La Irisdiagnosis (1962)

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Prof. ALEX HAENDI L

La Irisdiagnosis Conozca su Salud con el Iris de sus Ojos

EL IRIS revela los males del Sistema: RESPIRATORIO, CARDÍACO CIRCULATORIO RENAL GENÉSICO DIGESTIVO, etcétera.

Aprenda a Conocer esta Maravillosa y SECRETA CIENCIA.

INDICE

PRÓLOGO .............................................................................. Capítulo i. — Anatomía del Ojo..................... Queda hecho el depósito que previene la ley II. 723

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13

Consideraciones importantes. órganos de la Vista. — El apa­ rato Lagrimal. — El Globo riel Ojo. — La Esclerótica. — La Córnea. l a Coroides. — F.I Iris — La Retina. — El Cuerpo Vitreo. - El Cristalino. - FISIOLOGÍA DEL SENTIDO DE LA VISTA, — Importancia del órgano de Ja vísta. — Nervios ópticos. — Mecanismo de la cisión.

Capítulo ii. — Relación de los óiganos y el Iris ..........

28

En qué consiste. — La Iriscopía y la Medicina Naturista, — La Salud, el Nal lirismo y la Indoiogía. — Reconocimiento de la Enfermedad por el Iris. — Las Enfermedades en el Iris. — Reflejos orgánicos en el Iris.

Capítulo hi. — Mapas Irisnósticos usuales.......... . .........

38

Qué son los Mapas. — Mapa Primero: Círculos concéntricos. — Zonas del Cuerpo. — El cuerpo en el Iris. — Órganos en el Iris. — Recapitulación gráfica. — Maneras de Examinar.

Capítulo iv. — Cuadros de Estados Patológicos..............

50

Contextura organica. — Clasificación del Iris. — Los Signos iridológicos. lodos los derechos reservados por © by 1962 Eoitorial Cavmi Hucnos Aires

Printed in Argentina

Capítulo v. — Casos Patológicos cu Irisdiagnosis ..........

Capítulo Impreso en la .Argénlina

f’>3

Estudio Fundamental. — Cabeza y Cerebro. vi.

— La Irisdiagnosis en función ...........

El Sistema C ardiaco. — La Cinulaiión. — La Hipertensión. — La .Arteriosclerosis.

71

Pag.

Capítulo

vu.

— La Interpretaron Iridológica ..............

78

El Sistema Respiratorio. — Casos do afecciones. — Bronconeumonfa. — Bronquitis. — Asma. — Tulserculosis.

Capítulo viii. — La Iriscopia y las Enfermedades del Sis­ tema Digestivo ..................................................................

86

Analisis retrospectivo. — Estomago. — Intestinos. — Hígado. — Bazo. — Páncreas. — Recto. — Ano.

Capítulo ix. — La Disfuncion Genésica, Renal y Uretral en Relacion al Irisdiagnostico ........................................

95

La manifcstacidn dc los Sexos on el Iris. — Vientre. — Matriz. — Sexos. — Sistema Renal. — Riñones. — Vejiga.

Capítulo

x.

— Afecciones Reumaticas y Nerviosas ....

106

La Iridologia y los Músculos y Nervios. — El Reumatismo. — Enfermedades musculares. — El sistema nervioso. — Los nervios y las enfermedades. — Manifestaciones nerviosas en el iris.

Conclusiones ............................................................................

115

P R 6 L O G O

Existe una ciencia, la irisdiagnosis, que de tener la tras­ cendencia que tiene cualquiera de las otras, revolucionaria en cierto sentido el diagnostico medico, haciendolo mis cercano, mas certero, mas completo. Sobre todo, permitida, aun a los profanos en medicina, tener una idea cabal sobre el sentido de los sintomas que experimenta en si mismo. La presente obra tiende, precisamente —corno otras del mismo tema—, a popularizar dicho conocimiento, haciendolo asequible a todas las personas con nociones de anatomía y fisiologia, para el reconocimiento de enfermedades que a veces no es posible descubrir ni con ayuda de los rayos X ni de los analisis mas completos. En este sentido, La Medicina Naturista presta un senalado servicio al Irisdiagnostico, porque familiariza al lector con los recursos y las formas naturales que hallamos en todas las manifestaciones de la vida y de la naturaleza. Consiguientemente, la Iriscopia no es sino una manifesta­ ción de la misma Ciencia Natural. En rigor de verdad, su es­ tudio se relaciona con la estrecha conexion que existe fntre el iris de los ojos de una persona y sus nervios; los cuales, en reacciones a veces infinitesimales, denuncian los procesos mor­ bosos de alguna region afectada del organismo. Dicha reaccidn se manifiesta luego en el iris. Veamos de qué manera. Las enfermedades que puede sufrir el individuo se reflejan en la entidad biologica llamada iris-pupilar, que comprende precisamente el iris y la pupila del ojo. Es decir, que obser­ vando las alteraciones que se manifiestan en esa zona, el espe-

8

P R OF.

A LEX

II A E N 1) F. L

cialista, en cornados minutos, puede precisar con exactitud el diagnostico de la dolencia que sufre el paciente. Realmente el mdtodo es maravilloso y permite ganar tiempo para aplicar de­ inmediato la terapéutica que mis conviene para atacar el caso patológico. Esto es semiologia, porque al buscar algi'in signo sobre la entidad iris-pupilar se practica semiotecnia, y reunir e inter­ pretar esos signos para relacionarlos con otros de la economía humana, es hacer semiologia. Bueno es aclarar que entendemos por signo iris-pupilar a toda manifestacion diferencial que se presenta sobre la circunferencia de la pupila y sobre el tejido constitutivo del iris. Dadas las multiples conexiones que tiene el sistema ner­ vioso pupilar con el resto del organismo, puede decirse que, tanto en estado normal como patolcigico, las pupilas reciben constantemente el estlmulo de los diversos organos y aparatos a traves del sistema nervioso central y periferico y puede de­ cirse tambien que sus diametros y reflejos normales dependen de la armonía funcional de todo cl organismo. Nosotros consi­ deramos que la pupila es solo la expresan del iris y que no puede concebirse aisladamente. El iris con su perforatum cen­ tral constituye la entidad biológica iris-pupilar, una e indi­ visible. Por lo cual decimos que la pupila no tiene incrvacion, sino que es el iris quien la tiene. Es la funcidn del iris que agranda o achica la pupila. Ahora, ampliando lo sostenido en el mencionado libro, decimos y desafiamos a cue nos refuten el concepto, que el verdadero tltulo de esta leccion es el si­ guiente: “Diagnostico de las enfermedades del sistema nervioso y demas organos de la economia por los slntomas irispupilares”. Porque si se ha aceptado que hay síntomas pupilares cuando hay “dolor agudo en un punto alejado, como el de una artritis, colico hepático, otitis, etc.”, nada impide acep­ tar que tambien haya slntomas sobre el iris por la íntima conexion que tienen uno con otro. Una midriasis —el ojo no responde en este caso a las variaciones luminosas—, amplia el tamaño de la pupila pero achica la superficie del iris y, a la inversa, una miosis agranda la superficie del iris y achica el

LA

í R 1 S D I AGNOSIS



tamano de* la pupila. Estos movimientos estan regidos: unos por el nervio motor ocular común, y los otros por el simpatico cervical. Es, pues, el tono de la musculatura del iris el que rige el tamano de la pupila. Y el tejido del iris mandante es el que sufre constantes transformaciones durante el continuo juego de contraction y dilatation necesarias para la adapta­ tion del iris a las condiciones ambientales de luz. Porque des­ de el punto de vista funcional, el iris, tabique membranoso, circular y contractil, es un verdadero diafragma que regula la penetración de la luz en el globo ocular. Ya sabemos todo lo que se ha dicho y mal dicho del diag­ nostico por el iris o iris-diagnostico o augendiagnostico de los alemanes, que es el diagnostico ocular. Sabemos tambien su inicua explotacidn por profesionales y emplricos cne ni si­ quiera se ban tomado el trabajo de estudiarlo con algun de­ tenimiento. Hay una razon para explicar el descrédito del diag­ nostico por el iris, por parte del profesor universitario, y es que no se ha publicado hasta ahora libro alguno que sea me­ dianamente aceptable. T odos los que circulan y no son mu­ chos por suerte, son falsos y equivocados en sus fines. Sirven únicamente para desorientar y enganar a quien tiene la in­ genuidad de confiarse en ellos. T odos tratan de* inducir a una finalidad terapeutica olvidando que se trata solamente de un sistema de diagnostico. Es decir, que el iris-pupila se transforma en un verdadero radar humano pues detecta las enfermedades que sufre el or­ ganismo y permite mediante su obscrvacion, su reconocimien­ to por parte del especialista. Hasta ahí va su misidn. Luego el medico podni certificar el diagnostico mediante amílis's, radiografías, etc. del drgano afectado y prescribir la medicacion adecuada para sanar al enfermo. írisdiagnosis es la cicncia que revela los desordenes fun­ cionales del cuerpo humano, por alteraciones del tejido iridal, manchas, clrculos eóneOñtrieos, oscurecimiento, nubecillas y decoloraciones del iris del ojo. Mediante la Iridologla es posible comprobar la normalidad o anormalidad funcional del organismo, estableciendo tañí-

bi£n la calidad de su sangre y de sus tejidos y el estado de cada uno de los órganos del cuerpo. La delicada membrana del iris esta en conexidn nerviosa, directa o indirectamente, con todo nuestro cuerpo y en cada una de sus partes. El iris no permanece indiferente a ninguna reaccion ner­ viosa de nuestro organismo, sino que esta en permanente y constante actividad. Tan grande es su sensibilidad que se im­ presiona y contrae con el mas pequeño rayo de luz, e impide, asi, que la retina del ojo sufra alteraciones luminosas. La energia nerviosa de cada persona esta en relación di­ recta con la actividad del iris; esta energia manifiesta incapa­ cidad o depresion, cuando el iris reacciona con flojedad. Asi se explica que los venenos depriman la vitalidad del sistema nervioso, manifestándose en la dilatacion de la pupila que llega al maximo en la muerte. Quedamos entonces en que, la mas pequena emocion y el mas ligero rayo de luz hacen reaccionar el iris. Las enferme­ dades tienen una reaccion defensiva del organismo en general y local en el organo afectado: se sobreentiende, entonces, la actuacidn del iris que no permanece indiferente a las reaccio­ nes nerviosas, las que quedan impresas en su tejido momen­ tanea o constantemente, de acuerdo con el proceso de reaccion organ ica. Los ojos de una persona acusan su estado de salud cuando se hallan uniformes y limpios en sus tejidos, brillantes y ac­ tivos en su membrana. En cambio, los ojos de una persona enferma, muestran un iris sucio y sin brillo, de fibras altera­ das, manchado y destenido. La personalidad física y moral de una persona esta ex­ puesta en su rostro. Sus facciones, su expresion, sus colores, revelan normalidad o anormalidad psiquica u organica. El carácter de una persona y su idiosincrasia lo indican la forma de la nariz, la amplitud de la frente, la consistencia de las mandibulas y hasta por los detalles de las orejas. Lo mismo ocurre con las manos del hombre donde, sus

