Bioneuroemoción

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Tema 2:

Las emociones

Postgrado en Bioneuroemoción

1

Antes de empezar debes saber… Este material de estudio de Enric Corbera Institute, está diseñado para que se tengan recursos para facilitar el aprendizaje y poder adquirir los conceptos del temario de una forma más amena, visual y atractiva.

¿Qué nos encontramos en el texto? 

Cajas destacadas para resaltar citas de autor, definiciones, información importante, saber más, recordatorios, entre otros.

Cita de autor… Espacio para resaltar citas de los autores más destacados sobre los conceptos que se trabajan en este tema.

Definición… Espacio para detallar la definición de aquellos conceptos importantes del temario.

¡Importante! Espacio para destacar aquella información que es importante para recordar.

Saber más… Espacio con información complementaria a las ideas y conceptos del tema.

2

Ejemplos… Espacio con información complementaria a las ideas y conceptos del tema.

Espacio de recordatorio de acciones concretas que el alumnos debe realizar.

Este aviso nos indica que el autor que sale en el texto, se encuentra recogido en el “Timeline de autores”.

 Recursos pedagógicos: timeline de autores, mapas conceptuales, infografías, imágenes, para una mayor comprensión y visualización de los conceptos.

3

Índice

4

1. Objetivos y competencias

6

2. Presentación

7

3. Contexto histórico de las emociones

8

4. Definición de emoción

16

5. Las emociones básicas

20

6. Sistemas neuronales de las emociones

26

6.1. Cerebro cognitivo y emocional

26

6.2. Núcleos y funciones del Sistema Límbico

28

6.3. Los Engramas

34

6.4. El cerebro del corazón

36

7. El impacto emocional

37

8. Emociones y salud

41

9. El Inconsciente biológico

43

10. Las emociones en Bioneuroemoción

52

11. El momento semilla

56

12. Condicionamientos bloqueantes

58

13. Condicionamientos auto-programantes

67

14. El Camino al Inconsciente

69

14.1. Definición

69

14.2. Estructura

72

14.3. Aspectos relevantes del acompañamiento en Bioneuroemoción 78

5

15. La Cuarentena

82

16. Referencias Bibliográficas

92

1. Objetivos y competencias ¿Qué se aprende en este tema? 

Conocer la evolución y las distintas teorías sobre las emociones.



Diferenciar las 5 emociones básicas y su sentido biológico.



Distinguir los principales centros del cerebro emocional y las diferencias con el cerebro cognitivo.



Aprender los criterios del impacto emocional y las características del inconsciente.



Comprender cómo se generan las emociones y cómo gestionarlas.



Conocer cuáles son los campos de actuación y la naturaleza de los conflictos emocionales.



Conocer la estructura del Camino al Inconsciente y los aspectos relevantes del acompañamiento.



Comprender los principios básicos de la Cuarentena y su sentido dentro de un proceso de consulta.

6

2. Presentación En este tema profundizaremos acerca de uno de los ejes de la Bioneuroemoción: las emociones. Hablaremos de qué son las emociones, en qué se diferencian y qué función han cumplido en el desarrollo evolutivo del ser humano. Conoceremos los circuitos neurológicos de las emociones, como se originan y que papel cumplen en las experiencias que vivimos. Investigaremos sobre la naturaleza de los conflictos emocionales y los principales campos de actuación en que intervenir en consulta. Aprenderemos los principios básicos del camino al inconsciente, la estructura, los aspectos más relevantes y cómo aplicarlo durante un proceso de acompañamiento. Y, para finalizar, profundizaremos en el concepto de la Cuarentena, conoceremos las referencias históricas, biológicas y las bases científicas que la sustentan.

Es necesario estudiar las emociones si queremos liberarnos de todos los condicionamientos que gobiernan nuestras vidas y hacernos adultos emocionales. Esto pasa por tomar conciencia de cómo las emociones actúan en diferentes momentos de nuestras vidas y no dejar que nos dominen de una forma inconsciente. Extracto del contenido.

7

3. Contexto histórico de las emociones Para comprender el concepto de “emoción” que manejamos actualmente resulta imprescindible conocer la evolución y las distintas acepciones teóricas de dicho concepto a lo largo de la historia, así como las conclusiones derivadas de la observación natural del comportamiento humano desde tiempos ancestrales.

Os recomendamos visitar la línea del tiempo “Filósofos: Contextualización del concepto “Emoción”

La primera aproximación teórica relevante data del siglo IV a.c. con la figura de Platón. En la obra “Filebo” exponía, en un diálogo entre Sócrates y Protarco, el dolor y el placer. Ya entonces, organizó el alma humana en lo que él llamó “razón”, “apetito” y “espíritu”, lo que en términos actuales correspondería con los conceptos de cognición, motivación y emoción. Para ilustrar esta teoría, desarrolló la alegoría de “El carro alado”, donde hablaba de un auriga que conduce un carro tirado por dos caballos alados. Uno de casta noble y otro más desbocado y salvaje. En este mito el auriga representa el intelecto, el carro que conduce sería el alma humana y los caballos representan por un lado el impulso racional o moral (el de casta más noble) y, por otro lado, los impulsos derivados de las pasiones más profundas e irracionales del ser (el más impredecible y complicado). 8

Por lo tanto, vemos cómo el intelecto trata de dirigir el alma hacia la iluminación impulsándose del raciocinio y las emociones, pero debiendo al mismo tiempo controlar y coordinar dichos impulsos.

Figura 1. Imagen del Mito del alado de Platón.1

Sin embargo, la que está considerada la teoría clásica más completa es la expuesta por Aristóteles en su obra “La retórica”. En ella describía la emoción como “toda afección del alma acompañada de placer o de dolor”, entendiendo la intensidad de ambos conceptos como señales de alerta del peso o el valor que tiene una situación en relación a la vida. En esta obra ya hace mención de algunas reacciones fisiológicas y comportamentales asociadas con ciertas creencias morales y sociales.

“Una buena educación emocional sería un elemento clave en favor de una buena convivencia”. “Ética a Nicómaco”, Aristóteles.

9

Esta visión funcionalista de las emociones expuestas hasta el momento contrasta con las planteadas poco después por los filósofos estoicistas, los cuales calificaban las emociones como “enfermedades crónicas”, “juicios errados” u “opiniones vacías y privadas de sentido”. Esta visión de las emociones resulta comprensible si tenemos en cuenta que, para ésta corriente filosófica, todo lo que ocurre es parte de un plan cósmico predeterminado e inevitable por lo que no existirían el bien ni el mal, tan solo la aceptación de nuestro destino. En esta sosegada aceptación radicaría precisamente la libertad, tan sólo en vivir adaptándonos a nuestra naturaleza cultivando la impasibilidad (apatía) y la imperturbabilidad (ataraxia). Para ellos las emociones derivan de las opiniones y los juicios; por este motivo, las concebían como cualidades propias de gentes poco cultivadas espiritualmente. No sería hasta algunos siglos más tarde cuando los primeros filósofos cristianos (el llamado “Cristianismo del primer milenio”) a través de la pluma de San Agustín de Hipona volvía a licitar las emociones como parte de la naturaleza humana, asociándolas a lo que él llamaba “voluntad”. En su obra “La ciudad de Dios” exponía:

“La voluntad se halla en todos los movimientos del alma (...) ¿qué son la codicia y la alegría sino consciente voluntad por las cosas deseadas? ¿Y qué otra cosa sino la voluntad que rechaza las cosas no queridas, el miedo y la tristeza? (...) la voluntad humana ora atraída ora rechazante, se cambia y se transforma en esta o en aquella emoción”. “La ciudad de Dios”, San Agustín de Hipona.

Más tarde, con la Edad Media se volvió de alguna manera a una visión con ciertos matices estoicistas, donde restituían la definición de emoción como afección.

10

Explicaba Tomas de Aquino en su escrito “Summa Teológica” que:

“Las emociones pertenecen más a la parte apetitiva del alma que a la aprehensiva, y específicamente al apetito sensible más que al apetito espiritual, ya que a menudo están unidas a mutaciones corporales” . “Summa Teológica”, Tomás de Aquino.

Como ya sabemos, todo lo relativo a las pasiones humanas estuvo relacionado con el “pecado”, considerándolas apetitos y deseos que debían ser controlados para no acabar siendo esclavizados por los mismos. Con el renacimiento vendrían una nueva línea de pensadores que rompían con la doctrina eclesiástica como Paracelso, Patrizzi, Giordano Bruno o Telesio. Sirva como ejemplo éste último que ya reconocía la función natural biológica del placer y del dolor. Defendía que “las emociones nacen de la situación difícil en que el espíritu vital y el cuerpo se encuentran en el mundo”. Contemporáneo a estas doctrinas naturalistas, saltando de Italia a Inglaterra encontramos a Hobbes y su obra prima “Leviathan” donde define las emociones como “principios invisibles del movimiento del cuerpo humano”. Afirma que preceden a las acciones visibles y lo denomina “tendencias”. Con su obra, propone un matiz que consideramos de capital importancia, ya que determina que la tonalidad dolorosa o placentera de la emoción es específicamente lo que asegura su función vital (recordaremos esta frase cuando aparezca Darwin y su enfoque evolutivo). En otro salto espacial y, en relación a Hobbes, nada temporal, viajamos a Francia, donde René Descartes cambiaba la historia de la Filosofía tal y como era concebida hasta entonces. Además de sus múltiples aportaciones en diversas materias, fue considerado el padre de la filosofía moderna, destacado por su decisión de rechazar las verdades establecidas y su lucha contra los prejuicios.

11

Descartes propuso un enfoque dual de las emociones, dividiéndolas en pensamientos (la parte mental) y percepciones (la parte relativa al cuerpo). En relación al nexo de unión de mente y cuerpo, hablaba de la glándula pineal como el lugar donde residía el alma y, por ende, las emociones. Es precisamente desde esta unión donde la emoción cumple su doble papel con una función común, que para el francés no es otra que incitar al alma a permitir y contribuir a las acciones destinadas a la evolución y la conservación del ser. Este trabajo tuvo una gran influencia para otros muchos autores, los llamados “cartesianos”, que aportaron matices y desarrollaron distintas teorías partiendo de esta base. En esta línea, Pascal fue el primero en definir el “sentimiento” como valioso y funcional ya que sería el elemento común entre razón y emoción y, por lo tanto, un mediador fundamental e indispensable en el momento de solucionar los conflictos surgidos entre ambos. Kant quiso completar esta idea pero con ciertos matices estoicistas, esta posición se revela en la siguiente frase:

“Las emociones son un predominio de las sensaciones, al punto que llega a suprimirse el dominio del alma (...) crece rápidamente hasta hacer imposible la reflexión”. Immanuel Kant.

12

Podríamos concluir de su obra que acepta, entiende y respeta la emoción como medio pero desde cierta moderación, no desde una inundación emotiva “incapacitante”. De hecho, en relación a la somatización, deja una observación interesante:

“La mayoría de las veces las emociones ayudan y sostienen la existencia y algunas de ellas, como la risa y el llanto, favorecen mecánicamente la salud” Immanuel Kant.

Antes de continuar con la evolución del concepto emoción desde un enfoque filosófico, debido a la organización cronológica del texto, pasaremos de este prisma a otro mas cientificista (nótese la causalidad de estos nuevos enfoques después de la influencia de René Descartes y su método científico). Teniendo más en cuenta que nunca el estudio del hombre como ser biológico y producto de la evolución natural de las especies, surge Darwin y su enfoque evolucionista. Sirva como resumen de dicho enfoque un extracto de su obra “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre”:

“(…) tanto los animales jóvenes como los viejos expresan igual sus sentimientos, que no es difícil advertir cuán sorprendente es que un perrito pequeño pueda mover la cola cuando está contento, bajar las orejas y descubrir los colmillos cuando quiere mostrarse salvaje, exactamente igual que un perro adulto; o que un gato de corta edad arquee su pequeño lomo y erice el pelo cuando se asusta o se irrita, como un gato mayor. Muchas veces, cuando dirigimos la atención hacia los gestos menos comunes en nosotros mismos, los cuales acostumbramos a ver como artificiales o convencionales -encogernos de hombros como signo de impotencia, o elevar los brazos con las manos abiertas y los dedos extendidos en señal de admiración- quizá sintamos demasiada sorpresa ante el descubrimiento de que estas manifestaciones son innatas”. “La expresión de las emociones en los animales y en el hombre”, C. Darwin. 13

Algunas de las principales aportaciones de Darwin serían el carácter hereditario y adaptativo de las emociones, la función comunicativa de las mismas, así como su papel fundamental en la preparación de las respuestas reactivas funcionales. Por lo tanto, desarrolló y aportó valiosas investigaciones tanto en el aspecto genético de las emociones como en la función social de las mismas. Poco tiempo después, William James inauguró el estudio de las emociones desde un enfoque Psicofisiológico, señalando que:

Figura 2. Libro “La expresión de las emociones”, C. Darwin.2

“Los cambios corporales siguen directamente a la percepción del hecho desencadenante (…) nuestra sensación de esos cambios según se van produciendo es la emoción” . William James.

Es un precedente que sirvió de inspiración a muchos que, después de él, estudiaron estadística y científicamente los correlatos fisiológicos de las emociones. Ya en el siglo XX, merece mención especial la figura de Jean Paul Sartre, desde un enfoque filosófico mucho más influido por la psicología moderna, con este fragmento podemos intuir su tendencia:

“Denominaremos emoción a la caída brusca de la conciencia en lo mágico (...). Por lo tanto, no es necesario ver en la emoción un desorden pasajero del espíritu, que vendría a perturbar desde fuera la vida psíquica. Al contrario, se trata del retorno de la conciencia a la actitud mágica, una de las grandes actitudes que le son esenciales (...). La emoción no es un accidente, es un modo de existencia de la conciencia, una de las maneras por las que comprende su ser en el mundo” Jean Paul Sartre. 14

De este modo, para Sartre la emoción es una “conciencia del mundo” o “una cierta manera de aprehender el mundo”. Durante este periodo histórico, la psicología se escinde de lo puramente filosófico para nutrirse de las ciencias, dando lugar a una florida variedad de enfoques que aún coexisten en la actualidad, tales como el enfoque conductual, el cognitivista, el psicoanalítico o el ecológico contextual, cada uno con su interpretación del sentido y el significado de la emoción pero todos deudores y herederos de la evolución histórica de la observación sistemática y la reflexión humana. Dentro de todos los enfoques actuales, aplicado al ámbito de la Bioneuroemoción, destacamos y compartimos la visión del psiquiatra y maestro de “Un Curso de Milagros”, David R. Hawkins, que en su obra de culto “Dejar Ir” define lo siguiente:

“La mente con sus pensamientos es dirigida por los sentimientos. Cada sentimiento deriva de la acumulación de muchos miles de

pensamientos. Como la mayoría de las personas suprimen y rehúyen sus emociones durante toda su vida, la energía reprimida se acumula y busca expresarse a través de la aflicción psicosomática, los trastornos corporales, las enfermedades emocionales y la conducta desordenada en las relaciones interpersonales.

