de fango i bastante somero Este individuo, que fué traido por el sarjento L ® de hasta media milla de tierra. Sobre la costa oriental de la bahía se perciben algunas Cazadores don Gabriel Garcós, dice haber nacido en la plazuela de la Recoleta i se llama, no recordamos bien si chozas de pescadores; por frente a éstas i a dos tercios do Bernardo o Belisario Mujica. Durante algún tiempo sir­ milla de distancia se halla el mejor surjidero, sobre nueve vió on la Artillería de Marina, hasta hace 10 años que se i ocho metros de profundidad. A las inmediaciones del

    IIY .

    T omo

    iv

    .— 3 9

    306

    GU ERRA DEL PA CÍFICO .

    I Itigarejo existen algunas CAciuilíiis que .surten de una Puede h.acerse aguada en el muelle por medio de iin.a agini lií.istiint.e pniablo, íiun cuando sabe ba.stan?,o a sal; cañería de fierro que va por uno de .sus costados. En la pero puede embarcarse cnn comodidad por medio do p e­ playa existen solo los abnacencs i algunos establecimien­ queños barriles o usando nnangueras .si se dispone de uua tos proveedores, i c.s de esperar (jce este caserío incre­ bomba iipiiipiada. II d e n el lugar einbarc.aciono.s cist.er- mente con rapidez a causa (le ser la estación del ferro­ n.as que embarcan oí agua por osle medio para conducirla carril. a la.s islas de Chincha. Pisco es puerto mayor i ol principal dé la provincia do Noficias.— KI liigarojo de Paracas es falto de todo re­ Chincha, dep.artamoiuo de lea. La villa cuenta con una curso; su población os mui reducida, i solo se ocupa d éla población de 3,200 habitantes. Por este puerto so hacen Mgiiítda i de la pesca, únicos artículos de que es dable fuertes esportaciones, siendo los principales artículos los surtir.^e. ...... " Ea cnst.a es baja i arenosa, pero ofrece a ‘trechos‘ siguientes: aguardiente de uva, en los envases de arcilla, algunas ranncdias con vejetacion matura!. La bahía do conocidos comunmente por botijas o pisco.?; uzúcare.s do Paracas ti'.uK! alguna celebridad, dcliido a que por ella diferentes clases, vinos, algodón, fréjoles, dátiles i otros desembarci) el ejército libertador chileno-arjentino quo productos. De los departamentos do Ayacucho i p.nrte del comandaba San Martin, el h de Setiembre do .1820. de Huancavélica, se estracn también por Pisco, lana de Los buques que necesiten lastre, lo podrán tomar en c.irnero, de vicuña, metales preciosos i otros artículos de punta Ripio, cerca de la cual se puede fondear cómoda­ su indu.stria. mente, haciendo el embarque por medio do sus propias Lo.s vinos han adquirido ya en el estranjero alguna re­ embarcaciones. putación i ésta liabrá de radicarse mas i mas por la bon­ San Axr>]iKs.— E un liigm-ejo que se h.aüa cuatro i me­ dad do los caldos i el tratamiento apropiado a que son dia millas al Norte del de Paracas, i lo constituye una snmetidus.'Pos vinos mas acreditados llevan la marca de ranchería do pcsc:ulores. que es mui concurrida en el Falcoiii, Ledos, I,atorro, lílías, etc. verano por las f.imilias de’ interior, que bajan a la costa La protluccidfi del azúcar i el cultivo del algodón, despara touiar baño.s de mar. arríñladn. con éxito i esmero, aum enta considerablemente (le año en año, haciendo de estos artículos los ramos mas P u e r t o d e P is c o (1 ).- E s t a espaciosa bahía se abre al N. E, de la península do Paracas, i le dan mediano abri­ naturales de e.sport.nci(.!n. El pueblo de Pisco se halla a poco mas de uua milla go las islas de San Gallan, la.s Tres Marías i Ballestilla; pcTo el puerto (le Pisco, propiamente dicho, se halla a de la costa. l<'erroca.iT¡l i 7’c % rq /’o, —El piieito do Fisco.se en­ cinco im tercio miüa.s al Norte Gó" Esto de la isla Blanca. No existe abrigo alguno que lo defienda de ia mar cons­ cuentra unido con lo. ciiaiad de lea por medio de un fer­ tante de! S. 0: La playa es c(>rrida, arenosa i baja. El rocarril de 67 kilómetros de lonjitud. U na línea telegráfi­ surjider.i queda a! S. 0. del cabezo dcl muelle i a do.s ca­ ca la une taúibicü Cíui la capital del deparíamento i con bles de di.stancifl, sobre 7.5 metros do agua, fondo de otro.? puntos de la Re ública. ClUD.M) DE I(.'a.--EÍ pueblo de lea es ¡a ca|)it.al del fango; pero los buques de gran calado deberán fondo.ar mas a,fiieru, a causa de la marejada i (le las braveziis que distrito, provincia i departamento de su liombre; cuenta con 7,100 habitante.? i se halla a 403 metros de altitud. suelen e.spei'imeiiL<ar.se. Desde l.as II A. M, hasta el oca.so del sol se espcrimcn- La planta de la ciudad e.s buena; pero de.sde su fundación ta, de ordinario, ¡n-i.s.as iVesca.s del Sur, denominada.s p.apa­ (1563) ha tenido que sufrir diversos terremotos que la. racas, por soplar do la tierra así numbtada, i suelen ser han destniidn casi por completo: se pueden citar, el de tan fuertes que interrum pen la comunicación con tierra 13 (lo Afayo da 1647, el de 1664 i el de 1814. El tempe­ i hasta la de buque a buqup. Lo que hace .saber que toda ramento es bueno: pero las tercianas son mui írecuentes embarcación deberá fondear con una buena ancla i S.5 a 1 en la costa. 90 metros do cadena. R io d e P(.? í.:o .— Tiene su oríjcn en un ramal do la corEn las costas peruanas se llama tasca la parte del mar dillora de Castrovircina; corre al Oe.sto, recil.'O m.a.s abajo comprendida entre el comienzo de la reventazón i la pla­ al Iliiiatará i forman el rio Cliunchanga, quo se vácia en ya. La amplitud do la t.asca en Pisco, durante las grandes el mar, dos i media millas al Norte dol muelle del puerto bravezas del mar, es de mas de .500 metro.s. de Pisco. Ebrio es de gran cauda! en el verano, sí.'cándoPisco posee un magnífico rnucilc en esqueleto, cnyo .?c casi por completo eu el invierno, adquiriemio el nom ­ cuerpo es formado de baos que doscans-an sobre columnas bre de Fisco poco ántes de llegar a la costa. de fierro, siendo de madera la plataforma. Se prolonga ha­ A l t o s d e C a u c a t o . —Inmodiatamento al N one de La cia el mar por G72 metros hasta hallar fondo de siete me­ do.senibocaduva dol rio de Pisco, se perciben unos cerrillos tros por su estiemidad. que arrancan desde la playa hácia el interior, sierido los Por medio dol muelle s(j puede desembarcar cualquiera único.? (]ue .se ditd.san en e.?e sitio, próxirau,? al irmi; pero quo .sea el estado del mar, puits en .su cabezo existe uua a 10 millas al N. K. .?e alza nn cordon de 300 a 370 m e­ biiena escala donde jainá.s rompen la.s olas. Sin embargo, tros de altura. eu la tarde, i cuando la brisa os fresca, la marejada quo R a d a d e C.vuc.vro.— E s una pequeña ensenada que se lasa al través de l.-i armazón baeo difícil atracar al mue­ halla al Norte de los altos de su nombre, snrjidero del le para la.s einl.‘areaci(,ncs menoix's. todo cspuesto a ia mar del S. 0. La fuerte reventazón ’ Las oficinas do Aduana i de la Capitanía dol puerto que hai casi .siempre en su playa impide el acceso a los üeiipaii lo.s (los edificios que .se divisan en la playa a ara­ botes de los buques, por lo quo de ordinario so llevan bos indos del comienzo del muelle. lanchas de Pisco para la comunicación con tierra. El surL u z del p u erfo.-Sobrf) el cabezo dcl muelle i a 14 me­ jidero se encuentra a una milla de tierra i sobro ocho í tros (le altura sobre el mar, ac enciende durante la noche nueve metros de agua. uua luz reja, visil.dc hasta tres millas de distancia. Su ob­ Por Caucato se embarcan cornnnnicnl.e los frutos do la jeto es marcar el desembarcadero i dirijir a los buques hacienda de este nombre i .se desembarcan maquinarias i que toman el puerto durante la noehe. un poco (leguario de.stinado a la agricultura del interior. R em iu s i. du(os.~'E\ embarque i el desembarque de las P u e r t o d b T a m b o d e M o r a .— E s la rada situada inmemeroiidcrías i productos del país se hace jeneralraento en diatamonté al Norte de la desembocadura del rio prece­ ¡a playa, varando las lauchas al frente de los almacenos dente, i es puerto de nueva creación i lugar do em bar­ del lado Sur, .sosteniéndose por medio de un andarivel que de los vinos, aguardientes, algodón, azúcar, menestras (]ue tiene un chicote fondea(Ío i ol otro hecho firme en i (lomas productos dol hermoso valle de Chincha. tierra, La mejor marca que puede hacer conocer el puerto es el término del valle o playa baja, una milla ántes de lle­ gar A los barrancos que se encuentran ul Norte. El fondo (1) P iscoopúci/, ave o i>ájaro, en quccima. s

    CAPÍTU LO TERCERO.

    i i itr-

    Ü' íi %'■ n 88 8■ r I ' r 1 t » 3'. « í . I .

    »

    ..

    I ,

    í I ‘•.,-

    3kII '

    I 'w t ...

    I Lv * I I

    I 'w iW IW iC

    es de fango de 9 a 5.■i metros do profundidad, a cuatro i media milla de.tierra, sin ofrecer abrigo alguno contra la m ar del S. O.; por lo quo no es prudente valerse do las embarcaciones de a bordo, sin conocer la tasca ui' saber el estado de la m ar en ella, por lo que es necesario esperar que vayan a bordo las embarcaciones de tierra. Afoticia.?.—Desde el findeadero se ven las co.stas que formim él liigavejo de Tambo de Mora, cuya población no pasa de 200 habitantes. En este punto existe una esta­ ción telegráfica que comunica con Lima. Corno'el valle de Chincha es mui abundante en toda clase de ave.s, frutas i provisiones frescas, pueden obtenerse a bajo precio; poro no así la aguada, que es m ui costosa i difícil de hacerla. En la tasca de Tambo de Mora so han tenido quo la­ m entar muchas desgracias por cl uso imprudente que se ha hecho de los boles de a bordo, lo que no debe olvidar­ se por los marinos que arriben a su rada. V Al,LE DE Cañete (1.)—Despuos del valle de Chincha la costa se eneurva suavemente hácia N. O.; se hace del lodo árida i mui escarpada al canto mismo del mar, alcauzando alturas de 123 a 1.54 metros, alzándose altos cerros a 7 mi­ llas ai interior. Corre por 24 millas, abriéndose en seguida cl valle de Cañete que es uno de los mas importantes del Perú por su feracidad i el grado de progreso que ha al­ canzado en él el desarrollo de la agrieultnrn. Lo.s cerros alto.? que se ven a la distancia de 430 metros de altitud, se cortan por aquella parte para exhibir Ia.s dilatadas planicies quo, comenzando en la marina, .se in­ ternan hácia N. E. hasta formar horizonte. En medio do los diferentes grados de verdor con que se ve matizado el valle, se distinguen los edificios blancos de los diferentes fundos i el humo de los injenios. N o tid a s.— ha abundancia de agua con que so riega el valle por medio del rio de Cañete i lo cálido del clima, facilitan admirablemente el pultívo de la caña de .azúcar¡ quo es el principal i mas valioso producto de la agricultu­ ra. Se producen también en abundancia la yuca, las papas, el camote, los fréjoles, el ajgodon, la vid i toda clase de fruta.?, menestras i hortalizas. Abunda también el ganado mayor i menor, las aves de corral i cuanto han menester los moradores del valle, i para una crecida esportacion. Se dice que la azúcar elaborada en los injenios dol valle de Cañete es de las mejores del país. Solo después de la independencia de ia República comenzó la era de progre­ so en el fértil valle, i ya en 1838 !a producción de la azú­ car llegaba a .5,746 quintales métricos, i la chanCaca a 6,900. .En 1856 ia producción de azúcar fué de 57,685 quintales, i en 1871 se elevó a 97.520, lo que pone de manifie.sto el creciente incremento de la industria en la rica provincia de Cañete. El producto del aguardiente de caña es también bas­ tante crecido. Comenzó en 1840; en 18.57 llegó a 450,000 litros i en 1871 subió a 2.016,600. El valle do Caficte fué mui poblado desde el tiempo de los inca.?, hallándose en él interesantes ruinas como las de Canch.ari, Chuquiraarce i Hervae, notándose especial­ m ente la acequia que conduce las aguas que fertiliz.an el valle de Cañete,, todo lo cual pone de manifiesto el-grado de progreso de los peruanos ántes do la conquista espa­ ñola. La villa de Cañete es la capital de la provincia de su nombre, con 1,200 habitantes. Dista- do Lima 1 61| kiló­ metros; de Tambo de Mora, 611 kilómetros i de Chincha baja 6 U kilómetros. H ai en proyecto un ferrocarrii que debe unir la villa con la capital de la República i con el puerto de Pisco, al quo estará anexo un alambre tele­ gráfico. R io de Cañete.—Tiene su oríjen en dos torrentes que forman la laguna de Pariacaea a 4,383 metros de altitud. Con-e en seguida al Oeste por poco trecho i después de

    recibir las aguas de la laguna de Pauearcocha i do pasar por el pueblo do Vilcas, toma al S. O. P d n t a F r a i l e .— Se halla a'46 millas al Norto 15' Oaste dbl estremo Norte d e ' la isla de San Gallan- i l'imitA por el Setentrion cl valle dcCañeto. Form a la pim la un ínoxrito aislado de mediana altura, cortado casi a pique i cubierto con una.capa de guano blanquecino. L a'punta .?n iiace remarcable por el color azulado del cerrillo .que la espaldea i por no haber otro objeto vecino con quo pueda equivocársela. P u e r t o d e C e r r o á z ü l .— Itimcdiatamente al N. do la punta Ensile la costa con verje hácia el N. E. i fórm ala caleta llamada de Cerro A zul Hai en ella continua ma­ rejada del S. 0 . i mucha reventazón on la playa. El fondo de la caleta es de piedra, todo lo cual hace malo o inse­ guro el surjidero. Debe fondearse a 3 | cables de!, morritó de punta Fraile, en 9 a 13 metros.de agua cuando él de­ moro al Oriento. El desembarcadero se halla en la playea i por frente a la.s bodegas erijidas al lado dii sotavento de la punta. Hai un muelle do madera on esc punto que facilita las operaciones d.el embarcó i desembarco, Afoíicias.—El puerto pertenece al di.strito do San Lu¡.?, provincia de Cañete i departamento de Lima, Es pnerto menor, aunque de poca importancia. Hai un ferrocarril qué parte desde el puerto hácia las haciendas vecinas i es de propiedad particular. El ea,?erio de Cerro Azul es insignificante i se divi.sa a! fondo de la caleta. Se pueden obtener eu este lugar provisionc.? frescas i variadas frutas. El principal cémercio que se hace por Cerro Azul con­ siste en azúcares, marquetas de chancaca, aguardientes de varias clases, algodón i otros artículos. Hai una línea telegi-áfica que une al })uorto con Lima i otros puntos. V i l l a d e C a ñ e t e ,— Se halla a 1 0 kilómetros al interior. E.? la capital de la provincia de su nombre i la población mas importante de ella. Su comercio consiste en algunos cambios con los lugarejos que la circuyen. P u n t a L o b e r í a .— Se destaca a poco mas de cinco mi­ llas a N. N. O. de la punta Fraile. Es poco saliente, pero despide hácia fuera tres rocas que velan, inm ediatam en­ te al Norte de la punta existe una caleta que no ofrece desembarcadero cómodo, ni tieuo importancia hasta el presente. R io A.SI.A.—Desagua en el mar sobre una costa ha a de arena i en la medianía de la marina entre la isla i la punta precedente. Nace de las ¡vliiiras de Ornas, en la provincia do Yaiiyos, corriendo serpenteado de N. E. a S. O. No tiene importancia. Río I VALLE DE M.ALA.—A lilla i media millas al N. 0. del alto precedente fluye al mar ol rio Mala, que corre por el estrecho valle de su nombre. La co.stano permite ser abordada por la fuerte rompiente que la bate. E! rio tiene su.? fuentes en la cordillera al. Norte de Huarocbirí i en la.s lagunas de Tutucocha a 4,828 metros de latitud. Corre al principio de Norte a Sur, tornando en seguida al S. 0. para vaciarse en el mar. P u n t a C k i l c a .—Desde el morro anterior la costa va al Norte 71“ Oeste, por cinco millas i termina en la punta Chilca, que afecta la forma de morro en su estremidad occidental. La punta es roqueña i desciende gradualmen­ te hiícia ol mar, respaldándola alturas do 90 a 100 metros sobre el mar. P u e r t o d e C h i l c a ( 2 ) .— Desde la punta procedente la costa va por dos millas NorteQ N. O,, entrando luego al Este, para formar él puerto de Chilca. Un islote quese des­ prende de la costa hácia el Norte le da abrigo, sin ofrecer loligros indiciosos, El puerto solo tiene tres cables do locana i cinco de saco. Su mejor surjidero se halla al Este del islote en 9 a 20 metros de profundidad. De la punta oriental del puerto se destacan algunas piedras

    •G .i'< ^ íG

    I.

    (1) Su Qonitre autigno era Hsarco.

    307

    (2J Del tocaUo a iu a ri chUlc'a, cutera, biel.

    308

    GU ERRA DEL PAUIFICO.

    hasta un cable de la marina, pero son visibles. La parte austral del saeo dal puerto o.s algo baja, poro el de-!o:nbareadero es ba.sianto bueno. N oticias.— A. una milla distante del puerto se halla el pueblo do Cbüca, do corta es;.oi:i.siün, i on el cual se hallan escasas provisiones para los buques. El agua que se eonsnmc en Chilca es de pozo.?, i la conducen desde alguna distancia, por no tcncfrla natural. La población se ocupa de ia esplotacion de sal de las sa­ linas, que remiten a loa valles de Lima i asimismo de te ­ jidos de paja, fabricando hermosas cigarreras, ya conoci­ das en la costa. Los habitantes de Cbilca son tambicn agricultores, i en los mo.ses de Enero a Junio, siembran en los campos del interior abundante.? chacras que los abastecen con lar­ gueza para todo el año. Jlíureus. —El establoeimieuto del puerto es a las 5.30. Ija elevación de las aguas, en las zizijias, liega a 1.2 m e­ tros. L üiun (1).—-Es una esten.sa rada que se halla como a 14 millas al N. 0. j al Norte de la punta de Chilca, entre la isla de Pachacamac i la costa. So puedo fondear en 13 a 13 metros de agua a una milla de tierra. No hai abrigo algnno, por dar de lleno la mar de leva do! S. O, El teu-edsro es molesto a cau.sa de la continuada mar de travé.s quo se esperimenta, i la playa mui peligrosa por la reventazón, lo que la hace poco accesible. En la costa íirrne se deja ver el pueblo de Lurin, con 1,400 habitantes i a 3 3 | kilómetros de Ijiina. Un rio cau­ daloso riega el valle do su nombro. Se cosechan en la co­ marca abundantes raenostras, caña dulce, algodón i gran variedad de frutas. El ganado i las aves de corral no escase.an. El lugarejo de Lurin os uno do los paseos de los habi­ tantes de Lima; su tem peratura o.s escelente i sano su clima; es un lugar de recreo i mui visitado por los enfer­ mos convalecientes. El rio Lurin tiene sus fuentes en las lagunas de Sucrecocha i Tuctucocha; corre al S. 0., i después de pasar por los pueblos de San Damian i Lurin, ss vácia en el mar. Pl.aya d e CüXcriaN.—Se da esto nombro a la e.stensa playa b.aja, brava i arenosa, que se e.?tieiide desdo Lurin h.asta la punta Solar. Corre al Norte 76“Oe.ste por 10 millas. Jja playa es inabordable, pero mui .abundante en peces, que cojen los pe.scadoros ehorrillanos por raedlo do anzuelos que arrojan desde la costa. PuNT.v S olar.—Se halla 10 millas al Norte 75° Oeste de Lurin i da término a la playa precedente. La fennan pie­ dras altas que descienden gradualm ente hacia el mar, des­ tacando un pequeño klote a mui corta distancia de tierra. So halla rodeado de piedra.s avaliz.ada.s por las rompien­ tes del m ar i a mas cubierto con una lijera capa de guano. C a l e t a i M o r r o S o l a r .-— Inm ediatam ente al Norte de punta Solar se halla la caleta de su nombre. El morro de su misma denominación lo lim ita por el Norte, i lo constituyen u.n conjunto de cerros azulejos de 266 metros de altitud. La caleta ofrece snrjidero eu 10 a 12 metros de agua a 3 cables do tierra, pero no tiene importancia alguna por su des.abrigo i la dificultad para desembarcar en ella. C a l e t a S a l t o d e l F r a i l e . —Sigue imnediatamonte al Norte de la anterior. Es solo un pequeño recodo de la costa; hai fondeadero de circunstancia a 3 cables de tierra en 12 a 14 metros de agua; pero no hai abrigo i es siempre dificultoso el acceso de la playa por la braveza del mar. P u n t a d e C h o r r i l l o s ,— Queda millas al Norte de la punta Solar i la forma la proyección Norte del mor­ ro de aquella denominación, que en este punto se llama Salto del Fraile. La punta os poco saliento i bordada de (1) Lnrin, cierto p,'i]'aro caei negro, podria derivarse de Yurin, salió a luz.

    rocas quo se le apartan poco, i en las cuales rompe el mar con fuorza. E . v .s e n a d a d e C h o r i u l l o s . — Esta ensenada se abro al Norte do )a punta precedente i se dilata de S. E. a N. 0 . Altos esearjies circuyen .su playa i mui próximo.? al mar. El mcjor surjidero de la ensenada se hulla a 3 cables a sotavento de la puniilla de Chorrillos i sobre 11 a 13 me­ tros de agua, fondo de piedra i cascajo, i al tomarlo se tendrá cuidado de dejar a punta Solar un tanto abierta con la'denom inada Codo. .En Chorrillos se esperimenta constaiiteinoiite mucha marejada i exije a los buques acoderarse con la proa al I S. S, O. El desembarciidero se halla a la vuelta do la punta i en un muelle de madera, pero no siempre e.s acce.sible. N oticias.—La villa de Chorrillo.? está ubicada inm edia­ tamente al Sur de los escarpes del rincón de la ensenada. Es de bastante estension, de calles irregulare.?, aunque con construcciones hermosas i cómodas. Cuenta con una ' iglesia i una fuento de agua en la plaza. Chorrillos es el lugar de baños para las familias de Lima, cuya estación comienza en Enero i term ina en Abril; pero t.ambien es rnui concuiTido en el rc.sto del año, por lo que la villa ofrece toda clase de recursos. Se alumbra cou gas; .se comunica con Lima i ol Callao por medio de un ferrocarril i lineas telegráficas. La población de Chorrillos alcanza a 3,850 habitantes. E l B a r r a n c o .— Se denomina así un caserío que se halla 1 | millas al Norte del pueblo de Chorrillos. Tiene como éste hermosas casa.?, comodidade.? i recursos. Es un lugar de recreo i do baño.?, destinado a competir con Chor­ rillos. flai un.a estación de ferrocarril. La costa próxima al Barranco es raui brava, sin a tra­ cadero alguno i mui aplacerada.

    M i i i A F i ,o u E S ,~ Es un pueblo que se halla 2 millas mas al Norte dol precedente. Es también un punto de recreo i de baños en la estación de verano. Se cultivan hermosos huerto.?; pero como estación de baños es infe­ rior a Chorrillos i el Barranco. Es también punto de es­ tación del ferrocarril de Chorrillos a Lima. P u n t a d e l C a l l a o .— El barranco de tierra que circu­ ye la gran ensenada de Chorrillos, continúa desdo Miraflores bajo ol mismo aspecto, casi en dirección O. N. 0.5° O., por 7 millas, descendiendo lentamente hasta converlir.se en una playa baja, de la que se desprende hácia ol S. 0. una lengua de arena i piedra menuda quo avanza millas i forma la punta del Callao. En e.sta punta existen cómodos establecimientos de baños de mar, mui concurridos cu l;i estación ver:inicga. Ofrece toda clase de recursos i se hallan unidos con la ciudad del Callao por medio de un ferrocarril de sangre. I-A MAR BRAVA.— Es la parte de playa baja quo media entre Miraflores i la punta del Callao. Es inabordable en la mayor parle dcl año, por la continua reventazón que se e.sperimenta sobre ella. Solo se sondan de 4^ a 6 metros a media milla do distancia. B a h í a d e l C a l l a o . —La isla do San Lorenzo, la punta del Callao i la costa que desde ésta se dirije hácia el Norte, marcan los límites S. 0., Sur i S. E. de la bahía del Callao, la primera de la costa occidental de Sud-Amériea, por su estension, su comodidad i su abrigo. Es ade­ más una de las grandes plazas comerciales i el primer puerto de la República peruama. La profundidad de la bahía es moderada i con esce­ lente tenedero de fango. Se hallan 7.3 metros mui cerca de tierra, aumentando paulatiaamenie hasta 33 metros a 4 millas de la costa, o sea en el centro de la bahía. La profundidad uiodi.a, a 2 o 3 cables de la playa, es de l i a 13 metros. Para estar al abrigo de la mar del Sur, como también cerca del muelle principal, debe echarse el ancla a sotavento i cerca de la costa Sur, cuya prolon­ gación la forma la punta del Callao. El mejor fondeadero se halla bajo los arrumbamientos siguientes; Cabezo ael muelle, al Este. en ainiaré; peto si fuese rocablo quechua, Cabezo de San Lorenzo, ttl Norte 77° Este.

    309

    CAPÍTULO TERCERO.

    'j

    í T r í í "i

    v_ j (

    Y :,;r

    V L, Y.'



    V y y

    {. Jí;

    jfí

    El buque luede escojer el lugar para su' fondeadero como mejor e acomode o ól objeto que lo lleve al puerto, pues la seguridad de la bahía es la misma eu cualquier punto de ella. Solo deberá atenderse a la comodidad de las comunicaciones con tierra, según el objeto del viaje. Los buques de guerra .aco.stumbran surjir a sotavento de la c o su i al Esf.e de la punta del Callao, sobra 9 i 11 metros de profundidad. Los vapores de las compañías de vapores tienen boyas fijas para amarrarse, i quedan al Oeste del cabezo del muelle (1). Los buques que se dirijen al Callao para tomar órdenes de embarque para el guano, surjen a sotavento de todos, para darse a la vela tan pronto como hayan obtenido el permiso correspondiente. Por último, los buques, tanto nacionales como estranjeros, quo van a cargar o descargar, fondean en las cercanías de los muelles que deben em­ plear. Jeneralm ente .se enmiendan a la espía por la m u­ cha afliienoia de buques; teuiendo además que acoderarse, tanto para conservar calle eoirio para evitar las colisiones con las calmas o cambios de viento. RmAtus i daifJs.— El Callao es puerto mayor, i es con­ currido por todos los buc ues que se fletan para cargar guano en lo.s diferentes ■epósitos, Vienen a él para ser reconocidos por los comisionados del Gobierno i recibir las órdenes de carga. Asimismo es frocuentado por todas las embarcaciones nacionales i ostranjeras quo trasportan mercaderías i frutos del país, lo que iiace que en la bahía dcl .Callao haya de ordinario, por término medio, de 80 a 100 buques fondoados. Se ha onnstruido en los últirno.s año.s un cscolente muelle i dársena, que sirvo para el desembarque de pasa­ jeros i de las mercaderías. .El dársena es de capacidad suficiente para contener hasta 25 buques, teniendo un fon­ do no menor do 7 metros a baja mar. Mide 100 metros de bocana i ofrece dentro de olla todas las comodidades apetecibles, i es una obra que ha costado mas de 7.000,000 de po.sos. Los rieles quo parten de su muelle interior se dirijen a Lima i a Chorrillos, i facilitan mucho la carga i descarga de las mercaderías. El agua destinada a los buques surtos en la bahía llega hasta ei estremo del muelle por medio do cañerías pro­ vistas de llaves, l a operación de su emb.arque se eje­ cuta comunmente con lanohas, quo so llenan por medio da mangueras; pero no se impide, sin embargo, hacerla en las embarcaciones de los buques que la necesiten, no obstante do .ser mas cómodo i económico recibirla a bordo por medio de las lanchas ci.stcrnas provistas de bombas, que se ocupan de tal tráfico. £1 agua puesta a bordo cuesta 2.16 pesos la tonelada. Otro muelle del Estado, denominado Chucuito, ocupa la medianía de la co.sta Sur, i se halla destinado para el de.sembarque do trigos i harinas. Desde su orí en parte una línea férrea que iiace el trasporte a los á macene,s construidos cn la inmediata población de Ballavista, Encuéntranso, además, en la misma costa, los muelles de la compañía dol dique, do la antigua empresa del hielo i do la compañía de los vapores ingleses, sirviendo también estos últimos para la descarga de las nave.s. Circundan a estos muelles os almacenes de depósito, las habitaciones, las factorías i los demas establecimientos de las diversas empresas. Un nuavo muelle, construido en cl seno Este de la ba­ hía, es cl punto de partida del gran ferrocarril de la Oro­ ya, que penetra por sobre la ribera izquierda del Rimac. El antiguo castillo del Sol, por su proximidad, ha sido destinado para ia estación princioat. La estación do la Oroya (2) se halla en la Sierra a 3,653.4 metros de alti(1) Ocurre en la bihi'a un fenómeno singalar cuya cau^a no parece averi­ guada hasta el preseute. Loa buques surtas suelen peraibir un olor nauseabun­ do que los ingleses denominan Callao liainte.r o Barbor. Entónees se adhiere a la pintura blanca o a la cal un espeso polvo color de chocolate. El lavado lo hace desaparecer, pero quitan a la pintura su primitivo aspecto, (2) La voz quechua oroya significa una especie de andarivel de sogas del cual pende un canasto de mimbres en donde se coloca el que quiera pasar el rio.

    tud, distando de la ciudad de Lima, siguiendo los rieles, 240 kilómetros. C iu d a d d e l C a l l a o . —Se halla situada a la orilla dol mar i sobre la hermosa planicie del valle de Lima. Es la ciudad capital de la provincia -i distrito de su nombre. Se dice que su población alcanza a 49,000 almas. La planta de la ciudad es bastante grande, i so la divi­ do cn ciudad vieja i ciudad nueva. La parte vieja se ha­ lla al centro i es una encrucijada de calles lortuo.sas i estrechas, salvo las llamadas do la Aduana i el Comercio, que miden 12 metros de ancho. La parte nueva de la población forma calles que .se cortan en ángulos rectos. La ciudad no ofrece ningún edificio notable, Ferrot'arrtíftü.—Ilai dos líneas férreas: una va del Ca­ llao a la Oroyra i la otra a Lima i Chorrillos, teniendo cada una ellas su estavcion independiente. La primera línea férrea fue la del Callao a Lima: se decretó en 1848, concediéndolo a don Pedro G. Candamo, ciudadano chileno, nn privilejio de 25 años. La línea se inauguró en 1851, i pertenece al presente a una sociedad anónima. La línea do la Oroya se lia terminado en los últimos años, i al presente so trabaja un ferrocarril urbano que debe recorrer la población del Callao de Sur a Norte, uniendo el muelle dársena con el ferrocarril de la Oroya. PROVINCIA DE LIMA, L í m i t e s , s i t u .a c ió n i e s t e .v s i o n .— La provincia do Lima limita por el Norte con la de Ühancai; por ei S ur con la de Cañete; por el Este con la de Huarocbirí, i por e! Oe.stc con el Océano Pacífico i la provincia constitucional del Callao. La provincia de Lima está situada entro 11“, 40’ a 12“, 20’ de latitud Sur i ocupa una superficie de 5,859 kiló­ metros. F e h r o c a i i r i l e s , t e l é g r a f o .? i c a m in o .?.— Los caminos que unen el Callao i Lima con los pueblos i caseríos de los distritos i los que son coinimes a éstos, aunque de los mejores que tiene el Perú en esta ciase, son poco atendi­ dos por las autoridades locales; en jeneral so hallan cu ­ biertos de un fino polvo que lastima la vista del viajero, i a trechos forman lodazales, por efecto de la ruptura o desbordes de las acequias, averías que no se procuran remediar. Entre estos caminos, son traficados el que va de Bellavista a la M agdalena,'i de e.ste pueblo a Lima con oí ramal que parte desde el ca.serío de San Cayetano, pasan­ do por Ja.s huacas i caserío de Pando. En la s-3gunda parte de aquel camino desembocan muchos otros que sirven a las haciendas inmediatas. Ei camino que desde Lima conduce a las chacra.? in­ mediatas a la playa, entre los rios Rimac i Chillón, posee algunas alamedas; sigue la ribera derecha dol primero, toma después por la playa, pasa entre otras, por las cha­ cras de Coronel, Valdivieso, el Olivar, Bocanogra i Már­ quez, ramificándo.se para servir a los demas fundos situa­ dos entre el mar i el camino real de Cliancai. D i v i s i ó n i p o b l a c i ó n .— La provincia do Lima se divide en 12 distritos;

    A ncón ....................... Carabayllo................ ........... 2,816 Lurigancho.............. 1,248 L im a.......................... ........... 101,448 A te ............................ ........... 2,477 M agdalena................ ........... 1.-439 Surco......................... ............ 1,980 Mirañores.................. 1,107 Barranco................... ......... 894 Chorrillos................. 4,329 Pachacamac.............. ........... 1,268 L urin.......................... .......... 1,648



    n

    JI jj }f )1 ]j >1

    Población de la provincia 122 326 habitantes.

    310

    G U ERRA DEL PACÍFICO.

    D is t r i t o d e L i m a .— Se .subdivide en cinco cuarteles que El agua potable que se consume en Lima viene de un comprenden otros tantos distritos, formando entre todos m anantial forma.do de filtraciones del Rimao. F^stá situa­ ellos la ciudad de láraa. Fué fundada esta capital por do al Este de la ciudad i como a 5 kilómetros de la Francisco Idzarro el 18 de Enero de 1.535, bajo el nombre plaza principa!; desde este depósito corre por cañería de de Ciudad de lo.s Reyc.s, en honor de Carlos V i de doña fierro i so distribuye en 17 fuentes i- pilas públicas coloca­ Juana, su m.adre; aunque no faltan escritores que miran das en las plazas i plazuelas; del resto se surten las casas este nombre como un homenaje quo aquel caudillo tri­ i establecimientos particulares. La calidad del agua es butaba a ia ide.a relijiosa (1), recordando la adoración de buena, según el resultado del análisis hecho por el profe­ los tres magos, que la tradición denomina reyes. sor Raymondi en los años de 1856 i 1874. E ntra a la ciudad lá enorme cantidad de 7.000,000 de Filé la capital de! vasto vireinato, que mas tarde se dividid par.a formar lo.s de Santa Fe i Buenos Aire,s. Des­ galones en 24 hor.?s, i la mayor cantidad se desperdicia. de su fundación, fué esta ciudad un objeto de predilec­ Antes que se hubiera conducido por cañerías de fierro i ción para los españoles i para .sus reyes, que la trataron ensanchado el depósito o manantial, no llegaba a dos i del iniamo modo que a las ciudades rn.as favorecidas de medio millones de galones. España (2). El duque de la Palata, en el año 1685, la Inmenso es el desarrollo que ha tomado Lima en los cercó de una mura la do adobes, con 34 valuarles, desti­ últimos 10 años; los suburbios, que estaban abandonados nada a rechazar a los indios si trataban de invadir la i servian do muladares; las mtii'alla.s, que ocupaban una ciudad. “Habia en ésta una Audiencia pretorial, creada en gran superficie; mucha.? huertas espaciosas i varios con­ 1563, la Universidad de San Marcos, con los mismos pri- ventos i monasterios se han convertido en su mayor vilejios i exenciones quo la de Sa!am.anca, fundada en parte en hermosas ca.sas, en alamedas i establecimientos 1551; un Tribunal de Inquisición, crijido en 1571, cuya públicos o de empresas partictilare.?; de suerte que si en jurisdicción se estendia al territorio de Chile i Chiloé, i 1858 tenia la ciudad 212 manzanas i 355 calles, con 13,093 al de los vireinato.? de Buenos Aires i dcl Perú i parto puertas a la calle, i en 1860 el número de puerta.? llegó del de Santa Fe; muchos conventos de frailes i monjas, a 14,002, hoi puede .a.segurarsc que ol número do manza­ tan grandes i poblados algunos, que el de la Concepción nas pasa de 250, el de las calles de 400, i el de las puertas encerraba ou 1700 sobre 1,041 mujeres, aunque en 1790 a la calle de 20,000. ya no raantenia mas que 26; varios hospitales mui bien Las casas, en lo jeneral, .son cómodas i espaciosas; po­ atendidos; un Seminario conciliar; tres colejios: Santo cas son las que tieuen tres pisos, siendo de dos por lo Toribio, San Carlos i Sun Fornando, éste de medicina i común; el material empleado en la mayor parte de le.? cirujía, fundado por el virei Abascal, con el fin de que esas edificios es el adobé sobre cimientos do piedra o de cal i facultades dejasen esclusivamento de ser ejercidas por ladrillo.” la jente de color; una J u n ta Superior de Real Hacienda; D is t r i t o d e A t e ,— Esto distrito, denominado an ti­ un Tribunal Mayor de Cuentas; otro del Consulado; una guam ente de Late, situado al Este de la ciudad de Lima, casa de Moneda; una fundición de artillería; una fábrica de contiene un pueblo i 36 haciendas, formando éstas dos escelente pólvora; un jardín botánico; un Protomedicato, grupos, llamados uno Ato Alto, que confina con el rio i un magnífico panteón.” Rimac, i oí otro Ate Bajo, al Sur del anterior. La ciudad colonial quo obteni.a tales ventajas, fué la En el distrito se cultiva la caña de azúcar i el algodón, últim a de la América ántes española, en sacudir un yugo cuya producción se mejora con la altitud de lo.s campos que condenaba la educación i ia filosofía del siglo X Y III, en que se cosecha. Varias haciendas .se dedidan a la i su independencia no fue obra esclusiva de sus hijos, sino crianza de ganado vacuno i caballar. Merece una men­ de la unión de las armas colombianas, chilenas i arjenti- ción especial el fundo de Santa Clara, en el que se cultiva nas. Si Arequipa, como lo dice el señor Leubel, es la cen­ la caña i se encuentran escelentes máquinas para ela­ tinela avanzada que dá primero el grito de alarma cuan­ borar azúcar. do se atacan las libertades nacionales, Lima ha sido En el fundo de Quiros, a 5 millas de Lima, se en­ siempre la primera en ase.?inar a estos enemigos; desdo cuentra una de las estaciones del ferrocarril a la Oroya. Francisco de Pizarro a don Manuel Pardo. Fin este lugar existen las canteras que han suministrado Desde 1821, i durante medio siglo, la ciudad de Lima la piedra para la estación de M onsenate i para el muro no ha pro.sperado como debia, atendidos los recursos fa­ que protejo 1.a línea por el lado del rio. bulosos con que ha contado para ocupar el primer lugar El pueblo de Ate, capital del distrito, aunque único, entre las ciudades hispano-americanas. solo posee 53 habitantes: la población del distrito es así “Las calles, eu jeneral, .son tiradas a cordel i so cortan toda rural. casi en ángulo recto, fürra,ando cuadros que se llaman m an­ Las haciendas comprendidas en los grupos de Ate Alto zanas. Se ha cuidado de darles tal dirección, que en los i Ate B ajo, están situadas en el valle do Huatic.?. meses de verano siempre hai .sombra en algun lado de la calle, esceptuando los dias en que el sol está.en el cénit; Kumhres. Poblaciones. Pobkc Nombres. i como rara vez falta la bri.s.? de S. E. no se esperimenta 11 «n fuerte calor.- El mayor largo de las calles es de 125 Monte Rico....... ........... 189 Cárdenas.......... Punichuca,.., , Molino...,.......... ,, 164 9 metros i el menor de 90, i el ancho, en lo jeneral, de 10 me­ E stre lla ............ 36.5 Vasquez............. . ,, 119 tros; mui pocas e.?ceden de estas dimensiones; todas las 102 P a ria c h e ........ 148 calles tienen acequias o albañales cubiertos, que pasan Melgarejo..... . ,, 89 Zavala............... 1,36 lOr el medio, recibiendo en su trayecto los desagües de Inquisidor.......... Santa Rosa....... Trapiche........... ........ I as casas; hace poco esas acequias estaban al descubierto, 97 , ,, 74 Quiros............... ....... ( con poco fondo, lo que presentaba una vista asquero.sa i Mayorazgo........ 69 Viccntelo.......... 96 ocasionaba epidemias por la continua evaporación de m a­ Agustino............ .. 69 V itarte............. 96 terias en estado de putrefacción. Recientemente se ha Camacho............ S alinas............ Puente.............. 61 ....... 1 introducido, para pavimentar bus calles, una especie de 54 Encalada.......... ....... f macadam de piedra de la Oroya, que contiene arcilla glu­ S.abaraanca........ 29 48 Perales.............. tinosa i forma nna .superficie casi tersa: si su duración Valdivie,?o......... 42 Barbadillo......... Alzamora......... 23 corrc.sfionde a la comodidad i buena vista, Lima será una 40 Hua.?c,ata.......... 20 de las ciudades mejor i mas económicamente pavimen­ Bravo Grande... 34 S egam a............. Bravo C hico,.. 15 tadas. Ri ti comida......... „ M enacho......... , 34 13 Asesor................ .......... 26 Nücheto........... 9 (1) M. Frezicr.— F i o / . s j w k i s costas d e Ckile: í e! Peni. 14 Ansietíi............. 2 Va.?qtiez............. (2) Garda Caraba.

    311

    CAPÍTULO TERCERO,

    i i i I I I

    -

    I

    I I ! I

    I

    -

    D is t r i t o d e t,a M a g d a l e s a .— Este distrito comprendo un pueblo, 7 caseríos en las inmediaciones do éste, 31 baciondas i lo casas o tálieros, situados cn la carretera do Lima al Callao, A pesar de la gran subdivisión de este distrito, su población es reducida. En las chacras de esta jurisdicción se cnltivan los árbole.s frutales i abundan los olivos. .El pueblo de la Magdalena, que es la capital del distri­ to del mismo nombre, tiene una población de 225 habi­ tantes. So encuentra en medio de una bellísima campifia i goza de airc.s puros i de un hermoso panorama campes­ tre. Existe en él una plaza, una capilla, uu edificio an ti­ guo, que fué residencia dcl virei, i vai'ias casas particulares; oseo agua corriente, que viene del Rimac, i está unido a árna por ferrocarril, como ya lo hemos indicado, via que se prolonga hasta la barranca del mar. De los caseríos, el mas importante es el de Magdalena Nueva, situado, como Chorrillos, eu una barranca inme­ diata al mar, quo tiene como 20 metros de altitud, i a consecuencia de lo escarpada se ha construido un plano inclinado o rampla para descender al mar, donde se han establecido baños. Este paraje de la costa es sumamente desabrigado i no presenta las comodidades de Chorrillos. Damos a continuación la lista ele los caseríos i chacras, tomado del resumen del censo jeneral publicado en 1878.

    Í

    No.mbre.í.

    I

    Población. ! Nombre.?

    Cucv.a.......... I San Miguel.. Matalechuza................. Oyague.......................... Chacra A lta.................. O rbea............................ Arambiu'ú ........... San José........................ Colorado........................ Chacra de Rios Desamparados Buena Muerte San M artin.................. Azcona...................... ) P aulino...................... j Colmenares..................

    90 64 60 56 39 36 32 29 28 25 24 21

    I

    Poblacif.ii.

    Breña........................ Mataleehucita.............. Jcsns María.................. Conde Las.Torres... ) Puente........................ j Conde ia Vega.......... ] Rosas....................... ' R uby....................... • Legua...................... Molino del Gato Mirones................. Lazo............................... Suarez........................... Calera............................ Sal vi .................

    10

    0 5 79 q-? ''

    20 19 17 16 15 11

    ó 2

    17

    D i s t r i t o d e S u r c o .— La importancia de este distrito se debe al canal o rio Surco, que toma sus aguas en ol Rimac para fertilizar este valle, si bien sus cerros i lo sinuoso de su terreno deja una gran parte fuera de riego. Cuenta con un pueblo, 2 caseríos i 22 haciendas dedica­ das al cultivo de árboles frutales, alfalfa, un poco do trigo i on una que otra se cultiva la cafia de azúcar, distin­ guiéndose por su producción las de Villa i de Monte Rico, qne también figuran por sus importantes minas de cal. El pueblo de Surco, situado al Oriente del de B.arranco, es bastante poblado, pues tiene 770 habitantes, que en su mayor parte se, dedican a la agricultura, Daiiio.s la lista de las haciendas de este distrito:

    1 .. 1 I 1 1 I a... I C, 1 v.^ I W

    I w

    Ic Ic iL -

    Nombres.

    Pobiacioo.

    Villa,........................ San J u a n ............... San B o ija............ .. ,, T eves.................... Pino........................ ..... Manzanilla............. Pólvora.................. Monto-Rico Chico Chacarilla.............. ..... Porras..................... , , M atute................... .......

    186 99 92 82 76 52 49 42 39 39 36 '

    Nombres.

    Pobl

    San Tadeo.................... Cercado ..................... M endocita.................... Calera de la Merced... Cabezas......................... O rduña......................... Santa Teresa................ Gali.ano.......................... Val verde........................ Palm a............................ Mendoza.......................

    36 33 30 30 26 23 24 23

    22 13 12

    D is t r i t o d e M i r a f l o k e s .— Este distrito se encuentra situado en la misma meseta que Chorrillos, Barranco i la Magdalena, la que se encuentra limitada por el barranco que llega hasta la orilla del mar. Consta de un pueblo i

    10 haciendas, donde se cultiva la caña de azúcar, árbo­ les frutales i algunos forrajes. El pueblo de Mira(iore.s es la capital del diatriio; tiene una pobla;:ion de 035 lia bita otes i so lialia situada cn rne^ dio de una bolla camfiiña. Exi.ste aquí una estacioa del' íerrocarril de Lima a Chorrillos, i lauiibien pasa la carre­ tera que une dichos pueblos. Las Iniciendas, que ocupan una parte del valle deC uatica, no son de las mas valiosas de la provincia, pues son todas chacras de reducidas dimensiones; entre ellas se dis­ tingue la de San Isidro por su gran olivar; también algu­ nas poseen nombres célebres en los fastos revolucionarios de la República. Pin la de Surquillo se encuentra laH u aca Juliana, que es la mas grande de todas las de! valle de Lima, Las haciendas de este distrito son las siguientes: h'üiubtes.

    Población.

    Surquillo............... 89 L obaton......................... ■ 82 Lirnatambo............ 73 Conde de San Isidro... 70 O rautia.................. 52 |

    Knmbi'cs.

    Poblacioo.

    Santa Cruz................... Linche........................... B arbón.......................... O charan........................ Balconcillo...................

    40 20 23 14 2

    D is t r i t o d e B A P .iiA K tr o .- Este distrito, quo os de nue­ va creación, comprende un pueblo i 3 chacras o ha­ ciendas pequeñas, dedicadas a la esploucicn de legum­ bres, frutas i otros artículos de diario cousumo. El pueblo de Barranco, a la orilla del mar (en la bahía de Chorrillos), es la eajiital dcl distrito; tiene una estación en e! ferrocarril de l.irna a Chorrillos, sirve de lugar de recreo i baños en verano, i progresa dia a dia, notándose al presento hermosas casas con jardines. El camino que va desde Lima a la villa de Chorrillos pasa por Barranco. Las haciendas de Pacaya!, Tejada i Tejadlta son esplotadas por 28 habitantes, la mayor parte asiáticos. D is t r it o d e C h o r r i l l o s .— Este distrito comprende so­ lo la villa del mismo nombre, que es la capital, i la ense­ nada de Chorrillos. La villa de Chorrillos poseo una estación en c! ferro­ carril que la une con Jiiina i el Callao; sus casa.s, en su mayor parte,.son bien construidas i aun de lujo; las callea en jeneral son angostas, pero posee do.s que son anchas i hermosas, i su plaza está edificada por sus cuatro co.stados. El malecón, construido-por el Presidente Castilla, sirve de paseo para las familias que visitan Ja villa duraiue la temporada. Se encuentra uitimbrailo e¡ pueblo cnu gas i uiiit o por alambre telegráfico ccui las línea.? del Estado i la sub-marina. ha mesota sobre la cual se encuentra ubicada la villa se halla cortada por numerosas acequias o acueductos para conducir el agua que riega los campos vecinos. La ensenada de tJborrillo.s se abro al Norte de la punta dol mismo nombre; su playa e.s brava i circundada de altos escarpado.s; su fondo de piedra i cascajo no recoraionda su tenedero, que jenemlmento so elije por los 11 a 13 metros de agua, obligando la constante marejada a aco­ derar los buques con proa al S. S. O. El desembarcadero se encuentra a la vuelta de la punta de Chorrillos i en un muelle de madera que no siempre es accesible. D i s t r i t o d e L u r i n .— Este di.strito, que toma una parte del valle del mismo nombre, posee una villa, 3 caseríos i 3 haciendas donde .se cultiva i beneficia la caña de azúcai-, usando máquina.? a vapor p.\ra la elaboración de este artículo, de la chancaca i del ron; cspecdalmente en la de San Pedro, que es la mas valiosa de este pequeñovalle. También se produce un poco de maiz que sirve para el propio consumo. La villa de Lurin, capital dei distrito, tiene 908 habi­ tantes, es reducida i do poco valor; sus casas de mui tris­ te aspecto, son de quinchas; existe en ella una plaza i una capil a,

    312

    G U ERRA D EL PACÍFICO.

    El caserío de Puente con 79 habitantes, el de Pacía con 42, i ol de Lúcumo con 37, son mui pobres; sus pocas casas son construidas del mismo material que las de Lurin. Los tres están situados en ol valle que da su nombre a este distrito. Las haciendas son; la de San Pedro con 427 habitantes, la de Buena Vista con 99, i la de Palma con 56 almas. D i s t r i t o d e P . a c h a c a m a c .— Este distrito comprende una gran parte del valle regado por el rio Lurin. Cuenta con un pueblo, 2 caseríos i 5 haciendas dedicadas al cultivo de la caña de azúcar i en particular a los forrajes. Existen en ellas buenas maquinarias, movidas por vapor, destinadas a elaborar azúcar, chancaca i destilar ron. El pueblo de Pachacamac es la capital del distrito; está situado al Sur dol rio Lurin, cuenta con 435 habitantes i sus casas son construidas de quinchas, las que bastan jara la comodidad que exijen las familias, desdo que la falta de lluvias permite que se m antengan en pié dichas habi­ taciones. Los caseríos de Huaican i Ca,sa Vieja, cada uno con 112 habitantes, poseen pequeños sitios que cultivan sus moradores, que en la mayor parte son agricultores. Corea del pueblo, i sobre una colina, se encuentran las ruinas del renombrado .santuario de Pachacamac. Un arqueólogo raodcrmo, contemplando las reliquias de la Meca de Sud-América en medio de su soledad i desam­ paro. las consideró “tan sombrías e inanimadas como las de Palrnir.a.” Las haciendas de este distrito son las siguientes; Nombres.

    PobladoD .

    Nombres.

    Población.

    I

    M anchay..................... Casa-Blanca................ La V enturosa

    221 124 111

    Ciorieguilla................. Tonilla........................

    106 47

    XY. L egación d el Perú cu las Rci>iíblica.s del P lata: se o cu ­ p a de u u a iu trig a p eru au o-arjciitín a, d e la p ren sa o rien ta l i p ide fondos p ara cruzada arjen tiu a , sub­ ven ción de d iarios i ga.stos de banquetes.

    (Reservada.) NÜM.

    46.— LEGACION

    DEL PERÚ EN LAS REPIÍRLICAS

    DEL PLATA.

    Buenos A ires, Diciembre 6 de 1880. Señor Secretario; En dias pasados, un boletin de E l S ig l o de Montevi­ deo rojistró parte de una correspondencia que se dice dirijida do aquella ciudad a L a P a t r i a do Valparaíso, en la la cual se nos atribuyen planes hostiles al Brasil, ponien­ do en mi boca frases denigrantes al Imperio. La supuesta correspondencia es de suyo tan absurda, que los periódicos de Montevideo i Buenos Aires no hau podido dejar do castigarla con el ridículo a que se presta. Pero comprendiendo yo que se trataba de una verda­ dera intriga diplomática, que tiene por objeto, no tanto dañarme, cuanto perjudicar al Perú i al éxito de mi m i­ sión, juzgué conveniente impedir que surtiese sus efecto.s, jues toda calumnia los produce, i resolví publicar, en brma do carta a E l S ig l o de esta ciudad, un escrito quo destruyese por entero en e! Brasil la mala impresión que la calumnia chilena haya podido ocasionar. (1) Adjunto a los diarios de la quincena, encontrará V. S. la carta de que me ocupo. Con el objeto de m antener la buena i estrecha relación que cultivo con el señor Ministro Irigóyen, Ic di lectura confidencial de esa pieza, a.scgurándole que estaba resuel­ to a no publicarla o que baria en ella modificaciones, si (1) La refutación a ¡a carta espresada la pubücamos junta'con ios editoriales al final dei presente, capitulo can el titulo Prensa uruguaya.

    tal era su opinión. S. E,, después de escuchar con mucha atención la lectura del escrito, mo dijo quo no le quitase ni una sola p.ilabra, i que le diese inmediata publicidad, pues, lejos de perjudicar, servia a los fines que persegui­ mos en Río Janeiro. La carta a que rao refiero ha sido bien recibida aquí por las personas capaces de apreciar sus tendencias i tras­ cendencia, i me prometo que ha de .surtir, en el vecino Imperio, los efectos quo me propuso al redactarla. DÍO.S guarde a V. S. muchos año.s. E

    v a r is t o

    G óm ez S á n c h e z.

    Al señor Secretario de E.stado en e! despacho de Relacione.? Esteriorca,

    NÚM.

    49.— LEGACION

    DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA,

    Buemos Aires, Diciembre 6 de 1880. Señor Secretario; Recibí el oficio do V, S. respondiendo al mío en que le comuniqué la demostración pública de simpatía al Perú hecha por la prensa de Montevideo al obsequiarme con espléndidos banquetes, i acto continuo la envié en copia, acompañada do la correspondiente nota, a los directores i red.actores de los diarios de aquella capital, quienes han dado lugar preferente en ellos a ambas piezas. El efecto producido por los términos escojidos por V. S. para ofrecer la gratitud del Perú ha sido escelente. Aparte de la conducta de esa prensa i de lo que se me ha comunicado en cartas de Montevideo, he visto, con mucho placer, un artículo del poriódico L a R a z ó n , en el que, sin contestar a las groseras injurias de la prensa chilena, que va hasta atribuir a la primera estar vendida al oro peruano, se hacen las declaraciones mas plausible.? de la simpatía i adhesión de la opinión pública oriental espresada desde mui atrás por toaos sus órganos de pu­ blicidad, a la J u s ta causa do la Alianza perú-boliviana i en favor del Representante peruano. Si fué grande la oraocioa que esperimcnté al leer los sentidos conceptos da felicitación con quo V, S. me abru­ ma en el oficio aludido i en otro que hace referencia al éxito de mi misión en el Estado Oriental, debo declarar a V S, que no ha sido menor mi júbilo al contemplar, aunque de distancia, la estimación con que los nobles sen­ timientos de V. S,, manifestados en esquisita forma, han sido acojidos por el hidalgo pueblo del Uruguai. I así como la felicitación de V. S. ha de servirme de estímulo en o! desempeño del delicado e im portante e n - . cargo que me confiaran el Excmo. Jefe Supremo i su escla­ recido Ministro, la que yo dirijo a V. S., con efusión, por los buenos efectos que ha producido el oficio a que en esta rae refiero, ha de servirle, no lo dudo un momento, para aprovechar tod.is las ocasiones de procurarme me­ dios semejantes con que acreditar a los pueblos del .Plata nuestro reconocimiento por su actitud americana, digna de entes cultas, que llevan en sus venas la sangre de una de las mas civilizadas i grandes naciones que han llenado el mundo con sus hazañas i moreciraientos. Dios guardo a V. S. muchos años. E v a ,b i .s t o G ó m e z S á n c h e z . Al señ'jr Secretario do E.itado en el despacho de Relaciones Estoriorc.s.

    NÚM.

    44.— LEGACION

    DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA.

    Buenos A i-res, Noviembre 17 de 1880. Señor Secretario; Loa sarjentos mayores de la provincia de Buenos Aires, don Valentín Espejo, don Ramón Rodríguez i don E duar­ do Ruiz, que entraron a la carrera m ilitar en la clase de cadetes i que han hecho una parte de ella en el ejército

    CAPÍTU LO TERCERO.

    313

    i i i

    "4

    1 '"■i i

    y "-i

    Y Y

    Y ■'1

    Y s 'Y

    Y Y y ■1

    nacional, todo lo que acreditarán a V. S. eon sus respecti­ vos despachos que tengo a la viste, van al P erú por la v ia d e Bolivia, con el objeto do prestar sus servicios en la defensa de Lima. H an tom ado esta determ inación, im pulsados por su adhesión a la ju s ta causa de la Alianza, como dem uestra el hecho de abandonar patria, familia i carrera, i em pren­ der tan largo i penoso viaje a sus propias espensas, a p e ­ sar de la exigüidad de sus recursos. E sto prueba, de la m anera m as elocuente, ser cierto cuanto dije a \L S. en mi nota reservada de 7 de Ju lio del presiento año, signada con cl núm ero 1,(1 ) sobro la disposición de loa arjentinos a servir mili taim en te a nues­ tr a patria, i respecto a las facilidades de form ar aquí cruzadas i aun ejércitos, pues si hai quienes realicen el viaje por su cuenta, con grandes sacrificios que no a todos es dado hacer, seria rniii con.sidcrable el núm ero de jefes, oficíalos i soldados que se alistaiian bajo las bandera,? del Perú si se les proporcionase medios de trasporte. D uélem e el alm a do haber visto tan claro en cuanto a éste i otros im portantes modos de contribuir al triunfo de nu estra causa, i que por falta de m edios i aun de res­ puestas a la s com unicaciones que sobre el p articu lar he dirijidn, no SO haya beclio ni pueda hacerse cosa alguna provechosa. D ígnese V. S. recom endar a los citados sarjentos m a­ yores a su colega el señor Secretario de G uerra para que los atienda i les dé colocatuon activa i bonorífica, a fin de que [luodati alcanzar la gloria de ver (son estas las pro­ pias palabras de uno de ellos) "inscritos .sus nom bres en ­ tre los vengadores de la afrenta que Chile lia inferido a la América.” Dios guarde a V, S. m uchos años.

    "i

    y

    Ev.Aiii.STO G ó m e z S á n c h e z ,

    Y Y '■|

    Lim a, Enero 12 de 1881.—Trascríbase a la Secreta­ ría de G uerra el precedente oficio, recom endando mui eiiearccidam eñtc a los oíiciales arjentinos a que en él se hace referencia; recom iéndese a.sindsrno al Jefe Suprem o, i dígase en respuesta. •

    C alderón.

    NÚM. 50.—LEGACION DEL I'ERÚ EN LAS REPÚRI.ICAS DEL PLATA.

    "Y

    Buenos A ires, Dicíevibre JO de ISSG.

    'l í

    Y

    Y Y

    /

    7

    Y

    y y y

    Im p o rtarla m ucho qne eu el Brasil, especialm ente en Rio Janeiro, se ajitase la prensa, pues en su totalidad perm anece m uda respecto do nuestros asuntos. E n aquel país tan im portante, i en el cual busca éste ayuda, en el presente i para las evcnluaüdade.sdel porvenir^ la prensa, i consiguientem ente la opinión, ban m anifestado áurea de ah o ra sim patías por Obi e i, por tanto, interesa hoi, ma.s que ántes, trab ajar m ucho piara atraernos aquel elem ento, (]uc nos daria el de la opiniou; i, con el apoyo de ésta, la decidida cooperación dci Gobierno imperial. Ruego, pues, a V. S. se digne to m ar en consideración este asunto i reiriovcr los obstáculos con que en esta p a r­ te tropieza mi misión. Dios guarde a V. S. m uchos año.s. E

    v a r is t o

    G óm ez S á n ch ez.

    Al scñcr Ssp.reliirio de Estado cn el dcspacl'.o de Relacsones Esteríoreí?.

    NÚM. 4 7.—LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPUBLICAS DEL PLATA. (Reservada.)

    Y 'Y

    Para que V. S. se penetre de mi situación a este res­ pecto. debo agregar que en m uchas ocasiones no h e podi­ do conseguir qne se publiquen aquí los escritos que p ara com batir aquella propaganda nociva so han redactado en la Legación, teniendo que m andarlos a Montevideo, o qne pasar por el sentim iento de que quedasen inéditos.

    Al seftor Secretario tic EstiVlo en el Jcspaclío de Relacjone^ li>:(.LTÍore3.

    y ' ;í

    num erosos diarios, aun q u e algunos de ellos defiendan ya con entusiasm o nuestros intereses, hai otros, por cierto, do m ucha circulación i crédito, que los dañ an con u n a pro­ paganda tan perseverante co n tra ¡a intervención de esta R epública en los asuntos del Pacífico, que se hace indis­ pensable com batirlos, m om ento a m om ento, no solo en un diario en teram en te nuestro, sino cn otros que hasta hoi perm anecen indiferentes o neutrales.

    Señor Secretario; Me perm ito llam ar nuevam ente la atención de V. S, sobre el oficio reservado núm ero 5, su fecha Ju lio 26 del presente año, del cual no he recibido respuesta, siendo así que por su naturaleza la pide, a fin do (¡ue se sirva ese despacho ordenar el pago de la cantidad adeudada al señor E strada, i que se provea a esta Legación de im fon­ do para gastos de im prenta, todo e.sto, bien entendido, si, por las circunstancias dcl erario, no ba sido posible acep­ ta r la letra que jiré para procurarm e la cantidad necesa­ ria pava los pagos i gastos que en la nota de aviso de eso jiro especiiiqué debidam ente. .Satisfacer a la mayor brevedad un crédito de la índole del (le E strada, insoluto tan largo tiempo, es ya un a n ece­ sidad indeclinable; i tener recursos con que hacer frente al sostenim iento, por ia piensa, de nuestra ju sta causa, es ta n urjente, que V. S., reconociéndolo así, me h a au to ri­ zado, por nota especial, con tal objeto; no obstante lo que, no he querido contraer compromisos, que ostoi seguro d e no poder cum plir, E n M ontevideo el periodismo es tan nuestro que n ad a tendrem os que gastar allí; pero en esta capital, donde hai ¿1) 'Tomo r\', pAjina S9. T omo iv .=— 40

    Buenos A ¡res, Diciembre 11 de ISSO. Señor Secretario: Al d ar cuenta a V. S. dcl resultado de les banquetes que di en M ontevideo al Gobierno, a la prensa i a la seicctii sociedad do aquel país, i en esta capital, en obsequio del distinguido porteño, ten ien te coronel del P erú doctor don Roque Saenz P eña .i de num erosos am igos suyos del foro i del ejército, dije a V. S. qne cn u na i o tra fiesta h a ­ bia gastado m as (io 2,000 pesos fuertes en oro, E n com nnicaciones posteriores m anifesté la convenien­ cia de que se proveyese a esta Legación de un fondo es­ pecial para sem ejantes gastos, quo creo indispensables. Si el Gobierno, juzgándolo así, h a resuelto favorable­ m ente íiste punto, o ,si perm itiéndolo la píuiosa situación de n u estra p atria .se ha esforzado por cubrir la letra, de cuyo producto debían hacerse este i otros desembolsos in ­ dicados en la n o ta relativa al jiro mencionado, nada ten ­ go que pedir; pero, por si esto no ha tenido lugar, m e p er­ m ito suplicar a V. S. se sirva decretar el abono de 400 libras, o el equivalente de 2,000 pesos fuertes oro (a razón de 52 d por peso, quo es aquí su valor) gastados por mí en los banquetes a que llevo h ech a referencia, i su remisión por medio de u n a letra. De este modo seré reintegrado do recursos que he m e­ n ester para rni subsistencia, de los cuates, en caso preciso, podré d istraer alguna sum a p ara gastos e.stninrdinavios de la índole del m encionado en e.sta nota. Dios guarde a V. S. mucho.? años. E

    v a r is t o

    G óm ez S

    ánchez.

    Al .señor Secretario de Estada cu el desijiclio de Releciunes E,sleriorcs.

    G U ERRA D E L PACIFICO.

    314

    XYL lin ijortan te ca r ta coníLleiicia! «Ici Miiil.'ütro G ou ifzS aachez a
    Ihícn-QS A ire.?, Diciembre 16 de ISSO. Señor don Pedro José Calderón.

    Colombia i Venezuela mandaría yo a nuestro don Anto­ nio (2), llevando por Secrot.ario a! mismo que lo fué de la Conferencia de Arica, el cual podria quedar en Caracas, donde podria tocar fácilmente don Antonio, ántes do ir a Bogotá. jjama podria quedar acreditado en todas las repúblicas de Ceutro-Arnénca, i el que vaya a los Estados Unidos podria ser acreditado a la vez en Méjico, eu donde tocarla al pa,?ar i dejarla a su Secretario de encargado ad inf&rim. Por esto medio estaríamos bien repro.?entados i a poca costa eu toda la América. El tiempo es hoi no plata sino oro, i conviene aprovecharlo, por lo que debe exijirse que salgan los nuevos nombrados en el día. Si faltan recursos, échese mano d é lo mas sagrado, que todo lo justifica la necesidad de salvar la patria. Llegada es la vez de tomar todos los bienes raíces de la Iglesia, de las beneficencias, municipalidades, etc,, espidienrio en jwgo de ellos certifi­ cados o bonos fiscales i ofreciendo pagar un Ínteres mode­ rado. Hasta podria, per acto dictatorial, invalidar todas las e.scriluras o conu-atos enfitéuticus i hacerlos nuevos para que caigan laudemios, o vender las fincas en venta real, tomando eu consideración, para la (ij.acion del pre­ cio, el valor legal del billete. Por Dios, mi querido don Pedro, que so llamen todas las fuerzas de Bolivia, de Arequipa, de Trujillo, de Piura i de todas partes para que obren a retaguardia de los chi­ lenos, mientras cerquen éstos a Lima. Eso asegurará el Iriuníb que tanto desea, para gloria del paí? i de Ud., sn mas amante compadre.

    Mi querido amigo i compadre: Aunque Ud. no me ha coatc.studo ni una sola, carta, no hago de ello caudal. Al quo tieno gran poso sobre sí i además ha e.stado enfermo largo tiempo, no debe tornársele cuenta.? de tan poca cosa. Léjos do esto, inseparable como es el Ministro del amigo, doi en privado a éste las gracias por ia manera como aquél rae trata al conte.star aquellas de mis comunicaciones en que le be noticiado io que be podido hacer tanto aquí ou cumplimiento de mi deber, aunque sin satisfacer por entero mis deseos, que serian enviar a Ud. en el dia cuantos medios do salvación do nuestra patria estuvieran a mi alcance. No debiendo cansar a Ud, con repeticione.?, mo refiero en ésta para todo lo que no.s imp'irla a la comunicación oficial, que c.s detallada. Sin ombargo, permíiam,? Ud, quo lo recoraionde p.irticularroonte el pronto envío de mis credonciaieL? para o! Brasil, en donde está hoi ol nudo gordiano, i, por mucho tiempo, el centro de la gran evolución diplomática que ha comenzado a oporar.se con esperanza de buen éxito en esta parle interesantísima del Continente, i que lo supli­ EVAIil.STO. que dé inm ediata aprobación al proyecto de arreglo del personal de la Legación. Mis recuerdos raui afectuosos a la familia do Ud. i a la S i fu e r a ohsiácuio pava ello la reserva de derechos fia ­ de Aliaga, como a todos los amigos, i visito Ud. a Isabel, ra cobrar Las d iferen e'm de haberes e m n d /j ■inyore, el quo anda siempre quejosa de que Ud. no ia ve. Si se de­ estado de nv£sfro país, aunque entiendo que convendria cide a salir de Lima con mis hijos, déles Ud. facilidades dejar esta esperanza a mis pobres secretarios, quo serian diplomáticas para su embarque on el Callao en un buque los únicos que tendrian opcion a ellas, pues el Cónsul estranjero. Jeneral, Bermudez, i el de igual clase aquí, señor ücampo, no gravarian en ningún caso con aumento alguno el pri­ mero, ni mucho ménos ol segundo, que es honorario; si fuese obstáO L iln , repito, apnubese d arreglo dedarando que servirán, liospigiíosi el Encargado de Negoeios ad Ciiínlarc;? del S liiiistro de R d a c io iie s E.stcrioncs de B o liv ia a las n aciones su d-am ericau as, so licita n d o interiru i la Torre ia Seieretaría de prim era clase en el se iirom iu cíen a favor de las rcnn h licas aliad as. Brasil, el prim ero con el siu’hlo de Secreiario do p rim e­ ra clase en Im Rspáblioas dei Plata,, que hoi disfruta, i el segundo con el haber d.e Secreiario de segund,a clase, C IR C U L A R DIRLO M Á TIG A D E L MI.N'ISTRO DE U C L IV IA . que hoi goza (I). MlNLSTEIllO DE RELACIONES ESTERIORES ÜE liOLIVIA. Fíjese Ud,, sin embargo, en que regresando los dos te ­ niente corónele.?, que boi sirven como agregados militares, La Paz, Diciembre 1. ® de, 1880. se hace en la Legación una economía mui considerable, Señor: cosa do 0,000 pesos fuertes por año, i téngase presento, asi­ Las naciones de la América del Sur, estrechatneiue mismo, que se ha de activar mucho el servicio i so han do conseguir mayores i mas prontos resultados, teniendo re­ unidas por su común oríjen i sus instilucioues libres, for­ presentantes al mismo tiempo en las tres repúblicas i en man una agrupación homojénea que i.ionde a realizar da ol Imperio, bajo la acción i vijilancia mia, quo mantendré un modo solidario la paz i el progreso en el Continente. comunicación diaria con el Secretario i cónsules encarga­ Ella.? e.?táu llamadas a co n stitu irla verdadera fraternidad dos ací in te rim do los negocios. Conviene m antener el de ios puübio.? sin las rivalidades de razas ni el choque fuego sagrado i atizarlo eu tod.as parte.? a la vez, i, ade­ de encontrados intereses i de diversa civilización, que más, la espericncia me ha rnaniícstado no .solo que se hacon indispensables en Europa lo.? grande cjérciios, pierde terreno con la ausencia, sino también que los go­ o sea la paz arm ada que agobia a los pueblos. El derecho público, en su faz ab.?olula, fórm ala lei u n i­ biernos no miran con mui buen ojo las legaciones que, versa! de las naciono.?. Pero hai también otro derecho, estando acreditadas a la vez cerca en varios paises, prefie­ propio do las grandes circnnscvipeiones internacionales. ren para residir una capital mas bien que otra, aparte de que acusa cierta pobretería de mal efecto aquel sistema. En esta faz, los principios de justicia tienen su significación Fíjese Ud. en que los chilenos han mandado legaciones concreta i se ostienderi con mas .o ménos am plitud con­ de primer órden a todos los estados de nna i otra Améri- forme a las tradiciones i civilización de cada continente. ta, para no retardar la aprobación del arreglo propuesto Así, la América, bajo la lei universal, tiene .su derecho que no.? perm itirá seguir la pista a los chilenos en cuatro propio como lo tienon las naciones del antiguo mundo. La Europa, al través del tiempo i do ha? mas grandes estados con una sola Legación económica. Sírvalo a ÍJd. trasformaciones, ha realizado inmensos progresos, Al tér­ olio también para m andar a W ashington un mozo intemino de cada una de las guerras, casi siempre continen­ íijentc i entusiasta que hable el inglés, si es posible en­ contrarlo con esta condición, o al menos d francés. Rara tales i con ocasión de ellas, el derecho .público europeo se agranda con una conquista bienhechora, con un progre-

    X Y Íl.

    (1) Todo ¡o que estó tarjado en esta cari» lo ha sido por la mano de Qoraez Fauohez.

    (2) Ei doctor don Antonio Arenas.

    CAPÍTU LO TERCERO.

    315

    4 4

    1

    i

    4 ' i 'j ■4

    i 4 i

    i i K 1 V

    - í

    to .

    Y

    y

    so que honra la humanidad. La guerra fecunda el campo política, se ai.slaenel Continente, menospirecia los medios del derecho; la justicia so ensancha, i jeneraciones veni­ conciliatorios i la justicia universal. Si los hechos palpitantes de la sangrienta lucha del deras reciben el precio de los grandes sacrificios. El respeto a la independencia de los estado.? soberanos .Pacífico, las declaraciones oficiales del Gobierno de Chile, i a la libertad de los pueblos; la protección i la reorgani­ la actitud de la Cámara i el clamor do su prensa, no fue­ zación de las nacionalidades deprimidas i su llamamiento ran bastantes para que la América se jiénetre de la.s ten­ a la civilización moderna; ol ensancho i elevación con quo dencias dominadoras de aquella República, las conícreiiel sistema político constitucional avanza sobre los pode­ cias de Arica, que son su verdadero proceso, ponen en res absolutos; las libertades del comercio internacional claro la audaz política con que se reaccionaba en la con abolición del tráfico de esclavos; la limitación de los época de las guerras cruolc.s de conquista, eu las que males de la guerra; el re.speto de las personas indefensas el vencedor solo ([uedaba satisfecho viendo correr el ara­ i de la propiedad privada del enetriigo; la univev.sal acep­ do sobre la tierra, asiento ,á ntes de florecientes ciudades. tación del Pacto de Jinebra:—estos i otro.s progresos que Tacna, Moquegua, Moliendo, Chimbóte i numerosos puer­ han seguido a las guerras do Europa, enaltecen el dere- tos indefensos del Perú, liicrCii la conciencia universal i reclaman la salvadora prote.sta de la América. 0 )10 público de aquel Continente. Llega, pues, Exerno. señor, el momento en que lo,? go­ La América del Norte, mas desemb.iraz.ada en su des­ envolvimiento político e inspirada cn los principios de biernos del Continente tienen que cumplir ol inescusable la democracia moderna, ha irnpre.so en el derecho público deber que la solidaridad americana les impone; c! momen­ los dogmas de la igualdad e independencia de las nacio- to cn que, pronunciando su autorizada palabra sobre el ca­ ne.s, i ha estnbloci'.lo la fraternidad ameritruui fundada rácter i tendencias de la guerra del Pacífico, so adelanten sobre la identidad de su civilizueinn. I para determinar a amparar las sanas doctrina.? dM derecho i el sagrado el carácter propio de los iuteresos dcl nuevo mundo, ha depósito de las libertades i del iirogrcso sud-arncricanos. Después de Jas conferencias de Arica, ei silencio de los . proclamado la famosa doctrina de Monroe como princi­ gobiernos de) Continente importaria la aceptación de !.i pio americano. A .su vez, la América dei Sur, que se lia inspirado en falsa política de Chile. Son tan graves lo.s suceso.? que se desarrollan en cl las avanzadas in.sliluciones de la gran República dcl Nor­ te i modelado cn ellas su política, se e.sfuerzaen formular .Pacifico, tan manifiesta la injusticia con quo se violan los su derecho público propio, siguiendo el movimiento uni­ principios humanitarios del derecho de jentes, que con versal i iievando a su mas avanzado desarrollo los pro­ buenas i fundadas razones podríase promover i esperarla gresos i las aspiraciones de la Europa, así como las liber- intervención imperativa de los o.stado.s de América, (pie tade.s ensayadas con éxito eu la República dcl Norte, ba__'0 hiciese co.sar el escándalo, sometiendo las exijencias de los auspicios de !a paz, Esos esfuerzos los ha manifestat o Chile a la.s dctenninatdune,? arbitrales do un alto tribunal, en las mira.s con qne so convocó cl Oongre,sü de i'amimá j Empero, dejando esta a(nitud 11 !a c.spontaneidad de sus de 1826; en ios nobles trabajos de los congresos de Lima I deliberaciones, ol infrascrito, con ol propéisito de llenar de 1847, de 1864 i 1878; cn sus constantes aspiraeionc.s ' por su parte el .sagrado delan- que toca a su Gobierno, se lermite preci.sar Jos puntos que en su concepto delieii por la Organización i establecimiento de un congreso ame­ lamar la seria consideración del Gobierno de V. E., i sobro ricano para resolver las cuestiones de Ínteres común, evi­ ta r las querellas internacionales, fijar principios aceptado.? los que espera no vacilará en hacer conocer su opinión sobro la mejor constitución de las nacionalidados i cleter- ilustrada en resguardo de los comuuc,? intereses ameri­ minacicii tie sus fronteras; i en el alto respeto con que canos. entro tanto con.serva cl principio regulador dcl lUi ¡m sidetis de 1810, come b.ise de la paz cúntincntal, Sea cual fuere la forma que revista la desmembración Esta espansion. jenoraltnente prorninciada.cn el sentido de todo el Litoral boliviano i del departamento de Tarade asegurar la paz sometiendo todas las cuestiones a las pacá basta Camarones i su anexión a Cliile, resallará prescripciones de la justicia, a los acuerdos de la diplo­ siempre con ia inflexible lójica de los hecho.?, que la fuer­ macia i a los medios conciliatorios que son la leí de los za os el título con que ol vencedor toma posesión dol pueblos cultos, forma cl carácter del derecho sud-ame- territorio enemigo sometido a sus armas: alzaráse clararicano. mento la conquista imponiéndose contra el derecho ame­ Respeto a la independencia i común prosperidad de los ricano, contra la eau.sa jcnevadora de tan grave trasforpueblo.?; la fraternidad en la paz i prtícticas humanitarias m.acion. en la guerra; la ju.sticia i moderación, i sobre todo, el A.ceptada eu silencio la detent.acion aunada de Chile, gran medio conciliatorio, el arbitraje en la decisión do las cuestiones de límites i las invasiones sin freno veiitoda controversia internacional—son la lei del Contiiicute. drian a hacer del Continente el teatro de incesantes guer­ Mas en presencia do este trabajo de civilización, i en ras. Tan profunda perturbación de los intereses am erica­ la tierra destinada a sustentar ¡as mas avanzadas ideas nos, alejaría por largo tiempo la humanitaria propaganda de justicia i de unión, contémplase la sangrienta i larga de paz que se opera en estos momentos. Rictos im pues­ luelia dcl Pacítico, levantada sobre uu grano de salitre tos por la fuerza jam ás podrán obligar al Derú i Bolivia contra la República que babia prodigado siempre a su en el porvenir, si l'evan cl idtraje a su soberanía i a la agresora las cuantiosas riquezas de su suelo; lucha que integridad de au territorio. La Hcpúblma Arjentina i el hoi se do.scnvuelve contra ios mas grandes intereses de Imperio do Brasil, estados limítrofes de las potencias bcla América, lijeiíint(;s, cuyo.? intereses políticos se haUan en constante Chile, rompiendo su.? tradiciones do cultura i pasando roce, no podrán permanecer tranquilos en el estado de por encima de! derecho americano, ha encontrado la oca­ latente guerra qne seguiría a. la desaparición de ¡o.? v ín ­ sión de ensayar prácticas i doctrinas rechazadas en Eu­ culos mantenidos por la justicia. Roto cl equilibrio polí­ ropa, Ofuscada por el brillo de las armas,.a cuyo éxito tico sud-americano, que, mas que en la fuerza material confia su engrandecimiento, ha olvidado sn onjoii, sus de­ de loa estados, descansa eu ol re.?peto de ¡os principies i beres internacionales, el estrecho vínculo que la une a la de los comunes intereses, cambiará la faz del Continente: política americ.ana; sin temor do caer en el alto puesto las combinaciones misteriosas i los recelos reemulaz.irán debido a su prosperidad en el seno de la paz, proclama ia a la noble confianza cn las relaciones internacionales. conquista, la guerra de devastación i la preponderancia La jeneral aspiración de e.stingnir la guerra en la Am é­ establecida, sobre la ruina de dos repúblicas, i busca el rica habrá desaparecido forzosamente, si se deja a Chile acrecentamiento de su riqueza convirtiendo la gncrra en plantar en este suelo el primer eslabón de la fatal cadena una empresa de adquisición de los tesoros que Bolivia i el de la guerra de conquista. Bolivia i el .Perú no podrán Perú tienen en su codiciado Ifitoral. Se aparta de la sana aceptar entónees ninguna convención de paz ni la con-

    316

    G U ER R A DEL PA CÍFICO .

    sagracion del arbitraje como lei internacional del Conti­ Cuando las riquezas descubiertas en el vasto territorio nente, q n e . sin ramlvor las actuales cuestione.? del Paeííiio, do Antofagasta, estrechando las di.staneias, ofrccian a Bo­ servirían únicamente para amparar después las detenta­ livia, con las líneas férreas, fácil acceso ai comercio del ciones do Chile. Respetar hoi la guerra mas cruel e in ­ mundo; cuando principiaba a sentir la reparadora reac­ justa, hasta que la República refractaria a la civilización ción qne viene del movimiento internacional, se adelanta consume sus violentas imposiciones, i cerrarla después la República de Chile a cerrarle cl paso, i ahogarla en a la s naciones obligadas a volver por su honra, seria el su desarrollo con la violenta clausura del Pacífico. A qué­ lla República, favorecida con cstensas costas i numeroso.? escarnio de la justicia. Si Chile no retrocerie de la falsa via i se somete, en las puertos, se apodera a mano armada de la única válvula prácticas de la guerra i en las condiciones de paz, al de­ de respiración que alienta a Bolivia i lo abre el camino a recho americano, preciso es no equivocarse—principiará un seguro porvenir. en la América del Sur ia era de las luchas internaciona­ La América no puede absolver un atentado de tan hon­ les. No hai nación alguna en el Continente cuyas fronte­ da perversión, ni perm itir que una nacionalidad de su ras no puedan ser rectificad.as i recobradas sucesivamente ■seno permanezca on el aislamiento con mengua del de­ conforme a ¡a nueva doctrina, quo en hora nefanda se recho i del progreso, que son la lei providencial de los pueblos cultos. pretendo plantear cn el suelo vírjen de la América. Mui en breve, Cliile seria la primera víctima do esa fal­ El Gobierno de Y. E., en homenaje al sentimiento pú­ sa doctrina con la que no hallará en el porvenir otra de­ blico do esa Nación, a quien tan dignamente representa, fensa a su integridad nacional que la de la fuerza; faltán­ honraría en alto grado la causa dol Continente, declarando dole ella, no tendria niugun principio ni derecho alguno desde Inego que anexiones violentas, como )á de los vas­ que invocar cn su apoyo. Son tan graves las complicaciones tos territorios del Perú i de Bolivia, no pueden ser eleva­ que pesan sobre los pueblos del Continente. das cn la Améric,a al rango do prácticas interriacioriíiles. Seria mas significativa i valiosa la actitud del Gobierno La conquista, ro|nidiada para siempre on el mundo ci­ de y. E„ si se sirviese .solicitar al de Chile una franca vilizado. no tiene cabida cn el derecho moderno, ni pro­ esplicacion sobre este punto de trascendental im portan­ cedente.? autoviz;idos en las luchas de las nuevas naciona­ cia, o interrogarlo, al ménos, sobre si persiste on sostener lidades. La reciente guerra dcl Paragtiai, qne terminó con tan estraña doctrina, qne justam ente alarma a 1.a Améri­ la total sumisión de esa República a las armas del Impe­ ca i lleva el desquicio a las futuras relaciones do pueblos rio del Brasil i do la Nación arjentina, ha salvado ilesa la hermanos. doctrina americana; los gobiernos de esos dos poderosos Los grandes errores de un pueblo tienen su lójica irre­ estados, con alta honra do sus armas i de la civilización, sistible quo los encadena a otros igualmente funestos. k1A A^ 1 .V .... 1^. ... UhIm ... .. declararon que la victoria no les daba título alguno sobre IChile, fascinadan con la guerra 1-L-. ba 0. lo s halagos de sus el territorio enemigo ocupado por sus ejércitos. La ilus­ primeros triunfos, ha pasado resue lamente do la reivintrada República del PlaU, en respeto de la decisión arbi­ dicacion de sus pretendidos derechos cn el Litoral boli­ tral del Presidente de los Estados Unidos, devuelvo a la viano a la conquista do territorios no cuestionados; i reac­ Nación vencida cl territorio a que ántes creia tenor per­ cionándose contra el derecho moderno, que dulcifica los fecto derecho, i cl Brasil, al firmar el Tratado de paz i de males de la guerra, emplea la devastación i el incendio límites, invoca únicamente sus títulos anteriores a la en las costas e indefensas poblaciones dcl Perú. guerra. Chile, al contrario, con las primeras ventaja?, i án- i Las guerras de conquistas, eu su desenvolvimiento, lle­ tes de que.haya llegado la hora de la victoria dofinitiva, van lojicamento consigo el furor i la destrucción, natural que puede serlo adversa, muestra al mundo ol poder de sus ' consecuencia del principio proclamado: la fuerza como cañones como el título de dominio a los territotios ocu- | primer término del derecho del conquistador, no tiene }ados. Inmenso estravío apénas esplicable con el furor mas límites que los trazados por sus propios desbordes. jéiico que sojuzga su razón. Solo a.sí so esplica la misión que la'arm ad a i ejércitos La espansion territorial que on otros tiempos se escu- de Chile desempeñan con triste celebridad, léjos de! tea­ saba al menos con la necesidad imperiosa quo sufre un tro de ia guerra, desmantelando puertos no artillados i Estado por su escepcioiial situación, al ostremo do ver llevando ei hacha del incendio i cl terror sobre poblacio­ comprometida sn propia existencia, en el caso presente es nes que ninguna resistencia oponen a sus armas. La Re­ injustificable i llega a .ser odiosísima, si se aprecia la con­ pública agresora, que prescinde del poder de la opinión dición relativa de las tros potencias belijerautes. para ponerse a cubierto en el porvenir do sangrientas Hace largos años que el Perú desenvuelve todas sus represalias,, manda devastar, no los elementos bélicos del cornl)¡naciones financieras sobre- las riquezas de Tarapa- enemigo, sino la fuente de la industria, la riqueza i el cá. para salvar con ellas sn inmensa deuda, establecer su poder económico eon que un dia pudiera aquél restable­ crédito rentí-stico i normalizar la hacienda pública. Ese cer sus derechos ultrajados i lo.s fueros de la civilización. rico departamento alienta las lejítimas esperanzas del Pe­ El derecho de jentes, basado eu los principios de ju s­ rú i encierrra la soluciou de todos sus problemas políticos ticia, en la prática uniformo de los pueblos cultos, i en de paz i prosperidad. solemnes pactos internacionales, lia templado el rigor de En cuanto a Bolivia, la desmembración del Litoral de la guerra i reducido los males de ella al lugar i al éxito Antofagasta es mas irritante i subleva la conciencia uni­ do las operaciones bélicas. La Europa, i mas todavía la versal: jam ás podrá presentarse razón alguna'quo la ju.s- América, han sostenido con honra c el siglo el respeto de tiíique. los belijcrantes a los monumentos de la civilización; a las Todos los Estados sud-ainericanos gozan, según su obras i grandes adelantos de la industria, i en todo caso constitución jeogr.áfica, de la libro espansion que sus di­ a la propiedad particular inofensiva. latadas costas sobre el Pacífico i cl Atlántico les asegura. Si las devastaciones do la guerra se escusan todavía Entre tanto, la República de Bolivia. enclavada eu el cen­ por la esirema necesidad, ellas no pasan de su fatal obje­ tro del Continente, cerrada por sus altas cordilleras i el to. La Frusia, llevando no obstante por susoseesos, sobre desierto, i aislada del movimiento civilizador, so ajita i sí, la reprobación universal, ha contenido su acción des­ convulsiona dentro de sn territorio i sobre sus inmensas tructora sobre ja línea de operaciones. H a arrasado for­ riquezas natiirale.?, sin poder seguir libremente a sus her­ talezas i pueblos que halló en su camino, como obstáculos manas en la corriente del progreso. Su población mas a su acción militar; pero jamás ha pensado en enviar densa, sus principales departamentos gravitan en su es­ fríamente desde su campamento, espedicioncs asoladoras pansion comercial sobre las costas del Pacífico, donde, a puertos lejanos o indefenso^ i a poblaciones desampa­ salvando largas distancias, apenas cuentan con su actual radas, con la única mira de destruir, esparcir el terror i Litoral disputado. entregarlos al pillaje.

    1

    317

    CAPÍTU LO TERCERO.

    'i í i I i

    )

    Las prácticas de la guerra adoptadas entre pueblos ci­ vilizados conformes en su templanza con la índole de la época i los sentimientos qno dominan en el Continente americano, no han detenido a la República de Chile en la reaecion con que se encrudece sóbrelas obras de la paz i de la industria. La universal protesta con que la América ha condena­ do tan odiosas violaciones, escusa al infrascrito de apoyar­ la con prácticas hum anitarias que ennoblecen las pajinas del derecho americano, i le basta recordar a esto objeto que el Gobierno de los Estados Unidos, durante la última lucha (1814) que sostuvo con la Inglaterra, i en respues­ ta al Almirante Cochrane que habia ordenado la destruc­ ción de poblaciones situadas en la costa, manifestó: "quo habia visto no sin sorpresa que so trataba do lejitimar, como medida de represalia, el sistema de devastación, contrario en todos sentidos a las prácticas do los pueblos civilizados”.;. I haciendo notar que en las guerras de la Europa no se encontraban casos semejantes, ni en aque­ llos pueblos cuyo espíritu de hostilidad habia sido mas inconsiderado, i quo para encontrar ejemplos de tan odio­ sa e inicua desvastacion era preciso retroceder a los siglos barbaros—el Gobierno de aquella poderosa República de­ clara con escelsa moderación—"que a pesar de que tales actos le imponían la necesidad de las represalias o le au­ torizaban pava ello, no las habia decretado... i quo jamás apelaria a medios qno reprobaran los sentimientos de h u ­ manidad.” No obstante; el e e'rolto ingle's llevó sus hostilidades al punto de destruir el capitolio, el palacio del Presidente i otros ediiicios públicos. Sir Jam es Mackiristosh, j uzgando estos hechos en la Cámara de los Comunes, dijo: "Si el Congreso se hubiera abierto ántes, las órdenes do atacar a W ashington no ha­ brían sido comunicadas i se hubiera ovitado una vic­ toria que consideraba cien veces mas vergonzo.sa quo la peor derrota, porquo convertiría en objeto de ódio i alar­ ma para los pueblos europeo.? el poder naval de Inglater­ ra, i colocaría on adelante el de la República uorteainoricana de parte de todos los quo so declarasen sus enemigos.” Lecciones de tan fecunda enseñanza i prácticas que han sido .sancionadas con aplauso en la América, no podrán ser borradas por los insólitos estravíos de la República de Chile. La opinión do los pueblos, espresada por todos los óranos de la prensa, de un ostremo a otro del Continente, a condenado los crueles medios que Chile ostenta en la presente guerra. La América no halla en las pequeñas causas de conflicto, nada que pueda autorizar la destruc­ ción de la renombrada capital del Perú, de la antigua o histórica ciudad americana, i ménos de las costas i puer­ tos desguarnecidos. Para dar a esas manifestaciones salvadoras todo ol pres­ tí jio i la honra que merecen, falta únicamente que los al­ tos representantes do la lei i de los intereses americanos, corno el Gobierno de V. E., estimando los hechos en lo que puedan valer ante su ilustrado criterio, se sirvan pro­ nunciar su autorizada opinión sobre las prácticas denun­ ciadas ante el mundo civilizado, como contrarias a la ju s­ ticia i a los u.sos humanitarios consagrados por el derecho moderno entre pueblos cristianos; i pedir con perfecto titulo, arrancado de los comunes intereses del Continente, la regularizacioii de la guerra, si ello fuere digno de los elevados sentimientos de americanismo que lo distinguen.

    f

    1

    'w j'

    J

    '7

    uan

    C. C a r r il l o .

    SKQCN DA C IR C U LA R Ü II’LOM.-VTICA D E L GOBIERNO D E BO L IV IA . MINISTERIO DE UEL.ACIOKES ESTEBIOUES DE BOLIVIA.

    L a Paz, Dieienbre 20 de 1880. Señor: Espedida la circular de 1. ® del corriente mes, el in ­ frascrito, Ministro de Relaciones Esteriorcs de Bolivia, tione la honra de llam ar nuevamente la atención de V, E, sobre las consideraciones a que da lugar el despacho de la cancillería do Chile de 10 de Noviembre último, que ■sosteniendo las proposiciones presentadas en Arica por los plonipotenciarios de aquella Nación, cnmoineludib es ba­ ses del Tratado de paz, renueva la ya debatida cues­ tión de las causas ! lejitimidad de la guerra, i afirma, en términos cuidadosamente velados, doctrinas do todo punto inaceptablos i contrarias al derecho de las naciones. El infrascrito so ve por ello obligado a rectificar ante el severo juicio del Gobierno de V. E. la falsa .apreciación de hechos que contieno aquel documento, i a contradecir los cargos con que el señor Ministro de Relaciones Esteriores de Chile pretende justificar la prosecusion de la guerra i cubrir con su palabra diplomática ol derecho de conquista, enérjicamento proclamado en las conferencias do Arica, i sostenido sin embozo en la prensa i tribuna chilenas. Los cargos dirijidos a Bolivia se refieren a la falta de cumplimiento do sus pactos; a la denegación del arbitraje, i a! objeto hostil del Tratado de Alianza defensiva esti­ pulado con el Perú en 6 de Febrero de 1873, Dos .son los tratados do límites que Chile ha impuesto a Bolivia, el do 10 do Agosto de 18G6 i el de i3 dol propio mes de 1874. Ambos estipulan como línea divisoria la del gra­ do 24 sobre el Litoral perteneciente a Bolivia hasta el grado 27, según io atestiguan solemnemente, fuera de an ­ tiguas estipulaciones i numerosas pruebas históricas, la misma coastitucion política de Chile i el Tratado de re­ conocimiento de su independencia por España, firmado en Madrid a 25 de Abril de 1844; estos irrecusables do­ cumentos fijan el desierto de Atacama por límite setentrional de aquella República, Ofreciendo un verdadero sacrificio en homenaje a la paz i con el fin de contener, la incesante espansion de Chile sobre su costa, Bolivia se conforma cou el abandono de sus derechos sobre los grados 2-5 a 27, i acepta la línea divisoria en el grado 24. Mas, Chile, lejos de zanjarla cues­ tión de límites do una manera franca i definitiva i de asegurar así nna paz estable, ha mantenido tenazmente on ámbos tratados ei carácter contencioso que los distin­ gue, en oposición al anhelante deseo con que la cancilieria boliviana ha procurado siompre apartar las complica­ ciones i roce de derechos que han venido a ocasionar la presente guerra. Chile, convencida de su preponderancia en el Litoral boliviano, en vez de crear ci límite internacional ha fun­ dado la confusión. El primer Tratado estipula comunidad de un grado a cada lado de la línea; común soberanía de ambas naciones en nna zona de dos grados. Mas aun, esta­ blece la medianería de las cobaderas de guano yacentes en el territorio de Bolivia próximamente sobro ol grado 23. El Tratado de 1874, sin estinguir totalmente la comu­ nidad, oríjen de tan grave.? dificultades, restrinje la sobe­ ranía de Bolivia en su propio territorio al Norte del gra­ do 24, donde no le es dado mover la tasa del impuesto sobre poblaciones nuevas, cuyo rápido acrecentamiento i jrosperidad permitian sin inconvenientes un sistema tri­ butario superior a las escas.as contribuciones que apénas se iniciaban. Cediendo Bolivia en los dos tratados de límites .sus cla­ ros derechos sobre el territorio al Sur del grado 24, i ma­ nifestando su constante empeño de estinguir la peligro­

    318

    G U ERRA D E L PACÍFICO.

    El arbitraje se presenta bajo dos faces on los conflictos sa comunidad de intereses, rinicamente por amor a la paz no ha dado pruebas de hostilidad a Chi e, a quien mo­ boliviano-chilenos. Arbitraje ámplio para resolver la cuestión do límites mentos ántes de la guerra otorgaba libre tránsito sin reciprocidad ninguna para la esportacion de productos en todo su alcance conforme al vÁi possiddis de 1810; i minerales de las costas contiguas por el puerto de Ántofa- arbitraje restrinjido estatuido en el Pacto complementa­ gasta; ménos ha podido encubrir el designio de provocar rio de 21 de Julio de 1875. En el largo período de discusión i de reclamaciones que conflictos cn una costa donde su acción era ineficaz ante el poder marítimo que ampara la absorbente política do Bolivia ha sostenido sobro la posesión de Atacama i la Chile. delimitación de sus frontera.?, dejó ya comprobado que el El grav-ámen de 10 centavos establecido on transacción arbitraje i todos los medios conciliatorios propuestos de privad.a sobre los intereses ele una compañía anónima su parte fueron constantemente rechazados por Chile, que cuya nacionalidad aun era cuestionable, i quo en aparien­ en esas apartadas rcjiones ha mantenido siempre su in­ cia ha ocasionado la actual guerra, ha sido objeto de con­ cesante espansion con las ventajas que le procuran su troversia únicamente .sobre el modo de apreciar el carác­ proximidad i su poder marítimo. Después de muchas legaciones todas infructuosas, la ter interno o esterno de la cuestión ajena, en concepto de la cancillería boliviana, a reclamaciones diplomáticas, quo del señor Santibañez, contrariada en sus empeños conci­ jam ás podian surjir de los negocios de una compañía liatorios do equitativa transacción, invocó el arbitraje co­ agraciada por el Gobierno nacional. Bolivia, que ha sos­ mo el último recurso para definir la enojosa cuestión de tenido el carácter interno de la reclamación, no muestra límites i asegurar una paz sólida entre ambos estados. La por eso el deliberado propósito de violar ningún pacto, proposición fué negada inmediatamente i cerrado el de­ ni ha podido sospechar que una cuestión de reducidos bate con la protesta del negociador boliviano. alcances i de solución fácil, sea por acuerdos eon la mis­ La notable memoria del señor Rafael Bustillo, Ministro ma compañía salitrera, a cuyo objeto partió do esta ciudad de Relaciones Esteriores de Bolivia, presentada a la Asam­ cl comisionado del Gobierno dias ántes de la ocupación blea de 18G3, con motivo de la ocupación de Mejillones, bélica de Antofagasta, o sea por la ms; istratura nacional, resúmen completo de la controversia sostenida por 20 ante quien los agraviados debian rcc amar justicia, hu­ años, concluye proponiendo el arbitraje como cl medio biese sido bastante a [irovocar el grave conflicto que hoi justo de zanjar la querella sin escándalo ni de.shonm.del asombra al Continente americano. nombro americano, Izr misión del señor Frias, ipie llevó H arto exa;jerado i poco serio parece afirmar que la Re­ ésta i otras proposiciones conciliatoria.s, fué rechazada pública de Chile ,se hallaba completamente desprevenida igmilraento, i desatendidos los buenos oficios que jeneroi desarmada, en actitud tranqui a, i que cn ese estado el sos mediadores ofrecieron en esa oeasiou. Perú i Bolivia provocaron la guerra, obligándola a bus­ Poco tiempo después, Chile, invitado al Congreso ame­ car, mediante las armas, la satisfacción do su honor vul­ ricano, reunido en Lima en 1864, con el principa) objete nerado. de dejar irrevocablemente abolida la guerra, sustituyéndo­ Los hechos revisten ya la severa autenticidad de Ja la con el arbitraje como el único medio de transí jir todos historia. los desacuerdos entre las repúblicas sud-americanas, acep­ Es Bolivia i no Chile quien fué sorprendida con actos ta i aplaude el pensamiento. No obstante, i en el mismo de violenta ruptura i de invasión prem editada, sin prévia acto esceptúa i separa de esa conciliación internacional declaración do guerra, en los momentos en que las nacio­ la cuestión de límites pendiente con Bolivia, declarando nes vecinas, profundamente conmovidas, la veian agobiar­ que cualesquiera que fuesen las medidas que dictara el se bajo el peso de terribles calamidades que diezmaron su Congreso americano o los principios que aceptara para dar solución a las cuestiones do límites, en cnanto a Bo­ población. El Perú, cuyos elementos bélicos eran a la sazón rela­ livia necesitaría zanjar previamente las dificultades que tivamente inieriorc.?, i qne prefiriendo los medios concila- lo impedian reanudar sus relaciones. Acepta el arbitra-je torios interponía su mediación amistosa, es envuelto como pensamiento que honra, i solo en sus relaciones con estrepitosamente en la guerra para la que no estaba pre­ potencias lejanas, con quienes no ha de tener probable­ parado, i que, por lo mi.smo, nada habia hecho para provo­ mente ningún conflicto, i lo rechaza en su práctica apli­ cación a desacuerdos que preei.samento reclamau ese alto carla. medio conciliatorio, como el único eficaz para abolir la Los sucesos hasta aquí desarrollados en la guerra del guerra; así lo evita en cl Litoral boliviano donde el poder Pacífico, hacen ver cuál de los belijerantcs buscó la ocasión de su fuerza es incontestable. de la lucha i de qué parto estaban de antemano previstos Confirrnan.se estas conclusione.s con hechos recientes, los aprestos de guerra, que desviados del temido conflicto poro que pertenecen ya a la historia: Chile consagra cl arjeritino fueron utilizados con seguras ventajas contra arbitraje internacional en la Convención de Bogotá, i lo naciones desprevenidas. rechaza al punto en las coriierencias de Arica. H asta en ei órden de las violencias apoyadas por la fuerza, bastábale a Chile para resolver el conflicto con El arbitraje recientemente constituido en el Pacto com­ Bolivia, liaccr presión sobre el puerto de Antofirgasta con plementario de 1875, no podia ser mas unilateral en fa­ la presencia de una de sus naves de guerra, miéntras se vor de Chile, dentro de los paralelos 23 i 24, donde ai sometiese la controversia a la decisión arbitral ose tomase frente de la soberanía de Bolivia se alzan las inmnnidade.s un partido definido, ya que entró en sus miras dar autori­ de aquella República, i sin embargo se ha preferido la tariamente a la cuestión el carácter internacional i diplo­ fuerza al medio conciliario para resolver el coflicto con mático, i ya que Bolivia nada podia en su apartada costa Bolivia. contra el poder naval de la potencia agresora. Pero, ra ­ Con ocasión del acto lejislativo de 14 de Febrero, apro­ zón ninguna ha podido autorizarle para romper el T rata­ batorio de una transacción privada, i que careciendo de do de limites de carácter permanente, i proclamar, desdo los alcances de una lei jeneral sobre impuestos estaba fue­ el punto de partida, doctrinas aiiti americanas de reivin­ ra de la prohibición del artículo 4, ® del Tratado de 1874, dicación i de absorción territorial, que ántes habia con­ la cancillería chilena, sin guardar los mútuos respetos denado i combatido ardientemento en defensa de la au­ que ae deben los re pesen tan tes de e.stados soberanos, no­ tonomía de otras secciones do Sud-Arne'rica. tificó al Gobierno de Bolivia que si no se suspendía defi­ Chile se ha encargado de esclarecer las verdaderas nitivamente aquel acto lejislativo, .so veria precisada a causas de la guerra i la Icjitimidad con que Bolivia i el dar por roto i cancelado el Tratado principal de 1874, Perú sostienen su honra i sus derechos. Ajeno el Gobierno de Chile a los medios conciliatorios, i ántes de que la discusión diplomática hubiese aclarado los

    I

    I

    CAPÍTU LO TERCERO.

    319

    I i i ' I

    I N a

    í |'-

    if-

    As

    u 5 .

    H

    R U V

    u( r:

    V

    a'.l

    El Representante de Chile, on cumplimiento de sus términos de ia controversia, mostraba ya con estraña al­ tivez el próximo advenimiento da la actual guerra de rei­ instrucciones, cierra ex abrupto el debate en los mismos dias quo sin noticia de estos actos, pero que debían supo­ vindicación i de conquista. Fué entónce.? que para alejar de la discusión osas am e­ nerse ya realizados, fuerzas chilenas invaden el Litoral nazas que volvían a renovar la antigua ambición de la boliviano, i arrojando de allí a las autoridades do la ReRepública vecina, que el Ministro de Relaciones Esteriores póblica, enarbolan la banderado la reivindicación. La ruptura de la paz por Chile no ha contado con mas de Bolivia, señor lianza, invocó el arbitraje estudiado en el articulo 2.® dol Pacto complementario de 1875, pre­ motivos. Cerca dcl Gobierno de Bolivia se sostenia un si­ cisamente para zanjar las cuestiones que se suscitasen mulacro de discusión diplomática al mismo tiempo que sobro la intelijencia i ejecución del Tratado principal. Lo se preparaba la ocupación bélica del territorio boliviano, espresa así en los dos Incidentes de la cuestión salitrera, consumada con plena premeditación. La cancillería de Santiago, repitiendo como un gran respondiendo a la Legación de Chile en sus despachos do cargo haber agotado lo.s medios conciliatorios i sosteniendo 2G de Diciembre de 1878 i G de Febrero de 1879. Verdad es que ol Ministro señor Videla, en su nota de siempre en su politica internacional el mas elevado de 20 de Enero i en su ultimátum de S de Febrero de 1879, ellos, el arbitraje, do cuya aparente denegación acusa a acepta el arbitraje propuesto, haciéndolo, sin embargo, B oliviaolvidalahistoriades.il diplomacia, en la quo la inconciliable con la dignidad de Bolivia, cuya soberanía justicia i la moderación no han estado siempre do su parte, se procura deprimir para dirieullar la realización del i mucho menos el propósito de evitarla guorra por medios pacíiicüs, entro los que ninguno ha sido ma.s resistido que iiiediu conciliatorio. En ol [uimer oficio, dando al asunto autoritariaincnte el arbitraje. La paz i la guerra han estado en manos de los altos ol earáter internacional, se exije la previa o inmediata suspensión del acto iejislativo de 14 de Febrero, i una poderes de Chile; ellos han proferido deliberadamente abrir ei camino de sangre que hoi recorren, patentizando re.spuesta definitiva ántes do tres dias. En el segundo, dc.spues de la contestación al primero, antiguas aspiraciones de dominación. La actual guerra se impone el término perentorio de 48 horas para una es la obra de sus meditaciones i de la respon.sabilidad que nueva respuesta sobre la aceptación condicional de! arbi­ inescusablemonte les corresponde. traje. Este es precisamente el punto concreto de donde Chile No es ju.sto calificar de hostil un Pacto estrictamente arranca ol especioso nretosto de 1.a denegación al arbitraje, defensivo. atribuida con designio ai Crobierno de Bolivia, i sobre el Revisando el celebrado en Lima en G de Febrero de que levanta la justicia de su causa: de este punto también 1873 ontrecl Perú i Bolivia, se ve. tanto por su objeto se hace siirjir la ruptura de la paz i la guerra del Pa­ como por la forma que reviste, que no ea sino el acuerdo cífico, do do.s naciones para garantirse mútuainente su indepen­ Habiendo ocurrido en esos momentos en el gabinete dencia i soberanía i la integridad de sus respectivos terri­ de BoHvia serios desacuerdos sobre la política trascen­ torios, contra la agresión estorior de otro u otros estados dental, ei Ministro de Relaciones Esteriores dimitió su 0 de fuerzas sin bandera. La alianza se hace efectiva; 1. ® contra los actos diriji­ cargo en 8 de Febrero, i sobre esta crisis palpitante, do que el negociador chileno tenia pleno conocimiento, vino dos a privar a alguna de las altas partes contratantes do ol referido ultimátum con imposición de un plazo peren­ uua porción de su territorio con ánimo de apropiarse de torio de 48 horas para responder sobre la suspensión su dominio i cederlo a otra potencia; 2. ® contra lo.s aoinmediata de la lei reclamada i la aceptación del arbitra­ Dos que tiendan a someter a cualquiera de las partes a je, que Bolivia habia invocado en oposición a las prema­ protectorado, venta o ce,sion de su territorio o a mcnosj turas amenazas dcl Ministro de Relaciones Esteriores. cábar el ejercicio ámplif) de su soberanía e independencia; señor Alejandro Fierro, i repetidas por la Legación cons­ 3. ® contra los actos dirijidos a anular o variar la forma tituida de esta capital. Recibíanse al mismo tiempo in­ de gobierno do nna de las altas partes contratantes. Reconociendo ámbas partes que la justicia es la baso formes de fe incontestable sobre lo.s aprestos bélicos de aquella República en las mismas costas de Bolivia i sobre de la alianza, so reserva c'ad.i una de ellas el derecho de la actitud hostil del blindado Blanco Encolada en las decidir si la ofensa recibida por la otra está comprendida aguas de Antofagasta. Pendiente la negociación, hallábase en el Pacto, (Art. III.) Las altas partes contratantes se obligan tambicn a em ­ ya decidida lu guerra i realizados los actos preparatorios plear con preferencia todos In.s medios conciliatorios para a la faz del mundo. Se habia resuelto precipitar el conflicto con proposi­ evitar nn rompimiento o para terminar la guorra, repu­ ciones ultrajantes al honor nacional, imposibilitando la tando entre e bis, corno el mas efectivo, el arbitraje de una tercer-a potencia. (.Art. V'ÍII.) aceptación inmediata de un arreglo amistoso. Se obligan asimismo .a solicitar separada o colectiva­ En efecto, contestando en 1.2 de Febrero a este ultim á­ tum, el Ministro actual de Relaciones Esteriores, señor mente, previo acuerdo, la adhesión de otro u otros esta­ Doria Medina, propuso la cuestión previa de decoro so­ dos americanos a este Tratado de alianza defensiva. bre la notificación intempestiva del rompimiento del Tales son las disposiciones orgánicas del Pacto celosa­ Tratado do 1874, sobro la presencia amenazadora i hostil mente acusado por Chile como calculada agre.sion que en las aguas de Antofagasta dcl vapor de guerra Blanco concertaron el Perú i Bolivia contra su seguridad. Encalaxla, i sobre la irregular intimación del ultim átum 1 esta grave inculpación se funda en el artículo adicio­ en medio del cambio del persona! dol Ministerio de Rela­ nal que dispone la reserva del 'l'ratado miéntras las par­ ciones Esteriores, cuando era imposible prestar atención tes contratantes, de común acuerdo, no estimen necesaria inmediata al referido oficio en situación .semejante. Apo­ su publicación. yado en consideraciones t.an justas, declaró, en resguardo El secreto establecido por consideraciones do política del decoro nacional, que par.i continuar la negociación interior, es temporal i destinado a desaparecer con la ad­ pendiente era indispensable el alejamiento del buque de hesión separada o colectiva de los dernas estado.? ameriguerra apestado en el Litoral boliviano. cano.s. Sin embargo, en tan nimia i accidental como tra n ­ U n dia despu8.s, el 13 de Febrero, el negociador chileno sitoria condición de un Pacto defensivo, se ha fundado la devuelve el reclam.o sin respuesta alguna, por haber declaración de guerra contra las repúblicas aliadas, pasado el término perentorio de 48 horas impuesto al La estrema susceptibilidad con que se esplican la causa Gobierno de Bolivia; i declarando haber terminado su 1 los mas complicados sucesos de ia guen-a, trasluce que misión cerca de él, pide sus respectivos pasaportes, que el Litoral de Atacama era el primor objeto de la ab.sorle fueron espedidos i entregados el dia 15 del mismo mes. cion meditada, pues se hace culpable al Perú de haber

    320

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    garantido con su alianza la integridad territorial de Bolivia, Mas aun, en el estado a que ha llegado la guer­ ra i las aspiraciones conquistadoras de Chile sobre los territorios contiguos del Porú, se insiste en demostrar que todo acto diplomático con tendencias a garantir la soberanía de las nacicnes americanas, es altam ente ofen­ sivo a Chile e importa ol c a v s i i s helli para romper las per­ manentes relaciones do los estados. El Continente americano debe ver con recelo que el carácter defensivo del Tratado de alianza de 6 do Febre­ ro, de 1873, sea mi motivo de guerra p a ra la República de Chile, sin embargo do quo las declaraciones de este Pacto lo hacen digno do la aceptación de un congreso iúternacional. Por otra parte, ¿cómo puede imputarse propósitos agre­ sivos

    miten comparación ninguna con trasformaciones del ter­ ritorio nacional políticamente constituido. Toda altera­ ción de la unidad e integridad del territorio meno.scabao destruye la soberanía del Estado. Semejantes trasformaciones no pueden venir .sino de los acuerdos i de las exijencias de la alta política inter­ nacional; de tratados que consulten el mayor i común in­ terés de has partes contratantes,—o de las violentas impo­ siciones de la fuerza que no fundan derecho; esto es, de la conquista conden.rda en Europa i repudiada en la América. Siendo tan claros los principios ( el derecho público de las naciones, i no obstante el re.speto que el infrascrito presta a la palabra oficial de una cancillería americana, juzga deber suyo protestar contra la insólita i ultrajante doctrina, quo calificando como bienes ejecutables dos estcnsos departamentos del Perú i de Bolivia, desconoce i menoscaba ia integridad i soberanía de las potencias ali.adas. Esta doctrina, que sin temor se consigna i proclama cn un documento dirijido a los altos poderes del Continente, aplicada en iguales términos a la República de Chile, cn el caso po.sible do ser vencida cn últim a campaña, autorizaria también a los gobiernos aliados a ocupar una mitad del territorio enemigo, arrojando sus poblaciones a! Sur de Santiago, para obtener cl pago e indemnización de los gastos i sacrificios que tan prolongada guerra les ha im­ puesto. Esta lejítirna retorcion, desenvolvimiento lójico de la nueva práctica internacional, rechazada como debe serlo en justicia, m uestra que no es digno sostener la con­ quista velándola con los prestijios de a diplomacia de un pueblo culto que preconiza el re.speto a la independencia i soberanía de las naciones. No parece decoroso, Excmo, señor, considerar sériaLa cancillería chilena, obligada a sostener las proposi­ ciones de Arica, insinúa tam bién en su circular inacepta­ monte la otra comparación de la falencia de! deudor pai-bles doctrinas de derecho, de las que el infrascrito tuvo ticular, cuyos bienes raíces se adjudica su acreedor, con ya ocasión de ocuparse en su anterior despacho de 1. ® la transitoria situación económica de un Estado soberano. dercorriento. Sin embargo, cree oportuno i de grave in­ No hai término de semejanza en este supuesto tan falso e terés llamar la atención de V. E. sobre una de las formas impropio como el anterior. i Í1 crédito do las naciones es permanente e inagotables con que so trata de desvirtuar la conquista, ántes pro­ clamada con franqueza i velada ahora con csplicaciones sus recursos. Sin elIo.s, dejarían de existir como estados que en nada pueden menoscabar ia real i verdadera sig­ independientes. La nación mas poderosa carece do recur­ sos en los momentos en que sufre los desastres delaguernificación de los hecho.s. En concepto del señor Ministro de Relaciones Elsterio- ra; pero vienen luego las combinaciones de crédito i las res de Chile, la cesión dcl Litoral boliviano i del departa­ operaciones financieras sobre el presente i el porvenir a mento de Tarapaeá, es el único medio de alcanzar la responder de las obligaciones mas fuertes, satisfacieildo indemnización de los gastos i de los sacrificios impuestos gradualmente, sea el capital adeudado a los intereses i por la guerra eu la tristísima situación financiera a que fondo de amortización. Escusado es citar ejemplos recien­ han llegado las repúblicas aliadas. Para dar a este falso tes sobre tan conocidos arreglos i tratados de paz con in­ argumento la razón que llevan en sí las obligaciones pri­ demnización de gastos, corno el que últimamente ha defi­ vadas, so ha compulsado un símil que compromete ia nido la guerra del Paraguai. No hai medio ni forma bastante para debilitar la cnérseriedad dcl documento diplomático dirijido al respetable criterio de los gobiernos americanos. Se a firm a -q u e asi jica espresion de los hechos con que Chile ha enarbolado como no cornete despojo el particular que persigue la pro­ i plantado en cl suelo de la América libro la bandera de piedad raíz de su deudor que carece de otros recursos la conquista. Ella fiamea eu el Ijitoral boliviano de Atapara satisfacer sus obligaciones, del propio modo Chile cama i en el departamento peruano de Tarapaeá, organi­ no hace conquista anexándose una parto del territorio de zados hoi políticamente como provincias chilenas i some­ tidos h1 réjtmen impuo.stü i a las autoridades constituidas las potencias aliadas. Este razonamiento, sencillamente cspuesto como doc­ por cl conquistador. Estos hechos se han consumado a la trina corriente i aceptada, bien merece consagrarle una faz del mundo. ralabra de protesta en voz del tolerante silencio con que labria podido pasar inapercibido. Una guerra local, promovida con ocasión de un lijero E n principio, i según ol derecho moderno, el territorio impuesto, i precipitada para modificar los límites de dos de una nación es inalienable; .su integridad es la base de naciones en el reducido espacio de un grado jeográlico, la soberanía do un Estado libre e independiente. cambia violentamente do estension i de objeto i propen­ En casos mui esccpcionales, la historia del derecho eu­ de a establecer tal perturbación en los principios del de­ ropeo rcjistra cesiones de territorio fundadas siempre en recho de jentes i en lo.s intereses americanos, que el in­ razones políticas i llevadas a efecto bajo formas reconoci­ frascrito so ve en la necesidad de recurrir nuevamente al das por el derecho público, que garantizan el acuerdo del elevado criterio del Gobierno de V. E., i-cctificando los Estado cedente i del Estado cesionario así como el consen­ graves conceptos emitidos por la cancillería de Chile en timiento do la población, que formando parte de una na­ la controversia diplomática que sobre las causas i ten­ ción soberana va a incorporarse en otra distinta. dencias de la presente guerra sostiene ante Jos estados Los actos de dominio, que según el derecho civil se del Continente. ejercen entre particulares, si asemejarse pueden en algo Al cumplir este deber inescusable, el infrascrito, que a los que versan sobre bienes i rentas dcl Estado, no per­ ha denunciado ante la América la falsa política de

    1 CAPÍTU LO TERCERO.

    4

    321

    í ) í i

    A i

    i J \ 1 i i J

    i

    i I I 1

    j 1 j 1

    á i '3

    i •t

    '.í 'í

    •í "ü í

    una do las repúblicas do su seno i el peligro quo amena­ debían producir en el ánimo de los belijerantes, víctimas za a sus instituciones, si se consuman en silencio las prác­ de ellas; pruébalo la elección que hizo, i mantuvo pertiticas i la conquista proclamada en la lucha del Pacífico, ' nazinente, para ol acto pacífico do las aguas de Arica do tieno también la honra de renovar, a nombre del pueblo f uo so habia adueñado; pruébalo la actitud, en dicho acto, i del Gobierno boliviano, sus inalterables protestas contra aesiis plenipotenciarios, quienes, careciendo de poder bas­ los falsos principios quo vienen a encadenar el progreso tante para alterar o modificar siquiera las bases redac­ del derecho americano, en los momento.? mismos en que tada.? en la Moneda bajo la injuriosa i significativa se esfuerza por consolidar, sobre la justicia i los medios fórmula de exijenclas, i aun de instrucciones que los autorizasen para consultar a su Gobierno el contra-pro­ conciliatorios, la paz i la fraternidad de los pueblos. Con sentimientos del mas profundo respeto i la con­ yecto de los plenipotenciarios de la Alianza, deaempoñafianza de que en breve se hará escuchar la autorizada pa­ ron el rol de heraldos dcl conqui.stador, para intimar al labra del Excmo, Gobierno de esa noble República, le es Perú i a Bolivia un verdadero idtbna(a rel="nofollow">H; o m:is bien el honroso al infrascrito reiterar a V. E. las distinguidas papel de emisarios de un pueblo que aparece por encanto en el escenario de! Aítc/>'G>.<'tm-7U(, asumiendo una posición consideraciones con que se repite su atento servidor. que la historia de mas de 60 años contradice i desautori­ Jü.Á N C. C a r r i l l o . za; pruébalo el' haber desestimado i hecho negativa la acción coadyuvante o de consejo, ofrecida una i otra vez .Al Excmo. señor Ministro de Relaciones Esleriores' de la RepiiMtca do... por los representantes de la m"diacion, ántes do la Con­ ferencia i durante ella; pruébalo el haber desoido las re­ comendaciones e instancias i aun la.s súplicas i ruegos de los mismos, a fin de que tríib;\jasen con anhelo para conseguir la paz, frustrando así los deseos i esperanzas N ota d el M inistro dcl P erú en B ncnos Aires a l G obier­ do un poderoso amigo; pruébalo, por último, la circuns­ no a rjcn tin o solicitan d o su in tervención con tra tancia de que los representantes de Chile fueron los víni­ Chile. cos que se vermitieron dudar, al abrirse la Conferencia i LEGACION DEL PERÚ EN LA REPÚBLICA AlUENTINA. ántes de toe a deliberación, dol éxito do aquélla, i los úni­ cos también que apremiaron para uu desenlace inmedia­ Buenos Aires, Diciembre 15 de ISSO. to, pidiendo que se di jese sobre ttibla por los plenipoten­ ciarios aliados si admiiian o nó las base.? impuestas. Señor Ministro: Pero la prueba concluyente de quo Chile no aceptó ia El infrascrito, Enviado Estraordinario i Ministro Plenlmediación con el ánimo de buscar la paz estable i equi­ jütenciario del Perú en la RepúWica Arjentiua, tiene el lonor de dirijirso a S. E. el señor doctor don Bernardo de tativa do que habla la circular de sn cancillería, es sumi­ Irigóyen, Ministro Secretario de Estado en el departamen­ nistrada por la m inuta que sus plenipotenciarios exhibie­ to de Relaciones Esteriores de la misma, en cumplimien­ ron ante a augusta Asamblea presidida por la Gran Re­ to de un ineludible deber i para coadyuvar de algún pública, Son siete las condiciones que Chile exijo en ella para modo a que se ejercite por el Gobierno de S. E. un incue.sllegar a la paz, i en cada una, i mucho mas en su con­ tionablo derecho. S. E. conoce la circular del Ministerio de Relacionesjunto, so lee 'gu erra eterna e implacable,” porquo sobre Esteriores de Chile, fechada en Santiago el 10 de N o­ exorbitantes, son vejatorias como se manifestará oporliiviembre dol año que termina, dirijida a los representan­ namcnto. tes de la.s naciones amigas, con ol iin de que llegase a co­ Por ahora, i concretando el examen a la primera condi­ nocimiento de sus gobionios la esposicion de ios motivos ción, esto c.s, a !ii “cesión a Chile de los territorios dol Perú que tiene e! de aquella República para sostener que las i de Bolivia, que se e.stiondon al Sur de la quebrada de condiciones exijiias por sus plenipotenciarios en la Con­ Camarones i al Oeste do la línea que en la cordillera de ferencia de Arica eran las únicas que podian producir los Andes separa a estas dos repúblicas, hasta la quebra­ una paz estable i equitativa, sin quo nada tuviesen de da de la Cliaearilla, i al Oeste también do una línea que exorbitante i vejatorias en la situación actual de los beli- desde esto punto .se prolongaría hasta tocar en la frontera jerantes del Pacífico, i con el objeto de declinar toda res­ arjentina, jasando por el centro de! lago de Ascotan,” ponsabilidad en las consecuencias de la prosecución de ocurre desde luego preguntar, si la palabra cesión espresa ías hostilidades e im putarla esclusivameiite a los aliados. . realmente el acto de que se trata i si ella es bastante poTieno la seguridad el infriiscrim do que el Jefe de la dero.sa para di.sfrazar esa acción bárbara, sin razón ju rídi­ cancillería peruana impugnará aquel documento, demos­ ca que se apellida conquista. trando la sinrazón de Chile i poniendo en tras larencia La cesión, en todo idioma i en toda lejislacion, como en que el verdadero designio del enemigo gratuito del Porú, toda filosofía del derecho i del lenguaje, es un acto de la al continuar la lucha como al iniciarla, es el apodcrarnien- voluntad libre, practicado con intención consciente por to por la conquista de loa mas valiosos territorios de é.ste, quien puedo lícitamente renunciar lo suyo sin daño ni quo constituian la fuente principal de los recursos de su ofensa de otro. erario al declararle aquél la mas injusta guerra. ¿Roune una sola de estas circunstancias el apoderamienEllo no obscate, notorias como son las dificultades que to, por ¡a fuerza bruta, de territorios de una nación? jara comunicar libremente con el mundo esperimenta Los contratos en que media la coacción en que se simu­ loi la capital dcl Perú, .sede de su gobierno i residencia la el acto jurídico, en que no hai causa lícita, que por un de los representantes do las naciones amigas, so hace motivo especia! estén prohibidos por las leyes, que se indispensable para el infrascrito llevar a lo.s gobiernos opongan a la conciencia, o que perjudiquen los derechos cerca de los cuales tiene la alta honra de estar acreditado, de un tercero, son nulos de liecho i de derecho, i no pro­ las informaciones i los razonamientos que evidencien aque­ ducen, por consiguiente, obligaciones, así entre una na­ lla verdad i arrojen luz abundante en el tenebroso camino ción i otra como entre individuos. que recorre, desatentado, ol Gobierno de la Moneda. Los pueblos representativos no pueden ceder su terri­ A nte todo, preciso es dejar establecido que Chile no torio, porque tal acto, contrario a los principio.?, es prohi­ llevó a la Conferencia do Arica el propósito de contribuir ' bido jor las leyes con.stitucionales, siendo el fundamento al alto objeto para el cual fué invitado por el re.spetable do ta prohibición que la independencia de los estados Gobierno de los Estados Unidos de Norte-América: la ce­ está íntimamente vinculada a la estension do so suelo i a lebración de una paz honrosa i duradera. la riqueza que éste encierra; i porque tambicn es prohi­ Pruébalo el hecno de reservar para la época de la Con­ bido por la lei internacional, a. causa del desequilibrio que ferencia aquellas hostilidades ilícitas quo mas encono produce el acrecentamiento de una nación a espensas de

    X Y IIL

    Tom o iv .— 41

    322

    G U ERRA D EL PA CIFICO .

    otras, con amenaza para todas, i e-specialmente para las qne habitan un mismo Continente. I si, por estas i otras poderosas causales, serian ju sta­ mente conden.ados i resistidos en América ios tratados en que dos o mas de sus gobiernos estipulasen una cesión territorial en el ejercicio do la mas plena libertad, ¿cuánto mayor motivo liabria para que las presentes jeneraciones de los pueblos lalino-ainericatios, i con mas razou las fu­ turas, ariatematizasen i rc.sistiesen una cesion-coriquista, obra esclusiva de la violencia i de la iniquidad? Nó, el Perú no aceptaría jam ás la conquista, cualquie­ ra que sea el nombre con que se lo di,simule, para escarnio de los pueblos quo se intenta conquistar e ignominia del conquistador. Protcstaria eternamente, i oternamento también combatiria a muerto para reivindicar sn derecho. il a esto se ¡inma sériamente paz estable en la circular de un estadista-Ministro. Queda probado, con rigor lójico-jurídico, que la prime­ ra condición esencial de la m inuta rechaza la idea de in­ tención pacífica do parte do Chile, _ La cancillería chilena pretende sostener la cesión ter­ ritorial “a título de indemnización de los ga.stos i sacrifi­ cios orijinados por la guerra,” esforzándose por raa.nifestar que "la exijcncia de una cantidad determ inada do dinero, reteniendo hasta su pago total, i bajo prenda pretoria, el territorio actualmente ocupado por las armas de Chile, encontraba un obstáculo invencible cn el estado deplora­ ble de las finanzas de los aliados, i que siendo estos dos medios los únicos que se pro.sentaba.ii para que fuese fruc­ tuosa la tentativa de avenimiento i de paz, no le quedó otro recurso que decidirse por ¡a cesión territorial, a fin de poder alcanzar la indemniz.acion.” El argum ento es especioso, i aunque puesto como está fuera de debate la Icjitimidad dcl medio a que cl Gobier­ no chileno da la preferencia, parece de mas investigar los motivos do tal predilección, conveuiento e.s analizarlo uno a uno para que resalte la evidencia dcl sofisma, i venga a tierra el edificio con tanta fatiga levantado sobre tan de­ leznable cimiento. De que el Perú atraviese una difícil situación financie­ ra; de que soporto una deuda considerable; de que su crédito esterior haya padecido detrim ento por una simple suspensión de pago, no se sigue que le sea imposible .sa­ tisfacer una indemnización de guerra. Para llegar a esta conclusión, la cancillería chilena debia haber probado quo el Perú está eu quiebra, qne no po.sce bienes fiscales productivos; que su pueblo no paga contribuciones, i que carece de riqueza suficiente jiara .soportarlas mayores. La evidencia do lo contrario ha sido manifestada por Chile, al preferir, a los ingreso.? todos del Perú, la adqui­ sición de uno solo do los 21 departam entos en quo está dividido éste. Si Chile ha escojido el departamento de Tarapaeá, si creo que su riqueza ha de cubrir la indem­ nización, aun tomamio sobre sí ia deuda esterior (revela­ ción de la circular dirijida a los representantes do las naciones c.síran jcras, que se omitió por ios de Chile on la Conferencia de Arica), ¿por qué no d e ja ra l Perú la pose­ sión i dominio de aquel territorio, abundante en salitres, guanos i metales preciosos, para que con su producto i los de otras propiedades nacionales fuesen pagadas la deuda pública i la indemnización de guerra, aceptando la ga­ rantía del territorio mencionado en forma de prenda pre­ toria? Declarar este medio “del todo in.aceptalle, porque la retención de eso.? territorios eiitrañaria ia necesidad de la ocupación m ilitar por p.'irre del vencedor, lo q u e no podia hacerse sin crecidisimos gastos a cargo de los alia­ dos i a riesgo de oonfiictos ci.m éstos,” es olvidarse de los mas eloraentale,? principios do lejisiacion, según los cua­ les no es de la esencia del pacto de prenda pretoria que el objeto sobre cl cual ésta se constituye se entregue al mismo acreedor, bastando que la reciba un tercero, a quien ámbas partos den el encargo de guardarlo, en in­

    terés de uno i otro, i para que aquél sea satisfecho do su acreencia. ¡Cuánto habría que decir sobre la pretendida insolven­ cia del Perú i la desconfianza de Chile en cnanto al pago de ia indemnización, si, aun víctimas del mas implacable enemigo, fuera digno do ios peruanos enrostrar al mal hermano las mermas que éste le ocasionara en todo tiem­ po, con sus titulados ausilios, i aun en la resiente ocasión en (|ue, inerme ante Esj.)aña, fué salvado por aquéllos a quienes hoi quisiera aniquilar i aun deshonrar, si lo pu­ diese! Hasta dejar consignado aquí que cl Perú le pagó jnin' tualnieiite, en época.? iiavto calamitosas, como cn las mas prósperas, cuenta.? mui cuestionables, cspccialmerilo la última, provenientes de suministros que aseguró el Go­ bierno de Chile haber hecho a una escuadra peruana que se ocupó únicamente de guardar las costas chilenas mién­ tras duró la contienda de las repúblicas aliadas del Pací­ fico con .España, Imprescindible e.?, además, decir que es verdaderamen­ te irritante orijinalidad el encarecer, con designio de rea­ lizar vedados intentos, la triste situación financiera do un Hieblo, después de obligarle a gastar fabulosa suma de miloncs cn defenderse de mas in justo agresor,al dia siguiente de haber aniquilado su comercio por los bloqueos, bombar­ deos i otras hostilidades iiíeitas contra puertos indefensos, i en el momento mismo en que se dcsf.ruia, a Ja voz que los ferrocarriles, edificios i obra.? del Estado, la pro­ piedad valiosa de pacíficos industriales, que se negaban al pago de injentes contribuciones de guerra o que Jio podian satisfacerla. Poco .seguro cl canciller chileno de persuadir a las na­ ! ciones amigas de !a justicia do la conquista a título do ’ indemnización i por causa dcl obstáculo do no tenor con qué satisfacerla los aliados, se echa a buscíir nuevos motivos en que fundar las exijencias de Chile,'i encuen­ tra (]ue "ios territorios quo están al Sur de la quebrada de Camarones son cn .?u mayoi- parte ostensos de.sierto,s, contienen una e.?casís¡rna población indíjena i están ha­ bitados por una inmensa mayoría do esfranjeros, entro los cuales el mayor número es de chilenos, propietarios e industriales, qne han contribuido poderosarnento con ,?us capitales i con sus brazos a dar a esos lugares, ántes estériles, la irapiortancia que hoi tienen.” Tales consideraciones, destinadas a calmar la descon­ fianza i lo.? recelos délas diversas secciones del Continen­ te americano, formado de desiertos i que dan hospitalidad I a e,stranjcros, son de todo punto falsas. En cuanto al Peni, los hechos notorios son los que en | seguida SC enumeran; 1. ® Que la industria salitrera do Tarapaeá fue, desdo época inmemorial i por largo período, ejercida escUisivaraente por peruanos, con ol empico de sus brazo-? i capitale.?. 2. ° Que, andando los tiempo.?, esa in d u stria , no bas­ ta n te desenvuelta por falta de dem an d a del artícu lo o por escasez de elem entos para .so desnrrollo, fué tom ando poco a poco algún increm ento, m erced al capital europeo, ingle,? especialm ente, i a la introducción de m áquinas, m étodos eeonóraioo.5 de elaborar i formación de oficinas adecuadas.

    3. ® Que, debido al crecimiento del capital do peruanos i europeo.?, enriquecidos por la abundancia de negocios que trajo la fabulosa entrada fiscal del guano i su con¡ signien'to distribución entre todas las clases sociales, tomó la industria salitrera un vuelo mni considerable, que la hizo llegar, en los últimos años, a sn apojoo, a mérito de una gran demanda, siempre creciente, i del aumento de irecio del afamado producto, empleado en Europa i los istmios Unidos, aparte de otros usos, para fertilizar la tierra, o como elemento principal de abonos artificiales, mediante sn mezcla con guanos de inferior calidad o con , O otras sustancias. ■lí. ® Que Chile no fué parte de modo alguno cn esto

    1

    .

    C APITULO TERCEilO.

    I

    323

    I

    I Y. I I u. I I l w

    I I L,. I I AI

    f ... 1

    1

    t '. I i

    I I I .

    I , i (

    I . 1

    1

    .

    I

    ...

    «■. . I

    -1

    ....

    i

    J I ! V \...

    ' I

    'v.'.

    í I

    _

    i

    iU ■ lO

    IC (w

    (

    z*-,


    Q

    natural i progresivo desarrollo de tal industria, i que, al contrario, sacó inmensas ventajas do él, ya porque aum en­ tó sus mercados do consumo, peruanos nasta entónces casi en su totalidad, con los del Litoral de Tarapacá; ya porque dio colocación a millares de sus liijos, (jue Chile no podía o no quería sustentar, i que eacoiitrabau en las oficinas elaboradoras del salitre, como en el Perú todo, ju n to con la libertad do que carecian en la propia patria, Ja retribución amplia del trabajo; j-a, en íin, porque las casas de comercio estranjeras establecidas en Valparaíso hallaron en el salitre nn retorno para las naves importa­ doras, i en la com pra-venta del mismo una abundante fuente de utilidades que contribuyó en mucho al engran­ decimiento de esa plaza comercial, que vino a ser, con tal negociación, una de las primeras dol Pacifico. I 5. ® Que si por escepcion se consagró algun capital chileno, propiamente dicho, a la elaboración o rescate del salitre, fué lemunerado con abundancia hasta el momen­ to do la compra de las salitreras por el Fisco peruano, la cual i'ué un nuevo venero do riquezas para muchos chile­ nos, como para los peruanos i estranjeros que vendieron en subido precio sus establecimientos, recibiendo en cam­ bio certificados que realizaron sobre la par. Estas verdades, de que da testimonio el mundo comer­ cial, no podnín ser negadas nunca por Chile con números i con nombres. Recurro también la cancillería chilena a la considera­ ción de que los territorios do que se trata “por la especiali­ dad de sus condiciones topográficas c.stáu a tan largas dis­ tancias, tantas dificultades aati.irales los desligan del centro del Gobierno re-spcctivo, en tanto dopeiideu su comercio e industrias del comercio e industrias chilenas, que a la cesión en la forma e.xijida no habla tenido el inconvenieiito, observado en algunos casos do anexiones territoriales contcmporáueas, de herir el .scntiiniento nacional que, como es notorio, no existo en aquellas localidades, cir­ cunstancia que facilita una .asimilación sin violencia.?, i susceptible do producir la riqueza i la prosperidad do to­ dos los elementos sociales." l ’ocü tranquilizadora scr.á esta parte de la esposicion ohi'ona para las naciones amevio.anas, que se encuentran en su mayor jjarte en las condiciones topográficas del Perú i de Bolivia, que tienen basta ahora inmensos desier­ tos inhabitados e inaccosibies, cuyos centros o capitales están' a ta n larga distanci.a de las estremidades, i cuyo co­ mercio e industria de jendcii en todo o en mucho del co­ mercio e industrias de países poderosos, mas o ménos propincuos. Estas naciones no quedarán convencidas de que, m e­ diando tales circunst.aucias, deben ceder, de grado o por fuerza, los territorios que lea están de mas a los que los tengan de ménos o se antojen enriíjuecerse con las rique­ zas a enas. A ,a promesa que la cancillería chilena hace a lo.s pue­ blos todos de la tierra de producir la riqueza i la piuspcridad en Jos territorios conquistados, contestará e! mundo con esta pregunta: ¿Cómo es que podría Chile poblar los inmensos desiertos de Atacama, del Litoral boliviano ¡ peruano que persigue a costa de tantos sacriñcio.s; deque medios .se serviría para vencer tantas dificultades natura­ les del im.eriíir de e.sos territorios i para guardar i defen­ der sus iiimen.sas co.stas? Si Chile tiene nn territorio esteuso como lo asegura el canciller chileno, claro es que su población, hoi reducida, le vendrá escasa para ocuparlo i fecundarlo, i no tendría sino dos medios para poblar los desierto.? bolivianos i pe­ ruanos: o trasladar a éstos lodos les propietarios chilenos que forman la gran mayoría de aquel paLs, a fin de que las clases privilejiadas quedasen en tr.mquiía posesión de los grandes terrenos que hoi e.splotan, o llevar a los territo­ rios conquistados colonias europeas. En el primer caso, podria alguna nación cxijirle, durante o después de una guerra de.sgraciada, su propio territorio por la poderosa razón de que quedaba desierto. En el segundo caso, po­

    drían los gobiernos de quienes fuo.sen súbditos los colonos exijir a GÍtiic los nuevos territorios, por ser estranjora la mayoría de su población. Con tal quo os conqui.stadores, ano.xadores o cesiona­ rios creyesen que este ora "ol único medio de obtener la indemnización, i de ¡irocuriu- su tranqiiüjdad. de asegurar los iutere.ses de sus súbditos, iuvocariau los usos de cier­ tos países civilizados i preseutariau su pretensión con claridad i franque;'.a, a lin de no iuspirar de.sconfianzas i recelos a pueblo alguno.” Para vencer las dilionltade.s natuvalc.s de K.« territorios conquistado.?, tendría Ghile que apelar al ruinoso medio de los empréstitos o al insoportable del aumento de las contribuciones, a.sí como para guardar su.s e.stcnsas costas i defender el interior, tendría que mantener una inmensa marina i un considerable ejército, todo lo cual eujcndraria una situación qué vendría a ser para d ía no ménos qiia para los estados dcl Continente, verdaderamente desas­ trosa. Al pasar al e.xámcn de las otras condiciones de paz exijidas por Oliile, encuénlranse quo su cancillería dice de ellas quo “son la consecuencia natural de la primera ba.se u obedecen a consideraciones perfectamente obvias i justificadas, porque la guerra no solo ha traido enormes gastos de sangre i de dinero a la Nación chilena: los ha traido tanibien a las sociedadc.? comerciales e industriales i a los individuos particulares que la componen i quo se encontraban establecidos en el territorio de lo.s aliados, del cual fueron violentamente cspnlsados, previa confis­ cación de sus propiedades ralees, do sus capitales i do sus mobiliarios.” Para satisfacer la justísima exijencia de los damnifica­ dos, es ípie exi jo Chile el jago por el Perú i Bolivia, solidariamente, de la suma e 20.000,000 de pesos fuertes, de los cuales 4.000,000 serán cubiertos al contado (condi­ ción 2. ^ de la minuta), i la devolución do las propieda­ des de que hau sido desjjojadas las empresas i ciudadanos chilenos en el Perú i Bolivia” (condición 3. de la m i­ nuta). Como esta última es de todo punto inaplicable al Perú, en donde las empresas i ciudadanos chilenos no han sido despojados do su propiedad, pero ni siquiera han sufrido secuestro bélico, es manifiesto que el Gobierno chileno,al pretender que el Perú suscribiese la condición 3 . , no tenia otro objeto que obligarlo al pago da la suma de 20.000.000 de pesos que exijia solidariamente a los aliadn.s por la 2. , con el propósito que denuncia la condi­ ción ü ." , la cual establece la "retención por parte de Chile de los territorios de Moquegua, Tacna i Arica, que ocupan las armas ciiilenas, hasta tanto que se haya dado cumplimiento a las übligacione.s a que se refieren Jas con­ diciones anteriure-s.” Este propósito no es otro, en la intención chilena, que quedarse definitivamente con Moquegua, Tacna i Arica; ni puede suponerse otra mira en quicne.s afirman que el .Perú entá en ruina, que por ello no puede pagar indem­ nización de guerra, i que por no poder satisfacer ésta, se le exije la cesión dcl vaüo.sísíüio territorio de Tarapacá. Una de dos: o Chile cree que el Perú de.?pues de la guerra quedará en aptitud de pagar nna iudoinnizacion que le resarza de los gastos i .sacrificios que aquélla le hit causado, o no lo creo así. Si lo primero, no hai razón ni pretesto siquiera para la titulada cesión de Tarapacá. Si lo .segimdo, el pago .solidario de lus 20.000,000 para resar­ cir perjuicios que el Perú no ha irrogado, importa tanto como docir: puesto que Bolivia carece de recursos, i el Perú no lo:? tendrá tampoco, privados por mí (Chile) de la mas considerable porción de su riqueza fiscal, so verán una i otra República en la imposibilidad de pagar los 20.000.000 de pesos fuertes, por lo que me quedaré defi­ nitivamente con Moquegua, Tacna i Arica; i como de una posesión indefinida a úna posición definitiva existe tan imperceptible distancia, exijir lo que no se ha de poder

    324

    GU ERRA DEL PACIFICO,

    dar es el medio seguro de apropiarse mañana lo que sin escándalo no puede adquirir hoi. No es posib o dejar do la mano este punto de la circu­ lar chilena; estas condiciones 8. i 3.°*, que, como se vé, “ni son consecuencia natural de la I. , ni obedecen a consideraciones obvias i justificadas, ” sin llamar la atención, aunque sea de paso, sobre la circunstancia do que pava exijir Chile la retención de Moquegua, Tacna i Arica en prenda pretoria, ha tenido su cancillería que hacerse la olvidadiza de aquellos grandes obstáculos e inconvenientes, ya anotados i combatidos, que encontró, i do que tanto mérito hace en su circular, para demos­ trar la imposibilidad de que condujese a la paz el recibir en prenda pretoria el territorio de Tarapaeá para cl pago de la indemnización de guerra. En tales escollos debia fatalmente estrellarse el canci­ ller chileno en au empeño de sostener lo imposible. La condición .5.“® parece tan sencilla a la cancillería chilena, que ha creido bastante unos pocos renglones para justitícarla, contentándose en ello.s con decir que “es deab.soIuta necesidad, s i ,se recuerda que la guerra mis­ ma arranca del funesto Pacto secreto i que las jcstiones hechas pava obtener la Conferacion perú-boliviana, inspi­ rada.?, según declaraciones oficiales de los gobiernos que las conducen, por el propósito de hostilizar mas eficaz­ mente a Chile, son una amenaza cierta contra la paz que se anhela.” Con pocas palabras, tam bién/juedará refutada la cir­ cular en este punto. El derecho de pactar alianzas i ligas, do cualquiera es­ pecie, emana de ia soberanía e independencia de ios pue­ blos. Ninguna necesidad puede autorizar la restricción de ese derecho. Contra él, o para neutralizar los efectos que nacen de su ejercicio, no reconoce ei código de las naciones otro medio que el de oponer a una alianza otra alianza, a una confederación otra confederación, si uno o mas estados se consideran débiles i temen con funda­ mento ser agredidos por los que, mediante un acto lejítimo, llegan a ser mas fuertes que ellos. E l mal no está eu las alianzas, sino en que haya quien, como Chile, las haga absolutamente necesarias. Aplicando el mismo principio, queda confutada la con­ dición 7. i última de la minuta, según la cual, para ma­ yor tranquilidad do Chile i para que goce sin sobresalto de sus conquistas, se hace precisa la "obligación de parte del Perú de no artillar el puerto de Arica cuando le sea entregado, ni en ningún tiempo, i compromiso de que en lo siice.?ivo será puerto csclusivamente comercial.” Fortificar las fronteras, fué siempre i será eternaraento un derecho incuestionable de todo pueblo. A una forta­ leza puede oponerse otra, con el mismo derecho. Aquí es cl caso de decir que llama i mucho la atención el estudiado silencio de la circular chilena respecto de las proposiciones que sus representantes en la Gonferencia de Arica se reservaron presentar a los plenipotenciarios de la Alianza cuando éstos hubiesen aceptado las quo aquéllos bautizaron con el título do exijencias esencia­ les, asegurando que aquellas proposiciones, “si bien im portomtes, no se habían incluido en la m inuta, porque atendida su naturaleza, creían no habían de ofrecer difi­ cultades insuperables:' Las palabras marcadas, conocida la exorbitancia de las exijencias esenciales, inducen a afirmar que las reservadas no pueden referirse a nuevos i mayores sacrificios para los aliados, sino, i esto esplicaria oí sacramental siji o, a imposiciones do un órden diverso, relacionadas con algún plan de futura ocupación territorial, del quo se procura desdo ahora apartar todo obstáculo. No es dable poner fin a la presento nota sin averiguar, aunque sea brevemente, cuáles habrían podido ser las consecuencias inmediatas para el Continente sud-ameri­ cano i en particular para la República Arjentina, limítrofe do Chile, r e una paz impuesta al Porú i a Boli via bajo las condiciones que quedan ya analizadas i juzgadas, porque

    de tal exámen Huirá talvez que !a América Meridional, ejercitando su mas perfecto derecho, se concierte para evitar, si aun es tiempo, o para remediar si fuere tarde para prevenirlo, el grave mal que, mas o menos, amenaza a todos los estados que la forman. Chile, que ántes del Tratado Melgarejo tenia solo un Litoral do 500 leguas, adquirió, en mérito únicamente do aquel Pacto, tres grados, o sea un aumento de 60 leguas eu cl desierto de Atacama, i habría adquirido, si la nego­ ciación do Arica hubiese sido satisfactoria para aquella República, 2l¿ grados en Solivia i otros tantos dcl Perú; resultando poseedora, en solo ol Pacífico, do un Litoral de 660 leguas, sin contar las 40 de dos grados mas que se miden desde Camarones hasta Uo, cuya adquisición defi­ nitiva dejaba para m.as tarde, o sea en todo 700 leguas jeográficas. A su diplomacia i a sus armas habría debido Chile uu ensanche tan considerable, i el hacerse limítrofe del Perú por el Norte i de la República Arjentina, por lugares de mas fcícil acceso quo los quo actualmente la separan de ! ésta; lo que no podia dejar de producir el desequilibrio del Continente i las mas graves perturbaciones i peligros. Chile, país relativamente pobre hasta ayer, se habría colocado, on mérito del Tratado de paz, en una situación económica superior a la de todos los estados de América; pues, sin apreciar lo que el pueblo chileno ganaría con el desarrollo de nuevas fuentes de riqueza, su Fisco se h a­ bría puesto en posibilidad, por la esplotacion esclusiva de las r os mas útiles i valinsíis sustancias que conoce el mundo, .salitre i guano, do perturbar fácilmente la paz americana, pues ningún otro pueblo, si se esceptúa la Gran República, podria levantar un solo dia, con la ga­ rantía de aquellas colosales riqueza.?, empréstitos de cente­ nares de millones; i .sí solo dos do estos, que empleó en encorazados, han estado i están quizas a punto de valerle la mas grande i productiva conquista que .se ha intentado en los tiempos modernos, es fácil calcular cuántas otras acometería alentado por la impunidad, si llegase a dispo­ ner de recursos tan cuantiosos. Pues bien, lo que ayer no fuó hacedero, podrá serlo ma­ ñana. Está la América en presencia de la mas grave trasformacion quo se haya producido en ella después del perío­ do que le trajo la independencia. Invócase a sus oídos, por la primera vez desde esa época gloriosa, una doctrina que tiene por único fundamento ol derecho de la fuerza, i que, apoyándose en los hechos consumados por cl solo poder de la victoria, niega la fuerza del derecho i hasta la posibilidad de discutirlo. Establécese con claridad i franqueza, que ol triunfo por la suerte de las armas crea i da derechos, i quo el m a­ lamente llamado derecho de la guerra puedo enjondrar, con tal que se cambie la palabra odiosa, aquel hecho que soto la barbarie pudo introducir en su lejislacion con el nombre de derecho de conquista, fruto propio de la vida de salvaje, quo la verdadera civilización desconoce i detesta. Sanciónase ya sin miramiento ni escrúpulo quo las exijencias del vencedor no tienen otro límite que ol que fija su voluntad i que aquéllas pueden subir hasta ol m v iu n de la mas impía crueldad para cou el enemigo aun no vencido, que resiste tenaz a suscribir la ignomi­ nia que se sigue de aceptar voluntariamente, ju n to con la ruina, la dependencia de otro pueblo, i que naciones libres deben adm itir resignadas, i aun conformes, la sen­ tencia inicua que cn los tiempos quo pasaron acostum­ braban fulminar las hordas dominadoras sobre las hordas dominadas. El infrascrito, que vió con viva claridad desde el 14 de Febrero de 1879 que la conquista bajo el nombre do rei­ vindicación reaparecía allá en el árido desierto de Ataca­ ma cual si quisiera ocultar su deforme faz a la mirada de los hombres; El infrascrito, que tuvo la desgracia de adelantarse a pre-

    5.

    325

    CAPÍTU LO TERCERO. veer así los infortunios presentes de sn patria como los males con que amenazaria en tiempo iio lejano á su gran patria continental la insensata guerra premeditada por

    i"

    í

    El infrascrito, que ha deplorado dia a dia desde aque­ lla fecha nefasta los efectos de la imprevisión i del des­ acuerdo de los estados americanos, i que lioi mismo la­ menta su actitud irresoluta, que ha hecho posible que haya llegado hasta la última estremidad la horrible c inmotivada carnicería, i la diisolaoion i ruinas < ue pudie­ ron ser detenidas a tiempo con una palabra sa vadora; El infrascrito, a quien cabo la inapreciable honra de haber venido a ia inorada en que nació i comenzó a ser grande el emancipador do Chile, libertador i protector del Perú, con el objeto de representar la necesidad de la intervención saludable que están llamados a tener en la contienda del Pacífico, i para ponerle término, los des­ cendientes del capitán inmortal, a título de herederos do glorias, que si dan derechos imponen tambicn deberes; El infrascrito, que tiene al mismo tiempo que aquella al­ tísima honra, la no menor de estar acreditado con idénti-co objeto en las vecinas repúblicas, i que tuvo la envidia­ ble dicha, en los primeros dias de su vida pública, de repre.sentar al Perú en ei vecino Iruperio que, como éstas, ve íntim am ente vinculados .sus destinos a'los de la Repú­ blica Arjentina; El infrascrito, en fin, que no se desalentó un solo mo­ mento, a pe.sar de contratiempos i dificultades provenien­ tes de preocupaciones internas de este país, que felizmente han desaparecido ya, se halaga con la grata esperanza de quo la República Arjentina, unificada, de.sde el primer momento de la fratricida lucha, en sentimientos nobles i jenerosos, i dividida únicamente en cuanto al modo i Forma de hacer sentir en el Pacífico su acción bienhechora, apo­ yará con decisión la. línea de conducta que su Gobierno so imponga en tan trascendental asunto, buscando sus ins­ piraciones, no me'nos que en los grandes interese.? de la propia patria, en los mas grandes, por mas comprensivos, do a común patria americana. Con sentimientos los mas fraternales i de considera­ ción distinguida, so complace el infrascrito eu suscribirse de S. E., el esclarecido jefe de la cancillería arjentina, su mui atento i respetuoso seguro servidor.

    i de Daza, i tras estos llajelos, sobrevienen en el curso de la guerra terribles reveses, que si no aniquilan las fuerzas de una nación, ías enervan por lo ménos. En estos supre­ mos momentos demandó V. S. espontóneamente. mi hu­ milde colaboración; pero elcontin jcute que he podido ofre­ cerle ha sido estéril. Voluntad i patriotismo se estrellan ante escollos levantados por una situación escepcional, Con honradez, lealtad i buena fe no se hace la guerra, Exíjese acción, actividad i enerjía; acús.ase al Gobierno de que nada hace. I como ci ramo de la guerra es hoi el resorte principal, la delicadeza, ia dignidad, i sobre todo el patriotismo, aconsejan dejar el campo a individuos de I altísimas cualidades guerroras, i quo mas felices que yo I puedan levantar al pueblo a la altura de su deber, i orgaI nizar fuerzas capaces de contener al invasor i de recobrar I la integridad territorial, la honra i la dignidad nacional. I Además del motivo que llevo espuesto, permítame V. S., I señor, espresarle un desahogo, sino otra razón mas que I fortifica mi determinación. No quiero mas .ser el blanco I de injustos i mezquinos ataques de enemigos gratuitos; I de trabajos sordas i aleves de titulados amigos. í como el I puesto que ocupo es el objetivo de ambiciones vulgares, I bajo el móvil de calculadas miras, lo dejo de una manera I resuelta; porque yo, franoamonte, no abrigo mas miras ni I ma.s ambición que no sean las dol bienestar i progreso de mi patria. Debo también asegurarle que mi sincera i leal adhesión a su honradísimo Gobierno no termina con el puesto ofi­ cial que ocupo; pues debe Y. S, contar con mi coopera­ ción, aunque insignificante, en todo lo que tienda a la conservación del orden público i al servicio de los intere­ ses jenerales del país, en mi condición de ciudadano par­ ticular. En cuanto a mis deberes eu la guerra nacional que sostenemos, espero que sabré cumplirlos como boli­ viano. Suplico a V. S. se sirva confirmar con el correspondien­ te decreto la aceptación verbal que ya tiene V, S. hecha de mi renuncia quo, repito, es de todo punto indeclinable. Con mis cordiales agradecimientos por las deferencias personales i la confianza que le he merecido, tengo el ho­ nor do repetirme su atento i obsecuente servidor. B e l l s a r io S a l i n a s . Al señor Piesidentc constitucioiiil de )í República,

    E

    v a r is t o

    G ó m e z S . afx ' u e z .

    'r RENUNCIA Co l e c t i v a

    r

    r { > ri V« '

    V'

    V fe-.

    \

    1

    V

    c•í

    ci

    9 55-

    X IX .

    a cepta da .

    Señor Presidente: Preservar el órden político interno, manteniendo inal­ R en un cia i organización de m i nuevo Gabinete en La Paz; regreso de p risioneros a B o liv ia i n ota del .Mi­ terable el apoyo de la opinión, i vigorizar sobre esta base la defensa de la honra i de la integridad de Ja Ropública, n istro C arrillo a D ertcaiio. es la delicada misión que en estos momentos cumple a MINISTERIO » E LA GUERRA, vuestro patriotismo. Nuestra separación del puesto que nos designasteis en L a P az, N o v ie m h n 21 da 1880. el Gabinete responde a esta alta política,—a la necesidad Señor; de la incesante labor i eficaz colaboración que deben pres­ Otra vez mas, me veo obligado a cspresarlo mi resolu­ taros nuevas fuerzas do intelijencia i de patriotismo, ción de separarme del Gabinete como se lo habia m ani­ rodeadas del prestijio que da la confianza pública. Con este noble propósito, ante el que no deben con.sifestado ya hace dias. No creo necesario consignar en este oficio todos los motivos que la apoyan, porque, además de derarse mas que los intereses do la patria, os es indispen­ que los conoce Y. S., seria incurrir en indiscreción, acaso sable aceptar nuestra dimisión, fundada en razones i exijcnen imprudencia. Básteme decirle que hoi como ayer el cias de un órden esencialmente político. Así daréis al país móvil principal es oí mismo, dejar la cartera, que se ha una nueva prenda de respeto i adhesión a las prácticas servido V. S. encomendarme, a manos competentes quo republicanas. Permaneciendo el Presidente de la Repúbli­ puedan hacer en servicio de la situación pre,sente, por lo ca en el sólio del poder como el inalterable centro de la mas grave, lo que a mí no me ha sido posible, no obstan­ administración, sus colaboradores cambian cuantas veces te mi buena voluntad i mi patriotismo. Talvez fuera m u­ io exijan los intereses de la política nacional. Al apartarnos del puesto que nos confiasteis, nos toca cha pretensión en mí, o por lo ménos engañarme, el ase­ gurar que he hecho por corresponder a su confianza i a dirijir una palabra de aliento a los ciudadanos que han la gravísima situación quo hemos atravesado, cuanto ha de relevarnos del sacrificio aceptado en horas difíciles. estado en mis alcances, i a medida de las difíciles circuns­ Ellos no pueden rehusar sus abnegados servicios al Go­ bierno que los reclama en nombre de la patria. tancias en que se halla colocado el país. La situación de la República es al presente digna de Bien tristes eran las condiciones en qno los sorprendió la guerra: sufria bajo el peso del hambre, de la epidemia una política elevada. El sentimiento nacional se halla

    G U ERRA D EL PA CIFICO .

    326

    uniformemente pronunciado en favor del órden; ningún partido se atrevería a perturbarlo. Está, pues, afirmada ia base de la dirección internacional. Los importantes trabajos de la Convención, i el acuerdo establecido entre los dos altos poderes, determinan clara­ mente la política autorizada del Gobierno; fijada se baila la honrosa senda que deben seguir los hombres de Estado. Después de los contrastes quo ha sufrido la República en el esterior, natural era que sobreviniesen la de.sorganizacion i dificultades de todojcnero a imposibilitar una inmediata reacción de las fuerzas del país, en el sentido de la defensa nacional. Destruido i disperso nuestro ejér­ cito, agotado el erario público i exhaustos nuestros par­ ques, fué indispensable sostener una paciente reorganiza­ ción. Tal ha sido la tarea iniciada por la Convención, i que la prosigue cl Gobierno, sin haber cesado un instan­ te en su penoso desenvolvimiento. Puédese asegurar que principia a sentirse la reacción que anima a la República. La situación de Bolivia llega a ser de mas aliento; la hacienda, el ejército, la administración jeneral, i la acción de la diplomacia están reorganizada.? en cuanto ha sido posible. El país se halla constituido i tiene la seguridad de que su sangre, su fortuna i ,su honra no se jugarán al azar i a la imprevisión de mandatarios sin fe en los desti­ nos de la patria. Nos ha tocado participar de la dirección de la política al dia siguiente de los desastres, i cn esta escepcional si­ tuación creemos haber cumplido nuestro deber. liemos afrontado con resignación hasta las inculpaciones del pa­ triotismo impaciente, qno desde aquel dia ha pedido ac­ ción- do guerra, hostilidades permanentes i la clausura absoluta del comercio. A haber escuchado eso clamor, hace tiempo ¡a situación se habria perdido i la República no hubiera llegado al grado de rc.speto i de simpatías de que hoi goza ante las naciones dcl Continente. Dése nuevo impulso a !a labor común, prosiguiendo la política nacional; eslabonándose a lo bueno quo se haya podido hacer, las mejores combinaciones de adminlstracion i la mas acertada dirección do ia política. No se olvide un momento que de la conservación del órden público, dependen la honra do Bolivia i la salva­ ción do sus mas caros intereses. Dada la paz interna es­ table, vendrán las grandes soluciones preparadas por una política previsora, que sobre las dificultades del presente asegure el porvenir. Con ardientes votos porque la Providencia haya depa­ rado al nuevo Gabinete la gloria de prestar importantes servicios a la patria, conc'iuimos nuestra modesta tarea, declarando que estaremos siempre dispuestos a responder de todos nuestros actos al país i a la Representación N a­ cional, J.

    La Paz, Diciembre 16 de 1880.— J u a n M. C a l v o .— B e l l s a r io S a l í n a .s .

    Art. 2. ® Quedan nombrados ministros de Gobierno i Relaciones Esteriores, el señor Belisario Boeto; do H a­ cienda e Industria, el soñor Eliodoro Villazon; de Instruc­ ción Pública, Justicia i Culto, el señor Bcrnardino Sanjinós Uriarte, i de la Guerra el corono! Nataniel Aguirre. Art. 3. ® Se rinde a los actúalos ministros un voto de reconocimiento nacional, debiendo continuar en el des­ pacho de sus respectivas carteras hasta la instalación del nuevo Gabinete, para cuyo acto se .señala el dia ló del próximo mes de Enero. Art. 4. ® El oficial mayor del Ministerio de Gobierno i Relaciones Esteriores queda encargado de la ejecución i cumplimiento de este decreto. Dado en la ciudad de La Paz, a los 18 dias dol mes de Diciembre de 1880.— N a r c i s o C a m p e r o .— (Refrendado.) — J e n a r o S a n j i n é s .— Son conforrac-s.—El Jefe dé sec­ ción, J o s é A. I n f a n t e .

    p r is io n e r o s

    b o l iv ia n o s .

    Santiago, Diciembre 13 de 1880, Señor Ministro; Con esta fecha vuelven a la patria los prisioneros de la adjunta lista, que han quedado en libertad sin condición alguna. Habia yo solicitado la repatriación del teniente don Be­ nito Anze i dcl riflero don Froilan Rivera, aun a condi­ ción de prescindir en la actual guerra, por la tisis pulmo­ nar que empezó a'desarrollárse es i por prescribirlo así el médico que los asistia. Mas, el soñor don Ensebio Lülo, con un comedimiento espontáneo, ha obtenido el pasa­ porte de los restantes i evitado a les primeros suscribir la condición que, aunque por mí autorizada, lastimaba eu algo los delicados escrúpulos de su honor i patrioti.srao. Debo agregar que este mismo sentimiento, que tanto honra a nuestros militares, hizo quo ahora meses no hu­ bieran vuelto muchos de ellos a Bolivia, que prefirieron el cautiverio indefinido a firmar en su deshonra i el agra­ vio de su patria. La relación quo va impondrá a Y. S. de las cantidades que cada uno ha percibido a cuenta de sus devengados. Yan ellos con su,s pa-sajcs libres hasta Tacna, i para que do allí contimíen su marcha a ésa, he encargado a don Jorje M illiams se sirva proporcionarles los fondos necesarios aara flete de bestias i demas gastos del camino, pa.sando uego la cuenta a ese Ministerio para su abono. Con este motivo, tengo el agrado de reiterar a Y. S. mis consideraciones, como su atento i seguro servidor. E

    leodoro

    C a .v a c 'H o .

    Al señor Ministro de la Guerra,

    C . C a r r i l l o .— NOTA DEL M IN IST R O C A R R IL L O A D E R T EA N O , MINISTERIO DE RELACIONES ESTERTORES DE BOLIVIA.

    O R G A N IZA C IO N D E L NUKVO G A B IN E TE .

    L a F az, Dicumlrre 5 de 1880. NARCISO CAMPERO, p r e s id e n t e

    C0N,STITUCI0NAL d e l a REPÚBLICA.

    Considerando; Que lio obstante la abnegación i patriotismo con quo los señores ministros de Gobierno i Relaciones Esterio­ res, de Instrucción Pública, Justicia i Culto, i d éla Guer­ ra, han servido al país, son atendibles las razones de polí­ tica nacional en que fundan su dimisión insistente; Que conviene al mejor servicio público proveer de una manera definitiva ei despacho del Ministro de Hacienda. Decreto: Art. 1. ® Admítese las renuncias de los señores minis­ tros Ju a n C. Carrillo. José María Calvo i Belisario Sa- | linas. I

    Señor; He tenido la honra de recibir su comunicación de 27 de Octubre último,' (1) en la que se sirve Y. S. consignar un voto de reconocimiento por la protesta que, a nombre del Gobierno do Bolivia i cumpliendo con los deberes de mi cargo, hice constar ante la Legación de Estados Imidos, sobre los injusúficables actos de devastación eje­ cutados en el Norto del Perú, i en especial en la hacienda Puente e Injenio Palo Seco, por fuerzas chilenas destaca­ das a ese objeto do estraña hostilidad contra estableci­ mientos industriales de dominio privado. La sencilla i severa relación de hechos que contiene su comunicación referida, conmueve al espíritu mas fuerte, i produce el doloroso convencimiento de que uu pueblo (1) Tomo 111, pájina 556.

    ■■•4

    C APÍTU LO TERCERO.

    A

    327

    ..i

    4 ,'si A i 'í "i i i í i Y

    civilizado, cnya honra i prosperidad se levantaban sobre los adelantos de la industria i del trabajó, se halla encar­ gado de llevar tranquilamente, después de plena delibe­ ración, el incendio i la ruina a esos inestimables bienes, testimonio de la altura a que habian llegado en la Amé­ rica española el capital i el trabajo empleados con intelijente perseverancia. Esos establecimientos, que con razón formaban el lejítimo orgullo de su ántes feliz i esfor­ zado propietario, estaban amparados por la civilización, por la cultura de Chile i por las leyes de la guerra, sin que ninguna previsión hubiese alcanzado a señalar su próximo fin. Los grandes desastres no se realizan en vano sobre la tierra. H ai algo de providencial en todos los aconteci­ mientos que por su magnitud conmueven estraordinariamente los sentimientos humanos. Las benéficas ideas han sido siempre perseguidas para llegar a su mayor elevación i respeto; i así como ellas han tenido en el mundo sus víctimas i mártires, ha tocado a V. S, representar en los destinos de su patria el doloroso, pero noble papel de m ártir de la industria i de la honra del trabajo, figurando el sacrificio de las labores do toda su vida i de su cuan­ tiosa fortuna, como una prueba mas do la santidad de la causa que el Perú i su aliada defienden en la presente guerra. Mi Gobierno, convencido de que la verdadera i mas efi­ caz protesta contra la injustificable devastación de la propiedad privada, se alza a la vista del mundo civiliza­ do en los mismos actos de los ejércitos de Chile, se lim i­ tó a hacerla constar, como vuelve a cumplir eso deber sagrado, on la circular diplomática, que con fecha 1.® de este mes se ha dirijido a los gobiernos de la América del Sur, según se impondrá V. S. de la copia autorizada que tengo a bien adjuntar a esta nota. Manifestando el sentimiento do profundo respecto que in-spiran los inmerecidos desastres que hoi sufre el Perú, i rindiendo el homenaje debido al elevado espíritu con que V. S. afronta los que han reducido a cenizas sus va­ liosos establecimientos, tengo la honra do repetirme de V. S. atento servidor. J

    uan

    C. C a r r il l o .

    Al señor Dionisio Derteano,—Lima.

    XX. € a r ta d el d octor Corral a .sus am igos sob re la guerra.

    A requipa, Diciemhre 21 de 1880. Señor don N. N.—Cochabamba.

    r:

    . r '-

    Estimado amigo: Contesto a su carta de 23 del mes pasado, que recien he recibido por el atraso que sufrió el correo de Bolivia en Puno, a consecuencia de haber llegado el vapor de Chililaya. después de la salida del tren semanal. Mo dice Ud. quo los amigos estrañan mi silencio, i que esperaban que de Puno les mandase un manifiesto sobre la situación, protestando además de las calumnias e in­ trigas que se pusieron en juego para dañar mi reputación i obligarme a salir al estertor. Si hubiera creido oportuno, lo habria publicado; pero veo que hoi no conviene. Ya, en la m ultitud de contesta­ ciones que he escrito a diferentes amigos d é la República, les he esplicado las razones de mi silencio, que están su­ bordinadas a las consideraciones que reclama la situación solemne en que está Bolivia, No he querido entorpecerla con revelaciones que exa­ cerbarían os ánimos i quo la historia consignará a su tiempo. Un manifiesto mió habría sido el proce.so severo del sangriento drama que se ha representado en el Pacífico, cuyos actores (hablo respecto de Bolivia) tendrian mucho de que arrepentirse e inmensos motivos de que avergon­ zarse,

    El patriotismo me impone ahora silencio, No seria prudente irritar las llagas de la patria en los momentos de su tribulación i angustia cuando tenemos grandes de­ beres sagrados que cumplir, contrayéndonos esclusivamente a defender la honra nacional i a combatir al pérfido enemigo, sin escusar sacrificio alguno. Por e.so callo, i rae concretaré solamente a espresar mis propósitos de actualidad, sin interpelar ni acusar a nadie. Pero ántes, haré notar que los que no me perdonan porque me han ofendido, los que me miden con su patrón sin comprender mi patriotismo ni la elevación de mis sentimientos, esos no se cansan de combatirme con las armas, quo solo ellos saben manejar con admirable fecun­ didad, con im perturbable animadvercion i con inflexible tenacidad. No han respetado ni los sufrimientos de mi vida escepcional ni los amargos sinsabores que en secreto he tenido que gustar, ni han tenido en cuonta los sacrificios i .ser­ vicios quo he prestado a la patria, Hoi todavía prosiguen su ílajelo iracundo, sin descan­ sar en su infatigable tarea de difamación i de calumnias sin fin, i sin do.saIentarse porque se de.smienta i falsifique m añana lo qnc ayer inventaron o íinjieron. .Ellos tienen la máxima de Yoltaire: Calumniad, ca­ lumniemos, que d éla calumnia algo queda. En efecto: ¿qué crímenes, qué vicio, qué infamia, qué falta, no me han imputado, hasta descender a la vida privada? Algunas veces me he defendido; otras no lo he querido hacer, porque el solo hecho de vindicarme de cier­ tas indicaciones odiosas habria sido creerme capaz de co­ meterlas. i casi siompre he guardado silencio por ver si con él desarmaba a mis furiosos detractores, a mis apasio­ nados difamadores. Verdad es que en política .solo se combate al que vale algo. Esto me consuela. Ayer, sin compadecerme de mi desgraciada posición de prisionero doguerra, cuando los chilenos mc habian irroga­ do loa mas grandes males i perjuicios, haciéndome su cau­ tivo i secuestrándome en San Bernardo por seis mese.s, escribían asegurando que yo habia recibido ausilios del enemigo i que estaba espedieionando contra la Alianza, que es mi obra, porque he sido uno de los que he tenido parte en ella, corno Ministro de Relaciones Esteriores. Después dijeron que me habian puesto en libertad para que regresase a Bolivia a condición de influir en que mi patria cometiese una infame traición contra su noble i magnánimo aliado, porque tal signiftcaria que Bolivia oyese ninguna proposición del enemigo sin ponerse de acuerdo con el Perú. I compréndase quo Chile no tiene un enemigo mas intransijente con sus pretensiones que yo. Cuando se trata do los grandes intereses de la patria no hai términos me­ dios. En mi cautiverio lo ho manifestado sin temor ni re­ bozo, Testigos de ello son todos los jefes i oficiales perua­ nos i bolivianos quo estuvieron prisioneros conmigo. Cuando regrosé yo a La Paz, vieron mis adversarios que predicaba calorosamente la guerra a Chile en público i en privado; supieron que tuve la franqueza de decirle al Jeneral Campero que amentaba la inacción e inercia de su Gobierno; que era nec9,sario ausiliar al Perú, i que le ofrecía mis servicios para ayudarle a organizar un ejército competente i arbitrar los fondos suficientes i efectivas para sostener la guerra, cosas de que no se preocupó mucho la Convención Nacional; i cuando yo públicamente aseguraba quo aun era posible correjir i enmendar lo.s erreius i faltas pasadas, que no quiero enumerar, entónces los que viven del presupuesto, los que medraban a costa de es.a situación anómala, los que tenían comprometidos sus negocios i capi­ tales en empresas chilenas, o en especulaciones m ercanti es con el comercio de Tacna; osos, en íin, que atrofian las buenas intenciones, la acción patriótica del Jeneral Cam­ pero i quo forman su atmósfera, recurrieron a su espc-

    328

    G U ER R A D E L PACÍFICO.

    diente conocido de inventar conspiraciones, pagar artesa­ grandes ventajas del patriotismo i entusiasmo del pueblo nos que victoreen mi nombre, dirijir cartas anónimas TOÜviano, i de los recursos exuberantes que tiene la N a­ denunciando complots revolucionarios al Presidente que ción para organizar un ejército respetable, que habria me dispensaba BU amistad, i diseminando por toda la po­ impedido al chileno operar sobre Lima. . Un el presente no sé lo que hará el Gobierno de Boli­ blación de La Pazajentes para alarm ar a las familias i al Gobierno, que on un momento de ofuscación hizo aprisio­ via al ver que nuestros hermanos de Lima están solos so­ n ar a muchos jóvenes decentes, para darles libertad i sa­ bre la brecha, disponiéndose para el combate i preparan­ tisfacciones al dia siguiente, confesando que habia sido do la gran batalla que debo influir notablemente en la suerte i en los destinos futuros de tres naciones. víctima de una intriga infernal. Si Bolivia no ha asumido la actitud resueltamente bé­ En fin, ol Jeneral Campero, hostigado por ol círculo que le rodea, se vió obligado a proponerme que regresa.se lica que le prescriben su deber i su honor, Dios no per­ a la Legación del Ecuador, siquiera hasta que calmasen mita que sobrevengan gravísimas complicaciones, que al las alarmas, i evitar que mi nombre sirva de preteato a pensarlas me horrorizo. Esta carta es también para los demas amigos, a quie­ los enemigos de su Gobierno para inquietar el país. Ac­ cedía esa imposición; i por dar una prueba mas de patrio­ nes saludo, suscribiéndome su atento i seguro servidor, tismo, salí de Bolivia en los momentos que tenia que hacer C. COBRAL. grandes arreglos de mis intereses de familia, después de seis años de ausencia. Llegué a Arequipa desgraciadamente cuando Lynch con sus filibusteros estaban merodeando i devastando en las costas del Norte, i los cruceros del enemigo se estonP a rte oficial d el recon ocim ien to d cl v a lle de lu r in . dian hasta Panamá, Ya no era posible continuar mi viaje, porque mo habria espuesto imprudentemente a caer con seguridad en manos del enemigo, que ya otra vez me hizo PARTE DEL JE F E DE LOS ESPLORADORES, COMANDANTE DON AMBROSIO LETELIER. prisionero estrayóndome de a bordo del vapor V a ld m a de la Compañía Inglesa. L u rin , Diciembre 2J¡. de 1880. Esta consideración, i el haber sobrevenido aun mas ia espedicion chilena a Lima, hiciefon sumamente difícil mi Con los datos suministrados por el reconocimiento prac­ tránsito a! Ecuador, i me obligaron a detenerme aquí. ticado el dia 22, avanzó ayer la 1. Brigada de la 2. ^ Así lo he hecho presente al Gobierno en mis últimas División a ocupar a Lurin, de cuyo punt,o se posesionó notas, i en la absoluta imposibilidad de pasar adelante, lo después de un li jero tiroteo sostenido por 25 esploradores ho insinuado mi propósito de renunciar mi misión, pidien­ al mando del teniente coronel don Hilario Bouquet, cOn do otra colocación para hacer la guerra efectiva a Chile una pequeña fuerza enemiga como de 5.0 hombres. con toda consagración i entusiasmo. Ayer mismo, i con los informes tomados por mí de Aun no he recibido la contestación, i continúa mi po­ jente del pueblo, especialmente de los chinos, quise avan­ sición indefinida. Poro cualquiera que sea la resolución zar un reconocimiento hácia Pachacamac, tanto para co­ del Gobierno, no me cansaré de recordar a los amigos el nocer el valle, cuanto para observar la posición que ocu­ programa que desdo mi regreso de Chile les ho conden- paban las fuerzas enemigas, que, según mis informes, sado on los cinco puntos siguientes: ascienden a 400 infantes cívicos de Lurin i Pachacamac, 1. ® Hacer la guerra inexorable a Chile, sin tregua ni i 300 de caballería venidos de Lima hace pocos dias. Pero descanso, hasta reivindicar nuestros territorios usurpados cl señor Jeneral Sotomayor me denegó la fuerza quo tie­ i obtener ámplias satisfacciones por las ofensas i ultrajes ne orden de darme, i en lugar do esa envió esta mañana que hemos recibido do su perfidia i alevosía. una fuerza de cuatro compañías de infantería i 150 Ca­ 2. ® Robustecer i conso idar, por todos los medios po­ zadores a atacar al enemigo. Como estas fuerzas iban al sibles, los vínculos de la Alianza con el Porú, cumpliendo mando dol teniente coronel don Baldomero Dublé Almeicon honor i lealtad Jos deberes sagrados que hemos con­ da, yo aproveché la ocasión de reconocer el valle, i me traido. fui detrás de la espedicion, observando el territorio desde 3. ® Propagar i predicar la conveniencia i la utilidad todas las alturas f ue lo dominan. de la realización do la Union federal perú-boliviana, como La espedicion Dublé fracasó por haber encontrado a! la única solución posible salvadora de nuestra integridad enemigo en una posición mui fuerte, adonde los llevó ol territorial, independencia i engrandecimiento futuro. guia, que era un peruano. Hubo dos muertos i algunos 4. ° Conservar el órden a todo trance, para que el ene­ heridos, i la espedicion se retiró dejando al enemigo due­ migo nos encuentre siempre unidos i pava estirpar la anar­ ño del campo. quía que no ha hecho mas que debilitarnos, envilecernos i Con tal resultado, yo también tuve que retirarme a enervar las fuerzas viriles del país quo nos dieron hono­ Lurin, pues no disponía ni de un solo hombro, i hasta res i glorias en nuestra historia pasada; i mi asistente se quedó ayer atrás por falta de caballos. 5.® Sostener el Gobierno del Jeneral Campero, sin Sin embargo, he examinado ya bastante el valle para exijirle mas condiciones que salve a la patria, defienda la poder asegurar a V, S. que es una csceleute posición, honra nacional, haga la guerra con el concurso de todo el abundante de recursos en forra-jes i agua, i mui a propó­ país i cumpla los deberes do aliado. sito para hacer una tenaz defensa contra cualquier ataque. Estos son los deseos i aspiraciones de todos los boli­ No teníamos idea de lo que era este vallo, ni talvez la tiene Piérola tampoco; que, a tenerla, lo habria ocupado vianos. Por lo demas, ¿qué importa mi persona ante tan gran­ fuertemente i nos habria hecho grandes males. La carta del valle que da la oficina hidrográfica es mui des intereses? Si ayer me acriminaron con calumnias de órden ester­ defectuosa. El rio pasa bordando los cerros por el lado no, ahora lo hacen con vulgaridades do política interna dcl Norte del valle; de manera que es mui fácil impedir personal, sabiendo que mi nombre figuraba en las combi­ el acceso al agua a un enemigo que venga del Sur. Es naciones de un nuevo Gabinete, sin averiguar si en estos cierto que hai al Sur agua independiente del rio; pero se momentos pudiera yo aceptar una cartera con sus tre­ forma con los derrames de los canales del regadío, que, una vez cortados, secan aquellas vertientes. mendas responsabilidades. Ahora tres meses se habria podido hacer mucho por la También tiene la carta ol defecto de hacer llegar hasta guerra i para la guerra. Entónees le ofrecí sincera i leai- la costa los cerros del lado Sur del valle, cuando en rea­ monte al Jeneral Campero ayudarle con todos mis esfuer­ lidad no llegan mas que hasta el Oriente de Lurin. El zos, porque tengo conciencia de que pudieron sacarse pueblo está situado a pié occidental de dicho cordon, i

    X X I.

    329

    C A PÍTU LO TERCERO.

    después queda hácia la costa im vallo abierto de mas de dos leguas de ancho. Sin embargo, ya en posesión de este importante vallo, croo que debemos siempre tender nuestra línea en él on la forma que V. S. conoce. Así aprovecharemos todos los recursos del valla para organizar el ejército sobre esta base de operaciones, i se guardarán entre tanto las avenidas del vallo de Lima, pudiendo estender hasta allí nuestros reconocimientos. Una vez aquí el ejército, es imposible que el enemigo venga a atacarlo, pues la posición es espléndida. Hoi se ha corrido que se forma una división en Chorrillos pava venirnos a atacar; pero yo no lo creo, porque seria una calaverada de los peruanos que podria costarles cara. Si hubieran defendido la posición ántos que la tomáramos, estaría bien; pero quo vengan ahora, ya es mui difícil. Quien ha dado esa noticia es un jóven peruano que ve­ nia hoi hácia el Sur, i que fué tomado por nuestras avan­ zadas. Se dice que es un oficial peruano, pero él dijo quo era paisano i que viajaba daChorrilles a Cañete por asun­ tos particulares. Se le dejó en!libertad de continuar su viaje, porque dicen que contó cuanto sabia. Pero yo no doi mucho crédito a sus historias, i creo firmemente que es un espía enviado a inspeccionar nuestro campo i nues­ tras tropas. No os presumible que un peruano viaje de Clíorrillos a Cañete en momentos en que se sabe quo el camino está interceptado por nuestras fuerzas. Ni siquiera lo deja­ rían salir de Chorrillos los mismos peruanos, para que no nos diera noticias. Además he averiguado que nuestras fuerzas entradas en la tarde no lo han encontrado en el camino hácia el Sur, siendo que salió temprano, i que no podia pasar por la pampa sin ajr visto. No h aten ií ornas que dar la vuelta por la costa, por el camino de Conchan o al Oriente por el camino Man.chay, para regresar a Li­ ma sin ser visto, de.spuesde atravesar todo nuestro cam ­ po i estar largo rato en el Cuartel Jeneral de la División. Conviene mucho, señor, que V. S. se venga luego acá, ara que empiece a dar a esto alguna organización. Pue0 dejar allá al comandante Silva con áos ayudantes o tres, para que atienda hasta el último envío, Su presencia acá es indispernsable. No tengo ningún temor por ataque de los peruanos so­ bre nuestra línea. Lo único que nos estará incomodando es la montonera que hai en el valle. Pero viniendo V. S. le daremos un go pe, la destruiremos i tomaremos todos los ganados de las haciendas dcl vallo arriba, que son las mas provistas. Dicen acá que el ejército peruano tiene mas de 30,000 hombres, .50 cañones en ol San Cristóbal i otros muchos en el ejército. Nada significará todo eso si nos organiza­ mos bien eií esto valle i marchamos en órden de combate, disponiendo de los recursos necesarios para la jornada desde aquí al valle de Lima, No hai mas que una jo rna­ da para la tropa de a pie, no dos como aseguraba el guia. Mañana, a las 5 A, M., parto a un reconocimiento hácia el Norte. Dios guarde a V. S.

    S

    '"I

    'Ti

    ' 1

    A

    m b r o s io

    L

    e t e l ie r .

    Al Bcñor Jen«r«l, Jefe de Estado Mayor J;iieral.

    ■'1 P R IN C IP IO DE

    IN C E N D IO

    EN EL T R A SPO R T E “ E LV IR A

    A L V A R E Z .” REJIM IENTO NÚM. 2 DE ARTILLERÍA.

    A bordo de la “M v ira Alvarez," Diciembre 2Jf de 1880, '■i

    A

    A las 9 P. M, del dia de ayer, ordené al oficial do guar­ dia, teniente don Santiago Faz, hiciera apagar no solo los fuegos sino hasta las luces del buque i prohibiera abso­ lutam ente fumar a la jente. U na hora mas tarde .se d a la voz de incendio. En el acto me trasladé al lugar amagaT omo

    iv .—

    42

    do, en cuyo punto encontré al oficial de guardia tomando las medidas del caso para sofocarlo. Convencido de que el accidento podia ser muí grave, por avisárseme en eso momento que venia una gran can­ tidad de municiones debajo del lugar mismo donde se declaró el incendio, ordené fuera la jen te necesaria para retirar las municiones. Felizmente, el fuego pudo sofocarse oportunaniente, merced a la actividad del capitán i demás empleados del buque, como también a la exactituil con que so dió cum­ plimiento a las órdenes que impartí para evitar todo dosórden o confusión entre la jente i regulariz.ar ol trabajo. Hechas las avoriguacioucs del caso sobre el oríjcivuel incendio, resulta que tuvo lugar de la manera aiguionte; Una de las liotnillas en que se coloca el fondo para el rancho de la tropa estaba sobre una gruesa capa do la­ drillos, en seguida de ésta venia otra de calamina; pero con el fuego perm anente desde las 4 A. M. hasta la no­ che, hizo que el gran calor de los ladrillos,comunicado a la calamina, incendiara la madera del buque. De esta manera sucedió que, estando el fuego oculto, solo vino a notarse cuando habia tomado bastante cuerpo; i si pudo evitarse una gran desgracia, fué solo por las razones que dejo espuestas al principio. cuanto ha sucedido en este accidente, sin que a nadie se pueda culpar de descuido, pues ha sido motivado por algo que nadie podia prever. Es todo cuanto tengo el honor de decir a V. S. para su conocimiento. Dios guarde a V. S. O Manuel J. J arva.

    X X II. P.nstoral dcl /m o b isjio de Liniii p a ra g n c e l ejército ye* ru an o o b ten g a la v ic to r ia de .sus arm as. E

    d ic t o d e l i l u s t r í s i m o b is p o ,

    i

    r e v e r e n d ís im o

    señ or

    arzo­

    CON MOTIVO DE LA INVASION DEL EJÉRCITO C H I­

    LENO EN EL DEi'ARTAMENTO DE LIMA.

    Nos el doclM" don Francisco de Orueía i Castr illon, por la gracia de Dios i de la S a n ia Sede Arzobüpio da L im a . A todos los sacerdote.? 1 fieles do N uestra Arquidiócesis, salud en el Señor,

    El enemigo del Perú se encuentra a las puertas de Lima, Su defensa está confi.ada .al e.sforzado valor de nuestro ejército i a la incesante actividad i abnegado patriotismo del Jefe del Estado, que todo’lo ha previsto i todo lo di­ rijo al anhelado fin de coronar de inmarcesibles laureles ¡a frente de la patria. Pero, miéntuas nuestros soldado,? van a medir sus armas con las del enemigo, i a ofrecer su sangro jenero,sa en ho­ locausto por la honra e integridad de la Nación, hasta sacar triunfante su nobilísima causa i su gloriosa bandera, es deber nuestro humillarnos en la presencia del Señor Dios de los Ejércitos, para pedirle, deshechos en lágrimas, arrepentidos de nuestras culpas i reconociendo su sobera­ no dominio sobre todas las cosas, que tenga misericordia del Perú; que no mire la gravedac de nuestros pecados, sino los merecimientos de los innumerables santos que han (lorecido en esta ciudad; i que, por la intercesión de Santa Rosa de Lima, de nuestro glorioso predecesor San­ to Toribio de Mogrobejo, de San Francisco Solano i de los bienaventurado.? M artin de Forres i Juan Masias, deje c.aer en nuestro campo la palm a de la victoria, en el in­ m inente combate que va a librarse contra el ejército chi­ leno. Por este motivo, después de invocar el nombre de Dios, I i dejando en todo su vigor cuanto tenemos dispuesto en i nuestra pastoral acerca de la guerra, i en las circulares

    O S30

    o o

    G U ER R A D E L PACÍFICa

    de nuestra Secretaría de Cámara i Gobierno, ordenamos lo siguiente: _1. ® Accediendo a las piadosas instancias de una aso■ciaclon de señoras de esta capital, que Nos han sido tras­ mitidas por la Secretaría del Culto, en oficio de esta fecha, ordenamos que desde el 26 del corriente se esponga el Santísimo Sacramento, durante todo el dia, en nuestra iglesia Catedral, para que reciba la adoración pública de los coros de señoras que se han organizado con este objeto i de ios demas fieles. E sta esposicion durará 33 dias, si ántes no se diera órden en contrario. 2. ® En todas las otras iglesias de la ciudad se espon­ drá igualmente el Santísimo Sacramento a la pública adoración de los fieles, desde el dia de m añana hasta nueva disposición. 3. ° Uejamos a la piedad de los superiores i rectores de las predichas iglesias el hacer todas aquellas distribu­ ciones que su celo les inspire i q u e se a n mas adecuadas para encender en los fieles el espíritu de fervor i peniten­ cia, que es tan grato a nuestro Dios i Señor. 4. ° Recomendamo.?, en particular, que so im plore con diversos piadosos ejercicios la intercesión de los santos que han florecido en Lima; pero prescribináos que se haga en todas las iglesias una novena a Santa Rosa de Lima, que so canten las letanías de los Santos i que se haga el ejercicio de la via c r u d s .. 5 .° Como en las épocas de calamidad pública es necesaria la penitencia pública, ordenamos un ayuno con abstinencia a todos los fieles que no estén lejítim amente impedidos de hacerlo para el dia 28 del corriente, en que la Iglesia, interrum piendo sus cánticos de júbilo por el nacimiento del Salvador, se viste de duelo al recordar ol martirio de los Santos Inocentes sacrificados por Herodes. 6. ° Pedimos, finalmente, a nuestros venerables sacer­ dotes, la aplicación de una misa por esta gravísima necesidad, i a todas las relijiosas i demás fieles, que ofrez­ can a Dios todos sus actos de piedad i penitencia para que nos dé la victoria sobre nuestros enemigos. Ea, pues, venerables sacerdotes i amados hijos! D erra­ memos los afectos de nuestro corazón contrito i hum i­ llado til pié de los altares; úmploremos la misericordia de uel Dios de bondad, por la intercesión de su Santísima idre la Inm aculada Y írjen María, nuestra tiernísima abogada, i de todos los santos protectores de Lima; llore­ mos nuestros pecados con la sinceridad de una peniten­ cia verdadera i el sério propósito de una enm ienda eficaz, i no dudaremos de que Dios estará con nosotros en esta grave tribulación con que se ha dignado aflijirnos. E ntre tanto, vuestro indigno pastor alzará al cielo sus cansados brazos, como Moisés, im plorando para su pue­ blo la victoria sobre sus enemigos. Dado en nuestro palacio de Lima, a los 25 dias del mea de Diciembre del año del Señor de 1880.

    a

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a, Noviembre 2 de .Benemérito eeñor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de ArtiUerín.^,^

    SANTO.

    _

    j

    Norte.—Nordeste.—N oroeste. E l sub-jefe. V

    id a l

    y; G a r c ía

    G a r c ía . -

    i

    ESTADO MAYOR JEN ERA L DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviembre 3 de 1880., Benemérito eoftor Coronel Inspector I Comandante Jeneral de Artillería. ^

    SANTO. Obtener.—Objetivo.—Obediencia. El sub-jefe. V

    id a l

    G a r c ía

    G

    i

    a r c ía .

    -.

    • ] ESTADO MAYOR JENERAL D E LOS EJÉRCITOS.

    ’í L im a , Noviem bre 4 de 1880.,,^ Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jfjneral do Artillería.

    SANTO. Pacientes.—Pasad.— Penalidades. El sub-jefe. V id a l G a r c ía

    G a r c ía .

    i

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviem bre 5 de 1880,_ Benemérito acftor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. Rebuscada.—Rara.—Razón. E l sub-jefe. V id a l G a r c ía

    G a r c ía .

    i

    .

    ESTADO MAYOR JEKERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviembre 6 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Joneral do Artillería.

    SANTO. Serenidad.—Salva,—Soldados. P

    edro

    S il v a .

    ESTADO MAYOR JEN ERA L DE LOS EJÉRCITOS. F r a n c is c o , Araobispo de Lima,

    lÁ m x; Noviembre 7 de 1880. J u lio Z irate, Secretario.

    Benemérito aeñor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    XXÍÍI.

    Quemaré,—Último.—Cartucho. El sub-jefe.

    S anto, se ñ a i co n tra señ a d ada a l e jé r c ito p ern an o en Lim a, p o r c l L stad o M ayor J e n e r a l, en N oviem bre d e 1880. ÉSTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS,

    L im a , Noviem bre I N de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comándente Jeneral de Artillería.

    G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEN ERA L D E LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviembre 8 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de A rtillería

    Tendremos,—Triunfo.—T o tal El sub-jefe,

    Morir.—Matando,—Malvados. El sub-jefe. id a l

    id a l

    SANTO.

    SANTO.

    V

    V

    G

    a r c ía i

    G a r c ía .

    V

    id a l

    G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    I 331

    CA PÍTU LO TERCERO.

    I t

    I

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    I

    Limo., Noviembre 9 de 1880.

    i

    Benemérito señor Coronel In.ípector i Comandante Jeneral de Artillería.

    s

    ...

    I

    id a l

    Benemérito aeñor Coronel In.vpectof i Comandante Jeneral de Artillería.

    Empleemos.—Entusiasta. —Emulación. El sub-jofo.

    Venganza.—Union.—Victoria. El sub-jefe. V

    L im a, Noviembre 17 de 1880.

    SANTO.

    SANTO.

    »

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    G a r c ía

    V

    G a r c ía .

    i

    id a l

    G a r c ía

    i

    G a r c ía ,

    » 3 .

    I 8

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviembre 10 de 1880. Benemérito reñor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a, Noviembre 18 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Arlilleiia.

    SANTO.

    SANTO.

    .Fel iz.—Fal lo. —F uerza. El sub-jefe.

    Zarparon.—Buques.—Piratas. El sub-jefe. V id a l G a r c ía

    V

    G a r c ía .

    i

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L vrm , Noviembre 11 de 1880. Benemérito eeñop Coronol Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    id a l

    G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    EST.ADO MAVOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    Lirrtíi, Noviem h'e 19 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    SANTO.

    Guerreros.— Genio.—Gloria, El sub-jcfe.

    Ince.?ante.—Esmerada.—V ij ilancia. El sub-jefe. V id a l G a r c ía

    V

    G a r c ía ,

    i

    id a l

    G

    a r c ía i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS, ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviembre 13 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Joncra! do Artillería.

    L im i, Novierribre 33 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral Ue Artillorla.

    SANTO.

    SANTO.

    Libertadores.—Lima,—Librareis. El sub-jefe.

    Invasores.—Polvo,—Morderán. El sub-jefe.

    V id a l G a r c ía

    V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    G a r c ía ,

    i

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS. ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a, Noviembre 34 de 1880. L im a , Noviembre 13 de 1880. Benemérito soñor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    j Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeaeral de Artillería.

    SANTO. Militares.—Morir.—Matando. El sub-jefe.

    Vista.—Fija.—Horizonte. El sub-jefe.

    V id a l G a r c ía V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    G a r c ía .

    i

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS. ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Noviembre 14 cíe 1880. a V ,.

    H

    Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jencral de Artillería.

    SANTO.

    L im a, Noviembre 35 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería,

    SANTO. N á c a r.-N aip e .—Nava!. El sub-jefe.

    Fortuna.—Ayuda.—Audaces. P

    edro

    S il v a ,

    V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    i US Y»

    lí tov i á 'w « y » o lO

    •C iQ ' ■ iG

    ESTADO MAYOR JEKERAL DE LOS EJÉRCITO.?.

    L im a , Noviembre 15 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    L im a, Noviembre 36 de 1880. Benemérito señor Corone] Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO.

    Campero.—Clausuró.—Convención. £1 sub-jefe. V id a l G a r c ía

    ESTADO MAVOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    Obtengamos.—Obediencia.—Ordenes, Ei sub-jefe. i

    G

    a r c ía ,

    V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    332

    G U ER R A DEL PA CÍFICO .

    ESTADO MAYOR .JENERAL DE LOS EJÉRCITOS. •

    L im a, JYoñemhre 29 de 1880. Benemérito señor Ooroncl Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. Ríjidos.—Resultados, —Rápidos. El sub-jefe, V id a l G a r c ía

    i

    G . a r c ía .

    S

    X X iY . E iU T fP R IA L lüS . (Editorial de E l FnimocaRRiL de Santiago.)

    El Enviado peruano residente en Buenos Aires i acredi­ tado cerca de las repúblicas Arjentina, U ruguayaé Im pe­ rio del Brasil, que so habia iimitad.o a sfolicitar por la prensa la intervención contra Chilo de las naciones sud­ americanas del Atlántico, sin atreverse a una pública jestion oñcial, se ha resuelto al íin a una formal solicitud diplomática en nota do 15 de Diciembre último, que cnconlramo.? en los diarios de Buenos Aires i Montevideo llegados por el vapor del Estrecho. Este cambio en la actitud del Enviado peruano procedo seguramente de la iniciativa adoptada por el Gobierno de Bolivia, en la circular diplomática de 1. ® do Diciembre solicitando un pronunciamiento de aquellos gobiernos para condenar i detener lo que los aliados dol Pacífico llaman —la política absorbente i conquistadora de Chile. Form ulada tan categóricamente la solicitud do inter­ vención por la cancillería boliviana, el diplomático perua­ no on Buenos-Aires, que no habia juzgado posible elovar esa pretensión a la altura de una formal i séria jestion diplomática, se ha apresurado a obedecer la palabra do órden im partida de La Paz, sin esperar siquiera instruc­ ciones de su propio Gobierno. En efecto, el Plenipotenciario peruano, buscando pre­ testo en la circular chilena de 10 de Noviembre sobre la Conferencia de Arica i en las supuestas dificultades del Gobierno de su país jara comunicarse libremente con sus representantes en e estranjero, se apresura a solicitar, con fecha 15 de Diciembre, la intervención insólita dol Gobierno aijentino, en términos análogos a los formulados por la cancillería de la Paz, en la nota de 1. ° de ese m is­ mo mes. E ntre ámbos documentos solo hai una diferencia, i es que la circular boliviana solicitaba la intervención de los gobiernos arjentino i brasilero, m iéntras que la nota del Enviado peruano se dirijo escliLsivaraento al Gobierno ar­ jentino,, aunquo manifestando que esa intervención in te­ resa a todas las naciones de la América meridional. Escusado será entrar a debatir las impugnaciones que hace el Ministro peruano a las condiciones formuladas por Chile en las conferencias de Arica, desde que son una reproducción de las consignadas en la circular boliviana, que lo han impulsado a solicitar formalmente la interven­ ción arjentiua, i que la cancillería i la prensa de nuestro país han examinado i rebatido ya tan victoriosamente. Basta a nuestro propósito tomar nota de la actitud de la diplomacia de la A lanza en su empeño por promover nuevas hostilidades a Chile en el Continente, i llamar la atención al papel subalterno en que se coloca la diplomacia peruana respecto de la de su aliado Bolivia. _ De los antecedentes que recordamos, resulta que la ini­ ciativa do las jestioncs diplomáticas do la Alianza corresjondo en este momento a Bolivia, estando subordinada a acción de los diplomáticos peruanos a las resoluciones do la cancillería do la Paz. Esto os tanto mas curioso cuanto que la dirección do los negociados diplomático,? aparece tomada por Bolivia i obedecida por los represen­ tantes peruanos en el estranjero, en los mismos momen­

    tos en que Bolivia, como es notorio, se retrae por comple­ to de la Alianza. Estos síntomas do desconcierto en la actitud diplom á­ tica del Perú, que pono de manifiesto la conducta obser­ vada por su Representante en Buenos Aires, no podrá seguramente escapar a la penetración de los hombres de Estado de la República A rjentina o Imperio dol Brasil. Hai algo de tan irregular i anómalo en la actitud del Enviado peruano, solicitando bajo su firma la intervención arjentina en artículos de prensa, ántes do dirijirse al Go­ bierno de ese país, i viniendo en seguida a formalizar esa ropaganda en jestion diplomática, que difícilmente po­ ra ser tomada a lo sério una negociación iniciada en tan estrañas condiciones.Si el diplomático peruano ha querido ejercer presión sobre el Gobierno arjentino, promoviendo previamente en la prensa i eu la opinión del país uu levantamiento en favor de sus pretensiones de intervención, ha elcjido se­ guramente un medio inusitado en los usos de las nacio­ nes i poco respetuoso de las considera.cioncs que deben los representantes estranjeros a lo.s gobiernos do las na­ ciones ante los cuales están acreditados. Este es el primer caso en que el Representante diplomá­ tico de un país haya jcstionado préviamente por la pren­ sa lo que debe ventilar con un Gobierno, como también que ia iniciativa de uua solicitud de intervención parta de la Nación que abandona de hecho la bolijoraiicia i no de la que sostiene todavía la lucha. Si algo prueban estas irregularidades, chocantes en la acción diplomática de los enemigos do Chile, es segura­ mente la temeridad de una resi.stcncia como la que ha sostenido el Porú, después de aniquilada su marina i der­ rotados los ejércitos aliados on Arica i Tacna, i la respon­ sabilidad que tiene ante la América prolongando la guerra a ciencia cierta de su impotencia para sostenerla, Eu previsión de que el Porú ha de quedar ya fuera de combate, como quedó Bolivia después do la jornada de Tacna, el diplomático peruano en Buenos-Aires so apre­ sura a adherirse a la solicitud do intervención americana formulada por Bolivia al dia siguiente del aniquilamiento de su ejército activo. Los aliados dcl Pacífico querrian que, al sucum bir ellos en la lucha a que tan pérfidamente provocaron a nuestro país, las naciones neutrales del Atlántico vinieran a sus­ tituirlos a nombre dcl principio de la fraternidad ameri­ cana, que el Perú i Bolivia han minado siempre por su base i de que os irrecusable testimonio el mismo Pacto se­ creto de guerra contra Chile, único oríjen del actual con­ flicto. El Gobierno arjentino, mejor que otro alguno de Amé­ rica, sabe demasiado bien a qué atenerse respecto de los sentimientos de fraternidad americana de los enemigos do Chile, puesto quo fué invitado a suscribir el mismo Pacto secreto de agresión que ha provocado la guerra del Pacífico. La política levantada que supo en hora oportuna recha­ zar el Pacto de perfidia de nuestros enemigos, no puede seguramente dej.arse prender en las redes do la diploma­ cia artificiosa, que Bolivia i el Porú ensayan todavía en las orillas del Atlántico.

    | ( '

    CHILE I s u s

    herm anas.

    (Editorial de Ei, M b k c u k io de 23 de Noviembre de 1880.)

    So recordará que recien declarada la guerra al Perú la prensa de Lima afirmó, por la boca de todos sus órga­ nos, inclusa la del diario oficial, que corría entónces bajo ia dirección dcl renombrado Fuentes, que el Perú, auu desligado do Bolivia, no solo bastaba, sino sobraba para vencer i osterminar a Chile. Esto mismo lo repitieron en aquel banquete inolvida­ ble los ministros de Colombia, Ecuador, U ruguai i una de las repúblicas de Centro-América.

    i

    '■-i

    C A PÍTU LO TílRCERO.

    333

    '■i 4 i i i i i

    1 i

    \ i I

    'I i i

    1 i

    "i. r i 'i

    f i "í ■í

    í "í A

    T '7 T i

    .

    f V T r

    T Pr 1\ r

    r

    :t

    Para no ser ménos, los diaristas de Buenos Aires i Montevideo glosaron este rrtismo tema, llegando a decir L a PATAaONlA, diario redactado por Santiago Estrada, que la ruina eterna de Chile era inevitable, así porque tenia que habérselas con dos naciones, cada una do ellas superior en población i recursos a la nuestra, como por­ que dentro de casa guardábamos el jérmoii de una próxi­ ma descomposición cn las turbas que, subyugadas por tantos años, habian reconocido al fin el secreto de sus fuerzas. La prensa colombiana, sin esplicar claramente su pen­ samiento, dejó vislumbrar bastante su opinión, que no era otra que la ya enunciada por los plumarios dol Ri­ mac i del Plata. Contando con nuestra ruina como cosa segura, llegó mes la prensa siid-americana, con escepcion dcl Brasil, lasta enderezarnos algunos consejos a fin do hacer ma.s tolerable nuestra desgracia. ‘ La desgracia de Chile viene, decía un diarista colom­ biano, de no haber sabido educar su pueblo en la escuela de la libertad. Verdadero Estado feudal, sus .siervos se levantarán cn masa no bien tengan ocasión de hacerlo, i los que allí han creido que la represión i el látigo son los mejores guardianes del órden público, .se arrepentirán, pero tardo, de su error.” De manera que nuestros desastres, según los diaristas sud-americanos, eran de dos clases: desastres en la guerra i desastres on el hogar. Afuera la derrota, i por ella la desmembración dcl territorio, la partición, talvez por lotes iguales, entre Bolivia, el Perú i la A rjen tin a.d e nuestro suelo, i por dentro la anarquía vencedora después de haber arrasado con todo lo existente. Este cuadro horrible no inspiró, sin embargo, a ningu­ no de sus pintores una sola palabra on favor de la Nación que juzgaban ya i u extremis. Nada, nada. ¿I ni para qué habrían ellos de pensar en la suerte futura de Chile cuando nuestra ruina ora el castigo providencial de una vida llena de culpas? Contra los decretos dél cielo no hai nada que decir, porque son justos e irrevocables. Tal era el espíritu que respecto de nosotros dominaba en todas las secciones americanas hasta el 21 de Mayo en que el sacrificio de P rat i sus compañeros vino a sor­ prenderlas profundamente. ¿Con qué habia en Chile marinos? debieron preguntar­ se. ¿Con qué en esa tienda, m uerta para la libertad i las virtudes cívicas, hai hombres que saben morir? Al asombro sucedió la admiración; mas como la ad­ miración es una pena para el malqueriente i envidioso, no tardaron los escritores de las repúblicas nombradas en mostrarse arrepentidos de su jenerosidad para con nuestros héroes. “Prat no ha hecho sino cumplir con su deber, decin L a T ribuna do Buenos Aires. De consi­ guiente es inmerecida la apoteósis que Cliilc ba hecho de esa jornada.” El mismo Cañó, qne sabia de buena tinta lo que habia pasado, no tuvo empacho en reducir la glo­ ria de P rat a las proporciones do un hecho común eu to­ das partes. “IjOs chilenos, escribía hallándose en Santiago, lian ido inüi léjos en su admiración i recompensas. Parece que no hubieran estado acostumbrados a este jénero de lances.” Los peruanos, ¿para qué hablar de eso? Afirmaron en coro que Prat habia abordado el Eiuísaar solo para ren­ dirse i escapar con vida de la catástrofe. Hasta en Euro­ pa hubo peruano que insertase en un diario una blasfemia semejante. Continúa la suerte favoreciéndonos en mar i tierra, i nuestros detractores se contentan, unos con tomar nota descarnada de los hechos, i los mas con desfigurarlos has­ ta el punto de convertir en derrotas nuestras mas e.spléndidas victorias. Las ranas todas de la prensa americana hicieron coro dentro de su pantano a los gritos de despecho de los energúmenos de Lima. ■ Llega por último la toma de Tacna i Arica, i como

    quien vuelve do prolongado letargo, comienza a lanzar doloridos suspiros i patéticos lamentos en favor de la noble i valerosa Nación peruana. “Si la suerte, gritan, le ha sido contraria, no es porque falte justicia a su causa ni valor al brazo de sus hijos, es simpíemente porque Chile, que estaba preparado para la lucha, la ha agobiado con el peso de sus armas. Poro el Perú no puede morir a manos do Chile, que no tiene sino una angosta faja do territorio estéril i carece de todos los elementos de prosperidad que Dios ha regalado con ancha mano a su rival.” Entre tanto, es preciso que la América protesto contra la conquista que Chile quiere elevar como principio en el suelo americano, en este Continente, cuna de la libertad i de las grandes virtudes. Perfectamente. Pero ¿por qué esos jenerosísimos señores no levantaron el grito cuando anunciaban la ruina de Chile i su des­ membramiento territorial como consecuencia lójica e ine­ vitable? Para nosotros no hubo equilibrio americano, ni protestas contra el derecho de conquista ni contra el abuso de la fuerza sobro la debilidad. ¿I por qué no habia nada de esto para Chile? ¿Acaso porque Chile no forma parte do la América? ¿O porque Cbile es una Nación sui generis con la cual no pueden contar sus hermanos ni en la adversidad ni en la buena fortuna? “Chile, repite la prensa del Dictador Piérola, es el Cain americano, a quien la América debe castigar por sus de­ litos.” ¡Cain americano! I ese Cain dejó bombardear su primer luerto por hacer suya la causa del Perú. I eso Cain se la empeñado en demostrar a todos sus hermanos, aun co­ nociendo sus antipatías, los sentimientos do cordialidad que le animan. ¿A qué país americano ha perjudicado Chile? ¿A cuál ha engañado? ¿De cuál ha querido sacar la mas mínima ventaja? ¿En qué diferencia, de l.as muchas que se han suscitado en este Continente, ha metido su mano, ya pa­ ra favorecer a uno de los contendientes, ya para m ante­ ner cl conflicto? Si ha habido una Nación verdaderamente hermana fiel i cariñosa, ha sido Chito, que en los 60 i tantos años de vida independiente no ha cesado de procurar íntimas relaciones de amistad.con todos los países de América. Esto no es cuento sino verdad que puede comprobarse con hechos. Ahora bien: ¿no es el colmo de !a ingratitud, de la vi­ llanía, de la demencia el pretender, como pretende la prensa del Plata, que la América intervenga en nuestro conflicto con ol Perú i Bolivia, protestando colectivamen­ te, cuando ménos, contra el precio que Chile quiera im ­ poner al Perú dc.spnes de su victoria definitiva? Torcer la corriente de estas falsas ideas seria un traba­ jo meritorio i fructífero pava todos. Pero para ello se necesitaría que los que nos inculpan por odio, reconociesen honradamente su error, i con áni­ mo imparcial i sereno estudiasen nuestra situación i la de los países que, después de habernos provocado a una guerra cruel, se quejan como mujeres de la rudeza de nuestros golpes. La conducta de Chile está limpia de toda mancha. Los que no lo ven es, o porque son ciegos o porquo finjen ser­ | lo para no hallarse cn la obligación do confesarlo. !istamos ciertos de que nuestros enemigos nos harán justicia mañana, i que ella será, después de todo, nuestra mejor venganza. (Editorlil de Eñ I k d e p e s d i i í n t s de 24 de Dieicmbre de 1S80.)

    La noticia de haber desembarcado el ejército chileno cn Pisco i la certidumbre de que no está ya m ui lejano el 1 dia en que se presentará a las puertas de Lima, na pro-

    334

    G U ER R A D E L -PA C ÍFIC O .

    vocado en todos los moradores de aquella desventurada ciudad una como epidemia de locura. Puestos entre su vanidad i su miedo como enríe dos piedras de molino, aquellos infelices no saben qué hacer ni qué decir, porque todo esto es peor para ellos. Sienten que la fe i el entu­ siasmo lea falta i tratan de retemplarse con gritos, con bravatas i cou fiestas quo no logran sino ocultar por mo­ mentos a los ojos del pueblo la terrible i ya cercana rea­ lidad de la final catástrofe. Los espedientes ideados por los que en Lima hablan i escriben para representar sin riesgo hasta el último mo­ mento el cómodo papel de predicadores de heroísmo, son infinitos; pues ya es sabido que es la esperanza lo último que so pierde, como que el reo en capilla trasforma en ta­ blas de salvación basta las fugaces burbujas de la blanca espuma del Océano. Poro el aliento que infunde la super­ chería es'como ol vigor que infunde el .aguardiente: pasa pronto, doj-ando tras sí postración honda i debilidad m u­ cho mayor.

    América no se le cae de la boca. Por eso en Lima todo es americano, hasta las sociedades coreográficas i las bar­ berías. Por eso sus diplomáticos, cuando escriben, escriben on defensa i desagravio de los intereses i de la honra del Continente. Por eso las derrotas que esperimenta no son derrotas peruanas sino derrotas americanas. Por eso han tenido poco há la peregrina ocurrencia do celebrar con una gran farsa el aniversario de Ayacucho como el de una batalla ganada por el Perú en obsequio de la libertad americana, cuando fué ella precisamente el coronamiento de los esfuerzos que la América toda, desde el Orinoco hasta el Plata, hizo para dar, por fuerza, independencia i libertad a la única sección del Continente que, hallándo­ se bien avenida cou ia servidumbre, nada hizo por romper sus cadenas. Esa representación de la América latina que se arroga la República que ménos hizo por conquistar la indepen­ dencia i que de la independencia acá ha hecho mas quo todas juntas por dem restijiarla i corromperla, es el colmo de la desfachatez. ¡Famo.sa elección habria bocho la co­ munidad de las repúblicas valientes i honradas de esta parte del mundo otorgando aus poderes a perdulario seruejante! I mas que necias necesitarían ser ellas para sen­ tir amenazadas su independencia i libertad por'las derro­ tas que esperimenta, en usto castigo de sus bellaquerías, olmas desgraciado i perdido délos miembros de la familia! ¿Qué tiene, por ejemplo, quo perder la libertad con que el Perú pierda? Por ventura, el Perú, ¿ha dado la libertad a álguien? ¿qué pueblo se la debe? ¿I cuándo i a quién ha dado, en materia de libertad, ejemplos dignos de im itar­ se? Al contrario, él fué en América el que ménos prisa s e dió en romper Jas ligaduras del coloniaje i el que ha vi-' vido los años de independencia que cuenta desprestijiando a la libertad, escarneciéndola i renegándola con sus motines do cuartel, con sus dictadores "de sable, con sus asonadas de arrabal, con su administración corrompida hasta la médula de los huesos. Nó; a los monoruániáticos que en Lima han escojido la hora de la agonía dcl Perú para proclamarlo faro, guia, oncarnacion, atalaya, gran justicia, escudo i prez dcl mundo americano, contestarán cuántos cii América te n ­ gan memoria i juicio, con una sonrisa de lástima. Esa Nación, que se llama a sí misma Nacion-sol, ha sido una Nación en constante eclipse. En vez de hacer volar cou sus alas a las demas, ha sido para todas escándalo, dosprestijio i vergüenza, I a olla, cuando afirma su pmjenitura i sostiene que do ella pende la suerte de la América, podria darse la contestación del economista al ministro que lo trataba de hacer creer que dol lujo dependía la prosperidad del reino. ¡Teneis razón, señor, ni mas ni ménos que como pende de la cuerda ei ahorcado!

