Comentario Bilbico Moody - Salmos

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494 física, sino que sabe cómo sus enemigos, en su impiedad, se jactarían de la caída de un amigo de Dios. 5. 6. Su alivio en la confianza. Mas yo… he confiado. Aunque no se registra ninguna respuesta hablada, un gran alivio viene sobre su alma angustiada. Su confianza se basa en la misericordia de Dios, su cántico en el cuidado abundante de Dios. Ha hallado la verdadera paz al confiar plenamente en Dios. Salmo 14. Juicio por negar a Dios Aquí tenemos un buen ejemplo para mostrar cómo se desarrolló el Salterio. Excepto por unas variaciones textuales de poca importancia (esp. V. 6), es idéntico con el Sal 53. Ya que el último es de una colección posterior y pone Yahweh en lugar de Elohim, se considera que el Sal 14 es la forma más antigua. En ambos salmos el salmista considera la condición depravada de los hombres con el verdadero espíritu profético. 1 – 3. La depravación del necio. No hay Dios. La utilización de la palabra necio (nabal) no indica al ateo teórico, sino al ateo práctico, que vive como si Dios no estuviera ahí. Dios no entra en sus pensamientos para ningún propósito práctico. Las palabras corrompido, abominables señalan a la depravación de un individuo tal, que queda claramente señalado como típico de Israel en esta edad. 4 – 6. La corrupción del sacerdocio. No tiene discernimiento. Los que carecen de discernimiento, del conocimiento de Dios, son quizás los sacerdotes, que comen el pan de la proposición y que debieran invocar a Dios. En lugar de ello, se están volviendo hacedores de iniquidad (cp. Os 1:4 – 6). En lugar de conducir al pueblo de Dios, lo devoran. La generación de los justos se refiere evidentemente a mi pueblo, en tanto que el pobre tiene un lugar especial de refugio en Dios. 7. La esperanza de la liberación. ¡Oh, que de…! Esta oración, que forma un apéndice parece haber sido añadida con fines litúrgicos. O puede que exprese el vislumbre de esperanza del salmista en este oscuro período. Hacer volver a los cautivos puede simplemente significar “restaurar las fortunas”. Sea cuando fuera compuesto este versículo, forma una conclusión adecuada.

Salmo 15. El huésped de Dios Este salmo sapiencial es un comentario sobre el deber del hombre hacia Dios y a su prójimo tal como se halla establecido en Dt 6:5 y en Lv 19:18. Trata de las

SALMO 13:4 – 16:4 condiciones morales y éticas que admiten a un adorador a la presencia de Dios. Puede que aquí se refleje la antigua costumbre de desafiar la condición de un adorador. Es posible que un sacerdote hiciera las preguntas del v. 1, y que el adorador respondiera con una respuesta como la que se da aquí, y que el sacerdote cerrara el desafío con la promesa que se halla en el v. 5b. Algunos intérpretes refieren la pregunta al adorador, en tanto que la respuesta y la promesa serían la réplica normal de los sacerdotes a los adoradores entrando en el Templo. Parece que lo preferible es lo primero. 1. La pregunta pertinente. Jehová, ¿Quién…? La persona que ha llegado a la presencia de Dios tiene que afrontar abiertamente esta doble pregunta. La práctica de plantar tiendas en el monte Moríah puede haber sido permitida a los peregrinos en ciertos períodos de la historia de Israel. No obstante, las preguntas paralelas enfatizan que tiene que cumplirse la norma de Dios. 2 – 5b. La respuesta aceptable. El que… Los temas de integridad y de rectitud se relacionan con el deber del hombre hacia Dios, en tanto que la veracidad y las virtudes restantes se refieren al deber del hombre hacia sus semejantes. Al combinar las similares integridad y justicia, es posible descubrir un decálogo ético en las frases de esta sección. 5c. La promesa sacerdotal. El que hace estas cosas. Aquel que cumpla las normas de Dios será el que hace estas cosas. Tal persona no solamente conoce lo que Dios espera de su huésped, sino que pone estos principios en práctica. La nota de estabilidad da un punto culminante apropiado al salmo. Salmo 16. El gozo de la lealtad Este cántico de confianza es una profesión de corazón del gozo que proviene de la fidelidad y de la lealtad. El autor vivía en una época en la que la apostasía y la idolatría se hallaban muy extendidas. En contraste a este marco, presenta su suprema felicidad frente a la infelicidad de los que se han deslizado a la idolatría. Su gran esperanza amplifica su presente confianza en Dios. Este salmo es adscrito por Pedro a David (Hch 2:25) y por Pablo (Hch 13:35, 36) cuando se refieren a la profecía que contiene la resurrección del Mesías. 1 – 4. Gozo en el servicio. Guárdame, oh Dios. Esta oración no es para ser liberado de un enemigo, sino por la continuación de la felicidad que ya ha hallado. Su deleite es en los santos, en tanto que su confianza es en Dios. En contraste con esto se halla el estado de los dolores múltiples que es la suerte de aquellos que se han buscado otros dioses.

