El Don De La Dislexia

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Parte cuatro Haciendo algo acerca del problema Una guía para padres, tutores y educadores

La orientación corrige la percepción. La maestría de símbolos corrige la dislexia.

Capituló 22 ¿Cómo puede usted saber? Si sospecha que usted o alguien a quien usted ama tiene el don de la dislexia, ¿cómo puede diagnosticarlo? Esto parece una pregunta simple, lógica, que debería tener una respuesta igualmente simple y lógica, pero no es así. Si usted considera por un momento lo que hasta ahora usted ha aprendido acerca de la dislexia, las razones que explican la dificultad resultarán aparentes.

Diversos síntomas, ninguna patología. El método tradicional para diagnosticar un problema es examinar a la persona y entonces estudiar los resultados por su sintomatología o su patología. Al usar la sintomatología, el estudio de los síntomas, hay muchos problemas. El primero de ellos es que no hay dos personas que tengan dislexia que alguna vez exhiban los mismos síntomas. Solamente hasta que todas las personas que tengan dislexia añadan sus síntomas a la lista, no sabremos de qué se tratan todos estos síntomas. Además, todos los síntomas conocidos de dislexia pueden resultar de otras causas, incluyendo desórdenes físicos tales como fallas en la visión y problemas en el oído interno. En patología, el estudio de la naturaleza de las enfermedades, se estudian los cambios estructurales y funcionales en el cuerpo causados por la enfermedad. El gran problema en este punto es que la dislexia no es una enfermedad, sino una condición auto creada. A medida que los equipos para examinar dentro de los cuerpos se hacen cada vez más sofisticados, hay anormalidades que esperaríamos encontrar, tales como una glándula pineal ligeramente agrandada y neuronas más grandes, lo cual causaría que el cuerpo calloso fuera ligeramente más grueso. Pero al considerar a la dislexia como un proceso de desarrollo, estas anomalías serían un resultado de la forma diferente como el cerebro de un disléxico se desarrolla según lo va usando. Decir que esas anomalías causan la dislexia sería incorrecto. Estas diferencias hipotéticas también estarían presentes en cualquiera que tuviera el Don de la Dislexia, no solamente en aquellos que desarrollan dificultades de aprendizaje. Como resultado de lo expresado, podemos decir que no existe una prueba diagnóstica definitiva para la dislexia. Esta es precisamente la razón por la cual algunos psicólogos y educadores dicen que, “No existe tal cosa como la dislexia.” Pero sí la hay. Si observamos la estructura o la anatomía de la incapacidad para el aprendizaje conocida como dislexia, encontraremos la siguiente secuencia de hechos:

1. El individuo encuentra un estímulo no reconocido. Esto podría ser una palabra (escrita o hablada), un símbolo o un objeto que no reconoce. 2. La falta de reconocimiento causa una confusión la cual estimula distorsión. El individuo usa la distorsión para examinar mentalmente el estímulo desde diferentes puntos de vista, en un intento para obtener el reconocimiento. Esto funciona generalmente con objetos de la vida real, pero no funciona para nada con el lenguaje, porque este se compone de símbolos auditivos o escritos para las ideas y los conceptos. 3. La distorsión causa la asimilación de datos incorrectos. Las perspectivas que el individuo examina mentalmente se registran en el cerebro como percepciones reales. La mayoría de esas percepciones son inexactas. 4. La asimilación de datos incorrectos hace que el individuo cometa errores. El individuo es incapaz de distinguir entre datos correctos o incorrectos, porque ambos tipos de datos se registran en el cerebro como percepciones reales. Los errores que resultan de este comportamiento son generalmente los primeros síntomas de la dislexia. 5. Los errores causan reacciones emocionales. A nadie le gusta cometer errores. Ante esto, el individuo generalmente se molesta consigo mismo. Él se encuentra experimentando una reacción humana. Esto, a su vez, hace que los maestros y padres interpreten su reacción de una manera negativa. 6. Las reacciones emocionales generan frustración. La frustración es el resultado de los efectos acumulados de los errores y de las reacciones emocionales, compuestos de las respuestas negativas propias y de otras personas. 7. Se crean o adoptan soluciones para resolver los problemas provenientes del uso de la distorsión en el proceso de reconocimiento. Estas soluciones serán métodos para hacerle creer a los demás que se conocen las cosas, así como los procedimientos para hacer tareas. Cada solución habrá funcionado al menos una vez y se convertirá en una conducta compulsiva. La persona la usará aun sin darse cuenta, de una manera inconsciente. Estas “viejas soluciones” generalmente empiezan a acumularse aproximadamente a los nueve años de edad. 8. La incapacidad de aprendizaje se compone de soluciones compulsivas que adquiere o aprende el individuo. Las soluciones compulsivas son muletas mentales, repeticiones de memoria, trucos o artilugios que la persona usa para dar la apariencia de haber comprendido. Estas soluciones tienen muy poco que ver, si acaso, con el verdadero aprendizaje o el adquirir comprensión del material estudiado. 9. Estas soluciones compulsivas son lo que impide el proceso de aprendizaje. Al usar soluciones compulsivas, una persona podría aprender a “leer” de la misma forma como un loro aprende a hablar –sin ninguna comprensión del contenido. Por medio de algunos procesos mentales