formas, las lineas de la palma, sus dedos, sus unas, son expo­ nentes de los rasgos característicos de su personalidad. El punto central de la personalidad completa del ser hu­ mano es, sin duda alguna, los ojos. Con ellos reflejamos la bondad y la malicia de nuestros sentimientos; la alegria, con­ goja, colera, dolor, angustia, inquietud, desengaim y cuanto sentimiento conmueve nuestra alma. Cuando sentimos un dolor en cualquier parte de nuestro cuerpo, instantaneamente nuestros ojos cambian su expresion, ya que éstos estan directa o indirectamente vinculados con cada parte y con todo nuestro organismo. No es extrano, entonces, que el iris se impresione con las reacciones nerviosas que toda enfermedad supone, siendo el centro de la actividad del ojo. Cuando los medicamentos no alcanzan a ser expulsados por los rinones, pulmones, intestinos y piel, pueden verse en el iris como materias extranas, a los tejidos del cuerpo, dificul­ tando la circulacion de la sangre, obstruyendo los procesos vitales, etcéteea... El iris muestra los desarreglos digestivos como origen y punto de apoyo en todo proccso de enfermedad; por lo que no hay enfermo con buena digestion, ni individuo sano con mala digestion.

CAVÍTULO

I

ANATOMÍA DEL OJO Consideraciones importantes

No podríamos continuar en el estudio de la iriscopía sin tener una noción anatómica y fisiológica del ojo humano. Por esta razón, en las páginas que siguen y que correspon­ den a este primer capítulo, ofrecemos las instrucciones perti­ nentes, aprobadas por la Medicina Naturísta. La Medicina Naturísta, como bien lo habrán apreciado ya nuestros lectores, respalda esta obra sobre el conocimiento de las enfermedades en base al examen del iris, donde, como hemos visto, se concentran finísimos filamentos nerviosos pro­ cedentes de todas las zonas del cuerpo. De hallarse enfermo cualquier órgano, inmediatamente se refleja la dolencia en el iris. El descubridor de esta maravillosa ciencia refiere que tuvo su primera experiencia al observar, casualmente, el iris de un perro, el cual no ofrecía mayor alteración, hasta que casi in­ mediatamente el mismo animal se rompió una pata. La dolen­ cia se reflejó en el iris. Otros experimentos han demostrado, sin lugar a dudas, el valor de esta nueva ciencia que la Medicina Naturísta pone al alcance de lodos.

Órganos de la vista “Este sentido es el que da a conocer la forma, el volumen, el color, la situación respectiva de los objetos, la distancia a que se hallan unos de otros, el estado de rcposo o movimiento en que se encuentran, etc.” Esta representado por el ojo, orga­ no doble situado entre el cráneo y la cara, que parece como si se separaran para recibirlo. El organo de la vista se relaciona en la parte superior con la masa encefálica, a la que esta in­ timamente ligado; por la inferior con la cara, constituyendo uno de sus mas bellos adornos, y por dentro con el aparato olfativo. El sentido de la vista consta de dos ordenes de organos: uno principal, fundamental, llamémoslo asi, par y simOtrico, que es el globo ocular, y otros accesorios, que tienen el doble objeto de proteger el globo ocular y de promover y facilitar sus movimientos. Estas partes accesorias son las cejas, los par­ pados, el aparato lagrimal, musculos, tcjidos celular y adiposo, vasos, nervios y, por ultimo, la orbita. La mayor parte de estos órganos accesorios son conocidos ya por haberse tratado de ellos en los respectivos cursos, por lo que solo se tratará ahora de las cejas, los parpados y el aparato lagrimal. En cuanto a los musculos, el adjunto grabado dará una idea de ellos. La ceja es una eminencia musculocutanea, que esta en la prominencia oblicua del hueso coronal llamada arco superci­ liar, eminencia que estd provista de pelos de 12 a 15 milimetros de largo y cuyo color es generalmente igual al de los cabellos. Los parpados, en número de dos en cada ojo, son unos velos movibles miisculomembranosos, uno superior y otro in­ ferior. El superior procedc de la piel de la frente, y cl inferior del cutis de la mcjilla. Los parpados ofrecen dos caras, anterior y posterior, dos bordes, uno adherente y otro libre, y dos extre­ mos, uno externo y otro interno. El borde adherente del par­ pado superior es continuación por delante de la piel de la ceja y por detrás de la conjuntiva ocular y el del parpado in-

ferior, de la piel de la cara. El borde libre tiene un espesor de 2 milímetros, y hay que considerar en 61 dos partes, una que corresponde al globo del ojo y otra al aparato lagrimal. La correspondiente al ojo, llamada porcion ciliar, esta cubierta por las pestaíías, pelos m;ís espesos y duros que los de las ce­ jas, y son mas largas en el parpado superior que en el inferior. Cuérntanse 100, 120 y hasta 150 en cada parpado. La porcion lagrimal del borde libre de los parpados se diferencia de la anterior en que es mucho mas corta y redondeada, y presenta un relieve debido a los conductos lagrimales que hay en su espesor. En este borde libre, la porcion ciliar esta separada de la lagrimal por un tubérculo, el tubérculo lagrimal, en el que hay un orificio perceptible a simple vista que forma la entrada de los conductos lagrimales y que se denomina punto lagrimal. Los parpados se unen en sus extremos constituyendo las comi­ suras o dngulos de los parpados, que se clasifican en interno y externo. En los parpados, las glandulas son muy numerosas, pudiendo dividiese en tres clases: las que vierten en el contor­ no del orificio palpebral su secrccion; las que vierten cl pro­ ducto de su secrccion en la piel; y las que los derraman en la superficie libre de la conjuntiva.

El aparato lagrimal

El aparato lagrimal esta constituido por una glandula, la glandula lagrimal, que deposita las lagrimas en la superficie de la conjuntiva, por las vías lagrimales, que comprenden los puntos, los conductos y el saco lagrimales, y por el conduc­ to nasal. La glandula lagrimal, que se representa en el adjunto grabado, asi como las gldndulas de Meibomio, esta situada en la parte superior, anterior y externa de la cavidad orbitaria, y se compone de dos porciones, orbitaria la una y palpebral la otra. Los puntos lagrimales se encuentran, como ya se ha dicho,

LA

IRtSDIAGNOSIS

en el vértice del tubérculo lagrimal, en el borde libre de los párpados. Los conductos lagrimales se extienden desde los punios la­ grimales hasta el saco lagrimal. El saco lagrimal es un conducto cilindrico que se halla detrás del tendón del músculo orbicular y en la parte anterior de la órbita. Es oblicuo de dentro a afuera, sus dimensiones son de lia 13 milímetros de largo y de 3 a 5 de diámetro, y su forma la de un cilindro algo aplanado. El conducto nasal es continuación del saco lagrimal, no constituyendo realmente los dos conductos más que uno solo, que se encuentra en la parte superior en el espesor de la pared inferior y en el espesor de la pared externa de las fosas nasales.

El globo del ojo Está situado en la cavidad orbitaria, y su forma es casi esférica en sus cinco sextas partes posteriores, estando [orinada la sexta parte inferior por un segmento de otra esfera mucho más pequeña que sobresale ligeramente tic la mayor. El volumen del globo del ojo es naturalmente variable, siendo por regla general más pequeño en la mujer que en el hombre. De sus cinco diámetros el anteroposterior es el mayor y mide 23,9 milímetros en la mujer y 21,6 en el hombre; el más corto es el vertical, que mide 23 milímetros en la mujer y 23,5 en el hombre. Los dos diámetros oblicuos superan al transversal y al vertical. El peso del globo del ojo es de 7 a 8 gramos. Para el estudio anatómico ofrece el globo del ojo dos ór­ denes de órganos: membranas y medios transparentes. Las membranas son, de afuera a adentro, la esclerótica y la córnea, que constituyen la segunda cubierta; y la retina, que constitu­ ye la tercera. Los medios transparentes son, de atrás a adelan­ te el cuerpo vitreo el cristalino el humor acuoso y la córnea transparente.

llusiracton Nu I

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LA

I R t S t> I AG N O S I S

La esclerótica La esclerótica, llamada por los antiguos córnea opaca, es una membrana densa, opaca y fibrosa que cubre las cinco sextas partes del globo del ojo, mientras que la sexta parte anterior la forma la córnea transparente, que se engasta, por decirlo así, en la opaca, de cuya disposición puede formarse idea por el grabado anterior que representa una sección del ojo humano. Su color es blanco azulado en los niños y blanco oscuro en las personas mayores. Es la membrana más gruesa y resistente del ojo, para el que constituye un poderoso medio de protección y defensa, y en ella se insertan todos los múscu­ los que mueven el globo ocular. La esclerótica está perforada por detrás para dar paso al nervio óptico y por la parte anterior presenta otra abertura mayor eri la que se engasta la córnea transparente. La córnea transparente I *>

Tiene la forma de un fragmento de esfera. Las fibras que componen su sustancia están tan íntimamente enlazadas con las de la esclerótica que no se separan ni aun por maceración. En la unión de la córnea con la esclerótica es de donde las fibras de ésta se hacen transparentes. La coroides

I.a coroides, que con el iris forma la segunda cubierta del globo del ojo, se diferencia de las membranas antes descritas por su tinte oscuro y su gran vascularidad. Se aplica sobre la retina, cuya corvadura toma, y tiene en su parte posterior una perforación por la que atraviesa el nervio óptico y otra en la anterior para recibir el iris. Es menos espesa que la cubierta fibrosa del ojo y algo más que la retina, siendo su consistencia

rarinn N ?

19

20

PRO I’.

