Insatisfecho

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bryce manderfield

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Publicado por: Soluciones Juveniles PBX: 266 05 40 / Medellín - Colombia Todos los derechos reservados, Se necesita permiso escrito por Soluciones Juveniles para la reproducción de porciones del libro. Investigación y Contenido: Jeff Korte e Iván Pirela. Edición y Correción de Estilo: Catalina Rico Penagos. Gerente de Proyecto: Luz Aida Builes Molina Diagramación y Diseño Gráfico: Equipo Creativo Soluciones Juveniles.

in tis ec

Quiero dedicar este libro a todos esos hombres y mujeres incansables que han dedicado sus vidas a ser la respuesta de Dios para muchas personas. Algunos de ustedes, literalmente, abandonaron su cómodo estilo de vida por amor a los demás. Eso me inspira.

De dicato ria.

A los pastores y líderes insatisfechos en todo el mundo, que tienen la labor de formar una generación de discípulos. A ustedes, que no se conforman y no sueltan una vida hasta producir el carácter de Cristo en ellos. Todos ustedes son el motor del evangelio.

Finalmente a todo el equipo de Soluciones Juveniles, que durante 8 años hemos transitado juntos por la senda de la insatisfacción, siempre innovando y buscando nuevas maneras de comunicar el mensaje del evangelio, capacitando e inspirando a los líderes en Latinoamérica y el mundo para que amen a Dios y amen a las personas… ¡Qué insatisfacción tan profunda y apasionada se expresa en nuestras reuniones! Ustedes son el mejor equipo del mundo.

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introducción.

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Mi Viaje en Búsqueda de la satisfacción.

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satisfacciones falsas.

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la verdadera satisfacción.

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el dios insatisfecho.

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insatisfacción santa.

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insatisfechos en la biblia.

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INSATISFACCIón Social.

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Una iglesia insatisfecha.

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un futuro por la insatisfacción.

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ntr DUCÓN.

¿Por qué es importante este libro y para qué se escribió?

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Soy viajero frecuente y constantemente me la paso en aeropuertos. Mi lucha constante es tratar de no perder los vuelos, pero seré sincero: me he vuelto un experto en vuelos perdidos. ¿Mi problema? La respuesta es el tiempo. Y no es que tenga mi reloj dañado, sino que parecen insuficientes las horas del día.

IN TRO DUC CIóN.

Muchas personas hoy en día sienten que han perdido el control de su vida y experimentan una profunda insatisfacción en muchas áreas; es por eso que luchamos por tener una vida que podemos controlar, donde nos sintamos seguros.

Nuestra búsqueda de satisfacción nos ha llevado a dejar a un lado cosas que son importantes como la familia, las amistades e incluso nuestra fe. También hemos perdido la dicha de disfrutar de las cosas simples como un amanecer, nuestras relaciones o la quietud al despertar. Estamos en la era del entretenimiento y es común encontrarnos hoy en día con decenas de alternativas para la diversión y la distracción. Vemos por los diferentes medios de comunicación las miles de ofertas para “vivir mejor”, productos que nos harán la vida más fácil. Sin embargo, para vendernos el producto, primero nos recordarán nuestra insatisfacción con nuestro cuerpo, el cabello, nuestro estilo de vida, entre otras muchas cosas. El principal mensaje en el que se han concentrado los medios de comunicación ha sido: “¡Cuán lejos estamos, por nuestros propios medios, de alcanzar el placer y la satisfacción total!”.

IN OD CIÓ



Muchas personas hoy en día sienten que han perdido el control de su vida y experimentan una profunda insatisfacción en muchas áreas; es por eso que luchamos por tener una vida que podemos controlar, donde nos sintamos seguros.

Aceptemos que vivimos en una cultura insatisfecha. Nunca nos saciamos, nunca es suficiente. Por ejemplo, el gran éxito de la tecnología en nuestra vida tiene que ver con el suministro de amplias opciones de entretenimiento, las cuales, en teoría, nos mantiene conectados a las personas que amamos. También la tecnología nos ha permitido disponer de un sin fin de aplicaciones innovadoras, que sólo sirven para desconectarnos de nuestras realidades. Los jóvenes de hoy nacieron con una constante insatisfacción, son una generación que se aburre rápido de las cosas, están constantemente expuestos a cientos de experiencias en la televisión, los videojuegos y la sobreoferta informativa en la Internet. Esta es una generación que se ha vuelto compleja de sorprender. ¿Por qué estamos insatisfechos? ¿Qué nos falta? ¿Más tiempo? ¿Más Dinero? ¿Un mejor trabajo? Hoy tenemos expectativas muy altas, nada parece satisfacer por completo nuestra hambre interna. Escuché en cierta ocasión que una persona aburrida e insatisfecha es producto de una vida que carece de propósito. No importa lo que logre en esta vida, la falta de un propósito para vivir y por el que valga la pena morir, determinará el sentido de nuestra existencia. Esa insatisfacción que todos experimentamos ¿Es necesaria? ¿Es el propósito de Dios vivir en medio de tanta insatisfacción? La respuesta es sí. Dios nos creó para tener esa sensación de insatisfacción, sólo que hemos tratado de suplirla por nuestros propios medios; pero jamás el hombre estará satisfecho por completo lejos de Dios. En él podemos llenar todas nuestras necesidades prioritarias, en él todos nuestros anhelos encuentran respuesta. Solo Dios puede dejarnos satisfechos por completo.

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ntr DUCÓN.

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Creo que muchos hombres y mujeres vivimos con esa insatisfacción silenciosa por falta de un propósito eterno, que nos conteste la gran pregunta de ¿por qué existo? Hoy en día veo dos tipos de insatisfacción: por un lado, personas que viven en las apariencias, en una constante lucha por alcanzar un estatus de plenitud por sus propios esfuerzos. Estas personas son presas de la frustración, por no encontrar satisfacción plena. Existen otro tipo de personas que encontraron en Dios la satisfacción total para sus vidas, y han aprendido a disfrutarlo todo, no importa si es algo tan simple como respirar o si es una aventura de riesgo. Dios lo llena todo.

Cambiando el enfoque

En el último caso, el Señor logró convertirse en la satisfacción de sus almas, pero existe una insatisfacción por este mundo. Este tipo de personas tienen una alta compasión y sensibilidad en el corazón para responder a las necesidades de los demás. Son personas que están insatisfechas, pero no con su estilo de vida, sino que sus ambiciones han sido transformadas y ahora su satisfacción está en complacer a Dios. Él [Jesús] les respondió: « ¿Y por qué me buscaban? ¿Acaso no sabían que es necesario que me ocupe de los negocios de mi Padre?» Lucas 2:49. El negocio de nuestro Padre tiene que ver con las personas, a quienes quiere llegar con su poder para saciarlos completamente y darles un verdadero propósito por el cual vivir. No necesitamos más diversión o distracciones, necesitamos un verdadero cambio en nuestras prioridades.

IN OD CIÓ No es lo mismo estar insatisfecho con mi matrimonio, que estar insatisfecho con las cifras de divorcio en mi ciudad; no es lo mismo estar insatisfecho con lo que comeremos hoy que estar insatisfecho por las muchas personas que pasan hambre; no es lo mismo estar insatisfecho con las medidas de mi cuerpo que estar insatisfecho por los que están enfermos o los que tienen alguna discapacidad. Te aseguro que solo Dios puede saciarte por completo, como nunca lo podrán hacer las personas que más te aman. He aprendido que nunca te sentirás tan satisfecho como cuando eres un instrumento de Dios para solucionar los problemas en este mundo. Precisamente este libro es para todos los insatisfechos del mundo. No se trata de una fórmula que encontré para el éxito instantáneo o los pasos seguros para perder 30 kilos en una semana sin dejar de comer. Tampoco se trata de cómo encontrar la pareja ideal. Si estás cansado de tanta insatisfacción y anhelas encontrar el verdadero gozo y paz para tu vida, entonces este material será de ayuda para ti. Vamos juntos por esta ruta y en cada página te mostraré lo que descubrí cuando decidí profundizar sobre este tema. No te prometo que la insatisfacción se acabará, más bien encontrarás un nuevo tipo de insatisfacción que le dará sentido y propósito a tu existencia. Esa insatisfacción es la que me mantiene enfocado cuando siento la presión del tiempo y pierdo un vuelo. Ahora miro a mi alrededor para ver dónde está el propósito de Dios mientras espero el próximo avión.

Bryce Manderfield

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capítulo 01: mi viaje en Búsq de la satisfacc 16

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Hola. Soy Bryce Manderfield y soy una persona insatisfecha. Sé que de pronto tú y yo aún no nos conocemos personalmente, pero lo más probable es que tengamos algo en común: ambos tenemos un corazón latino. Aunque nací en Estados Unidos y soy blanco por fuera, siempre me he sentido latino por dentro e hispano de corazón. Amo el mundo hispano, la cultura, la comida y más que todo, la gente.

Mi viaje en búsqueda de la satisfacción

Nací en Desmoins, Iowa, pero justo antes de cumplir los tres años, mi papá y mi mamá vendieron todo y se mudaron para Colombia con el ánimo de plantar una iglesia. No teniendo mucha libertad y voto a esa edad, me tocó acompañarles. Viví los primeros 5 años en la ciudad de Cali y después nos mudamos a la hermosa capital antioqueña: Medellín, donde nos estableceríamos los próximos veinte años. Recuerdo ser el gringo del barrio y del grupo. Constantemente recibí esas miradas, que sin necesidad de decirlo en voz alta, me expresaban que no era uno de ellos. Una vez realicé una presentación durante el bachillerato, la cual quería hacer de manera impecable. Estuve muy nervioso y sudoroso y al final, pese a mis buenos deseos, algunos compañeros (a quienes no les simpatizaba) terminaron gritando: “Oh, yeah, gringo. Buena presentación”. Lo hicieron en tono sarcástico y burlesco. Justo en ese momento supe lo que era sentirme rechazado. Me di cuenta que estaba insatisfecho conmigo mismo, con el colegio, mi familia y sólo sabía una cosa: estaba cansado y algo tenía que cambiar. Fue una de esas llamadas que me hizo despertar.

ca itu 01 Quisiera destacar que son las personas insatisfechas (y en ocasiones las personas que están cansadas), las que tienen mayor probabilidad de producir cambios y transformaciones, que permiten a su vez, mejorar su lugar en la vida y en su ciudad. Habiendo crecido en una ciudad conocida por ser capital de la moda, la imagen física es una prioridad culturalmente. Recuerdo, con algo de gracia y humor, mi participación en algunos concursos de modelaje adolescente, aunque rápidamente me di cuenta que no era la carrera que quería elegir para la vida. Sin embargo, me es preciso contarles que justo en este tiempo, aprecié lo mucho que importa la figura para esta cultura, especialmente cuando se trata de identidad y éxito: el físico es definitivo. Cierto día, después de estar algunas horas en el gimnasio y pasármela reflexionando sobre el tema, me di cuenta de mi verdadera motivación detrás de tanto esfuerzo físico: me gustaban los halagos. En aquel entonces, recibía algún tipo de satisfacción cuando las personas hablaban bien de mi físico y de alguna manera, vivía por ese momento. Había en mí una satisfacción física pero todavía tenía un vacío en mi corazón. A continuación quiero compartir contigo algunas de las ideas que más han tomado fuerza en nuestro imaginario con relación a la satisfacción personal: • Cásate y sé feliz: con relación al matrimonio, hemos escuchado diversas frases y pensamientos que no reflejan la realidad. Por ejemplo: “Cásate y sé feliz” es la frase que más hemos oído, o quizás, “Haz feliz a tu pareja” como si tuviéramos el poder de hacerlo. Al respecto, yo propongo que no busques hacer feliz a tu pareja sino que te debes casar con alguien que ya sea feliz, porque realmente es imposible hacer feliz a otra persona. La

verdadera satisfacción se encuentra únicamente en Dios y no te la puede dar ninguna persona. • Ten una célula grande: llegué a pensar como muchos piensan en la iglesia “si no soy líder, no soy nadie”. Recuerdo los momentos en los que llenaba mi reporte de célula, a veces con un poco de vergüenza, por la poca asistencia que tenía en mi grupo y la mucha asistencia que podía apreciar en otros grupos. Empecé a sentirme allí, una vez más, insatisfecho. • Logros, logros, logros: el gremio de la iglesia, en el cual me muevo, ha llegado a considerar “exitoso” a aquel que viaje, ministre en grandes iglesias o escriba uno o dos best sellers. Para algunas personas cristianas y líderes juveniles, estar dentro del “click” de la gente más conocida y mostrar unas cuantas fotos en las redes sociales, puede ser la máxima aspiración. Sin embargo, aun teniendo muchas de esas cosas, algo dentro de mí me hacía sentir insatisfecho. • Ten dinero: para muchos este es un pensamiento recurrente y en mi caso, pensé que al mudarme a Dallas, tener una buena casa y mejores comodidades, iba a traer alguna satisfacción. En esa misma lógica del dinero tengo que contarles que una de mis responsabilidades al tener una organización sin ánimo de lucro, consiste en levantar fondos y finanzas para continuar alcanzando y entrenando jóvenes alrededor del mundo. Pensé que el día en que encontrara ese donante soñado, iba a solucionar todos mis problemas financieros y tal vez ese sería el día donde podría estar feliz y parar de preocuparme. Sin embargo, al encontrarme con personas tan increíbles que han sembrado y creído en nuestro ministerio, aún me he dado cuenta de que algo dentro de mí me hacía seguir insatisfecho.

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Creo que no lograríamos agotar el tema y seguro, encontraremos decenas de situaciones y áreas en las que somos altamente vulnerables a la insatisfacción. Continuando un poco con el panorama de la insatisfacción en las diversas áreas de nuestras vidas, hace poco fui invitado a dar una charla para jóvenes en Europa. Recuerdo que me preparé tanto y estaba tan emocionado de dar mi mensaje por 40 minutos a estos chicos. Sin embargo, al llegar al lugar de la conferencia, me dieron una infortunada noticia: el temor de todo predicador es que te pongan a predicar después de un gran predicador.

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Cuando estaba en este lugar me di cuenta de que me tocaba predicar después de uno de los predicadores más impactantes dentro del mundo cristiano. Les tengo que confesar algo: en ese momento empecé a dudar del mensaje que Dios me había dado por compararme con alguien de quién pensé, tendría mucho más que dar que yo. De inmediato hubo en mí un cambio de motivación, me sentí inseguro y de pronto comencé a sentir un deseo de agradar a la gente y a los otros predicadores, más que a Dios. Me estaba distanciando de cumplir con la misión que Dios me había dado para esa conferencia. Me estaba distanciando de dar la gloria a Dios. Después de esa conferencia me di cuenta que mi corazón estaba ansioso por afirmación, aplausos y reconocimiento. Estaba buscando todas esas cosas en un lugar que nunca iba a poder saciar el deseo íntimo que había en mi corazón. Después de este gran viaje, seguía insatisfecho. No entiendo porque Dios me habló respecto a escribir este libro, especialmente por tratarse de un tema con el que lucho intensamente. Te confieso que escribir este libro es la insatisfacción con la que más lucho en mi vida. ¡Dios mío! Esto parece una sesión de confesiones. Precisamente no he terminado de contarles todas esas áreas que me han producido insatisfacción. Otro de esos campos en los que he padecido tiene que ver con mi amor por el activismo. Crecí en el campo misionero y en medio de una familia pastoral, quienes estuvieron dispuestos a dar todo

por el ministerio. Mis padres siempre fueron mis mejores modelos a seguir. Ellos me mostraron con su vida, lo real que es vivir una vida de sacrificio y sin reservas para Dios. Sin embargo, eso produjo en mí un resultado: no siempre supe balancear mis actividades. El exceso de trabajo, aún en el campo ministerial, era un constante problema que tenía. Pronto acumulé un cansancio extremo, no supe reconocer mis límites y me fue difícil entender que Dios no se agradaba en la cantidad de actividades. Llegué al punto de quemarme a mí mismo mientras hacía decenas de actividades. Me di cuenta que es posible trabajar tanto “por otros” que te matas a ti mismo y que el activismo es una adicción y una satisfacción falsa. Entre más trabajaba y buscaba satisfacción por mis logros, construía un pozo sin fondo y llegaba a sentirme menos satisfecho que antes. Si no estaba corriendo, con mil llamadas por contestar y muchos correos por responder, no estaban contento; sentía que necesitaba estar con las manos llenas siempre. Sin trabajo, me sentía desnudo, me sentía sin armas y sin poder defenderme. Mi trabajo era mi seguridad. El día en que me di cuenta de que sufría de activismo ministerial fue un día que salí a una cena romántica con Marcela. Estábamos de novios y ella empezó a contarme sobre su vida. Cuando fue mi momento, hable del ministerio, del ministerio y un poco más del ministerio. Me sentí corto de palabras para hablar de temas comunes de la vida. Increíble, pero caí en el famoso chiste cristiano, de que en vez de decir “te amo” dicen “amén” durante su noche romántica y en vez de llevar a su novia a una cena romántica, pretendíamos llevarla a la próxima vigilia en nuestra iglesia local. Es decir, había puesto tanta prioridad en mi ministerio, que había descuidado las otras áreas importantes de mi vida. Es posible que en ese momento pudiera pasar por ser un buen cristiano pero la verdad es que era muy mal novio. Gracias a Dios mi esposa fue paciente conmigo, me perdonó esa cita y me ha ayudado a ser libre del activismo ministerial y a no buscar mi satisfacción en mi próximo logro laboral. Gracias a Dios por nuestras esposas y muy en especial por la mía.

capitulo 01.

