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ROY A. CHILDS

GRANDES NEGOCIOS Y LA ASCENSIÓN DEL ESTATISMO ESTADOUNIDENSE Director del proyecto Óliver Serrano Gil Traductor Nicolás Morás

Prefacio GAE 1. Este ensayo constituye una pieza de “revisionismo” histórico sobre gran parte de la historia nacional. El término “relativismo” en un principio se refería a la historiografía posterior a la Primera Guerra Mundial. Describió la corriente de un grupo de jóvenes historiadores deseosos de demostrar la verdad tras una maraña de mitos, resultando de sus investigaciones el descubrimiento de que, en contra de la mitología popular, Alemania y Austria no eran los únicos demonios responsables de la guerra. Reevaluaron la historia del pasado inmediato y concluyeron que el Tratado de Versalles era una injusticia impuesta a los perdedores que causaría un conflicto mundial más. Ellos revisaron todo lo concerniente al tratado con una visión radical y de ahí el término “revisionismo”. GAE 2. Desde entonces, el revisionismo fue aplicado por cualquier escuela opuesta al “relato oficial

del gobierno” sobre los acontecimientos importantes de la historia. Hoy en día, el revisionismo es un concepto más general que abarca variedad de escuelas o concepciones sobre el pasado humano. Porque en el mismo momento en que tienen lugar un conjunto de sucesos bajo cualquier contexto, casi siempre se darán multitud de interpretaciones de esos sucesos y a su vez un paradigma determinado se extenderá en una cultura determinada y prevalecerá sobre los demás intentando excluirlos. GAE 3. Las escuelas que se encargan de refutar las leyendas populares, que se dedican a revisar y contrastar archivos se llaman a sí mismas naturalmente “revisionistas”. En este prólogo intentaré esbozar brevemente lo que es para mí la naturaleza de la historia y del campo de investigación. Quiero centrarme en la crucial pero olvidada relación entre la historia y la filosofía.

En el siglo XIX, prácticamente cada gran filósofo usó ampliamente la historia, sobre todo en campos como la filosofía social, y cada gran historiador generalmente era culto en cuestiones de historia. Sin embargo, hoy historiadores y filósofos parecen estar aislados unos de otros. Esto es lamentable, porque la historia es totalmente necesaria para el filósofo, como mínimo para que ilustre sus teorías con complementación empírica de los axiomas y la argumentación general y abstracta. También la filosofía es más que relevante para la historia desde dos perspectivas: la filosofía sirve como crítica del momento y guía en al menos dos niveles - metodología y evaluación. Nadie que se ocupa de cuestiones sobre responsabilidad de los hechos, causas de los sucesos e incluso obtención del “conocimiento” (diferenciado de la inferencia), puede negar lo fundamental que es la filosofía.

GAE 4. Pero el problema es más profundo. Hoy en día, ciertos filósofos tienden a rechazar determinadas teorías sociales de antemano, como el liberalismo y el mercado libre laissezfaire, por supuestas imágenes históricas con respecto a la concentración de poder económico, las depresiones, el desempleo, el imperialismo, la guerra y así sucesivamente. Y algunos historiadores (por lo general los que operan desde una base filosófica implícita como el marxismo), en un intento de acrecentar su "relevancia" histórica, insisten en sacar conclusiones no históricas a partir de datos puramente históricos. Consecuentemente autores revisionistas tan importantes como Gabriel Kolko y William Appleman Williams mencionan comúnmente en el desarrollo de sus estudios históricos que tal y tal cosa fueron "una consecuencia necesaria del capitalismo americano." Sumado a los inmensos problemas que entran en juego con la "necesidad " como en todos los

campos, seguramente en esto nos enfrentamos a más que a un solo criterio histórico estricto. Como mínimo, tal declaración obliga al postulante a probar lo que dice, reuniendo no sólo los datos históricos, también los de la teoría económica y la filosofía social – por no decir de la epistemología, la única que puede proporcionarle una metodología sistemática. Note esta declaración intrincada en Joyce de la magistral obra de Kolko The limits of Power: "Las metas de una sociedad, en última instancia, reflejan sus necesidades objetivas - económicas, estratégicas y políticas - a la luz de las exigencias de su propia y específica estructura de poder” Esto ciertamente no es un juicio estrictamente histórico. Estas preguntas surgen de inmediato: ¿Qué significa hablar “metas sociales”? ¿Cuáles son las “necesidades objetivas de la sociedad”, y cómo se les determina? ¿Qué son los "requisitos" de una estructura de poder específica, y qué se entiende por esto último? El punto no es retornar al relativismo y al agnosticismo, sino plantear la cuestión de si

tales preguntas pueden ser contestadas – o incluso profundizadas- dentro del solo contexto histórico. Si no puede ser, ergo, se dividen en campos como la economía y la filosofía. Pero la filosofía primero: Sólo esta materia nos permitirá saber si tal o cual problema pueden ser resueltos solo a través de la investigación histórica. GAE 5. A pesar de resaltar la relación entre historia y filosofía no quiero dar a entender que la historia son meramente tangenciales. El filósofo, a mi juicio, debería usar la historia cual campo de pruebas, un laboratorio experimental en el que teóricamente puede aplicar sus teorías (en particular las teorías sociales y políticas, y la ética) intentando averiguar si son sensatas. Un filósofo que predica el control estatal total de las acciones y decisiones individuales, por ejemplo, podría rentabilizar casos en los que la historia se acercó a este extremo.

Si se entera de que el aplique de sus ideas resultaron en destrucción y caos carga con la obligación de redefinir su teoría sobre el bienestar que produce el estado fuerte. Del mismo modo, si un defensor del libre mercado sostiene que las depresiones son imposibles o improbables en una economía laissez faire, entonces debe estar preparado para explicar la naturaleza y el origen de las depresiones pasadas por otra teoría que las que ya existen, y poner en juego datos históricos que otras escuelas olviden, desconozcan o malinterpreten. Por último, el filósofo puede considerar útil evaluaciones históricas como práctica la utilización de sus teorías para el análisis de hechos contemporáneos. GAE.6 Dado que el espacio no me permite detallar todos los temas relevantes para la filosofía de la historia, les presento algunos de los puntos más importantes en los que una postura filosófica de la historia debe centrarse.

Y dentro de la limitación, resumiré mis propios planteos en algunas áreas claves. GAE.7 ¿Qué es la historia? La historia es una recreación selectiva de sucesos del pasado, acorde al criterio de un historiador sobre lo que es importante y su juicio sobre la naturaleza de de los motivos de la acción humana. Esta selectividad es un aspecto muy importante de la historia, e impide que la historiografía sea una cuestión de azar. Dado que esta selectividad es necesaria la única pregunta que queda es si se juzgará explícita o implícitamente, con o sin certeza de aquello que es importante y aquello que no. Es tácito el requisito de un medio o método de selección. La opinión del historiador de la naturaleza de la causalidad en la acción humana también está determinada por un principio de selección.

Él puede tener una teoría consciente, tal sea determinismo económico, o intentar investigar sin una. Pero sin una, el resultado de la investigación histórica es probable que parezca desordenado y remendado. En esta situación el historiador depende de la filosofía, en la economía y en la psicología. Si él no es consciente de sus selecciones y supuestos, entonces el resultado es una visión errónea o con suerte confusa. Charles A. Beard tuvo más consciencia que la mayoría sobre los problemas del método histórico, sin embargo, así todo escribió en la cúspide de su carrera un ensayo titulado "La historia escrita como un acto de fe." Por evasión de la filosofía y ruptura con ella son historiadores mal nacidos, al igual que los profesionales en muchos otros campos. Un profesional en cualquier campo tiene la responsabilidad inquebrantable a tener en cuenta los supuestos que funcionan como axiomas en su campo de trabajo. Si pretende ser tomado en serio, entonces debe estar preparado para defender sus elecciones. Cualquier grado de evasión produce consecuencias desastrosas para el hombre, en

los más altos niveles políticos e intelectuales, la evasión puede resultar en cosas tales como la destrucción física, o en generaciones enteras de estudiosos engañados en sus actividades académicas. GAE 8. Una famosa doctrina filosófica sostiene que la metodología de la ciencia histórica es completamente diferente de la metodología de otras ciencias. Pero esencialmente la metodología de toda ciencia es la lógica. La naturaleza de las pruebas pertinentes para un campo puede diferir de la que corresponde a otro, y este hecho explica las diferencias metódicas aparentes. De todas formas las verdades en cualquier campo son verificadas a través de la aplicación de la razón del hombre a las pruebas objetivas. Denomino como “razón” simplemente a la facultad de consciencia asimiladora que se encarga de todo el conocimiento del hombre por encima de lo perceptivo y por "pruebas