ALEX

LA

H A E N DEL

muy d<5bil. La cara externa de la coroides corresponde a la interna de la esclerótica y la cara interna concava, correspon­ de a la retina. La extremidad posterior prcsenta el orificio por el quc pasa cl nervio optico, y la extrcmidad anterior, llamada zona coroidea, se compone de dos capas: una externa, que sc llama musculo ciliar, y otra interna cue constituye el cuerpo o los proccsos ciliarcs.

El iris

El iris, que corresponde al diafragma de los instrumentos de optica, cs una membrana circular y contráctil, situada entrc la cornea y el cristalino, que tiene una perforación en su centro por la que pasan los rayos luminosos, y se llama pu­ pila o nina del ojo. El color del iris difiere según los indi­ viduaos, y su diametro cs de 12,5 milímetros. La pupila varia mucho en tamaño debido a su propiedad de contraerse y di­ latarse, siendo en estado de mediana dilatacidn de 3 a 4 milimctros. El iris tiene dos circunferencias, una mayor que se adhiere al musculo ciliar, y otra menor, o abertura pupilar que esta banada por el humor acuoso; y dos caras, la anterior, convexa y de color muy variado, y la interna que se amolda al cristalino y por tanto, es convexa. La retina

Es una membrana dotada de mucha sensibilidad en la que se reflejan las imagenes de los cuerpos del exterior. T iene menos espesor aun que la coroides y su cohesion es tan ddbil que apenas se la puede tocar sin rasgarla. Su cara externa, convexa, se aplica a la pigmentaria de la coroides sin adhcrirse a ella, y la interna, cdncava, cubre el cuerpo vitreo. La extre­ midad posterior de la retina es una continuacion del nervio optico; y la anterior termina en una circunferencia festoneada y dentada que corresponde a la zona coroidea y a la zona de

I R I S DI A G NO S I S

21

Zinn, que es una especie de collar quc rodea al cristalino. Como todas las demas membranas del globo del ojo, la retina esta provista de vasos, los que se representan en el grabado correspondiente.

El cuerpo vitreo

Es el mas voluminoso de los medios transparentes del ojo, y ocupa los dos tercios posteriores.del globo ocular. Su forma es esferoide.!, su transparencia completa, y su consistencia ana­ loga a la del hierro fundido, con el que sc la ha comparado. Se encucntra en relacion por detrás con la retina y por la parte anterior con el cristalino. La estructura del cuerpo vi­ treo, la forman una membrana llamada membrana hialoides, y un liquido contenido en ella, denominado humor vitreo. El cristalino

Es una lente biconvexa y se halla situado entre el cuerpo vitreo y el humor acuoso. Las caras del cristalino son lisas y tersas, correspondiendo la anterior al iris y la posterior al cuerpo vitreo. Se compone de una parte cnvolvente, denomi­ nada capsula del cristalino, y de una sustancia propia fibrosa, o nucleo, que constituye el cristalino propiamente dicho. El grabado que va a continuacion representa la cara anterior de la lente cristalina. El humor acuoso es un liquido que llena la camara an­ terior del globo del ojo, entendiendose por camara anterior el espacio comprendido entre la cornea y el iris. Es incoloro, transparente, y de densidad analoga a la del agua. Ademas de la camara anterior del globo del ojo que se acaba de citar, hay otra, llamada c;imara posterior, que tiene por limites: en la parte anterior el iris, en la posterior el cris­ talino y parte de la zona de Zinn, y en la circunferencia la parte libre o flotante de los cuerpos ciliarcs.

FISIOLOGÍA DEL SENTIDO DE LA VISTA Importancia del órgano de la vista

La vista es uno de los más poderosos auxiliares de la in­ teligencia: contribuye en gran parte a hacernos formar juicio de cuanto nos rodea: de la forma, colores, dimensiones, etc., de los objetos; nos avisa de los peligros que nos amenazan; nos permite contemplar y admirar las bellezas de la Naturale­ za; nos proporciona multitud de placeres; en una palabra, los servicios que presta directa o indirectamente son de gran­ dísimo valor; hasta el punto que puede asegurarse que sin el sentido de la vista el progreso habría sido imposible. Una humanidad ciega sería una humanidad estacionaria hasta cier­ to punto y la vida animal no se diferenciaría de la vegetal. Los ojos son, además, el espejo del alma, como vulgar­ mente se dice, porque en ellos se retratan las impresiones, los sentimientos y hasta el carácter y el modo de ser de los indi­ viduos; que así como la palabra es el intérprete de la razón, la mirada lo es del sentimiento. Los nervios ópticos

|lu»lr»ción N*3

I

La visión se verifica por medio de los nervios ópticos, que no ofrecen otra particularidad que la de ser los únicos ca­ paces de transmitir al cerebro las impresiones visuales y la de carecer en sí de sensibilidad general. Que son los únicos ner­ vios que sirven para la función visual, lo demuestra el hecho de que cualquier lesión en ellos produce infaliblemente alte­ raciones en la vista y, en muchas ocasiones, su pérdida com­ pleta. En cuanto a la insensibilidad general de esos nervios, se pueden pinchar, cauterizar o cortar sin que se manifieste la menor sensación dolorosa. Y no sólo son insensibles los nervios ópticos, asi como la retina, sino que, cuando estos te-

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PROF.

At. EX

HAENDEL

jidos se estimulan, se producen impresiones luminosas, lo que esta probado por repetidos experimentos.

Mecanismo de la visión

La luz se transmite por medio del éter, fluido sutil, invi­ sible, imponderable y elastico que, cn el decir general de los físicos, llena todo el cspacio y por su movimiento vibratorio produce los fcndmcnos luminosos y otros varios del mismo or­ den. Eslas vibraciones llegan al interior del ojo atravesando sus tejidos transparentes, y producen en el cerebro la sensacibn dc la luz. Para comprender bien corno penetran estos rayos por los medios transparentes del globo del ojo, es indispensa­ ble conocer las leyes de la refracción de la luz, dc la que se ocupa la física, puesto que el globo del ojo es un verdadcro instrumento óptico. Entiéndese por refraccion, el hecho dc cam­ biar la dirección dc los rayos de la luz al pasar oblicuamcnte de un medio a otro de diferente densidad, como se ve al in­ troducir un bastón, por ejemplo, en el agua. Los rayos lumí­ nicos llegan paralelamente a la cubierta exterior del globo del ojo —la cornea— atraviesan esta mcmbrana, el humor acuo­ so, el cristalino y el humor vitreo; medios todos que tienen una densidad mayor que la del aire. Estos rayos convergcn luego y van a reunirsc en la retina, donde se forma la imagen real del objeto. Suponiendo cpie se tirara una linea recta en­ tre el punto luminoso y la imagen retiniana, esta linea pasaria por el centro dptico del ojo, o sea el punto nodal, que se llama linea de direccidn de la vision, o linea visual. El ojo es rcalmente una camara oscura. Su parte interna esta recubierta por una membrana oscura, pigmentosa, la co­ roides, cuyo cfccto inmediato es el de impcdir que las im;igenes se confundan cn reflexidn interna. Los rayos de luz penetran por una abcrtura circular, la pupila, que se ensancha ntas o mcitos según las contracciones del iris. Cuando la luz es muy intensa o los objetos están muy próximos, la pupila

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P R O F.

A I. E X

H A E X D E I.

se contrae, mientras que, por el contrario se dilata cuando la luz escasea o los objetos están muy distantes. La única parte del ojo que percibe la impresión de la luz es la capa de bastoncillos y conos de la retina, como se ve por el siguiente experimento hecho por vez primera por Pur­ kinje: se concentra sobre la esclerótica, con una lente convexa de foco corto, una luz intensa en un punto lo más distante posible de la córnea. La luz pasa por este punto a través de las membranas transparentes del ojo y su imagen llega a la retina. Si se mira entonces a una superficie oscura, el campo visual presenta una iluminación amarillo-rojiza de aspecto ar­ borescente producido por la sombra de los grandes vasos re­ tiñíanos, y, al mover la lente en cualquier dirección que sea, las sombras de los vasos siguen todos sus movimientos. No todas las partes de la retina tienen la misma sensibi­ lidad a la luz, pudiendo considerarse en ella, desde este punto de vista, tres zonas: tina, en que la visión es completa, cons­ tituida por la parte central de la retina, en la que se halla la mancha amarilla, que es el punto más sensible; otra, en la que la sensibilidad disminuye, formada por la periferia de la retina, y la tercera, totalmente insensible, que corresponde a la pupila del nervio óptico o punto ciego.

Capítulo II

RELACIÓN DE LOS ÓRGANOS Y EL IRIS

nuestros lectores tengan una visión amplia y completa de dicha relación. Pero antes permítasenos decir algunas palabras más sobre la lriscopía y su relación directa con la Medicina Naturista. Consideramos necesario y hasta imprescindible hacer tal aclaración porque la mayoría de los textos sobre irisd¡agnóstico que circulan por ahí no hacen mención a tan importante víncu­ lo. ¿Por qué? Es una pregunta que se la dirigimos a los autores de esos estudios.

En qué consiste

La lriscopía y la Medicina Naturista

En el prólogo y el capítulo I hicimos una breve referencia a la relación que existe entre los órganos del cuerpo y el iris.

Por qué consideramos que una y otra ciencia son implíci­ tas y se complementan o, mejor tal vez, constituyen una sola manifestación de la Naturaleza. En efecto, si estimamos que el cuerpo animal es una cosa que la naturaleza ha producido por medio de una de sus fuentes, todo lo que con él se relacio­ na, directa o indirectamente, es también una manifestación de aquélla. La Medicina Naturista, para quienes conocen las obras que se publican en esta misma colección, trata del modo de emprender la curación y el tratamiento de (odas las dolen­ cias conocidas por el hombre, en base a un concepto sim­ ple, o sea: por medio del empleo de recursos sencillos y que han estado siempre a! alcance del hombre desde que el mundo es mundo. Tales fuentes no son otras que la alimentación, el agua, las plantas, la energía solar y la actividad física. Por esos medios, que no cuesta nada adquirir —con ex­ cepción tal vez de ciertos alimentos—, es posible hacer que el organismo enfermo —enfermo de los excesos o las limitaciones que son resultantes de la vida moderna y de las grandes con­ centraciones humanas— adquiera de nuevo lozanía, vigor, for­ taleza, salud. Incluso puede lograr el tratamiento naturista que la persona caduca y enferma rejuvenezca físicamente cuando un prematuro envejecimiento, causa de la vida desordenada, lia marcado huellas en el físico.