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Lugares incorrectos ¡Muy bien! hemos terminado el primer capítulo y estoy emocionado de pasar al capítulo dos. Quiero invitarte a descubrir algo que también estoy descubriendo en este momento. Hagámoslo juntos.

capítulo 02: satisfacciones falsas 22

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apul0 2.

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satisfacciones fa satisfacciones falsas

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ca itu 02 Acabo de llegar de Lima, Perú. He pasado un tiempo estupendo ministrando a miles de personas en esta ciudad, vi como la mano de Dios se movió en medio de la gente cuando compartí su palabra y cuando oré por las personas. De esos servicios “poderosos” y “gloriosos” que todo predicador sueña tener. ¡Recuerdo que ese día salí de ese lugar pensando que estaba viviendo el sueño! Y que realmente no habría nada que me bajaría de esta nube ministerial en la que me había montado. Pero no duró mucho tiempo. De regreso en el avión, de vuelta a casa, empecé a sentir casi como si el “éxtasis” se me empezaba a acabar. Poco a poco, ese momento glorioso de ministración, ya se le estaba acabando el jugo de satisfacción hasta el punto de dejarme exactamente donde había comenzado antes de mi viaje a Perú. Aunque viví un momento que llenó mi corazón de alegría, me di cuenta que ni los mejores momentos de ministerio, estaban satisfaciendo mi sed de aceptación y afirmación. ¡Me di cuenta que estaba buscando identidad y afirmación en la fuente equivocada! Porque después de tres días gloriosos en Lima, otra vez me encontraba completamente ¡insatisfecho!. He estado buscando en varios diccionarios el significado de la palabra satisfacción y me encuentro con varios sinónimos como: alegría, placer, complacencia, gozo, disfrute y regocijo. Creo que todos los seres humanos estamos en la búsqueda de esto, todos desean llegar a este punto de realización. Todos, Incluyéndome. Creo que hemos estado buscando este sentimiento de plenitud y realización en lugares incorrectos, que sólo nos han dejado más insatisfechos. Quiero mencionarte algunos proveedores de una falsa satisfacción y con ello, no quiero decir que estas cosas no puedan darnos algo de alegría, pero lo que no pueden lograr es darnos una satisfacción total. Quiero mostrarte algunas fuentes de satisfacción superficial:

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atisacones alsas.

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1. Títulos y Fama En Latinoamérica nos han inculcado desde el hogar un tema que se arraigó fuertemente a nuestra cultura: “estudia para que seas alguien”. Es decir, según esto, no serás nadie hasta que tengas un título académico. Ser ingeniero, médico o abogado será lo que garantice que tengamos identidad. ¿Cuántos hemos caído en esta trampa? ¿Cuántos han buscado su seguridad y satisfacción en un título? ¿Cuántas personas conoces que alcanzaron su título profesional pero no consiguieron satisfacción y menos identidad? Estas situaciones no son ajenas en la iglesia, pues también dentro del cuerpo de Cristo preferimos algunos títulos jerárquicos. Personalmente tuve una fuerte lucha al respecto, pues el título de pastor era, en mi opinión, mejor que el de diácono o ujier. Mi lucha verdadera estuvo en no ser irrelevante o trasparente para este mundo. Sin embargo, abriendo mi corazón, mi anhelo interior era ser reconocido y llegué a pensar que un título era lo que podía llenar ese vacío. Muchos hoy en día han puesto su deleite en los títulos y aunque los han conseguido, siguen igual de insatisfechos como yo lo estaba. Se dan cuenta que no todo era como pensaban y que con los títulos, vienen los desafíos y las responsabilidades. Además también aprendí que los títulos no sirven para nada sino hay un llamado genuino. Sin una pasión y un ardor profundo que proviene de un llamado celestial, sucumbiría rápido el status que obtuve con el título. Hoy por hoy, mis ambiciones han cambiado mucho. Por ejemplo, hace unos años (pocos la verdad), mi deseo era predicar ante multitudes y siempre llegar a estadios llenos de personas, que me esperaran para compartir un mensaje. Hoy en día las cosas han cambiado y mi mayor ambición es ser un buen esposo, crecer junto con amigos que comparten mi fe y con los cuales sueño cómo alcanzar una generación para Jesús. Para esto no necesito títulos, sino convicción en el llamado que he recibido.

“…no poniendo la confianza en la carne, aunque yo mismo podría confiar también en la carne. Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más: circuncidado el octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible. Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo” Filipenses 3:3-8 En este pasaje este apóstol muestra todas sus credenciales, que en su tiempo eran dignas de mucha admiración, incluso envidia. Pablo dice en cuanto a titulo yo tengo en que confiar, he alcanzado muchos logros, pero “yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús”, ningún logro o titulo podía llenar el vacío de Pablo, sólo en Jesús, el mas conocido de los apóstoles pudo encontrar satisfacción total. No sé si me convertiré en alguien famoso en este mundo, pero lo que más deseo es que Dios me conozca.

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2. Dinero “Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro…” Proverbios 22:1 Juan Pablo siempre supo que llegaría lejos y no porque sus padres le alimentaran sueños desde pequeño. Él no conoció a su padre y a su mamá Beatriz, le tocó luchar sola para levantar un hogar con 4 niños. Aunque ella carecía de estudios, en medio de sus enojos y dolor, fue una mujer llena de fe. Juan Pablo sabía lo que era dormir sin comer y no tener nada de lujos, ni juguetes nuevos.

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Esta mañana se dirigió a su oficina, observó por la ventana de su cuarto su automóvil nuevo. Reconoció que la vida ha cambiado mucho, pues logró obtener un título universitario pagado con el duro trabajo y muchas noches sin dormir. Es un papá de 2 niños, casado hace 4 años con la mujer de sus sueños. Juan Pablo es la envidia de sus amigos, es un ejecutivo exitoso, con una grandiosa capacidad para hacer negocios. Además es un hombre de fe, va con frecuencia a la iglesia con su familia, en la que son miembros activos. Todo parece estar muy bien, pero no es así. Juan Pablo está insatisfecho, es adicto al trabajo y a hacer negocios, su matrimonio está en crisis y sus niños casi no lo ven. Cuántos de nosotros hemos luchado con la presión del entorno de ser exitosos y pensar que el dinero es la solución a todos los problemas. Conozco muchas personas que abandonaron su salud para conseguir cada vez más dinero y ahora que lo tienen, que consiguieron el status que deseaban, se encuentran solos, pues a muchos les costó su familia, integridad, amistades e incluso la vida. Esta es una de las mayores trampas en este tiempo: creer que el dinero es la mayor fuente de satisfacción. Tener dinero se ha convertido en una de las ambiciones más profundas y peligrosas del ser humano. El apóstol Pablo afirmó: “pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre” Filipenses 4:11. Es decir, Pablo dice que su satisfacción no está en un status económico, sino más bien en un estado espiritual, donde dependemos totalmente de Dios.

Siendo sinceros, todos luchamos con construir una vida que podamos controlar, que sea segura y que no implique riesgos, un estilo de vida obtenido con base a nuestras capacidades y a nuestro esfuerzo. No me mal entiendas, como hombre siento el peso de la responsabilidad de proveer para mi hogar y también de responder por la organización que Dios puso en mis manos. Pese a lo anterior, cuando he construido las cosas a mi manera, aunque se vean muy bien, he procurado dejar a Dios hacer su voluntad en lo que hago, aunque esto me produzca miedo. Estoy convencido de que los planes de Dios para nosotros son para bien, pero a veces eso significa pasar por desiertos y eso también es parte de un plan bueno. Quiero confesar las veces que he visto que todo marcha tan bien, pero me he sentido tan insatisfecho. Es posible que en esas ocasiones me he desviado de lo que Dios quiere que haga, por estar ocupado en construyendo una vida segura para mí. La satisfacción plena no es tener una cuenta en el banco repleta de dinero. Creo que todos conocemos a muchas personas que tienen millones de dólares pero su vida es un desastre. Aunque ser rico no es el desastre, también conozco personas que, teniendo muchas dificultades económicas, viven en un completo desastre. En el pasaje anterior Pablo dice: Satisfecho en cualquier situación... Quiero detenerme allí porque es importante señalar que fue uno de los apóstoles más reconocidos de las escrituras y un hombre acostumbrado a la buena vida antes de que Cristo lo llamara para seguirle. Posterior a su llamado, Pablo pasó más tiempo preso que libre, predicó ante gobernantes, compartió con los gentiles y viajó por toda Asia y Europa llevando el mensaje del evangelio, fue aclamado y esperado por sus enseñanzas, pero también sufrió naufragios, amenazas, azotes y apedreos. La vida de Pablo fue una vida de contrastes, para nada segura ni cómoda. En los próximos pasajes Pablo nos devela el porqué de su satisfacción personal:

“Sé bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada. Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.” Filipenses 4:12-13 Volviendo a la historia de Juan Pablo, de quién les conté hace un momento, éste es un hombre con amplios sueños, algunos de ellos tienen que ver con sus negocios personales y otros tienen que ver con los negocios de alguien más: los negocios de Dios. En sus pensamientos lucha con su preocupación por cosas que le producen una satisfacción momentánea, pero que no lo llenan por completo. -¿Será que hay algo más?- se pregunta constantemente. Él sabe la respuesta. Tiene temor de asumir riesgos. Para Juan Pablo la vida ha cambiado mucho. Ahora tiene dinero, se alejó de la historia de su infancia, pero todo este aparente triunfo también lo ha hecho pensar que lo que ha alcanzado no es suficiente y no porque necesite más dinero, sino que pese a tener todo lo necesario en materia financiera, se encuentra en un alto grado de insatisfacción. Es verdad que el dinero nos ayuda en muchas cosas y lo necesitamos para la vida, pero no es nuestra fuente de satisfacción. Quizás en algún momento el dinero pueda ser un canal para llegar a la satisfacción o quizás no. Pero nunca podrá dejarnos totalmente satisfechos.

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3. Pecado y placeres Parece ilógico tomar este libro y colocar los pecados y placeres como una fuente en la que buscamos satisfacción, tratándose de los creyentes de un Dios Santo; sin embargo, para muchos éstos se han convertido en una silenciosa, privada y peligrosa fuente de satisfacción.

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El mensaje de la Biblia es claro cuando dice que no podemos hacer nada por nuestros propios medios para tener un corazón limpio y puro ante la santidad de nuestro Señor. Todos los seres humanos fuimos diseñados con necesidades y ambiciones que solo pueden ser satisfechas por nuestro Creador. Cada uno de nosotros ha sido provisto de deseos y anhelos; desde los básicos como comer, dormir o tomar agua; así como los deseos de tener amistades, que nuestros hijos estén bien, entre otros. Ambos escenarios tienen una única fuente de plena satisfacción: Dios. Pero nuestros anhelos pueden alejarnos de Dios. De hecho, eso es lo que ocurrió en el Jardín del Edén, con Adán y Eva: “La mujer se fijó en que el fruto del árbol sí se podía comer, y que sólo de verlo se antojaba y daban ganas de alcanzar sabiduría. Arrancó entonces uno de los frutos, y comió. Luego le dio a su esposo, que estaba allí con ella, y también él comió. En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas.” Génesis 3:6-7 (TLA) Esta fue la primera historia de pecado en la humanidad. Ambos, tanto el hombre como la mujer, buscaron satisfacer sus anhelos fuera de su Creador. Aunque habían sido diseñados para buscar placer en Dios, decidieron buscar placer fuera de él. Como resultado, éstos jóvenes se alejaron de aquel que los podía llenar plenamente para siempre. Así llegó el pecado a toda la humanidad, haciéndonos creer que podemos satisfacernos por nuestra cuenta alejados de Dios.

Es por ello que el Señor comienza un proceso con la humanidad para enseñarles a descubrir dónde se encuentra su fuente de satisfacción verdadera. El pueblo de Israel camina por el desierto en camino a la tierra prometida, el estómago arde de hambre y comienzan a quejarse y decir: “mejor estábamos en Egipto, por lo menos teníamos comida” y Dios envía una lluvia de maná, un pan hecho en los hornos del cielo, para satisfacer el hambre que ellos tenían. Podían contar cada día con la ración necesaria para cubrir sus necesidades. Para ellos, esto sería una lección de cómo Dios es el fiel proveedor para saciar cualquier anhelo y necesidad en su vida. La verdad sea dicha: amamos a Dios y queremos seguirle, pero estamos atrapados en medio de los placeres, actividades, posesiones, aprobación de las personas, agendas personales y todo esto nos parece más atractivo. Como creyentes nos hemos vuelto tan materialistas como lo son los que no tienen a Cristo, entonces ¿Qué nos diferencia? Incluso nuestras mayores luchas con el pecado son buscando satisfacción por nuestra cuenta. ¿Qué es lo que le comunicamos a Dios cuando preferimos pecar que estar con él? Sencillo: Que hay otras cosas que nos satisfacen más que él. Pero esto es una mentira muy peligrosa, porque en nuestra comparación de todas las cosas que amamos de este mundo, poniéndolas juntas, pierden valor y sentido al compararlas con Jesús. No digo que todo los placeres en este mundo sean malos, Dios construyó un mundo para que lo pudiéramos disfrutar y en el hemos vivido placeres muy especiales con la familia, los amigos y otras cosas; pero no tratando de encontrar nuestra satisfacción en todo eso. Cuando conocemos a Jesús no queremos alejarnos de él y todo lo que vivimos pierde valor al compararlo con su grandeza.

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satisfacciones fa 4. Relaciones

Cuántas veces has escuchado la frase: “cásate para ser feliz”. Sé que la intención de ésta frase tiene que ver con la idea de un matrimonio soñado. El problema es que muchos están colocando su esperanza de felicidad en el matrimonio. 32

Por supuesto que el matrimonio debe ser un ambiente de disfrute y felicidad, pero no es la fuente. Quiero aclarar esto, no nos casamos para ser felices, nos casamos porque ya somos felices. En una oportunidad escuché del famoso John Maxwell, que él se encontraba dando una charla para hombres en un salón de un distinguido hotel, justo al lado, en otro salón se encontraba Ana, su esposa, para compartir con algunas mujeres. John terminó primero su conferencia, así que se dirigió al salón donde su esposa compartía su charla, con el fin de oírla. Se sentó al final donde nadie podría verlo y justo en ese momento, comenzó un tiempo para las preguntas del público. En ese instante, una mujer se pone de pié y le pregunta a Ana: “¿John te hace Feliz?”. Ana la miró y le respondió: “En estos 35 años de matrimonio he sido una mujer afortunada de casarme con el mejor hombre del mundo, un esposo increíble, un padre excepcional, mi mejor amigo. Pero la verdad, John no es quien me hace feliz”. En ese momento, John quedó petrificado en esa silla ante tal declaración. Él no esperaba una respuesta como esas. Ana continuó explicando un poco más de su posición y esto fue lo que dijo: “Es Cristo quien me da felicidad, John solo complementa la felicidad que ya tengo en Jesucristo”.

Después de escuchar esta historia, pude comprender que jamás podemos poner la expectativa de felicidad sobre nuestra pareja, porque él o ella no son la fuente sino más bien, son un canal. Dios es y debe convertirse en la fuente principal de nuestro gozo y satisfacción. En los años 40’, 6 de cada 100 matrimonios se divorciaban y era todo un escándalo. Hoy en día, 56 de cada 100 matrimonios se divorcian y nos parece muy normal. ¿Por qué se desvirtuó tanto ésta institución pilar de la sociedad? Porque se colocó erróneamente toda la expectativa de satisfacción en la relación y no en Dios. Si no somos felices antes de casarnos, ¿qué garantiza que lo seremos después de casarnos? Es decir, si antes de casarme puedo satisfacer mis más importantes necesidades en Dios, entonces, estaremos listos para afrontar una relación que gozará de un compromiso para toda la vida. Libre de egoísmos, vanidades, mal carácter y otros problemas. Este mismo parámetro aplica para todas nuestras relaciones. Es muy diferente manejar las relaciones de familia, amistades, laborales o académicas, si partimos de un corazón insatisfecho, que si lo hacemos con un corazón satisfecho en Dios. Tu relación con las personas será mejor a la medida en que tu relación con Dios, tu Creador y proveedor principal de satisfacción, sea mejor.

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s Leí esto hace poco del Pastor Charles Stanley:

En los años 40’, 6 de cada 100 matrimonios se divorciaban y era todo un escándalo. Hoy en día, 56 de cada 100 matrimonios se divorcian y nos parece muy normal.