    Que los diaristas i oradores de Lima mientan no es estraño, supuesto lo crítico de la situación en que se en­ cuentran; pero que mientan para obtener el entusiasmo do hoi con la seguridad de que él ha de trasformarse ma­ ñana en incurable desaliento, es torpeza grande o criminal bellaquería. ¿Qué ganan con contar a aquellos inocentes i auu con liacerles tragar que todas las plagas de Ejipto, aumentadas i correjidas, están pesando sobre Chile, si, por otra parte, los hechos, con su grosería habitual, les están diciendo quo Chilo está realizando sin tropiezo la undéci­ ma empresa de las que los agoreros de Lima habian cali­ ficado de imposibles? Y’a nos parece que oímos a los cons­ criptos del ejército de Piéroia m urm urar tristemente: Cierto será todo io que nos cuentan: quo los araucanos han saqueado i arrasado medio Chilo i que el sarampión no ha dejado en la otra m itad títere cou cabeza: cierto que el pueblo de Santi.ago recorre alborotado las plazas i las calles pidiendo a gritos la cabeza del Presidente Pinto, i que esos gritos son inequívocas manifestaciones dol ham­ bre que devora a la Nación entera: cierto que miéntras el Porú cuenta con el apoyo moral i material do la América toda, Chile tiene por enemigos a todas las naciones del orbe: cierto será eso i cuanto se quiera; mas ¿cómo disi­ m ular que sobre esas verdade,s hai otras que callan los predicadores de entusiasmo? ¿Cómo olvidar que ese país, que se nos pinta débil, pequeño, revuelto, hambriento, desarmado i aborrecido, ba tenido la audacia do salir de sus lindes para buscar a nuestras. n.aves i a nuestros ejér­ citos, i la fuerza suficiente para ver coronada del éxito todas sus atrevidas empresas, venciéndonos donde quiera que, en mar o en tierra, ha conseguido darnos alcance? Chile estará tan estenuado como se asegura; pero, lo cier­ to es que miéntras el Perú, robusto i prepotente, se vo en Z . R o d r íg u e z . la estremidad da encerrarse en su capital a aguardar la hora que Chile elija para el ataque i la victoria, Chile tie- I ne recursos i soldados, i trasportes i ánimo para ir, al tra­ PRENSA PERUANA vés de los mares i de los desiertos, a poner sitio a las zorras en su propia zorrera. ¡VENCER O m o r i r ! _ Eso pensarán mi, cuando vuelven los ojos hácia la ter­ (Editorial Je La P a ir u de Lima de 2.3 de Diciembre de 1880.) rible vecindad del Sur, los héroes por fuerza del innú­ mero ejército de Piéroia; i recordando eso, cuando llegue Todo anuncia ya que so acerca el gran dia de la repa­ la hora de palpar el desengaño horrible, mui caro han de ración. Dia que esperamos, dia glorioso para el Perú i pagar sus imposturas los impo.stores. Empero, no es tan grave su culpa, porque obedecen a para la América. La mano poderosa de la justicia traeanuestros enemigos la fatalidad de la situación en que se encuentran, i nadie es bastante poderoso para eximirse de respirar el airo que para quo reciban el merecido castigo en los campos veci­ lo rodea. El limeño, charlatán por naturaleza, bajo la in­ nos de esta ciudad, quo ellos meditaron profanar con sus fluencia de los peligros que lo amenazan, ha tenido que crímenes i quo verá triunfante el oprobio de sus enemigos. Todo anuncia quo la hora suprema está ya cerca, caer en el paroxismo del charlatanismo. El Perú, que es Lima lo ha comprendido así desde el primer momento entre todos los estados americanos el que mas motivos en que tuvo noticia de la llegada a Chilca de las fuerzas para ser modesto tiene en .su historia, ha asegurado a todo el mundo, i se ha repetido a sí mismo i concluido al enemigas, fin por creer que es en el Continente la República-modelo, el pueblo-tipo, la Nacion-sol. El Porú, bajo la influencia de esa monomanía, obra i discurre. Por eso la palabra

    Su actitud digna, firme, resucita, enérjica, es prenda segura de, victoria. H a visto gozosa el desfilo de los ejércitos i ha respondido

    V CA PÍTU LO TERCERO.

    r rr 1í r

    r 'r

    r r

    ri r' i:

    i r

    r

    r: r"

    y 'k '

    y ' C ! ’

    Y c h I

    '

    o

    . {

    F ■ o

    o c F

    ' ;‘!í iMi»< iifr M

    335

    a sus aclamaciones entusiastas con unánime aplauso, pre­ San Lorenzo, como las víboras de Pisco, están... como están: i n lacrimoso valle... ludio de victoria. ¡Estamos muertos, i sin embargo, Callao i Lima, deliran Sí; venceremos. La Providencia no querrá negarnos esta debida com­ con la gran batalla, con la tan cacareada batalla, con la pensación do nue.stra fe en su justicia i de nuestro es­ imponente batalla! (Estamos muertos, i no obstante nos reimos de la fuerzo... Hemos hecho cuanto estaba en nuestro poder para or­ inueríe i nos alistamos para la vida de triunfo! ¡Estamos muertos, i en vez de agonía tenemos impa­ ganizar la victoria, para que la casualidad no nos arrebata.se una vez mas el triunfo que nos perteneeo de derecho. ciencia; en vez de estertores, entusiasmo loco; en vez de El Jefe Supremo, a cuyo.s esfuerzos deberá mañana la postración, un espíritu vigoroso, una alma grande, un pe­ República mucba parte de sú salvación i de su porvenir, cho lleno de ira, i mas que todo, un brazo, que no se rin­ ha asumido el mando inmediato del ejército para realizar de, sino cuando en verdad la muerte lo postra! ¿Con qué e.starnos muertos? en los combates las grandes concepciones de su jénio. Así será, pero con la muerte chilena; esto es, con esa ELnos llevará a la victoria. Su alma grande, superior a todas las contrariedades i a ■ muerto, que para nosotro.? solo ea muerte sin morir, portodos los agravios de la fortuna, multiplicará los esfuerzos, ! que ol Perú aun muerto en realidad, morir.á para vivir vigorizará los o.spíritns i comunicará a nue.stros soldados en la inmortalidad gloriosa, por su jiistiela, i cn la histo­ el "fuego ardoroso del patriotismo, que es el secreto de los ria, por sus proezas; morirá para dejar un nombre, que será ¡a veneración de los siglos i el orgullo de los pueblos héroes. que sepan tributar al hevoisrao ofrecido por ei derecho Con ú! venceremos. .Esta es la fe de nuestros guerreros; esta es la divisa que sus cultos fervientes. ¡El Perú jam ás morirá! llevan al combate. Los individuos como los pueblos, cuyas historias, mas Lima, Ja capital peruana, ha demostrado creerlo así en su actitud serena i tranquila de ayer i do hoi. Lima guer­ que pobre.s, son despreciables, .son lo.s que en verdad rera aclama a su caudillo, que es el caudillo de la Patria. mueren; porque la pobreza de alma, como el de.sprecio quo las innobles pasiones iruspiran, son, i tendrán que ser, O vencer o m orir... Venceremos, sí, esta es la convicción íntim a de todos. el cementerio, aun de los vivos sin vida, e.sto es de los Ei Dios de los ejércitos, que ha bendecido nue.stras armas, que solo tienen el nombro do vivientes. ¡El Perú no morirá! querrá, no lo dudamos, hacernos ahora los vengadores Importa poco que lejionos amaestradas en el crimen,' 0 su justicia, i dóciles a la disciplirsa de su táctica de iniquidad, lleven M a n u e l J e sú s O b in a los despoblados a palabra del robo i el fatídico acento de la matanza; importa poco que hordas incendiarias como las de Lynch, banqueteen a! pié do las llamas que reduce LA MUERTE DE CUILE O SEA LA MUERTE CHILENA. a cenizas las .. mejores conquistas dol honrado trabajo; Para Chile, ya estamos muertos; somos cadáver. Nues­ importa poco que so quiera infundir el terror con el cor­ tro funeral se celebra en Santiago; allí la carcajada del vo, que no respeta ni el llanto fie la cuna, quo no cede necio, la burla del fatuo i la ehicanefía del pedante for­ ni ante la timidez de la pureza, que lleva su odio hasta man coro para entonar nuestro Deprofundis; allí so nos el escondite de los temp o.s... Todo esto, i aun ma.s, poco importa. asperjea con lástima, i ose hisopo, en vez de rociar, golpea Aun con todo esto, que no doblen las campanas de nuestro ataúd... ¡Pobres! — Mas que pobres — ¡desgraSantiago. eiados! ¡No estamos muertos! — ¡Estamos con mas vida que ¿Con qué ya estamos muertos?—¿Con qué ya hemos jasado a mejor vida?—¿Con qué ya nuestra suerte lleva ayer! ¡Sí! ¡Con mas vida que ayer! a sentencia del cementerio? Ayer, si tuvimos de.scHlabros como el de San Francis­ De toda la petulancia chilena se necesita para, no .solo forjarse semejantes ilusiones, sino aun mas, darlas como co, la causa de esta desgracia está suficientemente cono­ ciertas i esparcirlas por todos los vientos, cida; pero en cambio de S.-m Franci.sco tuvimos Tarapaeá. El peor ridículo de Chile es su supina necedad; i su Ayer, si en gloriosa lucha perdimos en Angamos el itu d speor castigo será la confusión de su estúpida niñería. car, la débil corbeta Union humilló en Arica a uno de los blindado.s, quo por su fuerza i no por su coraje pudo ¿Con qué estamos muertos? ¡Vaya este! este requieseat i n -pace será la burla que cl 8 fie Octubre posesionarse de nuestro glorioso moni­ la muerte tenga! tor. Ayer, eon defensa heróica, con sacrificio sublime, las Si estamos muertos ¿cómo no vienen a visitar nuestra tropas do Raqucdano tomaron Tacna i Arica, porque el tum ba los que creen encontrar el silencio de los sepul­ número i aprestos bélicos tuvieron que esceder a os es­ cros, la frialdad del márinol i el inanimado polvo'del ce­ fuerzos de nuestros intrépidos... menterio? (Estamos muertos, i así muertos somos los centinelas Ayer pudo Chile cantar glorias, pero glorias ea cl si­ que custodiamos los alrededores de Lima; así muertos, lencio dol cementerio de nuestros mártires; pudo cantar tenemos Icjiones que, seguros estarnos, harán retroceder glorias, cuando era impo.sib'e interrum pir su cantar sa­ a nuestros apc.sftdurnbrados dolientes; a.sí muertos, para crilego, porque nuestros bravos habian sucumbido en la que por las calles de Lima pasee el soldado chileno, tiene pelea... ántes que quintarse... Ayer, fué ayer; hoi, es hoi. .¡Estamos muertos, i tenemos la vida en el Callao, que Hoi Chile no puede llorar nuestra muerte. Ese llanto, inspira miedo a los lar,sanies bloqueadores; i tenemos la ) mas que aflijido, es crimina!. En vez de esas lágtimas, vida en Lima, al pié de cuyas fortalezas, siquiera por ser qne prostituyen el dolor, quo insultan la conmiseración^ fortalezas de Lima, con gloria morirían sus necios inva­ ■ ; que escarnecen la misericordia; en vez de esas lágrimas, sores! g o u s sucias que caen en lodazal; en vez de ese embustero (Estamos muertos, i nuestras imponentes bocas de fue­ lloro, Chile debia enjugar su llanto par.a ser ménos sen­ go, do nuestro vecino puerto, se respetan mas por los sible i mas noble, menos hipócrita i mas franco, menos bombardeadores per accidens, que la custodia de Mo­ alevoso i mas caballero, ménos fanfarrón i mas guerrero... liendo...! Chile nos llora como muertos, i nosotros, quo estamos ¡Estamos muertos, i, naves como ejercito, marinos como en el pleno ejercicio de nuestra vida; nosotros que nos soldados, no pueden disimular su miedo; i las ostras de consideramos hoi, sin jactancia, fuertes e invencib es para

    336

    G U ERRA D EL PÁ CÍFICÜ.

    recibir a los acuartelados en Pisco; nosotros que tenemos conciencia de que el ayer no es el hoi, no podemos ménos que reimos de las condolencias que nos consagra la prensa de Santiago. ¿Estamos muertos? Vengan a nuestros sepulcros esos centinelas de Pilatos i ya verán que nuestra resurrección gloriosa aterrorizará a los invasores de Lima, ¿Nos creen muertos? ¿Nos lloran como muertos?-— Mmor. Si el triunfo dol Salvador fué la humillación del j u ­ daismo con sus escribas i fariseos, el triunfo de Lima será ia vergüenza de Chile con su poderosa escuadra, con sus lejioues aguerridas, con sus diestros capitanes i hasta con sus plumarios... ¿I esto triunfo lo alcanzaremos? Sí, porque hoi no es ayer; porquo Lima no es Tacna ni Arica; porque aquí no hai muerte, hai vida i muchas vidas para ofrecerlas pol­ la patria; porque en vez del soñado cementerio de Lima encontrarán los delirantes con Lima el cementerio para el crimen, la espiacion para la maldad, i el castigo para tanta i tan inaudita tropelía. Con seguridad que hemos de ver al muerto resucita­ do, i al vivo salir corriendo. Ya lo veremos. Poco falta: i en vez de tantos pésanies, en vez de pre­ parar el traje dol doliente, en voz de jirim iquiar sobre nuestros sepulcros, vengan los marino.? chilenos al Callao, i los soldados chilenos a ],ima; venga esa flota poderosa a desafiar nuestras baterías, i esas huestes vencedoras a tomar las fortidezas de inma. La victoria se entona no el bufete del escritor sino eu el campamento. Los triunfos no so cantan léjos de la pólvora. Aquí en Lima, Chile, i con Chile todo el mundo, verá si el Perú vivo o ya habia muerto. Esperamos a nuestros ilusos enemigos. No hai por qué temer: moriremos, pero con todos los filisteos. M. G.

    DE LA F

    u e -k t e

    la influencia de la opinión bulliciosa i tum ultuaria, la cual, allí como aquí, como en todas partes, pide guorra i guerra eterna. Esa parte do la opinión que on Chile grita i pido la jrosecucion de la guerra, la componen los que, dejándoso levar de sus sentímient.o,s, olvidan las conveniencias na­ cionales i los consejos de la sana razón. La Francia misma fué impulsada a la guerra en el 70 por un sentimiento de vanidoso orgullo. Entónces la voz reposada, la opinión concienzuda e ilustrada de hombres como M. Thiers, se ahogó i perdió on medio de la frené­ tica grita de los qno pedian la guerra. Así en Chile, la voz de los hombres sensatos que qui­ sieran poner un fin a la guerra, es ahogada por los patrio­ teros i por los que, sin tenor que perder, viven de la guerra i alimentan esperanzas que creen realizar con la continuación de ella. Forzoso es por esto emplear medios que hagan presión sobre la opinión popular i sirvan de apoyo i fundamento a Jos hombres que ailí quieren la p.az. La diplomacia puede obrar en este sentido, i ninguna con mas lisonjera.? espectatívas que la que se piensa en­ viar a Buenos Aires i Rio Janeiro. Conviene, sí, que nuestra diplomacia obre con actividad i so apresure a conseguir las bases de una nueva media­ ción, ántes de que se resuelva la cuestión en Lima, Cualquiera que sea el jiro que tomen los acontecimien­ tos, una mediación irnparcial e ilustrada, será siempre provechosa para la Alianza. PRENSA URUGUAYA. LA DIPLOMACIA PERUANA EN EL PLATA, (De Li Nacio.-i de Montevideo.) ElMiüistro peruano señor Gómez Sanclicz.—Sus proposiciones de AJiaiiza a los gobiernos del Plaúi.—Las revelaciones prometidas.—Bajezas, indignidades i calumnias diploiDáticaa peruanas. (1)

    C h a v ez.

    PRRNSA BOLIVIANA PONGAMOS EN ACCION NUESTRA DIPLOMACIA. (Editori&l de L i PAiitiA de La Paz de 7 de Diciembre de 1880.)

    Estamos en vísperas de un gran acontecimiento. E n las proximidades do Lima van a dosarrollarse suce­ sos de capital importancia para ia suerte de las dos repú­ blicas aliadas. Esperar eso desarrollo, aguardar la realización do esos sucesos impasible i estoicamente, no es político ni conve­ niente. Cualquiera que sea el desenlace del drama que se pre)ara a las puertas de la Ciudad de loa Reyes, nuestro Go.)ierno,yaquoel del Perú debe estar consagrado por com­ pleto a los preparativos de defensa, tiene la obligación de jromover, preparar o activar una mediación para cuando legue ese desenlace. Recuérdese que si se hubiese hecho política previsora a principios del presente año; si se hubiera preparado una mediación que hubiese puesto en juego su acción inmedia­ tam ente después de la batalla del Alto do la Alianza, se habrian conseguido mejores resultados de los consegui­ dos en las conferencias de Arica. Vencido o vencedor el enemigo, hai que obligarlo a tratar. ¿Cómo obligarlo? Desgraciadamente desde que las condiciones en que so halla colocado, i desde que las ventajas de su marina im­ piden que se le pueda obligar a tratar por la fuerza de ías armas, no queda otro medio que Ja diplomacia. Preciso 03 recordar que el Gobierno do Chile está bajo

    Todos conocen ya la carta-pasquín del diplomátieo pe­ ruano quo publicó E l S ig l o de Buenos Aires el 2 del presente, i que fué reproducida aquí en Montevideo en E l S i g l o i E l B i e n P ú b l ic o el 1 0 del corriente, en la cual, con un descaro sin ejemplo i sin igual, no solo des­ miente indignado las proposiciones de alianza hechas por él a este Gobierno, ya verbalmeute o ya por escrito, smo quo ha ido hasta hacer responsable a la diplomacia chi­ lena do ese trabajo, calificándola de calumnia i chismé vergonzante i calculada, como lo dice tcstualmento el bombá.stico Repre-sentante peruano, a dañar grandes intorcses que no hayan sido confiados. H.é aquí confesada su descabellada misión, a pesar de su loca e infantil pro­ testa... Descubierta su torpe trama hasta en sus menores deta­ lles, ha levantado el grito a los cielos, i de rodillas hum i­ llado, entona a los gobiernos que ha ofendido en sus com­ binaciones insanas i crinjinales, himnos de servil adulación. I al obrar asi, para no desmentir el triste i especial carác­ ter de falsía i cobardía peruanas, llena su inm unda carta de insultos i ofensas gravísimas al Gobierno, pueblo i di­ plomacia chilena, calificando a ésta de inmoral i de algo mas todavía. Mi proposito, por ahora, no es el de analizar estensamente esa carta, verdadero parto de un cerebro diplomático en descomposición i agonía, sino solo en la parte referente a las alianzas proyectadas i discutidas entro el Ministro peruano i este Gobierno, i que han sido insolentemente negadas por un Ministro-banquete i bajo su firma. Esas a lanzas han sido propuestas i mui discutidas, i nadie puede negármelo. Sépalo la República Oriental del Uruguai, í sépalo igualmente la América toda. (1) Este artículo tiene relación con el documento publicado ca cl pArraío XV, pijina 312 dcl presente capítulo.

    ri C A PÍTU LO TERCERO.

    .1

    ■3 4

    ■i i i i

    i

    ;¡ í

    1

    ( 3 ■i í

    1 \

    v.„ L,'

    s y

    C

    337

    gobiernos oriental, arjentino i brasilero iniciarían sus jestionos por la via diplomática, i como ésta no daria resultado ante la terquedad de Chile, entonces era llegado el instante de la intervención armada. Si el Brasil no entrara en esta combinación, no habria otra cosa que proceder a sublevarle Rio Grande do Siil i a Pcrnambuco, para formar con esto.s pueblos, Paraguai i - Oriental /i .;---- 1 ....... —1 república; i si esto no t.— República una sola fuera posible, h.aeer entonces varias, 1 con la cual desaparecería C.SC Imperio negrero. Como el asunto es grave, convendría que la contesta­ ción fuese dada al doctor N. N., amigo i aliado nuestro.” la inviYo, señor Ministro peruano, i no la diplomacia chilen.a, Hé aquí estractada fielmente eu lo principal ^ fué quien suministró los datos sobre vuestros proyectos tacion que el Ministro peruano hiciera desde Buenos Aide alianzas, que habéis negado soezmente, al corresponsal res a esto Gobierno, hará cosa de tres meses, como también que tiene aquí c i diario L.a P a t r ia de Valparaiso; i al sus planes criminales de conflagración aquí en ol A tlán­ dárselos, fué en virtud do haber tenido en mis propias tico, todo la cual ha sido negado por el señor Gómez roanos las pruebas de esas irrisorias proposiciones que Sancliez i calificado con la vileza proverbial peruana, de desde luego voi a dar a conocer públicamente, sin altiba­ chismo de la diplomacia inmoral chilena. Esa invitación fué mui disentida, comentada i leida en jes de ningún jénero. En vuestro prinier viaje a Montevideo tuvisteis varias Con.sejo do Ministros, acordándose por último aquella res­ conferencias con los mas influyentes de los secretarios puesta con determinado fin, quo Ud„ señor Ministro pe­ de Estado del .señor Presidente Vidal, i en el sentido de ruano, conoce i que Ud. eludió en su contestación a egte Gobierno, i con cuya conducta, a pe.sar de todo, se consi­ arrastrarlos a esa Alianza, que un pueblo cadáver i perdi do irremisiblemente por sn propia corrupción 1 raihtaris- guió saber lo quo so deseaba, de que Ud., aun con sus delirios e ilusiones, no contaba coa ninguna promesa mo, exijia por vuestro conducto. Pendientes esas conferencias aquí, cuando todavía go­ forma! arjentina. Cuanto dejo dicho, i muchísimo mas todavía, hace me­ bernaba a la República Arjentina el señor Avellaneda, cn una de ellas procurasteis hacer comprender con maldad ses que el Gobierno del Brasil lo sabe, mediante pruebas i doblez peruanas, aun sin afirmarlo terminantemente, documentales exhibidas... incontestables i orijinalcs. Lo mismo diré por. parte del Gobierno do Chile; quo quo el Gobierno arjentino exijia por su parte para acep­ ta r cambien la Alianza reclamada por el Perú, la condición todo lo conoce con minuciosidad, previos comprobantes, esencial i mui principal de que la República Oriental dcl hace m.as de do.s meses... 1 el sabio o intelijcntísimo Ministro diplomático, honUruguai entrara en ella. Vos, señor Ministro, debeis re­ cordar las razones negativas que seos dieron, ba.s.adas en ' ra i orgullo del Imperio en esta E.cpúb!iea; no puede ig­ la ninguna conveniencia para este país en dicha Alianza: norar estas cosas por de mas jocosas i archi-ridículas; i a mas de la enorme distancia del teatro de lo,s sucesos, la no las puedo ignorar, porque jamás i absolutamente cosa falta de elementos i recursos, i la cuestión interna por alguna se ha e.scapado a su inimitoble sagacidad i estraordinaria actividad, celo i patriotismo. último. No quiero entrar en mas pormenores: lo espuesto es En esas conferencias verbales, cuya conducta patriótica i americana do este Gobierno quedó así constatada por las ■mas que .snncionte para exhibir a la faz del mundo i de -----------------’ ■ relacionadas > ■ 1 • , i• solo . estas repúblicas principalmente, la torpeza, el crimen, la sensatas e.scusas que dejo en jener.sl, por ahora, vos, señor Ministro, descorazonado, pero sin corrupción i degradación infernal peruana i de sus hom­ desmayar, abandonasteis este país, acomodando en pri­ bres públicos. IJn Ministro como el peruano Gómez Sánchez, quo mer término vuestras dos casacas bordadas, alma secreta i sepulcro de vuestra perulera misión, i os encaminasteis niega con desplanto increible sus propias obras i bajo su IJoroso a Buenos Aires a perseguir el mismo propófito firma oficial, no tiene nombre, es un Judas irrisorio. Un Ministro como ei peruano Gómez Sánchez, que im­ estéril ante esos hombres verdaderamente de estado, que puta vil i cobardemente S U .S propios actos, como obra o 110 sacrificaii jacoás a sus pueblos por favorecer, a enor­ mes i difíciles distancias, i sin motivo alguno noble i de trabajo de la intriga i chisme do la diplomacia chilena, es ventajas positivas a la vez, a los que en ninguna onasion ^ un malvado, un calumniador infame i un bribón sin igual, han sabido defender ni su bandera ni su suelo, ni .sus es­ podrán decir todos; a mí me basta esponer i probar loa posas ni sns hijos i ni a sus padres aun...como cl Perú... hechos solamente. Un Ministro como el peruano Gómez Sánchez, que des­ Desdo allí, es decir, desdo Buenos Aires, i rijiendo ya osa Nación hermana cl Brigadier Jeneral .señor Roca, vol­ pucs quo ofende al Brasil llamándolo con desprecio Im ­ visteis a dirijiros en forma nunca vista ni croida, a este perio negrero, i de proponer la guerra de conquista en su Gobierno Oriental, exijiéndoie perentoriamente sellara la contra i como castigo, con la desmembración de dos do sus principales provincias, lo vemos en su carta publica­ Alianza. En esa nueva amenazante invitación, vos, .señor Minis­ da en Buenos Aires el 2 del corriente, arrastrarse ento­ tro peruano, entre las muchas indicaciones orijinallsimas nando cantares de vil i mi.serable adulación al Imperio. i planes criminales que proponíais, decíais, entro otras Conducta propia de almas degradadas, sin carácter ni cualidad alguna noble; es al fin hijo del Perú... i eso muchas cosas, mas o ménos lo siguiente: “Si V. E., cuya inmensa influencia nadie puede deseo- I basta... nocer, lograra convencer a ese Gobierno de la conveniencia I Proponer a la República Oriental que se armo i com­ i urjencia de la Alianza, a fin (palabras testuales) de salvar . prometa su futuro i nacionalidad con enormes gastos para al Perú de las garras de Chile, yo rae trasladaría en el pagarlos después ol Perú, pueblo inuorto... quebrado, sin acto a esa ciudad para reducirlo todo a un Tratado, en el crédito alguno, maldecido en Europa i América,— ménos cual mo comprometería, a nombre del Perú, a que éste por ciertos publicistas del Plata,—es cosa de diplomáticos pague i corra de su cuenta con todos los gastos que e.sa idiotas, fié aquí los presentes griegos de la amistad fe­ Nación hiciese.. .Para, alcanzar el objeto de la Alianza, mentida de la Alianza peruana, i sobre todo el de ese es­ debe'V. E. comenzar, sin pérdida de momento, por h a ­ pecial americanismo tan decantado, con que siempre han cerse de elementos numerosos de guerra, sistemas moder- engañado a estos países tan distantes, i adonde las pasio nos, como fusiles Gras, cañones Krupp, etc., etc., i movi- j ncs hierven por lo impresionables que son, lizar la Guardia N acional Así preparadas las cosas, los ' Exijir alianzas que no servirían contra, Ghi Chile en último Antes de esponer circunstanciadamente los hechos, mi deber reclama; fijar bien las proposiciones i caracieres. entro ol inmundo proceder peruano, quo niega solemne­ mente su obra, i e chileno que la afirma i la descubro; éntrelos quo mienten por corrupción i vileza, e¡?qiiivando las responsabilidades de actos que son culpables, con los que no la rehuyen, rindiendo así .sagrado culto a la verdad i a los grandes intereses de la patria ofendida por mendigos de favores para un pueblo de cobardea i cor­ rompidos, que ántes de 20 dias han do quedar purificados por oJ fuego i la metralla.

    T

    omo iv

    .— 43

    338

    G U ERRA D EL PA CIFICO ,

    negando su misión o im putando su obra como crimen de la diplomacia chilena? Ahi!... porque es... peruano. Ahora... si la misión del Ministro peruano no ha sido la de mendigar lloroso alianzas a favor del putrefacto ca­ dáver peruano, ¿cuál habrá sido ésta entónces, i mas dis­ poniendo de un personal tan numeroso como variado i solo parecido a los de Ossian?... No puede ser otra entónoes quo las de sus famosos banquetes, cuyas peripecias i consecuencias debemos estudiar para solaz americano. Todos recuerdan que el señor Ministro peruano dió aquí un banquete puramente diplomático, i previos so­ lemnes anuncios por mas de un mes. A un banquete diplomático, como hasta los niños de (iuarto redondo lo saben i el ritual así lo prescribe, solo pueden concurrir el Gobierno del país i los miembros del Cuerpo Diplomático; poro nó, periodistas numerosos i m ul­ titud de otras personas ostrañas, i mas en los momentos difíciles i de exaltación política porque atravesaba entón­ eos este país, Todo lo olvidó el Ministro peruano de una manera por domas torpe o calculadamente, desde que convirtió dicho sin igual banquete diplomático en polí­ tico'tum ultuario esclusivamente; en el que todo el mundo habló, gritó...peroró con exaltación impropia, hasta arran­ car por la fuerza promesas... programas políticos, recouoiliaciones falaces, i condenaciones á un pasado todavía mui fresco. Yo no critico a los que aprovecháronla oportunidad para su.? deshogo.? i abrazos: ellos hicieron bien; fustigo solo al que los autorizó i aplaudió para maldecirlos des­ pués a sus espaldas. Los discursos i brindis, verdadera lluvia de impropie­ dades, dado el carácter especial dol banquete, no m urie­ ron eu ol comedor...Continuaron su marcha triunfal a los palios, i de estos a las piezas do dormir de la bordada majestad peruana. En esa lucha banqüetil, dada la fiebre do los gladia­ dores, se temió llovieran también balas, por lo cual m u­ chos señores diplomáticos abandonaron apiesuradamonte, corno previsores i prudentes, sus asientos, i se marcharon. Este temor lo ho oído manifestar entónco.? i en plenos salones a varios do dichos señores, como también a los (De K.ACiaH de Mootevidco.) amigos de circunstancias del Ministro peruano, quien así He dejado evidenciado en mi anterior artículo cuanto se los manifestó on sabrosa reserva al siguiente dia i mui enuncié en mi carta dirijida al señor Director de este descorazonado... Esta nueva faz pública de la misión peruana,—la de diario cuando solicité sus columnas para contestar i ano­ nadar la audacia criminal del im pudente diplomático pe­ hacer las cosas al revés de todos, i buscando los medios ruano. He cumplido, pues, lo que prometí; i presentado de producir oí escándalo i serios conflictos en todas par­ a ese hombre de dos casacas bordadas tal cual es como tea,—no tiene precedentes, sino solo en la g ra n ,, .fam ilia.,. hombre público, i apoyado en sus propias obras por él peruana,.., modelo de habilidad, conveniencia, decencia i negadas, pero quo las imputó a la diplomacia chilena co­ demas virtudes quo nadie podria im itar sin degradarse; i sin embargo, es aplaudido todavía por sus agradecidos mo chismes vergonzantos. El Ministro peruano, al venir al 'Plata, traia la misión de entonces'... Ahora, i pensándolo bien, ¿a qué fines manifiestos obede­ importantísima, la de las alianzas, hecho que negó i que cerían dichos banquetes? A conquistar simpatías periodís­ yo he probado. ¿I por qué, dicho Ministro, habia negado bajo su firma ticas .sin duda alguna, bien que no las necesitaba, porque i púb icamonte esa.? ridiculas alianzas con tanto ompeño contaba con ollas desde que comenzó la guerra, salvo el exijidas i discutidas con ostos gobiernos cuando todo el vicio inveterado peruano de derrochar los caudales de su mundo lo sabe? ¡Será acaso porque esos proyectos envol­ Nación candil. Pero ese propósito tan manifiesto, a mi juicio, ha sido vían un nuevo crimen, una hueva celada traidora en la que son tan eximios los peruanos, a pesar de su falso ame­ allamento ofensivo a esta sociedad como a su numero.so diarismo, desde que so evidencia por medio de un ban­ ricanismo como proverbial fanfarronería? Puede ser... aun cmindo las alianzas en horas desgra­ quete, que con un plato de comida i una copa do jeneroso ciadas i supremas, i hechas a la luz del dia, no son jamás vino, basta i sobra para comprar los aplausos cuando no un crimen; pero sí lo son cuando se fraguan en el miste­ el silencio. rio para sorprender i aniquilar al vecino i al amigo, que ' Chile, jamás ha ofendido así tan cruelmente a sus her­ solo vive entregado a las honrosas labores dcl trabajo, de manos, ni .aun a sus enemigo,?, a quienes compadece su la paz i del progreso, como el celebrado entre el Ífení i ceguera i parcialidad. Chile no se cuida, pues, de banque­ Bolivia en Febrero de 1S73 en contra do Chile. Tampoco tes, ni de lomar cu cuenta el número de sus enemigos, ni Jo ea cuando esas alianzas se forman para m atar a otras de los diarios quo le niegan sus .simpatías i lo atacan sin alianzas crimiminales por sus finos nefandos o bien para estudiar a fondo i desapasionadamente los sucesos: solo prevenir i hacer ineficaces las que con igual objeto pu­ cuenta los soldados, cañones i barcos de sus enemigos i dieran realizarse. nada mas. I sigue su marcha adelanto libre de toda preo­ Entónces ¿por qué habrá procedido el Ministro peruano cupación, porquo se ha preparado para todas las emerjendo un modo tan villano i ruin, como miserable i cobarde, cias, conociendo con minuciosidad los recursos de los de­

    término, sino contra el Brasil, desde quo se proponía la conquista i desmenbracion de Rio Grande i Pernambuco, es evidenciar i probar lo que Chile siempre ha denuncia­ do: de quo el Perú es el mas camorrero, el mas desleal, el perturbador de la paz, puesto que no la ha mantenido con nadie; el que deshonra a la América con sus bacana­ les políticas, con sus fraudes escandalosos, sus asesinatos presidenciales continuos, con sus hogeras, donde se sirven con tranquila ferocidad salvaje la carne de sus majistrados con que llenan sus apetitos abominables. Este es el Perú... ese Perú que solo ha vivido preparan­ do celadas i aguzando cobardemente i en el misterio el puñal de los asesino.? cobardes para hundirlo por la espal­ da a sus amigos i hermanos, encontrándolos despreveni­ dos; como así lo ha hecho en pasados años cinco veces con Bolivia, tres con el Ecuador, dos con Chile, i hoi con­ tra orientales i brasileros pretendiendo envolverlos en es­ pantosa guorra i eterna ruin.a, Chile, jam:ís ha procedido de esta manera; por el con­ trario, h a vivido siempre la vida de la paz, del trabajo i de los progresos, i siempre sacrificándose por sus herm a­ nos i mui principalmente por ose Perú, Sodoma america­ na, la cual pronto desaparecerá, envolviendo en su caida i ruinas los vicio.? i ei libertinaje, únicos dioses de sus inmundos altaros. Con lo que dejo relacionado i probado, cada cual podrá _uzgar sin pasión sobre la diplomacia chilena, inocente de os crímenes de ¡a diplomacia peruana, i decidir cuál do las dos es la inmoral, la torpe e ignorante como indigna i cobarde, si la que niega sus obras a la faz de las nacio­ nes i en presencia de los quo son te.stigos do ellas i col­ gándolas al enemigo como chismes i calumnias, o el que las denuncia i prueba con valor i espíritu levantado, i sin carácter alguno oficial, diciendo: Yo soi el autor do esas revelaciones verdaderas. Así proceden todos ios chilenos, a quienes nuestros ene­ migos gratuitos odian sin merecerlo, en fuerza sola de esa franqueza inquebrantable i leal i que tanto desagrada a los caracteres dobles, falsos e hipócritas.

    339

    C APÍTU LO TERCERO.

    f 1y

    f--

    r-

    F

    •u.í

    clamadores, a quienes felicita i saluda con urbana risa... Pero el sainete ridículo de los banquetes peruanos da­ dos aquí, debia continuar en Buenos Aires en nueva for­ ma, como así lo han manifestado los diarios porteños. Todos sabemos por la carta publicada por el grande i eminente poeta señor don Carlos Guido i Spano, verda­ dera gloria i orgullo arjentino, que él fué la víctima dig­ na, cseojida por la imbecilidad i cobardía peruana para cebarse cruelmente en ollá, i sin otro delito atroz que el do no haber sido presentado en comida de familia privada peruana, el .sublime i simpático poeta, miembro de una familia por mil títulos querida i respetada, i a la vez hon­ rada por inmarcesibles glorias americanas, do bordada ca­ saca, como así los recibiera esc gran paj'aso de la diplo­ macia peruana. He aquí los grandes intereses cgnílados de quo tanto de­ canta ese opaco sol de la prostituida Ciudad de los Reyes.,. Lima. Sus obras i escándalos ya son conocidos en ámbas rejiones del Plata: todos pueden juzgarlas i apreciarlas, de la misma manera que el de las alianzas negadas con vileza cobarde por el descendiente menguado de Manco Capac. Pero es necesario agregar a estas faltas i torpezas gra­ vísimas nuevos crímenes que darán la medida de lo que son los hombres i corazones peruanos. Miéntras que en ridículos-i vergonzantes festines vota los dineros de su patria, que llora indignada sus terribles desastres, como la muerte de millares de sus hijos, i ame­ nazada de ser ahogada en sangre, abandona a un caballe­ ro honrado, que ha prestado buenos servicios al Perá, su patria, cargado do numerosísima familia, i consiente que arrastre una vida de necesidad estrcraa i bochornosa en Buenos Aires por culpa de su Gobierno; e.se señor es el Ministro peruano señor don Aníbal Latorre, antocosor de Gómez Sánchez, a quien cate deja morir de hambre i ago­ biado por enfermedades, a su ex-eologa i paisano, mién­ tras despilfarra a su vista moribunda el oro peruano en banquetes do bochinches con que impávido festina la deslionra de su patria como su muerte próxima, Miéntras el Ministro Gómez Sánchez observa en cl sonp de la gran sociedad arjentina, testigo indignado do lo que ho dicho, conducta tan inhum ana eon su antecesor. Ministro i paisano, el sábio, el gi-ande americano, el exi­

    mio publicista .señor doctor don José Pictórino Lastarria. Ministro chileno, avergonzado i condolido de ese cuadro de.sgarr.adov que veia, se presenta ai señor Ave­ llaneda i a algunos de sus ministros, como también a muchas otras personas arjontiuas que me 'seria fácil nom ­ brar, i Ies ruega salven la situación de l;i familia del se­ ñor Ijatorre como el decoro de la N,-u;ion, dándole el Gobierno arjentino todo lo necesario, a imitación de lo que habia hecho Chile en cuatro distintas ocasiones con aiplomáticos americanos abandonados por sus respectivos gobiernos, siendo el último el señor doctor don Elorentino González, tan conochlo en América, i mni principal­ mente en Buenos Aires, donde murió hace tres años. ¡Qué contraste tan abrumador! El hermano, el paisano i el compañero, abandonando i gozándose de ia miseria dcl compañero Ministro, de! jaisano i del hermano peruano, en presencia de las Repújücas del Plata; i el estrauo i enemigo como el chileno, implorando favores i recursos para el peruano enemigo, a fin (le quo uo solo salvara sus necesidades i decejro, sino que también pudiera a la vez trasladar.se al seno de su pa­ tria para ayudarla a bien morir, último deber doloroso, pe­ ro preciado de todo buen hijo. H asta esta aspiración sa­ grada ha olvidado i despreciado con increible barbarie el Ministro peruano soñor Gómez Sánchez. Ni entre los berberiscos ni solones se ven talos cosas, por demas degradantes, quo harían sublevar hasta los es­ píritus mas arrastrados o inhumanos. Si estos son los trabajos i ejemplar conducta del Repre­ sentante do Vina Nación, que siempre elije sus mejores flores para que sean aspiradas i admiradas por sus am i­ gos i simpatías, ¿cómo serán las deriias?... I.os snce.sos de la guerra, sin victoria alguna ni parcial; las alianzas negadas; el desprecio i abandono del herm a­ no Ministro a a mas vergonzosa miseria; .sus derroches cn banquetes desordenados, i la toma do la invicta, amu­ rallada i minada Lima, coíno de sus pozos envenenados, completarán el cuadro despejando dudas. ¡Dios perdone i rejenere a los peruanos, i abra i aclaro la vista 1 ol juicio de sos inconscientes parciales. F

    r a n c is c o

    J.

    H

    urtado

    B -v e e o s .

    CAPITULO IV SUMARIO.—I. ConEÍdericiones aobre !a prosecución de li campana, por el teniente coronel de Injenieroa don Tomas Walton. (Inédito.)—II, Modificación del Artículos.® delTrntado de Comercio i Aduanas, ajuarado entre el Perú i Bolivia. (Inédito. )~ I1 I. Felicitaciones del Gobierno peruano al Ministro Gome: Sanche:; cotnpra'del vapor ísl'iga por cuenta dcl Perú (Inédito); subvención al periódico L* Nacios de Guayaquil.—IV. Dccretoa del Dictador Piéroia i de las autoridades de Lima i el Callao reiativo.a a la reorganización del ejército de reserva; servicio do las baterías de Lima; ejercicio de riflo i medidas tomadas con los inasistentes; acuartelamiento ele la reserva eu Lima i el Callao; )io.spitale.5 de sangre; scgariüad de Lima; apertura for:osa de los eslablocinnentos de provisiones i órdenes dcl Jefe Supremo en campaña. —V. Roorgauiz-acion del ejército do Arequipa i contribución forzosa impuesta por el Prefecto Sobar.—VI. Legnciimiie A/imanen eneí Pertí: reclama por la negativa del Gobierno peruano para permitir el embarque de pasajeros neutra­ les en cl Callao; torpedo.? en Chorrillos; remite a bor.Io de la A d n a in e el archivo de la Legación; traslación de los buques de guerra i 'pontones a Ancón; nota sobre el ¿u xor de ¡a Compañía Kosinoa; arresto de dos súbditos alemanes, tomados por espías chilenos. (Inédito.)—VII. Legación Británica en Lima: retiro de familias peruanas del teatro de la guerra; incidente promovido por haberse rehusado al Cónsul inglés en el Callao el ^permiso para ir a bordo de ¡a rriu n /o ; estraccioa del cañón de! Angamos. (Inédito.)—VIII. Lepacioft de Proticía en e! P o'k; documentación referente al embarque de familias neutrales, comunicación con los buques de guorra fronocsos i traslado de éstos a Ancón. (Inédito.)—IX, Telegramas del coronel Sevilla sobre su encuentro con las íuerzas chilenas en Hcrvai.—X, Teraorc.s i pra;iarativo.s dcl Prefecto del Callao desde la llegada del ejercito chileno a Lnrin.—XI. Combate dei Manzano: telegrama.?, parte.? oficíale? i reiacion de los prisioneros.—-Xil. Descripción de este combate por los corresponsales en campaña.— XIII. Parte dcl Jefe de 1.a 1. zlrabulancia referente al vi,aje de ¡a División Lynch.—XIV. Tolegr.ama.? peruanos de todos lo.s reconocimientos del ejér­ cito chileno en el campo enemigo.—XV. Relación detallada de ios reconocimientos del ejército chileno hasta la sorpresa do A te,-X V I. Santo, seña.i contraseña dada al ejéroito peruano eu Lima, por el Estado Mayor Jeneral, en Diciembr e de 1880. (Inédito.)-X V II.—liditoiiaies.

    I. €ons¡(ler.'U'ioiie..ú so b re In p rosecu ción de ia cam paña, p or el T enien te Coronel d e liije n ie r o s don Tom ás W altoii.

    (Inédito.) ¡A L I M A ! Tal es el grito de guerra uní-sono que se ha dejado oír en Chilo, de uno a otro estrerao de la República, después del glorioso éxito de los espléndidos triunfos obtenidos por nuestras armas en las moinorables jornadas dol Alto de Tacna i toma do Arica, el 26 de Mayo i el 7 de Junio del presente año. Este grito do guerra nace de la conciencia que tiene nuestro pueblo de su superiorid.ad sobre ci peruano, la del hijo de Atacama sobre el de Tarapacá, la del hijo del Mapocho sobre ol del Riraac i la de los hijos de Oaupolican i de Lautaro sobro los de Atahualpa i Manco-Capac. Nada mas noble i ma.s justo quo el orgullo del arauca­ no, de esa raza de leone.s que, en su lucha de tres siglos contra la prepotente España de esa época, no fué nunca subyugada, no lo ha sido después, i pretende no serlo jamás. La campaña del año 39 al Perú nos dió a conocer que los chilenos de entónces eran dignos e'mulos de los héroe.? de nuestra independencia. Las recientes victorias obtenidas en mar i tierra conti'a dos naciones aliadas, hacen aun mas esplendente el trico­ lor chileno i encumbran mas alto el cóndor sobro los Andes, Los neutrales que nos han visto combatir, no han po­ dido contener un grito de admiración al ver hundirse en el abismo dol mar a la gloriosa Esm eralda i al contemplar atónitos a la goleta Govadonga, triunfante, cañoneando a la mole de hierro Ind-ependencia en las aguas de Iquique el memorable 21 de Mayo. ¡Qué hombres! Tal fuó la esclamacion que arrancó a los marinos euro­ peos el valor i pujanza de nuestros soldados al desembar­ car, bajo los fuegos enemigos, en Pisagua i trepar sus em­ pinadas cuestas.

    Esta misma esclamacion, la mas elocuente para espresar la admiración que causan las empresas audaces hasta la temeridad, fué arrancada al entusiasmo de todos aquéllos que jresenciaron los atrevidos asaltos del Alto de los Anj es on Moquegua, del Alto de Tacna i del Morro do Anca, La toma de estos dos últimos pueblos es, a la vez, uno de los^iechos do armas mas gloriosos de la época i mas im portante para encaminarnos a la terminación de la guerra. En el primero perdieron los aliados su mas numeroso i escojido ejército; i en el segundo, conquistando el atala­ ya dcl mar del Norte de nuestro Litoral, nos hornos abier­ to paso hasta poner al nuestro en comunicación con la escuadra, baso de operaciones quo nos ha dado ol com­ pleto dominio del mar, i con Valparaíso i Santiago, por telégrafo. N^o es, pues, raro quo un pueblo que ba vLsto a su ejército salvar inmensas distancias para bu.scar a su ene­ migo de guerra quo se haya parapetado, que ha nivelado las empinadas crestas de sus montañas, quo ha aplanado las zanjas i quebradas, atropellando par.ape'tos, minas esplosivas i la inerte aridez del desierto, se croa capaz de acometer lo imposible. Nuestras gloriosas victorias justifican sobradamente'el entusiasmo popular que se refunde en la esclamacion: “¡A Lima!” porque ve en ello el camino mas abreviado para llegar a un pronto desenlace. Pero la cordura i el perfecto conocimiento de las dificultades, aconseja no dejarse arrastrar por los movimientos del entusiasmo en una cuestión tan árdua i do la que depende ol engrande­ cimiento o decadencia de nuestro país. Por fortuna, el pueblo chileno, bravo i entusiasta en la jelea, es cuerdo en el consejo i tieno plena confianza en os directores de la guerra para someterse a sus acuerdos, persuadido de que conducirán la nave del Estado por el derrotero que mas convenga a su engrandecimiento. Nadie está, como ellos, en posesión de los múltiples datos que deben tenerse presento para optar por el rum­ bo que debo darse a las operaciones bélicas o pacíficas, que conduzcan a un ventajoso desenlace. Todo es relativo i sujeto a condiciones ta n variadas i complejas, que solamente a aquéllos que conocen a fondo

    341

    CAPÍTU LO CUARTO. el estado do nuestras relaciones diplomáticas, de nuestras finanzas, de nuestro armamento i recursos, es dado apre­ ciar i resolver el fin que debe darse a nuestras operacio­ nes. Esta cuestión e.s tan ardua i de tan tremenda respon­ sabilidad, que arredra hasta la idea de em itir una opinión por temor de incurrir en algún error perjudicial. Atentas estas razones, solo entraré a discutir algunas apreciaciones relativas a la prosecución de la campaña, con la mayor reserva i desconfianza, alentado solamente por el propó.sito de concurrir como chileno, con el óbolo de mis escasos conocimientos, ya que ei mal estado de mi salud no me ba permitido, como militar, seguir to­ mando una parte activa cn la campaña. Entremos en materia. El entusiasmo popular dice: “¡A Lima!” Pero ¿tiene el pueblo plena conciencia de lo que pide i conoce las dihcultades que ofrece, los gastos quo ocasiona, el tiempo que demanda i el camino que debe .seguirse? Cuestión es esta que solo puede resolver el Jefe Supre­ mo (lo la Nación con ol concurso de sus secretarios i consejeros do Estado, eon el de sus congresales, con cl de los conocimientos especiales de los jefes militares i con la colaboración de todos aquellos ciudadanos que hayan tenido ocasión do estudiar la cuestión m ilitar i los infinitos que so relacionan con la guerra. El mas vehemente deseo de nuestro pueblo es arribar a un pronto i glorioso desenlace. Pero para arribar a él por medio do las armas, necesitamos aum entar conside­ rablemente nuestro ejército, i para imponer la paz es también indispensable el mencionado aumento, puesto que el tono do las pretensiones i concesiones estará en concordancia con nuestra actitud i poder. La necesidad do aum entar nuestro ejército es jeneral­ mente aceptada o incontrovertible; pero ¿a qué número? Hé aquí uua respuesta difícil. Ella tendrá necesariamen­ te que subordinarse a tres imperiosas exijencias, que son: la de guarnecer el vasto territorio ocupado por nuestras armas, la de emprender nuevas agresiones i la de los gastos. Para proceder con órden, computemos primeramente las fuerzas necesarias para la guarnición de la defensa, GUARNICION DE LA LÍNEA DEL LO.A,

    iVu»» yy y y y

    C s y) ^ Q * Q I Q i!

    O

    '

    S a n Pedro de A ¿acím a.—Pequeño pueblo situado al Oriente de Caracoles es el tránsito de los ganados de Sal­ ta, cuya guarnición fuó .sorprendida por el coronel boli­ viano Carrasco, necesita 50 hombres de infantería e igual número de caballería, a fin de que puedan replegarse a la grupa sobre Chiuchiu, en ca.so necesario. En Chiuchiu, pequeño pueblo oriental del Loa, 100 hombres montados i 100 infantes para que puedan reple­ garse a Oalama. En este último pueblo, baso de operaciones dcl J-oa, el resto de hombres quo faltan para completar un rejimien­ to de infantería, nn escuadrón de caballería i una sección de artillería de montaña, sistema francés, rayados. Distribuida de esta manera, la guarnición dcl Loa for­ mará un total do 1,500 hombres. Estas fuerzas son indispensable.? no solamente para resguardar la importante lírica e.stratéjica del Loa, sino para desde allí mantener en jaque a las iuerzas bolivianas que defiendan el rico mineral da sulfuras do plata de Huanchaca, amagándolas con escursiones por el boquete de Santa Bárbara i obligándolas así a distraer parte de las fuerzas que podrían amagar a Tacna i a Arica. Caracoles.—Este pueblo mineral queda resguardado por la línea del Loa i por su batallón cívico, que no po­ dria movilizarse sino en casos estraordiuarios, a causa de ser compuesto de mineros casi en su totalidad. Cármen A lto o B alim ías.—No necesita guarnición; i la cívica que allí existe podria movilizarse, si con ello no sufre gran perjuicio la elaboración del salitre.

    A ntofagasta.— Queda snficientomente resguardado con sn batallón cívico, i aunque hai allí algunos fuertes, que­ darían estos perfectamente atendidos por uua brigada cívica de ,arti lería, que para ol efecto podria organizarse en ese pueblo. Rara no entrar cn detalles domasl.adoprolijos.no tom a­ remos en cuenta las pequeñas'guarniciones ríe Mejillones, Cobija, Tocopilla i otros pequeños puertos, por su insigiiific.ancia militar, a consecuencia del remoto peligro de que pudieran ser atacados por un enemigo sin escuadra, que tiene tantas otras atenciones de mayor importancia. Iquique i P isagua.—Se encuentran en el mismo caso qno Antofagasta, de manera que conceptúo, para su defen­ sa, como suficiente el batallón que .se lia organizado cn ese puerto, agreg.indole, si .se quiere, para mayor seguri­ dad, un batallón cívico de reciente movilización (500 hombres), convirtiendo entonces cl de esa localidad en brigada cívica de artillería, para atender a la defensa de los puertos. Tacna i A rica.—Réstanos ahora tratar del punto ca­ pital do la defensa, es decir, de estudiar la manera do guarnecer a estos dos pueblos. Esta cuestión es mui seria i corapletamento subordina­ da a la actitud i poder de las fuerzas bolivianas i al rum ­ bo que deba darse a nuestras operaciones agresivas. En efecto, .si a pesar de los desastres sufridos por los aliados en Tacna i Arica, no so ha modific¡ido la actitud de Bolivia, es claro que, rehaciendo ol resto de sus fuer­ zas dispersas, podrán adelantar a las altaras de Tacora o de Tarata do dos a tres mil hombres, quo m antendrán en jaque a Tacna, dispuestos a retirarse cada vez quo inten­ táramos algún movimiento sobre ellos. Por otra parte, las fuerzas do Leiva en Arequipa, en­ grosadas con los dispersos do Montero, cuyo total puede i constar de siete a ocho mil hombres, avanzando a Moqueí gua, nos amenazarían por el Norte, combinando un ataque , por el Oriente con Campero, Dada esta situación ¿podríamos espodicionar sobre Li­ ma sin dejar on esos dos pueblos una guarnición capaz de coiitrarestar una agresión de las fuerzas aliadas com­ puesta,? de 10,000 hombres?—Es evidente que nó. De esta consideración sur je la disyuntiva de optar por ir a Lima, dejando inactivos 10,000 hombres para guar­ necer esos puntos de ia mas alta importancia ostratéjica, o a Arequipa, para no dejar entonces sino los necesarios para mantener a raya a los bolivianos. El último camino, el de Arequipa, seria sin duda alguna el mas fácil, mas corto i ménos dispendioso; pero dudo quo resolviera la cuestión, i sería lójico suponer que Montero, sin artillería para defender la ciudad i sin fuerza para sostener una batalla campal, se retirara de Arequipa, bur­ lando a.sí nuestras espoctativas i haciendo estériles sacri­ ficios tan dispendiosos. Por otra parte, el abandono do Arequipa no nos repor­ taría ningún beneficio, puesto quo nos veríamos mui pronto en la necesidad de evacuarla, a fin de no aum entar indefinidamente las guarniciones, que quedarían inactivas para la prosecución de la guerra. Volvamos a ocuparnos del cómputo de las fuerzas ne­ cesarias para guarnición do la defensa, en el caso do que se hiciera indispensable la espedicion a Lima. Reasumiendo, tendremos: Guarnición Id, Id. Id. Id.

    del Loa i sus dependencias de Iquique i Pisagua.................... de varios otros puntos.................... de A rica.,.......................................... de Tacna i sus dependencias

    1,.500 500 500 2,000 6,500

    Total............................ 11,000 Esto es sin contar las guardias cívicas de cada locadad.

    342

    G U ER R A D EL PA CÍFICO .

    CÓMPUTO DE LA FUERZA, TIEMPO I GASTOS QUE ORIJINÁRIA LA CAMPAÑA A LIMA.

    Partamos del principio de quo se necesiten para el cer­ co de Lima 20,000 hombres, i como ya hemos admitido que la guarnición de defensa constaría de 10 a 11,000 hombres, resulta que debemos aum entar el ejército a 30,000, de las tres armas. El cómputo de 20,000 hombres para el cerco de Lima no es antojadizo; está basado en el número de sus defen­ sores i en el desarrollo de su perímetro. Admitamos que, para poner 30,000 hombres en dispo­ nibilidad, necesitamos dos meses; que para term inar la campaña emplearemos dos meses, e igual tiempo para firmar la paz, reembarque de las fuerzas, regreso i licén­ ciamiento. Tendríamos un total de seis meses, tiempo que conceptúo angustioso en atención a los tropiezos e in­ convenientes imposibles de prever i que nunca dej.an de acontecer cuando se trata de asuntos tan complejos i do tanta magnitud. Para computar los gastos que orijinariala espedicion, es necesario tomar en cuenta el que ocasiona el sosteni­ miento de 30,000 hombres durante seis meses, cl de la armada, escuadra i trasportes, durante el mismo tiempo, el de forraje, mantención, i el que ocasiona la organización, equipo i armamento del aumento del ejército i mil otros que seria largo enumerar. El total de g.astos que arrojan los cálculos en globo ba­ jo las bases enunciadas, asciendo a de pesos. jResílmen..—Tiempo, seis meses.—Fuerzas, 30,000 hom­ bres.— Gastos, 10.000,000. DISCUSION. I

    i La prosecución de la guerra nos traza cuatro o cinco caminos sobre los cuales discumrem os mui .someramente; á saber: el de la diplomacia, el de las hostilidades en las costas peruanas, el de Arequipa, el de Lima, i, por fin , el del staíuo quo. Por el momento, en vista de la actitud de los aliados después do los últimos desastres, parece que a nada conducirian las jestiones diplomáticas o que, cuando mas, tenderian a ir preparando la opinión de aquellos pueblos para influir ma.s tardo en las transacciones do paz. En cuanto al segundo camino, esto es, el de las hostilida­ des eu las costas peruanas, si ellas no produjesen los efec­ tos suficientes para obligarlos a'solicitar la paz, debemos, sin embargo, em prenderás como preliminar conducente al asedio de Lima i a cometerlas cuanto ántes a fin de ganar tiempo i practicar reconocimientos, pero^sujetándo­ se a un plan preconcebido que obedezca a la marcha so­ bre .Lima, para el caso que íuera necesario recurir a esa medida. Los sostenedores del proyecto de circunscribir la agre­ sión a las costas peruanas, en pugna con los partidarios de la campaña a Lima, no se han fajado talvez que el pri­ mero seria el preliminar obligado para llevar a cabo con buen éxito la segunda; i estos últimos talvez no han to­ mado en cuenta que la espedicion a Lima no tendría razón de ser si las primeras fueran suficientes para arribar al objeto que so desea. Sentada la preposición bajo este punto de vista, parece que la cuestión debiera solucionarse conciliando ámbos pareceres, refundidos en uno solo, del modo siguiente: Conviene emprender lo mas pronto i enérjicamento po­ sible las hostilidades sobre las costas peruanas, sin per­ juicio de prepararnos para una campaña a Lima, en caso de que el resultado de las p rim era s no fuese suficiente p a ra obligarlos a solicitar la paz. Es verdad que los primeros dirán: si las hostilidades son suficientes, los gastos preparativos para la campaña serian inútiles i honerosísimos. I los segundos sostendrían que, si so han de hacer los gastos para preparar la campaña, vale mas emprenderla cuanto ántes.

    I

    Pero creo que hai una gran diferencia entre el efecto que producirían en el ánimo de los aliados las hostilida­ des por sí solas i el temor que infundirían éstas, apoyada por a actitud do un poderoso ejército di.spuesto a mar­ char .sobre Lima. Miéntras tanto, hai también una gran diferencia de gastos entre preparar i realizar una cam­ paña. No podría asegurar que no discurro en un círculo vi­ cioso. Yo solo me propongo investigar para que otros mas competentes resue van. Ya me he ocupado ántos del tercer camino, esto es, del proyecto do una escursion a Arequipa, rechazándolo corno inadmisible. El quinto, es decir, el del statu quo, se reduce a con­ servar el territorio ocupado, esplotarlo en todas aus par­ tes de producción i ejercer actos de hostilidad en las costas del Perú. Este proyecto está basado en que no necesita aumentar nuestras fuerzas, en que ellas pueden sostenerse en gran parte'con recursos del. Perú, i.finalmente, en que sus sostenedores tienen la firme persuasión de que la po­ sición del Perú será insostenible una vez quo so hayan destruido sus puertos, sus obras marítimas z aus poblacio­ nes próximas al mar. Croen que todo esto podrá realizar­ se i quo los obligará a capitular ántes del tiempo necesa­ rio para tomar a Lima. Sé que este último proyecto es antipopular, que quien quiera que lo emita o apoye en el Congreso, o en la pren­ sa, o en público será altamente censurado i tachado do pusilánime o apocado; pero en cuestiones en que se trata del porvenir de la patria, debo hablar mzicho mas alto la voz de la conciencia que la del que busca el aura popular i Ins ovaciones. Por lo que a mí respecta, creo que el que alza la voz franca i leal de sus ideas, aunque fuera contra el torrente de la opinión, está mui léjos de merecer los calificativos que le discierne la efervescencia del entusiasmo de un país que,-justamente enorgullecido por sus glorias i mas glorias que está seguro de poder obtener. ■Calma, eMudio, acción.—Estudiemos con calma, obre­ mos con enerjía i preparémonos con actividad para todo evento; procedamos desde luego a las hostilidades dentro del mayor círculo de acción que nos perm itan nuestros actuales elementos; i, mientras continuamos aumentando ol poder de nuestras armas, el desarrollo de los aconteci­ mientos nos trazará el camino que nos conduzca al fin de la jornada. No sé si me equivoco, pero creo quo esta es la inter­ pretación del verdadero deseo del país, i tal la actitud que deben observar los directores de la gueiTa. Observo que impensadamente mo he estraviado del camino que rae habia propuesto seguir, apartándome dol círculo a que debo circunscribir las observaciones que me sujieran mis escasos conocimientos militares. CAMPAÑA A LIMA.

    Dejemos atrás toda discusión i no divaguemos con argumentacione.s que no he tocado sino porinsidoncia i que me apartan del objeto que me he propuesto, para dar cabida al estudio i a la ciencia. ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE DESEMBARQUE.

    Al operar desembarques en las costas enemigas, bien sea para destruir elementos de guerra o de comercio, bien para practicar reconocimientos, como en la primera espediuion a Moquegua, convendria hacerlo en el mayor nú­ mero de puertos posible, a fin de no dar a conocer el derrotero de nuestros planes. Nadie ignora que los desembarques al frente del ene­ migo, cuando no- son imposibles, son de mui difícil eje­ cución. . El arte m ilitar tiene mil recursos para impedir o difi­ cultar los desembarque.?, estableciendo baterías de cam­ paña, de montaña i ametralladoras a cubierto de las

    f

    =,

    1 Y

    C APITU LO CUARTO.

    34.3

    'I

    r r

    \

    y r

    r

    0^^

    fuegos de una escuadra i dando vista i convorjiendo a los puntos accesibles de la bahía, a la vez que la infan­ tería aprovecha, para situarse en emboscadas, las breñas i sinuosidades del terreno; miéntras que los torpedos fijos en la b s h k i las minas esplosivas pueden ofender a las lanchas i tropas do desembarque. Lo.s peruanos, escarmentados con la pérdida de Pisa­ gua, que trajo la de Dolores e Iquique, no omitirán medios para atender a la defensa de Chorrillos, Ancón, Chancai i otras caletas inmediatas al Callao, qne son las puertas avanzadas de Lima; razón por la cual, si bien es necesario ejercer gran vijilancia, i podria convenir practiear actos'do hostilidad i simulacros de desembarque en esos puntos para obligarlos á acudir a su defensa i hosti­ lizarlos con marchas i movimientos estériles i dispendio­ sos, no debemos, sin embargo, pensar se'riamente en operar desembarques en puntos tan próximos ai centro de sus fuerzas i recursos. lie oído, sin embargo, a marinos ilii.strados acordar la preferencia a una sorpresa nocturna, desembarcando a la vez un gran número de fuerzas en las playas del mismo Callao, que permiten el acceso a las lanchas, i ampararse rápidamente do los fuertes. Estos golpes de audacia suelen producir brillantes re­ sultado.?; pero el arte militar no los acepta sino para los casos desesperados, cuando no queda otro recurso, o d ia n ­ do no hai medio do luchar con un enemigo superior con algunas probabilidades de éxito. Estamos mui distante de encontrarnos reducidos a la condición de aventurar en una partida de azar lo que te­ nemos seguridad do poder conseguir por los caminos que nos traza la estvatójia i la razón. ¡Quién no sabe que Lima es el foco donde confluyen seis ferrocarriles i que, por consiguiente, puede disponer i debe tener di.spuestos un gran número de carros i locornotoras p.ara acudir en pocas horas a cu.alquiera de loS puertos a que está ligado por ellos! E sta sola considera­ ción bastarla para conocer que habria mil motivos para temer que nuestras fuerzas desembarcadas fuesen corta­ das por las fuerzas de la guarnición i por las .que en gran número acudirían de Lima. Por las razones espuestas, renunciemos al intento de desembarcar eu algunos de los puertos comprendidos en­ tre Chorrillos i Chancai, i tendamos r¡ne.stra vista hácia el Norte de! segando o hácia al Sur del primero. Hácia ol Sur tonerno.? a Pisco, Tambo de Mora i Chüca; hácia e! Norte, a Huacho. Las distancias están en razón inversa do los peligros, es decir, que miéntras mas léjos de Lima desembarque­ mos, mayor será el trayecto que nuestro ejército tenga que recori'er para llegar a esa capital i menor será el ries­ go de d6.-3embarque i de ser sorprendido por fuerzas mas numerosas. De estas consideraciones se desprendo que el punto do de.sembarque debe necesariamente corresponder a las exijencias siguientes: su guarnición poco numero.sa, su distancia de .Lima debo ser tal quo perm ita operar el des­ embarque do toda o de la mayor parte de nuestro ejército, ántes que las tropas de Lima puedan ocurrir a ese punto; sus caminos, hacer fácil o por lo menos no impedir la conducción de la artillería, parque i demas objetos pesa­ dos i estar provistos del agua necesaria. Estas son condi­ ciones indispensables, sin contar con muchas otras ále se­ gundo orden. Ahora bien, para optar por uno de los puertos del Norte; como Huacho, o por uno do los del Sur, como Pis­ co, Tambo do Mora o Chilca, seria preciso conocer personalraeiito las localidades, las distancias, los caminos, los recursos, etc. Carezco absolutamente de datos i desconozco eso.s lu ­ gares, razón por la cual debo prevenir que mis aprecia­ ciones emanan de las que he podido tom ar del plano i folleto publicado por la oficina hidrográfica. Huacho, situado al Norte do Chancai, dista de éste ú l­

    timo puerto, mas o ménos, 35 millas. El tiempo que em­ plearía un ejército en recorrerlas, mas el necesario para trasportarlo por ferrrocarrii desdo lim a hasta Chancai, perm itiria practicar con descanso un desembarque en el primero. En condiciones análogas se encuéntrala caleta de Chil­ ca, situ.ada próximamente a 25 millas al Sur de Chorri­ llos, límite del ferrocarril de Lima hácia clS. 0. Desde luego el trajmcto marítimo, partiendo desdo Arica, seria mucho mas corto para desembarcar en Chil­ ca que en Huacho; pero, para optar por uno u otro de es­ tos puertos, .seria preciso s.abcr cuál de los dos caminos a Lima presenta mayores ventajas para la marcha, A juzgar porla.s distancias jeográficas do la costa citada i por la esposicion hecha por ei virei Abascal acerca do la defensa de la costa i caminos que desde esta conducen a Lima, consignada en las pajinas 41, 42 i 43 del folleto también citado, la marcha de Norte a Sur ofrece mayores dificultados e inconvenientes, como asimismo mayores dis­ tancias que recorrer i muchos puntos estratéjicos para dificultar la marcha i para liaccr tenaces resisteiicia.s, co­ mo ol paso de Piedras Gordas, el portezuelo do Papacahana, Tambo, Yuga, puente del rio Caraballo i cl cordon de cerros quo, desde este último punto h.asta Guias i Lima, dando a! S. 0., domina al ferrocarril do Ancón, Por otra parte, la necesidad de apoderarse de Chorrillos por tierra, a fin de dar acceso a nuestra escuadra, para servir desde ese puerto do base de operaciones al ejército sitiador, seria una poderosísima razón para obtar por Chil­ ca u otro puerto al Sur dcl Callao. ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL ATAQUE A PUEBLOS RETRINUIlEllADOñ.

    La toma do Lima no seria un impo.sible para nosotros; poro está mui léjos do ser una cosa tan hacedera como por desgracia se lo im,ajinai;i los que no habiéndose ocujado do las innovaciones que ha introducido en ol arte de a guerra el perfeccionamiento de las armas, no están en actitud de conocer las dificultades que hai que vencer para atacar con éxito una ciudad que se prepara a la defensa. A este respecto será bueno refrescar la memoria de los que lo liayan olvidado, advirtiéndoies que cn el dia no se toman las plazas fuertes ni las ciudades atrincheradas por el asalto a la brecha. Los prusianos rindieron a Metz i a .Estrasburgo por el hambre, a Sedan i a Paris por el poder do sus cañones, líoa rusos fueron rechaz.ados en Piewiia. Pero no citemos fortalezas tan formidables como aque­ llas. Refirámonos a las quo tengan mas similitud con el caso de quo nos ocupanio,s; citemos liocho.s de armas que lian tenido lugar en poblaciones de oríjen español. Cincuenta mil franceses fueron rechazados en Puebla, i depuesto del mando el Jeneral francés por haber cometido el error de emprender a viva fuerza el a.salto.—Solo pudo someterla fkzaine despucs do tres incse.s do sitio i de constantes trabajos de zapa. Recordemos todavía acontecimientos mas palpables para nosotros; La heroica Serena resistió, el año 51, el asedio de tres meses que le puso el Jeneral Vidaurre eon fuerzas vete­ ranas de las tres armas, superiores en número, armamento i disciplina a las cívicas que deCendiau aquella plaza, i, sin embargo, no fue tomada sino que capituló, a conse­ cuencia dcl triunfo de las armas dei Gobierno en Loncomilla. Mas recientemente aun, el año .5!), Talca, defendido por un reducido número de guardias cívicas, armados con fusiles de chispa, sin un solo canon i comandados por un Jefe civil, Vallejos, vosiatió durante un mes a l sitio que le puso el Jeneral, Ministro de la Guerra, don Manuel García, con fuerzas veteranas muí superiores i una magnífica artillería de sitio. Talca capituló por haber fallecido su único Jefe, a consecuencia de un accidento

    344

    G U ER R A DEL PA CÍFICO.

    casual, miéntras un soldado arreglaba la piedra do su numerosa, de largo alcance i do grueso calibre; es decir, I sin artillería de sitio do nuevo sistema, que no tenemos. fusil. Con la artillería de campaña i de montaña de quo podeSe me objetará que el mismo año 59 la ciudad de San Felipe fué tomada al asalto por las fuerzas regulares ! raos disponer al pre.sonte, uo podríamos ni abrir brechas comandadas por el coronel don Tristan Valdés. Poro no 1 para un .asalto ni causar mui graves daños a la población olvidemos que este pueblo fué atacado a los pocos dias I (esto es si ellos han instalado en la plaza cañones do mayor de haberse insurreccionado i que no tuvo tiempo para I calibre), lo que nos obligarla a mantener un sitio cuyo tér­ mino no seria posible prever; pero de todas maneras, a preparar una mediana resistencia. Se me dirá también quo nuestro ejército penetró a I mi entender, do mas larga duración que el tiempo necesaLima forzando la portada de Guias; pero vio olvidemos I rio para obligar al enemigo a pedir la paz, por medio de que el ejército enemigo no estableció su defensa dentro las lostilidades en sus puertos i fuentes do producción de ae los muros do la ciudad. la costa. ¿I Tacna i Arica?—Ninguno do estos pucbIo,s estable­ Diré aun mas: no creo que haya uu solo jefe de bastan­ ció su defensa dentro do .sus murallas, i s¡ construyeron te ilustración i patriotismo que aceptase la responsabilidad fuera de ellas algunas obras de fortificación pasajera, de tiempo i costo que demanda la toma de Lima con la como zanjas i parapetos de sacos de tierra, que constitu­ artillería que poseemos, partiendo del principio de que yen una defensa, cubriendo las tres cuartas parles do un Lima esté regularmente atrincherada i artillada. hombre, están mui léjos de ser un obstáculo insuperable Debemos, además, tener presente que, tras de los muros, como las murallas de las casas i solares aspilladas, que todos son valientes, i que tan bien pelean el niño, el viejo no pueden ser atropelladas ni derribada.?, sino por medio i el cívico, como cl veterano, del cañón do grueso calibre o por los trabajos de zapa, DISCUSION SOBRE EL SITIO DE LIMA, que no es posible hacer a cuerpo descubierto. Al presente, las armas de precisión, de repetición i do Para discurrir acertadamente sobro el sitio de Lima, alcance han aumentado las dificultades de lo.s sitios has­ seria menester estar en posesión de un gran númoro de ta lo imposible. datos quo desconozco. La esperiencia alcanzada en las guerras franco-pru­ El rol princiftal de la infantería en un sitio, e.? el de siana i ruso-turca ha hecho convenir a todos los que lian protejor a la artillería contra los ataques de los sitiados; seguido el curso de las innovaciones militares, on que no su situación debe estar fuera del alcance de los cañones hai posibilidad de rendir una ciudad con una regular de- i de la plaza: su número dependo del de los sitiados i del fensa sino por medio del hambre i dol cañón. perímetro de la plaza. Después de las guerras citadas, se estableció en Europa I El de ia caballería, interceptar la comunicación e im­ una gran controversia entre artilleros c injeuieros, o lo pedir la introducción de víveres i recursos. ue es lo mismo, entro el poder de la .artillería i las obras El de la artillería, establecida en baterías fuertemente G defensa, mni semejante a la que existe en cl dia entre parapetada, cañonear insesan temen te la población, de dia los cañonea i las corazas. i de noche, dirijiendo sus fuegos a los cañones enemigos Los primeros dijeron a los segundos: “Señores injoniesi creyere posible desmontarlos, a los lugares de reunión ros, están ustedes arruinados" (vousétesflambés). En ade­ do los defensores i a los cuarteles i edificios principales. lante son inútiles vuestras mas inespugnables fortifica­ Ya hemos dicho que el número de los sitiadores depen­ ciones con sus glásis, sus camino.? cubiertos, sus grandes día del de los sitiados. Antes dol perfeccionamiento de fosos, sus fuertes parapetos, sus banquetas, barbetas, tra­ las armas, el de los primeros se computaba en el triple do versas, casamatas, bastiones, minas esplosivas, etc., etc. los segundos. Al presento, con motivo do no ser posibles El cañón de sitio, do largo alcance, lo supera todo. los asaltos, esta proporción h.a variado, i el arto militar E sta O pinión prevaleció por algún tiempo. Los injeno exije de un modo absoluto un gran esceso do sitiado­ nieros callaron, estudiaron i por último, contestaron: “Por res, i fija como mínimum una fuerza capaz de rechazar ahora, tienen ustedes razón; poro rebajarán mucho sus una salida en masa del sitiado; pero, en cambio, exije co­ pretensiones cuando hayamos tenido tiempo de construir mo condición ineludible una gran superioridad en arti­ algunas obras avanzadas i elevadas, en las que. por ser llería. estables, podremos colocar cañones de mas calibre i de Por esta razón no me cansaré de repetir con insistente mayor alcance que los de sitio, a fin de impedirles eK?ta- majadería: cañones i mas cañones, siempre que debamos blecer batcri.as de brecha que hieran a mansalva a nues­ atacar poblaciones retrincheraclas o fortificadas. tras poblaciones.” Si los peruanos tienen buenos injenieros que hayan se­ CERCO DE LIMA guido la m archa del perfeccionamiento de ataque i de­ fensa de las plazas, pondrán a Lima en estado de oponer Lima tiene un diámetro próximo a 4,000 metros; su una tenaz resistencia, empezando por formar un períme­ perímetro de defensa será cntónces do 12,000, mas o tro continuo de defensa, para el cual so anrovecliarán las ménos. murallas de las casas i solares, aspillándola.?; cubriendo Eí punto mas coreano a este perímetro a que podria con anchos i profundes fosos i fuertes parapetos todas las acercarse nuestro ejército fuera dcl alcance del cañen boca-calles i avenidas que den acceso a la población; refor­ enemigo, seria do 4,000 metros. zando los puntos débiles, i construyendo elevados baluar­ Do manera que el círculo envolvente, trazado concén­ tes en los puntos salientes o angulosos, a fin de colocar en tricamente con el perímetro de la plaza i distante de éste ellos artillería do grueso calibre, que pueden llevar del 4,000 metros, tendria por radio 0,000, i su desarrollo me­ Callao. diría, por consiguionte, 37.680 metros. Para resguardar esta enorme estension, tendríamos que Debemos también suponer que destruirán los edificios i obstáculos esteriores al perímetro do defensa, para quo colocar los diferentes cuerpos del ejército a mucha dis­ no intercepten la vista o los fuegos de la plaza, o para tancia unos de otros, lo que no seria admisible, puesto que no pueda aprovecharlos cl sitiador; i que e eciilarán, que en esta situación desventajosa no podrían ausiiiar.se en íin, a guiios trabajos para incluir o relacionar a defensa m utuam ente para repeler las salidas en masa de la plaza. del San Cristóbal en la de la ciudad. Hé aquí por qué tendríamos fojzo.?amente que renun­ He traido a colaciorí la narr,ación de los aconteci­ ciar a un cerco cerrado i vernos obligados a optar por la mientos que dejo mencionados, a fin de hacer ver a los elección de uno o dos de los cuatro puntos cardinales. Ya hemos dicho que tornamos por base de operaciones que crean que a toma de Lima es nna operación mui sencilla, que nada podria contra sus murallas retrinchera- a Chorrillos. Partiendo de este principio, salta a la vista das ql valor mas temerario, sin el poder de una artillería quo no podemos ocupar el Norte de Lima, porque en tal

    3

    1 4

    CAPÍTULO CUARTO.

    34.5

    i 1 '■i ' .4 s. '3

    1

    Y 'l i

    Y ' Y

    Y 'i i ': í

    Y

    Y Y Y

    4 Y-»'

    I V

    T Vi*'

    ■í

    V y A.

    ir

    caso tendríamos arocn.azado el frente i el centro por la que no puede hacerse .sin abandonar la unión con nuestra ciudad, la derecha por el Callao i la izquierda por ei San base de operaciones. (Chorrillos i la escuadra.) La ocupación dol cerro de San Jerónimo exijiria por lo Cri.stóbal, quedando además incomunicados en nuestra ménos un aumento de 10,000 hombres mas, o bien estrebase de operaciones. Si ocupáramos el Poniente, quedaríamos entre dos fue­ cliar mucho el círculo envolvente i entrando la infantería al fuego de los cañones enemigos. gos, es decir, entre Lima i el Callao. .Para optar por e.sto último medio, seria menester que, Si para interceptar sus comunicaciones i cortar los re­ cursos que pudieran recibir del interior, tornáramos ol ocupando primeramente el cuarto de círculo I G D Oriente, amparándonos del ferrocarril de la Oroya, nos ale­ avanzara de noche la mitad del ejército hasta la curva r (7 D ’, distante 2,000 metros del circuito do Lima, i jaríamos de Chorrillos. I, por fin, si ocupáramos el Sur para quedar mas próxi­ trabajase una zanja parapetada, cuya esteti.sion seria de mos a Chorrillos, el terreno poco elevado por eso costa­ 5 a 6,000 metros; i avanzar definitivamente el ejército ara ocupar la zanja cuando tuviera la hondura i espesor do no ofrecerla posiciones culminantes que dominaran la e parapetos suficiente, a fin de resguardar nuestra infan­ ciudad para establecer las baterías, i les dejaríamos espctería, Hecho esto, continuarla cl trabajo nocturno de za­ dita la comunicación con o! interior. Ya he dicho quo no conozco a Lima ni sus alrededores, pa desde D' hasta D”. Es fácil observar quo, avanzando el cerco hasta D ’ o i qiie mis estudios ,se refióren al plano que acompaño. La simple inspección de ese plano i las consideraciones D", -se dominaría el camino de Pasco i el ferrocarril del arriba indicadas no dejan lugar a trepidar acerca del lu­ Norte, i que no quedarla al ejército de Lima otro refujio que el dol Callao, al cual, despuos de ocupar a Lima, so gar de preferencia para situar nuestras fuerzas. Nuestro ejército, en son de combato, emprendería la le pondría un cerco cerrado mui sencillo i de corta du­ m archa desde Chorrillos, que suponemos en nuestro po­ ración. Pero como ya he dicho, seria menester contar con un der, hácia Lima, bien sea por el ferrocarril o por la carre­ ejército do 20 a 25,000 hombres, con todos los cañones do tera. 1.® La primera etapa seria hasta Surco i Barranco, campaña i de montaña de que podamos disponer, i mui que ya estarían en nuestro poder ocupado por avanzadas. principalmente con dos baterías de sitio de nuevo sis­ 2. ® La segunda hasta Miraflorcs; desde allí saldrían tema. Las etapa.? que he designado a la marcha dol ejército divisiones para apoderavao de Magdalena i Magdalena varian entre una a tres millas, desdo Chorrillos alo.s alre­ Nueva, destruyendo el ferrocarril. 3.® La tercera etapa, hasta ocupar los dos pequeños dedores de Lima, tomando en cuenta que un ejército que pueblos Magdalena Nueva i Vieja, para desde allí des­ avanza con un enemigo cercano a su frente debe m archar truir los (los ramales dol ferrocarril que comunican el i acamparse siempre (li.spuGsto a rechazarlo Para protejer la marcha de nuestro ejército desde Chil­ Callao con Lima. 4. ® Hecho esto, haríamos una marcha de retroceso ca hasta Chorrillos i desde allí hasta Magdalena, seguirla hasta las dos Magdalenas, después de haber destruido to­ ! una parte de la escuadra rumbo al Norte, costeando el do lo que pudiera ser útil al enemigo. i Litoral í un poco a vanguardia de él, para itnpedir desde 5. ® Marcha de retroceso hasta Miraílores. , el mar el avance de fuerzas enemigas qne quisieran en­ Al emprender la marcha de avanzada desde Miraílores torpecer la marcha de las nuestra-s i para dar la voz de hacia ámbas Magdalenas, habríamos cortado el ferrocarril alarma si descubriera en algún punto su presencia. do Chorrillos cn Lirnatambo. Teniendo presento que desde Arica a Chilca hai mas 6. ® Regresado el ejército a Miraflores, emprendoria do 360 millas marítimas i que la escasez de trasportes no nuevamente su marcha de avance hácia el N. O., hasta nos permitiría conducir de una vez todo el ejército i tren ocupar a Valverdc i Chorrillos. do guerra quo so nece.sitaría para rechazar al enemigo, 7. ® H asta ocupar a Mendoza, Salamanca i Montería seria conveniente establecer en la isla de San Lorenzo, chica i Camacho. que solo dista de Chilca 30 millas, un deposito conside­ 8. ® H asta Inquisidor i Ate. rable de carbón, agua o_ máquina de desti ación, forrajes, 9. ® H asta Salinas. Llegado el ejército a este punto, manutención, material pesado de artillería, parque, i en fin, conviene apoderarse de la bifurcación del Rimac, quo so cl re,sto de las fuerzas que no pudiera conducir ei primer encuentra como a una milla mas al Oriente, i según el convoi que desembarque, con el objeto de tener listo i caudal de sus a^uas, tratar de hacer allí un trancado, i cercano cl segundo envío de refuerzos, reservando para para privar de ollas a Lima, dirijiéudolas por el rio .Surco. el último el material pesado de sitio, que de.sembarcaria El arco de circulo L G B, trazado desde el centro do cn Chorrillos después de haberlo tomarlo por tierra. Lima con un radio de 6,000 metros i distante en todos sus No terminaré sin encarecer nuevamente la grande im ­ puntos 4,000 metros de! perímetro de defensa, tiene un portancia estratójiea de ocupar el Oriente de Lima para desarrollo (le 10,000 metros, que será fácil cubrir con cor­ ampararnos del ferrocarril d éla Oroya, i desde la carretera tos intervalos, eon un ejército de 20 a 25,000 hombres. que marcha al costado do éste, a fin do cortar sus comu­ Basta la simple inspección del plano para comprender­ nicaciones i recursos. las ventajas de esta posición. Llamaré también la atención acerca de! gran resultado Una batería bien parapetada en la pequeña altura de que podrían dar los tranques del Rimac para privarla dcl Cabra, a 2,500 metros de la playa i 1,500 de nuestra in ­ agua o bien para inundarla. Estas medidas pueden i fantería, guardaría ol ferrocarril de Chorrillos, cubriendo suelen resolver el resultado do un sitio. Como ejemplo, nuestra izquierda, la que a su vez protejeria a la batería, , citaré el que el Emperador de Alemania Carlos V puso i entre ámbas resguardarían el paso hácia Chorrillos, a Metz (no recuerdo la fecha). El gran conquistador no Otra batería, que en las mismas condiciones que la an­ tomó cn cuenta las aguas del Mosola. Los franceses se terior, coronaria as alturas de Piño, protojida por nuestro aprovecharon de esta oraisíon, i por medio de trancados centro G. i (lo esclusas las dirijieron sobre el ejército sitiador, inun­ Dos formidables baterías, coronando las alturas de San dándolo de tal manera quo tuvo que retirarse, dejando Bartolomé, B, guardarían nuestra derecha, qno a la vez enterrados en el fango sus cañones de sitio de grueso ca­ Ia.s protejeria contra las salidas. libre, de los cuales he visto el año 50 uno enorme que los Para que el cerco fuera mas cstenso i de mayor impor­ franceses conservan como trofeo en el Arsenal de Artille­ tancia, seria mui conveniente prolongar nuestra derecha ría de Metz, hasta B , para coronarlas alturas de San Jerónimo, domi­ nando así al San Cristóbal i a la ciudad; pero esto nos obligaría a poner nuestra izquierda hasta el punto O, lo Tom o iy .— 44

    S

    346

    G U ER R A DEL PAGÍFICO.

    H e marcado con tinta roja los fuegos de la infantería de ámbas ciudades, i con tinta rosada los de la artillería; de m.anera que toda la parle en blanco podrá ser recorrida A L lilA ! por nuestras fuerzas fuera del alc.mce eficaz del cañón enemigo, colocándolo en el perímetro de ámbas ciudades. Estudiemos ahora la cuestión bajo otra faz. Die 10 esto, partamos con dirección recta al Norte, con Ea mui posible que las hostilidades contra las costas descubiertas desplegadas en guerrilla cubriendo todo el del Norte i sus fuente,? de producción no pudieran llevar­ frente de nuestra línea, dejando la caballería a nuestra se hasta el estremo de destruir con gran número de inderecha para csplorar las alturas A , si fue.sen accesibles, i jenios por temor de dañar intereses neutrales que nos ostentando manifiestamente un ataque a Lima, hasta Sur­ acarreaiián complicaciones do trascendencias. co i Barranco en columnas, 1 después hasta Surquillo i Esta consideración nos obliga a ser mui circunspec­ Valvcrde en órden escalonado. tos, i a lim itar nuestra e.sfera de acción a causar ciertos Llegados a este punto, emprenderíamos un movimiento perjuicios, i a ejercer una gran vijilancia con el fin do oblicuando a la izquierda o hácia el N. E., de manera impedir al enemigo, cuanto .sea jo.sible, la extracción do quo nuestra derecha situada en Valverde se trasladase a producto.s de comercio que les faciliten medios de con­ San Borja, pasando nuestro centro a San Isidro o al pe­ vertirlos en metálico o en elementos do guerra. queño montículo C, en cuyo punto quebrarla la línea for­ Pero, para impedir la esportacion de esos productos i mando un martillo, de suerte que nuestra izquierda apo­ la importación de armas, seria menester poner bloqueo a yase perpcndicularmente al barranco del mar, pasando do todos los puertos mas importantes i mas próximos a Lima, Surquillo a /. lo que no es posible efectuar, porque ol Callao nos absor­ La línea quebrada 1 C D, corapue.sta do dos frentes be la atención de la majmr parte de la escuadra. Si de­ 1 G, paralelo a las do.s.Magdaleuas, i 0 1), paralelo al perí­ bilitáramos las fuerzas que lo bloquean, nos espondríamos metro do ia plaza, tieno por objeto m archar i acampar a la salida de los seis o siete buques que se guarecen tras ireveiiidos contra una salida de Lima combinada con las del muelle dársena. berzas del Callao, ocupando estas últimas las dos Magda­ Todo esto nos hace naturalm ente tender la vista sobro lenas, i las de Lima la línea de casas: Biiona-muerla, Mael Callao, contra el cual, como j'a he dicho ántes, nada talcchiicitas, Matalechuzas, Lob.-mton, Lince i Calería. podemos por mar. .En esto caso nuestra situación estratéjica seria mui Siempre he sido de parecer que poco o nada avanza­ desventajosa, i,por esta razón, ántes de em prenderla m ar­ ríamos con los bombardeos. cha hácia ámbas Magdalenas, debemos necesariamente En la memoria que presenté cl año próximo p.asado, tomar poso.sion de todas las casas comprendidas entré Lidando cuonta de los trabajos de defensa de los puertos matambo i Buena-mnerta, aunque para ello tengamos que de Coquimbo i Caldera, que el Supremo Gobierno tuvo entrar bajo el fuego de los cañones de la plaza; pero evi­ a bien enconmendarme, omitía osta opinión, fundada en tando cuidadosamente el penetrar con nuestra derecha al las prescripciones de la guerra de costas, en la historia círculo rojo o de los fuegos de infantería da la plaza. de los diferentes bombardeos que han tenido lugar dosde La línea I C D, a la vez quo nos permito acampar el la antigüedad hasta la guerra de los separatistas en los ejército fuera de todos los fuegos enemigos, cubra los Estados Unidos dcl Norte, i finalmente, en la del verifi­ frentes del Callao i de Lima, resguarda el ferrocarril de cado por la escuadra española en el mismo Callao. Chorrillos, permitiéndonos encerrar dentro de su ángulo, La guerra de costas solo acepta el combate de naves en Miraflores, nuestro parque, ambulancias, Estado Mayor contra fortalezas de tierra en aquellos casos en que su i pertrechos, colocando nuestra reserva en las cuatro pe­ concurrencia es necesaria para obtener im gran resultado queñas eminencias que se encuentran delante de Surqui­ en las operaciones bélicas, corno el de protejer un desem­ llo i Santa Cruz. barque. Desde el frente C D, con los cañones K rupp i los La esperiencia ha demostrado quo una batería de cua­ Armstrong de largo alcance, podríamos cañonear a Lima, tro cañones de grueso calibre, en tierra, es superior a un haciendo converjor loa fuegos a las estaciones de los fer­ navio armado con 120 do igual poder; i el Á ide memoire rocarriles de Chorrillos, Magdalena i Callao. Con el frente d ’A rtillería hace subir esta proporción a uno p o r cuaren­ I O, cañonear las dos Magdalenas si estuvieron ocupadas ta i cuatro. por fuerzas enemigas. Cuando el H vAscar i la U nion vinieron a Caldera a Como puede verse en el plano, la faja do terreno que tom ar el Lanyxr que se hallaba fondeado en esa bahía, nuestras tropas pueden recorrer, fuera del alcance del cano habia en los Inertes sino dos cañones de a 68 lisos, i non enemigo, para dirijirse al Callao, mide un ancho uno de 150 rayado; i sin embargo, Grau no se atrevió a próximo a 2,000 metros. Esta circunstancia nos impido provocar un combate; i mas tarde, cuando se encontraba m archar con nuestro frente presentado al Callao, porque allí el Abtao reparando sus averías, no se acercó a la boca tendríamos que penetrar con nuestra derecha mui cerca­ del puerto, porque supo que ya habian cinco cañones na a Lima, desde donde seria flanqueada, enfilada i do­ montados, de los cuales tre,s eran de 150 rayados. blada por retaguardia por las fuerzas enemigas, lo cual En su últimíi escursion, en 1.a noche, a Coquimbo, i podria acarrearnos la pérdida de nuestro parque. H é viéndolo apercibido pava la defensa, no se atrevió ni a aquí por qué es indispensable avanzar con nuestra izquier­ tomar ni una lancha, miéntras en Chañaral de las Animas da dando frente al Callao hasta trasponer ol punto / a i otros puerros indefonsns, hecho a pique todas las em­ Magdalena Nueva, el punto C a Magdalena, i el punto D barcaciones menores, Si entró on dos ocasiones a Anto­ a G, o a San Isidro, adelantando también el parque i ba­ fagasta, fué porque aquel puerto, mui abierto a los caño­ gajes hasta colocarse dentro del ángulo q dol cuadrilátero nes montados, con un ángulo de tiro mui reducido, lo formado por los dos frentes, la reserva i oí barranco del perm itieron elejir las distancias i colocarse en ángulos mar. muertos. La marcha i acampamento en esta forma, es la mas No pudiendo, pues, alcanzar nada por el mar, estudie­ adecuada para avanz.ár fuera de los fuegos enemigos, i la mos la manera de acomercr al enemigo por tierra, ya que que mejor se presta para evitar las sorpresas nocturnas i hemos hecho ver las dificultarles que ofrece la toma do la confusión que éstas ocasionan. Lima. En esta situación, el fronte comprendido entre Magda­ No insistiré sobre las condiciones i punto del desem­ lena i San Isidro bombardearía nuevamente las estacio­ barque; pero .sí partiré del supuesto quo estamos en posi­ nes de ferrocarril. ción de Chorrillos con una fuerza capaz de repeler en No serla prudente hacer las etapas demasiado cortas, a toda ocasión al enemigo en una batalla campal. fin de no esponer tanto tiempo al ejército a las sorpresas CONTINUACION DE LAS OBSERVACIONES SOBRE LA PROSE­ CUCION DE LA CAMPAÑA.

    1 CAPÍTU LO CUARTO.

    ■;4 :3 J

    ■i" 1

    4 f í í' ■i í

    ) i í f .i'

    J 'r i i 1 } í i i ?

    ,í !

    i

    Y

    1 I

    ‘Y .4 y

    Y F

    nocturnas, que suelen ser causas de confusiones desastro­ sas, como en Cancha-rayada; i talvez convendria mas ha­ cer de.sde Chorrillos una marcha noeturna en la forma angular indicada para apoderarse al amanecer de las dos Magdalenas i do todas las casas comprendidas al frente de San Isidro i M.agdalena. La elección de los puntos para acampar i el largo de las etapas son del resorte del Jeneral i Jefe de Estado Mayor, en vista de datos recojidos en la misma localidad por los esploradores u obtenidos de prisioneros, i de los obstáculos que haya que vencer. No obstante, recomien­ do mucho el rumbo i órden de marcha indicado, porque es el que aconseja el arte m ilitar para casos análogos, en que hai quo temer ataques por dos frentes i cuando hai que tomar toda clase de precauciones para evitar las sor­ presas nocturnas. Recomiendo mui especialmente la ocupación anticipada de las casasquintas situadas entre Lirnatambo i Magda­ lena, porque si los enemigos tienen un buen injeniero m ilitar quo sepa aprovecharse de las ventajas que esa posición ofrece, formarían allí una red de zanjas parape­ tadas que, ligando las diferentes casasquintas, en la for­ ma marcada con tinta roja en el plano, constituirian una línea do defensa angular f a Redaras et fenaiües) apoya­ da en las casas, que podrían convertirse en fortines o blockances; i unida esta línea angular de salientes i en­ trantes, cuyos fuegos se flanquean i cruzan admirablemen­ te con San Miguel IMagdalena Nueva, constituirían la mas formidable defensa avanzada, llenando de fuegos cruzados el cuadrilátero encerrado entre esta línea, el ferrocarril de Chorrillos i el barranco deí mar. Esta línea avanzada do defensas que cubre el claro sin fuego do las dos ciudades, tendria además la ventaja del fácil repliegue do las fuerzas de ámbas guarniciones ene­ migas. No es posible formar un buen plan de ataque sin estu­ diar primero la defensa, i por esta razón os que un ejér­ cito asaltante necesita practicar préviatnente esploraciones i simular falsos ataques, a fin de que ei enemigo descubra su defensa, para deducir do aquélla la manera de dar el verdadero ataque. Ahora bien, como el enemigo ha tenido tanto tiempo para estudiar la defensa combinada de sus , dos ciudades i sabe positivamente que, después de Arica, son a la vez que su única tabla de salvación en que jugarán la última partida, los puntos obligados do nuestros ataques, es de suponer que no se le habrá escapado la grande impor­ tancia estratójiea de la línea marcada en el plano con tinta roja. •En previsión de que esto pudiera suceder, he querido hacer ver su importancia para que el conductor de nues­ tro ejército no lo introduzca cir ese cuadrilátero mortífero ántes de estar seguro de que no está ocupado por las fuerzas enemiga.?. He aquí por qué he insistido en la necesidad de ampararsc previamente de las casase uintas mencionadas, La simple inspección, del p ano da a conocer que, en caso de que el enemigo se situase cn la línea roja angu­ lar, seria necesario atacarlo por su flanco izquierdo, am ­ parándose primeramente de Lirnatambo sin cstender mu­ cho nuestra derecha hácia Lima, a fin de evitar que pueda ser enfilado por la artillería de la ciudad, i continuar nues­ tro avance siempre por el flanco hasta ocupar las demas. Tja ocupación do la línea angular desde Lirnatambo has­ ta Magdalena Nueva requiero tino i pericia; su impor­ tancia, tanto para impedir que la aproveche cl enemigo como para poder utilizarla nosotros, salta a la vista del ojo menos perspicaz, motivo por ol cual dudo mucho que nos dejen tomar posesión tranquila de estos lugares. Se comprende tam bién fácilmente que, si cornseguimos ocupar sin grandes pérdidas esa posición, será para nos­ otros un gran recurso, manteniendo nuestra línea en las dos Magdalenas, i en la curva que parte desde Magdalena hasta San Isidro, para bombardear a Lima desde estos

    347

    puntos, resguardándola por avanzadas en las casas del frente. Mientras tanto, parte do nuestra escuadra, con cañonea de alcance, resguardaría ol camino del Callao a Magdale­ na, situada entre A i B. Antes de abandonar esta posición para continuar avan­ zando, destruiríamos todos los cercados i tapias divisorias de las quintas que se encuentran hácia el frente i Norte comprendidas en el círculo rosado, que pudieran permitir al enemigo emboscarse o parapetarse, escepluaudo aqué­ llas que por estar mas cerca de nuestro ejército pudieran servirnos con cl mismo objeto. Como es mui presumible que, viéndonos el enemigo tomar rumbo hácia el Oeste de Lima, se le acurriera ce­ gar las acequias para privarnos del agua, dejando sola­ mente las que surten al Callao, tendríamos ea tal caso necesidad de avanzar al Norte basta ampararnos del Ri­ mac, cegando cntéiioe-S nosotros las acequias i cañerías ()Lie surten a este pueblo, i tomando toda clase de precau­ ciones para evitar las emboscadas de un terreno cortado eu todas direcciones por las divisiones de ¡as pequeñas propiedades i por bosquecillos, siendo el mas eonsiderable uno deeucaliptus que se encuentra entre el Rimac i e! fer­ rocarril de la Oroya, mas próximo a Lima que al Callao, i que debemos destruir sino podemos ocuparlo para em­ boscar parte de nuestras avanzadas hácia Lima. Esta marcha tendrá lugar presentando siempre parte de nuestro frente izquierdo hácia el Callao, hasta situar nuestra izquierda en ol punto E, i la derecha de la división que se destacará contra el Callao en cl caserío de la Legua, £1 grueso del ejército que acampaba entre Magdalena i San Isidro se correrá al Norto, siguiendo ei arco de cír­ culo, hasta que sn derecha o cola de la coliumia de avan­ ce venga a ocupar a ¡Magdalena, i su izquierda o cabeza se sitúo entre fu en te'i Concha. Parte do la reserva que­ daría en Magd¿xlena Nueva i San Miguel, i otra cubriría el frente F G, de manera que toda la línea E F G I I fermaria un cuadrilátero o un pentágono dentro dol cual encer­ raríamos nuestro parque i bagiijes. En e.5ta disposición, el frente E F, amagando al Callao, cañonearía a Rellavista; e! frente G II, las estaciones de Lima; el frente F G, cubriendo nuestros flancos del Nor­ te, dominaría el Rimac i ferrocarril de la Oroya, dispuesto a prolongar nuestra ala G hasta c¡ rio, por medio de una variación a la derecha, o_ el ala E, también hasta el río, por medio de uu cuarto de conversión a la izquierda, se­ gún las necesidades. Se comprenderá fácilmente que, en e.sta situación, es­ tando tan distante do Chorrillos como Lima lo está de ese j puerto, podríamos decir que habíamos (¡iiomado nuestras naves como Hernán Cortés, i no nos seria posible comu­ nicar con Chorrillos ni dejar nada atrás, porque estaría­ mos coustantemeiiLe espuestos a ser cortados por fuerzas venidas del interior, a ménos que dedicásemos a este ob­ jeto la mayor parte de la caballería que, por otra parte no tendria otra ocupación que impedir la comunicación de las dos ciudades por el Norte del Rinrac. La carencia de datos me impido el detenido estudio de un plan lijo i mo obliga naturalm ente a entrar en el la­ berinto de las hipótesis i conjeturas. Desconozco el estado de defensa en que se encuentra el Callao por la parte de tierra. Si sus calles i avenida.? o accesos a la población no es­ tuviesen cerrados por obras de defensa, no trepidaría en aconsejar esa .sorpre.sa o ataque, cayendo como una ava­ lancha sobre la loblaeion i los fuertes marítimos al ;jrim o alhore, como lo licieron nuestros valientes en Arica, a fin de aprovechar el reconocido cuanto irresistible empuje del soldado chileno; mientras que el grueso del ejército, con frente a Lima, se m antendría dispuesto a rechazar una sa­ lida de esa plaza, cuyas fuerzas tratarían indudablemente de acudir en ausilio del Callao por el lado Norte del Rimac.

    348

    G U ER R A D E L PAGÍFICÜ,

    Pero si el Callao está cerrado en su perímetro, que es mui pequeño, puesto quo consiste en un arco de círculo que solo mido 2,000 metros, no vayamos a estrellarnos contra sus paredes, porquo seguramente pereceríamos. Mi voz es demasiado débil para hacerse oir. l’or esto mo veo precisado a reforzar rni opinión con acontocimientos histéricos que tienen analojía con el asunto que nos ocupa. El caso mas análogo que rne viene a la memoria entre los hechos doguerra contemporáneos es el do Sebastopol, que cayó en poder del ejército aliado franco-anglo. Este puerto estaba bloqueado por la escuadra mas poderosa de esa época i circuido, de parte de tierra, por cl númeroso ejército ya citado. Tres jenerales, Saint-Arnould, Camrrobert i Pelissior, se sucedieron en el mando, sin que ningu­ no de los dos primeros se atreviera a tomar sobre sí la responsabilidad del asalto, hasta que por fin la efectuó Pelissier, Pelissior e! atrevido, Pelissier fumée, llamado así a consecuencia del humazo que dió a los árabes en Arjel. ¡Cayó Sebastopol!—Pero ¿cómo? Después de seis meses de constantes i laboriosos trabajos de zapa. Todos hemos podido ver eii los periódicos ilustrados de aquella época, que nos llegaban cada quincena de u ltra ­ mar, los dibujos que diseñaban las espaciosas zanjas paralelas parapetadas con tierra, los zic-zac de aproxima­ ción construidos de la misma manera i las fuertes baterías de brecha instaladas a 300 metros de distancia de los muros, también parapetadas con tierra sostenida por gaviones de mimbre o fajina rellenos con el mismo m ate­ rial (que al presente podriau suplirse por sacos) i final­ mente el inmeirso trabajo dol coronamiento dé los caminos cubiertos. No fué sino después de estos prolongados i molijog trabajo.?, hechos durante las noches, bajo los liegos enemigos i después de que como 500 cañones de sitio desmoronaron los muros cubriendo los fosos con sus escombros, cuando el jeneral Bosquet marchó al asalto de Mamellon Yorde i Torro de Malacofí) asaltando las brechas al arma blanca con su infantería, ' En el ataque a plazas fuertes o a pueblos retrinchorados, el sitiador es mas obrero que soldado, i debe manejar con mas frecuencia la pala, la barreta i la picota, que ol fusil. , El mismo Callao, comandado por el Brigadier español Rodille, resistió mas de nn año al rigoroso sitio que le puso el Jeneral colombiano Salom. SITIO DEL CALLAO.

    El cerco del Callao, a consecuencia de ser un pueblo relativamense pequeño i de tener una forma angular con vértice i costados al mar, solo tiene, como ya he dicho, del lado de tierra un arco de círculo de. como 2,000 me­ tros, circunstancia que hace fácil su circuito terrestre. Esta condición quo, por una parto ofrece la ventaja de circuirlo con poca jonlc, tiene, por otras, el inconveniente rara nosotros de que, por la misma razón de tenor pocos ados espuestos al ataque, no necesita para defenderse ni mucha jente, ni muchas obras de defensa. Además, el sitio del Callao se encuentra en una situa­ ción escepcional por tener a sus espaldas i a poca distan­ cia la ciudad do Lima. De manera que hai que atender a dos circunstancias a cual mas grave, a saber: la de ata­ car al Callao, i mantenerse a la defensiva contra el ejér­ cito de Lima. Por esta.? razones debemos poner nuestro conato on a p r o v e c h a r lodus las pequeñas ¡ilt u r » ? , los ce rc a d o .? his divisiones de la s tafiias, ¡as c a s a s , eic., eie., que piidieian servirnos p a r e s t a b l e c e r una b u e n a Jin e a de defensa con­ tra las salidas de las fu e r z a s de Jama i cuidar de destruir a nuestro frente todo aquello que pueda servir al ene­ migo. Por el lado del Callao es mas remoto el peligro de las agresiones, puesto que este pueblo, que, por temor de los incendios que pudiera ocasionar la escuadra bloqueadora,

    ha debido retirar al interior sus almacenes de provisión, no puede sostener por largo tiempo una guarnición mui numerosa. Esta circunstancia nos perm itirá construir fuertes bate­ rías de sitio, tan avanzadas como lo permita el alcance del cañón enemigo, entro los puntos B i F, para cañonear al pueblo alto de Beliavista. Al mismo tiempo nuestra escuadra, situada a inmediaciones del punto zl,concurrir<á al bombardeo del mismo pueblo. Recomiendo el ataque por ese punto en atención a que los fuegos de los fuertes de mar no tienen vista hácia ese lado i los cañones del Real Felipe o Independencia están demasiado al Esto para poder ofendemos, i porquo creo que una vez quo consigamos ocupamos de Be lavista, po­ dremos desde este punto dominante, debidamente forti­ ficado, hacer lo que queramos de! Callao. En mi concepto, a juzgar por el estudio dcl plano, la llave del Callao es Beliavista, de manera que, tomado éste, podemos asegurar que el Callao es nuestro. lie bosquejado a grandes rasgos la marcha sobro el Callao. La falta de un plano en mayor escala i la rapidez con que he escrito estas pajinas no me han permitido detallar los pormenores do un sitio en regla cou los tra­ bajos circunvecinos que deberian practicarse; pero tengo el honor de ofrecerme para consagrar mi tiempo al estu­ dio de cualquier materia concerniente al arte militar, quo el Supremo Gobierno tuviese a bien encomendarme, pudiendo asegurar de que podria confiar en mi discresion respecto a los datos que se me suministrasen para el men­ cionado trabajo, porque e.?toi persuadido de que el sijilo es de la mayor importancia para que no se malogren los planos mas bion concebidos i preparados. Santiago, Julio 31 do 1880. T omas W a lto n , Teniente Coread de Injenieros.

    II. íllodiñcacion dcl a rtícu lo 8 .« d el T ratad o de Comer­ cio i Aduauas a ju sta d o cu tre el P erú i B olivia

    (Inédito.) NÚM.

    17.—LEG.áCION

    DE BOLIVIA EN EL I’ EUÚ.

    Lim a, Octubre 23 de 1880. Señor Secretario; Según lo estipulado en el artículo 8. ® , dcl Tratado de Comercio i Aduanas últim am ente ajustado entre Bolivia i el Perú, los alcoholes o roñes, procedentes de esta Nación, están gravados con 50 centavos do boliviano en galón, por todo derecho fiscal i municipal, i tal es la cuota quo actualmente satisfacen los comerciantes. Mas, habiendo Bolivia aumentado i reagravado considerablemente sus impuestos para sostener su ejército i continuar la guerra con Chilo hasta su final desenlace; i siendo por otra parto, ecepcionalmentó difícil su situación financiera, por haber perdido los ingresos nacionalosdo.su Litoral, íuertesMe 1.500,000 bolivianos, considera mi Gobierno necesario so­ licitar del de V. E. la modificación do dicho artículo, en la forma siguiente: Que se permita a Bolivia, durante la guerra, cobrar dos bolivianos por galón de alcolu.i peruano, por todo derecho fiscal i imuúcipal. Al p'incr en obra las instrucciones que para este asunto he recibido, me litisoiijeo, señor .SuiCetaiJo, con la espe­ ranza de que el Excmo. Gobierno del Perú, que con m ar­ cada elevación i sincera benevolencia desplega la política de la Alianza, preparando cada vez con mayor decisión la fusión íntima, próxima a realizarse, de los estados que a ella concurren, no hallará dificultad en acojer la modi­ ficación propuesta, no solo por razón do la manifiesta equidad que la apoya, si también porquo tiende a habilitar

    CAPÍTULO CUARTO.

    349

    con recursos efectivos e indispensables al presente, la ción bélica do uno de los aliados empeñado en el éxito acción bélica de uno de los aliados empeñado en el éxito feliz de la causa común, i el hecho de que el alza del impue.sto sobre los alcoholes del país que so introduzcan pa­ feliz de la causa común. Permíteme agregar a esta principal consideración, otra, ; ra cl consumo de Bolivia, en cuyos merc.ados no son de si bien de carácter secundario. El alcohol no es en Bolivia ; ¡rimera necesidad, uo afectaría ío.s intereses do la Repúdica, desdo que ese aumento recae directamente sobre el artículo de Ji'imera necesidad, como lo es en otras partes, en calidad de combustible o de ingrediente (piímico. Usa­ consumidor, son fundadas causales en apoyo de la modi­ do solamente como bebida, sus consumos enwc las clases ficación indicada; tanto mas quo ella es propuesta como bajas de las poblaciones, i especialmente on la raza indí- medida transitoria, durante la situación anormal por la jena, que abusa de ella, es sobrado nociva a la salubridad que atraviesan las repúblicas aliada?. En virtud de lo espuesto, S. l'l. el Jefe Supremo, en su i a las buenas costumbres; por manera que su limitación se halla reclamada como medida de buen Gobierno. A ilustrado criterio i omnímodas facultados, resolverá como moducir este resultado conspira iiaturaimento la alza do lo estimare mas conveniente. Sección 2. de la Sub-Secretaríade Administración do os derecho.? de consumo, los cuales, sea dicho de paso, recaen sobre el consumidor. Esta última reflexión deja Hacienda.—Lima, Noviembre 8 de 1880. a salvo los intereses peruanos, i viene a sor un nuevo ju s­ F . M a r t ín e z D e l g a d o . tificativo de la demanda que tengo el honor de formular anto V. E. Con sentimientos de alto i distinguido aprecio, me es Lima, Noviembre 15 de 1880.—Visto cl precedente grato repetirme de Y. E. mui atento servidor, informo de la Secretaria de Hacienda i Comercio, con el M. T er r a z a s. despacho de la Legación boliviana a que se refiere, i en mérito de lo espuesto en ámbos documentos: accédese a Al Eicmo. señor doctor don Podro J. Calderón, Secretario de Relaciooes KRoriores del Pero. —Presente. la modificación del articulo 8. ® del Tratado con la indi­ cada República, en los términos en quo ha sido solicitada; quedando, en consecuencia, el Gobierno de Bolivia auto­ Lima, Octubre 29 de 1880.—Pase a la Secretaría de rizado para cobrar, durante, la guerra, por cada galón de Hacienda i Comercio, para que se sirva informar, a la alcohol peruano que se importe a dicha República, dos brevedad posible, sobre el asunto u que el precedente ofi­ bolivianos por todo derecho fiscal i municipal, en lugar cio ¡se refiero. do los 50 centavos quo ántes so pagaban por igual medi­ Calderón. da del espresado artículo. Remítase en copia auténtica al Representante do Bolivia en esta capital, en respuesta al despacho arriba indicado; vejístresc comuniqúese i puSECRETARÍA DE HACIENDA I COMERCIO. blíquesc. Lim a, Noviembre 9 de ISSO. C alderón.

    V.

    V, Uw u.. V. fov.

    C Q

    C Q

    Señor Secretario; Con ol informe espedido por la Sección 2 . de la de- \ Im p u esto a los alcoholes. pendencia de este de.spaclio, me es satisfactorio devolver ' NARCISO CAMPERO, al del digno cargo de Y. S., cl oficio que con fecha 23 do Octubre último le fué dirijido por el señor Ministro Ple­ l'RESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA. nipotenciario de nuestra aliada la República de Bolivia, proponiendo la modifi.cac¡on del artículo 8. ® dol Tratado ' Considerando: de Comercio i Aduanas, ajustado con ella. Que por un nuevo acuerdo celebrado entre cl Excmo. Dios guarde a Y. S. Gobierno del Perú i el Ministro Plenipotenciario de Boli­ M a n u e l A. B . a.e i n a g a . via se ha convenido on que el Gobierno de Bolivia pueda Al señor ficcreUirio de Estado ca el dcspadio de Ecladoties Esteriores. gravar la importación de alcoholes, roñes i licores perua­ nos de caña do azúcar hasta con un máximum de dos bolivianos por galón. Lima, Noviembre 9 de 1880.—Con el informo que pre­ Decreto; cede, i la nota do atención, devuélvase a la Secretaría de Art. 1.® D e s d e d í.® de Enero próximo .se pagará Relaciones Esteriores, B a iu n a g a . ! en las aduanas de la República un boliviano i 50 centa­ vos por cada galón de alcohol que se haya importado para su despacho, i 50 centavos por cada galón de aguar­ SECRETARÍA DE U.ACIENDA t COMERCIO. diente de caña de azúcar. Art. 2. ° Los alcoholes que se importen por la via de Señor Sub-Secrctario: Tacna, así como los aguardiente.?, sean ello.? de caña de La Legación de nuestra aliada la República de Bolivia azúcar o de otra clase, estarán sujetos igualmente al im­ propone que el artículo 8. ® del Tratado de Comercio i puesto establecido en el articulo anterior. Aduanas celebrado con ella, i aprobado por resolución IcArt. 3. ® Se consideran como alcoholes para los efec­ jislativa de 29 de Enero de 1879, se modifique en el sen­ tos de esto decreto, lo,? licores do caña do azúcar de 20 tido de permitirse a Bolivia, durante la guerra, cobrar dos grados adelante. bolivianos por galón de alcohol peruano, por todo derecho Art. 4.® Las importaciones de alcoholes se harán a fi.scal i municipal. Bolivia por la via do Tacna, puerto de Chililaya i por El .señor Ministro de Bolivia manifiesta que, al ejercer Escoma. Toda importación por rutas diferentes se reputa­ las instrucciones que en el particular ha recibido de su rá de contrab.ando. Gobierno, tiene la esperanza de quo el dcl Perú que, con El Ministro de Hacienda queda encargado de la ejecu­ marcada elevación i .sincera benevolenci.a desplega la po­ ción i cumplimiento del presente decreto. lítica de la Alianza, preparando cada vez con mayor deci­ Dado en La Paz a los 24 dias del mes de Diciembre sión la fusión intima, próxima a realizarse, de los estados de 1880. que a ella concurren, no hallará dificultad en acojer la N a r c is o C a m p e r o . modificación propuesta. Eleodoro Vülazon. La circunstancia de que esta medida tiende a proveer de recursos efectivos e indispensables al presento, la ac­

    G U ER R A D EL PA CÍFICO .

    850

    IIL

    i los descontadores me oxijieron el inmediato pago de la suma espresada. No habiendo tenido efecto por no haber F elicitacion es
    J

    edro

    o sé

    Calderón.

    Al sefior don Eraristo Ooiuoz Sancliez, Enviado Eatriordinatio i Ministro Ple­ nipotenciario cn las Repúblicas del Plata.

    Lima, Noviembre 16 de 1880.—Trascríbase a l a Secrotai'ía de Hacienda i Comercio para que se sirva proveer, cuanto ántes, al pago del crédito a que el oficiante se re­ fiere, i dígase en respuesta.

    lÁmo,,'Noviembre 3 de 1880. He leído con satisfacción la im portante nota reservada de YI S., de 15 de Setiembre próximo pasado, en que da cuenta de la entrevista que tuvo Y. S. con el Presidente de esa República, señor Avellaneda, sobre los sucesos i guerra de Pacífico, i de las revelaciones quo mediante el tino i sagacidad de Y. S. le hizo acerca de la actitud decidida i enérjica que tomaría la República A rjentina contra Chile, tan luego como so inaugurase el Gobierno dol Jeneral Roca. Felicito a Y. S., a nombre de S. E. elJefe Supremo i en el mió, por el feliz resultado obtenido en esa conferencia, esperando de su celo, patriotismo e iutolijencia que sabrá llevar a término los trabajos iniciados en pro do los intore.ses do la- Alianza perú-boliviana. Dios guarde a Y . S. P

    J

    edro

    osé

    Calderón .

    AI Ministro del Perú cu las Repúblicas del Plata.

    COM PR A D E L V A P O R " iS L U G A

    P O R CUENTA

    DEL

    G O B IE R N O D E L PERÚ.

    (Reservada.) NÚM.

    214,— CONSULADO

    DEL PERÚ EN GUAYAQUIL.

    G uayaquil, Noviembre 9 de 1880. Señor Secretario: Hace mas de tres meses que el señor coronel don Fede­ rico Larrañaga, Cónsul Jeneral del Perú en Panamá, nece­ sitó recursos en esta ciudad para la compra del vapor Isluga, que tan importantes servicios prestó en su últim a espedicion llevada a un feliz término. Con tal motivo, i miéntras jiraba contra la Caja fiscal de ese departam ento i venian los fondos necesarios, con­ siguió que los .señores B.smbaren i Jiménez firmaran pagarées por valor de 12,.500 pesos a tres meses. Para descontar dichos pagarées, lo.? dcscontadores exijieron mi garantía por ser mi firma conocida i lado aque­ llos señores nó, a lo que sin pérdida de tiempo me prestó m ui gustoso por exijírmelo así el deber como empleado i buen peruano. El 1. ® del presente terminó el plazo de los tres meses

    Calderón:

    SÜRVENCION A L P E R IÓ D IC O “ LA N A C IO N ” D E GUA Y A Q U IL, LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL ECUADOR, ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA I VENEZUELA,

    Quito, Noviembre 13 de 1880. Señor Secretario: En mi despacho número 74 manifestó a Y. S. cuán in­ dispensable era que con los fondos do nuestro Consulado en Guayaquil se pagasen puntualm ente los 56 incas m en­ suales al director del periódico L a N a c i ó n , que con deci­ dida solicitud cumple e! compromiso de e.star de nuestra parte en la guerra actual, i con cuyo arreglo hizo un po­ sitivo servicio nuestro Cónsul Jeneral en Panam á señor coronel Larrañaga. Pidióse informe a este funcionario para resolver sobre la medida propuesta, sin duda con ol objeto de conocer cuánto se adeudaba. Según la correspondencia de nuestro Cónsul citado, di­ rijida a esta Legación con motivo del asunto que nos ocupa, los adelantos que hizo alcanzan hasta el mes an­ terior, i agrega no solo quo acepta como conveniente la medida, sino como indispensable, a fio de que no tenga ocasión de desistirse da sus compromisos el director del diario citado. En semejante situación, me be visto obligado a dar la órden a nuestro Cónsul, sefior Meneses Otero, para que pague con puntualidad al director de L a N a c ió n con los londos que tiene la subvención mensual contratada. Y. S., penetrado de las ccnsidoraciones que han influi­ do en mi ánimo para adoptar la medida de que doi cuen­ ta, se servirá apoyarla i recabar la aprobación de S. E. ol Jefe Supremo de la República. Dios guarde a V, S. J.

    L una.

    AI señor Secretario do Estado en el dciipacho do Relaciones Estoriorei i Culto. —Liiua.

    C A PÍTU LO CUARTO.

    activas, a juicio i en la proporción que determine el Co­ m andante en Jefe de! ejército. 10. La enumeración de las divisiones será correlativa D ecretos d el D ictad or P ié ro ia i de las au torid ad es de Lim a i c l Lalltio rela tiv o s a la reorgau ixaeioii del en el cuerpo de ejército i el de los bata’lones en las divi­ ejé rcito de reserva; servicio de las b aterías de Lima; siones para su orgaitiz.acion, servicio i maniobra,'poro sin ejercicio de rifle i m edidas tom adas cou los iuasis- perder éstos en el ejército el número que ea él les corres­ ten tesj acu artela m ien to d e la reserva eu Lima i cl ponda. C allao; Iio.si*ítaies d e sangre; seguridad d e lim a ; 11. Las compañías llevarán cada una un banderín de a p ertu ra forzosa de los estab lecim ien tos de p rovi­ distinto color, señalándose el verde oscuro para la 1. ; sion es i órd en es d cl J e fe Suprem o en cam paña. I pava la 2. , azul celeste; el amarillo para la 3. ; cl mo­ rado para la 4. , i el blanco para la 5. Las banderolas REORGANIZACION DEL EJÉRCITO DE RESERVA DE LIMA. i i de los guias jenerales serán rojas con letras negras, 12. La División Volante se organizará en la forma si­ L im a , Noviembre 23 de 1880. | guiente: el primer batallón con las columnas B i D de la Teniendo en consideración que es conveniente reorga- | Guardia Civil; el segundo batallón, con las columnas 0 i nizar las fuerzas del ejército de reserva de Lima en reía- ! £; el tercero con la columna A e igual número de hom­ cion con las condiciones peculiares del personal que lo bres del actual número 6; i el cuarto batallón, con el incompono i con el objeto especial a que está destinado, dic.ado número 6. Los comisarios do los distritos B i C se resuelve; serán los primeros jefes de los correspondientes batallo­ 1. ® El ejército do reserva de Lima, manteniendo su nes, i los do los distritos D i E, segundo.? jefes de los mis­ actual Organización do Comandancia en Jefe, Estado mos; el comisario del distrito A será eí primer jefe del Mayor, Cuerpo de Injenieros i compañías do zapadores, tercer batallón, i el comandante de la columna, segimdo se compondrá do dos cuerpos de ejército de infantería i jefe del mismo. LT Todo lo anteriorm ente dispuesto para la organiza­ una división volante de la misma arma, una brigada de caballeria, un batallón de zapadores i tres seccione.? do ción de las divisiones de infantería es estensivo a la Divi­ artillería. La organización de estas secciones se detallarán sión Volante. 14. La brigada de artillería m antendrá su organiza­ por resolución especial. 2. ° Cada cuerpo do ejército constará do dos divisio­ ción actual, aumentándose con un tercer escuadrón que nes,- la división de cuatro batallones i el batallón do se formará con todos los empleados do la empresa de! tranw ay, pasando a él, sin escepcion, de los batallones cuatro compañías activas i una de depósito. o. ° Cada cuerpo de ejército estará bajo el mandoen. quo se encuentren. 15. Los jefes i oficiales del Batallón i Escuadrón de inmediato de un jefe con un sub-jefe que lo reemplace en l los casos de ausencia o cualquier impedimento. ' Artilllerla so pondrán a las órdenes del Estado Mayor jara ser incorporados en las secciones de artillería,! con El jefe tendrá dos ayudantes capitanes, quo lo serán as cla.?es i soldados se formará el .Batallón de Zapadores, del sub-jefe cuando reemplace a aquél. El título do estos jefes será el de jefe o sub-jefe de debiendo este batallón, por la naturaleza de su servicio, cuerpo de ejército. , constar de seis compañías con el personal de jefes i oficia­ 4. ® Las divisiones estarán bajool mando inmediato de j les nombrados por resolución de... un Cornandante Jeneral i un Sub-jefe, que, como a los i 16. Los empleados de los ferrocarriles i telégrafos que jefes'de ejército, los reemplace en los casos do ausencia o se encuentran alistados en los batallones números 2 i 6 impedimento, i tendrá cuatro ayudantes do la clase de formarán un detall separado, que quedará provisionalmen­ tenientes. te agregado a la División Volante. Comuniqúese, rejlstrese i publíquese.—Rúbrica de S. E. 5. ® E n los casos de ausencia o impedimento de los sub-jefes de cuerpo de ejército o do los sub-jefes divisio­ I g l e s ia s . narios, serán relativamente subrogados en el mando, en el prim er caso, por los comandantes jenerales do división, por ei órden numérico de ellos, i en ol segundo, por los SERVICIO DE LAS RATERÍAS DE LIMA. primeros jefes do batallón, en el mismo órden. 6. ® La Plana Mayor de cada batallón constará de un Lim a, Noviembre 23 de 1880. coronel, primer jefe; un segundo id., teniente coronel; un tercer id., sarjento mayor; un ayudante mayor, capitán; Considerando que por la importancia de los servicios que un sub-ayudaiite, teniente; un abanderado, subteniente, i están llamados a prestar los fuertes i baterías do Lima i un cabo de cornetas. por su disposición e.? conveniente organizarlos de un per­ 7. ® Cada compañía activa se compondrá de un capi­ sonal escojido, se dispone: tán, dos tenientes, dos subtenientes, un sarjento 1. ° , tres 1. ® Los fuertes i baterías establecidos i que on adelan­ id. 2os., 17 cabos (sin distinción de clase) i... soldado.?. to se establezcan para la defensa do Lima, con escepcion E l cuadro de oficiales i cla.?es de las compañías de depó­ dcl de San Cristóbal, estarán servidos por un cuerpo es­ sito será el mismo que el de las activas. pecial de artillería, que constará de tres secciones. Los 8. ® El cuerpo del ejército tendrá un detall compues­ espresados fuertes i baterías se dividirán en tros grupos: to de un coronel, jefo do él; un adjunto, teniente coronel, i Norte, Centro i Sur, cuyos límites se señalarán por reso­ dos ayudantes amanuenses, tenientes. Las cinco divisiones lución e.spccial. i la brigada de caballería tendrán cada una un detall 2. ® Todos los fuertes i baterías dependerán de la Co­ formado de un jefe, teniente coronel; un adjunto, sarjento mandancia en Jefe dol ejército de reserva, i estarán bajo mayor, i dos amanuenses, subtenientes, El detall de cada el mando de un Comandante Jeneral de las baterías de batallón estará a cargo del segundo jefe del mismo. Lima i un Sub-jefe; cada grupo será servido por una de !). ° Las compañías de depósito no formarán parte de las secciones de artillería, i estará bajo las inmediatas ór­ la unidad téctica ni constarán de un número fijo de sol­ denes do un Comandante Jeneral i un Sub-jefe. dados; estarán destinadas a la instrucción de las altas 3.® Los jefes.i oficiales del ejército de reserva que no quo reciban los batallones i como ausiliares del servicio queden formando en los batallones de infantería, conti­ de administración de los mismos. Los individuos de tropa nuarán en sus clases perteneciendo al mismo ejército i que hubiesen recibido la instniecion m ilitar necesaria en pasarán a componer la tres secciones de artillería. E l Es­ estas compañías, pasarán a llenar las bajas de las compa­ tado Mayor organizará éstos en conformidad con las. ne­ ñías activas, cuando el jefe del batallón lo estime necesa­ cesidades de cada grupo de fuertes i de cada batería. Mién­ rio, o a aum entar h asta... soldados el número de las tras sean nombrados los jefes de los fuertes i determinada

    lY.

    ■' Ií Y-, í

    9 /'■■, V,..-

    Ó . ■■'y A

    V c Ci L..1

    O

    9

    V

    ó ■ 4



    '?i

    851

    352

    GU ERRA D EL PACÍFICO.

    la dotación de cada uno, los jefes i oficiales estarán a las cicio los lugares donde es costumbre se reúnan ciertas órdenes del Comandante Jeneral qne se designe por el clases de personas, haciéndolos abrir si estuviesen cer­ Estado Mayor. rados, i conduciendo a osta Prefectura, sin escepcion de 4. ® El Comandante .leneral de las baterías tendrá trespersonas, a todos los que en esos locales se hallan reuni­ ayudantes capitanes i el detall señalado por resolución do dos i no presenten una constancia quo los esccptúe de esta fecha a los jefes de cuerpo del ejército, i los comandan­ formar parte del ejército de reserva. tes jenerales do los grupos, os ayudantes i detall señalado De mas me parece encarecer a V, S, el que recomiende por la misma resolución a los comandantes jenerales de a sus subordinados que, on el cumplimiento de las órde­ división. La Plana Mayor do cada fuerte se compondrá nes que reciban, empleen la mayor sagacidad i linas ma­ de un primer jefe, coronel; un segundo, teniente coronel; neras, a fin de evitar posteriores reclamos. un jefe de polvorín, sarjento mayor o capitán; un adjunto, Dios guarde a Y. S. teniente; un sub-ayudsnte, subteniente. J ü A N P e .ñ a i C o r o n e l . ó. ® El Sub-jefe de las baterías i los sub-jefes de las comandancias jenerales reemplazarán a los jefes en todos los casos de ausencia, por enfermedad o cualquier otro A CU A K TELA M IEN TO D E LA R E SER V A EN L IM A I E L CALLO. impedimento, Comuníqueso, rejistrese i publíquese.—R ubricadoS. E. NICOLAS DE PIÉRORA, I g l e s ia s . JEFE SUPREMO DE LA REPÚBLICA I PROTECTOR DE LA RAZA INDÍJENA.

    E JE R C IC IO D E R IF L E .

    CIRCULAR. L im a , Noviembre 20 de 1880, Señor Comisario de... La proximidad del enemigo a la capital, i su probable desembarque a corta distancia, indica que, no está lejana la ansiada hora de medir nuestra armas con las que por su infamia i perfidia se han distinguido en la presente guerra. En esta virtud, es de sumo interés desplegar todo el, celo 6 interés posible, a fin do retem plar el ánimo de las fuerzas de nuestra dependencia, para que, en su oportu­ nidad, pongan, como siempre, el nombro de la patria a su verdadera altura. Así, pues, se servirá Y. S. redoblar su cuidado para quo la columna de su mando so adiestre pronta i esmeradamen­ te en el manejo del arma, i demas ejercicios necesarios al soldado, vijilando igualmente la moralidad i buon orden de las tropas. Asimismo, recomiendo a N. S. miro con especial interés la circular que con fecha,., dei presente dirijí a Y. S., i que se relaciona con el espionaje r e que somos objeto i con aquellos que lo ejercen. La eficaz vijilancia en este sentido puede alejar de nos­ otros los grandes males que nos sobrevendrían al aproxi­ marse el enemigo. Espero, puo.s, de parte de Y. S. el mas exacto cumplimiento a las medidas quo dejo puntualizadas, Dios guarde a V. S. M

    anuel

    E . Y il ia v ic e n c io .

    M ED ID A S CONTRA LOS IN A SIST EN T ES. PREFECTURA DE LIMA.

    L im a, Noviembre 36 de 1880.

    Considenando: Que no debe omitirse medio alguno para asegurar ol triunfo sobre los enemigos de la República i siendo nece­ sario poner a la defensa de Lima en condiciones de llenar cumplidamente la im portante misión que le está enco­ mendada, decreto; 1. ® Desde el lúnes 6 de Diciembre próximo quedarán acuartelados, en los lugares que se designen por ol respec­ tivo Estado Mayor, todos los cuerpos pertonecientos al ejército de reserva. 2. ® Desde la misma fecha los ejercicios doctrinales se harán de 6 a 8 A. M. .3. ° A las 9 A. M. se distribuirá el socorro de un dé­ cimo de inca por individuo, pudiendo en seguida entre­ garse cada uno a sus labores ordinarias. 4. ° A la retreta, que so tocará para la re.serva a las 8 P. M„ todo individuo pertcneciento a ella se presentará en su cuartel, dol cual no podrá separarse hasta las 9 A. M. del siguiente dia. 5. ® Desde lis 9 P. M. la policía i las comisiones de los cuerpos acuartelados practicarán visitas domiciliarias i conducirán a los cuarteles, para pasar do allí al ejército de operacione.3, a todo individuo que no acredite con el res­ pectivo boleto pertenecer
    Señor Coronel Sub-prefecto de este cercado. Repetidas i terminantes han sido las órdenes que ho dado a Y. S. para que, por medio de sus subalternos, se tomase a tonos aquellos ciudadanos que, olvidando los N . DE P i é r o l a . deberes que la situación del país les impone, dejaban do M iguel Iglesias. concurrir a los ejercicios del ejército de reserva, haciendo alarde de la conducta que observaban. Individuos que pertenecen a las mas altos clases so­ LA RF.SEUVA EN EL CALLAO. ciales, i que, por tonto, debieran dar mayores muestras do .Decreto: civimo, son os mismos quo permanecen encernados en Art. ]. ® Todos los peruanos varones existentes on es­ los clubs, cafées i billares las horas que los buenos ciuda­ danos emplean en prepararse para la defensa de la patria. ta provicia i que no hayan cumplido 60 años ni sean me­ Tal modo de proceder no debo tolerarse por mas tiem­ nores de 16, sin distinción de condiciones, clase o empleo, po, i, en consecuencia, dé Y, S. las órdenes nccesari,as para procederán a reconocer jefe i capitán cn el improrogable que los señores comisarios recorran a las horas de ejer­ término de tres di.as, contados desde la fecha.

    353

    CAPÍTU LO CUARTO.

    Art. 2. ® Quedan únicamente e.sceptuados de los ejorLA S E G U R ID A D DE L IM A . militares los eclesiásticos, médicos, farmacéuticos i los practicantes i empleados en el servicio de hospita­ SECRETARÍA DE GOBIERNO. les, casas de beneficencia i de sanidad militar. Asimismo L im a, Diciembre G ele 1880. ios empleados que corresponden a !a Comandancia en Jefe i a la Prefectura i Sub-prefoctura do la provincia. Jjos físi­ Señor Alcalde de la Honorable Municipalidad: camente incapacitados para la toma da armas serán dados S. E. el Jefe Supremo ha tenido a bien espedir, en de baja posteriormente por el tribunal de calificación que acuerdo del 2 dol presente, por la Secretaría de Gobierno se establecerá al efecto. Art. 3. ° Los que no cumpliesen con reconocer capitán i Policía, el decreto siguiente: Habiendo resuelto el Gobierno utilizar para la defensa en el término prefijado o rehuyesen el cumplimiento de los deberes anexos al. servicio a que son llamados, pasarán del territorio todos los elementos de combate existentes : en la provincia de Lima, i siendo necesario proveer a la inm ediatam ente al ejército activo. Art. 4. ® El alistamiento tendrá lugar diariamente en seguridad de las personas i a los intereses de la ciudad, para el caso de sor movilizadas las fuerzas encargadas de la plaza de la Intendencia, de 12 M. a 4 P. M. liad o en la casa de la Prefectura i Comandancia en Jefe tal servicio, se dispone: 1.® Tan luego como las fuerzas de policía de la ciudad dol Callao, a los 29 dias del mes de Noviembre de 18S0. fueson incorporadas al ejército, cl servicio de seguridad L uis J e r m a n A s t e t e . de aquélla quedara esclusivaraente a cargo del Alcalde E m ilia n o A. Carvallo, municipal, constituido como autoridad única local. Secretario. 2. ® Dicho funcionario organizará ese servicio con la cooperación del vecindario no combatiente, nombrando de su seno al efecto las autoridades subalternas nece­ HOSPITALES DE SANGRE. sarias. 3.® La mencionada autoridad queda facultada para La Municipalidad do Lima, considerando: promulgar las disposiciones de buen gobierno, dictar i 1. ® Que no es contrario a los fines de la institución municipal la organización de hospitales de sangre civiles; aplicar las ponas a quo los perturbalores del orden social 2. ® Que aproximándose el dia en qno ha de librarse i alentadores contra las personas i propiedades se hicieren una batalla a las inmediaciones do la ciudad, ¡a represen­ acreedores, constituyendo al efecto tribunales ftdúoc para tación civil do ésta debe proveer i atender, con todo.s los cl mas rápido juzgamiento i represión de este jénero de elementos necesarios, a aliviar la situación de los heridos delitos o 'altas. 4. ® Las autoridades i personas que con tal fin se o rg a -. que resulten; nicen están privadas por su propia naturaleza e institu­ 3. ® Que es un deber de la Municipalidad, mucho mas ción del carácter de bol i ¡eran tea, i no podrán, en con­ en las actuales circunstancias que el pueblo de Lima cons­ secuencia, .ser empleados en objeto alguno distinto al tituye el e ército de reserva, promover i fomentar, por servicio de policía a quo son llamado.?. cuiuito.s mef ios esten a su alcance, establecimientos e ins­ 5. ® Queda autorizado el Alcalde municipal para hacer tituciones que .se consagren al .servicio hum anitario de hos­ los gastos que demandan estos servicios, pudiendo usar, pitales, resuelve: con tal objetó, dolos fondos municipales o de cualesquiera Art. 1.® Con lo.s fondos de que puede disponer la otros que puedan arbitrarse, con cargo de dar cuenta para Municipalidad de Lima, mas el concurso del vecindario, disponer el reintegro por la Caja fiscal. organícese un servicio civil de hospitales de sangre. Que trascribo a Y. S., manifestándole, por encargo espe­ Art. 2. ® U na comisión especial, compuesta de seis cial de S. E. el .lefo Supremo, que estando encomendado miembros que nombrará la Municipalidad, se-encargará al acreditado celo i vijilancia do V. S. la tranquilidad de do formular i presentar dentro de 48 horas el proyecto de Las familias i la seguridad de las propiedades privadas, i organización respectiva, i atender en todos sus ramos a ■ no dudando el Gobierno do que V. S. estará a La altura de dicho servicio. esta cívica i esencialmente hum anitaria misión, confia en Art. 3. ® Para el establecimiento del espresado .servi­ que el resultado de sus esfuerzos corresponderá árapliacio de hospitales de sangro, solicite.se del Supremo Go­ raente al alto concepto que abriga el Gobierno del filan­ bierno el Palacio do la Esposicion i los locales que sean trópico carácter de V. S. necesarios. Dios guarde a V. S. Art. 4. ® Pídase al vecindario telas, hilas i todo.s los N e m k .?i o O r b e c o s o . artículos i útiles que requiere la formación de dichos hos­ pitales. BANDO. Art. 5. ® Invítese a los médicos i practicantes que no estén al servicio activo del ejército, para formar parle del R ufino Torrico, Alcalde M unicipal de Lim a. cuerpo facultativo que debe atender a los heridos. Considerando: Art. G. ® Facúltase a la Alcaidía para disponer i hacer todos los gastos que este servicio demande, lo mismo que Quo ha llegado el caso previsto en el artículo -1. ® dei las economías que por tal motivo se puedan establecer supremo decreto do 2 de los corrientes, por haberse in­ en los ordinarios dél Municipio. corporado al ejército las fuerz.is do policía do esta ciudad, Art, 7. ® La comisión especial que se nombre, presen­ decreto: Art. 1.® Desde la fecha entro en ejercicio do las fun­ tará a la Alcaidía, al mismo tiempo quo cl proj'ecto de or­ ganización, la nom enclatura do los artículos i útiles que ciones de autoridad única local, para el servicio de la se­ requiere la plantificación i buen servicio de nn hospital guridad de la población Art. 2. ® Nómbrese Secretario Jeneral a! doctor don de sangre, i que deban solicitarse del vecindario. Miguel Antonio de la Lama. Art. 8. ® La ejecución de esto acuerdo será inmedia­ Bublíquese.—Dado en la casa consistorial en Lima, a los tam ente pracúcada, de cuya celeridad i aptitud en los trabajos queda encargada la comisión a que se refiere el 27 dias del mes de Diciembre de 1880. CÍCÍO.S

    s ,..-

    o

    o o

    o O

    artículo 2. ® Lima, Dicierabre 4 do 1880.

    R

    R. T orrioo . T

    omo iv

    .—

    45

    u f in o

    T o r r ic o .

    M iguel A ntonio de la Lam a,

    354

    G U ER R A D E L PA C ÍFIC O .

    APERTURA FORZOSA.

    Ricardo A , Rosell, Alcalde accidental d£ la Hmiorahle A lunicipalidad, por ausencia temporal del señor A l­ calde doctor don José R. Fonseca i no haberse elejido teniente Alcalde. Considerando: Que la situación que atraviesa la provincia se ha rea­ gravado por haber cerrado los espendodores sus est.ablecimientos, colocando al vecindario en la dura condición de no tener de dónde proveerse de los artículos necesarios para la vida, decreto: Árt, 1. ® Todos los establecimientos de comercio que funcionaron hasta el 24 del corriente se abrirán diaria­ m ente desde mañana de 9 A. M. a 3 P. M. Art, 2, ® El establecimiento que, comprendido en cl artículo anterior, no ,se abriese desde mañana, quedará con su licencia cancelada i sus puertas serán selladas, de modo que no podrá volver a funcionar sin que el dueño obtenga próvio permiso de la autoridad municipal,' Rejistrese, publíquese por bando, comuniqúese i ar­ chívese. Dado en el Callao el 29 do Diciembre do 1880, R. A. R

    o sell.

    Francisco Quiñones de Lastre,

    que tenia, i se le nombra primer Jefe de la Columna de' Honor mandada organizar por decreto de 28 del actual. Comuníqueso i rejistrese.—Rública de S. E. G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    SECRETARÍA DE S. E. EL JE F E SUPREMO EN CAMPAÑA.

    Cuartel Jeneral en Chorrillos, Enero 3 de 1881. Siendo írecuentes los casos en que personas desconoci­ das, o cuya procedencia se ignora, se introducen al cam­ pamento, so ordena: Que es absolutamente prohibida la aproximación a la vista dcl campamento, de todo indivi­ duo estraño al servicio que no 1 eve un pase de la autori­ dad militar del lugar de su procedencia, con el visto bueno de la Secretaría do S. E. el Jefe Supremo en campaña. Los contraventores serán inm ediatamente aprehendidos como espías i sometidos a un consejo de guerra verbal. Comuniqúese i rejistrese.—Rúbrica de S. E. G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    V. £ e o i‘gau izacion del ejé rcito d e A requipa i co n trib u ­ ció n forzosa im pu esta p or c l P re fe cto Solar.

    Secretarlo. REORGANIZACION DEL EJÉRCITO DE RESERVA EN AREQUIPA.

    Predro A . del Solcer, Jefe Superior, Político i M ilita r de los Departamentos del S u r i Prefecto de Arequipa.

    Ó RD EN ES D E P IÉ R O L A . SECRETARÍA DE S. E. EL JE F E SUPREMO EN CAMPAÑA.

    Cuartel Jeneral en Okom-iUos, Diciembre 37 de 1880. Por convenir al servicio, se dispone: que el teniente co­ ronel don Julio L. Jaimos, que se encuentra en servicio de S. E. el Jefe Supremo de la República i a sus inmedia­ tas órdenes, pase a la Secretaría on campaña en calidad de ayudante adjunto. Igualm ente se dispone; que el oficial de la Secretaría privada de S. E. el Jefe Supremo, don Manuel Coutreras Villanueva, pase a prestar sus servicios en la Secretaría de S. E. en campaña, e.n calidad de amanuense i eon ia clase de capitán temporal de ejército. Comuníque.se i rej strese.—Rúbrica de S. E. G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    SECRETARÍA DE S. E. EL JE F E SÜPlíEMO EN CAMPAÑA.

    Cuartel Jeneral en Chorrillos, Diciembre 39 de 1880. Por convenir mejor al servicio, se confirma la órden dada .al Jefo de Estado Mayor del ejército de reserva de Lima, para proveerlo de rancho desde el 24 del entrante, autorizándo o para organizar las diferentes compañías de administración Confírmase igualmente la órden de su­ m inistrar a jefes i oíiciales el mismo rancho i pré que a la tropa. Comuniqúese i rejistrese.—Rúbrica de S. E, G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    Atendiendo a que es necesario reorganizar convenien­ temente el ejército de reserva i hacer de él la respectiva separación en reserva sedentaria i movilizable, decreto: Art. 1. ® Dicho ejército quedará compuesto de cuatrodivisiones i una Columna do Zapadores. Art. 2. ® Compondrán la 1. ’*• División todos lo,s indi­ viduos que, según el supremo decreto do 29 do Diciem­ bre de 1879, deben formar la reserva sedentaria i los empicados i operarios de los ferrocarriles. El Estado Mayor ,Jenor.al calificará a los que, según él, no estén obligados a la movilización, los quo serán dados de alta en los cuerpos respectivos, Art. 3. ® La 2. i 3. División se sujetarán á lo dispuesto en el decreto do 28 de Julio último. Art. 4. ® La 4. División será formada de los labrado­ res i sastres que quedan separados do la 1, División: se­ gundo del Batallón de Y a n ^ u a ra que resulte escedenteen la segunda i torcera del Batallón Inmortales. Art. 5. ® La Columna de Zapadores .será formada por los arquitectos, albañiles i carpinteros, bajo la dependen­ cia inmediata de la sección de injenieros. Art. 6. ® Nómbrase Comandante Jeneral de la 4. División al coronel don Ignacio Olazábal. Art. 7. ® Los comandantes jenerales proporcionarán a. esta Comandancia en Jefe, a la brevedad posible, el cua­ dro de jefes i oficiales do sus cuerpos, i el Estado Mayor Jeneral, el de la Columna do Zapadores creada por el artículo 1. ® Comuniqúese, publíquese i archívese. Dado en Arequipa, a 30 dias de.Noviembro de 1880. P.EDR0

    SECRETARÍA DE ñ. E. EL JE F E SUPREMO EN CAMPAÑA.

    Cuartel Jeneral en Chorrillos, Diciemhre 30 de 1880. Visto el recurso interpuesto por el ex-coronel don Ma­ nuel Velarde, ex.aminados los aocumentos que acompaña, teniendo en consideración la buena conducta observada por o! recurrente en la batalla de Tacna, i siendo conve­ niente ofrecerle, como lo solicita, la ocasión de distinguir­ se on la próxima función de armas, reinscríbase en el Es­ calafón Jeneral del ejército en la clase de coronel efectivo

    A.

    DEL S o l a r .

    M. Ladislao Cabrera Valdés, Secretario.

    CUERPOS DE QUE CONSTA EL EJERCITO DE AREQUIPA.

    1. D-foisioJi.—Batallones Ayacucho, Apurimac i Grau, 2. D ivisión.—Batallones Lima i Dos de Mayo. 3. D ivisión.—Batallones Libres del Cuzco i Tarapaeá 4 .'” D ivisión.—Batallones Lejion Peruana, Piquiza.i Piérola,

    J

    355

    C A PÍTU LO CUARTO.

    ■í' A

    V

    St

    S. ** Diw síon.—Batallones Paruro i Andahuailas. Artillería i caballería. 1. * AmbiHanc'ia.—Doctores; Pardo, Zacaus i Zegarra; farmacéuticos; don Emilio Nieves, principal, i don I. Ga­ llegos. 2. A m bulancia.— Dcetotes-. Morales Alpaca. Zamudio i Delgado; farmacéuticos: don E, Vinatea, principal, i M, Oviedo.

    í NUEVA CONTRIBUCION FORZOZA.

    Jefatura.Superior, Política i M ilita r de los departam en­ tos del Sur.

    7'

    Considerando: Que las exijoncias de la guerra hacen indispensa.ble re ­ currir a los esfuerzos do los particulares para atender con ellos a las necesidades de la patria, decreto; Art. 1. ® Crease un impuesto de guerra sobre los fun­ dos rústicos (le la provincia de Arequipa, en la siguiente proporción: Los que tengan de 5 a 10 topos pagarán por topo 1 sol plata. Los quo tengan de 11 a 20 id., Id. id. 21 u 40 id., Id. id. 41 a 60 id., Id. id. 61 a 80 id.. Id. id. 81 a 100 id., Id. id. 101 a 200 id„ Id. id. 201 a 500 id., Id. id. 501 a 1,000 id., Id. id, 1,001 a 1,500 id..

    '-r--

    u.1 .,

    V c

    2 soles plata 3 id. 5 id. 7 id. 10 id. 15 id. 20 id. 30 id. 50 id.

    el iúnes próximo 27.del corriente, dirijir a V. E. la cues­ tión si se han establecido o se establecerán hasta el 27 en el puerto o la baíiía de Chorrillos medidas de defensa, como torpedos, minas, etc, que podrian amenazar un buque que quisiera acercarse a tierra en aquel puerto. Si tales medidas fueren tomadas por el Supremo Gobierno, yo quedarla sumamente agradecido a V. E. si se dig­ nara indicarme la existencia de materias esplosivas en dicha bahía i designar cualquier otro puerto juntado con Lima por el ferrocarril para embarcar jente neutral. Es inútil agregar que el mas estricto silencio será ob­ servado sobre todas las indicaciones quo V. E. tendrá la bondad de mandarme a la brevedad posible, i que son usuales, según el código internacional, entre naciones amigas. Aprovecho esta oportunidad para reiterar a V. E. los sentimientos de la mas alta consideración de vuestro mui obsecuente i seguro servidor. G r a m a t z k i. Al Excmo. .stñor Secretario de Relacioues Eíteriorcs i Culto, don Manuel A. Barinaga.

    LEGACION DE ALEMANIA EN EL PERÚ.

    L im a, Octubre S de ISSO. Señor Secretario: La estimable nota verbal de V. E. dcl 1. ® del corriente ha confirmado al fin los hechos ya conocidos, poro constantemento negados, que las aguas de Chorrillos, a conse­ cuencia de preparativo.? bélicos, ofrecian peligros para la navegación, i que fué permitido a un buque de guerra de los Estados Unidos el embarque do neutrales en el Callao, cuando últimamente el embarque de un solo aloman a Art. 2. ® Dicho impuesto se hará efectivo en ol térm i­ bordo da la coberta alemana jAdrm dne produjo los acon­ no de 10 días contados desde la fecha, pasados los cuales tecimientos que y. E. no ignora. se tomarán por esta Jefatura las providencias convenien­ Además de este buquo de guerra americano, también tes contra los morosos. le fué permitido el embarque de pasajeros en el Callao al Art. 3. ° La recaudación de este impueisto se hará buque de guerra británico Thetis. )or los respectivos gobernádore.s, bajo la inmediata vijiLos nombres de estos pasajeros están a la disposición ancia de la Sub-prefectura del cercado. Los espresados de V. E. _ gobernadore.? percibirán el uno por ciento de premio so­ La repetición de estos sucesos demuestra claramente bre las cantidades quo hagan efectivas. quo, según la opinión del Gobierno peruano, no ha sido Art. 4. ® Esta Jefatura pasará a la ju n ta denominada por falta de un práctico, sino por el deseo de tratar dis­ "Arbitrios de la defensa nacional,” los recibos por los que tintam ente a los neutrales, en la ejecución de sus dere­ debe hacerse efectivo este impuesto; i los gobernadores chos lejítimos, para alejarse con tiempo del teatro do la entregarán inmediatamente a dicha ju n ta las cantidades guerra, según sus nacionalidades, pues esto se deduce de que vayan recaudando. la negativa para cl embarque de pasajeros en el Callao a Dado en Arequipa, a 16 de Diciembre de 1880. bordo del buque aleman Adriadne. Tal indiferencia para con los alemanes debe estrauarso P e d r o A. d e d S o l a r . mas, cuando ántes, tratándose de la seguridad de los im ­ P . G. del Solar, portantes intereses peruanos en esta capital, se invitó a Secretario. Jos alemanes residentes aquí para que formasen parte de la Guardia Urbana, El ofrecimiento posterior de un práctico para llevar a Y í. la A d ria d n e a Chorrillos no se puede aceptar, pues se­ le g a c ió n de .Vlmnania en el PcrÚ! reclam a por la n e ­ gún la opinión do los comandantes de todos los buques g a tiv a dei Gobierno p eru an o p ara p erm itir el em ­ neutrales, la conducción por un práctico no ofrece ningu­ barque d e pasajero,? n eu tra les en el Callao; torp ed os na seguridad al buque, a consecuencia de las materias eu Chorrillos; rem ite a bordo de la “A driadne' el csplo-sivas i torpedos que pudieran habor.se estraviado de archivo de la Legación; traslad o de los buques de su fondeadero. gu erra i p ontones a Ancón; n ota so b r e 'e l "Luxor ’ El abajo firmado, tiene, por con.siguiente, el honor de d e la Compañía Kosuio.s; arresto de dos sú b d itos a le ­ declarar a V. E. que cl comandante de la Ad/riadme no m anes, tom ad os por espías chilenos. hará u.so del ofrecimiento de un práctico i que estará obligado a poner este caso en conocimiento de su Gobier­ (Inédito.) no, i hasta quo no reciba contestación, considerará al Go­ bierno del Perú re.sponsable por los daños i perjuicios LEGAUION DE ALEMANIA EN EL PERÚ. que puedan resultar a los intereses alemanes a conse­ L im a, Setiembre de 1880. cuencia de este procedimiento. Tiene e! honor de renovar a V. E, las seguridades de Señor Secretario: su mas distinguida consideración. Refiriéndome a la conferencia que he tenido el honor de celebrar con V. E., me permito, en atención que c! bu­ G R .U IA T Z ia. que de guerra alemán A d ria d n e está listo para embar­ Al Kxcino. señor Secretario Je Relaciones Esteriores i Culto, Jon M&nuel A. car un número considerable dé estranjeros en Chorrillos Barí naga.

    GU ERRA DEL PA CIFICO .

    356 NÚM.

    32,—LEGACION

    DE ALEMANIA EN EL FERIÍ.

    L im a, Octubre 12 de 1880. E q la nota de fecha 9, que el antecesor de V. E. se sir­ vió dirijir al infrascrito, so hace la observación de que su Gobierno tiene que hacer presento la flagrante contrapo­ sición que hai entre algunos diplomáticos neutrales al frente del enemigo, en cuanto a las hostilidades i atenta­ dos que éste cometo diariamente contra el derecho de jentes i en perjuicio de sus connacionales. No se puede dudar que el infrascrito, según todo el sen­ tido de la nota, está comprendido entro los aludidos en semejante proceder. En cuanto a aquellas palabras rela­ tivas a que el infrascrito no cuida lo bástantelos intereses do sus connacionale.s, no puede en m anera alguna el in­ frascrito conceder al Gobierno peruano el derecho de jusgar sobre sus procedimientos como Ministro diplomático; i en lo que respecta al modo de apreciar de éste la m a­ nera como Cbile hace la guerra, según los principios jenerales del derecho de jentes, tiene el infrascrito con­ ciencia de haber procedido según la norma de sus poderes, pues ha sido uno de los primeros en suscribir la protesta contra el bombardeo de Chorrillos, Ancón i Chancai. No ignorará el antecesor de V. É. que el Gobierno ale­ mán, como ántes el prusiano, si ha reconocido el dogma por el cual no so puede bombardear pueblos indefensos, esto no ba sido sin escepcion. El infrascrito tenia, pues, la necesidad de hacer una discreta averiguación que le probase qno era injustificable el bombardeo de aquellas poblaciones, averiguación bastante difícil por la premura del tiempo para informarse con datos suficientes respecto de ciertos aprestos militares en aquellas poblaciones. Como es deber del infrascrito poner en conocimiento de su Gobierno el contenido de la nota del antecesor de V. E., que parece fundarse en ciertos hechos, suplicaria encarecidamente a V. E. se sirviese informarse de S. E. el señor Barinaga respecto de esos hechos, i de los cuales S, E, cree deducir, que el infrascrito ha observado distin­ ta conducta de la que debiera para protejer a sus compa­ triotas, según los principios que profesa, al frente do los abusivos procedimientos de los belijerantes chilenos. Siento tener que observar que lo demas del contenido de la nota pasa a un terreno en cl cual el infrascrito no ha pretendido entrar ni verbalmente ni por escrito; pues jam ás podria negar el derecho que tiene el Gobierno pe­ ruano para cerrar cualquiera de sus puertos. Asimismo, do palabra i por escrito, ha sostenido el infrascrito el derecho indiscutible de los neutrales para poder embarcarse en tiempo hábil en nno de los puertos abiertos, para que se alejaran los que quisieren del teatro de la guerra. Esta seguridad se derivaba do una conside­ ración del Go'oierno peruano hácia los alemanes, igual por lo ménos a las manifestadas a otros estranjeros, tanto mas, cuanto que este Gobierno dispone do varios puertos que están cn comunicación con Lima por ferrocarriles, puntos mas ventajo,sos para los neutrales, ya sea por la escasez de víveres como por otros motivos. Aquí no se trataba sino simplemente de la seguridad del em ­ barque en uno do los mas cercanos puertos del Callao, Chorrillos o Ancón. S. E., el señor Barinaga, contestó a la reiterada pregunta verbal i por escrito del infrascrito, que no habia torpedos en Chorrillos. I cuando, apoyado en sus propias averiguaciones, solicitó el infrascrito un certificado de ¡o que aseveraba S, E.. se lo prometió para ese mismo dia; pero no fué enviado en realidad, Finalmente, sostiene la nota del 9 los derechos de so­ beranía que tiene el Gobierno peruano sobre sus puertos i observa que los de Chorrillos i Ancón son seguros para el embarque de lo.s neutrales: aseveración que no mo esplico en que pueda ser favorable a los intereses alemanes, feeria difícil quo S. E. sostuviese todavía hoi la afirma­ ción que me hizo en su nota verbal del 1. ®, respecto a que no habrá torpedos en los puertos de Chorrillos i A n­ cón. Es sabido que un bote de la marina peruana voló

    al chocar con un torpedo frente a Chorrillos, i según opi­ nión de los comandantes de buques de guerra neutrales, do cuya competencia no se puede dudar, no deja de ha­ ber peligro ca los puertos ni para las embarcaciones dirijidas por marinos peruanos. Póngase V. E. en cl caso, no improbable, de que respetando las aseveraciones de S. E. el señor Barinaga, hubiese un buque de guerra aletnan penetrado ai puorto de Chorrillos i hubiese sido volado por un torpedo... No puedo dejar de mencionar ol hecho de quo habien­ do practicado averiguaciones posteriores, he llegado a saber que a los buques de guerra norte-americanos, se les ha permitido siempre recibir a su bordo pasajeros cstranjeros, miéntras que el embarque de un solo súbdito aleman, por el comandante de la A driadne, ha sido im­ pedido. Aun a fines de la semana últim a i probablemente en momentos en que ol señor Barinaga escribía .su citado oficio, el Wachmeüs, boque americano, tomaba a su bor­ do, sin impedimento alguno, pasajeros on el Callao, Aprovecha el Infrascrito esta oportunidad para reiterar a Y. S. las seguridades■de su mas distinguida considera­ ción, G

    iía m a t z k i.

    A 5. K. el señor doctor don Pedro José 0.ilderou, Secretario de Relaciones Ex­ teriores. I,EGACION DE ALEMANIA EN EL PERÚ.

    L im a, NovierrJm 'S de 1880. Señor Secretario; Después del jiro que ha tomado la guerra parece que el teatro de las operaciones militares se trasladará en po­ co tiempo a los contornos do Lima. •En semejante caso tiene vigor para los representantes de mi país una pres­ cripción formal qne pide que los archivos, cartas i efectos de la Legación quo no sirven para el uso corriente sean de­ positados a bordo del buque de guerra que pueda ser re­ querido a este efecto. Teniendo esta prescripción por obje­ to solamente el abrigar de un destrozo evidentual por incendio, balazos, etc., los documentos i comprobantes re­ lativos a los derechos del Estado i de los particulares, los bultos respectivos son guardados abordo bajo la responsa­ bilidad del comandante i devueltos a la Legación inm e­ diatam ente cuando ha desaparecido el peligro. Teniendo la intención de mandar a bordo de la ¿idriadne los útiles i cartas de esta Legación en bultos que serán sellados i m ar­ cado.? como efectos do la Legación alemama i acompañados hasta su embarco en el Callao por el Secretario de esta Legación, e,staria sumamente agradecido a V. S. si ella tuviera la bond.ad de dictar las medidas necesarias para que las autoridades del Callao den paso libre a este envío que se verificará en la semana entrante. Aprovecho esta oportunidad para reiterar a V. S., ade­ más de mis gracias anticipada.?, las seguridades de Ja mas alta consideración i particular aprecio de vuestro mui atento i obsecuente servidor. G r a m a t z k i.

    Al Exrao. señor Secretario do Relaciones Esteriores i Culto, dou Pedro José Calderón.

    Lima, Noviembre 11 de lSiSO.—Contéstese incluyendo, apertorios, los oficios respectivos para el Comandante Jcneral de Marina i para el Prefecto del Callao, a fin de que no embarcasen, i ántcs bien faciliten la traslación i delósito del archivo a quo la. presento comunicación se reiere. C

    alderón.

    LEGACION DE ALEMANIA EN EL PERÚ.

    lÁ m a , Diciembre 10 de 1880. Señor Secretario: . Habiendo recibido la atenta comunicación do V, S. cou fecha 26 de Noviembre, relativa a la traslación de los

    3 J

    CAPÍTU LO CUARTO.

    357

    :|" '1 i 3 1 .Y } j

    r 5'

    ) f ;r V"

    1 r i"

    !

    r i" 'r V' 'u . V r y...

    j..

    V-' y y Cu í w

    't ' w ''5 ??Í-J

    Mi at

    buques de guerra i pontones neutrales a Ancón, tengo el que e.stc puerto se encontraba entonces bajo la domina­ honor de contestar a V. S. que como ella ya habrá apren­ ción, de hecho, de lo.s chilenos, dospues de haber sido di­ dido cl comandante provisional de la escuadra bloquea­ sueltas todas las fuerzas militares disponibles del Peni dora, ha creído según sus instrucciones debe oponerse a para el resguardo dcl Sur casi por completo por la mayo­ tal operación. Por esto los comandantes de loa buques ría de los contrarios. Pero según la opinión do todas las neutrales se pusieron en relación directa con el señor autoridades dol derecho de jen tes, nn.a desposcsion de es­ Almirante Riveros para obtener su consentimiento para ‘ ta clase de una parte que está en guerra, (ie su estado de que puedan permanecer en el puerto do Ancón aun cuando posesión, está unida también con la suspensión temporal el bloqueo de esta caleta fuere restablecido. Luego que de su .soljoranía de administración i finanzas hasta la de­ sabré el resultado de estas negociaciones ine será mui cisión por la suerte de la guerra o tratados de paz. grato llevarlo al conocimiento do Y. S. Esta comprensión so confirma por'toda la historia mo­ ■ Por fin, os suplico os sirváis aceptar las protestaciónc.s derna de guerra, según la cual en todas partes el ocupan­ de la mas alta i distinguida consideración de vuestro mui te, en caso quo ha querido, ha entrado en el goce tempo­ atonto i obsecuente servidor. ral del poder del Gobierno i de las fin.anzas. Igualmente no ha sido revocado por ninguna contradicción de alguna G r a m a t z ü i. potencia estranjera e estado en Iquiqiie, donde los chile­ Al Exmo. scfior Secretario Je Eeiaeioiies Esteriores i Culto, Jon Pedro José nos inmediatamente desunes de la toma del lug,ar encar­ Calderón, garon el ejercicio de todos los derechos de soberanía del Estado a un ap.arato completo de empleados propios. NOTA BOBEE E L “ L U X 0 R , Si, pues, hxs capitanes de los vapores de la Kosmos no se proveyeron con el manifiesto del Cónsul Jeneral peruano (Traducción.) en Hamburgo para el viaje a Arica, fué esto porque ya no existia allí una administración de Aduana peruana, a la NÚM. 42.—LEGACION DE ALEMANIA EN EL PERÚ. que estaban obligados a presentar el manifiesto, i se hubiesen hecho culpables por la omisión do este deber. L im a, D k ie m lm 20 de ISSO. Por esto ya no es de presum ir otro motivo, porque es de Señor Secretario; suponer que los gastos dol manifio.sto como todos los gas­ Después de recibir la estimada comunicación do V, E., tos de este jénero sean hechos por los fletadores respecti­ fecha .1,5 del presente, no omitiré, pue.s no es de mi com­ vos, directa o indirectamente, quo por consiguiente los petencia lina jurisdicción sobre la sociedad Kosmos esta­ empleados do la Kosmos no tuvieron ningún interés en blecida en Hamburgo, de elevarlas quejas de V. E. contra la omisión de obtener el manifiesto, i que es imposible su proceder al Gobierno Imperial, el qne como no es ne­ suponer una falta intencional de estimación al Gobierno cesario de mi parte asegurar, la someterla a una séria de la República de parte de una sociedad cuyo fin comer­ averiguación, i en caso quo sobre los empleados de la cial se dirije a una comunicación duradera i amistosa con Kosrncs pesen realmente actos impropios, no escasearia la costa dcl Perú. ninguna de aquellas consecuencias, que convengan a la Acepte Y. E,, en consecuencia, la esprc.sion repetida de situación legal del suce.so i a las relaciones internaciona­ mi distinguida estimación i personal aprecio. les tan satisfactorias entre ámbos países. Conociendo Y. E. misma la importancia que yo perso­ OlUMATZKI. nalm ente he dado siempre a que las personas e institutos de mi patria empleadas en la navegación guarden la m a­ Al E.xnio. señor Seeretario do Relaciones Esteriores i Culto, don Redro José Calderón. yor consideración no solamente a las prescripciones i dis­ posiciones sino hasta a las costumbres i a sentimiento LEGACION DE ALEMANIA EN EL PERÚ. nacionales de la República del Perú, i particularmente no dejen de obsérvalas on la desgracia pa.sajera de la guerra, • Lim a, Diciembre 21 de 1880. me permito agregar aquí algunas observaciones sobre los casos mencionados, de mi propia comprensión, que quizas Señor Secretario: pudieran contribuir a pre.?entar los hechos sin el carácter Tengo ol honor de llevar al conocimiento de V. E. que grave i lastimoso que sin embargo a primera vi,sta parece los señores Lehue, Cónsul de! Imperio Aleman, i Pempe!, cubrirlos. respetable miembro del comei'cio de Tacna, han sido arres­ Ante todo no debiera presentarse ninguna duda, que tados a su llegada cu Arica por las autoridades peruanas la mera omisión do llevar consigo un manifiesto el capi­ i trasportado.s a la Prefectura de Lima por ser sospecha­ tán de nn bnique con destino a un puerto peruano, no dos de espion.aje. Puedo afirmar que el señor Lehue está puede hacerlo culpable, sino que pava esto ea necesario emprendiendo un viaje a Europa por sus negocios comer­ algo mas, esto e,s, el verdadero desembarco i la tentativa ciales, despue.s de haber pedido por esta Ijegaciou uua para la descarga de las mercaderías manifestadas. Si snlicencia regular del Gobierno aleman. Además, según to ­ cedie.se lo contrario i estuviese prohibida solo la salida das la.s otras informaciones, el único fundamento de la del buque sin manifiesto, se habria creado con esto un delito, que aunquo comotido fuera dcl Perú, habia de sor inculpación consiste en Ja circunstancia que dichos señoreres hicieron una partida de rocamber con algunos castigado por la lei del Perú, aunque .sus autores nunca oficiales chilenos cuando el vapor se paró en Pisco. No caye.sen bajo la justicia territorial dcl Perú. dudo que Y. E. tom.ará todo el interés en este asunto que ■Eu la comunicación misma do Y. E, no se asegura i merecen ¡a posición i la respetabilidad de aquellas p er­ puede mirarse directamonto corno probado, según otras informaciones, que im doaembareo i descarga do un va­ sonas i que dará las órdenes para hacerlos poner en liber­ por de la Ko.smos en Moliendo no ha tenido lugar. tad. En cuanto a la duración del estado de bloqueo que ame- j Reiterando a Y. E. los sentimiento.? do mi.? mas alta nazaba este lugar, hai que observar como probable quo consideración i aprecio, mo suscribo de V. E., mui atento el capital! misino cuando recibió las mercaderías a bordo, | I ob.secuente servidor. ya no contaba con la seguridad, para poderlas tra.sportar i G r a m a t z k i. en realidad hasta Moliendo, sino que previó desde el I jrincipio la necesidad de descargarlas en una caleta chi- Al Exorno, señor Secretario do Relaciones Ksteriores i Culto, don Pedro José Calderos. ena inmediata, para lo que está autorizado en tales casos. Con respecto a los otros casos que los vapores de la Kosmos han descargado en Arica, Y, S. mismo admite

    358

    G U ER R A D E L PA C ÍFIC O .

    TIL L egación B r itá n ic a cn Lima; retiro de fuinillas p e­ ru an as dei tea tro de ia guerra; in cid en te prom ovido p or h a b erse reh u sad o al Cónsul in glés en el C allao él perm iso para ir a bordo de la “T riunfo; ’ estracclon dei can on d el “Aligamos."

    (Inédito.) NÚM. 7 6 . — SECRETARÍA DE RELACIONES ESTERIORES I CULTO.

    JAma, NovuTnbre 15 de 1880.

    cerla de tales consecuencias que me viese en la necesidad de coraunicárme sin demora con el Almirante. Un impor­ tante despacho ha sido ya demorado 48 horas por esta causa. Pienso que bajo tales circunstancias, seria absolutamen­ te jiecesario quo se modificase la órden dada al capitán del puerto del Callao i que a un oficial, encargado de las comunicaciones de esta Legación, se lo permitiese siempre el paso (embarcarse). Es por esto, que tengo el honor de suplicar que se haga tal modificación. Tengo el honor de ser, señor, su mas obediente servidor, S pen cer St. J ohn. Ministro Rssldente de S. M,. B.

    Señor Secretario: Con fecha 12 del actual, oí Ministro Residente do SM. B. me dice lo siguiente: “El señor D’Arcy, com andante dol buque de S. M. B. Jhannon, se ha dirijido a mí, a propósito del embarque de familias en el Callao, para situarlas a bordo de los pon­ tones i buques del puerto. Corno muchas de estas fami­ lias son peruanas, rogaria a V. E. so sirviese manifestar­ me si hai alguna objeción para que las embarquemos, con sus provisiones, próximamente, en el puerto dcl Callao.” Lo que tengo el honor de trascribir a V. S. a fin de que se sirva informar a este despacho, a la brevedad posible, sobre el a.sunto a que se refiere la nota trascrita. Dios guardo a V. S. muchos años. P edro J

    osé

    C.a l d e u o n .

    .41 señor Secretario de Estado en el despaclio de Marina.

    L im a, Noviembre 17 de ISSO. Señor Secretario: Por disposición de S. E., está prohibido el embarque de cualquiera persona en el Callao aun cuando sea para ir a los mismos buques neutrales; solo los oficiales i a gtinos marineros en comisión do dichos buques pueden embar­ carse en sus botes. Igualm ente se ha permitido se provea do víveres en un dia determinado de a semana a las per­ sonas que actualm ente residen en los pontones: Esta Secretaría no puede dictar órden alguna sin el m andante especial de S. E., relativa al embarque de fa­ milias por cl puerto del Callao, cualquiera que sea su des­ tino. Es cuanto tengo la honra de informar a V. S. M a n u e l V il l a r . Al señor Secretario de EíUdo en el despacho do Relaeione.s Esteriores.

    A S. E. el eeñor don Pedro José Caldoron, Secretario de Relaciones Esteriores.

    NÚM, 7 0 .— LKQACION BRITÁNICA EN EL PERÚ.

    L im a , Noviembre 21¡. de 1880. Señor Secretario; Tuve el honor de poner personalmente en conocimien­ to de V. E. la conducta del Prefecto del Callao que rehu­ só permitir a Mr. March, Cónsul de S. M. en aquel puorto, que fuese a bordo del buque de S. M. I r iu n fo a hacer una visita al Almirante Stirling Ayer supe por uu ayu­ dante de V. íl, que se habia dado una órden jeneral para impedir que se hagan visitas a bordo de los buques de guerra, la cual se estiende a los cónsules tanto como a los particulares. Como no puedo reconocer el derecho de las autoridades peruanas para impedir a los ajenies de S. liL el que se comuniquen personalmente con los oficiales de la marina de S. M., i como aun soi de opinión do quo hai algún error en no esceptuar a los cónsules de. esa prohibición jeneral, agradecería quo V. E. rae informase por escrito si ol Go­ bierno peruano ha dado una órdon pava impedir, entre otros, al Cónsul de S. M. cn el Callao quo vaya a bordo de los buques de S. M. cuando las necesidades del servicio requieran su presencia a bordo. Acepte V. E. las seguridades de la mas alta considera­ ción i particular aprecio de vuestro mui atento i seguro servidor. S pen cer S t. J

    ohn.

    Al Bxüjo. señor Secretario de RelacioDes Esteriores i Culto, don Pedro José Calderón.

    Lima, Noviembre 24 do 1880.—Pase a la Secretaría de Guerra para que se sirva informar, a la brevedad posible. Ca ld eró n .

    N Ú ir. 1 .— LEGACION BRITÁNICA EN EL PERÚ.

    L im a, Enero S de 1881.

    Lima, Noviembre 2 7 de 1880.—Informe én el dia, el Prefecto i Comandante Jeneral de Armas del-Callao.

    Señor Secretario: S eoada. So me h a informado por el Almirante Stirling, Coman­ dante en Jefo de las fuerzas navales de S. M. en el Pací­ Excmo. señor: fico, que el capitán del puerto del Callao ha prohibido toda comunicación con tiorra a los buques de S. M. sur­ Emitiendo el informe pedido a esta Comandancia sobro tos en aquel puerto. el contenido de la nota anexa del señor Enviado EstraorEl Almirante no comprende el objeto do esa prohibición dlnario i Ministro Plenipotenciario del Reino. Unido de la tan desusada entre naciones que se encuentran en amis­ Gran Bretaña o Irlanda, acreditado cerca de V. E., tongo tosas relaciones. La presencia de los buques de S. M. en ol honor de manifestarle que el .señor Match, A,jente con­ el Callao es necesaria, en caso do cualquiera súbita emer- sular británico en esto puerto no ha solicitado permiso _encia para salvar a los súbditos de S. M., i podria tara- de este despacho para hacer una visita a bordo de.la fien sor de incalculables beneficios para un gran número T riv m p h ni ha venido a esta casa con el referido objeto, de familias peruanas deseosas de escapar de algún ines­ siendo por lo tanto inexacta la aseveración contraria. perado peligro. Si el señor March hubiese solicitado permiso de em ­ El puerto de Ancón que se ha ofrecido en so.stitucion barqué, el informante lo habria negado, en virtud do la al del Callao, aunque posee algunas ventajas, está sin orden que V. E. le ha comunicado para no concederlo a embargo mui distante, con tardía e irregular comunica­ otras personas que a las - dotaciones de los-buques de ción i privado de agua. Las repentinas emerjencias quo guerra neutrales, a los ministros estranjeros i a los secre­ se orijinen por ol prente estado de guerra, podrian h a ­ tarios de éstos.

    359

    CAPÍTU LO CUARTO.

    íl ¡3

    a ■ » a g '■ n

    í

    E n su lugar se presentó en esta casa el Secretario del Es también de mi obligación esponer que no hai on esta Comandancia ninguna órden particular prohibitoria ñor Almirante, con el objeto de preguntarme sobre los mo­ de embarque, ni en la jeneral a quo me he referido se h a­ tivos por los cuales se habia impedido al señor Cónsul do Inglaterra embarcarse por este puerto con destino al buque ce mención de persona.? determinadas. Juzgo, asimismo, necesario manifestar a V. E. quo ol que enarbola la insignia del señor Alrniranle, a lo que dia en que debió presentarse en esta casa, el señor Almi­ respondí que no se habia permitido el embarque del es­ rante Stirling, Jeie de la Dstacion naval inglesa en el ' presado señor Cónsul, porque habia órden suprema para Pacífico, según anuncio que recibí por conducto del impedirlo a toda claso de ^rso n as, sin mas escepcion que Consulado on este puerto, vino a verme el Secretario del la de los señores ministros estranjeros i sus secretarios. No habiendo venido hasta hoi el señor Almirante, a Almirante i me preguntó sobre el motivo por que no ,?o permitia ir a* bordo de la TTium ph al seilor Marcb; a lo pesar de haberme anunciado sn visita i sin que se haya que le conteste que habia órdon jeneral para no oscop- esplicado ol motivo que le ha disuadido de su primera tuar de la prohibición do embarque por este puerto, a determinación, i siendo esto contrario a las reglas que pre­ otras personas que a la oficialidad de los buques de guer­ siden las relaciones oficiales i a las prácticas de cortesía, i ra neutrales, a los ministros plenipotenciarios i a los se­ considerando qne el carácter quo invi.sto revisto a este in­ cidente de una im portancia especial, lo comunico a V. S, cretarios de éstos. Lo espuesto es todo lo que tengo que informar a V. E. para que, si lo tiene por conveniente, ao digne trasmitirlo a la I/egacion inglesa acreditada en esa capital. sobre el particular. Dios guarde a Y. S. muchos años. Callao, Noviembre 28 de 1880. L. J. A stet e. L. J . A s t e t e . Lima, Noviembre 29 de 1880.—Con la nota de aten­ ción, remítanse estos antecedentes al señor Secretario de Relaciones Esteriores.

    Lima, Noviembre 20 de 1880.—Agregúense a este ofi­ cio los antecedentes del asunto a que se refiero, provéase lo conveniente i contéstese en los términos acordados.

    I g l e s ia s .

    C alderón. .Y1 señor Secretario do Estado eo el despacho de Uelaniones Esteriores.

    SECRETARÍA DE ESTADO EN EL DEPACHG DE GUERRA.

    L im a, N ovim ebn £9 de 1880. Señor Secretario; Con el informe emitido por el Prefecto i Comandante de Armas del Callao, tengo el honor dé rem itir a V. S. los antecedentes relativos al incidente promovido por el R e­ presentante de S. M. B. a consecuencia de haberse rehur sado a Mr. March el permiso para ir a bordo de! buque do guerra inglés Triunfo. Dios guarde a V. S. muchos años. M ig u e l I glesia s , Al señor Secretario de Estado en el despacho de Relaciones Esteriores.

    Lima, Noviembre 29 de 1880.—Acú.seSe recibo i remí­ tase en copia auténtica a la Legación británica, el informe a que el precedente oficio se refiere con el despacho acor­ dado, en respuesta al do dicha Legación de 24 de los corrientes, número 70, relativo a este asunto. Envíese autenticado el mismo despacho al Prefecto del Callao pa­ ra su cononocimionto. Calderón.

    p r e f e c t u r a i c o m a n d a n c ia

    EN JEFE.

    (Re.?ervada.) Callao, N m iem hre 26 de 1880.

    U O

    c C'

    G

    Señor Secretario do Estado: Mc apresuro a poner en conocimiento de V. S. lo si­ guiente: El señor Almirante, Jefe de la estación naval inglesa en el Pacífico, me hizo prevenir por conducto del señor Cónsul en este puerto que se proponía visitarme i desea­ ba saber en qué forma o pagarla el oficiante la visita. Contestó que pagaria su visita en el Con.?ulado; no ha­ ciéndolo a bordo de.la nave qno monta, por las circuns­ tancias. Informado de mi respuesta, me hizo anunciar, por con­ ducto también del Consulado, que. vendría a esta casa, el miércoles próximo pasado, a las 2 P. M. En dicho dia hice preparar todo para recibir al señor Alm irante con los honores correspondientes a su alta in­ vestidura, i le esperé en vano.

    NÚM.

    74.— LEGACION

    BRIT.ÁNICA EN LIMA.

    L im a , Diciembre 1. ® de 1880. Señor Ministro: Tengo el honor de acusar recibo del despacho de Y. .E., número 71,fecha Noviembre 29, relativo a la denegatoria del Prefecto del Callao para perm itir al señor March, Cón­ sul de S. M. B., que fuese a bordo del buque de S. M. B, T riu m p h i a la abstención del Almirante Stirling, por con­ secuencia del incidente anterior, do hacer su visita anun­ ciada al Prefecto. H ai actos de estricto derecho, que el amor propio quo debe existir entro los representantes de naciones amigas no deberia perm itir se realizasen. Una órden dictada para impedir el embarque de pasajeros en el Callao, no debia haber sido interpretada por el Prefecto como una órden para impedir que el Cónsul de S. M. hiciese una visita al Almirante británico, particularm ente cuando no ha impedido ni impide a los cónsules i particulares, visiten los buques de guerra americanos e italiano.?. Así, por ejem­ plo, dos dias aespues que el Prefecto impidió a Mr. March visitar al Almirante Stirling, el Yice-cónsul italiano pa­ gaba su visita oficial al Comodoro italiano i recibia el saludo de estilo. Lo que considero que tengo derecho de reclamar es, que al Cónsul de S. M. en el Callao se le trate con la consideración i cortesía demostradas al Cónsul italiano, i que asi como no se le puso dificultad alguna al Cónsul italiano para visitar al Comodoro italiano, no se ponga dificultad alguna al Cónsul do S. M. cuando desee vi­ sitar al Almirante británico. Respecto a que el Almirante Stirling ha postergado su visita anunciada al Prefecto del Callao, debo manifestar que el Almirante vino a tierra con la intención de hacer esa visita; pero sabiendo que yo me proponía pedir una esplicacion oficial do aquel acto de aparente descortesía respecto al Cónsul de S. M., creyó conveniente anunciar al Prefecto que postergaría su visita oficia! hasta después que se diese esa esplicacion. Siento que hubiese ocurrido incidente alguno que ten­ ga conexión con las cordiales relaciones que desearía ver existir entre los representantes do nuestros respectivos gobiernos en el Cal ao; pero en este caso no puedo des­ cubrir falta alguna en el Cónsul de S. M. i sí en los que dieron distinta interpretación al sentido de uua ór-

    360

    G U ER R A D EL PACÍFICO.

    den que nunca podia haber sido ostensiva a los ajenies con­ sulares de las naciones estranjeras. Ruego a V. E. se sirva acoplar las seguridades de mi alta consideración. S pekser S t. J ohn . AI Excmo. señor doctor don Podro J. Calderón, Mmiatro de Rslacioaes Este­ riores del Perú.

    Lima, Diciembre 5 de 1880.—Contéstese en los térm i­ nos acordados, otorgando, por escepcion, el permiso que se solicita para el embarco nel Ajente consular de S. M. B. en el Callao, con el fin indicado, e incluyendo la orden respectiva dirijida al Prefecto del Callao.

    sé que el comandante del Decrés prestaría gustoso sus embarcaciones para esta circunstancia. Sírvase aceptar, señor Secretario de Estado, la seguri­ dad de mi alta con.sidoracion. E . DE VORGES. A S. E. el señor Pedro José Calderón, Sceretario de Estado del Ministerio de Relaciones Esteriores.

    NÚM. 1 .— LEGACION DE FRANCIA EN EL PERÚ.

    Limo., Enero 3 de 1881.

    Señor Secretario de Estado; Se me comunica que el capitán del puerto del Callao Calderón . se opone desde hace dos dias al desembarque de los ofi­ ciales de los buques neutrales. Me es difíci esplicarme esta prohibición tan poco NÜ5I. 7 7 .— LEGACION m ilTÁN ICA EN LUIA. conforme con los u.sos observados entre naciones amigas. L im a , Diciembre 30 de 1880. Debo, además, hacer notar a V. E. que si debe ser man­ tenida de una manera absoluta, eso pone una dificultad Señor Secretario: mui seria a la misión confiada a los buques de guerra He recibido un despacho del Almirante Stirling, Co- ' franceses por el Gobierno de la República. No se tendrá mand.ante en Jefe de las fuerzas de la escuadra de S. M. conocimiento, sin estrañeza, en Paris do l.a.s dificultades en el Pacífico, en el quo manifiesta ser do .suma im por­ opuestas a las comunicaciones de nuestras naves de guer­ tancia para el Gobierno de S. M. i para los artilleros en ra, precis,amente en el momento que su concu r.so va tal­ jeneral, que pueda detennin.arse, si os posible, la causa i vez a ser el mas nocesario quo nunca a la Legación. El ol efecto del accidente ocurrido al canon del Angamos, puorto de Ancón que se h,a ofrecido, está demasiado dis­ sac.4ndolo del mar. Mo ha indicado, pues, pida permiso tante do Lima i ofrece comunicaciones demasiado tardías al Gobierno peruano par.t procurar sacarlo i so observe quo pueden llegar a ser completamente imposibles si los su estraccion. El agua es mui profunda, corea de 24 bra­ incidentes de la lucha inutilizaran el ferrocarril. í esto, zas en el lugar del siniestro, i es dudoso que tengan buen estando en una situación en que puedo tener necesidad resultado los esfuerzos del Almirante. de ponerme inmediatamente en comunicación con l.as Si, no obstante, se consiguiese sacar el canon, el Almi­ naves de guerra francesas. rante Stirling se compromete a no entregarlo a los chile­ Creo, pues, indispensable, .señor Secretario de Estado, nos hasta después de la guerra. que el Gobierno deje al ménos desembarcar por el Callao Ruego a V. E. se sirva aceptar las seguridades de mi a los comandantes de los buques de guerra franceses o al alta consideración. oficial que fuera encargado por ellos de alguna carta para S pencer S t. J ohn . la Legación. Me parece que una petición así reducida, no puede dejar de ser bien acojida, i que ella no podria A S. E. el señor doctor don Pedro J. Calderón. comprometer en nada, ni la defensa do la plaza del Callao, ni el secreto de las operaciones militares, Sírvase aceptar, señor Secretario de Estado, las segu­ n iL ridades de mi alta consideración. L egación de F ran cia cn el Perú; d ocu m entación r e fe ­ r e n te al cinlm rtiue de fam ilias neu trales; com u nicaclou con lo s buques d e g u erra fran ceses i tra sla d o d e éstos a A ncón.

    E. DE

    VORGES.

    A S. R cl señor IV-dro José Calderón, Secretario de Estado del Miaisterio de Kelacionca Esteriores.

    (Inédito.)

    NÚM. 2 — LEGACION DE FRANCIA EN EL PERÚ.

    NÚM. 4 9 .— LEGACION DE FRA.NCIA EN EL PERÚ.

    L im a . Enero 7 de 1881. Señor Secretario: H e recibido la carta que V. E. me ha hecho el honor de dirijirme oí 4 de este raes. Cuando el Gobierno peruano pidió a las legaciones abandonasen la rada del Callao por la de Ancón, aunque esta petición en las condiciones on que fué hecha fuese contraria a lo que se practica regu ármente respecto a buques do guerra de potencias amigas, nos hemos ocupa­ do de obtener el consentimiento de la escuadra bloqueadora para la salida de los pontones que no podian ser aban­ donados. V. E. no ignora que hasta ahora ese consenti­ miento no ha sido otorgado de manera de poder garantir la seguridad de los pontones en la rada de Ancón, i quo, además, la mayor parte de esas embarcaciones no están en estado mui favorable para verificar un cambio de fon­ deadero. Hace algún tiempo qiie oficiosamente he infor­ mado a la Secretaría do las dihcultades con que tropezá­ bamos i que hasta ahora no han podido ser allanadas de una manera definitiva En este estado de cosas, las naves francesas no podriau pensar on estab!oeers0 /de una manera fija en Ancón; pero desde hace largo tiempo han abandonado la rada del Ca­ llao, tomando así por sí mismo el término medio indica­

    L im a, Noviembre 11 de 1880. Señor Secretario do Estado; No ignora V. S. que cierto número de familias france­ sas, on previsión de los peligros a los cuales esta capital estaría espiiesta si un ataque del ejército chileno llegase a triunfar, han resuelto retirarse en esta eventualidad a los pontones de la Compañía del Muelle Dársena que es­ tacionan cerca de los buquo.s neutrales. El señor coman­ dante do Champeaux, director del muelle, tendria necesi­ dad, para ponerse on situación de recibir esas familias, de hacer trasportar a los pontones víveres i cierta cantidad de útiles indispensables. H asta ahora ei permiso de em­ barcar esos objetos le ha sido neg.ado por la autoridad local. Corno se trata do familias francesas i tengo el deber do procurar por todos ios medios posibles su seguridad, le seria mui reconocido—si tuviera a bien hacer retirar la prohibición opuesta al señor de Champeaux. Creo que se­ ria posible'fijar un momento oportuno en que esta opera­ ción pudiera realizarse sin llamar la atención; i si el Go­ bierno temiera que escursiones on la bahía hechas por los fleteros del puerto, acarreasen algún inconveniente,

    361

    CAPITU LO CUARTO.

    T 4 í f ' .. M 5}'-l|v

    «iC... ifv '

    do en la nota de V. E. Están en este momento a cinco millas marinas del puerto; en esa situación no pueden embarazar de ningún modo la defensa ni ninguna opera­ ción le ítima de guerra. No comprendo, por lo tanto, co­ mo podrian ser acusadas da quedarse ou el Callao violan­ do los derechos de la República i la neutralidad. Pero aunque se hayan situado fuera de las aguas del Callao, no ea ménos cierto que solo por el Callao pueden tener con la Legación comunicaciones seguras i prontas. La obligación de establecer sus comunlciiciones ordina­ rias por Ancón es ya para ellas una gran dificultad; pero la necesidad de estar en relaciones inmediatas con la Le­ gación, os una condición esencial do su misión misma. Si ol Gobierno peruano no juzga conveniente considerar la cuestión bajo este punto de vista, i continúa en poner obstáculos hasta a las comunicaciones de servicio con la Legación, en un momento en que las circunstansias pue­ den ser tan críticas, no me qued.aria para .salvar mi resonsabilidad mas recurso que el de informar a mi Goierno de las dificultades, .sfigurarnonte mui imprevistas, con que tropiezan les bucpies de guerra franceses en el cumplimiento de su misión. Sírvase aceptar, señor Secretario de Estado, las seguri­ dades de mi alta consideración.

    E

    S

    » c I --

    E.

    I ~ ■

    V o rges.

    de

    AI Excmo. señor don Pedro José Calderón, Secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Esteriores.

    i I \—

    IX.

    I CI

    -

    I

    T elegram as dei Coronel S evilla sobre .su en cu en tro con las fuerzas ch ilen as en líe rv n i.

    ..

    I Y --

    TELEGRAMAS OFICIALES. (Recibido a las '2.65 A. M.)

    I '•w.

    Diciembre 19 de 1880.

    I

    Excmo. señor Jefe Supremo: Después que el Sub-Prefecto roocupó allerv ai, se arro­ jó al enemigo como a una legua de distancia. Me apresu­ ré a protejer la infantería con caballería i después de un sostenido fuego por ámbas partes, que d,ui ó cerca do una hora, los invasores cedieron el campo, retirándose preci­ pitadamente. Tengo algunos heridos i muerto el caballo de un cor­ neta. S

    e v il l a .

    De las investigaciones a que sometí al prisionero, apa­ rece que se llama Estanislao Carrizo, soldado del tercer escuadrón del Rejimiento de Granaderos a caballo, cuyo coronel se llama Tomás Yavav. Este cuerpo, fuerte de 600 hom.bres, fuó el que tuvimos al frente anoche i ce­ dió el campo a los ciudadanos de Herval, no soldados, i una parto de la caballería bajo mi mando, las únicas fuer­ zas nuestras que tomaron parle en el combato. La división del enemigo salió de Jagüey a las 2 A, M. en este órden: una batería de montaña de cuatro cañones, tres cuerpos de infantería i tres e.scuadron'es de caballería de 200 hombres cada uno. Los cuatro chilenos que se bajaron a la playa so les persigue i probablemente se les tomará. Los chilenos han abandonado en su campo,—visitado por nuestra guardia avanzada—algunos barriles do agua, vino i ron, cuartos de carne, aves i otr.as provisiones, además do muchos otros diferentes objeto.?, robados pro­ bablemente a personas particulares, tales como silletas, hamacas, ropa, ollas i útiles de cocina, etc., etc. Dospues de la escaramuza, nuestra guardia avanzada tomó uua bandera de c.ampamento i una bandera chilena con su asta, sillas, etc., etc. Los artículos tomados con el prisionero, son el equipo completo do un caballo, una carabina, un afilado sable i un corvo. Me es mui satisfactorio poner en conocimiento de V. E, que el Sub-Prefecto ha correspondido dignamente a la con­ fianza del Gobierno i que los ciudadanos del distrito riva­ lizaron entro sí on desplegar su patrioti.smo i entusiasmo. La 1, Brigada de caballería ha tenido un comienzo brillante; escelente tropa. El enemigo tuvo anoche 10 caballos heridos i algunas bestias de carga pueden verse muertas en el campo. Con respecto a la pérdida en liombres, los informe.? de los pri­ sioneros son contradictorios. Nuestras pérdidas de anoche son tres heridos de tro­ pa, un eaballo muerto i tres heridos de caballería. La infantería chilena consta del Batallón Talca, el 2. ® de línea i la Brigada de Marina. En este momento se ha tomado del campo enemigo un magnífico caballo i seis bueyes que servirán para racionar nuestras tropas. S e v il l a . (Recibido ca Tarapxmpi, Cantera de Asia, a lax ■! P. M.)

    Según instrucciones, después de saludar al enemigo ma retiré con mi brigada completa, llevando a mi herido i al prisionero sin dejar tras de mí ni una correa. S e v il l a .

    (Recibido a las 6.35 A, M.)

    Diciembre 19 de 1880. f l

    Excmo. señor Jefe Supremo: El ataque comenzó de nuevo a las 5 A, M. Defendemos nuestras posiciones. S e v il l a .

    (Recibido

    1

    las 11,50 P. M.)

    Diciembre 19 de 1880.

    C.-

    o C

    Excmo. señor Jefe Supremo: Despucs de im nutrido tiroteo que duró una hora, el enemigo se retiró de nuevo. Esto es tan vergonzoso que me inclino a creer .sea una maniobra qne encubre otra intención; porque las fuerzas que vinieron contra nosotros consisten en cerca de cuatro o cinco mil hombres de las tres armas, i se han retirado apresuradamente. Tengo un prisionero, i otros soldados chilenos, que no pudieron seguir a sus compañeros que volaban, se arroja­ ron al mar. No fué posible sacarlos inmediatamente a consecuencia de lo vertical del cerro. T omo

    ■C

    ' G

    iv .—

    46

    TELEGRAMAS DE PALACIO,

    Diciembre 19. Señor Sub-.Prefecto: Recibí su telegrama i mucho me complazco on saber que han recibido las hordas filibusteras una lección del p.atriotismo nunca desmentido del señor coronel Sevilla 1 de V. S, Que corra la sangre, pues así la rojeneracion es un hecho real. Comuníqueme V. S. cuanto pase, por mui insignificante que ello sea, pues ya pi.san los ladrones nuestro departamento. Saludo \ . S. a mi nombre al coronel—Suyo. P

    eña i

    C o ronel.

    Diciembre 21. Señor Sub-Prefecto Melena: Mui complacido en cuanto a los partes del coronel Se­ villa. Enteram ente justificada mi esperanza en V. S. i la bnena jente de e.se valle. La zona de Lima ha hecho el eiojio esperando mucho aun de los de Cañete, hágalo sa­ ber así a Arceniega. PlÉROLA,

    362

    G U ER R A D EL PA CÍFICO . Callao, Diciemhre 26 de 1880.

    TELEGR.4MA DE CHILCA.

    Señor Secretario; Diez buques chilenos pasan frente a este puerto con rumbo al Norte. Sigo a Lima. M ayor Z uleta.

    Señor Jeramillo; Esté listo todo para salvar aparatos i bestia; destruya archivo. P

    Señor Secretario de Guerra: Los caballos que solicita V. S. irán luego. Sírvase V. S. decir a S. E. que para el caso de ser. atacada esta plaza necesito su autorización para hacer algunas remociones en jefes i oíiciales, i de esta manera poder responder a los resultados, Estoi resuelto a todo, pero necesito mas amplitud para ejecutar. ASt e t e .

    az-S oldan,

    Callao, Diciembre 27 de 1880.

    I. Tem ores i p rep a ra tiv o s del P re fe cto del Callao desde la lle g a d a del e jé r c ito ch ileu o a L u rlu .

    TELEGRANAS.

    Señor Calderón, Secretario de Relaciones Esteriores: Recibido su telegrama. Y o tengo igual noticia desde ayer. Reserva 900 hombres sin armas. Mucha escasez de jente para defensa de plaza. Deseo saber algo sobre nues­ tro ejército. Hoi no he-tenido noticia alguna.

    (Recibido a las 7 P. M.)

    A stete.

    Callao, Diciembre 22 de 1880. (Recibido a laa 3.35 P. M:)

    Soñor Secretario de Guerra; Callao, Diciembre 27 de 1880. Los ciudadanos don Alberto Figini, italiano avecinda­ do aquí 11 años, i don Ricardo Rossell, síndico munici­ Señor Secretario de la Guerra: pal, se han presentado con gran entusiasmo a prestar sus So observa densa hum areda por Villa; parocen rotos loa servicios. Croo digno aceptarlos como ayudantes ad hono- ¡ fuegos. Sírvase V. S. decirme si sabe algo. rs m d e esta Comandancia en Jefe" en clase de capitanes A stete. temporales. Espero aprobación de esta medida. A

    stete,

    Callao, Diciembre 28 de 1880. Señor Secretario do Guerra; Dígnese Y, S. tener a este despacho al corriente, do lo que suceda, pues hai lejítim a ansiedad en la guarnición i en el pueblo, A

    stete.

    Callao, Diciembre SO de 1880. Señor Secretario do Guerra: La mar sumamente ajilada; amenaza destruir los m u­ ros de baterías; ha llegado al interior de algunas; camino obstruido hasta la boca del rio. No hai un solo injeniero en la plaza para que se ocupe de trabajos de defensa. Provea V, S, lo conveniente. El caso urje. Astete.

    Chorrillos, Diciemhre 23 de 1880. Señor Secretario de Guerra. He llegado a ésta a las 10.30 P. M.; 2. División lista para moverla, pero le faltan bagajes. 4. '=* División cn marcha para San Juan. Continúa la m archa a dar alcan­ ce a la 1. División dejando a la 2. para que empren­ da su marcha tan luego como le llegue su brigada.

    Callao, Diciembre SO de 1880. Soñor Secretario de Guerra: Mándeme V. S. 30 quintales de pólvora-mina i ocho royos guias. Pedí ántes la pólvora, pero me alcanza tiem ­ po para utilizarlo en defensa. J;a necesito absolutamente. A stete.

    Cá c e r e s.

    Callao, Enero 1. ° de-1881. Callao, Diciembre 23 de-1880. Señor Secretario de Marina: H ai seis oficiales de la arm ada entre tenientes primeros i alférez de fragata que desean servir las ametralladoras con la respectiva dotación de marinos, de aquellos que tiene nuestro ejército para la batalla que próximamente debe librarse. Lo aviso a V. S. por si tiene a bien aceptar esta hono­ rífica pretensión. G

    a r c ía .

    Callao, Diciembre 25 de 1880. Señor Secretario de Guerra: La plaza preven ida para cualquier evento. Ansiedad por noticias. Sírvase V. S. tenerme al cabo de cuanto ocurra )ara tomar mis medidas. Hago uso de las fuerzas de poicía para servicio de campaña. Bando organizando guar­ dia urbana éslranjera. A stete.

    Señor Secretario de la Guerra; Conmigo saludan a V. S., por año nuevo, los jefe,s i ofi­ ciales de esta plaza. Necesito 3,000 metros guia. A stete.

    Callao, Enero 6 de 1881. Señor Secretario de la Guerra: 3’res disparos Vavasseur, cureña reformada, alcance sa­ tisfactorio. Se oyen detonaciones de piezas de grueso ca­ libre dirección de Chorrillos. Sírvase S. imponerme de lo que sea.

    V.

    A stete.

    Callar), Ehiero 10 de 1881. Señor Secretario de la Guerra. Tengo urjente necesidad de Cumsen para eómunicar la chispa eléctrica. A

    stete.

    833

    CA PÍTU LO CUARTO.

    Y' í ;í

    ;.l ■P „í 'í •f ! 1

    (■' j|' r ¡ } 1 í

    ■j' 'í .) J

    )

    XL C om bate del IHauzanoi telegram as, p artes oflciales i rela ció n d e los p risioneros.

    CABLEGRAMA D E IQ U IQ U K (Recibido alas 10.30, P. M.)

    Santiago, Enero 1. ® de 1881. Señor Presidente: Joneral Baquedano dice para V. E. lo siguiente: "Lurin, 29 de Diciembre de 1880.— Antes de anoche, a las 8.30, dos compañías del' Curicó que se encontraban de avanzada hácia el Oriente de Pachacamac, puerto ocu­ pado por la brigada que manda el coronel Barboza, sor­ prendieron al rejimiento de caballería denominado anti­ guam ente Húsares de Junin, que venia do Cañete a incorporarse al ejército do Lima, Dado el aviso*ul jefe da la brigada, so emprendió con fuerzas de infantería i caballería la persecución de los enemigos. Después de 'u n lijero tiroteo, que los desorganizó i puso en fuga, se consiguió capturar al jefe dol rejimiento 1 do las-fuerzas militares del .distrito o zona de Cañete, coronol Sevilla, un sarjento mayor i tres capitanes, cua­ tro tenientes, seis alféreces i mas de 100 individuos da tropa. La persecución duró toda la noche, a pesar de la o.scuridad i de las dificultades que presentaban los bosques, quo son impenetrables. Se creo fundadamente que los restos dispersos de di­ cho rejimiento irán cayendo eu nuestro poder a medida que el hambre i la sed lo.s hagan salir del monto. Tam­ bién he distribuido de un modo conveniente algunas fuerzas para aprehenderlos. H an caido en nuestro poder casi todos los caballos del rejimiento, como 150 animales vacunos i mas de 1,000 entre ovejas i cabras. Por nuestra parte sufrimos la pérdida del segundo jefe del Curicó, teniente coronel Glano, i tuvimos cuatro sol­ dados heridos. El enemigo dejó en el campo 10 muertos i 2 heridos. Los prisioneros se encuentran a bordo del A óíao. La Brigada dcl coronel Lynch hizo su viaje por tierra desde Pisco sin novedad. Hostilizada por montoneras enemigas que se olcultaban en los bosques de Io.s valles, solamente tuvo un .soldado muerto. La tropa llegó descansada i sin dejar rezagados. La caballería en cscelente estado. Por reconocimientos practicados sobre el enemigo, se sabe que éste ha .salido de Lima i ha tomado posiciones entre Chorrillos i aquella ciudad, Nuestras tropas están bien acampadas i su estado sa­ nitario es inmejorable. Continuaban desembarcándose activamente todos los elementos quo necesitamos para emprender nuestra m ar­ cha a la mayor brevedad.” Dios guarde a V. S. A n t o n io A l f o n s o ,

    (Despacho recibido a las 11.20 P. M.)

    V

    Á

    y

    ,y

    Señor Presidente: A las 7 P. M. do hoi ha llegado el A 'tm z m m , viniendo directamente de Curayaco, trayendo para Y. E. el parto siguiente: "Lurin, Diciembre 29.—Continúan sin tropiezos sérios los trabajos para conducir i ordenar los materiales del ejército que ya está todo acampado en este valle. La bri­ gada Lynch hizo la travesía por tierra sin ningún contra­ tiempo. La tropa llegó en perfecto órden, contenta del viajo, bien .provista de víveres i sin haber dejado ningún

    rezagado en todas las jornadas; eneontraron agua, i en los valles abundante forraje. En Cañete i Mala fueron molestados por las montone­ ras que nos cau.savon seis bajas, aunque a costa de un du­ ro escarmiento. Por parte del Jeneral en Jefe verá Y, E que la cam­ paña se inicia con fortuna. La tropa de caballería que ha caido en nuestro poder era lo mejor que en esta arma tenia el ejército peruano. Los reconocimientos practicados no nos dan todavía un conocimiento cabal de las posiciones ocupadas por el enemigo, pero todo hace creer que éstas se estienden des­ de Chorrillos a Monterico cerca do Ate. Todos ios informes ostán eonte.stes en darlos como vein­ te mil hombres de tropa regulares, i otras, o poco ménos, de fuerzas colectivas o ciudadanos armados que se deno­ minan ejército de reserva. La saiud del ejército continúa buena. Los animales es­ tán en buen estado.— Ferjaí-ct.” A m azonas ha zarpado en derechura a Yalpavaiso a las 8 P. M. A

    n t o n io

    A

    lfonso.

    (Despacho recibido do Iquique a las 12 M.)

    Señor Presidente: Almirante Riveros dice para Y. E. lo siguiente; “Santa María, Diciembre 29 de 1880.—En el bloqueo del Callao no ocurre novedad. El ejército so desembarcó con toda felicidad i se encuentra acampado en el valle de Lurin. El desembarque de la artillería pesada se ha concluido hoi a inmediaciones del campamento. Se han recibido a bordo prisioneros de guerra: el coronol don José Sevilla con 7 oficiales i 54 individuos de tropa.” A n t o n io A

    lfonso,

    PARTE O FlC toL DEL CORONEL BARBOSA.

    DieiemJrre 29 de 1880. Señor Jeneral Jefe de la 2. División: Tengo el honor de comunicar a Y. S. que a consecuen­ cia de haber llegado a este campamento repetidos denun­ cios de qne se aproximaba una fuerza enemiga de caba­ llería salida de Calango, hice colocar, en previsión de todo evento, fuertes avanzadas de los distintos cuerpos de mi mando, procurándoles una colocación ventajosa desde la cual pudieran observar cl movimiento i dirección del enemigo. El dia 27 del corriente, a las 6 P. M., el capitán de una do las avanzadas del Rejimiento Curicó dió aviso de que en dirección a Manzano o Pueblo Viejo se avistaban fuer­ zas enemigas de infantería i caballería. Inmediatamente me trasladé al lugar amagado, i en previsión de que las fuerzas avanzadas fueran numerosas 1 de que el jefe enemigo proyectara una sorpresa, ordené que todo el Rejimiento Curicó se pu.siera en marcha con el objeto de reforzar sus compañías de avanzadas i apo­ yarlas en el combate. A retaguardia de este rejimiento hice colocar cinco compañías del 3. ® de línea, escalonadas en el trayecto que forzosamente tenia que recorrer en su marcha el ene­ migo, procurando evitar que en ningún caso pudieran cruzarse .sus fuegos i ofenderse recíprocamente. El resto del Rejimiento 3. ® de línea, Lautaro, Batallón Victoria i la batería do artillería, recibieron también órde­ nes de estar listas para el ataque, i al efecto ocuparon las posiciones que estimé mas ventajosas para cortar la reti­ rada del enemigo. Media hora después de haberme trasladado al sitio que designé como centro de operaciones, el enemigo rompió sus fuegos sobre nuestras tropas, fuegos que fueron in­ mediatamente contestados por las compañías de avanza-

    364

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    das i poco después por el resto del 2. ® Batallón dol Reji- combato prestaron en la persecución de los fujitivos i apresamiento de éstos, los mayores Lira, Pantoja i Yillamiento Curicó. Quince minutos después de empeñada la acción, teme­ gran, los capitanes Teran i Letelier, tenientes Walker, roso, a causa de la oscuridad do la noche, de que pudie­ Fornés i Hermosilla i los alféreces Larrain, Montt i Solar. Estimo, señor Jenoral, que las venta¡jas obtenidas por ran nuestras tropas ofender.se, mandó parar el fuego, ór­ la brigada de mi mando en la jornada de la noche del den que fuó puntualm ente obedecida. Yemte minutos mas tarde, cl enemigo repitió el ataque, 27, atendido a que el Rejimiento Rimac, totalmente des­ i dos veces sucesivas, con cortos intervalos, pretendió truido, era la mejor caballería con que contaba el ejército abrirse paso a viva fuerza por entre las filas do nuestra enemigo, son de alguna consideración i por ello rae es infantería, la que repelió con bríos la acometida, consi­ satisfactorio felicitar a Y.' S. como mi Jefe inmediato, por guiendo tomarles algunos prisioneros i obligándolos por nn triunfo que inicia do una manera, en mi concepto fa­ último a ponerse en fuga on completa dispersión con di­ vorable, nuestra campaña sobre la capital del Perú. No terminaré sin hacer presente a Y. S. quo tanto on rección a los cerros quo dominan a planicie en que tuvo el ataque como en los reconocimientos anteriores, me ha lugar el encuentro, A pesar de que la oscuridad de la noche era intensa, acompañado como ayudante, prestando buenos servicios, ordené a la escasa fuerza do cazadores a caballo que te­ el señor Ánjel Custodio Yicuña. Incluyo a Y. S. el parte quo ol comandante del Reji­ nia a mis órdenes, saliera a cortar el paso de los fujitivos, designándole, al efecto, se apostara en un portezuelo veci­ miento Curicó me pasa sobre el hecho de armas do la no al camino quo habia dado acceso al enemigo; hice noche del dia 27. Dios guarde a Y. S. avanzar al Rejimiento Curicó i acampar 10 cuadras mas adelante de sus primeras posiciones con órden do empren­ 0 . B arbosa. der ántes’del alba la persecución. Dos compañías del 3. ° de línea fueron asimismo desplegadas en guerrilla a re­ PARTE OFICIAL DEL COMANDANTE DEL REJIMIENTO CURICÓ. taguardia de nuestra caballería con el objeto de apoyar Diciembre 29 de 1880. sus movimientos. A las 3 A. M. la infantería designada al efecto, reforza­ Conforme a la órden dada por Y. S. de colocar una da por la caballería quo pocas horas ántes pedí al Cuartel compañía en el lugar de El Manzano o Pueblo Yiejo, en­ Jeneral i que oportunamente se me envió, emprendí la vié a esto punto al capitán don José María Barahona. Él persecución del enemigo, acordonando por los infantes ] 27 del corriente, a las G P. M., recibí la noticia que inmetodos los cerros vecinos i enviando pequeñas fuerzas de i diatamento comuniqué a Y. S., do que habia avistado el caballería i de infantería a todas las quebradas i llanos en enemigo con una fuerza do infantería i caballería de mas que oculto o fujitivo suponía estar eí enemigo. de 300 hombrea. E n el momento do salir a poner este La persecución se prosiguió con toda actividad el dia hecho en conocimiento de Y. S., ordené ^ál segundo jefe 28 i parte del 29, dando los favorables resultados que me saliese con el 2. ® batallón a protejer esa fuerza, miéntras prometía. H an eaido en nuestro poder tres de sus prin­ Y. S. dispone lo conveniente. cipales jefes, siendo uno de ellos el comandante de Re­ A mi vuelta, marché con el 1er. batallón al trote, jimiento Riraac, señor coronel Sevilla, nueve oficiales, un mandado por cl sarjento mayor don Rubén Guevara. El cirujano, un practicante, un telegrafista i 120 individuos segundo jefe entre tanto colocó, su batallón en el mismo de tropa. sitio que Y. S. habia tenido a bien designarme. E l número de muertos que durante el combato i ia persecución ha tenido el enemigo pasa de 13, Ontre estos el teniente coronel 2. ® jofo don Baldomero Aróstegui. Además de las ventajas anteriormente consignadas, se tomaron al enemigo mas de 100 carabinas Remington, casi igual número de lanzas i sables i 120 caballos, i como complemento, mas do 1,000 animales entre vacunos, lana­ res i cabríos. Cayó asimismo en nuestro poder el aparato telegráfico de que so servia el enemigo, el instrum en­ tal do su banda de música, la documentación del reji­ miento o importantes comimicaciones privad,as i oficiales. Me es doloroso tenor que comunicar a V. S. que el pre­ cio de este triunfo obtenido sobre el enemigo ha sido a costa de algunas pérdidas de nuestra parte, siendo la mas sensible do todas ellas la m uerte del segundo jefe del Re­ jim iento Curicó, teniente coronel don José Glano, quo murió en su puesto a las primeras dc.scargas del enemigo. Por lo demas, nuestras bajas so reducen a cuatro indivi­ duos de tropa heridos del mismo rejimiento, dos de ellos de gravedaa. Me hago un deber en manifestar a Y. S. el digno comortamiento de los señores jefes, oficiales i soldados del ;ejimiento Curico que fué quien sostuvo el ataquo, como asimismo la disciplina i serenidad que durante la acción observaron las fuerzas de mi mando, ocupando cada uno de los cuerpos las posiciones en que fueron apostados sin que se notara durante las dos horas en que so sucedieron los fuegos del enemigo otros movimientos que los que tuve a bien ordenar, en previsión de que éste nos atacara )or el flanco. También me es grato recomendar a Y. S. ' os eficaces servicios que durante el combate prestaron mis ayudantes de campo, mayor Subercaseaux i capitanes Lermando Tagle Castro i San M artin i el alférez Urrutia, jefe del piquete de Cazadores a caballo que está a mis órdenes, como igualmente los que al dia siguiente del

    S

    A las 7.20 P. M., el enemigo rompió sus fuegos sobre la compañía del capitán Barahona, quien les contestó opor­ tunam ente. Al llegar al término de mi partida, nos hallamos al frente de un grupo de mas de cuatro jinetes, i ol que suscribe, acompañado del sarjento mayor, hicimos prisio­ neros a tres de el!o.s, remitiéndolos en J a misma noche al estado mayor de la brigada. El enemigo entre tanto quiso aprovechar la salida del valle para escapar, pero fuó rechazado por la compañía del eapitan Barahona. Por tres veces seguidas pretendió romper nuestras filas i otras tantas fué rechazado por el vivo fuego que hacia el 2. ° batallón. Por último, despucs de un tiroteo que se mantuvo con algunas inter­ mitencias por espacio de dos horas, el enemigo fuó comileta'mente deshecho i huyó en dispersión hácia las que­ bradas i los cerros vecinos. Inm ediatam ente recibí órden de Y. S. de adelantar mis posiciones, i al efecto acampe algunas cuadras mas adelante con .el propósito de cum ­ plir las instrucciones de Y. S., empezando al amanecer la persecución del enemigo. Como a las 3.30 A. M. inicié con tres compañías separadas la persecución del enemigo, i tengo la satisfacción de comunicar a Y. S. que la tropa de mi mando so condujo en esta nueva operación como soldados aguerridos, haciendo al efecto numerosos prisio­ neros. El enemigo tuvo algunas bajas que V. S. podrá ver en la lista adjunta, previniéndole que si éstas no son mas numerosas, fué porque la noche del combate fué mui oscura i apénas si nos era dado percibir a 20 pasos al enemigo. Tengo cl sentimiento de comunicar a Y. S. que do nuestra parte hubo tambicn lamentables pérdidas. El co­ m andante del 2.® batallón, teniente coronel don José Glano, en el momento mismo en. que alentaba a su tropa

    I ~

    865

    CAPITU LO CUARTO. para la pelea, recibió simultáneamente dos balazos, uno en el e.stómago i el segundo en la cabeza, que le ocasio­ naron una súbita muerte. Murió en su puesto i cumplien­ do como valiente su deber. También hubo cuatro heridos do tropa, dos leves i dos de bastante gravedad. La conducta de mi rejimiento, tanto do oficiales como de tropa, fue mui satisfactoria. La.s compañías que mas se distinguieron i que sostuvieron lo mas recio del com­ bate fueron la 3. “ del segundo i 2. dol mismo bata­ llón, mandadas por los capitanes don José María Baraho­ na i don Anselmo Blanlot Holley i comandadas por el capitán ayudante don Nicanor 2. ® Molinares, quien tomó el mando tan pronto como sucuoibió el teniente coronel don José ülano. El capitán Molinares alentó con su entusiasmo i serenidad a su tropa. Se distinguieron también -por su valor los tenientes señores Cabeza i Serair i los demas oficiales de estas compañías. Abrigo la convicción de que V. S. habrá aprobado el comportamiento del rejimiento de mi mando en la noche del 27 i en la persecución del 28. Si los resultados del combate no fueron todavía mas satisfactorios, es porque no hubo una fuerza numerosa de caballería que hubiese secundado oportunamente nuestros esfuerzos. Pronto remitiré a Y. S. un cróquis de esta acción. Dios guarde a V. S. J

    o a q u ín

    C ortés,

    nobio Loyola, Ju an Velazqiiez, Manuel Figueroa, Claudio Montes, Mariano Navas, José Decia i Juan Flores. RESÚMEN.

    1 coronel, 2 sarjentos mayores. 3 capitanes. 1 teniente. 0 alféreces. 1 practican te. 1 farmacéutico. 1 telegrafista. 4 sarjentos primeros. 6 id, segundos. 11 cabos primeros. 11 id. segundos. 65 soldados, 112 personas.

    XII. D escripción «leí com b ate d cl ÍHuiizano por los c o r re s­ p o n sa les en cam p aña, CAMPAMENTO DE PACUACAM.4C. (C orrespondencia especial p a ra lii. P atiiU , )

    L.

    'w

    Rélacion de los prisioneros de la Brigad.a núm ero 1 del ejército del Norte conducidos al puerto de Iquique a las órdenes del Com andante Jeneral de A rm as. Coronel don Pedro José Sevilla, Sarjentos mayores: don José Cabrera i don Federico Jereua. Capitanes: don José Chuman García, don Pedro P. Es.pinosa i Ramírez i don Ju an do la C. Anticona. Teniente don Guillermo Zavaia. Alféreces: don Telésforo Uriaa, don Ismael Yirnes, don Dioscósides Ramirez, don Abraham García i don Exequiel Valarezo. Practicante don Augusto ItuiTÍaga. Farmacéutico don Wenceslao S. Marchant. Telegrafista don Darío Gómez. Sarjentos 1.®: Adolfo Tellería, José María Cater, Del­ fín Cacio i José María Encizo. Sanjontos 2, ®; José Nestaren, José R. Salazar, Fede­ rico Ossa, Abel Salas, Sebastian Valdivia i Manuel Quispes. Cabos 1. ®; Pedro Sancho Dávila, Emilio Sancho D á­ vila, Manuel Revata, Matías Orrante, Tomás García, Jo a ­ quín Barbosa, Vicente Ibarra, Melchor Espinosa, Pedro Locerma, Manuel Salazar i Matías Aragón. Cabos 2. ®: Gregorio Briones, Manuel Vallejos, Ju a n M,. Vega, José M. Calderón, Bonifiteio Piedra, Clemente Car­ rasco, José M. Morales, Cirilo Arroyo, Antolin Córdova, Caraciolo Suarez i Julián Bolívar, Soldados: Ju an Monserrate, Baltasar Samamé, José Romero, José Saavedra, Guillermo Ortiz Estela. José Pra­ do, José Beraste, José Santos Perez. Ju an Estrada, Al­ fonso Castro, Agustín González, Julián Bustamante, Cruz Albañil, Anselmo Cevallos, Toribio Cervante.?, Ismael García, Francisco Vnsquez, Manuel Cornejo, Sisto Vicu­ ña, Elias Traguero, Marcial Araticibia, Manuel Cavero, Constantino Andrade, José Torres, Indalecio Nuñez, Benjam in Suarez, Aurelio García, José M. Olórtegui, Benito García, Gregorio Nuñez, Matías Romero. Miguel Lavallo, Manuel Perez, Vicente Sierra, Pedro Peña, Manuel Gon­ zález, Francisco Barrantes, Francisco Nuñez, Isidoro Bo­ lívar, Ju an Pablo Oré, Manuel Quispes, Saturnino Espino, Pedro García, Avelino Malache, Lisandro Zambrano, Pe­ dro Millan, Manuel J. Asin, Francisco S. Zcgarra, Domin­ go Nuñez, Manuel Cadenillas, Gregorio Perez, Vicente Barrientos, José M. Arraqui, Manuel Valle, Luis Barrete, José Morante, ílijin io Ramirez, Manuel N. Vergara, Ze-

    Diciembre 30 de 1880. Señor editor; El rejimiento peruano de caballería, llamado Lanceros del Rimatí, se encontraba, como ya lo comuniqué, en Ca­ ñete, donde, por comisión espresa do su Gobierno, hosti­ lizó en cuanto le fué posible la brigada que venia de Tambo de Mora al mando del coronol Lynch. Aquel mencionado cuerpo, una vez que comunicé por telégrafo desdo Bujama nuestra llegada a Cañete, recibió órdeii de Piérola para regresar acto continuo a Lima, sin duda en previsión de quo pudiese ser cortado por nuestras fuerzas que, según parte telegráfico, hablan pa­ sado en convoi marítimo hácia el Norte de Chilcá, Esta circunstancia, constatada por los archivos enemi­ gos, libró a la División Lynch délas perjudiciales hostili­ dades, quo pudo hacerlo el Rejimiento Rimac en e, vallo de Mala, donde solo fuó molestada por las montoneras del lugar. Si a esto so hubiese agregado ol Rimac, cuerpo vetera­ no i de lo mejor de la dictadura, es indudable que Lynch habria tenido que sufrir mayores pérdidas. El Rejimiento Rimac, compuesto de 350 plazas, toda jen te e.scojida i veterana, se hallaba a las órdenes del co­ ronel don Pedro Sevilla, como primer jefe, siendo el se­ gundo el teniente coronel don Baldomero de Aróstegui. Constaba de dos escuadrones, uno de ílanqueadores, arm a­ dos de carabina i sable, i otro de lanceros, armados do lanza isable, siendo árabos numéricamente desiguales entre sí. Tenia también una magnífica banda de música, que venia con él, i además lo acompañaban dos capellanes, dos ci­ rujanos i un telegrafista con su máquina ambulante. El coronel Barbosa tuvo conocimiento, por unas comu­ nicaciones tomadas al enemigo, de que la fuerza mencio­ nada debia venir por la via de Pachacamac para Lima, en razón de que los caminos de la costa se hallaban inter­ ceptados por el ejército de Chile, En consecuencia, adoptó las medidas necesarias, prévio estudio de la localidad ae­ cho personalmente por él, mandando distribuir guardias en diversos puntos para que estuviesen en acecho. Después de algunos dias de observación i vijilancia, a las 6 P. M. del 27, un capitán de las avanzadas del Re_imiento Curicó mandó aviso a Barbosa de que so avistalan fuerzas de caballería e infantería.

    G U ERRA D EL PA CÍFICO . Según la relación que llevo hecha, parece que el aviso adoleciera de inexactitud, en cuanto mencionaba infante­ ría; pero, sin embargo, era exacto. Los flanqueadores del Rimac podian reputarse como una infantería montada, pues se desmontaban para pelear como cualquiera infan­ tería. En esta actitud los avistarían, .sin duda, las avanza­ das del Curicó, porque acaso vonian ya en son de ataque i resueltos a pasar para Lima. El lugar donde los sucesos iban a desarrollarse era en una planicie áspera i pedregosa de forma casi redonda, rodeada de cerros por todas partes, esceptuando una ave­ nida que la une a Pachacamac Í otra al valle de Lurin, por su estremo Sur. Los cerros que rodean dicha pampa son pedregosos también, de piso mui duro i tienen arbus­ tos i pasto. En el punto mas oriental de la ensenada desembocan dos quebradas formando vértices, i por ia de ia derecha viene un camino poco transitado que, desprendiéndose des­ de Calongo, toca tanjencialmente la espresada parnpita redonda en un punto llamado Manzano, i descendiendo al vallo, la cruza a mas de legua i medía de Pachacamac i se dirije a la Cieneguilla. Por este camino debia proba­ blemente venir la fuerza enemiga que se esperaba, i allí se le aguardó, debiendo en tal caso servir de teatro a los sucesos la pampilla dei Manzano, que tendrá, a mi juicio, como una legua de diámetro. Dos caminos mas descien­ den hácia el a por los cerros que la circundan del lado de Chilca i Calongo, pero también estaban tomados. Por las esplicaciones precedentes se comprenderá que el lugar de que hablamos no tenia bosques, sino quebra­ das i cerros en su derredor, i que dista cerca de dos le­ guas de los campamentos de Pacharnac.