496 entes tiene su papel en dar a conocer el misterio de la gloria de Dios. En revelación constante de día en día y de noche en noche la expansión de los cielos revela la excelencia de la obra creadora de Dios. El sol aparece como el mayor de los miembros del coro celeste, corriendo su curso señalado como testigo. En tanto que en la literatura acadia abundan figuras similares describiendo al dios-sol Shamash (ANET, pp. 91, 116, 179, 387 – 389), el salmista considera, evidentemente, que el sol es un agente de Dios en la revelación de Su gloria. 7 – 10. El testimonio de la Torá. La ley de Jehová. El salmista utiliza aquí seis nombres para describir la totalidad de la revelación interna de Dios. La palabra tora (ley) incorpora más que una lista escrita de preceptos; incluye toda la enseñanza de Dios. Utilizando adjetivos y frases participias, el salmista describe la excelencia de la revelación de Dios, que sobrepasa incluso al oro o a la miel. 11 – 14. La aplicación personal. Líbrame. La enseñanza moral de Dios, que sirve como advertencia, puede conducir a una persona a la recompensa deseada. La meditación sobre las enseñanzas de Dios actúa como un espejo que hace visible al hombre interior. Por ello, el salmista concluye pidiendo la fortaleza que le haga vencer todo tipo de pecado, y ser hallado así aceptable. Salmo 20. Súplica por la concesión de victoria. Tanto en estructura como en contenido este salmo real se halla muy estrechamente relacionado con el Sal 21. Este último actúa como una secuela de la acción de gracias por la oración contestada. El rey es la figura central, en tanto que su victoria ocupa la atención de sus súbditos. Bien puede que hubiera sido dispuesto para el canto antifonal, con la congregación del coro levítico actuando como coro en los vv. 1 – 5 y 9. Un sacerdote o levita puede haber evocado las palabras de certeza de los vv. 6 – 8. Se expresa a todo lo largo de él una completa confianza en Dios. 1 – 5. Oración en intercesión por el rey. Jehová te oiga. Aunque la oración es dirigida al rey, es también un acto de intercesión por el rey. Describe un paso vital en los preparativos para la batalla, al presentar el rey sus sacrificios al Señor, y recibir la certeza de la bendición de Dios. 6 – 8. Un oráculo dando certeza. Ahora conozco. Después de un intervalo, posiblemente el tiempo durante el cual se ofrecían los sacrificios, la respuesta del orador en confianza resulta en la forma de un oráculo profético.La utilización del tiempo profético perfecto da la certeza necesaria al rey y los adoradores