“Usted probablemente haya leído la historia de Jacob y Esaú, y pensado: No puedo creer que Esaú haya vendido su primogenitura por un plato de lentejas. ¡Qué necio! Pero pensemos más allá de primogenituras y del plato de lentejas. ¿Hay algo de verdadero valor que usted está negociando por algo de menor valor? En otras palabras, ¿cuál es su “plato de lentejas?” ¿Se ha dedicado a perseguir la riqueza y dedicarse a una carrera a expensas de su familia? Tal vez su ocupada agenda le ha impedido pasar tiempo con Dios en su Palabra cada día. Algunas personas se involucran en relaciones extramaritales, dejando a su familia por la satisfacción de sus deseos lujuriosos. Otras sacrifican su salud consumiendo sustancias dañinas o adictivas, o excediéndose en la comida. La lista es interminable. Algunas decisiones que tomemos hoy pueden robarnos las bendiciones que Dios quiere darnos. Cuando usted cede a la tentación en un momento de debilidad, está sacrificando su futuro por el placer momentáneo. No podemos basar nuestras decisiones en deseos o sentimientos inmediatos. Puesto que el principio de la siembra y la cosecha no puede invalidarse, tenemos que considerar cuidadosamente lo que estamos plantando. La cosecha vendrá, y cosecharemos lo que hayamos sembrado, y más de lo que hayamos sembrado. ¿Ha pensado usted hacer algo que podría tener graves consecuencias a largo plazo? Una persona sabia evalúa las opciones de antemano para ver qué consecuencias pudieran acarrearle sus acciones. No permita que “un plato de lentejas” detenga los planes maravillosos que Dios tiene para usted.”

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Basta de mentiras El teatro es una de las expresiones de arte más antiguas y usada para entretenimiento y cultivar el conocimiento. Todas las culturas del mundo tienen expresiones teatrales muy antiguas, los griegos por ejemplo, eran famosos en los tiempos de Jesús por ésta manifestación de arte. La palabra hipócrita proviene de la palabra griega hypokrites y se refiere a alguien que actúa o finge. Era costumbre de los actores griegos y romanos cubrir sus rostros con grandes máscaras y hablar con aparatos mecánicos para aumentar la fuerza de su voz. Estos actores, que escondían sus verdaderos rostros y cambiaban sus verdaderas voces, eran llamados hypokrites o hipócritas. Jesús comparó la conducta de los fariseos a la de los actores: hombres que simulaban o desempeñaban un papel. Los fariseos del tiempo de Jesús constituían un poderoso organismo de liderazgo y se consideraban más celosos y justos que el resto de la sociedad judía. Se establecían a sí mismos como modelos de lo que es correcto y santo; no obstante, a los ojos de Jesús, el ejemplo de ellos era en realidad destructivo. Jesús consideraba que la conducta de estos hombres tenía un efecto contaminante y nocivo para los que seguían su ejemplo. Quiero que reflexiones sobre lo siguiente: ¿Queremos imitar esta conducta? ¿Estamos seguros que queremos levantar una generación que aparenta que todo está bien, escondidos en títulos, dinero, posesiones o placeres?

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¿Hasta cuándo veremos escándalos de hombres de Dios, haciendo cosas increíbles, pese a que amaban a Dios y todo parecía estar bien? Seguramente ellos querían satisfacerse por sus propios medios pero lejos del Dios que profesan.

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¿Hasta cuándo levantaremos una generación insatisfecha? ¿Cuándo les enseñaremos dónde está la verdadera fuente de satisfacción? ¿Quién comenzará a ser honesto y llamará las cosas como son y dará a Jesús el lugar principal? ¡Basta ya! No más mentiras, no más máscaras, no más hipocresía, no sigamos cayendo en la trampa, no sigamos alimentando nuestra vida dándole más importancia a satisfacciones superficiales y falsas que nos dejarán insatisfechos. En los próximos capítulos quiero explicarte como conseguí satisfacción verdadera y permanente. Te aseguro que no fue en algo sino en Alguien.



¿Estamos seguros que queremos levantar una generación que aparenta que todo está bien, escondidos en títulos, dinero, posesiones o placeres?

capítulo 03: la verdadera satisfacción 36

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Su nombre es Simón, una persona común que tenía las responsabilidades de un hombre de mediana edad, quién dedicaba su vida al negocio de la pesca y a propósito, le iba muy bien. Trabajaba junto con sus amigos y esto le permitía disfrutar mucho más la labor diaria. Estaba acostumbrado al olor fuerte que tienen las redes después de usarlas tanto en el mar, recolectando toda clase de peces en abundancia. Todas las veces que pesca eran buenas, excepto una mañana. Una muy dura.

la verdadera satisfacción.

Simón estaba ordenando las redes y se puso a pensar en la noche anterior, cuando salió de su casa, se despidió de su familia y se dirigió en su embarcación en busca de grandes cardúmenes que le brindaran el negocio del día. Pero se trata de una noche larga, en la que no hubo tempestad ni viento, no hubo peligros en el mar, solo un mar sereno e infinito a la vista. Las redes fueron lanzadas una y otra vez durante toda la noche y el resultado se tornó duro porque solo regresaban redes mojadas. Pasaron las horas como si corrieran la final de 100 metros planos y cada intento por conseguir algún pez solo dejaba más frustración. ¿Algo puede ser peor en este momento? ¿Qué puede ser peor que pasar horas enteras en medio de la oscuridad sin conseguir nada? Muchos pensamientos cruzaron por la mente de Simón, incluso susurra en voz baja: “¿Cuántas cuentas hay por pagar en casa? ¿Cuántas cosas por resolver? Un negocio no funciona si no produce”. Así que volvió a lanzar la red pero el resultado no mejoró.

Lo peor estaba por pasar. Salió el sol y el amanecer anunció el fin de la pesca. La frustración llegó a su clímax porque no había más que hacer sino regresar a la orilla y guardar las redes en medio de tanto desánimo. En la costa, Simón escuchó las historias de pesca de otras embarcaciones que parecía que tuvieron mucho éxito, lo que terminó por empeorar el panorama. Esas historias le hicieron más daño, pues se trataba simplemente de un hombre que quería hacer bien las cosas. Simón estaba allí, en la orilla, con el agua más arriba de las rodillas, recordando y poniendo todo en perspectiva, tratando de buscar soluciones. Entre sus pensamientos llegó aquel de prestar dinero prometiendo en garantía, una pesca futura, porque de lo contrario, no tendría nada que ofrecer. De repente, tal y como ocurre en un estadio cuándo se llena para celebrar un partido de fútbol, a lo lejos de este lugar se oyeron estruendos de voces que llegaban a la playa. Todos estaban siguiendo a un carpintero de Belén que se había convertido en un maestro de la Ley y además, se escuchó que hacía milagros cuando oraba. Simón no está muy interesado, de hecho sus pensamientos estaban en sus redes vacías. En ese momento, alguien le habla a sus espaldas: ¿Puedes prestarme tu embarcación por un momento para predicar desde acá? - Eh, sí. Puede usarla- balbucea el pescador. Y en sus adentros pensó: “Quizás para eso es lo único que sirve esta nave”. Es notorio que Simón estaba insatisfecho. En el capítulo anterior hablé de los lugares donde buscamos satisfacción de una manera equivocada. Mi mayor propósito es que puedas comprender que hay algo más alto, más sublime, algo que te

puede llenar suficientemente. La verdad no es algo, es Alguien. Estoy seguro que si te preguntara cuántos sueños tienes, tú me responderías con una lista de anhelos y deseos enormes. Pues te cuento que yo también tengo mi lista y en este caminar con Dios he escuchado y predicado acerca del interés de Dios en cumplir sueños. Pero cuando leo la Biblia me convenzo cada vez más, que Dios no esta tan interesado en cumplir mis sueños, más bien, veo como quiere cumplir sus sueños a través de mí. ¿Qué pasaría si él nunca cumpliera nuestros anhelos personales? ¿No será que fuimos rescatados y transformados para hacer sus sueños realidad? ¿Qué tal si no se trata de nosotros, sino que en vez de ser los protagonistas de esta historia somos actores secundarios o de reparto? Mentiras acerca del éxito El mundo de hoy define todo a través del cristal del éxito. La mayoría de las historias de éxito son personales y egocéntricas. Pero la definición de éxito de este mundo no se parece en nada a la definición de éxito de los cielos. Quiero mostrarte a un hombre exitoso, aunque creo que la mayoría no estaría de acuerdo conmigo en llamarlo exitoso. Su nombre es Juan, simple y sencillamente, Juan. Proviene de una familia dedicada al ministerio. Su padre Zacarías es un sacerdote que presta servicios en el templo y habla con ángeles de vez en cuando. Juan nació con la promesa de hacer algo importante en este mundo, el abriría paso al Mesías que vendría. Su ministerio comenzó con el llamado a arrepentimiento de Israel y bautizando en agua como símbolo para renunciar a la vida pecaminosa.

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Mi mayor propósito es que puedas comprender que hay algo más alto, más sublime, algo que te puede llenar suficientemente. La verdad no es algo, es Alguien.

Este joven profeta tiene en el desierto un lugar para anunciar la llegada del Rey de los Judíos. Juan no tiene un templo propio, banda musical, aire acondicionado, ni asientos confortables. Sus reuniones son en pleno desierto y las personas son puntuales cada semana. El mensaje de Juan era muy especial: “Bienvenidos hermanos, estoy feliz de tenerles acá” ¡No, para nada, así no era su mensaje! El recibimiento de Juan era algo como esto: “¡Oh, generación de víboras!” ¿Te imaginas? Ja, ja, ja. A pesar de esto, las multitudes venían a él para ser bautizados. Juan no es un hombre exitoso según la definición moderna, pero lo que me hizo considerarlo así es esta frase de Jesús que retumba en mi mente: “No ha habido, ni hay, ni habrá nadie más grande que Juan el Bautista” Lucas 7:28 ¿Cómo es que un hombre que vivió de manera tan humilde, es considerado cómo un hombre exitoso? Es que según los cielos, el éxito no tiene que ver con estrato económico, nivel educativo o las amistades influyentes. El éxito en el reino de los cielos tiene que ver con complacer a Dios, con hacer exactamente lo que Él te envió a hacer. Lo diré claro: todo se trata de Jesús. Jesús no solo puede salvarnos del infierno y limpiar todos nuestros pecados. Por lo regular, olvidamos que él también puede satisfacer por completo nuestra alma.

ca itu 03 Encontrando placer en la persona correcta Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. - Juan 6:35 Cada uno de nosotros tenemos anhelos y deseos por alcanzar cosas. Muchos de nosotros tenemos esa hambre interna por cumplir nuestros sueños. Jesús dice que cuando venimos a él, “nunca tendremos hambre” ¿No será que el hambre interna que aún sigue viva en nosotros y que buscamos saciar, demuestra que estamos buscando satisfacción en lugares y personas incorrectas? Cuando nos acercamos a Cristo, él asegura que saciará esa hambre y sed interna para siempre, porque él es el pan de vida y la fuente de verdadera satisfacción. Cuando comemos de Jesús ya no tenemos necesidad de ninguna otra cosa y ya nuestra búsqueda de satisfacción y plenitud termina. Jesús nos llena de forma suprema y total. Jesús es mejor que todos los placeres de esta vida, en él encontramos mayor satisfacción que el reconocimiento de los hombres, más plenitud que el amor de nuestra familia; a tal punto que comenzamos a disfrutar las pequeñas cosas y amamos lo que él ama. Ya las cosas que antes considerábamos un tesoro, hoy no son importantes. Sólo en él podemos encontrar la llenura de nuestros más profundo anhelos, sólo Jesús puede transformar nuestros deseos egoístas y poner sus deseos en nuestro corazón. “Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo.” Filipenses 3:8 (LBLA)

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Pablo antes de ser llamado apóstol, era un hombre que había alcanzado todo en su vida: logros, títulos e influencia entre los fariseos. Él buscó satisfacción sirviendo a la religión. A pesar de esto, su confesión en este pasaje es que todos esos logros, títulos y victorias personales las tiene por basura cuando los compara con Cristo. Muchos líderes y pastores luchamos por saciar nuestras hambres internas con cosas como tener la iglesia más grande, el ministerio más nombrado, llenar estadios, ser invitados a congresos, predicar a masas.

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Volvamos a la historia de Simón, de quién hablamos hace un momento. Él se encontraba terminando de guardar sus redes cuando Jesús terminó su prédica. Éste pescador recibió una propuesta insólita e inédita: salir a pescar con un carpintero. Simón en sus adentros pensó algo como esto: “¿Estás hablando en serio? - Si, ¿Por qué no? Respondió Jesús.” Ambos salieron y se dirigieron mar adentro. El carpintero señaló el lugar dónde debía lanzar la red y el pescador, atónito, no puede creer que estaba obedeciendo a un carpintero. Sin embargo Simón lanzó la red, con una actitud que mostraba plena seguridad de que nada pasaría y que todo seguiría igual: nada de peces. En este momento, la red tocó la superficie del mismo mar, pero esta vez, con la dirección del Creador. La historia de lo que aconteció es tan sorprendente: los peces buscaron la red atraídos por el mismo Dios, a tal punto, que la barca comienza a hundirse. Simón no lo pudo creer y miró a Jesús, con una sonrisa en su rostro, expresando: “¡Es él! ¡Es el Señor! Simón cayó de rodillas, pero no delante de un carpintero, pudo ver a Jesús como lo que es: Dios mismo hecho hombre. Cuando llegaron a la orilla las cosas no fueron iguales. Simón llegó con la mayor pesca del día y estaba a punto de ocurrir algo todavía más asombroso: el ahora exitoso pescador, que es el blanco de elogios en esta playa, dejará a todos con la boca abierta.

“Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.” Lucas 5:11 Si, el que estaba unas horas atrás frustrado, llegó a la orilla con un una pesca de récord mundial y la dejó a un lado porque ya esto no le importaba. Dejó todo lo que le producía una satisfacción superficial y temporal, para alcanzar una satisfacción más alta, plena, total y eterna. Satisfacción verdadera. ¿No es este tipo de satisfacción la que necesitamos? ¿No es esta la satisfacción que cada creyente debe experimentar en Cristo? Incluso, la batalla que cada cristiano atraviesa con el pecado, tiene que ver mucho con esto. En los últimos años he podido hablar con jóvenes de todo el continente y he escuchado historias de personas atadas profundamente a un pecado por muchos años. Me refiero a personas que han experimentado el amor y la bondad de Dios, pero están luchando fuertemente con su debilidad y están sumergidos en la vergüenza y la culpa. Pornografía, vanidad, orgullo, mentira, murmuración, adulterio, odio, ira y muchas otras tentaciones, son luchas que escucho a diario. La solución a estos problemas nos lleva a una vía con dos caminos que recorrer: la primera es tratar de resolver las cosas con nuestro esfuerzo, cambiar a través de mucho trabajo y esto es lo que hace la religión. Te hace creer que puedes lograr el favor de Dios a través de tus obras y un arduo esfuerzo. Pero no puedes lograrlo y por eso vuelves a caer recurrentemente en ese pecado. El otro camino es muy diferente, porque no se trata de vencer el pecado y las tentaciones que te agobian a través de tus propios medios. Jesús dijo: “El que a mí viene, nunca tendrá hambre”, es decir, no se trata de lo que podamos hacer en nuestras fuerzas porque no podremos dominar el pecado y será algo momentáneo. La única manera de vencer el pecado es colocando nuestra confianza en Jesús, comparando la satisfacción que conseguimos en el pecado con la satisfacción plena que Jesús puede darnos. Sólo así el pecado perderá fuerza y dominio sobre nosotros, cuando lo comparamos con la

mayor fuente de placer: la verdadera fuente de satisfacción inagotable y disponible para nosotros es Jesús. La manera de ganar esta batalla es comiendo de Jesús, sólo él puede saciar nuestras hambres internas, sólo él puede saciar la sed de nuestro espíritu, alma y cuerpo. Fuera de él todo es superficial y pasajero. Es una batalla entre querer un poco de placer o querer mucho placer. Ahora me ha sido mucho más fácil entender por qué hombres y mujeres lo han dejado todo por seguir a Jesús; entiendo por qué los apóstoles vieron que valía la pena abandonarlo todo, sufrir e incluso morir por su causa. Percibo tanto gozo en la vida de cada creyente mencionado en la Biblia, que no dejo de sorprenderme y asumir un gran reto en mi vida personal. A lo largo de la historia hemos tenido 43 millones de mártires, cada uno ellos siguieron al maestro aunque esto significara persecución y muerte. Todos ellos encontraron la fuente de placer verdadero: Jesús. Jesús declara ser el verdadero alimento que necesitamos para vivir una vida plena. Abiertamente sus palabras son una declaración de garantía de satisfacción: “El que quiera satisfacción, venga a mí y dejará de buscarla”. “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.” Mateo 13:44 (NVI) Tómate unos minutos y contempla la historia en éste pasaje: un hombre vende con alegría TODO lo que posee a fin de poder comprar lo que tanto le importa. Este hombre se ha dado cuenta que lo que encontró (el Reino de los cielos) era mucho más valioso que cualquier cosa que él tuviese hasta ese momento y por eso, tomó todo lo suyo y lo vendió para poder comprar ese tesoro. No sé cómo haría para llegar a mi casa y decirle a mi esposa: “Amor, vamos a vender todo porque vamos a comprar un terreno”. ¿Cuál sería la reacción

de ella oyéndome decir estas cosas? Además de decirlo y hacerlo, la Biblia destaca que éste hombre lo hizo lleno de alegría. ¿No te impresiona esta clase de demostración de amor hacia Dios? ¿Estamos dispuestos nosotros a hacer lo mismo? ¿Tenemos este mismo sentir de vender todo en nuestra vida por el Reino de los Cielos? ¿No es esto lo que hicieron Pedro, Pablo y cada creyente que encontraron éste tesoro que cambió sus vidas para siempre? Hoy medimos el éxito por lo que poseemos y no por lo que perdemos o entregamos. Los números son lo que miden actualmente nuestro nivel de éxito. Pero no veo a Jesús cautivado por las multitudes. Lucas en el capítulo 8 habla de una multitud que siguió a Jesús y escuchó acerca de la parábola del sembrador, aunque la verdad, la mayoría no entendió el mensaje. Jesús habló sólo para los que estaban escuchando genuinamente. Charles Spurgeon lo expresa así en uno de sus sermones: “Además, el amor de Cristo es mejor que el vino porque puede gozarse sin empalagos. La materia más dulce sobre la tierra, aunque sea placentera al gusto por un rato, tarde o temprano se torna empalagosa al paladar. Si encuentras miel, pronto habrías comido tanto de ella que ya no disfrutarías su dulzura; pero el amor de Jesús no ha empalagado nunca al paladar de un alma nacida de nuevo. El que ha recibido más del amor de Cristo, clama: “¡Más! ¡Más! ¡Más!” Si alguna vez existió un hombre en la tierra que tuviera el amor de Cristo en él, fue el santo Samuel Rutherford; sin embargo, pueden ver en sus cartas que se esforzaba por encontrar las expresiones adecuadas cuando trataba de manifestar su hambre y su sed del amor de Cristo. Él dice que flotaba en el amor de Cristo como un barco sobre un río, y luego de un modo original pedía que su embarcación naufragara, y se hundiera hasta el fondo, permitiendo que ese bendito raudal fluyera por encima de la punta del último mastelero de su barco. Él quería ser bautizado en el amor de Cristo, y ser arrojado al océano del amor de su Salvador; y esto es lo que el verdadero cristiano anhela siempre.”

