Astrologia De Las Relaciones Intimas - Stephen Arroyo

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ASTROLOGIA DE LAS RELACIONES INTIMAS Amor, sexo y compatibilidad

Stephen Arroyo Autor de los best sellers Astrología, psicología y los cuatro elementos; y Astrología, karma y transformación

ji[� rigden institut gestalt

Título original

Person-to-Person Astrology:

Ener¡zy Factors in [,ove, Sex & Compatibility Título

Astrología de las relaciones íntimas

Amor, sexo y compatibilidad Primera edición Noviembre 2009

© 2007 Stephen Arroyo © 2009 para la edición en castellano Rigden Edit S.L. Traducción Miguel Iribarren Barrade Supervisión de traducción Barbara Boyd Diseño de cubierta Aram Garriga Ferrao Fotocomposición, impresión y encuadernación Zero preimpresión, S.L. Impreso en España Printed in Spain Depósito Legal B - 45.409-2009 ISBN 978-84-936706-4-l RIGDEN-INSTITUT GESTALT Verdi, 94, bajos 08012-Barcelona www.rigden-institutgestalt.com e-mail: [email protected]

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo público.

«Casi de la noche a la mañana, y gracias a la publicación de su clá­

sico e indispensable Astrología, karma y transformación, Stephen Arroyo estableció una nueva sensibilidad en la astrología contemporánea. Arroyo ha asimilado las corrientes intelectuales y espirituales de una Nueva Era, haciendo que los anteriores libros de astrología parezcan escritos por gente de la era victoriana ( ...). Desde aquel notable co­ mienzo, cada nuevo libro ha revelado su profunda comprensión in­ tuitiva de los fundamentos de la astrología, asentada en años de ex­ periencia como consultor. Lo que más destaca de su trabajo, y lo que impulsa a muchos a asumir sus visiones como propias, es que Arroyo ve la astrología como un poderoso instrumento de transformación psi­ cológica, relacional y espiritual. Cada nueva publicación suya es un evento significativo para este campo del conocimiento, y en Astrología

de las relaciones íntimas cosechamos los frutos de sus últimos treinta años de observación de las relaciones humanas». RICHARD TARNAS, doctor en Filosofía, profesor de Filosofía y Psi­ cología en el Instituto de Estudios Integrales de California y au­ tor de Cosmos y psique: indicios para una nueva visión del mundo.

Dedicatoria A los cientos de personas que con sus sugerencias, cartas, respuestas a los cuestionarios y sinceridad en las consultas y entrevistas, han con­ tribuido a este proyecto que ha tardado dos décadas en madurar. Y también a las futuras generaciones, incluyendo a Isaac, Rosa, Ginger y Lucas, con la esperanza de que mirarán sin temor lo que la astrolo­ gía puede ofrecerles para mejorar su comprensión de sí mismos y de los demás.

Índice

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nota del autor: Una invitación personal al lector . . . . . . . . . . . Directrices importantes para los que son nuevos en astrología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

15 19

Capítulo 1: Compatibilidad y lengu�je de las relaciones ._. . . . .

35

Capítulo 2: ¿Por qué debería tomarme en serio la astrología? Respuestas a lo largo de los siglos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -¿Qué tienen en común Galileo, Emerson y Jung? . . . . . . .

43 48

Capítulo 3: Amor, sexo y relaciones: a través de la historia y en la actualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Trasfondo histórico y cultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -Tendencias sociales, normas e hipocresía . . . . . . . . . . . . . -Roles sociales y sexualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -La necesidad que los hombres tienen de las mujeres . . . . -Estudios y estupideces: nuestra forma actual de entender el sexo, el amor y las relaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo 4: Astrología en el siglo XXI: un nuevo punto de vista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo 5: La astrología amplía nuestro entendimiento de la interacción energética entre personas . . . . . . . . . . . . . -Interacciones energéticas: una experiencia, no una metáfora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

27 29

57 61 66 71 77 79

83

95 98

-Visualizar los elementos y sus interacciones............ -Afrontar los hechos y los límites de la terapia .......... -¿Qué es una comparación de cartas? Evaluar las dinámicas energéticas entre personas ................ -Algunos factores clave en la comparación de cartas ..... Capítulo 6: Los cuatro elementos, los doce signos, y el Ascendente...................................... -Los signos de fuego: Aries, Leo y Sagitario............. -Los signos de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio........ -Los signos de aire: Géminis, Libra y Acuario ........... -Los signos de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis .......... -El Ascendente..................................... Capítulo 7: La Luna: los estados de ánimo en los que VIVImOS • • • • . • ... • • • .. •................... •... • •. •.. • -La Luna, feminidad, pasividad y dependencia ......... -La Luna en signos de fuego ......................... -La Luna en signos de tierra ......................... -La Luna en signos de aire ........................... -La Luna en signos de agua .......................... -Cómo se expresa el elemento de la Luna: resultados de una discusión grupal ............................ -Luna, seguridad interna y autoimagen................ Capítulo 8: Marte y Venus: ni todos los hombres son de Marte ni todas las mujeres son de Venus ................ -Venus y el encanto, Marte y la ira..................... -Los contrastes entre las expresiones masculina y femenina de Venus y Marte ........................ -Venus y Marte en los elementos ...................... -Compatibilidad energética a nivel de los elementos .... -Venus, Marte y la energía del Sol .....................

100 105 109 114

117 119 120 121 121 125

133 136 139 148 155 164 174 176

179 187 195 199 211 218

Capítulo 9: Venus en signos de fuego ..................... -Venus en Aries .................................... -Venus en Leo ............................... : ..... -Venus en Sagitario .................................

221 222 227 231

Capítulo 10: Venus en signos de tierra .................... -Venus en Tauro ................................... -Venus en Virgo .................................... -Venus enCapricornio ..............................

237 238 241 246

Capítulo 11: Venus en signos de aire ...................... -Venus en Géminis ................................. -Venus en Libra .................................... -Venus en Acuario ..................................

251 252 255 259

Capítulo 12: Venus en signos de agua ..................... -Venus enCáncer .................................. -Venus en Escorpio ................................. -Venus en Piscis ....................................

265 266 270 275

Capítulo 13: Marte en signos de fuego .................... -Marte en Aries .................................... -Marte en Leo ..................................... -Marte en Sagitario .................................

279 281 285 289

Capítulo 14: Marte en signos de tierra .................... -Marte en Tauro .................................... -Marte en Virgo .................................... -Marte enCapricornio ............. . ................

293 294 298 303

Capítulo 15: Marte en signos de aire ...................... -Marte en Géminis ................................. -Marte en Libra .................................... -Marte en Acuario ................... . ..............

307 308 313 318

Capítulo 16: Marte en signos de agua ..................... -Marte en Cáncer .................................. -Marte en Escorpio ................................. -Marte en Piscis .................................... Capítulo 17: Los «aspectos», las interacciones energéticas entre planetas ....................................... -Los aspectos mayores ............................... -Directrices para distinguir y comprender los aspectos más importantes en una comparación de cartas ........

325 326 331 337

343 348 352

Capítulo 18: Usar la astrología y la comparación de cartas de manera sabia y realista ............................. -Aproximación a la comparación de cartas ............. -¿Adónde voy a partir de aquí? .......................

361 365 370

Apéndice A: Astrología: un lenguaje de la energía. Definiendo los factores esenciales ...................... Apéndice B: Servicios de cálculo de cartas ................. Apéndice C: Tablas de los signos lunares .................. Apéndice D: Tablas de los signos en Venus y Marte .......... Apéndice E: Tablas de estimación de los Ascendentes ....... Apéndice F: Bibliografía y abreviaturas usadas en el texto ....

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Sobre el autor .........................................

431

Prefacio Es mejor dar vueltas a una cuestión sin decidirla, que decidirla sin darle vueltas. JOSEPHJOUBERT, filósofo francés y autor de Pen.w,mientos

En 1980 publiqué un libro, Modernas dimensiones de la Astrología, en el que identifiqué a Marte como símbolo del «ego masculino» y a Venus como representante del «ego femenino». Esto ocurrió doce años an­ tes de quejohn Gray publicara su libro Los hombres son de Marte, las mu­ jeres son de Venus, que derivó parte de sus ideas básicas de la astrología. Como el propiojohn Gray reconoció en 1997 en su prólogo al libro Amor y guerra entre los signos, de Amy Keehn: Mi toma de conciencia de que hombres y mujeres tienen características tanto marcianas como venusinas estuvo directamente influida por mi co­ nocimiento de la antigua práctica de la astrología... sabía que ser hombre o mujer no es el único factor que determina las propias necesidades yac­ ciones. Me di cuenta que tenemos que tomar en consideración el efecto de la astrología yla influencia de los doce signos. La gran popularidad del libro de Gray reveló que una amplia va­ riedad de gente, con los más diversos niveles de educación, reconoce el valor de estos conceptos tan útiles, y el poderoso simbolismo ar­ quetípico de Marte y Venus. La popularidad continua de este libro y de los que le siguieron demuestra que estos conceptos y símbolos pla­ netarios y psicológicos ayudan a clarificar las identidades sexuales de la gente, así como sus necesidades emocionales, sus motivaciones in­ conscientes y las dinámicas relacionales.

El presente libro es mucho más amplio que mi obra anterior y está basado en una investigación mucho más extensa, así como en veinti­ cinco años de experiencia adicional. También incluye comentarios y citas extraídas de cientos de cuestionarios y entrevistas personales. Además, está escrito fundamentalmente para el gran público, que puede no tener conocimientos previos de astrología o sólo una ligera familiaridad con los significados básicos de los signos solares. Cuando publiqué mi primer libro en 1976, Astrologfo, psicología y los cuatro elementos, fue el primero en describir y definir la astrología como un «lenguaje de la energía» moderno, accesible y preciso, que conti­ núa siendo un tema central de la presente obra. Desde entonces se han publicado miles de libros e investigaciones sobre psicología, artes curativas, nueva física y otros campos que establecen la realidad teó­ rica y práctica de esta nueva perspectiva: la vida puede comprenderse cómo una serie de interrelaciones e interacciones entre campos de energía. Hay una acumulación de pruebas que sustentan esta nueva visión de la vida y que nos están llevando a cambiar radicalmente nues­ tra comprensión de cómo operan nuestros cuerpos y el mundo, así como nuestra definición de nosotros mismos. Como escribe Lynne McTaggart en su famoso libro El Campo: Los seres humanos y todas las cosas vivas son una fusión de energías en un campo energético conectado con todas las demás cosas del mundo( ... ). No existe una dualidad «yo«/ «no-yo» entre nuestros cuerpos y el univer­ so, sino un campo energético subyacente.

Durante toda mi vida he sentido una tendencia natural a cuestio­ nar la ortodoxia establecida en cualquiera de los campos de interés a los que me ha llevado mi peregrinaje. He elegido poner la cita deJo­ sephJoubert al principio de este prefacio para establecer el tono y clarificar el ámbito de este libro. En diversos lugares del mismo cues­ tiono algunas tendencias o suposiciones sociales, científicas y acadé­ micas, y también descarto enérgicamente, o al menos niego, algunas de las modas y creencias comunes que actualmente imperan en la psi­ cología y la educación, así como en la astrología tradicional. El lector

debe asumir que, en el espíritu de la cita de Joubert, no lo hago para llegar a una conclusión ni para formular una visión o teoría alternati­ va, sino para hacernos pensar de una manera nueva, e idealmente para animarnos a tener una visión más amplia con respecto a muchas cuestiones. Como dijo una vez un gran profesor espiritual cuando vi­ sitó por primera vez Estados Unidos: «El provincianismo y la rigidez de la mente» son los grandes obstáculos para la verdadera compren­ sión y el crecimiento personal. Para potenciar una ampliación de la visión, hago uso de un surtido particularmente variado de citas de do­ cenas de personas intuitivas, algunas de las cuales están en la van­ guardia de los nuevos desarrollos y de los nuevos modelos de la natu­ raleza y la conducta humanas. Con independencia de cómo reaccione inicialmente el lector a las visiones que aquí se expresan, mi primera y principal esperanza es que este libro sea un viaje estimulante y re­ flexivo. El lector debe tener en cuenta que a lo largo de esta obra uso abre­ viaturas para marcar citas tomadas de las entrevistas realizadas por el autor (EA) y de los cuestionarios propuestos por el autor (CA). He sentido que estas citas literales de personas de todas las edades y esti­ los de vida, además de iluminar muchas correlaciones astrológicas, vi­ vifican también los símbolos planetarios esenciales a través de los detalles de la experiencia y la observación de la vida real. Oír la expe­ riencia de otras personas con los distintos factores astrológicos ofrece al lector una comprensión mucho más plena y profunda de la in­ fluencia directa de los símbolos planetarios. Además, también uso abreviaturas para referirme a las fuentes de la mayoría de las citas de este libro. Esto tiene la ventaja de ahorrar mucho espacio, y también permite mantener el flujo del texto sin tan­ tas interrupciones. La clave de las abreviaturas se encuentra en el apéndice F para que el lector pueda acceder rápidamente a los deta­ lles de las publicaciones específicas.

Nota del autor: Una invitación personal al lector La astrología es astronomía aplicada para propósitos psicológicos. RALPII METZNER, psicólogo

Debo asumir que cualquiera que abra este libro tendrá que admitir, como mínimo, que siente cierta curiosidad sobre si puede encontrar en la astrología algo excitante, incisivo, o al menos morboso con res­ pecto a su vida personal. Así, si eres honesto contigo mismo, proba­ blemente reconocerás que, en tu mente consciente o en tus senti­ mientos profundos, sospechas que la astrología puede tener algo de valor o interés, aunque tengas dudas o sientas escepticismo con res­ pecto a buena parte de los contenidos astrológicos, o al modo en que habitualmente se presentan. Me gustaría resaltar que yo compartía tu precaución y escepticismo cuando empecé a investigar y a experimentar con la astrología hace más de treinta y cinco años. De hecho, todavía hoy tengo grandes re­ servas con respecto a muchas de las afirmaciones que expresan las pu­ blicaciones astrológicas y los astrólogos. Mantengo mi escepticismo con respecto a muchos intentos de predicción y a muchos de los análisis simplistas que uno suele encontrar en el campo de la astrología. Sin embargo, aunque hace varias décadas, en un momento de enfado, lan­ cé un par de libros de astrología a la otra punta de la habitación ju­ rando que no dedicaría más tiempo a este tema frustrante, a pesar de mí mismo me he sentido llevado continuamente a reexaminar sus prin­ cipios esenciales y sus asombrosas revelaciones, que ningún otro cam­ po de estudio puede igualar. Y especialmente en los ámbitos peligro­ sos pero fascinantes y cruciales de la naturaleza y de la motivación humanas, de las diferencias personales y de las necesidades relaciona-

les, incluso después de haber estudiado innumerables teorías psicoló­ gicas y sistemas terapéuticos, no puedo evitar confiar más en la astro­ logía que en cualquier otra herramienta para obtener comprensiones psicológicas sólidas, métodos fiab/,es de comprender a la gente, y nive­ les mensurables de compatibilidad. La astrología, cuando se entiende adecuadamente, es capaz de proveer una combinación singular de sim­ plicidad y complejidad, de imaginería y exactitud (arte y ciencia), de las dimensiones cualitativa y cuantitativa de la vida, de lo personal y lo cósmico; una combinación que está perfectamente sincronizada con los múltiples niveles de la psicología y de la naturaleza humanas. Por tanto, te felicito por haber superado el mayor obstáculo para poder acceder libremente a las intuiciones y comprensiones que la as­ trología inteligente y moderna puede proveer. Evidentemente, estás dentro de esa minoría de personas perceptivas del mundo occidental que ha alcanzado una visión objetiva y realista de la astrología, en lu­ gar de expresar irreflexivamente las reacciones habituales en las que se denosta esta disciplina sin haberla investigado en absoluto. La as­ trología es un sistema específico del conocimiento humano. Como dijo el profesor Paul Feyerabend de la Universidad de California en Berkeley cuando se le pidió que firmara un documento en el que una serie de «científicos» condenaban la astrología en los años 70: «La ciencia es uno de los muchos modos de pensar desarrollados por el ser humano, pero no necesariamente el mejor» (IHH, p.339). El pro­ fesor Feyerabend, considerado por muchos como uno de los pensa­ dores más originales del siglo xx, reconocía así el hecho crucial de que existen muchos modos de pensar, y que la astrología puede ser otro método significativo de representar la vida. Por ejemplo, yo conside­ ro la astrología un lenguaje notablemente preciso para describir la ex­ periencia de vida. El profesor Feyerabend también estaba asumiendo una posición valiente frente a la moderna religión del cientificismo que impregna el mundo occidental y amenaza con intentar descartar la astrología como si se hubiera «demostrado» que es inexacta, mera­ mente una reliquia obsoleta de un pasado supersticioso. Sin em­ bargo, cuando todos aquellos «científicos» recibieron una carta de una organización astrológica profesional en la que se les pedía que ex-

pusieran los estudios de astrología en los que basaban sus opiniones «científicas», ni uno solo de ellos presentó la menor prueba de haber exa­ minado cualquier parte del vasto campo de las correlaciones celestia­ les con la experiencia humana. De hecho, el profesor Feyerabend ( con formación en astronomía, física y filosofía) generó mucha controversia con sus extensos escritos en los que criticaba contundentemen te las limitaciones y la búsqueda de un poder «totalitario» por parte de la rígida visión del mundo que caracteriza la ciencia moderna. En Contra el método ( 1988), escribió: «Debemos impedir a los científicos adueñarse de la educación y en­ señar como "hecho" y como "el único método verdadero" lo que no pasa de ser el mito vigente en ese momento». Y en Knowledge, Science and Relativism ( 1999), apuntó que la «ciencia» se ha convertido en la nueva religión, la autoridad última del mundo moderno que castiga a los herejes y consigue fácilmente la atención de los medios para exa­ gerar sus.éxitos y beneficios, y denigrar cualquier campo de investi­ gación (como la astrología o ciertos métodos de curación alternativos) que le resultan amenazantes. Consideremos la siguiente cita sobre el papel de la ciencia en la educación moderna tomada de esta misma obra: Los «hechos» científicos se enseñan a una edad muy temprana y de ma­ nera muy similar a como los «hechos» religiosos se enseñaban hace un si­ glo.... Pero la ciencia queda libre de toda crítica. En general, en la socie­ dad, el juicio del científico se recibe con la misma reverencia que los juicios de los obispos y cardenales hace no demasiado tiempo ... ahora la ciencia se ha vuelto tan opresiva como las ideologías con las que tuvo que luchar en su momento. (/bid, p. 182).

La condena general, organizada y ampliamente publicitada de la astrología que hemos mencionado antes por parte de científicos y aca­ démicos completamente sesgados y carentes de información fue par­ ticularmente asombrosa y desilusionante porque reveló una ignoran­ cia abrumadora de la historia de la ciencia y de la astronomía. Como señaló Arthur Koestler en su brillante libro sobre la historia de la cien-

cía, Los sonámbulos, nuestro uso actual del término «ciencia» no con­ lleva «las mismas asociaciones ricas y universales que contenía la "Fi­ losofía Natural" del siglo XVII, en los días en que Kepler escribió su Ar­ monía del Mundo y Galileo su Mensajero de las Estrellas». Koestler explica que la «indagación cósmica» de estos pioneros vi­ sionarios solía denominarse «nueva filosofía» y se dirigía principal­ mente a comprender, no a conquistar, la Naturaleza. En la antigüedad se pedía guía a los astrólogos porque se les consideraba los científicos de aquel tiempo, capaces de medir y predecir el movimiento de los planetas. En cierto sentido, como señala el profesor de historia The­ odore Zeldin, la astrología fue la «tecnología» de muchos periodos y culturas del mundo antiguo. Estas son sus palabras: Fue Ptolomeo de Alejandría (127-51 a. C.), el escritor de libros de texto más famoso de su tiempo, quien hizo de la astrología un credo interna­ cional. Todo lo que se sabía de matemáticas, astronomía, geografía, his­ toria, música y óptica quedó expuesto en las obras de Ptolomeo, que fue­ ron el manual de información general para el mundo durante mil cuatrocientos años, y la astrología estaba incluida como una rama de la ciencia. (IHH, p. 340).

El psicólogo Carljung, un controvertido científico del siglo xx, no sólo publicó un estudio estadístico sobre los tradicionales indica­ dores de compatibilidad de la astrología, sino que también la usó abundantemente en su vida personal y profesional, aunque de ma­ nera discreta, puesto que sus obras sobre psicología profunda ya se consideraban extremadamente controvertidas. De hecho, fue Jung quien dijo: «La astrología representa el resumen de todo el conoci­ miento psicológico de la antigüedad» ( del prólogo a El secreto de la flor de oro), e inspiró a muchas personas cultas y libres de prejuicios a in­ vestigar más en lo que la astrología tiene que ofrecer para arrojar luz sobre la psicología humana. Yo mismo me vi impulsado a investigar la astrología leyendo los puntos de vista de Jung hace algunos años. De hecho, llegué a estudiar en profundidad más de la mitad de su vas­ ta colección de escritos, y finalmente, cuando visité a su hija en Sui-

za, descubrí que es una sofisticada e inteligente practicante de la as­ trología moderna. Muchos de los astrólogos del mundo antiguo creían en la posibili­ dad de vivir de acuerdo con las leyes y ciclos de la naturaleza, y des­ cubrieron que la astrología les instruía con respecto a dichas leyes. Aunque ya no se oyen frases como «vivir de acuerdo con las leyes naturales» o «alinearse con los ritmos de la naturaleza y el cosmos», especialmente por parte de las personas de orientación científica, los principios esenciales y las correspondencias de la astrología persisten como realidades que millones de personas de todo el mundo en­ cuentran extraordinarias y singularmente útiles para comprender sus vidas cotidianas. De hecho, después de cuatro décadas de trabajar con la astrología y de ponerla a prueba, puedo afirmar inequívocamente que, cuando se usa correctamente, es mucho más precisa y «científi­ ca» para entender a la gente -sus modos de percepción, sus valores y prejuicios innatos, las diferencias entre personalidades, los perío­ dos de crisis, las relaciones, las motivaciones, las épocas de crecimiento intenso o de dificultades, la clarificación de la toma de decisiones, etc.-, que cualquier otro método, incluyendo las diversas psicolo­ gías con la que estoy familiarizado. Los siglos de ridiculización y de prejuicios anti-astrológicos que si­ guieron a su época de máxima aceptación no sólo se asocian con el avance de la ciencia materialista y una rígida animosidad semi-reli­ giosa hacia los antiguos sistemas basados en los planetas, sino que tam­ bién se deben -y a veces justificadamente- a la desgraciada mezcla de las antiguas verdades y correlaciones astrológicas con la adivinación y otras prácticas supersticiosas. Como escribe el profesor Zeldin, la as­ trología «se injertó a sí misma en las tradiciones oraculares y reforzó la fascinación por lo exótico» (IHH, p.341). Y, lo que es aún más de­ safortunado, generaciones de «astrólogos» (con lo que me refiero a todo tipo de astrólogos, no sólo a los estudiantes serios, a los experi­ mentadores sistemáticos y a los sinceros buscadores de la verdad, sino también a los ocultistas supersticiosos, a los exhibicionistas egocéntri­ cos y a los charlatanes mercenarios) con demasiada frecuencia han continuado prefiriendo mezclar la verdadera astrología con la pre-

dicción u otras prácticas cuestionables, en lugar de dedicarse al tra­ bajo exigente de clarificar y utilizar la astrología de la manera más pura y exacta: a saber, como una ciencia precisa y disciplinada, basa­ da en principios y medidas específicos, cuya aplicación a la vida hu­ mana es vasta y particularmente fiable en sus descripciones de la ex­ periencia individual. Ahora, a comienzos del siglo XXI, existe un cuerpo de conoci­ mientos astrológicos que puede considerarse como un componente legítimo de una ciencia de la naturaleza y de la psicología humanas. Actualmente hay miles de practicantes de astrología en el mundo oc­ cidental (y se están extendiendo lentamente por Rusia, Europa Orien­ tal, Turquía, India, e incluso Corea y China) que se han liberado de los viejos métodos supersticiosos y atemorizantes, de la adivinación, y de los consejos rígidos y fatalistas que tan a menudo han dado mala reputación a la astrología entre las personas inteligentes. A lo largo de los últimos treinta y cinco años he desarrollado un tipo de astrología, definida y explorada en detalle en mis siete libros anteriores, que in­ cluye tanto el marco simbólico como las matemáticas exactas, y que puede usarse con precisión para múltiples propósitos: comprender las sintonías de la energía humana y los cambios de motivación y de con­ ciencia que les acompañan; analizar la complejidad de las dinámicas individuales y relacionales; medir de manera fiable los ciclos de cam­ bio y crecimiento en la vida del individuo; y todo ello manteniendo la asombrosa simplicidad que el retrato simbólico del sistema solar hace de las variadas pautas de vida individuales. Una de las bellezas de la astrología, y parte de su atractivo, es su sim­ plicidad inspiradora; sin embargo, debo clarificar que éste es un cam­ po de estudio complejo, siendo ésta una de las razones por las que las descripciones generales que hacen algunos libros y programas de or­ denador de un factor astrológico particular que no está individualizado en absoluto a veces no suenan ciertas. A ambos lados del Atlántico, con­ seguir grados y certificados en astrología puede llevar de tres a cuatro años. Menciono este hecho para indicar que deberías conceder algún tiempo a la astrología para que resuene dentro de ti, y no hacer un jui­ cio precipitado sobre su precisión o utilidad. Después de todo, si no

entiendes de fisica, de meteorología o de economía después de leer un libro o de tomar un curso de fin de semana, ¿deberías culpar a la ciencia misma o a la superficialidad de tu investigación? Y si la astro­ logía es dificil de «explicar» basándonos en nuestro actual estado de conocimiento, eso no es razón para descartarla, negando así a la hu­ manidad sus múltiples beneficios. Como dijo Winston Churchill, que siempre tuvo la mente abierta a cualquier cosa verdaderamente eficaz, a un famoso herborista que le trató entre 1950 y 1957: «El simple he­ cho de no poder explicar una cosa no es razón para negarla» (Mau­ rice Messegue, Hombres y plantas). La complejidad inherente de la verdadera y sofisticada astrología moderna nos lleva a tener en cuenta los hechos y observaciones esen­ ciales que se exponen seguidamente. Espero que el lector principiante en este campo los considere seriamente, quizá remitiéndose a ellos pe­ riódicamente durante la lectura del libro.

Directrices importantes para los que son nuevos en el estudio de la astrología Necesariamente, cualquiera que escriba sobre factores astrológicos es­ pecíficos tendrá que generalizar en cierta medida. En este libro he tra­ tado de ser tan preciso como lo permiten el lenguaje y el espacio, pero inevitablemente me he visto obligado a omitir las referencias a muchas excepciones a las reglas generales y a los matices sutiles de significa­ do. También he dejado de mencionar muchos otros factores astroló­ gicos que pueden alterar o colorear las tendencias psicológicas bási­ cas del individuo. Por tanto, debo resaltar que sólo una carta natal completa, basada de manera precisa en el momento y lugar de nacimiento, puede hacer justicia a la complejidad del patrón energético vital de cada individuo y a su constitución psicológica. Una carta completa del posiciona­ miento de nuestro sistema solar en el momento del nacimiento del in­ dividuo es como una radiografía de sus tendencias naturales, de sus dimensiones psicológicas y de su sintonía energética personal: La ver­ dadera astrología no «mete a la gente en doce cestas» en absoluto, tal como cree la gente, lo que produce un resentimiento comprensible. En la astrología moderna, a cada individuo se le considera una expresión total y única de los principios, patrones y energías universales. De hecho, lo más útil es ver la astrología como un lenguaje de principios y energías uni­ versales. O, poniéndolo en la terminología que usan las ramas avanza­ das de muchas ciencias de la salud, la astrología muestra cómo el cam­ po energético del individuo está íntimamente relacionado con el campo energético mayor del entorno cósmico. Debemos darnos cuenta de que la carta natal (u horóscopo) es sim­ plemente un mapa del sistema solar observado desde el lugar de na­ cimiento en el momento exacto del nacimiento. Se podría decir que el sistema solar y el universo se enfocaron en ese momento para expresar­ se a sí mismos en el ser humano individual nacido en ese punto del espacio y

del tiempo. Como dijo Jung, cualquier cosa que nazca en un momento temporal lleva la marca singular o impronta de ese momento. Por ejemplo, un catador de vino, simplemente saboreando una cosecha particular, suele ser capaz de decir el tipo de uva, de dónde procede y el año de la cosecha. Así mismo, los astrólogos experimentados sue­ len poder decir donde están el Sol, la Luna o el «Ascendente» de la persona simplemente sintonizando con sus vibraciones y personalidad durante unos momentos. En realidad, cualquier persona puede em­ pezar a apreciar las diferencias en las energías y conciencia de los de­ más seres humanos aprendiendo las bases de la astrología y pregun­ tando regularmente a la gente su fecha de nacimiento. Naturalmente, al comienzo de sus estudios astrológicos, pocos lec­ tores serán capaces de analizar totalmente y con precisión una carta natal completa, aunque la hayan calculado (véase Apéndice B para servicios de cálculo de cartas). Ésta es la razón por la que recomiendo que se concierte una cita con un astrólogo cualificado y experimen­ tado, pero sólo después de preguntarle específicamente -¡antes de concertar la cita!- cuál es su método, y si está dispuesto a participar en un amplio diálogo exploratorio en lugar de hacer las «lecturas» unilatera­ les que por desgracia siguen siendo tan comunes entre los practican­ tes de este arte. Este tipo de interacción y discusión mutua por la que yo abogo es más penetrante psicológicamente, y le permite a uno co­ nocer el pleno potencial del simbolismo astrológico como reflejo de la auténtica expresión de su ser interno.

Introducción El amor real es una peregrinación. Ocurre cuando no hay estrategia, pero es muy raro, porque la mayoría de las personas son estrategas. ANITA BROOKNER

En nuestra sociedad moderna, al principio puede parecer sorpren­ dente que quien trate de clarificar los asuntos difíciles de las relacio­ nes se dirija, como fuente de inspiración, a un arte/ ciencia tan anti­ guo como la astrología. Sin embargo, yo he descubierto que la astrología -tal vez, en parte porque es tan intemporal y está basada en los ciclos perennes del cielo- ofrece la objetividad necesaria que muchos tipos de psicología pop y otras modas académicas no permi­ ten. Después de todo, sólo un sistema tan universal (y mensurable, siendo los puntos de referencia los planetas) resulta útil para todo tipo de personas: ricas y pobres, educadas o iletradas, jóvenes y viejas, así como de diversas procedencias culturales. Debemos recordar que el entorno social y cultural, así como la per­ sonalidad y la formación de quien las propone, colorean todas las te­ orías sobre la psicología humana, la conducta y las relaciones. Aplicar una teoría tan limitada a todos los seres humanos me parece una em­ presa alocada, especialmente porque la conducta humana es tan difí­ cil de medir ( el «dios» de la ciencia materialista) y porque los experi­ mentos con seres humanos casi siempre son irrepetibles. Como diversas controversias en el campo de la psicología han mostrado en los últimos tiempos, resulta relativamente fácil seleccionar los datos para presentar como «científico» algo que en realidad está tremen­ damente sesgado. El gran problema de las teorías de la personalidad y la conducta en el campo de la psicología es que generalmente sólo resultan útiles para un pequeño segmento de cualquier población o

sociedad. La astrología, por otra parte, es la «teoría de la personali­ dad» más abarcadora, puesto que unifica y proporciona un funda­ mento a todas las teorías más especializadas. Prueba de esto es su des­ cripción precisa de varios tipos de conciencia, así como de una gran variedad de diferencias individuales. Por lo tanto, si suspendes eljuicio (y el escepticismo) temporal­ mente, podemos ir más allá de las suposiciones y prejuicios de nues­ tra sociedad moderna y examinar seriamente lo que podemos aprender de esta disciplina perenne, amplia y universal: la astrolo­ gía (a la que también podríamos llamar «psicología cósmica» o «psi­ cología celestial»). Si eres capaz de hacer esto, podrías descubrir -como he hecho yo- que la astrología provee el medio para com­ prender profundamente la amplia variedad de personalidades y conciencias individuales, así como algunos de los orígenes profun­ dos de la motivación humana. La astrología también puede pro­ porcionarnos una clave para comprender, de las maneras notable­ mente específicas que expondré en este libro, muchas dimensiones de las relaciones íntimas. Actualmente, en las sociedades occidentales abundan los mensajes contradictorios y la hipocresía. Forman parte de la psicosis masiva que caracteriza la vida moderna en el mundo occidental, y parecen ex­ tenderse como una gran infección a cada vez más países de la socie­ dad mundial. Oriente y Oriente Medio tienen, por supuesto, sus pro­ pias formas peculiares de hipocresía y negación. La convergencia de muchos factores (sociales, comerciales, religiosos y otros) ha produ­ cido la mayor confusión con respecto a las relaciones, los roles de gé­ nero, la identidad y el estilo de vida de toda la historia humana. El he­ cho de que sea políticamente correcto negar tal confusión no afecta en absoluto la realidad de esta situación y su impacto en las vidas hu­ manas individuales y en la salud psicológica de las sociedades como grupos vivientes integrados. Este tema se comenta más detenidamen­ te en el Capítulo 3, donde he incluido comentarios de una serie de psicólogos experimentados, pero, para ilustrar a qué me refiero, con­ sideremos los puntos siguientes:

• La cultura occidental promueve cada vez más la homogeneidad y el conformismo, mientras se llena la boca de palabras como «in­ dividualidad», «singularidad», «creatividad» y «autoexpresión». Observa la destrucción generalizada de pequeñas compañías por los grandes monstruos corporativos subvencionados por la emi­ sión de acciones, así como la «cultura» popular comercializada masivamente por medios de comunicación globales, degradan­ tes y despiadados que apuntan a los niños como fuente principal de beneficios. • Muchos políticos occidentales hablan de los «valores familiares» mientras que en realidad sus políticas aceleran la destrucción de las familias, de los pequeños negocios y de las comunidades re­ motas. • Recientemente se ha causado mucho daño psicológico y emo­ cional por animar a la gente joven a identificarse con todo tipo de «grupos de identidad» polarizados, a pesar de ser demasiado jóvenes e inexpertos para realizar un juicio informado sobre su propia personalidad, valores y naturaleza emocional-sexual. Por ejemplo, algunas estridentes defensoras del «feminismo», rígidas y políticamente correctas, y algunos grupos «gay» extremos y políticamente hiperactivos, han recibido enormes cantidades de publicidad en años recientes. La promoción de este tipo de se­ xualidades y visiones cáusticas, y a menudo intencionalmente ofensivas, ha producido toda una generación de personas con­ fusas, donde los hombres a veces son patéticamente «sumisos» o al menos aparentemente poco asertivos, mientras que las muje­ res quieren «perder la cabeza por un hombre al que puedan do­ minar completamente». Especialmente ahora que a los jóvenes inexpertos se les imprime en la escuela códigos de discurso y con­ ducta caracterizados por el «no juzgar», y a menudo se les ense­ ña a no cuestionar sus ramificaciones éticas o sociales, debería­ mos preguntarnos seriamente si estas políticas tan extendidas son miopes y si contribuirán a una sociedad saludable y cohesionada. La gran presión para conformarse a una conducta políticamen­ te correcta y las actitudes «aceptables» que se difunden al gran

público no fomentan la autenticidad en la expresión personal o en las relaciones humanas. Por lo tanto, se ha desarrollado una tolerancia general hacia la falta de sinceridad y, tal como yo lo veo, esta situación no está siendo abordada en ninguna parte. Sin duda esto tendrá notables y duraderas repercusiones, que ac­ tualmente son imprevisibles. Por ejemplo, como escribe el histo­ riador Theodore Zeldin en Historia íntima de la humanidad: «Los antiguos prejuicios masculinos, a juzgar por la historia de los pre­ juicios en general, tienen más probabilidades de ocultarse que de desaparecer repentinamente». • Actualmente, en Occidente hay muchos factores (medios de co­ municación, modas académicas, videos musicales, dormitorios compartidos, etc.) que promueven un tipo u otro de «intimidad», haciendo que los jóvenes aún sin formar erijan barreras, imáge­ nes y fingimientos para proteger su yo inseguro de interacciones profundas que resultan amenazantes. Los medios de comunica­ ción venden «intimidad» y retratan que puede conseguirse de un modo rápido y fácil; ignorando el esfuerzo, la toma de riesgos emocionales y la autorevelación que requiere. Sin embargo, al mismo tiempo, a menudo se promociona también una imagen idealizada del matrimonio (porque toca ciertos «botones» emo­ cionales y genera muchos beneficios comerciales) ... todo lo cual suele conducir a desilusiones demoledoras cuando golpea la realidad. En resumen, cualquiera que viva actualmente en el mundo occi­ dental y preste atención a las tendencias y conflictos vigentes en nues­ tra sociedad moderna no podrá evitar darse cuenta de las tensiones y de las difíciles elecciones personales que la gente afronta. Pero, en lu­ gar de confiar en los estereotipos socialmente aceptables o en los gu­ rús de la psicología pop, ¿no sería más beneficioso y no potenciaría más nuestro crecimiento buscar un entendimiento real? Como me dijo una vez un gran profesor, en las relaciones, el entendimiento es más importan­ te que el amor. Actualmente, hay tanto fanatismo y una polarización tan iracunda e hipersensible entre los sexos, que resulta difícil comentar

muchos problemas relacionales sin convertirse en objeto de un ataque. Sin embargo, a menos que afrontemos honestamente ciertos hechos y volvamos a expresarnos con autenticidad, continuaremos sintiéndonos constreñidos por un exceso de inhibición y por la ausencia de una pro­ funda confianza interna. La insistencia excesiva y mal orientada que conduce a que todo el mundo tenga una gran autoestima no es susti­ tuta de una verdadera y sólida autoconfianza, que se gana con la ex­ periencia. De hecho, según Christina H. Sommers, coautora de One Na­ tion Under Therapy, la idea de que una sana autoestima es indispensable para una buena vida es un mito moderno: La autoestima es una noción mal definida. Nadie sabe cómo medirla; na­ die sabe cómo enseñarla o aprenderla. La conexión entre la autoestima, los rasgos positivos de carácter y el éxito en la vida no está clara. Siempre ha habido hombres y mujeres que a pesar de sus inmensos logros son hu­ mildes y se minusvaloran. Por otra parte, no deja de ser habitual que los ladrones, los imitadores e incluso los asesinos tengan una alta opinión de sí mismos.

Una autoaceptación realista, basada en una comprensión precisa de nuestra naturaleza, necesidades y motivaciones, es mucho más va­ liosa que un barniz relativamente superficial de autoestima, que muy bien podría ser egoísmo insípido. Lo que el estudio de la astrología y sus significados profundos puede proveer es una verdadera confianza en la autenticidad del propio ser, fomentando así la capacidad de re­ lajarse en la aceptación de nuestra naturaleza. Es tiempo de probar un nuevo método de mirarnos a nosotros mismos, a nuestro papel en so­ ciedad y a nuestras relaciones. Realmente no tenemos otra opción que probar un nuevo acercamiento si queremos adquirir más claridad con respecto a nuestro dilema moderno. Como dijo Einstein: «Los pro­ blemas significativos de nuestros días no pueden ser resueltos desde el mismo nivel de pensamiento que los creó». Este libro desarrolla buena parte de mi trabajo anterior, pero de un modo que lo hace accesible al lector medio, inexperto en astrología. Me baso en la experiencia real de la gente, citando a muchos clientes,

a la gente que ha respondido a los cuestionarios y a cientos de entre­ vistados. A menudo se me ha dicho que son las numerosas referencias a esta experiencia real y a las observaciones específicas de individuos particulares, las que, entre otras cosas, distinguen mis escritos astro­ lógicos de la mayoría de los demás libros en este campo. Aquí he tra­ tado de hacer real lo que otros libros astrológicos más abstractos y te­ óricos simplemente indican. No siempre estoy completamente de acuerdo con las tradiciones astrológicas, aunque, en general, he des­ cubierto que los símbolos y significados fundamentales son muy fiables; y en mis libros suelo dar ejemplos de observaciones específicas que sustentan mis puntos de vista, a veces poco convencionales. Existen tantos libros básicos sobre astrología que parece absurdo repetir aquí muchas definiciones fundamentales. Prefiero enfocarme en los factores astrológicos más precisos que he descubierto, así como en aquellas comprensiones que me parecen más importantes, tanto si confirman las tradiciones astrológicas como si no lo hacen así.

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Compatibilidad y lenguaje de las relaciones El encuentro de dos personalidades es como el contacto entre dos sustancias químicas: si se produce alguna reacción, ambas se transforman. C.G.JUNG, psicólogo

En este libro asumo el punto de vista de que la interacción dinámica entre dos personas puede describirse, y en gran medida compren­ derse, a través del lenguaje de la astrología. Muchos lectores habrán oído términos como «química sexual», o incluso, hablando de una nueva relación, habrán comentado a un amigo: «Simplemente no te­ nemos ninguna química». Aunque evidentemente no voy a analizar las relaciones en función de la química académica, asumo un método paralelo para comprender las dinámicas interpersonales, puesto que en ellas se producen interacciones, intercambios que transforman a ambas partes, transformaciones y que a veces producen incluso ex­ plosiones. Sin embargo, en lugar de emplear la terminologí� química, em­ pleo el lenguaje de la energía de un modo similar a como se ha venido usando cada vez más a lo largo de los últimos años en muchas ramas de las artes terapéuticas innovadoras. En resumen, cuando considero cualquier relación íntima, me enfoco en la necesidad que tiene cada individuo de lo que yo denominaría nutrición energética, así como en el modo en que las dos personas se «alimentan» o estimulan mutua­ mente en ciertos sentidos, o bien se bloquean y agotan en otros. Además, una de las experiencias más excitantes y esclarecedoras de mi vida intelectual fue descubrir que los antiguos «cuatro elementos» (aire, fuego, agua, y tierra) de la astrología ofrecen un lenguaje asom-

brosamente preciso para describir tales energías e interacciones ener­ géticas en las relaciones. Me gustó especialmente la inmediatez del sig­ nificado de los cuatro elementos cuando empecé a apreciar su apli­ cación práctica. El aire o el fuego, así como otros símbolos de lenguaje astrológico tales como Venus o Marte, tenían para mí un sentido in­ mediato, casi táctil, que confirmaban mi experiencia física, energéti­ ca y emocional con otras personas. Además, me atraían porque son transculturales, no-sexistas, simples e intemporales (han existido sis­ temas de elementos en una amplia variedad de culturas durante al me­ nos tres mil años). Los símbolos astrológicos también tienen la gran ventaja de pasar por alto el lenguaje crecientemente politizado de la cultura popular y de la psicología occidental, que están haciendo cada vez más difícil percibir la realidad de la propia experiencia privada, es­ pecialmente para el segmento «educado» de la sociedad. Las múlti­ ples capas de conceptos contradictorios, teorías psicológicas sesgadas y autoengaños que se han amontonado sobre nuestras vidas emocio­ nales y sexuales han generado tantas ilusiones, hipersensibilidades y resentimientos que una percepción clara de la propia situación, para muchos, resulta extremadamente difícil. Una de las cosas que falta en la vasta mayoría de los escritos actua­ les y de las teorías sobre la psicología del amor, el sexo y la compatibi­ lidad es el reconocimiento claro de que las personas son intrínseca­ mente diferentes, y por tanto están predispuestas a tener estilos de vida y de aprendizaje, intereses, deberes, métodos de comunicación, estados emocionales y papeles sociales distintos. El fracaso a la hora de confrontar un hecho tan evidente de la vida expone un vacío tan grande, y un problema tan crucial, que tomar conciencia de ello re­ vela la completa ausencia de un fundamento teórico sólido en muchas teorías psicológicas, tanto populares como académicas. Tal vez debe­ ríamos seguir el consejo del gran filósofo y científico de renombre in­ ternacional Teilhard de Chardin y buscar un marco de referencia más amplio para entender al ser humano. El declaró: «El fenómeno hu­ mano debe medirse en una escala cósmica. » Aunque la mayoría de los académicos y psicólogos ni siquiera to­ man en consideración el uso de la astrología como modelo para com-

prender la naturaleza humana, al menos deberían reconocer que no tienen un sistema preciso o científico que explique las profundas y sor­ prendentes diferencias que se revelan en la personalidad y en la con­ ducta humanas. Ciertamente, quienes se presentan como «científicos» o periodistas que informan de «recientes descubrimientos científicos» deberían admitir -al menos ocasionalmente- que las «verdades es­ tadísticas» y los titulares generalizadores que se derivan de ellas pue­ den tener muy poca precisión cuando se aplican a las vidas individuales. Este tipo de declaraciones y anuncios de los medios simplemente am­ plían la confusión, la tensión, la preocupación, la inhibición y el mie­ do modernos; y a menudo incrementan la polarización destructiva en­ tre los sexos. Actualmente vivimos en lo que un amigo mío inglés denomina «el Nuevo Victorianismo», una forma de hipocresía opuesta a la que ca­ racterizó la década de 1890. En lugar de reticencia en público y des­ caro en privado, actualmente tenemos una amplia exposición públi­ ca de conductas, gustos y deseos completamente carentes de estética y a menudo horrendos e intencionalmente repulsivos. Pero detrás de este frenesí cultural exhibicionista alimentado por los medios, subya­ ce una profunda soledad, una gran inseguridad y una creciente inca­ pacidad de relacionarse con el sexo opuesto. Esta incapacidad (a pe­ sar de la interminable lista de libros, cursos, teorías y talleres sobre «relaciones») se ha producido porque en muchas partes de las socie­ dades occidentales, ya no quedan criterios sociales sólidos ni papeles claramente definidos que le permitan a uno mantener un contacto sa­ ludable con el sexo opuesto. De hecho, he observado que actualmente se hace tanto hincapié en el sexo (aislado de un contexto emocional o relacional) porque vi­ vimos en una sociedad urbana industrializada: ¡No estamos enraiza­ dos en la tierra! Hemos perdido el contacto general con el cuerpo y con los sentidos que caracteriza un estilo de vida saludable y natural; y para muchos el sexo es el único contacto que aún tenemos con lo primal, la fuerza de vida fisica y el mundo natural. Actualmente, se es­ cuchan interminables y variados puntos de vista con respecto al sexo, como pueden ser los siguientes:

• • • •

El sexo es la química que se genera entre los cuerpos. El sexo se desarrolla a partir del amor. El sexo sólo es un instinto automático e impersonal. El sexo es una habilidad que se ha de aprender: «Inténtalo con más determinación y lo harás mejor». • Atraerás sexo si tienes fama, poder o dinero. • El sexo vendrá a ti si gastas suficiente dinero en ropa, maquillaje, etc. Se han publicado muchos libros de astrología sobre «signos sexua­ les», «signos del amor», y otros títulos parecidos, pero, en realidad, los signos solares por sí solos no describen ni explican la naturaleza emo­ cional o sexual del individuo. Evidentemente, el sistema solar es más complicado que el Sol. Y, consecuentemente, desde el punto de vista astrológico, el vasto sistema solar de la naturaleza psicológica de cada persona es mucho más complejo que el simple signo solar. Como ex­ ploraré en este libro, debemos incluir muchos otros factores, espe­ cialmente Venus, Marte y la Luna, en cualquier análisis de nuestra sin­ tonía relacional o de nuestra psicología cósmica. Buena parte de este libro se enfoca en el tema de la «compatibili­ dad». El significado más literal de compatibilidad se deriva del latín cum passus, que significa «dar pasos con» o «dar pasos juntos». Ésta es una imagen que me gusta especialmente: dos personas caminando juntas en armonía y con un ritmo cómodo para ambas, no necesaria­ mente buscando en el otro todas las satisfacciones de la vida, sino con­ frontando juntos las experiencias de la vida conforme se presentan. Este aspecto dinámico de la compatibilidad se refleja en el reconoci­ miento espontáneo de muchas parejas satisfechas cuando simple­ mente dicen: «¡Nos llevamos bien!». La palabra compatibilidad también está íntimamente relacionada con la compasión, del latín compati, «simpatizar». Éste aspecto del sig­ nificado de la compatibilidad me recuerda la resonancia de los ins­ trumentos musicales: una imagen precisa de dos personas experi­ mentando armonía en su intercambio energético. En resumen, todos los aspectos de mi comprensión de la compatibilidad implican acción:

movimiento mutuamente acordado, fluir con el otro a nivel energéti­ co, ofrecerse apoyo mutuo y tener una dirección común en la vida. También debería proveer algunas referencias para este libro y el lenguaje astrológico que he ido desarrollando a lo largo de los años. Trabajando con las personas en forma individual, he descubierto que puedo explicar la astrología a gente de todas diferentes procedencias usando el simple lenguaje de la experiencia (más que el tipo de abs­ tracciones que se suelen encontrar en los libros de astrología). En mi consulta, en una típica semana de trabajo, puedo ver clientes tan di­ versos como un granjero que cultiva peras, un ministro protestante, una dama casada con un ranchero, la esposa de un profesor itineran­ te dedicada a criar a sus hijos, un empresario soltero, un contable, un bibliotecario, una estudiante de arte y un quiropráctico que quiere usar la astrología para entender mejor a sus pacientes. A lo largo de los años, he tenido como clientes a muchos profesores universitarios, doctores, empresarios de éxito, artistas y profesionales de todo tipo. Entre mis mejores alumnos hay un profesor universitario de química ( que me ayuda a enseñar cómo calcular la carta natal en las clases para principiantes), un ingeniero ( que tuvo que admitir que la precisión del análisis astrológico de la compatibilidad era casi increíble), y un patólogo forense (que siempre está interesado en investigar las causas subyacentes de las cosas). Los practicantes competentes de astrología pueden tener, como clientes o estudiantes, a muchas personas con un alto grado de realización personal, pero, naturalmente, muchos de es­ tos entusiastas beneficiarios de las comprensiones astrológicas prefie­ ren la discreción debido a los puntos de vista severamente cínicos que tanta gente mantiene con respecto a la astrología. Desde hace casi cuatro décadas he desarrollado un lenguaje para explicar la astrología a una amplia variedad de gente. Este libro con­ creto se ha convertido en un estudio minucioso de unos pocos facto­ res astrológicos, especialmente Venus, Marte y la Luna. Este libro es, en breve, un resumen de informaciones sintetizadas a partir de un punto de partida mucho más amplio. Como la mayoría de los estu­ diantes de astrología son mujeres, la mayoría de las respuestas a los cuestionarios fueron remitidas por mujeres. Reconocí esta distorsión

potencial cuando empecé a investigar para este libro, y he tratado de equilibrarlo solicitando específicamente entrevistas con muchos hom­ bres (y con algunas mujeres que no sabían de astrología, aunque yo conocía sus fechas de nacimiento). En cualquier caso, puede consi­ derarse que el ligero sesgo hacia un punto de vista femenino en mu­ chas de las citas equilibra mi propio punto de vista. Aunque la mayoría de los principios que se examinan en este libro pueden aplicarse a una variedad de relaciones interpersonales, me he centrado especialmente en las relaciones íntimas entre hombre y mu­ jer. El ámbito de este volumen no incluye las relaciones padre-h�jo, profesor-estudiante, jefe-empleado, o las relaciones de amistad, aun­ que muchos aspectos de dichas relaciones pueden comprenderse me­ jor entendiendo los principios y los tipos de intercambios energéticos que se examinan aquí. Es importante indicar que comentaré extensamente diversos prin­ cipios masculinos, femeninos, emocionales y conductuales, que no de­ ben equipararse con la naturaleza ni con la psicología masculina o fe­ menina. La astrología nos permite ser mucho más específicos que la mayoría de la jerga psicológica a la hora de hablar de cualidades rela­ tivamente masculinas y femeninas y de los modos de expresión que ex­ hibe la gente, y el lector debería usar el lenguaje astrológico con esa precisión y flexibilidad. La sexualidad y el amor constituyen un conti­ nuo tal que no puedo cubrir toda su amplitud en este libro. La com­ plejidad de las relaciones heterosexuales exclusivamente ya resulta abrumadora, por lo que no he intentado incluir los casos especiales ni los estilos de vida no tradicionales. Las mejores obras e investigacio­ nes siempre se centran en aquello con lo que uno está familiarizado y conoce bien, y aquí he mantenido este principio. Aunque muchos de mis clientes eran homosexuales reconocidos o tenían cierta confusión con respecto a su identidad sexual, la gran mayoría de los análisis de compatibilidad que he realizado (usando comparaciones de las dos cartas natales) han sido para parejas hombre-mujer. Para tener una comprensión astrológica profunda de cualquier tipo de relación debe hacerse una carta natal completa, calculada con la máxima precisión. En el Apéndice B se mencionan lugares donde

hacerse la carta. Las tablas de los Apéndices C, D y E pueden usarse para estimar la ubicación del signo de algunos cuerpos planetarios, pero, para determinarlos con exactitud ( especialmente el signo exac­ to de la Luna, que se mueve muy rápidamente) debe realizarse todo el cálculo matemático, usando el tiempo de nacimiento más preciso posible. No debe confiarse en la memoria de la madre, a menos que no se disponga de ningún dato escrito. La cosa esencial que quiero que el lector tenga en cuenta y apren­ da es que existe una herramienta fantásticamente intuitiva y precisa para entenderse a uno mismo que hasta ahora ha estado muy descui­ dada, o se ha descartado por escepticismo. Actualmente existe una psi­ cología astrológica ( que yo prefiero llamar «psicología cósmica» o «psicología celestial») que ha llegado a la madurez y es de gran valor para personas de todas las procedencias y niveles de educación. Esta «psicología cósmica» se centra en la experiencia interna de la gente, e identifica las fluctuaciones de energía que las personas experimentan en los altibajos de la vida, tanto individualmente como en las relacio­ nes. La psicología cósmica estudia la motivación individual y explora la sorprendente amplitud de tipos de conciencia exhibidos por la infi­ nita variedad de las personalidades humanas.

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¿Por qué debería tomarme en serio la astrología? Respuestas a lo largo de los siglos Es la teoría la que decide lo que podemos observar. ALBERT EINSTEIN

En muchas antiguas culturas, y también en las culturas modernas que están más integradas que la nuestra con los ritmos de la naturaleza, la unidad de la vida humana con los ciclos celestiales y los patrones es­ telares ni siquiera tendría que ser discutida. Para ellas es evidente que la vida humana forma parte de la realidad unificada de la vida natu­ ral. Esto se daría por supuesto, y la afirmación de que las personas mo­ dernas y egocéntricas somos completamente libres de elegir nuestra dirección en la vida y sus resultados -independientemente de las fuerzas naturales- se consideraría ridícula, ignorante o arrogante. Sin embargo, cuando se habla de la astrología, ningún otro campo ex­ cepto la religión (y tal vez la política) suscita opiniones tan extremas y negativas por parte de personas en general sensatas que no tienen absolutamente ningún conocimiento del tema que se está tratando. Este sesgo omnipresente no es algo nuevo. Los numerosos fanáticos antiastrológicos que actualmente persis­ ten en sus diatribas ignorantes evidentemente no tienen respeto por las múltiples personalidades brillantes y eminentes que, como mues­ tra este capítulo, a lo largo de la historia han dado gran valor al estu­ dio de la astrología. Además, quienes saltan al vagón antiastrológico, sean «científicos» o fundamentalistas religiosos, sufren del tipo de su­ perstición que supuestamente denuncian, porque han permitido que creencias inducidas por el miedo substituyan al conocimiento. Y el sesgo popular tan extendido de que la astrología sólo es un divertimento o

parte de la industria del ocio, como parecen indicar la mayoría de los horóscopos de los periódicos limitados a los «signos solares», queda confirmado por la actitud frívola e irresponsable que asumen buena parte de los medios sin conocer el tema en absoluto. A veces me pregunto qué tipo de arrogancia puede impulsar a tan­ ta gente moderna a expresar opiniones vehementes sobre astrología que contradicen las de algunas de las grandes mentes de la historia. ¿Piensan realmente estas personas que están a la altura intelectual de Galileo, Kepler, Brahe, Descartes,Jung, Marco Aurelio, Emerson, Ba­ con, Koestler y Goethe? ¿Qué impulsa a la gente a proyectar tan cla­ ramente su ignorancia, prejuicios y miedos? El profesor Zeldin pro­ pone una explicación cuando escribe: «Una y otra vez, personas aparentemente inteligentes hablan con desprecio para protegerse de lo que no pueden entender, tal como los animales defienden su terri­ torio con olores fétidos» (IHH, p.221). Otra posible explicación es que el ego moderno está tan basado en el orgullo y en la estrechez de la «educación» materialista que en rea­ lidad muchas personas sienten que no son parte del cosmos que les rodea y les dio a luz. Más bien creen que son seres completamente in­ dependientes, con absoluto libre albedrío y total conocimiento de todo lo que es significativo. Este tipo de autoengaño está próximo a la enfermedad mental, y está asombrosamente extendido en el mundo occidental de nuestros días. Tal necedad no puede sino conducir a una vida de aislamiento, desilusión y alienación de la naturaleza, del universo y de las demás personas. Esta lamentable situación que se da en el mundo occidental «edu­ cado» contrasta agudamente con la de otras eras, como por ejemplo el Renacimiento europeo. Como el profesor Anthony Grafton de la Uni­ versidad de Princeton, dice en su libro Cardano 's Cosmos, los pensado­ res cultos del siglo XVI (que sabían múltiples lenguas antiguas y mo­ dernas, así como filosofía, matemáticas y arte) hallaron en la astrología -buena parte de lo que actualmente llamamos psicología, teoría po­ lítica, astronomía, ciencias, filosofía, sociología, y economía-, todas las herramientas fundamentales que necesitaban para analizarse a sí mismos y comprender la naturaleza del hombre y su sociedad.

En parte, el actual desprestigio de la astrología parte de la división entre los campos de la ciencia y el arte, entre lo cuantitativo (y por tan­ to mensurable) y lo cualitativo. Uno de los primeros comentaristas que apuntó a esta escisión y sus efectos negativos sobre las ciencias y la sociedad fue el brillante y polifacético Arthur Koestler, cuyos escri­ tos abarcan una amplísima selección de los ámbitos intelectuales mo­ dernos: novelas, periodismo intelectual en múltiples idiomas, ensayos sobre política y cambio social, autobiografía y libros sobre psicología, parapsicología, teoría de la creatividad e historia de la ciencia. Una persona de raro coraje físico e intelectual. Su novela aparecida a me­ diados del siglo XX, El cero y el infinito, tomó al mundo por sorpresa al revelar la realidad del sistema comunista soviético, en una época en la que la mayoría de los artistas, intelectuales y académicos sentían sim­ patía hacia él. Algunas de sus obras posteriores, como El acto de la cre­ ación y Los sonámbulos: origen y desarrollo de la cosmología, exploran con notable objetividad e integridad muchos asuntos clave de la vida inte­ lectual y científica moderna, décadas antes de que la mayoría de los otros autores tomaran conciencia de estos problemas. Koestler escribió en Los sonámbulos: «Sin embargo, todos los siste­ mas cosmológicos, desde los pitagóricos hasta los de Copérnico, Des­ cartes y Eddington, réflejan los prejuicios inconscientes, los sesgos fi­ losóficos e incluso políticos de sus autores; desde la física hasta la fisiología, ninguna rama de la ciencia antigua o moderna puede pre­ tender estar libre de sesgos metafísicos de un tipo u otro» (SWK, p.11). Este libro se enfoca en lo que Koestler llamó una «amplia in­ dagación de la cambiante visión del hombre sobre el universo que le rodea». Menciono su trabajo porque guarda relación con la razón por la que he usado la cita de Einstein al principio de este capítulo: a sa­ ber, que nuestras teorías determinan lo que podemos observar o ima­ ginar. Si son demasiado estrechas o desequilibradas, estamos restrin­ giendo innecesariamente lo que podemos percibir con respecto a la vida. Los puntos de vista convencionales, estrechos y materialistas pue­ den permitirnos encajar mejor con algunos de nuestro entorno y evi­ tar la fricción con algunos de nuestros colegas profesionales, pero limitan severamente nuestra vida, así como nuestro potencial de de-

sarrollo personal e intelectual. Una posible respuesta a la pregunta «¿Por qué debería tomarme en serio la astrología?», es simplemente: para poder ver más. En realidad, incluso desde un punto de vista rígido y materialista, hay muchas pruebas que confirman el valor de investigar los usos prác­ ticos de la astrología. Como dijo el médico Deepak Chopra en una en­ trevista: «El cuerpo monitoriza los movimientos de las estrellas. Los movimientos biológicos son función de los movimientos planetarios: circadianos, estacionales, etc. Hay una inteligencia subyacente que or­ ganiza la infinidad de cosas que ocurren en el universo, y conecta to­ das ellas entre sí» ( San Francisco Chronicle, 11 de enero de 1997). De hecho, en muchos campos de estudio, la estrecha orientación mate­ rialista se está desintegrando. El científico medioambiental William Keepin PhD, examina en un artículo publicado por la revista Lije la propuesta del físico David Bohm de que el universo es una sola enti­ dad continua que se encuentra en un movimiento fluido (llamado ho­ lomovimiento), en el que cada parte es una réplica de la totalidad. Las tres manifestaciones básicas de esta entidad son la materia, la energía y el significado, y cada una de ellas envuelve a las otras dos. La visión de Bohm fue presagiada por el antiguo principio astrológico: «Como arriba, así es abajo». En otras palabras, los planetas y las personas son parte de un único proceso, unificado por patrones de significado. La astrología simplemente intenta cartografiar, analizar o hacer un se­ guimiento de dichos patrones. Pero como los significados no pueden cuantificarse, la astrología no puede probarse científicamente a satis­ facción de quienes creen que todo lo real es mensurable. No obstan­ te, tal actitud es infructuosa porque, como indica Keepin: «Es como tratar de probar la belleza de la música de Mozart a través de la quí­ mica». Es particularmente curioso que el doctor Keepin emplee la analo­ gía de la música, puesto que otro controvertido libro también emplea la analogía musical para representar cómo opera nuestro sistema so­ lar en relación con los seres humanos, ofreciendo así una posible ex­ plicación de la asombrosa precisión de la astrología. El doctor Percy Seymour, lector de astronomía y astrofísica por la Universidad de Ply-

mouth, en Inglaterra, e investigador del real observatorio de Green­ wich, causó una gran reacción entre sus colegas conservadores con la publicación del libro Astrology: The Evidence of Science, al punto que el Times de Londres publicó un artículo sobre la controversia. Tal artí­ culo incluyó esta cita de su trabajo: « ... la totalidad del sistema solar está tocando una sinfonía sobre el campo magnético de la tierra». Una vez más, según la teoría del doctor Seymour, las correlaciones entre sistema solar e individuo se evalúan en términos de vibración, armo­ nía y ondas de energía, describiéndose al sistema solar como una in­ trincada trama de campos planetarios y resonancias. Seymour -autor de numerosos libros sobre astronomía, entre los que se incluye Cosmic Magnetism, que le reportó renombre académico internacional- tiene doctorados en astronomía y en astrofísica, y nun­ ca mostró mucho interés por la astrología hasta que se sintió motivado a examinarla al ver que era atacada y descartada con gran carga emo­ cional por colegas científicos que habitualmente pretendían ser obje­ tivos. Como dijo en una entrevista: «Así, habiendo examinado los ar­ gumentos que supuestamente desaprueban la astrología, llegué a la conclusión de que eran totalmente acientíficos, una especie de fana­ tismo racionalizado encubierto por el lenguaje académico» (TMM). Aunque sus teorías e hipótesis son demasiado complejas para presen­ tarlas aquí con detalle, es muy posible que hayan abierto la puerta a en­ tender por qué la astrología funciona tan notablemente bien. El doc­ tor Seymour propone la idea especulativa de que se produce una sintonía previa al nacimiento con los campos magnéticos del campo solar circundante. Una breve nota permitirá al lector saborear sus plan­ teamientos: En el proceso de intentar formular un mecanismo para explicar los re­ sultados de Gauquelin [estudios estadísticamente válidos sobre las posi­ ciones planetarias y la elección de profesión], fui conducido a considerar la magneto-biología, un vasto cuerpo de conocimiento que vincula los ali­ neamientos planetarios con los eventos magnéticos que ocurre en el Sol, y las consecuencias biológicas de las fluctuaciones del campo magnético terrestre. Esto es lo que realmente me dio la idea de que hay un meca-

nismo, la resonancia magnética de mareas, que no sólo puede explicar el magnetismo solar, sino también por qué fluctuaciones específicas de la magneto-esfera terrestre coinciden en fase con los efectos de los planetas sobre las mareas. (TMM).

En resumen, el «peso de la evidencia», como se dice en el argot le­ gal, empieza a ser abrumador en el sentido de que actualmente de­ bemos aceptar nuevas y más amplias perspectivas sobre la vida, la cien­ cia, la naturaleza humana y el potencial humano en todos los campos de estudio y en todas las profesiones relacionadas con el servicio. Si, de hecho, estamos empezando a ver, al menos teóricamente, la totali­ dad del universo (o al menos de nuestro sistema solar) como un sis­ tema total y organizado de energías, ritmos, funciones, etc. En conse­ cuencia, todos los sistemas orgánicos dentro de la totalidad mayor tienen cierta relación armónica con el resto del sistema. Los antiguos filósofos, sabios y astrólogos de muchas culturas le llamaron la rela­ ción del microcosmos con el macrocosmos.

¿Qué tienen en común Galileo, Emerson y Jung? Antes mencioné los nombres de algunas de las grandes mentes de la historia y su reconocimiento del valor de la astrología. Aquí ci­ taré brevemente sus declaraciones y/ o acciones relacionadas con la astrología. Sir Francis Bacon (1561-1626), un contemporáneo de Shakespeare (1564-1616), es considerado como una de las personas más brillantes de la historia, a menudo equiparado con Leonardo da Vinci por la amplitud de su trabajo, conocimientos y originalidad. Bacon, a veces llamado el «padre de la ciencia moderna», reprendía a los astrólogos por sus abusos del arte, pero ansiaba ver el día en que esta disciplina se estableciera sobre una base más racional, purga­ da de sus excesos y malas prácticas: «La astrología debería ser pur­ gada más que absolutamente rechazada» (El avance del conocimiento). Bacon también escribió: «Las naturalezas y disposiciones de los hom­ bres se distinguen, no sin verdad, por la predominancia de los pla­ netas» ( ibíd.) .

Johannes Kepler, a quien los astrónomos reverencian por su des­ cubrimiento de las leyes del movimiento planetario, mostró una acti­ tud verdaderamente científica. Aunque al principio se mostró escép­ tico con respecto a muchos aspectos de la astrología, finalmente llegó a las siguientes conclusiones: Una incesante experiencia de la armonía existente entre los eventos mundanos y los cambios que ocurren en los cielos me ha instruido y me ha obligado a creer en contra de mi voluntad... Como nos enseña la ex­ periencia, el más hermoso de los regalos de Dios. Ese noble fenómeno de las órbitas divinas y sus influencias terrenales (la astrología), tiene mala reputación principalmente por las tendencias de algunos que pre­ tenden demasiado de ella, a través de una charlatanería supersticio­ sa, que de este modo ak:jan de ella a los estudiosos (Kepler, Obras com­

pletas).

Me agradó especialmente esta última cita (¡de sus escritos del año 1598!) porque he declarado y escrito muchas veces que a menudo son los propios astrólogos quienes generan la mala reputación de la as­ trología pretendiendo demasiado de ella o tratándola como si fuera una religión. De hecho, una de las ambiciones vitales de Kepler fue es­ tablecer la astrología sobre una base más fiable y respetable. Escribió: «Sin embargo, de tales excesos, los astrólogos sólo puede inculparse a sí mismos. A través de sus múltiples abusos no sólo han llevado este arte saludable al descrédito y la sospecha, sino que han entendido muy poco de su valor real, que yo aquí defiendo» ( ibíd.). El gran Galileo (1564-1642) enseñó y practicó la astrología duran­ te muchas décadas, y dio clases de astrología a los estudiantes de me­ dicina en la Universidad de Padua, Italia. En aquellos tiempos la as­ trología se consideraba un adjunto indispensable de la medicina, y me atrevo a decir que debería seguir siéndolo. Personalmente conozco a una serie de doctores en medicina, quiropraxia, psicología y psiquia­ tría que (generalmente en secreto) usan la astrología para compren­ der la naturaleza y vitalidad de sus pacientes, y los ciclos por los que están atravesando. Esta disciplina contribuye inmensamente a hacer

más eficaz su trabajo, puesto que permite entender rápidamente al pa­ ciente con gran profundidad. Hace poco se mencionó que un renombrado profesor de física (no quiero poner en peligro su carrera profesional mencionando su nom­ bre) dijo lo siguiente: «Las matemáticas han sido y continuarán sien­ do un lenguaje de la ciencia, pero la astrología se convertirá en el len­ guaje cualitativo de la condición humana». En el campo de la dirección de empresas, los directivos también muestran cierta renuencia a permitir que se sepa que usan la astrolo­ gía o a consultores astrológicos, de modo que no puedo mencionar aquí muchos ejemplos ni divulgar información confidencial.Sin em­ bargo, Richardjenrette, con Aries como signo solar, demasiado inde­ pendiente y rico como para que le importen demasiado las opiniones de los demás, describió extensamente lo útil que le parece la astrolo­ gía en su libro The Contrarian Manager. Considerando que las personas nacidas en Aries tienden a ser impacientes y necesitan entender rápi­ damente los aspectos esenciales de las situaciones y las capacidades de los demás, este testimonio me pareció especialmente valioso.No cabe duda de que un Sol en Aries como Jenrette no perdería el tiempo con la astrología si no le encontrara una aplicabilidad inmediata.Jenrette fue uno de los fundadores de «Donaldson, Lufkin &Jenrette» (o «DLJ»), una pequeña empresa pionera de Wall Street que posterior­ mente fue vendida a otra compañía por muchos millones de dólares. Recientemente también he estado en contacto con un experto en con­ tratar a ejecutivos del campo farmacéutico que emplea la astrología para encajar a las personas con las situaciones y con las capacidades específicas que se requieren. Ralph Waldo Emerson, el inspirador filósofo americano, definió concisamente la astrología en los siguientes términos: «La astrología es astronomía traída a la tierra y aplicada a los asuntos de los hom­ bres».Esta cita es un paralelo casi exacto de la afirmación del psicó­ logo Ralph Metzner de que la astrología es «astronomía aplicada a propósitos psicológicos» (del artículo del doctor Metzner «Ciencia po­ tencial y arte intuitivo»), especialmente porque el término «psicoló­ gico» era desconocido en tiempos de Emerson.

En el campo literario podría mencionar cientos de ejemplos, pero me limitaré a las citas de sólo dos autores. El gran escritor alemán Goethe escribió: «La astrología tiene su principio en un remoto sen­ tido de una gran unidad cósmica». Y el controvertido y vanguardista escritor norteamericano Henry Miller, que alabó la astrología en al­ gunos de sus libros, explica: «La astrología no ofrece una explicación de las leyes del universo, ni de por qué existe. Lo que hace, expresa­ do en términos simples, es decirnos que hay un ritmo en el universo, y que la vida humana participa de dicho ritmo» (Miller, La sabiduría del corazón) . Entre las ciencias modernas, no cabe duda de que la astrología ha sido ampliamente puesta a prueba, usada y aceptada dentro del cam­ po de la psicología. Esto no puede sorprendernos, puesto que la as­ trología probablemente es más precisa y útil cuando se aplica a com­ prender la variedad de las personalidades y motivaciones humanas. Las citas siguientes ofrecen vislumbres de la vasta serie de usos prácti­ cos que tiene la astrología para quienes se interesan por la psicología. Los textos de psicología de las futuras generaciones mirarán atrás a los psi­ cólogos modernos que trabajan sin ayuda de la astrología como si fueran astrónomos medievales trabajando sin ayuda del telescopio.(Richard Tar­ nas, Ph.D., profesor de psicología en el Instituto de Estudios Integrales de California; autor de La pasión del pensamiento occidental, además de Cosmos

y psique: indicios para una nueva visión del mundo.) La astrología ofrece, en primer lugar, un sistema de personalidades basa­ do en un marco de referencia externo que es, por lo tanto, superior a los sistemas arbitrarios que con tanta abundancia se crean en el campo del estudio de la personalidad, y casi seguramente será el sistema de psicolo­ gía universal del futuro. Ofrece un patrón sutil de la mente humana(... ) que no puede ser manipulado por el sujeto que desea «pasar por bueno» o «pasar por malo», algo relativamente fácil de hacer en muchos cuestio­ narios psicológicos. Ofrece comprensión de áreas sobre las que el sujeto a menudo conoce muy poco o nada(... ) represiones, valores nunca ver­ balizados conscientemente, ambivalencias y conflictos proyectados en

eventos y relaciones, y nunca afrontados conscientemente. Así mismo, ofrece claves de potenciales y talentos aún inexpresados,de canales na­ turales para la integración y la sublimación,etc. (...) Permite «combinar» adecuadamente a los individuos: terapeutas con clientes,jefes con em­ pleados,miembros de una pareja,etc. Estoy firmemente convencido de que la psicoterapia del futuro empleará el horóscopo de manera tan ru­ tinaria como ahora empleamos la entrevista y los datos del historial del su­ jeto. (Zipporah Dobyns,«Astrology as a Psychological Too!»,en: Aquarian Agent magazine, 1970).

Ralph Metzner Ph.D., otro psicólogo que hizo un trabajo impor­ tante en la Universidad de Harvard y entre cuyas publicaciones se in­ cluye Maps of Consciousness, explica de manera concisa pero porme­ norizada la contribución que puede hacer la astrología a la psicología y al entendimiento de uno mismo: Como psicólogo y psicoterapeuta me he interesado por otro aspecto de este desconcertante y fascinante tema. Aquí tenemos una tipología psi­ cológica y una herramienta de evaluación diagnóstica que excede nota­ blemente en complejidad y sofisticación de análisis a cualquier sistema existente. (...) El marco de análisis -los tres alfabetos zodiacales simbó­ licos e interrelacionados: «signos»,«casas» y «aspectos planetarios»- pro­ bablemente se adaptan mejor a la compleja variedad de la naturaleza hu­ mana que los sistemas existentes de tipos,rasgos,motivos,necesidades, factores o escalas. El sistema tiene la ventaja adicional de ser completamente indepen­ diente de cualquier conducta por parte del sujeto,y así está libre de cual­ quier respuesta sesgada del tipo que sea. (...) A diferencia de cualquier otra herramienta para evaluar la personalidad,el patrón astrológico tie­ ne una dinámica inherente: el horóscopo interpretado por un astrólogo hábil y experimentado no sólo provee una imagen sintética de las incli­ naciones hereditarias y tendencias de la persona,sino que apunta a los potenciales latentes y sugiere direcciones de crecimiento necesario. ( ...) En resumen,ofrece un mapa simbólico del proceso de autorrealización.

Stanislav Grof, un psiquiatra que ha escrito extensamente sobre as­

trología en libros como Sabiduría antigua y ciencia moderna, fue jefe de investigación psiquiátrica en el Maryland Psychiatric Research Center y profesor asistente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la

UniversidadJohns Hopkins. Esto es lo que tiene que decir sobre el va­ lor de la astrología: La astrología es, en mi opinión, el único sistema que puede predecir con éxito tanto el contenido como el momento en que ocurrirán las expe­ riencias con las que uno se encuentra en estados de conciencia no ordi­ narios, dentro del marco de la psicoterapia experimental. La astrología, una disciplina rechazada y ridiculizada por la ciencia car­ tesiano-newtoniana, puede ser de gran valor como fuente de información con respecto al desarrollo y transformación de la personalidad. ( ...) Para un planteamiento que considere la conciencia como el elemento prima­ rio del universo, entretejido en el tejido mismo de la existencia, y que re­ conozca las estructuras arquetípicas como algo que precede y determina los fenómenos del mundo material, la función de la astrología parecería muy lógica (ibíd.). El eminente erudito y psiquiatra Carl G. Jung fue uno de los pri­ meros terapeutas en usar la astrología para comprender mejor las di­ námicas internas de sus clientes.Jung reconoció que usaba la astrolo­ gía en muchos de sus casos, especialmente con aquellas personas que le resultaban dificiles de entender. Como soy psicólogo, me interesa mucho esa luz particular que el horós­ copo arroja sobre ciertas complicaciones del carácter. En los casos en que se me presenta un diagnóstico psicológico dificil, generalmente obtengo un horóscopo para contar con otro punto de vista desde un ángulo com­ pletamente diferente. Debo decir que frecuentemente los datos astroló­ gicos elucidan ciertos puntos que de otro modo habría sido incapaz de entender. (De la carta de Jung al profesor B.V. Raman, 6 de septiembre de 1947).

En una entrevista con el editor de una revista astrológica francesa, Jung (1954) declaró: Uno puede esperar con considerable seguridad que una situación psico­ lógica bien definida venga acompañada por una configuración astrológi­ ca análoga. La astrología está compuesta por configuraciones que simbo­ lizan el inconsciente colectivo, que es el tema de la psicología: los «planetas» son los dioses, símbolos de los poderes del inconsciente.

En esta misma entrevista,Jung afirmó que la predisposición psí­ quica innata del individuo «parece expresarse de manera reconocible en el horóscopo». En muchos de sus escritos,Jung resaltó que la as­ trología abarca la suma total del conocimiento psicológico de la anti­ güedad, incluyendo tanto las predisposiciones innatas del individuo como una forma precisa de saber cuándo se producirán las crisis. En resumen, debemos admitir que la astrología es difícil de ftjar y medir, tanto científica como filosóficamente. Pero este antiguo cono­ cimiento está dotado de una riqueza que, como se ve en este capítu­ lo, ha sido ampliamente reconocida como muy valiosa por algunas de las mentes más brillantes de la historia. Mantengo que es particular­ mente la asociación de la astrología con la predicción, en la mente de buena parte del público y también -desgraciadamente- en las pre­ tensiones de muchos astrólogos, lo que ha impedido que muchas per­ sonas inteligentes examinen esta disciplina profunda y útil. Aunque muchos astrólogos persisten en los intentos predictivos y en los méto­ dos de siglos pasados, afortunadamente un creciente número de prac­ ticantes más modernos y sofisticados, sintonizados con la psicología, ya no realizan tales afirmaciones incondicionales. La medicina, la economía, la meteorología y la sismología son cien­ cias que resultan difíciles de determinar con precisión, y se admite de manera general que no son completamente fiables. Por tanto, a me­ nudo resultan frustrantes para aquellos que buscan certezas. Sin em­ bargo, pocas personas ponen objeciones a que a estas disciplinas se les considere ciencias legítimas. De hecho, a la economía a menudo se le llama la «ciencia sombría», en parte porque los economistas suelen

hacer predicciones que raras veces se cumplen. Pero en el campo de la economía, como en la astrología, si uno deja de pedir predicciones es­ pecíficas, descubre que hay cosas aún más interesantes que se pueden aprender, y perspectivas más amplias que se pueden obtener de esas disciplinas, especialmente con respecto a los valores, las motivaciones y la conducta humana. En otras palabras, uno debe aproximarse a cada campo de estudio y de investigación en sus propios términos, y de modo que se beneficie de él tanto como pueda, en lugar de intentar encontrar la ciencia imagi­ naria perfecta. Ninguna otra ciencia ha alcanzado ningún tipo de per­ fección o infalibilidad, y la gente en general no espera eso de la me­ dicina, la meteorología o la economía. Por tanto, tampoco es justo exigírselo a la astrología.

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Amor, sexo y relaciones: a través de la historia y en la actualidad El amor es algo que se debe aprender. Es el dificil y complejo proceso de mantener la integridad individual a lo largo del incalculable proceso de la polaridad interpersonal. D.H. L.AWRENCE

El amor es un acto de perdón interminable, una mirada tierna que se convierte en hábito. PEn:R USTINOV

Nosotros, en el mundo occidental, vivimos en un tiempo verdadera­ mente extraño, marcado por un orgullo ampliamente extendido con respecto a nuestra «libertad» y a nuestro supuesto «conocimiento» moderno, y sin embargo nos encontramos aprisionados por nuestros miedos e inseguridades, y a menudo convertidos en inválidos emo­ cionales por nuestra falta de autoconocimiento. Como escribió el co­ nocido crítico de nuestro actual sistema educativo, Charles]. Sykes: «En lugar de reconocer que la vida humana está marcada por la de­ cepción y la limitación, hemos entronizado la expectativa infinita -de gratificación psicológica, de expresión del propio potencial, de autorrealización, y de felicidad- no como un objetivo a conseguir, sino como un derecho» (DumbingDown Our Kids, 1996). El estado de la sociedad contemporánea, y el ritmo de nuestro es­ tilo de vida moderno, con una economía conducida obsesivamente por la publicidad, han creado un tipo de persona desencarnada, que

se ve impulsada por una mezcla incoherente de deseos, opiniones y emociones contradictorios. La confusión y el hecho de mantenernos desconectados de nuestro cuerpo y de las emociones profundas ( que son muy diferentes de los «sentimientos» superficiales, transitorios y a menudo autoindulgentes) suelen hacernos incapaces de experi­ mentar la «polaridad» a la que se refiere D.H. Lawrence en la cita an­ terior. El término «polaridad», aparte de su definición electromagné­ tica en las ciencias físicas, también denota las cualidades y sintonías vitales opuestas, que son complementarias y a menudo mutuamente es­ timuladas: masculino/femenino, yin/yang, creativo/receptivo, y así sucesivamente. Un dicho de los indios hopi afirma: «La polaridad es el telar sobre el que está tejida toda la realidad». Y si no podemos par­ ticipar consciente y felizmente en esta danza de polaridades, verda­ deramente nos estamos perdiendo buena parte de lo que ofrece la vida. Si no podemos experimentar la polaridad, tampoco podemos ex­ perimentar el dinamismo en la vida, ni la auténtica creatividad, la profunda excitación, o la satisfacción de sentirnos completos, a me­ nudo provocada por el encuentro con una personalidad comple­ mentaria en el marco de una relación significativa. La importancia que se concede al amor y al sexo, y la actitud que se muestra hacia ellos en una era dada están inseparablemente vinculadas con el en­ torno físico, psicológico y social. Pero actualmente, en buena parte del mundo occidental, el ritmo de vida acelerado, los estilos de vida transitorios e inestables, la ausencia de enraizamiento de las perso­ nas en las ciudades, y las modas extremas ( e incluso las infecciones psíquicas) que parecen extenderse cada vez más rápidamente a nivel internacional por medios electrónicos, contribuyen a un sentimien­ to de ansiedad y desorientación. Entonces, la gente busca a tientas una experiencia de enraizamiento (tocar tierra) o de polaridad, y como la esencia del sexo es la polarización, muchas personas tratan de en­ contrar la compleción y la satisfacción exclusivamente a través del sexo. De hecho, a la vida moderna occidental le falta cada vez más concentración, relajación y polarización, y la gente intenta encon­ trarlas en el sexo o en relaciones teñidas de sexualidad. Sin embargo,

a estas alturas debería resultar evidente para cualquiera que haya vi­ vido en el mundo occidental durante los últimos años que nuestra so­ ciedad ha sobrecargado la sexualidad con tales expectativas, poder e imaginería comercial que cada vez es más dificil construir y vivir re­ laciones claras y honestas basadas en las propias necesidades y sensi­ bilidades instintivas. Seguiremos explorando este asunto más ade­ lante en este mismo capítulo. Un autor que ha publicado algunos escritos muy incisivos sobre este área crucial de la vida moderna es Stanley Keleman. Su diagnós­ tico de los engaños, autoengaños, y necesidades profundas de la gen­ te en la modernidad es tremendamente provocador y merece ser ci­ tado aquí: Los niveles de la realidad están confundidos. En nuestro intento de cre­ ar una sociedad igualitaria, hemos politizado y distorsionado las relacio­ nes de género. Vivimos en un clima político que busca borrar las dife­ rencias sexuales, denunciando el concepto de anatomía como destino. Por medio del fíat legislativo, la sociedad trata de abandonar la masculi­ nidad y la feminidad, así como de descartar las verdades sobre las dife­ rencias y tensiones conocidas durante decenas de miles de años de histo­ ria. Esto produce un concepto intelectual de igualdad que no está enraizado en la experiencia ni en la anatomía (IDH, p.58). En el intento de borrar las diferencias evidentes y naturales entre los sexos, de hecho también hemos reducido la experiencia de pola­ ridad que puede satisfacer, inspirar y sanar. Keleman continúa di­ ciendo: En los últimos años se ha producido un ataque, tanto manifiesto como su­ til, a los sentimientos y roles masculinos y femeninos, y al lugar que han de ocupar la familia y el compromiso. Muchas personas de nuestra cultura quieren poner énfasis en las similitudes y no en las diferencias (IDH, p.18). Se anima públicamente a procurar satisfacción para antiguas privaciones instintivas; a buscar la igualdad sexual en lugar de aceptar la diferencia-

ción sexual; a demandar la gratificación instantánea y a subestimar la le­ altad, el compromiso y el esfuerzo. El modelo es un jardín mítico de ocio hedonista, donde hombres y mujeres exigen todos sus derechos políticos y biológicos sin tener que trabajar por ellos o desarrollar las habilidades para crear relaciones duraderas, lazos emocionales o familias. ¿Puede ex­ trañarnos que la gente se sienta confundida con respecto a su sexualidad, sus roles, y su género? (IDH, p.24).