indirectos, la persona podría ser capaz de descifrar algo del material que lee. Pero el usar estas soluciones es un proceso tedioso. Con estas premisas como base, podemos evaluar las características de las funciones mentales que eventualmente producen diversos niveles de dislexia: la habilidad de realizar conceptualizaciones no-verbales y la habilidad de distorsionar las percepciones.

Capítulo 23 Síntomas de distorsión Las personas empiezan a sospechar de una posible incapacidad para el aprendizaje por medio de ciertos síntomas. Es por ello que debemos familiarizarnos con síntomas “conocidos”, o al menos conocer la naturaleza del problema antes de que podamos evaluarlo. Todos los síntomas de la dislexia son síntomas de distorsión. La dislexia en sí misma no puede reconocerse definitivamente; pero la distorsión sí puede reconocerse. Durante una distorsión, las percepciones de la persona se alteran. Lo que se percibe mentalmente no se encuentra en concordancia con los hechos y condiciones reales del ambiente. Los principales sentidos que producen distorsión son la vista, el oído, el equilibrio, el movimiento y el tiempo. Ejemplos comunes de distorsión incluyen el mareo al moverse, la sensación de caer cuando se encuentra en un ascensor o al borde de un precipicio, el “escuchar cosas” y la sensación de falso movimiento que sienten algunas personas al estar sentados en un vehículo detenido y ver otro vehículo moverse. Mientras una persona se encuentra desorientada, el o ella no está percibiendo la misma “realidad” que los demás y no se da cuenta que lo que percibe no es real. Miles de síntomas de diferentes dificultades de aprendizaje pueden resultar de la distorsión. La severidad y el grado en los cuales cada uno de los sentidos se ve afectado varían de persona a persona y de un período a otro. A continuación encontrará algunos de los síntomas más comunes de distorsión, clasificados por las percepciones sensoriales más afectadas:

Visión •

Las formas y las secuencias de letras o palabras lucen cambiadas o invertidas.



El deletreo es incorrecto o inconsistente.



Se saltan palabras o líneas cuando se lee o escribe.



Las letras y los números parecen moverse, desaparecer, aumentar o disminuir de tamaño.



Se omiten, se ignoran o no se ven signos de puntuación y letras mayúsculas.



Palabras y letras pueden ser omitidas, alteradas o sustituidas mientras se lee o escribe.

Oído •

Se hace difícil producir algunos sonidos del lenguaje hablado.



Se pronuncian incorrectamente sílabas como la “ch”, “th” y “sh”.



Se perciben “falsos sonidos”.



La persona luce que no presta atención o que no escucha lo que se le dice.



Los sonidos se perciben como más débiles, más fuertes, más lejanos o cercanos que en la realidad.

Equilibrio/Movimiento •

Mareo, vértigo o náusea mientras se lee.