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Él quería ser bautizado en el amor de Cristo, y ser arrojado al océano del amor de su Salvador; y esto es lo que el verdadero cristiano anhela siempre.

No todos encuentran satisfacción de esta manera en Jesús y no es por Jesús. Es que han preferido buscar placer en otros lugares y aunque sean migajas, no están dispuestos a soltarse de ellas y tienen un gran temor de abandonarlo todo. Por eso, éste mensaje no fue entendido por la mayoría, porque iba dirigido a personas que estaban hastiadas de satisfacción con fecha de vencimiento. Ese es el mensaje de Jesús, pero muchas veces no se parece en nada al mensaje que nosotros damos desde el púlpito. No nos gusta pronunciar mensajes que incomoden, más bien queremos decir las palabras que mantengan a la multitud cautiva. De hecho parece que nosotros queremos ocupar el lugar de Jesús y que nuestros mensajes sean los que traigan satisfacción para su vida y la verdad, por más interés que tengamos en ese tipo de mensajes, jamás podremos lograrlos. Las personas no nos necesitan a nosotros, necesitan a Cristo. Por otro lado, ninguno de nosotros quiere ser pequeño, de hecho algunos tenemos pánico de

ser conocidos como pequeños y comunes y por ello nos esforzamos en demostrar al mundo que somos alguien, que valemos mucho y que deben considerarnos. Nos han enseñado que mientras más grande seamos es mejor y por ello hemos alimentado una cultura con ambiciones que no se sacian con cosas sencillas y simples. Esa lucha acaba con Jesús. Ya que no tenemos que demostrar nada, ya que no es importante que nos noten, Jesús llena todos esos vacíos e inseguridades y ahora estamos completos y satisfechos. Si aún sigues luchando con buscar satisfacción en lugares incorrectos a pesar de que eres creyente y vienes a la iglesia, es porque no estas comiendo de Jesús. El prometió que si comíamos de él, nunca más tendríamos hambre. Si el hambre persiste en nuestras vidas es una señal clara que comemos de una religión o de patrones humanos, pero no de Jesús. Para terminar esta parte, quiero hacerte tres preguntas: 1. ¿Dónde encuentras tu satisfacción plena? 2. ¿Qué te hace falta para estar totalmente satisfecho? 3. ¿Existe un proveedor de satisfacción total en el que puedas descansar de tu búsqueda?

El placer de complacer a Dios Jesús nos enseñó que su vida estaba basada en complacer al Padre. Se despertaba muy temprano, antes que los otros, para pasar tiempo con Dios. Lo vemos haciendo señales y sanidades increíbles y todas fueran para glorificar al Padre. Cuando los discípulos se acercaron para pedirle que les enseñara a orar, esta fue su respuesta. “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Mateo 6:9-15 Durante toda la vida del Maestro en la tierra, siempre hubo una constante por satisfacer el corazón del Padre. Expresaba su amor y placer en hacer su voluntad y en guiar a otros a conseguir esta misma satisfacción. El anhelo de Jesús era enseñarnos que nunca estaríamos tan satisfechos como cuando complacemos a Dios con nuestra vida. Jesús añadió en otro pasaje: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”

La satisfacción y plenitud que buscamos con tantas ansias, encuentra su respuesta en amar a Dios con todo lo que somos, con nuestros pensamientos y hechos. Además, encontramos nuestro verdadero valor y propósito, de amar a las personas como nos amamos a nosotros mismos. Esta es la respuesta que buscamos. Satisfechos en nuestro Creador que también es un Padre, satisfechos en un Dios que nos adoptó y nos hace parte de una familia. Satisfechos en hacer su voluntad y cumplir con el propósito con el que nos creó. Verdaderamente satisfechos. Ese es el resultado de venir a Jesús. En su presencia todos nuestros temores son disipados, su seguridad nos invade, su propósito nos inspira, su gracia nos conmueve, su habilidad para darnos gozo nos sorprende y la paz encuentra sitio en nuestros corazones. Paz, deleite, gozo, satisfacción. En un próximo capítulo hablaré más a fondo de cómo encontrarás satisfacción plena cuando tu vida se cruza con los planes de Dios.

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Antes de avanzar déjame decirte que me encantan las películas. El ver películas para mí es muy relajante. Creo que todos tenemos cosas que nos gusta hacer para relajarnos, para calmarnos, para dedicar tiempo para nosotros y tiempo para estar solos. Suena egoísta, tal vez, pero creo que todos deberíamos tener un tiempo de calidad con nosotros mismos. Ver películas para mí es una de esas cosas. Incluso tengo que contarte que mis mejores mensajes han salido de cosas que probablemente he visto en películas. ¡Sí! Nosotros los predicadores hacemos eso de vez en cuando. ¿Quieres decir que no obtuviste el mensaje mientras oraste? Pues si quieres que te sea sincero, lo reconozco, soy culpable.

la película.

Si a ti te gustan las películas como a mí, sabes que se encuentran películas de todo tipo hoy en día. Van desde el drama, el terror, el suspenso, la comedia, el romance y la ciencia ficción. Incluso hay algunas películas cristianas que han comenzado a estar muy entretenidas. No estoy seguro si mi constante disfrute de las películas tiene que ver con el hecho de pasarme tanto tiempo leyendo historias de la Biblia; es como si mi mente comenzara a entrar en modo “película”. ¿Te ha pasado que alguna vez, leyendo una historia en la Biblia, tu mente comenzó a imaginar la escena y de pronto, la asocias a alguna película que viste? A mí me pasa a menudo. Una vez estaba leyendo la historia de Shamah, uno de los hombres de David. La historia dice que el peleaba por sus frijoles y que

ca itu 04 nadie se los iba a robar. De repente, comencé a pensar en la película “Hombre en llamas”, una película protagonizada por Denzel Washington, en la que secuestraron a la pequeña Pita. Denzel eventualmente recuperó a Pita y éste logró protegerla. Así pasó con los filisteos en la Biblia: no obtuvieron los frijoles de Shamah. Es imposible leer la Biblia y no entrar en un “modo película” Caín y Abel Es imposible comenzar a leer la historia de Caín y Abel sin hacer exactamente lo mismo. Esta historia tiene el perfecto guión que capturaría cualquier productor moderno de películas en Hollywood. Sin embargo, existe un corto del mensaje que es mucho más profundo para el corazón que cualquier obra que Hollywood quisiera realizar. Es una historia que expone el corazón de Dios justo frente a ti. Mientras lees esta historia es difícil no considerar lo mucho que Dios ama nuestro corazón. Conociendo a nuestros protagonistas Demos un vistazo a un guión. No es realmente un guión, es la Biblia, que llamaremos una historia de la vida real, como si se tratara de un documental. Tú me entiendes. Como ya lo mencioné antes, me encanta mirar películas. Una de las cosas que me molesta profundamente es llegar 5 minutos tarde a una película, pues pienso que no voy a entenderla si me pierdo ese comienzo. Así que me voy a tomar más tiempo que de costumbre para asegurarme que entendamos los primeros 5 minutos de esta historia. Veamos lo que está grabado:

Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «Por voluntad de Jehová he adquirido un varón.» 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Fue Abel pastor de ovejas y Caín, labrador de la tierra. Gen 1:1-2 Este es el guión del que les hablo. Se trata de Adán y Eva… ¿Los recuerdas, verdad? Ellos fueron la primera pareja que caminó en la tierra y tenían 2 hijos: el primero se llamó Caín y el segundo hijo, Abel. El guión nos describe también acerca de sus trabajos, uno era pastor de ovejas y el otro trabajaba era un granjero. ¿Eso es fácil entender, verdad? Estudiemos esto un poco más profundo para que podamos entender. Adán y Eva estaban ahí, haciendo lo que una pareja normal hacen juntos, cuando de repente, ante sus ojos, aparecen 2 hijos: Caín y Abel. Lo que necesitamos mirar es que ambos crecieron en la misma casa, fueron parte de la misma familia, el mismo papá, la misma mamá, ambos tenían trabajo. En el caso de Abel, éste pasaba tiempo con las ovejas todo el día y es posible que hasta se supiera los nombres de sus ovejas favoritas. Por otro lado estaba Caín, quien se desempeñaba como granjero, trabajaba la tierra todo el día. Si te estás perdiendo y no entendiendo la historia, te sugiero que dejes a un lado este libro y leas Génesis 4.



es imposible leer la biblia y no entrar en un modo película.

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Pasando el tiempo Como hombre, debo confesar que no me gustan las películas de niñas. Sí, yo sé, soy como cualquier hombre de este planeta. Yo puedo y tolero ver las películas de niñas porque amo a mi esposa y soy un esposo grandioso (Bueno, a veces). Lo que si disfruto son las películas de acción y suspenso. Mientras más acción y suspenso hay en una película, mas asombrosa me parece. Las películas que no tienen estos elementos, son simplemente aburridas para mí. Sigamos leyendo la historia que comenzamos. Miremos como continua: 50

“Y pasando un tiempo”. Génesis 4:3a Esto ocurre después de ese primer momento en el que nos cuentan las ocupaciones de ambos hermanos. Lo que entendemos de esta parte de la historia es que el tiempo pasa. ¿Cuánto tiempo pasa? La mayoría de teólogos sugieren que pasaron cerca de 20 años, bastante tiempo para ser francos. Suele pasar que cuando leemos este tipo de historias pensamos que todo sucedió de un día para el otro, sin embargo, estos muchachos comenzaron a trabajar y trabajaron un largo rato. ¿Alguna vez has visto una película donde los actores comienzan muy jóvenes y de repente, ves las palabras al final de la pantalla que dicen “20 años más tarde”? Hay una pequeña transición en la película de Caín y Abel que te estoy narrando. Los actores están jóvenes y después del letrero, ya están mucho más viejos. Los jóvenes actores son solo un recuerdo. Comenzaste con un destello de juventud y luego te encuentras con un cambio abrupto en la película. Tal cual ocurre en la historia que leemos: una transición está a punto de suceder en la historia. Estamos alistándonos para hacer una entrada mucho más trascendental, en la que Dios ya no tendrá un papel “extra” sino que la verdad, será el protagonista. La entrada de Dios a la película 3 Y Pasado un tiempo Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también a los

primogénitos de sus ovejas, y de la grasa de ellas Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda, por lo cual Caín se enojó en gran manera y decayó su semblante. Génesis 4:3-5 Hasta ahora, nuestra historia se trata de estos dos hermanos, los cuales se encuentran trabajando al finalizar sus 20 años. Entonces ¿de qué se trata el cambio? Pues aquí viene. Se trata justamente de la parte en la que se refiere al momento en el que ambos traen una ofrenda al Señor. ¿Una ofrenda? Sí, una ofrenda. Pero, ¿qué tiene que ver una ofrenda con todo esto? La historia nos dice que Caín trajo una ofrenda de la tierra en la cual trabajaba y por el contrario Abel trajo uno de los primeros frutos de sus amadas ovejas, las cuales él les puso nombre. Ahora vamos a otra escena. Recordando a los papás de Caín y Abel Antes de avanzar, es necesario recordar a los papás de estos muchachos. Estamos hablando de Adán y Eva, ¿Te acuerdas? Los que fueron echados del jardín porque habían hecho aquello que Dios les dijo que no hagan: comer de ese bendito árbol. ¡Oh, su historia se ha contado por siglos! Después de todo lo que Adán atravesó en su vida, es posible que fuera muy duro enseñar a sus hijos. Como un buen padre, probablemente trató de guiarlos de una manera en la que ellos no cometieran el mismo error que él cometió y para ser honestos, cualquier buen hombre procuraría eso. Creo que Adán entendió el mensaje que Dios quería decirle sobre la intolerancia a su desobediencia. Me puedo imaginar el tiempo de almuerzo de Adán, sentado con su familia, haciendo todo lo posible por enseñar a sus hijos cosas como: “Dios es Santo, Dios es digno y Dios debe ser honrado y adorado de todo corazón”.

El mensaje que no es tan fácil de olvidar Esta historia alcanza el clímax rápidamente y cambia todo instantáneamente. Dios está a punto de responder y de crear una separación entre aquellos que le adoran con todo su corazón y aquellos que no lo hacen. Todos estamos a punto de evidenciar aquello que tanto busca Dios entre los hombres. Vamos a ser capaces de conocer a Dios, su versión insatisfecha. Sería un mensaje claro que Adán, Eva, Caín y Abel no lograron entender. Sería un mensaje que perduraría por siglos, uno que no sería fácilmente olvidado. Miremos lo que dice la escritura: Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda. Gen 4:4b-5a El problema ¿Qué es lo que Caín hizo que estuvo tan mal? ¿Por qué Dios le miraría sin ningún respeto? ¿Él le dio algo a Dios? ¿Acaso darle a Dios una parte de mi vida no está bien? ¿Acaso dar algo no es mucho mejor que no dar nada? La respuesta a lo anterior es que con Dios, todo es diferente. Partamos de la premisa de que Dios estaba esperando algo de ambos. Él estaba esperando adoración de un corazón rendido, estaba esperando una completa ofrenda de un corazón. No estaba esperando solo parte de ellos, Dios esperaba todo de ellos. Lo que podemos ver a través de la palabra de Dios es que Él es celoso y no quiere ser segundo. Él quería ser el número uno, con el primer nivel de cercanía, sin tener ninguna competencia. Él no quería ser una parte de sus vidas, sino que quería ser el centro de sus vidas. Él quería ser todo para ellos; cada pensamiento, hasta el más pequeño; cada detalle; cada palabra; cada actitud… ¡TODO! Dios quería ser el número uno. Todo lo que Caín hizo fue darle algo a Dios. Era “algo” que no representaba el todo y además de eso, no vino de su corazón. Se trataba de una

ofrenda que era más una manera de mantener “feliz” a su papá. Su actitud parecía reflejar un tono de ironía como si poco le importara el acto: “Mira papá, acá traigo la ofrenda que me pediste, deja de rogarme que lo haga”. Años después el profeta Isaías hace eco del corazón de Dios, revelando aquella escena que sucedió tiempo atrás cuando Caín y Abel estaban ante el lente de la cámara: “Dice, pues, el Señor: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”. Isaías 29:13 Dios expone el corazón de Caín y se lo revela, tal y como lo ha hecho con muchos de nosotros en diversas ocasiones. De la misma manera el profeta Isaías fue usado por Dios para hacerlo, su papel consistió en mostrarle a la gente que a ellos realmente sólo les importaba hacer lo que suponían que debían hacer: cumplir las reglas, ser lo suficientemente buenos para no meterse en problemas. Pero Dios estaba buscando algo más que eso. ¿Puede el hombre satisfacer a Dios? Esta es una pregunta que me he hecho un millón de veces. ¿Realmente Dios puede estar complacido conmigo? Comencemos por reconocer lo frágiles que somos, lo débiles y lo imperfectos que somos. ¿Acaso un Dios perfecto no necesitará más a la gente perfecta? ¿Puedo realmente agradar a Dios? Creo que la respuesta a todas estas preguntas es un “sí” rotundo. Sí podemos agradar y satisfacer a Dios. De hecho, es la misma razón para la cual fuimos creados. Hay algo bastante profundo acerca de nuestra razón de vida y es que Dios se ha complacido en nosotros y somos su máxima creación. Puedes ver que fuimos creados para adorar a Dios con todo lo que somos y desde ese punto en adelante, podemos entender lo que eso significa y lo que se siente complacer a Dios.