Como tantas personas han perdido el contacto con los aspectos bá­ sicos de la vida y del amor, se podría decir que este libro presenta una nueva clave para entender la polaridad. La totalidad de la astrología, como veremos en los próximos capítulos, se basa en las polaridades: el sol caliente y energizante junto a la luna refrescante y aliviante; la personal y armoniosa Venus frente al impersonal y agresivo Marte; las energías autoexpresivas de los elementos aire y fuego en contraste con las autocontenidas de los elementos tierra y agua; etc. En cierto senti­ do, la astrología puede considerarse la ciencia/arte de cómo las ener­ gías humanas operan en la vida diaria, en forma individual e inter­ personal. Puede resultar iluminadora para los individuos que tratan de conocerse mejor a sí mismos y a sus parejas, pero también es ex­ tremadamente útil como correctivo para equilibrar los engaños mo­ dernos y los conceptos autodestructivos que cada vez dominan más nuestro mundo. Como escribe Keleman: Cuando alteramos los instintos procreativos y distorsionamos el signifi­ cado del género, reducimos algunas de las emociones más profundas y de las aspiraciones más desinteresadas de las que la humanidad es ca­ paz: el cuidado y el amor a los hijos, y la construcción de un mundo más humano para las futuras generaciones (IDH, p.8).

Trasfondo histórico y cultural El estudio de una variedad de culturas y de su historia nos ayuda a re­ velar un asombroso espectro de modos de expresar el afecto y la se­ xualidad, así como de formas de construir instituciones sociales o ro­ les aceptables para las relaciones entre los sexos, para la crianza de los hijos y para potenciar la estabilidad social e intergeneracional. Tales estudios también sacan a la luz la amplia variedad de modos en que los seres humanos han tratado de comprender los misterios de la vida íntima y de la relaciones. Es de sobra conocido que los antiguos grie­ gos tenían cinco palabras diferentes para los distintos tipos de «amor». Tal vez la más intrigante sea eros, de la que derivamos nuestra palabra «erótico», un término mucho más estrecho que el original. Los griegos creían que la regeneración continua del yo es inhe­ rente al eros, que nos impulsa a buscar una forma superior de verdad, bondad y belleza. Su visión era que lo biológico (sexualidad física) debe quedar incluido, pero también trascendido, en eros. El dios Eros fue el hijo de Ares (Marte) y Afrodita (Venus), fuerzas masculina y fe­ menina polarizadas, sexualidad y relación, fuerte asertividad y her­ moso atractivo. Tanto los griegos como muchos escritores posteriores de diversas culturas entendieron que eros nos lleva a trascendernos a nosotros mismos, que nos provee del impulso de unión y relación, e incluso del impulso hacia la unión con la verdad o Dios, tal como lo describe San Agustín. Eros es el poder que nos atrae, que nos impul­ sa hacia adelante, mientras que el sexo sólo nos empuja desde atrás. Eros hace referencia a las posibilidades, pero cuando nos domina la búsqueda de la satisfacción egoísta, eros queda eliminado. El mito griego describe que Eros crecía y se desarrollaba rápidamente cuan­ do estaba con su hermano Anteros, pero volvió a una forma infantil cuando se separó de él. Ésta es una buena descripción de cómo, en la antigua visión griega, el amor (Eros) no puede crecer sin la pasión (Anteros), o al menos una implicación emocional o energética. En resumen, una amplia visión del misterio semidivino de eros in­ cluye muchos de los temas de este libro y abarca numerosos aspectos de la vida que, por desgracia, actualmente han quedado fragmenta-

dos, politizados, degradados y alejados de la rica textura de la expe­ riencia histórica humana y de nuestra necesidad profunda de intimi­ dad. Como escribió la doctora Alice S. Rossi, una socióloga de la Uni­ versidad de Massachusetts: «La sociedad moderna es un mero segundo en la historia evolutiva, y es un tanto inocente asumir que nuestros pequeños experimentos en( ...) igualdad sexual puedan dar la vuelta en un siglo, y mucho menos en una década, a milenios de cos­ tumbre y adaptación». En un tono similar, el terapeuta Stanley Kele­ man escribió: «Este juguetear con los roles sexuales tiene implicacio­ nes que no han sido articuladas claramente» (IDH, p.73). De hecho, una mayor familiaridad con las costumbres, las tradi­ ciones y las formas sociales de todo el mundo, y con las que se han dado a lo largo de la historia, eliminaría mucha tensión de los puntos de vista generalmente rígidos que tanto se escuchan hoy en día cuan­ do se discuten temas como el amor, el sexo y los roles de género. De hecho, este material debería formar parte de los cursos y programas que pretenden enseñar «estudios de género», o «feminismo», o «se­ xualidad humana». Como escribe el profesor Zeldin: «La historia del amor no es un amplio movimiento hacia una mayor libertad, sino un flujo y un reflujo, un remolino, con largos períodos de calma. Los oc­ cidentales actuales, poseedores de anticonceptivos, disponen de mu­ chas alternativas. Ahora que el amor se valora más que nunca, es sor­ prendente que las escuelas no enseñen su historia, sus batallas, el ascenso y caída de sus dominios, sus métodos diplomáticos, su retóri­ ca y la hipocresía de la economía» (IHH, p.76). Casarse por amor es un fenómeno histórico relativamente nuevo, que se da fundamentalmente en el mundo occidental. La mayoría de los matrimonios del mundo han sido, y continúan siendo, concerta­ dos por los padres u otras personas mayores por razones sociales y eco­ nómicas. En la mayoría de los lugares y tiempos, casarse por «amor» ha sido considerado una falta de buen juicio. Como escribe Zeldin: Durante la mayor parte de la historia, el amor ha sido considerado una amenaza a la estabilidad del individuo y de la sociedad, porque, en gene­ ral, la estabilidad se valoraba más que la libertad. Aún a finales de la dé-

cada de los 50, sólo una cuarta parte de las parejas americanas compro­ metidas dijeron que estaban profundamente enamoradas, y en Francia menos de un tercio de las mujeres dijeron haber vivido un gran amor. Cuarenta años después, la mitad de las mujeres francesas se quejaban de que los hombres de sus vidas no eran lo suficientemente románticos, y de­ seaban que al menos les dijeran «te quiero» con más frecuencia. Su visión general es que la vida moderna hace que la pasión amorosa sea más difí­ cil que en el pasado, pero la edad dorada nunca existió. Desesperadas, muchas dicen que ellos sienten más pasión por los animales y por los de­ portes que por las personas. En Rusia, al comienzo del glasnost, incluso entre los recién casados, el amor sólo era la quinta razón en la lista de die­ ciocho razones para casarse. Lo que significa que la pasión es un arte que la gente todavía no ha dominado: el amor es una revolución inacabada (IHH, p.83).

No obstante, como escribe la historiadora del arte y crítica social Camille Paglia, a pesar de la revolución sexual y de toda la supuesta li­ bertad de expresión emocional que ahora tenemos: «¿Que hemos aprendido sobre nosotros mismos? Prácticamente nada. En contra de lo que dice la propaganda feminista, no hemos encontrado la res­ puesta a ningún problema sexual importante. De hecho... apenas he­ mos empezado a plantear las preguntas correctamente» (VT, p.130). Además, Paglia apunta que «esta tiranía contraproducente de la co­ rrección política» (VT, p.431) impide llegar a objetivos satisfactorios, como la comprensión humana y la verdadera igualdad entre los sexos. Por su parte, Zeldin resume nuestra incapacidad de aprender de las experiencias de generaciones anteriores con respecto al amor y al sexo: «Pero cada generación, consciente únicamente de en qué difie­ re de sus padres y de sus hijos, se olvida de lo viejos que son la mayo­ ría de los temas de discusión entre hombres y mujeres, de cómo los humanos insisten en golpearse la cabeza una y otra vez contra el mis­ mo muro» (IHH, p.386). Otro tema que se ha repetido históricamente en relación con el amor y el sexo es la idealización del sexo opuesto o de una pareja es­ pecífica, más habitualmente de la mujer. Tal idealización, como seña-

la el profesor Zeldin, no nos ayuda mucho a entender a nuestra pare­ ja tal como es, aunque nos ofrece una solución romántica temporal a la soledad y, durante ciertos períodos de la historia, compensa nues­ tra conciencia opresiva de la imperfección humana o el pecado. Esta tendencia hacia la idealización ha sido una manifestación más del eros a lo largo de los siglos y, en muchos casos ha producido una profunda devoción religiosa, elevados temas artísticos en la poesía, la escultura y la pintura, e incluso en el código de caballería, que añadió mucho a la cortesía en las relaciones interpersonales. Hallamos esta idealiza­ ción de las mujeres en numerosas ramas de la historia cultural hindú, árabe y cristiana. Además, la idealización de la pareja es aparente incluso en esta era de supuestos logros de igualdad, realismo y equiparación de derechos legales entre los sexos. Asumiendo la forma neurótica de una batalla interna entre las propias emociones románticas idealizadas (pero a menudo inconscientes) por un lado, y la necesidad egocéntrica de po­ der personal y libertad individual intransigente por el otro. De hecho, algunos tipos de idealización que nos confunden y minan nuestras re­ laciones parecen surgir de la cultura egocéntrica de las «expectativas infinitas», anteriormente mencionada en este capítulo. Una manifestación de la idealización que contemplamos actual­ mente en el mundo occidental de matrimonios y familias que colap­ san es la del «alma gemela». Sobre esta noción sólo comentaré que una comparación precisa e incisiva de las cartas astrológicas de las dos personas generalmente sirve para revelar si existe suficiente compati­ bilidad real como para que puedan tener posibilidades de alcanzar ese nivel de intimidad. A propósito, la comparación de cartas también puede indicar en qué medida la idealización de una o ambas perso­ nas es un factor importante en la relación, y también si se trata de una idealización inspiradora y creativa, de una «fantasía» seductora o en­ gañosa, o de una combinación de ambas. (Las interacciones de Nep­ tuno son especialmente importantes en esta área del análisis de las re­ laciones). La tragedia de permitir que se desboque la idealización excesiva o insana -en nuestras imágenes de otros, en nuestra imaginación de lo

que es posible de las relaciones íntimas, o en nuestros conceptos exal­ tados de la propia perfección- es que aísla en una burbuja dimen­ siones de nuestra vida que a partir de entonces flotan hacia arriba, des­ vinculadas de la realidad práctica o emocional. Caer en el hábito crónico de idealizar (permitido por una sociedad abundante y ocio­ sa, y animado por muchos aspectos de la industria terapéutica y de la autoayuda) puede separar al individuo de otras áreas más profundas, enriquecedoras y sostenibles de su experiencia personal. El estribillo de la canción de Leonard Cohen «Anthem» expresa poéticamente la comprensión iluminadora y la energía que pueden experimentarse cuando nos reconciliamos con la existencia de límites realistas en nuestras relaciones, algo que puede «sonar» más a las personas con más de cuarenta años. Toca las campanas que aún pueden sonar olvida tu ofrenda perfecta hay una grieta, una grieta en toda las cosas así es como entra la luz. (Del álbum The Future)

En las tradiciones espirituales asiáticas a menudo se dice que la mente es «el enemigo de lo real». En el dominio de las relaciones, el ideal es el enemigo de lo real. Con esto no me refiero a que cada per­ sona no debería tener sus ideales de vida individuales. Y ciertamen­ te cualquier relación tendrá más posibilidades de prosperar si am­ bos individuos comparten ideales espirituales y/ o filosóficos. En capítulos posteriores exploraremos un poco más el «intercambio de concesiones» que debemos aceptar en las relaciones en capítulos posteriores. Pero así y todo, debemos mantener en mente el con­ cepto guía de que con un ideal tenemos perfección en nuestra men­ te, pero no necesariamente ninguna vida real ni vitalidad. Con la polaridad es posible que tengamos conflicto, pero también flujo energético y potencial. Aunque en este campo de la intimidad humana las variantes histó­ ricas y culturales son interminablemente fascinantes, en el ámbito de

este libro no hay espacio para explorarlas más plenamente. Pero quie­ ro establecer este contexto amplio no sólo para preparar el escenario que nos permita tratar muchas dimensiones arquetípicas de la natu­ raleza humana en los últimos capítulos del libro, sino también porque quiero reconocer brevemente el vasto espectro de las conductas, imá­ genes y actitudes humanas. No obstante, y en parte porque actual­ mente hay una variedad tan amplia de expectativas, ideales, estilos de vida, creencias religiosas y tradiciones culturales, después de este ca­ pítulo ignoraré la mayoría de las modas pasajeras de nuestros días, de las suposiciones en boga, de las controversias y de los dogmas políti­ camente correctos. En cambio, me enfocaré en la sintonía energética esencial de los seres humanos individuales, en una realidad más du­ radera que lo que pasan por hechos en los medios de comunicación de nuestros días y en los caprichos académicos. Además, como el con­ tenido de este libro es relevante para personas de todo el mundo, no quiero limitar lo que la ciencia astrológica puede ofrecer a los gustos limitados y cambiantes de unos pocos sectores de la sociedad occi­ dental.

Tendencias sociales, normas e hipocresía Incluso antes de las amargas políticas de género de las últimas déca­ das, el tejido social de muchos países occidentales ya se estaba deshi­ lachando; pero esta desintegración ha sido acelerada por numerosos factores que actualmente presentan un enorme desafio a quien trate de vivir una vida decente y estable, en particular las personas que crí­ an niños. El divorcio continúa extendiéndose a una velocidad alar­ mante, y el número de niños involucrados en divorcios se ha triplica­ do a lo largo del último cuarto de siglo. Un experto estima que el 45% de todos los niños americanos vivirán con un solo padre en algún mo­ mento antes de cumplir los 18 años. Y cada vez más personas están eli­ giendo ser padres solteros o quedarse solos cuando acaba una relación no conyugal. Nadie puede estar seguro de cuál será el impacto último de estas tendencias, pero a muchos expertos les preocupa que la ines-

tabilidad familiar conduzca a la inestabilidad de muchas instituciones sociales. Como dijo Albert Solnit, director del Yale Child Study Cen­ ter: «El divorcio es una de las crisis más serias y complejas que afron­ ta la salud mental de los niños de hoy. » Si la astrología o cualquier otro método pueden ayudar a la gente a comprender mejor sus relaciones y sus necesidades íntimas, sin duda merece la pena y se hace impera­ tivo examinar e intentar esta vía. Después de todo, a pesar de los pro­ gramas gubernamentales, de la teoría psicológica, de los libros de au­ toayuda y de los consejos populares, en la mayoría de las sociedades occidentales debemos admitir que la tendencia no parece estar me­ jorando en absoluto. Por ejemplo, se ha publicado un estudio particularmente revelador sobre las actuales tendencias sociales que debería causar alarma: Harry Harlow, un investigador de la conducta animal, mostró que los monos separados de sus madres crecían con graves problemas sociales y se­ xuales. Se volvían violentos y se sentían confusos con respecto a su pa­ pel sexual; y cuando las hembras se quedaban embarazadas, tenían en­ fados hostiles, destructivos y asesinos hacia sus descendientes. En las sociedades humanas también existen muchas pruebas de los efectos des­ tructivos de la ausencia de los padres. Y uno debe preguntarse qué tipo de vida y qué nivel de salud emocional deparará el futuro a los niños na­ cidos en nuestros días. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la categoría demográfica pareja casada con hijos se está reduciendo, y ahora supo­ ne menos del 25% de la totalidad de los hogares. Otra tendencia preocupante que se ha empezado a extender des­ de Occidente hacia algunas sociedades asiáticas conservadoras, es la degradación de los estándares de conducta tanto públicos como pri­ vados. De hecho, el exhibicionismo parece ser admirado en algunos segmentos de la sociedad, y podríamos describir de manera más pre­ cisa a muchos famosos «artistas » pop como artistas sexuales de los me­ dios de comunicación. Como señala Richard Tomkins en un artículo del Financial Times (26 de marzo de 2004): «Las imágenes sexuales ahora impregnan todos los aspectos de la cultura de masas, especial­ mente los medios, la publicidad, la moda, los entretenimientos y la música pop » . Lo que él denomina la «pornificación » de la sociedad

impacta inevitablemente en las relaciones íntimas de todo tipo con violenta ferocidad, particularmente en la relaciones entre los jóvenes, y también entre padres e hijos. Tomkins señala que desde la década de los 60 el mundo del comercio ha «aprovechado y explotado» las nuevas oportunidades de obtener beneficios generadas por la cre­ ciente liberación sexual, empezando a vender imágenes sexuales de un modo que no tiene precedentes. Una consecuencia seria del incremento de la comercialización y promoción de las imágenes sexuales es el cisma que se desarrolla en­ tre nuestra naturaleza íntima emocional y sexual, y las imágenes que aparecen por doquier en el mundo externo. Como escribe Stanley Ke­ leman: «Cuando los medios promocionan la idea de que ciertas apa­ riencias y conductas hacen deseable a una persona, el sexo se con­ vierte en fantasía divorciada de nuestros impulsos más profundos. El sexo se hace desencarnado y explotador» (IDH, p.18). Y continúa: En lugar de ir aprendiendo de la experiencia, tratamos de imitar imáge­ nes instantáneas. Cuando no se nos anima a desarrollar referencias ex­ perimentales, y únicamente tratamos de guiarnos por las imágenes, la per­ sonalidad emocional queda subdesarrollada. Se produce una evitación confusa de la elección personal en nombre de un modelo generalizado e impersonal (IDH, p. 23). La imagen de una sociedad reprimida no concuerda con la verdad. No somos una sociedad sexualmente reprimida; somos una sociedad sobre­ excitada y sensorialmente inflada. Nuestra crisis nacional es la sobrees­ timulación, no la represión. La televisión, los libros, las escuelas, la radio y los periódicos compiten por nuestra atención, tratando de acceder a nuestros sentidos y vidas internas. Se está produciendo un asalto genera­ lizado a nuestros cerebros, a nuestras hormonas y a nuestros cuerpos (IDH, p.44).

Por favor, préstese especial atención a la frase clave que dice que es­ tas fuerzas externas están tratando de acceder a nuestros sentidos y vidas in­ ternas. La razón por la que estoy cubriendo un amplio espectro de he-

chos con respecto a nuestra sociedad actual, y citando a una amplia va­ riedad de expertos y comentaristas perceptivos antes de entrar en los detalles de cómo la astrología nos ayuda a entender nuestra relaciones, es que uno tiene que re-adueñarse de su vida interna antes de poder te­ ner relaciones florecientes y mutuamente satisfactorias. Y esto resulta difícil en nuestros días si no se es consciente de las influencias y presio­ nes psicológicas y sociales que distorsionan, manipulan y minan la au­ téntica conducta relacional. Dicho de otra manera, estoy dedicando grandes secciones de este libro a temas generales a fin de ofrecer un trasfondo realista que nos permita comprender nuestras vidas actuales y describir, sin barnizar la verdad, las cargas sustanciales que tenemos que superar para acceder a una relación satisfactoria en el siglo XXI. Keleman no tuvo pelos en la lengua a la hora de comentar cómo nos afectan personalmente estas tendencias que degradan nuestras sensibilidades e ideales: En la vivencia indiscriminada de los impulsos sexuales, se pierde la opor­ tunidad de actuar desde los mensajes de nuestro género y desde la pro­ fundidad de la satisfacción emocional. El sexo se convierte en una acti­ vidad idealizada y explotada por la estimulación externa. Podemos ver esto en la evidente sobre-estimulación que produce y demanda nuestra cultura, y en algunos usos del sexo que están muy alejados del enrique­ cimiento, de la maduración personal o de la formación de relaciones du­ raderas. El sexo se ha convertido en una cosa en sí misma, y hay una bús­ queda constante de variedad, de nuevas técnicas de excitación, y se sustituye la fantasía por el contacto. La relación no tiene importancia, y el futuro tampoco. El sexo se practica por el sexo mismo. Esto no es li­ bertad, sino un uso mal dirigido y una consecuencia de la anticoncep­ ción (IDH, p. 75).

De las tendencias antes descritas surgen una amplia variedad de conflictos, situaciones de doble vínculo e hipocresías. Encuentro una contradicción entre los deseos de respeto e igualdad expresados por muchas mujeres, y su forma de vestir, su conducta y la imagen públi­ ca que proyectan intencionadamente. Los hombres de todo el mun-

do han notado esta contradicción. Sin embargo, muchas mujeres re­ nuncian a cualquier responsabilidad en esta área de la vida. Esta ne­ gación suele dejar perplejos a los hombres, y tal vez pueda ser expli­ cada por la siguiente observación de Emma Jung, la esposa del renombrado psicólogo Carl Gustav Jung: Por su inconsciencia, la mujer ejerce una influencia mágica sobre el hom­ bre, un encanto que le da poder sobre él. Como ella siente este poder ins­ tintivamente y no quiere perderlo, a menudo se resiste completamente al proceso de devenir consciente (E. Jung, Animus y Anima, Continuum In­ ternational, 1985). Parece claro que, para la mayoría de los hombres, la provocación femenina a través de los vestidos y las conductas inapropiadas debería considerarse una forma de acoso sexual, comparable a las diversas for­ mas de sugestiones agresivas masculinas. A muchos hombres en posi­ ciones de autoridad les resulta dificil tomarse en serio la queja sobre los topes en los ascensos laborales por cuestión de género cuando pro­ vienen de alguien cuya forma de vestir y conducta ocasional recuer­ dan la de una mujer pública o una adolescente coqueta, con poco sen­ tido de la responsabilidad o conciencia de los demás. Como expresa con claridad Stanley Keleman: Las modas sexuales que nos asaltan desde todas las direcciones empeo­ ran todavía más la confusión. Las exhibiciones provocativas significan «mírame y no me toques, pero mírame». La ropa que acentúa los órga­ nos que provocan excitación sexual no refleja el verdadero significado de la satisfacción sexual. Evidentemente, esto no sólo produce frustra­ ción y las consecuentes respuestas mal recibidas, sino que también es un acto de violencia contra el verdadero funcionamiento anatómico. Nos permitimos sentirnos sobreestimulados, mientras que al mismo tiempo hemos de obedecer las demandas sociales de contención y autocontrol. Así, no puede sorprendernos que una cultura permisiva sea testigo del incremento drástico y galopante en su seno de todo tipo de violencia (IDH, p.48).

Roles sociales y sexualidad El profesor más sabio y amoroso del que he tratado de aprender en mi vida dijo en una ocasión: «Cuando hay amor, no surge la cuestión de los derechos y la igualdad». No sé por qué nadie dejaría de aceptar esto como un ideal para las relaciones humanas de todo tipo, aunque estoy seguro de que muchos pondrían objeciones y me considerarían un tonto romántico sin remedio. Pero recuérdese que declaro esto como un ideaL Como persona que soy con el Sol en Libra ( el signo de la balanza o los platillos de la justicia), aprecio el equilibrio de las fun­ ciones complementarias de los sexos en la vida cotidiana, así como sus naturalezas psicológicas complementarias. Yhe de admitir que el ide­ al de una armonía justa y equilibrada me resulta atractivo, como es­ pero que también lo sea para la mayoría de la gente. De modo que tal vez haya llegado el momento de examinar algunas de las tendencias y puntos de vista de la sociedad moderna que inhiben el desarrollo de tal armonía. Entre tanto, es importante reconocer la verdadera fun­ ción de los roles sociales y sexuales del modo más amplio y realista que podamos. En un esfuerzo por equilibrar los platillos de los comentarios de­ dicados a estos temas, desvelo abiertamente que enfatizo el punto de vista masculino en esta sección del libro, y no pretendo ser capaz de hacer las cosas de otro modo, como hacen una serie de psicólogos que conozco. En realidad, siento que ellos están siendo condescen­ dientes con las mujeres e injustos con los hombres, por no decir hipócritas, al adoptar la jerga de la «hermandad femenina» sobre el «papel de víctimas» y la necesidad de «empoderarse», cuando posi­ blemente sería más beneficioso ayudar a sus clientes a pensar de nue­ vas maneras. Tal vez el hecho de que la mayoría de sus clientes sean mujeres les ha llevado a adoptar esta actitud poco auténtica, e incluso a veces a malinterpretar la naturaleza de la mayoría de los hombres ante sus clientes femeninos. También siento que los puntos de vista de las mujeres han sido es­ cuchados durante los últimos años, y que el punto de vista feminista ha sido publicitado por doquier, especialmente el de las comentaristas

más iracundas. Esto sin duda fue necesario durante algún tiempo, pero está claro que ese tiempo ya ha acabado en buena parte del mundo oc­ cidental. Como escribe la psiquiatra Eleanor Bertine con relación a las versiones extremas del feminismo en su excelente libro jung's Contri­ bution to Our Time; the coUected papers ofEl,eanor Bertine. «Podemos per­ donarles por su unilateralidad, porque todos los movimientos tienen que ser unilaterales para ser eficaces. Sin embargo, el intento de borrar las cualidades específicas de cada sexo y de reducir las mujeres a un tipo de hombre menos eficiente pero que soporta una mayor carga no agrada ni a mujeres ni a hombres. Psicológicamente, la única satisfac­ ción real viene de realizar nuestros potenciales inherentes, no de dis­ torsionarnos para imitar a otros» (p. 135). La última frase de la cita anterior vuelve a recordarnos que nuestra auténtica autoexpresión queda distorsionada por un exceso de adhe­ rencia a conceptos abstractos, modas sociales o «ismos» extremos, como hemos visto a lo largo del siglo xx en las distorsiones de la per­ sonalidad y de la integridad individual que tanta gente ha sufrido en regímenes y situaciones sociales donde se sentían intimidados. Pero la sociedad en general también ha pagado un precio por apaciguar irreflexivamente a los extremistas de género y a aceptar sus demandas con demasiada rapidez. Europa haría bien en analizar cuidadosa­ mente los pobres resultados reales obtenidos por los activistas de gé­ nero en Estados Unidos. Por ejemplo, se ha pagado un enorme pre­ cio social, emocional, legal y económico por coquetear excesivamente con nociones extremadamente feministas. Sarah McCarthy, experi­ mentada mujer de negocios, señaló en un artículo de opinión publi­ cado en la revista Forbes, que este «fascismo cultural» ha trivializado el movimiento feminista. Ella advierte que este planteamiento extremo ha alienado a los aliados naturales de las mujeres, haciendo que tan­ to hombres y mujeres que querían trabajar «hombro con hombro» ahora tengan que ser extremadamente cautelosos por miedo a las de­ mandas legales o a las acusaciones de acoso; y afirma que los juegos inocentes, las insinuaciones, y los coqueteos ligeros que solían aliviar la tensión en el puesto de trabajo, ahora se han convertido en activi­ dad criminal. También explica otro punto importante:

Soy una feminista, pero la ley ha hecho que tenga miedo de contratar mujeres. Si uno de nuestros cocineros o directores ( ...) ofende a al­ guien, podría costarnos hasta cien mil dólares en compensaciones y gas­ tos legales. Quiero decirles a las líderes del movimiento feminista que les están haciendo un flaco servicio a las m�jeres ( ...), que están atemo­ rizando a los gerentes para que contraten hombres en lugar de mujeres. Yo lo sé porque tengo miedo ( «In My Opinion», }•orbes, 9 de diciembre de 1991).

Una compresión profundas y reveladora expresada por el tera­ peuta Stanley Keleman es: «La importancia de los roles es que son con­ ductos y pasadizos hacia lo que la naturaleza quiere que vivamos» (IDH, p.63). Y tomar los roles sociales y sexuales que se han desarro­ llado en la sociedad humana a lo largo de los siglos para luego recha­ zarlos completamente es negar la realidad de los seres humanos y sus sociedades de un modo que tiene un impacto tan profundo que ni si­ quiera podemos empezar a imaginar. Parece que ha llegado la hora de afrontar ciertas realidades antes de que las sociedades occidenta­ les puedan moldearse siguiendo un concepto imaginario de «perso­ na» que, en el mejor de los casos, es sólo un experimento reciente. Una vez más, Keleman ilumina este asunto: El género es el ingrediente que determina la relación entre los sexos, y está siendo puesto en cuestión por el actual concepto de «persona». Se supone que la persona está libre de masculinidad o feminidad, siendo una especie de estado ideal del ego en el que está ausente el género biológi­ co y emocional. Esta noción de la persona ha entrado en los ámbitos po­ lítico, legal y judicial, donde la igualdad está pensada para superar la dis­ criminación de género. La idea de igualdad de oportunidades se ha extendido dentro de nuestras leyes e instituciones, habiendo llegado a in­ terpretarse como que hombres y mujeres son seres idénticos desde un punto de vista biológico y emocional. Hemos creado una persona mito­ lógica sin sexo que no tiene base en la realidad biológica, derivada úni­ camente de nuestra fantasía política, legal y sexual (IDH, p. 72).

Aceptando los dogmas de los que abogan por los roles de género extremos, estamos creando cada vez más malentendidos y haciendo un flaco servicio a ambos sexos y a la sociedad en general. Cuando las mujeres aceptan las opiniones extremas de las «feministas» más agre­ sivas, se fuerzan a cultivar muchas de las cualidades que les disgustan en los hombres, y a menudo destruyen, niegan o devalúan las mejores cualidades que la mayoría de las mujeres expresan de manera muy na­ tural. Si bien muchas mujeres occidentales están yendo más allá de un rol estrecho y pasado de moda, ahora también algunos hombres co­ mienzan a hacerlo, generalmente sin gran ayuda de las mujeres. Mu­ chos estudios han mostrado hasta qué punto los hombres sienten opresión física, social y psicológica en muchos países por roles sexua­ les y sociales trasnochados. Por ejemplo, podemos leer El mito del po­ der masculino: porqué los hombres se han convertido en el sexo desechable, de Warren Farrell, que ofrece muchos datos de los que se suele oír ha­ blar. Se da la circunstancia de que el autor ha sido el miembro electo masculino de la Organización Nacional de M�jeres de la ciudad de Nueva York, y que abandonó el puesto cuando se convenció de que ese tipo de feminismo era «el sistema de partido único de las políticas de género». Muchas de las ideas, acusaciones, e incluso políticas institucionales creadas por el activismo sexual extremo han obligado a los hombres a contraatacar (a menudo con renuencia) después de estar a la de­ fensiva durante años, permitiendo que una gran cantidad de propa­ ganda e intolerancia afecte a sus mentes y relaciones. Francamente, la mayoría de los hombres no quieren competir con las mujeres. Ellos ne­ cesitan a las mujeres, aparentemente de un modo y con un nivel de in­ tensidad que ellas no suelen entender. Pero, después de verse obliga­ dos a vivir una cantidad interminable de situaciones contradictorias y de hartarse de las conductas poco auténticas y a menudo hipócritas que se les exigía, los hombres de muchas edades y niveles sociales es­ tán diciendo: «¡Ya basta!». ¿Cuáles son estas «contradicciones»? Describiré algunas de ellas:

• La mujer «moderna» dice que ella quiere que los hombres exhi­ ban cualidades «más suaves», libertad en la expresión emocio­ nal, delicadeza y vulnerabilidad. Pero los hombres que tratan de abrirse a estas partes reprimidas de sí mismos dicen que las mujeres les pierden el respeto si no se muestran «fuertes y man­ tienen el control», características tradicionalmente mascu­ linas. • A partir de la anterior observación, una encuesta reveló que la mayoría de las esposas de los altos ejecutivos no trabajan, lo que a menudo es una necesidad para poder gestionar un estilo de vida complejo. Sin embargo, todas las grandes ejecutivas tie­ nen maridos que trabajan a tiempo completo. Resulta intere­ sante especular si las mujeres les respetarían si ellos no traba­ jaran. • Tratar de ser hombres «plenos» entraña serios problemas, por­ que el mundo de los negocios sigue estando orientado hacia una ética laboral implacable, que en gran medida no reconoce las necesidades personales, la expresión emocional o la incerti­ dumbre que sienten los hombres en las transiciones existencia­ les. En realidad, las mujeres que entran en este «mundo de hombres», en lugar de cambiarlo, parecen adaptarse a la típica ética laboral de sacrificarse por la compañía trabajando muchas horas. • Si bien muchos hombres se están alejando de esta farsa sin emo­ ción en la que el sexo se convierte en un juego de conquista, cada vez más mujeres rechazan un compromiso serio, además de adoptar el viejo planteamiento «masculino» de poner a prueba sus poderes de conquista. • Muchos hombres tienen grandes dificultades a la hora de ofre­ cerse mutuamente apoyo emocional. En contraste con las redes de apoyo que crean las mujeres, a muchos hombres les resulta di­ fícil ser verdaderos amigos de otros hombres; los hombres que creen tener amistad auténtica con otros hombres admiten que a menudo sienten una barrera que les impide comentar muchos temas personales.

• Cuando se les pregunta, muchas mujeres dicen automáticamen­ te que en una relación quieren amor o profunda compañía, pero una investigación más detenida y confidencial a menudo revela otros motivos, como el dinero, la seguridad, el estatus, los niños, el sexo regular, etc. Los hombres románticos pero inocentes que se toman estas declaraciones en serio, a menudo se quedan asom­ brados y desilusionados cuando experimentan este doble rasero, como muchos terapeutas pueden confirmar. Esto parece ir en pa­ ralelo con la habitual conducta masculina, tan a menudo denos­ tada por las mujeres, de prometer cualquier cosa para conseguir sexo. • A medida que se expande la libertad sexual, las mujeres exploran conductas más amplias; pero muchos hombres sienten que no hay un incremento paralelo de la honestidad interpersonal res­ pecto de sus deseos. La m ayoría de las mujeres aún esperan que los hombres inicien el contacto sexual, pero, en cierto sentido, deben adivinar cómo hacerlo del modo que la mujer prefiere. Si un hombre es directo y cándido con respecto a sus pasiones o a su deseo, la mayoría de las mujeres siguen considerando que eso es impropio, e instintivamente actúan como si se sintieran insul­ tadas o indignadas, respondiendo con ira, lágrimas u otros signos de desengaño. Y a pesar de este disgusto por la honestidad con­ tundente, los consejeros y terapeutas actuales siguen oyendo de­ cir a las mujeres que no se sienten sexualmente satisfechas, y que no encuentran hombres que sean realmente «potentes» o agre­ sivos. La estrechez del papel masculino y sus contradicciones inheren­ tes provocan otro impacto que es especialmente relevante para este libro. Es bien sabido que las mujeres están mucho más abiertas a áreas de la experiencia humana que siendo válidas, son más sutiles, intuitivas e inexplicables. Hay muchas más mujeres que hombres que estudian, usan y valoran la astrología, ya que para ellas su preci­ sión es evidente. Sin embargo, en parte esto es un fenómeno cultu­ ral, y por tanto relacionado con los papeles sociales. Por ejemplo, en

buena parte de Asia, los hombres son los estudiantes más serios y eruditos de la astrología, y constituyen la mayoría de sus practican­ tes. Sin embargo, en la mayor parte del mundo occidental el papel masculino ha estado asociado tradicionalmente con la mente «lógi­ ca» y analítica, y también con la «ciencia» en su sentido más rígido, como metodología objetiva. Esto ha hecho que muchos hombres tengan miedo de lo «irracional», lo que no supone únicamente una severa limitación de las áreas de la vida que se consideran dignas de exploración, sino que también limita su capacidad de relacionarse con los demás y con su propia vida interna. A muchos hombres oc­ cidentales les falta «intuición», la capacidad de sentir el significado o potencial de una situación, así como el instinto natural para con­ fiar en sus respuestas cuando las claves no son evidentes. Sin duda, ha llegado el momento de que los hombres rompan con un rol tan restrictivo, porque no afecta únicamente a las relaciones, sino tam­ bién a su amplitud intelectual, así como a su creatividad, expresión emocional y salud física.

La necesidad que los hombres tienen de las mujeres A lo largo de las últimas dos décadas se ha publicado suficiente ma­ terial sobre los roles masculino y femenino como para llenar una enorme biblioteca. Pero ha habido mucha menos investigación y co­ mentarios perceptivos sobre cómo los sexos se ven uno al otro, o so­ bre cómo comprenden sus mutuas necesidades de relación con el sexo opuesto. Por ejemplo, pocas mujeres parecen tener una idea de la desesperación con que los hombres necesitan la compañía, el apo­ yo y -me atreveré a decirlo- la feminidad de las mujeres. Las prue­ bas que apoyan esta observación, con ejemplos que se extienden a lo largo de la historia, exigirían quinientas páginas, pero mencionaré unas pocas actitudes en las que hay acuerdo común, y ofreciendo unas pocas citas. Pocas mujeres comprenden la violencia de la sexualidad de los hom­ bres y su atracción hacia las mujeres: su intensidad, lo repentina que

es, y su naturaleza obsesiva y persistente. Se evidencia que muchas mu­ jeres (incluyendo las feministas) se olvidan de este hecho por las nu­ merosas declaraciones y expectativas inocentes que expresan, pero so­ bre todo por el estilo de vestir que muchas mujeres se esfuerzan por adoptar. Como escribe Robert A. Johnson: «Muy pocas mujeres com­ prenden lo grande que es el hambre del hombre por estar cerca de la feminidad» (Ella: para entender la psicología femenina). Hace más de dos­ cientos años, el gran escritor francés Montaigne expresó con sor­ prendente contundencia: «El anhelo lascivo que nos atrae hacia las mujeres trata de expulsar ese dolor que el deseo constante y ardiente genera en nosotros, y no desea sino disiparlo, para poder descansar y verse libre de esta fiebre» (Ensayos). Uno de los peores aspectos de las sociedades modernas es que las crecientes demandas y presiones de la vida cotidiana nos obligan a todos, incluyendo a las mujeres y a menudo a los niños, a ser cada vez más competitivos; pero esa misma cualidad hace que las muje­ res sean cada vez menos complementarias con los hombres, y que continuemos necesitándolas más de lo que podemos expresar. Es evidente que se hace necesaria una comunicación mucho mejor y más profunda entre los sexos, no sólo para entenderse mutuamen­ te, sino también para que cada uno de ellos reconozca su necesidad del otro. Como escribe Nathaniel Branden en La psicología del amor romántico: En mi experiencia, buena parte de la denominada guerra de los sexos es el resultado del miedo al rechazo, al abandono o a la pérdida. A menudo, los hombres y las mujeres experimentan una gran resistencia a aceptar cuánto se necesitan mutuamente, lo importante que es el otro sexo para disfrutar de la vida, y para la realización de sus propias potencialidades masculina o femenina. A menudo casi detestamos el hecho de que nece­ sitamos tanto al sexo opuesto.

Estudios y estupideces: nuestra forma actual de entender el sexo, el amor y las relaciones Durante muchos años he sentido que la mayoría de los estudios mo­ dernos en este campo tenía grandes lagunas y que ciertamente les faltaba la profundidad humana necesaria para resonar con las ex­ periencias de la gente. Muchas de las enseñanzas, estudios y plan­ teamientos terapéuticos parecían tan abstractas y mecánicas que me hacían sentir que estaban hablando de una sociedad futurista de ro­ bots o zombis sin sentimientos ni tradiciones sociales, valores re­ ligiosos, ideales espirituales o anhelos emocionales. El retrato despersonalizado de la vida íntima resultante no sólo era ofensivo y ridículo, sino también completamente impreciso. Cuando en épo­ cas pasadas las normas que regulaban la vida personal, sexual y fa­ miliar estaban en manos de los sacerdotes, y cuando la gente acudía a ellos para recibir consejo autorizado, eso era una especie de limi­ tación; pero la gente sabía que esto era así, y a menudo lo compen­ saba. Pero cuando la gente acude hoy al moderno sacerdocio in­ cuestionable de los psicoterapeutas se queda con otra forma de limitación que excluye gran parte de la riqueza de la vida, y ofrece pocas promesas de tener un futuro feliz y satisfactorio. Apenas esta­ mos empezando a darnos cuenta de las limitaciones de estos plan­ teamientos y a aprender cómo compensarlos, lo que a menudo im­ plica ignorar buena parte de la información que difunden los medios de comunicación. Como escribió Keleman: Los terapeutas y consejeros suelen apoyar estas nociones animando a la sexualidad sin compromiso y al sexo para obtener una gratificación fá­ cil, descontando por omisión su seriedad y misterio. Se dice muy poco o nada sobre el valor de la compostura y de la madurez, o sobre el po­ der inherente de la naturaleza emocional de la sexualidad, o sobre las luchas y esfuerzos que forman parte de la vinculación heterosexual. Los valores familiares y las relaciones a largo plazo son demasiado provin­ cianos, restrictivos o aburridos. El dramático incremento de familias mo-

noparentales da testimonio de esta versión moderna de la libertad. Cada vez h ay menos modelos de vinculación heterosexual satisfactoria, y no­ sotros, como cultura, nos estamos alejando cada vez más de las verda­ des duraderas que la interacción heterosexual nos puede enseñar (IDH, p.7). Actualmente los medios de comunicación están llenos de estudios que son estadísticos, y por tanto pretenden ser «científicos», pero ra­ ras veces se examinan sus fundamentos y sus sesgos. Quienes acceden a dedicar su tiempo a responder preguntas sobre cualquier tema es­ tán, evidentemente, más enfocados en dicho tema que otras personas. Quienes se ofrecen voluntarios para formar parte de los estudios so­ bre la vida íntima son personas para las que estos temas son más im­ portantes que para el público en general. Además, son personas a las que no les importa revelar detalles de su vida privada a extraños, que­ dando lejos de ser consideradas personas «promedio» capaces de ha­ blar por otros. Además, los métodos empleados en tales estudios a me­ nudo son completamente mecánicos, como si todas las personas fueran el mismo modelo de la misma máquina, con pocas diferencias individuales en sus emociones, sensibilidad, intensidad, necesidades, gustos o valores. ¡Qué absurdo! Como escribió Keleman: Existe un tipo de literatura profesional sobre la sexualidad que explica el sexo como una función mecánica, poco más que estímulo-respuesta. Es como si la sexualidad humana funcionara como una máquina preparada para realizar esta o aquella función. Actualmente, demasiados plantea­ mientos de la sexualidad se divorcian en forma deliberada y continua del desarrollo emocional del individuo. Se está poniendo un énfasis en la téc­ nica y en los resultados, en las descripciones de la sexualidad como pro­ grama mecánico, catarsis orgásmicas o satisfacción narcisista (IDH, p. 18). Aunque estudios sobre la sexualidad y las relaciones, como los li­ bros de Shere Hite ofrecen información útil sobre la variedad de la na­ turaleza y la conducta humanas, siguen sin dar claves sobre aquellas cosas que la astrología puede clarificar, entre las que se incluyen:

• Una comprensión de la compatibilidad a muchos niveles especí­ ficos. • Métodos para identificar a la persona cuya sintonía energética es complementaria con la propia. • Una comprensión más profunda de por qué uno siente, piensa y necesita del modo en que lo hace. Al reunir los datos y el material para este libro, he sido muy cons­ ciente de todos estos asuntos. Sin duda las personas más mentales que disfrutan analizando sus vidas íntimas son las que más respondieron a mis extensos y detallados cuestionarios ( en astrología les llamaría­ mos los tipos Mercurianos), pero he intentado compensar esto selec­ cionando para este libro sólo las respuestas particularmente lúcidas en lugar de usar un método estadístico, y recurriendo también a mu­ chas historias de caso, además de realizar entrevistas con voluntarios. De hecho, a menudo me he encontrado interrogando muy detenida­ mente a muchas personas, incluso a aquellos que de algún modo se resistían a mi indagación. En cualquier caso, me siento cómodo sa­ biendo que las citas directas que aparecen en las secciones posterio­ res de este libro constituyen una contribución significativa a la preci­ sión del material y a las conclusiones generales.

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Astrología en el siglo XXI: un nuevo punto de vista ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en el conocimiento? ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido en la información? T.S. ELIOT

Hace una década se decía que la cantidad de información disponible se doblaba cada cinco años. ¿Quién sabe cuánto más rápido está avan­ zando actualmente la explosión de la información con la expansión de Internet y la existencia de miles de bases de datos? No obstante, la proporción de la información usada con respecto a la información dis­ ponible se reduce diariamente. Y, sin duda, la proporción de infor­ mación útil dentro de la disponible debe haber alcanzado su mínimo histórico. Con el declive generalizado de los niveles académicos, inte­ lectuales y periodísticos, y la amplia rebelión contra toda forma de autoridad, aumentada globalmente por Internet, la analogía de que Internet es un vasto museo sin conservador parece cada vez más ade­ cuada. No obstante, a pesar de toda la información y el pseudo conoci­ miento disponible, cualquiera que busque una comprensión más pro­ funda de la vida humana y de la paz mental podría muy bien plante­ arse las mismas preguntas que el gran poeta T.S. Eliot hacía en la cita anterior: ¿Dónde está la sabiduría? En otras palabras, ¿qué puede dar­ nos una verdadera comprensión de nuestra situación individual y de la situación interpersonal y cultural de nuestra sociedad? Debemos es­ tar preparados para admitir que las tendencias de las últimas décadas

no lograron proveernos soluciones adecuadas, y que por lo tanto de­ bemos intentar una nueva aproximación que sea holística, que integre abiertamente la amplia variedad de formas de explorar la naturaleza humana. Debemos rechazar las distinciones artificiales del pasado si interfieren con nuestra búsqueda de métodos beneficiosos y resultados prácticos. Como dijo el filósofo-historiador Vartan Gregorian, antiguo presi­ dente de la biblioteca pública de Nueva York: Me preocupa que la búsqueda del progreso tecnológico ya no sea un medio, sino que se haya convertido en un fin en sí misma, escapando del control humano y por tanto dominando al hombre, alienándonos de nosotros mismos, de nuestra sociedad y de nuestro entorno... Ob­ servamos una creciente y, en mi opinión, artificial e innecesaria separa­ ción entre las humanidades y las ciencias... Yo creo en la reintegración del conocimiento, si queremos sobrevivir como sociedad. (...) La tecnolo­ gía es un artefacto cultural, algo que nosotros hemos creado. Es un me­ dio para un fin, y tenemos que decidir cuál es ese fin. Debemos contro­ larla y canalizarla, porque de otro modo nos guiará en la dirección equivocada. (De un artículo en la revista Publishers Weekly, 30 de mayo de 1986).

En algunos de sus libros, Arthur Koestler, cuyo impresionante y va­ riado trabajo describí en el Capítulo 2, indica el modo de tender un puente sobre la brecha destructiva e innecesaria existente entre los modos cualitativos y cuantitativos de comprender la vida. Koestler se­ ñala que una combinación de curiosidad y asombro (los componen­ tes mental y emocional) «motivan conjuntamente los viajes de explo­ ración del científico y del artista». De hecho, avanzaríamos mucho hacia la cooperación entre las múltiples disciplinas, profesiones y fac­ ciones de la sociedad si consideráramos la diversidad de sus plantea­ mientos como auténticos «viajes de exploración» dignos de respeto. Koestler nos proporciona un gráfico (véase Figura 4.1) que me he to­ mado la libertad de alterar ligeramente para incluir la astrología como método de exploración de la personalidad y la experiencia humanas,

las interacciones con los demás, las energías y los ciclos de la vida, ba­ sándonos en su combinación única de dimensiones cuantitativas y cua­ litativas.

«VERDAD» MENSURABLE objetiva (verificable)

Matemáticas \ Física \ Química , Bioquímica \ Biología \ Medicina \ Astrología ', Psicología '-, Antropología "\. Historiografía ''- Biografía .... ',Novela ' ..... ._Épica --... "'..._._._Lírica

1

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Figu ra 4.1

BELLEZA

subjetiva (emocional)

Koestler dice que este diagrama tomado de su libro El arte de {,a cre­ adón tiene como objetivo ilustrar la continuidad de las «dos culturas» (las humanidades y las ciencias) y el amplio espectro de muchos cam­ pos de estudio: El eje vertical representa la dimensión de «Verdad Objetiva», verificable mediante experimentos, y el eje horizontal representa la experiencia sub­ jetiva de la «Belleza»; la primera está gobernada por el intelecto y la se­ gunda por las emociones. El gráfico muestra las provincias vecinas de la ciencia y el arte dispuestas en una serie continua. A medida que nos des­ plazamos hacia abajo a lo largo de la curva, la «verificación objetiva» se re­ duce continuamente, al tiempo que aumenta el factor emocional y sub­ jetivo. Sin embargo, incluso en los rangos más altos de la curva, el reino

de las matemáticas puras, encontramos molestas paradojas lógicas que no pueden ser resueltas, y a matemáticos que anhelan la «belleza de las ecua­ ciones». A medida que descendemos de las matemáticas hacia la fisica su­ batómica, las interpretaciones de los datos empíricos se hacen más y más controvertidas; y así podemos seguir descendiendo por la pendiente, des­ de las denominadas ciencias exactas, como la química, pasando por la bio­ logía y después por la medicina -que, a su vez, es una ciencia mucho me­ nos exacta-y atravesando dominios tan híbridos como la psicología y la biografia hacia la novela biográfica y por último la pura ficción. ( ...) El sentido de este juego es mostrar que independientemente de la escala de valores que elijamos aplicar, nos movemos a lo largo de un continuo, sin encontrar la fisura en la urna griega, o un precipicio entre dos culturas (AOC, p.372).

Existen muchas formas de describir la astrología, pero en el con­ texto del diagrama de Koestler, podría ser apropiado decir que es una especie de biografía matemática cuando se aplica a la comprensión del ser humano individual. Éste es un término adecuado porque la astro­ logía incluye un examen tanto de nuestra vida interna como de la ex­ terna, pero basado en el fundamento de unas mediciones precisas de los planetas: su localización en los cielos y sus relaciones geométricas mutuas y con la tierra. De hecho, una carta natal (u horóscopo, usando el antiguo término griego) simplemente es un mapa de los cielos ob­ servados desde la tierra en el momento y el lugar exacto del naci­ miento. Poco después de reflexionar sobre el término «biografia ma­ temática», me resultó particularmente sorprendente recordar que el gran filósofo-compositor-astrólogo Dane Rudhyar (1895-1990) dijo ya en 1936 que la astrología es «una álgebra de la vida». Esta descripción apareció en su libro pionero Astrología de la personalidad, la primera in­ tegración moderna de la astrología sofisticada con la psicología pro­ funda. Este libro enormemente influyente se sigue reimprimiendo en nuestros días y ha vendido cientos de miles de copias en muchos idio­ mas. Otro modo de aproximarse a la astrología, especialmente para aquellos que son nuevos en el tema, es verla como una extensión y

ampliación de nuestra realidad cotidiana. Simplemente estudia el tiempo y los ciclos planetarios (incluyendo los ciclos de la tierra). Todo el mundo experimenta la realidad de un día (la revolución de la Tie­ rra alrededor de su eje), un mes (aproximadamente un ciclo lunar completo), y un año (una revolución completa de la Tierra alrede­ dor del Sol). Todo el mundo ve (de hecho no puede dejar de hacer­ lo) las correlaciones evidentes entre nuestra experiencia cotidiana y estos ciclos del sistema solar. Por lo tanto, para poder relacionarnos con las bases fundamentales de la astrología, sólo tenemos que ex­ tender los límites de nuestra conciencia más allá de la órbita de la Tie­ rra y de su Luna hacia otras dimensiones de la vida. Basta con sinto­ nizar con otros ciclos dentro de nuestro sistema solar, reconociendo que ellos también tienen un lugar en la ecología funcional de todo el sistema. Está claro que los ciclos y ritmos de la Tierra, la Luna y el Sol mantienen unos vínculos evidentes con las experiencias comunes a todos los seres humanos. Pero, ¿no es razonable asumir que los otros planetas también podrían tener vínculos similares con nues­ tras vidas, aunque más sutiles y difíciles de percibir con los sentidos físicos? De hecho, cada vez más descubrimientos y modelos creados por la ciencia contemporánea señalan la inevitable unidad e interconexión de toda la creación y de todas las dimensiones de la vida. Y a medida que transcurre el tiempo, los planteamientos cuantitativos y cualitati­ vos parecen cada vez menos distantes. Koestler explicó en Los sonám­ bulos que, por algún tiempo, el método cuantitativo amenazó con bo­ rrar todos los otros modos de comprender la vida: La frase de Galileo «el libro de la naturaleza está escrito en el lenguaje de las matemáticas» fue considerado por sus contemporáneos como una pa­ radoja, y actualmente se ha convertido en un dogma sin cuestionar. Du­ rante mucho tiempo la reducción de la calidad a cantidad -del color, el sonido o la radiación a las frecuencias vibratorias- fue tan eminente­ mente exitosa que parecía responder a todas las preguntas. Pero cuando la física se aproximó a los constituyentes últimos de la materia, la cualidad se vengó: el método de reducción a la cantidad siguió funcionando, pero

nosotros ya no sabíamos qué era lo que estaba siendo reducido de ese modo (SWK, p. 544).

En otras palabras, el método cuantitativo, que insiste en que todas las cosas en la vida han de ser mensurables para ser reales, ha alcan­ zado ese punto extremo y paradójico en el que nos vemos obligados a reconocer una vez más la realidad y el profundo valor de las cualida­ des, los principios, las virtudes y los reinos de la experiencia universa­ les que son inconmensurables. Aquí quiero resaltar que la astrología misma es un sistema integrado y sintetizador que incorpora tanto lo cuantitativo como lo cualitativo porque se trata de un lenguaje de des­ cripciones y distinciones cualitativas basadas en un fundamento de mediciones matemáticas precisas de nuestro sistema solar. A lo largo de las últimas décadas se ha producido una explosión de nuevas ideas y modelos que sintetizan las viejas dicotomías sobre las que se ha discutido infructuosamente durante tanto tiempo. Las vie­ jas y rígidas categorías de la «ciencia» se han desintegrado, dejándo­ nos sitio para respirar. De hecho, deberíamos darnos cuenta de que la «verdad» científica siempre se expresa en términos de la visión del mundo de cada época. Por lo tanto, la actual versión científica de la verdad o realidad cambiará inevitablemente, hasta el punto de que po­ dría quedar completamente descartada en el futuro. Cualquier per­ sona honesta que esté familiarizada con la historia del pensamiento humano debe reconocer que probablemente hay tanta superstición y malos entendidos en las afirmaciones de la ciencia moderna como en las antiguas ciencias y mitos. Laurence L. Cassidy, un científico que también estudia y utiliza la astrología, dijo en un artículo que ahora muchas de las teorías físicas sugieren que dentro del universo la comunicación se produce instan­ táneamente. Explicando por qué todos los planetas de nuestro siste­ ma solar sean relevantes para la vida humana, por más distantes que estén de la tierra, continúa: «La distancia espacial no establece nin­ guna diferencia a la hora de determinar causa y efecto» (CSA). El popular libro El Campo, de Lynne McTaggart, resume una gran cantidad de investigaciones recientemente realizadas en los ámbitos

de la ciencia y de las artes curativas que también apuntan hacia esta unidad emergente en nuestra forma de conceptualizar el funciona­ miento de la vida y nuestra propia naturaleza. El libro dice: «En el universo subyace una subestructura que es esencialmente un medio de registrarlo todo, y ofrece la herramienta por la que todo se co­ munica con todo lo demás». El Campo concluye además que «las per­ sonas son inseparables de su entorno. La conciencia viviente no es una entidad aislada». Buena parte del libro informa de pruebas que demuelen las viejas nociones de separación, las limitaciones de tiem­ po y espacio, y las formas materiales diferenciadas. McTaggart afir­ ma que «podríamos ser vistos más como una compleja red de campos energéticos que mantienen algún tipo de intercambio dinámico». Y continúa: «Sólo podemos comprender el universo como una red di­ námica de interconexiones... que abarca todo espacio y tiempo». Tal terminología es notablemente similar a una parte del lenguaje ener­ gético con el que describí la astrología hace treinta años en mi libro Astrología, psicología y los cuatro elementos. También es similar a los re­ sultados de la investigación de los campos electromagnéticos reali­ zada durante muchas décadas por Robert Becker, profesor y ciruja­ no ortopédico. En su libro The Body Electric: Electromagnetism and the Foundation of Lije, el doctor Becker indica que incluso campos mag­ néticos muy pequeños tienen una influencia significativa y que «la asociación geomagnética de la vida con el cielo y la tierra es apa­ rentemente más como una red que como un simple cable y un en­ chufe». Estas comprensiones contemporáneas y percepciones balísticas so­ bre la naturaleza de la vida y el universo abren la puerta a que incluso las personas más escépticas y racionalistas hagan un examen serio de la astrología. Y también permiten a los astrólogos, investigadores y te­ rapeutas que usan discretamente la astrología; abrazar más plena­ mente la visión unificada de la vida que la astrología nos ayuda a explo­ rar. Como escribe el doctor Laurence Cassidy: En lo que nos atañe como astrólogos, todo esto libera grandes corrientes de aire fresco. En primer lugar, no existe, literalmente, ninguna base le-

gítima dentro de la comprensión que la comunidad científica tiene de sí misma para denunciar la astrología como falsa. Puede muy bien ocurrir que nuestra práctica no encaje dentro de los límites de la «ciencia» tal como el consenso grupal comprende actualmente el término, pero, como casi nadie dentro de esa comunidad mantiene seriamente que el «méto­ do científico» es el único camino a la verdad, no existe ninguna razón ló­ gica por la que un científico no pueda aceptar también la verdad de la as­ trología, tal como puede disfrutar de la poesía o ser un teólogo erudito. Diferentes disciplinas tienen diferentes metodologías, y no hay razón para condenar a la mano por no ser el pie (CSA).

Después de todo, nunca debemos olvidar que todos los campos de estudio simplemente crean modelos que sólo resultan útiles durante un tiempo, y que no representan ninguna realidad última. Algún tiempo después serán reemplazados inevitablemente por otros modelos. De­ trás de estos limitados modelos humanos reside una realidad incon­ cebible, que nuestra mente racional y nuestros sistemas científicos sólo pueden comprender parcialmente. El verdadero valor de tales modelos, al menos en los campos relacionados con la psicología hu­ mana y la salud física, queda principalmente determinado por su uti­ lidad para crear resultados benéficos, conductas más positivas, mejo­ ras en la salud o una mayor comprensión y tolerancia. Y diferentes campos de estudio pueden tener modelos o conceptos de la misma cosa significativamente diferentes. Por ejemplo, consideremos los dos modos siguientes de describir el sol; podemos decir que retratan con precisión la división existente entre las personas que consideran la as­ trología como un estudio valioso y quienes se consideran a sí mismos como «científicos» en el viejo sentido del término: Ciertamente, uno puede hablar del Sol como una vasta acumulación de helio e hidrógeno, y esta afirmación tendrá significado en la medida que uno comprenda la química y el análisis espectroscópico. Pero además se puede hablar del sol como el símbolo del ego individual y/ o de la luz en la propia vida, y esto también será significativo en la medida en que uno comprenda la psicología espiritual. Se podría argumentar que el segun-

do uso es meramente metafórico o simbólico, y en cierto sentido esto es verdad, pero la designación del sol como una inmensa bola de hidróge­ no no es menos metafórica o simbólica. Posiblemente, el principal modo en que la ciencia postrenacentista ha conseguido engañarse a sí misma y a muchos otros es su forma inocente de atribuir una posición privilegia­ da a sus metáforas frente a otras metáforas ( CSA).

Como todos los modelos son simplemente modelos, y no una ex­ presión de la verdad última, y por tanto están destinados a quedar ob­ soletos con el tiempo conforme que se desarrollen la comprensión y la conciencia humana, creo que es hora de que las personas inteli­ gentes asuman una perspectiva más amplia y una mayor objetividad cuando los diversos modelos parecen entrar en conflicto. Un mode­ lo de nuestro sistema solar que me parece útil para comprender la as­ trología es el que describe Jeffrey Goodman en su libro We Are the Earthquake Generation: Where and When the catastrophes Hill Strike, don­ de delinea el punto de vista de un teórico particularmente inno­ vador: Las leyes del magnetismo son todavía más importantes que las leyes de la gravedad. Él pinta el sistema solar como un gigantesco campo elec­ tromagnético en el que las líneas de la fuerza magnética se extienden entre el Sol y los planetas. Y dice que el sistema planetario está cuida­ dosamente equilibrado, y que cada planeta actúa como una brújula magnética, de modo que la desviación repentiria de un planeta afecta directamente, y casi de inmediato, a todos los demás planetas dentro del campo magnético. Así (...) los pequeños planetas, que tienen efectos gravitatorios pequeños, podrían tener grandes efectos (derivados mag­ néticamente) sobre otros planetas cuando están situados en posiciones de pivote (p. 189).

Por favor, nótese la afirmación: «La desviación repentina de un pla­ neta afecta directamente y casi de inmediato a todos los demás pla­ netas dentro del campo magnético». Esta visión del sistema solar nos permite deshacernos de los conceptos rígidos de espacio y tiempo

como limitaciones a la «influencia» planetaria -tal como la astrolo­ gía postula implícitamente-, y también nos ayuda a explicar que los planetas distantes Neptuno y Plutón se correlacionen con unos «efec­ tos» astrológicos tan inmensos. Este modelo de nuestro sistema solar como sistema energético autosustentado, tal vez parecido a una dína­ mo electromagnética, está de acuerdo con muchas teorías científicas recientes. También resulta útil a nivel práctico para los astrólogos que tratan de comprender los diversos ciclos energéticos y grandes cam­ bios en las vidas individuales, que de otro modo resultarían inexpli­ cables. Entonces ¿qué tipo de astrología está disponible para el siglo xxr? ¿Cuál es su valor, cuáles son sus aplicaciones, y en qué debería ba­ sarse? Mis libros anteriores han incluido cientos de páginas sobre estos complejos temas, pero dejadme resaltar aquí unos pocos pun­ tos esenciales. El tipo de astrología moderna a la que me estoy refi­ riendo: • Se basa en la observación empírica así como en los significados tradicionales de los símbolos planetarios. • Está verificada por medio de las pruebas experimentales conti­ nuas y del feedback de la gente. • Constituye una disciplina con principios básicos claros. • Está absolutamente abierta a un refinamiento continuo y a un de­ sarrollo a través de la investigación y el descubrimiento. Durante años he sido testigo del poder inherente al entendimien­ to y la curación que puede proporcionarnos la astrología si se comuni­ ca eficazmente con un lenguaje claro y directo. Ciertamente, la astrolo­ gía es el marco común incluyente que el amplio campo de la psicología necesita desesperadamente para clarificar las energías dinámicas y los principios que vitalizan a las personalidades individuales. El uso inteli­ gente de la astrología facilita enormemente la auto-aceptación. Ade­ más, revela la existencia de ciclos comprensibles en las vidas indivi­ duales que podemos aprovechar (ajustándonos a ellos) en cuanto tomamos conciencia.

La astrología muestra la realidad objetiva de cada personalidad in­ dividual ( de la que el individuo en cuestión podría ser sólo parcial­ mente consciente) antes de que las presiones sociales, las influencias culturales y el tipo de educación hicieran su impacto. En otras pala­ bras, la carta natal proporciona un mapa simbólico de nuestra natu­ raleza profunda antes de ser coloreada por muchas otras capas. La in­ seguridad se ha convertido en la queja más común en nuestros días, pero, para alcanzar una sensación de seguridad, uno debe consoli­ darse interiormente mediante algún tipo de certeza interna y/o auto­ conocimiento. La astrología es una herramienta significativa para al­ canzar entendimiento y seguridad interna; y su utilidad para clarificar problemas de compatibilidad en las relaciones ayuda todavía más a la autoaceptación y a vivir experiencias interpersonales más satisfacto­ rias. Como veremos en los capítulos siguientes, el uso de la astrología revela muchos de los confusos misterios de las relaciones interperso­ nales, además de clarificar las necesidades relacionales individuales.

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La astrología amplía nuestro entendimiento de la interacción energética entre personas El amor no puede ser forzado, el amor no puede ser coaccionado y burlado. Viene del cielo, sin ser buscado ni pedido. PEARL S. BUCK

Las interacciones energéticas entre las personas son una parte de la vida que percibimos de manera tan inmediata que la mayoría de no­ sotros damos por supuestas las intensas reacciones interpersonales y la fuerza de su impacto, sin detenernos a indagar si podríamos en­ tender mejor tales experiencias. Y nos preguntamos aún si ocasio­ nalmente estos poderosos intercambios pueden ser representados con claridad a través de algún sistema, ciencia o lenguaje. En todo el mundo, se han usado sistemas profundos y abarcadores basados en los «elementos» en el contexto de las prácticas curativas: desde la medicina tradicional china hasta la medicina ayurvédica india o el sistema de la Terapia de Polaridad desarrollado por un médico os­ teópata de Chicago, el doctor Randolph Stone. Por lo tanto, fami­ liarizarse con los cuatro elementos (aire, fuego, agua y tierra) es va­ lioso no sólo desde un punto de vista de relación y compatibilidad, sino también para comprender y mejorar nuestra salud física. Como estas fuerzas poderosas tienen tal impacto en nuestras vidas, es muy curioso que no haya más personas que traten de identificarlas y en­ tenderlas. Y como la astrología es el lenguaje energético que necesi­ tamos para disponer de esa claridad, parecería necio ignorar la com­ prensión y el potencial que puede proporcionarnos para una nueva vida.

El místico persa Rumí, cuyas obras se han dado a conocer recien­ temente en el mundo occidental por su belleza inspirada y las pro­ fundas comprensiones espirituales que contienen, ha escrito: «El amor es el astrolabio de los misterios de Dios». Creo que la mayoría de nosotros hemos tenido suficientes vislumbres de estados mentales y emocionales elevados y trascendentes, vividos en el seno de una re­ lación intensa aunque breve, que podemos resonar con esta cita. Para mí, significa que a través de la experiencia del amor, puedes sentir o intuir algo más de los misterios de Dios, de la realidad cósmica, o de la danza universal de la vida que los poemas de Rumí expresan cons­ tantemente. A través del amor, dice Rumí, puedes experimentar cierta parte de estas realidades últimas que no son accesibles al pensamien­ to o al análisis. Como nos han mostrado tantos de los grandes escrito­ res, en distintos momentos puedes retratar distintos tipos de amor, pero lo que no puedes hacer es explicarlo. La astrología tampoco puede explicar el amor, pero puede descri­ bir algunas interacciones energéticas que a menudo son intensas, pro­ fundas y aparentemente mágicas. Está claro que la astrología es más útil para explicar cómo «llevarse bien» con alguien de manera muy es­ pecífica, que para explicar la experiencia imponderable que llama­ mos «amor». Pero, para no reducir el ámbito de aplicación de la as­ trología, en casi todos los casos que he visto, si dos personas han experimentado un amor mutuo especialmente intenso, los factores as­ trológicos reflejarán la intensidad y atracción en esa relación, y a me­ nudo mostrarán si es profunda o superficial, y si es probable que sea duradera. Este complejo nivel de análisis está más allá del ámbito del presente libro, que trata de introducir a la gente a aquellas partes de la astrología más fácilmente accesibles para entender las relaciones. Si los métodos e ideas que se presentan en este volumen demuestran ser lúcidos y precisos, entonces, de manera natural uno podría conti­ nuar ahondando en este campo fascinante. Antes de profundizar en cómo la astrología expande nuestra com­ prensión de las energías de la vida y las relaciones, me gustaría explo­ rar un poco más los aspectos trascendentes del amor, anteriormente comentados al hacer referencia a ciertas observaciones de la conoci-

da psiquiatra jungiana Eleanor Bertine. A lo largo de los años, ella fue notando en su consulta que muchas experiencias de amor entre hom­ bre y mujer son profundamente misteriosas y contienen un gran po­ der de transformación, además de un poderoso componente energé­ tico que posiblemente las alimenta. Recuerdo la inmensa impresión que hicieron en mí los relámpagos de fa­ bricación humana que se mostraron en el pabellón Steinmetz durante la feria mundial de 1938 celebrada en Nueva York. Millones de voltios rugí­ an y chisporroteaban a lo largo de la distancia existente entre un polo eléctrico y el otro( ... ). Mientras miraba sobrecogida, esto se convirtió en la imagen de las emociones abrumadoras que pueden constelarse entre un hombre y una mttjer. Esta escena retrataba para mí la incalculable energía de los instintos y de los arquetipos en violenta interacción. Esto es algo que está mucho más allá de la pequeña esfera controlada por la voluntad humana. Pertenece al drama de los dioses o de las fuerzas cós­ micas( ... ). Sin embargo, es justamente ese destino el que ha obligado a muchas personas a progresar de la infancia psicológica a la madurez. La energía del deseo intenso puede volverse destructiva o calentar la retorta alquímica para el opus mágnum. He conocido a muchas personas que una vez tuvieron una actitud mimada y autoindulgente hacia la vida, y que a través de esta experiencia se desarrollaron hasta convertirse en adultos decentes, capaces de apostar fuerte por una relación y de pagar un pre­ cio por ella si fuera necesario. Evidentemente, uno no puede esperar go­ bernar los rayos, pero es razonable que pueda aspirar a conducirse ade­ cuadamente en medio de una tormenta.

Les ofrece una oportunidad de sentirse elevados por encima de sus seres banales y limitados para participar en las fatídicas experiencias de los augustos poderes sobrenaturales de la vida, que siempre han sido adorados y aplacados como dioses (JCT, pp. 154-155). Traduciré brevemente algunos de los términos de la doctora Ber­ tine al lenguaje astrológico: los «dioses» son los poderes arquetípicos dentro de la vida humana, representados en muchas culturas por los

planetas. Yla poderosa energía a la que se refiere son las fuerzas vita­ les que se manifiestan de cuatro maneras en la vida humana: aire, fue­ go, agua y tierra. Los polos no sólo son el masculino y el femenino, en el sentido de dos tipos de cuerpos, sino también las polaridades posi­ tiva/negativa, creativa/receptiva, expresiva/retentiva que hallamos en la vida y en la astrología. Dos de las polaridades más significativas con respecto a las relaciones son Sol-Luna y Venus-Marte, como explora­ remos en detalle.

Interacciones energéticas: una experiencia, no una metáfora Evidentemente, los cuatro elementos de la astrología moderna -aire, tierra, fuego y agua- pueden considerarse «meros» símbolos, pero todos los lenguajes están compuestos de símbolos. Todos los lengua­ jes tratan de representar el significado y la percepción, y capacitan a la gente para comunicar experiencias comunes. Por tanto, en el resto de este libro simplemente me referiré a los elementos como cuatro energías vitales con las que podemos interactuar, y que también po­ demos experimentar y usar de manera práctica. Definiré cada una de ellas sistemáticamente en el Capítulo 6, y ahora introduciré los ele­ mentos desde distintos ángulos. Permitidme dar algunos ejemplos de estos cuatro elementos y de sus manifestaciones e interacciones a fin de que estos términos cobren vida para vosotros. En cuanto os acostumbréis a identificar estas ener­ gías y los factores astrológicos asociados con ellas, probablemente os preguntaréis por qué no todo el mundo reconoce una terminología tan útil y esencial. La interacción entre los campos energéticos de la gente es tan real que puedes sentirla en las vísceras. De hecho, la complicación de estas interacciones ha permitido que florezcan múltiples profesiones e in­ dustrias, bajo la premisa de ayudar a la gente a lidiar con los conflictos, la falta de comunicación, o la confrontación en los grupos o ambien­ tes desagradables: terapia psicológica de parejas, consultoría corpora­ tiva para la comunicación personal y grupal, métodos de trabajo en

equipo, y otros. En presencia de algunas personas se te corta la respi­ ración, tu voz se debilita o te pican los ojos. Cuando otras personas es­ tán cerca, te sientes cómodo, elevado, o estimulado en tu creatividad. Con otros es posible que te sientas enfadado, que experimentes dolor de cabeza, rigidez en el cuello o agotamiento. Con algunas personas sientes una hostilidad totalmente desproporcionada en relación a la si­ tuación en curso, mientras que con otras te sientes aceptado y apre­ ciado, por más difícil o estresante que pueda parecerte la tarea o el pro­ blema. Como me contó un terapeuta mientras comentábamos estas experiencias energéticas interpersonales: «Hay ciertas personas que cuando estás a tres metros de ellas, sientes que has perdido un litro de sangre». En esencia, el campo energético de otra persona interactúa con el tuyo, y sus energías pueden impactar en las tuyas impidiendo el funcionamiento y la integridad de tu campo energético. En esos casos puedes sentir el efecto en tu energía física y salud, y a menudo también una sensación de confusión mental y/ o emocional. Si eres una persona particularmente sensible y receptiva, notarás que casi cualquiera te afecta de manera significativa si permaneces en presencia de esa persona durante mucho tiempo. Un modo de describir este fenómeno es decir que, en el aspecto positivo, nos ali­ mentamos o animamos mutuamente a nivel energético, o, en la va­ riante negativa, nos restringimos mutuamente o entramos en con­ flicto con las energías de la otra persona. En realidad, la mayoría de las relaciones son una mezcla de estas interacciones energéticas, y eso es lo que las hace tan difíciles de entender en muchos casos. Por­ que, por mucho que puedas «amar» a alguien, puedes no tolerarle en ciertos aspectos. O tal vez sientas que necesitas alejarte comple­ tamente de la otra persona para permitir que se recarguen tus «ba­ terías». En otros libros he descrito detalladamente sobre parejas que descubrieron que tenían que dormir en dormitorios separados para mantener su nivel de salud óptimo. En la mayoría de los casos, si se mantenían en proximidad física durante varias horas, se sentían sin energía. En otros, la estimulación energética mutua demostró ser tan intensa que les resultaba prácticamente imposible conciliar el sueño.

Tengo una amiga que ha sido enfermera durante más de treinta años y emplea la astrología para entender a sus compañeros de traba­ jo y pacientes con el fin de maximizar los efectos curativos de sus in­ teracciones. Un día me comentó: «Realmente puedes ver y experi­ mentar los elementos a través del cuerpo, no sólo en la energía del paciente, sino también en la habilidad o disposición de la gente a la hora de cuidar a los necesitados. Las personas que tienen mucha agua son los cuidadores y sanadores naturales. Son muy simpáticos y tran­ quilizadores. Muchos de los que no tienen agua detestan involucrar­ se emocionalmente, y no sirven como cuidadores. Una persona que era toda tierra y aire vino al hospital a visitar a un amigo enfermo y le acusó sin ninguna sensibilidad: «Eres un mal paciente. Te enfadas mu­ cho cuando estás enfermo».

Visualizar los elementos y sus interacciones Existen diversos modos de visualizar los elementos y de imaginar cómo interactúan entre sí. Pero, en primer lugar, si no conoces el elemento de tu signo solar, y preferiblemente también el de tu signo lunar, el de tu signo de Venus, y el de tu signo de Marte, por favor consulta la in­ formación del Capítulo 6 y las tablas de los apéndices C y D para de­ terminar con qué elementos estás especialmente sintonizado. Si tuco­ nocimiento de la astrología es lo suficientemente avanzado como para conocer tu signo Ascendente (siempre basado en el momento exacto del nacimiento), también estás dinámicamente sintonizado con el ele­ mento de ese signo. Si puedes tomarte unos minutos para imaginar cómo se combinan (¡o no se combinan!) los cuatro elementos, esto te proporcionará una sensación visual inmediata de cómo interactúan entre sí las energías elementales. En la vida cotidiana necesitamos cierta medida de todos los elementos a fin de operar eficazmente en todas las áreas de la ac­ tividad y la experiencia humana, pero los elementos no siempre com­ binan bien en las relaciones interpersonales. Tradicionalmente, el aire y el fuego combinan bien, puesto que el fuego necesita aire para que

le dé oxígeno y le mantenga vivo, y el aire se queda bastante estanca­ do cuando no le mueve el calor del fuego. Así mismo, la tierra y el agua se consideran tradicionalmente compatibles, principalmente porque descansan fácilmente la una con la otra, pues el agua en­ cuentra contención en la tierra, y la tierra se convierte en barro (si hay un exceso de agua) o bien en terreno fértil que puede producir abun­ dantemente. Los signos del mismo elemento en principio son los más compati­ bles, puesto que se combinan y fluyen uno con el otro automática­ mente. Sin embargo, a fin de experimentar otros reinos de la vida y otros tipos de realidad y conciencia, uno también debe interactuar con aquellos elementos con los que no está especialmente sintonizado. La carta natal de casi todos los seres humanos contiene una combinación de signos zodiacales que hace énfasis (basado en la localización de los planetas) en al menos dos elementos, y la mayoría de la gente está sin­ tonizada en cierta medida con tres de ellos. Algunas personas están sintonizadas de manera bastante equilibrada con los cuatro elementos, aunque esto es relativamente raro. Sin embargo, muchas personas no tienen sintonía con uno, o incluso con dos elementos, lo que casi in­ variablemente crea ciertos problemas en la vida cotidiana, generando a veces un impacto psicológico importante. En muchos sentidos, las interacciones energéticas más estimu­ lantes se producen entre aire y fuego, y también entre tierra y agua, y esto se representa gráficamente en el zodíaco poniendo a los sig­ nos de aire siempre en oposición con los signos de fuego, y a los signos de tierra siempre en oposición con los signos de agua. En las relaciones humanas, dos personas que tengan los factores principa­ les de sus cartas natales en signos opuestos están experimentando una de las polaridades astrológicas que pueden ser particularmente vitalizantes y estimulantes. Los signos opuestos (Aries/Libra, Tau­ ro/Escorpio, Géminis/Sagitario, Cáncer/Capricornio, Leo/Acua­ rio, y Virgo/Piscis) en realidad no son completamente opuestos en temperamento o en cualidades generales, sino que a menudo son complementarios. Algunos signos opuestos pueden chocar en cier­ ta medida (principalmente los «signos f"tjos» [Tauro/Escorpio,

Leo/ Acuario], por su terquedad), pero, en general, los signos opuestos son mutuamente estimulantes y responden a nivel energé­ tico, y a menudo se atraen mutuamente. Así mismo, la persona se siente atraída con frecuencia hacia quien tiene una sintonía que a ella le falta. Por ejemplo, si no tengo planetas en signos de tierra, puedo admirar especialmente o en­ contrar intrigantes a las personas que tengan Capricornio, Tauro o Virgo en sus cartas. Eso no significa que yo vaya a ser compatible con esa persona o tipo de energía en una relación íntima, sino que es una energía complementaria de la que puedo aprender mucho y que puede estabilizarme de tal modo que la relación me resulte satis­ factoria a muchos niveles. O, por poner otro ejemplo, si no tienes planetas en signos de agua, las personas Cáncer, Escorpio o Piscis pueden parecerte especialmente interesantes porque no sólo en­ carnan, sino que también derraman fácilmente la simpatía, sensibi­ lidad y facilidad de expresión emocional que te resulta tan difícil o extraña. Especialmente en las situaciones íntimas en las que hay con­ vivencia, uno debería ser cauto a la hora de comprometerse con una persona que no tenga una sintonía significativa con el elemento do­ minante de la propia carta, pues lo que es vital para una persona puede ser completamente irrelevante o carente de interés para otra. Ciertamente las dos personas pueden ser complementarias, pero su­ poner que una complementará benéficamente las cualidades o re­ cursos que le faltan a la otra es muy peligroso, y puede acabar de­ mostrándose ser una ilusión, pues no resulta fácil cubrir esa brecha innata cuando la energía de la atracción física disminuye con el tiem­ po. De hecho, es posible que crezca el sentimiento de distancia, e in­ cluso de alienación. Mis otros libros ofrecen muchos ejemplos de cómo visualizar los elementos y sus interacciones, pero también me gustaría mencionar el punto de vista de otra persona, porque ella hace que los elementos cobren vida de manera informal pero concreta. Lo que sigue fue es­ crito por Jeanetta Era y publicado en el periódico Mercury Tour en su número de enero de 1980:

No puedes sujetar el fuego, si lo intentas te dolerá. No puedes meterlo en un contenedor y guardarlo, porque quemaría el contenedor, o se sofoca­ ría y moriría. El fuego necesita aire para poder arder, pero, si tiene de­ masiado aire, se apaga rápidamente. La tierra ofrece combustible para que el fuego pueda continuar ardiendo, pero la tierra misma puede so­ focar el füego. El agua mantiene al fuego bajo control, pero un exceso de agua lo ahogaría. No puedes sujetar el aire. Puedes ponerlo en una caja si quieres, y mantenerlo allí, pero recuerda que cuando el aire no circula, se estanca, y finalmente se hace irrespirable. El aire necesita la gravedad de la tierra para contenerlo, porque de otro modo se extiende demasiado y se con­ vierte en parte del vacío. Ocasionalmente el aire necesita fuego para ace­ lerarlo y hacer que se eleve a mayores alturas, así como agua para preci­ pitar las impurezas, mantenerse fresco, enfriarse, y volver a la tierra. Pero un exceso de gravedad hace que el aire esté demasiado contenido, se vuel­ va perezoso y pesado, mientras que un exceso de fuego consume el aire, y un exceso de agua crea nubes oscureciendo la vista. Puedes contener el agua, puedes usarla para enriquecer tu existen­ cia, para que te sustente, pero finalmente el agua fluirá. El agua necesi­ ta la tierra apara apoyarse, porque es demasiado pesada para deambu­ lar libremente como el aire. Sin la tierra, fluiría continuamente. Aún así, el agua cambiaría de curso ocasionalmente, o se convertiría en más de lo que era y rebosaría de las orillas, inundando la tierra. A veces una fuerte corriente de aire la empuja tierra adentro. El agua tiene que es­ tar aireada para dar lo mejor de sí. Sin aire, se volvería pesada, y pro­ mocionaría un tipo de vida muy limitado. Entonces parece que sólo cre­ cen las algas. Pero si el aire se vuelve demasiado fuerte, encresparía la superficie del agua, agitándola e incluso obligándola a salirse de su cur­ so. El fuego hace que el agua hierva y la purifica, y eso es algo que el agua necesita ocasionalmente, pero si se mantiene próxima al fuego du­ rante demasiado tiempo, herviría rápidamente, o se saldría del reci­ piente y apagaría el fuego. Puedes contener la tierra, pero cuando la contienes, produce muy poco. Si la pones en una cajita, acaba volviéndose estéril. La tierra nece­ sita el aire, porque el terreno debe estar aireado, y necesita el agua para

evitar endurecerse demasiado. Sin embargo, un exceso de aire podría se­ car la tierra, una corriente de aire demasiado fuerte arrancaría la capa su­ perficial de tierra, y un exceso de agua empantanaría la tierra. A veces, el fuego puede ser muy beneficioso para una tierra que ha crecido en exce­ so. Sirve para limpiar los matojos y fertilizar la tierra en preparación para una nueva cosecha. Pero no debe haber un exceso de fuego, porque en­ tonces cocería la tierra y la haría estéril. Así, el modo en que tratamos de aferrarnos unos a otros en nombre del amor no es beneficioso para nadie, y a veces incluso puede ser peli­ groso. Si elegimos compartir la vida con otro, y el otro elige compartirla con nosotros, ambos podemos beneficiarnos. Ambos crecemos compar­ tiendo nuestras naturalezas. Los cuatro elementos necesitan interac­ ción mutua para su máximo crecimiento y bienestar, aunque algunos sólo necesitan a los otros en pequeñas dosis o durante breves períodos de tiempo. Por otra parte, dos fuegos pueden quemar rápidamente el espacio en­ tre ellos y arder unificados. Dos cuerpos de agua pueden despejar lo que yace entre ellos y hacerse uno, y casi siempre es beneficioso mezclar las tierras: la arena aligera la arcilla, el suelo aluvial enriquece la mayoría de los demás suelos, etcétera. Y las corrientes de aire pueden flotar dichosa­ mente juntas. Por supuesto, incluso en tu propio elemento corres el riesgo de que el fuego cause una detonación, de mezclar arcilla con arcilla, de que el en­ cuentro de una corriente de aire frío con otra de aire caliente produzca rayos y truenos, o que dos grandes olas moviéndose en direcciones opues­ tas se encuentren en el medio.

Podemos decir con precisión que la sintonía elemental del indivi­ duo revela lo que es real para esa persona, dónde se enfoca su con­ ciencia y lo qué le motiva. Por ejemplo, los signos de aire consideran que los conceptos son más reales que cualquier otra cosa, y esto moti­ va buena parte de su conducta, especialmente su necesidad de en­ contrar a otras personas de mentalidad parecida. Los signos de fuego viven de inspiraciones, y se sienten motivados por aspiraciones, que perciben como más reales que cualquier otra cosa, porque la realidad

cotidiana les aburre mortalmente. Para los signos de agua las emo­ ciones y los anhelos son los factores más reales y motivadores de la vida, y tienen poco respeto por aquellos que viven exclusivamente en su cabeza o en la obsesión del mundo material por los «hechos obje­ tivos» y las apariencias externas. Y los signos de tierra encuentran la naturaleza y sus formas materiales interminablemente fascinantes e innegablemente reales, y se sienten más motivados por sus necesidades prácticas y por lo que consideran útil. Otro modo de describir las diferentes categorías de la personalidad y de la sintonía energética humana es decir que el elemento de cual­ quier signo particular muestra el tipo de conciencia específico y el mé­ todo de percepción inmediato con los que está sintonizado el indivi­ duo. Los signos de aire están relacionados con la percepción y la expresión mental, y también con compartir sus ideas con otros. Los signos de fuego expresan un principio vital cálido, irradiante y ener­ gizante que puede manifestarse como entusiasmo y amor, o simple­ mente como ego. Los signos de agua simbolizan el principio alivian­ te, refrescante y curativo de sensibilidad y capacidad de respuesta emocional. Los signos de tierra revelan una sintonía con el mundo de las formas físicas y una capacidad práctica para emplear el mundo ma­ terial.