SALMO 19:6 – 22:18 de parte de Dios. El ejército se halla ahora dispuesto para salir en nombre de Jehová nuestro Dios. 9. Coro final. Salva, Jehová… Esto se afirma de una forma más literal en la LXX como, O Señor, salva al Rey y respóndenos cuando te invocamos. Puede haber sido cantado por toda la congregación o por el coro levítico. Salmo 21. Acción de gracias por la victoria Este salmo real tiene su lugar como la secuela natural al Sal 20, ya que la súplica se transforma en acción de gracias debido a la reciente victoria. Puede haberse utilizado la misma disposición antifonal para la adoración en el templo. Algunos comentaristas han sugerido que la ocasión era el cumpleaños (cp. v.4) o la coronación de un rey (cp. v. 3). 1 – 7. Acción de gracias por la respuesta a la oración. El rey se alegra. La congregación o el coro del templo dirige una oración de gratitud a Dios por Su señalada victoria. Cada versículo contribuye a la lista de cosas que Dios ha hecho por y mediante el rey. Todas estas bendiciones están directamente relacionadas con la absoluta confianza del rey en Dios. 8 – 12. Confianza en el futuro. Alcanzará tu mano. Las palabras se dirigen ahora directamente al rey, pero todavía con una actitud de adoración. La acción de gracias continúa en términos de victorias anticipadas hasta que por fin todos los enemigos serán destruidos. 13. Doxología final. Engrandécete, oh Jehová. De nuevo el coro se une a una expresión de gratitud que sale del corazón, y en una alabanza unida, volviendo a la figura del poder del v. 1. Salmo 22. Triunfo en el sufrimiento. Este salmo es el primero de aquellos llamados en ocasiones Salmos de la Pasión. La utilización del grito inicial por parte de Cristo en la cruz y la asombrosa fraseología de los vv. 6 – 8 y 13 – 18 han hecho que este salmo sea especialmente importante para los cristianos. Hay a través de este salmo una extraña mezcla de alabanza y de queja. No hay referencia alguna al pecado como causa de la angustia, ninguna protesta de inocencia, ninguna afirmación de justicia, ningún deseo de venganza. Por ello, estas palabras son peculiarmente apropiadas del Mesías sufriente, aunque en su significado primario estén basadas en alguna experiencia del salmista. 1 – 18. Sus sufrimientos personales. Dios mío, Dios mío, ¿por qué…? Este llamamiento

SALMO 38:14 – 41:1 a las circunstancias de Job en que los amigos le abandonan o no se duelen con él de una manera apropiada. 15 – 22. La esperanza de la liberación. Porque en ti, oh Jehová, he esperado. El autor no ha tratado de refutar a sus enemigos, debido a que su esperanza es solamente en Dios. Después de repetir su confesión de pecado, vuelve a presentar su petición de misericordia. Salmo 39. Una petición de poder. Este parece ser una secuela al salmo anterior. No obstante, el autor no tiene que ser necesariamente el mismo en cada caso, ya que es la disposición de los salmos dentro de la colección lo que le da esa continuidad. Aunque de carácter penitencial, este poema no ha sido incluido con los siete salmos penitenciales. Hay unas ciertas afinidades a la experiencia de Job en el sufrimiento del salmista así como un paralelo al libro de Eclesiastés en la evaluación de la vida. 1 – 3. Una resolución de dominio propio. Guardaré mi boca. Debido al azote de Dios mencionado en el v. 10, el salmista se ve duramente tentado a quejarse contra Dios. Como Job, tiene que refrenar la tentación a acusar a Dios de injusticia. La presencia de los malos sugiere una fuente exterior de tentación y la posibilidad de hacer gran daño a la causa de los justos mediante una queja pública. 4 – 6. Oración pidiendo entendimiento. Hazme saber, Jehová. El objeto de esta oración es el conocimiento que le capacite a comprender la fragilidad y la vanidad de la vida. Airea sus sentimientos y pensamientos con respecto a la vanidad de las metas humanas. Espera poder ser vuelto a conducir a una tranquila confianza en Dios que barrerá estos vanos pensamientos. 7 – 13. Una petición de misericordia. Y ahora, Señor… líbrame. Sobre la base de su presente esperanza en Dios, puede pedir a Dios que le libre, quita de sobre mí tu plaga, oye, y déjame (en el sentido de ser librado). En tono, estas peticiones son muy diferentes de sus anteriores pensamientos. Su reconocimiento y confesión de sus pecados le ha dado un sentimiento de humildad que no era anteriormente posible. Salmo 40. Un nuevo cántico de alabanza. Aquí tenemos aún otra buena ilustración del método de compilación que ha producido nuestro actual Salterio. Una lectura del salmo evidencia rápidamente el repentino cambio de alabanza a oración contestada a petición de una liberación inmediata, v. 12. Que un nuevo salmo empieza aquí queda verificado por la utilización de los vv. 13 – 17 como Sal 70. Aunque los