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He gastado muchos años de mi vida tratando de encontrar placer y satisfacción en otras cosas. Cosas que ya hemos discutido en previos capítulos. Por eso quería detenerme con cuidado en la vida de Caín, para descubrir lo que le pasa a un hombre o mujer que no descubren el gozo de satisfacer y traer placer a Dios. Miremos otra parte de nuestra película de esta historia bíblica: “Por lo cual Caín se enojó en gran manera y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: — ¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante?” Gen. 4:5b-6 52

¿Estás entendiendo lo que acabamos de leer? Hay una combinación interesante de cosas que comienzan a suceder: Primero, Caín está airado: la ira muchas veces es un reflejo de una frustración interna. Cuando la gente se aíra tienden a quejarse un poco. La ira y la queja revelan lo que realmente está controlando nuestras vidas. Lo que tenemos aquí es un hombre que ha logrado tener una conexión horrible con la realidad, reconociendo interna y externamente que no está agradando a Dios y esto produjo en él lo mismo que produce en nosotros: insatisfacción y frustración. Caín estuvo radicalmente impactado con el hecho de que Dios no estuviera satisfecho con su ofrenda, su adoración y en realidad con respecto a su vida. Decayó su semblante Me he topado con varias personas en mi vida que han estado confundidas y frustradas sin mostrarlo en el rostro. Por lo regular, nuestros rostros reflejan lo que está sucediendo en nuestros corazones y por esa razón, vemos como la mayoría de personas muestran con sus expresiones lo que están sintiendo; sus movimientos corporales y lo que sale de sus bocas son una clara muestra de sus emociones. En la situación que acabamos de leer, Caín está obviamente airado consigo mismo, airado con Dios y con todo el mundo.

Una vez escuché la historia de un hombre que se levantó una mañana con un olor horrible. Comenzó a buscar en la habitación para saber que era y eliminar el olor. Buscó en la cocina, en el baño, en el cuarto e incluso en la casa del perro. Después de tanta búsqueda se dio cuenta que el olor estaba en todas partes. Finalmente abrió la puerta, salió de la casa y el olor seguía igual de fuerte. El hombre valientemente declaró: “Mi Dios, mi Dios, el mundo apesta” y fue justo allí que se dio cuenta que llevaba un pedazo de queso atrapado en su bigote. Cuando expresamos que el mundo apesta, normalmente el que apesta soy yo mismo. Esto es exactamente lo que le sucedía a Caín. Caín apestaba, su vida era horrible y simplemente no se daba cuenta que el problema que él está teniendo era interno. Un problema de adoración. La gente que normalmente está frustrada a este extremo comienza a culpar a todos los demás por todo lo que sale mal en su vida. Tienden a sentir que la causa de sus problemas es externa. “Si solo tuviera un trabajo mejor” “Si tuviera más dinero” “Si viviera en otro lugar”. El verdadero problema aquí es de satisfacción. Este tipo de personas no están satisfechas porque no están viviendo para lo que Dios los creó: tener intimidad y comunión con Dios. Dios nos da la clave para satisfacerlo En el siguiente pasaje, Dios le da claridad a Caín de cómo lidiar con su problema. Miremos la solución que Dios le plantea para su problema: “Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?; pero si no lo haces, el pecado está a la puerta, acechando. Con todo, tú lo dominarás”. Gen. 4:7 Aquí tenemos a Dios diciendo claramente lo que él necesita para que le vaya bien. Lo primero que uno se preguntará es ¿Qué significa hacer el bien? Creo con todo mi corazón que hacer el bien se refiere a hacer lo correcto, hacer aquello para lo que fuimos creados, agradar y satisfacer a Dios. La verdad es que Dios estaba muy insatisfecho con Caín y su adoración. Dios nunca estará satisfecho si solo le damos lo que se nos pide.

Un final no tan feliz Conocemos el resto de la historia de Caín y cómo termina. Él se rehúsa a arrepentirse, renuncia a tomar responsabilidad de sus actos y termina quitando la vida de su hermano en el campo. Lo asesina a sangre fría. Caín no lidió con su corazón sino que se rehusó de hacer lo que agradaba y satisfacía a Dios. Cuando nos rehusamos a estar bien con Dios y amarle radicalmente y por el contario, sólo vivimos y hacemos lo que nos compete, es posible que terminemos airados y frustrados, además de vivir en la insatisfacción. Es así como terminamos por la senda que no queremos transitar, un camino de soledad, depresión, frustración, tristeza y sin vida. Quiero que sepas que este no es el camino que Dios quiere para sus hijos. Lo que tú no le rindes a Dios, lo que no permitas que el trate en tu vida, tarde o temprano te va a consumir y eso se te va a regresar al pecado, así como le sucedió al viejo Caín. Palabras finales Dios no se va a detener hasta que él tenga todo de ti. ¡Te ama tanto! Él te anhela tanto, que peleará con cualquier cosa que esté compitiendo por afecto en tu vida. Quiero hacerte una pregunta, ¿Con qué cosa está compitiendo Dios en tu vida? ¿Cuál es la órbita en gira tu vida? Cuando tengas respuesta, probablemente te vas a dar cuenta lo que Caín encontró. Finalmente quiero preguntarte ¿Qué vamos a hacer para satisfacer a Dios con nuestras vidas? “8 Caín dijo a su hermano Abel: «Salgamos al campo.» Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. 9 Entonces Jehová preguntó a Caín: — ¿Dónde está Abel, tu hermano? Y él respondió: —No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?10 Jehová le dijo: — ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu

hermano.12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar sus frutos; errante y extranjero serás en ella.13 Entonces Caín respondió a Jehová:—Grande es mi culpa para ser soportada. 14 Hoy me echas de la tierra, y habré de esconderme de tu presencia, errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.15 Le respondió Jehová: —Ciertamente cualquiera que mate a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matara cualquiera que lo encontrase.16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén”. Gen. 4:8-16

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Dios no se va a detener hasta que él tenga todo de ti. ¡Te ama tanto! Él te anhela tanto, que peleará con cualquier cosa que esté compitiendo por afecto en tu vida.

capítulo 05: insatisfAcCIón SANTA 54

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He descubierto que hay dos clases de personas en la vida: aquellos que les gusta dormir y aquellos que les gusta madrugar mucho. Normalmente uno se termina casando con el otro, pues como dice el famoso dicho: “Los polos opuestos siempre se atraen”. En mi caso, yo soy de los que les gusta madrugar. Soy de esas personas que a eso de las 10 de la mañana, ya hemos conquistado el mundo.

¡no me despiertes todavía!

Para mí, las mejores horas de oración y trabajo son muy temprano en las mañanas, recién levantadito. Pero a eso de las 9 de la noche ya estoy cabeceando, mientras mi esposa me propone vernos una película de 3 horas. ¿Y comenzarla a las 9 de la noche?

Independiente de cuál sea el horario que prefieras y si eres madrugador o noctámbulo, a todos nos gusta dormir y nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra la bendita almohada. Luchamos para levantarnos y empezar el día. Recuerdo una ocasión cuando era un niño, que mis padres vinieron a levantarme de la cama y les grité con gran pasión: ¡No me despierten todavía! ¡No me voy a levantar! Aunque prefería quedarme en casa durmiendo, la historia terminó como no quería: me levantaron y pronto estuve en el colegio. Me detengo en esta historia porque muchos viven exactamente así. Dicen con sus bocas muchas cosas bonitas en la vida, pero realmente en el profundo de su ser, no quieren levantarse de donde están. Para soñar de verdad hay que estar despierto. El mejor momento de una visión es cuando puedes ver más con tus ojos abiertos que cerrados.

ca itu 05 Hay una generación que está despertando y que está empezando a tener muchos más sueños de los que nos vienen en las noches mientras dormimos. Son sueños que despiertan desde tu propósito divino. Mi historia y mi causa de por qué morir: el por qué hago lo que hago Hace 9 años que comenzamos nuestro ministerio llamado Soluciones Juveniles. No comenzó de pronto de una manera tradicional y convencional. Aquí les voy a detallar más o menos cómo sucedieron las cosas: Habiendo crecido en Colombia toda mi vida y siendo hijo de padres misioneros, tuve la oportunidad de ver muchas cosas por las cuáles trabajar como cristiano. Mi Padre, Jerry Manderfield, siempre había inculcado en mí el deseo ardiente de SER la iglesia, no de solo asistir a una. Una de los temas que más me confundió en mi juventud fue el papel de la iglesia, pues leía lo que la Biblia dice acerca de la iglesia y luego veía la iglesia de hoy… ¡Había tantas incongruencias! Desde temprana edad viajé con frecuencia a congregaciones y campamentos y hasta ese momento, una pasión y preocupación crecía todos los días respecto al tema de la iglesia. Veía iglesias desanimadas, irrelevantes, controladoras, con tanta necesidad de capacitación y acompañamiento. Cierto día me hice la pregunta: ¿Qué sería el mundo sin la Iglesia? ¿Qué sería de la sociedad si las iglesias siguen cerrando y los pastores siguen yéndose a otras vocaciones? ¿Qué sucedería? ¡Qué terrible sería! En ese momento, empecé a pensar en EL IMPACTO que la Iglesia PODRÍA tener si realmente fuera

efectiva y poderosa en la sociedad. Fue de ahí (de una inconformidad del problema del mundo), que nace Soluciones Juveniles. Hubo una idea divina (aunque no lo sabía en el momento, que ésta era una idea de Dios) que me llevó a mis límites emocionales y me enojó tanto hasta llevarme a la acción radical. Moisés: el enojo que cambia situaciones Moisés, era un hombre enojado con la injusticia de su comunidad. Todos tenemos algo en la vida que no aguantamos. Algo que, así como le pasó a Moisés, nos lleva a nuestros límites emocionales hasta el punto de producir acción radical. Es el descubrimiento del propósito interno el que te lleva a la acción radical. Nada más. Así tu vayas a la iglesia, a clases Bíblicas, al seminario de teología, hasta que no descubras la razón por la que fuiste creado, nunca vivirás con pasión. Sencillamente después de un tiempo, la oposición nos ganará, si es que la pasión no viene desde tu propósito. Si hay algo que he descubierto estos años es que las personas quieren entregarse a las causas y a causas que son cercanas a sus corazones. Moisés se enojó tanto en contra de la injusticia de su ciudad, que detonó en él un acto de cambio y valentía al respecto.



Es el descubrimiento del propósito interno el que te lleva a la acción radical. Nada más.

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¿Por qué me gusta el futbol americano? Tacleando problemas

Problemas que necesitan héroes (Latinoamérica y Probablemente Soluciones Juveniles)

¿Alguna vez has jugado Futbol Americano? Probablemente no lo has hecho, pero quizás lo has visto por televisión. A este deporte y al Rugbi lo llaman “El verdadero deporte de los hombres”, por la intensidad, el contacto y la fuerza física que se requieren para jugarlos. Lo que más me gusta de este deporte es el enfoque de los jugadores. En el momento en el que el árbitro sopla el pito para dar inicio al juego, lo único que importa es donde está el balón. Todos tienen sus ojos sobre el balón y los jugadores, tan pronto puedan, taclean al jugador opositor y lo hacen con todas las fuerzas que tienen.

Un problema siempre será un problema sin un héroe que lo solucione. Dios dice que él está buscando héroes en la tierra, personas dispuestas a darlo todo para alcanzar, sanar y restaurar a los menos afortunados y quebrantados en la vida. (Lucas 10:2 “Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”)

Entre más grandes son los problemas, más duro caen Espero que a través del libro nos vayamos conociendo más. Lo bueno, bonito, y también lo feo. Y digo lo feo, porque sin esta última parte, entonces no nos conocemos de verdad. Una de las cosas con las que más lucho es mi lenguaje y no precisamente el espiritual, sino más bien, me refiero a que me es muy fácil decir aspectos negativos de las personas y de las situaciones; apenas estoy aprendiendo a callarme la boca cuando lo que tengo que decir no es positivo. Hay cosas que sabemos todos y que no se tienen que decir. Todos sabemos que en Latinoamérica estamos enfrentando grandes amenazas, en todas las esferas, pero lo que importa no es el tamaño de los problemas, sino el tamaño de los líderes que los enfrentan. ¿Serás tú uno de ellos? Queridos amigos, como diría mi abuela si estuviera aquí con nosotros, “Entre más grandes los gigantes, más duro caen”. Eso, sin lugar a dudas, es lo que pasará: nuestra generación verá gigantes imposibles de caerse, rendidos ante los pies de Jesús. Los problemas imposibles de solucionar para los hombres, son más que posibles de resolver para Dios.

Muchas veces pensamos en héroes y se nos viene a la cabeza algún personaje famoso con una capa en la parte de atrás con la que puede volar y hacer maravillas, cosas que nadie puede hacer. Pero en la realidad, esto no es para nada auténtico. La historia incluso nos muestra que muchos de los que fueron héroes en el mundo, no tuvieron para nada las cualidades y características para ser héroes, sólo que sí tuvieron la disposición y sacrificio que nadie más estuvo dispuesto a tener. Lo que naciste para solucionar en el mundo Hay una asignación especial para ti en este mundo. Algo que es solo para ti y que si no haces algo al respecto, quizás nadie lo hará. Hay personas con las que si tú no compartes, nunca escucharán el evangelio. ¡ASÍ ES! Dios no crea a nadie por casualidad y tiene un plan excepcional para cada uno de sus hijos, pues él nunca ha creado algo a medias o a una persona mediocre, sino que todos tenemos un propósito interno que necesita ser descubierto y despertado. Jóvenes necesitan propósito, no sólo otro sermón Estoy hablando de algunos jóvenes que necesitan definir una causa por qué morir. Ellos van a detonar su potencial cuando vean que los sueños de los que les hablas no son sólo tuyos, ni de una iglesia, sino que son sus propios sueños. Los mejores pastores son capaces de traducir la visión y el plan de la Biblia a los corazones de los jóvenes que los escuchan. ¡Oramos para qué reciban la revelación!

Casi siempre lo que te molesta a ti es señal de lo que molesta a Dios

El mundo está preguntando: ¿Qué va hacer la iglesia al respecto?

Es decir, la señal de tu enojo señala generalmente lo que quebranta el corazón de Dios. Me refiero a que Dios comunica su sentir a sus hijos y expresa lo que hay en su corazón por la humanidad. Dios solo busca alguien que le molesta lo que a él le molesta en el mundo. Siempre ha buscado a través de la historia, alguien que se preocupe por lo que él ama.

¿Será que al final la oscuridad si ganará? ¿Acaso en tiempos tan perversos y malos, habrá una generación diferente, una generación que marcará la diferencia?

La pregunta peligrosa Voy a hacerte una pregunta peligrosa: ¿Qué es lo que te indigna en este mundo? ¿Qué es lo que te hace llorar? ¿Qué es lo que no aguantas que siga así? Seguramente hay algo que te enoja tanto que das tu vida hasta la última gota de sudor por ver el cambio. Un pasaje bíblico que quiero destacar está en Efesios 4.26 “No dejes que el sol se ponga sobre tu enojo”. Cuando la Biblia habla de los últimos tiempos, siempre se refiere a la puesta del sol. Es decir, en los últimos tiempos, no te quedes con tu enojo por dentro. ¡Qué increíble sería sacar todo el enojo de nuestros corazones, tanto el malo como el enojo santo, antes que Cristo venga otra vez. Como Pablo dijo: “Ya lo logré, ya me puedo morir” Eso es una gran reflexión en medio de una vida y de una sociedad que se aferra a otros motivos. Nuestro mayor compromiso desde la temprana edad es hacer todo para lo que nací y no ser desobediente a la visión. ¡No mueras ni llegues al final de tu vida lleno de enojo! Saca la pasión en ti y úsala en la causa para la cual naciste. Todo creyente tiene la experiencia de David. Momentos donde algo pasa y “sus ojos Son abiertos”. La Biblia expresa en Salmos 119:18 “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”. Como creyente habrás vivido un momento en tu historia donde todo cambió por algo que viste, sentiste y que finalmente, despertó ese héroe interior. Esta es una temporada dónde son requeridos con urgencia sólo jóvenes que entiendan su propósito y han visto su sueño, para que produzcan acciones radicales.

Nunca me imaginé decir esto pero: Ojalá tuvieras más gente enojada en tu iglesia, gente a la que realmente les importan las cosas que le importan a Dios, que les enoja lo que a Dios le enoja. En el siguiente capítulo vamos a conocer algunas áreas de la sociedad que están en el corazón de Dios. Espero que mientras navegamos juntos algunas problemáticas del mundo, que el Espíritu Santo empiece a hablar a tu corazón. Es posible que tus ojos hoy sean abiertos. Mientras veas esas fotos, leas las estadísticas, algún tipo de enojo se despertará en ti para estos tiempos. La vida pasa demasiado rápido como para mantenerte en tu silla roja, tranquila y cómodamente. Es hora de indignarse un poco por lo que a Dios le indigna. Listos. Ahora sí, ponte las gafas de amor porque las vas a necesitar.

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Jesús es el único que puede satisfacer tu más profunda necesidad, es el único que puede aliviar el dolor de una despedida, el dolor del sufrimiento, el temor ante el aguijón de la muerte, puede darnos una esperanza firme y segura. Si no conoces verdaderamente a Jesucristo, no conoces lo que es la satisfacción.