objetivas" me refiero a la realidad tal como se presenta al intelecto – El significado de “objetivo” es: lo que se determina por la naturaleza de las entidades que existe en la realidad, y "pruebas", en referencia a esa “parte” de la realidad de la que nos volvemos conscientes. GAE 9. El contenido de lo que se considera evidencia objetiva en gran parte de la historia no es más que el testimonio humano, directo o indirecto. La historiografía como un campo se ocupa de las acciones y pensamientos humanos en el pasado. Puesto que no tenemos conocimiento directo de la consciencia de otro sino de la nuestra, debemos confiar en la inferencia de lo que una persona dice y hace. Visto de otro modo, la historia trata con los extremos de lo que los hombres llevaron a cabo en el pasado, y los medios con los que llegaron allí. Dado que no hay dos individuos iguales en cada característica, es imposible recrear el

pasado en forma de un experimento de laboratorio y observar los efectos desencadenantes de los factores individuales sobre la acción humana. Por ende todo lo que uno puede hacer es reunir pruebas sobre el contexto de cada hombre, sus ideas y sus acciones, utilizando una teoría o modelo de la causalidad en la acción humana que interpreta selectivamente o reconstruye los acontecimientos del pasado, omitiendo lo se juzgue irrelevante, y explicando lo que uno tiene en cuenta que es importante, a la luz de las pruebas disponibles. La utópica "totalidad" no es ni posible ni necesaria para el conocimiento - en la historia o en cualquier disciplina. Todo conocimiento es contextual, pero esto no obstaculiza de ningún modo que el conocimiento debe ser válido . GAE 10. Pasando de este dibujo de la metodología histórica, definiré en pocas palabras el valor de la historia.

Los tradicionalistas suelen utilizar el pasado como una guía para las acciones, rechazando razonamientos abstractos para construir la rama de la ética o la adopción de convenciones o actitudes nuevas en su sociedad. Pero primero que nada hay que señalar que utilizar la historia sin razón para encontrar las reglas de conducta deriva en una ética irracional. Hay que utilizar una ética racional para diferenciar las “buenas” tradiciones del “mal”, y de hecho para prescindir de la historia en la proyección de lo que es posible para el hombre. Si algo pasó en el pasado, entonces uno puede concluir racionalmente que es posible para el hombre, y si hay algo que no ha sucedido, lo contrario no es cierto – no es racional concluir que no es posible que pase. La historia puede ilustrar ciertos principios (de la acción humana), pero no puede verificarlos o refutarlos. Es importante destacar en este sentido la presentación de la historia para una ética racional. GAE 11.

Gente angustiada con el presente busca refugiarse en el pasado, idealizando lo que no recuerda. Esta actitud sólo conducirá a una vida basada en ilusiones, a la desesperación y el terror de que mañana se estará peor, y un sentimiento general de impotencia e ineficacia, renunciando a actuar por un futuro mejor. GAE 12. Actuar para mejorar las cosas no sólo delata que uno entiende una ética racional y sus principios, sino que se tiene una idea de "donde estoy," históricamente hablando. Uno tiene que responder a la pregunta: ¿cuál es el contexto actual de la humanidad? Para responder a esta pregunta tomamos conocimiento de lo que los hombres buscaron hasta ahora y lo que llevan logrado y lo que hicieron para lograrlo. Partiendo de una filosofía racional y este conocimiento se actuará en una dirección determinada..

GAE 13. Si bien en la historia la filosofía, especialmente la ética, entran en esto una ideología no es suficiente. Por un lado está el error de aquellos que, como William Appleman Williams, “estamos comprometidos con la idea de que la historia es la forma más consecuente de aprender quiénes somos y lo que debemos hacer.” Por otro lado, está la falacia de los que desarrollan una postura filosófica social y tratan de aplicarla al mundo sin la menor idea de lo que sucede en él. GAE 14. En respuesta a Williams, se puede decir que el pasado no es indicador “lo que debemos hacer” En el mejor de los casos señala problemas que la humanidad enfrentó y formas en que los superó. GAE 15.

En respuesta a los demás destaco que aún la filosofía más coherente debe aplicarse con un conocimiento periodístico de la realidad in tempore. Esto diferencia a la ideología dogmática de la filosofía. Mientras que los resúmenes de la filosofía sobre el tiempo y por tanto la historia señalan verdades universales en cuanto a la naturaleza humana la ideología es una visión del mundo coherente. Se integra con la propia filosofía al contexto, aplica los principios de la filosofía a las realidades concretas del mundo. La filosofía se ocupa de la mecánica y la validez del conocimiento humano, con el método y detallando las premisas de una ética racional con la verdad. La ideología tiene que ver con la aplicación de la filosofía a cualquier contexto histórico - con hacer digna la verdad, que procede de un enfoque integral sobre el hombre tal cual es, hoy y siempre. GAE 16.

El paso de la filosofía a la ideología está determinado en gran medida por la historia. Para usar una analogía, la filosofía descubre una ética racional, pero cada individuo debe aplicarla a su propia vida, identificando el contexto que se enfrenta y tomar decisiones concretas por medio de la lógica. La "máxima premisa" en esta versión del aristotélico "silogismo práctico" es la premisa ética misma. La "premisa menor" es lo concreto en la vida de x persona que se subsume a estos principios. La "conclusión" es la acción a tomar. GAE 17. De igual manera en la transición de la filosofía a la ideología, la premisa mayor es el principio ético-filosófico, los apartados menores son los detalles concretos, o "existenciales" que contraen aspectos de la perspectiva del hombre en algún período histórico. La conclusión es la posición ideológica que deban tomarse.

GAE 18. Es importante destacar la abrumadora necesidad de tener una premisa existencial o empírica válida para el individuo o en el plano analítico general. En la ideología, la invalidez de las premisas históricas deriva en la completa inconsistencia de las posiciones. El resultado de los errores puede dar en que uno termine del lado equivocado de la vaya. GAE 19. Ahora unas palabras sobre ciertas posiciones mías. Convencido de que el universo está formado por una serie de entidades distintas que están sujetas entre sí por relaciones existenciales y mentales (que tienen un fundamento objetivo, de hecho), sostengo que deben actuar de acuerdo a su naturaleza individual, que produce resultados armónicos.

Conceptos y teorías con la integración de nuevos datos a características comunes de las entidades mentales. GAE 20. Sobre la historia, yo aseguro que los eventos consisten en las acciones de los individuos que buscan ciertos fines y el uso de los medios para alcanzarlos. Sin embargo, ya que los individuos a menudo tienen las mismas convicciones y concepciones de los medios adecuados para lograr sus fines, trabajan juntos. De hecho, toda la función de las instituciones es permitir acciones humanas individuales de manera sistemática y conscientemente integrada en la llegada a objetivos comunes. Este es el hecho que da origen a todas las clasificaciones y por lo tanto todos los "análisis de clase". "Clases" en la teoría social, o la teoría política, o la investigación histórica, son grupos de individuos que necesariamente comparten características.

Pienso que el hombre tiene libre albedrío, y que el concepto y el hecho del libre albedrío son postulados necesarios si se .tiene que explicar un aspecto de la naturaleza humana: la capacidad humana para el lenguaje conceptual y propositivo, y su capacidad perceptiva de la realidad. El determinismo, en el sentido estricto, es contradictorio. Porque si los procesos mentales de un hombre - específicamente, sus intentos de razonamiento - no son libres, si se determina por el ambiente y la herencia… no hay manera de afirmar que X teoría es verdad y que Y es falsa – porque el hombre no tiene forma de saber que sus procesos mentales son condicionados para que crea que X es verdad e Y no. GAE 21. Esto significa que "las clases" en la historia no son principalmente de carácter económico, en el sentido habitual del término, sino más bien, son éticas.

El hombre no nace con valores o preferencias excepto en una base sensorial (placer y dolor), y no se limita a absorber los valores mayoritarios como una esponja. Por el contrario, los hombres deben elegir sus valores, por voluntad o por defecto. Y el reino de los valores elegidos es el ámbito de la ética. Esta creencia en las Clases éticas es la raíz de mi desacuerdo con el marxismo. GAE 22. Una falacia marxista, especialmente relacionada con la idea de orientación de las investigaciones históricas es la concepción simplista del “interés de clase”.

