El Diario Nathan Adler

  • Uploaded by: Santiago Tuesta
  • 0
  • 0
  • January 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View El Diario Nathan Adler as PDF for free.

More details

  • Words: 2,584
  • Pages: 7
Loading documents preview...
El diario Nathan Adler  (o el asesinato ritual-artístico de Baby Grace Blue) Fue exactamente a las 5:47 de la mañana del viernes 31 de diciembre  de 1999 cuando un pluralista de espíritu oscuro comenzó la disección  de la catorceañera "Baby Grace".  Los brazos de la víctima fueron alfileteados (1) con 16 agujas  hipodérmicas que inyectaban cuatro conservadores principales, agentes  colorantes, fluidos transportadores de información de memoria, y  cierto tipo de sustancia verde. Desde la última y decimoséptima se  extrajo toda sangre y líquido. El área abdominal fue cuidadosamente  abierta en canal y los intestinos removidos, desenredados y  reanudados (2) como estaban originalmente en una pequeña malla o red;  luego fueron colgados entre los pilares del lugar del crimen: el  enorme y húmedo portal del Museo de Partes Modernas en Oxford Town,  Nueva Jersey. Las extremidades de Baby fueron entonces separadas del  torso. En cada una se implantó un pequeño y altamente sofisticado  traductor de código binario que, a su vez, se conectó a pequeños  altavoces instalados al final de cada extremidad. Los  miniamplificadores autoenvasados se activaron, magnificando las  sustancias infotransportadoras de memoria decodificada, desvelándose  como diminutos haikús en clave —pequeños versos detallando recuerdos   de otros actos brutales, bien documentados por los ROMbloides. Las  extremidades y sus componentes fueron colgados de la red extendida,  cual viscosa presa de una criatura inimaginable. El torso, por medio  de su orificio más profundo, se colocó en un soporte pequeño,  sujetado a una base marmórea. Fue exhibido con varios niveles de  éxito dependiendo de dónde se ubicara uno detrás de la red —siempre   frente a la puerta del Museo—, actuando al mismo tiempo como símbolo   y guardián del acto. Definitivamente era un asesinato, ¿pero era  arte? Todo ello conduciría al evento más provocador en toda la  secuencia de sucesos que habían comenzado cerca de noviembre de ese  mismo año, arrojándome al más portentoso abismo de caos que un hacker  solitario como yo podría comprender. Mi nombre es Nathan Adler, o  Detective Profesor Adler, como soy conocido en mi circuito personal.  Estoy adscrito a la división de Crimen-Arte Inc., corporación  recientemente instigada y fundada gracias a una donación del  Protectorado Artístico de Londres, bajo la presunción de que los  crímenes-arte eran de hecho inseparables por sí mismos de otras  formas de expresión y de que, por ello, merecían el apoyo de  semejante instituto. El mismo Nicolas Serota consideró que nosotros,  los querubines de la división, éramos merecedores de una muestra  dentro de la Bienal de Venecia del año pasado: tres salas llenas de  evidencia y estudio comparativo comprobaron de manera irrefutable que  la vaca en La inocente prueba ocular, de Mark Tansey, era incapaz de 

distinguir entre El novillo, de Paulus Potter (1647, 300 años antes  de mi nacimiento, por cierto), y una de las grandes pinturas de Monet  del último decenio del Siglo 19. La prensa tradicional de arte  calificó a tal extrapolación como "mamadas" y se retiró a estudiar  las más formales ideas contenidas en Ovejas en una caja, de Daimen  Hirst. El arte es una granja. Mi trabajo es hurgar entre el  estercolero para encontrar algunos granos de pimienta.