INSATISFECHOS EN LA BIBLIA

En cierta oportunidad un profesor universitario decidió ir de pesca, así que contrató los servicios de un guía. Ambos fueron de pesca y se ubicaron en el centro de un gran río. El profesor orgulloso de sus conocimientos académicos le pregunto al guía:

- ¿Qué sabe usted de biología? - Ah, bueno, la verdad muy poco -Contesto el guía. - Eso es una lástima, entonces no entiende lo que es la vida - Acotó el profesor. Después de unos minutos de silencio, el profesor insistió: - ¿Qué tanto sabe de geología? - El guía avergonzado respondió: -En realidad, no sé nada de geología- Eso es una pena –Respondió el profesor y luego preguntó -Y ¿qué sabe de botánica? - Lo siento señor, tampoco sé nada de botánica – Afirmó el guía. - Hay mi pobre amigo, que vida tan triste la suya –Dijo el profesor con aires de autosuficiencia. -¿Sabe algo de historia? –Continuó preguntando el profesor. - La verdad sólo sé lo que aprendí en la escuela, pero la verdad con el tiempo he olvidado casi todo –Comentó el guía, aturdido con tantas preguntas.

ca itu 06 Durante un buen rato el profesor continúa haciendo una y otra pregunta, que no buscaban otra cosa distinta, a resaltar sus amplios conocimientos académicos y poner en evidencia la ignorancia del guía.

Delante de él, el hombre más sabio es un ignorante, el hombre más fuerte es un débil y el hombre más rico es un pobre. Él es el centro de todo, la razón de ser de todo lo que existe, él es todo lo que necesitas, aunque te cueste reconocerlo.

En un momento la cuerda de la caña de pescar del profesor dio un fuerte tirón y en medio de su inexperiencia, comenzó a hacer movimientos bruscos y violentos que terminaron por voltear completamente el bote, lanzándolos al agua a ambos personajes.

Nuestra búsqueda satisfacción será un fracaso sino está centrada en Jesús. Quiero mostrarte a continuación los hombres y mujeres de la Biblia que manifestaron la insatisfacción del cielo en varias oportunidades.

De inmediato, el guía con su experiencia comenzó a nadar con poderosas brazadas en dirección hacia la orilla a través del profundo y acaudalado río. Al llegar a la orilla se percata que el profesor sigue en el mismo lugar y a duras penas puede mantenerse a flote y le grita: - Profesor ¿Qué sabe de nadar? - ¡No sé nada de nadar! -Contestó el profesor. - El guía contesto: -¡Oh, amigo eso es una verdadera lástima! Tú puedes saber de biología, matemáticas, administración o cómo hacer negocios; pero si no conoces a Jesús el dador de la vida, tu educación está incompleta. También puedes saber de geología, pero sino no conoces la roca y piedra angular de este mundo, tu vida está incompleta. Si conoces de historia pero no conoces a Jesús, entonces no conoces a quien dividió la historia en dos, antes y después de él, en quien vivimos y nos movemos. Entonces no tienes la menor idea de lo que es vivir. Igual podrías saber sobre astronomía, tener conocimiento de las galaxias y cómo se mueven los astros, pero si no conoces a Jesús, entonces no sabes cómo ir al cielo y eso es una pena.



Tú puedes saber de biología, matemáticas, administración o cómo hacer negocios; pero si no conoces a Jesús el dador de la vida, tu educación está incompleta.

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Santos insatisfechos

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Hasta el estudio de las sagradas escrituras es imposible hacerlo sino tienes la llave correcta para comprenderla y me refiero a Jesús. Es imposible no encontrar a Jesús en cada párrafo de las escrituras en el principio, en medio, en el fin, en el Antiguo Testamento o en el Nuevo Testamento. Todo se trata de Cristo. “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39

“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”.

Hechos 10:43 Jesús aparece en toda la Biblia como la respuesta a todas las cosas y en cada historia podemos ver como él puede reproducir en otros su insatisfacción santa. A través de la historia bíblica muchos fueron contagiados con esa hambre divina por traer respuesta a su entorno, una insatisfacción que traería incomodidades pero estarían acompañadas de un gozo indescriptible. Encontramos pasajes de principio a fin donde Jesús es representado por personas que hacen justicia, que libertan, interceden, redimen y proveen para los hijos de Dios.

Un viejo pastor insatisfecho Moisés es parte de esta lista, quien fue criado por egipcios y acostumbrado a una vida de reyes. Él vio el maltrato de un hombre de su pueblo y sintió un dolor interno, un clamor por justicia que lo hizo actuar y defender a su pueblo. Aunque fue un acto impulsivo y equivocado (que lo convirtió en un asesino), me quiero enfocar más en esa insatisfacción que lo movió a hacer algo. Moisés pasó 40 años en el desierto siendo formado como pastor de una nación que clamaba a Dios por justicia. No voy a mencionar sus dudas, temores e inseguridades y mucho menos su dificultad de expresión, sino que más bien, quiero destacar que este pastor de 80 años se convertió en el líder más importante en la historia de Israel hasta nuestros días. “Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.” Éxodo 2:23-24 Moisés es una tipología de Jesucristo como libertador de su pueblo. Es por ello que Dios comparte su deseo con este viejo pastor, que luego fue conocido como el hombre más manso sobre la tierra. Este patriarca judío enfrentó al mismo Faraón para hacer justicia a su pueblo. El Faraón no se la puso fácil y oprimió más al pueblo. Pero Dios respaldó a Moisés con señales nunca antes vista y así comenzó la historia de la constitución de la nación de Israel. Dios puso su insatisfacción por la situación de su pueblo en un corazón que ardió en la misma sintonía.

Este patriarca representa a los que pelean por los sueños de Dios, a pesar de su edad y carencia de habilidades y talentos. Lo que si tenía Moisés era un corazón manso, forjado en la soledad del desierto, un corazón ardiente por la presencia de Dios, una vida totalmente dependiente de su voz, un hambre genuina por obedecer y complacer a su Señor. Puedo ver su anhelo ardiente e insatisfacción profunda por la realidad de su pueblo, y como se une todo esto a la insatisfacción de Dios para cambiar la situación de Israel. “Pues bien, si he hallado gracia a tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca y halle gracia a tus ojos; y mira que esta gente es tu pueblo. Jehová le dijo: —Mi presencia te acompañará y te daré descanso. Moisés respondió: —Si tu presencia no ha de acompañarnos, no nos saques de aquí. Pues ¿en qué se conocerá aquí que he hallado gracia a tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andas con nosotros, y que yo y tu pueblo hemos sido apartados de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?”. Éxodo 33:13-16 Faraón no pudo evitar la liberación de más de dos millones de judíos, que hasta ese momento servían a Egipto llevando una pesada carga. Desde ese momento, el Éxodo sería un recordatorio del poder y el amor de Dios que trabajó en combinación con un viejo pastor insatisfecho.

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satisfacciones falsas

fECHOs.

Un cobarde insatisfecho Los jueces fueron puestos por Dios para traer orden y protección en su pueblo. Israel vivía tiempos muy duros producto de su desobediencia. “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová”. Jueces 6:1-6

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INsatisf Dios se mueve en medio del desánimo y el miedo que reinaba en el pueblo, al punto de vivir en cavernas, escondidos de los ataques de madianitas y su permanente clamor es escuchado en los cielos. El Señor envía un ángel y se aparece a Gedeón, que se encuentra en un lugar escogiendo lo que quedaba de trigo para asegurar algo de comida. Este hombre común que estaba lleno de temor y dudas, fue la respuesta de Dios para acabar con la miseria y un instrumento para defender a Israel y librarlos de los ataques de sus enemigos. Como sacado de una película épica al mejor estilo de “Corazón Valiente”, Gedeón fue lleno de esa valentía que no tenía y se convirtió en un guerrero que devolvió la esperanza a un pueblo oprimido, un cobarde que se convirtió en un héroe nacional y símbolo de lucha. Solo Dios puede hacer algo así. Solo él puede tomar un corazón insatisfecho y usarlo para cambiar la realidad de una nación.

apul0 6. Ester, la reina insatisfecha

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El imperio de Media y Persa era gobernado por el Rey Asuero, era ya el tercer año de su reinado que se extendía desde India hasta Etiopía. En medio de problemas familiares en la realeza y un concurso de belleza, aparece Ester, una joven hermosa que conquista el corazón de Asuero y que se convertiría en la próxima reina. Esta historia parece un cuento de princesas de Disney, sólo que no hay una malvada bruja, sino un perverso jefe de gobierno al servicio de Asuero. Este hombre fue colocado por encima de todos los príncipes del Rey y se convirtió en el segundo con poder de todo el reino. Todos se inclinaban ante él, menos Mardoqueo, un judío pariente y mentor de Ester. La indignación de Aman lo llevó a odiar a Mardoqueo y a todo el pueblo judío. “El primer mes del año, o sea el mes de Nisán, en el año decimosegundo del reinado de Asuero, se echaron suertes en presencia de Amam para fijar el día y el mes en que convenía llevar a cabo su plan, y salió el día trece del mes doce, o sea el mes de Adar. Entonces dijo Amam al rey Asuero: Entre todos los pueblos que componen las provincias del reino de Su Majestad, hay uno que vive separado de los demás; tiene leyes distintas de las de otros pueblos, y no cumple las órdenes de Su Majestad. No conviene a Su Majestad que este pueblo siga viviendo en su reino. 9 Por lo tanto, si a Su Majestad le parece bien, publíquese un decreto que ordene su exterminio, y yo por mi parte entregaré a los funcionarios de hacienda trescientos treinta mil kilos de plata para el tesoro real. Entonces el rey se quitó su anillo y se lo dio a Amam, enemigo de los judíos, diciéndole: —Puedes quedarte con la plata. En cuanto a ese pueblo, haz con él lo que mejor te parezca”. Ester 3:7-10 (DHH)

La suerte estaba echada y el edicto era un hecho; los judíos serían exterminados por completo. Amám había logrado consumar su plan de odio sobre Israel. El gran inconveniente es que esto también sería un problema de estado, pues la reina Ester también era judía.

La hermosa Reina era el As bajo la manga que tenían guardado los cielos para expresar su justicia, Ester sería la respuesta a la insatisfacción de un pueblo que pronto perdería la vida, a menos, que ella tomara su lugar y se comportara como una intercesora ante el Rey.

Es interesante ver a nuestro Dios obrando en este libro en donde no es mencionado, pero es altamente palpable al pasar las hojas de esta historia bíblica.

Ester es el perfecto ejemplo para mostrarnos como las posiciones que alcanzamos no quitan de nuestro corazón la insatisfacción de los cielos ante las necesidades de nuestro alrededor, más bien las afirma. Ester no estaba allí por su hermosura, por su habilidad de modelo o dulzura; aunque esto sirvió para el propósito del Reino, fue Dios quien usó todo esto para expresar su amor a través de un corazón insatisfecho como el de Ester. Ella se comportó como una intercesora y abogada, tipología de Cristo.

La noticia de este acto diabólico llego a oídos de todo el pueblo judío y la tristeza y amargura comenzó a apoderarse de ellos. “También en cada provincia adonde llegaban la orden y el edicto del rey, hubo gran aflicción entre los judíos, los cuales manifestaban su tristeza con ayunos, lágrimas y lamentos, y muchos de ellos se acostaron sobre ceniza y se vistieron con ropas ásperas”. Ester 4:3 (DHH)

Mardoqueo, Ester, corazones insatisfechos, con hambre de justicia, dispuestos incluso a morir para traer paz, gozo y salvación a otros. ¿Puedes ver a Dios moverse en medio de ellos?

Las cosas no estaban bien para el pueblo de Dios. Sin embargo, no importa quien eche suertes para destruir a su pueblo, el Señor siempre levantará a alguien en quien pueda colocar su insatisfacción.

Si el Antiguo Testamento logró tener tantos momentos de insatisfacción, el Nuevo Testamento es la expresión de insatisfacción de los cielos deseosos de manifestar el amor de Dios.

“Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es de Jehová”.

Jesús es la mayor muestra de insatisfacción santa que jamás veremos. El Rey Santo que se despoja de su grandeza y gloria, para dar su vida a favor de un mundo en tinieblas que ha perdido su comunión con su Creador. En el capítulo “El Dios insatisfecho” abordaremos más de la manifestación de nuestro Señor por alcanzar nuestras almas y satisfacer todo nuestro ser.

Proverbios 16:33 (RV1995) En medio de toda esta situación se levantó a Mardoqueo y aunque era muy poco lo que podía hacer desde su posición, él podía ser una vez más el mentor de su prima e hija adoptiva Ester. Mardoqueo sería una tipología del Espíritu Santo guiando y colocando el sentir de Dios en su corazón. “Le envió a su vez este mensaje: «No creas que tú, por estar en el palacio real, vas a ser la única judía que salve la vida. Si ahora callas y no dices nada, la liberación de los judíos vendrá de otra parte, pero tú y la familia de tu padre morirán. ¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación!”. Ester 4:13-14 (DHH)

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El viajero insatisfecho

Nunca más

Se trata de alguien que está escribiendo una carta y en medio de ese episodio, se traslada imaginariamente a recuerdos de luchas y naufragios. Se despierta y vuelve a la realidad, mientras un soldado le pasa un plato de comida. De inmediato se da cuenta que aún sigue en la cárcel y la verdad, no puede evitar ver más allá de los barrotes y muros, pues se trata de un visionario con una misión asignada.

Europa y Asia fueron los principales objetivos del “menor de los apóstoles” como él se llamaría así mismo. Romanos, griegos, judíos, no importa la cultura que fuese, Pablo cumpliría su misión y establecería el evangelio en cualquier lugar. No había tiempo para desanimarse, pues en el menor intento de pensar en las debilidades, Dios recordaría una y otra vez, que precisamente allí es que él se glorificaría.

No hay tiempo que perder, vive cada minuto como si fuera el último, hay tanta intensidad en su caminar que puede penetrar corazones en diferentes culturas. Antes lo llamaban Saulo, un fariseo con mucha influencia, poseedor de un celo y respeto ardiente por la ley de Dios. Era un perseguidor de la iglesia, que cayó en una emboscada celestial. Su celo por Dios no lo dejó ver que perseguía al mismo Dios. Y lo encontró. Jesús mismo con todo su esplendor se presentó ante Saulo, quien se encontraba insatisfecho y cansado de pelear con el viento. Sus pupilas sucumbieron ante su gloriosa presencia, escamas quitarían la vista de la fuente incorrecta de satisfacción. Este momento no apago el ardor, más bien lo agudizó, pero ahora bien encaminado. Pablo, como sería conocido de ahora en adelante, se convirtió desde ese momento en el instrumento más poderoso de la iglesia naciente para extender el evangelio en todo el mundo. “— ¡Ve! —Insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre”. Hechos 9:15-16 Si hay alguien en el Nuevo Testamento que personifica la insatisfacción de Dios por alcanzar al hombre con su amor, ese es Pablo. El Señor le dio el encargo de conquistar el corazón de los gentiles. Con pasión realizó varios viajes, en algunos de ellos tuvo que encarar la muerte muy de cerca. Pero todo esto valía la pena y su vida nunca más fue la misma después de ese encuentro cara a cara con Jesús.

“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros”. Filipenses 1:21-24 Siendo sinceros, ¿Te has encontrado alguna vez en esta contradicción de decidir entre seguir vivo para cumplir tu propósito o considerar el partir para disfrutar su presencia? ¿Verdad que amamos tanto la vida que nos duele si quiera pensar en partir? Solo cuando Dios es tu satisfacción pueden suceder cosas como ésta. Aquí tenemos a un hombre incansable que encontró satisfacción en Dios y en satisfacer los deseos de su Señor, siendo un testigo fiel de su palabra, no sólo para su tiempo, sino para cientos de generaciones hasta nuestros días. Sus enseñanzas inspiradas por el Espíritu Santo siguen vivas hoy. “Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. 14 Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo.” Filipenses 3:13-14

¿Cuantas otras personas insatisfechas podemos encontrar en la Biblia? Qué tal Josué, Nehemías, José, Booz, Daniel y Juan el Bautista, todos ellos fueron guiados a traer respuesta, esperanza, gozo, alimento al hambriento, libertad para el esclavo, todos estuvieron disponibles para cumplir el propósito de Dios para su vida en este mundo. ¿En qué áreas de este mundo te sientes insatisfecho? ¿Cuáles son las cosas por las que arde tu corazón? ¿Cuál es tu lugar para traer solución? Nunca haremos algo con tanta pasión sino tenemos una carga genuina por ello. Es necesario tener un clamor interno para rendirnos a su voluntad. Si estas insatisfecho, Dios puso esa insatisfacción en ti. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros.” Mateo 5:6-12 

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capítulo 07: insatisfAcCIÓN SOCIAL 72

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apul0 7.

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Todos nosotros tarde o temprano comenzamos hacernos la pregunta “por qué razón estoy aquí en la tierra”. Hay muchos debates acerca de esta razón. Realmente creo que no fuimos puestos aquí simplemente para vivir cómodamente, sino que fue para que hagamos la diferencia en el mundo.

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INSATISFACCIóN SOCIAL

Pero, ¡Ya sabías eso! ¿Verdad? Si has estado en una iglesia o cerca de algunos cristianos por más de un mes, te habrás dado cuenta que eso es lo que constantemente le estamos diciendo a la gente, es algo que constantemente estamos escuchando “hemos sido llamados para hacer la diferencia en el mundo”.