    En la últim a tentativa, después de haber dejado algu­ nos prisioneros en nuestro poder,' los del Rejimiento R i­ mac se pusieron eu desordenada fuga i en plena derrota, dirijiéndose a los cerros que dominan la planicie donde tuvo lugar la acción. Al mismo tiempo, p.ai-a evitar quo los derrotados se es­ capasen, Barbosa habia mandado ocupar con unos pooos Cazadores a caballo que tenia a sus órdenes i dos compa­ ñías del 3. ® de línea, úna colina por donde los enemigos habrian podido ascender a la planicie, i ordenó al Curicó emprender la persecución así que viniese la luz del dia. ^ El ler. batallón de este cuerpo, único que habia entra­ do en la acción hasta la terminación del combate i desde la muerte del coronel Olano, fuó mandado por el ayudan­ te don Nicanor 2.® Molinares, quien se portó digna­ mente. En la misma noche se mandó pedir mas caballería al Cuartel Jeneral, de donde se remitió con toda oportunidad un piquete de Carabineros de Yungai.

    A las 3 A. M. del-dia siguiente, 28, Barbosa emprendió la persecución del enemigo, haciendo acordonar los cerri­ llos vecinos i demas lugares a propósito para el objeto, ! i enviando a rejistrar las quebradas inmediatas. Todo el dia 28 i aun parte del 2í), se ómplcó en buscar i rocojer a los derrotados, consiguiéndose tomar como 200 prisioneros, inclusos el jefe, nueve oficiales, un cirujano, un practicante i un telegrafista. Tomáronse casi todas las armas, una buena cantidad de caballos, los equipajes, archivo dol rejimiento, los aparatos eléctricos; en una pa­ labra, casi la totalidad de cuanto traia consigo el mencio­ nado Rejimiento Rimac. N o se escapó tampoco el instrum ental de la banda de Barbosa se trasladó en el acto al lugar do los sucesos, música, ni los músicos mismos, los cuales tocaron en bre­ ordenando la marcha de todo el resto del Rejimiento Cu­ ve en el Rojimiento de Carabineros do Yungai. ricó, para el caso de quo fuera necesario su apoyo. A retaguardia del cuerpo mencionado, hizo colocar cinco Es de notarse que los caballos tomados a! eneíaigo son compañías del 3. ® de línea, cubriendo con ellas escalo­ on gran número chilenos, do los apresados on el traspor­ nadas el trayecto que cl enemigo debia forzosamente te Rim ac. recorrer en caso de poder pasar, i do manera que no pu­ La ropa de los prisioneros do tropa no es tampoco otra dieran hacerse daño entre sí. que la que nos cautivaron en aquella ingrata ocasión. Apénas terminadas estas evoluciones, los peruanos rom­ pieron el fuego sobre los nuestros, procurando forzar el Como la refriega ha tenido lugar a oscuras, los m uer­ paso a todo trance, i desde ese instante so empeño una tos han sido mui pocos, a pesar de la proximidad de lo.s acción con un nutrido fuego de parte a parte. Los nues­ combatientes. Los nuestros tuvieron en todo cinco bajas: tros se habian desplegado formando un semicírculo al un muerto, que fué ol teniente coronel Olano, el único, i enemigo. cuatro heridos, siendo dos do éstos de gravedad. La noche habia cerrado completamente, i la oscuridad, De los peruanos murieron 13. centuplicada por una camanchaca espesísima, no permitia A estas cifras deben agregarse otros prisioneros toma­ ver a 20 pasos de distancia. El fuego, no obstante, duró dos últimamente, i la muerte del segundo jefe del Rimac, unos 15 minutos, al cabo de los cuales, el coronel Barbo­ teniente coronel don Baldomero de Aróstegui. sa, en previsión de que nuestros soldados pudieran ofen­ Los peruanos traían consigo una cantidad de rabonas derse entre sí, mandó que cesase, sirviéndose del respec­ (mujeres), de las cu-ales muchas han escapado, sin duda, tivo toque de corneta. en unión con los dos capellanes. Cosa singular! A los ecos de la corneta siguió ol silen­ cio mas profundo. El enemigo habia obedecido también Fuera de las armas, bagajes i demas cosas tomadas al la órden de Barbosa, cevsando acto continuo i en absoluto enemigo en la acción quo he detallado, cayeron también sus disparos. en poder de Barbosa rnas do 1,000 animales, entre vacu­ En este primer choque, en las filas de los nuestros ha­ nos, lanares i cabríos; animales que el coronel Sevilla conbia ocurrido una pérdida lamentable: habia muerto, heri­ ducia para Lima. do en la cabeza i en el estómago, el teniente coronel don José Glano, segundo jefe del Curicó. £ n resúmen, el resultado, de esta acción de armas, quo El señor Glano era un m ilitar ilustrado, patriota i va­ importa para nuestros enemigos la pérdida absoluta de su liente. mejor caballería do línea, tiene para nosotros una doble importancia. Después do un intervalo de 20 minutos, los peruanos El coronel Barbosa, a cuya pericia i buena voluntad so repitieron el ataque con mas encarnizamiento, compren­ debe la feliz ejecución del hecho referido, daba cuenta diendo quo no podian hacer otra cosa que rendirse o for­ ántes de ayer de haber tornado hasta entónces: zar el paso. Mas de 100 carabinas Remington, Su tentativa fué del todo inútil, i aunque la repitieron ¡ Mas de 100 lanzas. dos veces mas, fueron siompre rechazados por los fuegos Otros tantos sables. del Curicó (es decir de su ler, batallón), que so com­ Ciento veinte caballos. portó con brio i entereza. Mas de 1,000 animales entre vacunos, lanares i cabríos.

    i CAPÍTU LO CUARTO.

    1 1

    I

    I ••

    V c Y.

    U' /' S - ' { ■

    p t c

    .

    . .í' ’• r rel="nofollow">w ■

    G QI C ’

    ::í!:dí

    Una-máquina telegráfica. El instrum ental de la banda de música. La documentación i comunicaciones del enemigo. U n coronel. Nueve oficiales. Un cirujano. U n practicante. Un telegrafista. 1 120 individuos de tropa. El.m ayor número a quo yo me he referido en cuanto a pri.sioneros proviene de que hasta esto momento están cayendo en nuestro poder. Hace dos minutos he visto lle­ gar otros de los recien tomados.

    35T

    Pachacamac es un pueblito insignificante, sin mas que dos pedazos de calle i una plaza, en la cual hai una igle­ sia vieja, angosta i de bóveda, con dos torres pintadas de azul. No merece la pena do una descripción mas prolija. Dista dos leguas de Lurin, al Norte por el mismo valle.

    Ayer, 1. ® de Enero, se presentó al Jeneral Baquedano el comandante de un buque de guerra inglés, trayéndole pliegos del Ministro de S. M. B, residente en Lima. Dicho comandante habia tomado tierra en la caleta de Pesca­ dores de Lurin i dirijidose a este valle a cumplir su co­ metido. El Ministro 'de S. M. B., en los pliegos aludidos, decia al Jonoral chileno que en k s calles tales i cuales do En este momento, las 3 P. M., i cuando aun no term i­ Lima, k s casas números tanto i cuanto eran do propiedad no mi narración, liega una comisión m ilitar trayendo cua­ de ingleses, i que, en consecuencia, esperaba que en el de­ tro prisioneros peruanos: uno de ellos es el sarjento m a­ senvolvimiento de las operaciones de guerra, ellas fuesen yor de ejército don Federico Joroda, el sarjento 2.® de respetadas por las armas de Chilo, i que, además de eso, tropa Enrique Alvarez, i los soldados Cármon Rioja i en ol caso de efectuarse un bombardeo sobre la capital, se le avisase a S. E. con tres dias do anticipación a lo José Hernández. Todos son del Rejimiento Rimac. ménos. Los tomaron cuatro soldados dol'Lautaro. El Jenoral Baquedano, según se m.e ha informado, ha El sarjento mayor conserva su trajo m ilitar i sus presi­ llas, pero no tiene boline.?; lleva medias i unas sandalias ' dado una respuesta digna de su puesto, haciendo saber al de cuero peludo, que parecen haber trabajado ya mucho, Ministro británico que, habiendo resistencia en Lima, él aunque nuevas. Tiene la cara con varios rasguños i otros no puede responder de cosa ninguna, ni mucho ménos tantos se le ven en los brazos-. Dice que antenoche rodé obligarse a desviar el tiro de sus cañones de donde crea en uno de los cerros sumamente parados, i allí se e.stro- conveniente dirijirlos, i esto por ninguna consideración. poó demasiado el cuerpo. Cuenta que ba sufrido mucho Asimismo, se negó al asunto del aviso, por cuanto no le el hambre i la sed, i lamenta de no haber sido tomado era dable descubrir con anticipación a nadie k s opera­ ciones de guerra que le conviniese ejecutar al frente del prisionero desdo el principio. — "Cuatro dias, dico, he andado errante; tengo mis pié.? enemigo. Creo que, en resúmen, este es el espíritu de la respues­ todos llagados i . me puse estas sandalias después de ta do nuestro Jeneral. haberse despedazado mis botas con tanto andar por k Er, C o r r e s p o n s a l . serranía. Croo quo muchos soldados do mis compañe­ ros se morirán de hambre. Cuatro dias me ho mantenido sin mas <|uo agua; agua al principio i después carecimos EN EL TEATRO I)E LA GUERRA. de ella, Y o recojia hasta k s ñorecillas que estaban h u ­ (Del corresponsal en cam p añ a tle Ei, F e m io c a k r ií.) medecidas con el rocío i k s chupaba para humedecer mis labios. El hambre i la sed me hicieron bajar en di­ S a n Pedro de L u rin , D icienilm SO de 1880. rección a un arbusto donde parecia haber agua. Al llegar Continúo aquí mi carta de ayer, que interrum pí para me tomaron los soldados chilenos. Les pedí agua, i no te­ nían, pero me dieron la m itad de una sandía que llevaban aprovechar k salida do uno dedos vapores que se diriie consigo. Lo agradecí mucho. En un rancho mo hicieron a Sur, dando algunos detalles que so relacionan con la caldo de gallina i mo dieron de comer.” acción del 27 en quo cupo k principal parto al Rejimien­ to Curicó que manda el comandante Cortes. Los ayudantes del coronel Barbosa, pues éste duerme, hau recibido al prisionero i ie ofrecen lo que desee tomar. A las 6 A. M. del dia 28, el señor Jeneral en Jefe partió Uno do ellos ofrece al de.?calzo jefe un par de botines, a Pachacamac, para do ahí dirijirse al sitio en que tuvo i se los obsequia, do los que conserva para su uso. E l ma­ lugar el combate de la noche anterior, para informarse yor peruano dice que no puede ponérselos por tener los personalmente de todo lo ocurrido i tomar las medidas piés demasiado llagados, pero qued o s acepta param as convenientes. A su regreso daba la siguiente órden del tarde. dia: So pone la mesa, i el prisionero hace las once con todos "La 2. Brigada de la 2. División sorprendió a las no.sotros, que de consuno procuramos darlo confianza. 8.30 P. M., una fuerza de caballería enemiga que venia Igual tratamiento han recibido los dema.? jofes presos de del Sur a incorporarse al ejército de Lima, venciendo píute del .1eneral Maturana. grandes dificultades i operando en caminos intransitables, algunas tropas de esa brigada lograron capturar al jefe, El teniente coronel Glano ha sido sepultado en lugar varios oficiales i mas de cien individuos de tropa. La per­ donde su familia i la patria puedan encontrar siempre sus secución duró toda k noche i continuaba en la mañana restos. Toda k Brigada de Barbosa le hizo los honores do hoi. de ordenanza. En celebración de este acontecimiento, que inicia k E l segundo jefe del Rimac, señor Aróstegui, fué tam ­ campaña de un modo feliz, los jefes de lo.? cuerpos dis­ bién sepultado con los respectivos honores quo lo hizo un pondrán quo inmediatamente k s bandas de música to­ batallón del Curicó. Su sepultura se halla a la 'cntiada quen el himno nacional al frente de su respectivos campa­ del cementerio de Pachacamac, hácia la derecha. Tiene mentos.” señales bastante visibles para que sus deudos puedan en­ Como mui bien lo dice ol señor Jeneral en Jefe, la cam­ contrarla sin la menor dificultad. paña sobre Lima se inicia de un modo feliz; pues no solo so ha destruido ol mejor rejimiento de caballería perua­ El campamento de Pachacamac es mui pintoresco. La na, el Rejimiento Rimac. que el Dictador Piéroia k m abrigada ha improvisado una larga calle, ancha i perfec­ ba a Lima con toda urjencia, como principal base de su tam ente recta, con ranchos construidos a ámbos lados. caballería, sino q u e k destrucción i captura de esa fuer­ En la mayor parte de k s chozas flamea la hermosa ban­ za ha causado gran impresión en el enemigo, tanto en el dera de la patria. E n esa calle hai mas aseo que en cual­ ejército como en la población. quier pneb o peruano.

    G U ER R A D E L PA CÍFICO. Pocos momentos hacia que se habia dado cumplimien­ to a la órden anteriormente citada, cuando llegó al Cuartel Jeaeral el comandante Diego Dublé Altneida con varios oficiales peruanos prisioneros, entre ellos el coronel don Pedro J. Sevilla, jefe de l a l . '* Brigada del ejército del Norte i comandante de la fuerza batida en la noche del 27 en las lomas del Manzano. El coronel Sevilla, es hombre de unos 54 a 57 años, de jequeña estatura, semblante encuadrado por unas patr­ ias a la española ya blanqueadas por la edad o por los campamentos, ojos azules claros, vivos i siempre en mo­ vimiento. Parece ájil i flexible i acostumbrado a los rigo­ res de la vida militar. Su hablar es atrayente i con mas acento español que peruano. Vestia ese dia un pantalón gris, chaleco negro con cuello lacre bordado en sus estremos i un paletó plomo de paisano. Cubria su cabeza, un poco calva i entrecana, un kepí de soldado—el de su asistente—pues habia per­ dido el suyo en la refriega. El coronel Sevilla goza en el Perú de cierta celebridad, habiendo tomado parte on casi todas las revoluciones que han ajilado a su país, i pasado por muchas alternativas, siendo hoi Intendente do policía de Lima (cargo que de­ sempeñó cuatro veces) i mañana jefe de una partida revo­ lucionaria, ya en servicio activo, ya retirado. En 1857 so encontró a las órdenes del Jeneral Vivanco, con el coronel Samuel Valdivieso, en el .sitio do Arequipa. Cuando vino la actual guerra, el coronel Sevilla se h a­ llaba retirado i entregado a las labores del campo en una chacra que poseo a los alrededores de Lima. Llamado al servicio, rehusó al principio varios cargo.s que so le pro­ pusieron; pero últimamento tuvo que aceptar el mando en Jefe de la Brigada de caballería del ejército del Centro. A consecuencia de la enfermedad del coronol don José Mariano Alvizuri, Jefe de la Brigada de caballería del ejército del Norte, el señor Sevilla pasó a ocupar este ú l­ timo puesto cl 16 de Noviembre, siendo luego nombrado Comandante en Jefe del ejército de reserva del departa­ mento de lea. Hó aquí el documento orijinal cn quo se le nombra Jefe de a Brigada dol Norte, documento encontrado en­ tre varios otros papeles de mas o ménos importancia to­ mados cn las Lomas del Manzano. "Secretaría de Estado en el despacho de Guerra.— lSms., Noviembre 16 de 1880.—Señor coronel Jefe de la Briga­ da de caballería del ejército del Centro:—Con fecha 12 del corriente, S. E. el Jefe Supremo ha tenido a bien espedir el decreto que sigue: "Siendo notoria la enfermedad del coronel don José Mariano Alvizuri, Jefe de la Brigada de caballería del ejército del Norte, concédesele tres meses de licencia pa­ ra quo pueda atender al restablecimiento de su salud, de­ biendo percibir durante este tiempo el sueldo íntegro de su empleo. En consecuencia, dispóneso que sin perjuicio de continuar en sus actuales colocaciones el coronel don Pedro José Sevilla i el teniente-coronel don José Anto­ nio Arriaga, se encarguen accidentalm ente ol primero de la Brigada del Norte i este último de la dol Centro.” , I lo trascribo a V. S. para su conocimiento ¡ demas fines. Dios guarde a V. S. muchos años.—Francisco de P. Secada." Poco despucs de este nombramiento, el coronel Sevilla se marchó a lea, donde ya so encontraba cl coronel Zamudio con una montonera como de 400 hombre-s, el mis­ mo Zamudio que, al intimárselo la rendición de Pisco, contestó que defendería la plaza hasta la últim a estremi­ dad, i que segundos mas tarde huia como una exhalación, dejando enteram ente abandonado el pueblo. Desde que la 1. División de.sembarcó en Pisco, el coronel Sevilla se mantuvo en Cañete i cercanías hostili­ zando a nuestras tropas con toda sú brigada, hostilidad que continuó hasta Mala contra la Brigada Lynch.

    De boca del mismo señor Sevilla supimos que su bri­ gada se componía de 300 hombres, mas o ménos, reparti­ da en dos escuadrones de 150 plazas cada uno. En cuanto a las fuerzas de que disponía el coronel Zaraudio, tenemos a la vista un telegrama de fecha 22 de Noviembre dirijido desdo Chincha a Cañete, a las 9 A. M., i que copiado a la letra dice así; "Señor coronel Sevilla.—Coronel Zamudio en Montesierpe con fuerzas; Columna Concordia, Columna López i Columna Naval. Le voi a hacer propio.—Campos.” Por un oficio de Noviembre 30 del jefe de detall de la brigada, vemos que en esa fecha las fuerzas de que disponía el coronel Sevilla era de 334 plazas con 14 oficiales, sin contar una compañía de administración. Para mayor claridad en lo que respecta a la organiza­ ción de las brigadas de caballería del ejército peruano, acompaño orijinal el siguiente oficio: "Lima, Abril 5 de de 1880.—Señor coronel Jefe de la Brigada de caballería del ejército del Centro.—Con fecha 26 de Marzo próximo pasado me trascribe el señor coro­ nel Secretario do Guerra lo siguiente: S, E. el Jefe Supremo se ha servido espedir, con esta fe­ cha, el decreto quo siguo: "Do conformidad con lo resuelto en el decreto de 3 del actual, se dispone que las brigadas de caballería so orga? nicen, on cuanto a au fuerza i composición, de la manera siguiente; Un jefe del detall, un adjunto, un ayudante, los dos escuadrones do que consta una brigada, i los cua­ les podráu aumentarse, según lo exijan las necesidades del servicio; tendrán cada uno el personal siguiente; un p ri­ mer jefe, un'segundo jefo, dos capitanes, cuatro tenien­ tes, cuatro alféreces, un tenienteayudante.un alférez porta. Cada e,scuadron se compondrá de 150 hombres, incluyén­ dose en esto número la respectiva dotación de clases. La brigada tendrá además, para au servicio, una compañía de administración.” Lo quo trascribo a V. S. para su iutelijencla i demás fines.—Dios guarde a V. S .~ P ed ro Leiva.” Hablando con el soñor Sevilla nos dijo esto caballero que, al llegar a! pueblo de Chilca en ia m adnigadadel dia 22, casi a la mi.?ma hora que regresaba a la caleta de Pucusana la esploracion que iba a las órdenes del coman­ dante Stuven (compuesta solo do 2-5 soldados del Búlnes), supo que el ejército chileno se prcp.araba para desembar­ car, por lo cual apresuró su marcha a Lima de donde so le llamaba con uijencia. El corone! Sevilla tenia la completa seguridad de que no encontraría en Lurin fuerzas chilenas, suponiendo además, como se le habia asegurado desde Lima, que tro­ pas peruanas defenderían este importante punto i espe­ cialmente el rio, única aguada para un ejército en m u ­ chas leguas a la redonda. I, en efecto, es incomprensible como el enemigo no ha defendido esto valle que actualmente ocupa con toda tran­ quilidad el ejército espedicionario, sobre todo si se.lom a en cuenta que la topografía del terreno se presta admira­ blemente para sostener con poca jen te el ataque de fuer­ zas tres voces mas numerosas. Con 2,000 liombres, no solo habrian detenido a la 1. Brigada do la 2.'^ División, sin o 'a la división entera, pues los peruanos se habrian encontrado con tropas que acababan de hacer una penosa jornada, marchando seis leguas por un terreno pesado, sin agua, abrumadas por el cansancio i la sed. El hecho solo de detener dos dias a la ].•"* División ántes dol rio Lurin, habria sido de fatales consecuencias para nuestro ejército, por las causas ántes apuntadas. Pero carece que tal es la táctica de los conductores de los destinos dol Perú, i las coincidencias .son crueles. En Dolores so deja la aguada a disposición de los chi­ lenos; la caballería da la célebre carga de Jerm ania i vie­ ne en seguida la batalla de San Francisco, de funestas consecuencias para los ejércitos aliados. En Moquegua se abandona la aguada do Conde, el ene­

    CAPÍTU LO CUARTO.

    369

    Algo repuestos ya, continuaron su camino al campa­ migo huye ante nuestra caballería, i sigue la toma de los mento dol Lautaro, marchando nuestros soldados a pié i Ánjeles. En Tacna no defienden ni el valle de Locumba ni el ¡ conduciendo de la brida los borricos que habian cedido a de Ykras, síguesela carg.a de los pajonales de Sama i en los prisioneros. £ teniente .Juan García Valdivie.so, ayudante de cam­ pos de ella la victoria del Campo do la Alianza. En Arica dejan el rio Azufre o Lluta, limitándose a po del Jeneral Sotomayor, quo ae habia dirijido a esos volar nna parte del-puentede Chacalluta, pudiendo acam­ parajes p.ara estudiar la topografía dcl terreno, encontró par tranquilamente a división espedicionaria. Tres diiis a la pequeña comitiva, que acompañó basta lle g a ra la después venia el ataque de Arica, i nuestro ejército se presencia del comandante Robles. Allí Hernández dió cuenta de lo ocurrido, entregando apoderaba del jnespugnable Morro. Por fin, ahora se nos abandona el vallo do Lurin; nues­ al mismo tiempo el revólver i prendas que había recibido tra caballería ahuyenta al enemigo, i el ejército se prepa­ del mayor Jereda, quien no encontraba como encomiar la conducta do los cuatro soldados del Lautaro que su ra a m archar sobre Lim a... estrella le habia deparado en tan tristes momentos. El comandante Robles hizo preparar una buena comi­ Creyendo el coronel Sevilla encontrar.se en Lurin con fuerzas peruanas i de ninguna manera con tropas chile­ da para los prisioneros, i una vez que éstos satisfacieron nas, prosiguió su marcha hácia este punto; pero habiendo completamente su hambre i su sed i descansaron un buen sabido por un esplorador que envió por el camino que rato, ios envió a disposición del Jeneral Sotomayor con conduce a Pachacamac que ahí habia una división chile­ el teniente García. na, tomó entonces el camino de la hacienda de Cieneguillas, habiéndose e.straviado, al hacerlo, por unas serranías. E l sarjento mayor Jeroda refiere que dos dias ántes do Finalmente, el dia 27 emprendió la marcha por la ruta .ser encontrado por los soldados del Lautaro, cuando creia mencionada, llegando a las 7.50 a las Lomas de Manza­ morir de hambre i sed, lo acompañaban 40 soldados quo no, viniendo sus fuerzas en este órden: a vanguardia, la le abandonaron al dia siguiente, dispersándose en distin­ banda de música—25 hombres—armados de carabinas tas direociories, quedando solo con el sarjento 2. ® i los Remington i al mando del teniente Zavala; a continua­ dos soldados quo quisieron correr ,su misma suerte. ción ciento i tantos lanceros,' armados do sable i lanza, i Creo que algunos de estos soldados puedan incorporarDor último los flanqueadores o tiradores, armados de cara- se a ’a montonera qno ántes mandaba Zaniudio, i que se finas Remington i sable. ha plegado a un tal Villena, ex-Prefecto de lea. Esta mon­ Ya sobre las avanzadas del Curicó, no tuvieron mas re­ tonera marcha tambicn a Lima, a pequeñas jornadas, por medio que em peñar combate en medio de la oscuridad i k s serranías de Viscas para caer al cfunino de la Oroya alumbrado solo por los fogonazos de los rifles i carabinas. por Pum chuen o Ohiclun, La refriega l'ué de corta duración, i cl coronel Sevilla tu ­ La montonera de Villena duerme en el fondo de k s vo que entregarse prisionero al cabo Marin, de Cazado­ quebradas i aprovecha k camanchaca do k mañana para res acabado, de quien hace grandes elojios por su com­ hacer su marcha por las cumbres sin que puedan perci­ portamiento. birla nue.str.as avanzadas. Las fuerzas del coronel Sevilla se dispersaron confusa-, En cuanto al coronel Zairiudio, según la asevoraeion mente, i según el parecer de este jefe, .serán mui pocos los í del mayor Jereda, cuando vió que su jen te se le declara­ que escapen de caer prisioneros, pues e.stán cortados los ba para plegarse a YTllena, continuó su marcha hácia Li­ caminos para Lima, i es mui difícil vuelvan atrás, a causa ma acompañado .solo de tres oficiales, i a la fecha debe ha­ do lo estenuado de las cabalgaduras i de los mismos ji­ llarse en aquella ciudad, pues traia mas de tres jornadas netes, que además carecen de recursos. de ventaja a la brigada del corone! Sevilla. El dicho del mayor Jereda sobre el desbande da k s I así debe ser, porque desde el dia del encuentro están tropas de Zamtidio en su marcha, .se encuentra compro­ llegando los prisioneros unos en pos do otros. bado por el siguiente oficio en que se da cuenta de este Hoi sé trajo al sarjento mayor don Federico Jereda, ,suce.so de una manera .velada, pues hai gran empeño en que fué encontrado en.un estado kstimoso por cuatro .sol­ loa jefes del ejército peruano en ocultar las continuas de­ dados de1 Lautaro. Hé aquí cómo: serciones que tienen lugar: Los soldados Juan de la Cruz Villarroel, Abraham Ga'‘Cañete, Diciembre 8 do 1880.—Señor Coronel Secre­ rai, Andrés González i José Hernández, los cuatro del tario do Estado en el despacho de Guerra.—En cumpli­ Rejimiento Lautaro, salieron a buscar camotes i so inter­ miento de mi deber, cábeme la sasiafaccion de trascribir naron hasta la llanura de Mancha!, como a una legua al a Y. S. el oficio que con fecha 30 del próximo pn.sado me N. E, cié Pachacamac. En una espesura distinguieron nn dirije el señor Coronel Comandante del ejército de reser­ grupo de cuatro hombros i se dirijierun a él, encontrán- va (leí departamento do lea, datado en Quinta Grande, do.se con el sarjento mayor Jereda, un sarjento 2. ® i dos anunciándome cl deplorable incidente ocurrido en k soldados del Rejimiento Rimac quo se entregaron a dis­ marcha de sus fuerzas. creción. Para que V. S, se encuentre en completa posesión de El señor Joroda se hallaba en un estado lamentable, antecedentes, debo asimismo comunicarle que dos dias hambriento, con una sed que lo devoraba, los piés lasti­ ántes, i por conducto seguro, habia hecho llegar otra nota mados i sangrando. Apénas vió a los soldados del Lautaro, a poder del señor coronel Zamudio. Sin embargo, no e.s esa la última comunicación del co­ entregó a Hernández el revólver i otras prendas, que éste ronel Zamudio, pues he recibido una posterior fechada guardó cuidadosamente i sin decir una palabra. Los cuatro soldados se habian ba,jado de los borricos en Huáneano el 2 do lo.s corrientes, habiendo tomado en que montaban e hicieron subir a los prisioneros, déspues consecuencia disposiciones oportunas i comunicado por de entregarles sus caramayolas con agua i.los pocos vive­ telégrafo las mas recientes ocurroncias, como lo continua­ ros que llevaban. En seguida hicieron alto en un rancho ré haciendo con todo lo que tenga el carácter de actua­ deshabitado i allí confeccionaron una cazuela para los lidad. Espero que Y. S. ae servirá llevar estos detalles a cono­ infelice.s fujitivos que se velan rodeados de toda clase de atenciones, en vez de los malos tratamientos que espera­ cimiento de S. E. el Jefe Supremo, i que otorgue la com­ ban de enemigos a quienes calumniosa i pérfidamente se petente aprobación a mis procedimientos. ha pintado con los peores colores; se veian al frente de Dios guarde a V. S. muchos a ñ o s .-P . J. Sevilla." soldados quo saben pelear f vencer en los campos dé ba­ talla, así como saben ser humanitarios, jenerosos i compa­ Como a las 3.30 P. M. de ayer, llegaron al Cuartel Jeneral sivos con los caidos i con los vencidos. 55 individuos de tropa del Escuadrón Rimac, los'que poT omo

    iv

    .— 47

    370

    G U ERRA DEL PA CÍFICO .

    que era éste; ol centinela debia preguntar: Chile! i en caso do que fuera de los nuestros, dobia contestar: Curicó! i si no contestaban o decian Perú! nosotros teníamos órden de hacer fuego ¡iimediatamonte sobre ellos. Efectivamenie, asi sucedió; a poco rato uno do los cen­ tinelas dió la voz de ¡quién vive’ i contestaron ¡el Porú, 111...! Entonces nosotros le mandamos una descarga cerra­ da que también ellos contestaron. .La:? otras compañías ac reunieron al lugar del combato i so hizo entónees jencral; pero el enemigo, con la descarga que le hicimos, se di.spersó mui pronto, siguiéndolo de atrás i no avanzando mucho porque la nociie estaba imii oscura i podíamos hacernos f'ueg'o unos con otros; así es que solo sentíamos silbarlas balas, quep-arccian ala s d iu ­ cas cuando perlas mañanas hacer, c lin, chin, chiu, que ti­ raban los cholos a¡ arrancar. Con e.stü se clió ))or terminado ol combate, que conclu­ yó como alas 9 P. M., i no .sabiéndosecl número do m uer­ tos ni heridos. Ahi mismo alojamos con las balas a la cintura i cl rifle a nuestra cabecera, cargado con su res­ pectiva píldora. Al amanecer, vimos qno la jente peruana iba arrancan­ do a pié i a caballo, alcanzando a tornar muchos prisione­ ros ol 3. ® de línea i Cazadores a caballo i nosotros, sien­ do éstos llevados al Estado Mayor del coronel Barbosa, i se dice alcanzan hasta ahora como a 10.5 entro oficiales i soldados, no .sabiendo el número de muertos de los cho­ los, porque 'poco despucs de amanecer nos llevaron al campamento a comer, porque ya hacia algunas horas quo no comíamos. Respecto a las pérdidas nue.stras, tenemos que lameiítar la muerte del comandante Ülano, que murió como un valiente al frente de su batallón, i también a un .soldado herido de mi compañía, a dos heridos de la 2. , i a uno do la 3. , todos heridos loveracnle. También he­ mos tomado un gran número de caballos ensillados, con buenas sillas, de soldados i oficiales, que tenían adentro de los moroillones, revólvcrs, dulces, chancaca, ropa blan­ ca, entre ellos, puños de hilo, cuellos i hasta colleras de oro, libro.?, retratos i muchos billetes de valor de 10 cen­ tavos, i en fin una porción de cosas curiosas, i en esta carta le mando un biiletilo de los mucho.? qno tomó su hijo en este encuentro,.que para mí no tiene valor nin­ guno sino el recuerdo de esto combate quo es el primero que tenemos con el enemigo. Querida mamita: ahora le voi a dar a conocer nuestro viaje hasta este pueblo. El dia 10 do Diciembre salimos, como le dije en una carta quo le escribí en el vapor, de Galanía a Tacna, a pié con el Lautaro i 3. ® de línea, án­ tes de amanecer, llegando a, ésta corno a las 6.30 o 7 A. M. CARTA DE UN S0LD.4D0 DEL REJIMIENTO CURICÓ. i subiendo al tren que ñas tenían preparado para Arica, Canifo/imnto de Pacha-ca-mac, Diciembre 38 da ISSO. llegando a ésta como a las 11, i embarcándonos en las lanchas para subir a bordo del vapor Paita,, en donde es­ Señora doña Maria Rosales. taba el Batallón Yictoria; aquí estuvimos hasta qne se Querida mamita; embfircó la 2. i 3. División, i fué cl dia ló el .señala­ Le dirijo la presonto bajo ¡a impre.sion todavía de! com ­ do para la partida, que so debia efectuar con el númoro bate (jue tuvimos anoche con una avanzada de caballería (le 33 buques convoyados por el Cochrane, Blanco, A m a ­ enemiga, quo sucedió de la manera siguiente (mas abajo zonas, O 'H iggins i Angamos, dándose la señal do parti­ le daré a conocer donde estamos i como hemos hecho da ])or cl Blanco. Al primer caiionazo, todos los buques nuestro viaje hasta esto piicbio): debian izar la bandera chilena, al segundo debian izar ol U na compañía dcl Curicó estaba de avanzada hácia el ancla i al tercero partir, i al dar esta últim a señal todas interior, e.s decir, cerca de Lima, i tuvo noticias de quo ve­ las bandas de música romper con la canción nacional i de nia una m ultitud do jente enemiga de caballería e infan­ Yungai; así so hizo sin variar en nada do lo que le he tería; esperó el capitán de la compañía ver si era cierto, i narrado. Partimos a la hora señalada cou gran entusiasmo cuando se desengañó mandó inmcdiatám ente avisar al de todo el ejército i especialmente de mi parte, que jam ás comandante do que lo m andara refuerzos, yendo et co­ habia vi.sto tantos buques i sobro todo con militares quo mandante OlaiK), que es segundo del Curicó, con nos­ vamos a defender a nuestra patria. otros, 1. ^ del 2. ®, 3 . i -í-. " a la cabeza. Seguimos nuestro viaje sin novedad ninguna por alta Todo esto so hizo en un raomcnto, eso sí que ya era de mar hasta el dia 20, que llegamos al puerto do Pisco, que noche; todas las compañías se dividieron, quedando nos­ es un pueblo bonito al parecer, con un muelle como de otros en uu faldita de un cerro en donde habla un bajo; tres cuadras, estando ahí hasta el dia siguiente que parinmediatamente nos esteiidimos cn guerrilla, i mi capitán timo.? hácia la caleta de Chilca, lugar donde .?e iba a des­ nombró dos centinelas en cada puerta del cerro, para que embarcar la tropa; pero no sucedió así; pues se. dió con­ en caso de venir el enemigo, preguntarle el santo i seña tra órden de ir a desembarcar a la caleta de Curayaco, en

    co después eran llevados a la caleta de Pescadores i em­ barcados en el Ahtao para trasbordarlos al JtoM. Jun to con los prisioneros venian mas de 20 mujeres o rabonas, sucias, feas i desgreñadas. I estas mujeres —que mas parecen abortos de ¡a N aturaleza—acompañan al ejército oficial, i públicamente se les pasa revista como a los soldados. Son un elementa cn ¡os batallones peruanos. I como tengo por norma invariable de nada sentar (¡ue no esté perfecr.amcnio comprobado o me conste de una manera seria, copio cl siguiente oficio, que es una do las curiosidades encontradas entre los papeles de! Rejimien­ to Rimac, así como -otras que me reservo para una próxi­ ma carta: "Cañete, Diciembre 11 de 1880.—Señor Coronel Jefe de Estado Mayor del ejército del Norte.—Señor Coronel: De conformidad con lo ordenado por el Estado Mayor J e ­ neral de los ejércitos, tengo cl honor de adjuntar al pre­ sente oficio las relaciones de mujeres de soldados perte­ necientes a los escuadrones de esta brigada, faltando la relación correspondiente a la compañía de administración, cuya razón será remitida, oportunamente a ese despacho. Dios guarde a V. S.—P . J , SeviUa.” Pero no es esto solo. Las nnijeres éstas no so andan pol­ las ramas. Hé aquí otra curiosidad del arsenal de curiosidade.? que ha caido on mis manos: “B rigada da (:nbulLe.ría d d ejército d d A'o-rfe—Cañete, Noviembre 29 do 1 8 8 0 .- Señor sarjento mayor jefe dol detall. En el momento cn (¡ne reciba Ud. ei presente oilcio, constituyase cn cl campamento del Chücal, asociado del gobcruador del pueblo, que ya ,se haya advertido, con el fin do inspeccionar el número de caballo.? que tiene cada uno de los escuadrones i la compañía do adminis­ tración, i la existencia de 63 bagajes quo la Sub-prefectu­ ra ha dado pava el completo de los que faltaban pava la movilidad de la brigada. Habiéndome causado estrañeza el saber quo se hallan a pié 12 soldado.?, a la vez que las mujeres que siguen a la brigada so pa.sean i tienen en su poder los bagajes que a aquéllos dcborian servir. Dándome Ud. cuenta de esta comisión para los fines que ine convengan.—Dios guarde a Ud.—P . J. Sevilla.’’ _El jefe del detall, sarjento mayor don Celso N. Zuleta, dice en uno do los párrafos del oficio eu que contesta el anterior; “En cuanto a las 33 bestias restantes, pudo informarme personalmente do que algunas eran usad;\s por cantineras que salieron con la fuerza.” E l CoHRESFoxa.tL.

    I

    CAPÍTU LO CUARTO.

    Y

    donde supimos, por cl Jeneral M aturana, que el Esmeral­ da se Labia batido con el 3, ® de línea en Lurin, con los cholos do esto pueblo, i habian sido los cholos completa­ m ente derrotados i quedando nuestras tropas dueñas de este pueblecito. El 22 en la tarde desembarcamos con todos los demas cuerpos dol ejército; a los pocos momentos se nos dió ór­ den de partir i nos dieron raciones de comida i agua pava dos dias, efectuándose la marcha inmediatamente i si­ guiendo hácia el interior, caminando como hasta la í A. M., hora en que acampamos eu el camino, i doviiiinios hasta el amanecer; poro tuvimos el sentimiento de sabor que estábamos perdidos i tuvimos quo desandar lo andado, pasando por la misma caleta a las 10 A. M,, hora en quo so nos habia concluido cl agua, i teniendo qne h a ­ cerle señales a la ü'HUjc/ins con nuestros pañuelos, pava que nos mandaran un bote con barriles de agua; pero estañ o alcanzó para todo el rejimiento i tuvimos que ir a la misma caleta por olla; ahí estuvimos descansando hasta que se dió la órden de partida, i siguiendo cl ver­ dadero camino hasta que llegarnos a Jjurin a las S P, M., un poco fatigados por lá marcha; aquí alojarnos toda la noc re, i al dia siguiente, después de desayunarnos con camotes asados i cocidos i pisco, cigarros puros, caita do azúcar, charqui i galletas, porque de todo e,sto habia en abundancia, nos dieron órdch do partir a uua chacrita que está como a 20 cuadras del pueblo, on donde habia muchos camotes, que en todo ese dia no quise comer otra cosa; esto ora el dia 24 de Diciembre, es decir la noche buena, i rouniéndonos varios amigos a celebrarla, no tam ­ bién como en Santiago, pero sí a medida do nuestra si­ tuación. AI dia siguiente. Pascua, marcharnos a ésto pueblo, a donde llegamos como a las 11 A. M, parociétidonos al principio mui malo porque no veíamos ningún camote; pero luego salimos a ecliar una ronda, i encontramos una. gran chacra de esta fruta i en donde habia dos compa­ ñías del 3. ®, que habian venido a buscar también. Inm e­ diatamente nos pusimos a la obra, i sacarnos como 1,000 i hai algunos de porte de un zapallo, i ahí mismo.habian fondos, leña i can.istos para cocerlos i conducirlos hasta el campamento ¡cómo comoria! Despucs nos dispersamos por el vallo, donde habia animales, i trajimos vacas, bueye.s, toros, gallinas, patos, pollos, caballos, burros i muías, 1 muchas cas.as solas donde habia hasta pisco, que es mni rico; ya ve Ud, como hemos celebrado la Pascua a 500 leguas de Santiago. Los caballos i burros nos servian paralas marchas, i los dernas anímales para nuestro estómago; do suerte que ahora parecemos hacendados con tanta animalad.a. El mismo dia del combate recibí, como por casualidad, tres diarios, i adentro venia papel i sobres que aprovecho para escribirlo ésta, i también un escapulario mui bonito. Pronto tendré la felicidad de abrazarla. Se despide su hijo, CÁRLO.S R o s a l e s .

    VERSION PERUANA. ! ,

    'w

    I

    q

    -".I q

    Q G

    (De L.a Opiiíiqs Nación,a de Lima.)

    Hablando con uno do los telegrafistas que acompaña­ ron al coronel Sevilla hasta cl momento do ser sorpren­ dido, nos refiere lo siguiente.; El Rejimiento Rimac salió de Mala el 24 por la tarde, ausiliado por un guia qne, poco conocorior del oaniino, lo condujo hasta la costa, de donde pudo avistar p an e délos buques enemigos que en esos dias navegaban con nimbo al Norte. Una vez que el Rimac llegó a Pacta, el coronel Sevi­ lla arengó a a tropa manifestándole el peligro inminente que lo.s rodeaba i la necesidad do aceptar un duelo por desproporcionado que éste se presentase. La tropa, entusiasta i dando a su jefe mil muestras do adhesión, continuó su marcha hasta Huaycan, adonde llegó

    371

    el 27 por la noche. De aquí, cl coronel Sevilla de.spachó a un sarjento que reconociera el terreno, i ol cual regresó di­ ciendo que estaba espedito. Tomada esta precaución, cl rejiniieiito so pu.?o nueva­ mente en inoviniicnr.o, avanzando b a sta ,la encrucijada llamncla el Manzano, en donde ol enemigo, bien parapeta­ do, nos cercó con sn fuegos. El jefe constructor de líneas, don Reinaldo Romero, animaba a la tropa con ,sii palaba i con su ejemplo. Se lo supone prisionero. Uno ac los telegrafistas recibió un balazo en cl hom­ bro, consiguiendo ponerse en salvo. U na billa dió muerte rd caballo del coronel Sevilla; aquél rodó, maUuitaiido gravoiiiciite al jinete, el que pudo aun incorporarse i continuar alentando a la tropa. Las heridas del coronel Sevilla no fiioron, pues, oca.sionadas por el enemigo. Al caer por segunda vez, ol quo esto nos refiere, no volvió a verlo. Se supone que el enemigo hizo lujo de crueldad i do barbarie, victimando a los prisioneros i nltimaiido a los heridos, a juzgar por lus alaridos desgarradores, que al romper la aurora llegaban hasta ol lugar adoiida pudie­ ron trasladarse unos pocos, favorecidos por la espesura dol bosque. Kl coronel Errijda, segundo jefo del Riraac, siguió, con el comando, trayendo a nuestro ciimpamento mas de las dos terceras partos de que aquél constaba.

    X Ill. I'artc o ü eia l del Je fe de la l . « A m bulancia referen te jil v ia je de la D ivisión ly u c h . í

    j

    r ilU lf lR .l AMBULANCIA.

    J.iirin, Diciemhre-31 de 1880.

    Señor Jefe dol Servicio Sanitario: En el puerto do Pisco, por orden de V. S., cl 1.® del presente me liice c.argo de la 1. Ambulancia que hasta eso cntónces habia sido dirijida por el doctor Diego San Cristóbal. Para atender a los enfermos de esta 1. División, se fundaron ios hospitales del Puerto i en cl buque la Yeintiunn de Mayo, contando cada uno de ellos con los elemenio.s necesarios para .atender hasta 100 ornas enfermos. Mas, después, ubservando qno el número aumentaba, arre­ glé otro nuevo hospital en Pisco Alto, con 12.5 camas, bastando éste para quo todas las tropas acantonadas en e.se punto estuviesen perfectamente atendidas. Como se presentasen alguno.s casos de viruela, arreglé en lugar conveniente iina.s ocho camas, que no se ocupa­ ron todas, pues ei número ma.s alto fué el de cuatro va­ riolosos, siendo todos de viruela discreta; mejoraron rápi­ damente, ingresando a sus respectivos cuerpos. Ei mayor número de enfermos que tuvo la 1. Divi.sion durante su permanencia en Pisco fué do 303 solda­ dos de diversas enfermedades, haciéndose notarlos catar­ ros, neunionía>s i desinterías por ei abuso que el soldado hace de la fruta. Ei 12 dcl corriente se puso en mi conocimiento que la 1. División dol ejército espedicionario se ponia en m ar­ cha a! dia siguiente. La falta de elementos para movilizar la ambulancia de mi cargo me hizo dirijirmo al Jefe de I Estado Mayor, solicitando algunas muías para conducir i lo que se puediera de material. En nueve ínulas que so pusieron a mis órdenes se conducia: do.s cantinas de me­ dicinas, 40 camillas-i domas útiles para, curaciones do heridas, en caso que durante la marcha tuviera lugar aígiin combate. El arreglo que híco de esta servicio para la marcha fué el siguiente; un cirujano 1. ® con una parte de la sección correspondiente debia seguir a la 1 .^ Brigada colocán­ dose a retaguardia, otro cirujano 1, ® al centro i el otro

    372

    G U ER R A D EL PA CIFICO ,

    cirujano a retaguardia de la 2. ^ Brigada; disponiendo en esta forma, me pareció que consultaba el buen servicio médico de esta División. El 13 ños pusimos en marcha, haciendo la primera jor­ nada hasta Tambo de Mora. La mala conducta de algu­ nos practicantes i mozos, me obligó a tomar medidas es­ tremas, imponiendo castigos con el objeto de reprimir faltas que por su gravedad comprometían el servicio de Jas ambulancias. E ntre estos, se encuentra el practicante de cinijía Pablo Díaz, que le faltó de una manera insolen­ te al Jeneral Jefo de la 1. División. Se le mandó preso a un cuartel, hice que en el acto se le quitara la Cruz Roja, imponiéndole en seguida un castigo que lo imposi­ bilitaba para coutiuuar prestando sus servicios en la am ­ bulancia, quedando separado con fecha 14. D urante los dias 15 i IG que permaneció en este lugar la 1. ^ División, me ocupé en visitar todos los campa­ mentos, haciendo un nuevo reconocimiento de la tropa a fin de que todos loa enfermos de gravedad que no pudiesen seguir la marcha fuesen embarcados en el Cárlos Roberto, anclado en esta bahía. El 17 emprendió la m archa de Tambo de Mora de la 1. Brigada de la 1. División. D urante el tiempo que duró la marcha tuvimos varios encuentros parcia es con el enemigo, dando por resultado la muerte de dos solda­ dos, uno del Talca i otro del 2. ® de línea, i cuatro heridos que fueron atendidos con toda exactitud. E n el pueblo do San Antonio, la noche del 24, poco án­ tes de partir el ejército, se asistió de parto a una mujer que acompañaba al 2, ° de línea, Se le proporcionó cami1 a, conduciéndola en hombros hasta Curayaco en donde llegamos en la mañana del 25; en el camino se la cuidó cou el mayor esmero. Creo un acto de justicia recomendar a V. S. a los ciruja­ nos primeros Domingo Grez, Juan Kidd, cirujanos segun­ dos Orisólogo Molina, Ismael Merino, Emilio Moreno; igual­ mente los practicantes Arturo Delfin, Vicente Soto, Nicanor Ugalde, Cárlos Buberaes, Eduardo Olivares i Ra­ món Barrientos que, a pesar de la penosa marcha que hemos hecho, todos han tratado de sobresalir en el cum ­ plimiento de su deber sin que ninguno de ellos diera lu­ gar a la menor queja de mi parto. Me es mui satisfactorio poner en au conocimiento que el señor coronel Lynch, Jefe de esta 1. ^ Brigada, me ha manifestado personalmente que ha quedado contento con la ambulancia de mi cargo, pues ha cumplido con su deber. Dios guarde a V, S.

    J osé Arce.

    XÍV. T elegram as p eruanos de tod os los recon ocim leu to s del ejé rcito ch ilen o en el cam po enem igo,

    TELEGRAMAS OFICIALES. BL PRIMER

    r e c o n o c im ie n t o

    .SOBRE VILLA DE LOS CARABI­

    NEROS DE VUNGAI.

    Diciembre 25 de 1880, Soñor Coronel Secretario de Guerra: Acabo de recibir parte do Villa. Enemigo ha emprendi­ do retirada huyendo de nuestros fuegos; parece no tene­ mos desgracias. P

    az

    S oldán.

    NUEVO RECONOCIMIENTO SOBRE VILLA.

    Diciembre 28 de 1880, Señor Secretario de Guerra: De Villa comunican lo siguiente; "Avanzadas enemigas de caballería apararecen por Ja pampa de Villa.”

    El , '

    je f e

    de

    l a o f ic in a .

    Central, Diciembre 28 de 1880. Señor Secretario de Guerra; El coronel Tenaud dice que desde Miraflores observa combate sério sobre las lomas de San Ju an desde las 11 A. M.; pero el coronel Paz Soldán dice del Barranco que en San Ju an no hai novedad. Espero ratificación. P az S oldán.

    RECONOCIMIENTO DEL 6 DE ENERO

    S a n ta Catalina, Enero 6 de 1881. Sefior Secretario de Guerra. Acabo de recibir el siguiente telegrama de Barranco: "Municiones, municiones, munioione.s, u n e para el campa­ mento de cuatro divisiones.— M ontani.’’ Es un modo raro de pedir pertrechos, no haciendo ni especificando su calidaa, i sin decir do órden da quién. Sírvase V. S, decirme si sabe algo sobro el particular. T o r r ic o ,

    Ck>rrÍllos, Enero 6 de 1881. Señor Secretario de Guerra; Ordeno en la fecha al coronel Negron, quo está en Huarocbirí con uu batallón guardias civiles, se venga in­ mediatamente a Lima. Al efecto, V. S. hará salir un tren espreso que conduzca a esta fuerza cuando mas tarde m a­ ñana temprano, dando aviso de labora en que sale el tren, i lo que llegue la fuerza a Lima proceda V. S. a proveer esta noche misma de uniformo al Batallón Canta, que acaba do llegar, tomándolo del Parque Jeneral, i si allí no lo hubiere, aunque sea de la fábrica, i avíseme para co­ municarle órdenes. E n todo caso prepárele rancho para mañana, por si acaso. Dígame si tiene personal de jefes i oficiales. P

    ié r o l a ,

    Diciembre 25 de 1880. Excmo. señor Jefe Supremo: Erapleado de Villa comunica lo siguiente: “Tropa se avista en número crecido, parece no ser avanzada. Avan­ za sobro ésta." P az S oldán.

    Palacio, Diciemhre 25 de 1880. Excmo. señor Jefe Supremo; Telegrafista de Villa mo dice; "En este momento se rompen los fuegos. Enemigo nos corta 1a retirada,—Ecm.” Lo que comunico a V. E. P az S oldán.

    Chorrillos, Enero 6 de 1881, Señor Secretario de Guerra: Haga V, S, que la fuerza de Canta, uniformada o nó, se venga mañana temprano, es decir en la mañana del 7, a Chorrillos, por el tren. En el caso de no tener recibido su uniformo, la rem itirá V. S. a esta villa. Ordeno al co­ ronel Velarde que se venga, coa la parto que tenga lista de su columna, a amanecer si es posible en Monterico Chico, en donde hallará armas. Vea V. S. alseñor Secretario de Hacienda en lo relativo a la fábrica de uniformes, sin perjuicio de lo que yo lo diré. H e ordenado al Jefe de la reserva, que acuartelado como se halla el número 32, dé con el día guardia en Palacio i Moneda, i tenga el testo

    373

    C A PÍTU LO CUARTO.

    jisto para guarnición de Santa Catalina, en caso llegado,a n do utilizar el batallón que allí hai ahora. Relevada la "uarnicion de Palacio, que se venga aquí toda la fuerza ue Junin. P

    jé r o l a .

    (Recibido s Jas 7.52 A. Af.)

    (Recibido a las 11.30 A M.)

    S a n Ju a n , Enero 6. Después do cesar el fuego, el enemigo permanece mas acá do tablada en número, poco mas o inénos, de 3,000. No tenemos desgracia que lam entar on nuestros soldados; están tomando su rancho. PlÉR O LA .

    S a n J u a n , Enero 6 ele 1881. (Recibido a la 1.12P . M.)

    Señor Secretario de Guerra:

    S a nta Teresa, Enero 6.

    El enemigo se avista en este momento. P

    az

    S oldán.

    Después de hecho un gran reconocimiento por el ene­ migo con artillería i caballería, se ha perdido do vista.

    (Recibido a las 8.10 .A. M.) P

    S a n J u a n , Enero 6. En este momento nuestro ejército toma sus posiciones; gran entusiasmo. P az S o ldán.

    az

    S oldán.

    (Recibido a la 1.20 P. M.)

    A ncón, Enero 6. Por acá sin novedad. P a z S o ldán.

    (Recibido a las 8.12 A. M.)

    S a n ta Teresa, Enero G. El enemigo también se avista por acá. P

    az

    S o ldán.

    (Recibido a las 8.30 A M.)

    (Recibido en Palacio a las 2.20 P. M.)

    Enero 6. Señor Secretario de Gobierno: Después de un gran reconocimiento, el enemigo per­ dióse de vista. P

    S a n J u a n , Enero 6, En este momento se rompe el fuego de cañón. ¡YUva el Perú! P

    az

    S anta Teresa, Enero 6. En esto.s momentos rompen fuego de artillería los ene­ migos; no los veo de acá, por estar cubiertos con nuestras alturas. No se avistan buques enemigos en la playa.

    S oldán.

    EL ÚLTIMO RECONOCIMIENTO DE BARBOSA EN ATE.

    Salam anca, Enero 9 de 1881,

    S o ldán.

    (Recibido a las 9 A. H.)

    az

    Señor Secretario de Guerra: Los chilenos en combate en Pampa Grande. C. YkRG.AS. (Recibido a las 9.40 A, M.)

    Enero 9. P az S oldán.

    Señor Secretario de Guerra: Continúa el combata Se m anda mas fuerza nuestra.

    (Recibido a laa 9.20 A. M.)

    S a n Juan, Enero 6.

    P az S oldán.

    Continúa el fuego de cañón, P az S oldán,

    (Recibido a las 6.14 P. M.)

    Palacio, Enero 9.

    (Recibida a lae 9.21 A. M.}

    Santa Teresa, Enero 6. Continúa ol fuego de artillería enemiga; nosotros con­ testamos también con artillería. Parece que no será la batalla sino una descubierta o leconocimietito para probarnos. El enemigo está situado en ceja tablada con una batería Krupp. Aquí todo listo; m ucho entusiasmo. Paz S oldán.

    c

    Señor Secretario de Guerra; Todo terminado i enemigo retirádose; no tengo porme* ñores aun. P

    az

    S

    oldán.

    (Recibido a las 9.25 P, M.)

    Palaoio, Enero 11. Señor Secada; A las 6,20 P. M. se creia campamento a la derecha proximidad enemigo,. Suponíase formar línea.

    (Recibido a las 10.10 A M.)

    S a n J u a n , Enero 6.

    P az Soldán. Nuestro ejército vuelve a su campamento, ha sido un gran reconocimiento. P az S oldán.

    A ncón, Enero 12 de 1881.

    (Recibido a las 10.16 A. .\f.)

    San ia Teresa, Erero 6. ■ pí O 9 Q

    LA ÚLTIMA NOTICIA EN LA VÍSPERA DE LA BATALLA.

    Los cañonazos enemigos han cesado. Tranquilidad por ahora. S. E, el Jefe Supremo aquí. H a recorrido la linea desde el principio. ' P az S

    oldán.

    Señor Secretario de Guerra: H a fondeado,el Áyacucho de Valparaíso e intermedios, último puerto Pisco. Comunica que dejó en Pisco al Á h tao i cuatro trasportes, quienes mandaron fuerza armada a bordo del vapor Ayacucho para estraer por la ñierza a los peruanos que hubiesen allí so pretesto de que habia.

    í( Q % Q í: Q -H-lirA— .u a ^;.-==s t - í

    374

    G U ERRA D E L PA CIFICO .

    un Jeneral peruano, llevándolos a bordo dol AUao i re­ gresándolos despucs a su buque. Los .buques enemigos se ocupan cn embarcar reses i muías para Tambo do Mora. Esperaban en Tacna nuestras fuerzas de un momento a otro. Arica sin buque enemigo. No ocurre nada mas. P

    euko

    F . S uarez.

    X7. R elación d eta lla d a d e lo s recon ocim ien tos del ejército ch ilen o h a sta la so rp resa d e Ate.

    palmo a palmo en toda su estension, regresando al Cuar­ tel Jeneral después de las 10 P. M. De este rceonocimiento resulta qué el camino do la haciend.a do Cieneguillas, si bien abund.ante en forr.ajes i con agua, es impracticable para la artillería de campaña i di­ fícil, mui difícil, para la de montaña. En cuanto al camino do Manchai, es una carretena, pe­ ro sin agua en todo su tr.ayecto hasta caer a! camino real do Lima, o mas bien hasta el rio Surco, pues de las ace­ quias que en otro tiempo atravesaban ésa via, solo que­ dan los cauces secos i arenosos. Sin embargo, este cami­ no es apropiado para la artillería, con escepcion de pequeños accidentes de terreno do fácil reparación a la entrada del valle.

    CARTAS DEI, CAMPAMENTO.

    (Del corresponsal de E l í ’ ebrocakiul.)

    L u r in , Enero 1. ° de 1881. Los reconocimientos se suceden unos tras otros; ol acar­ reo de víveres i municiones so prosigue con verdadero ahinco; el desembarco de los diversos elementos bélicos se lleva a término con la celeridad posible, contribuyendo no poco a ello la presencia del Intendente Jeneral del ejército, señor Vicente Dávila Larrain, que llegó en cl Ita la , i el incansable Comandante de bagajes, señor F ran­ cisco Rascuñan. En lo que respecta a reconocimientos, hablaremos solo do los dos mas importantes que so han efectuado últim a­ mente: uno por el comandante áVood, el otro por el se­ ñor Jeneral en Jefe en persona. El comandante Jorje Wood, acompañado del mayor Guillermo Lira i 150 hombres de caballería (de ellos 50 carabineros i 100 cazadores), al mando del capitán Montauban, salió de Lurin con dirección a Pachacamac, en la madrugada del dia 30 del mes que acaba do espirar ju n to con el año de 1880. De Pachacamac siguió a to­ m ar el camino de la hacienda de Cieneguillas, donde dió de comer a la tropa, forrajeó la caballada i so descan-só una hora. Continuando por el camino mencionado, atravesó el rio Lurin i avanzó hasta mas allá de la junción riel camino de Cieneguillas con el de Pachacamac o de Mauchai, en­ tre Monterico i Pacayar, dejando a la derecha la hacien­ da do la Rinconada. A las 3 P. M, falde.aba una punta de arena que, ade­ lantándose entre la junción de loa caminos i Monterico, teniendo al frente el cerro de San Bartolomé, que por eso lado oculta a Lima, cierra a la derecha el valle de Vítate en la parte que viene a unirse con la hacienda de la Rin­ conada. Inm ediatam ente mandó una avanzada quo fuera a re­ conocer el terreno, pues creyó imposible que el enemigo no tuviera por ese punto destacada alguna fuerza. E l mayor Lira, con un sarjento i cuatro soldados de cazadores, subió a la cima de un cerro arenoso, i apénas allí, el enemigo salió de su emboscada e hizo un nutrido fuego sobre los nuestros. Como no habia objeto ni razón alguna para esponer esa jento, la avanzada se replegó al resto de la partida. El comandante Wood recorría al mismo tiempo otras lomas, i posesionado de la topografía del terreno i situa­ ción del enemigo, ordenó regresar, lo que so efectuó con el mas perfecto órden i tranquilidad, al paso de los caba­ llos, demostrando así a los contrarios que aquella fuerza no iba a combatir. La calma con que se efectuó la con­ tramarcha, e.xasperó quizá a los peruanos, pues hicieron fuego graneado, pero a una distancia en que los proyecti­ les no causaban ningún daño. De vuelta, el comandante Wood tomó otro camino que el que ya habia recorrido, examinándolo escrupulosamente i en todos sus detalles; se vino por el de Pachacamac o Mancha, que atraviesa parte do la hacienda de Ja Molina, i siguo a Manchai i Pachacamac, que reconoció también

    Enero 2. A las 4.30 A, M,, ol Jeneral en Jefe, acompañado de sus ayudantes de campo, el señor Ministro de la Guerra, el se­ ñor Altarnirano, el coronel Velazquez, coronel Lagos i pcuchos otros jefes, so dirijieron a Pachacamac para recorrer el camino seguido por ol comandante Wood en su recono­ cimiento. iban además 50 hombres de caballería i 100 infantes. La comitiva llegó un poco mas.acá del punto a que' al­ canzó la espedicion Wood, siendo de notar que esta vez las avanzadas enemigas se habían situado mas al Sur. Una descubierta de caballería que se adelantó a una emi­ nencia, fué recibida por los fuegos de los contrarios, que en buen número se habian desplegado on guerrilla i co­ ronado las alturas. El Jeneral en Jefe i su Estado Mayor, una voz que re­ conocieron al enemigo, regresaron por el camino de M an­ chai, sin ninguna novedad. Con este nuevo roconociinionto ha quedado plenamen­ te confirmado el juicio que de estos caminos habian forma­ do el comandauio Wood i el mayor Lira. Deseoso cl coronel Barbosa de reconocer perfectamente todos los senderos que de Pachacamac salen en diversa.? direcciones para Lima, marchó ayer hácia Manchai acomp.añado de su ayudante, sarjento mayor don Francisco Subei'caseaux i de 23 cazadores a caballo al mando del alférez Urruiia. Recorrió sin novedad varios puntos hasta inedia legua mas acá do Manchai, donde se elevan dos eminencias blanca.? i arenosas que forman un angosto desfiladero, en. cuyo fondo se ve una casita, blanca como las lomas quo la encierran. Como con las continuas escursiones de estos dias los caballos de ese piquete de cazadores estaban sin herrar i algo fatigados, el coronel Barbosa ordenó que la caballe­ ría se quedara al pié del corro, i con el mayor Subercaseaux, dos soldados i un corneta, subió a uno de los cerros, i apénas en la cima recibió Io.s fuegos de una des­ cubierta de siete hombres, apostada en orden disperso en la llanura. Inm ediatam ente ordenó que los dos cazadores hicieran fuego a su turno; pero a los pocos disparos se descompu­ so la carabina do uno de ellos, haciendo fuego uno solo. En eso momento adelantaban dos enemigos dirijiendo sus tiros al pequeño grupo que formaban los nuestros; pero una bala bien dirijida echó al suelo á uno de ellos, oraprendiendo el otro la fuga para juntarse con sus com­ pañeros, i seguido de atrás por el mayor Subercaseaux i un soldado. El coronel Barbosa quedó cn ese instante solo en la cumbre, siendo el blanco de las balas enemigas, pues h a­ bia hecho bajar algún trecho al corneta para que tocara llamada a fin de perseguir a los enemigos. Pocos segundos mas tarde, los veinto cazadores carga­ ban con ímpetu, i conseguían cortar a tres do los contra­ rios, que fueron hechos prisioneros. La persecución no

    ' r

    r

    t r

    í •{

    rr-

    i" i-

    V--

    :W {

    V.'

    uQ ..G .,Q

    CA PÍTU LO CUARTO.

    375

    lado del puente i poco ántes de las 6, se hacia alto un momento allí, como punto do reunión. A las 6.20 la comitiva emprendió nuevamente la m ar­ cha, llevando 150 granaderos i 100 cazadores, al mando del teniente coronel Tomas Yávar, i 100 soldados del Buin, montados, a las órdenes del comandanto León García. Iban también dos cañones K rupp cíe campaña, uno de 7 centímetros 5 milímetros i el otro de S centímetros 7 mi­ límetros de diámetro en la boca, ámbos del último mo­ delo, LS80. En lugar de tomar alguno de los caminos ya conocidos, se marchó por el do Atocongo, algo al Poniente del de Manehai, i ( ue do,s dias ántes habian reconocido, de ó r­ den del Jefe de Estado Mayor Jenoral, cl comandante Ambrosio Letelier i el mayor Rantoja, levantando este último un plano dcl terreno i de las posiciones enemigas en una gran estension. Casi íi la vista de las avanzadas enemigas, ésta,? dispa­ raron un cañonazo en señal de alarma, a as 8.48, e inme­ diatamente se percibía con el anteojo gran movimiento de trenes de ida i venida on la dirección de Chorrillos. U na vez en las cimas de ios lomajes, que por esto lado cierran la campiña do Lima, i desdo donr e se distingue a lo lej'os la Ciudad de los Vireyes, de.stacAndose en el ho­ rizonte las torres de sus templos i como un centinela avanzado el Palacio de la Esposicion, que se divisa per­ fectamente una vez eu las cimas, el enoinigo hizo gran alarde do su.s fuerza.?, desplegándol.a.? en todas direccioE l coronel Lagos, Jefe de la 3 ." División, acompañado ne.s, formando líneas de bataila, haciendo fuego on guer­ de sus ayudantes de campo, ba hecho por el lado de Villa rillas, cuando la distancia que nos separaba era do 6,000 uu reconociniiento que le ba permitido apreciar las posi­ metro.?, mas o menos. Es decir, quemaban pólvora por el ciones que el enemigo ocupa, no solo en la línea que placer de quemarla. arranca de Yhlla, sino tam bién en la de Chorrillos. Las dos piezas Krupp se colocaron en la cumbre, a De los resultados de su escursion, puedo decirse on las barba,s mismas de los peruanos, h a dado cuenta al señor distancia do 5,.500 a 6,000 metro.s, pudiendo haberlo he­ cho a menor distancia i en unas alturas escelentes; pero Jeneral en Jefe. A consecuencia, sin duda, de este reconocimiento, el el coronel Velazqiiez no creyó conveniente hacerlo, tanto martes 4, la MagaUanes se dirijió al Norte, llevando a .su porque así el enemigo podia distanciar nue.scra artillería, bordo al coronel Lagos, al eapitan de navio don Patricio como porque habria sido darle a conocer ¡as posiciones Lynch, Secretario del Jeneral en Jefe don Máximo Lira, qnc se ocnparian el dia del combate. Estas razones, por con el objeto de reconocer por ol lado del m ar las posi­ demás poderosas, decidieron situar nuestras piezas en los cerro.? indicados, i que vienen a estar un poco a la dere­ ciones que ocupa el enemigo en Villa i Chorrillos. Yhlla se encuentra al alcance do los cañones de nuestra cha de la altura del morro Solar, en cuyas faldas se en­ escuadra, i podria como Chorrillos .ser atacado por mar i cuentra Villa i las lagunas del mismo nombre. A pesar de los disparos del enemigo—disparos inofen­ tierra, sivos—i del despliegue de una fuerza de caballería que Lu 'Magallanes siguió de largo, i al enfrentar a Chorri­ llos le dispararon tres cañonazos, que no le tocaron, ca­ maniobraba por el lado de las lagunas, haciendo desprenyendo lino de los proyectiles on la estela que dejaba ol der avanzadas que luego se replegaban, ed Jeneral en J e ­ buque. La. Magallanes no quiso contestar a la provoca­ fe, el Ministro de la Guerra, ol Comandante Jeneral de ción i se limitó a estudiar las fortificaciones. Por lo que Artillería, formaban distintos grupos en los montículos pudo ver.se, solo e.stá artillado el morro del Sur i que mas ' en que habian hecho alto, encontrándose mas adelante el se avanza a la costa. Las cumbres quo por el lai o Sur i ' grupo en que se encontraba el .señor Ministro. Nuestros dos cañones, manejados por el comandante Oriente cierran el pueblo, se encuentran de.sguarnecidas i Cárlos Wood, eapitan Bezoain i teniente Üiaz Muñoz, hi­ no se distingue en ollas obra iiingLina de defensa. La Alagailanes continuó su viajo liasta el Callao, don­ cieron 26 di.sparos, recibiéndose los primeros eu el camde no habia novedad en la escuadra bloqueadora. Ia>s pe­ ramento pern.ano con grandes burras i grito.s, miéntras as bandas de música entonaban la canción peruana i to­ ruanos habian botarlo al agua una especie do batería flo­ tante, de forma esférica i pintada de rojo. Esta batería caban marchas marcialos. Poro esto entusiasmo fué de solo descubro su.s cañones al tiempo de dispararlos, para mui corta duración, i al primer disparo quo se acortó, to­ lo cual se levanta como una vi.sera de casco antiguo la do cl bullicio i algazara cesó corno por encanto, sucediénparte que los cubre, cayendo inmediatamente que ha sa­ dose un silencio .sepulcral Otro disparo dirijido sobre la caballería que se lucia lido el tiro. Ignoro las ventejas e inconvenientes que pue­ da tener esta nueva máquina. en el ala derecha-, hizo desbandaría i que se refujiara de­ trás de las lomas. La cosa no era para bromas. De los 26 disparos que se hicieron, tres quedaron cortos; Enero 6. 12 mas allá de la cresta situada al Este i de donde res­ pondió el enemigo; a media falda del cerro cayeron seis; Indudablem ents que el reconocimiento mas im portan­ encima del cerro, tres. A las 9.10 se acertó mejor tiro (el te efoetiudo hasta ahora i que parece será cl último, es 6. ®), que cayó en medio del enemigo. el que se ha llevado hoi a cabo por el Jeneral on Jefe Los proyectiles que pasaron mas allá de la cresta, han acompañado de lo.s jefes de división, Estado Mayor, Mi­ causado probablemente algunos daños a los peruanos, nistro de la Guerra i varios jefes i oficiales del Cuartel pues detrás de los cerrillos tienen sus campamentos, i se Jenoral i estados mayores. notó además cierta confusión a los primeros disparos quo A las 4.20 A. M. salia el Jeneral i Ministro con sus ayu­ pasaron la cumbre. dantes tom ando por el camino que conduce al rio. A este lino de los objetos del reconocimiento era hacer que el siguió adelante por el mal estado de las cabalgaduras, pudiendo así escapar el oficial que mandaba la de,scubierta enemiga i dos soldados. E l herido peruano que c.ayó ántes do la carga, fué recojido i trasportado a Pachacamac; pero mui luego dejaba de existir. De regreso al campamento, el coronel Barbosa interro­ gó a los prisioneros, que desde el primer momento fueron incomunieados. Ue .sus declaraciones contestes resulta quo esa avanzada se habia apostado ah íla noche anterior con cl objeto de descubrir los movimientos de nuestro ejército, que en Lima i campamento peruano so decía M'onto para reembarcarse, amilanado por las crecidas ’uerzas que el Perú presentaba en batalla, fuerzas que los prisioneros hacen subir a 60,000 hombres' En cuanto al ejército chileno se le cree Inerte de 40,000 hombres i que todavía quedan tropas a bordo para efec­ tuar un desembarco. Ifen demasiado los señores peruanos. Las fuerzas enemigas, según las aseveraciones do los prisioneros, forman una estensa línea desde Villa hasta Ate, pasando por San Juan, Monterico Chico i Monterico Grande, habiendo además una segunda línea que parte de Chorrillos al Oriente. Es indudable que el ejército perua­ no ocupa posiciones mui ventajosas, mui bien elejid.as i artilladas i defendidas naturalm ente i por obras do forti­ ficación.

    376

    G U ER R A D E L PA C ÍFICO .

    enemigo descubriera su artillería; pero, como en Tacna, conocieron esto i so contentaron con contestar solo con tres cañones de poco alcance, haciendo los dos primeros diíparos con pólvora, pues no se vió el proyectil. Los últi­ mos disparos os hicieron sobre su ala derecha, contra una fuerza de caballería que acompañaba .al sarjento mayor Martínez Ramos, quien tenia la comisión de reconocer las aguadas, lo quo verificó trayendo una caramayola llena para analizar el agua de esas vertientes. Cuando los peruanos hacian alarde—pero sin avanzar— de sus fuerzas, se destacaron a todo escape el mayor Jarpa i el capitán Flores acompañados de un solo asistente, a fin de reconocer mas de cerca las posiciones do los con­ trarios. E n medio de una granizada de balas, llegaron has­ ta las laidas de los cerros ocupados por las fuerzas perua­ nas, i. después de examinarlas bien, regresaron con el acompañamiento de un fuego graneado, sin tener la me­ nor novedad. Los peruanos tienen por lado do Villa siete cañones; al frente lai una especie de parapeto con cuatro grandes troneras que permiten ver que esas obras de defensa es­ tán formadas por murallas de sacos do arena o tierra i anchos terraplenes. Todas las alturas de la sério de cer­ rillos o morro.s que se estienden del Oeste al N. N. E. parece que están artilladas, pero con seguridad lo es­ tán dos. Como en todos los reconocimientos anteriores, no hubo el menor accidente, i la e.spedicioh regresó tranquilamonte en diferentes grupos, llegando a los diversos campa­ mentos entre 12 M. 1 1 P, M. Como digo al principio, parece quo éste será el último reconocimiento; sin embargo, mui bien pudiera suceder, ! por los movimiehtos dcl enemigo en tal o cual dirección, I que hubiera necesidad o conveniencia de efectuar algún otro. E

    l

    C o rhespo n sal.

    CARTAS DEL EJÉRCITO. (Del corresponsal de E l H e r a l d o )

    Campamento chl P uente de L u r in , Enero 6 de 1881. Señores Directores; Hoi tuvo lugar el reconocimiento del campo enemigo por el Jeneral en Jefe, jefes de Divúsion i otros oficiales su­ periores, que le anunciaba en mi carta del 4 del presento, en la que, a riesgo do repetirm e i de cansarlos, procuro darles la idea mas cabal de los caminos, sus distancias, recursos i dificultades; de los descubiertos i reconocidos últimamente, como de la situación de las líneas enemigas i número probable de sus defensores, en vista de los dato,? recojidos en las diversas esploraciones que se han hecho, para facilitar con estos datos los planes de campaña quo alia so den sobre el mapa. I aquí les diré que todas las cartas que conocemos do Lima 1 el Callao adolecen de varias inexactitudes quo ha sido fácil de demostrar en vista del terreno. El reconocimiento de hoi no nos dice nada nuevo. Ha servido, mas que todo, para dar a nuestros jenerales la impresión jeneral del terreno que ya conocían por las re­ laciones de los esploradores enviados en tantas ocasionoa. Esparcida en todo el campamento la nueva d éla próxi­ ma espedicion, eon las oxajeraciones consiguientes res­ pecto al número de tropas i cañones que debian acompa­ ñarla, habia grande ansiedad por conocer pronto sus resultados, i se hablaba de ella i de los felices invitados, como en cualquiera de nuestros barrios, del baile que pre­ para el vecino. Con las primeras luces de la mañana pasaba el puente la columna espedicionaria que se componía; Del Jeneral en Jefe, Jeneral Sotomayor, señores Lynch, Lagos, Velazquez, del Ministro de la Guerra, señores AItamirano, Errázuriz i Dávila, ayudantes de campo i oficia­

    les do Estado Mayor Jeneral i otros muchos de distintos cuerpos. Trescientos granaderos al mando de los jefes Yávar, Muñoz i Marzan. Cien cazadores a las órdenes del comandante Vargas, Cien soldados del Rejimiento Buin, montados en caba­ llos elejidos entre todas l.as caballadas, i dos piezas de ar­ tillería Krupp, una del Rejimiento número 1 de 7.5 i la otra del 2. ° de 8.7, dirijidas por los señores Velazquez, Wood i los oficiales Gana, Besoain, Flores i Jarpa. Tomaron la línea que sigue el telégrafo a ChorriIlo.s, 3or entre los descam inos del alto, línea que, uniéndose a a que viene de Pachacamac, conduce directamente a la hacienda de San Juan, situada en la primera línea de vejetacion del valle de Lima, yendo de Lurin. Iban do vanguardia los 100 hombres del Buin con sus jefes García i Vallejos. Después, cazadores, granaderos, i a distancia las dos piezas de artillería que trepaban las alturas tiradas por 10 parejas de fornidos bridones, hacien­ do un paisaje de aquellas soledade,s, con otras 10 parejas, a retaguardia, de repuesto. k las 8 A. M. se hizo alto a dos leguas i media del pun­ to de partida, dejando a Villa a dos kilómetros a la iz­ quierda, sobre la cima de unos cerros que permiten ver primero el morro del Solar, ol sendero estrecho que pasa a sus pies, que ea todo un mal paso, la série de lomas en dirección al N. E., sobro las cuales so estienden los cam­ pamentos enemigos, la población de Chorrillos, ¡avanzan­ do un poco mas, on la vaguedad del horizonte, las torres de Lima i sii famoso San Cristóbal. Quedábamos, pues, a la derecha de los campamentos enemigos que ocupan los cerros de la izquierda. Ahí están las primeras avanzadas de los peruanos, las que se replegaron a paso do vencedores al ver avanzar a los Buines que iban a tomar posiciones como a 1,500 metros. A las 8.50 A. M. resonó un cañonazo en el campo ene­ migo, quo turbó el profundo silencio de los cerros, llevan­ do en sus mil repercusiones, que iban dando botes en las lomas, la señal de alarma a toda la línea. Al mismo tiempo, un tren se alistaba a toda prisa i sa­ lia poco después, tragándose las leguas, en dirección a Lima, adonde llevaba talvez el boletín de una próxima victoria. Quien canta yanta, dccia Sancho; pero también debe distraer los cuidados. Do momento en momento llegaban tropas a los cerros de donde se divisaban nuestras fuerzas, i las acampadas ahí las recibían con estruendosos burras, cajas, cornetas, fanfarras i charangas, cuyos ecos se percibían claramente. ¿Seria la satisfacción de batirse con pocos? ¿Quién po­ dria decir lo que habia en realidad tras ese antifaz de gri­ tos i do alegres canciones? A las 9 A. M. sonó el primer disparo de nuestras piezas, que se habian colocado a 3,000 metros, mas o ménos, a re­ taguardia del resto de nuestra tropa, i sumando esta dis­ tancia i la que todavía sopara a éstas de las líneas del enemigo, se tiene un prudentísimo alejamiento.. Este tiro quedó corto. Grandes gritos entro los peruanos; un segun­ do, largo; un tercero, corto también. Nuevos gritos; un cuarto, largo otra vez i la algazara acrecienta locamente. Era aquello una pascua de negros. Por fin el quinto disparo revienta casi en la misma cumbre del cerro qne servia de balcón a los risueños ve­ cinos i de mira a nuestros artilleros. Silencio profundo en el campo enemigo i se vo retirarse por todos lados a los espectadores como si hubiera concluido la función que tanto contento lo.s daba. Veintisieto disparos, mas o mé­ nos, de nuestra parte i siete do la de ellos quo al parecer trataban de ocultar su juego. Tres do ellos fueron dirijidos contra un grupo de 50 cazadores que bajo al plan en busca do una águada, des­ plegándose además una guerrilla delante de ellos. El mayor Jarpa, el capitán Flores i el asistente del pri-

    C A PITU LO CUARTO.

    377

    LA SORPRESA DE ATE, lern avanzaron bastante h.ácia los enemigos, bajando el err,.- por otro punto; pero mui pronto se vieron soldados A las 4 P. M, del sábado 8, conforme a las órdenes re­ ne igos i hubo que retirarse para no darles el gusto de cibidas, salió de su campamento de Pachacamac el coronel □atar tontam ente a un oficial chileno. i,, éntras ocurrian 6.stas escenas, los jenerales avanza- don 0. Barbosa con sus ayudantes, el doctor Diego San )a( tn poco por otros sitios, reconociendo nuevos puntos Cristóbal, acompañado de los cirujanos primeros, señores José M. Ojeda, Jerm an Valenzuoia, otros empleados i dos ie mira. cantinas de campaña i las siguientes fuerzas; ; ii-!as 11 A. M. so emprendió la marcha de regreso i Seis compañías del 3. ® de línea, una montada del pG.; .'ántes de la 1 P. M„ después de un descanso, volvian Buin, 600 hombres del Lautaro, 100 granaderos i 4 pie­ il campamento, sin novedad alguna, los numerosos espezas de montaña, bajo las órdenes do los señores Napoleón dítoónarios, i los pormenores de la escursion corrian desGutiérrez, Robles i Marzan, pi; por todos los rincones, dejando los crespos hechos a A las 7 P. M. se detuvieron al salir del valle, acampan­ losrque se habian prometido un encuentrito destinado a do ahi con todas las precauciones consiguientes a una ífdw.ar a lo s enemigos a sacar mas cartas que las que se marcha do sorpresa hasta la 1 A. M., hora en que so pu­ rii vi' -pnen realidad. sieron nuevamente on marcha, cuando ya Ja Juna habia jX a distancia exacta quo tomaron las piezas de artille- apagado su farola, como dijo un soldado. rív-Aió; la del número 1 a 5,800 i la del número 2 .a La tropa fué distribuida así: 6/"10 metros. Vanguardia: Buines, Caballería, Artillería, 3. ° d e li­ En este reconocimiento, como en los otros anteriores, nea i Lautaro. se na podido comprobar parto de los informes que teneA las 5 A. M. la línea se detuvo a la entrada de un E : acerca del campo enemigo i la veracidad de lo quo paso estrecho, verdadero zaguan do una boca de lobo. buenamente han contado tres prisioneros que tomó el co- Cortado entre dos cerros, de una cuadra de largo i cinco • r^ -e l Barbosa, de la manera siguiente: varas de ancho. Seguia un cajón pedregoso entro dos , Jndando por la quebrada dél Lúcumo o Picapedrero cordones de lomas elevadas, cirno ele 5,000 metros de con una e.scolta de 25 cazadores, a poco mas de seis cua- largo por 1,000 do ancho i a cuyo fondo se divisaban las úxts del campamento del Curicó, divisaron un piquete trincheras enemigas. Se mandó a Tos Granaderos a descubierta, i volvieron ; compañías, alineadas en . ero por esta vez, lo que cuentan no desdice de las n o ti­ un órden admirable, avanzaban lentam ente formadas en cias que sabemos por otros conductos. Dicen que tienen dos filas; la prim era cargaba tendida en el suelo, se liin-jr3,000 hombres surtidos, corno si dijéramos enti'e de lana caba para apuntar, i solo después de elejir detenidamente algodou; que la tropa de línea, lo quo ellos llaman el un blanco, disparaba i se tendía de nuevo, dejando paso ejército, está desde la Malina al Sur i la reserva en Men- a la segunda quo avanzaba a su vez unos cuantos metros, ;3 . mza, Surco, Barranca.? i Miraflores; que hai cañones en se arrodillaba i apuntaba, en seguida fuego i después a Vasquez i San Juan; que el cerro de San Bartolomé tie- tierra para que avanzara de nuevo la de atrás. '■ne 9; i que hai mucho fastidio en todo el ejército, notánEra esto una evolución en la elipsis del Parque Goust■._lo.se muchas deserciones que no alcanza a evitar la es- ño, admirable por el órden, la calma i la increi Je sangre . trem a vijilancia do los jefes, como sucede en ei rejimiento fría de nuestra tropa, que no disparaba sino después do - a que ellos pertenecen, donde faltan muchos. pillar al vuelo uno de los bIan;os fugaces que asomaban Por otra parte, sabemos ios resultados de la esploracion detrás do las trincheras, como ía cabeza de don Cristóbal por mar, que a bordo de la Magallanes hicieron los seño- en el entablado de los títeres. ■"res Lynch i Lagos, acompañados del capitán Orrego del Estos, por su parte, hacian nn fuego desaforado tirando .,.E stado Mayor Jeneral i del capitán Rojas del Estado Ma- atolondradamente sobre nuestras tropas. , yor de la 3. División. Salieron el 4 a las 9 A. M. de ia Nuestros soldados están persuadidos de el que se bate ' -'■'caleta de ia Artillería i llegaron basta el Callao, regresan- detrás de parapetos está perdido, primero, porque no ' ,,do a las 7.30 P, M. apunta, preocupado con la idea de que están esperando Frente a Villa estuvo a 1,000 metros de la costa i a que asome la cabeza para dispararle, os decir, que tenien­ '""'4,000 en Chorrillo,?. Se pudo ver que el enemigo tiene do resguardado todo el cuerpo, todo el cuidado lo concen­ cañonea en Miraflores i Chomllos. De este iiltimo punto tra en la cabeza, i entonces a-tonas asoman apuntando al hicieron sobre la Magallanes tres disparos con cañones qielo las mas vecos, i segundo, porque ya no tienen dere­ de campaña, uno de los cuales cayó en la misma línea de cho a pedir la vida al quo logró vencerlos teniendo de su tU la corbeta a 50 metros de la proa. parte todas Jas desventajas. Se vió entónees salir a espaldas de las trincheras, con Observados de flanco los campamentos enemigos en Y Villa, se dístinguian claramente a ojo desnudo los fo.?oa i dirección a los cerros de la izquierda, la caballería enem i­ iQ trincheras de sacos con que defienden todas las climbres ga, quo parecia desafiar a que -ivanzaran los nuestros, No sabia que por la falda opuesta subia una compañía del v„, de los cerros da ese punto,.,. , T omo ,IV.— 48 I Q '

    e

    O

    378

    G G

    G U ERRA DEL, PA CÍFICO .

    3. ®, la que apénas vió desde la cumbre la maniobra de los jinetes, rompió sobre ellos sus fuegos, descendiendo rápidam ente al plan, sin lograr darles alcance, porque h u ­ yeron al monte a galope i tan atropelladamente, que apar­ tándose de la ruta conocida, hicieron estallar a su paso dos o tres minas. Entónces se tocó "alto el fuego i avance nuestra caba­ llería," movimiento audaz que tuvo do su parte el éxito contra el cual nada se puede decir. Los granaderos fal­ dearon el cerro por donde habia pasado la enemiga, i to­ mando a la izquierda descrioieron una curva a espaldas do las trincheras ocupadas todavía por la infunter a pe­ ruana. Hubo en ésta un insLabte de pánico, pues aban­ donando sus fuertes posiciones, echó a correr al monte que tenia 20 pasos a ret.aguardia. Iba al frente de la primera m itad de Granaderos el al­ férez don Nicanor Vivanco, i tan rápida fué su carga so­ bre los quo huian que, apesar dol corto trecho que éstos tenían que recorrer pava quedar a salvo, alcanzó a acor­ ralar a 2.5, 2 oficiales i 23 soldados, los mismos que des­ pués mordian el polvo, rasgadas de alto abajo las cabezas; como si fueran sandías, •Qué sablazos. Dios de la guerra! Unos se habian detenido en la mandíbula inferior, otros habian hundido lor Icepíes en una zanja que llegaba hasta ia nariz, i muchas cabezas pendían apénas de una hebra de carne! Ahí concluyó cl combate. Yk pl resto de las tropas nuestras ocupaba todo el cajón. Se pudo ver entóneos las trincheras enemigas: un terraplén de arena de dos metros de alto, un foso, despucs rieles cruzados, en seguida, cl monte para arrancar i minas de pólvora en lodos los ca­ minos, senderos i faldas de cerros por donde era posible ei paso. H abia en ese reducido espacio unas 150 minas, de las cuales 30 estaban en el desfiladero de la entrada. Tres de ellas reventaron a espaldas de nuestra caballe­ ría; otra, cuando confundida la mitad del alférez Vivanco con la ¡níanterfa enemiga, solo se veta a través de una nube de polvo amarillo el centelleo de los sables; otra, que un soldado de Granaderos hizo estallar al tocarla con su sable para inutilizarla; un caballo suelto que corría por cl campo pisa otra, que revienta levantándolo seis varas del suelo, donde cayó con el vientre abierto; i la última, que pisó un soldado del Buin, llevándole una pierna i que­ mándole la cara a él, i a Eujenio Figueroa la cara i la mano. A las 11 A. M. todo estaba concluido. La tropa se in­ ternaba hasta siete cuadras en el bosque, donde tranqui­ lamente vario.s soldados cojieron un buei, lo despostaron sin alcanzarlo a comer, poro trayéndose la carne a medio asar. Los heridos nuestros son 11: José Quezada, un balazo en una mano; Pío Toro, en la ingle; Exequiel González, golpe de bala en un pié; José María Aviles, bala en un costado; Pedro José Correa, bala en uu muslo; Eujenio Figueroa, polvorazo; Raimundo Retamal, bala en el muslo; Rosendo raim a, bala en ei costado izquierdo, i Segundo Loyola, el Buin que pisó la m ina i que murió en la mis- ' m a noche. Los heridos fueron curados en el mismo campo de ba­ talla por los señores San Cristóbal, Ojeda i Valenzuela, en momentos en que el San Bartolomé comenzaba a disparar sobre el campo ocupado por los nuestros, lo que duró cerca de una noi'a. A la 1 P. M. se emprendia ia marcha de regreso, tra ­ yendo a uno que se dijo injsníero inglés. La infantería peruana tuvo unas SO bajas, i su número se estima de tan diversas maneras, que prefiero esperar el parte oficial que aun no se La pasado. Habiendo el coronel Barbo,sa consultado al Jeneral si se m antenía en el punto que ocupaba, recibió órden de abandonarlo, por lo que a a 1 P. M, se emprendió el re­ greso, soltando esa buena presa que tan poco dista de Lima,

    El lugar de la refriega se llama la Rinconada, a ocho cuadras de Ate. No se habian apartado mucho los nuestros, cuando la tropa peruana, oculta en el fondo del valle que le servia de refujio, volvió a sus trincheras, a las cuales seguía el San Bartolomé disparándole tardíos cañonazos. En el camino se encontró a dos compañías del Curicó, apostadas ahí por lo que pudiera suceder. Tal ha sido a función de hoi. No tuvo mas consecuencias que las que e ? quiso sacar de ella; pero ha probado que Lima pudo ser tomada si se refuerza a Barbosa, así como los peruanos sacaron la cuen­ ta de que el camino de Manehai es una rendija peligrosa en sus filas. E

    o

    l correspo n sa l.

    A XYÍ.

    -Y

    T

    S anto, se ñ a i co n tra señ a d ad a a l e jé r c ito p eru an o en ¡/iina, p or ci Estado M ayor J en er a l, en D lcien ibre d e 1880.

    Á X

    'i

    ESTADO MAYOR JEN ERA L DE LOS EJÉRCITOS.

    u lÁ ina, Diciembre I N de 1880.



    Beneraúrito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería,

    •^M

    SANTO. Tiempo.—Todos.—Tenemos. El sub-jefe.

    K

    V id a l G a r c ía

    G a r c ía .

    i

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Diciembre 3 de 1880. BenemériU) señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO. A batir.—A ltanería.—A rau can a., El sub-jefo. YH d a l G

    a r c ía i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS,

    L im a , Diciembre / de 1880. Benemírito señor Coronel Inspentor i Comandante Jeneral do Artillería.

    SANTO. Bizarros,—Batiremos.—Bribones. P

    edro

    S il v a .

    ESTADO MAYOR JENERAL D E LOS EJÉRCITOS,

    L im a, Diciemhre 5 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería,

    SANTO. Ciudadanos.—CoDverjen.— Cuartel. P

    edro

    S il v a ,

    ESTADO MAYOR JEN ERA L DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Diviem bre 7 de 1880. Benemérito señor Corone! Inspector i Coinandante Jeneral do Artillería.

    SANTO. Espíritu.—Enojo.—Exalta, il sub-jefe. YUd a l G a r c í a

    i

    G a r c ía ,

    ■'.Y

    379

    CAPÍTU LO CUARTO,

    ESTADO MAA'OR JENERAL DE LO.S EJÉRCITOS.

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS,

    3m i

    L im a, Diciembre 23 de 1880.

    Z im a, Diciemhre 9 de 1880.

    Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Ai'tillería.

    Bonemúrito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de .Artillería.

    9l

    SANTO.

    SANTO.

    Bayoneta.—Calad.a.— Intrépido.?. El coronel sub-jefe.

    Ayacucho.—Asombró.—América. P e d r o S il v a .

    V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ,r <10

    EST.ADO M A A m JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    'Il i

    ESTADO M.AYOR JENElí.AL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a, Diciembre 10 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de Artillería.

    L im a, Diciembre 2I¡. de-1880. I I Bonemévito señor Coronel Inspector i Oomaml.nntc Jeneral Je Artillería.

    SANTO.

    i

    Limeños.—Leales.— Libres. El sub-jefe.

    SANTO,

    I

    V id a l G a r c ía

    G a r c ía .

    i

    Inean.?able.—Vijilancia.—Sostener. El coronel sub-jcíc. V id a l G a r c ía

    i

    0 . a r c ía .

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LO.S EJÉRCITOS. ESTADO MAA'OR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a , Diciembre 11 de ISSO. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral de .Artillería.

    L im a, Diciembre 37 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspoetor i Coinandanto Jeneral de Artillería.

    SANTO, SANTO, Movimiento.—Moral.—Material. El sub-jefe. V id a l G a r c ía

    i

    G a r c í .A.

    Denodados.—üciTotad. —Desalmados. Por ol Joneral Jefe, el coronel sub-jcfc. A. J. DEL V a l l e .

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    L im a, Diciem h'e 13 de 1880. Benemérito señor Coronel Inspector i Comandante Jeneral do Artillería.

    ESTADO MAYOR JENER.AL DE LOS EJÉRCITOS,

    Liona, Diciembre 38 de 1880. I Benemérito señor Ojroncl Inspector i Ooinandaute Jciimnl da Arlilleiia.

    SANTO.

    SANTO.

    Nato.—Nativo.—Natal, El sub-jefe. V

    id a l

    G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    Evitad—el—errar. Por el Jeneral Jefe, el coronel sub-jefe. A. J.

    ESTADO

    mayor

    L im a , Diciembre I S de 1880. Benemérito señor Coronol Inspector i Comandante Jeneral do .Artilería.

    SANTO.

    V id a l G a r c ía

    i

    G a r c ía .

    ESTADO MAYOR JEKERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    Liraa, Diciembir 16 de 1880. Benemérito señor Coronel InspeiNor i Comandante Jeneral de Artillería.

    SANTO, Rifar.—Razón,—Rifles. El coronel sub-jefe. ViD.AL G a r c í a

    i G a rc ía .

    ESTADO MAYOR JENERAL DE LoS EJÉRCITOS.

    L im a , Diciemhre 19 de 1880. Beaemórito seitor Coronel Inepcctor i Comaodante Joueral clc íVrtilIeríi^,

    SANTO. y

    Infatigables.—Intrépidos.—Invencibles. E l coronel sub-je: e.

    C

    V id al G arcía

    O y

    G G

    X F lí. E Ó IT O R iA L E S. (Editorial de E l liEiiUüCáanii., ¡

    Obediencia,—Orden.—Ofrece. Ei sub-jefe.

    y-

    DEL V a l l e .

    JENERAL DE LOS EJÉRCITOS.

    i

    G arcía .

    La campaña sobre Lima se inicia con fortuna. La victoria alcanzada cl 27 do Diciembre por nuestras avanzadas sobre uno do los rejimientos veteranos del ene­ migo, es un augurio feliz para cl pró-virao desenlace de las operaciones militares. •El Rejimiento de caballería Húsares de Junin repre­ sentaba para nuestros enemigos una de las mas brillantes tradiciones de su ejército. Formado ese Rejimiento do io mas aguerrido que ofrece el valle de Cañete para la re­ cluta militar, sn derrota ca cl primor encuentro será un _usLo motivo de desaliento para el ejército encargado de a defensa de Lima. El número de jefes, oficiales i tropa que se hicieron pri­ sioneros en los primeros momentos, la captara corap eta de la caballada i las fundadas esperanzas de aprehender todavía mayor núiiisro de los que consiguieron dispersar­ se al amparo de la o.scuridad de la noche en que tuvo lu ­ gar el combate, dan la medida exacta del alcance de la venta,ja conseguida i de lo que debe esperarse del empuje irresistible do nuestras tropas. Al Rejimiento Curicó h a correspondido el honor del primer ventajoso estreno en los alrededores de Lima. Su segundo jefe, el valiente teniente coronel señor Glano, ha sucumbido gloriosamente en la jornada, dando brillante i espléndido testimonio, estamos ciertos, del valor i de la

    380

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    abnegada consagración de sus mejores hijos a la defensa de nuestra patria. El nombre de Olano queda incorporado a e.sa pájina brillante de nuestra historia militar, escrita con la sangre jenerosa de aquellos a quienes ha cabido la envidiable suerte de heróica i gloriosa inmolación. En los siete dias trascurridos ya desde la memorable noche del 27 de Dicierabre, que ha debido ser justo mo­ tivo de ardimiento i entusiasmo para nuestro e ército, co­ mo desaliento i postración para los enemigos, a ofensiva chilen.a sobre el ejército de Lima habrá adquirido mayo­ res proporciones, i talvez en los momentos en que nos llega Ja fausta noticia del primer encuentro, nuevos triun­ fos coronan la árdmi empresa confiada al valor indomable i siempre feliz de nuestros soldados. La fortuna, que ha sido fiel a nuestra bandera en dos años de campaña en m ar i en tierra, venciendo todo jéne­ ro do dificultades i de re.sistencias, ha venido a confirmar i robustecer nuestras esperanzas, haciendo que el año 1880 se termine con un estreno victorioso para nuestro ejército acampado ya en los alrededores de Lima. El Rejimiento Húsares de Junin, vencido en el primer Sñcuentro, i cl heroísmo do Olano señalando el paso con su cadáver a nuestras huestes victoriosas hasta Lima, son la iniciación mas gloriosa de las jornada.? queso preparan i que tienen talvez lugar en estos mismos momentos de tan grata espansion para nuestro patriotismo. Honor i gloria al valiente ejército que espediciona so­ bre Lima i a los héroes que sucumben on defensa de la sacrosanta causa do la patria. VEAN LO

    q u e p id e

    (E d ito ria l de E l

    SOLIVIA.

    M e u c u w o .)

    Mientras que en Buenos Aires el campanudo diplomá­ tico Gómez Sánchez se empeñaba en obtener del Brasil una sola palabra telegráfica que, a semejanza deiyiaí I m da la Escritura, hiciese brotar del caos da la guerra la mas hermosa i florida paz entro las naciones be ijerantes del Pacífico, en Bolivia se ajilaba la cuestión do cuánto deberia exijir ésta para volver a entrar en relaciones de amistad con Chile. Dicen los naturalistas que hai plantas i árboles que se fecundan por el aire, que se encarga de trasm itir la semi­ lla ereadona al través del espacio que a aquéllos separa. Igual cosa sucede en este momento con bolivianos i arjentinos; para fecundar el odio que tan cordialmente nos tienen, se envían en alas del viento las pretensiones mas estupendas, i creyendo a pié juntillas, lo que es el colmo del ridículo, que sus delirios han de ser aceptados por la América como los frutos mas sazonados de la ciencia i de eso que en su jerigonza llaman noble espíritu de ameri­ canismo. E stá mui bien. Pero veamos un poco, que es lo que por ahora nos importa, qué quiere Bolivia para quedar en paz con Chile, a quien hasta ahora ha engañado siempre, pre­ valiéndose de nuestra proverbial mansedumbre. Los redactores, del diario L a P a t r ia de La Paz van a decírnoslo, i con una claridad que no deja la menor duda acerca del alcance de sus apetitos. ‘‘Resumiendo, dicen estos caballeros, queremos la paz, pero bajo las siguientes condiciones; 1. ^ Rectificando nuestras fronteras. 2. Cobrando a Chilo una suma de dinero por el ter­ ritorio ocupado al Norte del grado 24. 3. Exijiendo a Chile pague al Perú, en compensación del territorio que nos ha usurpado, la deuda que tenemos en favor del Perú por los gastos de la actual guerra. 4. Pidiendo tránsito libre, completamente libre, para las mercaderías que se internen a Bolivia por los puntos del Litoral ocupados por Chile. 5. ^ El sefialamiento de un puerto en Tarapacá que sirva para el desarrollo i el comercio del Sur de Boli­ via; i

    6. La construcción por Chile de un ferrocarril que una nuestras ciudades interiores a la costa. Esto es nuestro pensamiento i el desiderátum de las aspiraciones de L a P a t r ia , N o queremos romper con el Perú. Queremos llegar a un acuerdo sensato i elevado con él," Lo primero quo se ocurre al leer esto es preguntarse si los quo tales candideces escriben están en su .sano juicio. A nadie se le habia ocurrido hasta ahora que al venci­ do, i al vencido para no volver a levantarse mas del suej lo, tocaba imponer condiciones de paz a su vencedor. ¡I ' qué condicione.s! ¡P ues uo es n a d a lo q u e les p id e el c u e rp o a los golosos re d a c to re s d e L a P a tria do L a Paz!

    No se contentan con la posesión de Moquegua, Tacna i el puerto de Arica; quieren también otro puerto en Ta­ rapacá, i sobre todo esto: que Chilo les pague una fuerte suma de dinero por cl territorio quo ha reivindicado con la sangre de sus hijos, i pague también al Perú por Bolij via. la deuda contraida en la presente guerra. El postre de esto opíparo banquete de ilusiones seria la construcción, por cuenta de Chile se entiende, do un fer­ rocarril que unieso las ciudades interiores de Bolivia con la costa. De manera que los redactores de L a ' P a t r ia , que de­ ben ser unos benditos de Dio.s, están creyendo que- las derrotas i la postración miserabilísima en que. ha caido Bolivia son títulos de honor i do fuerza que la habilitan para exijir de nosotros lo que en ningún caso habríamos podido concederle.ni aun por via de misericordia. • i k título de qué íbamos a darle, Moquegua, 'Faena ¡’ Arica i todo eso que en su impavidez ridicula pretenden esos insensatos? ¿Para pagar a Bolivia su deslealtad, la insolencia con que pisoteé el Tratado que en beneficio su­ yo tuvo Chile en mala hora la jenorosidad de firmar? ¿Para pagarle el despojo de las propiedades de chilenos, oí horrible tratamiento que durante estos últimos diez años recibieron nuestros nacionales de las autoridades bolivianas.? ¿Para pagarle la infamia con que procedió suscribiendo el Tratado secreto, causa principal de esta horrible guerra? ¿Para pagarle la sangre chilena que ha hecho derram ar on las batallas de San Francisco, Tarapacá ¡ Tacna? ¿Para pagarle, en fin, el mal que nos ha hecho en todo tiempo, i que ayer no mas coronó, atravesándose en nues­ tro camino como bandido que asecha la ocasión para asal­ tar sin riesgo al pacífico transeúnte? Nó. ¡Y'ive Dios! Para Bolivia, que no es ya una nación sino un aduar, no puedo ni debe haber mi.sericordía. Sus crímenes la han postrado a nuestros pies, i es fuerza que los espíe, quedando por lo ménos encerrada en sus inhos­ pitalarias serranías. Hubo un tiempo eu que por abreviar la guerra pudimos hacer en su obsequio algunas concesiones; se las propu­ simos sin mas retorno que romper su alianza con el Perú; lero haciéndose la orgulloso, las desdeñó con altivez, i legó en su audacia hasta amenazarnos con castigar ejem­ plarmente los que llamaba tratos infames do la corrup­ ción chilena. Desengañada hoi, vencida, arruinada por completo, sin un real en sus arcas, sin un fusil para sus harapientas turbas; viéndose, en una palabra, con el cordel al cuello, sn actitud debia ser siquiera la de un pueblo que se re ­ signa con su suerte, que reconoce sus faltas i deja a la piedad del vencedor la disminución del castigo merecido. Pero no; como todo perdulario incorrejible, hace de su vergüenza honor, de su miseria gala, i de su absoluta im­ potencia título para presentarse como personaje respeta­ ble i fuerte. Desengáñense los escritores de L a P a t r ia : los destinos de Bolivia serán todavía peores que los de la Turquía. Desaparecerá, i no tarde, del mapa de lór pueblos auto­ nómicos, i su desaparición no será mas que un hecho lÓ* jico, puesto quo tal como la creó Bolívar, ©n uno de sus

    881

    CAPITULO CUARTO.

    y

    y W

    “Santiago, Noviembre 26 de 1880.—-Señor Jeneral de locos caprichos do Dictador, no tiene razón de ser, i los pueblos que viven en esas condiciones son absorbidos tar­ División don Manuel Baquedano,—Mi querido Jeneral; de o temprano por sus vecinos. Cola del Perú, Bolivia es Presumo que en pocos dias mas entrará Üd. a Lima con un apéndice que únicamente ha subsistido por la cobar­ ^ su ejército triunfante. Dios ha bendecido a Ud. i a sus día i la torpeza de los gobiernos peruanos. Sin esto, valientes compañeros, dándoles victorias sobre victorias. tiempo há su territorio se habria repartido entre sus ve­ ¡Cuánta gloria para Ud. i para ellos; pero al mismo tiem30, qué inmensa deuda de gratitud hácia Aquél que se cinos, dejando el mapa americano me'nos defectuoso de la dignado dispensarles la fortaleza i el valor! Yo no du­ lo que está. do, conociendo sus sentimientos relijiosos, quo sabrán corAunque Chile quisiera, lo que no puede querer, hacer de Bolivia una Nación, sus deseos so estre iarian en el responderlc dignamente, i que, léjos de engreirso con sus imposible, que es la barrera con que la Naturaleza con­ triunfos, se postrarán agradecidos ante el Señor de los tieno las locas pretensiones humanas. Con que así el ejércitos, árbitro soberano dcl destino de las naciones. Permita Ud,, mi Jeneral, a su vie amigo hacerle en único camino espedito que en su incurable infelicidad queda a ese país, es hacer lo que hacen los enfermos que estos momentos solemnes una humilde súplica. Compren­ sufren una dolencia mortal, esto es, guardar severo réji- do toda la angustiosa situación de una ciudad tomada men de conducta i pedir a la Providencia mitigue sus por la fuerza de las armas; i cuando pienso en la suerte de 3onas i conforte para soportar con dignidad su última tantas familias menosterosas que por falta de recursos h a­ brán tenido que permanecer dentro do sus muros, de ta n ­ lora, Hé ahí, pues, como loa mismos que hace año i medio tas vírjenes consagradas al Señor, que preferirán, no lo se adjudicaban jactanciosos las palmas de la victoria, hoi, dudo, la muerto ántes de quebrantar su clausura; de tan­ no sabiendo que decir, se entregan a caza de ilusiones que tos ancianos, de tantos inválidos, de tantos huérfanos des­ amparados i de tantos enfermos atados a su lecho do hacen todavía mas grotesco su chasco. Recuérdese lo que dijo la prensa boliviana al comenzar dolores, mis entrañas se conmueven i mis ojos se inundan la guerra; lo que repitieron todos los diarios arjentinos ha­ de lágrimas. Es, pues, por estas víctimas inocentes de laa ciéndole coro; recuérdese cómo prejuzgaron cn Colombia, pasiones humanas i de los yerros de los gobiernos por en el Ecuador, en Venezuela, en el Uruguai el éxito de quienes demando hoi, amigo inio, toda su compasión. No desconozco las dificultades de poder contener al la lucha a que nos arrastraron el Perú i Bolivia, i despucs soldado en medio dol ardor de la batalla i sediento de de m editar un poco dígasenos si podia haberse hecho gas­ venganza i de botin. Pero también conozco por esperionto de mas malevolencia i lijereza, de mas ruindad i estre­ cia el corazón del chileno; indomable, si se quiere, por el chez do miras. rigor, pero fácil a ceder a la compasión i ternura cuando ¿Quién no fué nuestro enemigo? una voz autorizada i amiga sabe inspirarle sentimientos ¿Quién no predijo nuestra ruina total i la grandeza i do humanidad, recordándole sobre todo los objetos queri­ poderío do los aliados? dos gue ha dejado en su patria, como una madre, una ¿No se llegó hasta dividir nuestro territorio on tres por­ hija 1 una esposa que pudieran algún dia encontrarse en ciones: una para el Perú, otra para Bolivia i otra parte iguales circunstancias que las familias de esos pueblos para la Confederación Arjentina? vencidos. ¿No hicieron alarde hasta los diplomáticos de sus tris­ Confieso a Ud. que si consideraciones mui poderosas no tes vaticinios, a los que se mezclaron himnos en honor me lo impidiesen, volaría gustoso al lugar del peligro, i do las glorias futuras del Porú? allí conjuraría, suplicaria, rogaria a nuestros soldados i Seria preciso no tener ni memoria del espíritu, ni me­ hasta me postrarla a sus piés para podirloa, a nombre del moria dol corazón para olvidar osto. Pero Dios, quo sin cielo, compasión con los vencidos, respeto sagrado a loa duda quería dar una buena lección a los bribones, ha sa­ ministros del Señor, inmunidad para los santuarios i to­ bido impulsar nuestras armas por el camino de la victo­ dos los objetos del culto, i finalmente, inviolabilidad para ria, mostrando a toda luz el temple de alma de los chi­ la débil mujer. lenos. ¡Ah! qué gloria tan puya no seria para ellos i para el I la América toda, pésele lo que le pese, tiene que ver­ nombre chileno, vencer a los demas i saber vencerse a sí lo así i admirar, aunque sea en silencio, el colosal empuje mismos! Cuando volviesen a su patria coronados de lau­ de nuestro Chile. reles, jamás el remordimiento turbaría su reposo, ni algu­ ¿Cuándo pensó nunca quo pudiéramos siguiera resistir na acción mónos digna empañaría sus glorias. unos cuantos meses a la Alianza perú-boliviana? ¿No de­ Me despido de Ud,, mi digno amigo, pidiéndole perdón cia que éramos dos i medio millones de hombres pobres por mi atrevimiento; perdón que, estoi cierto, me conce­ i sin pericia m ilitar en choque con siete millones de es­ derá su noble corazón al penetrarse de los móviles que forzados combatientes? me han inspirado esta carta. Ud, comprenderá que para Luego, si lo único que esperó fué que Chile, después de el sacerdote católico el mundo entero es su patria, i to­ vencido, fuese dividido entre sus vecinos, ¿qué pueden dos los hombres, cualquiera que sea su nacionalidad o parecer a la América esa série de triunfos espléndidos creencia, son sus hermanos; que nuestra misión sobro la tierra es de paz i reconciliación, por cuyo motivo ofrece­ alcanzados por nuestros bravos? mos diariamente sobre el altar la Víctima Divina que un ¿No verá hoi mismo un prodijio en esa espedicion a dia en el Calvario se sacrificó por la salvación del jénero Lima, cuyo solo trasporte importa millones i cuya organi­ zación ha sido obra uo un esfuerzo sobrenatural, do un humano, i cuya última plegaria sobre la cruz en que ago­ patriotismo para el que no hai ni puede haber imposibles? nizaba, fué pedir perdón a su Eterno Padre para sus mis­ Las sacudidas lentamente acompasadas del corazón mos verdugos. Con sentimientos de respeto i de verdadera estimación, nos predicen aun nuevas glorias. Entre tanto, no pedi­ mos mas sino que se contemple a Chile desde la a tura se ofrece de Ud. esto su amigo i humildísimo servidor.— Em ncisco de F. Taforó!' en que se ha colocado. Esta nobilísima carta no necesita comentarios, Cuanto pudiéramos decir de ella i de su autor, ella lo dice. Es HERMOSA C.ARTA AL JENERAL BAQUEDANO, carta de prelado, de hombre culto i de gran cristiano. Es digna de Chile i de su iglesia. (Editorial d e Los T .) ik m ío s

    El eminente señor Taforó, arzobispo electo de Santiago, ha dirijido al Jeneral en Jefe del ejército chileno que m archa sobre Lima la siguiente carta: O c

    q

    J

    u sto

    A

    rteaga

    A

    lem parte.

    382

    G U ER R A D EL PA CÍFICO . PRENSA PERUANA.

    Al ménos no lo presenciará, no puede presenciarlo nin­ gún peruano: ántes la muerte! ¡A LAS a r m a s : Pero, ¿quién habla de muerte? Los quo mueran en el holocausto pagarán el precio do ( E d ítf liia l d e L i O w r iü k K í CI&k a i . ) sn !i])oteósis inmortal; los demas vencerán i vivirán para La deseada espedicion cliilcna sobre Lima es ya un he­ las bendiciones de la patria. El hombre de ánimo levan­ cho: el telégrafo anuncia que la vanguardia enemiga ha tado no sabría qué elejir en tan seductor dilema.' Pero si todos están alegremente dispuestos a la próxi­ venido a Pisco, en cuyos valles acampará el ejército inma lid, sepamos ir a ella con alma serena, con obediente va.sor para atacar a la capital peruana. El patriotismo va, pues, a tener su suspirada hora de disciplina, con sincera unión. Los brazos quo empuñan el prueba i de venganza: va a traducir en plomo i en metra- rifle solo pueden emplearse en dispararlo contra el ene­ la todo el odio, toda la indignación, toda la colera que la migo, i en estrechar fraternalmente a los hermanos. Nada del pasado que nos amargue i nos separe; todo desgracia nos ha obligado hasta hoi a guardar en el alma, hasta que se ofreciera la oportunidad de estcriorizarla lo del porvenir, que nos sonria i nos una. Con este nobi ísimo propósito habremos completado con la altivez de la victoria o con la grandeza del m ar­ nuestra obra i podremos desafiar tranquilos al enemigo; tirio. H a llegado esa oportunidad, i nos encuentra, felizmen­ sin él, seremos menos fuertes. J uremos, pues, "quemar el último cartucho,” i a las te, retemplados en el fuego sagrado de esa noble consig­ armas! na; la cumpliremos como la hemos cumplido on todas A. A. A r a m b u r ú , partes. Pero Lima debe pensar mas en el triunfo quo en el sa­ crificio, El triunfo es la promesa de su fuerza, de su valor, PRENSA BOLIVIANA. de su lojendario espíritu: el sacrificio seria la estremidad improbable, inesperada, hasta inverosímil, LA PAZ QUE QUEREMOS ! no hai en ello jactancia: hai convicción. Las huestes militaros, formadas desde que se anunció (Edítfliial d o L a P a ik i a d e L& Pa:.) el peligro, arden en el santo anhelo do salvar la histórica Nuestro estimable colega de L a T r ib u n a nos pide que Ciudad de los Reyes, destrozando a los que osen insultar sn suelo magnánimo; las huestes ciudadanas han ido por precisemos la paz que queremos. Probablemente los ilustrados redactores del diario cita­ millares a las filas para dar también ese testimonio de su ardimiento i de su esfuerzo. I con unas i otras, cuantos do no se lian tomado la penosa molestia de leer nuestros pueden manejar un fusil, desdo el niño hasta el anciano editoriales, ni nos han hecho ei honor de seguir ol desar­ todos se alistan, los estamos viendo con orgiillosa emula­ rollo de nuestras ideasen los diez meses de vida que cuen­ ción, para defender la querida bandera, i con ella, fami­ ta nuestro diario. L a P a tria , después del des-astre del Alto de la Alianza, lias, hogares, afectos, fortunas, cuanto os caro al hombro de corazón, i cuanto hoi amenazan, con su tradicional ha acentuado sus ideas sobre la paz i ha dado una forma concreta a sus aspiraciones, que tienden todas a un solo alevosía, las hordas araucanas, I a esta grandiosa revista, en que se ju n tan i se con­ i esclusivo fin—el engrandecimiento i prosperidad de Bo­ funden edades, nombres, razas, posiciones, todo, todo co­ livia, YTstala imposibilidad absoluta en que Bolivia se halla mo si del crisol depurador do tal fusión debiera salir la mr ahora, para recobrar nuestro Litoral,—probada la deentidad salvadora, a esa confraternidad sublime asisten también la matrona i la doncella, dándonos el aliento do )ilidad de nuestro aliado,—tomando en consideración las su abnegación, la confianza de su fe i ol mandato de su ventajas que sus victorias lo han proporcionado al ene­ migo, L a P a tria ha pedido la paz. defensa. U na paz que permita a Bolivia constituirse, dedicarse Lima, creámoslo todo.s, Lima es invencible. Aunque los elementos materiales de que dispone i que tranquilamente a las fecimd.as labores de! trabajo, crean­ ha aprovechado bien cl Gobierno, no la garantizaran, co­ do la industria naciorjal, i desarrollando sus propias ri­ mo la garantizan ámpliamente, allí están sus hijos, sus quezas, para que mas tarde, fuerte por su constitución denodados hijos, los nietos de Salaverri, para resguardar­ interior, poderosa por los elementos acumulados, sino te­ la con sus rifles, cubrirla con sus pechos o amurallarla mida, pueda ser respetada por todos sus vecinos. Dando úna forma concreta a ese pensamiento, L a P a - ■ con sus cadáveres. TRÍA pide una negociación que, rectificando las fronteras La perla del Rimac no ha sido, no es solo la rica joya de Bolivia, le asegure la tranquila i pacífica posesión de de Sud-América: se ha sabido trasform ar en la Ju d it de la Escritura. Ella abre sus puertas a los favores de la hos­ los departamentos do Moquegua i Tacna, señalando ol lí­ pitalidad jenerosa, pero estrangulará también a los que mite Sur en la parte mas avanzada que sea posible. Se nos dirá, ¿cómo apropiarnos del suelo de nuestro intenten profanarla. aliado? De su seno ha partido contra Chile el primer grito do Por la razón, por el convencimiento, por el interés de guerra, i de aquí saldrá también el último grito de cas- la paz americana, contestamos. tigo. .íl Perú es bastante ilustrado i sensato para compren­ Mensajeros de aquél fueron los cuerpos do cívicos, quo der quo la rectificación de las frontera.? bolivianas es una en San Francisco acompañaron a Escobar, que en Tacna necesidad, i pára convencerse que él mismo ostá interesa­ hicieron retroceder las poderosas líneas chilenas i que en do en que esa rectificación se lleve a cabo -pacíficamente. Arica, al mando de Zavala, causaron hasta la admiración Chilo, que ha declarado que no retrocederá de Tarapa­ de sus asesinos. cá, tiene la obligación de pagarnos una fuerte suma por I de ese temple quedan muchas lejiones, i de mejor i el Litoral que se e.sticnde al Norte del grado 24; esa suma temple, si es posible, son las que la Ropública entera, des­ nos scrviria no solo para pagar nuestra deuda al Perú pol­ de los mas remotos confines, nos ha enviado para tomar los gastos de la presente guerra, sino tambicn para indem­ parte en la hermosa fiesta del desagravio. nizar en parte el territorio que adquiramos con la rectifi­ Nadio quedará atrás en tal demanda: todos querrán cl cación. Además, podemos ofrecer al Perú uua compensación primer puesto, I cuando a eso estamos decididos ¿podrá Chile penetrar con terrenos nuestros i aun reconocer en su favor una deuda, que la aduana do Arica, siendo boliviana, podria en nuestros dominios? pagar desahogadamente. Nó; nunca, nunca!

    A PÍTÜ LO CUARTO.

    Vi

    currencia de parte nuestra), podemos llamarnos felices desde luego, porque habrcmo.? asegurado nuestra tranqui­ lidad i futura bienandanza, como se dice vulgarmente, a costilla ajena. I no se diga que los pueblos se han oncojido da hom­ bros.—¡Mil veces nó! Los pueblos ban hocho de su parto cuanto los lian exijido sns directores. ¿H:«i im¡mesr,o contribuciones foivzosas? No las ha.n es­ quivado. La enorme lista de los p;a.?tos personales del Capitán Jencral, da la medida de ía profusión con que se han hecho. ¿Se ha e.vijido contribución de sangre? .Íjos jenerosüs .lechos de los guerreros bolivianos han estado ai frente dcl peligro. Solo Cochabaraba ha acudido con once cuerpo.? de ejér­ cito a la delimsa nacional. No .se culpe, pue.?, a los pueblos.—La responsabilidad L a. T r ib u n a conoce y a n u e stro p en sam ien to . está cu otra parte. ¿No hemos visto a nuestro.? directores retroceder co­ UK líECUtiSO UESESOERADO. ‘ bardemente de Camarones dejando burladas la bravura i án.?ias do combatir de los defensores de la patria? (Ediloria; Ae E l H clc Ccifiiahaniba.) ¿No hemos visto, después de la derrota de Tacna, disEn los momentos solemnes cn que tomarnos la pluma, disporsar los gloriosos i mutilados restos de nuestro ejér­ tiembla nu6.stra mano al tener que ocuparnos de un asun­ cito? ¿No hemos inclinado la frente ante la acusación de in­ to que signiiica la vida o la rnuerie de Bolivia. Si no a la fecha en que trazamos estas líneas, talvez m a­ fidencia i traición a la Alianza que, por trd motivo, nos ñana, dentro de diez dia.s, un mes a lo sumo, se rcsolvejii ha dirijido la prensa ostratijera? ¿No iicmos visto arrojar las carteras ai frente del peli­ )or medio de las amas, la suerte de la Alianza, i con ella gro, so pretesto de no íiabcr conseguido los señores mi­ a de nuestro porvenir. En situación tan crítica por la que atravesamos, debe- nistro? el fin que perseguían; ia paz,—poniendo cn olvido luo.s interrogarnos a nosotros miamos sobre la aclitnd que .su program.a, llovado en alas de su coraje hasta el que deberemos asumir cn cualquiera Je la.s dos eventuali­ seno de la Convención Nacional, fuéiel de guerra i guer­ dades—que deben realizarse fatalmente— triunfo de las ra sin cuartel? ¿No vemos ahora mismo inactivo ol ejército nuevamen­ armas de la Alianza o au definitiva derrota i dispersión. Dado ol primer caso, quedarla definida nuestra suerte. te organizado, miéntras nuestra aliada pasa por las hor­ I'ovirinríiimos la Confederación perú-boliana sobre los cas candínas? ¿Hemos ido siquiera a recobra-' los territorios de Tar.aesfuerzos; i .sacrificios de nuestra hcróica i noble aliada la Na.cion peruana. pará, Moquegua, Tacua i Arica que han quedado desguar­ A nosotros no nos c.abria mas qne entregarnos muelle­ necido.? i por lo mismo no ofrecen sério peligro? ¿Cómo m ente a! regocijo público, ya que no servimos mas quo no marchamos siquiera en pos de las glorias baratas? ■Santo ciolol ¡Cuánta de.sidia! Todo esto desfallece i con­ Jara jalcadores. Por dura que se con.sidere esta palabra, lai que consign.arla con ánimo re.suolto i sereno, porque trista c! eorazort mas em .iodonndo: Miéntras tanto ol pueoio sufre, i devora en silencio su los heclios liablan con mas elocuencia. Como si fuéramos inútiles i miserables, no hemos hecho gran cosa hasta la dolor. fecha para alijarar la carga cuyo peso lo hornos hecho I para probar el espíritu de horoismo de que se halla gravitar por completo sobre los hombros de nue,sí.ros je- animado se p'repara a nuevos sacrificios. Está dispuesto ncrosos aliados. Estos, a su vez, orgullosos i satisfrieho.s a tributar la nueva ofrenda de su sangre, de su vida i da con ol triun.fo coronado por sus esclusivo.s esfuerzos, nos sus dinero.? en las aras sacrosantas de la patria. ¿Se pue­ recibirán con ios brazos abierto.?, brindándonos su cari­ de exijir mas? tativa protección, si bion mirándono.s con nn sardónico redim oa perdón a nuestros lectores de esta pequeña desden. digresión que la corriente de los sucesos i nuestra justa No I10.S hagamos ilusiones—así seria—porquo obras son indignación ha hecho necesaria, para seguir adelante con amores. nue.vti'HS suposiciones. Cionsideromos ahora ol reverso de la situación bélica.. ¿Qué contestaríamos a los tremendos cargo.? qne nos hicieran (no hablamos todavía délo,? pecuniarios) sobre Bill rayar en lo imposible, nos puedo llegar de nn mo­ nuestra apatía, nulidad o impotencia?—¿Cómo justíficav- mento a otro la noticia de ia derrota i consiguiente ocu­ nos rio quo miéntras ellos duplicaban i centuplicaban sus pación de iárna por los vándalos del Mapocho, sin aluci­ esfuerzos i sacrificios, nosotros, los llamados valientes, nos narnos cou, algunos triunfos parciales, miéntras no se cruzábamos de brazos confiando únicamente en los cán­ obtenga el decisivo sobre c! grueso del ejército enemigo. ticos relijiosos i cl agua bendita, ántos que cn la elocuen­ Pava probarlo, recordemos .soiamenLo que a la victoria de cia de los cañones i do los rillos? Verdad c,s que Dios e.s Tarapaeá .sucedió el contraste del Alto de la Alianza. omnipotente i puedo con una mirada airada pulverizar a Ei espíritu mas limitado i vulgar comprende que suce­ nuestro.? adversarios; pero él dice: "Defiéndete—de lo con­ derá a ese triunfo nefando la desolación del Perú con to ­ trario no puodo defenderte. Es fuerza que acometas,” Así do cl cortejo de crímenes que la imajinacion aparta con pues, no queda la menor duda de que siempre serán des­ horror do tan sangriento como lastimero cuadro. El co­ graciados i frecuentemente vencidos los pueblos que, re­ rolario será el llamado Tratado de paz impuesto al venci­ nunciando los esfuerzos de sus brazos, todo lo esperan de do con condiciones acaso mas humillantes de las que he­ las prüce,?iones i rogativas que, sea dicho de naso, cn honor mos tenido ocasión do conocer en las famosas conferencias de nuestros diroctoro.?, sabemos que han sido mui solem­ de Arica. nes las que han hecho votar en Íja Paz. Consumada la obra de victimación dol Peni, tienen que Queda dicho que, en caso do triunfo de los heroicos retroceder a pedir cuentas a la infortunada Bolivia. Con defensores de la Ciudad de los Reyes (sin ninguna con­ 4 a 10,000 hombres que destaquen al corazón do la Re­ Resumiendo. Queremos la )az: 1. ® Rcclificando nuestras ronteras. 2. ® Cobrando a Chile una suma do dinero por el ter­ ritorio ocupado al Norte del grado 24. 3. ° Esijiciido a Chile pague al Perú, en compensación del territorio que no.s ha usurpado, la deuda que tenemos en favor del Perú por los gastos de la actual guerra. 4. ® Pidiendo tránsito libre, completamente libre, para las mercadería.'! que se internen a Bolivia por loa puertos del Litoral ocupado por Chile. 5. ® El señalamiento do un puerto en Tarapaeá, que sirva para ei desarrollo i ei comercio del Sur de Bolivia, i fi. ® La construcción por Chile de un ferrocarril quo una nuestras ciudadc,? interiores a ia costa. Este es nuestro pensamiento i el desiderntiirn de las aspiraciones de L a P a t r i a . No queremos romper con cl Perú. Queremos llegar a un acuerdo sensato i elevado con ól.

    k...

    e b a iio

    A1

    y

    y y O O

    c> o ^o o G

    G G O

    : O

    G ?G Q O

    ■'f Q

    m

    884

    G U ER R A DEL PA C IFIC O ,

    pública, harán sentir a su vez el Sajelo aterrante de su Qominaeion, derramando copiosos raudales de nuestra sangre, profanando nuestros altares, adueñándose do nuestros hogares i fortunas, vilipendiando el honor de las madres, esposas e hija.s, i degollando niños i ancianos. Todo esto i algo mas horroroso tiene que suceder irre­ mediablemente, dado el c.aso de que los vampiros de Chi­ le triunfen sobre la heroica capital del Perú. Los hombres de pensamiento i acción han debido con­ vocar al pueblo pava hacer comprender la inminencia del peligro i para escojitar los medios do evitarlo. Disuolta una voz la Alianza porú-boliviana con la ocu­ pación de Lima i el consiguiente Tratado de paz arranca­ do por la violencia, cabe a nuestro humilde juicio ocurrir a un medio desesperado que ponga a raya al invasor. Invocar la protección ae Norte-Ame'rica. Solicitar la incorporación de Bolivia a esa gran Nación, como Estado autónomo confedoral. En una palabra: aum entar con una estrella a la refuljente constelación de las que adornan la simpática ban­ dera norte-americana. Por los documentos que ha publicado la prensa, sabe­ mos que en los últimos diez años trascurridos de 1870 a 1880, la población de Nortc-América ha aumentado en once mil ones i medio, es decir en un número próxima­ m ente igual a la población del Perú, Bolivia, Chile, R e­ pública Arjentina, el Paraguai i el Uruguai, Aumento tan considerable es debido en su mayor parte a la inm igra­ ción. Los amigos de la industria i del trabajo, cansados de sufrir el yugo de los tiranos coronados de que abunda el viejo mundo, han estendido su m irada hácia la vírjen América, i de ver que la Nación de la bandera estrellada les brinda libertad, territorio gratuito, protección, capita­ les i el ejercicio práctico de todas las garantías que ase­ guran la propiedad, la vida i el honor de los ciudadanos, han acudido i acuden presurosos a poblarla, llevando por enseña en el corazón la fe de sus creencias—i el inviola­ ble como eterno principio de quo todos los hombres so­ mos hermanos.— Dios es el Padre común i la tierra perte­ nece a la humanidad. Hace poco que la Convención Nacional de Bolivia ha otorgado a la empresa Bravo la concesión de una cuasi m itad de nuestro territorio, para la formación de una co­ lonia con capitales de Inglaterra, bajo condiciones quo todos conocemos. Según la doctrina de Monroe, la América es para los

    americanos. Seria pues mas lójico i natural que nosotros los bolivianos, ayudados por los norto-arooricanos, desar­ rollemos i utilicemos las riquezas de nuestro suelo. Por último, en el conflicto en qne nos encontramos, te­ nemos que optar por lo mas hacedero. Mutilado lo mas im portante de nuestro territorio que bañan las aguas dol Pacífíco, encerrados herméticamente en nuestros nidos de águila i las breñas de nuestras mon­ tañas, entrevemos un porvenir luctuoso i horripilante. Llamados sarcásticamente republicanos demócratas, se­ remos víctimas de los brazo.? fuertes que Chile nos im3onga, como hemos tenido sarjentonos de mala lei que os mismos mercenarios de Bolivia nos han impuesto. Convengamos, pues, en definitiva, quo no nos queda otro recurso que el iudicado, ántes que vernos por siem­ pre humillados con la polonizacion, talvez, de nuestra exhausta i fatigada República. Hai que poner bajo la salvaguardia de la gran Nación norte-americana un nuevo Pistado confederal valioso, con 2.000,000 de habitantes, sujetos a las mismas condiciones que forman los demas estados de la Union. Parecería por demás ridículo formar un paralelo de la situación de Bolivia vencida, dominada i hum illada por los chileno.?—i do Bolivia vinculada i prqtejida por la bandera estrellada de la Gran Confederación. Resumiendo en pocas palabras, diremos que seríamos por siempre desgraciados bajo la dominación o protecto­ rado de Chile—así como felices bajos los auspicios de Norte-América. Talvez, i sin talvez, bajo el amparo do es­ ta gran Nación, los mas viejos veríamos con nuestros propios ojos abrirse para nuestros hijos anchurosas vias de prosperidad i bienandanza, basadas en la ciencia, en la moralidad, on la industria i el trabajo, únicas condicio­ nes que dignifican al hombre sobre la tierra. Posible es que nos hayamos equivocado en nuestras apreciaciones. Solicitamos, por lo mismo, el concurso de los hombres de buena voluntad—de los hombres de pen­ samiento i acción—de ios verdaderos patriotas. Dénnos luz; digan de una vez lo que nos corresponde hacer en tan tremenda situación. Mas después ya seria demasiado tarde. Ya no podria la escuadra norte-americana contener ia cercana victima­ ción de Bolivia, conteniendo la irrupción do los bárbaros dol Mapocho. Cochabamba, Enero 11 de 1881. P ablo

    B

    a r r ie n t o s .

    CAPITULO V. •j CTM ARIO.— I, 1’Im -i e r>peracw!ifi5i s o b re L ililí t i d J e f e d e E iU < lo M ay o r J c i i m ! ilsl e jé r c ito d i i l o n o . — I I . P .a rtc o fio k l d e l c o m b ritc á e nniriivi i a c ta l e r a n U d a e n P iso o al a b a n d o n a r la r.iu Ju d las f a o r j a s c h ile n a s q u e la o c u p a b a n .— U í .

    R .icoiiocim ient.o d e l a c o s ta d e ! P e r ú en la zn n a d e l p u e rto d e l C allao.

    ( I n e 'd i t o . ) ~ I V . P a r te o ñ c ia l in é d ito r e f e r e n te al re o o iio c im ie n to d e los v a p o re s |iro i’.odsntBS d e P a n a in A i d c l b o m b a rd e o d e A n c ó n ; te le g ra m a s p e ru a n o s i c o rre s p o n d e n c ia a L a P i T u r i J e L im a s o b re e s te b o m b a r d e o .— V, R n c o n o e im ie o io o fe n siv o d e la s fo rtific a c io n e s d e C 'lio rriilo s in d ic a d o p o r el J e f e de E s ta d o M ayor J e n e r a ! . ( I n é d i to .) — V I. D e c re to s so b re l a s .sig u io n te s m a t e r i a s : P ié ro ia a s u m e el m a n d o d c l e jé r o ito i n o m b ra a l J e n e r a l P u e n d ía s u a y u d a n te d o c a m p o ; d iv is io n e s d e l e jé r c it o p e ru a n o i rei(n is ie io n do c a b a llo s ; v ia s ( .¡ ir c a s al se rv ic io del tio b ie m n i g u a r d ia u r b a n a o .s lr a n je ra ; e sp o n d io d e v ív e re s i c o n tr ib u c ió n d e g u e r r a im p u e s ta a M n q u e g a a .— V i l . P r o c la m a s do lo s p r e fc e lo a d o L im a i el (F illao ; a riu a in c n to lle g a ilo a A n có n i p r c p a r a ti VOS lie d e fe n s a e n el csíto dft S a n <

    Bolognesi e insui;ordinaeion de i del rcconop.imiento de Ate por e Qmatana, jefe de les ehinos que ^ ^ — ^. . . drden del dia i s.into i seña al ejercito chileno en 1.1 víspera de la bataila.—XIII. B««a(ks d i Chornlloi i M i n ilo w : primeros telegramas del teatro de la guerra aouneiaudo la victoria.— XÍV, Programas i descripción de las manifestaeioaes populares con motivo de l.i.s victorias de Clíorrillos i Miraflores.—XV. Parte.i oliciaics elídenos de las batallas de Clíorrillos i .Miraflores.- XVI. Estado qno manifiesta el nilinero de jefte, oficiales e individuos do tropa dcl ejército chileno, muertos i heridos en las batallas de Chorrillos i ítiraflorcs, los dias 13 i 15 de Enero do ISSÍ. XVII. Partea oficialea peruanos de las batallas de Chorrillos i Miraflores.—XVIII. Relación nominal de ios jefes i oficiales peruanos iiuier!o.a, heridos i prisioneros,— XIX, Correspondencia detallada e importante describiendo la batalla de Cliorril’as.—XX. Editoriales.

    La reserva jeneral que se propone, es indispensable. No se debo pensar en formarla tomando algunos cuerpos de las diversas divisiones va formadas, porque eso la.? debiI'Ian d e operacioHc.s sob re Ilu ta. iitaria, con gran perjuicio do las operaciones que deben emprender; sobre todo, conviene aumentar el número do I. hombros del ejército invasor, teniendo en cuenta la supe­ rioridad numérica actual del ejércir.o peruano qne defien­ CONSIDERACIONES JENERALES. do a Lima, i ia mayor suma de esfuerzo.? que habrá que El ejército peruano consta de dos porciones; la primera, hacer .sobre aquella capital para rendirla, teniendo allí ol ejéroito activo, fuerte de 25 a 30,000 hombres, la segun­ Perú, como indudablemente tiene, la fuente do todos sus da del ejército de reserva, fuerte de 10,000 hombres. recursos. Es necesario pensar en que es cl último golpe, i Su línea definitiva de defensa, o mejor dicho, .su baso e! mas rudo, que .se va a dar sobre el Perú, i que convie­ da operaciones, se encuentra a lo largo de la ribera Nor­ ne, por lo tanto, asegurarlo. Si aun fuera posible, quo lo te del rio Rimac, apoyando la derecha al Callao, i la iz- es, aum entar cu dos rejimientos mas de infantería la re­ - quierda sobre la hacienda de Salinas, al Oriente de Lima. serva, debiora hacerse a todo trance. Provisoriamente, su reserva está en Santa Clara, a! Contra 40,000 hombres a la defensiva, aunque en su Oriente do Salinas, cubriendo la línea del ferrocarril de mayor parte se.an tropas no h'ien disciplinadas, no pue­ ■la Oroya. den llevarse menos de 30,000 hombres de buenas tropas, El ejército chileno debe componerse de cuatro divi­ i ojalá fuera posibie llevar mas, que el número os siempre siones. uno da los elementos mas importantes para ol éxito on la 1.** División, como está organizada,formará ia ala de­ guerra. recha de la línea de batalla. II. 2. División, como ostá organizada, formará el centro de dicha línea. ELECCION DEL PUNTO DE DESEMBARCO. 3. Divi.sion, como está organizada, formará la ala izquierda de la misma línea. j a posición peruana puede ser atacada por tres partes. . 4. División, reserva jeneral, debe componerse como 1. ® Por el Norte, desembarcando por Ancón u otra las antoriore.s, de dos brigadas; cada brigada de un reji­ caleta cercana. miento de infantería i dos batallones, formando un total 2. ® Por el flanco derecho, desembarcando a viva fuer­ ■de infantería compuesto de dos rejimientos i cuatro bata­ za en la pl.aya del Call.ao. llones. Además la División llevará dos brigadas de arti­ 3. ° Por el Sur, desembarcando en Lurin o Chilca, u lle r ía de campaña Krupp, dol mayor calibre, i el Escua­ otra caleta de este lado. dren de caballería Carabineros de Maipú. El primer plan obligaría al enemigo a abandonar sus La .infantería se puede componer con los rejimientos atriiiclicramientos del Rimac, i a dirijirse al punto de des­ de Zapadores i Curicó, i batallones YYctoria, Quillola, embarco para oponer.se a él con todas sus fuerzas. , Concepción i Melipilla u otros equivalentes. Aun suponiendo vencido por el ejército chileno este Para m antener la ocupación de iquique i Arica, se em ­ primer esfuerzo, todavía el ejército peruano podria batirse plearán las fuerzas que hai en el Sur, rejimientos Maulé, ventajosamente en una segunda posición, en las gargan­ Linares i Portales, i batallones Anjeles, Lontué, Rancagiia, tas que cici-ran por aquel lado el camino do Lima, espe­ Rengo i otros. cialmente en el punto denominado Piedras Gordas, paso Respecto de Tacna, no habria inconveniente en des­ inevitable para un ejército quo venga del Norte sobro guarnecerlo durante la campaña do Lima, manteniendo la capital. w solo a Arica, defendido con infantería i artillería, e inuti­ Vencido todavía en las gargantas del camino, el ejército peruano se retirará sobre Lima, cubriendo los caminos C lizando la linea del ferrocarril. I.

    c c

    G

    T omo

    iv .—

    49

    386

    G U ER R A D E L PA CÍFICO ,

    del Cerro do Pasco i de la Oroya, para efectuar una reti­ rada al interior, después de probar por tercera vez la suerte d é la s armas, bajo loa muros do su capital, En el peor caso, el ejército peruano podria aun escapar vencido hácia e! interior dei país, en donde seroorganizaria para eom inuar ia guerra, bien sea por medio do guer­ rillas, bien replegándose sobre d Cuzco, adonde concen­ trará sus fuerzas de Arequipa i Puno. El segundo plan, o sea ei desembarco por ed Callao, ten­ dría para ol ejército do Chile la ventoja de que una vez operado el desembarco, el ejército de Lima (luedaría de he­ cho vencido, pues obligado a hacer un cambio de frente demirsiado rápido, sobre una linea mui e.stensa, no pi;dria verificarlo al frente inmediato deí enemigo, sin de.sordonar.sc i sin poner,se en irremediable fuga, Pero tiene este ¡dan til ineonveniorits do las dificulta­ des i peligros que ofrece el desembarco a viva fuerza en una rada artillada i en presencia de un enemigo numero­ so. 1 el otro mas esencial todavía de que el ejército pe­ ruano consorvaria, como en el primor plan, su retirada franca hácia el interior, i. |)or consisíuiente, la facilidad de continu.ar ia guerra iiideíinidamenie, lo cual debe tra ­ tarse de evitar a toda costa. Bajo este punto de vista, a.sí como por las mayores facilidades que ofrece cn todo .sen­ tido, es mas aceptable ol tercer plan, o sea el de.?onrbarco i ataque por el Sur, del cual pasamos n ocuparnos, des­ arrollándolo en ,sus opcniciüucs jcnoi-ales, en cuanto .sea posible, con el conocimiento q u ese tiene dol terreno. No hai que pensar cn combinar dos de estos plañe.? a un tiempo, como ser el do un desembarco i ataque simul­ táneo por el Sur i Norte, o bion por el Callao i otro p u n ­ to a líi vez; pues en la esc.nsez de las fuerzas quo se llev.m para ja marinji, no conviene bajo ningún a,?pccto dividirlas sino llevarlas siempre unidas eu una masa conjpa.eta para obrar siempre con fuerzas .suficientes, sóbrelos puntos quo convenga romper, según los caso.?. _ E! fraccionamiento seria siempre peligroso i mui oca­ sionado a desa.?tres, tratándo.?e de invadir un territorio en donde el enemigo tiene por completa libertad de ac­ ción i do movimiento,?, recursos de todo jénero i gran conocimiento del teatro de operaciones.

    m. EL PJ,.AN .'EKEUAU DK OI’ERACIONES.

    El objetivo do la campaña es la ocupación do Lima i el Callao para apoderarse de la capital dei jais enemigo i posesionarse de su centro de recursos i de poder miritar, Rero este resultado no seria aun completamente decisivo, si fuerzas organizada,?, armadíis i en considerable número pudieran escapar hácia el interior dcl país en condicio­ nes de poder continuar la guerra. Es, por consiguiente, uno de los puntos im portantes de la campaña, la destrucción o rendición total de! ejército do Lima, ju n to con esta capital, i esto objeto-solo podrá obtenerse cortando ai ejército ¡reruano sus dos vmicas vi.?.? de retirada .ai interior, el camino de Pasco i e! ferro­ carril de-la Oroya, No importa que tenga abierta la reti­ rada para el Norte por la costa, porque allí no puede vivir ningún ejército organizado, siendo fácil también tomar­ le la delantera yendo por mar una fuerza convenien­ te, raióntra,? el resto dei ejército vencedor, pica.ria la re­ taguardia del vencido po¡' tierra. Partiendo de esta ba.so fundamental, es evidente que las maniobras dei ejército invasor deben encaminarse a en­ volver la línea enemiga por .su costado izquierdo, a ocu­ par la pam pa i posición do Lurigancho, que cierra el camido do Pasco, i a establecerse .sobre la línea del Ierrocarril de la Oroya, arrojando al cjíemigo sobre la campiña que queda entre la costa i Lima i colocándolo entre los fue­ gos de! ejército i de la escuadra para obligarle a. rendirse a discreción. Es esta operación notablem ente difícil, acaso no tanto

    por los combates que habrá de darse para realizarla, cuan­ to por la perspicacia i habilid.ad que debemo.? suponer cn el enemigo, quién, ántes que dejarse cortar estas dos líneas, o a lo ménos una, preferirá abandonar el Callao i la cam­ piña hasta Lima, pava conserva^’ su áltiroo camino do salvación en caso de un dcsa.?tre. Dedúcc.?s de aquí que cl ejército chileno habrá de des­ plegar suma habilidad, pericia, rapidez, enerjía i precisión en sus movimientos, para alcanzar el resu tado que se propone i cuyos detailes pasaremos ae.?poncr. IV. DCSCmPClOK DELTE.ATRO UE OPERACIOKES.

    La. línea enomiga ae encuentra tendida .sobre la ribera der.2cha del Rimac, dc Oriente a Poniente, dando frente al Suj’, tras do posiciones atrincheradas. Su centróse encuentra fuertemente defendido; l.® p o r el obstáculo natural de la ciudad de Lima, defendida al Sur por .ios cañones dcl fuerto Santa Catalina i del cerro de San Bartolomé; 2. ® por la eminencia de San Cristó­ bal, que debemos suponer bien artillado, i quo es la llevo de toda !a línea, como quo la domina a derecha, o izquier­ da, teniendo igualmente Rajo su,? cañone.? a la .misma ca­ pital. Al Sur del Rimac i de la ciudad de Lima, so e-stionde la eampiñu plana, dividida en haciendas de cultivo, eu ana 6.?tenv,ion de S hasta i 2-kilómetros de la ciudad, te­ niendo aun en esta campiña diver.?as eruincncias i colinas, entro las eriales la mas notable i averttajada es el cerro de San B.^ítolorné, que se h.alla a tiro de rifle ai Sur de la ciudad, i que e.stá artillado i defendido. Como S kilómetros al Sur de Lima, corta de í..>ri.ento a Poniente la campiña, el canal denominado rio Surco, que .sale del Rimac cu Salinas, al Oriento de Lima, i corre h á ­ cia la plat'a hasta Chorrillos, distribuyéndoso en diversas acequia.? do regadío. Este curso de agua puede im m dar en gi-an parte la campi.ua i diticullar considerablemente la marciia do las caballerías, de la artillería i de los carro.? de bagajes i pertrechos. Sobro esta linea del rio Surco .se encuentran v.arias al­ dea.? i caseríos importantes, siendo los principales, empe­ zando por cl Poniente, Chorrillos i Barranco, que son po­ blaciones de la playa i puertos de mar; Surco, a poca distancia do aquéllas, hácia el Oriento, i Ate, que se haila cerca de ia línea de! ferrocarril de la, Orova, at frente cid cerro San Ilartolomc. .Pa,?ando la línea de! ferrocarril i el rio Rimac hácia el Norto, j7or el Oriente de la ciudad, so encuentra k aldea do l.uviganciio, capital dol distoito dcl mismo nombre, situada en medio de una aita llanura que domina .i .Lima i su campiña del Poniente. A poca distancia al Sur del rio Surco.se acaba la cam­ piña euitiv,ada i se levantan varios cordones do colinas i corros qao van de Norte a Sur, hasta el valle de Lurin, quo so encuentra como 8 leguas al Sur do la capital, atrave.?ado de Oriente a Poniente por el rio do aquel nombro, en. cuya.? liberas so hallan las poblaciones da San Pedro, Lurin, Buenavista, Pachacamac i Manchai. Al Sur dsl angosto v.allo de Lurin vuelven a levantar­ se otros eordono.? de cerros quo corren hasta el valle de Chilca, que dista de cinco a .sielo leguas de aquél, i cuya cabecera es el puorto de esfe nombre. El territorio de la cainpiña de Lima se halla bastante poblado de haciendas, con buenos cierros, caminos do co­ municación, muchas plantaciones artificíalos i tam bién algunos poblados bo.?que.? naturales, siendo los mas imjoitontes ios que se encuentran alrededor de Chórrillos ios quo bordan el rio Rimac por el Oriente do k capútaL Desde el vallé deí Rimac ha.?ta el do Lurin, hai tres camino,?'practicables, para carruajes, quo marchan,casi paralelamente, i que son, empezando por la costa; '1..® El camino de la playa Ucnchan, ol .mas .fecuontado i el me­ jor quo vá do Oliorrilios .a Lurin; 2, ® El do Surco a ík -

    ■'í

    V..

    <s-, Cí' W W

    c G C c c

    o o

    6

    CAPÍTU LO QUINTO.

    387

    eli&Gí.raiic; 3.®- El donominado do la hacienda de Cierne ! sobre que estas marchas le clevonmiarian largas i fatigosas guilla.?, quo une a Ale con Manehai, ¡ jornadas por territorio dc-sconocido, le separarían también I de ios recurso,? i ruisiao de su escuadr.a, que e.s uno dolos i cicmentos mas importantes de su poder i de .su fuerza, YL . Tiene, pues, ueceaariameiite que alVontar !a primera línea peruana en el valle de Lurin, marobándo resueltamiYECTOS PROBABLES DEL EJÉRCITO PERUANO. , mente sobre eila por el camino carrerero do la costa. Una fuerte División, la 1. , marchará coronando las Para rechazar un ataque sobre su capital por el lado Sur, ei ejército peruano tiene tres líneas o posiciones de­ alturas que dominan la via, e,si,emiiéuUose sobro la dere­ cha p-iava bajar n.l valle frente a Paouacamae i Manehai, fensivas; miéntras quo ia 2, Divi.sion trepa igualmente las lomas 1. ® El valle de Lurin. 2.® La linea del rio Surco, desde Chorrillos hasta para ir a asom-ar frente a Iluonavist.a. La 3. Divi-sion sigue el camino carretero, i detrás de Salinas. clia la reserva, rara Vicsembarcav en e! valle por Lurin, 3. ® La línea atrincherada del Riraac. No ruede estenderse mas al Sur, ni siquiera hasta el itmnteniémio.sc la .3. ” dinaiiite la marcha a la altura do valle fe Chilca, porque debilitaria considerablemente su ia 2.-^ i 1.°^. capital i sil principal base de operaciones, que dejarla esEi ejército peruano ao .se encuentra en ei vallo, porque pue,stas a uu golpe de mano, mui fácil de intentar para no se dejarla dominar por el enemigo desde la.s alturas un enemigo que dispone de la via del míu’ i que puede del Sur, Ocupará necesariamente las fiddH,sde las colinas rápid.amentc traslaiiarse por esta via de un punto a otro. que bordan e vallo por su costado Norte. Si el ejército peruano avanzara hasta Chilca con pocas E n esta posición, cl ejército chileno hará alto, obser­ fuerzas, a íin de no debilitar .su base do operaciones, las vando el valle, las posiciones i ios movimientos del enocspondria a perderse inútilmento, pues que podrian .ser inigü ántes de atacar, i esperando el resultado del esfuerzo aplastadas por el número en un de.sembarco a viva fuer­ que debe hacerse por ol lado de la costa. za, o bien tomadas de revés por un enemigo que desem­ Efectivamente, ia escuadra reunida, que lia seguido los barcara en Lurin o Clíorrillos. movimientos del ejército chiiono, se acerca al frente del No debemos, por tanto, suponer que ei ejército perua­ valle de Lurin, lo mas posible a la co.sta, i rompe un n u ­ no se fraccione de e,se modo. Lo mas que hará será osta- trido fuego de cañón .sobre la derecha de la posición ene­ biecer su primera linca en el valle de Lurin, en seguida miga. Este tendrá necesariamente qne ceder, i entonces, en ei rio Surco, i la torcera on el Rimac, cleíondiendo así 0 so desband.an, replegándose a la segunda línea, o se su territorio al frente i dominando con los flancos de sus corren a ia izquierda hasta ponerse fuera de tiro de los tres líneas los puntos de desembarco cerca de su capital. cañone.? de ia escuadra, abandonando al enemigo las po­ Obrando militarmente, el ejército del Perá se distribui­ blaciones do Lurin i San Pedro. Esto es el momento de rá sobre aquellas tres líneas, en esta forma: principiar el atiiíjue para cl ejército chileno. La 5. Di­ 20.000 hombres sobre el valie de Luiin. visión avanza rápidamente a pose.sion.arse de Lurin, i cor10.000 sobre la línea del Surco, apoyando íuerlerncu- riéndo,so por la costa inicia cl Norte, flamtuoa ia derecha í& sobre Chorrillos. del ejército peruano, tratando aun de envolverlo por re­ 10,000, o sea la ro.sarva, sobre el Rimac. taguardia ¡rara arrojarlo hácia ios cerros del Oriente, eorSi el ejército invasor logra forzar su primeva iínca en táiidüie su retirada sobre la líne:i de! Sur-co. Al mismo ol valle de Lurin, replega sus fuerzas sobro la segunda, en tiempo ia artillería de la i 2. - divisiones baten vioia ribera Norte dol Surco hasta Ate, en donde hará pié lentiimcnte la línea -enemiga para obligarla a quebrar, lo firme i defenderá su posición hasta el último eslrerno. cua! sucederá necesaviamcracMina vez que la 3.'^ Divi­ Vencido nuevamente en e.sta .segunda línoa, ac reple­ sión ia tome i arrollo do flanco i por revés, miéntras que gará .sobre la tercera, en la ribera Norte del Rimac, apo­ ia reserva, ocupa ol casorio de Lurin. yando fuertemente, sobro ia aldea de Lurigancho i ol cerro Llegada ia acción a este punto, las columnas de infan­ do San Cvisióbal, para mantener asegurada ia via de tería do iaL "^ i 2."^^ divisiones, bajan al valie; ia 3 , i Cerro de Pasco, en el caso de que, después de ofrecer ni 4. “ divisiones cargan resaeltam ente ol flanco derecho de invasor una batalla a todo trance, fuera todavía vencido. ia línea peruana i ia ari'ojan .sobre el camino .Yhinehai, el Así, dando una .serie de batallas sucesivas, en po.sicioonai interceptará rápidamente la caballería acompañada nes fuerte.? i bien elejidas, podrá esperar agotar al ejérci­ dedos o tres baterías montadas. Si esto resultado so liegaraa to invasor, para debilitarlo de tal manera, que no pueda obtener, el ejército enemigo do la primera línea se habria al fin resistir a esa sucesión de esfuerzos continuados, en perdido por entero i la campaña terminarla aquí, puesla,? un país enemigo, sin recursos, pues que en su retirada el fuerza.? que quedarán en Surco i el Rimac, no serian bas­ ejército da defensa arrasarla el campo, i alejado considetantes a detener la marcha victoriosa del ejército invasor rablernonto de su centro de refuerzos i de aprovisiona­ 1 su entrada a la capital. miento. .Si esto 110 sucede, porque ol ejéreito peruano, vencido Si el enemigo, en vista de aqucüa disposición, intentara en su primera posición, consigue retirarse en buen órden desembarcos por la playa de Uonciian, de Chorrillos, del sobre !a segunda, o bien porque so decidiera a no defender Callao o mas al Norte, el ejército peruano so concentrarla ei valle de Lurin, el ejército chileno pa.?a a establecerse en fácilmente, para defender la costa en el pimío amagado e impedir el desembarco proyectado; o bien, si éste se c.?te valle, que será su primera po-sicion, su base de opera­ División (a la derecha) se es­ llevaba al Norte, llegaria el caso de defender el acce.so a la ciones sobre Lima. .La 1. tablece sobre Manehai. La 2. ® División (centro) .sobre capital, ocupando las gargantas que ofrece el camino, de Pachacamac, La -3, (a la izqüierda) sobre Lurin, Final­ cuyo proyecto hemos ya hablado en el primer capítulo. mente, la 4. sobre Boenavist.a. . .En esta posición, el ejército invasor adelanta ia caballe­ VI. ría de su 1. , 2 . i 3. divisione,? -sobre la campiña de Lurin, en este orden; PRIMERA POSICION DEL EJÉRCITO CRILENO, Granaderos (1, División), por oí camino do Manchal a Ate, hasta desembocar al valie. .Dados los antecedentes espucstos, el ejército chileno Cazadores (2. División), por el camino do Pachaca­ ejecuta su desembarco en Chilca. No puede pensar en rodear por el valle de .Chilca al mac a Surco. interior, para caer sobre la izquierda de la primera línea Carabineros de Yungai (3."* División), por el camino enemiga, o para desembarcar por la línea del Oroya; pues, do la playa de Conchan hasta Chorrillos.

    388

    G U ERRA D E L RACÍEICO.

    dcl resto de la línea, franqueando así el paso a la 1. i 4. ^ divisiones chilenas, que cortarían la retirada a laa fuerzas vencidas en Chorrillos. VIL Pero esta operación tiene .sus peligros, porque el cami­ no de Conchan ofrece, ántes de llegar a Chorrillos, alturas SEGUNDA DOSK.TON DEL EJÉRCITO CHILENO. i desfiladeros estrechos quo, ocupados por el enemigo, po­ drian resistir ventajosamente al ejército asaltante. La caballería reconoce ránidamente la campiña enemi­ Vencida aun la posición, después que el ejército invasor ga sobre la línea del Surco, eu toda su estension, de,sde hubiera esperimcntado fuertes bajas, las fuerzas peruanas Chorrillos a Ate. vencidas en esta ala se replegarian rápidamente hácia su Puede entónees suceder varios casos: centro i ala izquierda, para cubrir el ferrocarril de la 1. ® Que ia linca del Surco se encuentre abandonada, Oroya contra la 1.®* i 4.®* divi-sioues. Tanto por aque­ replegándose todo el grueso del ejército peruano sobre la llas dificultades, corno para seguir el plan jeneral, de cor­ línea del Rimac. tar al enemigo la retirada al intorinv, conviene, en el caso 2.® Que la línea del Surco so lialle defendida igual- i ,G p u e s tí‘¡ ta r a 7 l¡ I i¡ T ¡ q u i¡ Z a ...................................a linea del Surco. mente, en toda sn estension, desde Ate a Chorrillos. AI efecto, las 2. i 3.®^ divisiones marcharán lenta­ 3. ° Que la línea del Surco se halle defendida fuerte­ mente, para amagar sin empeñar combate serio, la ala de­ m ente sobre su derecha, es decir, sobre Chorrillos, i débil­ recha dcl ejército peruano, a fin de m antenerla en jaque mente en su ala izquierda. i evitar que se corra a la izquierda en ausilio de esta ala. 4.® Que suceda a l a inversa, es decir,—que no esté L a l. División, seguida de la 4. avanzarán rápida bien defendida a la derecha, i fiicitcmentc a la izquierda, i resueltamente sobre la ala izquierda de la línea peruana, para cubrir la linea del ferrocarril do la Oroya, ‘ 5. ® / ■ ■■ ■ Chorrilloi ^ » ,___________ i l l i i. s ,.k^ v.M r » r e c « „ c « n i™ ..o U b r c A Í. o ...... ¡ la , • ■feiTocarrií ■ . bi logran repasar ol flanco izquierdo,do la, linea en e-, línea del de la Oroya, formando martillo con las fuerzas quo defienden las líneas dol Rimac i ol Callao. miga i cargarlo sobre la costa, la campaña queda hecha; pues, cargando entóneos con vigor ta 2. 1 3. divisio­ P r k iu r caso. El ejército chílono, encontrando-libre la nes, i ausiliaiido la escuadra con sus cañones, el ejército línea del Stirco, avanza rápidamérite a ocuparla, dirijícnperuano sucumbe allí íntegro, sin alcanzar a roploganso do su 1. i 4. divisiones por el camino de Manchai a sobre Lima i sobre la línea del Rimac. Ate; la 2. ^ por el de Puchacainac a Surco, i la 3.°’' por Pero esto no sucederá, porque el ejército peruano no se la playa de Conchan a ChorrilloG. dejará envolver, i ántes preferirá abandonar, después de La i División so establece entre Ate i la línea del disputar el campo jjaso a paso, la línea del Surco, para ferrocarril, cubriendo ésta. replegarse en buen órden sobre ia del Rimac. La 2. " sobro la ribera Sur del rio Surco, al Oriente dol Verificado esto, el ejército chileno entrará a tomar las lugarojo de Tobes. posiciones de su segunda línea, eu la misma forma quo La 3. entro Surco i Barranco; i queda osplicado para el primer caso. La 4. entro las haciendas de Molina i Pacayar, cu­ Tercer caso. Línea dol Surco defendida fuertemente so­ briendo las espaldas de la 1. , pronta a marchar en su bre la derecha i débilmente en la izquierda. ausilio. La 1. i 4. ^ divi,siones cargan a la izquierda i la a r­ No consideramos el caso de que en este momento la re­ rollan fácilmente sobro el centro i la derecha, viniendo serva enemiga se m antenga todavía en Santa Clara, por­ entonces a suceder lo previsto por la última parte del ca­ que de hecho quedarla perdida. La 1.®^ División la en­ volvería por retaguardia, miéntras la 4. amenazaba el so anterior. Cuarto caso. La línea del Surco débilmente defendida a flanco izquierdo de la línea del Rimac, para dar tiempo a | que la 1."'^ División esterminara a la reserva peruana,'sin . 1a derecha i fuertemente a la izquierda, para cambiar al quo pudiera ser socorrida. ferrocarril de la Oroya. Este caso no sucederá, porque ol enemigo, una vez reLa 2, i 3. divisiones, con ausilio de la escuadra, si suelto a no defender la línea dol Surco, ropíégarásu reser- L^i lugar, cargan la ala derecha del enemigo, el que in..A .1 1 ., ,.1 .]- ^ - ^ - 1 , . T _____í .............' j K l o i v i / v r ^ f-za t v o f o í ' o o i< r r t » i n v n t - ilr i izquierda, reple­ va de Santa Clara sobro la aldea de Lurigancho, para dudablemente tratará de correrse ar» lla gándose sobre la línea dol ferrocarril. apoyar su ala izquierda. Entóneos, miéntras la 3. * División carga, la derecha Segundo caso. La linca del Surco se halla igualmente del enemigo en su repliegue, la 2. ®^ se corre rápidam ente defendida desde Ato a Chorrillos. Entónees, el ejército chileno, manteniendo su caballe­ a la derecha, para reunirse a la 1. i 4. , i tratar a todo ría a la vista do la línea enemiga para encubrir su movi­ trance de romper la posición enemiga sobre la linea del miento, avanza en la misma forma que en ei caso ante­ ferrocarril. Si esto no fuera posible, se cortará a lo ménos el cen­ rior, es decir, I.®' i4 . divisiones por Manchai, 2.®' por tro 1 derecha de la línea enemiga, lo cual debilitará sus Surco i 3. por Chorrillos, D urante la marcha, la caballería de la reserva (Carabipermitirá atacar subsiguientemente la línea defensiva dei ferrocarril, la cual deberá encontrarse en gran noro.s de Maipú) se encarga de m antener el contacto ne cesario entre las tros líneas de operaciones, comunicando parte apoyada sobre la orilla derecha del rio Rimac, al Oriente de Lima. de unas a otras las divisiones en movimiento. Pertenece esta operación a los movimientos que deben El ataque, cn este caso, tiene que ir sobre una de las hacerse sobro la tercera posición. alas de la línea enemiga, podria ir simultáneamente sobro Quinto caso. Línea del Surco abandonada, i estableci­ los dos; pero no conviene hacerlo, para no gastar esfuer­ miento del ejército peruano sobre Ate i la iínea del fer­ zos inútiles, de,sde que basta con cargar firme a una de las alas, para que ésta, una vez envuelta, envuelva i arras­ rocarril de la Oroya, en combinación con la línea dol Rimac entro Lima i el Callao. tre consigo al centro i a la otra ala, ¿Cuál de las dos ala.s conviene atacar? Ocurro aquí el caso anterior. Es cierto que, atacando la derecha, se tendria el ausilio En estos dos últimos casos, la posición de la 1. Di­ de la escuadra, que bombardearía al mismo tiempo a visión ha variado, pues no puede ocupar francamente el Chorrillos, cuyo punto se veria atacado por m ar i tierra, pueblo de Ate. Enténces se establece sobre las altura,? i tendria que ceder o llamar en su ausilio a las fuerzas que dominan las haciendas de la Rinconada i Melgarejo. Cada rejimiento acompañado de una batería divisiona­ ria de campaña do las de menor calibre montadas.

    389

    CAPÍT’ULO QUINTO.

    V IH . TERCERA POSICION DEL EJÉRCITO CHILENO.

    I w

    1

    ,W ijG } cW'‘ c

    ¿ .T íl k

    31

    En el primero, segundo i tercer caso.? de los esplicados en el capítulo anterior, el ejército chileno so mueve corriéndo­ se sobre su derecha por divisiones sucesivas, pasa ci Fámac en Salinas con su 1. , 2. 14,'* divisiones, establece la 1. ^ en la pampa de Lurigancho, entre esta aldea i la ha­ cienda de Palomares, la apoya con la 2. situada en Sa­ linas i ia 4, un poco a retaguardia de ésta, i coloca sii 3. al Poniente de Ate. en observación do Lima i de lo.s movimientos do i,as fuerzas peruan.as atrincheradas sobre la línea del Himac, entro Lima i Callao, Si hai lusistencia sobre la izt nierda peruana, on Sali­ nas i Lurigancho, corno indudablemente la liabrá, os ne­ cesario vencerla, para obtener cl vosu’tado de rechazar esa ala enemiga, arrojándola sobre sn centro i derooha; cuya maniobra e.sí,á comprendida en ios movimientos quo pasaremos a esplicar. En el cuarto i quinto casos del anterior capítuio, ten­ drá el ejército chileno que emprender bataila decisiva sobre Ato i la izquierda dol ejércico peruano, a íin de rom­ per esta ala i vecliazaria hácia su centro i derecha, siem­ pre. persiguiendo el objetivo propuesto, de 'cortar la retirada al enemigo hacia el interior. Al efecto, establecida la 1. ^ División sobre las alturas do Rinconada i Melgarejo, ia 4. sobre la hacienda do Molina, la 2. í 3. ** ascenderán rápidamente por la iriárjen izquierda dei rio Surco, una en pos Je la otra hasta situarse la 2. sobre la hacienda de Camacho, i la 3. ^ atrás. En esta di,sposicion, la 1. ^ formará la ala dereclia de la línea de batalla, la 4. ~ el centro i la 2, la izquier­ da, sirviendo la 3. de reserva. La caballería do la 2. i 3. divisiones, se av.anzará por el valle entre jjima i la costa, liasta les caseríos de Magdalena, tanto para observar los raovimiontüs del ene­ migo por aquel lado, cuanto para encubrir los del ejérci­ to chi eno. Form ada así ia línea de ataque, la ala derecha chilona bajará el valle per Monte Alberna,- amagando envolver el flanco izquierdo enemigo. .E! centro i la izquierda, inm e­ diatamente apoyados por la reserva, c.argaráu resucitamonte sobre la posesión da Ate, de ia cual se apoderarán a viva fuerza. Esto es el primer período de ia acción. El enemigo, vencido en Ate, ,se replegará sobre Salina.? i la m áijen derecha del Rimac, ai Orienta de lim a. Entónces la 4. División (centro), se corre a la dere­ cha para darse la mano con la 1. i jun tas pasar el rio por arriba para envolver ia ala izquierda del enemigo, miéntras tanto la 2. , apoyada por la 3. ^ (reserva), lo mantiene en jaque .desde la m árjen izquierda del rio, al frente de Salinas, amenazando con uua dirección encami­ nada a simular el paso a viva fuerza en aquel punto. De.sde que la 1. i 4. divisiones lian pasado el rio, descienden rápidamente .sn márjen derecha i cargan el flanco izquierdo del enemigo, para facilitar el paso de la 2.'* División en Salinas. Reunidas las tres sobre aquellas ribera,?, emprenden el ataque simultáneo para desalojar al enemigo de la pampa de Lurigancho, i arrojarlo sobre ia costa, cortándole la retirada hácia el interior. Aquí termina el segundo período de ia acción i se pre­ para el tercero o acción decisiva. Situado ol ejército chileno sobre su tercera posición, en la forma que indica ia carta, el enemigo, envuelto por su izquierda, ha tenido que salir de su airincheramiento dei Rimac i ejecutar un iieligroso i atolondrado cambio de frente, viniendo a quedar su linca estendida de Norte a Sur, entre Lima i la costa. En esta situación está perdido irremediablemente. El ejército chileno se apodera de las posiciones de San Cris­ tóbal i San Bartolomé, desde las cuales domina al ejérci­ to peruano, i con mui poco esfuerzo lo obliga a rendirse

    a discreción. Para el efecto, no tiene mas que avanzar en su mismo órden de batalla, estrechando el cerco de la ciudad hasta apoderarse de olla i de las alturas citadas, desde cuyo momento el ejército peruano queda comple­ tamente vencido i desarmado, sm otros recursos que el de bajar las armas i enr,regar.?e, sin que pueda escapar uno solo, 30 pena de ser cañoneado i batido impunemente en­ tre los fuegos del ejército i los do ia escuadra. I.N CONCLUSION.

    Se notará quo no hemos examinado ningún caso de de­ sastre o derroca parcial o total del ejército chileno, l’cro esto es porque no debemos suponerlo, si este ejército ma­ niobra-siempre en buen órden i onn ol propósito inquobrancablc de vencer, es decir, batiéndose siompre firme, coa denuedo i tesón hasta obtener el triunfo. En todo caso, cl ejército chileno tione su retirada siem­ pre seguirá hácia cl vallo de Lurin, p.ara reliacerso en él apoyado por su escuadra, i para volver nuevamente a la ofensiva, una vez reorganizado, sea con sus jiropios ele­ mentos, .sea con los refuerzos que le irán del Sur. Difícil, si no imposible, será que el ejército chileno con su escelente organización i magnífico armamento, pueda encontrarse definitivamente vencido, siempre que libro sus combates con ol buen órden, calma i destreza previs­ tos por ia táctica. Como regla jeneral, se puedo decir: 1.® Que la caba­ llería no debe emplearse durante el combate, sino en casos estreñios i apurados. Debe mantenerse fuera de tiro del cañón enemigo, cubriendo las alas indefensas, si las hai, o a retaguardia de la línea de infantería. Si en nn momento dado se quebrare o cediere alguno de los elementos de ia línea de batalla sin que hubiere tiempo de reforzarla oportunamente con infantería o a rti­ llería, se lanzará la caballería de la División en masa so­ bre el enemigo para detenerlo un instante i poder resta­ blecer e! combato con tropas de refresco. Cuando el enemigo ceda, también se empleará la carga de caballería para romperlo definitivamente i aventarlo en todas direccione,?, a fin de que no se pueda rehacer. 2.® Que la infantería debe siompre combatir a tros línei.u?. La línea de batalla o prim era línea, que se compondrá de un rojimiento por cada -brigada, desplegada al frente en batalla, jiaciendo fuego i eubriéndo.se con sus propios tiradores en gucrrilia. La segunda línea compuesta do un rejimiento por bri­ gada, a 20Ü o 300 pasos a retaguardia de la primera, for­ mada en columna por batallones o por compañías. La tercera línea compuesta de un rejimiento por briga­ da, 500 pasos a retaguardia de ia .segunda, formada en columnas en maza. La infantería se batirá ordinariamente sentada o ten ­ dida en el suelo i aprovechando todos los accidentes del . terreno para ofrecer al enemigo el menor blanco posible. Sobre todo debe sacar todo e! partido que pueda de las altura.?, ios bosque,?, cursos de agua, barrancos i otros ac­ cidentes. La infantería es la tropa mas movible, i manio­ brará en terrenos accidentados. 3. ® Quo la artillería de cada brigada debe siempre apo­ yar !a primera línea con una batería de cañones, reservan­ do la otra a retaguardia para relevar a aquélla en caso necesario, para concurrir en un momento dado a un golpe de mano sobre cualquier punto de la línea enemiga, o a detener un avance dei enemigo, ametrallando sus cabezas de columnas cuando la línea enemiga ceda o flaqueo. .Estas son solo reglas jenerales que la situación del te r­ reno, calidad dcl enemigo i otras circunstancias puede modificar de mil maneras. Tacna, Noviembre 30 de 1880. M arcos 2. ® M a t u r a n a ,

    390

    P lan

    GU ERRA D EL PA CÍFICO .

    d e o p e h a c i o n .e s s o h r e l i m a p r e s e n t a d o a l s e ñ o :r

    MINISTRO DE LA GUERRA EN CAMPAÑA POR EL JENERAL DON MARCOS MATÜFuAKA, JE F E DEL ESTADO MAYOR JE NERAE,

    de Ate a retaguardia del caserío, lo cual indica que ol ejército peruano so encuentra tendido sobro la ribera Nor­ te del rio Surco, apoyando íuertcmeate sobre su deucciia i débilme.ute a su izquierda. Esto no quiere dcjir que no tenga fuerza,? con que .acudir a ia defensa de esta ala, en caso necesario; pues, teniendo fuerzas en Lima, que dista apénas una legua de! caserío de Ate, es evidente quo podrá,, en cualríüicr moiTientr», salir con ellas a oponerse a la íuvasiou por esta ¡¡ano. II.

    •De los roconociinjeiilos practicados hasta ia iecha, de.s­ de el valle de .Lurin hasta ¡as posieioues enemigas en cl valle de Lirea. resulta quo oi ataque debe liacorse del mo­ do siguiente; 1. ° Que cl camino de la playa iiamatia do Cunchau 'feiiemos, euténccs, la facilidad de atacar al ejército es sumamente pesado i arenoso, en un espacio como de peruano por cualquiera de sus dos alas, por la derecha o tres leguas, hasta llogra' a la hacienda de ¡a. Villa. lai a r­ wr la izquierda. En cuanto al centro es, por ahora, in»atillería de campaña no podrá marchar por esta via, i la 301'diibie, porque el terreno no se presta ui hai camino infantería soto podrá hacerlo con bastante trabaje». que deserabcque sobre él. a no .ser o! que va de Atacon­ 2. ® Que el camino de Pachacamac a Surco i Tebos, go a Tebeti en e! cna! tendríamos quo hacer una peligro­ atravesando los lomajes de ’a costa es ménos pesado quo sísima marcha de ílmco, a! frente i a imnediacione.s dol ei anterior, pero también ofrece trechos cuíícilcs para la ejército acantonado on Chorrillos i ,Snn Juan. artillería rodante, algunos areno.so.s, otros ds snbida, como Dc-sde luego, el ataque sobre la derecha jieruana, es de­ la cuesta de la Tablada, al Oriento de la hacienda do cir, sobre Chorrillos, no parece aceptable. Villa. En este camino, a legua i ¡.aodia ihcl puente de Rara romper cl fuerte triángulo dé Chorriilo.s, Villa i fierro de San Pedro, se encuentran algunos pequeños ])u- San Juan, tendríamos que dar rudas batallas, en las cua­ quio.s, de buena agua aunque e.=casa, pero que, .soguii in­ les dobiliian'jvraos con.siríKrabiei.nente miestru-s fuerzas, i formes de vacjiieatK).?, se puede aum entar uu poco su cau­ .acíiso nos cspoiulríamos a uu fracaso, .si dcspue.sde venci­ dal por medio de ¡¡jeras escavaciones, o bien acopiar agua da la posición de San Juan i cargando soljre ía de Chorpara los animales por medio de vepre.sas hechas con al­ rillo.s, el grueso del ejército de Lima avanzara llanquoangunas horas de anticipación al paso de las tropas. .Ei lu­ do miestni derecha i amagando nncsira retaguardia. gar en que .se encuentran estos pu(|uios .se denomina Pero aun batido el enemigo en C!iorrillo.s i posesionado Atacongo, i dista media legua de la Tablada, que es uua nue.stro ejército de este puerto, bien poco habríamos alta ,me.seta desde donde so domina a Clion'iiio.s, San avanzado todavía, teniendo siempre que marchar sobro ia •Juan i el valle de Lima. c a p tu l 3.® Que jiartieudo do .Atacongo se reparten ;.nj.s eaDe.sdc Chon-iIio.s teudríamo.s tres líneas de operaciones mnios; uno quo .se dirije a Ghonuilos, por lo.s Altos de i sobro Lima: Villa; otro del medio, que va a la hacienda de ,San Juan La primera sobre la izquierda, avanzando por la costa, i de allí ai lugarcjo de Surco, i otro que. orilUndo las lo­ para interponernos entre el Callao i Lima, tomar el Callao mas, va directamente a Lima, por Tebcs, penetrando en a viva iherza i prepararnos al ataque de la capital por ei la capital por la .icrtada de Cocuarcas. indo del Oeste, circimvalAudoia también por el Norto, via 4. ® Que desde Atacongo se abre tnrabion liáuia la dcl íbrrociuril de Chancai, derecha un camino de atravieso, que no es caiTOíer.), i que La segunda sobre el centro, marchando clirect-amento oblicuando liácia el .Norte, va a juntarse con el ciuuino de Ohorrülos a Lima, por ta via del íévrocariil í h>. carre­ carretero de Manchai, ni desembocar en el valle de .Ale. tera que pasa fxir Barranco i Miraflure.s. 5. ® Que el camino de Maneiiai a Lima por »íi. valle de í.a tercera sobre la devechíi., subiendo al v.al’c por la Ate, es leriectamentfi praoticablo i de .sucio líriue i pare­ ribera .Sur dcl no iBurco para envolver .a íárná por el jo, por t onde puede transitar, i transitan con trecucncia., Oriente, apoderándose de la linea de! ferrocarrii. de la toda clase de crUTUaies, presentando, por tanto, ventajas Oroya. inapreciables para el trasporte de la artillería de campa­ Las tres líneas .son iuadmisible.s. ría, el Parque Jeneral i los almacenes de la Intondeneia del La primera, porque marchando el ejército chileno pior Ejército, De.sde la hacienda de Manchai, a orillaii del Lu­ hi cu3i.il para interpmier.se entre Lima i Callao, tiene qi.!e rin, hasta las do Rinconada i Alelgarqj»', que tienen un ejecutar una marclia do flanco, a tiro de fusil del ejército buen canal do regadío, (mn abundante agua, bai una dis­ enemigo, en cuya imircha ¡seria inevitablemente atac.ado i tancia de poco mar, do dos leguas, que el ejército puede talvez destruido. A'.lcraás, al .atacar ;\1 (.¡aliao, tendría quo salvar sin dificultíit!. (iar la espalda al ejército do Lima, que caería sobre él iii(ú ® Que el camino que c íiih íu c c de,sdc la hacienda de dudableraente. Si' en lugar do atacar al Calhio, quería Cicnegpn'llas, al Oriente de Manchai hasta Lima, atrave­ volver sn frente sobre Lima, tendria q u e d a r la espalda sando e! valle do Ale, es malo e impracticable para car­ al fuerte, cuyos cañones i guarnición no dejavian cíe apro­ ruajes, hallánditse también íiiei-a do nuestra baso de ope­ vechar la ujiortunidad do. lostilizav su retaguardia. raciones hácia ¡a detocha. La segunda, porque al ra.ardiar di rectamente de Chor­ 7. ® Que subiendo ol vallo de Lurin, desde la hacienda rillos a Lima, por cl contro del .ángulo quo forman la lí­ de Uieneguillys i lugarejo de Ilu.aican, bácia las caUxcras, nea dcl Surco i ¡a il.avíi., el ejército chileno se veria nece,se puede pasar con infantería i caballería Inicia el valle .sariamente amagado .sobre sus (h:).s il ancos a la vez: .sobro oriental de Lima, cayendo a la esfacion do Santa Clara, ol izquierdo, por las iuerzas dol Callao i la derecha dcl dcl ferrocarril de la Oroya. El camino es bastante prac­ ejiTcito de Liraa; sobre el derecho, por la a li izí uierda ene.niga, que desboriiariapor lasfaidn-sorientales coi cer­ ticable. 8. ® Qne el ejército enemigo apoy.a fuertemente su de­ ro de Ban Bartolomé. Kncoutrando, como encoiuniria, cl recha en Chorriilo.s, teniendo una íuerlc vanguardia en ejercito eJiilsno tma s»h'ia resistencia sobra ,su »feerite por los Altos de Villa, Be calcula en 10,000 hombres la fuer­ la-s fucr'/;:i.a do Lima, qm; s.iidrian abatirse bajo los muro.s ■ za pcru.ana en esto lado, i es de .smoner que una buena de l;i ciudad, i por la fuerr.o. posición de Santa Catalina, parte de ella se encuentra avanzada en la h.aíiiencla de amagados su.s dos ilmc»)s por las alas del ejército perua­ San Juan, formando un triángulo c-Strn-téjico con Villa i no, que so ccrv.uhui cn abanico para envolverlo de uno 1 Chorrillos, para defem.íer el .acceso al valle Rn esta ala i otro i¡iuü, ,su situación se iiaria .sumamcnco crític.a i mni para impcdinio,s ci áo.sei.!d:'arco de .nmc-stros e emoiUos poi ocii.sion.ada a uu gran desastre. La torcera línea de operacione.s, aunque no tan inmeaquel puerto. 9. ® Que aparecen, alguna.? pequeñas fuoi'.zí',ó cu e! vaiie diatament-c peligrosa, no es ma,s aceptabls (¡uo h s otras

    C A PÍTU LO QUINTO.

    G I■WC I G-

    O O G

    G

    S91

    dos anteriores. Subiendo el ejéreito chileno la márjen iz­ tomando posiciones en Ataeongo, puede resistir ventajo­ quierda del rio Surco, para apoderarse do la línea dol samente a una embestida de un ejército dobie en número. ■ferrocarril de la Oroya, tendria que ejercitar una marcha Las iomas arenosas i pesadas, el terreno quebrado i lo es­ do mas de cinco leguas, ofreciendo constantemente, du­ trecho de los caminos, se prestan admirablemente para rante ella, el flanco izquierdo al ejército peruano, el cual, una delensiva podero.sa, invencibie p.ara el. ejército pe­ libre en su movimiento i en su acción, no dejaría de apro­ ruano, Eh cuanto a la caballería, que marcha por la playa, no vechar las diversas ocasiones quo on esta marcha so io presentarían para cargar con resolución la izquierda do! puede ser acometida, porque irá dándose ia mano con las ejército invasor i arrojarlo en desorden sobre eí desierto fuerzas que marchan porlas lomas, i porque las tropas pe­ de arena, en donde no le quedaría mas recurso que con- ruanas que quisieran atacarla, descubrirían su flaneo i re­ tram archar a rehacerse en el valle de Lurin. Seria mui taguardia a nuestra iniantería del alto, i se verian irreme­ difícil que ei ejército chileno pudiera llegar en bJen ór­ diablemente envueltas i perdidas. No tiene, pao.?, el enemigo mas que hacer que aguantar­ den i sin combatir hasta tom ar posiciones frente a Ate. Sobre tedas las consideraciones que quedan espuestas, se a ia defensiva sobre sus posiciones del triángulo, i espe­ hai otra mui capital: i es la de que el enemigo, desaloja­ rar la acometida, que nuestra división no deberá llevarle, do a viva fuerza de Chorrillos i San Juan, se replegará a pues el terreno es malo para ol ataque, i porque también Lima, i ai mismo tiempo h ará cortar arriba las aguas dei conviene aguardar el resultado de las maniobras del grueso Surco i del canal de ia Rinconada, que son las que pro­ del ejército. veen cl valle al Sur do Lima, dejando al ejéreito invasor Efectivamente, junto con moverse la división que va a eompletainente felto do este elemento do vida indispeii- I Ataeongo, se moverá valle arriba el resto del ejército, pa­ sable. Dueño de Chorrillos, quedaríamos siempre en una ra ocupar a Manchal, desde dondo se dirijirá al valie do situación insostenible. ' Ate, dando tiempo a que las fuerzas de este vaile i de TArna, engañada,? por el movimiento de la costa, se corran a 111. su derecha para ir en defensa de Chorrillos. Si el enemigo ejecuta este movimiento con, todas su.s De consiguiente, es indudable que el ateque debe ir sobre la ala izquierda del ejército peruano, es decir, sobre fiierzas, nuesLriis dos divisiones de ia derecha bajarán por el Oriente de Lima. A este pian, de todo punto necesario, la ribera Sur del Surco hasta Tebes, de.sde donde se da­ responde también la idea primordial do term inar ia guer­ rán la rriano con la división de Ataeongo i emprenderán ra en esta campana, destruyendo por compieto el poder la batalla decisiva sobro ol ejército peruano acorralado en m ilitar dei Perú, para lo cual es necesario impedir que el estrecho valle de Surco! .Si el enemigo no se deja engañar i retira apresurada­ S U ' ejército, en el todo o en parte, pueda emprender reti­ rada hácia el interior del país. Es indispensable acorralar­ mente sus fuerzas de Chorrillos para defender la capital, lo en Lima, o arrojar sobre la costa sus restos dispersos, entónces la división do Ataeongo. pose.sionándose con su izquierda de aquel puerto, para entregarlo al dominio de a nn de que no puedan escapar. Entonces debemos llevar el grueso de nuestro ejército la escuadra, a íin de hacer allí nuestro puerto de aprovisio­ namientos i recursos, seguirá ascendiendo por la linea del desde Manehai sobre la Rinconada i ol valle do Ate. Pero, corno siempre conviene engañar al enemigo sobre Sni'co, i picando la retaguardia a! enemigo,-hasta estable­ nuestro verdadero propósito, debemos al mi,srao tiempo cerse sobro las haciendas de Monterico i de Molina, para llamarle fuertemente la atención sobro su derecha, es de­ darse la mano con nuestras dos divisiones de arriba, las cuales se correrán, a su turno, sobre su derecha, para colo­ cir, sobre el valle de Chorrillo,?. Yk que, según parece, se ha formado la idea de qne carse, una sobre el ferrocarril de ia Oroya, dominando las nuestro principa! ataque, debe ir sobro Chorrillos, con­ aguas dei Bimac, i la otra a su izijuierda, sirviendo de es­ viene, no solo mantenerlo en este error, sino aum entar labón entre aquélla i la quo viene de ia costa. sus proporciones, llevándola electivamente por ese lado IV. u n ataque sério que le haga creer que v a 'p o r allí todo nuestro ejército i le obiigue a sacar sus reservas de Lima En esta [losieion se emprenderá el ataque sobre Lima. )ara traerlas a la gran batalla que él debe esperar sobre La división de la dorceiia p.isará el Riraac, hácia el Norte, a línea do Chorrillos a Tebes. jara dirijirse sobro la pampa de .Lurigancho. La .segunda Al mismo tiempo, el grueso de nuestras fuerzas, situa­ o pasará también para darse la mano con aquélla, apo­ do en Manciiai, avanzará rápidam ente sobre Lima, para yando su izquierda al rio. La tercera,ola izquierda,segui­ tom ar en su vaile las disposiciones que convenga en vis­ rá ol movimiento ¡)ara ir a apoyar su derecha al Rimac, i ta de ia situación. coadyuvar a la batalla decisiva, que sa trabará, o bien en H é aquí la maniobra: ia pampa de Lurigancho, o bien dentro de los muros de ■U na c ivision marchará desdo San Podro por el cam i­ la capital, eu cuyo caso habrá préviamente quo vencer las no dcl medio, para ir a situarse sobro la posición de Ata- alturas do San Cristóbal i San Bartolomé. congo. Esta,división no llevará sino artillería de monta­ Los detalles de estas diversas operaciones no pueden ña, i a su frente, por el mismo camino, encubriendo su precisarse. E l terreno, la situación i la.s fuerzas del ene­ movimiento, el rejimiento do caballería que le pertenece. migo cu cada posición, deben darlos sobre cada punto. !.* Otro rejimiento de caballería m archará por el camino de cuestión es que el enemigo está dosde luego encerrado en la playa de Conchan, a la altura del que va por arriba, un círculo de hierro i que no debemos batirlo donde él observando al enemigo por aquel lado, para hacerle creer amera, sino donde a nosotros nos convenga. Podemos i que todo el ejército chileno marcha sobre Chorrillos. debemos arrastrarlo adonde queramos. Dueños del agua, Al m.ismo tiempo, la escuadra avanzará por mar, ceñi­ aor el movimiento da nuestras fuerzas sobre el Oriente da a la costa, siguiendo los movimientos del ejército chi­ §e la ciudad, lo dominaremos a nuestro antojo i obliga­ leno, amagando los blindados el puerto de Chorrillos; con remos siempro al enemigo a salir de sus posiciones pa­ lo cual el ejército peruano se hará probablemente la ilu­ ra batirlo con ventaja, como indudablemente lo obliga­ sión completa de que el objetivo do este primer avance remos al fin á replegarse sobro la costa, en donde su ren­ dol ejército chileno es esclusivamente Chorriilos i que allí dición total será inevitable. dirijimos todas nuestras fuerzas. Se notará que solo se deja en este proyecto uri rejimien­ És casi seguro que, engañado de este modo, el ejército to de caballería para m archar con. el grueso del ejército peruano saldrá en masa de Lima a sostener la posición o sea con las dos divisiones que van por Manehai. Pero 1 a librar ia batalla sobre Surco o su campo inmediato. no hai necesidad de mas caballería por aquel lado. U n _ Toda esta maniobra no tiene ningún peligro. La divi­ rejimiento basta para cubrir el movimiento de las dos di­ sión que marcha, fuerte a lo ménos de 7,000 hombres, visiones que m archan escalonadas, una en pos de otra.

    G U ERRA DEL PA CÍFICO.

    892

    Miéntras tanto, la división que va por Ataeongo nece­ sita de mas caballería que las otras, tanto para cubrir los dos caminos de la costa i del medio, cuanto para guardar su flanco izquierdo, i ocultar al enemigo su marcha ascen­ dente por la ribera Sur dol rio Surco, cuando tenga que emprenderla. La caballería en esta parte debe ser numeros.a para recorrer el rico valle do Lima i descubrir los movi­ mientos i las posiciones del enemigo, quitarle sus recursos i hostilizarlo en todas direcciones, Lurin, Enero 9 de 1881, M a r c o s 2, ® M a t u r a n a ,

    IL P a r te o ficia l d el com b ate d e líu m a i i acta levantada en P isco al ab and onar la ciudad las fuerzas d ilie n a s que la ocu p aban . COMANDANCIA DE ARMAS DE PISCO.

    Fisco, Enero 4- de 1881. Señor Ministro; Pongo en conocimiento de Y. S. Io siguiente: Tuvo noticias de quo en ol lugar denominado Humai se reunian las montoneras que tenian el proposito de do­ m inar el vaile formado por el rio Pisco i que ya ilegaban en sus correrías o escursiones ha.sta cuatro leguas do e.5 ta ciudad. Por otra parte, era necesario castigar ia per­ secución que se habia hecho ai piquete de Granaderos, de que di cuenta a V. S. en mi parte anterior. E n vista de estas razones, el 1. ® de Enero, a las 2 P. M., emprendí la marcha en dirección a Humai, llevando 290 hombres del Batallen Quillota i 14 Granaderos a caballo, al mando del alférez Desiderio García. También creí necesario llevaren mi compañía al señor Gana, gobernador marítimo de .Pisco, quo tenia algunos conocimientos de las localidades que íbamos a reconocer. El resto del Batallón Quillota quedó cubriendo la guarnición de esta ciudad ai mando del Mayor señor Ra­ mírez, que también se encargó de la Comandancia Jene­ ral de Armas, A las 6 P. M. la tropa hizo alto en la hacienda de Manriquez, donde pasó ia noche con toda comodidad. E l valle de Cóndor tiene mucha semejanza con los va­ lles de Lima: cerros al ios, en medio de los cuales corre el rio, formando sus márjenes una planicie cultivada i llena de vejetacion, que lo hace casi un bosque. A las 5 A. M. la pequeña división de mi mando se puso en marcha, tomando la falda de los cerros quo por el Norte cierran el valie, AI llegar a Casa Concha mandé al señor Gana para que, acompañado dol teniente Diaz Villar i im soldado, atrave­ sase el valle, reconociese el terreno i notifícase al mismo tiempo a los hacendados quo a cualquier disparo que se hiciere contra mis fuerzas serian castigados con la destruc­ ción de sus propiedades. El señor Gana cumplió su comisión; poro al regresar, tiradores apostados en el bosque do la hacienda de Bernales inteniarqn dejarlo cortado, haciéndole un nutrido fuego, del cual salvó, incorporándose al resto de la tropa. Los mismos tiradores siguieron haciendo fuego sobro las fuerzas de mi mando, a l o que no contesté. Eran las 8 A. M., i nos encontrábamos a una legua es­ casa del pueblo de Ilum ai. En este punto ia bajada al valle es inaccesible i un alto cerro domina la falda quo seguía la tropa. Sobre la cumbre dei cerro se encontraban la fuerzas enemigas. Dividí mi tropa en tres porciones; la una debia flanquear el cerro por una quebrada; la otra, tom ar entre el valle i el cerro, i ia tercera, con los Grana­ deros, para formar la reserva. El enemigo,'despues de una débil resistencia, se replegó en las casas de San Ignacio quo cierra el camino al pueblo de Humai, abandonando el cerro que nosotros pasamos a ocupar, desde cuyo pun­

    to atacamos nuevamente al enemigo, el quo volvió a re­ plegarse detrás de las tapias que forman la entrada del pueblo. A las 11 A. M, ocupé las casas de la hacienda de San Ignacio, donde di descanso a rni tropa hasta la 1 P. M., que emprendí nuevamente la marcha para ocupar ol pue­ blo, dejando ocup.ad.as las casas para caso de retirada. El eneruigo habia dividido sus fuerzas en dos porciones: la una atacando do frente, parapetada detrás de las ta­ pia,?, i la. otra en el vallo, oculta entre las viñas i atacán­ donos por el flanco derecho, nos cerraban el camino. Mandó a media compañía do cazadores al mando del eapitan don Ricardo Gutiérrez, cargara sobre las prime­ ras trincheras, mandando también la otra mitad en unión de. media compañía de granaderos para que descendien­ do al vallo, al mismo tiempo que protejian la derecha de la fuerza que mandaba cl eapitan Gutiérrez, arrojasen el enemigo de las viñas. Entre tanto, la reserva, compuesta de media compañía do granaderos montados al mando del eapitan señor Moi­ sés Üvallo i el piquete do Granaderos a caballo, protejian la retaguardia. Estes operaciones eran ejecutadas con ra­ pidez i arrojo, tomando a la bayoneta nuestros soldados os parapetos que el enemigo abandonaba para refujiarse en las casa,?, de donde ora nuevamente desalojado. A las 2 P. M., el enemigo fugaba en completa derrota,-! después de tocar alto ei fuego, mandé al eapitan Ovalle con .30 hombres, al alférez García con los Granaderos a caballo, i pedí al señor Gana que lo.? acompañase para que persiguiesen lo.? restos enemigos, quo tomaron la di­ rección de la cordillera. De ia persecución solo escaparon el jefe do las tropas enemigas, Lucio Gutiérrez i u á señor Ojod.a, quienes pudieron salvarse arrojándose al rio i atra­ vesándolo a ri.ido. Este dostecamsnto atravesó el estrecho desfiladero de­ nominado .La Laja, i llegó hasta el pié de la cordillera, de donde regresó pasando la noche al lado oriental dol des­ filadero, ai mismo tiempo que el resto de la tropa de mi mando cerraba la parte del Poniente dol mismo desfila­ dero. Al amanecer del dia 3 de Enero se me incorporó ol destacamento después do dar una nueva batida en el es­ presado desfiladero, donde se habian asilado algunos mon­ toneros que cerraban el paso. Esta espedicion ha aplicado un tremendo castigo a las montoneras, destruyendo completamente la fuorza que las formaban i asegurando !á tranquilidad de esta población. De hoi en adelante puedo estar seguro V. S. de que eu ci valle de Cóndor no se formará otra montonera. También he liecho destruir las propiedado.? de todos los que han resultado comprometidos on la organización de las fuerzas que defendían el valle. Hemos tenido que lamentar cinco bajas: dos. muertos i tres heridos. Entre los primeros se encuentra cl eapitan de cazadores señor Ricardo Gutiérrez, quo murió como un héroe peleando a la cabeza de su compañía, i a quien espero que el Supremo Gobierno i el país tributarán el homenaje a que es acreedor esto abnegado m ilitar que tan gloriosa muerte ha encontrado en servicio de su patria El enemigo tuvo algunas bajas, sobre todo de algunos cabecillas; si no determino su número, es.porque queda­ ban entre las fragosidades del terreno i bo.sques de las vi­ ñas, i porque el hecho do armas fué en una gran estension do terreno. Me permito recomendar a Y . S., como un acto do ju s­ ticia, al gobernador marítimo de este puerto, señor R,afael Gana, por su sangre fria, valor i acierto en todas las me­ dirlas que se tomaban i que las cumplía con precisión. Este caballero afrontaba el peligro con mucho arrojo para tomar medidas de importancia a fin de lograr un buen éxito en el ataque que se ejecutaba. Me hago también un deber on recomendar a la consi­ deración de V. S. al señor alférez Desiderio García, por la actividad i valor desplegados en esta espedicion. .t

    h

    1 I

    '

    j T J

    V V.I

    V

    Respecto a k oficialidad i tropa de mi mando, solo tengo los mas sinceros motivos do folicitaciones por la disciplina, moralidad i valor de que ha dado una esple'ndida prueba. Cada uno cumplió el cometido que se le indicó, con exactitud i arrojo. Hemos recojido como 50Ó animales entre bueyes, vacas, terneros i corderos, que pongo a disposición de la In te n ­ dencia Jeneral del Ejército. Con lo espuesto, verá V. S. lo obrado por el quo suscri­ bo con las fuerzas do mi mando, a fin de verificar i ejecu­ tar lo que al principio de este parte espuse a V. S. Dios guarde a V. S. Este fué el parte que pasé al soñor Jeneral cn Jefe do las fuerzas ospedicionarias del Norte, cl que tengo el ho­ nor do poner también cn conocimiento de V. S. Dios guarde a V. S. , J. R a m ó n E c h e v e r r í a Al scflor Mioiatro do la (íuerra.

    COMANDANCIA DE

    ARMAS DE PISCO.

    Ev.ero J¡. de 1881.

    c to(

    Tengo el honor de incluir a V. S. la lista de los señores jefes i oficiales que so encontraron en el hecho de armas do Humai. Comandante en Jefe de la fuerza, teniente coronel don Jo.sé Ramón Echeverría. Como ayudantes: Capitán ayudante don Jorje Povra.s. Teniente don Rodolfo Üiaz Villar. Id. don Andrés 2. ® Jiménez. Compimda de granaderos.

    /• ■

    C' n.-

    ’w to-

    Capitán don Moise.s Ovalle. Teniente don Abel Arredondo. Subteniente don Jorje León. Compañía de cazadores. Capital! don Ricardo Gutiérrez. Teniente don Ricardo Nuñez. Subteniente don Guillermo Caldera, Id. don Ramón A. Mesa. Alférez del piquete de Granaderos a caballo don Desi­ derio García. Dios guarde a V. S. J.

    R

    amón

    E c h e v e r r ía

    Al s
    ACTA.



    G



    r'*'. ■■ Y I

    O ó Q

    393

    CAPÍTU LO QUINTO.

    i

    Estando reunidos en la sala do despacho de la Coman­ dancia Jeneral de Armas, los señores Pradinet, Vice-Cón­ sul francés; Kcasso, Ajente consular de Italia; Joaquín Martínez, José Cañas, ciudadanos espafioic.s; Bartoiomó Marfrim i Román Pasaron, el señor Comandante Jeneral, de Armas, teniente coronel don José Ramón Echeverría espuso: que pocos momentos mas, las tropas chilenas so reembarcarían abandonando la población; que habia reu­ nido a los ciudadanos presentes con el objeto de ciitreíarles la ciudad i de que tomasen las medidas que ereyeO sen necesarias al mantenimiento del órden público. Agregó que este procedimiento era una prueba mas de que el ejército chileno, si era .severo cn las represalias, ora también jenero.so i magnánimo cuando se trataba de evi­ tar males a las poblaciones enemigas. En vista do lo espuosto, los abajo suscritos declaran: quo se reciben de la población de Pisco con su muelle i edificios piiblieo.s. Declaran, igualmente, que la desocupación de la po­ blación so ha hecho con todo órden i regularidad, sin que ninguno de los pobladores tenga que lam entar daño al­ guno. Tom o i v — 50

    Para constancia, firmamos dos de un tenor do la pre­ sente acta en la sala del despacho a 12 de Enero de 1881. — J. R am ón Echeverría.— Bartolomé M arfrim .—Ro­ m á n Pasaron.— A. Pwasso.— Joaqwin M aHinez.—Pradinel.— José Cañas.

    IIL ííccoiiocím ion to (le lu co sía del P erú cn la zona del liu erío d d CaUno.

    (Inédito.) NÚM.

    1,597.—COMANDANCIA

    EN .IE.IE DE LA ESCUADRA,

    S a n ta M aría, Enero 6 de 1881. Señor Ministro: El comandante de la cañonera Magallanes, a quien co­ misioné para practicar un reconocimiento en k costa dol Norte hasta el Callao, me dice, con fecha 4 del que rije, lo que sigue: “Cumpliendo con las instrucciones de V. S., hoi arnanecí en la caleta de Jagüel, donde poco después se embarcaron el capitán de navio señor Patricio Lynch, coronel señor Pe­ dro l.agos, el secretario del .señor Jeneral en Jefe i algu-. nos oficiales ayudante.s, saliendo en seguida hácia el Nor­ te en reconocimiento del campo enemigo, el cual he podido apreciarlo como sigue; A mediodía llegamos al Callao, donde cl comandante Viol no.s informó que el cerro Sun Jerónimo que domina el San Cristóbal estaba fortificado; pues hacia pocos dias habia visto hacer dos disparos do cañón desde su cumbre, lo cual da lugar a creer que habrá lo ménos un par de cañones. Respecto a San Cristóbal pudo ver per­ fectamente la fortificación que corona.su cúspide. De vuelta para el Sur i con las precauciones indicadas por Y. S., pude ver que como a 500 metros hácia cl Nor­ te de Miraflores i a orillas del mar, e.xiste una fortificación con un canon (|uo, a mi juicio, su calibre no puede bajar de 200 libras. Kste cañón e.stá perfectamente situado, pues para poder disparar un buque sobre ol caserío de Chorri­ llos, a la distancia de ,5 a 6,000 metros, tendrá que colo­ carse a ménos de 2,000 de dicho cañón. Es verdad quo eso no seria un grave inconveniente, pero procuro dar a Y. S. estos datos, sin hacer caudal ña. valor dol chileno. En el morro occidental de Chorrillos i en su cumbre hai una fortaleza que mira hácia cl N. 0., que parece com­ puesta de tros cañones, cuyo calibre no pasará de 70 libras i parecen Parrott. Un poco mas abajo i hácia el Occiden­ te hai otro cañón Rodman quo no bajará del calibro de a 600. Estos cañones, por la altura a que están colocados, creo que no podrán defender la playa (pie sigue inmodiatamciiie al Sur i desde la cual hai caminos para subir a loa fuertes. Esa playa, aunque no buena, es accesible. Siguiendo hácia ol Sur i al enfrentar al valle do la Villa, quo va a reunirse al valle de Liraa, se ve el campamento enemigo. E! vallo es angosto i todas las eminencias de ámbas colinas están coronadas de trincheras al parecer de tierra. En k colina Norte, es decir en dirección a Chorrillos, esas trincheras son dobles. A la distancia de 2,500 metros dol campamento, medi­ da con sextante, el escandallo acusó diez brazas de agua. De modo quo tanto k s posiciones del vallo como casi tod,as k s de las colinas, están al alcance de nuestros caño­ nes. Obras de fortificación para artillería no he distingui­ do, sin embargo del especial cuidado que tuve en fijarme en ello. Del número del enemigo no me ha sido posible formar­ me una idea, pues no es posible verlo todo, i con el ferro­ carril a Lima i buen camino que hai, podrian aumentarlo con facilidad, pero la tropa que hai acantonada, tanto en k s colinas como en el valle, es bastante numerosa.

    S94

    GUERRA- D EL PA CÍFICO .

    Remito a Y . S. el parte oríjinai pasado a YL S. sobre esta misma comisión, por el eapitan Riofrío, que Y . S. se sirvió incluirme con sus instrucciones, Todo lo que doi cuenta a V. S. en cnmpijrnionto de sus órdenes.” Lo quo trascribo a Y . S. para su conocimiento i Unos a quo haya lugar. DÍO.S g u ard o a Y\ S. G a l v a r ik o I U v e r o s . Al eeSor Ministro de Querrá i Msrína en cümpañ.1 .

    IV . P a r te oficial hiódito referen te al recosioeim lento «le los vapores proccrfefífcs de P an am á i d cl boinStardco de .Ancón; tclegrnnias p eruanos i corrcspojulcncBíi a ‘X a Patria'' de .Lima sob re c.stc bom bardeo. NÚM. l ,6 0 0 .—-COMANDAKOrA EN JE F E ÜE LA ’ ESCUADRA.

    S a n ta María, Enero 7 de IS81.

    En Chimbóte encontró al vapor Valdivia, i tanto éste como otro de la Compañía Inglesa que se encontraban a la carga, fueron reconocidos prolijamente sin resultado alguno." Lo que trascribo a V. S. para ,?u conocimiento, anun­ ciándole que espero la resolución do Y. S. sobre cl destino quo lia de darse a los 4,6.54 soles a quo se refiere el parte 1 anterior. En vista de las reiteradas instancias del Jefe de la Divi­ sión bloqueadcra del Callao para que refuerce osa División I con otro buque, he dispuesto quo la Magallanes zarpe hoi con oso destino, para que .así pueda dicho jefe vijilar la costa entre Callao i Chaneai. Dios gu.irde a Y, S. G a l v a r in o R

    iv e r o s .

    Al soiíoi Miui.-.lrtí Je Guerra j Marina en cuiuii&fia.

    BOMBARDEO DE ANCON. TELEGRAMAS OFICIALES.

    A ncón, E w v o 4 de 18S1. Señor Ministro: Beiior Secretario de Guorra: El Jefe de la Divi.sion bloqueadora del Callao, con fecha 2 del presente, me anunciaba qne el vapor S a n ia Rosa El Tolten entró on la rada, i después de un nutrido fue­ era conductor de un cargamento de arma.? que debia traa- go so retiraron las lauchas enemigas quo habia botado de boi’dar en Chorrillos al V ald ivia o Bolivia, para ser con­ sus costados. ducidas a Chaneai. Gran entusiasmo en ia población por rechazar a los Esta noticia, que fué obtenida por dicho .Jefe en ei vapor enemigo.?. Algunos daños en las casas, pero sm ninguna Liona, era confirmada por una nota del Cousui de Chile im poruncia. en Guayaquil, que donunciaba el mismo cargamento. I ’ En vista de esto, dispuse que ia corbeta O’íflyg in sza r{Recibido a las 8.30 A. Jí.) pase para el N orte con ol objeto do reconocer los ruertos Ancón, Enero 4 de 1881. entre Ancón i Chimbóte, i rejistrar ios v.apore.s a udidos en los denuncios citados i todos los cjue lo in.spiraíien ¡ iSeñor Secretario de Guerra: sospechas. ! Biiqiies enemigo,? se retiran: Tolten i 0 ’Higgin.s. De regreso de su comisión, el comandante de c.?a cor­ beta mo dióe, con fecha de hoi, lo siguiente: P e d r o .F. S u a r e z . "En cumplimiento de las instrucciono,? de ALS., zarpé do esta caleta eu la noclie del 3 del presento, llegando al (Recibido a la 9,35 .A. M.) puerto da Ancón .ai am.aneccr del siguiente dia. Encontré A ncón, Enero 4 de 1881. en ese'puerto a! vapor Tolten i a ia lancha torpedo Fresia, al mando del teniente Bianchi. Me comunicó este último Señor Secretario de Guerra: que una lancha torpedo enemiga, para üin-arso dei ataque En este momento cesa el bombardeo. de la Fresia, habi,a varado en tierra cerca del muelie. ,Ei Tolien i lanchas ocultas tras do la Punta. Inm ediatam ente me diriji al fondeadero i, colocándome O'Higgins frente a la bahía. a distancia do 8 9 0 a 1 ,0 0 0 metros, ordené so hiciese fuego P edro F . S u a eez, sobre la lancha enemiga, cuyo casco se divi.saba atravesa­ do a la orilla de ia piay.a. Los buques neutrales, tanto de guerra como mercantes, Ancón, Enero 4 de 1881. que ocupabau ei fondeadero, me impidieron tomar una Señor Seeretario de Guorra: colocación fija i conveniente para hacer fuego, por cuya H e cambiado tiros con el pueblo contra el enemigo causa varios proyectiles dieron de rebote eV los edificios situados a espalda del paraje en quo se encontraba vara­ chileno, quedando por ei Perú las glorias de este bárbaro da la lancha, declarándose un incendio que pronto so co­ i desigual combate. .Estraordiiiaria, asombrosa ha sirio la actitud de los defensores del suelo patrio. Tieno V. S, a municó a las casas vecinas. Desde tierra, se contestó a nuestros disparo.? con fuego Ancón como siempre puro en sil honra, apagado el incen­ de ametraliadoras i rifles. Según datos reeojidos en el dio sobre los fuegos enemigos, curso de la navegación, se sabe quo el enemigo tuve cin­ 1 El pueblo carga lo.? carros de viveros que tengo listos co ba,jas i quo la lancha torpedo, aunque no destruida del i V, S. puede mandar carros para el trasporte. Mi parte oficia! lo daré mas tardo. todo, ha quedado coraplotamonte inservible. Concedí mis facultades al comisario i capitán dei Siendo el objeto do mi viaje reconocer al vapor VaidiV'M que se stiponia traia armas para ol enemigo, creí p ru ­ puerto. Comunicaré lo.? datos. dente no demorar mas tiempo on Ancón, temeroso que el A la nocho tomaré posiciones. Valdivia, que según las insti-uccioucs do Y . S., habia sali­ Desgracias mui poc.^?. do de Chimbóte cl 3, se encontrase en Ch,anca¡ o Huacho ¡YTva el Poiú! (leserabarcaudo su c.argameiito. En consecuencia, ordené P edro F . S u a r e e. al teniente Bianchi regresara a,l Cfiilao i diese cuenta do lo ocurrido al coinandante de la Ghacahitco, i yo continué viaje al Norte, tocando en Chaneai, Huacho i Supo, Eu ia A ncón, Enero 4 de 1881. boca de este últirno puerto reconocí al vapor Coqnvinbo, Señor Secretario de Guerra: estrayendo de él 4,054 soles papel que, como continjeute p,ar.a ia. guerra, enviaban a Lima los departam entos del En e,?te momento cesa el bombardeo. Norte. .El mcoüdio se estiuguió.

    C A PÍTU LO QUINTO. La manzana que pertenecía a la oficina da la Compa­ ñía do Vapores completamente destruida. ToÜe'n 1 lanchas' ocultas tras do ia Punto, CyHiggim frente a la bahía. P e d r o F. S u a r e z . Ancón, Enero 4 de 1S81. Señor Editor de L a P.atria : Al amanecer de lioi apareció en la rada de Ancón el trasporte chileno ToUen i soltó una lancha'con el objeto, o da apresar ¡a lancha-torpedo nuestra que estaba fondeada cerca de playa, o de destruirla; las diminutas fuerzas que se encontraban en ese momento en el pueblo pudieron rechazarla después de un reñido tiroteo. Bespues do esto, el Tolten se ha ocupado en disparar •SUS cañones sobre l a población. N uestra lancha fué varada por los tripulantes quo te­ nia en los primeros momentos. A últim a hora ha sido volada con un torpedo. B ello.

    CORRESPONDENCIA, ( l ’A i r ii i díí L im a d e l 6 .)

    Anoo-n, Enero 4 de 1881.

    V».--

    !• to -

    to.' C

    I.

    to O c

    to

    c

    1

    o

    Señor Director de L a P a t r i a ; Uiia inicua celada de nuestro vil enemigo, hábilmente llevada a cabo por una partida ele aventureros, de esos aventureros que son ejecutores solícitos de toda infamia que les produzca un puñado de oro; una felonía, decimos, ha tenido lugar. En efecto, esos vampiros solicitaron i obtuvieron la posesión casi absoluta de nuestra lancha República, bajo condiciones lisonjerísimas. U na vez dueños de elia, !a trasladaron dcl Callao a An­ cón. Aquí mui pocas personas oslaban al com ente del asunto, i eso de un modo vago i nebuloso. Después do haberla tenido en esposicion pública duran­ te algunos dias, la alistaron, i haciendo ostensibles mani­ festaciones de m entida buena fo, ae embarcaron en ella i partieron en la noche del §1 dcl pa.sado; regresaron en ia madrugada del siguiente día, sin otra 'novedad que ia de haber deteriorado ci propulsor de la embarcación, contra.riedad que, unida a la de no haber tenido resultado 1a-es­ pedicion, los puso, en apariencia, visiblemente contrista­ do.?; pero eso no obstó para que se mostraran dispuestos a emprender una .segunda espedicion, la que no realizaron porque por una feliz coincidencia para Chile, surjieron dificultades insuperables, como la descomposición de! motor de. la República, i disidencias gravísimas entre los quo la tripulaban. Por consecuencia de esto, quedó aquélla .sin tripulación i ,sin movimiento, acoderada a! muelle por dos amarras. En tal condición cataba anoche, cuando los vijías dei nuerto anunciaron la pre.sencia do buques sospechosos en la bahía i de una lancha chilena que entró a reconocer ei fondeadero de las embarcaciones menores. E n ese momento se buscó a los aventureros para que se hicieran cargo de la liepvM ica o la entregaran a las auto­ ridades, pero no parecieron. _ Pocas ñoras después apareció el cabecilla de ellos, ha­ ciendo presente que si bien aquélla estaba imposibilitoda de prestar servicio.?, ól la suscituiria con una de las chalu­ pas e.xistentcs on el fondeadero, para lo cual pidió ele­ mentos, quo le fueron facilitados sin demora. ■En tanto que esto sucedía, las naves sospecho,?a.s se alejaron hasta confundirse con la oscuridad de la noche. Vino la aurora, i con ella volvieron a ser avistadas, re­ sultando ser el ToUen, la O'Higgins .i la Fresia, i se supo,que el mencionado cabeoiIla. se habia marchado a Lima, abandonando al garete, cerca del muelle, los ú ti­ les que so le proporcionaron en la noehe.

    §95

    A las 5 A. M. entraron al fondeadero la Fresia i el Tolten, miéntras ia O 'Híggms quedaba aguantada sobre su máquina tras la puntilla de ,San Francisco. jja Fresia, de.?pues de cruzar por entre los buques neu­ trales, avanzó con rapidaz sobre la Repúbli-ca para apo­ derarse de ella; pero una descarga de cinco tiros da carabina, heah.'.i por lo.? jcad .anuü.? qno montaban la guardia nocturna del muelle, bastó para hacerla huir ace­ leradamente, A) reliriir.se hizo fuego de aioetralladora i cañón-sobre esos cinco valiente.?, que uo cesaban de con­ tes cario. K1 Tolten acudió entónees on defen.sa de la Fresia, i árabos iniciaron un nutrido fuego de rifie, ametralladoras i cañones, sobre el muelle i la población. Esto produjo gran confu.sion. Todos abandonaban su.? lechos con presteza, unos p.ara ir a tomar las armas, otros par.a poner en salvo sus vida.? i sus interese.?. Las madres corrian en busca do uu refujio para sus hijos, pero no lo encontraban. Los estranjeros invocaban la protección a que .son acreedores por derecho de nacionalidad, mas sus protestas no hallaban oídos. El Tolten tenia a bordo como 200 rllleros, que dispara­ ban a granel i sin interrupción, i varios cañones i ame­ tralladoras H otchkins, que íuncionaban con mui cortas intermitencia.?, en tanto que su compañera no cesaba ele arrq ar metralla. A principio se pusieron a tiro de las carabinas de nues­ tros granaderos para apagar los fuego,? do ésto,? i apode­ rarse do la República; pero los nuestros, aprovechando la distancia, los hicieron retroceder i parapetarse tras los buques neutrales, posición que no abandonaban sino pa­ ra cambiar do costado. A consecuencia de ésto, la fragata Arulrew Thomson i oti'os buques han tenido heríaos i averia.? en io.? cascos, .lili vapor inglés Lautaro' recibió también crecido número de proyectiles, io quo le obligó a ■rcfujiarse entro lo,? buques de guerra neuti'ales. Debido ,al poco fondo dei lugar, la República quedó t,umb.ada sobre im co.st,ado i con el otro fuera del agua. Emónoes Haza La hizo perforar por medio de barretas. Los chileno.? notaron esto, i dispararon sobre la lanchita varia.3 bombas de a 40, de las cuales solo una le tocó, abriéndole un boquete en el casco i destrozándole una sección de la máquina. Las dos naves comprendieron que por sí solas no po­ dian apagar lo.? fuegos de nuestros bizarros soldados i arrasar la población para apoderarse de la República i de mercaderías existentes cn playa; i por eso salieron on de­ manda de la O'Higgins, cuya artillería es moderna. A las 3.45 entraron ¡as tres hasta ponerse a tiro do rifle, i rompieron sns fuegos de ametralladora i de cañón, pero siempre parapetándose tra.s los buques neutrales i dando blanco solo de vez en cuando. U na bomba de la G 'H iggm s destruyó los altos do la ca­ sa que ocupaban la Capitanía i Comisaría. Otra id. inutilizó una de las aroetr.alladora.?. Otra cayó en casa do Mtne. Maurel i rompió una bote­ lla de kerosene, produciendo un incendio, en cuyos edi­ ficios habian los siguientes establecimientos: Hotel Americano, de don (.luiüermo Perley.—Perdió mas do 2,000 solé.? en licorcría, i la ropa, muebles i alha­ jas do su familia. Oficina de vapores.—Pierde torio.? su.? en.?eres i la exis­ tencia en caja; i sus empleados, dinero i ropa. Ajencia de don Ju a n Peralta.—Sus enseres, mobiliario, ropa, dinero i 1.3,000 seles en mercadería.?. Oficina postal.—.Salvó solo sus papeles i valorea, que­ mándose los muebles i ropa ele su jefe, señor Enrique Es­ cobar. A.jencia de don Enrique Higginson.—Perdió todo lo que contenia. Ajencia de don Gregorio H urtado,—Pierde sus pape­ les i el mobiliario i ropa de su apoderado, Cantina de M. M anuel—Tres mil soles en licores i otros artículos, ropa, dinero i alhajas.

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    896

    Fotografía de don Manuel Quovat.—Sus útiles! obra.?, ropa i muebles. Café de Ariega.—El capital i la ropa de uua numero.sa familia. Además de otras casas particulares. Las averías de los demas proyectiles son de poca con­ sideración, escepto Ia.s ocurridas en la Gobernación, que por provenir de muchos no merecen especial mención. Ricardo Silva, ol chileno honrado, quo también nos ha ayudado en los combates doi Sur, so ha portado en el do Ancón con la bizarría de siempre. Los buquos clúlenos suspendieron sus fuegos a las 12 M. i abandonaron el puerto un.a hora después, ia OLlvjgins con rumbo al Norte i ios otros al Sur. Deben haber tenido algunas bajas, pues uno desusoficiaies confe.só a bordo del Á rauco que muchas de nues­ tras balas habian penetrado en los entropuentes. Las que ellos nos lian causado son las siguientes; Soldado Figueroa, muerto. Sárjenlo 1.® José Román, herido. Cabo 1. ® José Saoiia, herido. Soldados: Pascual Reyes i José Trigoso, heridos. Paisanos: úgustin Portales, José Oreliana, José Zapata, Rafael Guzman i Antonio V'eg.a, heridos. I para causarnos estas 10 bajas han empicado, además de los proyectiles del primer combate, los siguientes; O 'Ih g g im , 80 de a 70, 1.50 de a 20 i muchos de ame­ tralladora. Tolten, 50 de a 40 i muchos de ametralladora. Fresia, 60 de a 6 contímetros i varios de ametralladora.

    El

    c o rre s p o n s a l.

    V. K cconocim icuto ofen sivo de las fo rtifica cio n es de C horrillos in dicad o por cl J e fe de E stad o M ayor J en era l.