Ilustración N’6

Hoy, por ser éste el tema del presente capitulo, nos extendere­ mos con mayor detenimiento sobre el particular, a fin de que

Por supuesto, la terapéutica de las enfermedades, por me­ dio del procedimiento naturista, difiere en alguna forma, pero no en lo sustancial. Los métodos siempre son los mismos, en todos los casos, lo mismo (pie los agentes terapéuticos. Lo que varía es la forma de aplicación. En algunos casos será necesario emplear, por ejemplo, mayor cantidad de ciertos agentes, en otros habrá que suprimirlos por completo, i emplazándolos por otros que hagan el efecto deseado. Por lo expuesto, tenemos entonces que la Medicina Natu­ rista ofrece al hombre la oportunidad de restablecerse de todas las dolencias que lo afectan o puedan afectar en el futuro. La Medicina Naturista le proporciona, asimismo, la capacidad de ser el propio árbitro de su salud. La Salud, el Naturismo y la Iridología

Como resultado de ello vemos que la persona puede, lle­ gado cierto momento de autocapacitación, conocer su salud con mayor profundidad, incluso, que su médico. Y ello porque estará en condiciones de reconocer todos los síntomas y las ca­ racterísticas de su mal. La Medicina Naturista enseña también al hombre a seguir un régimen do vida sano, eximiéndolo de todas las taras alimentarias y de otra índole que lo afectan cuando, apartán­ dose de la naturaleza y de la vida sana en contacto con ella, sigue normas torcidas y contraproducentes para su salud física, mental y espiritual. F.I ejercicio, los baños, las plantas medicinales, la energía solar, las curas de contacto, la alimentación racional y el aire oxigenado, son los elementos que ayudan a mantener un buen estado de salud. Lo que el método naturista enseña es, precisa­ mente, cómo utilizar y en qué medida y ordenamiento, a dichos agentes. Ahora bien, ¿qué relación existe entre estos dos aspectos, es decir, la salud y la Medicina Naturista, con el Irisdiagnóstico?

ifu&Iración Nfl 7

LA

Como vamos a ver en seguida, uno muy estrecho. En efecto, se puede reconoccr una enfermedad por los síntomas. Eso es elemental. Por los cfectos y los síntomas des­ cubrimos que padecemos de tal o cual dolencia. Aquellos, si no tenemos cultura naturista, nos inducen a apelar a los servicios dc un medico. Este seguirá la iudicaddn dc aquéllos y proccdcra de acuerdo. Que lo haga certeramente o no, dependent de su visión como profesional. Reconocimiento de la enfermedad por el Iris

¿Pero que resultara en cl caso de que el profesional equi­ voque el diagnostico por la mala interpretation de ciertos síntomas? No sería la primera vez que ello pueda ocurrir. Des­ graciadamente, ocurre muy a menudo. Los síntomas suelcn ser torcidamente interpretados, no por error del medico, sino por­ que aquéllos son mal explicados por el propio paciente, o coníundidos en sus manífestaciones. La historia medica esta llcna dc errores, a vcces íatales, de este tipo. Muchas personas pcrecicron por causa de una mala interpretación. La junta medica, por otra parte, tiene la mi­ sion de aclarar el panorama clínico cuando los síntomas no son interpretados correctamente, cuando existe posibilidad de error, o cuando aquellos no son sufieientemcnte claros. En otras ocasiones, ocurre que los síntomas de una eníermedad pueden Fácilmente ser coníundidos con otros. Eso es muy íacil, especialmente en el caso de las dolencias digestivas, o en las enfermedades internas. Una Hebre continua, no identiticable a pesar de los analisis, de la radioscopía, etcetera, puede causar la adoption de medidas graves que, a la postre, resulten íunestas. Dc consiguicnte, es muy útil que sea el propio enfermo quien pueda determinar su enfermedad y no solamente por la experimentation de los síntomas, sino por la manifestacion de ellos.

IRlsniAGNOSIS

33

Nos estamos reíiriendo, claro esta, a la manifestacion de la enfermedad en el iris.

Las enfermedadss en el iris Todas las zonas del cuerpo llevan en su eóustitúcibu íísica y orgánica delicados íHamentos nerviosos, los cuales, por distintas redes, vienen a vincularse con la masa emeí/dica. Esos mismos Llamemos nerviosos sc Italian conectados, como puede verse por los grabados, con el iris y los nervios faciales. Vale decir, cuanto ocurre en aquellas zonas, sea en forma de afeccion o de dolor, se reíleja tanto en el rostro como —toda­ vía mas fehacientemente—, cu el iris. Por consiguiente, tenemos cue es posible determinar, me­ diante un examen del iris, que zona y que organo del cuerpo se Italian afectados, ya por una enfermedad, ya por un dolor. Si una persona conoce cl ntapa iridok>gico, podra entonces saber con claridad meridiana, qué tipo de dolencia le afecta. Si los síntomas coincidcn con tales manifestaciones, se ternlna entonces, ldgicamente, un diagnostico certero, que el medico naturista ^^níirmara con toda seguridad. La presente obra, como lo hemos expresado antes, tiene el objeto íundamental de llevar al mayor número de personas que se interesan por las enfermedades, desde el punto de vista de la Medicina Naturista, y que desean o procuran curarse de las mismas con ayuda dc sí mismos y la aplicacion del trata­ miento naturista. Nuestra coleccion de obras naturistas no estaría comple­ tada, entonces, si no oírecieramos aquí la oportunidad de re­ conocer las enfermedades de una manera acaso m;ís segura que la sintómatología. Porque, a nuestro juicio, no puede caber diagnostico mas completo que «aquel que se basa en la iriscopía. No h.ay lugar del cuerpo, organo o glandula, por pequeño que sea, que no se halle reílejado en el iris, ya el derecho o el izquierdo. Mirando el iris con ayuda de una tupa, observando su

constitución, líneas, sombras, claros, ondas, etcétera, que se presentan en ellos, así como los colores, se tendrá —si sc proce­ de con las instrucciones que damos en los capítulos siguientes y en la forma que se indica— un claro panorama del sistema orgánico y de la parte posiblemente afectada. Cabe señalar aquí que si la iriscopía fuese aplicada por la ciencia oficial, muchos médicos adquirirían fama y celebri­ dad por la certeza de sus diagnósticos. Pero para muchos dis­ tinguidos profesionales, la iriscopía sólo es una rama de la charlatanería y por consiguiente indigna de que un reputado médico oficial la tome en cuenta. Pronto veremos cuán funestamente equivocados están quienes obran de acuerdo con este falso concepto. Veamos ahora en qué consiste la relación de los órganos del cuerpo y el iris.

Reflejos orgánicos en el Iris La mitad del cuerpo es reflejada por cada ojo: de esa ma­ nera podemos observar que el área del corazón y del bazo se encuentran en el iris del ojo izquierdo mientras que en el iris del ojo derecho hallamos la zona correspondiente al hígado. En cada iris están ubicados los órganos pares; los órganos únicos son divididos por el plano vertical que pasa por el eje de la nariz y espina dorsal. Dichos órganos están representa­ dos por mitad en el iris correspondiente a cada ojo; así sucede con la boca, lengua, tráquea, esófago, órganos genitales y uri­ narios, columna vertebral, etc. El sistema nervioso de la vida vegetativa, gran simpático, se encuentra rodeando la pupila y formando su borde. El área del estómago se ubica rodeando este anillo ner­ vioso, el eje de la vida; el área del intestino grueso e intestino delgado rodea la zona estomacal. 'reliemos aún el sistema neuroglandular y circulatorio que está ubicado alrededor de la zona digestiva. Los otros órganos del cuerpo están en situación indepen-

!

Ilustración N"0

diente con respecto al aparato digestivo y tienen en el iris una ubicación de forma radial llegando al borde externo del disco iridal; la píe! se refleja en esta zona. El proceso vital está fundamentado en las funciones ner­ viosa y digestiva y, no debemos olvidar que la sangre, que es un producto de la digestión, nutre a estos mismos. La división de nuestro organismo en dos mitades justifica la fortaleza que tiene un lado del cuerpo con respecto al otro, en ciertas personas; por consiguiente, es lógico que el lado derecho de un individuo no sea invulnerable a ciertas enfer­ medades, mientras que en otros las enfermedades afectan con más facilidad el lado izquierdo. Muchas veces, en una misma persona el iris de uno de sus ojos aparece en estado de normalidad, mientras que en el otro es posible advertir alteraciones más o menos pronunciadas. Ra­ ramente, suele observarse también que el color en el iris de un ojo es diferente al otro, lo que acusa una degeneración más pronunciada en la constitución orgánica de un lado. La ubicación de ¡as diferentes áreas en el iris no es un hecho casual, sino real. La sabia Naturaleza nos hace apreciar la reproducción fiel del interior de nuestro cuerpo a través del cristal del iris y por él podemos anotar las acusaciones contra nuestros actos violaiorios de las leyes naturales.

Capítulo Ill

te, quiera conocer mas o menos profundamente esta nueva ciencia del irisdiagndstico, s<>lo debe estudiar y retener en la memoria las condiciones idcalcs tie la interpretacion de los sintonías que se reflejan en el iris de los ojos. Para lograr tal conocimiento, que en otras circunstancias y en otros tiempos hubieran sido conceptuados hasta como milagrosos, no sera necesario sino que siga esas instrucciones al pie de la letra. Pero basta de digresiones y entremos en materia.

