Cazadores De Esclavos

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Cazadores de esclavos Diarios

Cazadores de esclavos Diarios

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La Fuente Viva

GABINO LA ROSA MIRTHA T. GONZÁLEZ

© Gabino La Rosa y Mirtha T. González, 2004 © Sobre la presente edición: Fundación Fernando Ortiz, 2004 ISBN: 959-7091-29-1 Edición: MARIETTA SUÁREZ RECIO Diseño: YAMILET MOYA Composición: BEATRIZ P ÉREZ Fundación Fernando Ortiz Calle 27 no. 160 esq. a L, El Vedado, Ciudad de La Habana

La resistencia esclava en Cuba y la existencia de diarios de cazadores de esclavos

La historia como ciencia no ha podido aún interpretar de forma adecuada el desempeño de las capas populares en importantes fenómenos del desarrollo de las naciones latinoamericanas. Así, las capas humildes y sectores desposeídos como, por ejemplo, los esclavos africanos en el nuevo mundo, aparecen en muchas narraciones y estudios como una gran masa opaca, despojada del carácter dinámico que la distinguió y, en ocasiones, se ha desconocido el importante papel que ha protagonizado en el desarrollo de la sociedad. Un factor que ha contribuido a esto es el hecho de que esos grupos, en sentido general, no tuvieron acceso a la instrucción y no dejaron, por lo tanto, documentos escritos, narraciones, biografías o epistolarios que expusieran de forma directa el papel y lugar que desempeñaron en el proceso histórico, así como los sentimientos que los guiaron. 1 1

Desde hace algunas décadas historiadores de renombre han venido planteando la necesidad de la inclusión de los «marginados» en las perspectivas históricas. Este tratamiento ha sido evaluado como una «Revolución coperniana». Ver de JeanClaude Schmitt: «Historia de los marginales» en La Historia y el oficio de historiador. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1996, pp. 255-281. (Todas las notas son de los autores.)

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Lo que se conoce de los esclavos nos ha llegado a través del prisma racista de sus propietarios, de los destellos humanistas de algunos intelectuales que miraron a los explotados con misericordiosa filantropía, o descripciones de la época, salpicadas siempre estas últimas de anécdotas de carácter etnográfico. Pero existe una fuente histórica apenas conocida y muy poco utilizada, la cual contiene riquísimos datos e informaciones acerca de los esclavos y, sobre todo, de sus actitudes e ideales durante los años en que sufrieron la esclavitud. Contradictoriamente, estos documentos fueron los que registraron las actividades de los individuos que en la sociedad esclavista asumieron el papel de eliminar los brotes de rebeldía, cimarronaje o apalencamiento; se trata de los diarios de los rancheadores o cazadores de esclavos, los que constituyen una de las fuentes documentales más importantes con que se cuenta hoy para la reconstrucción y valoración histórica de la resistencia que opuso el esclavo al sistema de explotación a que fue sometido. Pero antes de abordar otras cuestiones de interés acerca de estos diarios, es necesario esclarecer algunas cuestiones que de ordinario se confunden e impiden la debida comprensión del asunto que nos ocupa. Nos referimos a que dentro de los llamados rancheadores existieron diferentes tipos y, de ellos, sólo uno llevaba diarios, como función inherente a su categoría.

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En lo fundamental, los esclavos prófugos durante las décadas de más desarrollo de la plantación esclavista en Cuba, fueron perseguidos de tres maneras diferentes. En primer lugar existió la persecución emprendida por los propios amos y mayorales, la cual tenía lugar cuando se detectaba de manera inmediata la fuga y esta persecución, con los perros de las haciendas, ofrecía cierta garantía de éxito sin que se comprometieran otros intereses mayores. De este tipo de cuadrillas no existen registros oficiales y cualquier juicio que se haga sobre el volumen o importancia de esta variante siempre tendrá carácter de conjetura. Sin embargo, es un hecho que parece haberse presentado con cierta regularidad en las haciendas, sobre todo en los ingenios, donde los rigores del proceso productivo crearon condiciones más agudas en la explotación de la fuerza de trabajo esclava. Pero cuando por las condiciones de la fuga, o bien por el trabajo en la hacienda, se temía que la persecución inmediata no brindara resultados seguros y existía un interés marcado por parte del propietario, dado el tipo de esclavo o la cantidad de fugados, el hacendado recurría al rancheador de profesión. Éste era un individuo que respondía al llamado de cualquier propietario y se encargaba, bajo un precio fijado según las circunstancias, de capturar a los prófugos. Las condiciones de la operación las ponía el hacendado y el rancheador procuraba no matar, pues no resulta difícil suponer que sólo en casos muy señalados los hacendados estaban dis-

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puestos a pagar por la muerte de sus esclavos prófugos. En este caso, tampoco se llevaba el registro y sólo se conocen anécdotas aisladas. Descripciones de este tipo de rancheadores se encuentran en muchos informes de forasteros del siglo XIX. En uno de estos trabajos puede leerse «menos se apercibieron que el hombre de mirada torva que vieron en día anterior, que tanto disgustó a las damas y que todos trataban con mal disimulada aversión, es un cazador de esclavos profesional».2 Por último, tenemos al rancheador por comisión del Real Consulado o Junta de Fomento de La Habana, el cual tuvo como norma llevar diarios en los que se registraban las operaciones realizadas. El Real Consulado de La Habana, como institución que representaba los intereses de los propietarios de esclavos y autoridades coloniales, organizó y financió cuadrillas (seis hombres) y partidas (más de veinticinco hombres) encargadas de acosar y exterminar a los esclavos prófugos y los palenques que ellos formaban. De acuerdo con lo estipulado, cada capitán de cuadrilla o comandante de partida debía entregar un resumen de las operaciones. En el caso de las cuadrillas que operaban de manera continua en un mismo territorio, debían hacer entrega a finales de cada mes de la relación diaria de las actividades, con el registro de los incidentes ocurridos, palenques asaltados, prófugos capturados o 2

Dana, R. H.: «Un viaje a Cuba». Colección de libros cubanos, v. XX, t. III, La Habana, 1928, p. 263.

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eliminados. En el acto de entrega de los resúmenes mensuales se efectuaba el pago de lo estipulado por las operaciones realizadas. En el caso de las partidas parece que fueron más utilizadas en la región oriental de Cuba y sus diarios se hacían como un resumen final de todas las operaciones, las que podían haber durado de manera continua hasta tres meses en zonas muy apartadas. Esta segunda forma registraba el itinerario recorrido que en muchas ocasiones respondía a una «hoja de ruta» (concepto utilizado en la época), previamente acordada con las autoridades superiores de la jurisdicción, en la cual se hacía constar las haciendas visitadas, las denuncias recibidas y los lugares donde se habían producido los encuentros, el nombre de los palenques, con mención de los ranchos y camas que tenían, así como el tipo de cultivos con que contaban los negros. Hasta el presente, los diarios de este tipo conocidos y publicados en Cuba son dos. El primero es el que corresponde al rancheador Francisco Estévez, quien operó en la zona de Cayajabos (oeste de La Habana) entre los años 1837 y 1842, el cual vio la luz gracias al interés del escritor costumbrista Cirilo Villaverde, quién lo copió del original a mediados del siglo pasado, y de Roberto Friol, quien propició su publicación en 1982.3 Dada la riqueza de este diario, muchos trabajos de divulgación histórica o ficción 3

Villaverde, C.: Diario del rancheador. Editorial Letras Cubanas, Ciudad de La Habana, 1982, 37 pp.

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han basado sus juicios en dicha fuente, pero se ha caído en serias inconsecuencias cuando se ha pretendido generalizar esta experiencia particular para el resto de la Isla. El otro diario corresponde al del alférez Gaspar Antonio Rodríguez, que se sitúa en la misma región y que data del año 1820, y fue trasuntado del original existente en el Archivo Nacional de Cuba por Freddy Ramírez, y publicado en 1988, pero ha tenido muy poca circulación. 4 En correspondencia con el reglamento que rigió la persecución de cimarrones en Cuba, los rancheadores por comisión recibían un salario mensual o el pago por la realización de las operaciones, a lo que se sumaba el cobro por cada cimarrón apresado, así como el derecho de apropiarse de todo lo que se encontrara en los palenques. En sentido general, la existencia de este tipo de cuadrillas data de 1796, cuando el Real Consulado organizó a lo largo de toda la Isla la persecución de cimarrones, y comenzaron a desaparecer a partir de la década del cincuenta del siglo XIX, cuando esta institución perdió los poderes ejecutivos que tenía y se transformó en un cuerpo consultivo del capitán general. Los capitanes de cuadrillas de rancheadores fueron hombres de monte, analfabetos que en muchas 4

Ramírez, F.: «Diario de operaciones de un rancheador militar en Vuelta bajo», en Alcance a la Martí, Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, 1988, año 2, no. 2, pp. 59-82.

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ocasiones tenían que pagar a otras personas para que les redactaran los informes y diarios que debían entregar a las autoridades. Muchos adquirieron notoriedad en la época por lo sanguinarios que fueron, y prácticamente todos murieron en la miseria. Los pocos testimonios escritos del siglo XIX que los registraron, los vieron como fieros y desatinados cazadores. En cambio, sus diarios son testimonio de la valentía y arrojo de los esclavos prófugos y son fuente de obligada consulta si se quiere variar la visión que hasta el presente se ha tenido de las masas esclavizadas. Todos los diarios aquí reunidos y comentados fueron trasuntados de los originales existentes en el Archivo Nacional de Cuba. Se respetó la ortografía de la época y en especial la de los redactores originales, con el objetivo de evitar modernizaciones que hicieran perder valor histórico y etnográfico a los mismos. Sólo las abreviaturas, que desde el punto de vista tipográfico dificultarían la publicación y lectura, fueron completadas. En los casos en que se estimó necesario se agregaron anotaciones o se completaron palabras, siempre entre corchetes. Las notas y referencias aparecen al final de cada acápite introductorio o documento transcrito.

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Diarios de rancheadores de las elevaciones del occidente insular

La plantación esclavista adquirió en las zonas occidentales de la isla de Cuba su más importante desarrollo. Durante los últimos años del siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX, los bosques del occidente insular fueron transformados en prósperas haciendas esclavistas. Es por esto que las primeras manifestaciones de resistencia esclava se hicieron sentir en esta región de forma muy marcada. La cordillera de Guaniguanico, cadena montañosa más importante del occidente, y su extremo más oriental, la llamada Sierra del Rosario, dieron abrigo a numerosos esclavos que practicaron la fuga, no sólo desde los cafetales enclavados en estas últimas elevaciones, sino también desde muchas otras haciendas situadas en las fértiles llanuras del oeste y sur de La Habana. Así, desde fechas tan tempranas como el año 1801, aparecen diferentes noticias de actividades oficiales contra los cimarrones en estas montañas.1 Ya para inicios de la segunda década de esta centuria los informes se hacen más regulares.2 Sin embargo, 1 2

ANC, Real Consulado, leg. 41, no. 69088. ANC, Real Consulado, leg. 141, no. 6921.

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constituyen propiamente diarios los registros que se localizan a partir del año 1815 con las operaciones realizadas por los rancheadores Matías Pérez Sánchez y Ramón Machín. A fines de 1820, el alférez Gaspar A. Rodríguez, apoyado por numerosos hombres de tropa y rancheadores, realizó uno de los recorridos más amplios de los que se efectuaron en la región. El diario de sus operaciones, junto a los anteriores y al de José Pérez Sánchez, que se efectuó entre 1828 y 1831, permite valorar la notoriedad e importancia histórica que adquirió este tipo de actividad contra cimarrones antes de las operaciones de Francisco Estévez (1838-1842), cuyo diario no se incluye porque ya ha sido publicado y ha tenido amplia circulación.

Diario de Matías Pérez Sánchez desde el 22 de febrero hasta el 13 de abril de 1815 Las constantes fugas de esclavos tanto aisladas como en pequeños grupos, así como los repetidos robos de animales de corral que estos practicaban para subsistir, justificó a las autoridades del Real Consulado de La Habana para comisionar varios grupos de rancheadores con el objetivo de destruir los palenques y cuadrillas de cimarrones refugiados en la Sierra del Rosario. Una denuncia presentada el 18 de febrero de 1814 por Antonio Duarte Zenea, residente en el ingenio San Ignacio del Rubí, informó de la existencia de

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decenas de esclavos prófugos, los que vivían en grupos de veinte o treinta integrantes y hacían robos de reses y puercos en las haciendas vecinas. Fue así que se comisionó a Matías Pérez Sánchez y a Ramón Machín, ya conocidos por algunas operaciones anteriores, a ejecutar una campaña en las elevaciones del Rosario. Los resultados de ésta fueron dados a conocer a las autoridades del Real Consulado mediante una comunicación firmada por ambos rancheadores el 29 de mayo de 1814. 1 Según este informe habían sido capturados cuatro cimarrones de los cuales uno fue remitido a la cárcel por apalencado, y en Peña Blanca destruyeron una ranchería de siete viviendas y treinta camas. Por esta comisión ambos jefes de cuadrillas recibieron veinticinco pesos mensuales. Después de esta experiencia, los dos rancheadores, con seis acompañantes cada uno, fueron comisionados para la realización de operaciones similares por períodos de dos o tres meses. Al año siguiente, entre el 22 de febrero y el 13 de abril de 1815, Matías Pérez Sánchez fue encargado para realizar una cruzada de urgencia, porque se había producido el asalto de una hacienda en la zona. Esta campaña se realizó, en sentido general, sobre cabalgaduras, aunque en las zonas más empinadas los rancheadores se vieron obligados a abandonar las bestias. Los resultados de esta cacería entusiasmaron a los hacendados y autoridades ya que fueron 1

ANC, Real Consulado, leg. 141, no. 6926.

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destruidos cinco palenques con unas cuarenta y siete viviendas en total, así como numerosas rancherías. Pero en el trasfondo de la información contenida en el diario, se pone al descubierto el carácter indoblegable de los cimarrones apalencados, así como la táctica del repliegue antes de la llegada de los asaltantes.

Diario circunstanciado que arreglado a mi comisión he verificado, desde el día veinte y dos de febrero, hasta la fecha incluyendo en el aun los pormenores de los gastos y de todo lo ocurrido. Febrero día 22 Desde este día, hasta el 28, en Ps limpieza de armas, pólvora, manutención de perros, bestias y 30 hombres

Im. 1.

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Im. 3.

Marzo Desde por la mañana de este día salimos del pueblo de Guanajay, y llegamos á las Mangas a rio grande donde hicimos noche: 10 hubo gasto.... Al amanecer salimos llegamos á San Cristobal donde pernocta11 mos: hubo costo... Salimos de dicho puesto por el camino de las faldas á las Cerra-

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nías, avisando los hacendados tuviesen cuidado con los cruceros en las Sierras y que del mismo modo avisen a las haciendas del centro, llegamos á San Diego de los vaños donde hicimos noche: hubo de costo... Con motivo de haber llegado los perros muy estropeados, hize alto á darles descanso, y que comer, por lo que pasé todo este día en dicho paraje: hubo de gasto... Muy temprano salimos, y fuimos á hacer noche á la Galalón á la casa del Teniente Don Manuel Martínez al que reencargamos el aviso de todo el vecindario, pasamos allí la noche: hubo de gasto... Al amanecer salimos recorriendo las demás haciendas, fuimos hacer noche a San Andres: hubo de costos... No hallando quien nos diese noticia de haber sentido los negros en parte alguna baxamos á Pinal del Río donde pasamos la noche: hubo de costo... Habiendome acercado al Teniente Gobernador, mediante el anterior acuerdo, sobre alternar con

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la partida de Don Valentin Páez, no contestó diciendo que de su volsillo había pagado los días que andube en la persecusión de los negros, y que con ese motivo lo había mandado retirar á su casa, me puso el paso de auxilio en mi comisión, y pasé todo este día y la noche en este pueblo: hubo de gasto... Im. 9. Salimos muy de mañana en vuelta de Guanes, y llegamos á San Juan y Martinez donde pasamos la noche hubo de gasto Im. 10. Al amanecer salimos recorriendo estas haciendas, y no encontrando cosa alguna nos retiramos á la hacienda el Valle donde pasamos la noche hubo de costo... Im. 11. Por la mañana salimos en vuelta del Pueblo de Filipinas, y por ser visperas de fiesta arrivamos a dicho pueblo con la idea de adquirir noticias en el siguiente día con aquellos vecinos hazendados que debían concurrir a la misa, y que todos los mas tenían sus familias retiradas de las haciendas por el temor de los negros, pasamos alli la noche, y hubo costo...

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Im. 12. Habiendome participado el amo de la hacienda nombrado Luis Lazo, que en las cercanias que circulan su potrero estaban los negros á causa á de haber encontrado en el una matazón de animales de la anterior semana, considerandome que subiendo aquellas sierras, tal vez no me sería posible viajar ni aun en quatro días hice prevensión de comida, y bebida pues en dichas Sierras no se encuentra ni un ojo de agua por lo que inverti todo este día en proveerme, y pase la noche en dicho Pueblo y hubo 30 4½ de gasto... Im. 13. Salimos al amanecer, y llegamos á la citada hacienda Luis Lazo pasamos la noche no hubo en este día gasto alguno... - Im. 14. Al aclarar salimos, á tomar conocimiento de la dicha matazón, y no siendo tan fresca, como se me informó, sino de mas de mes seguí derecho á la hacienda Francisco y por una senda vieja que tienen los cimarrones llegamos a un paredon, y reparando, que por un frijolillo palo muy altenoso gateaban á la altitud de la Serranía,

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subí primeramente dejando mi quadrilla al pie de dicho arbol, y viendo que se internaba aquella senda al centro de la Sierra hice subir toda la gente, y entisar los perros para que subiesen, y á poco de haber seguido encontramos un pueblo compuesto de catorce ranchos, que había sobre cuatro meses, pocos mas o menos, que lo habían abandonado, dejando en el sembrado naranjas de china, mamelles, cafetos, y aguacates, de allí retornamos por la misma senda (digo seguimos) hasta encontrar con otros ranchos, muy viejos, hicimos noche en aquel puesto, al pie de unos paredones: no hubo gasto alguno... Im. 15. Muy de mañana seguimos dirigiendonos siempre al Norte hasta que ya á la salida de la Sierra dejamos como al poniente, encontramos unas sendas viejas, y por ellas fuimos á dar á un Palenque de diez ranchos con veinte y siete camas, quatro piezas de platano, malangas, y ajemjibre, pero se conocía que habia como dos o tres meses que no

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lo habitaban; de allí nos dirigimos siempre al poniente bajamos las faldas de unos paredones, que aunque secos de sed alli pasamos la noche: no hubo gasto alguno... Im. 16. Muy temprano vajamos de aquellas Sierras al rio de Guane donde almorzamos, y por un paredón me dirigí á la Sierra del frente buscando al Sur, á poco andar se encontró una senda vieja la que nos llevó á un Palenque muy famoso donde fueron atacados quando lo poseian por disposición del Teniente Gobernador de Filipinas, de cuyo ataque resultaron cinco muertos, según las calaveras y hosamenta que encontramos, y no habiendo hallado señales frescas vagé dicha Sierra, y me dirigi al Pueblo de Filipinas, y pase hacer noche á la hacienda San Sueñas: hubo de 10 gasto... Im. 17. De allí nos dirigimos al Pueblo de Mantua con el fin de adquirir noticias y no pudiendo llegar en este dia nos quedamos en la hacienda Montezuelo en donde pasamos la noche y hubo de gasto... 10

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Im. 18. Muy temprano llegamos á dicho Pueblo, y por su capitan se convocaron todos los vecinos hacendados, y sugetos que se exercitan, y mantienen sus familias matando ganado simarron en el cavo, los que aseguraron haber llegado en aquella semana de dicho puerto, y que después que salieron la partida de Don Valentin Pérez habia dejado, no se encontraba en todo el espacio del cavo una pisada, y que no se encontrava mas noticia entre los demas hacendados que la falta de unos animales por la hacienda de Ranchos para la Costa; en esta virtud, y la de dar descanso á los perros pase en dicho pueblo todo este dia y la noche: hubo de gasto... 12 Im. 19. Salimos al aclarar al reconocimiento de la dicha falta de animales, encontramos donde habian hecho una matanzon á ellos, pero no acreditaba ser hecha por negros, sino por blancos del vecindario, volvimos á hacer noche á dicho Pueblo hubo de costo... 8 Im. 20. En este dia se informó todo el vecindario que el famoso ladron

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Agustin Diaz, Pancho Reyes, (conocido allí por Suarez) y Domingo Peña, dos Mugeres no salian de aquella costa asaltando á todos los barquitos que arribaban á ella, por lo que me dirigi á la citada costa, y despues de haber rexistrado varios puertos donde atravaban sus canoas, vimos que se dirigían al muelle en barquito costero que venía de la ciudad, nos acercamos á el, y preguntándole á su patron por ellos, nos dijo los habia encontrado enfrente la voca del Mariel que iban en vuelta de la capital, y en esta virtud nos retiramos al citado Pueblo donde pasamos la noche: hubo de 6 Im. 21. gasto... Salimos muy de mañana dirigidos á coger las Sierras en Segundos, satifechos por todo el vecindario de que ni en el cavo, ni en las costas de Mantua pasaban tales negros, por lo que nos dirigimos al Jato de Guanes donde pasamos la noche: hubo de 8 Im. 22. gasto... Nos dirigimos al pueblo de Filipinas donde pasamos la noche: 10

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Im. 23. hubo de costo... Pasamos todo este dia en espera del capitan a fin de ver que noticias nos daba, y tambien por que descansasen los perros, e igualmente perIm. 24. noctamos: hubo de gasto... Salimos muy temprano dirigiendonos á la hacienda nombrada la Tenería, y no encontrando cosa alguna pasamos la noche en diIm. 25. cha hazienda: hubo de gasto... Salimos a la citada hazienda recorriendo todo su circuito, y no encontrando nada. vajamos al Sumidero adonde pasamo a la noche en la casa del capitán Don Francisco Hernandez: Hubo de Im. 26. gasto... Con motivo de no encontrar practico, mas que el citado capitan, y este habernos significado no poder salir hasta el tercer dia, nos quedamos en su casa subministrandono este todo lo neceIm. 28. sario sin intereses algunos Al amanecer salimos con dicho capitán dirigiendonos al Norte á unas Sierras que nombran ahu1

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Se refiere a las elevaciones Agujereadas y La Peña. (Todas las notas son de los autores.)

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gereadas, y la peña,1 que cada una de ellas tiene arriva un Palenque, y aunque viejos en la primera se encuentran once ranchos parados en buena disposición imponderable su llegada, de suerte que, dejé mi partida al pie subi con el citado capitan y horrorizado de la situacion el parage, no pude menos que darle fuego á dichos ranchos retornandonos hacia el parage donde deje apostada mi partida, oyendo a distancia de mas de una legua los estallidos que daban las piedras, y reunidos todos bajamos al quemado de Pinea, de donde se retiró dicho capitan y yo segui con mi partida al sitio nombrado el Infierno 5 Im. 29. donde pernocte: hubo de gasto... Salimos muy de mañana á reconocer las Sierras del Labra, y Lancon 2 y se encontraron en ellas muchas posesiones, pero viejas, con cuyo motivo vajamos por la tarde á la hacienda Viñales, donde pasamos la noche: teniendo 4 Im. 30. de costo... Al amanecer salimos cruzando 2

Se refiere a las sierras del Abra y Ancón.

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por los montes de la Chorrera, y de estas pasamos á la Sierra de la Jagua donde pasamos la noche por no haber encontrado nada: hubo 7 Im. 31. de gasto... Nos dirigimos á la Sierra de Guacamallas, la subimos por el Palenque antiguo donde mataron a Don Juan Acosta, y de allí subimos á la cumbre de la citada Sierra se encontró un famoso Palenque, que segun se infiere era de reunión y allí bajamos por la Sierra nombrada la Gloria hasta llegar á la hacienda titulada San Andrés donde dormimos: hubo 9 gasto... En. 1.

Im. 2.

Abril Muy de mañana nos dirigimos á una Sierra nombrada la de Limon que en el centro de ella descubrimos una cueva que cada vez que cruzan por dicha Sierra hacen alto en ella: de alli cruzamos á la hacienda Galalón donde hi- 10 cimos noche: hubo de costo... Salimos por las Sierras que se nombran la habra venturosa á las faldas del rio Macurige se encontraron mucha señales de mata-

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Im. 3.

Im. 4.

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zones, pero todas viejas y por la tarde vajamos a la hacienda San 9 Bartolomé: hubo de gasto... Nos marchamos al amanecer en vuelta de las sierras de las haciendas Rangel, y Rosario registrando todos los cruceros, y Palenques viejos, y no encontrando nada de fresco nos bajamos por la boca del río de Santa Cruz hasta llegar á San Cristóbal donde pasamos la noche: 12 hubo de costo... Salimos de dicho parage dirigiendonos á la serranías del Brujo y Manantiales, y en la que llaman de los condenados3 á las faldas de unos paredones, se encontró un palenque de 12 ranchos con mucha vianda sembrada con un cantero de ajos, coles, y lechugas, que acredita ser como de veinte a veinte y cinco, y según el tiempo era la misma cuadrilla que yo ataque entre Gramales y Luis Lazo en la romería anterior, y de allí nos dirigimos á Sierra, y por la tarde bajamos al Cuzco, donde pernoctamos: 8

Sierra de los Condenados.

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hubo de gastos.... De dicho parage nos dirigimos en vuelta de la Sierra del Mulo la atravesamos de un lado á otro por los cruzeros antiguos, y con la tarde bajamos al cafetal Dn. José Rubio donde pasamos la noche: Im. 6. hubo de gasto... Salimos dirigiendonos al Pueblo de Guanajay, tomando al mismo tiempo conocimiento de algunos cruceros, y pasamos la noche en el potrero el Jobo: hubo Im. 7. de gasto... Con motivo de hallarnos todos descalsos y aun sin ropa para mudarnos, pasé con toda la partida al citado pueblo de Guanajay donde estubimos hasta el día diez, habilitandonos de lo que careciamos, dandole descanso a la partida, y reponiendo algunos Im. 10. perros, hubo de costo.... En este día al amanecer salimos recorriendo todas las orillas de los ingenios hasta llegar al precitado potrero del Jobo donde pasamos la noche: hubo de Im. 11. costo... Al amanecer salimos recorriendo todas las maniguas, montes, Im. 5.

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orillas de cañaverales, hasta llegar a la encrucijada de la Gobernadora, de allí envie un hombre de mi partida al Quiebra hacha en busca de provisiones quedando oculto en aquel puesto, y don4 de pasamos la noche: hubo de 8 Im. 12. costo... Seguimos en vuelta del poniente rexistrando del mismo modo, hasta tomar conocimiento de los cruceros de la hazienda del Rubí, y no encontrando algun rastro me dirigí a los ingenios de los Sres. Pedroso, y no hallando nada en todas sus orillas, de monte, y cañaverales, parti para la costa el Mariel, caminamos toda la noche haciendo alto en los cruzeros, y no teniendo la mas leve noticia fui á amanecer al Pueblo Guanajay, hy retirar mi gente, hasta la segunda orden que es la que espero Gral. haciendole constar cesaban sus sueldos desde el día trece: 12 hubo de costo... 379 4½ Abril 13 de 1815 4

ANC, Real Consulado, leg. 141, no. 6925.

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Matías Pérez Sanchez4

Diario de Ramón Machín desde el 1ro. de marzo hasta el 27 de junio de 1819 Después de la efectividad de las operaciones emprendidas en el año de 1815 a favor de los esclavistas y como continuaban las quejas de los propietarios en relación con los robos que sufrían de parte de los cimarrones, el Real Consulado comisionó al rancheador Ramón Machín, y le pagó 500 pesos, para que realizara una «batida» por aquellas elevaciones. Sin embargo, y a pesar del amplio recorrido, la operación resultó nula en cuanto a la destrucción de palenques y captura de cimarrones. Con independencia de que en este sensible decrecimiento de los resultados concurren varios factores, como bien pueden ser la poca intensidad de las operaciones en las zonas de mayor potencialidad y el uso de bestias en todos los momentos de la campaña, no caben dudas de que en el asunto está presente el cambio de tácticas de los esclavos prófugos, quienes parecen haber respondido a las destrucciones de sus aldeas con el fomento de cuadrillas, las cuales no se asentaban de manera estable; por lo menos, esto puede inferirse del presente diario, en el que sólo se registró el asalto y destrucción de unas seis rancherías, con un total de ciento veintiséis camas, las cuales habían sido siempre abandonadas con antelación a la llegada de los cazadores de esclavos.

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El costo de esta operación, que duró sesenta y cinco días, se elevó a la cantidad de setecientos cincuenta y nueve pesos con seis reales.

Parte que dirige D. Ramón Machín Comandante de una de las partidas destinadas a la persecusión de negros apalencados en las serranias del Sr. Teniente de Gobernación de las Jurisdicción y Jefe de las operaciones. Sr. Teniente de Gobernación El día primero de marzo salí de este destino para dar principio á la persecusión de negros y tome la dirección á los Baños de San Diego donde hize noche sin haber novedad en todo el dia. El dos segui por las Haciendas de la costanera, tomando noticias de los mismos hacendados, y recorri la Sierra de Linares, hacienda de Limones, y San Bartolomé donde dormi. El tres continué por Santa Cruz, Matatoro, y Vegas de San Cristóbal donde hize noche sin novedad alguna. El quatro me dirigí á las Sierras asia las lomas de Los Campanarios y recorri las costaneras del citio de Herrera y el arroyo de San Francisco donde hize alto. El cinco me encaminé á la loma de la Faranda y hizimos noche en el arroyo de Soledad. El dia seis registre parte de la Sierra de Rio Hondo y el Quemado del Sol, bajé á los Paredones y Serranía del rio Sn. Cristóbal hasta las casa del Brujo de

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Mendez, donde me dieron noticias que les habian robado a unos carpinteros que trabajaban en el monte la comida, calderos y ropas; y que por la loma de los campanarios, les parecía que se hallarían Palenques por haber observado rastro de subir y bajar por la parte del potrero de D. Simon Moreno, con cuyo motibo un comisionado esparció la noticia de que los hiba a perseguir, lo que no verificó. Aquí se me dio un chino esclavo de D. Agustín Lopez nombrado Pedro, en calidad de práctico. El siete sali del Brujo siguiendo por el arroyo las Tumbas hasta llegar a las Sierra los Campanarios, y en uno de sus paredones encontré una ranchería hecha de pocos dias, pero desamparada ya, y segun las camas que habia el numero de negros que las ocupaban eran veinte y cinco, donde hicimos noche, para hacer algunas observaciones. El ocho seguí mis operaciones en las Sierras inmediatas y parte de la de los campanarios hasta el abra de la Carne donde esta otra ranchería que se conocía la habían dejado asia siete u ocho dias, y por sus camas el numero de negros era de quarenta y cinco. El dia nueve bajé por un brazo del Río San Cristóbal, llamado el Safanal y me retorne al Brujo para habilitarme de comida, donde hice noche sin otra nobedad. El diez bolbí á registrar las Sierras que quedaban á las cavezadas de Rio hondo, hasta la Soledad, y me quede en una que está junto á el arroyo El

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Nogal en otra Rancheria Vieja, que se componía de nueve Ranchos y por sus camas se cuentan veinte y cinco negros. El once segui registrando los saltos del Río de Santiago sin nobedad en todo el dia. El doce me dirigí á las Sierras del Brujito, parte de Rio hondo, y parte del Nogal en buelta del Norte sin encontrar mas que algunos indicios viejos. El trece segui recorriendo la Sierra del Arroyo que queda á la parte de la Soledad haciendo noche en una de las Sierras de él sin encontrar mas que señales viejas. El catorce recorrí las Serranías de Rio hondo así á la parte del Brujito, y solo encontré los fragmentos de una ranchería vieja y baje al potrero D. Justo Polier á donde hize noche. El dia quince me dirigí a la Serrania de Sn. Cristobal con destino a las Cavezadas del Rio y solo arberti ranchos de dos o tres negros. El diez y seis seguí las mismas cavezadas, y bajé al corral del Aguacate sin encontrar mas que vestigios viejos, hize noche en la casa del Capitan D. José Maria Tibles, donde se retiró el mulato Pedro Lopez, que tome de practico en el Brujo el dia seis. El diez y siete pasé a Sn. Juan de Guacamaya sin encontrar mas que un Rancho de tres camas abandonadas. El diez y ocho pase al Río de Sn. Miguel de Calderetera, y Sierra de Corojal que corresponde a la Hacienda Cacarajicara hasta Sn. Diego de Tapia á donde hize noche.

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El diez y nueve registré el arroyo de las vegas, tierras del Corral viejo y Pinales de Rangel donde encontre con la partida de Dn. Valentin Paez. El veinte siguió el Comandante Paez la rastrería de muchas personas que desde el dia antes traia y acordamos reunirnos el veinte y dos en la Sierra de Linares; yo con mi partida, segui al descubrimiento de otra rastrería que me notifico Dn. Juan Antonio Lantigua Arrendatario de Sn. Diego de Tapia en la cavezadas del Rio Santa Cruz, participando igualmente la falta de Puercos que experimentaba de aquel rumbo, y efectivamente encontré en los paredones del mismo rio una ranchería, que la habian dejado y un gran numero de Palmas tumbadas, alli hizimos noche para estar en observación y nada vimos de nobedad. El dia veinte y uno registré parte de la Sierra de Peña blanca, bajé, a Sta. Cruz, citio de Herrera hasta las vegas de Sn. Cristobal. El veinte y dos me regrese siempre registrando la Sierra de Linares don[de] se reunio con migo el comandante Paez. El veinte y tres bolbimos las dos partidas á los Baños de Sn. Diego sin encontrar nada. El veinte y quatro pasamos á las Galeras parte de la Catalina hasta Galalon. El veinte y cinco recorrimos la serranía del citio los Pinalitos, Pinal grande y los mogotes, hasta el Limon donde nos separamos, yo á las Sierras del Norte y Paez á las del Sur. Acordando el reunirnos en la Chorrera.

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El dia veinte y seis sali á las canteras de Guacamayas de la Palma sirbiendo de practico el montero de la misma Palma, sin encontrar mas nada que una ranchería vieja desbaratada por los amos de la citada hacienda. El 27 corri las Serranías hasta la Chorrera donde bolbi a reunirme con Paez. El veinte y ocho tomamos la derrota con direccion a Pinal del Rio donde llegamos sin descubrir nada. El veinte y ocho digo el veinte y nueve treinta y treinta y uno di descanso á la quadrilla. El dia primero de Abril bolbi á salir y recorrí los cayos de Sn. Felipe, parte de la Serranía de la Chorrera que aun quedaba por reconocer insistiendo hasta el dia dos en esta correría. El tres y quatro entré á San. Vicente, D. Lares, Sn. Calletano a la banda del Norte. El cinco registré las sierras del Abra, sin nobedad alguna. El seis me cruzé á las Sierras de Ancon. El dia siete, y ocho corri el sitio del Infierno, y Sta. Fee bajando Sn. José. El nueve sali á reconocer la costa Sur, dirigiendome por las Taironas hasta la Llanada. El diez pasé á Llaguas donde inbertí todo el dia sin nobedad alguna. El once registré el Surgidero de la Coloma. El doce recorrí a Sn. Felipe y Sn. Lorenzo hasta este Pueblo donde llegué á como las diez de la noche.

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El trece lo di de descanso á la Quadrilla para disponerme á la salida del cabo de Sn. Antonio. El catorce emprendi la marcha para el Cabo, y llegue a Guane el quince. El diez y seis lo gaste esperando al Capitán Dn. José Maria Dias Pimienta para tomar noticias. El diez y siete sali acompañado del dicho Capitán donde inberti examinando los puntos mas necesarios hasta el dia veinte y cinco corriendo a Río Verde,1 los Remates2 los Serranos3 y la Gurifa.4 Desde el viente y seis al veinte y siete imbertí en salir al paso real donde le di descanso a la Quadrilla el veinte y ocho y veinte y nueve. El treinta me regré a este pueblo, hasta el dia catorce de junio que bolbi á salir y recorri el Ajiconal, Rio hondo, y Consolación donde me detube por la lluvia, y rios crecidos. El quince pasé a Sta. Clara, la Herradura, Baños de Sn. Diego y Candelaria. El diez y seis sali, por Cuchilla larga, los quemados de San. Isidro, la cueva del Agua y las Perdices donde encontré nueve ranchos que las camas pasaban de viente y cinco. El diez y seis y diez y siete seguí reconoci el Sedro de Juan Lopez, los hoyos, de las Lleguas,

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Río Guadiana. Antiguo hato, hoy El Cayuco. Antiguo sitio, cerca de la actual Covadonga. La Grifa, caserío cercano a Guane, hoy Isabel Rubio.

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el Abra de los Mameyes hasta los Ranchuelos y Boca de Macuriges donde hice noche. El diez y ocho, los rincones de la Sierra Linares estaban por registrarse. El diez y nueve estube en el Pinalillo, Peña blanca y Purgatorio. El veinte pasé á los Palacios con calentura, ocasionada por llubias. Siguiendo enfermo el veinte y uno, veinte y dos, veinte y tres hasta el veinte y siete que bolbí á este destino. Pinal del Rio 28 de junio de 1819. Ramón Machín 5

Diario del alférez Gaspar A. Rodríguez desde el 22 de julio al 28 de noviembre de 1820 En la cordillera de El Rosario fueron varias las elevaciones que adquirieron notoriedad por servir de asiento a palenques de negros cimarrones. Entre aquéllas se destacaron la loma de El Rubí, loma de El Mulo y en especial el grupo de elevaciones conocidas como El Cuzco. Dada la accidentada topografía y tupida vegetación de este lugar, en El Cuzco se reportó, tan sólo en el año 1816, un total de cuatro asaltos a palenques fomentados por esclavos prófugos. Sin embargo, a mediados del año 1820 aún se 5

ANC, Real Consulado, leg. 141, no. 6934.

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recibían denuncias de la existencia de palenques en el lugar. Por este motivo y con la expresa encomienda de asaltar los palenques de El Cuzco, se comisionó al alférez Gaspar A. Rodríguez, el que realizó una aparatosa y amplia «batida» que se extendió durante cuatro meses con el resultado de la muerte de seis esclavos prófugos y la aprehensión de veintiocho, nueve de los cuales eran mujeres. Del total de cimarrones capturados, diez eran apalencados y como tales fueron remitidos a la cárcel, mientras que el resto, en los casos en que fueron identificados de forma inmediata, se entregaron a sus propietarios y los que no lo fueron pasaron al Depósito de Cimarrones que tenía el Real Consulado en El Cerro, La Habana. Según la correspondencia adjunta al diario, dentro de los cimarrones se encontraban: congos, mandingas, macuás, lucumís y minas. Por esta comisión, el alférez recibió el pago de ciento cincuenta pesos mensuales y los rancheadores que lo acompañaron, cuarenta y cinco. Es posible que en los años siguientes se efectuaran algunas operaciones similares, o sea, de corta duración, pero los documentos que así lo acreditan no han sido localizados. Lo cierto es que ya para fines de esta década, como resultado del aumento de la resistencia esclava en la región, se recurrió al establecimiento de

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operaciones a cargo de pequeñas cuadrillas, que de forma ininterrumpida y mediante expediciones mensuales «peinaron» las elevaciones durante varios años. julio... 22... Diario y memorias de lo ocurrido en el tiempo que 23... estube comisionado en la persecusión y esterminio de los palenques en la Buelta de Abajo. Meses

dias Habiendo salido por la tarde la Ha24... bana hice noche en el Quemado. 25... Tanto por los malos caminos, como para llegar á las Lomas con los In26... fantes, descansamos, en habilité de 27... bagages, y llegué de noche a Guanajay. Descanso en dicho pueblo. Con nuevos bagages pase á Callajavos. Me habilité de galletas y practico. Puse en marcha los Infantes para el Cafetal de Dn. José Rubio Campo mientras yo con los Dragones y el practico Dn. José Pérez me dirigi al Cafetal de Armona por indicios que tuve de que en aquella finca tenian comunicacion los cimarrones en el bugío del contramayoral estaba uno custodiando abundante carne de

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28...puerco, y se me escapó á causa de la confianza que hice de la vigilancia que el mayoral dixo tenia. La carne 29...no era de la finca y el cimarron dexo su machete. Pasé luego á reunirme con la Infanteria. Crusé la Loma del mulo, atravesé las 30...del Cusco, hice noche en Manantiales, sin novedad. Con la tropa en dos piquetes pasé las rancherías de los Campanarios, 31...en buelta del Brujo, se hallaron rastros viejos. Retrocediendo pasé á Peña Blanca del Cusco, baxo á Cristiani, é hice noche en terrenos de San Blas sin novedad. Pasé á la Cueba del Indio; me enteró Perez de dos rancherías y el punto donde habian muerto los cimarrones un joven que los perseguía: y Agosto... 1...corriendo la Sierra del Rubí pasé á hacer noche al cafetal del Rubio en el qual estaban los equipos de la tro2...pa, í igualmente los caballos en las tres fincas contiguas, los Mameyes, la Ermita, Madama Llú. Bagé al Ingenio de Duarte donde tube noticias de haberse levantado 25 negros del Ingenio San Francisco. Coloqué los caballos en la Encruci-

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3...jada, Duarte y el Rosario, y formando tres piquetes corrimos el monte: se halló el punto donde habian dormido los negros, y siguiendo sus huellas llegamos al citado Ingenio quando ya se habían presentado. Con la tropa en dos parte corri la loma de la Gobernadora y monte de 4...Tablones, en el que aprenhendi un negro, y llevandome este al rancho, situado en uno de los cañaverales del Ingenio San Nicolás nada se encontró, ni se supo de sus 4 compañeros: por lo que me retiré á Callajabos. Coloqué la Infanteria á pasar la noche en varios cruseros y veredas, mientras yo con los Dragones pase 5...al alambique del Jobo á practicar la misma diligencia, aprehendiendo las inmediaciones de dicho lambique siete negros del Ingenio San Roque ivan furtivamente en solicitud de aguardiente. Entregue los negros á su mayoral sin mas interes que estimularle el mejor orden. En este dia mandé formar las listas para las justificaciones de revista, mas no estaba el 6...Capitán de Partido que debia autorizarlos. Ygualmente recibi oficio 7...del Capitan de Bahía honda avisar-

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8... me que se habia sentido un Palen9... que entre el Brujo y las Begas de la Candelaria. Me puse en marcha e hice noche en Dn. Simon Moreno. Pasé al Brujo. Me habilité de viveres y practicos. Con la tropa en dos los pasé enbuelta 10... de la Loma, Arroyo-hondo, en la que 11... habiendo cercado en su eminencia dos cimarrones prefirieron despeñarse antes que rendirse, se ignora quienes fuesen: dormi en unos paredones. Pase al llano del Aguacate. 12... Sobre el arrollo del brazo de la Seyba encontré la ranchería abandonada de pocos dias, inclinandose los rastros enbuelta del Brujo y el Cusco, el que no se pudo seguir á causa de haberlo apagado la continua lluvia Retrocedí hasta Dn. Justo Polier: dispuse que quatro paisanos fuesen a dar una cruzada de Norte a Sur, con 13... dirección á los Resbaladeros (los negros llaman Monta-escopeta, allí murió Cordero) prometiendole 50 14... pesos en caso que por buena diligencia me encontrase con el Palenque. Salieron los paisanos al monte, los

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que volvieron á las diez de la noche con noticias del Palenque. Me dirigieron los paisanos por un rio mas de dos leguas: reconocer el punto á donde habian sentido los negros, subcesivamente sentí su murmullo. Puse la tropa en 4 partes, y antes de colocar su ultima partida fuimos sentidos y al ruido de un trabucaso que nos dispararon abanzamos por todas direcciobnes, mesclandonos en terminos de no poder hacer fuego con las pocas armas que se habian conservado sin caer en el rio. Fueron muerto el titulado Capitán Ven15... tura, de Dn. Ricardo Ramos, el negro 16... de Cristiani, y otro que siempre ocultó su nombre en el palenque: y 17... aprehendi 6 negras, la una herida: varios machetes, lanzas, armas de 24... fuego [etc.]. Pasé al Cuzco. Averigüé por los negros donde se proveían de pólvora [etc.]. Pasé a Callajabos á dar descanso a la tropa. Pasé con 6 dragones al Cusco, apren25... dí quatro negros y una negra de el palenque, e hice la averiguación cierta de los crímenes cometidos por el mayoral D. José Lopez Toledo, quien

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auxilia los cimarrones con municiones [etc.]. Envié una partida á la aprehension de un cimarron que estaba en el partido de Candelaria trabajando para el hijo del citado mayoral, retirándome yo á Callajavo, con el negro José María complice en los auxilios dados por su mayoral á los citados Septiembre 8... cimarrones. En dicho pueblo permanecí en descanso, hasta que habien11... do recibido las carabinas y cananas que tenía pedidas determiné hacer nueva correría en busca del resto de la cuadrilla. Puse la infantería en marcha para 14... Bahiaho Pasé con 6 dragones al Ingenio San Nicolas donde fue aprehendido el 15... cabecilla ó capitan Carlos Pinillos (a) 16... Pedro Bobo, fugandose sus compa17... ñeros. 18... Sali por el Cusco para Bahiahonda, en cuyo transito aprehendí dos negros del palenque. Llegué a Bahiahonda. Pasé al Aguacate. A San diego de Tapia. Habiendo causado en aquella Hacienda algunos daños seis negros que se avistaron el 16. con la gente

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en dos partidas, corrimos los montes por distintos rumbos, y habiendonos remitido en la loma del Mentidero, supe por el negro Ramon que como a dos leguas distante había una ranchería en la que habian estado dos meses sin que nadie los viere. Determiné pasar á ella y en caso de que estubieren sorprehender de noche la rancheria. Seguimos todo el rio de Camarones hasta su nacimiento (tuve un Dragon accidenta19... do en el agua, y yo por favorecerlo me di una caida, de cuyos resulta estube once dias cojo, llegamos á la ranchería de noche y hallamos 21 bugios bien arreglados, pero sin negro alguno. Tenian conucos [etc.]. 20... Segui monteando en buelta del Sur, pasé por el arroyo de la Plata, llegué á Rangel, y de aquel punto acia el 21... rio Tanco Tanco1 el que estaba invadiable por lo que pasamos la noche 22... á su orilla 23... Pasé á la Palma, la Sabanilla, y buscando por la loma de la Comadre llegué a San Diego de Tapia. Atravese la Sierra de Cacaraxicara y pasé a las Posas. 1

Río Taco Taco.

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Descanso. Pase por el rio del medio á San Mar24... cos. Esta hacienda está á la parte 25... Norte del Pan de Guajayvon; por lo que mandé una partida á Sagua, la Yagua, el Caimito á reunirnos en Berracos. Yo pasé con el resto á Rio Puercos. Pasé á Berracos. Al Rosario, é interin se disponia rancho para la tropa pasé por San Cayetano al Jatico Morales á fin de avistarme con el Rexidor Dn Juan Ygnacio Rivera hombre de concepto y encargado por el teniente Gobernador de Filipina para la persecución de cimarrones y malhechores, lo que desempeña con exactitud en su distrito con seis hijos que tiene dicho Rexidor me informó de que el Cabo, Sierras de Guane, el Alcon,2 Sitio del Infierno ni Cueva de Luis Lazo y la de la Particion no había Palenque, y que la cuadrilla que yo 26... perseguía no había pasado por aquel punto, cruceros indispensables para los negros se hallan en sus terrenos en cuya consequencia volvi acompañado del mismo á donde te2

Ancón.

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27... 28... 29... 30...

Octubre

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nía la tropa. Mandé á los Dragones que retrocediesen á causa de no poder seguirlos caballos, con orden de apostarse en el Cusco, mientras monteando desde Consolación con los Infantes me reunia en dicho punto: Yo pasé con los Infantes á la Chorrera. Por las Sierras del Canalete á San Andres. Pasé a la Catarina. Envié por viveres á San Diego. Mandé una partida por las Yeguas á dormir en la cueba llamada de Cuernos de Isidro mientras yo con la otra gente me dirigi á San Miguel de Chavarria, Guajaybvon por el Sur é hice noche en la loma del Sermon. Nos reunimos en el Sumidero sin hallar cosa alguna. Me dió parte el Sargento de lo expuesto que habian estado algunos individuos al paso del rio Macurige. Subimos la loma de los Condenados con direccion á las Hoyaduras del Purgatorio, y de su cumbre senti hablar algunos negros en buelta del Toro; pasé á seguirlos y resultaron ser de aquel sitio que andaban en solicitud de colemenas; hice noche sobre el arroyo que baxa á Limones.

Supe que la quadrilla se había sentido por las Sierras de Linares; y como fuera yo práctico de los terrenos dispuse el tomar los puntos por donde atacados por la citada Sierra podian 4... huir. al efecto destiné á Dominguez con 12 hombres á apostarse al amanecer del 4 en la avenida de la Abra Venturosa, Brazo del Nogal y oyadas del Purgatorio. Pase á hacer noche en la Sierra. Sali al monte por la Sabana de Maiz, descubri los negros; se precipitaron a huir dexando las armas blancas que tenían á exepcion de algun machete; y su unica pistola que les quedaba sucedió la desgracia de ser herido Angel Ribaton; lo que nos privó de seguir los fugitivos obligandolos á salir á los puntos encubierntos. Se reunió la gente, se hizo camino con los sables y machetes hasta la primera vereda distante una legua y se baxó el paciente 5... en una camilla que al efecto se for6... mó; quedando yo con tres hombres en custodia de las armas, mucha provision de carne que tenian los cimarrones, y por si de noche volvia alguno lo que no sucedió. Baxe á la Sierra á tratar del herido.

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No atreviendose el unico Facultativo que se halló á la distancia de 4 leguas cortar la pierna del herido, determiné trasladarlo á hombro hasta Candelaria, dexando un Cabo y seis hombres en la Sierra, para que acompañados de los monteros revistasen aquellos puntos. Me puse en marcha para Candelaria. Llegué á dicho pueblo: hubo Junta de facultativo y no se acordó la operación. Descanso. Se medio parte por un paisano que los negros le habian despojado de el machete, Los seguí con tres soldados y quatro paisanos, é hicieron tal resistencia que fue preciso herirlos para aprehenderlos. Resultaron ser bozales de Dn. José Ma. Blain, los entregué, el uno con los muslos rotos de un balaso. Tomé recibo. Pase á Campos con 6 hombres. Segui una cuadrilla de negros, de cuyos resultados se presentaron 4 y se aprehendieron otros 4. Descanso. Dexé los infantes en Campos y pasé al Cusco en solicitud de medicamentos para el herido, reuniendo igualmente los Dragones.

20... Pasé a Callajabos á visitar los enfermos. Descanso. Idem. 21... Pasé á Candelaria á visitar el herido. 22... habiendo sabido que una quadrilla de cimarrones se había sentido sobre el rio Sta. Cruz dispuse salir con 23... la poca gente util que alli tenia. Pasé á hacer noche al pié de las Sierras de Santa Cruz. Corrí aquellas asperas Sierras sin hallar fruto alguno, llegando á hacer noche en Rangel. Subi al Rosario la eminente Peña Blanca, estube en varias rancherias 24... viejas, y de mucho riesgo para subir á ellas: halle rastros como de cinco á ocho negros que fue inutil buscar. Según las huellas por el sitio Herrera hasta la Soledad, donde se perdió el trillo á causa de la lluvia. Habiendo tenido noticias del mal estado del herido y cierta diferencia entre los Facultativos, dexé la tropa corriendo las lomas detras de Mori26... che y Pluma, mientra tomando un caballo pasé a Callajavos y S. Marcos en solicitud de hilas y medicina: como igualmente de dos Facultati-

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27... vos para agotar todos los recursos 28... que pudieran salvarle su vida. Llegué á Candelaria con el Don To29... rres y el Dn. Laparola, se hizo nueva Junta y me dieron malas esperanzas. Pasé á Manantiales á reunir la tropa. 30... Seguí monteando hasta Campos 31... donde dexe tres enfermos. Con la tropa y tres partes bati el Noviembre 1...monte desde Ballate y Madan hasta 2...San Juan; se cogieron tres negros 3...ninguno del palenque. 4...Descanso. 5...Aposté la tropa en la Moca, Borbon, 6...Buena-Vista [etc.] y pasé a Callajavo. Oficié al Gobierno. Se reunieron las Partidas. Pasé á Puble. A Callajavos. Descanso. Habiendo atravesado una quadrilla de cimarrones por el potrero del Cusco: dispuse que los infantes pasasen á Rubio Campos, y llevando á Pérez de practico corriesen al Norte de la loma del Mulo y Mogotes; en7...tre estas y el rubí (mientras yo defendia) mientras yo dexando los caballos 8...en las delicias, pasé por las Peladas á la citada Loma, encontré tres ne-

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9... gros que se burlaron de la tropa y perros. Se corrieron todas la Lomas del Cusco y nada halló. Se siguió en el mismo exercicio y 12... nada se sacó de fruto. Formé tres piquetes con los que se corrieron las Lomas de San Juan, San Salvador y San Blas se cogió una 13... negra de Campos que dice se disper14... saron luego que llegaron al Cusco. Pasé de hecho á los Bugios de las lomas peladas; volví á encontrar los tres negros; los que se fueron nue20... vamente á hombres y brabos perros. Mas el uno se fue presentar á Cardena. Pasé a Callajavos oficie al Gobierno: dexe los Infantes en descanso y con los dragones patrullé en buelta de la tumba y aprehendí una negra. Hasta este dia estubo la tropa en descanso y habiendo resibido oficio para retirarme mandé a Dominguez en solicitud de los convalecientes que 23... estaban en Campos. Tuve noticias de la muerte del herido que falleció el 17. Mandé una partida al cafetal que de resultas de la complicidad del mayoral en auxiliar a los cimarrones se halló al cargo de 4 malos Negros. En el antedicho cafetal fue muerto

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un guapo cimarron llamado Lima, y preso otro, ambos viejos apalencados: los que huian de los perros. 24... Interin se reunian estas partidas con 25... el resto ha corrido segunda vez á la 26... Gobernadora y Tablones, se aprehen27... dieron dos negros que andaban de 28... noche sin licencia de una a otra finca, los que entregué sin costo. Se reunió el todo de la Partida. Me puse en marcha para Guanajay. Descanso. Sali para el Cano. Llegué á esta ciudad. Habana 30 de octubre de 1820 Gaspar Antonio Rodríguez3

Diario de José Pérez Sánchez desde el 1ro. de enero de 1828 hasta el 30 de abril de 1831 El diario de las operaciones desplegadas por el rancheador José Pérez Sánchez en la cordillera de la Sierra del Rosario, al oeste de La Habana, constituye uno de los primeros testimonios del carácter ininterrumpido que adquirió la persecución de cimarrones, a partir de la tercera década del siglo XIX, como consecuencia directa del aumento de las manifesta3

ANC, Real Consulado, leg. 141, n. 6940

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ciones de resistencia esclava, lo que a su vez se produjo por el desarrollo alcanzado en la economía de plantación esclavista y las altas cifras de población esclavizada en el occidente insular. Este diario registra las operaciones realizadas durante tres años y medio en la región, así como refleja las tácticas defensivas de los esclavos prófugos, los que al verse acosados de manera continua recurrieron a la creación de cuadrillas móviles, abandonando en este territorio casi por completo el establecimiento de palenques. La intransigencia y continua actividad de este rancheador, que vivía en El Rubí, parte importante del teatro de operaciones, lo convirtieron en un personaje conocido por las dotaciones de esclavos. Sin embargo, sus operaciones no impidieron la fuga, reunión y correrías de los esclavos, por lo que desde el mes de abril de 1829 las autoridades locales solicitaron al Real Consulado de La Habana le fuera retirada la comisión a José Pérez Sánchez para perseguir cimarrones, cuestión que explica el cierre de sus actividades en el año de 1831.