Afrontar los hechos y los límites de la terapia Yo sería la última persona en defender la visión de que la terapia psicológica y los servicios de orientación para los problemas rela­ cionales sean una pérdida de tiempo. Al contrario, para muchas re­ laciones, especialmente aquellas que mantienen una armonía con­ siderable, y por tanto tienen muchas oportunidades de funcionar si se hace algún esfuerzo, la perspectiva que se consigue mediante este tipo de diálogo (o discusión) grupal puede resultar valiosísima. Si en dicha sesión también se emplean las comprensiones a las que da acceso la astrología, podría ser aún más valiosa, y ofrecer algo pare­ cido a una perspectiva cósmica, a una sensación de cómo los distin-

tos tipos de personalidad encajan en el amplio esquema de la vida representado por los signos del zodíaco a lo largo de milenios y en cientos de culturas. No obstante, los métodos terapéuticos y de asesoría tienen sus lí­ mites, y no pueden conseguir lo imposible. Si dos personas tienen una incompatibilidad tan intensa que los conflictos, la hostilidad, la irritación, la desconfianza o la sensación de presión son permanen­ tes y abrumadores, quizás lo mejor que puede hacer el orientador es ayudar a las personas a aceptar los hechos de sus vidas, y la realidad de sus propias naturalezas. A veces, tal aceptación permite superar, al menos en parte, la amargura o la tendencia a culpar al otro de los problemas. Si el terapeuta también tiene conocimientos de astrolo­ gía, las personas pueden explorar una mayor aceptación de ciertas realidades cósmicas, reconciliándose rápidamente con su situación vital y comenzando su proceso de curación. Y para aquellas relacio­ nes que pueden continuar y seguir desarrollándose, la comprensión de nuestra propia naturaleza singular que nos ofrece la astrología fo­ menta la confianza, porque nos permite ver más detenidamente a las personas y aceptarlas como son. De este modo no tenemos que seguir albergando miedos o ideas imaginarias con respecto a sus motivos o conductas, lo que a menudo es un obstáculo para el futuro creci­ miento de una relación. Entre las muchas «realidades cósmicas» que la astrología puede re­ velar con claridad están los «intercambios y compensaciones» implí­ citos en la relación cuando uno se compromete con cierta persona. Con esto quiero decir que cada uno es una totalidad que debe ser con­ siderado y aceptado en su integridad. En otras palabras, ¡todas las cua­ lidades y atributos de un signo vienen en el mismo paquete! Si quie­ res la pulcritud de Virgo, también tendrás que soportar su espíritu quisquilloso y su tendencia a la crítica. Si quieres la pasión de Escor­ pio, también tendrás que lidiar con los celos y la paranoia. Si quieres la iniciativa y la intrepidez que admiras en Aries, también tendrás que soportar su egoísmo y falta de consideración. Podemos pasar así por todos los signos del zodíaco, pero indico esto para reconocer que éste es otro hecho cósmico de la vida que hay que afrontar para mantener

una relación saludable. Con respecto a las relaciones íntimas, es un signo de madurez abandonar la ilusión de esperar, demandar o an­ helar una relación en la que todos los factores encajen idealmente con la propia personalidad, rasgos psicológicos y estados de ánimo. En re­ sumen, uno de los aspectos más valiosos con que la astrología contri­ buye a nuestra vida e ilumina las «realidades cósmicas» es definiendo lo que es correcto y natural para cada persona individual. Podríamos decir que esto es una especie de validación cósmica del auténtico ser de uno, y por tanto una ayuda para superar el exceso de dudas y autocrí­ ticas. Aunque los terapeutas resaltan la importancia de la «comunica­ ción» en la terapia de relación, por desgracia no tienen modo de dar­ se cuenta ni de comprender lo radicalmente diferentes que son las personas en sus métodos de comunicación y sintonías energéticas. Mi observación general es que, si la sintonía básica no está presente (em­ patía, armonía energética, cuidado y comprensión de las ideas del otro), la buena comunicación se convierte en una batalla perdida. In­ tercambiar palabras o estar de acuerdo con una «comprensión» que el terapeuta plantea como solución no es comunicación; pero reco­ nocer que la otra persona tiene una forma de pensar y comunicar vá­ lida, aunque completamente diferente, es ciertamente un resultado valioso para cualquier terapia. La clarificación de esta toma de con­ ciencia, ciertamente, se producirá más rápido si se usa el lenguaje as­ trológico. H ay muchos niveles de comunicación entre las personas. Pero cada persona es capaz de recibir y apreciar únicamente ciertos tipos de co­ municación con verdadera claridad y sin «ruido de fondo». De hecho, es posible que un individuo dado te ame muy intensamente a su ma­ nera, pero que tú seas incapaz de aceptarlo o apreciarlo, o tan siquie­ ra de darte cuenta. También es posible que te sientas «amado» sim­ plemente porque ciertos comportamientos emiten los mensajes con los que estás más sintonizado, pero eso no significa necesariamente que la otra persona sienta por ti un afecto de corazón. En las relaciones íntimas, así como en la vida cotidiana, cuando es­ tás sintonizado armoniosamente con alguien, no hay problema entre

el paso, el ritmo o la intensidad de tu flujo energético y el de la otra persona. Todo fluye conjuntamente de manera natural, y no os criti­ cáis mutuamente en secreto porque os sentís sin mucho «ruido de fon­ do» o conflicto, y podéis fundiros con facilidad. No obstante, en las re­ laciones íntimas, cuanto más diferente seas de tu pareja, menos sintonizado estarás con él o con ella, y más necesitaréis reducir la dis­ tancia entre vosotros creando algún estado de ánimo, encantamien­ to, trance o atmósfera especial. En la clásica situación romántica generalmente se intenta cuida­ dosamente crear un estado de ánimo o ambiente especial (ideal aso­ ciado con el planeta Neptuno), y si se lo consigue, se encuentran en un lugar mágico en el que las tensiones y diferencias evidentes se re­ ducen. Cuanto menos compatibles seáis en la realidad, más necesita­ réis hacer esto, más necesitaréis cultivar este estado de trance arque­ tí pico ilusorio, porque os ayuda a fundiros. No obstante, este estado de ánimo o encantamiento neptuniano -a menudo creado por sus­ tancias neptunianas (como las drogas o el alcohol) o las velas o la mú­ sica- es muy frágil cuando no se basa en nada real, lo que suele ser el caso. Si no se basa en un auténtico flujo energético y en una auténti­ ca comunicación, entonces es algo autocreado a partir de la imagina­ ción, el deseo y la visualización, empleando imágenes e ilusiones. La frágil estructura de este estado de ánimo ideal puede quebrarse con asombrosa rapidez. Todo lo que uno tiene que hacer es «decir algo fuera de lugar» o «hacer el movimiento equivocado» para que la otra persona se de cuenta de que tus palabras o acciones no encajan en la imagen ideal. La burbuja se pincha; el frágil cuenco es incapaz de con­ tener el agua. La verdadera intimidad personal, el compartir emocional cercano y el sexo cómodo y significativo son, para de la mayoría de la gente, experiencias muy especiales y anheladas. Por lo tanto, la gente trata de generar estas experiencias estableciendo un estado de ánimo nep­ tuniano, una atmósfera especial, pero la experiencia resultante pue­ de decepcionar si el flujo energético no está presente o si no es espe­ cialmente dinámico. La comunicación instantánea a través de las ondas electromagnéticas y de los campos energéticos que nos vivifican

puede darse espontáneamente, pero no podernos provocarla. De modo que muchos de los problemas de la gente, incluyendo los pro­ blemas sexuales, se derivan de sus intentos de forzar cierto flujo ener­ gético. Presionan a sus parejas y se presionan a sí mismos pretendien­ do todo tipo de cosas, pero con el tiempo, en cualquier relación, las imágenes ilusorias acaban rompiéndose, y se empieza a ver lo que re­ almente está ahí: una visión de la realidad que se había mostrado en todo momento en las cartas natales, pero que no estábamos dispues­ tos a ver.

¿Qué es una comparación de cartas? Evaluar las dinámicas energéticas entre personas La comparación de cartas natales es un método extrernadarnente va­ lioso para analizar el flujo de energía entre dos personas. Para mí, es la herramienta definitiva que nos permite abrir puertas no imagina­ das a profundas comprensiones del otro en todo tipo de relaciones e interacciones interpersonales. Al comparar dos cartas cualesquiera, uno debe considerar la armonía relativa de las posiciones planetarias de acuerdo con los elementos y los signos, además de las relaciones angulares específicas entre los planetas de ambas personas. Los deta­ lles de estas relaciones geométricas se explican rnás detalladamente en el Capítulo 17, pero ahora mencionaré que cuanto más exactos sean los ángulos entre los planetas de las dos cartas, es decir, cuanto rnás se acerquen a los O, 30, 60, 90, 120, 150, y 180 º, más dinámicas se­ rán las interacciones energéticas entre las dos personas. Adquirir una amplia comprensión de los detalles de la compara­ ción de cartas requiere años de estudio, y hay muchos libros dedica­ dos al tema, corno rni propia obra Modernas dimensiones de la astrología: los ciclos y nuestras relaciones, que incluye directrices específicas y méto­ dos que se han de usar en el análisis. (Algunos de los mejores libros sobre el tema se incluyen en la biografia del Apéndice F). No obstan­ te, por el simple hecho de enfocarse en algunos factores básicos y fá­ ciles de determinar, uno puede empezar a explorar el potencial de

esta técnica extremadamente útil. Esos factores fundamentales, de fá­ cil acceso para los principiantes, son los que resaltaré en este libro. La forma más precisa de considerar una comparación de cartas es verla como un retrato gráfico de la interacción entre los dos campos ener­ géticos, un diagrama sobre dónde y en qué medida las dos personas se animan, se retan, se estimulan, se bloquean, se agotan o se armo­ nizan mutuamente. Cuando existe un bloqueo, se produce una experiencia de frustra­ ción o bien un severo agotamiento energético, y a veces ambas cosas. Cuando hay un intercambio de energías armonioso, se genera un sen­ timiento de satisfacción, vitalidad y compleción. Naturalmente, en la mayoría de las relaciones se producen ambos tipos de intercambios energéticos, pero generalmente predominará uno de ellos. Los in­ tercambios armoniosos entre los individuos proporcionan los recur­ sos a los que ambas personas pueden recurrir para lidiar con otras áre­ as de la relación más problemáticas. No obstante, si entre las dos personas predomina el intercambio de energías discordantes, sólo es cuestión de tiempo el que uno o ambos sienten el deseo de acabar la relación, aunque sólo sea por puro agotamiento. Se considera que las energías más compatibles son las pertene­ cientes al mismo elemento pero en diferentes signos. Los elementos incompatibles, como el agua y fuego, pueden producir el agotamien­ to de los campos magnéticos de los individuos a diferentes niveles. Los intercambios energéticos más neutrales son los que se dan entre in­ dividuos con el mismo signo solar que no tienen suficientes energías compatibles o estimulantes en otras sintonías para crear dinamismo. En general, estos individuos no se recargan mutuamente de manera eficaz, sino que tienden a fundirse y a «actuar como un solo elemen­ to». Por tanto, aquellos que tienen el Sol en el mismo signo y no tie­ nen otras sintonías compatibles y energizantes, a menudo descubren que su sistema nervioso muere lentamente de hambre. No necesaria­ mente entrarán en conflicto, pero ninguno de ellos recibirá una vi­ bración ligeramente diferente, y por tanto vivificante. Nuestra sinto­ nización natural hacia estas interacciones energéticas puede verse en el caso del niño que gravita automáticamente hacia el padre que más

alimenta su campo magnético. Si las energías de ambos padres están es discordancia con el patrón energético del niño, el resultado suele ser un niño delicado y muy tenso, cuya naturaleza continuará siendo un misterio para los padres. Aunque el elemento del sol es el combustible energético primor­ dial del individuo, en toda persona los elementos de la Luna y del As­ cendente también están inevitablemente energizados, y deben tener­ se en cuenta en la comparación de cartas. En cierta medida, cada persona está sintonizada con todos los elementos, pero la sintonía más dinámica y consciente viene indicada por los elementos del Sol, la Luna y el Ascendente en la carta natal. En particular, los elementos de la polaridad Sol-Luna están altamente energizados, y por tanto el in­ dividuo se mostrará más armonioso y dispuesto a responder con otra persona que comparta parcialmente la misma sintonía. Aunque exis­ ten muchos casos de matrimonios en los que los elementos del Sol y de la Luna del hombre son incompatibles con los elementos corres­ pondientes de la mujer, la gran mayoría de estos matrimonios o bien no duran mucho tiempo, o se prolongan a pesar de la constante frus­ tración de un miembro de la pareja o de ambos, tanto si se reconoce conscientemente como si no. La importancia relativa de la presencia o ausencia de tales facto­ res de compatibilidad en la comparación de cartas depende del tipo de relación que se está analizando, del grado de intimidad, de la cer­ canía del vínculo, y de la cantidad de tiempo que ambas personas pasan en mutua compañía. Una relación comercial distante o una amistad ocasional no pondrán a prueba tan profundamente la com­ patibilidad energética como una relación entre amantes que viven juntos, entre esposos, o entre padres e hijos. La armonía entre los so­ les y las lunas indica la comprensión mutua y la identificación con el otro, una conciencia inmediata de la unidad de ambas personas. En tales casos se produce una fusión de identidades, una mutua vigori­ zación, y la autoexpresión esencial de cada persona se ve potenciada de manera natural. Este tipo de comunicación puede indicar una de las formas de amor más elevadas, un tipo de aceptación y sensibilidad mutua que es mucho más duradera y más profundamente satisfacto-

ria que las relaciones basadas fundamentalmente en los tradiciona­ les indicadores de «amor», tales como las interacciones Venus-Venus, Venus-Marte, Venus-Sol o Venus-Luna. Estos factores tradicional­ mente positivos o «armoniosos» presentes en una comparación son siempre buenos y muy agradables, y ayudan mucho a suavizar los de­ sacuerdos que surgen en la vida cotidiana. Pero cuando realizamos una comparación de cartas debemos evitar un enfoque estrecho si queremos comprender el rango más amplio de compatibilidad y los tipos de amor más profundos. Si uno no está fuertemente sintonizado con un elemento, es vir­ tualmente imposible participar plenamente en ese reino de la exis­ tencia y en esa cualidad de conciencia. En una relación en la que una persona no tenga ninguna sintonía con el elemento que es dominan­ te para la otra, frecuentemente ambos se distanciarán cada vez más a medida que evolucionen e individualicen sus caminos. Cuanto más crezcan en la conciencia de su individualidad esencial, más se resig­ narán al hecho de que nunca podrán compartir al nivel de profundi­ dad que les gustaría. El grado de insatisfacción dependerá de las ex­ pectativas de cada persona con respecto a la relación, de lo que cada persona necesite de la relación para autorealizarse, y del grado de in­ tensidad personal que se busque a través de la implicación. Por ejem­ plo, un Capricornio muy impersonal puede sentirse satisfecho con un matrimonio simplemente porque su estructura básica es segura y có­ moda, lo que sería definitivamente frustrante para un Libra, más orientado hacia lo personal. Como mencioné anteriormente, las personas suelen sentirse atraí­ das hacia individuos sintonizados con un elemento del que ellos ca­ recen. Una serie de autores especializados en este tema de la com­ paración de cartas han dicho que tal situación es ideal porque las personas se «complementan» mutuamente y cada una de ellas pro­ porciona algo que la otra necesita. Ésta es una de las declaraciones astrológicas frecuentes que suenan genial sobre el papel, pero que a menudo no funcionan en la práctica. Es un hecho que nos senti­ mos inclinados y atraídos hacia otras personas que ejemplifican cua­ lidades o habilidades de las que no estamos dotados. No obstante,

mi experiencia indica que raras veces podemos relacionarnos ínti­ mamente con tales personas durante un largo período de tiempo con un cierto grado de satisfacción. Es más probable que este tipo de relación resulte satisfactoria si se considera como un acuerdo a corto plazo y orientado hacia el crecimiento, o si se trata de una re­ lación comercial de orientación práctica donde ambas personalida­ des pueden resultar útiles para obtener un objetivo común. Algunos autores han llegado a afirmar que la relación ideal es la que man­ tiene un perfecto equilibrio entre los elementos de las dos personas, donde una proporciona, por ejemplo, el fuego y la tierra, y la otra contribuye con el agua y el aire. Una vez más, esto suena mejor en teoría de lo que funciona en la práctica, porque dos personas así a menudo serán tan diferentes que la brecha existente entre sus tipos particulares de conciencia y experiencias se agrandará cada año. En general descubrirán que son incapaces de participar plenamente del mundo del otro. Algunos métodos de comparación de cartas propuestos en diver­ sos artículos y libros son simplificaciones radicales y excesivas de este arte altamente complejo, y el astrólogo que confíe en tales métodos parciales no puede esperar comprender las relaciones en profundi­ dad. No estoy resaltando la importancia de los elementos para excluir los métodos más tradicionales de analizar los aspectos de comparación de cartas, sino simplemente estoy tratando de elucidar los funda­ mentos profundos de lo que ocurre en cualquier relación a nivel ener­ gético. Por ejemplo, aunque aspectos ( o intercambios energéticos) matemáticamente exactos en una comparación de cartas siempre in­ dicarán un tipo específico de flujo o bloqueo energético, dos perso­ nas cuyos elementos se sintonicen armoniosamente tienen muchas más posibilidades de afrontar constructivamente los desafíos que les plantean sus aspectos más difíciles o tensos.

Algunos factores clave en la comparación de cartas Resumamos ahora algunos de los factores clave que hemos de anali­ zar en cualquier comparación de cartas natales, más allá de las sinto­ nías energéticas general,es simbolizadas por los elementos resaltados en las mismas. En otras palabras, ¿qué dimensiones de la vida debería uno examinar especialmente, tal como quedan retratadas por los prin­ cipales factores representados en la carta natal? Sol y Luna: la importantísima polaridad Sol-Luna se ha comentado an­ teriormente. Con relación a estos factores dominantes en cualquier carta natal (llamados las «luces» en la tradición astrológica), sólo quie­ ro añadir que, en una relación íntima, si ni el Sol ni la Luna de una persona armonizan con una de las luces del otro individuo, entonces, para que se produzca la compatibilidad a /,argo p!,azo probablemente será necesario que, o bien el Sol o bien la Luna, estén armoniosamente sin­ tonizados con el Ascendente de la otra persona. Un breve ejemplo debe servir para clarificar a qué me refiero. Si tienes el Sol en Géminis y la Luna en Aries (aire y fuego), y estás en re­ lación con alguien que tiene el Sol en Tauro y la Luna en Piscis (tierra y agua), las probabilidades de que la relación funcione bien a largo plazo serán mucho mayores si tú tienes tu Ascendente en tierra o agua o si él o ella tiene su Ascendente en aire o fuego. Armonías de la Luna: esta importante área del análisis de compatibi­ lidad se comentará extensamente en el Capítulo 7. Baste decir aquí que tener lunas compatibles es una gran ayuda para mantener la ar­ monía doméstica y sentirse cómodo con el otro en las constantes in­ teracciones de la vida cotidiana. Una prueba posible para reflexionar hasta qué punto te sientes cómodo con la otra persona en este senti­ do lunar es plantearte la siguiente pregunta: ¿Te sentirías relajado con esa persona en una excursión a campo traviesa que durase varios días? ¿O te sentirías extraño y tendrías que esforzarte por encontrar cosas en común?

Los Ascendentes: para realizar una comparación de cartas completa es imperativo determinar con precisión el Ascendente de ambas per­ sonas, y también ver cómo el Ascendente de cada una combina con los planetas de la carta de la otra persona. El Ascendente tiene mucho que ver con lo que los antiguos libros de psicología llamaban «el tem­ peramento», y dos personas con temperamentos y planteamientos de vida especialmente enfrentados invariablemente tendrán conflictos que resolver. Armonías de Mercurio: se puede aprender mucho comparando los signos de Mercurio de las dos personas, lo que revela la facilidad con que desarrollan la comunicación mental y comparten intereses co­ munes. El contraste de las ubicaciones de Mercurio en distintos ele­ mentos puede ayudarnos a explicar distintos puntos de vista y formas de pensar, pudiendo llevarnos a apreciar el punto de vista mental o in­ telectual del otro. Los Mercurios no tienen por qué estar en elemen­ tos armoniosos, siempre que algunos de los otros planetas combinen bien con el Mercurio de la pareja. Algunas de las relaciones más esti­ mulantes son aquellas en las que participan dos personas con sus Mer­ curios en agudo contraste. Estas distintas maneras de pensar no tie­ nen por qué ser un gran problema siempre que haya muchas otras cosas en común, suficiente respeto mutuo y buena voluntad. La polaridad entre Venus y Marte: este vasto tema constituye el núcleo del presente libro, de modo que aquí simplemente indicaré que com­ prender las sintonías de Venus revelará mucho sobre los gustos de la persona, lo que le parece placentero en la vida cotidiana y sus ten­ dencias a la hora de dar y recibir a nivel emocional. Marte revela mu­ cho sobre la energía física en general, incluyendo la energía sexual, y más ampliamente el modo en que uno se mueve para conseguir lo que quiere. La polaridad entre Júpiter y Saturno: los contactos armoniosos de Jú­ piter promueven el crecimiento y son particularmente auspiciosos, in­ dicando una amplia aceptación y una comunicación positiva. Los fac-

tores de Júpiter también pueden mostrar en cierta medida si hay di­ ferencias religiosas o filosóficas significativas, o si hay aspiraciones compatibles en estas áreas de la vida. Los contactos armoniosos de Sa­ turno son estabilizadores, y pueden indicar compromiso duradero y sentido de la responsabilidad. Sus interacciones más tensas pueden in­ dicar lo mismo, pero con menos placer, un sentimiento de obligación más intenso, o incluso una pesada sensación de opresión.

Urano, Neptuno y Plutón: los «planetas externos» están más allá del ámbito de este libro, pero son principalmente significativos en la me­ dida en que transforman poderosamente cualquier otro de los facto­ res astrológicos con los que interactúan intensamente.

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Los cuatro elementos, los doce signos, y el Ascendente Las cosas terrenales deben ser conocidas para ser amadas; las cosas divinas deben ser amadas para ser conocidas. PASCAL

Como hay tantos otros libros que describen los factores básicos y el simbolismo de la astrología, y como tantos lectores ya conocerán mu­ chos de estos aspectos fundamentales, en este capítulo presentaré mi propia versión sintetizada de las bases de la astrología de una manera muy concisa. No obstante, como el Ascendente muy pocas veces se ex­ plica bien, y como las descripciones que se dan en muchos textos se centran en rasgos superficiales y en la supuesta apariencia física de las personas con ciertos ascendentes, elaboraré algo sobre cada uno de los signos ascendentes en una sección posterior de este capítulo. Uno podría decir que los cuatro elementos son la sustancia ener­ gética de la experiencia. Cada uno de los ellos se manifiesta en la na­ turaleza humana a través de tres modalidades ( cardinal, fija y mutable), lo que produce los doce patrones energéticos posibles que llamamos los signos del zodíaco. Los signos indican cualidades de experiencia específicas y nos ofrecen una amplia comprensión de los distintos ti­ pos de conciencia y percepción que expresamos los seres humanos, permitiéndonos apreciar los diferentes tipos de motivación que ex­ perimentamos. Los cuatro elementos de una carta natal revelan la capacidad para participar en ciertos ámbitos de la existencia y para sintonizarse con campos específicos de la experiencia de vida. Estos elementos no tie­ nen nada que ver con los elementos de la química. De hecho, los tras-

cienden completamente. La carta natal astrológica se dibuja para el momento exacto de la primera respiración, ese instante en el que es­ tablecemos inmediatamente una sintonía y un ritmo de contacto con las fuentes de energía del cosmos. Por lo tanto, la carta natal revela nuestro patrón energético individual, nuestra sintonía con los cuatro elementos. Fuego, tierra, aire y agua representan un tipo de energía y de con­ ciencia básicas que operan dentro de todos nosotros. Cada persona es más consciente de, y más sensible hacia, algunos tipos de energía. El elemento de cualquier signo que queda resaltado en una carta (por la localización de planetas significativos en ese signo) muestra el tipo es­ pecífico de conciencia y el método de percepción con el que el indi­ viduo está fuertemente sintonizado. Los si gnos de fuego expresan ese principio de vida energizante, ra­ diante y cálido que puede manifestarse como entusiasmo, fe, ánimo y el impulso a la expresión. Los si gnos de tierra revelan una sintonía con el mundo de las for­ mas físicas y una capacidad práctica de utilizar y mejorar el mundo ma­ terial. Los si gn os de aire están asociados con la percepción y la expresión mental, especialmente en relación con las interacciones personales y con los conceptos y las ideas abstractos. Los si gnos de agua simbolizan el principio sanador de sensibilidad, respuesta emotiva, empatía y fusión emocional con los demás. Tradicionalmente, los elementos se han dividido en dos grupos, considerándose que fuego y aire son activos y autoexpresivos, mien­ tras que agua y tierra son pasivos, receptivos y autocontenidos. Esta di­ ferenciación es de gran importancia en una aproximación holística a las cartas natales. Estos términos hacen referencia al modo de operar de estas energías, y al método de expresión del individuo. Por ejemplo, los signos de agua y de tierra son más autocontenidos que los signos de fue­ go y de aire en el sentido de que viven más dentro de sí mismos y no se permiten proyectar externamente su energía esencial sin gran pre­ caución ni reflexión previa. No obstante, esto les permite construir un fundamento sólido para la acción. Los signos de fuego y de aire son

más autoexpresivos porque siempre están «sacando las cosas hacia fue­ ra», vertiendo sus energías y su sustancia de vida sin reservas (a veces ignorando completamente los límites): los signos del fuego por acción directa y los signos de aire mediante la interacción social y la expre­ sión verbal. Esta clasificación de los elementos, y el hecho de que los signos del mismo elemento (por ejemplo, Aries, Leo y Sagitario, todos ellos fue­ go) y los elementos del mismo grupo (por ejemplo, Tauro y Piscis, tie­ rra y agua) se consideran generalmente «compatibles» es de la mayor importancia no sólo para interpretar la carta individual, sino también en el arte de la comparación de cartas que se emplea para analizar la compatibilidad entre personas.

Los signos de fuego: Aries, Leo y Sagitario Los signos de fuego expresan una energía universal radiante, excita­ ble y entusiasta que a través de su luz trae color al mundo. Los signos de fuego expresan mucho brío, una gran fe en sí mismos, una forta­ leza interminable y una honestidad manifiesta. CONCEPTO CIAVE:

Energía irradiante, confianza e iniciativa. CARACTERÍSTICAS Y PALABRAS CIAVE:

impulsividad intrépida brío y entusiasmo motivación para tener impacto en la vida intensidad de propósito honestidad, franqueza, incluso brusquedad orientación externa libertad de expresión a muchos niveles fuerza de voluntad dirigida y liderazgo

estilo demostrativo y energético comportamiento impaciente percepción intuitiva de las tendencias futuras

La sign os de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio Los signos de tierra confían intensamente en sus sentidos y en la ra­ zón práctica. Su comprensión innata del funcionamiento del mundo material da a los signos de tierra más paciencia y disciplina que a otros signos. El elemento tierra tiende a ser cauto, premeditado, más bien convencional y generalmente fiable. Para los signos de tierra es espe­ cialmente importante conocer su lugar en el mundo, porque la segu­ ridad constituye para ellos un objetivo vitalicio. CONCEPTO CLAVE:

Habilidad práctica para utilizar el mundo material. CARACTERÍSTICAS Y PALABRAS CLAVE:

sintonía con el mundo físico sentidos físicos potenciados espíritu práctico y capacidad para aprender de los errores paciencia y persistencia autodisciplina y precaución fiabilidad y sustancialidad premeditado convencional

Los signos de aire: Géminis, Libra y Acuario Los signos de aire expresan la energía de vida asociada con el alien­ to y el mundo de las ideas arquetípicas, situado más allá del mundo fí­ sico; en el elemento aire, la energía cósmica se transforma en pautas de pensamiento específicas. Los signos de aire tienen la necesidad in­ terna de desapegarse de las experiencias inmediatas de la vida cotidia­ na, y de este modo adquirir objetividad, perspectiva y una aproxima­ ción racional a todo lo que hacen. CONCEPTO CI.AVE:

Percepción mental, formulación y expresión. CARACTERÍSTICAS Y PALABRAS CI.AVE:

vivir a través de la mente y la conceptualización racionalización de toda experiencia desapego y perspectiva anhelo de entendimiento motivación para verbalizar necesidad de relación y sociabilidad comunicación y curiosidad intensa necesidad de compartir ideas conciencia de la individualidad de los demás principios y sistemas de pensamiento

Los signos de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis Los signos de agua están en contacto con sus sentimientos, y perciben matices y sutilezas que muchos otros ni siquiera notan. El elemento agua representa el reino de la emoción profunda y de las respuestas emocionales, que pueden ir desde las pasiones compulsivas hasta los miedos abrumadores o la aceptación generalizada y amorosa de la ere-

ación. Los signos de agua saben instintivamente que para satisfacer los anhelos más profundos de su alma deben protegerse de las influen­ cias externas y asegurarse la calma necesaria para la reflexión pro­ funda, la percepción sutil y la tranquilidad interna. CONCEPTOS CLAVE:

Emoción profunda, empatía y respuesta emocional. CARACTERÍSTICAS Y PALABRAS CLAVE:

sensibilidad a todos los niveles motivación a través de anhelos inconscientes guía de la intuición, los sentimientos o los miedos viscerales purificación y limpieza sensibilidad psíquica profunda reflexión y meditación para mantener la salud secretismo habitual y necesidad de intimidad capacidad para el servicio compasivo necesidad de implicación emocional con los demás Palabras clave para los planetas regentes de los signos solares En la pági,na sigu iente se presenta una lista de palaúras clave para cada signo del zodíaco que expresan mucho soúre cómo los nativos de cada signo expresan su conciencia esencial y dónde encuentran su identidad, bien sea consciente o inconscientemente. Las fechas indican los periodos aproxima­ dos en los que el Sol está en cada sign o zodiacal.

PLANETA REGENTE

FECHAS APROXIMADAS

PALABRAS CLAVE

SIGNOS DE FUEGO

Aries Leo Sagitario

Marte Sol Júpiter

21/3-20/4 23/7-23/8 23/11-21/12

Yo soy (yo hago, yo actúo) Yo quiero (yo vitalizo, yo dramatizo) Yo entiendo (yo inspiro, yo aspiro)

Venus Mercurio Saturno

21/4-21/5 24/8-23/9 22/12-20/1

Yo tengo (yo controlo, yo produzco) Yo sirvo (yo analizo, yo perfecciono) Yo uso (yo organizo, yo consigo)

Mercurio Venus Saturno y Urano

22/5-21/6 24/9-23/10 21/1-19/2

Yo pienso (yo cuestiono, yo conecto) Yo equilibro (yo armonizo, yo relaciono) Yo sé (yo revoluciono, yo experimento)

Luna Marte y Plutón Júpiter y Neptuno

22/6-22/7 24/10-22/11 20/2-21/3

Yo siento (yo recuerdo, yo establezco) Yo deseo (yo ahondo, yo sondeo) Yo creo (yo escapo, yo imagino)

SIGNOS DE TIERRA

Tauro Virgo Capricornio SIGNOS DE AIRE

Géminis libra Acuario SIGNOS DE AGUA

Cáncer Escorpio Piscis

Figu ra 6.1

Los signos zodiacales y sus conceptos clave He formulado el sigu iente agrupamiento de signos para expresar algunos conceptos clave, y especialmente las cualidades psicológ;i,cas de los signos. In­ cluye algunas frases precisas que pueden resultar de ayuda una y otra vez

cuando tratamos de entender las ubicaciones de todos los planetas en los signos.

CONCEPTO CLAVE

UN PLANETA EN ESTE SIGNO ESTARÁ COLOREADO POR LAS SIGUIENTES CUALIDADES

Cardinal: Aries

Liberación de energía concentrada hacia una nueva experiencia

Impulso autoiniciado de actuar, autoafirmación

Fijo: Leo

Calidez sostenida, lealtad, y vitalidad radiante

Orgullo y necesidad de reconocimiento, sentido dramático

Mutable: Sagitario

Aspiración incesante que impulsa hacia el ideal

Creencias, generalizaciones, ideales

Cardinal: Capricornio

Determinación impersonal por conseguir que se hagan las cosas

Autocontrol, precaución, reserva y ambición

Fijo:Tauro

Profundidad de apreciación relacionada con las sensaciones físicas inmediatas

Posesividad, retención, constancia

Mutable: Virgo

Ayuda espontánea, humildad y necesidad de servir

Perfeccionismo, análisis, discriminación

Cardinal: Libra

Armonización de todas las polaridades para autocompletarse

Equilibrio, imparcialidad, tacto

Fijo: Acuario

Coordinación desapegada de todas las personas y conceptos

Libertad individual, extremismo

Mutable: Géminis

Percepción inmediata y verbalización de todas las conexiones

Curiosidad cambiante, locuacidad, amistad

Cardinal: Cáncer

Nutrición instintiva y empatía protectora

Sentimiento, reserva, estados de ánimo, cambiantes, sensibilidad, autoprotección

Fijo: Escorpio

Penetración a través de un intenso poder emocional

Deseos compulsivos, profundidad, control, pasión, secretismo

Mutable: Piscis

Compasión por todos los que sufren

Anhelos del alma, idealismo, unidad, inspiración, vulnerabilidad

SIGNO Signos de fuego

Signos de tierra

Signos de aire

Signos de agua

Figura 6.2

El Ascendente El signo que asciende sobre el horizonte oriental en el momento exac­ to del nacimiento es un factor esencial en la carta natal completa de cualquier individuo. No obstante, a fin de determinar dicho signo, uno debe poseer información correcta y fiable sobre el momento y lu­ gar de nacimiento (teniendo en cuenta los cambios de hora para aho­ rrar energía, la zona horaria, etc.). Además, el método de cálculo debe ser preciso. Por esta razón, pido encarecidamente a los lectores que empleen un servicio de cálculo fiable y profesional para obtener su carta natal completa. El uso de servicios irresponsables, de pseudoas­ trólogos adivinos, algunas páginas web y la mayoría de las tablas de re­ ferencia rápida que vienen en los libros hacen que hasta un cincuen­ ta por ciento de la gente piense que tiene un Ascendente que, de hecho, no es exacto. Dada la complejidad del cálculo, lo más que podemos hacer en este libro es realizar la mejor estimación posible usando las tablas del Apéndice E. Asegúrate de sustraer una hora del momento que consta en tu certificado de nacimiento si sabes que el año en que naciste ha­ bía un cambio horario para ahorrar energía. Si usando estas tablas el Ascendente queda al principio mismo o al final del signo, es especial­ mente importante que compares las cualidades de los dos signos po­ sibles usando los comentarios que se ofrecen más adelante. En mu­ chos casos, el agudo contraste entre ambos signos te permitirá hacer un juicio razonable con respecto a cuál de los Ascendentes es el más probable. Yo agrupo los signos ascendentes por elemento, porque todos los ascendentes de un elemento comparten una cualidad energética y una sintonía comunes, además de unos planteamientos de vida bas­ tante similares. El elemento del Ascendente denota la energía que la persona expresa espontáneamente, aunque a menudo puede ser in­ consciente, especialmente en la juventud. Ese elemento es el símbolo de una actitud hacia la vida que impregna la totalidad del ser y de la personalidad. Se podría decir con precisión que se trata de uno de los grandes sesgos en el punto de vista de la persona hacia la vida. A me-

nudo se dice que el Ascendente es la «imagen de la personalidad», una descripción que suele ser bastante precisa. No obstante, se trata de una imagen que no se proyecta intencionalmente, sino que es es­ pontánea y automática, y suele ser evidente e inmediata para los de­ más. El dinamismo del Ascendente es tal que en las descripciones si­ guientes tengo que expresar mis impresiones sobre los diferentes ascendentes de manera inmediata e informal, basándome en mi ex­ periencia y sin dejarme obstaculizar por el intento de hacer un retra­ to perfecto. Me interesa más la precisión que la elegancia literaria. Los ascendentes de fuego y aire fomentan la autoexpresión activa (y a veces producen agotamiento, causado cuando se vierten indiscrimi­ nadamente las propias energías) en el mundo externo y el gasto di­ námico de energía. Los ascendentes de tierra y de agua tienden a con­ servar la energía y a resistirse a la autoexposición, y por tanto indican autocontención (a veces represión) y la tendencia a vivir dentro de uno mismo. Resalto que el Ascendente y su elemento son importantísimos a la hora de analizar las relaciones íntimas, como se evidenciará más ade­ lante en este libro. Así, a fin de entender la astrología interpersonal, es muy necesario determinar el Ascendente con toda la precisión po­ sible. AsCENDENTE EN SIGNOS DE FUEGO (ARIES, LEO Y SAGITARIO)

Gran vitalidad, despliegue de energía fisica, rayos de energía saliendo hacia el mundo. Marcados por una visión de la vida positiva y opti­ mista, y una conducta confiada y rotundamente honesta. Son activos, quieren dejar su huella en la vida y ver que los resultados de sus es­ fuerzos se manifiestan en el mundo. Su orientación hacia la acción puede producir derroches y excesos, y además tiende a tener poca conciencia de las necesidades sutiles, propias y de los demás. Aries: ¡Físicamente inquieto! Tiene que mantener nuevos proyectos en marcha en todo momento, siempre con un énfasis en lo NUEVO. Se aburre fácilmente. Atrevido y pionero en muchos campos, le gusta

especialmente ser el primero en hacer o en descubrir algo. Entiende fácilmente y con rapidez los aspectos esenciales de cualquier proble­ ma o situación, tal vez de un modo más rápido y directo que cualquier otro signo, por lo que tiene una tendencia natural a ser decidido. Ac­ titud dinámica y activa, aunque muy impaciente y a menudo abrupto. ¡Todas las cosas en las que está involucrado durante el día siempre pa­ recen ser urgentes! Las habilidades sociales no sólo están ocasional­ mente ausentes, sino que a menudo no se valoran mucho. Leo: es orgulloso, pero generalmente trata de dar lo m�jor de sí en todo momento para ganarse el respeto que anhela. Muy digno, gene­ ralmente dotado de una lealtad y un sentido de integridad cada vez más escasos en nuestros tiempos. Raras veces admite la debilidad, y a menudo exhibe de manera natural un sentido de autoridad señorial (generalmente sin el autoritarismo que suele desplegar Capricornio, por ejemplo). De ahí que tienda a ser más un administrador que un líder dinámico. Sus maneras abiertas y honestas con los demás susci­ tan respuestas leales y afectuosas. Sagitario: tal vez la personalidad más «animada» de todas. Una actitud marcadamente positiva hacia la vida; es capaz de exhibir un optimis­ mo persistente diez minutos después de haber experimentado un trauma, una decepción o un revés importante. Se trata del pensador más optimista, con una actitud filosófica y/ o religiosa innata, aunque sea poco convencional. Suele ser una persona agradecida con instin­ tos generosos. El rebosar de sus energías positivas frecuentemente se manifiesta como una amplia capacidad de promocionar, inspirar y ser original. AsCENDENTE EN SIGNOS DE TIERRA (TAURO, VIRGO Y CAPRICORNIO)

Un punto de vista práctico. Su enfoque en el mundo material y sus ac­ titudes conservadoras pueden inhibir la imaginación, limitando de este modo las opciones de la persona y/ o restringiendo su expresión espontánea. La constancia y la fiabilidad suelen estar bien desarrolla-

das, y son muy valoradas tanto en uno mismo como en los demás. El espíritu práctico y la paciencia innata generan más tolerancia a la ru­ tina que otros ascendentes. Las vías de autoexpresión más comunes suelen ser los planteamientos sistemáticos, generalmente siguiendo canales establecidos. Tauro: siempre lento, pero no debe ser subestimado debido a su de­ terminación. A menudo tienen una vena artística, y su paciencia infi­ nita con el ritmo de la vida también le permite ser hábil en sus tratos con la gente. Imperturbable ante las crisis o ante sucesos sorpren­ dentes o alarmantes, cuando otros sienten la presión y tienden a aban­ donar la nave. Insiste absolutamente en ir a su ritmo en todas las cosas, a menudo enfureciendo a los demás. Su temperamento equilibrado es patente, pero a veces se enfada cuando no puede hacer las cosas a su manera o cuando otros insisten en que acelere su trabajo. Virgo: es el trabajador más detallista de todos, pero detesta asumir la autoridad para tomar decisiones a causa de su humildad innata y su tendencia a preocuparse. Crónicamente tenso y con un sistema ner­ vioso sensible que puede manifestarse como sensiblería con respecto al alimento y al entorno. Le encanta trabajar, tal vez porque es el úni­ co modo en que siente que prueba su valía. Representa un tipo de gente que escasea por su humildad y su necesidad de servir a los de­ más sin falsedad ni pretensión. Capricornio: da la impresión de ser más viejo de lo que es. Transmite una sensación de solidez, fiabilidad y respetabilidad que a menudo hace que se le atribuya responsabilidades, que suele llevar muy bien a menos que ceda a la vena autoritaria de su personalidad y al deseo de dominar a los demás. Se preocupa más de lo que parece, a pesar de la imagen de confianza total que trata de presentar. Su sentido del tiempo es parte esencial de su personalidad, puesto que o bien está pacientemente sin­ tonizado con el sentido de oportunidad y el despliegue de los sucesos, o bien es muy lento -como si arrastrara los pies-y excesivamente cau­ to, impidiendo que otros actúen en el momento oportuno.

AsCENDENTE EN SIGNOS DE AIRE ( GÉMINIS, LIBRA Y ACUARIO)

Mentalmente rápidos y activos; inquisitivos, sociales, amistosos, ha­ bladores. A menudo inteligentes, con percepciones rápidas. Pueden ser muy intelectuales, hasta el punto de debatir crónicamente cada cosa sin llevarla a la acción. Quieren entenderlo todo; viven principal­ mente en el mundo de los conceptos. Tienen una facilidad natural para la comunicación y para percibir los puntos de vista �jenos. Géminis: inmediatamente amistoso y siempre curioso. Comunicativo, tiene un rango de intereses ilimitado. Muy hablador y/ o intelectual. Siempre le intrigan las palabras, los conceptos y las nuevas habilida­ des. Es ingenioso, pero tiene problemas para controlar su propia men­ te. Una parte de su cerebro no reconoce lo que la otra está pensando o haciendo, lo que puede producir acciones contradictorias que con­ fundan o frustren a los demás. Casi siempre se encuentra listo, pero necesita dirección y disciplina en su vida diaria. Libra: sensible a las opiniones de los demás, al ambiente social y ar­ tístico y a las tendencias actuales. Desea instintivamente agradar a los demás. Puede ser creativo, pero suele ser más productivo en asocia­ ción o trabajando en grupo, porque depende de los demás para sen­ tirse inspirado y confiado. Piensa constantemente, sopesando todas las opciones, tal vez con demasiado análisis e insuficiente acción. Muy consciente de su aspecto físico, generalmente posee un refinado sen­ tido artístico. Bondadoso y simpático en la mayoría de los tratos per­ sonales, excepto cuando se siente competitivo o tratado injustamen­ te. Tiene un juicio excelente cuando aconseja a otros, pero rara vez es capaz de pensar con tanta claridad y decisión con respecto a sus pro­ pias situaciones, especialmente cuando está solo. Acuario: parece social y amistoso, pero a menudo es extremadamen­ te distante y desapegado. Dotado de gran agudeza intelectual, se ali­ nea con las grandes tendencias culturales, sociales y profesionales. Se siente cómodo en grupo y es relativamente humanitario, pero a me-

nudo se despista en situaciones íntimas y emocionales. Suele ser ex­ tremo en sus actitudes o conductas, y a veces está completamente «perdido» en su mente abstracta. Unas veces es brillante y otras sor­ prendentemente conservador, sintiéndose atrapado dentro de sus rí­ gidas categorías conceptuales. ÁSCENDENTE EN SIGNOS DE AGUA (CÁNCER, ESCORPIO Y PISCIS)

Son los más fácilmente influenciables por el entorno y las demás per­ sonas. Sensibles, caprichosos, cautos debido al fuerte sentimiento de vulnerabilidad y a la probabilidad de sentirse heridos. Tienden a pro­ tegerse y a proteger a las personas que les importan. Simpáticos, sien­ ten inmediatamente y con fuerza las emociones de los demás. Muy amantes de la privacidad, viven en lo profundo de sí mismos. Confían en corazonadas e intuiciones, y poseen los mayores poderes curativos de todos los signos ascendentes. Cáncer: una persona muy simpática pero amante de la privacidad que a menudo vive en su propio mundo. Es fácil de herir y no olvida nun­ ca, siempre tiende a protegerse y es cauto en todas sus acciones. Es de las personas más decentes de la tierra. De apariencia humilde, en lo profundo exige respeto y es tenaz en sus objetivos, que rara vez divul­ ga, ni siquiera a sí mismo. No se le llega a conocer, a menos que uno haya sido aceptado dentro de su pequeña «familia» interna. Así y todo, es posible desarrollar una buena conexión no verbal con él a través de las corrientes emocionales subterráneas. Escorpio: es el signo Ascendente con una de las peores reputaciones, pero también con la reserva de talentos más abundante. Muy privado e intenso, éste es el signo de los extremos emocionales, cuya medida el propio nativo sólo llega a comprender conscientemente a través de la experiencia profunda y de un autoanálisis contundente y sincero. Posee una inclinación natural hacia el descubrimiento de lo oculto, lo negado y lo reprimido en los demás, pero tiene problemas para li­ diar con los aspectos reprimidos o ignorados de su propio yo. Es bue-

no en el trabajo detectivesco, la investigación, la curación y en las ta­ reas difíciles y peligrosas. Si queremos tener la información más com­ pleta con respecto a algo, debemos contactar a persona sintonizada con Escorpio. Piscis: es de manera natural el grupo más simpático, intuitivo y re­ ceptivo hacia las personas, los animales, los enfermos y los espiritual­ mente necesitados. Suele ser artístico o poético, con una imaginación marcadamente creativa. Como el mundo material le resulta demasia­ do duro, tiene que dedicarse a un ideal más sutil e inspirador que la norma social o materialista. A menudo está dotado de un carisma sin igual, aunque rara vez es consciente de ello. Si bien puede parecer ex­ cesivamente sensible o débil, también puede sorprender por la fuer­ za espiritual interna que expresa en momentos difíciles. ALGUNAS DIRECTRICES PARA COMPRENDER EL AsCENDENTE

Si bien el Ascendente es de gran importancia para cada individuo, no podemos negar que debe relacionarse con el resto de la carta, espe­ cialmente con el signo solar de una persona determinada, a fin de po­ der comprenderlo completamente. El Sol es la identidad esencial, el centro mismo de la conciencia y el modo en que asimilamos gran par­ te de nuestra experiencia. Mientras que el Ascendente muestra nuestro plan­ teamiento vital, el Sol nos muestra la conciencia y la vida misma. El Ascendente modifica la expresión de la energía solar. Se podría dedicar todo un libro a estudiar las interacciones de las 144 combina­ ciones posibles entre el Sol y el Ascendente. Para dar un ejemplo: un Ascendente Géminis siempre proporcionará una visión de la vida más animada en las relaciones sociales y más intelectualmente curiosa que la expresión energética de cualquier signo solar. El Ascendente Gémi­ nis acelerará un Sol lento en Tauro, socializará a un Sol en Escorpio y lo hará menos dado al secretismo, ayudará a un Sol en Capricornio a estar menos a la defensiva y a ser más comunicativo, y animará a un Sol en Cáncer a ser menos tímido. Sin embargo, por muy similares que parezcan en sus planteamientos y en su personalidad observable

todas las personas con Ascendente Géminis, la naturaleza central sim­ bolizada por el sol continúa siendo definida por la posición del signo solar. Otra herramienta útil para entender cómo interactúan el Ascen­ dente y el signo solar de la persona es comparar los elementos de am­ bos factores . Por ejemplo, una persona que tenga el signo solar en Cáncer y el Ascendente en un signo de fuego será generalmente más extrovertida, expresiva y confiada que un individuo con el Sol en Cán­ cer y el Ascendente en un signo de tierra o agua, que es más conser­ vador y autoprotector. Pongamos un ejemplo: una persona con un sig­ no solar en aire y con el Ascendente en agua puedo parecer mucho más emocional de lo que en realidad es, mientras que una persona con el signo solar en agua y el Ascendente en aire puede parecer mu­ cho más desapegada y menos emocional de lo que es en lo profundo de su ser. Repasar estas combinaciones, analizándolas sistemática­ mente en nuestra propia imaginación, sobre papel o en discusiones y «tormentas de ideas» con otros estudiantes de astrología puede ser un ejercicio de aprendizaje extremadamente útil y clarificador.

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La Luna: los estados de ánimo en los que vivimos Hemos perdido el cosmos. El sol ya no nos fortalece, y tampoco lo hace la luna ... Ahora tenemos que volver al cosmos, y esto no puede hacerse mediante un truco. El amplio rango de respuestas que han quedado muertas en nosotros tienen que volver a la vida. Han sido necesarios dos mil años para matarlas. ¿Quién sabe cuánto tiempo necesitaremos para devolverles la vida? ... Lo que nos falta es vida cósmica, el sol y la luna en nosotros... D.H. LAWRENCE (AjJOcalipsis)

Existen miles de libros que se enfocan en los signos solares, pero muy pocos que expliquen inteligentemente y con cierta profundidad el sig­ nificado de los signos lunares, que son igualmente importantes. (Una excepción significativa es Moon Signs: The Key to your Inner Life, de Don­ na Cunningham, una obra dotada de una gran comprensión y sutile­ za psicológica). Una razón por la que se produce esta discrepancia es que la luna simboliza un aspecto de la personalidad más subjetivo e inconsciente, tan instintivo y automático que la gente puede tener más dificultad para identificarse con él. Otra razón de orden más práctico es que, aunque generalmente resulta fácil saber el signo solar simple­ mente conociendo la fecha de nacimiento (véase Figura 6.1 ), es ne­ cesaria una carta precisa para saber con seguridad el signo lunar. Si el signo lunar no es claro y evidente, debemos tratar de determinar en cuál de los dos signos está la localización más probable basándonos en las cualidades inherentes de los signos. La proliferación de columnas

de «signos solares» en los periódicos y revistas (y ahora en Internet) también ha contribuido al excesivo énfasis en el signo solar y al des­ cuido del signo lunar, aunque también existen razones culturales que comentaré en este capítulo. El título de este capítulo hace referencia a uno de los significados esenciales de la Luna: las fluctuaciones emocionales siempre cam­ biantes por las que pasamos todos, aunque algunos mucho más que otros. Estos estados de ánimo cambiantes son similares a la luz lunar, que crece y mengua constantemente cada mes. Entre la miríada de significados simbólicos de la astrología, la Luna y su signo revelan nuestra sintonía con las constantes fluctuaciones del entorno ynues­ tra capacidad para ajustarnos a los cambios internos yexternos. Y una de las lecciones de autoconocimiento esenciales que puede enseñar­ nos nuestra sintonía lunar es ésta: no sólo debemos aprender a acep­ tar nuestros estados de ánimos naturales y nuestras reacciones emo­ cionales espontáneas, sino que también tenemos que adaptarnos a la vida (con la ayuda de, ya veces a pesar de, nuestros estados de ánimo) para poder mantener un estado de relativa tranquilidad interna. Además, yesto es especialmente importante para el tema de este li­ bro, el estudio de nuestro propio signo lunar yel de la persona con la que mantenemos una relación íntima es tremendamente revelador con respecto a los estados de ánimo de ambos, nuestras reacciones y tendencias emocionales naturales. La compatibilidad o la falta de compatibilidad pueden determinarse comparando las lunas de ambas personas, puesto que este estudio retratará fielmente hasta qué pun­ to son emocionalmente compatibles para la convivencia. El signo lu­ nar también describe las energías instintivas y las actitudes naturales hacia el apareamiento y la creación de un hogar (podríamos llamarlo el instinto doméstico), y por tanto tiene un amplio impacto en cómo siente uno la comodidad fisica y emocional. La Luna revela parcial­ mente la manera que tenemos de expresar nuestra capacidad de nu­ trir y cuidar. En este sentido, tiene un poderoso impacto emocional en el propio potencial para la intimidad y-especialmente en las mu­ jeres- una fuerte influencia en sus necesidades y planteamientos se­ xuales. Por lo tanto, la comparación de los signos lunares nos mostra-

rá de manera sorprendente y reveladora hasta qué punto se están sa­ tisfaciendo nuestras necesidades de seguridad con la otra persona, y si sentimos junto a ella una sensación de familiaridad y apoyo. La comparación de las lunas no es el único método de realizar tal evaluación, pero sin duda es uno de los factores astrológicos más im­ portantes a la hora de determinar si podemos armonizarnos cotidia­ namente con los estados de ánimo del otro. Cierta cantidad de armo­ nía emocional viene asimismo indicada por la compatibilidad de la Luna de una persona con el Sol, Venus,Júpiter o el Ascendente de la otra, por t;jemplo, incluso si los propios signos lunares no son en prin­ cipio particularmente compatibles. Como los significados esenciales de la Luna se exponen en el Ca­ pítulo 5 y en el Apéndice A, no los repetiré aquí; pero antes de exa­ minar cada uno de los signos lunares, señalaré un par de característi­ cas clave de la Luna que no debemos pasar por alto. En primer lugar, la Luna está muy relacionada con el funcionamiento mental no-inte­ lectual y no-racional, e influencia nuestro pensamiento más de lo que muchos están dispuestos a admitir. Cuando decimos: «Siento que... », estamos hablando desde nuestra sintonía lunar, y reconociendo que aunque lo que vayamos a decir no sea necesariamente probable o ló­ gico, nos sentimos cómodos con ese punto de vista. Así mismo, la Luna revela mucho de la seguridad interna que uno siente consigo mismo. La ubicación de la Luna y su elemento están íntimamente relaciona­ dos con lo que uno necesita para sentirse bien consigo mismo. Además, la Luna hace referencia especialmente a los sentimientos o a la conduc­ ta instintiva que nos resultan más cómodos en una situación social. En segundo lugar, si quieres recordar una frase concisa para inter­ pretar el signo lunar, debería ser reacción instintiva, porque la Luna simboliza nuestro modo de responder en forma inmediata y automá­ tica a muchos aspectos de nuestra vida y experiencia. Por lo tanto, po­ dríamos elaborar esta idea planteándonos, por ejemplo, preguntas como las siguientes: ¿Qué signos lunares reaccionan activamente? Aries, Sagitario y Piscis. ¿Cuáles reaccionan con un análisis inmedia­ to? Los signos de aire y Virgo. ¿Cuáles son especialmente dados a la deliberación? Capricornio, Tauro y Escorpio. ¿Cuáles tratan de ocul-

tar sus reacciones emocionales? Cáncer, Escorpio y Capricornio... Y así sucesivamente, con cualquier pregunta que uno pueda plantearse. Éste es un buen ejercicio para aprender rápidamente sobre las varia­ das tendencias de cada signo lunar, y el lector podría desear practi­ carlo después de haber leído este capítulo.

La Luna, feminidad, pasividad y dependencia Otra razón por la que falta buen material sobre la Luna en los escritos astrológicos es el sesgo cultural existente en el mundo occidental ha­ cia la actividad y el desarrollo del ego, cualidades asociadas con el sol. En la tradición astrológica, a lo largo de interminables siglos, la luna ha sido considerada el arquetipo femenino (incluso ha sido conside­ rada como una diosa) en la polaridad Sol-Luna. Regía la familia, el ho­ gar, el útero, el nacimiento de los niños y todas las expresiones de nu­ trición y curación. En el mundo moderno las mujeres se identifican más fácilmente con sus signos lunares que los hombres, y en general a la mayoría de los hombres occidentales les cuesta identificarse con las cualidades de su signo lunar. De hecho, a muchos hombres les pa­ rece poco natural que se les pida expresar pasividad, dependencia o necesidades que habitualmente se interpretan como debilidad. Des­ pués de todo, el Sol brilla por su propio poder y grandeza innatos. Es la Luna la que refleja la luz solar, distribuyendo rítmicamente canti­ dades mayores o menores de luz hacia la Tierra a lo largo de su ciclo. Éstos son símbolos poderosos y muy reveladores, pero una observa­ ción que se aceptará sin controversia es que la luz lunar es mucho más suave, refrescante y emocionalmente inspiradora que la «mirada des­ piadada» del sol descrita por el poeta Yeats. La luz solar y sus poderes asociados, sin modulación ni disminución periódica de su intensidad, simplemente queman toda vegetación, evaporan el agua y convierten la tierra en un desierto. Aquí no podemos explorar extensamente los temas relacionados con la alienación de tantos hombres de su lado femenino, y los conflic­ tos sociales y psicológicos que ello conlleva. Después de todo, podrían

llenarse bibliotecas enteras con los libros y artículos relacionados con estos temas. Por tanto, me limitaré a unos pocos puntos clave, muchos de los cuales se describen con claridad en el libro de Herb Goldberg, Los peligros de ser varón: sobreviviendo al mito de la supremacía masculina. Él señala que la incapacidad de tolerar la pasividad destruye el ritmo de la vida, naturalmente alternante entre actividad y pasividad. Y dice: Sin duda ésta es una de las principales causas por las que muchos hom­ bres se sienten «quemados» o sufren enfermedades crónicas a una edad muy temprana. La represión de la dimensión pasiva nos impide tomarnos regularmente el tiempo que necesitamos para descansar y recuperarnos (HBM, p. 47).

En parte, esto explica por qué la luna está conectada con la cura­ ción, y nos permite ver que su entendimiento en nuestra carta natal nos ayuda a desarrollar un estilo de vida saludable y un respeto hacia las necesidades corporales de descanso y recuperación. La típica reti­ cencia masculina a pedir ayuda, por ejemplo, se deriva de la resisten­ cia masculina a mostrar dependencia. Cuanto más comprendamos el papel de la luna, más comprenderemos cómo el lado lunar de nues­ tra naturaleza puede sustentar tremendamente nuestra salud física y emocional. De hecho, como en nuestros días tantas mujeres se han unido a la fuerza laboral y a menudo emulan los peores hábitos y los estilos de vida desequilibrados de los hombres occidentales tradicio­ nales, muchos de los comentarios anteriores también se vuelven aho­ ra aplicables a ellas, incluyendo el «agotamiento» y otros desórdenes causados por el estrés. Muchos hombres proyectan la mayoría de sus cualidades lunares en sus parejas femeninas, dando por sentado que así todos los aspectos de lo femenino arquetípico están siendo atendidos. Pero, como explica Goldberg, el resultado puede ser no sólo insano, sino desastroso: Muchos hombres adultos, una vez que han establecido una relación prin­ cipal con una mujer, empiezan a abandonar casi todas sus demás relacio­ nes. La dependencia se vuelve cada vez más intensa y la crisis que se pro-

duce si ella le abandona suele ser demoledora. (...) Como tienen todos los huevos colocados en el mismo canasto emocional, se quedan sin fuen­ tes de nutrición a las que acudir. ( ... ) El hombre se aísla y aliena a sí mis­ mo de otros hombres, supuestamente para llevar a su mujer los despojos de la victoria competitiva. Ahora su mujer también se proclama su com­ petidora, e incluso potencialmente su enemiga cuando le dedica epítetos como «cerdo machista». Él no sólo ha perdido su madre tierra, sino que, en su miedo y confusión, trata de liberarse no en beneficio propio sino para agradarle a ella (HBM, pp. 13 y 16).

Lo que a menudo no se menciona en la literatura sobre este dile­ ma masculino es que muchas mujeres fomentan tal dependencia, ani­ mando al hombre de manera abierta o velada a cortar con sus viejas amistades, no sólo con sus amigas, sino también con sus amigos. Una serie de colegas terapeutas han confirmado lo que yo he observado en muchas ocasiones: éste es un comportamiento extremadamente des­ tructivo por parte de las mujeres, que erosiona lentamente la inde­ pendencia y la autoconciencia del hombre. Frecuentemente, la moti­ vación parece ser el deseo por parte de la mujer de dominar la vida psicológica y emocional del hombre de manera tan completa que ni siquiera pueda tener la fantasía de vivir sin ella. De este modo, será cada vez más probable que él acceda a sus deseos. Sin embargo, si ella tiene éxito, cabe preguntarse si seguirá respetándole como le respe­ taba antes de manipularlo para hacerle tan sumiso. Con toda justicia, también debe indicarse que a menudo los hombres también tratan de aislar a su pareja femenina, aunque tal vez por diferentes motivos y con otras implicaciones. Así, desde el punto de vista del hombre, ponerse en contacto con la energía y las cualidades lunares le fortalecerá a largo plazo, y le hará mucho menos vulnerable a diversos tipos de dominación o manipu­ lación emocional. Cuando uno se familiariza con términos lunares como intimidad, ternura, cercanía, sensibilidad, receptividad emocional y atención cariñosa; puede asumir correctamente que la Luna tiene mucho más impacto en la sintonía erótica, romántica y sexual de las mujeres que en la de

los hombres. No obstante, un hombre que tenga una fuerte naturale­ za lunar (especialmente con una Luna prominente o con otras locali­ zaciones significativas en el signo lunar de Cáncer) también tendrá muchos de estos sentimientos y necesidades en sus relaciones íntimas y en las interacciones sexuales. Esto también es válido para muchos hombres con un fuerte énfasis en los otros dos signos de agua, Piscis y Escorpio. Por favor, nótese que en lo que queda de este capítulo añadiré oca­ sionalmente citas de las entrevistas y cuestionarios que he venido rea­ lizando a lo largo de los años. Los códigos que emplearé son EA (En­ trevista del autor) y CA (Cuestionario del autor). Confío en que el lector encuentre estas comprensiones vitales y personales lo bastante interesantes como para que no le importe la informalidad de haber­ las insertado con completa libertad cuando añaden algo esencial al tema en cuestión. Cualquier cita de otras fuentes se identificará bre­ vemente o por medio de las abreviaturas que vienen en la bibliografía en el Apéndice C. He restringido las citas largas a un mínimo porque éste no es un trabajo académico o profesional que necesite referen­ cias engorrosas. Así mismo, siempre que es posible empleo impresio­ nes concisas para transmitir las cualidades esenciales de cada signo lu­ nar a fin de que los lectores puedan reconocerlas inmediatamente en sí mismos y en los demás, y les resulte fácil recordarlas. Me he tomado la libertad de incluir descripciones, frases o palabras clave que pare­ cen particularmente precisas e impactantes.

La Luna en signos de fuego Cuando la Luna está en Aries, Leo o Sagitario, los individuos tienden a reaccionar a las experiencias con entusiasmo, y generalmente con un planteamiento positivo y una acción directa. De hecho, pueden tender a saltar antes de mirar, y no son conocidos por su falta de de­ cisión. Se sienten especialmente en casa cuando pueden iniciar o cre­ ar algo nuevo y/ o estimular a otros a realizar cierta acción, o bien a adoptar cierta creencia. Pueden ser muy eficaces en la promoción de

ideas, ideales, productos o servicios, puesto que inspiran en los demás una confianza inmediata. Ésta es una razón por la que tienen que adherirse muy estrechamente a las normas éticas en todas sus iniciati­ vas, para evitar el empleo erróneo de su credibilidad natural. Aunque la Luna en los signos de fuego suele tener sus emplaza­ mientos más positivos, y aunque su actitud directa y enérgica puede motivar e inspirar a otros, el aparente despliegue de confianza no debe engañarnos ni hacernos subestimar los estados de ánimo aba­ tidos y caracterizados por la duda que pueden soportar en privado. Esto es especialmente cierto para las lunas en Sagitario y Leo, que, según mi experiencia, necesitan ser notadas y validadas por otros, a diferencia del solitario Aries, que no necesita hacer una demostra­ ción de valentía puesto que prefiere que le dejen en paz y raras ve­ ces atribuye los reveses que sufre a sus propias deficiencias. Las cua­ lidades animosas e inspiradoras que estos tres signos expresan con frecuencia, sin embargo pueden degenerar ocasionalmente en un sentimiento de superioridad suscite hostilidad o resentimiento en los demás. Luna en Aries: probablemente el más simple, el más contundente­ mente honesto y emocionalmente directo de todos los signos lunares; tiende a no pensar en otra cosa cuando está centrado en su entusias­ mo, y no le gusta que le molesten (sobre todo no le gustan las distrac­ ciones «emocionales» o las «necesidades personales» de otros) .Tiene miles de estos intereses a lo largo de su vida, y cada uno adquiere una gran importancia y tremenda urgencia ... hasta que pierde el interés provocado por otra novedad. Está muy orientado hacia la acción, y por lo tanto tiende a presionar a los demás, y a menudo reacciona con im­ paciencia, incluso cuando no está tan enfadado o irritado como otros podrían creer por su conducta explosiva. Aries necesita de manera es­ pecial nuevos desafíos a lo largo de su vida. Aunque a menudo es in­ trépido, uno de los miedos de la Luna en Aries es al aburrimiento. Suele ser mal escuchador, no sólo por su autointerés obsesivo, sino también porque tiende a precitarse a la hora de extraer conclusiones; a menos que tenga, digamos, mucho de Géminis o de Libra en su car-

ta, en cuyo caso el resultado es un ejemplo excelente del «escuchador activo» que entiende rápidamente los aspectos esenciales y da enérgi­ camente mucho feedback instantáneo. En realidad, como me indicó una mujer muy perceptiva con la Luna en Aries, se trata de un signo que necesita sentir que no está siendo influido por otros, y por lo tan­ to parece no escuchar los consejos u observaciones ajenos. Sin em­ bargo, meses después podría revelar inadvertidamente que les prestó mucha atención, e incluso reflexionó sobre ellos y posteriormente los aceptó. Se aburre fácilmente, es inquieto y bastante egocéntrico. Tiende a ser competitivo de manera natural, aunque (especialmente si es mu­ jer) no le guste reconocerlo. ¡Simplemente tiene que ser el mejor en todo! Como escribió una mujer: «Conozco dos mujeres con la Luna en Aries que son dominantes. Creen que tienen todas las respuestas, y que siempre tienen razón» (CA). Aunque es instintivamente com­ petitivo, no suele abrigar rencillas, pasando rápidamente al siguiente interés, a menos que vea a la otra persona como un enemigo de su li­ bertad que está intentando controlarlo o limitarlo. De hecho, es ex­ tremadamente autosuficiente; prefiere la independencia y la libertad de actuar sin restricción, y rara vez solicita la contribución de los de­ más. Como escribió Grant Lewi sobre la Luna en Aries: «Su mensaje para sí mismo es: Sé fuerte, sé vigoroso, sé independiente, sé valiente» (AFM). Esta necesidad interna la siente desde una edad temprana, porque sabe que está esencialmente solo. Éste es el signo del «solita­ rio», y él mismo es su propio capataz, siempre impulsándose a hacer más y a ser mejor, lo que produce una sensación constante de inquie­ tud e impaciencia. Como escribe Debbi Kempton Smith: «Esta gente siente que la vida misma es una emergencia» (SSN), y suele ser muy productiva a fin de sacar el máximo partido a su tiempo. Ésta puede ser la razón por la que en muchas situaciones Aries entiende rápida­ mente los puntos esenciales y va al grano». La mujer con la Luna (o el Sol) en Aries suele ser «partidarias de los hombres», al menos de manera relativa y no doctrinaria, porque respeta la fuerza y la competitividad. Como dijo una mujer de cin-

cuenta años con la Luna en Aries (que también había conocido a otras personas con el mismo emplazamiento lunar): Las mujeres con la Luna en Aries no toleramos la «cobardía» o los estados de ánimo cambiantes, y por lo tanto sentimos poca simpatía hacia otras mujeres. Nos impacientamos porque queremos que los demás (¡y nosotras mismas!) «acaben con esa situación y pasen a otra cosa», puesto que nos gusta aparentar que somos intrépidas y autosuficientes. También detesta­ mos que nos ralenticen o nos desvíen de nuestros planes y actividades. En­ tendemos muy bien a los hombres y su necesidad de independencia, y les cuidamos facilitando estos aspectos. Para sentirnos energizadas en cual­ quier situación o relación, necesitamos creer que somos «las mejores» y reaccionamos rápidamente ante cualquiera que nos desafíe (CA).

La Luna en Aries es fisicamente fuerte e inquieta, y por eso suele ser atlética. Conocí a una mujer con el Sol en Tauro y una Luna en Aries tan enérgica que entrenaba para el triatlón la mayor parte del tiempo que estaba despierta, lo que le hacía ser impaciente y tener un enfoque muy estrecho en la vida, puesto que no había muchas otras cosas que le interesaran. Veamos seguidamente algunas otras observaciones: Los hombres con la Luna en Aries tienden a esperar mucho de las mu­ jeres. En las mujeres, genera una fuerte sensación de propósito y liber­ tad (CA). La Luna en Aries puede ser franca y carente de tacto. Sus reacciones emo­ cionales a los estímulos parecen crudas, completamente espontáneas y sin censura (CA).

Una mujer de treinta años escribió lo siguiente sobre los hombres con la Luna en Aries: Parecen involucrar totalmente su atención, de manera directa e intensa, en el escrutinio de nuevos «datos», hasta el punto de monopolizar las con­ versaciones o la atención de los demás hasta que se desvanece su interés

o cambian de enfoque. También son muy egocéntricos: sus ideas, sus ac­ ciones, sus sentimientos son lo primero, y g eneralmente no sienten mu­ cha empatía por las necesidades o sentimientos de los demás; ellos escuchan, pero no son muy buenos a la hora de ofrecer feedback o apo­ yo (CA).

Luna en Leo: la persona con la Luna en Leo reacciona con calidez, ge­ nerosidad, y a menudo entusiasmo y/ o humor. Es de una simplicidad infantil. De hecho, su notable orgullo a menudo también recuerda al de los niños. Esta persona necesita reconocimiento y que se le de­ muestre afecto; su orgullo suele sentirse herido cuando no se le ofre­ ce estas atenciones de manera pública y en cantidad suficiente. Como todos los signos ftjos (Tauro, Escorpio y Acuario son los otros tres), Leo es un signo de extremos; y por lo tanto resulta dificil pintar un cua­ dro equilibrado de sus tendencias personales. Frecuentemente es su­ perficial y sensible a la adulación, y sin embargo mantiene una nota­ ble integridad personal, que normalmente permanece intacta. Como necesita estar a la altura de la gran imagen que tiene de sí mismo, que además es bastante dramática, la persona con la Luna en Leo puede ser un tanto exhibicionista. Pero lo hace con tal inocencia y altas ex­ pectativas que a menudo se le perdona su tendencia a la auto-absor­ ción y la dramatización. Parece necesitar tanta atención y ser tan in­ fantil que muy pocas veces deja lugar a los niños en su vida, aunque a menudo muestra una facilidad de trato natural con ellos y puede ser un padre genial. No es un hecho científico, pero toda persona con la Luna en Leo que puedo recordar no tiene hijos o tiene un único des­ cendiente. Puede ser leal, a veces tan ciegamente leal hasta el punto de ex­ hibir conductas alocadas que pueden tener un impacto negativo en todos los implicados; y también puede ser generoso (pero quiere que otros noten su benevolencia). Una de las peores faltas de la per­ sona con la Luna en Leo es ser «corta de vista», no ver «más allá de su propia nariz», y está tan absorbida en sí misma que ni siquiera nota las reacciones de los demás a su conducta, a veces incómoda de tan grandiosa. Esta «incapacidad de ver más allá» se extiende inclu-

so al entendimiento de su propio potencial. Siempre me ha sor­ prendido que la persona con la Luna en Leo (¡con talentos innatos y mucha habilidad!) se minusvalore y fracase en el mundo, a pesar de su gran potencial. No puedo evitar sospechar que uno de los mo­ tivos de que esto sea así es que su gran orgullo le impide escuchar (o pedir) un feedback sincero con respecto a sí misma. Tal vez tema se­ cretamente no estar a la altura de su autoimagen. Se sienten herida con facilidad, por lo que de manera natural no quieren exponer su frágil ego a las críticas, por bienintencionadas que sean. A menos que desarrolle una autocomprensión más profunda y sea capaz de aceptar la auténtica comunicación con los demás, podría seguir en­ cantando por su seriedad y simplicidad durante un tiempo, pero al final pueden acabar cansando, como un niño grande que nunca lle­ ga a convertirse en adulto. La gente con la Luna en Leo tiene una capacidad de animar a los demás, lo que puede suponer un gran apoyo y fortaleza en momentos de crisis. En este ámbito, puede ser tan sólido como el que más, pero en ciertos casos parece estar fanáticamente convencido de que está teniendo un gran impacto positivo sobre los demás (independiente­ mente de la verdad), y quiere que se le agradezca por ello. Ser admi­ rado es una necesidad central en mucha gente con este emplaza­ miento lunar. (Nótese que la Luna en Leo es mucho más pasiva que el Sol en Leo, que suele estar ocupado en la creación y el hacer). Exis­ te una profunda necesidad de estar a la altura de una autoimagen de grandeza, aunque a veces siente resentimiento hacia quienes no re­ conocen todo lo que se les ha dado. En resumen, la amplia variedad de las personalidades con la Luna en Leo evoca reacciones extremas, y probablemente están incluidas en las listas que cualquiera puede ha­ cer de las personas que ha amado profundamente o hacia las que ha sentido un intenso resentimiento. Obsérvese las cualidades extremas y variadas con respecto a la Luna en Leo que aparecen en las res­ puestas a un cuestionario: A las personas con la Luna en Leo siempre les gusta estar por encima y re­ cibir atención. Son fáciles de atraer apelando a su ego. La Luna en Leo

hace que la expresión personal sea dinámica. Estas personas suelen hacer sentir su presencia. ( ...) A menudo intentan denodadamente que los de­ más les vean como alguien especial, y pueden recibir reacciones muy va­ riadas. Aunque tienden a tener opiniones fijas, pueden ser buenos escu­ chadores, muy atentos, e incluso un poco agobiantes. La Luna en Leo es gregaria, dinámica, y puede ser muy creativa (CA).

Otra observación perceptiva sobre la Luna en Leo: Las mujeres con la Luna en Leo son emocionalmente melodramáticas. Se sienten molestas fácilmente y tienden a quedarse fijadas en sus sen­ timientos, a veces hasta el punto de hacer de ellos un asunto importan­ te en el que todos los que les rodean tienen que participar. Les gusta la excitación de recibir una atención especial, aunque el precio sea una discusión o algún tipo de conflicto. Una vez que se sienten satisfechas por haberla obtenido, suelen dejar correr la cuestión y permitir mag­ nánimamente que algún otro se ponga bajo «los focos». Son actores teatrales (CA).

Luna en Sagitario: tolerante, de mentalidad abierta y con una actitud optimista hacia la vida, la persona con la Luna en Sagitario es idea­ lista por naturaleza, y reacciona instintivamente con una actitud filo­ sófica hacia cualquier revés, sabiendo que lo importante es el futuro (¡no el pasado!). Se siente más cómoda explorando ideas, ideales o lugares al aire libre, y le encanta la sensación de libertad sin límites. El horizonte lejano siempre le resulta más atrayente que el aquí y aho­ ra. Necesita la libertad mental (que incluye cierto espacio religioso y espiritual para mejorarse a sí misma), puesto que sus aspiraciones, además de elevadas, son ilimitadas. Es optimista, como muestra una mujer con la Luna en Sagitario que siempre repetía como mantra: «Yo veo el vaso medio lleno, no medio vacío». Le gusta entretener a grupos de gente con su humor. De hecho, quiere decir sí a cada opor­ tunidad que se les presenta, sentir que la vida no tiene límites, y por eso tiende instintivamente a prometer más de lo que puede cumplir. Asume que todos los demás olvidan tanto los detalles inmediatos

como ella, un hábito que se vuelve en su contra cuando sus amigos o colegas enfadados le confrontan, exigiendo saber por qué no cum­ plió la promesa. Como decía la respuesta a un cuestionario: «La ne­ cesidad de ser todas las cosas para toda la gente» caracteriza a la Luna en Sagitario. La generosidad y la «grandeza» son los factores domi­ nantes en la vida de esta persona, y también en su autoimagen y en su sentido de la realidad. Sagitario es el signo que tiene más probabilidades de olvidarse de las realidades que tiene delante de la nariz y que son evidentes para los demás, por enfocarse tanto en el objetivo lejano. Como el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, la gente con la Luna en Sagitario tiene que estar segura de que sus planes e ideales se basan en objetivos que son posibles. Necesita una gran visión que le motive en la vida, pero también periodos de autocrítica para ver si está a la altura de su ideal. Le gusta predicar a los demás (desde su punto de vista, «para ayudar»), pero si algo no sale bien, bueno, eso no es su problema. A la gente con la Luna en Sagitario le disgusta la pesadez de la «realidad» cotidiana y de los problemas personales y emocio­ nales. Le cuesta soportar las críticas y, de hecho, a veces se indigna más que cualquier otro signo: un orgullo que suele estar oculto y a menu­ do sorprende a otras personas acostumbradas a su actitud habitual­ mente positiva y feliz. Como escribió Donna Cunningham: «Lo que pone de los nervios a la gente con la Luna en Sagitario es que se eche por tierra una de sus teorías o convicciones» (MS). Este orgullo, que se manifiesta ocasionalmente como una visión de uno mismo bastan­ te exaltada (tal vez se vean a sí mismos como los únicos que pueden revelar la «verdad»), es parte de la naturaleza dualista de Sagitario, cuyo símbolo es el centauro: medio caballo y medio humano. Sagita­ rio tiene la tarea vitalicia de integrar su naturaleza más idealista con sus tendencias egocéntricas, más impulsivas y menos refinadas. En el peor de los casos, se siente tan orgullosos de su «sinceridad» (que a ve­ ces los demás consideran aspereza y falta de tacto) y de su propia al­ tura moral o intelectual que -a menos que dominen otros factores más humildes o sensibles en su carta- pueden ser tan intransigentes

en su modo de expresarse que se lo perciba como desconsiderado e innecesariamente hiriente. Tal vez la clave para que la gente con la Luna en Sagitario se sienta auténticamente cómoda consigo misma es aplicar su sinceridad para sj con la misma contundencia que para los demás. A menudo man­ tiene una alta opinión de sí misma y quiere proyectar externamente una imagen admirable. Le gusta sentirse idealistas y destacar, pero, si se mira con sinceridad, a menudo tiene que admitir que no es tan im­ pecablemente honorable como le gusta creer, pues puede racionali­ zar su conducta tan bien como el que más cuando le resulta conve­ niente o ventajoso. Así, la Luna en Sagitario es un buen ejemplo de que cómo uno se ve a sí mismo (siempre necesariamente relacionado con la Luna en cualquier carta) no es necesariamente como le ven los demás. Un par de citas de los cuestionarios pueden redondear esta des­ cripción de la Luna en Sagitario: De trato fácil, se lleva bien y acepta a los extraños sin discriminación, aun­ que a veces tiene pretensiones de superioridad moral y cierta tendencia al esnobismo. Emocionalmente independiente, no parece necesitar tan­ to de uno como lo que puede conseguir de muchos (CA). La Luna en Sagitario puede ser de mentalidad muy elevada, y responde muy activamente a la vida. Estas personas a veces intentan presionar a los demás o simplemente se muestran dominantes de manera general. Pue­ den ser un poco agobiantes, pero eso suele ser debido a su entusiasmo. Las personas de ambos sexos pueden ser muy directas. Los hombres, de actitud muy sincera y directa, expresan lo que piensan. Para las mujeres éste también es un emplazamiento marcado por la rotundidad. Pueden ser faltos de tacto; dicen la verdad tal como la ven y piensan que los de­ más deberían aceptarla por dificil que sea de tragar (CA).

La Luna en signos de tierra La gente con lunas terrenales tiende a reaccionar con los pies en la tierra y con espíritu práctico. En las personas con la Luna en Tauro o Capricornio la reacción puede ser tan contenida que otros podrían preguntarse si ha habido reacción alguna. Por otra parte, quienes tie­ nen la Luna en Virgo tienden a reaccionar bastante rápido, en forma mental, y a veces con nerviosismo frente a cualquier estímulo, de un modo tal que, aunque traten de contener su reacción emocional, re­ sulta evidente para todos. Tal como la tierra misma, las personas con la Luna en tierra tienen una corteza sobre sus reacciones emocionales, y prefieren presentar cierta forma al público en lugar de revelar sus vul­ nerabilidades. Luna en Tauro: la Luna se siente extraordinariamente feliz en el có­ modo y estable signo de Tauro, porque las emociones son constan­ tes y la persona no duda de sí misma. Quien tiene la Luna en Tauro no es fácil de perturbar, aunque sufra duros ataques o sucesos cho­ cantes que afectarían profundamente a otros. Es, de hecho, asom­ brosamente resistente, recuperándose de cualquier derrota, decep­ ción o trauma. El ejemplo perfecto es el ex Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, que fue atacado sin piedad durante los ocho años que estuvo en el cargo por los derechistas republicanos, a quie­ nes aterrorizaba que un político bien dotado pudiera realmente lle­ var a cabo sus planes. No obstante, aunque tuvo que afrontar un voto de censura y tácticas de soborno para obligarle a abandonar el car­ go, Clinton se mantuvo en él y retuvo buena parte de su popula­ ridad. El porte con el que la gente con la Luna en Tauro afronta las exi­ gencias y los altibajos de la vida es notable, y por eso suele tener una intensa influencia en los demás, que valoran su fiabilidad. Nótese que he dicho «fiabilidad», no prontitud. Éste signo es conocido por ser el más lento del zodíaco, y sólo se mueve activamente cuando se siente preparado, siguiendo siempre su propio ritmo en todo lo que hace en la vida. Su autosatisfacción interna y su resistencia al cambio pueden

hacer que a otros les resulte frustrante tratar con ellos, como cuando su considerable obstinación le hace resistirse denodadamente a darte lo que le pides. El otro lado de la moneda es su notable persistencia cuando se centra en lograr un objetivo. Quien tiene la Luna en Tauro está sintonizado con los ritmos de la naturaleza y la tierra, y de allí obtiene tanto su ritmo de vida parti­ cular como buena parte de su fuerza. Es marcadamente físico y sen­ sual, y tiene una gran necesidad de los «placeres de la vida», por lo que insiste en tomarse tiempo para disfrutar de ellos. Esta sintonía única le lleva a confiar en la vida terrenal de un modo que le permi­ te aceptar a los demás sin exigencias, y tomarse la vida como viene. Se siente contento con la vida en general, y en concreto consigo mis­ mo. Esto, evidentemente, puede dar como resultado la autosatisfac­ ción presuntuosa, el sentimiento de suficiencia o la pereza autoin­ dulgente. En el caso de la Luna en Tauro, Grat Lewi escribió que la clave para mejorarse es «convertir la autosatisfacción en autocon­ fianza activa» (AFM). Emocionalmente, la persona con este signo lunar no es fría en ab­ soluto, pero tampoco revela inmediatamente sus sentimientos. Sabe escuchar, y generalmente responde con calidez y prestando apo­ yo, aunque no es justamente efusiva. En realidad prefiere que nada le afecte con demasiada rapidez. Algunos comentarios proceden­ tes de tres cuestionarios añaden perspectivas adicionales a este tipo lunar: Este emplazamiento lunar parece muy positivo, haciendo que los hom­ bres tengan buenas relaciones con las mujeres. Parece que también da ta­ lento en las artesanías, como en las artes culinarias y en otras artes do­ mésticas (CA) . . . . sensual, alto sentido de la estética (por ejemplo, con respecto a la ropa, el hogar, los colores, etc.), buen sentido del humor, tercos, persistentes y a veces impermeables a lo que está ocurriendo por debajo de la superfi­ cie (CA).

A los hombres con la Luna en Tauro les gusta ser tocados, es­ pecialmente abrazados. Así mismo, he notado cierta resistencia al cambio. Esta resistencia va, según de quien se trate, desde la re­ nuencia a aceptar los estados de ánimos de los demás hasta la resis­ tencia a permitir que nada espontáneo o extraordinario entre en su vida (CA). Luna en Virgo: quien tiene la Luna en Virgo necesita cierto sentido del orden en su propia mente y en su entorno para sentirse cómodo y seguro. Esto conduce a reaccionar en forma analítica e instantánea a todas las experiencias de la vida, clasificando sus percepciones y pen­ samientos en categorías, y discriminando entre ellos en función de sus principios personales o de sus prejuicios. Esta necesidad de orden también motiva su obsesión con la limpieza. Así mismo, se siente más seguro realizando mejoras en su entorno, en sus proyectos científicos, artísticos o intelectuales o -y esto es algo que no siempre es aprecia­ do- en las demás personas. De hecho, como escribió una mujer en el cuestionario: «A veces pueden ser entrometidos, dedicándose a po­ ner orden en la vida de los demás con sus consejos, en los que en ge­ neral no muestran mucho tacto. Están tan ocupados organizando la vida de sus amigos que se olvidan de sus propias cosas» (CA). Esta ten­ dencia a «entrometerse» también puede manifestarse como una am­ plia variedad de críticas distantes, dirigidas incluso a personas que le son totalmente extrañas y que evidentemente no están a la altura de los criterios perfeccionistas de Virgo. Ayudar a los demás le hace sentirse mejor consigo mismo, y le ayu­ da a superar sus dudas habituales y su sensación de imperfección per­ sonal. De hecho, «perfeccionismo» es una palabra clave del signo Vir­ go, y su inevitable conciencia de las propias imperfecciones conduce a menudo a un exceso de timidez, a veces de un tipo tan severo que les impide utilizar sus verdaderos dones con cierta medida de con­ fianza. Su tendencia a notar las imperfecciones en los otros y a expre­ sar estas observaciones con excesiva frecuencia, hace que los demás se sientan incómodos o que se preocupen inútilmente. Sería mejor que la persona con la Luna en Virgo escuchara su profunda necesidad de

servir, de ayudar a los demás o de mejorar las cosas en el mundo ex­ terno. Esto le permitiría tener la sensación de haberse mejorado a sí mismo, al menos de la manera modesta que se permitiría reconocer. Después de todo, Virgo es el signo más modesto del zodíaco, y, de he­ cho, uno de los pocos que lo es. La gente con la Luna en Virgo puede parecer tímida y reservada, y sus reacciones emocionales están bien retratadas en el interesante libro sobre las relaciones de Mary Cole­ man que lleva por título Picking Your Perfect Partner. Las reacciones emocionales son convencionales y refinadas, y se de­ muestran tal como requiere el protocolo. Los sentimientos quedan fir­ memente restringidos, y se les vislumbra más que vérseles ... Para algu­ nos, un decoro tan impenetrable es provocativo. Para otros, el despliegue está demasiado estudiado, es demasiado inhibido, demasiado mojiga­ to (PIC).