MAPAS IRISNOSTICOS USUALES Mapa Primero: Círculos Concentricos Que son los Mapas

Por los grabados adjuntos podran verse una serie de mapas irisnosticos en uso actualmente por diversos maestros que se dedican a esta ciencia de la Iriscopía. Significamos con ello que en la presente obra nuestros lec­ tores habrán de encontrar no solo las instrucciones que son similares a otras en circulación, sino que, de tener otros trata­ dos sobre el mismo tema, podran interpretarlos de acuerdo con sus claves. Claves quc son, en suma, normas de analisis y distribucion de zonas, de acucrdo con la manifestacion refleja organica en el iris. El método de estudio, como habra de verse en seguida, no puede ser mas simple. Hasta una persona con elementos basicos de education podra interpretarlos y ponerlos en practica. Por lo demas, al realizar el repaso de la anatomía y la fisiologia del ojo, y luego al estudiar la relation del cuerpo con el iris, hemos venido poniendo en practica nuestras enseñanzas. Quie­ re decir, entonces, que el menos avisado de nuestros lectores esta en condiciones de trazar su propio mapa irisnostico, en primer termino, y luego de interpretarlo y aun de interpretar otros mapas. En una palabra, podra hacer su propio diagnostico y podra, asimismo, ser útil en cl caso de otras personas enfermas menos favorecidas en este conocimiento. En suma, el enfermo o la persona que, sin serlo realmen­

Como se vera por el grabado adjunto, Mapa 1, tenemos que el iris, para mayor comprension e interpretacum, se halla dividido en seis circulos concentricos. Seis para el iris derecho, seis para el izquierdo. Observese, sin embargo, que la numeration o clasificacion de tales circulos va de adentro hacia afuera, en los dos iris. Asi vemos que el circulo numero 1 corresponde al ccutro del ojo. De ahi por el lado interior (tomese nota de esto, pues es importante) parte el primer circulo, el segundo y los restantes. Ahora bien, para saber qué zonas o que sector del cuerpo comprende cada circulo, haremos un breve resumen de su contenido. Circulo 1

El circulo 1 senala la zona estomacal. La zona estomacal se halla reflejada en los dos iris, el de­ recho e izquierdo. Incluso puede determinarse el lugar exacto de la afeccion con solo examinar el iris en el cual se observa la perturbation. Por consiguiente, cuando existe una ulcera estomacal, por ejemplo, situada en el lado izquierdo del estomago, dicha do­ lencia se reflejara en un sector del circulo 1 del iris izquierdo. En los ejemplos que iremos estudiando luego veremos cómo se aplica tai interpretacion.

Circulo 2

El circulo 2 señala la zona intestinal. De la misma manera que en el caso anterior, la zona in­ testinal se halla reflejada en los dos iris. Y tal como en el ejemplo anterior, tambien sera posible hallar el lugar exacto de la afección intestinal, con solo examinar el iris donde apa­ rece la anomalía.

MAPA N’ 1 E1 extremo del intestino grueso, el recto y el ano, aunque podria incluirse en esta clasificacion, aparecen, sin embargo,

en los circulos 5 y 6, exteriores, correspondiendo el ultimo al ano. Veanse los Majias 5 y 6.

Círcuta 3

El circulo 3 delimita el sistema circulatorio y la parte en­ docrina del organismo, especialmente las internas, como las glandulas del pancreas y el bazo. Tambien parte del corazon, el hígado y la vesicula biliar se encuentran dentro del circulo. Pero en relacion al area comprendida por el circulo 3, no es lo mismo en ambos iris. Aqui se advierte ya una gran dife­ rencia. Rogamos consultar detenidamente los Mapas 4, 5, 6 y 7. Se vera asi que, mientras en la zona del iris derecho, por ejemplo, del lado externo se ve la presencia del higado, en el lado externo del iris izquierdo se encuentran el pancreas y el bazo. Para el estudio de los dos iris y su compleja distribución de (irganos y zonas organicas, se debe tencr en cuenta que el iris viene a ser (si tomamos un ejemplo gráfico practico) como si en tinta copiativa tomaramos el iris derecho y luego lo aplicaramos sobre otra hoja de papel. Al abrir ambas hojas se verán fielmente reproducidas las zonas. Asi, por ejemplo, la cara, el cerebro, los pulmones, el corazón, se hallaran reprodu­ cidos casi con fidelidad. Pero no siempre ocurre asi con ciertos organos. En un iris se halla reflejado como hemos visto, cl hígado, en el lado exte­ rior inferior del derecho. Si la copia fuese fiel, el hígado de­ biera aparecer también en cl mismo lugar, exterior e inferior izquierdo, del iris izquierdo, pero no es asi, pues el lugar lo ocupan el bazo y el pancreas. Estas sutiles variaciones sera necesario estudiarlas con de­ tenimiento, grabandolas en la memoria, para no experimentar después lamentables errores. Otro ejemplo, en la parte inferior interna del iris derecho se refleja la zona vaginal y de la ma­ triz. En la misma zona, pero del iris izquierdo, se refleja el organo sexual masculino.

Círculo 4 El circulo cuatro delimita, primordialmente, el sistema muscular del organismo. Pero dentro de el se hallaran también algunos órganos importantes o partes de los mismos que ya se vieran en el circulo 3.

Círculo 5

El drculo 5 delimita el sistema linfático del organismo. Dentro de dl, sin embargo, se hallaran importantes organos, como los pulmones, parte del cerebro, el filero, la vejiga, la lengua, etcétera.

Círculo 6 En cste arculo se halla reflejada la zona de la piel. Asi­ mismo sera posible hallar en el algunas partes del cuerpo, como el cerebro, los ojos, la nariz, la boca, el a no, la vulva y en general todos los sectorcs exteriores del cuerpo.

Mapa Segundo: Zonas del Cuerpo.

Las zonas o mitades del cuerpo que corresponden a cada iris se encontraran en el Mapa 2, que a tal efecto muestra los iris derecho e izquierdo y sus correspondientes cuatro mitades. Si examinamos ahora el mapa correspondiente al iris de­ recho, veremos que su mitad superior corresponde con las mitades superior y posterior del cuerpo, y la superior y ante­ rior, igualmente. La mitad inferior del mapa, entonces, corres­ ponde: el inferior izquierdo, a la mitad inferior y anterior del cuerpo; y el derecho, a la mitad inferior y posterior del mismo. Hemos dicho que el iris izquierdo viene a ser una copia del derecho. Si examinamos la mitad superior del mapa corres­ pondiente a ese iris, tendremos entonces qtie la mitad superior izquierda (que corresponde a la derecha del iris derecho) re­ fleja la mitad superior y anterior del cuerpo. La mitad supe­

rior derecha (correspondiente a la izquierda del iris dereiho) refleja la mitad superior y posterior del cuerpo. Por supuesto, la mitad inferior del mapa, subdividida a su vez en otras dos, derecha e izquierda, corresponde a la mi­ tad inferior anterior y a la mitad inferior y posterior, respec­ tivamente, del cuerpo. Asi tenemos clasificado por zonas, diríamos, el mapa que ahora entraremos a estudiar con mayor detalle. Mapa Tercero: Zonas del Cuerpo en el Iris

Los dos grabados, correspondientes a los Iris derecho e izquierdo, respectivamcnte, creemos que son bastante explícitos de por si. Sin embargo y a mayor abundamiento, para la mejor comprension del lector, vamos a explicar su diagrama. Como se vera, en primer termino tenemos que cada mapa o circulo se halla dividido en doce casillas, partiendo desde la hora doce de un rcloj, casilla que corresponde al numero 1. Por orden regular y en el mismo sentido que las manecillas del reloj, siguen las otras casillas, hasta completar la doce. Esta division en casillas es muy importante, como no tar­ daran en ver nucstros lectores. Cuando se haga la clasificacion o interpretacion de los iris, mencionaremos con frecuencia los números de casillas donde se advierten las afecciones o dolen­ cias. Si nuestros amigos consultantes guardan memoria del orden y la colocacion de las casillas, podran ubicar sin dificul­ tad el lugar donde se encuentre el organo o la zona organica afectada. Pero la division en casillas es solo uno de los aspcctos del mapa que estamos estudiando. En efecto, en torno a cada mapa o circulo se vera la inscripc^n de zonas organicas y/u organos a que corresponden. Diclia clasificacion se hace en ambos iris y es aqui donde, por primera vez, advertimos las diferencias. Diferencias que sera necesario tener en cuenta posteriormente.

Veremos entonces que la parte superior de cada círculo, el centro, que comprendería las casillas 1 y 12, corresponden al cerebro, cerebelo y la frente. Por orden correlativo vienen luego los otros órganos. Conviene (pie nuestros amigos memoricen bien esta ubica­ ción, que ayudará a comprender mejor los mapas 4, 5, 6 y 7, que pasamos a considerar en seguida.

MAPA N ’

2

Mapa Cuarto: Órganos en el Iris

Vemos ahora, dentro del diagrama anterior, la colocación de los órganos respectivos y que corresponden a cada Iris. Fácil le resultará ahora al lector determinar la exacta ubicación de cada zona, parte u órgano del cuerpo, dentro del correspon­ diente iris. El mapa 4?, como los anteriores, es doble, derecho e izquierdo, y corresponde a los iris de ambos lados. Nuestros amigos harán bien en estudiarlos con deteni­ miento, fijando al mismo tiempo en la mente la distribución de zonas y casillas. Mapas Quinto y Sexto: Órganos en el Iris

Estos dos mapas, iguales en su dibujo', distintos en su dia­ grama, nos permitirán apreciar los iris derecho e izquierdo, junto con las zonas orgánicas que cada círculo, casilla y mitad reproduce, pero excluyendo a los últimos del dibujo. Ello no sólo nos da mayor claridad de visión y concepción, sino que aclara también la distribución de los órganos. Podemos decir que ahora sí estamos en condiciones de ubicar con facilidad la afección que observamos en nuestro propio iris o en el de quien se confía a nosotros.

Iris Izquierdo

Iris Derecho

PROF.

ALEX

HAENDEL

MAPA N9 3

LA

IR IS D IA G N O S IS

Mapa Séptimo: Recapitulación gráfica En este mapa, que representa los dos iris, hemos creído necesario expresar gráficamente, para su Ultima comprensidn, las localizaciones organicas en ambos iris, con clasificación interna de los organos. Esto hará imposiblc ningún error, que podria cometerse de no existir una clasificacitm previa general de cada organo cn relación .a su ubicacion en el mapa. Por ello crecmos haber completado el estudio de los Mapas Iris.iosticos, los que, sin embargo, deben repasarse con frecuen­ cia durante las observaciones, hasta llegar a familiarizarse por completo.