Diario de operaciones de la cuadrilla capitaneada por D. José Pérez Sánchez y destinada á la persecusión de negros cimarrones y apalencados en las lomas del Cuzco y Sierras de Vuelta Abajo. Enero de 1828 Desde el dia primero de este mes que pase á la casa

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de V. S. á buscar mi pagamento y el de mi partida; asta el cuatro que la equipe de todo lo necesario no á ocurrido nobedad alguna en todos los puntos encargados. El cinco sali con mi partida subiendo la loma del Mulo y cruceros de los granadillales y habiendo registrado prolijamente todas aquellas lomas no encontre nobedad alguna en todas la fincas de mi transito segui á Manantiales á donde heche menos la cartera que llevaba mi comision; retrocedi mi marcha, para dar parte de esta ocurrencia al Sr. Francisco Chappotain el que me autorizo interinamente asta que el Excelentísimo Señor Capn. Gral. se dignase despacharme otro y en estas correrias gaste cuatro dias. El diez marché con mi partida dirigiendome á los ingenios San Roque y San Juan de Dios; San José, La Begoña, Pinillos; Cruz; Santo Tomas, y Langosta, orilla del mar; ingenio La Tinaja; y habiendo registrado todos los puntos no encontre nobedad alguna retrocediendo mi marcha para la Sierra llegando á mi casa haber si tenia noticia de algun punto de los encargados, y en esta correria gaste seis dias. El diez y siete descanse en mi casa á reacer probiciones. El diez y ocho marche con mi partida dirigiendome a Peña Blanca, y Cruceros del Naranjo Dulce, y habiendo registrado prolijamente todas aquellas lomas no encontre nobedad alguna en mi transito ni noticia de daño alguno en cuya operacion gaste

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tres dias. El veinte y uno tube aviso del ingenio Santiago de que un negro habia hecho una muerte en el mismo ingenio y que el dueño deseaba lo aprendieran. Marche inmediatamente, y habiendo llegado al ingenio me informaron que el dicho negro habia matado a un compañero, y su muger grabemente herida. Sali registrando las orillas del dicho ingenio y habiendo ladrado los perros a larga distancia crehy fuese el hecho, y resulto ser una negra del ingenio de la Luisa que hacia como tres meses que estaba huida la que entregue al teniente de San Diego. Retrocedi al dicho ingenio y encontre la noticia que el negro hechor de la muerte se presento al teniente de San Diego, por cuya razon retrocedí mi marcha para la Sierra habiendo gastado en esta operacion cuatro dias. El veinte y cinco tube abiso del cafetal Casualidad en San Salbador que se habian huido ocho negros marche inmeditamente con mi partida, y habiendo llegado al dicho cafetal en aquella noche se presentaron cuatro de los ocho que faltaban y habiendo querido salir en su busca me lo impidió el administrador diciendome que los cuatro que faltaban heran chiquitos y que podian los perros matar alguno, que me estubiera por los alrededores asta ber si se presentaban, y no habiendolo verificado en tres dias me suplico me retirase que ellos parecerian gastando los tres dias rondando barios cafetales sin encontrar nobedad alguna.

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El veinte y nuebe segui en buelta de los ingenios San Juan de Dios, loma de la Gobernadora bajando hasta la Dominica y Muelle de Cabañas y habiendo registrado prolijamente todos los puntos dichos regrese á mi casa el treinta y uno sin haber encontrado nobedad alguna. Febrero El cinco marche con mi partida á la vuelta de los ingenios San Roque, San Juan de Dios, La Sierra bajando hasta el Mariel y no habiendo tenido noticia ni nobedad en todas las fincas de mi transito, segui por la orilla de la costa asta Cabañas sin haber encontrado nobedad alguna gastando cinco dias esta marcha. El diez marche dirigiendome á las Sierras, subiendo la del Rubi, Loma del Mulo, Peña Blanca, Crucero de Naranjo Dulce, barios rios y arroyos, y no habiendo encontrado rastros ni fragmento alguno de mucho tiempo, me dirigi al pico de Guacamaya haciendo noche en San Blas habiendo gastado en esta marcha seis dias. El diez y siete segui la marcha y para el dicho Pico, y habiendolo registrado prolijamente no encontre nobedad alguna, dirigiendo mi marcha para la sierra de manantiales, llegando asta Candelaria sin haber encontrado rastro ni noticia de daño alguno en todas las fincas de mi transito gastando cinco dias en esta marcha. El veinte y tres segui la marcha para San Cristobal llegando a la hacienda de Santa Cruz a infor-

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marme del arrendatario si habia noticia de daño el que me dijo no había sentido daño alguno hacia mucho tiempo, pero sin embargo, el veinte y cuatro sali de dicha hacienda para la Sierra entrando por el rio San Cristobal, subimos la Sierra que llaman Resbaladeros sin encontrar bestigio alguno, segui para la Guachinanga, y tampoco encontre rastro alguno, baje al Rio y Sierra de Taco Taco, y paredones del Rio de Santa Cruz, llegando á la hacienda de San Bartolomé sin haber encontrado rastro ni noticia, en cuya operacion gaste cinco dias. El veinte y ocho bolbi de retirada para la hacienda del Cuzco, y habiendola registrado no encontre nobedad alguna; llegando á mi casa el veinte y nueve sin sin haber encontrado rastro alguno ni noticia. Marzo El cinco marche con mi partida dirigiendome á la Sierra del Rubi bajando a la Hacienda de Cabañas registrando prolijamente asta el mar no encontre rastro ni noticia alguna en las fincas de mi transito retrocediendo mi marcha para la hacienda del Cuzco a donde llegue el nuebe sin haber encontrado nada. El diez marche con mi partida subiendo la Loma del Mulo bajando hasta el ingenio de la Seyba, y no habiendo encontrado nobedad alguna segui para Peña Blanca subiendola, y registrandola prolijamente, y no encontre nobedad alguna gastando en esta operación cuatro dias. El quince segui mi marcha para la hacienda de

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Camarones registrando el Aguacate, y el Brujo, y no encontre nobedad alguna en todas las fincas de mi transito; bajando asta Baya Honda y barios ingenios: Montaña, Anoyvega, Santiago, La Recompensa, San Francisco Xabier, Lombillo, llegando asta la Ortigosa y en todas las correrías no encontre nobedad alguna ni noticia de daño, retroceciendo mi marcha para la Sierra llegando á mi casa el viente y dos á reacer probiciones, y sin nobedad alguna. El veinte y tres marche con mi partida para San Salbador registrando la loma del Taurete y loma del Muerto bajando el Jatillo de San Juan, y no encontre nobedad alguna, ni noticia de daño, y en esta operacion gaste tres dias. El veinte y seis segui mi marcha para Manantiales registrando prolijamente aquellas Sierras y Cruceros, y no encontre nobedad alguna ni noticia ni daño en las fincas de mi transito retrocediendo mi marcha para la Sierra del Rubi y gastando en esta operacion cuatro dias. El treinta llegue á la Sierra registrando los cruceros, bajando el rio Bermejal, y Cueva del Indio, y no encontre nobedad alguna llegando á mi casa el treinta y uno sin noticia alguna. Es cuanto tengo que comunicar a V.S. Abril El cinco marche con mi partida dirigiendome á la Sierra de las Animas registrando prolijamente la hacienda de Cabañas asta el mar, y ingenios de la Luisa, Recompensa, potrero de San Luis, ingenio de

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Santiago, y no encontre nobeda alguna ni noticia de daño y en esta operacion gaste cuatro dias. El nuebe segui mi marcha para Baya honda registrando aquellos ingenios de Anobega, La Montaña y Madrazo, y no habiendo encontrado nada me dirigi á la Sierra de Cacaragicara y el teniente de aquel partido me dijo no habia nobedad alguna, pasé á Guacamaya, Guajaibon, la Sabanilla, La loma de Cajaiba, y otras sierras saliendo á la hacienda de Caymito sin encontrar nobedad alguna; alli tube noticias de que un negro le habia quitado á un hombre blanco un trabuco, y le habia dado una herida, y habiendo seguido en su persecucion atrabesando Sierras asta la hacienda de la Palma, siguiendo la Sierra de Mira cielos, y otras Sierras asta llegar a los Baños de San Diego a donde el Capitan de aquel Partido me dijo no habia nobedad alguna, y tube noticias que en la hacienda de Buenabista habian cogido al negro del trabuco; desde alli me dirigi á la hacienda de San Bartolome a donde me dijeron que dos negros habian matado á un hombre blanco, marche en su persecucion inmediatamente pero hacia como catorce dias del hecho, entrando por el rio de Taco Taco, encontre rastro como de seis o siete negros que su dirección hera la vuelta de fuera. Subiendo aquellas Sierras hasta bajar á la hacienda demolida Rangel siempre en su seguimiento pasaron por la loma de la Guachinanga bajaron á los resbaladeros donde mataron á Cordero atrabesaron el rio San Cristóbal y pasaron por el crucero de Naranjo Dulce, pasaron por la orilla del cafetal de

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Campo á coger Peña Blanca, buscando el crucero de la Loma del Mulo, y Sierra del Rubi bajando al ingenio San Nicolas, subiendo la Loma de la Gobernadora llegaron al cafetal del difunto Gonzalez Larrinaga; El veinte y dos los alcance, y poniendose en defensa fue tal su resistencia que fue preciso matar a uno, y resulto ser el negro Marcelino nombrado de muchos años capitan de la cuadrilla que benia persiguiendo y habiendole disparado uno de mis hombres un trabuco se le rebento habiendose herido grabemente una mano sin haberle dado al negro, el que tenia un feron en la mano derecha; un estilete en la izquierda un machete media cinta á la cintura y un cuchillo de punta, biniendole arriba fieramente, este tiempo dos de los compañeros le dispararon sus carbinas, siendo preciso sarle un machetaso por que se resistia fuertemente habiendo aprendido una negra del ingenio de San Roque la que dijo hera el negro muerto Marcelino Capitan de la cuadrilla de las lomas, él y Pascual. No habiendo podido seguirlos por acudir el hombre no se fuera en sangre, y haberme macheteado todos los perros. Mande inmediatamente á buscar el Capitan de aquel Partido, y el facultativo para que lo curase, el que tiro, y lo curo siendo preciso traerlo en una litera al pueblo de Callajabos sin que le diese el ayre por disposicion del facultativo, adonde lo deje el veinte y tres y para que el mismo siguiese su cura, y encargue al Capitan lo auxiliase; siguiendo á mi casa el mismo dia a reacer probisiones, y solicitar perros para seguirlos. El veinte, y cuatro,

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y veinte y cinco me repuse. El veinte y seis subi la Sierra del Rubi haber el Crucero, si habian vuelto á regresar para las Sierras y no encontre nobedad alguna, me dirigi á los ingenios San Francisco, San Nicolas, Cafetal Larrinaga, y a pesar de todas las diligencias que hice no encontre rastro alguno ni noticia alguna, retrocedi mi marcha para la Sierra llegando á mi casa el treinta sin haber encontrado rastro alguno ni noticia. Mayo El cinco marche con mi partida dirigiendome a la Sierra del Rubi, y bajé á los ingenios San Francisco, San Nicolas, subiendo la loma de la gobernadora baje al cafetal de Gonzalez, pase y registre el ingenio del Jobo, San Juan de Dios, La Sierra, el ingenio y potrero del Mariel, el ingenio de Cañas, bajando hasta el mar, segui por la costa hasta el muelle; el ingenio de la Angosta, y en todas estas correrias no encontre nobedad alguna, ni noticia de daño habiendo gastado en ellas seis dias. El diez segui mi marcha por los ingenios La Tinaja Menocal, ingenio de la Cruz, Santa Isabel, potrero de la Dominica, muelle de Cabañas, pasando al ingenio La Sirena, potrero de San Luis donde llegue el quince sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El diez y seis segui mi marcha por los ingenios Recompensa, Santiago, y belando en un crucero aprendi la noche del diez y siete dos negros del ingenio La Recompensa los que le entregue al mayoral del dicho ingenio y en aquella mismo noche se presenta-

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ron tres del mismo ingenio. El diez y ocho aprendi un chino cimarron el que entregue al teniente de San Diego, y dijo haber quince dias se habia huido; el mismo dia aprendi un negro de D. Francisco Moron el que le entregue al teniente de San Diego. El diez y nuebe marche para la hacienda de cabañas en solicitud de nuevos negros que se habian huido del ingenio de Santiago, y habiendo registrado prolijamente toda la hacienda no encontre nobedad alguna, segui para la loma del Mulo, y potrero del Cuzco y no encontre rastro ni noticia de ellos; segui mi marcha para Peña Blanca registrando la Seyba a donde llegue el veinte y cinco sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El treinta y uno registre la Loma Pancha bajando al ingenio del Rosario, y no habiendo tenido noticia alguna ni encontrado nada segui á mi casa hacer noche. Junio El cinco marche con mi partida dirigiendome á los ingenios subiendo la Sierra del Rubi, baje al ingenio de D. Antonio Duarte y Cenea, segui por la Encrucijada asta Santa Isabel, registre prolijamente el potrero la Dominica asta el mar, y no encontre nobedad alguna, retrocediendo mi marcha para el ingenio San Nicolas, y en estas correrias gaste cinco dias, sin haber encontrado nada. El diez subi la Loma de la Gobernadora registrandola prolijamente, Arroyo de Tablones, cafetal de González Larrinaga, ingenio de Eligio La Begoña,

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Pinillos y no habiendo encontrado noticia alguna, retrocedi mi marcha para la Sierra el doce, encontrando en el camino un abiso que con la mayor brebedad fuese al ingenio San Francisco Xabier que los negros se querian sublebar. Segui mi marcha inmediatamente llegando á los linderos del ingenio, junto a los cañaberales encontre al administrador el que me dijo que nuebe de aquella dotacion estaban armados de chuzos y machetes, alli acordamos, que yo con mi partida me introduciera en la casa de bibienda, estando él á la espectatiba para cuando los negros biniesen; efectibamente como á la media hora me dijo que alli benian los negro, y que el primero era el capitan. Les sali al encuentro diciendoles que soltasen las armas, y la respuesta que me dieron fue tirarme de machetazos y el que mas se resistio fue el capitan llamado Agustin que estubo tirando asta que murio; los demas que bieron caer al Capitan dieron á huir, sin haber podido aprehender ninguno otro. Esto fue la tarde del trece pasando aquella noche de guardia. El catorce le dije al administrador mandase dos negros de los mas viejos a decirles que si no se presentaban los iba a matar a todos; y efecto se presentaron entregandose al administrador en el cepo. bolbiendo para mi casa el 16 en la noche sin mas nobedad. El diez y siete di parte de todo lo ocurrido al Sr. D. Francisco Chapotain. El diez y ocho, y diez y nuebe no sali por las muchas aguas. El veinte marche con mi partida dirigiendome á la hacienda de Santa Cruz adonde llegue el veinte y

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uno sin haber encontrado nada. El veinte y dos sali de dicha hacienda entrando por el rio de Santa Cruz llegando á la loma de Guachinanga hacer noche sin haber encontrado rastro alguno. Segui registrando las Sierras de la hacienda perdida Rangel, las Sierras de San Bartolome, la hacienda de la Palma, San Diego de Tapia, el Pinalillo, San Juan de Guacamaya, la Sierra derrumba piedra del Rio San Cristobal, la Sierra de Peña Blanca de Santa Cruz de los Pinos, los Campanarios, Crucero de Naranjo Dulce, y habiendo registrado prolijamente todos estos puntos no encontre nobedad alguna, y si obserbe que asta mi llegada que quejaban de algunos daños barios becinos, y en los dias que yo estube no hubo daño alguno, siendo probable (por noticias que tube) de que los negros de los vecinos son los que matan los cochinos, y algunos blancos que no se sabe quienes son, y es de creer por haber registrado todas las Sierras, dichas, y no encontrar bestigio de cimarrones; bajando á la hacienda de Santa Cruz el viente y ocho, á hacer noche. El veinte y nueve marche dirigiendome al Cuzco, Sierras de Manantiales, loma del Muerto, la de Taburete bajando a San Salbador sin haber encontrado rastro ni noticia alguna, llegando á mi casa el treinta sin haber encontrado nada. Es cuanto tendo que comunicar á V.S. Julio El cinco marche con mi partida dirigiendome a Peña blanca del Norte registrando prolijamente todos sus

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alrededores bajando asta Sn. Blas, sin encontrar rastro ni noticia alguna; segui mi marcha para los ingenios San Francisco Xabier, Lombillo, Santiago, La Recompensa, La Luisa, y los Boquerones, y en estas correrias no encontre nobedad alguna, retrocediendo mi marcha para la Sierra, llegando á la hacienda de Cabañas el doce sin haber encontrado nada. El trece segui mi marcha para la Sierra cruzando el potrero de las Animas, y Rubi, bajando al ingenio de don Antonio duarte y Cenea, pasando; registrando el ingenio de la Encrucijada el ingenio San Francisco, Ingenio San Nicolás, Loma de la Gobernadora, Arroyo de Tablones, cafetal González Larrinaga, ingenio del Yjio, y con todas estas correrias no encontre nobedad alaguna llegando al dicho ingenio el diez y ocho. El diez y nueve segui mi marcha por los ingenios San Juan de Dios, San Roque, Potrero de Santa Teresa, orillas del ingenio Santo Cristo, pase y registre el rio de Pedernales, saliendo al ingenio de la Tumba registrandolo prolijamente y llegué á el Jatillo de San Juan á hacer noche el veinte y dos sin haber encontrado rastro alguno. Alli tube noticias que habian bisto rastrerla en el rio San Cristóbal; marche inmediatamente el veinte y tres y efectivamente encontre en el dicho rastro como de seis á siete negros, y que su dirección era para afuera segui el rastro, llegando á los Campanarios bajando el Crucero de Naranjo dulce, pasaron por la sierra de Peña blanca llegaron á la loma del Mulo, bajaron a la Cueva de Indio, subieron a la Sierra del Rubi a donde encima

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de un paredon los alcance el veinte y cuatro; desde alli me tiraron porcion de piedras, llenandome de injurias no siendo posible subir ni aun los perros, bisto la resistencia que hacian mande hacerles fuego, y resultó despues de algun tiempo de silencio; di buelta por la otra loma logrando subir al paredon; alli encontre un negro muerto de un balazo en el pecho, tambien encontre un ternero muerto algunos pedazos de cera y porsion de trastecitos; oficie al capitan de Callajabos para que reconociese el muerto, no habiendo sido posible aprender ninguno otro por haberse tirado por un derriscadero imposible de bajar los perros ni ninguno de nosotros. El veinte y cinco, subi al dicho paredon haber si habian buelto alli, para seguirlos, y por mas bueltas y rebueltas que di no pude encontrarles la rastrería. El veinte y seis encontre rastro de uno, y lo segui a larga distancia solte uno de mis perros, y como á la media hora se hoyo ladrar á larga distancia, le solte otro perro a fin de ber si lo paraban y por mas que corrimos no le pudimos dar alcance habiendome amacheteado uno de los perros. El veinte y siete segui el rumbo donde el dia antes habiamos corrido, y a pesar de toda la diligencia que hice no encontre nada saliendo al potrero del Cuzco el veinte y ocho sin haber encontrado rastro alguno. El veinte y nuebe recibi un oficio del Capitan de Partido Don Joaquin Pelaez de Cabañas, en el que me encargaba la persona de Pablo Velasco que habia fugado de aquel partido de resultas de unas heridas que infirió á Don Juan Batista Acosta de consideracion que lo apren-

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diese, y remitiese al Capitan de Partido, con esta noticia, y no haber encontrado indicio alguno de cimarrones retrocedi mi marcha para la Sierra del Rubi y cafetal de San Salbador, en uno de ellos tube noticias que el tal Pablo estaba refugiado en una cueva y habiendo tomado medidas para ber si lograba prenderlo, lo berifique la noche del treinta en el cafetal de D. Manuel Romero (a) San José que por casualidad habia salido á adquirir noticias; el que junto con su bestia se lo remiti al capitan del Partido de Callajabos el treinta y uno. Agosto El cinco marche con mi partida dirigiendome a los ingenios de San Francisco de Alfaro, San Nicolas, Loma de la gobernadora, ingenio de San José La Begoña, el Yjío, y el cafetal de Gonzalez Larrinaga y habiendo registrado prolijamente todos los puntos dichos no encontre nobedad alguna ni noticias de daño; en cuya operacion gaste cinco dias. El diez marche sobre la Sierra del Rubí, y la loma del Mulo y no habiendo encontrado nada segui mi marcha en cumplimiento á la orden de V.E. Peña Blanca del Norte bajando a Bayahonda á tomar noticias, adonde el teniente de aquel partido me dijo no tenia mas noticia que haberse huido un negro del mismo pueblo hacia algunos dias; segui mi marcha para Guacamaya, Cacarajicara, San Diego de Tapia y no habiendo encontrado fragmento alguno baje á las Pozas adonde el teniente de aquel Partido me dijo no tenia la mas lebe noticia de cimarrones ni

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fugitivos. El diez y seis me dirigí á la Sierra de Guajaibon y Cajalba Bajando al Caimito sin haber encontrado nada, segui mi marcha a la Catalina bajando asta los Baños de San Diego sin haber encontrado rastro ni noticia alguna donde llegue el veinte. El veinte y uno descanso. El veinte y dos salí de dicho San Diego registrando la Sierra de Linares y San Bartolome, rio de Táco Táco, Rangel, bajando á la hacienda de Santa Cruz el veinte y seis sin haber encontrado nada, ni noticia alguna. El veinte y siete sali de dicha hacienda dirigiendo mi marcha á la hacienda del Cuzco cruzando el rio San Cristóbal á coger la Sierra de Manantiales, y el Cuzco, llegando al potrero del dicho Cuzco el veinte y ocho á la noche sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. Alli recibi abiso del mayoral del ingenio San Roque para que fuera inmediatamente á dicho ingenio que habian bisto cinco ó seis negros cimarrones; marche inmediatamente el veinte y nuebe llegando aquella noche á una talanquera del mismo ingenio adonde me mantube hasta el amanecer, que acompañado del mayoral del potrero sali registrando todos los puntos que decian pasaban por allí; registre todos los linderos del ingenio su potrero baje á San Nicolas registre todos los linderos; y cruceros que solian pasar, y en todas estas correrias no encontre rastro alguno solo noticias que se habian hido para la Vuelta de abajo por cuya raron me dirigí

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á la Sierra llegando á mi casa el treinta y uno sin haber encontrado rastro alguno. Setiembre El cinco marche con mi partida dirigiendo mi marcha para los ingenios de Sn. Roque, San Juan de Dios pasando á San Nicolas registrando prolijamente la loma de la Gobernadora, y arroyo de Tablones subiendo al cafetal de Gonzalez Larrinaga, ingenio La Begoña, San José, Eligio, y en todas estas correrias no encontre nobedad alguna ni noticia de daño llegando al ingenio de Cruz el doce sin nobedad alguna. El trece segui mi marcha para el ingenio Santa Isabel, y Dominica registre el potrero saliendo al muelle de Cabañas sin haber encontrado nada, segui para el ingenio La Sirena, registrando las orillas del mar sali á Antón Pérez, y hacienda Cabañas, rio de Bermejal llegando á mi casa el diez y ocho sin haber encontrado rastro ni noticia. El mismo día recibi abiso de la hacienda del Brujo que habian matado una baca. El diez y nuebe mande mi partida en cumplimiento de la orden de S. E. á la dicha hacienda llegando á ella el mismo dia. El veinte sali con mi partida y barios de la hacienda haber el parage donde habian matado la baca, 1

Los esclavos no usaban calzado alguno, por lo que las huellas de pies descalzos era una de las pistas seguidas por los rancheadores.

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y lo que encontre fue rastro de gente calzada siendo muy probable fuesen blancos los que la mataron, 1 pues registre con proligidad todas las Serranias de la Hacienda asta el rio Santa Cruz, y solo encontre bestigios de mucho tiempo, por lo que retrocedi mi marcha para la sierra del Rubi adonde llegue el veinte y cuatro: Este mismo dia tube abiso del potrero de las Animas que habian salido cuatro negros armados con sus machetes, marche inmediatamente, y los alcance en la Sierra cogi dos de ellos sanos, y los otros dos hicieron una resistencia tenaz que fue preciso matar uno, y el otro cogerlo grabemente herido de machete habiendo recibido uno de mis soldados dos golpes de las piedras que nos tiraban; cuyos tres se los entregue al capitan de Callajabos, el que bino y reconocido el muerto, el viente y cinco: el veinte y seis descanso. El veinte y siete marche con mi partida dirigiendo mi marcha para San Salbador, registrando el Jatillo de San Juan, ingenio de la Tumba, y no habiendo encontrado rastro ni noticia alguna retrocedi mi marcha para las Lomas Peladas adonde encontre rastro de un negro lo segui y aprendi en la Loma de los Almacigos el treinta, el que entregue al Capitan de Callajabos. Octubre En birtud de la orden y oficio de V.S. marche inmediatamente con mi partida á registrar los puntos y Serranias desde el Cuzco asta San Diego llegando á la hacienda de Santa Cruz el ocho.

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El nuebe junte seis hombres practicos que me facilito D. Manuel Perez hacendado de aquel Partido. El diez sali de dicha hacienda entrando por los paredones del Rio de Santa Cruz registrando la Lomas de la Guachinanga, recalando los resbaladeros, punto donde mataron á Cordero, segui los diaz onze, doze y trece reconociendo las Lomas de Campanarios, Sierra de las Abizpas, Naranjos Dulces; y los del Brujito; nada encontré que indicase Palenque de negros en toda aquella estension. El 14. Descansamos. El 15. Segui registrando las montañas de San Bartolome en direccion al norte dando vuelta asta el rio de Taco Taco; registre la Sierra de los Morejones; Sierra Pelada, los paredones del Rio de Santo Domingo, la Serrania del Toro, la del Mira Cielos, bajando a la inmediacion de San Diego en cuyas operaciones gaste cuatro dias. El 19 retrocedi mi marcha á la vuelta del Sur de las lomas reconociendo las inmediaciones la llanura, llegando el 20 á la hacienda de Santa Cruz. El 21 recibi abiso del Capitan de Candelaria que en el Cafetal San Luis habian robado platanos los cimarrones, ynmediatamente marche con mi partida, y habiendo registrado dicho cafetal y sus inmediaciones no encontre sino rastros biejos como de cinco á siete negros. El 22 segui registrando por los Manantiales, la Loma de Peña Blanca los de la Seyba, la del Mulo y encontre rastro como de cinco ó seis negros con direccion para los ingenios llegando á mi casa el

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viente y cinco sin nobedad alguna. El mismo dia abise a V. S. todo lo ocurrido en mis correrias. El 26 sali siguiendo el rastro de los negros que encontre en la falda; segui asta el ingenio de la Encrucijada adonde perdi el rastro registre todos sus alrededores y no encontre nada. El 27 y 28 registre San Francisco San Nicolas San José y llegue á la Begoña hacer noche sin haber encontrado nada ni noticia. El 29 sali la vuelta de Quiebra hacha asta el muelle de la Angosta, y no encontre rastro ni noticias de daño en todas aquellas fincas de mi transito; retrocediendo mi marcha para la Sierra llegando á mi casa el treinta y uno sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. Noviembre El cinco marche con mi partida dirigiendo mi marcha para la Sierra de Manantiales, registre prolijamente los cafetales de Borsua, ingenio demolido de Cardenas, el cafetal de Mr. Loran, subi la loma del Muerto baje al cafetal de Blén, registre todos sus terrenos saliendo al cafetal de Mr. Felix, y en todas estas correrias no encontre nobedad alguna ni noticia de daño saliendo al dicho cafetal el onze. El doze segui para Manantiales subiendo y registrando barias lomas y cafetales hasta llegar al cafetal de Campos, y no encontre nobedad alguna adonde llegue el catorce.

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El quince dirigi mi marcha para San Blas, y la Seyba registrando los cafetales la Dolores, el de Franquis, el de Castillo saliendo al ingenio de la Seyba el diez y ocho sin haber encontrado nada. El diez y nuebe dirigi mi marcha para Bahia honda bajando por los ingenios de San Francisco Xabier, Santiago, Recompensa, adonde en un crucero me encontre con tres negros, dos de ellos los aprendi prontamente, y me digeron ser de la Recompensa que benian de su comercio, que ellos no eran cimarrones pero que el otro era cimarron, solte dos de mis perros y a la larga distancia dieron con él, y a pesar de la noche obscura llegamos donde estaba, y lo aprendi pero bastante modido de los perros, y en aquella hora lo hice cargar para el ingenio de Santiago que era el mas inmediato; alli dijo ser de D. Gabriel Lombillo, mande buscar el teniente del Partido el que llego, y á poco rato murio el dicho negro según ber V.S. por la certificacion del dicho teniente el dia veinte y tres.2 El veinte y cuatro sali de dicho ingenio, registrando el ingenio de la Luisa, y potrero de San Luis siguiendo por la orilla del mar asta el ingenio La Sierra, y no habiendo encontrado rastro alguno ni noticia me dirigi para la Sierra llegando á mi casa el veinte y siete sin haber encontrado el mas lebe indi2

El certificado firmado por Lucas Villaverde, juez pedáneo del partido de Callajabos dice que «la muerte del citado negro cimarrón había sido causada por la hemorragia que produjo dichas mordeduras situadas en el muslo izquierdo ingle derecha». ANC, Real Consulado, leg. 143, no. 6949.

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cio de cimarrones. El veinte y ocho, marche á registrar los ingenios Sn. Francisco de Alfaro, San Nicolas, subi a la Loma de la Gobernadora haciendo noche en un crucero y no habiendo encontrado nada segui al ingenio de San Juan de Dios, y San Roque registre el potrero del rancho del Ave Maria saliendo al de Santa Teresa, y no habiendo encontrado rastro ni bestigio alguno retrocedi mi marcha para la Sierra llegando a mi casa el treinta sin nobedad alguna. Solo adbierto á V.S. para que V.S. comunique á S.E. que los negros de muchas fincas se comunican incesantemente robando los bueyes y achacando a los cimarrones, como sucedio hoy con el buey de D. Rafael Cruz que habiendome abisado de su robo lo encontre amarrado en cañadon para matarlo; y solo encontre rastros de los negros del dicho ingenio. Diciembre El cinco marche con mi partida dirigiendome mi marcha en cumplimiento de la orden de V.E. á la hacienda del Cuzco registrando los cafetales de Mr. Labori, el Lieberal Mr. Masson saliendo al potrero del Cuzco registrando barias lomas del cafetal del Pinar saliendo a Peña blanca, y el cafetal Dolores sin haber encontrado rastro ni noticia alguna adonde llegue el doce. El trece bajé á registrar la hacienda de Cabañas hasta el mar, registrando el potrero de San Luis, potrero de Bramales, y no habiendo encontrado noticia ni rastro alguno, retrocedi mi marcha para Anton Pérez

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llegando al dicho el diez y nuebe sin nobedad alguna. El veinte segui mi marcha para la Dominica registrando el Ingenio La Sierra, y su Potrero asta el mar saliendo á la Dominica registre todo su potrero asta el Palo Quemado, registre por la costa asta el muelle de Angosta, y no encontre nobedad alguna donde llegue el veinte y cuatro. El veinte y seis marche con mi partida registrando los ingenios de Santo Tomas, Cruz, Balbarena, Eligio, La Begoña, San José, saliendo á San Nicolas sin haber encontrado rastro ni noticia de daño alguno; por lo que segui mi marcha para la Sierra del Rubi donde llegue el treinta y uno sin haber tenido nobedad alguna. 3 1829 Enero Desde el primero de este mes que pasé en casa de V. S. asta recoger mi pagamento pasé á mi casa á reunirme á la cuadrilla y habilitarnos para seguir. El siguiente dia corrí la Sierra del Mulo, y peña blanca, los Resbaladeros, Loma Colorada, la Sierra de los tres Ranchos, la Soledad, y el ingenio de Frias, en cuya correria llegué á cuatro dias. El 5to. Dia prosegui corriendo los ingenios de la Recompensa, San Luis, anton Pérez, Cabañas, las Animas, y la Sierra del Rubi y al fin me recogí á mi casa el dia 3 que era el 8 del mes. Este dia me ofició el Sr. Coronel Dn. Francis3

Hasta aquí los originales del diario se encuentran en el Fondo Real Consulado, leg. 142, no. 6949.

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co Cahappotin para que me reuniese á la cuadrilla del Capitan del Partido de Santa Cruz de los Pinos Don Pedro Torres, á fin de atacar con el, el Palenque de la Sierra escopeta, cuyos pormenores tengo noticiados a V.S. entramos por la Sierra de Faranda, las Galeras, en esta encontramos una ranchería abandonada de 18 bujios, continuamos registrando la Sierra de Fondillos, tambien habia rancheria abandonada con 14 bugios, seguimos hasta el Rio de San Cristobal y subimos la Sierra Quemada la de los Molejones, la de la Luna, llegamos a la hacienda abandonada del Rosario, que es aunde se hallo fatigado el capitan Torres y tubo que bolber al punto de salida acompañandole dos hombres y segui con 18 hombres y el siervo practico Manuel y por fin á las 5 de la tarde llegaron al ponte Escopeta aunde estaba el Palenque y temerosos de que se malograra nuestro proyecto por haber nosotros avistados á una negra ensima una piedra pesar del gran aguacero que nos molestaba, determinamos subir por la unica vereda que hallabamos, y asi que montamos encontramos con una negra quien luego que nos vió prorrumpió en voces alarmantes, á cuyo auxilio acudieron mas de 35 de ellos capitaneados por tres, segun el negro guia, nombrados Madre de Agua, Pacual y Felipe, armados de ferrones lanzas y tres escopetas y en este momento disparé mi trabuco cargado con onze balas y di voz para que descargaran sobre ellos logrando por resultado que los dispersaramos arrojándose por un precipicio aunque no me queda duda se estropearían muchos cu-

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yos resultados deben haber perecido algunos infelices y los restantes amedrentados y errantes es factible queden escarmentados para que se reu-nan llegando á este momento, la obscuridad de la noche acompañada del mal tiempo nos impidio su persecusción y reconocimiento del precipicio, por lo que determinamos guarecernos en los bugios mientras la claridad del dia nos favorecía y haci que nos amaneció reconocimos el Palenque y el precipicio en cuanto la escabrosidad del terreno nos facilitaba; y hallamos en el primero 3 farrones una porción de carne hedionda y gran número de guiros conteniendo manteca, todo lo que se condenó á las llamas junto con los bujios; y en el precipicio encontramos el cadaver de una negra y una multitud devestigios de sangre, todo cuanto comunique inmediatamente al capitan Torres para que saliera á los cruceros ó recaladeros á fin de impedirles su paso á los ingenios y yo tambien continué en lo mismos durante ocho dias que era el 16 del mes. El 17 llegué á mi casa y subsecuentemente pasé á la de V. S. á comunicarle cuanto habia ocurrido. El 19 bolvi á mi casa habilitarme y reunirme con la cuadrilla. El 20 sali a contuinuar registrando los cruceros de la loma del Mulo, Cuchillas altas, las lomas de los Almacigos, la Pelada, la Puerca, las orillas de los ingenios del Rosario, San Isidro, San Nicolas, el arroyo Tablones, la loma gobernadora. la Encrudijada, San Francisco de Alfaro el ingenio del Sr. Don Antonio Duarte, el 26 bolví á casa aunde encontre un

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oficio de V.S. en virtud del cuyo contenido pasé a San Cristobal de los Pinos á reunirme á la cuadrilla del capitan de aquel Partido. El 27 solicite por el Capitan en su casa y no me pudieron dar razon de el y en virtud de que V.S. me advertia que la reunion era para perseguir á los negros que robaron 50 racimos de platanos en el cafetal de Dn Pascual Pluma, pasé allí recorrí sus inmediaciones y solo encontré rastros biejos y regrese para la loma del Abra de Muenga, la del Muerto, cuchilla de Plata, los Granadillales, la Castaña, y al fin del mes llegué en su casa aunde llegue sin nobedad que las que comunico a V.S. Febrero 4 El cinco marche con mi partida, dirigiendo mi marcha, en cumplimiento de la orden de V.E. á la hacienda del Cuzco, registrando los cafetales de Mr. Labory, el Liberal, Mr. masson saliendo al potrero del Cuzco, registrando varias lomas del cafetal del Pinal, saliendo a Peña Blanca, y el cafetal de Dolores sin haber encontrado rastro ni noticia alguna, á donde llegué el doce. El tres bajé á registrar la hacienda de Cabañas hasta el mar registrando el potrero de San Luis, ingenio Recompensa, Santiago, Nueva Concepción, La Luisa, potrero Bramales, no habiendo encontrado 4

A partir de esta fecha se produce un cambio de caligrafía en el diario, lo que debió responder a un cambio de la persona que redactaba los informes de José Pérez Sánchez.

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noticia ni rastro alguno retrocedi mi marcha para Anton Perez llegando al dicho el diez y nueve sin novedad alguna. El veinte segui mi marcha para la Dominica, registrando el ingenio La Sirena, y su potrero has[ta] el mar, saliendo á la Dominica; registre todo su potrero hasta Palo Quemado; registre por la costa hasta el muelle de Langostas, y no encontre novedad alguna á donde llegué el viente y cuatro. El veinte y cinco descansé. El veinte y seis marche con mi partida registrando los ingenios Santo Tomás, Cruz, Balbanera, Eligio, la Begoña, San José, saliendo a San Nicolas, sin haber encontrado rastro ni noticia de dueño alguno, por lo que segui mi marcha para la Sierra del Ruby á donde llegué el dia veinte y ocho sin haber tenido novedad alguna. Marzo. El 3 comensamos á recorrer la Sierra del Mulo, el Mogote Rubi, las orillas de los mares de Cabañas, ingenio de Rojas, el ingenio de Don Antonio Duarte y las encrucijadas cuyo termino llegamos el 8 del mes en que nos retiramos á casa. El 9 avisó el hijo de Madama Yu Dn. Gaspar, que sus negros habian visto dos cimarrones y que pasara allá donde acudi el mismo dia y habiendo recorrido muy detenidamente pude aberiguar que no eran cimarrones, y que eran los ladrones de una finca de la vecindad, y continue registrando, pase al cafetal Hermita; a Buena Vista, Puble, ingenio del Rosario, cafetal de Don José Rubio, e incontinen-

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temente llegué a mi casa en correría, llegué y demoré hasta el 13. Inmediatamente que llegué a ella recibi oficio del Sr. Conde de la Reunion en que me decia pasace al ingenio de id. Begoña aunde acudi prontamente a recibir las ordenes de aquel Sr. permanecí en el un dia en que se presentaron los 10 negros que estaban errantes, con solo intimarles yo les hiba á perseguir alli, luego recibi el oficio de V.S. en que me ordenaba le aguardase en mi casa por lo que regresé á ella el 14 á las 4 de la tarde; aunde ya me estaba V.S. aguardando. Desde este dia andubimos operando juntos, segun sabe V. S. hasta el 21 en que V.S. regresó a mi casa, yo quedé enfermo en San Diego de los baños, aunde permaneci 4 dias; que era el 21 del mes, en que regrese a mi casa. A los dos dias de mi llegada que era 23 sali para los cruceros del Mulo, y Rubi, con el fin de ver si se observaban por allí los negros que espantamos en el monte majagual y no habiendo por de pronto encontrado nada, continue hasta el 31 del mes pero nada se halló. Abril. Desde el dia primero de este mes que pasé á la casa de V.S. á buscar mi pagamento y el de mi partida hasta el cuatro que la equipe de todo lo necesario, no ha habido novedad alguna en todos los puntos encargados. Dia 5. Marché con mi partida dirigiendome en cum-

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plimiento de la orden de S.E. á la hacienda del Cuzco, registrando á los cafetales de Mr. Labory, el Liberal, Mr. Mapson, salieron al potrero del Cuzco, registrando varias lomas, el cafetal de Pinal saliendo Peña blanca y cafetal Colores sin haber encontrado rastro ni noticia alguna, a donde llegué el doze. Id 13.Bajé á registrar la hacienda de Cabañas, ingenio Recompensa, Santiago, Nueva Concepcion, La luisa, potrero de Bramales, y no habiendo encontrado noticia ni rastro alguno, retrocedi mi marcha para Anton Perez llegando á este el diez y nuebe sin novedad alguna. Id 20.Marché para la sierra del Ruby y por su crucero bajé á mi casa registrandolo todo á donde llegué el veinte y tres. Id.23.Sali de mi casa á auxiliar el capitan de este Partido Don Cecilio de la Cruz por aviso que me dió con su hijo para el ingenio Sn. Roque de la propiedad de Dn. Xabier Pedroso, para ir á coger un negro que se comunicaba con los cimarrones, el que cogió con cera y brugerías y confesó ser cierto que tenia comunicacion con dichos cimarrones y que era de la propiedad de D. Tomás García que le vendía polvora y balas á dichos negros, que la cera la feriaba en Guanajay en donde se habilitaba de polvora y balas, de todas especies, de ropa y de todo lo demas que pudieran ellos necesitar. Despues de concluido todo esto, segui en persecucion de ellos y habiendo encontrado dos mas, solo

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se pudo coger á uno que dice llamarse Modesto de nación carabali, de la dotación del Ingenio San Roque ya referido á quien le quité un ferron, una pistola de bronce cargada y un estilete como de media vara con el que mató un perro y mal hirió cinco mas, no habiendo recibido dicho negro mas que unas mordidas de los perros muy leves 5 . Ambos negros los encontré en los terrenos del ingenio los Jovos, habiendo confesado el preso llamarse su compañero Madre de Agua6 y que llebaba una escopeta, al que segui para ver si lo podia 5

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Las armas ocupadas a este cimarrón demuestran el carácter aguerrido de las cuadrillas de cimarrones. Es de notar que en una comunicación adjunta al diario se ofrecen otros detalles sobre el armamento que portaba. Del herrón, se aclara que eran dos, y uno consistía en un «herron empatado en un palo de tres varas de largo» (lanza); de la pistola se dice que estaba cargada y tenía «cañon de bronce de mayor calibre» y tenía además una «hoja ancha» (machete calabozo) sin cabo. ANC, Real Consulado, leg. 150, no. 7450. «Madre de Agua» es el nombre de una deidad bantú que representa el mar y su fuerza incontenible, por lo que el apodo respondía posiblemente a que el cimarrón era un iniciado en este fundamento. La importancia de este capitán de cuadrilla de cimarrones era tal que su no captura fue utilizada por las autoridades locales para solicitar la sustitución de José Pérez Sánchez, según consta en una correspondencia adjunta al diario. El primer encuentro de José Pérez Sánchez con «Madre de Agua» se había producido en el mes de enero de ese mismo año, en el palenque de la elevación identificada por los negros como Monta Escopeta, según la anotación correspondiente a ese día.

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alcanzar ó á algunos otros, y no pude conseguirlo, habiendo registrado las orillas del Ingenio San Nicolás, el cafetal de Eligio, digolas orillas, ingenio San Miguel. La Encrucijada, potrero la Dominica, el sitio Las Cañas, las orillas de los montes del muelle de Cabañas, los que registré, con interes por ver si podría aprender algun sospechoso á causa de la desgraciada muerte que le infirieron al D. Pedro Perdomo y no habiendo tenido noticia, pasé á Anton Perez registrando los cruceros de los cimarrones y creo puedan dichos cimarrones haberse ido para abaxo, de donde pasé a mi casa, donde llegue el primero de este sin novedad alguna. Mayo Dia 4.Marché con la partida dirigiendo mi marcha en cumplimiento de la orden de V.S. á la Hacienda el Cuzco, registrando los cafetales de Mr. Lavory, el Liberal, Mr. Majson, saliendo al potrero del Cuzco, registrando varias lomas, el cafetal el Pinal saliendo á Peña blanca y el cafetal de Dolores sin haber encontrado rastro ni noticia alguna donde llegué el doce, solo algunos restos biejos que se dirigian para abajo. Id.13.Pasé á registrar la Hacienda de cabañas hasta el mar registrando el potrero San Luis, Ingenio Recompensa, Santiago, Nueva Concepción, la Luisa, potrero de Bramales, y no habiendo

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encontrado noticia ni rastro alguno, retrocedí mi marcha para Anton Pérez, llegando á esta el diez y nueve sin novedad alguna. Id.20.Segui la marcha para la Dominica registrando el Ingenio la Sirena y su potrero hasta el mar saliendo á la Dominica registré todo su potrero hasta Palo Quemado; registre por la costa hasta el muelle de Langosta, y no encontré novedad alguna á donde llegue el veinte y cuatro. Id.25.Descansé. Id.26.Marché con mi partida registrando los ingenios de Santo Tomás, Cruz, Eligio, la Begoña, San José, saliendo á San Nicolas sin haber encontrado rastro ni noticia de daño alguno, por lo que segui mi marcha para la Sierra del Ruby, á donde llegué el treinta y uno sin haber tenido novedad alguna. Junio. Dia.5.Marché con mi partida dirigiendo mi marcha en cumplimiento de la orden de V.S. á la hacienda el Cuzco, registrando los cafetales de Mr. Lavory, el Liberal, Mr. Mapson, saliendo á Peña blanca y cafetal Dolores registrando varias lomas, el cafetal el Pinal saliendo á Peña Blanca y el cafetal de Dolores sin haber encontrado rastro ni noticia alguna á donde llegué el doce. Id.13.Bajé a registrar la Hacienda de Cabañas, hasta el mar registrando el potrero San Luis, ingenios Recompensa, Santiago, Nueva Concep-

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ción, la Luisa, potrero de Bramales, y no habiendo encontrado noticia ni rastro alguno, retrocedí mi marcha para Anton Pérez, llegando el diez y nueve sin novedad alguna. Id.20.Segui la marcha para la Dominica registrando el ingenio la Sirena y su potrero hasta el mar saliendo á la Dominica registré todo su potrero hasta Palo Quemado; registre por la costa hasta el muelle de Langosta, y no encontré novedad alguna á donde llegué el veinte y tres. Id.23.En este dia por la noche recibí un oficio de la misma fecha del Comandante de Armas de Bahía-honda Dn. Antonio Marquez y Dominguez para que persiguiera los presos criminales presidiarios el negro Roberto Herera y el chino José Nazario que habian fugado de los trabajos de aquel puerto segun consta en dicho oficio que conservo. Id.24.Sali con mi partida en solicitud de los referidos presos registrando toda la costa del Norte hasta el muelle de Cabañas donde supe había en mi casa un oficio de V.S. donde me dirigí é impuesto de su contenido marché al momento á darle cumplimiento al oficio de V.S. llegando á Candelaria el veinte y nueve donde hice noche por tener los perros muy estropeados.7 7

En esta fecha, el coronel Francisco Chappotín solicitó nuevamente la sustitución del capitán de rancheadores José Pérez Sánchez bajo el argumento de que su gestión era nula, pues las lomas estaban llenas de «negros con trabucos, pistolas y escopetas». ANC, Real Consulado, leg. 150, no. 7450.

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Id.30.Sali con el capitan de Candelaria Dn. Pedro de la Torre. Julio. Desde el dia siete del corriente que pasé a la casa de V.S. á buscar mi pagamento y el de mi partida, hasta el nueve que la equipé de todo lo necesario, no ha ocurrido novedad alguna en los puntos encargados. Dia 9.Salí con mi partida por los cruceros de la loma el Mulo y el Cuzco registrando las orillas del cafetal de Mr. Boncourt, Lavory, El Liberal, el ingenio de Dn. Antonio Pascual, cafetal el Pinal, el cafetal de dn Federico Spingles, la Sierra de Peña blanca, las orillas del cafetal de Dn. Francisco Campos y de aqui no habiendo encontrado rastro ni tenido noticia alguna retrocedí á mi casa á donde llegué el catorce por la madrugada. Id.15.Salí con mi partida registrando los cruceros de la Sierra el Ruby, potrero las Animas, Cabañas, San Luis, la Recompensa, ingenio Santiago sin haber encontrado noticia ni daño alguno de los negros, donde tube noticia de hallarse en mi casa dos hombres y regresé á ella el diez y ocho. Id.19.Aprehendi en mi casa la persona de Dn. Francisco Rey, el que remití á V.S. el mismo dia, habiendo solicitado el compañero que con el ándaba y del que di parte á V.S. y no pudimos en aquel momento encontrarle rastro, y si al

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dia siguiente aprendí la persona de que Dn. Jorge Villar en el momento el que había fugado í la llegada de los otros desertores, el que remití a V.S. Id.21.Sali con mi partida en persecucion del dicho desertor D. Manuel Iglesias y despues de cinco dias de trabajo lo aprendimos en el Rio del brujo labando su ropa, él que remití a V.S. el veinte y seis mismo. Id.27.Sali registrando las orillas del ingenio de Duarte adquiriendo noticias de los negros, cruzando á Santa Isabel, ingenio San José, San Nicolás, San Roque, San Isidro, sin haber encontrado rastro alguno y si noticias de que don Jacinto González se le habian presentado parte de los negros que tiene fugitivos, regresando a mi casa el treinta y uno. Agosto El cinco marcho con mi partida en cumplimiento de la orden de S.E. dirigiendo mi marcha para la hacienda el Cuzco, y Manantiales, y habiendo llegado al asiento del Cuzco, el ocho por la mañana, recibi abiso del mayoral del cafetal Ermita D. Ynocente Basquez de que los negros se le habian amotinado; retrocedi inmediatamente marcha precipitada, y llegue con mi partida como a las dos de la tarde, adonde con mi presencia se aquieto el alboroto prendiendo los cabezas, y recogiendo los que habian fugado.

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Inmediatamente oficié al capitan del partido para que tomase conocimiento de lo ocurrido, el que mandó su teniente, y habiendole entregado los negros presos me retire con mi partida para seguir la marcha que emprendí al cumplimiento de S.E. según berá V.S. por la adjunta certificacion de dicho teniente del dia nuebe. El diez recibi oficio del ante dicho teniente pidiendome auxilio con mi partida por haber preso cinco negros mas de aquella dotacion, por haberlos encontrado reos, y no tener donde asegurarlos; sali inmediatamente, adonde me mantube asta el doce que oficie á V.S. lo ocurrido en dicho cafetal. El trece recibi la contestacion de V.S. adonde me prebiene me mantubiese con obserbacion de los del dicho cafetal afin de aberiguar si tenian comunicación con los del monte, ó apalencados, alli me mantube asta el diez y ocho en la tarde, que biendo se habian castigado los hechores, y no haber habido mas mobimiento; sali marchando para la Sierra llegando á mi casa á tomar probisiones. El diez y nuebe descanse. El veinte marche con mi partida en cumplimiento de la orden de S.E. la vuelta del Norte por los Ingenios San Francisco Xabier, Santiago, Recompensa, la Luisa, asta el mar, y playa de Boquerones, y no habiendo encontrado noticia alguna de daño, retrocedí mi marcha para la Sierra llegando al pie de peña blanca el

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veinte y seis sin haber encontrado rastro alguno ni noticia. El veinte y siete recibi noticia que los negros que faltaban en el ingenio San Fancisco Xabier se habian presentado huyendo de mi partida. El veinte y ocho aprendi un negro cimarron en la falda de la loma del Mulo, y dice ser de la Habana el que en tregué al Capitan de Callajabos segun recibo. El veinte y nueve subi la Sierra del Rubi bajando al potrero del mismo y el potrero de las Animas, y no habiendo encontrado rastro ni noticia alguna, segui mi marcha para mi casa adonde llegue el treinta y uno sin nobedad. Setiembre El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S.E. la vuelta de la Sierra de Peña Blanca del Norte atravesando asta el mar, y playa de Boquerones, y en las fincas de mi transito no encontré nobedad alguna llegando al potrero de la Ortigosa el trece sin nobedad alguna. El catorce retrocedi mi marcha para la Sierra haber si lograba encontrar algun rastro en los cruceros de Naranjo dulce, loma del Muerto, las Peladas, y el Mulo, y no encontré el mas lebe bestigio de cimarrón, ni noticia de daño alguno llegando al yngenio demolido de Cardenas el veinte sin nobedad alguna. El veinte y uno segui mi marcha por los ingenios del Sr. de la Casa Ramos, Santa Rosalia, la Tumba, Santo Cristo, San Roque, San Juan de Dios,

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San Nicolas, loma de la Gobernadora, arroyo tablones saliendo al ingenio de Eligio el veinte y siete sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El veinte y ocho seguí mi marcha por el ingenio La Begoña, Balbanera; Santo Tomas, y la Angosta y habiendo registrado prolijamente todas las partes dichos no encontre nobedad alguna retrocediendo mi marcha para la Sierra adonde llegue al Rubi el treinta en la noche sin nobedad. 8 Octubre. El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S.E. la vuelta del Norte registrando prolijamente la Sierra del Rubi, y no habiendo encontrado bestigio alguno de cimarrones, segui mi marcha para la costa de Bayahonda llegando al ingenio Peña el Ber 9 de D. Joaquin Gomez el dies sin haber encontrado nada, ni noticia de daño. En consequencia de esto: retrocedi mi marcha el onze para las Sierras del Aguacate, Brujo, y Hacienda de Camarones, y en todas estas correrias no encontré nobedad alguna llegando al cafetal de Polier el diez y ocho sin nobedad alguna. El diez y nueve descanse. El veinte segui mi marcha para Manantiales re8

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La principal desventaja de esta cuadrilla es que al transitar todo el tiempo en caballos, el acceso a los lugares resultaba limitado, ya que se veían obligados a tomar veredas o caminos transitables para bestias, mientras los cimarrones corrían por todos los accidentes del terreno. Ingenio Peñalver.