Pobre sentido de la orientación espacial.



Incapacidad para sentarse calmadamente, sin estarse moviendo.



Dificultad con la escritura manual.



Problemas con el equilibrio y la coordinación.

Tiempo •

Hiperactividad (ser muy activo)



Hipoactividad (ser poco activo)



Dificultad para aprender conceptos matemáticos



Dificultad para llegar a tiempo o para estimar la hora o para leer de relojes analógicos.



Fantaseo o sueño despierto excesivo.



Pierde la cadena o conexión de pensamientos con facilidad.



Presenta problemas para construir o descifrar secuencias (poner las cosas en orden correcto).

Soluciones Compulsivas Existen centenares de conductas de compensación, patrones y trucos mentales que una persona puede crear o adoptar como soluciones compulsivas para confusiones no-resueltas que hacen más lenta o impiden la capacidad para aprender de una persona. He aquí algunas de las más comunes: •

Recitar “El Alfabeto” en voz alta o mentalmente



Extrema concentración (esfuerzo) cuando se lee



Memorización



Posturas y movimientos inusuales



Dependencia de los demás (para que les lean o escriban)



Pronunciar cada letra de cada palabra



Evita leer o escribir

Cualquier combinación de los síntomas y las conductas descritos en las listas anteriores puede existir en una persona, mientras que en otras pueden estar totalmente ausentes.

Evaluación de Capacidad Además de hallar síntomas que revelen los aspectos negativos de la distorsión, también podemos evaluar la presencia de cuatro habilidades básicas que comparten los disléxicos. Estos son talentos que son parte del Don de la Dislexia. 1. La habilidad de tener acceso voluntario a la función cerebral para la distorsión de las percepciones. 2. La habilidad para visualizar conscientemente imágenes mentales tridimensionalmente y de moverse alrededor de ellas en el espacio mental. 3. La habilidad para percibir las imágenes mentales auto creadas como si fueran un fenómeno o hecho del mundo real. En otras palabras, el ser capaz de percibir o experimentar la imaginación como realidad. 4. La tendencia o preferencia a pensar no-verbalmente, usando imágenes de conceptos e ideas, con poco o ningún diálogo interno. Si las características anteriores están manifiestas y el individuo presenta síntomas de dificultades para el aprendizaje, podemos asumir con facilidad que los síntomas son un resultado de distorsión y que la persona es disléxica. Antes de que entremos paso a paso en los procedimientos de evaluación y corrección, es necesario definir otro concepto. Ello explica lo que la persona realmente hace para activar la función de distorsión del cerebro.

Capítulo 24 El Ojo de la Mente Lo que descubrí en diciembre de 1980, me llegó como resultado de darme cuenta de que cuando me encuentro en mi “mejor momento artístico” también estoy en “mi peor momento disléxico”. En virtud a que mis síntomas no eran constantes, ello me hizo poner en duda el asumir que la dislexia provenía de un déficit estructural o disfunción del cerebro. Al examinar cómo visualizaba las cosas mientras creaba artísticamente, descubrí que durante el pensamiento creativo yo cambiaba la situación del punto de vista que “mira” mis imágenes mentales. Me di cuenta que al jugar con varias ubicaciones para “aquello que hacía la observación”, yo podía intencionalmente incrementar o disminuir la severidad de los síntomas de mi dislexia. Ya que no pude hallar término alguno para “aquello que hacía la observación”, al principio acuñé el término”epicentro de conciencia visual” o ECV. En aquel momento ese parecía ser un arreglo correcto del concepto semántico; pero luego preferí algo más sencillo. De manera que adopté el término “ojo de la mente”, el cual se define en los diccionarios como “la imaginación”. Más tarde descubrí que aquello que había llamado “ojo de la mente” era también el epicentro mental de otras percepciones, tales como el sonido y los sentidos del equilibrio y el movimiento. Así que un término completamente correcto podría ser “el epicentro mental de la percepción”. Me he quedado con “el ojo de la mente” porque es un concepto más fácil de comprender para la gente. Esto puede ocurrir porque la vista es el sentido predominante y aquel que le da más problemas a los disléxicos.

