Comentario Biblico Moody Antiguo Testamento

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JOB 4:8 – 5:17 (vv. 8 – 11). Solamente pecadores arrogantes que hacen de la vida de ellos un semillero de pecado siegan una cosecha de muerte y calamidades. Perecen como la hierba seca por el viento solano (v. 9), o como una guardia de leones arrebatadores dispersados por un golpe repentino (vv. 10, 11). Su observación ha demostrado también lo inverso: ¿Qué inocente se ha perdido? (v. 7a). Aunque los justos experiencien una medida de sufrimiento, estos nunca son destruidos bajo la aflicción. De estas observaciones, Elifaz deduce su ley de pecado y sufrimiento, y asume que tiene que gobernar de una forma uniforme y universal la historia humana. Desafortunadamente, el método de Elifaz de erigir la doctrina de la providencia no es confiable. Porque la verdadera teología descansa sobre la autoridad de la revelación divina, no sobre una observación humana limitada y especulaciones falibles. Desafortunadamente, también, y como Job señala después, incluso las estadísticas y observaciones son inexactas (cp. 21:17ss). La doctrina vana puede ofrecer solamente vanos consuelos. ¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos? (4:6). Elifaz no pone en tela de juicio la justicia esencial de Job. Por ello, queriendo sacarle de la desesperación le asegura que, por cuanto es un hombre piadoso, no perecerá. Pero esta evaluación favorable de uno que se halla sumido en la desolación por toda una serie de calamidades es incoherente con la propia teoría de Elifaz. Para ser coherente, debiera considerar a Job como el más bajo de los hijos de Belial. Porque la agonía del patriarca es tan grande que codicia apasionadamente aquella muerte de la que Elifaz, declarando que era la peor calamidad que podía caer sobre los impíos, le declara inmune. Más tarde, cuando Elifaz elabora su posición de una forma más coherente, acusa a Job de hipocresía y de hechos malvados. En su primer discurso, no obstante, no apreciando de una forma apropiada la severidad excepcional de los sufrimientos de Job, clasifica a Job con la generalidad de hombres rectos, moderadamente pecadores y moderadamente sufrientes, y solamente se encuentra atónito de que se queje de una forma tan inmoderada. 4:12 – 5:7. Job había puesto en tela de juicio la sabiduría de la providencia de Dios. Elifaz argumenta que los hombres caídos, sean buenos o malos, son deficientes en sabiduría y en justicia y, por ende, incompetentes para hacer una crítica de la Providencia (4:12 – 21). Además, ellos están justamente sujetos a todos los males que acompañan a la condición mortal (5:1 – 7).

459 4:12 – 21. Ahora bien, me fue dicha una palabra en secreto, y mi oído ha percibido algo de ello (v. 12, RV 1977). Como fuente suplementaria de su conocimiento, Elifaz se refiere de una forma impresionante a una revelación especial que le fuera concedida en una visión nocturna espantosa (v. 15). Su relato de la misteriosa aparición y voz (vv. 15, 16) sirve para arrojar un manto profético encima de ella. (Para características similares en teofanías en las que fueran testigos Abraham, Moisés, y Elías, ver Gn 15:12; Nm 12:8; 1 R 19:12). El contenido de la pretendida revelación se presenta en Job 4:17 – 21. ¿Será justo un hombre delante de Dios? ¿Será puro un varón frente a su Hacedor? (v. 17). Esto constituye una cierta reprensión al reto al gobierno de Dios implícito en la queja de Job. Si en comparación con la sabiduría de de Dios, incluso la sabiduría de los ángeles es imperfecta (v. 18), evidentemente que el hombre que vive y muere sin haber adquirido sabiduría (v. 21b) no está calificado para pasar juicio sobre los caminos de Dios. Al analizar la inferioridad del hombre ante los ángeles en términos de su mortalidad. Elifaz refleja el veredicto divino en contra del cuerpo de polvo del hombre (v. 19; cp. Gn 3:19). En comparación con la vida angélica, la vida humana, como la de la polilla, es pasajera (Job 4:19, 20). La muerte del hombre es como el derrumbamiento de una tienda cuando su cuerda se queda suelta (v. 21). 5:1 – 7. Si Elifaz se hubiera aplicado a sí mismo el mensaje de la sabiduría trascendental de Dios y de la falta humana de ella, no hubiera presentado una explicación tan dogmática de los tratos de Dios con Job. La aflicción no sale del polvo… el hombre engendra su propia aflicción (vv. 6ª, 8ª; cp. 4:8). Aunque siervo de Dios, insiste, Job es un mortal caído. Sus aflicciones, por ello, no salieron del polvo como una cosecha mágica, sino que constituyen el espinoso fruto de sus pecados. Por ello, ni los hombres ni los ángeles pueden oír su clamor con simpatía (v. 1). Al necio lo mata el enojo (v. 2a). La exhibición de resentimiento en contra de la providencia de Dios es peor que inútil; invita a la aflicción hasta la muerte. He visto al necio (v. 3a). De nuevo es la experiencia la autoridad de Elifaz. Su bosquejo irreflexivo de la maldición sobre la morada, los hijos, y los campos del necio escarnecedor (vv. 3 – 5), con el paralelo que representaba con las recientes pérdidas que Job había sufrido, le haría preguntarse si es que Elifaz juzgaba que era él este necio. 8 – 27. Elifaz apremia a la murmurante víctima a que se someta confiadamente a Dios. El concepto esencial de su exhortación lo consti-

474 espada de la justicia para librar al inocente de los predadores (v. 17a; cp. Is 11:2 – 5; Sal 72:12 – 14). Una de las bendiciones del paraíso perdido de Job la había sido su esperanza feliz de prolongados días en el seno de su familia (Job 29:18), de honor (20a), y de fortaleza (20b) constantemente renovada (v. 19). Job relata ahora la triste confusión de estas esperanzas (cap. 30). 30:1 – 31. La repetición de pero ahora… Y ahora… Y ahora (vv. 1, 9, 16) acentúa el tema de una forma eficaz al ir Job contrastando el oscuro y turbulento presente con el pasado pacífico. El rey de los consejeros ha venido a ser el refrán de necios (vv. 1 – 15). El favor amistoso de Dios se ha tomado en crueldad (vv. 16 – 23). 1 – 15. Lo extremoso del deshonor de Job aparece en el hecho de que incluso los más bajos de la humanidad le tienen en poco. Al describir la miseria de ellos (vv. 1 – 8; cp. 24:25ss.; 31:15), no hubiera confiado ni al mayor de ellos las responsabilidades comúnmente confiadas a los perros pastores (v. 1b). No tienen fuerza alguna (v. 2b). Carecen incluso de la resistencia física para servir como asalariados. Pero ahora incluso los más jóvenes de esta canalla consideran a Job como el blanco adecuado de su escarnio (v. 9). Ninguna muestra de desprecio es pequeña para ellos (v. 10; cp. 17:6), con un desdén irrefrenado (11b) inventan tormentos (v. 12ss.) en contra de este caído burgués, ahora un impotente proscrito en sus dominios del muladar. 16 – 23. Mucho más angustiador para el patriarca que la crueldad de los hombres es la de Dios 8v. 21a) que parece mirar como de piedra (v. 20b) a su suplicante víctima. Dios persigue a Job (v. 21b) de continuo con aflicciones físicas (vv. 16b, 17), humillándole (vv. 18, 19), en forma inmisericorde (vv. 20, 21), violentamente (v. 22), y hasta la tumba (v. 23). Aunque Job pierde aquí de vista la oportunidad de proseguir las implicaciones lógicas y de apropiarse del consuelo de los pensamientos recientemente expresados acerca de la sabiduría, humana y divina (cap. 28), debe tenerse presente que él no era de piedra, sino un hombre de carne y hueso, y todavía aplastado por los anillos de la serpiente. 24 - 31. Un gran clamor de dolor constituye la conclusión de las reflexiones de Job acerca de su humillación y desamparo. Es natural que se clame por ayuda en la angustia (v. 24, según la BLA, que dice así: ¿No extiende la mano el que está en un montón de ruinas, cuando clama en su calamidad?)

JOB 29:25 – 31:13 especialmente cuando la calamidad es contraria a todas las expectaciones (vv. 25, 26; cp. 29:15 – 20). En un torbellino emocional (v.27), Job derrama su clamoroso llanto delante del mundo (v.28) como un chacal aullante o un avestruz dolorido (v. 29). Con una fiebre mortal consumiéndole (v. 30), tañe de antemano una endecha para el día del luto por él y de su enterramiento (v.31). 31:1 – 40. Las protestas de inocencia han sido siempre la principal carga de Job. Aquí, de una manera muy elaborada, llega a ser el punto culminante de su discurso. En forma, se trata de un juramento retroactivo de alianza de pacto (cp. v. 1a). En tales juramentos, el orador invoca maldiciones sobre su propia cabeza por violaciones que se le puedan demostrar del código moral (cp. p. ej., el juramento de los soldados heteos, ANET, 353, 354). Incluso la imaginería de las muestras existentes de tales antiguos juramentos se corresponde con el de Job (p.ej., pérdida de cosechas, molienda, rotura de miembros, espinos. Ver vv. 8, 10, 22, 50). Por ello, esta representación es la de un vasallo del pacto afirmando su fidelidad a las varias estipulaciones que le han sido impuestas, y atónito de que su soberano le haya visitado con las maldiciones en lugar de con las bendiciones del pacto (cp. Dt 28:18, 31, 35). A Job le parece como si Dios hubiera dejado a un lado el papel de soberano como protector, y que se haya vuelto extrañamente como un enemigo en contra de un vasallo obediente. 1:8. Job empieza negando pecados secretos del corazón: concupiscencia (v. 1), vano engaño (v. 5), codicia (v. 7). En esto expresa una profunda penetración en la espiritualidad de la ley de Dios (cp. el Sermón del Monte, Mt 5 – 7). Su profunda preocupación con el inminente juicio de su Soberano emerge frecuentemente (vv. 2 – 4; cp. 11, 12, 14, 23, 28), más notablemente en las maldiciones que invoca sobre sí mismo (v.8; cp. Dt 28:30c, 33). Mediante estas referencias a las sanciones penales del pacto Job solemniza sus juramentos de inocencia. Mezclado con el temor reverente de su Juez se halla su confiado anhelo de estar delante de Él, elocuentemente proclamado en los vv. 35 – 37 y más sencillamente aquí. (v.6). 9 – 23. El patriarca rechaza también de una manera contundente, cualquier clase o tipo de pecado público cometido en perjuicio de sus prójimos: adulterio (v.9), el maltrato a los inferiores

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BIBLIOGRAFÍA DAVISON, A.B., y LANCHESTER, H.C.O. The Book of Job (Cambrige Bible. Cambridge: The University Press, 1884. DELIZSCH, FRANZ. Biblical Commentary on the Book of Job. Edimburgo: T. & T. Clark, 1869; Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1949. DHORME, P. Le libre de Job. Paris: J. Gabalda, 1926. DRIVER, S.R., y GRAY, G.B. A Critical and Exegetical Commentary on the Book of Job (International Critical commentary). Nueva York: Charles Scribner’s Sons, 1921. GREEN, W.H. The Argument of the Book of Job Unfolded. Nueva York: Robert Carter & Brothers, 1881. TERRIEN, S. The Book of Job (The Interpreter’s Bible). Nueva York: Abingdon Press, 1954. TUR – SINAI, N.H. The Book of Job. Jerusalén: Kiryath Sepher, Ltd., 1957.

COMENTARIOS EN ESPAÑOL MARTINEZ JOSÉ M. Job, la Fe en Conflicto. Terrasa: Editorial CLIE. SMITH, R.L. Job: Un Enfoque a la Providencia y la Fe. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones. TRENCHARD, ERNESTO. Introducción a los Libros de la Sabiduría y Exposición de Job. Grand Rapids: Editorial Portavoz, 1992. ZUCK, ROY B. Job. (Serie “Comentario Bíblico Portavoz”). Grand Rapids: Editorial Portavoz, 1981.

494 física, sino que sabe cómo sus enemigos, en su impiedad, se jactarían de la caída de un amigo de Dios. 5. 6. Su alivio en la confianza. Mas yo… he confiado. Aunque no se registra ninguna respuesta hablada, un gran alivio viene sobre su alma angustiada. Su confianza se basa en la misericordia de Dios, su cántico en el cuidado abundante de Dios. Ha hallado la verdadera paz al confiar plenamente en Dios. Salmo 14. Juicio por negar a Dios Aquí tenemos un buen ejemplo para mostrar cómo se desarrolló el Salterio. Excepto por unas variaciones textuales de poca importancia (esp. V. 6), es idéntico con el Sal 53. Ya que el último es de una colección posterior y pone Yahweh en lugar de Elohim, se considera que el Sal 14 es la forma más antigua. En ambos salmos el salmista considera la condición depravada de los hombres con el verdadero espíritu profético. 1 – 3. La depravación del necio. No hay Dios. La utilización de la palabra necio (nabal) no indica al ateo teórico, sino al ateo práctico, que vive como si Dios no estuviera ahí. Dios no entra en sus pensamientos para ningún propósito práctico. Las palabras corrompido, abominables señalan a la depravación de un individuo tal, que queda claramente señalado como típico de Israel en esta edad. 4 – 6. La corrupción del sacerdocio. No tiene discernimiento. Los que carecen de discernimiento, del conocimiento de Dios, son quizás los sacerdotes, que comen el pan de la proposición y que debieran invocar a Dios. En lugar de ello, se están volviendo hacedores de iniquidad (cp. Os 1:4 – 6). En lugar de conducir al pueblo de Dios, lo devoran. La generación de los justos se refiere evidentemente a mi pueblo, en tanto que el pobre tiene un lugar especial de refugio en Dios. 7. La esperanza de la liberación. ¡Oh, que de…! Esta oración, que forma un apéndice parece haber sido añadida con fines litúrgicos. O puede que exprese el vislumbre de esperanza del salmista en este oscuro período. Hacer volver a los cautivos puede simplemente significar “restaurar las fortunas”. Sea cuando fuera compuesto este versículo, forma una conclusión adecuada.

Salmo 15. El huésped de Dios Este salmo sapiencial es un comentario sobre el deber del hombre hacia Dios y a su prójimo tal como se halla establecido en Dt 6:5 y en Lv 19:18. Trata de las

SALMO 13:4 – 16:4 condiciones morales y éticas que admiten a un adorador a la presencia de Dios. Puede que aquí se refleje la antigua costumbre de desafiar la condición de un adorador. Es posible que un sacerdote hiciera las preguntas del v. 1, y que el adorador respondiera con una respuesta como la que se da aquí, y que el sacerdote cerrara el desafío con la promesa que se halla en el v. 5b. Algunos intérpretes refieren la pregunta al adorador, en tanto que la respuesta y la promesa serían la réplica normal de los sacerdotes a los adoradores entrando en el Templo. Parece que lo preferible es lo primero. 1. La pregunta pertinente. Jehová, ¿Quién…? La persona que ha llegado a la presencia de Dios tiene que afrontar abiertamente esta doble pregunta. La práctica de plantar tiendas en el monte Moríah puede haber sido permitida a los peregrinos en ciertos períodos de la historia de Israel. No obstante, las preguntas paralelas enfatizan que tiene que cumplirse la norma de Dios. 2 – 5b. La respuesta aceptable. El que… Los temas de integridad y de rectitud se relacionan con el deber del hombre hacia Dios, en tanto que la veracidad y las virtudes restantes se refieren al deber del hombre hacia sus semejantes. Al combinar las similares integridad y justicia, es posible descubrir un decálogo ético en las frases de esta sección. 5c. La promesa sacerdotal. El que hace estas cosas. Aquel que cumpla las normas de Dios será el que hace estas cosas. Tal persona no solamente conoce lo que Dios espera de su huésped, sino que pone estos principios en práctica. La nota de estabilidad da un punto culminante apropiado al salmo. Salmo 16. El gozo de la lealtad Este cántico de confianza es una profesión de corazón del gozo que proviene de la fidelidad y de la lealtad. El autor vivía en una época en la que la apostasía y la idolatría se hallaban muy extendidas. En contraste a este marco, presenta su suprema felicidad frente a la infelicidad de los que se han deslizado a la idolatría. Su gran esperanza amplifica su presente confianza en Dios. Este salmo es adscrito por Pedro a David (Hch 2:25) y por Pablo (Hch 13:35, 36) cuando se refieren a la profecía que contiene la resurrección del Mesías. 1 – 4. Gozo en el servicio. Guárdame, oh Dios. Esta oración no es para ser liberado de un enemigo, sino por la continuación de la felicidad que ya ha hallado. Su deleite es en los santos, en tanto que su confianza es en Dios. En contraste con esto se halla el estado de los dolores múltiples que es la suerte de aquellos que se han buscado otros dioses.

