Dios Uno Y Trino 10

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CAPITULO

XXVI

LA TEOLOGÍA DE LAS PERSONAS DIVINAS

La tradición de la Iglesia ha utilizado decididamente el nombre y el concepto de persona para designar las tres relaciones subsistentes en Dios, es decir, para referirse al Padre, al Hijo y el Espíritu Santo. Este uso no carece de dificultades, dado que nuestro punto de partida para formamos el concepto de persona no es otro que las personas humanas, las cuales son sustancias completas, incomunicables y numéricamente distintas. ¿Cómo aplicar la noción de persona al misterio de los tres de la Trinidad que numéricamente son un único Dios? Es obvio que la realidad divina supera toda conceptualización y todo lenguaje, y que exige, por ello, un ponderado uso de la analogía en la utilización del concepto de persona. Pero, dada la trascendencia divina, cabe la pregunta de si aun utilizando correctamente la analogía es posible aplicar a Dios el concepto de persona para referimos al misterio trinitario. A pesar de las dificultades que plantea el uso de este concepto en teología trinitaria, los teólogos suelen utilizarlo para designar a los tres subsistentes de la Trinidad. Al hacer esto, no hacen otra cosa que adherirse a siglos de tradición teológica. Ella misma es un buen ejemplo de cómo el uso correcto de los conceptos y de los vocablos es importantísimo en teología trinitaria l.

EL CONCEPTO DE PERSONA EN LA TRADICIÓN TEOLÓGICA

Como ya se vio en la segunda parte, la distinción entre sustancia y persona fue clave para una correcta exposición de la fe trinitaria tanto en 1. Cfr. J. RATZINGER, «11 significato 1974, 173-189.

di persona in teología», en Dogma e predicatione,

Brescia,

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EXPOSICIÓN

SISTEMÁTICA

LA TEOLOGÍA DE LAS PERSONAS DIVINAS

DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO

el ~~bito griego como e~ el latino'. Ésta fue, por así decirJo, una de mas Importantes aportaciones de los Padres Capadocios. Reco d 1 los hitos principales de ese largo caminar en busca de expresio~ e~ quívocas que culminó en. ~l siglo IV con l.a disti~ción entre natur:l~ me.; persona y con la aceptación de un lenguaje comun a latinos y grie -:: y . La realida~ trinitaria se impuso al pensamiento cristiano des~esia pnmer~ comurndad. Llevaba a ello, entre otras cosas, la confesió d fe. bautI~mal y l~ c~aridad del mandato ~s~onal (cfr. Mt 28, 19): ha~ e~ DIOS unidad y trinidad. Se trata de una trinidad que interviene corn tal trinidad en. la historia de la salvación hasta el punto de que San JOuan pue de decir que nuestras manos han tocado al Verbo de la vida (cfr r Jn 1-3). De ahí que los conceptos y las expresiones que usan los Pack desde un comienzo para hablar del Padre, del Hijo y del Espíritu pe~~ te~ez.can al ámb!to de lo ~er~onal. Se re~eren, en efecto, a realidades objetivas y subsistentes, distintas entre SI, y que actúan con inteligen_ cia y libertad. , ,', . El lenguaje fue fluctuante durante los primeros siglos. Tampocó.la filosofía griega ofrecía una clara definición de persona. Quizás una de las más certeras descripciones sea la afirmación aristotélica de que la persona es la subsistencia constituida por el alma como entelequia del cuerpo). De una forma u otra, la conjunción entre inteligencia y subsis- . tencia que hace Aristóteles en su descripción del ser personal estará presente en la sistematización teológica medieval.

_

. Los términos griegos que se utilizan en los primeros siglos para designar a la persona son los de ousía e hipóstasis, que en numerosas ocasiones aparecen usados como sinónimos. Así aparecen tratados, p. e, en el Concilio de Nicea (a. 325t. Esta identificación entre ousía e hipástasis se mantendrá hasta mediados del siglo IV. Sin embargo, conviene tener presente que el término hipóstasis se utiliza siempre para designar el ser que existe como un subsistente concreto y real. Aún en medio de la fluctuación o imprecisión de lenguaje de estos siglos, al hablar del misterio trinitario, los Padres utilizan con frecuencia la expresión tres hipóstasis y evitan hablar de tres ousías en Dios, como si poco a poco el término hipóstasis se fuese destacando entre todos los demás como el más apto para designar el concepto de persona. Así sucede incluso en Orígenes y en San Atanasio, que entienden ousía e hipóstasis como tér2. ce. capítulos VII y VIII. 3. ARlSTÓTELES, De Anima, 11,2, Cfr. J. M, ROVIRABELLOSO,Tratado de Dios Uno y Trino, Salamanca, 1993,615, •.. 4. «A aquellos que dicen (,..) que es de diversa hipóstasis o ousia .. .» (OS 126), San Atanasio, que conoce bien lo acontecido en Nicea, dice que el Concilio utilizó esta identificación, porque ambas palabras sirven para significar lo que hay de más real en el ser (cfr. SANATANASIO,Epistola ad Afros, n. 4).

-....0.;..••.••1•••.