GAE 23. Los “intereses” no son ni inherentes ni automáticos. Más allá de la categoría de elementos que benefician a los hombres

(conscientes o no de ellos) sólo se pueden dedicir y entender los “intereses” a través de un proceso de la conciencia; evaluación. Esto significa que, sobre una norma objetiva de la vida y el bienestar biológicos, los valores de un individuo y la concepción de sí mismo o de sus intereses "clase" pueden ser buenos o malos. Más importante todavía, las clases se derivan de y validado por referencia a individuos concretos, acciones y valores y no a la inversa. Las clasificaciones derivan de las cosas y no al revés. GAE 24. Es importante enfatizar en esto. Marx, a pesar de toda su retórica anti-idealista y anti-hegeliana, es un idealista hegeliano principalmente en la cuestión taxonómica. Pese a los intentos de deslindarse de Hegel en este punto Marx sigue afirmando en el fondo que una clasificación (clase social) precede y determina la característica de aquellos que son unidades de clasificación.

Marx de hecho es muy claro en su sentencia sobre la naturaleza del proceso exacto de la causalidad que se produce en la interacción entre las personas que son dueños de los "medios de producción", sus ideas ("intereses") y acciones, y las personas relacionadas a todo esto . Como cualquier teoría de la causalidad en la acción humana es de vital importancia en la investigación histórica, es entendible que de cierta forma el marxismo corrompa el carácter de la investigación histórica. GAE 25. Curiosamente esto es piramidal para el tema de este ensato: el papel de las grandes empresas en la promoción del estatismo estadounidense. Por lo menos, este ensayo demuestra que las "líneas de clase" en la historia americana son diferentes de lo que se pensaba que eran. Algunos de los hombres de negocios más grandes fueron apoyados e incluso sus actos amparados en la regulación gubernamental, y especialmente los competidores de menor tamaño relativo y más competente, se opusieron

a dicha regulación. Así pues, tenemos un sector claro en la historia estadounidense que contradice la teoría marxista: los ejes de lucha y el conflicto en sí no sólo se elaboraron sobre el criterio de la relación de los individuos con los medios de producción, sino por razones mucho más complicadas. Una mejor clasificación es establecida en pocas oraciones por Franz Oppenheimer: los privilegiados por el estado y los oprimidos por medio del estado - los que se han enriquecido por medio de la confiscación, el robo y la restricción de las actividades de personas pacíficas, y los que se han enriquecido por mediante del comercio justo en un mercado libre a través de las interacciones voluntarias. Pero incluso en este caso las cosas no están claras, y vemos ejemplos de productores honestos apoyando el robo y la explotación ejecutados por otros, así como los parásitos y socios del estatismo renegando de los controles, cajas individuales de hipocresía, disque-altruismo y estupidez. GAE 26.

Cabe destacar que muchos marxistas modernos han respondido al desafío con nuevas alas a la teoría marxista clásica para poder “explicar" ad hoc los hechos que no encajan en los paradigmas ortodoxos. Históricamente, siempre que los defensores de algún paradigma clásico, en cualquier campo, comienzan a enfrentar los problemas que entran en conflicto con la base teórica, modifican progresivamente los detalles de la teoría de ajustarse a los hechos sin siquiera cuestionar el paradigma ineficaz. Pero tarde o temprano cualquier imitación del camino que tomaron los seguidores de Ptolomeo finaliza de la misma manera: el paradigma se derrumbará y será reemplazado por un nuevo paradigma que explica todos los hechos conocidos en una expresión más sencilla, por lo que se ajuste a un regla fundamental de la metodología científica: la navaja de Occam. GAE 27. El nuevo paradigma, arguyo, será el paradigma del libertarismo. GAE 28.

El propósito de este ensayo en particular es aplicar algunos de los principios del liberalismo a una interpretación de los acontecimientos en un período destacado de la historia humana. He intentado hacer un resumen sencillo de las nuevas investigaciones revisionistas de izquierda en un área de la historia nacional: el movimiento de defensa de la competencia y la Era Progresista. Pero lo he hecho no como un precursor de la Nueva Izquierda, ni como un historiador propiamente dicho, sino como libertario, filósofo social fiel a una escuela de pensamiento. GAE 29. Al hacer este resumen, tengo objetivos interrelacionados: en primer lugar, mostrar a los objetivistas varias de sus creencias históricas son erróneas y deben ser revisadas bajo el impacto de las nuevas pruebas y, simultáneamente, ilustrar sobre medios para abordar problemáticas históricas, identificar una de las causas del crecimiento del estatismo

americano e indicar una forma renovada de ver la historia. En segundo lugar, quiero presentar nuevos izquierdistas radicales que lejos de debilitar la posición de laissez-faire (opuesta al Capitalismo de Estado, un sistema de control del gobierno, que no es socialismo en el sentido clásico) y cuyos descubrimientos históricos realmente apoyan el caso de un mercado totalmente libre. Entonces, también contribuyo en demostrar como un libertario trata con los planteos de nuevos historiadores de izquierda. Finalmente, deseo implícitamente a aplicar la navaja de Occam, mostrando que hay una explicación más simple de los acontecimientos embanderados por los afiliados a la teoría marxista. Sin excepción, los postulados netamente marxistas no son necesarios para explicar los hechos de la realidad.

Escuelas de enfrentadas

pensamiento

Nota del traductor: Se traduce como “liberal” en este capítulo lo que Roy Childs llama liberal en su acepción americana, que significa social-demócrata o centro-izquierdista. GAE 30. Hay corrientes divergentes en las escuelas historiográficas como en toda disciplina por distintas causas. Y en la historia, hay interpretaciones de los hechos que se eternizan indiferentes a la realidad, sin importar las nuevas pruebas o teorías. En su libro La Estructura de las revoluciones científicas Thomas Kuhn muestra cómo hasta en las ciencias duras los paradigmas resisten nuevas evidencias y teorías, y se derroca solo cuando: A- los enigmas y problemas generados a montones por el falso paradigma se hacen tan evidentes que el material nuevo no se puede

adaptar a él, y un número cada vez mayor de objetos no se pueden resolver, y B- Surge en escena un paradigma nuevo suficientemente convincente para reemplazar el anterior GAE 31 En la historia más aún que en las otras ciencias los criterios de veracidad no se desarrollaron lo suficiente, como consecuencia un gran número de escuelas de pensamiento tienden más o menos por factores políticos y culturales que por razones epistémicas. Otro resultado es que en la historia hay una serie de paradigmas que compiten para explicar diferentes conjuntos de eventos, con conexión directa a puntos de vista políticos. En este artículo voy a considerar tres de ellos: el punto de vista marxista, la visión conservadora y la visión liberal. Voy a examinar cómo funcionan estos paradigmas con referencia a un área importante de la historia de Estados Unidos que es la era progresista; y con respecto a una cuestión clave: las raíces de la regulación estatal de la economía,

en particular a través de las leyes de defensa de la competencia y la Reserva Federal. Se mencionan otros incidentes pero esta será el tema principal. GAE 32 Las tres están de acuerdo sobre los hechos putativos de la historia americana pero difieren en el entendimiento de estos hechos GAE 33 Los marxistas, liberales y conservadores coinciden en que en la historia económica de USA en el siglo XIX la realidad es medianamente esto: Después de mediados de siglo, la industrialización avanzó rápidamente en los Estados Unidos, como consecuencia de las políticas de laissez-faire llevadas a cabo por el gobierno de Estados Unidos dando lugar a una creciente centralización y concentración del poder económico.

GAE 34. Muchos liberales aseveran que en el siglo XIX se dio un individualismo social que lleva a despertar las fuerzas de mercado y eliminar a los “débiles” mediante la formación de empresas gigantescas, monopolistas industriales que dominaron y controlaron la vida de la nación. Entonces, como esta centralización que fue como bola de nieve, el "pueblo" renegó de su sometimiento oponiéndose a este proceso. El pueblo clamó que esto era injusto y exigió una reforma del sistema, con lo cual los bondadosos políticos se apresuraron a triturar los monopolistas con las leyes antimonopolio y otras regulaciones de la economía, en nombre del creciente sufrimiento del "hombre pequeño" y así lo salvaron de la ruina. Así el gobierno de Estados Unidos los destruyó y renació la competencia, la igualdad de oportunidades y otras joyas con el libre mercado laissez faire. Así fue como el estado norteamericano actuó para salvar la libertad y el capitalismo.