496 entes tiene su papel en dar a conocer el misterio de la gloria de Dios. En revelación constante de día en día y de noche en noche la expansión de los cielos revela la excelencia de la obra creadora de Dios. El sol aparece como el mayor de los miembros del coro celeste, corriendo su curso señalado como testigo. En tanto que en la literatura acadia abundan figuras similares describiendo al dios-sol Shamash (ANET, pp. 91, 116, 179, 387 – 389), el salmista considera, evidentemente, que el sol es un agente de Dios en la revelación de Su gloria. 7 – 10. El testimonio de la Torá. La ley de Jehová. El salmista utiliza aquí seis nombres para describir la totalidad de la revelación interna de Dios. La palabra tora (ley) incorpora más que una lista escrita de preceptos; incluye toda la enseñanza de Dios. Utilizando adjetivos y frases participias, el salmista describe la excelencia de la revelación de Dios, que sobrepasa incluso al oro o a la miel. 11 – 14. La aplicación personal. Líbrame. La enseñanza moral de Dios, que sirve como advertencia, puede conducir a una persona a la recompensa deseada. La meditación sobre las enseñanzas de Dios actúa como un espejo que hace visible al hombre interior. Por ello, el salmista concluye pidiendo la fortaleza que le haga vencer todo tipo de pecado, y ser hallado así aceptable. Salmo 20. Súplica por la concesión de victoria. Tanto en estructura como en contenido este salmo real se halla muy estrechamente relacionado con el Sal 21. Este último actúa como una secuela de la acción de gracias por la oración contestada. El rey es la figura central, en tanto que su victoria ocupa la atención de sus súbditos. Bien puede que hubiera sido dispuesto para el canto antifonal, con la congregación del coro levítico actuando como coro en los vv. 1 – 5 y 9. Un sacerdote o levita puede haber evocado las palabras de certeza de los vv. 6 – 8. Se expresa a todo lo largo de él una completa confianza en Dios. 1 – 5. Oración en intercesión por el rey. Jehová te oiga. Aunque la oración es dirigida al rey, es también un acto de intercesión por el rey. Describe un paso vital en los preparativos para la batalla, al presentar el rey sus sacrificios al Señor, y recibir la certeza de la bendición de Dios. 6 – 8. Un oráculo dando certeza. Ahora conozco. Después de un intervalo, posiblemente el tiempo durante el cual se ofrecían los sacrificios, la respuesta del orador en confianza resulta en la forma de un oráculo profético.La utilización del tiempo profético perfecto da la certeza necesaria al rey y los adoradores

SALMO 19:6 – 22:18 de parte de Dios. El ejército se halla ahora dispuesto para salir en nombre de Jehová nuestro Dios. 9. Coro final. Salva, Jehová… Esto se afirma de una forma más literal en la LXX como, O Señor, salva al Rey y respóndenos cuando te invocamos. Puede haber sido cantado por toda la congregación o por el coro levítico. Salmo 21. Acción de gracias por la victoria Este salmo real tiene su lugar como la secuela natural al Sal 20, ya que la súplica se transforma en acción de gracias debido a la reciente victoria. Puede haberse utilizado la misma disposición antifonal para la adoración en el templo. Algunos comentaristas han sugerido que la ocasión era el cumpleaños (cp. v.4) o la coronación de un rey (cp. v. 3). 1 – 7. Acción de gracias por la respuesta a la oración. El rey se alegra. La congregación o el coro del templo dirige una oración de gratitud a Dios por Su señalada victoria. Cada versículo contribuye a la lista de cosas que Dios ha hecho por y mediante el rey. Todas estas bendiciones están directamente relacionadas con la absoluta confianza del rey en Dios. 8 – 12. Confianza en el futuro. Alcanzará tu mano. Las palabras se dirigen ahora directamente al rey, pero todavía con una actitud de adoración. La acción de gracias continúa en términos de victorias anticipadas hasta que por fin todos los enemigos serán destruidos. 13. Doxología final. Engrandécete, oh Jehová. De nuevo el coro se une a una expresión de gratitud que sale del corazón, y en una alabanza unida, volviendo a la figura del poder del v. 1. Salmo 22. Triunfo en el sufrimiento. Este salmo es el primero de aquellos llamados en ocasiones Salmos de la Pasión. La utilización del grito inicial por parte de Cristo en la cruz y la asombrosa fraseología de los vv. 6 – 8 y 13 – 18 han hecho que este salmo sea especialmente importante para los cristianos. Hay a través de este salmo una extraña mezcla de alabanza y de queja. No hay referencia alguna al pecado como causa de la angustia, ninguna protesta de inocencia, ninguna afirmación de justicia, ningún deseo de venganza. Por ello, estas palabras son peculiarmente apropiadas del Mesías sufriente, aunque en su significado primario estén basadas en alguna experiencia del salmista. 1 – 18. Sus sufrimientos personales. Dios mío, Dios mío, ¿por qué…? Este llamamiento

SALMO 38:14 – 41:1 a las circunstancias de Job en que los amigos le abandonan o no se duelen con él de una manera apropiada. 15 – 22. La esperanza de la liberación. Porque en ti, oh Jehová, he esperado. El autor no ha tratado de refutar a sus enemigos, debido a que su esperanza es solamente en Dios. Después de repetir su confesión de pecado, vuelve a presentar su petición de misericordia. Salmo 39. Una petición de poder. Este parece ser una secuela al salmo anterior. No obstante, el autor no tiene que ser necesariamente el mismo en cada caso, ya que es la disposición de los salmos dentro de la colección lo que le da esa continuidad. Aunque de carácter penitencial, este poema no ha sido incluido con los siete salmos penitenciales. Hay unas ciertas afinidades a la experiencia de Job en el sufrimiento del salmista así como un paralelo al libro de Eclesiastés en la evaluación de la vida. 1 – 3. Una resolución de dominio propio. Guardaré mi boca. Debido al azote de Dios mencionado en el v. 10, el salmista se ve duramente tentado a quejarse contra Dios. Como Job, tiene que refrenar la tentación a acusar a Dios de injusticia. La presencia de los malos sugiere una fuente exterior de tentación y la posibilidad de hacer gran daño a la causa de los justos mediante una queja pública. 4 – 6. Oración pidiendo entendimiento. Hazme saber, Jehová. El objeto de esta oración es el conocimiento que le capacite a comprender la fragilidad y la vanidad de la vida. Airea sus sentimientos y pensamientos con respecto a la vanidad de las metas humanas. Espera poder ser vuelto a conducir a una tranquila confianza en Dios que barrerá estos vanos pensamientos. 7 – 13. Una petición de misericordia. Y ahora, Señor… líbrame. Sobre la base de su presente esperanza en Dios, puede pedir a Dios que le libre, quita de sobre mí tu plaga, oye, y déjame (en el sentido de ser librado). En tono, estas peticiones son muy diferentes de sus anteriores pensamientos. Su reconocimiento y confesión de sus pecados le ha dado un sentimiento de humildad que no era anteriormente posible. Salmo 40. Un nuevo cántico de alabanza. Aquí tenemos aún otra buena ilustración del método de compilación que ha producido nuestro actual Salterio. Una lectura del salmo evidencia rápidamente el repentino cambio de alabanza a oración contestada a petición de una liberación inmediata, v. 12. Que un nuevo salmo empieza aquí queda verificado por la utilización de los vv. 13 – 17 como Sal 70. Aunque los

503 últimos puedan haber sido sacados de este salmo en su forma presente, la identidad separada del v. 12 es evidente. 1 – 3. Una experiencia de la oración que ha recibido respuesta. Esperé… se inclinó… y oyó. Después de un período de espera, el salmista fue rescatado de gran angustia. El problema puede haber sido la enfermedad y otra situación en la que la muerte pareciera inminente. Esta experiencia le ha dado un nuevo cántico que inspirará confianza en Dios. 4, 5. El tema del cántico. Has aumentado… tus maravillas. Aunque el salmo empieza como el Sal 1 con una bienaventuranza, el tema de la bondad de Dios es el más destacado en la alabanza del salmista. Sus maravillas y sus pensamientos son demasiado grandes para ser descritos, y demasiado numerosos para ser contados. 6 – 11. La respuesta al nuevo cántico. El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado. Es el nuevo cántico y la experiencia detrás de él que lleva al salmista a mirar más allá del sistema sacrificial. Los cuatro sacrificios y ofrendas básicos del v. 6 son inaceptables para presentar una verdadera gratitud y alabanza. La profundidad de la experiencia del escritor se muestra en su abierta proclamación de la naturaleza y de la obra del Señor. El autor de Hebreos cita estas palabras como aplicables a Cristo (He 10:5 – 7). 12 – 17. Petición de liberación. Apresúrate a socorrerme. El v. 12 parece ser un eslabón para unir estos dos poemas y para servir como introducción a la petición de ayuda. Casi cada frase en esta sección se halla en otros salmos así como en el salmo 70. Esta utilización de otras fuentes aparece en violento contraste a la originalidad de los vv. 1 – 11. No obstante, la gran necesidad del salmista no es menos real. Después de rogar para recibir una atención inmediata, pide que sus enemigos sean avergonzados y confundidos, vuelvan atrás, avergüéncense, sean asolados. Pide además que los que buscan a Dios puedan verdaderamente regocijarse y engrandecer al Señor. Dándose cuenta de su propia incapacidad, está confiado en que Dios le considera y vendrá a ser su ayudador y libertador. Salmo 41. Acción de gracias por la curación y vindicación. Una persona que acaba de recuperarse de una seria enfermedad expresa aquí todo su agradecimiento a Dios. No se trata de una mera acción de gracias en tanto que está influenciado por la escuela sapiencial en los versículos introductorios y que pasa a un lamento al describir su angustiosa situación. No obstante, el peligro

526 Los atributos del Señor de bondad, amor, y fidelidad tienen que ser reconocidos por los adoradores en todo período de tiempo. Salmo 101. Un código de ética real Este salmo queda mejor clasificado como un salmo real, ya que es la declaración de principios por la cual afirma un príncipe que va a gobernar. Estos principios o resoluciones, se hallan expresados en forma de promesas a Dios, y por ello se dirigen a Él. Aunque no se menciona a ningún rey en el cuerpo de este salmo, la nobleza de expresión ciertamente concuerda con la personalidad y el carácter de David. Como un ideal de realeza, hubiera podido ser utilizado por muchos príncipes de Israel, fuera la que fuera la ocasión de su composición. 1 – 4. Resoluciones personales. Misericordia y juicio cantaré. Los principios rectores de la misericordia y del juicio forman la base de estas resoluciones. Después de declarar su determinación de elegir el camino de la integridad, el orador expresa su anhelo por una comunión más estrecha con Dios. Toma la resolución de abstenerse de maldad y de apostasía. No solamente aborrece la obra de los apóstatas, sino que promete rehusar conocer o dar abrigo a ningún mal pensamiento (v. 4). 5 – 8. Intenciones oficiales. Al que solapadamente infama a su prójimo, y lo destruiré. Manteniéndose en línea con los principios rectores de misericordia y de juicio, el orador expone sus intenciones en cuanto a qué tipo de persona le mostrará favor y a qué tipo de persona evitará o destruirá. Solamente los fieles y aquellos que caminan en su integridad conocerán su favor. Los calumniadores y los malvados destruirá, y negará su favor a los engañadores, y a los mentirosos. Actuando así limpiará los atrios reales, la ciudad real: Jerusalén, y la tierra entera. Salmo 102. Una oración en petición de ayuda. Aunque es básicamente el lamento de una persona, este salmo tiene también un elemento corporativo. Por esta razón, los comentaristas se hallan divididos en cuanto a su intención original. Una súplica claramente personal va seguida de una súplica por toda la nación. Después el salmista vuelve a pasar a su propio problema, afrontándolo a la luz de su esperanza segura para la nación. 1 – 11. El sufrimiento del salmista.

SALMO 100:5 – 103:10 Jehová, escucha mi oración. El profundo sentimiento de urgencia que siente el salmista hace que este clamor sea especialmente amargo. Precisa de una respuesta inmediata. Está sufriendo de una enfermedad que le ha producido una ansiedad mental, y sus enemigos se han aprovechado de su condición. Todo este sufrimiento cree él, se debe a la ira de Dios. 12 – 22. La restauración de la nación. Más tú, oh Jehová, permanecerás para siempre. En contraste a la naturaleza transitoria del salmista (v. 11). 23 – 28. La certeza del salmista. Ellos perecerán, pero tú permaneces. Aunque el orador vuelve a pasar a su sufrimiento y a su debilidad, consigue certeza de la esperanza de su nación en el Señor. Incluso cuando toda la creación haya pasado, Dios permanecerá. Los vv. 25 – 27 son aplicados a Cristo el Señor en He 1:10 – 12 (cp. He 13:8). Entretanto, Su eternidad garantiza la liberación y la permanencia del pueblo del salmista. Salmo 103. Un himno de alabanza llena de agradecimiento. Este himno de alabanza no tiene su igual en toda la literatura universal. Parece ser la expresión de un individuo, aunque algunos comentaristas hallan aquí una voz corporativa. El salmista trata primero de mover su propio espíritu para que ofrezca alabanza y acción de gracias a Dios, y después los espíritus de los otros. Sus palabras están intocadas por el dolor, la queja o la tristeza. La forma de expresión y la profundidad de conocimiento son notables para uno que vivió antes de la venida de Cristo. 1 – 5. Alabanza por las bendiciones personales. Bendice, alma mía, a Jehová. El salmista se dirige primero una exhortación a sí mismo. En el término traducido alma (nepesh) así como en la expresión paralela, todo mi ser, se refiere a él mismo en toda su integridad. Al mover ahora a su ser interno al recuerdo, rememora todos los beneficios que ha recibido. Nótese la intensidad de las palabras: perdona, sana, redime, corona, sacia, y rejuvenece. 6 – 10. Alabanza por las bendiciones nacionales. Jehová es el que hace justicia y derecho. Dios no es solamente justo y recto en sí mismo, sino que además se ocupa activamente en actos de justicia y de derecho a favor de los oprimidos. Así como el Señor ha coronado al salmista con misericordias (hesed, v. 4), se ha demostrado en la historia de Israel como grande en bondad y misericordia. Esto se puede observar abundan

SALMO 119:1 - 112 Salmo 119. La Torá de Jehová Esencialmente un poema didáctico, este salmo adopta la forma de un testimonio personal. Aunque el poema contiene alusiones a la persecución y muestra ciertas características de lamento, su principal propósito es el de glorificar la Torá (la ley o enseñanza de Dios). El salmista dirige casi cada uno de los versículos a Dios, utilizando muchas formas de petición. Al mismo tiempo, utiliza algún sinónimo para la ley en todos los versículos menos en siete. Los sinónimos son: ley, testimonios, preceptos, juicios, mandamientos, estatutos, dichos, palabra, y camino. Es posible que al emplear todos estos términos para referirse a la Torá de Dios estuviese siguiendo la indicación del Sal 19:7 – 9, donde se utilizan seis de estos sinónimos para la ley. El principio acróstico se halla muy desarrollado en este salmo, empleando las veintidós letras del alfabeto hebreo. Cada estrofa está compuesta de ocho líneas, que empiezan con la letra característica de aquella estrofa. Esta disposición artificial, pero artística, resulta en una cierta monotonía en la gran repetición de palabras y de frases. No obstante, esta monotonía es vencida por la intensidad de la propia devoción del salmista a las enseñanzas de Dios. 1 – 8. La bendición de la obediencia. Bienaventurados… los que andan en la ley de Jehová. El tema del salmo queda aquí claramente expuesto. Nótese que la mayor parte de los sinónimos se emplean ya en esta primera estrofa. 9 – 16. El camino de la pureza. ¿Con qué limpiará el joven su camino? La pregunta y la respuesta se mantienen en la línea de énfasis de los escritores sapienciales. La respuesta a los problemas de la juventud en cualquier período de la historia es oír la Palabra de Dios meditando en ella (v. 15) y guardándola en la memoria (v. 11) y testificando de ella a otros (v. 13). 17 – 24. El deleite de la experiencia. Tus testimonios son mi delicia. Esta delicia está basada en su experiencia pasada con Dios en tiempos de persecución. Se ve una nota de tristeza y de anhelo en esta estrofa, pero la sección termina con delicia. 25 – 32. La fuerza en el entendimiento. Vivifícame… enséñame… hazme entender. El peligro que afronta el salmista le hace pedir fortaleza y consuelo. Se da cuenta que la vivificación que desea viene de entender las enseñanzas de Dios. 33 – 40. La necesidad de ser conducido. Enséñame… y lo guardaré. Frase tras frase, el orador ruega a Dios por Su conducción en el ordenamiento de

533 su vida y en ser guardado de la necedad. 41 – 48. La valentía del testimonio. Venga a mí tu misericordia. Esta petición de ayuda no es egoísta; está inspirada por el deseo de dar respuesta a mi avergonzador. El orador declara además que dará testimonio a reyes sin avergonzarse. 49 – 56. La fuente de todo consuelo. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo… ella es mi consuelo. En el tiempo de aflicción, las enseñanzas de Dios han sido su apoyo y cánticos… en la casa donde fui extranjero. 57 – 64. La resolución de la fidelidad. He dicho que guardaré tus palabras. La meditación acerca de sus caminos le llevó al punto en que podía dirigir sus pies hacia los testimonios de Dios. Su gratitud es evidente en su promesa de levantarse a medianoche para dar las gracias a Dios. 65 – 72. La disciplina de la aflicción. Bueno me es haber sido humillado. Habiéndose extraviado antes de su aflicción, el salmista ve ahora un propósito beneficente en su sufrimiento. 73 – 80. La justicia de la retribución. Sean avergonzados los soberbios. Después de proclamar de nuevo su deseo de entendimiento, ruega por las bendiciones de Dios sobre sí mismo y vergüenza sobre sus enemigos. Su deseo último es que él pueda fortalecer la fe de otros. 81 – 88. La esperanza en la oscuridad. Desfallece mi alma… espero en tu palabra. En una sucesión de sollozos, expresa su esperanza y su determinación en su hora más oscura. Con cada ruego pidiendo consuelo expresa su decisión de ser fiel. 89 – 96. El triunfo de la fe. Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido (v. 92). La esperanza de la estrofa anterior se transforma aquí en una victoria asegurada. Afirma que nunca olvidará los preceptos de Dios ya que con ellos me has vivificado. 97 – 104. El gozo del entendimiento. ¡Oh cuánto amo yo tu ley! Sin las peticiones usuales, el salmista describe cómo su estudio de la ley divina le ha hecho más sabio y más comprensivo que sus enemigos, sus maestros, y los ancianos. El énfasis aquí es sobre la ley misma, la fuente de conocimiento, y no sobre la inteligencia propia. 105 – 112. La luz de la vida. Lámpara es… tu palabra, y lumbrera… Su peregrinación a través de la vida se halla bajo la conducción de las enseñanzas de Dios. Así, él pronuncia el voto de seguir la luz sea donde sea que ella lleve y a pesar de todos los peligros que pueda afrontar.

SALMO 128:6 – 132:1 bendición disfrutada por el que teme a Dios viene de más allá de los límites de su casa, desde Sion. La naturaleza corporativa de la sociedad de Israel se ve en la adaptación de este salmo para la adoración pública. Como el Sal 125, este cierra con la breve oración: Paz sea sobre Israel. Salmo 129. El ruego del Israel sufriente. Este es un lamento de la comunidad, con sobretonos de confianza y de certeza. Se presentan las características de un cántico de esperanza, pero quedan ensombrecidas por la queja y ruego del lamento. Repasando angustias pasadas, el salmista llega a la confianza, en tanto que sus ruegos con respecto al futuro le dan la certeza del alivio. 1 – 4. Las aflicciones pasadas de Israel. Mucho me han angustiado desde mi juventud. La larga historia de las angustias de Israel queda comprimida por el salmista a una afirmación. Desde la época del éxodo (la juventud de Israel) hasta entonces, la nación ha sufrido numerosas aflicciones de parte de muchos enemigos. Se utilizan dos metáforas para ilustrar esta aflicción: Las marcas de los látigos sobre sus espaldas son asemejadas a largos surcos hechos por un arado; y las cuerdas de sus opresores son asemejadas a las coyundas utilizadas para ligar a los bueyes. No obstante, el Señor manifestó su justicia al cortar las coyundas y al liberar a su pueblo. 5 – 8. La futura esperanza de Israel. Serán avergonzados. En una imprecación sobre aquellos que aborrecen a Sión, el orador expresa el deseo de que el enemigo pueda ser avergonzado y vuelto atrás. Entonces se emplea un prolongado símil para pedir que los malvados planes del enemigo sean torcidos. La hierba que crecía en los tejados se secaba rápidamente debido a que la tierra en ellos era demasiado poco profunda para sus raíces. No podía ser tomada por un segador ni atada en gavillas. No recibía siquiera la bendición acostumbrada de los que pasaban al lado. Salmo 130. El redentor de los peregrinos. Aquí una persona pronuncia una oración penitencial como su ruego personal en pos del perdón. El ruego final para otros en la familia de Israel no hace que este salmo sea corporativo, sino que al revés enfatiza la naturaleza personal de la petición del orador. No obstante, ya que las angustias y la desesperanza del salmista eran compartidos por la nación, el salmo vino a ser apropiado para los grupos de peregrinos en la sociedad post-exílica. 1, 2. El clamor del penitente. De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. El orador está todavía clamando desde lo profundo cuando finaliza el salmo, pero ha expresado con claridad su certeza y esperanza.