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gistrando todas las Sierras asta bajar al cafetal de Dn. Francisco Campos adonde llegue el veinte y tres sin haber encontrado rastro ni noticia alguna de cimarrones. El veinte y cuatro recibi abiso de que en el Cuzco, cafetal de Don Florimon Masson habian visto cruzar por alli el dia antes seis negros con jerrones y machetes; inmediatamente marché a marcha precipitada á saber lo cierto, y ber el mejor, y mas pronto modo de alcanzarlos. Y ahbiendo llegado á los linderos del dicho cafetal solo encontre rastro como de dos á tres negros, los que segui asta que me cogió la noche en la cumbre de la Loma del Mulo; en toda aquella noche no hubo nobedad alguna, haciendo guardia haber si lograba ohir con el silencio de la noche algun murmullo. Al amanecer segui el rastro de los negros, y les bine dar alcance al Babiney de la Jagua donde aprehendi dos negros que dijeron ser del cafetal del Pinar; los que entregue al Capitan de Callajabos el veinte y siete sin otra nobedad. El veinte y ocho descanse en mi casa. El veinte y nuebe marche la vuelta de Anton Pérez que decian había algun cimarron y habiendo registrado prolijamente toda aquella hacienda no encontre no solo ratro, ni el arrendatario de aquella hacienda no habia sentido daño alguno; por lo que regrese á mi casa el treinta y uno en la noche sin nobedad alguna. Noviembre. El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de V.S. la vuelta del Norte registrando

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prolijamente la Sierra del Rubi: hacienda de Cabañas hasta el mar registrando los ingenios de la Erradura nueva y vieja, y en toda esta romeria no encontre bestigio alguno de cimarrones llegando á Cabañas de Abajo del doce. El trece segui la vuelta de los ingenios de Bahiahonda, Santiago, Lombillo, San Juan de Dios, Nazareno de Arozarena belando en las encrucijadas de los caminos, y no encontre negro alguno cimarron por lo que retrocedi mi marcha para la vuelta de afuera el veinte sin haber encontrado nada. El veinte y uno subi la Sierra de Peña blanca, registré su cumbre y falda, de Norte a Sud no habiendo encontrado cosa alguna me dirigi a la vuelta de Manantiales pasando el potrero del cuzco al Crucero de Naranjo Dulce donde hice noche el veinte y cuatro, sin encontrar rastro ni noticia de cimarron alguno en todas las fincas de mi transito. El veinte y cinco retrocedi mi marcha la buelta de la hacienda de San Juan de Contreras, subiendo la loma del muerto, y Taburete registrando prolijamente todos aquellos alrededores, no encontre el mas lebe bestigio de Cimarrones; retrocediendo mi marcha para la Sierra del Rubi donde aprendi un negro en la falda de dicha Sierra (cimarron) no quiso decir quien era su amo, el que entregue al Capitan de Callajabos; llegando á mi casa el treinta sin otra nobedad. Diciembre. El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de V.S. a la vuelta del Norte subiendo la Sierra del Rubi adonde pasando por una bereda que baja á la

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hacienda de Cabañas me encontre un mensagero que me traia un oficio del Capitan de Boluntarios del Partido de Bahiahonda; para que á la mayor brebedad, y lo mas pronto posible pasase á su ingenio pues de los ingenios vecinos se habian fugado algunos negros, y estos habian robado dos Bueyes, y cochinos. En aquel momento, y sin detenerme en parte alguna marche á paso acelerado por caminos estrabiados para no ser bisto de los negros de aquellas fincas,10 para ber si lograba prenderlos, llegando al ingenio las Mercedes del enunciado capitan Don Melchor González Moreno como á la una de la noche del dia seis. Habiendo amanecido pregunté el rumbo ó paradero habian robado los bueyes; y informado sin detenerme un momento marché con mi partida á una ensenada orilla del mar, á darles el ataque, y habiendo registrado toda la ensenada, y sus alrededores solo encontré bestigios que habian estado, y á mi regreso encontré la noticia que aquella noche se hanbian presentado en sus casas con padrino huyendo de mi batida. Alli me mantube tres dias en axpectativa haber si bolbia haber algun mobimiento, 10

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La visita de la cuadrilla de rancheadores a los ingenios y cafetales estaba dentro de los encargos oficiales «para por este medio amedrentar a los siervos», según una carta adjunta al diario de primero de enero de 1830. Pero como los rancheadores sabían de la existencia de comunicaciones entre las dotaciones de esclavos de las haciendas y los cimarrones, decidieron variar la táctica en este caso. Durante la llamada «fiesta de Reyes Magos» los esclavos tenían licencia para reunirse y festejar. Durante los festejos, los esclavos vestían trajes típicos, bailaban y se reunían en familias y grupos étnicos. Por esto, los cimarrones y apalencados se acercaban a las haciendas para fin de año.

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y habiendo quedado tranquilas aquellas fincas, segui mi marcha para la Sierra el diez sin novedad. El onze subi la Lomas de Peña Blanca del Norte registrando prolijamente su cumbre y falda y no habiendo encontrado bestigio alguno de cimarron, segui á registrar los cruceros de la Sierra haber si los de la Vuelta abajo cruzaban para los ingenios por estar proxima la Pascua,11 y en estos dias solian benir desde Naranjo Dulce asta la loma del Mulo me mantube asta el diez y siete, y no habiendo encontrado nada segui la buelta del Rubi llegando á mi casa el veinte sin mas nobedad. El veinte y uno descanso. El veinte y dos, marche con mi partida, la vuelta de los ingenios San Francisco de Alfaro, San Nicolas, San Miguel de Garonda, y habiendo rondado en los caminos, y guardarrayas no encontré cimarron alguno. Estando en el ingenio San Miguel al manecer el veinte y cuatro; recibi un oficio del Capitan pedaneo de Callajabos en que me pide auxilio con mi partida para ber si lograba aprender algunos indibiduos que en las tierras que llaman el Jobo se aparecian hombres armados: Inmediatamente marché con mi partida donde me citaba, y marchando para aquel destino, adonde como á media noche aprendimos un mulato y un negro libres, los que fueron conducidos á la prision casa del enunciado Capitan el veinte y cinco. El veinte y seis marche con mi partida la vuelta del ingenio Santa Isabel, y Dominica, saliendo al muelle de Cabañas el veinte y siete en la tarde, cuyo capitan pedaneo me dijo lo auxiliase aquella noche lo que berifique; El veinte y ocho en la tarde retrocedi

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mi marcha para la Sierra sin nobedad alguna, llegando á mi casa el treinta sin haber encontrado rastro ni noticia de daño en todas las fincas. 1830 Enero El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de V.E. la vuelta del Norte subiendo la Sierra del Rubi, y habiendo registrado su falda, y cumbre no encontre el mas lebe bestigio de cimarrones, siguiendo mi marcha por la hacienda de Cabañas saliendo a los linderos del ingenio Recompensa, y Santiago y no habiendo encontrado rastro ni noticia alguna segui la vuelta de Boquerones, y playa asta, el potrero La Ortigosa adonde hice noche en una talanquera, el doce sin haber encontrado nada. El trece retrocedí mi marcha para la Sierra dirigiendola para Manantiales registrando las Lomas de la Soledad, la del Muerto, Naranjo Dulce y otras varias, y en todas estas correrias no encontre nobedad alguna ni noticia de daño en todas las fincas de mi transito aliendo al cafetal de Dn. Francisco Campos el diez y nuebe sin nobedad alguna. El veinte retrocedi mi marcha para los ingenios registrando el portrero del Cuzco, Loma del Mulo, las Peladas bajando por la loma del Jatico al ingenio del Rosario adonde llegue el veinte y cuatro sin haber encontrado nada. El viente y cinco segui la vuelta del ingenio San Nicolas registrando sus orillas, y terrenos de San Roque, baje por los Tablones las orillas del ingenio La

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Begoña y San José de la Rinaga y no habiendo encontrado cosa alguna ni noticia de daño segui por San Miguel de Garonda al ingenio Encrucijada adonde llegue el treinta sin nobedad alguna. El treinta y uno me dirigi al potrero del Rubi pasando por el ingenio de Don Antonio Duarte y Cenea y no encontre nobedad alguna: llegando hacer noche á mi casa. Febrero El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de V.E. la vuelta del Norte subiendo la Sierra del Rubi, y habiendo registrado los cruceros no encontre bestigio alguno de cimarrones. Siguiendo mi marcha por la hacienda de Cabañas asta el mar registre los linderos del ingenio La Sirena, y no habiendo encontrado noticia alguna de cimarrones retrocedi mi marcha para los ingenios de la Dominica llegando hacer noche en el ingenio Santa Isabel adonde llegue el once sin haber encontrado nada. El doce segui la marcha orillando la Costa y por Palo Quemado hasta el ingenio de barela adonde recibi un oficio el catorce del mayoral del ingenio San Juan de Dios, de la propiedad del Sr. Conde de Buena bista, en que me participaba habian fugado ocho negros de aquel ingenio. Inmediatamente marche dirigiendome aquel ingenio recibiendo la noticia en el camino que eran muchos los negros que se habian fugado de barios ingenios vecinos, y que estos se habian reunido. El diez y seis oficie al Sr. Coronel Don Francis-

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co Cappotain dandole noticia de esta ocurrencia: lo mismo hice con el capitan de Callajabos para que me auxiliase con doce hombres para el ataque. Sali del ingenio con la reunion que hice asta diez y seis hombres, y al mismo tiempo mande espias amenazandoles que si no se presentaban los trataria con todo el rigor. Y habiendome bisto salir en su persecucion el diez y ocho (que hasta entonces me mantube esperando se presentasen) corriendo se les presentaron á sus amos huyendo de mi partida. De lo que el veinte oficié al Sr. Coronel Don Francisco Chappotain habian quedado aquellas fincas tranquilas; y yo me mantube en aquellos alrededores en aspectacion asta el veinte y cuatro; que sin nobedad alguna me dirigi para la Sierra. El viente y cinco llegue al potrero del Rubi. El veinte y seis marche por la cumbre de la Sierra registrando asta el rio del Bermejal, y loma del Mulo, y no habiendo encontrado rastro ni noticia alguna de cimarrones bajo por las lomas Peladas llegando á mi casa el veinte y ocho sin novedad alguna. Marzo El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de V.E. la buelta del Norte subiendo la Sierra del Rubi registre prolijamente los cruceros de ella, y no habiendo encontrado rastro alguno, retrocedi mi marcha para los ingenios San Roque, San Juan de Dios, Jobo, San Juan Bautista, Eligio, San José de la Rinaga, y en todas estas fincas de mi transito no encontre novedad alguna por lo que me dirigi

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para la Sierra el quince sin mas nobedad. El diez y seis marche con mi partida la vuelta del Cuzco, y Manantiales, y cruzando por el camino del ingenio La Seyba recibi un oficio el diez y nuebe del administrador del ingenio San Francisco Xabier de la propiedad de Don Juan Montalbo en que me decia habian fugado diez y seis negros de aquella dotacion, y diez del ingenio La Recompensa, y que a la mayor brebedad fuese en su persecución. Inmediatamente y á la marcha redoblada me dirigi aquel ingenio adonde llegue el viente; allí me mantube dos dias esperando, se presentarian á mi llegada, y no habiendolo berificado; salí el veinte y tres en su persecucion, y habiendo registrado barias lomas, y arroyos de aquella finca no encontre rastro alguno de ellos; en aquella noche me puse de guardia en un crucero, y como despues de media noche senti un ruido á larga distancia; adonde me dirigi lo mas pronto posible, y habiendo llegado aquel punto salieron de huida y con mucho trabajo pude aprender á uno de ellos con mis perros de los del ingenio San Francisco. El veinte y cuatro se presentaron entre los dos ingenios once, muy probable huyendo de mi partida. El viente y cinco marche la vuelta de la costa asta el mar registrando las orillas del ingenio Santiago, Recompensa, su potrero de San Luis; la nueva Luisa; Bramales segui la costa asta Boquerones, y no habiendo encontrado rastro alguno ni noticia retrocedi mi marcha para la Sierra, llegando al ingenio de Lombillo el veinte y nuebe, sin haber encontrado el mas lebe bestigio de ellos. El treinta segui

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mi marcha registrando el cafetal perdido la Soledad, hasta Peña Blanca y no habiendo encontrado rastro ni noticia alguna segui la vuelta del Rubi llegando á mi casa el treinta y uno sin mas nobedad. Abril El cinco recibi un oficio del Capitan Pedaneo de Callajabos en el queme decia lo auxiliase con mi partida para registrar las orillas del ingenio del Rosario, y orillas del ingenio del Rubi pues decian habian encontrado una cuadrilla de negros, marche inmediatamente con mi partida al punto donde me cito, y habiendome reunido con él, y otros varios hombres que habian reunido; seguimos á registrar los puntos antes dichos; andubimos todo el día cinco y seis, registrando prolijamente hasta el pie de la Sierra del Rubi, y solo encontramos rastro de dos negros como de dos á tres dias habian pasado por un crucero, por lo que se retiró el capitan con su gente y yo segui á casa con mi partida para salir á cumplir la orden de S.E. El siete recibi un oficio del administrador del ingenio San Fracisco Xabier de la propiedad de Don Juan Montalbo en el que me anuncia se habian fugado de aquel ingenio veinte y dos negros. Marcho inmediatamente con mi partida, llegando como á las ocho de la noche aquel ingenio del mismo dia; alli me informe los negros que eran, y al otro dia muy temprano sali en busca de ellos, dandole un circulo al ingenio y sus trillos, no encontré sino rastro viejo, hice noche en un crucero, y no encontré nada em toda aquella noche.

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El nuebe segui registrando las orillas del ingenio Santiago y ingenio Recompensa; registré prolijamente el potrero de San Luis y orillas del ingenio La Luisa, y no encontré rastro alguno, por lo que retrocedi mi marcha para el mismo ingenio San Fracisco. No habiendo encontrado rastro ni noticia de ellos, trate de buscarlos dentro de los Bojios de los mansos, y hubiera logrado aprenderlos como pense, si no hubiera recibido un abiso, de parte de ellos, que fuera yo solo á los bojios que ellos querian que fuese yo su padrino, y que se me presentarian. Efectivamente como á las nuebe de la noche del dia trece fui á los bojios de donde salieron y se me incaron diciendome fuese yo su padrino; llebandolos por delante á su administrador todos los veinte y dos que faltaban. El catorce descanse. El quince marche con mi partida dirigiendo mi marcha en cumplimiento á la orden de S.E. la vuelta de Peña Blanca y habiendo registrado su cumbre y falda no encontre rastro alguno por lo que me dirigi á la hacienda el Cuzco adonde llegue el diez y nuebe sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El veinte segui mi marcha con direccion á los ingenios pasando por el Crucero de Naranjo Dulce á fin de ber si habian pasado para fuera los de la buelta abajo, y no encontré el mas lebe bestigio, siguiendo para la Sierra del Rubi llegando á mi casa á buscar probisiones el veinte y seis sin nobedad alguna. El veinte y siete marche con mi partida á registrar los ingenios de San Roque linderos de San Juan de Dios y San Nicolas registrando la Loma de la Go-

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bernadora arroyo de tablones, y no habiendo encontrado rastro ni noticia alguna de cimarrones; retrocedi mi marcha para la Sierra llegando á mi casa á las once de la noche del dia treinta sin nobedad alguna. Mayo El cinco recibi un oficio del administrador del ingenio San Francisco Xabier escrito fecha 3 en que me dice volbian los negros á fugarse á causa de hacerlos trabajar y que fuera á perseguirlos, como efectivamente marche con mi partida con direccion al dicho ingenio adonde me informe habian huido en aquel dia diez y ocho, segui el seis registrando las orillas del ingenio y no pude encontrar nada. El siete pase á registrar las orillas del ingenio Santiago, y Recompensa y no encontre noticia alguna. Seguidamente dirigi mi marcha para la costa del mar registrando Brámales asta Boquerones, y no encontre el mas lebe bestigio de ellos; segui la orilla de la costa asta el ingenio nuebo de Don Grabiel Lombillo la Nueba Concepción, y en toda esta correria no encontre noticia alguna de ellos; por lo que retrocedi mi marcha para el mismo ingenio San Francisco adonde llegue el doce sin haber encontrado nada. El trece me mantuve en el ingenio á la espectatiba por ber si lograba se presentasen ó adquirir noticias. El catorce marche en cumplimiento á la orden de V.S. á la buelta de Peña Blanca del Norte registrando la Soledad, Camarones, saliendo al Aguaca-

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te, adonde recibi un abiso del mayoral del ingenio San Francisco Xabier en que me decia se habian presentado los negros, y que solo quedaban seis o siete, que benian huyendo de mi partida; segui mi marcha registrando barias lomas y Sierras del Brujo, asta salir al cafetal de Polier adonde llegue el viente y dos sin haber encontrado rastro alguno ni noticia de cimarrones. El veinte y tres sali de dicho cafetal dirigiendo mi marcha para la hacienda del Cuzco pasando por los cafetales Dolores, el Aleman. el Don Alejandro Sanchez saliendo al potrero del Cuzco sin haber encontrado rastro ni noticia alguna, el veinte y cinco. El viente y seis segui mi marcha dirigiendome para los ingenios pasando por el cafetal de Mr. Masson subiendo la Loma del Mulo baje por las Lomas Peladas al ingenio del Rosario adonde hice noche el veinte y siete sin haber encontrado noticia ni rastro alguno. El veinte y ocho segui mi marcha para los ingenios de San Roque, San Juan de Dios registre prolijamente las orillas de estos ingenios sin ser visto de la gente de ellos, haber si lograba coger alguno y no encontré nobedad alguna, por lo que segui el treinta registrando el ingenio San Nicolás, San Francisco de Alfaro y cafetal de los ingenieros y no habiendo encontrado rastro ni noticia segui para el Rubi llegando á mi casa el treinta y uno sin mas nobedad. Junio

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El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S.E. la vuelta del Norte registrando prolijamente la Sierra del Rubi, bajando á la hacienda de Cabañas asta el mar, y no encontre nobedad alguna, ni noticia de cimarrones. Seguidamente dirigi mi marcha para el potrero de San Luis, ingenio de la Nueva Luisa registrando el potrero de Bramales hasta la Puntilla de Sotabento del difunto Frias, y en todas estas correrias no encontre el mas lebe bestigio de cimarrones, retrocediendo mi marcha para los ingenios llegando á el de la Recompensa el doce sin nobedad alguna. El trece sali de dicho ingenio registrando sus orillas y el de Santiago, pasando San Juan de dios y Candelaria, donde hice noche el quince en el sitio de Biandas del propio ingenio. El diez y seis marche á registrar las orillas del ingenio Arrozarena, orillas del ingenio Ano y bega saliendo Bahiahonda sin haber encontrado rastro alguno ni noticia de daño el diez y nuebe. El veinte sali de dicho punto dirigiendo mi marcha para el aguacate, y Camarones registrando barios cafetales de Montes de Oca y el difunto Peoly y no encontre noticia de cimarron alguna, segui mi marcha para la hacienda del Brujo adonde llegue el veinte y tres sin nobedad alguna. Alli me detube dos dias por las muchas aguas, y los rios me permitian paso. El veinte y seis sali de dicha hacienda con direccion á registrar la Sierra de los Campanarios pero

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como al medio dia fue tanta el agua que me fue forzoso hacer noche debajo de un paredon desistiendo registrar la dicha Sierra por las crecientes tan grandes de aquellos rios, retrocediendo mi marcha para la hacienda del Cuzco adonde llegue el veinte y ocho, sin haber encontrado el mas lebe bestigio de cimarrones ni noticia de que los habieran sentido por todas las fincas de mi transito. El veinte y nuebe sali de dicho hacienda registrando el potrero del Cuzco, los cafetales de Mr. Masson el de Don José Carrera, subiendo la loma del muerto, registre prolijamente la loma del taburete cafetal San salbador haciendo noche en el cafetal La Gloria sin haber encontrado el mas lebe bestigio de cimarrones ni noticia de que los hubieran sentido; llegando á mi casa el treinta sin mas nobedad. Julio El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S.E. la vuelta de peña Blanca del Norte subiendo la Loma del Mulo dirigiendo mi marcha para la hacienda del cuzco, y Sierra de Manantiales saliendo al cafetal la Dolores donde hice noche el nuebe sin haber encontrado rastro ni noticia de cimarrones en todas las fincas de mi transito. El diez segui registrando los cruceros de Naranjo Dulce, barias lomas y arroyos asta la falda de peña Blanca donde hice noche sin haber encontrado nada ni el mas lebe bestigio de cimarrones el trece. El catorce subi Peña Blanca registre prolijamente su cumbre y falda, y no habiendo encontra-

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do nada retrocedi mi marcha por la derecha hacia la costa del mar del Norte, registrando barias Sierras de Cacarajicara pasando por el Jato de Pozas haciendo noche y á la orilla del Rio Mari man el diez, y ocho sin haber encontrado rastro alguno de cimarrones ni noticia de daño en todas las fincas de mi transito. El diez y nuebe segui á registrar los ingenios de Bahiahonda pasando por la hacienda de San Miguel, ingenio de Madrazo, el de Peñalber de Don Joaquin Gomez por toda la orilla de la costa asta el nuebo ingenio de Lombillo haciendo noche en un colmenar el veinte y tres sin haber encontrado nada. El veinte y cuatro dirigi mi marcha para la hacienda de Cabañas, pasando por la orilla del ingenio de la Nueba Luisa, y orilla del potrero de San Luis saliendo al ingenio La Sierra de Don Pedro de Roxas, pasando por Anton Perez llegando hacer noche al Batabanal el viente y siete sin haber encontrado el mas lebe bestigio de cimarrones ni noticia de daño. El veinte y ocho marche con mi partida á registrar los ingenios y orillas de la Encrucijada, San Francisco de Alfaro, San Miguel de Garonda orillas del San José Larrinaga, Loma de la Gobernadora, arroyo de tablones saliendo al ingenio de San Juan de Dios haciendo noche el veinte y nuebe en el sitio de biandas del dicho ingenio sin haber encontrado rastro alguno de cimarrones ni noticia de daño por todas las fincas de mi transito. El treinta sali registrando las orillas del ingenio del Jobo y los del ingenio La Sierra, y no habiendo

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encontrado nada, retrocedi mi marcha para el ingenio de San Roque, registre sus orillas, y el potrero del Rancho del Ave Maria, y no habiendo encontrado rastro alguno ni noticia de daño, dirigí mi marcha para la Sierra del Rubi llegando hacer noche á mi casa sin haber encontrado rastro alguno ni noticia el treinta y uno. Agosto. El cinco marche con mi partida en cumplimiento de la orden de S.E. la vuelta del Norte subiendo la Sierra del Rubi, y habiendola registrado prolijamente no encontre nobedad alguna, en seguida cruce el río de Bermejal, y en la falda de la Loma del Mulo, encontre rastro de un negro, y como á la mediania de la Loma lo aprendi, y dijo ser su amo Don florimon Masson que hacia algunos dias se habia huido, él que entregue al capitan de Callajabos el nuebe. El diez segui la buelta de la hacienda del Cuzco registrando varios arroyos y Lomas asta llegar al cafetal de Mr. Lorett donde hice noche el doce, sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El trece segui para Manantiales registrando las Lomas del taurete, la del Muerto, y otras barias asta llegar al cafetal del difunto Campos, y en toda esta correria no encontré él mas lebe indicio de cimarrones ni noticia de daño en todas las fincas de mi transito adonde llegue el diez y siete. El diez y ocho marche á registrar la hacienda de San Blas, y habiendo llegado á un cafetal llamado de Arambarri recibi un oficio del Don Sebastian de

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Lara amo del ingenio Santiago, en que no decía que á la mayor brevedad pasase al ingenio de la Luisa donde se habian fugado porcion de negros incluso un contramayoral; inmediatamente, y a marcha precipitada sali de dicho punto con la dirección á dichos ingenios adonde llegue el veinte: Alli me informe del mayoral del ingenio cuantos negros tenia huidos, y que clases, me dijo heran diez y nuebe, y de los mejores del ingenio incluso un contramayoral, y que no sabía mas noticia que decian habian matado un buey en el ingenio de San Francisco Xabier de Don Juan Montalbo; sin mas demora que para tomar un bocado, sali con mi partida á registrar las orillas del ingenio Recompensa, y habiendo dado porcion de bueltas no pude lograr el encontrarles rastro alguno, seguidamente registre el ingenio San Francisco Xabier, y solo encontré fragmentos ya algo biejos como de cuatro ó cinco dias, y no pude asta el veinte y seis lograr él encontrarlos; á distancia de media legua de nosotros uno de mis perros dio con ellos, y asegurando que el dicho mi perro segui la vuelta del Norte ladrando con los negros corrimos reunidos asta el punto que ohimos el perro, que és una ensenada llamada el Lebrillo, allí encontré todas sus cargas de carne, y otros mil chismes que dejaron en la huida luego que conocieron mi perro, y no pude aprender ninguno de ellos, ni aun con los perros por la distancia tan larga que fue el perro á dar con ellos, por cuya razon me dirigi al ingenio de la Luisa hacer noche, para á el otro dia salir en su seguimiento á mi llegada se me presentó uno de ellos, y me dijo que le

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sirbiera de Padrino le dige que si, lo amoneste, y al otro dia lo mande ál monte y le dije: Que les digera á sus compañeros, que dentro de veinte cuatro horas, se presentasen en su ingenio donde yo los esperaba, que si no pasaba en su seguimiento, y los trataria con todo el rigor asta acabarlos; y desde el veinte y siete asta el treinta en la noche se presentaron quince, quedando en el monte tres de ellos y el contramayoral siendo probable se presenten ó bengan con padrino, y yo sali la vuelta del Rubi llegando á mi casa el treinta y uno sin mas nobedad. Setiembre El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S.E. la vuelta del Norte subiendo la Sierra del Rubi, y habiendo registrado los cruceros, no encontre nobedad alguna, por lo que segui registrando los Mogotes y orillas del cafetal de Mr. Labori, y no habiendo encontrado rastro ni noticia de cimarrones, segui mi marcha para la hacienda de Anton Perez adonde llegue el diez sin nobedad alguna. El onse segui mi marcha registrando barios bujios de negros, y pardos libres en la Loma de la Bijia de Cabañas cumpliendo con la orden, y instrucción de V.S. para que bijile sobre las Armas que deben usar esta clase de gente, y en ninguno encontre arma alguna; siguiendo mi marcha por las orillas del ingenio La Sirena asta el mar, y no encontre nobedad alguna ni noticia de daño llegando á el almacen de barrios hacer noche el quince sin nobedad alguna.

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El diez y seis no segui mi marcha por las muchas aguas. El diez y siete segui por la orilla de la costa asta salir al potrero llegando al ingenio de la Luisa el veinte sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. Halli me informó el mayoral del ingenio como se habian presentado el contramayoral que faltaba y cuatro negros mas en cuanto me dibisaron con mi partida. El veinte y uno segui mi marcha por la orilla de la costa registrando Bramales, el ingenio de las tierras de Frias, á Sotabento de la Boca de Cabañas, y por la orilla del mar llegue á donde llaman Boquerones, y no encontré el mas lebe bestigio de cimarrones el veinte y tres. El veinte y cuatro dirigi mi marcha en cumplimiento á la orden de S.E. á Peña Blanca, pasando por los ingenios de Santiago, Lombillo, San Francisco Xabier, subiendo la Soledad, llegando el veinte y siete á la falda de Peña Blanca donde hice noche, y en toda esa correría no encontré el mas lebe daño de cimarrones ni noticia que los hubiera sentido por parte alguna. El veinte y ocho subí á Peña Blanca, registré prolijamente su cumbre y falda, y no encontre bestigio alguno de Cimarrones, por lo que segui mi marcha registrando barios arroyos y lomas asta el Pinal llegando hacer noche al cafetal de Madama Polett sin haber encontrado rastro ni noticia alguna el veinte y nuebe.

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El treinta dirigi mi marcha para la loma del Mulo registrando los cafetales de D. José Castillo, orillas del cafetal Liberal de Don Francisco Bencochea, y el de Soroa llegando á la falda del mulo sin haber encontrado rastro alguno ni noticia; por lo que me dirigi á mi casa hacer noche adonde llegue como a las once de la noche sin nobedad alguna. Octubre El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de V. E. la vuelta del Norte subiendo la Sierra del Rubí, y habiendo registrado sus cruceros no encontre nobedad alguna ni bestigio de cimarrones, por lo que segui mi marcha por la hacienda de Anton Pérez asta la orilla del mar y en esta correria no encontre nobedad alguna, llegando á los sitios de los Silberas el onze sin noticia alguna. El doce segui mi marcha por el Majagual de Cabañas la vuelta de los ingenios de Bahiahonda; registre las orillas del Santiago; y San Juan de Dios, sali al Cuábal de San Diego, y no encontre noticia alguna de daño, ni tampoco haber en aquellas fincas sentido cimarron alguno; por lo que retrocedí mi marcha á registrar la orilla de la costa llegando al ingenio Jesus Nazareno el diez y siete sin novedad alguna. El diez y ocho descanso. El diez y nueve sali del ante dicho ingenio registrando sus orillas asta el potrero de la Ortigosa, y no habiendo tenido noticia alguna de cimarrones retrocedi mi marcha, en cumplimiento á la orden de S. E. para la Sierra llegando al ingenio de la Nueva

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Concepción el veinte tres sin novedad alguna. El veinte y cuatro segui la vuelta de la Sierra (siempre cumpliendo con la instrucción, y orden de V. S. sobre la bigilancia de armas que deben cargar la gente de color, y en las barias posesiones que he registrado no encontrando nobedad alguna) registrando el potrero de San Luis, y orillas del ingenio de la Recompensa, pasando por las orillas del San Francisco Xabier, registrando la falda de Peña Blanca, y no encontre en toda esta cruzada noticia alguna de cimarrones, ni rastro, solo bestigios biejos, llegando al ingenio de la Seyba de Don Antonio Pascual el veinte y nueve. El treinta sali de dicho ingenio subiendo la loma que llaman de Mr. Labori, pasando el rio del Bermejal por el cafetal de Soroa, subiendo por el arroyo de la cueba del Indio hasta la cumbre del Mulo registre prolijamente toda la dicha cumbre, y no encontre rastro alguno de mucho tiempo, por lo que segui bajando al cafetal de Madama Jouvre, llegando á mi casa el treinta y uno sin nobedad alguna. Noviembre El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S. E. la vuelta del Norte registrando prolijamente la Sierra y cruceros del Rubí, y no habiendo encontrado rastro alguno de cimarrones, segui la misma vuelta bajando por la hacienda de Anton Perez asta la Bahia de Cabañas llegando el nuebe al potrero de Juan Tomas sin haber encontrado rastro ni noticia alguna.

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El diez segui mi marcha por la orilla del mar asta el potrero de San Luis, y no habiendo tenido noticia alguna segui á registrar las orillas de los ingenios Recompensa, Santiago, San Gabriel, y San Juan de Dios y no habiendo encontrado bestigio de cimarones, ni noticia de daño, retrocedi mi marcha para la Sierra, cumpliendo siempre con la instruccion de V. S. registrando las posesiones de la gente de color para hevitar tengan armas prohibidas; haciendo noche en el ingenio San Francisco Xabier del Sr. Capitan Don Juan Manuel Pinillos el quince sin haber encontrado rastro alguno ni noticia de daño. El diez y seis sali de dicho ingenio resgistrando las orillas de él, y su potrero, y no habiendo encontrado nada segui mi marcha para Peña Blanca llegando el diez, y siete á su falda donde hice noche sin haber encontrado bestigio de cimarrones. El diez y ocho sali á Peña blanca, y habiendola registrado prolijamente no encontre solo vestigios de mucho tiempo, por lo que segui la vuelta de las lomas del Cuzco, registrando el ingenio de la Seyba, cafetal el Pinal, y otros barios, y no encontre en toda esta correria el mas lebe rastro de cimarrones, ni noticia de daño en todas las fincas de mi transito llegando al potrero del Cuzco el veinte y cuatro sin nobedad alguna. El veinte y cinco retrocedi mi marcha para los ingenios, en vista de no haber noticia en las lomas, registrando la Loma, y cruceros del Mulo, las Lomas Peladas, y los Granadillares, bajando la Loma

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de las Carabelas llegando hacer noche el veinte y siete en el crucero de la Loma de la Gobernadora sin haber encontrado noticia alguna ni rastro de cimarrones, retrocedi mi marcha para la Sierra llegando á mi casa el treinta en la noche sin nobedad alguna. Diciembre El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S. E. la vuelta del Norte registrando la Sierra del Rubí, bajando al potrero de las Animas, por la hacienda de Anton Perez asta el mar, y no habiendo encontrado rastro alguno ni noticia me dirigi por la orilla asta el potrero de San Luis donde hice noche el siete. El ocho segui mi marcha por las orillas del ingenio Recompensa registrando prolijamente barias lomas, y aroyos asta la loma de la Bijia donde hice noche el diez. El once recibí un abiso del mayoral del ingenio de la Luisa donde me dice habersele huido muchos negros, y que sabia el paradero; inmediatamente marche con mi partida, y habiendo llegado al dicho ingenio me informe del mayoral me enseñase el paradero de los negros segun se decia en su carta el cual me dijo, él no lo sabia pero que se lo habian dicho: Pero sin embargo fui al parage que me indicaba y solo encontre bestigios de mucho tiempo, Halli me mantube por los alrrededores asta el quince que con mis bueltas cogieron miedo y se presentaron á su mayoral.

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El diez y seis dirigi mi marcha para la Sierra de Peña Blanca por haber quedado en tranquilidad aquellas fincas, y no tener noticias de cimarrones, pase por los linderos de San Francisco Xabier, el sitio de biandas de Lombilla saliendo al cafetal perdido Soledad llegando al pie de Peña Blanca hacer noche el veinte sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El veinte y uno subi la Loma registre prolijamente toda su cumbre, y no habiendo encontrado nada dirigi mi marcha por la loma del Mulo, pase por los cafetales del Pinar, la Dolores, el Liberal, bajando á Mr. Masson llegando hacer noche al pie de la Loma del Mulo el veinte y cinco sin novedad alguna. El veinte y seis subi la Loma del Mulo, y habiendo registrado sus cruceros por el rio Bermejal asta el cafetal de Oleaga, donde tube noticias que en los ingenios del difunto Larrinaga se habián fugado porcion de negros. Inmediatamente marche con mi partida la vuelta de ellos, á saver de cierta berdad, y efectivamente habiendo llegado el veinte y ocho al ingenio San José me dijo el mayoral que los tres ingenios que son La Begoña, San Felipe y San José faltaban veinte negros huidos de poco tiempo, y de viejos diez y seis que decian estaban reunidos en la Loma de la Gobernadora. Inmediatamente pedi auxilio al capitan de aquel partido, y habiendo reunido doce hombres con los de mi partida marche haber si lograba encontrarlos para aprenderlos; andubimos el veinte y nueve el treinta y treinta y uno todos aque-

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llos montes de tablones, Loma de la Gobernadora orillas de San Nicolas, San Roque, orillas de San Juan de Dios, y de todas estas correrias solo encontre rastros viejos. Siendo probable que se hayan remontado para la vuelta de Abajo. Seguidamente le hice al administrador de aquellos ingenios me digese lo que supiera sobre el particular y que me diese un apunte de los negros que faltaban cuya carta incluyo á V. S. adbirtiendole á V. S. que en la lista de los negros que me pasa hay de ellos muertos, cogidos por mi partida segun consta en mis diarios y que no ignora V. S. que en los encuentros que yo he tenido con las cuadrillas es muy probable se hayan matado muchos por los peñascos, y barrancos que muchas veces se han precipitado, y jamas se cree que pueden existir los que faltan. 1831 Enero Desde el dia primero de este mes que pasé á la casa de Ud. á buscar mi pagamento y el de mi partida, el tres tube abiso del mayoral del ingenio San José de la propiedad de Don Jacinto Larrinaga en que me anunciaba que la noche del dia primero se habian atrebido los negros cimarrones á saquear algunos bojios, y pa mas faltaban dos negras que se habian fugado de aquel ingenio. El cuatro marche con mi partida con direccion al dicho ingenio y habiendo llegado mi informe con el dicho mayoral de lo cierto que le habian dicho como las negras se habian huido con la cuadrilla. Inmediatamente salí á registrar

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los alrrededores del ingenio a fin de ber si les encontraba rastro; y por las mas bueltas y rebueltas que di o pude lograr encontrar rastro alguno, pase al ingenio de la Begoña registre con toda prolijidad todos sus alrrededores y montes durmiendo en los cruceros, seguidamente pasé al ingenio San Felipe registre todas sus orillas y potrero con toda eficacia. En seguida pasé al ingenio Eligio, registre sus orillas y las del potrero seguidamente pase al cafetal del mismo Larrinaga lo registre completamente, y no habiendo encontrado nada me diriji al ingenio San Juan de Dios registre sus orillas y las del ingenio del Jobo y detras del tejar del ingenio encontré rastro como de cuatro á seis negros lo segui y como á distancia de una caballería de tierra, solté uno de mis perros y encontré á cinco o seis cordeles de distancia un rancho con cinco camas, y que hacia poco rato se habian marchado; al poco rato hoimos ladrar uno de mis perros, corrimos, y de los dos que hiban huyendo aprendi á uno de ellos con mis perros, este resulto ser su amo Larrinaga y que era uno de los capitanes de las cuadrillas de la vuelta de abajo (llamado por mal nombrado) Madre de Agua y su nombre Agustin mandinga, mas el otro desaparecio y tambien los perros, y no habiendo rumor alguno me dirigi por una bereda á salir al camino Real del Mariel cerca del terreno limpio de San Juan de Dios desde 12

El dato de los meses de fugado de este cimarrón no es cierto. En el propio diario aparecen encuentros desde los meses de enero y abril de 1829.

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alli oimos ladrar uno de mis perros corrimos, y al la llegada encontramos cuatro perros heridos, y el moribundo de las mordidas de los perros, lo que como á la media hora murio; le abise al teniente de Callajabos, para que los reconociese lo que berifico por la certificacion que acompaño á V. S., y el otro lo entregue al administrador del ingenio La Begoña. El muerto resulto ser del ingenio de Cruz este tenia de monte dos años, y el capitan Madre de Agua seis meses.12 En toda esta correria gaste hasta el Quince. El diez y seis descanse, y el diez y siete. El diez y ocho marche en cumplimiento á la instrucción de V. S. y orden de S. E. con dirección á la Sierra del Rubi á donde llegue el veinte y tres al potrero del Rubi. Alli descanse y rehice probiciones para seguir como lo hice el veinte y cinco que segui por la cumbre de la Sierra asta el Rio Bermejal, desde alli me dirigi a la vuelta del Cuzco, habiendo llegado al cafetal de Mr. Masson recibi un abiso del mayoral del ingenio San José con fecha veinte y ocho en que me dice que el negro Agustin se hallaba bueno de sus heridas, y como este negro á prometido enseñar los palenques de la buelta de abajo V. S. dispondrá lo que tenga por combeniente. En esta birtud retrocedi mi marcha para la vuelta del Rubi á mi casa el treinta y uno sin haber mas nobedad que lo que tengo anunciado a V. S.13

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Los informes correspondientes a los meses de febrero y marzo no fueron localizados.

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Abril Desde el dia primero de este mes que pase a la casa de V. S. ha buscar mis pagamentos y el de mi partida, hasta el quatro que la equipe de todo lo necesario no ha ocurrido nobedad alguna en todos los puntos encargados. El cinco marche con mi partida en cumplimiento á la orden de S. E. la buelta del Norte registrando los cruceros de la Sierra del Rubi, saliendo al potrero de las Animas y no habiendo encontrado nada segui la buelta de Cabañas llegando al ingenio la Sierra el nuebe sin haber encontrado rastro ni noticia alguna. El once recibi abiso en dicho pueblo del maioral del ingenio de San Roque en que me decia habian sentido por los alrededores de aquel ingenio algunos negros cimarrones, inmediatamente marche con mi partida la buelta del ingenio dicho y habiendo llegado á el como a las once del dia le pregunte al maioral por que punto habian sentido los negros y dandome el Boiero para que me hacompañase sin demora alguna nos dirigimos al punto donde se habian sentido (que por un guardiero que habitaba en el rancho del avemaria se habia tenido la noticia de los negros) y habiendo llegado al punto dicho me dijo el negro que solo habia bisto dos negros, y que hacia dos o tres dias por lo que segui registrando el potrero de Santa Teresa y no habiendo encontrado rastro alguno segui la buelta del potrero del rancho del avemaria saliendo al ingenio del Jobo sin haber

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encontrado rastro alguno ni noticia de simarrones ha donde llegue el doce. El trece sali de dicho ingenio registrando sus orillas hasta el alambique del Jobo donde encontre un oficio de V. S. en que me decia pasase a la hacienda del Brujo a perseguir dos cuadrillas de un número considerable de negros, y mediatamente sin demora alguna conteste el oficio á V. S. y marche á cumplir la orden que V. S. prebiene. El quince llegue a la hacienda del Brujo hallí me impuse á la cuadrilla ó negros cimarrones que habian bisto y degando alli mi gente pase al pueblo de San Diego a que me hauciliara el teniente ó capitan con gente para batirlo dandome dos hombres uno José Lago y Don José Sotero y reunidos todos salimos de dicha hacienda registrando barias Sierras y harroios llegando hasta los campanarios donde icimos noche debajo de un paredon sin haber encontrado nada el diez y siete. El diez y ocho salimos de dicho punto registrando barias sierras hasta llegar a la hacienda del Rosario sin haber encontrado mas que rastro de bestias parages donde mataban los cochinos y barvacoas de ahumaderas de ellos; y como el que dio el haviso de las cuadrillas de simarrones fue el arrendatario Don José Lago el que me acompañaba se desengaño bien no eran simarones los que el daño hasian haciendo noche en la misma Acienda del Rosario. El diez y nueve salimos de la dicha Acienda re-

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gistrando varias lomas hasta la rancheria que llaman Garabato punto donde estube la bez pasada hallí encontramos tres ranchos de dos camas cada uno y mas adelante la quesamenta de un negro que sin dudas los monteros lo habian matado llegando hasta derrumba piedra nombre puesto por los negros donde icimos noche sin haver encontrado mas que lo que llevo dicho. El veinte salimos de dicho punto registrando barias sierras hasta la Acienda Soledad sin haver encontrado rastro alguno de simarron solo rastro de caballos como anteriormente i dicho haciendo noche en la dicha Acienda. El veinte i uno retrocedi mi marcha para el Brujo donde llegue acer noche sin haver encontrado rastro ni noticia alguna. El veinte y dos bage al pueblo de San Diego de Nuñez a manifestarle al teniente de aquel partido no havia encontrado nada en toda la romeria dandome una certificacion que acompaño a V. S. de la falsedad que el arrendatario Don José Lag... oficio ó dio el parte de las cuadrillas que V. S. me dio en el parte, en seguida dirigi mi marcha para los ingenios de aca fuera llegando al ingenio del Rubi en veinte y tres sin novedad alguna. El veinte y cuatro y veinte y cinco descanse. El veinte y seis sali registrando las orillas del ingenio de la Encrucijada y San Francisco se hallaban catorce negros huidos y habiendo salido á registrar los puntos que se consideraban estas encontre

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rastro de ello como que huian en buelta de la casa y efectivamente el veinte y siete en la noche se presentaron diez a su amo uiendo de mi partida no haviendo podido encontrar los otros por muchos diligencias que se icieron siendo probable estubiesen dentro de los bajios de los otros mansos llegando hacer noche el veinte y ocho en el potrero del ingenio San Nicolas. El veinte y nueve sali de dicho potrero registrando sus orillas hasta salir al cafetal la Arabia de la propiedad de D. Feliz Lamarí y no haviendo encontrado nada ni noticia alguna de daño en todas las fincas de mi trancito me dirigi para mi casa llegando hacer noche el treinta sin novedad alguna. Es cuanto tengo que participar a V. S. Dios Guarde á V. S. muchos años Rubí y Abril 30/831 Jose Perez Sanchez14

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ANC, Real Consulado, leg. 150, no. 7447.

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Diarios de rancheadores de las llanuras de Puerto Príncipe

Existen razones que provocan dudas acerca de la presencia del cimarronaje y del apalencamiento en toda esta jurisdicción. En sus inicios, la riqueza principal en estas tierras consistió en la ganadería y la existencia de algunas labranzas dedicadas esencialmente al consumo local. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII y estimuladas por el comercio de contrabando se fueron creando fortunas que posteriormente se emplearon en la explotación del azúcar, aunque esta industria nunca alcanzó aquí los elevados niveles de otras jurisdicciones. La esclavitud en Puerto Príncipe tuvo siempre carácter patriarcal, a causa precisamente del poco desarrollo que alcanzó en esta región la plantación esclavista. Aquí, las cifras de esclavos urbanos, manumisiones y uniones interraciales fueron más elevadas que en otras regiones de la Isla. También la especial topografía del territorio, prácticamente desprovista de altas cordilleras montañosas, contribuye a dichas dudas. Pero si bien es cierto que Puerto Príncipe no contaba con grandes elevaciones y una geografía que estimulara con facilidad la fuga de los esclavos y su reunión en palenques, sí contó con grandes zonas de monte, despobladas y

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pantanosas, las que brindaron abrigo a los prófugos, tal como puede apreciarse en el diario de Parrado. Ésta es una de las razones por las cuales la resistencia esclava en el territorio se manifestó fundamentalmente en forma de cimarronaje simple o de cimarronaje en cuadrillas y menos en apalencamientos. Éstos son los elementos condicionantes que rodearon el fenómeno de la resistencia esclava en esa jurisdicción, y no pueden desconocerse a la hora de valorar los niveles del problema en comparación con otras regiones de la Isla, donde la población esclava era mayoritaria y la producción de azúcar determinó formas brutales en la explotación de la fuerza de trabajo. Por todo lo anterior, resulta muy difícil afirmar que en Puerto Príncipe este problema social tuvo las repercusiones y los niveles de otras jurisdicciones, pero tampoco puede asegurarse que careció de importancia. Si se presta atención no sólo a las cifras, sino también al contenido y características de las denuncias, asaltos y capturas registradas en el diario, se puede apreciar que aun cuando mostró bajos niveles cuantitativos, en su contenido y esencia expresó las contradicciones propias del régimen y no existen diferencias sustanciales en cuanto al rigor del problema en contraste con el resto de la Isla.

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Diario de José Rafael Parrado desde el 1ro. de octubre de 1830 hasta el 31 de diciembre de 1832 El diario de José Rafael Parrado es el único localizado hasta el presente correspondiente a la región de Puerto Príncipe. 1 Desde el 1ro. de octubre de 1830 al 31 de diciembre del propio año, Parrado recibió tres denuncias sobre cimarrones, capturó dos de los prófugos y destruyó una ranchería con siete ranchos; también en ese mismo período aniquiló tres rancherías con un total de siete ranchos, capturó cuarenta y un cimarrones, de los cuales uno era mujer y le dio muerte a uno que ofreció resistencia. De los cimarrones capturados, tres tenían caballos. Entre el 1ro. de enero de 1832 y el 31 de diciembre del propio año recibió denuncias de fugas y asaltos de un grupo de apalencados y destruyó ocho rancherías, una de ellas con seis ranchos. El total de ranchos destruidos fue de dieciocho. Capturó treinta y dos cimarrones, de los cuales uno era mujer y otro resultó muerto. De los cimarrones capturados, cuatro tenían caballos y uno resultó ser un esclavo prófugo de un ingenio de Lagunillas (Matanzas) desde hacía treinta años. Según consta en el propio diario, esta cuadrilla de rancheadores, además de dedicarse a la persecu1

La antigua jurisdicción de Puerto Príncipe se encuentra comprendida hoy entre las provincias de Camagüey, Las Tunas y Ciego de Ávila.

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ción de cimarrones y apalencados en la amplia región, persigió, capturó y trasladó hacia otras jurisdicciones a individuos que no eran cimarrones. Entre éstos se encuentran ladrones de bestias, prófugos de la cárcel, desertores del ejército y la marina y jugadores de monte. Para sólo tener una idea de la importancia de esta labor, puede decirse que de las noventa y cuatro capturas que esta cuadrilla ejecutó durante el año 1832, sólo treinta y dos fueron propiamente de esclavos prófugos. A lo largo de todo el diario se encuentran anotaciones relacionadas con esta tarea, la cual parece haber sido una cuestión muy particular de Puerto Príncipe, ya que no se encuentran en los restantes diarios aquí recogidos cuestiones de esta índole. Dentro de las tareas ejecutadas por esta cuadrilla se encontró también la de custodiar a las autoridades cuando salían a colocar en los caminos, generalmente en jaulas de hierro, las manos y cabezas de ajusticiados. En ninguno de los otros diarios de rancheadores se pone de manifiesto esta cuestión. Las condiciones de vida prácticamente nómada, la constante explicación de todo movimiento emprendido, las justificaciones en los casos en que se hería o mataba un cimarrón, los métodos de que se valían para obtener información acerca de los refugios de los esclavos prófugos, así como las relaciones detalladas de todo objeto material que encontraban en las rancherías, quedaron fielmente registrados en este diario.

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A pesar de la brevedad de algunas de las anotaciones, sobre todo cuando no se producían incidentes, el diario de Parrado constituye uno de los documentos más ricos para el conocimiento no sólo de la resistencia esclava en la región, sino también de la vida cotidiana, las costumbres y psicología de aquella época.

Cuaderno de acientos diarios que tiene la cuadrilla desde el 1ro de octubre del año 1830. De la propiedad del Capitan D. Jose Rafael Parrado Octubre de 1830 El primero en la noche sali y estube velando en el camino de los Carrascos hasta las doce de la noche no hubo novedad. El dos estube en el camino de la matanza hasta la una no hubo novedad en la misma noche andava Nicolas de los Reyes ácompañado con un hombre de sospechas. El tres en la noche estube belando en un camino estraviado cruso dicho Reyes y me negó el que conocia al que le acompañaba la noche anterior por lo que le aprendi y entonces me declaró donde estaba el otro, los que aprendi, y presenté al Sr. Gobernador. El cuatro por la mañana se presenta D. Jose Quiros con la quexa de un robo de cuatro machos que los abian sacado de la casa de su morada; en el momento sali, y los encontre dos leguas de la

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ciudad en la estancia donde asiste Jose de Lañosa Arrieta, el que dijo haverlos llevado para vuscar a su dueño lo que verificó. cinco salí por denuncia que me hizo D. Rafael Bermudez cuadrillero de D. Benito Tapis en solicitud de Francisco Marrajo y en otro punto allé un mozo de Santo Espiritu, me impuse de su conducta por D. Rafael Quiñones dueño de la estancia el que me dijo era jornalero, y estaba en una hacienda. seis salyá las dos de la tarde en busca de cinco negros de D. Mariano Loynas que se decia estaban en el monte de su ingenio, y no hayandolos en otro punto los velé en los dos caminos que vienen para el pueblo hasta las doce de la noche y no aparecieron de lo que dy cuenta. siete saly en busca de Rafael Alvarez, por orden del Sr. Alcalde D. Juan de la Cruz Agramonte, por robo de unos puercos y no lo encontré. ocho sin novedad. nueve saliá San Jose lo de D. Faustino Caballero en solicitud del Alvarez, y no lo encontré. diez lo busqué en el pueblo todo el dia, por denuncia que me dieron y en la noche registre una casa en la calle de San Martín por otra denuncia que le dieron á D. Jose Marin, de que habia tomado la llave de un cuarto el expresado Alvarez, y la dueña me impuso aber sido cierto que se la habia pedido: pero que ella no quiso darsela y al momento se fue.

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El once á las cuatro de la tarde sali en solicitud de dos presos profugos de precidio: los busqué hasta la noche y no hayandolos me puse en vela en los caminos que me parecieron para su aprencion y no lo consegui. El doce salí á Guanamaquilla a la estancia donde abita D Juan Fajardo por disposición del Sr. Gobernador de esta Plaza en solicitud de una yegua de D Manuel Gutierrez la que no pareció informandome dicho Fajardo la habia mandado a Bayamo para que alla buscaran su dueño, y segun las señas que daba; no era la que buscaba Gutierres, y no habiendola hayado le hice responsable de ella con la estrecha condicion de que la entregrara en el acto que la trajeran, y en el caso que resultara ser de Bayamo diera cuenta al tribunal. El trece sin novedad. El catorce estube en el camino de Sabana Grande hasta la una de la noche, y no hubo novedad. El quince estuve en el camino de la fundición belando y no hubo novedad. El diez y seis estube velando en el camino de los tejares hasta las once de la noche a un negro de D. Gregorio Riberon y no apareció. El diez y siete estube en el punto de Tinima hasta las once de la noche por una noticia de que se hayaban tres individuos y preguntavan á todos interponiendo la voz de la justicia y no encontré nada.

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El diez y ocho á las tres de la tarde saly por orden del Sr. Governador en solicitud de Jose el Español y anduve hasta el diez y nueve en la noche habiendo hecho las mas vivas diligencias, por cuantas haciendas me crey pudiera haver cruzado del camino Real de Bayamo, al camino del Sorzal y no lo encontré habiendo caminado treinta y una legua. El veinte y dos sali al ingenio de D. Gregorio Riberon a buscar unos negros simarrones del mismo, andube todo el dia en el monte y le encontre siete ranchos: pero sin nadie, y encargué me abisaran cuando supieran de su paradero. El veinte tres en la noche estube velando hasta la una de la noche en el camino de los Tejares, y no hubo novedad. El veinte y cuatro velé en el camino de Sabana Grande, y el de Salvaje dividida la cuadrilla en dos partes; hasta las tres de la madrugada, y coji un negro de D. Alexandro Napoles que andaba huydo: se entregó sin ingreso alguno. El veinte y cinco mandé dos hombres á la estancia donde asiste D Juan Fajardo en aucilio para prender unos negros lo que verificó. El veinte y seis en la noche estube velando en el jatico de D. Ignacio Agüero, y en el paso del rio de la fundicion velamos mas y nada encontramos. El veinte y siete sin novedad. El veinte y ocho en la noche estuve velando en la loma de la Mula hasta las dos de la madrugada nada resolbí.

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El veinte y nueve sin novedad. El treinta entregue por disposición del Sr. Governador de caballo y machete que tenia en mi poder á D. jose Aniceto de los Reyes, y D Nicolas de los Reyes: el que me entregó la orden verbal de su señoría fué el exelentísimo Villafuerte. Y en el mismo dia registré la casa de las Jimenes en la Caridad por sospechas y denuncia de unos ladrones que se hayaban en otra casa, y nada encontré. El primero de noviembre sali al ingenio de D vicente Caballero que me mando buscar para unos bueyes que le habian robado nada resultó a causa de no haver pruebas formal contra quien tenía sus sospechas. El dia dos coji á D Jose Maria Hernandez hijo de Holguin y se titula de la Habana por hurto de seis bueyes que le hizo á D Vicente Cavallero y lo puse a disposición del Sr. Governador. El dia 3 sin novedad. El dia 4 en la noche estuve velando en el camino de Sabana Grande; y nada resultó. El dia 5, 6, 7 y 8 sin novedad. El dia 9 salí al ingenio de D Gregorio Riberon en busca de unos negros simarrones por denuncia de un negro que me informó de que andaban esos en ese destino y nada resultó. El diez en la noche aprendy á Manuel Pactorrecío por orden del Sr. Governador, y portava un cuchillo en la pretina el mismo que entregue á dicho señor.

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El once en la noche á las once me retiré y al llegar a la plaza del cristo estaba un velorio en donde tenía una mesa de juego de monte, siendo el tallador un tal carabela, y el dueño de la casa el maestro Nepomuceno Alvarez trato privar dicho juego mandando pedir las varajas con D Tomas Balmaseda la que me trajo, y la respuesta que dicho Carabela le había dado, inmediatamente lo mande llamar para amonestarlo: y en el acto de dicha amonestación llegó D Aniceto Gregorí e impuesto del caso trato de amonestarlo lo mismo que yó habia hecho anteriormente insultando de palabras injuriosas unas pardas que alli se hallaban al comisionado y capitan de la cuadrilla di parte a su señoría el que me mando al otro dia los remitiera á la carcel lo que executé y puse a disposición del Sr. Governador. El trece sali a rregistrar el potrero de D Antonio Peres por pedimento de D Antonio Maria de la Peza, y para cuyo efecto determine que el hijo casado me acompañase; cuyo individuo me informó en el trancito que en dicho potrero se hallava un mulo, y una potranca de su padre: lo que despues registrado nada se encontró. Diario del camino de Bayamo cuando lleve los presos. El dia 15 sali de esta ciudad con siete presos almorzamos en el Jaguey, y dormimos en los Angeles con seis leguas de ornada sin novedad. El diez y seis almorse en las Cabezas y en el Culeco cojí á Rafael Alvarez, fui á dormir á Sibanicu con siete leguas de jornada sin nobedad.

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El diez y siete almorse en Cascorro, y dejé al dicho Alvarez en un zepo, y un oficio para el Sr. Governador y fuy á ser noche al sitio de la Sierra con siete leguas de ornada sin novedad. El diez y ocho almorze en Monte Oscuro y fuy á ser noche á Santa Rita con siete leguas de hornada sin novedad. El diez y nueve almorze en Miguel Ramos, y fuy á dormir á las Tunas con siete leguas de hornada; y no hubo novedad. El veinte almorse en las Arenas, y dormi en las cozcobadas con siete leguas de hornada y no tubimos novedad. El veinte y uno almorse en el rio de Cauto y fuy á dormir al corojito con siete leguas de hornada sin novedad. El veinte y dos almorse en la Aduana y á las tres de la tarde entre en Bayamo con cuatro leguas de hornada no hubo novedad; y en el mismo dia entregue los siete presos al señor Governador de aquella Villa; como lo acredité por un oficio que dicho señor le remitió al Governador de esta ciudad D Francisco Sedano. Estube entre de la villa del Bayamo para que descansaran las cabalgaduras el 23, el 24 y el 25 sali, y bine á dormir al paso de Cauto. El veinte y seis bine á las Tunas sin novedad. El veinte y siete dormi en las tres leguas y el veinte y ocho vine al Principe quedandose cuatro hombres en el camino con las vestias estropeadas. El veinte y nueve sin novedad.