Las

emociones

acumuladas

bloquean

el

crecimiento espiritual y la conciencia, así como el éxito en muchas áreas de la vida”. “Dejar Ir”, David R. Hawkins.

15

4. Definición de emoción

La palabra emoción viene del latín, del verbo “emovere”, que se forma sobre “movere” (mover, trasladar, impresionar) con el prefijo “e-/ex” (retirar, desalojar, hacer mover). Por lo tanto, una emoción es algo que saca a uno de su estado habitual y que implica movimiento en un dirección concreta.

Las emociones son sustancias químicas que refuerzan neurológicamente una experiencia; moléculas que rigen la fisiología y tienen la particularidad de poder actuar en dos planos, ya que poseen un aspecto vibracional o de “onda” y otro de partícula o fisiológico. Todo lo que sentimos, cada emoción, produce una sustancia química específica que se corresponde con esta información que circula por nuestro cuerpo y es captada por los receptores de cada célula, produciendo un cambio en ella. El cuerpo reacciona a la emoción con una gama de cambios físicos. Desde un aumento de la frecuencia cardíaca y una respiración entrecortada, hasta una debilidad en las piernas, labios temblorosos o piel erizada, entre otros. Una vez el cuerpo ha reaccionado, el cerebro asimila los cambios y los traduce al lenguaje de las emociones: es entonces cuando sentimos. Tras ello podemos racionalizar lo que sucede y tomar una decisión meditada. Como vemos, una de las funciones principales de las emociones son expresar cómo nuestro inconsciente procesa una serie de impactos emocionales y los refleja en nuestra biología. Como veremos más adelante, las sensaciones físicas que acompañan las emociones son procesadas por el neocórtex; luego le damos una explicación racional que se expresa en forma de pensamientos y sentimientos. El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Es por ello que podemos controlar nuestras emociones.

16

“Cuando se desencadena una emoción, en esas primeras milésimas de segundo nos invade y nos ordena lo que hay que hacer, decir y pensar. Sin elegirlo conscientemente, usted automáticamente dio un brusco giro de volante para evitar al otro vehículo y frenó en seco. Al mismo tiempo, una expresión de pavor apareció en su rostro: las cejas se arquearon y se juntaron, los ojos se abrieron como platos y los labios se alargaron hacia las orejas. Su corazón

se puso a bombear con mayor velocidad, usted empezó a sudar y la sangre afluyó a los grandes músculos de las piernas. Fíjese en que habría adoptado igualmente esa expresión facial aunque no hubiera nadie con usted en el coche, de la misma forma que el corazón se le aceleró sin haber iniciado un ejercicio físico repentino que exigiese un aumento del riego sanguíneo. Dichas respuestas se dan porque en el curso de nuestra evolución nos ha sido útil que los demás supieran cuándo percibimos peligro, de la misma forma que también nos ha sido útil estar preparados para salir corriendo cuando estábamos atemorizados.” Paul Ekman.

Las emociones no pueden considerarse ni malas ni buenas, ya que todas

son

biológicamente

indispensables

para

reaccionar

adaptativamente ante los estímulos del entorno.

Estas respuestas emocionales vienen grabadas en nuestra genética, son una herencia de nuestra evolución y se refuerzan con los aprendizajes. Los seres humanos tenemos en común una serie de emociones básicas, pero la forma de gestionarlas es totalmente personal y única. Cada individuo posee su propio conectoma o mapa cerebral. Es decir, una propia representación interna del mundo en el que vive formada por creencias, opiniones, pensamientos, etc.

17

Las conexiones entre diferentes áreas del cerebro o conectoma son personales e intransferibles, como una huella dactilar.

Figura 3. Conectoma humano 1

En el ser humano, la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación. El inconsciente no se aviene a razones, es irracional, se limita a sentir la emoción que el sistema cognitivo vive, y se expresa en el sistema límbico, que es el centro de la inteligencia emocional. Los principales centros del sistema límbico son la amígdala, el hipocampo, el hipotálamo y el tálamo. Es necesario estudiar las emociones si queremos liberarnos de todos los condicionamientos que gobiernan nuestras vidas y hacernos adultos emocionales. Esto pasa por tomar conciencia de cómo las emociones actúan en diferentes momentos de nuestras vidas y no dejar que nos dominen de una forma inconsciente.

18

Si los aspectos más importantes de nuestras vidas van unidos a una emoción concreta, es obvio que no se puede cambiar sin cambiar la emoción que estaba unida a esa experiencia. En consulta, es imprescindible que la persona vuelva a reencontrarse con esas emociones implicadas en los impactos vividos para aprender a gestionarlas de otra manera. Esto permite trascender y cambiar las experiencias a partir de ese momento, y dejar de proyectarlas en el futuro.

“Es sólo en el mundo civilizado de los adultos donde nos encontramos con esa extraña anomalía del reino animal en la que las emociones- los impulsos básicos que nos incitan a actuarparecen hallarse divorciadas de las reacciones.” Daniel Goleman.

Las emociones nos hacen vivir experiencias que además unen un aspecto mental muy importante: el pasado, el presente y el futuro. Para que yo pueda cambiar esta causaefecto, es necesario que yo cambie mis emociones con relación a algo que creo que me ocurrió en el pasado y que me hace sufrir en el presente.

Vídeo “Ecuación Emocional Fundamental” que encontraréis en el contenido multimedia del temario.

19

5. Las emociones básicas Las emociones se expresan a través del cuerpo. Estas expresiones no son determinadas culturalmente, sino que son más bien universales y tienen, por consiguiente, un origen biológico, tal como planteaba la hipótesis de Charles Darwin.

A

partir

de

investigaciones

transculturales en individuos de una tribu

de

Papúa

Nueva

Guinea,

el

investigador Paul Ekman observó que los miembros de una cultura aislada de la Edad

de

identificar

Piedra con

un

son

capaces

de

grado

de

alto

fiabilidad las expresiones emocionales al observar las fotografías tomadas a personas de culturas con las que ellos no

han estado familiarizados. Asco, alegría, tristeza e ira. Tribu

Papúa

Nueva

Guinea.

Figura 4. Emociones Tribu Papúa Nueva Guinea 1

Experimento realizado por Paul Eckman. Emotion in the Human Face . Paul Eckman.

A continuación vamos a profundizar sobre el sentido biológico de 5 de las emociones básicas: miedo, ira, asco, tristeza y alegría.

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Miedo: Descarga de adrenalina Dilatación de pupilas Aumento de la tensión arterial Contracción muscular Disminuye la circulación en la piel, que origina palidez y frío, muy visible en el rostro Relajación de esfínteres, en casos extremos con pérdidas de orina. Respiración entrecortada, superficial Frente arrugada y ojos abiertos. Sentido biológico: Facilita la respuesta de huida ante diferentes peligros: animales, otras tribus o incluso el fuego. Igualmente, en función de las circunstancias, el miedo puede desencadenar una respuesta de inmovilidad ante un contexto en el que pasar inadvertido puede resultar una opción más eficiente para sobrevivir. Esta emoción puede resultar dañina si se extiende en el tiempo más de lo necesario. Una cebra siente miedo al ver al león acercarse, pero no volverá a generar esa emoción una vez haya pasado el peligro real y esté dentro de la manada o alimentándose. El ser humano tiene la capacidad de revivir el miedo sin necesidad de estar en contacto directo con el peligro real. El miedo, en este caso, podría actuar como una señal que nos permitirá estar en alerta o prepararnos antes posibles dificultades en un futuro. Lo que ocurre habitualmente es que una vez llega el “problema” no suele ser tan grave como lo imaginábamos o, simplemente, no era como imaginábamos. Por lo tanto, todas las posibles estrategias que habíamos preparado no son de utilidad.

Pre-ocuparse es ocuparse previamente de algo, anticipando el futuro. Es un estado mental que implica una relación de causaefecto entre pasado y futuro. Es decir, qué he podido hacer en el pasado que vaya a tener consecuencias en el futuro.

21

Os recomendamos la visualización del siguiente vídeo “Cuando sientas miedo en tu vida”: https://www.youtube.com/watch?v=sS8u1f7oyhA&feature=yout u.be

Ira:

Aumento de la respuesta cardíaca y la presión arterial Distribución sanguínea hacia los músculos esqueléticos largos Palidez del rostro Sudor Aumento en los niveles de adrenalina y noradrenalina Respiración rápida y superficial y predominantemente torácica Alta tensión muscular en todos los músculos Brazos y piernas tensos, preparados para el movimiento Foco visual centrado en un punto, tensión en cervicales Mandíbula apretada, cejas bajas, posicionadas de forma oblicua Labios tensos

Sentido Biológico: Aumenta el flujo sanguíneo a las manos, haciendo más fácil empuñar un arma o golpear un enemigo; el aumento del ritmo cardíaco y la tasa de hormonas, como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas.

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El marcaje de territorio, la expresión de una opinión con firmeza o el acometer un objetivo pueden llevar implícitos una energía relacionada con la ira.

Esta es una

emoción castrada en muchas ocasiones por el inconsciente familiar y colectivo, pero no por ello deja de ser imprescindible en nuestra adaptación al medio.

“Cualquier persona puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el

momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.” “Ética a Nicómano”, Aristóteles. Asco: Aumento de la actividad gastrointestinal Arcadas, ganas de escupir Descenso de la presión sanguínea Tensión muscular Respiración fuerte y reiterada por la nariz Nariz contraída acompañada por el labio superior Comisura de los labios hacia abajo Salivación

Sentido Biológico: El asco o disgusto provoca una reacción de rechazo ante alimentos en mal estado u olores dañinos para el organismo. Según Darwin, la nariz se arruga en un intento de impedir la inhalación de la sustancia tóxica. Por otra parte, sacar la lengua parece una acción que favorece la expulsión de alimentos.

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Tristeza: Reducción de niveles de serotonina Enlentecimiento metabólico Abatimiento, pesadez corporal Brazos caídos Respiración clavicular y superficial Mirada desenfocada Comisura de los labios hacia abajo

Sentido Biológico: La tristeza, como la producida por la muerte de un ser querido, conllevó en los humanos pre-históricos una pérdida de energía que invitaba al refugio en el propio hábitat con los demás miembros del grupo, ya que solía ser el sitio más seguro para la supervivencia. Además, la tristeza evocada por una mala conciencia se deriva en la insistencia sobre el error cometido presumiblemente como estímulo para no volver a cometerlo.

Alegría: Aumento de la frecuencia cardíaca Activación del sistema metabólico Se liberan endorfinas. Se incrementan los neurotransmisores dopamina y serotonina. Aumento de la energía corporal torso hacia delante, hombros hacia atrás Respiración profunda y rápida Relajamiento facial, sonrisa amplia Pupilas dilatadas Tono de voz más agudo

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Sentido Biológico: La alegría asume una función de recompensa ante situaciones exitosas con el objetivo de poder repetir dichas acciones ventajosas en el futuro. El efecto positivo influye también sobre diferentes aspectos de nuestra conducta social, haciéndonos más generosos, incrementando nuestra inclinación a prestar ayuda y a asumir responsabilidades, nos sentimos más abiertos a la relación con otros y esto contribuye a crear nuevos lazos sociales o a estrechar los ya existentes. Tanto el apoyo social como los vínculos de amistad constituyen mecanismos altamente adaptativos.

Recuerda que para cualquier duda dispones del consultor/a de referencia en los espacios de comunicación del Campus Virtual.

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6. Sistemas neuronales de las emociones 6.1. Cerebro cognitivo y emocional Dividiremos el sistema neurológico de las emociones en dos partes: el cerebro cognitivo y el cerebro emocional. El Cerebro Cognitivo: Está expresado por el neo-córtex, es el cerebro neo-mamífero. Es el cerebro que nos permite razonar y tomar decisiones y en él se sustentan o se alimentan un tipo de emociones que nosotros llamamos emociones sociales o secundarias. El cerebro cognitivo controla la atención consciente y la capacidad de atemperar las reacciones emocionales, pero esto resulta ser una espada de doble filo: por un lado nos puede evitar problemas de tipo relacional, pues nos permite regular y controlar las emociones que experimentamos. Pero, por otro lado, al asfixiar nuestras emociones, éstas pasan al inconsciente y quedan guardadas para aflorar en una mejor ocasión. Decimos que se quedan “programadas”, prestas a desencadenarse en otra ocasión más conveniente. Si ésta ocasión no se da, el sistema límbico puede acabar dándoles una salida fisiológica, como puede ser un síntoma físico o psíquico.

El

lóbulo

frontal

es

el

que

nos

permite

reflexionar,

concentrarnos, prestar atención, inhibir los instintos, etc. En él se procesan los pensamientos y los sentimientos. Nosotros le

llamamos la mente analítica y/o también la mente justificativa, frente a la mente reactiva que es la que, como veremos, está gestionada por el cerebro emocional.

26

El lóbulo frontal es aquella parte de nosotros que se aferra a las ideas, a los conceptos,

a

nuestras

creencias

limitantes. Es un cerebro lento y solamente procesa el 5% de la actividad total de la psique.

El Cerebro Emocional:

Figura 5. Esquema de los lóbulos del cerebro 1

Las emociones están reguladas por el tronco cerebral y el cerebelo (sistema reptiliano) y por el sistema límbico, encargados fundamentalmente de la supervivencia.

Fue desde 1937 cuando se relacionó el cerebro límbico con las emociones (J. Papez). Papez, sugirió conexiones entre la corteza cerebral y el hipotálamo a través del Girus Cingulado y del hipocampo. Papez creía que la información sensorial que llega al tálamo se dirigía hacia la corteza cerebral y al hipotálamo. La información que salía del hipotálamo daba lugar a las respuestas emocionales de control del cuerpo y, por último, la información que salía de la corteza daba lugar a los sentimientos emocionales. Los trayectos seguidos hasta la corteza se llamaban «canales del pensamiento». Propuso una serie de conexiones desde el hipotálamo hasta el tálamo anterior y hasta la parte de la corteza media evolutivamente antigua. Las experiencias emocionales tienen lugar cuando la corteza cingular integra las señales recibidas desde la parte de la corteza lateral evolutivamente nueva y desde el hipotálamo. La información que sale de la corteza cingular hacia el hipocampo y, desde aquí, al hipotálamo, permite que los pensamientos que tienen lugar en la corteza cerebral controlen las respuestas emocionales.