Maneras de Examinar Supongamos abora que no somos nosotros mismos quienes deseamos estudiar nuestros iris, para “saber” las enfermedades que nos aquejan o amcnazan, sino que alguien, confiando cn nuestra capacidad dc juicio y análisis, viene a vernos y pedirnos el favor de examinar sus ojos. ¿Cómo debemos proceder? De la manera mas sencilla. En primer término, todo irisdiagnosticador debe tener su lupa, cuanto mas potente, mejor. Ello permitira advertir todas las pequenas y sutiles manifestaciones de la naturaleza que, por medio de los iris, nos diccn que males nos aquejan. Debe tener frente .a si los croquis de ambos iris, en bianco, para insertar en ellos las observaciones que vaya fijando: lineas, ondas, sombras, puntos, rayas, etcetera, en cada punto preciso del iris. } En tercer termino, debe realizar el examen de los iris a la luz natural o a la de un foco, colocando al interesado de modo que los ojos, y particularmente los iris, no brillen ni reflejen la luz. Tomadas estas medidas, se procedcra a examinar cl iris dcrecho, por zonas. Si cn alguna de ellas se observa algo im­ portante, debe examinarse inmediatamente el mismo organo

—si esto es posible— en el iris opuesto. Si la observacion de­ muestra la existcncia de .algún punto, sombra, linea, indicara (como veremos luego, en el estudio pertinente de las manifes­ taciones iridologicas) la existcncia de una cnfermedad estable­ cida en -determinado organo, y la naturaleza del mismo, es decir si es grave o no. Estamos ya en condicioncs de conocer los proximos secre­ tos del irisdiagnóstieó. Pasemos, pues, el umbral dc la experimentation práctica.

Capítulo IV

CUADROS DE ESTADOS PATOLOGICOS Contextura orgánica En los cuadros que siguen, a los cuales hemos agregado los dibujos pertinentes, nuestros lectores hallarán la guia más completa sobre la naturaleza de los signos que se encuentran a menudo en el iris y que señalan, sin lugar a dudas, las dolen­ cias ocultas o declaradas que afectan a una persona. En consecuencia, los signos que se vayan estudiando indi­ caran qué y como se debe interpretarlos. La contextura orga­ nica, como ya lo hemos dicho repetidas veces, se manifiesta por medio de tales signos, ya en forma de lineas radiales, circula­ res, círculos, manchas, esponjamientos, canaletas, etcetera. Por lo expuesto, poseer el dominio de la cabal interpre­ tación de tales signos es poseer el secreto de la iridologia. Como se ve, esta segunda parte del conocimiento iridológico es tanto o mas importante aún que el conocimiento anterior, expuesto en los tres capítulos precedentes. Es por esta razon que a dicho estudio hemos dedicado todo el resto de la obra. Sin el, seria falsa toda presuncion de sabiduría iridologica y de capacidad de irisdiagndstico. Nuestros lectores deben comprender que solo la conviccion de que es preciso sanear el campo de la Medicina Naturista, otorgando solo a personas capacitadas la posibilidad de obte­ ner conocimientos útiles a si mismos cuanto a la sociedad o humanidad dohentes, nos obliga a exigir, por medio de una

seria demanda de estudio, que quienes emprendan el mismo lo hagan animados del sincero propósito de autosuperación. No se trata de crear charlatanes ni curanderos, sino personas conscientes que se ayuden a sí mismos en caso de enfermedad. Todo otro propósito sería mezquino y por tanto punible. A aquellos que acudan a nosotros con su acervo de peque­ ñas y bastardas ambiciones y que encuentren —por ello mismo— difícil el estudio que sigue, les decimos que harán bien en aban­ donar aquí mismo sus presunciones materialistas. La iriscopía es una ciencia verdadera, altruista, humanitaria. Por tanto, no puede estar al alcance de cualquiera. Si se encuentran dificul­ tades en el estudio posterior, o si nuestras explicaciones resul­ tan demasiado técnicas, les rogamos que no sigan adelante. Está visto que no es para ellos este estudio. Por lo demás, a quienes se hallan enfermos y requieren un diagnóstico exacto, les recomendamos que acudan a un médico naturista, especia­ lista en irisdiagnosis. Dicho esto, prosigamos. Clasificación del Iris

Fig. N9 1 El primer conocimiento racional sobre la constitución de los iris se refiere a su clasificación, llay iris de cuatro clases.

Estudiemos el primero: o sea, iris perfecto. En la trama del tejido iridal las fibras son compactas, fir­ mes y uniformes, sin manchas ni imperfecciones. Con ayuda de una lupa se pueden ver, en algunos iris, unas lineas muy finas blanquecinas. Este iris se suele hallar en niños nacidos de padres sanos, que llevan una vida metódica, en plena natu­ raleza. Los individuos que tienen la suerte de poseer un iris asi conformado, deben valorarse como depositarios de un patri­ monio que será heredado por sus descendientes y de cuyo valor son responsables.

pática y ciertas veces el rosario linfático. Las fibras del tejido iridal son más o menos imperfectas y denotan inflamaciones y destrucciones; casi siempre hay marcas que muestran la acu-

Iris Bueno Fig. N9 3

mulación de impurezas que nacen de los abusos cometidos en la alimentación y de las eliminaciones deficientes de la piel, riño­ nes e intestinos. Iris Imperfecto

Fig. N9 2

El iris corriente entre las personas sanas, acusa una cons­ titución más que regular. Su color castaño claro o azul, se encuentra corrientemente algo mezclado. En el cuerpo del te­ jido iridal se observan pequeños defectos.

Iris Regular Este iris posee una conformación mediana con sustancias orgánicas impuras, presentando anillos nerviosos, corona sim­

Fig. N9 4 Este iris por su color e impureza se asemeja al anterior, pero posee una contextura mucho más débil. Sus fibras son

desordenadas, con aberturas, entre las que se observan manchas y sombras negras que muestran los procesos destructivos infla­ matorios y cronicos. Esta primera fasc del estudio que estamos realizando nos permitió conocer en que se distingue un iris perfecto de otro medianamente apto y de uno malo. Para un conocimiento limitado, ello bastaría. Pero nuestro proposito, como ya lo hemos dicho, es ir mas lejos. Mucho mas, en efecto, de lo que podrian esperar algunos desaprensivos. Ahora debemos entrar en el estudio de los signos iridolo^ gicos propiamente dichos. Aquellos que animados por un espíritu altruista y desinte­ resado, se propongan seguirnos en el estudio, verán que es muy importante, vital, diríamos, cl conocimiento sobre la forma y presentacion de aquellos signos.

mala o irregular de las células. Las líneas radiales ponen en evidencia esta deficiencia y por ellas es posible localizar el órgano afectado. En la figura 5 dichas líneas se encuentran ei tre las zonas 3 y 6 dentro del dominio de la zona gástrica. . Líneas circulares

La disgregación de los tejidos originada por el relaja­ miento de los mismos, se hace visible con la presencia de líneas

Los Signos Iridológicos

Los signos iridológicos se presentan no sólo en determina­ das zonas orgánicas reflejadas en el mapa irisnóstico, sino en ciertas formas o clases que es preciso conocer de memoria, para no aventurar un diagnóstico equivocado. Por consiguiente, sobre un mismo sector o zona u órgano, puede manifestarse una mancha, pongamos por ejemplo. Ello de acuerdo a lo que veremos luego, será un tipo de manifesta­ ción patológica. Si en lugar de manchas, es una línea, o un punto, o una canaleta, el órgano en cuestión estará padeciendo diversos estados en el proceso peyorativo de la enfermedad, ya que cada forma indica un tipo distinto. Pero entremos ya en el apasionante estudio que estamos señalando. Líneas Radiales:

El relajamiento tisú lar es ocasionado por la nutrición

en forma de círculos en dirección perpendicular a las líneas radiales, fig. 6.

Debilidad del iris

El iris sin fortaleza acusa la debilidad del organismo. Este iris así constituido contrae enfermedades con suma facilidad, siendo especialmente propenso a la tuberculosis y neoplasias.

Fig. N9 7

En la figura 7 se pueden distinguir las formaciones pa­ tológicas explicadas, en el área 3-4.

Dilatación de la pupila

figura 9 se puede apreciar que la parte afectada es la hipogástrica, que se encuentra entre las partes 5-7.

La figura 8 difiere completamente de las pupilas nor­ males y contraídas, ya que esta nos indica la existencia de una pupila dilatada muy dolorosa.

Signos de úlcera

Las manchas que se observan en la figura 10 son oscuras y circunscritas y acusan un grado tic ulceración avanzada.

Fig. N’ 10 Si observamos las manchas descritas en su núcleo más oscuro o negro, podremos vislumbrar la existencia de cáncer. En la figura es posible observar que los signos que se ven en el iris marcan la existencia de una grave ulceración avanza­ da, cerca del píloro, y un posible tumor canceroso.

Signos de fuertes dolores

Dolores más o menos intensos o repetidos a cortos inter­ valos causan la dilatación de la pupila y dan una marca carac­ terística al iris. El iris izquierdo en la figura 2, acusa un mal cardíaco que ocasiona el síndrome doloroso. Signos angulares Estas marcas indican la existencia de una zona afectada en el organismo, con dolores recidivantes difíciles de combatir. En la figura 9 se puede observar un iris que evidencia la gravedad del mal. La pupila dilatada acompaña a los signos angulares en el noventa y nueve por ciento de los casos. En la

Las líneas claras onduladas en zigzag, son signos de dolo­ res recidivantes, que sobresalen dentro de los otros signos con­ currentes. Estos signos se pueden divisar en todas las zonas del iris. En la figura 11 se encuentran en la zona que corresponde a la región vesical, tie 4-6. Signos de desecación

La formación en el iris de característicos signos en forma de cadena se debe a la insuficiente o mala circulación sanguí­ nea. Estos signos de desecación acusan la mala provisión de

sangre en la zona tisular, ya que cn un mismo órgano la san­ gre llega de manera abundante o insuficiente. La razon de esta anomalía es la relajacion del tejido y la natural inclinacion a adquirir ciertas enfermedades.

Estados inflamatorios

La existencia de procesos exudativos es revelada por estos signos catarrales, que aunque agudos tienen tendencia a la cro­ nicidad por su duración prolongada. En el límite entre la faz aguda y la crónica se encuentran estos estados inflamatorios. La afección se reduce en el proceso crónico y aparecen sig­ nos anulares de bordes netos en el iris. Si sc observan signos pequeños y claros, colocados estrechamente uno junto al otro la afección es de suma importancia. Esto se puede observar en el sector del iris 8-10 de la figura 14.

Fig. N? 12

En la figura 12 se puede ver de 9 a 11 un gran diverticu­ lo, seno que destaca un trastorno tisular muy intenso. Signos catarrales

Las líneas radiales en grupos o haces indican la presencia de signos catarrales que revelan un estado constitutivo inclina­ do a soportar inflamaciones. Se encuentran, indistintamente, en zonas mucosas o mem­ branosas, como así también en la zona correspondiente al tubo

O 0 Fig. NQ 13

Fig. N'-’ 14

digestivo; siempre acusa predisposición hacia la inflamación de las mucosas. En la figura 13 dichos signos sobresalen entre las zonas 2-3 de la región que corresponde al tracto intestinal.