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. OSprácticamente sinónimos'. Los Padres son bien conscie~tes que, n , de los términos importan los conceptos, como advierte San renclma '. ., . ., d po . Taumaturgo pues el misteno tnrutano no es una cuestión e GregOrlO .,'. 6 alabras, sino de hípostasis reales. . ., . P , También los latinos utilizan una ~onceptual.lzacl?n sem~Jante,Par:a .' uir la unidad y la trinidad en DIOS. Tertuliano introdujo el terrruals~tng en la teología latina. A él se debe la fórmula {res personae, nO personatantia' Novaciano le sigue en esta distinción". . . ., 8 H' 'l't d IpO I o e una su bstanuu . ,." a oma utilizó el correspondiente termino grl~go -prosop~n-, par R ferirse al concepto de persona, porque partía de la, essentia o sub~re (a común a las tres divinas Personas y, por esta razón, a pesar de uti.t~n podía evitar con cierta solvencia el modalis~09. y es que ta~to rcino persona como el término prósopon ofreclan.una grav: ~Ifi~ul~:d para su utilización en teología trinitaria: ~u ongen ~lologlco. Originariamente ambos términos servían para designar la m,ascara que utilizaban los actores en el teatro y, e~ consecuencia. parecI~n favore. ue las personas divinas se entendIesen en forma modalista. como ~~~e~sasformas de presentarse la divinidad ante los hombres. . .' El lenguaje dificultó gravemente el ent~ndimi~nto con los gnegos, ue temían que el sentido originario del rérmino pr.osopon o persona \le~ase consigo la caída en el sabelia~is,mo. !guales dIficultades en~uentran los latinos para la traducción de hlpostas~s P?r pe~s~na. ~os latinos, \le: vados por el significado gramatical del te~no hipástasis -:-10 que e~ta . tendían a identificarlo con las Ideas de sustancia o esencia, deb aJo--, . . d hi t . con lo cual rechazaban que se hab~ase de la existencia e tres ~POI~asts en Dios, pues temían que se estuviese hablando de tres sustancI.as . San Jerónimo y San Dámaso en Occidente, San Atanasio y los Capadocios en Oriente desarro\la,ron ~~a amplia y .f;uctífera labo~ para superar los mal entendidos terminológiccs- Ta~b~len San ~gust~~ fue comprensivo con estas dificultades de vocabulario . La paclficacIOn se

\0 J¡t~

5, Cfr. A. MICHEL,Hypostase, DTC 7, 374-375, . S D 6, «Neque haec sunt nomina, sed sunt subsistenlIae» (SAN GREGORIOTAUMATURGO,ermo e Trinitate, PG io, 1124). 7. TERTULIANO, Adversus Praxeam, 11, 12, 13, 15, etc. 8, Cfr. NOVACIANO,De Trinitate, 31. 9. Cfr. HIPÓLrro, Contra haeresim Noeti, 7, 14, lO Cfr TERTULIANOAdversus Praxeam, 7.

. . I r 11' «Ai discurrir sobre lo inefable, para expresar de algún modo lo que es Imposlb e exp IC~, nuestr~s griegos dicen una esencia y tres sustancias; los I~tin~s, una e~encla o ~u~:~:~ ~::~e~~I~ nas Pues en el idioma latino, esencia y sustancia son terrrunos SIn mrnos. d d hab'lar así para dar a entender, al menos en enigma, lo que se intentaba decir y para respon ~~ cuan o~ se nos preguntaba qué cosa son estos tre;;,. pues la fe verdad~a nos asegura (~e ~: :~' ~ijO~>c~~AN que el Padre no es el Hijo, y que el Espíritu Santo, Don de lOS,no es m e a AGUSTIN,De Trillitate, VII, 4, 7).

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EXPOSICIÓN SISTEMATlCA

DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO

LA TEOLOcfA

consuI?ó p~mero en Oriente por obra de San Atanasio en el .. de ~leJan~na del año 362, al ser aceptada la fórmula de San B C;~nclho OUSla, t:els hypostáseis, que consagraba la distinción conce asIlIO mía :ust~ncI~ y pers<:na y, .so,bre todo, perfilaba el significado te~~al. entre os términos OUSla e hipástasis San Gregorio d N . gICo de cipal artffi dI" . e aClanzo fue el p . I Ice e entendmuento en esta cuestión entr tr nn, fceptar bque para designar a las Personas se utili~asen ei~di~:i~tosas, al -..•••• =:;...., os nom res de hipostasis o de prásopon". amen te

hablar de la Trinidad. La razón fundamental es que nosotros designacon el nombre de hipástasis o de persona a los seres inteligentes y libres, distintos entre sí, que actúan con libertad e inteligencia. Ahora bien, atribuir la creación al Padre, la redención al Hijo y la santificación al Espíritu Santo exige concebirlos como tres subsistentes distintos entre sí que actúan con libertad.

Quizás. nada más elocuente sobre este asunto ue el D' ~~~~r~!~~o.d~ Nacia~zo en <:1 Con~i!io 1 de consiantinoPl~(~~~~~e termi 1" s In ervencronss mas decIsIvas en favor de la converge .' no ogica: ncia

DIFICULTADES PARA APLICAR LA NOCIÓN DE PERSONA A DIOS

'.