503 últimos puedan haber sido sacados de este salmo en su forma presente, la identidad separada del v. 12 es evidente. 1 – 3. Una experiencia de la oración que ha recibido respuesta. Esperé… se inclinó… y oyó. Después de un período de espera, el salmista fue rescatado de gran angustia. El problema puede haber sido la enfermedad y otra situación en la que la muerte pareciera inminente. Esta experiencia le ha dado un nuevo cántico que inspirará confianza en Dios. 4, 5. El tema del cántico. Has aumentado… tus maravillas. Aunque el salmo empieza como el Sal 1 con una bienaventuranza, el tema de la bondad de Dios es el más destacado en la alabanza del salmista. Sus maravillas y sus pensamientos son demasiado grandes para ser descritos, y demasiado numerosos para ser contados. 6 – 11. La respuesta al nuevo cántico. El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado. Es el nuevo cántico y la experiencia detrás de él que lleva al salmista a mirar más allá del sistema sacrificial. Los cuatro sacrificios y ofrendas básicos del v. 6 son inaceptables para presentar una verdadera gratitud y alabanza. La profundidad de la experiencia del escritor se muestra en su abierta proclamación de la naturaleza y de la obra del Señor. El autor de Hebreos cita estas palabras como aplicables a Cristo (He 10:5 – 7). 12 – 17. Petición de liberación. Apresúrate a socorrerme. El v. 12 parece ser un eslabón para unir estos dos poemas y para servir como introducción a la petición de ayuda. Casi cada frase en esta sección se halla en otros salmos así como en el salmo 70. Esta utilización de otras fuentes aparece en violento contraste a la originalidad de los vv. 1 – 11. No obstante, la gran necesidad del salmista no es menos real. Después de rogar para recibir una atención inmediata, pide que sus enemigos sean avergonzados y confundidos, vuelvan atrás, avergüéncense, sean asolados. Pide además que los que buscan a Dios puedan verdaderamente regocijarse y engrandecer al Señor. Dándose cuenta de su propia incapacidad, está confiado en que Dios le considera y vendrá a ser su ayudador y libertador. Salmo 41. Acción de gracias por la curación y vindicación. Una persona que acaba de recuperarse de una seria enfermedad expresa aquí todo su agradecimiento a Dios. No se trata de una mera acción de gracias en tanto que está influenciado por la escuela sapiencial en los versículos introductorios y que pasa a un lamento al describir su angustiosa situación. No obstante, el peligro

526 Los atributos del Señor de bondad, amor, y fidelidad tienen que ser reconocidos por los adoradores en todo período de tiempo. Salmo 101. Un código de ética real Este salmo queda mejor clasificado como un salmo real, ya que es la declaración de principios por la cual afirma un príncipe que va a gobernar. Estos principios o resoluciones, se hallan expresados en forma de promesas a Dios, y por ello se dirigen a Él. Aunque no se menciona a ningún rey en el cuerpo de este salmo, la nobleza de expresión ciertamente concuerda con la personalidad y el carácter de David. Como un ideal de realeza, hubiera podido ser utilizado por muchos príncipes de Israel, fuera la que fuera la ocasión de su composición. 1 – 4. Resoluciones personales. Misericordia y juicio cantaré. Los principios rectores de la misericordia y del juicio forman la base de estas resoluciones. Después de declarar su determinación de elegir el camino de la integridad, el orador expresa su anhelo por una comunión más estrecha con Dios. Toma la resolución de abstenerse de maldad y de apostasía. No solamente aborrece la obra de los apóstatas, sino que promete rehusar conocer o dar abrigo a ningún mal pensamiento (v. 4). 5 – 8. Intenciones oficiales. Al que solapadamente infama a su prójimo, y lo destruiré. Manteniéndose en línea con los principios rectores de misericordia y de juicio, el orador expone sus intenciones en cuanto a qué tipo de persona le mostrará favor y a qué tipo de persona evitará o destruirá. Solamente los fieles y aquellos que caminan en su integridad conocerán su favor. Los calumniadores y los malvados destruirá, y negará su favor a los engañadores, y a los mentirosos. Actuando así limpiará los atrios reales, la ciudad real: Jerusalén, y la tierra entera. Salmo 102. Una oración en petición de ayuda. Aunque es básicamente el lamento de una persona, este salmo tiene también un elemento corporativo. Por esta razón, los comentaristas se hallan divididos en cuanto a su intención original. Una súplica claramente personal va seguida de una súplica por toda la nación. Después el salmista vuelve a pasar a su propio problema, afrontándolo a la luz de su esperanza segura para la nación. 1 – 11. El sufrimiento del salmista.