537 3, 4. La certeza del perdón. Pero en ti hay perdón. La universalidad del pecado es tratada de una manera poderosa en la afirmación de que nadie pudiera ser justificado si Dios señalara cada pecado en lugar de borrarlos. La única esperanza se halla en el perdón de Dios, que a su vez aviva el sentimiento de maravilla en el pecador perdonado. 5, 6. La expectativa de la esperanza. Esperé yo a Jehová… en su palabra. El sentimiento de expectación queda intensamente enfatizado por la repetición de frases. Todo el ser del orador (su alma) se halla dedicado a una diligente espera. Espera por el Señor más que los centinelas a la mañana cuando está de guardia en las murallas, esperando el alivio del cambio de la guardia. 7, 8. La aplicación a Israel. Espere Israel a Jehová. Los pensamientos del salmista se dirigen a otros que precisan compartir su entusiasta confianza. En vista de la misericordia y abundante redención del Señor, puede afirmar que Dios redimirá a Israel de todos sus pecados. Salmo 131. La compostura de los peregrinos. Aunque se trata esencialmente de un cántico de confianza, esta composición literaria se lee como una confesión. La imagen de la humilde resignación a la conducción de Dios ejemplifica un profundo sentimiento de disciplina personal. En tanto que algunos intérpretes tratan este salmo como una expresión corporativa, la petición final por Israel sugiere que es una voz individual la que habla coherentemente a lo largo de todo el salmo. Era sólo natural que una hermosa expresión como ésta de humildad llegara a ser un cántico popular para los peregrinos. 1, 2. Un espíritu de humildad. Jehová, no se ha envanecido mi corazón. Después de una larga lucha, el salmista ha sido destetado de sus deseos presuntuosos y de su excesivo orgullo. Puede declararse ahora libre de las anteriores actitudes de enaltecimiento y de ambición irrefrenable. Ha acallado, o serenado, su alma o ser interior de manera que se asemeja ahora a un niño destetado sobre la falda de su madre, ya no preocupándose más por su leche. 3. Un deseo para Israel. Espera, oh Israel. Como en el salmo precedente, aquí el escritor expresa su deseo de que otros en Israel puedan venir a conocer esta paz interna. Salmo 132. La certeza de los peregrinos. Singular entre los cánticos que conforman la colección para los peregrinos, este salmo parece haber sido inclui-

552 que los pecadores ridiculizaban a la santidad. La Septuaginta griega traduce bien a necios como impíos. B. La mujer recta, la Sabiduría, frente a la mujer mala. 1:8 – 9:18. En esta sección queda hermosamente ilustrado el método de enseñanza por contraste. En secciones extensas, la sabiduría personificada es puesta en enfrentamiento al pecado (ver introducción, La enseñanza de Proverbios). 11. Pongamos asechanzas para derramar sangre… al inocente. El motivo, como se muestra, es el del robo, pero esta banda sugiere abiertamente el asesinato con fin de conseguir botín. 12. Vivos como el Seol. Esta expresión se halla en Nm 16:30, 33; Sal 55:15. El primer pasaje afirma que Coré y su compañía fueron tragados vivos por la tierra que se abrió. El último expresa una maldición para que aquellos descendieran “vivos” a la tumba. Estos hombres de Pr 1:11 – 14 asesinarían con presteza. Estaban dispuestos a dar muerte a hombres enteros, esto es, saludables. Seol, en heb. She’ol. Este escritor cree que este término simplemente significa “tumba”. Se utiliza en nueve ocasiones en proverbios, tres veces para referirse a los resultados del adulterio. Cp. 5:5; 7:27; 9:18, donde se hace paralelo a “muerte” y a “los muertos”. Al menos en 1:12 el énfasis recae simplemente en el asesinato. No hay aquí ninguna indicación acerca de la vida de ultratumba de las víctimas. Con esto no se niega que hubiera una creencia en la vida de ultratumba y en la resurrección entre los hebreos, sino que solo se quiere decir que esta palabra tan discutida puede haber tenido un significado más simple que el que se le da a veces. (Ver R. Laird Harris, “The Meaning of Sheol in the Old Testament”, The Evangelical Theological Society Bulletin, (Vol. IV, 1961, Nº 4). 16. Sus pies. Idéntico a Is 59:7. Es posible que Isaías cite de aquí, o es posible que se tratara de una expresión común. Ver comentarios sobre 30:5 para otras citas halladas en Proverbios de otros pasajes del AT. 22. Oh simples. Evidentemente aquellos que se hallan en pecado. La palabra burladores se utiliza en el Sal. 1:1 en paralelo con malos y pecadores, aunque en RV se traduce como “escarnecedores”. Cp. com. Sobre 3:34. 25. Sino que desechasteis. Esto debiera traducirse como Y desechasteis. Los vv. 24 y 25 dan la razón como una prótasis; la apódosis o conclusión se halla en el versículo 26. Cuando rehusamos la invitación del Señor, llega el momento en

PROVERBIOS 1:7 – 2:18 que cierra la puerta de la gracia. 32. El desvío. La palabra se refiere generalmente a la apostasía, un apartarse de Dios. 2:1. Hijo mío. En los primeros siete caps. Aparece esta designación trece veces. Es de ayuda para demostrar que la unidad de esta sección, 1:1 – 9:18. 6. Jehová da la sabiduría. Aquí se ilustra la naturaleza esencialmente religiosa de la exhortación. 13. Sendas tenebrosas. Los vv. 12 – 15 hablan de la maldad en general. Esto queda aptamente tipificado por la expresión sendas tenebrosas. Es todavía cierto que el crimen florece en la oscuridad. El contraste se expresa en 4:18, 19, donde el camino de los justos es comparado con la luz, y el de los malvados con las tinieblas (no obstante, una palabra hebrea distinta a la de 2:13). La figura ética de la luz y de las tinieblas aparece también en Isaías 5:20; Sal 43:3; y en unos otros pocos lugares donde el contraste es menos claro. No es común en el AT, pero se halla en los rollos del Mar Muerto y en el NT. 16. La mujer extraña… la ajena. Estas dos expresiones se refieren a la mujer “disoluta”. Las palabras significan, básicamente, “extraña” y “foránea”, pero en Proverbios es evidente que se implica la inmoralidad. En otros pasajes del AT no es así. Rut se denomina a sí misma como “extranjero” (Rut 2:10). Estas expresiones, cuando se utilizan en Proverbios, son eufemismos para zônâ, “una prostituta”, palabra esta que raramente se utiliza en este libro. 17. El compañero de su juventud. El marido de ella. El pacto de su Dios. Probablemente una interesante referencia a la sanción divina de los votos matrimoniales. 18. Su casa está inclinada a la muerte. La traducción es difícil en cuanto a su detalle, pero el significado es claro por su paralelo: la paga del pecado es la muerte. El mismo pensamiento se repite en palabras muy similares en 5:5; 7:27; 9:18. El más cercano es 7:27, que dice que su casa es camino al Seol, que conduce a las cámaras de la muerte; esto es, el adulterio es algo fatal. Es difícil, no obstante, tomar su casa como el sujeto de se inclina en 2:18, porque “casa” es masculino en heb., y el verbo shûah es femenino. Toy (The book of Proverbs, ICC., ad loc.) lo deriva por ello de un verbo similar con las mismas consonantes, shahah, “estar inclinado”. Esto es posible que sea correcto. Los muertos. En heb. repaîm, traducido por algunos como sombras (así la RSV, BLA, margen y Berkeley) o espectros del mundo subterráneo. Su etimología es incierta. Se utiliza en varias ocasiones en ugarítico (C.H. Gordon, Ugaritic Handbook, glosario), y allí se pone en paralelo con las “deidades”. Esta utilización no es muy

572 16.17. Detén tu pie de la casa de tu vecino. El v. 16 sirve como marco al 17. Los dos versículos se hallan ligados por el verbo hastiado. 18. Falso testimonio. Las palabras del 18a citan el noveno mandamiento. Para otras citas, ver 30:5. 20. Sobre el jabón echa vinagre. La química que hayamos aquí es sencilla e interesante. Jabón es la antigua palabra castellana “sosa”, que se recogía de los lagos alcalinos de Egipto. En egipcio era llamado “natrón”. La reacción hace que el dióxido carbónico se desprenda violentamente. El símil no enfatiza “alegría”, como dice Oesterley, sino violencia. La RSV sigue a la LXX, traduciendo “herida”, pero es posible que la LXX no comprenda bien la química de este asunto. La nota de pie de la RSV dice, extrañamente: “Heb. lye (lejía)”. Esto no concordaría ni con la química ni con el vocabulario. El natrón egipcio fue una fuente importante de sosa hasta que Napoleón, dándose cuenta de su valor en su campaña egipcia, ofreció un premio por su síntesis industrial. 21, 22. El que te aborrece. Ver notas sobre 24:17. Citado en Ro 12:20 en la forma dada por la LXX, que sigue estrechamente al hebreo. 24. Mujer rencillosa. Paralelo a 21:9. Una mujer de discordias. Ver nota sobre 19:13. 26. El justo que cae. El verbo heb. significa ser movido. Delitzsch, Oesterley, y Fritsch lo interpretan rectamente como refiriéndose a la defección moral. 27. Buscar la propia gloria. El v. es difícil de entender, aunque las palabras, tal como están, no son difíciles. La mayor parte de los escritores afirman que este versículo está tan retocado que no tiene sentido (Fritsch, Oesterley y Toy). Sería igual de lógico decir que hay un modismo escondido en la resumida expresión que se nos escapa. Greenstone sigue a la RV. Delitzch cambia algunas vocales para llegar a conseguir: investigar cosas recónditas es un honor. 28. Cuyo espíritu no tiene rienda. Muy similar a 16:32. 26:1. Al necio. Los vv. 1 – 12 constituyen una subsección acerca de la temática de los necios. Ver exégesis de 10:8. Lo que aquí se trata es la insensatez moral. 4, 5. Nunca respondas al necio. Un caso famoso de aparente contradicción, no real. El equilibrio se debe al contraste artístico de Proverbios, no a un error. En un sentido se debiera dar respuesta al necio, en otro sentido, no. ¡Estos versículos hicieron que algunos rabinos judíos antiguos pusieran en tela de juicio la canonicidad de Proverbios! Pero mentes más sobrias penetraron a través de la dificultad.

PROVERBIOS 25:16 – 27:16 8. La honda. No es la palabra normal para “honda”. Quizás: “como el que pone piedras en un montón”. 10. Este es un v. del que todos los comentarios admiten la dificultad. No obstante, la RV da el texto más probable. 11. Como perro que vuelve a su vómito. Citado en 2 P 2:22. 12. Hombre sabio en su propia opinión. Esta actitud de soberbia es repetidamente expuesta como pecado (3:7, 26:5, 15; 28:11). Esta actitud de soberbia es repetidamente expuesta como pecado (3:7; 26:5, 15; 28:11). Es incluso posible que esta sea la línea culminante después de toda la discusión acerca del necio; esto es, que un soberbio es aún peor. 13 – 16. El perezoso. Ver com. Sobre 6:6. 15. Mete el perezoso su mano. Prácticamente idéntico a 19:24. 17. Se deja llevar de la ira en pleito ajeno. El heb. dice: ober mit’ abber, “yendo de paso y enojándose”. La RV, siguiendo la Siríaca y la Vulgata, vierte como si la palabra fuera mit areb. Es probable que Delitzsch esté en lo cierto al hacer que “pasando” se refiera al perro (de la misma manera lo indica Oesterley). “Como uno que toma a un perro que pasa por las orejas” es el que se enoja con el pleito ajeno. 22. Chismoso. Este v. es como el 18:8. Ver com. Sobre 20:19. 23. Escoria de plata. Una nueva palabra para vidriado de cerámica hallada en la literatura ugarítica explica este versículo. Las dos palabras “escoria de plata”, kesep sîgîm, debieran ser una sola palabra, “como envidriado”, con las consonantes kspsg (cp. H.L. Ginsberg, “The North Canaanite Mith of Anath and Aqhat”, BASOR, Nº 98 (Abril, 1945), p. 21, y W.F. Albright, “A 26:23”, ibid., pp. 24, 25). 24. El que odia. Repetido en 26:26 como lema para expander el pensamiento. 27:1. No te jactes del día de mañana. Un pensamiento común, pero solemne. Oesterley da un paralelo de la Sabiduría de Amen-em-Opet, que difiere solamente un poco de la cita de ANET, p. 423 (cap. XIX. 23.13). El paralelo general puede, no obstante, admitirse. 2. Alábete el extraño. Alabar es la misma palabra hebrea que “jactar” en v. 1. 12. Los simples. Este v. es paralelo a 22:3. 13. Quítale la ropa. Paralelo a 20:16. 14. Bendice a su amigo. La mayor parte de escritores afirman que esta bendición insincera, excesivamente patente, es una maldición. Es probable que tengamos aquí un sentido contrario de “bendecir”, significando “maldecir” (ver los léxicos). ¡Una maldición matutina llegará a casa a la noche! 15. Gotera continua. Muy similar a 19:13. 16. Refrenar el viento. El pensamiento de algo imposible. Mejor, el que atesora, atesora viento, esto es, carece de valor. Toy y Oesterley declaran que la última parte del

PROVERBIOS 30:15 – 31:6 sobre el v.17. Las dos insaciables hijas de la sanguijuela en el v. 15 simplemente forman un marco para el 3 y el 4 del 15 y del 16. ¡El sabio sabía contar! 17. Escarnece a su padre. Un versículo aislado, fuera de lugar, a decir de Oesterley y Fritsch. Como se ha señalado anteriormente, forma parte de una secuencia regular: 2 más 3, y 4. El escarnio del padre y el menosprecio a la madre son el marco a los tres y cuatro de los vv. 18 – 20. 19. El rastro del hombre en la doncella. Esta doncella es la famosa palabra almâ, “virgen”, utilizada en Is 7:14; Gn 24:43 (de Rebeca); Éx 2:8 (de Miriam); Sal 68:25; y Cant 1:3; 6:8 (donde las “virgenes2 son distinguidas de las reinas y de las concubinas). La palabra nunca se refiere a una mujer casada. En el caso de la niña Miriam, difícilmente pudiera referirse a una joven casadera. Significa una virgen y una virgen joven. La raíz significa “esconder”. Probablemente la palabra se refiera a una doncella guardada todavía en casa de su padre. Toy, Oesterley, Fritsch, y Greenstone toman la postura de que nuestro versículo no trata de las maravillas del cortejamiento, sino los misterios de la procreación. Pero Delitzsch señala que hay otras palabras – “macho y hembra”, u “hombre y mujer” para expresar esto. Aquí las palabras son, lit., hombre fuerte y doncella. Delitzsch toma el proverbio como una referencia a pecado, inmoralidad escondida. No obstante, parece que la “virgen” parece estar en contraste con la adúltera del v. 20. Y el adulterio como es repetidamente presentado en Proverbios nunca se presenta como una cosa demasiado maravillosa (VM). No parece haber ninguna razón por la que no se pueda mantener una postura más romántica: Maravillosos son los caminos del cortejamiento, finalizando en último término en los misterios del amor y del engendramiento de la vida. 21 – 31. Tenemos aquí tres grupos de proverbios acerca de la autoridad y de la realeza. El quid de los dos primeros no es muy claro, pero cada uno de los tres tiene alguna referencia al rey. Es posible que los dos primeros sirvan especialmente de marco al último. 23. La sierva cuando hereda. Una situación invertida, como el siervo cuando llega a rey. 25. Las hormigas. Ver com. Sobre 6:6 – 8. 26. Los conejos. No conejos, que no viven en las rocas, sino evidentemente unos tejones de los acantilados, unos animales pequeños peculiares. Estos son clasificados como inmundos en la ley mosaica (Lv 11:5; Dt 14:7), debido a que rumia. Algunos han presentado la objeción de que estos animales no son rumiantes y que solamente parece que

575 rumien. No obstante, es probable que la clasificación de Levítico no está destinada a ser una descripción científica de los rumiantes, sino solamente una clasificación basada en los hábitos fácilmente observados de masticación de estos tejones de acantilado. El hebreo puede no significar más que esto. 27. Las langostas. No la cicada, o langosta del año decimoséptimo, sino un tipo de saltamontes. 28. Araña. Las opiniones divergen acerca de la traducción de esta palabra, pero Delitzsch da un buen argumento para el significado de “lagarto”: un animal pequeño que se puede tomar en las manos, y que invade el palacio de los reyes. 31. El galgo (VM). El significado de la palabra hebrea es incierto. La RSV dice: gallo galopante, pero Delitzsch argumenta a favor de galgo de una forma razonable. Resiste. La palabra hebrea es desconocida. La LXX, hablando públicamente delante de su nación, es otra variante ni mejor ni peor que las que podamos obtener. B. Las palabras de Lemuel. 31:1 – 9. La LXX omite el nombre de Lemuel en 1 y 4. La Siríaca lo vierte como Muel. 1. Profecía. Esta es la palabra para un oráculo profético. Pero pudiera ser el nombre de un lugar (RVA, Lemuel, rey de Masá). Es difícil darse cuenta de la ausencia del artículo con “rey”, pero no hay artículos en esta sección, quizás debido a la influencia aramea. Parece más fácil traducir la primera parte como un título: “Las palabras del rey Lemuel, una profecía, las palabras que su madre le enseñó”. 2. ¿Qué, hijo mío? En tres ocasiones se utiliza la palabra “hijo” en la forma aramea bar, como en el Sal 2:12. 3. Reyes. De nuevo, en forma aramea. 4. No es de los reyes. La elección del negativo es peculiar, como en 12:28. La LXX sigue un texto diferente, pero el hebreo parece preferible. Delitzsch sugiere la traducción: “Que no sea…” Es la lectura más difícil y, como se acepta generalmente, la lectura más difícil es la generalmente adoptada. 6. Dad la sidra. O bebida fuerte. Como se ha mencionado en 23:31, no se trata de una permisión de beber moderadamente, como sugiere Fritsch, ni de un consejo cínico (Oesterley). Puede que recomiende el alcohol como una droga (Toy). Delitzsch menciona el vino ofrecido por las mujeres nobles en Jerusalén en las ejecuciones sobre la base de este versículo (cp. Mr 15:23). Más probable, es que es un negativo comparativo (cp. 8:10): Sin fijarte, ni pensar en los demás, tu no

592 y dignidad real magnificentes. Su interior recamado… Posiblemente signifique, su interior hecho de dones de amor. Las hijas de Jerusalén, parece, proveyeron el material para el interior del palanquín real, para mostrar el amor que sentían por el rey. 11. Ved al rey Salomón con la corona. La esposa no es mencionada por separado en este versículo; pero del hecho de que Salomón esté llevando la corona que le diera su madre, puede inferirse que ella está sentada al lado de él en el palanquín real. Debido al hecho de que Salomón tenía muchas mujeres (1 R 11:3), nos es imposible decir si lo que está registrado en esta sección se refiere o no a un evento específico en la vida del rey. No obstante, este pasaje nos habla de un día de bodas y del gran gozo que tal día trae a la pareja desposada, una alegría que es vista y compartida por otros. B. La alabanza del esposo de la belleza de la esposa. 4:1 – 15. El cap. 4 es un cántico alabando la exquisita belleza de la esposa, con unas imágenes mejor comprendidas y apreciadas por la mente oriental. 1. Para ojos como de paloma, ver sobre 1:15. El monte Galaad, una cordillera al este del Jordán, estaba muy apropiado para la ganadería (cp. Nm 32:1). Las cabras, que son a menudo de color oscuro, recostadas por las laderas de la montaña, sugieren las oscuras ondas del hermoso cabello de la muchacha. 2. En reconocimiento de la costumbre del lavado de ovejas antes del esquileo, algunos comentaristas leen este versículo: Tus dientes son como un rebaño de ovejas esquiladas que suben de ser lavadas, debido a que la comparación es para mostrar la blancura de los dientes. Ninguno de los dientes de la esposa falta, como muestra la siguiente comparación. 3. Grana es un color escarlata rico y brillante, que se obtiene de un insecto llamado kirmiz por los árabes (Westminster Dictionary of the Bible). Las mejillas de la esposa pueden ser descritas como una granada cortada, debido a que el interior de este fruto está lleno de numerosas semillas de color de rubí. 4. Como la torre de David. Esta torre, aunque ya no nos es más conocida, era evidentemente bien conocida en aquellos tiempos. La traducción exacta de las palabras traducidas en la RV edificada para armería permanece dudosa. La traducción construida con terrazas, que proviene de la Vulgata, parece la más plausible. La armería (RV), o terrazas, sobre la que cuelgan escudos (cp. Ez 27:11) puede bien sugerir joyas que lleva la esposa, que acentúan la belleza de su cuello. 5. Como gemelos de gacela.