«Una sola naturaleza en Tres' eso es D' () N a! d~fe~,derel uno contra los tres ~ediante ~~a ~~nfu~i~:mos sabe.lianos distinción, No seamos arrianos al defend 1 que supnma la N JI er os tres contra el u () osotros creemos en el Padre el Hijo y el E frit S no '" les, iguales en gloria (...) Nosotros conocem sprn u anto, con~ustancia_ o~s~ay ~n la inseparabilidad de la adoración;~so~~e~:~~~ la unIdad de la hipástasis o en las personas como al u .a los tres en las sario acab~r. esta ridíc~la lucha ~u~~~:::~~~~~ ~~:,/ues es nece~ nuestra religión consistiese en las palabras y no en la nos, como SI »En ef t ' . ,. s cosas. Jec o, ¿que mtentaJs decir vos t 1 idari m~l~tres hipóstasis? ¿Acaso utilizáis esta~~f:br~~ir~~s~~~!r ~e~: fó:as. o estoy seguro de que protestaríais a grandes voces contra aque~SI~ue pe,nsase~.esto,pues confesáis ser una y la misma la ousia d o,s e y que quereis decir vosotros al utilizar el nombre de pers ; l?~ Tres. acaso os figuráis al uno como un compuesto extraño co~~~~ tosmqbue con tres caras? De ninguna P , re ais con grand~s gritos dici~~~e~~e jo:;~se~~~ ~~~~::r~~;ri-rotest~rítenga tales pensamientos. Entonces, ¿qué significan las hipós:os. quien ~~s~~e~sS~~~i~r~onas para vosotros? (...) ~on esto queremos ~:~~r~~:

-=

:~:~¡n~~t~~~~~~:~~~~~: ~~~~;;~s~~l:z~~~:~fa e~i~~:~~;!~~~~~su~~:~ . El Símbolo Qz:icumque. recogería con claridad latina este ensamiento ya esclarecido en Oriente" Más allá de 1 di . P . noló . 1 . as ISCUSIOnesterrniogicas, e concepto de persona se impone como necesario para 12_ Cfr. SAN GREGORIODE NAclANW Oratio 39 11 13_ SAN GREGORIODE NACIANZOO;atio 42 j(; p'

'

'. rruentos, cfr. A. MICHEL,«Hypostase», 'DTC 7 una histona detallada de estos acontecivacíen», en B. SESBOUÉ(ed.) Historia d I D' , . ESBOUÉ,1.WOLINSKI,«El Dios de la sal---"':;;¡;;~ 14 ., e os ogmas, 1, Salamanca, 1994 224 249 - «...ut unum Deum in Trinitate et Trinitatem in un' ' . nas, neque substantiam separantes» (OS 39). rtate veneremur, neque confundentes perso.

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DE LAS PERSONAS DIVINAS

376-385.;:as

JllOS

A partir de los acontecimientos que se acaban de recordar, el decurrir del pensamiento teológico ha sido unánime en utilizar el concepto de persona para hablar del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El uso de este concepto en teología trinitaria parece convenientísimo y, sin embargo, no está exento de riesgos". Así lo subrayan, sobre todo, dos teólogos de nuestro siglo: Karl Barth y Karl Rahner, que se muestran reticentes a la hora de aplicar a Dios el concepto de persona. Se ha hecho notar que en estas reticencias, especialmente en lo que concierne a la posición de Barth, se nota la influencia de Hegel. En efecto, para Hegel Dios no sería un ser personal, sino el Espíritu Absoluto, mientras que la persona es precisamente la manifestación particular del espíritu, su individualización necesariamente limitada. La personalidad sería la forma constitutiva del espíritu humano en tanto que espíritu finito y, en consecuencia, no se podría aplicar a Dios que es espíritu infinito, ya que el concepto de persona no tendría sentido más que en la finitud". Las dificultades barthianas para aplicar a Dios el concepto de persona están en dependencia de su afirmación de que personalidad y finitud son inseparables. Está también en relación con su conocido rechazo de la analogía del ente en el quehacer teológico, analogía que es tan necesaria en la presentación del misterio trinitario. En efecto, sin entender el concepto de persona como un concepto abismal mente distinto y superior a su concretización en la finitud humana, es imposible aplicarlo a Dios. Pero si no se aplica a Dios el concepto de persona, ¿cómo expresar que los Tres de la Trinidad se poseen a sí mismos y se 15. Sobre el tema existe una abundantísima bibliografía. Cfr. p. e., J. RATZINGER,
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EXPOSICIÓN

SISTEMÁTICA

DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO LA TEOLOCIA DE LAS PERSONAS DIVINAS

autodo.n,an en las relaciones trinitarias? K. Barth propone sustituir I expresion tres personas por la de tres modos de ser (Seinsweise) t' a mula qu~, o acerca peligrosa~ente a Sabelio, o no es más que u~ c~~~ cumloquio para expresar lo rrusmo que se designa con el térrni sona", no perYa San Agustín se percató del problema, y argumentó que el us del nombre pe:sona para designar a los Tres se debe a la pobreza d~ nuestro len~ua.Je, al hecho de que no somos capaces de encontrar palabra mejor. He aquí cómo formula la cuestión: una , <~yas~como para Él es idéntico ser y ser Dios, grande, bueno así e El s~ Identifican el ser y la persona. ¿Por qué, pues, no llamar a es~astre~ realidades una persona, como decimos una esencia y un Dios, sino ue afirmamos la eXlst~ncla de.tr~s personas, siendo así que no decimos ~es dioses o tres esencias? Quizá porque, puesto que hemos confesado son tres, nos.place emplear una palabra que exprese la Trinidad que perman ecer en SI'1'enero cuan do se nos pregunta qué son estos tress", ' para no

1.'a.mbién ~. R~ner experimenta graves dudas sobre la oportunidad d~ utilizar el termino persona en teología trinitaria. Sus razones proVienen, fu~daJ?~ntalm~nte, del significado que le otorga la filosofía moderna, significado bien diverso del que recibió en la época patrístiea. Se trata de, un pensamiento que K. Rahner fue madurando lentamente. He aqui un breve resumen de este itinerario":

