El Nombre Impronunciable[1]

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El NOMBRE IMPRONUNCIABLE ¿Se puede pronunciar el Nombre Sagrado del Eterno? ¿Cuál es su nombre verdadero? Esta polémica existe entre los que estamos volviendo a las Raíces hebreas, pero muchos han llegado a muchos desvíos y casi blasfemias, pues ya desde el principio el Altísimo advirtió el trato con su Kadosh shem/Santo Nombre, en la 3ra. Palabra del decálogo: ¡No tomarás el Nombre de Hashem tu Elohin en falso (en vano)…porque no quedará sin castigo el que tomare su NOMBRE EN FALSO (en vano)….!” (Shemot/Ex. 20, 7). Además está también la advertencia del no blasfemar el Nombre ¿Y qué es BLASFEMAR EL NOMBRE? Es escarnecer o injuriar su Nombre. Era pena de muerte por apedreamiento, poniendo antes sus manos sobre su cabeza. Los impíos son adictos a ello (Teh. 74, 18; Is. 52, 5). La idolatría también era blasfemia pues supone un desdén del único Elohim (Is. 65,7). Entre estos está el hijo del egipcio y la danita (Vayikrà/Lev.24, 11-16) que blasfemó el Nombre y maldijo, Otros blasfemos fueron el rey Senaquerib de Ashur (2 Re. 19,4.10.22), Himeneo, hereje de la kehilat primitiva (1 Tim. 1, 20). Los inconversos acusan a los talmidim de los pecados que ellos hacen. El Mesías fue acusado de ello con la excusa de que siendo hombre se hacía igual a Elohim (Mat. 26, 65. La Kehilat primitiva también fue acusada de ello por afirmar la deidad del Mesías (Masasei/Hch. 16, 11-14). La prohibición de la blasfemia, para la cual se prescribe la pena capital en la ley judía, se refiere solamente al tetragrama. Cuando se le pregunta a un judío sobre el Nombre Sagrado, él contesta que no sabe, y aun si supiera no lo diría…pues desde niño ha sido instruido a no pronunciarlo, pues solo dice Hashem (El Nombre), o Adonai (Mi amo o Señor), además de sus títulos como Elohim (Todopoderosos), Ava, Avinu (Papito, Padre nuestro). Pero, ¿por qué en la Sagrada Escritura está el Nombre? Bueno, en primer lugar sólo estaban las cuatro letras del Nombre Sagrado: yod, hei, vav y hei (conocido como tetragramaton). 1. El tetragrama

El tetragrama en fenicio (1100 a. C. a 300 ec), arameo (siglo X a. C. hasta el siglo I ec) y escritos hebreos modernos En el judaísmo, el más importante nombre de D-ios es el tetragrama (término griego que significa „cuatro letras‟). La primera mención de este nombre se encuentra en el libro del Génesis, y se traduce generalmente como „el Señor‟. Debido a que durante mucho tiempo los judíos consideran una blasfemia pronunciarlo. Los textos hebreos sólo incluyen las consonantes. Los eruditos modernos conjeturan que se pronunciaba Iajuéj. Las letras hebreas se llaman yod-heh-vav-heh; nótese que el idioma hebreo se escribe de derecha a izquierda, al contrario del castellano, que se escribe de izquierda a derecha y en el que se trascribe como YH.... , dependiendo de la convención de transliteración usada. El tetragrama' fue escrito en caracteres contrastados del paleo-hebreo en algunos de los textos sobrevivientes más antiguos del hebreo cuadrado arameo, y se supone que se leía como Adonai, ‘Mi amo’, aún en ese período, cuando fueron encontrados. Según la tradición judía, aparentemente Yhvh es la tercera persona del imperfecto singular del verbo ser, significando por lo tanto „él es‟ o „él será‟. Esta explicación concuerda con el significado del nombre dado en Éxodo 3:14, donde se representa a Elohim hablando, y por eso se usa la primera persona — „Yo soy‟. Por lo tanto, el significado podría ser concretamente, „El que es‟. Se ha desestimado la traducción „el que es autoexistente‟ o „autosuficiente‟, ya que se considera que la concepción abstracta de la existencia pura es ajena al pensamiento hebreo clásico. La existencia de Elohim por sí mismo tiene su origen en la concepción hebrea del monoteísmo, el Creador no creado que no depende de nada ni de nadie más; por lo tanto en la actualidad se lo traduce generalmente como „Yo soy el que soy‟. Tradicionalmente, la idea de vida se ha relacionado con el nombre YH.... desde la época medieval. Se representa a Elohim como un Eloah viviente, en contraste con los Elohim sin vida (estatuas) de los paganos: Elohim es presentado como la fuente y el creador de vida (compárese 1Reyes 18; Isaias 41:26-29,44:6,20; Jeremias 10:10,14; Genesis 2:7; etcétera). A menudo, el nombre Yhvh se reconstruye en castellano como Yah...... Si en el tetragrama las hehs se ven como agrandamiento sagrado similar a los usados en Abraham (de Abram) y Sarah (de Sarai), entonces la asociación aparece más