    (Inédito.)

    todavía como a legua i media de distancia en dirección al N. 0. Las fuerzas de San Ju an av.anzan hácia el Sur hasta el punto denominado Piedra-lisa, que se encuentra un poco tn,as allá de la Hoyada, donde acaba la arena i em ­ pieza el cascajal. Es, pues, enteramente errada la opinión de quo se pue­ de enfilar o flanquear la posición de Chorrillos m archan­ do por el catnino que va a Lima. Una tropa que pretendie­ ra enfilar las alturas de YTlla, tendria su costado derecho inmediatamente amagado i acometido por las .fuerzas del cuerpo principal estebleeido en San Juan. Como 110 seria prudente formar un pian de ataquo so­ bre esta ala enemiga partiendo de ideas erróneas, sin re­ conocer préviamente de vista el terreno en que so va a combatir i las posiciones que ocupan las fuerzas que lo defienden, me parece de primera necesidad practicar ántos de todo un reconocimiento ofensivo hasta Piedra-lisa o las alturas quo dominau esta posición i la de San Juan. Las fuerzas que hagan esto reconocimiento, al avanzar desde la Tablada adelante por el camino que conduce a Tebes, desde que pasan ia Hoyada, so encuentran en pe­ ligro de ser atacadas por el flanco o envueltas por reta­ guardia por las tropas enemigas que coronan las alturas de Villa, las cuales, si vieran avanzar poca jente, se bajarian para cubrir la Tablada i cortar la retirada a las fuerzas dcl reconocimiento. Hai, por corisiguioiile, necesidad do apoyar fuertem en­ te la operación. Al efecto, .seria preciso llevar una briga­ da de infantería, un rejimiento t e caballería i una batería de montaña. Estableciéndose dichas fuerzas sobro la Tablada, se en­ viarla ai reconocimiento un rejimiento de infantería i un e.scuadron de caballería, quedando las demas tropas de observación para apoyar a aquéllas, defender su espalda e impedir que las fuerzas do Villa se avanzaran a cortar­ les la retirada. La O p e r a c ió n q u e i n d i c o t ie n e , a m i j u i c i o , u n a i m p o r ­ t a n c ia c a p it a l e u la r e s o l u c ió n d o l p la n de o p e r a c io n e s fu tu r a s q u e d e b e a d o p t a r s e , d e.?d e q u e b u e n p la n q u e n o p a r ta

    L u r in , Enero 8 de 1881. Señor Ministro: H asta ahora no se hau podido descubrir bien las posi­ ciones i las fuerza.? de! enemigo dei lado de Chorrillos. So está en el gravísimo error de haberla.? observado, cuan­ do todo lo que se ha visto es apénas la vanguardia esta­ blecida sobre las alturas do la hacienda de Villa. Tengo informes fidedignos para poder afirmar que el grueso de las fuerzas de Chorrillos no ha sido observado, coran quo no so puedo observar desde lo,? puentes adonde se ha 1 egado. El ejército peruano se encuentra tendido a lo largo del valle del Surco, do uno i otro lado del rio, pero con ia mayor parte de sus fuerzas al lado del Sur, desde Ate hasta Chorrillos, cargando fuertemente sobre ia ala de­ recha que cubre la entrada mas ancha i fácil al valle de Lima, Dicha ala tione su centro sobre San Ju a n i el Cas­ cajal, su derecha en Chorrillos con una fuerte vanguar­ dia en los altos de Yulla i cl Morro Solar, su izquierda en Tebes i sus reservas sobre Surco, Baranco i Miraflores. De todo esto no se ha visto mas que las fuerzas de Yu11a; pero no se ha podido reconocer la posición de San Juan, centro i llave de esta ala enemiga, i desdo la cual se dominan las demas. Sé que en San Juan, i tendida,? sobre la pampa de Cascajal, que está inmediata, se en­ cuentran numerosas fuerzas de las tres armas, un verda­ dero ejército, que cubre los caminos do Lima por c.ste lado. Para reconocer a San Juan hai necesidad de avanzar como media legua mas adelante del punto en que estuvo anteayer el mayor Pantoja, i que se llama la Hoyada. Des­ do esta Hoyada se sube a una altura que hai 'm as ade­ lante i desde allí solamente vienen a divisarse las posicio­ nes i las fuerzas dei enemigo sobre San Juan, que queda

    n o c im ie n t o , m a s

    o

    d e la

    m énos

    base

    no

    pu ede haber

    fu n d a m e n t a l d e l c o ­

    a p r o x i m a d o , d o la s p o s ic io n e s

    d e l e n e m ig o i fu e r z a s q u e la s d e fie n d e n .

    Teniendo V. S. un interés tan alto en ia campaña i h a­ llándose animado de tan noble espíritu en pro de la san­ ta causa de la patria, me ha parecido del caso dirijir a Y. S. estas indicaciones i observaciones que tienden al mejor i mas acertado desarrollo de las operaciones quo debemo.s emprender. Soi, con este motivo, de Y. S. afectísimo i seguro ser­ vidor. M a r c o s 2. ® M a t u r a n a . Al seflof clon José

    P ra D c isc o

    Vergara.—Presentí.

    Acompaña a esta nota el siguiente i tinerario anónimo: DE PURRUCHUCA A 'CHORRILLOS.

    Se regresa hasta tomar un callejón quo da a la dere­ cha de Monterico grande. No vió la tropa que habia en la hacienda; pero vió que exi.stiau dos centinelas do infantería colocados en la bo­ ca del callejón sobre una pared grande i otro abajo, junto al puente, ou la misma pared. El puente es ancho, carre­ tero i .sobre ol mismo surco. De Monterico pasó el puente i tomó ol callejón por la orilla del rio para abajo a mano izquierda, Este camino no es carretero, V^olvieron a pa.?ar el puente, dejando a la derecha el rio i entraron a Monterico chico, hacienda. Existe tropa do infantería situada en la pampa que está al frente de la hacienda. Después siguieron e callejón que conduce a Tebe.s; pero ántes de llegar a esta hacienda, dejaron el ca­ mino a la derecha i atravesaron unos potreros para salir

    397

    CAPÍTU LO QUINTO.

    directam ente a las pampas del Cascajal, donde tomaron derecho a San J uan. En el Onsoajal existe bastante tropa de infantería, qne se estiende escalonada hasta San Juan. De la Tablada a Tebes, tres leguas camino arenoso. Dé la Hoyada a San Juan, dos i media leguas. En el Cascajal, para entrar a San Juan, c.xiste bastante artillería e infantería. Cañones de bronce. Del cerro de la Hoyada a San Juan, legua i media. De la Tablada a la Hoyada, media legua. h a c ie n d a d e

    la

    RINCONADA.

    Camino de Manehai a la Rinconada, carretero. Tiempo para m archar a pié, cuatro hora.s. So proyecta poner trincheras a la salida del callejón en la rinconada de la loma de arena. Antes de entrar a la Rinconada, existo nna loma de arena, despucs está el puente. En la Rinconada no habia mas que la tropa del coro­ nel Miranda, compuesta corno de 200 hombres. Animales vacunos, como unos 50. Potreros de alfalfa, uno consumido por la caballada de Miranda, otro dejado hasta la mitad i otro entero, pe­ ro la alfalfa mui pequeña. También dos potreros de maiz. DE LA KIN(;ONADA A MELGAREJO.

    Para pasar de la Rinconada a Melgarejo so toma el ca­ llejón de la hacienda i se tuerce en la esquina hácia la derecha. De la Rinconada a Melgarejo, dos cuadras, camino car­ retero. En dicha hacienda existen potreros con pasto, caña i animales vacunos. Hai vaqueros que cuidan ganado. DE MELGAREJO A PURRUCHUCA.

    El mismo callejón que conduce a Melgarejo, conduce también a Purruchuca. La hacienda Purruchuca produce melocotones i parras,

    día, i nómbrasele primer ayudante de campo de S. E. el Jefe Supremo. Nómbrase asimismo ayudante de campo de S. E. al teniente coronel don Nemesio Orbegoso, de­ biendo enciirgarse interinamente del despacho de la Se­ cretaría do Gobierno los sub-secretarios del ramo, i se destina también como ayudante do campo .ál coronel don Segundo Leiva. Rejíatrese i comuniqúese.—Rúbrica do S, E. IGLE.SIAS.

    DIVISION DEL EJÉRCITO DEI. NORTE I CENTRO

    L im a, D iekm bre 23 de 1880, Por convenir al mejor servicio, se dispone; 1. ® Que el ejército del Norte i centro queden dividi­ dos cada uno en dos cuerpos de ejército en la forma si­ guiente; Primer cuerpo, compuesto de las divisiones 1. , 2. =* i 3. '* de! Norte al mando del Seci'Otario do la Guerra, coro­ nel don Miguel Iglesias. Segundo cuerpo, compuesto de las divisiones 4. i 5. ^ del Norte, al mando del coronel don Bellsario Suarcz. ■ Tercer cuerpo, compuesto de las divisiones 3. '* 1 5 .'* del centro, i de la División volante, al mando del cotonol don J Listo Pa,stor Dávila. Cuarto cuerpo, compue.sto de Las divisiones l . * , 2 * i 4. * del centro, al mando del coronel don Andrés A. Cácercs. 2. ® Cada cuerpo de ejército tendrá un detall compues­ to de un jefe i dos adjuntos. 3. ® Los adjuntos de los detall divisionarios quedan suprimidos, pas.ando a servir el detall de las divisiones. Los actuales jefes de detall de ésta,s, pasarán a formar el detall del cuerpo del ejército. Rejístrese i comuniqúese.—Rúbrica de S, E. I g l e s ia s . REQUISICION DE CABALLOS.

    YL

    L im a, Diciemhre ‘2 3 de 1880.

    ü e c r c t o s s o b v c l a s sisB Ú eníc.? iB ia tc iú a s ; í* ié i-« la asBBiiBC e l luaBBBlo B kl e j é i ’c i t o i iioittbB 'a a l JeB iesm l B iic iw lia SBB a y u fla iitB ! «1
    ASUM E

    KL M A N DO

    DEL

    E JÉ R C ITO .

    NICOLAS DE PlÉROLA, JEFE SUPREMO DE LA REPÚBLICA I PROTECTOR DE LA RAZA INDÍJENA.

    Por cuanto ha llegado el caso de verificarlo,

    c ,-

    O c

    h

    Por convenir al .servicio público, se dispone: 1. ° El Estado Mayor del ejército de reserva procede­ rá en el dia a recojer los caballos cuyo 'empadronamiento se le encomendó por resolución c.speeial, otorgando a los dueños do ellos el correspondiente recibo, en el que se espre.sará el precio on que fué valorizado en el acto del em­ padronamiento. 2. ® Ymncido el plazo que so fije para la presentación de lo.s referidos caballos, el Estado Mayor indicado pro­ cederá a tomar de hecho los que no hubiesen sido presen­ tados, sin otoi'gar recibo alguno, i perdiendo, por consi­ guiente, sus dueños el derecho a ser indemnizados por el fisco en ningún tiempo. Rejístrese i comuniqúese.—Rúbrica de S. E. I g l e s ia s .

    Decreto; A.sumo en la fecha ol inmediato mando dcl ejército L.4.S VI-AS FÉRREAS AL .SERVICIO DEL GOBIERNO. acantonado en cl departamento de Lima. | Las órdenes en todo lo relativo al servicio militar serán L im a, Diciembre 22 de 1880. trasmitidas diroetamcnto por el Estado Mayor Jeneral. Necesitando el Gobierno tener espedito oí servicio de Dado en la casa de Gobierno en Lima, a los veintidós las vias férreas para ocuparlas en conformidad con las dias del mes de Diciembi'O de mi! ochocientos ochenta. necesidades de las operaciones i servicio do la guerra, sa N . DE PlÉROLA, resuelve: Miguel Iglesias, 1, ® Decláransc las vias férreas en servicio militar. 2. ® El tráfico público en dichas vias quedará limitado en cada una a un tren de ida i regreso en la mañana i EL JENERAL RÜENDÍA AYUDANTE DE CAMPO. otro en la tardo, i cuyo tráfico so suspenderá toda vez que L im a , Diciemhre ££ de 1880. las necesidades dcl servicio público lo hagan necesario. Rejístrese i comuniqúese.—Rúbrica do S. E. Por convenir al mejor servicio, suspéndase el juicio de esclarecimiento mandado seguir al Jeneral don Ju an BuenI g l e s ia s .

    398

    GU ERRA D E L PA CÍFICO. L im a , Diciembre 32 de 1S80.

    EL ESPENDIO DE VIVERES.

    Siendo necesario movilizar la Brigada de caballería dcl SUB-.SECRETARÍA DE GOBIERNO. ejército do reserva, i por lo tanto los servicios de los em­ pleados del tranway que se encuentran alistados en elia, L im a, Diciembre 37 de. 1880. 1 los caballos i demás elementos de que dispone esa emSeñor Alcalde de la Honorable Municipalidad: jresa i puedan ser empleados en el servioio de equipo de Habiendo cesado los ejercicios doctrinales que practi­ a Brigada, se resuelve; 1. ® Suspéndase el tráfico público del tranway de es­ caba en esta capital el ejército de reserva, han quedado ta capital. también sin objeto las disposiciones que so dictaron para 2. ® El Estado Mayor del ejército de reserva otorgará que los establecimientos de comercio permaneciesen cer­ a la espresada empresa el correspondionte recibo por lo.s rados on las horas en que aquéllos tenían lugar; i como caballos i domas útiles que do el a reciba para c! servicio a pesar de esto se advierte abona que hau perraaneoido cerr.ado.s todo el dia aquéllos en que se venden artículos de la Brigada. de primera necesidad, con grave perjuicio de! público, me Rejistrese i comuniqúese.—Rúbrica de S. E. dirijo a V. S., como la única autoridad local llamada a I glesias. dictar las disposiciones de buen gobierno cn estas circuns­ tancias, en conformidad con lo dispuesto por el decreto OÜAIIDIA URBANA ESTRANJESA. supremo do 2 del presente, con el objeto de que so sirva adoptar las medidas mas eficaces a íin de conseguir que L u is Jerm a n Astete, Gapiian de n a vio d-e la arm ada n a ­ permanezcan abiertas en las horas do costumbre ,ios es­ cional, Prefecto i Comandante en Jefe de la plaza. tablecimientos de los espondedores de víveres, allanando con cl uso de sus .atribuciones todos los inconvenientes Teniendo en consideración; quo ia m.alicia o la especulación ilícita pmdieran oponer Que es necesario emplear en el servicio do armas do la a la fiieil adquisición de ios artículos de primera necqsilaza a las columnas de la Guardia Civil i al Escuadren dad i demas que son indispensables para la vida en lo,? endarmes. solemnes momento.? en que el patriotismo hace el último Decreto: esfuerzo por salvar la honra del Perú i la propiedad n a ­ Art. 1. ® Desdo hoi quedan las fuerzas espresada.? a cional i particular. disposición del Estado Mayor de la plaza i sujetas en to­ Dios guarde a V. S. do a las órdenes jenerales dictadas en la provincia per la J uan E. Miranda . Jefatura do armas. A rt. 2.® Invítase a los estranjeros residentes en la CONTRIBUCION A MOQUEGUA. provincia constituirse i organizarse en cuerpos de guar­ dia urbana destinada csclusivamente a guardar el orden i Peiiro A . del Solar, Jefe Superior, Político i M ilita r de la propiedad, miéntras los ciudadanos so emplean en el los departamentos d d S u r i Prefecto de Arepaipa. .servicio de la defensa militar, pudiendo para ello escojer í proponer los jefes i oficiales que deban comandarlos. Considerando; Art, 3. ® Las oolumoas estranjenas que accedan a la L® Quo no habiendo todavía e.?pedido ol Supremo invitación quo se les hace en el artículo 2. ® de este decre­ Gobierno resolución alguna .sobre los propietarios quo to, harán m añana sus propuestas de jefes i oficiales a la confórme a la resolución adjunta suministraron dinero i Sub-prefectura de la provineia, i esta oficina dará cuenta a otras especies al ejército invasor. este despacho sn el aoto de recibirlas, a fin ds que se estien­ 2.® Quo cl hecho de haber favorecido .así al enemigo dan los nombramientos respectivos. da cl derecho de exijir, por lo mismo, igual sacrificio en A rt, 4. ® La Sub-prefectura de la provincia i el Estado favor del ejército de su patria, Mayor de ia plaza quedan encargados del cumplimiento Decreto: de este decreto. Art. 1. ® Imponeso como contribución de guerra a los Dado en la casa de la Prefectura i Comandancia en jefo vecinos de Moquegua una erogación igual a la que pu­ dol Callao a los 25 dias del mes de Diciembre de 1880. sieron en poder del enemigo. Art. 2. ® El Prefecto de Moquegua queda encargaL u ir J e r m a n A s t e t e , do dcl_ cumplimiento de e.?te decreto, sujetándose, en caso E m ilia n o A. Carvallo, de^resistsncia, a ¡as órdenc.? j'esorsrada.? espedidas por esta Ssorei-srio. Jefatura. Dese cuenta al Supremo Gobierno. Comuniqúese, publíquese ¡ archívese.—Dado en Are­ Lima,, Diciembre 28 de ISSO, quipa,a 1-5 do Diciembre de 1880,

    5

    Señor Alcalde de la Honorable Municipalidad: P edro A, d el S olar. Mañana a primera hora quedará evacuada est.a capital ' P . G. d d Solar, por las fuerzas que hacen el servicio de policía; lo quo Swvttarii.'. participo a Y. S. a fin de que desdo eso momento proceda a ejercer las atribuciones que le concede el decreto supremo do 2 del presente, respecto del servicio de seguridad pú­ blica. Al mismo tiempo debo advertir a V. S. que en las oficinas del Estado i derna.? establecimientos públicos, P roclam as dé los prefecto,? de Súma í e) P aü ao ; a m a m entó lletiiKÍo a áiscoii i p re p a ra tiv o s de d efen sa cti no quedan mas quo loa empleados civiles esencial monte el c e rro de San ú risló b ai. indispensable,? para e! servicio interior, en cuya virtud dis­ pondrá V. S. que la guardia en los referidos estableci­ PROCLA.MA DEL PIIKFECTO DE LIMA. mientos, como son casa de Gobierno, Prefectura, Cárcel, hospitales. Casa de Moneda i doma.? que necesiten do esto E l Prefecto i Conmndante Jeneral dei departamento. servicio, se haga por los vecinos que se organicen para Conciudadanos: vijilar la seguridad pública, pudiendo ücupar los locales de la Prefectura i de las comisarías para ia mejor distri­ Os dirijo la palabra para deciros que los momentos del bución de ese servicio. peligro se acercan i que debemos estar listos para la de­ Dios guarde a V. S, fensa de la patria. E l enemigo avanza sobre la capital i se E m e t e r io P a r e j a . encuentra ya on nuestro departamento.

    TIL

    399

    CAPÍTU LO QUINTO.

    ínfatiifidos con lo.s triunfos que pretenden haber obte­ nación en sus propios sepulcros, en presencia de los nido, vienen con la confianza de alcanzar uno luas fácil i escándalos, los crímenes i k s acciones sin nombra que Chile realiza en este suelo de libertad, de gloria i de es­ seguro. E stá bien; que no .so detengan. A cumplir no.sotros peranza. Ym,sotros no necesitáis estímulos vulgares para hacer lo nuestro deber; de pié todos para atender a la defensa na­ cional. de pié para conservar ineólumo la dignidad i el quo hacon los valientes. Yo io sé, i espero con febril inn paciencia (¡uo llegue el momento de saiud.ar al .Perú en­ prestijio de ia República. La época do la espectativa llega a .su término. Los que tre el humo dei combate i o! estruendo de las armas, que vienen a buscarnos son -los que en ol Sur i en el Norte la Nación ha puesto en nuestras manos, diciéndonos co­ han cometido crímenes sin cuento. No lo olvidemos i pre­ mo la heníica m.atrona do Esparta: con el e.soudo o so­ parémonos de.sde ahora a escarmentarlos a la entr.ada bre él. Chalacos; misma de la ciudad, que con jactanciosa altanería han Me siento orgulioso i feliz de estar a vuestro lado en ofrecido tomar a corto plazo i poco costo. ¡A las armas! Que nadie olvide en esto,? momentos su estas circunstancias de escepcional solemnidad para la deber da patriota. La defensa do la ciudad es la defensa Ríípúljüca. Tenéis acreditada j-eputacion de valor i sois de las familias, de k s propiedades privadas, de las tum ­ i patriotas. Cuando el peligro asomo, acordaos del 2 do bas de nuestros majore.?. ¡Ai! de todo ello, si las de.smo- ’ M.ayor, acordaos de Arica i rodead a, vuestro jefe, para raÜzai.loras hordas quo avanzan sobro Lima tomaran po­ i quien e,s regia do conducta, que vale mas morir con honra que vivir .sin cll.a. sesión de olla. L uis J e r j v a í í A s t e t e , Limeños: N acido entre vosotros, teniendo vuestras ide.as, p a rtí •• cipando de vue.stras as[)ifacioii6S, yo sé bien que eu el m om ento dcl com bate, nadie dejará vacante su puesto, i que se te n d rá u n solo pensam iento i se levanterán todo.s como un solo hom bre para vencer al enemigo. í por eso, p orque abrigo tan íntim a confianza en vuestro valor i on vue.stro p.atrioti3mo, m e lim ito a deciros que lo.s m om en­ tos dei peligro so acercan i quo debem os estar listos para k defensa de la patria.

    Yíilientes jetos, ollciale.? i soldados do la Guardia Civil: Se os presenta la oportunidad para que conlirmeis una vez mas vuestras trsaiciones de abnegados i valientes. Orgullo.so rao siento ai tener el honor do condccíro.? al combate. .Nada tengo quo recomendaros en lo.s .solemne.? momentos, poríjuo todo lo esporo de vosotros. 'Fue.stv.as gioriá.? .son las glorias de la patria, de esta pat,.ria por cuya defensa derramaremos con orgullo nuestra sangre, unidos al pueblo armado, de euyo.s intereses sois los mas fieles custodios. Pueblos dei departamento: ’v .La defens:i de la capital -es hoi la defensa do la Ropú­ blica. Chile, vencido en k s puertas de Lima, está vencido y para siempre. Acudid a ia defensa de .k capital, 'venid a U. ella a oumpliv vuestros deberes!Compatriotas: V. Que la mas estricta unión preceda a todos nuo,stros tra­ 'v-u bajo.?, quo un solo penaamienco no.s animo a todos, que trna sola acción dirija nuestras voluntades. Así seremos fuerte.? i haremos pagar bien cara la osadía de ios qi/LO, en su locura, a;-m prensado en conqui-stanío:;.

    c.

    Preparém onos hoi para rechazar a los invasore.?; m aña­ n a ceifehrarcmos las glorias de la p atria en el campo do la victoria.

    ■c o o c C' ! o

    : Por mi parte, estaré .siompi'o a vuestro lado i en cual­ quier puesto, i aun on ol do mayor peligro enconírarois a vuestro compatriota i aniigo J

    uan

    P eñ a

    i

    C o r o n e i ..

    Lima; Uiciombra 23 de 1880.

    •G

    (o Jo ■o

    TELEGRAMAS OFICÍALES. {Rsíibíáí ún Palacio ftk a 2. iO T. M.)

    7JuachnJ)ickmhr<: 27 de 188.0. (

    Señor Secretario de Guerra: El armamento llegará hoi .a cualquiera hora a Quipioo. Viene andando dias i nocrms, íío i marcho a Sayan para activar su remisión. ¡Viva el Pcrúl Uo.MiWGO T orero . (ItsciWóo en Pakci-o a !a» 3,33 P. M )

    .drií'oü, IHcmnbre. 20 d,e, 1880. Señor Secretario do Guerra: En. una hora mas entra aquí el armamento que esperapkjS. E! señor Sub-profeeto de Paita está pidiendo dé or­ denes S. E. i me dico necesita una máquina con un car­ ro. í.,8 he proporcionado los ausilios que mo pido. Pido órnenos a YL S. P e d r o J'. .S u a r e z . Enero 8 dxt 1881, Señor Coronel Secada, Secretario de Guerra: En diversas puiporías hai pequeñas existencias de ful­ minantes para ríiles Minió. Reoojiéndolos todos, pueden reunirse unos 200,000. Por el raillar 10 incas. T o r r k jo .

    Cho-rrilios, E-nero 2 de-1881. Sírvase YL S. m andar dar a Yí. Noel 40Ó incas para la iustakciou de la luz uléetrica tm San Cristóbal, de que está encargado, do cuya suma dará cuoina. R

    íb r o l a ,

    jPROfii,AIH.A DEL TREFECTO DEI. CALLAO.

    E l Prefecto i Ooriumdante &n- Jeje. de ia ■pro-vineio, al ■valiente p-vAdo dei Oallao i a las fu erza s de la plaza,

    ! o

    .o •c 'o o

    Cal’aoj Diciembre 24 de 1880,

    ¡Compañeros do amia,s! Lia llegado el momento de defender i salvar del opro­ bio, de k ruina i de ia vergüenza a la patria que tanto amamos, al hogar que embellecen nuestras madres, miestras 6spo.sas i nuestros tiernos hijos, ívI recuerdo venerado do los que ofrecieron su vida para redimirnos d'e la .soryidumbro colonial, do osos m ártires sublimes del patrio­ tismo; que hoi se estremecen de cólera i do infinita indig­

    .Esíacion Central, Enero ñ de 1881. Señor Coronel .Secada: Comunicación telegráfica con San Cristóbal espedita. .Pa z S o l d a r .

    Callao, Enero 7 de 1881. Señoi' Sub-secretario de Guerra: De orden de S. E., mando por ol tren de 6 P. M., línea tras.andina, un cañón que fué colisa del Apit,rimac, con su

    400

    G U ERRA DEL PA CÍFICO .

    cureña, útiles i juego do arreas completo, para que sea montado en el cerro de San Cristóbal. Dicho cañón que­ dará en la estación de .Monserrate.

    destino; todo, cn fin, lo que hai de mas tierno i adorable, sufria la mas amarga prueba. La sorpresa imperaba: creyóse ver debilidades i todo fué fortaleza. G a r c ía . H.ubo un soldado que fuó a despedirse de sus hijos. La esposa so arrojó sobre e'l, le suplicó i lloró para que .so in­ (Uccibiilo (1« Snti Cristóbal a l.is 12.30 P. M.) corporase a su cuerpo después. Queria tener la dicha de Enero 9 de 1S31. verio un dia mas. Nada pudieron las lágrimas i súplicas. Señor Secretario de Guerra: T;a dc.sesperacioii procura a la mujer un ardid: consiguió El colisa del Afiurvm ac quedará montado hoi mismo encerrar a su marido. Este atropella i vence los obstáculos i espedito para hacer fuego. Necesito urjentemonte gra­ que so presentan a su paso, llega a la ventana que da a la nadas esféricas de a 32, con espoletas de tiempo do 5, 10 calle, llama i grita a los transeúntes, les suplica que llamen i 20 segundos. Además, de metralla de a 6 .pul_ ^ . . tarros . cuartel próximo a sus compañeros de batallón, coirsiguo radas de diámetro, si los hai. i en caso pueden suplir los I con éstos forzar la puerta i prorumpe en gritos de alegría de ó pulgadas, ¡ al verse libre de las trabas puestas por el amor conyugal. Como e.se soldado son los que vana probar a los chilenos M a n u e l A. Y i l l a v i c e k c i o . que la impunidad del salteador no es perpetua. Ilai que anotar un hecho harto significativo. Algunos ciudadanos, por razón de sus empleos o de otras circimstancias no se habian alistado o no estaban acuartoD escrip ción de la p artid a del ejé rcito de reserva de lado.s. No faltó quienes viesen en eso indolencia o falta de patriotismo. Pues bion, apenas circuló por la ciudad la lim a a su cniiipaiaento. noticia de marcha, cuando los cuarteles so hacian intransitalilcs por su jigantesca concurrencia que afluia a tomar EL CAMPAMENTO, puesto en el ejército. ííasta los enfermos salian cn busca (C orrespondencia p ara L a O i ’is io k K a m o sa l de L im a.) da su rifle. D urante el desfile, los cuerpos engiusaban connuevos voluntarios. Un ci-.idadaiio, casi anciano, modelo Diciembre 26 ds 1S30. de puntualidad durante los meses trascurridos desde la de la reserva, e.staba en su casa retenido por El 25 dei presente, dia en quo principió a dc.sfilnr la , organización , reserva a sus reales de campaña, es una fecha cuyo re- I lii<5ra dolencia. E? sordo por añadidura. Sabe que ,su cuercuerdo estará siempre unido al espectáculo mas gran- P® saIc, toma en el acto La mochila i en el tránsito se dioso que so haya presenciado. incorpora al 8. El resto de lo.s rifles se habian mandado a Se habia visto a todas las clases sociales acudir presu- i Miraflore.s, de manera quo ese voluntario va sin' arma i rosas al ejercicio primero, al acuartelamiento después; ¡luega u sus compuñeros p.ara ayudarlos en algo, pero no so habia realizado aun el gran ejercicio de ia gran | después de las 2 F. M. reciben órden de desfilar campaña activa. E! chileno contaba para su invasión con | batallones (i i 8 acuartelados on el ■eolejio do Guadala inutilidad del ciudadano improvisado en soldado. Para i li-ipe. él, para su prensa, para sus conductores, para sus jenera- ! Y' ^ organización especial. El coronol Rivero les, para sus diplomáticos i para ei miedo de sus sicario.?, formado una. compañía de vanguardia. Los alabarderos la reserva era un mito, una divinidad engañadora pronta ^ son la descubierta, los e.?p!oradores los que precederán a desvanecerse al primer toque de jencrala. Lima no po- ; S'-’s comp.añero.3 eu la senda de la gloria. Los alabarderos dia ser nunca, en su concepto, una Zaragoza; el hombre rompen la march.a, i con su morrión alto, de color negro, de letras, el de salón, ei do ciencia, el jurisconsulto i el con el escudo de la patria en la parte superior del frente, artesano, tampoco le parecian capaces de soportar un dia preceden a alguna di.sta.ncia al resto dcl batallón. de fatiga. Entusiastas e impacientes por la lucha, los hemos visto Fatuo engaño ahogado por la m.as heroica trasforma- I a la altura del lugar que les ha designado el coronel Ricion. I vero. La reserva ha dejado la metrópoli peruana con inaudi­ i Tienen un magnífico capitán, el señor Gandolfo, que to entu.siasmo, con rara resolución. Tiene un deber i va como la oficialidad dol resto del batallón, es querido i a cumplirlo. Lo ha arrojado im reto al enemigo i marcha gustosamente obedecido. rápida a la cita, Puede medir.se el calibre de nuestros El 8 sigue ni G, i después do llegar a la Plaza de Armas ejércitos de línea i do reserva por esta fórmula de singu­ jor la cuadra do Judíos, hicimos alto por el lado do la lar bravura: Rivera, Llegaron los demas batallones, i emprendimos por “No necesitará combatir la reserva,” dicen los de línea, Mercaderes la inarelia a la estación de Chorrillos. Miéntras “Los de línea en la vanguardia no debcrian conquistar se embarcaban les primeros batallones, pudimos observar solos las glorias de la patri,a,” esclam.an los do la reserva. en el nuestro ¡ndescriptibles escenas de despedida. Al Tal competencia de valor i abnegación no puede dejar través de tanto afecto, de tanto cariño, de tanto enterneci­ de consagrar ol éxito mas satisfactorio. miento, nunca ñié mas templada la impasibilidad de los El 25, nadie sabia el dia de la partida. De un momento defensores do la patria. No habia débiles. Si la rnujor o a otro se da la órden de marcha. Nadie habia preparado el pariente .sentían, como es natural, el desgarrador mo­ su militar equipaje. Bastó oir la órdeu para que instantá­ mento de la separación, nada lo hacia traslucir. El dolor neamente cada cual tuviera cl equipo. estaba oculto en lo míus íntimo. Su faz no vagaba siqtúera A las 12 M. se podia desfilar. Lim.a estaba en los cuar­ en la superficie. Parece que cada cual se esforzaba en ri­ teles i sus alrededores, con el arma al brazo los hombres, valizar en serenidad i valor. Oímos a una madre estas i con la solicitud mas esquisita las mujeres. Era una fe­ palabras de sin igual abnegación; ria militar donde el entusiasmo, el murmullo, la hilari­ “Hijo de mis entrañas, te llevas mi vida, pevo todo lo dad, la espansion, los juram entos do venganza i muerte, compensará cl aniquilaraiento del enemigo!” / |/ atronaban los aires i llenaban los corazones. El observ.aEl sollozo interrumpió la frase... ¿ Y oi lujo? Parecia la / ) \ dor podia en vano buscar un semblante triste. La gran mas gallarda figura dcl estatuario. Con la mano sobre olY idea, el gran sentimiento dominaba en todas las im pre­ fusil, consagraba con imponente actitud el juram ente siones. Sin embargo, la madre .?e clesprcndia de! único maternal. hijo i apoyo; la c.?posa, con sus tiernos hijos, del esposo i .Los hijos do otro soldado de la compañía están del padre; ol hermano del hermano; el amigo del amigo; abrazados dol padre. Lloran sin saber porqué, pero lloran la prometida dol que lleva en sus manos su suerte ¡ su como presintiendo el peligro i los azares de la guerra. Eso

    . YÍII.

    CAPÍTU LO QUINTO.

    Vj -

    w u W G C O o

    401

    perdurable. I nunca eso factor del buen suceso fué parte padre debe haber sufrido el infierno del Dante. La madre íindamental i duradera del destino de las naciones. llega, los atrae i arranca con estas imborrables palabras: El fatalismo musulmán falla aun con .sus mismos cre­ “Hijos inios, dejadlo que va a matar a los bandidos que yentes; i así como el chileno ha creido, o se ha engañado, quieren matarnos i robamos.” Llega un anciano i se acerca a im oficial demasiado jo­ creyendo victoria i bizarría lo que ha sido puramente dá­ ven aun. “No tengo que encargarte nada, le dice; puesto diva de la suerte, así tambicn despertará al golpe rudo que el enemigo está tan a la mano, es necesario aprovechar del acontecimiento final, haciéndole ver lo que es en ver­ los momento.s. Gran, Rolognesi i dema.s mártires han de­ dad victoria, mérico, fortaleza i denuedo. E! espíritu del soldado no puedo ser mas halagador. jado luminosa estela que es ne.<:esario no oscurecer.” 1 en verdad que no hemos menester de historia antigua Pueblo libre, civilizado i dueño de sus destino.?, está eu para presentar ejemplos los mas grandes i los mas subli­ el campamento alegre, ardoroso i con la consigna de no ceder el terreno sino a precio de la vida. mes. El campamento militar quo so desenvuelve en torno Esparta tiene su.s raros episodio.? de intrepidez i lieroismo. El Perá tiene también .sus .tonmilas propias de sa­ de Lima, no es cl retiro militar lejano i aislado. Puede de­ crificio lejcndario. Si el Perú e.s pequeño en adelanto cirse que Lima se ha desbordado de sus cercanos muros industrial, en riquezas i en progreso, coniparado con otras para seguir la corriente estratéjica do las línea:? esteriores nacione.s, nadie puede docir con razón qne es pequeño on do defensa i ataque. La alluencia es tan bulliciosa i abun­ dante como las mas conciirrid.as fiestas públicas de la ciu­ virtudes gnerrcnis i de civismo. Los antiguos jenerales solían decir cuando tenían co­ dad. El tráfico es inmenso, el trabajo tan asiduo como nocimiento do la superioridad numérica del enemigo: enérjieo 1 bien dirijido. Despréndese de Miraflores un hilo sin interrupción de “Tanto mejor, pelearemos a la .sombra de sus tiecha.s.” I nuestros guerreros responden a la intimación del enemigo: concurrencia, que pa.sando por los diferentes reductos va "Nosotros no nos rendimos, quemaremos cl último cartu­ hasta las haciendas i lugares próximos no ocupados por cho.” I guerreros antiguos i modernos no esquivan la lid el enemigo. El mismo dia quo llegamos al reducto dirijido por el aun on la proporción de los 300 de Leónidas con el millón injeniero San Martin, quedó tendido el telégrafo. Laelecde soldados do Jeijes. ti'ieidad puede, pues, comunicar i mover cou ia velocidad Reanudando la relación, es justo hacer mención dol des­ del rayo nuestras fuerzas distribuidas. Ei .soldado goza de . prendimiento de la jente del pueblo que iba a despedirnos. ia Naturaleza por las noches i las mañanas. Vejetacion Sin mas que saber la partida, dieron profusamente lo poco riquísima, cielo despejado, brisas deliciosas, etc,, etc., todo que tenian. Fuimos testigos, i aun las instancias reiteradas eso so des])lcga primorosamente. nos hicieron partícipes cíe tales deino.straeiones. Allá, a lo léjos, se ve la cadena desigual i gradual da De tod.as estas masas salían atron.rdoras voces de alien­ cerros que bordan el Litoral. Destácanse de cuando en to i virilidad. El qne hubiera flaqueado se hubiera sentido cuando columnas de polvareda, señalando el paso de nues­ reanimado con tal actitud. tra caballería o el punto de un campamento. Llegó nuestro turno i tomamo.s el tren. Parte el convoi, Todas las miradas llevan la dirección de esas colinas, ha­ i con voz de trueno se entona por todos la canción nacio­ ciéndose comentarios i conjeturas respoct-o de la ruta que nal. Era la música de lo,s libros i de las gloria.? de la inde­ rueden traer los chilenos. Éste c.scoje ,su puesto de compendencia saludando a los nuevos defensores de la integri­ rate de antemano, aquél propone su plan de ataque, todos dad nacional. reconocen sus posiciones i so proponen utilizarlas en cuan­ Llegados a Miraflores, nos encaminamos a nuestro cuar­ to .sea posible, llegado el caso. tel. Orden mas completo no es concebible. Allí pasamos “Yo soi ci primero que va a avanzar, decia un soldado. la noche, i al de.spuntar ol dia formaba ol batallón para Juro a Dios que, o mo matan o he da volver con una ban­ dirijirnos a nuestro campamento, , ' dera dcl enemigo,” A partir de Miraflores se encadenan los reductos i for­ “Eso .significa un roto, esclama otro. Hago una apuesta talezas que circundan la capital. Los batallones 2, 4, C, S, para ver cuál avanza primero.” 10 i 12 fueron tomando sus posiciones en el órden en que “Muchachos, juremos ir todos donde vaya uno do nos­ están indicados. A no.sotros nos tocó ocupar un magnífico otros.” reducto. No debemos decir nada de la defensa ni de nues­ Una vocería trasportada de entusiasmo recoje esa pro­ tros elementos. B.asta saber que si .siempre se ha tenido i mesa, ese llamamiento. Lamentamos cierr,amento la de­ se tiene seguridad dol triunfo do nuestra causa, con las mora del cnernigu; mas no >or eso falta esa paciencia, vir­ nuevas obras es indefectible. tud quo conserva la serenidad en los grandes peligros. De nna de las eminencias de nue.stro campamento di­ Esas lejiones de voluntarios se han amoldado desde rijimos la mirada, ausiliados por ei anteojo de un compa- ,1 luego a la vida militar, El día en que se instalaron en sus ñero, a la línea de la re.sorva. ¡Qué golpe de vista! ¡Qué po.siciones las fuerzas do la reserva, nacieron como por en­ grandeza! ¡Qué prodijio! Aquello no puede describirse. canto con injonio i prontitud. Se siento la impresión, pero no hai como darlo forma osEl sol abrasador desde las primeras horas del dia, hizo presiva. qne so fabrica.sen esos nuevos lueblos en miniatura. £1 Envuelta en seda hasta hace poco, Lima deja su hogar carrizo i la caña nn escasean, hdüs lian levantado en tradicional, relega ,sus placeres, sus comodidades i entre­ pocos instantes.su tienda de campaña. tenimientos i abandona lo rnas querido para pernoctar en - No terminaremos esta primera correspondencia sin maol vivac esperando al invasor. infostar nuestro regocijo ante la intima, recíproca i cor­ ¿Qué espera el asaltante? | dial solicitud de jefes i soldados. El soldado, sin perder la ¿Vacila, retrocede, teme, aguarda o calcula? | dignidad i la estimación, cumplo sus obligaciones irrepro­ No importa lo que sea. Está echada la suerte, los aceros j chablemente. No hemos oído siquiera una reconvención. están cruzados i ya no queda sino esperar cl plazo, El soldado tione orgullo de ahorrar a sus jefes las incomo­ ¿Se desarrollará la invasión por el Sur, por ol Norte, didades de las prolijas vijilancias. A su vez los jefes, con por el centro, u obrará simultáneamente por esos distin­ sus cuidados i maneras fraternales, cautivan a sus subor­ tos puntos? dinados. En cl Batallón número 8 hemos notado mas Cualquiera que sea el plan, debemos abrigar la con­ próximamente ese enlace de cariño i subordinación. fianza de que estamos en situación tal, quo en el instan­ El intrépido coronel Rivera se ha captado el completo te de un movimiento sério del enemigo estará cubierto afecto de sus soldados i oficiales. Desde el desfile del cuar­ tel de Guadalupe el coronel Rivero i sus oficiales eran suficientemente el flanco. El aliado del chileno, la casualidad, no puede ser, no es constantemente vivados por el batallón. Se inspiran múT o m o IV,— 51

    402

    GU ERRA DEL PA CÍFÍCO .

    luam ente confianza, i eso es de inapreciable valor tratán­ dose do batallas. I la Jente del 8 es escojida. Se puede ir con ella iiasta cl coniin. Permítasele decir al que esto escribe, que no hace otra cosa que narrar lo quo .se refiere a sus demas corupañeros, observados de eerca en cl seno de ia amUtud, enardecida por las inspiraciones dcl patriotismo mas puro. M

    anukl

    Yarlkqué,

    EL ¡i,!KllCXTO i'LUUANO EN UAJtl'AÑA. (C o rrc .o ;0 !ii¡oiici:i ¿..ira L a O i'i.'o o s

    ¡y 'A C S O S A t.

    dü L im a ,)

    Evrvo 3 de, ISSl.

    tamente por el eco de centenares de millares de bocas; quién pedia a su coronel una comisión do peligrosa avan­ zada, Pero io que mas se notaba, como prueba da que cl pensamiento dirije la acción, era este consejo quo reoíprocaraentc .se hacian los combatientes i que debe ser la con.sigiia do todos; "Muchachos; no hai quo atolondrarse; pocos tiro? pero buenos." L en verdad, nada significa cl atronador i tempestuoso desperdicio de. íusilerí.a .si se está cañoneando al aire en vez de herir al enemigo, (áula tiro tiene una misión i de­ bo liciiftila. Por lo ménos, debe liaber una buena propor­ cionalidad eutiB los disparos hechíjs i aquéllos que lle­ gan a acertamc. Para conseguir tan importante obiet.o, es >reci.?o quo a la.? indicaciones propia.? del soldado se unan a (le los jefes i oficiales. Estos, dirijiendo los ataques i la defensa, ven i miden ia distancia del enemigo, la direc­ ción, ias posicione.? quo escoje é,?te, i, en consecuencia, se oncuenlraii en mejor aptitud de hacer dirijir convenien­ temente la mira del fusil. Cuando la descarga puede ser abundante i segura, me­ jor. Cuando eso es difícil, mas vale hacer poca,? con tal que sean bien encaminadas. No debernos olvidar que el soldado chileno elude, hasta llegar a la fuga, lo.s combalos a cuerpo desciibierio. Siempre bu,?ca e mas pequeño obstáculo, el mas insignilioante accidente topográfico pa­ ra tenderse en el sucio i dispar.ar. Oonoeida de antemano e,?a táctica, claro es el camino que debemos seguir delante del asalto de encrucijada i alevosía.

    Los cuerpos do reserva e.sí,áa ya en plena posesión de la vida de campaña, (,'on c;;a especie de blindaje que ca­ racteriza al veterano, no le van en zaga al ejército do lí­ nea. ,El trascurso de! tiempo no debilita el entusiasmo. Vigoríza-se cada vez mas i mas, lo mismo (¡ue la doci.sion, pudiendo decirse de .Lima (lue ¡jiiede ,ser, según ias circunsi.ancias, un buen jentii-hom bre como uu iiéroe d(3 guerra i de combate crudo, £ n esto cielo no so ve nin­ guna nube de tristeza. Imina la alegví.a insólita, precur­ sora de grandes i gratos aconteeiinieiitos. ila i en c) pe­ cho de cada soldado una fe tan ciega en el triunfo, quo parece que el pre.soittimie)Uo, sombra vaga de! porvenir, se empeñara on anunciarnos allá eu lo remíndito do las ;randes satislaceionc.? morales i éon anticipado alborozo, a corona compei!.5atiora de las múltiples amarguras del pasado. Abundan i sobran los víveres en cl ejército. Lo carne ¿Qué nos falta pava conquistarla? es inmejorable i en cantidad satisfactoria para el mas ¿Justicia? exijentc.'Ei torpedo (pan de grandes dimensiones)'lo so­ ,La de nuestra causa es tan pura como la muier de bra el soldado, o mismo (¡ue la papa i dornas víveres qm? César, _ _ se reparten. La profu,?ion de los campamentos forma con¿Sacrificio.?, inmolacioties, sangre, lieroismo? tra.?toeon esa severidad de precios on el espondio de Lima. Por insaciable que sea )a voracidad de ese Dios ciego Todos los quo han venido a visitar estos lugares se ha­ (¡ue ha ocasionado a Ciiiie tantos, aunque inútiles favores, brán cerciorado de la verdad de nuestras afirmaciono.?. En harto debe estar cou ese luminoso i sublime cortejo de cuanto ,a cantidad i calidad, .?e come, indudablemente, presente,? hechos en Pisagua, Han Franciseo, Angamos, mejor que on esa capital. I el soldado no .solo tiene .?u ra­ Tacna i Ariíía. Las leyes de la Naturaleza está.n trastor­ ción (liária, recibe, además, su diaria do tres solé.?, con nadas i es fuerza que se restablezcan. Una de ellas, tan ios que paga comodidades que hacen mas llevadera la necesaria eomo la e.xisteucia de Dios, e,? la restauración larga e.?tiuiía dol vivac. de ese cq.uilií.)rio turbado por la. mano impura de la pira­ .l'll problema do las subsistencias, uno de los objetivos tería en complicidad con el predominio transitorio de la preferentes del enemiga, está así resuelto por todo cl fuerza. En las sociedades iuunanas, de..?dtí la unidad so­ tiempo que dure la campaña. cial, la .familia, hasta la gran agrupación de ia humani­ M a n u e l Y a r l e 'íJ U ú . dad, se levanta ia pcírturbacion i ei crimen como el medio de demostrar mas patentem ente el órden i !a oficacia de la justicia. Tale-s reflexiones, uuid.ss a la conciencia do la fuerza i elementos organizndtos, producen aquel oonvenciraieuto de pr(.')XÍmo buen suceso que van a arrancar laa Arresto del úoroncl SEoScasbcsí eiusHbordituHdoH de «a. cabo peruano; abuso de. la Craz R oja en Lima, huestes acampadas al írento del enemigo.

    II

    Fenómeno .¡ndeí5cifr.'i,b!e es ver cómo las organizaciones débiles i deprimidas por el clima laxante de Lima, iéjo.? de decaer se levantan i vigorizan contrariando toda pre­ sunción i todo temor. .Esta vida do cam )o despierta ei apetito, predispone a las penosas actividades, enseña otro hcrizonte, otra per.?poctiva i ahonda e.?e ím petu de lucha que animaba a la reserva, cuando saliendo do su hogar traia la creencia de entrar a combato inmediato e inminente. No falta, pues, para term inar la acción final, mas que el invasor so re­ suelva a avanzar por cualquiera dirección. Hace días se anuució la prmü’.nidad del combate eu la re.?erva, pues se comunicaba que el enemigo iba a avan­ zar. Jjlegada.? ias órdenes concspondiontes a los campa­ mentos, tomaron los cuítrpo.? sus respectivos puesto.?. No parecia que se iba a libr.ir la vida dol individuo i de la Nación a la suerte de ias arma.?. Quie'u felicitaba a su compañero por haber llegado la hora anhelada; quién lanzaba lo.? viva? a la p.alria, que eran acojidos entusias­

    EL CORONEL BOLOGNESI ARRESTADO BN V ÍS PE R A S DK LA BATALLA. PREFECTURA 1 COMAKDA.N'CÍA EN JEFE.

    (klhu), Enero 2 ¿íe IS S l. Señor; Hallándose cl coronel don Mariano Bolognesi sometido a juicio por desobedecirniento a órdenes superiores, orde­ né su detención bajo su palabra de honor, señalándole al efecto el territorio del pueblo do Bellavista para quo espusiora ¡as causales ante el juez fiscal nombrado, teniente coronel don Juan P. García; mas, según oficio de éste de la fecha, mo he impuesto con dolor que el referido coro­ nel ha abandonado el lugar de su detención, lo que me obliga a dirijir a V. S. ia presento para que disponga lo conveniente a efecto de que el señor coronel Bolognesi se restitiuya en el arresto que so ¡e tiene ordenado. Dios guarde a V. vS. muchos años. L. J. A s t e t e . Al sfriM Capiuii (le

    uatío.

    Jefe Je Estado Mayor de la plasa.

    403

    CAPÍTU LO QUINTO. Callao, Enero ¡! de 1S81.—Traseríbase ul señor coronel Bolognesi, Jefe del Parque Jeneral do los ejércitos, para su conocimiento i cump iraiento, sirviéndose acusar recibo. F . A t.z a m o r .a.

    PREFECTURA I OOMANDANCIA EN JE F E .

    Oallao, Enero S de IS S l. Señor: Por el oficio del teniente coronel, juez fiscal don J nan P. García, quo adjunto a V, S., se informará que cl coro­ ne! don Mariano Bolognesi, Jefe de la batería nombrada Bolognesi, ha abandonado el lugar de su detención, i, a fin de que el indicado Jefo se restituya a él, sírvase V. S. dictar las órdenes convenientes para su cumplimiento. Dios guarde a YL S. muchos años. Tj. J.

    A stete.

    dicado, no me es po.sible dar curoplimieuto a esa disposi­ ción por encontrarme eneafgado, i al frente dcl enemigo, de una comisión demasiado importante i que no podria abandonar sin cometer una falta de graves consecuencias. El puesto que dusempefio me ha sido confiado por S. .E. c! Jefe Supremo de la Nación, i para separarme de aquél seria preciso que lo di.spusie.so él mismo. Con el enemigo al frente i pró.xiitio a jugarse la suerte i la honra de la patria, comeleria un verdadero crimen si por dar cumpliraionto fd orijinal mandato dol señor eapitan do navio, Jefe de esa piaza, desertase del puesto que a la iiora del peligro se rae ha confiado. Corto es el tém uno, i tan luego (¡ue haya sido castiga­ do cl enemigo aleve qno nos ha invadido, gn.stoso i por interés de mi propia honra, que en tanto csiimo, rne pondré a las órdenes de V. S., cuaiquiera qne .sea el lugar qne se me designe, i con la íntima convicción de obtener una ju sta roparacioii. Dios guarde a V. S. M a r i a .x’ o B o l o g n e s i .

    Al sator üapiku de navio, Jsíe do Kstado Mayor de ia plaia. A)

    Callao, Enoro 3 de 13S1.—Trascríbase al señor coronel den Mariano Bolognesi, Jefe del Parque Jenoral de los ejércitos, para su conocimiento i cumplimiento, sirvién­ dose acusarme recibo, i adjuntándole copia d éla nota del juez fi,scal adjunta. E. A l z a m o r a . JU EZ FISCAL EN OOMÍSION.

    Callao, Enero 2 ¡ie ISSl. Señor: A mérito de la .sumaria información seguida para ave­ riguar las causales qno obligaron al coronel don Mariano .Bolognesi a abandonar el lugar de su detención, ha resuel­ to esta fiscalía oficiar a YL S, a fin de que a su voz lo haga con la autoridad ctn'respondiente, pidiéndole se obligue al citado coronel se restituya a su arresto, donde presen­ tará l.üs descargo.s que viere convenientes. Lo que participo a YL S., suplicándole ordene e! debido cumplimiento a la presente. Dio.s guarde a Y'. S. muchos años.,, .señor Comandante en Jefe. J

    uan

    P . G a r c ía .

    Al seflor Capitau de navio, Prefecto i Comandante en

    Callao, Enero 3 de 1881.—Pásense las notas acordadas, contéstese i, fecho, archívese. Ti, J . A stetk . COMANn.ANCIA DEL PARQUE JENERAL DEL EJÉRCITO

    K t iiw -

    Capital! (Ií navio, Jefe de Eatado Mayor dn las b.atcríaa del Callao. .

    rUKFECTUR.-t l CO.MAND.ANGIA EK JE FE.

    Callao, Enero 9 ds 1881. Señor; E1 señor eapitan de navio, Secretario Jeneral de S. E. el .lefo Supremo de la Ilepública en campaña, con fecba 7 del corriente, me dice lo qne sigue: ".1.1.0 puesto en conocimiento de S, E. el Jefe Supremo de la .República la comunicación deYL S., fecha 5 del cor­ riente, i enterado do sn contenido, me encarga decirlo qnc el coronel Bolognesi ha sorprendido la buena fe dol Gobierno i obtenido, en consecuencia, la colocación a que V. S. alude. Hoi se lia dispuesto qne quede diodia coloca­ ción .sin efecto, ordenando que el coronel Bolognesi ao .constituya en el lugar do su detención mientras termina cl juicio.” Que trascribo a Y'. S. para que ordene su inserción en la órdon jeneral del dia; manifestando .a lo,a señores jefes i r)fic!ale.s de la plaza, do cuya caballorosidad i sentimiontos de. honor está persuadido esta despacho, quo esta pu­ blicación se hace con ol esclusivo objeto de que se conoz­ ca la rectitutl con qnc procede S. E. Dios guarde a YL S. muchos años. L. J. A s t e t e , Al Sicflor Caj.'ilf.i!
    Callao, Enero i) do 18S1.—Inscríbase en la órden jene­ ral deí dia i, fecho, archívese. F, A l z a m o r a .

    EN CAMPANA.

    Ba/rranco, Enero 6' de IS S l.

    'v.,

    L■

    C

    •i fe.-

    i GI G i c : C c c c c

    G

    CUARTEL DK JENDARMIiS,

    Señor: Beílavisía, Jvae.ro 10 de 18SL He recibido la.s dos comunicaciones de Y. .S., ámbas Señor: con locha 3 dei presente, en las que ,se sirve YL S. trascri­ En cumplimiento del d.ícreto supremo do fecha 7 del birme las que ha pasado a ese despacito el señor eapitan corriente, quo se me comunicó anoche, i por el cual se do ütivio, Prefecto i Comand.ante en Jefo de e.sa plaz.a, con o.rdona que me constituya en el lugar de detención que el objeto de que YL S. ordena lo conve-uionte a fin de que ' nio fué .señalado, miéntras term ina ei juicio que se rne me constituya al pueblo de Beliavista, lugar señalado por sigue por disposición de la Comandancia Jeneral, me he esa autoridad, para que permanezca arre.stado m iéntias presentado en este cu.artel a su primer jefe, i al ponerlo term ina el orijinal juicio que .so me ha mandado .seguir en conocimiento d.3 YL S., solicito que cuando llegue el de órden de esa Prefectura, por .supuesto desobedecimien­ momento del combato con los chilenos, se me permita to a órdenes superiores. abandonar mi prisión o detención cou el objeto' de ir a Piechazando desde luego, como ho rechazado .siompro, pelear de soldado, en cualquier parte, en favor de la pa­ la supuesta falta de que se me acusa de no haber diuío tria. cumplimiento a mandatos superiores, debo manifest:Tr Dios guarde n YL S. a YL S, quo a n.adie mas que a mí le interesa la prosecu­ M a r ia n o B o l o g n e s i . ción de uu juicio qne no puedo tener otro resultado que m i completa vindicación; pero, por grande que sea mi de­ Al sefior Capitaa ds naTÍo, Jefe de Estado Mayor Je la plaza. seo para obedecer la órden de restituirm e al lugar ya in­

    404

    G U ER R A DEL PA CIFICO.

    Callao, Enero 10 de 1881. Señor Comandante cn Jefe; El coronel graduado don Mariano Bolognc.si da cuenta de haberse presentado en la fecha, en condición de arres­ tado, en el cuartel del Escuadren Jendarm es de caballe­ ría, i solicita a ia vez que cuando llegue ci momento del combate se ie permita abandonar su prisión para ir a pe­ lear como soldado, en cualquiera parte, cn defensa de la patria, V. S., impuesto del oficio que precede, se servirá resol­ ver lo que estime conveniente. E.

    A

    naturaleza en la reserva, que está sujeta a las mismas le­ yes que el ejército, prevéngase que la repetición de actos semejantes de insubordinación i falta de respeto a los su­ periores, pueden obligar a esta Comandancia en Jefe a aplicar a los culpables, con inexorable severidad, el a rti­ culo 8. ® dcl Estatuto Provisorio. L. J. ASTfiTE. Callao, Enero 8 de 1881.—Tra-scríbase al primer jefo del Rejimiento Artillería de Plaza i ai primer jefe del Batallón de reserva Guardia Chalaca i, fecho, archívese.

    l z .a m o i u .

    E . A lza m o ra .

    Al soñor Capitán de navio, Prcfueto i Ooiiniidante en Jefe de la plaza. ABUSO DE LA CRUZ ROJA EN LIMA. I.NSOCOUDI.N'.ACION DE UN CABO PERUANO.

    Callao, Enero 7 de 1881. Señor: A consecuencia de haber dejado de concurrir, a las 12 M., al trabajo de las baterías el cabo de la 2. com­ pañía, Guillermo Salamanca, uno de los nombrados para este fin, lo puso arrestado algún tiempo después de dicha hora en que se presentó al cuartel, i se ha permitido, al ponerlo en libertad, pedirme espücacioncs i alegar que uo es un peón que está acostumbrado a trabajos de ese órden. Después de hacerlo comprender los deberes a que está obligado por ¡a situación actual, i mas que todo como sol­ dado que es hoi i en servicio estricto de campaña, creo indispensable que sea penado de conformidad con la gra­ ve falta de insubordinación que ha cometido, que V. S. en su elevado carácter sabrá apreciar, i so haga sabor, do la manera quo V. S. estime conveniente, al cuerpo do mi mando, el castigo quo so le aplique a dicho individuo. En esta virtud, tengo la honra de rem itirlo a disposi­ ción del Estado Mayor coa un ayudante del cuerpo i la escolta respectiva. Dios guardo a V, S. C á r l o s L. A r r u t e . AI Befior Capitán de unvlo, Jefe de Estado Mayor do ia plaza.

    Callao, Enero 8 de 1881. Señor: Elevo al conocimiento do V. S. el parte del prim er jefe del Batallen de reserva Guardia Chalaca, sobre la insu­ bordinación del cabo do la 2. compañía de ese cuer­ po, Guillermo Salamanca, que fué arrestado por no haber concurrido al trabajo de las baterías como so le habia ordenado. Puesto en libertad, se ha atrevido a provocar i pedir esplicaeiones a su prim er jefe, alegando que no es peón para ocuparse de los trabajos a que so le ha desti­ nado. V. S. comprenderá que, tolerada esta falta en un bata­ llón do reserva i de nueva creación, seria un fatal prece­ dente para el establecimiento estricto de la disciplina; por lo que se hace necesario aplicar al espresado cabo Salamanca un severo castigo, pasándolo después a uno de los cuerpos del ejército para quo llegue a noticia del batallen i se evito en adelante la repetición de faltas tan trascendentales. F. A lzamora. Al señor Capitau de uavlo, Prefecto i CoraaDÜanle en Jefe de esta plaza.

    (Editorial del Cokbuo

    E spañol

    de Lima dcl 3 de Enero de 1881.)

    Por las calle.? de Tjiina so ve a millares de individuos que ostentan en gorras i mangas la veneranda insignia de la Cruz Roja. Ancianos quo apénas moverse pueden, mocitos que no frisan en ios 12 años de edad, blancos i negros, chicos i grandes, todo el mundo pasea el distintivo, i no creemos que las autoridades militares (sin cuya venia no puede usarse la Cruz Roja) hayan sido tan pródigas en la conce­ sión, que ya se avecina ai peligro, porque nadie nos ne­ gará que el abuso es riesgoso en la ciudad i en el cam pa­ mento. Como aquí no ¡lai verdadero respeto a esa clase de ins­ tituciones, quiere decir que muchos jovencitos i no pocos viejos, han pensado que el uniforme do las ambulancias civiles está al arbitrio del que quiera ponérselo; i con una cuarta de tela blanca i unas pu gadasdo tela colorada, hé­ telos armados caballeros de la piadosa órden do Jinebra. ¡Donosa adjudicación; Ayer hemos visto sirvientes de menor edad, coche­ ros, mozos de cuerda i algunos vagos do profesión, co­ nocidos como tales urbe et orbe, luciendo mui sueltos de codos la decoración sublime de la caridad reglam enta­ da. I también hemos sabido que algunos abnegados es­ tranjeros, prontos como estaban a incorporarse a las am bu­ lancias de sus colonias respectivas, han desistido dol jencroso proyecto en virtud del abuso que denunciamos. ¿Se tomarán medidas para cortarlo? El remedio es sencillísimo. Nadie podrá usar ia Cruz Roja sin patente del Ministe­ rio de la Guerra, pedida por la dirección de las am bulan­ cias. Organícese una ronda de vijilancia que pida los boletos correspondientes; i al que no lo tenga i so permita escu­ darse con el símbolo do la Cruz Roja, impóngasele casti­ go severo por usurpación de estado civil i con arreglo a lo prescrito cn el código para esta clase de delitos. A los pocos escarmientos, habrá desaparecido este escandoloso imbroglio, i solamente llevarán la insignia los que deben llevarla i pueden cumplir la sagrada misión que ella impone. E l o i R. Büxó.

    X. Carta
    Saoita Teresa, Enero 12 de 1881. Callao, Enero 8 de 1881,—Vuelva al Estado Mayor pa­ ra que disponga que el cabo Guillermo Salamanca sea dado de alta, como .simple soldado, en uno do los batallo­ nes del Rejiraiento Artillería de Plaza, encargándose al primer jefe del rejimiento quo ordene se ejerza una estricta vijilancia sobre ese inobediente ex-cabo i le obligue a ha­ cer un servicio severo i constantem ente activo. I por cuanto es necesario reprim ir abusos de tan grave

    Excmo. señor coronel don Nicolás do Piérola.—Chorrillos. Excmo. señor i amigo: Un jefe del ejército, amigo mió, i conocedor mui prác­ tico de todos los alrededores do Lima, reflexionando sobre los planea de campaña que puede adoptar el enemi­ go, convencido como parece estarlo de nuestras ventajo­ sas posiciones, mo ha formulado la hipótesis siguiente,

    i

    406

    CAPÍTU LO QUINTO.

    to t o .-

    t o -

    .c c ■ c

    c

    cuya realización, mas o ménos probable, es V. E. el único que puedo apreciar. j De Pachacamac, donde se encuentra cl invasor, puede j tomar el camino de Pampa Grande, dejándose caer a Pampa Chica, donde estuvo el dia 9 (Ate), i volte.ando ol cerro llegar a Vitarte; así interrum piria la comunicación de la quebrada, encontrando bastantes recursos cn todas las haciendas de ese lado i las del frente. Si fuere acome­ tido por nosotros se pososionavia del estrecho do Sauce Redondo i Huascata, teniendo libres los caminos de San­ ta Inés o de Chaclacaya a Cieneguillas para su retirada a i Lurin. Si no es atacado, do Aútartc espedicionaria .sobre el va­ lle que baña cl rio Chillón para salir por Canto Grande, o mas arriba, a la chacra de Punchauca, sin ser ofendido por los fuegos de nuestros fuertes. Tomado Punchauca, imposibilitadas las posiciones de Cerro Partido i de Piedras Gordas, i marchando por xAs«apuquio, se colocaria en Boca Negra para interponerse entre Lima i el Callao con el objeto de emprender el ata­ que sobre este último. Para verificar este movimiento de circunvalación no hai necesidad de audacia ni de llevar mucho parque. En la cadena de cerros conseguiría magníficas posiciones mi­ litares; las distancias de unas a otnvs son cortas i los re­ cursos no lo esca.searian. Tomando su escuadra el parque lo conducirla a Ancón o Márquez, protejicndo la marcha del ejército por la playa Norte del Callao, xAproximadamentc recorrería k s distancias siguientes: De Pachacamac a la Rinconada de Ate, cinco leguas. De la Rinconada a Vitarte, una legua. De Vitarte a Canto Grande, tres cuartos de legua. De Canto Grande a Punchauca, tres leguas. De Punchauca a Cerro Partido, dos i media leguas. Do Cerro Partido a Piedras Gordas, un tercio de legua. Directamente do Punchauca a Amapuquio, tres leguas. Do allí a Boca Negra, una legua. V. E , con ol mapa a la vista, rectificará este plan que in­ dudablemente ha estudiado ya i que le comunico a pesar de eso, porquo mi deseo es que eomo cabeza dcl ejército tenga perfecto conocimiento de todo. Solo agregaré que con un espionaje activo i organizado a toda costa, como lo tiene sin duda el Estado Majmr Je ­ neral, no se nos ocultará el menor movimiento del enomigo i e.staremos listos para prevenirlo. Esta gran necesidad de la guerra es también un elemento que no debe faltar a un jeneral on jefe en ningún caso, i creo por lo mi.smo inútil su recomendación a V. E. Según parece, los sucesos del 9 (el ataipie por Ate) tu ­ vieron por orijen el descuido en esto particular, en cuyo caso ya estamos advertidos. No terminaré sin manifestar a V. E. que, aunque la tropa está contenta i entusiasta, los tropiezos para su pronta paga orijinan murmuraciones; i como ellas provie­ nen do a carencia de cambio aquí I en Lima para los bille­ tes do 5 i 100 incas, que son los qne ordinariamente recibe la Sección de Contabilidad de mi dependencia, se allana­ rían fácilmente con aum entar la circulación de los fraccio­ narios. Prometiéndome para otra voz, aunque peque de impor­ tuno, mas importantes observaciones sobro la campaña ( ue procuro adquirir para mi mejor ilu.stracion i con el fin de someterlas al exámen de V. E., me repito su amigo i servidor. R

    amón

    V aegas M

    acuuca.

    . c

    . G c

    o wo n

    O Q

    i O 41!

    G

    P, D.—-¿No seria conveniente i posible intentar una sorpresa sobre Pachacamac con una columna lijera? Ya V. E. se habrá dado la respuesta. Saluda a V. E., etc. R

    am ón

    V argas M achuca.

    X í. E iitrcsa solem ne «le sn esta iu la r te al Rejim iento!}.® d e línea; Q uiutin Q uintana, je f e de los chinos «uc siguen al ejé rcito esu cd icioiiario, o frece .sus servi­ cios .al J e n c r a l Baquedano. (Coi-respoiiLlfiiciii J e E l I I rraldo .)

    Garivoamenio de L u r iv , Enero 11 de 1881. Hüi, a las 9 A. M., después do la misa que se dice en los altos de la casa que ocupé cl Jeneral cn Jefe, tuvo lugar una conmovedora ceremonia, a la que esto-s momen­ tos, las víspera.? de una batalla, le han dado una solem­ nidad especial Se trataba de un rejimiento, cl 2. ® de línea, que re­ clamaba ,?u estandarte, perdido con honra cn Tarapaeá i recuperado con gloria en Tacna, según dijo uno (le los oradores, para llevarlo a los próximos combates: mudo i tremendo compromiso de mi bravos que quieren tomar una vez mas con los rifleros de la victoria-, la sombra de un recuerdo triste, pero glorio.?o; el sueño sangriento de Tarapaeá. Asistieron a la misa i domas ceremonias el 2. ® de lí­ nea, formado en el centro de un cuadro de destacamento de loa demas cuerpos del ejército i una numerosa concur­ rencia de jefes, oficiales i empleados, Concluií a la misa, el presbítero señor Vivanco bendijo el estandarte, representando respectivamente a la señora J uatra Ross (le Edwarda i a don Federico Varela, los se­ ñores Eulojio Altarnirano i doctor R. Allende Padin. E l señor Vivanco, al ponerlo en manos del Jeneral, dijo: “Permitidme, señor Jeneral, que ánte.? do cntregaro.? este glorioso estandarte, lo estreche sobre mi corazón i calme uu tanto las emociones que me produce la suerte de haberlo colocado de nuevo-sobre cl altar sagrado e implorado sobre él k s beudioionos dcl Dios de los Ejérci­ tos. Permitidme que lo abrace a mi nombre, al do mis compañeros de trabajo i ai de mis hermanos de ministe­ rio en Cbile, i sobre todo, al de un venerable anciano que desde k s márjenes del Bio-Bio contempla i sigue con sin­ cera simpatía hasta los mas pequeños incidentes de esta gncrra colosal; de un obispo chileno que, rodeado de su cristiana i solícita grei, m edita i ora por el feliz éxito en esta contienda. Este estandarte ha sido profanado por las manos sa­ crilegas de nuestros cobardes enemigos, pero do ninguna mauera humillado o rendido, Bien lo sabéis, Jeneral; en la gloriosa, aunque desgraciada jornada do Tarapaeá, los héroes que defendían en esta simbólica insignia la honra de k República cayeron, agobiados por el número, haci­ nados a su alrededor, i no pudieron gloriarse de poseer tan preciosa reliquia, sino despedazando cadáveres i des­ trozando músculos ya sin vid
    406

    GU ERRA D EL PA CÍFICO.

    Jefes, ofiei.ales i soldados del 2, ° de línea: vais a reci­ Para todo rejimiento, la recepción de su estandarte es bir por segunda vez vuestro querido estandarte; las ben­ un acontecimiento de la mas alta importancia. diciones del cielo han caido sobre él; i lo vais a recibir do La bandera de la patria e.? su gloria, es su honor, i por las manos del simpático i valiente Jeneral que ha venido eso no puede ni debe rendirse jamás, por eso no se puede conduciendo nuestras huestes a ia victoria. No lo dudéis, permitir que so le ultraje, por eso existe el estricto deber el contacto de los valientes tiasforma no solo a las perso­ cié morir en su defensa; i en la agonía, cuando falta el nas sino también a los objetos; al contacto de e.sa mano tiempo para pensar ea la esposa que va a ser viuda, on que jam ás temblé al empuñar la espada, vuestro estan­ los hijos que van a quedar huérfanos, debe haber tiempo, darte va a recibir una verdadera rejencracion; estos por­ fuerza i voluntad para incorporarse como lo hizo Arturo tillos, estas manchas i estos de.sordenados dobleces, van a Prat, que solo murió tranquilo después do saber quo la convertirse en piedras preciosas i bordados do oro que bandera no habia .sido humillada. debeis atender con anheloso esmero. Este deber impone a todo rejimiento la bandera qno En víspera.? de una gran batalla, fuera de quo vuestro recibe en los mementos de su formación; pero para vos­ estandarte es la honra do nuestra Repíiblica i el juram en­ otros, señores jefe.?, oficiales i soldados del •2. ® de línea, el to sagrado do vuestro valor, no olvidéis, ni las bendicio­ deber es mas estricto, pues hai circunstancias que revis­ nes de vuestra madre la Iglesia, ni a vuestro digno J e ­ ten a este acto de una gravedad mui especial. Su estan­ neral. darte es una reliquia nacional Fue capturado por el ene­ Ramírez, Yuvnr i toda esa pléyade de bravos que pe­ migo en un dia de desgracia, poro también de gloria para recieron gloriosamente bajo la sombra de esta insignia, nuestro ejército; pero lo fué cuando murieron todos sus contemplan vuestra actitud en el combato desde la m an­ defensore.?. Para recobrarlo mas tarde fue preciso alcansión sublime de la inmortalidad. ¡Mengua eterna si olvi­ .zar i batir al poderoso ejército perú-boliviano en el Cam­ dáis .sus nombres, i gloria infinita si imitárais su eiem- po de la Al¡,anza. plo!” Ei premio do vuestra bravura on esa jornada gloriosa E l sefior Canto, vivameuto emocionado, cqjió la ban­ fué la reconquista de vuestra antigua enseña. Nobilísimo dera, i mirando a sus soldado.?, respondió: "mi vida, se­ premio os esc i mui nobles corazones también los que con ñor Jenera!, la de mis oficíale.? i soldados, os responderán él se declaran satisfechos. Dados estos antecedentes, de­ de ella en el campo de batalla,” i la pasó a don Filomeno jadm e que os diga que hai valor, que hai honra pava el Barahona, llamado ol último de 1-os Abencerrajes, herm a­ rejimiento en haber pedido que la bandera le sea entreno de don Telésforo, que murió en Tarapacá de porta­ ; g.ada cu e.?te dia, precisamento cuando vamos a levantar estandarte, i que ha sido designado para el mismo cargo, el campo con el propósito de hacer el último sacrificio corno lejítimo heredero. que la patria exije de sus hijos en esta guerra colosal. Entre tanto, la nueva escolta del estandarte .se habia La resolución de llevar una vez mas esa bandera al adelantado a la cabeza del rejimiento, i miéntras descen­ campo de batalla significa on vosotros la firme resolución dían la escala los señores Canto i Barahona, el 2. ° pre­ de morir eu su defensa. Así lo entenderá el Gobierno, así sentó armas i las cajas batieron marcha. io ha entendido vuestro Jeneral i así io entienden todos. Ese imstante es indescriptible. Se habría oído cl vuelo Ri en el cam lo de batalla, donde espero ser testigo do de una mosca sin el ruido do las cajas, i el alma mas vul­ vuestro valor, 1 egara a mi la triste nueva de que ese es­ gar so habria sentido emocionada. tandarte habia sido una vez mas capturado por ol enemi­ rel="nofollow"> ¡Mil hombres, jefes i soldados, viejos o niño.?, casados go, creedme, yo no preguntaría dónde e.?taban los jefes i ..aunos, con familia otros tanto,?, con amores i esperanzas, soldados del 2. ® de línea. Irla recto al lugar en que es­ que olvidarán todo i darán todavía .su vida por un trapo tarla seguro do encontrarlos, dando al mundo testimonio convertido en reliquia, porque representa cl honor del de quo habían hecho por la patria, por el honor dcl ejér­ pueblo eu que nacieron! cito, todos los sacrificios, aun el de la vida. Pero ello no será. Mi fe en la victoria es robusta i se Discurso pronunAaclo por el señar AÜ am irano. robustece mas cuando os contemplo. Td, pues, alegres i “Señor comandante, oficiales i soldados del 2. ° de línoa: contentos ahí donde la patria os manda. La gloria i la Cuando salí de Y'alparaiso recibí una comisión que de­ victoria os esperan.” bo cumplir en este inomonto. La señora Juan a R. de Discurso pronunciado por don M áximo R, Lira. Edwards, esa dignísima matrona que ha hecho de su opu­ lencia fuente do inagotables consuelos para los que su­ “Señores jefe.?, oficiales i soldados del Rejimiento 2, ® fren, que ha dado a su vid.a el mas hermoso destino que delinea: El señor Jeneral en Jefe os acaba de devolver se puede imajinar, el de practicar la caridad, i que hoi, oso estandarte que fué durante 20 años, en vuestro reji­ cuando cl clarín de los combates ha sonado se dedica es­ miento, enseña del deber i del honor militar. pecialmente a curar las herida:? que vosotros los héroes Con ello se os ha hecho justicia, porque osa bandera, del ejército chileno habéis recibido en tantos, tan glorio­ perdida en Tarapacá, después de nueve horas de sangrien­ sos e inmortales combates, esta señora ha aceptado con to i desigual combate, i después quo las balas del enemigo sincera gratitud la invitación que le hicisteis para tomar hubieron roto uno a uno los brazos vigorosos quo la departe en esto acto de tan alta significación i quo es por io fendian, no fué entregada ni rendida. Si quedó en el cam­ mismo tan conmovedor. Pero olla, que no ha podido lle­ po do batalla fué como glorioso sudario de vuestros jefes gar hasta aquí, me ha dado sus poderes. 1 compañeros. Esta circunstancia me permite ahora dirijirmo al valor, Siendo esto así, señores, el 2. ® do línea pudo recibir al patriotismo, al honor m ilitar tan dignamente represen­ en el acto otro estandarte, pero no lo quiso. Sabia quo, tado por vosotro.?, en nombre de lo que para todos hai de continuando ia guerra, encontrarla otros campos de bata­ ma.? dulce en el recuerdo do la patria ausento: Jas ma­ lla donde poder recuperar con gloria el que habia perdí- ■ dres, las hermanas, las esposas i las hijas, que si hoi guar­ do con honor. Para eso rehizo en breve tiempo sus filas dan sus lágrima.? para compartir vuestros dolores, se diezmadas por la muerte, i se consagró con ardor a los ocupan a la vez en tejer las coronas que esperan colocar ejercicios doctrinarios. Así cuando llegó el glorioso dia en vuestras frentes victorio.?as. En esa lejion, formada pol­ de Tacna, el 2, ® era nuevamente un cuerpo veterano. los ánjeles de nue,?tros hogares, encontrareis do seguro No me propongo decir aquí cómo peleó el 2. ® de línea cuando volváis a la patria, a la señora quo habéis elejido en ei Alto de la Alianza. Casi todos los que asistimos a esta como m adrina do vuestro estandarte, ceremonia fuimos testigos do su bravura heroica, i Chile I ahora, permitidme que, cumplida mi comisión, os di­ entero la conoció, porque la fama fué en él verídica i rá eu dos palabras lo que significa a mi juicio lo que h a­ justiciera. Tomados Tacna i Arica, el 2.® de línea recu­ léis hecho. peró, despucs de esas grandes jornada.?, las mas memora-

    C A PÍTU LO QUINTO.

    407

    o'' íls esta guerra, su baiKÍora perdida, agujereada por ble, pero de seguro quo ha errado el oficio, tomando el los Oalas, casi hecha jirones, pero, por lo mismo, eonvoiti- papel de redentor, ya que todo redentor ha de ser cru­ d, insignia en preciosa reliquia. Para recobrarla, el 2. ® cificado. Vivia tranquilo con su familia, dueño de dos fincas i dos ¿'"'tribuyó con la sangre de sus valientes a ganar una bícialla, a destruir un ejército, a quitar al enemigo dos tiendas en el pueblo de lea, cuando la espedicion chilena, p ?incias i a afianzar, haciéndola irrevocable, la cooquis- al mando del coi'onel iVmunátegui, llegó a ese punto. Quiiitin Quintana, quo tal ca su nombro víjeute i aun­ ta de Tiirapacil Por eso, devolviéndosela, se lo hace jusque se piense un año no se encontrará otro que con su Lv.a. '.hora yo quiero preguntar a los valientes de! 2. ® si forma cristiana i su sonido do címbalo de p.agoda se amol­ comprenden en toda su esten.«ion los deberos que aceptan de mejor eon su tipo i su eliiloiiismo actual, decidió enri,-ibiendo nuovanaonte su bandera; yo creo que sí. Creo tónce.? realizar antiguos i jonerosos sueños quo dormían c r saben que cuando se recibo una bandera corno esa en su cabeza: libertar a sus hermano,? do e.sa triste i dura en ví.spera do una gran batalla, en presencia do un ejér- i esclavitud que eu el Perú so ha llamado la naturalización e. j enemigo, teniendo a las espaldas tros o mas provin- ; de los oooííe?, no siendo mas quo la mas inicua e,?plotar ' s peruana.? conquistadas con la. punta de las bayonetas cion de la sangre litirnuria que se conoce. Ho.?pcdó cn su ea.?a a vai'ios jefes chileno.?, sirvió de i roas allá un pueblo entero,—¡la patria!—que rmconíiudn i . ,sto ejército >;u gloria, su.? intereses i su porvenir, todo práctico en los camino.?, prestando íidemás con toda de­ .Q que constituyo ol orgullo i las esperanzas de una n.a- cisión i actividad otros muchos servicios que lo compro­ Cion, ea para hacerla tremolar victoriosa en ol campo de metieron ri.atunilmente ante los vecinos do la ciudad, quiones, a la despedida do Amunátegui, habrian arreglado nuevos combates. Valiente.? del 2. ° ; e! ,.'eneral en Jefo os entrega esa cuenta? con él. Quintana fue hasta hacer bautizar uno de.sus hijos quo >,.jidera, bendecida hui nuevamente por ].? ¡gle.sia, p.-ira 3 lo deis un nuevo bautismo de gloria haciéndola lia- lleva el nombre de .Jo.sé Domingo, on memoria de nvi mear en una. do las torres rnaa .'litas de la ciudad de «O'.'jinf.í.íe, '"'jUíO dice Quintín. .m.a. Quintana siguió a la División chilena, su familia fuó Hso es vricstro deber, eso es !o que exijo vuestro lionm' ' iiospedadii a bordo de un buque, do órden del Ministro ae .soldados, e.?o os dará gloria, i, con la glori.i, la íurnor- do la. Guerra; desdo lea liasna Lurin su palabra arra,stróa .idad!” los chinos une trabajab.an en los cañaverales, i hoi ¡es reú ­ El 2.® so retiró a su campamento, seguido de los do­ no en su iglesia para organizar estas masa.? desflocadas, mas cuerpo.? representado.}!, al son dol himno de Yungai. ' pensando mui bien qire io mas seguro para sus hermanos iba e.seo!ta de! estandarte .se compone de los sarjontos j es ser útiles para .ser tolerados, i quien sabe si necesarios -'ose Dolores González, Justo Urruiia, Cipriano Robleí-, i despue.?, ila i cn lít relijion de los cuinos un juram ento que no i-íé los cabos Tiburcio Turre.?, J uan de la Cruz Ose.?, J usse presta sino cn ciraunstauciaí: .sol-onne.?, 'ante os pe­ ■ . boro?., .Aniceto Muñoz i Pascual Reyes, González hace Sí} años r¡ue .sirvo en e! ejército, de ios ligros públic'.'S, eu los grandes odios, por la patria o el '-..aaies Lí h.a pasado eu el 2.® En Tarapaeá perdió un amor. . ’ 'jo que e.ra músico de !a banda, la que, como es .?.abido, So inmola, un gallo delante del altar, i bebiendo su .san­ íiubo tamiiioii de enrrar cu ol combate. gre, se irarneto uitiraar al que tríiicione, i beberle su san­ Cipriano.Roble? fué el que descubrió el estandarte de! gre (ie i( misnia mauera quo al galio, para lo cual quedan ® eu la iglesia de San llamón, cn Tacna, siendo entéri­ todos v'blig.ados, co.? c.aí)o deí í,auíaro. i pasado ai rejimiento i ascendido a I üiií iior la .sangro del g.allo se juró miir:?e bajo la di­ .! grado acta,'d por su rara fortuna de descubridor. rección df!'Qnintin Quintana, ofrecer su.? servicios al .JeSi la ceremonia díd 2, ® de linea pudiera eonsiderarre nerfd cn ..¡efe i obe».lefi?.rh; de uioáo quo "si ordena traba­ Ama fiesta, diríamos que ricguian liis funcione.?; pero si jar, trabíijur; .si matar, matar; si incendiar, incendiar; si queílo era algo que llenaba de orgullo por ia patiia au- morir, mueren,” segmi !a fórmula testual del compromiso. , sentó, que inspira tales sentimientos i educa tales hijos, Del templo, pasaron, lodo,? en-procesión a ver al Jone' ■uifundia de¡i.ia,?Í!Klo respeto para, que naciera la alegría ral. Tlabló Quinmna, que vi.?te un traje militar indefini­ ^ foifoue do esa pi'omesa que entraña un triunfo: pero ¡cuán- do i, entre otras frase?, dijo: , to¡; CfuUveivs! “lie vivido durante veinte año.? en el Perú; ho consep..ü(lo aquí por mi trabajo, os cierto, los medios de vivir; ,)T H á MENTO d e l o s CU í KOS. o.s cabitÜeros se han portado bien conmigo i familia; no Tompraiio se supo que tenia gran iiesto el numeroso tengo ningún odio pensonal; pero rae lleva a .sacrificar mi - cuerpo do ausiliares voluntarios «ue si.gue a! ejército dos- fort.uaa i a hacer lo que hago tm? e.stos infelices cuyos ^ le lea í Pisco, engro.sado sucesivamente en I'ambo de sufriniiouios no podria nadie imajinar, Hai aquí herma­ Mora, Gañote i domas puntos hasta Lurin, <¡ue no es otro no.? (¡ue durante ocho .■liíos han e.?tadc. cargados do cadeL.'qi;e ei de lo.? chinos que se han dichu; a rio revuelto, g.a- n.as .sin ver el sol, i los de-mas han trabajado como' burros. nancia do pescadores; .sacudiendo el polvo de su.? ojotas No quiero para ello.? nada mas quo comida i la seguridad '■■'en. los campos quo han regado con su .sudor i sus lágri- de que no sean abandonado.? en esta tierra maldita; que to-Áiiá?, pero que ya no volverán a ver ,?i no es en pesudilJas, oi Jeneral lo? llevo donde quiera, quo yo ios mando a , E,Uste aquí un templo chi;w cue roeuerda con. iriiucb.?, tod'.,?,” razun, ¡mr t entro i fuera, a aqiio los teatros populares de .Don Doimugo Sarratea contestó a nombro del Jeneral •«..Bailo .atravesada que se ven cu nuestra tierra, cuya ridí- que tendriari úk.I.' lo que deseaban. . cula pobreza se ha cpierido disfrazar con una estravaganLa procesión (.ie-sfiló dividida en centuria.? i decurias, priifusion de ésos papeles i tolas que brilian en ia b.a- sistema que da ¡a esta mas:i La precisión de im reloj cuya t^_:gura, no b-astando para ello tuda ia Industi i.a de iiurmigas om rda ia raaneja Quintana. .. que úoscen lo.? oídnos, ni su fe descouiuiml. Lo,? cliino.? que forroabau en la pla.za pasan do 1,200, toi,i,s i •; Ivl, comonzaron a lleg.ar para a.?i.?!,ir a e,?e aquo- asi es que ,?¡ hablara con .alma de peruano, conforme aí ijj_;,lavro do faniasiiiiis, todos los lujo:? del Celeste Imperio, cambio coniente, podria decir oue he visto millón i me­ ., convocados .a él por la voz ómnijioteuto del éonipíidre dio de pes'.is. t o Q níntia Onini.a.na, (ispociede Rosteldid do esta tribu ama1 de.?do bol mismo los (rhinos han entrado a ejercer .sus ^ rilla, i rnediiv liora después ol recinto del terajdo podia dar funciono.?, bajo ía dirección de un jefo supremo, un se­ una idea de lo que será o! vallo de Jocafat, cuando lieguo gundo, cuatro de división, doce de centurias i veinte de C ól caso. decuria.?. ^ Quiuiiu Q uintana es, sin duda a,lguna, un tipo esfeimaCiento cin'cuent.ahan sido puestos a las órdenes de don

    C c

    408

    G U ER R A DEL PACÍFICO.

    Arturo YUllarroel, oscojidos entre los mas resueltos i va­ lientes, i 440 para el servicio de las ambulancias. El resto desempeña todos los demas servicios menores del ejército, i los soldados que lian encontrado al fin a quien mandar, sacan de ellos todo el partido posible des­ de el: páseme Ud. agua! Son en realidad asistentes de los soldados quo les pa­ gan los servicios quo reciben guardándoles la considera­ ción que se tieno con el ganado flaco. Entre los chinos hai dos doctores de grandísima lama entre ellos, que curan con yerbas, i para qno se vea hasta dónde lle^a su apego a las costumbres de su tierra, no se encontraría uno que so dejara tocar ni por el doctor Allende. Apénas decidieron seguir a nuestro ejército, los dos amarillentos e.sculapios salieron a los bosques a recojer los simples necesarios. Q uintín Quintana asegura quo siendo de bala o de a r­ ma blanca, no hai herida que resista a los menjunjes que preparan con recetas tradicionales. Por lo pronto, los chinos han recibido de la Intenden­ cia Jenoral del Ejército un traje completo de brin, desde kepí a zapatos, i aunque en unos casos el difunto era mas grande i en otros mas chico, su alegría solo es compara­ ble con la do niños cargados de dulces. Por lo que hace a los errores do medida, ya .se van corrijietido poco a po­ co, pues so les ve acurrucados bajo la sombra ae los sau­ ces de lo.s catnino.s, en medio de. una algarabía digna de una bandada de clioroyes buscando los calces. Espero aprovechar en Lima estas nuevas amistades rara ser iniciado en las intimidades de vida de esta porlacion ensamblada con la indijeiia.

    han encontrado con los nuestros; que se resigne a su suer­ te i sufra el último i supremo castigo. Ytencedores de Pisagua, de San Francisco i de Tarapa-' cá, de Anjeles, do Tacna i Arica, adelante! El enemigo que os aguarda es el mismo quo los hi os do Chile aprendieron a vencer en 1839, i que vosotros, os herederos do sus grandes tradiciones, habéis vencido tam ­ bién en tantas gloriosas jornachus, Adelante! A cumplir la s.agrada misión que nos ha im ­ puesto la patria! Allí, detrás de e.sas trincheras, débil obstáculo para vuestros brazos armados de bayonetas, os esperan el triunfo i ol descanso, i allá, en ei suelo querido de Chile, os aguardan vuestros hogares, donde viviréis perpétuamento protejidos por vuestra gloria i por el amor 1 el respeto de vuestros conciudadanos. Mañana, al aclarar el alba, caeréis sobre el enemigo, i al plantar sobre sus trincheras el hermoso tricolor chileno, hallareis a vuestro lado a vuestro Jeneral en Jefe, que os acompañará a enviar a la patria ausento el saludo del triuníb, diciendo con vosotros: ¡Y^iva Chile! M a n u el Baquedano.

    ÓRDEN DEL DIA.

    Gampamevlo de Lvxrin, Enero 12 de 1881.

    Cada división nombrará respectivamente su jefe de dia. La reserva la compondrán los rejimientos 3.® de línea, Zapadores, Yk!parai.so i la artillería destinada con este objeto. E r- COERES.FONSAL. Nómbrase Comandante en Jefe de la rc.sorvaal teniente coronel don Arístides Martínez, En e.ste centro quedarán dos compañías del Rejimiento Curicó i 50 hombres de artillería con sus respectivos ofi­ ciales. Proclaiii.a del J en er a l Itaiiuedano, órden del d ia l sa n ­ Cien hombros de Cazadores a caballo formarán la escol­ to i .seña al ejéreito ch ilen o en la vísp era de la b a ta ­ la del señor Jeneral en Jefe. lla . Nómbrase capellán de la 1. * i de la 2. * División al PROCLAMA. reverendo padre don Marco A. Herrera. Las divisiones so pondrán en marcha, según lo ordena­ A los se ñores jefes, ofickdes, clases i soldados del ejército. do, a las 5 P. M.. de hoi. El señor Jeneral en Jefe, con esta fecha, ha espedido Y'uestras largas fatig.as tocan ya a su fin. En corea de dos años de guei-ra cruda, mas contra el desierto que contra los siguientes decretos: los hombres, habéis sabido resignaros a esperar tranquila­ “El eapitan de corbeta don Alejandro W alker M. pres­ mente la hora do los combates, sometidos a la rigorosa tará sus ,:erv'icios como agregado en la Comandancia J e ­ disciplina de los campamentos i a todas sus privaciones. neral de Artillería. En los ejercicios diarios i on las peno.sas marchas a tra­ El subteniente agregado al Rejimiento Aconcagua, don vés de arenas quemadas por el sol, donde os torturaba la E. Stuven Rojas, prestará sus .servicios como agregado al sed, os habéis endurecido para la lucha i aprendido a Estado Mayor Jeneral. vencer. El teniente 2. ® de marina, don Luis Artigas, prestará Por C.SO habéis podido recorrer con el arma al brazo ca­ sus servicios como agregado al Rejimiento número 2 do si todo el imneuso territorio de esta República,- que ni si­ artillería. quiera procuraba einbar.azar vuestro camino. 1 cuando Nómbrase aspirantes a subtenientes a los sarjentos se- . habéis encontrado ejércitos preparados para la resistencia gundos del misino cuerpo don R. Tres, J. Julián, Manuel detrás de fosos i do trincheras, albergados en alturas inac­ M anterola i don Rafael Zúñiga. cesibles, protejidos por minas traidoras, habéis marchado Nóinbra.se provisoriamente sarjento mayor de ejército, al asalto firmes, imperturbables i resueltos, con pasos de al espitan de. 3. ® de línea don Ricardo Serrano. vencedores. De órden dol Jefe. Ahora el Perú se encuentra reducido a su capital, don­ de está dando desde hace meses el triste esiectáculo do B orgoño. la agonía de un pueblo. I como se ha negado a aceptar en hora oportuna su condición de vencido, venimos a SANTO I SENA buscarlo en sus últimos atrincheramientos para ciarle en la cabeza el golpe de gracia i m atar allí, humillándolo pa­ Enero 12 de 1881. ra siempre, el jérmen de aquella orgullosa envidia, que ha Mano—fuerte—muchachos. sido la única pasión de los eternos vencidos por el valor i la jenerosidad de Chilo, Pues bien: que se haga lo que ha querido, si no lo han aleccionado bastante sus derrotas sucesivas en el mar i on la tierra, donde quiera que sus soldados i marinos so

    XIL

    CAPÍTU LO QUINTO,

    409

    A las 5 A. M., la División Lynch, formando la izquier, da do nuestro ejército, inició brillantemente el ataque en B a ta llas de Chorrillos i ¡llirañorcs: prim eros teleitra- ' contra de la derecha enemiga. Como tres cuarto.? de hora mas tardo eutr.aba a! fuego mas (lei teatro de la itiierra an iiiician do la vicioria. la Brigada Gana do la División Sotomayor con el encargo CABLEGRAMAS DE ARICA, de atacar el centro e izquierda enemiga. Combate se .sos­ tuvo con estraordinaria enerjía. N uestra infanterú, pro(Recibido a las 7.55 P. M.) tejida admirablemente por los fuegos certeros de la arti­ A rica, Enero 19 de 18S1. llería. .Jeneral en Jefe con gran oportunidad mandó tres rejimientos de reserva, Zapadores, 3. ® de linea i CulpaSeñor Ministro de la Guerra; YTene por el Norte un trasporte con arboladura llena raiso, a! mando do su jefe Arí.stidcs Martínez, a protejor la División Lynch, que se batía herólcamente en una es"-de luces, tensa línea. A lfonso . 6.45 A. M.. toda la gran línea enemiga quedaba en po­ der de nuestros bravos. En esta vez, mas de 4,000 m uer­ (Recibidoa las 8.1.5 P. M.) tos peruanos dan testimonio de que la resistencia venci­ El trasporte dispara voladores. da ora digna del valor de nuestros soldados. A lfonso. Las tres armas rivalizaron en bravura, i han cosechado igual gloria. La caballería. Granaderos i Carabineros die­ (Recibido a las 8.15 P. M.) ron admirables cargas. Desde la 7 A. M. hasta las 2 P, M. El trasporte fondea disparando los dos cañonazos. Indi- la resistencia quedó reducida a Chorrillos. ,'c a buenas noticias. Este combate impuso un cansancio enorme a nuestras A lfonso. tropas, pero el resu tado nunca fué dudo.so. No.? costó, sin embargo, muchas pérdidas, porque fué (Recibido a las 8.50 P. M.) preciso tomar el pueblo calle por callo, casa por casa, i todavía para llegar a la ciudad era preciso pasar por mi­ Señor Presidente: nas que reventaban a cada paso. Comunicación traida por Ita ta mui larga; batalla en Después de esto, no debe estrañarse que Chorrillos ha­ Chorrillo.?. ya sufrido casi hasta desaparecer. Triunfo completo para nuestras armas. Qnerria decir a Y. E. quienes son los que mas se han Seis mil hombres del enemigo entre muertos i heridos. distinguido; pero no me corresponde hacerlo en un parto Las pérdidas por nue.?tra parto son grandes i sensibles. qne puede publicarse. Entre los prisioneros se encuentran"el Ministro de la Tampoco hablo de nuestras pérdidas, porque de ellas se Guerra Iglesia.?, un hermano de Piéroia i muchos jefes do habla en los partes de los jetes. ‘■“ álta graduación. La victoria del 13 ha dejado en nuestro poder mas de \ . Por nuestra parte, comandante Yávar muerto a la ca1,500 prisioneros, ma.s do 60 cañones, ranchas banderas. beza de su rejimiento, que .se ha llenado do gloria. El número de muertos, ya lo he dicho, escode de 4,000. Luego irá el parte oficial. No mo atrevo a decir 7,500, porque aun no hai datos A lfonso. exactos, pero es la opinión cnmnii. El hec 10 es que ol campo do batalla está cubierto de (Recibido a Us 9.40 P. M.) cadáveres. Señor Presidente: El 14 se empleó en recojer los heridos, i ol Jeneral se Llegó el Ita ta con grandes noticias. disponía a atacar a Miraflores en la mañana del 15 i ren­ dir a los 10,000 hombres que allí habia; pero on la noche Estewar, Campamento de Chorrillos, Enero 16 de ÍSSI. recibió mensajeros del Cuerpo Diplomático de Lima pi­ Gran batalla i brillante victoria a la altura de Chorri- diéndole una entrevista; so acordó tuviera lugar la entre­ ' líos el dia 13. vista a las 7 A. M., i a esa hora se presentaron los minis­ Otro rudo combate el 15, mas glorioso que oí anterior tros de Inglaterra i Francia. on ol campamento atrincherado de Miraflores. Espusioron vorbalmonte que trataban de salvar a Li­ El ejército enemigo totalmente estiriguido con enor- ma de los horrores do un ataque, i nosotros contestamos aes pérdidas de vida.?. que el único medio de conseguirlo, era entregar al Callao Mas de 2,000 prisioneros i completa dispersión del inmediata e incondicionalmente; para conseguir esto nos •-resto. pidieron que suspendiéramos las hostilidades hasta las Lima, entregada sin condiciones, será ocupada m.añana. 12 M. Bajo la fe do este armisticio, el Jeneral Baque­ Piéroia ha desaparecido i la ciudad no tiene rnas auto­ dano salió a visitar el campamento i a dar sus órdenes r i d a d que la Municipalidad. para el caso de un nuevo eomUate. ¡El corazón se ensancha cuando se da cuenta al país A las 2.15 P. M., pasaba el Jeneral, i a no mucha dis­ ‘ tie tales hechos! tancia de las líneas enemigas rompieron sobro él los Y EEC.ARA. fuegos. Esta increíble perfidia dió principio a la gran batalla CABI.KGR.4MAS DK IQUIQUE. de Miraflores, Piéroia habia reunido allí todo el resto de sus fuerzas i habia colocado sus líneas tras de mura­ (Recibido a las 11,15 P. M.) llas con troneras, para tirar sin peligro. Nuestro ejército G Iquique, Enero 19 de 1881. saltó esas tapias, i después do sacrificios inmensos i de crueles pérdidas, derrotó completamente al enemigo, i a Señor Pre.?idente: Miraflores, Enero 16 de 1881.—Ejército chileno se en- las 6.30 P. M. dorraia en las posiciones que había ooii"cuentra a las puertas de Lima i dispuesto a bombardear quistado, teniendo a Lima bajo el fuego de sus cañones. Ya no hai cuestión; mañana, me parece seguro, Lima i "-ía ciudad hasta obtener su rendición incondicional. Para ), ’’égar hasta Lima ha librado dos grandes batallas i obte- I Callao serán nuestros. El ejército chileno, dirijido por el ilustre Jeneral Baquedano, ha hecho una campaña que 7 id o dos inmortales victorias. G El 13 tuvo lugar la gran batalla de Chorrillos. Ykinti- llamará la atención del mundo. ¡Qué inmensa gloria! Felicito por ella a V. E. i a la ¿^ineo mil peruanos ocupándolas mas formidable.? posicio­ n e s que sea posible imajinar fueron completamente arro- patria! A l t a m ir a n o . O ftflos por la mitad de nuestro ejército. X IÍÍ.

    W O

    O

    T omo

    iv .—

    52

    410

    G U ER R A D E L PA CÍFICO . (DcBjjatoo i'i'.eibiilr) a la s 10 ? , M .)

    Sanüa/jo, Eriero .19 de ISSl. Señor Prcsideiite; El Ministro de la Guerra en caropafia me dice lo que siguo: "En ia tarde de! 12 doi corriento emprendió el ejército la marcha de! vallo de Lurin sooro las posiciones ene­ migas .al frente cic Chorrillos, i en la m adrugada del 13 se lanzó la l . D i v i s i ó n al ataque do la poderosa línea de fosos i trincheras artilladas establecida solrre la cuchi­ lla de cerros empinados, en ía pavi.e que media entre las casas de la hacienda de Sarr Juan, por el Este, i los potre­ ros que se (isliüuden al írente de la.s casas de Villa ha.sta la orilla de! mar [»r el Sur. Cincuenta mimitó.s mas tardo, La Brigada Gana de la 2.®^ División aviirszó Síibrc ia iínea peni:uia en el es­ pacio comprendido entre las casas de Villa a la estremi­ dad izquierda del enemigo'en la di-rcccior) a Lima. En ci cuv.so dcl comb.'Ueacudieion los i-ejimientos Za­ padores, 3.® do lincfi i V'ídparalso, quo formabau ¡a re­ serva, en apoyo do la. 1. ^ j)ivi,sion, a! pa.so quo ol ata­ que de la Brigada GíU'i.a era apoyado por la Brigada Barbosa i por fuerzas de la ,3. División, cuya misión ora contenor cualquier ataque rpie pudieran eir.prender k s fuerzas peru.'ina.s acanlonadíi.s cu Monterico i Molina. La artilisrí.i romjyió sus fuego.? tan pronto como la cla­ ridad del dia ¡rcnrátió distinguit: regularmente ¡os obje­ tos; batería;; de montaña i campaña de lo.s dos rejimieulo.s del arma, distribuidas cu diversos puntos de la linea, apo­ yaban eficazmente ei avance, de k infantería. Lo.? tres rejimientos de caballería, formados en colum­ nas cerradas, aguardaban, cn lugares conveniente.?, el mo­ mento oportuno para obrar, Do.s horas después de haberse roto los fuegos, toda la línea enemiga que hacia frente al Este se encontraba en nuestro poder. No ménos do doce altura.?, ru é eran otras tontas cin­ dadela.? formidables, lia.bi;m sido tomadas por asalto con arrojo e intrepidez e,?traonlinario.?, quedando cubiertas de cadáveres, cañones, cajas de municiones, ostandartes, ri­ fle.? i piezas do unilonnss. Desde la primera hora de la polea, no cesaron de esta­ llar en el campo, bajo los piés de hombres i caballo.?, borobas que el enemigo habia preparado en diver-sos puntos, causándonoc algunas bajas. Llegó a creerse, por algún rato, que el combate habia terminado; pero una gran parte del ejército enemigo, re­ forzado por fuerzas de Lima i S0 x?tenidas por l.as baterías de pieza.? de grue.?o calibro que defendían el Morro Sok.r, 30 hizo fuerte en esta elevada i escarpada posición io n ¡a ciudad de Chorrillos. Hubo ncje.?idad do entablar un segundo combato, do mas do cinco horas de duración, rodeando a Cliorrillos con tropa.? de k s tres armas i dominando el Morro cou las tropas de la Brigada .Barcoló, para ocupar la ciudad i rendir la fortaleza. En este doble combate hemos tenido que lam entar la perdida de cerca de 2,000 hombres entre muertos i heridos, contando jefes, oficiales i tropa. Me apresuro a poner en conocimiento de V. E. que so ha prestado o.smerado i pronto ausilio a aquellos do estos valiente.? defensore.? del {;als que han conservado la exis­ tencia. La? pérdidas d el enem igo son inm8nE.?s. Cuatro rail cadáveres cubrían después de la batalla lo.s fosos, parapetos i la pendiente de las colinas oue corona­ ban la línea enemiga, un núm ero proporcionado do heri­ dos cain en nue.?tras mano.? junto con 70 cañones de di­ diversos calibres i ametralladoras, millares de fusiles i gran acopio do mal erial de guerra, Corea do 2,000 prisioneros, entre ios cuales se encuen­ tran i8 coroneles i tenientes coroneles, sa han recojido hasta este momento.

    El combate en la población h.a sido .fat,?! a la ciudad da Chorrillos. Calles entera.? han sido destruidas por ei incendio, quo las granadas i ia lucha en las casa.? huíc estallar. Burlado en sus esperanza.? de triunfo, en su fe i en la inespugnabilidad de sus posiciones, el enemigo so ha con­ vencido de k necc.sidad de buscar arreglos de paz. Una comisión del Cuerpo Dipki.mático, compuesta de los ministros do Inglaterra, Francia i el Sa!vado.r, so acercó ayer en ia manan,?, a esr.c campamento, por encar­ go dol ,]e.fe Si) momo del .Perú, i quedó ajustado entre ellos i ei Jefe ( e las iirrnas chilenas un armisticio que de­ bía e.?pirar .a ias 12 de la mi.sma noche. Desgraciaciaraente, cuando nuestros oficiales i tropa cles,cansaban en la confianza deí Pacto de la suspensión de armas i en momento.? en quo nue.?tro.? rejÍLtiientos de. la 3.®- División se hallaban en completo descuido,-a pocas cuadra? de la línea enemiga de Miraflore.?, estalla sobre la ¡.uiestra uu. vivo fu-.igo de fusilcfla i cañen, i se empeñó en el acto ui'i reñido combate, que comenzó por conse­ cuencia de la sorpresa, con notable desventaja para ios cuerpos de la 3. División, en el cual fueron empeiiáiído.?e siiccsivameuto la.s dos brigada.? de la 1. División, quo ocuparon k derecha de la 3. , i la Brigada Barbo.sa do la '2 .", que to!no posiciones a mayor distancia amagando envolver ia izquierda enemiga. Los ataques que tr.ajo contra nuestra línea cl enemigo fueron rechazados con cl concurso de nue.?tra escuadra, i se emprendió cn seguida un movimiento jeneral de av.ance, cuyo rosuitado, después de tres horas de reñidísimo com ­ bate, fué la ocupación de toda la formidable iínea de defeur .sade Miraflores, que tenia por puntos de apoyo algunos reductos armados con cañones de grue.?o calibre i se ha­ llaba defendida por 12,000 hombres, restos del ejército peruano, ocultos tras de las tapias provistas do troneras i con abundantes provisiones de artillería i do ¡rnuaE. Al caer ¡a noche, miestr.?.? fuerzas, compuestos de las di­ visiones .1.,®' i o. se hallaban establecidas en ventajosas posiciones a una legua de distancia de .Lima, ba o los fi.)Cgns dcl cerro S íui Bartolomé, quo hizo disparos duran­ te el dia a la par de los ¡'oductos de ia linea., sin causar­ nos bsja.s. Siento comunicar a Y. E. quo e.sto ine.sperado suceso i desleal ataque no ha sido rechazado sin causar doloro.?as pérdida.?. .Algunos do los mas valerosos i proba­ do.? jefes de brigadas i rejimientos han sucumbido en el puesto dcl deber, i un número considerable do oficíales i soldados han pagcado de nuevo a la patria el tributo do su sangre jenerosa. En cambio k sorpresa intentada ha puesto en nuestras manos la segunda de k s podero,?as líneas peruanas. La destrucción del ejército enemigo se ha consumado. Abundante material de artillería i armamento de iufaiitería ha aumentado ol caudal de nuestras tropas. No ménos de I,,500 cadáveres enemigos han quedado de nue­ vo en el campo. El esruorzo de ayer agotó también el vigor de la resis­ tencia. peruana. ü n a hora después do la batalla, cl Dictador peruano i Gobierno desaparecloron, i Lima quedaba bajo ia custodiade las autoridades locales, laa cuale.? ,?o han pre.?entado hoi a nuestro camp.amonto acompañadas de los ministros i jefes do estaciones navales estrai\ eras con el anuncio de que la ciudad abre sus puertas al ejército chileno. Se han adoptado medidas tendentes a asegurar quo ¡¡r ocupación so haga con el mayor órden, i no desesperamos de recibir intactos la escuadra i el material de guenva del Callao, cuya rendición ha prometido el primer alcalde de Lima. Toda espresion .seria débil para garantizar la valentía de nuestro ejército. Después de ganar dos batallas, ,se halla intacto i no le han detenido k s admirables posicio­ nes i obras de defensa, ni k s baterías de grueso calibre, i el fuego de ia numei'osa infantería establecida tras de las trincheras i fosos, ni le han arredrado las minas i bombas

    .1 A A.

    Á .1 , t

    X; .1 l .1 ,1.

    X. 1.

    j ). I..

    CAPÍTU LO QUINTO. automáticas que han reventado a cada paso bajo sus pié? i de que estaba materialmente sembrado. Espero que el )aís quede satisfecho con el comportainiouto de los deensores de su honra i de su dorcclio. Dios guarde a V. E. J. F. YUirgára.”

    fe .,

    G

    G G W

    G C C

    G

    O Q

    Q

    411

    Despiu!? de madur.rs delilueracíones, so prometió no rom­ per lo.? fuegos en ese dia i esuerar sn resjmesta hasta las 12 P. M, Como este especio (lo armisticio mc evitaba todo com­ promiso, .seppií tomando mi.? medidas pura el combate. A las 2 P. M. estaban de.?ignadas las posiciones que de­ bia ocupar k división, cuam b enesnigo.? emboscados a cor­ (Üf;sprvC.Uo vecibW o & k 1 P. M .) tísima distancia, detrás de las tapias, hicieron fuego sobre el grupo formado por mí, el Jefe de Estado Mayor Jene­ Santiago, Ene,ro 19 de 1881. ral, Ministro i ayudantes, fuego que en c! acto ,?e hizo je ­ Señor Presidente: neral eu la línea enemiga. Con esto se inició una nueva i Los dias que siguieron al desembarque de este ejército animada batalla en que tomaron parte principalmente k en Curayaco, los ocupé en hacer el arreo de víveres i m u­ 8. * i 1, * divisiones, qno duró Inista las (i B M. Las posiciones do M'lruíiores quo cayeron en nuestro niciones necesarios para emprender !a m archa i en prac­ ticar los reconocimientos que debiau permitirme fijar las p(NÍer oran perfectamente clojidas, porque ht? muchas ta ­ posiciones enemigas i íormrir mi plan do ataque. Termi­ pias dificultaban el movimiento (k; nuestras fuoizas. Sin embargo, el empuje de nuestra iiafaiitería arrojó al nadas estas operaciones el dia 11, resolví partir el 12 en la tarde para acampar en la noche frente del ejército (memigo, qiK) uié perseguido hasta cerca de los suburbios enemigo i dar la batalla en la madrugada dcl id. Las de Lima. Cou esta segunda victoria, el ejército ouomigo quedó posiciones ocupadas por aquél se estendian de Villa hasta Monterico. eom pietaraente des)lecbo. En la bataila dol 13 so batieron ¿ó.OOO hombres ene­ Dominadas todas las alturas, se hallé quo estaban re ­ migos i en la de ayer 15,000. forzadas por fosos i trincheras en toda su estension. j 0 ,s resto.? orgauizados no llegan a 8,000 hombres. Destiné la 1. * División para atacar la derecha dol enemigo, la 2. * para atacar el crnitro en dirección a San No rne e,s nosibio precisar todavía la cifra de nuestras Ju an , i la 8. * para apoyar las anteriores o impedir ia pérdidas en ambas batallas, pero las estimo prtidencialvenida de refuerzos de lado de xMonlcrico. A has 5 A. M. ineuttí eu 600 muerto.? i 2,000 heridos. .Anoche acampó el ejército eu k s cercanías de Lima i rompió sus fuegos la I. * División i ¡meo mas tarde la 2. * D urante hora i medi.a el combate fué rcnídí.?imo; la me preparaba para principiar hoi su liombardeo, prévia División Lynch dominó bi,s primor.as alturas apoderán­ notilicacion que Inco al Cuerpo Dipkanátitai. dose de los reducto.s fortificados, como a lus G. Mas éste roe comaiiicé imi que algunos do sus miem­ A esa misma hora maudé que la reserva, a las órdenes bros vendrían a, conforeociar C'.-íimígo. del comandante Aristidea Martínez, fuera a apresm-ar el Efcctivamenlc, hoi se rne presentó ol alcalde municipal desenlace. de Lima, a quien acíimpañabau los miuisí.ro.? i almiran­ La 2. * , entre tanto, dcsalojabíi al enemigo de au.s po­ to? fraucí's o inglés i el vomiirclantc ¡ic l¡is fuerzas navnsiciones del centro. io.? italiana?, a pactar la eiitD ga de Lima. U j exijí quo Gomó a las 7 A. M, ya los enemigos,, forzados en sus fiíC'i'a iucoiidlcionai, i a;n' ?o convino. ¡.:í oiitruda de tu.a parto ¡io ntmstra.s trop;!,? se elhctuaúltirno.? ati'iucherainieutos ,?c pK.inumdaron on clevfoi.a, siguiendo, sin embaigo, e! combíil.o en los potreros tapia­ rá niíiíiiiria 17 a. las 2 P. i'I. dos i entre ios matorrale.? dul vallo. En el Lállrio quedan taiianiente 1,000 Icm lro s, i hai A las 9 A. .\t„ nirostra victoria ova eomídeta en Cuov' ca.?i la seguridad que se rendiiáo. Lo sabré mañana en lis primeras horas. lillos, i en los cerros arrillados que se cstionden al finr continuaron haciendo rcfistcucia con 8,000 Uornbres que Cuando reinita el parte d.ctallado (ie las batallas del L3 por allí ss eMcontraroii, i 15, procuraré marjiúi.?tar a V. E. cuánto .se ha distingui­ Con esta.? fuerzas se empeñó un segundo combate. do ol ejército que lia combatido a mis órdenes. Por ahora .H.ubo que hacerlo.? desalojar de cada una de las callos rne limito a anu n ciara y . E. quo (.auto su.? jefes como los i casas dol pueblo i do las alturas (pie dominaban. Este oficíalo.? han rivaliz.ado en celo por colocarse a ia altura sostenido combato duró hasta las 2 P. M., hora eu que de la grande i honrosa misión que nos liabia confiado el term iné la batalla con una victoria quo nos dió la posi­ paí,?, agregando que la parto mas diíieí! eu ia batalla del ción de toda ia línea eneariga i de los pueblos de Chor- 13 tocó a jvnoli, i en la de ayer a .Lagos, que merecen .rÜlos i Barrancos que, corno consecuencia de sn resi-sten- por su conducta un premio especial. (;ia, ñieroir inciendiadoa i destruidos. Termino felicitando al país i ,a Y. E. por estas d('S vieI,!is bajas de! íjuemigo en esta batalla pasan do 7,000, toíi.as que ponen término a esta guerra, colocando a Clii­ .habiendo quedado en nuestro poder como 1,.500 prisione­ le en el lugar que le covrc.?pondc por oí patriotismo i ros, mas de 60 cañones i ametralladoras i una cantidad enerjía do sus hijos. do armas que no puedo determ inar todavía. La tarde del 18 i el dia 14 los dediqué en atender a los i.T.STA DE JEFES I O F IC U L F S IttTERTO.S I HERIDOS EK I A heridos i organizar mis fuerzas; al mismo tiempo adopta­ BATALÍ..A DE CHOURIt.LOS T MIRAFLORES. ba ¡as disposic!on(',s convenientes para batir al enemigo en Miraíiovés, que era su segunda linea de defensa i el lu­ .ílDícríos.—Teniente coronel José M. Marcbant, del gar donde .se oiganizaban k s fuerza.? diapcr.sas en la ba­ V,alparaiso: teniente coronel Zañiirtu, del Chacabuco; te­ talla del dia anterior. , niente coronel .Silva Renard, del Talca; mayor Rafael A las 2 A. M. del día lí> se rne trajo a mi carnpamento ■ Zorraindo, del Anicama; mayor Jimcuez, del Ciillan. una comunicación del Cuerpo Dipiornático de Lima, en fferiíio.?.-Coronel J. Martínez, grave; teniente coronel ( no ss me pedia una entrevista, a la cual accedí; ignovan- Francisco Barceió, leve; coronel Domingo Herrera, leve; 0 0 qué proposiciones iban a hacerno.?, resolví aplazar ol teniente coronel Roberto Souper, grave;"teniente coroneí ataquo hasta después de conocerlas. Dernofilo Fner.zalida, grave; teniente coronel Marcial Pin­ A, las 7 A. M, del dia X.5 se ¡ue presentaron el Decano te A., grave; teniente corone! José M. Sote Agiiilar, gra­ del Cu(?i'po DipionJático i ¡os ministro.? de Francia e I n ­ ve; teniente coronel Zilleriielo, grave; teniente coronel glaterra a pedirme protección para lo.s neutrales ¡'csiden- Baldomero Dublé .Almeida, grave; teniente corone! Joa­ tes sn Lima, agregándome que el Gobierno del Perú pe­ quín Corté;-;, levo. dia algún plazo para hacer jestiones oficiosas en este Mayores: Luis .Larrain, grave; Vallejos, del Buin, grave; sentido; teman esperanza de que ellas se pidieran sin ne­ Miguel Arrale, grave; Villagran, del Colchagua, leve; Ra­ cesidad de mayor derramamiento de sangre. món Dardignac, grave; Rafael Guerrero, grave.

    412

    G U ERRA D E L PA CÍFICO.

    Todavía no se sabe a punto fijo el número de bajas. Mas tarde irá la lista. B aquedano .

    (Telegrama recibido ,i las 7 A. H .)

    Chira,, Enero 13 de 1881. Señor Editor de E l M e r c u r i o : Acaba de term inar la batalla mas larga i encarnizada de la presente campaña. Con el alba, a las 4 A. .M., principió cl cañoneo i fuego de fusilería no interrum pido un instante hasta las 3 P. M.; a esa hora cesó el fuego i fué tomado el Morro Solar, con­ tinuando despucs mas al Norte con cortas interrupciones hasta las 6 P. M. A las 9 A. M. el pueblo de Surco era prosa de las llamas. A las 11.30 A. M. ardían las casas de la hacienda de San Juan, i a estalio ra el pueblo de Barrancos i las casas de Chorrilloss alumbran el horizonte con sus llamas. El último en apagar sus fuegos fué el cañón de a 600, colocado en el Morro Salto deí Fraile, al Sur de Chorri­ llos i al Norte del Morro Solar. Nuestras bajas deben ser mui grandes. El enemigo ha presentado aquí una resistencia para todos inesperada i se ha batido con tenacidad i valor. El BI omco, el Cochrane, \sl O’llig g in s, la P ilcom ayol el H ala presenciaron todo el combate, desde el Sur del Morro Solar, casi sin tomar parte. Solo el Cochrane i la O’H igyine hicieron, a las 3 A. M., siete u ocho disparos contra las trincheras enemigas del Morro Solar, i la lancha a vapor del Blanco muchos tiros de ametralladoras contra las tropas dol mismo Morro. La escuadra no ha entrado hoi en Chorrillos. El ejér­ cito enemigo estaba mui bien colocado i tenia formidables i numerosas obras de defensa.

    (Recibido a las 8 A. M.)

    Chira, Enero I f .

    Cárlos Piérola, hermano del Dictador, se halla prisione­ ro i herido. La 3. División sacó de cada cuerpo una compañía de guerrilla i éstas con los Granaderos persiguieron á los ene­ migos hasta los suburbios de Lima i fueron cañoneados por el fuerte do San Bartolomé. Dícese que Piérola está resuelto a incendiar a Lima ántes que entregarla. Jj Os chinos prestan buenos servicios recojiondo heridos del campamento. Llegó hoi el Quillota de Pisco. Los Navales no han tenido ningún oficial muerto ni herido. El Valparaiso tuvo 83 bajas, 3 oficiales heridos. Los Granaderos han muerto por sí solos mas de 1,000 enemigos, causando un terror pánico en sus filas. Yávar su primer jefe, muerto a la cabeza del Rejimiento al dar una carga. Los Granaderos vengaron la muerte do su jefe m atan­ do 400 peruanos. La artillería de montaría se batió a 1,200 metros, ha­ ciendo eficaces disparos. Las baterías Fontecilla i E rrá­ zuriz corrieron grave riesgo de ser tomadas. El enemigo lanzábase atrevido sobro las piezas, pero era rechazado por el Buin, cuya conducta fuó brillante. La I.®* División se tomó 11 trincheras i 3 morros artillados. El comandante Soto, dol Coquimbo, herido gravemente en el hombro i cl pulmón. El comandante Eañartu, segundo jefe del Chaeabuco, herido mui grave. Temen se muera. El coronel Toro Herrera, del Chaeabuco, herido poco grave en las nalgas. El comandante Souper recibió dos heridas graves en las piernas. El comandante Silva Renard, segundo jefe dol Talca, herido grave en una rodilla. Piérola traia un refuerzo de 6,000 hombres da Lima. Regresó viendo perdida la batalla. Ricardo Serrano, mayor del 3. ®, muerto. El comandante Diego Dublé herido levemente on una oreja. Baldomero Dublé herido en el muslo. El mayor Jiménez Vargas, del Chillan, muerto. El mayor Rafael Guerrero, ayudante de la 1. * División, herido do peligro. Prisioneros: coroneles Billinghurts, Jefe de Estado Ma­ yor, Vallo-Riestra, llaigada i otros jefes de alta graduación. Nuestras tropas se hallan acampadas entre Barrancos i Chorrillos.

    Todavía no hai cálculos en nuestras bajas. Las del enemigo se computan de 6 a 7,000 entre m uer­ tos, heridos i prisioneros. H ai 1,200 prisioneros. Gran número de enemigos se retiró a Lima, dol resto hubo gran matanza en la población de Chorrillos a causa de h a fo s e refujiado en las casas de la población desde donde hacian fuego. Por esto se prendió fuego a algunas casas. (Recibido a lis 9 P. M.) Las llamas se han comunicado a toda la población i Chorrillos está reducido a escombros. Hoi hau muerto, a causa de sus heridas, los comandan­ Nosotros tenemos pérdidas mui sensibles. tes Zañartu i Silva Renard. El 4. ®, el Buin, el 2. ®, el Esmeralda, Zapadores, Cha- i Los Granaderos dieron una carga a un batallón enemi­ cabuco i el 3. ® han sufrido grandes bajas, go fujitivo encerrado en un potrero i sablearon a cuantos Los Granaderos se han cubierto do % oria. habian adentro. La artillería hizo un brillante papel. Hoi salió para Lima como parlamentario don Isidoro La 1. División Lynch sostuvo valcrosamento duran­ Errázuriz acompañado del Ministro peruano Iglesias, dol te dos horas lo mas récio dcl combate. espitan Guillermo Carvallo, del alférez Cox i de tres Gra­ _ Jja reserva mandada por el comandante Arístides Mar­ naderos. tínez se batió bizarramente desde el principio de la ba­ El jefe de Miraflores consultó a Lima, i le contestaron talla. quo si ol parlamentario queria ir allí, debia hacerlo con Estallaron minas por centenares. la vista vendada i que para tratar se entendería no con el El armamento peruano casi todo era Peabody, m ui po­ parlamentario sino con un ministro plenipotenciario. co Remington. Errázuriz con esto regresó a Chorrillos. Los cañones fabricados en Lima, bastante buenos. Las avanzadas nuestras llegaron hoi hasta Miraflores i. Las tropas enemigas estaban bien equipadas i m uni­ fueron recibidas a balazos. cionadas. Mañana avanzará el ejército sobre Lima. Los cañones tomados se calculan en 60. La línea de batalla abarcaba como tres leguas. (Recibido a ias 12 M.) Las fuerzas peruanas se calculan de 20 a 2.5,000 hom­ bres. Chira, Enero 15. Las mandaba el Joneral Vargas Machuca, que escapó. | Eran jefes de brigada los coroneles Iglesias i Suarez; Igle Galcúlanse nuestras bajas en 3,500. sias Ministro de la Guerra, prisionero. Hai muchas bajas do oíiciales.

    i J ( I J X. J ■í t i I

    1

    413

    CAPÍTU LO QUINTO. Los heridos del Valparaiso son: subtenientes Jullian i Silva Uominguez, leves; i subteniente Alejandro Perez, grave en las piernas. L eí Lautaro: subtenientes Navarro i Ruedas, muertos. Heridos graves: subtenientes ílu rtad o Mezan; leve, el sub­ teniente Benavides. De ia Artillería de Marina; muerto, el subteniente xAravena. Heridos: subtenientes Zegers, grave; Hidalgo i Fer­ nandez, leves. Hoi a las 8 A. M. llegó de Lima un tren conduciendo a los ministros inglés,-francés i ecuatoriano i a un oficial inglés que acompaña al ejército, a averiguar nuestras con­ diciones para la rendición de Lima. Se les contestó que la rendición seria incondicional, pues en caso contrario entraríamos a sangre i fuego. Dijeron que se pedia demasiado, pero que consultarían a Piérola. Pidieron un armisticio hasta las 12 P. M. de hoi, lo que se les concedió. Regresaron en seguida a las 10 A. M. a Lima. El H uáscar viene del Callao. A las 2.30 P. M. se ha roto repentinamente un niitridísirao fuego de rifle i ametralladora. El cañón enemigo atacaba nuestro campamento de sorpresa; a pesar del ar­ misticio, los cañones del fuerte Miraflores, de grueso ca­ libre, hacen fuego al campamento chileno. El Blanco, la PUcomayo, el Huáscar, la O'Higgins i Toro, rompen nutridísimo cañoneo sobre las posiciones enemigas. Nuestra artillería contesta con no interrum pi­ do fuego.' A las 4 P. M. arrecia ol fuego de rifle. A las 4.40 nuestra artillería avanza. Los Navales i el Valparaiso, que estaban avanzando, deben haber sufrido terribles bajas. Los disparos do nuestros buques son eficaces i certeros. Los tiros del Blanco i del H uáscar son notables. A k s 4..50 se manda pedir con premura refuerzos del Búlnes, que custodiaba prisioneros en Chorrillos. Se han visto llegar de Liraa trenes cargados con tropa, La línea enemiga abarca un simicírculo apoyado al N orte de Miraflores, i al Sur fronte a San Bartolomé. Estábamos casi desprevenidos. El enemigo se declara en derrota; huyó al Callao i Lima. Miraflores en nuestro poder. H an estallado inmensas minas, causándonos terribles bajas. Los Carabineros, a cuya cabeza van el Ministro Verga­ ra i elJen eral Saavedra, llegaron hasta media legua do Lima persiguiendo al enemigo. El Jeneral Baquedano con su Cuartel Jeneral examinaba las posiciones enemi­ gas fiado en el armisticio. Dos cuerpos peruanos se habian acercado hasta 300 metros de nuestras avanzadas i los nuestros no le hicie­ ron fuego, Do repente oyóse una inmensa descarga. Silvaban las "balas i so acercan 20,000 enemigos man­ dados por Piérola. Los Navales, el Valparaiso i el Aiconcagua contestaron los fuegos enemigos i lanzáronse sobre ellos. H ubo grande alarma. k las 6 P. M. avanzaron nuestros Carabineros i Grana­ deros, i dieron tremendas i decisivas cargas. La artillería nuestra hizo prodijios. Distinguióse el primer rejimiento, cuyo jefe es cl señor ■\Vood. La 3. ^ División, coronel Lagos,-ocupó a Miraflores. Incendiólo completamente. Del Rejimiento Valparaiso se distinguió su primer jefe, comandante Marchant, que quedó muerto. Los fuegos do la escuadra apagaron loa cañones dol fuerte de la plaza tras Miraflores. El coronel Martínez, antiguo jefe del ibtacama, se halla m ortalm ente herido. O c

    c

    (Rccibklo a laa 9 P. M.)

    Nuestras pe'rdidas son muchas. Murió el coronel Martínez; varios jefes .se hallan heri­ dos de gravedad. Hai muchos oficiales muertos i heridos. El Valparaiso i los Navales están reducidos casi a la mi­ tad. Muchas granadas e.staliaron ju n to al Jeneral en Jefe, Cuartel Jeneral i ayudantes, Al principio nuestras tropas flaquearon, poro se rehi­ cieron i atacaron con ímpetu. El enemigo se hallaba parapetado tras de tapias i trin ­ cheras. Al avanzar nuestras tropas, los fuertes San Bartolomé i San Cristóbal hicieron muchos di.sparos. H a habido muchas bajas nue.stras por las minas. Piénsase marchar mañana mi.smo sobre Lima i desvastarla. ]jas ba as habidas hoi en los Navales son unas 400. En el Valparaiso poco ménos. (Beoibido a las 12 M.)

    Enero 16. Hoi en la mañana vino otro tren con un oficial italiano con bandera blanca i fué recibido con la vista vendada; venia a nombre deí Perú a ofrecer la entrega de Lima i el Callao sin condiciones. Hubo revolución en Lima. Piérola, abandonado, se fugó al Callao. El 8ant,a Hacía pasó por el Boqtieron. Los fuertes no le hicieron fuego. El Jeneral en Jefe contestó al envi.ado que no iria a Lima sino con víveres i municiones i en son de guerra, on vista del primer engaño. Se espera quo vengan nuevos enviados. (Recibido a las ■! P. M.)

    Volvieron los plenipotenciarios. Se confirma la rendi­ ción de Lima i el Cal ao a discreción. Los peruanos hacen estallar minas preparadas contra los chilenos. Lima se halla abandonada. Mañana marcha nuestro ejército sobro ella. Los buques peruanos se entregan, Si alguno os echado a pique, lo pagan en el acto. Mañana a las 2 P. M. entregan el Callao. La escuadra chilena en 'este puerto. Piérola escondido solo. Todo cl ejército se rinde, E l CORRESPONSAL.

    líV . Program as i descripción de l a s m a n i f e s t a c i O D e s popu­ la res cou m otivo de l a s v icto ria s d e C horrillos i Mi­ raflores. PROGRAMA OFICIAL EN VALPARAISO.

    Con motivo de los glorioso.? triunfos obtenidos por las armas do k República en k.? batallas do Chorrillos i Mi­ raflores, obtenidas los dias 13 i 15 del actual, i en conme­ moración do la heróica batalla de Yungai, de acuerdo con la Comandancia Jeneral de Armas de la provincia i Comandancia Jeneral de Marina, decreto: D ia 20.—A. la 1 P. M. de hoi se hallarán formados en la plaza de la Victoria el Rat-allen Bio-Bio i k Brigada cívica de Artillería para formar carrera a la comitiva oficial que se dirijirá a la 1.45 P. M. a la Iglesia dcl .Es­ píritu Santo con cl fin de asistir a un solemne Te D eum que ahí so cantará en acción do gracias por dichos triu n ­ fos. íLas fuerzas indicadas estarán al mando del teniente coronel don Evaristo Mario, sirviéndole de ayudantes los oficiales que designare del Batallón Bio-Bio.

    414

    GUERRxA D E L PA CÍFICO .

    Terminada la función relijiosa, las tropas desfilarán por ia.s calles de San Jijan de Dios i Esmeralda, hasta la pla­ za. Rafael Sotomayor, volviendo en seguida por la de Cochrano i las y

    0. Ijw m n , íh'ü'BccreUrio. LA CUAN NÜTiCIA. ( O i í n i i a i . tle E i . J ' U k c u e : ' ) . )

    Anoche como a las 8.30 recibimos el primer parte an u n ­ ciando que entraba un vapor con muchas luce.? i que aca­ baba de tirar dos cañonazos, que era la señal convenida. El triunfo era seguro. Poco después venia un telegrama oficial, el del señor Alfonso, que confirmaba lo anterior. En Valparaiso uo se habia tra.slucido siquiera hasta ese momento tan fausta nueva, A.?í fué que cuando dimos ol primer suplemento, dándosele a la vez al público la no­ ticia de viva voz desdo ¡as ventanas do nue.stra imprenta, la sorpresa i cl entusiasma fueron estraordinarios. En el acto empezó a esparcirse la noticia por la pobla­ ción con asombrosa celeridad, reuniéndo-so en pocos mo­ mento.? ¡rente a nuestra im prenta una inmensa m uche­ dumbre que no cesaba de manlfestav su regocijo, cl que en algunos momentos, cuando .se lo.? leia algún parte, lle­ gaba al frenesí. I no era p.ara méno.?, porque a cada instante iban liegando noticias que veniau a sobrepujar toda e.?pecl.ativa i toda esperanza. Ai fin, el castillo de San Antonio hizo una salva i cada cañonazo era saludado con vivas aÜhile i al ejército. Esto contribuyó a poner en mayor movimiento a la po­ blación. Luego se llenaron de jentes las calles ¡ plazas, i los carros conducían pasajeros en masa, tanto abajo como arriba. Las dos bandas de música rccorrian mas tarde las ca­ lles, i los cohetes hacian verdaderas salvas quedaban ma­ yor animación al regocijo público. H asta hora.? mui avanzadas do la noche, o mas bien de la mañana de hoi, el pueblo ha estado en vela. Los cafées se veian también atestados de jente cele­ brando el gran triunfo. Hoi seguirá la fiesta.

    PP.OGKAMA OFICIAL EN SANTIAGO.

    Santiago, Enero 19 de 1881. En celebración de las e.?plóndidas victorias obtenidas por el ejército de Chilo, i do la entrada triunfal a la ciu­ dad ue Lima, la Intendencia, autorizada [)or el Supremo Gobi'crno i de acuerdo con la Comandancia Jeneral de Armas, decretó l.as .siguientes solemnidades que tuvieron lugar el Jueves 20 a las horas que se indican a continuacioíi: 1, ® Al salir i ponerse ol sol so hará on el Santa Lucía una salva mayor, enarbolándose la gloriosa bandera na­ cional on todos los edificio.? públicos i narliculares, que permanecerán asi durante tres días. 2, ® A Uta 12 M., gran festival en la Biaza de Armas ejecutado por todas ías bandas de música existentes en esta capital. 3. ® A las 2 P. M. ,se encontrarán formado.? en la Plaza de Armas con el fin do formar carrera a S. E. el Presiden­ te de la República, todos los cuerpos que hubiere en esta guarnición. 4. ® xA ¡as 3 P. M.. S. E. el Presidente da la República, acompañado de los señores ministros del despacho, miem­ bros ríe ámbas cámar.as, do los tribunales de justicia i ju z ­ gado.?, de ia Ilustre Municipalidad i de todos los funcio­ narios civiles i militares i eciesiá.?ticos, saldrá del palacio de la Moneda a la Catedral, donde se cantará un solemne Te .D&um en acción de gracias por los grandes triunfos alcanzado.?. ó .® Terminado'el Te D eim , las tropas desfilarán en, Cül'umnas de honor por el palacio de la Moneda. G. ® Desde las 7 A. M. hasta las 9. una banda de m ú­ sica .?c .situará en cl tabladillo de ia Alameda de las De­ licias. 7. ® A La.? 8 P. M. se quemarán en la misma Alameda grande.? pieza.? de fuegos artificiales. S..® ílurniiiacion jeneral en todos los edificios públicos i particulares durante Las noches dcl juéves i viernes. 9. ® Por órden del Supremo Gobierno se declaran día.? cívicos c! juéves i viérnes de la presente semana, debien­ do cerrarse todas las oficinas públicas. Se ruoga a ¡os jefes de b,ancos i do cas.as do comercio cierren sus oficinas los dia.? .señalados. Anótese i publíquese. Z . F u e i r Fx.

    E. Rod,riguez, Secretario.

    N U EVO PROGRAM.A.

    I ® El sábado a. las 8 P. M. se exhibirán desde la fotografía, de los señores Díaz Spencer variadas o impor­ tantes vistas que representarán las acciones ma.? glorio­ sas de la presente campaña, i a los jefe.? que mas so h u ­ bieren distinguido en ella. 2. ® El domingo a la.? 9.30 A. M., en la iglesia de San­ ta Ana solemne mi.?a de gracias por las gloria.? últim a­ mente alcanzadas, con asistencia de la I ústro Mimicipalid.ad. 3. ® El mi.?rno dia a la.? 3 P. M., eu la elipsis del P ar­ que Consiño, habrá volatin, carreras de burros i do en­ sacados. 4. ® xA las 4 P. M,, en el mismo lugar, se servirá gra­ tuitam ente una gran comida a los soldados inválidos de la presente campaña, como asimismo a todos los que a.?istiereu, para 'cuyo efecto se nombra una comisiou com­ puesta de don Julio Lira, don Jacinto Larrain i de los oficiívlcs que indicará el comandanto de policía, a fin da que corran con los comestibles i demas preparativos, 5. ® A las 8 P M. se quemarán en la P aza de Armas estraordinarios fuegos artificiales. 6.® La banda do música de la Guardia Municipal i la dol Batallón Lontué se encontrarán en la misma plaza,

    ). L. I , L, 1.

    CAPÍTU LO QUINTO.

    I 1

    ..

    I

    i 1 to.I V. ! V.

    to -

    c to.-

    to to f

    to '

    desde que principien los fuegos, .hasta que terminen, con \ En la Moneda hubo varios mec-tíngs, las bandas to’ carón dianas i los hirr.nos nacional i de Yungai. So prommel íin de tocar durante la función. ; ciaron hermosos discursos que fueron espléndidamente Anótese i publíquese, : aplaudidos. Unas señoritas Silva cantaron la Canción NaZ. F r e i r e . ■ cioniil. ií, Rodriguez, Las bandas focaron también por las calles en medio do SecreUrio. grupos ebrios de alegría. En la calle de la Randera, frente a la casa del señor Fernandez Concha, hubo otro ínceíl?);;. Desdo ia vereda MINISTERIO DEL INTERIOR. dol frente so pronunciaron magníiicos discursos. .La pnemura deí tiempo no ha permitido enviar convite A ias l i P. M., en S.anta Lucia, se hace una salva ma­ alguno, en particular a los miembros del Poder Lcji.siali- yor de artillería. vo i Judicial, ni a las corporaciones civiles, militares i valijiosas, por cuyo motivo se ruega a todo.? so don por invi­ Al dia siguiente Santiago amaneció vestido do gran tados a las manifestaciones decretadas por la Intendencia, ! gala. El tricolor do la República flameaba en todos los autorizadas } rel="nofollow">or el Supremo Gobierno, ediñcios públicos i particulares, i las calles, plazas i paseo.? I se veian invadidos por una m uititud de jente.? en cuyos J . A. SOEFIA, ; rostros brillaba el entusiasmo nia-s puro, la alegría mas Oficial mayor dul Ministerio de) Interior, sin nubes. Era natural: Santiago conmemoraba un gíoi'io.so anivcnsario i una cs[)léndida victoria. CÍUCULAR A LOS SE.N'ADORES. La victoria del derecho contra la mala fe, la victoria Santiago, Enero 19 de 1881. del tricolor inmaculado contra el bicolor de ia vergüenza i el dcsprestijio. De órden del señor Presidente, pongo en conocimiento de Y. S. quo Io.s miembros de esta honorable Cámara han Desde las primera? horas de la mañana la m ultitud sido invitados a un solemne Te Daum que se celebrará viajaba de la Moneda a! D i a r i o O f i c i .al , i del D ia r i o mañana en la iglesia Metropolitana en acción de gracias O f i c i a l a la Moneda, ávida todavía do noticias, ansiosa por el glorioso triunfo obtenido últimamente cn el Porú ^ de obtener detalles completos sobre la ruda i gloriosas {5or las armas de la República. La reunión tendrá lugar en la sala do Gobierno, a las ' jornadas dcl 13 i de! 15. A las 12 M. las bandas existentes cn Santiago ejecuta­ •2.30 P. M, ron en la Phvza de Armas uu lucido festival, que fué so­ Dios guarde a V. S. lemnizado con una asistencia tan numerosa como era do F e d e r ic o P u e l m a , esperarse, atendido el cntusia.smo que einbargaba a la po­ Sccrctavio. blación. ÓRDEN DE LA COMAMDANCIA JENERAL DE ARMAS.

    Santiago, Enero 19
    to.

    El batallón de su mando se encontrará mañana a las 3 P. M. formado, de gran parada, en la Plaza de la Inde­ pendencia con e! objeto ue solemnizar el Te Deurn que tendrá lugar a dicha hora en la Iglesia Metropolitana i al que concurrirá S. E. el Presidente de la República acom­ pañado de i.od.a,? las corporaciones. Anótese. P r ie t o . ¿1 conii,n
    CELEBRACION EN .SANTIAGO.

    C-

    c t o -

    t o -



    t o

    c to G c

    to to ^ to «A*■

    t o

    G O c

    G

    413

    .El 19 de Enero a las 7.30 P. M. comenzaron a llegar a Santiago los primores telegramas que comunicaban la fausta nueva. La noticia se difundió corno por encanto i e! pueblo se fué inmediatamente a la Moneda en el tu­ multo mas hermosamente ontusia.?mado. Antes de las S r . M., habia ya cn la plazuel.a dos bandas de música, an­ torchas i o.?tandartes, i los gritos de alegría i los aplausos al ejército i a sus jefes se repetían atronadores i esplén­ didos. En medio de un entusiasmo loco, se paseó por todas las calles do la capital ia Sociedad de Artesanos Manuel Ro­ dríguez, enarbolando uu estandarte que tenia al centro el retrato del Jeneral Baquedano i a los lados cuadros del Jeneral Pililo. Le rodeaban muchas antorchas i le seguían dos bandas de música, una compañía de policía i un numerosísimo pueblo. Todas las iglesias repicaron sus campanas para comu­ nicar a la ciudad la mas insigne i gloriosa de las noticias, i en el c o ito de Santa Lucia se hicieron muchos disparos con ol mismo objeto.

    k las 2.30 P. M. se hallaban en el palacio de la Mone­ da S. E. el Presidente do la República, los ministros do Estado, miembros del Poder Lejislativo, ministros de las cortes superiores de justicia, Consejo de Estado, jefes mi­ litares de alta graduación, Ilu.?tve Municipalidad, presidi­ da por el Intendente de la provincia, i varias otras corporacione.s civiles, industriales i relijiosas. ii’ronto al palacio so encontraba la escolta do S. E. ol Presidente de la República, que debia acompañar a 1.a comitiva at Te Deum que, en acción de gracias al A ltísi­ mo, se veriiicHria a las 3 P. M. en el templo Metropolitano. Ei cortejo salió de la Moneda a la hora indicada, pa­ sando por en medio de una callo formada por los batallo­ nes Campo de Marte, Santa Lucía, Garabinoro.? de la Fron­ tera i otros cuerpos. Las demas fuerzas existentes en Santiago, formaban en , la plaza. ' T»a Catedral se hallaba repleta, de.?bordaba. Ofició ol llustrlsim o Obispo do Martyrópolis acompa­ ñado por los miembros del Cabildo oclesitlsticü i capilla de cantores de la iglesia Metropolitana. k la,? 4.3Ü, mas o ménos, terminó ci Te Dewoi, i. la co­ mitiva salió de la Catedral regresando a su punto de par­ tida. Al llegar S. E. a ia esquina de las calles de Huérfanos i Bandera, las bandas tocaron alternativam ente las can­ ciones nacional i do Yungai. Una voz en la Moneda, S. E., acompañado desús minis­ tros, salió a los balcones a pre.?enciar el desfile de las tro­ pas, que fué como do costumbre lucidísimo. La parte de nuestro ejército del centro que so hallaba en Santiago, probó que no babia perdido el tiempo i sí lo habia aprovechado en disciplina i en pericia. k las 7 P. M. la xálameda de las Delicias se voia inva­ dida por una inmensa m ultitud de paseantes que perma­

    416

    CxUERRA D E L PA CÍFICO .

    necieron escuchando los acordes de la música hasta qne un cohete anunció que iban a'dar principio los fuegos a r­ tificiales, los cuales fueron bastante buenos. En ol teatro Municipal hubo en la noche un gran con­ cierto on celebración de los últimos acontecimientos. Como el resultado del combate no era un secreto para nadio, el concierto se habia preparado con alguna anti­ cipación, i por consiguiente fué magnífico. Muchas otras fiestas tuvieron liiijar, i en todas el entusiasmo ora inmenso, algo que sobrecojia i que, por lo mismo, no encontramos términos con quo poderlo es­ plicar. (Con-espoBdcncia.

    a E i , M b r c c r io .)

    La capital continúa ajilada celebrando los espléndidos triunfos obtenidos en el Norte por nuestros invencibles soldados i marinos. Los dias jueves i viérnes, declarados' cívicos por decre­ to supremo, han sido para Santiago de perpetua fiesta. Después del ejercicio jeneral de bombas, que se verificó el viérnes en la Alameda ante una numerosísima i escojida concurrencia, ésta se dirijió en masa a la Moneda, donde se tocaba la retreta de costumbre. La coincidencia de sor dia viérnes, en que acostumbra recibir S. E. el Presidente de la Ropública, i la ansiedad 5or recibir noticias de la ocupación de Lima, hicieron que a plazuela de la Moneda fuese estrecha para contener a los paseantes. Poco después de la 9.30 se supo quo cl Callao acababa de rendir.se i que la felonía peruana habia ochado a pique I A tahualpa e incendiado a voladora Union. El canon del Santa Lucía, que momentos después conimioaba la noticia a todos los ámbitos de la capital; las .glesias que echaron h vuelo sus campanas; las bandas de música que recorrían las calles tocando los himnos naciónal i de Yungai, en medio de un jontío inmenso que vi­ vaba a Chile i al ejército con frenético entusiasmo; los cohetes de luces i voladores queseenceiidian en todos los puntos de la ciudad, hé ahí a vuela pluma, el aspecto que ofrecia Santiago en la noche del viérnes. Las casas particulares estaban desiertas; i todo el m un­ do andaba en la calle, estrellándose, comprimiéndose, in ­ terrogándose ávidamente i abrazándose con efusión. Lágrimas de reconocimiento brotaban de muchos ojos, espontáneo hornenajo a los valientes que con su sangro i su heroismo han dado ol mas hermoso dia de gloria a la República. ¡Honor a los valientes! ¡Gloria imperecedera a nuestros soldados i marinos! ¡Viva Chile! El dia fresco i nublado de ayer hizo que las calles de la población contimiavau tan animadas como en los dias anteriores. La Moneda i las imprentas casi eran tornadas por asal­ to; la ansiedad por conocer los menores detalles de la mas jigantesca do las luchas americanas mantenian al pueblo on perpetuo movimiento. Para el ineoting quo tendrá lugar al pié de la estatua O’Higgins, se ha distribuido como invitación la siguiente proclama: PUEBLO DE SANTIAGO. ¡jVIVA CHTLEÜ

    Hoi que ha terminado con tanta gloria para Chile la jigantesca lucha en que nos encontramos envueltos, debe­ mos al Gobierno, por la acertada dirección de la camparía, i al ejército, por la exacta ejecución de e.sa colosal empresa, un ju sto testimonio de aplauso i gratitud.

    Pronto tendremos entre nosotros los restos venerandos de los qne solo viven en los corazones i en las pajinas inmortales de la historia; luego las huestes vencedoras pisarán su caro suelo, i es preciso ¡oh patriota ciudad de Santiago! que el pueblo, inspirado en sus propios senti­ mientos, se [irepare a recibir dignamente a los ilustres guerreros defensores de su santa causa, a los vindicadores de su honor. Miéntras llega el momento de recibir a los héroes, un voto de aplaii-so al Gobierno i al ejército. Con estos fines .se os convoca a un meeting para el domingo 23, a la.s 8 P. M., en la Alameda, o al pié de la estatua del gran O'Higgins. ¡Allá todo chileno! ¡xAliá todo el que oiga en los latidos de sn corazón la voz enérjica del patriotismo! ¡Allá todo el que sienta arder en su pecho la sagrada antorcha de la gratitud! ¡Allá, eu íin, todo el quo tenga respeto por la virtud i sopa admirar la grandeza, el heroísmo, el sacri­ ficio! La

    ju v e n t u x ) d e

    Santugo.

    lY . P a rtes oflcialcs ch ilen os de la s b a ta lla s d e C horrillos i M iraflores. JENERAL EN JE F E DEL EJÉRCITO DE OPERAfilONES DEL NORTE.

    L im a, Febrero 19 de 1881. Señor Ministro: .Mi ayudante de campo, el teniente coronel don W en­ ceslao I5úlne.s, pondrá en mano do Y. S. el parto de las dos últimas batall,a.s. Le he confiado tan honroso encargo como una distin­ ción espocia! a que se ha hecho acreedor por su conducta. Dios guarde V. S. ' M a n u el B aquedano . Al señor Miuistco Ue la Guerra.

    JENERAL EN JE F E DEL EJÉROITO DE OPERACIONES DEL NORTE,

    Limo,, Febrero 12 de 1881. Señor Ministro; Por comunicaciones telegráficas he puesto oportuna­ mente en conociiuioiito de Y. S. las diversas oporaciono.s realizada.? por el ejército de mi mando desde mi salida de Arica, el 14 de Diciembre del año próximo pasado, has­ ta las batallas de mediado.? de Enero último. Y. S. cono­ ce, pues, en sustancia, todo lo ocurrido, faltándole sola­ mente imponerse de los detalles, que son los que mo propongo consignar en esta nota, tomando por punto de partida para mi narración el día en que todo e ejército de operaciones estuvo reunido en el vaile de Lurin. Y. S. sabe que eu la costa olejida para el desembarque del ejército no luii puertos propiamente tales, sino peque­ ñas caletas desabrigadas que apénas se prestan para ol comercio de contrabando. El desembarque de la infante­ ría i caballería por esos puntos se hizo sin grandes difi­ cultades; pero no sucedió lo mismo con la artillería, vívei res, municiones i bagajes. Para la artillería de campaña hubo noco.sidad de buscar una caleta próxima al valle, porque el camino de Curayaco a Lurin es enteramente inadecuado para cl tráfico de carruajes pesados. Las m u­ niciones, víveres i bagajes se acarrearon a lomo de muía desde la caleta de Curayaco, por no haber permitido el mar desembarcarlos mas cerca. Naturalmente, esta doble operación fué demorosa i re­ tardó mucho mas de lo que yo pensaba el movimiento ofensivo del ejército. No fué perdido, sin embargo, el tiempo do nuestra es­ tadía en Lurin, porque ella mc permitió adquirir los da-

    CAPÍTULO QUINTO.

    Q,

    'v.,

    to to

    o G Q C Q

    417

    tos de que carccia hasta entóneos sobro el número exacto ferencia, comuniqué mi plan a todos los jefes superiores de las fuerzas enemigas i sobre las posiciones que ocupa­ del ejército, i tuve la satisfacción de obtener su unánime ban. xlcerca de ambos puntos no poseia a mi salida de aprobación, Con esto, di ya mis órdenes defiuitiva.s. Hice un último Arica sino informaciones insuficientes para basar sobre reconocimiento del terreno en que íbamos a operar con ellas un plan de operaciones. El primero de loa reconocimientos se hizo por el lado los señores jefes de división, a quienes señalé con toda fije­ del Oriente i sobre los caminos de la Ciencguilla i de za los puntos que respectivamente debian atacar, i dispuse Mancliai, que llevan directarnentp al valle do Ate. Los qno la partida fuera a las 5 P. M. dcl dia 12 do Enero oficiales que realizaron esta operación rae informaron que para acampar cerca dei enemigo, do manera quo cayése­ cl primero do ios caminos nombrados era intransitable; mos sobre él cou ¡íi primera luz de la madrugíida del 13. La I. División, mandada por ei coronel don Patricio que el segundo era un escelen te camino carretero con al­ gunos pasos angostos susceptibles de fácil defen.sa; que la Lynch, debia atacar las posiciones de Villa. La2. “‘ j al travesía del valle era mala i que, siguiendo el camino de mando del Jeneral de Brigada don Emilio Sotomayor, Manchai, no se encontraba agua en todo cl trayecto des­ atacíiv las posiciones de San Juan. La 3. , a las órdenes de cl Lurin hasta mui cerca de las orillas del Surco. Pos­ del coronel don Podro Lagos, inclinándose mas al Orien­ teriormente tuve oportunidad de verificar personalmente te, debia impedir t ne el a izquierda del (jército enemigo la exactitud de estos datos, haciendo con la mayor pane viniera en apoyo ( o su derecha, interceptándole el paso, i do los jefes un reeono.cimiento mas formal de las mismas estar dispuesta para ausiliar a las otras cn caso necesario. Formé tma pequeña reserva de los rcjimioutos 3. ® do lí­ localidades. nea. Zapadores i Valparaíso, que puse a las órdenes del Objeto' do iguales estudios fue' el camino que corre cer­ ca de la costa i paralelo a ella i quo, pasando por Villa i teniente coronel don Arístides Martínez, para reforzar San Juan, va a caer a Chorrillos. En tres ocasiones dis­ convenicntcmonto los puntos mas débiles durante la ba­ tintas hice personalmente reconocimientos por ese lado, talla. La marcha de las tropas se hizo en este órden: la 1, acompañado de los jefes principales del ejército i llevan­ do conmigo las fuerzas necesarias para obligar al enemi­ División, siguiendo et camino de la costa; la 2. m archan­ go a descubrir sus posiciones, También hice reconocer do paralelamente con ésta mas háci.a cl Oriente; la 3. ^ a retaguardia de la 2. ; la reserva a retaguardia de la arti­ estas últimas por mar. Estos-estiidios, i diversas averiguaciones de otro jénero, llería de campaña. La caballería tuvo órden de salir a me­ me permitieron establecer con cierta fijeza lo siguiente: dia noclie de Lurin para encontrar.se eu au puesto al ama­ 1.® Que el ejército peruano habia salido de Liína i necer. I,a marcha, favorecida por la lanal!enii,so hizo sin otro ocupaba unq línea fortificada que tenia su estrema dere­ inconveniente que un lijero atraso de una parte de la cha en Villa i su izquierda en Monterico Chico; 2. ® Que las posiciones mas fuertes de esta línea eran artillería, motivado por Ío arenoso do una sección del ca­ las de Villa i San Juan, que interceptaban el paso a mino. A las 12 P. M., mas o ménos, las divi.siones ocupa­ ban ya el lugar en que, según mis órdenes, debian acam­ Chorrillos; 3. ® Que cl ejército enemigo se cotnponia do 30,000 par. Las fuerzas que iban a entrar cn acción formaban un total de 23,129 hombres de las trc.s armas. hombres bien armados: i A las 3.30 A. M. del 13 ia 1, División se puso nue­ 4.® Que diariauioritc se parapetaba mejor, constru­ yendo fosos i trincheras de sacos de avena para rc,sgaar- vamente en marehíi para acercarse a las posiciones del dar los pasos mas acce.sibles entre las diversas alturas eu enemigo, do las cuales la separaba una distaueia de cinco kilómetros próximamente. A, pesar de la o.seuridad, au­ que tenia colocada sn línea. .En posesión do estos dalos, me cumplia ya resolver poi­ mentada por umi densa neblina i de lo accidentado del terreno, la división, formada cn línea de batalla i con sus qué punto deberia llevarse el ataque. guerrillas tendidas al frente, hizo e.sa larga marcha cun Siguiendo c! camino de Manchai, sc'llegaba a atacar al tanto órden, que a las 5 todos los cuerpos quo la formaban enemigo por el flanco ménos defendido i era posible interjonerse entre la ciudad de Lima i el ejército que la dc- so hallaban simultáneamente en sus puestos. A esa misma hora dió inncipio el combate por eso : endia. Aparentcmonto era é.sta la mejor operación estratéflanco, siendo ol enemigo e primero en romper sus fue­ jica; pero el camino que habia que recorrer para realizarla gos de artillería, ametralladora.s i fusilería sobre nuestras era e mas largo i exijia elementos de movilidad de que no disponíamos; nos alejaba mucho de la costa, haciéndo­ t,ropa.s. Estas continuaron avanzando aun, sin contestar­ nos perder el apoyo natural de nuestra escuadra i pcrnii- los, basta estrechar mas la distancia. Cuando ésta se re­ lia al enemigo apoderarse de Lurin para hostilizarnos por dujo a 400 metros, se rompió también el fuego por nues­ tra parte i el combato se hizo jeneral en toda nuestra ala retaguardia. Siguiendo el camino de la costa teníamos, es verdad, izquierda. La,s primeras luces do la mañana hallaron a nuestras troque atacar do frente las posiciones mas fuertes de la línea enemiga; mas, en cambio, el camino quo habia que re­ p.as trepando la.s alturas i muí cerca ya do las trincheras correr era corto, nos acercábamos a la costa, base necesa­ enemigas. Jja artillería pudo también principiar a funcionar ria de nuestras opc-racione.? i qudábaraos con nuestra sin riesgo de dañar a nuestro,? soldados. Los primeros mor­ retaguardia segura, 1 ros i las primeras trincheras fueron desalojados en poco Ilabia aun una tercera operación, i era la de ¡amenazar tiempo, l’ero el enemigo ocupaba otras alturas i otros pa­ con una división por Chorrillos, miéntras las otras dos rapetos, desde los cuales seguia haciendo una resistencia llevaban el ataque efectivo por Monterico Chico, induda­ tenaz. Contribuian a hacerla rnayer los refuerzos que prinblemente me habria decidido por ésta si hubiera contado piaban a llegarle del centro, a consecuencia de un atraso División que, no habiendo ataca­ con mayor número de fuerzas; pero me pareció ilusorio i involuntario de la 2. peligroso pretender rodear a un enemigo superior en do. como estaba previsto, simultáneamente con la 1. ^ , número, con fuerzas que, divididas, se debi itaban conside­ dejó tiempo al enemigo para robustecer su ala derecha rablemente i no podian apoyarse en caso de necesidad, que principiaba a ser envuelta. Comprendiendo que era indispensable completar las porquo la distancia que debi.a separarlas era demasiado grande i el terreno en que habian de operar mui poco ventajas ya obtenidas, impidiendo que el ejército contra­ conocido. rio tuviera tiempo de rehacerse, ordené a la reserva fue­ División, lo que hizo con toda Mo decidí, pues, a atacar por Villa i San Ju an con todo ra en apoyo de la 1. el ejército. Aunque mi resolución a este respecto era prontitud. Como casi al mismo tiempo la 2, División entraba en inquebrantable, de.spues do hechos los estudios necesarios, guardando a algunas opiniones contrarias la debida de- combate i aparecían por el Poniente el Rejimiento OoT omo IV.—53

    418

    G U ERRA D EL PACIFICO.

    quimbo i el Batallón Melipilla, destinado.? a atacar el f anco derecho do la línea peruana con el ausilio de la artillería de ia escuadra, nuestras tropas cobraron nuevo vigor i el combate so hizo mas encarnizado. La 1. * División siguió avanzando; se apoderó de los morros mas alto.s, donde la re.sistencia habiii sido mas por­ fiada, i llegó, salvando fo.sos i trincheras, hasta el pié del Morro Solar. En tres horas de sangrienta lucha, el enemi­ go perdió todas sus fuertes posiciones do la derecha, sus trincheras, su.s cañones i un número considerable de sus mejores tropa-s. lars rcjiniientos 4. ® i 2. ® de linca i lo.s movilizados Talca, Chacabuco i Atacama .se d¡,stinguierou especialmente en estfx pai'te do la jornada por su empuje i arrojo. Jxa-2. * División, como dejo dicho, sufrió al crnprctider ,su marcha al amanecer dcl í :í . un estravío causado por la densa oscuridad de la mañana i que no le permitió en ­ trar en acción con toda la precisión do.scabic. Sin embar­ go, cuando pudo con la claridad dcd alba reconocer ei terreno, inició e! cambute por su parte con un entusiasmo i órden dignos do toiio elojio. Sin d8í.enoi’.se un in,stante, l.as tropas do esa División desalojaron al enemigo do to­ das sus posiciones fuertes i corn])ietaron .su der.toia, ini­ ciada por la 1. * en nuestra ahí izquierda. So hicieron notar aquí ol Rejimiento Buin 1.® do lí­ nea, que llegó a las trinchera.? casi sin disparar un tiro para tomarlas a la b;iyoneta, i lo.? rejimie.atoa Esmeralda i Chillan. Ei Lautaro tuvo también ,sit buena i houro.sa parte en la jornada. A la 3. * División, así como pudo tocarlo en suerte lo mas rudo de esta parta de la batalla, lo cupo solamente desempeñar un papel reiativiimontesecundario. Las cotup.añías mierrilioras de! Santiago i una del Batallen Nava! i'uoron las únicas que ,?o foguearon, batiendo donodadarnoritc a los enemigos que bailaron a su pa.?o. La gran batalla pudo considerarse terminada a las f) A.M. con la derrota mas completa del poderoso ejercito ene­ migo. I como la jornada habia sido fatigosa, por cuanto aquellas cuatro hoi-,as fueren de combate reñido i de mar­ cha forzada, trepando alturas arenosas i de fuerte declive, muchos de los cuer¡tos que habian sostenido la acción so dieron algunos momentos de descanso, .La caballería, a la que di la orden do perseguir a loa fujitivos, iba a com rletar ia obra con una brillaiuo carga de los rejimientos de Gra-nadero.? i Carabinero.? de Yunyai, que dejaron sombrado el campo de cadáveres de ene­ migo.? on una considerable esten.?ion, i sin que los obs­ táculos que los ppoaia ol terreno pudieran detenor su empuje. Mas, entro tanto, se concentraban en el Yl'orro Solar i en ol pueblo de Chorrillos muchos de los derrotados do Yulla 1 do San Juan, hasta formar un .cuerpo de tropas respetable. El coróne! Lvnch, que avanzaba con fuerzas escasas do su fatigada División por el Morro, no croyó en un princi­ pio, porquo el enemigo se ocultaba del lado dol mar, que él fuera tan numeroso. Así, cuando vió que lo era i quo ocupaba magníficas posiciones defendida.? por artillería de grue.?ü calibre, se detuvo mientra.? .?o le enviaban los refuerzos que pidió. Dispuse, en consecuencia, quo dos rejimientos do la reser­ va jeneral, que ya se lo habian separado, volvieran a reunirselo, miéntras que la 2. * l>ivision, cou sus tropas mas frescas, marchaba a posesionarse dol pueblo. La 3. * fuó llaarada también con cl objeto do prestar apoyo a liu? otras. .Esta parto cié la acción fue un largo i íatigo.so tiroteo en que se distinguió principaliueute nuestra artillería, quo batió los fuerte.? dcl Morro con una certeza admirable de punterías. Otra.? tropas do la 2 .* .División habían sido destinada.? a cortar ios refuerzos rjue venían de Lima por ferrocarril. A las 2. .P. M., el pueblo i el Morro estuvieron en nues­ tro poder, La resistencia en Chorriilos le fué fatal porquo

    ella trajo consigo el incendio que lo arrasó casi en su to­ talidad. La tardo de ese dia fué necesario consagrarla al des­ canso do la.? ti’op.?s i el .siguiente a su reorganización i a recojer o in,stalar convenientemente a nuestros heridos. Tanto roas necesario era este doblo trabajo, cuanto qnc parecia probable que hubiese necesidad de dar una segun­ da batalla contra el ejército de re.?erva i los restos dol derrotado en Chorrillos. Efectivamente, .se sabia que, par­ tiendo del pueblo de Miraflores i siguiendo en dirección al corro de San Bartolomé, habia una segunda línea do defen.sa bien artillada i fortificada, i era de presumir que allí quisiera cl Jefo Supremo del Perú jugar la última LDRi'tida. .Mas, con el ])vopósito de evitar mayor derramamiento de sangre, ae envió .al .señor Piéroia, en la mañana de! 14, un paviamentnrio para invitarlo u oir proposiciones en ese sentido. Llevó ese encargo el señor don Isidoro Errázuriz, secretario del señor Ministro de la Guerra, i le acompañó corno introductor, a quien so guarrlarian consideracione.? de dcforencia, el señor Miguel Iglesia.?, Se­ cretario do la dictadura en el dopaitaracuto de la Guerra i nuestro prisionero. El señor Piéroia so negó a recibir a nuestro parlamentario, declarando que estaba dispuesto a oir las propo,?iciones que le l!eVx?.?o a su campamento un Ministro que tuviera los plenos podéres necesario.? pa­ ra tratar. Semojante desconocimiento de la jenerosidad do nues­ tro.? pO[)rósíto.? i eso jactancioso alarde de orgullo tan im­ propio en un .vencido, mo hicieron comprender que do­ bla apelar nuevárnonlc a las deci.siones de ta fuorza. Ya cu la mañana habia recorrido una parle del campo probable de las nueva,? operaciones, i en el resto del dia couqflotémi.? rsconocimientos. El plan qué me form óse reduela a amagar ul enemigo por el frente con la 1. * .Di­ visión, a atacarlo iior su flanco izquierdo i un poco a re­ taguardia con la .3. * División, quo no habia sufrido sino mui pocas pérdidas en la batalla del 13, i a batir .?n.s posi­ ciones de enfilada por ,?u derecha con la artillería do la e.?cuadra i por su izquierda con nuestra artillería rodan­ te. Para ese efecto me puse de acuerdo con eí señor Con­ tra-Alm irante .Rlvero.s, a quien pedí qno rompiera sus fuegos apena.? se iniciara cl comb.ate en tierra, i ordené al coronel Velasqüez, Comandante Jenera! de Artillería, que buscft.5c para nuestro.? cañones las posiciones ménos des­ ventajosas, ya que era imposible encontrarlas buenas en un terreno plano i cortado a cada paso por arboledas r tapias. Preparado así para ol ataque, que debia toner lugar poco ántes de Ia.s 12 M. del 1-5, recibí como a la meclia noche del 14 una comunicación dcl señor Decano del Cuerpo Diplomático residente ou Lima, en la que se mc anunciaba que él i los señores ministros de .Francia e In ­ glaterra habian recibido de sus honorables colegas el en­ cargo de .acerciir.?eme para tratar do un asunto urjente e importante, i me podian les fij.ase una hora para pasar a mi campamento a desempeñar su comisión. Siendo la ho­ ra ya tan avanzada, dc.?:gué para ia conferencia las 7 A. M. del dia ló. rrc.sentárün.?ome efectivamente a esa hora los tressoñores ministros nombrados, a.?isLiendo por miostra parte a la conforcncia el señor Ministro de ia Guerra en campa.ña, el señor don Eulojio Altamirano, Plenipotenciario nom ­ brado para entender en las negociaciones de pa.z, el señor don Joaquin Godoi, Plonipoteuciavio de Chile en el Ecua­ dor, i rni secretario don Máximo R. Lira. Habiéndome manifestado los señores ministros que .?u propósito era pedirme garantías para lo.? muchos i valio­ sos intere.se.? estranjeros radicado.? en Lima, lo mismo que para las personas de lo? neutrales, les ofrecí tod.as aquellas quo no ob.?Lasen al ejercicio lejíliino de los derechos de un belijarante i siempre que el Gobierno del Perú uo hiciese d oia capital centro de resistencia, negándome, si esto últi­

    r

    CAPÍTU LO QUINTO,

    ' i

    to -

    to

    to

    to to to to to;

    419

    mo sucedía, a conceder plazo alguno para romper las ho,s- enemigo, o, si lo hicieron cn ol primer momento, los apagiiron apenas hice tocar alio eí/n?í/o, liasta recibir nuevas lílidades. En el ciireo de ia confcroiicia insinuaron los mismos órdene,s. Sin embargo, cl erieitiigo que, .sin duda, buscó el éxito seiiüres ministros la idea de que tiilvcz les seria tacií in­ ducir ul Gobierno peruano a abrir negociaciones de paz. eu una sorpresa desleal, atacaba cou gran brío, llegando SI les indicaba cuáles serian nuestras exijencias anteriores hasta salir de su.s reductos para .sacar el mejor partido de a las negociaciones i se les daba un plazo para eoníeren- nuestras primeras e incvir.ables vaclliicioiies. .Esto obligó ciar con el Dictador. Haciendo a im lado toda idea de a la 3, División a entrar resueltamente cn la lucha para mediación, que so declaró inaceptable, se les contestó que impedir el avance de las trop.as poruiuias. Momentos despucs de rolos los fuegos, nuestra escuadra ios plenipotenciarios chilenos cstarian dispuestos a enta­ blar negü(!Íacioncs desjuies de entregado a nuestro ejér­ principió a cañonear ¡as posiciones í'uertc.s m.-ís cercanas cito incondioioii'alrneute el puerto del Oidiao, El plazo a la Costa cou escolcm.cs puntsrías. Por e.sto, i tiunbien pedido para conocer ol re.suliado de las jestiones oíiciales p o r í p ic nuestra ala derecha estab-a indofc-n.sa, el enemigo, de los señores ministros estranjeros quiso limitarlo hasta retirándose de la costa, cargó .sus fuerzas sobre el punto las 2 P, H. de ese mismo dia; pero, al fin, por deferencia, débil, proeuraudo envolver a la 3, División por medio accedí a ampliarlo basta las 12 P. M. .Mi compromiso se do un llanquíii) atrevido. AIa.s, como he dicho rnns arriba, la i. División había redujo a no romper los fuegos ánie.s de esa lioiaa, pudíeudo sí, puesto que aquello no era un armisticio pactado recibido con .anterioridad la órden do venir a situar.se ala regularmente, hacer los m.ovimieutos de tropas que ju z ­ derecha de la 3 ." . Reiterada esa órden ¡d iniciarse el gara oportuno. Idéntico compromiso contraería el Jete de combate, la Divi.sion del coronel Lynch llagó en e! mo­ as fuerzas peruanas. mento ¡ireciso para protejer a la del coronel Lagos quo so Aunque, merced a este Pacto, podia disponer del dia bfltia denodadamente contra fuerz.as enormemente supe­ entero para dar colocación a mis tropas, quise vcriilear riores, manteniendo sin ceder un palmo de terreno las esta Operación como si la batalla no estuviera aplazada. posiciones que ocupaba desde uu pririci])io. Puedo, por lo La 3, División, que acampó el 14 al Sur del pueblo do mismo, asegurar que e.sa resistencia tenaz e inquebranta­ Barranco con órden de tender su línea en la madnigudiv ble de la 3. Divi.sion en los momentos mas críticos, fué del 15 al Norte del mismo pueblo i mui cerca de las po­ la que decidió dol éxito de la batalla. El primer cuerpo que entró al fuego en protección de siciones enemigas, principió a colocarse, siguiendo la di­ rección do las tapias de los potreros, a las 8 A. M. A la.s nuestra derecha fué cl 2. ® do iínea, siguiéndolo los re2 P. Aí, se eucontraban eu su puesto todos ios cuerpos jimicnco.s Chaeabuco, 4. ® i Coquimbo. Sin embargo, el que la coiriponian, con escepcion del llejiiniento Aconca­ enemigo, coiTÍénduse siempre hácia la dcreclia, insistía gua, quo iba llegando, i del Batallón Búlnes, que estaba en ilarapiearnos, apoyado j>or algunos fuerza,? de caballe­ ría. Vicndu esto, dispuso quo ol Rejimiento de Carabineros (ic servicio en Chorriilo.s. A las 11 ))rincipié a recorrer cl campo, después de dar (ic Yungai, cuyo c:onuim!.aiitc mo podia órdenes cn ese a la 1. División órden de colocarse a la derecha de la 9. . momento, cargase inmediatamente. A.sí lo hizo con toda Miéntras practicaba aquel reconocimiento, pudo ver prontitud; i.aunque la escasa caballería enemiga esquivó que reinaba gran actividad cn c! campamento de los ene­ cl OóinbatG i la carga de lo,? Carabinero.? fué detenida por migos. Bins batallones so moviau en lodos sentidos; lle­ l:is r.apias i ue cruzan cl v a l l e en lodos sentidos, aquella gaban de Lima trenes con tropas, todo, on una palabra, matiiobra r ió 'por resultado que el enemigo se detuviera anunciaba que allá so preparaban para un próximo com­ i desistiese de .?u ¡u'üpó.sito de envolvernos. bate, Los joros de ios cuerpos quo habían recibido ia ó r­ Desde eso momento las ventajas principiaron a estar den de no hacer fuego, uní haci.an preguntar sino .seria por nuestra parce, L a b .'’’ División comenzó a avanzar, conveniente ya impedir aquellas maniobras. El Coman­ de.sa!qjó a las tropas peni.anas de fas posiciones que ocu­ dante Jenoríi] de Artillería, especialmente, teniendo sus paba detrás de tanias a.?pilicradas, on seguida do los re­ cañones a‘c;neado.s a los caminos por donde llegaban grue­ ducto,? foseado.? i con parapetos sólidamente con.?truidos sas columnas de infantería, rae prometiadespedazarlus en que tenia a rctíiguardia, i, iianqucándo!


    420

    GU ERRA D EL rA C ÍF IC O .

    tal i rae devolvía toda mi libertad de acción para proce­ der rigorosamente contra ella. Antes de que mi comunicación llegara a su destino, so me pidió, a nombre del mismo Cuerpo Diplomático, uua nueva entrevista, que concedí para las J2 M. del Ifi. Presentáronse a esa hora en mi campamento los seño­ res ministros de Francia e Inglaterra, los almirantes de las mismas naciones i el señor Gomamlante de la estación naval italiana, acompañando al alcalde municipal de Ixima, señor don RuHno Torrico, quien, por ausencia do las autoridades políticas i miliiares de la capital i competen­ temente autorizado, iba a ¡laclar la entrega de la ciudail, Sobre este pnuto so levantó el acta que acompaño a V. S. en copia con el número 2. El mismo señor Torrico se comprometió a interponer su,s influencias porsonale.s cer­ ca de la autoiidad militar dcl Callao para obtener quo evitase mayor derramamiento de sangro, desistiendo do hacer una resistencia inútil, i convino en que me comnnicaria el resultado de sus icstiones el 17 ántes de ¡as 2 P. M. Antes de esa hora recibí la comunicación que va en co­ pia con el número 3, la que me obligó a ( isponor que una división de las tres armas al mando del Jeneral do Brigada don Cornelio Saavedra ocupase, cuanto ántes, la ciudad de Ixirna para poner un freno a los escesos do la turba i de los d¡spcrsos peruanos amotinados i salvar las ; vidas i propiedades de sus habitantes. De esta manera tomamos posesión de Lima en la tar­ de del 17. En la mañana dcl IS se dirijió al Callao el co­ ronel Lynch con su División i lo ocupó también pacífi­ camente. _ Así terminó, señor Ministro, osta campaña cuyos prin­ cipales sucesos dejo narrados aquí, pre.scindiendo de lo.s minuciosos detalles quo V. S. encontrará consignados en los partes especiales de los jefes. No es fácil apreciar todavía cl esfuerzo i virilidad que ha debido desplegar el ejército de mi mando para con­ sum ar esta obra. Fn mas de seis meses do preparación, el Gobierno de! Perú, poderosamente ausiliado por la N a­ ción entera, acumuló en torno de su capital i para su de­ fensa todos los elementos necesarios para una resistencia tenaz, desesperada i suprema. Reunió un ejército nume­ roso, lo proveyó de armas escojidas, lo disciplinó i logró inculcar o el sentim iento do lo.s grandes deberes que im­ pone la patria cuando c.stá sometida a la prueba de la desgracia, Rodeó a Jxima con un doblo cordon de fortale­ zas, aprovechando las defensas naturales de! suelo i u ti­ lizando todos los inventos del arte de la guerra. Artilló todas las alturas, i puso sus cañones i sus soldados al abrigo de sólidos parapetos. En los pasos que los cerros dejaban abrió fosos i construyó trincheras. Sombró todos los caminos, todos los pasos accesibles, todos los lugares próximos a las aguadas, todas las posiciones quo pudie­ ran servir al enemigo, de minas automáticas que en nin­ guna parte permitian .asentar los piés con seguridad. En una palabra, rodeó a Lima de fortificaciones formidables i logró inspirarlo fe en la victoria, duplicando de ese mo­ do las fuerzas de su eje'rcito. Basta, puos, conocer los elementos con que contaba para su defensa la capital del Perú, para estimar debida­ mente la grandeza del resultado obtenido. I hai aun que tener en cuenta que las posiciones de Chorrillos i los re­ ductos de Miraflores han sido tomados por un ejército inferior al enemigo en número, después de marchas fati­ gosas i de dos batallas suce,siva.s, sin tener tropas de re­ fresco que presentar en el segundo combate. Apunto las dificultades de la empresa realizada por el ejército de mi mando, .solamente para quo el país sepa cuánta gratitud debe a sus defensores. £1 éxito ha sido completo. Del gran ejército enemigo no quedaron organizados, después de Miraflores, mas de 3,000 hombres, i éstos se dispersaron, habiendo rendido préviamente sus armas. Por consiguiente, ese ejército des­ apareció no sin haber sufrido mas de 12,000 bajas.

    En nuc.stro poder dejó un inmenso material de guerra. Nos hemos apoderado de 222 cañones; en cl Caílao, de .57, desdo el calibre de a 1,000 hasta el de 250; en los dos campos de batalla, de 41, desde el calibre de 600 hasta ol de 32; i de 124 piezas de campaña i do montaña, coiiipiendidas en é.sta.s lü ametralladora,?. Tenemos también reeojidos basta la fecha cerca de 1-5,000 rifles de diversos sistemas, mas do 4.000,000 de tiro.? i una buena cantidad de pólvora i de dinamita. Agregaré a esto quo el poder naval del Perú ha desap.arecido tan completamente, quo no le queda ya en el mar ni el mas pequeño falucho. Esto resultado se ha obtenido a costa de grandes sa­ crificios. Nuestras bajas on árnbas batallas ascienden a ■5,443, siendo de éstos 1,299 muertos i •4,144 heridos. Entre los primeros figuran el coronel don Ju an M artí­ nez, cuyo nombre queda asociado a todas las glorias m i­ litare.? de osta campaña, en la que figuró con tanto brillo de.sde la f)ritnera hora; el comandante del Rojimiento de Granaderos a caballo don Tomás Yávar, quo cayó car­ gando a la cabeza de su cuerpo; el comandanto dol Reji­ miento YLilparaiso, don José María .Marcbant, quo quedó al pié de una trinchera enemiga; lo.? segundo? jefes de los rejimientos Chacabuco i Ta ca, don Belisario Zañartu i don Cárlos Silva Renard, que se batieron i murieron como bravos; el teniente coronel don Roberto Soupor, quo halló en el campo del honor el término de su larga i noble vida; el mayor Jiménez del Chillan i el eapitan Flores de la Artillería, que fué siempro infatigable en el servicio i sucumbió noblemente al pié de su.? cañones. De entre los heridos, mencionaré solamente, ya que no es posibie consignar aquí los nombres de todos, al coro­ nel don Domingo do Toro Herrera, que se ha distinguido lor su entusiasmo durante toda la campaña i por su vaor en las jornadas mas rudas de e.sta guerra; al teniente coronel don Francisco Barcoló, modelo de jefes por su pundonor i bravura; al comandante del Santiago, don Deinófilo Fuenzalida, quien, herido en medio de la bata­ lla, no so separó de su cuerpo hasta después de la victo­ ria; al comandante del Curicó, don Joaquin Cortés; a los tros jefes dol Rejimiento Coquimbo, tenientes coroneles Soto i Pintó Agüero i sarjento mayor don Luis Jjarraín xAlcalde, merecedores loa tres de la gloria que va unida a sus nombres; al bravo mayor del Caupolican, don Ramón Dardignac, i a todos los que figuran como merecedoresdo aplauso on los partes e.spec¡alos do los jefes. Los señores jefes de división, Jenoral Sotomayor i co­ roneles Lynch i Lago.s, los de brigada, coroneles Gana, Amunátegui, Barbosa i Urriola; los comandantes jeneraIcs de artillería i caballería, i en jeneral, todos los jefes .?o han distinguido por su empeño en hacer mas de lo quo el deber les ordenaba. Pero hai algunos a quienes debo mencionar mas e.spocialmente, porque les cupo en suerte realizar una parto mas importante de la tarea común i en condiciones que realzan su obra. El coronel don Patricio Lynch, quo ya principió a dis­ tinguirse por aquella marcha felicísim.a de Pisco a Lurin, dirijida con canta prudencia i tan ta enerjía, fue quien venció en Chorrillos con su División mayores dificultades naturales i a mayor número de enemigos. 1 si sus tropa.? hicieron prodijios de valor, ello so debió en mucha parte a los ejemplo.? de arrojo i serenidad que les dió constan­ temente su Jefe superior. A su lado, secundándolo con valor e intelijencia notable.?, estuvo ci coronel don Grego­ rio Urrutia. Jefe del Estado Mayor de la División. De esta División i en la misma batalla de Chorrillos so dis­ tinguieron particularmente lo,? rejimientos 4. ® i 2. ® de línea, el Chacabuco, el Talca, que recibió su bautismo de fuego de un modo hcróico, i el Atacama. E n la batalla do Miraflore.?, donde el coronel Amimátegui se batió bi­ zarramente con su Brigada, se hicieron notar por su denuedo esos mismos cuerpos i, además, el Rejimiento Coquimbo i el Batallón Quillota. Por eso croo justo consig­ nar aquí los nombres de los siguientes joles; don Estanis­ lao del Canto del 2. ® de línea, don Luis Solo Zaldívar

    J

    i i 1 j i,

    AL k l

    CAPÍTU LO QUINTO.

    1 .1

    ! !.

    ■ toc ' to c

    . G ' O • O Q 0 G O O O O ti o 1 Q O ■f Q

    421

    batalla de Tacna, donde me prestó su concurso hasta, co­ mo ayudante, en la batalla de Arica i on las de Chorrillos i Miraflores. Don .Daniel Caldera, ayudante de la Secretaría Jeneral, me acompañó también a estas dos últimas acciones, i lo recomiendo a V. S. por sus buenos i constantes servicios. Mis ayudantes de campo, coronel don Samuel Valdi­ vieso, teniente coronel don Jorje Wood, don Rosauro Gatica i don Wenceslao Búlnes; sarjentos mayores don Cár­ los Viilenzuela, don .Alejandro Baquedano, don Belisario Campo i don Francisco Arístides Ihuto; oapitan don Do­ mingo Sarratoa i teniente don José Santos Jara, han des­ empeñado satisíaetoriamontc sos (lobero.? de tale.?, tras­ mitiendo mis órdenes con toda presteza i exactitud, por grandes que fueran los peligro.? a qno se espoiiiancon ello. Debo hacer una mención especial del comandante don Wenceslao Búlnes, quo tuvo la parm mas difícil de esas comisiones, do los tenientes coroneles don Jorje Wood i don Rosauro Gallea, i de los s.arjentos mayores don Gar­ los Valenzuela, don Belisario Campo i don Alejandro Baquedaiio; siendo justo comprender ca ella al ayudante dcl señor Jciierai Saavedra, teniente coronel Bunster, i a lo.? ayudantes del .señor -Ministro de la Guerra. Aunque en cl parto del Jefe dcl E.scado Mayor Jeneral tendrán cabida bis recomendaciones a que sc hayan hecho acreedores .sus ayudantes, creo Jii.sto dejar constancia aquí de los buenos servicios que hau prestado el teniente co­ ronel don Waldo üiaz, jefe sereno e intelijente; cl mayor don Florentino Pantoja, a quien encomendé muchos do los reconocimientos hechos ántcs del 13 de Enero i ia conducción i .colocación de la vanguardia el dia de la mar­ cha, comisiones qno de.sempeñó eumplidamonte; el sár­ jenlo Mayor don Francisco Villagran i el capitán don Santiago Hcrorra, a quienes vi constantemente en acción i especialiucnte eu los momentos mas difíciles. No terminaré sin decir a V. S. que estoi satisfecho de la manera coreo han estado atendidos los servicios reliLa artillería, colocada en brillante pié, merced a los in- Qoso, de la intendencia Jeneral, de las ambulancias i da a conducción de bagajes. tclijentes i asiduos cuidados de su Comandante Jeneral, Debo todavía un especial testimonio de gratitud al se­ coronel den José Velazquez, ha eorresi)ondiclc en estas dos acciones a todas las esperanzas fundadas en ella i a ñor Contra-Almirante, Comandante en Jefo de la escuadra, los sacrificios que cuesta al paLs su mantenimiento. Estu­ don Galvarino Riveros, por la benévola deferencia con que vo eu ámbas en los puestos de mayor peligro, preparan­ siempre rae prestó su concurso. La marina nacional, quo do con sus fuegos el avance i la victoria do nuestras tro­ abrió la série de nuestros triunfos con hazañas inmortales pas de infantería. El coronel Velazqtioz la dirijia con la que nos dieron la tranquila posesión del Pacífico, ha se­ serenidad intelijente que le distingue, teniendo por dig­ guido ayudando al cjército do tierra en ios desembarques nos ausiliares a los dos jefes de los rejimientos, tenientes i, cuando ha sido posible, en ias batallas, con un en tu ­ coroneles don José Manuel Nnvoa i don Cárlos AVood, a siasmo i valor digno de todo elojio. En esa comunidad de esfuerzos i de sacrificios se han robustecido los lazos quienes también recomiendo con toda justicia. de la antigua unión do los marinos i de los soldados de En la caballería, tanto su Comandante Jeneral, teniente coronel don Emetorio Letelier, como los jefes de los re- Chile, i osta confraternidad será en adelante, corno ha si­ jitnientos i sus oficiales, cumplieron noblemente con sus do on esta campaña, garantía de éxito en la defensa de deberes. Distinguióse, no oblante, el teniente coronel don la honra nacional. Concluyo aquí, señor Ministro, renovando las felicita­ Manuel Búlnes cn la valiente carga de Chorrillos, donde Carabineros i Granaderos despedazaron gruesos pelotones ciones que envié aí país por conducto del Supremo Gode infantería enemiga, Lo,s Cazadores se encontraron en bieruo en nombre do! ejército que tengo la honra de man­ Chorrillos en nuestra ala derecha i en Miraílores con la dar, por el feliz éxito de una empresa que pareció colosal cuando contábamos nuestros escasos recursos, i que se ha Brigada Barbosa a nuestra izquierda. No necesito decir a V. S. que en toda esta campaña he realizado, sin embargo, con una fortuna digna de la vita­ contado con ia colaboración del Jefe de Estado Mayor J e ­ lidad de la N.acioii, del valor do .su.? soldar os, do la encrneral. Jeneral don Marcos Maturana, i con el eoneur.so jía de sus gobernantes i do la persevei'aucia coinun ca cl que mo han pre.stado ol sefior Ministro de la Guerra, co­ propósito de llegar a toda costa ai término natural de la ronel don José Francisco Vergara, i el Jeneral de Brigada jornada. Dios guarde a V, S. don Cornelio Saavedra. M a n u e l B .a q u e d a n o . A rni lado lian estado también constantemente los se­ ñores don Eulojio Áltamirano, don Joaquín Godoi, don A! scKor Ministro (lo la üuerrn. Vicente Dávila Larrain, quien por tres veces fué portador ANEXO NÚM. 1. de mis órdenes en el campo de batalla, en momentos en que mis ayudaiUcs estaban todos ocupados, i mi secreta­ (Copia. ¡ rio jeueral, don Máximo R. Lira, que ha hecho toda esta Jeneral en Jefe del ejército de operaciones del Norte. campaña, desempeñando satisfactoriamente elevados car­ —Chorrillos, Enero 15 de 1881, a las 11 P. M. gos 1 que ha prestado sus servicios en un puesto de m u­ cha labor, do confianza i de responsabilidad, desde Mayo Señor Decano: do 1880, habiéndose encontrado, por consiguiente, en la V. E. sabe que, a consecuencia de la iniciativa oficiosa del 4, ®, don Silve.stre Urízar Garfias dei Talca, don Lie­ go Dublé Alineida dei Atacama i don J. Ramón Echoverria del Quillota. La 2. ‘i División, a cuya cabeza se batió denodamente cl Jeneral Sotomayor, tuvo nna parte mui principal cn la victoria do Glion'iílos. El coronel don Ürozimbo Rarbo.sa, que estuvo allí, como ha estado en todas partes, a la altu ­ ra de la reputación que se conquistó desde un piincipio, merece en jirsticia la reeomeiidacioii que de él hago aquí, lo mismo que el valiente coronel don Jo.sé Francisco Ga­ na, cuya conducta fué superior a todo elojio. Merecen por su bravura i disciplina uua mención especial el Reji­ miento Ruin 1. ® de línea i su valiente i pundonoroso j e ­ fe don Ju an León García. La merece igualmente el Re­ jim iento movilizado Esmeralda, que .se batió denodamente en San Ju an i en el pueblo de Cliorrillo.s, que tomó con­ tra fuerzas mui superiores, llevando siempre a su cabeza al teniente coronel don Adolfo liol'oy, su intrépido jefe. He dicho ya a V. S. que en la batalla de Miraflores la mas Rornprernetida fué la 8. División i que a ella prin­ cipalmente se debió la- victoria de ese dia. Con esto solo creo haber liecho cl mejor elojio de su jefe, coronel don Pedro Lagos, que ha prestado eu c.sta campaña servicios eminentes a su país, llistinguiéronse en esa acción por su valor i .serenidad el coronel don Martiniano Urriola i les comandantes don Francisco Parceló i don Demótllo Fuenzalida, i, entre los cuerpos que tomaron parto, el Rqjiixiiénto Santiago i el batallón Naval. La reserva, a las órdenes de sn valeroso jefe el teniente coronel don Arístides Mavtiriez, combatió bizarramente cn Chorrillos i en Miraflores, El 3. ® do línea, Eapadorcs i el Valparaiso compitieron en denuedo i entusiasmo. De ios jefes de esos cuerpos uno quedó eu cl campo; otro, el valiente comandante Zillerueio, recibió gravísimas heri­ das, i solamente el comandante Gut.icrrez, del 3.® , no lagó con su sangre la gloria adquirida en ios dos comlatos.

    422

    GU ERRA D EL PA CÍFICO ,

    tomada por ol Ilonoríxble Cuer :o Diplomático de Lima en favor de la cesación de las lostílidades contra aquella ciudad, no llevé a efecto en la mañana do hoi el ataque preparado contra las fuerzas del ejército peruano quo defonaian a Miraílores. Saben también Y. E. i los señores inieiblros de Francia o Inglaterra que yo, en ¡as conferencias quo hoi tuvimos, me negaba a. anipliar los plazos que se me pcdixan pava in­ terponer sus buenos ofieios cerca del Gobierno c c! Perú con el mismo objeto pacífico, i que, ,a¡ iin, cediendo a las repetidas instancias de V. F, id o sus lionorabies colegas, i como una prueba de especial deferencia en favor de los neutrales, accedí a esperar, sin que mis tropas tomaran la ofensiva, la respuesta que V. E, debia darme a la media noche de hoi. Pues bien: el ejército enemigo, cuyos jefes debiau f.cner conocimiento de las jestiones iniciadas por ei ' Honora­ ble Cuerpo Diplomático i haber recibido las órdenes con­ venientes, rompió hoi, a las 2.20 P. M.. sus fuegos contra el infrascrito, su Jote de Estado Mayor-Icneral i ayudantes que recorriau el campo para inspeccionar la situación do nuestras tropas. .Esta desIeaUad de! enemigo me obliga a acelerar las operaciones de la guerra, Mas, como quiero guardar a los honorables represen­ tantes estranjeros todas k s consideraciones de deíorencia que me sea posible, me dirijo a V. E. rogándole se sirva comunicar a sus honorables colega? mi re,solución de bom­ bardear desde hoi mismo, .si io creo oportuno, la ciudad de Lima, hasta obtener sn rendición incondicional, Con sentimientos de consideración distinguida, soi do Y. £. atento i seguro servidor.—MjVKt'Eí, P)AQued.ano. Es copia,fiel.—Lima, Febrero 12 de LSfil.— D. CaHe-ra, ayudante de la Secretaría Jenoral. AK.EXO N’ó,M. 2, (Capia,)

    E n el Cuartel Jenera! del ejército chileno en Chorrillos se presentaron el IG do Enero de 1881, a la.s 2 P. M., cl sofior don Rufino Torrico, alcalde municipal do Lima; S. E. el señor de YTirges, Ilnviado Estraordinario i Minis­ tro Plenipotenciario de Francia; 8. .E. el señor Spencer St, John, Ministro Residente de S. M. .B.; el señor Stirling, Almirante británico; el señor I)u Petit Tlmuars, Almiran­ to francés, i cl señor Sabrano, Comandante de las fuerza,? navales italianas. El señor Torrico hizo presente que cl vecindario de Lima convencido de la inutilidad do la resistencia do laplaza, le habia comisionado para entenderse con el ¡señor J e n o ’al en Jefo dcl ejército chileno respecto de su ontrega. Él señor Jeneral liaqucdnno manifestó quo dicha en­ trega debia ser incoadicionnl en el plazo de 24 horas pe­ dido por el señor Torrico para desarmar k s fuerzas que aun quedaban organizadas. Agregó que la ciudad seria ocupada por fuerzas escojidas para conservar el órdon.—

    gran número de dispersos que conservaban sus armas, las que no habia sido posible rocojer. La guardia urbana no e.sr,aba organizada todavía i no se ha organizado i ar­ mado hast,v este momento; la consecuencia, pues, ha sido que eu k noche los soldados, desmoralizados i armados, han atac,ado k s propiedades i vidas de gran número de ciudadanos, causando pérdidas sensible,? con motivo de los incendios i robos consumado.s. En esta-s condiciones, oreo de mi deber hacerlo presen­ te a Y. E. pava que, apreciando la situación, se digno dis­ poner lo quo juzgue couvonienle. He tenido ei honor do hacer presente a! Honorable Cuerpo Diplomático esto mismo, i ha sido do opinión que lo comunique a V. E., como lo verifico. Con la espresion de la mas alta consideración, me sus­ cribo de Y. E. su atento ¡ seguro servidor.—R. Toriuco, —Al señor Jeneral en Jefe del ejército chileno.—Hiralloros. Es copia fiel.—Lima, Febrero 12 de 18S1.—D. Caldera, ayudante de k Secretaría Jenera!. JENEliAix EX JEFE DEL EJÉRCITO DK OTERAOiOKES DEL xN ’ORTE. /Am a, Febrero ^¿ rel="nofollow"> ds ISSl. Señor Ministro; Orijinales remito a Y. S. el parte quo mc ha pasado el Jefe fie Estado Mjiyor Jeneral sobre k s diversas operacarne,s que por mi órden ejecutó el ejército de mi mando en la campaña sobro esta ciudad, i los partes especiales de los comandantes jenerales i jefes de cuerpo. DÍO.S guarde a V, S. M a n u e l Ba q u ed a n o .

    Al «Ser MñiisMo (le la- Uuem. JEFE DE ESTADO .tlAYOR JENERAL. L im a, Febrero 9 de ISSL

    Señor Jeneral cnJofe; Tengo el honor de dar cuenta a V. S. de las operacio­ nes emprendidas i ejecutada.? por ol ejército, do.?de su des­ embarco en la caleta de Curayaco, hasta la ocupación definitiva de c.?ta capital i del puerto del Caílao. Aainque el desembarco habia sido dispuosto de,sdo A ri­ ca para cd puerto de Ghikia, adonde ilogamo.s con la es­ cuadra el dia 2 í de Diciembre último, hi opeiTxcion uo .so ejecutó allí por indicación del señor Mini.stro de la Guer­ ra i uo.? dirijimos a efoctmarla en k citada caleta, con lo cvsal -se ahorró gran trabajo i penosas nrarchas al travé.s de ásperas i ar6riü,?as serranías de mas de tres leguas. El dia 22 comenzó el desembarco, saltando prim era­ mente en tierra la 1. * Brigada ds la 2. * División, a! mando dci corono! don ¡fosé .l''rane¡sco Gana, i compuesl,a do los rejimiento,? de intantería, Esmeralda, Chillan i 3, ® de linca, quo reemplazó eso dia al Buin. A esta Brigada se agregó un escuadrón del Rejimiento do Cazndore,? a caballo, uiandaflo por el teniente coronel graduado don ?,Ta n u e l B a q u edan o .— R. T o .ur.ico .— .F. dü Yohoks.—■ José .Francisco Vargas. J. F. Y"eugaka .-- B . d u P e t it T ho ua jí .s .— S-Re n c e h S t . En If!, tarde de ese dia se ordenó al ayudante de c.?to J o h n .— E. .Al t a m h u n ü .— J . S a b ra no .— J . II. S t í .u.í; in «. Estado Mayor, teniente coronel don Ambro.?;o Letelier, — M. R. L ir a , Secretario. (]ue avanzara con 90 hombrea ds Cazadores a caballo a ,Es copia fiel.—Lima, Febrero 12 de 1881.— D. (kddera, reconocer el camino de Lurin i observar k s fuerzas que ayudante de la Secretaría Jeneral. pudiera toner el enemigo en .aquel valle, cuya pronta ocu­ pación nos era de absoluta necesidad p o rla carencia de agua en el lugar en que acampaba el ejército a medida AREXO ÑÚSl. 3. que iba desembarcando. Esta prim era esplor.acion nos hi­ (Oflpk.) zo saber que no habia en Lurin fuerz.a.? enemiga? que pudieran oponer resistencia séria; siendo a lo ma.s su n ú ­ M unicip a lid a d i A lca id ía de Liraa.—J,ároa, enero 17 mero calculado de 500 a 600 hombres do caballería e inde 1881. fanlería. Se hizo también entónces, por la inism.a fuerza, Señor Jeneral; el reconocimiento de una caleta cercana al pi.)eblo de TaiA mi llegxTda ayer a esta capital, encontré que gran rin, quo presentaba facilidad para ei desembarco. E n pose;?ion do estos dato.?, so ordenó que k Brigada parte de las tropas se habian disiielío, i que habia un

    CAPÍTULO QUINTO.

    Gana avanzara al amanecer del dia 23 a ocupar el pueblo d t . ,urin, lo que ejecutó aquella fuerza sin otro accidente q r ' el de un lijero tiroteo, sostenido a la entrada de la poLiiacion, por un piquete de 25 Cazadores al mando del te ;nte coronel don Hilario Bouquett, contra las fuerzas en<"migas que abandonaron el pueblo, retirándose por el v a -e arriba en. dirección a Pachacamac. "e sd e aquel momento qr:edaba a.segurado el desembarquR tranquilo i sin inconvenientes de las tropas i m ate­ ria,. del ejército. . ‘ ! mismo tiempo se emprendían con la maj'or activi­ dad los reconocimientos sobre el campo enemigo. J teniente coronel don Baldomero Dublé Almeida sa­ lió al dia 24 por el valle de Lurin arriba para reconocer el oerritorio hasta Manchai i desalojar al enemigo que se d>. a establecido en Pachacamac, con escasas fuerzas. Llevr'^a bajo sus órdenes cuatro compañías de infantería i u u escuadrón de caballería, con cuya tropa SD.stnvo cerca dt lanchai un largo tiroteo con el enemigo apostado en la? alturas escarpadísimas, haciéndole algunas bajas i tomu.ido cuatro prisionero.?. X 25, el comandante Letelier del Estado Mayor Jene­ ral, con un escuadrón de Carabineros de Yungai, manda­ da por el te siente coronel don Miguel Aloérreea, avanzó y el camino de la playa de Conchan hasta la hacienda cío Yilla, en donde encontró la vanguardia del ejército e. migo, fnertemonte establecida sobre las alturas que dyminan atniella hacienda, en posiciones atrincheradas i cétrando el ¡laso hácia el valle de Chorrillos por este lado. 1 27. a la.j 8 P. M., el coronel Jefe de la 2. Brigada de la 2.'^ 1) visión, don Orozimbó Barbosa, sorprendió Co.- algunas compañías del Rojimiento Curicó, al mando d '.u priiner jefe, teniente coronel don Joaquín Cortés, a la 1. Brigada de la caballería del ejército peruano que Vo..ia del Sur en dirección a Lima, después de haber hosti' do durante muchos dias la marcha de la Brigada Lynch, desdo Tambo de Mora a Chilca. El hecho tuvo Iv^.tr en el Manzano, a poca distancia al h(orte del pueb'''"de Pachacamac, i de él resultó la completa derrota del eímmigo, después de un reñido fuego en que tuvimos la d gracia de perder al segundo jefo del Curicó, teniente cr»-onel don José Olano, muerto valientemente en su pues­ to-, i cuatro heridos de tropa del mismo rejimiento. De f te dol enemigo, tanto del combate de esa noche como en la persecución, que duró todo el siguiente dia en los hvoqiies i cerros, resultaron muertos un jefe i 15 individ 18 de tropa, i prisioneros el coronel primer Jefe de la Brigada, don Pedro J. Sevilla. 14 jefes i oficiales i 97 incL.Mduos de tropa, i cayendo en nuestro poder algunas a' ñas, municiones, caballcs i equipo. "El 28 se hizo por el sarjento mayor don Manuel Ror. mez, un nuevo reconocimiento sobre los altos de Villa. El 30, el teniente coronel don Jorje Wood avanzó con íbO hombres de caballería a reconocer el camino de Mano„ ;,i a Liraa, llegando hasta la Rinconada de Ate, desdo d"nde se observaron las posiciones del enemigo en el valle üe-aquel lado. QEl 2 del pró.ximo pasado, V. S., en persona, con el .señor Mmistro de Guerra, avanzó por ol misino camino a reconocer é ra la izquierda de la línea enemiga, llegando igualmente L^,ta el mismo punto. El 3, el com andante Letelier volvió a reconocer la deré d ia enemiga en Villa, marchando por el camino de Pat :.eamac a Lima, que pasa por la quebrada de Atacongo, alcanzando hasta la meseta de la Tablada, desde donde se Y l ü observar una parte de las posiciones enemiga.? hácia y' k d o de San Juan. 'fE l 4, los coroneles don Patricio Lynch i don Pedro Lagos, Y e s de la i 3 .“* divisiones del ejército, fueron per.°--nalmente a bordo do la corbeta M agaltám s a reconocer IM posiciones peruanas en Villa i Chorrillos, observándolas t o el Mdo dol mar; recorriendo al mismo tiempo la costa vasta el Callao, para obser var las posiciones de Barranco, Miraflores i de aquel puerto.

    O

    423

    El 3, ei coronel Barbosa, recorriendo el valle arriba has­ ta Manchai, sorprendió una descubierta enemiga de ob­ servación, m atándole un hombre i tomando tres prisio­ neros. El 6, V. S., acompañado del señor Ministro de la Guer­ ra, del Estado Mayor Jeneral i una pequeña fuerza de las tre.? armas, practicó personalmente el reconocimiento de la.? posiciones enemigas sobre Villa, Chorrillos i San Juan, habiéndose trabado un corto tiroteo de cañón, sin daño de nuestra parto. El dia 7, fué el que suscribe con sus ayudantes a prac­ ticar un nuevo reconocimiento de k s mismas posiciones por el lado de Santa Teresa, entre Villa i San Juan. El 9, el corone! Barbosa salió de Manchal con una fuer­ za como de 2,000 hombres de las tres armas cn dirección a Ate, llevando el encargo de avanzar por eso camino mas allá dol punto a que habian llegado los reconocimien­ tos anteriores, desembocar en el valle i observar desde cerca las posiciones enemigas. Antes de bajar al valle, aquella fuerza encontró obs-. truido el camino por un considerable número de minas automáticas que cubrían el campo i estallaban bajo los piés de la tropa, al mismo tiempo que algunas guerrillas enemigas hacian fuego, parapetadas tras de una triple trinchera de fosos, que cortaban en toda su anchura el abra por donde jira el camino; miéntras que otras coro­ naban k s alturas de uno i otro lado. La caballería ene­ miga aparecía en cl valle por retaguardia de la infantería, i los cañones de los fuertes del s u r de Lima dispara­ ban granadas sobre nuestras filas. El coronel Barbosa ordenó inmediatamente el ataque, haciendo avanzar por dereclia e izquierda algunas guerrillas de infantería para desalojar a las del enemigo que ocupaban las alturas, i cargando a los que se ocultaban tras de los fosos del fren­ te con un pelotón de Granaderos a caballo, que en un mo­ mento las dispersó a filo de sable, matándolos 23 hom­ bres, entre ellos 3 oficiales. Rechazado el enemigo de todas sus posiciones i puesto en completa fuga, el coronol Barbosa desembocó en el valle i cumplió el objeto de su misión, retirándose en .seguida siu ser molestado. En aquel encuentro, ol enemigo tuvo muchas bajas entre muertos i heridos; por nuestra parte hubo 25 heridos por k s balas, i los polvoi’azos de k s minos, délos cuales murió solo un soldado del Buin. El dia 10, V. S., con el Estado Mayor Jeneral, practicó un nuevo reconocimiento de la,s •posiciones enemigas en San Ju an i Chorrillos, después de! cual V, S, ordenó alis­ tar el ejército para m archar al ataque de estas posiciones en 1.a tarde del subsiguiente dia 12, El ejército peruano se hallaba tendido a lo largo de la línea que forma el coronamiento de k cadena de cerros que rodea el valle de Chorrillos por el Sur i el Oriente, i que partiendo del Morro Solar so estiende al Este por los altos de Villa i Santa Teresa, desde donde vuelve bruscamente al Norte, prolongándose por la hacienda de San Juan hasta Monterico Chico. Esta cadena tiene tres pasos estrechos o abras de corta estension: una en la ha­ cienda de Villa, para desembocar sobre Chorrillos; otra sobre el camino que conduce de Ju n in a Lima, pasando por k s casas de San Ju an i k Palma, i k tercera por el camino que desde Lurin i Pachacamac se dirije recta­ mente a la capital, pasando por la hacienda de Tebes. Detrás de este.cordon corre de S ur a Norte, desde el valle de Chorrillos hasta el cauce dol rio Surco, una línea de espesos bosques i matorrales con raras soluciones de continuidad , que se hallan a su turno obstruidas por cer­ cados i tapiales que forman k s divisiones del terreno de cultivo, haciendo el todo uua Huea apropiada para una tenaz i sólida resistencia. Finalmente, detrás todavía de esta línea de bosques, se encuentra la quo forman los caseríos de Chorrillos, Bar­ ranco i Miraflores, ligados entre sí por una vía férrea i por una red do potreros i pequeñas propiedade.?, todas circundadas i divididas por gruesos tapiales de tierra de

    m

    G U ER R A D E L PA CÍFICO.

    poco ménos de un metro de altura, la suficiente para el cómodo i seguro abrigo de la infantería. La línea de coronamiento de los cerros se hallaba fo­ seada en toda su estension, cortando con anchas zanjas las abras que daban acceso al valie i formando con las tierras sueltas un parapeto interior detrás del cual so ocultaban los batallones peruanos, pudiendo cómodamen­ te disparar de mampuesto, apoyando el arma sobre ia cresta del parapeto. De trecho en trecho i sobre las emi­ nencias mas convenientes i bien elejidas, se levantaban diversos reductos artillado.?, baterías de cañonera con es­ paldón de sacos do tierra suficientemente espeso i elevado para protejer a los artilleros contra los proyectiles de las piezas de campaña. Adelante de esta línea, i especialmente en los puntos mas accesibles, se habia sembrado el campo de minas au­ tomáticas que estallaban bajo la presión del pié do nn in­ fante, i el mismo sistema defensivo se habia también em ­ pleado delante de la línea del bosque, sembrando de estas minas las estrechas llanuras que quedaban entre una i otra línea. Aquella formidable posición se hallaba defendida por 25,000 hombres de las mejores tropas del Perú, provistos de un abundante i valioso materia de guerra, en el que se contaban mas de 100 piezas de artillería entre cañones i ametralladoras. Contra ella debían en breve embestir los 23,000 soldados que Chile habia confiado al mando de V. S., teniendo que salvar, pai'a estrecharse contra el enemigo, un pesado desierto de tres leguas de arena, falto absolutamente de agua. V. S. dispuso la marcha como sigue; La 1. * División, formando ol ala izquierda dei órden do batalla, debia asaltar las posiciones que ocupaba la de­ recha de! enemigo, desde el Morro Solar a Santa Teresa, tratando de forzarlas a lodo trance para caer sobre Chor­ rillos i envolver por el flanco i retaguardia el centro de la línea peruana. La 2. * División debia forzar la línea enemiga por San Ju an i romperla envolviendo las casas do esta hacienda para caer sobre Chorrillos en combinación con la 1. * La 3. * División debia apoyar el ataque de la 2. * pol­ la derecha de ésta, resistiendo el choque del ala izquierda enemiga, caso de plegarse ésta para venir en ausilio de su centro. La reserva jeneral, m archando a retaguardia del espa­ cio libre que quedaba entre la 1. * i 2. * División, debia prestar apoyo a una otr.r de ámbas, según los ca.sos que pudieran presentarse. Finalmente, la caballería en masa i la artillería de re­ serva debían quedar bajo la mano del Jeneral en Jefe para ser empleadas en el momento oportuno. En esta disposición se dió la orden jeneral de marcha el 12, debiendo emprenderse el movimiento a las 5 P M, de ese dia, para caer sobre el enemigo al romper el alba del siguiente, despucs de dar algún descanso a la tropa, ántes de em prender el ataque. Teníamos el tiempo sufi­ ciente, dada la corta distancia que debíamos salvar, para ponernos a tiro de fusil de las líneas enemigas. La 1.* División al mando de su Jefe, coronel don Pa­ tricio Lynch, se movió en cuatro columnas paralelas; la 1. * , compuesta del Rejimiento 2. ® de línea i Colchagua, formaba la derecha; la 2. * se componía de los rejimientos Atacama i Talca; la 3 . * , . de los rejimientos 4.® d e li­ nea i Chacabuco; la 4. * , del Rejimiento Coquimbo i Ba­ tallón Melipilla, .Las tres primeras marchaban por la pam)a arenosa que se abre adelante del puente do Lurin, entre a línea del telégrafo i la loma quo borda la playa de Con­ chan. La 4. * marchó por el camino de esta playa, se­ guida por una brigada de artillería de m ontaña i el par­ que de la división, que iba protejido por el Rejimiento de Artillería de Marina. Esta división hizo alto i descairsó a las 12 P. M. al frente de las líneas enemigas de YLlla i Santa Teresa i a distancia de cuatro a cinco mil metros.

    La 2, * División, al mando del Jeneral de Brigada don Emilio Sotomayor, pasó el rio Lurin, sobro un puente provisional frente a la hacienda de las Palmas, i embo­ cando por la quebrada de Ataeongo, subió a las 12 P. M. a la meseta de la Tablada, en donde hizo.alto. Componían esta División los rejimientos de infantería Buin 1.® de línea, Esmeralda, Chillan, Lautaro, Curicó, Batallón Victoria, i una brigada de artillería de montaña. La División marcliaba en dos brigada.?; la 1. * a las ór­ denes del coronel don José Francisco Gana, i la 2. * a las del coronel don Orozimbo Barbosa. La 3. ^ División, al mando del coronel don Pedro La­ gos, siguió el camino de la linea telegráfica hasta la me­ seta de la Tablada, en donde hizo alto a media noche para aguardar el paso a vanguardia de la 2. * , cuyos movimiemtos debia apoyar. Componíase de dos brigadas de infantería: la 1.* a las órdenes del coronel don Martiniano Urriola, formada del Batallón Naval i Rejimiento Aconcagua; la 2,* a las de! teniente coronel don F ra n ­ cisco Parceló, formada de los rejimientos Santiago i Con­ cepción, i los batallones Búlnes, Valdivia i Caupolican. Acompañaba esta División una brigada de artillería de montaña i otra de campaña, ámbas del ler. Rejimien­ to, a las órdenes del teniente coronel don Cárlos Wood, La reserva jeneral de infantería, compuesta de los rejimicntos 3 ® do línea. Zapadores i Valparaiso, i m anda­ da por el teniente coronel don JÚrístides Martínez, llegó á las 2 A. M. del 13 a la me.seta de Ja Tablada, a cuya falda hizo alto. La artillería de campaña del 2. ® Rejimiento, bajo las órdenes del teniente coronel, jefe del cuerpo, don José Manuel 2. ® Novoa, se situó a inmediaciones de la infan­ tería de reserva, habiendo llegado allí pocos momentos después que aquella fuerza. Por últirno, la caballería con sus tres rejimientos, Ca­ zadores, Granaderos i Carabineros, ba o las órdenes del Cornandante Jeneral, teniente coronel don Emeterio Le­ telier, llegó a las 4 A. M. del mismo dia 13 a situarse en la parte ba.¡a de la Tablada, oculta a los tiros de ia a rti­ llería enemiga por un cerro que la cubría del lado de San Juan. H asta ese instante nada hacia notar quo el enemigo se hubiera apercibido de nuestro movimiento. U na espesa neblina, que cubrió el campo durante un largo rato ántes de amanecer, envolvía a á ^ b o s ejércitos en una densa oscuridad. Eran las 3.30 A. M., cuaiido las tres divisiones comen­ zaron do nuevo a moverse para ir al ataque de las posi­ ciones que les estaban respectivamente señaladas. La 1. * , teniendo una distancia mucho menor quo re­ correr, fué también la primera que abordó al enemigo. Pocos minutos áute.? de las 5 A. M. un nutrido fuego de fusilería i ametralladora.?, seguido bien pronto de un ca­ ñoneo, cayó como una lluviá sobre las cabezas de colum­ nas de e.?ta División, que trepaban silenciosa i resuelta­ mente la escarpada i movediza pendiente de arena, cuyas elevadas cimas coronaba la línea peruana. En un momen­ to el combato se hizo jeneral por este lado, rompiendo sus fuegos sobre el enemigo la infantería i artillería de la Di­ visión, siendo eficazmente apoyados por los cañones de algunos büi ues do la escuadra, que batieron durante lar­ go rato el a a derecha de la posición asaltada. Desde que aclaró bien el dia pudieron .notarse Jos visibles progresos que hacian nuestras fuerzas en este ataque, dirijido con valeroso ímpetu por el Jefe de la División, Una buena parte de la.? trincheras i reductos del enemigo se hallaban ya en nuestro poder; i observando V. S. que algunos otros ofrecian mas tenaz i sólida resistencia, a la cual debia contribuir los refuerzos que podria el enemigo llevar, como en efecto llevaba de la línea de San Juan, ordenó Y. S. que la reserva avanzara a apoyar la derecha de la 1. * División i atacar las posiciones peruanas entre San Juan i Santa Teresa. Este ataque fué llevado con todo el vigor quo las circunstancias del momento requerían; i

    J "J ' .1

    X

    • )

    X

    X' K X

    y

    C A PÍTU LO QUINTO,

    to

    to..-

    to -

    ’•««

    to.'

    to to to

    423

    desde que ámbas fuerzas pudieron darse la mano, el ala do Pamplona, cerca do las casas de San Juan, en donde derecha peruana se rompió deiioitÍFaruont,c i cedió el V. S. rae ordenó reunirías i organizarías convenientemen­ campo, replegándose sobro las alturas del .Morro Solar, en te para continuar el ataque. De paso haré not.-ir aquí que e.sta pampa se encontraba donde emprendió una nueva i mas tenaz resistencia. Pocos momentos desxies que la re,serva, entraba por el materialmente sembrada do bomlrus antemáticas que nos centro al fuego la 2. " División, apoyada hácia la derecha causaron en aquel momento .somsibles bajas, estallando un por los batallones de la3. . La 2. dobia entrar en acción ■ grau número bajo los pies de nuestros soldado,?. En pocos momentos nuestras fuerzas estrecharon al al mismo tiempo que la 1. , es decir, al amanecer; pero in­ convenientes de la marcha causados por la oscuridad i la enemigo i el fuego recomenzó mas nutrido que en los an­ distancia, hicieron que no pudiera llegar a la línea de ba­ teriores combates parciales, como quo ahora las tropas talla hasta las G A, M. Protejida eficazmente por los fue­ pcrnauas .sc hallaban reconcentrad.is en nn reducido es­ gos de la artillería de campaña i de moni,aña, la 1. " Bri­ pacio do terreno. La fusilería i el cañoneo se mantuvieron gada de esta División, al mando deí coronel Gana, cargó durante algunas hora.s, de una i otra parte, con estraorresueltamente en columna, por rejimientos desplegados, dinario vigor. El eiicinigo, acorralado cn sus últimos las fuertes posiciones dol cordon de San Juan. atrincheramientos, cortada su linca de retirada i encerra­ El Rejimiento Bi.im, marcliando en primera linca, en do en un círculo de fuego, liacia suprenio.s i desesperados órden disperso, trepó con increible audacia i rapidez la esfuerzos de resistencia. Quedábanle aun sus mejores po­ eminencia dominante de aquel cordon, fio la cual se apo­ siciones i una fiarte considerable de .?ns fuerzas. deró a fuego i bayoneta, rompiendo por su cent.vo la linca Como a laa 9.30 A. M., recibí por conducto del tcnienaeruana quü dosfío este instante comenzó a ílaqneav visi- ' te AValkcr, del Estado Mayor Jencral, agregado a la l.®* dcracnt.e. Sin pérdida de momento, cl Buin ejecutó con I División por oso dia, aviso del coronel Lyncli do encorisu derecha un movimiento envolvente sobro la izquierda i erarse su.? fuerzas mui diezmadas por el largo i reñido del enemigo, i tornando de flanco i por retaguardia las i combate, en vista de lo cual pedia refuerzos con urjencia. zanjas que cubrían la primera abra do San Juan, barrió Inmediatamente ao ordenó al coronel don Pedro Lagos con los batallones peruanos allí parapetados, haciendo eu que marchase a reforzarlo con una brigada de la División ellos una espantosa matanza. Al mismo tiempo ios reji­ de su mando, lo que ejecutó en el acto, lle.vando por aquel mientos Esmeralda i Cliillan, que scguian el movimiento lado los cuerpos de inlantería do la 2, Brigada que del Buin, so apoderaban de las alturas que seguían hacia mandaba el comandante Barcoló. la derecha cm rc las dos abras i barriendo a las fuerzas Al mismo tiempo so ordenó al Jefe de Estado Mayor peruanas que cubrian cl camino que conduce a 'l'ebes, I do la División, hiciera avanzar la .Brigada Urriola con la abrían en cl centro de la línea enemiga una inmensa artillería do montaña por el camino de San Juan a Chor­ brecha, dividiéndola completamente cn dos partos, de las rillos, en apoyo do la Brigada Gana; i por el mismo cami­ cua!e.s la izquierda quedaba rolativamentc débil i era no so dispuso siguieran las baterías de campaña que allí arrollada del todo momentos después por las fuerzas de .se encontraban. la 2. ^ B.ngada i algunas do la 3. Divi.sion, que llegaba Detrás do estas fuerzas siguió pronto la Brigada Bavallí despnes de haber batido a la,s tro la.s enemigas que ; bosa, quedando la caballería en San Juan, en observación cubriau las alturas dominantes de la Pampa Grande, en ' de los refuerzos que pudieran venir al enemigo dcl lado (fondo tenia lugar el despliege do nuestras fuerzas por ; de Tcbcs i Monterico. osto lado i su marcha al ataque. ■ Eran las 7.30 A. M. i ya la infantería enemiga dol cen­ ' El fuego arreciaba mas i mas. La 1. División embes­ tro iba en derrota abiena, cuando V. S,, a fin do comple­ tía con nuevo i mas vigoroso ímpetu las posiciones del tarla o impedir que pudiera rehacerse en segunda línea, Morro, miéntras que los rejimientos de la reserva, Zapa­ dió órden al Comandante Jeneral do caballería de hacer dores i Valparai-so, trepaban flanqueándolas por las íaldas cargar por cl abra del camino de Tebes, al Rejimiento Ca­ del Norte; i los batallones de la 3. subian a paso de rabineros do Yungai i al de Granaderos a caballo. Aque­ carga las ompinadas crestas, apoyando a las fuerzas de la 1.®. El enemigo, arrojado de posición en posición i de lla carga fuó decisiva. ñierlo en fuerte, dejando en cada punto las sangrientas Nuestros bravos rejimientos, desembocando por la ci­ huellas de su porfiada re.sistoncia, llegó con sus restos tada abra al llano de Pamplona, c.ayeron como una ava­ mutilados i deshechos hasta las lomas de la Punta de lancha sobro los quebrantados batallones peruanos que huían por la pampa del Cascajal, acuchillándolos con tal . Chorrillos, que en aqnel momento barrían ya las grana­ empuje i bravura, que en mui corto tiempo quedó todo das de nuestras baterías de campaña convenientemente aquel campo libro de enemigos i sembrado do cadáveres, i situadas en la llanura. I Pero aquí también, acosado de corea por nuestra in­ hasta la hacienda de Tobes i la Palma, A las 8 A. M. los fuegos babian disminuido considera­ fantería i hallando cortada la retirada hácia la población blemente, i aun llegó un momento en que cesaron casi por algunos cuerpos que la interceptaron, sus despedaza­ por completo. Era que n! enemigo so retiraba cn desor­ dos batallones ,?e rindieron al fin, después de una corta den i reunia apresiirudamenio sns fuerzas vencidas de refriega en aquel punto, cayendo en nuestro poder un San Juan para dcfcntlcr la población de Chorrillos. Mien­ considerable número de prisioneros. tras tanto, la División del coronel Iglesias, que habia en­ Miéntras que tenia lugar aquel combate en las alturas, trado cn batalla con mas de -5,000 hombres, se m antenía en la población se de.?arrüllaba al mismo tiempo otro no todavía firmo i casi intacta sobre las alturas del Morro ménos reñido por ámbas partes. Fuerzas de infantería de Solar i la punta donominada de Chorrillos, posiciones to­ las distintas divisiones, al mando do sus respectivos jefes das fuertemente atrincheradas i artilladas con cañones do i oficiales, i artillería, atacaban a laa tropas peruanas atrin­ grueso calibre. cheradas en et pueblo, quo hacian vivísimo fuego desde En esta situación, nuestras fuerzas avanzaban sobre el los terrados do las casa.s i desde sus puertas i ventanas. enemigo cn el siguiente órdon: la 1.®^ División subia al ; Esto combate en las calles fué okstinado i sin cuartel, ataque de las posiciones del Morro Solar; la reserva m ar­ que los combatientes do uno i otro lado no daban ni pechaba rodeando el Morro por el lado Norto, siguiendo el I ( ian. Nue.stros arrojados e invencibles infantes tenían que camino que, desembocando do! portezuelo de Villa, con­ i entrar por las calles, en donde a cada paso eran recibidos duce por el pié del Morro basta Chorrillos. La 1. Bri­ i por granizadas de balas qne partían de diversos puntos, gada de la Divi.sion se dirijia sobro Chorrillos por el los que inmediatamente atacaban a fuego i bayoneta has­ camino que va desde las casas de San Juan, adonde ha­ ta estermiuar a los porfiados grupos enemigos. En medio bia llegado después de romper la primera línea enemiga. del ardor de la pelea, las granadas do nuestra artillería El resto de las fuerzas bajaba en ese momento al llano prendieron fuego a la población i el incendio cundió rá ­ T omo

    iv .— 54

    426

    G U ERRA D EL PA CÍFICO.

    pidamente, envolviendo a los defensores do la plaza entro torbellinos do humo i de llamas. Muchos morian así calcinados ontre los escombros de los edificios; i los demas, acosados do manzana en m an­ zana i de casa en casa, oran ultimados por las bayonetas de nuestro.? infantes. Algunas tropas enemigas que llega­ ron en la últim a hora, en un tren de Miraflores, que con­ ducia carros blindados armados de cañones i que hacian un nutrido fuego, tuvieron que huir también apresurada­ mente, al encontrar tomada la plaza i al recibir las des­ cargas de nuestra artillería e infantería. A las 2 P. M. la bataila habia terminado por completo, quedando el pueblo sembrado do cadáveres, tanto en las calles como en oí interior de las casa.?, i ofreciendo el con­ ju nto un cuadro de sangre i do horrores ennegrecido por el humo o iluminado a trechos por la siniestra i rojiza luz del incendio. Era ya necesario ocupar.se activamente en establecer el campamento de las tropas a fin de darle.? un descanso, quo se hacia indisponsarle despucs de una noche de mar­ cha por arenales i de nuevo horas de reñido combate, ata­ cando al asalto cerros que parecían inespugnables, i a fin también de reunir mucha jonto quo andaba dispersa por el valle i ia población, lo que no se habia podido evitar a. causa do la naturaleza i grande estension del terreno en ue la batalla habia tenido lugar. La victoria era esple'nida pero sangrienta, i habia necesidad de atender al cuida­ do i curación de los ranchos heridos que yacian tendidos en el campo, sin mas ausilios inmediatos que los que de p o i con escasos elementos para un trabajo tan estraorinario podian prestarle.? nuestras ambulancias sobre el campo mismo. _ La 1. * División acbampó ju n to a la población de Chor­ rillos, al pié del Morro Solar; la 2. * i 3 * , caballería i ar­ tillería, se distribuyeron convenientemente en los potreros que hai entre la población i San Juan. Ivas ambulancia.? establecieron dos ho.?pitaIes; uno en la hacienda de San Ju a n i otro en Chorrillos, en el edifi­ cio do la Escuela de Cabos. Así se paso la noche del 13. El 14 por la mañana orde­ nó Y S. que la 1, * División se colocase a vanguardia de Chorrillos, en los potreros que quedan a la izquierda de la línea férrea, i la 3. * un poco mas avanzada que aqué­ lla, a la entrada del pueblo de Barranco. Este movimien­ to, que debia seguir cl rosto del ejército, tenia por objeto amagar en su campo atrincherado de Miraflores al enemi­ go que trataba do reunir allí a toda prisa, no solo los res­ tos de ios batallones vencidos en Chorrillos i San Juan, sino también las guarniciones dol Callao i Lima i las fuer­ zas de su ejército de reserva que so hallaban diseminadas por las haciendas dei valle de Surco arriba, hasta los al­ rededores de Ate. Pero como desde la m añana comenzara el Cuerpo Diplomático estranjero a intervenir entre am­ bos belijerantes, con el propósito de evitar mayor efusión de sangro i las desgracias qne una batalla a la s puertas de Lima podria acarrear .sobre esta capital, el movimien­ to ofensivo de nue.stro ejército se paralizó en este punto, a fin de dar lierapo a que se establecieran, ai ello era po­ sible, algunos preliminares do avenimiento, a los cuales el enemigo parocia dispue.?to a deferir.