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El treinta pase al ingenio de D Antonio Borrero á cuatro leguas del pueblo con D Nicolas Sosa a cojer un chino, lo que verifique en el mismo dia á las nueve de la noche. Diciembre. El 1º 2. 3. y 4 sin novedad. El cinco estube velando la noche del mismo en hato viejo hasta la una de la madrugada, y no hubo novedad. El seis en la noche estube velando hasta las tres de la madrugada en el camino de Sabana grande, y no retiramos sin novedad. El siete fuy con el maestro Aguilera a belar una baca jarreteada que remaneció en Garrido estube hasta las dos de la madrugada y no pareció nada. El ocho de la noche estube velando en el camino de tio Marcos hasta las doce y de ally pase al de la fundición hasta las dos y nada hubo de novedad. El nueve en la noche en lo temprano coji al maestro Silverio Buelgas por queja que dio D Diego Herrera había forzado á Da. Josefa Lara al mismo que puse en la Real Carcel á disposición del Sr. Governador y en la misma noche andube hasta las tres de la madrugada solicitando ciertos emboscados que me dijeron andaban del cristo á San Ramon y para ello fui de orden del governador y nada encontre El diez en la noche coji a D. Francisco sanchez y á D Mariano Quiñones por denuncia que me hizo Serapio Anoncillo le coji dos vestias dos machetes y algunos tratos mas de ropa de su huzo lo

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que presente al Sr. Governador acompañado de un oficio y los efectos vajo de apuntes. El 11 el 12, 13, 14 y 15 sin novedad. El diez y seis al amanecer salieron cuatro hombres de la cuadrilla para Santo Espiritu á conducir dos reos llamandose el uno Cascante, y el otro Alvarez y que pasan á Villa Clara a traer otros dos reos de esta ciudad. El diez y siete sin novedad. El diez y ocho estube velando en el callejon de Jato Arriba que va para pinea hasta las dos de la madrugada y no ubo novedad. El veinte á las tres de la madrugada salieron dos hombres de mi partida para Guaimaro á llevar á D José Ramon Osorio conmigo hasta los Locos y regresamos al otro dia 21 de dicho viaje con el recibo de entregra del capitan del partido D Carlos Basulto; sin novedad. El veinte y uno estube en la loma de la Mula hasta las tres de la madrugada no hubo novedad. El veinte y tres velamos en el camino de la Fundición hasta las doce de la noche y no retiramos sin novedad. El 24 y 25 sin novedad. El veinte y seis estuve en pinea y Jato Arriba hasta la una de la madrugada no hubo novedad. El veinte y siete estube velando en la loma de la Mula hasta las doce de la noche no hubo novedad. El veinte y nueve estube en el camino de la fundición hasta las tres de la madrugada no hubo novedad.

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El treinta y uno estube velando en la loma de la mula en el sitio de D. Pedro Ma. de Agüero por denuncia que me hizo D N Henriquez, de que hiba á llevarse Pedro Barroso un caballo del mayoral D Jose Dominguez estube hasta las doce de la noche nada resultó. Dia 1º de enero de 1831 El dia dos a las cuatro de la tarde me abiso Francisco Riberos había topado al desertor nombrado el Guachinango en el barrio del Cristo; sali inmediatamente y resultó no ser el que se desia y no retiramos sin novedad. En el mismo dia en la noche estube velando en el camino de Tio Marcos hasta la una de ella no hubo novedad. El tres en la noche salí á registrar una estancia que esta en el callejon del ingenio de D Francisco Socarras por denuncia de un cuero que tenia la letra de D Juan Cristobal Garcia, y no encontrando nada me retiré sin novedad. El cinco de la tarde á la nochecer estube velando en el paso del cayman unos emboscados que desian salian en dicho punto por denuncia que me dio el maestro Manuel Roque, y me retiré hasta la una sin novedad. El seis sin novedad. El siete al amanecer salí a las dos de la madrugada por orden de D Manuel Boza Alcalde ordinario segundo, en solicitud de Ventura Almanza, y un muchacho que estaba en su compaña en la

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estancia de las inmediaciones del ingenio de D Francisco Socarras: el almanza lo coji en el pueblo; y el muchacho en dicha estancia los que entregué á dicho señor Alcalde á disposición del subsodicho tribunal. El mismo siete en la noche estube velando unos emboscados en el paso del cayman y todos los recintos de sus inmediaciones por denuncia que le dieron al señor Regidor D Francisco Ujatorres estube hasta las dos de la misma noche y no hubo novedad. El ocho sali para el Arriero por orden del señor Alcalde D Miguel Batista en solicitud de D Jose de la Cruz de los Reyes y de Santiago de id. asociados con un negro nombrado Gavino criado de los ante dichos sugetos distante quince leguas de esta ciudad. Al amanecer el nueve registre otra casa no encontre al primero y si al segundo y al tercero antes dicho: y unas bestias que me encargo D Francisco Agramonte y Arostegui; encontré un caballo alazan el que conduje á esta ciudad, y entregue al Sr. Alcalde D. Miguel Batista con los dos inviduos ante dichos. El diez regresaron los cuatro hombres de mi cuadrilla que habian salido para Santo Espiritu y Villa Clara, á llevar dos reos para el primero y conducir dos del segundo y no se verificó por haver fugado estos ultimos de la carcel de Villa Clara. El 11, el 12, 13, 14 y 15 sin novedad.

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Noticia del diario de los individuos que salieron para Santo Espiritu y Villa Clara y regresaron en esta fecha El diez y seis almorzaron cuatro leguas de la ciudad é hicieron noche en el calabazal nueve leguas de camino y no tuvieron novedad. El diez y siete almorzaron en San Jeronimo y hicieron noche en Santa Rosa con siete leguas de ornada sin novedad. El diez y ocho almorzaron con tres leguas de camino é hicieron noche en San Cristobal con seis leguas de ornada sin novedad. El diez y nueve almorzaron en Ojo de Agua é hicieron noche en el Ciego de Abila con ocho leguas de camino sin novedad. El veinte almorzaron en Jicotea é hicieron noche en Guallacanes con seis leguas de ornada sin novedad. El veinte y uno almorzaron en Limones é hicieron noche en el quemayto con diez leguas de ornada sin novedad. El veinte y dos almorzaron en Sasa y entraron en Santo Espiritu á las tres de la tarde con seis leguas de ornada entregaron los dos presos al Sr. Alcalde D Blas Manuel de Acosta sin haver tenido novedad. El veinte y tres, 24, 25, 26 y 27 subsistieron en Santo Espiritu y salieron para Villa Clara, y demoraron los cuatro dias por el estropeo de las vestias,

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y el 27 que salieron fueron a dormir en Nasareno con once leguas de ornada. viente y ocho fueron á dormir al Rebacadero con ocho leguas de ornada. veinte y nueve entraron en Villa Clara en el mismo dia se presentaron al Alcalde primero el mismo que los detuvo el 30, 31 y 1º de enero y el dos los despachó de sabido con un oficio; é inmediatamente salieron y binieron a dormir á Nasareno con doce leguas de ornada. tres binieron a dormir á Santo Espiritu con dose leguas de ornada, tubieron en dicho punto todo el dia cuatro, y el cinco salieron binieron á dormir al Quemado con diez leguas de ornada. seis binieron á dormir al Ciego de Avila con once leguas de ornada. siete binieron á dormir al Ciego del Corojo con diez leguas de ornada. ocho vinieron á dormir al Calavasal con once leguas de ornada. nueve llegaron al Príncipe y el diez entregue los oficios al Sr. Gobernador. diez sin novedad. once sali en busca de Luis Rodriguez por denuncia que me hizo el maestro Miguel Guerra, que estaba en un potrero de la larga y tenia una yegua y un caballo robado resultando no estar en el paraje el dueño de dicha casa que dicen era el hijo de D Jose augusto Garcia, y el rodriguez que se hayaba era un hijo de Señor Cristobal Rodriguez al que lo fiava el dueño de la casa.

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El mismo dia estuvo José de la Cruz Molina encargandome a Pedro Barroso el que le havia robado una yegua y que estava dentro del pueblo anduve con la partida hasta la oración no lo encontré. en la misma ora estuvo D Juan Fajardo en la casa de mi habitacion advirtiendome que habia hablado con el Sr. governador dandole queja de que el mayoral de la estancia de D Geronimo Socarras, habia asaltado á un esclavo suyo en Moja Casave y le habia robado una yunta de bueyes salimos inmediatamente acompañado con el referido Fajardo. Fuy a la estancia donde se desia que era del subsodicho D Geronimo Socarras y coji dos negros que allé en la casa, preguntandole por el mayoral y me informaron que no se hayaba hoy que estaba en la otra estancia; y que los bueyes estaban en la misma á marrados asogas conduciendo á dichos negros y partí para la otra estancia y despues de llegado a ella: tampoco estaba el mayoral; fugandose el negro: puse en planta la solicitud de los bueyes encontrando uno á soga y el otro suelto en el potrero: me retiré para el pueblo al amanecer el dose con los bueyes asosiado de su dueño los mismos de deje en su casa y yo me retiré á las tres de la madrugada lo que oficie al Sr. Governador. El doce salí á Rio Seco a buscar el desertor del Regimiento de Cuba 1 Nico. las Ballesillo no lo enl

Se refiere al Regimiento de Santiago de Cuba.

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contré anduve diez y ocho Vegas y en una estaba Juan García el que en cuanto me bió salio huyendo; de lo que me abisaron inmediatamente vire en solicitud de él, é impuesto de que tenia una Vega arrendada, y un caballo encargado se lo ocultaron. Pase á dicha Vega estuve en bela hasta la noche que vino, y lo aprendy sin mas delito que la fuga en que se hizo sospechosa. Estube el trece: y el catorce vine á la ciudad, poniendo á dicho individuo en la carcel á disposición del Señor Governador. El dia 14 en la noche sali con mi partida á velar unos hombres que me informó el maestro Miguel Guerra bajaban en la madrugada á la poza del Santo Cristo, de lo que di parte al Sr. Governador y dicho Sr. me encargó los velase; y estube hasta las cuatro de la madrugada; y no pareció nada. El quince salimos á velar el camino de la Habana estube hasta las dose de la noche y me retiré sin novedad. El diez y seis salimos al ingenio de la Jata del Sr. Marquez Regidor D Faustino Caballero en solicitud de Manuel Antonio Jimenez encargado por una lista del Sr. Governador y no hallandolo tube noticia que estava en el pueblo en donde lo coji en la casa de D Ignacio Labrandero y el dicho Jimenez segun se titulaba por haberse quitado el nombre primitivo; el que puse en la carcel á disposición del tribunal. El diez y siete en la noche sali para el camino de San Pedro y en la Encrusijada de Marced Nuñez es-

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tuve velando hasta la media noche, y no hubo novedad. diez y ocho todo el dia anduve en el pueblo solicitando á un hombre que vino de la buelta abajo con una yegua robada y no lo encontramos. diez y nueve sin novedad. veinte por la mañana sali á la hacienda Tínima á nueve leguas de la ciudad por orden del Sr. Alcalde ordinario primero D Miguel Batista á cojer á Marcelino Muñoz el que no estaba por todos los contornos de dicha hacienda; regresando á esta ciudad en el mismo dia sin novedad. veinte y uno en la noche anduve buscando á Pedro Nolasco Molina encargado por D Francisco Recio subdelegado de Marina como desertor el que no alle y me retiré sin novedad. 22 y 23 sin novedad. veinte y cuatro en la noche estube velando en el paso del rio de Hato Viejo y el camino que va a las minas como á la una de la noche registre el tejar del Grillo por denuncia que me hizo Bermudez que de tarde se acojian varios individuos y entre ellos el negro Joaquin Marin, y dos desertores nada encontré y me retire á las tres de la madrugada sin novedad. veinte y cinco sin novedad. veinte y seis en la noche anduve hasta las tres de la madrugada por Garrio Pinea, la loma de la Mula el Hatico de D Jose Francisco Caballero y el camino de la Larga: retirandome sin novedad.

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El veinte y siete en la tarde cojí a Jose Marcelino Muñoz por orden del Sr. Alcalde ordinario D Miguel Batista; y en el mismo dia en la noche estuve velando desde la una de la noche hasta el dia; en el camino de Hato Arriba, y en el de Pinea, y me retiré sin novedad. El veinte y ocho en la noche estube velando en Gallo Canto desde la oración á las diez de la noche; y desde esta hora hasta las tres de la madrugada estuve en San Ramon velando unos ladrones por denuncia que dió D Ramon Barrios al Sr Governador y no parecieron ni uno ni otro, y nos retiramos sin novedad. El veinte y nueve en la noche coji á Manuel Alvarez en esta ciudad en la casa de Da. Maria Napoles y en la misma noche aprendí á Jose Angel Martinez Rojas desertor de Holguin y ladron conocido por denuncia de D Jose Henriquez, y al amanecer el treinta lo puse en la carcel á disposición del Sr. Governador advirtiendo que el dicho Rojas lo coji á una legua del pueblo en el potrero de D Juan Jose Serrano. El treinta me encargo el comisario de Barrio Pelaes vuscara á Manuel Pactorrecio de orden de V.S. y al medio dia vinieron las Flores (alias) comendadoras que fuera á registrar una casa asegurando que estava escondido en el ella dicho Pactorrecio la que registré y no encontré nada, y en la noche salimos asociado del comisario del barrio D Ramon Ballaga en busca del mismo individuo, y anduvimos hasta la una de la no-

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che y no encontrando nada me retiré sin novedad. El treinta y uno estube desde la prima noche hasta las diez de ella: en el paso de Carrasco velando no hubo novedad y en el mismo día se cojió un negro simarron de D Estevan de Quezada. Febrero dia primero en la noche sali á la una de la noche parti la gente y se veló en el camino de los Carrascos y en el de Hato Viejo hasta el dia y no hubo novedad. El dia 2 á las tres de la tarde sali y coji á Manuel Pactorrecio en la Plazuela de la Quinta de D Feliciano Carnesolta sin armas el mismo que puse en la carsel á disposición del Sr. Governador. El tres salimos á las cuatro de la tarde por orden del Sr. Alcalde D Manuel Boza acompañado de un negro en solicitud de unas vestias robadas y registrada la estancia que estava á una legua del pueblo ciendo de la propiedad de D Gregorio Gonzales y nada encontré y me retiré sin novedad. El cuatro sin novedad. El sinco en la noche estube hasta las diez velando a Francisco Tamaris en casa de Dionisia Pedroza (alias) comendadora y nos retiramos sin novedad. El seis á las tres de la madrugada fuy al potrero de D Diego de Arcia en solicitud de Ramon Espinoza por informe de que bivia en dicho punto y resulto no ser el que buscabamos y no retiramos

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sin novedad: ciendo el encargo de este el Sr. regidor D Melchor Batista y en el mismo dia coji un negro de D Antonio Ma. de la Peza. ocho en la noche anduve dentro de la ciudad hasta las once de la noche buscando á Luis Rodriguez y Ramon del mismo apellido, y no los encontre y me retiré sin novedad. nueve en la noche anduve con el comisario del barrio D Juan Manuel Rodriguez hasta la una en solicitud de los mismo y no los encontré y me retiré sin novedad. El diez anduve en todo el dia solicitando los mismos hasta diez de la noche y no lo encontramos y nos retiramos sin novedad. once en la noche me reuny con el comisario D Juan Manuel Dias, que me sitó para cojer unos hombres que llegavan á una casa y eran sospechosos, y nada se consiguió y en la misma noche aprendí á Jose Hernandez por encargo de D Jose Figueredo. catorce en la siesta vino Cerapio Viamonte avisarme de un pardo que vino de Bayamo nombrado Casimiro Medero que era malo: sali en su perseguimiento coji un negro de D A. de Velasco; como igualmente un pardo llamado Mariano Sanchez que habia tenido una rellerta; y le quité una cuchilla y un fuete conduciendolo al Sr. Alcalde D Miguel Batista y lo dejé á su disposición. quince estuvimos en las Vegas de Saramaguacan en solicitud del desertor Antonio Sifontes tuve

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noticias se havia marchado para Nuevitas, mandando enseguida á dos hombres á las Vegas de la concepción para que condujeran un hombre á esta ciudad de orden del Sr. Alcande D Miguel Batista. El diez y seis regresaron los dos hombres que mandé á las Vegas de la concepción conduciendo á Jose Ma. Palmero el que entregue al Sr. Alcalde D Miguel Batista. El diez y siete como á la una de la noche salimos á los ingenios del Monte del Horno y me amaneció en el ingenio de D Francisco de Armas viré para la ciudad; y estando en guanamaquilla exsaminando mi gente un negro que hiba de romeria para el santuario del cobre y habiendolo expeccionado su licencia por ellos mismos estaba bien despachada y sin ninguna malicia: pero a su salida para continuar su ruta, se le volvió á llamar, haciendose sospechoso huyendo desesperadamente hasta el estremo de abandonar su caballo licencia y comestibles tirandose pié a tierra para un pinal de la sircunferencia del mismo Guanamaquilla al entrar al monte del Horno, que con la misma deseperación regó varios trastos los mismos que al regreso recojimos; y di parte de todo al Sr. Governador. El diez y ocho al amanecer salimos á la una de ella en solicitud de un hombre que se dijo estaba en la estancia de Cerapio de Flores cuyo sugeto se creia pudiera ser de los Rodriguez de las Tunas; como igualmente me denunciaron del pardo

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Miguel Flores encargado por el Sr. Alcalde D Miguel Batista, y ninguno encontramos retirandonos sin novedad con tres leguas de camino. diez y nueve de media noche al dia, y estubimos velando en la entrada del Monte del Horno y la mitad de la gente en el camino real de Sarvage, y nos retiramos á las tres de la madrugada. Advirtiendo que en el mismo dia mandé dos hombres en solicitud del negro Simon Recio á las estancias de la Loma de la Mula de orden del Sr. governador por una licencia que le havia sacado a otro individuo el mismo que puse en la carsel á disposición de dicho Sr. governador. veinte y uno al amanecer cojimos dos negros de Da. Anita Batista y en el mismo dia cojimos otro dentro de esta ciudad de San Juan de los Remedios y los dos anteriores en la quinta de D Jose Ma. Agramonte. veinte y dos estubimos velando en el camino de Magarabomba y el de Cuba y no hubo novedad. veinte y tres estubimos velando en el Monte del Horno y camino del Jaguey hasta la una de la noche y nos retiramos sin novedad. veinte y cuatro velamos en el camino de tió Marcos y puente de tínima hasta las doce de la noche y nos retiramos sin novedad. 25 sin novedad. veinte y seis a medio dia salí á velar unos hombres sospechosos en la calle de los Tejares y el camino de Garrio, y como á la oración conduje

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un pardo á presencia del Sr. Governador por no haber presentado su licencia, y en la misma noche estuve en el camino de los Carrascos y Hato Viejo hasta el ave Maria; y nos retiramos sin novedad. El veinte y siete coji y entregue un negro de D Agustin de Velasco que andaba huido. El veinte y ocho como á las oraciones salimos, y estubimos velando en el camino del Ingenio de D Jose Francisco Caballero hasta las tres de la madrugada, y nos retiramos sin novedad. Marzo Primero se entregaron dos vestias á D Juan Recio, y un caballo á D Luis Sanchez quitado á un negro este ultimo; y las dos yeguas remanecieron en la calle de los tejares y me impuso su dueño de que desde pascuas se la habian robado. el dos sin novedad. El tres salimos á los ingenios de Tinima el primero de D Francisco Cosio, D Nicolas de Zayas, el de D Ignacio Ma. de Varona, D Nepomuceno Boza, y D Pedro Ma. Veliz en los que no encontré ninguna novedad. El cuatro me denunció D. Bartolo Marin que estaban una yegua y un caballo agregadas con sus vestias, que creia eran robadas las que me entregó, y en el mismo dia le encontré un caballo hurtado á D Nolasco Casas que mantenia en su poder ciendo de la propiedad de D Rafael Cordoví todo lo que puse á disposición del Sr. Governador. El mismo dia en la noche salimos como á las

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dose por vuelta de la Angostura de Sabana Grande, y habiendo llegado al potrero donde tiene su existencia el hijo de D Juan Chavarria y solicitando las vestias de embarque me enseñaron siete de las que tome filiacion para averiguar si eran robadas. cinco en la tarde salimos la mitad de la gente á la entrada de Salvage, y la otra mitad al camino del Monte del Horno estubimos hasta las tres de la madrugada; y nos retiramos sin novedad. seis sin novedad. siete cojimos el negro Briche encargado por el Sr. Alcalde D Manuel Boza, y lo remiti por deposito de la vara al Sr. D Graciano Vetancourt cuyo señor lo remitio á su dueño. ocho salimos camino de Magarabomba distancia á siete leguas de esta ciudad, y prendimos como á las tres de la madrugada á D Francisco Sanchez, por traer un caballo robado de D Agustin de Peña; todo lo que puse á disposición del Sr. Governador. nueve sin novedad. diez en la noche sali camino del Callo estuve en la Llamagua en casa de D Manuel Ruví cinco leguas de la ciudad en solicitud de Jose Hernandez encargado de la ciudad de Trinidad, volvi á las doce de la madrugada sin novedad; y en esta misma noche dejé dos hombres en el pueblo velando á un pardo que paga por que le saquen una licencia el que no pareció. once sin novedad.

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El doce mande dos hombres al ingenio de D vicente Caballero á buscar á Jose Basulto por orden del Sr. D Graciano Vetancourt el que trajeron y entregué á dicho Sr. la misma noche estube velando en el paso del Cayman, Charquito y en el Triana hasta el dia que nos retiramos sin novedad. El trece por la mañana reciví orden del Sr. Governador comunicada por D Gregorio Aguilar para que prendiera á Fermin Venavidez lo que verifiqué cojiendole mas nada que un caballo; el que entregue al padre de dicho Venavidez, y este lo puse en la carcel á disposición del Sr. Governador y lo oficié. El catorce en la noche anduve en el Barrio del Cristo y Santa Ana hasta las once en solicitud de Antonio Rodriguez desertor del Regimiento de Cuba y no lo encontré, y me retiré sin novedad. El quince por la mañana salimos á los T[...] tres leguas de la ciudad en solicitud de Francisco Melian, por orden verbal que me notificó D Juan Aranda del Sr. Governador para que lo trajera preso: el mismo que entregue á su señoría, y habiendo determinado se solicitasen las vestias que desia tenía á dos leguas del pueblo el ante dicho Melian fui asosiado con el referido Aranda hasta conducirlas á la presencia de V.S. y provado el hurto determinó dicho Sr. lo condujera al calavozo de su cuerpo lo que verifique. El diez y seis en la noche salí a las Vegas de Guariado en solicitud del negro Concho y de otros que

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desian le acompañaban por denuncia que dió D Martín Quiros y el diez y siete anduve todo el dia registrando los montes asociados con el antedicho hasta las cuatro de la tarde y no hayandoles ni aun rastro me retiré para el pueblo distando á cuatro leguas de esta ciudad sin novedad. El diez y ocho registré un potrero de la propiedad de Antonio Velasco por noticia que me dió D Jose Rodriguez que habian visto en aquel dia antes á tres hombres sospechosos con una rabiata de vestias en el callejon de la laguna de Valencia y nada resultó. El 19 y el 20 sin novedad. El veinte y uno fui al ingenio del Sr. Alcalde Provincial D Gregorio Riberon en solicitud de cinco negros que tenía profugos en dichos terrenos los que habiendo encontrado coji tres: los mismos que le entregue al mayoral de la referida D Miguel Molina. Y en mi retirada como á las cuatro de la tarde encontré en las inmediaciones del Hatico de D Juan Wens dos yeguas de las diez y nueve que se decian eran robadas las que coji, y entregue á su dueño en el mismo dia D Salvador Oliveras. El veinte y dos se cojió un negro de Da. Ma. Gertrudis Montejo se les entregó á su dueño con una cabalgadura que tenía el expresado negro y por la noche sali á sus oraciones en solicitud de Jasinto Morel por informe o queja de uno de los Rodiguez de que le habia robado un caballo el

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primero, anduve todo el pueblo hasta las nueve de ella, y no encontré nada. Y a las dose de la misma noche estubimos velando hasta las tres de la madrugada en el camino de Palomino, y nos retiramos sin novedad. veinte y tres sin novedad. veinte y cuatro; a las cuatro de la tarde salimos para la vuelta de Guanamaquilla anduve hasta las diez de la noche, y nos retiramos sin novedad. veinte y cinco anduvimos dentro del pueblo hasta las once de la noche y nada encontramos retirandonos sin novedad. veinte y seis á las cuatro de la tarde sali por todo el pueblo con la gente regada solicitando mas hombres forasteros que se hayavan en esta ciudad, cuya noticia fue anunciada por el Sr. Governador: y en la noche del mismo dia anduve hasta la una en solicitud de los mismos individuos retirandome sin novedad. veinte y siete, anduve dentro de la ciudad en la misma diligencia toda la mañana hasta las doce del dia que nos retiramos bolbiendo á salir á las tres de su tarde hasta la oración de la noche é inmediatamente volvimos á salir repartidos mandando tres hombres al camino de Magarabomba, y yo con la restante gente fuimos al camino de Bayamo hasta la tienda de Jaguey tres leguas del pueblo, y estubimos velando hasta el dia, retirandonos igualmente sin novedad. viente y ocho en la noche registre una casa en el barrio del Cristo por noticia que me dieron se

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hayava un forastero con una muger cuyo registro fue como a las diez de la noche; y de este punto pase á Hato Viejo á una estancia de Miguel de Rojas que tambien me dijeron estava un forastero acojido en dicha estancia el que encontre y conosi ser hombre de bien, y formal retirandome á la una sin novedad. El veinte y nueve fui al Ingenio de San Isidro como á las tres de la tarde á saver si era cierto, el que unos negros de dicho ingenio havian asaltado, á otros negros que iba del pueblo para Guanamaquilla de la propiedad de D Martin del Castillo, y resultó ser incierto. Siguiendo para el camino de Guariao, y entre las dose y la una cojimos un negro de la propiedad de D Agustín Izaguirre el que puse en la carcel por que desia que en casa de su amo havian resultado varios muertos en el ingenio, y que de estas no havia tenido conocimiento la justicia, de cuya noticia di cuenta al Sr. Governador. El treinta sin novedad. El treinta y uno crusando los sitios del comisionado de barrio D Jose Batista en perseguimiento de un chino a caballo color alambrado y siguiendolo hasta el paso chiquito consegui darle un golpe de palo por lo que calló por cuya razon, lo prendi, y lo remity á su dueño; ciendo esto como á las diez del dia. en el mismo dia en la noche estubimos velando repartida las gente en el Callejon de Tio Marcos y los otros en el camino de Nue-

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vitas, y á la una de la noche nos retiramos sin novedad. primero de abril en la noche salieron tres hombres para el Jaguey de Canasi en solicitud de un hermano del Lic. D Gregorio Castellanos por queja que dió D Manuel Padilla de un toro trasherrado é ygualmente trasseñalado estando esta hacienda dose leguas de esta ciudad. Conduciendo á esta dichos encargos. dos sali por la mañana al Ingenio de D Gregorio Riveron con una orden del Sr. Governador para que recibiera dicha finca lo que no verifique a causa de retirarse el mayoral que era D Miguel Molina para la ciudad por lo que vinimos, y asociado de este regresamos á esta dando cuenta inmediatamente al Sr. Governador de lo acaesido. estando á tres leguas de la ciudad. tres binieron tres hombres que mande al Jaguey asociado de D Manuel Padilla, trajeron un ternero, segun la orden de su señoria como ygualmente á un mozo que se hayaba en dicha hacienda nombrado D Luis Castellanos, el mismo que presenté en compaña del torito, al Sr. Governador en el propio instante. 4 se cajió un negro de D Gregorio Riveron, y en el mismo dia como á las 4 de la tarde sali a belar repartiendo á la gente al camino de Santa Cruz en el punto de Sabana grande y en el camino de la angostura, y camino de Bayamo en cullo punto que fue del otro lado del arroyo de Saibavo crusaron la pareja de mulas del Sr. Marquez de

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San Felipe sueltas las mismas que se entregaron el cinco por la mañana al dueño sin otra novedad. El cinco salí á registrar el potrero que era de D Rafael de Vetancourt por sospechas denunciadas por D Francisco Alvares en solicitud de dos vestias que decia el ante dicho le havian robado; y para el efecto fui asociado con el mismo denunciante y no encontré nada; retirandome á la ciudad sin novedad. En el mismo dia reciví orden verbal por D Pedro Venavides encargado del Sr. governador para que solicitara á D Fermin de Idem y lo llevara á su tribunal el mismo que desde aquel momento que fué á las tres de la tarde sali asta las diez de la noche, y no encontrandolo me retiré sin novedad. El 6 en la noche sali para la costa del Sur en solicitud de unas vestias robadas. El 7 a las cuatro de la tarde llegue á Santa Cruz encontrando en esta un barco cargado por el hijo de D Jose Antonio Ledesma con cuarenta y ocho yeguas las que registré y no encontré ninguna de las vestias que solicitaba regresandome al mismo tiempo á la Hacienda de San Agustín en donde hice noche. El 8 parti las gente que llevaba remitiendo dos hombres á las Quemadas Arriba para que estubieran velando cinco dias, y que se retiraran con cualquier resultado á la ciudad, y yo con tres hombres segui recorriendo la costa y fue á hacer noche á la hacienda del Junco sin novedad.

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El 9 fui hasta el surgidero de Romero, y no hallando noticia de nada parti á la hacienda de Vuenaventura á donde hice noche, y en esta misma, y el segundo dia diez lo pasé a varios puntos haciendo pesquicias del asunto que llevaba las que no pude conseguir. El 11 volvi para atras reconociendo otra vez el ante dicho surgidero y hice noche en las haciendas del Estero la misma pase velando hasta el amanecer por ciertas sospechas. El 12 me retire de dicho punto con la noche hasta llegar a la hacienda del Junco en donde hice noche y el 13 á las 4 de la tarde sali hasta reconocer el Embarcadero de Manopla de la hacienda Loreto y haviendo llegado como á las 8 de la noche á dicho punto estuve velando hasta la madrugada retirandome sin novedad. El 14 me pase á la hacienda de Pedro Lopez sin novedad en donce hice noche. El 15 por la mañana encontré entre el citio el Medio y la antedicha hacienda cinco vestias que era de creerse las havian soltado, y entre de ellas una yegua, una mula las mismas que me havia encargado D Francisco Alvarez su legitimo dueño por ser robadas las que en compaña de las otras presenté al Sr. governador el 16 por la mañana que regresé á esta ciudad determinando su señoría me hiciera cargo de buscar sus dueños. Advirtiendo que vencida la diligencia á mi regreso tenia caminada setenta y cuatro leguas.

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Diario seguido por D Jose Marin que se quedó en la ciudad El 6 sin novedad. El 7 salió á hato Arriba distante una legua en solicitud de un caballo que le havian robado á D Jose Morales el mismo que le acompaño lo que verificaron con haverlo encontrado suelto. El 8, 9, 10 y 11 sin novedad. El 12 salió al ingenio de D Nicolas de Zayas á cojer un negro que havia asecinado á otro, y mal herido á dos negras el mismo que haviendolo encontrado y dandole la voz de la justicia hizo armas como obstinado que estaba, mandó á un hombre que le acompañaba le hiciera fuego con un fucil el mismo que mató; de lo que tubo conocimiento el Sr. Alcalde D Manuel Boza. El 13 salió á la loma de la Mula a coger un hombre de orden del Sr. Governador lo que verificó, quien mantenia un caballo robado todo lo que puso a disposición de su señoría. El 14 en la noche salió en compaña de dos hombres de la misma cuadrilla á la oración y estubo velando en el camino de Caunao hasta las tres de la madrugada retirandose sin novedad. El 15 salió a registrar varios potreros malisiosos el mismo que estaba una legua de la Ciudad. El 16, 17 y 18 sin novedad. El 19 registre dos potreros en solicitud de unos caballos que le robaron á D Francisco de Varona, á la nocheser mande cuatro cuadrilleros por el camino de la Habana y yo sali por el de Bayamo

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con dos, y en los Locos en contre á un tal Terencio, y un muchacho con dos caballos robados tres pistolas y alguna ropa de su uso: los que puse en la carsel á disposición de su señoría. El 20 sin novedad. El 25 sali para las vegas de saramaguacan y registré parte de las vegas en perseguimiento de unos caballos robados y nada encontré. El 26 me retiro á la ciudad sin novedad. El 27 sali al ingenio de D Francisco de Armas en solicitud de veinte negros que se le havian fugado los anduve buscando todo el dia y el resto de la noche y no los pude encontrar retirandome para la la Ciudad sin novedad el dia 28. El 29 fuimos á velar en el camino de Guanamaquilla toda la noche y nos retiramos al amanecer sin novedad. El 30 estubimos velando hasta las dos de la madrugada en la calle de los Tejares de la Vigía y me retire sin novedad. Mayo 1º sin novedad. El 2 en la noche sali para Nuevitas en solicitud de algunos desertores y demas; y en la noche misma cají un negro simarron con un caballo andon, lo llevé á dicho punto y lo entregue al administrador para que se lo entregaran á Redaño que era su dueño. El 3 coji al desertor Antonio Sifontes y en el mismo dia en la tarde coji á Jacinto Morel en el Guincho por ladron.

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El 4 bino á ser noche á San Jose tuve noticias alli de unos negros simarrones los que anduve buscando toda aquella noche y hasta el medio dia del cinco y no los encontré. El mismo cinco sali para la ciudad á conducir los dos reos hasta entregarlos al Sr. Alcalde como lo verifique á las diez de la noche de este dia. El 6 sin novedad. El 7 anduve solicitando un chino nombrado Jose Raymundo Arguelles y un negro llamado Jualian Inglés que habian robado un baul á D Juan Arballes y en la tarde coji un pardo por sospechoso nombrado Tomas Boza el que puse en la carsel a disposición de su señoría. El 8 todo el dia anduve buscando los agresores en el robo de D Juan Arballes. El 9 salieron dos hombres para la buelta abajo en seguimiento de los dichos reos que robaron a D Juan Arballes y en la noche del mismo dia coji al pardo Pedro Millan encargado por el Sr. Alcalde D Manuel Boza y lo presenté a dicho juez. El 10 en la noche anduve hasta el ave Maria solicitando a Leonardo Porto por unas heridas que le havia dado al pardo Juan del Risco por orden del Sr. Governador y no parecio. El 11 en la noche estube velando en el camino de las Cajobillas hasta las tres de la madrugada, y no huvo novedad. El 12 en la noche sali abuscar unos negros al ingenio de D Joaquin de Varona por encargo del Sr. Alcalde D Manuel Boza.

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El 13 al amanecer encontre a Jose Marrero con una yunta de bueyes, y una yegua robada de D Antonio Ramirez en frente del tejar de Venavides y en cuanto nos vió fugó y dejo los bueyes y la Yegua cuyo dia le emple en buscar á dicho Marrero, y en la noche lo estuve velando en frente de la casa de su morada hasta la una de la noche, y no pareció. El 14 presenté la yegua y bueyes á su señoría, y en el mismo dia fui arregistrar un potrero en distancia de una legua en solicitud de una yunta de bueyes que le robaron á D Domingo Lopez y no parecieron. En el mismo dia en la noche estuve velando al ante dicho Marrero en la casa de su morada hasta la una de la noche y no pareció. El 15 en la noche estuve velando en el camino de Saragosan hasta las tres de la madrugada y no huvo novedad. El 16 salieron dos hombres de la cuadrilla camino de Nuevitas en solicitud de algunos desertores que tengo encargados en el mismo dia en la noche mandé cuatro hombres avelar al camino de la Matanza y estuvieron hasta las dos de la madrugada y se retiraron sin novedad. El 17 oficié al Sr. alcalde para si tenia abien dar certificacion á D Fernando Tirado sobre el acontecimiento que resultó el trece que habiendose hido el mencionado se dispersaron dos hombres de mi cuadrilla y haviendo tenido noticias que iba un hombre corriendo en un caballo; lo siguieron hasta llegar á Altagracia el mismo que

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trajeron preso y no siendo el profugo lo solto por cuyo fin me pidio un atestado por si le ponian por escrito el aberlo conducido como preso dos hombres de la cuadrilla: lo que consulte por oficio al Sr. alcalde por que dispusiere lo que tubiera a bien. El 19 recibi una orden de su señoria para que aprendiera á D Leonardo Porro. El 20 salieron dos hombres á la Magantilla que se desia estava dicho Porro no lo hallaron, y en el mismo día regresaron estando dicho punto siete leguas de esta ciudad, y en este mismo dia llegaron dos hombres que fueron hasta el guincho que los mande por denuncia que tuve de que andavan unos reos en aquel destino: como igualmente sabel el paradero de unos negros que se desia andavan por la hacienda San Jose, en dicha diligencia demoraron cuatro dias: y a la una de la noche sali con dos hombres a las Vegas de los Angeles á buscar á D Rafael Pabon preso por orden del Sr. Manuel Boza el 21 bine a la ciudad á las dos de la tarde con el ante dicho preso el que puse en la carsel á disposición de dicho Sr. El 21 en la noche bino á buscarme D Mariano Gallo para que fuera á cojer á Pedro Valentino Serrano por haberle vendido en cambio de un caballo una yunta de bueyes los que en el mismo dia se los quitó su dueño que era D Manuel Cordoví, en el momento sali en busca de el lo coji en la casa de Eucevio Carabajal barrio del Cristo y inmediatamente declaró tenia

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el caballo vendido á D Juan de Dios Socarras, el que me lo entrego en el instante y al reo lo llevé á la carsel á disposición de su señoría. El 22 y 23 sin novedad. El 24 en la noche anduve hasta las dose de ella, y no huvo novedad. El 25 estuve velando en el tejar de los Carrascos desde la una de la madrugada hasta el dia y nos retiramos sin novedad. El 26 anduve todo el dia buscando dos pardos que binieron del Callo profugos y no parecieron. El 27 anduve en la misma diligencia, y en el mismo dia se presentó el dueño de dichos mulatos pidiendo un hombre de la partida para perseguirlos a la buelta de Cuva.2 El 28 vino el hombre que salió para la buelta de Cuva no hallando noticias en contorno de diez leguas, y yo con las demas gente anduve solicitando los mismos en esta ciudad, y en los resintos todo el dia y la noche. El 29 sali á velar en el camino de Nuevitas á las diez de la noche, y con la madrugada pasé al monte del horno á una estancia del ingenio de San Isidro á ver unos hombres que se hallavan en aquella que parecian ser sospechosos de los que me impuse, y eran buenos de alli me pase al Ingenio de D. Francisco Recio, en solicitud de un negro que desian andava huido esclavo de D Jose Manuel de Quesada el que me acompañó hasta 2

Santiago de Cuba.

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el medio dia buscando al dicho negro, y no pareció. El 30 sin novedad. El 31 sali avelar al camino de tio Marcos por denuncia de un hijo de D Juan Arango, de que havia cinco hombres en un potrero del Lic. Batista el que al ser de dia lo registré, y no encontré nada. Junio El 1o. de junio en la noche sali á las diez de ella compañado de D. Antonio Napoles por disposición del Sr. Governador a causa de no hayar su muger y faltarle toda su ropa por cuyo motivo hise toda diligencia en dicha noche hasta el otro dia, y no hayando noticias me retiré á la Ciudad. El 2 supe estava la ante dicha muger, en casa de una tia suya de lo que di cuenta á su señoría. El 3 coji un negro de D Gregorio Riberon, y se lo entregue á su dueño. El 4 anduve en solicitud de un caballo que benian solicitando dos hombres de Trinidad que se lo havian robado, y no lo encontré. El nueve sali á cojer á Manuel Estevan, y a Domingo de Zayas por orden del Sr. Alcalde D. Manuel boza, y en el mismo dia no pude cojer mas que al primero el que puse en la carsel á disposición de dicho señor. El 6 anduve todo el dia solicitando á Domingo de Zayas, no pareció y en la noche estuve velando á Leonardo Porro por encargo del Sr. Governador por eridas que le dio al pardo Juan del Risco.

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El 7 coji al pardo Domingo de Zayas por encargo del Sr. Alcalde D Manuel Boza el que puse en la carcel á disposición de dicho Sr. El 8 en la noche á las diez sali asociado con D Ignacio Porro por orden del Sr Governador al ingenio de la propiedad del primero cinco leguas de la ciudad a prender á D Cristobal Serrano y que reconociera unas reces eridas lo que verifique; el nueve por la mañana trayendo al referido Serrano poniendolo en el cuartel de milicias á disposición del comandante del cuartel dando cuenta inmediata á su señoría. El 9 sali á las tres de la tarde por disposición del Sr. alcalde y el Sr. Governador a prender á D Jose Antonio Galvez el que lo hallé en el sitio de la boca de la Angostura tres leguas de la ciudad el que allandolo prendio fuga y habiendolo alcanzado tiró por un cuchillo, y para quitarselo fué preciso darle con el plan del machete en la oja del cuchillo, y al caersele se dio una cortada leve en un dedo de la mano, y conduciendolo a la ciudad lo entregue á los dichos señores en el mismo dia en la noche. El 10. sin novedad. El 11 en la noche sali á las dos de ella partiendo la gente unos á la calle de los Tejares, y los otros al camino de tio Marcos hasta que amanecio, y nos retiramos sin novedad. El 12 á las dos de la tarde sali camino de la Habana en perseguimiento de los desertores del regimiento de Cuba nombrados Jose Estanislao

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Nerey, Estevan Solis y Miguel Barboza los mismos que perseguía por disposición del Sr. Governador. 13 lo aprendi en la sabana de porcayo trayendolos á la Ciudad en el mismo dia distante seis leguas de esta, y se los entregue su señoría. 14 sin novedad. 15 al amanecer sali buelta de Sabana Grande en solicitud de unos caballos de D Martin del Castillo, y habiendo registrado por las minas pasé á Hato Viejo lo registré igualmente. Y en seguida pase á Camugiro haciendo la misma diligencia como asi mismo pasó sucecuentemente á las estancias de D Vicente Caballero, y no hallando razon alguna me pasé á San Antonio y no encontrando ninguna noticia me retiré á la Ciudad sin novedad. El mismo dia en la noche haciendo la misma solicitud encontré con Juan de Jesus Rodriguez el que haviendole preguntado por un caballo que traia se hizo sospechoso. 16 al amanecer pase á la estancia que asistia dicho Rodriguez á registrarla, y encontré por novedad en que en aquella noche anterior habia puesto un hombre en lugar suyo y el subsodicho Rodriguez se havia ocultado no hayando nada de sospecho en dicha estancia de lo que di cuenta en el mismo dia al Sr. Governador el que determinó se aprendiera; y en el mismo dia á la una de la noche sali avelar el camino de los Carrascos en donde permaneci hasta el amanecer y no huvo novedad.

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El 17. Se cojió á Jose Ma. Batista español por ser sospechoso, y haver diez dias que no se havia presentado al Sr. Governador y preguntandole donde vivia expuso se hallava desmontando en casa del maestro Colón lo que resulto ser falso. El 18 anduve inponiendome de la casa donde estaba desmontado Jose Ma. Batista acompañado con el mismo, y en dicha casa encontré á D Pedro Ortega el mismo que lo acompañó dicho Batista en el camino de Santo Espititu hasta llegar á esta ciudad, y por no tener licencia el expresado Ortega le presenté á su señoría. El 19. Sali á registrar el potrero nombrado Garcia que era del padre Arango por ser sospechoso é igualmente el potrero que linda con el ante dicho que tiene arrendado D Juan Cordovi en los que no encontré nada; y en el mismo dia á las diez de la noche estuve velando en el camino de Salvaje, y la mitad de la gente en el camino de Guanamaquilla, y al retirarme á las tres de la madrugada encontre á Rafael Alvarez, reo encargado por el Sr. Alcalde D Manuel Boza, y en cumplimiento de la orden puse al dicho Alvarez en la carsel á disposición de dicho Jues. El 20 sin novedad. El 21 id. El 22 al obscureser se cojió á Pedro Amigo tras de las tapias del Santo Cristo desertor del presidio de Cuba hallando un caballo robado y una oja con evilla de plata en el sinto la misma que por-

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taba entregandolo todo con el mismo individuo al Sr. Governador. 23 y 24 anduve entre la ciudad en perseguimiento de un individuo que me anunciaron ser compañero del ante dicho el que no se encontró. 25 y 26 sin novedad. 27 á las tres de la madrugada sali á el ingenio de D Faustino Caballero el biejo en solicitud de un hombre que se desia era sospechoso, y no habiendolo encontrado pasé á Charco Colorado en noticias de un caballo que havia cambiado dicho sugeto á D Antonio Ramirez el mismo que embargué en poder de dicho Ramirez hasta tanto pudiera resultar su dueño, y de alli me regresé á la ciudad sin novedad. En el mismo dia en la tarde se cojió un negro huido de D Luis Hernandez el que se le entregó. 28 mande un hombre de la partida á Guirabo en solicitud de D Agustin Zespedes, y haviendole hayado se le hizo presente entregara un buey que mantenía de D Faustino Caballero el joven, y que concurriera personalmente á el traslado del Sr. Alcalde D Miguel Batista de su propia orden. 29 sali á las doce de la noche avelar al camino de tío Marcos cojí un negro del prebistero D Diego Alonso Vetancourt, y lo entregué al malloral del ingenio que estaba durmiendo en la sabana de la Jata con unas carretas retirandome para la ciudad sin novedad. 30 al amanecer á las tres de la madrugada sali arregistrar el potrero del maestro Roque por

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denuncia del mismo que desia andavan tres negros simarrones, y que dormian en dicho potrero lo registré todo antes que amaneciera y no encontre nada. Julio El 1o. sali para la costa de romero en solicitud de una bestias veinte y siete leguas de la ciudad no encontre noticias ningunas, y llegué el dia cuatro á la Ciudad. El 5 a las diez de la noche sali a velar al camino Real de la Habana, y estuve hasta la madrugada, y no huvo novedad. El 6 como á las tres de la madrugada salimos repartido á velar en el camino de la Vigia, y el de Bayamo y nos retiramos á el ave Maria sin novedad. El 7 sin novedad. El 8 sali á las diez de la noche comparti la gente tres hombres al camino de la fundición, y yo con otros tres al camino de Carrasco hasta las tres de la madrugada que nos retiramos sin novedad. El 9 sin novedad. El 10 á las tres de la madrugada sali para el potrero del peralejo de D Jose Antonio Montejo por orden del Sr. Governador en solicitud de unos negros á palencados que se hayavan en aquellos terrenos en el mismo dia anduve hasta la noche y no hallamos nada. El 11 anduvimos registrando el monte, y tampoco se encontró nada.

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El 12 por la mañana sali con mi partida al monte en la misma solicitud, y no hallandolos pasé á la estancia del biejo Juan Llarucas, y habiendo amarrado dos negros del mismo amenasandolos declararon donde estaba el rancho llevandome á él, que estaba inmediato á dicha estancia, y haviendonos sentido los simarrones antes de llegar al rancho se fueron cuatro, y coji tres les halle dos puercos tasajiados ojas de sinta y dos cuchillos todo lo que puse á disposición de su señoria el trece que fué el dia que regresamos á esta ciudad. El 14 salieron dos hombres de mi partida con una orden del Sr. Governador para prender á D Fernando Vetancourt. El 15 al ser de dia fuí á la plaza del Cristo á la justicia hasta concluirse, y en la tarde mandé dos hombres por orden del Sr. governador há compañar al escribano hasta repartir los cuartos de dicho ájusticiado 3 y en la misma tarde coji á Rafael Alvarez por orden del mismo Sr. Governador y lo puse en el cervisio de su cuerpo á disposición de su señoría, y en la noche sali avelar la oracion en el callejón de Tio Marcos hasta las dose de la noche. El 16 sin novedad. El 17 en la noche estuve velando en el camino de la Matanza hasta las tres de la madrugada, y me retire sin novedad. 3

El ajusticiamiento de un reo, su descuartizamiento y colocación de sus restos en los caminos se hacía fundamentalmente en los casos de esclavos rebeldes.

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El 18 caji á D Mateo Arbucias en el tejar de D Ramon de Armas por un caballo trasguerrado de D Ramon Adan, y habiendo declarado se lo habia emprestado Francisco gonzález lo coji en el mismo dia á la noche, y habiendolos reunido negó Gonzales no haberle emprestado tal caballo por lo que los puse en la carsel á disposición de su señoría. El 17. Llegaron dos hombres que mande en buelta de la costa por orden del Sr. governador en solicitud de D Fernado Vetancourt y no hallando noticias llegaron hasta la hacienda de hato biejo veinte y cuatro leguas de la ciudad de donde regresaron por caminos diferentes tomando las mismas noticias, y no hallando razon alguna bolvieron sin novedad. El 19 á la una sali para Muños á prender á D Gregorio de Miranda por orden del Sr. Governador. El 20 al amanecer lo coji en dicha hacienda y á las cuatro de la tarde del mismo dia lo entregue á su señoría: advirtiendo de que cuando lo hibamos aprender quiso resistirse con un cuchillo y al entrar en la carcel trató de fugar; igualmente hiso resistencia en la sala capitular al quitarle un cuchillo que traia oculto. En el mismo dia en la noche sali a velar al camino de las estancias. El 21. Sali á registrar el Potrero del Sr, Regidor D Merchor Batista que lo mantiene arrendado D Juan Cordovi, el que por hallarse solo crey igualmente pasé al potrero del presbitero

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D Nepomuceno Arango, el mismo que registré por hallarse solo con un negro, y no haviendo encontrado nada me retiré á la ciudad. En el mismo dia en la tarde fui á reconocer una vestia que desian estavan en la teneria de D Francisco Agramonte las que no allé porque las havian llevado á embarcar. 22. En la noche coji á Eucebio Hernandez por disposición del Sr. Alcalde Mayor provincial D Gregorio Riberon por hurtos lo aprendi en su casa en el barrio de la Caridad, y puse en la carsel á disposicion de dicho Sr. 23 sin novedad. 24 en la noche estuve velando en el camino de la Matanza hasta el dia, y no huvo novedad. 25. Sali por orden del Sr. Alcalde D Manuel Boza á la hacienda de Ballatavo aprender á D Juan García el mismo que traje el dia veinte y seis y lo puse en la carsel á disposición de dicho Sr. distando la hacienda diez leguas de esta ciudad. 27 mande tres hombres arregistrar un potrero del cojo Garces por sospechas de D Fulano4 coronel que desia le habian robado un buey, y no hallaron nada. 28 coji por orden del Sr. D Gregorio Riberon á Eucebio Peña por la mañana, y en el mismo dia sali á las once á registrar el Tejar del Padre Agustin de Sisneros por denuncia que le dieron

Recurso para nombrar una persona de la cual no se recuerda o conoce el nombre.

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al Sr. D Manuel Boza de una bestias robadas y se registró todo y nada se encontro ni aun rastro. El 29. Sali á las dos de la tarde en solicitud de un buey que le robaron á D Francisco Sardiña, y biniendo por la Jata coji dos negros de Da. Ana Batista que estavan en dicho punto y en el mismo dia los entregue á su dueño; y estando velando en la noche coji un español nombrado Francisco Ramirez con todo el equipaje de un buey que era de D Joaquin Coronel no lo presente por haberse hido el ante dicho agresor en cuya casa encontre la carne, entregandosela toda á el dueño de dicho buey que para el efecto mande buscar. El 30 en la noche estuve hasta las dos de la madrugada en el camino de Turuguey retirandome sin novedad. El 31. En contré el buey que le havian robado á D Francisco Sardiña; que lo habia comprado D Manuel Moya, á Pedro Ruiz, presentando á dicho moya á su señoría con una obligación que tenia de la compra del buey hecha ante escribano. Agosto El primero sali á una estancia acojer á Francisco Ramires por ladron de un buey de D Joaquin Coronel que no lo encontramos. El 2. Sin novedad. El 3. Sali á el hatico de D Manuel Urbano á abereguar unas patas de res que hallaron dentro de una la-

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guna, y no encontrando noticia fija no se pudo averiguar nada, y en el mismo dia en la noche á las dose de ella fuimos á velar camino de la fundicion retirandonos al ser de dia sin novedad. 4 y el 5 sin novedad. 6. En la noche anduve con toda la cuadrilla solicitando dentro de la Ciudad un Isleño y un hijo de Santo Espiritu que me anunciaron havian entrado, y que eran facinerosos, de la buelta de á bajo los que no encontré. 7 a las dos de la tarde sali por orden del Sr. Alcalde primero en solicitud de un hombre una muger y tres parditos que habian herido á un negro el que se hallava moribundo; y solicitando al hechor por el camino por donde dijo el herido, lo encontré en la estancia del Lic. D Miguel Reynaldo situada en San Antonio tres leguas de esta Ciudad los que conduje á la carsel á disposición de dicho señor. Ygualmente en la misma noche me encargó el Sr. Governador al reo Antonio Rodriguez el que fugó de la carsel, y haviendo hecho las mas vivas diligencias no lo encontré de lo que di cuenta. 8. En la noche estuve velando en la misma fundición hasta las dos de la madrugada retirandome sin novedad. 9. Llegó un hombre de la partida que havia salido asociado con D Hermenegildo Delgado que salieron el cinco para Guanaja por orden de su señoría en seguimiento de Pedro Cisneros (pardo libre) el que no encontraron.

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El 10 á las dos de la tarde sali por orden del Sr. Alcalde segundo D Manuel Boza para el Surgidero de Santa Cruz en seguimiento de un Ingles apedimento de D manuel de Zayas. El 11 salieron cuantro hombres en perseguimiento de tres desertores todo el dia, y la noche, y no los encontraron. El 12 á las diez de la noche regresé yó con un hombre de Santa Cruz y no encontré noticia alguna del referido Ingles que se solicitava. El 13. Al amanecer fuí a Jagua pelada estuve hasta el quince sin novedad. El mismo dia 15 anduve todo el dia dentro de la ciudad buscando unos hombres que se desia andavan en el pueblo y que eran sartiadores de camino por la Habana cuyos individuos no encontré ni quien me diera noticia. El 16. Sali por orden del Sr. alcalde segundo D Manuel Boza y fui a la Angostura al potrero donde asiste Juan Chavarria, para que noticiara donde fué á llevar el Ingles que llevó el negro de D Manuel Zayas, el que me contestó que se habia embarcado por Guanaja, lo mismo que noticie al referido Sr. Alcalde. En el mismo dia pase á las estancias de Camugiro en solicitud de unos bueyes que se decian podian estar en dichos puntos, y no encontre novedad. El 17. Sali ala oracion de la noche, y estuve velando en el camino de la Habana hasta las tres de la madrugada, y nos retiramos sin novedad.