27

Figura 6. Esquema del sistema límbico2

Este cerebro es el soporte biológico de las emociones. Es el encargado de procesar la información de los sentidos, siendo muy sensible a las emociones básicas, que son: el miedo, el asco, la ira, la tristeza y la alegría. El cerebro emocional tiene la capacidad de desconectar del córtex. Puede tomar la iniciativa y realizar acciones de una forma instintiva. Cuando las emociones nos inundan, nuestros pensamientos se detienen. Somos incapaces de pensar lo que es mejor para nosotros. Por eso, se considera que las emociones son el vehículo que unen el consciente y el inconsciente. Las emociones que sustenta este cerebro las llamaremos ocultas o primarias.

6.2. Núcleos y funciones del Sistema Límbico La Amígdala: Su principal papel es la protección frente a cualquier situación de amenaza. Genera las emociones cuando hay algún tipo de sufrimiento.

En neurobiología es casi imposible asociar una sola emoción o una sola función a cualquier estructura, pero cuando hablamos de la amígdala podemos decir que es una

28

de las más importantes asociadas al mundo de las emociones. Ella es la responsable de que podamos escapar de situaciones de riesgo o peligro, pero es también la que nos obliga a recordar nuestros traumas infantiles y todo aquello que nos ha hecho sufrir en algún momento.

Los recuerdos y experiencias con mucha carga emocional hacen que nuestras conexiones sinápticas estén asociadas a esta estructura, provocándonos efectos tales como taquicardias, aumento de la respiración o liberación de hormonas. Personas que por ejemplo tienen la amígdala dañada, serían incapaces de detectar situaciones de riesgo o peligro.

La amígdala nos ayuda a buscar una estrategia adecuada después de haber identificado un estímulo aversivo.

Pero, ¿cómo identificamos que ese estímulo nos puede hacer daño? Lo hacemos por aprendizaje y por condicionamiento.

“Este tipo de explosiones emocionales constituye una especie de secuestro neuronal. Según sugiere la evidencia, en tales momentos un centro del sistema límbico declara el estado de urgencia y recluta todos los recursos del cerebro para llevar a cabo su impostergable tarea. Este secuestro tiene lugar en un instante y desencadena una reacción decisiva antes incluso de que el neocórtex- el cerebro pensante- tenga siquiera la posibilidad de darse cuenta plenamente de lo que está ocurriendo, y mucho menos todavía de decidir si se trata de una respuesta adecuada. El rasgo distintivo de este tipo de secuestros es que, pasado el momento crítico, el sujeto no sabe bien lo que acaba de ocurrir.”

“Inteligencia emocional”, Daniel Goleman. 29

El Hipocampo: Su función principal es el recuerdo. Es el que almacena en la memoria todos los estados emocionales. Estos estados emocionales son ampliados por las ideas, pensamientos, criterios, concepciones y creencias que, al repetirse continuamente, refuerzan la posibilidad de la aparición de un desorden físico, cerebral o mental. El hipocampo fija la situación conflictual en el espacio/tiempo; el recuerdo lo tenemos porque la amígdala fija la emoción. Las investigaciones apuntan que el hipocampo tiene un papel muy importante

en

el

almacenamiento

de

recuerdos

episódicos

ligados

a acontecimientos vitales. Parece ser que el hipocampo coge toda la información que proviene de los sentidos y la asocia con una cosa, persona, lugar, etc. Por lo tanto, usamos lo que ya sabemos para comprender lo que no sabemos. También nos estimula a la búsqueda de lo nuevo y desconocido.

El Tálamo: Tiene un amplio rango de conexiones con la corteza y muchas otras partes del cerebro, como los ganglios basales, el hipotálamo y el tronco encefálico. Puede percibir el dolor pero no localizarlo con precisión. Procesa todas las señales procedentes del entorno.

El Hipotálamo: Es una glándula endocrina que participa en la liberación de numerosas hormonas reguladoras del Sistema nervioso autónomo (SNA) y tiene varias funciones importantes, incluidas el control del apetito, los patrones de sueño, la regulación de la temperatura corporal, la conducta sexual y la respuesta a la ansiedad. Es la parte más antigua, filogenéticamente hablando, del sistema límbico.

Los Ganglios Basales: Es otra estructura relacionada con el sistema límbico, aunque no forme parte estrictamente de él. El núcleo caudado, el putamen y el globo pálido forman los ganglios basales y están implicados en el control del movimiento. Asocian los pensamientos y sensaciones con las acciones físicas, permitiendo que el aprendizaje se automatice. Permiten también controlar los impulsos y la ansiedad.

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El Giro Cingulado: Cumple funciones determinantes del sistema límbico. Colabora con la memoria emocional (reminiscencias primitivas con el dolor, el llanto y el olor). Se encuentra involucrado en la formación de emociones, procesamiento de datos básicos referidos a la conducta, aprendizaje y memoria. Sus funciones básicas están centradas en proporcionar comunicación continua -es zona de paso y proceso continuo- desde el tálamo hasta el hipocampo. Es también el lugar de control para el trabajo atencional ejecutivo y esta misma estructura cerebral recibe las aferencias desde las estructuras emocionales en red que se asocian con el malestar humano, procesan las respuestas al estrés y modulan la conciencia.

Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la Universidad de Yale (Estados Unidos), aportaron pruebas de que la capacidad de aprendizaje y la memoria requieren de una amígdala intacta. Su experimento consistía en lo siguiente: pusieron a unos

chimpancés delante de dos cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso bocado; el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al cabo de unos segundos se permitió a los animales tomar uno de los recipientes cerrados. Los animales sanos tomaron sin dudarlo el cuenco que contenía el apetitoso bocado, mientras que los chimpancés con la amígdala lesionada eligieron al azar: el bocado apetitoso no había despertado en ellos ninguna excitación de la amígdala, y por eso tampoco lo recordaban.

Uno de los grandes impedimentos a la hora de trabajar con clientes durante una consulta en Bioneuroemoción, es el gran control que ejerce el cerebro cognitivo con relación a las emociones. Hay una separación entre ambos cerebros, y éste desarrolla una gran capacidad para no prestar atención a las pequeñas señales de alarma.

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En muchas ocasiones, las personas justificamos aguantar un mal matrimonio, una profesión que nos anula, relaciones familiares adictivas, etc. Este tipo de incoherencias son procesadas por el cerebro límbico y pueden relacionarse con alteraciones psicofisiológicas. En función de cómo perciba el individuo la situación conflictiva, la alteración puede manifestarse de una u otra forma. La capacidad de equilibrar el cerebro emocional y el cerebro cognitivo se conoce como inteligencia emocional. De alguna manera, nosotros, en Bioneuroemoción, intentamos que nuestros clientes aumenten su inteligencia emocional, que sean capaces de tomar conciencia de estos procesos tan rápidos y hacerlos lentos para su observación. La amígdala guarda las experiencias más dolorosas y se activa rápidamente con sólo apreciar cualquier similitud que tenga que ver con el trauma vivido en el pasado. Aún cuando la persona haya integrado sus emociones y vea la situación de otra manera, hay que mantenerse alerta frente a las situaciones que desencadenaron el conflicto. La amígdala no olvida jamás. Ella es la reguladora del miedo biológico y, por lo tanto, visceral. En ella no es posible el razonamiento; ante un peligro potencial, real o imaginario, descarga una serie de reacciones fisiológicas. Entonces puede activar otra vez el conflicto emocional que parecía superado. Es lo que en medicina se reconoce como recidiva. Se produce porque el cliente se expone a personas, situaciones o eventos que se programaron (engramas) y posteriormente activaron la respuesta biológica. Por eso, en Bioneuroemoción, solemos decir a los clientes que, para no tener problemas de recaídas, es adecuado tomar una distancia emocional (y, a ser posible, física) con el estímulo adverso. Es importante tener en cuenta que una conducta evitativa no resuelve el problema. Sin embargo, sí que da un margen de espacio/tiempo para comprender las emociones implicadas y cambiar las percepciones, consiguiendo de esta forma gestionar el impacto de otra manera. Esto es a lo que nos referimos cuando hablamos del concepto de Cuarentena, que expondremos y desarrollaremos más adelante.

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Nuestro objetivo es orientar a las personas para que aprendan a gestionar sus emociones frente a situaciones adversas y recuerdos dolorosos. Es aconsejable mantener una distancia emocional que nos permita observar una situación aversiva con menos implicación. De esta forma, mantenemos al cerebro emocional disociado de la situación y aprender a establecer un ambiente de seguridad emocional en el que no corremos el riesgo de superar nuestro umbral de tolerancia.

Hipotálamo: controla el apetito, los patrones de sueño, la regulación de la temperatura corporal, la conducta sexual y la respuesta a la ansiedad.

Giro Cingulado: proporciona comunicación continua -es zona de paso y proceso continuo- desde el tálamo hasta el hipocampo.

Tálamo: procesa todas las señales procedentes del entorno.

Hipocampo: su función principal es el recuerdo. Es el que almacena en la memoria todos los estados emocionales.

Ganglios Basales: asocian pensamientos y sentimientos con acciones físicas.

Figura 7. Sistema límbico 1

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Amígdala: su principal papel es la protección frente a cualquier situación de amenaza. Genera las emociones cuando hay algún tipo de sufrimiento.

6.3. Los Engramas Hemos visto cómo las emociones viajan a través de nuestro cerebro límbico hasta el neo-córtex. También hemos visto de qué maneras procesamos nuestras sensaciones corporales, cómo las racionalizamos y les damos una explicación. El término “engrama” proviene del griego en (en) y gramma (letra, escritura).

Un engrama es una marca orgánica sobre el tejido nervioso que se ha producido debido a un estímulo en el pasado individual y que será el soporte material de la memoria. Es una estructura de interconexión neuronal estable. La redes neuronales establecen sistemas inconscientes y mecánicos. El engrama pertenece a la mente reactiva e inconsciente donde se almacenan dolores, sensaciones, palabras, hechos, lugares, ruidos, etc.

El engrama puede contener redes neuronales relacionadas con nuestra historia familiar. Sería como si fuéramos muy sensibles a cierta información. Cualquier situación que pertenezca a un engrama puede disparar síntomas aparentemente superados.

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Figura 8. Conexiones neuronales 1

Cuando experimentamos un impacto emocional, nuestro inconsciente lo graba todo y nunca lo olvida. El engrama funciona aunque nos quedemos inconscientes. Gracias a estos engramas, podemos ir al momento en el que se originó el estrés que quedó anclado en nuestro inconsciente y realizar un cambio de percepción. Cuando esto se produce, significa que nuestra interpretación de los hechos es diferente y, por lo tanto, nuestras conexiones neuronales han cambiado.

Vídeo sesión grupal que encontraréis en el contenido multimedia del temario.

La activación de ciertos engramas (algunas frases, sonidos, olores, etc.) puede generarnos estados emocionales que nuestro razonamiento no alcanza comprender. Por eso, podemos reaccionar desproporcionadamente ante estímulos objetivamente neutros. En una consulta en Bioneuroemoción, cuando estemos con nuestro cliente, siempre procuraremos buscar el engrama más antiguo en la línea temporal. Muchas veces esto nos llevará al estadio pre-natal, que nosotros llamamos Proyecto Sentido. Una vez estemos allí, procuraremos ayudarnos de la hipnosis, para que nuestro cliente tome conciencia de los estados emocionales de mamá. En Bioneuroemoción partimos de una situación activadora, buscamos en ella los engramas y, a través de éstos, viajamos hacia el pasado en busca de situaciones que resuenen con este engrama inicial. Las resonancias (engramas) en el árbol genealógico y en el período embrionario (proyecto sentido) están interrelacionadas entre sí y se expresan en la vida cronológica de la persona.

Os recomendamos la visualización del siguiente vídeo sobre los engramas: https://www.youtube.com/watch?v=VCILM8EY8LA&list=PLG8 m0evQBh4TnB6L9dgPdDkPcyred8Bu-&index=4 1. 35

6.4. El cerebro del corazón Hay otro cerebro más pequeño pero no por ello menos importante. Es el cerebro del corazón; este órgano tiene decenas de miles de neuronas. Se dice que la buena conexión entre el cerebro y el cerebro del corazón es una de las claves de la inteligencia emocional. Por eso nosotros decimos en Bioneuroemoción que no hay que hacer aquello que creemos que tenemos que hacer (cerebro cognitivo) sino aquello que realmente sentimos (cerebro del corazón). Las personas con un grado elevado de inteligencia emocional son personas que están en un estado de paz la mayor parte del día.

“El corazón tiene razones que la mente no entiende” Blaise Pascal.

Para saber más os recomendamos el siguiente enlace: http://www.ilvem.com/shop/detallenot.asp?notid=3490

Investigaciones en el campo de la neurocardiología muestran que el corazón es un órgano sensorial y un sofisticado centro para recibir y procesar información. El sistema nervioso dentro del corazón lo habilita para aprender, para recordar y para realizar decisiones funcionales, independientemente de la corteza cerebral. Por otra parte, numerosos experimentos han demostrado que las señales que el corazón envía constantemente al cerebro influyen en las funciones de los centros más importantes de éste, sobre todo en aquellos que involucran a los procesos de percepción, de conocimiento y a los emocionales.

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Sentimientos aversivos como la culpa o la frustración están asociados con un errático, desordenado e incoherente patrón en el ritmo cardíaco. En contraste, sentimientos apetitivos como el amor o el aprecio están asociados con un suave, ordenado y coherente patrón en la actividad del ritmo cardíaco.

“Cuando alguien toma plena conciencia, no pregunta, actúa” Enric Corbera.

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7. El impacto emocional Todos tenemos un nivel de tolerancia a los estímulos exteriores que nos impactan emocionalmente. La gestión de las situaciones emocionales, es muy diferente para cada persona y está sometida a programas aprendidos, que pueden ser transgeneracionales, generados en el útero materno o a adquiridos edades muy tempranas. Para activar una respuesta de estrés, que active una respuesta de adaptación por parte de nuestro inconsciente biológico, el estímulo suele cumplir unos criterios, que son:

Prestar atención a la siguiente infografía sobre los criterios que cumple el estímulo.

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Para que la normotonía se altere, tenemos que estar frente a una situación que nos dispare algún engrama (conexión neuronal), sin que haga falta que sea muy impactante, sí con un cierto nivel de estrés o de preocupación. Una palabra, un olor, un ruido, una imagen, una sensación, por simple que sea activará el engrama como una orden hipnótica, dejándonos sobrepasados en un instante sin comprender el por qué.