=r=

En de Teología..admite el uso de persona por ser el habitual en el Magisterio de la Iglesia, pero advierte que, a partir de Descartes este concepto se acerca más a la visión cartesiana que a la de Boecio". En su célebre capí~lo trinitario de Mysterium Salutis, propone que: dado, el n~~vo significado que va adquiriendo el término persona podrían utilizarse expresiones equivalentes al concepto clásico corno «~e1aclOnes personales distintas» o «tres modos distintos de subsistencIa»21.En Sacramentum Mundi, radicaliza su posición hasta el punto de 17. La advert~ncia

es de K. RAHNERen su trabajo "El Dios Trino como princi

io

fundamento

\r;~~n~~~t~3g~ 1~;~tonahde6Ia s:vación», en J. F'EINER,M. LÚHRER, Mysterium S~/utfs, 11, Madrid, 8 S A' rec az .en rgicamente que su fórmula pudiese entenderse en sentido modalista. . AN GUST/N, De Trinitate, VII,6, 11. 19. Cfr. J. M. ROVIRABELLOSO «Personas di . X Pik ' .. 1992, 1105-1106. ' ivmas», en . 1 aza, E/ DIOS crisitiano, Salamanca,

i

20. Cfr. K. RAHNER,Escritos de Teologta IV Madrid 1963 105-107 21 Cfr K R ..' .' .. " . salvació '. AHNER,«El DIOS Tnno como pnncrpio y fundamento trscendente de la historia de la ldfl», en J. FEINER, M. LOHRER,Mysterium Salutis, 11, cit., especialmente 328-331 Rahner preten d e a emás Con este carnbi I té . . T' id d io, reservar e termino persona a Dios, yel de personalitas a los tres de la Sl~m : ' que n~s salen al encuentro en la historia de la salvación: «En ese caso distintas formas de sena el/concepto explicativo, no de la persona, que significa lo que s~bsiste diferenciado a persona itas, que es lo que hace que la realidad concreta de Dios, que nos sale al encuen-

Si~:I;;':~1G

afirmar que el concepto de persona ha de utilizarse «con mucha precaución en teología trinitaria, si se busca la inteligencia recta y no la confusión»22. Las dificultades suscitadas contra la aplicación del concepto de persona ponen de relieve la necesidad de utilizar este concepto con extremada delicadeza. Pero no justifican su abandono, sobre todo, cuando las formulaciones que proponen para sustituirlo son todavía másinsatisfactorias23. Existen, además, muchas razones positivas para continuar con este uso. La palabra persona es la utilizada por los Concilios ecuménicos y por el Magisterio de la Iglesia en su exposición de la doctrina trinitaria y cristológica. La palabra persona es la mejor para designar el Tú divino al que nos dirijimos cuando invocamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, o para designar el Tú de Jesús. El teólogo tiene, además, otra razón poderosa: la experiencia de estos dos milenios que nos han antecedido, y el nuevo sentido que el término persona ha recibido al ser enriquecido por el uso teológico. Como observa el Catecismo de la Iglesia Católica, para la formulación del dogma de la Trinidad, la Iglesia debió crear una terminología propia con ayuda de nociones de origen filosófico: substancia, persona, etc. Pero, al hacer esto, no sometió la fe a una sabiduría humana, sino que dio «un sentido nuevo, sorprendente, a estos términos destinados también a significar en adelante un Misterio inefables". El nuevo sentido teológico con que se han enriquecido estos términos debido a su uso multisecular les hace especialmente aptos para ser utilizados en la tarea de exponer la doctrina cristiana, pues, por su larga historia, son unos términos más accesibles al pueblo cristiano que las paráfrasis especulativas. tro de maneras distintas, se nos presente precisamente de esa manera; y esta forma de presentarse es algo propio de Dios. La persona única (en Dios) sería en ese caso Dios existiendo y saliendo a nuestro encuentro en esas formas determinadas y distintas de subsistencia» (ibíd. 328). Rahner añade a continuación que la fórmula que propone viene a decir lo mismo que la fórmula de Santo Tomás: subsistens distinctum in natural rationali. 22. K. RAHNER, «Trinidad», en Sacramentum Mundi, Barcelona, 1976, VI, 758. 23. Como escribe Rovira Belloso refiriéndose a la propuesta rahneriana, «está muy bien que Rahner entienda como persona un modo de subsistencia distinta. Pero, cuanto más pasan los años, más dificultades parecen acumularse ante la sustitución del término usual (persona) por las paráfrasis mencionadas. En efecto, la enorme ventaja de la palabra persona consiste en que es capaz de connotar al Tú di vino a quien invocamos como Padre; es capaz de designar a la persona del Hijo Jesús, a quien seguimos hasta identificamos con él; es capaz de indicar el Don que recibimos con nuestra personalidad abierta por la fe. Vulgarmente y en una palabra: Jesucristo, en el lenguaje usado por los fieles, es una persona divina, mucho más que un modo distinto y relativo de subsistir la divinidad, a pesar de la exactitud teológica de esta frase» (1. M. ROVlRA BELLOSO,«Personas divinas», en X. PtKAZA, E/ Dios cristiano, cit., 1106). Un excelente ejemplo de sentido común. 24. CEC, n. 251.