    3

    S

    Despucs de varias conferencias habidas el 14 i en la mañana de 15, se arribó a un lijero armisticio de alguna.? horas, que debia durar hasta las 12 P. M. del dia 15; pero bajo la condición de que nuestro ejército, sin atacar al enemigo durante el plazo convenido, podria, no obstante, continuar su movimiento comenzado i de-sarrollar su li­ nea de operaciones dentro del campo que dominaba. En virtud de este pacto, Y. S. en persona, acompañado del Estado Mayor Jeneral, se adelantó poco después del mediodía, para reconocer el campo donde debia tenderse la línea de nuestra.? posiciones. Ya de antemano se habia impartido ordenes a la 3. * División i a la artillería de campaña para quo se establecieran delante deí pueblo de

    Barranco, apoyando la 3. * División su costado izquierdo a la barranca que cae al mar. El ejército peruano so encontraba fuertemente esta­ blecido on el campo atrincherado de Miraflores, apoyando su derecha al mar i estendiéndosc hácia sn izquierda como cinco o seis quilómetros en dirección a Monteri­ co Chico, donde tenia posiciones artilladas con cañones de grueso calibre. Toda la linea formaba un cordon no interrumpido de trincheras, hechas de los tapiales de cier­ ro del campo, aspillerados en toda su estension para quo la infantería pudiese disparar sin ser vista i apoyados fuertemente por formidables reductos guarnecidos por artillería e infantería i situados de distancia on distancia, a 1,000 metros, mas o ménos, uno de otro de derecha a iz­ quierda. Estos atrincheramientos estaban además defen­ didos por anchas i profundas zanjas que impedían ol ac­ ceso a las trincheras, sin contar todavía con las minas automáticas que aquí, como en el campo de Chorrillos, cubrían el frente, flancos i retaguardia de la posición. Finalmente, apoyaban también aquel campo atrinche­ rado la batería de costa de Miraflores, situada un poco a vanguardia de la población del lado del mar, i las bate­ rías altas de los cerros do Monterico, Yaldivioso, San Bar­ tolomé i San Cristóbal, todos armados con gruesos caño­ nes de largo alcance, cujras fuegos dominaban la campiña en toda su estension. Aun cuando desde la m añana se habia notado en el campo peruano ciertos movimientos estraños, que pare­ cían indicar la preparación de un próximo ataque, no era )oyible suponerlo siquiera, estando, como estábamos, bajo a fo de un convenio acordado con la respetable interven­ ción de los representantes de las potencias neutrales i ga­ rantizado por la palabra empeñada ante ellos de no rom­ per las ho.stilidaaos basta después de las 12 P. M. de aquel dia, si es que ántes de esa hora no hubiera podido arri­ 1 barse a ningún arreglo. Se habia visto moverse en el campo enornigo gruesas masas de tropa de un lado a otro. Se habia notado que el ala derecha peruana avanzaba hasta ponerse en son de combate mui cerca de nuestra línoa. So habia observado diversos tronos que llegaban del lado do Lima, conducien­ do considerables refuerzos. Pero todos estos movimientos, que on realidad eran los preliminares quo hacian presu­ mir una gran batalla próxima, se habian atribuido al na­ tural empeño del enemigo de prepararse para ol combato del siguiente dia, en el caso de que las negociaciones en­ tabladas no dieran resultado, o bien solo a una maliciosa ostentación de fuerzas i de posiciones formidables para obtener ventajas en el ajuste de las condiciones dol pacto preliminar de quo se trataba. Era tal la confianza que a este respecto dominaba los ánimos en el campo chileno, que ni siquiera se creyó n e­ cesario avanzar nuestra línea marchando en órden do batalla. Podíamos bien avanzar desdé Chorrillos en tres o mas columnas paralelas, listas para desplegar ou un caso dado i en cualquier punto de la marcha, aprovechando diversas rutas que converji.an al campo elejido para des­ arrollar la nueva línea. Pero ol pacto acordado nos ahor­ raba los inconvenientes i dificultades inherentes a aquella maniobra, i se dispuso que las divisiones marchasen su­ cesivamente, siguiendo el camino real de Chorrillos a Mi­ radores. Desdo la mañana, la artillería de campana avanzó a es­ tablecerse en las cercanías del pueblo de Barranco. Poco ! después, a las 12 M., comenzaban a entrar en línea los cuerpos de la 3. * División, situándose a vanguardia de la artillería, con la izquierda apoyada a la barranca del mar. La 1. * División, que dobia formar ol centro del órden de batalla, estendiéodose sobre la derecha do la 3. * , so h a­ bia puesto en movimiento i se hallaba en desfilada por el caunno real. La 2. * , que debia formar el ala dere­ cha, se encontraba aun en Chorrillos lista para marchar. La caballería se habia avanzado por eí camino de la

    CAPÍTU LO QUINTO.

    A esa hora la derecha peruana empozó a ceder. Sus tro­ pas. agobiadas por un largo i rudo ataque de frente i flan­ co i privadas ya del ausilio que durante la primera parte do la jornada les dieran los fuegos del centro de su línea, aflojaban notablemente. El momento decisivo se acercaba i no habia tiempo que ¡lerder. Nuestra derecha estaba ya sólidamente apoyana por las fuerzas de la 1. División i los rejimientos de caballería que escaramuceaban ya por aquel campo, ahuyentando a la caballería enemiga i tenien­ do a raya a la infantería detrás de sus trincheras, En el acto el coronel don Pedro Lagos lanzó adelante a los rejimientos Concepción i Santiago i al Batallón Cau­ polican, los que se pireeipitaron con decisión sobre la pri­ mera línea de atrincheramientos, arrojando de allí al ene­ migo a bala i bayoneta i apoderándose de todo el estremo derecho de aquella im portante posición. Antes de que las fuerzas dol ala dcrcolm peruana se repusieran de e.stupor i desconcierto consiguiente a aque­ lla audaz o inopinada carga, todo el resto de la 3. ** Divi­ sión i los cuerpos de la reserva se lanzaron al ataque de la posición enemiga, la que en poco rato barrieron por completo, sombrando la muerte en las filas peruanas i adueñándose de todo el terreno que ocupaba el a k dere­ cha, hasta la población do Miraflores. Eran las 4.30 P. M. i ya el fiel de la victoria so inclina­ ba decididamente del lado de nuestras armas. Bien pronto nuestras fuerzas vencedoras en Miraílores envolvieron por cl flaneo derecho al grueso del ejército enemigo, miéntras que los batallones de la 1. División se lanzaban al ataque por o! frente con ese empujo deque tantas i tan espléndidas pruebas habian sabido dar en la Form ada ya completamente cn línea la 3. División, i gloriosa jornada d el dia 13. En vano fué quo ol enemigo aglomerase allí sus mas como la 1. no llegase todavía, se ordenó que entraran a reforzar a aquella los rejimientos do infantería de la re­ disciplinadas tropas, resuelto a hacer pié firme i a oponer serva, que se hallaban mas a mano, sirviendo de sosten a una últim a i desesperada resistencia; en vano que apelase la ptiH ería de campaña. Con este refuerzo, nuestra ala iz­ al cstremo recurso de hacer estallar numerosas minas. No. quierda quedaba bastante sólida i fuerte para resistir a las habia esfuerzo que fuera bastante a detener el ím petu de embestidas que el enemigo pudiera tentar por ese lado, i nuestros iniántes lanzados ya en el sendero del triunfo. E! centro del enemigo fué arrollado i deshecho en bre­ aun para tomar la ofensiva tan pronto como llegara el ve rato, siguiendo poco después igual suerte el ala iz­ momento de hacerlo. Se mandó al mismo tiempo acelerar la m archa de !a quierda. A las fj P. M. todo el campo de batalla era nuestro i los 1.®^ División, aum entada ese dia con el Batallón Quiliota, que recien llegaba de Pisco; aunque, por otra parte, se restos dispersos del ejército peruano corrian a la desban­ le habian segregado el Batallón Melipilla, el Rejimiento dada por la llanura, en la mas completa i desordenada Artillería de Marina i la brigada, de artillería de montaña, fuga, disolviéndose en aquella decisiva jornada para no que emprendieron un largo rodeo por retaguardia para volver a rehacerse. Este dia, como el 13 en Chorriilo.s, el tren do los carros llegar a la derecha de nuestra línea, sin alcanzar a verifi­ carlo. Solo ia brigada de artillería de m ontaña pudo de.s­ blindados llegó despucs de la acción haciendo fuego do de una posición distante de la línea arrojar sobre la iz­ artillería sobre nuestras tropas; pero algunos disparos do quierda enemiga algunas certeras granadas al final de la nuestros cañone.s bastaron para ahuyentarlos. Terminada la batalla, se ordenó al Jefe de la l. Divi­ acción. Desde e!_ principio dol combate el enemigo hacíalos mas sión, que habia avanzado en persecución do los fujitivos, poderosos i visibles esfuerzos para envolvernos por el cos­ reuniera sus fuerzas i acampase aquella noehe en la pam ­ tado derecho aun descubierto; i, a decir verdad, si lo hu­ pa denominada de Miraflores, como tres cuartos de legua biera conseguido, la faz do la acción habria cambiado no­ distante de k hacienda de Monterico Chico. La 3. alojó en e! pueblo de Miraflores, i k 2. a retaguardia en el tablemente. A fin de parar este golpe, sc mandó órden a la caballería campo quo durante la acción habia ocupado nuestra línea de avanzar por aquel costado i cargar a la.s fuerzas perua­ de combate. La jornada habia sido ruda i sangrienta i costaba al nas que comenzaban a salir al llano. enemigo la pérdida de los últimos restos do su poder mi­ Se «ivió igualmente órden a la 2. Brigada de la 2. División, que sc encontraba adelante de San Juan, para litar. Casi todo su material de guerra estaba en nuestro quo avanzara, a fin de servir de apoyo i sosten a nuestra poder, su ejército disuelto, su capital indefensa i a dis­ derecha. Entre tanto, ia 3. ^ División, aunque incompleta, creción del vencedor. El dia 16, ei alcalde municipal de Lima pactó con V. S. por haber dejado de guarnición en Chorrillos al Batallón Búlnes, i aunque abrumada por el fuego do un enemigo Ia entrega incondicional de la ciudad, la que fué ocupada mui superior en número i ventajo¡3amente colocado, man- ai dia siguiente 3or lo.s rejimientos Buin 1.® do línea, Zapadores, Bata! on Búlnes, una brigada de artillería de tenia eu la izquierda vigorosamente el combate. Prestaban también una eficaz ayuda los cañones de la campaña i los rejimientos do caballería Carabineros de escuadra, que desdo el principio de la acción batían do en­ Yungai i Cazadores a caballo, a ias órdenes del señor Je ­ filada las fuertes posiciones del ala derecha peruana. neral Saavedra. El 18 por la mañana la 1. División se dirijió al Callao, Eran poco mas de ias 3 P. M. cuando los primeros bata­ llones de ia División Lynch comenzaban a entrar en línea i el mismo dia entró V. S. con el Estado Mayor Jeneral a bajo un mortífero fuego i cerraban valientemente contra la capital, siguiéndole sucesivamente las demas tropas del el centro de la posición enemiga, ejército. via férrea liasta las goteras dol pueblo de Barranco, adonde también habia llegado la reserva. E ran ya las 2 P. M. V, tí., acompañado del Estado Ma­ yor Jeneral, se habia avanzado hácia la derecha de la 3. División con el objeto de determ inar la situación que de­ bia ocupar la 1. , cuando de repente, sin que nadie pre­ ludiase ni pudiera justificar un acto semejante, !a iínea leruana rompió en un vivísimo fuego de infantería i arti­ lería. Un verdadero granizo de balas de rifle i una lluvia de proyectiles de cañón, lanzados de todos los reductos i fuertes artillados, cubrió a los escasos batallones de la 3. ” i a las baterías de artillería que a esa hora se encontra­ ban en formación; i solo la disciplina i serenidad de nues­ tros .soldados, así como la bravura de su.s jefes i oficiales, pudieron evitar quo eu aquel momento de sorpresa se produjeran el pánico i el desorden que eran consiguien­ tes, i sobre ios cuales contaba sin duda alguna el enemi­ go para alcanzar una fácil aunque bochornosa victoria. I tales fueron el aplomo i sangre fria de nuestras tro­ pas en aquel supremo instante, que los jefes de los cuer­ dos que estaban formados, creyendo que aquel fuego de a línea enemiga debia ser efecto de alguna equivocación momentánea i que no debia durar, ordenaron a sus solda­ dos no contestarlo i aun hicieron cesar el do algunas com­ pañías que ya lo habian comenzado. Pero como el fuego del enemigo arreciara mas i mas, haciendo en nuestras fila.s sensibles baja.s, sin que aquello llevara visos de terminar, fué preciso recojer el guante que so nos arrojaba, i nuestra linca rompió sus fuegos con la precisión i denuedo característicos de nuestros valientes soldados,

    to to to Q.; . to C O O

    , Q >

    Q

    427

    r

    428

    GUERRxY D EL PACÍFICO.

    y*-

    Cábeme ahora, señor Jeneral en Jefe, la honrosa i gra­ ta satisfacción de recomendar ante V. S., ante el Supre­ mo Gobierno i el país, el digno, valiente i noble compor­ tamiento de todos los buenos hijos de Chile que han formado parte de este ejército, que tan inmarcesibles glo­ rias ha sabido dar a niic-stra amada patria. Todos ellos, jefes, oficiales i soldados, han cumplido con su deber i.se han hecho acreedores a la consideración del jeneroso pue­ blo que quiso confiar a sus robustos brazos la defensa do sus derechos.

    en la conducción de las tropas, sino también en los com­ bates, adquiriendo con estos servicios nuevos i justos tí­ tulos a la gratitud nacional. Mc permito tambicn recomendar a Y. S. al cuerpo do aynndanles de este Estado Mayor Jeneral, compuesto co­ mo sigue: efectivos: ayud.ante jenoral i secretario, tenien­ te coronel don Adolfo Silva V.; primeros ayudantes, te­ nientes coroneles don Waldo Diaz G. i don Ambrosio Letelier; los sarjentos mayores don Jo.sé ManuelBorgoño, don Francisco J. Zelaya, don Florentino Pantoja i don Fuertes i sufridos en las marchas, pacientes i resigna­ Francisco Villagran; ios segundos ayudantes, sarjentos dos en las privaciones dei campamento, serenos i bravos mayores graduados, don Jo an José Herreros i don Fidel en el campo de batalla, prudentes i modestos despucs de U rrutia, i los capitanes don José Aguslin Barros Merino, la victoria, su valor, su moralidad, su disciplina, son para don A. Cruz Y , don Plnriquc Munizaga, don Manuel H. nuestro caro Chile otros tantos timbres de lejítimo orgu­ Maturana, don Santiago Herrera, don Alberto Gándara i don Enrique Tagle C.; los tcnicnte-s don J. Agustín Bello i de gloria sin mancilla. Grandes i dolorosas pérdidas nos cuesta el triunfo: el nitez, don José Santiago Peña i Jjillo i don Ricardo W al­ coronel Martínez, los comandantes Yávar, Soupor, Zañar- ker Martínez; agregados coronel graduado don José A. tu, M arcbant i Silva Renard; los sarjentus mayores Zor­ Bustamaiite; teniente coronel don Hilario Bouquett; los raindo i Jimonez; el teniente, segimdo ayudante de E sta­ sarjentos mayores don Daniel Silva V. i don Gabriel Ala­ do Mayor Jeneral don Ricardo YValker, i muchos otrcs mos; los capitanes don Manuel Romero, don J. Agustín valientes oficiales i soldados, regaron con su sangre los Zelaya, don R. Mac-Guteheori, don Augusto ürrego, don ! Juan de la Cruz Saavedra i don Pedro Ñ. Letelier; tenien­ campos de tan brillantes victorias. Esporo que la gratitud nacional, para la cual han con­ te don Diego Miller; los subtenientes don Eduardo H u r­ quistado tan brillantes títulos con su gloriosa muerte, tado! don Luis Silva M., i el eapitan don Eleodoro Guz­ sabrá pagar, ya que a ellos es imposible, a sus mas inme­ man, que se puso a las órdenes del Estado Mayor al diatos deudos, la jenerosa sangre que vertieron noble i principiar la batalla de Chorrillos, han desempeñado'to­ dos, a mi entera satisfacción, los trabajos i comisiones valientemente por la causa do Chile. E ntre los heridos tenemos también muchos distingui­ que les he confiado durante la campana i han prestado dos i notables jefes, como el coronel Toro Herrera, los co­ sus servicios con intelijencia i serenidad en el campo de mandantes Barceió, Fuenzalida, Dublé, Cortés, Soto, Pin­ batalla. to Agüero i otros que han caido como buenos en ei campo Creo también justo hacer mención aquí de los soñore-s cumpliendo con su deber. oficiales do las escuadras estranjeras, que nos hau acom­ Tanto de los señores jefes, oficiales i soldados muertos pañado en esa cruda i penosa jornada, compartiendo con i heridos en estos dos memorables combates adjunto a nosotros las privaciones inherentes a la vida de campaña, ■Y. S. listas por separado. i espue.stos como los demás a los peligros do la batalla, Aunque la infantería ha sido el alma del ejército, la ' aunque sin tomar eu ella ninguna parte por su condición que con su incomparable arrojo nos ha dado tan grandes de neutrales. Son ésto.? los señores don W. Mullan, capi­ triunfos, escalando los elevados cerros, cargando on la tán de corbeta de la marina norte-americana; Williams llanura, asaltando trinclieras i reductos, barriendo al eno- A. Aclaiid, eapitan de fragata de la marina inglesa; E. migo en todas partes i regando con torrentes do su .san­ L’Lean, teniente de navio do la marina francesa, i Eppicio gre jenerosa el catnpo de sus propias glorias, creo que Ghighoth, teniente de navio do la marina italiana. debo también una palabra de felicitación a las armas es­ El im portante servicio de los parques, a cargo del te­ peciales i cuerpos ausiliares, que cada cual en su esfera niente coronel don Raimundo Ancieta i dol sarjento ma­ ue acción, han sabido prestarle eficaz ayuda en el momen­ yor don Exequiel Fuentes, ha sido desempeñado, tanto to oportuno. en el Parque Jeneral como en los divisionarios, con tan La artillería ha sabido corresponder bien a las especta- notable oportunidad en cada caso, que me bago un deber tivas que so fundaban on su poderoso continjcnto i a los en recomendar como se merece la digna conducta de los sacrificios que el país ha hecho para dotarla con el valio­ jefes i oficiales que lo han dirijido. Respecto a la conducción jeneral de bagajes, a cargo so material que posee. ,En Chorrillos i en Miraflores, las baterías de-montaña del comandante González i mayor dcl teniente coronel de guardias nacionales don Francis­ H e m ra del Rejimiento número 1, las de los mayores Ga­ co Baseuñan A., teniendo que atender con precisión i na i Jarp a del número 2, las baterías de campaña de ám ­ exactitud a las mil diferentes necesidades de un num ero­ bos rejimientos, mandados personalmente por sus respec­ so ejército, en territorio enemigo, desconocido i escaso do tivos comandantes, señores Wood i Novoa, i en jeneral recursos, esto servicio, no obstante, ha sabido bastar con todas las secciones de esta arm a han contribuido eficaz­ notable e.spedicion a todas las exijencias, ántes de la ba­ talla i en el campo mismo de la acción i del combate. Su mente con sus corteros fuegos al éxito alcanzado. La caballería ha prestado durante la campaña los mas jefe, oficiales i empleados se han hecho por ello acreedo­ importantes servicios, ocupada incesantemente en avan­ res a una recomendación especial. Desde el principio dol combate nuestra.? ambulancias, zadas, reconocimientos i todo jénero de operaciones m ili­ tares. En el campo de batalla so ha distinguido por su hábilmente dirijidas i servidas, formaban detrás de la fila bravura, probando con sus brillantes cargas que a pesar de los combatientes una segunda línea tan movible como do los modernos perfeccionamientos introducidos en cl aquélla i que seguia sus pasos i maniobras en medio del arma de infantería, puede siompre el sable de la caballe­ fuego, recojiendo los heridos, atendiéndolos i curándolos ría dar golpes decisivos en ciertos momentos del combate, sobre el mismo campo. Era un segundo ejército de cari­ _ El cuerpo de Zapadores se ha hecho acreedor a espe­ dad, armado de hi as i vendajes, que iba paso a paso i cial recomendación por lo.s muchos e im portantes traba­ cou admirable órden i precisión, batiéndose contraía des­ jos ejecutados durante la campaña, ya en los desembarcos, trucción i la muerto, atacando con vigor i destreza la obra ya en la construcción de caminos, puentes i otras obras. .siempre brutal dcl plomo i del hierro. Nae.stras ambulancias no han dejado que desear en el La marinería de la escuadra ha prestado también mui oportunos servicios en los trabajos de embarque i desem­ campo de batalla; i luego, cuando la pelea habia pasado, barque de las tropas, hábilm ente dirijidos por el eapitan cuando las tropas se hablan retirado a reposar de las fa­ de fragata don B. Campillo, jefe de trasportes. En jeneral, tigas de la jornada, ellos, los valientes soldados de la ca­ nuestra m arina nos ha ausiliado m ui eficazmente, no solo ridad, no han sentido la necesidad de tom ar descanso;

    :? I

    I I I f. >

    t. f i

    C A PÍTU LO QUINTO. bien al contrario, han redoblado su.s jenerosos esfuerzos en el dia i en la noche, sin comer i sin dormir, hasta dejar concluida la santa i noble misión de recojer a los liü.suitales fijos los millares de heridos que reclamaban su opor­ tuno ausilio. V. S. i el ejército entero son testigos doJaobra c.straordinaria realizada por nuestro cuerpo de cirujanos, t,an há­ bil i acertadamente dirijido por su distinguido jefe, el doctor don Ramón Allende Padin. No hai peligro que no hayan arrastrado en la batalla; no hai dificultades que no hayan sabido vencer; no hai fatigas i privaciones que no hayan soportado para cumplir dignamente con la eleva­ da misión de hum anidad que .se habian impuesto. El cuerpo de capellanes, dirijido por su inmediato jefe don Florencio Fontecilla, ha cumplido satisfactoriamente con el noble deber que le imponen las augustas funciones de su ministerio. En el campo de batalla i en las am bu­ lancias, el sacerdocio que compone este respetable cuerpo, se ha distinguido por el celo i abnegación con que ha atendido a los numerosos heridos i enfermos de nuestro ejército. Los servicios de la Intendencia Jeneral del Ejército han estado a la altura de las circunstancias i de las nece­ sidades de la situación; habiendo tenido que vencer en muchos casos verdaderas dificultades para atender a las múltiples i estraordinarias exijencias de un ejército corno el nuestro, que e.spcdicionaba a tan larga distancia de sus bases de operaciones i do rcciir.sos. Es así, señor Jeneral en Jefe, como esto ejército, com­ puesto de soldados tan valientes i de ciudadanos tan ab­ negados, ha podido llegar a dar cima a la empresa que cl país habia confiado a su patriotismo, i como ha podido alcanzar al término do !a jornada sin dar nunca un paso atrás, sin flaquear un momento i marchando siempre de victoria en victoria, contra uu ejército de 3ó,00Ü hombres. Dios guarde a V. S. M a r c o s 2 .®

    M aturana.

    Al señor Jeneral cu Jefe dcl ejército de operaciones del Kortc.

    COMAND.ANCI.A EN JE F E DE LA 1 .®^ DIVISION,

    Señor; Dándome cuenta el Jefe del Estado Mayor de la Divi­ sión do mi mando de los hechos relativos a la brillante jornada de Chorrillos, en la cual coriuspondió a Jas fuer­ zas de mi mande una larga i tremenda tarca quo supieron empezar i concluir con gloria, me dice lo que .sigue: “Como Jefe de Estado Mayor de la División que está al mando de V. S., me cabe la .satisfacción de dar cuenta de los sucesos militares que tuvieron lugar eu la memorable jornada el dia 13 del presente i que dieron por resultado el triunfo de nuestras armas sobre el ejercito peruano en la batalla de Chorrillos. En cumplimiento de órdenes impartidas por el Cuartel Jeueral, Y. S. dispuso que a las o P. M. del dia 12, la di­ visión que estaba acantonada en el valle de Lurin se pu­ siese en marcha, formando cuatro columnas paralelas: la ]. compuesta de los rejimientos 2. ® de línea i Colcliagua, quo formab.an la derecha; la 2, ” , de los rejimientos Atacama i Talca; la 3. , do los rejimientos 4. ® de linca i Chaeabuco, i la 4.®^ ,del Rejiraiento Coquimbo i Batallón Melipilla, Las tres primeras seguían el camino de Lurin a Chorrillos por el alto, paralelas a la línea telegráfica, i la 4 ," , el do la playa que conduce á la misma ciudad. Esta columna marchaba seguida de do.s baterías de arti­ llería de m ontaña i el parque, i éstas protejidas a su vez por el Rejimiento de A rtil ería de Marina. Sin inconveniente alguno se marchó ha.sta las 12 P. M., haciendo alto como a unos cinco quilómetros de los pun­ to tos que, según instrucciones, debian ser atacados al am a­ necer. to A las 3,30 se levantó nuevamente el campo, i fijados que fueron a cada columna los puntos que debian atacar

    to to

    O Q

    429

    i arreglada la forma en que debia liacerse, se marchó re­ sueltamente a su ejecución en órden de batalla, llevando la línea do vanguardia cubierto su frente por sus respec­ tivas guerrillas. Una densa niebla cubria los morros i solo pocos minu­ tos ántes de las 5 pudimos notar unos cohete.? do señales. A las -5 A. M. .sentimos que cl enemigo rompia sus fuegos; nuestra división continuó impasible por algunos minutos liasta descubrir sus posicione.?, trabándose en seguida un vivísimo fuego de fusilería contra sus trincheras, que ia distancia de 300 a 400 metros que nos sep.araba de ellas i la ciai’idad nos las ponian de manificsio. De los tres morro.? sobre los cuales dirijirnos cl primer ataque, dos cedieron luego al vigoroso empuje de los re­ jimientos 4.® do línea i Cbacabueo i parte tlel Atacama i Talca. El morro mas alto, atacado por parte de los dos últimos rejimientos i las trincheras (pío habian corres­ pondido al 2, ® de linea i Colchagna, se resistieron por mas de dos horas, estando apoyado el enemigo por algu­ nas fuerzas que defendían la.s trincheras que tenían eu la hacienda de San Juan i que babian sido designadas a otra división, i que solo pudo entrar cn combate un poco mas tarde que la 1. Tomados los primeros monos, los rejimientos 4. ® i Cliacabueo i algunos grupos dol Atacama i Talca conti­ nuaron atacando las trincheras quo estaban a nuestra iz­ quierda, i el enemigo fué abandonado sucesivamente des­ pnes de sangrientos combate.? eu cada una de ellas. En un morro que llamaremos de Las Canteras, se hizo una resistencia tan tenaz, que además de mucha tropa nuestra que quedó allí fuera do combate, tuvimos la desgracia do ver caer mortalmente herido al segundo comandante del Chaeabuco don Belisario Zañartu,que reunia justos títulos para que se lo llamase el valiente entre los'valientes. A esta lamentable pérdida se siguió la del primer jefe del mismo rejimiento, el bravo i entusiasta coronel señor don Domingo de Toro Herrera, que fué igualmente herido. Niic.stra tropa siguió avanzando liAcia la izquierda liasta tomar una últim a i fuerte trinchera quo liabia al pié dcl gran Morro Solar, de donde el enemigo continuó ha­ ciendo un vivísimo fuego de fusilería, ametralladoras i artillería que tenia colocada en la cima de esa ventajosí­ sima posición. Aquí nue.stras fuerzas se limitaron a m an­ tener los puntos conquistados, ya por el corto número a que estaba reducida, ya por el cansancio consiguiente despue.s do haber recorrido desde que principió el comba­ te no ménos do cuatro quilómetros de terreno arenoso i sobremanera accidentado. Cuando se llegó a este último punto, ,?e vió también al Rejimiento Coquimbo i Batallón Melipilla que, ausiliados por nuestra escuadra, entraba por la izquierda, i ayuda­ dos por nuestras fuerzas tornaban posesión clc varias trin­ cheras que por ese flaneo tenia el enemigo para defender­ se dcl ataque que debia hacérsele por la playa. Ei enemigo, acosado así por su derecha i por el frente, concentró todas sus fuerzas a la casi inespugnable línea dcl Morro Solar, haciéndonos desdo allí bajas considera­ bles que no podíamos evitar sin abandonar el terreno conquistado. A esta hora, que serian las 8 A. M., estaba ya puesta en derrota la derecha dol enemigo, i después de ‘ organizados los rejimientos 2. ® de linca i Talca con re­ ducidas fuerzas, fueron eu socorro do nuestra izquierda que estaba seriamente amenazada. N uestra artillería de m ontaña, al mando del mayor Gana, tomó oportunamente, por órdon de V, S„ desde el principio del combate las posiciones qne estimó mas ven­ tajosas i fué avanzando hasta colocarse en dos de los morros conquistados a nuestra izquierda. Allí establecida, sostuvo un nutrido i bien dirijido fuego sobre las posicio­ nes que ocupab;\ el enemigo en el mismo Morro Solar, manteniéndose a 1,800 metros mas o ménos de la infan­ tería enemiga. Varias veces se intentó el ataque de este Morro; pero sin resultado, tanto por lo inaccesible de su fronte i flan­

    G U ERRA DEL PA CÍFICO . co, como porquo el número de fuerzas de que hasta esa difícil del combate, i por fin, al comandanto de la briga­ hora se podia disponer era mui reducido, Eu estos difíci­ da de artillería de montaña. les momentos llegó el refuerzo mandado por V. S., com­ De la misma manera recomiendo a la benevolencia de puesto de los rejimientos de la 1. * División quo ya habia Y. S. a mis alentados ayudantes, teniente coronel don deshecho al enemigo en nue.stra derecha, i de'algunos Roberto Souper, quo fué gravemente herido, sarjento m a­ otros cuerpos de las otras divisiones que vinieron en au- yor don J. N. Rojas, sarjento mayor graduado don Agus­ silio nuestro. tín Fraga, eapitan de coberta don Javier Barahona, capi­ Con estas fuerzas, convenientemente distribuidas, .se tán don Elias Yañez i teniente I. ® señor Silva Palma, procedió al ataquo definitivo de aus últimas trincheras quien durante el combate me prestó importantes servicio.? en el Morro Solar, dando por resultado que a las 12 M, para comunicarme con la escuadra. estuvieran completamente apagados los fuegos dol enemi­ Las bajas de la División de mi mando han sido sensi­ go, escepto en ei pueblo de Chorrillos, donde el combate bles i considerables: 92 jefes i oficiales i 1,843 individuos terminó a las 3 P. M., porque las fuerzas enemigas, para­ de tropa quedaron fuera de combate entre muertos i he­ petadas en las casas, hicieron allí resistencia que, aunquo ridos. tenaz, fué inútil. El resultado jeneral de la jornada ha sido glorioso. En poder mis fuerzas quedaron 42 cañones de distintos El triunfo obtenido en este dia por nuestro valiente calibres i 7 ametralladoras. ejército ha sido tan completo como espléndido; i la 1. * Adjunto a V. S. las listas nominales de muertos i he­ Divi,sion, que tuvo que recorrer mas de cinco quilémetroa ridos. conquistando a viva fuerza los fuertes i trincheras dcl Dios guarde a V. S. enemigo, que combatió contra mas dol doble número de P. L y n c u . fuerzas de las mas veteranas, tiene derecho, a mi juicio, a un lejítimo orgullo i a la satisfacción de haber contribui­ AI sefioi- Jeneral Jefe de Esiado Mayor Jeneral. do poderosamente a la adquisición de tan brillante vic­ toria. 1 * DIVISION.— 2 * BRIOADA Dolorosas i enormes son las pérdidas sufridas por nues­ tra División en jefes, oficiales i tropa, como podrá V. S. vev Callao, Enero 23 de 1881. en las listas adjuntas, donde se nota que en jeneral cada Señor: cuerpo parece que se impuso ol deber de dar mayor n ú ­ Con arreglo a las instrucciones do Y . S., cl 12 del cor­ mero de víctimas combatiendo por la gloriosa bandera do la patria. I apénas consuela un tanto los trofeos adquiri­ riente, a las ü.P. M.,‘dejé con osta brigada el campamento dos, constantes en mas de cuarenta cañones do todos ca­ de Lurin i marchó a incorporarme al resto de la División libres i siete ametralladoras arrebatadas al enemigo con que se hallaba en el centro de la planicie que conduce a valor heróico en once fuertes i trincheras que él creia los cerros de Chorrillos, donde se encontraba fortificado inespugnables porque no conocía el valor ni ei empujo de el enemigo. Los cuerpos de la brigada, Rojimiento 4. ® de línea i los bravos hijo.s de Chile. No entro, señor Comandante en Jefe, a hacer recomen­ Chacabuco, formaron en columnas paralelas a la izquier­ daciones especiales, porque tengo la íntim a convicción do da de la 1. * ; en esto órden marchamos hácia lo.? fuertes que todos i cada uno ha llenado su deber, aun mas allá citados, xú las 3.30 A, M. i ya cerca do ellos, sa formó en ( e lo que debía esperar.se, atestiguándolo las numerosas dos lincas paralelas por batallones i en esta formación víctimas que se han sacrificado en aras de la patria. V. S., marchamos hasta las 4.50 k . M., hora en que el enemigo que tan acertadam ente dirijió las fuerzas de su mando i rompió sus fuegos sobre nuestras línea.?, el qne no fuó quo tan de cerca pudo verlo i observarlo todo, es el mejor contestado, por tener orden de no hacerlo hasta hallarnos testigo de este aserto, i estoi seguro que habrá quedado de 200 a 300 metros de distancia. La brigada continuó avanzando con empuje i valor so­ satisfecho de la conducta digna i levantada de todos i ca­ bre los fuertes i trincheras que coronaban las alturas. da uno do sus subalternos.” Designados de antemano por Y. S. los fuertes que ca­ Al trascribir a Y. S. ol precedente parte, me es mui da cuerpo debia atacar, cupo al 4. ® i Chacabuco los que grato ospresar a V, S., con lejítimo orgullo, por el honor se hallaban a nuestra izquierda, pues .se habia dispuesto de las armas de Chilo, que toda la División de mi mando, que el Coquimbo atacase por retaguardia de las líneas on la memorable jornada de Chorrillos, cumplió con su enemigas, para cuyo efecto su comandante recibió órde­ deber mas allá de las exijencias militares. nes particulares. Hubo un momento eu que creí que no alcanzaría cl A la distancia convenida so dió órdon de romper el aliento físico a mis fatigadas tropas para coronar la vic­ fuego de avance, i ámbo.? rejimientos siguieron haciéndolo toria trepando las empinadas cimas ael Morro Solar des­ hasta tom ar el fuerte que se Ies habia designado; pero no pués de laber tomado al asalto i a la bayoneta once trin ­ habiendo cedido los otros fuertes que se hallaban mas a cheras sucesivas i nueve forlalez.as artilladas, durante nuestra izquierda, se continuó el ataque hácia ellos, hasta seis horas de combate; pero entonces tuve ol placer de i que el enemigo los abandonó i se replegó on la mayor altu ­ recibir el refuerzo que el señor Jeneral en Jefe se sirvió ra del Morro Solar, dondo tenia buenas fortificaciones i m andar en mi apoyo, bajo las órdenes del comandante trincheras avanzadas. del cuerpo de rese.rva, teniente coronel don Arí.stidc.? Tomados todos los fuertes que se hallaban a nuestra Mavtinez, el cual supo llenar su deber a la altura de los izquierda, Y . S. me ordenó quo continuase el ataque a la demas jefes de mi División. trinchera de la altura. Para dar cumplimiento a e.?ta ór­ En cl brillante comportamiento de los señores jefes í don, rne puse de acuerdo con el Jefe de E.?tado Mayor, oficiales i de las tropas do la División de mi mando, se coronel .señor Gregorio Urrutia, i convinimos en hacer uu hace difícil hacer mención especial de algunos de ellos. .ataque simultáneo, atacando él, con parte del Re imiento Sin embargo, creo llenar un sagrado deber do justicia re­ Talca, por la derecha del corro, i yo, con parte del 4. ®, comendando a la benevolencia de Y. S. i a la estimación 2. ® i Artillería de Marina, por su izquierda. Estas fuer­ del país al valiente coronel don Gregorio Urrutia, Jefe zas, en número de .300 hombres, roas o ménos, atacaron del Estado Mayor de la División, i a los distinguidos ofi­ la prim era trinchera que fué tomada; poro el enemigo te ­ ciales de su inm ediata dependencia; a los señores corone­ nia varios cuerpos do su ejército, i todos ello.? so despren­ les jefes de la Brigad.a, don Domingo Amunátegui i don dieron con el objeto de flanquearnos, movimiento que Ju an Martínez, i a los comandantes de los rejimientos obligó a retirarse a nuestras fuerzas a causa de su escaso 2 .° i 4.® do línea, Ártillería do Marina, Chacabuco, número, Inm ediatam ente pedí a V. S. que me enviase Talca i Atacama, a los cuales correspondió la parte mas refuerzo, el que llegó oportunamente, compuesto de la

    CAPÍTU LO QUINTO.

    431

    quo doblaban hácia el N. 0., abandonando en este prim e­ ro algunas piezas de artillería que no pudo arrastrar con­ sigo en su precipitada fuga. Continuó inmediatamente e! ataque a estos atrincheramientos, hasta que a las 7.30 A. M., como eon L5 o 20 hombres, habíamos logrado to­ mar. con muchos esfuerzos, la penúltim a trinchera i que­ dar mui cerca de una gran parte del ejército enemigo quo se encontraba p.arapetado en la cima de una loma ines­ pugnable por el frente i la que se nos hacia imposible ñanque.ar por el corto número de tropa con que so contaba. Cumpliendo la órdon del señor coronel don Gregorio Urrutia, Jefe de Estado Mayor déla 1. ^ División, la poca tropa que se encontraba en esta últim a trinchera bajó a ocupar el pié de las posiciones enemigas, permaneciendo allí mas de una hora esperando un refuerzo que llegó, pero que fué en corto número, pues no pasó de 20 a 30 hombros; miéntras tanto, estábamos protejidog única­ mente por una batería de artillería al mando del ca­ pitán señor José Antonio Errázuriz, quien, después do un continuado i largo fuego, se retiraba por haber agotado sus municione-s. El 2.® Batallón dcl Rejiraiento, al mando del sarjento mayor don Miguel Rivera, avanzaba por el valle eii nuestra protección, pevo todavía distante, pues había atacado mas a la derecha otros atrinchera­ J. D. A m u n á t e g u i . mientos. A la vista de esto refuerzo, el enemigo bajó de sus - Al ¡leñor Coronel Com.mdantc en Jefe. posiciones a atacar el corto número de tropa quo estaba a su pié i encontrándonos escasos de fuerzas i municiones, to' a consecuencia del largo trayecto quo habíamos recorrido REJIMIENT(3 4. ® DE LÍNEA. ( haciendo fuego, nos batimos cn retirada hasta agotar por completo éstas, dejando una gran parte de la jen te on el Chorrillos, Enero 14 de 1881. Señor: campo por salvar el estandarte que nos prececlia on todo Paso a dar cuenta a V. S. de la parto que cupo al reji­ ataque, i de loque tengo la satisfacción de dar cuenta a miento do mi accidental mando en la batalla d d 13 (leí V. S, Como V. S. presenció la retirada de esta pequeña fuer­ corriente, contra laa posiciones do Chorrillos ocupadas por za que .sostenía al grueso del ejército enemigo en sus po­ ol ejército peruano. Omito, señor coronel, entrar en los detallos de la m ar­ siciones, escuso manifestar a V. S. que on el corto trayecto cha que efectuó el cuerpo desde Lurin a ese punto, pues en que tuvo lugar ésta fué en el mayor órrlen; i quo a p e ­ obran ya en su conocimiento por haber marchado V. S. sar de ser penseguidos mui de cerca, nos parapetamos en a ia cabeza de él, i me limito únicamente a dar cuenta do las que há poco habíamos abandonado i donde V. S. se to , los detalles do la batalla, tanto por la larga estension on encontraba, ordenando al Rejiniiento Valparaiso que flan­ (■ que se desarrollaron los acontecimientos, como por ha­ quease i entrase en nuestro apoyo, Acto continuo me berle tocado al cuerpo atacar las diferentes posiciones del replegué a él, i continuamos nuovamonte el ataque hasta ala derecha del enemigo i haber tenido que sostener dis­ que se logró poner en completa fuga al enemigo, Debo manifestar a V S. que en el trayecto recorrido tintos combates parciales, completamente independientes se logró tomar algunas piezas de artillería, ametrallado­ unos de otros. Estando acampados a la vista do las posiciones enemi­ ras i gran número do municiones. En las ocho o nueve horas en que cl rejimiento se en­ gas, en la madrugada del 13 recibí órden de V. S. para hacer desplegar en batalla el 2. ® Batallón del Rej ¡miento, contró bajo el fuego del enemigo, so condujo, señor coro­ apoyando su derecha en ia izquierda de un batallón del no!, .siempre a la altura de su deber i de su nombre, Tengo el sentimiento de anunciar a V. S. el fallecimien­ Rejimiento Talca, i que el primero hiciese igual desplie­ gue a retaguardia, apoyando también su (lereeha cn la to do los dignos oficiales, capitán señor Casimiro Ibañez i izquierda del otro batallen dol mismo rejimiento, lo quo subtenientes señores Pedro Wenceslao Gana i Anjel Cus­ todio Gana Corales, El primero cayó en la retirada, de­ se efectuó a ia brevedad pü.siblo, to ,En este orden empozó la marcha hácia las posiciones fendiendo el estandarte, que tuvo eu su poder desde quo enemigas, que apénas ao distinguían por la claridad dol fueron heridos los subtenientes señores Manuel O. Prieto día, habiendo marchado la línea de vanguardia por la i Miguel Bravo i ol cabo 1. ® de la escolta del mismo, Es­ to diagonal a la derecha i la de retaguardia por la izquierda; tanislao Jara. Debo manifestar a V S. el arrojo, serenidad i valor del to - de manera quo cuando cl enemigo rompió sus fuegos, 4..5Ó A. M., nuestras dos lineas formaban una sola, quedando sarjento mayor señor Miguel Rivera, capitanes ayudantes señores Pablo Marchant i Ju an U rrea i capitanes señorea el 2.® Batallón del Eejimiento separado del ].® Emilio A. Marchant, Josó Antonio Contreras, Luis Víctor por un batallón del Rejimiento Talca. Inm ediatamente to-' empezamos a ascender, sin recibir todavía el fuego ene­ Gana, Ricardo Gormaz, Cárlos E. Wolmard, Martin Bra­ migo; pero no bien íbamos a media falda del cerro que vo i Ju an Bautista Riquelme. Acompaño a V. S. una relación de las bajas ocurridas atacábamos, cuando se sintieron los primeros disparos do artillería i fusilería, haciéndose inmediatamente jeueral en el cuerpo en la batalla do que doi cuenta, ascendentes, en toda la línea enemiga. Como las posiciones ocupadas entre muertos i heridos, a i4 oficiales i 289 individuos da por el ejército peruano eran mui desventajosas para nos­ tropa. otros, dispuse, conforme a la órden de V. S., que el lor. V. S., por el númoro de bajas, podrá juzgar el compor­ Batallón que marchaba bajo mis inmediatas ordenes, tam iento del cuerpo de oficiales, como asimismo de los continuase su ascenso sin hacer fuego, hasta que estuvi­ individuos de tropa, que siempre se encontraron en sus to mos mui cerca de las trincheras, en que mando romperlo puestos, i atacar simultáneamente. Esto, señor coronel, se hizo a Luis S o l o Z a l d í v a b . la mayor brevedad, i no sin esfuerzo se logró desalojar al enemigo, que fué obligado a retirarse a otros parapetos Al señor Comandante Joneral do la 2. “ Brigada de la 1. ^ Diyision. reserva del ejército, quien batió los últimos restos de los defensores deí fuerte citado. Durante el combate, la brigada de artillería de mon­ taña del mayor Gana disparó con certeras punterías has­ ta que agotó sus municiones por completo, viéndose en la necesidad de bajar de los fortines on que se encontraba, para no esponer inútilm ente su tropa i ganado. Me hago un deber en recomendar a V. S. al cirujano voluntario don Juan Antonio Llausás, que me acompañó durante las ocho horas que duró ei combate, asistiendo a los heridos cn el mismo campo. Mui especialmente, señor coronel, recomiendo a los jofes de los cuerpos de la brigada, coronel señor Domingo de Toro Herrera, del Chaeabuco, comandantes señores Luis " Solo Zaldívar i José María 2. ® Soto, de los rejimientos 4. ® i Coquimbo; como también a los demas jefes i oficia­ les subalternos, pues cada uno cumplió mas allá de su deber en los distintos combates que tuvieron lugar. Las bajas por muertos i heridos que han tenido los tres cuerpos (ie esta brigada, ascienden a 57 jefes i oficiales i 894 individuo.s de tropa. Por separado acompaño a V, S. los partes i listas nominales de éstas. Dios guarde a V. S.

    432

    G U ER R A D E L PA CÍFICO.

    BEJIMIENTO

    2, ®

    DE LÍNEA.

    Bellavisia, Enero 21 de 1881. Señor: El rejimiento de mi mando tomó parte en la batalla de Chorrillos el dia 13 del corriente mes, entrando a comba­ te con una fuerza do 916 hombres; resultando muertos los capitanes don Jo.sé de la Cruz Rej'es Campos, don ÉYancisco Iriostroza i el subteniente don Artemon 2. ® Cifuenles. Fueron heridos el eapitan don Salustio Ortiz i los subtenientes don Camilo Valdivic.so, don Víctor Golcolea i don José Estéban Rodríguez; saliendo contusos el teniente don Jo.sé Exequiel Anavalon i subtenientes don Alejandro Gacitúa i don Pedro Pablo Rarraza. De los individuos do tropa 79 fueron muertos, 1S3 he­ ridos i 3 contusos, lo que da un total de 26.5 bajas. En esta batalla recibió tres balazos k bandera del reji­ miento. El dia 15 del mismo mes, cl rejimiento tomó parte tam ­ bién en la batalla de Mir.aflores, entrando al combato con una fuerza de 646 hombres; resultando muerto el subte­ niente don Enrique Ewer i graveruento herido el teniente coronel, segundo jefe don Miguel -Arrato L i el subteniente don YLotor Valdivieso Yudal, i contuso el teniente don Juan Astorga P. De la tropa, 24 fueron muerto.?, 71 heridos i 2 contu­ sos, dando nna suma de 97 bajas. Unidas estas bajas a las de k batalla do Chorrillo.?, da un total de 362 individuos de tropa, entro muertos, heridos i contusos. Me es grato manifestarle, señor Jefe de k Brigada, que cl teniente coronel, sengundo jefe don Miguel Arrale L , ol sarjento mayor don Eleuterio Dafiin i los capil.ane.? don Joaquin Arco, don Manuel A. Baeza, clon Federico A. Carretón, don Cárlos Gacte V. i don fi’rancisco Lagos, han llenado cumplidamente sus deberes, como igualmente los señores oficiales subalternos i en jeneral todos los indivi­ duos de tropa. Merecen una especial recomendación los capitanes don .Salustio Ortiz i don Elias Beytía jior su brillante comportamiento en el campo de batalla, i cuyas compañías han e.?perimentado mayor número de bajas. Según ae mc ha aseverado, el eapitan Beytía en k batalla de Miraflores fué el primero que con unos pocos soldados tomó un fuerte en la izquierda de la linca enemiga al gri­ to do: ¡V iva Chile! Si las recomendaciones do un jefe do cuerpo se esti­ man en algo, yo hago valer las mías en favor de los ca­ pitanes Reyes Campos e Inostroza, muertos en la batalla de Chorrillos. Ambos eran casados i dejan a sus familias en la orfandad. Espero, señor Jefe de k Brigada, que se dignará hacer un acto de verdadera justicia recomendan­ do con especialidad .a los dos capitanes de mi referencia i a los subtenientes Cifuentes i Ewer, que tan hcróicaraente han muerto en defensa de los derechos do k patria. Faltaria a mi deber si no recomendase también en este jarte al eapitan del Rejimiento Talca don José Domingo Jrzúa i al teniente del Estado Mayor don J il Alberto Fernandez. El primero, en la bíitalfa do Chorrillos, con una enerjía i va or dignos de todo elqjío. reunia i organi­ zaba la tropa do diferentes cuerpo.?, que en un momento do crítica circunstancia principiaba a flaquear; i el segun­ do, en la batalla de Miraflores, estuvo on lo mas reñido del combate reunido al rejimiento de rni mando, animan­ do a la tropa con la decisión digna del oficial valiente. Adjunto a este parte van las relaciones de los señores jefes, oficiales i tropa que se encontraron en árnbas bata­ llas, con especificación de los muertos, heridos i contusos. Acepte, señor, las felicitaciones que le envío, a nombre del rejimiento que tengo el honor de comandar, por Irrs dos espléndidas victorias que ha obtenido nuestro querido Chile. Dio.? guarde a YL S. E. DEL C anto. Al sefior Comaodactc de !i I. * Brii;ada de la 2. “ División,

    REJU riEN TO DE ARTILLERÍA DE MARINA,

    Campamento de Mirajiores, Enero 18 de 1881. Señor: E n curapthnicnto de la.? órdenes qno recibí cl dia 12 del actiuil de! señor coronel Jefe de la división en el plan de ataque a Chorrillo.?, que tuvo lugar al amanecer del 13 del presente, a las 4,55 A. M., ia fuerza de mi mando, compuesta do 339 hombres, ,?e colocó protejiendo la bri­ gada de artillería que comandaba el sarjento mayor señor i Gana. Ylinulos de.spues de k citada hora recibí por con­ ducto de uno de los ayudantes del señor Jefe de la divi­ sión, la órdon de protejer a los rejimientos -Atacama i Talca, quo en eso instante atacaban al enemigo en sus propias trinchera,? colocadas en los primeros cerros. Re­ chazados de sus fortificaciones i coronados éstos por nues­ tras tropas, reuní k de mi rejimiento para seguir adelan­ te en per.secueion del enemigo, lo que efectué a las inme­ diatas órdenes dei Jefe do mi brigada, señor coronel don Juan Martinez, En circunstancias que se perseguía al enemigo, recibí nuevamente órden de seguir protejiendo la misra.a brigada do artillería situada en los cerros do nue.stra izquierda, i eu consecuencia pudo tomar 80 hom! bres para dirijirmo donde so me indicaba, no habiendo ido la demas tropa do mi cuerpo por haber entrado ya en acción, unida a las fuerzas que mandaba el citado señor coronel Martinez. El infrascrito, llegado al punto do su destino, se puso a las inmediatas órdenes del señor coronel Amunátegui ha.sta k terminación de la batalla. El rojimiento da mi mando tomó prisioneros 4 jefes i 63 individuos de tropa en los momentos del combate, i al siguiente dia al mayor del Zcpita número 29, don José D. Aranibar. La bajas que ha tenido cl rejimiento son 4 oficia­ les i 94 individuos de trop.a, entre muerto.? i heridos, según consta nominalrncnte en la lista quo tengo el honor de adjuntar. Hágome un deber, señor comandante, en e.spresar a Y. S. que tanto el primero i tercer jefes, oficiales i tropa, han cumplido con su deber. J. R. Yu d a u r r e . Al sofioi' Comanclauts do la 1.

    Brigada do la 1. * DivÍBÍon.

    REJIMIENTO ATACAMA.

    Oallao, E nero 24 de 1881. Señor: Tengo el honor do dar cuenta a Y. S. de k s dos batallas de! dia 13 i 15, respectivamente, del mes en curso, en k s cuales ha tomado parto el rejimiento de mi mando. En marcha la 1. * División de Lurin al Norte, a las 2 .A. M, del dia 13, el señor Cornandante de ella me indicó el corro ocupado por el enemigo que ol Rejimiento -Atacama dobia. a,saltar i tomar al amanecer. Desde e.se mo­ mento se marchó con todas las precauciones dol caso hácia las posiciones enemigas. El Atacama, que iba a vanguardia en formación en batalla, a k s 4.45 A. M., al llegar a k ceja de nna loma fué recibido por el enemigo con un nutrido fuego de fusilería, artillería i am etralla­ dora, Luego que hubo amanecido i que me di cuenta de la topografía de la localidad, el rejimiento se desplegó en órden disperso para atacar el corro que se lo había desig­ nado, del cual nos separaba aun una distancia como do 800 metros. Por los fuegos de las posiciones peruanas, comprendí que k s fuerzas que allí habia eran tres o cuatro voces superiores a las de mi mando. Cumpliendo con ór­ denes del Coinandante en Jefe de la División, quo había recibido anticipadamente, solicité por medio de uno de mis ayudantes el ausilio del Rejimiento Talca, que venia a mi retaguardia. Diez m inutos después los talquinos al paso de trote se habian reunido a los atacaméños, i juntos i al grito do / V iva Chile! asaltaron i tomaron la fortaleza

    433

    CAPÍTU LO QUINTO. que se les habia indicado, después de dos horas i cuarto ae una sostenida i difícil lucha. A las 7 A. M. los dos es­ tandartes del Rejimiento Atacama flameaban en la cima de la posición enemiga, juntos a los apagados cañones peruanos. También subieron en el asalto de esa posición algunos oficiales e individuos de tropa de Artillería de Marina. A las 10 A. M. recibí órden del señor Comandante en Jefe de la división de marchar con mi rejimiento en pro­ tección del 4. ° de línea, Chaeabuco i Artillería de Mari­ na que se batian a nuestra izquierda, lo que ejecutó en seguida, continuando el combate hasta llegar a las goteras de Chorrillos, El dia 15, estando acampado ol Rejimiento Atacama en los afueras de Chorrillos, por el lado del Norte, recibí órden, a la 1 P. M., de marchar con ól a formar a la derecha de la línea do batalla que debia establecerse para atacar al ene­ migo que se hallaba fortificado, atrincherado en una línea por el lado Sur do Miraflores, Al partir del campamento ya el combate se habia empeñado, i cl rejimiento tuvo que pasar a ocupar su puesto por un sendero difícil i bajo los fuegos del enemigo que cau.saron muchas i distinguidas bajas. Ocupado quo hubo su posición, continuó el com­ bato hasta las 4 P. M,, a cuya hora ol enemigo fué arroja­ do de sus posiciones i trincheras. Adjunto las listas do las bajas que ha tenido el reji­ miento, cuyo total es 21 jefes i oficiales i 4.53 individuos do tropa. El rejimiento entró a batirse en Chorrillos con 1,040 hombres. Todo el personal del Rejimiento Atacama una vez mas ha cumplido con su deber. D ie g o D Al sefior Comaiidantc de la 1.''' Brigada (le la 1.

    ublé

    A l m e id a .

    DlTÍsion.

    REJIMIENTO COQUIMBO.

    Callao, Enero 22 de 1881.

    Q-.

    to I

    to.

    to to to/ to/

    to Q Q

    Señor: Debiendo pa.sar el parto do la batalla do Chorrillos cn lo concomiente a este cuerpo, por encontrarse heridos los jefes que lo mandaban, teniente coronel señor José María 2.® Soto,i segundo! tercer jetes, sei'iorés Marcial Pinto Agüero i Lni.s Larrain Alcalde, en el de Miraflores, me Ihuitaré a decir a V. S, que a ias 6 P. M. dcl dia 1,2 del corrionle emprendió la marcha el rejimiento cn unión del Batallón Me ipilla, de su campamento de Lnrin, para dirijirsepor ol camino de la playa a atacar al amanecer el ala derecha del enemigo, apoyado cn los primeros cerros que se encuen­ tran al Sur de Chorrillos. La falta de conocimiento exacto de la distancia que debíamos de recorrer, las precauciones indispensables a fin de no ser descubiertos por avanzadas enemigas, i lo posado' de la marclia por esos mcídanos, retardaron un poco nuestra llegada al lugar en que debia empezar el ataque. Sin embargo, aunque fuimos de.scubiertos a causa do que se rompieron los fuegos on la derecha de nuestra li­ nca i el enemigo los rompia .sobre nosotros con sois caño­ nes que defendiau aquel lugar, ol soñor comandante Soto hizo desplegar a su frento 100 tiradores escojidos del Coquimbo, i sucesivamente se desplegaron las domas com­ pañías do los do.s cuerpos en guerrilla i se atacó con tanto ímpetu, quo ántes do quince minutos quedaron abandona­ dos los seis cañones quo hacian fuego sobro nosotros. El enemigo, en número do 1,700 hombres, mas o mé­ nos, tomó los corros del frento, i tuvimos la fortuna de desalojarlo en poco tiempo de los tres primeros, A causa de la mucha elevación i pendiente del cuarto cerro, quo servia como de último refujio al enemigo, on el que, además de sus trincheras tenia una buena amctralla(iora, se resolvió a esperar eu la posición que teníamos hasta que el centro de nuestra línea pudiera flanquear a T omo

    iv .— 55

    esas tropas poruanas, miéntras nosotros las atacábamos da írente. Así se hizo, i con esto se consiguió dar algún descan! so a nuestros soldados qne, en el momento dado, atacaron como verdaderos chi enos, logrando hacer mas de 200 prisioneros entre jefes, oficiales i tropa. El señor comandante Soto fué herido al tiempo do dar el último ataque i cuando arengaba la tropa que él perso­ nalmente dirijia. Aunque la herida recibida por el señor comandante era bastante grave, tuvo fuerzas para orde­ narnos marchar adelante, desatendiendo su persona, quo su entusiasmo i patriotismo le hacian creer insignificante en ese momento. Adjunto a Y. S. listas nominales i por duplicado dolos señores jefes, oficiales i tropa muertos i horidos en la ba­ talla de Otiorrillos. A rtem on A rella no.

    COMANDANCIA DEL RE.IIMIENTO COLCHAGU.A.

    Callao, Enero 23 de 1881. Señor: Rara cumplir con lo ordenado por el señor Jefe de la división, en a ju n ta de jefes que tuvo lugar el 12 dei cor­ riente en el campamento de Lurin, el rojimiento de mi mando debia apoyar al 2. ® de línea en el ataque a Chor­ rillo.?, i para lo quo so nos señalaron ciertas posiciones. No sucedió así, sin embargo, porque poco despucs de romper sus fuegos el enemigo, recibí órdon verbal del sefior coro­ nel Jefe de la brigada, don Jnan Martínez, dada a pre­ sencia de su ayiKlanto don Reinaldo Guarda, de atacar con un baUllon los fuertes quo hacian uu nutrido fuego por un flanco a los rojimientos quo combatian el centro de la linca enemiga. Para ejecutar esta círden, tomé en el acto el mando dol 1er. Batallón del Colchagna, dejan­ do que el 2.® Batallón, a cargo del teniente coronel don Tc)a.sco Trujillo, continuara su marcha, hasta tomar la colocación quo so le habia señalado. Duranto el combate murieron el tonicnto don Manuel Je.sus Carrasco i el subteniente don Jenaro Molinas, i fue­ ron heridos ol sarjento mayor don Avolino Villagran H u r­ tado; los capitanes don Ju an Domingo Reite, quo murió pono despuos, don José 2. ® Pumarino i don Podro Nolasco Gajardo; cl teniente don Edmundo Cristi i los sub­ tenientes don Clorindo Gíunez, don José María Villarroal i don Manuel Antonio Palacios. En la batalla del 15 o do Miraflores, tomó también par­ te el rejimiento do mi mando en la colocación que se le señaló, marchando el que sinscribe con ol 1er. Batallón al mando inmediato del capitán ayudante don Adolfo 2. ® Kriig; quedando el 2.® Batallón al mando dol teniente coronel don Telasco Trujillo. En osto combate murió el valiente capitán don Pedro Amonio Vivar, hermano del héroe do Tarapaeá i único apoyo de tros hermanas huérfanas que quedan en el m a­ yor desamparo, i resultaron heridos ol teniente don Al­ fredo Jaramillo i los subtenientes don Francisco Iturriaga i don Wenceslao Gomoz. He sabido que fue herido levemente cl teniente coro­ nel don Telasco Trujillo, i contuso levo, por efecto do una esplosion do dinamita, cl capitán don Andrés Soto Ladrón de Guevara. Me hago un deber en recomendar por su conducta i serenidad en los combates,—sin que por eso hayan de ado de cumplir con su deber todos los otros, a los cua es no me era posible ver por la dispersión cn que se pelea­ ba,—al sarjento mayor don Avelino Villagran Hurtado, a los capitanes ayudantes don Adolfo 2. ® Krug i don Parmenion Sánchez, a los cafiitanes comandantes de com­ pañía don Pedro Antonio Vivar i don José 2. ® Puraarino, a los tenientes don Demetrio Sotomayor i don Alfredo Jaramillo, i a los subtenientes don José María Villarreal, don Clorindo Gómez, don Manuel Antonio Palacios, don

    434

    G U ER R A DEL PA CIFICO.

    José Dolores Ríos, don Telésforo Valenzuela i don José León Lara. Hago una recomendación especial a favor del eapitan ayudante señor Krug, no solo por su valor en los dos combates, sino también por su consagración a las aten­ ciones que ha demandado el Colchagua durante los 15 meses de campaña, habiendo encontrado siompre en él mi ausiliar mas poderoso. Creo de mi deher poner en conocimiento de Y. S. quo el ex-capitan del rejimiento don Cárlos Ignacio Palacios, se presentó en los nxoracntos del combato de Miraflores, animando a los soldados con un entusiasmo digno de elojio. El eapitan don Ju a n Domingo Reite, dol ejército de lí­ nea, fué herido en Dolores, i se encontraba de ayudante del batallón cívico de Iquique cuando aceptó su coloca­ ción en el Colchagua solo por patriotismo. Deja su mujer e hijos sin fortuna. La suma quo arroja la lista nominal de nuestros heri­ dos, que acompaño, da 16 bajas de jefes i oficiales sobre 30 que formaron; i asciende el total a un equivalente de 36 por ciento do pérdidas, respecto de las fuerzas efectivas que entraron en combate. Estas cifras manifiestan quo al Colchagua le ha tocado no pequeña parte en el sacrificio de sangre que cuesta al país e cumplimiento de sus lojítimas aspiraciones. Dios guarde a V. S. Manuel J. S offia . Al seficr Jote de la I.

    ciones.

    Liigada de k I.

    Dhision del ejéicito de opera­

    REJIMIENTO TALCA.

    Callao, Enero 25 de 1881. Señor: Tengo ol honor de d ar cuenta a V, S. de las operacio- ' nes nracticadas por el rejimiento de mi mando en las batallas de Chorrillos i Miraflores, en los dias 13 i 15 del corriente mes. En el plan acordado en el campamento de Lurin para atacar las fortificaciones quedefeiinian ia ciudad de Chor­ rillos, se designó al cuerpo do mi mando para operar, en Union del Rejimiento Alacarna, contra los dos morros en quo la primera fila enemiga apoyaba su derecha. Debiendo tener lugar el ataque en la madrugada del 13, el dia anterior, a las 5 P. M,, abandonamos el campa­ mento do Lurin con dirección a Chorrillos, marchando el Talca a retaguardia del Atacama, como se ordenó. En esta jornada, quo se practicó coa las precaucione.? consiguientes a !a aproximidad dol enemigo, no ocurrió nada do notable. A media noehe acampamos a distancia próximamente do 4,000 metros de los puntos que se debian atacar. Después de tres horas do reposo, el rejimiento desple­ gado en batalla comenzó a estrechar la distancia que lo separaba del enemigo, hasta llegar a las 4.30 A. M. a las faldas de los mencionados morros i a unos 500 metros de sus fortificaciones. Pocos minutos despucs, el morro de Ja derecha rompió sus fuegos de fusilería i ametralladora sobre el ala izquierda de nuestra línea, estendiéndose progresivamente hácia el Lado opuesto hasta comprender toda nuestra línoa de batalla. Contestados al punto los fuegos por el Rejimiento Atacama, que se encontraba unos 50 pasos a nuestra van­ guardia, ordené a los mios que avanzaran en érdon dis­ perso sin disparar un tiro hasta llegar a la línea quo formaba, en ei mismo órden, nque! cuerpo. Practicado este movimiento, tocia la línea comenzó a avanzar do frente hácia las posiciones enemigas, soste­ niéndose durante 20 minutos un fuego bastante nutrido por ámbas partes. Al fin de este tiempo, comenzó a notarse que las trin ­ cheras del morro de la derecha enemiga, amagadas ya de cerca por el 2. ® Batallón del rejimiento de mi mando i

    el 2. ° Atacama, apagaban paulatinamente sus fuegos, haciéndose éstos mas nutridos en nuestra derecha. Pocos momentos despue.s, cuando la claridad del dia permitió percibir con claridad lo.s objetos, so vió todo dicho morro coronado por los nuestros. Entre tanto el ler. Batallón Talca, (]ue escalaba con el 2. ® Atacama el segundo mor­ ro, mucho mas empinado quo ol primero, .se encontraba a media falda, recibiendo el fuego del enemigo. Considerando quo un ataque siínultáneo por vanguardia i retaguardia de dicho morro acelerarla la victoria, reu­ ní en la falda opuesta del primer cerro las fuerzas dispo­ nibles que quedaban del batallen que lo habia atacado para guiarlas por la espalda del segundo. El éxito no se hizo esperar; pues en poco tiempo mas {las 6.30 próximamente) los estandartes del Talca i ei Atacama, que habian hecho la ascensión juntos, so vieron flamear en las trincheras enemigas. Tras de aquellas formidables posiciones quedaban aun muchas otras, i era prcci.so seguir adelante, a pesar del cansancio de la tropa. Guié una parte do ésta hácia nues­ tra izquierda, siguiendo la otra por la derecha, en apoyo de los cuerpos de la 2. * Brigada que operaban contra las fortificaciones que defendían los valles de uno i otro costado. Por ámbos flancos, las fuerzas de mi mando prestaron a los nuestros un eficaz ausilio. A las 10 A. M. las fuerzas de nuestros combatientes es­ taban casi totalmente agotadas i el Morro Solar, último baluarte del enemigo, se divisaba aun cubierto de jente que lanzaba sobre la nuestra una lluvia do balas i me­ trallas. La situación por ámbos lados era bien difícil. Los pocos soldados de diversos cuerpos, entre los cua­ les habia muchos del Talca, que sostenían el fuego de la derecha (no pasarían de 200) tuvieron que abanüonar la posición arrancada poco ántes al enemigo i que ésto re­ cuperó. E n la izquierda recibí órden de flanquear, con los 50 hombres que llebava, el Morro Solar; pero c.sta operación fué también infructuosa por las escasas fuerzas de que podia disponer, i los que la emprendieron se vieran en peligro inminente de ser cortados por ol enemigo. Afortunadamente, la llegada al campo de batalla da algunos de los cuerpos de la 3. * División vino a decidir la derrota del enemigo, En el combate que tuvo lugar dos dias despucs en Mi­ raflores, el cuerpo de mi mando se puso en movimiento, del campamento que ocupaba al Norte de Chorrillos, a la 1 P, M , por órden del .señor coronel Jefe do la I * Divi­ sión. Pocas cuadras habia recorrido cuando se sintió quo el fuego se habia roto por el enemigo atrincherado al Sur de Miraflores i la 3. División do nuestro ejército coloca­ da al frente de él. La proximidad al Iug.ar del combate era tal, que las balas llegaban hasta nuestras filas. En estas civcuntancius recibí órden de redoblar la m ar­ cha del rejimiento haciéndolo avanzar de frente para ata­ car el ala izquierda dol enemigo. En cumplimiento de esta órden, el rejimiento avanzó paralelamente a la línea enemiga, recorriendo al frente de ella i a una distancia de 800 a 900 metros, recibiendo por consiguiente sus fuegos basta tomar sn colocación. Hecho esto, el comba­ te siguió hasta las 4 P. M. próximamente, hora en que, abandonando sus trincheras el enemigo, se declaró en derrota. Adjunto a Y. S. la lista nominal de los señores jefes, ofi­ ciales e individuos de tropa que ha tenido el rejimiento en las batallas referidas; debiendo prevenir a V. S. que en­ tró a la de Chorrillos con el efectivo de 1,086 hombres, i a la de Miraflores con el de 786. Las bajas entre muertos iheridos. en Chorrillos, suman 299, i en Miraflores, 63. Me es doloroso tener que consignar entre las 11 bajas de jefes i oficiales, la del teniente coronel, segundo jefe

    CAPÍTU LO QUINTO.

    435

    i ior Cárlos Silva Renard, herido do muerte al comen.zar Fuimos, pues, rechazados, pero solo por un momento, do batalla del 13, i la del entusiasta i distinguido jóvcii ia posición que ocupábamo.s; mas Y. S, 1 el señor Jefe de SuOteniento Francisco R. Wormald, quo cayó víctima de Estado Mayor de la 1. División, reorganizaron el ataquo ! arrojo miéntras combatía on las filas mas avanzadas. p;u-a no dotcncrsc sino en las alturas del Salto del Fraile. Al señor Silva Renard debe el Rejimiento Talca en Durante el combate tuvimos 19 bajas de oficíale.?, m u­ u .jc h a parte su buena organización i disciplina; i sn pre- chos de los cuales cayeron en las últimas trincheras. r tura m uerte afecta no solamente al cuerpo que formó Me permito recomendar a V. S. la brillante conducta i'a la provincia que depositó en él. su confianza, sino al de los señores oficiales, conducta de que es una prueba -rcito en joneral, que pierde a un jefe distinguido. evidente ol número de bajas de que he hecho referencia. En conclusión, tengo la satisfacción de decir a V. S. que Los señore.? capitanes Otto Mollke, José F. Lira, A rturo et cuerpo ds mi mando ha correspondido a la confianza Salcedo, Luis Sarratea i José F, Concha, son dignos de q e la provincia de Talca depositara en él i a la justa una mención espcci.al do honor, lo mismo que los tenien­ p"oectativa de! país i del Gobierno. La mejor recomenda­ tes Pedro Fierro i Víctor Luco, i subtenientes Onofro ción que debo hacer do él es que jefes, oficiales i tropa 1 Montt, E. Prenafota, Ricardo Soffi.a, Arturo Echeverría, il cumplido dignam ente su deber. Waldo Villarroel i Cárlos Cortés, quienes no abandonaron un solo instante su puesto hasta 1.a toma del último re ­ S. U r í z a r G . á r f i a s , ducto. ;eaor Coronel Jefe d« Is. Brigaik. Merecen uri.a mención mui especial mis ayudantes, te ­ nientes Márcos Serrano i Carrera, i subteniente Póroz Canto, por su valor i actividad, i particularmente el .se­ HEJIMIE.VTO CHICABUCO. gundo por su serenidad i admirable valor a toda prueba. En cuanto al rejiraiento en jencral, creo un deber ma­ A bordo d d trasporte “lia ta ,” Enero 20 de 1881. nifestar a V. S. quo, en mi convicción, él ha cumplido Señor: dignamente con su dober, Entraron en el combate 914 individuos, incluso 35 Tengo el honor de pasar a dar cuenta a V. S. do la paroficiales; i a la lista de tarde, cl dia de la batalla. la fuerza iv que eupo al rejimiento de m i mando en la jornada del presente era de 677 hombres, faltando, por consiguiente, : ' del presonto. A las 3 A. M., on cumplimiento de órdenes do V. S., el 366 hombrea, i 19 entre jefes i oíiciales muertos i heridos. Dios guarde a V. S. x«,imiento so desplegó ou batalla en la forma siguiente; U 2.® Batallón a la izquierda dol 2.® Batallón del 4, ® D . DE T o r o H e r r e r a . de línea, i ei 1. ° en la misma situación del 1. ® de aquél, Al seiíor Coronel Jefe de la 2. Brigada de la 1. ^ División. c.^prendiendo así una marcha que duró dos i media hor ' ^ mas o ménos, '"A l aproximarnos a las posiciones del enemigo, éste BATALLON MELIPILLA. to a p ió un fuego nutridísim o de fusilería, ametralladora Callao, Enero 35 de 1881. i -'rtil lería. Mi tropa avanzó desplegada en guerrilla en la Señor: Srcuacion espresada, sin contestar los fuegos contrarío-s f rante algún tiempo, hasta hallarse en posición do De órden del capitán de navio señor Patricio Lynch, emprender el ataque, el que ejecutó simultáneamente eon Jefe de la 1. División, dejé el campamento de Lurin oí ó. 4. ®. A pesar de la gran dificultad que ofrecia la calidad 12 del presento para unirme ai Rejimiento Coquimbo i í mo.sa i pesada del terreno para el camino ascendente, i ponerme a las órdenes del jefe de dicho rejiraiento, señor del mortífero fuego que nos hacia cl enemigo estando de- José María 2, ® Soto, quion me provino marchábamos a t...,3 de escelentes trincheras, las alturas fueron tomada.? en atacar ias fortificaciones do la derecha de la línea enemi­ f irenta minutos próximamente, llegando a ellas co ios ga, situadas en los morras del Salto del Fraile. móraentos en quo aclaraba ol dia. A laa 6 P. l\{, nos pusimos en marcha, cubriendo la abandonar el enemigo estas posiciones, se replegó a roUiguardia el cuerpo de mi mando. ?" derecha sobre las trincheras i obras de defensas qno A las 445. A. M. del siguiente dia, hora en que avista­ tenia en adecuada combinación sobre todas las alturas do mos las posiciones que debíamos atacar, el enemigo rom­ t o cerrillos queso unen con Chorrillos; pero fué atacado pió sus fuegos sobre las primeras guerrillas del Coquimbo vmorosamente en sus nuevos parapeto-S por ámbos reji- i las de mi batallón, al frente de las cuales marchaba el toontos, los cuale.s, de consuno, desalojaron al enemigo valiente sarjento mayor don Nicolás González Arteaga; i suc esivamente de toda.s sus po.siciones. Al atacarlo en la en breve tiempo el enemigo fué desalojado de sus prime­ torcera de ella, fui herido; mas. creyendo mi herida (le ras fortificaciones, replegándose a otras de mayor altura, to'A consecuencia, continué eu mi puesto como ha.sta las en donde contiruiaraos atacándolo hasta obligarlo a recon­ '’O A. M., hora en que mo retiré por haber m uerto mi centrar sus fuerzas. caballo i herídome un segundo que monté. Entregué enEl ataquo se verificó ocupando el Coquimbo el centro, ktíces cí mando al señor teniente coronel B. Zañartu, el mayor González Arteaga la derecha con una parte dol C ’en fué también herido m ortalm ente tres cuartos de batallón, i el que suscribe flanqueó la derecha dol enemigo, Ííóra después, quedando por este motivo a cargo dol reji- uniéndome al grueso de las fuerzas. En tal situación se continuó el ataquo hasta quo, herido Ajento cl sárjenlo mayor señor Quintavalla, h.asta el térto n ó do la jornada. el bravo com,andante Soto, tomé el mando de las fuerzas i '■“ áiete trincheras fueron tomadas sucesivamente al cno- ordené atacar al Coquimbo, al mando dol valiente tenien­ hasta llegar al cerro llamado do la Calavera, donde te coronel don Marcial Pinto Agüero, de frento i en fuimos rechazados en razón del corto número de losnucs- guerj’illas sucesivas, i al Melipilla por la derecha e izquier­ Y s i de que las baterías do montaña de los señores capi- da en la misma forma, logrando así desalojar i porior al t es Errázuriz i Fontecilla tuvieron que suspender sus enemigo cn completa derrota, i quedando dueños de iiiegos a causa de haberse agotado sus municiones. Las cuatro trincheras, seis piezas de artillería i dos am etralla­ ¿«ípresadas baterías protejian de una manera eficaz la doras. Derrotado el enemigo, fué perseguido por nuestras tro­ Í T c h a de la tropa, sosteniendo constantemente el fuego c in tra el fuerte estremo del cerro de Chorrillos; pero, una pas hasta el mar, donde se hizo 80 prisioneros entro jefes, Ó que éste no tuvo ya que contestarles, concentró todos oficiales i tropa, aparte de 200 que tomó el Coquimbo, fuegos de artillería i ametralladoras sobre nuestra io- dejando en el campo, al lado del mar, mucho mayor núratítería, al mismo tiempo que la enemiga coronaba las moro do muertos. Croo escusado manifestar a V. S. el arrojo i valentía de fiQiras en cuádruplo número, tomándonos por el flanco. O c

    436

    GU ERRA D E L PACÍFICO.

    la oficialidad e individuos de tropa do ámbos cuerpos, puesto quo el e.spléndido triunfo obtenido es la prueba mas elocuente de su buen comportamiento. En la batalla de Miraflores, al salir con mi cuerpo a reunirme a la 1. * Divi.sion, recibí órden del sefior Jene­ ral en Jefe para protejor la artillería de dicha división que marchó a impedir que el enemigo flanquease la derecha de nuestro ejército, cuya artillería rompió sus fuego.s sobro el enemigo desde nn morro, i allí permanecimos hasta que terminó la batalla, habiendo tenido solo una baja de un sarjento herido, i 23 en Chorrillos, entre m uer­ tos i heridos. Lo que participo a Y. S. para su conocimiento i domas fines. Dios guarde a Y. S. Ya c e n t e B a e m a c e d .a Al señor Comaníiante de la 1.

    Brigad.i de la 1. ^ División.

    Alférez Id. Id. Id. Id. Id. Id.

    „ „ „ „ „ „ „

    Federico Yfidela. Reinaldo Boltz. Jorje Booneii. José Alberto Bravo. Manuel Florencio Zaldívar, herido. Julio Albclo. Martin Ortúzar.

    Un deber me hago en recomendar a Y". S. al teniente del Parque de Artillería don Roberto Aldunate, quien fué herir o en lo mas recio del combate proveyéndonos do municiones, i al teniente de aitillería don A berto Sán­ chez, que me ba servido de ayudante, desempeñando di­ fíciles comisiones. El número de disparos hechos por la batería del capi­ tán Eontecilla i eapitan Errázuriz, ha ascendido a 1,010 granadas. Dios guarde a YL S. E

    REJIM IENTO NÚM.

    2

    DE ARTILLERÍA.— BRIGADA

    DE MONTAÑA,

    1. *

    DIVISION.

    m il io

    Al selíor Capitao ile naWo, Comaníiante eu Jefe de la 1. tricio Lynch.

    G ana.

    División, don Pa­

    Callao, Enero 20 de 1881.

    Sefior:

    REJIMIENTO DE GRANADEROS A CABALLO.

    Tengo el honor de dar cuenta a YL S. de las operaciones practicadas por la brigada do artillería de mi mando, per­ teneciente a la división de YL S., en el dia 13 del presente mes. La componen la batería del eapitan don Gumeciiido Eontecilla i la del eapitan don José Antonio Errázuriz. El dia 12, a las 5 r . M., recibí órden de V. S. para po­ nerme en marcha a retaguardia do la división, sirviéndo­ me de reserva ol Batallón do Artillería de Marina. Al amanecer de! 13, después de acércanos, favorecidos por la oscuridad do la noche, a 1,000 metros de las trin ­ cheras enemigas, ordené rom per los fuegos por baterías. Cumpliendo con la órden recibida de YL S., una vez que las primeras posiciones del enemigo fueron tomadas por nuestras tropas, mandé adelantarla brigada i tomar colo­ cación en los cerros de quo habia sido desalojado. En se­ guida mandé hacer fuego en avance i marchar, si era posible, a la par con la infantería, al eapitan Errázuriz por la derecha i al eapitan Eontecilla por la izquierda, lo que lograron hacer mediante la actividad i entusiasmo desplegado por los señores oficiales i tropa, llegando con este paso a ocupar las última.? trincheras enemigas, des­ de cuyo.? puntos hornos .sostenido el combate con tres fuertes colocados eu el Morro Solar i con la infantería a ménos do 1,000 metros de distancia. Aquí so pudo silen­ ciar por tros veces estas baterías. Sostuvimos estas posiciones hasta quo fueron consumi­ das todas las municiones do cajas i reserva que llevaba el teniente don Roberto Aldunate. Derrotado completamente el enemigo, YL S. me ordenó avanzar al pueblo, lo que hizo el eapitan Errázuriz i me­ dia batería del eapitan Fontocilla, a mando del teniente don Jenaro Freire, después de reponer las muías que ha­ blan sido m uertas en el combato i dotar a las baterías de 10 tiros por pieza. A las 4 _P. M. de e.se dia, la brigada do mi mando tomó su colocación respectiva en los lugares tan gloriosamente conquistados. En esta memorable batalla hemos tenido que lamentar la baja dol allérez don Manuel Eloreacio Zaldívar i 13 individuos de tropa que en lista nominal acompaño. Me permito hacer conocer a Y. S. por sus nombres a los .señores oficiales que por su conducta se hau hecho dignos de todo elojio; al mismo tiempo incluyo a \L S. una lista de la tropa que merece recomendación: Capitán Don Id. „ Teniente „ Id. „ Alférez „ Id, ,,

    Gumecindo Eontecilla. José Antonio Errázuriz. Jenaro Freire. Roberto Silva Renard. Víctor Aquilea Bianchi, contuso. Pedro Nolasco Y-Tdal.

    Callao, Enero 22 de 1881. Señor: A las 9.30 A. M. del dia 13 del presente, encontrándo­ se el rejimiento a 3,000 metros de la linea de batalla ene­ miga, recibió órden el teniente coronel primer jefe, don Tomás Yávar, do .cargar sobre cl ala izquierda deí ene­

    migo. !ja orden fué en el acto ejecutada, verificándose la car­ 011 columnas por escuadrone.?. Ciento cincuenta metros ántes do llegar a las trinche­ ras en que se parapetaba el enemigo, fué puesto fuera de combate el comandanto Yávar. Continuando la carga, tomé entónces el mando del reji­ miento: se desalojó al enemigo do sus posiciones i se le puso en completa fuga, dejando en las trincheras mas de 200 muertos. El rejimionto todo ha cumplido con su deber i solo siente la dolorosa pérdida de su valiente i abnegado co­ mandante don Tomás Y’ávar, que falleció on la noche del mismo dia. Adjunto la relación do los muertos i heridos quo tuvo el rejimiento en la batalla dol 13. ga

    F. ai

    M u ñ o z B e z a n il l a .

    señor Comautlantc Jeneral de caballería.

    COMANDANCIA EN JE F E DE LA

    1. *

    DIVISION.

    Señor: Tengo cl honor de trascribir a Y. S. el siguiente parte, pasado por el señor coronel Jefe de Estado Mayor de la división do mi mando, sobro la brillante jornada do Mi­ raflores, quo concluyó con el poder m ilitar del Perú, dán­ donos libre acceso a la ciudad de Lima i a la plaza fuer­ te del Callao: "Me cabe ol honroso deber de dar cuenta a V. S. de los hechos que tuvieron lugar en la gloriosa i decisiva vic­ toria obtenida en la batalla de Miraflores, que ha dado por resultado la mas completa destrucción del ejéroito peruano, quo por segunda vez osó desafiar el conocido es­ fuerzo de los valerosos hijos de Chile. Estando acampado a inmediaciones de Chorrillos el dia L5 del actual, a las 12 M. recibí órdenes de V. S. para mover nuestra división en dirección a Miraflores, punto en que se encontraba el enemigo, tras de trincheras para­ leladas de antemano. Llegando al pueblo de Barranco se lizo alto i se esperó órdenes para tom ar la colocación que debíamos ocupar i que aun no se habia designado. Descansamos sobre las armas i se esperó allí hasta las

    CAPÍTU LO QUINTO.

    por retaguardia en protección do nuestra derecha, no al­ canzando los dos primeros a entrar en combato. En Miraflores, como en Chorrillos, los diversos cuerpos de mi división, a los cuales se habia agregado el Batal on Quillota, llegado a últim a hora al campo do la acción, dieron un brillantísimo ejemplo de valor i disciplina, no­ tándose parucularm enlc por .su arrojo loa señores jefes i oíiciales. Entro las primeras víctimas de sn entusiasmo para alentar a las tropas de su mando, cayó mortalmente heri­ do en el campo do batalla ol . ilustre coronel don Juan Martínez, Comandante en Jefe do la i.®* Brigada d é la división, cuya pérdida nunca será bastante sentida por el ejército i el país. Estoi cierto que el aprecio de sus con­ ciudadanos i de sus compañeros de glorias i de fatigas, le .acompañarán siempre en cl grato recuerdo do sus virtu­ des, sirviendo ellas de estímulo i ejemplo para sus com­ patriotas. La victoria de Miraflores costó a la división de mi m an­ do. además de la pérdida del coronel Martínez, la do 52 jefes i olicialesi 686 individuos de tropa. A las fuerzas de mi división correspondió el honor de asaltar i lomar a la bayoneta dos fuertes, en los cuales el enemigo tenia cañones de calibre de 100 libras. Debo hacer notar a V. S. una especial recomendación do mis ayudantes, sarjento mayor don Yiccnte Subercaseaux, quo se me presentó en los primeros momentos del com­ bate, i capitán don Enrique del Canto, los cuales fueron heridos cuando cumplían mis órdenes, i los sarjentos ma­ yores don Ju an N. Rojas, Agustín Fraga i capitán don Elias Yañéz. Destruidas las fuerzas del ejército peruano en la.? me­ morables jornadas de Chorrillos i Miraflores, recibí órden para marchar en la madrugada del dia 18 del presen­ , to mes a tomar posesión de la plaza fuerte del Callao, la ' que se efectuó o mismo dia, entrando a ella con el señor -Ministro de la Guerra, ,sin que se nos opusiera resistencia alguna; por el contrario, fueron recibidas nuestras tropas con las mayores muestras de júbilo. Acompaño a Y. S. las listas nominales de muertos i heridos. A este fuerte, sea dicho cn obsequio de la verdad, lle­ Dios guarde a Y. S. garon reunidas fuerzas de todas las divisiones, escoplo la P. Lynch. 2. que operaba por el lado de Monterico. Al sflilor Jencral Jefe de Estado Mayor Jeneral. Aquí, por orden del señor Jeneral en Jefe, se tocó retí-; rada, acampando esa noche en la hacienda de la Palma. Espléndido triunfo, señor Comandante en Jefe, fuó el - REJIMIENTO 4. ® DE LÍNEA. que se obtuvo en este dia memorable, i por segunda vez Campamento de Miraflores, Enero 16 de 1881. la división de su mando tuvo una parte tan importante, quo bien lo demuestra el gran númoro de bajas que ha Señor: sufrido entro sus jefes, oficiales i tropa en sus ya tre.? ve­ El 15 del corriente, a las 2 P. M., conforme a la órden ces diezmadas fila.?, como lo verá V. S. en las listas ad­ de Y. S., se puso el rejiraiento en marcha en busca del juntas. enemigo, ocup.ando la retaguardia del ejército; pero cuan­ Aunque en la batalla de Miraflores entramos con redu­ do recicn concluía do salir del campamento, empezó a cido número de jefes i oficiales, otra vez tenemos que la­ vanguardia el fuego de fusilería i arti ¡ería. m entar numerosas pérdidas; pero ninguna es comparable A las 2.30 P. M. recibí órden para protejer la artillería con la del ilustre coronel don Ju an Martínez, qne por au que hacia fuego al enemigo parapetado tras las tapias do modestia, .su bravura jam ás desmentida i su ejemplar los potreros que hai en la parte Oriente de Miraflores. conducta militar, tenia el amor de todos sus compañeros Acto continuo i al paso de carga, nos encaminamos al de armas, i la patria una segura columna de órden i mnto donde ésta se encontraba, hasta que a las 3.15 lealtad, .“. M., poco mas o ménos, se dió la órden de atacar direc­ Omito, señor Comandante en Jefe, recomendaciones es­ tamente al enemigo, la que fué cumplida inmediatamen­ peciales, porque V. S. sabe mejor que yo, quo todos cum­ te, dirijiéndose el 1er. Batallón por la línea férrea i el plieron su deber, según mi opinión, a satisuccion do V. S, 2, ® tomando la devech.i. 1 de la patria, pues en toda la división de .su mando no En este órden i parapetados cn las tapias, comenzó el he visto otra cosa que la mas noble emulación por mere­ fuego en avance hasta que a l:is 6.30 P. M. quedó el enemi­ cer el honroso nombre de hijos de Chile.” go en completa derrota i la parte del rejimiento que habia Durante ei combate de Miraflores, lamenté la ausencia atacado por la línea férrea sc reunió en la muralla de cir­ en mi división del Rejimiento de Artillería de Marina, del cunvalación de Lima, hasta que Y. S, dispuso se retirara Batallón Melipilla i de la brigada de artillería de mon­ a replegarse al resto de la brigada que so encontraba ya taña quo tan brillantemente se habia comportado on la reunida un poco mas a retaguardia. batalla de Chorrillos; pues al disponer que avanzara, so Tengo el sentimiento de anunciar a Y. S, el fallecimien­ me comunicó por uno do mis ayudantes que el señor J e ­ to de los subtenientes señores José Antonio M ontt i Sa­ nera! en Jefe habia dado órden para que éstos marchasen muel Vicente Diaz, que cayeron en lo mas récio del ata­

    2 P. M., hora en que .se rompieron los fuegos por el ene­ migo. £ n el acto recibí órdenes de Y, S. para dar colocación a algunos cuerpo,? de la divi.sion a la derecha do los que estaban colocados en línea do batalla. En su curapliniionto dirijí al 2. ® de línea que entró cn batalla bajo un vi­ vísimo fuego, a causa de que el enemigo tenia ya al fren­ te sus batallones parapetados en fuertes trincheras. Practicado esto, pasé a colocar los rejimientos Cliacabuco i 4. ® de línea, que Y. S. mandó para protejer la derecha, por cuanto el enemigo amenazaba cortarnos por ose flanco. El Jefe de la 2. * Brigada, señor coronel don J. D. Amunátegui, entro resueltamente en linca do ba­ talla con estos dos cuerpos, a pesar dol nutrido fuego quo hacia el enemigo. No obstante esr.o, fuerzas peruana.? en número considerable trataban de envolver nuestra ala derecha; pero cn este momento mo mandaba V. S, cl Re­ jim iento Coquimbo, que al mando de su jefe el coman­ dante don Marcial Pinto A., sc formó en batalla en medio de las balas enemigas, desfilando con la izquierda a la cabeza, que dirijia su bravo i pundonoroso jefe, i tan pron­ to como hubo terreno di órdeu que entrase en línea, lo quo efectuó con precisión admirable i contuvo ol avance que por ese flanco hacia el enemigo, apoyado por artille­ ría de grueso calibre quo tenia en fuertes i por una co­ lumna de caballería que amenazó nuestra derecha. En este momento so presentó el Rojimiento do Carabineros, al mando de su entusiasta jefe, comandante don Manuel Búlnes, quien cargó al enemigo aunque sin resultado práctico a causa de las murallas i de haberse retirado las fuerzas do caballería. Dió esta carga tal aliento a nues­ tras tropas, que atacaron con denuedo al enemigo, pro­ nunciándose desde esc momento la derrota cn el ala iz­ quierda del enemigo, i según parece, en toda la, línea, pues ya no hubo que hacer sino perseguir la derrota hasta un fuerte que, eon gnie.?a artillería i formidables trincheras, hai no léjos de San Bartolomé. Allí hizo alguna resistencia el enemigo; pero no fué sino para aumentar sus víctimas, quo fueron numerosas, segim V. S. tuvo ocasión de verlo.

    V./

    to to

    ’ to O

    .

    A ■

    W

    to >■! t o •Jt t

    to)

    tm Q

    ¡ü; to

    437

    438

    G U ERRA D E L PA CÍFICO,

    que, el primero avanzando sobre las trincheras con el estandarte. Las bajas que ha tenido el cuerpo de oficiales e indivi­ duos de tropa ascienden, entre muertos i heridos, a 9 de los primeros i 66 de los segundos, como verá V. S. por la reiacion adjunta, habiéndose conducido tanto los unos como los otros a la altura de su deber. L u is S olo Z.alüíva r , Al acnor Coronel Jele de la 2. ^ Brigada de la 1.

    División.

    P. M. abandonamos nuestro campamento para dirijirnos acompañados del resto de la brigada sobre el ala izquierda del enemigo con el objeto do flanquearlo. Las dificultades de la marcha para llegar al término de nuestro destino bajo ol fuego del enemigo no son desco­ nocidas por V. S. Creo que tanto la tropa i oficiales del rejimiento quem e cupo el honor de mandar, han cumpli­ do satisfactoriamente con su deber. Adjunto a ésta encontrará Y. S. las nóminas do las bajas do oficiales i tropa habidas en esto rejimiento. J

    REJIMIENTO DE ARTILLERÍA DE MARINA.

    u l io

    Q u in t a v a l l a .

    Al seüor Coronel Comandante de la 1. ^ Brigada de I» 1. * División.

    Campamento de Miraflores, Enero 16 de 1881. Señor: En la batalla de Miraflores, que tuvo lugar el 15 del ac­ tual, a la 1 P. M., el rejimiento de mi mando se colocó por órden del señor coronel Jefe do la división en protección de la brigada de artillería quo comandaba el sárjente ma­ yor señor Gana, cuyas fuerzas so incorporaron a la 2. * División, de órden del señor Jeneral en Jefe, con el objeto de flanquear i cortar la retirada del ala izquierda del ene­ migo. J. R. Yñ d a u r r e . Al Boflor ComaaJuate Jefe de la 2. “ Brigada de la 1.

    División.

    BEJIIUENTO COQUIMBO.

    Callao, Enero 22 de 1881. Señor: A las 2.30 P. M. del 15 del presente se dió órden a este cuerpo do protejer la derecha de nuestra línoa de batalla. U na vez que llegó a aquel lugar, se emprendió el ata­ que en órden disperso, i como tuviéramos la desgracia de tener heridos a los jefes señores Marcial Pinto Agüero i Luis Larrain Alcalde, continué yo con el mando del reji­ miento, V. S., que presenció el ataque del Coquimbo, sabe cuán­ tas dificultades tuvo que vencer para llegar hasta las fortificaciones artilladas con cañones de grueso calibre, la Merced, que fué el último refujio dol enemigo. V. S. también vió la valentía con que los señores oficia es i tro­ pa acometieron aquel ataque sin temor a sus minas, caño­ nes i trincheras, por lo que me parece escusado recomen­ darlos. Tomada aquella posición, perseguía al enemigo, que marchaba en completa derrota, cuando recibí órden del señor Ministro d éla Guerra para retirarme; dicha órden me fué comunicada por el teniente coronel Jefo de Estado Mayor de la 3. * División, señor Eustaquio Gorostiaga, i or el sarjento mayor ayudante del señor Ministro, señor I. Cuervo. Creerla faltar a mi deber si no recomendara a Y . S. los servicios voluntarios del cirujano señor David Perry, que asistió a los heridos do este rejimiento i del Batallón Meli­ pilla, on la batalla do Chorrillos, i a los dcl Coquimbo, en la do Miraflores, curándolos en el mismo campo de baialla, sin atender al peligro que corría en aquel lugar. Por separado adjunto a Y . B. listas nominales i por du­ plicado de los señores jefes, oficiales i tropa muertos i he­ ridos en la batalla do Miraflores.

    BATALLON QUILLOTA.

    Callao, Enero de 1881. S eñor:

    El comandante quo suscribe, jefe del espresado, da cuenta a V. S. que en el combate de Miraflores recibí órde­ nes de Y. S. de atacar de frente al enemigo en el lugar en que estaba mas fortificado con su artillería, lo que én el acto ejecuté, liaciendo di.spersar en guerrilla mi tropa. Tanto oficiales como la tropa se portaron heróicamente, cumpliendo su deber hasta el último instante en quo fueron derrotadas las fuerzas enemigas. Acompaño a esto parte las listas nominales por compa­ ñía do los oficiales i tropa que se encontraron on el espre­ sado combate; en ellas también se espresan los que salie­ ron heridos i los que fueron muertos. Felicito a Y. S. por el nuovo triunfo que ha obtenido el ejército chileno. Dios guarde a Y. S. J . R a .m o n E c h e v e r r í a . Al sefior Jefe de la 2. ^ Brigada de la 1. * División del oj/rcito chileno. REJIMIENTO NÚMERO

    2

    DE ARTILLERÍA.— BRIGADA DE MON­

    TAÑA, 1 . *

    DIVISION.

    Callao, Enero 20 de 1881. Señor: Doi cuenta a Y. S. de los acontecimientos ocurridos el dia 15 dol presente en la toma de Miraflores. A las 2 P. M. recibí órden de Y . S. para seguir a la di­ visión que iba a tomar colocación en la línea de batalla a continuación de la 3, * División i hácia la derecha. A las 2.30 P, M. sentí que el enemigo rompia sus fuegos so­ bre la 3, '■* División que estaba a vanguardia de la 1. * . En esta situación recibo órden, por tres veces, del señor Jeneral eu Jefe para marchar rd ala derecha nuestra con la caballería, el Batallón Melipilla i A rtillería de Marina, a fin de rechazar al enemigo que venia a flanquearnos por ese lado. Despucs de recorrer un camino casi al tro­ to, llegamos a la división mandada por el señor Jeneral ' don Emilio Sotomayor, bajo cuyas órdones me puse in­ mediatamente con la brigada de mi mando. Me ordenó seguir en avance hasta tomar colocación en los cerros del Sur, bajo los fuegos de las baterías de San Bartolomé i otras, i batir desde ahí a gruesas columnas de infantería enemiga quo marchaban ya por ose punto. Mediante el despliegue en guerrilla del Rojimiento Lau­ taro, Melipilla i los fuegos de nuestras baterías, se consi­ guió hacer cambiar do rumbo al enemigo. Al entrarse el A rtem on A r ella n o . sol apagarnos nuestros fuegos i bajamos al plan para se­ guir avanzando a pesar de las baterías peruanas. Al seBor Coronel Jefe de la Brigada. Al almanecer del dia siguiente estábamos en .posesión de las trincheras i fuertes enemigos, dosde donde recibí REJIM IENTO CHACABUCO. órden de Y S. para incorporarmo a la división. Callao, Enero 22 de 1881. La conducta observada por los señores oficiales i tropa no ha dejado que desear. Señor: Dios guarde a Y. S. Paso a dar cuenta a V. S. la parte que cupo al reji­ miento de mi accidental mando ea la jornada del 15 de E m il io G a n a . Enero, a las inmediaciones del pueblo de Miradores. Al scBor Oapitan d« navio, Comandante en Jefe de la 1. * Diviaion, don Pa­ En cumplimiento a las órdenes de Y . S., a las 2.30 tricio Lynch.

    E

    CA PÍTU LO QUINTO.

    m

    _imiento desalojarlos de las tapias tras las cuales hacian liego a nuestros artilleros mandados por el mayor Jarp.a. El Rejimiento Lautaro batía por nuestra derecha i a Oallao, Enero 22 de ISHl. retaguardia las tropas enemigas que, sitiiudas en altos Señor: cerro.?, podian haljornos hecho mucho roal sia su ayuda. En la batalla dol 15 de) presento, ei rejimiento de mi. -Vfe hago un deber, señor Jenera!, en rccoLocndar la accidental mando anduvo jencralmento a las inmediatas brillanto conducta i disciplina dcl Rejimiento Buin; ¡a órdenes de V. S., i como a V. S. consta, no tuvo oportuni­ decisión de io.s rejimientos Esmeralda í Chillan, cuyos dad para cargar sobre el enemigo, tanto por la configura­ jefes i oficiales no dejai’on un momento de animar i diri­ ción del terreno, como por las posiciones qno éste ocupsibu. jir a .sus soldados. .A:coiupaño.la rolacion do heridos que tuvo ei rejimien­ E! Jefe de la 1. ^ Brígiula, coronol don José Francisco to en la espresada batalla. Gana, desempeñó su puesto con la tranquilidad i pericia F . M c n o z B e z a n il l a . do un valiente, iuiriámiose en el mismo caso el coronol don Orozircbo Barbosa, Jefe de la 2 . Brigada, quo tan A l n e ñ o r C o ttis c d a n k ; Jc n cv » ! del presente, i núm ero de caballos in u tíliza d o flanqueo do parte del onomigo. En est.? operación nos p o r m ueríos o heridos: prestó mui buenos .servicios el mayor don .Emilio Gana con su artillería do montaña, protojida por el Rejiraiento Carabiu.as.................................. 21 Artillería de Jlarin.a i .8ata.Uon Melipilla. Sa.bles................................. 21 En estos crudos i continuados combates hornos tenido Monturas completas................ 17 considerables bq as. que ]a.rnento por sor de los cuerpos Caballos....................................... mejor disciplinados de nuestro ejército. Callao, Enero 22 de ISSL —D a v i d Marz.'IN.—Y. ® B. ® El númoro tota! de muertos a-sciondo a un jeíe, saij’ento -- M a Ñ o z B e z a n ii .Lü . mayor del Rejimiento Chilian, don. Nicolás 2. ® Jiménez, 12 oñci.Tles i 244 individuos de tropa. El número de heridos es ei siguiente; o jofes, teniente COMANDANCIA EN JE F E DE LA 2. ^ DIVISION. coronel, jefo del Rejimiento Curicó, don Joaquín Cortés, to’n ionte corcmel. Jefe do E.?tado Mayor, don Baldomero S a n Borja, Enero 25 de 18S1. Dublé A. i el sarjento mayor del Rejiraiento Buin don Señor Jenara! cn Jefe: Juan E. Vallejos, '29 oíici.alca i S8S individuos do tropa, io que hace un total de 1,077 on todo. E l 13 del presente al amanecor, cumpliendo con lo denado por Y S,, i,a división de mi mando, que marcb® El tcni-cnts coronel don Baldomcro Dublé A., Jefe de durante ¡a noche por la parte, de atrás o al Norte dcl Estado M íiyov do la división, fué herido en Chorrillos. Esto corro do la Tablada, desembocó por la planicie ilamiida .Jefe que con todo empeño ha contribuido a la buena or­ Pamplomi. La 1, Brigada, nun n ad a lor el coronel don ganización del servicio do campaña, desempeñó su come­ José Fraciseo Gana, iba a la cabeza, .rj .Rejiraiento Buin, tido el dia 13 eon toda calma i .serenidad. desplegado en linea de combate, continuó sin disparar un También fué herido en vOiicrrillas mi ayudante de cam­ tiro Í.ca.sta el pié do las posiciones enomigas; cn una se­ po, teniente vion Ju.nn García, joven oficial do mui buena gunda línoa, apoyá.üdolo, sogiiia el Rojimiento lismoral- voluntad para c! servicio i coptraiilo a sus deberes, d&, a éste el O.hillan, i mas atrá.s el Curicó i Batallón Yic­ T.snto los oficiales do Estado Mayor como mis ayudan­ toria de la 2. Brigada. tes de campo lian cumplido con su deber i a mi entera Los tres primeros rcjiinionto.s atacaron el tercer cuorpo satislaccion en todos los raomontos de ia batalla. del ejército del Norte, mandado por el coronel peruano El sarjento mayor don Gabriel Alamos, del Estado Ma­ señor Dávila. i c! ejército del centro, formando un cuarto yor Jonora!, también me sirvió varia.? veces de ayudante cuerpo, b.aio las órdenos de! coronel Oáceres, estacionado con acierto i decisión. on San Juan, fuoits.s ámbos cuovpos de 10,000 soldados. Creo de! caso hacer una pecomondacion especial del El Rejimiento Buin fuó el primero cn desí!]oj.ar al ene­ sarjento 2.® de! Rejiniiento .Buin, Daniol Rebolledo, auo migo do .sus atrinchernmienios, subiendo escar¡)ados cer­ fué ol primero en plantar el estandarte nacional sotiro ros, lo cual hace honor a la pujanza do esos so dados. El uno do loa fuertes atacado.?; como también el cabo 1. ® Esmeralda i (.Ihillan penetraron en San ..luán barriendo Juan de Dio.? Jara, del mi.?mo rejimiento, que on eso mis­ con cuanto .so ios ponia por del auto, tentando en mui poco mo punto quitó al abanderado penianc ol estandarte del tiempo po.se",iou do esa localidad. Batallón Ayacucho número 4. .Dorrotiidoslo.s qjércitos peruanos dcl Norto i centro, la El connmdante del Rejimiento Esmeralda, don Adolfo inaycr parte de lo.s di-sperso,? so repieg-aroii .sobre Chorri­ Holley, tiene en su podor dos estandarte.? tomados ol uno llos, ju o tos con el Dictador Piérola, de cuya citiuad fucen San Ju an i el otro en Chorrillos, i que oportunamente von desalojados por ias tropas de mi división, apoyada pondré a disposición do, Y. S. por los cuerpos do la 3. , la artillería de montár.á del Acompaño a esto parte los pasados por los jefes de bri­ com andante González i mayor Jarpa, que en aquellos raogada i cuerpos que a componen, como asimismo la lista montos se encontraban bajo mis órdenes, así como la do muerto.? i horidos en las dos batallas indicadas. de.ma.s tropa dol ojército. Dios guardo a Y, ,S. El 3. ® do línea da la división de mi mando fué sepa­ S E JIM IE S T O DE GRANADEROS A CABALLO,

    to

    V

    to to ’ to-

    to rado con anterioridad para formar la resorv,a con los reji­ m ientos Zapadores i Valparaiso. Por este motivo no co­ t o nozco los servicios que prestó sn ios primeros momentos O ríe ia batalla; pero en la toma de Cliorrillos llegó en los instantes en que los enemigos amagaban cou un'fuego o nutrido a ime,stra artillería, logr.ando esto disciplinado re-

    o Q

    Q

    E. Al ecKor Jeueral en .Jms ¡Id ejercito dcl Norte.

    S otom ayor.

    440

    r

    G U ERRA DEL PA CÍFICO .

    M».

    / /f

    2 .*

    DIVISION DEL EJÉRCITO DEL NORTE.

    Relación de los señores jenerales, jefes i oficiales de la P lana Mayor de la espresada, división que se encon­ traban presentes en Im combates de Chorrillos i Miraflores, el 13 i 15 dx Enero de 1881.

    Comandantí on Jefe. Jeneral de brigada. Don Emilio Sotoueayor Jefe de k 1. ® Rrig.ads............... Coronel. Jasé Francisco Gana Id. de la 2. “> id..................... • Id. , Oi'osiinbo Barbosa Id. de Estado Mayor................... Tenisnlo coroucL , Baldomero Dublé A., Iierido en Chorrillos Ayudante jeneral.. Sarjento mayor. , IIermiíicne.s ,Cáraii.s Id. de eampo del comandante ci; Jofo......................... Id. , Eladio Carvallo Id. id. id I<1. Manuel Rodiiguea Id. id. id td. ' , Bernabé Chacea Id. id. id, Capitán. , Julio R, Moraga Id. id. id Teniente. , Joan García, herido en Chorrillos. Id. dcl Jefe de la Brigada. Capital!. , Juan A, Infante V. Id. id. id................. Subteniente. , Marimilian.Portales Id. id. 2. " Brigada. Sarjento mayor. , F. A. Sr.ber-jaseaus Id. id. id ................ Capilan. , Alejo San Martin Id. id, id................ Id. , Amador Rauiire: II. Primer ayudante do Estado Mayor. Id. , Ramón R. Alineida Id. id. Id. id............... , Pedro Frederickscn Segundo id. id. Id. , Alejandro Delgado Id. id. Teniente. id. , Franc. Iksouíian V. Id. id. id. Id. . Ignacio Toro Jefe del Parque Sarjento mayor. Juan Félix IJrcullo Ayudante del id........... Capitán. Pedro del Canto Id. id................. Teniente. Belisario Zelaya Comandante de bagajes Pablo Vigaeiui.x Ayudante del id............ Juan Hcstrcllc Presbítero. Capollau de la 1. ** Brigada I Eduardo Fabres

    San Borja, Enero 25 de 1881.- -II.

    Cím

    c s .—

    — S otom ayor.

    1. *

    BRIGADA DE LA 2. * DIVI.SION.

    YL ® B. ®

    A distancia conveniente .se rompieron los fuegos on avance con tal certeza i precisión, que en poco tiempo todos lo.s cerros estaban coronados por nuestras tropas, i a las 9 A. M. éramos dueños (lela hacienda de San Juan. Todos estos movimientos i fuegos eran secundados por por las tres baterías do montaña rnandatias por el sarjento mayor Jarpa, que con grandes dificultades subió los are­ nosos cerrillos para protejer los últimos avances do los rejimientos do infantería. También debo mencionar aquí que fueron puestas bajo mis órdenes 12 piezas de campaña ai mando dol coman­ dante YYood, i que dirijicron sus fuegos a los mismos puntos de la montaña. • Omito entrar en roas detalles, porque YL S. estuvo constantemente presente durante la batalla. Reunida la brigada en las casas de San Juan i después do un corto descanso, me ordeno Y^. S. toc.ar llamada para continuar la persecución del enemigo quo se refujiaba en Chorriilos. Cumplida ia órden, marchó YL S. i el suscribo con estas fuerzas para posesionarnos do la ciudad. Esto segundo ataque del enemigo en sus últimas trincheras fué duro i sangriento, i se sostuvo desde las 10 A. M. hasta las 2.30 P.' YI. No entro en pormenores que Y^. S. mismo presenció. Por órden del señor Jeneraí en Jefe se dejó al Rejimien­ to Esmeralda en la Escuela de Cabos cubriendo la guar­ nición del pueblo, i el Chillan pasó a acamparse al costado izquierdo cel Buin, que ocupaba un potrerillo cercano a la ambulancia peruana. Ei 15 en iá tardo, apénas se rompieron los fuegos por la 1.* i3 . * División sobre Yliraflorcs, recibí (iirden del mismo señor Jctiera! en Jofo do aproximarme al campo do bataila i cubrir el centro do aquellas fuerzas, apoj'ando la iztpiiurda en e! ferrocarril, lo (jue efectué a la mayor brevedad posible. La artillería de la brigada se situó al otro lado del fer­ rocarril i a continuación del Rejimiento Chillan. Estando en esta situación, vimos aproximarse uu tren qtio venia de Lima i que se dijo traia tropas de refresco i cañones en carros blindados; pero unos cuantos disparos de la artillería io hizo retroceder i calmar la ajitacion quo principiaba a producirse. La victoria de Yíirafloresfué desde ose instante comple­ ta i la noche se pasó sin novedad. í)ebo manifestar a Y S. mi entera satisfacción por el arrojo i discipiina de que han dado prueba las fuerzas que he tenido el honor de mandar, i seria injusto hacer recomendaciones especiales cuando todos i cada uno han cumplido con su deber, particularmente sus valientes jefes. Ré.?tame solo, señor Jeneral, decir a \L S. que el coman­ dante dcl Rejimiento Buin, don Ju a n Leen García, me ]>re.?eutó en medio de la acción im rico estandarte tomado al enemigo por el cabo Ju an de Dios Jara, i pertene­ ciente ai Batallón peruano Ayacucho mimoro 4. Igualmente, el comandante del Rejimiento Esmeralda, don Adolfo Holiey, me entregó en las ca.sas de 8an Juan otro rico estandarte con cl signicnto loma: “ Batallón Manco-Capac número 81.” I en el ataque de Chorrillos me presentó el mismo jefo otro con el lema: “Batallón Guardia Iforuaiiix.” Estos tres estandartes los pondré opor­ tunam ente a, disposición do V. S. Adjunto a Y. S. ori_ inales los partes de los jefes de los diversos cuerpos de a brigada de mi mando, como asi­ mismo una lista nominal de los jefes, oficiales i tropa muerto.? i heridos eu la bataila. Dios guardo a V. S.

    Chorrillos, Enero 23 de 1881. Señor Jenera!; En cumplimiento do mi deber, tengo ei honor de pasar a YL S. el siguiente parte de la batalla del 13 dci presente i demas acontecimientos ocurrido.? on los hechos c e armas on que tomó parte ia brigada de mi mando. Conformo a la órden de YL S., de fecha 12 del presente, me puso en marcha do Lurin a las G. P. YI. para caer sobre el enemigo al aclarar el siguiente dia, porcl camino do la Capilla. La brigada se corapoiiia de las siguientes tropas: artille­ ría con 16 piezas i 198 honibres, Buin con 1,020, Esme­ ralda con 1,021 i Chillan con 1,952, formando un total de 3,291 individuos de tropa. A las 5. A. Yí. do! 13, ordene' que lo.? tres rejimiento,?, formados en columna cerrada por compañías, avanzasen )or la derecha de un jjortczuelo que da .salida al ostcnso laño, como de 3,000 metros do estonsion i limitado al Norte i Este por un cordon de cerros i cerrillos fortificados, ' coronados por gran cantidad do piezas do artillería quo ' formaban la primera línea de defensa del enemigo, detrás do los cuales se halla situada la hacienda de San Juan, punto objetivo do nuestro ataque, como YL S. me lo h a­ bia ordenado. Efectuado este movimiento con la rapidez i exactitud propias de la disciplina do estos cuerpos, a pesar de estar ya bajo los fuegos do la artillería enemiga, mandé avanzar ni llano i desplegar por batallones, formando ios primeros una estensa lineado tiradores, i los segundos otra do re ­ serva que la apoyaba. Estas dos líneas marchaban perfec­ Al tam ente a tomarse las alturas designadas de San Juan, ! desde donde so nos hacia un nutrido fuego de artillería | i de rifle. I

    José sefior Jeneral Jefe de la 2. ** D íví .síod.

    F ra n c is c o G an a.

    .A

    441

    CAPÍTULO QUINTO.

    COMAND.ANCIA On: LA

    2, *

    BRIG.VDA DE LA

    2, *

    DIVISION.

    Campamento de Chorrillos, Enero 15 de ISSÍ. Señor: En conformidad con ias instrucciones que YL S. se sir­ vió irapartirnie, ma puse on raarciia del campamento de Lurin el .12 del corriente, a las .5 P. M., cou dirección a las - josicioues ocupadas por el ejército peruano. Al amaneeor legue al portezuelo que da frente a San Juan, lugar de­ fendido por las fuerzas qno componían cl ala izquierda del enemigo. Dispuse convemeatemeuto mi brigada, haciéndola avan­ zar de frente, con órden de no hacer fuego sino hasta es­ trechar ia distancia quo nos separaba de las trincheras contrarias. El Lautaro precedía la itiarclia, seguido ))or el Réjimiento Curicó i en último término por el Batallón Victoria, rodos ellos dispersados en guerrilla. A las .5.30 di órden de romper los fuego.? sobre los pa­ rapetos peruanos, i desde ese momento se prolongó el combato hasta las 7 A. JI., hora en que se [ironuiició ia derrota del ala izquierda del enemigo. En nuestro tisiyocto tuvimos que atacar dos fuertes a r­ tillados, qnc se tornaron a la bayoneta por los rejiraientos J.autaro i Curicó; corriéndome en seguida liácia cl ala dereciia, donde el fuego se mantenía todavía con vigor, i llegando a las cercanías do Chorrillos a las 2 P. M., liora en que la derrota del eje'rcito peruano se completaba en toda la linca. V-... Terminado el combato, recibí órden superior de cortar con mi brigada cl paso a los trenes de trofia que habian venido do Lima a reforzar al enemigo, operación quo no dió resultado, por cuanto los convoyes so habian retirado mucho ántes de resolverse la acción. Las bajas quo ha tenido la brigada do mi mando as­ cienden a 83: tie estos un teniente coronel herido, coman­ dante (iol Rejimiento Curicó, señor don José Joaquin Cortés, Goficiales i 76 individuos do tropa. Adjunto a este parte encontrará V. S, una lista nominal de estos últimos. La conducta observada por la 2. * Brigada de la 2. * División lia sido digna de todo encomio, no solo por cl valor i disciplina manifestados on el ataquo, sino también por su completa subordinación i cumplida n'ioraüdad después do ia victoria, habiéndose reunii o toda ella en cl campamento que se designó, i no habiendo tenido sino un mui reducido número de dispersos, cuya suerte se ignora aun, presumiendo que rueden haber quedado muertos o heridos en el campo do batalla. Por estas consideraciones mo permito recomendar a YL S. cl comportamiento do oficiales i tropa que tomaron parte en el combate del 13 del corriente, como asimismo e! de mis ayudantes de campo. Remitiré a Y. S. los partes detallados de la acción, in­ ri) ediatamon te que me sean trasmitidos por ios jefes de los respectivos cuerpos. Dios guarde a YL S. O. B ar g o íu . Al .ishov Jcaci'al Joíe ile. ti 2.

    IVivisioii.

    UEJIMIE.N'rO BUIN 1. ® DE l.í.'ÍEA. íjim a, Enero 20 de ISSI. Señor:

    k-' fej fe...'

    O w C,

    En cumplimiento a lo dispuesto en la orden jeneral dol dia 19 del actual, paso a t ar cuenta a YL S. de la par­ te quo cupo al rejimiento de rni mando en la bataila do Chorrillo.?, ocurrida ol dia 13 dcl corriente nies. Momentos dospue,? de amanecer, mi rejimiento, que formaba la vanguardia do la 2. * División, estuvo a a vista dol enemigo por las alturas que cierran al Sur ol terreno plano comprendido ontre aquéllas i las que a nuestro frente formaban la primera línoa enemiga. Bajo un vivo fuego de artillería formé el rejimiento on T omo iv .— 56

    bataila, i avancé en dos líneas continuadas, ia primera por un batallón do guerrilla i la segunda por cl otro batallón, que de tal modo hacia la reserva de aquél. En vano re­ doblo el contrario el número i la frecuencia de sus dis­ paros do canon, ni se alteró por ello cl órden, ni dism inu­ yó t.arnpoco la rapidez dol avance, A la distancia conveniente mandé rom perlos fuegos de la primera línea, yendo siempre adelante. El fuego de rifle era vivísimo de una i otra piirto; no lo era inénos el de canon cnn qne o! enemigo intentó, si bien infructuosa­ mente. flanquearme por derecha e ¡izquierda. Llegamos on ose instante mui cerca do la |)rimcra al­ tura i do los fosos que, arrancando su frente, dificuitaban considerablemente su acceso. Comprendiendo inmediata­ mente la importancia do !a posición, diriji a ella con ma­ yor esfuerzo el ataque, ocupándola los nuestros en raui breve espacio do tiempo. Allí fué donde el sarjento 2. ® (do la 3. * del 1. ® ) D a­ niel Rebolledo, plantó el primero la bandera cliilena, i donde ci cabo 1. ® (de la 2.* d o lí. ®) Ju an de Dios Jara, le quitó al abanderado del Batallón peruano Ayacucho número 4, ol estandarte, con el cual huía, i quo fué en­ tregado a YL S. en el .mismo dia do la acción. .Desde aquel instante nada detuvo el empujo de ios nuestros. Si bien resistió por aigtm tiempo rmas el enemigo, siempre al amparo de posiciones formidablemente atrincheradas, al­ gunas cargas a la bayoneta doblegaron su último esfuer­ zo, rechazándolo eu completa derrota. 'Tal es, señor coronel, suseintnmcnte referido cl pape! quecl cuerpo de mi mando hizo en la batalla del 13. Antes do- concluir, no puedo ménos do manifestar a Y. S. mi .satisfacción por el órden i valentía inalterables que en tan momorabio jornada desplegaron los jefes, ofi­ ciales i tropa dol rojimiento de mi mando. Incluyo a V. S. una lista nominal de los jefes, oficíale.? i tropa muertos i heridos en cl mencionado combate. Dios guardo a V, S. J. L eón G arcía . .11 sefior Coronel Cora.-indanle en Jefe de U 1. * Brigada de k 2.

    División.

    REJIM IENTO ESMERALDA.

    Chorrillos, E n e r á is de 18SI. Señor: Doi cuenta a YL S. de la parte quo tomó cl rojimiento de mi mando on la batalla dél 13 del presento. Llegados al c.arapainento de acción a las 5.30 A, M. del citado dia, ordené el de.spliegue en guerrilla del ler. Ba­ tallón, i en igual órden el 2.®, En esta dispo.?icion em­ prendí la rnavclia, tomando como objetivo e! cerro artilado que teníamos a la izquierda de las casas de San Juan, el cual me liabia sido asignado por \L S. como punto de ataque i de dirección. Tomado aquel fuerte em­ prendí el ataque íianqueando al enemigo por la izquierda, el cual, después de una obstinada resistencia, se declaró en completa derrota, llegando con mi trojia, a las 9 A. M., a las ca.sas de San Juan, en cnyo punto so tomó un estan­ darte al enemigo con el lema siguiente: “Batallón MancoCapac número 81,” el que pondré oportunamente a dis­ posición (ie Y". S. Debo prevenir a YL S. ¡que un batallón do mi rejimien­ to, al mando de sarjento mayor don Saturnino Retamales, emprendió su ataque desde aque! punto a las casas de Surco, dirección quo habia tom
    m

    GU ERRA DEL PA CÍFÍCO .

    toncia de calle eu callo, do casa cn casa, i con un erioinigo diez veces superior en número, logré rechazarlo ivl frente del Morro; eran las 12.30 P. M. En e.stas ciroimstancias mo apercibí ds (¡uo por nuestra espalda se nos hacia ñtego. Groy<3ndtt quo era una equivocaciou de los nues­ tros, subí il caballo acomp.aiiado del sarjento inavor don Federico Matsiiann i do mi ayud.antc, subteniente don Disiderio llal rel="nofollow">a.ca; i rno sorprendió encontrar a nuestra espalda una fuerza do mil i tantos iiombres, enteram en­ te organizada, i que haeiondo fuego avanzaba a poso:.sionar.se dol pueblo. Conociendo cn el acto f¡ne craenetriigo ül que nos atacab.'í, rouní los dispersos quo encontró a mano, juntando 22, i con ollo.s, tomando posiciones ven­ tajosas, rompí ol luego, ovilenando a! mismo tiempo a mi ayudante Ilalwca ronq/iera por ol enemigo i dijera al Jeneral lo que oourria. Piste bravo oficial a,sí lo ejecuto, teniendo la suerte de escapar ileso con .solo cuatro o cin­ co balazos cn cl caballo. Dospiios de hora i media do un fuego mortilero. logramos rechazar a! onomigo, quedando a las 2.30 P. ,M. en pacifica posesión dei pueblo. En el ataquo do esta localidiid se tornó otro estandarte al ene­ migo con cl lerna .siguiente; “iJatallon Guardia Peruana.” Et ataquo fior ja parte del Morro lo dirijic) cl teniente coronel don Fernando Lopetegui, on cuyo punto, como en el de San .Juan, ,so porto esto jefo con valor i .serenidad, por lo cual lo recomiendo a la causideracion do V. S., como igualmente al capitán don Juan Aguirre, cuya con­ ducta es digna fie elojio. Los demas jefe.s, ofíci.ales i tropa h.an cumplido digna­ mente su deber, i por ello me cabo ol honor de rocomendarlos a F. S. J j o s soldado.? Juan Cortés, Euienio Escobar i Belisario Cuevas, han sido héroes eu esta jornada. Réstame solo ol sentiuiiei'.to de participar a V. S. la muerto del bravo teniente don -luán do Dios Santiago i la do 36 individuo.? do tvupa, como también de haber Sfilido heridos oi caiiimn don .ioaquin Pinto i don E duar­ do Lccaros, i 124 iniLviduos de tropa. El capilan don Fylía? Casa;? Cordero i subtenientes don Alberto Retamale.?, don Mateo Bravo Rivera i don A rtu­ ro M.arin, h.an salido conlnsos, conio a.?imisrao los .solda­ dos Pedro Duran i Andrés Abarca. Jo.sé dol Cái'men Torres i José Lino González, ui.spersos, Incluyo una lista nomiiiíd do lo.s muertos, heridos i contuso.?. En ta toma de la población fueron hechos prisioneros los corónele.? don .Miguel Iglesias, don Guillermo E, Bil'inghurst, don Manuel R. Cano, don Miguel Vaile-Riestra, don Francisco Mondizábal i don Ju an Ben.avifles, cuatro tenientes coroneles, triis sarjentos mayores, 17 oficiales .subalternos i 111 individuos de tropa, todos los cuales fueron puestos a. disposición de V. S., como asi­ mismo ó7 heridos. Dios guarde a V, ,S. A. H olley . Ai

    O ironol .]ofí d i la i. - B ri/rv la do h 2.

    Isivisioii.

    IUO.J!.W.EK'iO ('aiLLA N.

    Jninedio.cioncs íU L im a , Enero Í8 de ISSI. Señor; Tengo el honor do dar cuenta a V. S. de la parto activa que le cupo al rojimienro de mi mando en la batalla del 13 del presente. .En las primeras horas lio la maflrugada, despue,? de entrar al campo do la verdadera acción, ordené que todas las compañías se desplegasen en guerrilla, posición quo conservaron cou imion, patriotismo i serenidad hasta desmes do flanqueada.? i í.om;uiaa ias primeras trinchera,?, osos i posiciones lortilicadas. Como comsocucncia de la intrepidez de mis oficíalo.? e individuos de tropa, algunos

    soldados de la 3. i 4 compañías del 2. ® Batallón con el capitán disn Luis Sotomayor, tomaron al enemigo tres piezas do artillería; se tomaron además varios prisioneros i biinderolíis Con el mismo denuedo, serenidad i disciplina.siguiió mi tropa hasta la conclusión del porfiado combato. Las pérdidas que ha sufrido el rojimiento de mi m an­ do están de sobra en proporción con la.? 10 lioras de oncaruizado combate, lamentando profundamente la muer­ to dol bravo sarjento mayor don Nicolás 2. ® Jiménez, que ¡ne servia de tercer jefe, i la de los tenientes, señores Juan Bautista Scnilvcda i Manuel .fesurs Arratia; h a ­ biendo salido herido levemente el capitán don Francisco Javier Rosas i contuso el 'subteniente don Rafael Varg.as. Me es altamente honroso recomendar a i.a considera­ ción de V. S. el laudable comportamiento de mis oficiales e individuos de tropa quo, sin escepcion, supieron llenar debidamente el cometido que la patria.'les impusiera, no dejando nada que desear. Adjunto a ’V. S. !a relación de la fuerza con que peleó este cuerpo i la de las bajas que ha tenido. .Dio.? guarde a V. .S. P edro Al icrw!- C oronel ,Icf» <.!e la 1.

    A. G u i ñ e z .

    B rig a iis do la 2. - D iv iao n ,

    RE,n MIENTO CÍVICO LAUTARO.

    Cam-pamento de San Borja, Enero 21 de 1S81. Señor;' En cumplimiento de mi deber, doi cuenta a Y. S. do la parte que le cupo al rejimiento de mi mando en las jor­ nadas; del 13 i Ló de! corriente. Al amanecer del primor dia qne ,?o atacó toda la línea fortificada dol enemigo, despaché dos compañías al cerro alto ilaroado Loma ds San Juan, en que se apoyaba la izquierda enemiga, corriendo las sei.? restantes a- la izquier­ da euomiga do éstas para embestir a las tnnchcr.as. Des­ embarazado ol cerro, donde exi.?tia una fuerza .conside­ rable, a juzgar por la csntida.d de carne cortada ca raciones, utensilios do rancho i abundante agua, conti­ nuaron c.?ta.? comnaíiías adelanto en dirección a Lima, ha,?ta el fondo dcl valle llamado Pamplona; mientras tanto, el resto del rejimiento, repasando los fosos que coustituian la fortificación enemiga, se encumbraba a lo,? cerros artillados, limpi.inao el campo. A 1.1 S 12 M. estaba todo concluido, i a la entrada del vallo toqué reunión al rejimiento, ¡aisé lista i ordené comisio­ nes por escuadras, al mando de oíiciales, para recojer los heridos i enterrar los muertos, comisión que se desempe­ ñó con una prontitud admirable i digna de todo encomio; do manera que a la 1 P. M. de eso diá estaban en In.? am bu­ lancias 45 heridos i enterrados 12 muertos, incluso 2 oficiales. El dia 15, a la diana, por órden de señor Jenenal do la división rn.archó ei rejimiento al campo de batalla íi reco­ jer rifle,?, i t.rajo mas de 1,000 Peabody, nna am etralladora i cinco cañones. A la 1 sc tocó tropa para acudirá Miraflores, hacien­ do el camino por San J uan hasta llegar al anochecer a! lugar llamado Cascajada, donde pernoctó eon cl rejimiento tendido en guerrilla. La m archa se hizo sin mas novedad (■ue la herida de cinco individuos por un polvorazo, Al I dia siguiente tomamos posesión de los potreros de Monte! rico, donde acampamos. | En la batalla do! 13 tuve cl sentimiento de perd erá los , .subtenientes don José Manuel Ruedas i don Zenon Navar­ I ro Rojas i 10 soldados muertos; i heridos a los subtenien­ | tes don Pedro Márcos Cáraus, don Clodomiro H urtado i i don Francisco Amando Benavides, i 43 individuos de tro­ ' pa, cuya lista se remitió oportunamente a Y. S. | Me "hago un deber eu recomcudai’ a la consideración . de F . S. ia conducta del segundo jeíe, teniente coronel don

    J

    .

    443

    CAPÍTU LO QUINTO.

    Ramón Carvallo O., al .«arjento moyor don Exequiel Y^i- i Bravo i al subteniente don Daniel Salas Errázuriz, i aiguliarreal, a los S capitanes, i en jenoral, a toda la oficiali­ nas otras bajas de que ya he dado cuenta a Y", S. Dios guarde a V. S. dad. pues tengo la convicción íntim a do que han cumplido R ubén G u ev a ra , coa su deber durante ol combate; i a ios capitanes ayu­ dantes don José Agustin Echeverría, don José Zarate i Al acnor Coi-or.el Jcfc
    B arbo sa .

    l'rig.via de Ir, 2. ®Divusion. BATALLON VICTORT.A.

    San Borja, Enero ‘21 de 188L—Pase al señor Jeneral Jefe de la 2. * División, para ,su conocimiento i fines del caso, B a r i í o s .í .

    REJIMIKRTO CUtUOÓ.

    O a v ifm m ü i} de. Ban Borja, Biuro20d<’ 1881. Señor; Acampado.? en ia h,acienda que oí llamar de Pió Nono, después de la batalla de Chorrillos, recibí órden de Y. S. para poner on inovimicuto el rejiuiiento de mi accidental mando; emprendimos ia marcha hácia la derecha, cricovitrándüso ya comprometida la acción eu ia izquierda. A distancia de pocas cuadras destaque, de órden del .señor Jeneral Sotomayor, una compañía de observación a van­ guardia, siguiendo la marcba mi rejimiento hnsla poner­ nos a la altiu a de Miraflores, una iogua mas o ménos, dondo pasamos ia noche. A! amanecer de! siguiente dia empren­ dimos Ja marcha liasta ilcgar a ponernos al alcance de lo,s fuego.? del luerte de!’ cerro San Bartoioiné, el cual nos hizo alguno.? disparos sin cau.sarno? el menor daño. Ai amanecer do! 16 emprendimos la marcha cu la d i­ rección de í.iiraa, acampándonos media iegua de distan­ cia do esta ciudad, donde hasta hoi nos encontramos, .sin haber ocurrido en esta jornada ninguna novedad. Dios guardo a Y. B. ' iU iB E x G A l Siítov ( J w r a e l J e í c J i

    2. " I íi 'Í¡;a;1;i .R !¡i 2 ,

    uevara.

    D iv isio ü .

    San Borja, Enero 21 de 1881,—lYise al señor Jeneral Jele de la 2,* División, para .?n conocimiento i finos del caso. B

    a r bo sa ,

    REJIMIENTO CUltlOU.

    C a m p a v im h dr. S a n Borja-, ll/ieroSO de-1881. Señor: Mo calie el honor de dar cuenta a Y'. S do la parto que tomó el rejimiento de mi accidental mando en (a batáliu del 13 (leí presente, por ia ausencia dol prinKu- jefe, te­ niente coronel i comandante don Joaquin Cortés, de quien ántes de partir recibí su-s iustrueciona? para ilenav i ebidamente este comotido. A! amanecer del citado dia emi.irendirm.'S el ataquo, b.ajo k dirección de YL S., sobre la izquierda de k s fortifica­ k - ciones enemigas. Cupolo a lai rejimiento cl aito honor do cumplir debidarnento con la órden quo V. S. dió al sárjente nnij'or de! rejimiento, don Y'irjinio Mendez, i que os la mejor rccoluendacion para c! rejimiento; ese cerro que esíá ?;o.'íi/í.¿rt-ii.(ío fuego, le toca ai Cur-ic.ó ú m i/m d o . Escusado me es dar pormenores del atecpi-e, puesto que c Y*". S. lo presenciaba. Todos llenaron debidamente sus (ieG heres, distinguiéndose el .saijenio mayor Mendez i ei pri­ mer ayudante don Ju a n Francisco Merino. Q ^En este ataque tuvimos la desgracia de que se nos .O hiriese al comandanto Cortés, al abanderado don Agustin ,Q Q .. ©

    Gaxnp>mmnlo de ih'i-nt/!mY!.?, Enero 28 de IS S l. Señor; Tongo c! h.oaor de dar cuenta a YL S. do las bajas habi­ das en el cueipo de mi mando eu la batalia del 13 del corriente, quo tuvo lugar en Yulla, como asiini.smo quo la conducta oliservada por la oficialidad e imiivívduos de tropa ha sido a mi entera satisfacción, pues todos lian iiiaroiuulo a atacar al enemigo con la sangro fria que es característica al soldado chileno. Incluyo a Y. S. la relación de muertos, heridos i disper­ so.? quo ha tenido ei cspresndo cuerpo. Dio,? guarde a YL S. E x E c y jiE t, S o t o

    á g u il a r .

    .Al svf.or Corone! .tcfo ¡le la 2. ® llriií.wiív Je 1.a 2. " Divkiúa,

    Campamento de San Borja, Enero 2ñ do 188Í,—Pasa al señor Jeneral Jefo de ia2. * División, para su conocimiento i fines del c í í s o . B a r bo sa .

    1.*

    00,MRAÑÍA DEL R.ATALLOX VICTORIA,

    Campa-inenlo de San J u a n , Enero 15 de 1881. Señor: Tengo el honor de dar cuenta a YL S. que o-l dia i 5 del iiití:? en curso íuí (iestinado por el .señor coronei Barbosa pura resistir al cnoinigo ¡.¡ue aparecía por el lado de la Villa, miéntras el ejército rompía sus ’iiegos en Miraílorcs, Ei .soñm- corouei me ordenó tomara posesión de un cerro que h.ai a la izquierda,de uno fortiíicíido frente a Jas casas do ia hacienda do San Juan; pero no alcancé n. mi de.?tino, cuando a laroce a mi frente nna doscubierta de 7 hombre? de oaba loria, contra los que mandé romper td fuego a mi compañía que, estemlída en guerrilla, permaneciá, oculUt. A ios primeros disparos la de.scub¡erca enemiga so dis­ persó on todas direcciones, dejando en ci campo un sol­ dado i dos caballos muerto.?. ílico marcliar por ol ¡lancodereciio a mi tropa para to­ mar k colocación que so mc habia indicado i poner la.? señale.? qne so me ordenaron, dado caso do que se avi.stara el enemigo, ciiamio aparece en número de 30, mas o méno?, haciéndono? un nutrido fuego, al que contestamos inmediatareento, matándoles dos soldados, dos caballos i di.spersaudo el resto por compieto, líago entóneos avanzar de frente, en dirección ai punto por donde so retiraba eí enemigo, cuando esta'la una mi­ na, hiriéndome un soldado, i luego despucs otra, m altra­ tando al subteniente Elias Roselot, quien, a posar de esto, seguió avanzando en su puesto. Tongo el honor, señor comandante, de comunicarlo que tanto "os oficiales como individuos de tropa de la espresada oompañía han cumplido con su deber. Es cuanto tengo quo decir a V. B. en cumplimiento de mi deber. S a n t ia g o 2 .® A! scñov Mayor Comaatlante dei cuerpo.

    M árquez,

    444

    GU ERRA DEL PA CÍFICO,

    San Boija, Enero 25 do 1881.—Pase al señor .Jeneral Jefe de la 2. * División, para su conocimiento i fines del caso. B arbos .x.

    REJIM IENTO DE ARTIELERfA NÚM.

    2,

    lAm a, Enero 20 de 1881. Señor; Cumplo con el deber de dar cuenta a V. S. de las dis­ tinta,? operaciones ejecutada.? por las tres baterías de mi mando en las jorinid.as del 13 i L5 del presente mes. A las 2 P. M. do! dia 12 recibí, por conducto de V. S., órden del señor Jeneral en Jefe de a divi.sion de ponerme en marcha desde Luriii hácia Chorrillos. Cumpliendo con esta órden, seguí cl camino do la división hasta las 4,30 A. M. del día 13, hora en que, marchando en línea para­ lela con el Rejimiento Chillan hácia Las posiciones que V. S. nos ordenó tomar, las granada.? i aun el fuego de ri­ fle del enemigo, que recien se rompia por ámbas partes, principió a alcanzarnos mui de cerca. Al efecto, cinco minuto.? después una granada de grue­ so calibre caiu en la últim a mitad del Chillan, obligándo­ la a abrirse; pero felizmente, la serenidad i acertadas dis­ posiciones de los jefes do este cucr¡)o hicieron que en el acto se dispersara en guerrilla. De esta manera, i como aun Do alcanzaran a divisarse las posiciones enemigas, por principiar a amanecer, orde­ né tomar las primeras alturas que tenia a la derecha. En este momento solo contaba con una batería, la del capital! don Eduardo Sanfuontes, pues las otras dos, si­ guiendo cl camino de otro.? cuerpo.? i con motivo do la gruesa camanchaca venida al amanecer, siguieron un ca­ mino mas recto i pudieron afrontar al enemigo mas opor­ tunam ente i romper sus fuegos sobre las íbrtificaciones del centro. Sin embargo, en el momento mismo quo desplegaba la batería Santuentes sobre las primeras alturas, el Reji­ miento Lautaro marchaba en guerrilla a tomarse por asal­ to el último fuerte de la izquierda de la línea enemiga. De.spues de dos tiros para medir la distancia, que ora de 1,800 metros, ordené el fuego por baterías, órden qne siguió cumpliendo la batería del capitán señor Jorje von Koeller-Banner, que ora una de las dos que se me habian separado en la noche i que llegaba a unírseme en ese mo­ mento. Siete descargas por batería i ol arrojo a toda prue­ ba de los quo asaltaban, fué bastante para que ántes de 20 minutos de un reñido combato los soldados del Lauta­ ro treparan a las cimas de las posiciones enemigas, po­ niendo a sus defensores en la mas completa derrota. pom o en ese momento, por las posiciones que al Reji­ miento Chillan, cuerpo con que yo avancé, se ordenó to­ mar, quedáramos enteram ente separados i recibiera órden do V. S. i del señor Jeneral Jefe de la división para march.ar en el acto hácia adelante, pedí al señor coronel La­ gos, Jefe de La 3. División, que al acaso pasaba por oso 3unto, alguna tropa de infantería para que protejiera mis laterías, que en esc momento quedaban enteram ente ais­ ladas de todo otro cuorpo del ejército. Tanto por la buena voluntad con que este Jefe, sin que yo perteneciera a su división, se prestó en el acto a satis­ facer mi pedido mandando dos compañías dcl Rejimien­ to Aconcagua que me acompañaron hasta e! paso mas difícil de la batalla, cuanto en cumplimiento de mi deber, he creido de necesidad dejar constancia de este hecho. Inm ediatam ente despees, cumpliendo con las órdenes que aparte de sus ayudantes se sirvió V. S. impartirme personalmente, avancé con ei material de las tres baterías (pues en e.?e momento se me habian reunido las del ca­ pitán don Emilio Antonio Eerroira), cargado a lomo de muías hasta rebasar nuestras guerrillas de infantería, pa­ ra alcanzar a tom ar posiciones sobre una altura desde donde podíamos dominar las fortificaciones que el Reji­

    miento Buin trataba de tomar, confiado solo en su bravu­ ra i en el empuje de los suyos. Aun cmando por haber hecho una travesía do seis cua­ dras bajo un vivísimo fuego de fusilería i de cañón, tuvo la desgracia de perder herido de bastante gravedad uno de mis c.apitancs, don Eduardo Sanfuenles, cúporne, sin embargo, la satisfacción de llegar oportunamente para apoyar con el fuego do mis tres baterías cl asalto llevado a efecto por el Rejimiento Buin de una de las principales fortificaciones enemigas, la que, por estar en e centro de la línea, era eficazmente protejida por los fuegos de las fortificaciones laterales. Tomada que fué esta primera línea al enemigo, V. S. rae ordenó avanzar sobre Chorrillos, orden que cumplí en el acto, descendiendo sobre el valle do ese lado. No habria avanzado 500 metros cuando el soñor Jener.al Jefe de Estado Mayor me ordenó detenerme eon el objeto de reorganizar la nueva línea que debia de atacar la .segunda deí enemigo, En cumplimiento de esta órden i como estuviera a la orilla de una aguada, hice refrescar el ganado de l.as bate­ rías, dándole agua i un largo rato de descanso; pero como no volviera a recibir nueva órden i V. S. hubiera seguido adelante con el Jencral Jefe de la división, emprendí de nuevo la marcha. Desgraciadamente, las minas de que estaba sembrado el camino que hacíamos eran tantas, que escapándose uua a ia vista de los infantes que me acompañaban, hizo es­ plosion, no recordando por el momento el número de víc­ timas qne hubo en esa tropa, pero que el capitán Cam­ pos, que la mandaba cn jete, consignará cn su parte. Este pequeño percance pasó desapercibido para el res­ to de la jente, que continuó su marcha con im perturba­ ble calma, hasta que un ayudante, cn nombre de V. S., me ordenó acelerar e paso hácia el lugar on que con cl señor Jencral se encontraban. Momentos despucs i sin otra novedad llegaba a eso punto, donde recibí orden de colocarme eu batería i rom ­ per los fuegos sobre el fuerto dcl Morro de Chorrillos, a distancia de 3,000 metros i La Escuela de Cabos a 350. Mas, como parte del Rejiraiento E.smeralda sc encon­ traba ya en ei pueblo i la caballería avanzab.a a vanguar­ dia i cn la misma dirección, Y. S. me ordenó disparar so­ lo al fuerte, por cl fundado temor de herir a los nuestros tirando sobre el pueblo. Esto sucedía, poco mas o ménos, a las 12 M. Tres cuartos de hora habrian trascurrido de un vivo fuego de fusilería i de cañón, cuando la caballería, no pu­ diendo avanzar, hubo de retroceder momentáneamente. Alentado el enemigo con esta falsa retirada, salió de sns fortificaciones i avanzó resueltamente a asaltar las baterías, como en efecto, parapetados siempre detrás de murallas, llegó hasta una distancia de 50 metros. En osla circunstancia, cruzado por ámbas partes i ca.?i por retaguardia por los fuegos de una numerosa infante­ ría que marchaba oculta, protejida poderosamente por la artillería del Morro i sin tener en ese momento, aparte de algunos dispersos, infantería que me protejiera, pues la que hasta ahí me acompañó, .sin que yo lo supiera, de­ bió de ser destinada a otro punto, ordené la retirada. Mas, como el enemigo en ese insl.ante estuviera a tan próxima distancia, aquélla no alcanzó a llevarse a efecto, pues no habiendo tiempo que perder, solo mo quedó el recurso de ordenarla última defensa quo la artillería tiene para estos casos; varios disparos a metralla i un sostenido fuego de carabina practicado en el mejor órden contuvo 10 m inu­ tos al enemigo en su atrevido avance. Felizmente, por las disposiciones de Y. S., en el momento mas difícil apareció el Rejimiento 3. ® de línea con su comandante señor Gu­ tiérrez a la cabeza, a la vista solo de cuyas tropas el ene­ migo huyó a sus primitivas posiciones, salvándose así las baterías con tan oportuno ausilio. El fuego de cañón cohtinuaba, sin embargo, aunque tardío, desde el morro.

    CAPÍTU LO QUINTO.

    L...

    w

    O

    o Q Q

    445

    A las 2.30 P. M. llegó un tren de Lima, el que, cerca tropa, no liai recomendación posible, pues todos se han ya de la estación, rompió también sus fuegos de cañón portado a ia altura de su deber, como V. S. i el señor J e ­ sobre nosotros, cruzándose de este modo con los del fuer­ neral en Jefe de la división, abrigo la confianza, deben te, cuyos defensores tomaron nuevo aliento con tan ines­ haberlo observado, desde que durante los momentos mas difíciles estuvieron siempre con ellos. perado ausilio. En esta situación me ordenó YL S. m andar una sección Antes de terminar, debo liaccr presente a YL S. quo de dos piezas hácia eso punto, comisión que encomendé desde el principio de la acción vino a .lonersc a mis órde­ a! alférez don Guillermo Armstrong, a quien 10 minutos nes, en clase de ayudante, i de órden c el señor Jeneral en después ordenó replegarse sobre las baterías, por no tener- Jefo do Estado Mayor, el eapitan señor Julián Zilleruelo, tropa de infantería que lo protejiera i estar solo a 1 0 0 quien me acompañó durante todo el tiempo. metros del enemigo, por quien pudo fácilmente ser cor­ Es cuanto, en cumplimiento de mi delier, tengo el honor tado. de decir a YL S. sobre los lieeiios ocurridos en la jornada Media hora mas tarde los fuegos del Morro haliian sido de mi referencia. completamente apagados por las baterías de mi mando, Paso ahora a dar cuenta a YL S. de las operaciones eje­ perfectamente secundadas por las de campaña, que des­ cutadas en la batalla quo un dia despucs, en las cerca­ de retaguardia i a últim a hora dispararon sobre el mismo nías de Miraflores, tuvo lugar. punto. Después de empeñada la acción i perm.aneciendo la Momentos ántes, i cuando avancé a ordenar al alférez división acampada en Chorrillos e.sperando órden para Armstrong se replegara con sus piezas, el señor Jeneral Jefe do la diviaion dispuso qne nna de las baterías a mis marcdiar a la línea de bataila, cl .señor Jeneral Sotomayor órdenes, la del eapitan von Koellcr-Eanner, avanzara mc ordeno mandar una batería, con varios cuerpos de hasta colocarse en la falda de la últim a fortificación ene­ infantería, que dispu.so se dirijieran hácia la derecha do miga, órden que fué en el acto cumplida, siendo ia bate­ nuestra línea con el objeto de detener al enemigo que ría acompañada por el mismo señor Jeneral i por su Jefe pretendía flanquearnos por ese lado. Mientras tanto, el que suscribe, con las otra.? dos bate­ de Estado Mayor, i que en gran peligro estuvo de ser per­ dida, a consecuencia de haber recibido lo.s últimos mui rías i el resto do la división, continuó en el mismo punto esperando donde se le destinara. Al efecto, momentos certeros tiros del enemigo. Eran las 4 P. M. i nuestra Infantería dominaba 3ra el después, una órden dcl señor corone! Comandante Jen e­ Morro, cuando aun desde cl tren se nos molestaba con los ral de Armas, me hacia salir a marcha forzada con el tiros de cañón. De órden do YL S. dispuse entónces m ar­ objeto de atacar al enemigo por el centro, charan cuatro piezas al mando del alférez Arm strong i Eu ese mismo momento marcliaban en esa dirección Eenvan, con el objeto de ofender desde la línea férrea al dos escuadrones de caballería, a quienes me uní en la tren artillado. m archa hasta llegar al punto en que se creyó convenien­ Esta vez fué el Rejimiento entero de Navales prote­ te operar. U na vez alií, el señor Ministro do la Guerra, jiendo las fuerzas; de modo que, no cabiéndome cuidado quo marchaba con nosotros, poniéndose a la caboza do la "alguno por calo laclo, dispuse que ia batería del eapitan caballería, ordenó dar una carga, que debia protejer con Eerreira marchara a tomar posesión del Morro i ae.sde los fuego,s de las baterías. Inmediatamente de moverse ahí protejiera con sus fuegos ei ataque de las otras piezas la cabalicvía sobre ol enemigo, establecí varias piezas en sobre el tren. En seguida, i de órden dol .señor coronel batería i mandé romper el fuego sobro las de Sa'n Barto­ Barbosa, tenia por objeto cortar ia retirada a! enemigo. lomé, cuyos disparos con cañone.? de grueso calibre i Miéntras tanto, los alféreces ya citados desempeñaban grande alcance, no solo llegaban, sino que pasaban por con toda exaccitud la comisión que les confié, haciendo muclio la línea en que mo cncontrtiba. Viendo que mis que el tren huyera precipitadamonte a las primeras des­ tiros eran cortos, sin embargo de disparar a toda alza, cargas por baterías que desde la línea le liicieron! aun cuando alcanzaban al enemigo que liuia, no así a las E l mismo señor Armstrong, al darme cuenta de este re­ baterías dei enemigo, i que, por el contrario, las punterías sultado, me espuso que por estar fatigada la tropa que io de ésto por momento se liaeian mas certeras, a estremo protejia, tuvo necesidad para avanzar hasta la línea de de caer dos granadas a ocho o diez metros mas adelante redir 1 0 0 hombres al Buin, los que en el acto le fueron de mis baterías, que salvándolas de rebote no rne hicie­ i'aciiitados por su comandante Ju an León García, i cnyra ron baja alguna, pedí al señor Ministro 25 hombres de tropa lo protejió hasta el último. caballería con el objeto de avanzar hasta el alcance de Esta fué, señor coronel, la últim a operación ejecutada los fuerte,?. Pero el señor Ministro, en atención a quo ia derrota se ii.abia pronunciado ya on toda la estension de por las baterías de mi mando en ia batalla del 13, Réstame solo ahora decir a YL S. quo, si al principio de la línea enemiga i ser ia hora mui avanzada, mc ordenó la batalla tuve ol sentimiento de ver caer herido a! capi­ apagar el fuego i i-etirarmc en cl acto. tán Sanfuontes, quien, miéntras me acompañó, observó Fn cumplimiento do esta órden marché sobre Miraílouna conducta que nada mo dejó que desear, en cambio, rcs, en cuya plaza acampé la noche de la batalla. momentos despucs pude convencerme de que su segundo, El teniente Artiga,con la batería de sum ando,protejió el teniente señor Arüga, a quien di el mando de la bate­ eficazmente el avance de nuestra infantería, en circuns­ ría, so portó de tal manera quo no me dejó notar la pér­ tancia que al pretender los enemigos flanquearnos por dida sufrida. eso lado, lo rechazaron i pusieron en completa disper­ Por otra parte, tengo la satisfacción de qne, sin embar­ sión. go de no haber estado por mas de cinco horas de comba­ No habiendo tenido baja alguna que l.amentar en este te a mas distancia de 300 metros del enemigo, solo he tenido un eapitan, un sarjento, dos soldados i un corneta j segundo hecho de armas, cábeme la satisfacción de decir ■ a YL S., que tanto los oficiales como la tropa de rni man­ heridos, aparto de siete nmias que rae fueron inutiliza­ do, se portaron do nuevo como en la jornada del 13. das. Este satisfactorio resultado ha tenido por causa el Es cuanto, respecto a estas dos batallas, puedo decir a hecho de haber estado la ina 3mr parte del tiempo bajo las fuerzas de fusilería, cuyos proyectiles, en jeneral, no YL S. sobro la parte que cupo a las baterías de la divi­ sión. rebasaban por la proximidad del enemigo. Las baterías fueron mandadas por los capitanes señores M a n u e l J. J a r p a . Eduardo Sanfuentes-, Emilio A. Fcrreira, Jorje von KocA! señor Corottel Jefe de la 1. Brigada de la 2. DÍTieion. llor-Banner i teniente señor Luis Artiga, quo entró a reemplazar al primero. En cuanto a ia conducta i punterías de los oficiales i

    446

    G U ERRA D EL PA CÍFICO. •V

    REJIMIENTO UE CAZADORES A CABALLO,

    poniéndome a laa órdenes del señor Jeueral Sotomayor, quien me dió órdeu de continuar por el valle en peisecucion del enemigo, lo que ejecuté eu el aoto, encontrando en mi marcha varias granadas automáticas enterradas, las cuales estaban ,a la pasada del rejimiento. sin causar­ me otro daño que inutilizarme algunos eal)allos, poro feiizmcute ,sin causarlo daño alguno a sus jinetes. Despucs de una hora de persecución, recibí órden de! señor Je u e ­ ral en Jefe de .atacar a Chorrillos por creerse que cn el pueblo habia caballerí.a, lo que ejecutó, con la celeridad posible, Al llegar a inmediaciones de ésto me recibió el enemigo con un nutrido fuego decañun de los fuerte» del lado del mar, pero con tan poca felicidad para ellos, que solo con.siguieron herirme un soldado.

    L im a , Enero 23 de IS S L Soñor: Doi cuenta a Y. B. de la ¡lartc que ha desempeñado el rejimiento de mi mando cn la nueva campaña desde Chilca hasta la ocupación de esta ciudad, Eu cumplimiento de lo ordenado por ol señor Jefo de Estado Mayor Jeneral, sc hicieron desembarcar cn la caleta de Ciiilca 25 hombros del rejimiento, al mando dcl alférez don Agustin Almarza, con el objeto de comuni­ carse con la 1. ^ División de nuestro ejército que venia en marcha por tierra, i cumplir con otra,s instrucciones quo le fueron dadas por e! señor Jencral cn Jefe. Esta, comisión fué desempeñada por el señor oficial i tropa mui Persuadido que en dicho pueblo no habia cab.allorís, satisfactoriamente, raereciondo el primero una recomen­ mandé dar cuenta ai señor Jeneral Sotom.ayor de lo ocur­ dación especia! dol señor coronel Lynch, Jefe de la I. rido, quion me ordenó mo retirara i pusiera a cubierto Brigada do la espresada división, i de todos los que pre­ mi rejiraiento de lea fuegos do la artillería enemiga, de­ senciaron su travesía por el medio del campo enemigo, jando una compañía al mando del capitán don J’uveiial con tan pequeño número de cazadores. Esta acción hizo Gaideron. a fin de que tratara de darse pa.so para ia pla­ acreedor a dicho oficial al ascenso a teniente, que le fué ya para cortar la retirada del enemigo. No habia trascur­ conferido con recomendación c,special que hizo de él rido media hora, recibí nuevamente órden de dicho señor el señor Jenera! en Jefe en la orden dcl dia. para que mandara otra compañía con el misino objetó, la E l mismo dia so dié principio al dosombarque de tropa quo salió en el acto bajo las órdenes dol teniente coronel del rejimiento en la caleta de Curayaco; a las 4 P. Í1 gnaduado don José Francisco V argas,! unida que fuá a mandaron 100 hombres al mando dol capitán don Vicen­ la anterior, continuaron su marcha eon el objeto que .sc te Montauban a hacer un reconocimiento al vallo de L u­ les indicaba, Mas, en .su camino se encontró con la infan­ rin; a las 7 P. M. mandaron otros 100 hombres mas, a! tería enemiga quo tras de las murallas do los callejones mando del teniente coronel graduado con José Franei.sco estaba atrincherada haciéndolo un nutrido fuego, obli­ Vargas, para reunirse con la fuerza que habia salido an ­ gándolo a detenerse en su marcha, pero sí cuedándose a teriormente, A las 3 A, M, dol dia 23 esta fuerza empren­ a vista. En esta circunstancia recibí órden de hacer reti­ dió la marcha a Lurin con la 1, Brigada de la 2. D i­ rar 1.1 caballería por haber dirijido sus fuegos la artillería visión, marchando toda la cab.alleria de descubierta para enemiga sobre ellos. Tan piuuto como miéstra infantería ejiploTar el camino por donde debia marchar el resto del principió a batir al enemigo, salieron nuevamente dos ejército. compañías a las órdenes del espresado teniente coronel A las 7 A. M. se avisto rd enemigo i dió principió entre graduado para cortarles la retirada, cuya fuerza no alcan­ él i la m itad do descubierta inam’ada por el alférez don zó a tomar mas que 22 prisioneros por las mucha.? sub­ F. Harrington un pequeño tiroteo que dió por resultado divisiones del terreno. Vueltas estas fuerzas, recibí nue­ la retirada del enemigo, sia causarnos daño alguno, de­ vamente órden de mandar una compañía en dirección a jándonos el paso espedito hasta tonnrr posesión dol pue­ Miraflores, ia quo salió al mando del capitán don Vicente blo de Lurin, Montauban, tomando pose.sion do Barranco, donde hizo El 24, a las 2 A. M., marcharon 160 hombres al mando prisioneros a dos jefes, dos oficiales subalternos i varios del referido jefe i formaron parce do un,i división qne iba individuos de tropa. Concluida esta escursion i habién­ a operar sobre Cieneguillas bajo las órdenes del Jeíe de dose tomado completamente ol puerto de Chorrillos, me Estado Mayor de la 2. División, tenieiue coronel don acampe con mi rejiraiento on uno de los potreros a in­ Baldomero Dublé A. A las 5.30 A, M. se divisó la irimc- mediaciones do e,?te pueblo. ra avanzada enemiga, a la que de.scargó la mitad do de.sEl J 5, estando do avanzada al frente de Barranco ol cubierta, mandada por el alférez don Cárlos Soujier, m a­ alférez don Hermenejildo Araya con 2.5 liombres, al ama­ tándole al enemigo uno de sus soldados i tomándole necer, ántos de retirarse al campamento, avanzó enreconoprisionero otro. Esta mitad, en .sn carga, de.scubri6 todo el grueso de la tropa enomiga que sc encontraba en unas cimiento dei cam¡>o enemigo u fin de persuadirse dónde formidables trincheras; se dió cuenta de esto al Jefe de la estaba este. No habia marchado cuatro o3eiscuadra.?cuando espedicion, el cual mandó en nuestro apoyo una partida lo salió una parlidade caballería enemiga a batirlo, a la que do infantería, por ser el terreno inadecuado para poder resistió cargándola, cau.?ándolo dos m uertos i algunos he­ nosotros empeñar combate eon la infantería enemiga. ridos, resultando solo en su tropa dos heridos; pero les Las trincheras fueron desocupadas tan pronto como nues­ observó el movimiento que hacian hácia la derecha, do lo que se dió cuenta inmediatamente. tros soldado.? rompieron el fuego. De.sde este dia hasta el 13, que se emprendió la marclna A las 2 P. M. de este dia, .se puso en m archa mi reji­ hácia Chorrillos, el rejimiento desempeñó varias comisio­ miento con dirección a Miraflores, bajo las órdenes "de nes, como reconocimientos do las posiciones enemigas, V. S., punto donde avanzaba la 1. i 3. División; a avanzadas, etc. poca distancia de este punto fuimos recibidos por nn n u ­ Veinticinco hombres, al iTUindo del alférez, don Ignacio trido fuego do fusilería i cañón dirijido bajo trincheras. U rrutia R., se encontraron en la toma i pensecucion del Entónees variamos a la derecha para ponernos á cubier­ 1‘ejimiento de caballería Rimac, cn el ataque dcl Manza­ to de los último.?; después de media hora de empeñado no i en el de Ate; en este último estaba m andada la tropa ol combate, recibí órden del señor ileneral en Jefe para por el alférez don Rafael Avaria i bajo las órdenes del se­ que con mi rejimiento me incorporara a la 2. .División ñor coronel Barbosa. ( ue marchaba sobre el ala derecha sobre Miraflores, a fin El 13, a las 2 A. M., marchamos sobre Chorrillos, llegan­ do protejeria de una fuerza de caballería que salia por el do frente al morro de e.?te puerto a las 4.30 A. M. A las ala izquierda dol enemigo, la que resultó no ser mas que 5 rompió el fuego nuestra ínea de batalla; despuos de un escuadrón de 100 hombres, mas o ménos, que se diriuna hora, la cabullería avanzó hasta ponerse frente a San jian a tomar unas cargas do municiones que venían de Ju an , punto por donde atacaba la 2. División; como a Lurin, de las cuale.? se alcanzaron a apoderar. Pero fué las 7.30, mas o menos, recibí órden do seguir los movi­ suficiente que 25 hombres al mando del alférez don PMmientos de dicha división que avanzaba tra.s del enemigo. derico H arrington los cargara para ponerlos en completa

    CAPÍTU LO QUINTO,

    447

    A las 4.30 A. M., cuando aun no se distinguían los objetos, se rompió el fuego hácia nuestra izquierda, del lado por donde avanzaba ia 1.* División, Era llegado el momento do entrar en línea de batalla, i sin pérdida de tiempo dispuso Y. S. acelerar la marcha a las tropas para salvar la distancia que aun nos quedaba desde el Holla­ Debo manifestar a Y. S. que el teniente coronel gra- do, donde nos encontrábamos en e.se instante, hasta ia . luado don José Francisco \k rg as i cuerpo do oficiales de Pampa Grande, donde debia permanecer la derecha de mi rejimiento han llenado cumplidamente su.s deberes, nuestra iínca. Desembocando sobre l^’ampa (.Irande i estando ya bien como asimismo la tropa. claro el dia, la columna hizo alto por órden deV. S., tenien­ En ámbas batallas he tenido inmensa felicidad, puesto do a su frente e! estremo izquierdo del cordon de alturas que no he sacado ma.s que 7 individuos heridos, 11 atrinclieradas en quo se parapetaba el enemigo. ■caballos muertos i 8 heridos. A nuestra derecha i inicia vanguardia habia un alto Acompaño a V. S. la relación de los heridos i lista no­ cerro cubierto do tro])as pcruan.as que rompieron sus fue­ minal de los señores jefes, oficiales e individuos do tropa gos sobre la diviaion. Y. S. ordenó en el acto que las com­ que se encontraron en ámbas batalla.?, como asimismo del pañías guerrilleras, al mando del m.ayor gradu.ado don .irmamento perdido. ifoiningo Castillo, del Rejimiento de iínea Santiago, tom a­ Antes de term inar este parte, haré a Y . S. una especial ran al asalto aquella posición, presentándose unas com­ recomendación del doctor en medicina don Hermójencs pañías de frente i otras por los flancos enemigos, lo que llabaca, (luieii dcsclo Arica ha acompañado al rejimiento, ejecutaron aquellas tropas con una precisión, denuedo i curando con todo esmero i cuidado a todos los enfermos bizarría dignos de los mayores elojios, coadyuvando tam ­ i heridos, sin remuneración de ningún jénero, i m archan­ bién, con envidiable arrojo, la 5. * compañía del Batallón do siempre a mi lado cuando el rejimiento avanzaba Naval hasta poner al enemigo en completa fuga i apoderar­ hácia el enemigo; circunstancia que ruego a V, S. ia haga se deia altura. En este brillante hecho de armas, que duró •presente al señor Jeneral en Jefe, pocos minutos, se distinguió mui especialmente el mayor j Dios guardo a V. S. gradu.ado don Domingo Castillo, alentando con la voz i P e d r o S o t o A g ü id a r . con el ejemplo a las fuerzas quo subían al asalto, i siendo de ios primeros en llegar sobro la cima de aquel empinado Al señor Coniiuidaiite Jeceral de caballería. cerro. Vencido este primer ohstáeulo, la división avanzó de frente en la Pampa, por cl camino que V. S, mismo iba COMAXD.ANOIA e x .t e f e d e la 3. * DIVISION. indicando, apoyando la derecha de la 2,* Brigada, que Lim a, Enero S I ds IS81. marchaba al asalto dcl cordon de San Juan, donde el ene­ Señor-, migo, oculto tras do trincheras hechas de anchos fosos V.. _ En cumplimiento de las instrucciones verbales que re­ resguardados con sacos de tierra, ofendía impunemonte cibí del señor Jeneral en'Jefe el 12 del pre.?entc sobre cl nuestra iínea, fué también vencido, pagando cara su resis­ Y.. puesto o colocación que debia tomar ia división de mi tencia, Como al ordenar Y, S. a la infantería tomar por mando cu la función de guerra que tuvo lugar el 13, asalto esta trinchera, ordenó también que la brigada de pongo en conocimiento de V. S. la parle que le cupo des­ artillería de campaña, mandada por el comamiante don empeñar en dicha jornada i quo relaciona el señor Jefe Cárlos Wood, se coloc.ara en la altura quo había a la iz­ de Kstado Mayor de la misma, sarjento mayor de ejército ' quierda, i a ia do montaña, m andada por el comandante i tcniqnte coronel de guardias nacionales movilizada.?, don don Antonio R. González, en la rae.?eta de vanguardia, José Eustaquio Gorostiaga, i que a la letra es'como sigue; ámbas brigadas rompieron sus fuegos con tan certeras “El infrascrito, Jefe de .Estado Mayor de la 3. * Divi­ punterías, dignas de la intelijencia i serenidad observa­ sión, tiene el honor de dar cuenta a V. S. de las operacio­ das por sus jefe.?, que la combinación do Y. S. dió por re ­ nes que ha ejecutado la división de mi mando durante la sultado !íi completa derrota dol enemigo. bataila de Chorrillo,?, dada el 13 del corriente, j Tomada , pues, la iínea do trincheras, los defensores en La división, compue.?ta de los rejimientos Santiago, i gran número huyeron despavoridos, i el Rejimiento Cara­ Aconcagua, Gonce Jcion,i de los batallones Naval, Caupo­ bineros de Yungai, con su comandante don Manuel Búl­ lican Valdivia, Bú nes i una brigada de artillería do cam­ nes a la cabeza, completó la obra con la brillante i enérjica paña, una Ídem de montaña, Rejimiento Carabineros de carga que les dió hasta las inmediacione.? de Monterico i’ungai, parque i ambulancia, se puso en marcha del Chico, donde tuvo también que cargar a fuerzas que h a ­ campamento de Lurin, el 12 a las 6.30 P, M., en busca del bia do refresco. Limpio el campo de enemigos en esta parte, que h a­ ejército peruano fortificado en San Ju an i Chorrillos, lle­ vando seis compañías guerrilleras de descubierta eu colum­ bia sido confiada a la división dcl mando de V. S., i una na por el flanco; 100 metros a retaguardia seguia la co­ vez que ésta hubo formado sus columnas, bajamos ál lla­ lum na de infantería con su primera sección a la altura de no de Pamplona, en donde el señor Jeneral Jefe de Estado la cabeza de la columna de infantería; .50 metros a reta­ Mayor Jeneral ordenó hacer alto, para después do un liguardia seguia el parque i luego a otros 50 la ambulancia. joro descanso m archar en refuerzo de nuestra izquierda Todo el cuerpo de ejército iba resguardado por vanguar­ que se batía tenazmente a la entrada de Chorrillos, des­ dia, flanco i retaguardia, con descubiertas de caballería pués de haber roto las líneas peruanas en Villa i Santa Teresa.— Fm este llano la división esperimentó algunas para dar a la división una marcha segura i tranquila. A las 12 P. M., la división llegó a la meseta de la Tabla­ bajas por esplosion de minas i bomba.? automáticas que da, en donde se hallaba de.?cansando la 2. * División, i los enemigos habian infámementcocuiuido en puntos por seguimos avanzando hasta colocarnos a vanguardia de donde nuestras tropas debi.an indudablemente pasar. ella, en cuya situación se ordenó hacer alto para, aguar­ V. S. ordenó abandonar este campo, corriéudose hácia las fe--. dar su paso. Permanecimos ahí hasta las 3 A. M., hora en alturas que teníamos a la izquierda.—Eran las 8.30 A. M que la 2. * empezó a moverse. El momento de la acción i toda la izquierda peruana habia cedido el campo, que­ so acercaba i la distancia que debíamos salvar para en­ dando la resistencia reducida a la población de Chorrillos c contrarnos en lugar preciso al comenzar el combate era i a las alturas del Morro Solar que la dominan. A las 9.45 A. M. el .señor Jenoral Jefe de Estado Mac todavía demasiaáo larga. La 2. ** División se movia con lentitud, i como viniera ya el dia se dispuso lu marcha j'or Jeneral dió órden de av'anzar sobre Chorrillos. V. S! c ántos de que ésta hubiera concluido su paso a vanguardia. condujo aceleradamente la 2. * Brigada por el camino de derrota háoia Lima, haciéndole dos prisioneros e hiriendo ,. otros. El IC avanzamos a Miraflores a fin de darle forraje a m caballada. El 1.7, a las 2 P. M., nos pusimos en marcha jara Lima, tomando posesión de esta ciudad a las 5 P. M.

    o

    G C

    448

    G U ERRA D E L PACÍFICO,

    izquierda, que contornea el valle al S. E„ a reforzar la dada, con inclusión de los cuerpos, relaciones de muertos, la ], “* División, ya mui debilitada por un reñido combate leridos i contusos, con mas la nominal de los que de cada do mas de cinco "horas batiéndose con fuerzas sólidamente uno se presentaron en la línea de combate.” atrincheradas, i la í. Brigada con la artillería al mando Hasta aquí lo rpie manifiesta el señor Jefe do Estado del señor coronel Urriola, quo mo ordenó la dirijiera por Mayor don José Eustaquio Gorostiaga, i que tengo el ho­ oí camino que conduce directamente a la ciudad de las nor de tra.scribir a V, S. casas de San Juan.— Do la 2. Brigada, que marchando Este Jefe ba llenado cumplidamente su misión i toda al íin a paso de carga, Y, S, dispuso que el rejimiento rocornendacion seria insuficiente, atendidos los im portan­ Santiago i los batallones Valdivia i Caupolican ascendie­ tes servicios que ha prestado durante el combate. Tam ­ ran los cerros de Chorrillos para forzar las posiciones dol bién merecen muí e.special mención los .señores jefes de Morro Solar.—Dichos cuerpos i el resto de la brigada, brigadas, coronel don Martiniano LIrriola i teniente co­ tomando, la falda de los cerros i Sur de la ciudad, cargaron ronel don P’raiicisco Bareeló, qno se han colocado a la al enemigo con tanta enerjía en sus últimos atrinchera­ altura do sus puestos, igualmente que lodos los jefes de mientos, que le dió el mas glorioso timbre, de estratejia i los cuerpo.? que componian la división. valentía.—Estas fuerzas eran mandadas por el teniente Asimismo mis ayudantes, sarjentos mayores don Julio coronol don Francisco Parceló, que marchaba a la cabeza. Argomcdo i don Teodosio Martinez Ramos, capitanes don Aquí la 2. Brigada quitó al enemigo el Morro con to­ Enrique Salcedo i don Roberto Rarañao i teniente don da su fortaleza, un lu joso estandarte, varios cañones de Orlando Lagos P. merecen mi especial recomendación por diversos sistemas i calibres, parque de artillería e infante­ la puntualidad i valor sereno con que cumplieron todas ría, haciendo prisionero al ex-Ministro de Guerra señor mis disposiciones. Iglesias, al Comandante Jeneral de Artillería señor Carlos Los ayudantes, sarjentos mayores don Daniel Silva V, de Piérola, todo el Estado Mayor, compuesto do 27 jefes i capital! don Alberto Gándara, del Estado Mayor Jen e­ i oficiales, i 1,.500 individuos de tropa.—En esta acción so ral, que V. S. sc sirvió agregar a ini división durante si distinguió mui especialmente por su intelijencia i valor cl combate, llenaron su cometido con el valor i patriotismo comandante don Dcmofllo Fuenzalida, quo, a la cabeza propios a nuestro ejército, dejándome completamente sa­ de su rejimiento, tomó el Morro que tanto liabia resistido tisfecho. durante largas horas do combate. Finalmente, recomiendo a la consideración de V. S. los Miéntras esta brigada atacaba á! enemigo por la dere­ individuos del ejército que se mencionan en los distintos cha, la 1, ^ lo hacia por la izquierda en cumplimiento de partes i relaciones que se incluyen. las órdenes do V. S., poniendo en completa derrota las P e d r o L .a g o s , tropas que existían atrincheradas on el pueblo. Al señor JcDeni! Jefe de Estado Mayor Jeueral. Contribuyó en gran parte al brillante éxito de la infan­ tería, la buena dirección i acertados disparos de las briga­ das de artillería mandadas por los comandantes Wood Lista n o m in a l i chasificada de los señores jefes i oficiales i González, los que obraron contra el .Morro, contra las de la Conuinduncia en Jefe, i Estado M ayor de la 3. fuerzas del pueblo i contra la artillería colocada en pla­ D ivisión que. se encontraron en la batalla de Chorri­ taformas volantes, que por la línea férrea llegaba de .Mi­ llos el 13 d,e Enero de IS S L raflores, destruyendo su fortificaciones i causando espan­ CO.MANDANCIA EN JE E E . toso terror con las granadas, que barriaii los grupos enemigos. Coronel.................................. Señor Pedro Lagos. La división entró en acción en esta gloriosa batalla con 4,399 combatientes, sin incluir una brigada de artillería A yu dantes de Campo. de campaña i el Rejimiento Carabineros do Yungai, i tu ­ : Sarjento m ayor....................Señor Julio Argomedo vo 190 bajas. El parque, a cargo del sarjento mayor don Emilio Con­ Id. id, de guardias nacio­ nales .................... „ Teodosio Martinez R. treras, marchó siempre a retaguardia observando la dis­ Oapitan ............................ . Enrique Salcedo tancia o instrucciones dadas por V. S., i mediante a su Id, do guardias nacionales „ Roberto Barañao buena dirección i cooperación de lo.s ayudantes, capitán Cruzat i teniente Santibañez, pudo aun sum inistrar m u­ Teniente de id..................... „ Orlando Lagos. niciones de infantería a la 1. División. ESTADO MAYOR. Ls ambulancia, dirijida por el intelijente e infatigable doctor don Absalon Prado, correspondió siempre a las Jefe.—Teniente coronel de exijencias do la .situación; i para su cuerpo médico i em­ guardias nacionales Señor J. Eustaquio Gorostiaga pleados deben haber sinceros aplausos de los quo tan opor­ Ayudo,ntes. tunam ente fueron .socorridos en momentos tan angustio­ sos. Sarjento mayor graduado... Señor Matías González Id, id.......... „ Cárlos Pozzi. Con orgullo digo a V >S. quo mis ayudantes, sarjentos mayores graduados don Cárlos 2. ® Pozzi, don Matias Id. id. de guardias nacio­ nales.................................. „ Telésforo Infante González, don Telésforo Infante, teniente don Rolan Zillerueio isubtenicn to d o n P ed ro A. Carreño, corno agre­ Teniente................................ „ Rolan Zillerueio gados el sarjento mayor graduado don Félix Briones, i Subteniente do guardias naciüiioles......................... „ Pedro A. Carreño. por ese dia el teniente don Ramón Saavedra S., son acroe(iores a las mas justas recomendaciones por la puntuali­ Agregado, dad, destroza i serenidad que han observado, llevando Sárjenlo mayor graduado... Señor Félix Briones. mis órdenes a las mismas filas del combato. Es también acreedor a las mayores recomend.aciones el .sarjento mayor1 . BRIGADA. don Daniel Silva V, por la precisión i serenidad con que mo comunicó las órdenes de V. S. Jefe.—Coronel...................... Soñor M artiniano Urriola. En jeneral, señor coronel, los señores jefes, oficiales i A yudantes. tropa de la división han cumplido estrictamente con las órdenes de V. S., i en mi puesto de Jefe de Estado Ma­ Teniente...............................Señor José Antonio J'ontecilla yor me es grato stgnificai-Ies mi admiración i respeto por Subteniente de guardias su abnegación i noble conducta en el campo de batalla. nacionales......................... „ M anuel Ortiz ■ A djunto a V. S. los partes de los señores jefes de bri­ Capellán.................................Frai Elcoarió Tribifio.

    CAPÍTU LO QUINTO,

    I vi la columna al cerro i i.a coloqué en desc.anso. En este ; estado, i encontrándose Y . S. ahí mismo, fué cuando llegó Jefe.—Teniente coronei Señor Francisco Barceió. el .ayudante Waiher, de la I. * División, diciendo a nom­ bre del Jefe de el I.a, coronel don Patricio Lynch, que su A yudantes. fuerza estaba débil i diezmada; que el enemigo le hacia re­ Teniente de guardias naciotroceder, i quo Y. S. le protejiese. En vista do esta situanaie.?..................; . ............... Señor Manuel Castañon. ' cion, mc ordenó Y'. S. me dirijiese con toda mi brigada a Id. id Rodolfo Serrano M. ! ese punto que di.staba tres cuartos de legua, poco mas o Capellán Frai Juan C. Paclieco, ' ménos, movimiento quo veriiic ué a pa.so lijero. Habria reCapitán de guardias nacio­ ! corrido cinco o seis cuadra.?, i a mi.sina órden me fué renales..'................................ Señor Pedro Emilio Aris. j petida por el ayud.ante del .señor coronel i.ynch don Juan , Ncpomuceno Roj.as, por lo que me vi obligado a tocar PAUQUE. ' paso de ataque i ordené acelerar la marcha en lo losible. Inmcdiatamento que estuve a cuatro cuadras dcl punto Jefe.—Sarjento mayor Señor Emilio Contrera.s. atacado, dispuse que ei Rejimiento Santi.ago, a las órde­ A yudantes. nes de su comandante, teniente coronel don Dernofilo Fuenzalida, batiese por retaguardia al enemigo, pasando Capitán de guardias nacio­ una abra o camino que dejaban dos cerros en sus Señor J osó Domingopor Cruzat. nales.............................. juntas, A los comandantes de los batallones .Búlnes i Val­ Teniente.................................... „ J. .ágastinSantibañez. divia, que siguiesen el mismo trayecto que el Santiago i Id. do guardias nacionalo.s Ramón S.aavcdra S., obrasen bajo las órdones de su jefe; i, finalmente, a los je­ agregado al servicio de Estado Mayor on este dia. fes dcl Caupolican i Concepción,- qno atacasen al enemi­ Chorrillo.?, Enero 31 de 1881.—J E. G o r o s t ia g a .— go por el flanco izquierdo, en atención a que la 1, * Divi­ V. ® B. ® - L a g o s . sión, que atacaba de frente, era rcsistid.a todavía. Distribuida de esta manera mi tropa, me dirijí en bus­ ca do la primera porción, puos era ahí dondo .so notaba COMANDANCIA DE LA 2. * BRIGADA DE LA 3. * DIVLSIOK. un fuego mas .sostenido, pero que pronto cesó, iudiidableLim a, K m ro 20 da 1881. ineiUe con la pre.sencia i iijoro tiroteo de la fuerza do la Señor: brigada. Me oncaminé al Morro, i en el fuerte quo .se eleva so­ Grato me es tener cl lionor do participar a V, S. la par­ te que cupo desempeñar a la brigada de mi mando en el bre el m.ar encontré parte del Batallón Caupolican i Regloj'io.so hecho de armas que ha tenido nuestro ejército jirnionto Santiago, dándome cuenta ol comandanta da esto contra el del Perú el 13 dol presento en los campos de último, do los ataques que se relacionan on su parte ad­ San Juan i Chorrillos; do esta fimciou adjunto a V. S. las junto, i me pro.sentó 032 pri.sioneros: de ellos 29 jefes i relaciones o partes de ios jefes de cuerpos 1 comandante oficiales, 13 italianos i 590 soldados peruano.?, i a m,as un e,?tandarte bordado, sin nombre do cuerpo Habia en ese de las compañías guerrilleras. El 12, a las 6.30 P. M., emprendió la marcha la briga­ fuerte dos piezas de grueso calibro, dos Krupp de campa­ da, saliendo de Lnrin en busca dol enemigo fortificado en ña i con.sider.able número de pertrechos de guerra. Mo­ Chorrillos i sus inmediaciones, compuesta de 3,064, liom- mentos (les mes ,?e presentó ahí cl señor Jeneral en Jefe bres, i distribuidos en el órdon siguiente:— Rejimiento de i Mini.?¡,ro c e la Guerra en campaña, quien, después de línea Santiago, 1,005 hombres; Batallón Búlnes, 474; V'al- darle cuenta verbal, me ordenó bajar a ocupar con mi divia, 499; Caupolican, 428, i Rejimiento Concepción, 658, brigada un caiupamenlo en Chorrillo.?. En esta gloriosa jornada, en que nuestros bravos solda­ sirviéndome do ayudante,? de campo el eapitan don Ma­ nuel Emilio Aris i tenientes don Mamiel Castañon i don dos lian despreciado trinchera?, fosos i toda cla.se de for­ Rodolfo Serrano. Do esta fuerza, i por órden de V. S„ ao tificaciones, i en (|Lie solo se han ocupado 9 horas para desmembraron las compañías guerrilleras de los espresa­ desalojar al enemigo de .sus formid.ab es e inespugnables dos cuerpos, para ponerlas a l.a disposición del sarjento p()SÍciones, ha tenido la'b rig ad a 161 bajas; correspon­ mayor graduado don José Domingo Castillo, que las ins­ diendo .al Rejimiento Santiago el subteniente don Arnaltruía en masa desde el 27 do Diciembre próximo pasado. do Calderón, muerto; don Desiderio H uerta S., herido, i U na vez al mando de ellas, marclió a la vangn.ardia de la don Belisario López, contuso; 47 individuos de tropa división, sirviendo de descubierta i debiendo obrar a las muertos i 56 heridos; al Búlnes, 7 muertos i 9 heridos; al YLddivia, 4 muertos i 21 heridos; al Caupolican, 1 muer­ inmediatas órdenes de V. ,S. En esto órden marclió la brigada a continuación do to i 4 herido.?, i al Concepción 4 muerto.? i 4 heridos. En conclusión, rae hago un deber en manifestar a YL S. la 1. * desde el lugar citado, con cortos descansos, hasta las 12 P. M., en qne se (iió un descanso; siguiendo a l.as ,3 la honorablo conducta observada en esta jornada por los la marcha de la misma manera i por el camino del centro señores jefes, oficiales o individuos de tropa que compo­ hasta las 4.30, en que el enemigo rompió sus fuegos pov nen la brigada, mui cspeciaimonte la dol comandante don nuestra izquierda, que me iizo creer, .según nuestro Dernofilo .Fuenzalida que, con la intrepidez que lo es ca­ pian de ataque, qno liabia sido sorprendido cl Batallón racterística, atacó personalmente en su último atrinchoCoquimbo i Melipilla que, a las órdenes dei teniente co- ramionto o sea en el Morro, a las fuerzas enemigas. De la i’onel don José María Soto, debian atacar al a.salto por misma manera, la oRservada por mis ayudantes, capitán ese lugar; media hora después cl fuego se hacia sentir ca­ don Manuel Emilio Aris i teniente.?don Manuel Castañon si jeneral. La brigada, siguiendo siempre a la 1. * , conti­ i don Rodolfo Serr.ano,que supieron impartir mis órdenes nuaba avanzando en busca del enemigo i en oUscrvacion con toda precisión i serenidad admirables. Felicito a V. S. i, por su órgano, al señor Jeneral en J e ­ a las órdenes de V. S. A las 9.45 A. M. descansábamos a inmediaciones del valie de Chorrillos, en formación de fe, por este glorioso triunfo que ha puesto a tanta altura columnas por compañías; i notando que mui cerca pasa­ las armas de nuestra República. ba uua acequia de agua, signifiqué a o.s jefes de cuerpos F r a n c is c o B a r c e l íó . que podian mandar hacer aguada on. grupo de a cuatro soldados i un cabo. A los primeros que se desprendieron .41 sfiíor Cororiel Jofo de la 3. ” División. de la formación les cupo la desgracia do pasar sobre al­ gunas minas automáticas, de que habia sembrado ese campo el enemigo, inutilizando dos soldados del Rejimien­ to Santiajm con fractura de pierna, Con tal incidente, moT o m o i v .— 57 2 .*

    k--

    C rt- •

    w G C

    G G

    449

    BRIGADA.

    450

    G U ER R A D E L PA CÍFICO ,

    ilEJIM IEM TO DE LÍNEA SANTIAGO

    Lim a, Etiero 18 de 18S1. Señor; En cumplimiento do las instrucciones de V. S„ salí do Lurin con mi rojimiento el 12 del presente a las 7 P. M., siguiendo la marcha d é la I to Brigada de esta división, hasta las 2 A. M. del 13, hora en quo acampamos. A las 4.30 A. M. recibí la órden de continuar avanzando a m archa forzada hasta venir a situarm e en un llano a retaguardia de los cerros que protejen a la población de Chorrillos lor el Norte, En esto laño tuvo tres soldados heridos a consecuen­ cia de haber estallado varios polvorazos de que este sitio estaba sembrado, por lo quo recibí nueva órden de V. S. de replegarme a retaguardia i a la izquierda a fin do evi­ tarlos, viniendo a ocupar con esto cambio las faldas do los cerros. Momento.? después recibí nueva órden de V. S. de avanzar al trote por las faldas de los cerros en iroteccion de la 1. División, quo batía al enemigo en os alrededores de la población i en el cerro de la costa. En este trayecto tuve que ir batiendo al enemigo que nos hacia un nutrido fuego do ias alturas do los cerros, hasta llegar al pueblo, adonde estendí mi rejimiento a la derecha. E n la población sostuve un combate de media hora, atacando al enemigo por la derecha con parte del reji­ miento, el segundo jefe soñor Anacleto Lagos i sarjento mayor señor Lisandro Orrego, i yo, con el resto, por la izquierda. Persuadidos do las didcultades para continuar el fuego por encontrarse en el pueblo tropa de varios de nuestros cuernos, haciendo inútil ios nuestros, toqué a reunión i desfilé a la izquierda a fin de ir a tomar posesión del Morro que estaba en poder del enemigo, do.sde donde nos hacia muchas bajas en nuestras filas, subiendo a él por la quebrada del corro quo da frente al comentorio. E n este penoso trayecto hice tocar contimiamonto reunión a fin de quo se mo uniera toda la tropa quo por ahí se encontraba diseminad,?. Llegado a la cima, no me fuó posible esperar el que so ju n ta ra todo el rejimiento por ser mui nutrido el íuego enemigo; organicé mi tropa 1 la hice cargar a la bayoneta, marchando a vanguardia el capitán Troncoso del Batallón Valdivia, que se me habia unido en el camino con algunos soldados de .su cuerpo. Después de tres cargas sucesivas en que este capitán so distinguió por su valor i enerjía, intimó vcrbalmente rendición al enemigo, el cual huyó hácia ab.ajo del cerro dejando su bandera, la cual fué arriada por un sarjento del rejimiento. En la persecución que hicimos, tomé prisioneros 28 oficiales, do coi'oncl a subteniente, i 592 individuos de tropa. Esta persecución me fué hacedera por los oportu­ nos ausilios quo recibí do V. S., pues ya mi prim era tro­ ja estaba diezmada, contribuyendo a esto tres minas quo labian estallado. Inm ediatam ente que lomé posesión del morro, coloqué guardias alrededor de los fuertes a fin de evitar el ostalido de las min,as de quo estaban rodeados i custodiar los cañones i muchas municiones, como V, S. tuvo la oportunidad de vorlo, como asimismo, pocos momentos después, el señor Jeneral on Jefe. Ai rounírserne el resto del re jimiento en este lugar, reci­ bí del subteniente .señor Hilario Caiabrano un estandarte que habia tomado al enemigo en la población. Por órden de V, S. entregué los fuertes al capilan Fcrreira de artillería, i por orden dol Cuartel Jeneral, los prisioneros, cuyo número ascendió a 1,500 con los quo se me mandaron de los otros cuerpos i con los traídos por la parte de rni rejimiento que hábia quedado batiendo al enemigo en el pueblo el dia siguiente, ,?l Rejimiento Es­ meralda. Me escuso de dar cuenta a V, S. del papel que desemperlarou las cuartas compañías guerrilleras por haber

    obrado, por disposición de V. S., ju n ta s con las demas de esta brigada e independientemente al mando del sarjento mayor graduado don Domingo Castillo de este rejiraien­ to, cuyo parte adjunto, recomendando a este oficial por su .serenidad i enerjía con que siempre se di.stingue. El segundo jefe del rejimiento, señor Anacleto Lagos, i el mayor señor Lisandro Orrego, se distinguieron por su arrq o i acertadas medidas tomadas duranto el combate. E comportamiento de todos los oficiales en jeneral no desmintió en nada su renombre conquistado en acciones pasadas. Respecto a las c!a.?es e individuo.s de tro la, su conducta fué tan digna por su disciplina i obeaioncia en el campo de batalla, como morececlora a la considera­ ción de Y . S. )or su intrepidez i valor. Esta jornada cuesta al rejimiento; 1 oficial muerto i 2 heridos, 47 individuos de tropa m uertos i 56 heridos, cuya lista nominal adjunto. D

    e m o k il o

    F

    u e n z a l id a .

    Al seiíor Comandante de la 2. “ Rrig.ada de la 3. * División.

    BATALLON CÍVICO DE ARTILLERÍA NAVAL.

    Campamento de j¥ira/íores, Enero 17 de 1881. Señor: Cumpliendo con la órden de V. S., paso a dar cuenta a V. S, del rol que tuvo la suerte de desempeñar el batallón en la jornada de Chorrillos el dia 13 del actual. La fuerza efectiva del cuerpo en ese dia ora de 889 in­ dividuos de tropa, 33 oficiales i 2 jefes. Ror órden del señor coronel don Pedro Lagos, Jefe de la división, marché en refuerzo de las compañías guerri­ lleras que marchaban a vanguardia do ella, con ol íin de tomar una batería de artillería enemiga, la que huyó con la infantería que la custodiaba, a nuestra vista, i fué per­ seguida por aquellas compañías i por la 5. do este ba­ tallón, al mando del capitán don Pedro A. Dueñas. Las otras cinco compañías, formando otras tantas alas de guerrillas en columna, avanzaron on dirección a las I posiciones enemigas, las que fueron tomadas por las troí pas que iniciaron su ataque. Después de esta marcha, acampamos momentáneamonto, i siendo molestados por algunos tiradores enemigos, mandé la 1. compañía al mando del capitán don E n ri­ que Escobar S. para que los batiese, lo que ejecutó i re­ gresó al campamento, sufriendo en esta marcha la baja de "un soldado a causa de la esplosion do una pequeña gra’ nada de las muchas que el enemigo tenia enterradas cu I ese campo i que reventaban al mas simple choque; le hirió gravomento cn un pié. Igual esplosion sufrió ol sub­ teniente don Galo Irarrázaval, pero tuvo la suerte ele no sor tocado por alguno de los cascos de la granada, El te­ niente don Manuel 2. ® Renjifo sufrió igualm ente otra quo lo descompuso un pié. Habiendo reaparecido otros tiradores enemigos, envié al capital! don Roberto Simpson con su compañía, quien consiguió ponerlos en fuga. Focos momentos después de recibir orden de avanzar, se incorporó a nosotros la compañía del capitán Dueñas i marchamos en dirección a la estación del ferrocarril, de­ fendida por el enemigo, en cuyas inmediaciones atacaba el 3. ® de línea i artillería de montaña a fuerzas disper­ sas que, protejidas a tiempo por otras do refuerzo llega­ das en el tren de Lima, pretendían resistir. A mi llegada, encontré al comandante Gutiérrez, jefo de ese rejimiento, e impuesto por él de su situación, tomé colocación a la derecha del 3. ®, dándole la derecha del batallón e invirliendo éste lo corrí a la derecha. En esos momentos llegó un batallón del Aconcagua al mando dol comandante Bustamante, a quien indiqué la colocación que debia tom ar I las po.?icioncs del enemigo. También llegó el otro batallón de eso rejimiento al mando do su primer jefe, ol comandante ü iaz Muñoz, quien, como Bus-

    451

    CAPÍTU LO QUINTO, amante, tomó su posición a la derecha, i continuando el au q u e pusimos en completa derrota al enemigo. ConcluiJ rsto, nos retiramos i acampamos en el punto donde so nos señaló, juntam ente con todo el ejército, dando por te.m inada, i con gloria para Chile, la jornada de ese dia. Las bajas que tuvimos en esta jornada fueron 9 indivi­ duos; 6 heridos i 3 muerto.?, i el teniente Renjifo herido, t que ya he hecho mención anteriormente. La conducta de los señores oficiales i tropa, como la del sarjento mayor don Loredano Fuenzalida, es digna de ia recomendación. Dios guarde a V. S. F r a n c is c o J, F i e r r o .

    BATALLON VALDIVIA.

    Señor: En cumplimiento de lo ordenado por YL S., tengo el honor de dar cuenta a V. S. que el 12 del corriente, a las 6 P, M., emprendí la m archa con el batalion de mi m an­ do, del campamento de San Pedro de Lurin, en unión de los domas cuerpos que componen la brigada del mando de YL S„ con dirección al campo enemigo, que tenia sus líneas de defensa al Sur de Clíorrillos i en uua gran es­ tension. £1 combate so trabó a las 4.30 A. M. del dia si­ guiente i fué terminado a l.as 2 P, M. con la completa victoria de nuestra pune. El batallón de mi mando recibió órden de V, S. de m archar al paso de carga, como también los demás cuer­ Al señor Jete de la 1, Brigscla de la 3. “ División. po.? de su brigada, sobre el cerro quo está al pié i Sur de Chorrillos, donde estaba el fuerte del Morro i otros que BATALLON CÍVICO DE ARTILLERÍA NAVAL. estaban defendidos, i en eso momento atacados por fuer­ zas de nuestro ejército. Estado que m anifiesta los señores jefes, oficiales e in d i­ Medio batallón de la izquierda, a las órdenes del sar­ viduos de tropa del espresado, que se hallaron en las jento mayor don Joaquin uodriguez, ascendió el cerro jo rnadas de Chorrillos el 13 del presente i el 15 en la del Yíorro en el camino próximo al pueblo, i en seguida de Miraflores. del Rojimiento Santiago, i el medio batallón de la dere­ cha, a mi cargo, lo flanqueó, tanto para rodear las tropas i.i ' \-A enemig.as, cuanto para atacar las que hacian todavía re­ sistencia en el pueblo i estación del ferrocarril. El Bata­ I g U 'l l llón Búlnes. a cargo de su jefe, entró también al mismo A tiempo que las fuerzas de mi cargo. Ó Mui satisfactorio me es comunicar a YL S, que en ia pequeña parte que correspondió a mi batallón en la m en­ los.! 2os, cionada jornada, mi segumio jeto ya nombrado, los seño­ res oficiales, clases i soldados, se han conducido valiente­ Fuerza presenté queij entró en Ohovri-i mente. 21 6 n Iloa........................ I' 1 II 7 39 6 35 34 768) 839 Acompaño a YL S, por duplicado la relación nominal -U . do los muertos i heridos. Dios guarde a YL S.

    'Í: i '1

    s

    Muertos ihoridns....!, Enfermos en Chorri-I!

    L

    lio»..................:ii il 1

    1 I

    ;■

    10

    n

    Entraron en Miralio-(| 61 oh 3

    res...................j| 1

    7

    .39

    33 I 758 878

    11

    I 9 I 252 283

    I

    Muertos i herido.? en,| id.......................... lí....

    1

    2¡d

    «I 9

    21

    28

    Lima, Enero 29 de 1881.— L o r e d a n o V.® B .® — F i e r r o .

    F

    24 I 506 590 I

    c e s z a l i d a .-

    REJIM IENTO ACONCAGUA.

    V ."

    i -.'kkL.. ■Q-

    'i C JC

    M a r t ín e z .

    Ai .vefior Com,inítanl.e en Jefo de iu 2. " Brigada de ia .3. * División,

    SCUA.,

    Fuerz.1 disponible....! 1

    u c io

    /A m a, Enero IS de 1881. Señor: En los combates librado.9 los dias 1,3 i 15 del presente, el primero en Chorrillos i el otro en Miraflores, las bajas que ha tenido el rejimiento de mi mando-ascienden a 13 oficiales i 254 soldados. .Los oficiales i tropa han cumplido estrictamente con sus deberes. Eu las dos batallas acompañó al rejimiento el capellán de la brigada, frai Elceario Tribiño, quien, con todo celo, prestó a los moribundos de distintos cuerpos los ausilios de su ministerio. Incluyo a YL S. una lista nominal de los oficiales m uer­ tos i heridos, ocupándome actualmente, a pesar del mal estado de mi salud, de reunir los datos indispensables para pasar esta tarde misma, si es posible, la de los indi­ viduos de tropa.

    R afael D íaz Muñoz. Al sefior Coronel Comandante de la 1. ^ Brigada de ia 3. ^ División.

    BATALLON BÚLNEÍ5.

    Camparfiento de Mirafiores, Enero t j de 1881. Señor: Tengo el honor de dar cuenta a YL S. de la parte que lo tocó al cuerpo de mi mando.en la batalla i toma de Chor­ rillos el 13 del prc,sente. j El dia 12, a las 6.30 P. M., marché de Lurin formando I parte de la brigada de su mando i en dirección a ChorI rillos. i Al siguiente dia, a la 1 P. JL, poco mas o ménos, reeii bí órden de YL S., i al mismo tiempo del señor Jeneral i en Jefe, comunicada por uno de su.s ayudante.?, para que, I a la brevedad posible, tomara posesión de la ciudad, mar­ chando a continuación del Rejimiento Santiago. Al efec­ to, aceleré la marcha, siéndome necesario atacar las fuer­ zas enemigas que a la entrada de la población so liallaban atrinclieraua,? en lo.s edificios de la estación del ferrocar­ ril i algunas casas, dosde cuyos puntos no.s hacian un nu­ trido fuego de rifle, ro.sultaiido muertos i heridos de este batallón los que en la raiacion adjunta so espresan. Por último, a las 5 P. M. tomé posesión del pueblo, re­ corriendo todas sus calles, i enseguida instalé el batallón en el local que ocupaba ei Mercado. Hago presente que la 3. * compañía de este batalion, eompue.?ta de 1 eapitan, 1 teniente i 1 subteniente i 108 individuos de tropa, peleó en ei referido combate a las órdenes del sarjento mayor don J. Domingo Castillo, jefe de las compañías guerrilleras, i según el parto pasado por el eapitan de la espresada compañía, el cual tam bién ad­ junto a V. S,, resultan 3 muertos i 3 heridos, todos ellos individuos de tropa. La conducta observada en esta ocasión por los señores oficiales i tropa del cuerpo que está a mis órdenes, ha

    452

    G U ER R A D EL PA CÍFICO .

    sido altamente satisfactoria, porque cada uno de ellos lia cumplido dignamente con sus deberes, por cuya causa me ha sido grato felicitarlos. Dios guardo a V. S. J Al aeiior Jefe Oe la 2.

    osé

    E c h e v e r r ía .

    migo se encontraron tipos do estran oros, i principalmen­ te italianos, con uniforme m ilitar de ejército vencido. En conclusión, debo decir a Y'. S. que ios señores jefe.s, oficiales e individuos do tropa de mi dependencia han llenado su deber. J osé S eqü el .

    Brig.ida de 1 3. * División. Ai sefior Comandante de la 2. * Brigada de la 3. BATALLON CAUPOLICAN.

    Chorrillos, Enero 14 de 1881. Señor; El Batallón Caupolican di(5 exacto cumplimiento a las órdenes que V. S. impartió el dia 12 del que rije, siguien­ do ol movimiento de los cuerpos que componen la bri­ gada. E ntre las varias ocurrencias de la marcha, haró notar a V. S. que al ocupar nuestro puesto en la pampa de Chor­ rillos estallaron algunas minas que, gracias a las precau­ ciones tomadas, solo nos hicieron un herido. Habiendo recibido órden de Yb S. de llevar al trote al batallón para desalojar al enemigo de sus últim.as trin ­ cheras, lo hice así, llegando a las alturas cuando ya el Rejimiento Santiago lo habia desalojado por completo. En la ascensión al cerro, cúponos tornar 5 oficiales i 9 individuos de tropa prisioneros, teniendo por nuestra parto 1 muerto i 3 heridos, cuya relación acompaño. La compañía de cazadores, mandada por el teniente don Alfredo Valdós, maniobró en imion t e las domas do la división cn el prim er ataque a las )osicionc.s enemigas, a las órdenes del sarjento mayor grar uado del Rejimien­ to Santiago, don J. jj. Castillo. Los señores oficíalo.? i tropa cumplieron con su deber, lo quo me complazco en poner en conocimiento de Y'. S. J.

    M a r ía

    del

    Canto.

    Al sefior Coiuandanlc en Jeíe de la 2. ^ Brigada de la 3. ^ D íy ÍkÍoü.

    RE.T1MIENT0 CONCEPCION.

    Campamento de Chorrillos, Enero 14 de 1881. Señor: Por la órden do la brigada del 12 del actual, el roji­ miento de mi mando cenó la retaguardia e hizo de gran guardia de Lurin a Chorrillo.?, no dejando ningún reza­ gado en ol camino. La parte que al cuerpo le ha cabido en la jornada do ayer es como sigue: Como a las 4.30 A. M. se sintieron los primeros tiros, dando a conocer quo nuestras avanzadas se batian con las del enemigo; a las G, mas o ménos, las compañías guer­ rilleras de los cuerpos que componen la brigada, i bajo las órdenes dcl sarjento mayor graduado don José Domingo Castillo, tomaron parte en el tiroteo quo se hizo en cl bosque do San Juan; i poco ántes de la 1 P. M., V, S. me ordenó tomar po.sesion del pueblo do Chorrillos, llevando do vanguardia dichas compañías de guerrillas i dirijiéndome con mi cuerpo por la falda de los cerros de esto lu ­ gar, miéntras V. S. so encaminaba por la cumbre con el resto de la brigada. Dicha órden fué cumplida conforme a su encargo; i, en efecto, como a la hora después tom a­ mos el pueblo con casi ninguna resistencia, porque ya nuestras tuerzas desalojaban por completo al enemigo de ese punto. Las bajas que ha tenido el rejimiento son; 4 m uer­ tos i 4 heridos que se mencionan en la relación ad­ ju n ta, siendo uno de los últimos por efecto de una esplo­ sion de mina de las m uchas porquo estaba defendido el campo enemigo. So han tomado prisioneros 1 capitán i 21 individuos de tropa. U na vez en posesión dol pueblo do Chorrillos, se ob­ servó la circunstancia de que entre los muertos del ene­

    División.

    A, D.—La fuerza que tenia el rejimionto al entrar en combate es la siguiente: 37 entre jefes i oficiales, incluso a don Emilio Moreno, que presta servicio gratuito en cla­ se de teniente, i 662 individuos de tropa, haciéndose men­ ción de la banda de música que quedó a cargo del equi­ po en el mismo campo de batalla.— SicO üE L.

    COMANDA.NCIA DE LAS CO.MPAÑÍAS GUERRILLERAS DE LA

    2.

    BRIGADA DE I,A

    3.

    DIVISION.

    Chorrillos, E nero 14 de 1881. Señor: Tengo el honor do poner en su conocimiento quo ha­ biendo sido nombrado por V. S. en la órdon del dia, fe­ cha 27 del próximo pasado, en San Pedro de Imrin, jefe de las compañías guerrillera.s de los distintos cuerpos que componen a brigada de su mando para la instrucción en conjunto i dirijirlas en el campo de batalla, el 12 del pre­ sento, a las 6.30 P. M., por órden de V. S., rae puse a la cabeza de la división i a las órdenes del Jefe de ella, so­ ñor coronel Lagos.' Estando en actitud de marcha, la emprendimos, lle­ vando la descubierta hasta las 12 M., en que so detuvo la división, avanzándome hasta tom ar un punto estratéjico para impedir una sorpresa; permaneciendo en esta posición hasta las 4.30, en que el enemigo rompió sus fuegos por la dereclia, por lo que nos pusimos en movi­ miento, marchando al costado izquierdo de él. Estando a inmediaciones de un cerro que teníamos al frente, de bastante elevación i coronado de enemigo.?, i otro de ménos eminencia a la izquierda con piezas de artillería que nos hacian un nutrido fuego, recibí órdeu personal del señor coronel Lagos arreglase mi tropa i atacara. U na vez rotos mis fuegos, recibí nueva órden del mismo señor, im partida por el señor Silva Vergara, que los flanqueara i les tomara las alturas, para de osta mane­ ra hacerles abandonar las piezas do artillería que tanto nos molestaban. En efecto, flanqueé ol cerro i ascendí por dos partes, dejando tropa para hacerlo de frente, siendo ésta mandada por el intrépido capitán Silva del Canto, dei Santiago, la de flancos, por el capitán del Valdivia señor Arce i el capitán del Búlnes J. R. Lira, i el tenien­ te señor Santiago Inojosa, que supo lucirse con la com­ pañía de su mando. Viéndose el enemigo flanqueado por dos partos i atacado do frente, no tuvo mas lugar que la fuga porsn derecha,reuniéndose al cerro que tenia a fren­ te fortificado i que resistía con arrojo. Sin detenerme, los perseguí, volviendo a atacarlos i teniendo igual suerte, quedando sus ventajosas posiciones por nuestras, dejando en el cerro bajas do consideración. U na vez en la cima de éste, quo daba vista al vallo, me marché a bajo con el fin do cortarlos en ol plan, por hacernos fuego en retirada. En esta marcha hicieron esplosion algunas m etrallas quo estaban enterradas, no causándome daño, solo un polvorazo, que me estuvo espuesto, me despedazó un soldado dol Búlnes i quemó otro del Santiago. Una vez en el plan, estendido en guerrilla, continuó hasta terminar mi cometido; pero tuve que suspender por presentarse la caballería para dar una carga. Una vez pasados, me replegué a reteguardia de ella para protejeria cn caso dado, lo que no tuvo lugar por la brillanto carga que dieron, que lo dejó todo terminado por ese lado. De esto punto me dirijí por el valle, haciendo algunos pri­ sioneros i con dirección al cerro del Morro que está a la inmediación del pueblo, donde quedaba el último resto

    CAPÍTU LO QUINTO. de tropas quo hacian tenaz re.sistencia, encontrando a V. S., que se dirijia con la mayor parte de la brigada a coronar la cima, ordenándome que tornase por el plan a vanguardia del Concepción i por la derecha del cerro para que cortase la retirada a los que huyesen do ia al­ tura al pueblo, dando por resultado que el Yíorro quedó en poder del Santiago i haciendo gran número de prisio­ neros. Réstame felicitarlo por el triunfo jenoral do nuestras armas i recomendar a la consideración doALS. la con­ ducta sin tacha de los señores oficiales i tropa que tuve el honor de mandar. Por la lista adjunta, verá V. S. los muertos i heridos que mo cupo la desgracia de tener. Dios guarde a Y . S. D Al sfiRor Comandante en Jefe de la 2.

    o m in g o

    C a s t il l o .

    Brigada de la 3. " División.

    L ista n o m v m l de los muertos, heridos i coíiííísos que tuvieron las compañías guerrilleras de la 2. * B riga­ da de la S. * D ivisión que pjekaron en cuerpo i bajo m is órdenes en la batalla de Chorrillos el 18 del qrresente. REJIMIENTO DE LÍNEA SANTIAGO.

    4.

    * com pañía del 1. ®

    Subteniente....................Señor Desiderio H. Solis, herido. Soldado...........................Adolfo Figueroa, muerto. Id .................................Ricardo Asagra, id. Id ................................. Hilarión Espinosa, herido. Id .................................Ju a n Concha, id. Id .................................Leandro Castro, contuso. 4- * com pañía del S. ® Cabo 2. ®........................Ju an de Dios Pimentel, muerto, Soldado.......................... Daniel Diaz, id. Id ........................... . Pedro Diaz, herido. Id .................................Crispin Merino, id. Id. ...........................José María Rivera, id. Id ................................. Pedro Varas, id. Id .................................Onofre Valde's, id. BATALLON BÚLNE.S.

    Cazadores.

    V-fe -.

    c

    Sarjento 2. ®..................José Rlquelmo, lierido. Cabo 1. ®........................ Eroilan Rojas, id. Soldado............................ José María Roja.s, id. Id ..................................Ylanuel Jesús Arenas, muerto. Id .................................. José Muñoz, id. Id..................................Glorindo Donoso, id. BATALLON VALDIVIA.

    ■ GLC Q

    Cabo 1. ° ......................... Nicanor Cerda, herido. Soldado............................ Clodomiro Rojas, muerto. Id ................................. Guillermo Canales, herido. Id .................................. Francisco Rojas, id. C orneta............................Anjel Muñoz, id. BATALLON CONCEPCION.

    C

    Soldado............................Jo.sc figueroa, herido. Id. ........................ .José Alvarez, id. Id ..................................Isidoro Torres, id.

    c

    N ota.—E l oficial que aparece herido, lo fué siendo mi ayudante, i habiéndole muerto el caballo se le abrió la herida que recibió en Tacna.



    1 Q fs Q A O O !Í Q ^ Q j Q

    Chorrillos, Enero 14 de 1881.—D omingo Castillo.

    453

    KEJÍMIENTO DE ARTILLERÍA NÚM.

    1,

    Mirajíores, Enero 18 de 1881. Señor: Tengo cl Iionor de dar cuenta a Y. S. de las operacio­ nes ejecutadas per la 2. * Brigada de artillería de mon­ taña, compuesta de 12 piezas Krupp de 7/5, a mis órde­ nes durante las jornadas del 13 i 15 del actual. E! dia 12 del presente, a Ia.s 6.30 P, M, salimos do la I hacienda de San Pedro de Lurin, por el camino que con! duco a 1.a Tablada de San Juan, marchando a la altura ! del Batallón Naval, que formaba !a cabez.i do la división. ; Al am.anecer desembocó la división por el valle do Pam' pa Grande; principiando la batalla, seguimos los moviI mientos hasta colocarnos en batería en el valle de San ; Juan, donde no tuvimos ninguna baja sino algunos caba­ llos de oficiales i muías heridos, pues permanecimos a tiro de rifle hasta que concluyó la acción. En seguida recibí órden do avanzar sobro Chorrillos i batir un morro que hacia destrozos sobre nuestra infantería; lo que logramos conseguir con certeras punterías, apagando sus megos, dando con esto lugar a la infantería do apoderarse de osa fortificación, con lo que so dió por terminada la acción. Permanecimos en Chorrillos hasta el 15 a las 12 M., hora en que se me dió órden do avanzar por el camino que conduce a Miraflores. Estando en marcha, el enemigo rompió sus fuegos sobre nuestra línea, i entónces coloca­ mos la brigada a ia izquierda del camino real, adelanto de ia población de Barranco, desde cuya posición hicimos fuego sobre ia línea enemiga que se encontraba a corta distancia, como que en aquel punto avanzaba su derecha considerablemente hasta llegar mui cerca del flanco iz­ quierdo do nuestra izquierda, Eu esta situación, ordené dirijir los fuegos alternativa­ mente sobre la línea de infantería peruana, sobre la po­ blación de Miraflores i sobre la fortificación de la derecha del enemigo, cuya bandera vimos caer por dos veces con secutivas, continuando el fuego hasta quo todas las posi­ ciones de la derecha enemiga se hai aron en poder de nuestra infantería. En esta acción perdimos una gran parte do las muías que conducian el material, pues nos hallábamos bajo los fuegos de la infantería enemiga, mas o ménos a 600 me­ tros de distancia. Mejor que nadie, V. S. ha podido apre­ ciar el comportamiento do esta brigada, desde que per­ sonalmente ha estado en varias ocasiones soportando con nosotros el nutrido fuego que se nos hacia, como a.simisrao ol señor coronel Jefe de la división, don Pedro L.agos, que con sus disposiciones pudimos obtener una magnífica po.sicion para batir al enemigo, ol cual nos causó lamen­ tables bajas en oficiales i tropa. Ricibí órden de avanzar a Miraflores, i como a las 6 P. M., hora en que salíamos de los callejones a la pampa, divisamos un tren do tropas que venia de Lima en refuer­ zo del enemigo, trayendo carros blindados i armados de artillería de grueso calibre. Colocados en baterías a dis­ tancias convenientes, hicimos fuego sobre esta nueva fuerza con las pocas municiones que nos quedaban, hasta que el enemigo abandonó el campo después de habernos hecho repetidos disparo.?, pero sin hacemos daño; en se­ guida continuamos avanzando hasta situarnos a vanguar­ dia de la población de Miraflores, cubriendo el camino de Liraa. Acompaño a Y. S. dos relaciones por separado de los señore.3 oficiales i tropa que hau tomado parte en las ba­ tallas de que he hecho relación, con especificación do loa muertos i heridos en cada batalia. Al terminar, rae es satisfactorio manifestar a Y. S. que todos los señores oficiale.s, clases i soldados de esta briga­ da han cumplido valientcmonte con su deber, habiendo diversos hechos, particulares, notables de que no hago mérito especial en esto parte porque lo dirijo al jefa del rejimiento. Solo me permitiré recomendar particuIarmeQte el buen comportamiento del sarjento mayor jefa de

    454

    G U ERRA D E L PAGÍFICO.

    brigada, don José Lorenzo Herrera, que ha dado en estas jornadas muchas pruebas de la serenidad i pericia que lo distinguen. Dios guarde a Y. S. A n t o n io R. G o n z á l e z .