Vegetaciones o Proliferaciones Manchas redondeadas u ovaladas de color gris oscuro son las que manifiestan estos signos. Una gran debilidad constitu­ cional es un factor causal más importante. Estas manchas sig­ nifican transformaciones orgánicas.

Fig. N’ 15

Fig. N9 16

La zona vesical 3-5, lesionada, es la que muestra la figu­ ra 15. Una afección crónica de larga data es la que acusa este signo. Signos da labilidad visceral

Estos signos expresan que hay una menor capacidad de resistencia cn ciertas partes de algún órgano u órganos. El te-

jido reblandecido determina el reblandecimiento de una zona limitada que se manifiesta en el iris por los signos ya descritos. Son bien visibles, dentro de la region gastrointestinal, en la zona 3-6 de la figura 16.

presa una inclinación especial a sufrir de continuo enfer­ medades.

Deshidratación de los tejidos

Estos signos que están correlacionados estrechamente con la enfermedad principal y que señalan zonas dolorosas se pue­ den observar especialmente, en las enfermedades nerviosas. En la enfermedad se perciben aun en los intervalos, entre los pe­ ríodos de agravación o mayor intensidad del mal. Mediante la observación de las zonas dolorosas por estos

Los tejidos deshidratados están distribuidos por todo el iris, en forma de celdillas o en panal, significando defectos de la nutrición celular y mala distribución de los elementos de de­ fensa orgánica. Estos signos expresan predisposición a contraer enfermedades escrofulosas o tuberculosas. La curación será difícil si los órganos afectados son de importancia vital, el irisdiagnóstico señalará, entonces el peligro latente. En la figura 17 las diversas manchas de color claro que se observan son notables por la intensidad, especialmente en 3-5.

Signos de necrosis

Las variaciones en el iris que permiten reconocer la impor­ tancia de la afección son seguidas por cada etapa del desarrollo de la enfermedad o de pérdida de sustancia orgánica.

Fig. N? 18

Las manchas más grandes son puntos o zonas oscuras reu­ nidos; para el órgano afectado son, a su vez, signos de mayor daño que indican la gravedad de la lesión orgánica. La zona oscura entre 8-9 puede observarse en la figura 18. El iris izquierdo que tiene los signos más chicos, semejantes a puntos como las pequeñas manchas y oscurecimientos 8-9 ex­

Signos de enfermedades nerviosas

w Fig. N9 20 signos, el irisdiagnóstico puede confirmar una forma fuerte de histeria o jaqueca. Se puede observar un conjunto de signos nerviosos en el iris derecho de la figura 19 desde 2 a 5 en la región corres­ pondiente a la tráquea. Nervios débiles

Los estados de debilidad son indicados por signos finos y estrechos, situados uno al lado de otro. Los fenómenos doloro­ sos no siempre acompañan estos estados. La debilidad general cerebral es un tipo de afección que puede dar estos signos. Los signos descritos del iris derecho de la figura 20 lo expresan así; estos mismos signos se distribuyen en la región cefálica entre 10 y 1. Signos de curación

Cuando se desarrolló un proceso grave en las zonas que

acusaban capacidad de resistencia disminuida, cuya curación l'ue completa después de un tiempo, aparecen en el iris signos que acusan la eliminación de la enfermedad. Una forma cerrada característica adquiere el signo abier­ to hasta entonces. Estos signos tienen siempre el mismo signi­ ficado aunque se encuentren en zonas diversas. Son bien visi­ bles en 2-3 en el iris de la figura 21.

CASOS PATOLÓGICOS EN IRISDIAGNOSIS

Nidos de tenias o ascárides La existencia de parásitos intestinales son indicados por signos en forma de nidos, como los que se pueden ver en la figura 22.

Fig. N’ 21

Capí n t o V

Fig. N9 22

En el iris derecho de la figura 22 son visibles en 2-5 estos nidos apiñados en grupos individuales.

Estudio fundamenta] Hemos expresado, al empezar el capítulo anterior, que nuestra misión didáctica y, si se nos permite, humanitaria, tiene un sentido elevado: iluminar a la humanidad doliente y llevarla hacia el alivio con ayuda de sí misma y de la madre naturaleza, tan pródiga en los dones que ha distribuido sobre la faz terrestre. Con esto, taxativamente, dejamos sentado que nuestro propósito no es servir intereses mezquinos de gentes aprovecha­ das y sin conciencia, que pueden hacer de esta ciencia de la iriscopía un vil comercio, Quien venga a nosotros animado del sincero deseo de servir a la humanidad por este medio, encontrará en esta obra todo el aprendizaje, el estímulo y la posibilidad de lograr sus propósitos. A ellos, a quienes nos sigan paso a paso en la larga y a veces agotadora tarea del estudio concienzudo, les decimos que el final será más grato del que puedan imaginar. El co­ nocimiento adquirido les servirá para sentirse más satisfechos de sí mismos que en otras circunstancias. En una palabra, ellos hallarán en las dificultades del estudio, precisamente la satis­ facción que han venido a buscar. Pero quienes hayan acudido a nosotros en demanda de un medio de especulación o de comercio, se sentirán defrau­ dados. En aquellas dificultades encontrarán vallas insalvables,

porque sin parar mientes en las explicaciones a veces minucio­ sas, querrán llegar mas pronto a la meta. Y una vez allí descu­ brirán que apenas saben algo mas quc al principio. La explicación de esta defección es simple: nc se habrdn identificado en ningún momento con el espíritu que impulso la creacion de esta obra de divulgación científica. Y en este sentido, toda la obra de la Medicina Naturista es altruista v generosa como lo es la misma Naturaleza. No hay terminos medios ni razones para explotar al ser necesitado. Lo que la naturaleza prodiga con tanta generosidad no puede ser acaparado por unos cuantos inescrupulosos. No se puede co­ merciar con las enseñanzas y experiencias de la ciencia natu­ rista, de la cual la iridologia es una rama esencial. En las paginas que siguen, hasta finalizar la obra, nues­ tros lectores encontrarán el estudio en diagnosis de diversos casos patolbgicos. Elios tienen el propósito de demostrar, con la práctica, cbmo se debe interpretar la presentacibn de signos en el iris, de conformidad a la clasificacion que hemos estudiado en el pre­ cedente capitulo. Vale decir, que quien se decida a servir a la humanidad por este camino, tendra a la vista muchísimos casos que le serviran de ejemplo y de guia. En casos de duda, o en casos en que los signos demuestren posibilidad de errores, o de complicacibn, tambibn en esos ejemplos podran hallar la debida orientacion. Generalmente, debido a que se presentan varios signos a la vez, ubicados en distintas zonas organicas, la interpretacion parece dificil y complicada. Sin embargo, no siempre es así. Bastará que se observe el iris con detenimiento y por la forma y la profundidad de los signos podrá verse donde empezo el mal, dbnde se halla la raiz del mismo, y cuales son las ramifi­ caciones. De la misma manera, se puede incluso anticipar qub otros males subsecuentcs vendrán si el paciente no es atendido. Y tal profundidad de conocimiento es, prccisamente, el que deseamos adquieran nuestros sinceros lectores. Sin estos ejemplos, sin las guias y las muestras que constituyen, en suma,

los casos que pasamos a estudiar sin solución de continuidad hasta el final, sólo tienden a proporcionar al estudiante de irisdiagnosis la seguridad que le hará falta para determinar, en la práctica, los casos que se le presenten. El organismo humano se compone de varias partes, todas ellas fundamentales. Por consiguiente, nuestro estudio debe referirse a cada una de ellas. Empezamos entonces con el es­ tudio de los casos que comprenden afecciones en la cabeza y/o el cerebro. En los capítulos siguientes iremos tratando, por orden de continuación, los otros casos. Los ejemplos que se dan, debemos advertirlo, son unila­ terales. Quiere decir, en ningún momento deben ser tomados como moldes o patrones. Cuando más servirán para ilustrar sobre otros casos parecidos, pero sin que los signos sean idén­ ticos en su manifestación ni tampoco en su interpretación. Dicho esto, empecemos.

CABEZA Y CEREBRO

Caso 1

Iris derecho. — Las finas líneas radiales en la zona de la cabeza representadas en el iris son los síntomas accidentales

Fig. N9 23

que padece cl enfermo, como las cefaleas de 1-2. Las manchas oscuras en 3 en la zona correspondiente a la traquea y en 8-9, cn la bronquial acusan una hipersecrecion mucosa simultanea dc traquea y bronquios. Iris izquierdo. — Los mismos signos descritos en el iris an­ terior aparecen en este iris. El iris nos dice que no hay pertur­ baciones nerviosas ya que ellas corresponden únicamente al funcionamiento organico. Las alteraciones de un lado del cuer­ po son mas peligrosas y requieren mayor cuidado cuando el iris izquierdo aparece mas debil que el derecho. Las zonas co­ rrespondientes cn cl iris son m.ás oscuras cuando la circulacidn sanguinea es lenta, y, reciprocamente serán mas claras si la circulacidn esta acelerada.

iris. La hipertrofia de las amígdalas la indica el oscurecimiento incompleto del borde del iris. Iris izquierdo. — Mientras que en el iris izquierdo es más visible la parte inferior del cuerpo, en el derecho se nota una aclaración pronunciada cn la parte superior del cuerpo. En 9, aumenta el perímetro del cuello por la hipertrofia de las glándulas del mismo. Caso 3

Iris derecho. — Las capas blanquecinas cubren profusa­ mente la tráquea y la zona cerebral. El diagnóstico revela hipersensibilidad.

Caso 2 Iris derecho. — En la parte superior del iris, en la zona cerebral se ven iridaciones que indican alteraciones confirma­ das por el interrogatorio. La existencia de cefaleas no son ex-

Fig. N’ 25 El metabolismo desfavorable indica intensa alteración orgánica que se trasmite al iris por medio de manchas blan­ quecinas.

Fig. N’ 24

SLW.

presadas imprescindiblemente por estos signos, sino que expre­ san una extraordinaria sensibilidad a las corrientes de aire. Los trastornos neurálgicos son expresados por lineas blan­ cas, delgadas, situadas especialmente en el área superior del

Iris izquierdo. — La insuficiente irrigación del cerebro por la irregular presión sanguínea expresan la formidable de­ coloración en la zona cerebral. El iris superior con una tonalidad excesivamente clara indica anemia cerebral. Se nota un recargo funcional del cere­ bro (surmenage) y este signo de debilidad es el centro de agra­ vación orgánica.