GAE 35. Los marxistas están de acuerdo con la existencia de esa tendencia centralizadora, inherente al capitalismo, a mediados del siglo XIX. (Algunos marxistas modernos sostienen que siempre existió la intervención del estado en el capitalismo.) Dentro del movimiento marxista hay distintas posturas sobre la regulación estatal. Un grupo básicamente ve la regulación estatal como un medio de postergar el colapso del sistema capitalista, que consideran inherentemente inestable. Ellos ven la regulación como un intento de la clase dominante para hacer frente a las "contradicciones internas" del capitalismo. Otro grupo, más sofisticado, considera que la movida hacia la regulación estatal es un medio que acelera la cartelización y la monopolización de la economía en manos de la clase dominante. GAE 36. El conservador se mantiene, al igual que el liberal, en la idea de una edad de oro del individualismo, cuando la economía estaba casi

completamente libre de controles gubernamentales. Pero lejos de ser malo, esa sociedad era casi paradisiaca en sus ojos. Sin embargo, el gobierno intervino y desorganizó esta maravilla. La consecuencia fue que la gente reclamó regulación para revertir situaciones que no eran injustas o eran injustas por algún motivo relacionado con el estado. Las leyes antimonopolio y otros actos de interferencia del Estado, según esta posición son resultantes del nuevo colectivismo. Pero lejos de ver los grandes industriales y banqueros clave como monstruos monopolistas, los conservadores los defienden como pobres héroes víctimas de la izquierda y del poder que utilizaron a los grandes empresarios como chivos expiatorios y los sacrificaron en el “altar de las masas”. GAE 37 Las tres principales escuelas de pensamiento histórico-económico de Estados Unidos coinciden en dos premisas:

A-

Que en la segunda mitad del siglo XIX se tendió a la concentración económica en la mayoría del país y BQue esto fue consecuencia del libre mercado. Sólo el marxismo, posteriormente y una facción de marxistas discute la eficiencia, los intereses y la utilidad de las leyes antimonopolio. Y tanto los conservadores como los liberales creen que los dueños de corporaciones y los políticos liberales tienen intereses opuestos. Los marxistas en general se oponen a estos puntos de vista pero concuerdan con que la reforma regulatoria es consecuencia del funcionamiento capitalista. GAE 38. Los marxistas por supuesto que quitando esto del contexto época y local, utilizan su marco ideológico para analizar este fenómeno. GAE 39.

Aunque hay muchas disputas entre los seguidores de las diversas escuelas, ninguna de las escuelas ha puesto en duda la premisa fundamental de que la tendencia histórica dominante a finales del siglo pasado fue hacia la centralización creciente de la economía, o el aumento de la desigualdad como resultado del mercado laissez faire. GAE 40. Sin embargo, fallan las tres interpretaciones con defectos que son tanto históricos como teóricos, defectos que inutilizan los tres razonamientos y hacen necesaria una nueva explicación. Aunque aquí no es posible discutir en profundidad las tres interpretaciones, se puede demostrar brevemente y de llano los errores comunes de todas las posturas. GAE 41. Además de contestar a los apriori marxistas sobre la enorme desigualdad que trae la

economía laissez faire podemos responderles a ellos y a los demás postulantes que ella no fue la causa y tampoco la del inicio de la regulación o el proceso de acumulación y centralización de poder económico. Ante los liberales, otra vez, señalaré que la centralización avanzó mucho más y más rápido en la Era Progresista que antes y que objetivamente lo que lograron las leyes monopolio (cuya posiblemente haya sido su intención) fue la monopolización. Tratándose de los conservadores y la santa desigualdad que creen que es natural en un mercado libre hay que cuestionar si: AEl sistema de ese momento era realmente el mercado libre y BCómo resulta del mercado libre, si así lo fuere, la centralización económica.

GAE 42. Aparte de todos los argumentos económicos, echemos un vistazo a la época en cuestión a ver si lo que relatan estas tres escuelas es fidedigno.

Las raíces de la regulación GAE 43. De hecho, de comienzo a fin las tesis de las tres escuelas son falaces. El relato de marxistas, liberales y conservadores es una sarta de mentiras GAE 44. Tal como Gabriel Kolko demuestra en su magistral The Triumph of Conservatism and Railroads and Regulation, la tendencia dominante en las últimas tres décadas del siglo XIX y las dos primeras del XX no era hacia la centralización creciente, sino que a pesar de un número importante de fusiones la competencia trascienda. La competencia era inaceptable para muchos directivos empresariales y financieros, y la acción fusionista era en gran medida un reflejo de los esfuerzos en negocios fallidos para controlar las tendencias irreversibles a la descentralización. ... Al ritmo que los nuevos

competidores se erigieron, y el poder económico se esparció y compartió en todo el país se hizo evidente para muchos empresarios importantes que sólo el gobierno nacional podría estabilizar la economía en función de sus necesidades. ... Irónicamente, en contra del consenso de los historiadores, que creen que la concentración no se dio por acción estatal sino por falta de ella. 1 GAE 45. Kolko no toma en cuenta los orígenes y el desarrollo de la crisis económica que enfrentan los empresarios de la década de 1870 en adelante, resumiremos algunos aspectos importantes aquí. Nadie ha investigado a fondo el enorme papel del gobierno en la historia económica de los Estados Unidos aún. Los que se centran en el rol del estado federal en la regulación de la economía a menudo olvidan mencionar el hecho de que el sistema federalista del país obliga al historiador interesado en el tema a revisar los casos de varios gobiernos estatales también. ¿Se va a enterar de lo que sugieren cada vez más investigadores? : Que casi todos los programas federales nacieron de iniciativas anteriores en ciertos estados,

incluyendo subsidios, concesiones de tierras y las leyes anti-trust. En otro orden de las cosas frecuentemente se ignora que la centralización de la economía no se produjo durante la Era Progresista, sino más bien (inicialmente) durante la Guerra Civil, con la ilimitada alianza entre el Estado y las empresas (por lo menos en el norte, industrializado). En efecto, muchos personajes fundamentales de la época progresista como JP Morgan iniciaron sus carreras durante los años de la guerra. La Guerra Civil también vio la mayor expansión inflacionaria de oferta de moneda y las mayores concesiones de tierras (a los ferrocarriles) de toda la historia. Estos y otros sucesos relacionados con una brutal temporada de inversiones defectuosas inmediatamente terminada la Guerra, y el resultado fue que un proceso de liquidación de las malas inversiones que desembocó directamente en la depresión de 1870.

GAE 46. Este proceso inflacionario de manual fue causado por y el crédito impulsado por el sistema bancario y los créditos baratos impulsados desde el gobierno y seguido por depresiones, que llevaron a los hombres de negocios y líderes financieros a perseguir medios para la estabilización de la situación económica a mediados de década. Uno de los resultados relevantes de este proceso de liquidación, por supuesto, fue un crecimiento en la competencia. La hipótesis de Kolko es que la tendencia en Estados Unidos fue la progresión de la competencia justamente antes del intervencionismo, y que los grandes empresarios de varios sectores se vieron incapaces de hacer frente a esta tendencia competitiva por medios privados, de eficiencia económica. Frente a la baja de ganancias y la dispersión del poder económico, estos empresarios reclamaron al gobierno la regulación de la economía en su nombre. ¿Lo que Kolko y su colega revisionista James Weinstein (El Ideal corporativo en el Estado Liberal, 1900-1918) sostienen es que los corporativistas

no limitaron su reacción a esto con la regulación estatal, trabajaron el desarrollo sofisticado de una ideología global pertinente a la cultura global y nacional. Weinstein mientras trata el proceso por el cual los empresarios acuden por favores al gobierno federal y el moderno sistema "corporativo liberal", concluye que la ideología hoy dominante en los EE.UU. se consolidó antes de que termine la Primera Guerra Mundial, no durante el New Deal como se suele considerar; y que el "ideal de un orden progresista social-empresarial" fue desarrollado consciente y deliberadamente por los que que en ese momento y ahora disfrutan la supremacía del poder económico: ". los líderes más destacados de las corporaciones más ricas de Estados Unidos y las instituciones financieras".2 Al examinar esta tesis, me centraré principalmente en las actividades de la nacional Federación Cívica (NCF), un grupo de grandes empresarios que era la principal fuerza inspiradora detrás de las "reformas".