claramente. Aunque en hebreo clásico la heh final no se pronunciaba, seguramente la heh media podría haber sido pronunciada. 2. Cómo se pronunciaba el tetragrama Todas las denominaciones modernas del judaísmo enseñan que está prohibido pronunciar las cuatro letras del nombre sagrado, YH...., excepto por el Sumo Sacerdote en el Templo. Según algunas tradiciones los kohanim pronunciaban el nombre en Yom kipur, postrados en tierra. Puesto que el Templo de Jerusalén ya no existe, nunca se pronuncia este nombre en rituales religiosos por judíos. Los judíos ortodoxos y conservadores no lo pronuncian nunca por ningún motivo. Algunos judíos no ortodoxos (pero religiosos) están dispuestos a pronunciarlo, pero sólo para propósitos educativos, y nunca en conversaciones casuales o durante la plegaria. En vez de pronunciar YH.... durante la plegaria, dicen Adonai. Las leyes judías requieren que las reglas secundarias estén puestas alrededor de la ley primaria, para reducir la posibilidad de infringir la ley principal. Como tal, es una práctica judía extendida restringir el uso de la palabra Adonai sólo durante la plegaria. En la conversación, muchos judíos llaman a Elohim HaShem, que es la palabra hebrea para „el nombre‟ (aparece en Levitico 24:11). Muchos amplían esta prohibición a algunos de los otros nombres listados más abajo, y añaden sonidos adicionales para alterar la pronunciación de un nombre cuando lo usan fuera de un contexto litúrgico, tal como kel, hamonai o elokim. Algunos judíos escriben además Di-s en español en vez de Elohim („G-d‟ en lugar de „God‟ en idioma inglés). Aunque esta última sustitución no es requerida en ningún punto de la ley religiosa (sólo es innombrable el nombre hebreo, no el inglés), se hace para recordar al lector la santidad inherente al nombre de Elohim. Algunos rabinos ortodoxos, por ejemplo Shlomo Ganzfried, sostienen que ninguno de los nombres correctos de Elohim deben borrarse, olvidarse, o descartarse, ni tan siquiera en traducciones. ¿Los justos y siervos antiguos lo pronunciaban? Se han hecho muchos estudios al respecto, como nosotros también lo hicimos…. Remontándonos incluso a paleo-hebreo, que venía del fenicio, antes del hebreo cuadrado. Pero el pequeño detalle es que no hemos preguntado a los que son los guardianes de la Sagrada Escritura, los sabios judíos, porque hemos tenido el complejo antisemita de sentirnos superiores a ellos por nuestros altos estudios superiores creyentes, nuestro conocimiento del griego y dizque el hebreo y nuestros descubrimientos