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EXPOSICIÓN

SISTEMÁTICA

DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO

LA TEOLOGÍA DE LAS PERSONAS DIVINAS

EL CONCEPTO ANALÓGICO DE PERSONA

Así pues, el concepto de persona ha de utilizarse en teología tri '.'; taria de modo analógico, es decir, teniendo presente que la dista n.lentre Dios y el. ~o~br~ es infinita y, en con.secuencia, que esa dista~~la ha de ser también mfimta en lo que ambos tienen de más radical' su ' a~:"",_~; d . rea- •.••fiiIIII!!l;¡; l'd I a personal. Cuando se habla de tres Personas en Dios, el ténni p~rsona design~ una realidad que, en Dios, se realiza de un modo~in~~ mtamente supenor a la forma en que se realiza en la naturaleza hun] na, pero que se realiza realmente: a-

:i

.«Persona significa lo más p.erfecto .que existe en la naturaleza: subsistente en una naturaleza racional. SI debe atribuirse a Dios todo 1 que sig~ifica perfección~ pues la.esencia .divina contiene en sí todas la~ perfecciones, es co~venIent~ aplicar .a DIOSel nombre de persona. sili embargo no le ,conViene a DIOSdel mismo modo que a las criaturas, sino de un modo mas excelente, a la manera como le convienen los otros nom. bres que fueron impuestos a las criaturas y se atribuyen a Dios»25. ';

·~t

El,concepto de persona se .aplica a Dios siguiendo las leyes de la analogía, pero se encuentra en El de una manera propia y no de mane,' ra metafórica. En efecto, con el nombre de persona designamos inten.! cionalmente una perfección pura, es decir, el ser en cuanto subsistien,' do en sí mismo, como poseyéndose en plenitud. Si el concepto de' persona entraña imperfección en el hombre, esto se debe a la limitación del ser humano, no al concepto de persona; en cuanto tal, el concepto d~ persona sólo significa que aquél a quien se aplica se posee a sí mismo y se dona con toda plenitud. Dado que Dios es infinitamente perfecto, su ser personal es de una perfección infinita en cuanto autoposesión y en cuanto autodonación intratrinitaria. El concepto de persona, aplicado a Dios, tiene una gran diferencia con el concepto de persona aplicado a los seres finitos. En los seres creados, con el nombre persona designamos la esencia o sustancia en cuanto subsiste en sí misma --es decir, designamos lo absoluto-, mientras que en Dios, con el nombre de persona no designamos su sustancia, sino las relaciones, aunque, como es obvio dada la simplicidad divina, lo relacional en Dios se identifica con la sustancia divina y no se distingue de ella más que con distinción de razón". El concepto de persona entraña estas dos notas esenciales: sustancialidad e incomunicabilidad. Estas dos notas se encuentran en Dios de 25. SANTOTOMÁSDEAQUINO,STh l. q. 29, a. 3, in c. 26. En la Trinidad la persona no designa la sustancia subsistente, sino las tres relaciones subsistentes en una única sustancia. Cfr. B. MONDIN.La Trinita mistero d'amore, Bolonia, 1993,274.

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manera muy distinta a como se encuentran en las criaturas. Mientras que en los seres creados la distinción e incomunicabilidad propias de la persona provienen de su sustancia, en Dios provienen exclusivamente de la oposición relativa. Esas relaciones a su vez no carecen de subsistencia, ya que se identifican con la esencia divina; son también sustanciales y reúnen, por consiguiente, las dos notas esenciales constitutivas del concepto de persona", .. En Dios, la palabra persona designa in recto no la sustancia, sino la relación, mientras que en los seres humanos el nombre persona designa in recto la sustancia, aunque como sustancias perfectas -es decir, como seres inteligentes y libres- sólo alcancen su realización plena en , la relación interpersonal. En Dios, las relaciones no sólo distinguen a las Personas entre sí, sino que las constituyen: «Según esto, es verdad que la palabra persona directamente significa relación e indirectamente la esencia; pero la relación no en cuanto relación, sino en cuanto significada por modo de hipóstasiss".

DIVERSAS DEFINICIONES

DE PERSONA

Aunque existe un acuerdo casi universal en tomo a la aplicación a Dios del concepto de persona, las dificultades a que nos estamos refiriendo han propiciado por parte de los teólogos numerosas definiciones de persona con el fin de aquilatar sus notas esenciales. Las definiciones más destacadas son las de Boecio, Ricardo de San Víctor y Santo Tomás de Aquino. Los tres tienen explícitamente presente el misterio trinitario en su definición.

La definiciones de Boecio y de Ricardo de San Víctor Severino Boecio (t 525) define a la persona como sustancia individual de naturaleza racional: rationalis naturae individua substantia". Sustancialidad, individualidad y relacionalidad (racionalidad) aparecen unidas en esta definición. Se da primordial importancia a la sustancia. 27. Cfr. M. CUERVO,«Introducción a la cuestión 29», en Santo Tomás de Aquino, Suma Teolágiea 11,Madrid, 1953, 94. 28. «Et secundumhoc, verum est quod nomen persona significat re/ationem in recto, et essentiam in obliquo: non lamen relationem in quantum est relatio, sed in quantum significatur per modum hypostasis» (SANTOTOMÁSDEAQUINO,STh 1, q. 29, a. 4, in e). 29. S. BOECIO,De duabus naturis, 3.