Como es un tipo nervioso con cierta tendencia a la preocupación, la gente con la Luna en Virgo suele encontrar su tranquilidad per­ sonal y su validación en el trabajo y en el «estar ocupados» compul­ sivamente. El trabajo también proporciona una vía para escapar de las emociones desagradables o de los sentimientos deprimentes de culpabilidad o indignidad que tan frecuentemente afligen a quie­ nes tienen la Luna en esta posición. Como las emociones interfieren con la productividad, Donna Cunningham señala en Moon Signs que se dejan a un lado o se reprimen en la rutina diaria. De ahí que la gente con la Luna en Virgo está entre las pocas a las que les gusta el trabajo doméstico y todo tipo de ocupaciones aburridas e intrascen­ dentes. La duda y el escepticismo son patentes en su modo de pensar y re­ accionar, y, por supuesto, siempre hay algo que criticar en cualquier persona, lugar, cosa o concepto. ¡Siempre se puede hacer una diana de lo infinitamente pequeño! Esta tensión constante y la sensibilidad de su sistema nervioso, así como su hipersintonía con la higiene y la pureza, hacen que esta gente se sienta fascinada por, y quiera involu­ crarse en, áreas como la nutrición, las ciencias biológicas, las terapias

naturales, las artes curativas y/ o las profesiones médicas. Esta afinidad natural también le dirige, en el peor de los casos, hacia la hipocondría, o al menos a tener un sistema digestivo e intestinal particularmente sensible. La calidad de la comida que toma es de la mayor importan­ cia, puesto que afecta directamente a sus nervios y estado mental, y no sólo a su digestión. Su talento para el trabajo detallado no tiene igual (excepto para aquellos que tienen otros planetas en Virgo), y a menudo deriva una gran satisfacción de emplear su habilidad natural en los asuntos do­ mésticos y en las bellas artes. Como siempre puede encontrar algo equivocado en cualquier idea o plan, la indecisión suele afligir a quien tiene este emplazamiento lunar. A menudo se observa tam­ bién la indecisión moral, puesto que su perfeccionismo y sus ten­ dencias puritanas batallan con sus necesidades más prácticas o sen­ suales. Luna en Capricornio: quien tiene la Luna en Capricornio, y esto tam­ bién es válido para quien tiene allí alguno de los principales planetas o el Ascendente, parece excesivamente viejo y serio en su juventud, pero puede ir aligerándose conforme envejece. De joven es singular­ mente capaz, disciplinado y conservador, siguiendo el camino más convencional hacia sus objetivos, sus logros mundanos o su vocación. Su verdadera confianza tiende a florecer tarde, conforme desarrolla un sentido de seguridad interno y siente que al menos su edad, si no sus logros, le hacen merecedor del respeto que siempre ha ansiado. En el mejor de los casos, la gente con la Luna en Capricornio acabará aprendiendo a relajarse un poco y a confiar más en la vida y en los de­ más. El aura de melancolía que suele tener a su alrededor quien está sintonizado con Capricornio también puede disolverse lentamente con el tiempo, a veces ayudada por un sentido del humor cada vez más intrépido, aunque seco. La Luna, fluctuante, sensible y emocional, no se siente natural­ mente cómoda en un signo que suele ser rígido y distante, y que se enorgullece de no revelar ninguna muestra de vulnerabilidad o ne­ cesidad personal. Las reacciones instintivas de la persona con la Luna

en Capricornio están caracterizadas por la precaución y el autocon­ trol, y a veces por una actitud defensiva o negativa que casi resulta cho­ cante. Siente que necesita manipular o controlar el mundo (y sus sen­ timientos) para obtener el poder, la autoridad y el reconocimiento que tanto desea. De hecho, tiende a sentirse más seguro internamen­ te cuando su identidad está confirmada por un papel social, por un tí­ tulo, un deber específico o por un manto de autoridad. Incluso a edad temprana, se siente cómoda asumiendo responsabilidades, y se halla perfectamente en el papel de proveedor, protector u organizador. En otras palabras, se siente más relajada y es verdaderamente ella misma cuando está llevando una carga, o cuando los demás tienen que de­ pender de ella. Es extremadamente trabajador y comparte con Virgo el primer lugar de la lista de los más dedicados a su actividad laboral, lo que en definitiva suele producir el éxito profesional. Es posible que no siempre resulte divertido, pero acabará su tarea, aunque requiera mucho trabajo pesado, paciencia y persistencia. Tal vez el aspecto más opresivo de este grupo viene representado por quien se obsesiona excesivamente por ser reconocido como indi­ viduos importante y con autoridad. En algunos casos, un persistente deseo de lograr la superioridad sobre los demás impregna su vida per­ sonal y profesional, hasta el punto de que este impulso constante de estar por encima puede limitar su capacidad de mantener relaciones íntimas, además de suscitar la desconfianza ajena. Como escribió el psicólogo-astrólogo Glenn Perry: Las respuestas tensas y controladas a menudo conducen a la soledad y la desesperación, pues impiden al individuo fluir y responder a los cam­ biantes estados de ánimo de los demás. La Luna en Capricornio nutre ha­ ciéndose cargo y dando órdenes. Esta aproximación seca y mecánica a los sentimientos no resulta simpática, y conlleva la suposición de que el otro es incompetente. Incapaz de responder directamente a las necesidades emocionales, la Luna en Capricornio da la impresión de estar encalleci­ da, endurecida y de ser indiferente al lado tierno de la vida. (Revista As­ pects, otoño de 1981).

Si la represión y la negación emocionales se vuelven crónicas, ex­ tremas y rígidas, el resultado podría ser una persona con una vena ti­ ránica que los demás podrían respetar, pero a una distancia segura. No obstante, para tener una visión interior de la naturaleza emocio­ nal de este signo lunar, cito aquí una entrevista con una joven con la Luna en Capricornio que se caracteriza a sí misma por su «seriedad con respecto a la vida emocional, un interés por llegar a lo esencial, impaciencia ante las conversaciones triviales y la necesidad de ir al gra­ no en asuntos emocionales». Y continúa: Todas las lunas en Capricornio que conozco (y han sido muchas) tienen cierta gravedad, una capacidad de tomarse la vida emocional muy en se­ rio. Las mujeres, especialmente, nunca son de risa fácil o coquetas; somos demasiado serias para coquetear mucho. Creo que las mujeres somos un poco «hombrunas», con un estilo parecido al del mundo de los negocios. En realidad, los hombres también ( ...). Éste es un emplazamiento que no establece amistad inmediata con todo el mundo ni es abiertamente cari­ ñoso. La frase: «unas cuantas amistades serias y a largo plazo» resume a todas las lunas en Capricornio que conozco (EA).

La respuesta al cuestionario dada por otra mujer resaltaba que la mujer con esta orientación capaz y ambiciosa puede «sentirse ambi­ valentes con respecto a su identidad sexual», aunque tiene intensas necesidades físicas, y «una gran necesidad de ser apreciada para de­ sarrollar su autoestima» (CA). Otros dos cuestionarios confirmaron que los aspectos prácticos cobran cierta importancia en sus compro­ misos emocionales. Las palabras que utilizaron fueron: «De afectos ti­ bios y sabe cuidar de sí misma» y «muy calculadora -no necesaria­ mente mala-, simplemente mucha planificación, sin reacciones espontáneas». Otra respuesta pormenorizada de una practicante de astrología experimentada incluyó lo siguiente: Especialmente para los hombres, esta ubicación lunar indica una marca­ da maestría a la hora de moverse en el mundo material, o al menos mu­ cha preocupación y sintonía con los asuntos materiales. Son muy sagaces

a la hora de cuidar de sus necesidades económicas. Estos hombres suelen estar involucrados en alguna estructura segura; pueden trab,tjar para el gobierno, para un gran sindicato, etc. Les gusta una posición económica segura. A las mujeres también les preocupa mucho la seguridad econó­ mica y son muy capaces en el mundo material. Tanto ellos como ellas se toman la vida muy en serio y se aproximan a las cosas con cautela. Ésta también es una ubicación muy sexual, aunque de manera relajada (CA).

En conclusión, nunca debemos dejarnos confundir por el estilo ca­ pricorniano, caracterizado por la lentitud, la precaución y la duda. Es posible que sea conservador en la mayoría de sus actitudes, pero en re­ alidad es muy progresista y orientado hacia los resultados en la acción. Sim­ plemente no le gusta cometer errores.

La Luna en signos de aire Si la Luna está en Géminis, Libra o Acuario, para ajustarse al flujo de las experiencias de vida uno empieza por asumir una actitud de desa­ pego intelectual que le permita evaluar las cosas de un modo objetivo y lógico, o evalúa lo que ocurre recurriendo a conceptos o teorías que le resultan familiares. Evidentemente, esta tendencia puede llevarnos a un exceso de análisis, y por lo tanto a una falta de decisión; pero el potencial para planificar y prever de manera constructiva, prudente e inteligente puede ser valioso, y es una cualidad que suele estar ausen­ te en las personas con la Luna en signos de agua o fuego. Luna en Géminis: si multiplicas las fluctuaciones de la Luna eterna­ mente cambiante por la eterna mutabilidad de Géminis, llegarás a vis­ lumbrar la naturaleza de este signo lunar. Es lo más opuesto a la esta­ bilidad y la previsibilidad. La fuerza del que tiene la Luna en Géminis es la velocidad con la que reacciona a los nuevos datos o personas, y las rápidas conexiones que puede establecer con todo tipo de ideas y posibilidades. Se adapta rápidamente a los cambios y sus percepcio­ nes suelen ser intrigantes, puesto que están motivadas por su curiosi-

dad ilimitada. De hecho, necesita constantemente una gran variedad de estímulos mentales para mantenerse vivo y poder desarrollarse. El principal problema de esta gente, y de los que intentan relacio­ narse con ellos íntimamente, es que su sentido de la identidad y de se­ guridad interna está tan desperdigado como su difusa concentración. Las emociones son territorio extraño para quien tiene la Luna en Gé­ minis, y resulta algo desconcertante por su naturaleza ilógica y fluc­ tuante. Por lo tanto, él necesita comunicar su vida emocional verbal­ mente para intentar hallar algún tipo de claridad mental con respecto a sus sentimientos irracionales y cambiantes. Sin embargo, a veces pue­ de hablar en forma interminable y hasta el agotamiento sin esclarecer nada. En resumen, necesita verbalizar sus emociones para sentirse co­ nectado con ellas. En las relaciones íntimas, este individuo locuaz y dado a flirtear realiza frecuentes experimentos con sus sentimientos, primero expresando una cosa y luego otra -para profunda conster­ nación y frustración de su futura pareja- como si su incongruencia crónica y su mutabilidad no tuvieran impacto alguno en la otra per­ sona. Este signo lunar, emocionalmente superficial, tal vez sea más re­ acio al compromiso que ningún otro. Como se expresa en esta res­ puesta al cuestionario: «Existe una lamentable falta de conexión con el subconsciente, y aunque hay un interminable análisis lógico y ra­ cional de los motivos, no se produce el cambio» (CA). Este signo lu­ nar manifiesta una doble mentalidad, donde una parte de la mente no sabe lo que la otra está haciendo o pensando. Las reacciones con­ tradictorias (incluso simultáneas) y los pensamientos y emociones di­ fusos suelen conducir a la persona con la Luna en Géminis a disper­ sarse excesivamente. La Luna en Géminis necesita desesperadamente la variedad mental y aprendizajes de todo tipo; pero a medida que pasa por la vida, el prin­ cipal desafío para él consiste en afrontar esta cuestión: con todas estas ideas y «hechos«: ¿He conseguido verdaderamente un conocimiento profundo y real? Y con todo este aprendizaje: ¿He conseguido entender algo? En el mejor de los casos, quien nació con la Luna en Géminis es ingenioso y asombrosamente hábil en una gran cantidad de campos, manteniendo una comunicación vivaz con múltiples tipos de personas.

En el peor de los casos parece estar poseído por -y por tanto a mer­ ced de- sus propios pensamientos, que le dejan perplejo y confuso. A veces es tan subjetivo que apenas notan a su interlocutor. Lo que más le irrita y le pone a la defensiva en cualquier relación es, como señala Donna Cunningham, «que se cuestione su inteligen­ cia» (MS). Grant Lewi también escribió perceptivamente sobre el or­ gullo intelectual de la Luna en Géminis: La imagen de ti mismo que más te gusta es que eres un gran intelectual al que el mundo escucha agradecido. Ser tan intelectual como deseas pue­ de ser una gran tarea, y puede exigir más aplicación de la que estás dis­ puesto a invertir. Te agrada el ingenio más que la profundidad. Prefieres ser divertido más que justo, excitante más que estable, provocador más que erudito (AFM).

La persona con la Luna en Géminis a veces tiene las cosas muy cla­ ras y le gusta resaltarlo, pero sus mentes tan activa y sus intentos de en­ tenderlo todo mediante sus teorías intelectuales pueden llevarlo a sen­ tirse crónicamente infeliz. A pesar del orgullo intelectual al que nos hemos referido anteriormente, su auto imagen tiende a ser inestable e incierta, tal vez porque al Géminis le resulta dificil creerrealmente en algo. A menudo la autoimagen la identidad sexual son confusas, un dato que confirman muchas entrevistas, cuestionarios y feedback por parte de clientes. Un amigo terapeuta nos proporciona otra perspectiva con su des­ cripción: «Los hombres con la Luna en Géminis quieren una esposa lista y vivaz, pero a menudo acaban descubriendo que ella, con su su­ perficialidad y su charla constante, no satisface sus necesidades emo­ cionales. Así mismo, a menudo se sienten amenazados por su inteli­ gencia, y por lo tanto tienden a cerrarse a ella o bien a ignorarla». Otra respuesta al cuestionario añade: Las mujeres con la Luna en Géminis son muy habladoras, muy sociales, y proyectan un alto nivel de energía nerviosa en la vida cotidiana. Cuando se está cerca de ellas, la atmósfera está muy cargada de energía. Los hombres

comparten estos rasgos con las mujeres, pero también parecen ser de ese tipo de personas que «se mueven», que siempre están en marcha, hacien­ do algo, echando una mano a alguien. Hay mucha versatilidad en ambos sexos, y están interesados en muchos tipos de personas y actividades (CA).

La siguiente cita concisa y equilibrada, tomada de Picking Your Per­ Ject Partnerde Mary Coleman, resume con elegancia tanto el encanto como las tendencias evasivas de la Luna en Géminis: «Las reacciones emocionales son ligeras, frescas y sorprendentemente versátiles. Los sentimientos tiemblan como mariposas, y son igualmente dificiles de atrapar. Para algunos, el color y la brillantez son irresistibles. Para otros, el espectáculo es demasiado superficial, demasiado falto de emoción, demasiado inestable». Luna en Libra: se parece un poco a la Luna en Géminis en su ten­ dencia hacia la indecisión, aunque no es tan disperso como aquél. Este signo lunar sopesa todas las cosas en su mente antes de reaccionar a cualquier experiencia. Podemos sentir este signo lunar imaginán­ donos la combinación de la fluctuante Luna y el símbolo de Libra, los «platillos de la justicia», que oscilan arriba y abajo, ajustándose cons­ tantemente incluso cuando se añade el leve peso de una pluma. La Luna en Libra a menudo equilibra de manera suave cualquier in­ fluencia interpersonal que recibe. Esta persona se toma las relaciones interpersonales muy en serio, y se enorgullece de su justicia y de ser capaz de entender el punto de vista del otro. Puede llevar tan lejos esta tendencia a ponerse en la situación ajena, más marcada en Libra que en cualquier otro signo del zodíaco, que a veces se le ve haciendo co­ sas inverosímiles para agradar a la otra persona, ignorando incluso sus propios intereses. Su necesidad de gustar motiva buena parte de su conducta interpersonal, hasta el punto de minar su tan valorada ob­ jetividad. El deseo de evitar las cosas desagradables puede producir respuestas superficiales y apaciguadoras, que podrían no ser del todo sinceras y que a veces rayan en la adulación. Se pierde fácilmente en el campo energético ajeno y se siente confuso con respecto a dónde acaba él y donde empieza la otra persona. En otras palabras, sus reac-

dones espontáneas se modifican de forma inconsciente en función de cómo reacciona la persona con la que están interactuando. No obstante, hay gente cuya Luna en Libra está desequilibrada y muestra una de estas formas de expresión extremas: está quien tiene tendencia a tratar de agradar a los demás y evitar cualquier apariencia de desacuerdo hasta el punto de llegar a la hipocresía, y está el caso de quien es particularmente irritante y agresivo, como si quisiera mos­ trar intencionalmente que no le importa lo que el otro piensa. En el primer grupo, a pesar de la fuerte tendencia a ser amable y bondado­ so, parece casi inconsciente de los verdaderos pensamientos y senti­ mientos de los demás. Y el segundo grupo, por supuesto, no se inte­ resa nunca por pensamientos o sentimientos ajenos. Con estas personalidades extremas con la Luna en Libra, es imposible relacio­ narse de un modo profundo y auténtico En estos dos tipos de personas con la Luna en Libra «desequilibra­ da» que acabo de mencionar, el resultado puede ser una vida bastan­ te solitaria, algo que resulta particularmente difícil y deprimente para las personas con énfasis en Libra, el signo de la pareja por excekncia. La gente de este signo necesita compartir ideas e idealismo en la vida, y sin ese intercambio dinámico y compañía no se siente segura ni satisfe­ cha. A veces uno se pregunta si en lo profundo no hay un miedo a la intimidad personal, porque sus reacciones emocionales suelen ser muy inhibidas, reguladas y carentes de espontaneidad. Podríamos in­ terpretar fácilmente la motivación del grupo agresivo que hemos men­ cionado anteriormente como un modo de garantizar el no gustar a nadie, lo que hace que una relación íntima, en la que tendría que abrirse sinceramente, sea completamente imposible. Este tipo de per­ sona con la Luna en Libra es egocéntrica e insensible a los demás, y muy exclusiva en sus puntos de vista sobre otras personas y en su esti­ lo de vida social. Además es extremadamente dogmático: incluso el in­ dividuo más agradable y considerado con la Luna en Libra puede ser­ lo (aunque raras veces reconocerá su verdadero punto de vista para que no se produzca una desarmonía). Hay tipos irritantes con esta po­ sición lunar suelen ser tan rígidamente dogmáticos cuyo rígido dog­ matismo imposibilita la verdadera comunicación.

En general, le suele faltar confianza intelectual, y por lo tanto pa­ rece incapaz de sentirse cómodo con la natural ambivalencia de Libra hacia las ideas importantes. Tiende a retirarse a una opinión segura que otro no puedan cuestionar ni tampoco compartir. Una persona con una Luna en Libra verdaderamente equilibra­ da puede gestionar fácilmente y con imparcialidad los múltiples as­ pectos de cualquier cuestión o concepto, y su estilo de vida está her­ mosamente descrito en esta respuesta a un cuestionario: «Raras veces me excedo en un aspecto de mi vida, pues me gusta equilibrar el trabajo con el ocio, el tiempo dedicado a la relaciones sociales con el tiempo que paso en solitario, el tiempo que estoy lejos de casa con el tiempo que estoy en el hogar, la actividad sedentaria con caminar o ir en bicicleta, etc. » (CA). Luna en Acuario: quien nace con la Luna en Acuario es la quintae­ sencia del inconformismo. Reacciona instintivamente a la mayoría de las experiencias de manera imprevisible y a menudo excéntrica, res­ ponda haciendo lo contrario que se le dice, si se espera de él cualquier cosa que sea convencional. El principio que le guía es la independen­ cia, y se enorgullece de su objetividad y de su integridad intelectual. En muchas áreas de la vida es extremadamente experimental, y raras vez toma la palabra de otro como una «verdad » o como una autoridad definitiva, una cualidad que no le hace ser muy querido por la mayo­ ría de sus jefes, supervisores o incluso amigos íntimos, que pueden te­ ner muchos más conocimientos en un campo dado. Después de todo, Acuario es el signo del buscador de la verdad, el más científico del zo­ díaco, en el verdadero sentido experimental del término. De hecho, la Luna en Acuario se siente más segura cuando ejerce una completa libertad de ideas, expresión e innovación. Necesita la li­ bertad como el aire, y habitualmente se rebela contra un exceso de restricciones o contra cualquiera que trate de controlarle. Los cam­ bios de vida periódicos y radicales (sociales, geográficos, domésticos o intelectuales) le proporcionan algo del espacio personal que tan de­ sesperadamente necesita, nutriéndolo y rejuveneciéndolo, aunque tanto a él como a su pareja le puede resultar dificil de soportar. Cier-

tamente tiene una naturaleza emocional bastante extraña que enfu­ rece y frustra a las personas más convencionales y previsibles, y esto hace que reaccione muy excéntricamente a numerosas situaciones. Lo cierto es que aunque puede parecer fríamente mental, distante, y en algunos casos incluso carente de los sentimientos humanos normales, su presión emocional se va acumulando con el tiempo (puesto que le resulta imposible mantenerse sintonizado con esas pesadas y cenago­ sas pasiones, y con esas necesidades vergonzantes), de modo que fi­ nalmente explota en acciones radicales e impulsivas, o en repentinos cambios de planes o de puntos de vista. Más que cualquier otro, Acua­ rio es una posición lunar de extremismo. Este signo debe estar involucrado socialmente de algún modo, bien directamente con mucha gente, como cuando uno se dedica a ense­ ñar o a organizar conferencias, o bien a través de las publicaciones, el activismo social o la política. Tiene la necesidad emocional de afectar a grandes grupos humanos. En realidad, su comprensión de las am­ plias necesidades humanas y sociales es mucho más perceptiva que su comprensión de las necesidades individuales. De hecho, a menudo les gusta estudiar sociedades enteras, o idiomas, u otras cuestiones glo­ bales, y frecuentemente las ciencias sociales son áreas de interés para él. La persona con la Luna en Acuario se identifica con toda una so­ ciedad o con la totalidad de la humanidad. Éste planteamiento im­ personal a menudo suscita críticas con respecto a su frialdad y a su dis­ tancia, pero, de hecho, ese mismo desapego le permite responder a las crisis emociona�es de otros manteniendo la objetividad y estando por encima del confuso y turbulento nivel emocional. Esta capacidad de mantener la cabeza clara y desapegada le convierte en amigo leal y valorado. Como señala Debbi Kempton: Son unos amigos estupendos, y necesitan tener amigos, estando dispues­ tos a hacer cualquier cosa por ellos. Puedes contarles cualquier cosa y ellos lo entenderán. Son absolutamente honestos y fiables,justos, razonables y directos ... descubres lo irracionalmente leales que estos sujetos pueden llegar a ser. Tal vez sean fríos y distantes, pero muestran una lealtad in­ quebrantable hacia las personas que aman y respetan. Permanecen en

las situaciones mucho más allá de lo que otros podrían soportar... (SSN, pp. 96-97).

La gente con la Luna en Acuario raras veces encuentra su sentido de la seguridad en su familia o en sus parientes de sangre. Más bien tiende a sentirse especialmente incómodo en el seno de estos grupos, con las obligaciones y protocolos sociales que exigen. Siempre pare­ ce sentirse insatisfecho con el estilo de vida y la falta de comunicación de sus padres, y a veces este sentimiento se extiende al país o a la cul­ tura de su juventud. Por lo tanto, no sólo siente la necesidad de de­ sapegarse de las «opresivas» influencias familiares y culturales, sino que a veces extrapola su insatisfacción a la totalidad de la sociedad, y a menudo fomenta muchos tipos de protesta social. Buenos ejemplos de ello sonjohn Lennon y Timothy Leary. Así, una vena de rebeldía impregna sus recuerdos de la infancia y de las influencias paternas, y esto afecta a su conducta social a lo largo de toda su vida. Insiste en sentirse libres de toda obligación social y de los valores convencio­ nales. Su tendencia automática a contrariar se manifiesta en sus relacio­ nes interpersonales, en sus formas de pensar y de discutir las ideas, y también en su estilo de vida. Pero la independencia y la tendencia a contrariar emocionalmente a veces le causan dificultades en las rela­ ciones, porque produce en los demás resentimiento o sentimientos de alienación. A menudo se distancia de las sensibilidades ajenas. Des­ pués de todo, como interpreta las emociones a través de la Luna en Acuario, abstrayéndose hacia un nivel más vasto y universal, ¿cómo se puede esperar que trate con los insignificantes detalles personales con los que tendría que lidiar en una intensa expresión de simpatía? La persona con la Luna en Acuario prefiere mantener su enfoque esta­ ble y su amplia perspectiva en lugar de verse atraído hacia lo que con­ sidera el torbellino interminable y confuso de emociones hacia el que muchas personas quieren arrastrarle. En el feedback recibido durante mis investigaciones hubo unas ob­ servaciones especialmente originales sobre este signo; cito aquí algu­ nas de ellas:

Un disgusto por la rutina y unaintensa necesidad de probar su autosufi­ ciencia. En las relaciones siempre parece haber un hilo de separación, y prevalece lo no convencional. Seguridad con excitación es un objetivo difi­ cil de conseguir en la vida. Dentro de un entorno estable, necesita esti­ mulación constante (EA). He tenido una serie de relaciones cercanas con individuos que tenían la Luna en Acuario, y ninguno de ellos me presionó para que fuera di­ ferente de lo que soy; ellos aceptan a la gente o la rechazan, pero raras veces ponen a alguien en un aprieto. Encuentro que los individuos con la Luna en Acuario pueden ser muy directos una vez que se abren. Me encuentro ante el constante desafio de intentar entender la naturaleza independiente, y sin embargo sentimental, de la Luna en Acuario (CA).

Una serie de entrevistas con personas lúcidas de ambos sexos pro­ dujeron algunas observaciones intrigantes sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres que tienen este signo lunar. Tanto el hom­ bre como la mujer pueden quedarse fijados durante mucho tiempo (a veces días) en un estado de ánimo extremo, mostrándose negati­ vos o imperturbablemente animados. Pero, en general, el hombre es mucho menos analítico con respecto a su estado emocional. De he­ cho, mientras que él parece tener estados de ánimo notablemente es­ tables, tal vez demasiado estables en opinión de muchas personas que preferirían que fuera más sensible a nivel de los sentimientos, la mu­ jer parece enfocarse en sus emociones y estados de ánimo, y después las expresan de maneras extremas. Como dijo un terapeuta, esta mu­ jer analiza y después decide cuál es su estado de ánimo, y seguida­ mente lo expresa de manera abierta. Esta mujer con la Luna en un signo de aire, a menudo se manifiesta mediante la dedicación de grandes cantidades de tiempo y energía mental a averiguar cómo se siente, a lo que sigue la decisión de continuar sintiéndose así algún tiempo más. ¡Estas personas son muy desapegadas en la vida cotidiana! Nunca puedes saber lo que están pensando o sintiendo, y muchas veces parece que no

te escuchan en absoluto. ¡No les gusta que les presionen! Pueden retirar­ se de golpe, volviéndose muy difíciles de alcanzar o de entender. Son muy flemáticos, muy independientes, muy seguros cuando por fin responden. Generalmente hay algo «diferente» en su estilo de vida o en sus intereses. He visto este emplazamiento en las cartas de personas con actitudes y vi­ das sexuales muy abiertas y «liberadas», y en las cartas de personas con ac­ titudes muy experimentales y directas hacia el sexo (CA).

La Luna en signos de agua La Luna en Cáncer, Escorpio o Piscis va acompañada de un modo de reaccionar ante la vida que está coloreado por una intensidad emocio­ nal e instintiva. Esto puede manifestarse como miedo o sentimiento de vulnerabilidad, o simplemente como una implicación inmediata y pro­ funda en las experiencias cotidianas. Las personas con la Luna en sig­ nos de agua tendrán que afrontar inevitablemente, al menos durante muchas décadas, la necesidad de controlar o canalizar los viejos hábitos que pueden interferir en la claridad de su perspectiva, y tendrán que in­ tentar establecer una actitud objetiva, porque tienen tendencia a re­ cordar principalmente los aspectos negativos de las experiencias pasa­ das. La autoprotección es una motivación tan fuerte que a menudo viven en lo profundo de sí mismas y son muy autocontenidas. Luna en Cáncer: la persona con la Luna en esta posición reacciona in­ variablemente con gran sensibilidad a todo tipo de experiencias. De hecho, suele mostrarse muy sensible a muchos aspectos del flujo de la vida: la calidad del medio ambiente, la atmósfera social, los estados de ánimo de otras personas, etc. En el mejor de los casos, es el escucha­ dor más sensible de todos los signos lunares; en el peor, es tan subje­ tivo y autoprotector que en realidad no siente interés por nadie más. Quien se siente confiado y centrado, y emocionalmente sereno y sa­ tisfecho, puede tener una soberbia sintonía con los sentimientos y necesidades emocionales ajenos. Por otra parte, quien está a merced de sus estados de ánimo y de sus sentimientos depresivos, no puede

confiar en la precisión de su intuición, porque a menudo ha perdido el sentido de la «realidad objetiva». Otra manera de explicar las manifestaciones extremas de la Luna en Cáncer es entender sus tendencias instintivas de protección. Ne­ cesita desesperadamente un estilo de vida que le ofrezca una sensa­ ción de seguridad. De hecho, se siente más segura cuando se dedica a proteger y nutrir a otros, aunque también necesita ser nutrida y pro­ tegida en su vida privada. La tendencia de Cáncer a proteger inten­ samente sus propios sentimientos contra cualquier amenaza, real o imaginaria -una característica frecuentemente notada por quienes están en relación con ella- puede llevarle a ser tan protectora de sus emociones privadas que la comunicación y el verdadero compartir se vuelvan dificiles. Esta necesidad de protección es real, porque se sien­ te fácilmente herida incluso por las menores faltas de sensibilidad por parte de otras personas, o por lo que considera menosprecios in­ tencionados. Así, la persona con la Luna en Cáncer tiende a retirar­ se y a esconderse a la menor provocación porque necesita la seguri­ dad de la completa privacidad personal. Su extrema sensibilidad puede causarle problemas con otras personas, que podrían consi­ derar sus fuertes reacciones a las pequeñas cosas como hipersensi­ bilidad. Una mujer cuyo padre tenía la Luna en Cáncer y había con­ vivido diez años con un marido con la Luna en el mismo signo lo expresó así: «Cuando estaba con ellos solía sentir que tenía que an­ dar con pies de plomo». Quien nació con la Luna en Cáncer se siente cómodo principal­ mente con aquellos que les son familiares. Así, el hogar y la familia son las atracciones naturales, porque de ahí derivan los anhelados sentimientos de seguridad frente a la vulnerabilidad del mundo ex­ terno. Siente una necesidad casi infantil de intimidad, independen­ cia y simplicidad en su estilo de vida, y una sensación casi primitiva de unidad tribal o familiar que no verbaliza. Así, suele estar muy ape­ gado a las situaciones y no le gustan los cambios. Se trata de un sig­ no muy conservador, para el que las tradiciones significan mucho. El hombre y la mujer con este signo lunar suelen ser muy sentimenta­ les y melancólicos, en el mejor de los casos muy leales a sus amigos y pa-

rientes. En el peor, quejosos y manipuladores que siempre le cuen­ tan a los demás lo mal que se sienten y cuánto han sufrido. Como es­ cribió una mujer: «A veces siento que estas personas tienen una mo­ numental capacidad de hacer sentirse culpables a los demás (y a sí mismos)» (CA). El rango de expresiones que puede exhibir la Luna en Cáncer es vasto, y por tanto difícil de retratar en unos pocos párrafos. Se deja influir tan fácilmente por los demás, y también por otros factores de la carta natal, que sólo la combinación de la influencia de Cáncer con los demás factores de la carta permite describir las variaciones individuales con cierto grado de precisión. El rango de expresiones posibles se hace evidente cuando leemos la variedad de citas que se ofrecen seguidamente. No obstante, creo que es justo decir que cuanto más amplia e idealista sea la personalidad (tal como mues­ tren otros factores de la carta), tanto más la Luna en Cáncer refleja­ rá y se combinará con las energías más expansivas y positivas. Como aconsejó Grant Lewi a las personas con la Luna en Cáncer: «Activad vuestras simpatías interesándoos por los demás» (AFM). Cuando asume el riesgo de abandonar sus caparazones y de usar su asom­ brosa simpatía e intuición en intercambios auténticos y sinceros con los demás, no puede haber una ubicación mejor, más humana y com­ pasiva para la luna. Unas pocas citas adicionales, tomadas de las res­ puestas al cuestionario, ayudarán a completar la imagen de este sig­ no lunar: La Luna en Cáncer en los hombres les da un buen entendimiento de las mujeres, y también cercanía con la madre. En las mujeres hay una ten­ dencia a sentirse fácilmente heridas e incomprendidas. Ésta es cierta­ mente una ubicación creativa para la Luna; mucha imaginación (AC). ¡Las alturas y profundidades de las emociones! A veces períodos «negros». Los hombres quieren una relación íntima con las mujeres (CA). Realmente ésta es una posición mejor para las mujeres que para los hom­ bres. No veo que las mt�jeres con esta posición sean tan posesivas, apega-

das y temerosas como se les ha descrito tradicionalmente. La mayoría de ellas parecen fuertes y felices, con un alto grado de éxito en las relacio­ nes. Estas mujeres son muy buenas madres, aunque no tengan hijos. Tie­ nen el perfil de la madre universal (CA).

Luna en Escorpio: quien tiene la Luna en Escorpio reacciona inten­ samente a la experiencia, pero generalmente siente tensión cuando trata de ocultar o expresar sus poderosos sentimientos. Esta persona vive una vida emocional secreta, o al menos le gusta creer que consi­ gue ocultar sus emociones de los demás. En realidad, en muchos ca­ sos, la energía acuosa estalla de maneras que son muy evidentes para otros. Cavila muchas experiencias en privado, a veces generando en los demás resentimiento o deseos de venganza. Esta ubicación lunar necesita una profunda e intensa implicación emocional, y su modo de satisfacer esta necesidad y de expresar su pasión e intensidad deter­ minan en gran medida si encontrará la tranquilidad emocional y la fe­ licidad en la vida. Para caracterizar el signo de Escorpio suelo emplear el término extremismo emocional, y cuando la emocional Luna está situada en este signo de poderosos y profundos sentimientos, el extremismo siem­ pre está presente de un modo u otro: la tensión entre el deseo de controlar las emociones y la necesidad de expresarlas; el secretismo instintivo en contraste con el poderoso deseo de sumergirse en lo desconocido de uno mismo y de los demás; el miedo a sentirse abru­ mado por poderosos sentimientos y áreas de experiencia «tabú» al tiempo que se siente profundamente atraído por ellos; y el miedo a perder el control sobre las energías emocionales y sexuales (lo que frecuentemente conduce a reprimirlas) en lucha contra el anhelo, a menudo obsesivo, de encontrar una vía de expresión sexual y emo­ cional. En el mejor de los casos, la persona con la Luna en Escorpio aca­ ba generando cierto nivel de intensidad emocional controlada que pone riendas a sus fuertes intuiciones y emociones, al tiempo que les permite superar el miedo a dejarse ir y a la vulnerabilidad. Su ne­ cesidad de involucrarse apasionadamente y sus notables recursos

a menudo encuentran una vía de expresión en las artes curativas, en la investigación o en la psicoterapia, o en campos caracterizados por el peligro y la capacidad de asumir riesgos. Escorpio suele ser bueno en las crisis, puesto que éstas requieren autocontrol y deci­ sión; y éste es un signo que puede generar crisis de forma incons­ ciente para hacer la vida más intensa cuando la crisis no surge por sí misma. Suele desarrollar la confianza en sí mismo cuando toma con­ ciencia de que si supera sus grandes miedos y paranoias, puede de­ jarse guiar por sus convicciones e intuiciones internas, que a menu­ do demuestran tener una precisión extraordinaria. De hecho, la persona de éxito que está muy sintonizada con Escorpio despliega su potencial dejándose guiar por sus «sensaciones viscerales». En­ tonces, un apasionado sentido de propósito o misión puede susten­ tar una confianza saludable y positiva; y su carisma reflejará esta cer­ teza interna. No obstante, hasta que no alcanza esta certeza interna, la vida y la personalidad de este individuo pueden estar presididas por un anhe­ lo bastante inconsciente, y a veces desesperado, de seguridad. Tiene necesidad de penetrar profundamente en la vida y la experiencia, pu­ diendo dirigir esto hacia muchos canales, algunos de los cuales ya he­ mos mencionado anteriormente. A veces manifiestan un gran interés en la historia, en las ciencias ocultas, en la investigación científica o en otros campos de estudio que tratan de descubrir las leyes que regulan la vida. Debbi Kempton Smith dibuja una incisiva imagen de lo alie­ nada que está la Luna en Escorpio de sus propias emociones, y tam­ bién sugiere un modo de trabajar con esa tendencia a fin de tener una vida emocional más satisfactoria: Tienen tanta necesidad de controlar que no llegan a ver lo que está ocurriendo realmente. Entonces atacan cruelmente, para hacerte saber lo gravemente que has herido sus sentimientos... cuando llegan a la eta­ pa adulta ya han aprendido a ocultar sus reacciones ante ti. Y es una pena que también hayan aprendido a ocultarse sus reacciones a sí mismos. Los hombres, especialmente, necesitan una mujer que sea un poco psicólo­ ga, alguien que sea lo suficientemente paciente -además de dura e in-

trépida- como para ayudarles a sacar a la superficie los sentimientos que tanto temen mostrar. Acaba llegando el día en que se les ocurre que está bien tener senti­ mientos de vulnerabilidad, y que compartirlos con alguien en quien con­ fían es la mejor protección contra sentirse herido. Hasta ese día, viven sus vidas emocionales en soledad (SNN, pp. 92-93).

En otras palabras, cuando es capaz de afrontar y superar el patrón de contención emocional y de sospecha automática, el individuo con la Luna en Escorpio puede por fin sentirse satisfecho dando y reci­ biendo una intensa energía emocional. Las siguientes citas proce­ dentes de entrevistas y cuestionarios redondean este retrato: Los hombres con la Luna en Escorpio son muy cerrados, más cerrados que los que tienen el Sol o el Ascendente en Escorpio. Las m�jeres no son tan cerradas como los hombres, aunque les gusta el secretismo y son cal­ culadoras (CA). Particularmente las mujeres con la Luna en Escorpio son muy envidiosas, y se infiltran profundamente en la vida de otras personas, a veces copian­ do los intereses ajenos con el fin de inmiscuirse en su medio ambiente y en su vida privada (EA). Con la Luna en Escorpio hay una relación de amor-odio con la madre y con las mujeres. Especialmente en el caso de las mujeres, la madre a menudo ha tenido una gran influencia. Los hombres suelen sentirse abrumados por lo femenino, y tienden a esconderse detrás de una más­ cara (CA).

Luna en Piscis: la Luna en Piscis ofrece una gran variedad de expre­ siones y tipos de personalidad: desde las personas profundamente sim­ páticas y generosas (a menudo con talentos curativos) hasta creado­ res y artistas inspirados como da Vinci, Goethe y Miguel Ángel, pasando por funcionarios de todo tipo, líderes sociales y espirituales

como Martín Luther KingJr. y Ramakrishna, vagabundos perezosos que se dejan llevar por las olas y toman lo que pueden, y también adic­ tos a las drogas y al alcohol, y otros escapistas crónicos. En cualquier caso, la persona con la Luna en Piscis es invariablemente imaginativa, tiene una actitud simpática y abierta, y a menudo se le conoce por ser compasiva e idealista. De hecho, quien tiene este emplazamiento lu­ nar prefiere sentirse y ser visto como una persona con verdadera sen­ sibilidad y comprensión. Y ciertamente cuida de los demás y se siente más seguro internamente cuando expresa sus simpatías naturales ha­ cia la humanidad a través del arte o del servicio. Estas actividades le dan la sensación de unidad con el universo que busca en forma cons­ ciente o inconsciente. Tiende a reaccionar a la experiencia cotidiana con una notable em­ patía por los demás, pero también con una vulnerabilidad evidente y con expresiones vagas y evasivas. De hecho, la persona fuertemente sintonizada con Piscis suele ser «soñadora», confusa y «no tiene los pies en la tierra». Aunque esto sea cierto, lo que no suele reconocer­ se es que necesita períodos de deambular libremente y sin objetivo, soñando, fantaseando, escuchando música y dedicándose a otros ti­ pos de evasión que le devuelvan el equilibrio emocional, porque el Pis­ cis tiene pocas defensas psicológicas y absorbe fácilmente las influen­ cias psíquicas de las personas con las que trata. Tiene una persistente necesidad emocional de escapar de la limitación y del confinamiento de la vida cotidiana, del mundo material y de la prisión de sus propios patrones mentales. Al nivel más profundo, Piscis necesita escapar del «yo» limitado, de la identidad personal vinculada al ego, con todos sus miedos e inseguridades. Suele sentirse mucho más satisfecho cuando es capaz de ir más allá de los límites de la personalidad individual o de trascender el yo personal mediante algún método de auto-conoci­ miento o práctica espiritual. No obstante, una de las numerosas contradicciones de Piscis es que a menudo también trata de escapar del autoconocimiento. Frecuen­ temente no quiere conocer su verdadera naturaleza ni saber cómo les ven los demás. Como los otros dos signos de agua -Cáncer y Escor­ pio-, se siente más cómodo manteniéndose en su mundo subjetivo y

privado, donde a menudo oye lo que desea o teme oír, en lugar de es­ cuchar lo que la otra persona realmente dice. Éste es un aspecto cla­ ve de la personalidad con la Luna en Piscis: suele ignorar o evitar una visión realista del yo y una autoevaluación contundente y honesta. Esto puede producirse porque es tan idealista que también se idealiza a sí mismo, pensándose en los términos más agradables posibles y sin­ tiendo a menudo que es más simpático, bondadoso y sensible que na­ die, aunque a veces sólo es sensible (o hipersensible) respecto de sí mismo. Está claro que la persona con la Luna en Piscis (y también con el Sol o el Ascendente en Piscis) tiene un «ego oculto». Aunque a ni­ vel consciente y evidente no parece ser muy egoísta, tiene mucho ego inconsciente, orgullo y tendencia a manipular a los demás. Específi­ camente, la persona con la Luna en Piscis manipula a los demás dán­ doles pena. En otros momentos, esta manipulación pasiva se expresa a través de mensajes vagos y poco claros que tratan de llevar al otro a tomar una decisión o realizar un compromiso declarado. En los casos extremos, «exhibe públicamente sus emociones», mostrando una ex­ presión dolorosa en el rostro que parece contar una historia de sufri­ miento constante, y uno se pregunta si está a punto de estallar en lá­ grimas para inundarnos con sus necesidades emocionales. La dualidad de la naturaleza pisciana no ha recibido su debido én­ fasis en la literatura astrológica, y sin embargo es la clave para en­ tender muchas de las tendencias opuestas que este signo expresa. El antiguo símbolo de Piscis son dos peces nadando en direcciones opuestas. El dualismo representado por este símbolo arquetípico se manifies­ ta en Piscis de infinitas maneras que son completamente insonda­ bles no sólo para los demás, sino también para el propio nativo. En realidad, puede tener dos actividades emocionales o mentales dife­ rentes ocurriendo simultáneamente, y estos procesos complejos, y a menudo contradictorios, podrían no estar bajo su control. El psicó­ logo-astrólogo Glenn Perry escribió perspicazmente sobre la Luna en Piscis: Piscis está contigo y al mismo tiempo no está contigo. Su pérdida de lí­ mites puede ser tan total que el individuo tenga dificultades para saber si

los sentimientos que está experimentando son tuyos, suyos o de otra per­ sona. La naturaleza a veces atemorizante y abrumadora de esta experien­ cia puede fomentar la represión de los sentimientos en general. (De «The Moon», revista Aspects, otoño de 1981).

Tal vez esta dualidad innata, tan incomprensible para la persona con la Luna en Piscis como para los demás, ayuda a explicar por qué se sienten tan frecuentemente como si estuviera en una prisión emo­ cional/mental. Y clarifica por qué puede vivir en su propio mundo, a menudo sin ver a los demás como individuos, aunque aparenta ser tan sensible. Esta complejidad de la experiencia interna conduce natu­ ralmente a tener un sentido del yo complejo, y a veces confuso. Así, los sentimientos con respecto a uno mismo suelen ser nebulosos y pue­ den tender hacia la duda. Esto inhibe la confianza en uno mismo y di­ ficulta mucho la autocomprensión, particularmente porque a quien está fuertemente sintonizado con Piscis le resulta muy dificil discri­ minar con claridad. Esta capacidad de parecer tan personal y al mismo tiempo ser tan impersonal ilumina dos aspectos de su vida: la expresión verbal y las relaciones. Como reconocerán quienes hayan interactuado con mu­ chas personas con la Luna (o el Sol) en Piscis, este individuo suele emitir un flujo de palabras desinhibido que, al menos aparentemen­ te, suena a comunicación fácil. De hecho, puede tener un don verbal, lingüístico o poético, y le resulta natural el trabajo de consejero o te­ rapeuta. No obstante, a veces el flujo se convierte en un torrente des­ controlado de verborrea, recuerdos y emociones que revela lo perdi­ do que está en su mundo subjetivo. Hay quien habla sin parar de su «vida privada» o de sus sentimientos y experiencias (a veces a perso­ nas completamente extrañas), aunque los demás no le presten la me­ nor atención. A menudo parece que simplemente está aliviándose de las presiones y cargas emocionales, o ventilando las aguas de la me­ moria, en lugar de revelar verdaderamente sus intimidades de mane­ ra significativa. En otras palabras, las revelaciones «personales» en re­ alidad tienen muy poco de personales. Esta interrelación entre lo personal y lo impersonal también ex-

plica en gran medida cómo aborda la Luna en Piscis las relaciones ín­ timas. Aunque a menudo está muy necesitada y tienden a la depen­ dencia emocional, su reticencia a establecer compromisos definitivos no le ayuda a construir relaciones estables. Como dijo una mujer en una entrevista: «Cuando estás con una Luna en Piscis, nunca puedes sentirte "especial" porque ellos aman a todo el mundo» (EA). Su fal­ ta de claridad con respecto a sus sentimientos, sus estados de ánimo y su mutabilidad complican todavía más sus relaciones. A veces se im­ plica con, y/ o cuida de, personas necesitadas o desesperadas que mu­ chos otros prefieren evitar. No obstante, aunque el amplio círculo de simpatías que Piscis siente y expresa puede producir algunos proble­ mas en su vida personal, tiene que ser fiel a su sentido de unidad ins­ tintivo e idealista que tan intensamente siente. Albert Einstein, que te­ nía el Sol en Piscis, escribió: «Nuestra tarea debe ser la de liberarnos... ampliando nuestro círculo de compasión para abrazar a todas las cria­ turas vivas y a la totalidad de la naturaleza en su belleza». Para concluir esta sección, tomaré algunas citas de los cuestionarios: La Luna en Piscis puede ser muy creativa, pero resulta dificil llegar al fon­ do de estas personas; no parecen comprender sus propias motivacio­ nes (CA).

En los comentarios siguientes, nótese la variedad de las observa­ ciones sobre los hombres con la Luna en Piscis por parte de tres mu­ jeres diferentes de edades en torno a los 30 años: Los hombres son fascinantes, sensibles y artísticos. Son algo nebulosos con respecto al compromiso emocional, pero tienen profundas co­ rrientes emocionales y un gran nivel de sentimiento. Me encanta su hu­ mor (CA). Los encuentro emocionalmente evasivos, siempre buscando algo que les haga sentirse bien consigo mismos, pero después evitan responsabilizar­ se de ese «algo» que han creado (CA).

Los hombres con la Luna en Piscis tienen una cualidad nebulosa, sutil y «femenina» que les da un aire místico, una especie de idealismo soñador y una suavidad que impregna todo lo que hacen. Suelen ser muy emo­ cionales, pero, cuando sienten algo con mucha fuerza, parecen sentirse desorientados y tensos, como si se estuvieran ahogando y tuvieran que esforzase por mantenerse a flote (CA).

El comentario siguiente, tomado del cuestionario, destaca una ven­ taja de la gente con la Luna en Piscis en el mundo de los negocios por ser naturalmente sensibles a todo tipo de personas: Esta ubicación de la Luna a menudo indica poca discriminación con res­ pecto a la gente en general, y con respecto a los miembros del sexo opues­ to en particular. Los sentimientos parecen confundir a estas personas, mientras que al mismo tiempo son su sangre de vida, y esto suele ponerles en situaciones difíciles. Pero he visto esta posición de la Luna en muchas cartas de empresarias de éxito, y también en las de algunos hombres, aun­ que son las mujeres quienes parecen más abiertas a cultivar este talento, mientras que los hombres sólo lo sienten vagamente, o juegan y se dejan llevar por las ideas (CA).

Cómo se expresa el elemento de la Luna: resultados de una discusión grupal Un estudio publicado hace unos años en TheAstrologi,caljournalde la Asociación Astrológica de Gran Bretaña ofrece algunas compren­ siones interesantes con respecto al elemento del signo lunar, y tam­ bién arroja alguna luz sobre las dinámicas grupales relacionadas con él. Se tomó a un grupo de gente y a continuación se dividió en cuatro grupos menores en función del elemento del signo lunar. Se animó a estas personas a hablar de sus sentimientos, haciendo referencia es­ pecialmente a cómo les gusta que sea su ambiente hogareño, a las re­ laciones con sus madres, y a su nivel de comodidad con la expresión emocional. A continuación incluimos algunas observaciones clave to-

ruadas del informe realizado por el organizador sobre las dinámicas grupales. Las lunas de agua no reaccionaron bien ante la idea de exponerse a hablar en grupo, confirmando así la tradición astrológica de que los signos de agua son los más privados y sigilosos de todos, especialmen­ te en el área de su vida personal y emocional. Reconocieron tener una confianza implícita en sus sentimientos y una aversión a cualquier in­ fluencia inusual o molesta en su hogar. Afortunadamente, los signos lunares de los demás elementos fueron más abiertos y comunicativos, como podemos ver en las siguientes notas del organizador: El grupo de tierra tendía a volver a la palabra comodidad constantemente; estaba claro que la seguridad no debía vacilar en la relaciones emociona­ les; el sexo no era el aspecto más importante en la relaciones; el compro­ miso estaba fuertemente indicado como prioridad, y todos ellos menos uno tenían una relación directa con la madre y la querían mucho, como a una amiga. A los del grupo con la Luna en fuego( ... ) les gustaba que su casa fuera un centro de actividad; en realidad no podían relacionarse bien con sus ma­ dres, pero sentían «respeto» por ellas porque les habían criado; emocio­ nalmente podían mostrarse calientes y fríos, y se sentían fácilmente de­ cepcionados por las conductas impropias; muy idealistas, buscaban la vinculación espiritual en las relaciones y eran, en general, emocional­ mente aventureros. A los del grupo con la Luna en aire( ... ) les resultaba muy difícil separar las emociones de todo lo demás. Bajo presión, las emociones tendían a es­ caparse para ser reemplazadas por la fría observación( ... ). Todos ellos necesitaban a mucha gente en sus vidas, pero sólo querían una relación principal, puesto que las relaciones múltiples causaban «demasiada con­ fusión».

Luna, seguridad interna y autoimagen Como buena parte de la psicología y de las terapias modernas giran en torno a conceptos como la autoimagen, la autoestima y la confian­ za en uno mismo, quiero concluir este capítulo enfocándome en estos temas a nivel astrológico, y dirigiendo la atención del lector al importante hecho de que en una carta natal la Luna revela especial­ mente estas áreas de la personalidad. Uno puede evaluar buena par­ te de su sentido de seguridad interna viendo cómo está situada la Luna dentro del contexto de la carta natal: no sólo si está operando en un signo donde se siente cómoda y puede fluir libremente, sino también si está en una relación tensa o armoniosa con los otros planetas ( tra­ dicionalmente, los ángulos precisos entre planetas reciben el nombre de «aspectos», que comentaré en el Capítulo 17). En resumen, las reacciones subconscientes, automáticas e instinti­ vas pueden armonizar muchas actividades de la vida y apoyar muchos tipos de autoexpresión si la Luna combina bien con su signo y con los otros planetas. En este caso ideal, la persona tiene una autoimagen precisa y realista, disfruta de una confianza natural, y responde a los desafíos de la vida externa con fuerza innata y ajustándose a las cir­ cunstancias y experiencias con relativa facilidad. Por otra parte, si la posición de nuestra Luna en la carta natal tiene asociada una cantidad sustancial de tensiones o conflictos, la autoima­ gen tiende a ser negativa o imprecisa, lo que produce falta de confian­ za, a menudo una mala elección a la hora de vestirse o desenvolverse, y una cantidad considerable de tensión interna. La persona con una Luna tan difícil tiene que trabajar la armonía y la aceptación internas, tal vez empezando por adquirir cierta perspectiva sobre los patrones infantiles que influyeron en sus primeros sentimientos con respecto a sí misma. También es importante aprender a superar la actitud defen­ siva y d<=:jar de tomarse las cosas como críticas personales. En otras pa­ labras, quienes tienen una Luna particularmente conflictiva a menu­ do son incapaces de ver lo que realmente está ocurriendo ahífuera; les falta objetividad con respecto a sí mismos, y por lo tanto reaccionan a las cosas de manera imprevisible, basándose en su condicionamiento

emocional en lugar de actuar directamente en función de la situación o persona que tienen ante sí. En resumen, la Luna es crucial para entender las necesidades emo­ cionales, domésticas y de seguridad del individuo. El potencial de compatibilidad mostrado por la Luna en una comparación de cartas es importante en la medida en que revela mucho sobre la sintonía in­ terpersonal en el día a día, si los hábitos de ambas personas juntos re­ sultan cómodos o irritantes, y si se pueden apoyar mutuamente a lar­ go plazo. Después de todo, la atracción magnética o explosiva inicial entre las personas (a menudo indicada por Venus y Marte) es impor­ tante, pero podría no ser duradera. Lo que te atrae (Venus y Marte) podría no sustentarte (la Luna), y por eso he puesto este capítulo an­ tes de los numerosos que tratarán sobre Marte y Venus.

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Marte y Venus: ni todos los hombres son de Marte ni todas las mujeres son de Venus El espíritu femenino se inclina hacia la compleción pero no hacia la perfección, y el espíritu masculino se inclina hacia la perfección, pero no hacia la compleción. PETER REDGROVE, poeta y escritor

En astrología tradicional, se suele tratar a Venus y Marte como a una pareja, que simbolizan juntos el amplio rango y la variedad de senti­ mientos románticos,deseos eróticos,gustos estéticos y atracciones se­ xuales que constituyen una parte tan importante de nuestras relacio­ nes íntimas. De hecho,ha habido docenas de libros enfocados exclusivamente en Venus y Marte como las claves para comprender la amplia variedad de los modos de expresión y de las necesidades amorosas, sexuales y románticas de los individuos. Algunos de estos libros son muy buenos dentro de sus limitaciones,pero su planteamiento estrecho (que des­ cuida influencias tan dominantes sobre la personalidad y la sintonía energética como el Sol,Ia Luna y otros factores) debería reconocerse como una notable simplificación de cualquier intento de entender las relaciones íntimas y sus complejas dinámicas interpersonales. La cultura occidental reconoce ampliamente a Marte y a Venus como símbolos arquetípicos de lo masculino y lo femenino por razo­ nes que exploraremos en el presente capítulo. La tremenda popula­ ridad del libro Los homúres son de Marte, las mujeres son de Venus y de otras obras posteriores con parecido formato del psicólogo John Gray,jun­ to con la recepción entusiasta de conceptos similares que se han to­ mado prestados o se han copiado en cientos de libros,cursos y medios

de todo tipo, muestra que una mayoría de gente en nuestros días, tanto si «creen» en la astrología como si no, siguen identificándose instintivamente con los roles tradicionales de Venus (afectivo y re­ ceptivo) o Marte (competitivo y activo), aunque intelectualmente lo nieguen. No obstante, debo resaltar que una comprensión significativa de la dinámica energética y de la sintonía emocional de las personas no debe limitarse únicamente a las relaciones íntimas o románticas. Una comparación de las posiciones de Venus y Marte en las cartas de dos personas también puede resultar extremadamente útil para revelar cómo se llevarán en casi cualquier situación de proximidad o interac­ ción continuada. Por ejemplo, los socios comerciales se llevarán es­ pecialmente bien si sus posiciones de Marte están en armonía; un ar­ tista tendrá una relación mucho mejor con un agente o con el dueño de la galería si sus posiciones de Venus están en armonía; y es mucho más probable que los tratos económicos entre dos personas estén ca­ racterizados por la confianza y la prosperidad si las posiciones de Venus funcionan bien conjuntamente. En este libro me centraré prin­ cipalmente en las relaciones íntimas, puesto que ésta es una preocu­ pación central para la mayoría de los clientes que visitan a los consul­ tores astrológicos o buscan clarificación sobre la compatibilidad en los libros de astrología. Me ocuparé de explorar las energías arquetípicas de Venus y Marte, y sus modos de expresión más comunes tal como los he observado y experimentado con clientes. En nuestros días, en el mundo occidental, los roles sociales son tan cambiantes que intentar generalizar sobre las relaciones eróticas o amorosas es más dificil que nunca, pero trataré de explorar las necesidades humanas más pro­ fundas y esenciales que siempre están presentes en nuestra vida per­ sonal y también en muchos tipos de terapia y de trabajos curativos. Evi­ dentemente no puedo cubrir todo el espectro de las relaciones humanas o de las conductas eróticas, y tampoco me referiré a los in­ contables tipos de aberraciones o expresiones extremas de estas ener­ gías humanas fundamentales. Con demasiada frecuencia los seres humanos tendemos a asumir que, en el fondo, si los demás se atrevieran a revelar sus verdaderos

sentimientos, serían como nosotros. Un estudio de sólo una docena de personas conocidas, vistas a través de la lente astrológica, desilu­ sionará rápidamente a cualquiera que mantenga esta creencia. A lo largo de los años he adoptado un lema filosófico personal que me guía, y lo repito con tanta frecuencia que la mayoría de mis conocidos están familiarizados con mi dicho favorito en latín: De gustibus non est dispuntandem. Esto significa literalmente: «sobre gustos no hay dispu­ tas», o «sobre gustos no hay nada escrito». Más que ningún otro factor astrológico, Venus revela nuestros gustos -sean estéticos, románticos o sensuales- así como las consecuentes maneras de compartir nues­ tros sentimientos y afectos más refinados. Marte, debo añadir, también simboliza un componente de nuestros gustos eróticos, específica­ mente nuestros gustos sexuales y la cualidad energética que motiva el deseo sexual.Juntos, Venus y Marte representan la sintonía energéti­ ca de nuestra naturaleza erótica y los sentimientos más intensamente personales y apasionados del individuo. Mientras que Venus muestra más específicamente las necesidades de relación y los modos de com­ partir (dar y recibir) con los demás, Marte revela el nivel energético del impulso sexual y el modus operandi utilizado para conseguir satis­ facer los deseos, además de la manera más natural de expresar la ener­ gía sexual. El atractivo, en especial una fuerte atracción magnética entre perso­ nas a nivel erótico o íntimo, habitualmente involucra ambos factores: Venus y Marte. En general, el hombre querrá encontrar a la mujer her­ mosa, agradable, y con cierto encanto interpersonal (Venus), además de sexy, energizante y estimulante (Marte). Un estudio de las mujeres que habían puesto anuncios buscando nuevas relaciones reveló que solicitaban tanto factores venusinos como factores marcianos. Las cua­ lidades marcianas, tales como la apariencia física, la disposición atlé­ tica, y -sobre todo- el éxito económico, se mencionaban al menos tanto como las características venusinas de bondad, empatía, afición a la música o a la danza. No obstante, no puedo insistir demasiado en que el tipo de relación, y/ o compatibilidad que uno desea dependen completamente de su singular carta natal. Algunas personas son casi

completamente «marcianas» y les faltan cualidades venusinas signifi­ cativas. Otras pueden ser extremadamente agradables, sensibles a los demás, artísticas y estéticamente refinadas (una fuerte sintonía venu­ sina) y carecer completamente de autoafirmación, fuerte deseo sexual o interés por actividades vigorosas de todo tipo (Marte). Así mismo, otras personas puede ser, por ejemplo, tan mercurianas (con un én­ fasis especial en los signos mercurianos de Géminis y Virgo, y en el ele­ mento aire) que, aunque necesiten una gran variedad de amigos con los que hablar, tal vez tengan poca necesidad de una vida erótica o de relaciones físicas íntimas. Así, cuando aplicamos las descripciones de este libro, hemos de tener en cuenta la naturaleza esencial y las ne­ cesidades de las personas involucradas, sin realizar ninguna suposi­ ción o juicio precipitado. Considerados en conjunto, Venus y Marte vinculan idealmente tus necesidades e ideales personales con respecto al amor (Venus) y a la sexualidad (Marte). La expresión sexual combina el instinto imper­ sonal con el compartir interpersonal, el vínculo social y el compromi­ so íntimo. No obstante, ser capaces de expresar tanto Venus como Marte en nuestra vida de manera relativamente espontánea, honesta y sin estrés es un ideal, y la carta natal (así como las volátiles expe­ riencias de nuestras vidas personales) muestra claramente que alcan­ zar dicho ideal no siempre nos resulta fácil o natural a la mayoría de nosotros. Tal como escribió Stanley Keleman con respecto a la im­ portancia de la actividad erótica como forma de expresar nuestras emociones y de apropiarnos plenamente de nuestra identidad: Pero si no te sientes motivado por tu género, o si careces de la habilidad de compartir tu experiencia privada, de comunicar tus emociones y de sentirte afectado por tus pasiones, si eres incapaz de ofrecer cuidados [Ve­ nus] y pasión [Marte], ternura [Venus] e intensidad [Marte], eres menos de lo que puedes llegar a ser (IDH, p. 17). [Planetas entre paréntesis in­ sertados por el autor].

Algunas de las posibles inhibiciones que Keleman menciona más arriba pueden ser expresiones de la ubicación de nuestro Venus y/ o

Marte, y la carta natal nos lo mostrará rápidamente, y a veces también indicará cómo trab�jar con ello. En sí misma, la astrología no es una terapia, pero al proporcionar una imagen precisa de nuestra verda­ dera naturaleza y necesidades, ofrece un potencial poder curativo a nuestras vidas y también a nuestros amores. Otro modo de clarificar las funciones psicológicas y emocionales de Venus y Marte es reconocer que, aunque ambos planetas se vincu­ len con el deseo en las relaciones interpersonales (en algunos de sus modos de expresión), operan de manera diferente y complementaria. Mientras que Venus atrae a otros mediante la belleza, la bondad, el en­ canto y las habilidades sociales (es decir, la aproximación arquetípi­ camente femenina en la mayoría de las culturas), Marte consigue lo que quiere de un modo más directo y agresivo, o -aunque sea de ma­ nea indirecta- a través de demostraciones de poder, fuerza o eficacia (la aproximación arquetípicamente masculina). Por supuesto, cada hombre y cada m�jer tienen tanto a Venus como a Marte en su carta natal, y -aunque la facilidad para expresar ambas energías varía tre­ mendamente entre individuos y culturas- podríamos empezar esta­ bleciendo como ideal que las personas se sienten más satisfechas emo­ cionalmente con la vida si son capaces de acomodar la expresión de ambas energías y necesidades. Esto nos lleva a la cuestión de la rela­ ción entre Venus y Marte, un fenómeno que podemos examinar tan­ to dentro del individuo como entre dos personas. La armonía entre Venus y Marte a nivel individual podría recibir el nombre de integración emocional y erótica personal, y puede analizarse con notable detalle en la carta natal de la persona. En cambio, la ar­ monía (o su ausencia) entre las energías de Venus y Marte de ambas personas podría describirse como intercambio emocional y erótico inter­ personal, y puede analizarse en detalle a través de una comparación de las cartas natales. La armonía relativa entre Venus y Marte a nivel in­ dividual depende de muchos factores, entre los que se incluyen la ar­ monía de sus emplazamientos en los elementos, así como sus relacio­ nes angulares mutuas y con otros planetas (un tipo de análisis más avanzado que se introduce en el Capítulo 17 bajo el apartado «aspec­ tos»). Las directrices para comprender cómo interactúan las energías

de Venus y Marte de la propia carta con las de la otra persona se ha­ llan distribuidas por todo el libro, ya que éste es uno de los temas esen­ ciales de la presente obra. Y como este libro está especialmente dise­ ñado para los principiantes en astrología, he tratado de proveer suficiente información para que se pueda realizar una interpretación precisa y útil sin abrumar al lector con métodos excesivamente técni­ cos o teorías complicadas. En cualquier caso, si uno puede llegar a sen­ tir la realidad energética de los factores astrológicos básicos, todos los demás detalles asumen apropiadamente una importancia secundaria. El psicoterapeuta Stanley Keleman, sin hacer ninguna referencia a la astrología, dijo una frase que incluye los modos de expresión a ni­ vel íntimo y erótico de Venus y Marte; él les llama «patrones de afir­ mación y placer». Y escribe: «La madurez adulta es la capacidad de in­ volucrarse en la conducta emocional e instintiva con un alto grado de intimidad personal. Los roles adultos exigen reciprocidad [Venus] y el reconocimiento de las pautas de afirmación [Marte] y de placer [Ve­ nus] de cada persona» (IDH, p. 64). [Los planetas entre corchetes han sido añadidos por el autor]. ¿Cómo se traducen esta teoría y esta terminología en una com­ prensión de nuestra propia experiencia relacional? En una relación potencialmente íntima en la que dos personas experimentan y reac­ cionan a la interacción energética, la incompatibilidad de los factores Venus y Marte puede manifestarse como incapacidad de reconocer, aceptar y disfrutar las necesidades, la identidad, la energía erótica, el estilo de autoafirmación, y el modo de manifestarse de la otra perso­ na. En un caso extremo de incompatibilidad, a una persona le resul­ tará difícil validar o incluso apreciar los riesgos que asume la otra per­ sona o sus expresiones de afecto; y por lo tanto, no se producirá una fusión energética fácil, agradable y curativa. Un ejemplo bastante di­ vertido de esto es un caso en el que una mujer con Marte en Libra (un signo de Venus que indica que ella se afirma a sí misma muy románti­ camente) estaba saliendo con un hombre que casi no tenía sintonía venusina y tenía Venus en Aries (un signo de Marte, lo que muestra que su tendencia natural a la hora de expresar cariño era más bien di­ recta y poco romántica). Cuando el hombre me contó esta experien-

cia, me dijo que ella se sentía frustrada porque él no le hacía «sufi­ cientes preguntas románticas». Él me miró con una expresión con­ fundida y dtjo con la característica contundencia de Aries: «No en­ tiendo de qué leches está hablando». Por otra parte, la compatibilidad de Venus y Marte entre dos personas generalmente se sentirá con rapidez, e incluso, si están muy fuerte­ mente alineados, en forma visceral. En el mejor de los casos, en este tipo de interacciones puede producirse un reconocimiento instintivo de la naturaleza y orientación emocional del otro, una admisión es­ pontánea (aunque no necesariamente expresada) y una validación de lo que la otra persona está sintiendo o mostrando. Existe una acepta­ ción implícita y -con una sintonía venusina especialmente fuerte y armoniosa- una agradable expresión de aprecio por la identidad, los gustos y las actitudes de la otra persona. El estado de ánimo relajado y de mutua aceptación que se produce de manera natural anima a re­ velar los propios sentimientos. Incluso en casos en los que las «vibra­ ciones» son sólo ligeramente armoniosas puede haber una amistad instantánea y un aprecio de la otra persona. En las experiencias es­ pecialmente intensas puede producirse un sentimiento de identi­ ficación, una fusión a nivel emocional o energético, y a veces una poderosa atracción erótica puesto que, después de todo, ya se está pro­ duciendo una fusión de energías que va más allá del control personal, y que ocurre espontáneamente a niveles sutiles. Llegados a este punto, resumamos algunos de los significados bá­ sicos de Venus y Marte: Venus: su posición (especialmente el signo) revela mucho con res­ pecto a los propios gustos y valores, así como el modo de compartir con los otros: nuestro modo de dar y recibir energía y afecto, tanto a nivel social como a nivel íntimo. La ubicación de Venus revela mucho sobre nuestra necesidad de sentirnos cerca de la otra persona, y sobre cómo sentimos la armonía, la comodidad emocional y la cercanía. Los detalles de su emplazamiento revelan notablemente la medida en que uno es capaz de relacionarse a nivel personal e íntimo, y lo sociable

que es en general, además de hasta qué punto necesita de las relacio­ nes íntimas. (Por ejemplo, Venus en Escorpio puede ser tan antisocial que las oportunidades de expresar sus sentimientos apasionados es­ tén limitadas; Venus en Acuario puede ser sociable, pero tan imper­ sonal que la intimidad y la expresión emocional resulten difíciles; Ve­ nus en Géminis y en Piscis puede ser indiscriminadamente sociable con casi todo el mundo, y así sucesivamente). El signo donde está ubicado Venus muestra la cualidad energética y la modalidad (o estilo) de expresión emocional interpersonal, así como nuestra actitud hacia el amor, las relaciones íntimas, la apertura y el compartir emocional. Muestra lo que nos resulta especialmente placentero y,.por ende, revela mucho con respecto a lo que nos pare­ ce divertido en la vida. (Por ejemplo, es posible que Venus en Escorpio sólo se divierta si la experiencia es intensa; Venus en Aries sólo si es nue­ va o desafiante; o para Venus en Acuario los grupos grandes y los mo­ vimientos que buscan el cambio social o político, así como las ideas re­ volucionarias, son especialmente divertidos). Marte: su posición revela mucho con respecto a nuestra energía físi­ ca, nuestro impulso sexual y nuestra voluntad de actuar y conseguir. Clarifica en qué medida disponemos de iniciativa y decisión, y su ubi­ cación ilumina nuestra manera de expresar el impulso agresivo y auto­ afirmativo. Nuestro Marte indica cómo conseguimos lo que queremos, nuestro modo de operar en el mundo material. En resumen, revela mucho con respecto a nuestra capacidad de actuar eficazmente y ha­ cernos cargo de la dirección de nuestra vida. La ubicación de Marte también simboliza nuestra necesidad de actividad física y energética de todo tipo, y en particular de excitación sexual. La posición de Marte muestra la cualidad energética y la modali­ dad de expresión sexual, dónde tenemos nuestro manantial de pasión y cómo lo enfocamos en nuestra existencia. Después de todo, en la vida raras veces se consigue gran cosa sin pasión, y esto no debe en­ tenderse exclusivamente a nivel sexual. La ubicación de Marte, espe­ cialmente su signo, también simboliza con notable precisión nuestra actitud hacia el sexo. Y muestra la vitalidad innata del individuo Uunto

con el Sol) y su capacidad de autocuración, así como las reservas ener­ géticas que necesitamos para afrontar todo tipo de desafíos o para te­ ner éxito en las luchas y esfuerzos más arduos de nuestra vida. En las secciones siguientes, conforme amplíe las descripciones de Ve­ nus y Marte y proporcione t;jemplos detallados, se revelarán nuevas di­ mensiones sobre cómo se expresan estos planetas.

Venus y el encanto, Marte y la ira He mencionado anteriormente que Venus está en relación con la vida social y con nuestra necesidad de interacción con los demás. En la as­ trología tradicional, Venus siempre ha estado asociada con la belleza, con relacionarse agradablemente, y también con el dinero. (¡Algunos estudios muestran claramente una correlación positiva entre la bue­ na apariencia física y el nivel de ingresos!) Yjunto con este trío de do­ nes cósmicos está el encanto personal, que hace que caigas bien a otras personas y que se sientan atraídas por ti. Cuando uno está sin­ cronizado armoniosamente con Venus, suscita reacciones más positi­ vas en las otras personas. Diciéndolo de manera concisa, en una carta natal Venus revela el instinto social, y simboliza cómo la persona usa o persuade a los demás, como se muestra agradable y encanta en su beneficio. Caractericemos brevemente los doce tipos de encanto ve­ nusino de acuerdo con las posiciones de los signos: Venus en Aries: emplea el ingenio rápido y directo para encantar. Le gusta movilizar las situaciones mediante sus acciones y su humor, que suelen ser impulsivos o exagerados. Puede faltarle profundidad en el afecto o interés sostenido por la relación. Venus en Tauro: encanta mediante la risa fácil y el instinto social na­ tural, ofreciendo apoyo práctico y haciéndole la vida más fácil a los demás. A veces considera a las personas como objetos para poseer y exhibir.

Venus en Géminis: encanta mediante su cordialidad inteligente, in­ geniosa y vivaz. Establece rápidamente conexiones con los demás y dis­ fruta del parloteo superficial, aunque le puede faltar profundidad en sus afectos. Muestra curiosidad hacia todo el mundo, pero durante un tiempo limitado. Venus en Cáncer: encanta a los demás mediante sus cuidados sensibles y sentimentales, que aunque suelen ser sinceros, a veces no es así. Acostumbra a tratar a los demás como «miembros de la familia», pero después espera una devoción total. La empatía suele ser instintiva, pero pueden emplear las simpatías de los demás para conseguir lo que desean. Pueden ser muy tacaños. Venus en L eo: encanta mediante su carácter sociable, su sonrisa y su naturaleza extrovertida. Puede animar a los demás a través del afecto o diciendo lo orgulloso que se siente de ellos. Los demás se sienten cautivados por su expresión entusiasta de elevados obje­ tivos. Venus en Virgo: aunque no siempre es social a causa de su modestia e inhibición, encanta con su actitud servicial, humilde y fiable. Quiere gustar demostrando que es razonable y permite fácilmente que los de­ más brillen. Venus en Libra: encanta con su educación, consideración y expresio­ nes de equidad. Da mucho espacio a los demás y es un gran escucha­ dor. Con un fuerte deseo de agradar, funciona mejor en las interac­ ciones entre sólo dos personas. Venus en Escorpio: encanta y muestra afecto a través de la lealtad, la minuciosidad, el sacrificio y la dedicación constante a una misión. In­ triga a los demás mediante el erotismo o el carisma, pero prefiere los intercambios privados, puesto que es muy asocial, incluso antisocial. Puede estar muy poco dispuesto a dar.

Venus en Sagitario: encanta a través del humor, de su espíritu jugue­ tón y difundiendo su «verdad» o sus ideales. Se aburre fácilmente en situaciones sociales a menos que se mantenga activo hablando e ins­ pirando a los demás, o mostrándose aventurero. Venus en Capricornio: encanta a través de su humor seco y demos­ trando su fiabilidad y respeto por los demás. El intercambio social y la expresión de sentimientos no son espontáneos, puesto que su repu­ tación y su dominio de sí mismo siempre le precede. Puede usar a los demás para sentirse seguro o potenciar sus ambiciones. Venus en Acuario: encanta siendo un buen amigo: responsable, digno de confianza y muy dispuesto a ayudar, al tiempo que da mucha liber­ tad a la otra persona. Puede ser muy leal aunque también se muestre muy distante, lo que puede hacer que sus afectos queden ocultos. Ins­ tintos sociales rebeldes y poco convencionales. Venus en Piscis: encanta dando a los demás todo lo que necesitan. Quiere gustar por su generosidad, sus cuidados y su espíritu servicial. Muy sociable y sin embargo muy privado. Un punto importante que se ha de establecer con respecto al modo venusino de dar a los demás y recibir de ellos es que no todo «dar» es una verdadera expresión de comprensión sincera y de interés por la otrá persona. Una expresión problemática de Venus que suele ser muy común es que insiste en intentar agradar a la otra persona en sus pro­ pios términos, y espera ser apreciado por ello. La comprensión obje­ tiva de los gustos y preferencias de la otra persona, y su adaptación a ellos, resultan mucho más difíciles, pero también producen una ma­ yor armonía mutua. Teniendo en cuenta la asociación de Venus con la belleza, con mos­ trarse atractivo y con expresar consideración y bondad hacia los demás, resulta evidente por qué Venus está especialmente en asociación con las mujeres. Naturalmente, algunos hombres están muy sintonizados con Venus y se sienten cómodos expresando cualidades venusinas. Durante

los últimos años, la sociedad occidental ha empezado a animar este ám­ bito de autoexpresión en los hombres. No obstante, los modales en­ cantadores y atractivos de Venus pueden ser sólo una exhibición su­ perficial, sin mucha profundidad emocional. Y en particular, en muchos hombres ( especialmente en el mundo occidental), la función de Venus puede estar tan atrofiada que nunca expresen afecto y amor genuino en la intimidad. Como señaló Jung hace décadas, en los hombres esta función a menudo degenera hacia el sentimentalismo. Por otra parte, Marte está tradicionalmente asociado con el prin­ cipio masculino, y la mayoría de los hombres se identifican mucho más fácilmente con cualidades marcianas, como la fuerza, la valentía, la superación de obstáculos, el ganar a sus competidores y el probar­ se a sí mismos. Para comprender a Marte, uno tiene que reconocer que el antiguo dios de la guerra representa, en parte, el poder bruto y la fuerza agresiva impersonal. Si conseguimos disciplinar y canalizar su fuerza, puede conseguir grandes cosas, pero si se muestra indisci­ plinado, es capaz de manifestar una violencia desordenada, una apro­ ximación abrasiva al sexo e ira incontrolada. Es importante conseguir un equilibrio en nuestro intento de controlar la energía de Marte, y esto es cierto, evidentemente, tanto para los hombres como para las mujeres. Cuando no hay control, podemos provocar una tremenda destrucción y generar odio o resentimiento. No obstante, demasiada represión de los instintos agresivos o de los objetivos y ambiciones per­ sonales, puede degenerar en deseo frustrado, ira crónica, inhibicio­ nes sexuales y todo tipo de bloqueos emocionales. Resulta revelador observar cómo ha cambiado la expresión de la energía marciana en las mujeres occidentales a lo largo de las últimas décadas, conforme se las ha animado a afirmarse a sí mismas, a ser más competitivas, a entrar en contacto con su sexualidad y a expresarse con más sinceridad, pero también con más egoísmo y con menos re­ paro y sensibilidad hacia los demás. A estas alturas no podemos con­ cluir que existan muchas mujeres que hayan conseguido una expre­ sión equilibrada, porque cuando se retiró la tapadera y se permitió que saliera la energía marciana, surgieron los talentos creativos, atlé­ ticos, profesionales y de liderazgo. pero también un extenso torrente

de furia, resentimiento y emociones destructivas. Examinemos ahora cómo se expresa la ira, tanto por parte de los hombres como de las mujeres, en función de la posición de Marte. Un proyecto grupal particularmente intrigante realizado hace unos años investigó la asociación de Marte con distintas formas de expresar la ira, agrupando a las personas en función de los cuatro elementos de su signo marciano. Las personas con Marte en signos de aire ra­ cionalizaban su ira o filosofaban sobre ella. Generalmente, creían que no eran tendentes a reaccionar con ira, pero cuando expresaban la ira o algo remotamente violento, a menudo se sentían muy deprimidos y «odiaban» a la persona que les había hecho mostrar una conducta tan poco civilizada. En general, evitaban la actividad indómita e incen­ diaria, y mostraban relativamente poco interés por el atletismo (se tra­ taba, no obstante, de un pequeño grupo, y muchos aficionados al atle­ tismo tienen Marte en signos de aire). Se trataba de personas «que estaban en la cabeza», que preferían reflexionar sobre sus problemas en lugar de actuar. Personalmente, he descubierto que un ataque a su inteligencia puede provocar en ellos (más que ninguna otra cosa) una ira repentina, un intento competitivo de poner a prueba su capacidad mental y, a veces, un resentimiento considerable. Marte en Géminis: en estas personas la ira puede manifestarse como una tendencia a la polémica y a ser muy selectivos, o a menospreciar y a mostrarse desagradables; pero en general éste no es un signo co­ nocido por sus exhibiciones de hostilidad o intensidad agresiva. Pre­ fiere olvidar la irritación y dedicar sus energías al siguiente objeto de su interés, tal vez pensando que quien le ha irritado simplemente no sabe comunicarse Marte en Libra: en el signo más pacifista, Marte raras veces demuestra verdadera destructividad emocional descontrolada, salvo quizá en pre­ sencia de su pareja o de su mejor amigo. A menudo tiene opiniones contundentes y puede mostrar resentimiento si otros le obligan a dis­ cutir, pero en general prefiere evitar a la gente, las situaciones o los entornos que le hacen sentirse resentido o enfadado.

Marte en Acuario: los ataques a sus conceptos políticos y sociales o a sus ideales probablemente provocarán una reacción iracunda, aunque tratará de mantener el control mientras pueda, especial­ mente porque se enorgullece de tener un planteamiento de vida ra­ cional y objetivo. Básicamente, cuestionarle en un área donde está seguro de saber algo, puede producir una expresión egótica de irri­ tación. Quienes tenían a Marte en signos de tierra descubrieron que el eno­ jo les cansaba. No les gustaba expresarlo en absoluto, y era evidente que reprimirlo les exigía mucha energía. Tenían tendencia a aferrar­ se al enojo y a la queja, y a cortar con las personas que les provocaban una energía «tan negativa». En general, preferían no dejarse alterar por las conductas ajenas que provocaban enfado. En lo concerniente al uso eficaz de la energía y a la canalización de la ira, la mayoría de ellos funcionaba mejor bajo presión y teniendo que cumplir con los plazos de entrega. En otras palabras, el grupo fue evaluado como «un montón de potenciales adictos al trabajo» que sublima espontánea­ mente el enfado en forma de productividad. Marte en Tauro: como estoy escribiendo esta obra en España, no pue­ do evitar recurrir a la imagen del toro de la tradición taurina espa­ ñola. El toro, lento a la ira, deambula prefiriendo que le dejaran en paz, pero finalmente-si se le pincha y atormenta continuamente­ escarba el suelo con gran determinación y embiste con tremenda po­ tencia. Como Tauro es un signo de Venus, quien tiene esta ubicación generalmente prefiere la tranquilidad a la lucha, aunque esté terca­ mente ftjado a sus deseos. Marte en Virgo: el enojo le altera físicamente, especialmente los ner­ vios y los intestinos, y a menudo dirige la irritación hacia sí mismo, puesto que asume casi instintivamente que es tan imperfecto que la falta probablemente fue suya. Pero si la ira se dirige hacia otra perso­ na, puede ser muy reivindicativo y agudamente crítico.