Quiero hacerte unas preguntas muy crudas: Si ya lo sabemos, ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo?¿Por qué hay niños en las calles muriendo de hambre? ¿Por qué la industria de la explotación sexual es tan fuerte? Si es que sabemos que fuimos llamados a hacer la diferencia en el mundo, entonces ¿Por qué estos problemas no disminuyen? En cambio, ¿Por qué aumentan? Acaso ¿No se supone que la presencia de la iglesia debe ser luz? ¿No deberían nuestras comunidades estar cambiando? Pienso que hay tres tipos de personas leyendo este capítulo: • Aquellos que ya se han hecho estas preguntas, intentando descubrir cómo un Dios que es bueno, puede simplemente permitir que sucedan malas cosas.

ca itu 07. • Los que nunca se han hecho estas preguntas porque sólo les importa su propia felicidad y estar cómodos. • Por último, aquellos que se han hecho estas preguntas y quieren hacer algo al respecto. Tengo una queja Con respecto a la palabra REVOLUCIÓN, no quisiera entrar en debate político. Sin embargo, cuando vemos levantamientos y revoluciones en el mundo, simplemente llegamos a una conclusión. Cada vez que hay una revolución es producto de unas quejas. Cuando la gente se molesta, no está de acuerdo, se le presiona incansablemente, cuando ya están cansados de sentirse atropellados; eventualmente algo sucede, para bien o para mal. Y eso lo podemos ver desde un punto de vista político. Demos un vistazo a la vida de Nehemías, un hombre que fue radicalmente sacudido por Dios, alguien cuyo corazón fue despertado a hacer la diferencia en el mundo.

Lo asombroso de esta historia en la Biblia no es el hecho de que Nehemías estaba viviendo una vida grandiosa. Es el hecho de que en un momento, un instante divino, un momento hubo un cambio drástico en su vida. Esa transición lo llevó por un camino dónde probablemente él no estaba listo. Era un cambio que no solo lo cambiaría a él como persona, sino también la vida de su familia, de aquellos más cercanos a él; cambiaría su ciudad, alteraría el curso y la dirección de su nación. Entonces, ¿Qué le pasó a Nehemías? ¿Estás listo para saber qué fue lo que le pasó a este copero del Rey? Vamos a leer lo que dice: “Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, que estando yo en Susa, capital del reino, 2 vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá. Entonces les pregunté por los judíos que habían escapado, los que se habían salvado de la cautividad, y por Jerusalén”.

La buena vida Aquí vemos a un hombre que tuvo un cambio extremo de ministerio en minutos, en cuestión de segundos. Este hombre estaba completamente cómodo. ¿Te puedes imaginar cómo sería ser el copero del rey? Quizás serías el hombre del momento, la mano derecha del rey, la persona más cercana al hombre que tiene el poder de hacerte rico o de echarte a la cárcel en unos segundos. Puedes tomar vino y disfrutar de deliciosas cenas de cinco estrellas cada noche. Una vida en la que simplemente puedes disfrutar todo lo que quieres. ¿Quién, con una mente sana, no quisiera disfrutar este tipo de vida?

Neh 1:1-2a



Realmente creo que no fuimos puestos aquí simplemente para vivir cómodamente, sino que fue para que hagamos la diferencia en el mundo.

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Quiero que tomes un momento y que solo pienses en lo que está pasando aquí. Nehemías, el copero del Rey, está en una situación donde ocupa uno de los puestos más anhelados en el gobierno de Jerusalén y de repente, ve uno de sus hermanos y amigos que venían de Jerusalén (su ciudad natal y el lugar de su crianza, el lugar donde todo comenzó). Viendo a su hermano, viendo a sus amigos, escuchando su acento, escuchando la manera como hablaban, la manera como se veían, solo me puedo imaginar cómo se sintió. Su sola presencia debió haber sido tan impactante, casi devastadora para su corazón. Porque solo el Señor conoce cuánto tiempo pasó desde la última vez que tuvo contacto con la gente de su casa. 76

Quiero que te imagines a una muchacha de un pueblo pequeño que llamaremos Rebeca. Rebeca creció en un pueblo pequeño, fue a la universidad para mejorar su estilo de vida y tuvo que hacerlo en otra ciudad, ya que en su localidad no había universidades reconocidas. Ella decidió estudiar administración de negocios y luchó con todas sus fuerzas para obtener su anhelado título. Finalmente esta chica triunfa y hace lo que nadie más ha hecho en su familia, porque pese a que lo intentaron, fracasaron. Posteriormente se le presenta la oportunidad de su vida: se abrió una puerta para trabajar en el gobierno. La chica aceptó feliz y con los años, ella se supera en su profesión y se convierte en una mujer muy exitosa. No hay nada de malo en su vida, ella ya lo logró. Un día su hermano y unos amigos de su secundaria la visitaron. Solo me puedo imaginar lo que está pasando por su mente. Probablemente comenzó a recordar muchas historias, y tantas cosas acerca de su ciudad, pues han sido muchos años en los que ni siquiera pensó en su hogar. Ella rió, lloró, pensó y se imaginó como estaría todo en casa. Así es probablemente como Nehemías está pensando. Siempre hubo en su corazón un lugar especial para la ciudad donde nació y creció. Porque nunca importa que tan lejos llegues, pues todo el éxito del mundo no podrá ocupar ese lugar especial en tu corazón, donde todo comenzó.

La pregunta peligrosa Luego Nehemías hace lo impensable, lo inesperado, el hala el gatillo y hace la pregunta más peligrosa que cualquier hombre o mujer quisiera hacer en su posición. Pon atención a la pregunta: “Entonces les pregunté por los judíos que habían escapado, los que se habían salvado de la cautividad, y por Jerusalén”. Neh. 1:2b Muchas veces hacemos una pregunta solo para empezar una conversación o para prolongarla. Algunas preguntas nos ayudan a mejorar la conversación con las personas aburridas, especialmente cuando sabemos que ésta no nos está llevando a ningún lado. Seamos honestos con nosotros mismos: todos hemos actuado así, incluso yo. Sin embargo, en mi caso, nunca lo he hecho con alquilen a quien estoy pastoreando. Veamos que ese no es el caso de Nehemías. Esto no es un caso de entretenimiento superficial. Esta verdaderamente es una pregunta del corazón, buscando una respuesta de algo que probablemente él ya sabía. Probablemente esta pregunta era una de esas que quieren decir “dame una confirmación”. Todos nosotros hacemos eso y la respuesta que Nehemías recibió rápidamente fue aquello que el Señor probablemente ya le había estado diciendo. Dios hace eso de vez en cuando. Recuerdas a la niña de nuestra historia, ¿aquella del pueblo pequeño? Ella estaba compartiendo un tiempo con sus amigos de la secundaria y compartiendo con ellos algunos de sus recuerdos. Estaban ahí llorando, riendo y solo recordando los buenos viejos tiempos. Rebeca hace algo igual que Nehemías: comienza a contemplar, lo piensa y luego lo hace. Con su mano hala el gatillo y hace la pregunta más peligrosa y sincera. ¿Cómo está todo en casa? ¿Cómo están las cosas? Ella tal vez sabe o no como están las cosas. La respuesta que ella está por recibir está a punto de

causar serios problemas en su vida. Está a punto de estremecer su perfecta realidad, a punto de oír cosas que le causarán tanto dolor en su corazón que ya no va a ser capaz de concentrarse en su trabajo. Ella comenzará a oír cosas que le traerán pesadilla, causando se despierte sudando frío. Ella va a escuchar cosas acerca de su familia, acerca de sus amigos y de sus vecinos que le harán pensar en su cuenta de ahorros. Ella comenzará a escuchar acerca de sobre dosis de drogas y acerca de suicidios. Comenzará a escuchar acerca de la vida en las calles donde ella solía pasar el rato y escuchar que se convirtieron en las zonas principales de prostitución. Ella está a punto de ser sacudida. Esta pregunta atrevida y de todo corazón que Rebeca preparó, fue la sima que hizo Nehemías hace miles de años. Esta pregunta la iba a llevar a través del mismo camino por el cual Dios llevó a Nehemías. Miremos este camino…. La respuesta que ya sabía Aquí vamos, miremos la pregunta que tanto esperaba Nehemías: Ellos me dijeron: «El resto, los que se salvaron de la cautividad, allí en la provincia, están en una situación muy difícil y vergonzosa. El muro de Jerusalén está en ruinas y sus puertas destruidas por el fuego.» Neh. 1:3 ¡Ahí estaba, difícil de digerir, difícil entender! Pero él ya lo sabía que las cosas estaban mal, que algo horrible estaba sucediendo. Sería la última vez en que Nehemías actuaría de esa manera, indiferente e insensible. Esta vez algo hizo “click” en su interior. Algo radicalmente lo estremecería y le causaría que nunca más viera la ciudad a través de los mismos lentes. Desde ese día ya no iba a tratar nunca más de ser cómodo, estar a salvo, sentirse seguro o popular. A él se le iba a conceder el privilegio de vivir una vida de INSATISFACCIÓN. El rendiría su vida internamente a una insatisfacción social. Le llevaría

a estar inconforme con el mismo, con su familia, con sus amigos, con su ciudad, con su nación. ¡Porque algo tenía que ser hecho! Algo radical, algo que solo los que insatisfechos pueden hacer. Algo que solo los verdaderos seguidores de Jesús pueden hacer. El haría la diferencia en su mundo a la manera de Dios, la única manera en que puede venir la verdadera justicia, la que viene del cielo a la tierra. No estaría procurando hacer conocido su nombre, sino que de verdad él fue conmovido y simplemente no podía moverse a otro estilo de vida. Rebeca también había sido sacudida como Nehemías. A medida que sus amigos y hermano comenzaron a contarle todo lo que estaba sucediendo en su hogar, ella fue conmovida, ya no podía evitarlos, comenzó a llorar, a sentir el dolor; sentía como si un cuchillo muy filoso estuviera atravesando su corazón. Lloró mucho, así como Nehemías lo hizo. ¡Algo tenía que pasar! Trató de frenar la expresión de sus sentimientos en frente de su hermano y de sus amigos, pero algo estaba mal con Rebeca. Después de la visita, Rebeca continuó su camino, igual que lo hicieron su familia y amigos. Por su parte, trató de regresar a su trabajo y de hacer que las cosas funcionaran, pero no pudo. Cada noche lloraba y pedía a Dios que tuviera misericordia de los acontecimientos de su pueblo. Le comenzó a pedir a Dios por temas que ella jamás le había pedido. Normalmente, Rebeca oraba por una mejor salud, por una vida más cómoda y ese tipo de asuntos que solemos pedir los seres humanos; sin embargo, en esta ocasión su corazón se quebrantó y su clamor se enfocó en los niños de su ciudad, en los huérfanos, en las calles, en cuánta situación le fue comunicada por sus allegados.

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Más que emociones y palabras El resto del libro de Nehemías nos cuenta sobre la acción personal y social que llevó a cabo. Le vemos orar y pedir buscando provisión, le vemos movilizar a la gente por una causa divina; al mismo tiempo, le vemos morir en su ser interior y podemos ver como es despertado a vivir el sueño de Dios en su corazón. El cambio de vida y de mirada de éste hombre, terminó siendo la manera en la que Dios le usó para cambiar una ciudad y una nación.

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En el caso de Rebecca, eventualmente fue a casa y uso la experiencia que adquirió en su trabaja gubernamental. Comenzó a encontrar maneras creativas para generar fondos y entre otras acciones, logró construir un orfanato para ayudar a los niños cuyos padres dejaron abandonados. Particularmente Rebeca no generó un cambio nacional, pero notoriamente hizo la diferencia. Fue usada por Dios para cambiar la vida de 20 niños, les ayudó a terminar el colegio, envío a algunos a la universidad y todos ellos conocieron a Jesús. Siendo honesto Quiero ser honesto contigo. He leído el libro de Nehemías unas cien veces, he escuchado miles de historias como la de Rebeca, sin embargo, nunca entendí mayor cosa al respecto. Es decir, ¿alguna vez has sentido que simplemente no lo entiendes cómo pueden hacerlo y cómo pasa todo? ¡No estás solo! He escuchado tantos mensajes de cómo ganar a los perdidos, hacer la diferencia; es más, lo he predicado, he escrito libros al respecto, he organizado conferencias al respecto, pero simplemente seguía sin entenderlo. Ojos Abiertos Un día, tuve la oportunidad de escuchar a uno de mis predicadores favoritos de todos los tiempos, Francis Chan. Ahí estaba yo en primera fila escuchando. ¡Sencillamente, no lo podía creer! Era sin duda mi héroe. Pero poco a poco, mi admiración fue convirtiéndose más en una revelación en mi interior. Mientras

el predicador daba su discurso, empecé a mirar menos al predicador y más al Dios que me estaba hablando a través de él. Cada palabra que salía de su boca, me empezaba a pesar más y más y más. Hasta el punto, que sentí que Dios literalmente estaba en el cuarto. Sabía, que estaba viviendo un momento divino, uno que jamás iba a olvidar. De repente, el predicador, empezó a llorar en público. Simplemente expresando su corazón por los pobres y menos afortunados de su ciudad. ¡Que Increíble! Fue en ese momento, donde el corazón de Dios en el predicador, me fue revelado a mí de forma personal. Es como si empezara a sentir lo que el predicador estaba sintiendo. Fue un dolor, un gemido y un llanto, que para serte sincero, no encuentro las palabras para expresarlo. Fue una sensación divina que jamás se podría lograr solo por algún esfuerzo humano. Sin duda, mis ojos estaban siendo abiertos a una nueva realidad, la realidad que el mundo es más grande que yo, y hay necesidades TAN REALES, que había un mundo ¡fuera de mi iglesia local! y que yo necesitaba hacer algo al respecto. Recibí en ese momento de verdad un amor por los jóvenes y por los pobres de mi ciudad. Me di cuenta de el sentimiento del corazón de Dios hacia estas personas. Y sabía, que desde ese día en adelante jamás iba poder seguir siendo el mismo. Algo había cambiado dentro de mí. Ya me fui Al cerrar este capítulo, déjame decirte que nuestro mundo puede y debería reflejar la gloria de Dios. Todo siempre comienza con hombres y mujeres comunes así como tú y yo, quienes simplemente permitimos a Dios despertar nuestros corazones. Corazones que no están satisfechos, corazones que creen que algo está mal, que se debe hacer algo. No dejes que pase otro día de tu vida sin estar INSATISFECHO.

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capítulo 08: UNA IGLESIA insatisfechA 80

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apul0 8. Un viaje poderoso a Honduras

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Nunca me voy a olvidar de mi viaje a Honduras del año 2009. Tuve la oportunidad de estar en la gran iglesia La Cosecha. Debo decir que se trata de una gran congregación y unos líderes tremendos, de los cuales nunca me olvidaré, especialmente cuando el pastor me dio un tour por su inmenso auditorio (De 50,000 miembros) y me empezó hablar de su historia y de cómo comenzaron. Al final me miró firmemente en los ojos y me dijo: “Bryce quiero decirte solo una cosa. Quiero decirte que cualquiera que sea tu ciudad, esa es tu responsabilidad”.

UNA IGLESIA INSATISFECHA

Como pocas veces en mi vida, esas palabras me pesaron en el corazón. Sentí que Dios me habló EN ESE MOMENTO. Sin duda, estaba a punto de tener un encuentro con el Dios de mi destino y por causa de ese momento, muchas cosas cambiarían en la forma de hacer el ministerio. Ahora quiero decírtelo a ti, ¡Tu ciudad es tu responsabilidad! Muchas veces pensamos que la ciudad es responsabilidad del gobierno, pero Dios dejó el mundo en manos de la iglesia y no en manos del Presidente (independiente de lo bueno o malo que sea). El Salmo 115:16 dice: “Porque los cielos son del Señor, pero la tierra, Dios se lo ha dado a los hijos del hombre”. Es decir, Dios ha colocado el mundo en nuestras manos y sin duda, tantas de las catástrofes que ocurren a diario es porque la tierra gime por líderes justos en la tierra.

ca itu 08 La historia muestra que fuimos una iglesia por la ciudad Una vez un gran mentor en Dallas me dijo que para ganar el futuro tenemos que enseñar el pasado… ¡Y qué pasado tenemos! Desde los tiempos de Jesús hasta ahora, ha sido increíble lo que como cuerpo hemos hecho y lo que todavía está por hacerse. Es muy gratificante y bueno para el corazón alejarse un poco del cuadro presente para ver el cuadro grande de Dios a través de los años, reconocer que tú y yo solos somos una pequeña parte de una gran obra maestro del Maestro y ¡Qué obra de arte ha creado en medio de los últimos tiempos! Cuando estudiamos la historia es importante ver qué dice la Biblia acerca de ella y actuar desde allí. En ocasiones caemos en el error de hacer algunas cosas que se vuelven moda, sin importar porqué están en la Biblia. Ahora, si quieres de verdad vivir una vida relevante y poderosa, empieza a comparar tu vida con el LIBRO de libros: la Palabra de Dios. Empieza a compararte con los personajes en la Biblia y especialmente, con el personaje estrella de la historia: Jesús mismo. Jesús y los discípulos primitivos impactaron la sociedad en la que vivieron, el mundo jamás fue el mismo desde que pisaron la tierra. Para la fecha, ciudades enteras fueron revolucionados para bien (Hechos 17:6).