GAE 47. Hablando del modelo estándar de regulación en el negocio de los ferrocarriles podremos entender bastante la naturaleza del resto de las acciones regulatorias. GAE 48. La industria en USA era muy competitiva para 1875. Prácticamente todas las industrias, incluyendo los ferrocarriles crecieron en exceso y se enfrentaron a una contracción en las ganancias. La historia estadounidense alberga el mito de que los ferrocarrileros no se enfrentaron prácticamente a ningún tipo de competencia en el periodo nombrado, que los fletes aumentaron constantemente, pellizcando hasta el último centavo de los contratantes, especialmente los agricultores y así se los hirió de muerte. Gabriel Kolko expone que: Contrariamente a la opinión común, las tarifas de ferrocarriles de carga, en su conjunto, disminuyeron casi continuamente durante el período 1877-1916 y, aunque la consolidación

de los ferrocarriles continuó a buen ritmo, este fenómeno no afectó a la disminución a largo plazo de las tasas o en última instancia la competencia en la mayor parte de la industria. En su deseo de estabilizar la situación, regular los precios y el surgimiento de la competencia, los ferrocarrileros utilizaban a menudo tratos voluntarios y cooperativos. Cuando estos esfuerzos fracasaron, como inevitablemente sucedería, los ferrocarrileros encararon las soluciones políticas para estabilizar su industria cada vez más caótica desde la perspectiva de sus bolsillos. Se abogó porque las empresas que no cumplieran pactos tuvieran que ceder sus trenes bajo las filas lobistas. ... Desde el inicio del siglo XX hasta al menos, el comienzo de la PGM, la industria del ferrocarril tendió principalmente a las alternativas políticas y renunció a los esfuerzos infructuosos de poner su casa en orden, apoyándose en la cooperación voluntaria. En cuanto a los grandes ferrocarrileros lograron que se crea en la efectividad de las injerencias del estado en la economía, rechazaron todo el concepto de

laissez-faire y en su gran mayoría la ideología empresaria trasmutó a un pensamiento nacional-hamiltoniano del mercado interno.3 GAE 49. Los dos medios principales utilizados por los competidores para vencer al lobby en su sector eran guerras de velocidad (reducción de precios) y los descuentos generales. El objetivo de las corporaciones fue frenar esto y su principal herramienta fue el "pool" (asociación de grandes grupos), roto de todas formas por los factores de competencia interna en varias ocasiones 4. El primer esfuerzo serio para asociarse en el Este, patrocinado por el New Central York, se había intentado ya en 1874 por Vanderbilt y el efecto pool duró durante seis meses. En septiembre de 1876, una asociación de siete grandes empresas ferroviarias del sudeste intentó regular el mercado a través de la centralización voluntaria, pero no funcionó y colapsó a principios de 1878. Se hizo evidente para los líderes empresarios que el agrupamiento no era funcionales a sus objetivos.

GAE 50. En 1876 el primer gran proyecto de ley reguladora federal fue introducido en la Cámara por JR Hopkins, representante de Pittsburgh. Elaborado ni más ni menos que por el abogado del Ferrocarril de Philadelphia y luego de ser leído se estancó en la comisión. GAE 51. En 1879, hubo "una unanimidad entre actores de pool en que sin regulaciones gubernamentales no se estabilizaría la economía"5 En 1880, las corporaciones ferroviarias estaban en serios problemas, se advirtió el avance de la “competencia feroz”. GAE 52. Lejos de empujar la economía hacia una mayor centralización, las fuerzas económicas hacen a la centralización inestable y volátil. El impulso natural fue hacia la descentralización, y más

pequeños ferrocarriles aparecían amenazando los intereses empresariales de los Grupos más grandes y antes establecidos. GAE 53. Así, el razonamiento marxista peligra, en esta caso está comprobado por el investigador que entre 1870 y 1880 las pequeñas y recientes empresas obtuvieron tasas de ganancia más altas sobre el capital invertido que los Amos Ferroviarios. Además, gran parte de la concentración de poder económico que se hizo evidente durante la década de 1870 y posteriormente, fue el resultado de la ayuda masiva del Estado inmediatamente antes, durante y después de la Guerra Civil, no el resultado de las fuerzas del libre mercado. Gran parte de la acumulación de capital - particularmente en el caso de los ferrocarriles y los bancos - se logró instrumentando la regulación gubernamental y la ayuda política, no por el comercio ni la actividad empresaria limpia en un mercado libre.

GAE 54. Además, los razonamientos liberales y conservadores que ahíncan en la suposición de una creciente centralización económica y que se disminuya o desintensifique la competencia son sacudidos por los hechos históricos. Y ya hemos visto que eran los corporativistas ferroviarios asediados por problemas insuperables los que iniciaron la promoción para que el gobierno federal regule su industria. GAE 55. Tasas de la guerra durante 1881 produjo una baja del 50% de los fletes entre julio y octubre solos; entre 1882 y 1886, los fletes disminuyeron para la nación en su conjunto aproximadamente un 20%. Los ferrocarrileros hablaban cada vez más de posibles regulaciones con fuerte interés en el asunto. Chauncey Depew, abogado de la central de Nueva York, se había convencido "de la necesidad de una Comisión reguladora para la

protección de los sectores públicos de raíz.6 el prontamente converso William H. Vanderbilt.7 GAE 56. Agitó está propuesta para aliviar los dolores cada vez más fuertes producidos por la competencia creciente, y en 1887, la Ley de Comercio Interestatal fue aprobada. De acuerdo con la Revisión del Tren, una organización de investigación sobre la historia de las vía férreas, fue sólo un primer paso. GAE 57. La Ley no fue suficiente, y no evitó la oferta de ventajas a los demandantes por parte de las nuevas empresas. Así, a principios de 1889 durante una convulsionada guerra de rebajas, JP Morgan llamó a los presidentes de los principales ferrocarriles a Nueva York para encontrar maneras de mantener las tasas fijas y hacer cumplir la ley, pero esto también fue un fracaso. Los ferrocarriles más grandes fueron los más perjudicados por el fervor de la

competencia, las empresas pequeñas eran, en muchos casos más prósperas que en la década de 1880. "Morgan (empresa) más debilitada que fortalecida llegó a retirar los servicios de seguridad de sus líneas”. Muchas de las líneas de Morgan pasaban por regiones donde la competencia era tan radical que eliminaba la mínima rentabilidad. "8 De nuevo buscando armas para liquidar la competencia, los beneficiados por las concesiones de las mayores vías, propusieron aumentar el poder político y el presupuesto de la Comisión Interestatal de Comercio (ICC). GAE 58. En 1891, el presidente de un ferrocarril del medio oeste abogó por que todo el asunto de la fijación de tarifas pase a la Corte Penal Internacional. Una encuesta de CPI tomada en 1892 por quince ferrocarriles mostró que catorce de ellos prefirieron que la regulación legal corra por la ICC.

GAE 59. Otro importante hombre de negocios, AA Walker, quien varias veces se bajó la cremallera ante el gobierno, dijo que “los ferroviarios ya había tenido suficiente castigo de la competencia”. “«Libre competencia» La frase impacta como que esta es buen regulador universal “, dijo él," pero la economía se regula con cuchillo "9. GAE 60. En 1906, la Ley Hepburn fue aprobada, también con el respaldo de las corporaciones. El magnate de los ferrocarriles Cassatt habló como un gran defensor de la ley y dijo que él había apoyado mucho la regulación de tarifas federal. Andrew Carnegie, también apareció para apoyar el acto. George W. Perkins, un importante socio de Morgan, escribió a su jefe que el acto "va oficiar por el bien común y de gran parte de la vía férrea." Pero incluso ese nivel de control fue insuficiente para ciertos lobistas. Así EP Ripley, el presidente de la Santa

Fe, sugirió que se precurse un equivalente al sistema Reserva Federal en los ferrocarriles, declarando alegremente que "acabaría con los perjuicios del sistema competitivo y permitiría a las empresas seguir en pié sin tanto sacrificio "poco después esta idea fue aplicada por Mussolini. . GAE 61. En cualquier caso, está más que claro que A) La tendencia hacia la centralización no fue la del último cuarto del siglo XIX - más bien, la liquidación de las malas inversiones impulsadas por el estado y los bancos se volvió en contra de las empresas más grandes y en a favor de las empresas más pequeñas y menos sobre extendidas. B) No hubo oposición entre los intereses de las corporaciones y los proyectos regulatorios, al contrario. C) la finalidad de la normativa, a juzgar por la participación de los grandes empresarios no fue imposibilitar los monopolios y la centralización, sino promoverla.

GAE 62. La culminación de este negocio “reformista” entre corporaciones y gobierno es el sistema económico actual. El nuevo sistema entró en vigor inmediatamente durante la Segunda Guerra Mundial, cuando felizmente los ferrocarriles admitieron el control pleno del gobierno a cambio de una garantía para poder subir las tarifas y el tope de ganancias; algo establecido por la Ley de Transporte de 1920. Las consecuencias, claramente se sienten en nuestros tiempos; como en 1971 cuando el ferrocarril de Pennsylvania, habiéndose divorciado del mercado y del cálculo económico casi por completo, se encontró en un estado de caos económico, se declaró en bancarrota, despidió operarios y más tarde fue rescatado en parte por su amigo el estado. Regulaciones en el resto de la economía

GAE 63. Ya ilustrada mi tesis con el desarrollo de los orígenes de la regulación en la industria del ferrocarril procedo a observar el resto de la economía estadounidense en este período y a dilucidar, aunque sea brevemente, el rol de las grandes empresas en la aparición de imposiciones estatales.