Marte en Capricornio: en este caso una nota clave es el enojo contro­ lado, y Marte en Capricornio raras veces pierde el control de sus sen­ timientos hostiles, ¡al menos en público! Pero esta persona suelen ser muy individualista y orientada hacia sus metas, por lo que evaluará pa­ cientemente cuál podría ser un canal productivo para esta emoción, lo que a veces puede llevarle a un juego de poder o a realizar un acto autoritario sobre un enemigo o competidor. El grupo con Marte en signos de agua mostró cierta dificultad para ex­ presar su enojo, especialmente porque estaba compuesto por perso­ nas idealistas y mediadores, que el líder del grupo llamó «pacifistas agresivos». Cuando se sentían frustrados, algunos optaban por llorar, y todos se sentían culpables después de dejar que su enojo explotara externamente. En general, he descubierto que este grupo alberga co­ rrientes subterráneas de ira que se van acumulando con el tiempo, y a veces llegan a afectar su juicio o su conducta sin que la persona sea consciente de su intensidad. Marte en Cáncer: oculta el enojo todo lo posible, pero se filtra hacia el ambiente, y trata de evitarte si le has provocado esa emoción. Su di­ gestión reacciona terriblemente al enfado, y es posible que no pueda comer en absoluto. Marte en Escorpio: cuando se enfada, se cierra como una almeja, ru­ mia amenazadoramente y hierve hasta que el vapor le sale visiblemen­ te por las or�jas. Después, en algunas personas y situaciones, a esto le sigue una gran explosión en la que la furia puede expresarse muy des­ tructivamente, de manera completamente irracional y difícil de per­ donar. Esta gente necesita décadas para perdonar una traición o un ata­ que personal injusto. Marte en Piscis: no suele reaccionar con enojo tan rápidamente como la mayoría de los signos, tal vez porque tiene menos ego y tam­ bién porque a menudo no registra una ofensa o no se la toma tan personalmente como otros. Pero cuando se enfada, le resulta muy

difícil expresarlo porque al mismo tiempo simpatiza con quien le causó la ofensa. El grupo de personas que tienen Marte en signos de fuego parece ser el único que a veces disfruta expresando su enojo. Casi siempre hay cierta impaciencia, y a menudo una tendencia irascible. Los pertene­ cientes a este grupo tendían ocasionalmente a la conducta explosiva y consideraban que tenían expectativas muy elevadas con respecto a sí mismos y a los demás, que evidentemente pueden producir irrita­ ción cuando no se cumplen. Todos los miembros de este grupo eran especialistas de algún campo creativo, pero cada uno tenía su mane­ ra personal de lidiar con el enojo: por ejemplo, dándose a la bebida para ahogarlo (una mujer); rompiendo objetos inanimados en una época de su vida (un hombre); o bien problemáticas explosiones de agresividad (un hombre). Marte en Aries: parece más enojado de lo que en realidad está, por­ que siempre anda impaciente y necesita soltar presión; los demás tien­ den a tomárselo demasiado en serio, mientras que él lo olvida dos mi­ nutos después. Marte en Leo: puede enojarse cuando hieres su orgullo, de modo que nunca cuestiones su lealtad o su integridad, ni dejes de prestar suficiente atención a sus demostraciones de generosidad. A me­ nudo exige atención, reconocimiento de sus acciones y/ o mucho respeto, y puede sentirse extremadamente irritado cuando estos no llegan. Marte en Sagitario: en las respuestas iracundas, a menudo proyectan un aura de rectitud o de indignación justificada. Es posible que nun­ ca vuelvan a hablar contigo si desprecias sus altos ideales, ofendes su exaltada opinión de sí mismos y de sus creencias, o señalas los fallos que cometen en sus intentos de llevarlas a la práctica.

Los contrastes entre las expresiones masculina y femenina de Venus y Marte Ahora es más dificil que nunca describir las expresiones típicamente masculinas y femeninas de los factores psicológicos y de las energías emocionales y físicas, porque las conductas sociales y los roles cambian incesantemente y es imposible llegar a formular principios generales sin hacer ciertas generalizaciones. Sin duda resultaré políticamente incorrecto al aventurar algunas directrices para comprender las dife. rencias entre la forma habitual de expresar y describir su vida íntima que tienen los hombres y las mujeres tal como la he observado en la literatura psicológica, y también en cientos de entrevistas y cuestio­ narios. En primer lugar se debe resaltar que Venus y la Luna están estre­ chamente interrelacionados con Marte en el patrón de expresión se­ xual de la mujer, mucho más que en la mayoría de los hombres, y no puede negarse que, en general, la sexualidad femenina es más com­ pleja que la masculina. Por ejemplo, una mujer con la Luna en Es­ corpio tendrá intensas necesidades sexuales que se manifestarán muy poderosamente a nivel físico y emocional, aunque Venus y Marte no reflejen esa sintonía (por ejemplo, si Venus está en Piscis y Marte en Virgo). Muchas mujeres sintonizadas con Marte, Aries y Escorpio pue­ den expresar su energía asertiva y su sexualidad agresiva de manera rápida, directa y espontánea, pero en la mayoría de las mujeres la energía de Marte sigue siendo relativamente inaccesible, o al menos se mantiene restringida hasta que se activan los afectos venusinos. Así, la energía sexual y su libre expresión pueden irrumpir con fuerza cuando la mujer se siente relajada, amada y apreciada (todas ellas ex­ periencias características de Venus). En otras palabras, en la mayoría de las mujeres, la energía impersonal de Marte puede fluir apasiona­ damente (y orgásmicamente) con mayor facilidad una vez que se han activado los sentimientos más personales de Venus. Muchos hombres sensibles también pueden identificarse con esta descripción, pero a la mayoría de ellos les resulta relativamente fácil expresar su energía se­ xual y orgásmica marciana en una amplia variedad de relaciones, que

van desde las profundamente personales hasta las casi completamen­ te impersonales. He desarrollado un modo útil y abreviado de captar lo que Marte significa para los hombres señalando que representa el ego masculino. Así mismo, para las mujeres, Venus simboliza el ego femenino. Empleo estos términos para indicar una parte de la personalidad que guarda relación con la identidad física y el género, y el orgullo que producen ciertas cualidades relacionadas con ella. Para un hombre, Marte representa suforma de entregarse en la sexua­ lidad. Aunque en otros libros de astrología no se hable de Marte en términos de «entregarse», creo que éste es un concepto apropiado. Por ejemplo, usar su fuerza para proporcionar algo a otra persona es una expresión arquetípica de Marte de la que un hombre puede sen­ tirse orgulloso; de ahí el concepto de «ego masculino». En otras pala­ bras, un hombre necesita sentir que tiene las cualidades de su signo de Marte para sentirse masculino. De hecho, le resultará muy difícil representar el papel masculino en el mundo si no confía en su capa­ cidad de expresar dichas cualidades. Y, dentro de una relación y a ni­ vel energético, si la autoafirmación y la energía marciana del hombre no son recibidas, aceptadas y absorbidas por la mt�jer con la que está desarrollando una relación íntima, el hombre indudablemente se sen­ tirá frustrado y decepcionado, y muy posiblemente enojado, irritado y desvitalizado, porque no está lo suficientemente polarizado a nivel energético como para sentirse completo. Para una mujer, Venus representa el «ego femenino» en el sentido de que simboliza cómo recibe el afecto y cómo se entrega en el amor y en el sexo. En el caso típico, la m�jer necesita (a menudo inconscien­ temente) sentir que expresa en cierta medida el ideal de su signo Ve­ nus; ella ajusta su apariencia para encajar con esa imagen, y esto re­ fuerza su confianza y su sensación de ser atractiva (ego femenino). La mujer necesita saber que tiene las cualidades de su signo venusino para sentirse femenina, y muchas mujeres provocarán -abierta o sutil­ mente- en otras personas conductas o gestos que sustenten esta con­ fianza en sus cualidades venusinas. Si estas necesidades no se ven satis­ fechas en la relación íntima en la que participa, puede no sentirse

querida ni necesitada y creer que es poco femenina. Entonces podría irritarse, sentirse abatida, retirarse o mostrar actitudes negativas, por­ que está experimentando muy poco del impulso energético y de la po­ larización que necesita para nutrirse y sustentarse emocionalmente. Daré muchos ejemplos de cómo el ego masculino y el ego femeni­ no se expresan en signos específicos a lo largo de los ocho capítulos si­ guientes. Pero aquí quiero elaborar un poco sobre lo que Marte signi­ fica para la mayoría de las mujeres y lo que Venus significa para la mayoría de los hombres, además de los significados generales que tie­ nen para la gente. En la mayoría de las mujeres, la posición de Marte está relacionada con la integración de su propia asertividad, sus cuali­ dades masculinas, y también indica la imagen idealizada de las cua­ lidades masculinas que ella podría proyectar en sus posibles parejas. En cualquier caso, un hombre cuya carta activara el Marte de la mujer a través de una serie de contactos astrológicos energizaría esa imagen excitante. Que la mujer actúe o no a partir de esa estimulante interac­ ción de energías es otro tema, y su compatibilidad con el hombre en cuestión depende de múltiples factores a diversos niveles. Pero al me­ nos ella habría encontrado a alguien que activa su atractivo fisico, y a menudo se sentiría interesada por él. En la mayoría de los hombres, la posición de Venus está relaciona­ da con la imagen idealizada de belleza y romanticismo que le atrae magnéticamente y a menudo también eróticamente. Depende de mu­ chos factores que actúe o no a partir de esa estimulación energética, y que sea ampliamente compatible con esa persona. Pero, casi sin ex­ cepción, un hombre cuyo Venus esté altamente energizado por una mujer la encontrará, como mínimo, inusualmente atractiva, en cier­ tos casos aunque haya una gran diferencia de edad. En otras palabras, su propia energía venusina y su conciencia de la belleza y del atracti­ vo erótico despertarían, y podría ocupar sus fantasías durante algún tiempo, aunque el encuentro fuera transitorio. Anterior:mente en este capítulo he mencionado la cuestión de la medida de integración de Venus y Marte dentro de cada individuo, y aquí merece la pena indicar unos pocos detalles más que tienen su impac­ to en esta importante cuestión. La sección siguiente de este capítulo,

que trata sobre Venus y Marte en los cuatro elementos, dará algunas directrices para evaluar la armonía relativa entre los dos planetas y sus sintonías energéticas dentro del individuo. Un factor importante que debemos recordar es que lo que aparece en la superficie de una per­ sonalidad individual no está necesariamente alineado con, ni consti­ tuye un reflejo preciso de, las energías y tendencias más profundas que la persona mantiene en privado. Por ejemplo, el signo venusino de una mujer puede emitir un men­ saje público que sea radicalmente diferente de sus cualidades mar­ cianas. Pensemos en una mujer que tenga a Venus en un signo bas­ tante modesto (tal vez Virgo o Libra), o en un signo bastante distante (Acuario o Capricornio), pero que tenga a Marte en Leo o Escorpio (muy interesados en el sexo vigoroso). Otro ejemplo sería el opuesto: si Venus está en Aries, como en las cartas de Elisabeth Taylor y Mary­ lin Monroe, el mensaje de glamour y agresividad sexual se trasmite po­ derosamente a través de su apariencia y encanto (Venus), pero si Mar­ te está en un signo mental, como Géminis o Virgo, la sintonía de la mujer con la intensa energía sexual y su expresión física podría ser mucho menor de lo que daba a entender. En otras palabras, en casos así, la mujer podría emitir sin darse cuenta mensajes que los hombres malinterpretaran constantemente. Y por tanto la mujer podría sen­ tirse muy sorprendida cuando varios hombres se enfadaran con ella por confundirlos o por «prometer más de lo que está dispuesta a dar». Por eso, tener a Venus y Marte en una relación al menos mediana­ mente compatible ayuda mucho en las relaciones íntimas: además de que a cada persona le resulta más fácil expresar simultáneamente la energía emocional y sexual con la otra, lo que está en su interior pue­ de reflejarse con más precisión en el exterior. El mismo principio es válido para la interacción entre Venus y Mar­ te en los hombres. Por ejemplo, si el hombre tiene a Marte en Libra, y por tanto se expresa de manera muy refinada y educada, pero tiene a Venus en Capricornio o en Aries (que a veces pueden ser bastante rudos e impersonales), la mujer podría sufrir un duro despertar. Por otra parte, si un hombre tiene a Marte en un signo abiertamente eró­ tico como Escorpio o Tauro, pero tiene a Venus en Gc''.minis o Acuario I

(signos mentales coquetos pero muy distantes), ofrecerá una impre­ sión de sí mismo que sólo revela parcialmente la totalidad de su natu­ raleza erótica y romántica.

Venus y Marte en los elementos Comprender la sintonía energética elemental entre Venus y Marte en la carta personal es al menos tan importante como conocer lo que sim­ bolizan sus posiciones en los signos. En otras palabras, ¿se expresarán , nuestras energías emocionales, afectivas y sexuales de manera fogosa y exuberante, de manera terrenal y sensual, de manera aérea e inte­ lectual, o de manera acuosa y sentimental? Comentemos con cierto detalle lo que significa esto y examinemos cómo se expresan estas energías humanas fundamentales en las relaciones. «SENTIMIENTOS» CONTRASTADOS CON «EMOCIONES»

En primer lugar quiero establecer una distinción importante, dife­ renciando entre sentimientos y emociones. Aunque la mayoría de los li­ bros de astrología y psicología no distinguen entre estas experiencias, es importante definir cómo empleo estos términos, especialmente en relación a los cuatro elementos. La desafortunada confusión de los sentimientos con las emociones conduce a todo tipo de malentendidos con respecto a la naturaleza psicológica y a las necesidades individuales de las personas. En la ma­ yoría de los libros de psicología, tanto populares como académicos, estos términos se usan de manera muy imprecisa, y por tanto pueden generar mucha confusión. De hecho, muchos terapeutas creen con fervor religioso que los problemas de muchas personas pueden resol­ verse expresando libremente sus «sentimientos», como si tal expre­ sión desinhibida no pudiera conducir también a la furia destructiva, a la violencia vengativa y a causar un daño permanente a otra persona o a la relación misma. Otros confunden la expresión de sentimientos con el amor, como si muchas personas dadas al sentimiento no tuvie-

ran importantes problemas relacionales (por ejemplo, si sus senti­ mientos son demasiado desenfocados o impersonales), o como si las personas que no muestran abiertamente mucha sensibilidad fueran incapaces de expresar o experimentar amor. De hecho, algunos tera­ peutas han creado una secta que propone: «Expresar sentimientos es comunicar». El problema con esta visión estrecha de las relaciones hu­ manas y del eros es que, como tantas teorías terapéuticas y sobre la per­ sonalidad formuladas en el último siglo, tratan de imponer una es­ trecha «camisa de fuerza» conceptual sobre la infinita variedad y complejidad de la personalidad humana. Creo que es más preciso asociar los sentimientos con el elemento agua, con una sensibilidad receptiva e íntima hacia los demás, hacia el entorno, y hacia las sutilezas de todo tipo. Las emociones deberían aso­ ciarse más con el elemento fuego, con una forma de expresión ener­ gética extrovertida, intensamente dinámica y demostrable. Una serie de descubrimientos recientes en neurobiología establecen una distin­ ción similar, como la que se propone en el libro de Antonio Damasio, En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y de los sentimientos. Esta obra establece que el «sentimiento» es principalmente la experiencia de percibir nuestro mundo interno, y que es esencialmente privado, mientras que las «emociones» son más extrovertidas, abiertas, dinámicas y físicas, y a menudo se expresan con el corazón acelerado, con los dientes apretados, con lágrimas, con visible enojo o con entusiasmo. Tradicionalmente, en astrología el agua está asociada con la sensibili­ dad y la intimidad, mientras que el fuego es conocido por su gran ener­ gía física, por su entusiasmo, sus fuertes opiniones y reacciones, y por querer tener impacto en el mundo externo. No obstante, como no puedo corregir la falta de vocabulario pre­ ciso que caracteriza nuestra época, en varios lugares de este libro uso el término «emociones» en el sentido más tradicional. Por ejemplo, el hecho de que las personas de agua son «emocionales» es evidente para cualquiera que mire la vida a través de la lente astrológica. Sólo quiero dejar claro que los sentimientos y las emociones son muy dife­ rentes, y que nos conviene definir mejor nuestros términos cuando analizamos a las personas con cualquier sistema psicológico.

VENUS Y MARTE EN EL ELEMENTO AGUA (CÁNCER, ESCORPIO Y PISCIS)

Como el agua es informe, quienes tienen a Venus o a Marte en sig­ nos de agua no suelen saber realmente lo que sienten o lo que quie­ ren si no lo experimentan. Sólo cuando viven sus sentimientos es­ tos salen a la superficie y se hacen más conscientes. Recordemos que el agua es informe, y que por lo tanto los sentimientos de las perso­ nas de agua sólo toman forma al relacionarse con otra persona o si­ tuación. El agua es un elemento pasivo: refleja. Cualquiera que ten­ ga a Venus o a Marte en signos de agua refleja los deseos de los de­ más; por tanto, ellos quieren ser queridos. Cuando otra persona les quiere mucho, ¡están encantados! Los signos de agua no quieren vol­ verse demasiado vulnerables, y por eso suelen esperar a que la otra persona sea la primera en demostrar deseo o sentimiento. Tien­ den a ser muy pasivos, especialmente Piscis y Cáncer, reaccionan­ do a las intenciones y deseos del otro antes de descubrir su propia posición. Esto también es cierto en alguna medida para Escorpio, pero Escorpio es un signo con más deseo e iniciativa, y -aunque tampoco le gusta sentirse vulnerable- quienes tienen una intensa sintonía con Escorpio suelen buscar tan desesperadamente el sexo y/ o la intensidad emocional que llegan a asumir riesgos para conse­ guirlo. Marte y Venus en signos de agua son extremadamente sensibles, y por tanto experimentan placer e intimidad emocional incluso con los estímulos más sutiles. Para ellos, el sexo está muy asociado con la se­ guridad y con la liberación de las emociones, así como con una sen­ sación de pertenencia emocional y de tranquilidad. La sensibilidad de Marte y de Venus en los signos de agua no se limita a sus propios sen­ timientos; también son extraordinariamente sensibles a la actitud de la otra persona y a cómo responde emocionalmente. Ellos reflejan el sentimiento y la energía del otro. Se funden con los sentimientos de la otra persona, adaptándose así a las emociones ajenas. Derivan mu­ cho placer de notar que satisfacen los sentimientos sutiles y las nece­ sidades de su part;ja.

Quienes tienen a Venus y/ o Marte en signos de agua se sienten ali­ mentados cuando nutren a la otra persona. Tradicionalmente, Cán­ cer y Piscis son conocidos como signos generosos y preocupados por los demás; y creo que a menudo Escorpio también posee estas cuali­ dades en mucha mayor medida de lo que se le reconoce, aunque he­ mos de admitir que a veces parecen consumir a los demás en lugar de nutrirles. Les gusta tanto la privacidad que sus mejores cualidades sue­ len pasar desapercibidas. A menudo son extremadamente tacaños con las emociones y con el dinero, pero si deciden dar, pueden hacerlo en forma tremenda. Todos los signos de agua pueden ser tacaños, y pue­ den tomar además de dar. Cáncer puede ser extremadamente tacaño con el dinero y protector de sus sentimientos, a veces hasta el punto de identificarse casi completamente con la rígida máscara que suele llevar puesta. YPiscis, aunque no se le conoce por ser tacaño, suele te­ ner una actitud de recibir de los demás, en el sentido de que puede absorber mucha energía o dinero de otros sin dar nada a cambio. Esto ejemplifica un hecho importante: cualquier factor astrológico siem­ pre tiene dos lados. No debemos amontonar todas las cualidades ne­ gativas de cierto elemento en uno de los signos de dicho elemento. Una última nota con respecto a Venus o Marte en signos de agua: se sienten personalmente satisfechos alimentando emocionalmente a otra persona y siendo alimentados, y todo esto ocurre de una manera misteriosa que está más allá de los conceptos. Como el agua es un ele­ mento silencioso que hace su voluntad en silencio y sin grandes de­ mostraciones, a quienes tienen Venus o Marte en signos de agua no les gusta hablar mucho en situaciones románticas o sexuales. Tienden a preferir una fusión silenciosa, una serena armonía que raras veces se experimenta y que ha de ser saboreada en profundidad. Notas clave de Venus en signos de agua: el afecto y la apreciación se expresan con simpatía y empatía, mediante la identificación con los sentimientos de la otra persona. La persona siente amor y cercanía con el otro a través de un intercambio de sensibilidad y sentimien­ tos sutiles, lo que a veces conduce a una experiencia de profunda fusión.

Notas clave de Marte en signos de agua: el individuo afirma su yo a tra­ vés de la sutileza emocional y la persistencia, así como apelando a los sentimientos y necesidades profundos de los demás. Su modo de ope­ rar hace uso de la intuición, la astucia y la sagacidad para conseguir sus objetivos y deseos. Los anhelos profundos, el sentimiento de ser necesitado por otros, las intuiciones sutiles y la intensidad de la expe­ riencia emocional estimulan su energía física. VENUS Y MARTE EN EL ELEMENTO FUEGO (ARIES, LEO Y SAGITARIO)

Venus y Marte en el elemento fuego son directos pero bastante im­ personales. El amor, las relaciones, el romanticismo y el sexo están aso­ ciados con la liberación de abundante energía y la confirmación de su identidad. Tienden a ser muy egocéntricos, tanto en las relaciones como en el sexo; y tienden a transitar por un camino muy estrecho. Les resulta dificil descender al nivel de los demás y relacionarse con ellos como seres humanos comunes. En otras palabras, quienes tienen estos emplazamientos pueden tener problemas de relación por ser de­ masiado impersonales; tienen dificultades para adaptarse a los demás y encontrarse con ellos de tú a tú. Esto es especialmente cierto cuan­ do Venus está en los signos del fuego. El elemento fuego tiene mucho que ver con el estilo y la fantasía. Quienes tienen Venus y/o Marte en fuego quieren que su amante o esposo/a encaje en una imagen dinámica que les intrigue y excite; quieren incluir a la otra persona en su propio mundo de fantasía per­ sonal y en su visión dramática de la vida. El fuego siempre hace todo a lo grande; nunca se contenta. Aries siempre tiene que ir hacia algo nuevo; Sagitario necesita expandirse continuamente y Leo tiene que expresarse tan ampliamente y dramatizar de manera tan exagerada que a menudo descubre que su público ha renunciado y se ha ido. Otro modo de expresar esto es decir que las personas con Venus y/o Marte en fuego quieren llevar a su amante a la danza llameante de energía irreflexiva que ellos identifican con la vida. Hay una dan­ za de vida que la gente de fuego siente dentro de sí, y quieren que to-

dos los demás sientan y compartan lo mismo. Es como si te dijeran: «¡Venga! ¡Vive! ¡Ven conmigo, únete a mi fantasía, fúndete con mi en­ tusiasmo y sé parte de algo grande! Únete a mi gran sueño. Nunca me tendrás a menos que te unas a mí en mi gran visión de la vida». Si esto no te va, si prefieres mantener tu propia identidad y tu asentamiento en la realidad, es posible que no combines muy bien con ellos. De he­ cho, podrías pensar: «¡Qué persona tan molesta y egoísta!» e irte. En realidad no tienes mucha elección: o te fundes en su danza o les olvi­ das. No puedes luchar con ellos con la esperanza de ganarles. Las per­ sonas de fuego no se extienden hasta ti, ni se moderan o limitan para establecer un verdadero contacto contigo; tú tienes que adaptarte a ellos. Pero si tienes fuego en tu carta y/ o lo admiras en los demás, y compartes esta visión dinámica de la vida y del amor, entonces unirte a la danza del fuego cósmico y a la celebración vital puede ser mágico y emocionante. El fuego es un elemento fuerte, y conlleva un ego fuerte. La auto­ imagen que proyectan en los demás es muy importante para ellos, y su estilo también lo es. Así, un requisito incluido en los encuentros ro­ mánticos y sexuales es la confirmación de su sentido de identidad. Po­ dría añadir que, por su propia naturaleza, el fuego proyecta luz; quie­ nes tienen un fuego fuerte en sus cartas no pueden evitar proyectar algún tipo de imagen. En el mejor de los casos, es brillante y luminosa, positiva e inspiradora. En el peor, la persona puede pensar que es la luz más brillante de este planeta. Leamos una cita extraída de una entre­ vista en la que un hombre describe a una mujer con Venus en fuego: Con las mujeres de fuego tienes que convertirte en parte de su mundo de ensueño «allí arriba», en su imaginación, porque, en caso contrario, no ocurre nada en la relación. Es como si ellas siempre estuvieran esperan­ do que apareciera el hombre de sus sueños y que su imagen mágica se vie­ ra realizada. Tú tienes que satisfacer, o hacer ver que satisfaces, sus sue­ ños. Tus propios sueños no parecen importarles gran cosa. Pero mientras puedas fingir, las personas con Venus en fuego son fáciles de engañar. No son las personas más realistas del mundo (EA).

Una cosa aparentemente significativa con respecto a Marte en fue­ go es que, en los hombres, suele manifestarse a través de acciones cer­ teras. Las mujeres suelen proyectar la energía de Marte en sus parejas, pero esta energía también activa intensamente su propia imaginación. Es como si la energía de Marte fluyera hacia la imaginación y activara todo tipo de proyecciones, imágenes y fantasías. Esto también puede ser cierto para los hombres con Marte en fuego, aunque un buen por­ centaje de su energía marciana también suele fluir hacia la actividad fisica y la acción dinámica y manifiesta. Evidentemente, no hay una di­ ferencia tan marcada entre los hombres y las mujeres; descubrirás que los estadios locales están llenos de mujeres con Marte en signos de fue­ go practicando deporte o como espectadores entusiastas. Pero mere­ ce la pena indicar la gran tendencia existente, particularmente en las mujeres con Marte en signos fuego, a tener una imaginación fuerte­ mente cargada. ¡Yambos sexos comparten una poderosa tendencia a proyectarse dinámicamente hacia el futuro! Quienes tienen Venus y Marte en fuego asocian el sexo con la risa, les gusta el júbilo y se sienten apreciados cuando pasas un buen rato con ellos. Una mujer entrevistada que tenía Marte en un signo de fue­ go dijo: «Reírme mucho y pasar un buen rato hace que sea más fácil de seducirme». Los emplazamientos en signos de fuego manifiestan un genuino entusiasmo por el sexo; pero, en muchos casos, sólo cuan­ do es moralmente permisible y sienten que la otra persona les respe­ ta. Su autoimagen tiene que permanecer intacta, y necesitan que la atención de la otra persona le saque brillo. Pero el elemento fuego también muestra impaciencia sexual y una tendencia a mandar que puede provoca un resentimiento considerable, y a veces el rechazo de sus parejas. Notas clave de Venus en signos de fuego: el afecto y la apreciación se expresan con energía, de manera directa y a lo grande. La persona siente amor y cercanía con el otro cuando comparte actividades vigo­ rosas, y también las aspiraciones y los ideales superiores que poseen en común.

Notas clave de Marte en signos de fuego: el individuo se afirma a sí mismo a través de la acción fisica directa, la iniciativa, y la demostra­ ción enérgica y extrovertida. El modo de operar es a través de la ex­ presión directa de la voluntad, la autoridad y el poder. El movimiento constante, el entusiasmo confiado y la acción dinámica estimulan la energía fisica. VENUS Y MARTE EN EL ELEMENTO TIERRA (TAURO, VIRGO Y CAPRICORNIO)

Con Venus y Marte en tierra, y por tanto en sintonía innata con los ritmos naturales, no debería sorprendernos que el tiempo sea una consideración importante y un factor determinante en las relacio­ nes... tiempo y paciencia. Ellos se toman tiempo para expresar sus sentimientos y deseos, y a veces tardan lo que a otros puede pare­ cerles una eternidad. A pesar de lo fuertes que son los instintos fisi­ cos en el elemento tierra, se ven dominados por una tremenda pre­ caución, autoprotección y sentido práctico que pasa por alto la necesidad de aventuras románticas y excitación. El autocontrol es un tema que encontramos en todas las actividades y motivaciones de los tres signos de tierra. De hecho, no sólo el autocontrol, sino también un deseo de controlar a todas las demás personas y cosas. Los signos de tierra parecen imaginar que a través del control pueden conse­ guir seguridad. No obstante, cuando finalmente las personas con énfasis en tierra dicen sí a alguien y se comprometen en una relación, tienden a ser muy profundos y firmes en su compromiso. Sabes que ellos están ahí contigo, no deambulando por su mente o esperando ansiosamente una oportunidad más interesante. ¡Entonces tratan de hacer que la re­ lación fundone! Un problema que suele surgir al relacionarse con per­ sonas en las que domina el elemento tierra es que nunca sabes segu­ ro si están contigo porque realmente les importas personalmente o porque tienen alguna razón práctica. Por ejemplo, ¿están simple­ mente comprando seguridad? ¿Les resultas conveniente como punto de apoyo para alcanzar sus ambiciones?

Quienes tienen Marte o Venus en signos de tierra tienden a ser dedicados y eficientes, aunque la pereza de Tauro a veces supera su sentido del deber y la eficiencia. También suelen sentirse orgullosos de su técnica sexual: a menudo trabajan una técnica y tratan de do­ minarla, e intentan controlar incluso la pasión. Marte y Venus en sig­ nos de tierra son muy básicos y sencillos. Incluso Virgo es un signo muy sensual. No es particularmente sexual, pero es sensual y muy orientado hacia lo físico. De modo que muchas personas con un Vir­ go fuerte se dedican a las artes curativas, los estudios nutricionales, la enfermería, la terapia física o el masaje. Los signos de tierra quie­ ren cuidar de las necesidades y de los instintos humanos eficiente e impersonalmente. El sexo, el amor y las relaciones íntimas están vin­ culados con las necesidades y los deberes básicos. Este plantea­ miento les lleva a ser bastante mecánicos en ocasiones, y a veces fran­ camente aburridos. La espontaneidad y la imaginación no son sus puntos fuertes. Quienes tienen a Venus en signos de tierra buscan cobijo, estruc­ tura y seguridad emocional en las relaciones, y esto puede conducir a un exceso de tradicionalismo, actitudes conservadoras y rigidez, que a su vez pueden llevar a una profunda soledad. En lugar de pro­ ducir una base emocional sólida y estable, el dominio del elemento tierra puede hacer que la persona sea totalmente inflexible. Las per­ sonas terrenales suelen sentir que la presencia física del ser amado indica que todo está bien en la relación. Tienden a creer que las for­ mas son la realidad última, aunque sean esencialmente falsas, hipó­ critas o engañosas. Si quieres impresionar a una pareja con un fuer­ te énfasis en el elemento tierra (ya tenga Venus, Marte, el Sol o la Luna en este elemento), podrías descubrir que lo que realmente le llega y suscita una rápida reacción es tu marcha temporal. Eso es lo único que es real para muchos de ellos, y consigue mucho más que meses de discusiones tratando de convencerles de que hay un pro­ blema. Lo que sigue es una cita de una entrevista realizada a una mujer con Marte en Tauro. Al explicar cómo le gustaba ser tratada por los hombres, dijo: «Sé sustancial conmigo. Sé físico conmigo. Desea mi

cuerpo, ¡no sólo a mí!». Esto está en agudo contraste con Marte o Ve­ nus en aire, por ejemplo. Una persona de aire nunca diría esto. La persona de aire diría: «Conóceme personalmente, pregúntame lo que pienso... mi cuerpo puede venir después». La dimensión física, la for­ ma, la apariencia y el vestido son extremadamente importantes para la gente de tierra. En otras palabras, la apariencia exterior importa mucho, especialmente cuando Venus está en tierra. Debido a este extraordinario conservadurismo en la relaciones, las personas con énfasis en tierra ( especialmente aquellas con Venus, el planeta de la relaciones, en signos de tierra) se niegan a sí mismas mu­ chas posibilidades en las relaciones humanas. Son tan tradicionales, y la gente tiene que enc�jar en sus categorías tan específicamente, que descuidan o pierden muchas posibilidades de tener nuevas experien­ cias por considerarlas imposibles o poco prácticas. Evidentemente esto es cierto para muchas personas, no sólo las que tienen a Venus en tierra; pero es más común para quienes están sintonizados con este elemento. Las personas de tierra tienden a ser muy formales, y en su imaginación no entra que otra gente con otras sintonías puedan tener planteamientos menos rígidos hacia la vida y las relaciones. Tampoco pueden imaginarse que podrían obtener satisfacción de cualquier re­ lación que no fuera un acuerdo bastante tradicional, con deberes, de­ rechos y estilos de vida bien definidos.

Notas clave de Venus en signos de tierra: el afecto y el aprecio se ex­ presan de manera tangible, fiable y física. La persona siente amor y cercanía con el otro a través del compromiso, la construcción de una vida en común, el placer sensual y el compartir de responsabilidades. Notas clave de Marte en signos de tierra: el individuo se afirma a tra­ vés de logros concretos que requieren paciencia y persistencia. El mé­ todo de operar es cuidadoso, cauto, y a menudo orientado a la efi­ ciencia. El trabajo duro, la autodisciplina, los desafíos y la satisfacción de haber cumplido con los deberes u obligaciones estimulan la ener­ gía física.

VENUS Y MARTE EN EL ELEMENTO AIRE (GÉMINIS, LIBRA Y ACUARIO)

En contraste con la tendencia del elemento agua hacia el silencio, los emplazamientos de Venus y Marte en el elemento aire tienden a ser parlanchines: emplean la comunicación verbal y expresiones de cu­ riosidad, sentimiento, interés y deseo. ¡Incluso a veces pueden llegar a ser bastante ruidosos! Y, como he mencionado anteriormente, Ve­ nus y Marte en aire no suelen ser especialmente sensuales, es decir, no necesitan sentirse físicamente cerca de la otra persona, como ocurre con las personas con énfasis en agua o en tierra. No obstante, si el su­ jeto tiene el signo solar en tierra, por ejemplo, esto puede añadir a la personalidad una intensa nota de sensualidad, aunque tenga a Venus y Marte en el elemento aire. Así, reitero una vez más que debemos te­ ner en cuenta la totalidad de la carta en cualquier evaluación. Por esta razón es mucho más valioso un diálogo en persona que cualquier tipo de «interpretación de la carta» por escrito o a través de un programa informático; resulta mucho más fácil combinar todos los factores en persona, y especialmente con la ayuda del feedback del individuo, para alcanzar una impresión precisa y realista de su totalidad. Marte en el elemento aire no indica una energía sexual parti­ cularmente intensa, ¡aunque podrían llevarse el premio por los co­ mentarios insinuantes! Para quienes tienen Marte en aire, el sexo está vinculado con la comunicación, y también con la diversión, la esti­ mulación mental y la vivificación de las imágenes mentales. Es el tipo de persona que puede salir con alguien y disfrutar toda la noche aun­ que no haya un intenso compartir físico o emocional, siempre que la conversación y la comunicación sean interesantes. Este tipo de plan­ teamiento asombra a las personas con una orientación más física y eró­ tica; les deja anonadados que alguien pueda sentirse tan satisfecho únicamente hablando. A las personas con énfasis en aire les estimulan las formas e imáge­ nes mentales. Tienen una orientación muy personal. Libra es el más personal de todos los signos, de hecho, es perdidamente personal. Dane Rudhyar escribió en The Pulse ofLife que Libra se toma todas las

actividades personales y sociales con absoluta seriedad, y esto a veces les complica la vida porque asumen que todos los demás son tan sin­ ceros como ellos. Géminis es probablemente el segundo signo más personal, aunque tiene una vena impersonal que sorprende a quie­ nes se dejan entretener y estimular por sus encantos. Y Acuario es el menos personal de todos los signos de aire; puede serlo, pero sólo du­ rante cierto tiempo. Su impersonalidad acabará saliendo a la superfi­ cie, de modo que tienes que acostumbrarte a que te ignoren periódi­ camente... lo cual podría no resultarte difícil si tienes algo de Acuario (o Aries) en tu carta. De hecho, si alguien con Venus o Marte en Acuario te ha dejado plantado, sabrás a qué me refiero cuando hablo de su cualidad im­ personal, que también se encuentra en quienes tienen un Urano fuerte en su carta. Con los Acuario, en cierto momento, cuando la relación está terminando, tal vez te des cuenta de que la otra perso­ na nunca se relacionó contigo de forma personal. De repente resul­ ta evidente que sólo fuiste una categoría temporalmente necesaria para llenar un espacio particular en el modelo de realidad mental acuariano. Por tanto, Acuario puede actuar de manera muy perso­ nal, y pueden ser auténticamente personales a su manera; pero, cuando surge la impersonalidad, son tan distantes y desapegados que dan pavor. He tenido muchas sesiones terapéuticas con mujeres con Venus en Acuario que vienen a mi despacho y dicen inmediatamente: «Tengo un gran problema con las relaciones. Ninguno de los hombres que co­ nozco me entiende. Me siento completamente frustrada. ¡Les necesi­ to y al mismo tiempo necesito sentirme independiente de ellos!». To­ das estas mujeres son tan independientes que es evidente para los hombres que no les necesitan tanto como a ellos les gustaría. Sin em­ bargo, disfrutan de la inteligencia de ellos y les gusta coquetear y re­ lacionarse; y tienden a ser muy vivaces. Para la mayoría de los hombres son muy desconcertantes por su independencia y desapego, especial­ mente para los tipos posesivos o tradicionales. Estas mujeres sienten que los roles sociales femeninos habituales son excesivamente res­ trictivos en todos los aspectos de la relación íntima.

Otro comentario sobre Marte en signos de aire: con Marte en aire, la mente rige la sexualidad y la energía sexual. ¡Todo pasa en primer lugar por su cabeza! La idea de una relación particular, su forma, debe atraerles para sentirse motivados. De hecho, a menudo rechazan los sentimientos si el intelecto no puede categorizar fácilmente lo que está ocurriendo. Incluso cuando los sentimientos son agradables, la persona podría reprimirlos o rechazarlos a menos que la mente pue­ da clasificarlos en categorías familiares. Éste es un buen ejemplo del conservadurismo raras veces reconocido de los signos de aire. Es una de las razones por las que en la antigüedad los signos de tierra y aire te­ nían los mismos planetas regentes (Venus, Mercurio y Saturno). Am­ bos grupos de signos tienden a quedarse ftjados en la forma, en las ca­ tegorías, o en alguna rigidez del tipo que sea. Por esta razón, un viejo Libra acaba pareciéndose a un Tauro, un viejo Acuario a menudo se parece a un rígido Capricornio, y un Géminis mayor suele volverse tan gruñón e irritable como el quisquilloso Virgo. Notas clave de Venus en signos de aire: el afecto y el aprecio se ex­ presan a través de la intensa comunicación intelectual y de la sensa­ ción de compañerismo. La persona siente amor y cercanía con otro a través del compartir verbal, el encuentro de mentes y la relación so­ cial agradable. Notas clave de Marte en signos de aire: el individuo se afirma a sí mis­ mo a través de la expresión de ideas, de la comunicación activa y de la imaginación vivaz. El modo de operar se centra en la persuasión, la ra­ zón y el atractivo personal. Los retos mentales, el activismo social, las relaciones y las nuevas ideas estimulan su energía física.

Compatibilidad energética a nivel de los elementos A nivel de los elementos: ¿cómo solemos experimentar la compatibi­ lidad energética? Comentaremos unas pocas características reconoci­ bles de esas experiencias en las que la sensación de aislamiento que-

da felizmente reducida. En muchos casos, ¡temporalmente uno deja de sentirse tan solo en la vida! Ésta es una sensación extraña y extre­ madamente agradable, que a menudo recordamos muchos años des­ pués: una sensación de pertenencera la vida, un sentimiento de seguri­ dad en el cosmos, una experiencia de unidad con otra persona y a veces con la totalidad de la especie humana. A nivel de agua, uno pierde el sentido del tiempo y del espacio, y el sentimiento de ir más allá de sí mismo puede llevarle hasta el punto de sentirse totalmente fundido con la otra persona. Este nivel de ar­ monía es muy profundo, y suele ir acompañado por una sensación de asombro y reverencia más que por descripciones verbales. La compatibilidad a nivel de aire conlleva una comprensión mental instantánea de (aunque no un acuerdo completo con) la forma de pen­ sar y comunicar de la otra persona. Nuestrac; fronteras mentales se ex­ panden, produciéndose una valoración genuina de la otra persona y de su inteligencia. Con frecuencia también hay humor y juegos de palabras. La compatibilidad a nivel de fuego se manifiesta como la percep­ ción de que las dos personas comparten un entusiasmo y un propósi­ to comunes surgidos de una fuente mayor, como si ambos formaran parte de algo inmenso y cósmico. Ambos se ven envueltos en una gran liberación de energía optimista y sienten que están participando en una experiencia trascendente que procede de una fuente energética poderosa e impersonal que les resulta verdaderamente inspiradora. La compatibilidad a nivel de tierra suele experimentarse como lo que un amigo mío (con Marte en Tauro) ha denominado un «extáti­ co sentido de seguridad». Nuestros sentidos se agudizan, producién­ dose un notable cambio en nuestra percepción de la realidad física y del cuerpo. Ambas personas también pueden sentir una apreciación intensificada de la naturaleza y del entorno, y teniendo conciencia de estar supremamente enfocados en el presente con una actitud men­ tal inusual, de relajación y aceptación. No puedo resaltar en demasía la importancia de reconocer la rea­ lidad de la compatibilidad a nivel energético porque puede explicar mucho sobre las dinámicas de las relaciones íntimas y, de hecho, pue­ de ayudar a alcanzar una perspectiva clarificadora, y a menudo a me-

jorar muchas áreas de una relación dada. Un área donde la com­ prensión del intercambio energético es especialmente útil es en la eva­ luación de la compatibilidad sexual. Tal vez esto sea así porque el sexo involucra un contacto directo con las energías primarias del ser hu­ mano y las emociones concomitantes. Me asombra absolutamente que la mayoría de los terapeutas y consejeros sexuales sólo dispongan de una serie de teorías especulativas para sustentar su trabajo y que des­ graciadamente para ellos y sus clientes, la mayoría ignoran completa­ mente las comprensiones que ofrece la astrología sobre el intercam­ bio de la energía sexual. Esto ha quedado demostrado en forma fehaciente y dolorosa a tra­ vés del contacto con cientos de clientes que habían acudido previa­ mente a otros consejeros y terapeutas que no estaban familiarizados con la astrología, puesto que muchos de los problemas sexuales eran simplemente típicos ejemplos de incompatibilidad. Esto incluye mu­ chos casos de «disfunción» sexual, como la impotencia, frigidez, eya­ culación precoz, etc. En realidad, en muchos casos de incompatibili­ dad uno puede trabajar con, o adaptarse a ellos; pero esto no implica que la falta de armonía fundamental a nivel de la energía sexual haya cambiado o se haya «curado». Sólo es un reconocimiento de que muy pocas parejas son completamente compatibles a nivel sexual y que, se­ gún mi experiencia, la gran mayoría de ellas viven con algún grado de incompatibilidad sexual y/ o emocional al que tienen que adaptarse mediante cierto esfuerzo consciente. Lo esencial es entender que la compatibilidad o la incompatibili­ dad sexual emanan esencialmente de la sintonía energética de los in­ dividuos involucrados. Esta visión es absolutamente incomprensible para los terapeutas e «investigadores» que insisten en ver el sexo prin­ cipalmente como una función mecánica (aunque admiten que tiene algunos sobretonos emocionales). Esta despersonalización del sexo, y la consiguiente separación del sexo de la danza cósmica de la vida -que debería ser vista más como una experiencia religi,osa que como una experiencia mecánica- conduce a que los seres humanos que tie­ nen problemas sexuales sean tratados de manera mecánica, a veces con un revestimiento de análisis intelectual. Lo más triste de esta prác-

tica es que, a largo plazo, tal tratamiento a menudo tiende a agravar el problema original porque se anima a la persona a convertirse to­ davía más en un yo desencarnado. Tal vez la consecuencia más trágica de muchos planteamientos mo­ dernos y superficiales sobre la sexualidad (tanto en los medios de co­ municación como en la psicología académica o en las teorías sobre la pareja empleadas en terapia) es que hacen que la gente desconfíe de su na­ turaleza y de sus singulares respuestas sexuales y emocionales. Por otra par­ te, el uso de la astrología para analizar las orientaciones eróticas y re­ lacionales de los individuos exige una descripción precisa de sus sintonías, y también el reconocimiento de la inmensa variedad de combinaciones energéticas y modos de expresión. En definitiva, ¿por qué se suelen necesitar décadas para encontrar a una persona con la que uno sea especialmente compatible si no es por la complejidad de los factores involucrados? (¡Por favor, releed esta frase!). Si las res­ puestas simplistas que proponen tantos libros, cursos y programas de televisión fueran realmente fiables y eficaces, los resultados en las vi­ das de los individuos serían mucho mejores. Cuando realmente estás sintonizado con alguien a nivel energético, no hay problemas con el paso, el ritmo o la intensidad de tu flujo energético con relación al de la otra persona. Todo fluye de manera natural. Cuando esta armonía ideal no está presente, las cartas natales proporcionan «radiografías» de los patrones y sintonías energéticas de cada individuo. Son extre­ madamente útiles para comprender los conflictos y bloqueos que se experimentan, y también para descubrir las áreas donde el flujo ener­ gético podría canalizarse de un modo más fácil y agradable. Herb Goldberg es un psicólogo que ofrece un planteamiento rea­ lista para muchos problemas relacionales y sexuales, especialmente en el contexto de las presiones sociales y de los criterios ambiguos que ca­ racterizan a nuestros tiempos. En su excelente libro Los peligros de ser varón: sobreviviendo al mito de la supremacía masculina, describe la im­ portancia de reconocer lo que es esencialmente un problema de com­ patibilidad energética, en lugar de ver muchos problemas sexuales como disfunciones mecánicas. Por ejemplo, señala que la impotencia es «casi siempre un fenómeno específico de una pareja», lo que, de

hecho, es una declaración sobre los sentimientos del hombre hacia la mujer y su relación en ese momento. La energía de él no está siendo movilizada dentro del campo energético que generan en común, tanto si se trata de una situación semipermanente como transitoria. Goldberg señala que es más correcto decir que «los hombres son impotentes con ciertas mujeres bajo ciertas condiciones, y que su falta de respuesta re­ fleja verdades importantes que deben aprender a entender y en las que deben confiar» (HBM, p. 28). Así mismo, muchos problemas sexuales experimentados por las mujeres no deberían considerarse únicamente problemas de ellas, sino más bien manifestaciones dentro del campo energético y de la realidad emocional de una relación específica. De he­ cho, en esta era de excesiva intelectualización, tratar de disfrazar, ra­ cionalizar o ignorar la falta de una respuesta sexual espontánea y ge­ nuina implica abandonar un modo importante de revisar el estado de la relación y los sentimientos de cada persona respecto de la misma. Además, si no lidiamos con el problema real ahora es muy probable que la situación íntima y relacional empeore en el futuro. Así mismo, el trabajo de la doctora Elisabeth Lloyd y muchos otros investigadores también cuestiona la visión mecánica de las relaciones y las dinámicas sexuales que tanto predominan en las modernas teo­ rías y terapias, y que producen unos resultados tan desafortunados en las vidas de los seres humanos. Esta profesora de biología de la Uni­ versidad de Indiana dice que la sociedad ha malinterpretado y distor­ sionado completamente la naturaleza y la función del orgasmo feme­ nino por haber impuesto una rígida visión mecánica de «un solo estilo vale para todas» sobre la función sexual femenina. «Poner al derecho la historia evolutiva tiene potencialmente grandes consecuencias so­ ciales y personales para todas las mujeres, e indirectamente también para los hombres», dice ella. No entraré en los detalles de la investi­ gación presentada en su libro The Case oftheFemale Orgasm: Bias in the Science oJEvolution; simplemente quiero resaltar que este malentendi­ do tan extendido -y las creencias culturales, las imágenes mediáticas y las expectativas psicológicas relacionadas con tales exageraciones o distorsiones- tiene un poderoso impacto sobre la identidad, las re­ laciones entre sexos y el entendimiento de uno mismo. Si las mujeres

tienen expectativas poco realistas con respecto a lo que pueden ex­ perimentar naturalmente en el coito, es posible que se sienten inade­ cuadas, inferiores o anormales cuando no tengan tales experiencias extáticas espontáneas. Esto puede producir en ellas una falta de con­ fianza inhibidora, y también decepciones, críticas o presión de sus compañeros. Según la doctora Lloyd, las falsas teorías aceptadas de manera general con respecto al orgasmo femenino son significativas por que «las expectativas de los hombres con respecto a la sexualidad normal de las mujeres, y con respecto a cómo las mujeres deberían comportarse, se construyen en torno a estas nociones». El trabajo de la doctora Lloyd y los de otros investigadores nos ofre­ cen comprensiones esenciales sobre cómo las expectativas teóricas de la gente pueden tener efectos severamente limitan tes en la conducta y la autoconfianza. Actualmente, en nuestra sociedad existe la cos­ tumbre de complicarnos innecesariamente la vida y de malinterpre­ tar la conducta de la gente al asumir inconscientemente que todos somos iguales, o al añadir numerosas capas de teoría «científica», su­ posiciones de moda, o jerga psicológica a nuestra forma de percibir a los demás. En lugar de mirar la vida a través de unas gafas de color rosa, empezamos a mirarla a través de unas gafas oscuras que nos im­ piden ver claramente la realidad. La astrología, por su parte, cuando se comprende y aplica adecuadamente, nos permite individualizar la evaluación de la personalidad, de la motivación y de la conducta hu­ manas de un modo que no tiene paralelo en cualquier otro sistema psicológico o científico. Antes de entrar en los detalles de Venus y Marte en cada signo, hay algunos asuntos en los que debo hacer hincapié enfáticamente. En primer lugar, aunque en los capítulos precedentes he mencionado con frecuencia lo increíblemente complejas y variadas que son las personas, resulta fácil leer estas palabras y decir: «¡Claro, por su­ puesto!», y continuar con nuestros prejuicios inconscientes sin dar­ nos cuenta de las implicaciones de lo que estoy tratando de clarificar. Por lo tanto, creo que será mucho más impactante ofrecer un par de ejemplos para mostrar la relatividad y subjetividad de todas nuestras observaciones y descripciones de los demás, especialmente en esta es-

fera absolutamente subjetiva de las experiencias íntimas. He encon­ trado dos ejemplos divertidos e iluminadores en las notas que tomé cuando dirigía grupos de discusión sobre las relaciones. Dichos gru­ pos estaban compuestos en su mayoría por mujeres que hablaban principalmente de hombres. Todas ellas sabían algo de astrología, y por tanto yo podía averiguar fácilmente los factores astrológicos de cada persona. • Una mujer (que tenía resaltados otros signos fijos en conflicto con el signo fijo de Leo) observó que los hombres con Marte en Leo eran tan «ruidosos, insistentes, egoístas e irritantes» que siempre le parecía imposible llevarse bien con ellos. Otra mujer que tenía la Luna alineada armoniosamente con (y por tanto re­ ceptiva a) Leo, respondió inmediatamente con su punto de vista y sus comentarios radicalmente opuestos: «¡Los hombres con Marte en Leo son tan cálidos, cariñosos y generosos!». Esta se­ gunda mujer estaba encantada con ellos. • Una mujer con Venus en Tauro expresó su exasperación con res­ pecto a los hombres con Marte en Acuario, sin duda porque sen­ tía que no eran lo suficientemente físicos ni expresivos: «¡Son tan frustrantes y distantes!». Pero, inmediatamente, una mujer con Venus en Géminis (cuya sintonía con el elemento aire era más re­ ceptiva a Marte en Acuario) expresó con entusiasmo sus alaban­ zas por «el valiente liderazgo y las capacidades mediadoras con toda clase de gente» de estos hombres que le resultaban tan ex­ citantes. A la mujer con Venus en Géminis no le importaba en ab­ soluto la falta de intensidad física de los hombres con Marte en Acuario, siempre que sus habilidades verbales e intelectuales re­ sultaran estimulantes. Pocas veces se me ha recordado tan vívidamente como en estos gru­ pos que todos vemos a los demás seres humanos a través de nuestra lente particular. Uno de los grandes valores de aprender astrología es que podemos hacernos diestros en un lenguaje sobre la personalidad

y la conducta humanas que además de ser increíblemente preciso, contribuye a la tolerancia y a la comprensión mutua.

Venus, Marte y la energía del Sol Otro punto en el que no puedo insistir demasiado es que Venus y Mar­ te nunca deben aislarse del resto de la carta, y en particular nunca de­ ben analizarse sin tener en cuenta el Sol, la fuente de toda energía en nuestro sistema solar, que proporciona la vitalidad esencial a cada in­ dividuo. Al analizar la personalidad de alguien a través de la astrolo­ gía, podemos ver que la energía solar se filtra a través de, se refleja en, y se distribuye por medio de los planetas. Es decir, el elemento del Sol y la energía del signo solar vivifican e influyen implícitamente en todos los demás emplazamientos planetarios en cualquier carta natal. (Evidentemente, la Luna refleja la luz solar, e incluso existen pruebas científicas de que Júpiter amplifica la radiación solar que recibe). Ésta me parece una conceptualización útil con respecto a cómo parece fluir la energía en los campos energéticos de los individuos, tal como están retratados en las cartas natales individuales: esos mapas de nues­ tro sistema solar que se calculan para el momento del nacimiento y que constituyen el fundamento de todos los estudios astrológicos. Sólo llegué a este percepción particular después de muchos años de observar a la gente, y me ayudó de manera especial un detallado estudio de diversos atletas y de sus cartas natales que realicé a lo largo de un periodo de veinte años. En este estudio me centré en diversos deportes, especialmente el baloncesto, el béisbol y las carreras. La ob­ servación de los atletas en acción me permitió contemplar la expre­ sión directa de sus cualidades y estilos energéticos individuales, sin la intervención de palabras o posturas sociales que oscurecieran la ver­ dadera naturaleza de la persona. Por ejemplo, en este estudio quedó patente que en un atleta especialmente agresivo con el Sol en Aries, y Marte (el «planeta regente» de Aries) en Géminis se manifestaba como un jugador de baloncesto muy inteligente, con rápidas percep­ ciones y una gran coordinación entre la mano y el ojo; y también era

conocido por los habituales rasgos de Marte en Géminis, como ser muy franco y a menudo crítico con sus compañeros por su falta de cri­ terio en la cancha. En otras palabras, la fogosa energía agresiva del Sol en Aries se expresaba a través de toda la personalidad del jugador, ha­ ciendo que su Marte fuera más enérgico de lo que Marte en Géminis suele ser. Algunos ejemplos adicionales de la importancia del elemento so­ lar, del signo solar y de la energía vital a la hora de determinar la ex­ presión de las energías de Marte y Venus servirán para esclarecer este concepto. Dado que, como he mencionado, el Sol parece irradiar su energía a través del Marte y el Venus de la persona, podríamos sim­ plemente afirmar que existen doce tipos generales de expresión por cada signo de Marte, dependiendo del signo solar (por ejemplo, Mar­ te en Aries con el Sol en Aries, Marte en Aries con el Sol en Tauro, y así sucesivamente). También hay muchos tipos de sintonía para cada signo de Venus (por ejemplo, Venus en Piscis con el Sol en Piscis, Ve­ nus en Piscis con el Sol en Aries, y así sucesivamente). Los ejemplos si­ guientes iluminarán esta combinación de energías: • Uno de los mejores jugadores de baloncesto de los últimos años, Tim Duncan, tiene el Sol en Tauro, y, evidentemente, parece auto­ contenido e impasible la mayor parte del tiempo. Sin embargo, su Venus (el planeta regente de Tauro) está en el agresivo y compe­ titivo signo de Aries, haciendo que se manifieste como un com­ petidor intensamente enfocado cuyo autocontrol no debe confun­ dirse con la pasividad. En su breve carrera deportiva ya ha ganado tres campeonatos de la liga profesional más competitiva del mun­ do, la NBA [Liga de baloncesto profesional americana]. • Aunque Venus en Virgo es conocido por su modestia, inhibición y cierta torpeza erótica, no carece de sensualidad y de impulso erótico cuando el Sol está, por ejemplo, en el expresivo Leo o en el altamente sexual Escorpio. Así mismo, Venus en Libra, más bien frío y distante, será mucho más expresivo si el Sol está en Es­ corpio o en Leo.

• Por otra parte, una persona con el Sol en Libra o Piscis y Marte en Escorpio, aunque sin duda estará fuertemente sintonizada con la expresión sexual, puede tener menos energía sexual (y ser más refinada y sensible) que otra persona con Marte en Escorpio y el Sol en los signos más lujuriosos de Aries, Escorpio o Capricornio. • Un individuo terrenal con el Sol en Capricornio que tenga a Ve­ nus en el distante y mental Acuario puede expresar sus afectos mu­ cho más físicamente de lo que lo haría una persona desapegada e intelectual con el Sol en Acuario y Venus también en Acuario. • Un individuo con el Sol en Leo o en Géminis generalmente será mucho más sensible a los sentimientos de los demás si Venus está en el ultrasensible Cáncer que si Venus está en otros signos me­ nos sensibles emocionalmente, como Géminis o Leo. A medida que el lector se familiarice con las energías y cualidades básicas de los planetas en los diversos signos, será capaz de visualizar y comprender estas combinaciones con creciente precisión. Este proce­ so de combinar los diversos factores de la carta natal individual es una habilidad necesaria para analizar e interpretar los numerosos aspec­ tos de cualquier carta individual. Así mismo quiero resaltar la comple­ jidad del flujo energético dentro de cada persona, que refleja la com­ plejidad psicológica y erótica de cada individuo, y es crucial a la hora de entender las interacciones energéticas entre la gente. Cuando se en­ cuentran dos personas, se produce inmediatamente una amplia varie­ dad de intercambios energéticos conscientes o subconscientes. Se in­ tercambian múltiples señales en forma instintiva o intencional. Y con frecuencia generalizamos equivocadamente una intensa señal energé­ tica, creyendo que esa cualidad particular representa la totalidad de la naturaleza de esa persona, simplemente porque somos receptivos a ella; y eso es un autoengaño verdaderamente desorientador. La astrología puede ayudar a clarificar la complejidad y la cualidad de estas interac­ ciones interpersonales al nivel energético fundamental de la realidad viviente con mucha más precisión que cualquier otro método.

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Venus en signos de fuego Venus en cualquiera de los signos de fuego tiende a expresar idealis­ mo y altas expectativas con respecto a sus relaciones amorosas y so­ ciales. Estas personas son bastante impulsivas, y manifiestan enérgica­ mente su entusiasmo. En este sentido, son «emocionales», pero no particularmente sensibles en el sentido de demostrar sensibilidad ha­ cia los demás. De hecho, muchas veces les resulta difícil un simple in­ tercambio personal, y les son mucho más cómodos y naturales los grandes gestos dramáticos e impersonales. Incluso diría que, para Ve­ nus en fuego, en las relaciones el respeto es más importante que la co­ municación. Se sienten cercanos a los demás cuando pueden com­ partir su entusiasmo, objetivos o actividades. Las relaciones deben confirmar su identidad, y en una relación íntima la pareja tiene que encajar en su visión apasionada de la vida y en su imagen idealizada del amante. Debido a esta falta de realismo, es fácil engañarles en el amor y en las relaciones íntimas. En general, como se explicó en el Ca­ pítulo 8, no preguntan a la otra persona para descubrir quién es, sino que más bien esperan a que el otro venga, se una a ellos y refuerce su sueño personal (y de ser posible, que dé brillo a su autoimagen). Otras claves para comprender a Venus en los signos de fuego son las siguientes: • Sus inspiraciones y sus aspiraciones de futuro con respecto a la vida y las relaciones, desde su punto de vista, son más reales que las tradiciones, la lógica o las convenciones sociales. • Como necesitan verter sus energías hacia el mundo, son expresi­ vos, pero a menudo carecen de tacto, mostrándose impulsivos e insensibles. De hecho, expresan mucha más energía de la que es-

tán dispuestos a experimentar íntimamente, con lo que a menu­ do confunden al sexo opuesto. • Las personas con Venus en los signos de fuego no son muy re­ ceptivas a las emociones ni a la sexualidad, pero sí a la admira­ ción y a la adulación. Para ellas, la relación romántica es una actividad hiperenergética y, si es posible, esperan alguna demos­ tración de adoración personal.

Venus en Aries Las personas con Venus en el impulsivo, agresivo e impaciente signo de Aries tienen tendencia a impresionar, a mostrar nuevas cosas a los demás o a iniciarles a nuevas experiencias. Necesitan sentir que des­ tacan en el campo que hayan elegido. También necesitan sentir que están al mando, que dirigen la acción. En las relaciones se sienten es­ pecialmente atraídas hacia quienes demuestran una iniciativa similar, lo que a menudo produce conflictos. Estas personas obstinadas admi­ ran a los innovadores enérgicos, pero, ¿cómo podrían llevarse bien con ellos? Son muy directos, impulsivos y espontáneos, especialmen­ te si les gustas. Su mayor encanto es su estilo directo en la interacción social, a menudo asociado con un humor ligeramente atrevido. Si las cosas empiezan a torcerse, conforme la excitación inicial de una nue­ va actividad o relación disminuye, su estado de ánimo puede cambiar repentinamente, pudiendo mostrarse hipersensibles y fáciles de ofen­ der. No son conocidos por su sutileza, y a menudo les gustan las acti­ vidades competitivas, e incluso los deportes violentos como el boxeo. Para ellos la lucha es parte natural de la vida, y admiran a quienes es­ tán dispuestos a batallar por una causa. Valoran la individualidad y la independencia. Por otra parte, quieren ser el Número Uno. Detestan que se les haga esperar y tienen miedo al aburrimiento y a que otros se aprovechan de ellos. La clave de psicología de Aries es la adicción a lo nuevo. Para ellos, la vida no merece la pena si no hay un nuevo reto, un nuevo proyecto, una nueva persona o un nuevo nivel de logros que

conquistar. Y esto también es válido para sus relaciones, que proba­ blemente constituyen el área más problemática de su vida: quieren dis­ frutar de una relación estable y satisfactoria en la que puedan dar y re­ cibir. LA ESENCIA DE VENUS EN ARIES

Después de trabajar con la psicología astrológica durante décadas he destilado las siguientes cualidades psicológicas esenciales para quie­ nes tienen Venus en Aries: • Expresan el afecto de manera directa e impulsiva, con entusias­ mo; disfrutan especialmente de las primeras etapas de las rela­ ciones. • Son asertivos y exigentes, y eso puede hacer que la intimidad sea dificil de lograr. • Valoran la individualidad, la iniciativa y la independencia en sí mismos y en los demás; se entregan con intensidad y responden al entusiasmo de los demás. Tanto los hombres como las mujeres con Venus en Aries pueden sentirse muy orgullosos de sus apegos, de sus seres queridos y de sus logros relacionales. Pueden ser emotivos, pero un observador raras ve­ ces les describiría como personas con sentimientos profundos. Nece­ sitan creer que van a salir «ganando» en cualquier relación; algunos de ellos ven las relaciones como una competición a la que pueden te­ mer o por la que puede sentirse desafiados, y siempre quieren salir vencedores. Tanto los hombres como las mujeres tienden a perder rá­ pidamente su interés por una pareja o por un posible amante cuando se desvelan sus imperfecciones. Quienes tienen Venus en Aries idea­ lizan a sus «amantes» hasta tal punto que uno tiene la impresión de que imaginan que sólo podrían comprometerse con una supermujer o un superhombre. Ni los hombres ni las mujeres son muy románti-

cos, sentimentales, receptivos o simpáticos, más bien tienden a ser di­ rectos y bruscos. Las similitudes escuchadas en las entrevistas son sor­ prendentes: según las mujeres, los hombres con Venus en Aries no son muy generosos, sino más bien extremadamente egoístas; y las mujeres con Venus en Aries, según los hombres, no son muy receptivas, pa­ cientes o femeninas. (Véanse los detalles y citas al final de esta sec­ ción). Las mujeres con Venus en Aries afrontan un gran reto, porque el planeta del amor, del compartir y de la armonía está en el signo de la guerra, el esfuerzo y la afirmación de uno mismo (en lugar de apre­ ciar al otro, que es la nota clave del signo opuesto, Libra); ésta es una sintonía dificil, pero, por otra parte, se supone que a los Aries les en­ cantan los desafios. «Estas mujeres no tienen paciencia en los juegos preliminares», dijo un hombre al que entrevisté; «no son pasivas, ni suaves, ni están dispuestas a ceder» (EA). Ellas toman la iniciativa y es­ tán al mando, pero también les gusta que el hombre sea agresivo. De hecho, no respetarán a un hombre que sea demasiado amable o pa­ ciente. Venus en Aries en una mujer presenta una contradicción in­ trínseca que puede expresarse de muchas maneras: exigen que el hombre sea agresivo, pero a menudo reaccionan a la agresión mascu­ lina con ira explosiva e indignación; expresan sus sentimientos de ma­ nera directa, y sin embargo son irritables y exigentes. Aunque apa­ rentemente son excitables, e incluso sexualmente insaciables, se agotan rápidamente y tienen dificultades para recibir y compartir en el sexo. En otras palabras, su deseo sexual se expresa de manera más bien impulsiva y «masculina». Por tanto, les cuesta relajarse y abrirse, tanto fisica como emocionalmente. Una de las soluciones a sus difi­ cultades sexuales es el autoconocimiento, unido al cultivo de una ma­ yor paciencia hacia sí mismas y sus posibles amantes, además de apren­ der a expresar más tolerancia y apertura con sus parejas. Los hombres con Venus en Aries pueden ser apreciados de mane­ ra especial por mujeres feministas que anhelan la independencia y se sienten cómodas mostrándose extremadamente agresivas. Estos hom­ bres se sienten apreciados hasta que revelan sus propias expectativas y demandas. Entonces, si la mujer puede aparentar que es un ser su-

perior con un gran interés sexual, y sin faltas ni necesidades de nin­ gún tipo, «el show puede continuar». Los hombres con Venus en Aries suelen ser amantes de los deportes, tanto si participan activamente en ellos y se esfuerzan por mantenerse en forma como si observan la com­ petición desde la comodidad de un sofá. A estos hombres les encanta que una mujer les cuide y les sirva la comida, pero no expresan ese aprecio de un modo que la mujer pueda entender. Como escribió un entrevistado al preguntarle por los hombres con Venus en Aries: «Tie­ nen las fantasías y el comportamiento de un niño, sintiéndose atraí­ dos hacia cosas superficiales, como el estilo de peinado. Tienen una actitud simple hacia el amor y las mujeres» (CA). Veamos algunas de las citas, entrevistas y respuestas a los cuestio­ narios que mt;_jor explican a Venus en Aries: • Julia Parker resalta un punto importante de Venus en Aries: «Para ellos es esencial tomar conciencia de que expresan sus necesida­ des e ideas con respecto a cómo debe ser la relación de manera muy enérgica, y deben tratar de contrarrestar esta actitud algo egoísta» (AHB). • Una mujer que no sabía nada de astrología hizo el siguiente co­ mentario con respecto a dos hombres con Venus en Aries: «A ni­ vel emocional, ambos son seres increíblemente egoístas» (EA). • Un hombre que había estado casado con una mujer Aries que también tenía Venus en Aries, comentó: «Sexualidad del tipo masculino, sexo rápido y furioso. Sus necesidades emocionales eran igual a cero. Quería mucho sexo pero no deseaba prolon­ garlo» (EA). • Esto es lo que otro hombre escribió sobre las mujeres con Venus en Aries: «Fuerte deseo sexual, sexualmente impulsivas. Toman la iniciativa (¡lo que es muy raro entre las mujeres!). Tienen un gran ego sexual y quieren ser atractivas. Muy directas en asuntos sexuales» (CA).

• Debbi Kempton Smith, en su libro lúcido y entretenido Secrets from a Stargazer's Notebook, completa la imagen de Venus en Aries: «Los hombres y mujeres con Venus en Aries son machistas. Ima­ gina lo que esto hace a las mujeres. Ellas también creen que el lu­ gar de una mujer está en la cama, siendo conquistada, pero les encanta la caza... estas mujeres son ferozmente competitivas... pero hacen poco por ganarse tu admiración en la cama, porque son muy egoístas. Sólo se esfuerzan por agradarte al principio» (SSN). • «Las relaciones afectivas comienzan con enorme entusiasmo, pero pueden perder gas fácilmente. El entusiasmo de Aries no es conocido por su longevidad» (WA). • Esto es lo que dice una mujer de 30 años en uno de los cuestio­ narios sobre las personas de ambos sexos con Venus en Aries: «Son muy idealistas y románticas, y parecen estar más enamora­ das de la idea del amor que interesadas en cultivar relaciones que vayan más allá de la excitación y de la novedad iniciales. Los hom­ bres son especialmente dados a confundir la lujuria con el amor, y tanto hombres como mujeres tienden a perder interés rápida­ mente a menos que el objeto de sus afectos continúe satisfacien­ do el ideal de la «superpersona». Así mismo, no les gustan mu­ cho los juegos «preliminares»; quieren ponerse inmediatamente a satisfacer sus deseos físicos y son muy directos en este tipo de expresión» (CA). • Una mujer con Venus en Aries dijo en su respuesta al cuestiona­ rio: «Siempre busco cierta excitación en mi vida cotidiana. Me gusta sentirme entusiasta y positiva... no soy excesivamente aser­ tiva, pero tampoco dejo que nadie me pisotee. Para mí es impor­ tante ser independiente y autosuficiente, y me he esforzado mu­ cho por mantener estas cosas (...) me siento más atraída hacia los hombres fogosos» (CA).

Venus en Leo Quienes tienen a Venus en el orgulloso y dramático signo de Leo no hacen nada a medias. Cuando demuestran a alguien su afecto, no se limitan a comprarle una simple rosa, sino que le regalan toda la flo­ ristería. Cuando se comprometen con un ser querido, pueden de­ mostrar una lealtad admirable, pero algunos de ellos pueden llegar a tales extremos en su fidelidad extraviada, inmoderada y poco prácti­ ca, que acaban renunciando a gran parte de su sentido común y ob­ jetividad, y también dañando inadvertidamente a la persona o a la familia por la que demuestran una lealtad tan ciega. Aunque este em­ plazamiento no es muy complicado psicológicamente (puesto que se alimentan principalmente de alabanzas y atenciones), encarna diver­ sas contradicciones. Su expresión emocional, si bien es cálida, tam­ bién es calculadora y nada espontánea. Como señaló Grant Lewi, quie­ ren asegurarse de causar el efecto correcto, y emplean su cariño a voluntad para conseguir lo que desean. Lewi continúa: «A la gente con Venus en Leo jamás se le convenció de nada» (AFM). Algunas de sus cualidades personales pueden contrastar agudamente; combinan la sinceridad, la generosidad y el apoyo a los demás con un desprecio condescendiente hacia el resto de las personas, y pueden sentir celos de los éxitos ajenos. En el mejor de los casos, superan este egoísmo in­ fantil conforme van madurando, llegando a alcanzar la verdadera no­ bleza y la grandeza de corazón. Las celebraciones exageradas de sus éxitos, y el gusto por expresar públicamente su riqueza y superioridad a menudo anulan la calidez que los viejos amigos y familiares sienten por ellos. Un enorme y vulnerable orgullo se hace evidente en su vida y en sus relaciones. Cualquier supuesto «menosprecio» se toma como una gran ofensa. Para comprobarlo, basta con no ir a su fiesta o con dejar de hacerles el gesto de adoración adecuado en un lugar públi­ co. Se sienten muy orgullosos de sus relaciones íntimas y, en general, necesitan sentirse respetados por todos. Desean intensamente la ad­ miración y el reconocimiento, aunque no sean conscientes de ello. Probablemente su mayor don es su capacidad de animar a los demás transmitiéndoles su fe, su apoyo y su calidez para que puedan alean-

zar un ideal o un objetivo mayor. Ahí es donde son un verdadero re­ galo de Dios, un canal para la inspiración. LA ESENCIA DE VENUS EN LEO

Las cualidades y tendencias psicológicas esenciales que he destilado para quienes tienen Venus en Leo son: • Expresan afecto con calidez, dramatismo, espíritu juguetón y en­ tusiasmo. •El intercambio de sentimientos profundos puede verse obstacu­ lizado por la necesidad de ser el centro de atención o de domi­ nar la vida emocional de los demás. •Se entregan con vitalidad y creatividad, y reciben de los demás con gracia y orgullo; pueden ser muy generosos y leales. Tanto los hombres como las mujeres con Venus en Leo están ena­ morados del amor dramático. Anhelan la grandeza y la excitación, y a menudo escenifican demostraciones de afecto y situaciones románti­ cas. Se sienten tremendamente orgullosos de su relación de pareja y de su propia generosidad. Aunque pueden ofenderse fácilmente cuando otros les desprecian de manera real o imaginaria, a menudo se muestran insensibles a los sentimientos de los demás. Después de todo, ellos son seres superiores, y su ego y libre expresión emocional son mucho más importantes que las pequeñas preocupaciones de la gente común. Muchas personas con Venus en Leo son grandilocuen­ tes, tratan de llamar la atención o son esnobs, aunque intenten ocul­ tarlo a los demás. Tal vez la necesidad constante de recibir elogios sea su rasgo más cansino, puesto que sienten una gran debilidad por la adulación, siendo éste uno de los modos de manipularles emocional­ mente. No obstante, si estas personas superan y trascienden su pe­ queño ego disfrazado de grandeza, y aprenden a dar el soleado y radiante amor de Leo que este emplazamiento simboliza, la benefi­ cencia cósmica puede brillar a través de ellas.

Las mujeres con Venus en Leo pueden ser las «divas» de la esfera romántica, y suelen tener el complejo de ser las reinas del amor. En el peor de los casos son tan egoístas que les resulta imposible relacio­ narse sinceramente a nivel humano, ya que usan a los demás para en­ grandecerse, por lo que a veces pueden acabar solas, irritadas e in­ dignadas. En el mejor de los casos pueden estar verdaderamente enamoradas y hacer que todo el mundo se sienta feliz y aprecie más la vida y el amor, aunque para ello tengan que agotar el presupuesto. Quieren hacer muchas cosas por su ser querido y asegurarse que dis­ frute de cada momento pasado con ellas, y no les disgusta que los de­ más se den cuenta de su magnificencia y generosidad. A veces su sen­ tido de la identidad y de la valía personal está tan vinculado al estado actual de su relación de pareja que entran en crisis cuando las cosas van mal. Les gustan las demostraciones físicas de afecto, aunque son bastante impersonales y poco receptivas a los verdaderos sentimien­ tos. Fomentan las exhibiciones entusiastas de «amor», especialmente si tienen verdadera necesidad de afecto, pero estas reinas «leales» tam­ bién pueden dejarte tirado como una colilla si aparece alguien más interesante y glamoroso. En sus momentos de mayor arrogancia y al­ tivez pueden tratar a los hombres como perros, aunque ellos les de­ muestren la devoción exigida. Cuando un hombre tiene a Venus en Leo, invariablemente se sien­ te orgulloso de sus valores y de su mujer. Su manera de expresar apre­ cio por sus amigos o compañeros de trabajo es decirles: «Me siento or­ gulloso de ti»; y se supone que el otro tiene que aceptar ese cumplido como un pago por su trabajo o lealtad. Creen que la adulación signi­ fica tanto para los demás como para ellos mismos. En las relaciones amorosas prefieren estar con alguien a quien puedan exhibir, pero que también les admire públicamente. Les gusta la elegancia y las mu­ jeres expresivas que hacen grandes gestos y tienen gustos «refinados». Como decía un cuestionario: «Venus en Leo da a los hombres una marcada tendencia a convertirse en el centro de atención de las inte­ racciones sociales». Los hombres con Venus en Leo pueden ser bue­ nos comerciantes, y también gestores de negocios y de grandes gru­ pos. Aunque son amantes de la provocación y a veces se muestran

arrogantes, no abandonan una relación o matrimonio que funciona por orgullo o infidelidad. En cambio, es mucho más común que las mujeres con Venus en Leo corten una relación en un estallido de eno­ jo e indignación. Estos son algunos de los puntos de vista más perceptivos que he en­ contrado con respecto a Venus en Leo, tomados de escritos, entrevis­ tas y cuestionarios: • Mary Coleman capta algunos rasgos dominantes de este aspecto de la personalidad: «Las respuestas al amor y al afecto son gene­ rosas, abiertas y confiadas, casi infantiles. El impulso de proyec­ tar la luz del sol sobre la vida del ser querido es sincero y genui­ no. Pero con el tiempo, este ser querido puede darse cuenta de que tiene que corresponderle rindiéndoles honores y admiración sempiternos» (PIC). • Una mujer que había trabajado con muchos hombres y mujeres con Venus en Leo declaró: «¡Con esta gente la adulación puede llevarte muy lejos! Han de ser respetados, y necesitan alabanzas y cumplidos continuos. Quieren sentirse como un rey o una reina. Es posible que den apoyo a los demás, pero esperan que se les de­ vuelva el favor» (EA). • Las experiencias de algunos hombres con mujeres con Venus en Leo han quedado sintetizadas en los comentarios de otro entre­ vistado: «El mensaje que emiten es "yo soy una reina y no te voy a regalar mi tiempo". Estas mujeres parecen especialmente crue­ les y obsesionadas por dominar a los hombres si en su carta natal también tienen otros planetas en Leo o en Escorpio. A menudo tratan a los hombres terriblemente, al tiempo que coquetean con ellos para conseguir su admiración. El hombre debe ser obse­ quioso y dejarse pasar por encima para que ella le prometa otor­ garle pequeños favores, que luego probablemente no cumplirá» (EA).

• Una m�jer observó que las personas con Venus en Leo tienen «un gusto genuino por las personas e irradian una simpatía que hace que todo el mundo se sienta cómodo a su lado. Esto parece más cierto para los hombres que para las mujeres, pero tanto unos como otras a veces resultan desagradables porque son demasiado fuertes de entrada. Las mujeres parecen quedarse un poco más atascadas en una expresión vanidosa de su feminidad, a veces tra­ tando de impresionar a los demás con sus conocimientos sobre lo "chic" y la "clase"(...). En algunos casos, cuando la persona está muy orientada hacia el control o la manipulación en las relaciones íntimas, su necesidad de reconocimiento y de tener siempre el do­ minio puede ser una dificultad para el desarrollo de la relación ín­ tima. Tienen mucho orgullo y también son muy sexuales» (CA).

Venus en Sagitario Los individuos con Venus en Sagitario, signo de mentalidad abierta y amante de la libertad, son idealistas y divertidos. En muchas de sus ac­ ciones subyace una actitud aventurera y filosófica, y esto también ex­ plica lo animados y optimistas que se muestran a la hora de afrontar las vicisitudes de la vida. Otros pueden llamarle superficialidad, falta de profundidad emocional o evasión de los verdaderos sentimientos. Puedes elegir la opción que desees, pero cuando te decepcionan es di­ fícil estar mucho tiempo enfadado con ellos. Aunque suelen ser ines­ tables y difíciles de complacer, no debes tomarte personalmente su in­ satisfacción crónica. Simplemente les cuesta lidiar con la rutina, con la tediosa realidad, y afrontar los aspectos prácticos y las limitaciones de la vida. No les gusta vivir el presente. Les resulta difícil estabilizar­ se en un estilo de vida o en una relación porque siempre anhelan un horizonte lejano y brillante, algo o alguien que siempre esté más allá de lo convencional. Desde su punto de vista, siempre existe la posibi­ lidad de mejorar, y pensar con optimismo que hay una realidad mejor a la vuelta de la esquina es toda una filosofía de vida. Les encantan las sorpresas, y puedes esperar cualquier cosa de ellos para animar un

poco los momentos aburridos de la vida. La sensación de libertad y es­ pacio es esencial para los nacidos con Venus en Sagitario: espacio mental e intelectual (aprender, debatir) y espacio físico (actividades al aire libre, deportes y viajes). Son bastante contradictorios y a menudo producen irritación y frustración, porque los ideales de todo tipo que les encanta predicar parecen aplicarse casi exclusivamente a los demás, mientras que ellos racionalizan sus propios defectos. Juzgan a los demás por sus caren­ cias, mientras que sus propias conductas licenciosas o dañinas son vis­ tas como parte de la gran variedad de comportamientos que las per­ sonas abiertas deben tolerar. Son brutalmente honestos a la hora de revelar la hipocresía o la negligencia de los demás, pero reaccionan indignados ante las verdades que desinflan su autoimagen. En resu­ men, muchos de los problemas relacionales de la gente con Venus en Sagitario vienen de centrarse en una visión lejana, y de su incapacidad de ver lo que tienen justo delante. LA ESENCIA DE VENUS EN SAGITARIO

Después de trabajar con la psicología astrológica durante más de trein­ ta y cinco años he descubierto que las cualidades psicológicas que me­ jor describen a Venus en Sagitario son: • Expresan afecto libremente, con entusiasmo, generosidad, e ide­ alismo. Están motivados por una confianza innata en la vida y en las bendiciones del amor. • Buscan con inquietud la libertad, la aventura, y participar siem­ pre en algo mejor; esto puede hacer que las relaciones íntimas no sean duraderas. • Demuestran una actitud tolerante y una mentalidad abierta ha­ cia el amor, y también una necesidad de armonía filosófica; valo­ ran la honestidad, pero pueden pasar por alto los sentimientos de los demás por falta de sensibilidad.

Los hombres y mujeres con Venus en Sagitario desean ser escu­ chados, o al menos hacerse notar con claridad, en cualquier interac­ ción social o situación interpersonal. Necesitan compartir ideas y una especie de compatibilidad filosófica para que una relación íntima sea duradera. Pero, incluso para que la relación dure sólo una noche, tie­ nen que apreciar el humor de la otra persona o entretenerse mutua­ mente, porque son muy animosos y no toleran el aburrimiento. Para ellos, el amor es un juego y una aventura. Explorarse mutuamente y explorar el potencial de las interacciones les resulta fascinante, y una forma de hacerlo son las preguntas abruptas, profundas y atrevidas, o las declaraciones provocadoras y desafiantes. Sus comentarios fortui­ tos a veces hacen mucho daño, y pueden revelar una actitud sorpren­ dentemente irresponsable y egoísta hacia el amor y el sexo. Las mujeres con Venus en Sagitario son muy entusiastas y abiertas con respecto al amor y las iniciativas sexuales. Su actitud y sus acciones pueden ser calificadas de celebración, pues están llenas de risa, disfru­ te y juego. Diversión sí, pero uno nunca puede esperar adulación de estas mujeres. Tienes que ganarte los aplausos e irradiar confianza para intrigarles. Y asegúrate de conservar su re�peto, porque cualquier viola­ ción por tu parte de sus altos ideales será registrada inmediatamente y te hará descender de nivel en su libro de cuentas cósmico. Muchas mu­ jeres particularmente impulsivas y generosas en sus afectos tienen a Ve­ nus en Sagitario. Pueden ser muy expresivas, pero también bastante impersonales en su manera de plantear la relación, a pesar de sus en­ cantos evidentes. Les resulta más natural ser una «compañera» alegre que una amante verdaderamente intensa y apasionada; y el hecho de que garanticen a la otra persona grandes cantidades de libertad revela que ellas también quieren mantener cierta distancia e independencia, sin tener que soportar fuertes restricciones o pesadas expectativas. Los hombres con Venus en Sagitario tienen muchas de las caracte­ rísticas que acabamos de describir, y también quieren una pareja que sea idealista y sincera, en el sentido de poder contar con su decencia y buenas intenciones. Se sienten atraídos por las mujeres aventureras y con una visión amplia de la vida. No hace falta añadir que la hones­ tidad es un requisito imprescindible, pero también necesitan que su

pareja sea divertida y que piense en positivo. Una persona sombría o austera que se tome muy en serio los detalles o los reveses de la vida, agota su vitalidad. Las siguientes citas tomadas de numerosas entrevistas, respuestas a cuestionarios y escritos ofrecen una comprensión más profunda de Venus en Sagitario: • «Su corazón no tiene miedo», escribe Grant Lewi, «siguen sus ins­ tintos y experimentan hasta las últimas consecuencias(...). No ven ningún motivo para no seguir sus emociones, y están entre los más impulsivos de los hijos de Venus»(AFM). • En su libro Women 's Astrology, T iffany Holmes observa lo siguien­ te con respecto a Venus en Sagitario: «Una cabeza con abundan­ te pelo, un guiño de ojos y una risa memorable son lo que los de­ más encuentran más atractivo en la persona con Venus en Sagitario. El sentido del humor es de suma importancia para el individuo con este emplazamiento, y las bromas alegres, junto con los principios éticos compartidos, adquieren un papel signi­ ficativo.(...) También es capaz de pasar por alto la importancia de las cosas materiales si su actual interés amoroso no puede ofre­ cerlas»(WA). • Una mujer observó que «los hombres con Venus en Sagitario son "divertidos"; les gusta estar con la gente, hablar y pasárselo bien. Les gustan las mujeres independientes y no demasiado posesivas o exigentes, pero que disfruten siguiendo sus iniciativas y siendo sus "camaradas". Suelen estar abiertos a casi todo, y no se quedan ftjados en tendencias concretas o en formas de pensar y actuar. Son muy amistosos y tienen una cualidad de bon vivant. Las mu­ jeres con Venus en Sagitario tienen carisma; la gente gira la ca­ beza cuando entran en una habitación»(CA). • Otra mujer que respondió al cuestionario habló de lo importan­ tes que son las aspiraciones religiosas al escribir sobre su Venus

en Sagitario: «Es la razón por la que necesito alguien que me dé la libertad de ser yo misma y de expresarme. Alguien que com­ prenda mis necesidades espirituales, emocionales y físicas. Y so­ bre todo, alguien que siempre se muestre abierto y que sea sin­ cero conmigo» (C'A).

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Venus en signos de tierra Venus en cualquiera de los signos de tierra otorga una paciencia nota­ ble, hace que el planteamiento de la vida y las relaciones sea cuidado­ so y sistemático, y ofrece una sintonía innata con los ritmos naturales. Las personas con Venus en los signos de tierra se toman su tiempo para expresar sus sentimientos, pero cuando se comprometen, mantienen su resolución, mostrándose dedicadas y sólidas como el elemento que las rige. Para ellas es muy importante tener una estructura de vida fia­ ble en la que basar su seguridad emocional, y tratan de conseguir este objetivo tanto a través del autocontrol como del control de las perso­ nas y cosas que les rodean. En su planteamiento de las relacionales hay un conservadurismo esencial, que no es espontáneo ni demasiado es­ timulante, pero la fiabilidad y el placer que encuentran en las respon­ sabilidades compartidas suelen ser recompensa suficiente para ellas, porque la ven como parte del proceso de ir construyendo una vida en común. (El lector debe revisar la sección apropiada del Capítulo 8 para obtener información adicional sobre las cualidades de Venus en este elemento). Otras claves para comprender a Venus en signos de tierra son las si­ guientes: • Para ellos la materia física es la realidad última, y satisfacer las ne­ cesidades más prácticas de seguridad es un componente impor­ tante de su motivación relacional. Al comienzo de una relación tratan de categorizar el potencial de la nueva persona, valorando si invertir tiempo con ella va a merecer la pena. • La sintonía con los ritmos naturales de la vida siempre está pre­ sente en sus relaciones, porque el encuentro con ellos genera

una intensa experiencia de la vida física que ral,entiza las cosas y conduce a vivir el presente. • Si uno no está particularmente sintonizado con el elemento tie­ rra, debería tener en cuenta que intentar conseguir ventaja so­ bre la otra persona o intentar controlarla es algo natural para la gente con Venus en signos de tierra. Avanzar la propia posición a través de las relaciones y «adueñarse» de tanto dinero, poder, seguridad, atención, o fama como sea posible es algo natural para muchos de ellos. La medida de su dominio dependerá de los demás factores de la carta natal, así como de sus ideales per­ sonales.