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8. Emociones y salud Para hablar de la relación entre las emociones y la salud, comenzaremos citando un artículo del investigador Manolete S. Moscoso de la Universidad de Florida, quien realizó una investigación muy bien referenciada y fundamentada en argumentos sólidos y contrastados. Este autor hace referencia a múltiples investigaciones de épocas distintas (desde 1914 hasta 2009) que siguen el método cientificista. Dichas investigaciones se resumen en su artículo “De la mente a la célula: impacto del estrés en psiconeuroinmunoendocrinología”. Un extracto que sirve de ejemplo es el siguiente:

“Nuestra forma de pensar, creencias, y sentimientos no son nada menos que la actividad bioquímica en las células nerviosas de nuestro cerebro, la cual se expresa dentro de los sistemas endocrino e inmune determinando el estado de salud actual del individuo. La evidencia científica, hoy en día, demuestra que al modificar

nuestros pensamientos estamos modificando nuestra biología.” Kiecolt-Glaser, McGuire&Robles, 2002; Cousins, 1989.

Como vemos, la ciencia actual está más cerca que nunca de poder describir la influencia de las emociones en la salud de una forma precisa y específica a través de la Psiconeuroinmunoendocrinología. Entre otros avances, y según los autores Goldstein y Eisenhofer, existe sustrato teórico y experimental suficiente como para poder afirmar que “los factores ambientales, culturales, sociales, actitudinales, e incluso los rasgos de la personalidad cumplen un rol mediador y modulador en la respuesta fisiológica del estrés”. Si tenemos en cuenta que, dependiendo de la naturaleza o tonalidad del estrés percibido en una situación determinada, tendrá un tipo de consecuencia a nivel endocrino e inmunológico, podríamos concluir que nuestra forma de gestionarnos emocionalmente tendrá una consecuencia directa sobre nuestra salud. 41

Lazarus y Folkman definen como “Appraisal” la evaluación cognitiva de un individuo frente a un estímulo estresante. En esta evaluación, se encontrarían tanto la evaluación de la amenaza en sí como los recursos propios o capacidades de las que disponemos para hacerles frente (el equivalente al concepto de “creencias” en Bioneuroemoción). Es precisamente en este punto donde podemos deducir que si las creencias forman parte inseparable del impacto emocional recibido, el trabajo con las mismas se hace imprescindible para conseguir un proceso eficaz en la gestión de los estímulos aversivos. La Bioneuroemoción, además de nutrirse de estos enfoques también tiene en cuenta los estudios de Carl Gustav Jung, cuando refiere que:

“(…) Antes del comienzo de este siglo, Freud y Josef Breuer habían reconocido que los síntomas neuróticos -histeria, ciertos tipos de dolor, y la conducta anormal- tienen, de hecho, pleno significado simbólico. Son un medio por el que se expresa el inconsciente (…) Un paciente, por ejemplo, que se enfrenta con una situación

intolerable, puede provocar un espasmo siempre que trate de tragar: “No puede tragarlo”. En situaciones análogas de tensión psíquica otra paciente tiene un ataque de asma: “No puedo respirar el aire de casa”. El tercero sufre una peculiar parálisis de las piernas: No puede andar, es decir “ Ya no puede andar más”. Un cuarto, que vomita cuando come, “No puede digerir” cierto hecho desagradable. Podría citar muchos ejemplos de esta clase, pero tales reacciones físicas son solo una forma en que los problemas que nos inquietan pueden expresarse inconscientemente

(…).” El hombre y sus símbolos, Carl G. Jung.

Este apartado es una pequeña introducción teórica de la relación que existe entre las emociones y la salud. En los sucesivos temas, se trabajará con más profundidad y haciendo hincapié en los conflictos emocionales que pueden relacionarse con diferentes dolencias corporales.

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9. El inconsciente biológico

El inconsciente lo controla y graba todo. Procesa entre un 95%97% de los estímulos sensoriales percibidos. Tiene una prioridad: protegernos de cualquier peligro. No atiende a razones, no se detiene para preguntarse si algo está bien o no, ni siquiera se cuestiona la verdad de las cosas. El inconsciente simplemente actúa, y su respuesta debe ser rápida y lo más precisa posible. Además, almacena todos los recuerdos a través de las ventanas sensoriales del organismo.

Por ejemplo, podemos estar viendo una película en la que aparece una escena dramática que nos evoca un recuerdo doloroso personal, nuestra fisiología se agita y somos capaces de sentir lo que llamamos ansiedad: la respiración se altera, las manos sudan, el corazón cambia su ritmo y no sabemos muy bien qué nos pasa. El inconsciente no puede razonar ni comprender que estamos tranquilamente en el cine. Mediante la experimentación científica, se ha analizado cómo responde el cerebro ante ciertos estímulos, y se ha podido apreciar que el inconsciente reacciona a los doscientos milisegundos, mientras que el consciente lo hace a los cuatrocientos. Esto implica que, cuando hay una novedad, el inconsciente previene al consciente.

La neurociencia estudia lo que ocurre en el cerebro cuando una persona debe tomar una decisión en situaciones que implican carga emocional. ¿Qué ocurre un instante antes de tomar una decisión? Se ha observado actividad en las neuronas relacionadas con la decisión que se va a tomar, antes de que la persona sea consciente de ello.

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John-Dylan Haynes, investigador de la Universidad de Leipzig, afirma que nuestras decisiones son codificadas por el inconsciente mucho antes de que nos demos cuenta de nuestra intención. En otras palabras, que nuestro inconsciente ya conoce cuál es la decisión que tomaremos aunque nosotros mismos no lo sepamos de forma consciente. Para llegar a estas conclusiones, en un experimento, Haynes registró la actividad eléctrica del cerebro mientras sometía a las personas a una prueba muy sencilla: simplemente debían presionar uno de los dos botones. Cuando se les daba la orden de actuar, las personas debían elegir libremente si deseaban presionar el botón derecho o el izquierdo. Lo curioso es que la decisión consciente de pulsar el botón estaba

precedida (en unos cientos de milisegundos) por un potencial negativo del cerebro denominado "preparación potencial”, que se origina desde el área motora complementaria (una región del cerebro involucrada en la preparación del acto motriz). En otras palabras, nuestro cerebro se preparaba para la acción mucho antes de que la persona tomase conscientemente la decisión, lo cual ha llevado a Haynes a hipotetizar que nuestro inconsciente toma por nosotros algunas decisiones, quizás muchas más de las que

estaríamos dispuestos a aceptar. Cuando un recuerdo es doloroso, queda guardado en el inconsciente con todos los matices. Estos matices se relacionan con precisión, contienen todos los detalles que envuelven

una

situación

dolorosa,

como,

por

ejemplo,

un

determinado olor, un ruido, una música, una calle oscura, unas voces, una comida, un ambiente o determinada temperatura. Estos funcionan como engramas que se disparan cuando el inconsciente los detecta de nuevo, para avisarnos del peligro y evitar que la situación dolorosa se repita. 44

Para poder decidir correctamente, hay que emplear el inconsciente biológico en toda su magnitud y posibilidades. Las personas que son capaces de mantenerse impasibles mientras toman decisiones, que pueden ser rechazadas legal o moralmente por la sociedad a la que pertenecen, pueden hacerlo porque viven de forma coherente consigo mismas y con sus intereses. El inconsciente biológico lleva evolucionando millones de años. Por ello, ha aprendido a responder de una determinada manera frente a situaciones estresantes y perjudiciales para el individuo. Hace miles de años, cazar un animal era una cuestión de vida o muerte. Hoy en día, cazar un buen sueldo puede determinar el futuro de los hijos. El inconsciente reacciona biológicamente, ya sea frente a la caza de un animal o frente a la caza de una posición social. Las reacciones son siempre biológicas, ya que, tal como se explica al tratar el sentido biológico, llevan incorporados programas evolutivos preparados para entrar en acción ante cualquier dificultad que se presente. A continuación, exponemos algunos ejemplos:

Estamos paseando con un amigo por los Monegros y de pronto vemos unas perdices, y él nos dice: “va a ser un verano seco”. Y le preguntamos ¿y esto, cómo lo sabes? A lo que él nos contesta: “Porque la perdiz tiene pocos perdigones (crías)”. ¿Cómo lo sabe la madre perdiz? Paseando por el Parque Nacional de Doñana, el guarda forestal nos dice: “Esta cierva está comiendo los frutos de ésta planta, vamos a tener un verano caluroso y con poco pasto”. ¿Por qué? Le preguntamos; y el guarda

contesta:

“Porque

estos

frutos

son

como

píldoras

anticonceptivas”. ¿Cómo saben las hembras que va a ser un verano caluroso y seco y es conveniente tener pocas o ninguna cría? ¿Por qué una hembra de mono entra en celo si un macho secundario mata a su prole? ¿Por qué una mariposa cambia de color si está embarazada, enferma o rabiosa? ¿Qué o quién hace que un animal se mimetice? ¿Por qué el 30% de los elefantes de África nunca llegan a desarrollar los colmillos? ¿Cómo se explica que una leona, en un territorio en el que escasea la comida, tenga menos crías de lo habitual?

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Estas reflexiones nos servirán para explicar más adelante por qué cuando recibimos una mala noticia se nos quita el apetito, por ejemplo, o que de repente tengamos diarrea o ganas de vomitar. La respuesta a todas estas preguntas es muy simple: se trata de adaptaciones biológicas ante situaciones estresantes y de urgencia.

El síntoma es siempre una adaptación biológica. Lo más importante es aprender a interpretar nuestros síntomas como mensajes de nuestro inconsciente biológico.

Características del Inconsciente: Sólo una pequeña parte de la estructura cerebral se ocupa del consciente aprendido. El resto, que es el 95-97% restante, se ocupa del inconsciente intuitivo y emocional, encargado de grabar y dirigir todas las funciones para sobrevivir. Actualmente, se empieza a comprender que el inconsciente fue lo primero que surgió evolutivamente hace millones de años y que la conciencia se ha desarrollado mucho más tarde. Por lo tanto, a través de la evolución se han desarrollado muchos sistemas adaptativos útiles que han guiado la conducta.

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Una de las conclusiones a las que se ha llegado es que el seguimiento de objetivos conscientes, las motivaciones, las preferencias, etc., todas se basan en la información del sistema inconsciente. El inconsciente reacciona biológicamente debido a los programas evolutivos que nos han permitido sobrevivir sin conciencia. Para comprender cómo decide el inconsciente, debemos tener presentes cuatro características importantes: 1. El otro no existe. Para el inconsciente todo es uno, todo es yo. La proyección que hacemos sobre los demás es la proyección de nuestras necesidades. La empatía, esta capacidad de ponernos en la situación de los demás y llegar a hacer propio un problema que afecta a otro, es lo que abre la puerta a todos los conflictos de identificación y proyección. Podemos hacer nuestros los problemas de los demás, sufrirlos y que nos afecten. Hay una frase muy conocida que dice: «Me pones enfermo». Podríamos sustituirla por: «Me pongo enfermo viviendo un problema que no es mío». 2. La ilusión no existe. Para el inconsciente lo real, lo simbólico y lo imaginario es lo mismo. Nuestro inconsciente no puede diferenciar algo real de algo virtual. Cuántas veces nos hemos preocupado por nuestros hijos cuando nos despertamos a las cinco de la madrugada y ellos no están en casa. Pensamos que les puede haber ocurrido algo, y nuestro cuerpo experimenta toda una serie de sensaciones.

El ser humano tiene la gran capacidad de imaginar, es lo que mejor se le da a la conciencia: viajar en el tiempo, recordar el pasado o desplazarnos al futuro. Mientras, nuestro inconsciente se ocupa de lo que sucede en el momento presente y no puede separar lo que ocurre de lo que imaginamos que ocurre. Esto es fácil de comprobar, ya que sólo imaginar que mordemos un limón empezamos a salivar. Sucede lo mismo cuando nos preocupamos por algo, por ejemplo, sólo pensando que un hijo está en peligro ya se nos acelera el corazón. 3. Es atemporal. Para el inconsciente el tiempo no existe, solo existe el presente. Una experiencia vivida con emoción queda grabada y fijada en el espacio-tiempo y esta cualidad nos permite acceder a este recuerdo para trascender el conflicto asociado. Estudios científicos recientes demuestran que las neuronas deciden segundos antes de 47

que lo hagan las personas observadas individualmente. Esta es una cualidad muy útil para poder acceder al recuerdo inconsciente con el fin de gestionarlo de otra manera. Los recuerdos —especialmente los traumas— están siempre congelados en el tiempo, de tal manera que podemos acceder a ese acontecimiento en concreto y revivirlo para cambiar la emoción subyacente. 4. Es inocente. No puede juzgar porque la información que gestiona no se procesa por la corteza cerebral. Se activa a través de las emociones, dándole una respuesta aprendida a través de la evolución. No puede juzgar lo que está bien o mal porque esto pertenece al ámbito del consciente y del lóbulo frontal. El consciente siempre tiene una justificación para explicar la falta de coherencia de nuestros actos. Todos inventamos, de alguna manera, nuestras propias historias, nuestra propia película, para explicarnos a nosotros mismos y excusar nuestros actos.

Recuerda que para cualquier duda dispones del consultor/a de referencia en los espacios de comunicación del Campus Virtual.

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Sigmund Freud, mundialmente conocido como el padre del psicoanálisis.

Sigmund

Freud

tuvo

razones

muy

importantes para la defensa de la existencia de la mente inconsciente; las principales son: •

Los

fenómenos

de

hipnosis

le

mostraron que podemos saber algo

sin

saber

podemos

que desear

lo

sabemos,

algo

sin

y

que

saber la

Figura 11. Sigmund Freud 1

auténtica razón de ese deseo. •

La

referencia

permite

a

comprender

una los

motivación actos

inconsciente

fallidos

(acciones

aparentemente desprovistas de sentido por ser contrarias a la intención de la persona que las realiza) y las confusiones verbales o "lapsus linguae" que ocurren en la vida cotidiana y a personas normales. •

El mundo simbólico de los mitos, novelas y en particular los sueños; el análisis de los sueños era para Freud "el camino real" para acceder a la provincia de lo Inconsciente. Los sueños sólo

se

significado

pueden profundo,

entender no

a

partir

consciente,

de

un

distinto

del

significado explícito y superficial. •

Sus estudios sobre la histeria le hicieron ver que en la mente pueden existir experiencias y motivaciones determinantes de la

conducta y de la salud física sin que, por efecto de la represión, se sea conscientes de ello; •

Los

efectos

de

la

terapia

psicoanalítica

sólo

se

comprenden a partir de la teoría de la represión y de la descarga de una fuerza emocional inconsciente.