SALMO 100:5 – 103:10 Jehová, escucha mi oración. El profundo sentimiento de urgencia que siente el salmista hace que este clamor sea especialmente amargo. Precisa de una respuesta inmediata. Está sufriendo de una enfermedad que le ha producido una ansiedad mental, y sus enemigos se han aprovechado de su condición. Todo este sufrimiento cree él, se debe a la ira de Dios. 12 – 22. La restauración de la nación. Más tú, oh Jehová, permanecerás para siempre. En contraste a la naturaleza transitoria del salmista (v. 11). 23 – 28. La certeza del salmista. Ellos perecerán, pero tú permaneces. Aunque el orador vuelve a pasar a su sufrimiento y a su debilidad, consigue certeza de la esperanza de su nación en el Señor. Incluso cuando toda la creación haya pasado, Dios permanecerá. Los vv. 25 – 27 son aplicados a Cristo el Señor en He 1:10 – 12 (cp. He 13:8). Entretanto, Su eternidad garantiza la liberación y la permanencia del pueblo del salmista. Salmo 103. Un himno de alabanza llena de agradecimiento. Este himno de alabanza no tiene su igual en toda la literatura universal. Parece ser la expresión de un individuo, aunque algunos comentaristas hallan aquí una voz corporativa. El salmista trata primero de mover su propio espíritu para que ofrezca alabanza y acción de gracias a Dios, y después los espíritus de los otros. Sus palabras están intocadas por el dolor, la queja o la tristeza. La forma de expresión y la profundidad de conocimiento son notables para uno que vivió antes de la venida de Cristo. 1 – 5. Alabanza por las bendiciones personales. Bendice, alma mía, a Jehová. El salmista se dirige primero una exhortación a sí mismo. En el término traducido alma (nepesh) así como en la expresión paralela, todo mi ser, se refiere a él mismo en toda su integridad. Al mover ahora a su ser interno al recuerdo, rememora todos los beneficios que ha recibido. Nótese la intensidad de las palabras: perdona, sana, redime, corona, sacia, y rejuvenece. 6 – 10. Alabanza por las bendiciones nacionales. Jehová es el que hace justicia y derecho. Dios no es solamente justo y recto en sí mismo, sino que además se ocupa activamente en actos de justicia y de derecho a favor de los oprimidos. Así como el Señor ha coronado al salmista con misericordias (hesed, v. 4), se ha demostrado en la historia de Israel como grande en bondad y misericordia. Esto se puede observar abundan

SALMO 119:1 - 112 Salmo 119. La Torá de Jehová Esencialmente un poema didáctico, este salmo adopta la forma de un testimonio personal. Aunque el poema contiene alusiones a la persecución y muestra ciertas características de lamento, su principal propósito es el de glorificar la Torá (la ley o enseñanza de Dios). El salmista dirige casi cada uno de los versículos a Dios, utilizando muchas formas de petición. Al mismo tiempo, utiliza algún sinónimo para la ley en todos los versículos menos en siete. Los sinónimos son: ley, testimonios, preceptos, juicios, mandamientos, estatutos, dichos, palabra, y camino. Es posible que al emplear todos estos términos para referirse a la Torá de Dios estuviese siguiendo la indicación del Sal 19:7 – 9, donde se utilizan seis de estos sinónimos para la ley. El principio acróstico se halla muy desarrollado en este salmo, empleando las veintidós letras del alfabeto hebreo. Cada estrofa está compuesta de ocho líneas, que empiezan con la letra característica de aquella estrofa. Esta disposición artificial, pero artística, resulta en una cierta monotonía en la gran repetición de palabras y de frases. No obstante, esta monotonía es vencida por la intensidad de la propia devoción del salmista a las enseñanzas de Dios. 1 – 8. La bendición de la obediencia. Bienaventurados… los que andan en la ley de Jehová. El tema del salmo queda aquí claramente expuesto. Nótese que la mayor parte de los sinónimos se emplean ya en esta primera estrofa. 9 – 16. El camino de la pureza. ¿Con qué limpiará el joven su camino? La pregunta y la respuesta se mantienen en la línea de énfasis de los escritores sapienciales. La respuesta a los problemas de la juventud en cualquier período de la historia es oír la Palabra de Dios meditando en ella (v. 15) y guardándola en la memoria (v. 11) y testificando de ella a otros (v. 13). 17 – 24. El deleite de la experiencia. Tus testimonios son mi delicia. Esta delicia está basada en su experiencia pasada con Dios en tiempos de persecución. Se ve una nota de tristeza y de anhelo en esta estrofa, pero la sección termina con delicia. 25 – 32. La fuerza en el entendimiento. Vivifícame… enséñame… hazme entender. El peligro que afronta el salmista le hace pedir fortaleza y consuelo. Se da cuenta que la vivificación que desea viene de entender las enseñanzas de Dios. 33 – 40. La necesidad de ser conducido. Enséñame… y lo guardaré. Frase tras frase, el orador ruega a Dios por Su conducción en el ordenamiento de