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El 18. Se cojió un negro simarron de D Gregorio Riberon, y otro de D Joaquin Lopez los que se le entregaron a sus dueños. El 19 sin novedad. El 20. Sali á la oracion de la noche, y estuve velando en la Sabana de Salvaje hasta las dose de la noche, y no huvo novedad. El 21. Anduve solicitando el negro Ramon hijo de Santo Espiritu por disposicion del Sr. Alcalde primero D Miguel Batista, y no lo encontré. El 22. Llegaron tres hombres de la hacienda de Consuegra de Lazaro con Manuel de los reyes, preso por orden del Sr. D Graciano Vetancourt alcalde segundo endeposito. El 23. Estuve velando hasta el dia desde las ocho de la noche en la Fundición y no hubo novedad. El 24. Anduve buscando dos negros de D Mariano Venabides, y no parecieron. El 25. Sin novedad. El 26 á la una de la noche á Pablo Zapato en el barrio del Santo Cristo porque queria matar la muger lo puse en Arresto, y al siguinte dia di cuenta á su señoría. El 27. Se cojió á D Jose Ma. Batista en el barrio del Cristo por robo de dos yeguas (denunciado por rafael Alvares), el que se puso en la carsel á disposición de su señoría. El 28. Sin novedad. El 29. en la noche estuve velando en el camino de la Cajobillas hasta la madrugada retirandonos sin novedad.

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El 30. En la noche estuve velando en la Fundicion hasta la una de la noche, y nos retiramos sin novedad. El 31. estuvimos velando desde las dose de la noche hasta el dia en el camino de Bayamo y nos retiramos sin novedad. Setiembre El primero sin novedad. El 2. estuvimos velando hasta las dose de la noche en el paso de Tio Marcos y nos retiramos sin novedad. El 3. Salí á las dos de la madrugada al cafetal de Mola, y al amanecer del dia cuatro coji á Jose Antonio Sedeño, en el sitio nombrado los burros de D Jose Antonio Silva por orden del Sr. Governador el que puse en la carsel á disposición de su señoría. El 5. á la una de la noche coji dos negros una embra, y otro baron, los que puse preso hasta entregarselos á su dueño que era D Francisco Jose Vetancourt, y D Segundo Socarras. El 6 sin novedad. El 7 á las dose de la noche registré el molino que existe en la sabana de la Caridad por denuncia de varios negros que aposaban en dicho punto que eran simarrones y no encontré nada. El 8. Sali aprender á D Rafael Diaz á los Sitios de Caunao por orden del Sr. alcalde mayor provincial D Gregorio Riberon, tambien un negro es-

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clavo de dicho Dias los que puse en la Carsel á disposición de dicho Sr. El 9. En la noche me mantuve en la Caridad con toda la partida hasta las tres de la madrugada. El 10. Estuvimos velando en la calle de los Tejares, á los negros de D Mariano Venavides y uno de D Pedro Guerra los que estaban haciendo grandes daños de robos; y como á las nueve de la noche pasó D Fulano Varselona, y haviendole dado la voz de la justicia salió huyendo, y no pudiendolo contener la mitad de la partida que estaba delante le dieron un palo que le escalabraron la frente el que se condujo á su casa, y di cuenta á su señoría. El 11. á las ocho de la mañana caji á D Pedro Quezada por orden del Sr. Regidor D Francisco Uzatores incluyendo en la misma orden la aprención para el otro hermano D Jose Francisco el que puse en la carsel á disposición de dicho Sr. Y el mismo dia á las dose coji al pardo tomas Boza esclavo de Santo Spiritu y en la misma noche estuvimos velando despues de puesto en la carsel á disposición de su señoría a dicho Boza en la Fundición. El 12. á las cuatro de la tarde me dieron abiso en donde estaba Ramon Melendez en una casa por el Carmen, que habiendolo hido acoger habia fugado, y solo encontré el caballo en que habia venido que era alazan tostado, andon lo que hice presente, y entregué al Sr. Alcalde D Manuel Boza, y en la misma noche estubimos velando

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en la Sabana de Salvage hasta las doce de la noche, y nos retiramos sin novedad. El 13. Caji á D Jose Francisco de Quezada en la puerta de la carsel, y haviendolo puesto preso di cuenta por oficio (al Sr. D Graciano Vetancourt alferez real y alcalde en deposito) de uno y otro hermano. El 14. En la noche coji un negro huido de D Estevan de Quezada enfrente del tejar de los carrascos, y en la misma noche le entregué á su dueño. Y en la misma noche entre la una y las dos coji al moreno Atanacio Ballaga (esclavo de D Francisco Perdomo) el que puse preso por un buey que traia robado ciendo denunciado por el pardo Joaquin el Trinitario de todo lo di cuenta á su señoría. El 15. Se cojió un negro de D Mauricio Montejo en la puente de Tinima que andaba profugo cuyo negro entregue á su dueño. El 16. Estuvimos velando en hato biejo hasta las tres de la madrugada, y nos retiramos sin novedad. El 17. Estuve velando camino de la Fundición hasta el dia, y nos retiramos sin novedad. El 18. En la noche salimos á la oracion estubimos velando en el camino de hato biejo y camino de las minas repartida la gente hasta el Ave Maria, y nos retiramos sin novedad. El 19. Estuvimos velando camino de Bayamo hasta la una de la noche y nos retiramos sin novedad. El 20. Sali para la ciudad de trinidad á buscar los dos reos nombrados Jose Peña, y Jose de la Peña,

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y fui á hacer noche á San Joaquin con once leguas de hornada. 21. Dormi en San Nicolas. 22. En Jicotea. 23. En el paso del rio jatibonico. 24. Llegué á Santo Espiritu á las 4 de la tarde. 25 demoré en dicho pueblo para que descansaran las cabalgaduras. 26. A la oración de la noche aprendi á el Islandes o Ingles D Eduardo Castellanos (alias) Ratigan por seguirle causa el Sr. Alcalde Manuel Boza de segunda elección; por hurtos de negros al que habiendole pedido aucilio al Sr. alcalde de dicha Villa para ponerlo en la carsel no quiso acseder poniendolo en libertad, y dandole pasaporte para que se fuera como executó. 27. Por la mañana me mando buscar dicho Sr. alcalde para insultarme con las razone siguientes. La primera que era un atrevido por haverle oficiado, que no me ponia preso por consideraciones que tenia al Sr. Sedano, estrechandome á la fuerza que rompiera el oficio antes dicho como lo verifique que yo no era mas que un mero comisionado para conducir los reos mensionados, y por ultimo lanzarme que saliera inmediatamente de la Villa á todo lo que obedesi. En el mismo acto sali para la Ciudad de Trinidad, y fui á hacer noche á la hacienda de D Jose Gonzalez con once leguas de hornada.

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El 28 á las tres de la tarde llegamos á la Ciudad de Trinidad. El 29. Me despachó el Sr. alcalde, y el treinta al amanecer salimos con dichos reos á hacer noche cinco leguas de dicha Ciudad. Octubre El 1o. bine á dormir al partido de Banao. El 2. En la tarde llegue á Santo Espiritu poniendo los reos en la casel de dicha villa. El 3 Demoré en espera de la contestacion de un correo que le hice á las autoridades de esta ciudad de Puerto Principe, y habiendo llegado en el mismo dia entregue los oficios que se rem itieron segun correspondia. El 4. Salí de dicha Villa con los reos y un negro que me entrego el Sr. Alcalde de segunda eleccion de Santo Espiritu que era profugo de esta ciudad, y bine á hacer noche á la hacienda del Quemadito á cinco leguas de la Villa. El 5. hice noche en Guallacanes. El 6. hice noche en Balboa. El 7. En San Cristobal. El 8. En San Geronimo. El 9. En el potrero de D Manuel de Zayas nombrado las Lluraguanas. El 10. Por la mañana llegué á esta Ciudad como á las dose del dia entregando los reos en la carsel á disposición de su señoria como igualmente tres

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trabucos dos pistolas, y demas efectos annesos á dichos reos. El 11, y el 12. sin novedad. El 13. Anduve buscando los negros de D Mariano Venavides todo el dia por los potreros de Pinea, y no encontramos nada. El 14 Anduve todo el dia buscandolos por el ingenio de5 no parecieron, y en la noche los estuve velando con la gente repartida en el camino de la vigia, y el camino de Pinea, y no parecieron. El 15 fui á registrar el potrero de Simon por encargo de D Serapio Recio como dueño, y sospecha que tenía de que andavan los negros Simarrones y nada encontré. El 18. Toda la cuadrilla enferma eseptuando dos cuadrilleros. El 19. El 20, y 21 sin novedad. El 22. Mande los dos hombres por el camino de Bayamo á alquirir si iba un mulato por este camino llamado Telesforo encargado por D Juan Recio, y cuando binieron los mandé por el camino de la Habana, y no hallaron noticia alguna. El 23, 24, y 25, sin novedad. El 26. En la noche estuve velando en el camino del ingenio de D Mauricio Montejo, con los dos hombres buenos que habia, hasta la una de la noche, y no huvo novedad. El 27, 28, 29, 30, y 31, sin novedad. 5

En el original se dejó el espacio del nombre del ingenio en blanco.

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noviembre El 1o. Mande los dos hombres que habia á Salvage á ver un moso que desia D Antonio Castellanos le habia robado un caballo, y resultó no haver sido cierto retirandose los dos hombres sin novedad. El 4 mande á las siete palmas á buscar un caballo que tenia D Jose Basulto que habia allado el que resultó ser de Da. Luisa Vetancourt, y se lo entregó en el mismo dia. El 5 y 6 sin novedad. El 7. Anduvieron los dos hermanos buscando á jose Ma. Cañizares por encargo de D Antonio Napoles a causa de haverle robado un caballo, el que no parecio. El 12 Salieron trés hombres de la partida á San Geronimo dose leguas de la Ciudad á llevar dos hombres presos, y entregarlos, al capitan de aquel partido. El 13. Entregaron los reos en San Geronimo al capitan del partido. El l4. Regresaron á esta Ciudad sin novedad. El 15. En la noche estuve velando en la Sabana de Sarvage y no huvo novedad. El 16. Estuve velando en la calle de los Tejares y no hubo novedad. El 17. Estuve velando en la Fundición desde las dose de la noche hasta el dia, y no hubo novedad. El 18. Estuve velando en el camino de Carrasco, y no huvo novedad. El 19. Estuve velando en el camino, y se aprendio un hijo de Santo Espiritu por sospechoso

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nombrado Fulano Valdivia de lo que di cuenta a su señoria. 20. Estuve velando en el camino de Sabana Grande, y en la angostura y no hubo novedad. 21. Sali á velar al callejon de Tio Marcos como á las dos de la madrugada hasta el dia, y no hubo novedad. 22. Anduve buscando los negros de Venavides todo el dia en los Callos de Pinea, y nada resulto. 23 haciendo la misma diligencia se le quitó á un negro un caballo robado, y el se escapo, y dicho caballo se le entregó á su dueño que era D Fulano de la Cruz del que consibo recibo. 24. Anduve con el mayoral de Guanamaquillas D Ramon Peres buscando unos negros que desia estaban huidos en dicha hacienda lo que no resultó ser cierto. 25, á las tres de la madrugada sali con la partida á conducir unos presos rematados a presidio por orden del Sr. Governador hasta la población de las Tunas, y en el mismo dia fui á haser noche á Himias con nueve leguas de hornada, y no hubo novedad. 26 fui á haser noche á Cascorro con siete leguas de la hornada. 27 hice noche en el Jagual con ocho leguas de hornada. 28. Al ser de dia coji dos pardos de la Villa de San Juan de los Remedios el uno esclavo, y el otro libre que estavan encargados por el amo del es-

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clavo; é igualmente dos caballos andones que trajeron de dicha Villa, y haviendolos dejado en la misma hacienda nombrada San Pedro con dos hombres para que los custodiaran hasta mi regreso de las Tunas, y en el mismo dia llegue á dichas Tunas, y entregué los presos al capitan del Partido D Diego Agüero, y habiendo apercibido el recibo competente, y los oficios en la misma noche, salí el veinte y nueve para esta ciudad, y bine á haser noche á la Sierra trallendome enseguida los dos pardos que havia dejado en San Pedro y hasta dicho punto trai diez y seis leguas de hornada. El 30. A las ocho de la noche llegué á esta ciudad poniendo en la carsel los dos pardos. Diciembre El 1o. sin novedad. El 2. En la noche se cojió un negro huido de D Manuel de Acosta, y se lo entregué a su dueño. El 3. En la noche se cojió un negro de D Francisco Jose Vetancourt profugo con una cabalgadura, y todo se lo entregué a su dueño. El 4. En la noche se cojió un negro de D Antonio Almanza con una cabalgadura, y todo se lo entregué a su dueño, y en la misma noche reparti la gente en el callejon de Pinea á camino de hato arriba, y en el camino de Nuevitas hasta la una de la madrugada, y nos retiramos sin novedad. El 5. Salimos á una estancia en el callejon del Pollo á pedimento de D Manuel de Acosta en solici-

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tud de una Yunta de bueyes que se desia las mantenia D Miguel de Acosta lo que se verificó ser cierto, y que las havia sacado el mismo que las havia metido alli nieto del mismo D Manuel de Acosta, dueño de los bueyes, y habiendo hallado en la misma estancia unos trastos de unos hombres sospechosos, y el seis por la madrugada conduje preso á presencia del Sr. Governador los dos individuos que se habian encontrado en estancia de Acosta, los que dieron fianza, y los puso su señoría en livertad. 7. Por la mañana anduve en Pinea hasta la tarde en busca de los negros de Venabides, y demas, y en la misma noche los estuve velando en el camino de los Tejares. 8. En la noche los anduve buscando á los mismos negros dentro de la Ciudad por noticia que medieron de que andavan á caballo, y no los encontró. 9. Se partio la gente unos dentro del pueblo, y otros fuera por la Matanza y Pinea, y nada resultó. 10 En la noche parti la gente unos en el callejón de los Tejares y otros en el paso del Cayman siempre en perseguimiento de los mismos negros y nada encontramos. 11. Por la mañana sali con toda la gente á registrar el Tejar de los Frayres en donde tenia sospecha pudieran acojerse los ante dichos negros, y habiendo asaltado á la casa despues de haver registrado el potrero se encontró al negro Antonio el

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Visco capitan de ellos, el que se cojio sin haberle encontrado armas de ninguna clase, y los entregue al Sr. Alcalde segundo D. Manuel Boza. 12. En la noche se cojieron cuatro negros profugos cada uno con sus calabozos ciendo el uno del Padre D Diego Alonso de Vetancourt, y los tres de D Francisco de Varona los que se entregaron á sus dueños con los efectos. 13. En la noche parti la gente á velar Guanamaquilla, y otros en la loma de la Mula camino de las Cuabas por la madrugada en una parte y otra, y nada se encontro. 14 Salimos á la oración por la ciudad hasta las dose de la noche por denuncia de un hombre forastero, y no resultó ser cierto. 15 En la tarde sali á la hacienda Santa Maria en solicitud de unos negros simarrones de D Jose Manuel Vetancourt, llegamos á la nocheser, y le estuvimos velando hasta media noche y no parecieron. 16 los anduve buscando por el monte todo el dia hasta la noche y le encontramos cinco ranchos viejos, y ellos no parecieron ni encontramos rastro. 17 anduve todo el dia en el monte, y no los encontré, y en la misma tarde parti la gente unos binieron á velar al camino real de la Habana, y otros al de San Pedro hasta el dia y nada resultó. 18 Estuvimos velando en el camino de los Tejares de la Vigia hasta las dose de la noche retirandolos sin novedad.

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El 19 Sali á las cuatro de la tarde por orden del Sr. Governador en solicitud de dos desertores, y los alcanse en la sabanilla de San Geronimo que les tenia cojidos el capitan del partido distante trece leguas de esta ciudad y en la misma noche vine a dormir una legua más aca de donde habian cojido los desertores. El 20 A las diez de la noche llegue con los desertores, y los entregue al coronel y en el mismo dia la gente que dejé en la Ciudad á prendieron á Domingo Carmenate en la Ciudad por haverle arrebatado á un soldado un sombrero enterizo, y a un muchacho un real de tabaco, fue necesario para cojerlo darle un palo que le rompiera la caveza por que se puso en defenza con un machetico que llevaba lo presentaron al Sr. governador el que determinó que se pusiera en la carsel. El 21 fuimos á velar desde las dose de la noche hasta el dia camino de Ballamo y no huvo novedad. El 22. En la noche anduve hasta la una la buelta de la fundición no hubo novedad. El 23. Por la mañana mande dos hombres á la Matanza abuscar el negro de D Juan Lopez, y á D Pedro Guerra fueron conducidos por orden del Sr. Alcalde D Manuel Boza, y entregado al mismo señor. Y en el mismo dia en la noche estuve velando un individuo por encargo del Sr. Comandante D Jayme Garciny, y á las nueve de la noche se lo entregue al antedicho Sr. En la misma hora sali en solicitud del negro Joaquin de D

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Maria Benavides y el negrito Agapito de D Pedro Guerra estuve velando hasta la una de la madrugada, y no parecieron. 24. En la noche salimos y anduvimos por distintos caminos hasta las ocho de ella, y desde esta hora comparti la gente á velar unos al camino real de Bayamo, y yo con la otra parte á la Puente de Tinima hasta las dos de la madrugada retirandome sin novedad. 25. Anduvimos dentro de la Ciudad en perseguimiento de dos hombres sospechosos forasteros, y no los encontré ni aun razon de ellos, y por la noche reparti la gente unas avelar camino de Nuevitas y otros camino de Carrasco hasta la una de la noche retirandonos sin novedad. 26 reparti la gente y anduvimos por las sabanas y Texares de la matanza hasta las doce de lanoche y no hubo novedad. 27. En la noche sali á las diez de ella por orden del Sr. Governador atraer un negro muerto que estava en el ingenio de Cacacu y por no haver luz no pude aquella noche buscarlo en la Sabana en donde se havian matado. 28. Por la mañana fui á donde estaba el cadaver y con motivo á estar corrompido determine darle sepultura alli mismo encontrando al lado del difunto el sombrero de D Fernado Borrero el agresor de este hecho, y observe en los parajes que tenia las eridas, y despues enseguida para el potrero titulado Santa Teresa en donde asistia dicho Borrero, y no encontrando a este y la casa

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abierta entre en ella, y encontré una muda de ropa ensangrentada de fresco que demostraba ser de la sangre del cadaver, y registrando por las inmediaciones de la casa allé tambien bajo de un arbol de Aguacates una sabana una almuada embuelto en un seron y desde este punto segui un rastro que llego hasta yucatan en el camino real en donde desapareció dicho rastro aunque se hizo la mas eficas deligencia buscandolo por todas partes del camino no se encontró, y es de presumirse que alli encontro cabalgadura y se fue, más sin embargo estubimos velando aver si bolvia á el potrero donde asistia hasta las cuatro de la tarde y no consiguiendo nada me retire para la ciudad, y la otra parte de mi gente estuvo velando en Llucatan en donde estaba su muger y no consiguiendo nada tampoco se retiraron tambien á la misma hora. El 29 Se cojio un negro de D Francisco Molina y se lo entregue y en la misma noche sali á las dose de ella á velar al camino de Santa Cruz hasta el dia retirandonos sin novedad. El 30 por la noche partí la gente unos a velar camino de la Habana y los otros dentro de la Ciudad en solicitud de dos hombres que andaban acaballo sospechosos y anduvieron hasta las dose de la noche y no encontraron ni unos ni otros nada retirandose sin novedad. El 31. á las dos de la tarde sali al Tejar de D Calletano Guerra por denuncia de un negro del mismo tejar que estavan el negro Agapito, y Joaquin arran-

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chados se verificó llevandome por una parte que nos vieron y se fueron sin verlos nosotros á ellos llegamos al rancho y en el encontramos nueve cantos de tasajo de una baca que habian muerto en dicho punto dos caballos el uno de D Jose Antonio Garcia, y el otro de D Luis Mola los entregue á su dueño apercibiendo el correspondiente recibo y anduve buscando los negros hasta la oración de la noche y no encontrandolo me retiré sin novedad.

Cuaderno de las operaciones diarias de la cuadrilla rular. En este año de 1832. Enero 1º. Handube toda la noche hasta la madrugada y no ubo novedad. 2. No ubo novedad. 3. handube buscando los negros de Benavides, y no los encontré. 4. Fuy por orden del Sr. Alcalde 2o. al Tejar de D Fernando de Varona ha buscar un negro que lo solicité hasta la tarde, y como no lo encontré, lo estube velando en el mismo Tejar hasta las diez de la noche; continué hasta la madrugada, y no pareció. 5. Por la mañana fui á la Estancia donde asiste la parda habanera nombrada Margarita, en solicitud de un pardo que se sospechaba que se havia hurtado una yegua, y no lo encontré: en la no-

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che lo estube velando hasta la una, no parecio. Luego pasé al Tejar del Caballero Regidor Dn. Francisco de Usatorre, y lo registré, por encargo del mismo, por sospecha que havia dormido alli el negro referido; me retiré a las cuatro de la madrugada sin haverlo encontrado. 6. En la mañana cacturé un negro profugo esclavo de Dn. Francisco Rodriguez, a quien se lo entregué. Enseguidas adprehendí al pardo Andres Suares, el que se sospechaba havia hurtado la yegua, lo puse en la carsel a disposicion del Sr. Teniente Governador; haviendole encontrado una lisencia pero ya con anuncios que era desertor de Dragones de la Habana y hayarle muy sospechoso en el hurto de la yegua, y dicuenta. En la noche andube de la oracion, hasta las diez, acompañandome Dn. Ramon del Ballo en solicitud de un negro suyo que se le havia huido con una carne, registre tres casas enque havia sospecha que eran de negros, no encontrando nada. 7. A medio dia fui arregistrar el Tejar de Dn. Fernando de Varona, en solicitud del negro antes dicho, y no encontrandolo, registré el potrero y enseguida andube todas las casitas de la Caridad, y la sabana de Garrido, y no encontrando nada me retiré a la oracion. 8. A las dies del dia sali arregistrar el Tejar de Dn. Fernado de Varona que me aviso que havia visto al Negro que anteriormente havia estado en el mencionado Tejar, y no encontrando registré

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todos los potreros vesinos, y no enontrandolo me retiré a las cuatro de la tarde. A las tres de la madrugada, sali para el ingenio de Dn. Ignacio Ma. Varona, ha pedimento del mismo para haser castigar a un negro que se le havia virado al mayoral, y no pareció el tal negro. Hala oracion reparti en dos piquetes mi gente, el uno mandé al camino de tio Marcos, el otro al camino de Nuevitas hasta las dose de la noche, no ocurrio cosa alguna. Mandé cuatro hombres a registrar un potrero oculto que se haya detras de la Quinta del Sr. Marques de Santa Ana y Santa Maria, y se registró otro que se haya frente al pollo que nadien lo havita, y no se hayo nada. A las dose de la noche mandé cuatro hombres por orden del Sr. Alcalde 1o. al Rincón de Porcayo, en solicitud de un hombre yamado Luys Rodriguez, el mismo que halas dose del dia fue preso y entregado a dicho Sr. No ocurrio novedad. ydem. ydem. Salieron tres hombres, en seguimiento de un Catalan, por el camino del Ballamo, y lo estuvieron velando hasta la madrugada y no se logro hayarlo. Por noticias que tube de Dn. Salvador la Vera que lo havian rovado salieron en alcanse del ladron dos hombres por el camino de Porcayo y dos por el de Magarabamba, haviendo andado

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varias leguas por uno, y otro camino, no se adquirio noticia alguna. Haviendo salido de ronda encontre un caballo andon que andaba desgaritado, y a las Avemarias lo entregue a un eslcavo de Dn. Lorenzo de Zayas que me dijo ser su amo que se havia soltado y lo andaba buscando. Prendi a José Manuel Garcia, por un caballo que havia vendido a este jusgué que havia de ser robado: lo presenté al Sr. Governador con el caballo informandole de la sospecha que en el hayaba. En la noche salieron dos hombres a coger un negro de Dn. diego Betancourt, que havia dos años que se le havia fugado; estaba en la hacienda las Playuelas dies leguas de la ciudad: se le hayaron, como cuatro arrobas de sera, las que con el negro sele entregaron á Betancourt; regresando los que fueron, el veinte y dos por la noche. No ocurrio novedad. En la noche salí por disposicion del Sr. Governador haser una pesquisa dentro de la Ciudad. Salimos arregistrar los montes de Santa Catalina inmediatos á Voniya, y en todo el dia solo hayamos seis ranchos viejos pero negro ninguno. Volvimos hasalir al mismo monte, y no hayamos nada. Pasamos a los montes de San José, hi hayamos cuatro ranchos. Volvimos al mismo monte, y no encontrando nada sali a la casa de dicha hacienda, y encon-

tramos al dueño Dn. Segundo Zocarras, el que me dijo, se havian presentado los negros que andaban en aquellos montes. 18. Aprendi á Eusevio Torres por encargo de la Villa del Bayamo: Acausa de un caballo, dose p. de carne y una oja cubana que se havia hurtado; haviendo encontrado a dicho Torres con tres heridas, y, como estaban los dias yuviosos fue nesecidad esperar hasta el dia treinta conduciendolo, un caballo; y la oja cubana todo lo que entregué al Sr. Governador. 31. Salimos a las tres de la madrugada al ingenio del capitan de milicias Dn. Ignacio Ma. de Varona, por orden del Sr. Governador, perseguir unos negros simarrones que se hayaban apalencados en los montes inmediatos a dicho punto: y haviendo andado tod el dia buscandolos no los encontré. Febrero 1o. Continué en la misma persecusion; y como a las onse del dia encontré el rancho de dichos simarrones donde se hayaban siete, y haviendonos sentido antes de yegar, emprendieron fuga exectuando uno que hiso resistencia dentro el mismo rancho, y tres mas que se cogieron, haviendo sido necesario con el resistido estropearlo para prenderlo: Tirandole un trabucaso Dn. José Marin, al mismo que se le rebentó el trabuco en las manos, hiriendole lebemente por veinte y una parte; encontrandoles en el ran-

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cho un puerco de carne, un caldero, un mache oja 6 y dos cuchillos ynutiles: informando los simarrones que eran onse compañeros, y que cuatro andaban fuera desde aqueya madrugada, que tres se havian ido de los que se hayaban alli. Los condici a la ciudad, y los entregue al Sr. Governador con el correspondiente oficio. En la noche sali avelar al camino de Pinea hasta las dose de la noche retirandome sin novedad. En la noche aprendi a José Ma. Rodriguez, y al Isleño Antonio Gil por hurto de una baca de la propiedad del maestro Francisco Aguilera. Encontrandoles la carne en una tasajera en que la sacaban dentro de un mayal; fue por diposición del Sr. Alcalde 2o. de lo que di cuenta poniendolos en la real carsel. Alas cuatro de la tarde sali por disposicion del Sr. governador, á prender a Dn. Pedro Nolasco Rodriguez, y un esclavo del dicho Rodriguez yamado José Miguel que se hayaban en el ingenio de su propiedad, tres leguas de esta Ciudad, haviendolos puesto en la real carsel di cuenta a su señoría. No ocurrio nobedad. En la noche fui abelar al paso de Carrasco por denuncia que me dio Dn. José Rodriguez de unos emboscados que salian en el paso del Rio, y

Machete de oja.

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estube hasta las dose de la noche, y no ubo novedad. En la noche andube buscando al Sopo Rondon, que me dijeron los havian visto en el barrio del Santo Cristo y no lo encontre. Andube hasiendo la misma solicitud, y en la noche lo mismo y no lo encontre. Hala una de la noche sali para Camugiro á coger al negro concho, y lo haye en dicho punto, y no haviendolo conosido lo dehir.7 lo pasé todo el dia en una Estancia; y en la noche, vele al referido concho, y registré todas las Estancias de aquel contorno, en las que asistían los negros libres, y no hayando al referido negro me retire para la Ciudad: Siendo mi yegada á el Ave Maria. No ocurrio nobedad. Fui por disposion 8 del Sr. Lic. Dn. Ignacio de Agramonte al ingenio de Dn. Nepomuceno Boza, a buscar unos negros semarrones, encontrandoles en el dia tres ranchos, y en la noche los velé y no paresieron. Registre los montes de San Felipe y los del ingenio de Saragosan y no hayando rrastro alguno me retiré para la Ciudad. Hala una del dia aprendi al moreno José Manuel Caballero por hurto de una ropa, que hiso a Dn.

Lo dejó ir. Disposición.

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Francisco gonzales lo puse en la real carsel á disposicion de su señoria. Alas cuatro de la tarde mandé tres hombres por orden del Sr. Alcalde 2o. al potrero del Serro, á coger á Manuel Oro, y dos muchachos que se yevava dicho Oro: los que fueron presos y entregados al Sr. Alcalde. hala una de la noche sali á velar hasta el dia y no ubo nobedad. En la noche fui ha velar á Dn. José Agustin Perez en la encrusijada del camino de San Antonio: lo cogi al amanecer, en la Estancia de Dn. Miguel Reinaldo, poniendolo en la real carse en el mismo dia dando cuenta á su señoria. No ocurrio novedad. Sali ha buscar a los negros, Agapito y los mas que le acompañaban, no los encontré. Estube velando toda la noche en el camino de los Carrascos, y el de hato Viejo, y no uvo nobedad.9 En la noche estube velando en una casa que me digeron que hiva el negro Agapito, me retiré a las dose sin novedad. En la noche estube velando en la misma casa hasta las dies, y la mitad de la gente la tube velando en la calle de los Tejares hasta la una de la madrugada, y no se hayo nada. Estube velando hasta las tres de la mañana tras de la Caridad, por denuncia que me dieron de

No aparece la anotación correspondiente al día 20.

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unos hombres que andaban en aquel parage, y no los encontré. Estube en el mismo punto hasta la una, y nada encontré. Estube velando en el camino de tio Marcos hasta las dos de la madrugada y no ubo nobedad. No ocurrio cosa alguna. En la noche estube velando en la calle de los Tejares, a los negros alsados: registre el tejar de los Frailes, y el de Dn. Adriano Mora, y nada encontré: me retiré á las dos de la madrugada. En la noche a las dos de la madrugada cogi un negro del padre Dn. Francisco del Castillo, en el Charquito de los Frailes, con un caballo andon, lo yebe ala carsel y lo entregue al Alcaide.

Marzo 1o. No ocurrio novedad. 2. Por la mañana sali por orden del Sr. Governador, habuscar al negro Agapito y tres mas que le acompañaban. Andube todo el dia y solo hayé el lugar á donde havian estado cuando el asalto del negro de Dn. Luys Mola, y en la noche registre todas las sabanas de la Loma de la Mula, y sabana nueba: porque tube noticias que alli los havia topado José de la Cruz Molina, andube hasta el amanecer y nada encontre. 3. Handube todo el dia vuscandolos por la Loma de la Mula, y en la noche los estube velando

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hasta la madrugada, por los caminos que salen a la Caridad, y no parecieron. Sali por aviso que tube que havian estado en la quinta de Dn José Maria de Agramonte, y no havian hecho mucho daño, y ha la Estancia de Dn. Francisco Cosido le havian hurtado sinco guanajos: los busqué todo el dia y con la noche los haye en el hatico la Matanza, se fueron por havernos visto antes que yo á heyos, dejaron dos de los Guanajos que se los remiti a Cosido. Alas cuatro de la tarde Sali en solicitud de los mismos negros, y los estube velando en las pasadas que tienen los potreros de la Matanza, hasta la madrugada, sinque nada ocurriera. Por la mañana sali á registrar los Potreros, el Serro, el de Arango, el de los Frailes, y el de Dn. José Francisco Caballero, y no haye nada. Cacturé un mulato esclavo de Dn. José Gurvindo, y otro de Dn. Salvador Peres. alas dos de la madrugada sali en solicitud de dos caballos que le havian hurtado a Dn. José Olivera, digo Dn. Manuel: Al amaneser registre el Potrero que stá enfrente del Pollo, y no encontre nada haviendo mandado la mitad de la gente por el camino de la Fundicion y nada se hayo. Sali por la mañana en solicitud de los negros alsados, registre las sabanas, y callos de la Loma de la Mula, sabana nueba, las Bocas, las de la Matanza y la Fundicion y nada se hayo.

10. En la noche estube velando en la sabana de Salbaje hasta la media noche y la mitad de la gente en el Rio de la fundicion y nada se hayo. 11. Por la mañana registré el Potrero del tejar del Padre Agustin, y no ubo nada. 12. En la noche sali a las dose, y ande la mitad de la gente al camino de la Fundicion, y yo al de hato viejo, hasta el amanecer, y nada ubo. 13. Sali á registrar el Potrero de Dn. Miguel de Acosta, y el del Padre Agustin en solicitud de unos bueyes que le hurtaron á Dn. ramon de Agosto, nada se hayo. 14. Se cogio al negro Alejandro de los alsados; y haviendo declarado que el negro Joaquin compañero de los mismos, lo esperaban en un expinal de la Matanza, en donde se haya el negro Manuel de Dn. Juan Lopez acompañado con el ante dicho y haviendo fugado en compañia del otro, y haviendolos perseguido se alcansó á Manuel el cual se viró que fue presiso para reducirlo darle tres heridas, de lo que me tomo conocimiento el expresado Sr. alcalde, y como el Alejandro declarase que sus compañeros se hayaban en un rancho en los montes de San Jasinto, sali para hayar en aqueya noche haciendo mancion en el camino. 15. Haviendo yegado por la mañana al punto haque me desine, y con efecto hayue el rancho y se havian hido ya. Los andube buscando por toda la montaña hasta salir al Blanquisal, donde pasé la noche.

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16. En este dia me regresé a la Ciudad. 17. Me dieron noticias que los havian visto entrar en el Potrero de Francisco Aguilera: los busqué hasta la tarde y no haye vestigos algunos. 18. Handube solicitando los negros por los Potreros de la Matanza y no haye noticia alguna. 19. Le hurtaron al Tambor mayor Flores tres Bestias del hatico Pinea, los negros aliados, los andube buscando por todos sus contornos, y nada encontré. 20. Los estube velando en la caye de los Tejares toda la noche, y se cogio un negro profugo del Panadero del Puente. 21. En la noche parti mi gente para velar, un piquete fué á la calle de los Tejares, y yo con otros al callejon de tio Marcos, donde estube hasta la madrugada, no ubo nobedad. 22. No ocurrio cosa alguna. 23. Estube velando en la calle de los Tejares, y la mitad de la gente en el cayejon del Pollo hasta las tres, no ocurrio nada. 10 25. handube buscando los negros, y no adquiri noticias. 26. No ocurrio novedad. 27. En la noche handube dentro del pueblo solicitando los negros arriba mencionados, y no los encontre. 28. handube todo el dia en solicitud de una bestias, de Dn. Joaquin de Varona que le havian rovado 10

No aparece la anotación correspondiente al día 24.

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cargadas en la Sabana de la Caridad: parecieron las dichas sin la carga, y el mismo dia haye dos bestias rovadas que havian puesto pagadas en el Tejar de Dn. antonio Castellano, cogiendo los ladrones: que fueron un cubano,11 y Manuel Nerci; escapandose el ultimo, y entregue un cubano, y Manuel Nerci; escapandose el ultimo, y entregue las bestias, y el reo al jusgado de Marina porque gosaba del fuero, paresieron los dueños de las vestias. 29. Sin novedad. 30. yden. 31. Sin novedad. Abril 1o. sin novedad. 2. En la noche sali en solicitud de unos negros que estaban asaltando en el camino del Bayamo, no ubo nobedad. 3. halas dos de la madrugada sali havuscar los negros hasaltiadores que estaban en el hato de Ymia, y en el mismo dia registré los montes del Platano acompañado con el mayoral dicha hacienda que lo es Dn. Joaquin Guerrero; en el mismo dia cogi un negro profugo esclavo de Dn. Manuel Consuegra. 4. Registré los montes de la Cabera y no encontré novedad. 11

Es poco usual en la literatura de la época el uso de este término para identificar a los naturales del país.

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5. Registré los montes de Ymia, San Antonio y el Potrero, no haye na[da]. 6. Registré los montes de Juan gomez y San Jasinto, nada ubo. 7. Vine por las Vegas del Juan Bonito y hayé la noticia de que havian hasaltado á dos mosos en el camino de la Ciudad, y que havia tirado para el pueblo: determine velarlos partiendo la gente, unos en la salida de los ingenios del camino de las Vegas; y otros en la misma casa de Guana Maquilla hasta el amanecer, no ubo nobedad. 8. sin novedad. 9. Por la mañana sali para el Ingenio del Peñon en solicitud de unos negros que se sospechaban estaban en las cuebas de la cierra no resulto hayarlos aunque los busque hasta la noche, en acto continuo los estube velando en el camino de Tio Marcos en la Puente de Tinima, y el paso de los Carrasco hasta la madrugada, no uvo novedad. 10. No ocurrio novedad. 11. mande dos hombres a una Estancia donde tenian una yegua maliciosamente no se encontro el amo de la Estancia se le hiso presente á la muger para que la presentara lo que se berifico. 12. Registré los potreros de la Matanza por sospechas que handavan los negros alsados, y no haye novedad. 13. Hestube velando en la calle de los Tejares y no ubo novedad.

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14. Fui al Cafetal de Dn. José Bernal por orden del Sr. Governador, en solicitud de los negros alsados, no hayé noticia alguna, y me retiré partiendo la gente, unos avelar en Manayagua, y los otros en el callejon de los ingenios: me retiré con el dia no ubo nobedad. 15. Sele cogio un caballo a un negro simarron que se hayo en unos matojos y el negro no parecio de lo que di cuenta. 16. handube vuscando los mismos negros en los potreros de la Matanza y no los encontré. 17. Sin novedad. 18. hestube velando en el camino de Bayamo toda la noche, y no uvo novedad. 19. hestube velando hasta la una de la noche en el puente de Tinima, y el camino del tio Marcos me rretiré sinque ocurriera cosa alguna. 20. En la noche temprano: Sali con el isleño Tomas Tursano que le havian rovado una yunta de buelles: dejé la mitad de la gente en el Puente de Tinima; y yo segui con los demas y el amo de los buelles arregistrar unas estancias en los montes de Palominos, y no hayando noticia alguna me rretiré con el dia. 21. Por la mañana registre los montes del Sitio de Dn. José francisco de Quesada situado en el hato referido: por sospechas que podian estar los bueyes en aqueyos ocultos, no los hayé. 22. fui al mismo sitio con un hijo de Dn Ramon Agosto haver unos buelles, que podian ser unos

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que havian robado: no heran y me retiré en el mismo dia. Sin ocurrencia. Sali por la mañana a registrar el sitio del Coco, y todos los resintos: por sospechas que los negros alzados podian ocultarse hala sombra de los negros que asistian la casa, toda la bes que alli no asistia blanco alguno; siendo estos de la propiedad de Dn. Manuel Hurbano. Me rretire en la tarde sin novedad. Fui á Caunado sitio de Dn. Ferando Alvares por encargo del Sr. Alcalde provincial Dn. Gregorio riveron, á informarme de unos rovos hino hayando una noticia cierta: pase al ingenio de Garcia é informado por Dn. Diego Betancourt y Varona, que nada havia de sierto me retire en el mismo dia. Sin novedad. Halas dos de la madrugada sali hiestube en la caye de los Tejares, se cogio una negra que andaba huida de Da. Maria Hinojosa, la que se le entregó en el mismo dia por la mañana. Sin ocurrencia. Yden. Hestube velando toda la noche hasta el amaneceren el camino del ingenio del gentil hombre de Camara, y no ubo novedad. Mayo

1o. Sin ocurrencia. 2. Sin novedad.

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3. Se cogio á José Francisco de Leon y Bonachea natural de Villa Clara, y a Torivio Milian, por ladrones de unas bestias que havian robado en Holguin, viniendo los dueños enseguimiento de eyos: me presentaron una comision, autorisada tambien por el Sr. Teniente governador de esta Ciudad; y encontrandolos con las bestias, hiso resistencia Vonachea por lo que fue necesario, cortarle una mano, y darle cuatro heridas mas para rendirlo poniendolos en la real carsel: aperciviendo las bestias de todo lo que di cuenta al Sr. Teniente Gobernador. 4. Mande un hombre en la tarde á la hacienda el Mulato por disposicion del Sr. Oydor Dn. José Antonio Piloña. 5. Sali ha coger unos negros simarrones que se hayaban en los montes Palominos: los busque todo el dia, y no los encontré. 6. Los andube vuscando, y registrando los montes sali al ingenio de Dn. Manuel de Arteaga ha donde me impuse que havian ya cogido algunos de los referidos negros, por lo que me retire para la ciudad. 7. No ocurrio nobedad. 8. Sali para las Vegas de Saramaguacan, dormi aquella noche en el Blanquisal. 9. Fui á San antonio de Ymia por la noticia que tube, registré los montes en compaña de un practico de la misma hacienda y con la tarde hayé un rancho nuebo pero ya abandonado: que desian era de los negros.

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10. Volvi ha registrar los montes, y no hayando otra novedad me retire en el mismo dia yegando a la ciudad a las dies de la noche. 11. Tube noticias que handaban los negros alsados por las sierras del Peñon y que jusgaban estarian en una cuebas, por lo que sali inmediatamente; registrandolo todo nada encontré. 12. Sin ocurrencia. 13. Se cogio un negro de Dn. Manuel Betancourt que handava huido, y en la noche cogi á Dn. Santiago Romero, y un pardo de Bayamo por sospechas de unas bestias que se havian robado y averiguando ser sierto los puse en la real carsel, a disposicion de su señoria: En el mismo dia se hayo una yegua que le havian hurtado a Pedro el Isleño, la misma que la entregué y en la noche sali a las dies por orden del Sr. Sedano en solicitud de unos negros que havian asaltado en las quemadas é impuesto por el mayoral de otra hacienda Dn. Elias Estrada que los negros presisamente dentraban a la Ciudad áqueya noche parti la gente, unos al camino de Sabana Grande y otros a la Angostura de sabana grande, hasta el amanecer. En el mismo dia cai grabemente enfermo. 14. Halas dos de la tarde, salio la gente de orden del Sr. Sedano aun ásalto que uvo por el camino de Salbage; y registrando todo hayaron un caballo hahorcado, de la misma harria que havian á saltado y unos aparejos no haviendo ocurrido nada mas todo lo que se informo á su señoria, por el

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segundo que nombré, que fue Dn. Juan Antonio Sedeño. 15. Salieron de orden de su señoria a la una del dia: por informe que dio Dn. José Ma. Padilla, y otro individuo que le acompañaba, que havian seguido el rastro de los alsados hasta la salida de los Potreros del Jagüey é informado de todo dispuse a me encargado que registrando aquel punto, y no hayando rastro velaran toda la noche hasta que amaneciera: tres en el camino del Horno, y tres en el camino del Vijavo, y no haviendo havido novedad se rretiraron: En el mismo dia se cogio a Silbestre Cano por haverse hurtado una pieza de rusia de la tienda de Dn. Joaquin Prat, poniendolo en la real carsel, a disposicion del Sr. Governador. 16. Hala una de la noche salieron por el camino del Bayamo en solicitud de los negros alsados, y en la Manasa les dieron noticias que havian amarrado a uno en la Visa: inmediatamente pasaron al expresado punto é informados que aquel dia antes ávia sido el acontesimiento; pero que se creian havian estado ente la Manasa y Santa Rosa, y que havian amarrado á Dn. Estevan de Varona que le quitaron la vestia con la albarda y resulto ser sierto: Pasaron a la calera, en donde le informó Dn. Carlos Guerra: que dos dias antes por la tarde havian estado en su casa queriendolo matar; y que le dieron un chuchaso, que creia podian tener comunicacion con un negro que se hayaba solo en la hacienda del Potrero, inmediatamen-

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te partieron para aquel punto yebando de practico a Dn. Luis Aguero: el que los acompaño hasta belar toda la noche, y nada resulto. 17. Salieron del Potrero, pasaron á Ymia, endonde les dieron rason que, havian pasado por la sabana, pero que no havian tocado a las casas; que savian de sierto que havian estado en el Culeco; sin perdida de tiempo siguiron para aquel punto, é informados por Dn Jasinto Albares, y toda su familia harrendatario de dicho sitio: que hera sierto, y que se havian yevado un trabuco, un saquito de valines, y que se havian ido para Juan Gomes: inmediatamente pasaron al mencionado parage, y hayando á Dn. Bejasmin Sanches, les informé: que le havian hurtado un puerco y que havian ido los negros para las Vegas de la Consepsion; y sin perdida de tiempo siguieron para áqueyas: hadonde tubieron noticias por el mayoral de Santa Ana de Dn. Salbador de la torre: que el dia antes los havia seguido una partida hasta serca de el blanquisal, y que con la noche se havian retirado; y enseguidas con la mayor brevedad yegaron á San Jasinto endonde hayaron la nobedad, que havian salido los Garsias a seguirlos porque los negros les havian asaltado al mayoral del blanquisal el que les havia tirado un tiro y no lo aprovecho, y encontinenti informados de todo: salieron en solicitud de los Garsias para reunirse con eyos como practicos que heran, y al yegar al potrero de Dn. Manuel de Leon les dio noticia un moso que el dia antes

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havian matado los Garsias un negro, y que estos havian malherido a Dn. Salbador. solicitaron hauna persona que los condugera á donde havia sido el hecho, y no hayando quien los quisiera conducir, ni darles una noticia fija, se partieron por aqueyos montes hasta la noche. handuvieron en el mismo perseguimiento por las Vegas de Rioseco, y los montes sercanos á eyas, San Rafael y las sabanas de la Loma de la Mula, y con la noche recalaron al Sitio de Dn. Juan Wen. Tuvieron noticias por tres hombres, que en el ingenio de Da. Isabel Batista havian quemado un rancho, y que savian que heran seis negros y que havian rovado un puerco: al momento pasaron a dicho ingenio registrando todos los montes hasta los limpios. Fueron arregistrar las sabanas de Sabana Nueba y la Loma de la Mula y la de las Quabas, y no encontrando nada, vieron a velar a la entrada de Garrio, en donde se cogio un negro simarron de Dn. Francisco de Armas nombrado Joaquin el que se puso en la real carse a disposision de su señoria. Salieron a velar en dos piquetes: tres al camino del Bayamo y los otros a la salida de los Tejares: Estuvieron hasta el amanecer nada ubo de novedad. Salieron para el ingenio de Dn. Serapio Recio porque havian visto dos negros, estuvieron en compaña de los Garcias registrando todos los

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montes y no encontrando nada se rretiraron sin novedad. Salieron para el mismo ingenio registranron el monte del ingenio grande y por la noche registraron todas las Estancias de los negros libres de dichos montes. Retirandose, a la una de la noche sin novedad. Fueron a registrar los montes del ingenio que era de Dn. Francisco Sequeira, el de Dn. José Manuel Quesada, y el de San Isidro, donde nos impusieron que havia dias quie se havia huido un negro. Nos retiramos sinque se encontrara ni siquiera rastro. Estuvimos registrando los montes de los dichos ingenios, y solo hayamos un rancho viejo, sin haver otra cosa. Estuvimos velando en el camino del monte del horno y el del vijabo hasta el dia sin otra ocurrencia. Nos retiramos para la Ciudad por haverse cansado dos cabayos. No ubo novedad. Estuvimos velando en el camino de Nuevitas en la entrada de Garrido, y en el camino de Salbaje hasta la madrugada. Estuvimos velando en el camino de Salbage hasta mas de media noche, nada ocurrio. Fuimos a las dies de la mañana con el Sr. alcalde 2o. a la quinta de Dn. Gaspar de Betancourt, y conduximos preso a D. Manuel de Sistero. Alanoche estuvimos velando la mitad de la gente en el

camino de Guanamaquiya, y la otra en el Garrido hasta el amanecer no ubo novedad. Junio 1o. Salieron dos hombres á compañando al ministro executor Dn. Ermenegildo Delgado, por orden del Sr. Piloña a conducir preso á Dn. Manuel de Sisneros Risco, que se hayaba en la hacienda de la Seiba que dista siete leguas, regresando a las dies de la noche poniendo al reo en la carsel a disposision de dicho señor. 2. Sin novedad. 3. Salimos a velar en dos piquetes, uno en el Puente de Tinima, y el ótro al camino de tio marcos, de las oraciones hasta dispues de media noche, no ocurrio cosa alguna. 4. Salimos á el hatico de Dn. Juan Wen, de las horasiones hasta la madrugada, y no ocurrio nada. 5. Nada ocurrio. 6. Halas tres de la madrugada salimos para Sabana Nueva, á registrar el sitio que nombran el Coco, y su potrero: por denuncia que uvo que Dn. Francisco Melian tenia unas bestias, y que heran sospechosas: Se encontraron tres mulas, de lo que sedio cuenta á su señoria. En el mismo dia salieron tres hombres, á las tres de la tarde acompañados con Dn. Antonio Beloso, por orden del Sr. Teniente Governador en solicitud de las mismas bestias reconosidas: las que se trageron, y dejaron a disposicion de su señoria; y en la mis-

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ma noche viniendo para la Ciudad se cogieron dos mulas, y dos caballos capados, de la propiedad de D. Segundo de Socarras, que estaban encargados, y se le entregaron á su padre. Se hayaron en la Sabana de Garrido. Handubimos por entre la ciudad, solicitando dos hombres por encargo, y orden del Sr. Teniente Governador, y no se encontraron. Salimos ha velar, a la una de la madrugada al camino de hato viejo hasta que amanesio no ubo novedad. Salio la gente ha velar al puente de Tinima y al cayejon del tio marcos serretiraron a las dose sin nobedad. handubo toda la gente solicitando unas vestias que havia hurtado Francisco Milian, por orden del Sr. Governador: se consiguieron tres. Se entregaron al mismo señor. Salio la gente hasta la una no ubo novedad. Sin novedad. Salieron halas dose de la noche, estuvieron hasta el dia sin novedad alguna. Nada ocurrio. Se presento Dn. Francisco Sequeira, con la queja que le havia hurtado una mula y que tenia sospechas en José Tomas Serrano y el hermano Antonio del mismo apellido, y del pardo Rafael Napoles: por esta noticia se hestaban velando, y haviendo sido yamada la cuadriya en la misma noche, por el Sr. Medina, para que le fuera a coger un mulato, por cuyo motivo fue abando-

nado el belorio ante dicho; y haviendose áprevendido el mulato en el punto referido, fue condusido a la real carse a las tres de la madrugada de la misma noche y conbinando la persecucion de los Serranos; se cojen: á José Tomas, y el pardo Napoles en la caye de la Caridad, con una yegua tordilla, con una enjalma, un seron, una albarda ámarrada, dos jabas de sal, una de galletas. Poniendo á estos en la real carsel; y teniendo aviso por mi segundo de lo acaesido: pasé al cuarto del primero, asociado con D. Manuel Dias comisario de Barrio: hayé en el aposento del dicho cuarto mucho rastro de bestias que habian tenido enserradas; y en un rincon mucho estiercol apilado tambien una colcha de lana vieja, un jabuquito con siete y medio reales. Lo que entregue al dicho comisario, dando cuenta a su señoria. 16. Me encargó el Sr. oydor alcalde del crimen Dn. José Antonio Piloña sinco ordenes para que las hisiera saber a los capitanes de Partido: mande a un hombre a las lomas cuatro leguas de la ciudad para hasersela saber a Dn. Joaquin Borrero Capitan de aquel Partido, hotro a la Mina, haserle saber otra a Dn. Juan Agustin Fernandez, y tres salieron en el mismo dia aregistrar un potrero en la angostura de Sabana grande acompañados con D. Francisco Sequeira por orden del Sr. Governador, no ubo nobedad. 17. handubieron todo el dia buscando a un negro que se huyo al Sr. Medina.

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18. Todo el dia se andubo en la misma solicitud y en la noche a las dose registraron tres casas de negras libres en el varrio de la Caridad solicitando al dicho negro se retiraron a el Ave maria. 19. Registraron el potrero del Sr. Marques de Santa Ana, y Santa Maria y otros varios de la sircunferencia en perseguimiento del mismo negro, y no se encontro. 20. Todo el dia handubieron buscando al mismo negro en todas las estancias y potreros que rodean al varrio de la Caridad, y en la noche a la oracion salieron a velar al puente de Tinima; setiraron a las dose sin novedad. 21. En la mañana salieron arregistrar el Potrero de D. Mariano Sespedes, el Tejar y otros potreros inmediatos por sospechas que pudieran haver metido apiso las bestias rovadas que tenia Francisco Milian y no se hayaron. 22. Se registró la Sabana de hato viejo ygualmente el hatico por hayarse abandonado, y ensegidas estuvieron en el Tejar de Da. Isabel Batista donde tubieron noticias que havian estado las bestias de Milian un dia y una noche apiso, y que las havian sacado y con esta rason se handuvieron todos aqueyos puntos y nada se hayó. 23. Halas dose de la noche salieron y estubieron velando en el Puente de tinima hasta el amanecer no ubo novedad, en el mismo veinte y tres se hayo un caballo que estaba encargado por Dn. Juan Antonio Belasco, que lo tenia Dn. Nicolas

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Almaza, todo lo que hise presente al Sr. Governador, Se cogio a José Ma. Canisales por hurto de un Caballo que era de la propiedad de Dn. Ignacio Quiñones y varias sospechas mas que havia contra el referido lo puse en la real carsel dando cuenta a su señoria. Sin ocurrencia alguna. Salieron a las dose de la noche handuvieron hasta el dia sin nobedad. Salieron por orden del Sr. Alcalde 1o. Francisco Agramonte ha buscar a un negro que estaba en el ingenio de Dn. Francisco Estrada y Varona el mismo que se condujo, y se entregó a dicho Sr. No ocurrio nobedad. Halas dies de la noche salieron anduvieron hasta el dia no [...]boná. Alas onse del dia cogieron un negro del Ser. Moriyo creidos que era el encargado del Sr. Medina, y la oracion de la noche salieron hasta las dose y no ocurrio nada.

Julio 1o. En la noche fueron ha velar se retiraron a las dos de la madrugada sin novedad. 2. Se hayo un Buy empoder de Dn. Manuel de Jesus Pelaes que le havian hurtado a Dn. Diego Fleite y lo yeve al oficial dando cuenta a su señoria, y en la noche se cogio un chino yamado Visente esclavo del Marques de Santa Maria que andaba bendiendo un caballo que le havia robado a Dn.

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Lucas Morales, lo puse en la real carsel y di cuenta a su señoria. Mande dos hombres a buscar una yegua tordiya mora andona que la matenia el isleño perdomo, y era rrobada en Santo Espiritu encargada aqui por el Sr. regidor Dn. Francisco Usatorre; siendo vendida dicha yegua por Francisco Milian: y no manteniendola el ysleño la solicite hasta hayarla y la entregue al Sr. alcalde. Mande un hombre á Santa Cruz havuscar al cabo del destacamento por orden del Sr. oidor Dn. José Antonio Piloña. En el mismo dia salio otro hombre por dispocision del Sr. Alcalde primero, al potrero de Dn. Manuel Agustin González, en Sabana Grande habuscar a un negro yamado José Antonio. En el mismo salio un hombre por dispocision del Sr. Teniente Governador en alcanse de un caballo que le yevaban hurtado a Dn. Martin de Miranda, acompañado con Dn. Ermenegildo Delgado Ministro eguecutor yevaba comision. Salieron dos hombres a Sabana Grande havuscar al negro José Antonio por orden del Sr. Alcalde primero y lo tregeron. no ocurrio novedad. No ubo acontesimiento alguno. Sin nobedad. Salio un hombre para Santa Cruz por orden del Sr. Piloña y por la tarde salieron dos hombres mas á custodiar, al Teniente Aguasil, y al escribano que fueron á poner en los caminos los miembros de los ajusticiados en este dia.