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Las neuronas espejo: Al principio se creía que las neuronas espejo solo servían para llevar a cabo aprendizajes, para adquirir conocimientos o destrezas a partir de la observación, como cuando las crías de los animales aprenden mediante la imitación. Los recientes estudios y los múltiples trabajos que se han realizado desde su descubrimiento, indican que sus implicaciones trascienden, y mucho, el campo de la neurofisiología pura, pues el sistema de espejo permite hacer propias las acciones, sensaciones y emociones de los demás. Resumiendo: «Las neuronas espejo te ponen en el lugar del otro». Estas neuronas confirman que somos seres sociales. La sociedad, la familia y la comunidad son valores realmente innatos. La imitación está muy mal vista hoy en día, ya que se nos dice: «no imites, tienes que ser original». Es un error: primero tienes que imitar y después puedes ser original (no hay más que fijarse en los grandes pintores como Picasso).

Visualizar el vídeo de “Neuronas espejo y empatía”: https://www.youtube.com/watch?v=o4PHuVCzeGY

Giacomo Rizzolatti, el neurocientífico de la Universidad de Parma (Italia) que descubrió las neuronas espejo, sostiene que estas neuronas se activan aunque no veamos la acción, sólo se requiere una representación mental. Esta afirmación refuerza la primera característica del inconsciente que hemos señalado: para éste, real y virtual es lo mismo.

Para saber más, os recomendamos la entrevista a Giacomo Rizzolatti del diario “El país”: http://elpais.com/diario/2005/10/19/futuro/1129672806_850215.html

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Podemos deducir de todo esto que las neuronas espejo son la prueba física de que somos seres sociales y de que la sociedad tiene un papel muy importante en la salud de cada uno de sus miembros. Cuando alguien se siente excluido de la sociedad, ya sea porque no tiene trabajo, porque siente que no se le comprende o porque no se le dan las oportunidades para realizarse, puede producirse un conflicto emocional que, a su vez, puede devenir en la activación de respuestas fisiológicas. Estas pueden afectar tanto en el plano mental como en el físico.

Las características más importantes del inconsciente biológico son: la no distinción entre lo real y lo virtual, la inocencia, la nodualidad y la atemporalidad.

“Los pensamientos y emociones son los vehículos que llevan al inconsciente nuestra forma de percibir y de entender el mundo que vemos y la interpretación que le damos. Sin emoción no hay comunicación con el inconsciente.” Enric Corbera.

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10. Las emociones en Bioneuroemoción Emociones primarias y secundarias Las emociones son esencialmente necesidades biológicas no satisfechas, podemos categorizar estas emociones en dos tipos, las viscerales o primarias, también llamadas “emociones ocultas” y las emociones racionales o secundarias, también llamadas “emociones sociales”. Las primeras tienen un soporte biológico diferente a la de las segundas.

• Primarias. Llamamos emoción primaria u oculta a aquella que se siente en el momento del impacto emocional. Es espontánea, reacciona al ambiente y la sentimos en todo nuestro ser. Es la emoción que se reprime por no ser aceptada socialmente y que cambia nuestra fisiología cuando es expresada. Favorece y

propicia la acción por parte del individuo que la experimenta. Cuando el componente conductual de respuesta no se puede controlar, ya que está mediado por el sistema nervioso autónomo; en ellas aparecen las respuestas vegetativas de diferentes órganos como la midriasis, la sudoración, las taquiarrítmias, las mímicas, las posturas, etcétera. • Secundarias. Llamamos emoción secundaria o social a aquella que, cuando se expresa, no cambia nada en nuestro interior. Es

la emoción que socialmente se acepta, la que intenta esconder un sufrimiento escondido por tabúes o creencias. Son aquellas que podemos expresar de manera social, asociadas a las relaciones interpersonales. Este tipo de emoción enmascara la emoción primaria u oculta. En la emoción secundaria o social, la persona no pasa o no quiere pasar a la acción, no quiere un cambio.

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Las estructuras del sistema límbico no son suficientes para soportar el proceso de las emociones secundarias. Debe de ampliarse la red, y ello requiere la participación de las cortezas pre-frontales y somatosensoriales.

Sistema somatosensorial: parte del Sistema Nervioso Central y del Sistema Nervioso Periférico que recibe e interpreta la información sensorial que llega a través de receptores situados en los músculos, articulaciones, ligamentos y tendones. Este sistema procesa la información referente al estiramiento, contracción y grado de tensión de los músculos. También evalúa la información sobre

la

posición,

presión,

dolor

y

temperatura

de

las

articulaciones.

¿Cómo se organizan las Emociones Secundarias? Imaginemos por ejemplo que nos encontramos a una persona con la cual ya hemos tenido cierta experiencia desagradable. Cuando la observamos, empezamos a experimentar toda una serie de sensaciones físicas, tales como palpitaciones, sudoraciones, respiración entrecortada, tensión muscular, etc. Si, por el contrario, esta persona es un viejo amigo, nuestra piel puede ruborizarse, el corazón acelerarse y los ojos expresar una sensación de felicidad.

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Todos estos procesos se inician con valoraciones propias conscientes que conservamos de una persona o situación. Estas valoraciones se expresan en forma de imágenes mentales organizadas en un proceso de pensamiento. Además a un nivel inconsciente, ciertas conexiones de la corteza pre-frontal responden de manera automática e involuntaria a señales que surgen del procesamiento de dichas imágenes.

Las representaciones pre-frontales necesarias para las emociones secundarias, se distinguen de las representaciones innatas que precisan las emociones primarias. Pero las representaciones secundarias necesitan de las primarias para expresarse.

Para la Bioneuroemoción, los sentimientos y las emociones sociales son la tapadera perfecta para ocultar nuestro gran objetivo que no es ni más ni menos la emoción primaria, o emoción oculta, que está asociada a una situación traumática y muy conflictiva emocionalmente. Gracias a la amígdala y al hipocampo, estos eventos quedan guardados en un espacio tiempo, pudiendo ser recuperados por las técnicas empleadas por dicho método.

Es importante que aprendamos a expresar estas emociones primarias y los resentimientos asociados a ellas sin los juicios predeterminados que hicieron que las ocultáramos en nuestro inconsciente.

Visualizar el vídeo de “El cerebro y las emociones: Antonio Damasio” : https://www.youtube.com/watch?v=7231xkml9qI

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¿Como se generan las emociones?

1º.- Vivo una experiencia traumática de fuerte impacto emocional. 2º.- El Sistema Límbico procesa este impacto y da órdenes al cuerpo sin pensar, la rapidez es vital. Entonces se producen todo un abanico de cambios y sensaciones corporales (damos un salto, nos escondemos, nos agachamos, corremos, demostramos ira frente a un competidor, etc.). 3º.- El Área Somatosensorial recibe todas estas sensaciones corporales y las racionaliza, gracias al Área Prefrontal, generando otro tipo de movimientos corporales. 4º.- El Área Prefrontal racionaliza las sensaciones físicas y se hace consciente de emociones (Emoción Social) y sentimientos. 5º.- Cuando las reprimimos se proyectan otra vez hacia el sistema límbico. Las emociones reprimidas (Emoción Oculta) pueden favorecer que se manifiesten ciertos síntomas físicos y/o psíquicos.

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11. El momento semilla

En este apartado, aludiremos al psicólogo William Braud, catedrático de psicología experimental de la universidad de Houston, ganador del premio University-wide Teaching Excellence Award (University of Houston) y uno de los máximos representantes de la psicología transpersonal.

Todos sabemos que una semilla es información. Contiene la esencia de algo que se desarrollará en algún momento y, si no es posible, la información se mantiene en ella a la “espera” de que se den las condiciones idóneas.

William Braud nos habla del “momento semilla” y nos dice que son “etapas en las que se originan eventos o síntomas corporales saludables o dañinos que se pueden manifestar más tarde en la vida cronológica de una persona”. Es decir, a lo largo de nuestra vida hay un primer momento, llamado “momento semilla”, en el que vivimos un impacto y el estrés que conlleva deviene una semilla que puede manifestarse en el futuro. En consecuencia, una enfermedad o un comportamiento conflictivo en el momento actual tendría su origen en ese “momento semilla” que se produjo antes en nuestra edad cronológica.

Para William Braud, según comenta, son los momentos en que la naturaleza aún no ha tomado una decisión. Explica que las actividades biológicas también son influenciables por la actividad mental, como, por ejemplo, el instante primigenio de desarrollo de una enfermedad. En un momento inicial de desarrollo, llamado momento semilla, es fácil alterar las probabilidades iniciales de manifestación de los acontecimientos, como si la intención mental pudiera empujar hacia una dirección u otra el devenir de los acontecimientos.

Dada esta circunstancia, Braud asume que es posible prevenir y/o sanar retroactivamente una enfermedad, ya que “podemos reescribir nuestra historia o parte de ella”, señalando que para conseguirlo “hay que incidir en el cambio de 56

emociones” en relación a la experiencia vivida en el “momento semilla”. Lo que pretendemos desde la Bioneuroemoción es buscar el momento semilla, el momento en el que se asentaron en nuestra psique unas creencias que condicionan nuestras experiencias en el presente.

Braud propone la posibilidad de viajar mentalmente en el tiempo para revivir nuestros propios “momentos semilla” y aportarles una información que sea beneficiosa para que la manifestación futura sea distinta. En resumen, un síntoma o un conflicto actual tiene su origen en una experiencia que quedó almacenada en nuestro inconsciente.

Desde la Bioneuroemoción sugerimos que este planteamiento sólo es posible desde una concepción no-lineal del tiempo en la que todo está interrelacionado. Al apartarnos de la secuencia pasado-presente-futuro, entendemos que todo confluye en un presente lleno de información relacionada con nuestro inconsciente.

En definitiva, cuando cambiamos la conciencia de un problema determinado porque comprendemos su origen emocional podemos tener la oportunidad de cambiar su percepción (cambiar la información) y trascender el estado de cosas que le hacían vivir en el problema o en el motivo de su consulta.

Cuando comprendemos el origen emocional de un estrés determinado, podemos cambiar la conciencia con la que lo percibimos y, de este modo, podemos cambiar esa información y trascenderla.

Albert Einstein afirma lo mismo cuando expone la siguiente idea: “Si no te gusta el mundo que ves, que sepas que no lo puedes cambiar, más si cambias tu pensamiento en relación a él, cambiará tu universo”. El método de la Bioneuroemoción pretende llevar a las personas a comprender que cada instante de su vida es una oportunidad para trascenderla y cambiarla.

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12. Condicionamientos bloqueantes

1. Conflicto de Procusto: La mitología griega es una fuente de sabiduría para toda persona dispuesta a ir más allá de las leyendas y los mitos. Los griegos, con sus mitos, nos enseñan a adentrarnos en el inconsciente y nos hacen ver comportamientos de muy difícil acceso. Antes de explicar en qué consiste el conflicto de Procusto, haremos mención a las referencias mitológicas sobre este personaje y su simbolismo:

«Procusto era un gran molestador. Tenía una estatura y fuerza prodigiosas. Atraía a su oscura mansión a los caminantes para robarles y, al mismo tiempo, hacerles sufrir atroces suplicios. Procusto acostaba a sus víctimas en un lecho de hierro y las sujetaba con firmeza. Si las piernas de sus prisioneros excedían los límites de la cama, cortaba de un hachazo la parte sobrante. Si, por el contrario, las piernas eran menores que la extensión del lecho fatal, las extendía hasta que dieran la longitud exacta del perverso tálamo. Este cruel uniformador social reducía a cualquiera que se animase a tener una altura diferente de sus dimensiones preferidas y exactas. Es el famoso salteador de la mitología griega (hijo de Poseidón) que atacaba indiscriminadamente a todos los peregrinos desprevenidos, mutilaba tanto a altos como a pequeños, simplemente porque no daban cabal cumplimiento a un modelo sin compasión ni criterio diferenciador».

Figura 12. La leyenda de Procusto. Imagen extraída de: http://www.ipsuss.cl/ipsuss/columnas-

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de-opinion/nicolas-fernandez/el-lecho-de-procusto/2015-01-04/225453.html

Procusto representa la intolerancia hacia lo que no se ajusta a la propia idea de cómo deben ser las cosas. Es la fuente del autoritarismo, de la uniformidad, de la intolerancia frente a las ideas nuevas, al cambio, el no cuestionarse nunca, la creencia de que la propia verdad está por encima de las verdades de los demás. A Procusto lo encontramos por todas partes, como por ejemplo en la difamación que sufren los científicos que descubren nuevas maneras de pensar, como el pensamiento holístico, la realidad cuántica o nuestro paradigma basado en la célebre frase de Carl Gustav Jung: «la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curarnos».

“A veces, cosas vistas y oídas en psicoterapia parecen extrañas, incluso a terapeutas curtidos. Pero cuando se oyen varias veces, en diversos enfermos, cuando se escuchan sin idea preconcebida, cuando se oye de un oído atento, a la vez neutro y benévolo, todo lo que el ser humano puede contar, dichas cosas pueden dar sentido (sentido subjetivo para el sujeto paciente) - y sentido para el terapeuta- sobre todo si uno no está apegado a una teoría que sería

probablemente reductora de lo que puede aparecer otra vez y que es inesperado, y luego, -luego solamente- pueden abrir nuevos paradigmas y volverse hechos clínicos, después científicos (dando sentido en un nuevo marco de referencias).” “La inquietante extrañeza”, ”, Sigmund Freud (Das Unheimlich 1919).

Hay que tener presente que un síntoma no sólo es causa de un conflicto emocional, sino que pertenece a un sistema multifactorial y multi-causal en el que la interacción de todas sus partes influye en nuestro organismo.

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En 1995 una revista especializada en medicina publicó un estudio sobre la relación entre la lactancia materna y los eccemas. Se demostraba que los niños destetados antes del año sufrían eccemas con más frecuencia que aquellos que habían

mamado

más

tiempo.

Los

autores

de

esta

investigación dedujeron que en la leche materna debía haber un anticuerpo que protegía a los niños contra las

manifestaciones cutáneas. 

En internet encontramos afirmaciones de todo tipo: «La lactancia materna protege contra alergias, eccemas y asma». Pero también encontramos afirmaciones del tipo: «La lactancia prolongada no protege contra los eccemas». ¿En qué quedamos?