CANTAR DE LOS CANTARES Los pechos de la esposa son juvenilmente tiernos como gemelos de una gacela. Que se apacientan entre lirios sugiere el bien formado cuerpo de la esposa, de la que salen los dos pechos. 6. Me iré al monte. Este versículo en el que el esposo hace una digresión en medio de su descripción de la belleza de la esposa es difícil de explicar. Algunos comentaristas mantienen que el monte de mirra y el collado del incienso son símbolos del atractivo físico de la muchacha. Un mejor enfoque parece ser el de leer aquí la intención de Salomón de reunir estos preciosos aromas con los cuales, por la noche, irá a su amada. En cuanto a hasta que apunte el día, ver 2:17. 7. En ti no hay mancha. Perfecta. Esto es el resumen de la belleza y del atractivo de la muchacha. 8. Este versículo expresa el gran deseo del rey por su esposa. Las palabras desde el Líbano indican quizás que debido a su gran deseo por ella, parece que esté lejos e inaccesible. Amana es uno de los ríos que corren hacia el este desde la cima de las montañas del Líbano (cp. 2 R 5:12). El monte Hermón, llamado Senir por los amorreos (cp. Dt 3:9) es la cumbre más alta del Líbano. 9. Para el rey la belleza de la esposa es irresistible. La designación hermana expresa cuán inexpresablemente querida le es. 10. Comparar con 1:3, 4. 11. La fragancia del Líbano, viniendo de los cedros y de otras plantas que crecían allí en abundancia, puede haber sido proverbial (cp. Os 14:6, 7). 12. Huerto cerrado. Ya que la esposa pertenece exclusivamente a Salomón, ella se asemeja a un huerto, o a un jardín, cerrado e inaccesible a todos excepto a su dueño. Igualmente se sellaban en ocasiones los pozos y las fuentes para guardar el agua, un bien que no era muy abundante en Oriente, y para mantenerla fuera del alcance de otros. 13, 14. Paraíso… con frutos suaves. Se prosigue la imagen de un jardín o huerto de delicias. Para el rey, la sunamita, a la que puede llamar suya propia, es como un jardín que le da a su propietario los frutos más escogidos. 15. Fuente de huertos. Como los versículos 13 y 14 desarrollan la primera parte del 12, así este versículo desarrolla la segunda parte de aquel versículo. Para el rey su esposa es como fuentes y corrientes que dan una abundancia de agua fresca y pura.

C. La respuesta de la esposa. 4:16. Llama a Aquilón, el viento del norte, y al Austro, viento del sur, para que soplen sobre ella, a fin de que la

696 la historia pasada de Israel que clamaba por un juicio cierto (caps. 20 – 24). A. Introducción: El llamamiento de Ezequiel. 1:1 – 3:27. 1) Superscripción. 1:1 – 3. 1. En el año treinta. Desde la época de Orígenes (185 – 254) se ha entendido esta nota cronológica como referente a la propia edad del profeta, la edad a la que empezaban los profetas su ministerio (Nm 4:3, 4), sistema de datación éste sin paralelo en la historia hebrea. Otras interpretaciones propuestas: Año trigésimo de la edad de Joaquín, 585 a.C. (Snaith); año treinta después de la reforma de Josías, 593 / 592 a.C. (así el Targum, Jerónimo, Hermann, Hölscher, L. Finkelstein; el año treinta del período entonces en vigor del jubileo (Seder Olam, Kimchi, Hitzig); el año treinta del imperio Neobabilónico. 606 / 605 a.C. (Scaliger, Ewald)… año treinta de Manasés, 667 a.C. (Torrey); el año treinta de Artajerjes III, 328 a.C. (¡sic! L. E. Browne); varias enmiendas: el año décimo tercero del reinado de Nabucodonosor, 592 a.C. (Rothstein, Bertholet); el quinto año del exilio de Joaquín, 595 / 594 a.C. (Herntrich). Albright y Howie sugieren que este fue el año trigésimo de la edición del libro de Ezequiel, tres años después del año vigésimo séptimo de 29:17, o 567 a.C., y el año trigésimo del reinado de Joaquín. Comparar 2 R 26:27. Todas las otras fechas en profecía son contadas desde el “reinado” o cautividad de Joaquín también. El mes cuatro era de mediados de junio a mediados de julio, contando a partir del primer mes, de mediados de marzo a mediados de abril. Entre los cautivos. En medio del exilio, o cautividad. La palabra hebrea gola es un nombre colectivo significando “exiliados”, o en sentido abstracto, “el exilio”. El río Quebar (Ké-bär) o Nehar-Kebär (1:1, 3; 3:15, 23; 10:15, 20, 22; 43:3). Probablemente el naru kabari, “el gran río”, “el gran canal”, un curso hidráulico artificial del Éufrates. Empezando más arriba de Babilonia, fluye hacia el sudeste, pasa a través de Nippur, una localidad de antiguos establecimientos judíos (y de la rica casa de banca Murashu E hijos, cuyos archivos [464 – 405 a.C.] contienen muchos nombres judíos), y se une de nuevo con el ëufrates más abajo de Ur. Su nombre moderno es Shatt en Nil, “El río Nilo” (ver H. V. Hilprecht, Explorations in Bible Lands in the Nineteenth Cemtury, p. 409ss.). Visiones de Dios. Incluye aquí visiones dadas por Dios y visiones en las que Dios fue visto.

EZEQUIEL 1:1 - 4 2. Rey Joaquín. El décimo-octavo, y penúltimo, rey de Judá, fue el hijo de un tiranuelo, Joacim, y nieto del piadoso Josías. Su nombre que significa “Jehová establece”, se escribe de varias formas: Yoyakin, Ez 1:2; Yehoyakin, 2 R 24:6, 8, 12, 15; 25:27a, b; Jer 52:31a, b; 2 Cr 36:8, 9; Yekonya, Jer 27:20; Qere, 28:4; 29:2; Est 2:6, 1 Cr 3:16, 17; Yekon Yahu, Jer 24:1; Konyahu, Jer 22:24, 28; 37:1. Entronizado por el faraón Necao de Egipto, reinó solamente tres meses, al cabo de los cuales fue deportado a Babilonia por Nabucodonosor en el año 597, juntamente con las clases superiores (2 R 24:8 – 16). Fue liberado por Amel Marduk (Evil Merodac), hijo de Nabucodonosor el año 560, el trigésimo séptimo de su exilio (2 R 25:27). “Las tabletas de Joaquín”, publicadas en 1939, se refieren a “Yaukin” y a sus hijos como receptores de raciones (Albright, BA, V (Dic. 1942), pp. 49 – 55). Jeremías (22:20 – 30) y Ezequiel (19:5 – 9) se muestran con simpatía hacia él. Su nieto Zorobabel se hallaba en la línea mesiánica (cp. Mt 1:11, 12; Esd 3:8; 1 Cr 3:17 – 19). El quinto año de la deportación del rey Joaquín (Junio – Julio, 592) es la primera de las catorce referencias cronológicas en el libro de Ezequiel (cp. 1:2; 3:16; 8:1; 20:1; 24:1; 26:1; 29:1; 29:17; 30:20; 31:1; 32:1; 32:17; 33:21; 40:1). Ezequiel fue el primer profeta en fechar cronológicamente sus mensajes. (Para fechas del período, cp. J. Finegan, “Nabucodonosor y Jerusalén”, JBR 25 [1957], pp. 203 – 205). 3. Ezequiel (Yehezeqe’l, “Dios fortalece”) el sacerdote. No se sabe nada de su padre Buzi. Otros profetas de ascendencia sacerdotal fueron: Samuel (1 Cr 6:28; 1 S 7:9; 11:14; 16:2ss.); Jeremías (1:1); Zacarías (1:7; Neh 12:4, 16; Esd 5:1). Vino allí sobre él la mano de Jehová. Una expresión que describe una condición que se aproxima al éxtasis profético. (Ver también 3:14, 22; 8:1; 33:22; 37:1; 40:1). Trece MSS hebreos y la Septuaginta, la Siriaca, y la Arábiga vierten: sobre mí. 2) La visión inaugural del profeta: Una teofanía. 1:4 – 28. El llamamiento de Ezequiel vino en forma de una teofanía, una manifestación de Dios en medio de una tempestad. Su visión se describe con mucho mayor detalle que las teofanías ante Moisés (Éx 33; 24:9ss.), Amós (7:15), Isaías (cap. 6), Jeremías (1:4:10), o Daniel (7:9ss.) Empieza desde abajo, describiendo en primer lugar a los cuatro seres vivientes con las cuatro alas y los cuatro rostros, combinando formas animales y humanas para hacer el carruaje del trono (vv. 4 – 14), luego de eso describe las ruedas dentro de las ruedas capacitando al

700 de Dios y que hablan de la dulzura de esta palabra están: Jer. 15:16; Dt 8:3; Sal 19:11; 119:103; Ap 10:9, 10.(Para inspiración mediante la bebida, ver 2 Esd 14:38). c) El alimento dado al profeta. 3:4 - 9. 4. Ve y entra a la casa de Israel. Este y similares pasajes (p.ej., 6:2; 7:2; 12:10, 11; 16:2; 21:7; 22:2, 3) son presentados como evidencia de que Ezequiel no residía en Babilonia y que la misión era a sus contemporáneos en Jerusalén (cp. la Introducción.) 5, 6. Habla profunda… lengua difícil. Lit., profundos de labios y pesados de lengua (cp. Éx 4:10; Is 28:11; 33:19; y para un uso similar del genitivo de especificación, ver Ez 16:26; 17:3, 6, 7). El encallecido Israel es a menudo comparado con los pocos privilegiados paganos (cp. 5:16. 17; 16:4, 5, 51; Jer 2:10. 11: Mt 11:24-27; Lc 4:24-27). 7. Toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón. (Cp. 2:4; Jer 5:3; Is 48:4.) 8. Fuerte. Quizás un juego de palabras con el nombre de Ezequiel, Dios fortalece. Cp. Jer 1:18; 15:20. 9. Como diamante, más fuerte que pedernal. El hebreo shamir es una palabra extranjera, posiblemente relacionada con la acadia asmar, “esmeril”. Se traduce también diamante (cp. Jer 17:1; Zac 7:12). Para la oposición entre el pueblo y la verdadera proposición entre el pueblo y el verdadero profeta, ver Amós 7:1017; Jer 20:7-18; 26:1-24. d) La misión del profeta. 3:10 - 15. 11. Ve y entra a los cautivos (cp. 1:1): “a los hijos de” tu pueblo. El hebreo ‘am, “pueblo”, se utiliza la mayor parte de las veces de la nación elegida. La misión del profeta era ante la casa de Israel (v. 4), pero en realidad se vio limitada a sus compañeros de exilio. Pero hace poca referencia a las circunstancias de los exiliados. 12. Y me levantó el Espíritu. Ver también 3:14; 8:3; 11:1, 24; 43:5. Estas no son referencias a levitaciones físicas, como el Bel y el Dragón, vv. 36, 39; ni tampoco a las clarividencias; sino a las experiencias místicas de un alma sumamente sensible bajo la exaltación del Espíritu. Oí detrás de mí la voz de un gran estruendo. 13. Sonido de las alas de los seres vivientes que se juntaban la una con la otra. Lit., se besaban. Sonido de gran estruendo. Lit., y un sonido de. 14. Y fui en amargura. Un acusativo adverbial (cp. 27:30). Ezequiel, en simpatía con Dios, sentía amargura y ardor de espíritu en contra de su pueblo y ante su tarea (cp. Jer 6:11; 20:7-11). Aunque el carro se había ido, sentía que la mano del Señor le

EZEQUIEL 3:4 - 22 empujaba. 15. Y vine a los cautivos en Tel-abib. En obediencia a Dios, el profeta fue a la principal colonia de exiliados junto al rio Quebar, en la antigua Tilabubu, “montículo de la inundación tempestuosa” (cp. Hilprecht, Explorations in Bible Lands, p. 411). Para los nombres de las otras colonias, ver Esd 2:59; Neh 7:61. La frase hebrea, a continuación de la palabra Quebar, dice: y que estaban morando o siguiendo el Quere, y me senté donde se sentaban. Está ausente de dos manuscritos hebreos y de la Siriaca. Y allí permanecí. . . atónito. Lit. mostrando horror, un verbo interiormente transitivo (ver G-K, no. 53d y no. 67cc; cp. Esd 9:3, 4; Dn 9:27; 11:31). e) La responsabilidad del profeta. 3:16-21. 17. Te he puesto por atalaya; Esto es, uno que vigila, o un centinela (cp. Jer 6:17; Is 57:10). El llamamiento del profeta a ser un pastor, un centinela de las almas de individuos expuesto en 18:1-32 y en 33:1-20. En el presente párrafo se consideran cuatro casos: el pecador habitual que no es advertido (v. 18), el pecador que es advertido, pero que no se arrepiente (v. 19), el justo que apostata pero que no es advertido (v. 20), y el justo que es advertido y que permanece justo (v. 21). Ezequiel es responsable de la fiel proclamación del mensaje de Dios, no de su éxito o fracaso (vv. 17—19). Morirás (v. 18), y vivirá (v. 21) no llegan hasta el nivel que les da el NT, sino que se refiere respectivamente a (1) morir en la destrucción del estado y quedar excluido del reino restaurado de Dios, y (2) ser preservado y entrar en la bendición del reino. 20. Y pusiere yo tropiezo. Esto puede solamente significar que “las tentaciones del justo se hallan bajo el control providencial de Dios” (Dummelow’s Commentary). Los hebreos escribían la tentación a Dios, reconociendo que el mismo Satanás se halla sometido a la voluntad divina (cp. Gn 22:1; Éx 4:21; Jer 6:21; contrastar con 2 S 24:1 con 1 Cr 21:1). 21. Pero si al justo amonestares. Esto sigue a las versiones, y no al TM, si le amonestares, el justo. La segunda aparición del “hombre justo” en el TM está ausente en la LXX, y en la Latina Antigua y la Siriaca. f) La limitación del profeta. 3:22-27. Algunos eruditos entienden esta sección como indicadora de un elemento patológico en Ezequiel: e infieren que el profeta sufría de catalepsia y de afasia (vv. 23, 26), y que sus compatriotas le tuvieron que atar con cuerdas después que entrara él en un estado de demencia (v. 25). Sin embargo, es mejor considerar las varias expresiones de limitaciones como figurativas de un periodo de silencio y de inactividad de parte del profeta. Es posible que Ezequiel pro-

710 3. No será pronto: edifiquemos casas. Si se le como pregunta, “¿No está cerca el tiempo de construir casas?” (lit., ¿no está cerca la construcción de casas?), tenemos un atisbo de sus consejos que iban en contra de los de los profetas. Entonces sigue un dicho popular diciendo: Esta ciudad es una olla que nos protege del fuego: y nosotros la carne, valiosa en contraste al inútil jugo echado afuera, como los exiliados en Babilonia. Pero en Jer 24 se hace la valoración exactamente opuesta del remanente en Jerusalén y de los exiliados en Caldea. 5. Vino sobre mí el Espíritu de Jehová. Solamente aquí se utiliza esta expresión en Ezequiel. El profeta fue capacitado para profetizar en tanto que seguía en trance. 6, 7. Ezequiel invierte el significado proverbio, comparando la ciudad a una olla ardiendo con los fuegos del juicio, y la carne a los muertos caídos por las calles (cp. 7:23; 22:25). 8. La espada. Los que se hallaban en Jerusalén irían a compartir la suerte de los exiliados. Para la antítesis, ver 35:6. 9. Extraños… juicios. Cp. 7:21; 5:10. 10, 11. En los límites de Israel os juzgaré; Esto es, lejos de la pretendida protección de la ciudad. El terrible juicio sobre el rey Sedequías y los lideres tuvo lugar en Ribla (ver comentario en 6:14). Cp. Jer 39:5-7; 52:5427; 2 R 25:18-21. 12. Yo soy Jehová. Este versículo repite varias de las frases características de Ezequiel. Cp. V.10; 5:6; 18:9, 17. 13. Mientras to profetizaba. Ezequiel capacitado por el Espíritu de Dios para discernir cosas a distancia y en el futuro, vio la muerte de Pelarías, uno de los veinticinco líderes. Ante ello, intercedió por el remanente de Israel (cp. 9:8) b) Esperanza para los exiliados. 11:14-21. 14. Palabras de Jehová. Cp. 6:1; 7:1; 12:1. 15. Tus hermanos, los hombres de tu parentesco. Siguiendo a la LXX, la Latina Antigua y la Siriaca, galuteka en lugar del TM ge’ullateka, “tu redención, tus parientes próximos”. Los exiliados y toda la casa de Israel, descendientes de la cautividad de Samaria en 722/721, habían sido tenidos como objetos de desprecio por parte de los habitantes de Jerusalén, que ahora pretendían la posesión de la tierra. 16. Aunque les he arrojado lejos (cp. 20:23; 28:25; 36:19) …con todo esto les seré por un pequeño santuario (lit., en pequeña medida). No en el sentido de asilo, sino como Uno mayor que el Templo, que es santificado por Su presencia (cp. Sal 84; 137:4-6; Is 8:12, 13). Incluso en las tierras adonde lleguen. Cp. 12:16; 36:20-22

EZEQUIEL 11:3 – 11:25 17. Por tanto . . . Yo os recogeré. El recogimiento de los exiliados es una frecuente promesa de Ezequiel: 20:34, 41, 42; 28:25; 29:13; 34:13; 36:24; 37:31; 38:8; 39:27; así como en los otros profetas: Jer 23:3; 29:14; 31:8. 9; 32:37; Is 43:5. 6; 54:7; 56:8; Zac 10:8, 9. Y os daré la tierra de Israel. Cp. 20:42; 28:25; 34:13; 37:21; 39:28; y en otras partes. El anhelo de estar de vuelta en la tierra de Israel, uniendo motivos patrióticos y religiosos, ha caracterizado al judaísmo a través de los siglos. 18. Los exílianos retornados eliminaran todas las abominaciones de la tierra. La adoración pura es la condición para la renovación de las verdaderas relaciones con el Señor (cp. 14:6; 18:30, 31). 19. Y les daré un corazón. Tres manuscritos hebreos y la Siriaca leen: un nuevo corazón, como en 18:31; 36:26. La LXX tiene otro corazón. En la Biblia, el corazón es considerado como el asiento de las actividades mentales del hombre, su mente, su voluntad. El espíritu es considerado como el aliento, el viento, la disposición que anima las acciones. Las dos juntas constituyen al ser interno del hombre. En el que Dios instilará una nueva energía. En lugar del “corazón de piedra”, inimpresionable, obstinado, Dios les dará un corazón de carne (cp. 36:26, 27; Jer 31:31-33), que será sensible, que responderá al toque de Dios, su don de gracia. 20. Para que . . . Me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. Ver también 14:11; 36:28; 37:33, 27. Cp. Jer 24:7; 30:22; 31:1, 33; 33:28. La comunidad del futuro se hallara compuesta de individuos convertidos. 21. Mas a aquellos cuyo corazón anda tras… abominaciones. Lit., y a los corazones de sus idolatrías y de sus abominaciones su corazón va. La Lectura más clara se obtiene con ayuda del Targum y de la Vulgata. c) Partida de la gloria divina. 11:22-25. La narración en el cap. 10 queda completada con este párrafo. 23. En medio de la ciudad. El templo se hallaba en el extremo oriental de la ciudad, pero era el foco de la vida de la ciudad. El monte que está al oriente de la ciudad, al otro lado del valle del Cedrón, o valle de Josafat, era el monte de los Olivos (cp. 2 S 15:30; Zac 14:4). Desde este monte Jesús lloró sobre la ciudad sentenciada (Lc 19:37—44). Cp. Ez 10:19; 43:1-4. 24. El Espíritu… me volvió a llevar en visión… a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Ver sobre 8:3. 25. El profeta relató a a los ancianos que estaban sentados ante él (8:1) todas las cosas que Jehová me había mostrado.