    Evitado ese peligro hasta donde era posible, se conti­ nuó el movimiento de avance, i aunque no se descubría la anunciada caballerú, al fin, como a dos leguas de nuestro punto de partida, cerca del lugar llamado Monterico Chico, se reveló la presencia de una fuerza de infantería oculta en los montes i tras de las tapias, que ignoro si so Al seBor Jefe de Estado Mayor de la .3, * División. retiraría del campo de batalla o estaba ahí apestada, in­ clinándome a creer lo último. JE F E DEL I'AUQÜE. Desventajosa era la situación, pero creí que el honor de la caballería chilena exijia afrontarla, i al efecto dis­ Chorrillos, Enero 14 de 1881. puse que el rejimiento cargara por las distintas direccio­ Señor; nes que podian hacer la posición accesible. So ejecutó así, El que suscribe, Jefe del Parque de la 3.®* División, i esa fuerza enemiga fué ahí destruida i dispersada apesar tiene el honor de dar cuenta al señor Comandante Jefe de las ventajas que su posición les daba. Ese resultado de Estado Mayor, don Jo.sé Eustaquio Gorostiaga, dcl no ae obtuvo sin que tuviéramos quo lam entar algunas movimiento i servicio habido en el Parque de mi mando doloros,as i sensibles pérdidas, entre ellas la del bravo durante el combato de ayer 13 del presente, contra el capital! Teran i otros individuos de tropa, quo pagaron ejército aliado, en el lugar denominado San Juan, hasta noblemente su tributo de amor a su patria i a la gloria la toma de Chorrillos. de su bandera. Por órden de V. S., ántes do entrar en acción entregué Después de perseguir los dispersos dol enemigo cn va­ a los diferentes cuerpos do la división las municiones ne- ria.? direcciones, me puse nuevam ente a disposición de cerias para que cada uno de los individuos do tropa lle­ Y. S. cerca de las 12 M., hora en que se me trasmitió otra vara 150 tiros, a la artillería 64 tiros por pieza de campa­ vez la órden de permanecer en observación de los movi­ ña, 80 por montaña i 50 tiros a los do caballería. mientos que el enemigo, saliendo do Lima, pretendiera D urante la marcha, hasta encontrar al enemigo, el Par­ ejecutar por nuestra retaguardia. que siguió a retaguardia de la división con sus respecti­ Terminada la batalla, se dispuso acampáramos en las vas custodias, guardando las formalidades que V. S. mo inmediaciones de San Juan, adonde permanecimos hasta ordenó. el suRsiguiento dia 15,alas 2 P. M., hora en que empren­ Durante el combate, i por órden de Y, S., hice entregar dimos otra vez la marcha tomando la dirección del pueblo municiones de infantería a la 1. i 2. División, las quo do Barranco, fueron devueltas a causa de quo cl enemigo iba cn derro­ Entrábamos a las calles de esa pequeña población cuan­ ta, i por consiguiente ingresadas al Parque de mi mando. do el fuego se rompió otra vez en nuestra línea, i se trabó Me es grato hacer presente a V. S. que los señores ayu­ la ruda i sangrienta batalla do Miraflore.?. Los proyectiles dantes, capitán don José Domingo Cruzat, teniente .señor enemigos principiaron a hacer estragos eu las lilas de J u a n Agustin Santibañez i teniente señor Ramón Saave­ nuestra caballería colocada a pie firme por inconvenien­ dra, han correspondido a las exijencias dol servicio i me tes del terreno, i esa situación hizo qno Y. S. dispusiera hago un deber el recomendarlos a la consideración de contramarcháramos para calocarnos a retaguardia. V. S. a fin de que se sirva comunicarlo al señor coronel Llegados a la nueva posición señalada, rae comunicó Jefe de la división. Y, S. la órden de presentarme al señor Jeueral en Jefe, Dios guarde a Y’. S. que necesitaba de'uii cuerpo de caballería. E m il i o C o n t k e r a s . £1 señor Jeneral me ordenó entónees cargar con el re­ jim iento por el costado derecho de nuestra línea, en proAl eeBor Comandante en Jefe del Estado Mayor de la 3- División. loccioii de la 1: División, que se le anunciaba era am a­ gada por la caballería enemiga. A pesar de k s dificulta­ REJIMIENTO CARABINEROS DE YUNGAI. des del campo, cortado por tapias i acequias do regadío, el L im a , Enero 20 de 1881. rejimiento se presentó momentos después en el sitio que Señor: le fué señalado, i que era teatro de un reñido i sangriento La grande empresa que Chile acometiera i cuya solu­ combate, i ahí fué recibido por el Jefe de Estado Mayor ción confió al esfuerzo de su ejército, ha tenido nn gran­ de aquella división, coronel don Gregorio Urrutia, que le dioso desenlace en las dos memorables jornadas do San indicó el punto adonde sus esfuerzos eran necesarios. Juan i Miraflores, que nos han dado la posesión de la ca­ Una pequeña fuerza de caballería enemiga se presentó pital del Perú. Voi ahora a cumplir el deber de dar a entonces a la vista, pero cargada por los tiradores m anda­ V. S. cuenta de la parto que en elias cupo al rejiraiento dos por el teniente don Aníbal Godoi huyó a. refujiarse jue el Gobierno Supremo de la República se sirvió con- entre sus masas de infantería, que ocultas iras las tapias, iar a mi dirección. mantenían un nutrido i vivo fuego. El resto del rejimien­ Al amanecer del dia 13, cu.ando abandonadas nuestras to, protejiendo sus tiradores, llegó sobre estas posiciones i posesiones de Lurin llegábamos al campo que presenció mantuvo las que ocupaban; hasta que, vista la desventa­ a batalla, i en los momentos que nuestra l, División josa situación en que se haílab,? colocado, recibió del se­ rompia sus fuegos, me impartió V. S. la órden de poner­ ñor coronel Urrutia, Jefe de! Estado Mayor, la órdon de me a disposición del señor coronel Lagos, quo mandaba tomar colocación a retaguardia para apoyar a nuestra in­ la 3. División. Este Jefe di.spuso se situara cl rejim ien­ fantería en o! momento de la victoria, i completarla sobre to a retaguardia de la línea de infantería hasta que llega­ los derrotados. ra el instante de utilizar sus .servicios. La operación anterior costó al rejimiento la pérdida del Estos fueron reclamados un poco mas tarde por el se­ alférez don Enrique Sotomayor, que fué ahí herido de ñor Jeneral en Jefe del ejército, que dispuso que el reji­ bala i ha marchado al Sur a restab ecerse, i la de algunos miento cargara a su frente por el costado derecho de individuos de tropa que cayeron en el campo, nuestra línea sobre la caballería enemiga, cuya presencia Momentos despees se presentó en el lugar que ocupá­ se lo anunciaba en esa dirección. Puntualm ente obedeci­ bamos el señor Ministro de la Guerra en campaña. E nte­ da fué esa disposición, i el rejimiento, formado cn columna rado de la situación, aprobó las medidas tomadas i se di­ de escuadrones, marchó a desempeñar su cometido. Su rijió en busca de un nuevo campo que fuera favorable m archa fué un momento interrum pida por las líneas de para lanzar otra vez el rejiraiento. U n aviso del señor bombas-torpedos, arma traidora que principió a hacer su l Ministro me hizo avanzar, i en su compañía continuamos efecto estallando en las filas i trayendo al suelo algunos hasta que, detenidos por fuertes obstáculos de zanjas i caballos. tapias, fué necesario' buscar un medio de salvarlos, E a esa

    CAPÍTU LO QUINTO.

    del contrario, tuvo quo hacerlo por lo nutrido i jeneral. Dicho lo anterior, longo el honor de trascribir a V. S. cl parte detallado quo, con motivo de la cruda batalla de Miraflores, me pasa el Jefe de Estado Mayor de la divi­ sión de mi mando: “Como Jefe de Estado Mayor, tengo el honor do dar cuenta a V. S. de las funciones que en la batalla de x\Iiraflores ie cupo desempeñar a ia división de su mando el dia 15 de Enero próximo pasado. Por órden de Y. S., la división se hallaba desde el dia anterior acampada al Sur del pueblo de Barranco, ocu­ pando los potreros a uno i otro lado del camino real que conduce de Chorrillos a Lima. Al amanecer del dia 15, personalmente rne dió órden Y. S. de adelantarme con mis ayundantcs a elejir la línea que debia ocupar la división a vanguardia de Barranco, a íin de establecerla allí on el dia, pudiendo para e.ste re­ conocimiento destacar al frente algunas avanzadas en observación de ios movimientos de ios enemigos, que de­ bian encontrarse en posesión de su campo atrincherado de Miraflores. En cumplimiento de esta órden, coloqué tras de una tapia, a las 8 A. M., una compañía del Rejimiento Santia­ go i 40 hombrea del Aconcagu.a al mando del eapitan don Augusto Nordenfiieh, i personalmente un avance a obser­ var las líneas enemigas, para poder, con mejor acierto, di.sponer la que convenia dar a nuestra división. Hallándome en esta observación, como a las 9,30 A. M,, noté que en el campo peruano .se efectuaba un movimiento inusitado para tropas que, según cl armisticio convenido, no debian batirse en aque! dia, i determiné aum entar las avanzadas, para lo qne mandé órdenes a los jefe.s de bri­ gada me remitieran tres compañía.? del Santiago i 500 Navales, cuyas tropas hice colocar detrás do las tapias; los del Santiago a ia izquierda do la iínea férrea, i a la derecha a los Navales, con la órden dada por Y. S. de permanecer ocultos i que no hicieran fuego sino en el caso de un.a abierta provocación a pecho descubierto, i que no conte,staran tiros sueltos, continuando yo siempro en ob­ servación. A las 11.45 las fuerzas enemig.as avanzan en gran nú­ mero mas acá de la población de Miraflores, como a 400 metros do las tapias donde estaban ocultas nuestras com­ M a n u el B úlnes. pañías, tomando posiciones de combate detrás de las pri­ meras tapias aspilleradas que tenian a vanguardia, soore A! ssfior ComauJimte Jeneral de caballería. la barranca del cauce del rio Surco, i considerables re­ fuerzos de infantería i caballería llegaban a cada momen­ COMANDANCIA EN JE F E DE LA 3. * DIVISION. to a su campo, viniendo del lado de la capital. Todos los movimientos.que hacian aquellas tropas indicaban que se L im a, Febrero 2 de 1881, alistaban apresuradamente para una batalla inmediata, Señor; teniendo toda su artillería en posición i colocando a los El 14 dol presente tenia la división de mi mando acam- ' artilleros en aus puestos de combate. Yriendü que el enemigo allegaba mas fuerzas a sus pri­ pada en línea de batalla en los suburbios Sur de la pobla­ ción de Barranco, con escepcion del Batalion Búlnes que meras líneas de trincheras, me resolví a enviar a \ . S. hacia el servicio eu Clíorrillos, i Rejimiento Valparaiso ; aviso por escrito de lo quo pasaba, pidiéndole se sirviera que habia sido agregado en Lurin para formar parto de darme sus órdones para el caso inminente que se prepa­ la reserva. raba. Y. S., on contestación, mo ordenó establecer en poEl señor Jeneral en Jefe me ordenó que a la madruga­ sicion nuestras fuerzas con la rapidez posible; con cuya da del dia siguiente moviera la división al Norte de Bar­ órden envié inmediatamente un ayudante a cada uno de ranco, dándole colocación donde a mi juicio fuera mas los jefes de brigada para qne se pusiesen en movimiento conveniente, al frente de la línea enemiga. En consecuen­ acelerando la marcha de las fuerzas, debiendo reunirse cia, se dieron las órdenes del caso para mandar las des­ conmigo en un punto dado, que mis ayudantes sabian, cubiertas oportunamente, previniendo que debieran ocu­ para indicarles la colocación que respectivamente debian parse ios tapiales que dividen los potreros de dicha tomar los cuerpos de su dependencia. Sin pérdida de tiempo, i a medida que las brigadas iban loblacion, apoyando la izquierda de la 2.* Brigada en a orilla del barranco que da al mar. llegando, dispuse que la infantería se situara en línea de Todo so realizó como ae liabia prevenido; pero como batalla a vanguardia del pueblo de Barranco, detrás de aun faltaban algunas fuerzas que entraran en línea i en cir­ una hilera de tapiales que corría de Poniente a Oriente, cunstancias de hallarse el señor Jeneral en Jefe, V. S., co­ en dirección a Tebes, siguiendo la ribera Sur del cauce mo Jefe do Estado Mayor, i el que suscribe, determinando del rio, mas o ménos paralela a la ocupada por el enemi­ la prolongación de la línea a medio quilómetro de la del ' go. Hice apoyar la izquierda del Rejimiento Concepción enemigo, éste rompió sus fuego.? de cañón i rifle de una a la orilla de la barranca que da al mar, colocando a con­ manera sostenida a las 2.15 P. M. Sin embargo de hallar- tinuación al Concepción, Caupolican, Valparaiso, Santiago, i después de un claro para el Rejimiento Aconcagua, que 80 nuestras fuerzas prevenidas de no contestar los fuegos Operación empleamos algunos minutos, hasta que el señor Ministro me hizo anunciar que ol señor Jeneral en Jefe ordenaba suspender el movimiento de avance dol ejército i disponía que regresara a tomar las posiciones en que debíamos acampar. Busqué entonces el pueblo de Miraflores, adonde reci­ bí de V. S. la órden de situarme en el campamento que la noche anterior ocupara, en que permanecirao.s hasta el dia siguiente en que avanzamos nuevamente sobre Miraflores para ocupar el 17 esta ciudad, como en efecto su­ cedió. Estas son, señor Comandante Jeneral, trazadas a gran­ des ra.sgos, las operaciones llevadas a cabo por el reji­ miento. No terminaré, sin embargo, este parte .sin cumplir con el deber de recomendar a la consideración de Y. S. i a la del Supremo Gobierno al entendido i esforzado segundo jefe de cuerpo, teniente coronel graduado don José Mi­ guel Alcérreca, al sarjento mayor don Manuel Ramón Barahona, mis .ayudantes/.los capitanes dou Roberto Bell í don José Antonio Soto Salas, i a todos i a cada uno de los capitanes i oficiales que lo componen, quo con noble abnegación i entusiasmo supieron colocarse a la altura de sus deberes de chilenos i de soldados. Faltaria también a las consideraciones de irnparcial justicia si no hiciera igual mención del sarjento mayor del Escuadrón Carabineros de Angol, dou Julio García Videla, agregado al rejimiento, que desempeñó el primer dia las funciones de ayudante dei que suscribe, i tuvo el segundo el mando de un escuadrón, conduciéndose en ámbas con intelijencia i bizarría. Merecen también recomendación el sarjento mayor de irijenieros don Francisco Pérez i el ayudante don A nto­ nio Llausás que. encargados de trasm itir órdenes por sus jefes respectivos, permanecieron con el rejimiento i lo acompañaron en primera fila durante el peligro. Las relaciones adjuntas impondrán a V. S. del número de muertos i heridos en oficiales i tropa en Ins dos jorna­ das, de los caballos destruidos también por el plomo ene­ migo, del armamento inutilizado, de las municiones con­ sumidas, i de los nombres de los oficiales e individuos de tropa que eu aquellas acciones tomaron parte. Dios guarde a Y. S.

    ■N

    c c Q

    455

    456

    GU ERRA DEL PA CIFICO .

    venia en camino, seguían Navales, que apoyó su derecha al enemigo de todas las trinchera.? i reductos quo ocupa­ . contra un grupo de gruesos árboles; i mas allá, siguiendo ba en aquella parte de su línea, mandadas por los coro­ la dirección de la línea hácia el Oriente, habia ime.stenso neles peruanos Cáeeres i Cancv.aro, hasta apoderarse por llano descubierto por donde podia el enemigo ílanqucar completo de la población do Miraflores, i desalojar al ene­ nuestra posición, mientras no llegaran allí ia,s fuerzas de migo de todas sus posiciones al Poniente del camino de las otras divisiones que debian entrar por ese lado. La bri­ Lima. gada de artillería de montaña mandada por el comandante Miéntras nuestra izquierda flanqueaba la derecha ene­ González, la establecí convenientemente a retaguardia do miga, su izquierda, reforzada con numerosas tropas de la derecha del Banliago, eu un potrerillo quo dominaba refresco, pretendía también flanquear la nuestra, atacando el campo enemigo. con denuedo la derecha del Batallón Naval; pero esto A la 1.30 P, M., V. S. revisó de izquierda a derecha la cuerpo, con un arrojo i destreza digno.? de todo olojio, línea que formaba su división i me manifestó su asenti­ supo resistir las cargas enemigas impidiendo flanquearnos miento a la colocación que le habia dado, ordenándome por el campo que teníamos abierto; i cuando el valero.so hacer acelerar la marcha del Rejimiento Aconcagua, que Batallón Nava tenia ya cerca do un tercio do su efectivo en ese momento se encontraba llenando sus caramayolas fuera de combate, llega a ia lucha el Rejiraiento Yalpaen un estanque inmediato. En el acto envié esta órdon, raiso, árnbos cuerpos con el Rejimiento Aconcagua, que con mis ayudantes Briones i Zillerueio, al jefe de dicho I seguía a la izquierda, emprendieron entónees juntos un cuerpo, i éste forzó su marcha i comenzó a entrar en la ¡ vigoroso ataque (pie obligó al enemigo a retroceder hasta linea. Briones volvió pronto a mi lado, quedando Zillenio- i abandonar su primera línea do trincheras comandada por lo por todo el din en el Aconcagua. los coroneles peruano.? Dávila i Suarez. En esto momento, La órden do V. S, para que la división permaneciera ! 3.45 P. M . nuestra derecha fué reforzada por nuevos oculta, de no hacer fuego sin que V. S. lo ordenara i do cuerpos de ía I. “ División qno entraron a cubrir cl cam­ no contestar tiros sueltos, la comuniqué personalmente a po por donde cl enemigo trataba siempre do flanquear­ los jefes do brigadas. nos. A las 2.15 P. M. mo encontraba a la derecha del Reji­ Desde que cl enemigo perdió sus posiciones de la de­ miento Santiago acompañado de mis ayudantes, sarjontos recha, estaba irremisibíomente perdido. Minutos después mayores González o Infante, observando la formación que de las 4 P. M„ nuestra 2, Brigada, dirijida hábilmente tenia la linea a la izquierda, en cuyo momento llegaba el por ol comandante Fuenzalida, cargó sobre su flanco Aconcagua, i estando dándolo órdon a su comandante derecho con tal esfuerzo, que toda resistencia se hizo ya para que ocupara el claro que se le habia dejado entro ia imposible; viéndose al fin obligado aponerse en abierta i derecha del Santiago i la izquierda de Navales, cuya desordenada-fuga, i dojando en poder de nuestra división colocación habia mandado prevenir al comandante Fierro los fuertes números 1, 2, 3 i 4, 70 cañones de diversos con mi ayudante Pozzi, las tuerzas enemigas dol ala de­ calibres, varias ametralladoras i gran cantidad de m uni­ recha rom jieron nn vivísimo fuego do infantería i artille­ ciones de artillería, e infantería, como también sembrado ría sobre as tropas de nuestra división, quo se liailaban el suelo do fusile.? sistema Peabody i otros. desprevenidas para una sorpresa semejante, confiando en A las 6.30 P. M., cuando ya parecia quo todo habia la tregua o suspensión de hostilidades (¡ne debia durar concluido, el enemigo, creyendo talvez que nuestras fuer­ hasta las 12 P, M. zas sc bailaban desprevenidas en la población, se pre.senNo habia mas que hacer sino contestar el fuego, i asi tó por la linea férrea con nn tren qne condiicia numerosas lo hicieron algunas de nuestras compañías que estaban tropas i carro.? blindados, armados con cañones i am etra­ listas; pero, en el acto se les tocó alto el fuego, juzgando lladoras quo hacian fuego desde sus plataformas. Pero que aquello podia ser una mala intelijencia del pacto otra vez su.? esfuerzos quedaron fallidos, pues nuestra commnido i no nna infame traición. Sin embargo, como tropa se encontraba lista i en perfecto órden, i Y. S, el enemigo seguia aumentando en vez de parar lo.s fuegos dispuso en el acto tomar los flancos do la línea férrea de su línea, i como viéramos moverse fuertes ma.saa de j para impedir el desembarco de las fuerzas enemigas. O r­ tropas que trataban de amagar nuestra derecha aun inde­ denó al mi.smo tiempo que la artillería contestara por ol fensa, fuó preciso aceptar la lucha como se presentaba, frente a loa fuegos de- los cañones de! tren, trabándose un en tanta desproporción, i V, S, dió órden de empezar el lijero cañoneo, quo dió por resultado la precipitada fuga combate. La división constiiba en esc instante de 4,386 in­ I dei enemigo hácia Lima. Miéntras esto sucedía en el puóblo de Miraílores, algu­ fantes i una brigada de artillería de montaña, i sostuvo por hora i media el mas encarnizado combate contra todo nas de las fuerzas do nuestra división habian llegado el grueso del ejército enemigo, colocado en sólidas trin ­ cargando al enemigo hasta el centro de la línea, adonde cheras i reductos inespngnables artillados eon poderosos alcancé acompañado de mi ayudante Briones, incorpo­ cañones. A esta acción no concurrió el Batallón Búlnes rándose momentos después mi ayudante Infante i ol sar­ jento mayor i ayudante dcl .señor Ministro de Guerra don por hallarse de servicio en la población de Chorrillos. A las 3 P. M. so notó quo la derecha enemiga cedja vi­ Manuel Cuervo, que estaba a mi lado prestando impor­ siblemente. En ei acto ordenó V. S. que la cargaran los tantes servicios, en ol momento que hacia esplosion el cuerpos Concepción, Caupolican i Santiago; los que, sal­ fuerte de la Merced, de una manera aterrante, causando vando con irresistible ímpetu el cauce deí rio que los se­ algunos daño.? cn diversos oficiales i tropa de'distintos paraba del enemigo, cayeron sobre su primera línea de cuerpos que llegaban allí revueltos en el calor de la per­ trincheras, arrollándolo en todas direcciones i dejando secución sobro los últimos restos del ejército peruano, el campo sembrado de cadáveres. donde tanto se distinguió el bravo capitán del Rejimien­ E ste primer avance nos hacia dueños de una impor­ to Coquimbo don Artemon Arellano, al lado do 120 indi­ tante posición; pero como el enemigo de.?alojado se reple­ viduos de tropa i varios oficiales de los de su mando. Desde aquel momento me ocupé en reunir los soldados gaba a una segunda línea atrincherada, desde la cual em­ pezaba una nueva i mas encarnizada resistencia, V. S. de algunos cuerpos de la división que habian avanzado.i ordenó quo avanzara el Batallón \LaIdivia para que, reu­ combatido en el fuerte, i dispuse que pasaran a acampar­ niéndose a los cuerpos que se encontraban ade ante, .se se por esa noche con el Rejimiento Aconcagua en la prosiguiera el ataque comenzado. pampa de Miraflores, en cuyo lugar dejó a mi ayudante, Efectivamente, estas fuerzas, bajo las órdenes del va­ sárjenlo mayor don Matías González, en representación liente comandante del Santiago, don Demoíito Fuenzaii- deí Estado Mayor de la división, yenáo en seguida a reuda, pues ya el Jefe do la Brigada, comandante Bareeló, nirme con V. S. en la población i darle cuenta de lo que habia caido herido de nn balazo en ol cuello, se lanzaron habia dispuesto sobre el particular. vigorosamente al ataque, arrojando con fuego i bayoneta En el ataque, por la derecha enemiga, los jefes i oficia­

    457

    C A PÍTU LO QUINTO.

    I

    ■ i' 1k 1 i V .•

    G ■

    C

    iQ

    iO jG iC

    les eran los primeros on m archar a la vanguardia, indi­ cando a sus tropas el camino que debian seguir, i no dejaré do hacer notar a V. S. que el jefe de la brigada, señor comandante Barceió, el jefe dei Rejimiento Santia­ go, comandante dou JYernofdo Fuenzalida, i sarjento m a­ yor del Caupolican don Ramón Dardignac, no obstante de estar heridos, continuaron siompre dirijiendo con acierto sus tropas hasta mucho mas allá del campo don­ de recibieron las heridas, i rnui especialmente el coman­ dante Fuenzalida, que con dos balazos en el brazo iz ­ quierdo no dejó de conducir su rejimiento hasta las 10 P. M., llora en que lo acampó definitivamente en la estación de Miraflores, retirándose él a la ambulancia. Son igualmente dignos de elojio, por su valor i serenidad en los ataques de la misma ala, los señores comandantes Seguel, Martinez i Canto, a la cabeza de sus cuerpos Con­ cepción, Ykldivia i Caupolican. No ménos recomendables son, en jeneral, los cuerpos do la L * Brigada, Navales i Aconcagua, comandados por ios tenientes, coroneles Fierro i Diaz Muñoz, dirijido.? personalmente en lo rnas rnñido i prolongado dcl comba­ te, por el bizarro i valiente coronel don Martiniano Urrio­ la, no obstante la difícil situación’ on que so encontró nuestra ala derecha ántes que liegarau los cuerpos que la apoyaron, para completar el triunfo de nuestras armas en aquella gloriosa jornada que' trajo consigo la rendición a discreción de hiraa i el Cali.ao. Las ordena? de Y . S. que cornuriiqué ai comandante de la brigada de artilloría de montaña, don Antonio R. Gon­ zález, para ocupar-las diversas posiciones que fué necesa­ rio tomar durante la batalia, siempre se ejecutaron con entusiasmo i arrojo, i tanto este jcín como su intelijente oficialidad son acreedores a merecidas recomendaciones. Asimismo lo son los ayudantes del E.stado Mayor Jene­ ral, agregados a la división, sarjento mayor don Daniel Silva V. i eapitan don Alberto Gándara, por sn serenidad i exactitud ul eomnnicaniie las órdenes de Y. 3., i sus importante.? servicios, en jeneral, han sido de gran utili­ dad para la división en relación con el E.?tado Ylayor Jeneral. En conclusión, diré a V. S. que mis ayudantes satisfi­ cieron siempre las exijencias dei servicio, llevando mis ór­ denes en todas direcciones con entusiasmo i-perfecta vo­ luntad. h.abiendo permanecido durante la m.ayor parto del combate a pocos pasos de la linca de infantería, ya en un punto, ya en otro, i ya también ocupándose en dirijir tropas de otros cuerpos que ignoraban ios caminos para entrar a la línea de combate, por cuyos motivos son, a mi juicio, acreedores a las mayores recomendaciones, i con gusto consigno aquí sus nombres: sarjentos mayores Bozzi, González, Infante, Brioncs, teniente Zilicruclo i subte­ niente Cavreño, También debo decir a V. S. qno la importancia de los servicios prestados a la división durante a batalla por el teniente coronel de guardias nacionales don Basilio R e­ moro Roa, dol eapitan don José Domingo Oruzai i de! ciudadano don Eduardo Marx, son mui recomendables, pues no han omitido sacrificios en obsequio de la división durante el tiempo quo ia han acompañado. El Parque, a cargo dei saijcnto mayor don Emilio Contreras. í .sección de equipajes, de la del capitán don Se­ gundo Fajardo, han correspondido satisfactoriamente a las nece.?idades del servicio.—Es acreedor a igual reco­ mendación la tercera ambulancia i cuerpo médico a car­ go del intelijente doctor don Absalon Prado, qne no ha omitido sacrificios en el desempeño de sus funciones. Los reverendos padres frai Elceario Tribiño, de la Re­ colección Franciscana de Chillan, i frai Ju an C. Pacheco, franci.scano de Santiago, capellanes de la división, desde cl dia que principiaron a prestar sus servicios han parti­ cipado con nosotros la vida de campaña, i en las batallas han sido verdaderos soldados de la Iglesia, ocurriendo con prontitud en su sagrado ministerio a prestar los ausilios a T omo

    iv

    ,— 5 8

    aquéllos quo quedaban fuera de combato, llenos de entu­ siasmo i patriotismo, que obligan nuestra eterna gratitud. En esta vez, señor corone, la división de su mando puede Icjítimamente enogullecerse de habense batido con­ tra fuorzíis mui superiores en número i en posiciones, al­ canzando sobre ollas nna espléndida victoria,—Sus bajas son mui sensibles, pues su número do 1,131 entre m uer­ tos i heridos haca préximarnente el tercio de su efectivo; pero esta misma circunstancia es la prueba mas brillante 0 irrefutable de que ha sabido poner bien alto el glorioso pabellón chileno.— Lima, Febrero 1.® de ISSL—/ose Eustaquio Gorostiaga." Por lo espuesto, verá V. S. la bizarra conducta do los señores jefes, oficiales e individuos de tropa de la división (ie mi mando en esta batalla de Miraflores. quo dá una gloria mas a nuestra patria, teniendo sí que ¡amentar muclias i sensibles pérdidas, entre ellas ia del comandante del Rejimiento Faiparaiso, don José .María Yíarchant, qne cayó a los fuegos enemigo.? al escalar con su tropa uno de los fuertes. Al Jefe de Estado Mayor, teniente coronel don José Jíustaqnio Gorostiaga, me hago un deber en recomendar­ lo mui particularmente a la consideración do Y. S., i por su conducto a ia del señor Jeneral en Jefe, por su ¡ntelijencia, actividad, buenas disposiciones i bravura para atender al frente del enemigo, en línea de combate, las fuerzas de la división, tomando posiciones tan convenien­ tes 1 on tiempo tan oportuno, que en gran parte contri­ buyeron al buen éxito (ie las operaciones.—Durante ia liatalla .sus dos caballus fuoron muertos por balas enemi­ gas i atravc-sándole el kepí. —Para term inar la acción tu ­ vo que hacer uso de uu caballo dcl Pi-ejimiento de Cara­ bineros, que se facilitó en los momentos de hallarse a pié. Re(;omicndo tambicn, por su serenidad i compostura, a mis ayudante?, sarjentos mayores don Julio Argomedo i don Teoihvsio Martinez Ramos, capitanes don Enrique Salcedo i don Roberto Barañao i teniente don Orlando ijagos P., cuya puntualidad i acierto en la comunicación de mis órdenes dieron por resultado e! buen éxito con que avanzó la iínca sobro el enemigo, i contribuyendo tambien a esto la celeridad con que el teniente don Ramón Saavedra S., encargado de nna sección dcl Parque, prove­ yó a Ia.s fuerzas que combatian. Los ayudantes dcl listado Mayor Jeneral, sarjento majmr don Daniel Silva Y. i eapitan don Alberto Gándara, qne me acompañaron durante esta acción en calidad de agregados, prestaron servicios mui importantes en la tras­ misión de mis órdenes, i me hago un deber en recomen­ darlos- ante Y . S. El señor comandante del 3.® de línoa, don José An­ tonio Gutiérrez, se me presentó con uno de mis ayudan­ tes cerca de ia población do Miraflores i me prestó servi­ cios oportunos. El teniente coronel de guardias nacionales del Bio-Bio, don Basilio Romero Roa i el ciudadano don Eduardo Marx, estuvieron a mi lado en las últimas horas, ayudando con su presencia i con su palabra a estiruular a los soldados, 1 efectuar otros servicios en la línea, que menciono por ser dignos do mi atención por su arrojo. Concluyo sin otros pormenores que ios que detalla el Jefe do Estado Mayor, comandante Gorostiaga, porque tanto el señor Jeneral en Jefe como \L S. presenciaron los iiechos que tuvieron lugar en esta memorable jornada dei .15. Los documentos adjuntos darán a conocer a V. S. los .señores jefes, oficiales e individuos de tropa que tomaron parte, así como los muertos, heridos i contusos de la di­ visión. P Al sefior Jeneral Jefe de Estado Mayor Jener.il.

    edro

    L a g o s.

    458

    COMANDANCIA DE LA 2 .

    GU ERRA D EL PA CÍFICO .

    BRIGADA DE LA 3 .

    DIVISION.

    lA m a, Enero 21 de 1S81. Soñor; Acampado con la brigada de mi mando, con cacepcion del Bata Ion Búlnes, el 15 del pre.sente a dos kilómetros del jueblo de Miraflores en número de 2,449 hombres distrijuidos do la manera siguiente: 902 hombres del Reji­ miento do línoa Santiago, 474 hombres del Batallón mo­ vilizado Yaldivia, 423 dcl Caupolican i 650 del Rejimiento Concepción, recibí órden do V. S. a las 8 A.. M. para man­ dar una compañía de avanzada que reforzara la artillería que se hallaba cn reconocimienlo a mi vanguardia e in ­ mediata donde cl enemigo organizaba sus fuerzas. Al efecto, desprendí una compañía del Rejimiento Santiago, i por nuevas órdenes completé un batalion de esto cuer­ po a las órdenes del snrjcmo mayor don Lizandro Orrego. A las 12 M. me ordenó V. S. mover toda la brigada i que la colocara eu linca en el lugar que ol Jefe de Estado Mayor, teniente coronel don José Eustaquio Gorostiaga, i ayudante de carnpo do V. S., sarjento mayor don Julio Argomedo, me designaren, movimiento quo efectuó sin pérdida de tiempo, aunque la tropa no habia aun almor­ zado. Llegado al campo que me designaron los jefes aludi­ dos, formé la linca cubriendo el pecho de mis soldados en una pared de tapial que cierra lo.s potreros de eso.s luga­ res, apoyando mi izquierda en el'barranco quo .se eleva sobre el mar i en que formó el Rejimiento Concepción, quedando descubierta la tropa de este cuerpo en una gran parte por falta do m uralla i sobre una lijera prominencia. —La derecha la formó el Rejimiento Santiago, quedando nn claro entro 1.a izquierda de éste i derecha del Batallón Yaldivia por el callejón o camino público que conduce de Chorrillos a .Miraflores. P uraque la línea quedara toda co­ municada, hice romper las paredes divisionarias de potrero a potrero, i en estas circunstancias rocuordo mandó pe Jir a y. S. dos piezas de artillería para llenar el claro del ca­ llejón o camino que separaba el Santiago del Yaldivia. Or­ ganizada así la linea de la brigada, ordené a todos los jefes de cuerpo no hacer fuego sobre el enemigo que se aprestaba : A 400 metros de nosotros i que le distinguíamos con faci­ lidad. Mas éste, a la s 2 P. M., rompió un nutrido fuego sobre nuestra ala izquierda o sea contra el Rejimiento Concepción, i aunque, como ya he dicho, mi fuei'za tenia encargo de no disparar sin órden ni contestar fuegos ene­ migos ínter éste no saliese de sns formidables trincheras, no pudo cou tenerse al ver caer a .sus compañero.? en el campo, i con ta! procedimiento se hizo jeneral cl fuego cn toda la línea de la brisada. Ti ' • . ^ En esta situación, i pava dar cumplimiento a lo dispue.?to por_Y. S., im partí órden de cesar el fuego, la que fué I cumplida en el aoto, i nuestra linea quedó muda por un cuarto do hora, Pero como el enemigo continuara eon incesante i mortífero fuego, i notando a mas que desdo su izquierda despromlia tropa sobre el punto que ocupaba i nuestra linea, mandé al Rejimiento Santiago a atacar por el flanco, luego despuos a las compañías guori illeras de los batallones Valdivia, Caupolican i Concepción lo hicieran de írente, ordenando al rosto del Rejimiento Concepción flan­ queara la derecha enemiga o sea por la orilla del mar. No­ tando lo empeñado del combate, i temeroso que la noche nos sorprendiera en tan seria i decisiva bata! a, entablada ya, m andé reforzar el ataque con el resto de fuerzas do la brigada. Hora i m ediado combate i envuelta mi tropa ya con la enemiga, hice poner banderola cliilena en el primer reducto tomado a! enemigo, para hacer cesar los fuegos de la escuadra, i a mi ayudante capitán don Manuel Em i­ lio Aris a decir a! Jefe do nuestra artillería suspendiera sus fuegos, pues ya el enemigo habia sido desalojado de sus primeras trincheras; el fuerte aislado que tenian a su derecha era nuestro, i como Las tropas de mi mando esta­ ban orivueitas con las del enemigo, sufríamos bajas de nuestra misma artillería.

    En esta situación de avance fué cuando recibí un tiro de rifle que me vandcó la garganta de un lado a otro i que me dejó sin sentido por dos minutos, siguiendo desmes de este tiempo el ataque hasta que me fué imposiile continuarlo por el derramamiento de sangre i cmbarareiento natural; mandé a mi ayudante capitán Aris ordenase al comandante del Santiago don Demofilo Euenzalida se hiciera cargo de la brigada i continuara m an­ dando el ataque contra ya cl débil enemigo, hasta su completa derrota. En esta gloriosa i sin igual batalla, que duró cuatro ho­ ras i media, tenemos que lamentar sensibles pérdidas cn la oficialidad i crecido míraero de individuos de tropa do la brigada, que tocan a los cuerpos en este órden: Reji­ miento Santiago, capitán don Antonio Silva del Canto, subteniente don Adolfo Jjagos, muertos. Teniente coro­ nel coinandanto don Demofilo Fuenzalida, capitán don Cárlos Gatics, teniente don Manuel R. Escobar, subte­ niente abanderado don Benigno Rniz, subtenientes don Franci.seo Estéban Ramírez, don Ju an de la C. Rabanal, don Erne,?to Sepúlveda, don Hilario Caiabrano, don Cé­ sar León i Luco, don Desiderio H uerta Solis, don Belisa­ rio López, don José María Lucero, don Domingo Olasxiiaga, don Luis Alborto González i don José Antonio ararnillo, heridos; capitán don Nicolás Yilugron, contu­ so; 82 individuos de tropa muertos, 166 lieridos i 5-oontiiso.?. El Batallón Búlnes, qno por ocupaciones del ser­ vicio entró en combato al concluirse, tuvo dos heridos. Al Batallen Valdivia, .subtoriionte don Manuel Lara, m uer­ to; teniente don Arturo Brieba, subteniente don Francis­ co J. Guerra, don Belis.ario Valenzuela, don Rafael Ariguita, heridos; 25 .soldados muertos i 55 heridos. Al Caupolican, teniente don Alfredo Yaldés, subteniente don Natalio E. Vega, muertos; sarjento mayor don Ramón Dardignac, capitanes don Mamiel Pereira, don Ju an de Dios Prieto, teniente don Roberto l'radel i subtenientes don Rarnon Aguirre Olivares i don Roberto Jjopcz Cas­ tro, heridos; capitán don Vicente Palacios B., contuso; 14 individuos de tropa muertos, 08 heridos i 13 contuso.?. Al Rejiniiento Concepción, subteniente don Francisco Yuscff i don José María Claro, rmiertos; capitanes don Régulo í ’ovnandez, don Juan Gregorio Tejeda i don Wenceslao Villar C., .subteniente.? don .Manuel Novoa, don Ricardo María Vi vanco i don Juan Bautista Espinosa, heridos; ca­ pitanes don Francisco Fierro, don José del Ro.?avio Figiieron, subteniente don Emilio Rioseco, contusos; 34 indi­ viduos do tropa muertos, 74 heridos i 7 contusos. No ménos sensibles son las heridas graves que por sn arrojo ha recibido el coinandanto dol Rojimiento tíantiago don Demofilo Fuenzalida, el qne así herido reunió su tropa i ayudó a la organización completa d é la división, según me lo manifestó Y. S. al dia signionte. Me es grato recomendar a Y. S. el arrojo e intelijencia con que los jefes de los cuerpos, don Lucio Martínez, don José María dcl Canto, don Josó Seguel, don Herminio González i don Joaquín Rodriguez, como los demas cuer­ pos e igualmente el cuerpo do oficiales, han obrado en este glorioso ataque, en (|ue ahora, conocidas las fortifica­ ciones. trincheras, reductos i demas parapetos de defensa enemiga eran inespngnables. T¡os individuos de tropa han estado a la altura de tan dignos jefes. De la misma m a­ nera recomiendo a Y. S. la prontitud i serenidad con que mis ayudantes, capitán don Manuel Emilio Aris i tenien­ tes don Manuel Castañon i don Rodolfo Serrano Montaner, han dcaompeuado las distintas órdenes dadas en el combate, llegando este último hasta com batir con parte de trojja del Santiago. Concluyo felicitando a Y. S. i, por su órgano, al señor Jeneral en Jefe, por el gran hecho de armas quo importa una sin igual victoria para las armas de Chile. Dios guarde a Y. S. F r a n c is c o B a RCELó. Al scuor Coronel Jefe de la 3. ^ Dívíkíop.

    459

    CAPITULO QUINTO,

    RKJIMIENTO DE LÍNEA SANTIAGO.

    L im a, Enero IS de 1881.

    X,.-

    k ' ¡'

    W' G

    C O O

    G O -Q

    Scfiüi': P’ormarla en línea la brigada i tonuida la coiocacion que se me designó, recibí orden de V. S. do no disparar sobre oi enemigo qne lo teníamos a corta distancia, ni contestar los í'uegü.s de éste si así lo verificaba, salvo que ab.andnnaran sus trinclieras o atacaran micstr.as posiciones. Mas, a las 2 P. M. rompió un nutrido fuego sobre nuestra ala izquierda, que luego se hizo jeneral, i que el rojimiento de mi mando contestó cu el acto, ha.sta que recibí órden de Y . S, de cesar cl fuego, a lo que se dio cumpliiuieiUo inmediatamente. Habian trascurrido 15 minutos de silen­ cio ou nuestra línea i contiuuaba un fuego inces.ante en la enemiga, cuando desprendió do su izquierda mi nú­ mero do tropa para atacarnos; por cuyo motivo recibí ór­ den de YL 3. de hacer fuego i batir a los agresores. Salí al frente con el rejimiento, que ese dia constaba de 002 plazas, resto de Chorritlos,'i corno se me hiciera una fuer­ te resistencia, avancé directamente a las trinclieras car­ gando a la bayoneta hasta desalojar al enemigo que, des­ pavorido al vernos trepar ias inuralias, corrió a tomar nuevas i defendidas posiciones. Continué avanzando con el ler. Batallón por ia izipiierda del camino de Miraflores, m iéntras marchaba ci 2. ® por la derecha de las trinche­ ras enemigas ii'aeiendo fuego pausado i certero hasta que, lanzadas nuevamente de sus escondites, siguieron refiijiándose en una serie de trincheras snce.sivas formadas por las paredes divisionarias de potrero a potrero que, preparadas do antem ano con iníinicos agujeros en forma fie a.spilleras, les liacia casi invuliierabies i podian pelear con inmernsa ventaja. Derrotados de esta clase de fortifi­ caciones i en su desesperación, nuestroa enemigo.? so co­ locaron en una iínea de reductos que tenian estendida desde el mar hasta uno.? 15 metros ai Oriente, donde prin­ cipió uu nuevo i heróico combate por ámbas partes. Mo abstengo do hacer una do.scripeion de e.?tos reductos, por ser conocidos de V. S. En tal situación, noté que estas fortaiczas no tc n k n mas que un acceso i que por su retaguardia se prostabaii para una fácil resistencia; por lo que, luego que lle­ gué al reducto número 2, trató de flaiuiueario, io que no me fué posible efectuar hasta que recibí' algún refuerzo, que ordené atacar por retaguardia, miéntras yo lo verifi­ caba de frente. Al mismo tiempo mi segundo jefe, mayor laigos, tornaba a mi izquierda el número 1. Miéntras esto sucedia en lu izquierda del camino de Mi­ raflores, a la dereclia, el tercer jete, mayor Orrcgo, diezma­ ba al enemigo i lo hacia abandonar su.? trinciioras hasta encerrarlo eu los reductos números 3 i 4,de donde tambicn lo arrojó despucs de una tenaz resistencia, dejando el campo sombrado de cadáveres. En estas fortalezas cupo la gloria al rejimiento de rni mando de tomar como 30 cañones i mas de 10 ametraliadm-as qne, momentos ántes, nos hacian mortífero fuego. En mi poder esta ferie de defcn.sas, seguí en persecu­ ción del ya acobardado i débil enemigo, que se organiza­ ba en una nueva muralla, ricuní mi tropa para atacarlo, i en ese instante fui dos veces herido por una bula de rifle primero, i en seguida por un casco de gr.anada i bala do rifle. En esc mismo in.stante recibí órden del ayudan­ te, capitán don Manuel E. Aris, de hacerme cai-go de la brigada por estar lierido \L S. Revestido do semejantes atribuciones, hice cargar por el nuevo parapeto del ene­ migo ai capital) del YLildivia señor Souper i sarjento m a­ yor graduado don Domingo Castillo, do mi rejimiento, con cuyo vigoro.so ataque se puso en completa i confusa derrota el tenaz enemigo. Por haber recibido órden del señor coronel, Jefe de la división, de dirijirrae a la estación dcl ferrocarril de Mi­ raflores, organicé toda la fuerza de mi rejimiento i la que me fuó posible do otros; pero bien no me acercaba a aquélla, cuando un tren, cuya locomotora venia perfec­

    tam ente artillada i sus carros licnos do tropa, so nos puso a la vista i comenzó a hacernos disparos. Ricibí órden dol señor Jefe de la división tle atacarlo; mandé ai sarjen­ to mayor graduado don i.)omingo Casiillo, ¡«ara que con dos compañías lo atacara por la izquicnlM, mientras yo lo llevaba a efecto ].ior la dereclia. Un lijero tiroteo hizo 1'Ctroced.er al iutrépiiio convoi. A las 10 JL .M. recibí órden del señor covonel, Jefo do la división, do entregar mi tropa ut jefe del Rojimiento 3. ® de línea i retirarm e para poner en cura mi.? lierida.?. En esta decisiva baialla, en que el rejimieuto de mi mando lia tenido la gloria do dejar en cl camj)0 la torcera parle de sus fuerza.?, sus jefes, oficiales e individuos de tropa se lian conducido con un valor de.smedido i un arro­ jo temerario. Kl ejemplo dado por oi segundo jefe, señor Lagos, mayor Ürrego, ayudante.? .señores J.iciceño i Sandoval, era secundacio por los demas oficiales, clases i sol­ dados, que disputaban ser lo.? primeros ca asaltar las inespugnables fortalezas. No concluiré sin hacer presente a YL S. que al comuni­ carme una órden el ayudante de la brigada don Rodolfo Serrano M., porque consideré impo.?ible que al regresar vol­ viese a su piic.sco sin novedad i a la vez estimé qnc .sus ser­ vicios me eran do suma importancia, lo agregué a mi reji­ miento, 'I’odo lo que so diga de la bravura do este oficial será pálido comparado con la realidad. Su valentía tornó cu locura i se disputaba ser él el primero en asaltar ias trincheras; animaba a la tropa i la (lirijia al lugar de mas peligro i donde era ma.? necesario atacar ai enemigo. í.as semsibles bajas quo lia sufrido esto cuerpo las verá YL S. en la lista quo por separado adjunto, notándose en eila la herida del subteniente abanderado don Benigno lUiiz, que cayó de los primeros con dos individuos d éla e.scolta. Dios oguarde a YL S, D

    e s iü e i l o

    F

    A! .sflüor Coiraiiil;\nte en .lefc ile ia ‘2. ^ T.vigaila de !a 2.

    u e n z a l id a .

    División.

    BATALLON CIVICO DE A llTll.I.ER lA NAVAL.

    L ir m , Enero 19 de 1881. Señor: Tengo el honor de dar cuenta a YL S. de la parte que tomó el cspresado eu la batalla que tuvo lugar el dia 15 del pro.seiite a inmediaciinics del pueblo de Miraflores, l ’oco ántes .de las 10 A. Ai. de eso dia, i hallándome acampado dc.?(fc la noclie anterior cerca de Barranco, re­ cibí órden de Y'’. S. de mandar tres coriqiañías a las órde­ nes dol Estado Mayor de la división; (üchas compañías rriavcinu'on a las órdenc.s dol sárjenlo mayor del cuerpo, Pero habiendo recibido nueva órden de completar 500 hombros, marclié cou otra compañía para tomar el man­ do de todas, dejando en cl campamento las otras dos a cargo del eapitan mas antiguo. Reunido a las compañías qne tenia el sarjento mayor, hice tomar su colocación numérica a ia que yo conducía, quedando como las demas en batalla i oculta detrás do mía tapia al frente i como a 400 metros del enemigo í paralolarnente a él. Este so hallaba iguairaonte estableci­ do i tenia una estensa línea ele aspil eras en ias tapias en que .se parapetaba, que perniitia ocultarse a nuestra vista. Unos i otros nos observamos sin disparar nn .solo tiro hasta oerc.a de las 2.30 IL M., hora eu que, de improviso, rompió un nutrido fuego de fusilería sobre nuestra linea, el que contesté iiunediatarneiite; mas. viemio la inutilidad dol fuego lo hice cesar, continuándolo poco despiie.? por­ que el enemigo .se mostraba con mayor confianza i alle­ gaba a nuestro frente numerosas tropas. Haria como media hora qne sosteníamos el fuego, i ob­ servando YL S. que el enemigo se corria a su izquierda como para flanquear nuestra derecha, que.era también la de la división, V. S. me ordenó entónces atacar de frente, lo que ejecutó todo el bat.allon, pues so habian reunido

    G U ERRA D EL PA CIFICO .

    460

    las dos corapafitas al iniciarse el fuego, i con el mayor en­ tusiasmo i arrojo cargó sobre ol enemigo i le desalojó do las múltiples posiciones que pretendió tomar i hasta del último de sus reducto.?, cooperando así a su completa derrota. Tul ha sido, señor coronel, la conducta de este batallón en la parte qne le cupo en el combate que abrió las puer­ tas de osta capital a as huestes chilenas. Según la relación adjunta, V. 5. verá las bajas por demas sensibles que ha tenido el batallón, pues cuenta con 3 oficiales muoiTos i 9 herido.?; i de tropa 62 muertos i 226 heridos, o sea un total de 12 oficiales i 288 indivi­ duos de tropa. Por fin, sefior coronel, tengo la sati.sfaccion de esponer a V. S. quo todos en jeneral, oficiales i soldados, han cumplido bien con su deber: lo.s primeros dirijiendo a los segundos en los momentos mas difíciles, pues V. S. i el ejército todo conoce la superioridad numérica del enemi­ go que nos tocó batir i .sus formidable.? i escojidas po.siciones; los segundos, la tropa, obedeciendo i dando prue­ bas como aquéllos de valor i abnegación. Los que han perecido i derramado su sangre merecen en justicia especial recomendación; en cuanto a los pri­ meros, tienen ya derecho a un puesto distinguido en la historia de esta guerra i a la gratitud del país. El joven subteniente don Ramón Lara, muriendo con su pió pues­ to en el último parapeto enemigo cuando ya la victoria ora nuestra; el teniente don Manuel A. Guerrero, cayen­ do mortalmente herido al frente de sus soldados i escla­ mando ¡adelante!; el subteniente abanderado don Cárlo.? A. López, cayendo al pié de su bandera, después de haber solicitado para él ese puesto de peligro, son, señor coronel, tres figuras eminentes, tres nobles victimas que abonarán siempre el nombre i crédito del batallón, cuya memoria será imperecedera entre sus compañeros. Siete vecos vaciló i aun cayó la bandera del batallón: fueron otros tantos brazos, otros tantos hombres que, heridos o muerto.?, caian vivando a Chile. Esta circuns­ tancia mo hizo enviar a retaguardia la bandera, ia que recibió ocho bolazos. Los capitanes don Pedro A. Dueñas i don Roberto Simpson, heridos gravemente en lo mas recio del ataque, merecen también una especial recomen­ dación. E? igualmente acreedor a una recomendación en este parte o sarjento mayor don Loredano Fuenzalida, por la serenidad i valor que manifestó en el combate. También lo es el ayudante de V. S. don Manuel Ortiz, quien se incorporó i peleó en las filas del batallón por en­ contrarse a pió, al principio de la acción, haciéndose dig­ no de esta recomendación tanto por su conducta militar, cuanto por los servicios que como cirujano prestó on el mismo campo de batalla. Es cuanto tengo que esponer a Y. S. sobre el parti­ cular. Dios guardo a Y. S. F r a n c is c o J. F i e r r o . Al sefior Jefe de la 1.

    Brigada de la 3. ” División,

    BATALLON BÚLNES.

    Campa-nento de Miraflores, Enero 16 de 1881. Soñor: Doi parte a Y. S. que a las 5 P. M. de ayer, recibí órden del señor Jeneral en Jefe para ponerme en marcha con el cuerpo de mi mando on dirección a Miraflores. En esta virtud reuní el batallón, porque en esos momentos se ha­ llaban ocupados 400 individuos de tropa con sus respec­ tivos oficiales recojiendo herido.? de la población do Chor­ rillos i 50 hombres el armamento, cuyo número íué de 300 i tantos rifles, entregados al teniente del Parque don Belisario Zelaya; con dicha fuerza emprendí la marcha, de ando de guardia en el local que ocupábamos 35 indi­ viduos de tropa i 1 oficial, reuniéudoseme algunos pocos

    soldados, quo por encontrarse ocupados en diferentes ca­ lles no habian alcanzado a formar a! toque de tropa. Al entrar a la población de Miraílores fué herido de gravedad el cabo 1,® Froilan Rojas. Eu la noche me acampé con mi batallón de avanzada, en donde permanezco hasta la fecha. En esta voz, corno en la acción del 13, ios oficiales i tropa han cumplido con su deber. Dios guarde a Y. S. J AI sefior Jefe de la 2. * Brigada de la 3.

    osé

    í Ic h e v e r r í a .

    Divisioo.

    BATALLON CAOPOLIOAN,

    Gavipamento de A Haga, Enero 20 de IS S L Señor: Tengo el honor de dar cuenta a Y. S. de la parte que le cupo desempeñar al Batallón Caupolican que comando, en ei sangriento i sostenido combate librado el 15 del presento en Miraflores. Ocupaba cl Caupolican, en la línea do batalla que for­ mó la brigada, el puesto que le covrespondia por su a n ti­ güedad, como a 400 metros del enemigo, el cual se encon­ traba perfectamente parapetado por tapias i trincheras; i confiados cn que no se romperían las hostilidades por jarte del enemigo, a consecuencia del armisticio, el bataion de rni mando arrimó las armas a la muralla, ponién­ dose en descanso a la 1 P. M. U na fiora después, pocó mas o ménos, los póniano.s sorpresivamente rompieron sus fuegos de fusilería i artillería con tal viveza, que no fue­ ron interrumpidos un solo momento durante las cuatro horas que duró el combate. El Caupolican contestó los fuegos hasta el momento en que Y. S. dió órden para que so suspendiesen, ordenando momentos después que avanzasen sobre el enem igólas compañías de cazadores de la brigada, las que no tarda­ ron en romper sus fuegos a lÜO metros a vanguardia. Es­ te movimiento tuvo por objeto flanquear al enemigo por su ala derecha, lo que se consiguió con cl apoyo del bata­ llón i el de los demas cuerpos que componen la 2. Bri­ gada al mando de Y. S. Desalojado el enemigo de sus primeras posiciones, fué ocupando, en retirada i sucesivamente, otros atrinchera­ mientos; i por mas formidables que ellos eran, no pudo resistir al empuje de nuestros soldados, que se mostraron tenaces c incansables en perseguirlos, a pesar del nutrido fuego quo recibían. Faltaba aun que rendir el último baluarte ocupado por los enemigos do Chile, quo consistía en un fuerto deno­ minado Julia Rosa, situado a la orilla de la playa, en una prominencia, i el cual tiene la figura de una hélice, con parapetos de sacos de arena, circundado de fosos de mas de dos metros de profundidad i cuatro de ancho, con agua, rodeado de minas i trincheras i solamente con dos entradas, defendido por tres cañones e igual número de ametralladoras i por una fuerza quo, según cálculos mui prudentes, no bajaba de 500 hombro.?, fuerza que aum en­ taba con las que abandonaron ias primeras trincheras. Para llevar el ataque a esa inespugnable fortificación ordené al sarjento mayor don Ramón Dardignac quo con medio batallón la atacase por la izquierda, m iéntras que el que suscribe reforzaba nuestra línea por el centro i eon dirección al pueblo de Miraraflores, protejiendo nuestra ala derecha ol capitau don Enrique Bernalos con su com­ pañía. Esta maniobra fué coronada por el mas feliz éxi­ to, dando el batallón de mi mando una prueba elocuente do su valor i disciplina; pues bastaron tros horas para desalojar al enemigo de sus trincheras i fortificaciones hasta ponerlo en completa derrota. I/a gloria de esta jo r­ nada corresponde también a fuerzas de los demas cuerpos do la brigada de Y. S. i a una parte del Rejimiento 3. ® de línea, que peleó con nosotros desdo ol principio del combate.

    461

    CA PÍTU LO QUINTO. Casi en los momentos en que so alcanzaba tan esplen­ dida victoria, el bravo entre los bravos, mayor Dardignac, cayó gravemente herido por dos balas, una que lo atrave­ só la pierna izquierda i otra qno le ofendió un brazo. Creería faltar a mi deber si no recomendase mui especial­ mente a la consideración de V. S. el arrojo temerario de este jefe, que con sn ejemplo alentaba la tropa en los mo­ mentos mas rectos del combate, haciéndose digno de sn merecida fama. ■Un estos momentos faltaban las municiones i so acordó dar una carga a la bayoneta, poniéndose al frente de las fuerzas allí reunidas del Caupolican cl eapitan don Vi­ cente Palacios íi. Este ataque fué decisivo i ¡irodujo la completa derrota del enemigo. El Caupolican lia tenido mas de una cuarta parle de bajas en su oficialidad i tropa; lo que manifiesta que co­ mo chilenos cumplieron con su deber. Para term inar, me bastará liamar la atención de V, S. a la lista nominal que de nuestros heridos i contusos acom­ paño por duplicado al presente parte. Eila dará a conocer a V. S. el brillante comportamiento de la oficialidad del batallón i de la tropa, que rio retrocedieron un momento ante el peligro. Dios guarde aVLS. J

    o sé

    M a r ía

    del

    C a nto.

    Al sefior Comandante de k 2 . ® Brigada de k 3. ‘^División.

    RE.T1M1ENT0 ACONCAGUA.

    L im a , Eme-ro 18 de 1881. Señor: En las batallas libradas los dias lí) i 15 dci presento mes, la primera en Chorrillos i la otra en Miraflores, las bajas quo ha tenido el rejimiento de mi mando ascienden a 13 oficiales i a 242 soldados. Los jefes, oficiales i tropa han cumplido estrictamente con su deber. En las dos batallas acompañó al rejimiento ol capellán de la brigada frai Elceario Tribiño, quien con todo celo prestó a los moribundos de distintos cuerpos los ausilios de su ministerio. Incluyo a V. S. una lista nominal de los oficiales m uer­ tos i heridos, ocupándome actualmente, a pesar dcl mal estado de mi salud, do reunir los datos indispensables para pasar esta tarde misma, si es posible, la de los indi­ viduos de tropa. R Al seSor Coronel Comandante do la 1.

    afa el

    D

    ía z

    Brigada de la 3.

    M uñoz. División.

    BATALLON VALDIVIA.

    üam pam enío de Aliaga, Enero 20 de ISSl.

    k L..

    c G

    G

    Señor: El 14 del corriente, a las ó P. M„ marché del campa­ mento de Chorrillos con el batallón de mi mando eu di­ rección a Miraflores, ju n to con ios demas cuerpos de la brigada de Y. S. i acampamos cerca de Barranco a las 7 P. M., mas o ménos. Al dia siguiente, a las 12 M., marchamo.? a atacarlo, desplegando como a 400 metros en batalla con los demás cuerpo.? de la brigada. Eran las 2 P. M. cuando el enemigo rompió sus fuegos por la derecha, que se contestó inmediatamento por nues­ tra parte; luego después se suspendió en nuestra línea por órden de V. S. i se reanudó cuando Y. S. dispuso que avanzaran las compañías guerrilleras qne de mi batal on salieron en el órden siguiente: la compañía de cazadores al mando de su eapitan don Alborto Arce, en seguida la 4, * a las órdenes de su eapitan don Ernesto Gómez H., i por fm, la 3. * a las do su eapitan don Belisario Troncoso J.

    Un momento después .salí también al fronte con la de­ más fuerza do mi jatalion a reforzar las mencionadas compañías, que principiaban a tener bajas, en dirección al fuerte que el enemigo tenia a su derecha; ésto fué rocliazado i se replegó a su izquierda dejando fuerzas a su derecha, pero en la prolongación de la costa, donde fué también rechazado completamente. En esas circunstan­ cias tuvo que reconcentrarse en dirección a Lima, i fuó necesario atacarlo en su centro do fuerzas, haciéndolo des­ alojar de sus importantes posiciones, parapetos i reduc­ to.?. El combate continuo de esa manera liasta las 6.30 P. M., mas o ménos, en que el enemigo fué completamen­ te vencido i destrozado, escapándose a Lima unas pocas fuerzas en completa desorganización i desarmadas A puestas de sol, les cuerpos do nuestro ejército se reu­ nieron en los puntos que se designaron. ^ Acompaño a Y. S. por duplicado la relación nominal i do muertos i heridos que tuvo en el combate el batallón ; de mi mundo, en esta gran batalla que dió por resultado j la rendición, a discreción, de Lima i el Callao, que ya I ocupa nuestro ejército i armada. j Respecto a ia conducta dcl sarjento mayor de mi bata¡ lloii, don Joaquin Rodrignez, señores oficiales, clases i soli dos, me es altamente satisfactorio, como siempre, m ani­ festar a V. S. que cada uno en su clase i circunstancias estuvo a la altura de su im portante deber como chileno i soldado, por su denuedo en el combate. Termino felicitando a Y . S. i, por su órgano, ai señor coronel Pedro Lagos, Comandanto en Jefo de la 3. * Di­ visión dol ejército, a la cual pertenecemos, por la brillan­ te victoria obtenida, en que nuestra división formó la pri­ mera línea. L ucio M a r t í n e z . Al acficr Comandante en Jeto de la 2.

    Brigada de k 3.

    División.

    REJIM IENTO CONCEPCION.

    L im a , Enero 29 de 1881. Señor: Paso a dar cuenta a Y. S. de la parte qne el Rejimiento Concepción le cupo en la ruda jornada del 15 do actual, en el lugar denominado Yliraflores. Mas o ménos a la 1.30 P. M, se me comunicó la órden de colocar el cuerpo cerrando la izquierda de la línea en el lado de la costa; i a las 2, cuando acababa de tomar la posición indicada, en circuhstancias que buscaba camino para el agua, el enemigo, do una distancia como do 400 metros, rompió con .sorpresa sus fuegos sobre nosotros, matando en estos primeros tiros al soldado Amador Jara. Al decir con sorpresa, me refiero a quo estábamos preve­ nidos de que había suspensión de hostilidades hasta ia.? 12 P. M. Los fuegos del enemigo fueron contestados hasta que V. S. ordenó suspender los nuestros, i como el enemigo persistia en hacernos un fuego nutrido, i saliendo algunos de ellos de sus trincheras como on ademan de desafio, re­ cibí la órden de V. S. de hacer salir al frente la compañía de guerrilla; un poco mas tardo fué ésta reforzada con otra compañía, í en seguida .?c me comunicó avanzar con el resto del rejimiento i con los otros cuerpos do la briga­ da para atacar al enemigo por su costado derecho hasta desalojarlo de sus trincheras. Esta operación se efectuó corno en cuatro horas después de un sostenido fuego, sal­ vando en el trayecto una profunda quebrada; teniendo que liacer retroceder al enemigo de tapia en tapia hasta derrotarlo por completo i hacerlo abandonar su primer reducto de la derecha, ju n to a la costa i el mas formida­ ble de todos. A los pocos instantes do ocupar esta obra de defensa del enemigo, se mc ordenó dejarla guarnecida por 200 ! hombres del cuerpo, cuya tropa quedó al mando del sár­ jenlo mayor don Enrique N. Astorga. En seguida me dirijí con la fuerza sobrante a unirme a los otros cuerpos de la división.

    4fi2

    G U ERRA D EL PA CÍFICO .

    Las bajas que ha tenido el cuerpo son las siguientes; En los oficiales: 2 muertos, fi heridos i 3 contu.sos, .se­ gún la relación adjunta. En la tropa: 30 muertos, 7 i heridos, 7 contu.sos i 4 cuyo paradero so ignora, según consta también de la ro.spectiva relación acompañada. La fuerza que entró en combate e.s: 39 entre jefes i ofi­ ciales, incluyendo en este número al cirujano 2. ® don Emilio Moreno, que en cla.sc de tonionle presta servicios gratuitam ente en el cuerpo de.sde el 1. ° del presente me.s, i a lo.s subtenientes don José Mauricio Contreras i don Ramón Alberto Trucios, quese incorporaron cl mismo dia de la batalla, i 057 individuos de tropa. _ Debo hacer presente a V. S. que los señores jefes, ofi­ ciales e individuos de tropa que están a mis órdenes, han cumplido con su deber. Como en mi parto anterior, sobro cl combate de Cliorriílos, también haré notar a Y, S. la circunstancia de ba­ bease encontrado cadáveres de estranjero.? entre los del enemigo, en su mayor parte italianos i con uniformo mi. litar. Dios guarde a Y. S.

    fuerzas reconocedoras. Y. S. pudo en eso momento apre­ ciar el efecto do sus fuegos dirijidos a una distancia de 6,000 metros. Acordada la marcha dcl ejército para el 12, la artille­ ría de campaña puesta por V. S. a mis ordeno.? (la do montaña quedaba a ia do los jefe.? do división), se puso en marcha por un carniiio buscado i abierto por el mayor Jarpa i ca oitan Flore.?, que. desviándose bácia el Este, ántes de 1 ogar al puente, sigue los potreros del valle, toma el llano i va a cortar el camino a poca distancia deí campamento enemigo. El quo su.?cribe se decidió por osa via, porque, como siempre, no queria gastar los caballos en e ondulado i arenoso camino que cruza el puente i sigue por la falda de los cerros del Esto, que scguian al­ gunas de las divisione.?. Y. S. mejor que nadie compren­ de lo qne importa esa marcha para un tren pesado i numeroso como ia artillería do campaña, por camino.? casi desconocidos i en medio de la oscuridad do la noche. Todas las diílcuitade.? fueron salvadas por los artillero.?, con paciencia i enerjía, dignos de su nombre de soldado chileno. A las 6 A. M. mo reuní a las baterías dol primer roji­ J osé S e g u e l . miento, que por un error habia soguido el rumbo de la 3.®^ División, i continuamos juntos la marcha. En cuan­ Al .scSor Com.vniiaula de ¡a 2. “ Brigada de !a 3. * Divisioü to a la artillería de montaña, seguia puso a paso los mo­ vimientos de la infantería. A las 4.30 F. M. se pudo, merced a granelísimos esfuer­ GO,\IANDAXCI.\ JENERAL DE AllTILLEIlÍA. zos, subir las piezas de artillería ele las baterías m anda­ L im a, Enero 26 de ISSL das por los capitanes Nieto i O rtúzar a las altur.as que dotmnaron por la derecha i el frente Jas posiciones eno­ Señor Jeneral: • Dos dias despucs do haber fondeado en la caleta de migas. Sei.s minas que no produjeron daño alguno esta­ Curayaco el convoi que conducía cl ejército de Chile, es llaron durante la colocación de aquéllas. Miéntras tanto, decir el 22 del p.asadü, ordené at capitán don José Jo a ­ las otr.as dos baterí.-u? del segundo rejiraiento tomaban quín Flores qne practicase nn reconocimiento de la cos­ posición a la izquierda, en la I anura. J ais dos del primor ta, para ver si so encontraba mas al N orte una caleta qno rojimiento, acompañadas por la dol capitán Flores, tom a­ pennitiese el fácil desembarco del numeroso i pesado ban ol camino qne va por la espalda de las alturas indi­ material de la artillería de campaña. La caleta arriba cadas i entraban al llano de San Juan, con el objeto de mencionada hacia imposible el de.sembnrco por lo esca­ apoyar a la 3. División que ¡ba a em prender el ataque broso do su play'a; presentaba además la dificultad del por ese lado. Eran las -ó. 10 P. M. i nos acupábamos todavía en subir largo i medanoso camino que la separaba del vallo de las piezas cuando comenzaron a verso los disparos dé fu­ Lurin. El capitán Flores volvió el mismo dia por la tarde tra ­ silería del enemigo a las tropas de nuestra 1. ^ División. yendo ia noticia de que una caleta que dista una legua En el acto hico romper los fuegos sobre los puntos mas do Lurin era !a quo presentaba mas facilidad a la opera­ altos i ati'incherado.? de la linca contraria. No obstante ción que necesitábamos llevar a cabo. El resultado de la mis deseos i las exijencias de aquella situación, ordené, .a. espedicion fné puesto en conocimiento do V. S. i del se­ los pocos disparos, que cesara el fuego, porque la todavía indivisa claridad de la mañana no permilia ver bien los ñor Jefo de Estado Mayor Jeneral. Ei domingo 26, e! Co-piopú se dirijia a la caleta elejida objetos i nos esponíamos de esa rnanora a herir a los por Flores, a de Pescadores, eon una parte de la artille­ nuestros que avanzaban rápidamcníe. Mandé, por tanto, avanzar las baterí.as en busca de po­ ría de campaña, quo fué desembarcada ese dia. AI si­ guiente vino el lia ia trayendo un buque a remolque con siciones que, aunque menos dominantes, nos permitiera el resto. En ménos do 48 horas de tnibajo, todo el tren dar mas certeza i .seguridad a nuestros fuegos. Tropezan­ de cañones, carros i municiones quedó en tierra, después do a cada paso con las dificultades del terreno, las bate­ del esfuerzo que debia haccr,?e en favor de la situación del rías llegaron al llano que ocnpábán ya las dcl primer rejimiento i que apoyaba la 3. " División, batiendo los ojéreito. Debo a este respecto una palabra do gratitud a lo.? se­ puntos de resistencia del enemigo. Arrojado é,ste de sus primeras posiciones i batido p u n ­ ñores marinos Manuel Riofrio, Manuel Señoret i Manuel Altarnirano, por la buena voluntad, constancia o inteli­ to por punto, se iba replegando sobre las alturas de Chor­ jencia con que sccuiidaron mis propósitos en tarea tan rillos coronadas sin cesar ror la artillería de montaña c ue snbia'altur.a i doscendia al plan con La misma posibilidad dura, llena de inconvenientes i peligros. A las 3.30 P. M. del 30, las baterías de campaña se pu­ que los infantes. Como a las 2 F. .M. recibí de Y. S. Ia órden de atacar sieron en movimiento i llegaron a Lurin a las 5.30 P. M. con los caballos en perfecto estado i listos para una mar­ at Morro do Chorrillos, fortificado con cañones do grueso calibre i en donde el enemigo, replegado con el rosto de cha en el momento que se considerase necesario. •El 2 del presento acompañamos a Y. S. a un reconoci- sus tropas, hacia la últim a i mas fortificada resistencia. Para dar cumplimiento a esa órden hice colocar a 1,.500 mionto por los caminos de Manchai i Cieneguillas, que metros las brigadas de montaña del comandante Gonzá­ conducen a Lima. El 6, el que suscribo i su Plana Mayor, acomp.añaron lez i del mayor Jarpa, que abrieron sus fuegos con acer­ también a V. S. al reconocimiento que se hizo sobre las tadas punterías. D urante medirá hora recibieron los pro­ po.';iciones que el enemigo ocupaba en la línea de San yectiles do los cañones de grueso calibre dcl Morro i los Ju a n a Chorrillos. Dos piezas de artillerí,? do campaña de un cañón de campaña montado en una locomotora Krupp, del último modelo, llevadas para ver las dificul­ qne liabia venido de Lima a situarse en Miraflores. A las 2.L5 llegaban al combato las batcrias de campa­ tades del camino, calcular las distancias i conocer el al­ cance de los cañones peruanos, formaron parte de las ña de los CrApitane,? Nieto i Montauban, i colocadas en un

    CAPÍTULO QUINTO.

    ,

    í,_

    ■I c.

    c.. C' f e .-

    fe-'

    c k k k k.

    k

    c k c k o c

    G

    potrero, a 2,.500 metros del Ylorro, rompieron ol fuego. YL S. fué testigo ocular de los magníficos disparos de ia batería del. primero de los capitanes, cada granada era puesta en ol blanco. En breves instantes los cañones del Morro dojaron de re.si.>ondor. Con tan poderoso ausilio se pudo, a las 3 P. YL, arrojar de allí al último enemigo i dar término a uno de los mas grandes i gloriosos hechos do armas dol siempre vencedor ejército de Chile. El 14 fué un dia de descanso para la artillería. Era noco.sario dar un poco de reposo a hombres i caballo.?, des­ pués do las vijilias i contrariedades de tan crudas i largas jornadas. El 15, a las 5 A. M., de orden de YL S. puse en movi­ miento la artilleria de campaña i practiqué nn reconoci­ miento sobre las posiciones del enemigo en Miraflores. Me acompañaron los oficiales de e.sta Comandancia Jene­ ral. Mo acerqué cuanto fué posible, i pudo convencerme de que los peruanos se movían sobre nosotros, ocupaban sus trincheras i se alistaban para la resistencia i el ataque. Cuatro horas mas tardo, ia artiliería de campaña do ámbos rejimientos tornaba coiocacion en ios distinto,? po­ treros, cuatro o cinco cuadras a retaguardia de la 3. * División, que acampaba en B.arranco. Para ello fué preci­ so romper paredn.s, arreglar el terreno i cortar en imicbas partes el e.speso ramaje que impedia la vi.?ta i ei paso de los proyectiles. Convencido como estaba que ol enemigo observaba nue.stro movimiento, i podia en cualquier momentir d ar­ nos un golpe de mano, puse estos hechos en conocimien­ to de YL S. i pedí la inmediata protección de la artillería, de.sde la primera hora, al alcance de las balas do rifle, YL 3. ordenó entónces o! avance de la 3. * División i au­ torizóme para dar a la infantería la coiocacion que juz­ gara prudente i necesaria. A las 12 i\i, debo confesarlo, volvió nn t;mto la 'tra n ­ quilidad a mi espíritu,—inquieto desde el amanecer por­ que veia al enemigo acercarse mas i mas .sin encontrar delante do nosotros una línea que le opusiera resistencia, —cuando vi a la 3. * Divi.sion avanzar apresurada para servir de muro i defensa a nuestros cañones. Desde esa hora las líneas que se liallaban fronte a frente del enemigo, co­ menzaron a sor reforzadas por distintos cuerpos. Va no habia que temer por la suerte de la artillería, colocada, como he dicho, a vanguardia. Eran las 2.30 P. M. i descansábamos tranquilos do las fatigas de! dia, confiados en la tregua qne, según voz jene­ ral, debia durar basta las 12P. YÍ. De repente el enemigo, seguro de herirnos, inicia el combate con una descarga cerrada de fusilería. Ira confusión i la soiqirosa de ese momento no se puede centav. La artillería contostó inmediatamente, i el fuego se hizo por todas partes nutrido i jeneral. Al cabo do una liora, i viendo las bajas qne las balas Inician i que el enemigo jrctomli.a flanquearnos por nuestra izquierda, ordené qiio as piezas fueran retiradas i puestas en mejor posición, a retaguardia, para apoyar ai ejército on caso de una retira­ da. Por otra parte, sus fuegos no podian ser bien dirijidos a cau.sa del humo que envolvía el campo peruano i el nuestro i quo no permitia ver quiénes eran liertmuios o enemigos, Quiiiiento,? o mil metros mas a retaguardia las baterías recomenzaron cl combate. Hubo un momento, ias ó P. M., en que so me pidió con apuro ¡a artiliería do montaña para proiejer oi avance de la infantería; pero nada podia-hacer, desde que ella me habia sido quitada para ponerla a las órdenes de los jefes de división. En ese instante las baterías de los capitanes Errázuriz i Eontecilla aparecieron haciendo fuego desde los cerros do nuestra derecha i Oriento tle Lima sobre las fuerzas peruanas que pretendían flanquearnos por ese la­ do i (]ue rechazó la brigada dei señor coronel Barbosa, protejida por las dos baterías mandadas por el mayor Gana. A las 5.30 P. M. nuestro ejército era dueño de Miniflo-

    463

    ros, i por consiguiente de las formidables trincheras que lo dofcndian. En esta otra gran victoria, que cierra .por hoi la éra de triunfos del ejército, la artiücría, señor, ha visto caer he­ ridos a rmichos do sus oficiales i soldados. Desgracia es esa que solo encuentra su lenitivo cuando se piensa que lian caido en su pue.sto i defendiendo noblemente su ban­ dera. Pero hai una dcsgi’acia, sobre todas las desgracias, que nunca lamentaremos bastante: ia muerto del eapitan don José Joaquin Flores, pérdida irreparable para la ar­ tillería i de la cual minea podrán consolarse los que tu ­ vimos la honra de ser sus compañeros de armas. El capi­ tán Flores, señor, no necesita elojios, que hartas pruebas públicas dio en esta larga campaña de su bizarría, inteiijencia i distinguidas dotes militaros. Ojalá que la patria .nieda apreciar en lo que vale el sacrificio de tan noble lijo suyo! T'ambien cayeron en cl campo como buenos, el teniente del primei'rejimiento don Luis .León Caballero i cl alférez don Ramón Ernesto Gaeto. Lus bajas de oficiales de la artillería son: los 3 muertos nombrados, 12 heridos del segundo rejimiento, además nn contuso. El comandanto YVood recibió una hala en ol cinturón, salvándolo el man­ go de su revólver. Tenemos también nueve artilleros sir­ vientes muertos i ,52 heridos. No es posible, .señor Jenera!, recomendar partieularinente a ningimo de los señores jefes, oficiales i tropa de la artillería. En las memorables jornadas (iel 13 i 15, creo, i tengo la satisfacción de decirlo, quo todos hicieron lo que lian liccho siempre en esta campaña tan gloriosa pa­ ra Chilo. • Tenemos en mie,?tro poder 50 cañones de grueso cali­ bre i 100 de campaña i do montaña, mas do 50,000 g ra­ nadas i balas, 10,000 rifles, cerca de 6.000,000 de tiros do fusil, un centenar de quintales ds pólvora i numerosos pertrechos i elementos de guerra. Ylui luego tendré el honor de pasar al Estado Mayor Jeneral el parte detallado de todo lo consumido on'las dos batallas últimas, incluyendo también las listas del tersonal que ,se encontró en ellas i de los animales jnutiizados. Al concluir, señor, croo do mi deber dedicar una reco­ mendación especial a lo.s jóvenes oficiales de esta Coman­ dancia Jeneral, que rne han acompañado en las batallas de Chorrillo.? i jYüraílores, cumpliendo su deber con toda serenidad, intelijencia i .actividad, a entera satisfacción del que sirscribe. Dios guarde a YL S. J. V e l a z q u e z . -A! seílm- JenenS v.a .¡efe ile! ejército (¡e! Norte.

    KEJIMIENTO DE ARTILLERÍA NÚM, 1.

    L im a, Enero 31 de 1881. Señor: El 12 del mes corriente, a las 5 P. M., cumpliendo lo dispuesto por cl señor Comandante Jeneral de Ártillería, salid o liiirin con la 1 .* Brigada del rejimiento de mi niíindo, compuesta de 12 piezas de campaña, sistema Krupp, de 7/5 i dos ametralladoras bávaras, quedando la 2.* brigada, que consta del mismo número do cañones de montaña de igual .sistema I calibre (¡ue ia anterior, in ­ corporada a la 3. * División dol ejéreito i a Las órdenes del segundo jefe, teniente coronel don Antonio R. Gon­ zález, con ei sarjento mayi.ir don José Lorenzo Herrera, El ¡larte detallado del comandante González manifiesta que, siguiendo a la altura de la cabeza de la división, en'tró en el valió do San Juan, ocupando en seguida el pues­ to conveniente a sus baterías, miéntras avanzaba ia in­ fantería que .se apoderó de los fuertes. Poco aespues de obtenido esto triunfo i habiéndose iniciado la resistencia en el pueblo de Chorrillos, las ba­ terías de montaña entraron a éste i rompieron sus fuegos

    464

    GU ERRA D EL PA CIFICO.

    sobre el Morro que lo defendía. En esta jornada no luibo salida a los cuerpos de caballería que, en el momento baja de hombre, resultando herido el sarjento 2. ® Juan oportuno, podian correr en apoyo de nuestra inflintería o do Dios Guevara i alguna.? bajas en caballos i muías, por en persecución del enemigo. haberse balido a tiro do rifle. Luego de principiada !a batalla del dia 13, recibí,drden La brigada de campaña con su jefe ol sarjento mayor don ■ del señor Jeneral en Jefe para liacer adelantar por la doRam imon Ferale.? i bajo mi inmediato maiuio, por órdcn_de I rcclm do nuestra linca al Rejimiento Carabineros de la Comandancia Jeneral de Artillería, a la salida ds Ln­ Yungai, que imnodiatainente se pu.so en marcha, quedan­ rin, se situó en la ruta que seguia cl grueso del ejército do desde ese momento a las órdenes del señor Jefo do la i ejecutó la m archa dur.anto toda la noche por ¡a misma .3. División, coronel Pedro Lagos. senda. Según me manifestó posteriormente el señor coro­ Habiendo cedido las primeras líneas enomigas, mo or­ nel Velazquez (i se ha comprobado despue.?), una equivo­ denó el .señor Jeneral en Jefe avanzase rápidamente con cación dei ayudante de la Comandancia Jeneral que me los rejimientos Cazadores i Granaderos a caballo, lo que trasmitió sus órdenes, dió lugar a que esta brigada de hico, cuidando, en cuanto era posible, quo la caballería no campaña siguiera eso rumbo. sufriese bajas por las bombas automáticas con que el ene­ Entro 2 i 3 A, M,, ol señor Comandante Jeueral me migo habia sembrado una parte del camino. ordenó buscar la 3. ~ División i tomar colocación a su Eu la nueva posición indicada por el señor Jeneral en derecha. El capilan del Rejimiento númoro 2 del arma, Jeíe, podia la caballería prestar inmediato ausilio a la indon José Joaquín Flores, rae acompañó con su batería, íaiiteria o atacar las filas enemigas. por sor conocedor del terreno quo recorríamos. Inm ediatam ente recibí órden do! .señor Jencral en Jefe AI amanecor, i estando aun distante del punto de mi para hacer avanzar el Rejimiento Granaderos a caballo, destino (demora ocasionada por el encuentro con una pava que atacase al enemigo en la izquierda do su línea, avazada enemiga), sentí que principiaba cl combate en movimiento que emprendió en el .acto. las dos líneas, por ío que, aprovechando ¡as alturas de los En ese instante avanzaba también sobre el enemigo el cerros por cuyas gargantas jiasaba, coloqué sobro aquó- Rejimiento Carabineros Carabi de Yungai. líos las dos piezas i rompí los fuegos contra la artillería Ambos rejimientos rejiraien tuvieron ocasión de dar valientes enemiga, cobijando la marcha de nuestra infantería hasta cargas al enemigo cn sus posiciones de la izquierda de su dejarla en situación de emprender el asalto. Cesé los fue­ lírica, cerca de San Juan i Monterico Chico, causándole gos, i siendo ya inútil la permanencia en esta posición, bastantes bajas i hacie'ndolo huir cn el mas completo descendí con las dos baterías a ia llanura, llevándolas al desorden. galope hasta ias primeras trincheras ya desalojad.as de Eu estas carga.?, .el Rejimiento Granaderos perdió a su enemigo.?, hice renovar ¡os fuegos contra sus últimos ca­ comandante i primer jefe, señor Tomás Yávar, que lleno ñones, que luego cayeron en poder de la infantería. Ter­ de entusiasmo marchaba al frente do .?us soldados; i cl minado esto, i por órden directa del señor Jeneral cn Rejimiento Carabineros de Yungai, a su valiente capitán Jefe, llevé al pueblo de Chorrillos seis piezas do campaña Tcran, que cayó al pié de las trinch ’ras enomigas. que, como las de montaña, batieron la artillería del Por órden dcl señor Jeneral en Jefe, cl Rejimiento Ca­ Morro iiasta que terminó la acción. Este dia, que dio zadores a caballo marchó por el centro de la línea ene­ nueve horas de continua ociip,ación a la artillería, fué miga; pero ya é.sta, cediendo a toda su estension, no ofreherido en la cabez;v por bala de rifle el sarjento 2. ® José cia la menor resistencia al paso de nuestras tropas i los Luis Sánchez i cl soldado Ehancisco Carreño, i muertos pocos dispersos contrarios se replegaban a la defensa dcl los soldados Ju an Agustin Aguilera i Avelino Poblete, no pueblo de Cliorrillos. habiéndose encontrado cl cadáver de esto riltimo. Llamo ia atención de V. S. a las cargas dadas por los Las ametralladoras no tuvieron ocasión de funcionar. rejimientos Granaderos a caballo i Carabineros de Y un­ Por las circunstancias que dejo espresadas, la. brigada gai, mui importante.?, sobre, todo teniendo en considera­ decam paría quedó situada on la División, mandada ción ol campo on que maniobró la caballería, cortado en por el señor coronel don José Francisco Gana, a cuyas | toda su estcn.?ion por triple hilera de fosos, espesas rauórdcnea me puse. rallas, en mucba parte, i cubierto en todas direcciones do El valor, serenidad i entusiasmo desplegados por los bomba.? automátic.as. señores jefes, oficiales i tropa del rejimiento en esta ba­ Fué necesario todo el valor i patriotismo de sus jefes talla, fué tan jencral, que me es grato recomendarlos en para vencer todos estos inconvenientes. conjunto i sin escepcion alguna. Conociendo e! campo en que cargó el Rejimiento de A la Comandancia Jeneral de Artillería he pasado lis­ Carabineros de Yungai con sus valientes jefes a la cabe­ tas nominales i clasificadas de lo,s señores jefes, oficiales i za, parece imposible sc hubiese destrozado allí a un onotropa que tomaron parte en la batalla del dia 13 i un.a inigo oculto tras murallas i defendido por anchos fosos; relación de ¡as municiones consumida.?. pero sn comandante, señor Manuel Búlnes, ordenó la car­ Dios guarde a V. ,S. ga i la llevó a espléndido resultado, obligando al enemigo C arlos W ood. a abandonar sus fortificaciones i a h u ir en completa dis­ persión. Al sefior Jenerai Jefo tlsl Ksíailo Msyor Jeneral. Parece un hecho que el enemigo recibía on ese mo­ mento refuerzos cn esta parto de sn línea, los que fueron OO.MANDANCIA EN JE F E DE CACAELERÍA. a su vez dispersados i obligados a huir. En la toma dcl pueblo de Chorrillos cupo al Rejimien­ Lima,, Enero 3-5 de 18S1. to Cazadores a caballo importantes comisiones, quo su Señor: entusiasta comandante, señor Pedro Soto Aguilar, supo En cumplimiento de las instrucciones recibidas por el | llenar con todo valor i patriotismo señor Jeneral en Jefo del ejército, me puse en marcha Despucs de la gloriosa batalla de Chorrillos, mi prim e­ del campamento de Lurin con los rejim ientos Cazadores, ra preocupación fué buscar buenos i seguros campos de Granaderos a caballo i Carabineros de Yungai, ol 13 a la alojamiento i forraje para la caballería, para quo estuvie­ 1,30 A. M., con el objeto de ¡legar poco ánte.? de amane­ se, después de la ruda tarea de la prim era parte del dia cer a las posiciones quo ocupaba la reserva do infantería 13, en situación de continuar prestando im portantes ser­ do nuestro ejército, frente a la primera linca enemiga en vicios. defensa de Chorrillos. El Rejimiento Carabineros de Yungai recibió órden A las 4 A, M. mandé hacer alto, situando la caballería | de acampar cerca de San Juan en campo de buen forraje defendida de la artillería enemiga por altos cerros í en | i protejiendo con sus av.anzadas las posesiones de nuestro posiciones qne tenian además la gran ventaja de dar fácil ' ejército. Los rejimientos Cazadores i Granaderos a caba-

    CAPÍTU LO QUINTO.

    k C k c

    G O

    lio se acamparon en el vallo que se estiencle en los airedores, del pueblo de Chorrillos. Estos cuerpos necesitaron, ese dia i e .siguiente, hacer nn rudo servicio de avanza­ da.? i de patrullas, cumpliendo satisfactoriamente sus co­ misiones. El día 15 por la mañan.a recibió órden cl Rejimiento Carabineros de Y'ungai de acercarso al campamento de los otros rejimientos do caballería, i todos de estar listos para emprender, la' marcha, A las 2 P. Yí. del dia 15, conform.ándome a las instrucciorie.? recibidas por cl señor .Jeneral en Jefe dcl ejército, me diriji con ios rejimientos do caballería en dirección do Yliraflores, siguiendo por el camino del ferrocarril; ia m archa so hacia lentamente por lo estrecho del camino i pcr venir éste ocupado por materiales de artillería i cuer­ pos do infantería. Por otra parle, no teníamos otro cami­ no que seguir. Cuando ya nuestra caballería atravesaba cl pueblo do Barranco, sentirnos un fuerte fuego de fusilería, i luego a su vez la artiliería, llegando unos i otros proyectiles a nuestras filas. Miéntras recibí instrucciones del señor Jeneral en J e ­ fe, ortieilé a los cuerpos tomasen, en cuanto les fuera pofiiblo ¡ con todo órden, colocaciones defendidas de las ba­ las cueinigas. Momentos dospues, el señor Jeneral en Jefo dispuso se situase la caballería mas a retaguardia de nuestra línea, dejando espedito cl camino a ¡a infantería i artillería que eran llamadas con toda lijereza al comliate. Ordenábame tambicn hiciese que ol Rejimiento Cazadores a caballo marchase a la derecha de nuestra linea, donde se decia habia caballería enemiga, i a ponerse a disposición del señor Jefe de la 2. * Brigada do la 2. * División, coronel don Orozimbo Barbosa, Despue.? de romper algunas murallas, se eon.siguió si­ tuar a retaguardia os rejimientos Granaderos i Carabine­ ros de Yungai, fuera del alcance de los rifles enemigos i consultando mui principalmente darles fácil acceso a los caminos que pudieran levarnos al combate. Eu osta situación recibí órden dcl señor Jonoral en Jefe para hacer avanzar caballería por el centro de nuestra lí­ nea i siguiendo el camino riel ferrocarril. Mandé al Reji­ miento Carabineros de Yungai a tomar,- para ol mejor cumplimiento de su cometido, instrucciones del señor J e ­ neral en Jefo. Al mismo tiempo, avi.?ado por cl señor Jeneral Jefe do Estado Mayor que so necesitaba mas caballería en ia de­ recha de nuestra línea, marché en esa dirección con el Re­ jim iento Granaderos a caballo. Al Rejimiento Carabineros de Yungai cupo cl honor de llegar en los primeros momentos de la batalla hasta las mismas trincheras dci enemigo, sin poder herirlo por lo inacce.?ible do sus posiciones par.? caballería, pero faci­ litando en gran manera el avance ordenado de nuestra infantería, Eué un movimiento de heroica prueba pava su coman­ dante, señor Ylanuel Búlnes, poro de brillante compensa­ ción. El Rejimiento Cazadores a caballo llegó a ia derecha de nuestra línea cuando ya ios enemigo,? abandonaban .sus primeras posiciones, teniendo ocasión de haberles he­ cho huir una fuerza como de 100 hombres de caballería, quo so les presentó. Después do avanzar hasta la dereelia do nuestra iínea con el Rejimiento Granaderos a caballo, viendo que sus servicios ahí no oran necesarios i conformándome a la ór­ den dol señor Jeneral on Jefe, tomé coiocacion por cl centro, a retaguardia de nuestra infantería, siguiendo des­ pués en alcance para emprender la persecución del ene­ migo, que ya eedia el campo en toda su estension. Granaderos i Carabineros de Yungai siguieron por el camino de Surco a Lima, al Oriente de .Miraflores; pero suspendieron su movimiento, por haber recibido órden ! T omo

    i v ,—

    59

    465

    de! .señor .Jeneral en Jefe de regresar con los cuerpos de caballería. Por otra parte, cl eneruigo, despucs de abandonar sus posiciones se retiró apresuradamente i cu toda dispersión a Lima, i habria sido infructuosa su persecución por la caballería, por estar el terreno lleno de mur.allas en toda.? direcciones, imposibles de ser salvadas, i por haber avan­ zado demasiado ia tarde. Conformándome a la s instrucciones dol señor Jeneral cu Jefe, llegué al pueblo de iMiraflores con cl Rejimiento Granaderos, juntándosem e ma.? tardo ol Rejimiento Cai-abi nevos de Yungai, El señor covonel Lagos, que estaba al matulo de las fuerza.? de Miraflores, me dijo no tenia necesidad de ca­ ballería en este punto i qne era mas conveniente acarnpa.?e por esa noc le con los rejimientos en Chorrillos. Dejé nn dcsUcamento do 30 hombros i regresé al camjamento que habíamos tenido en las primeras horas de a mañana. Tongo el honor de felicitar a V. S. por el gran triunfo alcanzado por nuestras armas culos campos de Chorrillos i Miraflores, i, por su conducto, al señor Jeneral en Jefe. Y S. pudo apreciar personalrasnte la importante coo­ peración prestada por ia caballería en e-tos gloriosos he­ chos de armas; por eso no hago recomendación especial de cada uno do los señores jefes i oficiales que llevaron nuestra caballería al fuego i a la victoria, en campos con­ sultados con todo estudio a defensa de esta arma. Acompaño a Y. 3. los partes de los jefe.? do caballería con la reiacion de los muertos i heridos, i rio los señores jefe.?, oficiales e individuos de tropa que se encontraron en iasbatalias do Cliorríllos i iMiraflores. Dios guardo a Y. S. E m e t e r io L e t e l ie r . •Al señor Jenera! Jefe de Estado Mayor Jenera!,

    REJIM IENTO DE ARTILLERÍA NÚM. 1.

    L im a, Enero 31 de 1881. Señor: En la mañana dei dia 1,5 del raes corriente, i por orden del señor Comandante Jonoral de Artillería, saqué del campamento de Chorrillos ,1a brigada de eamp.aña, situan­ do la? b.atería? en lo.? parajes design.ados por dicho señor, dando frente a ia línea enemiga de Miradores i separadas la.? batería,? por un potrero. Dejé al mando de una de ellas al sarjento mayor don Ramón Perales, reservándome el de la otra. En esta situación, a las 2 P. Yí. el enemigo rompió sus fuegos, los que fueron inmediatamente contestados por la artillería, qne los sostuvo hasta dejai a la infantería en situación conveniente para el ataque, dirijiéndoios en se­ guida a los fuertes enemigos hasta qno recibí órden de "hacerlos cesar. En esta jornada, como en la dol 13, no hubo ocasión do hacer funcionar las ametraüadoras. Las dos baterías do montaña a cargo del teniente co­ ronel don Antonio R, González i sarjento mayor don Jo­ sé Lorenzo Herrera, incorporadas a la -3. * .División, se batieron ocupando diversas posiciones, disparando sobre los fuertes una vez, franqueando el avance de la infan­ tería, hasta que el enemigo fué rechazado. En estas bate­ rías fueron muertos por bala de rifle el teniente don Luis León Caballero, ei alférez don Ramón Ernesto Gaete i un soldado; heridos un cabo 1, ®, un cabo 2. ® i dos solda­ dos, i contusos un cabo 1. ® i un soldado. En las baterías de campaña resultaron heridos el que suscribe, un solda­ do i otro muerto, i varios caballos fuera de combate. La comportacion de los señores jefes, oficiales i tropa del rejimiento de mi mando que tomaron parte en esta batalla es digna de todo elojio, i sus listas nomínales i clasificadas obran en poder de la Comandancia Jeneral

    O

    466

    o

    GU ERRA D EL PA CÍFICO ,

    de Artillería, como asimismo una relación de las m uni­ ciones consumidas. Dios guarde a Y. S. C arlos W

    ood.

    Al seiíor .Teocral Jclo ile Estado M.iyor Jcnciat

    CO.MAiVDANXTA EN J E F E D E LA RESERVA .

    Liriia, Enero 32 de IS S l. Señor: Cábeme la honra de dar cuenta al señor Jeneral en Jefe, por intermedio de V. S,, do la parto que en las ba­ tallas de los dias 13 i ló dcl corriente tomítron los reji­ mientos .3. ® do línea, Zapatiores i Valparaiso que, en clase de reserva jeneral del ejército, fueron puestos bajo mis inmediatas órdenes, A ias 2 A. ií, del dia LI, después de algunas hor.as de haber dejado el campamento de Lm ín, Íiacíamos alto a la falda del corro denominado Tabladillo, situado al S. S, E de San Juan i a una distancia do mas o ménos tres quilómetros do las posicione.? enemigas, Dos horas tros cuartos después, ias 4.30 A. M., se sintió un tiroteo a nuestro costado izquierdo, hácia el lado de Villa, e inmediatamente recibí órden del señor Jenera! en Jefe de ponerme en inovimieiito para reforzar la 1. División qne entraba ya en combate. Mandé desplegar el Rejiinientb 3. ® de linca i atac.ar de frente las alturas de San Juan en que se hallaba para­ petado el enemigo. Zapadores cubria la izquierda i cl Valparaiso, formado en batalla, seguía el movimiento avanzando por la derecha. Poco después entrábamos en la esfera dcl fuego, i on combinación con una parte dcl ala derecha de la 1. Di­ visión se tomaban i trasmontaban ias altura?, llcgniido a San Juan, donde sc reorganizó la tropa. El .sarjento mayor don Gregorio Silva, al mando del 2.® Ratalloii del Rejimiento 3. ®, llegó a las trincheras en los precisos momentos para impedir tjuo el enemigo pudiera arrastrar su artillería i eu que debia completarse su descalabro. En el entretanto, el cstremo de nuestra ala izquierda .?c hallaba fuertemente comprometido en combate i man­ dé reforzarlo con el Rejimiento Zapadores, tjue le prestó apoyó mui oportuno. El Rejimiento 3. ® íué en ausilio i sosten de la artille­ ría que batia las tropas que quedaban esparcidas al ürienle i Norte de Chtjrrillos, i el Valparaíso marchó por la cumbre del Morro Solar a completar el desalojamiento del enemigo. El señor .Jenenal cn Jofo juzgará ia oportunidad i efi­ cacia con que en las diversa.? faces de la glorio.sa jornada del 13, tornaron parte los rciimicntos que componian la reserva. En los partes i relaciones adjuntas, pas.ados por los jefes de los cuerpos, encontrará V. S. detalles de las ope­ raciones practicadas i de ias baja.s allí tenidas. El dia J.5, a las 10 A. M.,recibí órden del se ñor Jener.il en Jefe para marchar con hi reserva bácia Barranco, i allí, la do protejer la artillería que esUba on posición. Habiendo cl enemigo, oomo a las 2.30 ?. M., roto .sus fuegos contra nuc.sli'a .3. " División, que basta entonces era la única tro¡>a t|uc e.staba en línea, entró poco des­ pués la re.serva en acción, por orden impartida por oí señor Jeneral en Jefe de E.stado Miayor Jeneral, at,icando cl Rejimiento ,3. ® de línea al frente del reducto número 1 del enemigo i marchando con Zapadores i Valparaiso hácia el centro de su linea. La acción fué varia i .so.stcnid.a a causa de lo dc.sconocido i podero.sos de los reductos i trinclieras que tenia el enemigo, las qne debieron sor asaltadas en condiciones tíiri ventajosa? para ellos corno do.?favoral)los para nues­ tro ejército. Rota su línea, se llevó cl alaqrie de flanco a io largo de

    sus posiciones, i a las 7 P. M., despucs de haber persegui­ do por largo espacio a los fujitivo.?, h.aciéndoles salir do sus últimos reductos, sc reorganizó nuevamente la re­ serva. En el asalto hubo las pérdidas del bravo comandante Marchant, que fué muerto en el acto; una herida de gra­ vedad dejó fuera de combate al valiente comandante Zillcruelo, i las hijas de oficiales i tropa quo figuran en las relaciones re.?pectivas. El resúmen de las bajas habidas en ámbas batallas es el siguiente:

    C H O R R IL L O S ,

    o o

    o o o

    o o o o

    o ■Y

    JKFES 1 o? iü i .u , í; s .

    1 CUERPO,?, .

    ui oi o -O Vi 2 a. V oa "5 T) 1 o a e !H ¡ ! "I ! 1, 3

    Ryjáalfintfí ? ° de lín n la.

    Zajiadores............................ j

    1

    1Ih ■a

    itiavílizada Valjairaiso .....

    8

    1

    12

    5

    2

    8

    17

    ó7

    3

    19

    «8

    3

    Total jeneral................

    1

    f O H S :! ” 1 89 10I 253



    líi.

    ! . 11 o

    1

    74 87

    i1

    lü ' 3 ,23 j 120 287j 414 i

    M IR A F L O R E S . Rejóiiicnto 3. ° de línea................. ........

    3I

    1

    Id.

    Zapadores............................

    Id.

    Kiorilízado Valparai-so........ . 3

    ! '

    Total jencral....................| .

    '

    ,

    1 S

    i 'j

    1

    .t n 1 ]

    u

    5

    O ! 17

    M

    .- * s

    [

    SO

    97

    100 114

    i l í i| c i 1 205 3-2S

    Es de mi deber recomendar la conducta observada por los señores jefes, oíiciales i tropa de la reserva, los quo uua vez mas han dado pruebas deque no hai dificultades que no venza, ni peligros que no arrü.?lro con serenidad el soldado de Chile. A. M a r t í n e z . Al Kcñar Jeneral Jefe do Estado Mayor Jencral.

    REJIMIENTO

    3.®

    .n

    i

    U '!

    1

    1 30 ; 85!

    P E LÍNEA.

    Can-qmncnío de Chorrillos, Enero 15 de ISSl. Soñor: A la lijera, doi cuenta a \ \ S. do los hechos que han te­ nido lugar en la batalla del 13 del corriente cn la toma de Chorrillos, por lo que respecta al rejimiento de mi mando. En la m adrugada de eso dia mi rejimiento, junto con los demas que componian la reserva, acampó a las 2 A. M. como a 20 cuadras, poco mas o menos, de los fuertes ene­ migos. A las 5 se rompió el fuego por la 1. ^ División, i estan­ do ésta bastante compromotit a sin que ie hubiera podido prestar apoyo la 2. , mo ordenó V. S. la protejiera, lo que en efecto se hizo, emprendiendo en e! .acto el ataquo, llevándolo con vigor hasta lograr desalojar de los tres fuertes que ocupaba ci enemigo, habiéndolo envuelto por la iz({iiicrda el sarjento mayor don Cregorio Silva cou ol 2. ® l’ataHon, logrando cortar al enemigo que iba en retirada, quitn.ndolo los cañones que llevaba consigo, h a­ ciéndolo un crecido número de bajas; i cl teniente coro­ nel don PMderico Castro atacó de frente con el lor. Batallón.



    467

    CAPÍTULO QUINTO.

    k

    kk k k, k k fe-'

    k

    c o c

    c o c

    Una vez concluida esta operación, .se ocupó el que suscribe en organizar eí rejimiento onel campamento que ocupaba anteriormente el enemigo, i iracticado, se em­ prendió de nuevo el ataque para desa ojario, pues toda­ vía .sostenía las úitimas posiciones, habiendo logrado der­ rotarlos completamente en unión de las fuerzas de la 1. * División que habíamos marchado a protejer. | En esc momento recibí órden de V. S. para ocupar las inmediaciones de unas casas donde se encontraba e señor Jeneral en Jefe i Estado Mayor, a retaguardia de las posi­ ciones que habia ocupado el enemigo. Habiéndose adelantado el señor Jeneral en Jefe i su Estado Yíayor hácia las inmediaciones do este puerto, me ordenó YL S. seguir osa dirección; i poco mas tarde e! se­ ñor Jeneral en Jefe personalmente mo ordonó colocar mi rejimiento tras do una muralla para ponerle a cubierto de las granadas enerniga.s que allí caían. H abia trascurri­ do uiedia hora cuando recibí órdon do YL S. de marchar en dirección a este puerto i en protección de una brigada de artillería que estaba comprometida, cuando en cum­ plimiento de esta órden habia andado tres cuadras, mas 0 ménos, recibí orden de! .señor Jeneral Sotoma 3mr, que se lialiaba en ese punto, de acelerar mi marcha, porque la artillería era amagada por la derecha por fuerzas enemi­ gas. En el acto, i a paso de troto, seguimos adelante; tan pronto como llegamos donde el terreno lo permitia, se estciidió ei rejimiento en guerrilla i nos fuimos sobre cl enemigo que se encontraba a mui corta distancia de ia artillería, habiéndose dispersado completamente i perseguídoio en toda.? direcciones. En ese iriisino inoincnto recibí órden del señor Jeneral en Jefe para avanzar con mi rejimiento hasta !a playa si era posib.e. Al llegar a la línea férrea se le atravesó un riel a ésta, se cortaron las líneas telegráficas, i dispu.se que el teniente coronel como con 400 liombres siguiera en dirección a la playa, atacando los dispersos que per allí se encontraban, quedando el que su.scribe con ei sár­ jenlo mayor señor Siiva eu la línea donde .se me habia dado aviso que a la distancia se divisaba uua máquina que venia de Lima. Inmediatamente hice colocar ol rosto de la tropa tras de una muralla al co.stado Este de la línea para impedir que e.sa máquina entrara al pueblo, porque suponia debia traer refuerzo al enemigo. Efectivamen­ te la máquina .se detuvo como a la distancia de tres o cuatro cuadras, i desde ese punto principió a liaoer fuego de cañón i a amagarnos con tropa de caballería que le acompañaba, cuyos fuegos no liice contestar, permane­ ciendo mi tropa en observación hasta que llegase el mo­ mento oportuno. Dos veces mandé pedir unas piezas de artillería, i viendo que éstas demoraban, dejé mis órdenes al sarjento mayor i fui personalmente a pedirla,?, logrando tambicn que el señor coronel Urriola diera orden que marchara en nuestra protección i la del Rejimiento Buin que nos acompañaba, al Rejimiento Naval. Todas estas fuerzas llegaron a tion¡po. En el momento de llegar tres piezas de artillería, el teniente coronel señor Augusto Barnecliea con cinco in­ dividuos de tropa de caballería enemiga, marcliaba de la mát nina ai punto dondo cl que suscribo se encontraba. Dicno jefe levantaba un rifle tornado por la boca del ca­ ñón, la culata hácia arriba i dando gritos que estaban rendidos; viendo esto, di órden que no Jes hicieran fuego, lo que .se consiguió. Luego que llegó, me entregó su rilie 1 ordené desarmaran a los individuos de tropa; liabiéndosc algunos de cilos resistido un poco a entregar aus a r­ mas, se les obligó a hacerlo por la fuerza, i cuando se prac­ ticaba esta operación, faltando a su palabra do lioiior el referido jefe, clavó espuelas a su caballo i so arrancó a todo escape en dirección a ia máquina. Comprendiendo que el objeto do e.ste jefe liabia sido re­ conocer la línoa para ver si podia pasar con sn máquina, dispuse quo inmediatamente la artillería rompiera sus fuegos con sus tres piezas, lo que en efecto se liizo,

    logrando con esto que ia máquina se retirara a toda pri.sa. lia tropa que liabia rnarcliado a la ¡daya a las órdenes del teniente corone! .señor Castro, seguía on persecución dol enemigo en esa dirección, i conm ésie se vefiiji.ase en el pueblo donde habia tropa dol Esmeralda, ¡a cual sostenia LUI combate con cl enemigo, rnarchi) en su protec­ ción i tomó parte en cl combate, teniendo que .sostener los fnegc-s qno on todas direcciones recibia la tropa hasta lograr que la población quedara de nuestra parte, irabicndoles liecho muchas bajas i lornándoios varios pri­ sioneros. entre dios jefes de alta grada a don. Una vez tenninado esto, se reunió el vejimieiuo tonianJo el cainlamerito que se designó por ci señor Jcacral Jefe do .astado Mayor Jeneral, En este heclio de armas tenemos que lamentar la muerte, en el mismo c.ampo de batalla, de los oficiales siguientes; cou grado de sarjciuo mayor, eapitan don Ri­ cardo Serrano, capitanes, don Avelino YLilonzue’a i don laiis A. Riqueime Lazo, habiendo salido iicriJo de gra­ vedad ci capital! don Salvador U rrutia, los tenientes don Adolfo Conzaiez, don Domingo I.aiz i don Ramón Jim é­ nez Saavedra i los subtenientes don Justiniano Boza,don José Ramón Santelices, don Viilentin Cruzat i don Ricai’do Ja ra Ugartc; contusos, tenientes don Orestes Y’era, de bala de rifle, i subteniente don Félix Y’ivanco Pinto, por un casco de granada; individuos de tropa muertos, 91 i 171 lieridos. Por mi pai'te, mc cabe la satisfacción de hacer una re­ comendación especial del teniente coronel don Federico Castro i del sarjento mayor don Cregorio Silva, quienes, como siempre, han llenado sus deberes a rni entera satis­ facción, i desearía que por sn conducto lle,giie a conoci­ miento do quien corrc.sponda la conducta digna observa­ da por estos jefes, como asimismo la de los capitanes señores Pedro Antonio Urzúa, Pedro Novoa .Paez, Lean­ dro Frcdes i Rodolfo YVóllctcr; tenientes, don José Anto­ nio Silva Olivares i don Luis Felipe Cámus; subtenientes don Jfedro Nolasco Wólleter, don Emilio Bonilla, don l’Vancisco Ylayer, don FJías Arredondo, don Jo vino Emoteriü Oreliana, don Esléban 2. ® Barrera, don Qniterio Ri­ veras i don .Manuel Figueroa, los cuales han acompañado a los jefes en los puntos de mayor peligro. Xo obstante, los demas han cuiriplido satistactoriamence con sus de­ beres, OporHinamente, en ¡losesion de mejores datos, rem itiré a YL S. la iista nom inal de los. señores oticiaics e indivi­ duos de tropa m uertos i licritios eu la batalla a que me lie referido. Dio-S guarde a YL S.

    J.

    A n t o n io G

    u t ie k k e z .

    ••U señar Comandante en Jefe de la Reserva jenera!, Teniente Carenel Jon .Arfstid e * M ariiíic-z.

    REJIMIENTO ZAI’ADOllES.

    Lhvia, Eúcro de ISSl. Señor; Tengo el iionor de poner en conocimiento do YL S. la arte que lia tomado e! rejimiento que accidentalmente la estado bajo mi mando (por herida grave que imposi­ bilita hacerlo al segundo jefe, tenienre coronel señor Giiiilemio Zilleruelo) en las jornadas de Clíorrillos i Yliraflores. Al nm.anceev del dia I J de! corriente, fi¡miando parto de la reserva de su mando i acampados al pié de los cerro.? que doiniiiaii la pampa de... se recibió órden de YL S, para marcliar en protección de la 1. * División que en ese mo­ mento ora réciamcntc atacada por el enemigo. Tan pron­ to se puso en marcha la reserva desplegada en línea de combate, lo tocó tomar parte a este rejimiento en la ala izquierda do dicha línea, con ol objeto de flanquear ni enemigo i desalojarlo de sus primevas posiciones, mar­

    G Ü E llR A D EL PA CÍFICO .

    468

    chando en este órden hasta descender al valle de Surco, obligando al enemigo a abandonar sus primeras fortifica­ das posiciones, que hasta entónees habia sostenido i de­ fendido con tesón. Ei rejimiento recorrió todo cl valle en su persecución, desalojándolo de los fuertes en que sucesivamente se refujiaba, A las 10 A. M. se recibió nuevamente órden de m ar­ char este rejimiento en protección de la artillería i Rarqne de la 1. " División, que era atacada por el enemigo desde el bo.sque i alturas inmediatas, de cuyos fuertes rccibia nn vivo fuego do cañón. En cumplimiento de la mencionada órden, nos dírijimos al punto indicado, donde atacamos al enemigo, que sc encontraba parapetado en uno de sus fuertes, por el frente i su flanco izquierdo, obligándolo a abandonar sus posiciones i replegarse al pueblo de Chorrillos, hasta don­ de fué perseguido. La compañía del capilan'don José Fidel Bahamondes, por disposición del señor Jefe de Estado Mayor d éla 1. División, señor coronel don Gregorio Urrutia, avanzó en unión de tropas de distintos cuerpo.? hasta lomar pose­ sión de los dos últimos fuertes mas pró.xímos a Chorrillos, en cuyo punto se consiguió hacer algunos prisioneros. En diversas posiciones, continuando la persecución del ene­ migo, llegamos ba.sta las inmediaciones de dicho pueblo a las 2 P. i l , en que se desbandó e! enemigo, dándose por terminado el combate jeneral en toda la línea. El dia 15 doi presente, estando acampados cu uno de los potreros próximos a Chorrillos, se recibió órden de V. S., a las 11 A. M., de ponernos cn marcha en dirección a Barranco, en cuyo punto nos situamos a retaguardia de la artillería de campaña, juntam ente con toda la re­ serva i miéntras nuestro ejército tomaba sus po.siciones. U na vez rotos los fuegos por ámbas partes a las 2.15 P. M„ permanecimos en protección de dicha artille­ ría recibiendo los fuegos de la dei enemigo hasta las 3.15, en que marchó este rejimiento juntam ente con el Val­ paraiso en protección del ala izquierda de nuestro ejér­ cito, que se encontraba sériamente debilitado por ese cos­ tado. Recorriendo con la celoridad posible la línea férrea que conduce a Miraflores, en cuyo trayecto recibirnos un nutrido fuego de enemigos invisibles que, parapetados tras las tapias i dentro de sus fuertes, trataban de impedir nuestro avance, haciéndonos gran número de baja.s, ca­ yendo, entre otros, herido talvez de gravedad el segundo jefe, teniente coronel sefior Guillermo Zillerueio, i avan­ zando a tomar posesión de sus reductos i parapetos, hasta la terminación de esta jornada. Escusado me parece encomiar la valerosa conducta observada en jeneral por todos los señores jefes, oficiales i tropa, pues V. S., como testigo presencial, puede formar el verdadero concepto que tan honrosamente merece es­ te rejimiento en las dos gloriosas Jornadas. Tengo el honor de adjuntarle la nómina de los señores oficiales i tropa muertos i heridos cn ámbas batallas. Dios guarde a V. S. M a n u el C ontreras. Al señor Comaadanle Jefe de la Reserva.

    R E JIM IE N T O VAI.PARA1.S0.

    Miraflores, Enero 17 de ISSl. Señor: Cumpliendo con la orden do Y. S., a las 5 A. M. se puso el rojimiento en m archa, en columnas cerradas por compañías, para atacar al enemigo que so encontraba for­ tificado en un cordon de cerro,? que hai a la entrada del pueblo de San Juan. .Media hora despue,? se de.splegó en batalla, i en este órden marchó con armas discreción como 20 cuadras, su­ friendo el mortífero fuego do artillería, ametralladoras i

    de rifle que nos hacia el enemigo, causándonos varias bajas. Gomo a las 6 A. M., i cuando nos encontrábamos a 900 metros de las fortificaciones, recibimos órden de hacer fuego en avance; lo que se ejecutó on cl mejor órden, lle­ gando como a 100 metros del enemigo, que se encontraba flanqueado por el Rejimiento 2. ° de linca. Un / Viva Chile! i otro a la provincia de Yalparaiso, lanzado por el rejimiento, contribuyó cn gran parte j/ara que el enemigo se pusiera en fuga, perseguido por la tlereciia por el Roji­ miento 2. ° de iínea i por el V'aipavid.so do frente. Cuando llegamos a ias trincheras, solo encontramos 25 individuos que lomamos prisioneros. Seguimos avanzando hasta llegar a la fábrica de azú­ car, donde recibimos órden de dar descanso a la tropa. A las 9.30 A. M. se nos ordeno marchar en dirección al cerro titulado Morro Solar, cn donde el enemigo hacia una tenaz resistencia parapetado en sus trincheras. S u ­ bimos a la cumbre recorriéndola do Sur a Norte basta llegar al fuerto quo existe en el cerro denominado Salto del Fraile, por donde bajamos a la población de Chorrillos, donde se habia refujiado el enemigo, haciendo fuego des­ de las casas. A las 4 P. M. la victoria era completa i acampábamos a las inmediaciones dol pueblo. Nuo.stras bajas han sido: 3 oficiales heridos, 20 indivi­ duos de tropa muertos i 66 heridos, habiendo entrado en combate 798 individuo.?, cuj'as li.stas a Y. S. acompaño. Antes de concluir, debo manifestar a Y. S. quo todo ol rejimiento ha cumplido con su deber. R a f .a e l d e l a R o s a .

    Al.5cfiov Comandanto en Jefe de la Reserva.

    H IJIM IE N T O

    3.

    ® D E L ÍN EA .

    Miraflores, Enero 16 de IS S l. Señor: Doi cuenta a Y. S. do la parte tomada por el rejimien­ to de mi mando en la batalla que tuvo lugar en el pueblo do Miraflores i sus inmediaciones en la tarde del 15 del corriente. Llegada la reserva a Barranco, recibí órden de V. S. para colocar el rejimiento a retaguardia de secciones de artillería, a fin de protejeria en caso necesario. Se rompió el fuego a las 2 P. M, poco mas o menos, i como a las 3 se recibió órden del .señor Jeneral Jefe de Estado Mayor Jeneral para protejer por la izquierda las líneas de gucrriila que sostenían ei fuego enemigo. En el acto, el tenien­ te coronel don Federico Castro, que iiié el quo recibió la órden, emprendió su marcha con el 2 ® Batallón i dos compañías del 1. ®, quedando las dos restantes on protec­ ción de la artillería, que en ese momento hacia un nutrido fuego .sobre cl enemigo, Poco despnes, la artillería se movió cn dirección al ene­ migo, i a fm de protejeria mandé colocar a vanguardia las dos compañías de mi rejimiento; i cuando llegábamos al campo de batalla, sabiendo el señor coronel don Pedro Lagos que la artillería marchaba sin municiones, me or­ denó quo luciera avanzar mi tropa a protejer la derecha de la linea, lo quo en efecto se hizo, dándolo el mando de ella al sarjento mayor don Gregorio Silva, i quedando el que suscribe a las órdenes del referido soñor coronol La­ gos con su.s dos ayudantes. Inmediatamente recibí órden de ocuparme en hacer entrar on combate los muchos dispersos dcl centro, ope­ ración que juntos ejecutamos por toda esa parte do la línea. Momentos mas tardo m edió órdon do pasar a la iz­ quierda a organizar las fuerzas por eso costado, lo que coiLsegní, reuniendo todos los dispersos al fuerte númoro 1, que ya habia sido tomado por las fuerzas do mi reji-

    CAPÍTU LO QUINTO.

    V.

    V....

    miento que mandaba el teniente coronel don Federico Castro. En poco tiempo merecimos reunir en eso punto de 2 a 8,000 hombres, de mi rejimiento, dol Concepción, ciij'o jefe, señor Sognel, so hallaba allí, del Caupolican con su segundo jefe, señor Dardignac, que estaba herido, del Ykldivia i dispersos do varios otros cuerpos. Habiendo notado que por el centro de la línea corrían algunos a retaguardia, dispuse emprender la marcha en esa dirección i me adelantó para saber lo quo ocurría i tomar las medidas del caso. Mui luego encontré al señor Jeneral en Jefe, i habién­ dole impuesto de la fuerza que traia. me ordonó siguiera la marcha i me situara con ella al costado de la estación, en cuyo punto so mc reunieron el Santiago i el Búlnes, do cuyas fuerzas me dió el mando en comisión el señor coronel Lagos, comisión que desempeñe hasta las 10 dcl dia siguiente, hora en que recibí órden de V. S. para in­ corporar mi rejimiento al punto donde so hallaba la re­ serva. El éxito fué la derrota completa del enemigo en toda la línea, compuesta de fuertes, reductos, foso.s, trincheras, troneras en todas las murallas, i, en fin, de todo cuanto puede haber en una defensa. Mui difícil es, señor, hacer recomendaciones especiales del comportamiento de jefes, oficiales i tropa, pues todos han estado a la altura que corresponde a un chileno en uua batalla en que so decidía la suerte de nuestro país. Pero no puedo por ménos que hacer presente, para que Y . S., a su vez, lo ponga en conocimiento del señor Jeneral en Jefe, que el capitán ayudante don Pedro Novoa Facz i eapitan don Leandro Fredes, fueron, los primeros que en­ traron al fuerte número 1, situado al costado derecho de la línea enetniga. En e.sta batalla tenemos que lam entar la muerte del subteniente don Nicolás Opaso; heridos el teniente don Ismael S. Larenas i subteniente don Estéban 2. ® Barrera; contuso el subteniente don Manuel Figueroa; 35 indivi­ duos de tropa muertos i 84 heridos, cuya relación le in­ cluyo. Dios guarde a Y. S. J. A n t o n io (.t u t i e r r e z . Al 36flpr Cúmandantc en Jefo de la IleserYa, Teniente Coronel don Arístides Martínez,

    469

    Continuamos persiguiéndolo como una milla mas al Norte de este sitio, hasta que cesaron sus fuegos i recibi­ mos órden de incorporarnos a la división. Las bajas que hemos tenido son, como he tenido el sentimiento de indi­ carlo a Y . S. anteriormente, nuestro comandante, 2 oficia­ les muertos i 8 heridos; 20 individuos de tropa muertos i 102 heridos; habiendo entrado en combate con 696 indi­ viduos. cuya lista acompaño. Por lo que respecta a la conducta observada por el re­ jimiento en esta batalla, Y. S. ha podido apreciarla i tengo la satisfacción que la provincia qne le dió su nombre na sido dignamente representada. Dios guarde a V. S. R afa el

    d e la

    R osa .

    Al ócKov ComandaDlc en Jefe de la Reserva.

    COMANDANCIA JENERAL DE EQUIPAJES.

    L im a, Enero 25 de 1881. Señor: Tengo el honor de dar cuenta a Y. S. de los trabajos ejecutados por esta sección de mi cargo i que en pliegos separados, bajo los números 1, 2 i 3, se relacionan. En el pliego número 1 verá Y. S. la cantidad de víve­ res i munición con que se La provisto al ejército desde la caleta de Curayaco a Lurin; en el número 2, se manifies­ ta la existencia i mobiliario con que cuenta actualmente esta sección, i el número 3 demuestra las bajas que han tenido lugar desde la marcha de la 1. * División hasta las batallas de Chorrillos i Miraflores. Despuos de la batalla última citada, se ha estado con­ centrando a ésta todos los útiles de ambulancias, m uni­ ciones i víveres que liabian quedado en Lurin, a mas el armamento i Parque que ha quedado en los campos desdo San Ju an hasta Lima, cuyos trabajos estarán totalmente terminados en dos dias mas de la fecha. Cábeme la satisfacción de manifestar a Y. S. que todo el personal de esta sección de mi cargo se ha encontrado a la altura de su deber, i que no trepido en recomendar particularmente al eapitan de guardias nacionales don Segundo Fajardo, que me ha acompañado desde el princi­ pio de la campaña. Dios guarde a Y. S. F. B ascüñan

    REJIM IENTO VALPARAISO.

    k

    k k' ' c

    G .: k : C o

    o Q

    o C .V

    Q

    •j Q I O © O n O ,7 c íi Q

    Miraflores, Enero 18 de 1881. Señor: A la 1 P. M. del dia 15 nos pusimos en marcha dcl campamento de Chorrillos en dirección a Barranco, don­ de llegamos a Jas 2 P. M. i formamos a retaguardia del Rejimiento do Zapadores, en columna cerrada por com­ pañías. A las 2.30 rompió el fuego el enemigo, i principiaron a caer balas de cañón i rifle en nuestras filas, causando G bajas en la tropa. Esta circunstancia hizo que Y. S. nos ordenara cambiar de posición, la que tornamos en una calle de la población, fuera dol alcance de los tiros del enemigo. Á las 8 P. M. se nos ordenó atacar su ala derecha i en protección de nuestra izquierda; lo que ejecutamos estendiéndonos por la linca del ferrocarril í recibiendo un nutrido fuego, que nos obligó a dispersar­ nos en guerrilla i a avanzar de frente, saltando murallas i fosos hasta ponernos a inmediaciones de sus fortificacio­ nes i parapetos, en donde nuestro valiente comandante señor José María Yíarchant cayó atravesado por cuatro balazos de ametralladora. En estos momentos se nos reunieron varios grupos de individuos de diversos cuerpos, i todos juntos dimos una carga al fuerte ocupado por el enemigo, desalojándolo i persiguiéndolo hasta la estación de Miraflores, donde hicimos 22 prisioneros.

    a

    .

    Al üeftor Jcacral Jefo de Estado Mayor Jeneral.

    Relación de los víve,res, m uniciones, equipo, etc., que la Condiíccion Jeneral de E quipajes ka tro.spartado de la caleta Curayaco a L u rin , Chorrillos, Miraflores i Lim a, desde el 2.i de Diciembre de 1880 a l presente. 1,265 cargas harina flor.............. cebada. 507 charqui................... 712 galletas.................... 493 fréjoles..................... 832 harina tostada... 39 pan........................... 116 frangollo................. 415 arroz........................ 28 grasa........................ 136 sal............................ 71 azúcar blanca......... 43 „ prieta.......... 98 café.......................... 56 10 YÍ>............................ carbón..................... 4 equipo, fondos, etc. 284 palas i picos........... 10 (sal)-agua................ 12 medicinas................ 2 velas i jabón ........... 13 id, composición...

    2,530 1,014 1,413 986 1,664 78 401 830 56 310 135 80 196 112 30 8

    scs, bts. scs. )J )> a a ti bts. scs. bts. scs. bts. scs.

    36 bis. 4 caj.s. 26 » 20 bts.

    1163,80 730,84 871 469,56 1141,86 53,82 194,16 564,24 32,20 184,64 95,29 40,64 106,00 75,44 8,50 4,80 299,10 11,60 32,40 4 17,95 1,60

    470

    G U ER R A DEL PA CÍFICO.

    17 c.argas tabaco...................... ,34 1 papül........................ 2 41 clavos i herraduras 82 aceite....................... 1 correspondencia 33 rifles......................... fulminante, estopi­ nes, rocafuego i lanza id................ 3 34 pólvora.................... 71 2,223 munición infantería 10,029 362 „ artiliería 727 33 munición, caballer. 71 800 equipo de amblncs.

    20,20

    bts. cajs.

    1,60 56,24 10 7,50 80

    lata .scs.

    80 65„50 2386,69 562,49 37.54 80000

    cajs,

    1004270 Lima, Enero 25 de 1881.— E r n e . s t o forme.— F. B a . s c ü ñ a n a .

    C ab rera

    F l o r e n c io E o n t e c il l a .

    G.—Con­ ai

    E X ISTE N C IA .

    Carretas i esqueletos para toneles, con aperos 63 Ruedas........................................................................... 10 E jes................................................................................. 10 Estanques (a bordo).................................................... 33 Aparejos......................................................................... 1,000 Muías (incluso 190 tomadas al enemigo)............... 1,234 Caballares (inclu.so 40 id., id., id,,)-............................ 87 Barriles vacies (de estos hai 2.50 a bordo) 400 Lima, Enoro 25 de 1881.—E u n e . s t o V. o B. o —F. B a s c o k a n a .

    Vivanco, cuya abnegación i patriotismo recomiendo mui especialmente a ia coiisidoracion.de Y. S. Lo.s presbíteros don Salvador Donoso i don Joaquin Diaz, que llegaron a Chorrillos el dia 14 del presente, prestaron oportunos ausilios en la batalla do Yiiraílores, estableciéndose en las ambulancias i permitiendo a nues­ tros capellanes que se ocupasen en el mismo campo de batalia, iguales servicios prestó en ese dia el capellán dol blindado xílm irante Blanco, presbítero don Enrique Christie. Nuestro trabajo es ahora la asistencia de los hospitales i ambulancias, al cual dedicaremos Lodo nuestro tiempo hasta qno V. S, dispong,? quo los heridos sean trasladado.? al Sur, adonde irán siempre acompañados de un cape­ llán. Dios guardo a V. S.

    C ab rera

    6 .—

    sefior Jeneral Jefe do Estado Mayor Jeneral.

    Relación de los capellanes del ejército chileno qne pres­ taron sus servicios en las batallas de Chorrillos i M i­ raflores. Capellán mayor, presbítero don Florencio Fontecilla. id. 1. * División, „ Javier Valdés Carrera. id. Id. „ Luis Montes. Id. id. „ Estéban Vivanco. 2. * Id. id. „ Márcós Aurelio H errera. id. „ Eduardo Fábres. Id. 3. * Id. R. Padre Frai JuanC apistrano Pacheco. id. Id. „ Elceario Tribiño. id. „ Ju a n B. Labra. Id. Lima, Enero 24 de 1881.— F

    lo re n c io F o n te c illa .

    BA,IAS.— PE R SO N A L .

    EmpUado.— L on Ju an Ilesketh, m uerto en ol combate de Chorrillos. Caytaíaz.— Francisco Guajardo, id., id., id. A m e ro .—Alejo Olguin, herido, id., id. .MOBILIARIO.

    Muías m uertas de Curayaco a L urin.................... Id. id. en los combates de Chorrillos i Miraflores.................................................................. Id. entregadas al Rejimiento número 2 de A rti­ llería, on lo.s dias del com bate............................ Id. perdidas en la espedicion Yullagran................

    30 130

    SU PE R IN T E N D E N C IA D EL SE R V IC IO SA N IT A R IO D EL EJÉR C IT O EN CAMPAÑA,

    L im a, Enero 30 de 1881. Señor; Tengo el honor do elevar a manos de V. S., en copia, los parto.? pasados por los cirujanos jefes do las am bulan­ cias presentes en las batallas do Chorrillos i Miraflores. 1 .*

    AM BULANCIA.

    "Chorrillos, Enero 23 de 1881.—S e ñ o r:-E n cumpli­ miento de la órden que me fué comunicada para que el 12 del presente estuviese listo todo el personal de esta Suma... ........................... 300 ambulancia, con el fin de acompañar a la 1. * División del ejército espedicionario que marchaba sobre Chorrillos, Aparejos perdidos i repartidos en los cuerpospaso 110 en seguida a esponer a V. S. cnál ha sido el puesto Id, id. en a espedicion Villagran -50 que le ha cabido desempeñar a la 1. Ambulancia. El dia 12, a las 5 P. M., nos encontrábamos con todo 160 nuestro material correspondiente para seguir a retaguar­ Carretas aperadas perdidas en ¡d., id ..... 16 dia de la 1, * División, que era la que debia inarchar a vanguardia del resto del ejército. Además de las cantinas Lima, Enero 25 de 1881.— E r n e s t o C a b r e r a G.— de farmacia, cantinas do combate, hilas, venda.?, algodón, V. ° B . ® — F. R a s c u ñ a n A. frazadas, sábanas, repuestos de alcohol, glicerina, ácido fénico, camillas, quince carpas, hice conducir 120 cami­ llas armadas para que eu os primeros momentos de la CA PELLA N MAYOR D E L E JÉ R C IT O D E C H IL E , batalla se hiciese con mas facilidad la conducción de los heridos. Esta medida nos dió escelentes resultados. L im a , Enero 24 de 1881. Todos los cirujanos, primeros i segundos, practicantes Señor: de cirujía i farmacia estaban provistos de un morral con Acompaño a V, S. la relación de los capellanes que hilas, vendas, compresas i percloruro de fierro para curar acompañaron a nuestro ejército en las batallas de Chorri­ durante el combate, advivtiéndoles que una vez conclui­ llos i Miraflores. Todos eilos han cumplido con su deber, das éstas habia un depósito donde podian proporcionarse i me es grato poder asegurar a V, S. que todos nuestros las que les fueren necesarias. heridos han recibido los ausilios espirituales en el mismo El personal de esta ambulancia marchó unido hasta campo de batalla, pues la mayor parte de ios capeJlancs el instante en que se dió principio a la batalla, que fué a avanzaron en la misma línea del ejército. las 5.10 A, M. del 13. Nos llegaba el momento de dar Las ambulancias de Chorrillos i San Ju a n han queda­ principio al trabajo que tanto nos habia V. S. rocoraendado asistidas por los presbíteros Valdés Carrera, Montes i do. Como debíamos prestar nuestros servicios con prefa40 100

    471

    CAPÍTU LO QUINTO.

    rencia a la 1.®^ División, nos dividimos en tres secciones, .la a la derecha, las otras al centro i a !a izquierda, con fin do prestar ausilios con mas oportunidad en cualijuier pum o do la línea de batalla. Adoptando esto sistea, no dejábamo-s heridos a retaguardia. H asta las 12 M. de ese dia nos dedicamos a practicar aa primera curación a nuestros heridos. A partir desde I ra hora, mi único pens.amiento fué recqjerlos del campo, repartiendo las secciones de l a . ambulancia en todo el ..ayecto recorrido por la 1. División, En el lugar don’e principiaron a caer heridos nuestros, coloqué una sec­ ción que correspondía al cirujano 1.® señor Clodomiro ionzalez Vera; a la derecha al cirujano 1. ® Domingo A. '^rez; en c! valle de Chorrillos estuvieron las secciones de JOS .señores Salvador Felin, Juan Kidd i Juan M. Salalaiica. Todos ellos estaban acompañados de su.s cirujanos 2. ® i practicantes correspondientes. Se trabajó todo cl dia hasta mas de la media noche i, esa hora, acompañados de alguno.s cirujanos, rejistramos los puntos donde la pelea liabia sido mas reñida, i de los ' «,2ü0 heridos do la 1. División,inui raro .seria ol quo no e recojió esa misma noche, i ca.si puedo aseverar que, con mui pocas escepciones, tal voz uno que otro de nuestros ■ .oldados, quedó siu que se les hiciera la primera curación. El dia 14 nos dedicamos a colocar los heridos en cami­ llas, se armaron las carp.as que teníamos disponible.?, i , orno éstas no eran suficiente.?, utilizamos unas grandes , -amadas que encontramo.s cn ol valle i antiguos campa' -mentos del enemigo del dia anterior. Eu la mañana se pro: .'orcionó el alimento necesario a los heridos, para lo cual contábamos con animales i todos los útiles que habíamos ^raido consigo. En la tardo de eso mismo dia fui llamado por V. S. a Chorrillo.?, i recibí la órdon de alistarme eon dos secciones Jo la ambulancia, porquo se sospechaba que al siguiente , dia tendria lugar una gran batalla. El L5 me trasladé a Chorrillos, lugar donde se estaban t,...,oaduciendo los heridos que so encontriiban a cargo do , k s secciones de mi ambulancia. Cuando llegaba al pueblo, •ias 2 P. M, principiaba la batalla de Miradores, i ya esta1 ban conmigo dos secciones, i las otras debian venir un poco mas tarde. Desdo ese momento comenzó la asistencia a los heridos le esta segunda batalla, asistencia que duró hasta mas de k media noche. Al dia siguiente quedé instalado con toda mi arnbnlancia en el lugar que se habia elejido para hospital do , sangre, donde he permanecido hasta hoi dia. La sección del cini jano 1.® José do la 0. Contreras, ; i bordo eu ol buque Veinliwuo de Mayo, prestó irnporlantes servicios eu la rada de Chira cl misino dia del v. combate, recibiendo 70 heridos, quo fueron atendidos en I los primeros momentos. Me es mui satisfactorio poner en su conocimiento quo (..Jos cirujanos 1. ® i .2. ®, practicantes de cirujía i de far­ macia, han cumplido perfectamente en el puesto que a '■•• cada uno se le habia designado. Acompaño a V. S. las listas del personal de esta amhukncia que se encontró presento en la batalla de ChorN- rillos i on la de Miraílores. C irujano m ayor.—Señor José Arce. Ci'nijanos 1. ® —Soñore.?: Domingo A. Groz, Juan M. ''--Salamanca, Clodomiro González, José do la C. Contreras, Ju an Kidd, Salvador Feliú e Ismael Rubilar. CÁntjanos ®—Señores; Salvador Silva, Pedro C. C.. Molina, Ismael Merino, Moisés Pedrnza,I)ositeo üyarzun, , Emeterio Letelier, Jerm an Valenzuela, i Eustorjío Diaz. F ra d ica n ies de ciriyYa,—Señores: Ismael Diaz, Jeróto n iin o Guerrero, Vicente Rosendo, Arturo Delfin, Romelio Pizarro, Ramón Barrientos, Ramón de k Paz, Manuel A. to Fernandez, Nicanor Ugalde, Evaristo Inostrosa, Tomás t o Tobar, Cirilo Quinteros, Pablo Diaz, Vicente Soto, An'stides Mesa, Ernesto Pedraza, Moisés Zúuiga, Eduardo t o Arran, Manuel Galan, Cárlos Reyes i José Venegas.

    c c c

    Farmacéutico 1. ® —Señor Amador Araos, 1 F racticantcs— Señores: Ju an de Dios Cuevas, Eduar­ | do Olivares, Cárlos Bicberach, Efrain Aravena, Lorenzo ! Miranda. ‘ Contralor.— Señor Manuel González. Capañ/ccs.—Estéban Perez i Miguel Quczada. Ayw(?(míc'.s.— Benigno Tello i Marcolin Quezada.

    Carretoneros.—Lorenzo Torres, Benito Bravo, Yíctor Alfaro, Guillermo Gaete, José A. Moraga, Bernardino Oli­ vares. Cocineros,—José Castro i José R. González. Cal)0.llerizo.— Fran ci seo Baeza. zl«sííiarfi,s.—Francisco Olavc, Alfredo Carrasco. Ju an Salvatierra, Máximo Aguirre, Callsto Acevedo, Rafael A.studillo, Marcelo Miranda, José Aguilera, Rosalmo Acevedo, Tránsito Barrera, Aniceto Contreras, Ricardo Cor­ nejo, Bartolomé Cuadra, Jesús Dueña, Felipe E-spinosa, Nicasio Es únosa, Francisco Galinldo, Benito González, Franciseo Fernandez, Francisco Ibarra, José D. Busta­ mante, Rufino Bustamante, Manuel Carrasco, Florencio Cerda, Manuel Cáeeres, Alvaro Caviede.?, Juan'Carrasco, Julio Cornejo, Pedro Caviedes, Pedro Cáeeres, Tomás Es­ cobar, José M. Figueroa, Pedro Figueroa, José M. Gon­ zález, Benigno González, José D. González, Manuel Gon­ zález, Clcniénte González, Bonjamin Hernández, Daniel Inostrosa, Avelino Martinez, Aeadio Maldonado, José Luis Lopoz, Gregorio Ürzúa, Franciseo Caballero, Nicolás Montenegro, Manuel Lagos, .Ruperto Zúñiga, Robustiano Alvaroz, Sabino Bastías i José Mercedes López, Dios guarde a V. S.— José Arce, cirujano mayor de la 1. jim bulancia.—Al señor Superintondontc del Servi­ cio Sanitario.” 2.=* AM BULANCIA.

    “San Juan, Enero 23 de 18SL—Señor: El 12 del pre­ sente salí de .Lurin con cl personal de la ambulancia, con­ ■ duciendo cl material en seis carretones, algunas muías, I bunus i a.siáticos. D urante la noche no hubo nada de ¡ particular, salvóla gran dificultad para que avanzasen k s ' carretas a causa de lo arenoso de! camino. En la mañana del 13 avanzamos al campo de batalla por la parte que atacó k 2. División, i ahi se prestaron ausilios oportunos a los heridos que iban cayent o. Establecimos dos puntos de reunión para enfermos, i, arregladas algunas camas i camillas, mandé comisiones a recojer los heridos. El número de los recojidos i asistidos ior la ambulancia subió a 313, de los cuales pasé a V. S. ista nominal. El 14 trasladamos nuestros enfermos, por órden su­ ya, a San Ju an i nos hicimos cargo de algunos que habia reunido en ese punto la 3. ® Ambulancia i otros que se asistian on las rucas dejadas por cl ejército peruano. El número de a.sistidos en San Juan asciende a 653: de éstos fueron 28 oíiciales, 577 individuos de tropa i 50 peruanos, jen te de tropa. So han hecho las siguientes operaciones: 11 am puta­ ciones de pierna, 17 amputaciones de muslo, 7 amputa­ ; ciones de irazo.s, 3 de antebrazo, 3 de articulaciones del ¡ hombro i 9 dedo.? desarticulados. Por órden suya mandé dos secciones de la ambulancia para que prestaran sus servicios cn Chorrillos, de modo que ol traba,jo se ha hecho últimamente con cuatro sec­ ciones. Lo.s enfermos han tenido desdo el primer dia una ali­ mentación sana i abundante, notándo.?e falta solo en algunos artículos, tales como vino i azúcar de buena cla­ se, puesto que el azúcar negra que consumimos produce con frecuencia diarrea. Eu jencral, los heridos marchan bien i creo que las de­ funciones no sean numerosas. En k s inmediaciones del hospital quedan muchos ca­ dáveres insepultos, i esto puedo traer malas con.sccuencias por el continuo desarrollo de gases fétidos.

    f dT

    472

    GU ERRA D E L PA CÍFICO .

    Z' r

    Dios guarde a V. S.— R am ón Gorroño, cirujano m a­ yor de la 2. * Ambulancia.”

    Personal de la 2. * A m bulancia que asistió a la batalla de Chorrillos. Cirujano m ayor.— Bm or Ramón Gorroño. Cirujanos 1. ®—Doctores; Matías Aguirro, Pastor Al­ varez, Federico Gacitúa, Víctor y\lcérreca, José María Ojeda i Clotario Salamanca, Cirujanos 2 .° — Señores: Erasmo Castro, Juvenal Olivares, Emilio Aguayo, Augusto Lezaeta, Clodomiro Feroz C., Fernando Orcástegui, Pedro Fierro B., José de la Cruz González, Emiliano Sierralta, Efrain Ferrada i Alfonso Klickmann. Farmacéutico.— B,e.ñor Manuel Castillo. Coníraíor.—Señor Ykientin Carracho. Practicantes.—Señores: Manuel J. Cato, Ju an E. Cas­ tro, Ylanuol Juárez, Anselmo Fuenzalida, Ramiro Rodrí­ guez, Juan de Dios Guerrero, Abel Pumarino, Guillermo Chueca, Juan N. Boza, Jenaro Marabolí, Justo Ramirez, Manuel González, Marcelino Urbina, Pascual Y^idal, Juan Rojas, Abdon Quezada, Belisario Bisqiiertt, Yh'ctor Sali­ nas, Floro Cáceres, Ramón Bravo, Víctor Diaz, Pantaleon Cristi, José M. Aguirre, Adolfo Urzúa, Federico Bravo i Federico Pacheco, A usiliares.—Ramón Chacón, David Dávila, Tiburcio Soville, Ismael Flores, José Guzman, Nicomedes López, Emilio üsorio, Rafael Pizarro, Elíseo Osorio, Manuel Es­ cobar, José L. Flores, Juan Muñoz, Eulojio Améstica, Mi­ guel Cáceres, Federico J. Caro, Federico Ahumada, Fede­ rico Aguilar, Luis Aguilera, Tomás Andrade, Antonio Ampuero, José A. Arena, Rafael Aguirro, Ju a n Nuñez, Adolfo Rojas, Ju an Zúñiga, Daniel González, Antonio Gúmera, Enrique Gurberine, Simón Leiton, Mamiel Al­ varez, Manuel Albornoz, Manuel Castillo, Ramón Cifuen­ tes, Zenon Cabezas, José M. Castañeda, Lisandro Cifuen­ tes, José M, Cabrera, Lorenzo Córdova, Nicolás Córdova, Ju a n Donoso, Salvador Núñez, Federico Sepálvcda, Ma­ nuel Marabolí, Rafael Yklochaga, Manuel Márquez, Zoilo Bobadilla, Silvestre Silias, Braulio Escárate, Eujonio Enlin, Adolfo Erazo, José N, Flores, Pedro D. Guajardo, Ju an D, Guajardo, Rosendo Gómez, Manuel Guerrero, Ricardo Gana, Bartolo Gómez, Antonio Gallegos, Ramón Gómez, Ambrosio Ilorvia, José M. López, Juan T. López, José Arcas, Conradino Barrios, Eulojio Barrios, Manuel Bravo, Ju an Barahona, Adrián Barahona, Juan Bobadilla, Joaquin Cristi. Manuel Cavada, Pió Carrasco, José López, Jorje López, Manuel iMolina, Pedro Martinez, Francisco Montecinos, José Turner, D. Villagran, Estéban Muñoz, José M. Jaram illo i Cirilo Astorga. 3. *

    AMBULANCIA.

    "Chorrillos, Enero 23 de LS81.—Señor; Cumpliendo con la órden que V. S. me comunicó el 12 de! presente en San Pedro de Lurin, de estar listo para seguir a reta­ guardia de la 3. * División i prestarle los .servicios que requiriera una próxima batalla, paso a dar cuenta a Y. S. del modo cómo su órden ha sido cumplida. Ese mismo dia, a las 6 P. M., levanté el campamento de mi ambulancia establecido en el centro de la 3. * D i­ visión i m arché a retaguardia del Rejimiento Concepción, que cerraba su marcha. Al llegar al puente del rio Lurin me fué completamen­ te imposible seguir la misma ruta que llevaba la infante­ ría, atendida la calidad del camino i el material pesado que tenia que trasportar en carretones, resolviéndome a seguir el que llevaba la artillería correspondiente a la di­ visión. En la noche acampe' con la artillería, i a las 4 A. M. del dia siguiente me puse on marcha a fin de unirme con la división, lo que conseguí a las 5.30 A. M. Después de ponerme a las órdenes del Estado Mayor de

    dicha división, mi pritnora medida fué, conforme a las iiustruccione.?, buscar un lugar aparente adonde estable­ cer la ambulancia con sus carpas i material correspon­ diente; pero vista la manera de combatir de nuestros soldados que triarchaban con una celeridad asombrosa, dejándonos atrás on mui poco tiempo, resolví no descar­ gar ningún material i distribuir ol personal de mi ambu­ lancia en una estension considerable para que atendiese a la curación inmediata de los heridos en el campo do batalla, esperando recojer a é.sto.s cuando me encontrase colocado en un punto central, lo que conseguí a las 9 A. M , estableciéndome detrás de un fuerte tomado por nuestras fuerz.as al Oriento dcl pueblo de San Juan. En esto trabajo fui poderosamente ayudado por el contralor de mi ambuharicia, señor don Cárlos Fagalde, Desde ese momento se estableció la sección del doctor don Agustin Gana TJ. para atender a los heridos que lle­ gaban a la ambulancia, miéntras las domas seceiones, ba­ jo mi dircccioj), se ocupaban en recorrer no solo el campo de la 3. * División, sino tam'oien el de la 2, * , haciendo las curaciones i traslado do los heridos a la ambulancia. Este trabajo duró toda la noche del dia 13 i la ma­ ñana del siguiente hasta las 10 A. M., hora en quo, recor­ rido el campo varias veces i en todas direcciones, quede cerciorado que todos los heridos habián sido conducidos a la ambulancia. En el número de estos asistidos en la.s carpas a prime­ ra hora, contábanse 17 oficiales, entre ellos al primer jefe del Rejimiento de Granaderos, don Tomas Yávar, i al de igual claso del Rojimiento C uricó,don Joaquin Cortés. Me ha sido raui satisfactorio haber podido atender de­ bidamente a todos estos heridos, pues contaba con los ele­ mentos necesarios para hacerlo. El dia 14 ordené el traslado de toda la ambulancia a las casas de la hacicuda de San Juan por .ser ésta un punto mui adecuado para establecer uu hospital de sangre, pues tiene espaciosísimos salones rodeados de jardines i depar­ tamentos especiales para oficiales. Ese mismo dia en la tardo recibí órden de Y. S. para dejar dos secciones en este punto i trasladarme con las restantes adondo so encontraba la 3. * División, acam­ pada a pocas cuadras al Sur de Barranco. Las secciones de los señores David Tagle Arrale i Ju an de Dios Pozo quedaron a cargo de la ambulancia en San Ju an i con. las restantes me puso en m archa al lugar in­ dicado. Suponiendo que en eso dia no habria movimiento al­ guno en el ejército, i de acuerdo con Y. S., ordené que mi ambulancia trabajara en el hospital de Chorrillos, adonde se curó a todos los heridos quo en él habia, A las 4 A. M. del dia D5 volví al campamento do la 3. * División, seguí sus movimientos i acampé con ella. El ataquo alevoso del enemigo en circunstancias seguras de no entrar tan luego en combate, me sorprendió sin haber aun tomado las determinaciones necesarias para co­ locar mi ambulancia. Esta sorpresa ocasionó la pérdida de una parto del ma­ terial que conducia, la que fué repuesta inm ediatamente por encontrarnos tan cerca de Chorrillos. Advierto a Y. S. que en osta misma tarde se reunieron a la ambulancia las secciones do los señores Tagle i Pozo, que habian quedado en San Juan, i la del señor Guiller­ mo Castro que estaba en comisión en el Sur. Tan pronto como pude colocarme en una posición con­ veniente, ordené que una sección se estableciera en Bar­ ranco para que sirviese de base a la ambulancia; las de­ mas siguieron a retaguardia dol ejército sirviendo la derecha, izquierda i centro. A las 9 P. M. llegué con una sección i me establecí en la estación de Yíiraflores, dondo asistí mas de 60 heridos de tropa i varios oficiales, entre ellos al prim er jefe del Rojimiento Santiago, señor Fuenzalida, Esa noche i ia siguiente, las secciones quo seguían la retaguardia del ejército se ocuparon en curar i recojer los

    f

    r

    j I

    i. i l l

    1 h

    CAPÍTULO QUINTO.

    heridos del campo do batalla; la establecida en Barranco asistió i recojió un número considerable de heridos, entre ellos'al señor Jefe de ia 1. Brigada de la 1. División, coronel don Juan Martinez. El trabajo de curación i recolección al hospital de Chor­ rillos de los heridos del campo da batalla quedó terminado el dia 16, i e! 17 el traslado al mismo hospital do lo.s que j a eran asistidos cn Barranco i Miraflores por dos seccio­ nes distintas. Acompaño a Y. S. la lista del personal i empleados que han servido en estas jornadas; 1.

    SECCION.

    Docfor.—Señor Agustin Gana U. d r u j a m s 2. ®—Señores: Mamerto del Campo i Eduar­ do Solovera. Pracíicanfes.—Señores: W enceslao Pizarro, Manuel Gorigoitia i Salvador Román. FarmacéuHco.— Don Emilio Diaz de la N. 2.

    v„.

    SECCION.

    P o fío r.—Señor Manuel Sanhueza. Cirujanos ®—Señores: Alberto Araya i Ju an P. Rojas. Praeticantes.—Señores: José Mancilla, Alberto AdriaBola, Ramón ü rb in a e Hilarión Sepúlveda. iiX

    SECCION.

    Doctor.—Señor David Taglc Arrate. Üiruj/autos.—Señores: Justo Pastor Merino i José D, Donoso. Practicantes.—Señores: Eusebio Galdamcs, Francisco Donoso, Abelardo Herrera i Lindor do los Rios. Farm aeéuiico.—Señor Manuel Madrid. 4 . “^ SECCION.

    Doclor.—Señor Ph-anciseo Ferrada. Cirujanos 2. ® —Señores: Nicolás Palacios ¡ Temístod es Roldan. Practicantes.—Señorea; José Cicarolli, Moisés Chavez, Fortunato Constella i Feliciano Chavez, Farmacéutico.— Señor Luis Arellano. 5.®^ SECCION.

    jQocíor.—Señor Juan del Pozo. C irujano 2. ® —Señor Eduardo Martinez. P ratíican ícs.—Señores: Anjel Artigas, Francisco \forgara, Manuel Riquelme i Francisco Hernández. Farmacéutico.— Señor Aureliano üyarzun. 6.

    c o :O I O O

    ■o

    SECCION.

    Doctor.—Señor Guillermo Castro. C irujanos 2. ® —Señores; Eloi Sandoval i Rodolfo León Lavin. Practicantes. — Señores: Ambrosio Luna, Clodomiro Muñoz, Clodomiro Tapia i Félix Rodriguez. Farmacéutico.— Señor A rturo Marchant. C irujano 1. ® agregado.— Señor .Marcos Soffía, Contador.— Señor Carlos Fagaldc. A u silia res.— José Herrera, Félix Herrera, Juan B. Herrera, Cárlos Mancilla, Manuel Morales, Ramón Bar­ ragan, Domingo Remiso, Juan Opaso, Bonifacio Arellano, Rubén Padilla, Bernardo Otaiza, Rafael Peñalosa, Adolfo Pinto, Ponciano Perez, Francisco Opaso, Adolfo Paredes, Ricardo Morales, Cosme Guajardo, Manuel Herrera, Ber­ nardino Ramos, José Rivera, Avelino Villalon, Venancio Rojas, José Rebolledo, Manuel Reyes, M. 2. ® Reyes, José G. Ramirez, Anjel Romero, Benito Rodriguez, Delfin Ser­ rano, Ju a n Maturana, Máximo Bea, Ju a n Salgado, Elias Vora, Antonio Santibañez. Emiliano Alegría, Eleodoro Arce, José Salas, Manuel Sarmiento, Cayetano Saavedra, Manuel Silva. Sabino Segovia, Amador Santos, Domingo Silva, Manuel U rrutia, Francisco U rrutia, Pedro VenoT omo IV .— 60

    473

    gas.Pablo Villalobos, Jo.sé M. Vergara, José R. Montenegro, Manuel Gutiérrez, Delfin Bravo, Simón Césped, Francisco Donoso, Juan Espinóla, Pedro Lantadilla, Manuel Piñes, Manuel Aróstegui, José L. Guerra, José R. Roldan, Pedro Carvajal, Benjamin Echeverría, Aurelio Montes, Manuel Ahumada, Luis Flores, Jo.sé L. Rodriguez i Cayetano Silva. Cagxítaces.—Perfecto Elgueta i José G. Lira. M yudaníís.—Toribio Bairera, Toribio M alucndai Ber­ nardino Vergara. Carretoneros.—Pedro Muñoz, Saturnino Olivos, Gui­ llermo Pinto, Manuel Pinto, Hilarión Rivera i Ventura Tellez. Caballerizo.— Feliciano Silva. Cocinero.—Pedro P. Molina. Ayudantes.— Anjel Gutiérrez i José Montoya. Lavandera.— Fran ei seo Es pinosa. A inidante.— fedro Mu ñ oz. Solo me rosta agregar a V, S. que si los trabajos se han hecho satisfactoriamente, ha sido mediante la coope­ ración de mis cirujanos 1. ® doctor Agustin Gana, Manuel Sanhueza, David Tagie, Franci.sco Forrada, Ju an de D. Pozo i Guillermo Castro, los cirujanos 2. ®, farmacéutico, contador, practicantes de cirujía i tármacia Dios guardo a V. S.—AFsaíon Prado." Me limitaré, por mi parte, a espresar a V. S. que todos los empleados del servicio se han comportado, salvo raras escepciones, con decidido entusiasmo en el cumplimiento de sus obligaciones i llenado con estrictez las órdenes recibidas. No se ocultará a V, S., por cierto, la.s grandes dificulta­ dos con que ho tenido que tropezar para ejecutar un ser­ vicio regular, sobre todo en lo que se refiere a medios de movilidad, no habiéndome llegado los animales necesa­ rios, i pudiendo, apénas, servirme de los carros por las di­ ficultades de un camino que .se decia bueno i donde con trabajo podia moverse la artillería con ocho o diez pare­ jas de caballos. Nuestros carros no podian m archar a pesar de haberlos uncido a cinco yuntas de bueyes i además las ínulas de tiro. Muchos quedaron pegados en los intransitables méda­ nos qne debian recorrer. Con todo, después de una ruda marcha, al rayar el alba del dia 13 estábamos en la línea do batalla a retaguardia de las divi.siones respectivas i avanzábamos curando sobro el campo i reuniendo los héridos en grupos mas o ménos numerosos i cercanos, en la estensa línea de fuego, desde la costa de Villa i do Chorrillos hasta el Oriente de la ha­ cienda do S.an Juan. Puedo afirmar a V. S. con satisfacción que todos los heridos de la batalla del 13, con las escepciones del caso i naturales, fueron curados i roeojidos ántes de treinta horas i lo mismo en la del 15. Las pruebas de que las ambulancias han sufrido en es­ tas dos memorables jornadas, despuos de la esperimentada en la vida do campamento, no deja duda sobre la bon­ dad de su organización i quo es superior al servicio de cuerpos. El ala izquierda la atendió la primera ambulancia con su cirujano 1. ® doctor José Arce, i el que suscribe con su secretario señor Marcial Gatica; el centro, la segunda con el cirujano mayor doctor Ramón Gorrofio, i la tercera en el ala derecha, bajo la dirección del doctor Absalon Prado i de mi adjunto, doctor Diego San Cristóbal. Duranto la batalla me prestaron decidida ayuda ol con­ tralor jeneral señor Rodriguez Ojeda, el farmacéutico E. Allendes 0., el estadístico Eujenio R. Peña, los señores Daniel Riquelme, RamoriGaote,Jo.séM. Besoain, Salvador A. Castro, Enrique Ramos i Luis E, Castro, todos emplea­ dos o agregados voluntariamente al servicio desde Valpa­ raiso, Gurayaco i Lurin, De gran ausilio me fueron también los 500 asiáticos qne tomé en Lurin con conocimiento de V. S, i del señor Ministro de la Guerra, tanto para el

    474

    G U ERRA D EL PA CÍFICO.

    acarreo de útiles do ambulancia desde Lurin, como parala traslación de heridos en el campo. Debo también mi gratitud a la Comandacia de bagajes por sus oportunos servicios de animales i trasporte de ambulancia. El servicio de nuestra conducción ha trabajado a rni satisfacción, debido, a pesar de las dificultades apuntadas, al activo empeño del señor Rodríguez Ojeda, contralor je­ neral, i del sefior Gatica. Creo de estricta justicia hacer una mención especial de la manera como he sido servido por el eapitan i tripulación dol Paquete de Maide, puesto a mi disposición por órden suprema. El señor eapitan Gerkons, oficiales de su dependencia i tripulación a sus órdenes, no han ahorrado sacrificio de niguna clase para prestar los servicios exijidos, por penosos que hayan sido en muchas ocasiones. El servicio de farmacia ha marchado con toda regulari­ dad, satisfaciendo los pedidos que le han sido hechos. Ho tenido el apoyo de la fuerza armada cuando lo he solicitado de Y . S. o particularm ente de los señores jefes de cuerpos para la reunión de heridos en ol campo de opera­ ciones, traslación de una a otra sección do ambulancia, co­ mo para los embarques. Debo particularm ente dar las gracias, a este respecto, al señor com andante del Batallón Búlnes, como al Reji­ miento Esmeralda, do guarnición en esta plaza, i mui en especial a su digna oficialidad ¡jefes, señores ITolley, Lopetegui i Maturana. D urante los primeros dias después de las batallas de Chorrillos i Miraflores, el señor Víctor W. Castro mo ha prestado importantísimos servicios ocupándose de hacer el rancho para los heridos, trabajo lleno de dificultades en momentos de tanta preocupación i labor. Habiéndose retirado a Lima, ha quedado reemplazándolo el señor Saturnino Castro, que lo desempeña hasta la fecha con e‘ mismo celo i entusiasmo. Siendo tan crecido el número de heridos a nuestro cuidado, los contralores de ambulancias apénas si han te­ nido tiempo para ocuparse del arreglo de las camas, aseo del hospital i detalles internos del servicio. La nota que romití a Y. S. há pocos dias, dá cuenta del movimiento donde residen o han sido enviados. Me ha sido m aterialm ente imposible, agobiado por trabajos pro­ fesionales i do dirección jeneral, tener tiempo para hacer preparar listas nominales de los heridos, pudiendo solo dar a V. S. un cálculo aproximativo de su número. Luego pasaré a Y . S. un cuadro mas detallado i exacto. Los enfermos que dejamos al .salir de Lurin el dia 12, mas de 3.50, han sido ausiliados por el personal del hos­ pital volante, bajo la dirección del doctor Jacinto del Rio. También se han curado ahí mas do 30 heridos de la batalla de! 13. Este hospital ha atendido la guarnición de Lurin. Solo quedan en e.ste punto unos 40 enfermos, habién­ dose retirado ya los dernas. Este hospital so levantará en tres di-as mas, pasando su servicio a atender cl hospital de San Andrés, abierto en esta ciudad para enfermedades comunes, dosde hace tres dias. La ambulancia de San Juan ha sido levantada i su personal trasladado a Chorrillos, hasta tanto quo podamos concentrar todos nuestros heridos al hospital Dos de Mayo. Desde ayer el hospital de Guadalupe, en ol Callao, dondo nos han ausiliado los cirujanos de la escuadra i algunos peruanos desde el principio, está bajo la dirección de la 1.* Ambulancia. He destinado también a este servicio a los doctores Federico Puga B. i Jerónimo Rosa, llegados ayer de Chile para ausiliarnos en nuestras tareas. En este hospital somos deudores del mayor apoyo i colaboración a los señores coroneles Lynch 1 U rrutia, i OTrtieularmente al señor comandante del Quillota, don Ramón Echeverría. Los señores Yrantura Carvallo E., Ju a n José García i

    Francisco R. Martinez, han sido encargados de atender servicios en el hospital Dos de Mayo i el doctor Rafael Wormald en el San Andrés. A este hospital deben ir to­ dos los dias los enfermos leves de los distintos cuerpos para ser examinados i recibir medicinas. En él también se adm itirán los que deben guardar cama. Antes de concluir, señor Jeneral, me permito dar a Y . S. mis agradecimientos mas sinceros por su decidido apoyo eu firvor del servicio que represento, tan valioso i patriótico, como el que he recibido del sefior Ministro do la Guerra e Intendencia del ejército. Dios guarde a Y. S. R

    amón

    A

    llende

    P a d in .

    Al aeilor Jeneral Jefe de Estado Major Jeneral.

    PARTES OFICIALES DE LA ESCUADRA DESDE LA PA R T ID A

    D E L E JÉ R C IT O C H IL E N O D E A RICA

    HASTA LA OCUPACION D EL CALLAO. NÚM.

    1,538.—COMANDANCIA

    EN J E F E D E LA ESCU A D RA .

    (Inédito.) Curayaco, Dicis-ndjre 24 d,e 1880. Señor Ministro: El 7 del presente, encontrándose este blindado en Tquiquo concluyendo la reparación de sus fondos, recibí un telegrama del señor Ministro do Guerra eu campaña en que me anunciaba la próxima salida del ejército espedicio­ nario i solicitaba mi presencia en ese puerto con el buque de la insignia para dirijir el convoi al lugar de su destino. Como las reparaciones que estaban aun pendientes en este blindado no tenian el carácter de indispensables, re­ solví suspenderlas i divijirme a Arica para cumplir con los deseos del señor Ministro, i, en efecto, en la mañana de! 10 fondeé en ese puerto, Esa misma mañana fondeaba tambicn en la misma ra­ da el crucero Anm zonas de regreso de su comisión en las costas de Colombia. Desde este momento, todos los esfuerzos de la escuadra se dedicaron a aceler.ir el embarque del ejército, el cual pudo estar listo cu la mañana dol 14, embarcado en los vapores Chile, P aita, Cofñapó, Liraarí, S a n ta L ucia, Pisagua, Berno.rd, CasÜe, L am ar, L u is Gousiño i A m a ­ zonas, i en los buques do vela Humberto, J u lia , Norfolk, Excelsior, Juama, Avestruz, Lota, Orcero, M urzi, Ótio i Wilheim. De acuerdo con cl señor Ministro do la Guerra en cam­ paña i el señor Jeneral en Jefe, dispuse quo ese mismo dia zarpara el convoi compuesto de ios buques ántes men­ cionados, el cual deberia ser resguardado por los dos blin­ dados Blanco i Cochrane i la corbeta O'Higgins. Para la seguridad i órden del convoi; di a los coman­ dantes de todos los buques las instrucciones que acom­ paño a V. S. El crucero Am azonas, que no podia concluir el embar­ que de la tropa que debia conducir ha.sta el dia siguiente, quedó en el puerto con órden de unirse al convoi a la brevedad- posible. En la tarde del 14 zarpó esta espedicion con rumbo a Pisco, donde debia unirse a la 1. * Brigada de la 2. * Di­ visión para seguir al Norte. Al dia siguiente, el crucero Angamos, de regreso del Callao, se unió al convoi i dió cuenta de la pérdida de su cañón i demas noticias quo por scnarado comunico a V. S. El crucero A m azonas con la barca Oüo a remolque, se unió al convoi en la mañana del 17, i ese mismo dia el blindado Cochrane, con el señor Ministro de la Guerra a su bordo, sé adelantó para llegar a Pisco en tiempo con­ veniente para tener lista a unirse al convoi a la 1. * Briga­ da do la 2 ,* División. A las 12 M. del 18 ordené a los

    f f I

    I »

    I >

    ’i

    CAPÍTU LO QUINTO.

    475

    '5.® Una vez fuora del pnerto, i cada buque buques mas lijeros P aita, G/iik, A m azonas i O’H iggins on el puesto quo so Ic lia sciialado, ,se m an­ se adelantaran para tornar el puerto en la misma larde, tendrán tudus con el menor andar posible i i en la mafiana del 19 fondeó en Pi.sco eon el resto de la Partida, -j proa al Oaste, hasta qne el Blanco Encalada, división, sin novedad alguna. qno sei'á el último cn zarpar, lome su coloca­ Los dias 19 i 20 fueron dedicados al embarque de la ción i dé la señal de partida, que será un terL®^ Brigada de la 2.®^ División en el Abtao, Afagaüanes, ycer cañonazo. Angam os, Cárlos Roberto i los buques de vela EUvra Alvarez, Elena, E dw anls e Inspecto-r. El dia 20, mo­ A'ndrtr. —t!. ® El andar del convoi será de cinco millas. mentos ántes de zarpar, llegó el Ita la en viaje de Y'alpaSi algún bnqno no pudiere mantener ese andar, raiso, conduciendo tropas que debian formar parte do lo avisará por señales. esta espedicion. El convoi debia componerse esta vez de los buques Alineación.—7.® La alineación de los buques se hará en la 1. División por el Copiapó i en la 2, ántes citados i do los vapores Ita ta i Cárlos Roberto, i de por ol Lam ar. los buques de vola E lvira AIvarez, Elena, E dw ards o Inspector i de los de guerra. Ahtao i Magalío/nes. D istancia.—S. ® La distancia entro la l. División i la En la tarde dcl 20, estando todo listo, zarpó este con­ 2. será do una milla, i entro buque i buque de voi con rumbo a Chilca, puesto designado por el señor una misma división será de cuatro cables. Jeneral en Jefe para ol desembarco del ejército. Gobierno. — Los buques de la 2. " División tendrán En la mañana del 21, el convoi recaló a diclio puerto i, especial cuidado de gobernar como se indica en despnes de un prolijo reconocimiento para indagar si cl el cróqui.s i nunca seguirán las aguas de los enemigo habia colocado torpedos en el fondeadero, se do la 1.« ordenó a todos los buques fondeasen en el lugar quo al F c m w el artdai'.— 10. Si hubiese necesidad de parar o efecto se les designó. disminuir el andar del convoi, los buques quo Apareciendo a la vista que, desembarcando on Chilca, van atrás lo disminuirán primero i en seguida la primera parte del camino presentaba dificultades mui los de adelante. sérias, principalmente para la artillería, ordené un reco­ nocimiento de la costa hácia el Norte, i se encontraron Luces.—11. Los buques llevarán las luces de costado, dos caletas conocidas por los pescadores con los nombres fin a de estribor i otra por la popa. dcCurayaco i Santa María, que no sparecon cn las cartas, que ofrccian suficiente facilidad para el desembarco del Señales.— 11 Las señales jenerales so harán por el Có­ digo Internacional, i el Ooc//rane\ la O’H iggins ejército i aun de la artillería,! que además ahorraba cua­ las repetirán, a fin de que sean vi.sibles para tro legLia-s de camino mui pe.sado i difícil. En consecuen­ todos. cia, i de acuerdo con el señor Jeneral en Jefe, dispuse se efectuara el desembarco por dichas caletas. el rumbo.— 13. Si hubicso necesidad de cambiar En la mañana dcl 22, el convoi se movió a fondear a de rumbo en la noche, .se avisará oportunamento inmediaciones de c.stc lugar, e inmediatamcnte.se procedió señalando la hora aproximada; poro no se cam­ a efectuar el desembarco, lo que so está llevando a efecto biará hasta que el buque alm irante la anuncie con toda felicidad, estando ya por coneiiiirse. ]ior dos cohetes, quo repetirán ol Cochrane i la Habiendo avanzado nuestras tropas hácia cl valle do Q'IIiggins. Lurin, el señor Jeneral en Jefe, rne ha comunicado que Perder el convoi.—14. .Encaso de qne algún buque so convendria desembarcar la artillería de campaña a inme­ atrasase o perdiese el convoi, se dirijirá con to­ diaciones de ese vallo, por sor mui pesados los caminos da prontitud al rendez-vous, cuyo plano se que desde aquí conducen a él. acompaña en un sobre i que solo se abrirá en A fin de satisfacer cn lo po,sibIe los, de.seos del señor .alta mar. Jencral, mo dirijí hoi en la cañonera Magallanes a reco­ nocer esa costa i he encontrado dos pequeñas caletas, San PREVENCIONES JENERALES. Bartolo i Jagüei, que tampoco aparecen eu la carta, délas cuales la segunda puede servir para ol objeto, aunque ven­ N e b lin a .— l . " Sobreviniendo neblina, todos, los bu ciendo algunas dificultades. que haran son.ar el silbato de la máquina do En el bloqueo del Callao uo ocurre novedad. La lancha minuto en minuto i disminuirá cl andar hasta Fresia presta ya sns servicios a flote. m antener solo el necesario para poder gober­ .Dios guarde a V. S. nar, conservando siempre el mismo rumbo. G a l v a r in o R

    X, í

    V-

    i

    w

    to-

    C C O

    C r C •I Q -x O ., Q

    iv e r o s .

    Falta el remolque.— '2. Si faltase algún remolque, el vapor remolcador lo avisará inmediatamente por señales i el convoi dism inuirá el andar todo INSTRUCCIONES o posible, a ménos que no se ordeno io contrario. Si cl accidente ocurriese do noche, el vapor PARA I.OS SEÑORES COMANDANTES I CAPITANES DE LOS remolcador encenderá una luz de Bengala en BUQUES DEL CONVOI. parte visible e izará una luz blanca en el tope de un palo. D ivisió n.—]. ® Los buques del convoi formarán dos di­ Reparada la avería, el vapor remolcador lo visiones (1. i 2. ) i tomarán la colocación que avisará haciendo sonar el pito de la m áquina i so indica en e! cróquis adjunto. disparando a la voz un cohete. Listo,— 2, ® A medida qne todo buque do guerra o tras­ j porte esté listo para zarpar, izará la bandei'a de i Abordaje..— 2."^ Cuando haya peligro do abordaje, los ca­ salida. pitanes de los buques observarán las reglas es­ ,-■3. ® U n cañonazo de! buque do la insignia tablecidas en el artículo 19 del Reglamento Blanco Encalada, será señal para que todos para evitar abordaje. los remolcadores tomen a sus remolcados i so ATO’ía.—4, ® Si ocurriese algún accidente en uno de Partida f'^'^^cula. los buques del convoi, ol Cochrame prestará los ■' 4. ® L u segundo cañonazo del Blanco E n ­ ausilios necesarios. calada será la señal para salir dcl puerto i tomar cada uno la colocación quo se le ha se- Reconocimienio.— 5. ° Si el buque de la insignia tuviere que hacer un reconocimiento quo lo obligase a ^fialado en el cróquis. Al sefior Ministro de Morin.i.

    ! I

    476

    G U ERRA D EL PA CÍFICO . separarse del convoi, lo anunciará ántes, si es de dia, izando la letra B del Código Internacio­ nal, i de noche quitando la luz de popa.

    compuesta de cañones cuyo calibre no pasará de 70 li­ bras; parecen Parrott. Un poco mas abajo, i hácia cl Occi­ dente, hai otro cañón Rodman, quo no bajará del calibro de 600. Estos cañones, por la altura en que están coloca­ xítaque del enem igo— 6 N En c.aso de ser atacado el convoi por el enemigo, ningún buque remolca­ dos, creo que no podrán ofender la plaza, que sigue inme­ dor largará su remolque ni desviará su rumbo. diatamente al Sur, i desde la cual hai caminos para .subir a los fuertes. Esa playa, aunque no buena, es accesible. Reconocimiento d d fondeadero.— 7 .° A la recalada los Siguiendo hácia el Sur i al enfrentar al valle do la Y'ibuques de guerra del convoi, deben tener sus 11a que va a unirse al valle de Lima, se ve el campamento embarcaciones de remo i de vapor listas para enemigo. El valle es angosto i todas ias eminencias de arriarlas i con todos los elementos necesarios ámbas colinas están coronadas do trincheras al parecer para reconocer si el fondeadero e.stá libre de de tierra. torpedos. En la colina Norte, es decir, en dirección a Chorrillos, Los botes de cada buque de guerra irán a esas trincheras son dobles. cargo de un teniente i con su correspondiente A la distancia de 3,500 metros dol campamento, medi­ dotación de aspirantes. da sextante, el escandallo acusó 10 brazas de agua. De Jefe del desembarco.— El jefo de trasportes, eapitan de modo que, tanto las posiciones dol valle como c.asi todas fragata don Baltasar Campillo, ausiliado por el las do las colinas, están al alcance do iuie.stros cañones. eapitan de corbeta don Wenceslao Frías, te ­ Obras de fortificación para artilleria no he distinguido, niente 1. ® don Leoncio Señoret i los ayudantes sin embargo del especial cuidado que tuve en fijarme eu del señor Ministro de la Guerra en campaña, ello. cLied.an encargados dcl desembarco de la espoDel número del enemigo no me h a sido posible formar­ aicion, para cuyo efecto, el referido comandante me una idea, pues no fué posible verlo todo, i con el ferro­ de trasportes recibirá las órdenes quo tenga a carril a Lima i buen camino que hai, podrian aumentarlo bien im partir ol Comandanto en Jefe do la es­ con facilidad; pero la tropa que hai acantonada, tanto en cuadra de acuerdo con el señor Jeneral en Jefe las colinas como en ei va le, es bastante numerosa. del ejercito. Remito a V. S. el parte orijinal pasado a Y. S. Robre A bordo del Bianco^^ E^icalada, Diciembre 13 de 1880. esta misma comisión, por el eapitan Riofrio, que Y. S. se sirvió indicarme con sus instrucciones. G a l v a r ik o R iv e r o s . Todo lo que doi cuenta a V. S. en cumplimiento do sus órdenes.” RECO N O CIM IEN TO S D E LAS F O R T IFIC A C IO N E S E N EM IG A S. NÚM.

    1,.598.—

    COM ANDANCIA E N J E F E D E LA

    ESCÜADRA.

    Lo que trascribo a V. S. para su conocimiento i fines a que haya lugar. Dios guarde a Y . S. G a l v a r in o R

    iv e r o s .

    Al señor Jeneral en Jele del ejército do operaciones.

    Sanio. M aría, Enero 5 de 1881. Señor Jeneral: El pomandante do la cañonera Magallanes, a quien comisionó para que practicara un reconocimiento en la costa del Norte basta cl Callao, mo dice, con fecha 4 del que rije, lo que sigue: "Cumpliendo con las instrucciones do V. S., hoi am a­ necí en la caleta de Jagüei, donde poco después so em­ barcaron el eapitan de navio señor Patricio Lynch, coronel señor Pedro Lagos, el secretario del señor Jeneral eu Jefe i algunos oficiales ayudantes, saliendo en seguida hácia el Norte en reconocimiento del campo enemigo, el cual he podido apreciarlo como sigue: ^ A medio dia llegamos al Callao, donde el comandante YHel me informó quo el cerro San Jerónimo que domina el San Cristóbal, estaba fortificado, pues hacia pocos dias habia visto hacer dos disparos de cañen desde la cumbre, lo cual da lugar a creer que habrá lo ménos un par de cañones. Respecto al San Cristóbal, pudo ver perfectamente la fortificación que corona su cúspide. De vuelta para el Sur, i con las precauciones indicadas por V. S., pude ver que como a 600 metros hácia el Nor­ te do Miraflores i a orillas del mar, existe una fortifica­ ción con un cañón, que a mi juicio, su calibre no puede bajar de 200 libras. Este cañen está perfectamente situa­ do para poder disparar a un buque sobre el caserío de Chorrillos, i a la distancia de cinco a seis mil metro.?, ten­ dría que colocarse a ménos do 2,000 del cañón. Es verdad que eso no seria un grave inconveniente, pero procuro d ar a Y . S. estos datos sin hacer caudal del valor del chi­ leno. E n el morro occidental de Chorrillos i en su cumbre, hfti una fortaleza que mira hácia el N. 0., quo parece

    BATALLAS DE CHO RRILLOS T M IR A FL O R E S. FA R TE D EL J E F E D E LA ESCÜ A D R A .

    Chorrillos, Enero 16 de 1881. Señor Presidente; El 2 del presente ordené al eapitan do corbeta Manuel Riofrío hacer un reconocimiento en el vaporcito Gaviota, de la costa peruana hasta la P unta Solar, con el objeto de ver si el campamento enemigo podia ser ofendido des­ de el mar. De vuelta do su comisión, el eapitan Riofrío informó quo el enemigo ocupaba posiciones atrincheradas a ámbos lados del valle de la YTlIa i apoyada su ala a la derecha en el Morro Solar a 1,000 metros de la plaza. Inm ediatam ente di cuenta de este hecho al Jeneral en Jefe i dispuse que la cañonera Magallanes recibiese a su bordo a los jofes quo designase dicho Jeneral para hacer un reconocimiento formal en esa dirección, reconocimien­ to que confirmó lo aseverado por el eapitan Riofrio. El dia 5 dcl presente me dirijí en el vaporcito. Toro a inspeccionar ese mismo lugar, i pude cerciorarme que el ala derecha enemiga podia ser arrollada por los fuegos do nuestra escuadra. En la tarde del 12, nuestro ejército se puso en marcha para atacar las posiciones enemigas, i a media noche, de acuerdo con el Ministro de la Guerra i Jeneral en Jefe, me dirijí con los dos blindados Blanco i Gochrame, la cor­ beta O’H iggins i la cañonera Pilcom ayo hácia eí Morro Solar con el objeto de protejer las operaciones de nuestra ala izquierda. Principiando el asalto ántes del amanecer, k escuadra no pudo tomar una parte activa, pues al venir el dia k s tropas peruanas i chilenas estaban demasiado cerca unas

    477

    CAPITU LO QUINTO. do otras para poder hacer fuego sobre aquellas sin ofen­ der a éstas. En previsión de esto se habia convenido que los bu­ ques no harían fuego sino cuando se les ordenase de tier­ ra, i para atender a esto puse a disposición del Jeneral im teniente do marina con dos ayudantes i los útiles ne­ cesarios. Sia embargo, durante el refiido combate que tuvo lugar en las faldas del Morro Solar, algunos buques pudieron hacer unos pocos disparos seguros, i la lancha a vapor del Blanco hizo un nutrido fuego de am etralla­ dora sobre el enemigo. Concluido el combate, hice desembarcar en la caleta do Chira los doctores de la escuadra para atender a nues­ tros heridos, i ordené a los buques ausiliar a nuestras tro­ pas con agua, víveres, etc. En la noche del 14 ordené al Cochrane dirijirso al Ca­ llao en relevo del monitor Huáscar i Pücomayo, oujni artillería de largo alcance necesitaba utilizar en el ataque combinado del ejército i escuadra que se pensaba dar en la m añana siguiente sobro la línea de Miraflores. En la mañana del L5, el Blanco, Huáscar, O’H iggins i PUcomayo so encontraban frente a la batería de Miraflo­ res esperando resultado dé uu parlamentario que habia mandado el enemigo. A las 2.30 P. M., cuando nos encontrábamos en un ar­ misticio quo debia durar todo ese dia, el enemigo rompió sus fuegos sobro nuestras tropas i buques con la intención evidente de sorprendernos, lo que no consiguió, i sus fue­ gos le fueron inmediatamente contestados, siguiéndose un combate sangriento que duró hasta el anochecer, que­ dando nuestras tropas en posesión de las líneas enemigas. D urante todo e combate, la escuadra concentró sus fuegos con buen éxito sobro ol pueblo de Miraflores, don­ de estaban las trincheras enemigas, i sobro la batería de la costa que existe en este lugar. Al concluir este combato, una granada del cañón de a 70 libras del Blanco, hizo esplosion accidentalmente al sacarla del cañón, causando la muerte instantánea do dos marineros, dejando, a mas, dos heridos do gravedad i cin­ co levemente. Entro los heridos de gravedad sc encuentra el teniente 2. ® A. Rodriguez, i siento decir a S. E. que hai pocas es­ peranzas de salvar la vida do ese intelijente i.entusiasta oficial. H e ordenado que toda la escuadra de trasportes que habia hecho venir de Santa María a P unta Solar, se tras­ lado a la bahía de Miraflores. Los buques de guerra, escepto el Blanco i Ahtao, están todos en el Callao, i hoi ordeno a la Magallanes ir a rc.stablecer el bloqueo de Ancón i Chancai. Esta noche mo dirijo con el buque do la insignia al Ca­ llao, dejando al Abtao al cuidado de los trasportes, i a la Chaeabuco quo vijile también el Boquerón. Los prisioneros enemigos principian lioi a depositarse en la isla de San Lorenzo. En este momento llega a mi noticia qne Lima se en­ cuentra en nue.stro poder, habiéndose rendido el dia de hoi, ántes do esporimentar el fuego de nuestros cañones. Se espera que mañana se rendirá el Callao. G a l v a r in o R

    iv e r o s .

    Al Excmo. seilor Presidente de lii Reuiiblica.

    to ,-'

    NL'M

    41,— COMANDANCIA

    DEL “'BLANCO ENCALADA."

    } MirajLores, Enero 15 de 1881.

    Ci*' Y

    to C O

    enemigo sus posiciones. Las punterías fueron mui certeras i. según datos rcnojidos en el campamento, contribuyeron, junto con los fuegos de los otros buques de la escuadra, a la espléndida victoria obtenida hoi dia por nuestras armas. Dios guarde a Y. S. L. k : C a stil lo . Al soñor Comaadnnte en Jefe de ¡a escuedra.

    NÚM,

    2.— COM.ANDANCIA

    DEL MONITOR “ HU.ÁSCAR,”

    Bloqueo del Callao, Enero 16 de 1881. Señor: Tengo el honor de poner en conocimiento de Y. S. todo lo ocurrido en el buque do mi mando durante el dia 15 dei presente mes. Habiendo recibido órden del señor comandante do la división bloqueadora en este puerto de dirijirme a Santa María cn la madrugada dol 15 dcl actual, a ponerme a las órdenes de V. S., zarpé con el buque de mi mando a las 4 A. M., a toda fuerza do máquina, llegando a reunirrno con el buque de la insignia a laa 6.30 A. M. i habiendo recibido instrucciones de Y. S. do aguantarm e sobro la máquina, lo efectué cruzando desde Barranco a Miraflores. A las 2.10 P. M. ordenó V. S. a la escuadra romper los fuegos sobre el enemigo, i en el acto tomé una colocación ventajosa i contesté los fuegos dol fuerte Miraflores hasta las 4.30 P. M., hora en que V. S. puso señales do cesar el fuego por haberse apagado los del fuerte mencionado i haber hecho retroceder al enemigo parapetado en las cer­ canías. Las punterías de este monitor fueron corteras, habien­ do hecho 6fi disparos, do los cuales 3G de la torre i 30 con el de cubierta que miraba al fuerte. A las 5 P. M. me ordenó V. S. dirijirme al Callao a conti­ nuar mi crucero, i llegué a las 8 P. M. a tomar mi coloca­ ción, esto es, al costado de los buques neutrales para im­ pedir la fuga do los buques enemigos refujiados dentro del Dársena. Me cabe la satisfacción de decir a Y. S. que estoi com­ pletamente satisfecho de la conducta observada por la oficialidad, tripulación i guarnición de esta nave. Dios guarde a V. S. CÁRLOS A . CONDELL. Al se.ñor Comandanta en Jeíe de la escuadra.

    COMANDANCIA DE LA CORBETA “ O’m O G lN S ”

    Miraflores, Enero 15 de 1881. Señor: Tengo el honor do participar a V. S. que en cumplimiento de las instrucciones recibidas, tomé en la mañana de hoi colocación frente a las posiciones fortificadas quo el enemigo ocupaba en Miraflores. A las 2.45 P. M, la a r­ tillería del enemigo rompió sus fuegos sobre el buque de mi mando, los quo inmediatamente contesté, haciendo uso de todos mis cañones i dirijiendo los disparos sobre los diferentes puntos en que el enemigo se parapetaba. Se hicieron 90 tiros con granada, i tengo la satisfacción de foder manifestar a V. S. que las punterías fueron esceentes. Dios guarde a V, S. L. ÜRIBE 0. Al señor Comandante en Jefe de la escuadra.

    Señor: COMANDANCIA DE LA CAÑONERA “I’ILCOMAYO.” Tengo el honor de dar cuenta a V. S. que, en cumpli­ miento de sus órdenes, a las 2.45 P. M. de hoi se rompie­ Callao, Enero 17 de 1881. ron loa fuegos sobre los fuertes i trincheras del enemigo en Señor Contra-Almirante: Miraflores. Se hizo uso del cañón de a 70 de nuevo sis­ tem a i se dispararon 40 tiros hasta las 4.30 P. M. en que, i En cumplimiento de las instrucciones de V. S., en la por órden de Y. S., cesó ol fuego por haber abandonado el I noche del 12 del presente dejé el fondeadero de Curayaco

    478

    G U ER R A DEL PA CÍFICO.

    para, en convoi con el buque de la insignia, amanecer cer­ ca de las posiciones enemigas en Morro Solar i ayudar con nuestros cañones el ataque de esas posiciones. La rapidez con que fueron tomadas por nuestras trop.as no.s permiiió .solo hacer unos cuantos disparos a la cresta del Morro. Terminado el combate .de ese dia, regresé a incorporarme nuevamente a la división bloqueadora de! Callao. El 15, por órdon de V. S., estábamos al amanecer en posicion frente a las fortificaciones de Miraflores. A las 2.4.5 P. M. se rompieron los fuegos contra el ene­ migo, dirijiéndoios contra el caserío de Miraflores i fuertes do la orilla, i se continuaron sin interrupción hasta las 5 P, M. Las punterías en jeneral fueron certeras. Los proyectiles consumidos fueron los siguientes; Chorrillos: 6 granadas comunes de 70 libras. Miraflores; 84 „ „ 70 „ Id. 11 „ „ 40 „ Id. 6 „ „ 6 „

    han encontrado todos destruidos i es de suponer que los demas se encuentren en ei mismo estado, pues el m ate­ rial con que fueron construido.?, zinc, es el ménos apro­ piado para el objeto. Dios guarde a Y. S. G

    a l v a k in o

    R

    iv e r o s .

    Al Bcñor Ministro do Marina.

    LOS RESTOS D E LA “ üNTON

    DESTROZADOS TOR E L M A R;

    BUQUES D E LA ESCUADRA . NÚM.

    1,689.—COMAND.VNCIA EN

    JE F E DE LA ESCUADRA,

    Callao, Enero 27 de 1881.

    Señor Ministro: En virtud de órdenes que mo fueron trasmitidas por el señor Ministro de Guerra i Marina en campaña, el 25 del presente hice salir las cañoneras ilía^faf/ancs, i Pilcom ayo Lo que digo a Y. S. para su conocimiento. 1 vapor Tolten a bloquear los puertos de Chilca, Islai i Dios guarde a V. S. Moliendo i las caletas comprendidas entre las puntas CaC á r l o s E. M o r a o a . maná i Méjico. En la tarde del 26 hice también salir a la corbeta Chacahuco para las islas do Lobos con el objeto de impedir DESTHÜCCIOÑ D E LA ESCUADRA PER U A N A . el embarque do guano por algunos buques de vela que habian sido fletados por el gobierno peruano, según se NÚM. 1,651.— COMANDANCIA EN JE F E DE LA ESCUADRA. supo por documentos encontrados en el palacio d^e "go­ bierno en Lima. C alho, Enero 21 de 1881. En mi anterior tenia el honor de decir a Y . S. que abri­ Señor Ministro; gaba esperanzas do salvar a la corbeta Union, mas des­ En la tarde del 15 del presente, concluida la batalla de Miraflores, despaché al Huáscar, O'Higgins i Pilcomayo graciadamente, ese buque fuó quebrantado i dejado com­ al Callao con el objeto de reforzar las fuerzas bloqueado- pletamente inútil por una braveza de mar en la noche ras 0 impedir la escapada do la corbeta enemiga Union del 22 del presente i, en consecuencia, ho hecho suspender los trabajos que so emprendían en ella i lim itar éstos al i de los trasportes. En la noche del 16, dejando al Abtao en la bahía de salvamento de sus cañones, anclas, etc., i de aquéllos el Miraflores al cuidado de los trasportes, me dirijí con el mejor es uno de a 70 Armstrong que rem ití a Valparaiso por cl B ernard Casile. buque de la insignia al Callao. El 'Talismán i A tahualpa continúan a pique, cerca,de A las 4 A. M. se notó en este puerto que se declaraba incendio en todos los buques enemigos resguardados en la boca del dársena, i talvez seria conveniente destruir el la dársena i momentos después, principió a sentirse una último i enajenar o contratar la estraccion del primero. El Oroya se fué a ¡lique cerca de la boca del rio i está serie do esplosiones que duró todo el dia i parte dcl si­ guiente i producidas por el incendio do los polvorines de completamente perdido, dol mismo modo que todos los ios fuertes i por las cargas de pólvora i dinam ita con que otros buques peruanos. Las porta-torpedos Fresia i Guacolda i vaporcito Laicel enemigo trataba de reventar sus cañones. taro (ántos Princesa Luisa) so encuentran en repara­ Varias Lanchas i botes trataron de escapar hácia cl Norte, pero viéndose descubiertos por nuestros porta-tor­ ción; será necesario que entren al dique cuando ésto esté pedos regresaron a la dársena donde las echaron a pique listo. El Angam os fué eu comisión al S ur conduciendo al o se entregaron a nosotros. señor Ministro de Guerra i Marina en campaña, i cl A m a ­ E ntre é.stas se encuentra la lancha a vapor del Lim eña, que conducia al Comandante Jeneral de Marina don Jo ­ zonas zarpa hoi trasportando heridos para Antofagasta, sé María García, Mayor Jeneral dol departamento señor Caldera, Coquimbo i Valparaiso. El Abtao se halla fondeado en San Lorenzo al.cuidado Emilio Diaz, eapitan de fragata don José M. Marquina, eapitan de corbeta don Ju an Ileros, teniente 1. ® don de los prisioneros que so encuentran en ia isla i en el tras­ V. de la Haza i nueve oficiales mas, todos los cuales, ju n ­ porte Inspector. Los tres blindados i la O'Higgins i los trasportes de to con 150 oficiales mas, so encuentran presos a bordo vapor i vela, se encuentran esperando órdenes en este del trasporte Inspector, fondeado en San Lorenzo. La corbeta U nion trató también de escaparse, pero fondeadero. Todos los cirujanos do la escuadra prestan sus servi­ descubierta a tiempo, sus tripulantes la vararon i pren­ cios diariamente en el hospital do Guadalupe para aten­ dieron fuego, el que solo pudo sofocarse cuando habia si­ der a nuestros heridos i parte de este hospital corre a do consumida gran parto de la popa, sin embargo, abrigo cargo de ellos. fundadas esperanzas de poderla salvar. Acompaño a Y. S. una relación del estado actual del El A ta h u a lp a i T alism án fueron echados a pique en casco, máquinas, arboladura, etc., de todos los buques de la boca del dársena i será posible sacarlos; en cuanto a la escuadra, para que V, S. so forme una idea del verda­ los demas trasportes, han sido todos consumidos por el dero estado de ellos.fuego i solo pueden ser útiles para chatas. Por el Angamios remito a disposición del señor ComanEl Oroya está con su m aquinaria i calderos en buen danto Jeneral de Marina, para el uso de S. E. el Presiden­ estado, pero la reparación de su casco será mui costosa. La dársena, convertida hoi en una poderosa fortaleza, te la República, una valiosa falúa quo servia en esto se encuentra obstruida por una cancidad de buques i pon­ puerto a los presidentes del Perú. tones a pique, i sus cañones están intactos, lo mismo quo G a l v a r in o R iy e r o s . la mayor parte de los fuertes de la plaza. El enemigo tenia fondeados en la bahía una gran can- AI seilor Ministro do Marina. tidad'de torpedos; he conseguido levantar algunos i se

    J .1

    ,L j.

    CAPÍTU LO QUINTO.

    479

    i

    \

    X Y I. ilstario que niauH iesta c l nüiiicro de jefes, oü eiales e iíidividuos de tropa, m uertos i h eridos eu las h a ta ila s de Chorrillo.? i M iraflores, los días Uí 113 de Enero de 188!.

    E J É R C I T O E S P E D IC IO N A R IO D E L .NORTE.

    Sarjentos. BN CHORRILLOS.

    S

    a

    eo ü

    ií ü

    1. * Kvisior, luucrtos.. Id. iLcridua...

    ! to : to-

    J ‘S.

    fl

    «i

    o

    1

    a

    2os.

    S X

    g

    9

    14

    2. “ Divisiun, munrtos.. Id. Leridos...

    ; to

    lo s.

    2o?.

    <e H

    Si 9 40

    4 15

    4 15

    3 4

    i

    1

    c H

    'o

    Oi

    12

    12 i 20

    57

    03

    03

    394 1,203

    6 19

    14

    2o

    5 2,8

    L59 634

    1S7 610

    3 3

    02 112

    67 130

    4 13

    09 205

    83 313

    1

    3. ^ División, iiiuortos.. Id. heridos...

    7

    lleserra Jeneral, rariertos.. Id. heridos...

    to

    3Ü.Í.

    2

    6 20

    13

    Artillería i Parque, muertos.. Id. heridos, ...

    1 3

    Caballería, muertos............ Id, heridos..

    442 1,-101 ;

    3 18

    4 i 25

    1 3

    12 36

    14 43 !

    ' 147 i

    2,867

    3,310

    122 447

    146 540

    ;

    Estado Mayor Jeneral, id..

    iC Total de bajas..................

    39

    24

    78

    28

    I 131

    7 37

    29

    20

    7 40

    41

    13 43

    251 035

    287 772

    3 19

    54 215

    62 202

    4

    221

    3 30

    1 1

    3 16

    4 18

    109

    111

    1,709

    2,124

    47 20 ! 243

    58 200 253

    1,134 3.502 ; 4,636

    1,299 4,144 5,443

    E.N MIRAFLORE.S 1. ” División, muertos........................|! Id. heridos...................

    to c

    J

    S. ” División, muertos., Id. heridos...

    2

    1

    5

    1

    13

    11

    12

    7

    16

    27

    10

    I

    3 5

    2

    0

    1

    16

    2

    1

    Reserva .lencral, muertos.. Id. heridos......

    1

    Artillería, muerloa. Id. heridos....

    to -

    C?.ballería, nuiortos.. Id. heridos......

    X...

    Estado Mayor .Toner&I, id..

    0

    :

    1

    1

    6

    4

    '

    1

    to 1

    Tota! de bajas,. Total de muertos.. Total de heridos... Total jeneral........ to .,

    V .“ B .to M A T U R A N A . 1

    ’w

    4

    11 16

    2 ! 7

    34

    29

    IG 60

    12

    31

    40

    115 146

    73

    I

    100

    68

    Lima, Eneío 31 de 1881.

    16 39 55

    38 193 231

    6 9 15

    A d o l f o S il v a V ., Ayudante Jeueral Secretario.

    {

    'to-

    C . -un-

    to -

    to c c c

    c

    que fui de Estado Mayor Jeneral de los ejércitos hasta esa misma tarde) de elevar al conocimiento de S. E. el í ’a rte s nficiale.? p eruanos de la.s hataltíiis de C horrillos Jefe Supremo, por el autorizado órgano de Y. S., ei parto i luiruilores. de ios combate.? librados cn las enunciadas fechas, sin embargo de que S. E., bajo cuyo mando directo estuvioPA R TE D E L JEN ER .A L SIL V A , J E F E D E ESTADO MAYOR v ü ii los ejércitos, fue te.?tigo presencial de lo.s memorables PE R Ü A N O . i desgraciados sucesos dfj cuyo relato voi a ocuparme. Son de tal magnitud i de tanta trascendencia los he­ L im a , Enero 28 de 1S81. chos que deben consignarse en este oficio, que me veo Señor Secretario: precisado a darle mayor estension de la que corresponde U n tanto restablecido de la profunda impresión que en a nn documento de su jénero, a fin de dejar establecida mi espíritu produjeran los desastres esperimentados por la verdad, hasta donde mi propio eritcvio i los datos que n uestras armas en los nefastos dias 13 i 15 del corriente, me han sido suministrados por algunos jefes superiores! así como lo berida que recibiera en la tarde del últiuio, los dependientes del Estado Mayor lo permiten. m e apresuro a cumplir con el penoso deber (como -Jefo Sensible es a este respecto que los señores jefes que co-

    480

    G U ERRA DEL PA CÍFICO.

    mandaban las distintas fracciones de los ejércitos no me plenitud i poder poner en movimiento sus fuerzas con regularidad, el 12, después do haber estado con S. E. el hayan pasado, a su vez, los respectivos partes. Antea de entrar en la relación do lo acaecido en esas Jefe Su nenio en Chorrillos, regresé en la tarde a San dos funciones do armas, me será permitido hacer una re­ .) uan e3 lice consignar en el santo las significativas palaSorpresa. seña histórica de todo lo relativo a las medidas dictadas bras siguientes: “Fnem'igo—Pretende—Sorynesa.” con anticipación a ollas por el Estado Mayor que corri.aa Mas tardo, provine, por medio do ayudantes, a los cuer­ mi cargo; a la organización dada a los eje'rcitos; a la for­ pos de toda la iínea que estuviesen listos, i a las 12.50 mación de la línea de combate, i a las demás circunstan- A. YL se mandó órden por escrito al covonel Dávil.a para cias que cnntribuyerou a poner de manifiesto las causas ocupase las posiciones encomendadas a su cuidado, determinantes de los .suce.sos que lam enta la República. ' clesplega.se ' '■ i' conservase sus sus guerrillas a vanguardia Dosde luego, dobe hacerse constar quo cl Estado ALiyor reservas. Idéntica ónion liabia recibido momentos ántes Jeneral dictó cuantas providencias aconsejaba la previ­ el projiio coronel Dávila, comuiiicada por el sub-jefe, sión para asegurar el triunfo, disponiendo, al efecto, que quien .se constituyó en el campamento a colocar cuatro los señores comandantes on jefe de ¡os diferentes cuerpos piezas de artillería separadas de otro punto. Acto conti­ del ejército fuesen responsables del fronte do los suyo.s nuo dispuse que todo el personal del Estado Mayor J e ­ respectivamente, tomando al instanto la.s indispensables neral se pusiera en movimiento, m andando que la cabamedidas do seguridad, esto sin perjuicio de que el Estado liería embridase i tomase el puesto que con antelación .se Mayor vijilaba la parte esterior de la línea; quo para que le tenia destinado para quo con facilidad pudiese efectuar formasen parapetos que aumentasen la defensa de las na­ sus maniobras. turales posiciones, se les proporciouaria en .abundancia Idlatado i hasta enojoso seria quo mo detuviera en sacos vacíos i herramientas; que p a ra d caso do uu ataque enumerar una a una la m ultitud de medidas dictadas p o r p. las primeras horas do la mañana, se mandó quo los el Estado Mayor .1eneral, tanto mas cuanto que do ellas cuerpos estuviesen listos para combatir con m anta a ¡a. tiene cabal conocimiento S. E. cl Jcfo Siipremo i Y. S. mis­ cintura i en su lugar descanso, desdo las 4 A. M. todos mo. los dias hasta después de reconocido cl carap;); cal. , , que . Fs posible que no todas sus disposiciones hubiesen culando lo que acabo do decir, se proporcionaron víveres exacto cumplimiento, sin que tal hecho le fuera para un rancho adelantado, con prevención de que con- imputable, pues siempre so mostró solícito en rccomencluido de cocinar el segundo de cada dia, so procediera oj^oervancia, remediando, .según sus facultades, alfi lioortt. nt Yaj ar l i <4f Qrv' j r s T- s í - a !/% -i . . . . . . . a hacer iinmediatamente io mismo con ne!i vai primero para el/-.l gunas faltas i. dando cuenta a la superioridad respectiva siguiente, a fin de quo la tropa lo tomase ántes de entrar do las quo por ser. de mayor m agnitud merecian también en combate i tuviese mas resistencia para la fatiga; que mayor castigo. viendo quo el contratista do las porta-cápsulas no hacia Sabido es que ios cuerpos que componian los ejércitos, proporcionadas entregas, se facilitó al soldado el material eran en su mayor parte de reciente creación. Eu efecto, suficiente para que las hicieran en el c.ampamento; quo, a el mas antiguo no contaba dos años de existencia, habien­ fin do facilitar el movimiento rápido del ejército en todas do .algunos que apénas tenian dos meses, i aun no faltaban direcciones, se ocuparon los injenieros do quo jiodia dis­ lijeras columnas que fueron solo formadas dias ántes de ponerse, dia i nocho, en abrir caminos i colocar puonlos; las batallas. Procedentes los mas de los individuos de que la víspera de! siniestro de San Ju an se hizo pasar tropa de las rejiones trasandinas, no estaban en aptitud do revista de municiones a todos los cuerpos; que juzgando comprender, sino después do algun tiempo, los mas tri­ naturalm ente que el enemigo intentase forzar el paso por viales rudimentos de la táctica, desdo que ignoraban el la izo Liicrda, so abrió una zanja eu claro llano com­ idioma en que debia instruírseles. Sin embargo, el interés prendido entre la culata délos morros de San Juan, quo i dedicación de los jefes suplieron en gran parte tan gra­ ocupaba el batallón Ayacucho número 83 i el primero de ves defectos, sin que por esto pudiera decirse que nues­ los de Pamplona i Lurin Inicia la Palma i consiguionteinen- tros soldados e.staban espeditos para empeñar tan inm e­ te a Miraflorc-s, para lo cnal .so coloc.aron tambicn piezas diatamente un combate. Las exijencias de la situación esplosivas a retaguardia de las enunciadas posieionc.? de obligaron, no obstante, a aprestarlos para la lucha, infunPamplona, así como en el portechuolo que dcscionde do , dierido en su ánimo la mayor confianza i redoblando los los mismos puntos do Pachacamac i .Lurin por el abra del ' ejercicios para adiestrarlos en cuanto fuese posible en las morro do Papa i San Francisco sobro Tobes; cue uua m.a n iobras mili Lares. fuerte columna de la guardia civil, al mando do su co­ Los ejércitos nacionales denominados del Norte i del mandante el coronel Negron, a la quo debieron agregarse centro, se hallaban bajo las inmediatas órdenes do sus 200 hombres escojidos del Batallón Canta recientemente respectisms comandantes on jefe, señores Jeneral de Brillegado al campamento, se colocó a derecha o izquierda g ara don Ramón Ytergas Ylachuca i corone! don Ju an do esto último camino dominando el portachuolo que d i­ Nepoinuceno YLirga.s. vide cl morro do Papa do las lonjas de San Francisco; que Antes de dejar a Lima, fueron subdivididas las fuerza.? los cuerpos se constituyeron en la línea de San Juan to- de infantería, de dichos ejércitos en dos fracciones cada mandando por base los dominantes corros do Chorrillos una, resultando cuatro cuerpos de ejército numerados de consultando el menor radio,• atendida la fuerza do, que por los coroneles , , • con. 1.® a 4 .® i mandados respectivamente --.j--......... - ......... ,............ ...... taba el ejercito teniendo siempre pre,sente que los enemtejercito don Yíiguel Iglesias, don Belisario Suarez, don gos con sus elementos marítimos intentasen un recio ; Pastor Dávila i don Andrés Avelino Cáceres. AI ataque por oso punto, a la voz que otro por la izquierda g^ta nueva organización a la.s fuerzas activas do de San Ju an para envolver las posiciones i avanzando por ¡„fa„t6ría, se dispuso,'por una órden jeneral dictada i ru ­ la Palma i Yliraflores a amenazar el Callao, i que coloe.a- ¡ bric.ada Ki-if.T.rla por n n r S. F F.stado Mavor e n te n F., mip. que el el Estado Ylayor Jenera! Jeneral so so enten­ dos de tal modo, a mas de tener por punto de apoyo las diese directamense con los comandantes en jefe de cada prominencias perpendiculares, pudiesen los fuegos de los cuerpo de ejército, con la prevención de que ésto.s dieren unos rebasar el frente de la línea do lo.s otros, a efecto do aviso a los do igual carácter del N orte i contro, cuyo.s protejerse mútuamonto, i qne, .a ia pérdida de una posi­ cargos se conservaren. ción no siguiese la de otra, con cuyo intento fué también Para completar la indicada nueva organización, ,se que se ordenó, como ya tengo dicho, que cada batallón i adscribió a cada cuerpo de ejéreito una brigada de caba­ toda la artillei'ía formasen, como eu efecto formaron, sus llería, compuesta dedos escuadrones con una fuerza de parapetos de defensa. menos de 300 hombres cada una. La brigada que fué del Juzgando naturalm ente que e! enemigo preparase un ejército del Norte, quedó reducida a solo 100 plazas por ataque a medida que ia luna tocaba a su conjunción al consecuencia del contraste que sufrió en su retirada de amanecer, para aprovechar durante la noche de toda su i Cañoto.

    C APÍTU LO QUINTO.

    fe-

    c

    k c c c

    G c

    481

    Se contaba, además, con una brigada de 250 soldados médanos o colinas denominadas do Santa Teresa i de San Juan, liasr.a los confínes de Pamplona inclusive, no que apénas se organizó en Noviembre último. Aparto do estas brigadas oxistia el Escuadrón Escolta, ménos de 12 quilómetros (mas de dos leguas comunes), si so considera desarrollada ¡a .curva sinuosa c irregular que tenia un efectivo de poco mas de 150 soldados. Por lo jeneral, la caballería permaneció en cl e a t t i p a - qne seguia. Mas, si la estension se contaba liasta Yfosquez meiuo bajo las órdenes directas del E.st,ado Mayor Jeno­ o hasta Monterico, donde ac tenian colocadas dos fuertes ral que la ocupaba, por con.seciiencia do la mala calidad columna.?, era entóneos inmons,amento mayor ia lonjitud. iiunque en el trascurso do los dias,i soguíi los diversos in­ do sus caballos, en solo mui lijeros reconocimientos, ba escolta de S. E., hasta la batalla de San Juan, depen­ tentos que so observaban en ol enoinigo, sufrió dicha línea algunas alteraciones en cuanto a la .situación de los cuer­ dió del primer cuerpo del ejército. Oportuno es advertir, señor Secretario, que, cou escop- pos dol ejército, lo cierto es que en la noehe del 12, el pri­ cion do la escolta, el re.sto ds la cabiilleria .se encontraba mero do é.?tos cubria las avenidas de Lurin a inmediacio­ mal montada, i auu balda un escuadrón jdé a tierra; el nes de Chorrillos, Villa i Santa Teresa. El cuarto se estendia armamento em también do in,ala oalidíid i de diferentes desde este lugar hasta San Juan inclusive, i el tercero desdo sistem,as hasta dos dias jíntcs de los hechos de >San Juan, e.?te punto hasta terminar los cerros denominados Pam­ en que so le proporcionaron nuevas carabinas cuyo meca­ plona. El segundo cuerpo de ejército quedó como reserva a retaguardia de San Ju an a fin da protejer el paraje que nismo no tuvo tiempo de aprender. Cada división debia estar dotada de una compañía en­ fuese conveniente. Como entre el morro denominado Pajia i corvos subsicargada de la administración militar: pero en cl ejército del centro solo llegó a organizarse el cuadro do. oficiales. gnicntes, porunlado, i por ol otro, Corral do Vacas, iomas Tgualmenio debían formarse en l.a.s divisiones compa­ de San Francisco, etc,, vieno el camino de Lurin ¡Pachañías do injenieros adscritas a cada una de ellas. Sin em­ caitmc, se ordenó, tres o cuatro dias ántos del 13,que dichos bargo, en cl ejército del centro no llegó a arreglarse ni ol lugares fuesen completamente cubiertos; al efecto se po­ cuadro de oficiales; i en el del Norte se reunieron entre sesionó de ellos una columna de la Ouardia Civil al mando todas las compañías 150 soldados, los cuales no fueron del comisario, coronel Negron. Tenia por consigna esta columna conservarse por su derecha sobre las alturas de conducidos al Cuartel Jeneral, La artillería trasportable, que dcfiondió do un modo Papa, i por su izquierda sobre l.os corros de San Francis­ directo i basta que todo ei ejército se constituyó en San co. Otras dos columnas de la propia Ouardia Civil se Ju an a fines de Diciembre, de la Comandancia Jeneral habian destacado sobre Monterico Chico con el agregado de Armas, que corría a cargo dol señor coronel don Joa­ do ocho piezas de artillería, cuyas piezas, con una colum­ quin Torrico, sin que ha.sta entónces nada absolutamente na de honor compuesta do jefes i oficiales del ejército, so hubiese tenido que hacer con ella el Estado Mayor Jene­ hallaba al mando del coronel Manuel Ve!:irde. En la Rinconada, punto por donde los enemigos prac­ ral, estaba dividida en dos rejimientos, uno de artillería a lomo, que comandaba cl coronel don Podro Lafuente, i el ticaron un reconocimiento cl dia 9, so hablan colocado otro de artillería rodada, quo obedecía al corone! don también cuatro piezas de .artillería, el Batallen Pachaca­ mac i el 14 de la reserva de Lima. Exequiel de Piéroia. La fuerza disponible del primer rejimiento alcanzaba a Esta dispo,sicion, la única posible, dada la conformidad rna.s de 800 hombres, i la del último a ménos de 400. De del terreno, no ofrecía ciertamente toda la resistencia que advertir es que la jente veterana que existia en e.se cuer­ era de desearse; pero en la imposibilitlad de haberse re­ po fué estrayéndosG por fracciones para lo.? ejércitos dcl concentrado opoitunamonte por falta de movilidad el Sur; por manera que en la actualidad la mayor parto era ejército en Lurin, no (¡uedaba otra cosa que liaccr. bisoña o inadecuada para el servicio do tan importante ftéame permitido ahora describir la posición que ocu­ arma. paba cada una de las diferentes fracciones del ejército, Consta a S. E. el Jefe Supremo que -mi mayor empeño dando principio por la derecha. Ei B.atallon Guardia Peruana cerraba esta ala, a proxi­ desde quo me confió el puesto de Jefe do Esrado Mayor Jeneral fué el de establecer on el ejército la moral i di.s- midad, hácia cl Este do la caleta de la Chira, i losogiiian ciplina, que se Insllaban en iniicbo relajadas, a consecuen­ a su izquierda i paiMlnlós al camino m.as occidental do cia de (ii.?tintas causas que no es del c.a.?o recordar aquí. Lurin a Chorrillos, el Cajaraarca número 3, Nuevo de Di­ ,A este respecto, ol Estado Mayor fué siempre celoso hasta ciembre número 5, i Tacna número 7. Fste ya inmediato la tenacidad; i ,si es cierto que algo se logró en tan inte­ al punto en que oonverje la indicada via con otra que resante materia, no puede jamás íisonjearso do haber lle­ parte también de Lurin i se ajtroxim aa la anterior en los cerros llamados de Santa Teresa. EITiatallon Callao nú­ gado al término quo so prcmetia. Pa.so ya, soñor Secretario, a ocujiarinc de la formación mero 9 ocupaba, a vanguardia de la línea formada por los cuatro cuerpos citados, la p.arte esterior de la casa de de la línea decomlxito. la hacienda de YLlla, i el Libres do Trujiilo número 11, cl Ante todo, dobo hacer notar dos circi.m.?tancías que no pueden pasar desapcroibielas, E.s la primera, que ¡a con­ verdea del ángulo saliente que forman los cerros de tienda que iba a empeñarse revestía im carácter esencial­ Santa Tere.?a. A partir de la izquierda del Batallón Tarma, la línea mente defensivo. Ál inénos el Estado Mayor J eneral no se estendia por una série cont.inuada de médanos i coli­ recibió durante la campaña órden alguna que le hiciera comprender lo contrario. La misión del ejército estribaba, nas (, ue describen una curva bastante abierta, cuya conpues, en hacer que las posiciones en que éste se habia si­ vexii ad quedaba hácia afuera o sea a la llanura. Princi­ tuado fuesen a todo trance defendidas i so.stcnidas. .Es la piando de la derecha de Santa Teresa, so hallaba el resto segunda, que siendo, como fatalinente tuvo que ser pro­ del primer cnorjio de! cjiívoito, osean ios batallones Junin longada la lírica, i un tanto débil por esta causa, le era mirncro 13, Jca número 15, Libres de Cajamarca número sumamente difícil al Estado Mayor establecer por si solo 21, estoes la 3. •' División del Norte. Inclusivo oaballería, una vijilancia perfecta en toda la dilatada estension, sien­ artillería i demás fraccione.s, puede calcularse el total do do esta la causa porque, como queda cspuesto, .se dispuso estas fuerzas, o sea del primer cuerpo, en 5,200 hombres, que cada uno de los cuatro comandantes en jefe de cuer­ poco mas o me'nos. A la izquierda do la última división so estendia l a l . * , pos de ejército vijiiase el frente de sus respectivas posi­ ciones, estableciendo el servicio mas estricto de campaña i 3 .* i 4. * del'ejército del centro, que formaba el cuarto quedando responsables do ladefensa de dichas posiciones. cuerpo, apoyando su izquierda en los últimos cerros de La linca de combate apoyaba su derecha en el cerro Ean Juan, Estas fuerzas ascondian próximamente a 4,500 llamado Marcavilca, próximo a la caleta do la Chira, i so soldados, distribuidos én trelos batallones Lima número estendia hácia el Este de Chorrillos, recorriendo diversos 61, Canta número 63, Veintiocho de J ulio número 65, Pi­ T omo

    i v .—

    61

    c

    m

    G U ER R A DEL PA CÍFICO .

    c r /

    chincha número 73, Pisco número 75, La Mar número 77, A la izquierda de San Juan i con cl sarjento mayor don Arica número 79, Manco-Capac número 81 i Ayacucho Guillermo Yañez; 10 Grieve. número 83. Finalmente, a la cadena de corros de Pamplona: 4 Grie­ A la izquierda de loa cerros de Sa.n Juan el terreno se ve., con el capitán don José Palomino, i cerrando la iz­ hace plano en una buena estension i da salida, a una ave­ quierda, 4 Vavaseur, con el teniente coronel don Mariano nida de Lurin i Pachacamac que, pasando en su prolonga- Odicio. clon hácia la Palma entre aquel cerro i el do Pamplona, ' Además, en Monterico se colocaron 8 cañones W ithe, conduce hácia Miraflores i Lima, como ya .se ha dicho, que no funcionaron, i 4 quedaron en En esta obra .so habia hecho una zanja, de la que se ha la Rinconada. hablado, quo coincidía por su izquierda con las eminen­ Llegó ya ol momonló, señor Secretario, de entrar en la cia.? de Pamplona. relación de lo.s sangrientos aunque infructuosos combates _ Las posiciones dol torcer cuerpo del ejército se estable­ de San Ju a n i Miraflores. cieron sobre esto.? lugares elevados. La línea e.?taba lista para cualquier emorjencia, que ora Dicho cuerpo de ejército se componía de las divisiones de esperarse de un momento a otro. 2 .“ dcl centro, o sean los batallones Piura número 67, Eran próximamente las 4.30 A. M. dol dia 13 cuando Veintitrés de Diciembre número G9 i Libertad númoro 71; comenzó la batalla. de la 5, del propio ejército, cujms batallones eran Caza­ Inmediatam ente me encaminé al cerro situado a la de­ dores de Cajamaroa número 85, Union número 87 i Ca­ recha del quo servia de observatorio, con el objeto de ver zadores de Jun in número 89, habiéndose agregado cn los los movimientos del enemigo, im partiendo sobre la m ar­ últimos dias una división volante compuesta de las cinco cha órden al Comandante en Jefe del cuarto cuerpo del columnas de la Guardia Civil de esta capital i del Batallón ejército con ol teniente coronel don M. Benavides, a fin número 40 do la reserva movilizable: total de fuerzas, de que, colocado como se hallaba eu el centro de la línea, poco mas o ménos, 4,300 hombres. atendiese con las fuerzas de su mando a derecha c izquier­ En cuanto al segundo cuerpo de ejército que formaba da, sosteniendo a todo tranco sus posiciones. Dispuse la reserva, se habia constituido a la izquierda i un poco a también que del Parque establecido en Barranco se acer­ retaguardia de San Juan. Componíanlo la 4. i .5. di­ case el mayor número de municiones. visiones del ejército del Norte, o sean los batallones IluáAun no habia aclarado i bajé de la posición en que e.s­ nuco número 17, Paucarpata núm ero 19, Jauja número taba, mandando de.?de luego órden al coronel Suarez pa­ 23, Ancachs número.. 25, Concepción número 27 i Zepita ra que avanzase con au cuerpo do ejército a ocupar, por número 29; 2,800 hombres máximum, el trayecto mas corto, el terreno bajo en que dias ántcs Para completar los datos relativos a nuestra situación habia acampado, con el intento de quo pudiera acudir al m ilitar ántes de las jornadas a que este parte so contrae, puesto que reclamase .su apoyo, De tal dispo.sioion di cuán­ creo conveniente consignar aquí los que se refieren a la ta a S. E. el Jefe Supremo. colocación i distribución do la artillería con que contaba Poco despuea reiteré la mi.sina órden con e l ,sub-jefe co­ nuestro ejército de línea. ronel Vallo, i como miéntras tanto ya habia aclarado, su­ El primer cuerpo de ejército estaba apoyado por las babí al Morro en donde estaba colocado cl anteojo para terí.ss do Chorril os, de cuyos det.ajles solo se podrá for­ observar nuevamente la actitud del enemigo, i notando m ar cabal idea en vista del parto deí Comandante Jeneral que el claro entre la culata de los morros do San Ju an i do ellas. de Pamplona podia .ser forzado por fuerzas contrarias, La artillería movible o tr.?sportable se liabia dispuesto corrí hácia la izquierda para hacer prevenir al coronel como en seguida se puntualiza, debiendo además hacer Dávila hi.c¡6.?e desfilar con dirección a la derecha dos ba­ notar a V. tí. que sn toda la esten.?ion de la línea se colo­ tallones que se apoyasen eu la izquierda dsl Ayacucho caron como veinte ametralladoras, hallándose a la dere­ número 83. S, E. tuvo conocimiento en el acto de esta cha de ella el mayor número. Fué sin duda la respectiva determinación, que fué comunicada por un ayudante i Comandancia Jeneral do Artillería la que hizo la distribu­ cumplida, pues momentos después ocupaba el punto de­ ción de esos cañones. terminado el Batollon Libertad. En ol cerro de Marcavilca i a inmediaciones de la Chi­ En tales circunstancias noté que el enemigo era impe­ ra, dominando la playa de Conclian i sus adyacentes, h a­ tuoso por el centro, i en mi empeño de afrontar una si­ bia cuatro pieza,? sistema Grievo al mando del sarjento tuación que por instantes ereia inso-stcnible, me dirijí mayor don José Ambro.sio Navarro. personalmente dwide el coronel Suaioz, ordenándole hi­ Eu la misma villa de Chorrillos, bajo la dirección del ciera avanzar sobro las posiciones del centro al batallón de la clase indicada don Raimundo Arinaga, cuatro caño­ mas inmediato, que lo era el Huánuco número 17. nes Vavaseur. Asi se liizo, pero aun cuando dicho cuerpo emprendió A retaguardia de la primera de las baterías ya mencio­ con denuedo, fué pocos momentos despucs asediado por nadas, cuatro cañones Grieve a las órdenes del jefe de la cl enemigo i comenzó a desorganizar.se, habiendo contri­ misma graduación don Mariano Vicente Chaves. Dichas fuerza.? miraban hácia ios cañavorales de Villa i la ántes buido a osto la berida que recibiera su prinier jefe el co­ ronel Ma.?, que hubo do retirarse del campo. citada plaza, Grdeiié entonces al sub-jefe, coronel Valle, que proteA la derecha de las colinas de Santa Teresa i a cargo tejiese al iluáiiuco, tomando otro batallón. Cúpole en del teniente coronel don J, R. Puente i el sarjento mayor suerte este difícil encargo al Paucarpata número 19, que don Mariano Casanova: 15 Willie, 4 Grieve, 4 fúeza.? de acoro Walgely, 1 Armstrong i 2 Vavaseur, uno do éstos no pudo arribar al .sitio que trataba de sostener o recu­ perar, por lo cual empeñó la lucha desventajosamente de cargar por la boca, A la izquierda de los aiiteriores i cn otra eminencia, al desde la pampa del Gramadal, m uriendo su primor jefe, m ando dcl sarjento rauyor don Ramón .iJañino; 4 piezas coronel don José Gabriel Ghariarse, i dispersándose, a W ithe, 12 Grieve i 2 pequeños cañones do acero sistema consecuencia de tan íatal suceso, una eonsiderable por­ Selny de retrocarga, construidos cn la factoría de Bella­ ción de este cuerpo, que arrastró consigo el resto del Ba­ tallón lluánuco. vista. A la derecha de la cadena de cerros de San Ju a n i a la Miéntras se realizaban estos sensibles acontecimientos, proximidad de los de Santa Teresa, con cl teniente coro­ observé que el enemigo, adelantándose sobre el claro do la pampa .situado a ía izquierda do San Juan, cerca de nel don Eloi Cabrera: 8 nezas W ithe i 2 Grieve. En un ccrrito avanzado a la izquierda del anterior i al Pamplona, crnprendia nn recio ataquo de infantería apo­ centro de Sun Juan; 11 cañone.? ÁVithe i 2 Grieve a car­ yado por numero.?a artillería. Páseme entonces en m ar­ go del sarjento mayor don Daniel Garóes. cha a esos parajes, dejando al sub-jefe, coronel Valle,

    f •■H..

    r r f

    C APÍTULO QUINTO.