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EXPOSICIÓN

SISTEMÁTICA

DEL MISTERIO

Sustancialidad e individualidad designan lo que es más evidente en la persona humana: las personas son seres concretos, subsistentes en sí mismos, perfectamente diferenciados del resto de los seres y de las personas. Cada persona sólo es idéntica a sí misma, subsiste en sí misma no puede confundirse con otra. ' La intelectualidad de la persona es la forma más perfecta en que la sustancia puede poseerse: con conciencia o presencia de sí mismo a sí mismo. La intelectualidad está en la base de la posibilidad de comunicación personal, es decir, está en la base de la posibilidad de autodonación suprema, con conciencia y libertad. Esta donación, para que pueda ser constante, debe tener lugar sin que la persona se pierda a sí misma, sin que se disuelva en el acto de la donación. En la definición boeciana, sustancia individual indica la raíz de la propia individualidad, mientras que naturaleza racional indica la posibilidad de comunicación personal, es decir, de la communio personarum. En Dios se dan claramente los dos elementos de la definición boeciana: subsistencia y comunión. Las personas son distintas, porque su origen es distinto y es distinta su relación, pero poseen el grado de comunión más elevado posible: la unidad viva de la única divinidad". Ricardo de San Víctor (t 1173) encontró dificultades para aplicar a Dios la definición boeciana de persona. Estimaba que este concepto no se puede aplicar a Dios tal y como lo formuló Boecio. Ricardo, que parte de la unidad de la naturaleza divina, entiende que Dios es una sustancia individual de naturaleza racional y, sin embargo, no puede decirse de ella que sea una persona. Además, anota Ricardo, el acento del concepto persona aplicado a Dios debe ponerse más que en la sustancia --que es única para las tres personasen lo que es propio e incomunicable de cada Persona: la paternidad, la filiación, la ekpóreusis o espiración. De ahí que defina a la persona como «existencia incomunicable propia de la naturaleza divina»!'. El inciso «propia de la naturaleza divina» pone de relieve la dificultad con que se tropieza Ricardo para aplicar a Dios su propia definición. Por eso dice que se trata de la existencia propia de la naturaleza divina. Es decir, la definición de persona no puede convenir a ningún otro. Ricardo apunta con esta definición a la identidad de cada Persona consigo misma y, en consecuencia, a su distinción de las demás. Este es el sentido en que usa la palabra incomunicable. Incomunicable designa 30. Cfr. J. M. ROVlRA BELLOSO, Tratado de Dios Uno y Trino, Salamanca, 1993,620-621. 31. RICARDO DE SAN vrcrca, De Trinitate, IV, 22: «Fortassis dicere poterimus quod persona divina sit divinae naturae incomunicabilis existen tia».

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LA TEOLOGÍA

DE DIOS UNO Y TRINO

DE LAS PERSONAS

DIVINAS

simplemente aquello que permite decir que el Padre no es el Hijo o que el Hijo no es el Padre; incomunicable designa in recto a9u~1l0 en q~e se fundamenta la alteridad existente entre las personas divinas, alteridad que es necesaria precisamente para que pueda tener lugar la donación interpersonal". Recuérdese que el pensamiento de Ricardo sobre el mist~rio de la Trinidad se basa en su concepción de Dios como amor esencial, en la necesidad de que exista en Dios un auténtico amor para que puedan darse en Él la felicidad y la gloria. Ahora bien -seguimos con la argumentación de Ricardo-, si no se diese alteridad en Dios, no se podría dar en Él un verdadero amor. Sin esa polaridad existente entre una per. sona y otra, no podría darse entre ellas la absoluta e infi~ita comunicación personal y gratuita, la donación propia de la can dad que es la maravillosa riqueza del ser inteligente. A esta luz ha de entenderse qué quiere decir Ricardo con aquello de «existencia incomunicable». Puede decirse que, para él, la persona designa el modo de existir imprescindible para que pueda darse el amor: un modo de existir que, al mismo tiempo, distingue y une. Distingue en la medida en que este modo de existir tiene sus características propias: «Yo pienso que el nombre de persona no designa una c~sa, sino un sujeto. En efecto ;qué da a entender el nombre de persona, SInO uno que 'u . ? D está separado de todo lo demás por aquello que le es propio r» ,

La definición de Santo Tomás Santo Tomás se inclina por la definición boeciana, pero modificándola en forma importante, Pensando en el misterio t~nitario, define a la persona como subsistens in rationali natura, el subsistente de naturaleza racional", En el fondo, esta formulación dice lo mismo que la de Boecio, pero . Tomás, al sustituir el término boeciano de substantia --que es muy cercano al de naturalezapor el de subsistentia, que se acerca más al modo incomunicable de existir, está dirigiendo la atención hacia aquello que es soporte de la naturaleza o de la sustancia, en cuanto que subsiste como distinto e incomunicable". 32. 33. 34. 35. mamos

Cfr. J. M. ROVlRA BELLOSO, Tratado de Dios Uno y Trino, cit., 622. RICARDO DE SAN Vícroa, De Trinitate, IV, 7. SANTO TOMÁS DE AQUINO, STh 1, q. 29, a. 3, in c. . «En efecto, en cuanto existe por sí y no en otro, (la sustancia) se llama subsistencia, pue~ llasubsistente a lo que existe en sí y no en otro» (SANTO TOMÁS DE AQUINO, STh q. 29, a. 2, m e).