arqueológicos, hemos considerado que “ellos no saben”, pecando gravemente contra el Altísimo, que fue a ellos a quien encargo el tesoro de su Palabra y el ser los intérpretes autorizados de la misma, como repite en toda la Sagrada Escritura. Lean y estudien por favor estas citas escriturales: Zac. 8, 23; Is. 45, 14; Jn. 4,22; Rom. 3,2; 9,4; Dev. 4:6-7. Parece que después del destierro ya no se pronunció el Nombre Sagrado por que habían profanado su nombre gravemente: “Por tanto oíd palabra de Adonai, todo Yehudà, que habitáis en tierra de Egipto: HE AQUÍ HE JURADO POR MI GRANDE NOMBRE … QUE MI NOMBRE NO SERÀ INVOCADO MAS EN TODA LA TIERRA DE EGIPTO POR BOCA DE NINGUN HOMBRE DE YEHUDÀ, DICIENDO: VIVE YHVH ADONAI”. (Yermiyahu/Jer. 44:26). Hoy en el judaísmo, el nombre divino ya no se pronuncia nunca, y el pueblo judío llegó a esta práctica basándose en la tradición judía, y en especial en la Mishná, cuerpo exegético de leyes judías compiladas, que recoge y consolida la tradición oral judía desarrollada durante siglos desde los tiempos de la Torá o ley escrita, y hasta su codificación, hacia finales del siglo III. "Hasta cerca del año 200 antes de nuestra era, el nombre divino era pronunciado todas las mañanas en el templo en la bendición sacerdotal: 'El Señor te bendiga y te guarde; el Señor ilumine su rostro sobre ti y te sea propicio; el Señor te muestre su rostro y te conceda la paz' (Números 6, 24-26)". En el contexto del origen de esta fórmula, el versículo siguiente añade: "Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré". "La Mishná precisa que el nombre era pronunciado en el templo 'como está escrito', mientras que se usaba otra denominación en el resto del país. A partir de una cierta época, se deja de pronunciar el nombre divino en la liturgia diaria del templo. El Talmud da a entender que se toma esta decisión para evitar que algunos hicieran del nombre un uso mágico". Según las fuentes de Remaud, "a partir de la muerte del gran sacerdote Simón el Justo, hacia 195 antes de nuestra era, se deja de pronunciar el nombre divino en la liturgia diaria". El erudito compara el testimonio del Talmud con el del libro de Ben Sira (el Eclesiástico). Simón el Justo es evocado en él, en el capítulo 50, al término de un largo pasaje (capítulos 44-50), donde se hace memoria de todos los "hombres ilustres" desde Enoc, pasando por los patriarcas, Moisés, David, Elías, etc. Esta enumeración acaba deteniéndose en el gran sacerdote Simón, descrito ampliamente en la gloria de la majestad del ejercicio de sus funciones. Esta descripción culmina en la pronunciación del nombre divino, que aparece

así como la conclusión de estos siete capítulos: "Entonces bajaba y elevaba sus manos sobre toda la asamblea de los hijos de Israel, para dar con sus labios la bendición del Señor y tener el honor de pronunciar su nombre. Y por segunda vez todos se postraban para recibir la bendición del Altísimo" (Eclesiástico 50, 20-21). A partir de Simón el Justo y hasta la ruina del templo, el nombre sólo se escuchaba "como se escribe" en la liturgia del YomKipur, en el templo de Jerusalén, donde el gran sacerdote lo pronunciaba diez veces al día, sigue explicando Remaud. "Los „cohanim' [descendientes de Aarón] y el pueblo presente en el atrio, cuando oían el nombre explícito de la boca del gran sacerdote, se arrodillaban, se prosternaban con el rostro a tierra diciendo: 'bendito sea el nombre glorioso de su reino por siempre'". La Mishná no dice que el gran sacerdote pronunciaba el nombre divino sino que el nombre "salía de su boca". Parece además que, hacia finales del periodo del segundo templo, el gran sacerdote ya sólo pronunciaba el nombre en voz baja, como explica un recuerdo de infancia del rabino Tarphon (siglos I-II), que cuenta que, incluso aguzando el oído, no habría podido escuchar el nombre. La fórmula del Éxodo, "Este es mi nombre para siempre" (Éxodo 3,15), mediante un juego de palabras en hebreo, es interpretada por el Talmud de Jerusalén: "Este es mi nombre para estar escondido". Según esta evolución, "hoy, el nombre divino no se pronuncia nunca. En el oficio de la sinagoga del YomKipur, que reemplaza la liturgia del templo por la recitación de lo que tenía lugar cuando el templo existía, la gente se prosterna en la sinagoga cuando se recuerda --sin pronunciarlo-- que el gran sacerdote pronunciaba el nombre divino".