    V, C.

    V ...

    L.

    to k-

    to to '

    to to-

    C C O

    encargado de la colocación del Batallón Paucarpata, cuyo éxito acabo de manifestar. Me acerqué al campamento del nuevo Batallón Canta para ver si podia aprovechar de una parte do su tropa i colocarla a retaguardia del B.atallon Ayacucho número 83; pero cuando con marcada vacilación do la tropa se iniciaba el avance, ol Batallón Libertad se de.sbanda por completo, huyendo en todas direcciones i llevándose con­ sigo al Ayacucho i aun a ciertas porciones do caballería que mucfo) ántes colocara en apoyo de la infantería. D urante esta cadena de contrariedades, no pude osplicarme lo que pasaba a la izquierda; poro todo me hizo suponer que la posición de Pamplona, encomendada al ejército del coronel Dávila, o no fué ocupada oportuna­ mente corno se habia mandado, o fue asaltada por el ene­ migo desalojando las fuerzas que la defendían. Pronto mo convencí do la realidad de este hecho, en el cual tuvo mucha parte el jefe do la división volante, que también lo era de dia de esc flanco, cl cual dió un perni­ cioso ejemplo, dejando al enemigo ancho campo para flanquear ior la izquierda el centro de la línea, i a proxi­ midad de ios puntos que con denuedo sostenía parte de la División Canevaro, i mas a la derecha, al valiente co­ ronel Cáeeres. Sucedió también que el jefe a quien estaba encomen­ dada la avenida Pachacamac i Lurin, entre el portachue­ lo de Papa i San Francisco, ae dejó sorprender i arrollar del enemigo que atacó por la izquierda. Ordené eaiónces al teniente coronel don Augusto Barreiiechea, que en la dirección del claro de ia pampa qne quedó por dispersión de las fuerzas de Pamplona, protejiese con el escuadrón de su mando a la infantería que perraanccia batiéado.se a la,s órdenes del coronel Ca­ nevaro. mandato que cumplió con valor hasta donde las circunstancias lo permitieron.. También el teniente coro­ nel don Lorenzo Éoiidon, recibió i cumplió idéntica dis­ posición con su piquete. Nada fué bastante a contener la desmoralización que progresivamente so desarrolló en tan considerable por­ ción de la línea, dejándose así inmensos claros al enemi­ go para que ae adelantase, cortando nuestra línea entre la izquierda i el centro, como lo habia sido ya, a la iz­ quierda del primer cuerpo de ejército, en las inmediacio­ nes do Santa Teresa. Viendo a nue.sLra derecha batallones perseguidos de cerca por el enemigo, cuyos fungos producían ,en ellos riumero.sas bajas, mandé al coronel don Enrique Carrillo dcl Estado Mayor, cn demanda del coronel Morales Berraudez, que con la 6. Brigada de caballería so hallaba on un potrero inmediato, a ¡ivevenirle que se.adelantase al punto que de antemano señalé i sostuviera la retirada de los infante,?. Convencido de qnn mi orden habia sido cumplida, pues vi llegar al coronel Morales Bariuiidez al paraje indicado, i cuando ya no quedaba mas que esta fuerza avanzada i que los enemigos habian coronado las posiciones que poco ántes sostenían nuestra,? tropas, dis­ puse que las fuerzas quo conservaba organizadas del co­ ronel Suarez marchasen a Chorrillo.? en protección de e.?e im portante punto, donde el combate continuaba encarni­ zado. E n talos circunstancias regresaba el coronel sub-jefe de buscar al coronel Dávila para comunicarle ordene.?, i me participó no haberlo encontrado. La previne entónees sc dirijiese a .Surco donde juzgaba podia haberse replega­ do; pero tampoco se le encontró en aquel pueblo, según la contestación dada por el roferido coronel Valle, quien, además, me informó haber visto sobre el camino a los coroneles Cáeeres i Canevaro reuniendo i organizando a los disperso.?. Miéntras tanto, el coronel Suarez, en cumplimiento de la orden que rotibiera, hubo de contramarchar de lo.? ca­ ñaverales do San Juan hácia Chorrillos, sufriendo cn esta retirada fuertes pérdidas, A la vez que se adoptaban estas medidas i mientras sc

    483

    realizaba el movimiento do concentración, hacia repetir mis órdenes para conseguir que los di.spersos siguiesen el mismo camino; mas, conforme se aproximaban a Chor­ rillos, no creyéndose seguros en csui dirección, comenza­ ban nuevamente a desbandarse tomando diversas rutas, por lo cual me fué preciso obligarlos a (pie se replegasen ál Barranco i Miraflores, lo que gran pi'vi'te de ellos efec­ tuaron en completo tropel i sin someterse a los mandato,? e indic.aeiou de los jefes. Temiendo total desorganización del ejército, no sabien­ do a punto fijo el estado dol cou'ibate en Chorrillos ni el propósito que abrigara S. E , me dirijí a Miraflores, en dondo rae ocupé con alguno.? jefes i oíiciales en reorgani­ zar a los dispenses, conteniéndoles cerca de los reducto.?, si bien es cierto que no pocos habian avanzado hasta Lima u otros lugares por caminos e.?traviados. En la tarea de reorganización i formación do nueva línea de combate en Miraflores, una do las mas difíciles en tales eircuntancias, tomaron una parte mui activa los coroneles Cáeeres, Valle i Carrillo. El coronel Dávila, que se habia retirado por el lado da la Calera con los restos de su ejército, emprendió por la izquierda iguiil operación. Aparte de las coiisider.aciories que mas arriba dejo e.spuesta.?, tuvo en cuenta, al m archar liasta Miraílores, quo S. E. el Jefe Supremo so bailaba en Chorrillos, que gran­ des masas enemigas habi.an ocnp.ado las posiciones do Pamplona a la izquierda de nuestra línea, las cuales están inmediatas a la calera de la .Merced, i podrian, al ver por una parte la reconcentración de algunas de nuestras fuer­ za.? en Chorrillos i por la otra la m ultitud de dispersos abrirse paso, bien para avanziir sobre la capital o para flanquearnos eon diroccioii al Oallao. Hallábase también cn la misma ruta de Chorrillos el espcrimentado Jeneral “Vargas Machuca, lo que aumenta­ ba rai confianza en ol buen éxito de la defensa de aquella villa. Antes do emprender mi marcba sobre Miraflores, dis­ puse que el capitau don N. Cíuorrero, encargado de los almacenes do provisiones, salvase los elementes de mo­ vilidad en cuanto le fuese posible, i con respecto a los ví­ veres i todo aquello quo no fuese fácilmente trasportable, ordenóse incendiase. El Parque dol ejército instalado en Barranco fuó tras­ portado a Miraflores bajo la dirección de su je te coronel Carrillo i Arisa. Mi absoluta consagración a atender primero a la defen­ sa de la línea en los punto.? que quedan indicados, i des­ pués a la roconcentracíou i reorganización de los disper­ sos, me oolocan cn la imposibilidad do dar cuenta a V. S, de la heróica resistencia quo cl primer cuerpo de ejército, bajo el mando dol valiente i re.suelto coronel don M.iguel Iglesias, hizo en la villa de Chorrillos, la que propiamente ¡uiede decirse, quedó encerrada en un círculo do fuego. Sin embargo, debo manifestar a V. S. que las fuerzas quo quedaron organizadas de! segundo cuerpo de ejército, a las quo se liabia dado órden marcliasen sobre Chorrillos i coadyuv.a.?en a la resistencia tenaz que allí se hacia. Poi dido por S. E. el Jefo Supremo, el batallón Zepita núme' ro 29 entró por la calle de Lima, dirijiéndolo el arrojado coronel don Isaac Recabárren, i aunque acometido por va­ rio:? puntos, peleó con decisión hasta quedar completa­ mente destruido. Apoyábalo el Ancachs número 25, quo también esporirneutó, como el Ja u ja número 23. grande.? i pérdidas, todo sin haber conseguido de.?alojar al invasor. El coronel Suarez se retiró, pero como conservase or: ganizado c íntegro el Batallón Concepción, le ordené en­ sayase con él i los restos del Jauja i otros cuerpos nueva­ mente sobre Chorrillos. Así lo hizo, i una vez mas íué rechazado. En tal situación, i viéndose acometido por fuerzas cnom.igas en distintas direcciones, se replegó so­ bre el Barranco, El desastro quedó consumado a las 4.30 P. M. Aunque de suma importancia los trabajos a que el Es­

    *1.*-

    484

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    tado Mayor Jeneral dió cima en los dias 13 i 14 i parte del 15 para lograr la reorganización de las fuerzas disper­ sas i su conveniente coiocacion en la nueva línea de bata­ lla, omito liacer aquí una relación detallada de ellos, tan­ to porque S. E. el Jefe Supremo tuvo oportunidad de conocerlos i apreciarlos por sí mismo, mereciendo su apro­ bación, cuanto por no dar a este oficio mayores dimensio­ nes aun do las que por su propia naturaleza debe forzo­ samente tener. Creo sí indispensable hacer presente a V. S. que la línea quedó establecida, apoyándose la derecha en la ba­ tería denominada Alfonso Ugari.e, i la izquierda en la ca­ lera do la Merced, no obstante la prolongación de los reductos hasta Yksquez. Las fuerzas existentes de infantería cubrían los claros que quedaban entre reducto i redacto desde el número 1 hasta el 6 inclusive, situado eu dicha calera, los cuales eran defendidos por cuerpos do la reserva do Lima. Se formaron seis divisiones al mando de los sefiores coroneles don Mnria Noricga, don Mariano Cebados, don Ce'sav Canevaro, don Lorenzo Iglesias, don Buenaventura Aguirre i don José Manuel Pereira, poniéndose cada dos de ellas bajo las órdenes de un Comandanto en Jefe, i se designó para las do.s primeras al corono! don Andrés Avelino Cáceres, para las dos intermedias al do la misma clase don Belisario Suarez i para l.as últimas, o sean las de la izquierda, al coronel don Justo Pastor Dávila. Colocaron en los lugares convenientes las pocas piezas de artillería de que apénas se disponía, i que no eran otras que dos Grieve, salvadas por el coronel don Jesús del Y’’all0 i el sarjento mayor don José A. Navarro, quie­ nes sostuvieron la retirada de la infantería desde una eminencia situada en el camino; tres Vavascur.de las que tenia a su cargo el teniente coronel don Francisco More­ no, i una ametralladora. Mas tarde se dió igualmente coiocacion a algunas otras piezas W ithe llevadas de Lima. La caballería se situó a retaguardia de la línea. L.as fuerzas de la re.serva no sufrieron ni en su personal ni en su situación alteración alguna, quedando bajo las órdenes de sus respectivas autoridades superiores como siompre io estuvieron, motivo por el cual no me os dable informar a V. S, sobro este importante ejército con la detención que deseara. Despuos de hechos loa arreglos i aprestos que la solem­ nidad i urjencia de las circunstancias reclamaban, di.spuse quo a las 10 A. M. del 15, formasen todos los cuerpo.? en sus respectivos campamentos, para pasarles una revis­ ta personal i conveniente de su estado do animación i moral. Dada esta órden, mo puse a la cabeza de toda la caballería i recorrí la línea desde el primer reducto hasta el de la Palma, con el doble objeto de conocer el estado de la tropa, del arma i llevar el mayor aliento posible al áni­ mo do los infantes. Habiendo contramarchado a la derecha, di principio a la revista anunciada. Hallábame en esta labor, cuando percibí que los enemigos formaban su línea. Coincidia este movimiento con el que en ol m ar hacian sus buquos, que también se colocab.an en línea de combate, amena­ zando a Miraflores. Aun cuando la presencia en este pueblo del Cuerpo Diplomático, que conferenciaba con S. E. el Jefo Supre­ mo, era, sin duda, motivo mas que suficiente para que no me alarmase, suspendí, sin embargo, en el acto la revista que estaba pasando i previne que los cuerpos se conser­ vasen en sus campamentos listos para combatir. Esperaba las órdenes de S. E,, cuando, como a las 2 P. M., fui sorprendido por ia detonación de nutridas des­ cargas de infantería i de artillería, tanto de tierra como de mar. Púseme precipitadamente en camino para el Barranco, i cuando me aproximaba a los puntos mas avanzados de la línea, se me dió aviso de que fuerzas enemigas habian invadido por el lado del mar nuestro flanco derecho. Como a sor cierta tal maniobra contraria podia ser

    envuelta nuestra derecha i frente, circunvalado comple­ tamente el pueblo do Miraflores, en cuyo centro se halla­ ba S. E., i lomada también la e.stacion del tren que nos servia para el trasporte de rectir.so.3 de la capit;d i para raoviliz.ar la artillería, mandé al eapitan dou Pedro Car­ rillo i tras él al mayor Montoya, mi ayudante, para quo pidiesen al coronel Dávila dos de los batallones que estaban a sus órdenes, i yo, acto continuo, me en­ caminé, buscando el trayecto mas corto, hácia el punto quo se decia amenazado; en el camino me encontré con S. E. el Jefe Supremo que se dirijia a la izquierda con poca comitiva. Cuando llegué al Barranco, me impu.se de que el aviso era falso, i que sin amenaza dé los enemi­ gos por ese flanco, con solo los tiros de mar, los nuestros habian abandonado los parapetos tras de los cuales se les habia colocado i corrían despavoridos. Como pude los contuve i regresé luego al camino principal para a¡)roximarmc a la línea. En el tránsito se rae presentó ol ayudante, sarjento mayor JIontoya, que conducia al Ba­ tallón Union, remitido por el corone! Aguirre i al mando dcl teniente coronel Rosell. Montoya me dió parte de que el batallón proporcionado por el coronel Dávila lo había dejado en el camino de órden de S. E., qne se en­ contraba a la izquierda. Aun cuando el Batal on Union, de reciente formación, se manifestó algo acobardado, pues sobre su marcha fueron víctimas de las balas ene­ migas varios soldados, logré con algunos esfuerzos hacer­ lo ontrar en acción i reemplazar las muchas bajas quo habia sufrido el esforzado Batallón Marina, quo desde el principio do los fuegos estaba combatiendo. En seguida mo ocupé de hacer proveer a los cuerpos do municiones, esperiraentando continuamente algunas decepciones, pues la tropa, acobaniada, solo pensaba en dispersarse, porque la desmoralización se habia hecho jenera . No obstante, i como notase disminución en lo.s fuegos enemigos i calculando naturalm ente algún desconcierto en sus filas, hallándose S. E. algo distante por la izquier­ da, mandé al .sub-jefe, coronel Valle, cerca de la caballería para que la preparase i se pusiese a la cabeza de ella, con el íin de que protejiese un movimiento que me pare­ cia debía efectuarse por la izquierda, atacando al enemi­ go por su flanco derecho; poro cuando me preparaba a m archaren busca deS. E,, vi que una gran parte de tropa de los batallones Concepción, Yeíntiocho de Julio i MancoCapac, abandonando las tapias que les servian de parape­ tos, cedian terreno, resistiéndose a los mandatos de sus superiores para regresar a l a línea,-no obstante de estar provistos de suficientes municiones. Fué entónces que, pasando al frente do ella, los valientes jenerales Machuca i Segura fueron heridos simultáneamente allí, como lo fui yo, después de haber recibido dos balazos el caballo que montaba. Esta contrariedad vino a impedir mi propósito, i que­ dando por consiguiente fuera de combato, mandé poner en conocimiento del Jefe Supremo la necesidad de retiraimo, con la confianza de que dejaba sobre la línea sos­ teniéndola al mui esforzado coronel Cííceres. H asta aquí, señor Secretario Jonoral, los hechos do que puedo dar cuenta. Debo, sin embargo, agregar que en la batalla de Miraflore.?, lo mismo que en la de San Juan, el comportamiento observado por los jefes i oficiales, con algunas escepcione-s, fué honroso, no así el de la tropa. Solo de este modo se esplica que on la batalla de San Juan hayan sucumbido siete coroneles, entre ellos dos comandantes jenerales, tres jefes do batallón i un edecán de 8. E.¡ otros tantos tenientes coroneles, de los que cua­ tro fueron segundos jefes de cuerpos; mas del dob o de di­ cho número de sarjentos mayores, de los que nueve fueron terceros jefes de batallón; cuatro jefes de artillería i los restantes del Estado Mayor u otras dependencias, i cuan­ do ménos una cuarta parte de los oficiales subalternos da infantería i artillería i otras colectividades militares. H a­ biendo resultado heridos siete coroneles, entre ellos el modesto i valiente coronel Aguirre, quo pereció después

    485

    CAPÍTULO QUINTO.

    í

    to .

    :

    to .

    ,L ■■ t o ■,

    G

    :í C

    . G

    o

    ¡i O . to ■

    O Q

    to Q C C •v Q C a to Ü .Q

    r ©

    en la batalla cié Miraflores; cinco primero.? jefes de cuer­ pos i el jefe del detall de! segundo cuerpo del ejército, así como un no corto número de jefes i oficiales de otras graduaciones. Quedaron, adema.?, prisioneros cn poder dcl enemigo 13 coroneles, contándose en ese número e! Coroandante en Jefe del primer cuerpo do ejército; el Jefe i el sub-Jefe del Estado Mayor del ejército del Norte; tres comandantes jenerales, incluyendo el de las baterías fija.? de Chorrillos i Miraflores; tres primeros jefes do cuerpo i algunos f ue desempeñaban diversos puestos; ocho tenientes coroneles; igual número de sarjentos mayores i muellísimos oficia­ les subalternos. En la jornada de Miraflores rindieron la vida 10 coro­ neles, de los cuale.? uno era Comandante Jencral de divi­ sión, un sub-Jefe de división en la reserva; cuatro prime­ ros jefes de batallón, un agregado a! Estado .Mayor Jeueral i los restantes que peleaban como simples soldado.? en los reductos. .La mitad cuando menos de teniente.? coroneles i sarjentos mayores, uno de aquellos primer jefe de cncr30 i los restantes segundos jefes en ol ejército activo i en a re.?erva; varios empleados en el Estado Mayor Jeneral i estados mayores de ejército i otras dependencias, llesultando herido.? los dos jenenales que ejercían mando i el .señor Jeneral Segura que, sin tenor colocación en la lí­ nea, se presentó espontáneamente cn los lugares do ma­ yor peligro; varios coroneles, entre los que hai un Coman­ dante en Jefe de cuerpo de ejército, un Jefe de división i dos de batallón e innumerables jefe.? i oficiales de inferior jerarquía, Los partes detallados vendrán a poner en trasparencia cuántos sacrificios i cuántas víctima.? inmoladas valerosaráentc en aras de la patria cuestan al Perú los infortuna­ dos dias 13 i 15 de Enero de 1881. Por mucho que la suerte haya sido una vez mas adver­ sa a nuestras armas, no mo es posible prescindir, sin m ar­ cada injusticia, do ofrecer a la consideración de S. E. el Jefe Supremo i de la Nación toda los nombres délos qne, a mi juicio, mas so han distinguido por su entereza y va­ lor en las récias jornadas a que ésto se refiere. Estos son los coroneles don Pablo Arguedas, don Buenaventura Aguirre, don Dominga Ayarza i don Luis Gabriel Charlar­ se, así como el capitán de navio don Juan M. Faiming que rindieron su vida con honor en el campo de batalla. I.os de la misma clase don Andrés Avelino Cáeeres, don César Canevaro, don Isaac llccabárren, don Justiniano Borgoño, don Francisco La Bosa, don Máreo.? Porras i don Manuel Cáeeres; tenientes coroneles Barrenechea, Cayo, Murga, Fonseca, Cre.?po, Frisanclio, Rossell i Odi­ cio, muerto también este último en el fragor del comba­ te; sarjentos mayores üchoa, que fué así mismo víctima de su arrojo, Alcocer, üoyzuota i muchos otros que so escapan a mi recuerdo, pero que no dudo .serán recomen­ dados en los respectivos partes. De los que' mas inmediatamente se encontraban a mis órdenes por hallarse destinados cn el Estado Mayor Je ­ neral. son dignos do consideración el infatigable coronel sub-Preí'ccto don Ambrosio J. del Valle, quo sc hallaba siempre solícito cn su puesto i sereno en el peligro; cl de igual clase de artillería don Jesús D. de! Vklle, que com­ batió en diversos momentos cou la fuerza de su arma i me acompañó valientemente ai avanzar fuera de los re­ ductos con una guerrilla de infantería; el do esta misma clase don Enrique Carrillo, jefe de la sección de .servicios, que llevó con actividad i tino todas las labores dcl despa­ cho i se encontró siempre a mi lado en los momentos de mayor riesgo, desempeñando acertadamente las comisio­ nes que ie diera; los de la propia clase don José Federico Salas i don Manuel E. Velarde; mis ayudantes sarjentos mayore.? don Toribio Montoya i don Jo.?é Luis Elcnrrobarrutia, que falleció cn el combate de San Juan, i loa ca­ pitanes don Ju an M. Gall i don Pedro Carrillo, a.sí como el teniente don K. Forcolledo, quo salió herido; el subte­ niente don Juan S. dcl Campo i algurtos otros jefes i ofi­

    ciales que han .sabido cumplir dignamente con su come­ tido. Faltaría también a mis deberes si no con.signara en este oficio una palabra de aplauso justam ente merecida para los batallones 2, 4, G i 8 del ejército de re.serva, que con la sereuidad de esforzados veteranos sostuvieron los re­ ductos encomendados a su custodia sin que los desalen­ tara el terrible espectáculo de ver caer uno tras otro a su.? abnegados compañeros de armas. Compuestos esos cuerpos de ciudadanos pertenecientes a la parte mas selecta de nuestra .sociedad, i no acostum­ brados por lo mismo alas penalidades i azares de la guer­ ra, la gratitud nacional se halla aun mas obligada para con ellos. Al finalizar e.?te parte, debo manifest.ar quo todos mis esfuerzos han sido inútiles para recopilar los datos con­ ducentes a la formación de las relaciones de muertos, heridos i pri.sioneros habidos on cada combate, documen­ tos que solo podrán revestir positiva autoridad estando en posesión de los partes de los comandantes en jefe de los ejércitos, cuerpos do e jércitos, comandantes jenerales de división, jefes de baterías fijas i traspoiiables, sección de Estado Mayor que quedó en Lima, do administración 0 injeniero.?, Jefe de Parque, Cirujano en Jefe de los ejér­ citos, i todas las autoridades que por su jerarquía i desti­ no cn los ejérciíos puedan i deban estar enterados do los hechos, siendo de otra manera de todo punto imposible la computación del número de nuestras bajas en cada una de las batallas libradas el 13 i el 15. Por o.sto he do conformarme con pasar solo a manos de V. S. k s relaciones ane.xas; la número 1 de jefes muertos 1 la número 2 de heridos, no respondiendo de que sean e.xactas. Hé aquí, señor Secretario, fielmente relatados los he chos ocurridos en k s batallas de San Juan i Miraflores. Dios guarde a V, S. P e d r o S il v a . -M r,efiov Capitán de Navio, Secretario leñera! de S. E. el Jefe Supremo de !a República.

    NÚM. 1. JE FES .MUERTOS.

    Coronel don Pablo Argueda.?, Comandante Jeneral de la 2. ^ División del Norte. Coronel don Buenaventura Aguirre, Comandante J e ­ ncral de la 3 ." División del Norte. Coronel don .Domingo Ayarza, Comandante Jeneral de la 1. ^ División del Centro. Coronel don José E. Charlarse, primer jefe del nú­ mero 19. Coronel don Reinaldo Vivanco, primer jefe del nú­ mero 75. Coronel don Mariano P. Sevilla, primer jefo del n ú ­ mero 83. Coronel don J ulian Arias i Aragües, primer jefe del númoro 23. Coronel don Juan M. Fanning, primor jefe dol Guar­ nición de Marina. Coronel don José González, sub-Jefe de la 1, " Divi­ sión de reserva. Coronel don Cárlos Arrieta, primer jefe do Guardia Chalaca. Coronel don Narciso de la Colina, primer jefe del n ú ­ mero 6 de reserva. Coronel don Manuel Montes i Rosas, edecán del Jefe Supremo. Coronel don José Diaz, agregado a la Comandancia J e ­ neral de la 2 ." División del centro. Coronel don Mariano Arris, agregado al Estado Mayor Jeneral. Coroneles don Ju an Lapuente, Manuel M. Quiroz i Cár­ los Richadson, como soldados en la reserva.

    486

    . G U ERRA D EL PA CÍFICO.

    Coronel dou César Canevaro, Comandante Jeneral de Teniente coronel don Manuel E. Gamaira, segundo jefe del batallón número 21. la 2. * División del centro. Coronel don Cárlos Piéroia, prim er jefe del batallón Teniente coronel don Nicolás Calderón, segundo jefo número 1. del número 23. Coronel don Justini.aiio Borgoño, prim er jefe del n ú ­ Teniente coronel don Mariano Beriavides, del Estado mero 11. Mayor Jeneral. Coronel don Pedro Mas, primer jefe del 17. Teniente coronel don N. Pinto, de la administración. Teniente coronel don Benito Fonseca, primer jefe del Coronel don Joaquin Berna!, primer jefe del 21. número 29. Coronel don Manuel Pajares, prim er jefe del 85. Teniente coronel don Manuel Odicio, artillería. Coronel don Isaac Rccabárren, jefe del detall dol cuar Teniente covonel don Francisco Moreno, artillería. to cuerpo del ejército. Teniente coronel don Manuel Miota, del Estado Mayor Coronel don Osvaldo Pflücker, ayudante de id. Jenera!. Coronel don Francisco La Rosa, primer jefo del 61. Teniente coronel don J uan Manuel Verastiaga, del Es­ Coronel don Andrés Suarez, segundo jefe dol Guarni­ tado Mayor Jeneral. ción de Marina. Sarjento mayor don José Antonio Sarria, tercer je­ Teniente coronel don Natalio Sánchez, segundo jefe del número 6 de reserva. fe de id, Sarjento mayor don José M. La Hermosa, tercer jefe Teniente coronel don Hipólito do la Melena, sub-Profecto de Cañete, del 83. Teniente coronel don Enrique del Campo, como solda­ RESÚMEN do do la reserva. 3 Jenerales........................................... Sarjento mayor don Juan Ochoa, segundo jefe del n ú ­ Coroneles.......................................... 11 mero 9. Sarjentos mayores........................... 2 Sarjento mayor don Pedro Alcocer, tercer jefe del nú­ mero 1. Total............................. 16 Sarjento mayor don Alejandro Iglesias, tercer jofo del número 3. N ota .—No ha rddo posible conseguir ia relación deJos Sarjento mayor don N. Bermudez, tercer jefo dol nú­ oficiales heridos; pero puede estimarse su número en 120. mero 7. Lima, Enero 28 de 1881. Sarjento mayor don Ju an L. Rodríguez, tercer jefe del S il v a . número 23. Sarjento mayor don Ju an Regal, tercer jefe dol nú­ FARTE OFICIAL DEL SUR-JEFE DE ESTADO MAYOR JENERAL mero ] 9. DK LO.S EJÉRCITOS. Sarjento mayor don Ju an Cartusa, ayudante del Co­ mandante Jenoral de la 2,* División dol centro. Lim a, Febrero 5 de 18S1. Sarjento mayor don José Luis Elcorrobarrutia, Jefo del Estado Mayor Jeneral. Señor Secretario; Sarjento mayor don Oscar do la Barrera, do la admi­ Como por cl curso de los acontecimientos realizados en nistración. la desgraciada batalla de Miraflores hubo de quedar de Sarjonto mayor don B. Erias i Besada, del Estado Ma- ' hecho a mi cargo la dirección del Estado Mayor Jeneral, yor dcl Norte. por haber sido herido el señor Jeneral don Pedro Silva, Sarjentos mayores don Enrique Dolhum, don Daniel es de mi deber formular ol presente parte, que me es Galles i don Mariano Casanova, de artillería. honroso pasar a V. S. para manifestar los hechos realiza­ Sarjento mayor don Daniel Mendoza, segundo jefe del dos desde ese momento, hasta que por órden verbal de número 83. S. E,, comunicada por el ayudante de campo teniente Sarjento mayor don Manuel Moran Silva, Estado Mayor coronel don Nemesio Orbegoso, se hizo cargo del Estado del ejército del Norto. Mayor Jeneral don Ju an Buendía, lo cual se verificó mo­ Sarjento mayor don Reinaldo del Campo, como solda­ mento.? ántes de que el enemigo principiara a forzar do do la reserva. niiGstra línea i a ocupar nuestras posiciones, RESÚMEN. Pero he de principiar mi relato por lo acontecido des­ de que mo separé por últim a vez del señor Jeneral Silva Coroneles.......................................... 17 para cumplir una comisión quo rae diera, pues fué en mi Tenientes coroneles........................ 12 ausencia que quedó fuera de combate. 1 antes do pasar Sárjenlos mayores......................... 17 adelante, haré presente a V, S. quo habrán de guiarme on mi esposicion la franqueza del soldado leal ¡ue pos­ Total. 46 pone tolla consideración al cumplimiento del deber, la N o t a .— No so oonsideran en esta relación lo.s oficiales imparcialidad i rectitud que acostumbro, i además, tam ­ por falta de datos; pero puede computarse su total en 180, bién, el conocimionto-que me asiste do que en documen­ desdo que lia habido batallón en ol cual han fallecido tos de esta clase, forzoso es presentar la verdad desnuda, hasta nueve. por dura que ella soa, desdo que están llamados a servir Lima, Enero 28 do 1881. de fuente primordial para el juicio do la posteridad i da S il v a . la historia. Fué en los momentos en que se presentaba favorable para nosotros el éxito de la batalla, cuando mo dió el NÚMERO 2. Jeneral Silva la comisión a quo he hecho referencia, cu­ yo objeto era el do hacer venir un escuadrón para que RELACION DE JE F E S HERIDOS. apoyara un ataquo de flanco que dicho Jeneral se propo­ Jeneral don Ramón Vargas Machuca, Comandante en nía hacer con algunos batal ones del cuerpo de ejército Jefe del ejército del Norte. que comandaba el señor coronel don Justo Pastor DáJeneral don Andrés Segura, de la comitiva de S. E. viia. Jeneral don Pedro Silva, Jefe de Estado Mayor J e ­ Habiéndome dirijido personalmonte al punto dondo neral. dehia estar situada la caballería, porquo uo llegaba ol Coronel don Andrés Avelino Cáceres, Comandanto en escuadrón quo por conducto de un ayudante so habia ya Jefe del cuarto cuerpo dei ejército. pedido, mo encontré con que las brigadas de dicha arma

    CAPITULO QUINTO.

    '•V-

    c ' w

    c O c

    487

    no estaban en el sitio que so les designó. F ui entóneos separarse del Parque, tirándolo después al suelo i siguiendo on bu.sea del escuadrón, escolta de S. E., que desde el dia la dispersión de los infantes que ma.s pronunciada se hacia 13 sa ie liabia incorporado a estas fuerzas i que se halla­ a cada momento. En instantes tan supremos, tuve que la­ ba en el camino real qno conduce a Lirnatambo. Pero mentar también que tres carretas llegadas eon municio­ desgraciadamente, tampoco pude valerme de este cuerpo nes de Lirnatambo no pudieron avanzar a la línea dondo para llenar mi cometido, porque embriagados la mayor las enviaba con e! coronel Carrillo í Arisa, porque los carre­ parte de su.s .soldados, no obedecían al teniente coronel teros abandonaban a éstas, al ver que algunos proyectiles (Ion Eduardo del Risco, jefe agregado a ól i único que se caian a su lado e hirieron o mataron una do las muías. Tanto en los momentos de quo me ocupo como en laa encontraba presento, i porque mis esfuerzos, además, fue­ domas batallas, sensible es decir cjue ha sido bion nota­ ron estériles para someter esa fuerza a mi obediencia. Regresé, pues, para dar cuenta al Jeneral de tan graves ble la ausencia de la mayor parte del numeroso personal hechos, cuando a ingresar de nuevo a la línea de batalla, del Estado Mayor Jeneral, que constaba de mas de 100 elsoñorcoronelCarrillo iotros mecomunicaron que el señor entre jefes i oficiales, al estremo de no haberso podido Jeneral habia sido herido i se le conducia a Lima, que dos disponer de cuatro en un'momento dado, pues parece quo ayudantes habian marchado a ponerlo en conocimiento al disparar.se los primeros tiros on San Juan, hubieran do S. E., i que también dicho Jenera! habia mandado or­ creido muchos terminados sus compromisos. Otros desde den al señor coronel Dávila para que viniera a reforzar la ántos se encontraban ausentes, i otros pocos por estar mal montados o haber perdido cn el combato -sus cabalgaduras derecha por ser el punto de ataque joneral, Habiendo a.siimido desde este momento la dirección dejaron do prestar asimismo sus servicio.?. del Estado Mayor Jeneral, que me correspondía por regla­ 1 ya que me permito consignar en este parte la indica­ mento, i notando que algunos de los cuerpos que .soste­ ción procedente, habré do cumplir im deber de justicia nían ollado de la línea mencionada eedian en dispersión iresentando también a V. S. la relación que adjunto, eu a que están señalados los jefes i subalternos de Estado al impulso del enemigo, traté de contenerlos. Como alega.s8ii algunos quo se retiraban por falta de municiones, Mayor Jeneral que cumplieron su deber desempeñando hice romper inmediaLamento varios cajones para proveer­ diferentes comisiones, i con mayor motivo recomendaré a los de ellas i hacerlos regresar, poro no pude conseguirlo, V. S. el digno comportamiento de los que por mí mismo porque do los pocos que por rai intimación se acercaban pudo observar en el tiempo en quo corrió a mi cargo el a tomarlas, unos se e.scapaban cuando yo acudía a dete­ Estado Mayor, como son: el coronol don Enrique E. Car­ ner nuevos disperso,s. i otros decían que no calzaban rillo, los tenientes coroneles don Ricardo La-Hoz, don las municiones on sus rifles, lo cual .sucedió efectivamen­ Manuel Merino, don Ju an dcl C. V'erástegui, el sarjento te con algunos, i otros lo tomaban por pretesto. Por esta.s mayor don Pedro Risco, ol capitán don Buenaventura causas, de suyo graves, así como por ser mui pocos ya los Palma i el subteniente don Carlos Pasara, que estuvieron jofes del Estado Mayor que me ayudaban, i no poder con­ a mi lado i cum .rilan con entusiasmo i acierto las órdenes seguir tampoco que rae prestasen ausilios los jefes de las que les daba;e coronel don Jesús del Valie, jefe de la fuerzas dispersas, entre los cuales hubo hasta jefes carac­ sección no artillería que combatia en la derechura de la terizados qne desatendieron a mis requerimientos, no pudo línea al pió de los cuerpos del arma, i el capitán don Foconseguir mi empeño. iielon Dawling, teniente don Manuel Cisneros i subte­ Encontrábame en estos afanes, cuando so presentó el niente don Adrián Arana, que se batían en la linea de teniente don Jerm an Echecopar, ayudante do V. S., en infantería. demanda del .señor Jeneral Silva o de mí, para comuni­ Me ocupaba precisamento cn la remisión do municio­ car en nombre de 8. E., que ae encontraba en la izquier­ nes de que dejo hecha referencia, cuando se me presentó da de la línea, que se cnidara con toda eficacia i bajo res­ el señor Jeneral Buendía, acompañado del ayudante de ponsabilidad do la provisión de municionc-s. Hice sabor campo dei Jefe Supremo, teniente coronel don Nemecio al referido oficial quo el señor Jeneral Silva ao encontra­ Orbegoso, quien mo comunicó la órden verbal de Y. S. ba ya fuera de combate, pero que yo haria los esfuerzos para que el espresado Jeneral se hiciera cargo del Estado posibles para cl cumplimiento de la órden; pues habién­ Mayor Jeneral. dose perdido gran parte del Parque en !a batalla del dia impuesto ol Jeneral do lodo lo ocurrido i do quo aun 13. no estaban convenientemente provistos lo.s repuestos no llegaba de iJina la máquina dol tren que, para salvar i se trataba de efectuarlo, aprovechando del armisticio en cl Parque, en caso nece.?ario, habia yo pedido mucho tiem­ que nos encontrábamo,?, por lo que hasta se habla pedido po, por conducto doi sarjento mayor don Excquiol Llaa la capital la remisión de algunas inunieiones, qne llega-' qtie, por haberse inutilizado el telégrafo, i dispuso que la ron en los momentos mismos del combate. conductora de la batería rodante, no so retirase como iba En cumplimiento de la órden suprema, tomé mayor a efectuarlo sin enganchar ántes los carros de municio­ empeño en la remisión de municiones a la línoa, i me di- nes i llevárselos, pero los jefes de ésta alegaron no tener rijl al teniente coronel don Márcos H. Suarez. uno do los agua suficiente i que irian a tomarla en Lirnatambo para jefes del Parque, que en él se encontraba, donde pude in­ regresar a cumplir la comisión. formarme que no existia ya allí una sola de ias muías que Encaminóse despnes de esto el señor Jeneral Jefe del quedaban de la administración, como tampoco los encar­ Estado Mayor Jeneral, a quien acompañaban los jefes án­ gados de ellas, i que el servicio dcl Parque estaba casi tes mencionados, a tratar do contener la dispersión casi abandonarlo. Solicité entónees del capitán don Juan Sa­ jencral entóneos. Pero llegándonos en este momento la lazar, pue con un piquete de la o.scolta se encontraba a noticia do que la derecha (io la línea hahia sido forzada, inmediaciones de la Alameda, que me proporcionara sus nos dirijirnos allí para tomar las medidas del caso; mas, .soldados para ocuparlos en la conducción de municiones ántcs (te legrarlo, divisamos que por el fin de la Alameda al valiente coronel Cáeeres, que sostenía con denuedo la i también por el camino real venian fuerzas enemigas derecha, i remití a.sí algunos cajones, haciendo dirijir a haciendo fuego sobre la estación, i conociendo que la dis­ los soldados por ol sarjento mayor do administración don persión ora ya incontenible, me encargó el señor Jeneral Manual Cavero, ul de igual clase perteneciente al Estado .iuendía que tratara do .salvar el Parque, pues él iba a dar Mayor Jeueral don Narciso Yidamre, los oficiales de éste parto a S, E, do lo que ocurria. don Pedro Carrillo, teniente don Simón del Mar, i los Ko llegando la máquina ( ue yo habia solicitado ni la subtenientes don José S. del Campo, don Lautaro Ovalle conductora de la batería rorlanie, como ordenó el Jeneral, Arrieta i don Arístides Ovalle Arrieta. que se di.stinguie- pensó, por lo tanto, únicamente en incendiar el Parque, ron por su entusiasmo, valor i actividad; pero tan nece­ cuya operación me proponía practicar con el teniente saria Operación no pudo repetirse mucho, porque algu­ coronel don Juan de la C. Vevástegui, eon quien me en­ nos soldados obedecían solamente hasta tomar el cajón i caminaba a la estación, cuando una bala enemiga cayó a

    488

    G U ERRA DEL PA CÍFICO .

    cubierto con unas cuantas filas de sacos de arena quo apé ñas cubrían a la tropa hasta m edia pierna; se habbian co­ locado allí para desfigurar el terreno, mas bien quo para defensa de os proyectiles enemigo.?. E n la pendiente que .?olo mira al mar, i sin poder ofender al valle, sobro nna plataforma también do madera, se liabia montado una pieza de 500 libras, sistema Rodman, i un poco mas avan­ zada! al pié dcl crirte vertical que sirvo de limito al mar, se habia colocado otra pieza pequeña do a 9, sistema YVithtworth, montada sobre uua cureña de marina. J.a segunda batería, denominada Provisional, estaba si­ tuada en una meseta que avanza hácia ol valle, quedan­ do oculta del mar por su retaguardia, sin ser vista mas que por la bahía, dominaba toda la campiña i caminos G, A m r r o s io J . d e i , YLa l l e . que conducen de San Ju an i Ydlla a Chorrillos, montaba dos piezas de a 32, largas, de ánima lisa, sistema antiguo, A! señor Capitia de navio. Secretario JencraJ de S. E. el Jefe Supremo do la República. sobre cureñas de marina, en dos plataformas de madera i sin p.arapeto ni dcfon.?a alguna, pues la premura del Relacion n o m in a l de los señores jefes i oficiales dal E sta­ tiempo no dió lugar para mas. Podian ofender al enemi­ do M ayor Jeneral da los ejércitos, natos o agregados, go 011 un radio de 3,500 a 4,000 metros. Kntre estas dos baterías, media uua distancia próxima­ qv,e a m as de los mencionados en el parte del que sus­ cribe, desempeñaron olgim as comisiones en los dius mente de 1,000 metros, i las desigualdades del terreno, en dicha estension, les hacia imposible verse ni observarse 13 i 15. entre sí. Coroneles.—Señores; Rafael Ramirez, Exequiel Gonzá­ Jja caleta de la Chira, situada al S ur de estas fortifica­ lez, Felipe N. Pluguet, Manuel E. Velarde i Pedro J. ciones, so encuentra separada do ellas i oculta por una Miota. gran eminencia que se levanta a inmediaciones de la ba­ Tenúntes coroneles.— Señores: J u a n de Dios Quintana, tería provisional denominada la Marcavilca. Desde su ci­ Manuel Mióla, Máximo Bcnavides i Eduardo Burgueros ma se domina i defiende no solo la caleta nombrada, Baldizan. sino todos los arenales lim iudos por el valle i el mas re­ Sarjentos nuiyores.— Señores: José Rojas, Jeraldo Del­ cóndito repliegue, en todas las direcoione,? de un círculo gado, Samuel Palacios, José Carrillo i Leandro Gómez. i a una inmensa distancia; era,'pues, la llavo de nuestras Tenientes. —Señores; Estanislao Peña, Arístides Cárde­ bateríixs, i por consiguiente im portante colocar allí arti­ nas i YGctor Y'inates. llería de monor calibre, quo al mismo tiempo que ofendia Alféreces.—Señores; Cárlos Aróstegui i Eulojio Casa- al enemigo a larga distancia, irnpedia todo desembarque nova. por la caleta Chira, i apoyada por una fuerte división del Lima, Febrero .5 de 1881. ejército, impedia fuese tomada por cl enemigo, quo con A. J. DEL V alle . sus fuegos de infantería anularía por completo las bate­ rías de mi mando. En su consecucnéia, i con gran trabajo, por un camino enteramente angosto, formado sobre la cu­ REPUBLICA PERUANA. chilla que corre hasta la cima, se subieron dos piezas de COMANDANCIA JENERAL DE LAS BATERÍAS DE CHORRILLOS a 9, artillería de campaña sistema Clay, i una am etralla­ I MIRAFLORES. dora Nordenfclt. Para oí servicio de las do.? baterías de la sección Clay, L im a, Febrero 9 de 1881. un obús do a 12 de campaña i una ametralladora Claeston, Señor Jeneral; contaba con solo 36 matriculados de Chorrillos, 52 a rti­ El cumplimiento de mi deber, me pone en el impres­ lleros, 6 marineros i 80 reclutas del departam ento de Junin, cindible caso do dar parte a V. S. de la batalla librada el que cl dia 11 me remitió S. E. el Jefo Supremo, de los 13 de Enero próximo pasado, entre las fuejxas do mar i cuales remití 25 a Miraflores, para la batería Alfonso tierra de la República de Chile i nuestro ejército, en los ligarte, quedando en la de Chorrillos ñó, quienes, durante campos de YBlla i San Juan, en todo lo quo se rolaciomi j el combate, solo pudieron ser empleados on proveer de con as baterías dopendientos de esta Comandancia Jene­ municiones a los distintos puntos artillados. Los m atricu­ ral; pero ántes de ocuparme délos detalles de ese aconte­ lados, en número do 21, scrvi.an la sección Clay i am etra­ cimiento, tan funesto para el porvenir de nuestro país, creo lladora Nordorifelt a las órdenes del eapitan de. artillería conveniente hacer aquí una lijera reseña de la situación don Nicanor Luque; otro,? 1,5 servian la balería Provisio­ topográfica que en las alturas de Chorrillos ocupaban las nal, con un marinero i cinco artilleros, a las órdenes del baterías a mis órdenes, las piezas con que estaban artilla­ capitán del arma don Manuel R. Cornejo. Los 47 artilleros das, las fuerzas que las sorviau, su armamento i la manera restantes, cinco marineros, se ocupaban en el servicio de como estaban apoyadas. la balería Mártir Olaya. Para armar toda esta, fuerza solo En la eminencia qno une al estremo Sur de la bahía de contaba con 40 rifles Remington i 3,000 cápsulas. Chorrillos, i cl comienzo de la altura mas culminante, de­ Como Y. S. verá, no tenia un solo soldado de infante­ nominada Marcavilca, se habian establecido dos baterías: ría que protejiese ias dos baterías M ártir Olaya i Provi­ la primera i principal, nombrada M ártir Olaya, estaba si­ sional. En Mareavilca sa hallaba situada la 1. * División tuada eu la planicie mas elevada del morro do Chorrillo,s. del ejército del Norte. Allí se habian montado dos cañones do a 70, sistema ParIlccha esta manifestación, que he creido enteram ente rot, on cureñas de correderas, sobre una plataforma de necesaria, paso ahora a ocuparme do la manera como fun­ madera, i con un intervalo, ontre ollas, de ocho metro.s, a cionaron estas baterías durante la batalla. lo mas; ámbos jiraban una vez ou un círculo completo, i Serian las 5.30 A. M., cuando un .ayudante de las bate­ desde luego batían tanto al mar, como a la campiña en un rías, mandadas por .su primer jefe sarjento mayor don Ma­ radio de 4 a 5,000 metros. Su situación relativa, i la poca nuel H urtado i Haza, vino a darme parto que el enemigo distancia que los separaba, impedían, como V. S. compren­ se batia con nuestro ejército estailecido en la línea. de, hacer sus fuegos a un mismo tiempo sobre uu punto Inmediatam ente me constituí en Ja batería Mártir Olaya, dado, sin grave peligro para los artilleros. Todo el pe­ acompañado del señor coronel de artillería don José Ruesrím etro do la plataforma, que era rectangular, estaba ta i los ayudantes do esta Comandancia Jeneral, subtenienéste derribándolo de la bestia, al mismo tiempo que otra, hiriendo el caballo quo yo montaba, lo hacia caer sobro mí dándome un fuerte golpe; pero ausiliado por el capi­ tán don Buenaventura l'alm ai mi ordenanza Santos Cuba, fui conducido a la capital, i salvé así de caer en poder del enemigo quo estaba ya sobre nosotros. Es cuanto rae cumple poner en conocimiento de V. S. en la parte que mo respecta, lamentando penosamente a la vez la inesperada i triste suerte que ha cabido a nues­ tras armas, i confiando en que el esclarecimiento de los hechos i el severo castigo de los culpables, bará brillar para cl porvenir mejores i mas venturosos dias. Dios guarde a V. S., soñor Secretario.

    CAPÍTU LO QUINTO,

    •• V .

    489

    ¡

    I -

    G

    G C c o :C :Q

    tes del arma don Jerardo Soria, don Abel Ayllon i don la embocadura del citado camino. En este largo intervalo Alberto Panizo; cuando llegué allí, jefes, oíiciales i tropa, de tiempo, ámbos batallones .se replegaron al Barranco, En este momento, i con gran sentimiento, vi que con­ se encontraban on sus puestos, listos para el combate i animados del mayor entusiasmo i decisión, esperando ol dujeron herido, en una camilin, al valiente capitán de ar­ tillería don Nicanor Luquo; tenia una pierna rola. Me dijo momento de la prueba. Seguido del mayor Haza i do los ayudantes que ántes que Marcavilca quedaba resistiéncloso bajo buenos aus­ me hablan acompañado, pasé a la batería Provisioiial, en picios; que habiéndose inutilizado el montaje ds la única cuyo puesto, tampoco tuve nada que notar; do allí ascendí pieza Clay que quedaba, liabia tenido que desmontarla i a Marcavilca, que en esos momentos hacia fuego sobre el cambiarle la cureña de la que ántes se habia descompues­ enemigo; al llegar allí, rae dió parto el espitan Luqne quo to, i que al ser herido, quedaba al mando do dicha pieza el una de las piezas Ciay i ia ametralladora Nordenfelt esta­ subteniente AIvarez Calderón, perteneciente al Batallón ban inutilizadas; un armero .se ocupaba en trabajar on Ayacucho número 5. •Serian las 12.;I0 P. M, cuando conocí que los momentos Ambas armas a lin do restituirlas al servicio; pero desgra­ ciadamente, ni el trabajo de éste, ni el empeñoso interés eran cada voz mas difíciles; qne no contaba con fuerza del capitán produjeron resultado favorable alguno; que­ alguna de infantería para defender mis posiciones, i que daba pues una sola pieza que constantemente disparaba la batería de a H2 la batian crudamente. En estas circuns­ sobre la escuadra enemiga unas veces i otras sobre los re­ tancias mandé a mi ayudante, subteniente don Jerardo jimientos que trataban de ascender a la posición. La di­ Soria, fuese a buscar a S. E, el Jofo Supremo i le hiciera visión del señor coronel Noriega, situada en esa planicie, presente nuestra situación i la necesidad que tenia de defendía perfectamente bien su puesto; las municiones de fuerza do infantería para la defensa i sosten c e mi puesto. artillería iban escaseando; inmediatamente mandé uno do Largo rato despuos, dicho oficial trajo la noticia de que mis ayudantes a la batería principal para que mandaran S. E, se habia marchado a Miraílores, donde se habia re­ una cantidad suficiente, órden que so ejecutó i cumplió plegado ol ejército, i que el enemigo estaba cerca de la en el término de la distancia, quedando dicha posición en población. Desde las primeras horas do la mañana, i careciendo de las mejores condiciones de defensa. Miéntras tanto, ya el enemigo habia ido batiendo i des­ puesto en la línea, se hallaban a mis órdenes 30 hombres alojando de sus posiciones a nuestro ejército en la línea arreados con Remington, i con mni poca? municiones, desde San Juan a ia Chira, i por los potreros i callejones pertenecientes a la sección de injenieros del ejército del do Villa venia cediendo el campo sin tener artillería que Norte, a las órdenes de don Fabio Rodríguez, con unos lo protejiese en su retirada. En el acto descendí do Mar­ cuantos subalternos mas; les hice repartir municiones en cavilca a la batería Provisional; en el tránsito oiicontré a número suficiente, i unidos a unos cuantos dispersos de S. E. cl Jefe Supremo, a quion di parto de cuanto hasta distintos cuerpos, que habian ido replegándose a la bate­ entónees habia acontecido en tni puesto, avisándolo al ría, los hice desplegar cn guerrilla a fin de poder batir, mismo tiornpo quo iba a mandar romper los fuegos cn la aunque a cuerpo dc.scubierto, las avenidas mas im portan­ batería Provisional. S. E. siguió a Marcavilca, i los fuegos tes do la posición. La ametralladora Olaylon, ,?n habia inutilizado a los ,se rompieron con los mejores resultados. La caballería o infantería enemiga, parte en guerrilla, primeros disparos; o! mayor Haza, que per.sonalmenlo perseguía a una considerable fuerza nuestra que a las ór­ manejaba esta arma, tuvo al íin que abandonarla i hadenes del .señor coronel don Miguel Iglesias venia en re­ cer.se cargo del obús de a 12 de campaña, para batir ya de tirada i trataba do organizaría al pié do una huaca que cerca al enemigo, cuya infantería habia ocupado las ave­ domina el camino indicado, cerca del panteón; los fuegos nidas del malecón, i la que desemboca al camino de zig­ de la batería desalojaron al enemigo apostado i sus guer­ zag que conduce al Morro. La batería Provisional habia sido tomada a sangro i rillas; i el coronel Iglesias, con sus tropas ya organizadas, emprendió nn nuevo ataque i recuperó a viva fuerza sus fuego, por falta do infantería que la protejiese; la división perdidas posiciones, de las quo mas tarde volvió a .ser de Marcavilca, dominada por el enemigo, dejaba su posi­ desalojado por las reservas dol enemigo i por falta do tro­ ción i descendía precipitadamente, parte por la pendiente pas de refresco que lo protejiesen. Durante todo este situada entre su posición i la batería Provisional, hácia tiempo la artillería enemiga nos hacia un nutrido fuego, la población, i el resto por encima del Morro con la mis­ cuyos proyectiles caian sobre nuestra posición; allí so ha­ ma dirección. El enemigo habia coronado Marcavilca, i, llaba presente el señor Contra-Alm irante don 1/iaardo en guerrilla, hacia fuego sobre dicha división, impidiendo Montero. En estos momentos recibí aviso del mayor H a­ que so reorganizase, haciéndole infinitas víctimas. za de quo parte de la escuadra enemiga aparecía fronte a Los artilleros do nuestras baterías eran diezmados, al la batería M ártir Olaya; en el acto marché a ese punto, cstremo que los jefes i oficiales de esta Comandancia J e ­ llegando en circunstancias dü que este jefe con ol cañón neral, así como los de las baterías, servían desde entonces de 500 libras rompia los fuegos sobre la cañonera Filco- en las dos piezas Parrot que, junto con o! obus de a 12, •mayo i la lancha Toro, que ya disparaban también sobre oran las únicas qne batian con metralla al enemigo que, esta batería. Como una hora duró este pausado cañoneo, instante por instante, arreciaba mas sus fuegos i nos en­ sin producir resultado alguno, retirándose en seguida di­ cerraba casi en nn círculo, pues no teniamo.? mas parte chos buques para no aparecer mas; eran las 8 A. M. libra que las ásperas pendientes que conducen a la playa. La artillería enemiga, dueña de las magnífica.? posicio­ En estos momentos caian hondos el coronel de arti­ nes que habia tomado en San Juan i Villa, nos hacia llería don José Ruesta, quo valerosa i espontáneamente fuertes descargas sobre las baterías, que eran contestadas habia solicitado un puesto en ol combate, i el valiente vigorosamente, sosteniendo un cañoneo de mas de dos teniente del arma, don David León, horas, quo nos causó algunas víctimas; mientras tanto el De.sde esto momento la situación so hizo insostenible. enemigo, entrando por el camino últimamente abierto Cien hombres ,raas o ménos, sin parapeto alguno, casi entre San Ju a n i Chorrillos, trataba con fuerzas do infan­ agotadas sus municione.?, I sembrado el campo de m uer­ tería i caballería, en número considerable, do apoderarse tos i heridos, con que se tropezaba a cada paso, eran im­ de esta villa. potentes, a pesar de su valor, para combatir con numero­ En la Escuela do Clases habia un batallón nuestro que sísimas fuerzas quo por todas partes nos asediaban. En les hacia fuego, i on el camino que do es-te edificio conaii- tales condiciones, llamé aparte al mayor Haza, i le ordené ce al Barranco se reorganizaba también otro batallón que personalmente prendiera fuego a nna mecha de du­ nuestro. ración, de que anteladamento se habia dotado al polvo­ En el acto hice dirijir los fuegos sobre el enemigo, con rín; la órden fué obedecida inmediatamente; la tropa se tan buen efecto, quo por tres veces fué rechazado hasta apercibió de ello ántes de tiempo, i sin esperar mis ordoT omo i v ,— G2

    490

    GU ERRA D E L PA CÍFICO.

    nes para_retirarnos unidos, pues la mecha nos daba tiem­ po suficiente, i alarm ada con el peligro quo suponian inmediato, sin que yo ni los jefes i oficiales que se halla­ ban a mi lado lo percibiésemos, en su areloz retirada nos precipitaron de la pendiente hasta la playa, en donde al­ gunos quedaron víctim a de su temeridad. No sm algunas contusiones, pudimos emprender la re­ tirada en medio do la tropa dispersa, por el canto de playa, con dirección a Miraflores, a replegarnos a la bate­ ría Aifoaso Ugarte. tam bién dependiente de esta Coman­ dancia Jeneral; pero desgraciadamente, el enemigo nos corté la retirada haciéndonos algunas víctimas mas, i to­ mándonos prisioneros pocos momentos después. AI term inar este parte, no puedo ménos quo manifestar R VL S. el patriotismo, valor i entusiasmo con qno han llenado su deber, durante la batalla, todos los señores jefes, oficiales i tropa quo constan de las relaciones acom­ pañadas a los p.artes de los señores jefes de las baterías a mis órdones, así como el cirujano i sus subordinados. En cuanto a la batería Alfonso Ugarte, cuyo parto tam ­ bién acompaño, aunque no tuve el honor do verla combabatir, por estar yo prisionero, los antecedentes de los jefes i oficiales que la defendian en la jornada de Miraflores, i el parte rlol jefo del detall,m anifiestan perfectamente su digiio i valeroso proceder. Dios guarde a V, S., señor Jeneral. A unaldo

    P

    a n iz o .

    Al Ssfior Jenerftl del E.stado Mayor Jeneral de io.i ejércitos.

    REPUBLICA PERUANA. COMANDANCIA DE LA BATERÍA ALFONSO UQARTE.

    3or cuatro radios de fuego, de lo qne es Y . S. testigo ocuar. A las 5 P. M., i después de haber quemado el último saquete, recibí de Y. S. órdon de retirada, pues el señor coronel Rosa Jil, que con su batalion protejia nuestra ba­ tería, nos manifestó personalmciUo la derrota de nuestro ejército. Procedí a organizar la fuerza que, a ias órdones del se­ gundo jefe sarjento mayor Carrera, fué conducida al fuerte de Santa Catalina con el may'or órden. U na vez inutilizadas las piezas, procedí, ayudado del ayudante, subteniente don Pedro Carlin i del condestable YLctoriano Soriano, a incendiar dos barriles de pólvora que nos quedaban, sin tener una vara de franela para po­ der hacer saquete; concluida esta operación, nos retiramos a la capital, entrando en ella a las 7 P. M., con el objeto de reconcentrarnos al ejército. No concluiré, sefior mayor, sin recomendar al segundo jefe i oficiales do la batería, que cumplieron su deber valerosamente, lo mismo que el eapitan Rodríguez i te­ niente Barraza, al mando ele 30 hombres do la compañía de injenieros, i teniente 2. ® de la armada nacional dou Manuel Balbuena, quo so presentó solicitando un puesto, quo le fué concedido por V. S. Antes de concluir, haré a V. S. presente, por creerlo así de mi deber, que la batería tenia a su servicio 121 hombres, de los cuales entregué al señor coronel Rosa Jil 25, que me fuoron remitidos dos dias ántes del com­ bate por la Oomandancia Jeneral, i que eran inútiles para el servicio del arma; pues no liubo tiempo para adiestrar­ los. Me quedaron, pues, útiles para com batir 96 hombres,, de los cuales 38 eran natos de la batería, i los restantes mo fueron mandados por el señor coronel don Ambrosio J. del Valle, el mismo dia 15, del cuerpo artillería de campaña, en el cual fueron solicitados por mí on vista do la exigua cantidad que tenia. Asimismo diré a V. S. que el número de tiros hechos 3or esta batería, asciendo a 197, siendo 80 sólidos i 117 luecos. Además, adjunto a ésto la relación nominal de jefes i oficiales que combatieron en esta batería. Es todo lo que tengo que decir a V. S. en cumplimien­ to do mi deber. Dios guardo a Y . S., soñor Ministro.

    Enero 16 de 1881. Señor Mayor; Cumplo con el deber de dar parte a V. S. de los sucesos realizados en el combate librado el clia do ayer contra las naves chilenas, operando al mismo tiempo hácia tierra, sobre el ejército que atacaba nuestra línea de defensa en el valle de Miraflores. A ias 11.''Í5 A. M., los blindados Blanco Encalada i mo­ nitor Huáscar, seguidos de la corbeta O’H iggins i cañone­ ra Pilcomayo, navegaron con rumbo al N. O., hast.a la altura de los baños, i dando frente a mi batería, navega­ J osé E. D iez ron proa a tierra. Inm ediatam ente di parte a V. S. do que la escuadra enemiga so disponía para un ataque, i que esperaba sus BATERIAS DE CHORRILLOS. órdenes para romper os fuegos sobre ella; pero advirtien­ do V. S. la existencia del Cuerpo Diplomático en el puo- ñ ela rio n d e los se ñores jefes i oficiales que combatieron blo de Miraflores, con el esclusivo objeto de tratar sobre en las espresadas haterías en la jo rn a d a del 18 de negociaciones do paz, ine indicó me esperase miéntras iba ' Enero del presente año. a pedir órdone.s al Jefe Supremo. D urante su ausencia los buques evolucionaron hasta colocarse a la distancia DOTACION. do 4 o 5,000 metros, quedando al frente el Blanco i la Pilcom ayo, flanqueándolos por cl Sur la corbeta Coronel don Arnaldo Panizo, Comandante Jeneral do O’Higgins, i por el Norte, el H uáscar, permanecien­ las baterías. do en esta actitud hasta ia 1.30 P. M., hora en que llegó Sarjento mayor don Manuel H urtado i Haza, primer Y, S. manifestándome poco despuos quo S. E. el Jefe jefo de las baterías. Supremo ordenaba no romper sus fuegos, órden qne ha­ Sarjento mayor don .Manuel Alegre, segundo jefe de ías bia sido comunicada por el .sarjento mayor don Manuel baterías. Carrera, con quien mandó V, S. consultar a S. E. después Gapitan don Manuel R. Cornejo, jefe de pieza. de su regreso a la batería; pero habiendo el enemigo sorCapital! don Nicanor Loque, jefo de pieza. irendídonos rompiendo un nutrido fuego de fusilería soTeniente don David León, jefo de pieza. 3ro nuestros reductos, lo hice, a mi vez, con la batería de Subteniente don Enrique Abasólo, oficial do pañoles. mi mando, por órdon de Y. S. enfilando las piezas Rod­ Subteniente don Manuel Forcelledo, ayudante de las man sobro el ala izquierda del qjércilo enemigo, i puedo baterías. asegurar a U S. quo han ocasionado muchísimas bajas; Subtenientes; don Jerardo Soria, don Alberto Panizo i pues se veian caer los proyectiles en el centro de su fuer- , don Abel Ayllon, ayudantes do la Comandancia Jeneral. za, al mismo tiempo que ía sección Parrot hacia fuego so­ Subteniente don Belisario Beunza, ayudante de la ba­ bre los buques. tería de Miraflores i agregado a ésta. A las 4 P. M. fué reforzada la escuadra con dos lanchas Cirujano de 1. * claso, doctor don Julio Becerra. cañonera.?, haciéndose, por consiguiente, mas nutrido el Practicante don Ylanuel A. Gall. fuego que se nos hacia, quedando la batería dominada Farmacéutico don Jo.sé YI. Guzman.

    491

    CAPÍTU LO QUINTO. REPÚBLICA PERUANA.

    AGREGADOS.

    Coronel don José Rue.sta, capjtan don Fabio Rodríguez, COMANDANCIA DE LA FORTALEZA DE SAN CRISTÓBAL, i tenientes don Eulojio Carlin i don Benjamin Barraza, Señor Jeneral; pertenecientes a la sección do injenieros dcl ejército del Norte. Cumplo cou el deber de p.asar a Y. S. el parte referen­ Teniente don Juan M. Balcárcel, subteniente don Tor- te a las disposiciones tomadas en la fortaleza do mi m an­ cuato Ramirez, alférez de artillería de marina ‘d on José do despnes de las pérdidas do las batallas do San Juan Guerrero, pertenecientes a la sección de injenieros dol i Miraflores. ejército del Norte. ■ En la tarde del 15 del presente llegó a dlcba fortaleza Subteniente don Manuel Alzamora. ' la noticia de la pérdida de la últim a de las espresadas Subteniente don Nicanor Beunza, replegado dol escua­ I batallas, la que íué confirmada por las fuerzas nuestras drón volante de artillería. que entraban en retirada a la ciuaad i por el gran número Subteniente don Alfredo Rodriguez, replegado de las do dispersos a qne so veia tomar, Cn distintas direcciones, compañías de administración. el camino de la sierra. No habiendo recibido órdenes de Paisano don Eduardo García (ciego), se presentó como ninguna clase, i creyendo que aun podria reorganizarse soldado. parte do nuestro ejército, me concreté en la tarde i noche de aquel dia a conservar el órden i disciplina de las fuer­ Lima, Eobrero 8 do 1881, zas de mi mando i a vijilar, por medio de avanzadas, las M a n u e l H u r t a d o i II. a za . avenidas del cerro, A las 8 P. M. tuve conocimiento do que S. E. con varios jefes habian tomado el camino do Al sefior Sarjento \fayor Jefe de detall de la» baterías da Chonillos i MiraCanto Grande, i que el coronel Suarez habia entrado a la flores. ciudad con órden de hacerse cargo de las fuerzas que allí habian entrado. BATERIAS DE CHORRILLOS. La noche se pasó sin novedad, permaneciendo todos en Relación de los señores jefes i ofieiales de las espresadas, sus puestos. que fu ero n hechos prisioneros por el ejército de, Chile Al dia siguiente me comuniqué con el espresado soñor en la jo rn a d a d d 13 de Enero últim o. coronol i con el señor alcalde municipal, e impuesto do i la .situación de la ciudad, dispuso lo conveniente para inu­ DOTACION. tilizar la artillería i demas elementos de guerra allí exis­ Coronel don Arnaldo Panizo, Comandante Jeneral do tentes, así como para conservar organizad.as his fuerzas las batería.?. para evitar los desórdenes que pofh'iau ocurrir con loa Sarjento mayor don Manuel H urtado i Haza, primer dispersos i jente del pueblo, que en gran número subian jefe de las balerías. al cerro. Sarjento mayor don Manuel Alegre, segundo jefe de A las 8 A. M, de hoi 17, estando terminadas las espre­ las baterías. sadas operaciones, se arrió el pabellón nacional con loa Oapitan don Manuel R. Cornejo, jefo de pieza. honores de ordenanza, en medio del dolor jeneral que so Subteniente don Enrique Abasólo, oficial de pañoles. mauifestaba en todos los semblantes en tan solomue i Subteniente don Manuel Forcelledo, ayudante dé las triste momento. baterías. Pocos iiLstantes después so dió la órden de dispersión, Subtenientes: don Jerardo Soria, don Alberto Panizo i i ol que suscribo, acompañado dol coronel primer jefe de don Abel Ajdlon, ayudantes do la Comandancia Jenera!. la brigada de artilleriii, don Fernando Palacios, i demas ! jefes i oficiales de dotación, abandonamos la fortaleza con AGREGADOS. el sentimiento de no habernos tocado en suerte combatir Coronel don José Ruesta. i morir por la patria. Teniente don Eulojio Carlin, de la sección do injenieros. No terminaré sin manifestar a V. S. el buen comporta­ Subteniente don Nicanor Beunza, del escuadrón volan­ miento de cuantos sirvieron a mis órdenes i el decidido te de artil leria. empeño en ayudarme en todas las labores. Igual reco­ Subteniente don Alfredo Rodriguez, de las compañías mendación debo hacer a Y. S. de varios jefes que desde de administración. dias áutes del 15 se presentaron en la fortaleza a ocupar el puesto que se les designase, i que cooperaron en el Lima, Febrero 8 de 1881, alistamiento de la batería i en el servicio de campaña, M a n u e l H u r t a d o i H aza. entro los que so h.allaban el cupitan do navio don Grego­ rio Casanov.a, comandante.? don Francisco Pasara i don Gregorio Peña, i teniente 1. ® don Nicolás Chuliza. BATERÍA ALFONSO UÜARTE. Dios guarde a V. S. Relación n o m in a l de los señores jefes i oficiales natos de M. A. ViLLAVICENCIO. , la espresada, que combatieron d 15 ds Enero ds 1881 Al sefior Jeneral Jefe de Estado Mayor Jeneral de lo.s ejércitos. contra d ejército i escuadra chilena.

    w

    to toW C O Q I Q d Q F Q é Q

    Sárjenlo mayor don Ernesto Diez Cansceo, Jefe ae de­ tall i. accidental de la CoDjiuidancia Jeneral. Subteniente don Pedro Carlin, ayudante de la Coman­ dancia Jeneral, Sarjento mayor don José E. Diez, primer jefe. Sarjento mayor don Manuel Carrera, segundo jefe. Capitán don Pablo Odriozola, jefe de pieza. Capitán don Ramón Cavero, id. Capitau don Gabriel Delgado, id. Teniente don Pedro A. Lopoz, id. Capitán don Alejandro Torres, oficial de polvorin. Tetiente don Jo.sé M. Balaguer, oficial de pañoles. Practicante de medicina don Francisco Ramirez. Lima, Enero 16 de 1881. J

    o sé

    E . D ie z .

    XVIIl. R elación n om inal de los jefes i oficiales peruano.? m uertos, h eridos i prisioneros. MUERTOS I HERIDOS.

    (1)

    Coroneles.— Beñtms: Reinaldo Vivanco, Pablo Argue­ das, Domingo Ayarza, José Chariarse, Justo Pastor Sevi­ lla, Manuel Montero i Rosas, José Diaz, Buenaventura Aguirre, Juaquiii Bernal, Julián Arias i Arangúez, José González, Ju an Fanning, Cárlos Arrieta, Narciso do la Colina, Máximo Abril, Manuel M. Gómez i Manuel R. Cano. (1) Esta nómina ha sido publicada en el diario En Courrcio do Lima.

    492

    G U ERRA D EL PACÍFICO.

    Oficial mOAjor jubilado del M inisterio de Querrá.— Señor Juan La Fuente. Capitán de fra g a ta .— Señor José Jíaría Coronel Ze­ garra. Tenientes coroneles.— Señores: Heráelio Bravo, Nicolás Calderón, Máximo Benavides, N. Pinto, Benito Fon.seca, Mariano Odisea, Francisco Moreno, Manuel .Miota, Juan del C. Velástegui, Natalio Sánchez, Hipólito de la Mele­ na, Nicanor Rivas i Manuel Gamarra. Sárjenlos m a y o m .—Señores: Ramón Dañino, Ricardo AI varado, José E, Ramirez, José Osores, Manuel Mendo­ za, José M. La Hermosa, Benito Fonseca, Ju an Oliva, Pe­ dro Alcocer, Alejandro Iglesias, Néstor Bermudez, Juan Z, Rodrignez, Juan Regal, Ju an Guatilla, Francisco J. Medrano, Manuel Arco, José L. Elcorrobarrutia, Oscar do la Barrera, B. Frías Bazada, Enrique Deihorma, Daniel Noris, Néstor A. Bermudez, Mariano Casanova, Juan M. Regal, Igtiacio Seminario, Juan B. Ruiz, Manuel Gasós, José M. Faiconí, Nicanor Mendoza i José D, Romero. Capitanes.— Señores: Adolfo de la J a n , Luis de la .lara, J. P. Benavides, Daniel Fernandini, J uan Montoya, Tran­ quilino Y'olarde, Felipe Valle-Riestra, Braulio Quirós, Juan Barrera, Bernardino Romero, Manuel T. Perez, José R, de los Hero.s, Francisco Bejarano, Cárlos Mora, Lorenzo Lezano, Máximo G, Calderón, Ju an D. Bedoya, Eüseo Calmet, N. Barbarán, Gregorio Miranda, Fernando del Ykllo, Manuel Zelaya, N. Diaz, Ju an Peña, Enrique Bolognesi, Jerm an Lepiere, Cárlos Escoban, Manuel Rocavero, YBctor Febres, Leopoldo Lazo, José M. Bermudez, Castorino Diaz, Venancio Aviles, Manuel S. Pa¡uelo, Gonzalo Larrañaga, Ju an A. Pinto, Manuel M. Silva, A. Gómez Lira, N. Sa azar, Julio Aguirre, José A. Torres Paz, Saturnino dcl Castillo (soldado), Luis La Jara, Ju an A. Valencies, II, Cabrera i Maximiliano Yteiarde. Tenientes.— Señores; José Neira, Ju an M. Balcázar, Teo­ doro Garrido, Julio Radavero, Manuel T. Pazo.?, Leónidas Lacer, M. A. Rodríguez, Manuel L. Wágenes, José I), Co­ loma, Manuel Zelaya, Jo.sé Albujar, Darío León, Enrique Muller, Francisco B. Carrillo, Dionisio Campos, Ju an Portocarrero, Lorenzo Jáuregui, Toribio Rovoredo, Ramón Guerrero, Agustin Ortega, Enrique Salas, Enrique Ytellejos, Arsenio Negron, Manuel Zevallos, Julio Caloro, N. Valle, Máximo Piéroia, N. Sorogastúa, Manuel Carvajal, Jesiis Romero, José G. Ochoa, Lino Diez, Enrique del YLllar, Daniel Timoran, Manuel Avias, Santiago Rodriuoz, Antonio Salas, Ismael do la Puente, Guillermo Loli, rancisco Retes, Enrique Lombeeke, Adolfo La Jara i Pe­ dro Bermudez.

    f

    Ntt&íemerríes.-Señores: N. Pastor, N. Navarro, Julio Morales, Ilortensio Santagadea, A rturo Armero, Augus­ to Bolognesi, N. Villar, Daniel Timoran, Manuel T, Arias, José M. Solari, Guillermo Burga, Melquíades Reyes, Cár­ los Navarro, N. Lapeiro Suarez, Francisco Betancourt, Fe­ derico Monasterio, José M. Solares, Luis Forau, Castorino Diaz, Enrique Lembecko, Luís Torres, Ju an Arana, Maximiliauo Carranza, Manuel García, José Soto, José 0. Gon­ zález, Zenobio Vieres, Enrique Villar, Nemesio Noriega, Andrés Besada, Alejandro Tirado, Enrique Guimaraes, Jenaro Coliar, PUanei-sco Olivera, Manuel Morales, San­ tiago Dávila, Cipriano Llanos, Emilio Torrico, Ylanuel García, Francisco Alvarez, Ju a n Ercelles, Vicente Panizo, José María Hernández, Santiago Vavenis, Ricardo Ylenendezi Oscar Guirlo. PRISIONEROS

    (1.)

    N ó m in a de los señores jefes i oficiales peruanos p r i­ sioneros. Coroneles.—Sonoro.?: Miguel Zegarra, Arnaldo Panizo, Manuel R. Cano, Fabian Merino, Ju an Benavides, Miguel Iglesias, Guillermo Billinghurst, Cárlos Piéroia, Francis(1) La prosente lista ha sido tomada de los partes oficiales del ejército chilcao.

    co Ylendizábal, Antonio Tandía, Justiniano Borgoño, Yliguel Yklle-Riestra, José F. García i José Rucstas. Tenientes coroneles.— Señores: Beujamin Novoa, Ju a n N. V'argas Quíritanilla, Pablo González, Simón Sánchez, Arístides Ylejías, Guillermo Ylercado, José Rubio, Pedro Ruiz, Ylanuel Descalzo, Juan Fajardo i Juan YL Raigada. Sarjentos mayores.— Señores: Manuel H urtado Haza, Manuel Alegre, Pedro Aleaser, José Domingo Aranibar, Medardo L. Lozada, José N. Villarán, Antonio Bernales, Ylanuel Arce Pdmcs i José A. López. Sarjentos mayores graduados. — Señores: Lorenzo González, Federico Bautista i José Gabriel Palomino. Capitanes.—Señores; Yíauuel Antonio Vivanco,Fede­ rico Castro, José María Echeñique, Santiago Luis Gonzá­ lez, Alejandro Avellana, Luciano Gustillo, Francisco La Rosa, Isidro Benavides, José María Saavedra, Juan Maguiña, Luis Herrera, Silvio Nalvarte, José Félix Diaz, Fernando Manriquez L , Moisé,? Hondoñedo, Manuel R. Cornejo, José Jenaro Angulo, Andrés Tirado Campo.?, Emilio Andia i Fortunato Bermudes. C apitán graduad-a.— Señor José María Galarreta. Tenientes.— Señores: Vicente Antonio Y'elis, Podro Lazeano, José Cior, Prernando Calvo, Eulojio Carlin, Sa­ muel Bautista, Manuel Céspedes, Juan Yí, Arroyo, Ju an Francisco Valora, Lisandro Mejía, Cárlos E. Bustamante, Alfredo Rodríguez, Nicanor Benizo, Abel Ayllon, Fabricio ITollo, Fermín Yklaizan, Jerm an Artigas, Ifederíco Alomia, Ferm ín Ylontenegro, Cárlos Chacón, José Bolognesi, Abel Palacio, Fausto Narvart, Federico Pacheco, Ylanuel R. Pacheco, Francisco Barnachea, N. Castañeda, Eduardo Grelland, Exequiel Armedina, Temístocles Molina Derteano, Guillermo Zelada, Alfredo L. Valle-Riestra, Ju an Julio Ganoza, Aquiles Zavaleto, Andrés Bezada, J. Moli­ na Dertcano i Ylanol B. Yíendizaba!. Siíbtenientes.—Señores; P’rancisco C. Yíoreira, Baltasar Cozci, .Moisés García Bocha, Enrique Aparicio, Fidel Cal­ vo, Fernando Jorie, Alberto Panizo, Abraham Ballenas, Francisco Horrada, .Manuel Jorcoguedo, Emilio Pandea, Guillermo Velarde, José Barrena, Leopoldo Ykllejos, E n­ rique Abasólo, Cesáreo Calderón, Ju a n Allain, Sabino Bejaran, Manuel Mondoñedo, Nemesio J. Alvarado, Pedro La Madrid, Baltasar Galarce, Bernardo Castillo R., Sebas­ tian Chavez, Albino Riibiño, Leonardo Matus, Hermonejildo Floros, Santiago Rodríguez, Jo.sé Mariano Fer­ nandez, Ignacio Gómez, Alberto Buckinghan, Francisco Ylurillo, Clodomiro Silva, José Ylanuel Vivanco, Amador Cabello, Cipriano Barba, Santiago Alarcon, Miguel Rubio, Ylanuel Mariii Arroyo, Gregorio Calloso, Justo Salazar. Juan de DiosRevilla, Félix Costa, A rturo Reyné, Jerm an Rubio, Francisco Jorané i Nicolás Aldano. MARINA.

    Cwpitan de corbeta.— Señor Ju an Pedro Heros. Coiiíacíor.—Señor Guillermo Guichard. Pagador de la escuadra.— Señor Exequiel P^ernandino, A spirante.—Señor Belisario Pimoutel, RESÚMEN.

    Coroneles............................... Tenientes coroneles............. Sarjentos mayores............... Capitanes.............................. Tenientes............................... ...... Subtenientes.......................... Marinos.................................. . .

    14 11 12 21 87 47 4

    Total de jefes i oficiales..... , ,,

    146

    Individuos de tropa............. ...... 1,474 Lima, Febrero 16 de 1881. — V.® B .® — M a t u r a n a .

    Ad o lfo

    S il v a

    V.—

    493

    CAPÍTU LO QUINTO. Estoíli) gue m anifiesta el núm ero de jenerales, coroneles, tenientes coroneles, sarjentos mayores, cajAfaves, te­ nientes i subtenientes del ejército peruano que se han inscrito desde el 20 de Enero hasta la fecha, en cum ­ plim ien to del bando de Enero 19, i (jue no están com­ prendidos en las listas de prisioneros:

    La animación que dominaba cn los campamentos fué en progresión creciente desdo las 9 A. M,, hora en que la Brigada Barbosa desembarcaba por el camino de Pacha­ camac a Lurin i pasaba a ocupar su puesto a retaguardia de la Briííada Gana. Jefes, oficiales i soldados tenian la conciencia de la próxima marcha, i si alguna duda hubiera podido existir, Jencral cíe División.......................... 1 ella fué disipad.? por una proclama del Jeneral en Jefe, Id. de Brigada......................... 4 (¡ue a las 11.30 A. M. dcl 12 se d.aba en la órden jeneral i Coroneles........................................... 94 era leida a todo el ejército. Tenientes coroneles........................ fi.'5 Esta proclama fué recibida en todos los cuerpos con Sárjenlos mayores........................... 107 i atronadores vivas a Chile, i hasta en las ambulancias i Capitanes.......................................... 140 I hospital volante, adonde llegaron los ecos del patriótico Tenientes........................................... 138 i entusiasmo, i donde yacían postrados oficiales i soldados, Subtenientes.................................... 70 ' no sc oyó sino un himno inmenso, entonado por esos no­ bles i jenerosos pechos que se levantaban unísonos para T otal................................. 639 enviar su saludo a la patria ausente, por cuya honra i por Lima, Febrero 2 de 1881. — A d o l f o S i l v a V . — cuyas glorias iban a verter su sangre. I todos, jefes i ofi­ V.® B. o — M a t ü r a n a . ciales, clases i soldados, sanos i enfermo.?, solo tenian un único pensamiento—Chile! I como en Tacna i como en Arica, como en todas par­ tes donde se ha anunciado a nuestro ejército una próxi­ €orre.spou«lencla d etallad a e iu ip o ria n te describ ien ­ ma campaña, una batalla cercana, todos, todos sin e.scepcion, olvidaban que cl plomo o alevosa celada podia cortar do las b atallas d e Chorrillos 1 Miraflore,?. el hilo de su existencia, que podian morir en estraña LA BATALLA DE CHORRILLOS, tierra i a caso sus e.adáveres sor presa de las aves de rapiña; todo lo olvidaban i solo tenian presento a su pa­ .ÁNTES DE LA BATALLA. tria querida, a quien habian ofrecido su sangre i su vida, i a quien confiaban sus hijos i sus esposas; todo lo olvi­ (Correspondencia a En F .) daban i solo una idea dominaba sus cerebros, hacia pallitar sus corazones-Chile! i solo nna divisa, un canto El dia 11 se disponía por la órden jeneral "que todos rcrÓLCo murm uraban sus labios-"Y encer o morir,” los cuerpos del ejército se encontraran listos para mar­ char a prim era órden.” Al mismo tiempo se ordenaba que el sobrante de armamento i equipo de los diferentes cuer­ En la misma órden jeneral en quo so dió la proclama, pos .se entregara en la Intendencia Jeneral, al c.apitan se disponía quo la reserva la compusieran los rejimientos agregado al Estado Mayor don Juan de la C. Saavedra, i 3. ° de línea, Zapadores i Yalparaiso. i la artillería desti­ se dictaban todas las medidas conducentes para empren­ nada a este objeto, siendo mandada por el comandante der la marcha en pocas horas mas. Arístides Martinez, So ordenaba igualmente que en cl cantón de Lurin A las 4 P. M. tenia lugar en cl Cuartel Jeneral una quedaran dos compañías dol Curicó i 50 hombros de ca­ reunión de todos los jefes de división, de brigada i de ballería para custodiar los depósitos do víveres i pertre­ cuerpo, presidida por el Jeneral Baquedano, i a la que chos, i que 100 cazadores a caballo sirvieran de escolta asistían el señor Ministro de la Guerra en campaña, el al Joneral on Jefe. Jefe de Estado Mayor Jeneral i el Joneral Saavedra. Las 5 r . M, ora la hora fijada para emprender la mar­ La conferencia duró mas de una hora, i en ella so trató cha. del plan de ataque. Despucs se celebró otra reunión, a la que concurrleroü el señor Ministro de la Guerra, Jefe de Como es natural suponerlo, los oficiales i soldados a Estado Mayor i jefes de división, i que so prolongó bas­ quienes cupo la mala suerte de quedanso de guarnición, tante. Según mis informas, los altos jefes del eje'rcito chileno, hubieron de resignarse a la órden, cuando sus deseos se ocuparon largamente del plan de batalla, discutiendo eran compartir con sus compañeros los peligros i las glo­ las ventajas e inconvenientes do atacar por el lado do rias do la próxima batalla. Pero el patriotismo todo lo Chorrillos o por el punto en que el coronel Barbosa efec­ domina cn el corazón del chileno, i los que en Lurin quedaron para servir de custodia a nuestros enfermos i a tuó su último reconocimiento. La gran mayoría de los jefes i el señor Ministro de la los depósitos de pertrechos i víveres, se conformaron con Guerra, siempre, según mis informes, opinaban por el su suerte, acallaron sus aspiraciones do morir por la p a­ tria, i miraron partir a sus hermanos de armas con ojos ataque por la Rinconada i valles que siguen en dirección on quo brillaban lágrimas, pero lágrimas del mas puro de al Norte. Pero el Jeneral en Jefe i el coronel Lagos eran los .sentimientos i en que se reflejaba el mas sagrado do de opinión contraria, sosteniendo el .lencral Baquedano los deseos: la victoria para Chile. hasta el último momento la conveniencia do emprender ol ataque por el lado de Chorrillos, i en conformidad al plan que habia concebido. El total disponible de las fuerzas chilenas quo iban a

    XIX.

    íu b o o a k iíil

    's-..

    ’v'.

    to Q..

    to toc c c ■Q O

    Ya en todo el campamento se sabia que la marcha so­ bre Lima se iba a emprender de un momento a otro, rei­ nando en todas partes gran animación, i retratándose en todos los semblantes cierta sonrisa de satisfacción, al ver acercarse el anhelado instante de coronar con nuevas glorias i nuevos laureles esa gran epopeya que se ha lla­ mado la guerra dcl Pacífico i que ha permitido a los hi­ jos de Chile poner tan alta la estrella de su bandera i el nombre santo do su patria.

    emprender la marcha sobre Lima era el siguiente el dia 12 de Enero, según las relaciones pasadas al Estado Ma­ yor Jenera!; Artillería..................... Infantería C aballería

    1,370 hombres, 20,508 „ 1,251 „ '23,129 hombres.

    Que se descomponen en la forma siguiente:

    494

    GU ERRA DEL PA CÍFICO. De manera que ol efectivo de las fuerzas que marcha­ ron sobre Chorrillos era, en números redondos, de 24,000 hombres do las tres armas,

    PRIMERA DIVISION.

    1. * Brigada. Rejimiento 2. ® do línea............ Id. Atacam a.................. . Artillería de M arina...,.............. Batalion Melipilla....................... Rejimiento T alca......................... Id. C olchagua................

    924 hombres. 1,078 377 400 }> 1,0.54 773 ft

    2. * Brigada. Rejimiento 4. ® de línea........... Id. Chacabuco.................. Id. Coquimbo...................

    882 923 891

    íJ tt

    Infantería de l a l . * División.. A rtiliería........................................ Rejimiento do Granaderos ,,,.

    7,302 hombres. 477 462

    Total de la 1. * División...

    8,241 hombres.

    SEGUNDA DIVISION.

    1. * Brigada. Rojimiento Buin........................... Id. E sm eralda................ Id. Chillan........................

    984 hombres. 966 it 1,032

    2 .* Brigada. Rejimiento Lautaro..................... Id. Curicó........................ Batalion Y'ictoria..........................

    1,111 968 569

    Infantería de ia 2.* División... A rtillería......................................... Cazadores a caballo........... ........

    5,030 hombres. 374 V 401 ))

    Total do la 2. * División...

    6,405 hombres.

    }1 »

    TERCERA DIVISION.

    1. * Brigada. Batalion N aval............................. Rejimiento Aconcagua................

    877 hombres. 1,064

    2. * Brigada. Rejimiento Santiago.................... Batalion Búlnes........................... Id. Ykldivia........................ Id. Caupolican................... Rejimiento Concepción...............

    972 479 493 416 665

    V

    ff »

    Infantería do la 3. * División.,. A rtillería........................................ Carabineros do Tungai................

    4,966 hombres. 519 }) 388 1#

    Total do la 3 .* División...

    5,873 hombres.

    RESERVA.

    R ejim ientos.® do lín e a ......... Id. YLdparaiso.................. Id. Z apad o res.................

    1,079 hombres. 828 if 703 »

    Pero a los 23,129 hombres que arroja el cuadro ante­ rior, debemos agregar el Batallón Quillota que se espera­ ba de un momento a otro i que puede estimarse fuerte de 600 plazas, e igual número de enfermos que se han dado de a ta i que, a pesar de sus dolencias, han tomado sus ri­ fles 0 ingresado en sus cuerpos, Sin ombargo, debe obser­ varse quo el Quillota no alcanzó a tomar parte en la ba­ talla de Chorrillos, peleando sí en la de Miraflores,

    La numerosa colonia china que .se encontró en Lnrin i quo fué aumentada con los asiáticos que scguiaii a la Di­ visión Lynch, so habia presentado e domingo .anterior ofrecienc o sus servicios ai Jeneral en Jefe, como nna muestra do su reconocimiento hácia el ejéroito chileno que le.s habia devuelto no solo su perdida libertad, sino quo los habia alimentado i atendido. Los chinos comenzaron desde eso dia a prestar algunos servicios, entre otros el do trasportar enfermos. Desde una hora ántes de la señalada para emprender la marcha se oian por todas partes los toques do clarin i tambor, entusiasta i atronadores vivas a Chile i a los jefes del ejército, i todo aquel mundo se rnovia como impulsa­ do por un resorte. Antes de las 5 P. M., i en medio de un contento jen e­ ral, las tres divisiones se encontraban formadas en su.s campamentos i listas para emprender la marcha sobro las formidables posiciones que ocupaban los enemigo.?. Los relojes de los jefes, que hablan sido reglados por el Jeneral en Jefe, señalaban las 5 cuando comenzó a moverse la 1. * División i a desfilar por el puente de fier­ ro del rio Lurin. El Batallón Ylelipilla, que debia unirse con el Coquimbo, fué el primero en pasar, siguiéndo el 2. ® de linea, Colchagua, Atacama, Talca, la brigada a rti­ llería Gana i la Artillería de Marina, encargada de protejerla. Marchaba en seguida el comandante Novoa con una sección de artillería do campaña que, tomando por el ¡ campamento que ocupaba la 1. * División, dejaba a la izquierda nuestra el puente para atravesar el rio por la caja, un poco al Norte del puente, como a ocho cuadras. El paso do la artillería no era posible por el puente, que habia sufrido algo con el peso ao las primer,a.s cure­ ñas quo lo salvaron. Cerraba la marcha la primera ambulancia a las órdenes dol doctor Arco, i una escuadra de chinos que llevaban la misión de recojer los heridos. Mas o raénos on ol mismo órden desfilaron la 2. * i 3. * División i la reserva, vendo la 1. * por cl camino do la izquierda, quo llamaremos de Lurin a Chorrillos, la 2 .* por el del centro i la 8. * por el de la derecha, como pue­ de verse en el croquis. La ro.?erva iba en pos de la 1. * División. El desfile duró hasta entrada la noche, presenciándolo el Estado Mayor i Cuartel Jeneral. I era un hermoso es­ pectáculo el desfile de oso ejército, cuy.as bayonetas relu­ cían con los últimos rayos del sol. I todos esos soldados marchaban arm a al brazo i a pa­ so de vencedores. I todos esos semblantes tostados por cl sol de los desiertos i la pólvora de los combate.?, los ilu­ minaba una sonrisa indescriptible. 1 todos, oficiales i soldados, iban como al asalto, i la a r­ tillería, arrastrada por fogosos caballos, avanzaba casi al trote, deseosos do medirse cuanto ántes con sus eternos enemigos i vencerlos en sus últimos atrincheramientos. I nadie, al ver este ejército joven, formado ayer, arran­ cado a las tranquilas labores de la agricultura, de la ini dustria, de las artes, por un enemigo que en la oscuridad i en las tinieblas habia fraguado negra traición, aleve golje contra la honra i dignidad de Chile, nadie, digo, le hajria tomado sino por un ejército de veteranos. Obra del santo patriotismo que se anida como en puro nicho en el corazón de todos los chilenos, del rico i del pobre, del jóvon que calza guantes i pisa mullidas alfombras como del hombre que empuña la barreta i riega con su sudor la tierra que siembra,

    CAPITU LO QUINTO,

    U ito iS-,

    YS -'

    V ..

    c . v_.

    lír

    Nw í

    L

    to Cr-

    to C> G C'

    c c c c

    ■C

    Una vez que los cuerpos de !a 1. Brigada cíe la Di­ visión Lyncü, mas arriba nombrados, pasaron el campa­ mento-de la Brigada Amunátegui, situado en el vallo qtic se estiende a la derecha de las ruinas de Pachacamac, so le unieron el 4. ® de línea i el Chaeabuco, continuando to­ dos ju n to s par el camino do Chorrillos en esto órden; Melipilla i Coquimbo, por el ludo do la playa de Con­ chan. Éstos dos cuerpos debian seguir por la orilla del mar, dejando a su derecha las casas de Villa, para caer i sorprender, si era posible, al enemigo por el morro mas avanzado a la izquierda nuestra i on dirección a las la­ gunas i vegas do Villa. Rejimiento 4. ® de línea i Chaeabuco, a la derecha de los anteriores. Ambos rejimientos marchaban en combi­ nación para atacar de frente el morro grande de la izquier­ da, mas al S. E. del Morro Solar, i que ol Coquimbo i Me­ lipilla debian flanquear casi por retaguardia. Rejimientos Atacama i Talca, encargados de apoderar­ se de loa dofj morros dc;l centro. 1 por último, rejimientos 2. ® de linca, i Colchagna, que tenían a su cargo las alturas do mas a la derecha, aoiide la cadena de cerros sufre una gran depresión, para continuar, formando una especie de .semicírculo, hácia el N. E. La marcha continuó sin novedad hasta las 8 P. M., hora en que so dió un corto descauso, pues el camino era mui posado i arenoso. En esta situación llegó un granadero a caballo en ­ viado por el ayudante del Estado Mayor Jeneral, sarjento mayor Florentino Pantoja, tpie de órden dol Jeneral on J efe se habia avanzado con 50 Granaderos para observar loa movimientos de las fuerzas peruanas. Pantoja anunciaba que no a m ucha distancia se distinguia una columna enomiga, probablemente una avanzada, noticia quo repetía con otro propio. .El coronel U rrutia, Jefe de Estado Mayor de la 1. División, se adelantó con su.s ayudantes en la dirección indicada por los granaderos; pero cuando llegó al punto señalado, cl enemigo so habia retirado, sin haber visto de seguro las postas chilena.?.

    495

    hizo alto para dejar que desfilara la División Sotomayor que encontró en esa dirección, en la junción de los dos caminos cerca de una cuesta pedregosa i quo se levanta cn medio do olios. La reserva seguia un poco a la derecha do la í. Di­ visión que debia apoyar por ese co.stado, uniéndola, por decir a.?í, con la 2. Caminó toda la noche hasta las 3 A. M., hora que se hizo alto i acampó en una pequeña planicie detrás do los cerros que dan frento a las alturas fortificadas de San Juan. Miéntras la 2, i 3. m archaban por los senderos del centro i de la derecha, la 1. acampaba a unos 5,000 metros de las posiciones enemigas a las 12 P. M., el Almirante .Riveros so ponia en marcha con el Blanco, Cochrane, ü ’H iy g im i Pilco-mayo en dirección al Morro Solar para protejer las operacione.? do la División Lynch, o mas bien la izquierda do nuestra estensa línea de bata­ lla, manteniéndose frente a la caleta do Chira hasta ol amanecor. El señor Jeneral en Jefe, iVünistro de la Guerra, jene­ rales Maturana i Saavedra, Estado Mayor i Cuartel ífeneral, salieron de San Pedro de Lurin a las 2 A. M., llevan­ do una escolta de 100 Cazadores a caballo al mando del capitán Juvenal Calderón. Marchando por el camino seguido por la reserva, acam­ pamos en las táldas del S. 0. de una cadena de cerros que se levanta fronte a San Juan. Dejemos acampadas ya a la 1. " División, a la Reserva, Estaáo Mayor i Guartol Jeneral, i on marcha todavía la 2. ® i 3, para entrar a dar una idea de la topografía del terreno que iba a servir de escenario al grande i san­ griento drama que en pocos momentos mas iba a des­ arrollarse, para ser el asombro de unos i la admiración de otros.

    El valle de Chorrillos que ao estiende hácia ol N. E. i se en.sancha al Norte regándolo el rio Surco, o mas bien anchos canales que nacen de esto rio, se halla cerrado al Sur por una cadena de-cerros arenosos unos i pedregosos otros, que forman una media luna, uno de cuyos estrornos arranca del Morro Solar, en la costa, i ol otro de un elevado corro al S. E. de San Juan. A esta cadena de cerros i montículos que se destacan al parecer aisladamenie, a causa de las depreciones i abras El Melipilla i el Coquimbo ya no eran visibles a la de la cuchilla, siguen otras alturas sucesivas, en direc­ 1 A. M. para el resto de la división, pues a mas de sopavarlos ción siempre a Chorrillos. Dejando una pampa a la de­ una regular distancia i laa ondulaciones del terreno, la recha, otro cordon de cerros mas elevados so levanta para noche era oscura i el cielo estaba cubierto por espesas cerrar con sus contrafuertes el valle do Lima, done e s e nubes. encuentran Tebes, Valverde, Monterico, La Molina, Men­ Ambos cuerpos pasaban las vegas do Villa ántes de doza, i ma.? al interior Pacayar, Mayorazgo, Monterico amanecer, yendo inm ediata a la playa una guerrilla del Grande i Ate. Melipilla, i dos compañías apoyando la derecha del Co­ En todas estas alturas, los peruanos habian acumulado quimbo por ol lado de Villa, toda clase do obras de defensa, fosos, trincheras, parape­ tos, fortines, artillando todas las eminencias con cañones La División Sotomayor marchaba por el camino dol de diversos calibres i de largo alcance, especialmente medio o Atacongo, con dirección al centro de la línea Parrot, Rodman i algunos M-ihvart de acero. enemiga, donde la cadena de cerros deja una abra para cl j Después de la media luna de cerros que parten del valle de San Juan, S. E. de la inmensa mole que se llama el Morro Solar, La artillería de la división. Brigada J a l ­ m, compuesta se encuentra una angosta faja de terreno dividida on po­ de las baterías San Fuentes, Forreira i voller Banner, trero.?, i mas atrás otra sério mas elevada de cerros que seguia on línea paralela con el Rejimiento Chillan; pero, arrancan también de la costa, i que uno de ellos, el mas a causa de la oscuridad de la noche, las dos filtimas to­ alto, domina por completo la cadena que se eleva mas al maron ma,s a la izquierda i felizmente por un camino Sur, del lado de Luriti, o mas claro el primer cordon de mas recto; pues el otro da un gran rodeo. fortalezas enemigas. Este elevado cerro, cuya cúspide es una empinada cu­ La División Lagos proseguía adelante por la ruta de la chilla, es casi plano, i quo es inacce.?ible por el Sur, i solo derecha i avanzaba sin novedad hasta 12 P. M., en que puede subirse a él por el lado del mar, faldeando al priaPoco después, la 1. ” División proseguía adelante sin incidente digno de notarse, yendo a -300 metros a van­ guardia una guerrilla de! 4. ®, por la izquierda, i otra del 2.® , por la derecha, hasta poco ántes de las 12 P. M,, acampando a una distancia de 5,000 metros, mas o mcno.?, de los primero.? cerros que por eso lado guarnecen a Chor­ rillos.

    496

    GU ERRA D EL PA CÍFICO .

    cipio, no 89 mas que una de las muchas eminencias quo forman el Morro Solar i que, miradas desde el punto mas culminante, presentan el aspecto de una altiplanicie cor­ tada por profundas hondonadas u hoyos, pero que en realidad no son mas que un grupo de contrafuertes que rodean el pico mas alto i están encadenados a él. Esto grupo do corros, que como todos los demas recorrimes en la tarde del combate con el eapitan jeneral señor Eontecilla, era donde los peruanos habian agiómerado sus elementos de resistencia, colocando cañones i ametralladoras en los puntos mas convenientes, levantan­ do fortines i trincheras quo se protejian sucesivamente, sin dejar do aprovechar ninguna ventaja del terreno. Es indudable que esas obras do defensa se habian cons­ truido después de prolijos estudios, combinando el arte de la guerra con los caprichos de la Naturaleza que habia hecho de ese punto una fortaleza verdaderamente inospugnable. Una de las trincheras, la quo mas se avanzaba al mar por el lado de Villa, en el cerro a cuyas faldas comienzan los pajonales i valle do este nombre, partía desde un fortín que miraba al mar i defendido por dos ametralla­ doras Nordenfclt, i siguiendo las ondulaciones de la cima llegaba hasta otro cerro en que se ven las ruinas do una antigua población i un cementerio indíjeita. Este último cerro venia a ser una especie de escalón dol gran cerro de que he hablado mas arriba i que domi­ naba las primeras séries de fortificaciones en forma de media luna. Descendiendo este escalón, se llegaba a un angosto ca­ llejón que conduce a la población de Chorrillos por los faldeos del Morro Solar, i que por el lado opuesto cierra en toda su estension una tapia do adobones paralela a un ancho canal. Esta tapia habia .sido aprovechada como trinchera, i por Dios quo era una escelente obra do defensa, desdo que no era posible tomarla de írente sino por su flanco izquierdo. De esto canal i tapia se es tiende para el N, E. un angosto valle dividido en potreros i que va a juntarse con las llanuras de San Juan, cerrando todo esto por el lado de Lurin ol semicírculo de los primeros cerros i fortifica­ ciones ocupadas por ol enemigo. Donde comienza el callejón que conduce a Chorrillos, parte, formando un ángulo, un angosto camino que, fal­ deando algunos morros, conduce a las casas do Yu la. Para ser mas breve i mas claro, diré que en pos de la media luna de cerros, venia un valle, enseguida otro cordon de alturas i otro i otro, de tal modo que la,s abras de la primera série eran cubiertas por los morro,s de 1» se­ gunda i así sucesivamente hasta ontrar al valle de Chor­ rillos. Por el lado del mar no habia solución do continuidad. La enorme masa del Morro Solar levantaba sus escarpa­ dos farellones, i erguia sus conos formidables .asomando las negras bocas de sus cañones.

    guiente carta que pudimos proporcionarnos ¡ poseemos orijinal; "Señora doña María Anchorena.—Arequipa, Enero 8 de 1881.—Querida hermana: Hemos entrado al año nuovo do 1881 con la misma guerra de Chilo que asóla nuestro territorio i rodeados do as mism.is calamidades que aquejaban nuestra desgraciada patria, aunque éstas ya ménos rigorosas i aquélla corriendo a su término, pareco do un modo favorable a nuestra causa. En efecto: al presento las fortificaciones do Lima i el Callao, el ejército activo i de reserva de la capital i la aglomeración do toda clase de elementos bélicos de ata­ que i de defensa, es mui superior al ojército chileno inva' sor que tiene a sus puertas; todas las posibilidades do triunfo están por nosotros i solo nna desgraciada fatali­ dad do maldición de la Providencia nos haria perder. El tiempo de la prueba está mui cerca, Lcrocrnos que a finos do ésto, o a principios del entrante, será la función decisi­ va do Lima. En cnanto a nuestro ejército del Sur, se halla ya bien organizado i consta de 8,000 i tantos hombros, debiendo tener 10,000 a fines de esto mes; sus elementos de acción i movilidad se trabajan en ésta diariam ente con una acti­ vidad inconcebible, i no dudamos qno en su oportunidad, sabrá dejar su nombre bien puesto, que presumo no esta­ rá mui léjos despucs de la batalla do Lima. Dios quiera bendecir nuestras armas eu la defensa de la justicia al tra ­ vés de tantos esfuerzos. En ol vapor anterior llegó el nuovo obispo de Arequi­ pa doctor Huertas, su recepción fué suntuosa i mui cor­ dial i cesó la viudez de la diócesis del Misti. H asta ahora no hai sino combates parciales de. las avanzadas chilenas con nuestras montoneras, los mas fa­ vorables a nosotros; ellos van acercándose de Chilca a Li­ ma; el próximo vapor nos comunicará algo mas, si aqué­ llos permiten cl curso de la comunicación; pues se asegura que desde este corroo la cortan; a lo ménos creo qne aun­ que no las reciba de la capital, no dejaré de recibirlas de tí por la via de Chala i tener el placer de ver tus letras. Deseándote un nuevo año tranquilo i feliz, te asegura nue­ vamente su invariable afecto tu obsecuente hermano i se­ guro servidor.—/ . D. Anchorm a." Ahora, para dar una lijera idea do cómo estaban arti­ lladas todas esas cumbres, diremos que solo en el Morro de Chorrillos, propiamente dicho, es decir, el que domina el pueblo por el lado del mar, so tomaron los siguientes cañones; 2 Parrot de a 70. 1 Obús de bronce de 12 centímetros. 1 Rodman de a 300, 1 YYmlwart de acero, do los que tenia la Union, i segiin entendemos llamado ol Mal criado, 1 Ametralladora bávara. En otro de los fuertes, el rnas avanzado hácia Y^illa, se tomaron 2 ametralladoras, 2 cañones ingleses de fierro, i .5 cañones do bronce, imitación Krupp, mui bien traba­ jados en la fundición de Piedra Lisa, i que tenian esta inscripción; “Ju an Griovo.—L im a—1880.” Por estas dos muestras puedo formarse una. idea de có­ mo estaba defendida esa sério de fortificaciones levanta­ das a toda costa. Agregúese a esto las dificultades del terreno en su m a­ yor parte arenoso, lo escarpado de los cerro.?, las defensas naturales, las bombas esplosivas de que estaba sembradotodo el campo de batalla i que estallaban a cada segundo bajo las plantas de nuestros soldados i las patas de nues­ tros caballos, el fuego mortífero de artillería, am etrallado­ ras i rifles, que do mampuesto hacia el enemigo oculto tras sus fosos i trinchoras, i véase si no tenian razón los poníanos para creerse invencibles.

    Í jO repetimos, los peruanos habian trabajado con tesón inquebrantable para convertir todas esas alturas en otras tantas cindadelas inespugnables, i a ia verdad que lo ha­ bian conseguido i con mucho. El Dictador Piéroia, que dirijia personalmente e,sas obras durante el dia i la nocho. ha manifestado que esta­ ba dispuesto a defender a Lima por todos los medios i a hacer pagar caro a les chilenos su entrada a la Ciudad de los Yhreyes. Nada habia omitido, i cuantos han recorrido el campo de batalla i sus atrincheramientos i fortificacio­ nes no han podido ménos do quedar sorprendidos del em­ puje i arrojo quo se han necesitado para desalojar a los peruanos de sus formidables posiciones. I razón tenian los peruanos para creerse allí invenci­ bles, como también lo creian los estranjeros que desde Lima i el Callao habian ido a visitar esas fortificaciones. Que entro los peruanos habia la convicción de que los Con esta lijera idea del terreno on que iban a obrar chilenos serian vencidos i deshechos, lo manifiesta la si- nuestras fuerzas, do las posiciones dol enemigo, de bu .?

    CAPÍTULO QUINTO. fortificaciones, artillería i obras de defensa, volvamos aho­ ra al punto en que dejamos a las diversas divisiones del ejercito chileno, listas ya para entrar en la lid.

    L.A BAT.4[,f..A,

    A las 3.30 A. ,M. del 13, i en medio do !:i oscuridad quo aun hacia mas densa una espesa camanchaca, el coronel Lynch, conforme a las instrncciones del Jeneral en Jefo, 3onia en movimiento su división, desplegando cn batalla os rejimientos, en perfecto órdon i a marcha forzada para estrechar la distancia que le separaba de las fortificacio­ nes peruanas, que se destacaban como grandes masas ne­ gras en cl horizonte. En las filas reinaba un silencio profundo, percibiéndose solo el ruido de las pisadas cadenciosas de nuestros sol­ dados .sobre la posada arena. La división marchaba en este órden, principiando por la izquierda nuestra o lado del mar; El 2. ® batallón del 4. ® con el 2. ® del Chaeabuco desplegados en guerrilla, formaban la 1.®® linca a poco mas de 100 metros a vanguardia de los primeros batallo­ nes (le dichos rejimientos, que componían la segunda línea. El Rejiraiento Atacama, a la derecha de los anteriores, avanzaba en batalla, .seguido a 100 metros a retaguardia por el Talca. El 2. ® do línea, seguido dcl Colchagna, formaban el ala derecha de la División Lynch, (¡uo al avanzar siguien­ do ias ondulaciones i quebraduras del terreno, semejaba una colosal serpiente cuyos anillos se arrastraban acom­ pasada i .silenciosamente. Del Coquimbo i del Melipilla nada podia (li.sr.inguir.se; pites, como debe recordarse, marchaban por la playa i los ocultaban a nuestra vista los ccrro.s i lomajes de Villa. La artillería de la 1. " División, al mando del sarjento mayor Gana, habia tomado sus po.siciones en una pequelia planicie a poco mas de 1.500 metros de las alturas ocupadas por el enemigo. La artillería de campaña de la reserva, quo mandaba el comandante Novoa i a laa órde­ nes inmediatas del coronel Yelazqnez, .so habia colocado a las 4 A. M. en los faldeos do nn cerro do dondo podia oblicuar sus magníficos Kvunp bácia la derecha. Por otra parte, i casi a la misma hora, el comandanto Wood con su rejimiento tomaba tosicione.s convenientes frente a los tres morros que ocultan a San Juan i que venian a ser la izquierda del enemigo, i laa baterías de m ontaña Keller i Ferreira, que se liabian adelantado a la brigada Jarpa, ocupaban también escelentes posiciones para ofender a los peruanos.

    L. L f

    497

    Uno de los puntos principales dcl plan do batalla del señor Jencral en Jefe, era atacar simuliánearnente con las tres divisione,? la línea enemiga, sorprendiéndola, si era posible, ántes de de.spertar la aurora. La División Lynch atacaría el ala derecha de los pe­ ruanos protejida por la re.serva, mandada por el coman­ dante Martinez, que vendría a quedar entre el ala derecha de la I, i la izquierda de la 2. Esta, apoyada en su derecha por una parto de la Divi­ sión Lagos, atacaría el ala izquierda, mientras que el resto do la 3. obrarla por el flanco izquierdo de los peruanos. Do esta manera, una vez forzada la línoa ene­ miga por CSC lado, dondo tenia acumulada.? ménos fuer­ zas, quedaría ílanqneada i envuelta, obligándola a recon­ centrarse hácia el mar i cortándole toda retirada por el N .E . Pero este plan no pudo llevar.se a efecto cn todas sus parles por varia.? circunstancias, siendo la primera do ella la de que no fué ¡losible emprender cl ataque sor­ prendiendo al enemigo en sus guaridas. La causa de esto fue lo siguiente: Un sirviente de las ambulancia.? i una mujer de oríjen peruano, que no se sabe por qué razón seguia al ejército, i se cstraviaron—ignoro si do inten to —durante ¡a marcha i cayeron cn poder de nna avanzada enemiga. Allí decla­ raron quo nuestro ejército se aprestaba para atacar a los peruano.? ántes de rayar el día, dando detalles sobre nues­ tras fuerza.?, armamento i dásposicioncs para el combate. En consecuencia, la sorpresa no era ya posible. El ene­ migo estaba cn guardia. El hecho de quo los fioruanos tomaron a una mujer i a un hombre que iban con nuestro ejército, os un hecho comprobado, especialmente en lo quo rc.?pccta a la m u­ jer, que no so la volvió a ver cn ninguno de los campa­ mentos. A mas, varios oficiales peruanos de los prisioneros to­ mados cn Miraflores, nos dijeron que sabían el .avance de nuostraa tropas por una mujer i un soldado quese hablan estraviado en ¡a marcha i caido en poder de una avan­ zada, i que desde ose momento esperaban el ataque. En Lima mismo se nos confirmó esta noticia. Ho creido conveniente entrar en este detalle, porque, aunque parece pueril a primera vista, lo considero de importancia uo poca.

    En cuanto a la simultaneidad en el ataque, causas aje­ nas a la voluntad dél Jeneral en Jefe i jefes do división no permitieron que ae llev.ara a efecto. La espesa camanchaea que no permitía distinguir el terreno, las dificulta­ des infinitas del camino, hicieron que la 2. División se interpolara con la 3. " i que no llegaran al punto de.signadoen cl instante preciso i on conformidad con las disposi­ ciones del Jeneral cn Jefe. Son las 4.15 A. M. Mi(jntras el Coquimbo i el MclipiPero si sc conjuraron la delación de una mujer, la os­ 11a siguen su marcha por las vegas de YúHa, el resto de la | curidad de la noche i los infernales desfiladeros que de­ División Lynch avanza en medio de la oscuridad, la artibian recorrerse, para hacer abortar esas dificultades, nada Hería toma sus posicione,?, i la cab.alleria queda lista fue capaz de enfriar ei ardimiento de nuestro ejército. I para acudir donde sea nece.sar¡o; la 2. i la 3. ” prosi­ miéntras mayores dificultades i peligros habria que ven­ guen su fatigosa marcha, i la re.serva se pono sobre las armas, formada en columnas, a retaguardia i por el ala cer, mayor seria el arrojo, el ímpetu, el entu.siasmo des­ plegado por los jefes, oficiales i soldados chileno.?. derecha de la 1. División,

    G-. V ./

    Vi

    W

    'w C c

    o o G

    Las tinieblas do la noche cubrian todavía con su negro El Jeneral en Jefe, Estado Mayor, Ministro do la Guer­ manto el horizonte brumoso, de.stacándose apénas laa ra, Cuartel Jeneral i ayudantes, con sus caballos a la bri­ enormes i prolongadas masas do cerros quo servían de da, aguardan el momento en que debo principiar la ac­ I guarida a los peruanos. ción. Todo el ejército chileno estaba sobre las armas, o ha­ Los corazones laten con fuerza. No de miedo, vive Dios! ciendo las últimas etapas de su marcha, o avanzando sisino por esa ansiedad natural en los momentos tan so­ ilüsamente sobre laa fortificaciones qne debian tomar a lemnes en que so van a librar a los azares do una batalla a bayoneta. los destinos de la patria. Sin embargo, la fe en el triunfo, El Blanco i el Cochrane, la O 'Jíiggins i la PUcomayo la seguridad cn la victoria, ior mucha sangre que cueste, i aguantaban sobre sus máquinas en las aguas de Chira, al es inquebrantable en todos os ánimos. S. 0. del Morro Solar, dispuestos para protejer con sii.s fuegos las operaciones de nuestra ala izquierda mandada T omo i v .— 63

    498

    G U ERRA UÍIL PA CÍFICO .

    por el coronel Lynch. La lancha a vapor del buque almi­ Ya no eran dos líneas las que marchaban. Roto el fuerante, con su am etralladora a proa, se había destacado de ¡0 por los peruanos, la .segimcfa línea del ala izquierda ehílos costados del Blanco. ena, formada por los primeros batallones del Chacabuco Una témio i blanquecina luz empañada por la neblina i 4. ® do línea, no pudo contenerse i formó una sola con habia comenzado a difundirse por el espacio, cuando do la primera, prorumpiendo en un solo grito, su solo himno improviso so siente una descarga cerrada de fusilería, se­ de combato, su sola divisa: ¡V iva Chile! guida de un nutrido fuego graneado, i comenzó a tronar Encontrábanse a media falda del morro que asaltaban. el cañón. I seguían bajo una bóveda do balas, ardiente la mira­ El enemigo habia roto sus fuegos en toda la línea, con- da, sereno el pulso, anhelante la respiración, haciendo centrá-ndolos contra la División Lynch que, avanzando fuego en avance, miéntras la m etralla enemiga clareaba en ol órden ya indicado, so encontraba en una ondulación sus filas. del terreno, pesada i arenosa, i al pié del cordon de cerros Pero ¿qué seria capaz de contenerlos? qué barrera po­ que debia atacar, a una di.staucia de unos 800 metros de dia ser obstáculo a su noble i patriótico arranque?. las fortificaciones. Eran las 5 A. M,, en los relojes del Cuartel Jeneral i El Atacama, el lejendario cuerpo, repre.sentanto de la Estado Mayor que de antemano so habian comparado i rica i trabajadora provincia de su nombre, a quien tantas reglado con el del Jonerat en Jofe. glorias ha dado, i su hermano en laureles i peligros, el La 1. * División continuaba avanzando sin disparar novicio i denodado Talca—hermosa ofrenda de la ciudad un tiro. regada por la sangre de los Spano i los Garnero, que en­ Los cerros ocup.ados por los peruanos parecían ilumi­ vió a defender la honra i los derechos del país a sus hi­ nados por un cordon de luces movidas a impulsos dcl jos predilectos—el Atacama i el Talca, con empeñoso viento. Era la línea de infantería enemiga que dirijia a la iGSOii, subían a su vez por im suelo arenoso on que los División Lynch un compacto fuego graneado con sus soldados perdían lo.? piés i apénas podian avanzar con Peabody do largo alcance, cuyos proyectiles atravesaban desesperante lentitud, recibiendo los fuegos de flanco de silbando el espacio en todas direcciones, miéntras los ca­ un morro de la izquierda que diezmaba al 2. ® Batalion ñones i ametraliadoras vomitaban una lluvia de balas i Atacama, que inmcdiatamento contestó sin dejar do granada.? cuyas esplosiones se confundían con las bombas marchar. automáticas quo cubrían todo ol campo, i reventaban a Aquello era un cuadro quo asombraba por su grande­ cada instanto i bajo las plantas de los nuestros. za.—Unos cuantos hombres luchando contra la N atura­ leza que les era hostil, contra cl plomo quo vomitaban mil Apénas se dejó oir la primera descarga i una cinta do i mil bocas de fuego, i que nada arredraba, que nada hacia fuego bordaba la cima dol largo cordon de morros en que volver caras. Oficiales i soldados se miraban con ojos cen­ se hallaba atrincherado ol enemigo; el Jeneral en Jefe, je- ' telleantes, como dándose mútuo aliento, i dirijiendo la neralcs M aturana i Saavedra, Ministro de la Guerra, se­ vista hácia ia escarpada cima desdo donde oculto ei, ñor Altamirano, todo el Cuartel Jeneral i Estado Jíayor enemigo sembraba en sus filas ia muerte, jam ás el miedo. Al ini.srno tiempo que el 2. ® Batallón Atacama hacia avanzaron a todo escape, situándose en la laida de im cer­ su primera descarga a inedia falda del cerro, el 2. ® Ba­ ro, frente a la derecha de la División Lynch, i al lado de una batería do artillería quo en eso mismo momento tallón del Talca marchaba al troto n, enfilarse con aquél rompia sus fuegos contra e fuerte que se destacaba a la para confundir sus fuegos contra el enemigo. En ese mismo momento, el soguotlo jefe del Talca, te­ derecha del abra quo separa la primera série do cerros de niente coronel Cárlos -Silva Renard, que habia abando­ la izquierda de la que seguia a la derecha nuestra, i dosde nado su caballo que lo servia mas bien do obstáculo, i cuyo fuerte .se enfilaba por el flanco derecho al 2. ® de marchaba al frente del 2® Batalion, cayó mortalmente línea.i al Colchagua, a la derecha de la linca de batalla de herido. l a l . * División. Minutos DDas tarde, rompia también sus fuegos el cerro Algunas de las granadas enemigas caían también mui situado a la derecha del Talca,fuego.? contestados al p u n ­ cerca del Cuartel Jeneral i de la batería do artillería. to por el ler. Batallón del Atacama, miéntras el ler. Ba­ La 1. * División avanzaba trepando las em ¡¡nadas fal­ tallón dcl Talca avanzaba para colocarse on línea de ba­ das de los cerros i recibiendo un diluvio de ba as i m etra­ lla. Nada era capaz do detener cl empuje de les nuestros: talla con aquél i emprender juntos la difícil ascensión del ni la barrera do fuego que se intcrponia a su pa.?o, ni el morro que es habia cabido eu suerte, i quo era mui .su­ cansancio i este.iniacion consiguiente a una marcha por perior en elevación al de la izquierda. medanales i quebradas i a una ascensión abrumadora, ni los estragos que los proyectiles hacian en nuestras filas que iban dejando atrás, no los rezagados por el miedo o la fatiga, sino los rezagados por la muerte qne los encontra­ ba arma al brazo i en primera linca. Nada los detenia: marchaban impávidos i serenos, acortando poco a poco la distancia que les separaba do sus contendores i aguardan­ do la órden de; Fuego! Por fin, después de e.?trechar la distancia que los sepa­ raba del enemigo hasta reducirla a 600 metros, los bravos del 4. ® i del Chacabuco, que hsbian conseguido sobrepa­ sar a sus compañeros de ¡a derecha, i adelantaban, como ellos, llevando por único bahiarto a sus pechos descubier­ tos contra las balas enemiga.?, sn valor i su acendrado amor a la patria; por lin las dos grandes guerrillas de esos cuerpos reciben la órden de fuego! i nna descarga cerrada sirve de preludio a la inmensa i terrible sinfonía del com­ bate. Tras la descarga, vino un fuego graneado, un redoble nunca interrum pido do fusilería, trepando esos soldados, u o y a al paso sino al trote, con un ím petu indescriptible.

    Dada ¡a topografía del terreno, sus dificultades i las encenadas que formaban los corros, uo era posible que la línea de batalla avanzara en linca recta; tenia que seguir las ondulaciones del suelo, atrasarse o adelantarse según las dificultades que tenia que vencer. El ala izquierda—4.® de línea i Chacabuco—se en­ contraba a tiro do pistola del enemigo, cuando el Atacaraa i cl Talca habian pasado la m itad de la distancia que lo.? separaba de los atrincheramientos enemigos. El 2. ® de línea, con su estandarte desplegado i ben­ decido tres dias ántes, se encontraba a la misma altura del ala izquierda juntam onto con el Colchagua, frente a las fortificaciones dei cerro de que debian apoderarse. Son ias 5.3-5 A. M. El enemigo amaina por un instante sus fuegos que parecen reconcentrarse hácia el Morro Solar, i en .seguida hácia la eminencia mas encumbrada de ese lado. Pero mui luego, talvez cuerpos do refresco, recrudecen el fuego cii toda la línea, i su artillería no ce­ sa do funcionar a la derecha, a la izquierda, al centfo, de todas las cumbres, de todas las alturas.

    C APÍTU LO QUINTO.

    Ya no es una línea, nna cinta de lucos la qne orla los cerros; son dos lajas de fuego, una en la cúspide, la otra a poco mas do media talda; la una de los peruanos, la segunda do los cliilenos que avanzan i avanzan. I la distancia qne sep;iran a arabas fajas se acorta, disminuyo lentamente, pero en breve van a confundirse. N uestra artillería, colocada en las escelentes posiciones que de antemano habia ocupado, no cosa un momento de funcionar i dirijir sus certeras punterías en todas direc­ ciones contra su rival. Por un lado el comandante Cárlos Wood hacia verda­ deros prodijios con sus cañones contra los fuertes de la izquierda enemiga; las baterías Kellar i Pereira operaban cou acierto por ol centro; poco mas a nuestra izquierda, la de campaña que pre.sidia el Comandante Jeneral dol arma, coronel Volazqiiez, dirijia sus fuegos oblicuos on todas direcciones, especialmente hácia la izquierda, i la Brigada Gana de la 1. División colocaba sus proyectiles on las mism,as trincheras enemigas, sembrando como sus hermanas la desolación i la muerte.

    l..

    to -

    to. i

    W

    L.. Q-

    to c

    to í

    to w

    :G 'O

    499

    nas so hablan apoderado .de aquella fortaleza a sangro i fuego, cubriendo con tapiz de cadáveres enemigos el piso i la.s trincheras de ese reducto. El 4. ® i el Chaeabuco hacian flamear en el primer fuerto de la izquierda, defendido por ancha trinchera i por odio cañones Grieve i dos ametrallador.'is, el victorio­ so pabellón nacional al grito siempre de /Uiyít Chile! El 4. ® i el Cbacabuno hablan coronado uno de los fuertes que habian tomado a la b.ayoneta i as:\llado sus trincheras que formaban un ángulo háci;v nuestro lado; pero se encontraban al frente de otra línea de reductos qne dominaban al que ellos ocupaban i -ilesde el cual el cnomigo comenzó a hacerles un nutrido fuego de artille­ ría i fusilería, Sc empeñaba ahí un nuevo combate, tan terrible, tan sangriento como el primero,

    Atacama i Talca, Colchagna i 2.® de línea, apoyados 3or la Artillería de Mariiia,"pugnaban a su vez i rivaliza,ian en ardor para apoderarse do las alturas que tenían a su frente. Los dos primeros, aguijoneados por su propio valor i estimulados por sus jefes i oficiales, que eran los primeros Hasta aquí .solo peleaba con iiidescviptiblo arrojo la j en dar grandes ejemplos de arrojo i denuedo a sus solda­ División Lynch, soportando los fuegos dcl grueso del i do.?, activaban su avance. ejército peruano. Desalojado el enemigo dcl morro do la izquierda por loa La reai.stcneia del enemigo era tenaz, formidable; sus esfuerzos combinados del 4. ® i del Ciiacabnco,el Atacama disparos, léjos de disminuir, arreciaban cada vez mas. i el Talca, animados por sus jefes respectivos, comandan­ Tardaba que la 1. División coronara las alturas: tarda­ te .Dublé .Almeida i Urízar Gárllas, de.spues de un corto ba quo la División Sotomayor entrara a su turno. descanso para recobrar aliento i reunir e! ala izquierda La reserva, quo estaba a la vista, so ponia en movimien­ del Talca; a fin de guiarlo hácia la retaguardia del morro to desde su posición primitiva para acudir al primer (¡ue atacaba la derecha de los .segundos batal lone.? de ámbos llamado. rejimientos, allí, eu medio del fuego encontrado de dicho Los ayudantes de campo del Cuartel Joneral i Estado morro, que defendia su retaguardia, i de las fortificaciones Mayor se cruzan en diversas direcciones. Era necesario colocadas a la espalda del cerro ya tornado, so reunió el liacer que entrara cl resto del ejército. ala iz(¡uierda para e.?ca!ar la altura. Nuestros artilleros dejan las alturas quo habian toma­ En oste punto cajrá herido por nna hala el caballo que do i avanzan por los di.stintos puntos de la línea a colo­ montaba e sarjento mayor Alojandro Cruz Vergara, i él carse on nuevas posiciones desde donde poder ofender mismo recibió otra en el brazo derecho, que felizmente eon mayor acierto aun al enemigo, sin inquietarse por la solo lo ocasiomí una contusión. Allí también fué herido, granizada de balas que hasta ellos llega i hace bajas en aunque levemente, el capitán Eernamlo Parot. sus fdas. Miéntras tanto los primeros batallones del Atacama i Talca continuaban su difícil ascensión por la vanguardia Son las 5.50 A. M, del referido moiro, bajo un diluvio de balas que producía La batería de campaña, dirijida por ’cl sarjento mayor muchas bajas en nuestra tropa, cayendo herido de grave­ Abel Goraez i mandada por el capítan Guillermo 2, ° dad on ámbas piernas el subteniente Cárlos M. Fernan­ Nieto, que habia ocupado im cerro al frente dei de San dez, del Talca, el capitán Kcmijio Barrientos i otros ofi­ Juan, juntam ente con la del capilan José Manuel ü rtú zar (la de los caballos tordillos), seguia haciendo sns dis­ ciales de! Atacama. Los o.standartes de ámbos rejimientos unidos, llevados paros que comenzaron 10 minutos, después de abiertos los por sus respectivos abanderado.?, subian en primera linea fuegos do fusilería. infundiendo estraordinario valor en los soldados qne soLa posición ocupada por esta,? dos baterías estaba sem­ guian sus ondulaciones con ávidos ojos. brada do bomba.? esplosivas, pero con mayor profiusion Pero la empresa de coronar el cerro era empresa eriza­ que las demas, i las esplo.sione.? tenian lugar de segundo da do diíicultade.s, de peligros, era marchar contra un im­ en segundo, ocasionando algunos contusos. petuoso torrente de plomo i fuego. De improviso se sienten disparos de artillería por Son la.? C A. M. i ya s-3 distinguen mejor los objetos. nuestra derecha, Ks la 2. ^ División quo, oyendo el tiro­ El 2. ® de línea i el Colchagna, derecha do la 1. Di­ teo, salva al trote la distancia que la separa del lugar del combate, i au artillería, mandada por el mayor Jarpa, que visión, han salvado ya la falda del tercer morro, i a corta so habia adelantado a tomar posiciones" convoníenLo.?, distancia de la trinchera.? enemig.as, tocan calacuerda i se abalanzan impctuo-samentc cargando a la bayoneta. Sal­ aunque a. tiro de rifle del enemigo. Talvez miéstra 1. División sintió la aproximación de tan las trincheras, el soldado Josó Manuel Oñate, el pri­ la 2. , pues con nuevos bríos, con inquebrantable auda­ mero de todosj i clavan la bandera tricolor ai mismo tiem ­ po que so deja sentir un gran estampido i una luz rojiza, cia activó .su avance. .El fuego del enemigo arreciaba con un crescendo for­ como la del primer fuerte, ilumina e! espacio como un fuego de Bengala. midable. A'a tenemos en nuestro poder dos do ¡os principales Una inmensa i roja llamarada iluminó de improviso la fuertes dcl enemigo; pero éste no es sino el prólogo del cima del morro (¡ue as-aliaban el 4. ® i el Chaciibuco. 1 síuigrierito drama. Quedaba todavía, lo principal. ¿Era acaso uno de esos polvorazos que con tanto arto preparan los peruanos? ¿Eva alguna señal convenida, sea para pedir refuerzos, sea para hacer volar inmensa mina I Al mismo tiempo quo ol 2. ® i ol Colcha ma son due­ que sepultara a nuestros arrojados soldados? ños dol fuerte, se rompe por la izquierda del enemigo un .Era mas que eso; era la señal do que las fuerzas chile­ nutrido fuego de rifle i canon.

    500

    G U ERRA D EL PA CÍFICO .

    La 2. * División entraba en combate, quo al desembo­ hasta entonces, ignorándose qué suerte les habria cabido car por una especie de portezuelo hácia los trés morros en su arriesgada i difícil empresa. quo resguarda a San Juan, halda recibido como salu­ Después supimos que ia bandera la hacia flamear el co­ do una granada que caia eu la últim a mitad dcl Chillan, m andante Balmaceda del Melipilla. obligándola a dispersarse, Fero, la serenidad i acertadas disposiciones de los jefes hicieron que todo el cuerpo se Como estos dos cuerpos iban eu breve a unir.se al resto dispersara en guerrilla. de la División Lynch para proseguir en la titánica em­ La batería mandada por el eapitan Eduardo Sanfuen­ presa de arrebatar a la bayoneta las séries de fortificacio­ tes, la única do que en esos momento.s disponía el mayor nes enemigas que formaban lo quo llamaremos el grupo Jarpa. se desplegaba sobre las primeras alturas. Después del Morro, digamos algo sobro la manera , cómo habian de dos tiros (los miamos que so oyeron cuando ya el 4. ® cumplido sn difícil comisión. i el Chacabuco coronaban e! primer morro) para medir la Siguiendo las instrucciones del coronel Lynch, ámbos distancia, que re.sulid de 1,800 metros, so mandó hacer cuerpos siguieron su marcha por la playa de Conchan, a fuego por baterías, el que se ejecutó por la compañía Sau- las órdenes del comandante dei Coquimbo, teniente coro­ fuentes i la de Keller, quo en ese momento se reunia con nel-Jo,sé María 2. ® Soto, sin apartarse de las orillas del su compañía, a fin do protejer el avance de la Brigada mar, cuyas olas se rompian bajo las plantas de esos bravos. Gana compuesta de los rejimientos Buin, Esmeralda i Chillan, que debian atacar los tres morros que tenian al Desde que llegaron a la altura do YTlla,. cuyas casas defronte. Un morro olevadísimo que constiUiia el último fuerte ^aron a la derecha i .se internaron por las vegas, marchade la estrema izquierda del enemigo, habia sido encomen­ jan, por decir así, en asecho a fin do no ser sorprendidos dado al Lautaro i al Curicó, quedando de reserva él \uc- por las avanzadas peruanas i tom ar de improviso al eneI migo por su flanco izquierdo i, si posible era, por su retatovia para ir en su ausilio a la primera señal. En ese momento, 6.10, el fuego era jenera!, sostenido i i guardia. vivísimo en toda la estension de ia linca que abarcaba j Una vez cerca de la bahía de Chira, cuatro compañías una distancia de mas de dos leguas, confundiéndose el I dcl Melipilla i un batalion dei Coquimbo se dirijieron estampido del cañón con el estruendo de las bombas es- por un angosto sendero hácia una ensenada vecina donde so habian percibido dos fortines quo por eso camino po­ plosivas que no cesaban de estalflir a cada segundo. dian tomarse poV la retaguardia. Las otras dos compañías del Yíelípilla, desplegadas en So habia empeñado la batalla contra toda la primera guerrilla sobre la'derecha del resto del Coquimbo por el fila de fortificaciones. Pero entre la 1.* i 2.* División lado de las vegas de Villa, comenzaron a subir la agria i' quedaba como un claro. De llenarlo i reforzar los estre­ empinada fnlda del primer cerro. La ascensión era peno­ mos centrales do una i otra se encargó la reserva. sísima, teniendo los soldados que hacer uso de sus y ata­ Los rejimientos 3. ® de línea. Zapadores i Valparaiso ganes, que clavaban en el suelo i entre los riscos, para no ue la componen, a las órdones del comandante Arísti- rodar por aquella pendiente cortada a pico. es Martinez, se adelantaron, arma al brazo, por la angos­ Inmediaiaraento que ia sección quo habia marchado a ta llanura que precede por el S. 0. los faldeos de los cer­ la caleta vecina llegó al punto de su destino, so encontró ros ocupados por los peruanos. efectivamente con dos fuertes en forma de media luna; El 3. ® m archaba diagonalmente, desplegado todo en pero estos se hallaban abandonados i sin cañones. guerrilla, por los faldeos de la izquierda, mientras el Val­ Retrocedieron cntóncc.? para unirse con el resto i tomar paraíso seguia a la derecha en co umna cerrada por com­ las alturas. pañía, avanzando luego en batalla ai paso de trote i ar­ Como a la mitad de la pendiente, el enemigo, que hasta mas a discreción, i Zapadores ocupaba el centro en órdon cntónces no habia visto a los nuestros, rompió con un n u ­ disperso i un poco a retaguardia de sus compañeros. trido fuego que no consiguió detener a nuestras guerrillas. Todos ios movimientos de estos tres cuerpos eran eje­ El Coquimbo seguia haciendo fuego en avance prolejido cutados con lal unidad i sangre fria como si no se encon­ Jor el Ylclipilla, i después de una marcha penosí.sima llegatraran al frente del enemigo que les menudeaba sus pro­ jan hasta la trinchera enemiga, ahuyentando a sus defen­ yectiles Peabody, sino evolucionando en un campo do sores, que fueron rechazados sucesivamente hasta un maniobras. morro desdo donde se hacia un compacto fuego de ame­ tralladora i cañón. Los valientes del Coquimbo i del Melipilla eran blanco El ataque emprendido en esta forma i en tan estensa línea, no permitía abarcar con la vista la marcha i proe­ ahí do los disparos enemigos que diezmaban sus filas. E n­ zas de los distintos cuerpos que peleaban con igual arrojo, tóneos se replegaron a las primeras trincheras tomadas con ol mismo ímpetu. que les sirvieron de defensa, al mismo tiempo que num e­ I para hacer que nuestra verídica narración, aunque rosas fuerza.? aparecían en el cordon del cerro. mui pálida i desteñida, tonga mayor hilacioii i bosqueje I Tanto por ser imposible atravesar un desfiladero, único mejor esa gran epopeya ilatnada la batalla de Chorrillo.?, ' paso para llegar a otro morro coronado por fuerzas pe­ seguiremos a los cuerpos a medida que avancen, dejando ruanas, como por la inmensa superioridad del enemigo jara mas adelante la tarea de entrar a referir algunos de que teuian al frente, se mantuvieron haciendo fuego eu la os infinitos i gloriosos episodios de esta inmortal jornada, posición ántes indicada. que podriau interrum pir el hilo de mi relación.

    1

    El 4 ® de iínca i el Ghacabuco se habian apoderado, como he dicho, del primer fuerte de la derecha enemiga, rompiendo sus fuegos a 100 metros do distancia.' A mismo tiempo se vió quo una eminencia vecina era coronada por un cordon de tropas a cuyo centro m archa­ ba un jinete llevando en la diestra una gran bandera, que rnui luego, al desplegarla el viento, pudo verse que ei'a una bandera chilena, i que poco de.spucs desaparecía a nuestra vista. No habia duda. Debian ser el Coquimbo i el Melipilla los que encimaban eso cerro, i de quienes nada se sabia

    El tiroteo era cada vez mas récio; los peruanos defendian cou porfiada resistencia i sin cejar ni desmayar un momento sus magníficas fortificaciones. El 4, ® de línea i el Chacabuco por la izquierda, el 2. ® i el Colchagua por la derecha do a 1. * División, que se habian apoderado de los fuertes estremos, volvían a co­ menzar la lucha, i, por docir así, a principiar de nuevo, pues a su frente tenian posiciones aun mas elevadas i formidables de las que acababan de tom ar a costa de tan­ to valor i de tanta intrepidez. El Atacama i el Talca, despucs de mas de una hora de esfuerzos sin cuento, i atacando unidos i mezclados por

    CAPÍTU LO QUINTO.

    vanguardia i retaguardia, tuvieron la .satisfacción de darseel abrazo dol vencedor i del liennano en la cima del morro fortificado. Pero, como sucedió en la torna de los dos fuerte.? ante­ riores, apénas un ¡viva Oküe! salia de los pechos do esos bravos i ondeaban desplegados aí viento los estandartes, un roneo e.?tainpido atronaba el espacio i roja llamarada se reflejaba sobre las bayonetas de los vencedores. Era la señal conveiiicia por el enemigo para que la se­ gunda línea de fortificaciones rompiera sus fuegos. T.a primera habia sido tomada en sn mitad por los aguenldos cuerpos de )a División Lynch, al mismo tiempo que la División Sotomayor atacaba la otra m itad o segunda série do morros de nuestra derecha. Toda la artillería de campaña i parte de la de montaña avanzó a ocupar las altura.? de que habian sido rechaza­ do.? los peruanos i que la i, ^ División dejaba atrás para 3ro.segnir con el mismo brío i mayor empuje, si es posiílo, e ataque sobre la segunda série, mas elevada, como ho dicho, que la anterior.

    l_ •

    t o

    : L; toí to t’' ■ to C ■c

    o O'

    . c .■ .

    c t o

    ,G : O C

    N © C

    La 1. Brigada do la División Sotomayor, formando una esten.?a línea cuyo centro lo tenia e! fíiiin, cl ala de­ recha el Chillan e izquierda el Esmeralda, avanzaba hácia los tres morros fortificados, miéntras el Lautaro i el C u n ­ eó emprendían ¡gua! tarca en dirección al morro último de la izquierda enemiga. L a l . " Brigada adelantaba arma al brazo, tranqui­ la, impávida, con sorprendente serenidad al compás de la Canción Nacional i de marchas marciales tocada.? por las bandas de música. Era inútil que (lo,.?do las alturas sc les enviara una granizada de proyectiles. Seguían adelante desplegadas en guerrilla, sin inquietarse, levantada la ca­ beza, marchando como si estuvieran en terreno am¡g.o, ri­ valizando cn pericia i disciplina. La artillería que obraba a las órdenes del mayor Jarpa, nrotejia el avance de la 2. División con descargas por íatcríiis lanzadas contra los tres morros dcl frente, el alto morro do la cstrema izquierda del enemigo i a dos emi­ nencias fortificadas, pegadas casi a este morro. Siete descargas por baterías, i el arrojo e intrepidez a toda prueba de los que asaltaban, fué bastante para que en poco mas de veinte m inutos de un reñido combate, los oficiales i soldados del Lautaro treparan ül encumbrado cerro, poniendo a sus defensores cn la mas completa der­ rota, miéntras el Curicó ejecutaba iguales ¡iroezas i se apoderaba de las dos eminencias fortificada,? que se le Labia encomendado tom ar a viva fuerza, no sin haber visto caer herido a su comandante, el teniente coronel Joaquin Cortés, i que, sin embargo, continuaba exhortan­ do i animando a sus soldados. En esos momentos, el liejirniento Chillan emprendía la ardua i escabrosa ascensión del cerro, dejando sola a la artillería que hasta entónees h.abia protejido e l. coronel José Francisco Gana, Jefe de la 1. Brigada de la Divi­ sión Sotomayor, hacia avanzar la brigada del mayor Jarpa, quien pidió al coronel Lagos, que a la sazón pasa­ ba con sn División a tomar la retaguardia del morro alto i aislado do nuestra derecha, alguna tropa de infantería para protejer sus baterías, que quedaban aisladas de todo otro cuerpo de ejército. En el acto, el coronel L.agos le dió dos compañías del Rejiraiento Aconcagua, i emprendióse c! avance hasta to­ m ar posiciones en una altura de.sde donde so podia do­ m inar las fortificaciones que el Buin, el Esmeralda i el Chillan trataban de tomar, confiados solo cn .su bravura e intrepidez. Antes de llegar a esa altura, las tre.s baterías del mayor Jarpa tuvieron que hacer una travesía de mas de seis cuadras bajo un crudísimo fuego de riño i cañón, cayen­ do herido a medio camino el oapitan Eduardo Saiifuentes, atravesada una pierna por bala de riflo.

    501

    Desde esa altura, las tres baterías apoyaron con sus cer­ teros disparo.? el asalto que comenzaba el Rejimiento B m 'íid eu n a d e las principales fortificaciones enemigas, la cual, ];)or estar en el-centro de la línea, era.eficazmente protejida por lo.s fuegos délas fortificaciones laterales quo atacaban a su turno los rojimientos Esmeralda i Chillan. Miéntras el Lautaro i cl Curicó, teniendo de reserva al Victoria, desbandaban al enemigo por nuestra derecha, la División Lynch empeñaba un segundo i reñido combato en toda su línoa, i la Brigada G.uui proseguía impertérrita a [losesiouarse de los tres fuertes dcl centro,-—la reserva, llevando al 3. ® de.?plegado en guerrilla, al Valparaiso en batalla mas a la derecha, i a los Zapadores eu órden dis­ perso, entraba a uua ondulación del terreno i recibía ór­ den de romper sus fuegos a unos 500 metros de distancia. El 3. ® de línea, siempre en guerrilla, llegó hasta una trinchera de las muchas que en las depresiones de cerro en cerro habian levantado los peruanos i ípic dofeudian con tenacidad increible. Los veteranos del 3. ® se acor­ daron al momento de cómo se tomaban esas trincheras en Arica, i, empuñando sa.? rifle.? por la garganta, calaron bayoneta, a cuyo empuje los enemigos volvieron caras después do reñida i tenaz resistencia. lia primera línea enemiga iba. poco a poco quedando desalojada. Un e.sfuerzo, i toda ella, con sus cañones i triacberas, caería en poder de nuestro ejército. El Valparaíso, a poco de romper ei fuego, tuvo que ha­ cer alto, pues un ayudante del 2. ®. ,si no mo iqiiivoco el teniente Gutiérrez (que habia abandonado el escalpelo del cirujano por la espada del militar), venia a anunciar que podian causar bajas en su rejimiento. El Valparaiso .siguió entónees al trote hasta tomar la línea a la derecha del 2. ® , quo lo recibió eon un entu­ siasta ¡V iva el Valparaiso!, grito contestado por éste coa un atronador ¡V iva Chile! Rompió entónees nuevamente sus fuegos contra las fortificaciones quo atacaban el 2.® i el Col oh agua. Los Zapadores venian barriendo por su parte cou cuan­ to encontraban a su paso, i se uniau en breve a la Divi­ sión Lynch para apoyarla. Nos quedan todavía los tres fuertes del centro, en cu­ yas cimas, perfectamente atrincheradas i artilladas, los peruanos se- baten deso.?peradamentG, sin flaquear, sin interrum pir ni por uu instante el apretado fuego que ha­ cen sobro los nuestros. Esmeralda i Chillan, los vencedores de Tacna, i el his­ tórico Buin, cuyo nombre solo aterraba a los peruanos quo en todas partes veian buines, rivalizaban en arrojo, en serenidad, cn abnegación, i estrechaban cada vez mas la distancia que los separaba de sus enemigos. Animados por la mas noble i santa de las emulaciones, los tres rejimientos, dirijidos por cl coronel Gana, avanza­ ban sin inmutarse, como si se tratara de un simple simu­ lacro, siu embargo do que el enemigo arreciaba sus fuejos a medida que menor era la distancia i de que las ja as iban en aumento. Eran la 7.5 A. M., cuando, con increible arrojo, los tres cuerpos trepaban a la cima, i cinco minutos después ha­ cían llamear en esas terribles alturas el tricolor chileno en medio de entusiasta.? vivas a la patria. El Lautaro, protejido por la artillería Jarpa, se habia apoderado a viva fuerza del encumbrado morro de la ostrema izquierda, que momentos ántes hacia un fuego continuado i mortífero, enfilando a la Brigada Gana. El Curicó babia ejecuiaclo la misma obra con las forti­ ficaciones que se le habian designado. Buin, Plsmeralda i Chillan hablan tomado los tres mor­ ros del centro defendidos por un doble órden de trinche­ ras i fosos i numerosa artillería, sembrando el terreno i laa zanjas de cadáveres enemigos, hasta el estremo de que en

    502

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    una trinchera que asaltó el Buin, los cuerpos de los sol­ dados de! 67, del 69 i otro batallón mas, yacian unos al lado de otros. Si la ro.sistencia habia sido tenaz i terrible, terrible i tenaz habia sido el asalto. Allí sucumbía cl teniente Santiagos, del Esmeralda, que on la batalla de Tacna recibiera una lierida mortal en el estómago, i que apénas repuesto de ella volaba a ingresar en su rejimiento para pelear con nuevos hrios en defensa do su patria, a la quo habia consagrado su vida i su san­ gre, que jamás olvidará a los abnegados i valientes quo por eila lian sucumbido. AHI caia herido el jóven eapitan Joaquin Pinto Concha, respetado hasta entonces por las balas peruanas; i era también herido Eduardo Lecaros, valiente niño que ganó sus galones de eapitan por su digno comportamiento en la memorable batalla de Tacna, que fué bautismo de fue­ go para la juventud del Rejimiento Esmeralda. Allí cayeron el eapitan ayudante Ramón Rivera, del Buin, atravesado el pecho por una bala; el eapitan Dono­ so, el teniente Alamos i tanto.? otros jóvenes intre'pidos i patriotas, para quienes la historia sabrá reservar una her­ mosa pájina. El enemigo habia sido arrollado i vencido en toda su primera línea de fortificaciones i dobles atrincheram ien­ tos. Nuestro ejército—que no habia hecho uso sínodo una parte de sus fuerza.?—se habia tomado a! asalto i a la bayoneta 12 altiir.as que eran otras tantas fortalezas in ­ vencibles, defendidas por doble.? cinturas de fuego, por fosos i parapetos, artillería numerosa i do largo alcance, por tropas superiores en número a las nuestras i dispues­ tas R vender caras sus vidas, i que a cada momento eran reforzadas co n , ente de refresco. El enemigo rabia abandonado esas magníficas i bion defendidas posiciones, dejándolas cubiertas de cadáveres de los suyos, cañones, rifles, cajas de guorra, banderas i hasta vestuario.

    i Zapadores, entraban también ai 'valle i acampaban, el último en las casas de San Juan, i los otros dos on los potreros situados a la espalda del caserío. Como el fuego continuara por nuestra izquierda i se h i­ ciera de momento en momento mas récio, la División Sotomayor marchó en dirección al .Morro por el lado do tierra, para asaltar las fortificaciones i últimos atrincheram ien­ tos de los peruanos, atravesando los potreros on que está dividida k llanura. La artillería Wood, k brigada Jarpa, las baterías de los capitanes Nieto, Ortúzar, Flores i Bezoain, recibían igualmente órden de dirijir sus fuegos sobre las alturas del .Morro, que en esos rnomcntos, 9.20, arrojaban un torrente de plomo sobre k s divisiones Lynch i Sotoma­ yor i sobre, la artillería que, salvando tapias i canales, atravesaba e! valle para tom ar sus posiciones. La División Lagos, que una voz en línea la 2. * , ocupaba nuestra estrema dcrec ra, hacia desplegar todas ,?us guerri­ llas al mando del sarjento mayor Castillo, del Rejimiento Santiago, i flanqueando la izquierda enemiga sin disparar un tiro, pasaba por la retaguardia del gran Ylorro quo so habia tomado el Lautaro i seguia por el faldeo do la pri­ mera línea de corros en dirección al Morro Solar. Algunos dispersos enemigos, ocultos entre los árboles o detrás de las tapias, hacian fuego sobre las tropas chile­ nas; pero mui luego la 3. * División dió cuenta de todos ellos.

    El Rejimiento Carabineros do Yungai i Granaderos en­ traban al mismo tiempo al valle por nuestra derecha, i Cazadores por el abra del centro, entre la primera série de alturas del lado del mar i la que tomó la División Sotomayor. Cazadores recibió órden de m archar por el valle en di­ rección a la playa para cargar .sobre el enemigo que p u ­ diera dejarse caer por eso costado; i los otros do.s rejiTuientos avanzaron por nuestra derecha en persecución La 2. * División, a las órdenes dol Jeneral Sotoma­ da los derrotado.? quo Imian hácia Chorrillos. yor, siguió tras de los fu jitivos i descendió al valle, al mis­ El ejército chileno formaba entónces un estenso arco mo tiempo que a él entraba la 3. * . quo, encerrando las fortificaciones i pueblo de Chorrillos, El Jenera en Jefe, que desde los primeros momentos se hacia adelantar oblicuamente en dirección a este últi­ del combate, desde que se inició el fuego, dirijia con certe­ mo punto. ra mirada k s operaciones i enviaba con sus ayudantes las Los Carabineros que se encontraban en el estremo de­ órdenes convenientes, situándose en puntos culminantes recho de ese arco, clavaron espuelas al distinguir a la ca­ que le permitian abarcar casi toda la línea, i sin pararse ballería peruana, que inmediatamento se puso en preci­ en k s balas que silbaban en torno suyo, ni en las bombas pitada fuga hácia el interior. que estallaban a sus piés, bajó tambicn con el Estado Viendo en esos momentos el señor Jeneral en Jefo quo Mayor i Ministro de la Guerra con dirección al valle, .sien­ una gruesa columna de infantería trataba de íiauquear do aclamado a su paso por oficiales i soldados, que m ar­ nuestra derecha, ordenó a la caballeria quo cargara sobre chando hácia San Juan, prorumpian, al v e r a sus altos esas fuerzas. jefes, en estruendosos V iva Chile! Granaderos i Carabineros estaban ahí p.ara ejecutar esas órdenes. Arrollado i vencido el enemigo en toda su primera lí­ El Rejimiento de Carabineros do Yungai, que estaba a nea a k s 7.10 A. M., se replegó en completo desorden a la estrema derecha, se puso en el acto en marcha. Desde su segunda linca, protejida a mas de sus atrincheram ien­ el primor momento tropezó con obstáculos casi insupera­ tos por los fuegos que de las altas cumbres del Morro So­ bles. El terreno estaba cruzado en todas direcciones por lar dominaban toda k serie de fortificaciones desde ol canales de regadío, i k s tapias do los potrero.? que eran mar hasta el valle de Chorrillos i San Juan, llegando sus otras tantas trincheras para los peruauos que hacian proyectiles hasta las casa.? e iglesia de este último nombro. oculto.? un nutrido fuego do fusilería. La 2. * División, habiéndose apoderado de todas las Al Rejimiento de Granaderos, que marchaba mas a la aU u ra sd e la izq u ic rd a ic e n r.ro do los peruanos, descen­ izquierda i cu la misma dirección, so le presentaban igua­ dió al valle de San Juan en persecución de los fujitivos les obstáculos, sin contar con las minas que, como en todo que corrían por les potreros i se ocultaban tras de k s ei campo en que operaba nuestro ejército, estallaban de tapias, debajo de k s puentes, rcfujiándosc muchos en el segundo en segundo. interior do ía iglesia i cusas de San Juan, desde donde Pero, ora buscando pequeños boquerones ea las tapias, hicieron todavía algunos disparos por las ventanas, atran­ ora saltándolas en k s partes ménos altas, ora derribándo­ cando k s puertas. las a caballazos i sablazos, ámbos rejimientos avanzaban Esto obligó a los nuestros, que vieron caer algunos paulatinamente. compañeros, a no dar cuartel a lo.s vencidos que aun h a­ En el trayecto recorrido por los Carabineros reventa­ cian re.sistencia ocultos tras gruesas murallas. ron 18 minas. Uua de ellas envolvió al comandanto Búl­ Los rejimientos de la reserva, Valparaiso, 3. de línea nes, al Mayor García YLdela i al eapitan ayudante Soto

    C APÍTU LO QUINTO.

    k■w c k¡ k k

    c .♦''i!

    ky'

    c

    O'

    503

    Salas, i otra arrolló el caballo del 2.® comandante Alcérreca. El comandanto Biílnes, sin ¡nmntarso, gritó entónces, Dues lo.s soldados lo creyeron por un momento muerto o lerido; “Adelanto, Garabiuoros de Yungai! Haceos dig­ nos do vuestro nombre!” i pasó a tornar la vanguardia del rejimiento. 'Pasadas las minas, se cargó en columnas de escuadro­ nes, soportando el fuego de íianco que hacia el enemigo oculto en las zanjas i tapias, llegando hasta las mismas trincheras enemigiis i cruzándose los sables i los rifle.?. Allí cayo muerto el eapitan Tcrán, i heridos o contu­ so.? el eapitan Severo Amengual, el alférez Stephan i 19 individuos de tropa, de estos últimos algunos al saltar las trincheras. El número do bajas del enemigo pasó do 200, muerto,? a filo de sable. Granaderos habia avanzado, venciendo los mismos obstfículüs, pero al fin encontraron un boquerón i pene­ traron al interior del yiotroro al grito de Viva Chile! Lacarnicería fué indescriprib’e; los valientes Granaderos da­ ban tajos i nivosas a diestro i siniestro, partiendo cráneos, haciendo .saltar brazos o decapitando a los taimados pe­ ruanos. Cerca de 400 cadáveres de enemigos yacian sobre la verdo yerba de los potreros. I mas habria sido la mortandad si mas peruanos hubiera habido, porque los Granaderos, al saber que su coman­ dante Yávar habla ,?tdo gravemente heridu al llegar a las trincheras, no conocieron iímines a su furor, i habrian concluido con una lejion. .El pundonoroso i estimado comandante Yávar, a! lle­ gar a las trincheras, recibió un balazo que, atravesándolo a mano izquierda, le penetró en el estómago perforándo­ le el pulmón izquierdo. Este valiente jefe, querido i respetado de todos los oficiales i soldados de Granaderos como un padre i que gozaba de la e.?timacicn de sus compañeros i del ejército todo, sucumbió a sus heridas a las 2 A. M. de! ] 4.

    tria i a su bandera hacia que esos bravos so sobrepusieran a la Naturaleza misma. El comandante Diego Dublé A. se adelantó con los estandartes de los dos batallones del Atacama, i esto produje un efecto niájico entre los valien­ tes atacamoños. Ei comandante Un'zar Garfias, buscando siempre los puntos mas amagados por el enemigo, guió a los suyos bácia la izquierda, para ir en protección do los cuerpos de la 2. * Brigada quo operaban contra los fuertes que defendian los valles (¡ne ,?e estienden pore,?e costado. Una parte del Talca sigue, pue.?, })or la izquierda en apoyo del 4. ® i dol Chacabuco, i la otra por la derecha confundién­ dose con el Atacama que adelantaba impertérrito al asal­ to del segundo morro. Ya habian caido heridos varios oficiales, entre otros los capitanes Barriontos i Alvarez, lo.s .subtenientes Zelaya, Hoppiu, Villegas i Patino i un buen número de soldados. Una bala rasmillaba la oreja izquierda del comandante Dublé i otra penetraba en el morcillon de la .silla El fue­ go era cspant.oso. Los nuestros se encontraban a tiro de pistola del enemigo, Entónces se vio que el estandarte dcl 2. ® Batallón Atacam a—una rica bandera chilena de seda, obsequiada por el Intendente señor Guillermo M atta—se desprendía de las lilas llevado por nn grupo de soldados que avanzaron al trote hasta Inujerlo flamear en la trinchera peruana. Una bala,enemiga dió en el pecho dcl atrevido atacarnoño que empuñaba la bandera, matándolo en el acto. La hermosa bandera, que ya liabia recibido su bauti.?rao de fuego, recibia ahora el de la noble .sangro del valiente hijo del Norte qno habia .sucumbido a ,su sombra para darle inmarcesible gloria. Aquella fué la señal para que todo el rejimiento se avalanzara como nna avalancha, haciendo horribles estragos en lo,? defensores del fuerte, ( ue luego cabrían con sus cadáveres toda la cima, huyen( o unos pocos en dirección a la cumbre vecina, la mas alta de todas i quo da frente al pueblo i defiende e! Morro por eso lado.

    Coa la carga dada con tanto empuje por Granaderos i Carabineros, ao evitó que nuestra derecha fuera flanquea­ da con tropas de refresco que venian de Miraflores, i se decidió por ese lado la acción en favor nuestro.

    El 2, ® de línea i el Colchagua iban luego a unirse con sus compañeros de la izquierda, después de apoderarse do una formidable trinchera colocada en hv cumbre de otro cerro, i después de una lucha sangrienta i rabiosa. Los peruanos se batían como desesperados, tanto mas cuanto qne contaban con los refuerzos que lea llegaban de Miraflores i de Barranco, i que velan que nuestras tropius e.?tabau agobiadas por tan largo i crudo combate.

    El tiroteo era nutrido en todo cl circuito rio las fortifi­ caciones dcl Morro Solar, amagadas por las fuerzas de la División Lynch que habian comenzado ya el ataque de la segunda línea enemiga. El Jefe de la División señor Lynch, envió a sus ayudan­ te.? a recorrer la línea, entre ellos al teniente do marina Silva Palma i al aspirante Cárlos K. Herrera, puestos a sus órdenes. El mayor Guerrero recibió en esos momento.? un balazo en la pierna, matándolo al ini.smo tiervifio el ca­ ballo, Todos los cuerpos de la división trepaban ya las cum­ bres en que habian est.abloeido los peruanos su segunda linca do defensa, A pesar del cansancio do mas de cuatro horas de combate, los jefes i oficiales no desmayaban un momento, i con la voz i ol ejemplo infimdian nuevos brios a su atenuada jente que, sin dormir i sin comer, continua­ ba batiéndose desdo la 5 A. M. i no veia término a tan ruda i sangrienta jornada, pues tra.s cada triunfo, despuos do esfuerzo.? heróicos sin cuento, el enemigo se presentaba cada voz con nnevas fuerzas de refresco atrinclieradas en parapetos i sobre alturas inespugnables. E! Atacama i el Talca, rendidos do fatiga, tomaron nn pequeño de.scanso, pues era m aterialm ente imposible avan­ zar. A la voz de sus jefes, sigiiioron otra voz en demanda del enemigo, jadeantes, empapados en sudor, negros de pólvora, respirando apénas, Los piés se hundían en la arena, la pendiente era rapidísima; pero adelante iba ol tricolor chileno i él les infundía ánimos. El amor a la pa­

    El 4, ® i el Chacabuco se liabian apoderado también de una segunda línea de trincheras, en que los peruanos ha­ cian prodijios de valor; pero todo era inútil contra el emnije de nuosiros oficiales i soldados, quosoguian adelante ' acicndo fuego en avance. El coronel Toro Herrera, primer jefe dei Chacabuco, recibia una bala de flaneo c ue lo atravesó mas abajo de las caderas. Atendido ininec iatamerite por cl soñor Llau­ sás, subió nuevamente a caballo, a pesar de su herida i contiiuió al frente de sn atrevido rejimiento en dirección a los atrincheramiento,? enemigos, hasta que le mataron sucesivamente los do.? caballos que montaba i quedó im­ posibilitado p.ara m archar a pié por la herida que habia recibido. El valiente i caballeroso comandante Zañartu le suce­ dió en el mando, pero por breves instantes. Avanzando con su rejimiento, una bala lo hirió mortalinento en el estómago, entregando a su vez el mando al sarjento ma­ yor Pedro J, Quintavalla. Las bajas de oficiales i soldados comenzaban a ser es­ pantosas. El 4, ® de línea habia visto caer ya al subteniente Pe­ dro Wenceslao Gana, que subiendo a la trinchera i ani­ mando a aus soldados, fué muerto casi instantáneamente;

    604

    G U ER R A D E L PA CÍFICO ,

    al capitán Casimiro Ibañez, cuyas últimas palabras fue­ ron: I Viva el 4. ® / / V iva Chik! al subteniente Anjel Cus­ todio Corales, que pasando adelante espada en mano i mandando a la carga, era levantado por una bomba auto­ mática. Allí también cayeron heridos Manuel O.svaldo Prieto, Ju an R. Alamo.?, Jenaro Alamparte, Salvador l^arraín Torres, Julio Paciente do la Sota, Cárlos Aldunate Dascuñan, Miguel Bravo i tantos otros oficiales de esa pléya­ de de valientes i jenero.sos jóvenes. El Chaeabuco esperimentaba enormes pérdidas on su cuadro de oficiales. Su primer jefe babia sido herido, el segundo yacia casi moribundo; Camilo Ovalle, Sota Dá­ vila i Lira Errázuriz. esa trinidad formada por la juven­ tud, el amor patrio i el valor, estaban gravemente heri­ dos. Ignacio Correa Pinto, Enrique Prieto Zenteno, Cárlos Vergara i siete u ocho oficiales mas, tampoco podian con­ tinuar adelante, todos estaban mas o ménos heridos. Los dos rejimientos, o mas bien los resto.? do esos dos bizarros cuerpos, se mantenian cn una falda, haciendo frente al enemigo parapetado en las alturas dominante.?. Poco a poco los restos de los demas cuerpos do la Divi­ sión Lynch so unian a sus compañeros de la izquierda. Pero todos estaban m aterialmente estenuado,?. Sin embargo, la lucha proseguía con mayor encarniza­ miento; cl coronel Lynch, Jefo de ia División, los coronó­ les Amunátegui, Martinez i Urrutia, Jeje dol Estado Ma­ yor, a todo atendían personalmente o por medio de su.? ayudantes. Haciendo un último esfuerzo, cargaron con ímpetu, desalojando al enemigo de sus trincheras, ayudados por los fuegos de la Brigada Gana. Pero a los peruanos les quedaba todavía todo el Morro Solar, desde donde fusi­ laban a mansalva a las fuerzas de la División Lynch, Las baterías Errázuriz i Fontecilla se habian colocado en uno de los morros desalojados por cl 'enemigo, pero tan cerca de las últimas trincheras peruanas, que el fuego les hacia numero.?as bajas. El oapitan dcl Talca, José Domingo Urzúa, marchó eon 60 hombres do su rejiraien­ to i algunos de otros cuerpos en protección de la artille­ ría, soportando los disparos incesantes que se lo dirijian desde el Morro. El enemigo se encontraba reducido a sus últimos atrin ­ cheramientos del cordon mas alto de cerros que cerraba la série de fortificaciones anteriores, i un fuerte situado en la falda de dicho cerro. Llegado a este punto cl combate, la situación de los nuestros era bien difícil. El cansancio i la sed habian agotado las fuerzas de nuestra tropa, i solo unos pocos podian sostener el ataque de los dos últimos refujios del enemigo. Apercibidos de ésto los peruanos, trataron de sacar partido de la situa­ ción. Redoblaron con furia sus fuegos i comenzaron a avanzar la fuerza que defendia las trincheras de la falda del cerro, con el propósito de flanquear por la izquierda i recuperar el último fuerte abandonado 1 que .so encon­ traba en poder de unos cuantos soldados nuestros de los diversos cuerpos de la división, animados por sus oficiales. La artillería m andada por el mayor Gana 110 cesaba de disparar a fin de detener al enemigo; pero las municiones comenzaban a agotarse, i poco mas tarde quedaba redu­ cida a la impotencia. La situación no podia ser mas crítica para los nuestros. Eran las 11 A. M., esos valientes llevaban 6 horas de encarnizado i mortal combate. La escuadra, que al amanecer hizo algunos disparos con los cañones ue la O’H iggins i la ametradora de la lancha a vapor del Blanco, tuvo que parar sus fuegos, pues sus proyectiles, aunque perfectaioente dirijidos, po­ dian caer sobro ¡os uiiestius que .?e hallaban casi confun­ didos con el enemigo. Los momentos eran desesperantes, i lo fueron mas aun, cuando la artillería, después do haber agotado sus m uni­

    ciones i un cajón de las del enemigo, i siendo el blanco de los fuegos del morro, tuvo que retirarse hácia una falda del cerro para no ser impunemente fusilada. Las fuerzas peruanas de las trincheras do la falda ha­ bian avanzado para apoderarse del último fuerte quo h a­ bían abandonado. El puñado de valientes que ahí se en ­ contraba, tuvo que abandonarlo, pues no ora posible sostenerse, quedando eu el campo la mayor parte de ellos. En estas circunstancias fué herido de muorte cl esforza­ do i entusiasta subteniente del Talca Francisco W or­ mald. Cuando el enemigo recuperaba esto fuerte, la 2. D i­ visión habia roto su.? fuegos sobre el Morro conjuntam en­ te con la artillería de la 2. i 3. División i la de cam­ paña, i acudían a toda prisa cn ausilio de la 1. , la reserva i la División Lagos. Eran las 11 i minutos. El comandante U rízar Garfias, que avanzaba en esos supremos instantes por la izquierda do la 1. ^ Divi.sion con una pequeña parte del Rejiraiento Talca, rocibió or­ den de flanquear al enemigo por ese lado en sus últimas fortifiñuciones. Ei fuerte recien rcou jerado comenzó a hacer un n u tri­ do fuego por ese costar o para evitar el avance en la di­ rección indicada. El comandanto dol Talca, con sns pocos soldados, m ar­ chaba con imperturbable serenidad bajo e.?a lluvia do ba­ las que caian a su alrededor. Libró afortunadam ente, rocibiondo dos balazos el caballo que montaba. Esta operación por la izquierda fué infructuosa a causa dcl corto número de combatientes, i los que la em pren­ dieron .se vieron en inminente peligro de ser cortados por

    Los momentos uo podian ser mas angustiosos. Las tro­ jas de refuerzo eran esperadas con ansia, pero ios pocos lombres en estado do combatir con que contaba la Divi­ sión Lynch no cejaban i estaban dispuestos a morir. El coronel Lynch no perdió ni por un momento su sorenidad i seguía dictando las medidas convenientes para contener en su .avance al enemigo. El coronel Amunátegui hacia tocar a todos sus tam bo­ res i cornetas llamada i calacuerda, consiguiendo así reu­ nir un puñado de valientes con los que so dispuso a sos­ tenerse. El coronol Urrutia .acudia con sus ayudantes a todas ’ partes, ora animando a los dispersos, ora im partiendo las órdenes del caso para resistir al enemigo. Las municiones do infantería estaban casi concluidas despnes de tau largas horas de combato continuo i per­ tinaz. Felizmente llegó en esos momentos el señor Benito Alamos—padre do Gabriel Alamo.?, hoi jefe accidental dol Coquimbo, do Ju.an R, Alamos, el valiente oficial dol 4. ® de línea, del bravo teniente Alamos del Buin, dol al­ férez Alamos, do lodos esos valientes muchachos quo des­ de ol principio de la guerra corrieron a alistarse bajo las banderas de sn patria. Felizmente, digo, llegó ol señor Alamos, quien, sin obligación ninguna i obedeciendo solo a su patriotismo, conducia algunas muías cargadas de municiones, para lo cual habia tenido que arrostrar un crudísimo fuego. Este refuerzo de municiones no podia llegar mas a tiem ­ po, i la conducta del .señor Alamo.?, era tanto mas dig­ na de encomio cuanto que ya llevaba la m uerte en su co­ razón, pues dos de sus hijos habian caido como buenos. Municionada así la tropa i formada la línoa después do inauditos esfuerzos de los jefes i ayudantes, avanzaron algunos soldados del 4. ®, del Chaeabuco i otros cuerpos al mando del comandante Zaldívar i dol capitán Moltke. Pero tuvieron quo retroceder, dejando cn el campo algu­

    CA PÍTU LO QUINTO.

    505

    no,? muertos i heridos, entre eilos el c.apitan Von Moltke, locarse on situación de ofender las fortificaciones de Mor­ que cayó espirante al lado dei comandante Zaldívar. ro Solar. El enemigo nó cedia terreno. Poro fueron contenidos en su avaance, i mui luego cedían ante, nuestros bravo.? La 3. División, continuando su marcha por los fal­ que, ('ieudo acercarse el de.seado refuerzo, recobraron .?us deos de la primera .serie de cerro.?, recibió órden del señor brío.? i volvieron ai ataque. .leneval en Jefe de ir en refuerzo de la División Lynch, Las fuerzas peruanas que amenazaban flanquear la de­ La 2, " Brigada, la del comandante Bareeló, apresuró su recha, retrocedieron Inicia Oliorrilios o treparon por un paso dirijiéndose hácia cl punto en que se hallaba la I.®* camino en zig-zag que conducía a la cima mas elevada División, tomando el lado del mar. de los cerros del Morro, único punto ya desde donde ha­ A su paso recibió algunos disparos '.ie,?de los potreros i cían fuego, pero un fuego no interrumpido de fusilería i mas adelante un nutri;io fuego (¡ue salia de un espeso pa­ de cañón. jonal i que causó algunas baja.?. Como c! tiroteo conti­ nuara, i no había tiempo que perder, incendia:'on cl pa­ Ai mismo tiempo coronaban una de las .alturas dcl lado jonal por sus cuatro co.s'tados, dcianclo al Rejlmicnlo de Obivael Uejimiento Coquimbo i ei Batallón Melipilla. Valparaíso, (¡uo a sn turno ;acu(lia en ii',i;?ili.a de la prirno£.?«).? cuerpo.?, detenidos en uno de ios fuertes torn.ados ra, dar cuenta do Io.s qne dentro del pajonal so alber­ jor la imposibilidad absoluta de .avanzar, no tanto por la gaban. La Brigada del coronel Urriola rnarelió, cortando el luvia de balas, como por las dificultades insuperables de! terreno, se resolvieron a atacar, aun a costa do todos los valle, hácia Chorrillos para atacar por eso lado el morro sacrificios, pues, al ver que ha artillería sc retiraba, los de esto nombre. comandantes Soto i Balmacoda creyeron que estaba cn peligro. LaDivi.sion Sotomayor habia ya atravesado i roto sus Al emprender este nuevo ataque, cayó gmvemcute he­ fuego.?, desprendiendo ul Rejimiento Esmeralda que, al rido, cerca dcl hombro izquierdo, el comandante Soto. El mando do sn comandante Holley, .salió a marcha furz.ada capitán Pacz era muerto, i heridos ios capit.anes Dinator hácia o! pueblo des Cliorrillos, p'ir el lado de la via férrea i Beytia Ramos i el siibtcnionfe Covarrúbias. que lo une con Miraflores i Lima. La Brigada Barbosa, EÍ com.andanto Balmaceda tomó entónees el mando i iba mas a la derecha a cortar el enemigo por el vallo do resolvió atacar c! cerro, quo habian recuperado los perua­ Lima. nos, por los flancos con gnorrillás, i por el centro con guer­ Zapadores 1 3. ® do linca so .adelantaban también sobre rillas .suco,sivas. cl pueblo, donde comenzaban a refujiarse las fuerzas der­ Así se hizo, en efecto, yendo por la izquierda el capltan rotadas de San Ju a n i de la.? alturas del lado del vallo, Martinez i por la dcrcclia el capitau Per.'jz. Aquí cayó, al i en cujm apoyo veniau trapas de refre.?co enviadas de lítdo de! comiindnnte Balmacoda, el oapitan Perez cscla- Miraflores, juntam ente con trenes .armados de cañones mando: A.-Ros, m v ia n d a n k . Uiíat Chile! qne vomitaban metralla sobre los nuestros. El capital! Martinez con una nompafiía del Melipilla J;OS peruanos liacian esfuerzos inauditos para defender­ tenia ya flanqueado a! enemigo, i luego avanzalia. el Co­ se en su.? últimos baluarte.?: el .Morro Solar i e! pueblo de quimbo al mando de su jefe Pinto Agüero, que lo condu­ Chorrillos, creyendo quizas que su triunfo seria posible, cia con sin igual arrojo en compañía del mayor Larrain vista ia superioridad numérica de .sus tropas que recibían Alcalde i el enemigo corría a refujiarse en el Morro de eontinjentes completamente frescos, lo inespugnable de Chorrillos. sus dos últimos atrincheramiento.?, i por otra parte, con­ Los comandantes Balmaceda i Pinto Agüero los car­ tando con la flojedad do nuestros soldados, a quiíuie.? sugaron en medio del fuego que se les hacia dcl cerro mas poni.an naturalm ente debilitados por tantas horas do vijialto; poro ya los peruanos estaban léjos. lia, do marchas i contramarchas, de ayuno i encarnizado Los dos cuerpos, una vez en la cumbre, so desplegaron combate i operando en un terreno boscoso i desconocido. eu guerrillas sucesivas i trabab.an encarnizado tiroteo con ' Pero nuestros diezmados rejimientos habian reunido los peruanos parapeudos cn las alturas. SU.3 fuerza.? reariimándoso al vor aproximarse oí término Al mismo tiempo, el 3. ° de línea i el Aconcagua fal­ de osa gran jornada que tantas glorias iba a d.ar a Chile, deaban el cerro mas elevado por el lado del pueblo, c! conquistadas por el arrojo i denuedo de sus hijos. Valparaiso i Zapadores entraban a las cucliillaa del Morro, i varios cuerpos do la División L.agos flanqueaban al ene­ La artillería chilena situad.a en el vallo enviaba su.s migo i trepab
    ito* . C WZ'

    to to c

    c c

    o '■«1.

    Dejemos por un momento a nuestro denodado ejército asaltando bus fortificaciones dcl Morro por todos sus cos­ tados, i retrocedamos a los momento,? en qne la Divi.?ion Lynch, abrumada por I,a superioridad numérica de los peruanos i por mas de seis horas de una lucha sin tregua por alturas, quebradas i faldeos medanosos, se batia deses­ peradamente i resucita a sucumbir o a vencer. Esto sucedía precisamente cuando la División Lagos, de.spues de arrollar algunas fuerzas enomigas, que encon­ tró 11 su paso, con solo las guerrillas de los diversos cuer­ pos que la componían—Santiago, Biilaes, Ganpolic.an, Valdivia, Navales, Aconcagua i Concepción—continuaba .su marcha pov las faldas de los cerros de San .fuan i valle dei .mismo nombre; cuando la División Sotomayor desta­ caba a la Brigada Gana a posesionarse de las casas de San Juan, i cuando la brigada de artillería Jarpa i las bate­ rías Flores, Ortúzar i Nieto m archaban por el valle a coT o m o IV.— G4i

    Temiendo que nuestras granadas pudieran c.ausar baj.as en nuestros propios soldados, la artillería concentró su atoncion en el morro, que contestaba con sus Rodman i Parrot, con el “Mal criado" i sus ametralladoras Nordeiifelt, dejando a la batería Ferreira la Escuela de Cabos, que la tenia a 300 i tantos metros. El Rejimionto de Cazadores habia tenido quo retroce­ der por ser impracticable por eso lado la marcha sobre la población, i so dirijia on busca de otra salida para ir a cortar al enemigo, Los peruanos, que no perdían coyuntura favorable para tentar sus últimos esfuerzos, a! ver que nue.scra caballería so retiraba, avanzaron sobre las baterías, ocultándose de­ trás (lela.? tapias i murallas, hasta llegar a ménos de 100 metros de nuestros cañones. En tales circunstancias, sin tener infantería sníiciente que las protejeran i soportando las descargas do rifles que

    508

    G U ER R A D E L PA CIFICO. gros, pues cl enemigo pareco que tenia tiradores éspeciaics para los jefes i oficiales chilenos, sobre quienes caia continuamente una granizada de balas. El Estado Mayor de ¡a 1.* División anduvo igual­ mente feliz, porc ue la mina que estalló a su.s plantas solo inutilizó cl caba lo que montaba el coronel Lynch i mató cl dol coronel de Toro TTerrera, iicnnoso corcel de bata­ lla, obsequio de su soñor padre. Innumerables son los casos análogo.? a los anteriores, aunque no todos con la misma suerto, pues muchas do las bombas i minas nos hicieron algunas bajas de oficia­ les i soldados.

    I rodeados de cadáveres euerÁ.igos, oyendo zumbar el viento que .soplaba con violencia en aquellas alturas, ilu­ minados por los resplandores del incendio qne nos envia­ ba sus acres olores, recorríamos en la imajinacioii calen­ turienta, después de un dia entero de las mas encontradas impresiones, los mil i un episodios do la batalla, que en confuso torbellino se agolpaban a nuestra mente. La gran victoria del 13 de Enoro estaba consumada; el ejercito chileno se habia cubierto de gloria en esta inmor­ tal jornada que tan alto colocaba la bandera de nuestra patria. Como los hechos .so habian desarrollado cou tanta ra­ pidez, como no ora ¡josiblo abarcar en todos sus detalles ios infinitos episodios que a cada momento tenian lugar, i como para no iiUerrumpir el hilo do nuestra narración hemos pasado ])or alto numerosos incidentes, volvamos por un momento atrás mientras nuestras fatigadas i vic­ toriosas tropas descansan de sus fatigas o toman algún alimento después de 24 horas de forzada retinencia. Tomadas ya las posiciones enemigas del lado de San Juan, el señor Jeneral en Jefo avanzó por entre los rejimientos de la reserva i de las divisiones Sotomayor i La­ gos, que lo victoreaban a su paso, i fué a situarse con su Estado Mayor en una pequeña eminencia de terreno des­ de donde pedia dominar la situación i dirijir el combate. La artillería del Morro hacia un nutrido fuego sobre la nuestra que adelantaba a tomar posiciones convenientes i que luego contostaba con su.s certeros disparos. L¡as gra­ nadas peruanas pasaban zumbando por sobre nuestras cabezas o estallaban a poca distancia, pero sin causar se­ rios daños en nuestras filas. U na de ellas cayó a 20 pasos dcl Jeneral en Jefe pro­ duciendo un incendio, que se propagó con rapidez en di­ rección a las casas de San Juan. I no fue' este el único proyectil que vino a caer o pa,só cerca del Jeneral Baquedano. La lluvia de plomo era commcta en todas direcciones, sin contar con que, a mas de as balas que surcaban el espacio, brotaban, puede decir­ se, del suelo las bombas automáticas que desparramaban, en medio de un torbellino de humo, tierra i piedras, los numerosos segmentos que contenían. Recuerdo que cuando el Jeneral enviaba al coronel Ykídivieso con órden de hacer avanzar la reserva en pro­ tección dei ala derecha de la División Lynch i unir la línea entre ésta i la Brigada Gana, una de las muchas ba­ las do rifles le pasó rozando de flanco el pecho i rasmilló el muslo derecho del eapitan juvenal Calderón que se en­ contraba a sn lado, al mando da la escolta i junto con el señor Altamirano. Las bombas esplosivas pusieron mas de una vez en pe­ ligro la vida del Jeneral, la dol señor Ministro de la Guer­ ra i de los principales jefes del ejército chileno. El Jenera! Sotomayor se encontraba en la falda de un cerro a treinta pasos a la izquierda del grupo formado jor ol Cuartel Jeneral i Estado Mayor, haciendo avanzar as baterías Keller i Forreira, cuando de im provisóse siente una fuerte esplosion i una nube de tierra, guijarros i humo, envuelve al Jefe de la 2. * División. Se le creyó m uerto o herido. Disipado ol humo, se vio al Jeneral que se levantaba del suelo. Felizmente nada habia sufrido, i la traidora m ina solo le inutilizó cl caba­ llo. 'Tomó otro caballo que halló a la mano, i marchó a ponerse al frente de su división. Algo parecido ocurrió al señor Ministro de la Guerra i al Estado Majmr de la 1.* División. Avanzaba ol señor Ministro con sus ayudantes hácia la izquierda nuestra, cuando estalló otra bomba envolvien­ do o en su esplosion; pero por fortuna sin ocasionarle ningún daño. El señor Vergara, quo durante el combate demostró un valor a toda prueba, corrió mui sérios peli­

    I

    : Cuando el Jeneral en Jofe rccorria las trincheras to; madas por el Buin, Esmeralda i Chillan, trincheras en. que los cadáveres de los peruanos estaban uno al lado del i otro casi sin interrupción, nos llamó la atención un grupo formado por un soldado del Buin i dos peruanos del nú: mero 67. El cuerpo del soldado del Buin estaba doblado hácia atril?, con una ancha herida en el pecho. Su rifle quebrado en la garganta i con la bayoneta encorvada parecia que acababa de desprenderse de sus crispadas manos. A sus piós yacian los cadáveres de los dos perua­ nos, uno de ellos con el cráneo destrozado i el otro con una profunda herida en la garganta. Ei drama de que fueron actores osos tres hombres de­ bió ser terrible. Al asaltar la trinchera, el soldado del Buin recibió la herida que mas tarde le dió muerte; pero seguramente tuvo tiempo en las ansias de su agonía para ultim ar a sus dos enemigos, rompiendo su rifle en la ca­ beza de uno de olios. En los momentos en que recorríamos aquella larga hi­ lera de cadáveres—muestra palpable del arrojo de nues­ tros soldados que allí hicieron mas uso de las bayonetas i culatas de sus rifles que de las cápsulas Comblain o O ras—i que estaban en la proporción do diez por cada uno de ios nuestros, so acercó el mayor Jarp a conduciendo prisioneros al coronel .Fabian Marino i al sarjento mayor J. 'Vicente Villarán, ámbos del Estado Mayor peruano. Proseguimos la m archa en dirección a las casas de San Ju a n por ol mismo camino que habia tomado la División ! Sotomayor. ' Al dar vuelta por la falda do un morro elevado i donj de ya flameaba una bandera chilona sobre los cañones pei ruanos, encontramos bajo una ruca improvisada al capi­ tán ayudante del Buin, J. Ramón Rivera, gravemente herido im poco mas ahajo del hombro izquierdo, asistido ! por dos soldados de su cuerpo. ! Ei Jeneral Baquedano, que habia tenido ocasión de conocer en la espedicion a Moquegua i batalla de los An­ jeles al bravo eapitan quo so habia hecho distinguir en aquellas jornadas inolvidables, se acercó a él i, después de felicitaiio a nombre de Chile i al suyo propio, agregó: —“Siento infinito su herida, eapitan, i espero que pron­ to sanará, I le estrecho la mano. —Esto no es nada, mi Jeneral, contestó incorporándose el valiente Rivera. Qué importa la vida si podemos dar glorias a nuestra querida patria!” I estas palabras nacían de lo íntim o dcl alma, del mas acendrado patriotismo. 1 yo me pregunto. ¿Como no ven­ cer con hombres de este temple? ¿Cómo no vencer con hombres que al borde de ia tumba solo piensan en su pa­ tria i ham hecho desdo uu principio abnegación comple­ ta de su vida i de su sangre en aras de esa misma patria recuerdo i adoración de todos sus momentos? A corta distancia del eapitan Rivera i en u ta pequeña carpa levantada en el fondo de un pozo i junto a la trin ­ chera a que con tanto empuje habia asaltado el Buin, vimos al eapitan Donoso, quo habia caido herido en aquel mismo sitio i que ya habia recibido su primera curacior

    ..I '

    CAPÍTU LO QUINTO.

    509

    i .

    i

    Preguntamos a los soldados que lo cuidaban si sabían quién habian puesto la bandera chilena que ondeaba en cl morro del lado, i nos respondieron qno habia sido el cabo Llsaina de ¡a 1. * compañía del 2. ® Batallón, lo que nos fue corroborado por varios otros soldados del Buin que encontramos a nuestro paso. Después hemos sabido que el sarjento Rebolledo habia llevado, a cabo igual hazaña, plantando nuestra bandera en la cima de un morro al grito de ■F ii'« OhUe! Como no puede haber duda de quo el sarjento Rebo­ lledo ejecutó su temeraria acción cuando, a nombre dcl señor Ministro do ia (jiierra, el sarjento rnaj-or Alberto Stuven, ofreció el grado de eapitan al primero qne cla­ vara ahí la bandera do Chile, e.s indudable que .son do.s los bravos del Buin que acometieron e.sa empresa. I cuántos of.ros como ello,? no habrá on los demas cuer­ pos, cuyos nombres ijuedarán ignorados i confundidos con los de esos héroes que alguien It.a llamado anó­ nimos' Cuando llegamos a las casas de San Juan, el .Rejimien­ to Zapadores so encontraba ya en ese lugar, habiendo pa­ sado adelante la 1. * Brigada de la 2. * División. El in­ terior de la iglesia, desde donde los peruanos habian hecho fuego, era na rnontcm de cadáveres i rifles ensan­ grentados. A poco andar, el Jeneral en Jefe encontró ril covonel üana, i tendiéndole la mano lo dijo con voz conmovida. “Lo felicito, coronel, a TJd. i a su brigada. Han cumpli­ do con su deber." El señor Y^ei'gara, que venia un poco mas atrás, abrazó con efusión al coronel, diciéndole; “Lo felicito como amigo i como Ministro." .Felicitaciones análogas recibíanlos demas jefes que en­ contrábamos.

    k k c I

    k

    c k ' c

    c ■

    o ■ w

    ■ c

    o fe* o

    Una vez quo el Jeneral encentró una situación conve­ niente para dirijir la batalla, que se creia en esos momen­ tos tocaba á su ihi, ,se bajó do su caliallo. El fuego era mas lento i solo de cuando en cuando se oian tronar los cañones del fuerte que teníamos a nuestra izquierda. Los señores Yrergara, Altamirano i Godoi, .acompañados de lo.s ayudantes del señor Ministro, .so'dirijiercn entónces adondo estaba la 1. * División. Pero, poco ántes de lle­ gar, estalló un polvorazo que envolvió a todo el grupo, sin causar por fortuna desgracia ninguna, i el íiiogo reco­ menzó cou nueva furia, Yk la 2. * División cou su Jefe a la cabeza habia estre­ chado la distancia qne por el lado del valle la .separaba del enemigo, cuaitdo un ayudante del corone! Lynch llegó a todo escape pidiendo refuerzos i anunciando que ae habian agotado las municiones de la artillería, que esca­ seaban las de la infantería i que cl enemigo, en conside­ rable número, amenazaba por un flanco a la división i so hacia fuerce en la cumbre alta del Morro Solar. Inmediatamento la 3. * División apresuró su marcba, destacándose la Brigada Barceió para lomar oblicuamen­ te a los peruanos; cl Jeneral mandó al comandante Arís­ tides Martinez que avanzara con la reserva, e impartió las órdenes convenientes'para qnc se enviaran a toda pri­ sa municiones a la División Lynch, Acompañado dol capellán señor Fontecilla nos fuimos con ol Valparaíso, que apénas habia recobrado alientos i seguia cuán lijero le era posible a ajioyar a sus lici'inanos de la 1. * División. Los oficiales animaban a sus soldados, i éstos se animaban entre sí diciéndose: "Yhunos, niños, a ayudar a nuestros hcrmanitos.” 1 marchaban al trote 3or potreros i p.ajonales, devolviéndoles el v ig o rila a jiídad la sola idea de quo sus “liermanitos” .se hallaban en peligro. Do un pajonal que dejáb.amos a la izquierda salieron algunos balazos. Los proyectiles pasaron silbando por la cabeza del capollan Fontecilla, quien, sin inmutarse, me

    dijo; “A nosotros no nos alcanzan las bala.s; necesitamos consolar a loa heridos i ausiliar a lo.s que van a morir.” T en efecto, este digno ministro dcJesncriato consolaba a su paso a los heridos i daba la últim a bendición de la iglesia a los que exhalaban su postrer suspiro, sin cuidarse de las L.alas ni do lo.s peligros (|iio corria. i sus compañeros de ndui.sterio, cl capeÜan Y^ivanco, el padre Labra, lo.s presbíteros líduardo Fábres, Luis Ylontes Solar, Javier Y'aldós Carrera, .Mn-co A. Herrera, reveren­ do padre Paclieco (no sé si se me escnp.a a'gun nombre), todos desempeñaban su santa misinu de una manera ejemplar i en lo ma.s recio i crudo de la rehicga, exhor­ tando a los soldados a cumplir su deber como chilenos i como cristianos i bendiciendo sus armas. Pero alguno.? soldado.? del Yhdparaiso que habian sen­ tido los disparos i visto alguno.? bulto.? en el pajonal, lo rodearon como por encanto e liicisvon tribla rasa en él en ménos tiempo del qne gasto para decirlo. Con el Ciipelian Fontecilla i el coniandante Arístides Martinez nos habíamos adelantado algún trecho a la re­ serva buscando un paso por entro las tapia.? i canales. De­ jamos al Jefe de la reserva al lado de un boquerón quo daba salida a los lomajes del lado del mar i seguimos por el faldeo de aquéllos a junt.arnos con los cuerpos de la Brigada Barceió, qno ya comenzaban a trepar las empi­ nada,? ere.stas do loa cerro.?. El Caupolican tomaba on ese instante un corto descan,?o para organizar su línea.i mui luego emprendia tam ­ bién la ascensión con sus jefe.? al frenie, entre ellos el bra­ vo Dardignac que poco tiempo ántes habia sido nombrado 2. ® jefe del Caupolican. ; El Biilnes i YLddivia iban adelante. ' Dejando a lo.s cuerpos de la Brigada Barceió, cuando ¡ ya cl Santiago hacia flamear su estandarte en la cima del ¡ primor contrafuerte del morro que teníamos a nuestra derecha, descendimos hácia la playa bordeando el cerro por donde habían hecho su increíble i penosa a,?cension el Coquimbo i el Melipilla, En la playa evicontramas al comandante Soto, del Co­ quimbo, que era conducido en tina camilla improvisada con rifles, gravemente herido mas abajo dol hombro. E n­ tre las infmctuosidades de las rocas, guareciéndose del sol estaban los subtenientes de! Melipilla, Daniel Portales i .Federico YLaldi vieso, aguardando que llegara algun ambu­ lante a hacerles la prim era ciu’acion. El señor Fontoci la se bajó de su caballo i dirijiéndoles algunas palabras de consuelo, les dió a beber agua con cognac que llevaba con este objeto. .Luego vimos desde una altura qne un bote de la es­ cuadra atracaba a la playa, i mas tarrle supimos que en él venian cirujanos i socorros para los heridos, enviados por cl Almirante Riveros, gracias a los cuales no perecie­ ron aquellos valientes, pues las ambulancias no llegaron por eso lado. Este no es un reproche al personal del servicio sanita­ rio, puos individua mente cada cual hizo cuanto estuvo a su a canee por atender a los heridos, aun espoaiendo su vida, i la línea ele batalla era mui estciusa además; pero, por su misma oi'ganizacion, este servicio dejó mucho que desear, Gomo este asunto del servicio sanitario encierra, a nue.stro juicio, uua cuestión mui séria i de gran impor­ tancia p.ara nuestro ejército, nos proponemos ocuparnos do él por separado i con alguna estension. Continuando nuestra escursion a través de los cerros i fuerces quo hablan servido de escenario a tan sangriento di’ama, i que estaban cubiertos de rifles, cañones, cajas de guerra i preudas del vestuario, descendiendo i ascendien­ do, llegamos al íin al callejón que conduce al pueblo, i quo estaba sombrado de cadáveres de los enemigos, que

    510

    G U ER R A D EL PA CÍFICO .

    Sü habian parapetado detrás de la larga i ancha tapia que corre en toda la estension del m encionado camino.

    Ya los cuerpos de la 1. División comenzaban a reu­ nirse cerca del cementerio i en los potreros vecinos, mién­ tras en la población continuaba recio ei tiroteo. A nuestro paso para la ciudad encontramos a! mayor Avelino Villagran, del Colchagna, herido cn una mano, i tuvimos el sentimiento de saber la muerte del sarjento mayor del 3. ®, Serrano Montancr, i otros dignos oficiales de ese esforzado rejimiento. Por e! mayor Villagran supimos la muerte del intrépi­ do oapitan Juan D. Reyte, de! teniente Manuel Carrasco i dol subteniente Jenaro Molina, que habian caido como vaiiorites asaltando las. trincheras enemigas, i que habian salido heridos los capitanes Gajardo i Pumarino i varios otros oficiales de! Colchagua, entro otros los subtenientes Palacios, Gómez i Villarreal.

    tereses radicados en aquel suelo, o bien obligados a ello por las autoridades peruanas. I aquí es del c.aso observar que m iéntras el Perú se ser­ via de estranjero.? de diversas nacionalidades para sus obras de defensa, par.? sus minas, para la fundición desús cañones, para k construcción i dirección de sus fortifica­ ciones, i que tenia en las filas de su ejército de combate a gran niimero de individuos nacidos fuera del territorio peruano; quo miéntras cl Perú echaba mano de jento estranjera o mercenaria, Chile io debe todo al esfuerzo, a la abnegación, al patriotismo, ai valor indomable de sus hijos. Cou los dedos de la mano so cuenta el número de los pocos estranjeros que por amor a este sucio do Chile, donde han encontrado un hogar i una familia, o movidos por la justicia de nuestra causa, han solicitado un puesto en nuestro ejército. Ellos son: El comandante Hilario Bouquet. £1 capitán Otto von Moltke, m uerto en Chorrillos. El capital! Mac-Cuchcon. El teniente Sulhvau. El subteniente Eduardo Wenzive. I no sé que haya ningún otro.

    A la,s 2.30 P. M. entramos a Chorrillos, donde ya esta­ ban los coroneles Lynch i U rrutia, el comandante M artí­ nez i el comandante Baldomero Dublé, Jefo del Estado Mayor de la División Sotomayor, con sus ayudantes. Los peruanos, atrincherados en las casas, disparaban sobre nuestros soldados. En una de éstas, situada cn la calle principal al lado del rancho del Jeneral Fezet, se habia hecho fuerte un buen número de enemigos que ha­ En la tarde de esa memorable jornada, cuando ya cian fuego contra todo el que pasaba o estaba a! alcance nuestro ejército victorioso acampaba a los alrededores da de sus rifles. Al fronte-tle- a casa yacian varios cadáve­ Chorrillos o en las mismas posiciones enemigas, nos dirires; aquella era una fortaleza inespugnable, no podia pa­ jimos al campamento de la Brigada Amunátegui. sarse por ahí sin caer bajo el piorno de los que en ella se Conversando con oficiales i soldados del Eejimiento ocultaban. 4. ° de línea, oimos de boca de testigos presenciales al­ E l comandante Dublé so adelanté entonces con el te­ guno.s episodios do la batalla. niente García Valdivieso, el valeroso i joven oficial quo En lo mas crítico de la refriega i en momentos en quo con tatito brillo peleó en San Francisco al lado del co­ el onemigo hacia un movimiento de avance sobre un pu­ mandante Salvo, i un oficial peruano prisionero que lle­ ñado de soldados, se ordenó la retirada hácia el resto de vaba la misión do hacer ver a sus comp.añeros lo inútil la División. Un soldado del 4. ° , que con la mayor san­ de su resistencia, i que era mas prudente ,se rindieran, ta n ­ gre fria seguia disparando, recibió igualm ente la órden do to mas cuanto los prisioneros eran tratados con toda con­ retírame. sideración. —“LTn soldado del 4. ° no se retira, dijo, muero!” Aun el oficial peruano no habia concluido sus últimas I casi al mismo instante caia m uerto sin abandonar palabras, cuando del interior se hizo una descarga cerra­ su rifle. da, cayendo m uerto aquel infeliz que voluntariamente sc Otro soldado de apellido Espíndola, que fué herido en habia ofrecido a salvar a sus hermanos haciéndoles notar el pié al asaltar la segunda trinchera, se habia sentado lo descabellado de su loca empiusa. junto al cadáver de un soldado peruano i le rejistraba su El comandante Dublé fué al mismo tiempo herido en cartuchera para sacarle las cápsulas. una pierna, i poco despucs lo era ei teniente García Val­ Interrogado sobre lo que hacia, contestó con toda fie­ divieso, m a—¿qué quiere que haga, si me han herido, cómo voi a Entónees se atacó la casa jor todos lados i se le pren­ estar de ocioso? dió fuego. Pero el material dol edificio no se prestaba a Pero la epopeya del estandarte del rejimiento os algo la propagación dol incendio, i solo despucs do muchas grande. tentativas sc consiguió que !a casa ardiera por sus cuatro .Llevaba el antiguo estandarte que victorioso tremoló costados. Los que no habian tenido reparo on asesinar a en Arica ol subteniente Miguel Bravo, que en Tacna po­ mansalva a uno de los .suyos, perecieron dentro do esa ho­ leo en las filas dol Rejimiento E.?ineralda. Las balas se guera, sirviendo sus cuerpos de combustible a las llamas. cruzaban como el granizo impelido por récio veiidabal, i la gloriosa insignia habia sido ya atravesada por cinco balazos. Bravo seguia orgulloso con su rejiraiento, cuan­ De entro los que cn dicha casa hacian fuego, se notó a do caia herido en la piorna, siéndole imposible continuar uno quo llevaba en la cabeza una gorra como las que adelanto. usan los marinos, i en lugar do escudo una placa encar­ Tomó entonces la bandera el cabo Cirilo Jara, i luego nada. caia también, entregándola al sarjento Ortiz, a quien p a­ Probablemente pertenecía a una lejion de poco mas de recia respetaran k s balas. E! teniente López se apodera 200 hombres que usaba una gorra igual i en la placa ro- ' del preciosojiron i lo entrega al subteniente Manuel Os­ ja, de forma cuadrada, ma.s larga que ancha, el nombre valdo Prieto, que a los pocos pasos os gravemente he­ “Garibaldi” en letra.s bordadas de oro. Do esta lejion, com- rido. juesta en su jeneralidad de italianos, segim nuestros in­ El capital! Ibañez lo recibe, i a su vez ea víctima del formes, sucumbió un buen número con las armas en la plomo enemigo i mucre a la sombra de su bandera. mano. Sucesivamente pasó por k s manos de varios otros sol­ Alguien dijo que pertenecían a la compañía de bom­ dados de la escolta i por último el sarjento Ortiz lo llevó beros italianos de Chorrillos; pero esto no es exacto por­ basta el fin de la batalla. que la bomba de Chorrillos sc llamaba “Pompa Italia”, i la de Lima "Pompa Roma.” Mucho mas tendria quo agregar sobre la batalla da Eran simplemente estranjeros que habían tomado k s armas, sea en servicio del Perú, sea en defensa de sus in­ Chorrillos, para mí la mas grande i mejor dirijida que h a­

    CA PÍTU LO QUINTO.

    cañones. En cierta manera viene a ser algo como el fuer­ te Cindadela de Arica, pero mas e.scarpado. Por una de sus empinadas faldas sube un camino o cuesta formando ángulos; pero inaccesible para un asalto por c.?tar dominado por dos cañones i dos ametralladoras prontas a vomitar el plomo i la muerte contra los auda­ ces que por allí se aventurasen, Sin embargo, el Aralpaparaiso se trepó impávido. Es imposible, recorriendo esas terribles crestas i que­ DESPUKS DE LA BATALLA. bradas, darse cuenta de cómo nuestro ejército ha podido Apenas las indecisas vislumbres do la nueva aurora dominarlas i ahuyentar aterrorizados a sus defensores. La razgaban el plomizo i opaco manto de neblina quo cubria imajinacion, por mas esfuerzos que haga, no alcanza a ol horizonte i las primeras claridades del dia 14 perm i­ vislumbrar el valor inquebrantable, la abnegación sin lí­ tían distinguir los objetos, nos dirijirnos a recorrer el mites, los esfuerzos heroicos desplegados por nuestro de­ Morro en compañía del comandante Pinto Agüero i del nodado i patriótico ejército. I a medida que visitábamos aquellos sitios, mudos testicapitán Ferreira que estaba do guarnición en el fuerte. Todo el piso, todas las entradas e inmediaciones de las tigos do tan grandes episodios, pasada ya la fiebre dol trincheras estaban sembradas de bombas automáticas, cu­ combato i vuelca la calma a los ánimos, nuestra admira­ yos delgados estopines sobresalían como nna cerilla de ción crecia, i desde el fondo de nuestro corazón dábamos la superficie dcl suelo, prontas a hacer estallar el pycrato gracias al Dios de las batallas que habia hecho resplan­ de potasa a la mas lijera presión. Para evitar desgracia.? decer el derecho i la justicia, i a los hombros que, .sin se nabian apostado centinelas en los punto.? mas peligro­ distinción do clase n i edades, habían hecho brillar tan sos, a fin de que los soldados no pasaran por esos parajes alto la refuljente estrella de Chile. I no sabíamos qué adm irar mas, si la serena i apacible i cometieran alguna imprudencia. tranquilidad de los que sobrevi vían, o la santidad del sa­ Como ya lo he dicho, todas las cimas i quebradas de crificio de los que habian sucumbido como buenos en la esa inmensa mole de granito estaba tapizada de cadáve­ res enemigos i algunos nuestros, de rifles Peabody o Ro- lid. mington, de cañones i ametralladoras de distintos sistemas, de prendas do equipo, de toda clase de arreos militares i De regreso de nuestra escursion, i cuando el sol envia­ pertrechos de guerra. La confusión en les momentos de ba sns ardientes rayos sobre aquel campo de desolación i la derrota debió ser inmensa entre los peruanos i grande de muerte, los soldado.? preparaban su desayuno o se en­ su pánico, pues arrojaron sus armas como si Ies quema­ tretenían en la caza de prisioneros, sin hacer el menor ran las manos i ni siquiera pensaron on clavar sus piezas daño a aquellos desgraciados. Por el contrario, compar­ de artillería o inutilizar sus mortíferas ametralladoras. tían con ellos su esca.?o alimento. Debieron huir despavoridos, desatentados ante tan tre­ Como siempre, valientes e implacables durante el furor mendo golpe dado a su soberbia, presas de un vértigo del combate, jenerosos i compasivos con los caídos i ven­ espantoso ante el insondable abismo que por su insensa­ cidos. tez habian ello.s mismos abierto a sus piés, i como si es­ Ya tenian reunidos mas de 150 soldados peruanos que pada flamíjera cayera iracunda sobre sus cabezas para habian sacado de las sinuosidades rocosas de la playa, sin castigar su presuntuosa vanidad, sus infamias, sus envi­ llevar siquiera una bayoneta para traerlos, Talvez habrian dias, sus criminales i negras maquinaciones contra Chile. creido indigno de ellos tomar sus rifles para esa tarea. Entre los prisioneros recojidos se encontraban algunos El Morro Solar, por su configuración, sus escarpas, sus oficiales como el capitán Luis H errera i teniente Fabricio uobradas i desfiladeros, tiene mucho del célebre Morro Elles de la Guardia Peruana, i Manuel Céspedes del B ata­ e Arica, Cortado a pique por el lado dcl mar, donde llón Tarma número 7. Todos ellos fueron enviados a juntarse con sus compa­ presenta profundas anfractuo.sidades i rocas que azotan furiosas las olas, so estiende, como el de Arica, hácia el ñeros que estaban provisional monto alojados en ol espa­ S. S. E. defendiendo la bahía de Chorrillos por eso cos­ cioso edificio de la Escuela de Cabos. tado. A sus faldas naco la planicie en que ántes ,?e levanta­ I aquí debo consignar un incidente que no quiero cali­ ran los suntuosos ranchos que componian la renombrada ficar. villa de Chorrillos, el edcn de encantos i dulces misiciios En ia tarde dcl 13, un oficial i unos cuantos soldados en que las lánguidas i muelles hijas del Rimac pasaban del Rejimiento Santiago conducían a los prisioneros to ­ los calores del estío, mecidas cn blandas hamacas o re­ mados en el fuerte do Chorrillos, a cuya cabeza m anda­ costadas en ricos i sedosos divanes, o entregando sus de­ ban entre otros jefes i oficiales el coronol Cárlos Piérola, licados i mórbidos cuerpos a las azuladas ondas del mar el comandante Ju an Fajardo, el mayor Antonio Bernales que jugueteaban con sus perfumadas cabelleras. i los oficiales Eduardo Grcllaud, Alberto Panizo. Ballena El cerro que como nn centinela custodiaba por el S. 0 . i tantos otros. tanta belleza i tanta molicie, habíase convertido en una Al pa.?ar frento a los coroneles Lynch i U rrutia, co­ cindadela erizada de cañones lara defender aquella joya mandantes Dublé i Bascuñan i algunos oficiales chilenos tan preciada do los magnates imoños contra los soldados que se habian sentado cerca del cuerpo de guardia que chilenos. I jES lujosas ir\oradas, asilo en quo se cobijaban mandaba el subteniente Eduardo Wenzive, los soldado.? soñadoras i voluptuosas hadas, i se desarrollaban roma­ leruanos, espontáneamente, sin que ning rel="nofollow">no do los nuesnesca.? layendas i tiernos idilios de amor, o las negras :ros los hiciera la menor insinuación, prorumpieron en trajedias de los juegos de azar., se babian tr,%:formado vivas a Chile. en castillos que ocultaban dentro do sus murallas a csDe este hecho, que para alguien pudiera parecer inve­ traviado,? e insensatos caudillos quo no hacian sino pre­ rosímil, fuimos testigos con los jefes ántes nombrados, cipitar la ruina i la destrucción de aquella Capna del Pa­ cífico. Poco despucs que cl coronel Amunátegui envió los pri­ sioneros tomado I en la mañana, recibió órden de ponerse En nuestra escursion alcanzamos hasta la cumbre quo en marcha con su brigada para acampar.?e en el camino mas se avanza al S. E,, i que no es otra cosa que un ele­ do Chorrillos a Lima, órden que puso en ejecución tan vado i sólido contra-fuerte, coronado por una batería de pronto como la tropa se hubo desayunado.

    ya tenido lugar en la América dol Sur, pero dejo a plu­ mas mas hábiles i a la altura de la grandeza de la inmor­ tal jornada del 13 de Enero la tarea de darlo am plitud i desarrollo, i me limito a repetir el grito con que nuestros valientes rompian el íuego, coronaban las alturas o clava­ ban en la cima de los parapetos enemigos la bandera de la patria: V iva GhiU!

    V. i.__

    X..

    Q.

    to L

    L•V» íw f

    ■G

    ' G

    511

    512

    G U ERRA D E L PA CÍFICO .

    Descendimos el ancho camino que serpentea a la falda del Morro por el lado de la población, i que, con la cues­ ta artillada de que hemos hecho mención, son los únicos puntos por donde puede subirse a la cumbre, Por esto camino habian subido los peruanos las pesa­ das piezas da artillería que defendían sus posiciones, no alcanzando a hacer io mismo con un inmenso cañón de a 500, que habia quedado en una plazoleta cerca del muelle i la cureña a la subida del cerro. El acarreo de aquellas máquinas hasta colocarlas en su puesto, debió costarles esfuerzos sobrehumanos.

    en la calle de la Catedral, como una cuadra al Poniente de la acequia do Negrete. En el interior se liabia acumulado cnanto puede, hacer las delicias de un sibarita; pero en medio de ese esplen­ dor so notaba algo que faltaba i ese algo eran los refina­ mientos del arte i del buen gusto. De todas esas riquezas, de todas esas estátuas, do todo ese lujo oriental, hoi no quedan sino escombros i recuer­ dos. Todo ha sido devorado por las llamas, con escepcion de tres o cuatro edificios, uno de ellos la escuela o Cuar­ te l do Cabos que en la tardo del 13 servia de lugar de de­ tención para los prisioneros peruanos i de hospital de san-

    La Brigada Amunátegui, atravesando una narte de la j ed ificifd rv aste^ construido con población, siguió su marcha por el camino del ferrocarril todo costo. Ocupa una área de terreno de rnas de nna de Chorrillos a Lima que corre paralelo con la via carre­ cuadra por cada costado, i consta de dos pisos dominados tera i fué a acamparse con la otra brigada do la divi.sion por «azoteas, como la mayor parle de las cas.as de Lima. en unos potreros de la izquierda a pocas cuadras de Bar­ Anchas escalenas de mármol conducen dol primero al ranco. Los domas cuerpos del ejército chileno habian le­ segundo piso, i uno i otro están circundados de galerías i vantado sus campamentos a derecha e izquierda del cita­ corredores. do camino, encontrándose mas avanzada la División Lagos i a nuestra derecha la División Sotomayor. l a tarde dei 13 i todo el dia 14 fueron empleados on Parte do la artillería estaba en la estación, parto con las divisiones respectivas i algunas secciones on los fuer­ trasportar los heridos i tomar las medidas convenientes a íin de estar listos para un nuevo ataque, pues se sabia que tes, como la batería Ferreira en el Morro. 5.000 i tantos hombres quo habia eh Monterico se h a­ bían replegado en Miraflores, dondo Piéroia habia reunido Detengámosnos por algunos inomontos en la población la reserva i los restos de su ejército, de Chorrillos. ,E1 iniendío continuaba en su obra..de dé­ I A pesar dol rudo 0 irreparable golpe que habia esperivastacion, propagándose de casa en casa, de calle en calle. . mentado, el Dictador hacia concebir todavía a esas jentes No muchos no era cnn sino nnn una rn.cn mise­ i n hace 1 .1 PO miio ifto años, íinno Chorrillos mvri nn nrn q insousatas, UO Ds posiflílídados do uiia resistencia rable aldea de pesc.ndores, contando apénas con unas po­ ni las probabilidades de un quimérico triunfo, sino una cas i miserables cabañas diseminadas en las faldas do los victoria completa i decisiva. cerros. Allí acudían en la estación de verano algunas fa­ 1 para mejor engañar a los suyos, hacia circular boleti­ milias do Lima, atraídas por las limpias i tranquilas aguas nes, por medio de sus plumarios, anunciando el grande do la ensenada. entusiasmo i la fe en el triunfo que dominaba a sus ven­ Poco a poco el pobre lugarejo fué haciéndose de moda cidas tropas. i comenzaron a construirse algunas casas. En esa época I miéntras ten burdos embustes se hacian propalar, to­ vino aquella lluvia de oro, producida por guano de las do el campo de Chorrillos estaba sembrado do rifles i Chinchas i los empréstitos de millones de millones. Como con los cadáveres do mas de 4,000 perú,anos; cerca do por encanto, levantáronse hermosos edificios adornados 2.000 prisioneros habian caido en nuestro poder; 49 ca­ con estatuas, verjas i jardines i de todos los estilos arqui­ ñones de divonsos sistemas i calibre, 13 ametralladoras, tectónicos, a los que so se dió el nombre Ae ranchos, banderas, armas, pertrechos, vestuario i cinco estandartes arranque de fatuidad, nacido do aquel torrente de oro quo le habian sido arrebatados en sus mismos atrincheram ien­ a todos cegaba. tos i formidables fortificaciones. E n pocos años Chorrillos fué el punto obligado de ¡ reunión de las familias opulentas del Perú. Todos tenian o querían poseer un rancho mas lujoso que el vecino; i la I como decian que los solos batallones Guardia Peruamiserablo aldea do pescadores se convirtió en un lugar na. Cajamarca i Ayacucho habian peleado contra todo el de placeres, donde dominaban como señores absolutos la | ejército chileno, veamos la verdad ue Ia.s cosas, moda, ol fausto, la ostentación. Nuestro ejército fuerte de 23,129 hombre.?,—digamos Dos magníficos boulevares corrían paralelos de la esta- I 24,000—no habia entrado todo en combate, sino una parcion al mar, bordeados de árboles i ostentando en ámbas te de él; miéntras el ejército peruano, constante de 26 a aceras edificios mas o ménos recargados de adornos, mas 27,000 hombres, según nuestros informes i los obtenidos o ménos pretensiosos; pero sin la elegancia, sin la esbeltez de los mismos jefes prisioneros, entró todo en pelea, de las preciosas quintas de Y^iña del Mar. j 1 estos 26,000 liombres combatian detrás de trincheras, Fuera de esas dos avenidas, las domas calles de Chorri- ocultos cu los fo.sos, desde alturas inespugnables para líos son angostas i tortuosas, i, como todas las de las ciu- otros quo no fueran soldados chilenos, con una gruesa dadea dcl Perú que hornos visitado, polvorosas i desasea- artillería que dominaba toda la llanura i las subidas; das, luciendo en cada esquina, en lugar do la escuela o el miéntras que nuestro ejército no llevaba mas baluarte taller, la pulpería o ia fonda ahumada i sucia de los chinos, que sus pochos i su denuedo. La plaza, aunque pequeña, es bonita i tiene hermosos Agregúese todavía cuán inmensa es la diferencia que jardines. hai entre el que espera el ataque detrás de sus fortiíicaA orillas del mar so levanta un ostenso malecón, cons­ clones, dcfendirlo por espesas trincheras dominando las truido, si no nos equivamos, durante la administración cimas, descansado, con todos los pertrechos a la mano i Balta, adornado con un kiosko, estátuas de mármol i una recibiendo refuerzos, i el que ataca a pecho descubierto, elegante balaustrada. Desde el kiosko, so baja a los baños fatigado por una penosa marcha, sin dorm ir i trepando por una rampa mui pendiente do madera cubierta por un por pendientes escarpadas, i se verá quo ese número do 26,000 se aumenta en la m itad por lo ménos. techo del mismo material. El conjunto de Chorrillos no es ni con mucho tan pin­ toresco como el del Ytersallcs chileno. Allá domina un Los estandartes tomados, he dicho qno eran cinco, i lo lujo pesado, sin gusto, sin elegancia. Entramos a una do las mas renombradas casas, el r a n ­ fueron: Uno por ol Buin. cho del JeneraJ Pezet, que en su parte esterior os casi Id. id. ol Esmeralda. igual a las dos o tres casas quintas construidas hace poco

    513

    CA PÍTU LO QUINTO.

    Uno por el 2. ® de línea. Id. id. el Santiago, id. id. el liiayor Stuven. El tomado por ol Esmernida, que tuvimos ocasión de verlo, es una bandera peruana de riipn'aima seda. Eu e! centro ostenta un escudo da oro bordado cn relieve 1 adornado con piedras preciosas i este nombre bordado también en letras de oro; 'Tiauil'on 'Manco-Capac número Si." En e! anverso un sol también de oro, i cn derredor “Columna V oluntarios-C azadores do jSrdavcrry,” i deba­ jo del .sol; ‘'Obsequiado pm- la .señora viuda dcl bizarro Jeneral don Felipe Santiago Salaverry.” El que tomó o mayor Stuven en compañía de su her­ mano, pertenecía al ííatallon número 1 de los Zuavos de Lima, i no es menos rico quo el anterior. to.' to '

    LA BATALLA OE MIB.AFL()KE,tí. ÁNTK? DE r,A B.\TAI,LA.