GAE 64. También debo mencionar, aunque sea al pasar, que el ardid de los corporativistas no sólo resultó en el efecto regulador de la economía nacional sino también en la intervención política estadounidense en el extranjero. Lo que es común a ambas esferas fue el hecho de que los actos de intervención estatista y que la emisión de moneda centralizada y manipulada por los bancos generó depresiones y recesiones precipitadas a partir de 1870, aunque de forma estridente durante la década de 1890. La

respuesta normal de los hombres de negocios, empresarios grandes – especialmente los líderes de sectores- fue promover aún más la regulación y ayuda gubernamental como sola solución a los problemas causados por las depresiones. En boga en ese entonces - en boga hoy en día, como una cuestión de hecho - la idea de que la prosperidad estadounidense necesitaba sine qua non mercados ampliados para los productos manufacturados. Estos empresarios buscaron negocios en el extranjero luego de haber cumplido su destino manifiesto en casa, por más de una ruta. GAE 65. Sin embargo a nivel nacional el resultado fue más inmediato. Desde alrededor de 1875 muchas empresas que intentaron consolidar el éxito en un campo sobre-capitalizaron y dieron pérdidas. En materia empresarial mediocres los líderes se enfrentan a una dificultad administrativa y a un panorama donde los pequeños y relucientes competidores agujerean la nave corporativa. A menudo se fusionaron empresas, como en los casos ferrocarrileros

pero jamás esto tuvo grandes efectos en la competencia, incluso deterioró la administración de los conglomerados. Como dice Kolko: "Sucedió lo contrario a lo esperado, con menos competencia los beneficios se redujeron”. Por dar un ejemplo: se realizó un estudio de diez fusiones que demostró que las empresas percibieron un 35 por ciento menos en su etapa fusionada que sus ganancias en consolidación anterior. La centralización aturde el criterio de acción y lo ralentiza, y por lo tanto aminora la capacidad de responder a las condiciones cambiantes del mercado. Finalizando, las cosas no fueron tan malas para otras industrias como para la del ferrocarril. GAE 66. En la industria del acero, el precio de la mayoría de las fabricaciones en acero se redujo constantemente hasta 1895, y a pesar de que se tendió a un ligero aumento luego, se sufrió una incertidumbre sobre las acciones que decidirían los competidores ante el alza. Muchas empresas se fusionaron en 1901, e inspiradas por el

nacimiento de los conglomerados ferrocarrileros se unieron Morgan y Carnegie, dando lugar a la formación de US Steel. Sin embargo, el margen de beneficios de US Steel decayó más de un 50 por ciento entre 1902 y 1904. En sus primeras dos décadas de existencia la corporación extraía para gran parte del mercado. Debido al conservadurismo tecnológico y la organización vertical e inflexible la empresa se hizo cada vez más inoperante y costosa. Dado que los esfuerzos en asociarse voluntariamente fallaron, US Steel reinventó su salvataje recurriendo a la política GAE 67. En la industria petrolera, donde la Standard Oil fue dominante se vivía el mismo proceso. En 1899 había 67 refinerías de petróleo en los Estados Unidos, diez años luego, el número había aumentado a 147 refinerías. GAE 68. En la industria telefónica, el crecimiento de la competencia fue a un ritmo similar. Desde su

fundación en 1877 hasta 1894, Bell Telephone (AT & T) tenía un monopolio virtual en la industria basada en el control de casi todas las patentes.10 En 1894 muchas de las patentes expiraron. "Bell inmediatamente adoptó una política de acosar a los competidores amenazándoles con denuncias (27 denuncias interpuestas sólo entre 1894-95) por presupuestas violaciones a los privilegios de Bell" 11 Pese a estos intentos en 1902 habían 9.100 sistemas telefónicos independientes; antes de 1907, 22.000. La mayoría manejaban circuitos equivalentes a los más bajos de AT & T. GAE 69. En la industria del empaque de carne, los empacadores se sentían perturbados por la competencia. Sus esfuerzos de control fallaron. Similar perturbación por el desmembramiento del poder económico sucedió en otros sectores, como la banca, donde el poder hegemónico de las corporaciones del este se discontinuó con el

fenómeno de los financistas independientes en el medio-oeste. GAE 70. Este es el contexto histórico de las grandes empresas en este periodo. ¿Cómo reaccionaron? Casi por unanimidad, eligieron el poder coercitivo del estado para suplir sus intentos de juego limpio fallidos. Las grandes empresas actuaron no solo a través de la presión política en casos concretos, sino mediante la participación en gran escala y a largo plazo la propaganda ideológica o "educación" encaminada a lograr que diferentes sectores de la sociedad americana adhirieran a una fe estatista en palabra y acto. GAE 71. Echemos un vistazo a ciertos artilugios del principal organismo nuclear de la actividad política empresaria: Federación Cívica Nacional. LA FCN fue la reencarnación de los puntos de vista hamiltonianos sobre el ideal de la relación

empresas-gobierno. En primer lugar una organización de grandes empresarios, que impulsó la alianza táctica y teórica de los negocios y el estado, una versión primitiva del pacto que prevalece en la actualidad. Contrariamente al consenso de muchos conservadores, no era la ingenuidad ideológica lar razón que los llevó a crear un orden económico estatista - sabían lo que estaban haciendo y no solo eso, también lo decían. GAE 72. El trabajo conjunto de corporaciones y gobierno auspiciado por organizaciones como la Federación inició en 1900 (coincidiendo con el nacimiento de lo que se llama el "Movimiento Progresista") para luchar con firmeza en pro del extermino de lo que denominaron “enemigos gemelos” : "los socialistas y sindicalistas agitadores de la clase trabajadora, reformadores divulgando entre las clases medias y los" empresarios anarquistas" (como la FNC calificó al núcleo de los pequeños y medianos industriales). Los empresarios modestos, que constituían la NAM, formaron una oposición al

nuevo liberalismo, modelo facilitado por la cooperación de referentes políticos como Theodore Roosevelt, William H. Taft y Woodrow Wilson, y los líderes financieros y empresariales de la FNC y similares. La FNC antes de la Primera Guerra Mundial era "la organización más importante de los grandes empresarios con conciencia social y sus teóricos académicos y políticos." El NCF "tomó la delantera en la educar a los hombres de negocios para adaptarse a las necesidades cambiantes de la economía política que acompañaron a la naturaleza cambiante del sistema capitalista "12.

GAE 73. Los primeros líderes de la NCF eran tan influyentes como empresarios poderosos: Marcus A. Hanna, servicios públicos el magnate Samuel B. Insull, Chicago banquero Franklin MacVeagh (más tarde Secretario de Hacienda), Charles Francis Adams y varios socios en JP Morgan & Co. El mayor contribuyente al grupo

fue Andrew Carnegie, otros importantes miembros del comité ejecutivo incluido George W. Perkins, Elbert H. Gary (un socio de Morgan y cabecilla corporativo del acero de EE.UU. después de Carnegie), McCormick Cyrus, Theodore N. Vail (presidente de AT & T) y George Cortelyou (jefe de Gas Consolidado). GAE 74. La legislación patrocinada por la Federación en un principio aspiró a promover la formación de "servicios públicos", un monopolio privilegiado especial concedido por el Estado, reservando áreas productivas para alguna corporación. Emitieron un informe sobre "La propiedad estatal de los servicios públicos", proponiendo un marco legal general que establecía el control de los servicios públicos garantizado por comisiones legales independientes del poder ejecutivo. De esta regulación un empresario le escribió a otro: "Veinticinco años atrás opinaría que esto es una clase de socialismo", pero al ver que los

ferroviarios acataron y al parecer se beneficiaron de regulación, auto-nombrar a la Federación Cívica para educar al resto de los grandes empresarios respecto a este beneficio se facilitó. GAE 75. La reglamentación en general, lejos de enfrentarse a los deseos de los primeros regulados (grandes empresarios), fue acogida felizmente en la mayoría de los casos. Como dijo Upton Siclair de la industria de la carne, al que se le acredita haberla domado: “la inspección federal de la carne se ha establecido históricamente, a petición de los empresarios. ... Es mantenida y pagada por el pueblo de los Estados Unidos en beneficio simbólico y económico de los empresarios"13. GAE 76. Sin embargo, hay un hecho interesante viene aquí para refutar la teoría marxista posterior. Los marxistas sostienen que hay fundamentalmente dos intereses opuestos, que se enfrentan a través de la historia: los