3. El Nombre NO fue pronunciado por el Rabí Yeshúa haMashiaj y la kehilat Mesiánica primitiva En tiempos del Rabí Yeshúa haMashiaj y la kehilat primitiva, es evidente que no se pronunciaba, por lo cual no aparece el Nombre en las citas tomadas del Tanaj…y solo aparecen sus títulos. Tampoco encontramos el Nombre Sagrado en el BritHadashá, sino los títulos, especialmente de Adonai, traducido al griego Kyrios, en español, Señor. El Mesías mismos al enseñar a orar dijo: “Avinu sheva Shamaim/Padre Nuestro que estás en los cielos…” De lo contrario habría sido una gran oportunidad para enseñar a los talmidim cómo dirigirse invocar al Todopoderoso”, e inclusive la

forma cómo el Salvador se dirigía a El, era una especie de blasfemia para los algunos religiosos de su tiempo, por la intimidad que él tenía con su Abba. Pero en realidad era una síntesis de respeto y comunión íntima única que nuestro Rabí tenía con Él Otro elemento que aun no se ha entendido es que aun hoy día es señal de respeto el no decir el nombre de un ser importante o de nuestros padres al dirigirnos a ellos, pues no decimos sus nombres, sino “papá”, mamá, doctor, licenciado, pastor, Rabí, etc. Se sabe que el Nuevo Pacto y los primeros creyentes, denominando a Yeshúa con el término "Señor" (Kyrios), le aplicaron deliberadamente el término utilizado en griego para traducir el nombre divino". En conclusión la tradición de traducir el Nombre por Señor "es importante para entender a Mashiaj", ya que el título de "Señor" se vuelve "intercambiable entre el Elohim de Israel y el Mesías de la fe mesiánica. Como en la tradición litúrgica del judaísmo, este nombre divino no era pronunciado más que en la liturgia del día del Kipur. Podría verse una alusión a esta tradición y al poder purificador del Nombre, en el versículo de la primera epístola de Yohanan/Juan: 'se os han perdonado los pecados por su nombre' (1 Juan 2, 12)". La tradición de traducir “el Nombre" por Adonai (mi Señor)"es importante para entender a Mashiaj", ya que el título de "Adonai" se vuelve "intercambiable entre el Elohim de Israel y el Mesías de la fe mesiánica. Conclusión Los que dicen lo contrario de todo lo expuesto seguramente saben más que nuestros hermanos mayores, los sabios judíos…. ¿habrán sopesado bien sus fuentes de estudios….comparándolas con los argumentos de los jajamim/sabios? ¿No dice la Sagrada Escritura que la salvación, el conocimiento y la interpretación correcta de la Torá viene de los Yehudim? Zejaryahu 8:22: Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Adonai de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Adonai. 23 Así ha dicho Adonai de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Elohim está con vosotros.

Yohanan/Juan 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos Romiit/Rom. 3:1 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? 2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. Romiit/Rom. 9:3 Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Mashiaj, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; 4 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Mashiaj, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Shalom Alejem! Sh’liaj Yehoshua Ben Tzadok

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