10. No ubo novedad. 11. Nada ocurrio. 12. En la noche salimos á velar hasta las dose no ubo nobedad. 13. No ocurrio nada. 14. Por consiguiente. 15. Salimos a velar a la una de la noche al Puente de Tinima hasta el dia y no ubo nobedad. 16. Nada resultó. 17. Se aprendio un desertor de Marina se lo entregué á Dn. Francisco Recio como subdelegado del jusgado. 18. Se cogio un negro huydo de Dn. José Hernandes; y en el mismo dia salieron dos hombres para las Nuebitas ayebar a un desertor de Marina. 19. Cagi á un hombre de Cuba con una lisencia falsa, y un caballo hurtado, hesto es que fue cogido en la noche. 20. Se lo entregue al Alcaide de la carsel y di cuenta a su señoria. 21. Sin novedad. 22. Nada ocurrio. 23. Handuvimos todo el dia solicitando unas bestias que se deseia havian quitado a unos negros en el camino de Porcallo; y en la noche del mismo dia estuve velando en la Puente de Tinima hasta las tres de la madrugada y no ubo nobedad. 24. En la noche se andubo vuscando al pardo Juan Alfonsin por hurtos que havia hecho en Nuevitas, y no se encontró.

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25. handubimos todo el dia en solicitud del dicho pardo, y no se logró encontrarlo. 26. haprendi aun N.12 Rodriguez por disposision del Sr. Alcalde 1o. el que puse a la disposicion de dicho Sr. 27. Sali por la mañana, por orden del Sr. Alcalde 2o. habuscar á Dn. Miguel Benabides, y a una mosa que se hayaba en su compaña, y haviendolo aprendido lo entregue á dicho Sr. 28. Salimos á velar hasta media noche no ubo nobedad. 29. En la noche estube velando en la calle de los Tejares y cogi a un negro de Da. Ana Batista. 31. Nada ocurrio. Agosto 1o. Sin novedad. 2. Nada ocurrio. 3. Salimos con una cuerda de ocho presos para el Ballamo: gasté en el camino ocho dias, fué mi yegada á dicha Villa el dia dies; demorandome alli el dia onse y dose. 13. Salimos para esta Ciudad conduciendo tres desertores del Regimiento fijo de Cuba: encargado de su conduccion por el Sr. Teniente Gobernador Dn. Francisco Sedano gaste en el camino siete dias, llegando de mi regreso el dia 19. 20. No ubo nobedad. 21, 22 y 23 No ubo novedad. 12

Un negro.

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24. En la noche sali con mi partida, y a la una cogi un negro de Dn. Francisco Cosio que handaba huido, lo entregué a su dueño sin nobedad. 25. Nada ocurrio. 26. En la noche sali vele hasta el dia ambarios puntos hasta el dia y no ubo nobedad. 27. Nada ocurrio. 28. Yden. 29. Ala orasion sali con mi partida, y a las tres de la madrugada retirandome aprendi á Andres Muños encayejon de Ticuncun con una yegua que daba a conoser ser robada; y estar cargado por haver sido uno de los dos que maltrataron al negro de Dn. Juan Antonio Moreno en el asalto que le dieron en el camino de Carrasco. El que puse en la real carse a disposicion de su señoria. En la misma noche, cogi á un negro que andaba huido de la propieda de Dn. Agustin Borrero se lo entregué sin novedad. 31. Sin novedad. Setiembre 1o. En la tarde se cogio á Dn. Mateo Basconselo, y a Dn. Ramon Melendres por dispocision del Sr. Governador. Cuanto hasen salteadores enmascarados, poniendolos en a real carse á dispocision de su señoria. 2. En la noche sali por orden del Sr. governador á las Jatas del Marques de Santa Ana y Santa Ma., ha prender al mayoral, al negro Juan Antonio y al negro Ignacio; y no encontrando al dicho

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Juan Antonio, trage los dos, y Juan Antonio se escapó entro del pueblo hasiendo resistencia con un hombre de la partida. En la misma noche, en el camino de dicho punto se cogio al negro José Manuel conocido por caniya esclabo de Dn. Manuel Betancourt con una puerca muerta que traia hurtada, y una yegua poniendolo en la real carsel a dispocision del Sr. Governador. En el resto del dia se handubo solicitando al negro Juan antonio ya dicho del Sr. Marques, y no posible encontrarlo en la noche estube velando en la sabana Salbage hasta las tres de la madrugada me retire sin novedad. En la noche cogi un chino que handaba huido del Presbitero Dn. Sebastian Martines á quien se lo entregué. no ocurrio novedad. No ubo novedad. Estuve velando toda la noche á José Maria Cañisales por orden del señor Sedano no parecio. Cogi a Dn. Manuel Ruis encargado por la Real audencia, cuya orden traia el Ministro egecutor Dn. Ermenegildo Delgado, el cual se balio de mi para coger dicho individuo; y en la noche hestube hasta las dos de la madrugada en la ferias de la Caridad, por noticias que andaba el encargado Cañisales, y no parecio. En la noche cogi a un negro que handaba huido propiedad de un hijo de la Habana cuyo nombre ingnoro entregandole su esclavo; y en la

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misma noche, estube velando hasta las dos de la madrugada al mencionado Cañisales, no parecio. Ala una del dia por orden del Sr, Sedano sali para Camugiro en solicitud de una bestias que se desia estaban en el potrero del Lic. Peres, y nada se ahyo: y viendo para el pueblo, en la estancia de los Gigusés, donde asiste Dn. Juan Vitorte, encontré una yegua vaya rovada en Santo Espiritu: declarando Vitorte la mantenia por encargo de un hijo de Dn. José Agustin Peres de lo que di cuenta á su señoria. Y en la noche cogi un negro huido esclavo de una hermana del Sr. alcalde 2o. Dn. Pablo Ronquillo el que se le entregó al mismo Sr. Prendi a Dn. Juan Carmenate poniendolo en la real carse, y di encuenta. Mandé a un hombre en solicitud de Dn. Martin Ulloa que se hayba en el sitio la del Anguel, y no se encontro. En la noche estube velando hasta el dia, no ubo novedad. Estube velando en el puente de Tinima hasta las tres de la mañana me retire sin novedad. En la noche estube velando en el camino del Jaguey hasta la madrugada no ubo ocurrencia. Nada ocurrio. En la noche estube velando con la mitad de la gente, en la Puente de Tinima y la otra en el camino del Serro me rretire sin novedad a las dos de la mañana.

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18. Mande dos hombres auna estancia de la redonda con orden del Sr. Governador en solicitud de Sr. José conosido por el quebrado y no se encontró lo que informé en la misma orden. 19. En la noche estube velando en el camino de Limon con la mitad de la gente y los demas en el camino travieso de Juan de Toro me retiré de madrugada sin novedad. 20. Halas onse prendi á Dn. Ramon de Avila con un buey hecho tasajo que havia hurtado a Dn. Manuel Oliveras poniendolo en la real carsel a disposicion de su señoria. 21. halas dos de la madrugada sali con mi partida por la costa del Sur por orden del Sr. governador y la del Sr. oydor Alcalde del Crimen Dn. José antonio de Piloña en perseguimiento de Dn. Fernando Betancourt Gutierres como profugo que fue de la sala capitular donde se hayaba empricion: Recorri de Rio de Sevilla todos los embarcaderos hasta la hacienda de la Palisada; igualmente: hato viejo: Guanivacoa: Cahovas. Buena Bentura: Yamaguelles, y San. Lorenso, y no hayando el antes dicho ni noticia alguna me retiré para la Ciudad el dia treinta de lo que di cuenta ynmediatamente por oficio en hanvos Alcaldes. Octubre 1o. No ocurrio novedad. 2. Sali para el ingenio de Dn Francisco de Estrada en solicitud de uno negros que declaró un ne-

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gro del antes dicho: que estaban en un cañaveral, lo registré, y no se encontró rastro ni señal alguna de que havian estado tales negros; y como en el mismo acto declaro el negro que era falso su dicho me retiré, de lo que di cuenta á su señoria. Coji á José Ma. Cañisales por disposicion del Sr. Teniente Governador, y poniendolo en la carsel di cuenta a dicho Sr. Nada ocurrio. Sin novedad. Por consiguiente. Yden. Yden. Yden. Sali para la Hacienda Cahovavo, con orden del Sr. Alcalde 1o. ha coger unos negros simarrones que havia asaltado ha lamis[ma] hacienda el dia anterior. Como al medio dia, en la costa del Rio de las Yeguas en un amontaña encontre un rancho con señales que lo havitaban dos individuos é indicaba havia poco que lo havian desamparado: con este motibo los sugetos que me acompañaban, que eran: D tomas y Dn. Rafael Torres nos dispersamos con el objeto de ver cual encontraba la senda por donde iban y en esta solicitud Dn. Tomas encontro a un negro que al momento salio huyendo y como Torres lo perseguia se arrojo aun charco del Rio, y hasiendo lo mismo el perseguidor. Viendo esto el negro

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tiro por un cuchiyo que portaba, y embistio con el contrario y Dn. Tomas para defenderse se vio en el presido caso de darle una herida en el pecho con la punta del machete: otra en un dedo de la mano y otra en la cabeza, y haviendo aprehendido, lo presente en la misma noche al Sr. Alcalde. En la noche estube velando en el puente de tinima, y el cayehon del tio Marcos, no ubo nada. Sin novedad. Yden. Salieron dos hombres para Santo Espiritu á conducir un preso rematado apresido. Estube velando toda la noche en el camino de Salvage, no ubo novedad. Nada ocurrio. En la tarde sali en solicitud de dos hombres que le havian asaltado aun negro. Por orden del Sr. Governador; y averiguando resulto haser falso. En la noche estube velando hasta el dia y nada encontré. En la noche sali andube hasta la madrugada nada ocurrió. Prendí al pardo Ramon Peres (a) culebra por una yegua que le havia hurtado aun ciego, lo presente al Sr. Governador. En la noche sali arrondar y me retire en la madrugada, no ubo nobedad. Estube velando en la caye de los Tejares aunos hombres que me informaron salian a descamisar en aquel parage, y no paresieron.

22. Sali para las Vegas de Saramaguacan en solicitud de un moso que traia un caballo andon robado de Santo Espiritu. 23. Aye en los montes de Santo tomas un rancho enque havitaba escondido el ta[l]; y como no estaba alli lo vele hasta la noche, sinque se lograra su aprexencion aunque cacturé el caballo. 24. Todo este dia andube vuscandolo, y no haviendolo encontrado me retiré y di cuenta al Sr. Teniente Governador. 25. Sali en seguimiento de un desertor por orden del Sr. Sedano supe que yva por el camino de Guanaja; y haviendome noticiado que alante diba en la misma solicitud el Teniente Coronel Dn. Antonio Palomino, torne atras de yucatan para la Ciudad, de lo que di cuenta. 26. Sali á rondar los caminos nada encontré. 27. Nada ocurrio. 28. Aprendi a Dn. Agustin Zerrano por disposion del Sr. Alcalde primero á quien lo entregué. En este dia por la tarde mande dos hombres, por dispocision del Sr. Alcalde segundo al Sitio del Dagamal a conducir preso aun pardo que se ayaba en aquel punto. 29. Yegaron de regreso los dos hombres que fueron a Santo Espiritu con el preso, trayendo otro por orden del Sr. Sedano. 30. Regresaron los dos que fueron al Dagamal condugeron preso al pardo nombrado Francisco Dias, y se entregó al mismo Sr. alcalde. En la noche aprexendi al sargento retirado de milicias

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Dn. Miguel Torres por hurtos provocados, di cuenta á su señoria. 31. Sali arrondar andube hasta la madrugada nada ocurrio. Noviembre 1o. No ubo novedad. 2. Sali en la noche andube hasta la madrugada y nada acontecio. 3. Sali a velar y cogi un negro huido del Capitan Dn. José Guerra y se lo entregue, no uvo otra ocurrencia. 4. Prendi dos pardos por dispocision del Sr. Sedano los que puse adisposicion de su señoria, y en la noche estube velando un negro huido del Sr. Alcalde Provincial Dn. Gregorio Riberon, y no parecio. 5. En la noche sali hasta las cuatro de la mañana no ubo novedad. 6. Salio un hombre por orden del Sr. Piloña havuscar dos testigos Dn. Pablo Betancourt Aguilar, a sabana nueba, y a Dn. Antonio Cardoso al remate. 7. Sin novedad. 8. Sali en la noche andube hasta la una no ubo novedad. 9. Prendí a Domingo de Sayas por orden del Sr. Sedano y en la noche andube hasta las tres, no uvo nada. 10. Estube rondando hasta la madrugada na[da] ocurrio.

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11. No ubo novedad. 12. Mandé dos hombres por disposicion del Sr. Governador a San Nicolas de Yaguajai ha vuscar aun pardo y no se encontro porque se havia retirado de aquel punto. 13. Regresaron los dos hombres sin novedad. 14. Sali en la noche estube hasta el dia no ocurrio nada. 15. Sin novedad. 16. Cogi a domingo de Sayas por disposicion del Sr. Governador. 17. En la noche sali; y andube hasta las tres de la mañana no ubo nada. 18. cogi a Jasinto Morel por hurto de Cabayos. 19. Por la mañana quite un caballo que se havian hurtado á Carmen Puerta, lo presente al Sr. Sedano con el individuo que lo traia. 20. Sali a las dies de la noche andube hasta las cuatro de la mañana y me retire sin novedad. 21. En la noche, andube hasta las dose me retire nada ocurrio. 22. sin novedad. 23. En la noche sali estube velando hasta la una., y no ubo novedad. 24. Salieron don hombres por disposicion del Sr. Governador ha vuscar a un negro al Hatico Las Hatas del Sr. Marques de Santa Ana, y Santa Maria y haviendolo traido lo entregue a su señoria. 25. Salieron dos hombres al sitio San Juan de Dios en la costa del Sur; a citar á Dn. Francisco

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Gueres, y a tres individuos mas que se áyaban en la Palisada, a pedimento del capitan de la cuadriya. No ocurrio novedad. Sali en la noche ronde hasta las cuatro de la mañana, nada ocurrio. Sin novedad. En la noche a las dies aprendi á Antonio Albares, por haber salido huyendo hestando en la puerta de Da. Josefa Torres, y le rompi la cabesa. Tambien aprendi a Dn. Fermin del Risco, por orden del Sr. Sedano. Alas cuatro de la madrugada aprendi a Dn. Rafael Albares, Dn. Benino Sanches, y Dn. Manuel el Montañes en el Puente de Tinima, con sinco votijuelas de leche que havian quitado por asalto que dieron a un muchacho, y un negro en el paso del arroyo los hatos, hamas que algunos de los caballos que traian eran hurtados; y enseguidas cogui a Dn. Anicasio Corresa compañero de los tres antes dichos que tambien trajo un caballo rovado. Los puse en la real carsel, y di cuenta al Sr. Governador.

Diciembre 1o. No ocurrio novedad. 2. En la noche sali hasta la madrugada no ubo novedad. 3. Se cogio a Dn. N. Florada, y un bayames, llamado Mateo Gonsalez, por haver asaltado a Dn. José Antonio del Risco, y despojadole de sus

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armas, y poniendolos en la real carsel di cuenta al Sr. Gavernador. A el Ave Maria mande tres hombres al sitio las Mersedes de Dn. José Francisco de Quesada havuscar tres mulos y una yegua que le havian hurtado al Sr. Marques de Santa Ana, y Santa Maria denunciado por el Cojo Garses; y en el mismo dia fueron condusidas, y entregadas al Sr. Governador. Cogi un negro profugo del ingenio Lagunilla partido de la Habana declarando este havia treinta años que handaba huido, y lo entregué al Consulado por disposicion del Sr. Governador. En la noche prendi un negro huydo esclavo de Dn. Consino Porro, y se lo entregue en la misma noche, nada mas ocurrio. En la noche handube solicitando a José de Guesus Peres, ladron conocido: por encargo de Dn. Francisco Maydique de la Villa del Cayo que solicitaba un cabayo el que se le quito al ante dicho, de lo que di cuenta al Sr. Governador. No ubo nobedad. En la noche andube hasta las tres nada ocurrio. En la noche cogi un negro de Dn. Agustin Ysaguirre que benia huido del ingenio el Peñon lo conduci a su dueño. En la misma noche como a la una lo entregue a su dueño sin novedad. Sin ocurrencia. Alastres de la tarde sali para el Citio los Cayos de la propiedad de Dn. José Silva en solicitud de

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dos hombres que se hayavan en aquel punto y no encontrandolos me retire. Regrese del dicho sitio. no ubo nobedad. En la noche estube velando en el camino de Guanamaquilla me retire a las tres de la mañana sin novedad. Estube velando en barios puntos me retire a las dos sin novedad. Nada ocurrio. Aprehendi a Dn. Manuel Romero, y a Dn. José Trinidad Monteagudo por encargo de Dn. Juan Pascual, quien savia eran saltiadores, y le havian hurtado un caballo el que traian, y otro mas de Dn. Francisco Gonsalez, conocido por matansero, y una yegua que tambien traian, la que havian vendido al pardo Visente Pelegrino (a) Gigüani, y haviendolos puesto en la real carsel y di cuenta al Sr. Governador. Salieron dos hombres de la partida a condusir un preso por orden de su señoria al partido de San Gueronimo, y en su regreso entregue el recivo que obtuvieron del capitan del partido, a su señoria. Ala oracion de la noche se me presentó un moso yamado Santiago, con un braso herido, y me informo que el heridor avia sido Visente Giguani, y que havia herido a su propia muger y a una negra que estaba en el mismo sitio, y que me encargaba lo aprexendiera Dn. José de Silba. Inmediatamente sali abelarlo al camino y lo

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aprendi, trayendo un mache[te] de sinta de cabo de plata sin baina, otro de trabajo y un cuchillo, los puse en la real carsel y di cuent a al Sr. Governador. Entregué una yegua dorada que havia comprado Visente guiguani halos asaltiadores de Santo Espiritu, laque solicité por encargo de Dn. José Silva. Alas tres de la tarde se me presentó Dn. José Maria Buerta encargandose un cabayo que le havian hurtado de la puerta de la tienda de San Ramon: inmediatamente sali en su solicitud y en la caye de Santa Ana se encontró en el cabayo a Dn. Ignacio Arambula, aquien haviendolo asegurado confeso haver sido el rovador, lo puse en la carsel y di cuenta al Sr. Governador. Alas tres de la tarde sali por disposicion del Sr. Alcalde 1o. havuscar preso a Dn. Juan Gonsales; y que inbentariara cuanto en la estancia huviera, como lo verifiqué, conduciendo a Gonsales al tribunal de su mersed. Alas tres de la madrugada sali havuscar preso a Dn. José Gonsales por orden del Sr. Alcalde 1o. a quien se lo entregue. En la misma madrugada cogi al isleño Domingo Martines desertor del presidio de Cuba, yevava una lisensia y un caballo rovado de Dn. José Rodigues. Lo puse en la real carsel dando cuenta. En lanoche estube velando en la encrusijada del camino de San Antonio hasta el dia y nada ocurrio.

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25. no ocurrio novedad. 26. Sali de noche, vele hasta la una no ubo novedad. 27. Quite una yegua andona que le havian hurtado a Dn. Francisco Antonio Dumenigo; Que le traia un negro que se escapo huyendo porque el hombre que los seguia hiba a pie y el negro a caballo. En el mismo dia se la entregue a su dueño. Y en la noche aprehendi aun negro yamado Liberato, que handaba huhido de Santo Espiritu esclavo de Dn. Tomas Martines natural tambien de la misma Villa. 28. Estubelando en el camino de Sabanagrande hasta al una nada ocurrio. 29. No ubo novedad. 30. En la noche estube velando en el camino de Carrasco hasta las cuatro de la mañana, no ubo novedad. 31. No ocurrio novedad. Nota: Que an asendido los individuos que apreso la cuadriya en el resto del año á noventa y cuatro, Puerto Principe treinta y uno de Diciembre de 1832. José Rafael Parrado.13

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El original de este diario se encuentra en la biblioteca personal del historiador camagüeyano Gustavo Sed.

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Diarios de rancheadores de las montañas orientales

Los primeros años del siglo XIX representaron para la región oriental de Cuba el desarrollo de las actividades oficiales dirigidas a la represión de la resistencia esclava. El 28 de mayo de 1805, y a solicitud del Gobernador, se celebró una reunión extraordinaria del Cabildo de Santiago de Cuba, con el objetivo de crear una compañía que se encargara de la persecución de los esclavos prófugos que «infestaban los campos» y estaban causando destrozos en las haciendas cercanas a la ciudad de Santiago de Cuba. 1 A principios del año de 1808 se comisionó a un tal Bernardino Espinoza para perseguir negros apalencados;2 en abril del propio año un grupo de hacendados presentó a las autoridades santiagueras un escrito en el que se expresaba: «Los hacendados de esta Jurisdicción que aquí suscribimos por una parte de los males que resulta al progreso de la agricultura en las continuas fugas de los trabajadores esclavos por no haber partidas perpel

Bacardí Moreau, E.: Crónicas de Santiago de Cuba. Tipografía Arrayo y Hnos. Santiago de Cuba, t.1, 1925, p. 53. 2 ANC, Real Consulado y Junta de Fomento, leg. 41, no. 6917.

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tuas que les impongan terror», 3 y aseguraban, además, que no había hacendado que no tuviese algún esclavo fugado. La segunda década de este siglo marcó una etapa cualitativamente diferente, tanto por el aumento considerable de los acontecimientos relacionados con la rebeldía esclava como por los niveles extremadamente peligrosos que tomó el asunto para los propietarios de esclavos. Todo esto tuvo su manifestación más elocuente en la conformación de un plan de carácter regional para enfrentar el problema. Entre 1811 y 1815 se produjeron importantes acontecimientos en la consolidación de este sistema represivo particular. Bajo la administración del gobernador Antonio Mozo de la Torre, en el año de 1814, se recurrió a la integración de un importante «contingente armado»,4 al que se le encomendó de forma especial la destrucción de varios palenques que se encontraban en las montañas del este de Santiago de Cuba, o sea, la llamada Cordillera de la Gran Piedra, que había sido una de las zonas favorecidas por el desarrollo de la plantación esclavista cafetalera. En este mismo año, los hacendados orientales, representados en el Cabildo de Santiago de Cuba, elaboraron y elevaron un reglamento que de manera 3 4

Idem. Asuntos Políticos, leg. 142, no. 45. Jerez de Villarreal, J.: Oriente (biografía de una provincia). Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1960. p. 106.

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especial dictaba las medidas para esa región;5 así se determinó la existencia de una estrategia regional contra el peligro de los palenques de esclavos prófugos. La publicación de ese reglamento, que sólo rigió en las zonas orientales, puso de manifiesto las especificidades y los niveles preocupantes del asunto en esos territorios. En el resto de las jurisdicciones de la Isla, las cuadrillas de rancheadores operaban bajo el reglamento único de La Habana, el cual fue reimpreso en varias ocasiones durante la primera mitad del siglo XIX . Pero en esta parte oriental ese mismo reglamento no surtió efecto. Esto se debió a que el reglamento de 1796 hizo hincapié en el sistema represivo contra cimarrones simples, que eran calificados como la plaga que infestaba los campos de occidente y estableció recorridos mensuales de los capitanes de partidos y capitanes de cuadrillas en las zonas donde se refugiaban los cimarrones. Los palenques sólo podían ser asaltados con autorización del capitán general. Visto así, este documento, que era el respaldo legal de la represión, no daba respuesta a la complejidad que había adquirido el problema en las zonas orientales, donde el acceso a los lugares en que se asentaban los palenques resultaba mucho más difícil que en occidente por las distancias, alturas y desconocimiento de los lugares. Por este motivo, las autoridades y hacendados orientales, preocupados por la alarma creciente de 5

ANC, Asuntos Políticos, leg. 297, no. 102.

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los vecinos y por las insistentes noticias acerca de la presencia de grupos de esclavos prófugos en las zonas más apartadas, establecieron un sistema de persecución de carácter regional. Entre las diferencias principales pueden enumerarse que se desecharon las llamadas cuadrillas (seis hombres) y, en su lugar, se realizaban las operaciones a cargo de partidas (veinticinco hombres). Estas partidas se montaban sólo en los momentos en que se coordinaba la realización de una batida a una zona determinada, y estaban dirigidas por un alto oficial y un teniente. De estas operaciones se debía llevar un diario, controlado por la comisión de hacendados. Las partidas tenían que rendir informes periódicos de las operaciones realizadas, por medio de vecinos o emisarios, desde los puntos donde se encontraban operando. Al finalizar las operaciones debían entregar el diario en el que se había registrado todo el recorrido y los incidentes ocurridos. Esta complejidad de los recorridos y de las operaciones en las zonas distantes y montañosas de la parte oriental determinaba diferencias con los diarios de occidente, los cuales se elaboraban con los resúmenes mensuales de las operaciones de las cuadrillas, que bajaban todos los días finales de mes a cobrar sus mensualidades y a entregar los informes correspondientes. Por otro lado, los diarios orientales fueron redactados por oficiales graduados, o sea, por personas de niveles culturales superiores a los que tenían los capitanes de cuadrillas de las restantes regiones del país.

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Para la realización de las operaciones, muchas veces las partidas se dividían en tres piquetes de hombres que recorrían los alrededores de la zona de operaciones. No resulta difícil observar que detrás de esta forma de operar se encontraba el tipo de terreno y el carácter militar que tuvieron estas actividades en la región. Al resumir la problemática de fines de 1814 y principios de 1815, puede decirse que existían de manera precisa noticias acerca de palenques en la cordillera de la Sierra Maestra y la Gran Piedra, en las montañas de Mayarí y de Baracoa. En el mes de febrero de 1815 se decidió organizar una partida bajo el mando de Felipe Quintero, para que operara contra los apalencados de las montañas del este de Santiago de Cuba, y que el capitán Alfonso Martínez, quien fue trasladado desde La Habana con este objetivo, se encargara de asaltar los palenques de las sierras del norte, especialmente en la zona de Moa, de donde se tenían referencias de un gran palenque.

Diario de Felipe Quintero desde el 20 de febrero al 30 de marzo de 1815 Entre el 20 de febrero y el 30 de marzo del año 1815, o sea durante treinta y nueve días, la partida integrada por cuarenta y un rancheadores, bajo el mando de Felipe Quintero, rastreó las montañas situadas al este de Santiago de Cuba. El escenario natural de las operaciones fue la que se conoce hoy día por Cor-

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dillera de la Gran Piedra, que parte de Santiago de Cuba y se extiende hasta la cuenca de Guantánamo con una extensión de unos treinta y cinco kilómetros en dirección oeste-este y su mayor elevación se conoce con el nombre de Gran Piedra, que alcanza mil doscientos cincuenta metros sobre el nivel del mar. Por aquel entonces, numerosos cafetales empezaban a ocupar las laderas de algunas de las elevaciones, pero, en lo fundamental, éstas estaban aún despobladas. Felipe Quintero, conocedor de la zona, según puede inferirse por la información registrada en el diario, señalaba por sus nombres los lugares donde se habían asentado algunos palenques ya asaltados, por lo que seguramente había participado en otras redadas anteriores. Dentro de los resultados finales de esta expedición puede registrarse que capturaron un total de diecinueve apalencados, dieron muerte a dos y asaltaron un total de seis palenques, de los cuales sólo dos eran conocidos y habían sido asaltados con anterioridad. Destruyeron abundantes siembras y quemaron, en total, cerca de cien ranchos. Estas operaciones resultaron un éxito para los intereses esclavistas. Pero el diario da fe de la existencia de por lo menos seis palenques en la cordillera montañosa del este de Santiago de Cuba, así como de una amplia red de comunicación entre todos los asentamientos del lugar, al punto de conocer que contra ellos se había enviado una partida. Uno sólo de los palen-

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ques fue sorprendido, gracias a que lo atacaron a medianoche y a que la partida contó con la ayuda de un traidor, uno de los apalencados, en calidad de práctico. En toda esta área primó por parte de los apalencados la táctica del repliegue ante la llegada de la partida.

Noticia individual que presenta Dn Felipe Quintero encargado por el Gobierno Político de esta Plaza á la persecusión de negros rebeldes, comenzada la salida el 20 de febrero, que finalizó el 3 de marzo por orden del Gobernador en que me retiro: a saber. El día 20 salí de esta ciudad con 41 hombres á las 12 de la noche y a las tres de la mañana del 21 mande hacer alto, hallandome a distancia de quatro leguas en los campos de Candelaria. El 21 segui con dirección al cafetal de mi destino nombrado la Providencia llegando a él el siguiente 22, tomando los informes necesarios de los quales di parte a V. S. al Sor. Gobernador militar y jues consular, noticiando la poca fuerza que tenía para el asalto del Palenque. En el mismo día 22 hallandome ya en el cafetal de D. Estevan Balangue punto que V.S. me destinó se reuniera a la partida algunos hombres que embio el teniente Dn. Antonio Maria Mancebo, y en esta fecha oficié á V.S. la presentación de un negro nombrado Juan Bautista Bayona con su muger, á los quales interrogamos para saber las circunstancias

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del Palenque, y cerciorandonos por ellos de que el que los capitaneaba Cayetano Solorzano trataba de desempararlos,1 dejando allí veinte negras al cuidado de seis hombres, determiné invadirlos; pero a motivo de la declaración que nos mi[...] Francisco Bautista Bayona se nos imposibilitó la invansión, y queriendo impedir el asalto de estos, á las Haciendas inmediatas, dispuse yo marchar con 30 hombres al pueblo de Limones lo que no verifique por falta de práctico para cruzar aquellos montes en camino recto que solo serian de tres leguas y por camino abierto eran como siete a lo que de acuerdo con dicho Dn. Estevan dispusimos hacer correo a D. Luis Landeam para que tomara en mayor precaución en la Hacienda propia del Secretario de este Gobierno D. Jose Emigdio Maldonado por la noticia de que la partida de los negros rebeldes iban á destruir aquellas Haciendas y á la de la Providencia, punto que V. S. destinó, por lo que persuadidos que nuestras personas serian muy útiles en alguna emboscada, determinamos salir el 23, dejando en la Hacienda 20 hombres conducidos del práctico Juan Hipólito, cruzando los montes de la Hacienda Filipinas, recorriendo las quebradas y hasta llegar al punto inmediato al cafetal del Sor. D. Francisco Novian Padilla en el pie de la loma nombrada el Pilón, donde fuimos in1

Se trata en realidad de una táctica común en los capitanes de palenques. El grueso de los apalencados se dispersaba dejando huellas que se dirigieran hacia distintos rumbos, mientras un reducido grupo se quedaba para proteger la retirada.

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formados por un hombre blanco que los negros rebeldes habian asaltado la noche anterior las Haciendas de la Sra. Brigadiera D. Ana Mozo, la del mismo secretario D. José Emigdio Maldonado y la del [...] Provincial general Licd. D. José Villar Palacio, por lo qual determinamos seguir su persecución, pero se nos imposibilitó por la falta de víveres, haciendo nuestra retirada el mismo día al Cafetal del Regidor Dn Manuel Prieto, reconociendo en seguida el de D. Ricardo M. Bell para volver al destinado por V. S. en que llegamos como á las 8 de la noche. El 24 seguimos al Palenque recibiendo en su noche un oficio del Teniente D. Antonio María Mancebo en el que nos hacía algunas observaciones que creimos arriesgadas en un campo donde precisamente le habían de escuchar los tres tiros que ordenó hicieramos por el espacio de un quarto de hora, y así hallandonos en unos parages quasi intrancitables por las muchas quebradas destino siempre a nuestra comision encargada por V. S. y demas gefes segun la orden escrita que llebabamos, siguiendo nuestra comenzada marcha toda aquella noche hasta mas de las tres de la madrugada, habiendo pasado al pie de un arroyo y venida la mañana proxima seguimos nuestro destino auxiliado del negro practico Juan Bautista Bayona. El 25 seguimos nuestra marcha hasiendo posada en el Rio Juan de Soto como a las nuebe y media y salimos de allí como a las 4 ½ de la tarde, tubimos que hacer noche al pie de otra montaña un quarto de legua del Palenque a las siete de la noche en que

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de acuerdo con el mismo D. Estevan se mando parar la partida con el fin de que no fuese sentida y malograda la acción. El 26 como a las tres de la madrugada logramos dar el asalto al Alba aprisionando 17 negros con muertes de dos pertenecientes al que reconocimos a la dicha Brigadiera D. Ana Marin y el otro seguro se me informó era de D. Antonio Maria Arsoya cuyo cadaver no vimos pero si la partida me lo aseguro de su muerte dando fuego a mas de cinquenta ranchos en que ellos se alojaban y destruidoles quantos utencilios encontrabamos, quitandole una infinidad de cosas de uso de que estaban probistos consistentes en mosquiteros, sabanas, frasadas camisas de ambos sexos, calzones, enaguas, tunicas colchones, sacos, harros de lata, botellas con manteca, Pañuelos y varias dichas cosas de las que hé embiado a V. S. en Imbentario y todo se hizo en el corto tiempo de quatro horas. Luego salimos a las diez de la mañana para la Hacienda de las Llaguas por unos caminos quasi intrancitables para no ser sentidos de los negros rebeldes habiendo llegado á ella al anochecer del mismo dia. El 27 poco antes de la una de la tarde llegamos a nuestro destino, y encontrando en el, al teniente D. Antonio María Mancebo acompañado de un piquete de caballería y otro de Infantería a sus ordenes determino que asi su partida como la mia se retiraran á la ciudad sin el conocimiento nuestro dexandonos en la dolorosa necesidad de no dar el asalto al otro

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Palenque Sn. Andres quedando la partida que trajo los negros ponerse hasta el 6 de marzo que salió a la orden de mi segundo D. Francisco Quintero hacia el cafetal dispuesto por V. S. á nuestra reunión en cuya tarde como a las quatro acompañados del teniente D. Antonio María Macebo fuimos al pueblo del Caney a fin de recoger las demas gente que debía acompañarnos. El 7 de marzo oficiamos con V. S. y demás autoridades la llegada a nuestro destino, suplicando a V.S. diese sus ordenes para que la partida tubiese alguna carne con que alimentarse, efectivamente tubimos la contesta de V.S. el 13 fechada el 11 al pasar nuestra citada en el punto que V.S. misma habia destinado por punto de reunión, y ordenando mi salida el mismo dia lunes 13 executé sin la menor dilación asociado siempre del mismo Dn. Esteban y si no hicimos antes fue á motivo del oficio que tenemos el honor de transcribir a V.S. Oficio Señor Gobernador Policia-Providencia Ay [...] como a las 6 de la tarde, se mando pasar lista y que nombrasen los sargentos encargados de dichos piquetes quatro hombres cada uno para la guardia de la noche habiendolo verificado los Sargentos se atumultuaron quasi todos los de la partida diciendo que ellos de ninguna manera hasian guardia, y dando parte los encargados dichos piquetes, se le reconbinieron que obedecieran lo que se les nombraba con asunto del servicio del Rey, y que el que desobedeciera se haria obedecer, por lo que con mayores gritos y tumultos y otras violencias y

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amenazas repitieron que de ninguna manera nada harian, que ellos no venian á quidar cafetales, se les intimo que ellos eran para hacer todo lo que fuese ameno al servicio al Rey que el Rey no tenia negros huidos ni ellos tampoco, que los blancos que los tenian que lo fueran a coger a lo que se les recombino otra vez que ellos que quando saliendo de Cuba y les dieron su paga, fue con el conocimiento que era la persecución de negros que si esperaban alegar esas ignorancias en este punto porque antes de salir de Cuba no lo hicieron presente a los efectos y que se sosegaran y que tubieran entendido que todo tumultuoriamiento tenía pena de vida y los que le siguieran serian diesmados de cada diez uno y asi se portasen y obedeciesen lo que les mandaba volviendo ellos á renovar sus razones dixeron que no hacian nada y que se marchaban para Cuba como efectivamente fue imposible haberles hecho entrar en centinela, ni menos que se callaran hasta llegar el caso de amenasar á su cabo con el machete y valiendonos de todos los medios nunca desistieron de sus ideas y asi hán verificado su fuga los individuos que se expresan en la relación que acompaño y preguntandoles entonces los motivos que tenian para no obedecer, algunos dixeron que era porque estaban informados de algunos que nada les daban dejando lo que ni captura, hizóles presente que D. Antonio Maria Mancebo y Yo le habiamos dicho si todos ellos que la causa de no haber repartido el pendolage y la captura era lo unico

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porque V. S. había dispuesto que el pendolage se remitiese al Sr. Jues Consular y que alli se apreciaria si se daría á cada uno lo que le correspondiese y que las capturas no se habian abonado porque aun todavía no se habian pasado los autos al Sr. Gobernador que se dexasen de eso que á nuestra llegada á Cuba serian satisfechos de todo, que a ellos nadie les engañaría, y aunque con estos y otras razones hemos querido persuadirlos de la fuga no ha sido posible Dios guie á V. S. D. Felipe QuinteroEsteban Belangue. El 13 de dos a tres de la tarde salimos con dirección al Palenque de San Andres hasiendo a las riberas del Rio del Baconao donde pasamos el siguiente día para reconocer el Palenque que destruimos de las Cuebas a fin de ver si los negros reveldes habian vuelto a reformarlo quedandonos alli hasta el 15 á las seis de la mañana en que emprendimos nuestra partida á San Andres continuando nuestra marcha hasta la una de la noche a motivo de las quebradas y malesas de un camino no transitable, quedandonos a lá falda de una de sus muchas lomas hasta el otro día 16 que llegamos al Palenque de San Andrés el que reconocido, sin gente determinamos que la partida se emplease en destruir cuanto tenía cultivado quedando sus estalages, y dexando como ócho ranchos a fin de establecer en el una posición que fuese util al cumplimiento de la comsisión. Al siguiente dies y siete a las seis de la mánana salimos con dirección al Palenque la esperanza y encontrandolo provisto de un platanal compuesto

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de 200 á 300 zepas Buniatos frijoles y otras betuallas, la destruimos aquel dia. El 18 á las 6 salimos acia el Palenque de la Guadalupe y reconocido sin novedad determinamos cruzar siguiendo al Este por unas pendientes que solo foragidos podian pasarla y reconociendo nosotros el cansancio de la partida tratamos de quedarnos aquella noche en el campo, oficiando entonces con el Subteniente D. José Abril al fin de que ocupase el punto nombrado Plaza del Este por donde un negro de D. José Emigdio Maldonado nos aseguró iban a salir al fin de lograr la captura o destrucción de ellos. El 19 recibida la contestación salimos para la Candelaria por caminos estrabiados como a las diez de la mañana y a las tres de la tarde empesamos a subir la loma y a las 10 de la noche nos fue presiso mandar á hacer alto la partida por lo sofocado que hallaban, y en la madrugada del siguiente logramos dar el asalto a las dies de la mánana, aprehendiendo dos negros y destruyendo quantas siembras existian allí de sus pertenencias. El 21 despues de haber dado fuego á 35 ó 40 bogios salimos con dirección a la Hacienda de Sigua para hacer víveres de que nos hallamos escasos permaneciendo alli el 22, 23 y 24 noticiando á V. S. el punto en que nos hallabamos con deseos siempre de recibir las ordenes que V. S. tubiese á bien comunicarme remitiendo los dos negros apresados en el palenque de la Candelaria con 14 hombres enfermos de varias partidas.

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El 25 salimos de Siguas al Palenque de los vivíes2 haciendo noche a la orilla del río de su nombre. El 26 no habiendo hallado rastro de los negros rebeldes y faltos de víveres para la partida nos pasamos al Palenque de San Andrés permaneciendo allí todo aquel día y su noche. El 27 nos retiramos á la Providencia punto encargado por V. S. á esperar el remplazo de los enfermos y desertores y no siendo posible su llegada hicimos noche en la de las Llaguas haciendo oficio a V.S. y dando parte de los acontecimientos recibiendo de V. S. el oficio de 30 del pasado que ordenaba el restablecimiento de la partida y mi persona á esta ciudad. Deseamos que V. S. tenga la bondad de interrogar a nuestra presencia un negro esclavo de D. Martín Quintero llamado Juan Bautista el qual nos ha declarado que los insultos cometidos en las Haciendas de Las Llaguas y el Ramon fue motivo de once pesos que le tenía de dos arrobas de cera de un Dn. Sr. Mengano. 3 2

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Vivíes en el original. Los vivís fueron abundantes en la región oriental de la Isla de Cuba. Procedían de la región nororiental de Nigeria, próxima al delta del río Níger y tenían fama de belicosos. El hecho de que existiera un palenque identificado como de ellos es altamente significativo, sobre todo por ser el único ejemplo de este tipo en Cuba, por lo menos hasta donde han avanzado los estudios actuales. Denominación usada con la misma acepción de fulano, o sea, para registrar a una persona cuyo nombre no se conoce o recuerda.

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Tambien se hace preciso la declaración de los negros de las haciendas Bayquiri propios del Sor. D. José María de Moya el contrato que tienen los negros rebeldes con su mayoral Person sabe que este los ha socorrido con polvora balas y otras cosas. Que los negros nombrados Juan Bautista propio de D. José Emigdio Maldonado el otro del propio nombre esclavo del Capitan D. José Felipe de Sisneros y el de D. Juan Francisco Salazar declare á nuestra presencia quanto sepa y les interrogemos. Dios guie a V. S. mas años Santiago de Cuba 4 de Abril de 1815. [...] a V. S. sus atentos servidores Felipe Quintero Estevan Balangué4

Diario de Ignacio Leyte Vidal desde el 20 de abril al 20 de mayo de 1828 Un año antes de que en Mayarí se produjera la batida comandada por Leyte Vidal, se había producido una nueva división territorial de la Isla. De acuerdo con la misma, se crearon tres departamentos denominados Occidental, Central y Oriental. La parte oriental se dividió a su vez en cuatro secciones que tenían como cabecera la ciudad de Santiago de Cuba, lugar donde continuó residiendo el oficial general; mientras que en los distritos radicaban los jefes del ejército, quie4

ANC, Asuntos Políticos, leg. 109, no. 34.

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nes presidían a su vez los ayuntamientos, y de éstos dependían los comandantes de armas y capitanes de partido. Esta división expresaba, en el terreno de la administración colonial, el desarrollo alcanzado por la Isla en esos años. Pero, a pesar de los avances de la región oriental, existían grandes zonas totalmente despobladas, las que servían de refugio a los esclavos prófugos. En el censo de 1827, al describirse las características de la geografía oriental, puede leerse «los inmensos bosques que aun cubren la mayor parte de su superficie, y la naturaleza de sus cordilleras, particularmente en la Oriental que á mas aquella circunstancia, ofrecen una aspereza tal, que los hace en la mayor parte inaccesibles».1 Ésta era la situación general de la región, pero en particular de la zona de operaciones de la partida dirigida por Ignacio Leyte Vidal, ubicada en lo que hoy se conoce por Mayarí Arriba o Sierra del Cristal, cadena montañosa que se encuentra al sur del poblado de Mayarí, donde a la sazón sólo existían algunas haciendas muy aisladas, y numerosas vegas de tabaco, concentradas cerca de los ríos, por lo que quedaban grandes y elevadas extensiones de terreno que eran desconocidas y que dieran abrigo a numerosos esclavos prófugos. La partida de Leyte Vidal, integrada por treinta hombres, salió del pueblo de Mayarí el 20 de abril 1

Comisión de Estadísticas, Cuba: Cuadro estadístico de la Siempre Fiel Isla de Cuba correspondiente al año 1827. Imprenta del Gobierno y Capitanía, La Habana, 1829, p. 5.

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de 1828 rumbo al este, atravesó un terreno prácticamente llano hasta el Hato de Cabonico, para después penetrar hacia el sur, en la cordillera montañosa. El saldo de las operaciones, en cuanto a la destrucción de palenques, había sido favorable a los intereses esclavistas, pero no así la captura de apalencados, ya que la partida regresó sin haber apresado esclavo alguno. La táctica del repliegue utilizada por los apalencados había demostrado su efectividad, así como el sistema de vigías, pues en todos los casos citados aquí, éstos habían abandonado el asentamiento antes de que llegara la partida.

Diario que presenta el Comandante encargado de la Partida contra simarrones al Sr. Comandante de armas de este partido. El 20 de abril salimos de Mayari al amanecer sestiamos en el Purio habiendo recorrido los montes inmediatos llegando al amaneser á Cabonico en donde hicimos noche. El 21 emprendimos nuestra marcha reunidos con la tropa llevando el mando de la partida el expresado Sor. Comandante y tránsitando por montes y desfiladeros llegamos al anocheser al citio del arroyon en donde formamos ranchos de manaca para guardar las armas y pasamos alli la noche graduando1 haber hecho seis leguas de camino. 1

Graduando por calculando.

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El 22 con motivo de haberse enfermado el expresado Sor. Comandante me hise cargo de la partida y salimos de dicho citio como á las 7 de la mañana en dirección al Palenque de Carga Basura y no encontrando allí nada que llamase la atención nos dirigimos al descubierto de la Seiba llegando a él con la mayor precausion Como al medio dia; pero no hallamos a nadie, y si un rancho nuevo que habian hecho despues de que en la anterior salida quemamos los que tenian: alli hicimos alto y pasamos la noche. El 23 lo pasamos en el mismo punto destruyendo las sementeras y como alas 8 de la mañana mande 11 hombres que reconosiesen las salidas de dicho Palenque, y encontraron una gran rastreria por una bereda bien abierta que inferimos fuese de otro Palenque. El 25 como a las 10 de la mañana recivimos la carne y a causa de tener gente fuera reconociendo algunos trillos y por la mucha lluvia no pudimos ponernos en camino en aquella hora. El 26 salimos de la Seiba por una vereda grande sirculando la Loma del Cristal, que era inasesible por aquella parte, y habiendo almorsado en el Rio Míguel como á las dies, seguimos sus aguas arriba por la misma vereda y como á las tres de la tarde descubrimos el Palenque, que tratamos de sorprender, pero no hallamos negros alguno y si unos vagasos de caña que indicaba haber allí negros los dias anteriores este Palenque tenia siete ranchos con dos camas cada uno y señal de tres fuciles, y poca siembra hicimos noche á causa de unas grandes lluvia

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El 27 seguimos por la propia senda en direccion a Livisa y como al medio dia hallamos otro Palenque el que tenia muchos viveres y nueve ranchos unos con dos y otros con cuatro camas; pero sin negros, y solo con señales de que habian cortado caña y Platanos y derretido sevo en aquellos dias y permanecimos allí hasta el dia siguiente destruyendo lo que se pudo. El 28 salimos de dicho Palenque en direccion del mismo rio de Livisa y salimos á uno de sus brasos en donde almorsamos y siguiendo de alli subimos una cuesta muy penosa de Pinales siguiendo por ella hasta divisar una Hacienda a la que bajamos por una quebrada de Piedra muy penosa siendo preciso descolgarnos por los Bejucos, resultando ser la dicha Hacienda Micara en Mayari Arriba a donde llegamos como a las 5 de la tarde é hicimos noche. El 29 se separó el Sangento Dn. Ignacio Rosado con toda la tropa y nosotros permanecimos alli haciendo carne. El 30 tambien estubimos alli por las muchas lluvias y crecientes del Río Mayarí. El 1o de mayo estubimos en la misma hacienda hasta la una del dia que habiendo sesado las aguas nos dio lugar a seguir nuestro camino, y llegamos a Vega Bellaca en donde hicimos noche. El 2 Salimos de dicha hacienda tomando un práctico que nos dirigiese a un Palenque de que nos dieron noticia habia en el arroyo Yaguasí y siguiendo por este arriba y despues del medio dia hallamos el Palenque indicado con sinco ranchos biejos y muy

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poca siembra que parecia ser solo colmenería, ó descanso delos negros en sus viages en direccion á Cuba, y permanecimos allí hasta el dia siguiente por lo mucho que llovia. El 4 salimos del sitado Palenque y como al medio dia tubimos que haser ranchos de manaca en las Cabesadas de Naranjo a causa de la mucha lluvia. El 5 salimos de los ranchos como álas seis de la mañana y crusando los montes llegamos como á las 4 de la tarde álas Casas de Arroyo Seco en donde se reunío el Teniente Dn. Natividad Gonzales que benía con díes hombres de reemplaso por los que se habian retirado el 29 anterior y allí hicimos noche. El 6 salimos de Arroyo Seco reconosiendo todos los montes y llegamos por la tarde a la Hacienda de Sabanilla en donde hicimos noche. El 7 descansamos en Sabanilla por estar muy estropeada la gente a causa de lo aspero de los caminos y las muchas aguas, allí supimos que la Partida de Sagua habia llegado ála Soledad Consejero y Yamagua por lo que omitimos el dirigirnos á aquellos puntos. El 8 salimos de dicha Hacienda reconociendo los montes de esta y los de Cajoba en donde dormimos. El 9 seguimos el mismo camino llegando á la hacienda de Cajoba como alás 9 de la mañana en donde almorsamos, habiendonos dado allí noticia que el Capitan del Palenque de la Seiba era esclavo de la viuda D Luis Maria de Arcia y que de resultas del primer descubrimiento que hicimos de dicho

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Palenque se habia presentado a su Sor. con una negra y un negrito esclavos de la misma casa y que su ama los habia mandado al ingenio sin dar parte al gobierno. Despues de almorsar salimos de Cajoba y llegamos á Piloto de Abajo en donde hicimos noche. El 10 salimos de Piloto de Abajo como álas siete de la mañana llegando a Piloto del Medio como álas 2 de la tarde de donde no pudimos salir por la cresida lluvia é hicimos noche. El 11 permanecimos en el mismo punto por ser las lluvias mas cresidas y tener que haser viveres por la gente. El 12 permanecimos alli esperando que la carne se secase al humo y por que las lluvias no nos permitian seguir. El 13 salimos de Piloto del Medio como álas siete de la mañana y llegamos a Piloto de Arriba álas 9 no permitiendonos seguir la cresida lluvia que duró todo el dia. El 14 salimos de Piloto Arriba á las siete de la mañana en Dirección al cayo del Rey subiendo por los Pinales y llegamos a la Loma de la Mensura en donde hicimos noche. El 15 reconosimos la expresada Loma de la Mensura recorriendola por todas direcciones sin encontrar bajada y seguimos por todo el Pinal llegando hasta un arroyo que los practicos no conosian en donde hicimos noche. Causa de la mucha lluvia, teniendo que hacer ranchos para guardar las armas. El 16 Salimos al amanecer del mencionado Arroyo con direccion á Arroyo Naranjo y habiendo equi-

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vocado el practico la direccion llegamos como á las 4 de la tarde á las cabesadas de Guaro en donde hicimos noche. El 17 Salimos de las cabesadas de Guaro bajando por una Loma tan escarpada que no presentaba salida y a cada paso ofrecian un eminente peligro las grandes Piedras que rodaban sobre nosotros teniendo que seguir la misma corriente como cinco leguas haciendo noche a sus orillas. El 18 Seguimos la misma correinte del Rio hasta llegar á una vereda que nos condujo ála loma del Carvario y seguimos hasta las Cuevas del Farallon en donde hicimos noche. El 19 salimos del Farallon y llegamos a Mayari como álas dos de la tarde. Mayari y Marzo 2 de 1828 Ignacio Leyte Vidal2

Diario de Miguel Pérez desde el 28 de enero al 22 de abril de 1848 La intranquilidad en la región oriental por la existencia de palenques con carácter permanente había pasado a ser también una preocupación generalizada entre las autoridades de la Isla al iniciarse la década de los años treinta; según unas declaraciones de la comisión de hacendados orientales, la situa2

ANC, Gobierno General, leg. 584, no. 28861.

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ción se había tornado peligrosa, pues «...el número de negros prófugos va creciendo hasta el punto de exigir imperiosamente la atención, que se arrojan á cometer desafueros, ya arrebatando o llevándose consigo la masa, ya atacando y saqueando las haciendas».1 Bajo estas argumentaciones, la Junta de Gobierno del Real Consulado, presidida por el capitán general, aprobó en La Habana, el 8 de junio de 1832, las propuestas y medidas de los hacendados orientales cuya labor calificó de «muy importante para la seguridad y tranquilidad», ya que se trataba de la destrucción de los palenques que «no solo crecen en número, sino en atrevimiento y decisión». 2 El reglamento de la Comisión de Hacendados orientales pone de relieve la importancia que había cobrado el asunto en la década del treinta. Ya no se trataba de aisladas informaciones de diferentes partidas y zonas. Ahora, un grupo de hacendados bien informados se constituyeron en comisión y se trazaron como objetivo borrar del paisaje oriental las aldeas que fundaban los esclavos prófugos, tanto por el estímulo que significaban para el resto de la masa esclavizada, como por el peligro real que representaba la forma aguerrida que habían cobrado sus actividades. 1

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Comisión de la Junta de Hacendados de Santiago de Cuba, Cuba: Arreglo de las partidas para la persecusión de negros cimarrones en este territorio. Imprenta del Colegio Seminario, Santiago de Cuba, 1832, p. 3. ANC, Asuntos Políticos, leg. 135, no.15.

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Una de las consecuencias directas y más importantes de estas medidas consistió en que a partir de ese momento las operaciones se harían de forma simultánea en todas las cordilleras montañosas de la región. Así, existen referencias de grandes operaciones efectuadas a principios de la década del treinta, en el año de 1842 y en el año de 1848. De estas últimas operaciones fueron seleccionados varios resúmenes de diarios, extractos que eran elaborados por las propias autoridades santiagueras sobre la base de los manuscritos originales, los cuales eran enviados al capitán general en La Habana. De entre estos resúmenes de diarios, el correspondiente a la partida dirigida por Miguel Pérez, Teniente del Partido de Tiguabos, al mando de treinta y cinco rancheadores y que operó en las elevaciones que se encuentran al noroeste de ese poblado, es uno de los más importantes para conocer los niveles reales de la resistencia esclava en la región. Esta partida realizó un recorrido de más de trescientos cincuenta kilómetros durante un período de cincuenta y nueve días y, como resultado principal en función de los intereses esclavistas, se consiguió la destrucción de cuatro palenques y la requisición de tres ya conocidos y asaltados con anterioridad; dos apalencados muertos por haber ofrecido resistencia en apoyo al repliegue de los restantes apalencados, dos párvulos capturados en el primer asalto a Todos Tenemos y cinco adultos cap-

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turados en el segundo asalto. El total de casas o ranchos destruidos fue de ciento nueve, de los cuales noventa y siete eran viviendas de palenques y doce rancherías. 3

Resumen del Diario de la partida formada en el pueblo del Tiguabo en persecusión de los Palenques á cargo de Dn. Miguel Perez teniente del mismo partido con treinta y cinco rancheadores cuyo costo a razon de 30 pesos mensuales el primero, y dos reales diarios los ultimos ascendió inclusos siete pesos veinte centavos del giro de dicha cantidad al 2 p. a 367 pesos veinte centavos que anticipó de sus fondos la Junta de hacendados con calidad de reintegro por los del Estado que se paguen segun se consultó por este Gobierno en oficio de 13 de diciembre ultimo Nº 295 cuya aprovación superior recayó en orden de 29 del mismo. El 28 de Enero ultimo salió la partida del Pueblo del tiguabo por el camino de Monte Rus á la hacienda de Banita donde se proveyó de víveres, siguiendo en el mismo dia hasta la Vega de Guaso: desde alli orillando el rio del mismo nombre y fuera de camino á la Sierra Molivan que reconoció en dirección á la hacienda del Guayabal, en que se descubrieron huellas de negros acia la de Toa, cuya dirección continuó por la vereda de las Cabezadas de Peñas prietas, y último brazo del rio hasta en3

Ibidem.