Podría decirte que tú no has amado a alguien de verdad hasta que viviste la experiencia de dar todo tu corazón, sin esperar nada de regreso. Ahí es cuando recibes tu total satisfacción: cuando lo das todo sin esperar recibir algo de regreso. ¿Qué pasaría si la iglesia se pusiera de pié frente a los asuntos contemporáneos de nuestro día? ¿Cuál sería el resultado? Reportes dicen que hay alrededor de 2.2 billones de creyentes en Jesús en el mundo, de los cuales, 700 millones somos conocidos como cristianos evangélicos. ¡Qué gran cantidad de gente! Frente a las cifras anteriores, me gustaría preguntar, ¿Qué pasaría en el mundo si las personas de fe vivieran con hechos lo que dicen que creer? ¿Qué pasaría si esos 700 millones o los 2.2 billones de personas que profesan a Cristo como el Dios de sus vidas, hicieran algo por este mundo y por nuestras ciudades? Infortunadamente las estadísticas muestran que sólo un 7% de los cristianos comparten su fe con alguien más, por esa razón, me quedo pensando en el otro 93%. (Datos revelados por George Barna Research).

Las mejores iglesias son aquellas que contribuyen a la sociedad

Lo anterior nos muestra la mentalidad que tienen las personas en el ámbito de la fe. Es como si dijeran: “Vaya, ya tenemos nuestro pase a los cielos y realmente no me importa cómo vivimos aquí en la tierra”. ¡Claro que no! La salvación de nuestras almas de una eternidad sin Dios es tan crítica y es tan esencial, pero solo es parte del evangelio.

Las mejores iglesias son aquellas que sin interés propio contribuyen a la sociedad. Yo sé que cuando uno toca temas como estos, siempre habrá algunos religiosos que no les guste. Todavía hay personas que después de tener al maestro Jesús como ejemplo, viven sólo para sus conveniencias y nunca llegan a amar sus ciudades de verdad.

Cristo vino a salvar el mundo de sus pecados e instauró un modelo de cómo lo tenemos que hacer. Jesús fue un líder con un balance perfecto: suplió la necesidad espiritual además de las necesidades prácticas de la gente de su época. Cuando la iglesia se une para impactar una sociedad no hay nada que Dios pueda detener.

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apul0 8. Movilizando jóvenes hacia los asuntos que necesitan solución en el mundo

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Dicen los estudios sociales que el 94% de los cristianos nunca serán llamados al ministerio conocido como el “ministerio de tiempo completo” (Ef. 4.16). Aunque creo que necesitamos traer una redefinición de lo que es estar en el ministerio, también requerimos redefinir lo que significa estar de tiempo completo. Sin duda hemos caído en el pensamiento más religioso que bíblico respecto a esto y decenas de jóvenes se sienten “menos espirituales” solo porque no tienen el llamado de pastorear, sino de ser un científico, sirviendo al Señor desde su área del saber. No toda persona que es un buen líder necesita trabajar en la oficina de la iglesia. Lo que nos muestra esta estadística alarmante es que el 94% de los cristianos, cambiarán el mundo, pero no lo harán desde una plataforma de la iglesia. ¡Lo harán en las calles, en sus trabajos, desde una posición en el gobierno! Incluso podríamos incluir otras esferas como el arte, el entretenimiento, la música, la familia, los negocios y otros escenarios. Pero es nuestro deber, en primera instancia, capacitarnos como líderes. Quiero preguntarte: ¿De qué maneras se está movimiento el reino en los últimos tiempos? Creo que tendríamos que pensar en ello para tomar una posición más definitiva en este contexto. Me gustaría que pensaras si Jesús estuviera en el mundo hoy, ¿Qué haría? ¿Cómo influenciaría una sociedad? El Día que entendamos que el evangelio es más que solo una oración al cielo, es el día que la iglesia empezará a ser la solución real al mundo; no solo por el mensaje que predicamos sino también por las obras que hacemos en este mundo. ¡Qué hermoso será el día cuando podamos empezar a ver el mundo como Dios lo ve!

ca itu 08 Esta es tu invitación para unirte al lado de Dios, quien está obrando en el mundo para redimir a toda la creación Hay un mensaje supremamente importante en la Biblia y es el mensaje de amor. ¡Nada más! La Biblia es un libro de amor extravagante de un Dios que vino a la tierra para salvarnos de una eternidad sin Él. ¡Más claro no podría ser! Doy gracias a Dios por involucrarme en este plan divino, donde yo también puedo dar mi vida por esta causa mayor. Qué triste sería vivir mi vida por algo que no sea traducido a la eternidad.

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Este libro es tu invitación a vivir por lo que realmente vale la pena vivir. Es un libro para aprender a perder y no siempre ganar. Un libro que te enseñará más a morir que a vivir, que si captas el corazón de Dios, te ayudará a salir de esa vida pasiva para empezar hacer hechos radicales en toda la tierra.



Jesús fue un líder con un balance perfecto: suplió la necesidad espiritual además de las necesidades prácticas de la gente de su época. Cuando la iglesia se une para impactar una sociedad no hay nada que Dios pueda detener.

capítulo 09: UN FUTURO por la insatisfAcCIÓ 86

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apul0 9.

capítulo 09 02: mi primer viaje U a venezuela L 88

Recuerdo mi primer viaje a Venezuela, una tierra hermosa y con gente tan divertida. Era el primer evento de Soluciones Juveniles en este país y por el momento, no teníamos el dinero para comprar un boleto de avión, así que nos tocó viajar por carretera. Eran nueve largas horas hasta llegar a mi destino: Maracaibo, Venezuela. Lo bueno del viaje fue que cada dos horas pude comer arepas y cachapas venezolanas, las cuales nos dieron energía y fuerzas, mientras nos acercábamos cada vez más al tan esperado evento juvenil. Durante ese viaje en la carretera tuve la oportunidad de conocer a quien sería uno de mis próximos héroes sobre la tierra. Henry Davis era su nombre, un misionero que ha servido en Venezuela los últimos veinte años. Empezamos a hablar cosas tan generales de la vida, conociéndonos un poco más y platicando sobre nuestras pasiones deportivas y futbolísticas. Todo iba muy bien hasta que en cierto momento me empezó a contar algunas de sus experiencias ministeriales durante sus años de servicio en Venezuela. Historia tras historia, testimonio tras testimonio, pude ver lo que verdaderamente es ser un héroe sobre la tierra, que aunque Hollywood y las películas pintan héroes de una forma un tanto distinta, ese día pude apreciar a un verdadero héroe sobre las carreteras Venezolanas. Un héroe que reflejaba una vida de sacrificio, generosidad y sin reserva alguna. Poco a poco lágrimas empezaron a correr por mi rostro y empecé a sentir por primera vez, que aunque llevaba muchos años en la iglesia, algo me faltaba. Me sabía todos los formatos, fórmulas y enseñanzas bíblicas, pero no tenía el corazón de Henry Davis. Henry Davis tenía el corazón de Jesús.

ca itu 09 Saliendo de la comodidad, despertando el corazón Al comparar mi vida con la vida de Henry Davis me sentí tan insatisfecho y lo hice porque supe que mi corazón no estaba en el lugar donde necesitaba estar, necesitaba una reconstrucción, una cirugía de corazón abierto. Necesitaba la experiencia de Ezequiel 37 donde Dios quita el corazón de piedra y trasplantó uno de carne, un corazón que tiene los sentimientos de Dios, que se preocupa por lo que es verdaderamente importante y eterno en la vida. Viviendo por eternidad Hace poco tuve un encuentro con un hombre que cambió mi forma de hacer el ministerio. Su nombre es Francis Chan. Siempre había escuchado de él y por supuesto leí todos sus libros (Mi libro favorito es “Loco Amor”). Nunca había tenido la oportunidad de interactuar con él, así que lo invité a un evento de Soluciones Juveniles y empezamos por primera vez a tener un contacto personal con él y su equipo. Te confieso que vi actitudes y formas de hacer ministerio que jamás había visto en mi vida. Cuando le pregunté que necesitaba de parte nuestra, el me respondió: “Dime tu qué necesitas y cómo podríamos servirte”. ¡Wow! Yo le estaba tratando de ofrecer alto y el respondió con servicio. ¡Eso es! Eso es el verdadero ministerio, ministros que viajan y hacen todo lo posible para servir y no para ser servidos. Claro, es tan fácil vernos como los ministros importantes que merecemos alguna forma el servicio de los otros (siendo yo el primer culpable), que olvidamos la virtud de servir a otros. Francis restauró ese día en mi un anhelo ardiente por ser el mayor y más apasionado servidor de otros, no esperando que otros me sirvan, sino

reflejar cada día de mi vida un amor de sacrificios y servicio a otros. Esto es el verdadero ministerio: hechos diarios que se traducen a la eternidad, vivir por las cosas pequeñas que se traducen en eternidad. Qué triste que a veces vivimos el ministerio y servimos solo cuando hay beneficio personal, es decir cuando recibimos algo a cambio de nuestro servicio. Estamos a la espera de algo de igual o mayor valor de lo que nosotros damos. Esto sencillamente no es el evangelio. Jesús mostró una vida de generosidad, de amor extremo y extravagante. Una vida de generosidad, al punto de sacrificarse en la cruz y servir a la humanidad. Es decir, Jesús lo dio todo, rindió todo y lo sacrificó todo sin esperar aplausos o algo de regreso durante su estadía acá en la tierra. Fue una vida que no vivió por lo temporal sino que cada día buscó renunciar a sus derechos y privilegios terrenales, para que su vida fuera traducida a la eternidad en los cielos. Esa es la vida que anhelo tener.

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Una vida sin reservas Otro de los hombres que ha impactado mi vida se llama Marcelo González. Lo conocí hace varios años. Tan sólo necesité pasar unos 5 minutos con él para darme cuenta quienes son los verdaderos hombres de Dios en la tierra. Era un martes, 2 de la tarde y estábamos comiéndonos una buena bandeja paisa en uno de mis restaurantes favoritos en Medellín. Estaba tan intrigado mientras Marcelo me contaba todas las aventuras de su vida. Desde hace 15 años, Marcelo decidió dar su vida para entrar Biblias, ilegalmente, a Irán e Iraq. Desde su comienzo hasta hoy, él ha entrado 15,000 Biblias a países musulmanes. 90

Una vez más, las lágrimas corrían por mi rostro mientras escuchaba historias donde lo encarcelaban, le maltratan, le perseguían, y donde él sin temor a la muerte, decidió dar su vida para que otros llegaran a tener la oportunidad de conocer a Cristo. Recuerdo algo dicho por el gran Misionero, Dr. David Shibley: “Nadie debería tener el privilegio de escuchar el evangelio dos veces, hasta que todos hayan tenido la oportunidad de escucharla por primera vez”. Marcelo es solo otra historia de un joven que lo decidió dar todo por la causa de Cristo en la tierra. Comparando tu vida con la Biblia ¿Nunca te ha pasado que a veces lees la Biblia, pero no te identificas en la práctica con las historias que hay allí? Para muchos, su vida no se parece a las vidas de los personajes bíblicos o quizás, te comparas con los cristianos primitivos del libro de Hechos, que vendieron todas sus cosas para que no tuvieran necesidades los más vulnerables. Estamos hablando de una iglesia que parecía más bien una comunidad unida, que se servían con alegría y sencillez de corazón. Imagino que habrás leído todas estas largas listas de actividades y lo increíble que eran estos cristianos, pero quedas una vez más insatisfecho. Seguro que te ha pasado como a mí, que por años dije: “Mi vida no se parece a la de los apasionados de la Biblia”. Pero reconocerlo me hizo obtener un gran reto y se trata de lograr que mi vida, cada día, parezca recién

salida de la Biblia, que mi vida pudiera ser Hechos 29, si es que los apóstoles todavía estuvieran hoy colocando los cimientos de la fe Cristiana. ¿Tu vida cabe dentro de los apasionados de la historia? Como empecé diciendo, solo los insatisfechos de la vida producirán cambios positivos en el mundo. Voy a cerrar con algunas preguntas claves y requiero tu total honestidad mientras lees este libro: • ¿Tu vida cabe dentro de los apasionados e insatisfechos de la historia? • ¿Sientes que te está faltando algo? • ¿Sientes que tu amor se ha enfriado y que no tienes esa chispa de pasión que antes gente veía en tus ojos? Si éste eres tú, sin duda, agarraste el libro que era, porque Dios está a punto de encender la chispa de tu corazón una vez más. Querido amigo: de esto se trata este libro. Me gustaría saber que esta corta lectura sirvió de reflexión para retar tu forma de pensar acerca de Dios, su palabra y el mundo. Me gustaría que te des cuenta que naciste para solucionar algo en el mundo. Los grandes hombres de la historia fueron personas que en algún momento, estaban insatisfechas con determinada situación. Muchos de esos revolucionarios estaban tristes, inconformes y anhelaban con todo su corazón, ver un cambio en el mundo.

F d e n s

Fuera del amor extravagante no hay satisfacción.

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apul0 9. Moisés y su enojo que cambió su nación

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Uno de mis historias favoritas de la Biblia es la historia de Moisés. Empezamos leyendo en el libro de Éxodo como los egipcios estaban maltratando a un hebreo, alguien que era parte de la raza de cuna de Moisés. En el relato, la Biblia nos muestra lo mucho que molestó a Moisés este episodio y su reacción fue matar al egipcio. ¡Qué tremendo!

Fuera del amor extravagante no hay satisfacción.

Aunque la historia tiene su interpretación Bíblica, una de las cosas que me llama la atención de Moisés, fue la insatisfacción que tuvo. Hubo algo que el vio que lo llevó al límite de su emocionales hasta el punto de producir acción radical.

El descubrimiento de las cosas que te molestan en la vida te llevará a la acción radical. ¡Nada más! Así vayas a la iglesia toda tu vida, a clases bíblicas y al Seminario de teología. Hasta que no descubras la cosa por la que estás insatisfecho, nunca vivirás con pasión. Sencillamente después de un tiempo, la oposición y presión desde afuera ganará, si es que la pasión nació desde tu propósito. Descubrí en estos años que las personas quieren entregarse a causas y que estas causas sean cercanas a sus corazones. Moisés se enojó tanto en contra de la injusticia de su pueblo, que este enojo hizo que reaccionara. Es lo mismo que pasa con cada uno de nosotros.

ca itu 09 Las grandes asignaciones no son para cualquiera Cuando se trata de grandes misiones o asignaciones, éstas pueden ser para todos, pero no para cualquiera. Incluso las grandes asignaciones muchas veces vienen en paquetes pequeños. Nadie que ha hecho algo significante en la vida lo ha hecho sin dificultad y sin muchos problemas. Y en eso, las películas nos han mentido y Hollywood no nos ha mostrado toda la verdad. Las noticias tienen expertos editores que solo muestran el resultado pero no muestran el cómo. Vivimos en tiempos donde se muestra todo lo bueno e interesante, pero el resto, lo tiramos por la basura. Si se trata de ser alguien que hace historia en una nación, tienes que estar dispuesto a pasar por lo que sea necesario. Mi llamado es a darlo todo, a no ser solo otro mediocre de esta sociedad, a no ser un satisfecho, a creer más cuando otros se rinden, a resucitar el sueño cuando otros piensan que ya murió, a estar dispuesto a la crítica y al rechazo constante, a pasar por tiempos de necesidad, sin recursos y sin que nadie crea en ti. Pero si no te rindes, te aseguro que valdrá la pena a la larga. Querido amigo: no te rindas ahora, que esta aventura de amor e insatisfacción extravagante apenas comienza. Sin duda, tú serás alguien de asignación en la tierra. Dios confía sus planes a insatisfechos como tú y como yo. No importa cuán joven o anciano seas, no importa cuántos años o meses tengas siguiendo a Cristo, no importa tu nivel o estrato social, si tienes hambre de justicia, Él te usará para cambiar el mundo para siempre.

Teniendo en cuenta que tu arma más grande para hacerlo será tu nivel de insatisfacción en la tierra, entonces no te conformes con saber las estadísticas y las principales problemáticas de tu ciudad. ¡Haz Algo! Oro para que tu insatisfacción se cruce con la insatisfacción de los cielos y que esta combinación traiga avivamiento en las naciones. Cerrando este libro con el concepto de darlo todo Amar a Dios. Amar a la gente. Cada profecía y cada ley se tratan de amar a Dios con todo y amar al prójimo como a ti. Esa es una vida insatisfecha, una que se cansa de vivir por uno mismo.



El descubrimiento de las cosas que te molestan en la vida te llevará a la acción radical. ¡Nada más!

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I nsati sf ec h o es u na d e c la r ac i ón d e ho ne s t ida d, d e nue s t r a inca pacida d d e po d er enco n t r a r sat i s fac c i on p l e n a p or nue s t r o s pr o pio s me d io s, e s ta mbie n, e l r e s ultado de una b usq ue da i n f r u c tu os a d e p lac e r e n l uga r e s e q uivo ca d o s. La s at i sfac c i ó n no s e e nc u e n tra e n a l g o, s ino e n a l g uie n: Je s ús. Y S o l o c ua n do es ta mos p l e n a me n te s at is f e cho s e n Je s Ús, po d r e mo s s e r una inf luen cia i nm ov i b l e , i r r evoc a b l e , y ra d i c a l s obr e l a fa z d e l a t ie r r a .

Bryce Manderfield Conferencista Internacional y Escritor, egresado de Cristo para las Naciones en Dallas, TX. hace más de 10 años viaja como invitado por los principales Congresos Juveniles en Latinoamérica, Europa y USA, llevando un mensaje relevante a la iglesia y a la juventud. Este joven visionario es Presidente de Soluciones Juveniles, una organización que busca capacitar, inspirar y movilizar al liderazgo juvenil en América Latina. Está casado con Marcela Gándara y ambos residen en Dallas, TX.

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