714 vivir, esto es, los impíos (cp. v. 22; Os 6:5; Jer 1:10). Contrástese la obra del verdadero profeta, expuesta en Ez 3:16-21. 20. Vendas mágicas, con que (siguiendo la Antigua Latina de Dold, la Siríaca, el Targum, y la Vulgata en lugar del TM donde (cazáis las almas, o personas (omitir con la LXX y la Siriaca, el TM al vuelo). Para, “volar”, es una palabra aramea, posiblemente una glosa. Yo las librare de vuestras manos. . . las almas, o personas que vosotros cazáis volando. Esta es la enmiendo de Cornill, leyendo el TM “el nepashin como ‘otan hopshim, “como aves” (así Ewald), en lugar del TM “para aves”. Esta puede ser también una glosa aramea como la anterior. 21. Ser cazado. Cp vv. 18. 20. 22. Por cuando entristecéis con mentiras el corazón justo, al cual yo no entristecí. Los verbos utilizados con ka’a (desalentar) y ka’ab (entristecer), respectivamente. Cornill utiliza “entristecer”, ka’ab, en ambos lugares, lectura esta que es seguida por la RV. Infundiéndole ánimo. Lit., “como para mantenerlo vivo”. Sea lo que sea que aliente el pecado, es falso (cp. Jer 23:22). 23. No veris más visión vana; esto es, falsedad, como en el v. 6. El juicio sobre los adivinos en inminente. Cp. 12:24; Mi 3:6, 7; Amós 8:11. El resultado será que Jehová será conocido en verdad. d) Idólatras consultantes a Jehová. 14:1-11. 1. Ancianos de Israel; esto, es ancianos de los exiliados (cp. 8:1; 20:1). Estos líderes, probablemente confundidos por las denuncias de Ezequiel contra los falsos profetas, vinieron a consultar acerca de Jerusalén y de su futuro. 3. Estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón. Nótese la frecuente mención de ídolos (gillulim) en el párrafo. Cp. 6:4, 5. El tropiezo de su maldad. Cp. 7:19, 20. Han ocupado sus pensamientos con la idolatría, que hace que tropiecen y caigan (cp. v. 6) 4. Cualquier hombre de la casa de Israel. Una fórmula legal (cp. Lv 17:3, 8, 10, 13; 20:2). El hombre cuyo corazón estaba dividido en su adhesión a Jehová no recibiría conocimiento a través de un profeta, sino que recibiría respuesta directamente de Jehová, con hechos. Yo Jehová responderé. Esta traducción sigue la lectura del Targum y del v. 7, bi, en lugar del TM, ba, “viniendo”. 5. Para tomar a la casa de Israel por el corazón. El Señor les llamaría a que diesen cuenta de la idolatría en que habían caído. Él no puede tolerar infidelidad secreta. 6. Aunque el profeta había señalado la ley automática de la retribución divina (v. 4), aquí dice que Dios ruega a los hombres que abandonen sus malos caminos.

EZEQUIEL 13:19 – 14:14 7. De los extranjeros que moran en Israel. Nótese el cuidado de Ezequiel por los extranjeros residentes (22:7, 29; 47:22, 23). El prosélito disfrutaba de igualdad de derechos bajo la ley y se enfrentaba a las mismas penas (Lv 17:8, 10, 13; 20:2). 8. Cp. Lv 17:8-10; 20:3, 5, 6. Señal, ejemplo de advertencia (cp. Nm 26:10; Dt 28:37, 46). Escarmiento. Esto es, un proverbio leyendo esta palabra en singular juntamente con la Siriaca y la Vulgata. 9. Cuando el profeta fuere engañado. Esto puede resultar no solamente de un auto-engañado (13:3, 6) y de inquiridores idolatras (v. 7), sino que Yo Jehová engañé al tal profeta. En el pensamiento antiguo, a menudo se pasan por alto las causas secundarias, y se atribuyen directamente los eventos a la obra del Señor. Ver Amós 3:6; Is 45:7. Cuando alguien peca contra la luz espiritual, atrae sobre sí mismo ceguera espiritual. Esto no le libra de su responsabilidad, sin embargo, debido a que siempre existe el principio de “no tendrás otros dioses delante de Mí”, Cp. 2 R 22:5-23:3. 10, 11. El profeta y el que consulta serian ambos castigados, con el doble propósito de detener a Israel de su infidelidad (cp. Is 4:4); y de restaurarla a su verdadera relación con el Señor (cp. 11:20). Los juicios tienen toda la misericordia a la vista. e) Los justos se salvarán solamente ellos, no podrán salvar la tierra llena de pecado, 14:12 - 23. 13. El profeta declara que cuando la tierra pecare, y Dios envíe uno de sus cuatros juicios (cp. 5:16, 17) contra ella - hambre (vv. 12-14), bestias feroces (vv. 15, 16), espada y guerra (vv. 17, 18), pestilencia (vv. 19, 20) - aunque los justos antiguos, Noé, Daniel y Job, se hallaron en aquella tierra, solamente podrían salvarse ellos mismos. La aplicación a Jerusalén (vv. 21-23) no halla personas justas dentro de ella. Y que unos malvados supervivientes escapen a los cuatro juicios, en aparente excepción al principio enunciado anteriormente, será una dolorosa prueba para los exiliados del justo juicio de Dios sobre Jerusalén. Rebelándose pérfidamente. Una traducción más cercana al original es traicioneramente cometiendo tracción. Ver también 15:8; 17:20; 18:24; 20:17; 39:26; Lv 5:15; 6:2. 14. Noé, Daniel y Job son citados como ejemplos de hombres justos, no hebreos, en la antigüedad. Cp. Gn 6:8; 7:1; Job 42:7-10. Virolleaud, deVaux y otros identifican al Daniel de Ezequiel con Dan’el, “juez justo de la causa de las viudas y de los huérfanos”, que

EZEQUIEL 14:14 – 16:14 es mencionado en los textos de Ras Shamra de alrededor de 1400 a.C. (Aght, 170; 2 Aqht, V:7, 8. Para una consideración extensa, cp. Ginsberg, BA 8 (1945), p. 50: Pére de Vaux, RV (1937), pp. 245, 246; W. H. Morton, “Ras Shamra — Ugarit y Exégesis del Antiguo Testamento”, Reviex and Expositor, 45 (1948), PP. 70 72). 15. Bestias feroces (cp. 5:17; Lv 26:22). Y la asolaren. Cp. Jer 9:10, 12. 6. Estos tres varones. Cp. 18:10-13; Jer 15:1-4. 17. Espada. Ver también 5:12; 6:3; 11:8; 21:3, 4; 29:8; 32:2; Lv 26:25. 19, 20. Pestilencia. Cp. 5:17; 38:22. 21 - 23. Aplicación a Jerusalén. 21. Mis cuatro juicios terribles. Cp. Jer 15:2, 3; Lv 26:22-26. Cuatro significa lo que es completo. 22. Un remanente. Supervivientes que tengan hijos e hijas (LXX, Sir., Sim., Vulg.) Cuando estos higos malos (Jer 24:8 - 10; 26:16 - 20) vengan a vosotros Babilonia, os consolaran o les reconciliarán con la justicia del castigo de Dios sobre Jerusalén. 3) Parábola de la vid. 15:1-8. La figura de Israel como vid o viña aparece frecuentemente (Gn 49:22; Dt 32:32; Os 10:1; Is 5:1-7; Jer 2:21; Ez 17:61; Sal 80:8-16). Aquí la referencia es a la vid silvestre del bosque más que a la vid cuidada de una viña. 3. ¿Tomarán de ella madera . . .? Si la vid no daba fruto, su madera no podía ser utilizada ni siquiera para hacer una estaca. 4. Además, si había sido quemada por ambos extremos, ¿servirá para obra alguna, excepto como combustible? 6. Jerusalén es la vid destinada para el fuego (5:2; 10:”, 7; 16:38-42). 7. Aunque del fuego se escaparon, fuego los consumirá. Escaparan de la ciudad incendiada, solamente para encontrarse con otra suerte (5:4; 11:9; 12:14; 23:25). 4) Alegoría de la abandonada. 16:1-63. Esta alegoría, como la del cap. 23, representa la relación entre el Señor y su pueblo en los términos de una relación esposo-esposa (cp. Os 2; Jer 2:1-3; 3:1-5). El AT raras veces utiliza esta figura o el tema padre-hijo, en tanto que en las religiones cananeas y otras religiones politeístas, es prominente el casamiento entre divinidades y mortales, y el nacimiento físico de dioses y de semidioses. Después de haberse extirpado la idolatría de la tierra de Israel, los escritores del NT podrían eficazmente presentar la relación entre Dios y los redimidos, entre Cristo y su Iglesia, bajo los símbolos de la paternidad y del maridaje (Ef 5:25, 26; 1 Jn 3:1-3). Es posible que Ezequiel tomara una historia familiar y que la desarrollara como alegoría, en línea con los gustos

715 orientales. Una niña abandonada de dudoso origen, Jerusalén, es dejada al lado del camino para que muera. Pero es rescatada por el Señor, que se convierte en su benefactor (vv. 1-7). Habiendo crecido hasta una hermosa juventud, es tomada en matrimonio por su benefactor, que viene a ser su consorte real (vv. 8-14). La soberbia reina demuestra ser totalmente infiel, y se convirtió en una ramera con los cananeos y otros paganos (vv. 15-34). El castigo por esta conducta, que es descrito en los vv. 35-43, queda justificado, ya que su depravación es peor que la de sus dos hermanas, Sodoma y Samaria (vv. 44-52). Sin embargo, el Señor da gloriosas promesas de restauración para las tres hermanas (vv. 53-58), prediciendo que la penitente Jerusalén experimentará una gloriosa reconciliación mediante un pacto eterno (vv. 59-63). a) Jerusalén como niña abandonada. 16:1-7. 2. Sus abominaciones. Especialmente la adoración a Baal y a Moloc (vv. 15-22) y la alianzas con las naciones paganas (vv. 23-34.) 3. Canaán. Mencionada en la estela de Amenhotep II (1447-1421), en las Cartas de El Amarna de alrededor de 1370 a.C., y en el antiguo encantamiento heteo (ver ANET, pp. 246, 352, 483, 484). Amorreo (Occidental). O los Amurru, una poderosa nación semítica que invadió al Creciente Fértil alrededor del 2000 a.C. Cp. Gn 13:7; 15:16; Nm 21:21-30; Jos 24:15. Hammurabi (17281686), de la primera dinastía de Babilonia, era amorreo. (Ver G.E. Mendenhall, “Mari”, BA, XI [1948], 1-19.) Hetea. Un pueblo no semítico, residente en Asia menor en el segundo milenio a.C., con contactos en Canaán desde los tiempos patriarcales hasta los salomónicos (Gn 23:10-20; 26:34; Jos 1:4; 1 S 26:6; 1 R 11:1). Acerca del Bestialismo de los heteos, consúltense G. A. Barton, Archaelogy and the Bible, pp. 423 - 426. Ezequiel estaba acentuando el paganismo en los orígenes de Israel.

4. El saldado hacía que la piel quedara más seca, lo que facilitaba la limpieza. Limpiarte (lemish ‘i) es una expresión desconocida, pero queda sugerida por el acadio y el Targum. 5. Sin embargo, esta recién nacida fue arrojada al campo abierto. El abandono de los bebés a las inclemencias de campo, para provocar la muerte de ellos, se practicaba durante la época de Cristo (2. H. Davis, Greek Papyri of the First Century, pp. 1-7). 6. Sucia; mejor, pataleando. Cinco manuscritos, la LXX, la Latina Antigua, y la Siriaca omiten la segunda parte “Si, te dije . . ., Vive”, como repetición de copista.

EZEQUIEL 16:52 – 17:22 mente, si se les compara con Jerusalén (cp. Amós 3:2). f) Gloriosas promesas de restauración para las tres hermanas. 16:53-58. 53. Yo, pues, haré volver a sus cautivos. Cp. Jer 12:14-17; 46:26; 48:47; 40:6, 39; Is 19:24. 54 - 56. Si Samaria y Sodoma fueron castigadas. ¡Cuánto mas no se merecía Jerusalén el castigo! Si Jerusalén iba a ser restaurado, era solo justo que aquellas que habían venido a ser un refrán en su boca fueron también restauradas. 57. 58. Jerusalén había venido a ser objeto de afrenta de las hijas (esto es, ciudades) de Siria (siguiendo a muchos MSS y la Siriaca, leer Edom en lugar del TM Aram, esto es, Siria) y de todas las hijas de los filisteos. La destrucción de Jerusalén, aquí proféticamente asumida, provoca un impío regocijo entre los edomitas y los filisteos (25:12-14, 15-17; Ab 10-14; Sal 137:7-8). g) Una reconciliación gloriosa y un pacto eterno. 16:59-63. 59, 60. Invalidar el pacto. Jerusalén había violado el pacto hecho en su juventud en el éxodo (cp. vv. 8, 43). Por consiguiente, tenía que sufrir; pero en los días de su arrepentimiento, Dios le dará un pacto eterno (cp. 37:26; Is 54:9, 10; 55:3; Jer 31:35, 36; 32:40; 33:20-22). Samaria y Sodoma (representadas por el mundo pagano) deberán ser incluidas en el nuevo pacto como un acto de gracia, ya que el antiguo pacto violado por Israel no las incluía. 63. Acuerdes. Jerusalén será humillada por las memorias de su indigno pasado “cuando yo perdone”, “haga expiación por ti”, Se utiliza la palabra “expiación”, kipper, con Dios como el agente (cp. Dt 21:8; Jer 18:23; Sal 78:38). La caída de Israel fue una causa de que Ezequiel se abriera al mundo gentil. Incluso naciones como la de Sodoma serán convertidas al Señor, dice Ezequiel. Similarmente declara el apóstol Pablo que “Por su caída (la de Israel) ha venido la salvación a los gentiles” (Ro 11:11, 12). “Dios los encerró a todos en desobediencia, a fin de tener misericordia de todos” (Ro 11:32).

717 3, 4 Una gran águila. El águila de grandes alas (nesher, a menudo “buitre”; Os 8:1; Lm 4:19; pero aquí “águila” es más apropiado) con grandes plumas representa aquí a Nabucodonosor. Los muchos colores es posible que indiquen las varias naciones incluidas en el imperio babilónico. Líbano es el monte de Israel; el cedro es la casa davídica (vv. 12, 22). Se presenta a Nabucodonosor llevándose a Joaquín, rey de Judá, a la tierra de mercaderes, Babilonia. 5, 6. La simiente de la tierra, nativa de la región, es Sedequías. Fue plantada en un campo bueno (la tierra de Israel), en la vecindad de aguas abundantes (Dt 8:7; 11:11), donde poseía todo tipo de ventajas naturales para su crecimiento y fructificación. Se indica la prosperidad por el hecho de que la semilla brotó, y se hizo una vid de mucho ramaje, de poca altura. . . arrojó sarmientos y echo mugrones. 7, 8 Otra gran águila. El faraón Hofra de Egipto entra en escena (Jer 44:30; 37:7). Aunque floreciendo en buen terreno, la vid (Sedequías) busco la agencia de otro poder que se le ofreciera más abundancia. 9, 10. Ezequiel pregunta: ¿Será prosperada? Como Isaías y Jeremías, Ezequiel se oponía a una alianza con Egipto (Is 30:1-5; 31:1-3; Jer 2:36). Cooke (ICC) sugiere una transposición de los vv. 9 y 10. En primer lugar Palestina debido a un viento oriental y después la destrucción por el brazo de Nabucodonosor, cuya ciudad, Babilonia, quedaba casi justo al este de Jerusalén

5) Parábola de la vid y de las dos águilas 17:1-24.

b) La interpretación de la alegoría 17:11-21. Ezequiel dirige la interpretación a la casa rebelde (v. 12), los exiliados judíos entre los que vivía. La historia de la deportación de Joaquín y del juramento de fidelidad de Sedequias (2 Cr 36:13; cp. Gn 15:918; Jer 34:8-22) se recapitula aquí. 13, 14. Nabucodonosor había sacado de la tierra a los poderosos de la tierra, los que tenían más posibilidad de incitar a loa revuelta, a fin de que Judá quedara como estado dependiente y amistoso a Babilonia. 15 - 17. Se rebeló. Sedequías violó el pacto con el rey de Babilonia, así como el pacto con el Señor (v. 19), y por consiguiente iba a morir en Babilonia sin ayuda alguna del Faraón. 21. Y todas sus tropas escogidas (RSV, siguiendo al Targum y la Siríaca) caerán delante de los ejércitos babilónicos (aquí, la RV sigue el TM).

a) La alegoría. 17:1-10. 2. El profeta propone una figura (hida; cp. Jue 14:12; 1 R 10:1) que demanda interpretación, o una parábola (mashal; cp. 24:3; Is 14:4). Que contiene una similitud o comparación.

c) la promesa de un reino nuevo y universal en Israel. 17:22-24. El Señor pone en claro que no permitirá que Su reino quede aniquilado, sino que cumplirá su promesa a la simiente de David.