VIERNES  DICIEMBRE 31, 1999 10:15 AM Como en cualquier crimen, lo primero que hago es escudriñar el  libreto de los motivos. El reciente auge de asaltos conceptuales, a  lo largo de 98 y 99, en buena medida me tuvo acumulando aliento para  un arte-homicidio. Era un crimen cuyo tiempo es el ahora. Todos los  antecedentes ya estaban ahí. Probablemente tuvo su comienzo en los 70  con los castracionistas vieneses y los rituales sangrientos de  Nitsch. El asco colectivo acabó con aquel episodio, pero al final  nadie puede contener a un buen profanador. Espoloneadas por Chris  Burden al hacerse balear por su colaborador en una galería, atar  dentro de una bolsa, arrojar en una carretera y luego crucificar en  el toldo de un Volkswagen, circularon historias a través del  asqueroso neón nocturno de NY en cuanto a que un joven artista  coreano se constituyó a sí mismo como paciente de cirugías  practicadas en horas recónditas, en operaciones de corta-y-corre, en  puntos no tan secretos de la ciudad. Si te enterabas de ello, podías  observar cómo a este sujeto le eran practicadas mutilaciones de  miembros y pedazos bajo los efectos de la anestesia. Un tendón un  día, una extremidad otro. En la aurora de los 80 corría el rumor de  que ya no era más que el puro torso y un brazo. Habría solicitado que  lo depositaran en una gruta en los Catskills (3), y era alimentado  muy a menudo por sus acólitos. No hizo mucho, después de aquello. Me  imagino que leía bastante. Quizá escribió aún más. Supongo que nunca  puedes adivinar lo que un artista va a hacer una vez que ha sido  picoteado. Por esta época, el cantante Bowie reparó en un par de  perpetradores que frecuentaban los bares de Berlín armados con todo  un equipo de cirugía: gorros, mandiles, guantes de hule y  mascarillas. Lo último de lo último. Entonces llegó Damien Hirst con  aquello del Tiburón-Vaca-Oveja. Sin humanos; apetitoso ritual para el  público de todo el mundo. La faz aceptable de lo sangriento. Mientras  tanto, en Estados Unidos, 1994, me encontraba yo en el pueblo la  noche de las escarificaciones de Athey.

JUEVES  OCTUBRE 27, 1994 122 EAST VILLAGE, MANHATTAN Ron Athey, artista de performance no apto para el nauseabundo —otrora   adicto a la heroína, VIH positivo—, introduce varias veces en su   frente lo que en apariencia es una aguja de coser: una corona de  sangre, debe doler como el carajo. Hilo rojo gotea-gotea. Sin gritos.  La cara se mueve mientras sufre. Lo cargan y lo friegan con su propia  sangre. Luego agua. Ahora se viste de traje fino y corbata. Ahora en  una T-shirt y jeans, tallando, con escalpelo desechable, patrones en  la espalda de Darryl Carlton, un hombre negro. Toallas de papel  ensangrentado cuelgan del tendedero suspendido sobre las cabezas del  público. Impresiones Sangrientas de la vida (4). Una edición  estrictamente limitada. En su estreno, en el mes de marzo, Cuatro  escenas de una vida áspera detonó una metralla de controversia a  través de la Fundación Nacional para las Artes. "Hemos tomado todas  las precauciones en nuestro sistema de eliminación", dijo un vocero  de Athey. "Las toallas con la sangre son inmediatamente depositadas  en bolsas para desperdicios peligrosos. Cada noche, el material es  llevado a un hospital para su destrucción definitiva". Athey dice que  se confronta con la autorrepugnancia, el sufrimiento, la sanación y  la redención.

VIERNES  DICIEMBRE 31, 1999 10:30 AM  MUSEO DE PARTES MODERNAS Bebo en los suburbios de Oxford Town. Humo de Nueva Jersey. Salado y  ácido. Quizá pueda echarle la mano a esto en la oficina, en Soho.  Solía ser el estudio de Rothko (5), ahora es el cuarto de juegos de  todos nosotros, la gente Crimen-Arte, CA'' o "los pintores de brocha  gorda", como somos conocidos. El propio Rothko, en cierta noche  profunda-oscura-ebria, se despojó cuidadosamente de sus ropas y las  dobló pulcramente, colocándolas sobre una silla; se recostó en el  suelo en postura de crucifixión y, luego de varios intentos, encontró  el suave bombeo azul de sus muñecas y pidió la cuenta. Había  sostenido las hojas de rasurar entre rollos de pañuelos de papel, de  tal manera que no cortaran sus dedos. Un pensador profundo. Siempre  lo fue.

11:00 AM  CUARTELES  DE LOS ''PINTORES DE BROCHA GORDA'', SOHO

Los únicos nombres que el banco de datos puede asociar con Baby Grace  son Leon Blank, Ramona A. Stone y Algeria Touchshriek. Los sumarios  son breves pero no concisos: Ramona A. Stone: Femenina. Caucásica. En sus 40. Afirmativo interés  en mantenimiento-trafico de drogas y Futurista Tiránica. Sin  antecedentes penales. Contactos: Leon Blank, Baby Grace Blue, Algeria  Touchshriek. Leon Blank: Masculino. Mestizo. 22 años. Forastero. Tres arrestos por  robo a pequeña escala, robo y plagio sin licencia. Contactos: Baby  Grace Blue, Algeria Touchshriek. Algeria Touchshriek: Masculino. Caucásico. 78 años. Dueño de un  pequeño establecimiento en Rail Yard. Oxford Town, NJ. Comercia con  drogas artísticas e impresiones de ADN. Propenso a todas las  apariciones, por cualquier medio. Inofensivo, solitario.