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EXPOSICIÓN SISTEMÁTICA

DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO LA TEOLOGÍA DE LAS PERSONAS DIVINAS

~n efecto, hablar de tres sustancias individuas existentes D' no deja de ser un paso peligroso hacia el triteísmo. Si se habla en lOS b·10, d e tres su bsistentiae, . . se sigru iznif ica que la naturaleza asustan ' en . cam di ., . " era IVI a n , numdencamle~te una, eds~afoselda por t~es sujetos, que subSisten e~ tres mo os re ativamente istmtos de subsistencia", En el De potentia, Santo Tomás define las personas divinas '-óMlllIII!I: ' dilSt1OtOen la naturaleza divina: distinctum SUbSI'Stcomo un su b sistente ' . ". evoca la Importancia otorgad ens In n~ t ura divi tvtna:,'7 Esta de fiirucion RIcardo de San Víctor a la distinción entre los subsistentes como la P?r desdt~c~ble en la personalidad. En la Suma Teológica, define a la ;e~~~ na ivma como la relación en cuanto subsistente: "":;'=:%f: «Una cosa es averiguar el significado del término persona en g , , ral y otra el de.persona divina. Ahora bien, persona en general signl'fieneCamo h emos d .IC h ?, ,sustancI~ . In. individ rca, IVI uaI de naturaleza racional, e indivj, d.uo'.lo que es indistinto d~ SImismo, pero distinto de lo demás. Por consiguiente, persona, cualquiera que sea su naturaleza, significa lo que es ~lst~~tOen aquella naturaleza (.oo) Pero en Dios no puede haber más dis, tIncI?n que I~que proviene de las relaciones de origen (.oo) Además la relacló~ en DIOSn? es.c?mo un accidente adherido a un sujeto, sino que e~ l,a mIsm~ esencra divina por 10 cual es subsistente, ya que la esencia divina subs~ste (oo.) Por consiguiente, la persona significa la relación en cuanto subsistentes.", El concepto depersona que utiliza Santo Tomás, aun siendo muy cercano al de Boecio, tiene como característica propia la importancia dada al concepto de subsistencia o de subsistente. Con ello no sólo pretende evitar los claros peligros que conlleva la definición boeciana al primar la sustancia co~o constitutiva de la persona, sino que apunta al hecho de que, en DIOS, las personas se constituyen precisamente por la relación subsistente.". ~I apoyarse en el concepto de subsistencia más que en el de sustancia, Santo Tomás mejora la definición de Boecio incorporando algo ,de la c~ncepción de Ricardo de San Víctor. Lo que para Santo Tom~s co~stltuye la persona, más que la pura individualidad, es la subsistencia, el distinctum subsistens, Sin embargo es bien percepti36. Cfr. W. KASPER, El Dios de Jesucristo, 37. ~Al'ITOTOMÁS DE AQUINO,De potentia, 38. Id., STh 1, q. 29, a. 4, in c.

Salarnanca, q. 9, a. 4.

ble SUdiferencia

con la definición

de Ricardo: Tomás nun~a ~tilizacom.o el co~StltUtlVO de la persona divina: La ~ub~lstencla t?ma~l,ana qUl~re decir algo m~y distinto de la extstentta incommunicabilis de RIcardo, pues segun Santo Tomás, no se dan en Dios tres exist~?cias incomunic~bles -1,0 que llevaría peligrosamente a la co~cepcl?n de ,tres actos lllCOmU~Icables de existir-, sino una sola existencia realizada en tres relaciones que, por estar radicadas en la naturaleza divina, subsisten en sí mismas.

rá el elemento de existenc~a inc~munica~le

. PERSONA DIVINA Y RELACIÓN SUBSISTENTE

Puesto que en Dios la persona es el subsistente distinto y, en Dios, nada hay distinto fuera de la relación de oposición, síguese, según Santo Tomás, que las personas divinas no son otra cosa que las relaciones en cuanto subsistentes. Puede decirse que estas relaciones se distinguen por ser opuestas y que son personas -con lo que este concepto comporta de sustancialidaden cuanto que subsisten en la esencia divina con la que se identifican. He aquí cómo lo razona Santo Tomás: «La relación en Dios no es una cosa accidental que pertenece a un sujeto, sino que es la misma esencia divi~a. ~, por tanto, es una rel~ción subsistente, como subsistente es la esencia divina, Luego por lo mismo que la deidad es Dios, la paternidad divina es ~Ipio~ P~dre, que es ~~a persona divina. Por consiguiente, la persona divina significa la relación en cuanto subsistente. Esto es significar la relación por modo de sustancia, que es una hipóstasis subsistente en la natu~al~za divina;. a~nque 10 que subsiste en la naturaleza divina no sea cosa distinta de la divina naturaleza»:", Esta identificación entre relación subsistente y persona refleja la unicidad de la sustancia divina. De ahí que el concepto de persona en Dios esté referido directamente a la relación e indirectamente a la esencia divina en la que se identifican el Padre, el Hijo y el Espíritu, que son un solo Dios:

1985, 320. ,

. . 39. «No traicionaríamos el pensamiento de Tomás si decimos que la persona es la subsistencia individualizada en contmua donación de conocimiento y de amor. Seguramente persona en Dios no quiere decir más no menos que tres modos de subsistir distintos en comunicación total de autodonación, es decir, de conocimiento y de amor» J. M. ROVlRABELLOSO Tratado de Dios Uno y Trino cit. 623-624. " ,

«Según esto, es verdad q.ue la palabra p~rsona in recto signific~, la relación e in obliquo la esencia; per? la relación no en cuanto relación, sino en cuanto significada por modo de hipóstasis-". 40. SAl'ITOTOMÁS DE AQUINO. STh 1, q. 29. a. 4, in c. 41. Ibíd., q. 29. a. 4. in c.