726 dicho Jehová el Señor”; vv. 22-27, 28-31, 32-34, 35. 22-27. Primera amenaza de castigo. 23. Pecod, Soa y Coa (cp. Jer 50:20; Is 22:5) son identificadas con los Pukudu, Sutu, y Kutu, tribus viviendo al este del rio Tigris, cerca de su desembocadura, y todos ellos parte de su impero Caldeo. Gobernadores y capitanes. Oficiales y guerreros, siguiendo la lectura de los vv. 5, 6 y 12. Nobles. El TM traduce llamados, lo cual puede sugerir consejeros “llamados” para dar consejo. 24. Escudos. Un escudo pequeño que se llevaba en el brazo. Paveses. Un escudo muy grande. Yo pondré delante de ellos el juicio. Esto es, el juicio de Jerusalén a los caldeos (cp. 1 R 8:46). Ellos iban a juzgarla en base de sus propios crueles juicios. 25. Pondré mi cuelo contra ti. Cp. Nm 25:11. Acerca de la mutilación de una adúltera, y otras, ver el código de ley del Imperio Asirio Medio (Barton, Archaeology and the Bible), pp. 427-438, especialmente las secciones 4, 8, 9, 11-14, 40-41, 50-59. Acerca de la practica en Egipto, ver Diodorus Siculus, The Historical Library i. 78. Cp. Ez 12:13; 16:40. 26. Te despojarán de tus vestidos. Cp. 16:38, 39. 28-31. Segunda amenaza de castigo. 29. (Fruto de) tu labor; esto es, la riqueza (Jer 20:5; Sal 128:2). 31. Cáliz. Jerusalén tiene que beber del cáliz del castigo de su hermana (cp. Is. 51:17, 22, 23; Jer 25:15, 16; Hab 2:16). 32-34. Tercera amenaza de castigo. Estos versículos constituyen un poema acerca del cáliz de castigo. 34. Arrancarás tus cabellos (RSV). Una traducción libre del TM morderás sus tiestos que aparece en la LXX. Rasgarás tus pechos. Cp. Jer 25:16; Job 39:24. 35. Cuarta amenaza. 35. Lleva tú también tu lujuria (sus consecuencias). Cp. los vv. 8, 27, 44. e) Juicio de Ahola y de Aholiba. 23:36-39. Este pasaje constituye en apéndice con una descripción independiente. 36-39. Las hermanas, culpables de adulterio, idolatría. 37. La sangre de sus sacrificios de recién nacidos se hallaba en sus manos, en su adoración de los ídolos, especialmente Moloc (cp. 16:20, 21). 38. Contaminaron mi santuario del Templo y profanaron los sábados. Cp. 20:12, 13; 22:8. 39. Después de efectuar la adoración pagana, entraba como su nada hubiera pasado en la casa del Señor. Cp. Mi 3:11; Jer 7:9-11. 40-44. La prostitución de Israel en alianzas extranjeras. En estos versículos la ramera hace elaborados preparativos para dar la bienvenida a sus amantes. 40. Las mujeres pintaban sus párpados con antimonio en polvo para hacerlas parecer grandes y lustrosas (cp. 2 R 9:30; Jer 4:30; ver también el

EZEQUIEL 23:22 – 24:5 nombre de la hija de Job, Keren-hapuc, “cuerno de puntura de ojos”, (Job 42:14). 42, 43. Estos versículos son ininteligibles en el TM, y las versiones no dan lecturas satisfactorias. El v. 44 es un resumen de los versículos precedentes. Traducir cometer perversión (RSV), siguiendo la LXX en lugar del TM mujeres pervertidas. 45-49. Las adúlteras ejecutadas por los hombres justos. Hombres justos. Quizás el significado es que el sentido moral de la comunidad (no los caldeos) pasaría juicio sobre las adúlteras (cp. vv. 24, 47; 16:40). 47. Las apedrearán. El apedreamiento era el castigo para el adulterio prescrito por la Ley (cp. 1638-40; Dt 21:21). 48. Escarmentarán. Advertidas por ejemplo público (cp. el v. 10; 16:41). 49. Sobre vosotras pondrán vuestras perversidades. Así el Targum. Pagaréis los pecados. Cp. El v. 35; Lv 20:20. 5) Símbolos del asedio definitivo de Jerusalén. 24:127. a) Alegoría de la olla herrumbrosa sobre el fuego. 24:1-14. En el día en el que empezó el asedio y la captura de Jerusalén, el Señor dio al profeta una alegoría y una parábola actuada para proclamar con respecto al asedio y a la definitiva captura de la ciudad. Tenía que disponer una olla herrumbrosa (Jerusalén) sobre el juego llenarlo con agua, y echar trozos de carne (los habitantes de Jerusalén) en él. Tenía que amontonar combustible debajo de ella para hacerlo hervir tumultuosamente (el asedio y su severidad). A continuación tenía que sacar indiscriminadamente trozos de carne de la olla (la dispersión universal cuando acabara el asedio). Lo siguiente era poner la olla vacía sobre carbones a fin de que su herrumbre y su suciedad pudieran ser fundidas y consumidas (los juicios purificadores tendrían que continuar hasta mucho después de la destrucción de la ciudad). 1. El año noveno . . . mes décimo . . . diez días del mes. EL día del inicio del asedio de Jerusalén (2 R 25:1; Jer 30:1; 52:4). Enero del 587 (o 588) a.C. Durante el exilio y hasta el 518 a.C. este día fue observado con el ayuno (Zac 8:19). 3. Habla por parábola. Un mashal (cp. 17:2). Los vv. 3-5 se hallan en forma poética. La inspiración del profeta venía menudo durante sus ocupaciones ordinarias, aquí evidentemente durante el curso de preparar una comida. 5. Amontona la leña (RVA). Leer con el v. 10, en lugar de los huesos debajo de ella del TM. Cuece también sus huesos. Juntamente

EZEQUIEL 28:11 – 24 belleza. Aunque solamente un hombre, en su soberbia pretendió ser un dios. Por su pecado fue arrojado del huerto por el querube. Según la Palabra de Dios a Ezequiel, el rey de Tiro, por una ofensa similar, debía ser hecho caer. Algunos de los primeros Padres de la Iglesia interpretaron esta sección como teniendo una referencia última a la caída de Satanás o del Anticristo (cp. Is 14:4 – 20). Este punto de vista sigue siendo mantenido por algunos grupos evangélicos en la actualidad. 12. Endechas. La lamentación de Ezequiel sobre el rey de Tiro, aunque en metro qina, es más una ironía que una endecha. Eras el sello de la perfección. El TM lee, Tú eres (o fuiste) un sellamiento, o un sellador de (hotem) proporción, medida, simetría, esto es, “perfección” (toknit). Este uso no aparece en ningún otro lugar del AT, y las versiones varían considerablemente. Un manuscrito, la LXX, la Siríaca, y la Vulgata leen, Tú eres (o fuiste) el sello (hotam) de proporción, etc; como en el TM. La Siríaca y la Vulgata leen, el sello de la semejanza (tabnit) de Dios. Otra lectura propuesta es: Eras sabio en perfección (´ata hakam letaklit). 13. En Edén, en el huerto de Dios, estuviste. Nótese “monte de Dios” en los vv, 14, 16. Edén se deriva del acadio edinu, “llano”, un lugar susceptible de irrigación y de fertilidad. Es también un juego de palabras con la palabra ‘eden, “lujo, delicadeza, deleite” (Gn 49:20; Jer 51:39; Sal 8. Ver también Ez 31:9, 16). De toda piedra preciosa era tu vestidura. Se nombran nueve de las doce piedras preciosas que llevaba el sumo sacerdote en su pectoral. Ver Éx 28:17 – 30, que tiene su paralelo en Éxodo 39:10 – 13. Ver también Ap 21:19, 20. Las tres que faltan aquí son suplidas en la LXX. Trabajados en oro eran tus engastes y tus grabados (RSV). El TM lee: y (de) oro (era) la obra (mela’ka) de tus tamboriles (el contexto demanda engastes) y de tus órbitas (clavaduras, neqeb; probablemente, “grabados”. Cp. acadio y ugarítico). 14. Con un querube guardián ungido te puse. (RSV). El TM tiene Tu (´at) eres un querube. Leer con la LXX y la Siríaca. Con (‘ et) un querube. El TM lee: ungido (o “de expansión”; hápax legomenon) que cubre (da sombra) y di (puse) a ti. El santo monte de Dios. Situado en los confines del norte (Is 14:13). Para los fenicios este hubiera sido probablemente el monte Safon o Casius, entre Antioquía y Laodicea. Cp. al dios Tirio, Baal Saphon, “señor del Norte”, Piedras de fuego. Joyas muy resplandecientes (cp. Enoc 18:6 – 9; 24:1; 25:3); o, fenómenos que acompañan a la divina presencia (cp. Ez 1:13; 10:16). Cp. el huerto de

733 árboles enjoyados en la Epica de Gilgames (IX. V. vi. ANET, p. 89). 15. Perfecto eras (tamim, “íntegro, sin defecto, inocente”) … hasta que se halló en ti maldad (‘ awlata, en lugar del más usual ‘ awel). No hay referencia aquí al querube,, porque la Biblia no habla de la caída de los querubim; y los seres celestes existían antes de la creación (Job 38:7). 16. A causa de la multitud de tus contrataciones. La primera parte del versículo es probablemente una glosa del v. 5; 26:12; 27:12, 18. Anticipando el versículo 17. Por lo que yo te eché del monte de Dios. Y el querube protector te echó (RSV). Esta lectura sigue a la LXX we’ ibbedka (cp. Gn 3:24), en lugar del TM, Y yo te destruí (wa’ abbedka), oh querube que cubres (cp. Ez 28:14). 17. Tu corazón. Esta es una aplicación directa de la historia al rey, que representa a la ciudad (27:3) y a sus habitantes (27:8, 9). 18, 19. Profanaste tu santuario. El profeta predice la ruina del mismo Tiro. El rey desacró los templos que hacía de Tiro una isla santa, atrayendo la destrucción por su propio pecado. Cayó por debajo de la norma de verdad que su religión había preservado para él. F. Oráculo contra Sidón. 28:20-26. Otras maldiciones contra Sidón aparecen en Joel 3:4-8; Zac 9:2. Sidon (la actual Saida, probablemente relacionada con la deidad Sid, de la raíz sud, “cazar”) está localizada a unos 40 kilómetros al norte de Tiro. Es mencionada en las cartas del Amarna (75, 85, 149, etc.) y por Homero, Ilíada 7:290. La tribu de Aser no expulso a los sidonios (Jue 1:31; 10:12). Sidón vino más tarde a ser tributaria a su ciudad hija de Tiro (Josefo, Antigüedades. IX. 14:2). Fue destruida por Esarhadón en 677; con Tiro vino a quedar sometida al Faraón Hofra el 588; se sometió a Cambices en 526 (Herodoto VII. 89; VIII. 67); vendió cedro para la reconstrucción del Templo (Esd 3:7); fue destruida por los persas el 345; se rindió a Alejandro Magno el 333; y pasó a los romanos el 64. En varias referencias del NT es mencionado en relación con Tiro (cp. Int. al cap. 26), y Pablo tocó en su puerto (Hch 27:3). 20-23. Pon tu rostro hacia Sidón. La grandeza del Señor es reconocida por los juicios sobre Sidón. Sidón, y las otras naciones, habían sido una “espina desgarradora y un aguijón doloroso” para Israel (v. 24). 24-26. La casa de Israel. El castigo a las naciones resultara en la restauración para la casa de Israel. La providencia de Dios queda claramente marcada en estos versículos. La cautividad de Israel entre sus vecinos (v. 24),

ABDIAS Introducción

Bosquejo

Capítulo 1

INTRODUCCIÓN Título. El libro de Abdías no identifica al profeta (aparte de dar su nombre) ni hace ninguna afirmación de una fecha clara de su redacción. Aproximadamente una docena de personas reciben el nombre de Abdías en otros pasajes del Antiguo Testamento, pero ninguno de ellos se corresponde al profeta de este escrito. Su origen, posición social, y ocupación en la vida siguen siendo cosas oscuras para nosotros. El nombre del profeta significa “siervo de Jehová”, o “adorador de Jehová”. Está compuesto de 'obed, "siervo", y yâ, una forma abreviada del nombre de cuatro letras YHWH, pronunciado Adonay por los judíos piadosos, y traducido como Jehová o Yavé en las versiones en castellano. Paternidad. Los primeros nueve versículos de este libro, el más corto de todos los del Antiguo Testamento, forman un estrecho paralelo de secciones de Jeremías 49, aunque la secuencia del material es diferente (cp. Ab. vv. 1-4 con Jer. 49:14-16; Ab. Vv. 5,6 con Jer. 49:9,10; Ab. Vv. 8,9 con Jer. 49:7, 22). La cuestión es: ¿Qué profeta depende del otro? La situación más probable es que ambos escritores utilizaran una profecía anterior bien conocida. Es indudable que la disposición presente en este libro es obra de Abdías. Es evidente que todo el libro es oráculo de Jehová (1a). Fecha. La profecía de Abdías alude a una situación histórica en la que los edomitas se aliaron con los enemigos de Israel y participaron en el saqueo de Jerusalén (vv. 10-14). Jerusalén fue saqueada por los filisteos y árabes durante la época de Joram (2 Cr. 21:16,17), alrededor de mediado el siglo ix. Edom es mencionado aquí como teniendo más de un aliado (vv. 7, 11). Se sabe que Edom estuvo aliado con los babilonios y otros en la caída de Jerusalén en 587/586 a.C., y que participó en el saqueo de la ciudad. Es probable que la profecía de Abdías pueda ser situada en este período como el más ajustado a la evidencia interna. Sumario del mensaje. El tono emocional de la profecía de Abdías es intenso pero no lo suficientemente amargo como para justificar la acusación de que se trata de un himno de odio. Los intensos sentimientos del poema se hallan ceñidos por un intenso sentimiento de justicia. Uno parientes próximos

habían quebrantado los lazos que unen a tribus emparentadas, y habían cometido horrendos crímenes. ¡Sus pecados tenían que ser castigados! Los israelitas no se tomaron sobre sí mismos la empresa de castigar a los edomitas. En lugar de ello, reconocieron a Dios como el Juez de todas las naciones, y creían que Él ejecutaría la justicia sobre la base de los crímenes cometidos (v. 15). Dios es aquí considerado como universal en Su poder, de manera que ninguna nación puede escapar a su mirada escudriñadora, que lo alcanza todo. Dios está interesado en los oprimidos, y los levantará, restaurándoles lo que ha sido arrebatado de sus manos. Hay en la profecía una intensa nota de esperanza y de consolación. Sin embargo, la soberanía de Dios nunca queda fuera de la perspectiva. Él es el Juez al principio del libro, y el Rey a su final.

BOSQUEJO I. Título. Versículo 1a. II. Las naciones alineadas contra Edom. Versículo 1b. III. Citación al Enemigo Público Número Uno. Versículos 2-7. IV. Acusación sobre Edom. Versículos 8-14. A. La intención del Juez. Versículos 8, 9. B. La causa contra Edom. Versículos 10-14. V. Sentencia sobre Edom. Versículos 15-20. A. Juicio. Versículos 15, 16. B. Vindicación. Versículos 17-20. VI. Jehová será el Rey. Versículo 21.

COMENTARIO

Abdías 1 I. Título. Versículo 1a. (Ver Introducción). II. Las naciones alineadas contra Edom. Versículo 1b. La profecía de Abdías está puesta en forma de una causa criminal. Se identifica a uno que está fuera de la ley, es traído a la justicia, y recibe sentencia. Jehová el Señor es el juez que habla en contra del proscrito Edom. Hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado. Antes del juicio, los heraldos del juez han proclamado el evento a las naciones, llamándolas a que se presenten a fin de estar preparadas para la batalla (cf. Jer. 49:14).

III. Citación al Enemigo Público Número Uno. Versículos 2-7. El Juez divino hace pública su propia estimación del criminal que es aquí citado a que dé cuenta de sus actos. 2. Pequeño te he hecho. Edom se consideraba como nación superior (vs. 3, 4), pero, a los ojos de Dios, era insignificante. No sería cosa accidental que otras naciones la despreciaran; sería algo dispuesto por Dios. La fuerza del verbo hebreo se refiere no a una acción pasada sino a una acción cierta, en el futuro. Irónicamente, Edom deseaba desesperadamente ser una igual entre las naciones, pero ninguna la consideraba como tal. 3. La soberbia de tu corazón te ha engañado. La estimación que Edom tenía de sí misma estaba ampliada más allá de toda proporción con respecto a su verdadero poder. Había venido a depender en gran manera de la protección de su fortaleza montañosa natural. Las hendiduras de las peñas. La inaccesibilidad del monte Seir había hecho de aquella montaña un refugio en muchas ocasiones para los edomitas. Es una cordillera de granito, con una anchura de veinticinco a treinta y dos kilómetros, orientada de norte a sur, y con acantilados de hasta 600 metros de altura. Su fortaleza es una roca elevada, y llana, llamada Sela’ en el Antiguo Testamento, pero más generalmente conocida por el nombre de Petra. La fortaleza tenía como único acceso una estrecha barranca, con enhiestos muros de piedra. Edom habría llegado a creer que ningún enemigo tendría éxito en un ataque contra sus defensas. 4. Como águila. La fortaleza se hallaba situada tan alta sobre la montaña que es aquí asemejada a un nido de águilas entre las estrellas. Pero el Señor declara que Edom no se halla más allá de su alcance. Él la llevaría a tierra y la juzgaría en presencia de las naciones. 5. Si ladrones. . . o robadores. . . vendimiadores. Comparando con prácticas comunes, el Juez divino representa de una forma notable el fin del poder de Edom. Los ladrones y asaltantes (y los edomitas eran conocidos como tales) se llevaban normalmente como botín aquello que consideraban valioso. Asimismo, los vendimiadores solamente se llevaban los racimos maduros. Pero las fortalezas de Edom serían desgarradas y todas sus posesiones serían arrebatadas de sus escondites. 7. Tus aliados. Mediante engaños Edom sería entregada al Juez por sus propios aliados. Aquellos mismos de los que Edom se había alimentado se volverían en contra de ella. IV. Acusación sobre Edom. Versículos 8-14.