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contrar en la Sierra del Mal nombre un rancho de simarrones que arrasaron, y á dos leguas de distancia por la propia huella y rumbo á un palenque recientemente abandonado en que había abundancia de proviciones, el cual tambien destruyeron completamente bajando despues al Rio Caguany con dirección al Palenque nombrado el hato, que poco antes habia sido destruido por otra partida; observando ahora que los negros habian sembrado despues tabaco. Sin perder la misma huella salió la partida á la vereda maestra hasta encontrar el abandonado palenque llamado Justo en que todavia vejetavan abundantes biandas que destruyeron del modo posible; atravesó despues el Rio de Mal nombre y entrando en el Palenque de la Yagruma igualmente abandonado, siguió hasta hayarse en otro desconocido cuyo ataque convino la partida rodeandolo con su poca fuerza, y entrando el comandante con la parte de ella que quedó bajo su dirección en la plaza que formaban las cuadras, ecsortó á los negros á que se rindieran ofreciendoles que nada se les haría, y viendo que no era posible reducirlos les acometió aunque el grupo era como de cien negros que huyeron siguiendoles el alcance hasta el caso de encontron con uno de superiores fuerzas el pardo Eulogio Durand que fue herido aunque levemente de lanza cayendo los dos al suelo donde duran lo hirió en el vientre en ocasión que se presentaron otros dos de la partida que mataron al negro de un pistoletazo. Entre tanto Don Manuel Olivares se batia con otro llamado Felicisimo que tambien murió despues recojiendo el capitan

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dos negros parbulos criollos del palenque que quedó del todo abandonado, resultando tener cicuenta y nueve casas y treinta y cinco bohios1 hallando en ellos como 200 sacos de arros cada uno, como de 35 arrobas de tasajo de cerdo, 7 corrales con catorce estos animales entre chicos y grandes, una iglesia con un simulacro de altar en que ecsistia un pedazo de leño con que habian querido imitar á San Salvador segun el rotulo que tenía encima; y de cuatro á cinco caballerias de tierra de labor con cinco mil cepas de platano, 2 malangas, moniatos, yucas, ñames, cañas, tabaco, mais, ajemjibre, verduras, pequeños alboles frutales y todo en abundancia. Se demolieron las casas incendiadas, se cortaron los platanos y se destruyo todo lo demas del modo que fue posible, haviendo averiguado que el palenque se llamaba Todos tenemos. Concluida esta operación salió el Capitan con quince hombres dejando los restantes de custodia por estar heridos de caidas ó pullasos, a reconocer aquellos terrenos, dirigiendose al rio de Toa por las huellas que dejavan los negros huidos y llegando sin haberlos encontrado la boca de arrollito de donde regresando al palenque dispuso la remision de los negritos. Salió la partida en Dirección del arroyo de las pulgas siguiendo huellas frescas de negros hasta el punto 1

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En este caso de trata de construcciones conocidas como «vara en tierra» que servían de granero y corral. Consiste en un abrigo de yagua o guano, reducido y provisional que carece de horcones y descansa las varas horizontales en el suelo. La cifra de cepas de plátanos es exagerada.

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en que se divide en dos brazos. Tomo el de la derecha por donde continuavan aquellos, y volviendo sobre el de la izquierda por haber visto en lo alto de una loma un negro que sin duda estaba de vigia se encontró en el mismo lugar un rancho acabado de abandonar. Se perdio la huella ecsesiva lluvia que sobrevino, y continuó la partida su marcha hacia el Sur: entró en otra ranchería de 5 casas acabadas de abandonar por 18 u 20 negros de que se componía segun se demostraba por sus camas; y no siendo posibles seguirlos por haberse dispersados, se dió fuego al establecimiento y regresó la partida al Toa, subiendo por su orilla la boca del arroyo del Toro continuando á las haciendas de la Cruzada, Alegría y el palenque donde se reunió al resto de la partida, entregando los negritos al capitan de Yatera arriba para su conducción á esta ciudad. Siguió la partida reunida orillando el rio Toa, aguas arriba hasta los brazos, tomando la dirección de la Sierra Romana acia el rio de las Lajas, Guayabal, sitio de la novilla, hacienda de Santa Catalina y arroyo blanco, reconociendo los montes y rio de Sagua sin rastro de cimarrones. Pasó á la hacienda y arroyo del Carmen tomando la vereda de la ranchería llamada cabo escuadra hasta el rio de Miguel; llegando aguas arriba al punto en que se dividen los brazos y siguiendo el de la derecha que se llama Agenjiblar, entró en la Sierra de Mumbrinasta el brazo de rio grande que nace en la del Cristal donde entró la partida el día 28 de febrero que era el designado para la reunión de todos en aquel lugar que se encontró

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essento de negros cimarrones y salí por cabonico hasta la hacienda del Quemado costeando despues la parte anterior del rio Grande hasta llegar á Sagua por la vereda de la Guira, volviendo por el camino de la de Santa Catalina para reconocer de nuevo los palenques asaltados registrando todas las montañas y rios de su transito sin novedad hasta atacar nuevamente el 10 de marzo á las 3 de la tarde el palenque de todos tenemos donde encontraron los negros reunidos, que se dispersaron cojiendo en su fuga 5 de ellos; y saliendo con catorce hombres en dirección al palenque de Chinibunque encontraron acabado de abandonar tal ves por el aviso de los negros dispersos ó por haber sentido el ataque de la tarde anterior; se dio fuego á las doce casas de que se componian y se arrasaron las siembras, continuando despues la recorrida de aquellos montes en espacio de ocho leguas se ocupó un nuevo palenque llamado Calunga3 el cual se componía de 26 casas abandonadas del dia anterior y sufrió la misma suerte que los anteriores, regresando al de Todos tenemos por aquella parte á la Sierra Maestra, esplorando en ella el espacio de mas de diez leguas. Reunida la partida en este punto y no pudiendo continuar su marcha por el estado de los dos negros que había herido, se aprovechó la noticia que dieron de una ranchería como á seis leguas de dis3

Se respeta la ortografía del documento (Calunga), aunque es un término bantú (Kalunga) y se asocia a una deidad de primer orden en muchos grupos africanos.

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tancia, la cual se encontró abandonada con presipitación por haberse dejado en ella las provisiones: se componia de doce casas grandes y pequeñas que se destruyeron y se buscó con empeño al negro llamado Bota4 que segun los informes de los capturados debia estar con las negras del palenque en las cabezadas del arroyo, sin poderlo descubrir ni en ellos ni en los de los Rios Mal Nombre y Toa, donde se incorporó nuevamente la partida de Sagua. El 20 se dividieron dirigiendose cada uno al punto de su procedencia donde llego asta el 28 de marzo por el Farallon hacienda de Alegria, la del Palenque, Yatera, Guazo y Banita. Es copia en estracto del diario firmado por el capitan en el Tiguabo á 24 del mes proximo pasado a que me remito. Cuba 22 de abril de 1848. Antonio Sanchez Secretario 5

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Bota, el capitán del palenque de Todos Tenemos, se refugió con las mujeres del asentamiento en un palenque preparado de antemano y que fue nombrado «Guardamujeres», el cual nunca fue dominado por esta partida. ANC, Gobierno Superior Civil, leg. 625, no. 19877.

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Diario de Segundo Suárez desde el 28 de enero al 6 de abril de 1848 Otra de las cinco partidas que participó en la batida de ese año de 1848 contra los palenques orientales fue la comandada por Segundo Suárez, quien con cuarenta rancheadores salió desde Baracoa y realizó un recorrido casi tan amplio como la anterior. Esta partida de Baracoa operó de manera combinada con la de Tiguabo y, en ambos diarios, se hallan referencias a los puntos donde las dos se encontraban. Mientras Miguel Pérez centró su interés en la zona montañosa que se halla entre los rios Jaguaní y Toa, Segundo Suárez acentuó las operaciones algo más al este, o sea, en las montañas que se encuentran entre los ríos Barbudo y Quibiján. A pesar del gran despliegue realizado por esta partida de Baracoa, los resultados de sus operaciones quedaron muy por debajo de los alcanzados por la partida de Tiguabos, ya que sólo capturaron dos apalencados, revisaron cinco palenques viejos y asaltaron dos rancherías, una de las cuales, según calcularon, albergaba cerca de cuarenta esclavos prófugos.

Resumen del Diario de la partida formada en Baracoa para la persecusión de Palenques á cargo de Don Segundo Suarez con un segundo y cuarenta rancheadores cuyo costo á razon de cuarenta pesos mensuales el primero, veinte id. el segundo y dos reales diarios

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los ultimos ascendio inclusos ocho pesos cuarenta reales que anticipó de sus fondos la Junta de hacendados con calidad de reintegro por los del Estado que se designen segun se consultó por este gobierno en oficio de 13 de Diciembre ultimo Nº 209 cuya aprobación superior recayó en orden 29 del mismo. Salió el 28 de Enero y recorrio dia por dia sin novedad la hacienda de Sitio-viejo y las margenes del rio Toa los montes de Mal hombre donde se encontraron huellas recientes de negros cimarrones que se siguieron sin resultados por las margenes del Rio Jaguany y Maestra de Naranjo hasta entrar en el palenque de Buen Consejo que se hallaron de mucho tiempo antes abandonado, volviendo á los montes de Jaguany y entrando en el palenque de Santa-Cruz tambien antiguo y abandonado; siguieron por el Purial á otro Mal nombre y Rio Toa reuniendose en el de Jaguany de donde partieron para Sagua costeando este ultimo rio á cortas jornadas por llevar cuatro enfermos; de aqui fue preciso llevar un ranchador á hombros en hamaca por su gravedad adelantando muy poco en dos jornadas por la orilla de un brazo del rio de Moa hasta subir los puriales de este y bajar despues al mismo rio y hacienda del propio nombre donde se hizo nuevo acopio de viveres. Continuó la marcha por Cananova á Sagua donde quedó enfermo el Capitan y dos rancheadores haciendo noche el teniente con el resto de la partida en la Hacienda del Quemado en que se le reunió la

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de Sagua el 28 de Febrero conforme las instrucciones que todas tenian. En este dia penetraron las tres partidas en la Sierra del Cristal que encontraron sin el menor indicio de cimarrones y durmieron en el biejo y abandonado palenque de la Zanja, siguiendo en convinación las margenes del Rio grande hasta volver a Sagua sin novedad el 1o. de Marzo. El 2 de Marzo se dividieron las partidas tomando cada una su respectivo rumbo y haciendo noche esta de Baracoa en la hacienda Porto Rico; de donde siguió por las margenes del Rio Cabaña; pasó al de Moa é hizo en sus Pinares la noche del 5 volvió á recorrer el Rio Jaguany y registró el 7 los montes del Frijol siguiendo despues las margenes del Toa, las del Barbudo y montes de dicho rio, encontrandose una rancheria resientemente abandonada. Se siguieron sus huellas hasta perderla en los pasos de Jaguany cuyos montes penetraron descubriendo un negro que se rindio sin resistencia aunque iba armado de lansa y machete; y con este motivo se esploró todo el monte hasta encontrar una rancheria tambien ambandonada que podria haber abrigado como hasta cuarenta negros segun calculo prudencial. En este punto encontrandose la partida falta absolutamente de viveres siguio con dirección á Baracoa, haciendo noche en las margenes de Barbudo donde aprendio otro negro sin resistencia que bajaria al palenque nombrado del lechero armado demachete; y continuo sú rumbo por los montes del Quibijan margenes del Barbudo y hacienda de Nuñez donde se proveyó

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de viveres volviendo el Capitan con 11 rancheadores voluntarios sobre las huellas que antes se habian descubierto y encontró de nuevo por el palenque viejo del Jato y rio Quivijan el día 28 de Abril termino de la Partida. Continuó sin embargo el Capitan con sus once voluntarios rrecorriendo las puntas de Quivijan, la Palma, Cabezadas del Barbudo y Rio Toa donde el 5 de Abril descubrió indicio de gran numero de negros que no se determinó á seguir por su escasa fuerza y el 6 entró en Baracoa sin mas resultados qué el de la prisión de dos negros que la casualidad puso en sus manos. Es copia en estracto del difuso diario firmado por el Capitan en Baracoa el 6 del correinte que me remito. Cuba 22 de abril de 1848. Antonio Sanchez Secretario 1

Diario de Benigno Cura desde el 28 de enero al 30 de marzo de 1848 La partida comandada por Benigno Cura salió en la fecha acordada desde el pueblo de Sagua, con veinticinco rancheadores. El recorrido de la misma debió estar a la altura de los trescientos kilómetros y constó de dos etapas; la primera comprendió desde su 1

ANC, Gobierno Superior Civil, leg. 625, no. 19877

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primera salida del pueblo con rumbo noroeste hacia el lugar conocido por Cananova, y que centró las operaciones en la Sierra Cristal, y regresar al punto de partida. En la segunda etapa desplegaron sus actividades en lo fundamental en las Cuchillas del Toa. Los resultados de las operaciones de esta partida de Sagua se resumen en la destrucción de dos rancherías, revisión de siete palenques ya conocidos y abandonados, y el asalto a uno pequeño identificado como Palenquito, en el que capturaron cuatro apalencados, siendo uno de ellos mujer. Los mismos fueron capturados después de la muerte del capitán del palenque quien había enfrentado a los rancheadores mientras el resto del grupo se dispersaba, haciéndose incapturables.

Resumen del diario de la partida formada en Sagua de Tanamo á cargo de Dn. Benigno Cura que para la persecución de los negros apalencados, con veinte y cinco rancheadores cuyo costo de treinta y quatro pesos mensuales el primero, y dos reales diarios los ultimos, ascendió á trecientos sesenta y ocho pesos que anticipó de sus fondos la Junta de hacendados con calidad de reintegro por los del Estado que se designen segun se consultó por este Gobierno en oficio de 13 de Diciembre ultimo No. 205 en que aprobación superior recayó en orden de 29 del mismo. El 28 de enero proximo pasado salió la partida del Pueblo de Sagua y recorrió día por día, la hacienda de

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Cananove donde hizo viveres, siguiendo su rumbo á la Gran Tierra de Moa por el Arroyon: continuó el Rio de Moa, aguas arriba hasta los farallones entrando en la maestra cuyas cuevas revisó, sin hallar rastro de negro hasta las cabezadas del mismo rio; recorriendo las montañas que dividen sus aguas del de Toa, el Giguani y Cauto, por donde se dirigió á los Pinales de Sagua, recorriendo los palenques viejos del Bobal y el Ojucal,1 en que encontró rastro de negros que siguió hasta su ramal de la Maestra que divide los brazos del Rio Jiguany: continuó las huellas pasando por un rancho en que habian dormido siete negros la noche anterior, bajando por el rastro de las mismas á un brazo de dicho rio por un palenque viejo, donde tambien habian dormido los negros cuya huella siguió la partida introduciendose en un pinal del que salieron siempre sobre sus pisadas, que por ultimo perdieron en la maestra que divide los rios de Toa y las Yaguas, sin haberlos podido alcanzar ni encontrar de nuevo el rastro, aunque se dividió la fuerza para descubrirlo y se adquirieron informes en el sitio de la Novilla, de la ecsistencia de cimarrones á la parte del farrallon chico, que se reconoció sin fruto y salió por el de las Yaguas recorriendolas todas hasta encontrarse en una senda con once hombres de la partida de Baracoa mandados por el segundo de ellos D. Jasinto Suarez: Siguió á la Maestra Romana donde cayeron tres hombres enfermos, y despues de haberse registrado los cayos de Monte bueno, tiró rumbo á un 1

Se trata de un error en la escritura del diario. Debe ser el palenque El Ocujal.

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brazo del rio de Cauto siguiendo á la hacienda del Pinal en que hizo viveres y dejó los tres enfermos. Salió de este punto y reconociendo los brazos del Rio de la Sanguijuela y el Aroyon á travezó la Sabana de la yerba y salió á la hacienda Andres, cruzando despues la loma del Mijial grande y siguiendo por el Arroyo cabo escuadra, se encontraron huellas de algunos negros que siguió por las cabezadas del mismo rio hasta un brazo de Ymias donde se perdió el rastro que volvió a encontrarse entre el rio Miguel y Brazo grande que siguió por la falda del Cristal hasta Monte-bueno, Rio Cabonico: continuo hacia el de Levisa, y tomando una maestra de Pinal encontró un rancho andando cuyo rastro lo condujo á un palenquito donde habia tres negros y una negra que apresamos, escepto el que hacia de Capitan que murió por su obstinada resistencia en el acto de defenderse de él el cuadrillero Vicente de los Reyes, bajando despues hasta llegar á la hacienda de Purio donde entregó los negros apresados á un teniente del Partido de Mayarí abajo para su conducción á esta de Cuba el 27 de febrero. Llegó á la hacienda del Quemado, y el 25 entró con los de unas partidas en la Sierra del Cristal que recorrieron sin haber encontrado ni el menor indicio de negros, retirandose por el Rio Grande hasta Sagua donde se separaron de las otras partidas, siguiendo por Cananova á la Gran Tierra de Moa que atravesó por entre los Rios del mismo nombre, y de Castro hasta el sitio en que estubo la población. Siguió por las cabezasas de Jiguany atravezando los Pinales y recorriendo nuevamente los antiguos palenques de Bobal y Ojucal: pasó por entre los dos bra-

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zos dirigiendose á Palenque Viejo y Sao de veras2 que registré sin novedad; bajando por un arroyo al Rio de Malnombre que atravezó; dirigiendose al Palenque Quemayal que tambien se reconoció sin fruto aunque mas adelante, se halló un gran rastro de negros que se dirijia á una Ranchería vieja en que entraron sin encontrar á nadie; lo mismo que en dicho palenque viejo, bastantemente grande igualmente abandonado; así como también el de Hato, siguiendo siempre las mismas huellas hasta que entraron en el de una partida en que confundiendose el de los negros, lo perdieron nuevamente. Siguiendo las huellas de la partida, entró en el palenque de Todos tenemos que encontró enteramente destruido por la del Tiguabo segun se informo después por la misma en la hacienda Alegria. Continuó á las cabezadas de las Peñas-prietas: atravezó las del Toa y los montes de sus inmediaciones sin novedad, continuando por las haciendas de Sagua y Puerto Rico con direccion al punto de su procedencia donde llegó el día señalado. Es copia en estracto del diario firmado por el capitan en Sagua á treinta de Marzo p.p. á que me remito. Cuba 22 de Abril de 1848. Antonio Sanchez Secretario 3 2

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Sao: sabana pequeña de matorrales espinosos. La denominación de «Sao de veras» dada por los rancheadores para este palenque, indica que se encontraba en un lugar difícil. ANC, Gobierno Superior Civil, leg. 625, no. 19877.

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Diarios de Eduardo Busquet y José Antonio Lora desde el 20 de febrero al 17 de marzo de 1848 A la par que se realizaban las operaciones de las partidas ya vistas en las sierras del norte del departamento oriental, desde el poblado de El Cobre, al oeste de Santiago de Cuba, se efectuaron operaciones de otra partida de veinticinco rancheadores con Eduardo Busquet al frente. Ésta, a su vez, se unió a la partida que había salido desde Bayamo al mando de Antonio Lora, en la hacienda Sevilla, que se encontraba en la costa sur, en el punto conocido por Tabacal, a unos sesenta kilómetros de Santiago de Cuba. Las órdenes de revisar las montañas que se encontraban entre los ríos de Sevilla y Uvero habían sido precisas y apuntaban a la persecución de un palenque descubierto en el punto conocido por La Plata, unos diez días antes de producirse este gran despliegue. La partida de El Cobre salió el 20 de febrero por el entonces llamado «Camino del sur», reconoció las «escabrosidades» del terreno. La otra partida salió desde Bayamo cinco días después, pasó primero por Jiguaní y penetró después en la Sierra Maestra. El 29 de febrero se unieron nuevamente para recorrer unos ciento setenta y cinco kilómetros. Los resultados se circunscribieron a la destrucción de un palenque, dos ranchos de vigías, dos apalencados muertos y cuatro capturados con vida, dos de ellos mujeres.

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Concluidas estas grandes operaciones de principio del año 1848, los esclavistas respiraron con tranquilidad, pero sólo por corto tiempo. Así, en 1849 y 1850 se produjeron operaciones similares. El proceso ulterior de esta guerra prolongada contra los apalencados orientales no es objeto de la presente compilación pero los interesados en conocerla pueden consultar el libro Los palenques del oriente de Cuba: resistencia y acoso.1

Resumen del diario de operaciones de las partidas del Cobre y Bayamo la 1ª a cargo de D. Eduardo Busquet con veinte y cinco arrancheadores cuyo costo de cuarenta pesos del primero y dos reales diarios á cada uno de los ultimos por termino de treinta dias ascendio á ciento noventa pesos que se anticipan en la misma forma y con igual reserva que los demas partidos; y la segunda al de D. Jose Antonio Lora con veinte y cinco hombres. El veinte de Febrero próximo pasado, salió la partida del Cobre por el camino del Sur con dirección á la hacienda de Sevilla donde debía reunirse á la del Bayamo el 1ro. de Marzo, habiendo desaparecido en el 1er. dia de marcha uno de los rancheadores que por mas diligencias que se practicaron no ha podido conseguirse: y conti1

La Rosa, G.: Los palenques del oriente de Cuba: resistencia y acoso. Editorial Academia, La Habana, 1991.

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nuando por las vertientes del Sur de la Sierra Maestra reconociendo sus escabrosidades y puntos en que se suponía la ecsistencia de cimarrones, aunque sin ningun resultado, llegó en efecto al referido punto el dia que se le designó, donde se incorporó con la de Bayamo que se puso en marcha el 25 del citado febrero, siguiendo el camino de Cuba hasta Jiguani y continuando por la costa del rio Magote entró en la Maestra en dirección á la referida hacienda de Sevilla por el brazo de Guayabo hasta el rio de Bellaco y el de los Aguacates, llegando el 29 del establecimiento de dicha hacienda, de donde salio el 20 para la Guamá. Desde este punto se destacaron partidas que recorrieron el rio de este nombre, el de Bayamito y el Ubero de donde regresaron sin haber descubierto vestigios de negros. Suspendiendo las operaciones por carecer de viveres la partida del Cobre. Provista de ellos, se dirigieron ambas partidas á la hacienda de Bayamito, siguiendo el rio arriba hasta parar en la cueba grande donde se halló un rancho en que los cimarrones habian ahumado carne y sacado cera recientemente, pasando de él por el rastro que dejaron, a otra ranchería de que habian hecho el mismo uso: y continuando la huella se descubrió humo en una loma alta, a cuyas inmediaciones hicieron noche ambas partidas, con la idea de reconocer el Palenque por la mañana del siguiente dia en que dirigiendose 30 hombres entre ellos los de la partida del cobre al mando

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de su comandante por el rio abajo, y el de la del Bayamo con el resto de la fuerza hacia el Palenque; fue descubierto por una porcion de perros a cuyos ladridos salió un negro armado de fucil que al verlo dio un grito y corrió seguido del comandante Lora, y de los demás á corta distancia por la escabrocidad de la subida, y disparando Lora al que llevaba el fucil, salieron los demas huyendo, á encontrarse con la partida del Cobre que capturó uno de ellos continuando todos en la persecusion de los demas, que se defendieron con fuciles y lanzas muriendo el nombrado Atanacio y Jesus Maria; se capturaron sin lesion dos varones y dos hembras, averiguandose que el Palenque se componia de doce negros todos de la propiedad del señor intendente honorario de Provincia D. José Antonio Medina eccepto el capitan continuando en diversos partidos la persecucion de los negros huidos, se descubrieron once estancias surtidas de viandas con los ranchos quemados por el capitan del Palenque destruido habiendose preso alli dos de los que se fugaron de aquel, y huido los demas; declararon los presos que otro Palenque que se descubrió en uno de los brazos de Guamá del Sur fue atacado, y quemado por ellos mismos: y habiendo recorrido ambas partidas las vertientes del Este y Sur de toda la montaña sin mas encuentro se reunieron en Bayamito, convinando en llevarse la de Lora cuatro de los negros capturados y tres la del Cobre que entregó en el Gobier-

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no de Cuba, reconociendo la Sierra Maestra rumbo del rio de los Diablos, estribo del Purgatorio y Pico de la Plata hasta llegar al Jigüe donde se perdieron del todo los rastros que habian seguido; retirandose cada partida al punto de su procedencia en el dia determinado. Es copia en estracto del diario firmado por el Comandante de la partida de Bayamo en diez y siete de Marzo próximo pasado a que me remito. Cuba 22 de Abril de 1848. Antonio Sanchez Secretario1

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ANC, Gobierno Superior Civil, leg. 625, no. 19877.

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Epílogo

Los diarios de cazadores de esclavos aquí registrados se corresponden todos con actividades desplegadas en la primera mitad del siglo XIX . Pero esa selección no es casual. A partir de 1850, las noticias de expediciones, asaltos y capturas de cimarrones y, sobre todo, de palenques, se hicieron cada vez menos frecuentes. Las cifras de esclavos prófugos se fueron reduciendo y apenas se produjeron rebeliones esclavas —en contraste con las ocurridas en las décadas inmediatas anteriores. El depósito central de cimarrones que se localizaba en la barriada de El Cerro, en La Habana, se transformó en lugar de tránsito para asiáticos y yucatecos contratados. Las noticias y expediciones de cacería de esclavos prófugos se convirtieron en algo muy raro. Los años finales de la década de los sesenta marcaron un giro importante en las preocupaciones y actividades represivas de los sectores y clases dominantes: había estallado la guerra de independencia el 10 de octubre de 1868. El proceso de la revolución independentista produjo un salto cualitativo en la conciencia —hasta entonces individual o de grupo en las masas esclavizadas—

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hacia una conciencia colectiva, dirigida al derrocamiento de un sistema, y no a la simple lucha por la subsistencia contra un enemigo que lo acosaba constantemente. En definitiva, se trataba ya no sólo de luchar por la libertad individual o del grupo, sino de luchar como parte de un pueblo por la libertad de todos. Sin embargo, esta situación es consecuencia de la crisis del sistema esclavista en la Isla, proceso marcado por razones históricas, tecnológicas, políticas y demográficas. Aunque no es objeto del presente epílogo estudiar en detalles el complejo proceso de crisis de la esclavitud y su abolición, es necesario subrayar algunos de los aspectos más sobresalientes de éste, pues el mismo constituye el marco histórico en el cual se produjo una sensible reducción en el apalencamiento como forma de resistencia esclava. En la década de los años sesenta del siglo XIX , período en el que se localizan las últimas referencias de asaltos a palenques orientales en la documentación colonial, la abolición de la esclavitud ya había sido decretada en la mayoría de los otrora países esclavistas. Pero este proceso, a su vez, fue también prolongado y preñado de contradicciones. La emancipación, por ejemplo, de los esclavos en las posesiones francesas en América se había proclamado desde 1784 por la Convención Nacional

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Revolucionaria, pero la derrota de la Revolución Francesa permitió la restitución del régimen monárquico-borbónico en 1815, que revivió la servidumbre. Treinta y tres años después, en 1848, fue eliminada de forma definitiva. En 1838, Gran Bretaña declaró abolida la vieja institución en sus colonias, mientras que en los territorios bajo bandera española los movimientos independentistas nacieron indisolublemente vinculados a este movimiento emancipador. Los países de América Central, por ejemplo (Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica), que alcanzaron la independencia en 1823, eliminaron la esclavitud en 1824. Así, la relación entre la declaración de independencia y la abolición de la esclavitud será una constante a lo largo de la primera mitad del siglo XIX en casi toda la América de habla hispana. Iniciada la segunda mitad del siglo, sólo quedaban pocos países con esclavos, pero éstos se fueron sumando al nuevo orden; así, Ecuador proclama la abolición de la esclavitud en 1851, Colombia en 1852, Venezuela y Perú en 1854, las colonias holandesas y Estados Unidos en 1863 y Puerto Rico diez años después. Ya para entonces en la geografía de América sólo quedarán dos viejos bastiones: Brasil y Cuba. En medio de este panorama mundial, los recalcitrantes esclavistas de Cuba eran objeto de ataques. Éstos se aferraban a la esclavitud no porque

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la consideraran insustituible como régimen, 1 sino por razones prácticas vinculadas a sus intereses económicos, pues carecían de los resortes que garantizarían el paso al trabajo libre sin que sus riquezas fueran amenazadas. A la sazón, el tráfico de esclavos era una empresa además de costosa, muy arriesgada. En virtud del tratado entre España y Gran Bretaña, firmado el 27 de septiembre de 1817 y que se aplicó en la Isla a partir de 1820, la trata había sido declarada ilegal, lo que no significó en lo más mínimo la reducción de las introducciones de africanos en condiciones de esclavitud. Los intereses de los tratantes, hacendados y autoridades coloniales se dieron de la mano para burlar consuetudinariamente los subsiguientes convenios y leyes que reafirmaban esa política. Así sucedió con el tratado del 28 de junio de 1835, a pesar de la creación de tribunales mixtos en virtud del mismo, y la Ley Penal de 1845; aunque en los años inmediatos a esta fecha se experimentó cierta reducción en las cifras de esclavos importados, no obstante esto obedeció, en lo fundamental, al temor 1

En numerosas ocasiones los hacendados se pronunciaron públicamente contra la trata, tal como fue el caso en que el Capitán General O’Donnell pidió criterios a instituciones y personalidades para el proyecto de Ley Penal de 1845. Entre las conclusiones principales estaba: El tráfico de negros debe cesar; debe seguirse la política de reproducción natural entre los esclavos; y es necesario incrementar la población blanca. Ver: María del C. Barcia, La burguesía esclavista y abolición, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,1987, p. 56.

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que se apoderó de los esclavistas como consecuencia de la grandes rebeliones esclavas que sacudieron las plantaciones de la región de Matanzas entre 1843 y 1844. De todos los tratados, uno de los más efectivos fue el firmado el 29 de septiembre de 1866, confirmado el 17 de mayo de 1867, mediante el cual se impusieron duros castigos a los contraventores, lo que contribuyó, a partir de ese año, al acelerado descenso de las introducciones de esclavos, disminución ya iniciada desde 1860.2 Después de los años cuarenta, las proyecciones económicas de los grandes propietarios esclavistas de Cuba estuvieron fuertemente marcadas por la 2

En el libro de María del C. Barcia, ya citado (pp. 161-162), se presenta una tabla elaborada por la autora en la que se registran los cálculos de introducciones de esclavos en la Isla entre 1815 y 1872. En la misma se pueden contrastar las cifras propuestas por los autores más especializados en la materia. Si se tomaran los estimados de Curtin, por ejemplo, el descenso operado a partir de 1860 fue el siguiente: en ese año entraron 24 985; en 1861 la cifra fue de 23 964; en 1862 de 11 524; en 1863 de 7 507; en 1864 de 6 805 y en 1865 de 145, año en que finalizan los datos de Curtin. En la misma tabla se registran los estimados del demógrafo cubano Juan Pérez de la Riva, quien presenta en 1860 una introducción de 15 000; en 1861 de 10 000; en 1862 de 8 000; en 1863 de 7 000, cifra que se mantiene estable hasta 1867; en 1868 bajó a 6 000; en 1869 a 5 000; en 1870 a 4 000; en 1871 a 3 000 para finalizar con 2 000 en 1872. Este autor asegura que la última introducción de la que se tenga noticias ocurrió en 1873. Ver: Juan Pérez de la Riva, El monto de la inmigración forzada en el siglo XIX, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 47.

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necesidad de suplir la fuerza de trabajo esclava, y aunque en su gran mayoría consideraban la abolición de la trata como necesaria y las restricciones comerciales frenaban cada día más las operaciones ilícitas, los esclavos se seguían trayendo. Empero la demanda mundial de azúcar aumentaba y para producir más azúcar se requería el perfeccionamiento de la tecnología, la técnica y en especial el transporte, así como también de la fuerza de trabajo. Se intentaron numerosos ensayos para que paulatinamente se fuera sustituyendo el trabajo esclavo por el trabajo libre,3 pero era un proceso demasiado dilatado para los intereses en juego. Por lo tanto se seguían introduciendo en la Isla esclavos aunque cada día en condiciones más adversas y costosas, y la trata ya no suplía las pérdidas anuales que ocurrían en las plantaciones. Por consiguiente, el precio de los esclavos alcanzó cifras muy elevadas. Si en la década de los 3

Durante las décadas inmediatas anteriores se habían producido numerosos ensayos para producir azúcar con trabajadores no esclavos, pero el proceso sustitutivo no podía ser tan violento, por lo que éstos fracasaron; sin embargo, el número de trabajadores libres, alquilados y contratados fue aumentando paulatinamente en la industria. Así se conoce, por ejemplo, que en 1877 en los ingenios pertenecientes a los socios Aguirre, en el occidente insular, de los 1 136 trabajadores, el 21, 56% eran negros libres, y en la Gran Azucarera, de los 838 trabajadores, el 58,47% eran chinos contratados, el 36,87% esclavos y el 4,65% eran negros libres (índices obtenidos de las tablas de Friedlaender, H., Historia económica de Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, t. 2, p. 538.

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años cuarenta se podía adquirir un esclavo joven y saludable en trescientos cincuenta pesos, a partir de los últimos años de los cincuenta y principios de los sesenta el precio se elevó a más de 1 000 pesos.4 Esta problemática repercutió de forma directa en dos importantes procesos de carácter social y demográfico. Entre 1840 y 1860, el por ciento de población blanca aumentó del 41,4% al 56,7%, y la población libre de color aumentó del 15,2 al 16,2, en igual período de tiempo. En cambio, los esclavos se redujeron del 43,4% en 1841 al 27,5% en 1860. 5 Para el período siguiente se observa que la población esclava descendió del 26,53% en 1861 al 13,85% en 1877, mientras que la población denominada negra libre pasó del 16,64% al 18,99% en ese período.6 Si bien la reducción de las cifras totales de esclavos no tenía sólo como origen la tendencia decreciente natural. También estos años fueron testigos del aumento de las manumisiones que se producían. Según el censo de 1862, entre 1858 y el 4

5

6

Un amplio estudio de los cambios operados en los precios de los esclavos vendidos en Cuba en este período se tiene en el libro ya citado de María del C. Barcia y en especial en Moreno Fraginals, M., H. Klein y S. L. Enferman: “Nivel y estructura de los precios de los esclavos de las plantaciones cubanas a mediados del siglo XIX: algunas perspectivas comparativas”, Santiago, Santiago de Cuba (63): 1986, pp. 97-126. Knight, F. W., Slave Society in Cuba During the Nineteenth Century, University of Wisconsin Press, Madison, 1970. Friedlaender, H., ob. cit., p. 50.

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año del censo se habían producido en la Isla un total de 9 462 manumisiones; para una población esclava de 370 553 que había en ese año, ésta triplicaba los índices de las décadas anteriores.7 Se intensificó la introducción de colonos chinos y yucatecos, así como de inmigrantes españoles y canarios. Durante los años finales de la década de los años cincuenta se considera que las entradas anuales de estos últimos era del orden de los 6 000. En el caso de los chinos, según el demógrafo Juan Pérez de la Riva, llegaron a suplir entre 1853 y 1857 el 50% del déficit de la fuerza de trabajo azucarera. Las ventas de chinos contratados eran de miles anuales, y fueron las cifras más elevadas las correspondientes a los años 1866 con 12 391 y 1867 con 14 263. Se estima que hasta 1874 habían inmigrado a Cuba 150 000 chinos. 8 También la escasez de mano de obra esclava repercutió de forma directa en algunas modificaciones que se establecieron en el carácter represivo del régimen de servidumbre. En esos años se le prestaba especial interés a la importación de mujeres esclavas, con el fin de facilitar la reproducción natural de las dotaciones. Se ofrecieron premios a los propietarios de más de cincuenta esclavos que lograran los 7

8

Cuba, Censo. Noticias estadísticas de la Isla de Cuba. Imprenta del gobierno y Capitanía General y Real Hacienda por S. M., La Habana, 1862. Pérez de la Riva, J., El barracón, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.

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mayores índices de nacimiento y las más reducidas cifras de mortalidad dentro de sus siervos. A las parturientas se les premiaba y se les liberaba de los trabajos pesados, y se mejoraron en sentido general la alimentación y cuidado de los esclavos,9 pues al propietario le era necesario prolongar su vida útil y no incurrir en gastos para sustituir la fuerza de trabajo. En medio de este proceso de sensibles cambios en la esclavitud, el movimiento independentista fue tomando cuerpo y en la década de los años cincuenta las protestas públicas contra el despotismo colonial se hicieron sentir. Las agrupaciones y movimientos de tinte anticolonialista acapararon la atención de las autoridades coloniales, lo que se expresó en el Real Decreto del 28 de mayo de 1852, mediante el cual se facultó a los Capitanes Generales de la Isla para gobernar en condiciones de plazas sitiadas. En resumen, la guerra de independencia, que estalla el 10 de octubre de 1868 en la región oriental de la Isla, tuvo como figuras más prominentes a varios hacendados e intelectuales de la región; éstos, deseosos de atraer para la lucha a los grandes propietarios esclavistas de la región occidental —de los cuales esperaban apoyo para la gesta anticolonialista— a pesar de que le dieron la libertad a sus dotaciones, en la documentación oficial declararon 9

Archivo Nacional de Cuba. Gobierno Superior Civil. Leg. 949, no. 33549.

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que deseaban “la abolición gradual y bajo indemnización de la esclavitud”.10 Dos meses después de iniciada la contienda y ya en poder de la ciudad de Bayamo, la dirección de la revolución en armas prestó atención a los numerosos esclavos prófugos que vivían refugiados en los montes, en diferentes palenques en las montañas de la región, y con independencia a que no se había reconocido la abolición de la esclavitud, en el decreto del 27 de diciembre de 1868, se reconoció: “Serán declarados libres desde luego los esclavos de los palenques que se presentaren á las autoridades cubanas, con derecho bien a vivir entre nosotros ó a continuar en sus poblaciones del monte...” 11 Sin embargo, el reconocimiento de la libertad para todos los esclavos expresó las contradicciones existentes dentro de la dirección del proceso insurreccional y, por lo tanto, no fue hasta el 25 de diciembre de 1870 que se declaró abolida la esclavitud en todos los territorios ocupados. Empero, hacía apenas dos meses, en julio de 1870, el gobierno español había votado la “Ley de vientres libres”, mediante la cual todos los nacidos de mujer esclava desde el 17 de septiembre de 1868 serían declarados libres, así como los esclavos mayores de sesenta años. 10

11

Pichardo, H., Documentos para la Historia de Cuba, Editorial Nacional de Cuba, La Habana,1965. Ibídem.

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Del proceso emancipador al abrigo de la ley, desde su aplicación hasta 1876, según las cifras oficiales registradas, alcanzaron su libertad 50 405 eslavos por nacimiento y unos 20 000 por haber arribado a los sesenta años. 12 Al concluir la guerra de los diez años, con la firma del convenio del Zanjón en febrero de 1878, se estipuló la libertad de los colonos asiáticos y esclavos que se hallasen en ese momento en las filas insurrectas. También se había reconocido la libertad de todos los esclavos que habían servido bajo la bandera española durante la contienda. Desde hacia dieciséis años no se registraban operaciones importantes contra los apalencados orientales. Durante la contienda les fue reconocida su libertad, cuestión ratificada por los acuerdos establecidos con la corona española al concluir la guerra. Sin embargo, los palenques fueron abandonados durante estas dos décadas. Ninguno de los ochenta asentamientos conocidos y estudiados por los autores del presente libro pasó a la categoría de poblado a causa de una población esclava prófuga o sus descendientes ya liberados. Los apalencados no permanecieron en esas inaccesibles y apartadas aldeas. Ya libres, podían ofertar su fuerza de trabajo en el mercado de una economía que no descansaba ya en el trabajo esclavo sino en el trabajador libre. También es necesario tener presente que al concluir la guerra la economía oriental estaba prácticamente 12

Friedlaender, H., ob. cit., p. 525.

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destruida, muchos lugares fueron deshabitados y se produjo un gran éxodo hacia otros territorios. De los doscientos treinta y ocho ingenios que existían en 1861, sólo quedaban en la región oriental sesenta y cinco en 1867 y de los cuatrocientos veintiséis cafetales en 1862, únicamente había ciento siete en 1877. 13 El análisis de lo acaecido durante este período a las masas esclavizadas, lo referente a cuántos de los esclavos se sumaron al campo insurrecto, cuántos permanecieron bajo la servidumbre, cuántos se mantuvieron aislados en los montes, y la incorporación posterior de todos ellos a la sociedad cubana una vez abolida definitivamente la esclavitud —el 7 de octubre de 1886—, no ha sido estudiado aún de forma rigurosa. El historiador cubano Francisco Pérez Guzmán trabaja en estos momentos en la dilucidación del proceso de incorporación de los esclavos a la gesta independentista y la historiadora norteamericana Rebecca Scott labora acuciosamente en el proceso de integración de los emancipados a la sociedad cubana. Pero eso es ya otra historia.

13

Ibídem.

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Glosario

Ajengiblar: Lugar donde abunda el jengibre (Zingiber officinale). En muchos palenques se reportó la existencia de siembras de esta planta, cuya infusión servía a los negros como estimulante y contra el resfriado y el reuma. Alambrado: De color rojo cobrizo. Albarda: Pieza principal del aparejo de las bestias de carga. Apalencado: Esclavo fugitivo que se reúne con otros en lugares de difícil acceso para fundar aldeas y desarrollar una economía de subsistencia. Bagaje: (Bagage en el original.) Equipaje militar de una tropa en operaciones. Bagazo: (Vagaso en el original.) Residuos de la caña de azúcar masticada o aplastada. Bobal: Lugar donde abundan las palmas conocidas como “bobas” (Euterpe globosa). Crece en las montañas a partir de los ochocientos metros de altura. En las Cuchillas del Toa, región oriental de Cuba, son numerosos estos topónimos locales. Bohío: (Bugío en el original.) Casa o habitación rústica fabricada y techada con los productos de la palma. Boyero: Individuo que arrea los animales vacunos.

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Bozal: Negro procedente de África que no hablaba el español. Briche: Africano procedente de una comarca del Calabar. Se distinguían por su frente rayada. Brujería: Los rancheadores en Cuba denominaban así al contenido de los bultos de los negros cimarrones, los que muchas veces guardaban objetos de cultos de origen africano. Cabildo: Ayuntamiento. Junta de los representantes de los poderes administrativos de un territorio. Calabozo: Machete corto y sin punta que usaban los negros para chapear. Cepo: Instrumento hecho con dos gruesas tablas que al unirse dejaban en el medio o línea de unión agujeros en los cuales se aseguraban los cuellos, manos y piernas de los reos y esclavos. Chino: Hijo de mulato y negra o viceversa. Chuzo: Palo con pincho de hierro. También se denominaba así en Cuba al látigo de cuero torcido. Cimarrón: (Simarrón en algunas partes del texto.) Esclavo fugitivo que se esconde en el monte. Comendadora: Superiora de los conventos de órdenes militares o de religiosas de la merced. Concho: De color amarillento. Puede estar también relacionado con el adjetivo conchudo: astuto o cauteloso. Tanto el matiz del color de la piel, como el carácter de los cimarrones, fueron objeto de anotaciones por parte de los rancheadores. En otros documentos hemos leído «negro retinto», «negro azul», «negro achocolatado». Sin embargo,

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no puede descartarse la posibilidad de que se trate de una denominación étnica, aunque ésta no aparece reportada hasta el presente en Cuba. Conuco: Siembras de poca extensión. Corral: Hacienda rural de dimensión circular y 4,240 m de radio, destinada a la crianza de ganado. Cuadrilla de cimarrones: Grupo más o menos numeroso de cimarrones que vivían en condiciones de guerrilla. Cuadrilla de rancheadores: Grupo de unos seis rancheadores que exploraban un territorio en busca de cimarrones. Depósito de cimarrones: Barracones creados por el Real Consulado o Junta de Fomento destinados a los cimarrones capturados que no eran identificados de forma inmediata. Dotación: Grupo de esclavos de que dispone una hacienda o plantación esclavista. Enjalma: Aparejo ligero de bestia de carga. Entisar: Envolver en una red. Práctica común entre los rancheadores para subir los perros en las elevaciones muy empinadas. Frijolillo: Arbol común en las sierras, de madera dura y color oscuro (Glaricidia cubensis). Guardarraya: Espacio limpio o no cultivado que en forma de calle atraviesa las plantaciones y es utilizado para transitar. Guardiero: Individuo, generalmente negro anciano, destinado a cuidar las haciendas. Habitaba en un rancho en los linderos o entradas de las plantaciones o propiedades.

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Güiro: Recipiente fabricado con el fruto de la güira (Crescentia cujete). Hacienda: En la época se denominaba así fundamentalmente a los hatos, corrales y sitios de crianza de ganado. Hatico o hatillo: (Jatico a veces en el texto.) Establecimiento situado en el área de un corral para criar ganado mayor y distante de su centro. Hato: (Jato a veces en el texto). Hacienda rural que comprende un espacio circular de 8 480 m de radio para la crianza de ganado y su centro constituye el asiento. Herrón: (Ferrón o feron a veces en el texto.) Instrumento de trabajo utilizado para la siembra y transformado en lanza por los cimarrones. Hila: Pedazo de lienzo usado para cubrir las heridas. Hoja: (oja en el original.) Machete de hoja curva. Hoja de cinta: Machete con guarnición. Hoja cubana: Machete fabricado en el país. Ingenio: Instalación productora de azúcar, integrada por la plantación de caña y construcciones fabriles y de vivienda. Isleño: En Cuba se denominaban así a los inmigrantes procedentes de las Islas Canarias, España. Jaba: Saco con agarraderas tejido de guano utilizado para transportar alimentos, ropas y otras cosas. Jarreteada: Corva. Juego de monte: Juego de cartas basado en el azar que estuvo prohibido.

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Maestro: Tratamiento que se daba a las personas experimentadas que ejercían algún arte u oficio. Machete: Arma e instrumento de trabajo más pequeño que una espada, de hoja ancha y un solo filo. Manaca: Especie de guano o palma utilizado en la fabricación de techos rústicos. Es frecuente en los cauces de los ríos y arroyos (Calitrogyne occidentalis). Mayoral: Administrador y representante directo del propietario en la plantación. Montero: Persona que cuida los animales de una hacienda y es conocedora del terreno. Mulato: Hijo de blanco y negra o viceversa. Esta palabra se consideraba denigrante por lo que en la documentación oficial era sustituida por la de pardo. Ocujal: Lugar donde abundan los ocujes, árbol de la familia de las clusiáceas (Calophyllum antillanum). Palenque: Aldea fundada por esclavos prófugos en lugares de difícil acceso y en la que se desarrollaba una economía de subsistencia. Partida de rancheadores: Columna de más de veinticinco rancheadores y soldados con un oficial al frente que se dedicaba a asaltar palenques de negros cimarrones. Pendolage: (Pendolaje en el texto.) Derecho de apropiarse y repartir entre los rancheadores todos los géneros y pertenencias localizadas en los palenques. Potrero: Hacienda rural destinada al pastoreo y cría de todo tipo de ganado.

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Quinta: Casa de recreo en el campo. Rabiata: Recua, conjunto de animales. Rancheador: (Arrancheador a veces en el texto.) Persona diestra en perseguir y capturar a los negros cimarrones y apalencados. Ranchería: Conjunto de ranchos que servían de abrigo temporal a grupos de cimarrones. Carecía de sembrados, pues al tenerlos era denominado palenque. Rancho: Vivienda rústica construida de ramas y hojas de palma. Real Consulado de La Habana: (También Junta de Fomento.) Institución creada en 1794 para el fomento de la agricultura y el comercio. En especial se ocupó de los adelantos en la industria del azúcar y de la fuerza de trabajo necesaria para su explotación. Sementera: Tierra sembrada. Sestear: Pasar la siesta durmiendo o descansando. Sitio: En la región de Vueltabajo se denominó así a las estancias de labor, o sea, a las dedicadas al cultivo de viandas. Los ingenios y cafetales tenían sus respectivos sitios. En la región oriental comprendía además al de criar animales. Talanquera: Valla o portón rústico que limitaba el acceso a las haciendas o plantaciones. Tejar: Lugar donde se fabrican tejas, ladrillos y otros utensilios de barro cocido. Los tejares de los ingenios fabricaban fundamentalmente hormas de barro para purgar el azúcar. De ahí que la mayoría de los ingenios tuviesen tejares hasta

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los años en que se introdujeron las hormas de metal. Tordilla: De color negro y blanco. Trabuco: Arma de fuego de mayor calibre que la escopeta. Trasguerrado: Mal habido. Vueltabajo: (Buelta de Abajo y Vuelta abajo en el texto.) Se designaba así al territorio occidental de La Habana, o sea, a la actual provincia de Pinar del Río.

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Iconografía

1. El rancheador, típico cazador de esclavos en la Cuba del siglo XIX. Original tomado de La Ilustración Cubana, año III, No.15, 30 de mayo de 1887, p.164.

2. Las elevaciones de la región occidental de la Isla fueron el escenario de las operaciones de los rancheadores José Pérez Sánchez, Matías Pérez Sánchez, Gaspar Rodríguez y Ramón Machín, entre otros. Foto del autor.

3. Corrección de un cimarrón. Dibujo original de un artista popular brasileño del año 1888. Tomado de Revista do Arquivo Municipal, noviembre de 1939, Brasil.

4. Sobre el trabajo esclavo se edificaron grandes plantaciones. En la imagen, el campanario del ingenio Taoro (oeste de La Habana) y al fondo los restos del barracón. Foto cortesía del Archivo del Departamento de Arqueología del Centro de Antropología.

5. En las montañas el cimarrón aprendió a subsistir. En la imagen los restos de una rústica cama localizada en Rinconá, Pinar del Río. Foto del Autor.

6. Armas ocupadas a un cimarrón en las ciénagas del sur de Camagüey. Croquis de las mismas presentado como prueba contra el acusado. Tomado de Gabino La Rosa, Armas y tácticas defensivas de los cimarrones de Cuba, Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1989.

7. Gráfico en el que se registra el territorio en que operó el rancheador José Rafael Parrado entre 1830 y 1832. Mapa elaborado por el autor.

8. Montaña en la que se hallaba el palenque Todos Tenemos, en la región oriental. Foto del autor.

9. Los diarios de rancheadores son testimonio de la presencia de la mujer en los refugios y palenques de cimarrones. Tomada de Fernando Ortiz, Los negros esclavos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.