capitalistas y los trabajadores. Pero lo que hemos visto, en esencia, es que los intereses (utilizando la palabra en un sentido periodístico) de ninguna de ambas clases son uniformes ni claros. Los intereses de los capitalistas más grandes parecían coincidir, como ellos lo vieron, y se opusieron claramente a los intereses de los emprendedores más pequeños. (De todas formas hubo conflictos entre los grandes capitalistas, como entre los intereses de Morgan y Rockefeller durante la década de 1900, como se ilustra en los regímenes de Roosevelt y Taft.). Los capitalistas más grandes se interesaron en la regulación y desestimaron definitivamente la competencia, en los empresarios más pequeños, la situación se invirtió. Los trabajadores de las empresas más grandes se beneficiaron relativamente con ligeros aumentos salariales debidos a la restricción productiva. (La situación se complica aún más si tenemos en cuenta el punto marxista de que los medios de producción determinan los intereses propios y por tanto, las ideas que los encubren) Sin embargo, las personas concuerdan en ideas e intereses de acuerdo a su relación económica, frecuentemente. Esto a su vez se explica por un

marxista en términos de "mistificación", una explicación esclarecedora en un contexto libertario, entonces la misma mistificación queda por explicar. Porque si las propias ideas e intereses son una ecuación automática del sistema económico y de las relaciones con los medios de producción, ¿cómo puede surgir la “mistificación”? GAE 77. En cualquier caso, las audiencias del Congreso durante el gobierno de Theodore Roosevelt, reveló que "los grandes envasadores de Chicago demandaban más inspección sobre la carne, tanto para controlar el crecimiento de los pequeños empresarios del sector como para ser ayudados en su calidad de exportadores" El representante oficial de los grandes empacadores de Chicago, Thomas E. Wilson anunció públicamente: "Nosotros estamos y estuvimos siempre a favor de que se extiendan las inspecciones." 14

GAE 78. Tanto en palabra como en obra los corporativistas americanos se disponían a eliminar los restos de mercado libre en los Estados Unidos con la regulación del gobierno para su propio beneficio, claramente. Al hablar en la Universidad de Columbia en febrero de 1908, George W. Perkins, socio de Morgan, dijo que la empresa “debe acoger supervisión federal administrada por empresarios pragmáticos” 15. GAE 79. Ya en 1908, Andrew Carnegie e Ingalls presionaron al FCN que presione para una versión americana de la Junta Británica de Comercio, con el poder de juzgar las fusiones y otras acciones industriales. Como Carnegie dijo, este había sido "suficientemente funcional en otros países. Debemos tener nuestro organismo industrial como bien tenemos una Corte Suprema Judicial "16. Carnegie también respaldó las acciones del gobierno para poner fin a una competencia ruinosa.

Siempre tengo que escuchar que el control del gobierno es la respuesta a todo problema. ... “No hay nada alarmante en esto, el capital es perfectamente seguro en la compañía de gas, a pesar de que se encuentra bajo control judicial. Así que todo el capital lo estará a pesar del control orgánico”.17 GAE 80. AT & T, controlada por JP Morgan a partir de 1907, también buscó la regulación. La compañía obtuvo lo que quería en 1910, cuando los teléfonos se encontraban bajo la jurisdicción de la CPI, y las guerras de velocidad se convirtieron en cosa del pasado. El presidente de de TN Vail de AT & T dijo, "Somos los primeros en abogar por el control estatal y la regulación del gobierno en los servicios públicos ". GAE 81. En junio de 1911, Elbert H. Gary, de US. Steel se presentó ante un comité del Congreso y anunció a los miembros de asombro: "Creo que

debemos llegar a la obligación de publicitar el control estatal incluso sobre los precios". Él prácticamente se ofreció a convertir los precios de acuerdo a un eventual control. Kolko sentencia que el motivo para que Gary y Carnegie estuvieran ofreciendo el poder de controlar los precios al gobierno federal era desconocidos para los congresistas, que muy conscientes de la anarquía existente en precio de acero. Respecto a las propuestas, la mayoría demócrata en el comité informó, que eran realmente "semi-socialistas 'y no vale la pena discutirlas.18 GAE 82. Gary también propuso que una comisión similar a la CPI se cree para otorgar, suspender y revocar licencias para el comercio y para regular los precios. GAE 83. En el otoño de 1911, la FCN se movió en dos frentes: se envió un cuestionario a 30.000

empresarios para testear sus opiniones respecto a varias cuestiones. Los empresarios defendieron la regulación del comercio por tres a uno. GAE 84. En noviembre de 1911, Theodore Roosevelt propuso una comisión nacional para el control de la organización y la capitalización de todas las empresas inter-estatales. La propuesta obtuvo una respuesta inmediata y entusiasta por parte de Wall Street. (Nota del traductor: Obsérvese cómo aquellos que ya establecieron una empresa consideran que la regulación los protege) GAE 85. En 1912, Arthur Eddy, un eminente abogado corporativo, mayormente empleado por Standard Oil, y uno de los arquitectos de la FTC, declaró con valentía en su obra magna La Nueva Competencia lo que había estado implícito en las doctrinas los hombres de

negocios a lo largo de esa década: “la competencia es inhumana cual guerra, y la guerra fue un infierno". GAE 86. Así era como los grandes empresarios pensaban y actuaban. BRS.87 Mientras tanto, en el mundo bancario, JP Morgan no iba a ser dejado de lado. Morgan, debido a la propiedad o el dominio de varias corporaciones importantes, estuvo en la lucha constante por la regulación. El poder financiero de Morgan y su reputación fueron en gran parte el resultado de sus operaciones con los gobiernos de Estados Unidos y Europa, y sus muchos tratos en manipulaciones monetarias y préstamos a los opresores estados europeos que le valieron el mote de "salvador de los gobiernos". A principios de la década de 1900 disminuyó relativamente su influencia en Nueva York con una tendencia a la competencia fuerte.

Morgan era plenamente consciente de la difusión del poder bancario que estaba ocurriendo, y eso le molestó. GAE 88. Debido a esto, los bancos también apuntaron a la regulación Desde días muy tempranos, Morgan defendía la causa de un banco central, de ganar el control sobre el crédito de la nación a través de una junta de los principales banqueros bajo la supervisión del gobierno. En 1907, LA FCN había tomado el llamado a una moneda más flexible y una mayor centralización de la banca. GAE 89. Nelson Aldrich propuso una ley de reforma bancaria y convocó a una conferencia de veintidós banqueros de doce ciudades para discutirlo. El propósito de la conferencia era "discutir la ganancia de pasar el universo bancario a control de gobierno, transición dirigida por los banqueros para sus propios fines." Un banquero líder, Paul Warburg, dijo

que "sería una bendición para así quedarse con los bancos pequeños"19. La mayoría GAE 90. De sus socios estuvieron de acuerdo. En 1913, dos años después de la conferencia, y después de las disputas sobre detalles específicos, la Ley de Reserva Federal fue aprobada. Los grandes banqueros estaban contentos. GAE 91. Estas no fueron las únicas áreas en las cuales los empresarios y sus secuaces políticos estaban activos. De hecho, hablando ideológicamente, estaban detrás de innumerables "progresistas" incluso financiaban revistas como The New Republic. Teddy Roosevelt hizo una breve referencia a la conveniencia de un impuesto sobre la renta en su mensaje al Congreso de 1906, y el principio contó con el apoyo de los empresarios como George W. Perkins y Carnegie, que a menudo

se refieren a la desigual distribución de la riqueza como “uno de los trágicos males de nuestro tiempo”. Muchos empresarios se opusieron, pero el Wall Street Journal dijo que era sin duda esa una premisa favorable a los intereses corporativos. GAE 92. La aprobación de la Ley Clayton Antitrust y la creación de la Comisión Federal de Comercio (FTC) se produjeron en 1914. Una vez establecida, la FTC inició su intento de asegurar la "confianza" de los "bienintencionados" corporativistas. En un discurso ante el NCF, una de los referentes pro-regulación, JW Jenks afirmó “ es general la sensación de alivio entre los líderes de las grandes corporaciones y la FTC ha sido útil a los empresarios en varios sentidos" 20. GAE 93. En esta era de crucial importancia, me he centrado en un punto: las grandes empresas fueron la fuente primigenia del estatismo

estadounidense Otras investigaciones muestran que, como estoy convencido, los grandes líderes empresariales y financieros también fueron la fuerza dominante detrás de cada vez más intervencionismo americano en política exterior, y detrás de la ideología del liberalismo moderno (nota del traductor: social-democracia estadounidense). De hecho, para este análisis sostenido de investigación podría mostrar intelectuales liberales norteamericanos como los "lacayos" de los grandes empresarios, torciendo una frase un poco marxista.