533 su vida y en ser guardado de la necedad. 41 – 48. La valentía del testimonio. Venga a mí tu misericordia. Esta petición de ayuda no es egoísta; está inspirada por el deseo de dar respuesta a mi avergonzador. El orador declara además que dará testimonio a reyes sin avergonzarse. 49 – 56. La fuente de todo consuelo. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo… ella es mi consuelo. En el tiempo de aflicción, las enseñanzas de Dios han sido su apoyo y cánticos… en la casa donde fui extranjero. 57 – 64. La resolución de la fidelidad. He dicho que guardaré tus palabras. La meditación acerca de sus caminos le llevó al punto en que podía dirigir sus pies hacia los testimonios de Dios. Su gratitud es evidente en su promesa de levantarse a medianoche para dar las gracias a Dios. 65 – 72. La disciplina de la aflicción. Bueno me es haber sido humillado. Habiéndose extraviado antes de su aflicción, el salmista ve ahora un propósito beneficente en su sufrimiento. 73 – 80. La justicia de la retribución. Sean avergonzados los soberbios. Después de proclamar de nuevo su deseo de entendimiento, ruega por las bendiciones de Dios sobre sí mismo y vergüenza sobre sus enemigos. Su deseo último es que él pueda fortalecer la fe de otros. 81 – 88. La esperanza en la oscuridad. Desfallece mi alma… espero en tu palabra. En una sucesión de sollozos, expresa su esperanza y su determinación en su hora más oscura. Con cada ruego pidiendo consuelo expresa su decisión de ser fiel. 89 – 96. El triunfo de la fe. Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido (v. 92). La esperanza de la estrofa anterior se transforma aquí en una victoria asegurada. Afirma que nunca olvidará los preceptos de Dios ya que con ellos me has vivificado. 97 – 104. El gozo del entendimiento. ¡Oh cuánto amo yo tu ley! Sin las peticiones usuales, el salmista describe cómo su estudio de la ley divina le ha hecho más sabio y más comprensivo que sus enemigos, sus maestros, y los ancianos. El énfasis aquí es sobre la ley misma, la fuente de conocimiento, y no sobre la inteligencia propia. 105 – 112. La luz de la vida. Lámpara es… tu palabra, y lumbrera… Su peregrinación a través de la vida se halla bajo la conducción de las enseñanzas de Dios. Así, él pronuncia el voto de seguir la luz sea donde sea que ella lleve y a pesar de todos los peligros que pueda afrontar.