Índice de los documentos correspondientes a la región occidental

Abra de la Carne: 31 Abra de la Muenga: 78 Abra de los Mameyes: 35 Abra, Sierra del: 24, 34 Abra Venturosa: 25, 47 Aguacate: 43, 101, 103; Corral del: 32; Llano del: 41; Sierra del: 90 Agujereadas, Sierra de las: 23 Ajiconal, río: 35 Alambique del Jobo: 40, 118 Almácigos, Lomas de los: 70, 77 Ancón, Sierra de: 24, 34, 45 Ánimas, Sierra de las: 58 Angosta, Muelle de: 72, 74, 78, 83, 85 Antón Pérez (lugar): 69, 74, 78, 81, 83, 84, 91, 105, 108, 110, 111, 112 Arambari: 106 Archivo Nacional de Cuba:10, 11 Arozarena: 103 Arroyo, Sierra del: 32 Ave María, rancho: 105, 118 Avispas, Sierra de las: 71

Babiney de la Jagua: 91 Bahía de Cabañas: 111

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Bahía Honda: 40, 43, 57, 67, 72, 85, 90, 91, 92, 103, 104, 110 Barrios, almacén: 108 Batabanal: 105 Batista Acosta, Juan: 66 Bayate, río: 50 Bengochea, Francisco: 109 Bermejal, río: 58, 69, 97, 105, 111, 114, 117 Berracos: 45 Blain, José María: 48 Boca de Macuriges: 35 Boquerones: 64, 95, 98, 101, 109; Playa de: 88, 89, 95 Bramales: 98, 101, 108 Brazo de la Ceiba, arroyo: 41 Brazo del Nogal: 47 Brujito, Sierra del: 32 Brujito; El: 71 Brujo, El: 31, 39, 40, 41, 120; río: 87 Brujo, Sierra del: 26, 90, 101

Cabañas Abajo: 91 Cabañas: 56, 66, 79, 108, 111, 117; Muelle de: 55, 61, 69, 82, 85, 94 Cabo de San Antonio: 34, 45 Cacarajícara, Sierra de: 44, 58, 67, 104 Cafetal, Armona: 38; Borbón: 50; Buenavista: 50, 79; Casualidad: 55; Dolores: 72, 74, 78, 80, 83, 84, 102, 104, 113; Oleaga: 114; Puble: 79; San Luis: 71; San Salvador: 66, 104; Soroa: 109, 111; cafetal de Alemán: 102; Arambarri: 106; Alejandro

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Sánchez: 102; Blen: 72; Boncourt: 86; Borsua: 72; Campos: 59, 106; Castillo: 72, 109; Eligio: 82; Félix: 72; Francisco Campos:72, 86, 90, 95; Franquis: 72; González: 61; González Larrinaga: 59, 60, 62, 65, 67, 69, 114; José Carrera: 103; José Rubio: 38, 39, 79; Jouvré:111; Laborí: 74, 78, 80, 86, 108; Loran: 72; Lorett: 106; Llú: 39, 79; Manuel Romero: 67; Montes de Oca: 103; Pascual Pluma: 78; Peoly: 103; Polett: 109; Polier: 90, 101; Splingler, Federico: 86; cafetal del Pinal: 74, 78, 80, 83, 84, 86, 91, 112, 113; cafetal de los Ingenieros: 102; cafetal el Liberal: 74, 78, 80, 83, 86, 109, 113; cafetal la Arabia: 120; Hermita: 39, 79, 87; Gloria: 104; Moka: 50; Soledad: 98, 113; cafetal los Mameyes: 39 Caimito, El: 44, 67 Cajaiba, Loma de: 59 Cajalba: 67 Camarones: 101, 103; río: 44 Campanarios: 64, 65; Loma de los: 30, 31, 70; Sierra de los: 103, 119 Campos (lugar): 48, 50, 51 Campos, Francisco: 95 Canalete, Sierra de: 46 Candelaria: 35, 40, 42, 47, 48, 49, 56, 71, 85 Cano, El: 51 Carabelas, Lomas de las: 112 Cárdenas: 51 Carrera, José: 103 Casa Ramos: 89 Castaña, Loma de la: 78

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Castillo, José: 109 Catalina: 33, 67 Catarina: 46 Cayajabos: 9, 38, 40, 42, 43, 48, 49, 51, 60, 65, 67, 70, 73, 89, 91, 92, 94, 96, 98, 106, 116 Cayos de San Felipe: 34 Cedro de Juan López: 35 Ceiba, La: 62, 71, 72 Cerro (La Habana): 37, 52 Chapotain, Francisco: 54, 63, 75, 85 (nota), 96, 97 Chorrera, La: 33, 34, 46 Chorrera, Sierra de la: 24, 34 Cimarrones: Agustín: 63; Agustín Mandinga: 76, 82 (nota), 115, 116, 117; Cristiani: 39, 42; Felipe: 76; Lima: 51; Marcelino: 59, 60; Modesto Carabalí: 81; Pascual: 60, 76; Pinillos: 43; Ventura: 41 Colorada, Loma: 75 Comadre, Loma de la: 44 Conde de Buenavista: 96 Conde de la Reunión: 79 Condenados, Loma de los: 46; Sierra de los: 26 Consolación: 35, 45 Cordero: 41, 59, 70 Corojal, Sierra: 32 Corral Viejo: 32 Cristiani: 39, 42 Crucero del Naranjo Dulce: 54, 59, 65, 89, 92, 100 Crucero de los Granadillales: 53 Cruz, Cecilio de la: 81 Cruz, Rafael: 73 Cuabal de San Diego: 110 Cuchilla de Plata, Loma: 78

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Cuchilla Larga: 35 Cuchillas Altas: 77 Cueva de la Partición: 45 Cueva de los Cuernos de Isidro: 46 Cueva de Luiz Lazo: 45 Cueva del Agua: 35 Cueva del Indio: 39, 58, 65; Arroyo de la: 111 Cuzco, El: 26, 36, 39, 41, 42, 43, 45, 48, 50, 51, 64, 68, 70, 87, 90 ; Loma del: 50, 53, 86, 112 Delicias, Las: 50 Depósito de cimarrones: 37 Derrumba Piedras, Loma: 119; Sierra de: 64 Días Pimienta, José María: 34 Díaz, Agustín: 22 Dominica, La: 55, 74, 78, 83, 84, 94, 96 Don Lares (lugar): 34 Duarte y Zenea, Antonio: 13, 39, 62, 65, 77, 79, 87, 95 Encrucijada: 39, 77 Estévez, Francisco: 9, 13 Faranda, Loma de la: 30; Sierra de la: 75 Félix: 72 Filipinas: 17, 20, 22, 45 Fondillos, Sierra de: 76 Frías: 102 Friol, Roberto: 9 Galalón: 16, 33 Galeras, Las: 33; Sierra de: 75

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García, Tomás: 81 Gaspar: 79 Gloria, Sierra de la: 25 Gobernadora, Loma de la: 28, 40, 51, 55, 59, 62, 65, 67, 69, 73, 77, 89, 100, 105, 112, 114 Gómez, Joaquín: 90, 104 González, Jacinto: 87 González Larrinaga, Bonifacio: 59, 60, 62, 65, 67, 69, 114 González Moreno, Melchor: 93 Gramales: 26 Granadillales, Lomas de los: 53, 78, 112 Grande, río: 15 Grifa: 35 Guacamaya, Loma de la: 59, 67; Sierra de: 25, 56, 59 Guacamayas, Canteras de: 33 Guachinanga, Loma de la: 63, 70; Sierra de la: 56 Guajaibón: 59, 67; Pan de: 44, 46 Guanajay: 15, 27, 28, 38, 51, 81 Guane: 17, 20; Hato de: 22, 34; Río de: 20; Sierra de: 45 Guaniguanico, Cordillera: 12

Habana, La: 9, 37, 38, 89 Hacienda, Buenavista: 59; Cabañas: 57, 58, 64, 69, 74, 78, 81, 83, 84, 91, 92, 95, 96, 102; Cacarajícara: 32; Caimito: 59; Camarones: 57, 90; Francisco: 18; Galalón: 25; Limones: 30; Luis Lazo: 18, 26; Montezuelo: 20; Rangel: 26, 59, 63; San Andrés: 25; San Bartolomé: 26, 30, 57, 59; San Blas: 106; San Marcos: 44; San Miguel: 104; San

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Juan Contreras: 92; San Sueñas: 20; Santa Cruz: 56, 63, 70, 71; Tenerías: 23; Viñales: 24; hacienda de Ranchos: 21; Antón Pérez: 108, 110, 111, 112; hacienda del Rosario: 26, 76, 119; hacienda el Aguacate: 57; Brujo: 57, 69 103, 118; Cuzco: 57, 68, 73, 78, 80, 83, 84, 87, 100, 101, 103, 104, 106; Rubí: 28; Valle: 17; hacienda la Palma: 59, 63; Soledad: 119 Hanados: 34 Hernández, Francisco: 23 Herradura, La: 35 Herrera, Roberto: 85 Hondo, arroyo: 41 Hoyaduras del Purgatorio: 46, 47 Hoyos, Los: 35

Iglesias, Manuel: 86 Ingenio, Arozarena: 103; Balbanera: 75, 79, 89; Cabañas: 75, 86; Candelaria: 103; Jesús Nazareno: 91, 110; Madrazo: 58, 104; Mariel: 61; Pinillos: 54, 60; Recompensa: 57, 58, 61, 64, 72, 73, 75, 78, 81, 83, 84, 86, 88, 95, 97, 99, 101, 103, 107, 110, 111, 113; San Felipe: 114, 115; San Francisco de Alfaro: 60, 61, 65, 67, 72, 73, 77, 94, 98, 101, 102, 105, 120; San Francisco Xabier: 39, 57, 62, 64, 72, 88, 97, 99, 100, 101, 106, 107, 109, 110, 111, 113; San Gabriel: 111; San Ignacio del Rubí: 13; San Isidro: 77, 87; San José: 54, 67, 69, 72, 75, 79, 87, 95, 97, 105, 114; San Juan Bautista: 97; San Juan de Dios: 54, 56,

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61, 65, 68, 73, 89, 91, 96, 97, 100, 102, 103, 105, 110, 111, 114, 115; San Luis: 75, 86, 98; San Miguel: 82; San Miguel de Garonda: 94, 95, 105; San Nicolás: 40, 43, 59, 60, 61, 62, 65, 67, 68, 72, 73, 75, 77, 79, 82, 84, 87, 88, 89, 94, 95, 102, 114, 115, 120; San Roque: 40, 54, 56, 60, 65, 68, 73, 81, 87, 89, 95, 97, 100, 102, 105, 114, 117; Santa Isabel: 61, 62, 69, 94, 96, 100; Santa Rosalía: 89; Santiago: 54, 57, 58, 61, 62, 64, 72, 73, 78, 81, 83, 84, 86, 87, 91, 95, 98, 99, 101, 103, 106, 109, 110, 111; Santo Cristo: 65, 89; Santo Tomás: 54, 75, 79, 84, 89; Yjío: 65, 67; ingenio de Angosta: 54, 61, 89; Antonio Duarte y Zenea: 39, 62, 65, 77, 79, 87, 95; Antonio Pascual: 86, 110; Antón Pérez: 75, 105; Cañas: 61; Cárdenas: 72, 89; Eligio: 62, 69, 75, 79, 84, 89, 97, 115; Frías: 75, 108; Hano y Vegas: 57, 58, 103; Lombillo: 57, 64, 91, 98, 105, 109, 113; Peñalver: 90, 104; Rojas: 79; Varela: 96; Ingenio del Rosario: 39, 62, 77, 79, 98, 102; Rubí: 99, 120; Ingenio de la Ceiba: 57, 72, 97, 112; Cruz: 54, 61, 69, 75, 79, 116; Encrucijada: 62, 65, 71, 82, 95, 105, 120; Herradura: 91; ingenio el Jobo: 61, 82, 97, 105, 115, 118; ingenio la Begoña: 54, 62, 63, 69, 72, 75, 79, 84, 89, 95, 115; Luisa: 55, 58, 64, 73, 78, 81, 83, 84, 88, 99, 106, 107, 108, 113; Montaña: 57, 58; Nueva Concepción: 78, 81, 83, 84; Nueva Luisa: 98, 192, 105; Sierra: 56, 61, 73, 74, 101, 105, 110, 117; Sirena: 61, 69, 78, 83, 84, 96, 108; Tinaja: 54, 61; Tumba: 65, 70, 89; ingenio las Ánimas: 75; Mercedes: 93

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Jagua, Sierra de la: 25 Jatico, Loma del: 95 Jobo, El: 27, 40, 94 José Marías (esclavo): 43 Jouvre, Susana: 111

Laborí, Loma: 111 Labory: 83 Lago, José: 119 Lamarí, Félix: 120 Lantigua, Juan Antonio: 33 Laparola: 49 Lara, Sebastián: 106 Larrinaga, Francisco: 114, 115, 116 Larrinaga, Jacinto: 115, 116 Lebrillo, Ensenada: 107 Limón, Sierra de: 25, 33 Limones: 46 Linares, Sierra de: 30, 33, 35, 46, 68 Lombillo, Gabriel: 101 López, Agustín: 31 López Toledo, José: 42 Loran: 72 Luna, Sierra de la: 76

Machín, Ramón: 13, 14, 29 Macuriges, río: 25, 46 Madam: 50 Majagual, Monte: 80 Majugual de Cabañas: 110

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Manantiales: 50, 54, 58, 71, 87, 92, 95, 106; Sierra de: 26, 39, 64, 68, 72, 104 Mangos, Los: 15 Mantua: 20, 22 Mariel: 22, 28, 56, 116; Boca de: 22 Marimán, río: 104 Márquez Domínguez, Antonio: 85 Martínez, Manuel: 16 Masson, Florimón: 74, 78, 80, 83, 90, 102, 103, 106, 113, 117 Matatoro: 30 Méndez: 30 Mentidero, Loma: 43 Mira Cielos, Loma: 59, 71 Mogotes, los: 50, 108 Molejones, Sierra de: 71, 76; ver también Quemada. Monta Escopeta, Loma de: 75, 76; ver también Resbaladeros. Montalvo, Juan: 97, 99, 107 Montes de Oca: 103 Morales, hatico: 45 Moreno, Simón: 31, 40 Moriche: 49 Morón, Francisco: 61 Muerto, Loma del: 9, 64, 72, 78, 89, 92, 95, 104, 106 Mulo, Loma del: 36, 39, 50, 53, 56, 57, 58, 62, 64, 65, 67, 71, 77, 80, 86, 88, 89, 91, 94, 97, 102, 104, 106, 109, 111, 112, 113, 114; Sierra del: 27, 75, 79 Naranjo Dulce: 54, 56, 65, 71, 92, 100, 104; Loma de: 93, 95 Nazario, José: 85 Nogal, arroyo del: 31, 32

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Ortigosa, La: 57

Palacios, Los: 35 Palenques: viejos: 19; palenque de diez ranchos: 19; Monta Escopeta: 75, 76, 82 (nota); palenque del Abra: 25; Brujo: 40; Resolladero: 20; palenque de la Peña: 24; Sierra de Ancón:24; Sierra de los Condenados: 26; Sierra de Guacamayas: 25; palenques de los Resbaladeros: 41, 44 Palma, La: 44 Palo Quemado: 74, 78, 83, 85, 96 Pancha, Loma: 62 Paredones: 30; del río Santa Cruz: 70; del río Santo Domingo: 71 Pascual, Antonio: 110 Pedernales, río: 65 Pedro (esclavo): 31, 32 Pedroso, Xavier: 28, 81 Pelada, Sierra: 71 Peladas, Lomas de las: 50, 70, 77, 89, 95, 97, 102, 112 Peláez, Joaquín: 66 Peña, Domingo: 22 Peña, la: 23; Blanca: 49, 54, 56, 57, 59, 62, 71, 74, 75, 78, 80, 88, 98, 100, 104, 110, 112, 113 ; Blanca del Norte: 64, 89, 93, 101, 104; Sierra de: 33, 35, 65, 67, 75, 92; Blanca de Santa Cruz de los Pinos: 71 Peoly: 103 Perdomo, Pedro: 83 Pérez, Manuel: 70 Pérez Sánchez, José: 13, 52, 53, 78 (nota), 82 (nota), 85 (nota), 121 Pérez Sánchez, Matías: 13, 14

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Pico Grande (Sierra de Guacamaya): 56 Pinal Grande: 33 Pinal: 109 Pinales de Rangel: 32 Pinalillo: 63 Pinar del Río: 16, 34 Pinillos, Juan Manuel: 111 Plata, arroyo de la: 44 Pluma: 49 Pluma, Pascal: 78 Polett: 109 Polier, Justo: 32, 41 Potrero, Ave María: 73; Bramales: 74, 78, 81, 83, 84, 102; San Luis: 58, 61, 74, 78, 83, 99, 102, 110, 111, 113; Santa Teresa: 65, 73, 118; potrero de Juan Tomás: 111; Justo Polier: 32; Mariel: 61; potrero del Cuzco: 62, 66, 68, 78, 80, 92, 95, 102, 103, 112; Rubí: 65, 89, 95, 97, 117; potrero de la Dominica: 61, 62, 69, 78, 82; Ortigosa: 89, 95, 110; potrero de las Ánimas: 65, 70, 86, 89, 112, 117 Pozas, las (hato): 44, 104 Pozas, Las: 67 Puble: 50 Puerca, Loma la: 77 Puercos, río: 45 Pulgatorio: 35 Puntilla de Sotavento: 102

Quemada, Sierra: 76; ver también Molejones. Quemado: 38

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Quemado de Pines, El: 24 Quemado de San Isidro: 35 Quemado del Sol: 30 Quiebra Hacha: 28, 72 Ramírez, Freddy: 10 Ramón (esclavo): 43 Rancheador: Acosta, Juan: 25; Domínguez: 46, 51; Estévez, Francisco: 9, 13; Lago, José: 119, 120; López, Pedro: 31, 32; Machín, Ramón: 13, 14, 36; Manuel: 76; Sotero, José: 119; Peláez, Valentín: 17, 21, 32; Pérez: 50; Pérez, José: 38, 39; Pérez Sánchez, José: 13, 78 (nota), 82(nota), 85 (nota), 121; Ramos, Ricardo: 42; Ribatón, Ángel: 47; Rivera, Juan Ignacio: 45; Rodríguez, Gaspar A.: 10, 13, 52; Torres, Pedro: 75, 76 Ranchería, Abra de la Carne: 31; Arroyo del Brazo de la Ceiba: 41; Arroyo del Nogal: 31; Brujito: 32; Cabezadas del río Camarones: 44; Cabezadas del Río San Cristóbal: 32; Campanarios: 34, 39; Cueva de la Sierra del Limón: 25; La Palma: 33; Loma Garabato: 119; Loma Pelada: 50; Monta Escopeta: 41, 75; Paredones del Río Santa Cruz: 33; Peña Blanca: 49; Perdices: 35; San Juan de Guacamaya: 32; Sierra Fondillos: 75; Sierra Galeras: 75 Ranchuelos: 35 Rangel: 44, 48, 68 Real Consulado o Junta de Fomento de La Habana: 8, 10, 13, 14, 29, 37, 53 Remates, Los: 35 Resbaladeros: 41, 56, 75; ver también Monta Escopeta. Rey, Francisco: 86 Reyes, Pancho: 22

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Río del Brujo: 87 Río del Medio: 44 Río Hondo: 31, 32; Sierra de: 30, 32, 35 Rojas, Pedro: 105 Rodríguez, Gaspar A.: 36 Romero, Manuel: 67 Rosario: 45, 49; Sierra del: 12, 52 Rubí: 94, 98, 102, 107, 117, 121; Loma del: 36, 50, 53, 80, 81, 111, 117; Sierra del: 39, 56, 57, 58, 60,61, 62, 66, 67, 69, 75, 79, 81, 84, 86, 90, 91, 92, 95, 96, 97, 99, 100, 102, 105, 106, 108, 109, 110, 111, 112, 117 Rubio Campos, José: 27, 50 Sabana del Maíz: 47 Sabanilla: 44 Safanal: 31 Sagua: 44 San Andrés: 46 San Bartolomé: 72; Sierra de: 63, 68, 71 San Blas: 39, 56, 61; Lomas de: 51 San Cayetano: 34, 45 San Cristóbal de los Pinos: 77 San Cristóbal: 15, 26, 56; Río: 30, 31, 56, 59, 64, 65, 68, 76; Sierra de: 32; Vegas de: 30, 33 San Francisco, arroyo: 30 San Diego de los Baños: 16, 30, 33, 35, 59, 67, 80 San Diego de Núñez: 46, 120 San Diego de Tapia: 32, 33, 43, 44, 63, 67 San Diego: 55, 61, 68, 71, 118 San Felipe: 34 San José: 34 San Juan de Dios: 55, 116

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San Juan de Guacamayas: 32, 63 San Juan y Martínez: 17 San Juan, hatillo de: 58, 65, 70 San Juan: 50; Lomas de: 51 San Lorenzo: 34 San Marcos: 49 San Miguel de Calderetera, río: 32 San Miguel de Chavarría: 46 San Salvador: 55, 58, 70; Lomas de: 51 San Vicente: 34 Santa Clara: 35 Santa Cruz: 30, 49; Río de: 26, 33, 57, 63, 69, 70; Sierra de: 49 Santa Cruz de los Pinos: 75 Santa Fe: 34 Santa Isabel: 62, 87 Santiago: 31 Santo Domingo, río: 71 Sermón, Loma del: 46 Sitio, Cañas: 82; Herrera: 30, 33, 49; Infierno: 24, 34, 45; Lombillo: 113; Pinalitos: 33, 35; Serranos: 35; Silveras: 110 Soledad, la: 31, 32, 49, 75, 101; Loma de la: 95, 109; Arroyo: 30 Splingler, Federico: 86 Sumidero: 23, 46 Surgidero de la Coloma: 34

Tablones: 40, 51, 95; Arroyo de: 62, 65, 69, 89, 100; Monte de: 40 Taburete, Loma del: 58, 64, 92, 104, 106

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Taco Taco, río: 44, 57, 59, 68, 71; Sierra de: 57 Taironas, Las: 34 Tibles, José María: 32 Toro, El: 46; Sierra del: 71 Torre, Pedro de la: 75, 76, 77, 85 Torres: 49 Tres Ranchos, Sierra de los: 75 Tumbas, arroyo de las: 31

Vázquez, Inocente: 87 Velazco, Pablo: 66 Vegas, arroyo de las: 32 Verde, río (Guadiana): 35 Vigía, Loma de la: 108, 113 Villar, Jorge: 86 Villaverde, Cirilo: 9 Villaverde, Lucas: 73 Vueltabajo: 38, 116, 117; Sierra de: 53, 93, 100

Yagua, La: 34, 44 Yeguas, Las: 35, 46 Yu (Joue, propietaria francesa): 79

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Índice de los documentos correspondientes a las llanuras de Puerto Príncipe (Camagüey)

Acosta, Blas Manuel (alcalde de Sancti Spíritus): 137 Acosta, Manuel de: 183, 184 Acosta, Miguel: 184, 199 Adan, Ramón: 169 Aduana, la: 132 Agapito (esclavo prófugo): 187, 188, 196, 197 Agoste, Ramón: 203 Agramonte, Francisco: 170, 215 Agramonte y Aróstegui, Francisco: 136 Agramonte, Ignacio de: 195 Agramonte, José María: 146, 198 Agüero, Diego: 183 Agüero, Ignacio: 129 Agüero, Luis: 208 Agüero, Pedro María de: 135 Aguilar, Gregorio: 149 Aguilera, Francisco (maestro artesano): 133, 194, 200 Alfonsín, Juan (pardo): 217 Alias (apodos y sobrenombres), Bizco: 185; Canilla: 230; Cara bela: 131; Cojo Carcés: 229; Culebras: 224; Comendadoras: 142, 143; Español, el: 129; Guachinango: 135; Jiguaní: 230, 231; Matancero, el: 230; Montañez, el: 228; Ratigan:178; Quebrado, el: 222; Trinitario, el: 177

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Almanza, Antonio: 183 Almanza, Nicolás: 215 Almanza, Ventura: 135, 136 Alonso Betancourt, Diego (presbítero): 166, 185 Altagracia: 159 Álvarez (reo): 134 Álvarez, Antonio: 228 Álvarez, Fernando: 204 Álvarez, Francisco: 154, 155 Álvarez, Jacinto: 208 Álvarez, Manuel: 142 Álvarez, Nepomuceno (maestro artesano): 131 Álvarez, Rafael: 127, 131, 132, 165, 168, 174, 227 Amigo, Pedro: 165 Ángeles, los: 131, 160 Angostura, La: 153, 173, 182; Boca de la: 163; Sabana Grande de la: 148 Anoncillo, Cerapio: 133 Arambula, Ignacio : 231 Aranda, Juan: 149 Arango, Juan: 162 Arango, Nepomuceno (religioso): 165, 170 Arballes, Juan: 158 Arbucias, Mateo: 169 Arcia, Diego: 143 Arenas, las: 132 Argüelles, José Raimundo: 158 Armas, Francisco de: 145, 157, 209 Armas, Ramón: 169 Arriero, el (lugar): 136

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Arteaga, Manuel de: 205 Ávila, Ramón de: 222

Balboa: 179 Balmaceda, Tomás: 131 Ballaga, Atanasio (moreno esclavo): 177 Ballaga, Ramón (comisario de barrio): 142 Ballesillo, Nicolás: 139 Ballo, Ramón del: 190 Banao: 179 Barboza, Miguel: 164 Barcelona: 176 Barrio, Ramón: 142 Barroso, Pedro: 135, 138 Basulto, Carlos (capitán de partido): 134 Basulto, José: 149, 181 Batista: 162 Batista, Anita: 146, 171, 218 Batista, Isabel: 209 Batista, José: 152 Batista, José María: 165, 174 Batista, Melchor (regidor): 144, 169 Batista, Miguel (alcalde primero): 136, 141, 142, 144, 145, 146, 166, 174 Bayamo: 128, 131, 132, 144, 193, 206, 218; Camino real de: 129, 151, 153, 156, 167, 175, 177, 180, 186, 187, 191, 201, 203, 209 Beloso, Antonio: 211 Benavides, Fermín: 14, 154

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Benavides, Mariano: 174, 176, 180, 182, 184, 187 Benavides, Miguel: 218 Benavides, Pedro: 154 Bermudes, Rafael: 127 Bernal, José: 203 Betancourt Aguilar, Pablo: 226 Betancourt Gutiérrez, Fernando: 222 Betancourt Varona, Diego: 192, 204 Betancourt, Fernando: 168, 169, 222 Betancourt, Francisco José: 183 Betancourt, Gaspar de: 210 Betancourt, Graciano (alférez real): 148, 149, 174, 177 Betancourt, José Manuel: 185 Betancourt, Luisa: 181 Betancourt, Manuel: 206, 220 Betancourt, Rafael: 154 Bijabo, camino de: 207, 210 Bizco, Antonio el: 185 Blanquisal: 199, 205, 208 Bocas, las: 198 Bonilla: 192 Borrero, Agustín: 219 Borrero, Antonio: 133 Borrero, Fernando: 187 Borrero, Joaquín (capitán de partido): 213 Boza, Manuel (alcalde segundo): 135, 143, 148, 156, 158, 160, 162, 165, 170, 173, 178, 185, 186 Boza, Nepomuceno: 195 Boza, Tomás (pardo esclavo): 176 Buelgos, Silverio (maestro artesano): 133 Buesta, José María: 231

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Caballero, Faustino (el joven): 166 Caballero, Faustino (el viejo, marqués regidor): 127, 140, 166 Caballero, José Francisco: 141, 147, 198 Caballero, José Manuel (moreno): 195 Caballero, Vicente: 130, 149, 164 Cabera, Montes de la: 201 Cabezas, las: 131 Cafetal de José Bernal: 203; Mola; 175 Caimán, paso del: 135, 136, 149, 184 Cajobillas, las:158, 174 Calabazas: 137, 138 Callo, camino del: 148 Camugiro: 164, 173, 195, 221 Canilla: 220 Cano, Silvestre: 207 Cañizares, José María: 181, 215, 220, 223 Caobas: 222 Caonao: 156, 175, 204 Cara bela: 131 Carbajal, Eusebio: 160 Cardoso, Antonio: 226 Caridad, barrio de la: 130, 170, 176, 196, 198, 214, 220; Calle de la: 213; Sabana de la: 175, 201 Carmen, el: 176 Carmenate, Domingo: 186 Carmenate, Juan: 221 Carnesolta, Feliciano: 143 Carrasco, Camino de los: 126, 143, 147, 164, 167, 181, 187, 196, 219, 232; Paso de: 194 Casas, Nolasco: 147 Cascabades, los: 132

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Cascante (reo): 134 Cascorro: 132, 182 Castellanos, Antonio: 181 Castellanos, Eduardo: 178 Castellanos, Gregorio: 153 Castellanos, Luis: 153 Castillo, Francisco del: 197 Castillo, Martín del: 152, 164 Cauto, río: 132 Cayo, el: 161, 229 Cayos de Pinea: 182 Ceibabo, arroyo de: 153 Cerro, camino del: 221 Céspedes, Agustín: 166 Céspedes, Mariano de: 214 Charco Colorado: 166 Charquito: 149; de los Frailes: 197 Chavarría, Juan: 148, 173 Ciego de Ávila: 137, 138 Ciego del Corojo: 138 Cimarrones, Alejandro: 199; Antonio el bizco: 185; Joaquín: 209; Manuel: 199; negro briche: 148; negro concho: 149, 195 Cisneros Risco, Manuel de: 211 Cisneros, Agustín de: 199 Cisneros, Pedro (pardo libre): 172 Cobre, El (Santuario): 145 Cojo Carcés: 229 Colón (maestro artesano): 165 Consuegra, Manuel: 201

330

Cordoví, Juan: 165, 169 Cordoví, Manuel: 160 Cordoví, Rafael: 147 Corojito, el: 132 Coronel, Joaquín: 171 Correa, Anicacio: 228 Cosío, Francisco: 198, 219 Cristo, el: 133; Barrio del: 131, 135, 149, 151, 160, 174 Cruz Agramonte, Juan de la (alcalde): 127 Cruz de los Reyes, José de la: 136 Cruz de los Reyes, Santiago de la: 136 Cruz Molina, José de la: 139, 197 Cruz, de la: 182 Cuabas, las: 209; camino de las: 185 Cuba (Santiago de Cuba): 146, 161, 165, 217, 231 Cueva de la Sierra: 202 Culebra: 224 Culeco: 131, 208

Dagamal: 225 Delgado, Hermenegildo (ministro ejecutor): 172, 211, 216, 220 Días, Francisco (pardo): 225 Dias, Juan Manuel (comisario): 144 Dias, Manuel (comisario de barrio): 213 Días, Rafael: 175, 176 Domínguez, José: 135 Dragones de La Habana: 190 Duménigo, Francisco Antonio: 232

331

Encrucijada de Merced Núñez: 140 Espinoza, Ramón: 143 Estancia de, Acosta: 184; Cerapio de Flores: 145; Francisco Cosío: 198; Gigusés: 221; Gregorio González: 143; Juan Fajardo: 128, 129, 138; Miguel Reynaldo: 196; Miguel Rojas: 158 Estancias, camino de las: 169 Esteban, Manuel: 162 Estrada, Elías: 206 Estrada, Francisco de: 222 Estrada y Varona, Juan Francisco: 215, 222

Fajardo, Juan: 128, 129, 138 Feria de la Caridad: 220 Fernández, Juan Agustín: 213 Figueredo, José: 144 Fleites, Diego: 215 Florada, N: 228 Flores (tambor mayor): 200 Flores, Cerapio de: 145 Flores, las (comendadoras): 142 Flores, Miguel (pardo): 146 Fundición, la: 172, 174, 175, 181, 186, 198, 199; Camino de la: 128, 129, 133, 134, 167, 172, 177, 198, 199; Río de: 129, 199

Gálvez, José Antonio: 163 Gallo Cantó (lugar): 142 Gallo, Mariano: 160 Garcés: 170

332

García: 165 García, José Antonio: 189 García, José Augusto: 138 García, José Manuel: 192 García, Juan: 170 García, Juan Cristóbal: 135 García, los (prácticos): 208, 209 Garciny, Jaime (comandante): 186 Garrido (lugar): 133, 209, 210; Camino de: 146, 211; Sabana de: 212 Gavino (negro): 136 Gigusés, los: Gil, Antonio: 194 Gómez, Juan: 208 González, Mateo: 228 González, Francisco: 169 González, Gregorio: 143 González, José: 178, 231 González, Juan: 231 González, Manuel Agustín: 216 Grande, Sabana: 153, 163, 206, 213, 216, 232; Camino de: 129, 182 Gregori, Aniceto: 131 Guachinango: 135 Guaimaro: 134 Guanaja: 172, 173 Guanamaquilla: 128, 145, 151, 152, 185, 202, 211; Camino de: 157, 165, 230 Guanibacoa: 222 Guariado: 152 Guayacanes: 137

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Gueres, Francisco: 228 Guerra, Carlos: 207 Guerra, José: 226 Guerra, Miguel: 138, 140 Guerra, Pedro: 176, 186, 187 Guerrero, Joaquín: 201 Guincho, el (lugar): 157, 160 Guirabo: 166 Gurvindo, José: 198 Gutiérrez, Manuel: 128

Habana, La: 220, 229; Camino real de: 140, 156, 163, 173, 180, 185, 188 Hacienda, Bayatabo: 170; Buenaventura: 155, 222; Cayajabos: 223; Consuegra: 174; Guanamaquilla: 182; Loreto: 155; Mulato: 205; San Agustín: 154; San José: 160; San Pedro: 183; Santa María: 185; Tínima: 141; hacienda de José González: 178; Pedro López: 155; Hato Viejo: 169; hacienda el Plátano: 201; hacienda la Ceiba: 211; hacienda de las Playuelas: 192; hacienda del Junco: 154; Potrero: 207, 208; Quemadito: 179; de la Palisada: 222, 228 Hatico o hatillo de, Ignacio Agüero: 129; Manuel Urbano: 171; José Francisco Caballero: 141; Imías: 201; Pinea: 200; Juan Wens: 150, 211; hatico de los Hatos: 227 Hato Arriba: 134, 142, 156, 183; Callejón de: 134 Hato Viejo: 133, 141, 152, 164, 177, 200, 222; Camino de: 143, 147, 196, 212; Sabana de: 214

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Hatos, arroyo los: 228 Henriquez, José: 135, 142 Hernández, Eusebio: 170 Hernández, José: 217 Hernández, José María: 130, 144, 148 Hernández, Luis: 166 Herrera, Diego: 133 Himias: 182, 201 Hinojosa, María: 204 Holguín: 142 Horno, camino del: 207, 210; Monte del: 145, 146, 148, 161, 210

Ignacio (negro): 219 Ingenios; callejón de los: 203 Ingenios, Cacocún: 187; Lagunilla: 229; San Isidro: 152, 161, 210; Saragosa: 195; ingenio de Antonio Borrero: 133; Faustino Caballero: 147; Francisco de Armas: 157; Francisco Cosío: 147; Francisco de Estrada: 215; Francisco Recio: 161; Francisco Sequeira: 210; Francisco Socarrás: 135, 136; García: 204; Gregorio Riberón: 129, 130, 150, 153; Ignacio Porro: 163; Ignacio de Varona: 147; Ignacio María de Varona: 147, 191, 192; Isabel Batista: 209; Joaquín Varona: 158; José Federico Caballero: 147; José Manuel Quesada: 210; Mariano Loynaz: 127; Mauricio Montejo: 180; Monte del Horno: 145, 146, 148; Nepomuceno Boza: 147, 195; Nicolás de Zayas: 147; Pedro María Veliz: 147; Serapio Recio: 209; Vicente Caba-

335

llero: 130, 149; ingenio el Peñón: 202, 229; ingenio la Jata: 140 Inglés, el: 173 Inglés, Julián: 158 Isaguirre, Agustín: 152, 229 Isleño: 172

Jagua, Pelada: 173 Jagual, el: 182 Jaguey, el: 207; Camino del: 146, 221; Tienda del: 151 Jaguey de Canasí: 153 Jata, la: 140, 166; Sabana de la: 166, 171 Jatibonico, río: 178 Jicotea: 137, 178 Jiménez: 130 Jiménez, casa de los: 130 Jiménez, Manuel Antonio: 140 Joaquín (esclavo): 186, 188 Joaquín (pardo): 177 José (español): 129 José Antonio (negro): 216, 219 José Manuel (negro): 220 José Miguel (esclavo): 194 Juan Antonio (negro): 220 Juan Gómez (lugar): 202 Juan Toro: 222 Juzgado de Marina: 201

Labrandero, Ignacio: 140 Laguna de Valencia, callejón de la: 150

336

Lagunillas (Matanzas): 124, 229 Lañosa Arrieta, José de: 127 Lara, Josefa: 133 Larga, camino de la: 141 Lázaro: 174 Ledesma, José Antonio: 154 León y Bonachea, José Francisco: 205 León, Manuel: 208 Liberato (esclavo): 232 Limones: 137, 222 Llarucas, Juan: 168 Locas, las (lugar): 134, 157 López, Domingo: 159 López, Joaquín: 174 López, Juan: 199 Loynaz, Mariano: 127

Magantilla: 160 Magarabomba: 146, 148, 151, 191 Manasa, la: 207 Manopla, Embarcadero de: 155 Manayagua: 203 Manuel: 228 Margarita (parda de La Habana): 189 Marín, Bartolo: 147 Marín, Joaquín (negro): 141 Marín, José: 127 Marrajo, Francisco: 127 Marrero, José: 159

337

Martínez Rojas, José Ángel: 142 Martínez, Domingo: 231 Martínez, Sebastián: 220 Martínez, Tomás: 232 Matanza, La: 184, 186, 198, 199, 200, 202, 203; Camino de: 126, 159, 168; Tejares de: 187 Maydique, Francisco: 229 Medero, Casimiro (pardo): 144 Medina: 212, 213, 215 Melendres, Ramón (salteador de caminos): 176, 219 Melián, Francisco: 149, 211, 212, 214, 216 Miguel Ramos (lugar): 132 Milián, Toribio: 205 Millán, Pedro (pardo): 158 Minas: 177, 213 Miranda, Gregorio: 169 Miranda, Martín: 216 Moja Casabe (lugar): 139 Mola, Luis: 189, 197 Molina, Francisco: 188 Molina, Miguel: 150, 153 Monteagudo, José Trinidad: 230 Montejo, Gertrudis: 150 Montejo, José Antonio: 167 Montejo, Mauricio: 177, 180 Mora, Adriano: 197 Morales, José: 156 Morales, Lucas: 216 Morel, Jacinto: 150, 157, 227 Moreno, Juan Antonio: 219 Moriyo: 215

338

Moya, Manuel: 171 Mula, loma de la: 129, 134, 135, 141, 146, 156, 185, 197, 209 Muñoz (lugar): 169 Muñoz, Andrés: 219 Muñoz, Marcelino José: 141, 142

Nápoles, Alejandro: 129 Nápoles, Antonio: 162, 181 Nápoles, María: 142 Nápoles, Rafael (pardo): 212, 213 Nazareno: 138 Nerci, Manuel: 208 Nerey, José Estanislao: 164 Nolasco Molina, Pedro: 141 Nueva, sabana: 197, 198, 209, 211, 226 Nuevitas: 145, 153, 157, 161, 217; Camino de: 159, 183, 187, 191, 210

Ojo de Agua: 137 Olivera, Manuel: 198, 222 Oliveras, Salvador: 150 Oro, Manuel: 196 Ortega, Pedro: 165 Oscuro, monte: 132 Osorio, José: 134

Pabón, Rafael: 160 Pactorrecio, Manuel: 130, 142, 143

339

Padilla, José María: 207 Padilla, Manuel: 153 Palizada, la: 222, 228 Palmero, José María: 145 Palomino (lugar): 151, 205 Palomino, Antonio: 225 Parrado, José Rafael: 122, 123, 124, 126 Pascual, Juan: 230 Paso Chiquito: 152 Pedro, el Isleño: 206 Pedroza, Dionisia: 143 Pelaes (comisario de barrio): 142 Pelaes, Manuel de Jesús: 215 Pelegrino, Vicente (pardo esclavo): 230, 231 Peña, Agustín: 148 Peña, Eusebio: 170 Peña, José: 177 Peña, José de la: 177 Perdomo: 216 Perdomo, Francisco: 177 Pérez: 221 Pérez, Antonio: 131 Pérez, José Agustín: 196, 221 Pérez, José de Jesús: 229 Pérez, Ramón: 182 Pérez, Ramón (pardo): 224 Pérez, Salvador: 198 Pesa, Antonio María de la: 131, 144 Piloña, José Antonio (alcalde): 205, 211, 213, 216, 222, 226

340

Pinea: 134, 141, 182, 183; Callejón de: 184; Camino de: 180, 194 Plátano, monte del: 201 Pollo, el: 191, 198; Callejón del: 183, 200 Porcallo, camino de: 191, 217; Rincón de: 191; Sabana de: 164 Porro, Casimiro: 229 Porro, Ignacio: 163 Porto, Leonardo: 158, 160, 162 Potrero, García: 165; Lluraguanas: 179; Pinea: 180; Santa Teresa: 187; potrero de Arango: 198, Antón Pérez: 131; Antonio Velasco: 150; Francisco Aguilera: 200; Manuel de León: 208; Manuel de Zayas: 179; Mariano Céspedes: 214; Melchor Batista: 169; Miguel Acosta: 199; Rafael Betancourt: 154; Roque: 167; Simón: 180; potrero del Cerro: 196, 198; Cojo Garcés: 170; Licenciado Pérez: 221; marqués de Santa Ana y Santa María: 191, 219; Padre Agustín: 199; Peralejo: 167; potrero de la Angostura: 173; Larga: 138, 141; Matanza: 202, 203; potrero de los Frailes: 198 Prat, Joaquín: 207 Puerta, Carmen: 227 Puerto Príncipe: 122, 123, 124, 125, 132, 138, 179, 232

Quemado, el: 138 Quemado, los: 206 Quemados Arriba: 154 Quemaito, el: 137, 179 Quesada, Esteban: 143, 177 Quesada, José Francisco: 176, 177, 203, 229

341

Quesada, José Manuel: 161 Quesada, Pedro: 176 Quiñones, Ignacio: 215 Quiñones, Mariano: 133 Quiñones, Rafael: 127 Quirós, José: 126 Quirós, Martín: 150

Ramírez, Antonio: 166 Ramírez, Francisco: 171 Rancheadores: Marín, José: 156, 193; Parrado, José Rafael: 123, 124, 126, 232 Rancherías: 26; rancherías en Estancia de Juan Llanucas: 168; Loma del río las Yeguas: 223; Montes de la hacienda Santa María: 185; Monte del ingenio de Gregorio Riberón: 129; Monte del ingenio de Ignacio de Varona: 193; Montes del ingenio San Isidro: 210; Montes de San Jacinto: 199; Montes del Tejar de Cayetano: 188; San Antonio de Imía: 205 Real Cárcel: 194, 196, 205, 206, 207, 209, 213, 215, 216, 219, 220, 221, 222, 228, 230, 231 Rebocadero: 138 Recio, Francisco (subdelegado de Marina): 141, 161, 217 Recio, Juan: 147, 180 Recio, Serapio: 180, 209 Recio, Simón (negro): 146 Redaño: 157 Regimiento de Cuba: 139, 149, 163, 218, 219, 220, 221, 222, 228, 230, 231

342

Remate: 226 Reyes, José Aniceto de los: 130 Reyes, Manuel de los: 174 Reyes, Nicolás de los: 126, 130 Reynaldo, Miguel: 172, 196 Riberón, Gregorio (alcalde provisional): 128, 129, 130, 150, 153, 162, 170, 174, 175, 204, 226 Riberos, Francisco: 135 Río Seco: 139 Risco, Fermín: 228 Risco, José Antonio del: 228 Risco, Juan del (pardo): 158, 162 Rodríguez: 145, 150 Rodríguez (negro): 218 Rodríguez, Antonio: 172 Rodríguez, Cristóbal: 138 Rodríguez, Francisco: 190 Rodríguez, José: 150, 194, 231 Rodríguez, José María: 194 Rodríguez, Juan de Jesús: 164 Rodríguez, Juan Manuel: 144 Rodríguez, Luis: 138, 144, 191 Rodríguez, Ramón: 144 Rojas, Miguel: 152 Román (negro): 174 Romero, lugar: 167 Romero, Manuel: 230 Romero, Santiago: 206 Rondón, Sopo: 195 Ronquillo, Pablo (alcalde segundo): 221 Roque (maestro artesano): 166 Roque, Manuel (maestro artesano): 135

343

Rubí, Manuel: 148 Ruíz, Manuel: 220 Ruíz, Pedro: 171

Sabanilla de San Gerónimo: 186 Salvador, don: 209 Salvaje (ingenio y minas): 148, 174, 177, 181; Camino de: 165, 206, 210, 224; Camino real de: 146; Sabana de: 129, 181, 199, 220 San Antonio de Imías: 164, 196, 202, 205, 208, 231 San Cristóbal: 137, 179 San Felipe, marqués: 153 San Felipe, montes de: 195 San Gerónimo: 137, 179, 181, 230 San Jacinto: 199, 202, 208 San Joaquín: 178 San José: 158, 192 San Juan de Dios: 227 San Juan de los Remedios: 146, 182 San Lorenzo: 222 San Martín, calle de: 127 San Nicolás: 178 San Nicolás de Yaguajay: 227 San Pedro, camino de: 140, 185 San Rafael: 209 San Ramón: 133 San Román: 231 Sancti Spíritus: 127, 134, 136, 137, 138, 165, 172, 174, 176, 178, 179, 181, 216, 221, 224, 225, 231, 232 Sánchez, Benigno: 228 Sánchez, Benjamín: 208

344

Sánchez, Francisco: 133, 148 Sánchez, Luis: 147 Sánchez, Mariano (pardo): 144 Santa Ana: 149; Calle de: 231 Santa Ana y Santa María, marqués de: 219, 220, 227, 229 Santa Catalina: 192 Santa Cruz: 153, 154, 173, 188, 216; Surgidero de: 173 Santa María, marqués de: 215 Santa Rita: 132 Santa Rosa: 137, 207 Santiago: 230 Santo Cristo (iglesia): 165 Santo Cristo, plaza del: 140, 168 Santo Tomás: 225 Saragosan: 159 Sardiñas, Francisco: 171 Sed, Gustavo: 232 (nota) Sedano, Francisco (Gobernador de Puerto Príncipe): 132, 178, 206, 218, 220, 221, 225, 226, 227 Sedeño, Antonio José: 175 Sedeño, Juan Antonio: 207 Seibabo, arroyo de: 153 Sequeira, Francisco: 212 Serrano, Agustín: 225 Serrano, Antonio: 212, 213 Serrano, Cristóbal: 163 Serrano, José Tomás: 212, 213 Serrano, Juan José: 142 Serrano, Pedro Valentino: 160 Sevilla, río: 222 Sibanicú: 131 Sierra, la: 132

345

Sierras del Peñón: 206 Siete Palmas, las: 181 Sifontes, Antonio: 144, 157 Silva, José: 229, 230, 231 Silva, José Antonio: 175 Sistero, Manuel: 210 Sitio, Damagal: 225; San Juan de Dios: 227; sitio de Fernando Álvarez: 204; José Federico Quesada: 203; Juan Wens: 209; Pedro María de Agüero: 135; sitio del Ángel: 221; Coco: 204, 211; el Medio: 155; sitio los Burros: 175; Cayos: 229 Socarrás, Francisco: 135, 136 Socarrás, Jerónimo: 149 Socarrás, Juan de Dios: 161 Socarrás, Segundo: 175, 193, 212 Solís, Esteban: 164 Sosa, Nicolás: 133 Suárez, Andrés (pardo): 190 Surgidero de Romero: 155

Tamaris, Francisco: 143 Tapis, Benito: 127 Tejares de Adriano Mora: 197; Antonio Castellano: 201; Cayetano Guerra: 188; Fernando de Varona: 189, 190; Francisco Uzatorre: 190; Isabel Batista: 214; Ramón de Armas: 169; Benavides: 159; tejar del Grillo: 141; Padre Agustín de Cisneros: 170; tejar de los Carrasco: 161, 177; Frailes: 184, 197 Tejares, camino de los: 128, 129, 184, 209; Calle de los: 146, 147, 163, 176, 181, 196, 197, 200, 201, 202, 204, 218, 224 Telesforo (mulato): 180

346

Terencio: 157 Ticuncun, callejón de: 219 Tínima: 147; Puente de: 128, 177, 187, 202, 203, 211, 212, 214, 217, 221, 224, 228 Tió, Marcos, Camino de: 133, 135, 146, 163, 175, 185, 191, 197, 202, 203, 211; Callejón de: 152, 168, 182, 200, 212, 224 Tirado, Fernando: 159 Torre, Salvador de la: 208, 209 Torres, Eusebio: 193 Torres, Josefa: 228 Torres, Miguel: 226 Torres, Rafael: 223 Torres, Tomás: 223, 224 Triana: 149 Trinidad: 148, 162, 177, 178, 179 Tunas, Las: 132, 145, 182 Tursana, Tomás (isleño): 203 Turugey: 171

Ulloa, Martín: 221 Urbano, Manuel: 171, 204 Uzatorre, Francisco (regidor): 136, 176, 216

Varona, Esteban de: 207 Varona, Francisco de: 156, 185 Varona, Joaquín: 158, 200 Vasconcelo, Mateo: 219 Vegas de, Guariado: 149; Juan Bonito: 202; Río Seco: 209; Saramaguacán: 144, 157, 205, 225; vega de la Concepción: 145, 208

347

Velasco, Agustín: 144 Velasco, Antonio: 150 Velasco, Juan Antonio: 214 Veliz, Pedro María: 147 Vera, Salvador de: 191 Viamontes, Cerapio: 144 Vicente (esclavo): 215 Vigía, camino de la: 167, 180 Villa Clara: 134, 136, 137, 138 Villafuente: 130 Visa, la: 207 Vitorte, Juan: 221 Vuelta Abajo: 141, 158, 172

Wens, Juan: 150, 209, 211

Yamagua: 148 Yamagüeyes: 222 Yeguas, río de las: 223 Yucatán: 188, 225

Zapato, Pablo: 174 Zarzal, camino del: 129 Zayas, Domingo (pardo): 162, 163, 226, 227 Zayas, Lorenzo de: 192 Zayas, Manuel: 173, 179 Zayas, Nicolás: 156 Zaza: 137

348

Índice de los documentos correspondientes a la región oriental

Abril, José: 246 Aguacate, río: 274 Ajengiblar (afluente del río Miguel): 261 Apalencados: Atanacio: 275; Bayona, Juan Bautista: 239, 240, 241; Bota: 263; Felicísimo: 259; Jesús María: 275 Arcia, Luis María de: 253 Arroyón (afluente del Moa): 269, 270 Arsoya, Antonio María de: 242

Baconao, río: 245 Balangué, Esteban: 239, 240, 242, 243, 245, 248 Baracoa: 237, 264, 266, 267 Barbudo, río: 264, 266, 267 Bayamito, río: 274, 275 Bayamo: 272, 273, 274, 276 Bayona, Juan Bautista: 239, 240, 241 Blanco, arroyo: 261 Brazo Grande, arroyo: 270 Bell, Ricardo: 241 Bellaco, río: 274 Bueno, monte: 269, 270 Busquet, Eduardo: 272, 273

349

Cabaña, río: 266 Cabildo de Santiago de Cuba: 233, 234 Cabo Escuadra, arroyo: 270 Cabonico: 250, 262, 270 Cafetal, Providencia: 239; cafetal de Esteban Balangué: 239; Francisco Novián Padilla: 240; Manuel Prieto: 241; Ricardo Bell: 241 Calvario (loma): 255 Cananova: 268 Candelaria: 239, 246 Caney: 243 Carmen, arroyo del: 261 Castro, río: 270 Cauto, río: 269, 270 Cayo del Rey: 254 Cisneros, José Felipe: 248 Cobre, el: 272, 273, 274, 275 Consejero: 253 Cristal, Pico del: 251; Sierra del: 249, 261, 266, 268, 270 Cuba (Santiago): 244, 245, 248, 253, 263, 270, 271, 274, 276 Cueva Grande: 274 Cuevas del Farallón: 255 Cura, Benigno: 267, 268

Departamento Oriental: 272 Diablos, río de los: 276 Durand, Eulogio: 259

Espinoza, Benardino: 233

350

Farallón: 255, 263, 269 Farallones: 269 Frijol, Montes del: 266

González, Natividad: 253 Gran Piedra: 238; Cordillera de la: 234, 235, 237, 238 Grande, río: 261, 262 Guamá: 274; río: 275 Guantánamo: 238 Guaro, río: 255 Guaso, río: 258 Guayabo, río: 261, 274 Güira, vereda de la: 262

Habana, La: 235, 237, 256, 257 Hacienda, Alegría: 261, 263, 271; Andrés: 270; Banita: 258, 263; Bayamito: 274; Bayquirí: 248; Cananova: 265, 269, 270; Carmen: 261; Cojoba: 253, 254; Cruzada: 261; Filipinas: 240; Guayabal: 258; Guazo: 263; Micara: 252; Moa: 258; Palenque: 263; Pinal: 270; Porto Rico: 266, 271; Providencia: 240, 247; Sabanilla: 253; Sagua: 271; Santa Catalina: 261, 262; Sevilla: 272, 273, 274; Sigua: 246, 247; Sitio Viejo: 265; Vega Bellaca: 253; Yaguas: 242, 247; Yatera: 263; hacienda de Ana Mozo: 241; José Emigdio Maldonado: 241; Núñez: 266; José Villar Palacio: 241; hacienda del Quemado: 262, 265, 270; hacienda el Ramón: 247

351

Hato de Cabonico: 250 Hipólito, Juan: 240

Imías, río: 270

Jaguaní, río: 259, 264, 265, 266 Jiguaní: 269, 270, 272, 274 Jigüe, río: 276 Juan Bautista (esclavo): 247, 248

Lajas, río: 261 Landeam, Luis: 240 Levisa, río: 252, 270 Leyte Vidal, Ignacio: 249, 255 Limones (poblado): 240 Lora, José Antonio: 272, 273, 275

Maestra, Sierra: 237, 262, 274, 276 Maestra del Toa, Sierra: 274 Mal Hombre, montes: 265 Mal Nombre, río: 259, 263, 265, 271; Sierra: 258 Maldonado, José Emigdio: 240, 248 Mancebo, Antonio María: 239, 241, 242, 243, 244, 246 Marín, Ana: 242 Martínez, Alfonso: 237

352

Mayarí: 237, 248, 250, 255, 270; Arriba: 249, 252; Río: 252 Medina, José Antonio: 275 Mensura, loma de la: 254 Miguel, río: 251, 270 Mijial, loma del: 270 Moa: 237, 269, 270; Río: 265, 266 Mogote, río: 274 Molivan, Sierra de: 258 Moya, José María: 248 Mozo, Ana: 241 Mozo de la Torre, Antonio: 234 Mumbrinasta, Sierra de: 261

Naranjo, arroyo: 254; Maestra del: 265; Cabezadas de: 253 Novián Padilla, Francisco: 241 Novilla, sitio de la: 261, 269

Olivares, Manuel: 259

Palenques, Buen Consejo: 265; Chinibunque: 262; Guardamujeres; 263 (nota); Kalunga: 262; Palenquito: 268; Quemayal: 271; San Andrés: 243, 245, 247; Santa Cruz: 265; Sao de Veras: 271; Todos Tenemos: 257, 260, 262, 263 (nota); Viejo: 267, 271; palenque de Carga Basura: 251; palenque de la

353

Bayamesa: 275; Candelaria: 246; Ceiba: 251, 253; Guadalupe: 246; Lanza: 266; palenque de las Cuevas: 245; palenque de los Vivís: 247; palenque el Bobal: 269, 270; Hato: 267, 271; Justo: 259; Lechero: 266; Ocujal: 269, 270; palenque la Esperanza: 245; Yagruma: 259; Zanja: 266 Palma: 267 Peñas Prietas, río: 258, 271 Pérez, Miguel: 255, 257, 258, 264 Person: 248 Pilón, loma de: 240 Piloto Abajo: 254 Piloto Arriba: 254 Piloto del Medio: 254 Pinales de Jagua: 269 Pinales: 266, 270 Plata, La: 272; Pico de la: 276 Plaza del Este: 246 Prieto, Manuel: 241 Pulgas, arroyo de: 260 Purgatorio: 276 Purial: 265 Purio; El: 250

Quintero, Felipe: 237, 238, 239, 245, 248 Quintero, Francisco: 243 Quintero, Martín: 247 Quiviján, montes: 266; río: 264, 266, 267

354

Rancheador: Abril, José: 246; Balangué, Esteban: 239, 240; Busquet, Eduardo: 273; Cura, Benigno: 268; Durand, Eulogio: 259; Landeam, Luis: 240; Leyte Vidal, Ignacio: 255; Olivares, Manuel: 259; Pérez, Miguel: 258; Quintero, Francisco: 243; Reyes, Vicente de los: 270; Rosado, Ignacio: 252; Suárez, Jacinto: 269; Suárez, Segundo: 264 Ranchería, Cabo Escuadra: 261; Vieja: 271; ranchería de Cinco Casas: 261; Cuarenta negros: 266; Doce casas: 263; ranchería en río Barbudo: 266 Real Consulado: 256 Reyes, Vicente de los: 270 Romana, Sierra: 261, 269 Rosado, Ignacio: 252 Rus, monte: 258

Sagua de Tánamo: 262, 263, 265, 266, 267, 268, 271; Río: 261 Salazar, Juan Francisco: 248 San Andrés: 245 San Salvador (imagen de los apalencados de Todos Tenemos): 260 Sánchez, Antonio: 263, 267, 271, 276 Sanguijuela, río de la: 270 Santiago de Cuba: 234, 238, 248, 272 Seco, arroyo: 253 Sevilla, río: 222 Sitio del Arroyón: 250 Soledad, la: 263

355

Solórzano, Cayetano: 240 Soto, Juan de (río): 241 Suárez, Jacinto: 269 Suárez, Segundo: 264

Tabacal: 272 Tiguabos: 257, 258, 263, 264, 271 Toa, río: 260, 261, 263, 264, 265, 267, 268, 269, 271; Cuchillas del: 268 Toro, arroyo del: 261

Uvero, río: 274

Vega del Guaso: 258 Villar Palacio, José: 241

Yaguas, río de las: 269 Yaguasí, arroyo: 252 Yamagua, la: 253 Yateras Arriba: 261

356

De los autores

Gabino La Rosa Corzo (Cárdenas, 1942). Es profesor honoris causa de la UNAN; doctor en Ciencias Históricas en la especialidad de arqueología y ha sido merecedor de la Orden Carlos J. Finlay. Trabaja como investigador titular en el Centro de Antropología y es miembro de la Sección de Historia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Tiene publicados artículos en revistas nacionales y extranjeras y entre sus libros se encuentran: Los cimarrones de Cuba (1988), Los palenques del oriente de Cuba: resistencia y acoso (Premio de la Crítica, 1992) y Arqueología en sitios de contrabandistas (1995). En estos momentos dirige un proyecto de investigación sobre los cafetales franceses en el occidente de Cuba y está terminando una monografía que trata de las comunidades cimarronas en las ciénagas de la Isla. Mirtha T. González Moreno (La Habana, 1944). Es Licenciada en Historia. Ha sido galardonada con las medallas Fernando Ortiz, Rafael María de Mendive y Máximo Gómez. Es directora del archivo científico del Departamento de Etnología del Centro de Antropología y secretaria del consejo de redacción del Atlas etnográfico de Cuba, en cuya elaboración participó. También es coautora del guión del CD-ROM Atlas etnográfico de Cuba: Cultura popular tradicional. Ha participado en numerosos trabajos de investigación y actualmente labora en el proyecto “Relaciones raciales y etnicidad de Cuba”.

357

Índice

La resistencia esclava en Cuba y la existencia de diarios de cazadores de esclavos

5

Diarios de rancheadores de las elevaciones del occidente insular

12

Diario de Matías Pérez Sánchez desde el 22 de febrero hasta el 13 de abril de 1815

13

Diario de Ramón Machín desde el 1ro. de marzo hasta el 27 de junio de 1819

29

Diario del alférez Gaspar A. Rodríguez desde el 22 de julio al 28 de noviembre de 1820

36

Diario de José Pérez Sánchez desde el 1ro. de enero de 1828 hasta el 30 de abril de 1831

52

Diarios de rancheadores de las llanuras de Puerto Príncipe

122

Diario de José Rafael Parrado desde el 1ro. de octubre de 1830 hasta el 31 de diciembre de 1832

124

Diarios de rancheadores de las montañas orientales

233

Diario de Felipe Quintero desde el 20 de febrero al 30 de marzo de 1815

237

Diario de Ignacio Leyte Vidal desde el 20 de abril al 20 de mayo de 1828

248

Diario de Miguel Pérez desde el 28 de enero al 22 de abril de 1848

255

Diario de Segundo Suárez desde el 28 de enero al 6 de abril de 1848

264

Diario de Benigno Cura desde el 28 de enero al 30 de marzo de 1848

267

Diarios de Eduardo Busquet y José Antonio Lora desde el 20 de febrero al 17 de marzo de 1848

272

Epílogo

277

Glosario

289

Iconografía

297

Índice de los documentos correspondientes a la región occidental

309

Índice de los documentos correspondientes a las llanuras de Puerto Príncipe (Camagüey)

325

Índice de los documentos correspondientes a la región oriental

349

De los autores

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