Para nosotros, este hecho tiene otra lectura todavía más biológica: el eccema es un conflicto de separación, de falta

de contacto. En este caso, lo biológico y natural es que al niño se le dé de mamar como mínimo un año. La madre siente esta falta de contacto y el sistema del inconsciente del niño lo manifiesta en un síntoma. Debemos recordar que el niño y la madre son una unidad emocional.  Como se puede ver, la de Procusto es una actitud del Acompañante en Bioneuroemoción. Es importante resaltar en este apartado la importancia del Acompañante como observador que siempre debe de estar abierto a otras posibilidades y percepciones. Éstas le llevarán a salirse de su paradigma que puede mantenerlo atado a conductas bloqueantes.

Debemos aprender a dejar de proyectar nuestra forma de ver las cosas, nuestras creencias, nuestras suposiciones, y dar por sentado la solución de un determinado conflicto. 60

2. Conflicto de Diagnóstico: El diagnóstico médico es un juicio clínico sobre el estado psicofísico de una persona. Busca revelar la manifestación de una enfermedad a partir de la observación y el análisis de sus síntomas. Muchas veces en consulta nos quedamos bloqueados porque este conflicto está muy presente en el inconsciente del cliente. Es un conflicto que siempre está relacionado con la persona a quien damos el poder. Hay personas que dan el poder a su médico; otras, a su vidente; otras, a especialistas en otras disciplinas de salud. En cada caso, lo que el médico, vidente o especialista dice, controla sus pensamientos y sus creencias. Encontramos casos de personas a quienes les dieron tres meses de vida y a los tres meses fallecieron, mientras que otras, que no se lo creyeron, buscaron alternativas y vivieron años. En este punto, tendríamos que tener muy presentes los efectos nocebo y placebo.

“Hoy en día los estudiantes de medicina aprenden que una tercera parte de todas las enfermedades se curan gracias al efecto placebo». El efecto nocebo es todo lo contrario: uno puede empeorar si cree en los efectos dañinos de algo que está tomando o en los comentarios de alguien importante. Se trata de efectos muy relacionados con el conflicto de diagnóstico” Bruce H. Lipton.

Una de las cosas que hay que hacer en la consulta es analizar el momento en que le fue dado el diagnóstico médico al cliente, para luego estudiar el posible conflicto emocional que la comunicación que dicho diagnóstico produjo. En general, las personas viven un diagnóstico como un pronóstico. El cliente interpreta que tiene una enfermedad maligna, como un pronóstico de muerte segura. Así, el diagnóstico imprime una creencia en el enfermo. Hay personas que no van al médico por miedo al diagnóstico. En cualquier caso, lo viven como una sentencia. 61

3. La fidelidad familiar: Este es, según nuestra opinión, uno de los conflictos más importantes. Se expresa, la mayoría de las veces, a través del árbol genealógico. El cliente no sabe por qué no puede cortar una relación amorosa, por ejemplo. «Hay algo dentro de mí —dice— que me impide dejarlo». Durante la indagación, se puede descubrir, por ejemplo, que esta pareja es el doble de un abuelo suyo que abandonó a la familia o desapareció en la guerra. La fidelidad familiar bloquea al cliente y le impide tomar decisiones. Es como si tomar el camino deseado significara traicionar a su familia. Por eso, algunas personas no se casan para poder cuidar a sus padres, y otras están dispuestas a soportar todo tipo de maltratos y vejaciones por parte de miembros de sus familias. La mayor parte de las veces hay que buscar en el Proyecto Sentido y en el Transgeneracional. Nuestra experiencia clínica indica que en estos casos domina el Proyecto Sentido. Seguidamente podemos observar en un caso real cómo la fidelidad familiar puede influir en la vida de una persona:

Os recomendamos visualizar el vídeo de la sesión grupal sobre “Ejemplo de cómo la fidelidad familiar puede influir en la vida de una persona” que encontraréis en el contenido multimedia.

4. La identificación: Ya hemos hablado de la capacidad del ser humano de sentir empatía por las situaciones de otras personas, sobre todo si se mantienen lazos emocionales con ellas. Hacemos nuestros los problemas de los demás y esto impide superar los síntomas, porque seguimos implicados emocionalmente en los conflictos de algún ser querido. Ya hemos comentado las funciones que desempeñan las neuronas espejo, entre las que destaca la capacidad de ponerse en el sitio del otro. 62

Otro tipo de identificación está relacionada con la enfermedad que se tiene, en los casos en que ésta permite convertirse en el centro de atención. Esto puede llevar al sujeto a confundir su identidad con la enfermedad y, por lo tanto, a crear un bloqueo que no le permita avanzar. 5. El juicio crítico: Se trata de personas que viven en el control constantemente. Las personas que tienen este bloqueo lo critican todo, su criterio es el único válido, temen los juicios de los demás y lo quieren controlar todo. Sus juicios son ácidos, llenos de intolerancia hacia los demás y hacia sí mismos. En consulta, la justificación y los razonamientos son sus mayores directrices. Intentan agradar para que se les dé la razón y no tener que cambiar. 6. Beneficios secundarios: Se trata de un bloqueo que proporciona beneficios al cliente, que puede expresarlo con frases como: «Ahora me prestan atención», «si me curo, la Seguridad Social me retira la paga» o «siempre puedo hablar de mis enfermedades». 7. Referentes externos: Hay personas que viven pensando en los demás, pensando en lo que los demás piensan sobre ellas. Es un bloqueo muy común en consulta, sobre todo entre clientes con problemas osteo-articulares. Se trata de personas con graves problemas de desvalorización. Sus conductas suelen estar relacionadas con lo que hacen los demás, siempre quieren agradar y viven la vida de los otros en vez de vivir la propia.

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8. Relación con la madre: Es un bloqueo que afecta más a las mujeres que a los hombres, al menos según nuestra experiencia clínica. La madre, simbólicamente, es el alimento. De aquí derivan patologías como la anorexia y la bulimia. Se trata de una relación amor-odio con la madre. Es un bloqueo frecuente en clientes con madres castradoras, que someten a los hijos a su control: el hijo adopta una actitud sumisa y siempre está dispuesto a dejarlo todo para atender cualquier petición o capricho de su madre. Son personas que pierden la realidad de su propia vida, pues toda su existencia orbita alrededor de la madre. 9. El victimismo: Este bloqueo también es muy importante y frecuente en la consulta. Normalmente es la mujer la que representa este rol. Se trata de mujeres que esperan que los demás cambien y viven una vida de sumisión. Llevan programas de desvalorización muy importantes desde el útero materno. 10. El placer prohibido: Existen personas que no se permiten salir de sus guetos particulares. Cuando se les brinda reconocimiento, afirman con energía que no se lo merecen y se auto-sabotean. Si consiguen algo que anhelan o tienen la oportunidad de obtenerlo a través de personas o instituciones, les falta tiempo para atacarlas y así poder seguir alimentando su creencia en su falta de merecimiento. Cuando reclaman sus derechos, lo hacen con acritud, con enfado. Por descontado, se trata de un mecanismo inconsciente. 11. El perfeccionismo: Este bloqueo lo padecen personas que son inflexibles en sus argumentos. No se permiten cambiar ni volver atrás a la encrucijada que dejaron, para tomar otra dirección. La fluidez, la posibilidad de dejar que las cosas sean por sí mismas, es algo impensable para ellos. Su perfección es una manera de controlar a los demás, una manera de demostrar al mundo que ellos no comenten errores, todo ello fruto de una profunda desvalorización.

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12. Las creencias limitantes:

“Una creencia no es solamente una idea que la mente posee, sino una idea que posee a la mente”. Robert Bolt.

Características de las creencias: 

No se basan en un sistema de ideas lógico. Su función no es coincidir con la realidad.



Las creencias son como raíces aprendidas desde momentos muy tempranos. Fueron introducidas en nuestra infancia.



Dependen de quién y de cómo te las comunican.



Se establecen en tres niveles: Hechos, Interpretaciones y Significados.



La dificultad en cambiar las creencias desde la lógica o el pensamiento racional estriba en que las más arraigadas son inconscientes.



Condicionan una forma inflexible de vivir las experiencias.

Es muy importante que el Acompañante busque los programas que tienen adheridas ciertas creencias, para así poder hacer reflexiones sobre ellas y dar la oportunidad a nuestro cliente a cuestionarlas. Cambiar la verbalización de las creencias permite cambiar las percepciones y los estados emocionales subyacentes.

Es muy importante destacar la importancia de las creencias en nuestros bloqueos, pues no son nuestros programas los que nos impiden trascender, sino las creencias dogmáticas y muchas de ellas inconscientes, que nos lo impiden.

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“No puedes convencer a un creyente de nada, porque sus creencias no están basadas en evidencias, están basadas en una enraizada necesidad de creer”. Carl Sagan.

Ejemplos verbales de creencias:

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“Si me esfuerzo y lo hago bien, seré reconocido”.



“Este mundo es muy cruel y nadie ayuda a nadie”.



“Nadie me comprende en esta vida”.



“Yo soy completamente libre, hago lo que quiero”



“Si no hace lo que quiero, es que no me quiere”.



“El amor lo puede todo”.



“Si te hacen un favor tienes que devolverlo.”



“Si no me ven, no existo.”



“Tengo que ser fuerte y válido.”



“Los hombres son unos mujeriegos.”



“Decir la verdad y ser transparente te hace débil.”



“Si expreso lo que siento me van a rechazar.”



“Si yo hago las cosas bien, los demás deben hacer lo mismo”.

13. Condicionamientos auto-programantes

Un conflicto auto-programante, como su nombre indica, se produce sin necesidad de un evento exterior, depende del propio individuo. Este, a partir de sus creencias, crea su propia realidad. De esta manera se autogenera un conflicto que se alimenta a sí mismo, como si fuera una secuencia que se repite. Así pues, es el síntoma de la persona lo que causa el conflicto, lo que crea un segundo impacto vivido como una agresión del propio cuerpo. La persona está en un ciclo de pensamiento que causa una separación entre el cuerpo y la mente. Muchos de los conflictos auto-programantes pueden ser causados por los síntomas de la fase curativa de la afección. Si la persona no está informada, el síntoma causa un impacto que fomenta un nuevo síntoma o mantiene la enfermedad.

Una secretaria se desvaloriza porque cree que no escribe en el

ordenador a la misma velocidad que sus compañeras, lo que influye en manifestar

reumatismo

en

las

manos.

Cuando

supera

esta

desvalorización, entra en la fase curativa, lo que provoca una inflamación en las articulaciones de la mano que, otra vez, le impide escribir con la velocidad necesaria. Esto le causa una nueva desvalorización, y la persona no pasa a la fase cicatricial de la enfermedad.

Para evitar los conflictos autoprogramantes, es muy importante que el Acompañante informe al consultante de los posibles síntomas de la fase curativa, porque pueden ser molestos e incluso peligrosos. Es crucial que la persona tome conciencia para comprometerse y responsabilizarse de su proceso.

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Una persona que realiza una consulta sobre unos pólipos intestinales. Hay que avisarle de que la fase de curación es un sangrado y que si éste persiste hay que ir al médico, pero que no se asuste, pues como se verá más adelante, muchas veces cuando estamos enfermos, en realidad nos estamos curando. Es en esta fase donde los tratamientos médicos son más efectivos.

El acné se produce mayoritariamente en la adolescencia y es uno de los conflictos autoprogramantes más frecuentes. El acné representa un conflicto de rechazo hacia uno mismo, de desvalorización frente a los demás. La fase curativa consiste en una inflamación del folículo piloso y la glándula sebácea, que causa lesiones visibles principalmente en la cara, el pecho, la espalda o los hombros. Las lesiones visibles retroalimentan el conflicto de rechazo hacia uno mismo, lo que impide llegar a la fase cicatricial. Otro conflicto auto-programante muy frecuente es el conflicto de silueta. Hay varios conflictos que causan el sobrepeso o la obesidad, y uno de los que lo retroalimentan particularmente es el conflicto de silueta: desvalorizarse por el aspecto estético al no estar dentro de los cánones sociales. Se entra entonces en una espiral de conflicto que se alimenta a sí mismo.

Recuerda que para cualquier duda dispones del consultor/a de referencia en los espacios de comunicación del Campus Virtual.

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14. El Camino al Inconsciente 14.1. Definición El Camino al Inconsciente se inspira en el método desarrollado por Dr. Albert Ellis, es un método ampliado, que nos permite acceder a estados emocionales ocultos reprimidos.

Para saber más sobre el Camino al Inconsciente, recomendamos el manual de “Terapia Racional Emotiva” de Albert Ellis.

Figura 13. Libro “Terapia racional emotiva” A. Ellis 1

“El proceso del Camino al Inconsciente es inverso al proceso de la experiencia. De hecho, en el Camino al Inconsciente deshacemos el camino porque la primera impresión siempre es la emoción oculta.” Enric Corbera.

Podemos decir que el consciente es lo que coincide con el foco de atención, cuando me doy cuenta de lo que pasa. La conciencia solo ocupa un 3-5% de toda la actividad cerebral. El inconsciente es un nivel donde registro información sin darme cuenta, todo lo que queda fuera de la atención. Representa el 95-97% de la actividad cerebral. Cuando llega un estímulo externo o interno al sistema, el inconsciente lo registra antes de que tengamos conciencia de él. 69

El pensamiento es la capacidad que tienen las personas de formar

ideas

y

representaciones

de

su

realidad

mental,

relacionando unas con otras. Es una actividad cognitiva en la que hay un diálogo interno con uno mismo, en el que se sacan conclusiones, opiniones, etc.

El sentimiento es una expresión mental de la emoción y no se expresa en el cuerpo. Coincide con lo que podemos llamar “valores”. Por ejemplo: plenitud, bienestar, cariño, etc. Cuando las experiencias

son

difíciles,

coincide

con

lo

que

llamamos

antivalores: rechazo, abandono, soledad, traición, etc.

Desde la Bioneuroemoción no calificamos las emociones o los sentimientos en positivos o negativos. Esta catalogación depende de juicios de valores. El odio, por ejemplo, se puede catalogar como sentimiento negativo y, por ello, las personas pueden llegar a hacer todo lo posible para reprimirlo. El odio es una sentimiento más, una etiqueta a una reacción visceral de ataque. Cuando observo mi odio y dejo que se exprese, entonces lo puedo soltar.

La Bioneuroemoción busca liberar las emociones que nos bloquean

mediante la comprensión y la ausencia de juicio.

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“Los sentimientos son en primera instancia un fenómeno físico. Nuestro cuerpo reacciona de una forma u otra según el entorno y las circunstancias que lo rodean. Una vez el cuerpo ha reaccionado, el cerebro asimila estos cambios y los traduce al lenguaje de las emociones. Es entonces cuando sentimos. Tras ello, podemos racionalizar lo que sucede y tomar una decisión meditada.” Antonio Damasio.