Venus en Tauro Quienes tienen a Venus en Tauro suelen ser constantes, terrenales y orientados hacia el placer, la comodidad y la armonía. Las personas con este emplazamiento a veces tienen un gusto excelente y apre­ cian la simetría clásica; otras veces tienen tendencia hacia lo llama­ tivo y lo ultralujoso. Mucho depende de su educación, pero también de otros factores de su carta. En cualquier caso, les preocupa mucho su apariencia en el vestir, y también la apariencia de su hogar. Su atención y deseos se centran fundamentalmente en la seguridad ma­ terial, a veces hasta el punto de ser muy avariciosos o tacaños. Pue­ den ser infinitamente pacientes, bondadosos y entregados a los de­ más, ofreciéndoles ánimo, afecto y alimentando su cuerpo y espíritu. En el mejor de los casos son sociables y también muy artísticos; en el peor, pueden estar entre las personas más posesivas, opresivas, ter­ cas, codiciosas e indolentes de la tierra, a la que están tan apegadas. Pueden ser muy mezquinas e irritables si se sienten fundamental­ mente insatisfechas, porque desean obtener placer o poseer el objeto de su deseo.

LA ESENCIA DE VENUS EN TAURO

Las cualidades y tendencias psicológicas esenciales de Venus en Tau­ ro que he destilado a lo largo de los últimos treinta y cinco años son las siguientes: •Expresan afecto físicamente, de manera cálida, constante y po­ sesiva. •Los intercambios íntimos pueden verse dificultados por la re­ nuencia a expresar los sentimientos o a perder el control. •Valoran la comodidad material y los objetos físicos de gran be­ lleza; aprecian profundamente las sensaciones físicas: vista, soni­ dos, olores, sabores y tacto. Los hombres y mujeres con Venus en Tauro son positivos, educa­ dos y considerados (al menos en público y cuando están de buen hu­ mor), y suelen tener una voz especialmente agradable tanto cuando conversan como para cantar. Como escribe T iffany Holmes en Wo­ men 's Astrology: «Este signo revela una necesidad de continuidad y co­ modidad en las relaciones amorosas (...). La persona con Venus en Tauro se crea hábitos tranquilos que involucran al menos a una per­ sona más; no obstante, es posible que la otra persona no quiera que se asuma que estará libre todos los viernes por la noche». Les gusta el «amor», pero prefieren la regularidad más que la sorpresa, y a menu­ do son bastante vagos y no muy imaginativos ni dados a experimentar. La posesividad colorea intensamente sus afectos, a los que se aferran durante mucho tiempo, que luego necesitan también para superar las relaciones que no han funcionado. Su tendencia a retener el dinero y las posesiones se extiende a su renuencia a expresar sus verdaderos sentimientos. Es decir, aunque en la mayoría de los casos son cariño­ sos y están atentos a las necesidades prácticas, raras veces expresan sus emociones.

Las mujeres con Venus en Tauro esperan ser mimadas y cortejadas. Les desagrada cualquier tipo de prisas en el desarrollo de la relación o en la seducción. Esperan que el hombre vista bien, que atienda sus deseos y que lo pague todo. Después de todo, ¿de qué sirve un hom­ bre si no puede proveer comodidad material y seguridad? Estas mu­ jeres tienen una gran necesidad de contacto físico y de ser tocadas, y esto afecta notablemente su estado de ánimo. Para ellas el sexo no es mental o sentimental, sino extremadamente sensual y un fin en sí mis­ mo. Suelen ser bastante pasivas en los intercambios sexuales, a menos que tengan mucho Aries o Escorpio en su carta, y prefieren los en­ cuentros sexuales prolongados que no exijan mucha variedad, siem­ pre que la experiencia sea profundamente instintiva. Los hombres con Venus en Tauro tienen una cualidad de paciencia y de conexión interpersonal que puede suavizar una personalidad a ve­ ces muy agresiva(...). Los simples placeres de la vida les ralentizan, y quizá más que a cualquier otro hombre, encuentran deleite y tranqui­ lidad en la rutina. Suelen sentirse atraídos por mujeres terrenales, só­ lidas y fiables de las que pueden depender, especialmente para que les cuiden y alimenten. No les molesta que ella tenga inteligencia y per­ sonalidad, pero lo prioritario son sus cualidades más básicas. Para arrojar luz sobre Venus en Tauro he hallado las siguientes ci­ tas, declaraciones y respuestas a los cuestionarios: • Debbi Kempton Smith describe claramente su atracción por las apariencias lujosas: «Ven a Dios en las cosas materiales: en los muebles de calidad, en las cajas bonitas, en tu carne y tus huesos, (...) a los chicos les gusta que sus chicas lleven vestido, y a las chi­ cas les gusta que sus chicos se vistan con elegancia( ... ). Aquí, la avaricia se considera una virtud deliciosa. Les encanta la buena vida» (SSN). • Grant Lewi tiene una visión única sobre este signo de Venus: «En­ tiende el amor profundamente, lo acepta con todo su ser y con­ fía en expresarlo sin palabras, pues valora los silencios del amor más que sus discursos. Conoce tanto el éxtasis como la desespe-

ración del amor; y se aferra al amor dado y recibido con increí­ ble tenacidad, aunque tenga que afrontar grandes obstáculos (...). Sus respuestas emocionales colorean toda su vida; en esta posición todas las reacciones sensoriales se intensifican » (AFM). • En su respuesta a un cuestionario, una mujer dijo que las muje­ res con Venus en Tauro son «muy expansivas y poseen una com­ binación de sensualidad terrenal y un sentido de la gracia y la be­ lleza (estética) que irradia profundidad y textura. Se sienten muy cómodas con su físico, y también están sintonizadas con el en­ torno físico. Saben hacer que los demás se sientan cómodos y les gusta cuidarlos. La mayoría tiene tendencias artísticas: pueden ser músicas, pintoras, bailarinas, etc. » (CA). • Otro cuestionario habla de una mujer con Venus y Marte en Tau­ ro: «T iene un problema con los bienes materiales. En cuanto po­ see algo, no soporta separarse de ello, y esto incluye los présta­ mos y hasta los regalos de cumpleaños que ha comprado para otras personas (generalmente acaba quedándoselos). Su entor­ no no puede explicar esto, puesto que viene de una familia muy adinerada» (CA). • La persona que tiene Venus en Tauro puede ser «muy tranquila con respecto a las relaciones, muy orientada hacia dentro, pero reacia a mostrar sus sentimientos: es como si tuviera miedo de ex­ ponerlos. Puede aparentar que no le importa nada y erigir rápi­ damente un muro. Es muy consciente de la seguridad, pero ter­ camente incapaz de expresar sus sentimientos. En cuanto se apega a un hombre, tiende a quedarse con él pase lo que pase » (CA).

Venus en Virgo Quienes tienen a Venus en el analítico, preciso y eficiente signo de Vir­ go hallan en sus propias contradicciones abundante material para ali-

mentar su amor voraz por el análisis. Por desgracia, esta tendencia a menudo conduce a un exceso de críticas dirigidas tanto hacia uno mis­ mo como hacia los demás, y a una actitud de inhibición, lo que no ayuda a ser espontáneo y amoroso, ni a vivir relajadamente. Aunque quieren una relación sana, servicial y fiel, tienen otro amor más im­ portante en la vida: el trabajo y el deber. Otra de sus cualidades es la tensión entre la sensualidad y el puritanismo. Nunca parecen estar se­ guros ante aquello que no consideran lo suficientemente perfecto des­ de el punto de vista moral, estético o sexual. Deben reconocer que son un signo de tierra y aceptar la parte sensual de su naturaleza, pues a menudo se crean tensiones innecesarias por negar o reprimir sus ne­ cesidades físicas. En parte, esto proviene de su modestia innata y de su tendencia natural a enfocarse en las imperfecciones, en lugar de ver el gran cuadro que incluye todos los aspectos de la vida. Como escribió Julia Parker en su excelente Manual de astrología: «En esta ubicación existe la tendencia a subestimar los poderes de atracción, y la modes­ tia intrínseca de este signo se expresará como auténtica timidez a la hora de desarrollar relaciones» (AHB). Parker apunta que para quie­ nes tienen Venus en Virgo, la comunicación y la amistad forman parte de una buena relación, y que «deben aprender a relajarse en sus rela­ ciones». En mi experiencia, la evaluación final de Venus en Virgo es que necesitan una pareja que incorpore la comunicación tanto mental como sensual. LA ESENCIA DE VENUS EN VIRGO

Las cualidades psicológicas que describen de manera precisa a Venus en Virgo son las siguientes: • Expresan afecto de manera realista, práctica, modesta, tímida y servicial. • Las críticas insustanciales y su reserva natural pueden dificultar el intercambio emocional y la expresión de la pasión en las rela­ ciones.

• La capacidad de servir y de ser útiles genera en ellos satisfacción emocional; hallan placer en prestar atención a los detalles y en el análisis mental. Tanto los hombres como las mujeres con Venus en Virgo pueden ser las parejas más honestas, serviciales y dedicadas del mundo en cuanto se comprometen completamente en una relación, y esto sig­ nifica que la pareja tiene que haber superado algunas pruebas muy es­ trictas. Si el individuo con Venus en Virgo ha aceptado a la otra per­ sona (¡con sus faltas y todo!) y ha relajado su actitud agudamente crítica para dejar paso a un amor significativo, puede ser un amante fiable y disciplinado, y una pareja sin igual. Lo que más les ayuda es te­ ner otro planeta en uno de los signos de agua, particularmente en Pis­ cis, que equilibra la frialdad y el recato de Virgo con la tolerancia y la simpatía piscianas. Estas personas suelen ser bastante quisquillosas con respecto a su apariencia, y también con respecto a algunas de sus po­ sesiones, pero tienen que aprender que una pareja no es una pose­ sión. Son muy metódicos y cautos en sus planteamientos relacionales, porque Virgo es esencialmente un signo pasivo y muy introvertido. Despiertan lentamente a las posibilidades de la relación y tienden a dudar de su propio atractivo y valía personal. Parecen ser maestros de la autocrítica. No obstante, cuando sienten el afecto de otras personas suelen apreciarlo mucho, puesto que generalmente no tienen mucha confianza en sí mismos ni una amplia experiencia en las relaciones. A veces su estrechez les hace sobreestimar la amplitud de su experien­ cia romántica y sexual. Se preocupan por sus relaciones románticas y parecen estar constantemente confundidos con respecto a lo que sien­ ten por su pareja, creándose problemas debido al exceso de análisis. Las mujeres con Venus en Virgo nunca dejan de analizar sus rela­ ciones, y a veces llevan un diario de sus experiencias románticas. Para mantener una relación con estas damas se debe seguir las reglas. Ne­ cesitan una conexión mental previa a una relación romántica. Son sensibles, aunque raras veces impulsivas y apasionadas. Una aproxi­ mación metódica al coito puede hacer que se enfoquen demasiado en la técnica, y cuando los conceptos mentales cobran tanta importancia,

no hay mucha espontaneidad ni relajación suficiente para perderse en la experiencia. De hecho, a menudo tienden a hablar más de sexo que a practicarlo. Un factor que he observado frecuentemente en las mujeres con Venus en Virgo son sus constantes referencias a un pasa­ do «promiscuo» que exageran. Nunca mencionan un presente pro­ miscuo, tal vez porque tratan de preservar el virginal ego femenino del signo de la virgen. Generalmente, los hombres con Venus en Virgo quieren estar con la mujer adecuada: una persona pulcra, intelectual, disciplinada y probablemente orientada hacia su profesión. Como decía un hom­ bre en su respuesta al cuestionario: «A los hombres con Venus en Vir­ go no les gustan las mujeres que se identifican con sus proezas se­ xuales. Les gusta que las mujeres tengan un "aspecto limpio"». Debbi Kempton Smith señala que estos hombres quieren que las mujeres vistan elegantemente y sean tan meticulosas como las modelos, o bien quieren estar con mujeres realmente enamoradas de su trabajo. Otra de las imágenes que atrae a estos hombres es la de «la dama recatada con falda larga cocinando alimentos sanos» (SSN). Al igual que las mujeres con este emplazamiento, los hombres no parecen tener una perspectiva muy amplia del amor y las relaciones. Como definen el amor y el sexo de manera muy limitada y perfeccionista, se crean pro­ blemas, llegando a convertirlos en una fuente de decepciones y/ o culpabilidad. El único remedio posible pasa por ser realistas y claros con respecto a sus verdaderos deseos, necesidades y capacidades re­ lacionales. Las citas siguientes tomadas de escritos, entrevistas y cuestionarios, ofrecen una imagen más detallada acerca de cómo se expresa Venus en Virgo: • Un hombre con este emplazamiento dijo algo aplicable a las per­ sonas de ambos sexos: «Mis sentimientos de amor se despiertan cuando me siento útil y puedo dar apoyo a otras personas, sobre todo si últimamente han sufrido. Entonces siento que contribu­ yo con algo auténticamente terapéutico» (EA).

• Mary Coleman, autora de Picking Your Perfect Partner, evalúa la na­ turaleza amorosa de Venus en Virgo en los términos siguientes: «Las respuestas al amor y al afecto son frías, evaluadoras y refle­ xivas. Las consideraciones prácticas se mezclan con los senti­ mientos del corazón hasta tal punto que todos languidecen antes de que alguno se rinda. No obstante, creen que merece la pena esperar hasta recibir un voto unánimemente afirmativo» (PIC). • Una mujer con Venus en Virgo dijo: «Podría encontrarme con el hombre más atractivo del mundo, pero si sólo dijera unas pocas palabras y no pudiera comunicar, ni le tocaría» (EA). • Muchas entrevistas dejan claro que la culpabilidad o la pena les llevan a mostrar afecto por los demás. Otras confirmaron que sue­ len ser lentos al despertar de los impulsos eróticos (EA). • Grant Lewi continúa describiendo a Venus en Virgo: «Relacionan la experiencia emocional con un código de conducta bien es­ tructurado (...). Su creencia en las buenas costumbres es tan in­ tensa que no tienen emociones que puedan violentarla. (...) Las pequeñas amabilidades son importantes para ellos, y si no tienen cuidado, sustituirán el amor por el sentimentalismo ( ...). Su cen­ sor emocional es su sentido del buen gusto, y les resguardará de opciones poco convencionales» (AFM). • «Los hombres con Venus en Virgo son prácticos en el ámbito emocional. Suelen saber lo que necesitan de una relación, en­ contrarlo y quedarse con ello. Acostumbran a ser algo tímidos y no revelan lo que piensan con facilidad; tienden a ser "selectivos" y son dificiles de satisfacer porque a causa de su perfeccionismo parecen exigir la perfección de sus mujeres y de sí mismos» (CA). • Una mujer casada con un hombre con Venus en Virgo respondió al cuestionario con franqueza: «Los hombres con Venus en Virgo tienden al puritanismo. Desde el principio tratan el coito como

un ceremonial, casi como algo religioso. Todo debe ser perfecto. No les cabe en la cabeza tener una relación en el asiento de atrás del coche. Evitan la crudeza -e incluso lo que yo considero sin­ ceridad- y su visión del sexo parece sacada de un cuento de ha­ das, en el que todos tenemos cuerpos como los de Barbie y Ken. Otro amigo con Venus en Virgo no perdió su virginidad hasta una edad avanzada, aunque lo hacía todo menos "eso". Estaba espe­ rando que todo fuera "como tiene que ser". Durante años, aun­ que permitía a los invitados usar su cama, les pedía que no hicie­ ran el amor en ella porque también estaba preservándola para el acto perfecto ( ...). Curiosamente, no parece importarles satisfa­ cer las necesidades de su pareja; la energía de Virgo parece ma­ nifestarse como una necesidad de orden y perfección» (C.A).

Venus en Capricornio Las personas que tienen a Venus en el signo práctico y realista de Ca­ pricornio son muy serias y cuidadosas con respecto a sus emociones, reputación y seguridad material. Muchos tienen un gran sentido del humor, que tiende a ser seco o expresado con cierto recato. He co­ nocido a algunas personas con este emplazamiento que no se ríen nunca, caracterizándose por su autocontrol y contención. Les resulta difícil expresar las emociones profundas y, en lugar de verbalizar, pre­ fieren mostrar sus sentimientos o su aprecio por otra persona a través de la acción o del deber. Son capaces de estabilizar y fortalecer a otros mediante su sólido afecto y compromiso, y se esfuerzan por apoyar a sus parejas y ayudarles a triunfar. Se sienten orgullosos de su fiabilidad y de su lealtad «a la antigua», aunque de vez en cuando la violen dis­ cretamente. Sus maneras formales les sirven de protección, algo que exige su tendencia natural a defenderse. Esta tendencia a la formali­ dad también se manifiesta como una actitud tradicional y previsible en las interacciones sociales. Como dijo una mujer con Venus en Ca­ pricornio: «Soy muy consciente de la imagen que tienen mis amigas de mi relación» (EA). A muchos les gusta exhibir a su ser querido, casi

como si fuera un símbolo de status. Capricornio es un signo muy frío e impersonal; y tener a Venus aquí a menudo implica un plantea­ miento algo previsible y mecánico en todas las actividades interperso­ nales. Una mujer con este emplazamiento llegó a decir en una de las entrevistas: «En realidad no estoy personalmente involucrada en mi propia vida». ¡Esto es el colmo del desapego! La autoridad y el control son otras dos notas clave del signo de Capricornio en la mayoría de las relaciones. Están dispuestos a usar a los demás y puede resultarles di­ fícil estar con ellos de igual a igual,a menos que los papeles estén cla­ ramente definidos. La sintonía natural con la autoridad también se manifiesta en la facilidad con que las mujeres pueden ser figuras de autoridad (terapeuta,jefa,etc.),y en cómo las personas de ambos se­ xos tienen la ambición innata de conseguir cosas, adquirir poder y acumular influencia, respetabilidad o dinero. Tanto hombres como mujeres tienen una fijación especial con el padre. El deseo de con­ trolar también se manifiesta en la forma en que las mujeres organizan sus hogares. Por ejemplo,pueden entrar en una nueva casa o aparta­ mento y al día siguiente parecerá que llevan años viviendo allí. LA ESENCIA DE VENUS EN CAPRICORNIO

Mis numerosos años de observación de las personas con Venus en Ca­ pricornio me han llevado a formular este resumen de sus cualidades psicológicas esenciales: • Expresan el afecto con cautela,seriedad y perseverancia,de ma­ nera cumplidora y mecánica. • La necesidad de autocontrol y reserva emocional puede generar una actitud distante e impersonal q9e inhiba el desarrollo de las relaciones íntimas. • Son ambiciosos,conservadores y preocupados por su reputación; son capaces de mostrar lealtad y de asumir responsabilidades cuando establecen un compromiso.

Su precaución natural les lleva a buscar la seguridad y a exigir al­ gún tipo de compromiso ( o al menos mucho tiempo) antes de sentirse cómodos implicándose en una relación. Por otra parte, pueden sen­ tirse fuertemente deprimidos si no se satisfacen sus necesidades de de­ cencia y respeto. Aunque son conscientes de la conducta convencio­ nal y de la imagen social, y por lo tanto raras veces se expresan en público, no se debe dudar de su capacidad para una pasión terrenal, profunda, fisica y sincera. Simplemente sienten que la intimidad y los aspectos más personales de la vida son demasiado significativos, y que los hacen demasiado vulnerables como para expresarlos a la ligera. De hecho, ésta es una ubicación astrológica que da más de lo que pro­ mete en los campos emocional y sexual. No quieren sentirse avergon­ zados ni humillados; sino una relación fiel y segura que les permita compartir las intimidades serias de la vida. Tanto los hombres como las mujeres suelen sentirse atraídos por personas mayores, social­ mente superiores o en posición de autoridad. Venus en Capricornio puede casarse para obtener seguridad material, así como posponer cierta relación o privarse de ella por falta de una sólida base econó­ mica. Un resultado de su conservadurismo es que la rigidez de sus vi­ siones «prácticas» y su apego a las imágenes tradicionales, a menudo les lleva a cortar con relaciones potencialmente satisfactorias. Esta ac­ titud puede ser contraproducente y poco práctica, pues puede pro­ ducir soledad. Las mujeres con Venus en Capricornio consideran las relaciones íntimas con tanta seriedad que a menudo se preocupan demasiado, añadiendo una carga que puede llegar a ser opresiva. Una vez que han establecido un compromiso, estas damas tienden a ser honestas, sin­ ceras y leales, a veces hasta el punto de llegar a la abnegación, o de car­ gar con una relación insatisfactoria simplemente porque sus princi­ pios les llevan a una firma lealtad. La profundidad del compromiso que adquieren de manera natural va en paralelo con la intensidad de sus deseos; pueden pedir mucho afecto, a veces hasta un extremo que la otra persona puede considerar deprimente. Las mujeres con Venus en este signo combinan una actitud de autoridad y de responsabilidad con una aproximación al sexo relativamente tradicional. Esta aparente

contradicción se ha hecho patente a lo largo de toda mi investigación. Cuando son demasiado pasivas, se sienten inseguras e incómodas con su vulnerabilidad emocional; sin embargo, un resumen de los datos disponibles parece indicar que obtienen una satisfacción sexual más completa del coito básico que cualquier otro signo de Venus. Les gus­ ta ser «tomadas» y tener una profunda experiencia arquetípica de las energías polarizadas de la naturaleza. Es posible que constituyan un buen porcentaje del 30% de m�jeres que (según una encuesta) dicen haber tenido un orgasmo gracias exclusivamente al coito básico. Pero, a pesar de su pasión, también son capaces de pasar largos períodos de celibato. Los hombres con Venus en Capricornio, además de compartir las actitudes serias que acabamos de describir, suelen sentirse atraídos ha­ cia mujeres formales, distantes y convencionales. Una m�jer mayor y/ o que haya conseguido el éxito por sus propios medios les resulta muy intrigante, y a sus ojos merece un gran respeto y admiración. Muy raramente revelan sus sentimientos, ni siquiera a sí mismos. Para es­ tos hombres es imperativo mantener el control en el amor y en las re­ laciones sexuales, al menos aparentemente. La mujer también debe exhibir autocontrol para continuar interesándole, y, además, es im­ prescindible que él respete a la mujer y sus valores para llegar a que­ rerla mucho. Éstas son algunas de las comprensiones más atinadas sobre Venus en Capricornio, extraídas de diversas fuentes: • Debbi Kempton Smith combina sus sarcasmos habituales con afi­ ladas comprensiones en sus comentarios sobre Venus en Capri­ cornio: «Nunca les demuestres afecto en público, y no dejes de manosearlos en privado. Los hombres con Venus en Capricornio ( ...) se sienten fascinados por la estructura ósea. Tu cuerpo es el lugar en el que les gusta estudiar arquitectura. [Ellos] se sienten atraídos hacia solitarias melancólicas, y nunca puedes ser dema­ siado rica ni demasiado flaca ( ...). Extrañamente, suelen ser ex­ plotados porque sienten que no son valiosos. De modo que po­ drían intentar «comprarte» de algún modo ( ...). Las personas de

ambos sexos creen que la pareja no será suya a menos que se «ga­ nen» su devoción. Esta actitud, que presta atención a lo impor­ tante y descuida los detalles, hace naufragar muchas relaciones potenciales (...). La gente con Venus en Capricornio sólo necesi­ ta dos cosas: una patada en el culo por preocuparse demasiado y ser tan ambiciosos, y muchos besos a lo largo de la columna. Estos individuos extraños y fríos son increíblemente lujuriosos» (SSN). • Una mujer con Venus en Capricornio que también tenía la Luna en Tauro dijo: «Me preocupa la seguridad material ( ...). El fac­ tor decisivo cuando me casé con mi ex marido eran todas las tie­ rras que iba a heredar. Aparte de eso, no podía soportarlo» (CA). • Una mujer de treinta años con Venus en Capricornio comentó: «Para sentirme emocionalmente sintonizada con una situación o con otra persona necesito una sensación de estructura. Cuando soy capaz de ordenar mi entorno, especialmente en medio de un epi­ sodio caótico, noto una sensación de seguridad que me permite expresar lo que siento (...). Soy relativamente cauta a la hora de abrirme a otra gente. Tiendo a ser muy distante con los extraños; no me muestro habladora ni participativa, ni siquiera superficial­ mente. Después, a medida que voy conociendo a la gente, me vuel­ vo mucho más espontánea, pero aún me contengo y me pongo fácilmente la defensiva. Mi capacidad de expresar amor por al­ guien no se despliega plenamente hasta que siento cierto com­ promiso de su parte; antes de relajarme tengo que confiar en que la persona es seria en sus intenciones hacia mí y que se va a quedar conmigo. Así mismo, mis sentimientos por los demás parecen de­ sarrollarse gradualmente y expandirse hacia dentro en lugar de abrirse hacia fuera. En cuanto a las cualidades estéticas, me siento atraída hacia las cosas hermosas y las valoro, pero prefiero que ten­ gan un propósito o funciones decorativas. Me gustan las cosas prác­ ticas pero con un toque creativo, y me importa mucho la textura: me gusta tocar las cosas que me afectan emocionalmente» (CA).

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Venus en signos de aire Cuando Venus está en cualquiera de los signos de aire, son necesarias la comunicación verbal y el estímulo intelectual para que pueda flo­ recer una relación íntima o una profunda amistad. Gran cantidad de las emociones y afectos de la persona encuentran su vía de expresión a través de la mente pensante, y tienen que tener la aprobación de la parte intelectual de la personalidad antes de que las dimensiones más profundas de la relación puedan empezar a fluir. En otras palabras, la clave para que esta persona se siente satisfecha con cualquier relación íntima, sea romántica o no, es el «encuentro de mentes». Les gusta co­ quetear con una amplia variedad de individuos en la esfera románti­ ca, pero necesitan una sensación de verdadera compañía para man­ tener una relación satisfactoria y duradera. Los signos de aire son los más personales y los más seriamente interesados en los pensamientos, experiencias y puntos de vista de la otra persona. (En el Capítulo 8, el lector puede acceder a mis anteriores comentarios, incluyendo las bre­ ves comparaciones de cada uno de estos tres signos). Otras claves para comprender a Venus en los signos de aire son las siguientes: • Para sentirse cómoda en una relación, la persona tiene que haber «resuelto» cómo encajar este intercambio personal dentro de su mundo de conceptos e ideas. Existe una fuerte necesidad de cate­ gorizar la relación, aunque sólo sea para saber que está rompiendo las normas, como suele hacer Venus en Acuario. La pareja poten­ cial verá que piensa constantemente antes de comprometerse a de­ dicar tiempo y energía en la relación. Parece que muchas personas con Venus en signos de aire llevan un diario o anotan sus expe­ riencias en un intento de clasificar sus sentimientos.

• Las personas con Venus en signos de aire son alegres,juguetonas e instintivamente coquetas. Necesitan una sensación de libertad, y el coqueteo no tiene por qué ir seguido de actividad física o emocional. • Como Géminis y Acuario son tan dados a experimentar,quienes tienen Venus en estos signos suelen probarlo todo en el campo de las relaciones con actitud curiosa y desinteresada,puesto que no son tan personales como parecen. Sin embargo,Venus en Li­ bra es más cauto y tradicional; son tan personales y serios que su planteamiento es mucho más conservador.

Venus en Géminis Si Venus se sitúa en el cambiante, vivaz y eternamente curioso signo de Géminis,la persona tendrá una amplia variedad de intereses y unas habilidades sociales notables. La versatilidad con las palabras es evi­ dente en la forma de hablar, en las dotes de vendedor o en la capaci­ dad para dedicarse a tareas relacionadas con la publicidad,la edición o los idiomas. Frecuentemente he observado en estos individuos tal inteligencia estética que he escogido el término gusto inteligente para describir su apreciación del detalle en muchos tipos de arte y activi­ dades creativas. Pueden llevarse bien con una gran variedad de per­ sonas porque tienen un tacto diplomático y son auténticamente cu­ riosos. De hecho, necesitan amistades variadas y buena afinidad intelectual con sus amigos y parejas. Por otra parte,se aburren tan fá­ cilmente y son tan inestables en sus intereses que muchas relaciones les resultan sofocantes al poco tiempo. La dualidad del signo de los gemelos revela la que posiblemente sea la mayor causa de problemas en su vida: que todo es relativo,y,por tanto,resulta difícil sentirse sa­ tisfecho en ninguna relación. En otras palabras, puede faltarles pro­ fundidad de sentimiento, por muy encantadores o animados que pa­ rezcan cuando la relación es nueva. En el peor de los casos puede parecer que tienen dos caras, que dicen una cosa y piensan otra. Sin embargo, no se les debe juzgar con demasiado rigor, puesto que no

parecen controlar los dos lados de su mente y a menudo se sienten confusos con respecto a sus afectos y sentimientos. LA ESENCIA DE VENUS EN GÉMINIS

Después de muchos años de trabajar con personas con Venus en Géminis y de observarlas, he destilado sus cualidades psicológicas esenciales como sigue: • Expresan afecto verbalmente, con inteligencia, ligereza y espíri­ tu juguetón. • La necesidad de variedad y de nuevos estímulos puede inhibir la posibilidad de mantener relaciones duraderas. • Valoran mucho la sintonía mental; se sienten atraídos por el in­ genio rápido; necesitan hablar inmediatamente de sus pensa­ mientos y percepciones para sentirse próximos a la otra persona. En las personas de ambos sexos, Venus en Géminis puede mostrarse tan curioso y desencarnado que su natural apertura mental llegue a ma­ nifestarse como una confusión crónica con respecto a las relaciones ín­ timas. A veces son tan mentales en su manera de expresar afecto y eros que se sienten confusos con respecto a sus deseos, necesidad de amor e identidad sexual. Su energía, como su interés por las relaciones, es in­ termitente: se producen episodios de actividad seguidos por una inac­ tividad sin propósito (aunque no dejan de pensar). Pueden mantener más de una relación significativa al mismo tiempo. Como dijo un en­ trevistado: «Necesito relacionarme con mucha gente, y cualquier rela­ ción íntima que quiera ser duradera tiene que darme la libertad de ha­ cerlo». Para sorpresa de las personas más celosas, quienes tienen Venus en Géminis suelen continuar manteniendo relaciones amistosas cuan­ do la relación deja de ser un vínculo «amoroso». Estas personas necesi­ tan desesperadamente asentamiento y estructura para estabilizar sus fluctuaciones emocionales y no sentirse dispersas. Además, cuando es-

tán en la fase de descubrimiento y experimentación, tienden a com­ partir los detalles íntimos de sus vidas con sus colegas y con los extraños amistosos, lo que puede irritar a sus parejas. Las mujeres con Venus en Géminis no suelen ser particularmente hogareñas a menos que también tengan una fuerte influencia de Cán­ cer en sus cartas natales. Les encanta coquetear, hablar por teléfono o Internet. Generalmente transmiten más interés por la sexualidad del que realmente puedan sentir o expresar en el plano fisico. Estas damas tienen una naturaleza muy refinada, que a menudo se refleja en sus hermosas manos. Una mujer con esta configuración resaltó lo importante que era para ella el contacto a través de las manos y la char­ la interesante a la hora de activar su interés sexual. Este contacto ma­ nual puede ser particularmente erótico para las mujeres muy intelec­ tuales y con experiencia limitada en las relaciones sexuales. A los hombres con Venus en Géminis les encanta la lógica y el aná­ lisis, así como los juegos verbales e intelectuales, y suelen estar encan­ tados con su propia inteligencia. Se sienten atraídos por mujeres im­ previsibles, curiosas y versátiles que les mantienen en la incertidumbre, aunque eso les vuelva locos. Lo razonable que sea la mujer, sus intere­ ses intelectuales y sus dones de buena conversadora son mucho más importantes para ellos que el atractivo fisico. Estas son algunas de las descripciones más perceptivas de cómo se expresa Venus en Géminis, tomadas de las entrevistas y de las res­ puestas a los cuestionarios: • Una mujer con Venus en Géminis escribió: «Les gusta impresio­ nar con su mente y su inteligencia, y también con sus contactos sociales. Cuando alguien se interesa por sus puntos de vista, cre­ en estar en los juegos preliminares, a los que llegan a través de bromas y chanzas» ( CA). • Otra mujer con Venus en Géminis dijo: «¡Los intensos estímulos de la vida cotidiana pueden agotar mi sistema nervioso! El sexo me calma; me ayuda a salir de la cabeza y a conectar con mi cuer­ po y mis emociones» (EA).

• Otra mujer dijo en una entrevista: «Valoro mi parte intelectual. Me siento muy bien con mis ideas. Si un hombre no puede apre­ ciar esa parte mía, no puedo mantener una relación con él» (EA). • Numerosos entrevistados con Venus en Géminis dijeron que les gusta pasar mucho tiempo hablando de sus sentimientos, pero el hecho de pensar constantemente les impide mantenerse en con­ tacto con sus emociones. U na serie de cuestionarios revelaron que muchas mujeres con Venus en Géminis acostumbran a llevar un diario que les ayuda a clarificar lo que sienten, puesto que ana­ lizan mentalmente los sentimientos y las relaciones (EA y CA). • Una mujer que había conocido a varios hombres con Venus en Géminis observó que ellos tenían «ideas superficiales y egoístas» y, por tanto, también «el don de racionalizar sus infidelidades». Otras entrevistadas revelaron que Venus en Géminis «tiene mie­ do a un compromiso profundo» ( CA y EA).

Venus en Libra Libra, cuando está en (considerado su «planeta regente» durante más de dos milenios), la vida del individuo se centra de manera especial en la apreciación de la belleza, en la relación de pareja y en la armo­ nía interpersonal. La belleza les alimenta, y prefieren expresar una ac­ titud dulce y delicada (a menos que la inhiba algún otro aspecto de su carta natal). La compañía, la justicia y la obsesión por ver el punto de vista de la otra persona dominan su naturaleza y motivaciones psico­ lógicas. Son capaces de encontrarse con la otra persona a su propio nivel, quizá más que ningún otro signo. Aunque no son especialmen­ te emocionales, si son románticos, y a menudo sentimentales. Les gus­ ta estar «enamorados» y tienden a ceder en exceso y a dar a la otra per­ sona el beneficio de la duda, en detrimento de sus propios intereses. Estas cualidades son excelentes para afrontar muchos desafios y hacer todo tipo de trabajos, pero a veces reducir el valor de su propio pun­ to de vista puede minar el deseo de construir relaciones duraderas e

igualitarias. Sus valores esenciales son la honestidad y la sinceridad, y tal vez no haya nada que les ofenda más que una iajusticia, especial­ mente. Si son acusados injustamente de cualquier acción deshonrosa. Algo así puede destruir irreparablemente una amistad duradera o una relación profunda. De hecho, reaccionan muy mal al rechazo perso­ nal y, más que a ningún otro signo, a Libra le gusta tomárselo todo per­ sonalmente. LA ESENCIA DE VENUS EN LIBRA

La manera más precisa de describir las tendencias psicológicas de Ve­ nus en Libra puede resumirse así: • Expresa afecto con sinceridad y consideración, de forma encan­ tadora y armoniosa. • Siente una profunda necesidad de paz y tranquilidad, que puede llevarle a evitar los intercambios emocionales desagradables, li­ mitando en algunos casos el ámbito de la intimidad. • Necesita desarrollar relaciones basadas en la igualdad y la coo­ peración a fin de poder entregarse emocionalmente; aprecia la simetría y los cánones de belleza tradicionales. Tanto los hombres como las mujeres con Venus en Libra prefieren una actitud armoniosa y respetuosa en las relaciones íntimas. Pueden ser bastante fríos, no especialmente apasionados (aunque las otras po­ siciones planetarias de la carta, especialmente Marte, pueden alterar esto), y sin embargo simpáticos. Para ellos lo más importante es mos­ trarse extraordinariamente refinados, consideradosy amables. Los individuos de ambos sexos tienden a ser guapos, con rasgos equilibrados, siendo ejemplos de buen gusto en el vestir y en sus gestos. Libra es un signo muy conservador en casi todas las áreas de la vida y en sus valores, aun­ que este dato no se mencione en la mayoría de los libros de astrolo­ gía. Tanto los hombres como las mujeres con este emplazamiento son

muy idealistas en el amor y en el matrimonio, y a veces rayan en la ino­ cencia. Se encuentran con la otra persona de igual a igual, y necesitan que su pareja les aporte al menos tanto como ellos dan. Suelen sen­ tirse ofendidos por cualquier expresión grosera relacionada con el sexo o con cualquier otra cosa. (Libra es tradicionalmente el signo de la pareja y el matrimonio, y una relación estable y cooperativa es muy importante para ellos). En general, las personas con Venus en Libra son muy fieles, puesto que establecen un compromiso muy personal. Las mujeres con Venus en Libra siempre llaman la atención por su gracia y belleza naturales, que a veces se manifiestan en sus rasgos clá­ sicos y/ o en sus formas corporales. Tienden a ser femeninas, y sin em­ bargo son sorprendentemente distantes -muy a menudo inteligen­ tes pero frías, y algo convencionales en sus actitudes hacia el amor y el sexo. No son muy sensuales, y en realidad son bastante pasivas en los intercambios íntimos, aunque pueden expresar sentimientos muy per­ sonales cuando se sienten seguras, puesto que la tranquilidad y la ar­ monía en la vida cotidiana son esenciales para ellas. Valoran extraor­ dinariamente a cualquiera que pueda ayudarles a conseguir ese ambiente. Muy sintonizada estéticamente, Venus en Libra exhibe una personalidad marcada por un fuerte idealismo artístico. En las entre­ vistas a menudo han surgido expresiones como: «¡La música es mi pa­ sión!». Estas mujeres son exclusivas -sin ninguna tendencia a la pro­ miscuidad- porque lo que necesitan para florecer es una relación verdaderamente personal. Suelen estar muy tensas (aunque tratan de ocultarlo) y no se relajan fácilmente en la intimidad sexual, especial­ mente cuando están bajo presión o con una persona que no les es fa­ miliar. Necesitan relajarse para disfrutar del sexo, puesto que prefie­ ren que se les haga el amor más que asumir un papel activo. Cuando Venus está en Libra en la carta de un hombre, él insiste en mantener la armonía relacional (aunque le guste el debate enérgico o la discusión). Estos hombres se sienten naturalmente atraídos hacia un fenómeno que empieza a escasear en el mundo occidental: una «dama», o sea una mujer digna, grácil, educada y tolerante. Por lo tan­ to, en los últimos tiempos, este tipo de hombres han venido empare­ jándose con mujeres extranjeras o de educación no occidental para

satisfacer sus necesidades estéticas. A los hombres con Venus en Libra no les gusta la impulsividad ni la emocionalidad extrema, especial­ mente en su relación íntima. Les gusta mantener una relación exclu­ siva y especial basada en la sinceridad, la fiabilidad y la confianza. Las siguientes citas tomadas de diversos escritos, entrevistas y cues­ tionarios nos ayudan a completar todo el rango de posibilidades de Venus en Libra: • El mejor entrenador de baloncesto de la historia,John Wooden, cuya intensa sintonía con Libra le ayudó a comprender este de­ porte de equipo basado en la precisión y la química interperso­ nal, dijo en una entrevista realizada en 1989: «Amor y equilibrio son lo único que necesitas». Estaba hablando tanto de la vida como del deporte. Amor y equilibrio han sido los conceptos clave para Libra durante más de dos mil años. • Un hombre de unos treinta años escribió: «Venus en Libra suele tener un cuerpo clásico y suele ser guapo, aunque también es muy vanidoso. Es un romántico sin remedio. Sus ideales les dis­ tancian de las relaciones reales» ( CA). • Estas personas son extraordinariamente visuales, estéticas y sen­ suales. A las mujeres les desagradan las demostraciones groseras, pero disfrutan del estilo y del buen gusto. Los hombres son muy sensibles a las imágenes sensuales y eróticas. Un hombre con Ve­ nus en Libra (y con Ascendente en Tauro, el otro signo de Venus) era casi adicto a observar a las mujeres comprar en la sección de lencería de unos grandes almacenes. Estos hombres se sienten tan atraídos por la imagen y por el cuerpo de su pareja que mu­ chos prefieren hacer el amor con la luz encendida, lo que puede resultar inhibidor para quienes están más interesados en hun­ dirse en los sentimientos profundos (EA). • Grant Lewi dice: «Las dificultades de la vida no destruyen su fe en la belleza del amor, y como esta fe se retroalimenta a sí misma, es pro-

bable que encuentren una felicidad más auténtica que la mayoría. Se sienten heridos fácilmente, pero no se quejan ni condenan a quienes los hieren. Son capaces de pensar lo mejor de la gente, que les devuelve el favor pensando lo mejor de ellos. Sus respues­ tas directas a las relaciones sociales y la autenticidad de sus afec­ tos, que expresan con una combinación de sinceridad e imperso­ nalidad, hacen que muchos les quieran y que sean compañeros e invitados solicitados, así como encantadores anfitriones» (AFM). • Esto es lo que una mujer con algo más de cuarenta años comen­ tó sobre Venus en Libra: «Encuentro que estas personas son muy simpáticas, comprensivas y tolerantes; además, es muy fácil tratar con ellas(... ), parecen tener un sentido interno de la armonía, y dan mucha importancia a los valores estéticos» (CA).

Venus en Acuario Cuando Venus se sitúa en el desapegado, experimental e imprevisible signo de Acuario, el individuo tiene muchos amigos estimulantes, cre­ ativos y a menudo muy inteligentes. De hecho, la gente con Venus en Acuario insiste mucho en sentirse libre de asociarse con tantos tipos de personas(y de tantas maneras) como deseen. La pareja que inhi­ ba esta libertad no será duradera. Su actitud hacia el amor también es muy abierta, liberal y poco convencional. Aunque les gusta tanto la li­ bertad, es paradójico que también tiendan a controlar sus relaciones, exhibiendo de vez en cuando una tendencia extrema a contrariar a su pareja, lo que aporta una carga emocional que ya les gustaría haber trascendido. A menudo no se dan cuenta de que sus declaraciones, creencias y conductas individualistas(y a menudo rebeldes o antiso­ ciales) pueden ofender a otros o producir rechazo. La gente con Ve­ nus en Acuario no soporta los celos, y para ellos es de la mayor im­ portancia poder ejercitar su libertad intelectual y comunicar lo que están aprendiendo u observando. Sienten instintivamente que el me­ jor modo de demostrar afecto y aprecio por los demás es darles espa-

cio y libertad personal. Tanto a los hombres como a las mujeres con Venus en Acuario les gusta impresionar demostrando lo modernos y eclécticos que son. Pueden tener gustos muy raros, siendo un buen ejemplo de ello el cantante EltonJohn, cuyo vestuario cuando sube a un escenario puede ser absolutamente extravagante y a veces increí­ blemente divertido. LA ESENCIA DE VENUS EN ACUARIO

Así es como describo las cualidades psicológicas y las tendencias de Ve­ nus en Acuario, un factor fuerte en muchas personas que conozco bien: • Expresa el afecto libremente, de manera coqueta, experimental y poco convencional, a menudo también con humor. • Valora la libertad individual y tiende hacia el extremismo y la re­ belión; se muestra distante y su actitud impersonal puede difi­ cultar las relaciones íntimas. • Le guste intercambiar teorías e ideas; necesita la interacción so­ cial con mucha gente para activar plenamente su naturaleza emo­ cional. A los hombres y mujeres con Venus en Acuario les resulta incómo­ da la intensidad emocional. Para ellos, es mucho más placentero un intercambio frío, desapegado y «objetivo» de ideas. Y cuanto más «di­ ferente» de la norma social sea la otra persona, más fascinante les pa­ rece. Les encanta demostrar que son poco posesivos, abiertos, y que comprenden la naturaleza y la conducta humanas. Esto está muy bien para las amistades, pero la actitud asombrosamente distante que ex­ hiben genera obstáculos en el camino hacia la intimidad con una pa­ reja. Pueden sentirse atraídos por alguien no sólo por sus ideas, sino también por su aspecto, pero no están sintonizados con el sutil y pro­ fundo sentido del tacto (a menos que los factores tierra o agua tam-

bién sean fuertes en su carta natal). En resumen, estas personas son muy observadoras en el amor y el sexo, pero distantes de lo que observan. Por lo tanto, a veces tienen conductas extrañas en el sexo u otros con­ tactos físicos; es como si se quedaran atascados en la cabeza, sin «bajar» al cuerpo. A veces parece que sienten la enorme brecha que se abre en­ tre su vida mental y las exigencias de la vida física, a las que insisten en acercarse a través de la mente. Las mujeres con Venus en Acuario suelen ser encantadoras, esti­ mulantes e incluso en algunos casos carismáticas. Les gusta mu­ cho coquetear, el humor, el juego y el intercambio verbal. Se sienten atraídas por personas con las que pueden bromear, o que son espe­ cialmente brillantes u originales. Debido a su tremenda indepen­ dencia y a su insistencia en ser libres en las relaciones sociales, con­ funden a la mayoría de los hombres. El aspecto más difícil de su personalidad(para los hombres) es su notable desapego, que muy a menudo se confunde con una falta de compromiso emocional. Así es como los comentarios de Julia Parker describen a las mujeres con Ve­ nus en Acuario: «Un emplazamiento glamoroso para Venus. Se trata de una persona que, a su manera, tiene las cualidades de una estrella de cine y ejerce una gran atracción. Pero tiende a mostrarse distante de su pareja, de modo que no siempre consigue relacionarse emocionalmente con profundidad y de manera significativa(...). Venus en Acuario no consigue altas cotas de afecto y calidez (...), sin embargo no carece de bondad»(AHB). Cuando un hombre tiene Venus en Acuario en su carta natal, se siente especialmente atraído por las mujeres inteligentes, poco con­ vencionales y dispuestas a experimentar. Cuanto más intelectual­ mente sofisticada sea la mujer, o al menos cuanto más inusuales sean sus intereses, más le atrae. Sus propias emociones y actitudes relacio­ nales suelen resultar muy frustrantes para la mayoría de la gente, a menos que la otra persona también tenga una fuerte sintonía con Acuario. Un hombre que tenía el Sol y Venus en Acuario, y a quien su mujer pidió que se sentarán a hablar de sus problemas después de seis años de matrimonio, replicó: «No quiero hablar sobre eso, es algo personal».

Las citas siguientes se encuentran entre las comprensiones más per­ ceptivas tomadas de múltiples escritos, entrevistas y respuestas a cues­ tionarios: • Un hombre de treinta años escribió sobre los hombres con este emplazamiento: «Les gustan las mujeres de distintas etnias, y tie­ nen fantasías sexuales poco habituales; se sienten especialmente intrigados si la mujer es "diferente"» (CA). • Una mujer de poco más de 50 años que tiene tres familiares con Venus en Acuario comenta que todos ellos fueron muy rebeldes, e intentaron evitar los deberes familiares. Todos necesitaban es­ capar de la normalidad, y no les importaban las expectativas aje­ nas. A uno de ellos le gustaba animar las reuniones con chistes y comentarios chocantes (EA). • Una mujer que había estado casada durante veinte años con un hombre con Venus en Acuario, y del que ahora se había sepa­ rado, escribió: «Aún no se lo que siente por mí. Él dice que me quiere, pero sus acciones indican que siente indiferencia o an­ tagonismo. Él sabe que ahora estoy viviendo con otro hombre, pero nunca me ha preguntado por él o por el tipo de relación que mantenemos. Y sin embargo se muestra amistoso con no­ sotros» (CA). • Una serie de entrevistas revelaron que a las mujeres con esta po­ sición planetaria no les gusta fingir, y también confirmó la orien­ tación poco sexual de muchas de sus relaciones, aunque estas in­ cluyan sexo. A menudo hablaban de un desapego total de su cuerpo o de su naturaleza sexual. Una persona dijo: «Es como si tuvieran que soportar el sexo para conservar una relación y así evitar la soledad». Otro hombre comentó sobre una mujer con Venus en Acuario: «Sabía que se sentía más cerca de mí cuando empezaba a hablar de sus autores favoritos» (EA).

• Debbi Kempton Smith introduce algunos comentarios picantes al hablar de Venus en Acuario, pero sus pullas contienen verda­ des notables: «Estos pobres inocentes se preguntan qué va mal en sus relaciones ... Al principio su actitud de "lo tomas o lo dejas" puede intrigarte, pero luego no muestran calidez, a menos que no estés allí ( ...). Las personas de ambos sexos quieren que el en­ cuentro romántico sea inesperado al calor del momento. Se ex­ citan más cuando tú no quieres sentirte excitado que cuando lo estás( ....). Las mujeres pueden ser muy románticas o nada en ab­ soluto, de modo que sus hombres les engañan buscando deses­ peradamente algo de emoción; así ellas pueden respirar hondo y tener "espacio" para dedicarse a sus extrañas aficiones» ( SSN).

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Venus en signos de agua Venus en cualquiera de los signos de agua conlleva un alto grado de sensibilidad e intensidad en su respuesta emocional a todos los senti­ mientos de la vida, especialmente en los intercambios íntimos y pro­ fundamente personales con los demás. Para esta gente, uno de los pla­ ceres más significativos de la vida es sentirse verdaderamente cerca de otra persona a través de las simpatías compartidas, a veces fundién­ dose en una emoción, en un estado de ánimo, o sintiendo un ideal ro­ mántico. Prefieren la fusión silenciosa de sentimientos a las demos­ traciones efusivas y públicas. Tienden a ser hiperactivos y a veces reaccionan exageradamente a todo tipo de estímulos, especialmente a los ataques o las críticas personales. Estos tres signos de Venus son emocionalmente vulnerables; no obstante, tal apertura evidente no debe interpretarse como debilidad, porque en el fondo de estas per­ sonas casi siempre hay una fuerza sorprendente, que se manifiestan sólo una vez que aprenden a confiar en ella y que están dispuestas a asumir riesgos emocionales. (El lector también debe referirse a la sec­ ción correspondiente del Capítulo 8 para revisar algunos de los as­ pectos esenciales, aunque sutiles, de Venus en este elemento). Otras claves para comprender a Venus en los signos de agua son las siguientes: • Para estas personas, el cuerpo físico es el canal que permite ex­ presar y experimentar un intercambio concentrado de energía emocional. Las apariencias son menos importantes para ellos que para quienes tienen a Venus en los otros tres elementos. Para ellos, lo verdaderamente interesante es que siempre que se sien­ tan bien en el compartir.

• Sus profundos anhelos emocionales -a menudo inconscientes­ motivan buena parte de su actitud en las relaciones; y su falta de certeza con respecto a sus necesidades y objetivos puede dar lu­ gar a expresiones contradictorias. Por ejemplo: sienten instinti­ vamente una necesidad de intimidad y de secretismo, y al mismo tiempo sienten empatía natural y se implican emocionalmente con los demás. Son intensamente egoístas y autoprotectores, pero al mismo tiempo pueden ser muy compasivos y buenos cuidado­ res de los demás. • Si Venus en signos de agua cede a la negatividad y a la hipersen­ sibilidad, su aparente dedicación a los demás puede convertirse en un modo de protegerse a sí mismo y evitar ser herido. En este caso, viven tan dentro de sí mismos, en un mundo oculto de fan­ tasías irracionales y a menudo temerosas, que su capacidad de contactar con los demás y de emplear sus dones curativos natu­ rales puede quedar bloqueada, e incluso completamente inutili­ zada.

Venus en Cáncer Las personas que tienen a Venus en el signo lunar de Cáncer experi­ mentan fluctuaciones emocionales que reflejan sus estados de ánimo. Estas fluctuaciones pueden ser un regalo cuando se manifiestan como expresiones de bondad y afecto hacia los demás, o pueden ser una rendición al miedo y a la inseguridad egoísta. Pueden ser leales, sim­ páticos y atentos a las necesidades ajenas, o tan inseguros y temerosos que se vuelven tímidos, posesivos y algo paranoicos. Pueden ser como niños encantadores o como niños egoístas. El miedo a sentirse heri­ dos hace que muchos de ellos mantengan a su alrededor una capara­ zón protectora que bloquea severamente su sensibilidad natural y su capacidad para la intimidad. Éste es el emplazamiento más hogareño para Venus y en este caso es esencial para su felicidad tener la seguri­ dad de un hogar, o al menos un contacto continuo con la ciudad na-

tal o con la familia de procedencia. Necesitan una base de operacio­ nes emocional, que puede ser una familia tradicional, un hogar fami­ liar o un grupo de conocidos. Generalmente les encantan las activi­ dades domésticas, y se sienten felices haciendo las cosas simples de la vida: cocinar, cuidar del jardín, limpiar la casa y participar en reunio­ nes sociales con música de fondo. Son muy sensibles al ambiente y a los estados de ánimo ajenos. Tal vez porque ellos mismos son vulne­ rables y se sienten heridos fácilmente, buscan aliviar a los demás de sus sufrimientos. Esta sensibilidad les hace extraordinariamente ama­ bles, y su capacidad de sincronizarse con el otro los convierte ert muy buenos profesores, vendedores y comerciantes. Su cuidadosa atención al detalle potenciada por la certeza de que muy pocas cosas irán mal, su tacañería innata, y su aversión al desperdicio, la más marcada des­ pués de Escorpio, contribuyen a su capacidad natural para montar ne­ gocios rentables. Quienes tienen esta ubicación exhiben simplicidad en sus maneras y gustos personales; y necesitan los placeres artísticos en su vida, aunque generalmente de un tipo tradicional y rural más que moderno. Son especialmente sensibles a la música. LA ESENCIA DE VENUS EN CÁNCER

Después de trabajar en la psicología astrológica durante casi cuatro décadas, quisiera resumir las cualidades psicológicas esenciales de Ve­ nus en Cáncer con estas breves sentencias: • Expresa afecto con sensibilidad, de manera reconfortante, pro­ tectora y tenaz. • La necesidad de intimidad puede verse interrumpida por los cambios de humor, la timidez, la tacañería o los intensos senti­ mientos de autoprotección. • Necesita cuidar y recibir cuidados, y formar parte de una familia para sentirse cómodo; muy receptivo, le resulta fácil reflejar los estados de ánimo y los placeres de los demás.

Los hombres y mujeres con Venus en este signo lunar están cha­ pados a la antigua en lo relacionado con el amor, y protegen mucho a aquellos con quienes se sienten vinculados. Sus ideas sobre el amor y el matrimonio son muy tradicionales, y generalmente se centran en torno al hogar familiar o en torno a actividades que generan senti­ mientos de calidez, intimidad y seguridad. Son más compasivos que apasionados, en particular las mujeres, que son especialmente pro­ tectoras y maternales. Para ellas el sexo es más un compartir emocio­ nal que una expresión física. Como temen el ridículo y el rechazo, ne­ cesitan tiempo para reunir valor y asumir un riesgo emocional. Ser abrazados y tocados les anima a relajarse en un ambiente de acepta­ ción y seguridad, lo que puede ayudar a consolidar una relación en ciernes. En los nativos de Venus en Cáncer hallamos una tendencia hacia los sentimientos vacilantes y poco claros con respecto a las rela­ ciones personales, y esto puede producir confusión, escapismo, y en algunos casos infidelidad, e incluso tríos muy complejos. También sue­ len demostrar una cierta ambivalencia y una tendencia a la evasión que reducen su capacidad de ofrecerle verdadera seguridad y com­ promiso a su pareja. Las mujeres con Venus en Cáncer suelen manifestar los rasgos ar­ quetípicamente femeninos de los instintos domésticos: cocinar, ser madres, cuidar del hogar, coser y otras actividades creativas. Muy po­ sesivas, les gusta tener a su pareja en casa y no estar solas. Ceden y se adaptan a las necesidades y deseos del hombre, siendo muy receptivas y sensibles mientras no se sientan traicionadas, ignoradas o abando­ nadas. Cuando la pareja les supera por su desarrollo interno o inte­ lectual suele haber problemas. Les encanta abrazar al ser querido y también ser abrazadas. El sexo está envuelto en un ambiente de segu­ ridad emocional que ayuda a confirmar su compromiso. Los hombres con Venus en Cáncer suelen ser los favoritos de las mujeres porque están entre los pocos que se contentan con la simpli­ cidad y se sienten cómodos expresando sensibilidad y habilidad en las tareas domésticas. A las mujeres les parece que su receptividad a las emociones y su preocupación por los sentimientos de los demás son tan singulares que evocan inmediatamente su aprecio. Sin em-

bargo, como pareja a largo plazo, este individuo podría no ser tan in­ teresante como pareció inicialmente, puesto que la imagen arquetí­ pica de la mujer que proyecta en su compañera es la de la madre-cui­ dadora-cocinera tradicional, en la que tiende a confiar para satisfacer sus necesidades emocionales y de seguridad. Que esto sea suficiente­ mente satisfactorio para la mujer depende mucho de sus gustos y de su necesidad de compañía. Éstas son algunas de las comprensiones con respecto a Venus en Cáncer que he extraído de los escritos y cuestionarios: • «Los hombres con Venus en Cáncer suelen ser bastante domés­ ticos y disfrutan trabajando en su casa para hacerla aún más her­ mosa. Muchos de ellos tienen una gran habilidad para cuidar las plantas y el jardín» (CA). • Debbi Kempton señala que quienes tienen Venus en Cáncer «usan los viejos trucos románticos. Asumen el papel de fuertes, pero en realidad tienen una necesidad desesperada de ser cui­ dados y nutridos. Las mujeres quieren que tengas aspecto de ban­ quero o de leñador del norte, con camisa de franela y barba (...). Sedúcelas ofreciéndoles comida de su país, pues no soportan la comida exótica (...). Pasan por muchos estados de ánimo, tienen mentes experimentales y juegan a ser niñas un día y madres al otro» (SSN). • Una mujer que había conocido a cinco hombres con Venus en Cáncer comentó: «Todos son grandes cocineros y les encanta el hogar. Todos ellos mantienen relaciones satisfactorias a largo pla­ zo» (CA). • Otra mujer indicó que «los hombres con Venus en Cáncer pue­ den ser sorprendentemente desleales, e incluso distantes. Tal vez esto surja de su necesidad de protegerse. Me sorprende lo im­ personales que pueden llegar a ser ( ...). Observo una tendencia generalizada a cuidar de los demás. Pueden ocuparse de tus ne-

cesidades, escucharte, etc., pero parece que lo hacen más por su propia necesidad de mostrarse protectores o de cuidar a otros que por una preocupación personal hacia ti. En muchos casos también he observado que el individuo con este emplazamien­ to está apegado a la madre (o a una "figura materna") o tienen una madre muy protectora y/o dominante que está muy apega­ da ellos. Así mismo, en varias ocasiones he notado una respues­ ta especialmente compasiva en las personas con Venus en Cán­ cer: se llenan de alegría al contemplar la bondad de otro, o de tristeza al escuchar la historia de alguien que ni siquiera cono­ cen» (CA).

Venus en Escorpio Si Venus está en el intenso, apasionado y compulsivo signo de Escor­ pio, se trata de una persona que nunca hace nada a medias. De hecho, uno de los rasgos centrales de su naturaleza psicológica y emocional es la minuciosidad, no sólo en cuanto a las relaciones íntimas, sino en toda las áreas de la vida: económica, profesional, etc. Tienen que ex­ perimentarlo todo completamente, y pueden percibir intuitivamente si falta una pieza en cualquier rompecabezas o historia; siempre pare­ cen notarlo si algo «no está del todo bien». Su mente subconsciente hace todo el trabajo y analiza el gran cuadro. Cuanto más aprende el individuo a confiar en estas intuiciones, tanto mejor le va. Escorpio probablemente tiene las «sensaciones viscerales» más precisas de to­ dos los signos del zodíaco (¡aunque tienen que tener cuidado con la paranoia!), y por ello pueden ser grandes detectives, investigadores, inversores o psicólogos. Éste es un emplazamiento caracterizado por el extremismo emo­ cional; las reacciones pueden ser violentas y los sentimientos profun­ dos. Y sin embargo (y esto es muy divertido para otras personas a las que su intensidad emocional les resulta evidente cuando se sonrojan de furia o de celos), Venus en Escorpio piensa que no revela toda la fuerza de sus sentimientos. Pueden estar muy comprometidos y ser

unos aliados leales, pero también son fieros y tenaces enemigos de quienes les traicionan u ofenden su sentido de la justicia o el honor. En respuesta a una ofensa pueden actuar vengativamente, como si eso remediara su dolor o compensara su sensación de injusticia. En realidad, estas personas muestran poco interés o tolerancia por la mayoría de las actividades sociales, que consideran superficiales y una pérdida de tiempo; además, son tan agudamente sensibles a los entornos sociales que prefieren estar solas la mayor parte del tiempo. De hecho, no confían en nada superficial: la conducta y las posturas convencionales, las estructuras de poder sociales, las modas y el statu qua. Creo que este planteamiento de vida extremadamente cauto, ba­ sado en su desconfianza de las fuerzas externas, es el que hace que este signo sea tan conservador (una palabra que no se emplea habitual­ mente para describir Escorpio), en el sentido de que les alarman y dis­ gustan la mayoría de los cambios no iniciados por ellos mismos. Pero cuando se comprometen a cambiar y sienten que tienen una misión, pueden transformarse e incluso revolucionar muchas áreas de su vida con sorprendente energía y compromiso. Si uno es capaz de afrontar su profundidad e intensidad, puede descubrir que estar en relación con una persona con Venus en Escorpio puede enriquecerle la vida y revelarle muchos de sus secretos. LA ESENCIA DE VENUS EN ESCORPIO

Aunque son tan profundos que a veces resultan impenetrables, creo que las siguientes cualidades psicológicas esenciales para Venus en Es­ corpio constituyen una destilación precisa: • Expresan afecto con intensidad y pasión, a veces obsesivamente, con sentimientos extremos que les consumen por dentro. • Las necesidades de socialización y de amor pueden verse dificul­ tadas por una inclinación al secretismo y por la tendencia a des­ confiar de los demás.

• Necesita penetrar intensamente en una relación con fuerza emo­ cional; el intercambio con los demás puede generar una energía sanadora y transformadora. Los hombres y m�jeres con Venus en Escorpio anhelan una expe­ riencia transformadora y sanadora en el amor y el sexo, pero muy a menudo sus emociones llegan a los extremos de la paranoia y los ce­ los, perdiendo así su potencial curativo. Les encanta la intensidad emocional del amor y el sexo, así como sentirse abrumados por las po­ derosas polaridades de la vida. Sin embargo, a veces también sienten una fuerte repulsión hacia el sexo porque les encanta controlar y de­ testan sentirse dominados. En cualquier caso, Venus en Escorpio siem­ pre se siente fascinado por el sexo: su belleza, su poder y sus misterios. Ésta es una de las razones por las que quienes tienen este emplaza­ miento ( como quienes tienen Marte en Escorpio) suelen tener incli­ naciones algo promiscuas, tanto si las expresan como si no. Frecuen­ temente, el individuo busca una variedad de experiencias durante un período de su vida y después ejerce una fuerte disciplina sobre sus pa­ siones en la fase siguiente, a veces vertiendo esas intensas energías en una nueva obsesión consumidora: el crecimiento psicológico, la me­ ditación, el yoga, un nuevo negocio o profesión. Tal vez la mayor cualidad de Venus en Escorpio sea la pasión, que no debe entenderse únicamente como intensidad sexual. En el mejor de los casos, demuestran un compromiso apasionado con ciertos valores, así como una dedicación a los seres queridos que puede resultar ins­ piradora. En el peor, su actitud defensiva y egoísta, basada exclusiva­ mente en su agudo instinto de supervivencia, les impedirá abrirse y compartir con la otra persona, pudiendo exhibir durante años una conducta manipuladora que en último término los lleva a la soledad. En cualquier caso, estas personas son amantes de la privacidad, y no les gusta que su vida personal llegue a oídos de los demás. Son menos to­ lerantes con los coqueteos tontos y superficiales que cualquier otro sig­ no de Venus. Lo consideran una violación de sus emociones más hon­ das, porque algunos consideran la experiencia sexual como una oportunidad de aprender y de transformarse a nivel profundo.

Las mujeres con Venus en Escorpio suelen tener un magnetismo que los hombres pueden sentir desde el otro extremo de la habita­ ción. Y les gusta saber que ejercen esa atracción. Tienen un intenso orgullo sexual. Pero el simple hecho de ser atractivas no es suficiente; además quieren ser deseadas. Y también quieren acción, no sólo char­ la o grandes gestos. Se sienten alimentadas por la comunicación si­ lenciosa durante un intenso compartir de sentimientos apasionados. Como escribió un hombre sobre las mujeres con esta posición: «El sexo y el amor les vuelven locas. Pueden apegarse mucho sexualmen­ te y estar permanentemente enamoradas de alguien» (CA). Su con­ ducta sexual suele ser muy experimental y desinhibida, a menos que algo muy conservador (como Virgo) aparezca con fuerza en su carta. Los hombres con Venus en Escorpio suelen tener una silenciosa aura de poder, misterio y sexualidad. Quieren de su pareja un com­ promiso que además sea demostrado permanentemente. Dos muje­ res que entrevisté describieron la relación con un hombre con Venus en Escorpio como un compromiso total y sin fisuras: «Él exige toda mi atención y quiere muchas demostraciones de afecto, no quiere com­ partirme con nadie». «Está tan sintonizado conmigo que si yo tuviera una aventura, lo sabría inmediatamente». Este tipo de hombre se sien­ te particularmente atraído por las mujeres que exudan intensidad, profundidad, vitalidad y erotismo, cuanto más sutil mejor. En las siguientes citas tomadas escritos, entrevistas y respuestas a cuestionarios se hallan algunas comprensiones especialmente revela­ doras sobre Venus en Escorpio: • Julia Parker arroja luz sobre este emplazamiento en su libro Ma­ nual de astrolog'ia: «Aquí hay una profunda intensidad de senti­ miento que necesita plena expresión y una pareja muy com­ prensiva. El individuo trabaja muy duramente su relación para hacer que funcione para ambos, pero a veces la intensidad es de­ masiado grande y la pareja puede sentirse un poco claustrofóbi­ ca o necesitar un estilo de vida más libre y menos empalagoso» (AHB).

• Una mujer con Venus en Escorpio dijo: «Detesto a las personas que juzgan la sexualidad y la conducta sexual de los demás. Ellos no saben lo importante que puede ser para alguna gente, o la función que desarrolla en sus vidas. He estado luchando contra este tipo de acusaciones desde que tenía trece años» (EA). • Mary Coleman pinta una imagen de Venus en Escorpio y alude a que su actitud parece consumirlo todo: «Sus respuestas al amor y al afecto son temerarias, altamente cargadas y dirigidas a la con­ quista absoluta. En el amor y en la guerra no caben las concesio­ nes, dudas o frivolidades. Posteriormente, algunas de sus parejas pueden descubrir que han perdido sus corazones, y también se han perdido a sí mismos» (PIC). • Una mujer de cincuenta y tres años contribuyó al cuestionario con una respuesta iluminadora: «He conocido a cuatro hom­ bres (de treinta y dos, cuarenta, cuarenta y uno y cincuenta y nueve años de edad) con Venus en Escorpio. Todos ellos tienen el Sol en Libra, y por tanto son más artísticos que muchos otros hombres con Venus en Escorpio; tres son músicos profesiona­ les y uno es escritor. Todos son muy carismáticos, magnéticos, y muy sensibles a la estética: les repulsa la suciedad, la fealdad, etc. Les gusta parecer misteriosos y siempre están atentos a las mujeres atractivas. Si una chica guapa les presta atención, res­ plandecen y pierden la "tranquilidad", lo que resulta evidente para cualquier observador. Cuando mencionan sus encuentros románticos del pasado se enciende una profunda chispa en sus ojos» (CA). • Otra mujer contribuyó al cuestionario con esta respuesta: «Las personas con Venus en Escorpio son muy emocionales, cam­ biantes y sigilosas. Las mujeres son muy poderosas y agresivas, además de posesivas. Cuando se sienten frustradas, el deseo de dominar es una corriente subterránea que puede escapárseles de las manos. Pero cuando están felices consigo mismas, son muy

atentas, protectoras y se vuelven una fuente de apoyo emocional para los demás» (CA).

Venus en Piscis Cuando Venus se sitúa en Piscis, un signo soñador, idealista y románti­ co, a menudo hacen falta muchos años y experiencias para clarificar el tipo de amor y de relación que quieren. Algunos deciden que como ningún mortal es digno de recibir sus energías emocionales, tienen que derramarlas en alguna práctica religiosa o espiritual, y/ o dedicar­ se profesionalmente a la curación o a un servicio en el que puedan de­ mostrar amor por una amplia variedad de personas. Suelen tener un don natural para la sanación natural y un poder que les ayuda a disipar los miedos, las preocupaciones y las tensiones de los demás. También pueden hallar un modo de expresión apropiado a través del arte. El idealismo romántico colorea su visión de la vida, y el buen juicio no es algo innato para ellos. Sin embargo, pueden desarrollarlo con la ex­ periencia, especialmente si disponen de algunos rasgos prácticos en su carta natal. Al principio de su vida suelen sentir un afecto bastante im­ personal y sentimental por todas las personas y cosas. Lo que sienten es: «Amo a todo el mundo, entonces, ¿para qué elegir?», por lo que les resulta dificil comprometerse y responsabilizarse por una relación con­ creta. Además, la dualidad de Piscis (su antiguo símbolo son dos peces nadando en direcciones opuestas) complica el asunto todavía más: el amor espiritual frente al amor mundano; los anhelos idealistas frente a la inclinación al escapismo, o incluso a perderse en la conducta au­ todestructiva. Aunque Venus en Piscis alterna entre el egoísmo y la ayu­ da desinteresada, generalmente sienten una especie de compasión por todos los seres que sufren, sean humanos o animales. Su simpatía na­ tural les ayuda a no sentir lástima por ellos mismos, una emoción que a menudo les puede llegar a afligir. Suelen trascender su sensación de falta de valía mediante el servicio a otros o a un ideal superior, confir­ mando así el valor de su esencia emocional y espiritual.

LA ESENCIA DE VENUS EN PISCIS

Aunque he conocido a mucha gente con Venus en Piscis a lo largo de los últimos cuarenta años, me sigue resultando dificil generalizar con respecto a sus cualidades psicológicas esenciales, pero considero que las tendencias siguientes son fiables: • Expresan el afecto con sensibilidad, bondad, compasión y sim­ patía; son capaces de entregarse desinteresadamente y de adap­ tarse a las necesidades emocionales del otro. • El escapismo, la evasión y la confusión pueden limitar su capaci­ dad de dar y recibir; la falta de discriminación puede dificultar el establecimiento de relaciones sólidas. • Necesitan una armonía mágica y romántica; idealizan al ser que­ rido y al amor mismo. Los deseos pueden ser vagos y desenfoca­ dos, lo que incrementa su vulnerabilidad. Como quienes tienen Venus en Piscis necesitan dedicar sus afectos a alguna relación y/ o vía de expresión, y al mismo tiempo son evasi­ vos en sus emociones, las relaciones personales les resultan fascinan­ tes, pero también son un área de la vida eternamente confusa. Sus sim­ patías les movilizan con facilidad, pudiendo llevarles a entrar en relaciones poco prácticas, con escasas posibilidades de beneficiarles y que incluso pueden llegar a ser bastante autodestructivas. Como de manera natural prefieren no ver debilidades o la decadencia de su pa­ reja, pueden ser soñadores y románticos, darlo todo emocionalmen­ te, y después darse cuenta de que la relación estaba fundamental­ mente basada en motivaciones negativas: pena, miedo, obligación o desesperación. Incluso les cuesta enamorarse de personas por las que no sienten lástima. Los tipos fuertes e independientes les producen indiferencia. Las mujeres con Venus en Piscis son receptivas y ceden ante la vo­ luntad y los deseos de los demás. No son particularmente sexuales (a

menos que influyan otros factores de la carta), puesto que el inter­ cambio fisico es un canal para los sentimientos románticos y las emo­ ciones. Una de las razones por las que a veces les gustan las drogas es que muchas no son espontáneamente sensuales a nivel fisico, y los es­ tupefacientes les permiten entrar en sus cuerpos y en sus sentidos. Ne­ cesitan basar la relación en ideales positivos compartidos, que pueden ser espirituales, artísticos o humanitarios. Pueden ser apreciadas por su gran capacidad para el afecto y por la complejidad de su expresión emocional. En el mejor de los casos, su apoyo puede ser una fuente de coraje. Los hombres con Venus en Piscis se sienten atraídos de manerá na­ tural hacia las personas muy sensibles y emocionales, comprensivas y dedicadas. Una persona dificil de clasificar y bastante «mística» susci­ tará su interés. También suelen interesarse por los tipos artísticos: per­ sonas poéticas o musicales con sensibilidades delicadas que expresan anhelos idealistas. En las siguientes citas, entrevistas y respuestas a cuestionarios en­ contramos nuevas comprensiones sobre la personalidad dificil de des­ cifrar de Venus en Piscis: • Esto es lo que una mujer escribió sobre los hombres con Venus en Piscis: «Muy sensuales, fuerte orientación hacia el placer. Ten­ dencia hacia la decadencia. Quieren estar muy dedicados a su pa­ reja sexual, pero al mismo tiempo quieren amar a todo el mun­ do» (CA). • Debbi Kempton Smith describe la actitud de la gente con Venus en Piscis hacia sus amantes: «Está dispuesto a inventar un millón de excusas para ti, y te querrá en ésta y en las próximas diez mil vidas, pero te abandonará cuando se quede sin excusas para tu comportamiento o si ve que estás desperdiciando tu vida deliberada­ mente» (SNN). • Grant Lewi completa este retrato: «Su juicio con respecto a los demás no es demasiado preciso, y esto se debe a que lo que más

les interesa son sus propias emociones, y en segundo lugar la per­ sona a la que se dedican. Sus emociones a menudo se ftjan en al­ guien no especialmente interesado en ellos, y podrían derramar mucha emoción y atención antes de descubrir que su amor no es correspondido (...). Deben aprender a evaluar mejor a los demás para obtener del mundo un rédito justo por toda la devoción que le dedican» (AFM). • Una mujer de treinta y siete años con Venus en Piscis comentó: «Durante años ha sido fácil acostarse conmigo. Esta actitud me gustaba porque me permitía entrar rápidamente en una cone­ xión emocional más profunda, en un nivel que las personas no suelen revelar. Era mi manera de hacer trabajo curativo» (EA). • Julia Parker resalta que estas personas necesitan tomar concien­ cia del valor de lo que tienen para ofrecer: «En este emplaza­ miento hay una riqueza de sentimientos y una cálida sensibilidad que se dirigen hacia la pareja de manera bondadosa y amorosa. Es común la tendencia a preocuparse indebidamente por el amante, como también lo son los sentimientos de inadecuación y la constante necesidad de hacer aún más por él o por ella» (AHB).

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Marte en signos de fuego Cuando Marte está en alguno de los signos de fuego, la persona suele tener una capacidad innata para expresarse y proyectarse con fuerza hacia el mundo de la actividad externa, produciendo un impacto no­ table. A menudo expresa un entusiasmo confiado y mucha iniciativa. Puede tener dotes innatas de liderazgo, capacidad de inspirar, y una corriente interminable de ideas y visiones creativas. Pero también pue­ de arrastrar una sensación de superioridad que genera el rechazo de los demás por parecer abrasiva y egoísta. Los individuos de ambos sexos con Marte en signos de fuego tien­ den a dar órdenes a la otra persona y a considerar los sentimientos se­ xuales de la pareja de manera impersonal y mecánica. Por tanto no acostumbran a destacar en la esfera de las relaciones íntimas (¡ex­ cepto en su propia mente!), en parte porque están tan llenos de sus propios esquemas elaborados y de sus propios placeres que no «con­ tactan» con el otro, y raras veces se preocupan por escuchar a sus pa­ rejas. La relación íntima suele ser considerada (aunque ellos lo nie­ guen) como una parte menor de su vasta y dramática visión de la vida, una visión de la que se sienten extremadamente orgullosos y que la futura pareja tiene que aceptar sin reservas o bien rechazar frontal­ mente. Las personas con Marte en los signos del fuego expresan sus ob­ jetivos y deseos (incluyendo los sexuales) de manera muy directa, y los demás suelen saber la posición que asumen en la mayoría de los asuntos. Suelen considerar los encuentros sexuales como demostra­ ciones simples y sinceras de su poder personal que deben discurrir de manera directa (A, By después C); así, aunque suelen mostrar una actitud lúdica y deportiva hacia el sexo, a veces se muestran fal­ tos de su sutileza o sensibilidad en los intercambios eróticos. (El lec-

tor también debería revisar mis comentarios del Capítulo 8 sobre Marte en fuego para obtener una visión más amplia de Marte en este elemento). Otras claves para comprender a Marte en signos de fuego son las siguientes: • Cuando el planeta de la agresión (Marte) está en el elemento fue­ go, su campo de actuación es la totalidad del mundo. Sin em­ bargo, en el mundo íntimo del compartir personal y de las emo­ ciones profundas, su poder e insensibilidad son su mayor problema. Pueden ser sexualmente impacientes y exhibir un es­ tilo sexual bastante «masculino», que desea alcanzar un objetivo y validar su imagen de sí mismo en lugar de ver la interacción se­ xual como una oportunidad de intercambiar con la pareja. A las personas que se toman el sexo con más seriedad (por ejemplo los emplazamientos de Marte y Venus en signos de tierra y agua), el entusiasmo de Marte en fuego les puede resultar desconcertante e insatisfactorio. • Muy orgullosas y preocupadas por el estilo, estas personas exi­ gen respeto. Si se sienten ofendidas, pueden reaccionar inme­ diatamente con insultos desdeñosos, proferidos en voz alta y sorprendentemente feroces. A veces proyectan una imagen de mayor altura de miras y moralidad de lo que su conducta de­ muestra. • La energía de Marte expresada de manera fogosa puede ser una experiencia de entrega muy exuberante y gratificante, siempre que todo vaya bien. Pero la verdadera prueba es el modo que la persona elija abordar los conflictos, la decepción o la falta de sa­ tisfacción inmediata. Su forma de afrontar esta prueba determi­ na buena parte de su éxito en la relación y en la totalidad de su vida.

Marte en Aries Quienes tienen a Marte en Aries, el signo que es la quintaesencia mar­ ciana, suelen expresar ansiedad y el deseo de acción rápida y resulta­ dos inmediatos (¡lo que quizás no sea el mejor planteamiento en el área de las relaciones personales!). La mayoría de la gente con este emplazamiento exhibe cierto grado de impetuosidad, siendo muy di­ rectos y contundentes, lo que puede resultar irritante o encantador y refrescante. De hecho, ellos mismos se irritan fácilmente, mostrando un enfado y un desagrado que no suelen ser personales ni duraderos ( ...). Es el modo que tienen de soltar la presión que les causa tener que soportar dificultades y retrasos. Siempre son competitivos, tanto si lo admiten como si no. Generalmente les gustan los deportes, y partici­ pan activamente de ellos. Necesitan ser los primeros, cuando no los mejores, en todas las áreas de la vida. Les gusta ser pioneros en nue­ vos campos, no pudiendo vivir sin la excitación de sentirse espoleados constantemente por algo nuevo. Como son bastante impulsivos y tie­ nen una confianza innata (pues raras veces se paran el tiempo sufi­ ciente como para dudar de sí mismos), dedican su abundante energía para conseguir sus deseos, más allá de cualquier dificultad. Si fraca­ san, se recuperan rápidamente y emprenden una nueva actividad. Tal vez el talento más subvalorado que demuestra el signo de Aries (un rasgo que raras veces se menciona en los libros de astrología, y que es aplicable a otros planetas en Aries además de Marte) es su compren­ sión rápida e intuitiva de los aspectos esenciales de cualquier situación o dificultad. Esta capacidad de resolver los problemas con rapidez es uno de los motivos por los que a menudo trabajan como autónomos, o al menos tratan de tener un contrato que les permita la mayor in­ dependencia posible; ellos saben lo que se necesita en muchos casos, y no tienen paciencia para asistir a largas reuniones con personas que no tienen ni idea. Tercos y abruptos, su encanto no les lleva muy lejos en la vida; pero su sinceridad y actitud intrépida y entusiasta al cen­ trarse en el objetivo les garantizan el respeto ajeno. Detestan la rutina y lo único que temen es al aburrimiento.

LA ESENCIA DE MARTE EN ARIES

A lo largo de los años he resumido así las cualidades psicológicas esen­ ciales de Marte en Aries: • Se afirma completamente, de manera directa, con impaciencia y a veces con temeridad. • Entiende intuitivamente los aspectos esenciales de las situacio­ nes; siente el impulso de buscar nuevas experiencias; a menudo tiene habilidad empresarial y/ o para la mecánica. • Expresa el instinto sexual con impulsividad y confianza. Tanto los hombres como las mujeres con Marte en Aries están sin­ tonizados con una energía física concentrada y directa, sin la comple­ jidad existente de Marte cuando está en otros signos. Aquí, Marte es una energía instintiva e impulsiva. Aries tiende a ver únicamente lo que tiene justo delante, y cuando el objeto de su amor o de su interés se­ xual se va, la intensidad del deseo también disminuye. La gran ventaja para quienes interactúan con ellos en una relación es que todo está a la vista. Sus motivaciones son tan evidentes que ni siquiera tratan de ocultarlas o disimularlas. Por la adicción de Aries a lo nuevo, en mu­ chos libros se les ha descrito como insaciables con relación al sexo y las aventuras amorosas. Digamos simplemente que necesitan estímulos, y que el aburrimiento y la rutina son fatales para ellos. Todo depende de si sus energías están siendo canalizadas hacia otras áreas que les plan­ teen retos importantes. Si no disponen de una vía de salida constructi­ va para su abundante energía física, pueden mostrarse muy agresivos, eternamente insatisfechos, e incluso marcadamente hostiles en las re­ laciones o interacciones sexuales. Tienen una gran necesidad de prac­ ticar deporte, mover el cuerpo, realizar actividades al aire libre u otras empresas que les ayuden a relajarse y a disipar parte de su famosa im­ paciencia. Un rasgo muy importante de la personalidad de Marte en Aries ( que también es válido para Venus y el Sol en Aries), es su ten-

dencia a insistir en que tienen razón, y a no querer escuchar en abso­ luto el punto de vista de la otra persona. ¿Hace falta añadir más? Las mujeres con Marte en Aries asumen la iniciativa en muchas áre­ as de la vida, incluyendo las relaciones y el sexo. Detestan que se les ig­ nore, e insisten en ser reconocidas por sus abundantes dones y su for­ midable carácter. Las mujeres con Marte en Aries, además de expresar las cualidades agresivas de su signo, se sienten atraídas hacia los hom­ bres que las exhiben. Un hombre independiente, aventurero y direc­ to, activa y dinamiza su imagen de Marte. Estas mujeres están impa­ cientes por entrar en acción y pueden tener mucho genio. Aunque son muy orgullosas de su sexualidad y exigen un respeto desmesura­ do, no son pasivas, más bien inician la acción y toman las riendas de la situación. A menudo parecen «un muchacho más» porque les gus­ tan los deportes y los mundos competitivos de los negocios y la carre­ ra profesional. Exhiben un tipo de sexualidad muy directa y «mascu­ lina», y a menudo quieren mucha acción, pero no desean prolongar el contacto sexual por razones emocionales. Consideran el sexo como un movimiento físico y una agradable liberación de tensión, más que como una fusión emocional o un compartir. Las m�jeres con Marte en Aries suelen ser impacientes con los hombres y esperan que ellos sean mecánicamente eficientes, pero que no necesiten mucho afecto ni apoyo emocional. Los hombres con Marte en Aries están sintonizados con el arque­ tipo masculino agresivo, y en las relaciones lo demuestran actuando como trogloditas. Sin embargo, pueden llegar a comportarse como unos amantes muy elegantes mientras dura el cortejo. Seguidamente, o bien se aburren o bien empiezan a enfocarse en alguna otra em­ presa mientras esperan que la mujer los haga sentir cómodos. Estos hombres son impacientes en todos los campos de actividad, y por lo tanto en las relaciones prefieren deshacerse del romanticismo en cuanto pueden. Como quieren ir directos al grano, se sumergen en una nueva relación con gusto, y continúan entregándose hasta estar seguros de haberse «ganado» a la hermosa damisela. Después acos­ tumbran a emitir el mensaje: «No intentes cambiarme. Soy así, soy real, tal vez un poco vulgar y anticuado. Y ahora voy a volver al traba-

jo». Según un gran número de entrevistas y cuestionarios, su nivel de energía en las relaciones y el sexo varía enormemente dependiendo de en qué medida se sientan estimulados por algo nuevo. En las siguientes citas tomadas de entrevistas, escritos y cuestiona­ rios se evidencian algunas características de Marte en Aries: • El extracto siguiente, tomado de las respuestas al cuestionario de una mujer, expone el extremismo que a veces vemos también en el Sol o en el Ascendente en Aries: «Las mujeres con Marte en Aries suelen ser fuertes y centradas en sí mismas, muy agresi­ vas y voluntariosas. Saben lo que quieren y van a por ello, y tien­ den a ver la mayoría de las situaciones sin medias tintas, es decir, "una cosa o la otra". No se quedan a medias con respecto a nada. A veces pueden ser casi brutales por su insistencia en salirse con la suya» (CA). • Esta cita de una mujer de 55 años también describe a las mujeres con Marte en Aries: «Aunque no suelen ser de espíritu mezqui­ no, pueden pisotear a quienes se interpongan en su camino por su deseo de ser las primeras o de conseguir lo que desean. Se sien­ ten cómodas en el papel de jefas» (EA). • Una mujer con Marte en Aries expresó en una entrevista la velo­ cidad y la impaciencia características de su emplazamiento: «Yo sufría el equivalente femenino de la eyaculación precoz. Mi se­ xualidad era tan inocente, directa, rápida ( ...), un estallido y en­ seguida todo acabó» (EA). • Temas como la independencia y correr riesgos (en los negocios, en el juego y en los asuntos personales) impregnan el significado tradicional del signo de Aries, y esto es aún más cierto para Mar­ te en Aries, como se expone en este comentario: «Las mujeres pa­ recen tener la capacidad de bastarse a sí mismas, y ser muy autó­ nomas. En muchos casos parecen estar obligadas a desarrollar un estilo de vida casi totalmente independiente de su pareja. A me-

nudo pasan largas temporadas separadas de su compañero. Los hombres con Marte en Aries se arriesgan mucho y tienen una ac­ titud temeraria» (CA). • Grant Lewi añade algunas observaciones originales: «Se sienten mejor y actúan con más eficiencia cuando no se sienten limitados o restringidos por la gente mayor, por superiores ni autoridades de ningún tipo. Responden enfadándose rápidamente cuando se violan sus derechos personales ( ...). Incluso en la carta de un alma tímida, esto añade beligerancia a su naturaleza» (AFM).