    Tan completo, tan esplendido liabia .sido el triunfo al­ canzado por la.? armas sobre e! poderoso ejército qne cl Perú habia acumulado en las múltiples líneas de forciflcaolones que .se estendian desde Villa hasta San Juan i Monterico, i tan grande, tan inmenso el de.s.astre del ene­ migo, que, si bien sc esperaba tuviera lugar una segunda batalla, no se dudaba por un momento de una nueva vic­ toria, considerándose como nna locura la resistencia a la.? ¡.inertas do Jama, pues esnonian la ciudad a los rigores que corro toda plaza fortificada tomada a viva fuerza. l'ero «o p«ns«ba imhOab'.cmmtó m d Pié. , ' ' ’sabÍMo >]« c,™ f«!»ccs

    v„

    ■c ■c. to ' to ..

    c Ctoc c c c c c

    ¡ m e m a » pai.ibm,,

    El señor Errázuriz hizo notar ai coronel Arias Aragües, jidiéndoie (¡no asi in ccrminicara al '..dctador, que nn rabia ido con el fin dn entrar en jiegradaciones ni trata­ dos de ninguna e.>¡.'ec!e. ('iiya iníciasion dobia partir n atu ­ ralmente (le los ver¡(‘; los, sinn única, i es..'.l;.i.si\ámeme oon el propósito de hacer ver l.r iiuililidad de una !'csistúí'i(na i do uu nuevo derramamiento de sangre, i salv.ar a la ciu­ dad clc Lima do los rigores i consecuencias que le traería un combato librado en su.s ini.sma.s puertas. En seguida, el señor Errázuriz i su comitiva regre.saron a nuestro ciimpamonto a dar cuenta del res',litado de su misión a; sefior Ministro de la Guen'M, (¡no a la sa'zon .so lialiaba en la Escuela de Cabos. De nuestra parto so liabia lioolio cnanto la dignidad p-armitia para librar a Ijiina de los horrores de una bata­ lla, i la sangre que mas tarde podia correr a torrentes caeria sobre las cabezas do io.s obsecados que arrastraban a .su ¡«lis a la ruina i a la (le.so!a,e¡on, Las lágrima.? de las madres qne lloiurian ¡lor sus hr¡os, do las esposas que lamcntariari la pérdida de les compa­ ñeros do .su vida, de los hijo? quo quedarian hiiéríanos, no pesarían, nó, sobro los cliileuos que, siguiendo .su tra­ dicional nobleza de acntiiniontos, trataban de .ahorrar tan emoles sinsabores, tantas amarguras. Pesarian sobre los que, on hora aciaga para c! J’en'i, liabian tomado ladirecci-on de .sus de.?tinos, .sobre los que, mintiendo triunfos i victorias tras do cada desastre, l!-jvaban a .su país, por sus caprichos o por su cegued.ad, a nn in.sondable abismo. j,

    ^ ‘'“ y »

    , .1 • 1 ■ d j „ peruano.? en su .segunda h n ea de defensa, en-SUS Ultimos había conseguido reunir mas de 18,000 hom bres. Diez a t , j V- i ■ . i ■ n , i 1 II,m „! 1 1 _______ ' i desesperados atrincheram ientos nc M,iranore.s, donde doce mil do la reserva, que habian habían acudido al llamado llam ado i • u i• i

    ' ...................................................I reorganizaban .sus Iuerzas i .so ¡irepara.Vían con cuantos de Piérola “ rara concluir con ios desalentado.? i de.s!mchíi,? recursos lodiaii disponer para tentar el ¡tosircr c.sfnerzo, batallone.? cúleno.? incapaces de sostener nn nuevo ata­ el señor Jeneral, digo, se ocupó en organizar nue.stras tro­ que.” 5,000 hombres que se babian re¡)iegado de Mouteripa,? i dictar las di.spo.sicioncs eonducontes para caer sobre 0 0 a Miraílores, 1 los di.?¡)er.?os de la batalla del 13, com­ el onomigo en la madrugada de! Ló. ponian la barrera qne se ü]mni:i. al ejército vencedor. Como .acontece .siempre de.spnes do una gran batalla, Pero ántes, siempre con la noble mira de evitar una .sobre torio despuos de una batalla como la del í 3 de .Enero, ii'iútil eFuston ds sangre i las func.?t,a.s consecuencias que se introduce cierta confusión en un ejército de 24,000 podia traer para la ca¡>ital (leí Perú un combate en, .seme­ jantes circunstancias, cl señor M.inistro do la Guerra qui­ hombre.? que ha peleado raa.s de nuevo hora? en nna línea so tent.ar el último recurso acon.sejado por la huamnidad tan cstcn.sa i avanzando por serranías i desfiladero?. Mu­ chos soldado.? dé un cuerpo se habian int.ersiolado en las ¡ la civiliziioion. filas do olro duranto el fragor dol (iombaie o las marelnas El señor Isidoro 'Errázuriz, Secretario de! .señor Vercn avance, otros, rendidos de cansancio i do fatiga, habian ta ra , fue enviado, en la mañana deí viérnes 14, en calidad quedado di.spcr.sos en el campo de la acción. do parlamentario, a conferenciar con el Dictador i maniT.a mañana del viernes se na-só on la tarea de organizar íé.?tarle la inutilidad de su ro.si?tont'ia i la conveniencia mejor nuc.sti'as fuerza,?, dar su resueotiva colí..v;acion a ca­ de someterse a la.s condiciones del vencedor. Acompañá­ banle en su misión cl .señor coronel Miguel .Iglesias, Pli- da .sección del ejército i proiiorcivonarles sn rancho. l.a mayor parte do los soldado.?, Lodos, ¡os que habian nistro do la Guerra, tomado prisionero cl dia anterior, cl entrado en acción e.staban sin cornev lincia mas do 24 capitán Guillermo Carvallo, ayudante del señor Ministro, hora,?, .has provisiones' que so les habia distribuido ilutes 1 ei alférez Eduardo A. Cox i tres soldados del Rcjirnicntu do Granadero;?, uno do lo.? cuales llevaba la bandera do ¡Kiner.se en m ardia de Lnrin i í | í5' con.si.stian en dos pane.? grandes o toleras i una abundante ración de carne blanca do parlamento. cocida, las habian consumido durante la marcha o arro­ El señor Errázuriz i su comitiva llegaron siu novedad jado al sudo on él tra.sour.?o de la refriega para librarse a pocas cuadras de .Miraflore.?, dondo lo salió al nncnentro el coronel Arias Aragües, .según entendemos Jefe del Es­ do e.?c peso i quedar solo con sus riñe.? i municiones. Los proveedores de rejimiento que habían acompañado tado Mayor Jeneral del ejército peruano. a .sus cuerpos en !a batalla i corrido todos los riesgos, fnipnesto de la mi.sion del parlamentario chileno, con­ testó que el Jefe Supremo de! Porú so hallaba recorríenactividad i podian suministrar un regu^ ^ ^ « to \ u V. A to /V /V I do en esos momento.? sus líneas de defens; sa 1 que no ro­ lar rancho a las tropas. gresaria tan pronto. Convínose entónees en que el señor Igle.siiu? fuera en A medio dia todos los cuerpos del ejército descansaban su busca, dando ánte.? su palabra de honor que volverla, en .sus campamentos a derecha o izqi.iierda del camino i manife.stara a Piérola el objeto quo habia llevado al .se­ que ¡«irte de Chorrillo.? a Liraa, i d.ando frente a Barran­ ñor Errázuriz a parlam entar con él. co. El Rejimiento Esmeralda estaba do guarnición en EÍ señor Iglesias que estuvo poco después de vuelta, Chorrillos i a cargo dei Cuartel de Cabos, custodiando a anunciando que el Dictador peruano estaba di.spuesto a nuestros heridos i a lo.s prisioneros peruano.?. oir al enviado chileno siempre que éste estuviera investido Poco después de las 4 P. M. la División Lago.? so puso de plenos poderes para cutablar negociaciones. ea marcha, con el Rejimiento número 1 de Artillería en Tomo

    iv

    . - 65

    514

    G Ü E M A D E L PA CÍFICO .

    dirección a Miraflores para tomar una coiocacion conve­ niente a vanguardia del eje'rcito i estender su línea de batalla al frente del enemigo quo debia ser atacado al amanecer.

    en Pisco. Habia salido de ese puerto en la noche del 12 i arribaba a Chorrillos a las 4 P. M. del día 14, donde des­ embarcó. El Quillota, que ya habia hecho una buena campana en Pisco e lea, ardia en deseos de tom ar parte en el próxij mo combate, ya que no le habia sido posible baeorlo en Todo estaba listo para el próximo combate, cuando, la batalla de Chorrillos, cuyo estruendo alcanzó a oir des­ como si Piéroia hubiera presentido el inminente riesgo de la caleta de Pescadores. quo corria, se valia del Cuerpo Diplomático estranjero para retardar la hora fatal de su castigo i cl golpe quo le Nuestra escuadra no se habia quedado estacionaria en amenazaba tan de cerca. Quién sabe que siniestros planes fraguaba el Dictador Chorrillos donde jra habian fondeado algunos de nuestros del Perú, al pedir su intervención a los representantes de trasportes. En la nocho del 14, i de órden del Almirante Riveros, las grandes potencias estranjeras! Pasada la media noche llegaron al Cuartel Jeneral chi­ el Cochrane salió para el Callao a relevar a la Pilcomayo leno mensajeros del Cuerpo .Diplomático de Liraa trayen­ que debia unirse con cl Huáscar, Blanco i O'Higgins, i do nna nota colectiva en que se solicitaba dcl señor J e ­ cuyos cañones de largo alcance era necesario utilizar en neral en Jefe una entrevista, a la que accedió, acordándose el combate combinado que se preparaba para Ja m adru­ gada del 15 sobre las fortificaciones do Yliraflores. quo tuviera lugar a las 7 A. YI. dcl 15. ; Ignorando qué proposiciones podrian hacerse por parte del .Rerú, i a fin de no precipitar los sucesos o do que mas En la mañana del s.4bado los cuatro buquos arriba tarde pudiera decirse quo Chile habia sido sordo a las pe­ mencionados se aguantaban sobre sus máquinas a la al­ ticiones do los ministros neutrales i a las propuestas de tura de YHraflore.s. Ailí esperaban, corno el ojército, el un arreglo pacífico, el Jeneral Baquedano resolvió sus­ resultado de las jestiones diplomáticas i.que term inara la pender ol ataquo hasta despuos de la conferencia. suspensión de armas o mas bien el armisticio concedido A las 7 A, M. venía de Lima un .tren con bandera blan­ ca, el cnal atravesó ruiestro cam pam ento en dirección a Chorrillos. Desdo que se anunció su aparición algunos sol­ dados treparon sobre las tapias i lo saludaron a su paso quitándose el kepí i dando entusiastas vivas a Chilo! Todos creian que aquel tren conducia las condiciones con que se rendia el ejército peruano i entregaba a Lima i ol Callao. Aquí debo declarar que no fallaban quiénes dudaran de todo arreglo pacífico, i que miraban todas esas jestiones como uno de los muchos ardide.? do que se valia Piéroia para ganar tiempo i rehacerse mejor a las puertas de Lima. Pero la voz de los que así pensaban no tenia eco, i quién sabe también si sus recelos eran infundados i no pasaban de simples quimeras. Sea de esto le que se quiera, lo cierto es que aquel tren con bandera blanca no traia la rama de oliva, sino a los señores ministros de Francia. Inglaterra i San Salvador, este último Decano del Cuerpo Diplomático de Lima. Conducidos a piesencia dei señor Jeneral en Jefe, que so hallaba con el señor Ministro de la Guerra i el señor Altamirano, espusieron verbalmente que venian a pedir protección para los neutrales residentes en Lima i que a la vez trataban de salvar a la ciudad de los horrores de un ataque. So les contestó que el únjco medio para alcanzar el fin quepersogiiian, era la entrega inm ediata o incondicional del Callao i sus defen.sas. Como agregaron que para conseguir esto pedian la smspension de hostilidades, i quo, por otra parte, el Gobierno del Perú solicitaba algun plazo para hacer jestiones ofi­ ciosas conducentes a la paz, i que, por último, tenian es­ peranzas de que Piéroia se sometiera a las condiciones impuestas por Chile, evitando así un nuevo derramamien­ to do sangre; so prometió, después de largas deliberacio­ nes i m aduras refleccioncs, no romper los fuegos ántes de la.s doce do la noche. Esto importaba una tregua en las hostilidades, o si se quería un verdadero armisticio que so concedia a los pe­ ruanos, sin mas compromiso por parte nuestra que el de no romper los fuegos sino pa.sado las 12 P. M. Así quedó convenido, i los sefiores m inistros de Inglaterra, Francia i el Salvador regresaban a las 9.30 A. Yl. Miéntras tenia lugar la conferencia, llegaba al campa­ mento de la División Lynch, a la cual habia sido agrega­ do, el batalion Quillota que habia quedado do guarnición

    a los peruanos. .£1 armisticio concedido al enemigo, como ya lo he di­ cho i creo necesario repetirlo, uo envolvía para Jos chile­ nos mas compromiso que c! de no romper sus fuegos hasta espirado el plazo otorgado a los representantes estranje­ ros, plazo qué éstos habian solicitado, i que venia mui a propósito para que nuestros soldados so repusieran un tanto de las fatigas do la sangrienta i larga jornada del 13. El señor Jeneral en Jefe, on vista de catas considera­ ciones, receloso quizá de algun lazo o emboscada i descon­ fiando do los mil ardides i conocida alevosía de los perua­ nos, tomó las medidas oportunas para poner atajo a un golpe do mano i evitar las funestas consecuencias do una sorpresa. Hacia qne la División Lagos, qne en la noche del 14 habia alcanzado hasta Barranco, donde acampaba, avan­ zara hácia Miraflores, .Das dos brigadas de la 3. * División i la artilloría respec­ tiva, al mando del comandanto Wood, adelantaron por el camino de fjima hasta mui cerca del enemigo mas allá de Barranco i formaban su linca de batalla, apoyando su iz­ quierda on el mar i estendicndose de Oriento a Poniente. Pava efectuar esta operación, el coronol Lago.? hizo der­ ribar algunas tapias de los potreros a fin de que la línea no quedara interrum pida, dejando en pié las que estaban al frente i podian servirlo de trincheras. La Brigada U r­ riola tenia nuestra derecha i la Brigada Barceió la iz­ quierda. La línea de la 3. * División quedaba formada á n ­ tes de las 2 P. YL, en este órdcii, de mar a cordillera; Rejimiento Concepción. B¡itallon Caupolican. Id. Y^ah ivia. Rejimionto Santiago. ' Id. Aconcagua. Batalion Naval. La artillería de la 3. * se habia colocado un poco a re­ taguardia de Navales. "La reserva se ponia on marcha, con la misma dirección, a las 12.20 P. Yí„ la seguia la 1. * División a la 1.15, ho­ ra en que avanzaba también por el camino público la caballería. El Comandante Jeneral de Artillería, coronel Velazquez, i habia colocado en lugares convenientes sn artillería de ¡ campaña, ocupando la batería del eapitan Nieto la dere' cha, i su jemela, Ja del eapitan O rtúzar, la izquierda. El enemigo, m ientras tanto, llegaba con toda veloci­ dad tropas de Lima i el Callao bácia su línea de batalla, haciendo venir la Guardia Chalaco, Batallón de Marina i

    CA PÍTU LO QUINTO.

    fe_

    V c.. c. kk

    k O

    c c

    515

    Guardia Urbana. Los trenes de Lima so sueedian con ra ­ soco del rio Surco, siguiendo bus nnrrcadas ondulaciones del terreno i aprovechando lodos los accidentes i alturas pidez, acarreando Iroyras i municiones. E l eapitan Ju an .Brown, ayudante dcl coronel Yrolaz- dominantes. en la batería de Mi r,¡flores, fucrSu derecha a^ quez, se habia trepado a una especie de observatorio desde donde abarcaba en una'gran estension ]a via férrea. te reducto a poca distancia del mar, i su izquierda en los Esto vijía avanzado, anunciaba a cada momento el arribo encumbrados cerros de Vasqnez, que limitan la llanur.a jor el Oriente i donde el formidable San Bartolomé asomaa la estación de Miraflores de nn convoi, gritando desde su elevada garita; “Otro tren, coronel, otro tren.” i ja su cabeza erizada de cañones, cuyo número habia sido Como se ve, P iérd a habia solicitado una suspensión de aumentado poco ántes con escolenles piezas Wilw;?!! .sa­ armas, sin mas propósito, a nuestro juicio, que el de ha­ cadas de la Union. Toda esta línea formaba un arco de flecha cuyo centro cerse fuerte on Miraflores i disputar e! paso a los vencedo­ res de Chorrillos i San Juan. Pero la palabra estaba empe­ venia a ser eu cierto modo la línea férrea, destaciíndose ñada, i se aguardaba con anhelo la llegada delosmini,stros entre San Bartolomé i la batería de Yüraflore.? cinco re­ diplomáticos o la espiración del plazo concedido para ductos de forma .semi-circular i construidos confoiune a castig.ar la perfidia yreruana, caso que el .Dictador no los últimos adelantos de la ciencia de ia guerra. La batería Miraflores, que cerralai la série de fuertes aceptara nuestras condiciones i so hubiera servido dcl Cuerpo Diplomático como de un juguete para alguna ar­ por el Poniente, se levantaba en una eminencia natural, i dominaba con sus cañones Grieve (imitación Krupp) el tera alevosía. lado de la playa i lodo su frente en nna gran estension. La circundaba una alta i ancha muralla do sacos de are­ El camino quo va de Chorrillos a Lima atraviesa una na resguardada por nn terraplén de guijarros i tierra quo estension de cuatro leguas por entre potrero.? i quintas, i descendía hasta un fo.so de tres metros do profundidad corre paralelo con la línea férrea con la cual en muchos por mas de cuatro de anchura. puntos no forman rnas que una sola vía. En su interior, i pegados a la muralla, habia tres gradas, Desde Chorrillos hasta Cuadrado i Barranco, el terreno la última casi al nivel de la superficie de la trinchera i es una estensa llanura lijeramente ondulada i dividida en dispuesta de tal modo que los soldado,? peruanos pedian potreros cultivados. apuntar sus Peabody sin presentar ningún blanco. Barranco, distante de Miraflores ménos de 20 cuadras, Al Poniente de la batería Miraflores estaba otro fuerte es una pintoresca aldea con algunas casa'quintas de mo­ a poca distancia del camino carretero, sobre otra altura, i derna construcción i elegante aspecto, i un punto de re­ protejido como el anterior por una gruesa trinchera do creo, por sus arboledas i jardines i su cercanía al mar, sacos de tierra. El terraplén estaba liecho con trozos do yvara las famili¡is de Lima. La línea férrea atraviesa por tapia, i desde léjos parecia mas bien un castillo desmo­ el N. E. una de sus calles, donde se encuentra la estación ronado. dél ferrocarril, bonito edificio como casi todos los de su Pasando la via férrea, siempre en dirección al Poniente, jénero en el Perú. se bailaba un tercer reducto, de mayores dimensiones i De Barranco a Miraflores, la línea férrea forma una mejor defendido, dominando el camino por sn derecha, i lijera curva i se aparta un tanto al Oriente del camino por su izquierda i frente a los potreros en que se dividi.a carretero que arranca rectamente en dirección N. O. el valle. Esta fortaleza, creo no equivocarme, ocupaba la El terreno entre estos dos puntos es mas quebrado i altiplanicie de la H uaca Juliana. dividido en pequeños potreros cerrados por gruesas ta ­ Ylil metro,? a la izquierda se levantaba el cuarto fuerte, pias de adübon como de dos metros de altura, i a cuyos i continuando en la misma línea, i sobre una loma, el quin­ costados corren jenoralmente canales de rogadlo. to de los reductos intermediarios. A un quilómetro, mas o ménos de Miraflores, o bien sea on el término medio de la distancia que le sepiira de Pista série de fortificaciones, que describían un arco, Barranco, una profunda hondonada, talvez un antiguo abarcaba unos 6,000 inetros, ¡jasando por la Palma i los cauce, corta la planicie de Poniente a Oriente en toda su estension, inclinándose eu su estremo derecho hácia el cerros i alturas de Idmica Juliana, San lloijas, Mendoza i Piño, para term inar en los morros de Vasquez, teniendo Norte i formando así una especie do arco. siempro a su frente el cauce del Surco, i las forriíicacioJjOs bordes de esta quebrada o cauce, lo componen co­ nes que desde Yíonterico se estendian a Chorrillos i en­ linas i cerrillos de poca elevación, presentando una série cajonaban con .?us cañones los valles de San Juan, Chor­ de montículos separados, do una formación de acarreo i rillos i Lima. cubiertas de lajas i guijarro.?. El terreno habia sido perfectamente estudiado en sus Todo cl borde del lado de Miraflores está coronado en menores detalles para impedir la marcha sobre Lima de una estension do unos 6,000 metros por una tapia no in­ terrum pida i que solo da pasada al camino férreo i al Las tropas chilenas, por cualquier punto qne emprendie­ ran el ataque o por todos a la vez. carretero. I es de felicitarse, cuando se ha recorrido i visto las dos Esta tapia sigue las ondulaciones dol terreno, aumen­ .séries de fortificaciones, que no se hiciera esto último ni tando con su altura la profundida.d del barranco, i for­ mando de ese modo una magnífica trinchera i foso na­ se operara por cl valle de Ate o la Rinconada. Si nuestro ejército, en lugar de atacar por Chorrillos, tural. corno lo hizo, lo hubiera hecho por cl Poniente, creo—i Partiendo de esta quebrada el camino férreo i el carre­ ahí esián las cartas ieográficas, planos i croquis para cortero, continúan por entre altas murallas de tierra a uno i roboi-.ar esta creencia—que se habria visto rodeado por otro lado, quedando entre ámbos una angosta faia de completo, sin salida posible, sin la protección de la escua­ terreno. dra, léjos de todo recurso, soportando los fuegos del San Cristóbal i San Bartolomé, fusilado por la espalda i el De.?crito de la mejor manera que hemo.? podido el ter­ frente por las formidables líneas de San Ju an i Chorri­ reno en que se libró cl combate i asalto de Miraflores, llos, iMiraflores i Montorieo, tratemos ahora de dar uua lijera idea de las fortificaciones Si la victoria de Chorrillos costó a nuestro glorioso ejér­ i atrincheramientos do los peruanos, advirtiendo, desde cito muchas i lamentables bajas, el ataque por el estremo luego, que los cañones del fuerte de San Bartolomé domi­ izquierdo del enemigo nos habria causado pérdidas m ui naban toda la línea enemiga. superiores i mas dolorosas, i ¡quién sabe!... La segunda línea enemiga de Miraflores se levantaba Los hechos, que hablan roas alto que todo, han venido a lo largo i del lado N orte de la quebrada o barranco do a probar de una manera incontestable, que el Jeneral Ba­ qne ántes he hablado, i que para mí no es sino ol cauce quedano i los jefes quo apoyaban su plan de batalla, tu ­

    51G

    G U ER R A D EL PA CÍFICO .

    vieron razón para insistir en que e! ataque se efectuara por Cliorriilo.s. Pero los cinco reducto.? artillados que so destacaban entre Vasquez i Miraflore.?, no, constituían toda la segun­ da línea de defensa de ¡os peruanos. Entre el segundo i tercer reducto, i dominando entera­ mente el camino carretero i la línea íérrea, ,?e hallaban tres cañones Krupp de montaña, último modelo, coloca­ dos detrás de esposas triuclieras que iban a formar un ángulo en cuyo vórtice se percibía por la tronera cada una do esas máquina.? de guerra. E ntre el tercero i cuarto reducto habia nuevas obras de defensa, constituidas con grandes trozo.? do tapias der­ ribadas con eso objeto i a cuyos pic% corria un cana!, a r­ tilladas cou siete cañones i dos ametralladoras. Estas do.? últimas obras ligaban, por decir así, a los fuertes entre ios cuales habian sido construidos, como para no dejar solución de continuidad en esa larga cade­ na do foriiñcacionos. I esto no es todo. Si la artil leria disponía de tan escolentes posiciones, hi infantería no (¡uodaba atrás. La miiraila que coronaba e! lado Norte del cauce dcl Surco en toda su estension estaba perfectamente aspillada pava que los tiradores ¡ludieran maniobrar a sus anchas sin ser molestados por el enemigo qne no veia mas que los cañones de sus rifles. A cincuenta _centímetros del sucio, esa m uralla-trinchera tenia una primera serie de aspille­ ras o agujeros que disiaban entre sí poco mas de medio metro. Sobre esta primera serie so abria otra fila de tro­ neras para apuntar de manpue.slo, que venían a quedar entreveradas con las de mas abajo. Se compreiidia (¡ue ía primera série estaba destinada para hacer Fuego rodilla on tierra i la segunda on la posición de calar, ámbos a mansalva i sin ofrecer blanco alguno al enemigo, pues la m uralla tenia por su interior la altura de un hombro. La m uralla de que hablo, al llegar al camino carretero, doblaba al N. E. hácia Miraflores, siguiendo un trecho de cinco o seis cuadras i cerrando el callejón por cl Ponionto. Continuaba ai otro lado de! camino en la misma forma e igualmente a.?pillada. Tras de esa prim era trinchera los peruanos habian aprovechado varia.? otras series de tapias de los potreros, agujereándolas también para tirar a mansalva, i echando abajo las qno podian ocultar o servir de parapetos a los chilenos, que de oste modo tenian que avanzar a pecho descubierto de.?afiando las balas i granadas de ,?us con­ trarios, por un térrono lleno de obstáculo.? i para ellos desconocido. C o m o ,?e ve por esta pálida de.?cripoion de las posicio­ nes de la segunda línea de los peruanos, sobrada razón tenían cuando cantaban, a todo.? vientos quo jam ás el ejército de Chile entrarla a la Ciudad de os Yireyes, i que allí, dondo iba a dar el últim o golpe, cncontraria su tumba. Tras de esos atrincheram ientos, desde donde podian h a­ cer fuego impunemente, sin .ser vistos i mucho ménos heri­ dos, no uudaban un momento que la victoria los pertenecía i que nuestro ejército quedaría totalm ente aniquilado, ta n ­ to mas cuan to que se le anunciaba en los boletines oficia­ les como deshecho i desorganizado. Sin embargo, parece que no se creian completamente segaros. ¡Tan rudas i severas habian sido ias en.?eñanza.s do Tacna, Arica i Chorrillo.?! Nada de lo quo podia favorecerles i entorpecer la m ar­ cha de ios cliiienos habian desperdiciado, manifestando asi que, cn cuanto a ardides i a.stueias do guerra, pocos pueblos podían vencerlos. Las tapias quo habian elejido para sus séries do trincheras aspiliadas, e.?taban además defendidas por canales de regadío que corrian a sus piés, haciendo casi imposible el asalto de frente. Sabíase que en ia línea do Miraflores i en ¡as már enes del Surco habian construido obras de defensa. Sabíase

    c.?to, poro nada mas. Reconocerlas no habria sido po­ sible. Tampoco so distiuguian desde el mar, porque las ocul­ taban líe? ondulaciones deí Lerrreno i la costa que en esa parte es mui elevada. Apenas sí nuestros buques distingiiian lo que llamaremos la batería de Miraflorcs, avanza­ da al mar. • Poro como si todo aquel lujo de parapetos sucesivos i baluartes sin número uo fuera suficiente, lós terraplenes, las orilla,? del camino, el piso esterior de las trincheras, todos los puntos por donde podian ¡lasar o avanzar nues­ tras tropas, i hasta jos bordes do las acequias en cuya.? aguas ¡jodian apagar su .sed, Lodo estaba sembrado do minas i bomba.? automáticas, 1 como si los proyectiles de sus largo.? Ifeabody i de su.? Remignton los encontraran poco mortíferos, acudieron también a las balas esplosivas. I esta infacnia estáfierfectam cntc comprobada i constatada no solo por varios ejem­ plares quo vimos en manos délos coroneles Lynch, Ámunátegui i U rrutia i de varios jefes i onciale.s del ejército, poi' los segmentos que los cirujano.? c-strajeron a los heri­ dos, sino también por documentos oficiales peruanos tomados en el cuartel de Santa Catalina, i por loa estados do los trabajos diario.? do ia Maestranza. I despue.? de tan ta infamia, cuando esas jentes han echado mano de todos loa medios, por ilícitos e inicuos que fuesen, pará concluir-cou nosotros; cuando las mina.? subterránea.?, los polvorazos, las l,raidoras celadas, las bombas infernales, las balas esplosivas, constituían sus principales armas; después de todo esto, digo, todavía so jersiste en que sc les mire i considere, no como a desloaes i arteros enemigo.?, sino como a buenos i e.scolent0 s amigos, i sc cubra de flores i de sonrisas los albergues en quo guardan sus prisioneros, que lloran i lamentan la ausencia i la desgracia de su pooro patria, ea los teatros, en los cafée.? i en los paseos públicos!

    LA FELONÍA,

    Establecida la línea de la División Lagos, como lo re­ querían las circunstancias, ¡a tropa armó ¡labellones de­ trás do una tapia a medio quilómetro del enemigo. Fiados en a tregua tan jenerosarnento concedida al enemigo, nadie e,?peraba un combate en c.se dia; se tenia mui mala idea de los peruanos, pero jam ás pa.?ó por la imajinacion que hubieran descendido tanto en la escala do la abyección i de la alevosía, hasta el punto de violar la fe do nn armisticio i hacer vil instrum ento de sus ne­ gras maquinaciona? a los representantes do las grandes potencias, fiadores de su palabra. Los artilleros de la 3, * División se habian alejado de sus pieza.? i buscaban con qué acondicioniir su comida on un potrerillo vecino sembrado do legumbres i hortalizas, tarea en que los acompañaban infantes de los diferente.? cuerpos de la misma divi.sion. Otros dorm ían bajo los ar­ mones o cajas de municiones. De los soldados de infantería, m iéntras unos acarrea­ ban agua i leña o ¡ireparaban el rancho, otros se entrega­ ban al reposo. De algunos cuerpos habian salido pequeñas partidas a traer los rollos i frazadas que dejaron en el campamento anterior para abrigarse durante la noche do eso dia ló cn que creian poder disfrutar do uu sueño tranquilo. En una palabra, lo.? que no se encontraban descansan­ do, andaban cn busca de agua i vívere.?, preparaban .?u comida o charlaban cn pequeños corros, i so referían los do la última, jornada, amenizándolos con sus e úsodios ■ " c listes i graciosos dichos. Los oficiale.? que no estaban de facción, gozaban de íxqml dulce, f a r niente. Unos se habian recostado sobre i a verde yerba o a la sombra de coposo á,rbol; otros dedi­ caban aquellos momentos a los gratos i tiernos recuerdos

    CAPÍTU LO QUINTO.

    517

    de la esposa o do la prometida amada; aquéllos traslada- j Después de ver la coiocacion dada a la 3, * División, ban ai papel sus pensamientos íntimos i enviaban a sus ; llegó al ostremo dcrcrduj de eila i so detuvo un poco a familias, a sus madres queridas, nuevas de sus hijos o vanguardia a e.studiar el terreno i observar las posiciones enemigas de San Bartolomé. afectuosos consuelos. Eran las 2.25 P. M, No pocos se habian sentado sobre la parte superior de la tapia que tenian a vanguardia, i departian alegre i I amistosamente, Juan de Dios Prieto Correa, Daniel Lcon Do .súbito, como si un espantoso huracán se hubiera Prado i no recuerdo que mas oficiales del Caupolican, desencadenado, atronó el espacio nna descarga cerrada pertecian a estos últimos, i se encoritraban sobre la tapi:i, de fusilería, ametralladoras i artilierí.a, que de toda la lí­ como si estuvieran descansando en ci fundo de campo do nea enemiga se hizo sobre nuestras dí.'.?prevenid;is tropas, algun amigo. concentrándose una parte de las fuerza;? sobre cl grupo El sarjonto do la compafna de Prieto se acercó al gruformado por el Jonoral en Jefe i los que le acompañaban, i io, i dirijiéndose a él, como si presintiera alguna traición, cayendo algunas granadas a pocos pasos. e dijo entre aério i risueño; El cnemisfo habla voto los fuegos a menos do dos cua­ — Mi eapitan; bájense de ahí; esos peruanos son tan mal- ! dras de distancia, vados, que los creo capaces de hacerles nna mala jugada.' Uua bala pasó rozando ias correas quo sujetaban la es­ Los oficiales se rieron de los tomores deí buen saijento puela derecha doi Jeneral Baquedano,cayendo ésta al suelo; i continuaron en sus coloquios. ¡'Dui léjos estaban de otra vino a morir en el morcillon de la silla del ayudante sospechar una infamia! i Savratea, i muchas pasaban silbando por entre los oficía­ le,? que componian la comitiva. A la descarga cerrada sucedió un mortifero i redoblado El doctor Absalon Prado, Jefe de la 8 . * Ambulancia, recorría la línea en busca de un para e conveniente para fuecro de rifles, ametraliadoras i cañones, sobresaliendo la situar sn personal, a fin de atender a os heridos desde el bronca artillería del San Bartolomé. El Jeneral i su comitiva .?e retiraron al punto; pues, a primer momento, caso que hubiera combate a! siguiente dia, como podia suponerse dosde qne 3^1 habian trascurri­ rnas de o.?.ponct.?e a nna muerte segura i sin resultados, do cuatro horas desde ía partida de los ministros cstran- debia acudir prontamente a dar sus órdenes para repeler jeros, i éstos no habian regresado cou la menor contesta­ i castigar a tan alevosos adversarios. Con ei estruendo de aquel estampido interminable, se encabritó i mordía el ción afirmativa o negativa. Quien sabe también si aun esperaban convencer a Pié- freno el eaballo que montaba, pudiendo al fin dominarlo al llegar al candno, rola i llevarlo al único camino que podia salvarlo. Al sentir la descarga, el señor Jonoral en Jefe solo pro­ nunció esta.? pahxbras; La artillería de m ontaña m archaba por el camino c.ar—Emboscada infame; yo desconfiaba, retero con sus piezas a lomo de mnla i de.sprevenida. I tras de la felonía, una nueva iufamí;x. Un ayudante Los cuerpos de la reserva, Yklparaiso, Zapadores i 3. ® i del Estado Mayor peruano corria a todo escape hácia L i­ de línea, seguían ol mismo camino, armas a discreción, ma anunciando de órden .superior quo e! Jeneral Baque­ aguardando el término de su jornada para levantar un dano habia caido prisionero cou su Estado Ylayor, i luego nuevo campamento i pasar la noche. s.alia otro propio enviado por Piéroia con el siguiente D éla División L 3mch ya habia salido de los potreros en parte que se publicaba en boletines: que so habia acampado ía Brigada dcl coronel Mavtinez i "Jeneral Baquedano prisionero. Todo va espléndida­ adelantaba por el mismo camino qne la reserva; la Briga­ mente.” da Amunátegui comenzaba a abandonar sus ramadas que Esto era una prueba do la doble alevosía de los perua­ les reguardaban dol sol, i los soldados iban pensando en nos; "Jeneral Baquedano prisionero,” no significaba sino quo tenian que hacer otras nuevas. Nadie soñaba en quo la ruin celada. “Todo va esyiléndidamente,” quo habian eso dia fuera posible una refriega. consumado su felonía i esperaban alcanzar los resultados La caballería adelantaba a su turno por im costado del que se habian prometido. callejón, i con el Uomand;intc Jeneral del arma camina­ ba ai paso de sus cabalgaduras a situarse on posiciones Yíiéntras tanto ¿qué era do los ministros estranjeros? ménos distantes del enemigo i donde se encontrara buen Un crimen mas que agregar a la negra pájina que cons­ forraje. tituyo la historia dcl Perú en estos últimos tiempos. La División Sotomayor no se habia movido de su cam­

    f

    k íí'. Q.k

    k L i...

    Q. k fe.

    k c k

    c

    c

    pamento cerca de Chorrillos, i los soldados hacian sus co­ midas miéntras llegaban'nuevas órdenes. LA BATALLA, Así, pues, los que no se encontraban en descanso o se buscaban alimento, marcliaban por el angosto callejón a La doblo felonía cometida por los peruanos,—ruptura tom ar nuevas posiciones en que esperaban pasar nna tarde ( do la tregua que se les habia concedido; engaño al Oueri una noche tranquilos. Algunos chinos acarreaban a los nuevos campamentos ! po Di])lüm:ático estranjero que, sin sospecharlo, habia los fondo,? para el r;mclio i los utensilios de cocina a lomo servido a Piéroia pava fraguar sus inicuos planes,—abrió de asno, ¡ formaban como un batallón aparte, con las can- el combate i asalto do Yíiraüores. Los peruanos, violando iiérfitiamente cl armisticio, in­ tiner.as i pocas mujeres que acompañaban al ejército, a famando el nombre do su Nación con la mas negra de las retaguardia de las fuerzas en movimiento. Lo repito, se desconfiaba de los perú,anos, pero nadie alevosí.a.?, ya que no manchaban .?u honor quo habian pensaba, ni por asomos, qne podria haber combate ose arrastrado por el fango i por el lodo; los peruanos se ha­ bían venido en silencio, ocultándose i agazapándose en dia, sino una voz terminado el plazo del armisticio. los accidentes i sinuosidades del terreno, hasta ocupar sus ventajosísimas posiciones, parapetándose detrás de la esB a jo la lo de este armisticio, el Jeneral on Jefe .salió tensa i ancha muralla ¡ispiiiada del barranco. después de la 1 P. YI a visitar el campamento do la 3 . * Di­ Desde ;ihí habian comenzado a fusilar miserablemente visión i dar sus órdenes para el caso de una ,?eguiula ba­ i a mans'iilva a los nuestro.?, asomando apénas el cañón do talla, si P iérd a no se sometía a las condiciones impuestas. su.? rifles por cutre las angostas troneras de la tapia. Le acompañaban cl Jeneral Yíaturana, Jefe del Estado Y'a que en leal i noble lid jamás pudieran vencer a Mayor, señores Altamirano i Joaquin Godoi, sus ajmdan- nuestros denodado,? batallones, oi les sirvieran sus formi­ tes de campo i los del Estado YIa3mr Jeneral. dables o inaccesibles posiciones, ni aus lejiones numero-

    518

    G U ERRA DEL PA CÍFICO .

    sas, ni todos los inmensos recursos que tenian acunnilaNuestros jóvenes oficiales revelaron en aquellos moraen dos, probaban aquella ruin asechanza. tos supremos que, si oran noveles en el arte de la guerra Al mismo tiempo que rompian aq,uel mortífero fuego, saben pelear i hasta .ser héroes cuando está en peligro la hacian avanzar nuevas fuerzas con el propósito de envol- | honra i la dignidad.de su oatria. Gracias a ciIo.s, Chile ver i flanquear nuestra línea, formada únicamente por la ha podido escribir en su üstoria una nueva i brillanto División Lagos. pájina. La confusión fué indescriptible en los primeros momen­ tos, desde que nadie esperaba un ataque ántes de la espi­ ración dei armisticio. Los ayudantes de campo i dcl Estado Mayor corrian en todas direcciones, siendo blanco de las balas enemigas, a comunicar las órdenes do sus jefes. Los proyectiles formaban una nube compacta; de Lodos los fuertes de la línea de Miraflores, de las baterías de la Magdalena, del San Bartolomé, los cañones tronaban vo­ mitando metrallas. Trenes artillados recorrían toda la lí­ nea férrea i adelantaban disparando sus piezas de grueso calibre donde quiera que se veia jen te nuestra. No encuentro palabras para pintar aquel cuadro ater­ rador. Cada altura del terreno semejaba un Vesubio de fuego, cada trinchera parecia una inmensa lava de plomo hirviente que con horrendo estrépito amenazaba envolver a nuestro ejército. Las balas do rifle, cual interm inable e infinita faja de langostas, oscurecían, podemos decir .sin hipérbole, c! es­ pacio, cajmndo en medio de las- tropas que acudían en demanda de sus armas o- avanzaban por el angosto ca­ llejón. El bronco estruendo de la artillería sc confuiidia con los agudos toques de los clarines i cornetas, el estre'pito de las herraduras en el pedernal, el sordo ruido de los carros de municiones i pesados cañones de campaña, el relincho de los caballos, las voces do mando de los jefes i oficiales. I todo aquel cuadro quedó envuelto en el humo de la pólvora, en el espeso polvo que levantaban las caballerías, formando un revuelto torbellino.

    Apénas so sintió la descarga con que los peruanos ini­ ciaban su traidor ataque, el coronel Lagos, que recorría en esos momentos su línea acompañado de su Jefe de Es­ tado Mayor, comandante Gorostiaga, i de sus ayudantes Martínez Ramos, Julio Argomedo, E. Salcedo Bozzi e In ­ fante, i a la sazón se hallaba cerca del Aconcagua, dió el grito de: ¡A las arm as mvxkachos! e inmediatamente impartió a sus ayudantes las órdenes del caso para repe­ ler el ataque. Estos vuelan a todo escape bajo el nutrido fuego del enemigo. En los primeros instantes la confusión fué indescripti­ ble, como he dicho. Los soldados parecian atolondrados: corrian precipitadamente a tom ar sus rifles i miraban a todas partes como bascando al enemigo invisible i sin darse cuenta de lo que pasaba. Aquí los jefes i'oficiales de la 3. ” División tuvieron quo recurrir a toda su serenidad, a todo su valor, a toda su enerjía, para poder organizar la línea, lo que se consiguió despucs de no pocos esfuerzos i de largos minutos de ter­ rible ansiedad, formando compañía por compañía, bata­ llón por batallón, rejimiento por rejimiento. El coronel Lagos estaba en todas partes. El coronol Urriola i el comandante Bareeló parecian multiplicarse i acudían adonde quiera que su presencia era necesaria, desafiando el peligro i las balas. Sin el valor i enér ica actitud de jefes i oficíale.?, ani­ mados de la mas noole emulación, que arengaban a sus tropas indecisas i como intimidadas ante aquel ataque imprevisto, ante aquel diluvio do plomo, infundiéndoles brios con sus palabras i su ejemplo, quién sabe si los pe­ ruanos hubieran visto coronados por el éxito sus aleve.s planes.

    Los batallones de la Brigada Bareeló rompen al fin sus fuegos, i mui luego .siguen los de la Brigada Urriola si­ tuados a su derecha. El combate sc habia empeñado entre 4,300 hombres de nuestra parte i todo el grueso del ejército peruano que no bajaba de 18,000 soldados. Los cuerpos que habian entrado en polea eran; Rejimiento Batallón Id. Rejimiento Id. Batallón

    Concepción,,. GG5 ....... 416 Cau lolican Yaldivia................... 493 Santiago.................. 872 Aconcagua.............. 1,000 Naval....................... 870 4,310

    El Batallón Búlnes habia quedado en Chorrillos de guarnición i no so encontraba- entre sus compañeros de la 3, División al iniciarse ol combate. La artillería de montaña del 1er. Rejimiento hacía in ­ tertanto pasar sus piezas a brazo por encima de las tapias del camino para colocarlas en batería. En esos momentos cae muerto instantáneamente, atravesado por una bala, el alférez Rafael Gaete. La artillería de campaña, al mando del comandante González, se hallaba a la derecha del camino i rompía sus fuegos, pero sin buen éxito al principio. ],as baterías de campaña de los capitanes Nieto, O rtú­ zar, Flores, Fontecilla, Besoain i Montauban avanzaban derribando tapias a tornar posesiones a corta distancia del enemigo, quedando la de Nieto a la derecha i a la iz­ quierda la do Ortúzar. Ei fuego .se hizo jencr.al en toda la línea formada por la 3. División, pero las balas so embotaban en la gruesa muralla do tierra que cubria a los peruanos, Yiendo el coronel Lagos que aquello no ora mas que perder m uni­ ciones inútilmente, aesde quo el enemigo, perfectamente oculto detrás de sus trincheras aspiliadas, no presentaba el menor blanco i fusilaba impunemente a nuestra infan­ tería, ordenó parar el fuego i aguardar que la artillería pudiera funcionar desembarazadamente i derribar aque­ llos parapetos. A mas de no poder obrar, nuestra artillería .avanzada recibia una granizada continua do balas. Igual cosa sucedía a los rejimientos de caballería, que no tenían por donde cargar i se hallaban como encerrados entre las ta ­ pias del camino. Tanto la caballería como la artillería tu ­ vieron que volver atrás para tomar posiciones mas con­ venientes. Esta retirada falsa introdujo cierto desórden en las filas de los cuerpos de la reserva i de la División Lynch quo so dirijian por el camino cn apoyo de la 3. División, El enemigo no amainaba un segundo: sus fuegos eran cada vez mas nutridos, concentrándose especialmente sobre nuestra artillería de campaña, que al fin se hallaba en situación de funcionar eficazmente. El mayor Santiago Frías, con la batería Ortúzar, se co­ locaba a nuestra estrema izquierda, a 1,000 metros de dis­ tancia de la batería Miraflores, i rompia con acierto sus fuegos. El mayor Gómez ejecutaba la misma operación en el estremo derecho de la linca; i las baterías Flores, Bosoain i Montauban cn el centro.

    CA PÍTU LO QUINTO.

    L .'

    c..' to ’



    O

    to to-

    , G

    o G .G - O . Q . O O . O

    :o 'o n

    O

    ^ o r .O

    519

    La escuadra rompe también sus fuegos sobre las forti­ la artillería, el Comandante-Jeneral del arma puso a con­ ficaciones do Miraflores, a las 2.85 P, l\í., i secunda eficaz­ tribución a sus animosos ayudantes; sarjento mayor Al­ mente a nuestros bravos artilleros que se baten a pecho berto Gormaz, que ya habia hecho' conocimiento con las descubierto, i a tiro de rifle del enemigo que les dirijo fu­ bala.s en Tacna i Arica; capitanes Roberto Ovalle, el mis­ mo qu>, on la gloriosa jornada de Tarapaeá se cubrió de riosas i nutridas descargas, causándoles seitsibles bajas. El oapitan Flores, el intelijente e intrépido capitán Flo­ gloria ju nto con Urriola i Cuevas, Soto Dávila i demas res, hacia verdaderos prodijios con su batería de camjiaña. compaiñeros dol Chaeabuco, i que ahora, no pudiendo ser­ De repente, al disp.arar una de sus piezas, aquel artillero vir en la infantería a consecuencia de la grave enferme­ modelo, a quien sus jefes i compañeros tenian en la mas dad que contrajo en los ra.saiubrcs campamentos de la alta estima, aquel valiente capitán que tantos i hermosos línea de Pisagua i que lo tuvo al borde del sepulcro, so laureles cubrian su.s sienes juveniles, laureles conquista­ hallaba enrolado en la artillería; Salvador Larrain, que no dos en otras tantas glorio.sas batallas, aquel brillante ofi­ pudiendo resistir a los impulsos do su patriotismo aban­ cial que en la aurora de la vida era ya una figura di.stin- donó las tranquilidades de un hogar querido por las pe­ guida en nuestro ejército, cae derribado por una bala que nalidades de la campaña i una escelente colocación en el banco por los azarea de una batalla; Juan Brown, Salva­ lo penetra en la sien. En la batería del mayor Gómez i capilan Nieto, el bi­ dor Guevara, Elias Lillo, que habia cambiado, como Mar­ zarro teniente Faez recibe una bala que le hiere en el tínez Ramos i como Gutiérrez, el bisturí del cirujano por pecho i casi instantáneam ente otra en el hombro que lo la espada del militar; Anjel C. Baso, e.se otro niño, que imposibilita para seguir batiéndose. Una granada que es- puede decirse, huyó de los brazos de su familia para ir a tal ó en la misma batería, causando cinco bajas entre los .servir a su país; Alonso Toro, hermano del coronel coman­ sirvientes de laa piezas, lo quemaba la cara i ol brazo al dante del Chaeabuco. Todos estos jóvenes volaban cn todas direcciones so­ alférez Miguel Luco, En la batería del mayor Frias i el capitán Ortúzar, son portando impávido.? i serenos las balas que silbaban en su heridos sucesivamente los alféreces Zacarías Torreblanca, derredor, saltando tapias i canales para llevar órdenes a hermano del heroico capitán Torreblanca del Atacama, ! cada brigada, a cada batería, que tenian que vencer los en el hombro derecho; «Arturo Araya L., en la pierna, el \ interminables obstáculos que dificultaban sus movimien­ el alférez Nicanor Bacarro-za recibe nn golpe de bala en tos ántes de llegar a sus posiciones i romper sus fuegos el pecho, escapando con una contusión; al a férez Manuel con toda presteza i acierto. Errázuriz le alcanza igualmente una bala en la pierna derecha. De los seis oficiales de la batería, cuatro son he­ El coronel Lagos, contando ya con ol eficaz apoyo de ridos o contusos. la artillería i la escuadra, emprendía el ataque sobre los En la batería dol capitán Besoain cae gravemente h e­ atrincheramientos aspillerados de los peruanos. rido el alférez Eusebio 2. ® Lillo, un adolescente, apénas Los primeros momentos de escitacion i desórden ha­ un niño, pero todo un valiente que en su corta hoja de bian pasado, i algo rehechos de la sorpresa nuestros sol­ servicios tenia ya inscritas las campañas de Tacna i dados, los jefes pudieron organizar sus líneas de batalla, Arica. en que los peruanos habian hecho ya inmensas bajas. No son ménos sensibles las baja.? en el 1er. Rejimiento Saltando la pared que tenian al frente, las compañías mandado por comandante Cárlos Wood, que impávido i guerrilleras se lanzaron intrépidamente bajo un fuego te­ sereno en medio de las balas dirijia a sus dignos oíiciales, rrible i mortífero i a pecho descubierto, salvando fosos i donde la batería del mayor Perales se batia al grito de tapias. ¡V iva Chile! lanzado a cada momento por el entusia.sta Las dos cuartas del Rejimiento Concepción, que tenia alférez Nicolás de la Sota. nuestra izquierda, iban a vanguardia de su cuerpo al mando A mas del alférez Rafael Gaete, caia muerto el tenien­ del ca litan Gregorio Tejeda, i cn la misma forma segnian te León Caballero i salia herido cl alférez Eduardo Gu­ a la c crecha las compañías guerriller.as del Caupolican, tiérrez, cn circunstancias que, como su compañero Manuel dol Valdivia i del Santiago. Francisco López, hacia avanzar .sus piezas por encima de El Aconcagua i los gallardos Navales se batian furiosa­ trozos do maderas i murallas. mente a la dererdia a pié firme, a las órdenes del coronel En lo mas nutrido del fuego, el alférez Sota se subia a Urriola, que se cubrió de gloria en esa jornada, uno de los carros de municiones para colocar una bande­ El viejo valiente B.arceló parecia rejuvenecido con la in­ ra chilena que tenia en la mano; pero en el instante en minencia del peligro, i marchaba ájil i altivo al centro de que iba a hacerlo, una bala lo hiere i puede apénas afianzar su Brigada, teniendo a su derecha a sus queridos niños en el arrnon el glorioso tricolor al grito de Viva Chile! del Santiago, a cuya cabeza iba el animoso i esforzado co­ mandante Fuenzalida, La Brigada Bareeló avanzaba sin disparar un tiro, pues N uestra artillería de campaña, ausiliada por la de la habria sido perder municiones inútilmente desdo que las escuadra quo concentraba sus fuegos espeoialmcute sobre balas se embolaban en las tapias que servían de parape­ la batería de la costa, se batia en toda la linea a tiro de to i de seguro baluarte a sus adversarios. rifle del enemigo, que redobla sus furiosos disparos de ri- | Habia que atravesar el barranco ántes de llegar a la íle, ametralladoras i cañón, al ver que la infantería de la . primera trinchera, i para esto se necesitaba de inaudito 3. División comenzaba a hacer avanzar sus guerrillas, arrojo, era correr una muerte segura. protejidas ahora por ia artillería. Las compañías guerrilleras continuaban en sn movi­ La brigada de montaña del mayor Gana, protejida por miento de avance i rompian al fin sus fuegos a las 2.55 P.M. el Batallón Melipilla, adelantaba miéntras tanto con la El enemigo habia concentrado en esos momentos todos 1. División hácia el campo de la acción donde debia sus esfuerzos en su ala derecha atacada por la Brigada tomar posiciones a la derecha nuestra. Bareeló i aumentaba bárbaramente sus fuegos contra las Poco después, de órden del Comandante Jeneral do avanzadas chilenas. Artillería, coronel Velazquez, avanzaban igualmente las En todo el trayecto recorrido hasta esos momentos, el baterías do los capitanes Keller i Ferreira, al mando dcl terreno estaba sembrado de muertos i heridos nuestros. maj-'or Jarpa, i a m archa forzada se dirijieron a atacar al Pero no habia mas remedio que seguir adelante, pasar enemigo por el centro. La otra batería de la brigada Jar- el maldito barranco i tomar a la bayoneta la primera na, a las órdenes dcl teniente Artigas, so encaminaba con muralla. la Brigada Barbosa a situarse en unos lomajes de la estre­ El número de oficiales fuera de combate era crecido; ma derecha. pero esto no arredraba a sus compañeros que quedaban Para todas sus órdenes i para todas las operaciones de en pié; al contrario, animaban a sus soldados con la voz

    520

    GU ERRA D EL PA CÍFICO .

    i el ejemplo para vengar la m uerte de los que habian cai­ avanzar animando siempro a sus soldados, hasta que la la voluntad de fierro. Naturaleza venció aque'............................. do como buenos, como chilenos. El Gaupolic.'in habia vi.sto caur a Juan de Dios Prieto, Por fin, descienden oí barranco a. la voz de ¡A la carga muchachos! dada por el comandanto Barcoló i reyjet.ida a Roberto Pradel i al valiente a toda prueba, sarjento ma­ por los demas jefes i oficiales, i a las vibraciones del cla­ yor Ramón Dardignac. rin que tocaba el aterrador calacuerda, espanto de los pe­ En los primeros momentos de la sorpresa, Dardignac ruanos i que a los nue.stros da increibles brios i audacia. montó a caballo i recorria el froino de su batalion sin I siempre al toque de calacuerda, las compañías do cuidar.se de la.s bal.a.s que le llovían. Cuando el Caupoli­ avance comienzan a trepar la escarpa del rio Surco, con­ can avanzaba .sobre las trincheras enemigas, una bala le fundidos los .soldados de una compañía con los de otra, rompió una pierna. El mismo se fajó la herida, i con una los de este batallón con los de aquél, a consecuencia de .sangre fria admirable, se arrancó un hueso bocho astillas, las dificultades del terreno, i también por los claros que con ol propósito de seguir adelanto. Miéntras con tanto las balas hacian eu las prirner.as filas. estoicismo se vendaba la pierna, no cesaba de gritar a sii-s El fuego que desde sus guaridas hacían los peruanos soldados, ya que le era absolutamenlG imposible marchar era .atroz, mortífero i recrudccia a cada segundo para evi- ; con ellos; jAdelante, hijos! ¡La viM oria es nuestra! tar el avance quo pareció fi.aqiiear un momento. Pero cl aguerrido Santiago era el qne tenia mas bajas Pero un poderoso empuje de todas las fuerzas de las entre sus oficiales. Ahí estón para probarlo cl comandan­ primeras líneas, llevó hasta la cima a las compañías guer­ te Fuenzalida, los capitanes Cárlos Gatica i Antonio Silva rilleras, que se abalanzaron corno un impctuo.so torrente del Canto, el teniente Manuel H, Escobar i los subtenien­ sobre las trincheras, calando bayoneta a la voz do sus jefes tes Luis Alberto González, Franei-sco E. Ramirez, Hilarión i oficiales quo les repetían enronquecidos ya: Calabran, Domingo ülarque.aga, Arnaldo Calderón, César —¡Adelante, muchachos! ¡A la carga! León Luco, José M. Lucero, Desiderio H urtado Solis i Be­ Luego llegaba el grueso de los batallones do la Brigada lisario López P, Barceió, en protección de las guerrillas, i al grito de / Viva Chile! se hacian dueños de la primera i atrouerada U na vez que los batallones do la Brigada Barceió es­ m uralla que cubria a los peruanos, que se replegaban a calaron i se ajjoderaron de la primera trinchera a punta parapetarse detrás de nuevas series,de tapias. do bayoneta, siguieron avanzando por tapias i potreros, arrollando la derecha enemiga que .?e cargaba sobre la El atrevido avance i cl asalto de aquella formidable derecha nuestra, sobro Navales i Aconcagua, que tenian trinchera, no se llevó a cabo sin dolorosas pérdidas para que hacer frente no solo a las fuerzas inmensamente su­ los cuerpos de la 2, * Brigad;t. periores con que se batían, sino a los refuerzos que lea Principiando por el Rejimiento Concepción, en cate venian de refi esco. avance fueron muertos los subtenientes Yusefí i Chivo, el Amagada nuestra derecha por fuerzas tan considera­ primero do un balazo en la cabeza, i Claro en las sienes. bles i casi agotadas sus municiones, comenzó a ceder un El subteniente Yuseff cayó muerto en circunstancias poco. Los peruanos redoblaban sus fuegos cada vez eon que, avanzando con su mitad i animando a sus soldados, mas furia. emprendia impetuoso el a.salto de la trinchera al grito, Navales i Aconcagua aguantaban hacia cerca de una mil veces repetido en tod¡i la línea, de ¡V iva Chile! hora ios mortíferos fuegos de los contrarios quo acum u­ A la vez que caian cubiertos de gloria estos dos oficia­ laban nuevas fuerzas. Eolizmcnto, en aquellos momentos les, salían heridos los capitanes J. Gregorio Tejeda, que supremos, llega el Rejimiento Y'alparaiso con su bravo co­ mandaba las cuarta.? guerrillas, i Régulo Fernandez, i mandante Marcluant, Zapadores, 3. ® i los primeros cuer­ subteniente Ju.au B. Espinosa, en la pierna derecha, i al­ pos de la Brigada Lynch, con lo que se equilibraban en gunos otros oficiales cuyos nombres se mo escapan en es­ algo las fuerzas, salvando así a Navales i Aconcagua do tos momentos. ser concluidos por cl enemigo. Siguiendo con el Valdivia, a cuya cabeza iba el coman­ dante Lucio Martinez, llevando a su lado a Roberto Sou­ per, deseoso de vengar la herida de sn p;idro, tenemos al J j OS gloriosos restos de la División Lynch avanzaban teniente Arturo Brielia, teniente Belisario Ytelenziieia i cuan lijero les era posible a reforzar a los Navales i Acon­ subtenientes Francisco J, Guevara i Rafael ¡ánguita. cagua i siendo el olauco obligado de lo.s certeros disparos El teniente .Brieba, al mando de su guerrilla, acometía do'la artillería enemiga, cuyos proyectiles cai;in en medio denodadamente al enemigo que disparaba a mansalva del camino i de nuestros soldados. Para evitar los estra­ jor las aspillera,? de la muralla. Pasado ya el barranco, go.? quo las balas podian causar en las filas de la 2. * Di­ lizo calar bayoneta, i al mismo tiempo recibia una b;ila visión, se ordenó que la tropa m archara por hileras do que le rompia la caramañola, poro sin causarle mas daño a dos .apegadas a his tapias de! c.allqjon. que una lijera ccmtu.sion. Pero aquí habia un peligro talvez mayor; toda la orilla Llegado al frente de la trinchera, desafiando las balas (iel camino, a uno i otro costado, estaba sombrada (ie que diezmaban a sus soldados, tuvo que desplegar nn va­ bombas esplosivas. Por una parte teníamos los fuegos de lor i enerjía estraordinarios para hacer que su jente, algo los fuei'tes i trincheras, por otra las traidoras minas. indecisa, saltara el parapeto, pues los primeros soldados A pesar de todo, la divi.sion continuó do frente, i mui que lo hablan hecho pagaron cori su vida su temeraria luego so encontraba bajo lo.? fuegos enemigos i so desple­ acción. gaba para entrar en línea, viendo caer continuamente a Brieba, que apénas frisa on los 17 años, tornando eii- oficiales i soldados como e.?pigas al golpe de guadaña del ténces la banderola del guia, dió el ejemplo, saltando el scg;ulor. primero i gritando a los .suyos: —¡Síganme, muchachos! ;ía trinchera es nuestra! ¡ Viva Una de las muchas granadas cayó a dos pasos del co­ Ckilej I ajitaba la banderola para que de,sde la retaguardia se ronel Amunátegui, a cuyo lado nos encontrábamos en viera que aquella trinchera estaba en poder de fuerzas esos momentos con sus ayudantes Beytia i Evaristo Sanz i doctor Llausás. El proyectil pasó zumbando i fuó a en­ chilenas i no hicieran fuego en esa dirección. terrarse, levantando una columna de arena, a dos pasos a Al saltar la trinchera, otra hala le partió la espada que llevaba, i empuñando aquel pedazo de acero que le que­ la izquierda, felizmente sin estallar a cau.sa de lo ilojo del daba con .?u mano ensangrentada, se preparaba para con- I terreno. Las balas de rille menudeaban especialmente en torno tinuar en su.? proezas, cuando una bala le atravesó el mus­ lo, Atóse como pudo la herida con un pañuelo i aun pudo do los quo iban a caballo. Para mí, no cabe la menor duda

    CAPÍTU LO QU INTO. que los peruanos tenian aquí, corno en Chorrillos i como cn Tacna, tiradores especiales para lo.s jefes i oficiales chilenos, i que contraían toda su atención sobre los que veian a caballo, suponiéndolos, como era natura!, que pertenecían a la categoría do jefes o ayudantes de campo. 1 esto es tanto mas exacto cuanto que de ello dan tes­ timonio numerosos hechos, de los que solo cito uno por haber sido testigo pre.sencial de él. Aun no se babia disipado ia nube do polvo que levantó la granada que habia caido al lado del coronel Amunátegui, cuando una granizada de balas envolvió al grupo que formábamos. Uno de los proj'eciiles hirió cn el pecho al caballo quo montaba el ayudante Sauz, que apénas tuvo tiempo para desprenderse i no ser aplastado por el animal en su cui­ da; otro iba a herir cn una pierna al del ayudante E duar­ do Guerrero, quien se habia acercado a trasm itir una ór-den; una tercera bala pasaba rozándolo el hueso del hombro derecho al mayor Vicente Subercaseaux, que, recien desembarcado, alcanzaba a tom.ar parte en las glo­ rias i peligros de esta jornada; cl capilan Beytia perdia también su caballo. No cabla la menor duda de quo aquolgrupodejinct.es, délos cuales en un instante babian quedado dcsinontados cuatro, servia de objetivo a los tiradores peruanos, así como los servían todos aquellos a quienes creian jefes u oficiales. A las vez que los cuor jo s de la 1. ” División llegaban am enos de tiro de ritle dol adversario, la brigada de a r­ tillería del mayor Gana podia tomar posiciones a nuc.stra derecha, apoyada por la Artillería de .Marina i el Melipi­ lla, protejiendo ol despliegue do la División. El mayor Jarpa, con las balerías Ferreira i Keller. ha­ bia saliúo ya do Cliorrillos i jim tádosc en ol camino con el Rejimionto de Carabineros do Vungai, el cual volvía de nuevo a la Iftiea de combiite, sin haber encontrado otro punto por donde poder maniobrar. El .llejiiniento de Granaderos, mandado ahora por el comandante Muñoz Bszanilla, habia tomado una ruta por la izquierda nuestra, deseoso de vengar uua vez mas la muerte de su querido jefe, icuiento coronel don Tomás Yávar. El comandante Pedro Soto Aguilar con sus veteranos cazadores se dirijia hácia nuestra derecha cstrema, por el lado de Monterico Chico, buscando en quienes probar sus afil.adcs sables.

    t o ;

    to to to ■C / Vv'

    to w

    to l t •W

    to to ’

    c

    l)e.spues de haber hecho toda la campaña desde Anto­ fagasta hasta Tarapaeá, i batídose valientemente enTac■na, donde fné herido como sus amigos Beytia i Carvallo, una bala lo hiero a las fmertas de Lima, última etapa del glorioso camino recorrido pov las victoriosas armas de Chile. El Aconcagua habia sufrido no ménos quo Navales, sosteniéndose estóicamcute en medio de aquella matanza con su digno comandanto Diaz Muñoz i sus jóvenes o in1 tréjjidos oficiales. De éstos ya estaban fuera de combate mas de doce, en, tre ellos los capitanes Franci.sco Caldera, Ahumada i i González; los tenientes Torres, H erbagei Letelier, los sub­ tenientes Ürdoñez, Molina i dcl Canto, ¡ El coronel Urriola perdia en esos momentos su caba: Ho, i montando en otro animaba a los de sn brigada, i eon I la rabia en el corazón miraba caer a sus queridos Navales, cuyo mando jam ás se ba permitido abandonar. Aconcagua i Navales rivalizaban en sacrificios. Viendo el comandante Fierro que el enemigo acercaba mas sus tropas i quo su batallón corria peligro de ser deshecho, .se dirijió a sus soldados i cn im arranque mag­ nífico les grita: A «¡.ojúr o a vencer. Acordaos cjw sois chilenos! Electrizados por estas palabras, los Navales cargan a la l.'ayoneta i hacen retroceder a sus contrarios, apoderán­ dose con el Aconcagua de la primera trinchera. Al saltar ésta el ea ritan ayudante Augusto Nordciifliclit fué ensartado en c pecho por un yatagan, al mismo tiempo que recibia un balazo eu la cabeza i caia inanima­ do i ensangrentado sobre aquel escalón de su gloria, coloeando su nombre en nuestra historia al lado de los már­ tires de la patria.

    La situación de la derecha era insostenible. El coronel Lagos, que acudia donde mayor ora cl peligro i que con las escasas fuerzas de su división habia mantenido por mas de una hora a! enemigo, mandó entonces a sus ayu­ dantes Argomedo i Salcedo en busca do refuerzos, Pero ya el Valparaiso estaba ahí i también Zapadores i el 3. ® de línea. E ra tiempo. El Rejimiento Valparaiso, desplegándose instantánea­ mente en batalla, entra en línea sin amedrentarse por los claros que el enemigo hacia en sus lilas i emprendo el avance con su bravo c impetuoso comandante Marchant. Kste, cerca ya de las trincheras cn quo los peruanos Jj Os cuerpos de la Brigada Bareeló seguían saltando ta­ hacian un espantoso fuego, se vuelve a sus soldados i se­ pias i atravesando potreros para desalojar al enemigo, que ñalando con la espada la fortificación, manda calar bayo­ comenzaba a fiaqpcar por su derecha en reñida i porfiada neta. En el mismo instante una bala lo da la muerte de lucha i a costa de numerosas bajas, íios peruanos se ba­ los valientes, i exhala su último suspiro envuelto en un tian detrás de su.s tapias sucesivas, defendiendo el terreno ¡ V im C hik! postreras palabras con que cerraba su órden palmo a palmo, Pero a los nuestros, dado el primer omde cargar. pu je, nada era capaz de detenerlos, tanto mas cuanto que La muerte de su jefe no detiene a los arrojados hijos veian a sus jefes Bareeló, Fuenzalida, Lucio Martinez, da Valparaiso. El comandante La Rosa suceda al coman­ Seguel, José María del Canto, que eran los primeros en dante Marchant. 1 siguen adelante hasta formar la línoa. esponer sus pecho.? a las bala.s. Sucesivamente entran Zapadores i 3. ® de iínea, a las Navales i Aconcagua haciau prodijios do valor, soste­ órdenes de sus comandantes Zillerueio i Gutiérrez. Cada niendo el combate en ose punto coinra fuerzas inmensa­ uno de los rejimientos tenia que pagar un doloroso tri­ mente .superiores i parapetadas detrás de atrincheram ien­ buto. Zapadores perdia a su comandante Zillerueio, gra­ tos quo las hacian invulnerables. r.a flor de la oficialidad vemente herido en los ojos. de ámbo.s cuerpos había pagado ya su deuda de sangre, i Pero estos esfuerzos nada eran contra las lejiones pe­ las illas so clareaban horriblemente. ruanas. El combate es reñidísimo por una i otra parte. Do to­ Navales habla visto caer a Dueña.s i Simpson, a Esco­ dos los fuertes llueve la metralla, i al estruendo de los bar i Beytia, a Ouerrerro i Renjifo, a Valdivieso i a López, cañones de San Bartolomé i Magdalena se añado el de las i tantos otros jóvenes distinguidos qno todo lo habian minas, que liaciaii esplosion levantando en el espacio Bacrificado eu aras de su jatria, grandes columnas de humo i tierra, estremeciendo el Pedro Dueñas, uno de os mas simpáticos i mas patrio­ suelo como si lo sacudiera una fuerza subterránea. tas oficiales de ese cuerpo, lujo predilecto de Valparaíso, Los peruanos hacian esfuerzos supremos ¡concentraban se habia hallado on las prineipalos acciones de guerra do todos sus elementos, pues veian llegara la Brigada Lynch la campaña del Pacífico. a cubrir nuestra derecha, miéntras que la Brigada BarboT

    O

    321

    omo

    iv

    .— 6 6

    522

    G U ERRA D E L PA CÍFICO ,

    sa principiaba por el lado del Monterico un movimiento envolvente sobro la estrema izquierda del enemigo i sus reductos.

    mo mas tarde lo eran los dos jefes del Coquimbo, Marcial Pinto Agüero i Luis Larrain Alcalde, i Telasco Trujillo, del Colchagua.

    AI mismo tiempo se ve que una columna enemiga i una fuorza do caballería como do 100 hombres amenaza flanquear nuestra derecha. Inm ediatam ente el coronel Urrutia acude en busca de la caballería chilena, i encontrándose con el Re imiento Carabineros de Yungai, pide al comandante Bú nes que contenga aquel avance. Este jefo ordena que la mitad dol rojimiento se desple­ gue en tiradores, teniendo que vencer dificultades casi insuperables, i con ol resto carga sobre la izquierda pe­ ruana. La caballería enemiga, apéna.s se vió amagada, volvió caras i buvó a lodo escapo por cl valle de Liraa. Los Carabineros no perdieron, sin embargo, su viajo, porque alcanzaron a dar caza a algunos infantes que ca­ yeron bajo sus sables. Despejado el campo, el Rejimiento de Carabineros que­ dó formado en columnas de escuadrones, a fin de dar tiempo i protejer el avance de la 1. * División por ese lado.

    No sin grandes esfuerzos de jefes i oficiales pudo orga­ nizarse la línea. Las tropa.s, asediadas por el fuego com­ pacto que las diezmaba, vacilaban, i con razón, pues te­ nían que ir entrando en línea a 100 metros del enemigo que, uo contento con los disparos de su infantería, de sus fijertes con cañones i ametralladoras, enviaba desde sus Irenes artillados que recorrían la via férrea un torrente de granadas. Solo una frase encuentro, oida a un soldado, que pinte siquiera pálidamente lo terriblo i espantoso de aquel fue­ go; “Era un tupición de- balas i granadas que no se veia el soi.” El Jeneral Maturana, los jefes de cuerpo, los oficiales, los ayudantes del Estado Mayor, se esfuerzan i trabajan para organizar la línea i poder emprender el avance, ani­ mando a las tropas con la voz i el ejemplo.

    I me parece que no está fuera do lugar aquí citar un pequeño hecho que patentiza el desprecio con que iiue.stros soldados miran la muerte. Cuando el Rejimiento de Carabineros ejecutaba su animosa embestida, so de.scotnpone la m ontura dcl sarjento Ibañez. Este se bajaba de su caballo, como si estuviera en algun paseo, siendo que las balas caian a mas i mejor, acomoda tranquilam ente su montura, cincha bien a su caballo, i parte en seguida como un rayo a unirse con sus compañeros i tom ar parto en la carga.

    L a l . * Brigada de la División Lynch ao encontraba como detenida por las tapias i zanjas que no le permi­ tian desplegarse, recibiendo a mansalva los fuegos del enemigo. Entónces comenzaron su obra los K rupp de montaña. Las baterías de los capitanes Fontecilla i Errázuriz en la estrema derecha nuestra, rompieron sus fuegos con plau­ sible acierto. Mas acá, al centro, el mayor Jarpa estable­ cía varias piezas en baterías i concentraba sus fuerzas so­ bro el San Bartolomé, cuyos disparos con artillería de largo alcance pasaban o caian en nuestras filas. Despejado cl campo por la derecha i protejidos por la artillería do montaña estaban en línoa, con grandes sacri­ ficios, los distintos cuerpos de la 1. * División, El lejendario 2, ® de línea, el heróico rejimiento, nunca vencido, que se habia cubierto de gloria en Tarapacá i Tacna, avanzó impávido afrontando la muerte con su destrozado estandarte al centro. Razón tenía su comandante Canto, el digno sucesor de Ramirez i de 'v ¡var, cuando, al recibir de manos del J e ­ neral en Jefe la reliquia doblemente bendecida por la iglesia i bañada en la sangre de sus defensores, decia; “Señor Jenoral: Kl Rejimiento 2.® delinea, quo tengo el honor de dirijir, sabrá en todo caso cumplir con su de­ ber. I esta baniiera que me entregáis, símbolo sagrado de la patria querida, no caerá en poder del enemigo miéntras esté' de pié el que habla i todos los demas quo tienen el deber de defenderla.” I el comandante Canto cum plía su promesa, así como su rejimiento cumplía su deber,siguiéndole luego el Atacama. Pero, como ántes lo he dicho, en esta sangrienta jorna­ da parece que una fatalidad invisible se ensañaba contra nuestros jefes mas estimados. Los sarjentos mayores de estos rejimientos caian poco después, Rafael Zorraindo, del Atacama, muerto; Miguel Arrate, del 2. ®, herido; co­

    Por fin, desplegándose por entre potreros, protejidas contra el fuego abrumador del enemigo por las baterías (lo montaña i apoyadas en su derecha por los Carabineros de Yungai i mas allá por la Brigada Barbosa, las tropas do la 1. * División se formaban en batalla. A continua­ ción del 2. ® i dol Atacama seguían el Colchagua, el Tal­ ca, el 4 ®, Chacabuco i Coquimbo. El Quillota entraba ^ i también a reforzar al Talca i al 4 ® que tenian entro sí j el punto mejor atrincherado i defendido del enemigo. j La Artillería de Marina i el Melipilla no tomaron parte en este avance por cuanto con anterioridad se habian desprendido de la división, por órden del coronel Lynch, para protejer las brigadas de montaña do Errázuriz i Fon­ tecilla cerca de Monterico Chico.

    Establecida ya la línea i siempre bajo los fuegos con­ centrados do los peruanos, los restos de la División Lynch, recobrando todo su vigor i enerjía, emprenden un movi­ miento de avance jeneral i se disponen a vengar a sus muertos i hacer pagar cara a los peruanos su infame fe­ lonía. Los peruanos, léjos de ceder ante el empuje de los bra­ vos de la reserva i de la 1.* División, se batian dososporadameiite.como que defendían los últimos baluartes que se oponían al ejército chileno en su marcha victoriosa sobro la antigua capital de los incas i de los vireyes. Allí habian concentrado todos sus recursos, todo lo que les quedaba en ejéreito, cuanto podia ser un dique que en algo contuviera la corriente impetuosa e irresistible de las hue.stes vencedoras (le San lUaitciseo i Anjeles, de Pisagua i Tacna, de Arica i de Chorrillos que avanzaba hácia el corazón del Perú. Allí no solo peleaba el soldado acostumbrado a los fragores de las guerras intestinas, los batallones organizados i disciplinados, sino también la re­ serva compuesta do obreros, de hombres de la alta socie­ dad i de jóvenes ilustrados. En fin, allí estaba todo el poder material i militar, todas las fuerzas con quo contaba el Perú; allí jugaba su última carta, esgrimía sus últimas armas, hasta las mas vedadas i traidoras. Cada tapia, cada trinchera, cada reducto era una in­ mensa fragua de muerte i csterminio alim entada por ina­ gotable combustible. Los millares do municiones que sus Peabody i sus B-emington, sus Parrot i sus Grieve, sus Gatling i sus Nordenfe t vomitaban sin interrupción, eran renovados por los trenes continuos que a cada minuto va­ ciaban increíble cantidad de pertrec ios.

    CAPÍTU LO QU INTO.

    Los nuestros avanzaban contestando a pecho descu­ bierto, ora al toque de diana que los hacia olvidar sus fatigas i arrostrar contentos el peligro, ora al de calacuerda que en los peruanos causaba el efecto do fatídico anuncio de cercana muerte.

    V

    Vino un momento en que comenzaron a agotarse las municiones de la infantería i que pudo hacerle flaquear, pero fué de corta duración. La naturaleza misma dcl terreno hacia mas que difícil el acarreo de los proyectiles hasta las lineas de batalla, no habiendo sino nn solo camino practicable. Mas, los encargados de oste servicio i la comandancia de bagajes vencían esas dificultades, e.sponiendo a cada momento sus vidas i acudían a llenar las vacias cananas de los soldados. Las baterías consumían también sus municiones con jran rapidez. Pero ahí estaba cl Parque Jeneral de A rti­ lería que se portaba admirablemente. El mayor Fuentes, secundado por los tenientes Escala i Aníbal Achurra, llevaban personalmente en sus caballos los proyectiles que necesitaban las distintas baterías. En esta comisión fué gravemente herido el teniente Achurra.

    to

    .

    L. • to to

    to

    v-. c

    to c c c

    G ..

    O

    -G

    Municionadas las tropas, nada hubo que paralizara su empuje, i avanzaron en toda la línea formando un ancho círculo que se e.strechaba poco a poco en sus dos estre­ mos. Las dos alas comenzaban a flanquear al enemigo por derecha e izquierda, converjiendo sobro el camino férreo i cl pueblo ue Miraflores. Miéntras los cuerpos de la 3. División arremetían por la derecha enemiga, tomándose a la bayoneta tapias i trin­ cheras, los d e l a l . haciau proezas de valor por el cos­ tado opuesto, dejando el campo sembrado do muertos i heridos. El Concepción, al giito do Jd/jos, a vencer o m o rir por la patria, repetido por su comandante Seguel que, ha­ biéndole m uerte el caballo, proseguia a pié su marcha en avance, no cejaba un instante. El Santiago, que ya habia visto caer a su comandanto Fuenzalida gravemente herido, ¡lero que aun tenia fuer­ zas para decir a los suyos: ¡Addomte! no hai quo ceder! dejaba en cada trinchera sangrientos do.spojos i heridos a muchos de sns oficiales. Reforzado por el 3. ® de línea, llegó hasta un reducto que hacia un fuego espantoso de ametralladora, i lo tomó a la bayoneta, cubriendo el suelo con los cadáveres de sus defensores. Antes de llegar al fuerte, i al saltar una trinchera, fué herido en las dos piernas el subteniente César Leen Luco, i como cayera de este lado, gritó a los .soldados; ¡Buapéndamme! lo que éstos ejecutaron pasándolo por sobro ia tapia. Desde allí el intrépido jóven continuó animando a los .suyos, a pesar de sus heridas i de los crueles dolores quo debian cansarle. Poco mas allá era también herido en una pierna el .sub­ teniente Luis Alberto González, precisamente cuando un capitán peruano le entregaba su espada. Otro oficial del Santiago, Hilario Calabran, recibia una herida en la mano izquierda al saltar una trinchera; pero esto no bastó, sin embargo de que la sangre le salia en abundanc'a, para que abandonara el campo hasta que vió que el onemigo comenzaba a emprender la fuga, perse­ guido do cerca por los nuestros. Gomo en el Santiago i en ol Concepción, en el Valdi­ via i el Caupolican dominaban igual arrojo, la misma im­ petuosidad, La Brigada Barcoló sabia cumplir con su dcoer, tanto mas cuanto quo su esforzado Jefe, herido por una bala en el cuello, les daba el ejemplo con su enérjica i valerosa actitud. Aconcagua i Navales, con ol coronel Urriola i los co­ mandantes Fierro i ü iaz Muñoz, acometían impetuosa­ mente al onemigo que arrollaban hasta un reducto de la derecha con las puntas de sus yataganes.

    523

    El estandarte del Aconcagua ondeaba en medio dcl re­ jimiento llevado por el abanderado Andrés Cabrera, que no lo abandonó hasta qne una bala le dió temprana i glo­ riosa muerte. La in-signia pasó de mano en mano, recibíando su bautismo de luego i el do la sangro de sus defen­ sores. Junto al abanderado Cabrera caia el teniente González pava no volverse a levantar. I mas allá vacia con cuatro horribles heridas el teniente Benigno Caldera, quo se ha­ bia batido eomo uu león i que, como su hermano el capi­ tán Franci.sco Caldera, otro herido de Miraílores, pertene­ cen al entusiasta continjente que San Felipe envió al teatro de la guerra, escojiéndolo de entre lo mas florido i gallardo de su juventud'. Ju nto con el Aconcagua avanzaba Zapadores con ir­ resistible coraje, haciendo honor a la memoria de .su co­ mandante Santa Cruz i al renombre que habia sabido conquistarse en los anteriores combates. El coronel Lagos, eso hombre de acero creado para los campos de batalla, que meno.spvcuia las balas! podria de­ cir como el gran capitán francés: “Aun no e.stá fundida la qno ha de matarme;” el coronel L .gos a todo atendia, sea personalmente con su Jefe de E~l .do Mayor, sea por me­ dio de sus ayudantes. Para dar mayor fuerza al ataquo de la 1. i 3. D i­ visión apoyadas por Zapadores, 3. ® de línea i Valparaiso, el Jeneral cn Jete hizo avanzar al Buin i al Chillan, que habian quedado como do reserva i quo dos dias ántes manifestaron de cuánto eran cf.paces en el ataque de San Juan, escribiendo con la punta de sus bayonetJis i con su sangre una de las mas brillantes hojas do la campaña militar. El Búlnes, do guarnición cn cl pueblo de Chorrillo,?, también recibió igual órden, i a m archa forzada so dirijió al lugar del combate. Solo el Esmeralda permanecia cu forzada inacción cus­ todiando la Escuela de Cabos, convertida en hospital pa­ ra nuestros heridos i cu depósito de prisioneros. Pero mas tarde .se ponia en movimiento al trote, porque alguien ha­ bia llegado al hospital diciendo que uno de los trenes a r­ tillados se dirijia a todo escape con numerosas fuerzas sobre la Escuela de Cabos. El comandante IIoHey, dejando de guardia una parte del rejiraiento en ol hospital, desplegó el resto en batalla i marchó por la línea para cortar ol paso a los peruanos i defender el sagrado depósito qne se habia confiado a su valor probado. Que un tren artillado venia a toda tn-áquina todos lo hemos visto, i no solo uno sino varios. De manera que si no eran perfectamente fundados los temores del oficial que llevó la noticia, la felonía de la mañana autorizaba a creer que los peruanos cometieran el crimen de ir a ce­ barse en los heridos. El comandante Holley con sus e,smeraIdinos, dispuestos a vender caras sus vidas ántes que permitir aquel acto do barbarie, probaban una vez mas que sabian cumplir con su deber i que no hai peligro que no afronte para cumplirlo ei mi itar chileno. El Buin i el Chillan, con una sección de artillería se dirijieron con el comandante Jorje AVood, ayudante de campo dei Jeneral en Jefe, el mismo que dió la célebre carga de Tarapaeá, hácia e l ala izquierda enemiga. Pero viendo que allí no eran indispensables, porquo los cuer)os de la 1. División ya flanqueaban ése costado, se lea rizo contramarchar al trote i avanzar por e! camino del centro, donde los contrarios sostenían porfiada i tenaz resistencia ausiliados por cl San Bartolomé i la batería de Krupp de montaña que habian colocado en ángulo sa’Qnj le para defender el mencionado camino.

    526

    G U ERRA D E L PAGÍFICO.

    hacia avanzar un convoi do carros cargados de municio­ nes i víveres, que estaba eu uno de los cambios, a fm do interceptar ia via. Los ayudantes Gándara i Santiago Herrera hacian ro­ dar sobro la línea uno de ios cañones Krupp tomados ni enemigo, i lo abocaban en dirección al tren artillado. Mas allá los sarjentos mayores Aristía Pinto i J. Manuel Bor­ goño, obstruían ol camino derribando sobre los rieles los postes telegráfico.?. Pero el tren, detenido en su vertíjinosa carrera por el fuego de infantería, regresaba hácia Lima con toda volocidad, siempre disparando sus cañones. Era ésta la postrera tentativa de los peruanos en aquel naufrajio sin nombre, En esos mismos instantes, con los primeros resplando­ res crepusculares i al ocultarse los últimos rayos del sol. apareció como por encanto en el firmamento un esplén­ dido i brillante arco-iris, cuya aparición se repetia en la tarde dcl siguiente dia, haciendo esclamar al comandante Echeverría del Quillota: “Hasta en el cielo está nuestra bandera!” Uno do los estremos de aquel hermoso fenómeno so apoyaba detrás de los cerros de Vasquez, por el lado de Lima, i el otro en el mar, por el lado de Jíiraflores, i abar­ caba así todo el campo ocupado por el ejército chileno, formando sobre él el mas grandioso arco de triunfo, dig­ no-de sus proezas, de sus sacrificios i de su valor sin par.

    El Jeneral en Jefe i el Jeneral Maturana, después de recorrer la línea i dictar las disposiciones convenientes para el alojamiento i rancho do la tropa que no liabia co­ mido en todo el dia, regresaron con su Estado Mayor a unas carpas abandonadas por las ambulancias peruanas i que servian de Cuartel Jeneral. En el camino encontró al comandante Holiey con una parte del Rejimiento Esmeralda, que habla salido de Chor­ rillos con el propósito de detener al tren artillado que .se decia avanzalia sobre el depósito de heridos. Pero de una u otra manera, los peruanos no debian de­ ja r infamia por cometer, i una de las últimas fuó el ata­ que que trataron de emprender sobre oí hospital de San Juan, Desde oí dia anterior so hallaba custodiado por una compañía del Esmeralda al mando del e.apitan Florencio Baeza, quien, al ver que una fuerza de caballería enemiga o quien sabe si una montonera venia con el propósito de asaltar la ambulancia i cebarse talvez en los heridos, hizo desplegar su jente en guerrilla, dispuesto a defender has­ ta lo último el sagrado depósito. Despees de un corto tiroteo, los asaltantes huyeron h á­ cia Lima dejando cu el campo varios do los suyos. Poco después de retirarse el Jenoral, Miraflores comen­ zaba a arder por varios puntos, justo castigo de la doble felonía do que habia sido cuna. Er.an la.? 6.50 P. M. A esas horas cl triunfo era completo, la destrucción del ejército enemigo estaba consumada, pero a costa de cuántos sacrificios, de cuántas preciosas vidas cortadas en flor i que clamaban tremenda venganza! El sangriento combato que alevosa mano iniciara en hora aciaga para el Perú, term inaba con las claridades del dia, I esto quizá salvó a los peruanos de que Lima no corriera la misma suerte quo Chorrillos, Barranco i Mi­ raflores; pues, en su justo enojo i para vengar la sangre de sus hermanos, nuestros soldados le habrían impuesto castigo. Nuestro ejército acampaba sobre el teatro mismo de sus nuevas glorias, a vanguardia de las posiciones arran­ cadas al enemigo i dominando a Lima con sus cañones.

    DESPUES DE LA BATALLA.

    Una llora después del combate do Miraflore.?, de ese comb.ate en que ía sangre de tantos nobles soldados regó aquel campo, hoi convertido en campo santo do santos recuerdos i de santos sacrificios, ei Dictador peruano, aco­ sado por los lamento.? de sus víctimas, tintas las manos eu sangre, cual nuevo Macbeth, desaparecería en medio de las sombras de la noche como una fatalidad antigua. Seguíalo una reducida comitiva de secuaces, entre ellos B uendk, cl jcneralísimo de San Francisco, i García i Gar­ cía, ol de la Union. I por otro camino, no ménos tortuo.?o, Montero cl de Tacna. Esos liombres funestos, que han dado a su pobre patria sus horas mas amargas i crueles, cuyos nombres están vinculados a las faenas m.as doloro­ sas de la historia contcmpor.inea del Perú, se unían en las tinieblas i en cl caos de la derrota, quién sabe si para fraguar nuevos i criminales atentado.?, quién sabe si para sangrar mas aun a su desventurado país i completar su ruina. Lima quedaba abandonada a su propia suerte, o mas bion a la soldadesca soez i avinada a la que Piéroia i los suyos so habian adelantado en la fuga. I Lima, la orgu­ llosa, la voluptuosa Lima, quién sabe si lloraba sus culpas, nueva Magdalena, que el cruento bautismo de sangre i las duras enseñanzas de los últimos tiempos podrán ta l­ vez rejenerar. En el campamento de los vencedores, los soldados so habian entregado al reposo que tanto necesitaban despucs de las penosas fatigas de las jornadas. La.? grandos guardi.as i puestos avanzado.? velaban su sueño. El señor Jeneral en Jefe se h.abia recojido a su impro­ visada tienda, donde traba-ja con los señores Altamirano, Godoi i Lira hasta mui adelantada la noche. El Jenoral Baqued.ano pen.?aba bombardear a Lima al dia siguiente, que era domingo, caso que no se rindiera a discreción o pretendiera hacer resistencia. El silencio que reinaba en el carap:iraento fué de pron­ to interruinpit o a la 1 A. M. por el ruido de un tren que venia de Lima. ¿Acaso una nueva alevosía del enemigo? ¿O bien era mensa ero de paz que en una mano traia la ram a de olivo i on a otra las llaves de Lima? Nadie lo sabia. Con el fin de evitar cualquiera celada, se le dispaivavon dos cañonazos como señal para que se detuviera. Detúvose, cu efecto, i luego pudo verse quo traia la bandera blanca de parlamento. Salieron a su oncnentro un oficial i soldados dol Búlnes que estaban de avanz:id;i. Tan pronto como se supo que traia a tros mensajeros del Cuerpo Diplomático que soli­ citaban una entrevista eon el Jeneral ou Jefo, el coronel Lagos, tratándolos con todos los miramientos i considera­ ciones debidas, los envió al Cuartel Jeneral con su ayu­ d.ante el sarjento mayor Julio Argomedo. El Jenoral en Jefe, que en osos momentos conferencia­ ba en su tienda con .algunos dignatarios del ejército, hizo saber a los mensajeros que no podia recibirlos hasta las 7 u 8 A. M. Uno de ellos regresó a Liraa a dar cuenta de .su cometido, i sus compañeros se alojaron en la Escuela de Cabos. Al amanecer del dia 16, el Jenoral on Jefe salió con su ayudante de campo, teniente coronel Wenceslao Búlnes, — biz.arro jefe que en lo mas reñido de los combates dió siempre prueba de giran serenidad i valor,—a visitar los heridos, lacer recojer los que aun yacian en eí campo i dictar las órdenes convenientes. Antes de las 8 A, Yí., estaba de vuelta, i momentos despiie.? llegaba al Cuartel Jeneral el comandante Echeverría con un eapitan de la marina italiana'. Era uno de los mensajeros. Llevado a presencia dcl Jeneral on Jefe, declaró que venia enviado por el Cuerpo Diplomático, que pedia una

    C A PÍTU LO QUINTO.

    entrevista con el fin de salvar a Lima i solicitar garantías para los neutrales, pues la ciudad habia sido abandonada por sus gobernantes. El Jeneral Baquedano le entregó entonces un pliego cerrado cn el quo, según nuestros informe.?, notificaba al Cuerpo Diplomático el bombardeo de la ciudad, agregan­ do que, como militar, su deber era obligar a Lima a rendirse por todos los medios a su alcance, o reducirla a cenizas si pretendia oponer resistencia, no pudiendo res­ ponder en este caso de las consecuencias. El mensajero, después do saludar al Jeneral i personas que lo rodeaban, tomó el camino de Lima. A las doce i minutos un tren con bandera blanca 11og.aba a Chorrillos. Conduela al .señor Ilufino Torrico, alcalde do Lima, a loa señores ministros do Inglaterra i Francia, almirantes francés e inglés i comandante de las fuerzas navales italianas en cl Callao. El señor Torrico manifestó al Jeneral cn Jefe que, ha­ biendo sido abandonada .Lima por Piérola i su Gobierno, venia él, como única autoridad ocal, a pactar la entrega de la ciudad, implorando la clemencia del vencedor. Liraa abria sus puertas, no habia fuerza armada ninguna que pudiera oponer resistencia. Los señores ministros lo ga­ rantían, El Jeneral exijió que Lima i el Callao .se entregaran sin condiciones. Después de largas deliberaciones, se convino en que Lima seria entregada ineondicionalrnento; i en cuanto al Callao, donde existia alguna fuerza al mando dcl señor Astete, el señor Torrico so comprometió a que se rindiera a di.screcion, promesa que mas tarde dijo no podia cum­ plir por cuanto Astete sc negaba a someterse, .solicitando entonces qué la entrada del ejército chileno a Lima se efectuase a la mayor brevedad. Terminada la conferencia, cl Jeneral dispuso que al otro dia. bines J7. una fuerza compuesta do tres baterías de artillería, los rejimientos Carabineros do Yungai i Gra­ naderos a caballo, el Buin, Zapadores i Búlnes, a las ór­ denes del Jeneral .Saavedra, nombrado jefe de Lima, sa­ liera a las 2 P. M, para tomar posesión de la ciudad.

    Vi.__

    Q..

    to C to ' tov to/ c

    o o . o c ■i o ■á o ^ o

    627

    go,” Pero cn ese caso no habria sido una descarga cerra­ da en toda la línea, un fuego jeneral de artillería, ametra­ lladoras i rifles de todas las trincheras, de todos los reductos. Pero si aun no estuviera, i lo está perfectamente pro­ bada la felonía peruana, hai todavía documentos feha­ cientes i la confes'ion de jefes peruanos, “Por nuestra parte, dice un jefe peruano, al comunicar lo ocurrido en Miraílores, en este dia se trataba de orga­ nizar los restos del ejército pava presentar una nueva batalla. Para reforzar nuestras tropas, a fin de presentar el se­ gundo combate, se hicieron venir del Callao el Batallón Mfirina, la Guardia Civil i la reserva." Estas, declaraciones constan además en un diario are! quipeño. Pero hai nn documento todavía mas revelador, i es el siguiente telegrama oficial, encontrado por el activo e intelijente secretario del coronel Lynch, señor Daniel Carrasco Albano, el cual no deja ni sombra de duda al mas obcecado sobre cl acto aleve perpetrado por los pe­ ruanos en Miraflores. Dice así ese telegrama, enviado de palacio al Prefecto Astete a la 1 P. M, del 15, momentos i apénas ántes de ia felonía: ‘ Señor. .Prefecto:—Del ferrocarril de Mirañores partici­ pan que dentro de pocos momentos comenzará combate. La línoa tendida solo espora la órden do hacer fuego, Mu­ cho entusiasmo.— Velmco." ¿Qué dirán después de esto los defensores del Perú, los que acusaban a Chile de vandalismo i a sus ejércitos los 1 amaban nuevas hordas de Atila? I todavía al crimen añadían la burla insultante, audaz, propia solo de cerebros estraviados o dominados por el vértigo. El tren qne conducia a los señores ministros salió a toda máquina cn dirección a Lima, dejando a los repre­ sentantes de la.s naciones neutrales, con escepcion de uno solo que alcanzó a subir al carro, sin tener como regresar, siu que se pusiera ni un caballo a su disposición. Los señores ministros tuvioron que emprender la mar­ cha a pié. ¡Ah! corramos un velo sobre tan ta infamia.

    I aquí nos parece oportuno consignar algunos hechos que se rcineionan con el Cuerpo Diplomático i lo ocurrido cn Miraílores en los momentos de la felonía. Ello.? des­ corren gran parte del velo que ocultaba aquel acto en los jrimcfos momento.?, i ponen en claro que Piérola se buró de una manera audaz i sin precedentes de los respeta­ bles representantes de las grandes potencias, haciéndoles juguete de sus indignas maquinaciones. Los señores diplomáticos se encontraban tomando un lunch con Piérola en )a residencia que éste ocupaba en Mirañores. El Dictador peruano habia manifestado la me jor voluntad pava entrar en arreglos i estaba dispuesto a conceder todo. ,En medio de !a conversación, i cuando menos lo espe­ raban, los señores ministros sienten una descarga cerrada seguida de un nutrido fuego de cafion i rifle. Su sorpresa i su asombro fueron grandes e interrogaban a Piérola con ojos espantados. ¿Quién habia roto el fuego? ¿Quién ha­ bia vio ado la tregua? Piérola manifestalia csteriormente igual sorpresa, a tri­ buyendo a los chilenos el rompimiento de las hostilida­ des, pudiendo suceder también que algunos de los jefes peruanos hubiera hecho fuego, sin su orden, contra alguna avanzada enemiga. Calumnia tremenda, falsedad inaudita, perfidia sin nom bre.. Desde luego los chilenos tenian armados sus pabello­ nes, desprevenidos-i confiados en el armisticio, sin pensar por un momento cn un ataque que nunca podia efectuar­ se ántes de las 12 P. M. "Que alguno de los jofes peruanos hubiera hecho fue-

    Poco ántes de que cl alcalde señor Torrico i el Cuerpo Diplomático regresaran a Lima, habiendo quedado ya acordada la rendición incondicional de la ciudad, salimos con el teniente do marina Silva Palma a recorrer el cam­ po de batalla. El señor Silva Palma, a cargo de una compañía del 2. ® de línea i un piquete de Granaderos, iba comisiona­ do para clavar los cañones de un fuerte que estaba bajo los fuegos del San Cri.stóbal, Comisión peligrosa por estar aquella fortificación cubierta de minas, algunas do ellas automáticas. Para evitar cualquiera esplosion, dejó la fuerza que llevaba a su cargo afuera del fuerte, i con el aspirante Carlos E, H errera clavó las piezas, cumpliendo así su comisión con felicidad i con mucha fortuna, porque instantes después estallaba un polvorazo. Olvidábame decir que también lo acompañaba el gru­ mete Padilla, bravo muchacho de 14 o 15 años, que salió ) levemente herido en Miraflores al lado de su teniente, En un fuerto inmediato al qne el teniente Silva Palma habia visitado con peligro de su vida, habia varios cadá­ veres con el mismo uniforme quo usaban los que cn Chor­ rillos llevaban gorra negra con una placa encarnada i ol nombre Garibaidi, bordado en letras de oro. En ose fuer­ te habia peleado la Guardia Chalaca a laa órdenes del co­ ronel Cárlos Arrieta, i entre los cadáveres que rodeaban al de ese jefe peruano, habia muchos de estranjeros. Entre unos papeles que allí encontró el ayudante señor Fraga, habia una lista de oíiciales de una de las compafiías de la Guardia Chalaca, i de esa lista tomamos los nombres Salvani, Bosio, Güelfo i Polo.

    528

    G U ERRA D E L PACÍFICO.

    Que al servicio del Perú babia muchos estranjeros no cabe la menor duda, i ahí están para probarlo los cadáve­ res que todos hemos visto, dominando el elemento italia­ no, lo que nada tiene de cstraño a nuestro juicio, desde que la colonia italiana es la mas numerosa en Lima i tal­ vez en toda la Améríc.?. Se ha dicho quo pertenecían a una cómpafiía do bom­ beros; i repito quo ni cu Chorrillos ni en Lima hábia compañía Garíbaidi. La de Lima se llama Pompa Roma, i la de Chorrillos Pompa Italia. Por otra parte, no iiacomos sino constatar un hecho— ese es nuestro papel,—de ninguna m anera hacemos un reprocho o una censura que e.stá mui léjos de nuestro ánimo i de nuestro carácter, i que no harian mas que despertar odiosidades injustas, que no tienen razón de ser. Esos individuos, además, creerían .asi defender quizá sus propiedades, o quién sabe si tomaron ias armas arras­ trados por la necesidad, el engaño o falaces medios. Ue todos modos, auu suponiendo que lo hicieran por merce­ nario interés ¿acaso toda una nacionalidad es rospons.ible do las acciones de un puñado de malos o espúreos hijos? Lo repito; no ho hecho mas que constatar el hecho. N ada mas, nada ménos. Recorriendo el campo, ae puede formar una idea de ¡as bajas que sufrieron los peruanos i de la.s luiestiras, i t uo, uniendo las de ámbas batallas, llegan a la cifra incroible, pero mui aproximada, de 0,000 por parte do los chilenos, 4.000 heridos i 1,400 muertos; 9,000 por parte da los pe­ ruanos, 6,000 muertos, 3,000 heridos, .sin contar mas de 3.000 pri.sioneros. En cuanto a las fuerzas que entraron en combate, se­ gún datos mui aproximados reeojidos entre los jefes pe­ ruanos, tenemos en Chorrillos: 26.000 peruanos. De los chilenos sostuvieron el combate por espacio do cerca de dos horas contra el grueso del ejército enemigo 7,302 hombres de infantería,—la División Lynch,—1,370 de artillería,—toda la artillería,—formando un total de 8,672 hombres. Mas tarde entró la reserva, 2,610 hombres i la 1. * Brig.ada de la. División Sotomayor, 2,952 hombres, i sucesi-' vamente el Lautaro, el Curinó, i por último dos compa­ ñías del Aconcagua, el Santiago i parte de la Brigada Barceió, i finalmente la caballería, llegando a un total de 17,122 hombres. E n Miraflores: 18.000 peruanos. De los chilenos se batió sola durante una larga hora la División Lagos, ménos un batalion, en todo, 4,487 hom ­ bres, sin disminuir las bajas sufridas el 13; si agregamos toda la artillería, tenemos 5,785 hombres. Mas tarde entró la reserva, qne contarla con 2,000 hombros: 7,787. I por último la diezmada División í.ynch, que a to sumo llega­ ba a -5,000: en todo 12,787 hombros.

    Sí, el triunfo ha sido espléndido para las armas de Chi­ le. Pero ¡cuántas nobles víctimas tenemos que llorar, cuán­ ta sangre vertida! Entre esas víctimas, entre esas nobles existencias, des­ cuella la figura del coronel Ju an Martínez el jefe dol le­ jendario Atacama que él formara para los grandes sacri­ ficios i para la victoria, Martinez, que on Tacna habia dado en holocausto a sus hijos queridos, ,se inmola en cl altar de la patria i moria .en la rdborada del 17 do Enero, el mi.smo dia de la entra­ da triunfal dcl ejército chileno en Liraa. como si solo esperanr esa hora suprema para ir a reunirse con sus dig­ nos hijos quo cou él han pasado a la inmortalidad por la puerta de a victoria i ¡)or el camino de las austeras i cí­ vicas virtudes. El dia 16 trascurrió .sin mas novedad que la venida do ■ los ministro.? Diplomáticos, oyéndose de cuando en cuan­ do la esplosion de una mina o el lejano estruendo del cañera. Como me he anticipado a decirlo, el 17, a las 6 P. M:, hacia, .su entrada triunfal en Lima una parte del ejército chileno, 1 h),s que presenciaban aquel acto solemne no sa­ bían qué .adrninir mas: si el valor indomable de esos sol­ dados quo con la punta do sus bayonetas habian escalado las formidables posieioiics de Chorrillos i Miraflores, con.sideradas como inespugnables, o la compostura, el caba­ lleroso i digno porte de es(/S mismo,? soldados tan vilmente calum:i¡:idos por los-hombrcs públicos i escritores del Perú. Por fin, el 20 de Enero, fecha memorable, aniversario do 1.a batalla de Yungai, el pabellón chileno so ostentaba vencedor sobro ol palacio do los vireyes i edificios públi­ cos de Lima.

    Creo aquí terminada mi rehvcion sebro las gloriosas ba­ tallas de Chorrilios i .Miraflores. Mucho he omitido, sin duda, ffiuclios i hermosos episodios, muchas accione.? su­ blimes, muchos actos de abnegación i heroismo do nues­ tro valiente ejército, muchos nombre.? gloriosos para mí, ignorados en la voiájine de los suco.?os, Pero ya (¡uo mi pluma no ha estado al nivel de mis anhe­ los, séanme siquiera en abono inio mis fervientes deseos, mi ardiente aspiración do haber querido narrar on todos sus detalles cs;\s brillantes epopeyas, a ia voz que glorificar, hasta donde mi torpe pluma ha .alcanzado, a ese ejército cuyo patriotismo, cuya abnegación, cuyo valor, cuya re­ signación he tenido ocasión de adm irar en la vida de los campamentos i en los campos de batalla. Pero todo.? esos hechos i todos esos nombres los rscójerá cariñosa la historia para inscribirlos en sus mejores pajinas; esos hechos serán la lectura de nuestros íiijos; esos nombres, símbolo de todas l.as grandos i viriles virf.udes; esos hechos i esos nombres serán enseñanza i adm i­ ración para las futuras jeneraciones qne, .si Chilo llegara alguna vez a verso en peligro, sabrán inspirarse en tan altos ejemplos; esos hechos i esos nombres serán enseña de victoria. Sí, el triunfo ha sido grande, completo, fuera de toda Conc'uyo. ponderación. El ejército enemigo ha sido completamente Coquirñbo i Talca, Atacama i Concepción, Aconcagua i cleshecho, ¡a destrucción del roder m ilitar dol i’orú ha Chillan, Colchagua i YLdparaiso, Curi(.’.ó i Santiago, Chile quedado consumada. H an caido en nuestro poder un par­ entero, de uno a otro confín, debe e.star orgulloso do tales que incalculable, ciento i tantos cañones de campaña i hijos. montaña, sistema YLivasseur, Krupp i Grieve (imitación ¡Salvo, ilu-stres muertos, abnegados mártires, heróicos Krupp), fabricados eu Piedra Lisa; mas de 100 cañones defensores de la honra nacional! ¡Salve mil veces, nobles do sitio, Parrot, Yoriiz, Biakclcy, MLIvorth, etc., 15,000 hijos de Chilo, que ántes de permitir q\m la mas leve m an­ rifles Peabody, Remington i otros sistemas, 8.000,000 cha pudiera empañar cl esplendor de nuestra estrella, de tiros para esos rifles; .100,000 gran.adas i b.al.as de ca­ encontráis poca vuestra sangre para conservarla inma­ ñón de distintos calibres; mas de 200 quintales de pól­ culada! vora i dinamita; vestuario i toda clase de pertrechos de í si yo no he sabido o no he podido narrar vuestras ha­ guerra. zañas, Chile agradecido tejerá coronas- de siempre-vivas I esto era lo que se sabia hasta el 21 de Enero; de ma­ para los que murieron, derram ará lágrimas de eterno re ­ nera que esas cifras han aumentado a ia fecha. conocimiento sobre sus turabas i será madre cariñosa para sus huérfanos; Chilo agradecido, cubrirá de flores la sen­

    CAPÍTU LO QUINTO.

    V ..’

    k.

    to

    to to c

    529

    da que falta por reeorrer a los que han quedado en pié, i j cabeza de la artillería, llegaba a la plaza del Palacio de en su suelo serán protejidos por su gloria, por ol amor i j la Esposicion, invadida por nna crecida concurrencia de respeto de sus conciudadanos. I estranjeros i no pocos p e ru a n o s-e u su mayor parte osI tentando la cruz roja—que miraban con cieno recelo a E d u -^r d o H e MI'EL, los primeros .soldados chilenos que penetraban a Lima. Corre.'iiciisal ec caini.'Af.'a. La división continuó su marcha por las calles de la ciudad, i .a las 6.10 P. M. desembocaba en la plaza prin­ LIMA, CALLAO, ANCON. cipal la primera batería Krupp. El Jenera! Saavedra i sn Estado Mayor se habian ade­ (Cotresponciencia & l e FEP.nooAiiai!,.) lantado i situádoseen el estremo de la plaza, frente a la En la tarde dol 16 de Enero, cuando, después do las Catedral, para presenciar el desfile de esas fuerzas, sin que cruentas i gloriosas batallas del 13 i el 15, el ejército chi­ de los labios de eso.s soldados, que ;nm no habian sacudi­ leno victorioso se entregaba por fia al descanso eu sus do el polvo de dos batallas i de dos victorias, saliera nn campamentos a inmediaciones de láma, un hermoso arco- solo grito, sin que esos valientes, que ' babian vi.sto de iris de vivos colores se di.señó en el azulado espacio, como cerca la muerte i caer víctima dol plumo enemigo o de mensajero de paz i precursor de la que no tardará cn ce­ la traidora mina a muchos de sus hermanos i compañeros lebrarse en la capital del Perú, la orgullosa odalLsca del de armas, hicieran la menor manifestación hostil en todo Eiraac, la ciudad predilecta de los vireyes i de ios incas, el trayecto recorrido. Mui léjos do eso. Marchaban, es hoi bajo la planta triunfante de laa aguerridas huestes do cierto, levantado el pecho en que lucían !a.s cintas g.anaChile. das en tantas victorias, erguida la frente to.stadn por el La aparición de ese lindo arco que ostentó los colorea sol de los desiertos i como orlada por el brillo de ¡a vicnacionales, ftié recibida por niic.stros soldados con cierta toi-ia; pero silenciosos i en unida formación. alegría, ho hizo osclainar al comandante del Quillota; has­ Tras de la artillería, que despucs de destilar por frente ta on el cielo resplandece la bandera do Chile. al Jencral Saavedra se dirijió al cuartel de Santa Catali­ na, seguia el Buin, que marchó a ac.antoiiarse cerca de la Pero junto con la aparición dol arco-iris se oian de Penitenciaría; Zapadore.?, que se alojó en el cuartel de la cuando en cuando estruendosas detonaciones por el lado Guardia Peruana; Búlne.s, que se hospedó en el palacio del San Cri.stóbal i dei San Bartolomé o Vasquez. E;-an municipal i cubrió la guardia dcl pa acio do los Pizarro; ios últimos estertores de la formidable artillería peruana venian por último los Cazadores i Cai-abineros de Vungai. El d6.sfile so efectuó en medio del mas pi-ofundo silen­ que guarnecía esas fortalezas, i que, despnes de vomitar cio, i los miles de espectadores que desde los balconc.?, torrentes de metralla, .se apagaba pai-a siempre. D e intervalo en intervalo, dejábanse sentir tam bién portales i boca-callea presenciaban este acto, parecian sordos estampidos que Inacian esli-ernecer la tierra, i en como asombrados de tan noble i caballeroso ¡iroceder, distintos punios so levantaban negras i espesas columnas manifestándolo así machas personas respetables, agregan­ de humo: eran polvorazos que reventaban i quo habían do que jam ás se habia esperado tanta magnanimidad despnes de las vi!c.s especies propaladas por los gober­ sido preparados para volar el ejército chileno. nantes todos del Perú contra los soldados chileno.?, quo los pintaban corno a forajidos sin Dios ni lei, i dospues En la mañana del mismo dia 16, el comandante Eche­ de las traiciones i felonías de que esos mismos soldado.? verría, de! Búlnes, condticia con lo.s ojos vendados a un habian sido víctimas, El desfilo terminó con los últimos resplandores del dia, oficial de la marina italiana qiic venia do Lima, enviado por el Cuerpo Diplomático, a quien el señor Jeneral en i ¡a ciudad de Iiíma pudo esa noche dormir tranquila i Jefe hizo entregar un pliego cerraiio en e l que, scgim segura, después do las saturnales de que habia sido teatro., nuestros informes, el Joneral Baquedano hacia pi’escnte Pero digamos ántes algo sobro los sucesos ocurridos en a loa diplomáticos estranjeros que interponiari ;?us buenos oficios en favor de Lima quo, como militar, .su obligación Lima de.sde quo llegó a oídos de sus habitante.s la primeera hacer que se rindiera la ciudad, i en caso contrario, i ra detonación precursora de la gran batalla del 13 i de la reducirla a cenizas; que de nada poiiia responder si se h a­ increible felonía del 1,5. Con los primeros albores del dia 13 de Enero, Liraa cia Insistencia i quo, ocupada la plaza por nuestras fuer­ zas, entónees entraría a funcionar la diplomacia, ántes nó, desportó al estruendo del canon, i desde esc momento sus Ksta contestación fuó dada en vista do qne en la noche moradores espeimban ansiosos nuevas del combate que anterior el Jeneral en Jefe no tuvo a bien recibir una co­ se habia iniciado i que para no pocos seria victoria para misión de representante.? estranjeros quo pedían garan­ las huestes peruanas. Esa.? nuevas no tardaron eu llegar con los primevos he­ tías para Lima i las propiedades nontrale.?. ridos de las fuerzas que guarnecían las formidables fortifi­ La respuesta categórica i llrrae del Jeneral en Jefe, qne pedia la rendición siu condiciones de Lima i el Ca­ caciones de Chorrillos i que eran asilados en cl Palacio llao, debió obrar mas aun cr; el ánimo de loa mensajeros i de la Espo.sicion convertido en ambulancia. Á. pesar del cúmulo de falsedade.? e ilusiones para dar de la .sociedad qne las doprcdacionc.s i pillaje perpetrados ánimo a los espíritus abatidos i tratar de engañar a lo.s por la .soldadesca peruana en arabas poblaciones. En efecto, el dia 17 una diputación de representantes que comenzaban a desconfiar de las decantadas victorias estranjeros, encabezada por el alcalde municipal de Lima, i promesas dol Dictador Piérola, el temor i el sobresalto don Rufino Torrico, se presentaba ante el Joneral cn J e ­ dominaron cn Lima, i numerosius familias se aprcsur.aron fe, e.sponiendo quo la ciudad habia sido abandonada por a aumentar la emigración a Ancón, la sierra o a a.?ilarse las fuei-zas peruanas i pidiendo que ol ejército chileno a bordo de los buques neutrales. El comercio, que por órden suprema se habia visto tom ara inmediata posesión de Lima, que se entregaba a obligado a abrir sus puertíis bajo pena de fuertes multas, discreción. Desde temprano el Jeneral .Baquedano habia dado ór­ el comercio e.staba cerrado, i por las calles solo se veia a den para que una división de ti'es a cuaH'O mil hombres la Guardia Urbana, compuesta do estranjeros, i a las fami­ m archara sobro Jjima; pero en vista de la representación lias que se dirijian a la estación de Desamparados para anterior, hizo quo el Buin, Zapadores, Búlne.s, Cazadores tomar los trenes que a cada momento salian p.ara Ancón, i Carabineros de Yungai i tres baterías do artillería se Chancai o Chilca. pusieran en camino, a las órdenes dei Jeneral Saavedra, i ocuparan la capital del Perú, Poco ántes de las 5 P. M., el coronel Velazquez, a la T omo

    iv .—

    67

    El dia 14 trascurrió con las mismas ajitaciones, las mis­ mas mentiras oficiales, las mismas promesas de triunfo

    580

    GU ERRA D EL PACIFICO.

    del Dictador quo, para llevar a cabo sus menguados pla­ la noche del 16. Era una población en donde habian ennes, hacia su juguete del respetable Cuerpo Diplomático ; trado a saco hordas do salvajes. estranjero, que nunca pudo im ajinar tam aña deslcaltad i mayor felonía. Yíiéntras una porción de los miembros de la Asocia­ ción Internacional se consagraba a sofocar ol fuego, la otra En los campamentos habia sucedido al fragor de los desarmaba i empeñaba un verdadero combate con los sol­ combates un si encio sepulcral; la tregua tácita o armisti­ dados peruanos que habian llegado al paro;iismo de la cio concedido por el Jenoral en Jefe al Cuerpo Diplomático. barbarie asesinando a indofcnsos chinos. De improviso resuenan en Lima los ecos de la artilloría Toda la noche del 16 al 17 se pasó en medio de esas i fusilería, i todas las familúis corren aterrorizadas a re­ escenas de sangre i de vértigo, hasta que cou los albore.s fujiarse en las legaciones estranjeras o huyen despavori­ dcl dia, i muertos muchos de los revoltosos i .sublevados, das en distintas direcciones. Por un momento volvió la desarmados los demas i fujitivos otros, solo se dejaban calma a los espíritus, al tener conocimiento del siguiente oir algunos disparos aislados i el chisporroteo dcl incen­ telegrama de García i García, Secretario de Piéroia, al dio que consumió cuantiosas mercaderías, Prefecto do Liraa señor Peña i Coronel, telegrama recibi­ Habia sobrevenido una calma relativa; pero se temia do a las 5 P. M. dol dia ] 5, minutos ántes quo las fuerzas que en la noche so repitieran los mismos actos de vanda­ peruanas huyeran en completa derrota. laje por los dispersos peruanos que se encoutraban en los “Batallón Marina rompió linea. Paseó victorioso que­ contornos de Lima, brada Barranco i volvió victorioso a su puesto. La entrada de una parte de nuestras fuerzas devolvió Triunfamos. por fin la tranquilidad a los acongojados moradores de Tres veces rechazado el enemigo, i la tercera on com­ Lima i a su comercio que, dos dias despucs, comenzaba a pleto desórden, para no volver. abrir sus puertas, a pesar del valor casi ficticio del billete Reserva espléndida.” peruano, que tácitamente se admitía en la proporción de Hubo un instante en que se creyó en estas alucionado- un sol por diez centavos chilenos, o mas claro, un peso ras i engañosas palabras, anunciándose también que el papel chileno por diez soles papel peruano, no circulando Jeneral Baquedano i su Estado Ylayor habian caido pri­ el inca, esa moneda imajinada por .Piéroia i quo jamás sioneros i mal herido el primero. Pero esta engañosa ilu­ tuvo un valor fijo i quo a rni salida de Lima, el 21 de sión duró solo unos cuantos segundos, porque luego en­ Enero se cotizaba a cero. traban los dispersos i heridos de Miraflores i se sabia que los chilenos habian obtenido una nueva i espléndida vic­ Algo curioso llamó nuestra atención on Lima. Recorri­ toria i quo oran dueños do penetrar a Lima a la hora que mos casi todas sus calles, i en ninguna parto encontramos quisieran, i sin tener porque guardar consideraciones do una casa, una sola, que no fuera una propiedad estranje­ ninguna especie después no la felonía de Miraflores. ra. Todas tenian planchas con los colores de laresfioctiva D urante toda la nocho del 15 los dispersos no cesaban nación i estes inscripciones: “'Propiedad .alemana—Bajo la de llegar por grupos o aislados, Immbrientos, i animados protección del imperio aloman.”—“Propiedad inglesa.”— por las mas bajas pasiones. Los disparos de fusil se oian a “Propiedad francc-sa.”—“Propiedad portuguesa.”- Propie­ cada momento, i la colonia estranjera, temiendo ser vícti­ dad austríaca, bajo la protección del imperio austroma del desenfreno de ¡a soldadesca, volvió a prestar su húngaro."—" Projiicdad española.”—Propiedad colombia­ servicio como guardia urbana, a pesar do haber sido di­ na,” etc., con ol sello de la legación respectiva o la firma suelta esta asociación siete dias ántes, como puede verse del ministro diplomático. por e! siguiente oficio. I como sino fuera suficiente, en cada casa flameaba el “Lima, Enero 8 ele 1881.—Señor Delegado de la Aso­ pabellón aleman, inglés, francés, etc. ciación de Bomberos i Salvadores:—Con el objeto de quo 1 no exajeramos. U na iglesia ostentaba una bandera la respetable Asociación de Bomberos i Salvadores, des­ inglesa i su correspondiente placa. Con nosotros lo vió el canse del penoso servicio de policía quo, con tanta espon­ comandante i el sarjento mayor Stuven. taneidad como solicitud, ha prestado en. bien del vecin­ dario, el Supremo Gobierno ha dispuesto que la Guardia Gomo a las 11 A. YI. del dia 18, no.<3 dirijimos al Callao Civil se haga cargo de la población. eu la máquina Favorita de la Empresa del Ferrocarril de Al comunicarlo a Ud. cúmpleme espresarle, en nom­ la Oroya, de la que ya so liabia liecho cargo el señor Fe­ bro do la ciudad quo represento, los testimonios de reco­ derico Stuven, cl comandante Campillo, el señor Rafael nocimiento, por los importantes, a la vez que positivos Orrego, el mayor Stuven, ei corresponsal i 10 soldados servicios de esa asociación; a cuyo concurso, sin duda al­ del Búlnes. guna, se deben, en gran parte, la tranqnilicíad i cl órden que han reinado en la población. Ya en la m añana habíamos recorrido hasta la estación Dígnese Ud., señor Delegado, hacerlo así presente a do Monserrat, donde encontramos acumulada una inmentodos los miembros de esa asociación, i aceptar las seguri­ .sa cantidad de granadas de distintos calibres i toda cla.se dades de mi particular aprecio i dislinffuida considera­ de pertrechos de artillería, como asimismo los cañones ción, con que me suscribo atento i seguro servidor.— montados sobre carros do plataforma, construidos espeTorrico." ¡ La Guardia Urbana hizo mui bien en armarse con los cialmente para resistir al retroceso de las piezas, poro sin mismos fusiles de los dispersos, pues éstos comenzaron blindaje ninguno. El número de éstos llegaba a cinco i habia, adem&, vario.? otros no mont.ados i de diversos sis­ m ui luego a saquear la ciudad. A las oraciones del dia 16 ol desórden ora espantoso en temas. En una bodega habia también un torpedo. Lima, i, sin la guardia estranjera, habria sido reducida a A las 12 en punto llegamos a la estación dol Callao, cenizas la capital del Perú, La .soldadesca ebria i em bru­ tecida, prendió fuego al Mercado, a varias casas do las i, como ora natural, nos dirijimos preferentemente al m ue­ c.alles del Japiin, Zavala, en una palabra a todo el barrio lle dársena, donde se presentó a nuestra vista el cuadro chino i a todas las propiodailes chinas. Por todas partes de la mas completa desolación. Esa magnifica obra de el incendio tomaba cuerpo, I a sus rojizos resplandores los arte se encontraba hacinada con los restos de la escuadra soldados peruanos so eiitragiiban al pillaje i a la matanza, peruana incendiada o echada a pique, con las grúas i mágritando con voz enronquecida: Ylueran los gringos! Blue- ' quinas, i en muchos de sus pescantes i malecones el fuego ran los chinos! ! continuaba haciendo estragos, que felizmente luego fueImposible describir el cuadro de confusión, de desór­ j ron cortados, comenzándose cl 20 los trabajos para limden, de vandalaje que ofreció la Ciudad de los Vireyes en I piar i despejar aquella obra colo.sal.

    531

    CAPÍTU LO QUINTO. Los cascos aun candentes de 11 buques se mecian pe­ sadamente cn las. tranquilas aguas i losmá-stiles i aparejos sembraban ia superficie. La destrucción habia comenza­ do a la 1 A. M. de! 16, principiando por la U nion quo, no podiendo escapar, fuó varada a! Norte de la bahía, quemada en parte sn popa i destrozada su maquinaria. Se esperaba, sin embargo, salvarla, a lo ménos en gran parte. B1 A tahualpa fué echado a pique, lo mismo que la lan­ cha Urcüs, cuya maquinaria íué destruida. En seguida se aplicíi fuego al R ii/W j que está perdido completa­ mente, al L im eña, al Oroya, al M arañon, al G/iulac-o. Poro la deslrnecion no ha sido completa. En cuanto a los fuertes, han sufrido mui poco, quedan­ do intactos la mayor piirle de los cafiones, i unos pocos clavados como los de San Cristóbal. Los edificios públi­ cos nada habian esperiraentado, i a nuestra salida del Ca­ llao, el 21, ya servian a las autoridades chilenas.

    Q-

    V.. ri­

    to c < V ri.;V .

    to Q«V

    -

    { r i.

    ri­

    to ri,.

    ri,.

    . (. ..to to í

    to C

    C to .

    to .

    c to '

    w i ^ .

    G-ito

    G C

    XX. ES>!T01ÍÍ,ILES. ¡V I VA J IO N O U

    AL

    E .J É R O ÍT O

    CHILE: VENCEOOR

    DE

    L IM A .

    (E -JiU ria '.cs d e E l P e r.r.ü C iR iu i, d e 2 0 d e Ev.ero d e I S S L )

    Dos espléndidas victorias han abierto el camino de Lima a nuestro invicto i glorioso ejército. El numeroso ejército enemigo, arrollado i disperso, ha sucumbido al empuje irresistible de nuestros valientes soldados. Eu la orgullosa Ciudad de los Yireyes llamea ya el tri­ color chileno i nuestro himno nacional, entonado en sus calles i plazas por las vencodor.as huestes de Chorrillos, Miraflores i la Palma, anuncia a la Anicrica i al mundo que ha terminado la hcróica epopeya del Pacífico. Los Prat, Serrano i Riquelme, que iniciaron con .sn glo­ riosa inmolación en la rada de Iquique osla pajina in­ Miéntras en la dársena se llevaba a cabo esa obra de mortal de nuestra historia, han sido el jénio tutelar i la destrucción, la población era teatro de las mismas repug­ noble i santa inspiración do esta campafia. nantes escenas que Lima, La soldadesca sequeaba el co­ La serie no interrum pida de abrumadores triunfos que mercio i asesinaba a mansalva sus propietarios estranjeros, aniquila la alianza de perfidia, tramada sijilosamente con­ de los cuales perecieron diez bajo los golpes de los ponía­ tra nuestro país, acaba de ser coronada en los alrededores nos. iVmcnazados eomo so veian, los estranjeros no tu ­ de Liraa con el éxito debido a la ju.?ticia i santidad de vieron mas recurso que defender sus vidas i propiedades o nuestra causa. hicieron pagar caro a la soldadesca sus depredaciones. Honor al ilustre Jeneral Baquedano i al invencible ejército que acaba de agregar estas pajinas de oro a nues­ A la hora i minutos llegaba también al Callao la Di­ tra historia. íloiior i gloria a los que acaban de sucumbir tan h e­ visión Lynch, devolviendo la perdida tranquilidad a la roicamente cn los campos de Chorrillos i de Miraflores. población, comenzando a regresar desdo ese día los habi­ Sns nombres vivirán eternamente en el corazón agrade­ tantes que habian huido temerosos de caer bajo el cucliicido de las jeneraciono,s quo se sucederán eu esta tierra llo del amotinado cholaje. de valiente.?. Las maravillosas proezas do las épocas lejendarias se El señor Ministro Vergara, quo lle.gó al Callao con la han visto en todas partes renovadas por el denuedo in­ División J«yncli, regresó a Lima en la Favorita, para diri­ comparable do nuestras tropas siempre victoriosas. Nada jirso a Ancón, lugar de refujio de numerosas familias de ha podido resi.?tir a! empuje indomable, al arrojo sin ejem­ plo, a la bravura heroica de los que en Pisagua, Dolores, Lima i tranquilizarlas en eiianio fuera posible. A las 4 P. M. llegábamos al puerto de Ancón, donde la Tacna i Arica, supieron levantar tan alto el honor i la guarnición do los buques inglo.ses, franceses i alemanes gloria do nuestro país. La América asombrada ba podido contemplar en mar habia hocho la custodia, velando a las órdenes de sus ofi­ ciales por la seguridad de ias personas ahí asiladas bajo i en tierra la mas jigantesca lucha que recuerdan los fas­ tos militares del Pacífico, la protección de esas tres naciones. Chile, sin naves i sin soldados al lanzarse a !a guerra, i áo ménos de -3,000 familias se habian cobijado i vi­ vido ahí en malos alojamientos o en laa arenas de la playa, lo improvisa todo como por encanto, hace nn monopolio socorridas por los jefes de las naves neutrales quo rivali­ de la victoria, aniquila la e.?cuadra de sus enemigos, deszaron en atenciones con las atribuladas person.as—en su traye sus ejércitos, escala cumbres fortificadas c inacce­ totalidad señor.as i niños—que habian tomade bajo su sibles, vence los rigores del clima, afronta las penalidades del desierto, convierte en triunfal pasco la campaña, i amparo. ■El Ministro Vergara hizo saber a las familias, por con­ penetra al fm al eorazori mismo de la gran ciudad que ducto dsl quo esto escribe, que en inci.'s momentos mas pretendía el predominio en el Pacítico. Lima ha sucumbido. El destino inexorable so ha cum­ vendría un tren especial con el esc usivo objeto de tras­ ladar a lam a a la,s personas que desearan regresar a sus plido para la pérfida ciudad, foco de las traidoras maqui­ abandonado.? hogares, asegurándoles que en la ciudad naciones que amagaban nuestro bienestar i nuestro en­ podian estar perfectamente tranquilas i seguras en sus grandecimiento. De las numerosas i formidables lejiones que formaban vidas i bienes, E.ste jcueroso ofrecimiento fnc aceptado al punto, i hace poco su baluarte, no quedan ya mas que e! recuer­ el tren conducia momentos despnes a Lima a mas de do i los restos desmoralizados de los tránsfugas que ar­ 500 personas, habiendo necesidad de enviar al siguien­ rojan sus fusiles i devoran jadeantes su miedo i su ver­ güenza. te dia varios trenes m.as con igual objeto. El Dictador Piérola ha buscado también la salvación Los jefes, oficiales i tripulación de las naves estranje­ ras terminaban así su noble i hum anitaria misión, i todas en vergonzosa fuga. No ha sabido siquiera rescatar con esas familias regresaban a sus c.a.sas, donde hoi viven gloriosa muerte la trem enda responsabilidad de una in,s ensata resistencia. Uu puñado de nuestros valientes ha tranquilas bajo el amparo de Ins’armas chilenas. .En Ancón se dejó despnes una guarnición de 200 bastado para su castigo. Que nuestros aplausos i nuestras aclamaciones lleven hombres. eu esta hora solemne al ejército vencedor de Lima la E l C 0RRESPOÑ.SAL. ofrenda entusiasta de nuestro patriotismo agradecido. Gloria mil veces al invencible ejército que acaba de dar el golpe de gracia a la soberbia enemiga. El tricolor chileno, ondeando en las orillas del Rimac i tremolando en las mas altas cumbres de la altiva ciudad.

    532

    G U ERRA DEL PA CÍFICO.

    será el eterno emblema de la gloria inmarcesible conquis­ tada por la heróiea abnegación de nuestro ejército. ¡Arriba los corazones! Demos desahogo a la emocioii qno hace latir nuestros pechos eu esta hora de felicidad suprema, victoreando a nuestro ejercito i marina, enviando nuestras salutaciones entusiastas a los vencedores i rin­ diendo sentido i patriótico homenaje a los valionlc,? que han sucumbido tan gloriosamente en la jornada.

    La toma dcl Callao i Lima inicia una nueva éra para el porvenir de las naciones del Pacífico. La e.spada victo­ riosa de Chile es el emblema de la paz eu el Continente.

    r A GRAN VICTORIA DEL PUEBLO. (Eáitori-il de Kf, Merccriú de Euero 20 de 1881.)

    I. ¡Pueblo do Chile! Dios, el Dios de las victorias, ha co­ ronado tu obra! Porque esas batallas titánicas que han enrojecido dos veces la planicie do Lima, son tus batallas, son tus vic­ torias. Es tu aliento de fe, tu confianza de fuerte, tu vigor de coloso, tu sangre jeneiusa., tu perseverancia sublime lo quo ha triunfado en Lima, Sí. Liraa, ei Perú, es la conquista no solo de tu indo­ mable valor, de tu pujante brazo jam ás atajado on la ba­ talla: es la conquistad el coronamiento de tu alma i de tu jenio nacional. Porque tú desde la primera hora adivinaste dónde es­ taba el sendero, i sin cesar gritaste a tus conductores, a tus capitanes, a tus soldados: ¡A Lim a,! ¡A L im a ! ¡A L im a ! Esto grito ha sido durante dos años tu único programa político entre los políticos, tu único plan de campaña entre los estratcjicos. Era la voz do ias entrañas de tu suelo, que recordaba su historia, que adivinaba, que reclamaba a voces su por­ venir ineludible! II.

    (Editorial de El. Fsruooírp.il de Euero 22 de 1S81.)

    Callao i Lima en nuestro poder. El último acto del gran c rama ha tocado ya a su de­ senlace. La tercera campaña, tan gloriosa como las dos primeras, es un nuevo testimonio del poder de nuestras armas. La rada del Callao acaba de ser teatro de los funerales del poder marítimo de nuestros enemigos. .Para impedir que los últimos restos de su escuadra cayeran en nuestro poder han tenido que sepultarlos en el mar o consumir­ los por el fuego. Los resplandores de sus naves incendia­ das, han sido la fúnebre iluminación del cuadro de deso­ lación i de csterminio que, preparado por la alevosía del Perú contra nosotros, ha pasado a ser .su proyiia ruina. La orgullosa escuadra con que hace dos años desalia­ ban i amenazaban nuestro poder eu el Pacífico, ha perecido vergonzante e inmolada Jor Ja iropia mano de los marinos que habian jurado a a faz las naciones pasearla triunfante en nuestros mares. Los que con insensata jactancia prometían arrasar nues­ ' tros puertos e incendiar nuestras poblaciones, por una burla cruel del destino han tenido que reducir a escom­ bros sus fortalezas i sus hogares. Gobernantes pusilánimes atajaron mas de una vez tu Las armas, los cañones i la dinam ita preparada para resistir nuestro poder, solo han servido para su castigo. marcha irresistible ¡oh pueblo! Pero al fin te dejaron mar­ Obligados a destruir e incendiar los mismos elementos char... ¡Loados sean al íin por ello! que aprestaran sijilosamente para nuestro daño, miéntras nos mentían pérfida amistad i nos enviaban emisarios de III. engaño i de falsía, han tenido que convertirse en la hora suprema de la desgracia on instrum ento providencial de Do.s años habéis tardado en llegar a la.meta, pero á l fin su castigo. habéis llegado! N uestra escuadra i nuestro ejército victoriosos, no solo Habéis destrozado cuatro ejércitos. han asistido a la agonía del enemigo altanero que desa­ Habéis paseado por el espacio de mil leguas en tierra fiaba su poder, sino al suicidio moral do un pueb o que en i de millares de leguas en el mar la bandera do la Repú­ su impotencia reconoce la lei inexorable de su destino. blica que jam ás maculó el polvo de la derrota; habéis El Callao, Arica e Iquique, ostentando en sus torreones vencido a doxS naciones ensoberbecidas i coaligadas contra el glorioso tricolor chileno, son otros tantos raonuineruos I vuestra gloria; os habéis sentado tres veces en el trono de de nuestro valor i de nuestro poderío. i los Pizarros; habéis entrado tres veces a Lima por donde Ni la destrucción de las fortalezas, ni la sepultación de ; entraron vuestros mayores, al estampido del cañón que sus naves en el Océano, ni el incendio de sus poblacio­ j anuncia las victorias vengadoras, al son do los clarines nes, conseguirán borrar la huella indeleble de nuestros que entonan los cánticos enérjicos de los fuertes. soldados triunfantes en su territorio, i de nuestras naves IV surcando confiadas i tranquilas el mar de sus riberas. Lima misma, amenazada por la depredación i el pilla e I Habéis subido del fo-so luminoso, que fuó Iquique i su de los que se decian sus defensores, se ha visto obligada i inmortal ejemplo, al empinado morro que domina as plaa buscar la salvación en ejecuciones siniestras. La guar­ i nicies del Rimac, i después do haberlo hecho estremecer dia improvisada para custodiar sus intereses ha tenido con la huella de vuestras plantas de titanes, lo habéis que fusilar a los tránfugas que, al desertar del eampo de encorvado hácia el mar como en Arica, con el peso de los batalla, volvían sus armas contra la población. cadáveres amontonados del enemigo provocador. Tantos tristes episodios dan la medida de la postración El Perú se refujia en sus morros, corno en ol diluvio. moral de los enemigos que Chile acaba de vencer en tan Pero allí habéis estado vosotros para desalojarlo de to­ heroica lucha. das sus crestas: en Pisagua, en San Francisco, en !o,s An­ Cuando la América conozca en todos sus detalles la jeles, en Tacna, en Chorrillos, en el farellón marítimo, ea gloriosa epopeya del Pacífico, sabrá hacer justicia al he­ la cresta andina, donde quiera que hayais llegado con la roismo de nuestros valientes i a la nobleza de nuestra bayoneta en los puños causa. “Bordando do victorias el mundo de Colon." Estaba reservado al Perú violar un pacto de clemencia obtenido de la jenerosidad del vencedor por la mediación YL diplomática estranjera, arrastrando por el fango su ho­ ¡Gloria infinita os sea tributada! nor m ilitar eu uua de las horas mas solemnes de su his­ La sombra de Prat ha ido a todas partes por dolante toria. Era necesario poner término a tantas afrentas para el de vosotros; i al llegar a la orgullosa ciudad que nos reta­ buen nombre americano, i estaba reservado a Chile el ho­ ra, han salido a vuestro encuentro San Martin i Cochrano, Búlnes i Baquedano, nor de esa misión providencial.

    I

    CAPÍTULO QUINTO,

    Q. f e,

    k. fe.„ . (V-Q. C'V/. c c

    o c

    c

    c c c

    I así, después de c.sta fecha, 20 do Enero, quo es un El hijo glorioso ha pasado a caballo por donde pasó a caballo el padre sableador, i el Perú está hoi a los piés de grandioso aniversario, el mas feliz, el mas orgulloso, el su bridón de guerra como lo estuvo al pié del Punyaii, mas delirante dia de la vida de la nación chilena, será aquel en que a la puerta de su cariñoso hogar, en la are­ hoi {dia dos voces inmortal!), el 20 de Euero de 1839. Bajo las bóvedas de la Catedral, quo unjió a los Vireyes na de su playa amiga, os aclame i os salude al veros des­ i al Libertador, se ha hecho así la conjunción do la gloria filar en 1.a Cüiumna"du la rdiima parada de la gloria quo que levanta a Chile a la cumbre de los pueblos americanos. arrima sus armas i apila en altísima columna sus trofeos. Hoi se canta el Te Deum de las supremas alabanzas en X, el altar de la inmolación, allá en el trópico i aquí en el ara de la glorificación, bajo el cielo diáfano que, como de ¡Ejército de Chile! Salve mil vece.s, i que tu nombre, propósito, nos ilumina. ! como la palabra del libertador a:aeric:ino a los que veni cicron en Ayacucho, so prolongue, cual la gloria do Chi­ le, “mas allá de los siglos.” Por el esfuerzo de vuestros mayores, Chile fué nación que liberta! B k .XJAMIX V i CÜÑ.\ xM-ACKENN.fe. Por el vuestro, Chile es hoi nación que castiga! Viña del Mar, Fuero 20 de 1881, En diez i siete batallas de tierra i en otro.s tantos com­ bates de mar habéis enfrenado jiara diez siglos a vuesti'os provocadores! IA GRAN VICTORI.A, I para verificar estos milagros del honor i el patriotis­ (E'jiloii.il Á liú .’iíi:r,':i'iuu Je Kr.cro 22 Jo ISSL) mo, cuya reverberación ha durado medio siglo, no o.s ha­ béis hecho soldados sino para pelear i para morir. Por íin la poderosa m.ano de Dios se tendió irritada i Antes i después erais i seréis solo el labriego que ha tremenda sobre la caboza tan lijera como orgullosa de soltado ia azada campesina, el utemsilio dol taller, ol ti­ ia nación peruana. Todo cuanto dijimos desde la prime­ món de las naves del trabajo acarreador para haceros le­ ra hora do la lucha se ha curnpliflo al pié de la letra. jion guerrera e invencible, A una série de tan espléndidos triunfos en mar i tierra debia seguirse, i en efecto se ha seguido como lójica conY ll ■secuencia, una grau victoria definitiva. ¡Lima está en •Por esto todas vuestras cohortes llevan los nombres del nuc.stro poder! natal cortijo. Las batalla,? de Chorrillos i Yíiraílores son dos hechos Ykestros inmortales rejimientos se llaman Atacama, de armas quo levantan la bien sentada fama de nuestros Coquimbo, Aconcagua, Valparaiso, Colchagua, Talca, Cu­ soldados a una altura a que uo lia llegado hasta ahora en ricó, Concepción, Chillan, Valdivia, Lautaro, Caupolican, este Continente ejército ninguno. YUctoria, el nombre de la patria i el nombre del iVagmonPara comprender lo que la rendición de Lima significa to de la patria. Un pedazo de rancho i un pedazo de Chi­ como gloria m ilitar es preciso tener en cuenta muchos le. I todo bajo el cielo azul i la montaña novada, i el mar antecedentes, muchos hechos de comi.)licadísimo encade­ sin horizontes, la. patria, el culto, Dios. namiento, i aun así, siempre quedarfur miéntras la historia ¿Qué pueblo dol mundo hizo jam ás lo quo vosotros h a­ ; no venga a iluminarnos por compieto, cubiertas con opabéis hecho, sobrios, sufridos, jenerosos, invencibles rotos de : co velo infinitas circunstancias i peripecias que, cuando Chile, conducidos por los que con vosotros mueren i con .se conozcan a fondo, realzarán mas i mas los laureles in ­ vosotros triunfan? Con los Yíartinez, los Barccló, los D u­ marcesibles de osta grandiosa campaña. ¿Quién sino no.sblé, los Toro Herrera, loa Pinto Agüero, los Larrain, los otros los chilenos, quo sabemos el empuje do nuestros Souper. los Soto, los Fuenz.alida i los quo no volverán, bravos, pudo jamá.s imajinar que 2.5,000 hombres, ajrer no poro qnc serán traídos a los altares de inmareesiblo gra­ mas pacíficos trabajadores, liabian de penetrar hasta el titud; los Marcbant, los Zañartu, los Serrano, los Silva, los corazón del Peni despucs de destruir un eje'rcito de 4.5,000 Zorraindo i los J imcnez. soldados, provistos de todas armas i de todos recursos, i V lil. favorecidos con cuantos elementos de defensa son dables Por esto, hartos ya de glorioso c.ansancio, vuestra Odi­ a un pueblo que ha tenido tiempo i medios de sobra con sea termina. que organizar las mas invencible resistencia? ¡Volved! Se recordará que cl vicario castrense señor García, en A vosotros no puede decírseos como a los soldados do la gran fiesta de conmeracion de la batalla do Ayacucho, Bolívar: “Adelante'” porque ya no teneis a donde ir... después de bendecir los sables, los fusiles, lanzas, cañones Y'ungai fué vuestro Pichincha. i máquinas infernales, decia: “¡Soldados del Perú! Teneis El ilo rro Solar, que corona a Lima como la diadema todo Jo que la ciencia moderna ha inventado para defen­ de la muerte, ha sido vuestro Chimborazo! der la patria i esterminar al enemigo. Nada os falta, por­ que el grande hombre que rije nuestros destinos lo ha IX. previsto todo, lo ha organizado todo. Corred pues a la lid ¡Soldados de Chile! Y^olved a vuestros bogare.?, a vues­ que el Dios do las batallas está con vosotros para aniqui­ tra labor, a la paz fecunda que hace del sudor honrado la lar hasta cl último de los bái’baros invasores.” miez que engrandece, despucs que la sangre vertida ha Dicho esto, bendijo el señor vicario castrense la espa­ fecundado los campos que ahora, en fuerza vue.5tra, son da de Piéroia; i éste, levantándola en alto, pi’onunció nuestros. aquella célebre proclama,en que cada palabra es una pro­ Habéis engrandecido a Chile en área, en renombre, en mesa do victoria i un cántico de gracias a la Providencia imperecedera gloria. por lo,s triunfos quo en su justiciera sabiduría tenia re ­ Pero necesitáis descanso. ¡Y^olved! La patria agradeci­ servados a la heróiea nación peruana i a su no ménos he­ da i prosternada prepara ya la urna do oro para recibir róico Dictador, BU propio llanto por los que no volverán con vosotros, ¡T bien! ¿En qué ha venido a parar todo esc grandioso sino encima de sus broqueles, en pos de vuestras bande­ edificio en que el Dictador don Nicolás de .Piéroia cifraba ras acribilladas por cl plomo, enlutadas por la fraternidad su orgullo i sus esperanzas? después de la victoria. ¿Ha aplastado siquiera, al derrumbarse, a los filisteos, Pero sus mas nobles matronas, sus mas hermosas hi­ corno lo juró tantas veces el Sansón peruano? jas, la inocencia que sonríe a las caricias infantiles, tejen ¿Qué fue de aquella-s lejiones invencibles para quienes también las coronas a los inmortale.?. morir por la patria era no solo un compromiso solemne ¡Volved! sino la mas perfecta dicha?

    534

    GU ERRA DEL PA CIFICO.

    ¿Qué se hicieron aquellos 200 cañones preñados de viudez i de orfandad para los chilenos? ¿En dónde están aquella.? 1,500 minas do dinamita cuyos hilos eléctricos tenia cl Dictador eu su diestra para sacudirlos cn el momento mas rudo de la pelea i hacer volar por los aires, divididos en pequeños fragmentos, a los insensatos profanadores de la tierra mi! veces bendita de los incas? ¿Qué fuó de aquel ardimiento bélico, de aquel frenesí de destrucción, de aquel entusiasmo cívico que la historia del mundo debia guardar en sus anales para ejemplo i consuelo do la humanidad? ¿Qué suerte han corrido esas lejiones de ciudadanos formados sobre el patrón de la Lejion Tebana que en la hora suprema deberían .sellar con su muerte la fúnebre grandeza de ose país orgullo i sustentante de la America? ¿En qué rincón están escondidos esos plumarios llama­ dos Arainbui'ú, Jaimes, Chacaltana, Reyes Ortiz, Neto, Perillán Buxó, Obin, etc., etc., que durante dos años no han cesado de insultar i calumniar a Chile, en sus hom­ bres públicos, en su.? ejércitos, en sus matronas, eu sus mismos mártires? ¿Qué poder tuvo al fin osa bendición del vicario cas­ trense, a quien cn sus místicos arrobos el Dios de los ejér­ citos se le apareció mas de una vez ofreciendo su divina protección a 1a noble nación peruana, a esa hija predi­ lecta del cielo por sus virtudes ejemplarísimas? Lo que fué todo aquello ya so ha visto: un desengaño horrible, cl mas tremendo de los castigos. Aun para los que no creen en Dios, este acontecimien­ to DO puede menos de significar algo mui superior al es­ fuerzo humano. Ei Perú desde los dias de su emancipación no ha hecho mas qno agotar su savia en desórdenes que le han valido el renombre de Sodoma americana. No ha tenido, salvo raras escepciones, gobernantes me­ dianamente honrados i hábiles, sino esplotadores ruines i torpes tiranuelos. Sus ejércitos no han servido sino para entronizar el crimen i llevar cl espanto a la .sociedad. Sa? riquezas, en vez de darle holgura, crédito i progre­ so, le han pervertido i estragado a punto de no tener ia menor fe en el trabajo i la virtud i hacerle e.?perar todo de la revolución i del desquiciamiento. H a sido un escándalo viviente, un contajio siempre ac­ tivo, una vergüenza constante, i lo que es peor, un peligro do todas las horas para sus vecino.?. Nación naturalm ente falaz, reucillo.?a i trapacera, sus relaciones internacionales han tenido que ser una pura madeja de enredos i bellaquerías contra las cuales no quedaba otro recurso que, o tolerarlo lodo, eomo nos su­ cedió a nosotros durante 21 años, o dar al traste con la condescendencia i lanzarse por la via do la reparación i del castigo. H é ahí pues cl por qué de esta guerra i de estos triun­ fos, que a la vez que acarician nuestro amor nacional, vendrán a ser la redención futura del Perú, porque son su enseñanza i sn pena. Forzado a reconocer quo ya uo puede vivir .sino del trabajo i de la honradez, será trabajador i honrado; Desengañado de su fuerza, que crej'ó poderosa i solo es impoiencia, será cn adelante circun.specto i previsor, virtudes árnbas que le reconciliarán con los países a quie­ nes tanto ha provocado con sus perfidias i sus insolen­ cias. Curado, en fin, de su monomanía de creerse la gran po­ tencia del Pacífico, tratará de buscar reposo, considera­ ciones por su modestia, simpatías por cl ejercicio de prác­ ticas que no han estado jam ás en uso ui cn su réjimeri político, ni en .su modo de ser social. I rcjenerado por el escarmiento que tan duro ha sido para él, sacará provecho de su riqueza natural, del inje­ nio de sus hijos, de las mil condiciones de fortuna con que lo ha agraciado la Naturaleza.

    Por lo que hace a Chile, su gloria, al dar remate a la campaña con la rendición incondicional do Lima, es in­ ^ mensa i uo podrá nación alguna dol mundo arrebatár1 ■sela. i H a vencido a dos repúblicas de 3.000,000 c.adauna. Ha destrozado cinco ejércitos: el de Buendía en Pisagua i Dolores, los de Montero i Campero en Tacna i Arica i los dos o tres con que Piérola sc prometía vengar a su pa­ tria i res.arcir! a con usura de todas sus pérdidas. En el m ar ha destruido la escuadra peruana, arrebatándole dos naves i echando a pique la que pasaba por la mejor do ella. Por último, la bandera chilena flamea hoi desde el E s­ trecho do Magalhmes hasta Lima i en todo ese larguísimo trayecto le acompañan ia admiración do los buenos i la confianza do los que viven a su sombra. ¿Puedo haber mayor gloria? ¿Hai nación alguna do América que haya conseguido otro tanto? Tenemos derecho para enorgullecemos dcl esfuerzo ti­ tánico de nuestro pueblo. H a dado cuanto tenia, i su san­ gro, que aun está fresca en los campos do batalla, acredi­ ta quo la dió sin tasa i siu mas interés que servir a la patria idolatrada. Al pensar .solo en esto se conmueve hasta la última fibra (lo nuestro sér, haciéndonos sentir en toda su inti­ midad todas las variadas emociones del deleite. "Si so me diese a escojer una patria, decia Lamartine, escojeria yo a la Francia a pesar de lo que me ha hecho sufrir.” Igual cosa decimos nosotros i lo dirán todos los chile­ nos ardiendo cn santo amor por Chile. Solo falta ahora que la paz solemnemente ajustada h a­ ga volver al hogar a los 20,000 brazos que, abandonando de repente el combo, la azada i el arado, manejan hoi el fusil como veteranos. ¡Qué dia será aquel de regocijo i de premio! Todo cuanto se haga para corresponder a nuestro ejér­ cito sus innumerables fatigas será corto; ha merecido to­ do, i es ¡ireciso pagarle con largueza, que nunca será bas­ tante lo que se e debe. Para nuestros jefes, que hau sido modelo do lealtad i pundonor, ei Congreso i cl Gobierno sabrán hacerse inter­ pretes de la voluntad del país, que es en esto punto uná­ nime. Premierno.?, pues, a esos bravos quo tanto lustre han dado a Chile! Entre tanto, la plegaria de 3.000,000 de chilenos sube al cielo por ellos. ¡Qué hermoso espectáculo! ¡Chile entero llorando de agradecimiento por sus hijos que le han dado el primer puesto entre las naciones de América!

    EL GR.4N TRHTNFO. (Editr.riil dcj La

    P a iu ia

    J d 20 (Je Enere ds 1881.)

    Los lobeznos de la América, los enemigos tradicionales de Chile, acaban de ser batidos, vencidos i rendidos on el último rincón de sus atrincheramieutos, desde los cuales nos amenazaban i hácia los cuales nos llamaron con su procacidad c insensatez proverbiales. Dos grandes batallas han despedazado i hecho añicos el podor de la colosal dictadura con que se nos amenaza­ ba desde el dia en que ésta se alzó eon el poder i se en­ tregó a todos los arrebatos de la exajoración. Rios de san­ gre han corrido allí, liácia donde la locura insensata nos llamaba a vencer, i de donde cobardemente han desertado, el jefe de bandos, la mayor parte de los que le aplaudían, las turbas que embravecieron, los escritores que mentían, los siervos que carecían de valor i que como tales huye­ ron abandonando la rica presa quo custodiaban, la capital do su patria, Lim,a, que. como íquiquo, ha caido sin sen­ tir dentro de sus muros el aliento patriótico de sus hijos. ¡Gayó Lima.

    to

    C A PÍTU LO QUINTO.

    535

    I

    A-

    L--

    to to toto .

    to'

    k'« c .

    to to .

    Cí" V.V

    to c o

    to

    ¿Qué se hizo aquella cólera de dioses que promelia des­ pedazar la lejion que les mató o hizo huir en el mar i aventó en Pisagua, Dolores, Tacna i Arica? ¡Cayó Lima! La ciudad que no supo defenderse como sus escritores aseguraban, que no supo ser tumba, porque carecia del valor quo hace mártire.? o héroes, ha caido bajo el brazo quo habia capturado ántos sus mejores plazas de guerra, sus mas hermosas ciudades, sus campos de batalla, sus banderas i sus soldados. Las aguas de Rimac reílcjau a estas horas lo.s rostros tostados i varoniles do nuestros guerreros, i Lima no es en esto momento sino la tienda de nuestros vengadores. Por tercera vez ha c¡aido Lima en el curso do sesonta año.s al golpe del ariete manejado por chilenos. ¡Cayó Lima! Tuvo tiempo para organizar au defensa, tiempo tuvo jara convertirse en cuartel, disciplinarse, aprender a peear i aprender a morir. Tuvo oro, hierro, pólvora, trin ­ cheras, jefes, injenieros, fe, patriotismo, proclamas; i sus proclama.?, su patrioti-smo, su fe, sus lejionarios, sus jefe.?, sus trincheras, su pólvora, su hierro i su oro acaban do ser barridos por el huracán de nuestro ejército. ¡Gayó Lima! ■ La bayoneta quo aventó aliarlos en Tacna i Arica; el brazo que derribó las trémulas banderas en otros campos de batalla, acaban do repetir .sus antiguas hazañas i de derribar las puertas do ia ciudad que nos cerraron la en­ vidia, la deslealtad i cl deshonor. ¡Cayó Júma! Lima es la pre.sa de la fortuna de Chile i todo el Peni nuestro vencido, cl vencido del tricolor, cl vencido do nuest-os incomparables soldados. El sol de Yungai ha lucido una vez mas sobre nuestras banderas. ¡Yiva Chile! ¡Yiva cl ejército! (EiUtorUl

    d e E l l a i a ü ’EíiBiEMTi'!,)

    ¡Estamos al fin en po,sesión de la gran noticia! Hemos tocado ya a la meta que este pueblo, seguro on sus presentimientos i fuerte en la ejecución de sus desig­ nios, señaló desde la primera hora a la colosal campaña a quo [lérfidos i soberbios enemigos nos provocaron! Los placeres intensísimos son mudos; i en el momento en que tomamos la pluma para trazar e.stas líneas, nos hallamos bajo la influencia de emosion inefable. La in­ mensidad de los horizontes que quedan abiertos para nuestra adorada patria, el esplendor de su gloria, la admi­ ración que de.?pertará entre los cstraños (pie han sido testigos de sus titánicas hazañas, el orgullo do que nos sentimos poseidos cuantos hemos tenido la dicha incom­ parable de nacer en esta tiorra de bravos, el torbellino, en íin, de ideas i de sentimientos que la noticia ciorta del memorable suceso levanta en nue.stro cerebro i en nues­ tro corazón, no son para espresados ni comunicados. Es­ tamos como abrumados bajo la enormidad de nuestra dicha; i ni aun de ella siquiera podríamos hacer una pintura. Séanos lícito, por lo tanto, hacer lo que todos nuestro.? hermanos; paladear en silencio, la felicidad que nos con­ cedo el ciclo; levantar los corazones al Dispensador de todo bien, por la persistencia i magniíiceueia con que ha prodigado sus altísimos dones a nuestro Chile; enviar a nuestras lejiones invencibles, en recompensa (le sus esfiierzo.?, de sus .sacrificios i fíe sus hazañas, la espresion sincera de nuestra adhesión sin límites i do nuestro eter­ no agradecimiento; i pedir a Aquel (¡ue nos ha conducido de victoria on victoria hasta la cumbre dol honor i de la prosperidad, se digne recompensar a los hermanos que en sus puestos murieron como bravos, derrainar el bál­ samo do la resignación en las heridas de las viudas i de los huérfanos, i hacer que el pueblo chileno no echo ja-

    más en olvido los austeros deberes que le imponen sus heroicos antecedentes. Tales son nuestras im jreslones en cuanto nos es dable darnos cuenta de ellas.' 'ales son las del pueblo de Chile, que al tener conocimiento de la gloriosa victoria de Liraa, se ha (Jiitregado a su alegría con un frenesí solo compa­ rable al que (¡('odujo en él la noticia do la captura del H uás­ car. Ea que si la toma de! H uáscar fué ol fin de la cam­ paña marítima, la victoria de Chorrillos i la toma de Lima i el Callao marcan el íln de la campaña terrestre. En Punta Anga;nos aseguramos cl triunfo; en Lima ase­ guramos la paz. La guerra (jueda. concluida. Inclinémonos reverentes ante el Dios de los ejércitos, q;io l;a c-xaltado el nombre de Chile entro las nacioi;es (leí Nuísvo Mundo, i que por sobre los laureles de las vic­ torias i los despojos de nue.stros c;iemigos, lo ha conduci­ do como de la mano hasl;x cl pináculo do una fama im ­ perecedera. ¿Dónde están laa poderosas naves de los vecinos envi­ diosos quo vivían en perpetua conspiración contra nues­ tra seguridad? ¿De qué les vallero;; sus tan ponderadas riq;iezas i en qué parte sus ejércitos innumerables han osado cruzar sus bayonetas con las bayonetas de nuestros soldados? Todo ha concluido i todo fué para nada. El crimen está castigado, la juslieia satisfecha, la paz eonquistad;i. ¡Cuánto do admirar i de envidiar son los compatriotas que sin rep;irar en sacrificios ui peligros han dado a Chi­ le un nombre esclarecido, uua fama quo conocerá el m un­ do i una aureola de gloria incomparable! ¡Cuánta no debe ser especialmente nuestra gratitud para con los ilustres jefes de ose ejército de invencibles que, dignos de sus soldados, han sabido guiarlos con paso firme, con intrépido corazón i clara intelijencia por los resbaladizos senderos de la victoria! Prepárenlo.? las coronas con que los pueblos agradeci­ dos saben recompensar a sus grandes hombre.?. Cuanto hagamos en su obsequio será poco, porque no tiene Chile ni honores ni recompensas eon que retribuir a los que han llevado g;istoso.s la vida en ofrenda a sus altares, i porque la seguridad, la riqueza, la integrid;id territorial i el en­ grandecimiento (le la patria, son dones que no tienen precio para lo.? puebkjs que saben .sentir i comprender. Los nombres de los vencedores de Lima quedan desdo ho; gr.'ibados en el corazón de todos los chi enos. Gocen por Largos años de la d;ilce s;itisfaccion del amor do im jueblo al cual desde hoi pertenecen por la gratitud i sirajolizan por las virtudes cívicas; que cmando ellos i nosotnjs bajemos al sepulcro, ellos bajarán para subir sobre pedestales de mármol i de bronce, i nosotros para dejar a nuestro.? hijos ol encargo do descubrirse respetuosos ante las efijies do los que tuvieron la fortuna i que jus­ tifican con sus actos la fortuna do marchar a la cabeza do los valientes a la realización de la mas árdua empresa a que ha .servido do teatro ¡a América hispana desdo los dias de su descubrimiento; e;npvesa llevada a término fe­ liz con empuje irresistible, con fe inquebrantable i con ;naravillosa fortuna, por ¡a mas pacífica, por la mas pequc;'ia, por la mas aislada de las repúblicas en que so en­ cuentra dividida. ¡Gloria a Dios, etenia gratitud al ejé;’CÍto i a la marina do Chile, i quo los nombres de sus ilustres jefes se con­ serven por siempre en el corazón del p;ieblo chileno como objeto (le un patriótico culto! Z. R o d h i g u e z . l.A CUAN VICTORIA. (Eililorialiis lie L osT itaw s ilel 20 ik Eaei'C de 1881.)

    J.ima está en nuestro poder i el ejército que la defendia completamente destruido, despuea do dos grandes bata­ llas i do s grandes victorias.

    GU ERRA DEL PAGÍFICO.

    536

    N ada ha resistido al empuje de nuestros soldados. Minas, zanjas, fuertes, emboscadas, todo, todo ha sido vencido por ellos con un empuje indomable. La guerra es para nuestros soldados una fiesta. Se ba­ ten por Chile, i eso les basta. Vencen o mueren por Chi­ le, sin jactancia ni vacilación. Tal ejército es digno de sus victorias. Pero dejemos la palabra a los boletines que publicamos en otra columna. En este gran momento solo es nosibio admirar. Al gran ejercito de Chile ¡salud! J

    u sto

    A kteaoa A lem pa rte.

    influir como debo en los destinos do la América Meridio­ nal. Honra nuestra es haber acrecentado la herencia de nuestros padres, i añadir victorias a victorias, riquezas a riquezas, poder a poder. Al pensar en esto, no podemo.s ménos que reproducir las palabras del Ministro de la Guerra, decir con él que es orgullo i grande llamarse chi­ leno. LA R E N D ICIO N D E LIM A I D E L CALLAO. (De! B o i l e i i n

    dk

    i,i (I u é r o

    ESTABA

    dv

    pA cínqüs.)

    e s c r it o !

    ¡Al fin los leones han aniquilado a los zorrosl Acosándolos por mar i por tierra durante dieziocho ESTAMOS EN EL EIN. meses en un espacio de 500 leguas, los hemos desalojado (E'JiLoiial de Los T ik m po s dcl 21 ác Eooro de 1S81.) de todas sus guaridas, que liemos regado, es verdad, con Jo mejor de nuestra sangre. A medida que mas se m edita i se conocen mejor los Agazapados detrás de sus fortificaciones del Callao i de detalles de las grandes batallas a las puertas de Lima, ,sc Liraa, todavía nos provocaban. admira mas el empu je heréico do nuestros soldados. Contaban con los neutrales, a quienes adulaban i enga­ La N aturaleza i eí arte .se habian asociado para dete­ ñaban descaradamente. nerlos. Hari vencido a lu N aturaleza i al arte. Contaban con la dinamita, con los torpedos i con la fie­ Es preciso convenir en que el Dictador ha manifestado una actividad incansable para defender su capital. Pero bre amarilla. Hemos respetado a los neutrales, pero hemos desprecia­ si pudo fundir cañones, practicar minas, levantar fortifi­ caciones, alistar numero.sos ríjirnieiitos, no pudo formar do todo lo demás. Hemos vencido a sus terribles aliados: el hambre la soldados a la altura do los nuestros. No se forman héroes sed, los desierto.? i la fiobro. por decreto. ¡Qué iástimal Nuestras victorias de Lima tendrán un eco tremendo ¡Qué vergüenza! en Arequipa, en La Paz, en todos los pueblos de la ¡Todo un pueblo arruinado, envilecido! Alianza. ¿I por qué? Nuestras victorias do Lima les anuncian que ya no hai Porque, débil i miserable, ese pueblo se creyó inven­ resistencia, posible, i que si la resistencia fué hasta ayer cibie. una tem eridad estéril i sangrienta, en adelante seria un Porque ae ha atrevido a provocarnos cuando teníamos crimen. ¿I donde está el ejército que pueda resistir a los lojio- la razón i la fuerza, ¡Todo un pueblo envilecido, arruinado! narios vencedores de Liraa? i ¿l por quién? Todo ha terminado para la Alianza. Acaso en pocas horas mas veremos confirmada nuestra , Por un Pardo, un Irigóyen, un Prado: los pérfidos inaQuinadores del funesto Pacto secreto urdido contra Chile, afirmación. i ¿Por quién? ¡Ahora, señores gobernantes, a organizar la paz! j Por un Daza, un Soulouqiio de cuartel, un soldadote es­ túpido, lúbrico, rapaz, quo ha sido degradado i afrentado Jü .sT O A r t e á g a A l e m p a r t e . i por un decreto supremo da la Convención Nacional do : La Paz! (Ediloriíd de B). H sr ,vt, w . ) ¿Por quién, en fin? Por un Piéroia, uu conclottieri político, un César gro­ El dia en que el pueblo chileno celebra el triunfo de Yungai, ha llegado una noticia mas gloriosa, mas grande tesco, un gran babieca i un giran criminal! Quizas algun dia nos bendecirán los peruanos do h a ­ todavía. El último ejército peruano ha sido hecho peda­ zos, el Dictador ha desaparecido, Lima se ha rendido a berlos libertado de aquellos estafadores de dictaduras, do discreción, lié aquí una série de anuncios i de victorias. aquellos prevaricadores insaciables, de esos roedores cíni- . Gloria a nuestros valientes; gloria a los invictos soldados eos, do todos esos vampiros quo hau enervado, agotado i que han dado fin a la tereoni campaña de esta guerra tre­ desmoralizado al país, i que al íin habrian hecho de la raza do Manco-Capac, un monstruoso revoltijo de indios menda! Hace cuarenta años, un ejército chileno destrozó en embrutecidos i do mongoles raquíticos. Poro ¡qué do lágrimas aquí i allá! Yungni la Confederación perú-boliviana; hoi un ejército ¡Qué do familias de duelo entre los vencidos i los ven­ chileno arruina al Perú para siempre. Nuestros padres pelearon por afianzar la naciente Re­ cedores! ¡Cuánta sangre derramada por esa siniestra i burlesca pública que se levanta altiva i orgullosa; sus hijos han combatido i triunfado para hacerla grande, próspera i glo­ trinidad: Piéroia, Daza i Prado. El Perú ciertamente nos devolverá en guano i en salitre riosa. Los hombres de esta jeneracion son dignos descen­ dientes de aquéllos que murieron en Maipo i clavaron en todo el oro que nos ha costado; pero ¿nos devolverá la sangre preciosa que hemos vertido para castigarlo? P an de Azúcar el tricolor nacional. Ñó; tod,as las venas do ios Dazas, Prados i Piérolas no Loor eterno a los jefes i oficiales que han dirijido las jodrian reemplazar una gota de sangre de un Prat, de un operaciones militares, a los soldados que con un heroismo sin igual han arrebatado a ios enemigos, a pecho descu­ Serrano, de un Ramirez, de un Yávar, de uno solo de bierto, sus formidables fortiíicacioDes. Gloria imperecede­ nuestros admirables soldados que saben morir tan noble­ ra a nuestros gobernantes, que han prepsirado sin estré­ mente por su bandera. ¡Que vivan, pues, que vivan por largo tiempo eso.s p ar­ pito, sin jactancia, con tino i prevención tan gran victoria ricidas que hau arruinado, envilecido, asesinado a su para la patria. El dia de hoi no solo significa una doble gloria, un patria! ¡Que vivan en la ignominia i cl desprecio, i que sea exe­ doble aniversario de honra i de prestijio: es el primer dia de una éra nueva de engrandecimiento nacional. Chile crada su memoria! entra a ocupar el rango que lo pertenece en el mundo i a

    CAPÍTU LO QUINTO.

    PRENSA PERUANA. (Editorial do L.t T ribpka de I.ima do, 15 do Iviero de 18S4.)

    í

    to ­

    ri­ t o ,

    c

    to.c c

    o G C 4 Q

    G C ^ C

    c -

    c

    'jn Q I

    ©

    k Q k O

    Recordamos hoi do.? dias solemnemente dolorosos para el Perú. Hace tres años que los campos de batalla de San Juan i Miraflores vieron caer, agonizantes, una pléyade de m ár­ tires que dieron .su vida, jenerosos, por o.sta patria de.sgraciada, a quien no pudo salvar su sacrilleio. Decretada estaba nuestra m ina en lo? consejos de la Providencia, que, desde lo alto, ri je i gobioni.a las naciones. I decretado estaba, igualmente, que el Perú nejiise, al Iitindir.se siv nacionalidad en los abismos dcl infortunio, una roja estela de sangre ilu.stre. vertida sin duelo, para servirle de noble sudario en la inesperada cattístrofe cn que debia .sucumbir. Tres años ban corrido desde aquello.? dias inolvidables, i ha corrido en ellos también, abundante, el llanto de la patria, que, como Raquel, lamenta la muerte do sus hijos, i no acierta a consolarse, porque ;ai! uo existen. Los malos sin cuento que abrumaron entonces al Perú, en parto han desaparecido, dejándonos una lección .amar­ ga i provechosa. La Nación ver;i cicatrizar lentamente sus hondas heridas; i cn algtui tiempo, no mui lejano qui­ zas, renovada su jtiventud cual la del águila, sc levantará con su.? potentes alas sobre las nubes que hoi le ocultan el astro do sus mejores dias. Hizo Dios a las nacione.? capaces de curación, i el Perú curará de sus dolencias an ­ tiguas, i .?e levantará a la altura de su grandioso de.?lino. Ma.s, on medio de sus futuras alegrías, i a pesar de su engrandecimiento no lejano, a la sombra do la justicia, de la paz i del trabajo, siempre recordará con amargura amarguísima a esos innumerables hijos suyos que ¡e ofre­ cieron la vida, lucliando corno buenos en las tristes jorna­ das del 13 i 15 de Enero, i que so hundieron on el sepul­ cro, para afianzar con sus liuesos lo,? cimientos del gran edificio de la rejeneracion deí Perú. Iriara ellos tendrá siempre la patria agradecida un la­ mento hondísimo, una lágrima ardiente i una bendición dü'madre. Para ellos cultivará con amor cipreses dolien­ tes, lloradores sauces, verdes laurela?, pui'purinas rosas, fragantes violetas i l'rescas siemprevivas. JiOs unos dar.án sombra piadosa a sus sepulcros vene­ randos; los otros formarán, entrelazados, coronas para cu­ brir las losas de esas tumbas; i, entre llores i lágrima,?, ae leerán con amor los nombres que la In.storia escribirá on láminas de oro i con c.aractere.? de diamante. Porque esos nobles defensores de la nacionalidad pe­ ruana, no solo sucumbieron jcnerosamonte ante fuerzas militares porfectamenle organizadas i provistas de ele­ mentos superiores, qne— bien lo preveían—eran al cabo insuperables, sino que, con la fo en lo porvenir, compren­ dieron la fecundidad de su sacrificio ]>ara salvar definiti­ vamente a su patria de la ruina irreparablo que amenaza a los pueblos cuando éstos no cuentan con defensores ab­ negado.?, que sacrifiquen las realidades de un presento ma.? o ménos halagüeño a l.as esperanza.?, lejanas pero ciertas, de una rejeneracion mas o ménos tardía pero ine­ vitable. Esa mirada luminosa de los espíritus elevados, que s.alva los tiempos i adivina lo que ha do acontecer on una época remota, i divisa, por entro las igiiorainias i dolores actuales, cl horizonte desfiejado i sereno, que ha de pre­ sentarse a los ojos de la posteridad; esa mirada nnturalm ente profética, qne la m ente alcanza a influjos de una llamarada del corazón encendido en fuego do amor patrio; esa mirada propia de las almas grandes, quo decide la si­ tuación de nn hombre, rodeado de peligros, i vigoriza su voluntad, i lo comunica ardimiento i fortaleza invencibles, i le dice: “aquí es preciso morir;” esa mirada, que declara con elocuencia la supremacía del espíritu humano sobre la vil materia que le aprisiona, sobre la muerte qne des­ precia i sobro el tiempo al qne se adelanta, esa es la miT o m o IV .— 6 8

    537

    rada del héroe que le da derecho a encumbrarse sobre las multitudes, corno tiene derecho el águila para reinar so­ bre las aves, porque se levanta a nna altura prodijio.?a i mira de hito en hito al refuljente sol, sin que mitiguen sus rayos hirientes las nabos que protejan los ojos débiles i de visión csc.asa. Nucsti'i.'s mártires de San Jii.an i Miraflores, émulos .son de los mártires de la Iiidopendoncia del Perú que le prece­ dieron en la sonda del heroismo con la clara visión délos triunfos de Junin i Ayacucho. I. aunque no podia ocul­ tarse a lo.? segundos, en fuerza de su claro videncia, qno lo.s triunfo.s futuros dcl Perú no se cifran en la snerie ca­ prichosa de las armas, sino en cl desenvolvimiento i pre­ ponderancia de los jérrncnes de vida que la Nación ate­ sora en sus cntrañíi.?, tampoco sc le.? ocultaba que un pueblo quo no tiene, en la hora del conflicto, quien sepa morir por él, está irremediablemente perdido, i no figu­ rará en las pajinas de la historia sino como un cadáver moral, digno do lástim.a, primero, i objeto de asco i de prnfunda'ropugnaiieia despnes. Tal habria sido nuestra desgraciadísima suerte, si aque­ llas alma.?, do tomple varonil e inflamada.? por el amor a la patria, no luibicran representado en el sangriento dra­ ma el papel qno .se asignaron, i qno da derecho al Perú para decir, como Franci.sco I de.spuc.s do la batalla de Pavía: "todo so ha perdido ménos el honor." La sangre do nuestros mártires ha retofiido con pre­ ciosa púrpura e! pabellón nacional, i la paz ha .sonreido a sn hermosura, dando su albo color por campo a nues­ tro escudo. Debemo.?, pues, la vida, la e.xistencia como Nacioti a lo.? ínclitos mártires enjev m uerte conmemora hoi la ciu­ dad, siendo digno intérprete de su jn.sto duelo la Hono­ rable Corporación que la representa. I así como la Iglesia Católica asienta los cimiento.? de su grandio.?o edificio, de.sarrollado eu 19 siglos, en los tres primeros de raariirio, en que rodaban incesantenrenie lii.? cabezas truncadas de sus pontífices entre millares de víc­ timas voluntarias, testigo.? de una fe sublime que rubri­ caban con .?u .sangre; así el Peni asienta los cimientos del edificio de su futura grandeza sobre lo.s venerando.? des­ pojos de los fundadora? do su Independencia i de los li­ diadores denodado.? qne, en la tierra i en el mar, cireeron defendiéndola, i legándonos nna tradición de lieroismo, nn ejemplo de amor patrio, íntegra la honra de la Nación, i una .semilla fecunda que debe producir abundante cose­ cha de abnegados patricios, corno la sangre de los raártire.s de! cristianismo fué semilla de nuevos cristianos. Estos, celebrada la paz entre la Iglesia i el poder pú­ blico, levantaron altares al Dios vivo, i en ellos perpetua­ ron i veneraron a sus padres en la fe. Nosotros, term inada la guerra aciaga, qne nos hace llorar tan nobles víctimas, levantemos en e suele patrio instituciones vejencradoras, i asociemos a ellas cl recuer­ do do los quo, en la hora do terrible prueba, supieron rendir las vidas para infundir nueva i robusta vida a esta patria, que será digna de ellos, si sabe corresponder a su .sacrificio con una gratitud sin límites i eon el engrande­ cimiento sólido que se alcanza por la práctica de las vir­ tudes morales i cívicas. Al presentar a e.?as víctimas que­ ridas este ramillete de siemprevivas humedecido con nuestras lágrimas, sentimos la satisfacción del deber cum­ plido i ol di.sgnsto de que nuestra tosca pluma sea inhá­ bil para trazar los perfiles de la fisonomía de tan ilustres víctimas. Otros habrá que lo hagan; i ojalá que no esté distante el dia en que veamos reunidos los despojos mor­ tales de aquéllos cuya memoria es inmortal en un monu­ mento fúnebre, c n q u e el arte sea digno intérprete do la grandeza de los muertos i de la gratitud i la veneración de los vivos. Ponga, puo?, remate la Honorable Municipalidad de Lima a .?us nobles trabajos, iniciados con el proyecto de funerales que ha llevado a cabo con tan ta magnificencia, e inicie una snscricion pública para alzar el monqraentq

    538

    GUERRA DEL PACIFICO.

    de que hablamos. Quizas no hacemos sino declarar el pensamiento que ella acaricia, i que hallará, no lo duda­ mos, universal acojida en la ciudad i eu el Perú entero. Al pié de ese monumento lleváremos a nuoxstros hijos para quo aprendan adelotrcar con veneración los nombres de las ilustres víctimas de San Ju an i Ylirafloros, Yramos a espresar lo mas sintéticam ente posible nues­ tras impresiones dolorosas, al recordar las adversas jo r­ nadas de San Ju a n i Miraflores. Ni los campos ameno.s, privados de sus plantaciones i de sus cultivadorc.? por los huracanes o por las erupcio­ nes volcánicas, ui las ciudades florecientes, que el terremo­ to o la salida de! m ar redujo a un monton de ruinas, en­ terrando a la numerosa población entre los e.scombros, pueden causar a las almas sensibles i reflexivas un dolor tan profundo, como Chorrillos i Miraflores, convertidos por a derrota i el incendio en lugare.? de desolación i en foco infecto do insepultos cadáveres. La pena causada por las mayores calamidades naturales, se atenúa mucho al reflexionar que son el efecto ncces.ario de fuerzas ciegas, encaminadas por la Providencia do Dios a renovar la faz de la tierra, conservando el órden del Universo. Poro los incomparables males de la guerra, que todavía nos afíijen, obra libre de criaturas racionales, obra de pueblos, cuya suerte es solidaria i habrán de correr peligros comunes en un porvenir no lejano, obra, de que en mucha parte somos responsables nosotros mismos, producen impresio­ nes mas i mas penosas, a medida que son objeto de re­ flexiones mas sérins. Prescindamos de la idea vulgar, i no por eso ménos desconsoladora de que la impía guerra, desgarrando las entrañas de la hum anidad por manos humanas, presenta al hombre mas cruel que las ñeras, nunca tan hostiles a sus conjéneres; pasemos también en silencio, que el éxito es en definitiva fatal a vencidos i vencedores; i no insis­ tamos, aunque bien merecian ser considerados detenida­ mente, en los insensatos proyectos de engrandecimiento, prosperidad, venganza i rivalidad abatida, que son los motivos secretos, cuando no las causas declaradas de las hostilidades. Reflexionemos .solo, que eran inevitables los grandes desastres en una lucha casi a muerte, aceptada con poca o ninguna deliberación, como si fuera un simple juego a las armas, i sufrida, mas bien que continuada, sin actividad previsora i sin operaciones concertadas. Las desgracias so han ido agravando de dia cu dia, i no po­ dian ménos de agravarse en una progresión ospantosa, desde que, cuando todo debia sor cálculo, acción constan­ te i esfuerzos bien sistemados, resaltaban la dirección sin intelijencia, la inacción indolente, i el desconcierto, cuan­ do no las miras diverjentes i hasta encontradas. No obs­ tante que los sacrificios do todo jénero, hechos con admi­ rable jenerosidad por la inmensa mayoría de la Nación, i que el heroismo de los Grau, Bolognesi, Cáceres i otros ínclitos peruanos merecian lo.s triunfos mas felices; si a l­ guna vez la victoria mas espléndida pudiese estar esccnta do infortunios irreparables; ol Perú securnbia i habia de sucumbir necesariamente, marchando siempro al azar, de aventura en aventura, i oponiendo a los grandes aprestos i a la concentración do fiierz,as, vanas esperanzas de paz por influencias personales o intervención estraña, corre­ ' rías marítimas, fuerzas sin los elementos de guerra i ia disciplina indispensables, que operaban sin p an, ni con­ cierto i mas amenudo estaban entregadas a una inerte espectativa, capaz de gastar todos los resortes de! valor hercúleo. Los hombres pensadores anunciaban, i no necesitaban estar dotados del don de profecía para anunciar la inmi­ nente catástrofe, viendo celebrar públicarnontc i por pe­ riódicos oficio.so.s, como preludio del triunfo definitivo, la destrucción de la hueste mas escojida, a la que se habia abandonado con un cinismo c imprevisión iriereibles ¡los insensatos pretendian reemplazar al verdadero ejército con fuerzas improvisad.is, que, faltas de unidad i organi­

    zación, nunca pudieran llamarse ejercito sino simple mnchedumbre! Aun concediéndoles las raras dotes de huestes compactas i aguerrid.ss, poco habia de esperarse de ellas, una vez que faltaban la pericia, la sangre fria, la atención esclusiva i aun el noviciado militar en el pre­ suntuoso caudillo que se prometia llevarlas a la victoria, aguardando en malas posiciones, sin consejo i sin simul­ taneidad de movimientos, a enemigos superiores en ele­ mentos bélicos i envalentonados con el éxito de los ante­ riores combates en la prolongada contienda. Hubiera odiclo recelarse, que Dios habia resuelto castigar al Porú e sus faltas seculares, entregando su suerte en una si­ tuación casi desesperada, como suele hacer con las nació- ' nes corrompidas, al-darainio absoluto de un jefo, que merecia llaraai'.se niño»por su inhabilidad i audacia des­ cabelladas. De lá antigua capital del mundo civilizado.de aquella ciudad que tuvo el orgullo do titular.se la ciudad eterna, se dijo, cuando iba a ser presa do las bárbaras hordas del Norte: “Roma percco i se divierto.” De la envidiada Ciudad de los Reyes, de la bella Yletrópoli del Pacífico hubiera podido decirse: .Lima está próxima a ser .saqueada e incendiada; i el que se jactaba de darle glorias inmortales, sueña despierto o so duerme, jjos .satélites del novel Dictador hacian algo peor, .Entre tanto, aunque eran bien conocidas las causas po­ derosísimas para no esperar un cambio favorable en la suerte de la guerra, los abnegados defensores del Perú se preparaban a combatir, como si estuvieran seguros de la victoria. Todos, sin .distinción do carrera, militares i ciu­ dadanos, resignados los jefes de elevada jerarquía a pelear como simples soldados, i las eminencias do la majistratura, del foro, del profesorado i de la fortuna a estar bajo las órdenes de personas ínfimas; alineados en las mismas filas .ancianos de setenta años i jóvenes imberbes; acalla­ dos los odios de partido por el sentimiento patriótico, aguardaban en cl puesto del deber la muerte, ya que no brillante con el deslumbrador triunfo, dulce i honrosa, porque ofrecian la vida en las aras do la patria. Por esté­ ril que esto pareciera a los calculadores egoístas, los hom ­ bres de corazón i de altas miras, tenían la conciencia clara de que, vencidos o vencedores, su varonil i jenerosa deci­ sión enaltecoria por de pronto ol buen nombro del Perú ante neutrales i enemigos, i de que legaban a sus de.scendienies un glorioso recuerdo, fecundo en nobles i benéficas inspiraciones; un recuerdo que en los futuros siglos podria dar al Perú inmarcesibles laureles, como los han dado a la Francia el martirio do Ju an a de Arco, i a la España la inmolación espontánea de Numancia. Si tales ideas no podian ejercer una influencia decisiva sobre todos los espíritus, no faltaban poderosos estímulos, para que la jeneralidad aceptase el sacrificio por la patria a ciencia cierta, con decisión imperturbable. En verdad, habia en la hueste enemiga digno.? jefes, resueltos a mo­ derar la destructora furia del predominante en rudos com­ bates, conforme a las actuales prescripciones dol Derecho internacional i a las inspiraciones de la cultura evanjélica. Mas era de temer que sus acentos hum anitarios dejaran de percibirse una voz que estallara el furioso clamoreo de los que habian ostentado con inhum ano alarde, en la prensa i hasta en el apacible recinto de las leyes, el propósito de llevarlo todo a sangre i fuego. Si bien on a ga­ nos do ellos semejantes amenazas pudieran tomarse por un indiscreto medio de intimidación i no como un propó­ sito sério, hechos lamentables, on que se babia abusado de la victoria con fiera crueldad, daban creces al temor de que Lima, objeto principal de los resentimientos, de kxS codicias i de criminales aspivacione.s de otro jénero, una vez en las garras del desapiadado vencedor, no tendria mejor suerte que otros lugares subyugados. Por mucho que fuese el ascendiente de los jefes mejor intencionados, todo era de temer de una soldadesca compuesta en parte de elemento,? pésimos, mas propensa de ordinario a los actos de fiereza que a los de dulzura, encruelecida por k s penalidades de una lai'ga campaña, i arrastrada a k de

    S

    CAPÍTULO QUINTO.

    k,.

    V.

    c.

    k i .

    k kt

    c C.u.. k-

    c c c

    Lima por la tentadora perspectiva del ansiado botin i de satisfacer monstruosos deseos por largo tiempo reprim i­ dos. El temor se convirtió en amago pavoroso al ver el incendio de Chorrillos, ejecutado con el relinamiento de un instinto destructor. Natural era, por lo tanto, que los buenos leruano.?, es­ pecialmente los hijos de Lima i lo,s avecindados en una ciudad tan deliciosa, tan cuita i tan hospitalaria, no vaci­ lasen un instante en esponcr por ella mil cxistoncias que tuvieran. Ningún hombre de corazón i de conciencia h a ­ bia de rehuir los peligros estremos, cuando, arrostrándo­ los con ánimo incontrastable, podia prometerse la salva­ ción de sus amados hogares, la salvación de sus padres, de su esposa, de sus hijas i de sus hermanas, i junto con prendas tan caras, sacar ilesos el honor heredado de sus mayores i el porvenir de sus descendientes. No cabe en los límites de estas impresiones renovar la dolorosa memoria do la defectuosa dirección, que, como so conocia con suficiente anticipación, habian de llevar los combates, i que, como también se habia previsto, trajo consigo la inmensa hecatombe. Tampoco cabe en este cuadro estrecho señalar uno por uno los sublimes rasgos con que victimas heróicas nos consuelan, hasta donde cabe consuelo, en tan lamentable trajedia, haciendo con­ trastar las bellas, santas i bienhechoras imájenes del m ar­ tirio patriótico con los repugnantes, satánicos i malignos cuadros del egoísmo cobarde, de la abyección degradante, de la codicia sin entrañas, de la tiranía .sin escrúpulos servida por la vil delación, i de otras mil formas de la perversión moral, quo suelen pulular en la caida de las naciones, como pululan los gusanos en el eadáve)', que se disuelve i se dc.spreiiden los miasmas de. pantanos fétidos, En verdad no han falcado, ni podian fallar esas maléficas emanacioiie.s en la infortunada Lima; pero, merced a la índole bondadosa de sus moradores i a la sabia política de los caudillos chilenos, han sido en monor número de lo quo podia temerse en la situación mas azarosa. Sirva esta manifestación, que no desmentirá la historia, de la recompensa mas justa i mas grata a las autoridades ani­ madas de altas i benéficas miras, quo fueron entónces árbitros de los destino.? de esta eindad. A los que, junto con las pérdidas materiales, sufrimos otras pérdidas de precio mucho mas subido, ese recuerdo nos templa la amargura de lo mucho que en el órden político, social, científico, artístico i moral hemos perdido con débiles es­ peranzas (le reparar tan valiosas pérdidas en la jeneracion que las ha sufrido. Aunque, según hemos indicado, sale de los limites do estas impresiones hacer la reseña de lo.s bellísimos actos cou que las víctimas de Chorrillos i de Yliraflores ilustra­ ron su martirio, i, aunque esos actos exijen la enumera­ ción rnas elocuente, el tributo de la inspiración' poética, monumentos dcl arte, que los recuerden aquí i en el tea­ tro de la catíistrofo, honras anuales como las que hoi ce­ lebra la Municipalidad de Lim a,digna interpreto del sen­ timiento público, .séanos permitido llamar la atención sobre varios de esos heróicos patriotas, de los que algunos tuvieron ignorada tum ba entro las arenas o en las aguas estancadas, i otros fueron despedazado,? por ¡as aves de rapiña. El bizarro coronel Argiiedas, cuando vió su tropa de.sbandada, se cruzó de brazos para no sobrevivir a la der­ rota que so inauguraba. YLvanco, digno hijo del mas c.aballcroso Presidente de la República, aguardó la muerte subido sobre una tapia. Castilla, que no habla dejenerado de su padre, el Presidente que mas engrandeció ,'d Perú i al que el enemigo.habia respetado, murió también como bueno. El coronel Ajrarza, herido i casi sumerjido en un atolladero, no dejó de animar a su tropa miéntras conser­ vó alientos vitales. El jóyea Castañeda pidió con rendi­ das súplicas un caballo para sucumbir en el centro de los peligros. También cayó entre los valientes el entusiasta Valle-Riestra, que durante la campaña se inspiraba en el heroismo antiguo, leyendo asiduamente los hombros ilus­

    539

    tres de Plutarco. El joven Lavalle honró la caballorosidad de su padre, haciéndose m atar sobre un cañón. Toribio Seminario, de diez i ocho años de edad, i su hermano de veinte, murieron juntos, abrazando ia bandera nacional. Cárlos Dávalos, herjnano del hábil i malogrado profesor de igual apoliido, murió por salvar a su eapitan. Igual suerte tuvo YTllarán, quien, llevando sobre sus espaldas a su hermano graveraento herido, logró ponerlo en sal­ vo, mientras que él mismo caia muerto al golpe de una bala. Moreno, jóven empleado dcl ministerio, no echa­ ba de ménos al morir sino el tierno abrazo de su madre. El septuajenario vocal Pino, que habia hecho la cam­ paña como simple soldado, tuvo el humilde fin, que cori re,?ignacion patriótica adoptara en .sus últimos (lias, no habiendo llegado a desciibrirse su cadáver. También aca­ bó en un reducto de Miraflores, batiéndose como el últi­ mo de los soldados, el coronel Aguirre, que del primer encuentro habia .salido herido. Igual ejemplo de heróiea abnegación dió el coronel Gómez. El Batallón Marina quedó casi estorminado en el eampo de Miraflores junto con su jefe cl esforzado Faniiing, después de haber incli­ nado a su favor, por cl impetuoso ataque, la ya desigual suerte do las armas; i entro otras numerosas bajas sufrió la valerosa reserva del Callao la de su digno Jefe Arrieta. Como esclarecidas víctimas pertenecientes a diversas cla­ ses sociales, podemos citar entre otra,s muchas, dignas do mención especial, por via de ejemplo, un número reduci­ do. Eran coroneles del ejército Montero Rosas, Chariarse, Arias-Aragílez, Diaz i Grados; eapitan era, que so batió como simple soldado, Castillo, no dejencrada prole de uno de los mas valientes jenerales; Hernando, no indigno so­ brino dcl valeroso Jeneral Iguain, era oficial mayor de la Cámara de Diputados, i taquígrafo de la misma Cámara el español Fernandez. Pertenecían al comercio, el coronel provisional Pastor Sevilla i cl eapitan Rocavero, el coro­ nel Colina, B.arron i Rivera, Dcl numeróse cuerpo do em­ pleados, bástenos señalar a Natalio Sánchez i Francisco Seguin;i de los abogados a Ramos, que formaba entro los soldados. La prensa so ilustro con la muerte de Campos, Lira, Ponce, Arredondo i otros muchos; la Universidad cuenta entro sus mártires al doctor Trujillo, quien tam­ bicn era profesor do la escuela de minas; i entre otros ahimos a Bermudes, Torres Paz, Tagle i Benjamin F ajar­ do. Séanos permitido consagrar dos lincas a esta gloria de la Facultad de Letras, que era una esperanza de la ciencia. De clara intelijencia, de juicio sólido, de aplicacion singular, modesto, puro eu sus costumbres i firme en los buenos principios, inspiraba estimación i cariño a cuantos de cerca ie trataban. Al recordar su irreparable pérdida, junto con la de otros jóvenes de quienes la patria podia esperar los mas señalados servicios, pudiéramos es­ clamar como Pericles, lamentando la muerto de la esco­ jida juventud de Aténa,s; “el año ha perdido su primavera!" Por fortuna del Perú no fué de los muertos el bizarro .Ministro do la Guerra, que hoi se halla a la cabeza del I Estado. Ylas perdió uno do sus hijos, i habiendo caido prisionero, e.stuvo a punto de ser fusilado. Miéntras el Dictador huia despavorido, él conservaba la difícil posi­ ción de Chorrillos, en la que so sostuvo varias horas; hu­ biera talvez cambiado el gran revés en espléndido triu n ­ fo, si le llegaran los refuerzos pedidos con insistencia al fujitivo. Tan cruel decepción inclinó el ánimo de Iglesias, no obstante los grito,? do su sangre uo vengada, a la paz sal­ vadora do ,su patria. Ulteriores desengaños le decidieron a declararse el campeón de la rojeneracion pacífica, ar­ rostrando toda suerte de peligros i responsabilidades. ■Quiéra ei cielo quo los hombres de consejo i de influen­ cia política le presten la cooperación necesaria, para quo prevalezcan sus patrióticos designios!

    GUERRA DEL PACÍFICO.

    540 PRENSA BOLIVIANA. OCUPACION DE IJM A.

    (Editori&l (le E l Comecoio de La P.az, de 1. ’ de Febrero de 1S81.)

    Un desastre mas para ¡as armas aliadas, no es la vic­ toria definitiva del conquistador chileno. Liraa ha caido a sus manos, es verdad! Pero Bolivia i el Perú no están humillados, no están vencidos para siempre. C uánta angustia, entre tanto, para cl corazón del pue­ blo, cuanta ansiedad aflije hoi a su pati’iotismo. Carecemos, hasta esto luomeiito, de los primeros deta­ lles, i son mui contradictorios los pocos que nos han tras­ mitido do Arequipa. Cruel, lierbica, terrible ha sido la lu d ia sostenida du­ rante los dias 13 i 15 de los corrientes. Innumerables víctima.? han naufragado en ese inmenso mar de sangre. ¿I todo por qué? Porque Chile lo ha querido, porque lo han querido los hombres de Daza. Caiga sobre ellos la res lonsabilidad de nuestras des­ gracias i el severo castigo do la justicia nacional. Chile lleva ya ei anatem a del mundo entero. Sn obra de esterminio i destrucción, el calvario al que nos ha con­ ducido será bien pronto el patíbulo de su eterna espiacion. No hemos perdido la últim a esperanza. Con el postrer aliento del último boliviano morirán, en el presente, nuestros derechos. Salvarlos, lioi dia, con entereza, dignidad i patriotismo, es ci sagrado deber que la patria impone a sus hijo.?. ¿Por qué abatirnos en el supremo instante do nuestras desgracias? ¿No tenemos el valor suficiente para conservar nues­ tra honra? Caer como buenos, si ha llegado la hora, caer al pié de nuestra bandera,—es el juram ento quo hoi debe renovar Bolivia, estrechando los vínculos de la Alianza con nues­ tra jenerosa hermana. No hai términos medios: ser o no ser. Sigamos, pues, el camino quo nos señala la honra na-

    ( cional, la dignidad de la patria, nuestro propio deber i las I responsabilidades quo tenemos ante el porvenir. ! Acción previsora, pero acción incesante, exijiroo.? del Gobierno. Cordura i patriotismo esperamos de parte de lodos los ciudadanos. ¿Cómo, de otra manera, podríamos conservar nuestros derechos? Insistimos, hoi mas que nunca, cn la convocatoria de la Convención Nacional, para el 15 de Marzo próximo, como uno de los medios mas eficaces para acudir a la salvación de la patria. No hai sacrificio alguno, por grande que sea, superior a i los deberes que impone ei patriotismo. Nada importa la distancia, ni la estación, ni la salud misma, cuando hai voluntad, voluntad enérjica i decidida en los mandatarios de la Nación. Vendrán ello.?, i vendrán inmediatamente a esta ciudad o la de Üruro. llágase, pues, la convocatoria hoi mismo. Gravísimas complicaciones se desenvuelven en estos momentos, i serán aun mas graves mañana. Que nuestro des rertar no sea ta n . triste i tan funesto, como el del 14 de Febrero. Justo i natural es el estupor que nos ha producido la fatal noticia. Boro ol abatimiento i cl dolor no es ol destino do los pueblo.?. Levantemos la mirada al horizonte americano. Se alza on él una nueva esperanza. Recobremos nuestras fuerzas. Ju n to a nuestra aliada, con nuestra aliada, ha.?ta-obtener la reparación de nues­ tro.? derecho.?, hagámonos dignos de la causa que sostenemou?. ¿Quiere Bolivia cumplir .?u deber? Bolivia se salvará. Enlutado hoi su corazón, conserva todavía todos los latidos de su patriotismo. Ruega hoi por el eterno descanso de sus liéroes, bendi­ ce su martirio, admira su gloria i .so prepara a imitar su noble ejemplo. Que las Jeneraciones venideras bendigan también nues­ tro martirio. Que Bolivia pueda decir al fin de la jornada:-—"Ho cumplido mi deber.”

    FIN D EL TOMO IV.

    lid t o

    l o O 0 '

    o c ,.

    ÍNDICE.

    c c

    o c .

    L/ (...

    c. A P E N D IC E .

    c.

    l.

    Bocuiiiiííntos in éd itos del archivo p eru an o.

    Á. MISION LAVALLE. I. Acepta la rabión especUl a Chile Páj. II. Secretario i adjunto militar (le la Legación; partida a Chile.,. III. Acusa recibo de loa doeuraeoto.s que espreaii........................... IV. Refiere la ocupación de .Atilofagasla perlas fuerzas ciiileiras.. Y, Llama la alcnoicia sobre publicaciiiues .dü la prensa i moelings eu Chile ............................................................................................. VI. Hace velación de su viaje h.asta Caldera ................................. Vil. Describo su dcsciribarquc en Valparaíso e iucidente en ñ'al
    r i.

    o.. V..' v.„-

    G.. to . to.

    Ñ .. L 'í._,

    LEGACION DEL PERÚ EN CHILE.

    to

    XXV. Ataque al Consulado de Valparaiso: notas cambiadas ... XXVI. Buenos oficios del Perú; conferencia con el Ministro Kierro, XXVII. Manifestación ho.stil a los ministros Lavalle'i Paz Soldán. XXVIII. Asalto al escudo doi Consulado de Valparaíso ........... XX IX . Entreg.a del archivo a la Legacioa de! B r a s il................... XXX. Partiila de Santiago del Ministro Pa?. Soldán ................... X X X I. Correspondencia recibida por correo de Iquique ........... X X X II. Ataque al Consulado de Antofagasta; conducta del Cón­ sul Seguin............................................................................................ X X X Il I. Refiere un incidente posterior al recibo de, su.s pasaporte.» XXXIV. Ueinite la correspondeneia anterior, dando por termina­ da su misión diplcnnUica....................................................................

    ri«.-

    CONSULADO JENERAL DEL PERÚ EN VALPARAISO.

    c

    XXXV, Ataque al Consulado............................................................

    r i.

    r i.

    i...

    to.

    DECLARACION DE GUERRA.

    c

    XXXVI, Circular a Io.s gobierno.s de Europa i A m érica

    c

    MINISTERIO DE RELACIONE.? ESTERIORES,DEL PERÚ.

    c

    XXXVII, Tratado Secreto i Clave perú.-,r.a................................... XXXVIII. Noticias de la guerra al .Miuistro peruano c.n Dueños .•tires............................................................................................ XXX IX . Correo de Gabinete a C hile........................................... XL. Co.sa» f'jederií............................................................................ XLI. Instrucciones al Mirnslvo Plenipotcuciatio en las Repúbli­ cas de C enlro-A raérica............................................................ XLII. Cbiic trata de impedir cl embarque de armas para ei Perú. XLIII. Nombramiento de J. C. Tracy, Encargado de Negocios en Estados Unidos do América ... ................................ XLIV. Instrucciones i noticias de la guerra al Ministro en Buenos A ire s ................................................. ..........................................

    c 0 c c Q c ■■

    o

    , c

    XLV. Noticias de ¡a guerra al .Ministro cu Bolivia........................... XLVT, Trasborda cn Guayaquil de conlrab-anda de guéna para C hile............................................................................................ XíA Il. Llegadas de las tropas bolivi.auas ................................... X LV ni. íQuú hai de armamento pars Cbile '—Pssavaulca nicara­ güenses ......................................................................................... XLI.X. Los lenedurcs de hocos pcn!iino.s eu Inglaterra................... L. Ordenes sobre vijilancia do contrabamlos de guerra................... 3 LI. Adhesión de la República Arjentina a ha Ali.acís Ferú3 holiviana .................................................................................... 3 LII. Dr. iiislrr,ccione.s i noticias de la guerra al iVUni.--lro cn c! 4 F.cuauor.......................................................................................... LUI. Para que los Ministros peruano.» sc.au hoíiviacos a la vez... 4 LIV. Icterpelac.icn sobi-e las iu.slrucciouüs a los Mir.istros cn 4 Bolivia i Rcpúbliciv Arjeotiim............................. LV. Noiubr.'imicutü e iustnicciuucs a! Cón.sul dsl Perú en Giiaya(i q'uil ............................................................................................ 5 LVI. Instrucciones par.a que ae. no:ubrc aí doctor Zelaya Ajente Diplom ático................................................................................ 5 LVII. Snbvcíifian a dos periódkos.— Ariuamcr.lo recibido en Hoa6 duras para cl Perú.—Balas pra'a el lím íK a r........................... ? LVIII, Anuncia la prisión del Ministro Go-.loi i .su Secretario,.. 7 BIX. Debe ob.servarse al Gobierno ecuí-teriauo en sn mediaciou 1 con Cbüc.—Remite instrucciones i manifio.stos ................... 7( Apruéb'use la conducU deí Cónsul Larrañaga 1 se le manda LX, 3| dinero............................................................................................ LXL9■Autorlm la compra de un blindado.—1'ropü.iicior.ea hechas I al Jeueral Dasa por J, Sotom ayor............................................ 9j LXII. Cue.5i.ion ¿■(.(•or.-documentas sobre contrabando de guerra 10 ' LXII!. Se iu.si.5ie en la aliiiuia tio la, República Arjs:itiua con­ D)| tra C h ile ..............................................' ............ 10 , LXIV. Fiifie.s do Costa-Rica............................................................ | LXV, Tránsito de ariims cn Pauam.i........................................... 10 IiXVl, Conferencias con las Minist!'U.s de lo* Estados Unidos resi­ I dentes en el Perú i Bolivia .................................................... 11 I.XVII. Siibveiiciou para Ei, CoME.aoia de la Pa?............................. 11 I.XVÜL -Teaedores de bonos peruanos cu Lóndre.s........................... IIL-VIX. Dos torpedos... ' .................................................................... 12 LXX, Gastos e,stranrdiairio3 del Ministro en ia Fas................... BXXI. Vapor O eno'jcst.................................................................... LXStl. Carga de armamento ea el Limc/ict.................... ., ... LXXni. Armamento para Cbüu..................................................... LXXIV. Torpe-'los i buques de guerra para el Perú................... 12 LXXV. Calidad do los rif.es de Co-sta-RIca................................... 14 LX.XVI. Carmnes rayados para Bolivia.......................................... 14 LXXVI!. Armamento para Cbile ea el vapor/lama-íií, de Newl.ú castle i Ambares............................................................................ 15 LXXViH. Cuestión cbileuo-arjentiaa eon relación a la guerra del 15 Pacifico.......................................................................................... 16 LXXIX. Tratado de paz con España; se debe conseguir su apo­ yo en la guerra................................................................. 10 LXXX, Tnlnsito libre de arlieulo-i de guerra por cl ícn-ocarri! 17 dcl I s tm o ......................................................................... I17 LXXXL Tratado de paz coa E-spaña; éste tuvo lugar solo cou oi objeto de aolquirir eiemeatas de guerra....................... LXX.XII, La República Arjentina debe arreglar su cuestión de lí­ mites coa Chile, aprovechando dol estado de guerra en íjue se b.illa eon el Perú i Bolivia ................................................... 17 LXXXIII. OeupacioQ dol Estrecho de Magallanes por la Repúbli­ ca Arjentiua.................................................................... LXXXIV Noticia.? de la guerra i sc iosi.sto eu la ocupacioa militer dcl Estrecho................................................................ 13 LXXXV. Debeirapedir.se tprc Chiic celebre la paz ton España.... LXXXVI. ColombiH garantiza la ne;ttrrdidad de! Ecuador.......... LXXXVII. P-ateulcs de cors,i boliviano......................... LXXXVIII. Lancha.? iorpodo.i cui'istruidas por conducto de la casa 23 Grace i C. de Nueva Vork....................................... IXXXiX. Prntoeoío de la deuda de Costa-Rica............... 23 L.VL- Tr.ata-Jo de paz con Espaila: mecsaje a! Congreso Nacional 23 i nota al Ministro en París .......................................... - — 23 LXlú. Chile i el Ecuador; me;norand;iin del Miuistro Godoi ... LXL.II. B;icno.5 oficios de Colo;Bbia con respecto al Miuistro Do­ 24 mingo Godoi ........................................................................... 24 LXLIII. T;-aspocte chileno B elk; co;upra de la corbeta iVaíiiim. LXLIV, Tratado do paz con España: canje i aprobación del 25 Congreso Nacional ................................................................. ;■ LXLV, Resolución dol Gobierno inglée sobro el botertorpedo chi25

    25 20 26 23 26 27 28 28 28 29 29 29 30 SO 30 31 31 31 36 37 37 3.3 83 33 39 89 39 39 -40 40 41 ' 41 41 42 43 43 43

    44 44 44 44 45 45 45 48 46 43 43 49 49

    ÍNDICE DEL TOMO CUARTO.

    542

    Ministro peruano.—Noticias telegráficas por la, vi,i de Tupiza CUII. Comunica su traslación aMontevideo ............................. CLIII. Telegrama dirijido al Plenipotenciario en Paris rclerento a la toma del É n ííc a r ............................................................ CLIV. Pide fondos indicando su objeto.............................. 82 CLV, Remate de tres cañoneras italianas en Montevideo ........... CLVI. Da cuenta de una reunión i honras fúnebres celebradas en honor de Grau i compañeros............................................ ... \ ; CLVII. Contesta las nota.s recibidas sobre compra de bnquos de guerra............................................................................................ CbVÍIt. Comunica el viaje a Chile del Diputado arjentino don Miguel Callé, i otras noticias relativas a él........................... CLIX. Da noticia do construirse cu Europa una corbeta para Chile i pedido baterías Beaumonl.................................................... CLX. Se ocupa de las 'conferencias que ha tenido con el Presiden­ te i Ministro de Relaciones Esteriores del Uruguai................... CLXI. Trata de la ocupación de P¡.sagua i de las falsas noticias que ha hecho circular ............................................................ CLXII. Da cuenta do las importantes conferencias que ha tenido con el Presidente, Ministro do Rclacionea Esteriores de la República Arjentina i otras persoiras, referentes a alianza contra Ghile.................................................................................. CLXIII. Avisa tener conocimiento de la ratificación del Tratado de paz con E.spaña .................................................................... CIiXIV. Manifiesta la urjencia de que se le remítan fondos. CbXV, Captura en Valpaiaiso del teniente Delgado ................... CLXVL Renuncia las misiones que desempeña.—Instiuccioncs al Ministro Plenipotenciario Bv.iristo Gómez Sánchez........ CLXVII. El Ministro Gómez Sánchez propone una cruzada arjentiaa i pide facultad i medios para realizarla........................... CLXVIIL Pro"pono armar en corso algunos buques para perseguir las naves c.irgadas de salitre o guano .................................... CIX IX . Da cuenta del estado de la República Oriental i del im­ portante resultado de su misión en ella, obteniendo el decidido 66 apoyo de la prensa i del Gobierno del Uruguai ................... 69 60 61 LEGACION DEL PERÚ EN EL BRASIL.

    leño en Hull (Inglaterra); leyes sobre contrabando de guerra. 60 LXbVI. Publicacionea eu Europa sobre la guerra ................... .60 LXLVII. Vapor Maranliense........................................................... 61 LXbVIII. Kombrainiento dcl Secretario Jeneral del Jeneral Da:a. 51 liXLIX. Canje de prisioneros............................................................ 52 C, Cuestión Luznr; cota dirijida ’al Ministro del Perú en Alo63 manía................................................... CI. Protocolos con Boliria.—Funerales a Grau 63 ClI. Emplearlos cbi leños a bordo de los vapores de ia Compafiiu Inglesa.................................................................................... 63 CIII. Aprueba la conducta de Uvulle en su conferencia con el Ministro del Brasil................................................................... 54 CrV. Un blindado i dos cañoneras.................................................... 64 CV. Asalto a las chilenas en e! Callao: rsciamaciones de los miDistro.1 plenipotenciarios de Italia i ct Brasil........................... 54 CVI. Instrucciones al Ministro en la Gran Bretaña ................... 56 CVII. Debe prepararse ei inimo del pueblo boíivi.ino en previ­ sión de un desastre del ejército aliado ................................... 66 CVIII, Inslraccionea al Ministro en Centro-América................... 56 CIX. Conducta del Ministro de los Estados Unidos, señor Neirton P e ttis ............................................................................................................ .67 e x . Desaprueba la conducta del Mini-stro en Bolivia por su torpe intervención en los asuntos internos de Bolivia ................... 67 CXI. Temores de revolución on Bolivia i que fracase la Allansa. 67 CXII. Instrucoioues al Ministra en Bolivia con motivo de la re­ volución de Kiiñcz del Prado.................................................... 58 CXIII. Desastre de San Francisco.—¡Debe preferirse la linca férrea de Nueva York a San Francisco de California para re­ mitir armamento? .................................................................... 58 CXIV. Noticias de Bolivia al Contra-Almiranto Montero 58 LEGACION DEL PERÚ EN FRANCIA, CXV. Cuestión financiera.................................................................... CXVl. Noticias de la guerra........................................................... CXVII. Armamento para Chile en Béljica. ........................... CXVIII. Armamento en el fíatovíse ............................................ CXIX. Retrato del comandante de la Covadonga, don Cirios Condell ...................................................................................... CXX. Noticias telcgráfic>as.................................................................. OXXI. Instrucciones sobre intervención europea en ¡a giiBrra... CXXII. Armamento para Chile ca M a ra n ka m itf e w m e ... CXX IIÍ, Amistad con el Ajente de Costa-Rica........................... CXXIV. Tratado de paz con España: se obtiene el poder armar, tripular i abastecer los buques peruanos en las costas de este Estado............................................................................................ CXXV. Guano i salitre pcrasno .................................................... CXXVI. Telcgram,ia sobre U toma d el//u riso ar... ^ ................... CXXVH. Clave para comunicarse por telegramas cifrados CXXVIIL Tratado de paa con España: telegramas cambiados i no­ tas referentes a la firma, ratificación i canje de dicbo Pacto... CXXIX. Dificultades pata detener í J M amaheme en su viaje a Chile............................................................. CXXX. Remite copia de la prote.sta uel (íobierao inglés contra los actos que puedan debilitar la garantía del guano ofrecido a los tenedores ds bonos peruanos ' .................................... CXXXI. Cañoneras chinas.—Nueva clave para la correspondencia telegráfica......................................................................................

    62 62 62 02 6.6

    06 06 60 66 67 63

    68 09

    LEGACION DEL PERÚ EN LAS REPÚBLICAS DEL PLATA. CXXXII. El Perú ofrece su mediación en la cuestión oliileno-arjentina........................................................................................... C X X X III. E! Tratado Fierro-Sarratea será combatido en las cá­ maras arjentinas........................................................................... CXX XIV. Conferencia con el Ministro arjentino sobre esportacion de armamcnlo.......................... CXXX V, Da cuenta de l.i llegada del Ministro de Bolivia i de las manifestaciones que lian tenido lugar ................................... CXXX VI. La prensa i Opinión pública simpatisan con la causa del Perú,—Anuncia la salida de un enviado chileno al Brasil CXXXVIl. Conferencia contra Chile en cl teatro de Variedades... CXXXVIIl. Jefes i oficiales arjentinos i uruguayos ofrecen sus servicios ai Perú .................................................................... CXXXIX. Pide al Ministro de Relaciones Esteriores del Uruguai se prohíba el comercio de armas i otros aítículo.s de guerra.... CXL. Se ocupa clel combate naval do Iquique ........................... CXLI. Anuncia la llegada dcl Ministro cidleno Laslarria i .su re­ cepción oficial en cl Brasil i Ui-uguai ................................... C X IIÍ. Interpelación en la Cámara de Diputados relativa al bom­ bardeo del Litoral de) Perú .................................................... CXLIII. Jestiones i dilijencias practicada.? para impedir la espor­ tacion de armas para Chile .................................................... 77 CXLIV. Armamento p,ira Bolvia.—-.Armada arjentina....... CXUV. Kl Gobierno de Chile pide a Europa i Estados Unidos artí­ culos de gu erra........................................................................... CXLVl. Pide la Organización de chasques de la Paz 1 Tupiza. ... CXLVII. Se ocupa del combate dcl }Hús:ur, de la prensa i cues­ tión chileno-arjcntina...................................................... 78 CXbVIII. Refiere una conversaeion con el Plenipotenciario del Brasil sobre la escmidra arjentina : ... CXLIX. Indica la conveniencia de no continuar las jestiones so­ bre armamento ante el Gobierno O rien tal................ 79 CU, Acompaña copia de una nota del señor Canevaro i contesta­ ción referente al Gehooae i su llegada a Valparaíso; partida dcl Marankíiise................................................................. 80 CLL Subvención a L i Ambbjcí í e i Scr, f-alsas publicaciones del

    70 71 71 71 72 72 72 72 73 74 75 75

    77 78

    79

    i ' ¡ 1 | |

    CLXX. Refiere su llegada e impre.siones durante su permanencia en Guayaquil ............................................................................ CLXXI. Da cuenta de su estadía en Nueva York........................... CUXXII. Anuncia quo el Oenoviise no ha tocado en ningún puerto del B rasil........................... OIjXXII'J. Neutralidad dei Brasil cu la guerra del Pacífico ... CLXXIV. Tratado de paz con España: acompaña oopia de bis no-' tas cambiadas con el Ministro Plenipotenciario de España ea el Brasil ..................................................................................... CLXXV. Espresa su se.itimieuto por la pérdida del/fiiáscae, juicio de lu prensa br.isiier& i manifestaciones de duelo por la muerte de Gran.................................................................... ... CLXXVf. Acompañando copias de ai'tículos en que se decía que el Ministro peruano pretendía comprar la corbeta Trajano, ha­ ce comentarios sobre la eseuadnt brasilera ........................... CXXAUl. Da cuenta de la recepción del Cuerpo Diplomático i de la conversación que tuvo cou el Emperador .......... ; CDXXVIIf. Publicacioues de la prensa del Brasil referentes a la guerra........................... CLXXIX. La simpatía de la pren.sa i espíritu público, del Brasil, será favorable a la Nación que obtenga cl triunfo de sus armas CLXXX. Solicita so le euvic de ausiliar a uno de sus hijos i rei­ tera su renuncia................................................................ 96 CLXXXI, Refiere una importante entrevista con el Ministro do Negocios Estranjeros, señor Pereira de Souza, sob'e aconteci­ mientos de la guerra.................................................................... CLXXXII. Indica las últimas noticias que tiene dcl combato de Tacna............................................................................................ CI.XXXI11. Da cuenta de la conversación que tuvo con S. M. cl Emperador en la audienciad e lí2 de Junio .......................... CLXXXIV. Anuncia los rumores de Alianza entre «I Brasil, Chile i Uruguai i hace algunas reflexiones a ese respecto ... CLXXXV. Da cuenta de la conversación que tuvo con S. M. el Emperador, ca las recepciones diplomáticas del 3 de Julio i 9 de Agosto ■.................................................................. ' CLXXXVI. Celebración del 23 deJulio ...................................... i

    81 81 62 8-3 83 83 84 84 85 85

    86 87 87 67 88 89 89

    89

    91 91 91 91

    S3

    94

    94 95 -95 96

    97 98 98 99

    99 106

    LEGACION DEL PERÚ EN LOS ESTADOS 'UNIDOS DE COLOMBIA I VENEZUELA. CLXXXVII. Revolución en Panamá; el Presidente Casorla se de­ clara entusiasta p,irtidario del Perú; resolución del Gobierno sobro el tránsito de armas por el Istm o ......................... 101 CLXXX VIII. Anuncia su llegada a Bogotá ¡ loa primeros pasos ■ que ha dado, según sus instrucciones .................................... CLXXXIX. Improbación del dscroto del Presidente de Panamá por cl cual prohibía el embarque de elementos de guerra ... CLXL. Comunica la llegada del Miai.stro chileno i el decidido apo­ yo, favorable a la causa del Perú, del Secretario do Relacio­ ne.? E steriores............................ CLXLl. Reclamaciones del Representante de Chile Valdés Vergara ........................... .................................................... ... CLXLII, Nota dirijida al Cónsul peruano en Panamá refereute al embarque de armas en el Oroya ............................................ CLXLIII. Ofrece su mediación al Gobierno de Colombia en su con­ flicto cou Venezuela................................... CLXLIV. Mauifiesta su pesar por la pérdida Jel Huáscar i el efecto que ha producido en ol pueblo colombiano....... 104 CLXLV, Aconseja el retiro de la Legación i la poca utilidad de su traslado a Venezuela .........................................

    102 102

    102 108 103 104

    105

    to Y;.

    ÍN D IC E DEL TOMO CUARTO,

    544

    m ití sacar los ponloucs íle! Cal’.ao para que sirvan tle refujio a las faiiólias cíe k s reutraii;.'; en Autoii; son conducijus a CinI'! les restos dcl asplnint» Sfcrcl; rcniineia dcl co;i.;i¡ula];te en Je:c de la escuadra, Contra-Aliidrautc ilon Galvarino Kiveros, c inaIruceiones a la escuadra
    CAPITULO nc vi/'

    óc

    I. Consideraciones sobre la piosecnciim de la oan'.pañ.a, por el te­ niente coronel de Injenieros don Toruas Waiton. (Íuédit-5.)— II. Modificación del Articulo 3. ° dd Ti'atado de Comercio de Aduanas, ajustado entr-e el Perú i Bolivia. (Inédito.)—III. Feiicitacionea del Gobierno peruano al .Ministro Gómez íandiez; compra dei vapor kk'.ga por cuenta del Perú (Inédita); .snbvcacion al perióilico L.i IÍaüiun de Guaj-aquil.- IV. D-muctos dcl' Dictador Piérola i de l-os autoridades ríe Lima i el Callao relativos a la reorganización del ejército de l essrv.a; servioio de las baterías de Lima; ejeixicia deiiílo i medidas temadas ron losi;;asistcntes; acuartelamiento de la reserva en Lima i el Callao; b-ispitales de sangro; seguridad de Lima; apertura forzosa ile los eslableclmiento.? de provisiones i órriene» del Jefe .ñuprenin en cainpaña.—V. Reorgauiz.icion dcl ejército de Arequipa i contri bucion forzo.saimpne.ata por el Prefecto Rolar.—VI. Asffíicio» de A k kmaniA tu el Perú: reclama por la negativa dcl Gobierno pe­ ruano para permitir el embarque do pasajeros neutrales en el Callao; torpedos en Chorrrlios; remite a bordo de la Ádriadne el archivo de la Legación; traslación de los buques de guerra i

    pontone.5 a .Ancón; nota sobre cl L v x n de la Cornparría Koamos; arrcsio de dos súbditos elernancs, tornados por espías chilenos. (Inédito.)— Vli. //.yacían Jiñiáiúra en. f.iita: retiro de Lamilias peruanas dcl tcatr'o de la giiei ra; incidente proim>vjdo por haberse reliuaad-;> rrl (.ictrsirl inglés err n! Callao el permiso jrara ir a bordo de la TniUij':-: estraccion de! criñon del Av¡i'imo«. (Inédilo.)— VÍIl. ¿"ortcio)!. de FrU'íPt'l en el P trv: documen­ tación refereiilo al embarque lie familias ncitírales, ocmrrnicacitm con los buques de grierr.n fr'anccses i traslación de éstos a Ancón. (Inédito.} - IT e ltg r.a m a a dol coroiir;! Scrilhu .sobro sn eircnentro con las fiioizas chilenas en Hervai,—X. Temares i preparativos dei Prefecto dol Callao rk-sde la llegada do! cjércilo a Lnrin. —XI. C'umlia'.e dcl iUniMio: tokgramas, partes oíiciales i relaoion do los piisinncros.—X I í. Descripción ríe este combate por los cor­ responsales cn oamparra.—X IÍI. Parte de! Jeíe de la !. * .Aiubillancia referente al viaje de l-r División Lvnch.—-X.IY. Telegrnrn.is pcniano.s d-z todos ¡csrcconooitüientos dol ojéreito chile­ no en f;l campo enemigo. —XV. Relación detallada de las reconocimionlo.i ilrtl ejíroilo chileno ha.sta la sorpresa de .Ate.— -XAG. Santo, scúa i contraseña dada a! ejército peruano cn Iiini.a, jior cl Estado .Mayor Jencral, cn Dicieiubr'e de 1880. (Inédito.)—XVn. Editoriales PAj- •'I

    CAPÍTULO y. I. Pían de operaciones sobro Lima del Jefe ds Estado Mayor Jcnei-al del ejército diüeno. —II. Parle oSoiai del combate de IIumal i acta levantarla u¡ Pisco al abandonar la ciudad las fuerzas chilenas ipie la ocupaban.—TIL fiecoaocirnientode la costa del Perú eu la zona dol puerto dcl Callao. (Inédito. ¡—IV. Parte cñcial inédito rererente rd reconocimiento de los vapore.5 proccdeatcs de Panamá i deí bombardeo de Ancón; telcgrairias penra no.s i corresijondenoia a L.r Pa-rirr.s de Lima sobre este bombardee —V. Reconocimiento ofensivo do las fortificaciones do Chorr líos indicado por el Jefe de Estado Mayor Jeneral. (Inédito,)—V Dcorcles sobre los siguientes materias: Piérola asume el mar* de! ejercita i nombra al Jeneral Buendía su ayudante de camí divisiones riel ejército p.cruano i rcqirisioion de caharlos; vias reas al servicio del Gobi-crno i guardia urbana estranjera; es'< " dio de vivero.? i CímírihucicD de guerra impuesta a MoquegrVII...........Proch'iimi.s de los prefectos ik Lima i cl Callao; aiiiiaij^* llegado a jAncon i prcpiaratives ríe defensa co el corro
    ■O 1. C

    íc ■íc - c C

    t

    4o !o í

    G

    .1

    o

    iG

    f O ^ C

    ^c

    Ío

    F IN D E L IN D IC E D E L TOMO IV.

  • Related Documents

    Tomo 4 Pascual Ahumada
    February 2021 3
    Pascual Ahumada Tomo V
    February 2021 5
    Codigo Civil - Tomo 4
    January 2021 0
    Candy Candy Tomo 4.pdf
    January 2021 1
    4 Guerra Irregular Tomo I
    February 2021 7
    Pcge 2019 - Pascual Ayala
    February 2021 1

    More Documents from "Neri Rivas"

    January 2021 0
    Pascual Ahumada Tomo V
    February 2021 5
    January 2021 0
    Tomo 4 Pascual Ahumada
    February 2021 3
    January 2021 0