Antonio Damasio establece la relación entre los sentimientos y la anatomía del cerebro, pone de manifiesto la importancia de la conexión entre el córtex frontal y las zonas profundas del cerebro -como la amígdala- a la hora de tomar las decisiones comunes para cualquier persona que se enfrente a la necesidad de actuar frente a la sociedad. ¿Por qué diferenciamos los términos “emoción” y “sentimiento”? La razón es que, aunque algunos sentimientos están relacionados con las emociones, otros muchos no lo están; todas las emociones generan sentimientos. Podemos decir que las emociones pertenecen al cuerpo y los sentimientos a la mente. Los sentimientos son la expresión mental y la interpretación de unas sensaciones físicas a las cuales les pongo una etiqueta, como por ejemplo: “me siento impotente, frustrado.” Las emociones secundarias y los sentimientos de alguna manera están relacionados con la corteza pre-frontal; ambos necesitan de unas imágenes mentales para iniciar el ciclo. En cambio, las emociones primarias u ocultas son biológicas y las compartimos con los demás mamíferos. La emoción oculta o primaria aparece cuando una necesidad biológica no ha sido satisfecha y es la que se siente en el momento del impacto. Es espontánea, básica para la supervivencia. Es una reacción frente al ambiente. Se manifiesta con una sensación física en un lugar específico. La emoción social o secundaria es aquella que nos atrevemos a expresar, la que no se reprime.

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14.2. Estructura El Camino al Inconsciente es un protocolo que nos permite acceder a la emoción oculta para averiguar qué necesidad biológica no ha sido satisfecha en una situación de estrés. Para ello, se proponen unos pasos que nos permiten acceder a la información inconsciente.

En Bioneuroemoción buscamos la emoción que no se ha expresado y que corresponde a una función biológica que no ha sido satisfecha.

1. Escenario Hace referencia a la descripción y contextualización de la situación de conflicto. Una situación conflictiva se produce en un momento determinado y está rodeada de unas circunstancias muy concretas. Por lo tanto, debemos situarnos mentalmente en ese contexto general antes de comenzar la indagación. Para ello, procederemos a definir el contexto mediante preguntas, como por ejemplo: en ese momento, ¿dónde vives? ¿con quién? ¿estado civil? ¿trabajas o estudias? ¿tienes hijos? ¿tienes mascotas? ¿de qué edad? ¿dónde viven tus padres? ¿Y tus suegros? etc. Es necesario que la persona se asocie al escenario y lo reviva como si estuviera ocurriendo en el presente. 2. Situación de estrés Hace referencia a la secuencia de hechos que ocurren entre los elementos del escenario y que conlleva un estrés para el cliente. Es necesario que la persona se asocie a dicha secuencia de hechos y que la reviva como si ocurriera en el presente; por ello, debemos utilizar el presente como tiempo verbal. Durante un proceso de acompañamiento en Bioneuroemoción, el Acompañante debe comportarse como un detective; debe tener el mando de la “investigación”. Estos dos primeros pasos son los más relevantes del acompañamiento completo. El cliente debe limitarse a responder las preguntas de forma concreta y específica. La tendencia habitual en este punto es que el cliente intente dar opiniones o, directamente, explique el por qué ha llegado a dicha situación. La historia que puedan explicar no es más que una interpretación sesgada de lo que realmente les ocurrió. Por eso, decimos que el 72

Camino al Inconsciente trata de encontrar “la historia que hay detrás de la historia”. Esto no significa que la persona nos quiera engañar de una forma consciente, tan sólo es una protección inconsciente de la psique del cliente. Nuestra labor, como Acompañantes en Bioneuroemoción, es construir un Escenario y una Situación de estrés a partir de los datos del cliente. En este punto sólo se pueden dar detalles objetivos, sin opiniones al respecto. Cualquier opinión, explicación o justificación por parte del cliente hace que nuestra mente se condicione con información inespecífica y/o irrelevante y, de este modo, vaya construyendo un escenario distorsionado.

Os recomendamos visualizar el vídeo sobre “Escenario y situación de estrés” que encontraréis en el contenido multimedia.

3. Pensamiento En este paso preguntaríamos: “¿qué es lo que piensas cuando te pasa esto? ¿qué te dices internamente…? ¿…qué más te dices en esta situación?” El pensamiento es muy rápido y casi siempre pensamos con imágenes, no con palabras. De todos los pensamientos que tiene la mente sobre una situación de conflicto, hay que llegar a uno que esté en coherencia con el estrés o con el síntoma (en el caso de que estemos realizando un acompañamiento a partir de un síntoma). Por lo tanto, no sirve cualquier pensamiento, es necesario indagar en el diálogo interno que se tiene en el momento del impacto emocional y no quedarse con el primero que a uno se le ocurre expresar. A la hora de buscar las emociones reprimidas es muy importante buscar el pensamiento original, el pensamiento primigenio que tenga relación con el motivo de consulta. 73

Lo que nos causa dolor y sufrimiento no son los hechos en sí mismos, sino la interpretación que hacemos de los mismos que, a su vez, generan en nosotros pensamientos, sentimientos y emociones que se acumulan en nuestro inconsciente. Una emoción puede generar muchos sentimientos y éstos, a su vez, generar miles de pensamientos. No nos sirve cualquier pensamiento. Por ello: a. No hay que quedarse con el primer pensamiento ;

que el cliente exprese,

como mínimo pediremos tres. b. Sólo nos interesa aquel pensamiento que tenga concordancia con el motivo de consulta. c. Debemos buscar cuál es el pensamiento recurrente, el que más afecta a la persona y el que causa mayor emoción y estrés.

Un ejemplo de pensamiento en coherencia con el síntoma: - Caso de una mujer con atrofia de tiroides. Situación de estrés: acaba de regresar con su pareja de una estancia en Berlín. Está en su apartamento de Barcelona, recién instalada y viviendo con él. Se da cuenta de que le es infiel y al momento le da un ataque de taquicardia. Un pensamiento de otros tantos: “No me lo puedo creer, ¡tengo que cortar esto!” Pensamiento válido: “He perdido mi tiempo” (la tiroides puede estar relacionada con conflictos con el tiempo; este tipo de asociaciones simbólicas serán desarrolladas más adelante)

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4. Sentimiento En este paso preguntaríamos: “¿Cómo te sientes?” Se refiere a la emoción procesada por nuestro cerebro. Sentimientos hay muchos, son algunos ejemplos: disgustado, impotente, atrapado, etc. Igual que el pensamiento, el sentimiento debe de estar relacionado con el motivo de consulta. Por sentimiento nunca aceptaremos ninguna de las 5 emociones básicas (ira/cólera/rabia, asco/aversión, miedo, tristeza y alegría).

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5. Emoción social En este paso preguntaríamos: “¿Qué emoción experimentas?” Nos referimos siempre a las emociones biológicas básicas, las que compartimos con los demás mamíferos: ira/cólera/rabia, asco/aversión, miedo y tristeza. La alegría también es una emoción básica, pero no es habitual experimentarla asociada a una situación de conflicto. Como hemos señalado anteriormente, esta emoción es la que el cliente se permitió expresar en la situación de conflicto, la emoción aceptada socialmente que oculta la que realmente experimentó. 6. Sensación física En este paso preguntaríamos: “¿Dónde sientes esta emoción en tu cuerpo?” Es el lugar en el cuerpo donde se siente la emoción. Mayoritariamente se encuentra en el torso, entre el cuello y el abdomen. Según la emoción oculta que esté experimentando el cliente cambiará la localización de la misma. Pudiendo de este modo chequear la coherencia entre lo que nos dice y dónde lo siente en el cuerpo. 7. Emoción oculta En este paso preguntaríamos: “¿Cuál es la emoción que has reprimido? Es diferente de la emoción social. Se reprime a nivel inconsciente porque la persona cree que no está socialmente aceptado mostrarse de esa manera. Integrar esta emoción es una de las finalidades de la Bioneuroemoción. Cuando esta emoción se expresa, la persona se siente liberada y su expresión cambia. Como podemos ver, la emoción oculta se expresa como una necesidad biológica no satisfecha. Cuando la persona asume esta emoción, entonces se puede replantear una decisión. Esta toma de conciencia implica un cambio de percepción y debe conducir directamente a pasar a la acción y realizar actos conductuales acordes a esta nueva percepción.

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8. Resentir (expresión de la emoción oculta) En este paso preguntaríamos: ¿Qué es lo que no te has permitido expresar en esta situación?” Hay que expresar lingüísticamente la emoción y el resentimiento hacia algo o hacia alguien. Muchas veces el resentimiento responde a preguntas como: “¿qué le dirías a esta persona si la tuvieras delante ahora? ¿Cómo es una persona que se comporta de esta manera, que te trata así? ¿Qué necesidad tienes en este momento?” Siempre debe de ir dirigido hacia algo o alguien; pueden ser varias personas, una institución o algo impersonal (la vida, el estado,…), nunca es hacia uno mismo. Cuando una persona es capaz de sacar la emoción oculta, dice cosas como: “nunca me has aceptado”, “me has dejado sola”, “me ahogas”, etc.

La emoción oculta se libera mediante la expresión verbal. Se trata de un momento en el que lo no dicho se puede, por fin, decir al mundo.

Camino al inconsciente de un joven de 28 años con una lesión en el menisco de la rodilla derecha:  Situación: -

Escenario: soltero, vive con sus padres, no tiene trabajo, está terminando sus estudios y hace pocos meses que sale con una chica.

-

Argumento: la chica le dice que quiere tener un hijo con él.

• Pensamiento: ¡está loca! (este es el primero que dice, pero no tiene relación con una lesión de rodilla)… ¡No sabe lo que dice! (este tampoco) Me está presionando (este sí). • Sentimiento: obligado.

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Emoción: rabia.



Sensación física: en el pecho.



Emoción oculta: miedo a ser abandonado.

14.3. Aspectos relevantes del acompañamiento en Bioneuroemoción 

El cliente que viene a la consulta debe de expresarse en un tiempo presente y permanecer bien asociado al escenario y a la situación de estrés.



Hay que fijarse y prestar atención al léxico, a las palabras que utiliza nuestro cliente.



Evitar que proyecte su historia en los demás, es decir, evitar que hable del otro, sí de él/ella en relación a las otras personas. Supongamos que una persona nos dice: “no sé cómo gestionar la relación de mi hijo con su padre biológico y con mi pareja actual”; mientras otra con un problema similar nos dice: “es que mi marido no me deja…”. A la segunda, como Acompañantes, nos debemos de mostrar incapaces de entenderla. La segunda proyecta su problema, su bloqueo en el otro; ella espera inconscientemente (o conscientemente) que sea el otro que cambie. Esto en Bioneuroemoción no es computable, hay que impulsar a nuestro cliente a que asuma su responsabilidad y que sea ella quien se dé cuenta de que tiene que cambiar y pasar a la acción. Hay que sacarla del victimismo.

Los Símbolos: Este concepto, acuñado por Carl Gustav Jung, también tiene su relevancia en nuestro método de estudio. Un buen Acompañante trabaja profundamente con la sombra, esta parte

de la psique que se halla en nuestro inconsciente y que engloba todo aquello que uno no desea ser, nuestro lado oscuro, nuestros impulsos primitivos, Figura 14. Carl Gustav Jung 2

nuestra amoralidad, el instinto de supervivencia, etc.

La sombra se expresa siempre de una manera excesiva ante los acontecimientos diarios. Cuando vemos los defectos de los demás, cuando nos sentimos humillados por lo que dicen o hacen otras personas, nuestros los enfados desproporcionados, etc., son ejemplos de

proyecciones de nuestra sombra. 78

Los sueños son un canal muy frecuente de manifestación de la sombra. Nuestro inconsciente, a través de los sueños, se manifiesta utilizando símbolos y arquetipos muy arraigados a nuestra cultura y al inconsciente colectivo. Es importante enseñar a nuestros clientes a darse cuenta de cómo

proyectan su sombra en el “espejo” de la persona o situación que tienen en frente. Tomar conciencia de que lo que más les gusta o más les disgusta, son solamente proyecciones de su propio inconsciente y, concretamente, de su sombra. La terapia del espejo es muy útil para desentrañar estos procesos mentales.



El cliente evitará en lo posible ser concreto y explícito, tenderá a las generalizaciones, cosa que se debe de evitar. Hay que dejarle muy claro que sea concreto y específico; como Acompañantes, un recurso muy útil es pedir siempre un ejemplo concreto de cada cosa. Os recomendamos visualizar el vídeo de consulta que encontraréis en el contenido multimedia.



La persona que se consulta viene con su historia, con su explicación y con su justificación. Hay que evitar, en la medida de lo posible, que contamine nuestra psique con su historia y con su “verdad”. Os recomendamos visualizar el vídeo de sesión grupal que encontraréis en el contenido multimedia.

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Normalmente nos encontraremos

con

nuestro

cliente

está

en

la

explicación, es como si previamente se hubiera hecho un psicoanálisis. Hay que evitar que interprete y llevarle a la experiencia, a la vivencia, a la emoción. 

Veremos muy a menudo que nuestro cliente intentará salirse del momento semilla, o momento de la situación conflictiva. Sirva como ejemplo: El especialista concreta “..bien, entonces , en este momento tu suegra vive en tu casa”, y la clienta dice: “bueno ahora ya no es así”. Habría que resituar a la cliente otra vez en el escenario de la situación conflictiva para que pueda asociarse a ella.



En ocasiones es posible que nuestro cliente piense que debe dar una respuesta correcta o que debe de contestar algo específico. Hay que dejarle muy claro que lo que nos interesa son las expresiones espontáneas, no pensadas.



Intentará por todos los medios justificarse; es nuestra responsabilidad como Acompañantes evitarlo y reconducirlo.



El Acompañante nunca ha de olvidar que debe mantener una mente cuántica; es decir, ser plenamente consciente de que en nuestro cliente está toda la información y que todo lo que le ocurre habla de su historia familiar, todo son pistas (Este concepto hace referencia a la teoría del holograma de Denis Gabor).



El Acompañante no debe de dar nada por supuesto. Hay que tener una mente detectivesca y estar atento a las incongruencia del cliente cuando responde a nuestras preguntas. Repetirá la misma pregunta en distintos formatos, para comprobar si el cliente siempre responde lo mismo.



Debemos estar atentos a las creencias limitantes del cliente. Una de las pistas para encontrarlas es mediante el lenguaje. La forma de hablar en relación a las personas y a las circunstancias que lo rodean nos muestran estas creencias.