Pequeña leva, sin ruedas. No hay mucho a donde ir, pero R.A. Stone  pesa en mi memoria. No hay problema, ya regresará. Lo mejor ahora es  alimentar cada pieza relevante en el Mack-Verbasiser, el programa  Meta-aleatorio que reencadena hechos de la vida real como materia  virtual improbable. Puedo encontrar una pista o dos a partir de ello. 11:15 AM ¡Qué Jesús! (6). Odio mecanografiar. Pero bueno, obtuvimos materiales  interesantes del Mack-aleatorio. ¡Qué tal! Descarga del Verbasiser,  primer bloque:

Sin antecedentes de santos asertivos presunto caucásico mucho-muy  tiránico evocó cero imágenes descritos santos cristianos preguntas no  femenina cristiana máquina supuesto sin trabajo es caucásico  afirmativo santos presunto femenina descrito cristiano preguntas  tiránicas R.A. Stone arrestos mártires y tiránicos son evocados mujer  descrita sadomasoquista preguntas yo soy suicidio descrito la máquina  fábrica puñalada mucho muy santos y mártires y arrojado escaleras  abajo

Ahora el torbellino comienza. Ahora la pila de imágenes retrocede y  toma el proscenio. Ramona A. Stone. Recuerdo su grosor, este  empalagoso y líquido pensamiento. Pero, momento, me estoy adelantando.

JUNIO 15, 1997  KREUTZBURG (7), BERLÍN Son las dos de la mañana. No puedo dormir gracias a los gritos de un  pobre inmigrante turco condenado al ostracismo que grita como loco  desde el otro lado de la calle. Sus graznidos suenan sofocados, como  si tuviera una almohada sobre la boca. Pero la desesperación surge a  través de la goma espumosa como un cuchillo. Corta la brisa y retumba  en mis tímpanos. Camino más allá de la fábrica máquina, doy vuelta a  la izquierda en una calle sin nombre. El centro suicida caucásico,  desnudo y astroso, perfilado de faroles amarillos y mohosos santos  femeninos por un dólar cada turno extrayendo el puñal arrojado  escaleras abajo si es que no puedes más. Alegría pura de retirarse  hacia la muerte, guiados por la pastora. Carteles antimestizos  pegados en su altar de iconos pop-muerte, gente reventada. Un cero  anónimo mira con ojos estultos a la Sra. Stone, la zángana (8) que  dice "en el futuro, todo dependía de sí mismo". Sí. Recuerdo a  Ramona. Se instaló a sí misma como la sacerdotisa del no-hay-futuro  en el Centro Suicida Caucásico, vomitando su doctrina de muerte-comofiesta-perpetua en los recipientes vacíos de la juventud berlinesa.  Los cuartos del piso superior eran las compuertas para rendirse al  dios sagrado. Ella debió de haber presenciado más de 40 ó 50  abandonos antes de que el escuadrón local se percatara de lo que  estaba pasando.

OCTUBRE 28, 1994 Revista New Yorker, ejemplar de adelanto, celebrando la moda. Es el  primero en su tipo desde que Tina Brown tomó el poder como editora.  Miró y eso bastó. Bastó lo que miró y escribió de nuevo sobre lo que  los sofistaplitas (9) habrían de llevar y hornear. Guy Borodin  acaparó esta nueva imPRESIÓN (10). Desde el auge del SIDA y la nueva  moralidad, y, por supuesto, de su propia muerte, su estilo oscuro,  fatal y sexy había caído fuera de Vogue (11). Fotógrafo no  comprometido, había encontrado un torcido camino que atravesaba el  deseo y la muerte. Una blanca pierna femenina emergiendo  tenebrosamente del esmalte negro y líquido. Dos muñecas de carne y  hueso pegosteadas, cubiertas de diminutas perlas. El pegamento  impedía que sus pieles respiraran, y ellas morían. "Oh, sería tan  hermoso", se supone que había dicho, "fotografiarlas muertas, en la  cama". Era un hombre francés. Había conocido a Man Ray. Adoraba a  Lewis Carroll. En su primera chamba hizo algunos sombreros para  Vogue. Ponía moscas muertas o abejas en los rostros de las modelos, o  accesorios femeninos para la cabeza apretujados (12) entre tres  cabezas de becerros rapados, las lenguas colgando. ¿Qué era eso? 