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EXPOSICIÓN

SISTEMÁTICA DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO

. . Las relaciones subsi~tentes const~tuyen, distinguen y refieren al divinas Personas entre si. Como se dice en el Catecismo de la 1 l ~ C T 1 d' . . , n al g esm ato .Idcad'
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LA TEOLOGÍA DE LAS PERSONAS DIVINAS

ciones, provendría de la sustancia, con lo que no se daría identificación total de cada hipóstasis con la esencia divina". San Buenaventura no piensa lo mismo. Para él, al igual que para Alejandro de Hales, las relaciones no son constitutivas de las Personas, sino sólo características suyas. Las Personas son distintas en razón de sus propiedades de origen. Las relaciones no hacen más que manifestar estas propiedades. En esta línea se encuentra Duns Escoto. Según él el Hijo y el Espíritu se constituyen y distinguen por su modo de proceder respectivo, y no por su relación de oposición".

. TRINIDAD DE PERSONAS

y UNIDAD DE ESENCIA

Desde la teología de las personas divinas, se puede atender mejor a lo más nuclear del misterio trinitario: cómo se dan en Dios -sin contradicción alguna-, unidad y trinidad. Ni la confesión de la trinidad atenúa la fe en el Dios único, ni la afirmación del Dios único nos lleva a concebirlo como solitario, o a concebir las Personas como meros modos de ser o de aparecer Dios. La definición de persona como relación subsistente, al poner el acento en la relacionalidad, ayuda a tomar en toda su radicalidad la afirmación de la unicidad de sustancia divina. En efecto, subsistir exclusivamente en cuanto relación es ser totalmente para el otro. Esto quiere decir que las Personas divinas encuentran su propia identidad precisamente en su mutua referencia. Por eso, lo más importante en el tratado de la Trinidad, no consiste en aplicar a Dios un concepto de persona calcado de la persona humana, sino en saber utilizar la analogía. Si no se hiciese así se estaría cayendo en un antropomorfismo poco cristiano. En teología trinitaria, lo nuclear del concepto de persona surge de la importancia constituyente que en ella tiene la relación como autodonación total al otro. En efecto, la persona divina no es otra cosa que relación que subsiste; fuera de la oposición de relación, todo es uno en las tres Personas. La esencial definición joánica de Dios -Dios es amor (1 Jn 4, 16)-, se cumple en la vida trinitaria en una forma que trasciende todo conocimiento. Dios no es sólo un ser lleno de amor, sino que es el 44. Se manifiesta aquí una de las más notables diferencias con representantes importantes de la teología ortodoxa. He aquí la posición de V. Lossky: «Se puede constatar aquí que las relaciones sirven únicamente para expresar la diversidad hipostática de los Tres y no para fundarla. Es la diversidad absoluta entre las tres hip6stasis la que determina las diferentes relaciones y no al revés» (V. LOSSKY,A l'image el el la ressemblance de Dieu, París, 1967,75). Cfr. J. H. NICOLAS,Synthése Dogmatique, cit., 148-149. 45. Cfr. A. MICHEL, «Trinité», DTC 15, 1736-/738; cfr. también A. DE VILLALMONTE, «Escoto, Juan Duns», en X. Pikaza (ed.), El Dios cristiano, cit., 450).

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EXPOSICIÓN

SISTEMÁTICA

DEL MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO

Amor, constituido en ser tripersonal precisamente por su eterna donn. clOn~ por sus mutuas relaciones de conocimiento y de amor. Es Amor subsistente. Puede decirse con todo rigor que la vida intratrinitaria es otra cosa que una vida en infinita y eterna donación, hasta el pun~~ de q~~ la estru~t;Ira de Personas es esencialmente y antes que nada relación, donación de SI.

las

CAPÍTULO XXVII

NOCIONES Y APROPIACIONES

A lo lar~o de la hist?~a se ha considerado a la persona en una triple perspecuva: la o~to!o~Ica, como subsistencia; la psicológica, como autocon~lencIa; la dialógica como comunión y donación. Se trata d perspectivas que ~o. son contra?ictorias entre sí, sino complementarias~ ~n I.as Personas dIVInaS se conjugan perfectamente subsistencia, conocrrruento y donación de sí4ó•

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La afirmación de tres personas realmente distintas en Dios resultaría inoperante, si no se añadiese alg.o en torno. a la~ c~a~te~sticas. que las distinguen. En efecto, del enunciado del rrusteno tnrutano se SIgue que en las Personas divinas hay algo que es comú!l y alg.o que es propio, ya que poseen la misma naturaleza, pero se diferencian :ealmente entre sí. Esto exige aquilatar las notas o conceptos, que nos sirven para conocer a las Personas en cuanto distintas. Así lo vieron muy pronto los grandes teólogos de la Trinidad, como San Basilio, San Gregorio de Nacianzo, San Agustín o San Juan Damasceno. Pero el misterio trinitario excede la capacidad de toda inteligencia creada y, en consecuencia, las notas o concept?~ a que nos refe;imos deben estar claramente contenidos en la revelación, aunque sea solo en forma implícita. Sólo Dios, al revelarse en su realidad tripersonal, puede indicamos las notas mediante las cuales podemos cono~erle en su diferenciación personal. Nos encontramos, pues, en el estudio de lo que San Basilio designó como «notas de reconocimientos',

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La cuestión de las nociones y apropiaciones en Dios se sitúa en el ámbito de nuestro conocimiento y de nuestro modo de hablar de las pe~sonas. Así lo hace, p. e., Santo Tomás, que desarrolla este tema pr~c~samente en la cuestión dedicada al conocimiento de las personas divinas', Se trata, por lo tanto, de una cuestión típicamente teológica. Se 46. Cfr. B. MONDIN,La Trinitá mistero d'amore, cit., 292-314.

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1. SAN BASILlO,Epístola 38, 4. 2. Cfr. SAIITOTOMÁSDEAQUINO,STh 1, q. 32.

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