GAE 94. Considere el hecho de que la Nueva República ha tomado casi siempre el papel de defensor del estado corporativo que los grandes empresarios cuidadosamente construyeron durante décadas. Considere el hecho de que los empresarios tales como Carnegie no sólo apoyaron a todos los grupos mencionados y los programas a que se refiere, sino también apoyaron aberraciones tales como el movimiento de la Marina Grande

en el paso del siglo XIX al XX. Vendieron acero al gobierno de Estados Unidos que entró en la construcción de las naves y vio en la disputa fronteriza venezolana la posibilidad de un gran pedido de armamento naval nacional .21 Carnegie, junto con Rockefeller y, más tarde, Ford, es el responsable de la solvencia liberalismo americano a través de las fundaciones creadas en su nombre. GAE 95. JP Morgan, el líder financiero clave del siglo, también fue promotor inicial del estatismo estadounidense. Sus relaciones financieras del exterior lo llevaron a involucrarse profundamente con Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial, y esta participación a su vez lo llevó a persuadir a Wilson para que incursione en la guerra en nombre de Gran Bretaña, salvando miles de millones de dólares que se perderían en caso de una victoria alemana.

GAE 96. Una ilustración más interesante, tenga en cuenta las declaraciones hechas en 1914 por S. Thruston Ballard, propietario de la mayor refinería de trigo en el mundo. Ballard no sólo apoyó escuelas de formación profesional como parte de las escuelas públicas (que transferiría los costos de capacitación para los contribuyentes), las restricciones a la inmigración, y un salario mínimo nacional, que vio y propuso una manera de "curar" el desempleo. Abogó por un servicio de empleos estatales: las obras públicas, y si fuesen insuficientes, "campos de concentración del gobierno donde trabajen con un sueldo pequeño podría venir en gracia, complementada con una formación agrícola e industrial" 22. GAE 97. Entendiendo el papel de los grandes empresarios en el impulso a través de la educación pública en muchos estados después de la Primera Guerra Mundial el senador

Wadsworth habló ante un grupo FCN en 1916, señalando que la educación estatal obligatoria era necesaria "para proteger a la nación contra la destrucción interna Se trata de instigar al niño y la niña a ser buenos ciudadanos, para proteger contra la ignorancia y la disipación. "Esto significa que la razón para obligar a los niños a ir a la escuela, a punta de pistola en su caso, era para que pudieran ser adoctrinados en pos de que acepten el Status Quo, casi de forma explícita para que se destruya su capacidad de disentir (es decir, su capacidad para el pensamiento independiente). Entonces Wadsworth también abogó por la formación militar obligatoria y universal: "Nuestro pueblo debe estar preparado mentalmente y en un sentido puramente militar. Debemos dejar que nuestros jóvenes sepan que le deben cierta responsabilidad a este país”. GAE 98. En efecto, nos encontramos con VE Macy, presidente de la FCN al final de la guerra, hablando de 30 millones de menores en marcha hacia la ciudadanía plena ... el sentido de

responsabilidad y colaboración en la tarea de mantener y perfeccionar la espléndida estructura social, industrial y comercial, que se creó bajo la bandera de Estados Unidos. "La necesidad, Macy indicó, era más urgente. Entre los jóvenes de América hubo una “indiferencia generalizada hacia esta estructura, y alejamiento de la responsabilidad individual para el buen mantenimiento y edificación del panorama industrial y comercial, que es el refugio indispensable de todos nosotros" 23. GAE 99. Las grandes empresas, entonces, estaban detrás de la existencia y el currículo del sistema educativo público, de manera explícita para lavar las mentes jóvenes e inducirlas someterse y obedecer, para rendir homenaje a la "liberal corporativa" sistema que los políticos, una multitud de intelectuales y muchos de los grandes empresarios crearon. GAE 100

Mi intención aquí simplemente ha sido presentar un modelo alternativo de interpretación histórica de los acontecimientos clave en esta época crucial de la historia estadounidense una interpretación que no es ni marxista, liberal ni conservadora, pero que puede tener algunos elementos en común con cada una. GAE 101. Desde una perspectiva más ideológica, mi propósito ha sido presentar un retrato preciso que explique "cómo hemos llegado hasta aquí", e indicar una nueva forma de ver el sistema actual en Estados Unidos. GAE 102. En gran medida, fueron y son los grandes empresarios, aquellos que llenan los manantiales del estatismo estadounidense. Si los libertarios están buscando aliados en la lucha por la libertad, entonces le sugiero que busquen en otra parte. Los conservadores también se beneficiarán de esta presentación, y comenzarán

a ver a las grandes empresas como destructoras, no como una unidad en el mercado libre. Los liberales también deberían beneficiarse, y reexaminar sus propias premisas sobre el mercado y la regulación. En concreto, se podría reconsiderar la naturaleza de un mercado libre, y reflexionar sobre la cuestión de por qué las grandes empresas se le opusieron precisamente. ¿No es extraño que los intereses de los liberales y los principales grandes empresarios siempre han coincidido? Los marxistas también podrán reconsiderar su economía, y reconsiderar si la economía de mercado espontánea conduce al monopolio. Como se puede demostrar científicamente que el cálculo económico es imposible en una economía puramente socialista, y que el estatismo puro no es bueno que el hombre, tal vez los marxistas también pueden buscar en la verdadera naturaleza de un mercado libre completa una opción para su proyecto clasista.

GAE 103. Y los libertarios se deben tomar el corazón. Nuestra esperanza está, por extraño que pueda parecer, no con los restos de un ilusorio "pasado dorado del individualismo”, que nunca existió, sino respirando el mañana. El día no ha llegado y se ha ido. Nunca ha existido. Nuestra tarea es garantizar que el libre mercado real existirá en el futuro. La elección y la lucha por esa causa son nuestras”

REFERENCIAS EN IDIOMA ORIGINAL

BRS.n1

1

Gabriel Kolko, The Triumph of Conservatism (Chicago: Quadrangle Publishing Co., 1967), pp. 4-5.

BRS.n2

2

BRS.n3

3

James Weinstein, The Corporate Ideal in the Liberal State (Boston: Beacon Press, 1968), p. ix. Gabriel Kolko, Railroads and Regulation (Princeton: Princeton University Press, 1965), pp. 3-5.

4 See both Kolko books for factual proof of BRS.n4 this. Weinstein does not take this fact into account in his book, and thus underestimates this as a motivating force in the actions and beliefs of businessmen. For a theoretical explanation, see Murray N. Rothbard, Man, Economy and State (Los Angeles: Nash Publishing Co, 1971), II pp. 566-585. [Online editor’s note: Chapter 10, Section 2: Cartels and Their Consequences. – RTL]

BRS.n5

5

Kolko, Railroads, p.

26. BRS.n6

6

Kolko, Railroads, p. 17.

BRS.n7

7

BRS.n8

8

BRS.n9

9

BRS.n10

10

The twin facts here that Vanderbilt needed “converting” and that he had other options open to him should by themselves put to rest the more simplistic Marxis t theories of “class consciousness,” awareness of interests and relationships to the means of production. Kolko, Railroads, pp. 65-66. Kolko, Railroads, p. 74. It is instructive to note that most of these patents were illegitimate according to libertarian ownership theories,

since many other men had independently discovered the telephone and subsequent items besides Bell and the AT&T group, yet they were coercively restrained from enjoying the product of such creativity. On the illegitimacy of such patent restriction, see Rothbard, Man, Economy and State, pp. 652-660. [Online editor’s note: Chapter 10, Section 7: Patents and Copyrights. – RTL] BRS.n11

11

Kolko, Triumph, pp. 30-39.

BRS.n12

12

Weinstein, The Corporate Ideal, p. 82.

BRS.n13

13

Kolko, Triumph, p. 103.

BRS.n14

14

Kolko, Triumph, p. 103.

BRS.n15

15

Kolko, Triumph, p. 129.

BRS.n16

16

Weinstein, The Corporate Ideal, p. 180.

BRS.n17

17

Kolko, Triumph, p. 180.

BRS.n18

18

Kolko, Triumph, pp. 173-174.

BRS.n19

19

Kolko, Triumph, p. 183.

BRS.n20

20

Weinstein, The Corporate Ideal, p. 91.

BRS.n21

Walter LeFeber, The New Empire: An Interpretation o dispute with obtaining large orders of steel from the N 21

BRS.n22

22

Weinstein, The Corporate Ideal, p. 91.

BRS.n23

23

Weinstein, The Corporate Ideal, pp. 133-135.

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