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Hay que prestar especial atención a las frases que empiezan por: «tengo que», «debería de», «no puedo». Las creencias determinan de una forma inconsciente nuestra conducta. El gran problema de las creencias es “creer que lo que creo es verdad”. Buscamos constantemente refrendarlas en todo lo que vemos a nuestro alrededor.

“Gran parte de lo que llamamos razonamiento consiste en encontrar argumentos para seguir creyendo lo que ya creemos.” James Harvey Robinson.

Muchas creencias se basan en la experiencia personal. Una misma situación es vivida de forma diferente por distintos individuos. Entonces, ¿es real la experiencia o son mis creencias las que la determinan? Por eso se hace imprescindible encontrar en consulta esas creencias limitantes, las que nos impiden reinterpretar la información y cambiar nuestras vidas. 

Hay que buscar los engramas, es decir, todo lo que nuestros sentidos graban cuando estamos en estrés, cuando estamos en el momento semilla: olores, ruidos, voces, sensaciones corporales, palabras, etc. Actuarán como órdenes hipnóticas que nos hacen reaccionar de una forma exagerada y desproporcionada. Estos engramas nos ayudarán muchísimo a encontrar la resonancia en el árbol genealógico

81

15. La Cuarentena Cuando la persona toma conciencia de la relación que hay entre su historia familiar con respecto a sus experiencias vitales conflictivas, se produce un cambio de percepción al liberar la emoción oculta y el recuerdo deja de estar asociado a un resentimiento. Este cambio de percepción implica una reestructuración neuronal que la persona tiene que reafirmar con su conducta, de tal modo que deba llevar a cabo acciones y/o comportamientos que estén en coherencia con esta nueva percepción. Esto significa ser más asertivo y coherente con uno mismo. Aún así, hay personas que para desarrollar su asertividad sienten que deben pasar por un proceso de aislamiento. Nuestra experiencia nos sugiere que este proceso es independiente de la gravedad del la situación conflictiva, pues hay personas que pueden superar rápidamente experiencias muy traumáticas y personas con situaciones conflictivas de menor intensidad que no llegan a trascender. Cuando hablamos de Cuarentena nos referimos a este proceso de aislamiento. Esto no es algo sistemático que deba aconsejarse a todas las personas. De hecho, la filosofía de la Bioneuroemoción no impone ningún comportamiento. Es por ello que si la persona decide aislarse de su entorno cotidiano, lo hará por voluntad propia y tomando dicha decisión libremente. Lo más importante no es la distancia física, sino la distancia emocional. Sin embargo, en muchas ocasiones, la distancia física facilita dicha distancia emocional. El proceso de Cuarentena se puede relacionar con diferentes referencias bibliográficas que demuestran que la distancia física tiene efectos sobre el estado afectivo de las personas y sobre sus juicios y que, a su vez, la distancia emocional (influenciada por la distancia física) tiene efectos positivos sobre la salud de las personas. En este sentido, Lawrence E. Williams y John A. Bargh (Yale University) examinan el poder de las señales de distancia física para moderar las experiencias 82

emocionales de las personas y afirman, textualmente, que “la distancia física y el afecto están inextricablemente relacionados, porque el principio de <> está profundamente arraigado dentro la composición biológica de los seres humanos” y que “probablemente, lo más sorprendente es que el condicionamiento de la variable <>, a través de un método tanto discreto [haciendo referencia a un sistema plano de coordenadas cartesianas], haga reducir la fuerza reportada de los vínculos emocionales que las personas sienten respecto de su familia y su ciudad natal”. Concluyen el estudio revelando “la importancia fundamental de las señales de distancia en el entorno físico para modelar los juicios de las personas y de sus experiencias afectivas”. Por su parte, Edward B. Blanchard, en su artículo “Estudios de la traumatización vicaria de estudiantes universitarios por los ataques del 11 de septiembre: efectos de proximidad, exposición y conexión”, afirma que “se demuestran niveles más elevados de Desordenes del Espectro Autista (ASD), síntomas propios de ASD, Desórdenes de Estrés Post-Traumático (PTSD) y síntomas propios del PTSD a mayor proximidad geográfica a la Ciudad de Nueva York”. También encontramos otras referencias relacionadas con el tema en el ámbito de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), como es la técnica Qigong propia de la medicina china y que se practica en el Hospital Huaxia Zhineng Qigong desde 1988. Las estadísticas de esta clínica muestran una tasa de éxito del 95% en un estudio realizado durante 5 años, tal y como se nombra en el artículo de Ernesto Bonilla (referenciado al final del tema). Asimismo, Alan Johnson, autor, médico y profesor de la terapia médica del Qigong y considerado la autoridad líder de América tanto en China como a occidente explica que “cuando los pacientes ingresan en su hospital, se les asigna un grupo de soporte. Este grupo de soporte está formado por pacientes anteriores y actuales que han sobrevivido o están en el proceso del mismo tipo de cáncer. Para ayudar a los pacientes en su curación y ofrecer todos los beneficios emocionales durante la recuperación, los visitantes, las llamadas, las cartas, la televisión y la prensa están prohibidas durante 6 semanas. El motivo por el cual este tipo de aislamientos se implementan es debido a que el cambio de un patrón energético suele ser 83

aproximadamente de 6 semanas. La separación del entorno emocional anterior al paciente asegura un entorno saludable controlado, en el que ni la familia ni los amigos pueden afectar negativamente en el proceso de curación (a través de comentarios o actitudes críticas)”.

“Cuando aprendemos a tener miedo de algo, se crean asimismo nuevas conexiones entre un determinado grupo de células cerebrales, formando lo que LeDoux llama una reunión de células. Parece ser que dichas reuniones de células, que contienen el recuerdo del desencadenante aprendido, son unos registros fisiológicos permanentes de lo aprendido. Conforman lo que yo llamo base de datos de alerta emocional. Sin embargo, es posible aprender a interrumpir la comunicación entre las reuniones de células y el comportamiento emocional. El desencadenante pone en funcionamiento la reunión de células, pero la conexión entre ella y nuestro comportamiento emocional puede cortarse, al menos durante un tiempo… (…) También podemos aprender a cortar la conexión entre el desencadenante y las reuniones de células de manera que, aunque la emoción no se dispare, la reunión de células se conserve, la base de datos no se borre y continúe existiendo la posibilidad de conectarla de nuevo al desencadenante, con lo que nuestra capacidad de respuesta

seguirá

manteniéndose.

En

determinadas

circunstancias, cuando estemos bajo un tipo concreto de presión, el desencadenante volverá a activarse, conectados a la reunión de células, y la respuesta emocional surgirá de nuevo.” “El rostro de las emociones” (pág. 67), Paul Ekman.

84

“La enfermedad es un proceso creativo y de transformación psíquica. El inconsciente personal, a diferencia de los procesos conscientes, sólo puede ser inferido mediante algunas actividades humanas, como los síntomas, los complejos y los símbolos.” Carl Gustav Jung.

La Cuarentena es un período de aislamiento que tiene como objetivo principal recuperar el contacto con uno mismo y, por ende, recuperar el estado de salud.

Robert Newman, en su libro “Calm Healing”, expone ciertas formas especiales de meditación tibetana practicadas en una obscuridad absoluta, conocidas como “El Retiro del Bardo”. La palabra tibetana “Bardo”

significa

intermedio",

literalmente

también

traducido

"estado como

"estado de transición”. Este retiro dura siete semanas (cuarentena y nueve días) Figura 15. Libro “Calm Healing” R. Newman 1

en una habitación oscura especialmente preparada, donde la persona experimenta toda una serie de vivencias y procesos.

La idea es bastante simple: la oscuridad, la privación de la luz, produce una alteración de la mente. Hay desorientación porque uno se desconecta de las referencias externas, facilita el foco de atención en el mundo interior.

85

En la cultura occidental, el término bardo puede referirse a una suspensión de nuestra vida ordinaria, debido a, por ejemplo, la realización de un retiro espiritual. Tales oportunidades proveen un fructífero avance espiritual, debido a que se reducen las restricciones externas. Sin embargo, es también un desafío debido a que nuestros impulsos torpes pueden surgir de la misma forma, provocando un estado parecido a las personas que se desintoxican de sustancias como las drogas.

86

Existen multitud de referencias sobre la cuarentena en la biología: 

Los cuarenta días que una mujer necesita estar en reposo después del parto para el cuidado de sí misma y de su bebé. Es el tiempo necesario para que su útero se recupere y los tejidos vuelvan a su lugar.



Para recuperarse de una fractura, se necesitan 40 días.



La gestación humana está entre las 38 y 42 semanas.



Cuando hay una epidemia, por ejemplo el ébola, se considera a un país libre de ésta cuando no hay ni un caso más de infección durante cuarenta días.

Algunos ejemplos históricos del concepto: • El año 549 d.c., a raíz de una de las epidemias más devastadoras de la historia, la peste bubónica, el emperador bizantino Justiniano, promulgó una ley que pretendía obstaculizar y aislar a personas que llegaran de las regiones infestadas de plaga. • En 583 d.c., el Consejo de Lyon prohibió a leprosos convivir libremente con personas sanas; se crearon los leprosorios. •

En 600 d.c., China trazó una política bien establecida para detener los marineros afectados por la plaga y los viajeros extranjeros que llegaran a puertos chinos.

• Venecia establece la primera estación de cuarentena marítima

conocida en el mundo en Santa María di Nazaret, una isla en aguas de Venecia. • En 1521, se abre la primera estación de cuarentena marítima de Francia en el puerto de Marsella. Un siglo más tarde, funcionarios de la ciudad promulgan una ley prohibiendo que los viajeros entren en la ciudad sin un examen médico preliminar.

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Como Cuarentena podemos hacer referencia también a los retiros médicos occidentales. Hasta hace un par de décadas, ciertos médicos recomendaban que para mejorarse de las dolencias era adecuado viajar a ciertos sitios. A veces eran lugares físicos, donde el aire era más limpio o hacía buen tiempo. Otras veces eran lugares psicológicos, donde podías alejarte del ambiente donde vivías e ir a ambientes totalmente diferentes que no te recordaran al contexto donde se experimentaron los anclajes aversivos. En estos nuevos ambientes, se recomendaba hacer cosas totalmente diferentes a las habituales.

Una forma simple de cuarentena surge cuando, ante una situación conflictiva, se encuentra alguna forma de evitarla y eso posibilita que mi cuerpo se recupere. Por ejemplo, si tenemos alergia a las gambas, no tomamos gambas. O si alguna persona nos “cae mal”, la evitamos. Aunque parezca algo simple, en la práctica real hay personas que lo pueden vivir como algo muy difícil o incluso imposible de realizar.

Una forma más compleja de cuarentena surge cuando vivimos una situación conflictiva y no la podemos evitar, bien por imposibilidad física o bien por un bloqueo mental. Aquí la cuarentena implica un cambio interno de actitud, pudiendo manifestar una variedad inmensa de aproximaciones. Podemos recordar la experiencia de vida y muerte en campos de concentración nazi que Viktor Frankl experimentó y narra en el libro “El hombre en busca de sentido”. El camino de esta cuarentena queda resumido en la siguiente frase del libro: ”A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias; la elección del propio camino”. Figura 16. Libro “El hombre en busca de sentido”, V. Frankl 1

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Hay familias que se creen con el derecho de inmiscuirse en la vida de los miembros de la misma, de opinar y de juzgar, lo que puede repercutir en hacer sentir culpable al miembro familiar que desea un cambio en su vida. Es muy importante dejar a un lado la culpabilidad cuando hablamos sobre las influencias de la familia. Los comportamientos de nuestros padres están condicionados por los comportamientos de los suyos, y así sucesivamente.

La Cuarentena no es un cambio conductual, es un proceso que resulta de un cambio de percepción. Este cambio de percepción permite cambiar nuestras emociones y nuestros sentimientos.

Por ello, lo más importante para que la Cuarentena sea efectiva es liberar todo resentimiento. Se trata de un período de convalecencia, de repaso y de reposo. Un período de quietud mental, de paz interior, de comprensión y de regeneración, libre de culpabilidades y de victimismos.

Si resulta totalmente imposible realizar la Cuarentena físicamente, por los motivos que sean, y no se puede evitar estar en contacto con una situación conflictiva, entonces se requiere de una gran actitud de cambio de percepción. Esto requiere de una gran vigilancia y un estado mental de alerta, pues el inconsciente guarda todo lo vivido a través de los sentidos corporales. La función principal del inconsciente biológico es la supervivencia, por ello su objetivo es privarnos de todo aquello que nos puede hacer daño. El inconsciente biológico no juzga, no es racional, es totalmente visceral y actúa con la máxima celeridad en función del impacto emocional. Por esta misma razón, cuando nos aislamos de algo que percibimos como nocivo, nuestro inconsciente biológico puede relajarse y, de este modo, facilitar el cambio de información.

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Os recomendamos la película: “The Bucket List”, de Jack Nicholson y Morgan Freeman, Esta película es un claro ejemplo de la importancia del entorno a la hora de

afrontar

un

proceso

de

recuperación. Los protagonistas son

dos personas con síntomas muy similares, pero con ambientes muy diferentes.

Figura 17. Cartel de la película “The bucket list”

1

“La remisión espontánea viene a menudo acompañada por un cambio de historia. Muchas personas se convencerán por sí mismas de que, a pesar de tener todas las posibilidades en su contra, serán capaces de seguir un destino diferente.”

“La Medicina Coyote”, Dr. Lewis Mehl-Madrona Coyote.

90

“Lo único que deben de hacer es separarse de las personas, de las cosas, de las distracciones cotidianas, en este proceso de ser una persona nueva”. “Una Mente Inmortal” video de Dr. Joe Dispenza.

“Otros abandonan sin más su antiguo modo de vida y todo el estrés que les causaba para aprovechar la vida al máximo y disfrutar del tiempo que les queda. Y en algún momento, mientras disfrutan al máximo sus vidas, sus enfermedades se desvanecen.” “La Biología de la Transformación”, Bruce H. Lipton.

Para saber más os recomendamos visualizar el vídeo de la transición 1 y 2 que encontraréis en el Canal Youtube de Enric Corbera.

91

16. Referencias Bibliográficas 1. Cela, C. y Marty, G., «Caos y consciencia. Una introducción al pensamiento de Walter J. Freeman», en Psicothema, 1995, vol. 7, n. 3, 1995, pp. 679-684. Obtenido en http://www.psicothema.com/pdf/1012.pdf 2. Mariscal,

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 Fuentes de imágenes: 1

Extraídas de Images Creative Commons con libre licencia.

2 Extraídas

del Banco de imágenes de Enric Corbera Institute.

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