SALMO 128:6 – 132:1 bendición disfrutada por el que teme a Dios viene de más allá de los límites de su casa, desde Sion. La naturaleza corporativa de la sociedad de Israel se ve en la adaptación de este salmo para la adoración pública. Como el Sal 125, este cierra con la breve oración: Paz sea sobre Israel. Salmo 129. El ruego del Israel sufriente. Este es un lamento de la comunidad, con sobretonos de confianza y de certeza. Se presentan las características de un cántico de esperanza, pero quedan ensombrecidas por la queja y ruego del lamento. Repasando angustias pasadas, el salmista llega a la confianza, en tanto que sus ruegos con respecto al futuro le dan la certeza del alivio. 1 – 4. Las aflicciones pasadas de Israel. Mucho me han angustiado desde mi juventud. La larga historia de las angustias de Israel queda comprimida por el salmista a una afirmación. Desde la época del éxodo (la juventud de Israel) hasta entonces, la nación ha sufrido numerosas aflicciones de parte de muchos enemigos. Se utilizan dos metáforas para ilustrar esta aflicción: Las marcas de los látigos sobre sus espaldas son asemejadas a largos surcos hechos por un arado; y las cuerdas de sus opresores son asemejadas a las coyundas utilizadas para ligar a los bueyes. No obstante, el Señor manifestó su justicia al cortar las coyundas y al liberar a su pueblo. 5 – 8. La futura esperanza de Israel. Serán avergonzados. En una imprecación sobre aquellos que aborrecen a Sión, el orador expresa el deseo de que el enemigo pueda ser avergonzado y vuelto atrás. Entonces se emplea un prolongado símil para pedir que los malvados planes del enemigo sean torcidos. La hierba que crecía en los tejados se secaba rápidamente debido a que la tierra en ellos era demasiado poco profunda para sus raíces. No podía ser tomada por un segador ni atada en gavillas. No recibía siquiera la bendición acostumbrada de los que pasaban al lado. Salmo 130. El redentor de los peregrinos. Aquí una persona pronuncia una oración penitencial como su ruego personal en pos del perdón. El ruego final para otros en la familia de Israel no hace que este salmo sea corporativo, sino que al revés enfatiza la naturaleza personal de la petición del orador. No obstante, ya que las angustias y la desesperanza del salmista eran compartidos por la nación, el salmo vino a ser apropiado para los grupos de peregrinos en la sociedad post-exílica. 1, 2. El clamor del penitente. De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. El orador está todavía clamando desde lo profundo cuando finaliza el salmo, pero ha expresado con claridad su certeza y esperanza.

537 3, 4. La certeza del perdón. Pero en ti hay perdón. La universalidad del pecado es tratada de una manera poderosa en la afirmación de que nadie pudiera ser justificado si Dios señalara cada pecado en lugar de borrarlos. La única esperanza se halla en el perdón de Dios, que a su vez aviva el sentimiento de maravilla en el pecador perdonado. 5, 6. La expectativa de la esperanza. Esperé yo a Jehová… en su palabra. El sentimiento de expectación queda intensamente enfatizado por la repetición de frases. Todo el ser del orador (su alma) se halla dedicado a una diligente espera. Espera por el Señor más que los centinelas a la mañana cuando está de guardia en las murallas, esperando el alivio del cambio de la guardia. 7, 8. La aplicación a Israel. Espere Israel a Jehová. Los pensamientos del salmista se dirigen a otros que precisan compartir su entusiasta confianza. En vista de la misericordia y abundante redención del Señor, puede afirmar que Dios redimirá a Israel de todos sus pecados. Salmo 131. La compostura de los peregrinos. Aunque se trata esencialmente de un cántico de confianza, esta composición literaria se lee como una confesión. La imagen de la humilde resignación a la conducción de Dios ejemplifica un profundo sentimiento de disciplina personal. En tanto que algunos intérpretes tratan este salmo como una expresión corporativa, la petición final por Israel sugiere que es una voz individual la que habla coherentemente a lo largo de todo el salmo. Era sólo natural que una hermosa expresión como ésta de humildad llegara a ser un cántico popular para los peregrinos. 1, 2. Un espíritu de humildad. Jehová, no se ha envanecido mi corazón. Después de una larga lucha, el salmista ha sido destetado de sus deseos presuntuosos y de su excesivo orgullo. Puede declararse ahora libre de las anteriores actitudes de enaltecimiento y de ambición irrefrenable. Ha acallado, o serenado, su alma o ser interior de manera que se asemeja ahora a un niño destetado sobre la falda de su madre, ya no preocupándose más por su leche. 3. Un deseo para Israel. Espera, oh Israel. Como en el salmo precedente, aquí el escritor expresa su deseo de que otros en Israel puedan venir a conocer esta paz interna. Salmo 132. La certeza de los peregrinos. Singular entre los cánticos que conforman la colección para los peregrinos, este salmo parece haber sido inclui-

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