Marte en Leo Si Marte está en el extrovertido y expresivo signo de Leo, el individuo se siente orgulloso de su generosidad y lealtad en todo tipo de rela­ ciones. Sus grandes y generosas exhibiciones de afecto y apoyo pue­ den ganarles la lealtad ajena de por vida. Y si sus energías se manifies­ tan como una tendencia exagerada a ser siempre el centro del universo, pueden pedir demasiada atención o mostrar actitudes do­ minantes. Les gusta «vivir la vida al máximo» y les encanta participar en eventos grupales, rituales sociales y actividades fisicas vigorosas de todo tipo. Generalmente tienen una gran personalidad, de naturale­ za amistosa y con un toque dramático; les gusta contar historias y chis­ tes, y tienen instinto para entretener y animar a los demás. En la ma­ yoría de los casos este emplazamiento otorga una impresionante capacidad de liderazgo, o al menos la capacidad de energizar a otros o a cualquier proyecto con su entusiasmo y una visión de las posibili­ dades positivas. Suelen ser buenos vendedores, y tienen una capaci­ dad única para vitalizar los esfuerzos de las organizaciones; aunque los desafios sean sustanciales, su determinación es impresionante, cons­ tante y confiada. Suelen ser sinceros y directos, y esperan la misma sin­ ceridad de los demás. Les gusta tener el control, y generalmente man­ tienen una dignidad impresionante incluso en situaciones dificiles, a menos que alguien haya ofendido su considerable orgullo hasta el

punto de hacerles perder los estribos, lo que puede producir una sor­ prendente exhibición de indignación y enfado. Les altera especial­ mente cualquier experiencia de humillación. LA ESENCIA DE MARTE EN LEO

He destilado así las cualidades psicológicas esenciales de Marte en Leo: • Se afirma dramáticamente, con calidez, expresividad, confianza, y a veces con arrogancia; abundante vitalidad con inclinaciones creativas. • Los demás pueden percibir su necesidad de afirmarse en forma dinámica y creativa como una tendencia a mostrarse insistentes o dominantes. • La atención y las demostraciones de generosidad estimulan su energía física y sexual; necesitan escuchar alabanzas y halagos por sus proezas físicas, sexuales o creativas. Como son conscientes de la imagen y el estilo, tanto los hombres como las mujeres con Marte en Leo tienden a hacer gestos dramáti­ cos y románticos, y están particularmente enamorados del suspenso, la excitación y los rituales de apareamiento. A Marte en Leo le gusta ser el jefe o exhibir autoridad en cualquier situación, y en el descu­ brimiento y la experimentación con las relaciones desean tener este mismo papel. En lo peor de sí mismos, cuando se sienten inseguros, puede ser exagerados, insistentes, y a menudo insoportables por su necesidad de impresionar. Para ellos el sexo tiene una atracción dra­ mática y ritualista. En este signo de Marte, la aproximación al sexo -aunque no carece de calidez y aprecio por la pareja- es impersonal. ¿Cómo puede ser? Creo que se debe a que sienten que a través del sexo participan en la danza cósmica de la energía de vida. Esta expe­ riencia les exalta, pero sienten que la energía creativa en sí misma está

más allá del nivel personal. Las personas de ambos sexos con Marte en Leo tienen un intenso apetito sexual. Las mujeres con Marte en Leo se sienten invariablemente orgullo­ sas de su hombre. Les gusta brillar en la gloria y tienden a potenciar­ le en público con sus cumplidos. También son conscientes de cómo viste y de la impresión que causa. Estas mujeres se sienten especial­ mente atraídas hacia personas expresivas y cálidas que estén por en­ cima de las mezquindades. A menudo exigen devoción y no pueden so­ portar ningún tipo de humillación. A estas damas les gusta vestirse con elegancia, salir, ser observadas e interactuar de manera entusiasta con sus amigos y familiares. Las mujeres con Marte en Leo tienen una intensa necesidad de expresar aprecio por su pareja; pero también pi­ den mucho y dominan a su compañero demostrándole que ninguna otra mujer podría potenciar su ego como ella. Su lealtad sólo vacilará si él cae del pedestal de su visión idealizada por un exceso de negati­ vidad, mezquindad o a causa de un fracaso. Los hombres con Marte en Leo tienen la necesidad innata de ser notados,y les gusta impresionar. Nunca entran en una sala o en un en­ cuentro grupal de manera callada y discreta,sino que tienden a ser ex­ presivos en público. Esto también es válido en cuanto a su estilo con la pareja; les gusta exhibirla e incluso exagerar lo maravillosa que es su vida común. Definitivamente estos hombres tienen encanto. Pue­ den ser cálidos,juguetones y románticos,y están entre esa minoría de hombres a los que les gusta mucho salir de fiesta,ir a los restaurantes, etc. Les gustan las actividades sociales y les agrada hacerse notar en si­ tuaciones públicas. Suelen estar muy atentos a su apariencia,y la ropa les fascina más que a la mayoría de los hombres; muchos de ellos de­ dican un considerable esfuerzo a mantenerse en forma. Como les gus­ ta ser «dominantes»,sienten que lo ideal es una mujer algo pasiva que les admire constantemente. En casos extremos pueden ser de los más machistas,pero siempre tienden a cultivar una imagen propia donde siempre parecen como generosos y cariñosos. En las siguientes citas tomadas de entrevistas,respuestas a cuestio­ narios y otros escritos, encontramos algunas características particu­ larmente atinadas sobre Marte en Leo:

• Los comentarios deJulia Parker elaboran sobre algunas de las ob­ servaciones anteriores: «Las tendencias exhibicionistas de Leo se expresan enérgicamente cuando Marte está en este signo. El in­ dividuo dedica una gran cantidad de entusiasmo y energía a ha­ cer sentir su presencia, y tiene facilidad para conseguir que otras personas hagan las cosas. Aquí tenemos a un líder de grupo(...) ; a veces pueden ser un poco dogmáticos y altisonantes» (AHB). • Un participante comentó su tendencia a dramatizarlo todo: «Es­ tas personas dan un pequeño extra a todo lo que hacen, incluso al acto más mundano le dan un toque de personalidad(...). Son actores en el escenario de la vida» (CA). • Mary Coleman describe concisamente las energías de Marte en Leo: «Las energías fisicas y las pasiones son igualmente fuertes, dinámicas y llenas de un lujurioso apetito por la vida. El apetito sexual es "todo corazón", pero alimentado constantemente por una voluntad indómita y abundante (...). Los espíritus menos enérgicos pueden quedar chamuscados ante ellos(PIC). • Como comentó una mujer de cuarenta años que había tenido re­ laciones con tres hombres con Marte en Leo: «Cálidos y sexies, pero a veces muy dominantes. Tienden a pensar que saben qué es lo mejor para ti; a veces obligan a otros a hacer lo que ellos quieren. Son muy susceptibles a la adulación o al cumplido sin­ cero. Si alguien les presta mucha atención, esto activa su ego, pero he visto a hombres con Marte en Leo que no sentían una ne­ cesidad neurótica de recibir atención» (CA). • En sus respuestas al cuestionario, una mujer comentó la tenden­ cia de algunos hombres con Marte en Leo a correr riesgos en el juego de la vida. Dijo: «Los hombres con Marte en Leo son ex­ tremadamente capaces en momentos de emergencia, y saben exactamente qué hacer. Así mismo, están muy dispuestos a correr riesgos» (CA).

Marte en Sagitario Cuando Marte está en el signo de Sagitario, idealista y orientado ha­ cia el futuro, no son importantes los detalles de la vida cotidiana ni los aspectos prácticos de la relación. Lo que cuentan son los objetivos a largo plazo y la visión a gran escala de lo que la persona quiere reali­ zar. Estos individuos exhiben su necesidad de aventura, exploración, y deseo enérgico su independencia a nivel físico y mental. En el peor de los casos pueden ser rudos, estridentes y sarcásticos en sus opinio­ nes, e insensibles a las reacciones que provocan sus declaraciones con­ tundentes y carentes de tacto. Casi siempre existe una profunda aspiración hacia algún ideal de vida, sea consciente o inconsciente. Se proyectan a sí mismos como personas de miras elevadas, más idealistas que otras personas munda­ nas que no apuntan tan alto. De hecho, aunque suelen ser divertidos, amables y tolerantes en su expresión pública, también son orgullosos y sufren de la aflicción común a los signos de fuego: el sentido de su­ perioridad. En el mejor de los casos son entusiastas positivos e inspi­ radores. Les gustan las actividades al aire libre, y a menudo disfrutan sobremanera con los animales. Esto me recuerda una faceta única de su naturaleza: tal como el centauro (el antiguo símbolo de Sagitario) es el arquero sobre un caballo, medio humano y medio animal, la na­ turaleza psicológica y emocional de Marte en Sagitario refleja una dua­ lidad similar. A la tendencia animal le encanta la libertad de acción e instinto, pero el alma humana aspira a alcanzar un ideal moral o éti­ co. Su preferencia innata por la tolerancia y la apertura entra en con­ flicto con su deseo de tener razón a nivel moral, y su conducta refleja esta lucha interna. A veces, los demás pueden considerar esto como una tendencia hipócrita. Por ejemplo, les encanta predicar la «ver­ dad», sin importarles si ofenden o hieren a otra persona, y sin embar­ go suelen ser incapaces de escuchar la verdad con respecto a sus pro­ pias imperfecciones, pudiendo reaccionar con indignación y enfado. En otras palabras, pueden ser muy francos y críticos si consideran que alguien no está a la altura de sus exigencias, pero no pueden ver sus faltas y deficiencias delante de su propia nariz y evidentes para el res-

to de la gente. La discreción no es una virtud común de este empla­ zamiento, pues más que ningún otro signo excepto Géminis, no saben guardar un secreto y a menudo se sienten obligados a difundirlo, in­ cluso adornándolo, para hacerlo más importante de lo que es. LA ESENCIA DE MARTE EN SAGITARIO

Debido a su tendencia a mutar constantemente, a expandir sus hori­ zontes y formular nuevos planes para mejorar su vida, sintetizar las cualidades psicológicas esenciales de Marte en Sagitario ha sido par­ ticularmente complejo: • Se afirma a sí mismo de manera honesta, idealista, enérgica, im­ pulsiva y carente de tacto. • Su actitud decidida y sus acciones contundentes están motivadas por sus aspiraciones hacia un ideal de futuro, guiada por sus cre­ encias, moralidad e inspiraciones. • Las actividades aventureras les excitan sexualmente; sienten un impulso expansivo de mejorarse y explorar. Los hombres y mujeres con Marte en Sagitario son bastante di­ rectos con respecto a la pasión y sus opiniones en general. Tienen una actitud abierta y entusiasta hacia el sexo, y esperan que su pa­ reja haga lo mismo. Sin embargo, como buena parte de su actitud hacia el sexo proviene de su filosofía más que de una comprensión cabal de la complejidad de los individuos, éste puede ser el más in­ sensible de todos los signos de Marte hacia las necesidades sexuales de los demás y sus emociones concomitantes. Pueden ignorar los sen­ timientos ajenos sin darse cuenta, y sus comentarios irreflexivos y espontáneos a veces resultan muy dolorosos. Como creen en una li­ bertad total de expresión, suele faltarles la moderación y la modestia, lo que podría producir rechazo a las personas más tradicionales o es­ téticamente sensibles.

Las mujeres con este emplazamiento de Marte se sienten especial­ mente bien viajando, practicando deporte o haciendo caminatas, una afinidad que las convierte en buenas compañeras de muchos hombres aficionados de la actividad física. Les gusta una actitud directa en el sexo y se esfuerzan por alcanzar un objetivo, mostrando poca com­ prensión e irritación cuando no lo alcanzan. Como no son particu­ larmente sentimentales, desean acabar y pasar a lo siguiente. Se sien­ ten atraídas por hombres que pueden enseñarles algo, que participen en su desarrollo o les ayude a mejorarse. Ellas tienden a exigir de su pareja moralidad y altos ideales, y pueden perder rápidamente el res­ peto por él si no alcanza los niveles de sinceridad exigidos. Les gustan los hombres atléticos, optimistas y animados, que tengan planes ex­ pansivos para el futuro. Los hombres con este signo de Marte tratan de impresionar al ob­ jeto de sus deseos con sus chistes, su buen corazón, su sinceridad y su idealismo. Para ellos es importante que la pareja pase un buen rato, y se preocupan de que la otra persona disfrute. Apoyar sus esfuerzos por aprender y mejorarse también está entre sus prioridades, aunque a ve­ ces se muestren demasiado arrogantes e insistentes. Estos hombres ex­ presan lo que creen y piensan sin dudar, y si lo que escucha deja fría a la mujer, hay pocas posibilidades de que la relación progrese. Sexual­ mente, éste es uno de los hombres más flexibles de todo el zodiaco, al punto de que puede apreciar que la mujer no está interesada en el sexo en ese momento, siempre y cuando ella se lo haga saber de ma­ nera directa. Las citas siguientes tomadas de entrevistas, respuestas a cuestiona­ rios y otros escritos completan la imagen de Marte en Sagitario: • En la respuesta de una mujer al cuestionario hallamos nuevas observaciones que apoyan algunos de los comentarios anterio­ res: «La gente con Marte en Sagitario es contundente y directa en su manera de hacer las cosas, y también en el sexo. Tienen la actitud de "contarlo tal como es", y un apetito sexual fuerte y enérgico. Se plantean todas las cosas con cierta medida de hu­ mor y espíritu aventurero. Pueden ser muy impersonales en las

relaciones sexuales, pero suelen ser honestos respecto a sus sen­ timientos. Van a lo suyo sin falsedad y luego ven qué ocurre» (CA). • Mary Coleman completa la imagen: «Siempre hay otra escapada, otra aventura sobre unas colinas más verdes o a la vuelta de la si­ guiente esquina. Así, su apetito sexual es intenso, pero para con­ seguir satisfacción aplican más el atletismo que el histrionismo, a veces con muy poca preocupación por la hora o el lugar» (PIC). • En cuanto a las mujeres con Marte en Sagitario, un hombre co­ mentó: «Les gusta que la actividad sexual sea muy física, y pue­ den excitarse con velocidad. Pasarán con rapidez a una nueva re­ lación aunque aún estén enamoradas de su última pareja» (CA). • Las observaciones de Grant Lewi son aplicables al modo de ope­ rar de Marte en Sagitario: «Le encanta generalizar, y los detalles de la vida pueden irritarle; debe cultivar detenidamente el amor por el orden, que no suele acompañar a esta posición de Marte. También debe mejorar su manera informal y precipitada de ha­ cer las cosas(...). Así mismo, debe tener en cuenta que al ftjar sus ojos en cosas elevadas y lejanas, podría perderse lo esencial de la vida» (AFM). • La dualidad de la personalidad con Marte en Sagitario, reflejada en el símbolo del centauro, se hace patente en esta descripción realizada por un hombre de mediana edad: «Hablan de "moral", como los políticos, pero sólo consiguen ser morales cuando lo­ gran sexo satisfactorio y regular. Y se conforman con tratos "in­ morales" cuando no tienen esto a su alcance. En otras palabras, son de altas miras cuando les resulta fácil, pero tratan fatal al amante "ilícito"(como suele hacer Leo) cuando se presenta una pareja mejor» (EA).

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Marte en signos de tierra Marte en cualquiera de los signos de tierra está caracterizado por un planteamiento constante, sistemático, constructivo y a menudo am­ bicioso, orientado a conseguir que las cosas se hagan. A esta gente no parece importarle seguir los caminos trillados (aunque algo te­ diosos) para conseguir sus objetivos, siempre que sus esfuerzos aca­ ben produciendo resultados prácticos. Comprenden instintivamen­ te los ritmos naturales y la necesidad humana de seguridad y estructura, tanto en las relaciones como en los demás aspectos de la vida. La cautela, la autoprotección, el espíritu práctico y la pacien­ cia son otras claves de su modus operandi; generalmente buscan la eficiencia y sienten verdadera satisfacción al conseguir objetivos di­ fíciles que requieren persistencia. Como les importan las buenas for­ mas, suelen controlar estrictamente su sensualidad. Por lo tanto, no revelan rápidamente sus deseos o atracciones sexuales ni admiten si­ quiera a sí mismos las ventajas prácticas que se derivan de establecer una relación íntima. Aunque sensuales, no son necesariamente ro­ mánticos en el sentido de perderse fácilmente en las emociones. (El lector también puede referirse a la sección correspondiente del Ca­ pítulo 8 para revisar los comentarios anteriores sobre Marte en el elemento tierra). Otras claves para entender a Marte en signos de tierra son las si­ guientes: • Debido a la intensa presencia física que expresan quienes se en­ cuentran con ellos pueden experimentar el fenómeno de que la vida y el tiempo se ralentizan al concentrarse en la realidad física y en el momento presente.

• Para la mayoría de estas personas la apariencia externa y la ropa son importantes, y su propia percepción de la respetabilidad (es decir, ser tomado en serio) está muy asociada con la imagen físi­ ca que proyectan. A las personas de ambos sexos con este empla­ zamiento les gusta ser físicamente deseables. • Aunque Marte en el elemento tierra es muy eficaz haciendo co­ sas en el mundo, en el campo de las relaciones íntimas su efica­ cia puede ser el mayor obstáculo para construir relaciones grati­ fican tes y duraderas. La posesividad y/o utilización de la otra persona para conseguir las propias metas no son las mejores ba­ ses sobre las que edificar una relación.

Marte en Tauro Cuando Marte se encuentra en el signo de Tauro, los impulsos agre­ sivos se mantienen bajo control, pero nunca deben subestimarse, por­ que son muy poderosos y persistentes. De hecho, aunque en la litera­ tura astrológica raras veces se describe a Tauro como «agresivo», quienes tienen a Marte (o al Sol) en el signo del toro están entre los seres más voluntariosos, constantes y obstinados del mundo a la hora de perseguir sus deseos y objetivos. En el mejor de los casos son gran­ des constructores o creadores, industriosos pero también con un to­ que artístico. Tauro es un signo asociado con Venus, el planeta del arte y la be­ lleza, de modo que aquí tenemos a Marte en un signo de Venus, energizando tanto las pasiones eróticas como las sintonías estéticas y sensuales). La posición de Marte siempre muestra el modus operan­ di, y en el caso del lento y deliberado signo de Tauro el paso nunca se acelera. Hay un amor por la rutina que puede ser visto como le­ targo, y que a veces realmente lo es. Sin embargo, para sorpresa de muchos observadores, su esfuerzo persistente a lo largo de los años a menudo produce logros considerables. Ellos son ejemplos vivien­ tes del viejo adagio: «El lento pero constante gana la carrera». Mu-

chos de ellos exhiben una vena de complacencia, satisfacción consi­ go mismos e incluso de pereza, pero esto suele ser temporal y sólo es un rasgo dominante en unos pocos individuos. Según mi expe­ riencia, estas personas se sienten muy infelices al envejecer si no han conseguido algo concreto en la vida. En unos pocos casos he visto que se amargan y se odian a sí mismos. El amor desinhibido por los pla­ ceres de los sentidos y la indulgencia hacia ellos son característicos de Tauro, y de quienes tienen a Marte en este signo buscan fervoro­ samente el placer, y a menudo el lujo y las posesiones. Suelen anhe­ lar «las cosas refinadas de la vida» y sienten que las merecen, porque, evidentemente, son especiales y quieren lo mejor. Se sienten muy or­ gullosos de sus adornos, ropa y dinero; y actúan como niños tempe­ ramentales cuando ven amenazadas sus posesiones. Esta sensación de merecer la abundancia que parece un rasgo innato de Marte en Tau­ ro (así como de otros planetas situados aquí) también conduce a un desperdicio constante, lo que puede crear conflictos relaciona­ les con las personas de signos frugales, como Escorpio, Cáncer o Acuario. LA ESENCIA DE MARTE EN TAURO

Así es como he destilado las cualidades psicológicas esenciales de Mar­ te en Tauro: • Se afirma a sí mismo de manera constante, retentiva, conserva­ dora y tenaz. • Dirige la iniciativa y el impulso hacia la consolidación, la pro­ ductividad, la comodidad y el disfrute de los placeres simples de la vida; a menudo con una vena artística y/ o creativa. • La energía física y el impulso sexual están influidos por una pro­ funda valoración de los sentidos físicos; puede tender hacia la complacencia y la pereza.

Los hombres y mujeres con Marte en Tauro tienen un apetito se­ xual fuerte y constante, así como intensos impulsos sensuales. Para ellos, el mundo físico es la realidad última y tienen el sentido del tac­ to muy desarrollado. Esta sintonía añade abundante sensualidad a su vida sexual, y crea la necesidad de recibir demostraciones regulares de deseo físico que potencien su seguridad en sí mismos. No obstante, su profundo apetito sexual tarda en activarse y es bastante cauto en su aproximación, ya que no quiere arriesgarse a sufrir un ridículo o un fracaso. Esto es lo que está detrás de sus buenas maneras, y del he­ cho de que a menudo decida no acercarse a la persona deseada si la situación parece complicada o potencialmente vergonzante. Son bas­ tante lentos a la hora de excitarse, pero cuando despiertan sus deseos profundos, tratan de prolongar la experiencia en una medida que no suele ser apreciada por las parejas más impacientes, a quienes este sexo lento, sensualmente indulgente y previsible les resulta bastante aburrido. Cuando se sienten seguros, exigen mucha atención física, y su actitud sexual es muy ftja y egoísta, más enfocada en «conseguir» que en «dar». Uno podría resumirlo diciendo que son muy tradicio­ nales en el sexo, y muy exigentes una vez que la pareja está consolida­ da. En la medida de lo posible quieren tener su fuente de placer com­ pletamente asegurada. Las mujeres con Marte en Tauro pueden esperar algún tiempo an­ tes de implicarse con alguien, pero cuando lo hacen, sus deseos se ex­ presan con fuerza y hasta con avaricia. Entonces quieren sentirse que­ ridas, y pueden enfadarse mucho si su profunda necesidad de placer no queda satisfecha. Por desgracia, raras veces comunican verbal­ mente sus necesidades y deseos a su pareja, que puede sentirse utili­ zada y desear de distanciarse de una «terrenidad» tan poderosa y de­ mandante. A menudo muestran una vena arquetípica primitiva y quieren ser dominadas, aunque hayan tomado clases de feminismo en la universidad. También quieren que el hombre de su vida les pro­ porcione comodidades materiales y sea capaz de asumir el papel de la tradicional figura masculina dominante. Los hombres con Marte en Tauro quieren demostrar su poder y atractivo proveyendo bienes materiales y comodidad al objeto de su

deseo. Estos hombres pueden ser encantadores, pero también muy ce­ losos y posesivos, pudiendo llegar a extremos de gran irracionalidad. Uno de sus dones es la paciencia, y esto puede frustrar a los demás, puesto que casi nadie tiene tanta como ellos. En casi cualquier campo de actividad, pueden lograr sistemáticamente cosas que otras perso­ nas más inquietas y menos determinadas no consiguen. En las citas siguientes, tomadas de entrevistas, escritos y cuestiona­ rios, descubrimos algunas características de Marte en Tauro: • Dos mujeres describieron así a los hombres con Marte en Tauro: «Los hombres con Marte en Tauro son muy sensuales y amantes del placer, pero en general son sexualmente pasivos. Les gusta que se les cuide y mime, y prefieren mujeres dispuestas a dar este tipo de atenciones. Son conservadores y no muy dados a la expe­ rimentación» (CA). El siguiente comentario viene de una mujer muy terrenal, con Venus y Marte en signos de tierra: «Previsible e inflexible, le basta con repetir la misma rutina cada vez. Acaba resultando aburrido» (EA). • Grant Lewi comenta lúcidamente cómo Marte en Tauro consigue "salirse con la suya" a través de lo que él denomina «un plantea­ miento de cooperación negativa». No es que luchen con uno ni que estén en desacuerdo, pero uno se ve obligado a esperar eter­ namente hasta que estén dispuestos a ceder y a considerar otro punto de vista: «Su lema es: "No quiero luchar; hagámoslo a mi manera". Son maestros en el arte de la agresión pasiva y la resis­ tencia pasiva» (AFM). • Dos comentarios sobre las mujeres con Marte en Tauro forman una yuxtaposición interesante: una mujer entrevistada con Mar­ te en Tauro declaró: «Me gusta que los hombres tengan sustan­ cia, que pueda agarrarlos y sentir que están ahí» (EA). Un hom­ bre escribió que a las mujeres con Marte en Tauro «les gusta que les trates como damas, aunque no lo sean» (CA).

Marte en Virgo Cuando Marte está en el analítico y sistemático signo de Virgo, los indi­ viduos son notablemente productivos y dedicados a realizar cualquier tarea que les sea asignada. Pueden ser ingeniosos y crear nuevos modos de conseguir los resultados deseados en cualquier campo, prestando atención a cada detalle que pueda tener impacto en el producto o pro­ yecto final. Aunque su modus operandi es diferente del de Escorpio (pues­ to que Virgo es más mental y analítico, mientras que Escorpio es intui­ tivo), se parecen a aquellos por su minuciosa atención a todos los factores involucrados. Virgo es el signo del artesano, y las personas con esta ubicación están dispuestas a dedicar un tiempo considerable a per­ feccionar los pequeños detalles de su tarea. Como dijo en una entrevis­ ta un artista con Marte en Virgo: «Mi manera de practicar mi arte es ex­ tremadamente metódica. Y mi arte se hace cada vez más pequeño, cada vez más detallado» (EA). Las personas con Marte en Virgo son muy tra­ bajadoras, hasta el punto de que el trabajo domina tanto sus vidas y ob­ sesiona sus mentes preocupadas, de tal manera que les queda poco tiempo para cualquier otra cosa, incluyendo una relación saludable. De hecho, estos individuos pueden hacer cualquier trabajo mejor que la mayoría debido a su inteligencia práctica (no les importa hacer el tra­ bajo sucio que otros suelen eludir), y a menudo acaban generando un círculo vicioso en el que sus compañeros les dan todavía más trabajo, puesto que ellos dicen que nadie más hace las cosas «lo suficientemen­ te bien». Los problemas surgen porque Marte en Virgo se muestra ins­ tintivamente crítico hacia quienes no utilizan sus métodos exigentes y disciplinados. Aunque él no sea supercompetente, puede ser muy se­ lectivo y crítico, e insiste en que los demás hagan las cosas a su modo. La gente con Marte en Virgo busca el orden en todas las cosas, y éste es un valioso talento en muchos campos laborales, como la investigación o la erudición, aunque no es el principio ideal para dirigir las relaciones emocionales. Cuando la vena perfeccionista se aplica a los seres huma­ nos, produce una tendencia a querer reformara los demás; y esta gente raras veces parece aprender que criticar y señalar defectos no es el me­ jor modo de influir en el pensamiento o en la conducta ajena.

LA ESENCIA DE MARTE EN VIRGO

El modo más preciso que tengo de formular las cualidades psicológi­ cas esenciales de Marte en Virgo es el siguiente: • Se afirma modestamente, analíticamente, con espíritu servicial y cumplidor, y a veces con críticas. • Necesita buscar la perfección para satisfacer sus deseos; la deci­ sión y la iniciativa pueden verse obstaculizadas por la autocrítica y una excesiva atención a los detalles. • La necesidad de servir influye en su energía física y en su volun­ tad; es capaz de trabajar duro, con vigor e inteligencia práctica. En los hombres y mujeres con esta ubicación, hasta su aproxima­ ción al sexo pasa por la mente analítica. Todo es escrutado, cuestio­ nado y motivo de preocupación. Como resaltan la mayoría de las en­ trevistas y cuestionarios, puede haber una especie de aproximación «clínica» a la intimidad y al sexo, lo que a menudo les hace interesar­ se por las técnicas y los libros sobre sexualidad. Es posible que estu­ dien tanto el tema que toda espontaneidad se vuelva imposible, pues­ to que todo procede de un plan mental calculado más que de la profundidad del sentimiento o de la pasión. Marte en este signo de tierra es muy sensual, pero también de una actividad mental conside­ rable. Una posible solución consiste en encontrar una relación que combine la sensualidad con una buena comunicación verbal. Debido al excesivo énfasis en el trabajo, en muchos casos canalizan buena par­ te de su energía física y de su energía mental hacia el deber, o la su­ bliman en sus objetivos. En las personas de ambos sexos el impulso se­ xual parece ser moderado, siendo mucho menos persistente en Virgo que en los otros dos signos de tierra. De hecho, algunos individuos con esta ubicación reconocen que prácticamente no tienen actividad sexual. Si esto es así, se sentirán mucho más relajados aceptando que ésa es su naturaleza que dejándose atrapar en un autoanálisis inter-

minable. La mente analítica hiperactiva presenta un dilema en las re­ laciones: si la enfocan en sí mismos, se quedan atrapados en los nudos de la duda, sintiéndose muy cohibidos o deprimidos; si la enfocan en su pareja, esto raras veces es apreciado y suele hacer que la otra per­ sona se ponga a la defensiva. Esto es lo que Debbi Kempton Smith escribió sobre Marte en Vir­ go: «Pueden desmontar a la gente, pero no les gusta tanto volver a re­ componerlos. Ellos sienten que les están puntuando en una escala de uno a diez en una docena de categorías diferentes» (SSN). Está claro que, en las relaciones, algunas personas juegan a pun­ tuar privadamente a los demás, sobre todo en las primeras etapas. En mis investigaciones, más gente con Marte en esta posición que en cual­ quier otra admitieron que aplicaban a sus parejas algún tipo de esca­ la. Virgo es una posición muy introvertida y no agresiva para el pode­ roso Marte, y por lo tanto la energía de este planeta tiende a volverse hacia dentro, produciendo tensión nerviosa y a veces ralentizando el despertar de la sexualidad. Para la gente con Marte en Virgo es im­ portante aprender a relajarse, salir de su cabeza y entrar en su sen­ sualidad corporal; entonces pueden abrirse a experimentar el tipo de afecto compartido que aprecian especialmente, puesto que no suelen tener mucha confianza en sí mismos. Las mujeres con Marte en Virgo son dinámicamente activas cuan­ do trabajan o realizan labores domésticas o artísticas, en las que des­ tacan, pero suelen ser muy pasivas en su aproximación a las relacio­ nes, y especialmente al sexo. Son muy cuidadosas a la hora de activar su energía sexual y tienden a controlarla mucho. Raras veces se mues­ tran muy apasionadas (a menos que el Sol o algún otro factor impor­ tante esté en un signo más sensual), aunque les gusta ser deseables y resultar interesantes a los hombres. De hecho, parecen obtener mu­ cha más gratificación de comprobar que han sido de ayuda o estimu­ lantes para su pareja que del placer físico y emocional que ellas mis­ mas experimentan. Les gustan los abrazos y el contacto sensual, que les ayuda a salir de su mente y a tocar tierra por un tiempo. El empleo de los dones curativos, que muchas de estas mujeres expresan a través del toque terapéutico, puede proporcionarles una estabilidad saluda-

ble, así como satisfacción mental. Se sienten especialmente atraídas por hombres convencionales y de buenos modales, con una aparien­ cia limpia y disciplinada. Una demostración palpable de discrimina­ ción y de capacidad intelectual también les resulta atractiva. Los hombres con Marte en Virgo tienden a demostrar su expe­ riencia y sus habilidades en diversos campos para impresionar a la mu­ jer. También pueden ofrecer ayuda práctica, tanto si la mujer lo apre­ cia como si no. Éste es uno de los pocos signos de Marte en los que el hombre suele expresarse con cierta humildad, y esta falta de actitud machista o arrogante puede ser un verdadero plus. Por otra parte, mu­ chos hombres con este emplazamiento tienden a preocuparse por su energía sexual. Otros tienden a sobreestimar la amplitud de su expe­ riencia sexual, o de su conocimientos o competencia técnica. Otra conducta que he observado en ambos sexos, aunque de manera más agresiva en los hombres, es una tendencia defensiva, beligerante y agu­ damente crítica que parece surgir fácilmente cuando se frustran sus deseos (sexuales o de otro tipo). Para ampliar este retrato de Marte en Virgo resultan instructivas las citas siguientes, tomadas de entrevistas, respuestas a cuestionarios y otros escritos: • En sus respuestas al cuestionario, una mujer escribió: «Quienes tienen Marte en Virgo son los que lo limpian todo. Son famosos por leer Masters and Johnson [ estudios estadísticos y de laborato­ rio sobre sexualidad] a su amante; no obstante, de algún modo se convencen a sí mismos de que el sexo es biológicamente lim­ piador. Son descaradamente clínicos, y a menudo te cuentan lo bien que lo has hecho, además de puntuarte. De algún modo, esto desinfla su vida amorosa» (CA). • Una entrevista con una mujer que se acercaba a la treintena y te­ nía una relación significativa con un hombre con Marte en Virgo generó los comentarios siguientes: «Tratan de mostrar su fuerza a través del servicio y la ayuda paciente. Este hombre estaba bas­ tante "confundido" en cuanto al sexo, y tenía un conflicto entre

la virgen y la puta ( ...), la cuestión de la pureza. En su caso tal vez por la influencia de la iglesia católica. Cuando se le rechazaba, se enfadaba mucho, insultaba y se mostraba muy incisivo y crítico» (EA). • Un experto astrólogo escribió sobre los hombres con Marte en Virgo: «Energía de artesanos; generalmente tienen periodos de total celibato. ¡Y definitivamente son muy quejosos!» (CA). • Grant Lewi añade más observaciones generales -no limitadas al campo de las relaciones- que incluyo porque me parecen ex­ tremadamente precisas: «Sus energías están dirigidas hacia lo sis­ temático, o, en su manifestación negativa, hacia el no-sistema ( ...). De un modo u otro, sus esfuerzos están relacionados con or­ denar su vida. Son las personas más sistemáticas, lógicas, orde­ nadas y precisas del mundo. O bien viven precariamente, con la habitación desordenada, no queriendo poner las cosas donde tie­ nen que estar». Y continúa con estas sugerencias: «Maestros del detalle, deberían dejar que su inteligencia -¡que es abundan­ te!- se ponga a trabajar en cosas más esenciales. El peligro de esta posición es la estrechez de su esfuerzo, la incapacidad de ver el bosque entre los árboles» (AFM). • El cuestionario de otra mujer comentó lo siguiente sobre los hombres con Marte en Virgo: «Según mi experiencia (¡que no ha sido abundante, pero sí sorprendente!), Marte en Virgo no es ase­ xual, sino un signo con gran aguante y experiencia técnica, aun­ que tal vez un poco centrado en sí mismo y presumido en la cama» (CA). • Tal vez Tiffany Holmes resume óptimamente el dilema relacio­ nal de Marte en Virgo cuando escribe: «La expresión verbal de Marte puede parecer más civilizada [ que algunos otros signos de Marte], ¡aunque no a su pareja sexual! El mt;jor modo de em­ plear esta energía es el trabajo profesional detallado; el perfec-

cionismo militante encuentra más recompensas en la oficina que en el dormitorio. La intimidad y la crítica sólo coexisten, en el mejor de los casos, durante una tregua» (WA).

Marte en Capricornio Cuando Marte está situado en el eminentemente práctico y autodis­ ciplinado signo de Capricornio, la ambición y autoafirmación son no­ tables por su expresión paciente y contenida, pero también por su per­ sistencia y por la fuerza física subyacente. Los individuos con Marte en Capricornio son capaces de fortalecer a los demás con su apoyo cons­ tante y sus consejos prácticos. Están casi obsesionados con la autoridad, aunque distintas personalidades manifiestan esto de formas muy di­ ferentes: algunos muestran una ambición evidente por llegar a lo más alto de su profesión y trabajan hacia ese objetivo con notable deter­ minación, e incluso despiadadamente. Otros asumen que este logro exigirá años, y se subestiman cuando todos los demás ven en ellos el candidato ideal para ser «el jefe» u obtener la promoción. Yunos po­ cos se posicionan de manera irritante como si fueran la autoridad in­ cuestionable sin haber pagado tributo alguno, y siempre necesitan de­ cir la última palabra y sentir que dominan a los demás, pudiendo provocar el resentimiento ajeno o hacer que los otros se vayan dis­ gustados. El impulso a controlar y tener el poder (y por tanto la segu­ ridad) en todos los asuntos mundanos, y también en las relaciones, im­ pregna las motivaciones de Marte en Capricornio. Su aproximación es metódica -a veces tan cuidadosamente planeada que carece por completo de espontaneidad- y su actitud es casi siempre seria, aun­ que a menudo tienen un sentido del humor bastante seco. La gente con Marte en Capricornio necesita, e incluso ama, las mayores res­ ponsabilidades y deberes, y los desempeñan bien. El hecho de pare­ cer importantes les motiva. Les encantan los desafíos, aunque no lo sepan de forma consciente. Como escribióJulia Parker: «Está presen­ te una fuerza impulsora, y quienes tienen a Marte en este signo dis­ ponen de grandes recursos, especialmente en momentos difíciles»

(AHB). Y añade una observación que en mi opinión es muy cierta: «El ejercicio físico exigente es importante para el bienestar de los indivi­ duos con Marte en Capricornio». LA ESENCIA DE MARTE EN CAPRICORNIO

Después de décadas de trabajar con gente que tiene este emplaza­ miento y de observarles, puedo expresar así la destilación más preci­ sa de las cualidades psicológicas esenciales de Marte en Capricornio: • Se afirma cautelosamente, con seriedad, autoridad, ambición e intensa autodisciplina. • La decisión va acompañada de una planificación cuidadosa, pro­ longados cálculos y paciencia. La energía física suele estar dirigi­ da hacia objetivos materiales personales y metas a largo plazo. • Consigue sus deseos con constancia y persistencia, siguiendo los canales convencionales: el apetito sexual es intenso y controlado. Tanto los hombres como las mujeres con este emplazamiento son muy terrenales, y su naturaleza sexual está sintonizada con el instinto físico arquetípico. Sienten su fuerza y su insistencia, y lo mantienen bajo un control estricto hasta que llega el momento de desatar sus im­ pulsos. Para sorpresa de muchos que les consideran muy remotos y frí­ os, pueden exhibir una pasión notablemente profunda y un intenso deseo, siempre que dispongan del escenario adecuado. Así mismo, sus demandas son insistentes porque saben lo que quieren. De hecho, en las relaciones sexuales asumen la dirección con autoridad, y pueden mostrarse muy lascivos, de un modo que podría resultar vulgar a las personas con sintonías de Marte y Venus más sensibles. Les gusta te­ ner el control en todo, incluyendo el amor y el sexo. Para ellos, el sexo es un instinto y tiene que ser abordado de manera práctica; expresar sus deseos no tiene que ver necesariamente con la suavidad o la sen­ sibilidad. Si estas cualidades están presentes, emanan de otros empla-

zarnientos planetarios de su carta natal. Marte en Capricornio trata de controlar y disciplinar la expresión de su energía sexual en las inte­ racciones íntimas. También pueden pasar años sin sexo ( ...), aunque esto no sea de su agrado. Las mujeres con Marte en Capricornio son personas muy fuertes y capaces, y esta descripción también es aplicable a su expresión de la energía sexual. Aunque suelen ser muy conservadoras en su forma de presentarse en público y en su apariencia, sienten un impulso insis­ tente hacia el sexo, quieren conseguir respetabilidad y compromisos a largo plazo. Hay muchos otros factores, aparte de las pasiones instinti­ vas y la sensualidad, que pueden abrir o cerrar las puertas de su sexua­ lidad. Como dijo en una entrevista una mujer con Marte en Capricor­ nio: «Me gusta proyectar una imagen de control» (EA). Les suele encantar el mundo de los negocios y el intercambio práctico que re­ quiere. Tienden a sentirse atraídas por hombres distantes, triunfado­ res, serios y ambiciosos, y cuanto más reservados e inescrutables, tanto mejor. Los hombres con Marte en Capricornio son muy cautos a la hora de afirmarse a sí mismos, y en las situaciones sexuales se mantienen particularmente alertas ante el ridículo o el rechazo. Se retiran inme­ diatamente si se sienten menospreciados, y necesitan el respeto y el compromiso de su pareja para poder dar plena expresión sus energí­ as sexuales. Básicamente les resulta dificil manifestar el deseo o el afec­ to con libertad, pero una vez que se sienten seguros y aceptados dis­ ponen de una energía ilimitada y un vigor físico increíbles. Estos hombres suelen ser conscientes de la necesidad de venderse a una mu­ jer en función de lo que pueden ofrecerle a nivel material, y no me re­ fiero únicamente al sexo. El control vuelve a ser la nota clave, y si tie­ nen que estar demasiado pasivos, se sienten inseguros. Son muy autoritarios, impersonales y un poco mecánicos en sus actitudes hacia el sexo y la pasión. Suelen ser convencionales y a la mayoría no les gus­ ta asumir muchos riesgos en su vida y relaciones. Las siguientes citas tomadas de entrevistas, respuestas a cuestiona­ rios y otras fuentes nos ofrecen algunas comprensiones particular­ mente perceptivas sobre la naturaleza de Marte en Capricornio:

• En una entrevista, una mujer comentó que los hombres con Mar­ te en Capricornio «tienen que tener todo el control y no revelan sus emociones ni ningún tipo de vulnerabilidad». Los describió como impersonales y en algunos casos, incluso como mecánicos (EA). • En su comentario sobre las mujeres con Marte en Capricornio, un hombre escribió: «... lujuriosas y sexualmente agresivas; les gustan los hombres mayores y son manipuladoras en el sexo» (CA). • Mary Coleman describe la naturaleza de estas personas de un modo que en mi opinión capta de forma inteligente algunas de sus características esenciales: «Las energías físicas y las pasiones se mantienen muy contenidas hasta que la persona adecuada las libera, en el momento y lugar adecuados. Entonces el cambio de las buenas formas a la sensualidad es inesperado y abrumador. Así, el impulso sexual está fuertemente reprimido, pero siempre observando y esperando el momento de poder deshacerse de su carga de inhibiciones y encontrar la liberación» (PIC). • En una entrevista, otra mujer describió a los hombres con este emplazamiento como «muy ambiciosos, deseosos de impresionar y de escalar socialmente. Son conscientes de la imagen, antes de presentarse en público con su pareja» (EA). • Algunos extractos de los comentarios de Debbi Kempton Smith sobre Marte en Capricornio dan en el clavo: «Sombríos, pero muy valiosos cuando asumen toda la responsabilidad en una re­ lación (...). El amor dura mucho para ellos. Su poder resulta atractivo a la gente. Manipulan a los demás, aunque suele ser por su propio bien» (SSN).

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Marte en signos de aire Cuando Marte está en cualquiera de los signos de aire, un gran esta­ llido de energía agresiva fluye hacia la actividad mental y social. El sis­ tema nervioso se activa y las habilidades verbales se evidencian a una edad muy temprana. Suelen afirmarse a sí mismos en el habla y en la relación interpersonal; de ahí que les guste el debate, la discusión o la competición intelectual. Evidentemente, esto puede estimular y nutrir cierto tipo de relaciones, mientras que puede dificultar la in­ timidad. A pesar de la claridad de ideas que presentan tan locuaz­ mente en abstracto, el impulso de actuar de manera decisiva en su propia vida suele estar inhibido por un análisis interminable de las op­ ciones teóricas. La actividad intelectual y la comunicación son clave para energizar a estas personas tanto a nivel mental como físico; tie­ nen que involucrarse mentalmente en una actividad a fin de disponer de la suficiente energí,afísica para realizarla. Su desapego innato ( a diferencia de Marte en los signos de fuego o agua) les hace ser más cautos a la hora actuar, lo que incrementa el sorprendente conservadurismo que a menudo vemos en ellos. Explico esto con más detalle en el Capítu­ lo 8. Todos los emplazamientos de Marte en los signos de aire com­ parten este desapego y esta tendencia a analizar antes de decidir, aun­ que Géminis y Acuario son más experimentales que el serio y cauto Libra. Otras claves para comprender a Marte en los signos de aire son las siguientes: • El intercambio dinámico de ideas les energetiza físicamente. Los conceptos les resultan mucho más reales que cualquier cosa en el plano terrenal, y motivan sus deseos y entusiasmos. Compartir con otras personas que tengan visiones compatibles a nivel inte-

lectual, social o político puede resultarles particularmente esti­ mulante. • Muestran de manera natural un interés entusiasta y genuino por la individualidad de los demás; y como este interés es evidente, suelen conseguir sus propias metas y ambiciones con mayor faci­ lidad cuando se asocian con los demás o reciben su ayuda. De ahí que las ventas y las actividades promocionales, la terapia y la do­ cencia sean canales habituales de expresión para las energías de Marte en aire. • Un número considerable de personas con este emplazamiento (el planeta del deseo y la estimulación sexual en el elemento in­ telectual) se dedican a estudiar las conductas, tipologías y cate­ gorías sexuales. Son muy curiosos, con una orientación más ver­ bal y visual que física. Suelen confundir su excitación mental con sus verdaderos deseos. Como me dijo un entrevistado con Marte en aire: «A menudo no quiero sexo cuando pienso que quiero sexo. Lo único que quiero es recibir afecto fisico en el contacto con la otra persona» (EA). De hecho, los entrevistados con Mar­ te en los tres signos de aire comentaron específicamente que es­ taban dándose cuenta de que la actividad sexual no les interesa­ ba tanto como creían. Evidentemente las influencias sociales (a las que los signos de aire son particularmente susceptibles) mo­ delaron sus suposiciones y estimularon su curiosidad con res­ pecto al sexo, aunque su sintonía energética innata -que de­ pende del resto de la carta- fuera muy diferente.

Marte en Géminis Quienes tienen Marte en Géminis poseen unas habilidades verbales, sociales y/ o manuales altamente desarrolladas que pueden llevarles muy lejos en la vida. De hecho, son conocidos por su versatilidad, y a menudo tienen notables habilidades en múltiples campos, un rasgo

que les impide enfocarse en una tarea concreta durante el tiempo su­ ficiente como para convertirla en parte de un plan de vida a largo pla­ zo. Tienen mentes vivaces y siempre curiosas que buscan constante­ mente hacer conexiones (tal vez la palabra clave de Géminis) entre ideas, personas o experiencias. Su energía mental parece ilimitada, y tal vez ésta sea la razón por la que no dudan en interesarse cada po­ cos días por otro proyecto, viaje o nueva relación. Esta misma ten­ dencia suele llevarles a disipar sus energías y talentos en una miríada de detalles insustanciales, ideas superficiales o actividades sociales sin sentido. La comunicación es otra obsesión de Géminis. Las cosas van bien a este nivel si pueden apaciguar su modo bastante agresivo de afirmar sus propias ideas, que puede degenerar en tendencias argumentati­ vas, a veces con una actitud de «sabelotodo». Si logran evitar cometer errores garrafales, pueden ser muy eficaces en múltiples profesiones, como las de vendedor, publicista, relaciones públicas, profesor o es­ critor. Ingenioso, listo, con inventiva y a menudo con una mente orientada hacia la mecánica o la electrónica, ésta es la primera perso­ na que te viene a la cabeza cuando te preguntas quién podría brin­ darte algún detalle o solución extraños a los problemas, como si fue­ ra una especie de «Páginas Amarillas» con patas. Se sienten orgullosos de tener un número infinito de amigos y co­ nocidos en todas partes, y les encanta presumir de sus colegas ante otras personas. También pueden enfadarse mucho con quienes no se sienten inclinados a perder el tiempo «conociendo» a mucha gen­ te que nunca volverán a ver. A pesar del fuerte énfasis en la agilidad mental, Marte en Géminis también es sorprendentemente común en atletas consumados, porque les da reflejos rápidos, alerta mental y -en el mejor de los casos- un alineamiento armonioso entre el sistema nervioso y la mente, y coordinación entre la mano y el ojo. De hecho, es muy aconsejable que estas personas participen en acti­ vidades físicas para equilibrar y relajar el aspecto mental de su natu­ raleza.

LA ESENCIA DE MARTE EN GÉMINIS

Podemos resumir las cualidades psicológicas esenciales de Marte en Géminis como sigue: • Se afirma verbalmente, comunicando con flexibilidad e inteli­ gencia. • El objeto de su deseo cambia frecuentemente; se despista con fa­ cilidad. Expresa amistad y es muy bueno estableciendo conexio­ nes. • La energía física y el impulso sexual pueden verse afectados por las conversaciones mentalmente estimulantes, y por las imágenes o ideas nuevas y curiosas; son de mentalidad muy abierta. Tanto los hombres como las mujeres con Marte en Géminis se distraen con facilidad, y a menudo se sienten confusos con respec­ to a lo que realmente desean de las relaciones. Sus intereses ro­ mánticos pueden cambiar rápidamente, en parte porque sienten una curiosidad inagotable con respecto al sexo, los juegos y los in­ tercambios estimulantes en las dinámicas interpersonales. Como es­ cribió Mary Coleman: «El impulso sexual se disipa (...), sopla aquí y allá en busca de parejas más listas y de relaciones más divertidas» (PIC). De hecho, estas personas necesitan estímulos mentales y ver­ bales para mantener su llama ardiendo. Sólo encuentran satisfac­ toria a una pareja si también posee un amplio rango de intereses y la capacidad de aprender siempre cosas nuevas, de ir a lugares di­ ferentes, o de expresar una observación estimulante y original. Como buena parte de la energía de Marte va dirigida a la actividad mental, el impulso sexual no es particularmente intenso, al menos en el sentido físico. No obstante, y especialmente si algunos otros factores destacan en la carta natal, pueden parecer extraordinaria­ mente interesadas en el sexo y fascinadas por las variedades del ero­ tismo.

Las mujeres con Marte en Géminis acostumbran a exhibir habili­ dades manuales o musicales, y a veces intelectuales. Suelen tener un aspecto juvenil que les hace ser, por t;jemplo, buenas profesoras para los jóvenes. Adaptables y flexibles, les gusta la variedad y desean com­ partir muchas actividades con la pareja. A menudo prefieren una fies­ ta o una charla a un encuentro intenso. Aunque habitualmente son coquetas, les cuesta entrar en sus cuerpos cuando las cosas van más allá de las demostraciones superficiales. Las mujeres con Marte en Gé­ minis se sienten atraídas hacia personas inteligentes, con habilidades verbales, divertidas y abiertas. Alguien que les haga cavilar o que sea particularmente ingenioso les resultará muy interesante. Los hombres con Marte en Géminis también son conocidos por sus coqueteos. Una entrevistada dijo que un hombre con Marte en Gé­ minis con el que había estado «también quería a todas las demás» y coqueteaba constantemente con todas las que se ponían a tiro. No obstante, si este tipo de hombre puede enfocarse en una sola perso­ na, querrá impresionarla demostrándole lo listo y habilidoso que es, así como exhibiendo sus logros. En estos hombres suele haber una es­ pecie de inocencia infantil que puede resultar encantadora, aunque también puede volverse frustrante si uno desea claridad de intención y verdadero compromiso. Una de sus características parece ser el uso frecuente de las manos para hacer contacto con otros, ¡y no me refie­ ro únicamente a toqueteos en la oscuridad! Tienden a ser manual­ mente demostrativos con todo tipo de amigos de ambos sexos. Des­ pués de todo, necesitan establecer una conexión, y si sus palabras no son suficientes, un ligero contacto manual tal vez lo consiga. En las citas siguientes, tomadas de libros, entrevistas y cuestiona­ rios, se ofrecen algunas excelentes comprensiones sobre la naturale­ za de Marte en Géminis: • Una mujer de treinta años que había conocido a cuatro hombres con Marte en Géminis, dijo en un cuestionario: «Parecen estar auténticamente interesados en los pensamientos ajenos. Y dese­ an establecer una retroalimentación verbal con los demás. Uno de ellos me dijo que yo le gustaba porque pensaba de manera

muy diferente a él(... ). Les gusta hablar de cómo se sienten, y a veces hacen juegos de palabras. Los hombres con Marte en Gé­ minis también parecen apreciar los comentarios ingeniosos, puesto que siempre captan el significado y se echan a reír» (CA). • Otra mujer hizo estos comentarios: «Estos individuos están muy abiertos a la experiencia sexual; son curiosos, de mentalidad abierta, están dispuestos a probar cualquier cosa una vez. Les gus­ ta mantener la conexión con su pareja sexual(...). En este signo, los indicadores del impulso sexual parecen ser más fuertes para las mujeres que para los hombres: estos se contentan con pensar o hablar de sexo, mientras que las mujeres parecen más dispues­ tas a hacerlo» (CA). • Grant Lewi incluye algunas observaciones especialmente agudas en sus evaluaciones sobre Marte en Géminis: «Raras veces se abu­ rren o están aburridos, pero pueden cansar a los demás por la fe­ rocidad con que los atacan. Son extraordinariamente conscien­ tes del mundo que les rodea; sus percepciones sensoriales son agudas, rápidas, probablemente acertadas, y pueden expresar con prolijidad lo que les ocurre. Sus energías fluyen natural­ mente hacia la lengua; les gusta más hablar que escuchar (... ). Cuando son capaces de concentrarse, ganan valor, pero sin con­ centración disipan sus energías(...). Para tener una mente sana, también tienen que tener un cuerpo sano, poner atención en no descuidar el bienestar fisico dejando que sus energías queden es­ tancadas en tus pantanos mentales» (AFM). • Una entrevistada muy perceptiva mencionó lo siguiente con res­ pecto a la gente con Marte en Géminis: «Para ellos, ¡hablar es hacer algo! Saben conectar a la gente y a menudo juegan a rea­ lizar combinaciones de posibles parejas. Es muy posible que les encanten los chismes. Nunca les cuentes nada confidencial» (EA).

Marte en Libra Cuando el planeta de la agresión y la autoafirmación está situado en el signo de las relaciones y la cooperación, se produce una inevitable tensión dinámica dentro de la persona. Habitualmente existe cierta dificultad para saber exactamente lo que uno desea y expresarlo en un objetivo o con actitud constante. Por lo tanto, es difícil conseguir los propios objetivos a largo plazo, acumulándose el enfado y la frus­ tración. Su delicado encanto puede convertirse repentinamente en una expresión directa y contundente. La energía física de esta gente y su estado mental se ven fuertemente afectados por la persona con la que están y también por las influencias estéticas, y su constante bús­ queda de la justicia también produce una deliberación interminable. Examinemos algunas de sus múltiples tendencias conflictivas. Marte quiere confrontar, mientras que Libra (un signo de Venus) busca la cooperación. Les gusta argumentar (Venus) y debatir (Marte), espe­ cialmente porque este emplazamiento suele ir acompañado por una agilidad mental inusual, que a menudo se expresa como competitivi­ dad intelectual. Estas personas pueden ser persuasivas o argumenta­ tivas, dependiendo de en qué sentido se inclinen los platillos de Libra en un determinado momento. Son muy imprevisibles, y tienden a va­ cilar constantemente. Lo sopesan todo en su mente, e imaginan cómo reaccionarán los demás a sus posibles acciones. El rudo planeta Mar­ te en el refinado y bondadoso signo de Libra puede generar muchos otros contrastes sorprendentes: afectos ardientes seguidos un minuto después por un distanciamiento glacial; o una notable sensibilidad ar­ tística en una situación en contraste con gustos o expresiones vulga­ res en la otra. En la personalidad con Marte en Libra surgen muchos conflictos porque hay una búsqueda constante del perfecto equilibrio en la vida, en la autoexpresión, en el amor y en el sexo. Pero la am­ bigüedad y la indecisión resultantes pueden volver loca a esta perso­ na y a quienes le rodean. Aquí Marte energi,z.a intensamente a este sig­ no, conocido por su afición a la relación de pareja, pero, como expresó concisamente un cuestionario: «Marte en Libra es exasperante. Cuan­ do deciden si te quieren o no, han dejado de interesarte » (CA). Lo

ambiguo e imprevisible de este emplazamiento quedó resumido por una nativa que dijo: «Marte en Libra produce una gran necesidad de entender a fin de disponer de una base para actuar, esto conduce a un análisis interminable, a menudo seguido por una acción impulsiva que está en completa contradicción con los resultados del análisis»

(CA). LA ESENCIA DE MARTE EN LIBRA

He descubierto que las formulaciones siguientes expresan con gran precisión las cualidades psicológicas esenciales de Marte en Libra: • Se afirma mediante la sociabilidad y la cooperación. Se muestra encantador y tiene un fuerte interés en las relaciones de pareja. • Su iniciativa e impulso se dirigen con tacto y táctica hacia el equi­ librio, la justicia y la armonía. • Su energía física y su capacidad de decisión se ven fuertemente afectadas por las relaciones íntimas y las influencias estéticas, y hallan una dificultad en el deseo de considerar todas las op­ Ciones. Como ya he dicho, estas personas siempre están buscando el per­ fecto equilibrio, y esto también se aplica a su imagen de la relación ide­ al. Una de sus desventajas, tanto para los hombres como para las mu­ jeres, es que, al actuar a partir de su intensa atracción por el otro sexo, siempre están comparando a la gente ( consciente o inconsciente­ mente). Lo que hace que les resulte difícil vivir el presente y apreciar a la persona con la que están implicados, que podría sentir verdadero afecto por ellos. Los nativos de ambos sexos están muy interesados en las relaciones de pareja, y a veces las estudian detalladamente, de­ pendiendo mucho de las interacciones íntimas regulares con otra per­ sona -bien sea una pareja o una serie de amigos íntimos- como fuente de energía y dirección en la vida. Suelen tener una actitud re-

finada hacia el sexo y desean que sea muy personal -a veces incluso un poco formal o educado, y no teñido por abusos o un exceso de «conducta animal». Aunque las personas con Marte en Libra suelen ser tan «amables» que se excusan constantemente, mis entrevistas y cuestionarios revelan que los demás suelen considerarles fríos como el hielo cuando la otra persona busca algo más que un estilo agrada­ ble. Como le ocurre a Marte en todos los signos de aire, las imágenes mentales generan excitación emocional y sexual, pero a menudo son más reflejos de emociones reales y profundas que experiencias intensas e inmediatas. Las mujeres con Marte en Libra vacilan entre la acción agresiva y la pasividad, entre el deseo de sexo enérgico y el intercambio suave. El poderoso y voluntarioso Marte en un signo asociado con la cariño­ sa y artística Venus produce una personalidad imprevisible además de fuegos artificiales interpersonales, así como una notable creatividad verbal y artística. Estas mujeres tienen una necesidad constante de que las relaciones íntimas le proporcionen energía y estímulo, lo que les impulsa a iniciar muchas relaciones por la excitación inicial, que des­ pués no están tan dispuestas a trabajar, aplicando la autodisciplina y realizando tareas prácticas para mantenerla. Si logran establecer un compromiso -y consiguen contener sus fantasías y orientar sus hábi­ tos hacia un vínculo a largo plazo- pueden beneficiarse de una ener­ gía mucho más estable, y tener una sensación mucho más clara de lo que quieren conseguir en la vida. Se sienten particularmente atraídas hacia hombres inteligentes, cultos, sofisticados y preferiblemente muy guapos. Si no tienen habilidades verbales, más le vale ser muy atracti­ vos o tener una vena artística. La equidad es un dios para ellas, e in­ sisten en mantener una relación al 50 %. Parte del trato es que ellas disponen de su espacio independiente y de sus propias actividades in­ telectuales y sociales. Teniendo en cuenta su interés por las relaciones íntimas y su necesidad de ellas, estas mujeres no las desean demasia­ do intensas, y esto también se aplica a la dimensión sexual. Como dijo una entrevistada: «Simplemente no tengo mucha energía» (EA). Sin embargo, la expresión energética general dependerá de los de­ más factores de la carta natal. Estas mujeres son un tanto exigentes a

nivel estético, y esto influye mucho en sus preferencias sexuales. En una entrevista, una mujer con Marte en Libra dijo que había aprendido los procedimientos sexuales leyendo poesía y novelas románticas. Las mu­ jeres con este emplazamiento son muy personaksy extremadamente vi­ suales. La mayoría prefieren mantener una luz encendida durante el acto sexual para poder centrarse en la persona con la que están, y no sólo en el cuerpo o en las emociones, como harían muchas otras. Les gusta recrearse en el placer que dan. Los hombres con Marte en Libra equilibran su expresión de la mas­ culinidad y del ego masculino con una sutileza sorprendente, y con una conciencia precisa de las necesidades y reacciones de la otra per­ sona. Al responder a los cuestionarios, más de una mujer resaltó que estos hombres son extraordinariamente considerados con las muje­ res, y no sólo a nivel romántico y sexual, sino en todas las áreas de la vida. Les gusta la compañía femenina y se sienten inspirados por la be­ lleza. Su clara preferencia por las relaciones pacíficas y delicadamen­ te agradables hace que les disgusten las peleas y la histeria emocional, porque quieren que todo se mantenga en el plano racional. En algu­ nos casos, su deseo de agradar a sus parejas les lleva a ser dominantes en distintos sentidos, pero en general suelen sentirse cómodos dejan­ do que la mujer asuma el mando. Necesitan desesperadamente inte­ racción estimulante y romántica para energizar su vida física y creati­ va, y quieren una aproximación muy personal a la expresión sexual. Veamos las siguientes comprensiones sobre Marte en Libra extraí­ das de diversas entrevistas, respuestas a cuestionarios y otros escritos: • Un hombre con Marte en Libra escribió: «Buena parte de mi energía se va en ideas, en pensar en los proyectos que quiero po­ ner en marcha. Y, por supuesto, en pensar en las relaciones. De­ dico buena parte de mi tiempo a dar vueltas a las ideas dentro de mi cabeza, escribiendo artículos y discursos en mi mente. Y pon­ go mucha energía en las relaciones personales» (CA). • Tanto en los cuestionarios como en las entrevistas, mucha gente abordó un tema común para Marte en Libra que raras veces se ha

descrito en la literatura astrológica. Resulta dificil resumir el con­ senso alcanzado, que tiene que ver con la delicadeza y con la al­ ternancia, el dar y el tomar, la intimidad-y la distancia. Lee estas citas tomadas de distintas personas: • Una mujer dijo: «El sexo es un juego para adultos, pero debe ser relajante» (EA). • Un hombre comentó que la mujer con Marte en Libra era capaz de generar intimidad cuando se creaba una distancia entre ellos: «Ella solía pacificar la relación activamente -a menudo a través del sexo- cuando había fricción. Asumía la iniciativa para re­ solver problemas durante los momentos de tensión o irritación» (EA). • Como dijo una mujer sobre los hombres con Marte en Libra: tie­ nen una actitud ligera y juguetona, dando mucho espacio a la mujer, y esto puede ser percibido como demasiado espacio por las mujeres de agua y de tierra, pero puede ayudar a expresarse libremente a las mujeres de aire. Describió esta actitud masculi­ na como un «tocar y soltar alternativo; algo suelto y juguetón, en absoluto intenso o posesivo» (EA). • Comentando sobre una mujer con Marte en Libra, un hombre también resaltó las reacciones sutiles de este emplazamiento: «No es poderosa ni externamente orgásmica, sino delicadamente or­ gásmica: se producen una serie de aperturas a diferentes niveles» (EA). • Los siguientes comentarios de una mujer con Marte en Libra es­ pecialmente sincera amplían todavía más el retrato. Ella realizó un estudio informal en el que comparaba hombres de diferentes na­ cionalidades y culturas, y sus estilos en la cama, y dijo: «El hecho de regalar sexo fácil me hizo popular». Ella había pasado buena par­ te de sus años universitarios discutiendo con los hombres sin nin-

gún tacto, «incluso suscitando conflicto innecesariamente cuando todo iba bien». Como encontraba estimulante el conflicto(Marte) en la interacción personal (Libra), dijo: «Detesto a las personas que siempre quieren apaciguar las cosas»(EA). • Grant Lewi añade algunas afirmaciones precisas: «Deben esfor­ zarse por lograr un verdadera espíritu de cooperación, en lugar de pasar de mostrarse tan mansos como un cordero a tan furio­ sos como una avispa(...). Necesitan moderación en los instintos sociales y amorosos que tienden a llevarse lo mejor suyo, a alterar su vida y a destruir su paz»(AFM). • «Tanto en los hombres como en las mujeres, Marte en Libra es genial para promocionar a su pareja, a veces a costa de sus propias necesidades. No son emprendedores ni muy originales, pero es bueno tenerlos en tu equipo»(EA).

Marte en Acuario Cuando el planeta de la autoafirmación individual y la independencia personal se halla en el signo de la libertad y la rebelión sin concesiones, la combinación produce una expresión de energía particularmente im­ previsible, que unas veces se manifiesta como originalidad innovadora y otras como un espíritu de contradicción que roza con lo excéntrico y ca­ prichoso. El extremismo caracteriza alguna de sus ideas, y les gustan -especialmente en la juventud- las soluciones revolucionarias que prometen reformas fáciles de las sociedades, las organizaciones o los campos de estudio. En el mejor de los casos, expresan una gran obje­ tividad y pasión por el conocimiento, con una actitud verdaderamente científica y experimental, basada en la experiencia real y en el proce­ dimiento de prueba y error más que en el dogma materialista y conser­ vador. Estas personas tienen una voluntad extremadamente fuerte, aun­ que esto no suele ser evidente en el primer contacto, puesto que acos­ tumbran a estar muy sintonizados con las expectativas sociales.

Tratan de llevarse bien con todo el mundo, pero también pueden ser dominantes, especialmente en cuanto a lo que creen saber. Su cer­ teza puede darles ventaja en muchos campos. Por ejemplo, algunos profesores muy eficaces y pacientes tienen esta ubicación, y su traba­ jo les ofrece un buen canal para esta energía. Otra profesión en la que destacan es la defensa de causas humanitarias, los avances científicos y el activismo social. Tienden a sentirse muy energizados por los gru­ pos y trabajar en organizaciones, a menudo en posiciones de lideraz­ go. De hecho, su verdadera pasión suele ser planificar para el futuro o fomentar una sensación de misión con respecto al grupo o a sus pro­ pias metas intelectuales. LA ESENCIA DE MARTE EN ACUARIO

Como una serie de buenos amigos míos tienen esta ubicación, he es­ tado particularmente alerta a lo largo de muchos años a las cualida­ des psicológicas esenciales que expresa Marte en Acuario: • Se afirma de manera inteligente, individualista, excéntrica e in­ dependiente. • La tendencia a la rebelión puede coartar la consecución de sus objetivos, pero el impulso de reformar y revolucionar puede ser canalizado hacia innovaciones creativas. • La sensación de libertad, experimentación y excitación que le pro­ ducen las nuevas posibilidades e ideas estimulan su energía física y su impulso sexual; el desapego y la objetividad científica pueden dificultar la expresión de emociones y deseos apasionados. Teniendo en cuenta su lealtad innata, pero también su rebelde an­ helo de libertad y experimentación sin restricciones, podemos carac­ terizar a los hombres y mujeres con Marte en Acuario como «fieles pero no rígidos». Acuario es uno de los signos más leales; los indivi­ duos con este emplazamiento suelen estar comprometidos durante

décadas no sólo con las personas importantes de su vida,sino también con ciertas ideas,causas,ideales o principios. Y esta lealtad,junto con una aguda conciencia de sus principios y creencias,tiene un impacto directo en sus actitudes hacia las relaciones íntimas y las posibles pa­ rejas. Otra paradoja que afecta a su planteamiento relacional es que, aunque creen por principio en una gran libertad,también les encan­ ta tener razón y conservar el control. Suelen ser muy observadores en los encuentros románticos y sexuales, y sin embargo se mantienen dis­ tantes y desapegados cuando consideran sus experiencias con deteni­ miento. De ahí que a menudo se comporten extrañamente en el sexo u otros tipos de contacto físico. Parecen estar atascados en su cabeza y tener problemas para soltar lo suficiente su tensión mental, como para sumergirse en sus cuerpos y sentimientos. Es como si sintieran una gran brecha entre su planteo mental de la experiencia íntima y las demandas reales del intercambio físico y emocional, lo que pro­ duce los consecuentes nudos. Esto les hace ser aún más cautos a la hora de involucrarse en una relación. De las mujeres con Marte en Acuario se puede decir que,como mí­ nimo,no son nada tradicionales. No quieren tener nada que ver con el papel femenino que es tradicional en nuestra sociedad; de hecho,se rebelan enérgicamente contra él. La primera mujer que conocí que conducía una motocicleta y llevaba una chaqueta de cuero (treinta o cuarenta años antes de que esto se hiciera más habitual) tenía a Marte en este signo. Y en una ocasión esta mujer fue arrestada por tomar el sol desnuda en el jardín de su casa. (Como también tenía el Sol en Acuario, era un ejemplo extremadamente asertivo de este emplaza­ miento). En estas mujeres lo único previsible es su imprevisibilidad. Y así,previsiblemente,su actitud hacia el sexo es experimental y rebel­ de, pero al mismo tiempo totalmente guiada por los conceptos y teo­ rías más actuales. De ahí que muchas de ellas,aunque de mentalidad abierta,son por naturaleza tan mentalmente que resultan un poco ase­ xuales. (Mucho depende de otros factores de la carta). No son cono­ cidas por cultivar el erotismo o por expresar fácilmente el afecto y la pasión a través de los canales físicos y emocionales,siendo probable­ mente las más impacientes de todos los signos de Marte (¡aunque en

franca competencia con Marte en Aries, que siempre quiere ser el pri­ mero!). Se sienten naturalmente atraídas hacia las personas que reco­ nocen su necesidad de libertad y que también están comprometidas con ella, además de tener un estilo de vida intelectual estimulante, y un compromiso social consciente y original. Otro rasgo que ha apare­ cido en algunas entrevistas y cuestionarios es que la expresión sexual de Marte en Acuario es errática e imprevisible. Ocasionalmente, estas personas desapegadas y aparentemente frías sorprenden a su pareja, e incluso la sobresaltan, mostrándose muy agresivas e impulsivas, como si sus instintos atravesaran por fin todas las barreras mentales. Muchas de las observaciones del último párrafo también pueden aplicarse a los hombres con Marte en Acuario, porque en este signo hay menos contraste entre los modos de expresión de los hombres y mujeres que en cualquier otro de Marte. Así y todo, yendo a su propia particularidad, los hombres con Marte en Acuario sorprenden a los demás con sus comprensiones e ideas imprevisibles e innovadoras, que expresan con gran sentido del humor. No controlan cuándo sur­ girá su originalidad, pero resulta intelectualmente estimulante para ellos mismos y para los demás exhibir su ego masculino, mostrando lo listos y sofisticados que son. Les encantan las bromas y el coqueteo al comienzo de un romance, y a veces exhiben pasividad emocional o poco interés por el sexo fisico. Refiriéndose a esta aparente inocencia erótica de los hombres con Marte en Acuario, una entrevistada los des­ cribió como poseedores de una «lindeza como de niño pequeño» (EA). Otras los han descrito como erráticos, de ánimo cambiante, y de una imprevisibilidad frustrante. En este tipo de hombres hay un notable orgullo, y surgen problemas cuando exigen ser tratados no sólo con consideración, sino a veces con excesivo respeto, lo que evi­ dentemente les distancia de cualquiera que quiera tener un contacto más íntimo. Las siguientes citas revelan algunas comprensiones particular­ mente perceptivas con respecto a Marte en Acuario: • Una mujer muy intuitiva escribió: «Las mujeres con Marte en Acuario tienen inclinaciones intelectuales; les gusta conceptua-

lizar, filosofar y argumentar. Necesitan mucha estimulación men­ tal de otras personas y se sienten atraídas por hombres que se oponen a las tendencias convencionales. Pero ellas tienden a ser un poco dominantes, rutinarias y poco flexibles; son inquietas y no les resulta fácil comprometerse en ningún sentido. Así mismo, su energía no es muy estable: a veces pasan de grandes estallidos de ambición a momentos en los que se quedan sin entusiasmo. Están enchufadas o desenchufadas. No tienen una actitud per­ sonal en su atención a los demás; les resulta difícil centrarse en los individuos porque siempre tienen una visión colectiva super­ puesta, haciendo que la gente se convierta en «tipos» en lugar de entidades singulares (CA). • Esto es lo que comentó en una entrevista un hombre de treinta y ocho años sobre dos mujeres con Marte en Acuario con las que había mantenido breves relaciones: «Ambas tenían intereses va­ riados e inusuales, y les encantaban el crecimiento personal y las nuevas ideas. Pero en la cama, no sólo eran extremadamente im­ pacientes, sino también increíblemente insensibles. A mi me gus­ ta sumergirme en las energías de mi pareja y experimentar ple­ namente cualquier encuentro íntimo sin acelerarlo. Una de las mujeres, mientras estábamos haciendo el amor, me dijo: "¿Aún no has acabado?". Yla otra, a la mañana siguiente, se quejó de mi interés por tener más sexo con este comentario espontáneo: "Ol­ vídalo. ¡Tardas una eternidad!", sin darme siquiera un abrazo ni ofrecerme una sonrisa burlona» (EA). • Debbi Kempton Smith no se contiene al expresar sus puntos de vista sobre este signo de Marte: «Dominan la técnica -cuando se mokstan en aplicarla- pero tienen muy poca comprensión. La pa­ sión es agradabl,e (su palabra favorita), pero enamorarse les aterra. Lo anhelan desesperadamente, pero al rebasar ciertos puntos de intimidad, entran en pánico (...). Esto hace que se sientan segu­ ros, y condenadamente solos. Son listos y necesitan una pareja in­ teligente, pero con su extraña actitud de "lo tomas o lo dejas" sólo

le buscan las idiotas. Hay una respuesta: dejar de buscar. Dirigirse hacia alguna buena causa. Cuando resplandecen poniendo su celo en hacer del mundo un lugar mejor, son los más excitantes de todos. Entonces alguien digno de sus elevadas metas les en­ contrará (...). Piensan que son unos rebeldes interesantes, y se nie­ gan a hacer las cosas que la gente espera de ellos en una sociedad educada. Creen que eso sería cursi. No se dan cuenta de que hie­ ren a la gente y que actúan como patanes» (SSN). • Una mujer con Marte en Acuario remitió los siguientes comenta­ rios en los que habla específicamente en términos de energía. Creo que prácticamente todo lo que dice es aplicable a las personas de ambos sexos con Marte en Acuario, y el tipo de flujo energético que describe también puede aplicarse a la gente con el Sol y la Luna en este signo: «Mi energía es extremadamente esporádica, alterna entre estallidos de actividad y períodos de letargo. Me gus­ ta conceptualizar y pensar en las cosas más que hacerlas. Siempre he sentido que si tuviera que expresar este tipo de energía usando como metáfora la respiración [¡nótese la referencia al elemento aire! J, mi flujo particular sería el jadeo, no la inhalación y la exha­ lación uniformes. Siempre parezco estar fuera de mí, pensando en lo que estoy haciendo (...).A nivel sexual también funciono de ma­ nera jadeante; o bien estoy ftjada en conseguir mi satisfacción, o no me interesa en absoluto, y en cualquier caso mi mente está mu­ cho más involucrada que mi cuerpo» (CA). • Las observaciones de Grant Lewi nos proporcionan una perspec­ tiva diferente sobre este emplazamiento marciano a veces descon­ certante: «Son personas muy tensas. Lo mejor que esta posición puede ofrecerles es trasladar sus energías desde sus nervios corpo­ rales hasta los canales del progreso material y social ( ...). Pueden quedarse ftjados que en sus formas y deseos y (...) si tienen dificul­ tades con el mundo (...), tenderán a sentir lástima de si mismos, y tal vez a consolarse de formas que impidan su progreso» (AFM).

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Marte en signos de agua Las personas con Marte en cualquiera de los signos de agua combinan la energía con la intensidad emocional; reaccionando intensamente a todos sus compromisos, ambiciones y deseos. Se sienten atraídos ha­ cia ciertos objetivos o deseos por fuerzas compulsivas y bastante in­ conscientes; frecuentemente se afirman a sí mismos de maneras muy indirectas, que a mucha gente le cuesta descifrar. Para conseguir sus objetivos prefieren un modo de actuar sutil, intuitivo y bastante dis­ creto. Y a menudo sólo son parcialmente conscientes de sus ambicio­ nes y metas, hasta que pueden experimentarlas y evaluar las sensacio­ nes que les producen. Los anhelos más profundos -tanto de seguridad como de significado en la vida- motivan buena parte de la conducta y de las acciones de quienes tienen a Marte en el elemento agua. De hecho, estas motivaciones profundas son más reales para ellos que cualquier concepto o consideración práctica. (El lector de­ bería consultar el Capítulo 8 para revisar mis anteriores comentarios sobre Marte en este elemento). Otras claves para comprender a Marte en los signos de agua son las siguientes: • Para estas personas lo natural es hacer las cosas intuitivamente. Sus metas y deseos suelen permanecer ocultos a los demás, y a ve­ ces también son un misterio para ellos mismos. Deben proteger sus reacciones, pues suelen ser excesivamente sensibles cuando se les observa desde una perspectiva externa. Sus intenciones veladas pero persistentes pueden frustrar a las personas más directas y prácticas. No obstante, esta aproximación aparentemente sinuo­ sa a menudo produce resultados sorprendentemente creativos. Así es como respondió al cuestionario una persona con Marte en

Cáncer: «La gente no se da cuenta de cuántas cosas hago y de cuánto afirmo mi voluntad simplemente porque no lo muestro; no voy por ahí gritando y mandando. Sigo vías más sutiles» (CA). • Para quienes tienen a Marte en agua, el cuerpo físico simple­ mente es un vehículo de expresión de la energía emocional con­ centrada, y el compartir sexual siempre incluye emociones y sen­ sibilidades especialmente intensas. La energía física agresiva aumenta en paralelo con la seguridad y la intimidad emocional que la persona siente con su pareja. • Las cualidades intuitivas que hallamos en la gente con Marte en los signos de agua les confieren unas capacidades únicas para re­ solver problemas que pueden resultar útiles en todo tipo de pro­ fesiones y campos de actuación. Estos individuos también tienen un don especial para lidiar con otras personas en situaciones que exigen cuidado y empatía. Destacan en las artes curativas y en las profesiones relacionadas con el servicio, aunque la agudeza de su intuición puede ayudarles a destacar también en ámbitos como los de los negocios, la investigación, la enseñanza y la planifica­ ción estratégica.

Marte en Cáncer Quienes tienen a Marte en el hipersensible y cambiante signo de Cán­ cer pueden encontrar dificultades para expresar lo que realmente sienten o desean. No obstante, cuando logran expresar su sensibilidad y revelar sus sentimientos personales, su pareja puede sentir una inti­ midad especial. Prácticamente todos los comentarios introductorios de este capítulo ayudan a comprender el modus ope:randi de Marte en Cáncer en todas las áreas de la vida. Las personas con este emplaza­ miento suelen ser tan inconscientes y poco claras con respecto a lo que ve:rdade:ramente quieren que los demás sienten que evitan intencional­ mente los problemas, así como asumir sus deseos reales. Por lo tanto,

quienes tienen que lidiar con ellos suelen experimentar una conside­ rable frustración en su intento de averiguar qué está pasando, o tra­ tando de provocar una expresión clara de preferencia o intención en estas almas elusivas. A veces parece que se ocultan sin admitir lo que realmente quieren, lo que, por supuesto, en las relaciones es una pro­ tección eficaz contra el fracaso y el rechazo. No he descifrado aún hasta qué punto algunos de ellos son cons­ cientes de sus verdaderos deseos. Éste es un signo tenaz y lleno de pro­ pósito, que se dedica a echar humo porque no quiere sentirse arrin­ conado. Generalmente mantienen un compromiso emocionalbastante centrado en un objetivo. Además tienen un aire de inocencia infantil con la que participan en sus juegos existenciales, y esto puede ser par­ te de su encanto siempre que el otro no necesite una respuesta con­ creta por parte de ellos. LA ESENCIA DE MARTE EN CÁNCER

He destilado las siguientes cualidades psicológicas esenciales para Marte en Cáncer después de muchos años de observar a clientes y tam­ bién a buenos amigos con esta posición planetaria: • Se afirman a sí mismos de manera sensible, tímida, indirecta, in­ tuitiva y simpática. • La iniciativa y la fuerza de voluntad pueden verse obstaculizadas por sus cambios de humor y por su cautela protectora, pero es ca­ paz de actuar intrépidamente para apoyar a sus seres queridos; preservan la tradición y las raíces. • El sentimiento de ser cuidado y protegido estimula su energía fí­ sica y sexual; los miedos y las vulnerabilidades inconscientes pue­ den inhibir la acción decidida. Tanto hombres como mujeres con Marte en Cáncer tienden a de­ mostrar un fuerte interés por el sexo que sorprende a muchos, pues-

to que suelen ser bastante tímidos-y reservados en sus expresiones pú­ blicas. Las personas con Marte en Cáncer combinan la agresividad se­ xual con la pasividad y la receptividad. Hay mucho intercambio emo­ cional con la pareja, y cuanto más flujo y conexión haya, más se excitan sexualmente. En general son simpáticos y comprensivos, an­ helan ser queridos y necesitados, y saben hacer que su pareja se sien­ ta deseada. Como dijo una mujer en su respuesta al cuestionario: «Son reflexivos, se preocupan por los sentimientos de su pareja y les gusta estar muy cerca de la persona con la que mantienen una relación. Per­ sonalidad cálida; son capaces de hacer que la pareja se sienta queri­ da» (CA). Así mismo, las personas de ambos sexos se sienten atraídas hacia parejas que tienen una necesidad evidente de recibir apoyo, ayu­ da, ánimos y otro tipo de cuidados. En algunos casos esto puede lle­ varles a involucrarse con personas particularmente necesitadas, ma­ nipuladoras, crónicamente dependientes o depresivas. Por lo tanto, es importante que los individuos con este emplazamiento de Marte analicen sus sentimientos y clarifiquen sus motivaciones en cualquier relación íntima; pero eso es exactamente lo que les resulta más difícil. Sus estados de ánimo, miedos y preocupaciones con respecto a la vul­ nerabilidad emocional pueden reducir su claridad mental y su inicia­ tiva, e inhibir su impulso sexual. Pero incluso cuando saben clara­ mente lo que quieren, su aproximación es muy indirecta, y raras veces dicen lo que piensan. A las mujeres con Marte en Cáncer les encanta la cercanía y la inti­ midad, y el sexo es un medio para sentir este vínculo. Anhelan la se­ guridad y la empatía emocional. A menudo expresan un estilo y una energía arquetípicamente femeninos, pudiendo sintonizarse muy bien con los hombres tanto desde lo físico como desde lo emocional. Sim­ patizan con los hombres en general, y especialmente con los tipos bon­ dadosos y sensibles hacia los que se sienten atraídas: hombre suaves, protectores, hogareños, reconfortantes, e incluso un poco depen­ dientes. Una de las contradicciones de su naturaleza es que aunque puedan decir que quieren un hombre fuerte, asertivo y autosuficiente, en el fondo prefieren un tipo más bien débil, o al menos pasivo y ne­ cesitado. Necesitan a alguien de quien ser madres, y en realidad pre-

fieren dominar la relación, especialmente la vida hogareña. Tienden a alternar entre ceder a la voluntad del hombre y a arrepentirse de ello. Si el hombre se muestra independiente y posee su propia motivación, siendo por ello imposible de dominar, entonces pueden surgir pro­ blemas relacionales. En este caso a la mujer podría resultarle muy poco atractivo, y reprocharle que sea insensible, que nunca esté en casa, etc. Esta posición de Marte genera paradojas a muchos niveles. Los hombres con Marte en Cáncer suelen ser bastante amables, y tan románticos que parezcan desmayarse ante su amada. Probable­ mente sean capaces de comprender la mayoría de las necesidades fe­ meninas mejor que cualquier otro signo de Marte, y también son los más hogareños de todos los hombres, por lo que suelen ser excelen­ tes cocineros y jardineros. Tienen instinto de protección y a menudo se esfuerzan por ser buenos proveedores al estilo tradicional. Siempre hacen un fuerte hincapié en el hogar y en los temas familiares (gru­ pos familiares actuales y pasados). Aunque normalmente están muy apegados y aman a sus retoños, algunos se muestran muy impacientes con ellos, o parecen no prestarles atención e ignorar sus verdaderas ne­ cesidades personales. Las mujeres tienen una manera fácil de alienar a este tipo de hombres: basta con que se muestren impacientes, exi­ gentes e insensibles. Cuando se les hiere en sus sentimientos, se reti­ ran, y si se sienten rechazados, es posible que no vuelvan a expresar sus verdaderos sentimientos o mostrar evidencia alguna de interés eró­ tico por ti durante años. Estas son algunas características de Marte en Cáncer extraídas de entrevistas, respuestas a cuestionarios y otros escritos: • Debbi Kempton Smith señala que estas personas son bondadosas con casi todo el mundo, y por eso los demás suelen aprovechar­ se de ellas, a veces por su inocencia o porque alguien juega con sus simpatías. Estas son sus palabras: «Son agudamente sensibles a las necesidades emocionales de su pareja porque son auténti­ camente bondadosos, y por eso son más capaces de conservar una pareja que cualquier otro signo de Marte. Deben relajarse y valorar su capacidad de moverse entre la gente con su actitud sua-

ve, dulce y sutil: la antigua escuela de seducción del camino in­ directo » (SSN). • En su Manual de astrología,Julia Parker expresa de manera muy be­ lla algunos de los atributos de Marte en Cáncer: «Realiza un gran esfuerzo por alcanzar aquello que es importante para el individuo ( ...). Éste es un emplazamiento maravillosamente sensual para Marte, y la expresión y el disfrute del sexo suelen ser extremada­ mente coloridos; así mismo, su cualidad sensible e intuitiva le per­ mite darse cuenta de las necesidades de la pareja» (AHB). • El tema de sentirse contenidos surge en una serie de entrevistas y cuestionarios, y esto es interesante porque tradicionalmente Cán­ cer ha estado asociado con el útero. Parece que a las personas de ambos sexos con Marte en Cáncer les gusta abrazarse y acurru­ carse en algún lugar seguro y cálido; de hecho, a veces se apegan tanto al ser querido que su pareja se siente totalmente asfixiada. Un hombre que sólo tenía a Marte en Cáncer reveló esta infor­ mación tan personal en una entrevista, probablemente porque yo le conocía bien y confiaba en mí: «Cuando estoy envuelto en la ropa de cama la siento como una especie de útero, y eso me permite excitarme sexualmente. Necesito sentirme protegido y envuelto en la otra persona, sentir que nos alimentemos mutua­ mente, que hay un lugar cálido en el que entrar » (EA). Otro hombre, que no tenía planetas en Cáncer, dijo: «He conocido a una serie de mujeres con Marte en Cáncer, y todas ellas tienen una respuesta sexual rápida. Les gusta contener a su pareja, te­ ner a un hombre dentro de ellas, más aún que los juegos preli­ minares o los desenlaces.» (EA). • Una mujer con Marte en Cáncer comentó en su cuestionario: «A veces pienso que mi Marte en un signo de agua indica el flujo y reflujo de mi necesidad sexual, que viene y va como la marea. A veces siento que estoy muy orientada hacia el sexo, y después pa­ san muchos días sin que piense en ello. Creo que en mi caso tam-

bién hay mucha emoción asociada al sexo, y Marte en el elemen­ to agua así lo indica» (CA). • Los escritos de Grant Lewi confirman una pauta que se ha veni­ do repitiendo en buena parte de mi investigación: «Las mujeres con esta posición tienen una forma curiosa de "mandar en casa", y al mismo tiempo piensan que quieren un hombre valiente que les proté;ja del mundo. Los hombres con este emplazamiento sue­ len estar regidos por sus mujeres, o por rasgos psicológicos pro­ cedentes de la herencia materna» (AFM).