¿Bellas Artes? Los surrealistas incluso pensarían que su trabajo era  passé. Bueno, eran los 50, eso es lo que era. Los 50 de collares  apretados vistos a través de una hostilidad inopinada. Quería, pero  no podía pintar. Así que arrojó gotitas de odio vengativo a sus  núbiles sujetos. Sistemáticamente desconectaba de la pared el cordón  del teléfono. Nadie lo podía molestar. Molestar. Nunca. Todo y todos  a su alrededor murieron. Una toma enfocada en una mujer que yacía  sobre una cama reconstruía, supuestamente, la muerte de su esposa  estrangulada. Otra placa mostraba a una mujer en una cabina  telefónica, haciendo una llamada frenética. Su mano presionaba  blancamente el cristal. Detrás de ella, por fuera, dos cuerpos  femeninos parcialmente cubiertos por las hojas otoñales. Su sueño,  tal como lo dijo a unos amigos, era una sesión en la morgue, con los  tiesos como maniquíes. No sé. Yo sólo leo estas cosas. Ahora su  espíritu era resucitado. La sangre nos mistifica. Es nuestro enemigo  ahora. No lo entendemos. No podemos vivir con eso. No podemos,  bueno... ¿sabes?

VIERNES  DICIEMBRE 31, 1999 11:30 AM Luego de una cirugía, y de invertir en máscaras antibalas, Ramona  apareció en Londres, Canadá, como dueña de una cadena de joyerías  corporales. Gargantillas de pene de cordero, monederos de escroto de  chivo, arracadas de pezón, ese tipo de cosas. En la calle se decía,  sin embargo, que no era muy conveniente convertirse en cliente asiduo  dado que, ocasionalmente, se veía entrar a alguien en la tienda para  no volver a salir. La alerta cundió cuando una adorada y respetada  celebridad, conocida por ser conocida, faltó a una colgada-en-galería  de sus propios espejos. Otras luminarias, igualmente conocidas por  ser conocidas, algunas sólo entre ellas, pensaron que se trataba de  la exposición más profunda que habían visto en años y no pudieron  quitar sus ojos de las obras. Todas las piezas se vendieron en cosa  de horas, muchas en precios récord. Cuando el crítico de la revista  Tate pidió una entrevista con la celebridad-artista, el dueño de la  galería recordó que no se le había visto desde temprano ese mismo  día. Ella había mencionado algo de ir a comprar un cordón umbilical  bordado de diamantes como señal celebratoria de su embarazo.  Regresaría en una hora. Sólo una parada rápida en el "Gallstone",  1986. El embarazo hubiera producido un ser que rondaría los 14 años  de edad. Si tan sólo aún viviera. David Bowie 

Notas del traductor: 1. Pin-cushioned en el original. 2. Re-knitted en el original. 3. Zona montañosa ubicada a unos 170 kilómetros al noroeste de la  ciudad de Nueva York, en el estado del mismo nombre. 4. Puntuación así en el original. 5. Mark Rothko, pintor de nacionalidad estadounidense nacido en Rusia  en 1903. Su nombre verdadero era Marcus Rothkowitz. De 1964 a 1967,  trabajó en el establecimiento del recinto conocido como Rothko  Chapel, en Houston. En honor del pintor y de este espacio, Morton  Feldman compuso la obra musical Rothko Chapel. El pintor se suicidó  en su estudio en 1970. 6. Jesus Who, en el original. Expresión intraducible como tal. 7. El autor se refiere a Kreuzberg, el barrio turco por excelencia de  Berlín. Sin embargo, por razones no explícitas o por un error  ortográfico, aparece escrito como Kreutzburg. 8. Drone en el original. El autor juega con el doble significado de  esta palabra: zángano, por un lado, y por otro, persona que habla de  modo monótono. 9. El autor juega con la denominación de la escuela filosófica  sofista, y con la palabra aplita, concepto geológico que se refiere a  la "roca filoniana formada por pequeños cristales". 10. En el original aparece como eDISHion. 11. Out of Vogue en el original. El autor juega con el concepto  de "fuera de moda" en un retruécano intraducible. 12. Hat crushed en el original.

Traducción: Enrique A. López

Related Documents


More Documents from ""

El Diario Nathan Adler
January 2021 1
Tijeral De Madera
March 2021 0
Ejercicios De Estatica
February 2021 3
February 2021 2
February 2021 3
Amor Vida Y Risa Osho
January 2021 0