Un punto de vista mental Es importante destacar que en los procedimientos Davis, uno no ve, mira ni percibe nada dentro, a través de o en “el ojo de la mente”. Uno ve o mira con, desde o fuera de “el ojo de la mente”. Obviamente, si usted está mirando algo, usted tiene que estarlo mirando desde algún lugar. Dicho en otras palabras, si usted mira con sus ojos, usted no puede mirarse su propia cara. A lo sumo usted podrá mirar su imagen en un espejo o una fotografía de la misma, pero no podrá ver su cara directamente, porque desde ella es que usted está mirando. De la misma forma, el ojo de la mente no puede percibirse a sí mismo. El puede percibir solamente cosas fuera de sí mismo, sin importar si estas cosas existen en la mente como conceptos o en el mundo real como objetos. Cuando usted mira una imagen mental, como un evento imaginado o un sueño, el ojo de la mente es con lo que usted está mirando, desde donde está mirando o fuera de donde está mirando.

Situando el Ojo de la Mente El ojo de la mente no tiene una ubicación particular. De hecho, tiene una multiplicidad de posibles posiciones. El se encuentra dondequiera que su dueño desee, perciba que se encuentra o tenga la intención de colocarlo. Si esto suena como un concepto

sobrenatural o metafísico, por favor, recuerde que los disléxicos son capaces de experimentar sus imágenes mentales como percepciones reales. De manera que si ellos sitúan el ojo de la mente en un lugar en particular, ellos desarrollan la habilidad de experimentar sus percepciones desde esa perspectiva. Cuando los disléxicos miran las letras del alfabeto y desorientan, en una fracción de segundo ven docenas de vistas diferentes –desde arriba, desde los lados y por detrás de las letras. En otras palabras, el ojo de la mente está mentalmente dándole vueltas a las letras como si fueran objetos dentro de un espacio tridimensional. Es como un helicóptero sobrevolando alrededor de un edificio. Esta es exactamente la función de distorsión trabajando a plena capacidad, tratando de reconocer el objeto. ¿Se encuentra el ojo de la mente ahí afuera en el mundo “real”, dando vueltas alrededor de la letra y moviéndose detrás de la página del libro? ¿Está teniendo la persona una experiencia fuera-del-cuerpo? ¿O está fabricando la mente de la persona los estímulos perceptores que se necesitan para crear estas vistas múltiples? Yo realmente no lo sé. Sólo sé que ello ocurre.

Preguntas Metafísicas colaterales La idea de un punto de vista en movimiento puede sonar como algo místico, como si ello fuera alguna clase de percepción extrasensorial. Este fenómeno podría explicarse por medio de algunas teorías, incluyendo el concepto de la física cuántica que establece que la percepción en sí misma produce efectos en el objeto que está siendo percibido. Otra explicación podría ser alguna forma de percepción que todavía no ha sido identificada, como el sonar que les otorga a los delfines una imagen tridimensional de su entorno y aun les permite comunicar estas imágenes a otros delfines. O podría concebirse como una forma de imaginación, con la que la persona construye mentalmente múltiples vistas del objeto o símbolo que está percibiendo. El hecho es que el ojo de la mente sí percibe multidimensionalmente, y que el aprender a controlar su posición sí permite a los disléxicos percibir símbolos bidimensionales de manera exacta. Miles de personas han mejorado sus habilidades de lectoescritura por medio del aprendizaje de las técnicas que describimos en los capítulos siguientes. Si la idea de mover un punto de vista mental alrededor de un espacio le suena descabellada, ello se debe a que probablemente usted no sea disléxico. Al principio, cuando les explicaba el concepto, la mayoría de los disléxicos inevitablemente decían: “ ¡Eso es exactamente lo que yo hago! ”. Las personas, de una manera natural, colocan su ojo de la mente en varias posiciones ventajosas. Los bailarines y los atletas (dos profesiones favoritas para los disléxicos) a menudo tienen su ojo de la mente ubicado por encima de sus cuerpos –un mirador muy conveniente. Sin entrar en discusiones teóricas acerca de la esencia de la realidad, sólo digamos que si una persona subliminalmente hace que su ojo de la mente explore, ella experimenta esa percepción multidimensional como su realidad.