Marte en Escorpio Cuando Marte está situado en Escorpio -un signo con el que ha es­ tado asociado como «planeta regente» desde los tiempos de los anti­ guos griegos- es particularmente enérgico en su expresión. Algunas características de la gente con Marte en Escorpio son el liderazgo di­ námico, una fuerte sensación de tener una misión en la vida, com­ promisos apasionados, deseos intensos y conocimiento intuitivo basa­ do en las sensaciones viscerales. Ciertamente ésta es una de las ubicaciones más poderosas para Marte, y su poder fluye hacia todo lo que hacen, incluyendo las relaciones y la sexualidad. Todo lo que em­ prenden lo llevan a cabo con persistencia, vigor y una gran sensación de compromiso. Como escribe Julia Parker: «Tienen un tremendo sentido del propósito y gran determinación» (AHB). Su modo de ope­ rar es intuitivo pero muy deliberado, basado en una cuidadosa inves­ tigación de todos los factores implicados y sus consecuencias, aunque es su mente inconsciente quien realiza la mayor parte de esta «inves­ tigación» y quien la comunica a su conciencia por medio de las sen­ saciones viscerales. En cualquier caso, hace falta mucho para hacerles renunciar cuando se comprometen con un curso de acción, y sus asombrosos recursos garantizan que tendrán éxito incluso en empre­ sas dificiles para las que aparentemente están poco dotados o prepa­ rados. Este compromiso apasionado con una misión o un desafio les

hace eficaces, siendo formidables aliados o enemigos. Sus actitudes hacia los demás suelen ser transparentes; pueden ser unos amigos ex­ traordinariamente leales, pero nunca olvidan una herida o una trai­ ción. Siempre me gusta resaltar que, aunque Escorpio tiene fama de estar muy sintonizado con la sexualidad, su mayor contribución es aportar pasión a cualquier proyecto en el que esté involucrado. Hay muchos signos que son muy sexuales (Tauro, Capricornio y Leo, por ejemplo), pero ninguno de ellos expresa la pasión emocional de Es­ corpio. LA ESENCIA DE MARTE EN ESCORPIO

Éste es el resumen de las cualidades psicológicas esenciales de Marte en Escorpio que he formulado a lo largo de las últimas décadas: • Se afirma a sí mismo con intensidad, de manera magnética, apa­ sionada y poderosa. • Sus fuertes deseos, impulsos y desafíos activan su energía física y su iniciativa; posee una gran resistencia. • La necesidad de compartir una profunda intimidad emocional y de experimentar mucha intensidad motivan su apetito sexual; el secretismo y la necesidad de autoprotección y control total pue­ den obstaculizar su espíritu decidido y su libertad de expresión. Tanto los hombres como las mujeres con Marte en Escorpio reac­ cionan rápidamente ante cualquier cosa, aunque -teniendo en cuen­ ta lo mucho les gusta controlarse- detestan que sea tan evidente. A ve­ ces explotan cuando se sienten al límite, o cuando la ira se ha ido acumulando durante algún tiempo. Tienen un increíble instinto de au­ toprotección, que generalmente posee la precisión de un sexto sentido, aunque otras veces les lleva a la suspicacia y a la paranoia. La sensibili­ dad psíquica a cualquier plan que les afecte es habitual entre ellos; como si extendieran sus antenas psíquicas en el entorno o en las men-

tes subconscientes de los demás, lo que les permite encontrar solucio­ nes a los problemas, resolver misterios, ver el fallo en cualquier estrate­ gia, e incluso encontrar objetos perdidos. Naturalmente, su aguda sen­ sibilidad, sospecha crónica y tendencia a explotar cada tanto hace que las relaciones íntimas se conviertan en una verdadera prueba de auto­ control, especialmente sobre sus emociones. Si se les menosprecia, su instinto es de vengarse, como si pudieran remediar su dolor o su sentido de la justicia atacando. Se toman el sexo en serio, y a menudo tienen conflictos en torno a él. Despiertan pron­ to a la sexualidad y la sienten intensamente en su interior, pero a me­ nudo detestan el dominio que ejerce sobre ellos y su incapacidad de controlarla. De ahí que algunos traten de reprimirla hasta el extremo. Sin embargo, el intento de negarla o convertirla en tabú incrementa la curiosidad que sienten con respecto a la experiencia sexual. El sexo les abre puertas al tipo de comunicación profunda que anhelan, y es un aspecto de la vida que les permite soltar el control y relajarse. La mayoría sienten una fuerte atracción hacia la intensidad emocional del sexo y la experiencia de sentirse desbordados por estas energías vi­ tales tan fundamentales y poderosas. Algunos consideran la relación sexual como una oportunidad de explorar una nueva dimensión del sentimiento, lo que a veces conduce a una transformación personal. Las mujeres con Marte en Escorpio son muy apasionadas y necesitan demostraciones frecuentes de deseo. Algunas tienen el magnetismo personal que suelen exudar los hombres con este emplazamiento. Siempre tienen una fuerte voluntad y determinación, y una estrategia definida que siguen en todas las cosas, y que raras veces revelan. En al­ gunos casos el deseo y la voluntad de controlar producen conflicto, porque simultáneamente quieren un hombre fuerte y dominar en la relación. Son muy posesivas y celosas (a veces de manera iracunda y resentida), y quieren sentirse muy unidas a su pareja. Como escribió un hombre en el cuestionario sobre una mujer con Marte en Escor­ pio: «Es mujer de un solo hombre a la que no le gusta cambiar de pa­ reja; muy sensual y con una intensa energía» (CA). Estas mujeres son como generadores de energía, y pueden ser extremadamente capaces en cualquier actividad, desde la sanación hasta el atletismo o los ne-

godos. Poseen grandes recursos en cualquier campo al que se dedi­ quen, incluyendo las labores domésticas. Su poder intimida a algunos hombres, pero eso está bien porque ellas quieren a alguien fuerte, au­ tosuficiente y confiado en sí mismo. Se sienten atraídas por hombres intensos y apasionados que demuestren su interés incluso mostrán­ dose un poco celosos. En realidad, estas mujeres no quieren dema­ siada independencia y prefieren saber que son muy necesitadas, pues eso les hace sentirse deseables y apreciadas. Los hombres con Marte en Escorpio exudan cierto carisma, un aura magnética de poder y sexualidad. El mejor ejemplo que he co­ nocido personalmente fue el senador y candidato presidencial Ro­ bert Kennedy, que tenía tanto Marte como el Sol en Escorpio. Su campo energético y su aura eran notables, y podían sentirse a la dis­ tancia de unos diez o quince metros donde yo me hallaba. Como es­ tas personas irradian una energía tan poderosa, provocan en los de­ más respuestas fuertes, y a menudo extremas. Suelen repeler o atraer en forma inmediata. Acostumbran a mostrarse enérgicos, decididos y algo impacientes, y a veces resulta difícil tratar con ellos, pero posi­ blemente son las mejores personas que puedas tener a tu lado en una emergencia o situación límite. Su atención al detalle y su capacidad para resolver problemas, combinadas con su determinación e intui­ ción, hacen que muchos de ellos tengan éxito en los negocios e in­ versiones, pero también que se adapten particularmente bien al tra­ bajo de detectives, a la investigación científica y a una amplia variedad de artes curativas. Un escritor d�jo que el hombre con Marte en Escorpio es un «alma autosatisfecha», haciendo referencia al hecho de que se resisten a cualquiera que trate de cambiarles. Como suelen ser muy obstinados -rasgo que se acentúa a medida que envejecen- sólo parejas muy inteligentes, simpáticas y pacientes conseguirán hacerles ver y adop­ tar otros puntos de vista. Es posible que crezcan y cambien por sí mis­ mos, especialmente si emprenden algún camino de autotransforma­ ción y desarrollo personal (algo que es común), pero generalmente se resisten a ser manipulados por otros. Una respuesta al cuestionario resaltó que los hombres con este emplazamiento cuentan con «pode-

rosas reservas de energía» (incluyendo energía sexual) y «disponen de la suficiente para recuperarse» de las adversidades. Las siguientes citas tomadas de entrevistas, cuestionarios y otras fuentes completan el retrato de Marte en Escorpio: • La respuesta al cuestionario de una mujer expuso con gran pre­ cisión y exactitud a algunas características de las personas de am­ bos sexos con este emplazamiento: «He conocido a mucha de esta gente. Son individuos muy interesantes, absolutamente per­ feccionistas en lo que atañe al trab,�jo, extremadamente apasio­ nados en todos los aspectos, con gustos y aversiones intensos. Son violentos y destructivos cuando se enfadan, y lentos al perdón (a veces no llegan a perdonar). En todas las experiencias sensoria­ les, hacen gala de un exceso de permisividad» (CA). • En una entrevista, una mujer de poco más de treinta años con mu­ cho aire y fuego evaluó así a los hombres con Marte en Escorpio des­ pués de haber conocido a un par de ellos y de haber vivido con uno más de una década. La palabra clave que repitió una y otra vez a lo largo de la entrevista fue intensidad: «Muy intensos. Se apoderan de ti, te sujetan y no dejan mucho espacio para que la mujer proyecte su yo o su asertividad. Son dominantes e insaciables en el sexo, que para ellos está asociado con la conquista, el control, el dolor, la pro­ fundidad y la desesperación. Estos hombres parecen estar llenos de celos y de conflicto, pudiendo mostrarse muy inseguros» (EA). • El cuestionario de una mujer sobre los hombres con Marte en Es­ corpio también incluyó la palabra conquista pero en otro contex­ to: «Su intensa mirada puede sentirse a metros de distancia sobre la parte del cuerpo en la que se enfoca; tienen un gran campo energético. Son intensos en sus deseos, celosos, astutos; realizan sorprendentes retiradas cuando planean atacar y son geniales en el mundo de los negocios» (CA). Otra mujer que tenía a Venus y Marte en Escorpio caracterizó así a su amante ideal: «Quiero a al­ guien que entre ahí y me desmonte totalmente» (EA).

• Tiffany Holmes hace referencia al extremismo de Marte en Es­ corpio: «La obsesión de Escorpio puede agrandar las afrentas y las ftjaciones sexuales, dando a los objetos de estas pasiones mu­ cha más importancia de la que merecen. Las expresiones de ira pueden ser extremadamente sarcásticas ( ...). A menudo parece que las opciones son luchar o renunciar totalmente al sexo» (WA). • Grant Lewi evalúa con agudeza a Marte en Escorpio: «Puede ser la mejor o la peor de las cosas que encuentres en una carta. En su aspecto óptimo, las energías fluyen hacia canales que gene­ ran una profunda seguridad personal en los negocios y en el amor. El magnetismo es poderoso; las fuerzas vitales sirven in­ tensamente al ego para atraer a otros y retenerlos, o para ex­ traer del mundo los máximos beneficios materiales y espiritua­ les. En su peor aspecto, la misma necesidad de seguridad se convierte en miedo a no conseguir los objetivos del ego, y el na­ tivo trata de escapar de maneras indeseables ( ...). Su objetivo debe ser el autocontrol, alejar las energías y hábitos de si mis­ mo, y dirigirlos hacia la acción objetiva; atraer a otras personas, y retenerlas con amor en lugar de utilizar el miedo; evitar los instintos negativos y destructivos como los celos, el temor y la suspicacia; tener fe en si mismos, en su mundo y en las personas que lo habitan. Sus energías son una fuerza casi tangible que emanan de ellos en una especie de aura; hacen sentir donde es­ tán, y pueden fortalecer o destrozar a otra persona diciéndole lo que piensan de ella. Esto se debe a que sus instintos son tan poderosos que exhiben en su movimiento, tono y acción lo que creen internamente, y son casi tan eficaces en el silencio como el discurso» (AFM).

Marte en Piscis Quienes tienen a Marte en el fluido, comprensivo y multidireccional Piscis se hallan en uno de los signos más compasivos e intuitivos, pero normalmente les cuesta definir lo qué quieren. Sus objetivos se ven in­ variablemente afectados por sus ideales y por un sentido de tener una misión en la vida que resulta dificil de definir. Estas influencias subje­ tivas suelen ser bastante inconscientes. Además, cuando el planeta de la autoafirmación está en el signo más sensible y compasivo del zodí­ aco, se trata de individuos bondadosos, moderados y conscientes de cómo se sentirán los demás ante cualquier cosa que ellos hagan. Sue­ len entregarse a su trabajo con dedicación, mostrando poca necesidad de reconocimiento. Su manera de actuar abnegada y discreta, una ra­ reza en nuestros días, que puede llegar a reducir sus posibilidades pro­ fesionales. Otro factor crucial para entender cualquier planeta en Piscis es el anhelo de escapar de la «realidad» mundana y opresiva. Así, con Mar­ te en este signo, observamos un fuerte impulso de evasión que puede manifestarse de muchas maneras. Puede canalizarse hacia el amor, la relación romántica o el sexo, o hacia fantasías asociadas con estos ám­ bitos de experiencia. Alternativamente, puede expresarse mediante empresas artísticas, creando formas que demuestren una fuerte sen­ sibilidad y revelen los anhelos de su imaginación. O bien enfocarse ha­ cia aspiraciones espirituales, siguiendo un gran número de vías dife­ rentes. Depende tanto de qué otros factores aparezcan en la carta natal, por lo que resulta especialmente difícil generalizar sobre este emplazamiento de Marte. La gente con Marte en Piscis puede ser inspiradora o «disipadora»; puede dedicarse al servicio desinteresado y a causas idealistas, o tratar de perderse en actividades escapistas o en sustancias alucinógenas. Al­ gunos se dedican a altos ideales, y otros desparraman y despilfarran totalmente sus energías de manera improductiva. Éste es un empla­ zamiento extremadamente sensible para el enérgico Marte, y estas personas suelen ser muy emocionales (aunque podrían ocultarlo bien, especialmente los hombres). A menudo poseen poderes curativos e

instintos caritativos naturales. Aunque se cree que tienen poca ener­ gía fisica, como se evidencia en un par de citas al final de esta sección, es más preciso decir que su energía fluctúa. Mucho depende de cómo el emplazamiento de Marte se integre con el resto de la carta natal del individuo. Por ejemplo, dos de los atletas más gráciles e intuitivos de las últimas décadas tienen Marte en Piscis: Bjorn Borg, que dominó el tenis durante años (incluyendo cinco campeonatos de Wimbledon), y Bernard King, un gran jugador de baloncesto que fue máximo ano­ tador durante muchos años. LA ESENCIA DE MARTE EN PISCIS

Aunque con respecto a Piscis casi todo resulta dificil de poner en pa­ labras, la expresión general de sus cualidades psicológicas esenciales puede condensarse en estas frases: • Se afirma de manera idealista, empática, agradable y bondadosa. • La iniciativa y la fuerza de voluntad están coloreadas por la sen­ sibilidad y la compasión hacia los demás; persigue sus propios de­ seos sutilmente, motivado por la inspiración, la intuición o una visión que le guía. • Los sueños, los estados de ánimo y las emociones siempre afec­ tan a la energía fisica y al impulso sexual; la afirmación y la deci­ sión pueden verse dificultadas por una notable vulnerabilidad personal y emocional. Los hombres y mujeres con Marte en Piscis comparten un modo de actuar especialmente cauto, y a veces tímido en situaciones socia­ les. Como no están nada seguros de sí mismos ni de su atractivo, y ni siquiera de lo que realmente quieren, se aproximan a los nuevos pro­ yectos, incluyendo las relaciones, de manera sutil, intuitiva y tentativa, «como probando la temperatura del agua» y sintiendo la reacción de la otra persona. Su tendencia natural es intentar conseguir sus objeti-

vos por medios indirectos, sin exponerse innecesariamente a una he­ rida emocional. Cuando consideran a una posible pareja, tienen que estar seguros de que la otra persona es suficientemente abierta y res­ petuosa hacia su naturaleza sensible antes de sentirse cómodos ex­ presando sus afectos. Marte en Piscis es un emplazamiento sensual (pero no terriblemente sexual), y el enfoque idealista se dirige más hacia el romanticismo soñador que hacia la pasión física intensa. Las personas de ambos sexos con Marte en Piscis tienden a ser extrema­ damente románticas y a menudo se dedican a fantasear, a veces hasta el punto de vivir en un mundo de fantasía o de expresar un talento li­ terario surgido de sus actividades imaginativas. Desde una edad tem­ prana son agudamente conscientes de su propia vulnerabilidad y de sus reacciones hipersensibles, y también suelen serlo de las necesida­ des emocionales de los demás, siendo éste el menos asertivo de todos los signos de Marte. Tienden a encubrir sus deseos, o a expresarlos en silencio, a ser tan indirectos que nadie se da cuenta de ellos. Después pueden enfadarse y expresar resentimiento porque no les prestan atención. Las mujeres con Marte en Piscis no son particularmente asertivas con respecto a lo que desean en las diversas áreas de la vida, inclu­ yendo las relaciones y el sexo. Pero tienen un gran deseo de agradar, y prefieren no tener que decir nada que pueda dar al otro una clave sobre lo que sienten o desean; prefieren que su pareja lo intuya. No obstante, debido a los mensajes no verbales poco claros que emiten, a menudo se ven involucrados en cosas que hubieran preferido evi­ tar. Son básicamente más emocionales que físicas, necesitan sentirse apreciadas y cercanas a su pareja, y se esfuerzan excepcionalmente por mostrar su devoción y ofrecer atenciones a su compañero. Pero como tienen poca confianza en su atractivo sexual, a menudo de­ muestran su timidez con una conducta sexual extraña. Estas mujeres se sienten especialmente atraídas hacia los hombres que exhiben al­ guna de las características dominantes de Piscis: espirituales, inspira­ dos, musicales, «alucinados», confusos( ...) o soñadores, visionarios e idealistas. Curiosamente, les atraen cualidades contradictorias en los hombres: dependientes y necesitados, pero también protectores,

compasivos, sacrificados y fuertes como para cortejarlas romántica­ mente. Aunque esta atracción hacia cualidades contradictorias·a me­ nudo les decepciona, cuando realmente funciona les produce una enorme dicha. Los hombres con Marte en Piscis tienen una fuerte imaginación, así como sensibilidades psíquicas y artísticas que suelen escasear en­ tre los varones. En el mejor de los casos son capaces de mostrar suavi­ dad y delicadeza, y al mismo tiempo mucha energía y asertividad. Las mujeres de un grupo de discusión que dirigí emplearon las palabras siguientes para describir a los hombres con Marte en Piscis: «Dulces, flexibles, cariñosos, sensibles, afectuosos». A estos hombres les gusta mucho el intercarp.bio romántico, el misterio, y a menudo los coque­ teos secretos o las fantasías; les gustan las parejas misteriosas que les intriguen y estimulen su imaginación. Les gusta cortejar y la compa­ ñía de las mujeres en general; sin embargo, aunque aparentemente se encandilan por las atracciones sexuales, suelen mostrarse muy pasi­ vos, sin sentirse particularmente abrumados por la intensidad de su deseo sexual. En las citas siguientes tomadas de libros y entrevistas se comentan algunas características de Marte en Piscis: • Esto es lo que escribió en un cuestionario una mujer con Marte en Piscis: «Dudo un poco antes de actuar(... ), la cualidad de mi expresión varía enormemente. A veces me muestro confiada y de­ cidida, y otras veces actúo mansamente. Ésta es un área de mi vida en la que ya llevo trabajando bastante tiempo. Se ha producido alguna mejora, pero la energía fluctúa mucho»(CA). • Otra mujer escribió: «Las mujeres con Marte en Piscis son tan idealistas que les cuesta afrontar las actividades mundanas; tienen que considerar que lo que hacen tiene una conexión cósmica con la totalidad mayor; tienden a perderse en lo universal y les cuesta centrarse en la realidad. Les gustan los hombres que cuidan de ellas y de los aspectos prácticos de la existencia cotidiana»(CA).

• Los hombres con Marte en Piscis suelen estar poco centrados en el aquí y ahora, y poco enraizados en el mundo físico. Esto es lo que dijo una mujer sobre un hombre con Marte en Piscis con el que había mantenido una relación: «Era como si él no estuviera allí, jno había presencia física! Me resultaba dificil sentir que es­ taba conmigo» (EA). • Grant Lewi señala una característica especialmente importante de muchas personas que tienen este emplazamiento de Marte, y resulta útil saber cómo ajustarse a ella: «Pueden perder energía en dar vueltas a las cosas, en sus miedos e introspecciones, si no están constantemente en guardia contra ello. Deberían seleccio­ nar actividades que no fuercen demasiado el cuerpo físico, y aprender a seguir el flujo y reflujo de su fuerza. Así pueden re­ correr un largo trecho, porque, cuando no están trabajando, es­ tán almacenando ideas y vitalidad en el consciente y en el sub­ consciente, lo que posteriormente expresarán. Pero cuando tratan de mantenerse continuamente en marcha, pierden ener­ gía, magnetismo e ideas. No deben buscar una expresión dema­ siado física del amor, porque ahí sus energías no funcionan con mucha constancia. Cuando están cansados, no valen mucho, y tienden a pensar cosas malas de sí mismos. Deben lograr la ma­ estría de sí mismos, concediéndose abundante tiempo para des­ cansar y estando dispuestos a ir más lento» (AFM).

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Los «aspectos», las interacciones energéticas entre planetas Y no pienses que diriges el curso del amor; porque el amor, si te halla digno, dirige tu curso. KAHLIL GmRAN

Si uno no sabe hacia qué puerto navega, ningún viento le es favorable. Sf:NECA, escritor y filósofo romano del siglo I

Al analizar cualquier relación, además de comparar las sintonías energéticas generales de los planetas en función de los elementos de los signos en los que están, también podemos evaluar la interacción energética entre dos planetas cualesquiera de manera mucho más es­ pecífica en una comparación de cartas. Es decir, podemos evaluar profundamente y con notable precisión la interacción entre compo­ nentes específicos de los campos energéticos de las dos personas mediante la comparación de ambas cartas natales a un nivel más de­ tallado, que incluye el estudio de los «aspectos» más exactos: las re­ laciones angulares específicas entre dos planetas reconocidas duran­ te siglos por la astrología tradicional. De hecho, la observación del ángulo que forman dos planetas cualesquiera en el zodíaco nos per­ mite determinar la intensidad general de la interacción energética de manera sorprendentemente fiable. Estas relaciones y medidas an­ gulares, habitualmente llamadas aspectos, o aspectos intercartas cuan­ do se hace una comparación, son cruciales para evaluar todos los fac-

tores de la carta natal individual, así como cualquier comparación global entre cartas. Evidentemente, introducir otro factor más en la ya profusa mez­ cla de energías, símbolos y signos añade un nuevo nivel de compleji­ dad (¡y posiblemente de confusión!) a la larga lista de factores que hemos comentado: planetas, elementos, signos, el Ascendente, etc. No obstante, si has llegado hasta este punto de este libro relativa­ mente extenso, debes estar seriamente interesado en la psicología as­ trológica, o al menos debes sentir curiosidad por el tema. Sin duda ya sabes lo compleja que es la ciencia astrológica, y cuánto tiempo y esfuerzo se necesitan para hacerse un verdadero experto en combi­ nar todos los factores en una «imagen» coherente y útil de las diná­ micas energéticas y de las interacciones. Además, hasta ahora me he enfocado fundamentalmente en la Luna, Venus y Marte, haciendo sólo breves referencias a los demás planetas personales y a los plane­ tas externos. En algunos de los ejemplos de este capítulo, quiero ani­ marte a que te familiarices con los demás planetas y que empieces a experimentar con todos ellos y sus interacciones mutuas. Además de ciertas frases específicas de la Directriz B que se presenta posterior­ mente en este capítulo, también aconsejo al lector que estudie el Apéndice A para entender cómo se expresan todas las energías y principios planetarios. En este capítulo, empezaré explorando el complejo tema de los as­ pectos, tratando de ampliar nuestra comprensión de las interacciones energéticas en una comparación de cartas. Hasta un novato en el tema podrá dar los primeros pasos en esta disciplina siguiendo las directri­ ces básicas que más adelante se explican. No obstante, ésta sólo es una introducción rápida e incompleta al tema. Un tratamiento más deta­ llado de los aspectos está mucho más allá del ámbito del presente li­ bro. Para obtener una explicación de este tipo, el lector debe consul­ tar el Capítulo 8 de mi libro Manual de interpretación de la carta natal. Y para obtener una guía más detallada y pormenorizada que le permita analizar otras facetas de la comparación global de cartas, el lector debe dirigirse a mi libro Modernas dimensiones de la astrología: los ciclos y nues­ tras relaciones.

En cualquier caso, antes de exponer la definición y el significado de los aspectos, me gustaría disipar algunas de las engañosas supersti­ ciones asociadas con algunos de ellos. Hablando en general, como en la enseñanza de la astrología no se incorpora la comprensión moder­ na de los campos y flujos energéticos, y dada la influencia que los en­ gaños adivinatorios tienen sobre la gente, la mayoría de las inter­ pretaciones de los aspectos que el lector encontrará en los libros, pro­ gramas de ordenador y páginas web son simplistas e irreales. Además, suelen estar presentadas dentro de un marco conceptual severamen­ te limitado y dualista (bueno/malo, compatible/ incompatible, éxi­ to/fracaso) que tiene poco valor práctico o fiabilidad, que a menudo produce resultados psicológicos negativos en las vidas de las personas. Además, las palabras empleadas en tantos libros anticuados de astro­ logía (e incluso en muchos libros y páginas de Internet actuales) son deterministas, toscas, donde se olvida la complejidad y sutileza de la experiencia o de las relaciones íntimas, por no decir que son destruc­ tivas en lo psicológico y emocional. Como escribió el famoso autor y activista Anthony Robbins: «Las palabras que otorgamos a nuestra ex­ periencia se convierten en nuestra experiencia». Actualmente esto de­ bería ser evidente para cualquiera que pretenda ofrecer consejo psi­ cológico, pero, de algún modo, mucha gente prefiere las afirmaciones infantiles, «sabelotodo» y «absolutas» a las evaluaciones honestas de los hechos confirmados. De ahí que quienes estudian astrología y/o buscan consejo astrológico deban mantenerse alerta ante fuentes de información o individuos que empleen un lenguaje rígido, senten­ cioso o fatalista. Debemos rechazar inmediatamente tales fuentes so­ bre la base de que, aunque creamos que ciertas cosas en la vida están predeterminadas, la probabilidad de que quienes proponen tales opi­ niones sean sabios o lo suficientemente evolucionados espiritual­ mente como para saber lo que está determinado para ti, son como mí­ nimo dudosas. Por esta razón he elegido como directrices generales las dos citas que se presentan al principio de este capítulo, especialmente por su relevancia para comprender las relaciones. Ambas citas señalan el he­ cho de que tanto en el amor como en la vida hay muchas más fuerzas

activas de las que se pueden hallar en cualquier detalle astrológico es­ pecífico. Como aconseja el gran poeta místico Kahlil Gibran (autor de El Profeta), el amor mismo dirigirá nuestro curso; y en este contexto uno debería ver todos los aspectos astrológicos entre los planetas de dos personas como parte de una experiencia de aprendizaje en el pro­ ceso de descubrir el misterio del amor. La sabiduría de la cita de Sé­ neca nos aconseja que necesitamos saber adónde nos dirigimos antes de poder adaptarnos inteligentemente a las circunstancias, y esto es apli­ cable a todas las actividades de la vida. Pero, cuando esta cita se apli­ ca al tema emocionalmente cargado de las relaciones íntimas, signifi­ ca que la compatibilidad o incompatibilidad, así como cualquier tipo de relación, sea fácil o difícil, no merecerá mucho análisis si las dos personas carecen de un objetivo, un ideal, o una dirección en común. En otras palabras, ¿qué tipo de relación quieren construir y experi­ mentar? Dentro de esta amplia visión debemos considerar los aspec­ tos específicos entre planetas desde la perspectiva del patrón general de las interacciones energéticas, y dentro del contexto de todo el plan de vida.

9ü° Figura 17.1 Este diagrama del zodíaco, con el primer signo de Aries posicionado donde siem­ pre está situado el Ascendente, recibe el nombre de carta natural. J,,sta versión también incluye el planeta regente asociado con cada signo, e indica los grados a lo largo del círculo zodiacal, empezando con el primer grado de Aries, cuan­ do el Sol se sitúa en el equinoccio de primavera. Cuenta el número de grados en­ tre dos puntos cualesquiera del zodíaco a fin de determinar el ángulo exacto entre ellos. A continuación emplea la sección siguiente de este capítulo para de­ cidir si ese ángulo coincide con uno de los aspectos mayores.

Los aspectos mayores Las figuras 17.2 a 17.6 describen los ángulos que han sido conside­ rados tradicionalmente los «aspectos mayores», es decir, las interre­ laciones más significativas y más ampliamente empleadas entre los planetas, o entre un planeta y el Ascendente. Nótese que todos, ex­ cepto la conjunción, son múltiplos de 30 º, lo que refleja un patrón pa­ ralelo a las secciones zodiacales de 30 º que constituyen los signos as­ trológicos. Algunos astrólogos también emplean aspectos «menores». De en­ tre estos, personalmente sólo me intereso por los ángulos de 30 º y 150 º , llamados respectivamente semisextil y quincuncio. No obstan­ te, teniendo en cuenta que en el marco de las relaciones la intensidad de la expresión energética de estos ángulos es relativamente pequeña en comparación con los otros aspectos que se describen seguidamente, no los abordaré en este libro.

Figu ra 17.2

Conjunción (O º ). La conjunción se produce cuando dos planetas, o un planeta y el Ascendente (u otro ángulo mayor de la carta natal, como el Medio Cielo), están a pocos grados uno de otro en el zodíaco. Normalmente uso una distancia máxima de 6 º entre ellos, aunque si están involucrados el Sol, la Luna o el Ascendente, amplío el «orbe» has­ ta los 7 °. Sin embargo, siempre que interpreto los aspectos, tengo en cuenta que cuanto más exacto sea el ángulo (o «más cercano»), más poderoso es el aspecto, y más notable será su manifestación en la vida de la persona. (Por ejemplo, si en una comparación de cartas el Sa­ turno de una persona está en 12 º de Cáncer, la conjunción será más poderosa si el planeta de la otra persona está en 11, 12 o 13 º de Cán­ cer. Aún poderosa, pero un poco menos, será la interacción si el pla­ neta de la segunda persona está en, digamos, 9-10 º o 14-15 º de Cán­ cer, y así sucesivamente). La conjunción es el aspecto más intenso; es una señal celestial de una intensa fusión e interacción entre las dos energías involucradas. Generalmente la relación se centra dinámi­ camente en este aspecto de un modo que será percibido inmediata-

mente por las dos personas involucradas, aunque la forma de expe­ rimentar la conjunción depende de los planetas y signos participan­ tes, y de cómo interactúan con otrosfactores de las cartas de esas per­ sonas.

�emplos:John tiene Venus en 15 º de Escorpio y Marta tie­ ne Neptuno entre 9 º de Escorpio y 21 º de Escorpio. María tiene Marte en 9 º de Sagitario yJim tiene la Luna entre 3 º de Sagitario y 15 º de Sagitario. Oposición (180 º ). Este aspecto se presenta cuando dos factores están en posiciones opuestas del zodíaco, gene­ ralmente en signos opuestos. Casi siempre es muy es­ timulante, a veces excesivamente. La oposición es el segundo aspecto más poderoso, y a menudo combina si­ Figura 17.3

multáneamente la atracción y el conflicto. Los opuestos pueden atraerse, pero también suelen tener aproximaciones radical­ mente diferentes a las cosas. En el zodíaco, los sign os opuestos tienen

mucho en común y son muy similares en muchos sentidos; sin em­

bargo -aunque a menudo son complementarios- a veces también se irritan y se repelen mutuamente. Se trata de una interacción ener­ gética muy importante a la hora de analizar todo tipo de relaciones, y es un aspecto muy complejo de entender para los principiantes. Al­ gunas de las oposiciones ciertamente representan tendencias opues­ tas que son tan rígidas o conflictivas que resultan irreconciliables. Pero otros aspectos en oposición (especialmente los relacionados con el Ascendente, la Luna o Venus) generalmente indican cualidades compatibles que producen un intercambio agradable entre iguales, lo que les recuerda la plenitud, la consumación o las interacciones equilibradas.

Ejemplos: Danika tiene el Ascendente a 22 º de Cáncer, y Bill tiene a Venus entre 15 º de Capricornio y 29 º de Capri­ cornio ( cuando está involucrado el Ascendente general­ mente se permite un orbe de 7 º ). Daniel tiene el Sol a 23 º

de Leo, y Betty tiene a Júpiter entre 17 º de Acuario y 29 º de Acuario.

Figura 17.4

Cuadratura (90º). Aunque los aspectos de la cuadratura y trígono son igualmente sig;n ijicativos en las compara­ ciones de cartas,y siguen en intensidad a la conjunción y la oposición,describo primero la cuadratura porque la mayoría de la gente tiende a ser agu damente consciente de los conflictos,retos y puntos de tensión indicados por las cuadraturas,mientras que dan por supuestos elflujo energético y el mutuo entendimiento simbolizados por el trígono. Las cuadratu­ ras generalmente incluyen planetas que no están en elementos ar­ moniosos (agu a/aire,tierra/fuego,fuego/agua,aire/tierra),y sue­ len exigir que las dos personas hagan un esfuerzo sig;n ijicativo para ajustar sus energías y planteamientos divergentes en las áreas de la vida indicadas por los planetas implicados. Algu nos de estos aspec­ tos se manifestarán como una diferencia de actitud que simplemen­ te tiene que ser aceptada, como irritación, o como una especie de «ruido de fondo» en el intercambio energético. Pero resulta mucho más difícil ajustarse a algu nas cuadraturas, que pueden llegar a experimentarse como obstrucciones,conflictos violentos o inhibicio­ nes opresivas. A veces las personas pueden tener propósitos diver­ gentes en las áreas de la vida simbolizadas por los planetas,aunque no sean conscientes de ello. En resumen,algunas cuadraturas reve­ lan diferencias profundamente irreconciliables,y otras indican re­ tos que pueden permitir a los implicados asumir puntos de vista completamente diferentes. Ejemplos: Tristán tiene a Marte a 7 º de Capricornio, y Silvia tiene a Marte entre 11 º de Libra y 13 º de Libra. Terry tiene la Luna a 18 º de Piscis, y Sam tiene a Urano entre 11 º y 25 º de Géminis (generalmente se permite un orbe de 7 º porque participa la Luna).

Figura 17.5

Trígono (120 º ). En las áreas de la vida indicadas por los planetas que participan en este intercambio suele haber un flujo energético fácil, una combinación constructiva de tal,entos y una mutua comprensión natural. Las ener­ gías fluyen armoniosamente pues involucran signos del mismo elemento. Por eso suele producirse una conexión espontánea y gratificante entre las dos personas. Los trígonos, si in­ corporan al menos el Ascendente, el Sol, la Luna u otros «planetas personal,es», pueden hacer mucho por mejorar los conflictos que se evi­ dencian en otras partes de la comparación de cartas. (Esto es parti­ cularmente cierto si la comparación revela muchos trígonos entre los planetas de las fJersonas). Este aspecto simboliza una combinación de energías que se dirigen sin esfuerzo hacia un objetivo común. La comprensión mutua se alcanza Jácilmente en las áreas simbolizadas por esos planetas, y muchos de estos aspectos, además de ser energi­ zantes, resultan alentadores para ambas personas. Como existe una armonía agradable y fortalecedora en el campo energético mutuo, las empresas conjuntas resultan fáciles, gratificantes y espontáneas. Ejemplos: Herbert tiene a Mercurio a 20 º de Géminis, y Kim tiene a Júpiter entre 14 º de Libra y 26 º de Libra. Helen tiene a Marte a 7 º de Tauro, y Ken tiene a Urano entre 1 º y 13 º de Virgo.

Figura 17.6

Sextil (60 º ). Energéticamente menos evidente que los aspectos comentados con anterioridad, el intercambio indi­ cado por este ángulo también es unfactor intenso de com­ patibilidad en cualquier relación. El sextil suele formar lo que yo denominaría un "intercambio energético de fondo" que es delicadamente alentador y Javorable, principalmente a través de un nuevo aprendizaje, de la apertura a nuevas personas e ideas, y de una reciprocidad constructiva y continua. La mayoría de los sextil,es incluyen planetas en el,ementos armoniosos (tie­ rra y agua, o Juego y aire) y pueden considerarse agradables, positi-

vos y estimulantes. Los planetas involucrados combinan sus energí,­ as de manera relativamente fácil. Ejemplos: Nate tiene a Venus a 9 º de Piscis, y Ana tiene a Sa­ turno entre 3 º de Tauro y 15 º de Tauro. Nancy tiene el As­ cendente a 8 º de Aries, y Adam tiene a Júpiter entre 1 º y 15 º de Acuario (se permite un orbe de 7 º porque participa el As­ cendente). Otros aspectos: en la gran mayoría de los casos, en la comparación de car­ tas, los aspectos mayores por sí mismos -además de otros factores expli­ cados en este libro y en mis otras obras- dan muchos más datos de una relación que los que puedes incorporar. De ahí que el análisis de otros datos menores contribuya poco a realizar una evaluación verdadera­ mente gratificante y precisa. Esto se debe a que aquí nos queremos cen­ trar en la dinámica energética dominante entre dos personas, y los aspectos principales simbolizan, miden e iluminan las interacciones más intensas.

Directrices para distinguir y comprender los aspectos más importantes en una comparación de cartas Directriz A: céntrate en los aspectos más exactos. Los aspectos más exactos revelan los intercambios de energía más dinámicos e intensos. Éstas son las áreas clave donde los campos energéticos de las dos per­ sonas interactúan intensamente, mostrando si sus historias persona­ les combinan bien, entran en conflicto, o ambas cosas a la vez. Estos aspectos exactos son los que más atención merecen a la hora de in­ terpretar una comparación de cartas. (Véase n2 3 en la sección si­ guiente, «Otros factores clave para interpretar aspectos en la compa­ ración de cartas», para obtener más detalles sobre el razonamiento que subyace a esta directriz). Directriz B: cada aspecto debe ser evaluado de acuerdo con la natu­ raleza de los planetas (y signos) involucrados. En otras palabras, el tipo

particular de aspecto mayor es secundario con respecto a las energías específicas que están interactuando. Por ejemplo si consideramos es­ tos dos aspectos:Júpiter en conjunción con el Sol yJúpiter en cua­ dratura con el Sol, ambos se manifestarán como abundante energía de autoexpresión optimista, aunque la cuadratura a menudo irá acom­ pañada de alguna conducta excesiva o extrema. Otro ejemplo es cuan­ do la Luna de una persona tiene un aspecto cercano con el Saturno de la otra. En este caso, tanto si la Luna está en cuadratura con Satur­ no, como si está en trígono o en conjunción, habrá algunas similitu­ des en las experiencias que las personas tengan de esa relación. Sin embargo, la cuadratura o la oposición podrían sentirse como más opresivas o inquietantes, mientras que el trígono o el sextil resultarán más estabilizadores, aunque algo restrictivos. El lector debe remitirse al Apéndice A para obtener una lista deta­ llada de cómo se expresan las energías planetarias, y recordar que es­ tos factores astrológicos representan una interacción constante y diná­ mica de energías en una relación, y por tanto en una comparación de cartas. Para obtener un vislumbre rápido de esta dimensión de la cien­ cia astrológica usaremos las frases siguientes a modo de guía sobre cómo cada planeta «afecta» a aquel otro con el que mantiene un as­ pecto cercano en una comparación de cartas. El Sol lo ilumina, vitaliza, alienta y busca identificarse con él. La Luna responde, resuena emocionalmente, recibe y busca segu­ ridad en él. Mercurio activa percepciones, nuevos conceptos, comunicación, conexiones e intercambio de ideas. Venus armoniza, estimula afectos y sensaciones de placer, potencia las respuestas sociales, estéticas y románticas. Marte energiza, inicia con impaciencia, impulsa a tomar decisio­ nes, empuja agresivamente hacia la acción.

Júp iter expande, impulsa a mejorar o a ser optimista y confiado. Saturno retrasa, restringe, concentra, obliga a realizar una evalua­ ción realista y fomenta el sentido de responsabilidad. Urano acelera el ritmo de vida, electrifica las percepciones, revo­ luciona las actitudes, altera los patrones de pensamiento y acción es­ tablecidos. Nep tuno inspira, idealiza, impulsa al romanticismo y sensibiliza. Plutón transforma completamente, impulsando a eliminar com­ pletamente lo viejo Directriz C: los asp ectos en los que intervienen el Sol, la Luna y el As­ cendente siemp re son imp ortantes. Esto se explicó en cierta medida en el Capítulo 7 al hablar de la Luna, y en la sección sobre el Ascen­ dente del Capítulo 6, pero vale la pena estudiar también los diversos modos en que pueden expresarse estas energías que defino en el Apéndice A. Hay una considerable cantidad de pruebas que indican que, en una comparación de cartas, los aspectos armoniosos de la Luna son especialmente importantes para la armonía doméstica a lar­ go plazo. El psicólogo pionero C.G. Jung realizó un estudio estadísti­ co de la comparación de cartas de casi 500 matrimonios que publicó en su famosa obra Sincronici,dad: Un Princi,pio de Conexión No Causal. Los resultados finales mostraron que la Luna de la persona estaba involu­ crada en al menos tres de los cuatro aspectos intercartas que se daban con más frecuencia en esta serie de cartas matrimoniales. Estos as­ pectos eran: Luna en conjunción con Luna, Luna en conjunción con Sol, Luna en oposición con Sol. El cuarto aspecto intercartas más co­ mún en el estudio de Jung fue Marte en conjunción con Marte, un buen símbolo del mutuo entendimiento sexual y de la sintonía de la energía física, que retrata claramente unos objetivos unificados y una manera de actuar armoniosa en la vida cotidiana.

Directriz D: Siempre deben evaluarse los aspectos con los otros «pla­ netas personales»: Mercurio, Venus y Marte. Si un aspecto que invo­ lucra a dos o más planetas no incluye a ninguno de los «planetas per­ sonales» (Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte) o el Ascendente, podría no ser importante para esa relación. Existen excepciones a esta directriz, pero en general es válida. Directriz E: cualquier planeta que esté en oposición con el Ascenden­ te, también estará en conjunción con el Descendente, un factor parti­ cularmente importante en la relación. El Descendente es el punto del zodíaco que está en oposición exacta con el Ascendente. Por tanto, siempre está en el signo opuesto al del Ascendente, y -aunque es mu­ cho menos importante que éste para evaluar la psicología y la sintonía energética del individuo- constituye un factor importante en todas las comparaciones de cartas. En otras palabras, una conjunción de cualquier planeta a ambos lados del punto descendente siempre ten­ drá un notable impacto energético sobre la vibración general y la cua­ lidad de la relación. Directriz F: en último término, el objetivo es una percepción clara de toda la comparación y sus temas princip ales. Esta percepción amplia y abarcadora requiere tiempo y una experiencia considerable, siendo además de una ciencia un arte y una rara habilidad natural. No obs­ tante, cuando se domina este arte/ ciencia, nos permite evaluar todo el patrón interactivo de los campos energéticos de las dos personas. ÜTROS FACTORES CIAVE PARA INTERPRETAR LOS ASPECTOS EN lA COMPARACIÓN DE CARTAS

1. «Dobles impactos»: intensas interacciones energéticas interperso­ nales: este factor extremadamente importante en la comparación de cartas, al que hace muchos años di el nombre de «doble impacto», se presenta cuando se repite una interacción energética entre las dos personas (o las dos cartas). El ejemplo más claro y poderoso de este «doble impacto» se produce cuando existen dos aspectos entre los

mismos dos planetas. Un ejemplo sería: el Venus de Jane está en cua­ dratura con el Urano dejim; yel Venus dejim está en conjunción con el Urano de Jane. Otro ejemplo sería: el Marte de Henry está en trí­ gono con la Luna de Henrietta, y el Marte de Henrietta está en opo­ sición con la Luna de Henry. Puede haber muchas variaciones sobre este tema, pero usando únicamente los aspectos que quedan dentro de los 6 º de exactitud, el principiante puede enfocarse rápidamente en la dinámica energética central de cualquier relación. Es importante darse cuenta de que dos aspectos cualesquiera, sean trígonos, conjunciones u otros, deben dirigir nuestra atención a los temas simbolizados. Mucho depende de los planetas involucrados, pero, en general, si al menos uno de los aspectos es un trígono o un sextil, no deberíamos llegar a una conclusión negativa precipitada­ mente. Además, muchos de los aspectos en oposición son complemen­ tarios, y por tanto compatibles y estimulantes en una relación o com­ paración de cartas. 2. La preponderancia del mismo mensaje o tema simbolizado: llegar a evaluar los mensajes dominantes ( o temas) de una comparación re­ quiere algún tiempo y un listado sistemático de los múltiples factores que intervienen. Al principio, este estudio puede parecer muy exi­ gente. Pero, además de los «dobles impactos» mencionados en el pá­ rrafo anterior, debemos buscar la preponderancia de aspectos difíci­ les o armoniosos ( que revelan un tono de fricción o un flujo fácil entre las energías de las personas), o un número sustancial de indicadores que simbolizan un mensaje similar o cuentan la misma historia. Éste es un tema demasiado complejo como para explorarlo detallada­ mente en este libro, pero después de realizar estudios detallados de astrología de las comparaciones, debemos dar crédito a nuestras com­ prensiones intuitivas espontáneas, que al abarcar muchos factores de la carta producen una «imagen» coherente. Cuando se analiza la compatibilidad, se deben tener en cuenta las similitudes de todo tipo, y dos de las áreas más fundamentales que a me­ nudo indican conexión natural y comprensión mutua son: cierto énfa­ sis en el mismo elemento(s) en cada carta, y tener planetas en sig-

nos del zodíaco que también están energizados en la carta de la otra persona. 3. La importancia de los aspectos cercanos: este hecho es importante no sólo para los principiantes, sino también para las personas más ex­ perimentadas en los métodos y tradiciones astrológicos. Y además de ser importante en la comparación de cartas, aún lo es más para evaluar con precisión las dinámicas de las cartas individuales. A fin de contar con información fiable basada en las mediciones de las distancias entre pla­ netas, si el número de grados que se permiten para un aspecto (lo que se llama el «orbe» en astrología tradicional o el «arco» del círculo cuando medimos el rango de ubicaciones posibles) no se restringe de­ bidamente, muy pronto las mediciones dejan de ser significativas se­ gún la ley de las probabilidades. Entrar en la fundamentación mate­ mática de esta cuestión está más allá del ámbito de este libro, pero deben tenerse en cuenta los datos siguientes: • Si uno restringe el orbe permisible a 6 º de exactitud para un as­ pecto dado, esto hace que un arco de 12 º del círculo zodiacal en­ tre dentro del ángulo permitido, es decir, que haya una probabi­ lidad de 1 entre 30 (el 3.3 por 100) de que ese aspecto sea relevante. • Si uno expande el orbe de exactitud permitido a 7.5 º , esto pro­ duce un arco de 15 º en el círculo zodiacal, o una probabilidad de uno entre 24 (el 4.1 por 100) de que ese aspecto sea relevante. Todo esto está bien cuando consideramos un aspecto específico (por ejemplo, una coajunción o cuadratura), pero hemos de tener en cuenta que existen muchos aspectos mayores. Si uno añade todas las probabilidades de hallar un aspecto mayor entre dos planetas cuales­ quiera, descubre rápidamente este hecho: cuanto mayor es el orbe permitido en la medición de aspectos, menos precisa es la informa­ ción obtenida, y más rápidamente se disuelve y pierde sentido el in­ tercambio energético simbolizado.

En resumen, la astrología es algo más que un arte simbólico que la gente puede usar para realizar sus previsiones y proyecciones, sin con­ tar con definiciones claras ni leyes fiables. La precisión matemática y astronómica de la astrología es lo que la hace tan fiable, siempre que uno siga pautas razonables. Descuidar esta dimensión de la astrología, como hacen tantos, genera juicios e interpretaciones imprecisos que ayudan a desacreditar una ciencia muy productiva y prometedora. 4. Creencias religiosas, orientaciones espirituales e ideales: una cosa que rara vez se ve en los libros astrológicos sobre compatibilidad es el reconocimiento de que las creencias y orientaciones religiosas/espi­ rituales (sean conscientes o no) son cruciales en la mayoría de las re­ laciones íntimas a largo plazo. Esta evaluación incluye la tolerancia ge­ neral de la persona hacia los demás, sus prejuicios sociales y raciales, sus valores e ideales, y la totalidad de su perspectiva hacia la vida. La fuerza y ubicación de Júpiter en la carta individual son especialmente relevantes para evaluar esta visión general, aunque haya que analizar las actitudes representadas y el «tono» de cada carta natal, pues hay muchos factores involucrados. Puede parecer que estos asuntos no tie­ nen importancia cuando las personas son jóvenes e inexpertas, y los juegos intelectuales del sistema educativo les llevan a carecer de valo­ res personales más profundos; pero volverán a salir a la superficie si las personas buscan el significado profundo de la vida. Por ejemplo, como pionero en el estudio de las antiguas tradiciones «esotéricas», Manly P. Hall escribió: «Un místico casado con una pareja atea, prác­ tica y materialista, está en posición de singular desventaja. Si tenemos fe en Dios y en la realidad de los principios universales, finalmente chocaremos con una pareja que no admita un poder superior a sí mis­ ma» (INC, p.7). 5. Actitudes hacia el dinero y el ahorro, y la capacidad de asumir ries­ gos: otro factor que no se suele reconocer en la mayoría de las publi­ caciones astrológicas sobre las relaciones es la importancia de las ac­ titudes individuales hacia el dinero y el gasto, que muestran lo que la persona valora y que revelan las claves de su estilo de vida. Determinar

esto es importante no sólo en las relaciones íntimas, sino también en muchos tipos de relaciones comerciales, e incluso en las interacciones entre parientes y compañeros de piso. La comprensión de estas acti­ tudes y de los conflictos asociados (y emocionalmente cargados) se cla­ rifica parcialmente viendo la ubicación de Venus, pero también la de muchos otros factores que quedan fuera del ámbito de este libro, como las casas segunda y octava, y las posiciones dominantes,Júpiter (fe en el futuro), o Saturno (precaución con respecto al mismo), o los signos que ellos rigen. En resumen, si una persona es instintivamente conservadora, cauta, o tal vez tacaña, y la otra es generalmente des­ cuidada e irresponsable (aunque los demás le consideren «genero­ sa»), es muy probable que en el futuro esa relación se encuentre con problemas significativos. Aquí intervienen factores como la fe en el fu­ turo, el sentido común, la confianza en uno mismo, la personalidad individual, el entorno social, la historia familiar y otros factores. Como escribió Manly P. Hall es su lúcida obra Incompatibility: En la mayoría de los casos, uno de los miembros de la pareja es más consciente de los asuntos económicos que el otro; es decir, uno de ellos tiene inclinación a ahorrar más o a gastar más(...). Como señaló Ben­ jamín Franklin, no hay nada más desmoralizador que una deuda. Sin embargo, extrañamente, no hay nada más empobrecedor que una vida construida en torno al dinero(... ). La preocupación por el dinero es una verdadera causa de incompatibilidad, aunque a menudo oculta. Además de alterar la convivencia, contribuye a empeorar la salud, y a menudo acaba produciendo serias enfermedades emocionales e inclu­ so físicas(INC, pp. 10-11). En resumen, una explicación detallada de todos los aspectos que intervienen en la comparación de cartas está más allá del ámbito este libro, y tal vez de cualquier libro. En todo caso, es mucho mejor apren­ der los principios básicos que se explican aquí, y luego experimentar sus significados. Si descubres que estos son iluminadores y merecen una exploración más detenida, puedes estudiar los significados y mé­ todos explicados en algunos de mis otros libros, como Modernas di-

mensiones de la astrología: los ciclos y nuestras relaciones. Si continúan abriéndose puertas que conducen a una más amplia comprensión de ti mismo y de las relaciones, el paso siguiente puede consistir en leer los libros que vienen en la lista del Apéndice F de Lois Sargent (para interpretaciones de aspectos específicos de las comparaciones) y de Ronald Davidson. Este capítulo sólo proporciona breves indicaciones dirigidas a quie­ nes saben poco de astrología. La capacidad de combinar estas ener­ gías de manera adecuada se desarrollará con el tiempo, además del es­ tudio y la experiencia que uno vaya adquiriendo. Debe resaltarse que la comprensión profunda vendrá mucho más rápido participando en diálogos con una gran variedad de personas que estudiando libros, ha­ ciendo interpretaciones especulativas y unilaterales que parecen sim­ ples juegos de adivinación, o haciendo «lecturas» para personas que uno no ha visto nunca y de las que nunca recibirá un feedback.

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Usar la astrología y la comparación de cartas de manera sabia y realista La mayor felicidad de la vida es la convicción de que somos amados por nosotros mismos o, más bien, amados a pesar de nosotros mismos. VíCTORHUGO

Cuando toman conciencia de la calidad de las comprensiones y de la precisión de la información psicológica que la astrología puede apor­ tar a sus vidas, muchas personas se sienten muy animadas y se dejan llevar tanto por sus posibilidades que empiezan a atribuir a esta cien­ cia una precisión y un ámbito de aplicación mayor del que realmente pueden ofrecer. Como es un campo de estudio impresionante, algu­ nas personas llegan a considerarla un sistema semireligioso con el que abordar la mayoría de los asuntos de la vida, más que como una nota­ ble ciencia de la energía o una herramienta fiable para obtener com­ prensiones psicológicas. Sobreestimar la precisión y la capacidad pre­ dictiva de la astrología es tan desorientador como el prejuicio habitual de subestimar su precisión y valor práctico. Lo cierto es que aunque siempre se necesita estudiar y obtener explicaciones claras de los prin­ cipios esenciales ( como ocurre con cualquier ciencia), el uso sabio, realista y preciso de la astrología depende más del nivel de conciencia de los practicantes que de seguir investigando las correlaciones entre los planetas y la personalidad humanas. De hecho, me gusta resaltar que el uso adecuado de las técnicas as­ trológicas sirve para profundizar nuestra comprensión con el fin de vi­ vir deforma más consciente. La astrología no debe usarse para evadir la res­ ponsabilidad personal o fomentar ilusiones de soluciones perfectas o

dichas absolutas. Más bien, este arte nos proporciona una herramienta extremadamente útil y fiable para comprender la naturaleza humana y sintonizarnos con la esencia de las dinámicas interpersonales específi­ cas. Nos ayuda a adquirir perspectiva, objetividad y entendimiento; e idealmente, cualquiera que la use debe conservar el sentido de la me­ dida al evaluar los significados que revela. Cuando se usa con inteli­ gencia, suele tener un impacto curativo y transformador sobre los indi­ viduos, pero la astrología per seno es una terapia. Aún tenemos que dar los pasos siguientes -actuar a partir de las comprensiones, hacer el tra­ bajo de mejorar nuestras vidas y relaciones- aunque con la perspecti­ va más amplia que nos otorgan las profundas comprensiones derivadas de la aplicación de los principios astrológicos. Así mismo, en el campo de las relaciones, cuando consideramos nuestra carta natal individual o la comparamos con la de otra persona, la meta principal debería ser alcanzar la objetividad y no huir de las di­ ficultades, sino lidiar con ellas con plena conciencia y honestidad. El factor crucial en cualquier relación siempre es el nivel de conciencia de las personas involucradas, y la forma en que elijan lidiar con las ten­ dencias o los patrones conflictivos de la personalidad, que sólo son im­ previsibles en la medida en que los individuos funcionen inconscien­ temente. El conocimiento de los principios astrológicos revela las leyes de la energía y de la polaridad que animan la vida: yin/yang, positi­ vo/negativo, masculino/femenino, Sol/Luna, Venus/Marte, etc. Una conciencia más aguda de las polaridades y paradqjas de la vida nos per­ mite dar un paso para atrás y ver la imagen completa de la persona. Por ejemplo, ningún ser humano será totalmente compatible o aceptable para otro a todos los niveles de su personalidad, de su conducta y del intercambio energético. Junto con cada cualidad que nos atrae de la otra persona, encontrando también «la otra cara de la moneda», la par­ te que nos parece más difícil, desagradable, desconcertante o incom­ prensible. Como escribió Manly P. Hall: El hombre bondadoso puede ser demasiado silencioso; al marido traba­ jador le puede faltar ambición; a la esposa feliz y optimista puede faltar­ le sentido práctico; la mujer sincera y dedicada puede no ser seductora.

Tenemos que aprender a apreciar las cualidades más valiosas, y aceptar lo demás por la simple razón de que los demás deben aceptarnos a no­ sotros sobre esta misma base (INC).

Las observaciones de Hall están muy relacionadas con la tenden­ cia humana a idealizara sus posibles parejas, como se comentó en el Capítulo 3, lo que hace difícil construir una relación auténtica con una pareja compleja que inevitablemente tendrá sus fallos. He inclui­ do la cita de Víctor Hugo al principio de este capítulo para resaltar la importancia de este hecho. Después de todo, todos estamos en el mis­ mo barco: somos seres imperfectos con una capacidad limitada para amar que a su vez deseamos desesperadamente ser amados y acepta­ dos tal como somos. La importancia de reconocer la complejidad de las personalidades individuales, y la consecuente hipercomplejidad de todas las relacio­ nes entre ellas, me conduce a dar otro consejo importante: reco­ miendo al lector que no use las interpretaciones de cartas hechas por ordenador para evaluar una relación. La complejidad que implica comparar y combinar los múltiples factores de ambas cartas incre­ menta inconmensurablemente la dificultad de diseñar un programa de interpretación fiable. Está bien calcular las dos cartas por cualquier servicio que sea preciso ( véase Apéndice B), pero los análisis rígidos y simplistas, y los consejos que suelen obtenerse de tales productos sue­ len ser deterministas, poco realistas y a menudo equivocadas. Además, de este modo se atentará contra el proceso de descubrimiento que su­ pone repasar los detalles de una comparación particular, lo que per­ mite aprender no sólo sobre nosotros mismos, sino sobre la astrología en general y sobre cómo interactúan las energías en la vida. Además, el lector debe ser consciente de que la gran mayoría de las páginas web que declaran proporcionar tales «lecturas», análisis de relaciones y otros servicios han sido creadas por personas que tienen muy poco o ningún conocimiento de la verdadera astrología y sólo quieren apro­ vecharse de la confianza ajena.

UN COMENTARIO SOBRE LAS INVESTIGACIONES REALIZADAS PARA ESTE LIBRO

Como escribió Abraham Lincoln a Horace Greely en 1862: «Trataré de corregir los errores cuando se me demuestre que son errores, y adoptaré nuevas visiones tan rápido como se demuestre que son ver­ daderas». Cualquier obra escrita que trate de presentar la astrología con cierta conciencia de su complejidad tiene que centrarse en sus principios esenciales. De otro modo nos perdemos en detalles inter­ minables o acabaremos con mil doscientas páginas de texto, que re­ sultan un «amasijo de palabras» para el lector. Siempre he tratado de presentar la astrología de un modo que respete la inteligencia de quien lee, y he asumido que éste tratará de aplicar las directrices y principios que presento en su propia vida. A lo largo de los años y de las múltiples investigaciones realizadas para este libro, no he tenido control sobre quién participaba en los cuestionarios, poca influencia sobre las entrevistas y ninguna sobre las opiniones específicas, los puntos de vista y las observaciones que se ex­ presan. Como algunos lectores habrán notado, parece haber una enorme cantidad de información sobre algunos emplazamientos de Venus, Marte o la Luna, mientras que para otras posiciones planeta­ rias se ofrecen menos citas. Algunos signos son más simples y fáciles de describir que otros, y, en general, he intentado eliminar la mayoría de las notas que contenían información similar. Por ejemplo: podría haber incluido dos docenas de citas de entrevistas y cuestionarios que decían, en esencia, que Marte en Virgo es extraordinariamente tra­ bajador y enfocado en los detalles. Además, he pasado años buscando esos raros ":iemplos, sorprendentemente originales e intuitivos, que expresan de manera concisa las características y cualidades esenciales de cada emplazamiento. Las personas a las que les gusta comunicar aspectos de sus relacio­ nes se sienten motivadas a ofrecer información para el tipo de inves­ tigación que yo he llevado a cabo, mientras que las personalidades más discretas, tímidas o menos locuaces no participan con frecuencia. He tratado de compensar esto citando puntos de vista de autores reco-

nocidos y pidiendo entrevistas a personas que no se ofrecieron como voluntarias. La mayoría de ellas han cooperado mucho, y algunas fue­ ron sorprendentemente iluminadoras y honestas, aunque a unas po­ cas hubo que «arrancarles la información». No obstante, creo que el producto final es una visión equilibrada de toda la variedad y multi­ plicidad de sintonías energéticas que abarca el simbolismo astrológi­ co. No tengo una página web o blog, pero en futuras ediciones de este libro, que evidentemente no puedo garantizar, tendré en cuenta las correcciones que propongan los lectores, así como las adiciones y cla­ rificaciones a este material, especialmente las que sean originales, per­ ceptivas y discriminantes. Tampoco puedo prometer que responderé a estas comunicaciones. (Cualquier contribución de este tipo debe ser enviada a S. Arroyo, c/o CRCS, P.O. Box 1460, Sebastopol, CA 95473, USA o por email a: [email protected]).

Aproximación a la comparación de cartas Actualmente, la gente tiende a desear resultados inmediatos en mu­ chas áreas de su vida sin invertir el tiempo y el esfuerzo necesarios para estudiar, investigar o prepararse. Por lo tanto, se pierden fácil­ mente en los detalles, estadísticas y juegos mentales, y no tienen en cuenta los principios, el sentido de propósito y la conciencia de la to­ talidad que proporcionan el significado y la verdadera perspectiva. Esta tendencia moderna es tan cierta en la astrología como en la me­ dicina, en la ciencia medioambiental, en la agricultura y en otros campos. A la hora de evaluar las relaciones y la compatibilidad es esencial que nadie realice juicios precipitados. Cada relación es una situación singular en la que participan personas únicas que tienen valores, su­ posiciones y metas que no se harán aparentes a menos que se indague de manera específica. La cuestión crucial es: «¿Qué estamos buscan­ do en esta relación?». Además, debemos ser conscientes de que los de­ seos y las metas centrales en los que se enfocan los individuos y las pa­ rejas tienden a cambiar con los años.

Un libro muy intuitivo del hábil astrólogo Marc Robertson, Sex, Mind and Habit Compatibility señala los factores clave a tener en cuen­ ta para evaluar las relaciones: • Hemos de considerar las cuestiones: «¿Qué esperas de ello?» y «¿Qué quieres de ello?» al analizar cualquier relación, así como «¿Estás buscando excitación o comodidad?». Y él observa que la comparación de cartas puede ser valiosa para evaluar todo tipo de relaciones, incluyendo las interacciones entre padres e hijos, socios comerciales, etc. Evidentemente no se tienen en cuenta los mismos factores cuando se consideres a un compañero de piso, un consejero para la tesis académica, un inversor para los ahorros o la persona con la que compartir una profunda inti­ midad. • También dice: «La persona que resulta más irresistible para ti po­ dría ser la más difícil para convivir» (SMH). Puede haber muchas razones astrológicas para este fenómeno, y se han de evaluar los aspectos específicos de cada comparación de cartas para ilumi­ nar las dinámicas energéticas que están activas. • Además, Robertson nos advierte: «Cada relación significativa no va a ser necesariamente agradable» (SMH). Esta observación es similar a algunas de las citas que he mencionado anteriormente en este libro: las relaciones profundas y el amor siguen su propio camino, a menudo ignorando nuestras estrategias y expectativas. Por ejemplo, aunque no resulte fácil, dos personas cuyas sinto­ nías con los cuatro elementos no sean muy compatibles pueden aprender mucho de su relación siempre que ambos tengan sufi­ ciente armonía energética para comunicar a algunos niveles, sus­ tentada por abundante dedicación y motivación. Con el tiempo, las dos personas pueden aprender a aceptar y a apreciar las acti­ tudes y energías de la otra persona, sin intentar cambiarle u opo­ nerse a sus tendencias.

NUEVAS DIRECTRICES PARA INTERPRETAR LA COMPARACIÓN DE CARTAS: UNA LISTA FÁCIL DE USAR

Una de las suposiciones cruciales al comparar dos cartas natales es que permitir a las personas conocerse mejor a sí mismas y al otro siempre es de ayuda, aunque la verdad parezca difícil de afrontar. Evaluar la verdadera experiencia energética de cada persona es particularmente útil para poder hablar de sus interacciones mutuas, a través de las cua­ les podrán llegar a un conocimiento más profundo que trasciende los conceptos abstractos. Esta búsqueda del autoconocimiento y de co­ nocimiento del otro debe subyacer en todo análisis y diálogo astroló­ gico interpersonal. Además, es esencial reconocer el sesgo psicológico de cada indivi­ duo (enraizado en su sintonía energética) para realizar una compa­ ración de cartas realista e iluminadora. Por ejemplo: • Las personas cuyas cartas hacen mucho hincapié en Venus, Libra o la séptima casa se dirigen a los demás en busca de estimulación energética y apoyo en una medida mayor que el resto de la gen­ te. Así, la compatibilidad energética es mucho más importante para ellos, puesto que dependen en alta medida de los demás para obtener feedback y sentirse realizados. Las relaciones de todo tipo son cruciales para que se sientan felices en la vida, y se ven activados o agotados en función de lo armoniosas que sean. Ade­ más, su relación principal es de gran importancia para su estado de ánimo, nivel energético y sensación de bienestar. • En las relaciones, quienes están especialmente sintonizados con la necesidad de comunicación -tanto intelectual (aire) como emocional (agua)- tienden a ser más quisquillosos y difíciles de agradar. En otras palabras, tienen exigencias que la mera apa­ riencia, el estilo, o el ritual conductual no pueden satisfacer. • Las personas muy sintonizadas con el elemento tierra suelen dar por de contado que h aya limitaciones en su vida diaria. De ahí que

su actitud hacia las relaciones pueda ser: «Bueno, esto funciona bien y es agradable. Es suficiente para mí». Por otra parte, las per­ sonas más idealistas y románticas suelen desear tener experien­ cias de compatibilidad o fusión total, y eso los lleva a crear imá­ genes en su mente que pueden acabar resultando engañosas, conduciéndolos en último término a la decepción. Las personas muy sintonizadas con el elemento fuego pueden tener una tendencia hacia las imágenes grandiosas y los sueños idealistas en las relaciones, pero, por fortuna para ellos, a menudo se sienten relati­ vamente satisfechos con un movimiento de avance compartido y diná­ mico, manteniéndose ocupados en sus incontables proyectos y conven­ ciéndose a sí mismos y a su pareja de que son felices. (Los signos de fuego tienden a pensar positivamente). (Véase en el Capítulo 15, «Los Elementos en la Comparación de Cartas», en mi libro Astrología, psicología y los cuatro el,ementos, para un tratamiento más extenso de este tema). Aunque no podemos explorar todas las dimensiones de la astrolo­ gía avanzada y de la comparación de cartas en este libro introducto­ rio, debo señalar brevemente una lista de factores clave para alertar al lector de las interacciones energéticas importantes a la hora de reali­ zar una comparación de cartas: • Como hemos mencionado anteriormente en este volumen, las sin­ tonías armoniosas y las interacciones estimulantes (como una opo­ sición) entre el Sol y la Luna de ambos individuos siempre son im­ portantes y deseables; y a menudo se hallan en las parejas casadas, como mostraron los estudios estadísticos de C.G.Jung. Una serie de aspectos que involucran al Sol de una persona y los planetas de la otra pueden reforzar la vitalidad y el sentido de identidad, fo­ mentando la confianza en uno mismo. Como se comenta en el Ca­ pítulo 7, muchos de los aspectos armoniosos en los que interviene la Luna pueden ayudar a una convivencia fácil y a alcanzar un es­ tado de tranquilidad doméstica que favorezca la buena salud.

• Como se ha comentado extensamente en anteriores capítulos, las interacciones entre Marte y Venus son importantes para la ar­ monía y la estimulación sexual y emocional, pero n·o son los úni­ cos indicadores del intercambio de energía erótica. La sintonía armoniosa entre la Luna de una persona y el Venus o Marte de la otra también puede indicar comodidad y aceptación fisica y emo­ cional. Muchos aspectos de Neptuno añaden un aura romántico a la relación, y una sensación de unidad, fantasía, e incluso de trascendencia y fusión mágica. Los aspectos del planeta Urano con Venus o Marte de la otra persona pueden añadir excitación o aventura, y los aspectos de Plutón pueden poner en juego una poderosa atracción sexual impersonal, a menudo muy lujuriosa, posesiva, y hasta despiadada. • Los aspectos entre el Ascendente de una persona y el Sol, la Luna o los planetas de la otra no se resaltan lo suficiente en la mayoría de los libros sobre este tema. Asumiendo que uno dispone de car­ tas natales precisas basadas en tiempos de nacimiento exactos, siempre debemos comprobar si el Ascendente presenta un as­ pecto con los planetas de la carta de la otra persona. Suele tra­ tarse de vínculos muy importantes que pueden indicar relaciones especialmente significativas, y a menudo duraderas. La mayoría de las conjunciones, algunas oposiciones y muchos aspectos ar­ moniosos que involucran a uno de los Ascendentes son impor­ tantes indicadores de relaciones íntimas particularmente inten­ sas, y a menudo de compatibilidad general. • Las interacciones cercanas entre el Mercurio de una carta y Mer­ curio,Júpiter, Saturno, Venus, Marte, la Luna, Urano o el Ascen­ dente de la otra pueden estimular una comunicación verbal es­ pecialmente interesante y una mutua comprensión de las formas de pensar y de las actitudes de cada persona. • Un aspecto entre el Júpiter de una carta y los planetas o el As­ cendente de la otra carta nunca debe ser subestimado, porque tal

aspecto (es decir, una interacción angular cercana y energética entre los planetas) tiene el poder de cambiar el tono de toda la relación suavizando muchas pequeñas dificultades. Mantente es­ pecialmente alerta a la importancia de los aspectos siguientes en una comparación, tanto si la relación es «romántica» como de ne­ gocios: Júpiter en conjunción o en oposición con el Ascendente; Júpiter en algún tipo de aspecto con el Sol o la Luna;Júpiter en armonía con el Saturno de la otra persona;Júpiter armoniosa­ mente sintonizado con Venus, Marte o Mercurio de la otra per­ sona.

¿Adónde voy a partir de aquí? H ay una miríada de factores adicionales que podemos usar y analizar para comparar en forma pormenorizada las cartas. Los libros marca­ dos con en el Apéndice F están especialmente recomendados. Los de Ronald Davidson son clásicos, y animo especialmente al lector a es­ tudiar How to Handle Your Human Relations, de Lois H. Sargent, donde encontrará una evaluación notablemente precisa y detallada de los as­ pectos que pueden presentarse entre dos planetas cualquiera de las cartas individuales (a veces también llamados «aspectos intercartas»). Aunque es un libro muy breve y no es fácil de encontrar, el esfuerzo de buscarlo merece la pena. Entre mis propios libros, Modernas di­ mensiones de la astrología: los ciclos y nuestras relaciones es el que contiene más material sobre la comparación de cartas, incluyendo un sistema de comparación detallado y también todo un capítulo sobre la inter­ pretación de las «casas». Astrología, psicología y los cuatro elementos tiene mucho material para comprender el flujo energético entre personas; y Astrología, Karma y Transformación incluye un capítulo que discute las relaciones y las comparaciones de cartas desde un punto de vista es­ piritual y kármico. Es necesario estudiar muchas obras como las mencionadas si uno quiere alcanzar altos grados de pericia y realizar comparaciones pers­ picaces y fiables. Pero incluso el estudio serio y sistemático de los mé-

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todos y técnicas sólo es la base. Después uno tiene que experimentar, y necesita cierta humildad para mantenerse abierto a la verdad de cada situación. Las reglas o leyes de la astrología hacen referencia a los arquetipos y los niveles energéticos de la vida. Por lo tanto, aunque las reglas para la interpretación y las directrices para evaluar la com­ patibilidad en cualquier caso particular surgirán de manera evidente en la mayoría de las relaciones, no debemos ser simplistas o doctrina­ rios. La amalgama de innumerables factores e interacciones astroló­ gicos que intervienen en cualquier comparación produce una imagen de asombrosa complejidad, especialmente para los principiantes. Pero esto sólo refleja la complejidad de los seres humanos y sus relaciones. No debemos sentirnos desanimados, pues ella misma es la razón por la que ocasionalmente uno halla dos personas cuya relación a largo plazo tiene mucho éxito aunque parece romper muchas de las reglas sobre compatibilidad. En estos casos, uno tiene que mirar la imagen global y las necesidades y sintonías únicas de cada individuo. Por ejem­ plo, estas personas podrían crecer con el conflicto periódico o nece­ sitar una considerable distancia psíquica de su pareja. En mi caso, la humildad que he mencionado anteriormente me hace mantenerme abierto a la realidad de cada situación y de cada comparación, y me ayuda a no posicionarme como un «sabelotodo», lo que históricamente ha hecho que muchos astrólogos merezcan la etiqueta de charlatanes o adivinos. La astrología implica una visión de la vida radicalmente diferente de la ciencia materialista, que conside­ ra el universo como aleatorio y sin significado. Los estudiantes y prac­ ticantes de astrología asumen, o deberían asumir, que el cosmos sabe más que nosotros, seres humanos con limitados intelectos. Por lo tan­ to, siempre podemos descubrir más, ser humildes y sentirnos agrade­ cidos cuando aprendemos sobre los misteriosos y sobrecogedores de­ lineamientos del universo.

Apéndice A

Astrología: un lenguaje de la energía. Definiendo los factores esenciales Si queremos hacer hincapié en el planteamiento energético de la as­ trología, y por lo tanto en la importancia de los cuatro elementos, me­ rece la pena recordar las definiciones siguientes, que yo he hallado ex­ tremadamente precisas y he empleado durante muchos años. Estas definiciones también se centran en la astrología como un lenguaje de la experiencia personal, en contraste con el antiguo intento de extraer una descripción de los eventos externos a partir de cada factor astro­ lógico. Los elementos son la sustancia energética de la experiencia. Los signos son los patrones energéticos primarios e indican cualidades de experiencia específicas. Los planetas regulan el flujo energético y representan las dimensiones de la experiencia. Las casas representan campos de experiencia donde las energías es­ pecíficas se expresarán más fácilmente y se encontrarán más directamente. Los aspectos revelan el dinamismo y la intensidad de la experiencia, además de cómo interactúan las energías dentro del individuo. Estos cinco factores, definidos y entendidos como se indica, cons­ tituyen el lenguaje amplio, sofisticado y refinado de la psicología ener­ gética y cósmica. Estos factores se combinan como sigue: una dimen­ sión particular de la experiencia (indicada por cierto planeta) será coloreada invariablemente por la cualidad del signo donde está ubi­ cada en la carta del individuo. Esta combinación produce un impul,so específico hacia la autoexpresión y una necesidad particular de realización. El individuo confrontará esa dimensión de la vida de manera más inme-

diata en el campo de experiencia indicado por la posición del plane­ ta en una casa. Y, aunque el impulso de expresar o satisfacer esa di­ mensión de la experiencia estará presente en cualquiera que tenga cierta combinación planeta-signo, los aspectos específicos con ese pla­ neta revelan la facilidad y armonía con que la persona puede expre­ sar dicho impulso o satisfacer dicha necesidad.

CONCEPTOS CLAVE PARA LOS PLANETAS Principio

Impulsos representados

Necesidades simbolizadas

SOL:

Vitalidad; sentido de individualidad; energía creativa, ser interno. radiante (sintonía del alma); valores esenciales.

Impulso de ser y de crear.

Necesidad de ser reconocido y de expresión.

LUNA:

Reacción; predisposición subconsciente; cómo se siente uno consigo mismo (autoimagen); respuestas condicionadas.

Impulso de sentir apoyo interno; necesidad de seguridad doméstica y emocional.

Necesidad de tranquilidad emocional y sentido de pertenencia; necesidad de sentirse bien con uno mismo.

Comunicación; mente consciente (mente lógica o racional).

Impulso de expresar las propias percepciones e inteligencia a través de cierta habilidad o del discurso.

Necesidad de establecer conexiones con otros; necesidad de aprender.

VENUS:

Gustos emocionalmente coloreados; intercambio de energía con los demás a través del dar y del recibir.

Impulso social y amoroso hacia el placer; expresión de los afectos.

Necesidad de sentirse cerca de otro; de comodidad y armanía; de brindar las propias emociones.

M ARTE:

Deseo; voluntad de actuar; iniciativa; energía física; impulso.

Impulso asertivo y agresivo, sexual, y de actuar con decisión.

Necesidad de lograr los propios deseos, de excitación física y sexual.

Expansión; gracia.

Impulso hacia un orden mayor o de conectar el yo con algo superior.

Fe y confianza en la vida y en uno mismo; necesidad de mejorarse.

Contracción; esfuerzo.

Impulso de defender la estructura y la integridad del yo; también hacia la seguridad a través de logros tangibles

Necesidad de aprobación social; de confiar en los propios recursos y en el trabajo.

Libertad del ego-yo, individualismo.

Impulso hacia la diferenciación y la originalidad; deseo de ir más allá de la tradición.

Necesidad de cambio, excitación y expresión sin restricciones.

Libertad trascendental; unificación; liberación del ego-yo.

Impulso de escapar de las limitaciones del yo y del mundo materialista.

Necesidad de experimentar la unidad con la vida, de fundirse completamente con la totalidad.

Transformación; transmutación.

Impulso hacia el renacimiento total, a penetrar en el núcleo de la experiencia.

Necesidad de refinar el yo; de soltar lo viejo a través del dolor.

MERCURIO:

JÚPITER:

SATURNO:

URANO:

NEPTUNO:

PLUTÓN:

ApéndiceB

Servicios de cálculo de cartas Es esencial contar con datos precisos. Necesitas la fecha, el lugar (ciudad y país),y el momento exacto del nacimiento. Las madres y padres a menudo tienen una memoria imprecisa con respecto al momento exacto del nacimiento. Por eso,en caso de duda,es acon­ sejable obtener una copia del certificado de nacimiento de la per­ sona. Si has nacido en los Estados Unidos y conoces el condado donde naciste, probablemente podrás solicitar el certificado por in­ ternet en su página web. Si no lo sabes, puedes intentar averiguar­ lo en www.vitalrec.com. Muchas páginas web y servicios de cálculo tienen en cuenta los cambios de hora para ahorrar energía y los detalles de cada zona horaria, pero es conveniente comprobar los datos antes de intro­ ducirlos. j Un dato equivocado en la fecha o en la hora lo cambia todo!

Para el cálculo gratuito de la carta natal: La página web de Astrolabe,alabe.com,ofrece cartas gratuitas. Dan las posiciones planetarias de manera clara y las cúspides de las casas con el grado más próximo,junto con una breve interpretación (a ve­ ces con información conflictiva,como suele ocurrir en los programas de interpretación astrológica por ordenador). Recomendado para principiantes puesto que los gráficos son fáciles de entender. Astro.com,la página web de Astrodienst,te permite guardar múl­ tiples cartas si te registras. Haz clic en «Español». Ve a «Horóscopos gratuitos». Haz luego clic en «Dibujar la carta,Ascendente» para ob­ tener el cálculo básico. Los cálculos son muy buenos,pero las demás opciones pueden resultar confusas.

Nota del autor: para los principiantes, las mejores cartas son las sim­ ples y claras. Deben ignorar los asuntos relacionados con el sistema de casas, y los aspectos menores de los cuerpos planetarios. Las «inter­ pretaciones» contradictorias y parciales, los «retratos personales», las «cartas del amor», etc., que suelen ofrecerse con cálculos gratuitos pueden ser un obstáculo para aprender las bases de la astrología. ¡Es­ tán tratando de venderte cosas! Advertencia: Algunos portales te exigen que les des tu dirección de co­ rreo electrónico, y podrían inundarte de spam, ofertas de lecturas psí­ quicas, «ofertas especiales», etc. Recuerda que mucha de la gente que dirige «páginas web astrológicas» no tiene verdaderos conocimientos de astrología y son simples depredadores de personas crédulas.

Apéndice C

Tablas de los signos lunares De todos los planetas de la tabla de nacimientos, la Luna es el que se mueve más rápidamente. Por ello, crear una tabla para calcular la po­ sición del signo es -en el mejor de los casos- únicamente una ma­ nera de retratar las dos situaciones posibles del signo lunar para los nacidos en una fecha concreta. Dado que la Luna está en un signo nuevo aproximadamente cada dos días y medio, si uno quiere saber verdaderamente su emplazamiento lunar, no hay más aternativa que tomar una tabla de nacimientos minuciosamente calculada. Además, una vez que uno sabe el grado exacto de la Luna en una tabla parti­ cular, es posible experimentar con aspectos entre esa Luna y los pla­ netas de otra persona -una técnica muy importante y radiante des­ crita en los capítulos 7 y 17. Para encontrar su signo lunar, mire debajo del año de su naci­ miento y después busque la línea de los emplazamientos de la Luna. Si su fecha de nacimiento no está en la lista, fíjese en el día anterior. Es probable que ese signo sea la ubicación de la Luna. Si eso no en­ caja con su naturaleza emocional, puede que el siguiente signo sea su signo lunar. Veánse mis descripciones del capítulo 7 para comparar las cualidades y las tendencias psicológicas de los dos posibles signos lu­ nares.

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