Ensayo Hamlet

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Hamlet: traición, ambición, poder y venganza Hamlet es una obra de teatro escrita por William Shakespeare, que trata sobre la tragedia de un príncipe de Dinamarca cuyo padre fue asesinado. El nuevo rey ahora es su tío Claudio, quien en menos de un mes se ha casado con la reina Gertrudis (madre del príncipe); pero la sombra del rey Hamlet se le aparece una noche a su hijo, y le dice que debe vengar su muerte. En sí, esta obra de Shakespeare es una muestra de la relación entre traición, poder, estrategia y venganza. El fantasma del rey Hamlet se les apareció en varias ocasiones a los guardias del castillo Bernardo y Marcelo; Horacio se entera por parte de estos de que hay un espíritu rondando en frente del castillo a altas horas de la noche, es por esta razón que, después de comprobarlo, decide contarle lo sucedido al príncipe. Hamlet, decide ir con Horacio y los guardias a ver el fantasma de su padre, y es allí cuando logra hablar con su padre, quien le da la noticia de que fue traicionado y asesinado por su hermano: “(…) LA SOMBRA: -Venga su muerte; venga un homicidio cruel y atroz (…) Sí, homicidio cruel, como todos lo son (…). Esparcióse la voz de que estando en mi jardín dormido me mordió una serpiente. Todos los oídos de Dinamarca fueron groseramente engañados con esa fabulosa invención; pero tú debes saber, mancebo generoso, que la serpiente que mordió a tu padre hoy ciñe su corona.” (Shakespeare, 35). Sin duda, esto es una muestra de cómo la traición y la ambición se convierten en una mezcla perfecta para llegar a obtener el poder y acabar hasta con la gente de su propia raza y sangre, así como lo hizo Claudio, quien tiene todas las características de una persona que se fija en lo material, de ambicioso y de obsesión por el poder. Este personaje hasta fue capaz de desterrar a su sobrino para evitar consecuencias futuras, Claudio es sinónimo de cobardía: “ (..) Claudio, en el lado opuesto, tiene como meta el poder, el placer y el éxito material. En fin, el personaje se ve inmerso en una acción enteramente opuesta a su peculiar naturaleza, afirmación que se sustenta en el hecho de que Hamlet declara con amargura que es un "cobarde" y que carece de "hiel que le amargue"” (Eduardo Larrañaga Salazar, cita electrónica)

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Luego de esto, Hamlet empieza a adoptar un comportamiento muy extraño (como estrategia), incluso con Ofelia; por lo cual Polonio decide hablar con el rey, hasta llegar al acuerdo de que deberían espiar al príncipe. Ofelia se encuentra con Hamlet, y se siente engañada porque su amado le dice que no la ha amado nunca y que no debió haber creído las cosas que le dijo: “HAMLET:-(…) Yo te quería antes Ofelia. (…) Y tú no deberías haberme creído, porque nunca puede la virtud ingerirse tan perfectamente en nuestro endurecido tronco que nos quite aquel resquemo original…Yo no te he querido nunca” (79). Después llega un grupo de cómicos al palacio, y Hamlet planea que hagan una representación que envuelve la forma en que el rey fue destronado por Claudio, quien luego de ver a los cómicos se va furioso a su cuarto: “El príncipe sabe que, en ocasiones, los criminales se delatan si enfrentan de súbito un cuadro episódico semejante al del delito. Por ello, con el pretexto de organizar un enfrentamiento palaciego, Hamlet decide escenificar una pieza parecida con lo que no hace mucho, sin excluir el crimen, acaeció en la corte danesa. A lo largo de la representación, Hamlet fijará la mirada en el semblante del presunto homicida para comprobar su culpabilidad.” (Eduardo Larrañaga Salazar, cita electrónica) Gertrudis manda a llamar a su hijo, y Polonio aprovecha para esconderse y oír la conversación; Hamlet se da cuenta de que alguien se esconde detrás de una cortina y, confundiendo a esa persona con su tío, saca su espada y apuñala al padre de Ofelia: “((…) Polonio quiere salir de donde está oculto, y después se detiene. Hamlet advierte que los tapices se mueven, sospecha que Claudio está escondido detrás de ellos, saca la espada, da dos o tres estocadas sobre el bulto que halla, y prosigue hablando con su madre)” (113) Poco tiempo pasó para que otra desgracia ocurriera: Laertes se enteró por medio de Gertrudis que su hermana se había ahogado: “GERTRUDIS:-Una desgracia va siempre pisando las ropas de la otra; tan inmediatas caminan. Laertes, tu hermana acaba de ahogarse.”(155). Pero esto no fue un accidente, Ofelia decide ahogarse por sus propios medios después de que su padre murió: “SEPULTURERO 1°:-(…) si yo me ahogo voluntariamente, esto arguye por de contado una acción, y toda acción consta de tres partes, que son: hacer, obrar y ejecutar; de donde se infiere, amigo Rasura, que ella se ahogó voluntariamente (…) Compadre Rasura, el que no desea su muerte no se acorta la vida.” (158)

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Pero Hamlet, para que haya justicia, utiliza su inteligencia de una manera similar a como lo hacía Odiseo; el príncipe logra cambiar una carta y hacer que mueran los que lo traicionaron (Ricardo y Guillermo). De hecho Hamlet posee características un poco similares a las de Odiseo; al igual que el personaje griego, Hamlet realiza estrategias gracias a su inteligencia y a su astucia y ambos derrotan a los que se les atraviesan en su camino para poder hacer justicia: “(…) Hamlet utiliza maquiavélicamente la ironía, el juego teatral, la astucia, la falsa locura y el ingenio del que carece el dictador” (Eduardo Larrañaga Salazar, cita electrónica) En una pelea con Laertes, Hamlet es herido por una espada envenenada, y su madre Gertrudis bebe de un vino también con veneno. Laertes le dice a Hamlet que el asunto del veneno fue ideado por Claudio, y el príncipe logra herir al rey y hacerle beber de su propio veneno: “LAERTES:-(…) Hamlet, tú eres muerto…No hay medicina que pueda salvarte: vivirás media hora apenas (…) Tu madre ha bebido un tósigo. No puedo proseguir…El rey, el rey es el delincuente. (Claudio quiere huir. Hamlet corre a él furioso, y le atraviesa con la espada el cuerpo. Toma la copa envenenada, y se la hace apurar con fuerza.)” (187) Hamlet resulta ser una obra que envuelve consigo los temas de traición, ambición, poder y venganza. El príncipe con sus capacidades, logra hacer justicia y vengar la muerte de su padre matando a aquellos quienes lo traicionaron, incluyendo el cobarde de su tío Claudio. Este personaje Shakesperiano, posee unas pocas características similares a las del Odiseo de Homero: tienen astucia y suficiente inteligencia para lograr su cometido. Un ejemplo claro de esto, es la forma en cómo aprovecha la llegada de los cómicos, y en cómo logra enfrentarse a cada situación que se le aparece.

Obras citadas Eduardo Larrañaga Salazar, Hamlet: poder, crimen y simulación, fuente electrónica: http://www.uaz.edu.mx/vinculo/webrvj/rev5-5.htm

Fecha última consulta: 12-05-2013

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William Shakespeare. Hamlet. Bogotá: Grupo Editorial Panamericana, 2009