Encontrando el interruptor La persona disléxica necesita aprender cómo encender y apagar el interruptor de la distorsión. Esto lo logra al situar el ojo de la mente de una manera consciente. Cuando este es movido a un determinado lugar, la persona deja de distorsionar y es capaz de percibir el mundo externo o “real” de una manera correcta. La persona se convierte en alguien orientado. La posición óptima para el ojo de la mente para su orientación fue descubierta por medio del ensayo y error. Su posición varía según la persona, y puede cambiar de posición ligeramente con el tiempo, pero siempre se encuentra dentro de cierta zona. La ubicación para la orientación se encuentra de unos pocos centímetros hasta aproximadamente 30 centímetros por encima y por detrás de la cabeza, sobre el plano central del cuerpo. Una persona que aprenda a mover su ojo de la mente a lo que yo llamo su “punto de orientación”, ha aprendido a apagar las percepciones distorsionadas de la dislexia. La Evaluación de la Habilidad Perceptora Davis que se describe en el capítulo siguiente, se usa para determinar si una persona tiene la habilidad para movilizar el ojo de la mente de una manera fácil y de ver una imagen mental desde diferentes perspectivas en el espacio. En otras palabras, ¿puede la persona producir distorsión de manera intencional? El procedimiento Davis para el Asesoramiento de Orientación que se describe en el Capítulo 27 se usa para enseñar a la persona cómo controlar la posición del ojo de la mente y moverlo al punto de vista óptimo para una percepción del mundo real –especialmente para la lectura. La meta del Asesoramiento de Orientación no es hacer que la persona deje de distorsionar, porque la distorsión es un talento valioso. El Asesoramiento de Orientación entrena a la persona para que pueda activar o desactivar la distorsión a voluntad. Con algo de práctica, el interruptor mental de encendido-apagado se hará disponible. La persona será capaz de usarlo fácilmente.

Capítulo 25 Ejecutando los procedimientos Davis Este libro no pretende ser un manual de auto ayuda, lo que quiere decir que se necesita la asistencia de un ayudante o “coach”. El procedimiento de Asesoramiento de Orientación no está diseñado como un ejercicio de “léalo y hágaselo a sí mismo”, porque su atención estaría demasiado dividida para que el proceso resultara efectivo. Este procedimiento es algo que usted debería aprender con el objetivo de ayudar a alguien más. Si usted desea experimentar el procedimiento en sí mismo, haga que otra persona lo lea y lo practique, para que luego esta persona le guíe a usted. De esta manera usted podrá relajarse para hacerlo de una manera fácil y sencilla. Los procedimientos que se describen en el próximo capítulo son todos los métodos básicos que han ayudado exitosamente tanto a niños como adultos disléxicos desde la apertura del Centro para la Corrección de la Dislexia del Consejo de Investigación de la Lectura en 1982. En un Programa de Asesoría de orientación Davis, estos métodos se ejecutan de una manera intensiva, de cinco a seis horas por día, durante cinco días. La Maestría de Símbolos de las palabras desencadenantes se inicia durante el programa, para luego ser terminada en casa con uno de los padres, cónyuge o tutor. Un programa intensivo ha demostrado ser la mejor opción para lograr resultados de una manera rápida y efectiva. Un programa de sólo una hora por día o una hora por semana es efectivo; pero requerirá de más tiempo total en razón de la pérdida de impulso entre sesiones. La ejecución del programa de una manera fragmentada y tímida hará que se quede corto en el logro del objetivo general de realmente corregir la dislexia. Un buen modo de sentirse a gusto con los procedimientos es practicarlos en voz alta con un amigo o simular que usted sigue los pasos del mismo. Examine las explicaciones y defina los diferentes pasos en un papel mientras reúne las respuestas imaginarias,

¿Estoy calificado para hacer esto?

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