A. La intención del Juez. Versículos 8, 9. El Juez declara que tiene la intención de exponer la superficialidad de la pretensión de sabiduría y poder de Edom. 8. Los sabios no podrán conseguir la absolución de Edom. Se verán confundidos por la fuerza de los argumentos de la acusación. 9. Y tus valientes. La inteligencia y habilidad del guerrero no libraría esta vez a Edom. Teman era el principal establecimiento edomita cercano a la fortaleza, Sela’ o Petra. La justicia obtendría una clara convicción y una sentencia de muerte. B. La causa contra Edom. Versículos 10-14. La exposición de los pecados de Edom es devastadora y abrumadora. 10. La injuria hecha a tu hermano Jacob. El padre ancestral de los edomitas era Esaú, el hermano gemelo de Jacob. Aunque Jacob había perjudicado gravemente a Esaú (Gn. 25:33; 27:36), Esaú le había perdonado (Gn. 33:4). Ahora había violencia en lugar de perdón. 11. Estando tú delante. Cuando los extranjeros se llevaron al exilio a los descendientes de Jacob y capturaron la Ciudad Santa, los descendientes de Esaú no vinieron a ayudar a Judá en contra del enemigo, sino que se pusieron al lado del invasor. Edom participó en el saqueo de la ciudad. Esta situación concuerda mejor con los eventos relacionados con la caída de Jerusalén en 587/586 a.C., y el período inmediatamente siguiente. 12. Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano. En los versículos 12, 13, 14, aparece esta frase aparece en siete ocasiones: no debiste, o sus equivalentes. Marcan los crímenes específicos cometidos por los edomitas. Un pariente se veía obligado por sus lazos de sangre a ayudar a otro cuando este se hallaba en peligro. Edom rehusó ayudar a Jacob (Israel) en su aprieto. Ver Jueces 5:23 para un ejemplo de condena de parientes que no dieron ayuda en una crisis. Alegrado. Edom no se había limitado meramente a no dar ayuda, sino que además había disfrutado viendo la derrota de los israelitas. Los edomitas se habían jactado a otros acerca del hecho de que los israelitas se merecían el castigo que les había sobrevenido. Así, añadieron insulto a la injuria. 13. Entrando por la puerta de mi pueblo. Edom dejó de ser un espectador gozoso, y empezó a participar activamente en el saqueo de Jerusalén. Este crimen está enfatizado en este versículo por otras dos afirmaciones paralelas. 14. Parado en las encrucijadas. La acusación muestra a Edom primero como espectador gozoso, después como participante en el saqueo de la ciudad, y después sirviendo en las barreras en las encrucijadas de las rutas de huída de la ciudad caída, arrestando cruelmente a los fugitivos y entregándolos al

invasor como esclavos. ¡Un hecho aberrante y digno del mayor de los castigos! V. Sentencia sobre Edom. Versículos 15-20. A. Juicio. Versículos 15, 16. La acusación ha expuesto su causa contra Edom, y el juez señala ahora la base para castigar al criminal. 15. El día de Jehová. El Día de Jehová es la época del juicio de Dios sobre la maldad y la vindicación de la justicia. Dios es misericordioso, pero no tolerará indefinidamente el pecado. Cuando el pecador, sea un individuo o nación, ignora completamente el gobierno de Dios, Él interviene para juzgar y vindicar (cf. Joel 2:1; Amós 5:18-20; Sof. 1:7, 8, 14-18; Ez. 25:12-14; 35:115). Como tú hiciste, se hará contigo. Los juicios del Señor estarán basados en la justicia, no sobre capricho ni una actitud vengativa. El castigo no será ni más ni menos que lo que merezcan los crímenes cometidos. (Ver Oseas 8:7 para una pintoresca manera de afirmar el principio). La sentencia por el pecador no estará por encima de los crímenes cometidos, pero el tal debe estar seguro de que deberá sufrir por sus pecados. Históricamente, Edom vino a conocer la realidad de esta verdad. Poco después de estos sucesos, Edom fue expulsado de su hogar ancestral por los nabateos, de forma que tuvieron que desplazarse al límite occidental del mar muerto. Hebrón fue hecha la capital de su nuevo hogar en el sur de Judá. Los macabeos, especialmente Juan Hircano (cerca del 125 A.C.), sometieron y judaizaron a los edomitas. Fueron al fin destruidos por los judíos el 70 d.C. por el general romano Tito. 16. De la manera que vosotros bebisteis. . . beberán. . . todas las naciones. El dolor que acompaña al castigo es algunas veces comparado a la bebida de vino fuerte. Ver Jer. 25:15-28 para una aplicación extensa de esta analogía. Dios no haría solamente un ejemplo de Edom, sino que igualmente juzgaría a todas las naciones por sus pecados. B. Vindicación. Versículos 17-20. No solo castigaría Dios a los malvados; libraría también a los oprimidos de su miseria. 17. Pero en el monte Sion habrá un remanente que se salve. En la destrucción del monte Sion, Israel fue castigado por sus pecados; pero Israel iba también a conocer liberación. El pecado tenía que ser castigado, pero lo que Dios desea más profundamente es dar liberación a aquellos que vuelven a Él. La caída de Jerusalén trajo al reino de Judá a su fin, pero no había cesado con ello el interés de Dios por Su pueblo. Volvería a traer un remanente de la cautividad al monte Sion. Será santo. En el AT santidad significa principalmente separación hacia Dios (Dt. 7:6; Jer. 1:5), pero significa también separación de todo aquello que es inmundo (Lv. 20:7; 21:6; 22:9). El

pueblo liberado sería el pueblo de Dios, pero debían también ser limpiados de las prácticas idolátricas que habían provocado la destrucción de la nación. La casa de Jacob recuperará sus posesiones. La tierra prometida será devuelta a los exiliados que vuelvan, y los hogares y porciones de tierra que pertenecieron a sus padres volverán de nuevo a ser suyos. 18. Será fuego. . . será llama. En el Día del Señor, la relación entre Israel y Esaú quedaría invertida. La casa de Jacob. . . y la casa de José (sinónimos para Israel) serán señores sobre el monte de Esaú (Edom) y serán instrumentos en las manos de Dios para llevar a cabo el juicio divino sobre Edom. 19. Los del Neguev poseerán el monte de Esaú. Otra traducción lee: Poseerán el Neguev, esto es, el monte de Esaú. Los límites del reino davídico serán restaurados en el sur y en la Sefela de los filisteos, lo cual incluiría las ciudades de Gat, Ecrón, Asdod, Ascalón y Gaza. (Toda esta región se halla ahora dentro del territorio israelita, aunque la franja de Gaza como territorio ocupado). Luego, hacia el norte, los campos de Efraín y los campos de Samaria serían devueltos a los exiliados repatriados. La tribu de Benjamín se moverá a través del río Jordán, y reposeerá Galaad. 20. Los límites davídicos serán extendidos con la inclusión de los cananeos (fenicios) hasta Sarepta, ahora conocida como Safarand. Se halla situada entre Tiro y Sidon sobre la costa del Mediterráneo. Sefarad. Con la mayor de las probabilidades es Sardis, capital de Lidia en el Asia Menor occidental. VI. Jehová será el Rey. Versículo 21. Así como la profecía de Abdías empieza con el Señor dominando la escena, termina con la proclamación de que Él será Rey sobre todos. Salvadores. La LXX vierte: aquellos que han sido salvados; pero el hebreo parece referirse a vencedores, esto es, los exiliados reformados, que de nuevo regirán desde Jerusalén sobre la tierra de Edom. El reino será de Jehová. Los exiliados retornados se hallarán bajo un gobierno teocrático regido por el mismo Dios. Esta era la gran visión de Abdías y de otros profetas: Que Jehová Dios iba a ser Rey sobre Israel y que Él regiría el mundo desde el monte Sion (cf. Zac. 14:9-11).

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HAGEO Introducción

Capítulo 1

Bosquejo

Capítulo 2 INTRODUCCIÓN

Fecha y paternidad. El autor de este libro es la única persona del Antiguo Testamento con el nombre de Hageo (que significa "festivo" o "alegre"). El nombre puede ser indicativo de la fe de los padres del profeta de que el hijo de ellos tendría el gozo de ver cumplidas sus predicciones de restauración. Es posible que recibiera este nombre por haber nacido en alguna fiesta del calendario sagrado hebreo. Aunque es uno de los profetas del que se desconocen los detalles de su vida personal, es mencionado por Esdras (Esdras 5:1; 6:14). Fue el primero de los profetas posteriores al exilio que ministraron entre el remanente que había vuelto de la cautividad babilónica. Su profecía tiene que ser fechada evidentemente en el año 520 a.C., el segundo año de Darío rey. Probablemente, Hageo nació en el exilio a principios del siglo sexto. Su contemporáneo en el exilio profético fue Zacarías (cp. Hageo 1:1 con Zacarías 1:1; ver también Esdras 5:1; 6:14). Marco Histórico. Los profetas antes del exilio (586 a.C.) habían predicho la caída del reino judío ante el nuevo imperio babilónico. Se reveló también que después de setenta años el Señor restauraría a su pueblo a su patria (Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:2). Cuando Ciro el persa destruyó el poder de Babilonia, favoreció y promovió el retorno de los judíos a la tierra prometida para que reconstruyeran el santuario en Jerusalén. Se hacharon los cimientos del Templo, y se empezaron las obras con grandes esperanzas. Pero pronto los hostiles vecinos emplearon varias argucias para detener la obra. Esta se detuvo, pero la oposición exterior a la obra era solamente un aspecto del problema. Un estado de indiferencia se había apoderado de los cincuenta mil exiliados que habían retornado con la resolución de reconstruir la casa de Dios. Cuando Darío Histáspes subió al trono de Persia, el templo había estado sin tocar por unos dieciséis años. Hageo (y más tarde Zacarías) fue enviado por Dios para despertar al pueblo y para reprocharles por su letargo en su empresa de llevar a cabo la obra de restauración. No sería justo considerar que los mensajes de Hageo traten solamente de asuntos de construcción. Empieza desde esta perspectiva, pero prosigue para hablar de la presencia del Señor

Jesucristo, el futuro establecimiento del reino terrenal de Dios, el juicio de Dios sobre las impías potencias del mundo, y la bendición que espera a las naciones que se vuelvan a Dios.

BOSQUEJO Capítulo 1. I. Reproche de indiferencia. 1:1-4. II. Llamamiento a una seria reflexión. 1:5, 6. III. La disciplina de Dios sobre Israel. 1:7-11. IV. La obediencia de la nación. 1:12-15. Capítulo 2. I. Aliento para emprender la construcción. 2:1-5. II. Promesa de la gloria futura. 2:6-9. III. Pureza e impureza en temas levíticos. 2:10-14. IV. La aplicación de estas verdades. 2:15-19. V. La bendición futura de Dios para Zorobabel. 2:20-23.

COMENTARIO CAPÍTULO 1 I. Reproche de indiferencia. 1:1-4. 1. En el segundo año. Cp. Introducción. El profeta fecha todas sus profecías, como si guardara un diario estricto de todos los eventos importantes de la reconstrucción del Templo. En el primer día del mes. La luna nueva era una época cuando el pueblo se reunía para la adoración (como lo hacen en la actualidad los judíos ortodoxos); así constituía una ocasión apropiada para la predicación del mensaje divino de Hageo. En el mes sexto. Mes de Elul, este mes cae alrededor de septiembre. El fechado de la profecía en el reinado de un monarca gentil es un elocuente testimonio de que “los tiempos de los gentiles” habían ya empezado (cp. Lucas 21:24; Esdras 4:24). Al ir progresando las fechas a través de la profecía, se hace evidente el adelanto en la obra. Zorobabel. Su nombre significa "nacido o engendrado en Babilonia". En los relatos históricos recibe el nombre de Sesbazar (ver Esdras 1:8; 5:14, 16). Era descendiente de la dinastía davídica, nieto de Joaquín (Jeconías; 1º Crónicas 3:17, 19), y fue hecho gobernador de Judá por Ciro (Esdras 5:14). Josué. Era hijo de Josadac, que fue sumo sacerdote en la época de la invasión babilónica

(1º Crónicas 6: 15). Así la profecía de Hageo se dirige a las cabezas civil y religiosa de la nación. 2. Este pueblo. No es “Mi” pueblo, sino "este" pueblo, a fin de expresar el enojo del Señor. No ha llegado aun el tiempo. Esta era la excusa que ofrecía el pueblo por no reconstruir el Templo. Según la forma de pensar de ellos, el tiempo no era el apropiado. En realidad, la raíz de la dificultad estaba en ellos, no en algunas circunstancias externas ni en factores de tiempo. El subterfugio es evidente; ellos no pretendían que la obra no debía de llevarse a cabo, sino que no era el momento adecuado de emprenderla. Uno pensaría que un lapso de dieciséis años hubiera traído a su atención la necesidad de dedicarse a la obra. Pero los mal dispuestos siempre hallan excusas. Es difícilmente apropiado decir que estaban contando los setenta años a partir del 586 a.C. La impresión es más bien que creían que una renovación de la actividad constructora evocaría hostilidad latente de los persas, y que ello les ocasionaría problemas. 4. ¿Es para vosotros tiempo…? La ASV traduce el pronombre adicional en el original, vosotros mismos. Hageo estaba preguntando a los líderes si es que la hora no era apropiada solamente por lo que concernía a las cosas de Dios. La actividad de ellos en asuntos personales (como la edificación de casas) daba una impresión totalmente distinta. ¡Qué contraste: el Templo desolado y en ruinas al lado de las moradas ornamentadas de los que habían vuelto del exilio! La pregunta del profeta, con un golpe maestro, puso al desnudo la indiferencia, egoísmo y desobediencia de la nación. Casas artesonadas. Estas eran casas recubiertas de paneles, exquisitamente acabadas. El artesonado con cedro se hallaba en los palacios de los reyes (ver 1º Reyes 7:7; Jeremías 22:14). Ya que el maderamen caro no era común en Judá, su utilización era una marca de lujo. Desierta. Allí donde estaban sus corazones, también se hallaba el tesoro de ellos. Contrástese la indiferencia que manifestaban hacia la casa de Dios con el interés digno de encomio de David (2º Samuel 7:2). II. Llamamiento a una seria reflexión. 1:5, 6. 5. Meditad bien sobre vuestros caminos. La necesidad de la hora era la de considerar (lit., poner su corazón a) sus acciones. En el Antiguo Testamento el corazón representa comúnmente la vida pensante. Para ser agradecido uno tiene que mantener las bendiciones en mente. El llamamiento a considerar, o a meditar es un pensamiento constante para este profeta. Lo utiliza en el versículo 7 y después en dos ocasiones en 2:18. Es una

exhortación al auto-examen y juicio propio. El pueblo judío podía fácilmente evaluar la naturaleza de sus actos mediante los resultados que tenían. 6. Sembráis mucho y recogéis poco. Se agotaban hasta el máximo en el tiempo de la siembra. No ahorraban ningún esfuerzo en conseguir prosperidad. Pero sus rendimientos en la cosecha eran totalmente frustrantes. Hubieran podido darse cuenta que no podían enriquecerse a costa de Dios (cp. Levítico 26:26; Oseas 4:10; Miqueas 6:14). Os vestís. Nada parecía estar en suficientes cantidades, bien fuera alimento como bebida, o vestido. Saco roto. Los salarios eran tan pequeños que no eran nada ante las necesidades diarias; las ganancias de los trabajadores se iban pronto. No hay contradicción entre la descripción de la pobreza aquí y la descripción de las caras casas artesonadas del v.4. Como en otras sociedades, se hallaban los ricos entre la clase más pobre (coexistían). Aquella era, como toda era en la historia del hombre, ha demostrado la verdad de Mateo 6:33. Cuando Dios es olvidado, todo trabajo carece de provecho. Las civilizaciones materialistas de nuestros días necesitan ponderar esta verdad en tanta medida como cualquier otra del pasado. III. La disciplina de Dios sobre Israel. 1:7-11. 8. Subid al monte. Después de otro llamamiento a una seria meditación acerca de la condición en que se hallaban, se afirma el remedio. El pueblo tenía que dirigirse al monte, a las áreas arboladas, para conseguir madera para el Templo. Pondré en ella mi voluntad. O complacencia. Dios prometió de entrada que la obediencia tendría como resultado su aprobación. Resumiendo, Hageo está afirmando: “obedeced a Dios, y Su bendición y aprobación serán vuestras”. Seré glorificado. Aquí hay pruebas de que Dios estaba interesado, como lo estaba Hageo, con los aspectos espirituales de la reconstrucción. Salomón había orado (1 Reyes 8:30) que Dios fuera exaltado mediante la adoración de Su pueblo. Cuando descuidaron esta actividad de su vida espiritual, el resultado fue esterilidad espiritual. El Talmud babilónico afirma que faltaban cinco cosas en el Templo de Zorobabel: (1) La gloria de la Shekiná, (2) el fuego santo, (3) el arca del pacto, (4) el Urim y el Tumim, y (5) el espíritu de profecía (probablemente el Espíritu Santo). Sea lo que fuere que estuviera ausente en el Templo de la restauración, Dios prometió inequívocamente que su bendición estaría allí. 9. Buscáis mucho. Hageo vuelve al tema de las desastrosas consecuencias de la indiferencia del pueblo en cosas espirituales. Tal negligencia tenía un efecto directo sobre sus intereses personales. Aunque habían tenido las esperanzas más grandes de obtener abundantes cosechas, estas expectativas quedaron totalmente defraudadas. Eran pocos los frutos en

comparación con el trabajo invertido. Lo disiparé en un soplo. Incluso lo poco que almacenaba en el granero les sería de poca ayuda. Dios se preocuparía de que no fuera apto para el consumo o que se dispersara. Así, se informaba al pueblo que no podían atribuir los pobres rendimientos de la tierra a ninguna otra causa, tales como el prolongado descuido de la tierra durante el período de la cautividad, sino al castigo directo de Dios. ¿Por qué? ¿Cómo se había de explicar la providencia de Dios? El castigo de Dios tenía que estar provocado por los hechos de ellos. ¿En qué habían pecado? Cada uno de vosotros corre. La contestación está clara. Al buscar sus propias fortunas, habían exhibido una gran actividad; habían corrido, de hecho, para favorecer sus propios intereses egoístas, con un descuido total de los intereses del Señor. Se presenta un acusado contraste entre mi casa y su propia casa. 10. Los cielos detienen el rocío. (VM). El Señor detuvo el rocío que había sustituido a la lluvia durante los secos meses del verano, de manera que no había crecimiento en la tierra. Así Dios demostraba a las claras que Él era el supremo proveedor de alimento para Israel. 11. Y llamé la sequía. Más de una vez en la historia de Israel, Dios veía que había necesidad de llevar a la nación a la consciencia de que dependía totalmente de Él para las necesidades de la vida. Repetidamente, los maestros y profetas del Antiguo Testamento enfatizaron que en el camino de la obediencia Israel conocería el equilibrio apropiado de las fuerzas de la naturaleza para su beneficio y bendición. Dios había advertido al pueblo que si eran desobedientes, los mismos cielos se les volverían como bronce (Deuteronomio 28:23). La sequía que había enviado sobre la tierra y los montes afectaban al grano (no trigo), al vino, al aceite, y a todos los frutos de la tierra, y a todo el trabajo del hombre y del ganado. El hambre ha sido un azote temido en manos de Dios. Ver 2º Reyes 8:1; Salmos 105:16; cp. Deuteronomio 11:14; 18:4. La creación inferior se halla siempre ligada a las fortunas del hombre (Romanos 8:19-21). IV. La obediencia de la nación. 1:12-15. 12. Y oyó… la voz de Jehová su Dios. Aquí se indica una alentadora cooperación entre los conductores y el pueblo. El mensaje del profeta tuvo el resultado para el que había sido destinado. El pueblo estuvo pronto a evaluar el mensaje de Hageo en su verdadero valor: la voluntad de Dios expresada mediante su siervo. Su Dios. Dios es así designado en dos ocasiones. Parece haber aquí una implicación de que la nación se había movido a una conformidad más estrecha con la relación que sostenía con Dios como Su pueblo elegido del pacto. 13. Mensajero de Jehová, habló por mensaje de

Jehová (VM). Con una nueva percepción espiritual, el pueblo reconoció a Hageo como el portavoz de Dios, investido de autoridad divina. Yo estoy con vosotros, dice Jehová. El mensaje era corto, pero no hubiera podido ser más consolador o estimulante. En el pasado este pasaje había sido utilizado por Dios para alentar a los hombres a poderosas hazañas (p.ej., Éxodo 3:12; Jeremías 1:8) y sigue siendo la más alentadora de todas las promesas a los siervos del Señor Jesucristo alrededor del mundo (cp. Mateo 28:20). El retorno al Señor era de corazón; de otra forma esta fuerte palabra de aliento no les hubiera sido dada. 14. Y despertó Jehová. Toda buena intención y propósito del pueblo de Dios emanan del Señor. Es Él quien energiza a los hombres para que quieran y hagan Su buena voluntad (Filipenses 2:13). Espíritu. La utilización triple del término indica que la batalla se gana o se pierde en el campo de lo espiritual, no por ninguna condición favorable o poco favorable. Vinieron y trabajaron. El pueblo empezó la obra de recoger los materiales necesarios para la estructura; sin embargo, los cimientos no fueron echados sino hasta tres meses más tarde. 15. En el día veinticuatro. Hageo es cuidadoso, y provee otra fecha precisa, mostrando la importancia del asunto en el que su corazón está ocupado. Hubo un intervalo de veintitrés días entre esta fecha y la que se da en el v.1. Dios siempre toma nota de todas las características de la obediencia de sus hijos. CAPÍTULO 2 I. Aliento para emprender la construcción. 2:1-5. 1. En el mes séptimo, a los veintiún días del mes. El segundo mensaje del profeta está fechado en el séptimo día de la Fiesta de los Tabernáculos, la final fiesta de la recogida de la cosecha en el calendario hebreo (cp. Levítico 23:39-44). Aquella fiesta estaba marcada por un gran gozo (como lo está en la actualidad), y los sacrificios de acción de gracias eran más numerosos en el día final que en ningún otro día del año. Sin embargo, con una cosecha escasa y los humildes del Templo, el contraste con las condiciones anteriores tiene que haber resultado especialmente penoso. Por ello, había necesidad de dar aliento (cp. Esdras 3:12, 13). A menudo Satanás hace su ataque más poderoso sobre los hombres precisamente después de que han resuelto firmemente seguir el camino por el que el Señor los quiera conducir. El pueblo se hallaba en gran necesidad de recibir aliento, a fin de ser guardados de la desesperación. En el primer capítulo la necesidad era un mensaje a las

conciencias y a las voluntades de unas gentes indiferentes; aquí se trata de una palabra necesaria de consolación y de aliento a los corazones de una nación desesperada. 3. ¿Quién ha quedado entre vosotros. . .? Las palabras se dirigen a los conductores civiles y religiosos del remanente retornado. Dios estaba comparando el Templo de Salomón y el que ahora estaba siendo construido. Por medio de Hageo preguntaba a los líderes y al pueblo cuántos de ellos recordaban la gloria del primer edificio. Después de setenta años de exilio, es probable que fueran muy pocos los que hubieran visto el anterior Templo. ¿…como nada? La ocasión de esta pregunta del Señor se halla en el relato de Esdras 3:8-13. El registro afirma que en la fundación del segundo Templo los sacerdotes acompañaron la ceremonia con el cántico de Salmos y el toque de trompetas. La generación más joven, sin posibilidad de comparar con lo anterior, estaba entusiasmada ante el logro de la reconstrucción. Pero los más viejos que habían conocido el primer Templo glorioso lloraban abiertamente debido al acusante contraste entre ambos santuarios. Hageo dirigió esta pregunta al segundo grupo. Desde el punto de Dios solamente había una casa de Jehová en Jerusalén, bien fuera construida por salomón, Zorobabel, o más tarde por Herodes. Por ellos Dios se refirió al edificio de Salomón como “esta casa en su gloria primera”. Los pensamientos de Dios no son los del hombre, y sus juicios se hacen sobre la base de absolutos. 4-2. Esfuérzate. En la triple instrucción al príncipe, al sacerdote, y al pueblo, el Señor les ordenó a todos que fueran fuertes. Dios, que había primeramente mostrado un vívido contraste entre ambos edificios, ofrecía ahora al pueblo una dirección espiritual para la ejecución de su tarea. Su propósito al establecer la diferencia no era el de desalentarlos, sino hacerles conscientes de la magnitud de la tarea, de lo poco adecuados que eran para llevarla a cabo en sus propias energías, y de la necesidad que tenían de confiarse a la suficiencia de dios. El Señor era su fortaleza. Nuevamente, se les dio la alentadora palabra de que la presencia del Señor sería la constante porción de ellos. 5. Según el pacto que hice con vosotros. Si alguna nación de la tierra pudiera estar segura de la confiabilidad de Dios con respecto a Sus promesas, esta era Israel. Él había pactado (lit., había cortado un pacto, hablando con respecto a las víctimas que se despiezaban para ratificar un pacto; cp. Génesis 15:10) entrar en una relación permanente con los hijos de Israel cuando dejaron Egipto. El pacto que se contempla es el del Monte Sinaí (cp. Éxodo 19:5; especialmente 33:12-14). Ya que Dios había sido fiel a aquella promesa a través de todos los siglos del pasado de la historia de Israel, desde luego se podría confiar en Él en que mantendría Su palabra empeñada a los

contemporáneos del profeta Hageo. Mi Espíritu estará en medio de vosotros. Una prenda de la veracidad de la promesa era la presencia del Espíritu de Dios que entonces moraba entre ellos. Dios no los había abandonado, aunque había estado sumamente enojado con ellos por la indiferencia que le habían mostrado hacia Su amor y Sus mandamientos. No tenían nada que temer. II. Promesa de la gloria futura. 2:6-9. 6. De aquí a poco. Esta críptica expresión significa, probablemente, que falta solamente un poco de tiempo para que los eventos expuestos se hagan realidad. Yo haré temblar los cielos. Este versículo y los tres siguientes son distintivamente mesiánicos en su carácter (ver también Isaías 61:1-3; Daniel 9:24-27; Zacarías 9:9, 10). Aquí, el mensaje del profeta une detalles de la primera y de la segunda venida de Cristo, como a menudo lo hacen otras profecías del Antiguo Testamento. La predicción de la conmoción de los cielos, de la tierra, del mar, y de la tierra seca habla ciertamente de algo más que una desusada exhibición de la omnipotencia de Dios en el reino de la naturaleza; toda la atmósfera de la profecía introduce al lector en los tiempos apocalípticos. Aquí se ve a Dios una vez más interviniendo de una manera detectable y manifiesta en los asuntos de los hombres. ¿Cuál puede ser la relación de conceptos entre la afirmación en este versículo y la del v.5? El profeta alentó a los judíos a que prosiguieran con toda diligencia la obra del Templo, porque, y así les aseguraba, su Dios, el Señor de todas las naciones, mostraría antes de mucho Su poder a favor de Israel. Haría temblar el universo material y arrojaría por tierra reinos terrenos y finitos a fin de establecer el reinado final y definitivo sobre la tierra, el reino del amado Hijo de Dios. 7. Vendrá el deseado de todas las naciones. Los traductores no han estado de acuerdo en su tratamiento de las cuatro palabras hebreas de esta sección del versículo. La LXX traduce: las cosas escogidas de todas las naciones vendrán. La ASV prefiere: las cosas preciosas de todas las naciones, con la lectura marginal: las cosas deseadas (He., deseo) de todas las naciones vendrán. Otros han sugerido: los gentiles vendrán con sus cosas deleitosas, o las preciosas posesiones de los paganos. ¿Cuál es el significado que se le tiene que dar a este pasaje, si se siguen estas traducciones? La falta de esplendor y de ornamentación externa en el Templo de Zorobabel quedaría más que compensada por los dones preciosos que todos los pueblos presentarían para hacer del Templo del señor una cosa hermosa y gloriosa. Naturalmente, este tributo al señor sería ofrecido como un verdadero homenaje a Él. Se cita en favor de esta interpretación que hace justicia a la utilización del sujeto femenino singular y al verbo en plural.

Sin embargo, estará bien recordar que desde los días más tempranos la mayor parte de los intérpretes cristianos siguió la tradición judía al referirse el pasaje a la venida del Mesías de Israel. Les parece claro a estos intérpretes que el anhelo que todas las naciones tienen en común debe ser su anhelo por un Liberador, sea que se den cuenta o no de la naturaleza de su deseo o de la identidad de su verdadero cumplimiento en el Señor Jesucristo. Además, en hebreo se utiliza a menudo un nombre abstracto en lugar del concreto; así, no queda automáticamente excluida una referencia al Mesías en base de las consideraciones lingüísticas. La utilización de un verbo en plural no milita en contra de la interpretación mesiánica, porque hay casos en los que el verbo concuerda con el segundo de dos nombres. Y llenaré de gloria esta casa. Es interesante que cada morada terrenal del Dios infinito fue llenada de gloria (ver Éxodo 40:35 para el Tabernáculo de Moisés; 1º Reyes 8:10,11; 2º Crónicas 5:13, 14 para el Templo de Salomón). El Templo de Zorobabel tenía todavía que ser llenado con la gloria de la presencia de Dios el Hijo en Su encarnación (Juan 1:14), por no decir nada de la gloria de la Segunda Venida (Malaquías 3:1). El Señor predice que las naciones serán hechas temblar (no redimidas). Esta acción empezó preparatoria de la primera venida, y será consumada en la segunda aparición (Daniel 2:35, 44; Mateo 21:44). Consiguientemente, Dios llenará su casa, el Templo del futuro, con una gloria sin precedentes. 8. Mía es la plata. A fin de que el remanente no siga viéndose entorpecido por la preocupación acerca de la falta de metales preciosos en el Templo restaurado, el Señor señala a sus recursos inagotables. Se ha conjeturado que en el Templo de Salomón se invirtieron un equivalente a unos veinte mil kilógramos de oro para recubrir el compartimiento interior del santuario. Pero, ¿qué era esto en comparación con los recursos de Aquel a quien todo le pertenece? (Salmos 50:12). Y más aún que esto, Dios lo hermoseará con la venida de Su Hijo. Los pobres exiliados tenían poca cosa con la que decorar el Templo, pero Dios les aseguró que Él supliría lo que faltaba. 9. La gloria postrera de esta casa. El sentido es que la gloria postrera de la casa excedería con mucho toda la gloria primera. Es vital estar conscientes de que en las Escrituras el Templo de Dios en Jerusalén es concebido como una entidad, existente bajo diferentes formas y circunstancias en diferentes periodos de la historia. La presencia de Cristo dará una gloria al segundo Templo que el primero jamás la conoció. Se ha presentado el punto de vista que la gloria postrera tiene referencia a la gloria milenial del Templo que se ve en Ezequiel capítulos 40 a 48. Ya que existe una continuidad en los Templos de diferentes eras, esta posibilidad no puede ser excluida. Aunque el Templo

de Zorobabel fue arrasado hasta los cimientos por Herodes cuando procedió a su renovación, su Templo seguía siendo considerado como el segundo Templo. Así es mencionado por todas las autoridades judías. Y daré paz a este lugar. Cristo consiguió la base para la paz espiritual en Jerusalén (Colosenses 1:20). Concede Él ahora paz de corazón y de mente a los creyentes (Romanos 5:1; Filipenses 4:7). Pero traerá definitivamente la paz mundial como Príncipe de Paz (Isaías 9:6, 7). Suficiente, y más que suficiente, entonces, es esta respuesta de Dios a la apariencia poco impresionante del v.3. Dios siempre reserva lo mejor para lo último. Solamente el ojo de la fe puede verlo. III. Pureza e impureza en temas levíticos. 2:10-14. 10. A los veinticuatro días del noveno mes. El cuarto mensaje de la profecía de Hageo fue dado dos meses después de la anterior. Era el mes noveno en que eran de esperar las lluvias tempranas para regar las nuevas cosechas. Habiendo ya experimentado escasez y desaliento en el período anterior, el pueblo hubiera estado especialmente preocupado acerca de la cosecha del siguiente año. Durante el anterior período de desobediencia, habían sido castigados en asuntos temporales. ¿Habría ahora un cambio, habiendo obedecido la orden de Dios a través de Hageo? Esta es la pregunta que pasa ahora a contestar el profeta. 11. Preguntad ahora a los sacerdotes acerca de la ley. El pueblo tenía que buscar ayuda legal de los sacerdotes que tenían entonces. Los sacerdotes en Israel eran los maestros autorizados de la Ley de Moisés (ver Deuteronomio 17:8, 9). Estaban puestos por Dios para interpretar la Ley; los profetas eran enviados para aplicarla (p.ej., Hageo 2:13, 14). En los versículos 11 y 13 se describe al pueblo de Israel, indirectamente, como habían estado en su condición de desobediencia, condición esta que no debía ser repetida. 12. Si alguno llevare carne santificada. Se hacen dos preguntas definidas. La primera es: si no está llevando carne santificada (sacrificial), y toca otro objeto, este objeto, debido a su contacto con la carne, ¿se volverá santo, o consagrado al Señor? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. La respuesta es, en el primer caso, una negativa (cp. Levítico 22:4-6; Números 19:11). 13. ¿Será inmunda? La segunda pregunta era: Si un hombre que era ceremonialmente impuro debido a haber entrado en contacto con un cuerpo muerto tocara un objeto, ¿se volvería impuro el objeto debido a la impureza ceremonial del hombre? La respuesta a la segunda pregunta es afirmativa. El principio es que la pureza moral no puede ser trasmitida, según las

regulaciones mosaicas, pero la impureza moral sí que puede serlo. Es la impureza legal lo que es trasmitido, y no la pureza legal o levítica. Un hombre no puede trasmitir su salud a un niño enfermo, pero un niño enfermo puede comunicar su enfermedad a un hombre. 14. Así es este pueblo. Aunque el pueblo había estado descuidando la obra del Templo, habían estado ofreciendo sacrificios sobre un altar improvisado en Jerusalén (Esdras 3:3). Estas ofrendas no eran del agrado del Señor; por ello, Dios había retenido sus bendiciones del pueblo, como se ve claramente en el capítulo 1. Todo lo que aquí ofrecen es inmundo. Así como el israelita ceremonialmente impuro hacía impuro aquello que tocaba, así el pueblo en su desobediencia trasmitía los resultados de aquella desobediencia a su obra, que la volvía desaprovechable. Así como la carne santificada no podía comunicar su consagración a ningún otro objeto, así las buenas obras externas del pueblo, las mismas ofrendas que tenían el cuidado de presentar en el altar de dios, no podían proveerles la bendición de Dios ni el gozo de la santidad. Todas sus labores pasadas participaban de su impureza espiritual. La conclusión está clara: no debían volver a su anterior curso de desobediencia, sino que tenían que abandonarlo. Aquí Hageo está interpretando el principio de causa y de efecto desde la perspectiva de la Ley de Moisés, así como lo había explicado anteriormente (1:6, 9-11) desde la perspectiva de sembrar y segar. Los paralelos son claros entre “este pueblo” en 1:2 y “este pueblo y esta gente” aquí. IV. La aplicación de estas verdades. 2:15-19. 15. Antes que pongan piedra sobre piedra. Se le pidió al pueblo de Dios que consideraran sus difíciles circunstancias durante el período en que interrumpieron la obra del Templo. 16. Venían al montón de veinte efas. En aquellos días de escasez, cuando uno se llegaba a un montón de grano del que creía poder sacar veinte efas, encontraba que, después de trillar, solamente le había rendido la mitad de aquella cantidad. Lagar. Un lagar que parecía que daría cincuenta cántaros de vino daba sólo veinte. Las expectativas se veían constantemente destruidas, porque la mano prosperadora de Dios no estaba con ellos. 17. Os herí. Como en los días del profeta Amós (cp. Amós 4:9), el Señor azotaba los campos y los viñedos de su pueblo con viento solano, una abrazadora sequía, y con tizoncillo, un hongo que era consecuencia de una excesiva humedad. El resto de la obra de las manos de ellos era destruido por el granizo. Toda la naturaleza estaba conspirando contra ellos. Más no os convertisteis a mí. Estas pruebas del enojo de Jehová hubieran debido ser

unas indicaciones lo suficientemente claras de posteriores castigos, pero el pueblo era lento en percibir y no volvieron a Dios en arrepentimiento y confianza. 18. Meditad, pues, en vuestro corazón. Este versículo emite una doble exhortación a considerar. ¡Qué poco aplican los hombres sus mentes, sus pensamientos, a la relación que sostienen con el Señor! Antes del día veinticuatro el pueblo no se había dedicado enteramente a la obra, como hubieran debido hacer. Tenían que comparar las condiciones de antes y después de aquella obediencia. 19. ¿No está la simiente aun en el granero? El pueblo pudiera haber contrastado fácilmente la verdad o la falsedad de las conclusiones del profeta. Al haberlo hecho hubieran descubierto al cabo de poco tiempo que no había simiente en el granero, y que las vides y los árboles no habían dado su producto. Mas desde este día os bendeciré. Pero ahora, desde la posición de la obediencia, Israel lo iba a hallar todo diferente. El profeta no estaba hablando como un inteligente experto en agricultura, previendo buenas cosechas, sino como un profeta de Dios pronunciando bendiciones sobre la fe, prosperidad sobre la confianza. El Dios que podía retener la bendición podría también concederla sobre su pueblo fiel. V. La bendición futura de Dios para Zorobabel. 2: 20-23. 20. A los veinticuatro días del mismo mes. En el mismo día en que había proclamado el anterior mensaje (v. 10), Hageo proclamó su último mensaje, una palabra de aliento personal para el conductor civil, Zorobabel. 21. Habla a Zorobabel. Es posible que Zorobabel, como gobernador y conductor civil, se hubiera preguntado acerca de la anterior predicción (vv. 6, 7) con respecto a las revoluciones entre los poderes y reinos del mundo. Es posible que hubiera estado preocupado acerca de cómo estos tratos de Dios afectarían al pueblo sobre el que ejercía su autoridad. Yo haré temblar los cielos y la tierra. Se puede ver y reconocer fácilmente que el mensaje personal a Zorobabel se une con la proclamación profética con respecto a los futuros juicios de Dios sobre las naciones. 22. Trastornaré el trono de los reinos. Algunos intérpretes han situado este pasaje en la época del derrumbamiento, y de la revuelta de las naciones sometidas, en contra del imperio Persa. Esto sucedió cuando Darío Histaspes ascendió al trono en 521 a.C. Pero la profecía de Hageo mira al futuro; no está hablando de algún suceso histórico conocido para todos. Además hay una pertinencia en la utilización de “trono” en singular. Es mejor ver aquí, juntamente con muchos expositores capaces, una referencia al

derrumbamiento definitivo de este sistema del mundo, dominado por Satanás, cuando el Rey cuyo es el derecho, el Señor Jesucristo, vuelva a asumir las riendas del gobierno (cp. Apocalipsis 11:15). Carros. Las naciones, entonces como ahora, estarán dependiendo de las fuerzas y de las armas carnales para conseguir sus objetivos carnales, pero el Señor destruirá consumadamente su poder y exhibición de fuerzas. Cada cual por la espada de su hermano. La destrucción iniciada por el Señor llegará a su fin mediante la locura de una lucha civil (ver también Ezequiel 38:21; Zacarías 14:13). Estos eventos están enmarcados en los días de la Guerra de Armagedón. Los eventos de este versículo no pueden retorcerse mediante ningún salto de la imaginación para convertirlos en conflictos del pasado ni en movimientos políticos de los grandes imperios del pasado. 23. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré. La nota personal es inconfundible. Zorobabel no estaba destinado al juicio, sino a una misión específica. Dios tenía un honor especial reservado para este uno de sus siervos. La promesa pertenece en realidad al oficio que Zorobabel cumplió como gobernador de Judá. No puede referirse al período de la existencia de Zorobabel. En su época no se cumplieron los eventos predichos. El significado es que la descendencia mesiánica vendría a través de Zorobabel, de la línea de David, tal como si fuese a través del propio David. El trono seguro de David se contrasta aquí con las tambaleantes dinastías del mundo. Zorobabel se halla en las dos genealogías del Mesías (Mateo 1:12; Lucas 3:27). Los expositores judíos relacionaban este pasaje en Hageo con el Mesías. Así, en Zorobabel como tipo, se prefigura la figura del antitipo, el mesías. Ambos descendían de David; de ahí el paso a esta profecía. Como un anillo de sellar. El anillo de sellar era un objeto de valor y de consideración para el Oriental. Su sello era una marca de honor y de autoridad (ver Cantares 8:6; Jeremías 22:24). En la antigüedad cuando se utilizaba el anillo de sellar para sellar cartas y documentos, representaba al dueño, que siempre lo llevaba (cp. Génesis 38:18; Jeremías 22:24). Era su posesión apreciada. De ahí que el anillo de sellar prefigure al precioso Cristo. Yo te escogí. Así como otras personas dignas del Antiguo Testamento asumieron su lugar en la línea de sucesión del Mesías, así Zorobabel recibió este honor de ser situado en esta compañía para señalar al Escogido de Dios, el Señor Jesucristo. Este material está disponible gratuitamente, con la única finalidad de ofrecer lectura edificante a tod@s aquell@s herman@s que no tienen los medios económicos para adquirirlo. Si usted es alguien financieramente privilegiado, utilice este material para su evaluación, y, si le gusta, bendiga al autor, editores y librerías, con la compra del libro. [email protected]

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