Caso 4 Iris derecho. — En la zona traqueal esta localizada la afec­ ción. En 3, las diversas y especiales perturbaciones del tipo de insuficiencia funcional se encuentran en la zona de la traquea. Los tejidos de la traquea se ban debilitado al fijarse o adherirse en ellos la secrecion mucosa. Los signos oscuros de pérdida de sustancia expresan esta alteracion.

zona cerebelosa, indica trastornos epilépticos. Una mancha oscura que llega al borde del iris localiza este signo en 11. Los trastornos oculares y la acomodación y movimiento de ambos ojos ponen de manifiesto la alteración.

Fig. N9 27

Fig. N’ 26

Iris izquierdo. — En este iris se ha transformado el nítido dibujo que se observa en el iris derecho, en una trama difusa de color gris, especialmente en las regiones sanguínea y mucosa. El color original del iris ha sido cubierto por aglutina­ ciones mucosas. Solamente en la zona 9-10 se revela el color azul natural del iris de este enfermo. Hay una asimetría pupilar. La pupila derecha está menos contraída que la izquierda. Los defectos funcionales graves de las glándulas cervicales son indicados por los signos oscuros de carácter especial que se ven entre 9-10.

Caso 5

Iris derecho. — Los principales signos de agravación son causados por la hipofunción glandular. Los signos que atra­ viesan el 5*? círculo de la 3il gran región indican disminución de capacidad en la resistencia. Un signo bien destacado en la

En 2, estas alteraciones se muestran por una mancha cla­ ra y borrosa que indica la agravación de las zonas mucosas. Los signos de enfermedad cefálica, son los que revelan la relación del proceso patológico.

7r« izquierdo. — La intensa perturbación de la zona ce­ fálica es señalada por la tonalidad clara del área 12 a 1. El iris izquierdo revela zonas claras y oscuras de agravación como en el derecho. Caso 6 Iris derecho. — El oído medio sufre un proceso purulento desde hace dos años, y ha dejado en el iris signos profundos, como el pronunciado oscurecimiento de 10-11 en la región mucosa que presenta como fondo una tonalidad clara. Las lí­ neas nerviosas que señalan hipersensibilidad dolorosa se en­ cuentran en las cercanías de este signo. La participación de las amígdalas y faringe en el proceso patológico es indicada por los signos oscuros en 2 a 3.

Iris izquierdo. — La alteración de la zona cefálica, espe-

cialmente de 8 a 9, es mostrada por las líneas radiales de color bianco.

Capítulo VI

LA IRISDIAGNOSIS EN FUNCIÓN El Sistema Cardíaco

Fig. N9 28

El iris izquierdo señala la impresión general del iris de­ recho. En 2, es bien visible el signo del oído y tiene un punto oscuro característico.

En el precedente capítulo hemos estudiado algunos ejem­ plos prácticos para la interpretación de casos de afecciones en la cabeza y ¡o el cerebro. En este capítulo nos referiremos a los casos, alarmante­ mente numerosos pero que nosotros hemos sintetizado, de afec­ ciones al sistema cardíaco y circulatorio. En este aspecto van incluidos, implícitamente, aquellos casos de hipertensión, de arteriosclerosis, así como las afeccio­ nes cardíacas propiamente dichas. En algunos casos, fuerza será referirse a los orígenes de la dolencia, pues las afecciones del sistema cardíaco y circu­ latorio tienen su fundamento en la función digestiva, entre otros. Los lectores hallarán en estos ejemplos, así como en los anteriores, la gama de conocimiento y experiencia con la cual podrán, en el futuro, basar sus propias interpretaciones. Dicho esto, continuemos.

Caso 7 Iris derecho. — La insuficiencia cardíaca con alteración del metabolismo muestra un estado patológico serio. Las alteraciones sanguíneas con las debidas consecuencias

cardiacas se aprecian por los numerosos signos claros, casi blancos. Iris izquierdo. — Acusa las principales características que cl derecho. En 3, en la zona correspondiente al corazón, aparcce la afeccion preponderante. La existencia de una dilatacidn aortica seria seguramente confirmada por un examen

den paralelas junto a zonas oscuras hasta el borde del iris. Los diversos grados de claridad del iris expresan la insufi­ ciencia de irrigación sanguínea al corazón.

Fig. N9 30

Fig. N9 29 clínico. Se observan ramificaciones grandes y pequeñas que parten de los signos cardiacos y circulatorios arriba del signo antes mencionado. Estos signos raramente se manifiestan en otro iris con tanta claridad. En 3. la debilidad cardiaca, miocarditis, es indicada por un signo que aparece como un punto intestinal. En resumen, enfermedad crónica del corazón.

El debilitamiento de la fuerza de contracción del cora­ zón es indicado en 3, por el arco oscuro.

Caso 9 Iris derecho. — Un sector blanco rodea a la zona intes­ tinal en la región sanguínea desde 11 a 6. Es signo de recarga

Caso 8 Iris derecho. — Las áreas oscuras y claras alternadas que significan mala circulación de la sangre se ven en todo el sec­ tor medio del iris. La composición de la sangre es perturbada por la fun­ ción intestinal que se encuentra totalmente alterada y es cau­ sa del éxtasis circulatorio.

Iris izquierdo. — Las perturbaciones cardíacas de origen nervioso son indicadas por lineas claras y finas que se extien­

Fig. N9 31

funcional del sistema circulatorio. En la parte inferior de este iris se observa una decoloración desde 5 a 9, interrum­

pida de 10 a 4 que tiene relación con la circulación sanguí­ nea y con procesos incipientes de calcificación local. Iris izquierdo. — Como expresion de surmenage gastroin­ testinal se observan en primer término de 3—5 signos de de­ bilidad. Las perturbaciones cardiacas corresponden al sector oscuro en 3. La señal de debilidad pulmonar relacionada con la recar­ ga funcional cardiaca se observa cerca del borde del iris. A traves de todo el iris se observa la insuficiencia circu­ latoria. El mal funcionamiento de la piel por la deficiente circulacion superficial lo indica el signo circular que corre paralelo al borde del iris.

cardíaca, por lo que se hace necesario activar la circulación sanguínea y tonificar el músculo cardíaco. En 3, este mismo oscurecimiento de la zona cardíaca indica debilidad muscular del corazón, que provoca sensaciones de miedo y temor. Una futura afección se expresa por los anillos de “pér­ dida de sustancia", por los signos nítidos de poca consistencia tisular que se observan especialmente en el corazón.

Caso 11

Iris derecho. — Las perturbaciones circulatorias generales se indican por los anillos blancos que caracterizan el tipo constitucional.

Iris derecho. — Según la zona este iris presenta tonalidades más claras y más oscuras, esta variación debe atribuirse a la deficiente circulación sanguínea de los órganos que correspon­ den a las zonas más claras. Una desigual irrigación sanguínea, se expresa por la dis­ tinta coloración del iris en ambos ojos. La acumulación de sustancias tóxicas se observan en el color oscuro. Las perturba­ ciones circulatorias y la propensión a espasmos circulatorios se indican por los círculos claros.

Fig. N’ 32

Fig. N9 33

La zona cardíaca, también presenta signos de debilita­ miento importante, aun cuando el signo que se observe en 3 no es lo suficientemente intenso, como para atribuirle un mal pronóstico.

Iris izquierdo. — Aquí se expresan los mismos signos de irrigación insuficiente. La mala calidad de la sangre se expre­ sa por el anillo claro que aparece en la zona sanguínea. El enfermo, al ejecutar movimientos bruscos o gimnásti­ cos hace que en la zona cardíaca en 3 se produzca gran pér­ dida de sustancia o por lo menos gran debilitamiento.

Caso 10

Iris izquierdo. — Idénticos signos y agravaciones se pre­ sentan aquí. El signo en 3 expresa una incipiente debilidad

Los dos signos oscuros en 3, que provienen de la zona intestinal indican alteraciones cardiacas. Caso 12

por anillos claros y la aclaración total en 2 a 6. Esta debilidad es congenita al corazón. Para este tipo constitucional dichos anillos claros significan estancamientos circulatorios en la zona muscular.

Iris derecho. — En ambos ojos hay signos de insuficiente aprovisionamiento sanguineo y de debilidad cardíaca. La re­ gion cardiaca muestra perturbaciones que se manifiestan por palpitaciones con el esfuerzo o excitaciones emocionales. La zona gastrica e intestinal muestra una tonalidad mas clara, mas profunda e infundibiliforme, en ambos ojos. Por insuficiente aprovisionamiento sanguineo indican gran debi­ lidad gastrica e intestinal.

Fig. N9 35

Las perturbaciones glandulares están indicadas por la par­ te externa del iris que está oscurecida íntegramente.

Fig. N9 34 Iris izquierdo. — La impresión que se recibe al observar este iris, es la tic trastornos grandulares, cuya susceptibilidad no esta localizada en una zona orgánica particular, sino que incluye a todos los órganos. En resumen se observan en este iris debilidad tisular y muscular con la consiguiente debilidad del corazón.

Caso 13 Iris derecho. — Pequeños puntos negros ponen en eviden­ cia las zonas de debilidad. El tejido está debilitado y tiene mala circulación sanguínea. El debilitamiento está indicado

Iris izquierdo. — Una desigual aclaración manifiesta en este iris la deficiente irrigación sanguínea, siendo la región más débil en la parte exterior del iris en 5 a 12. Sobresale notablemente en 3 la zona cardíaca. Los trastornos funciona­ les en toilas las glándulas los indica la parte exterior del iris que aparece más oscura.

LA

IRISDIAGNOSIS

79

ración azul oscura. La repetición periódica del proceso gripal es indicada por zonas claras en el borde del iris. La enferme­ dad de los ganglios cervicales y la sensibilización de la laringe al frío es indicada en 3 por los signos oscuros.

Capítulo VII

LA INTERPRETACIÓN IRIDOLOGICA Casos da afecciones en el sistema respiratorio Por orden de importancia cn la constitución organica y en relation a la exposicion ya hecha, sobre las afecciones de la cabeza y el sistema cardiaco y circulatorio, consideramos necesario exponer aqui las complicaciones patolt'igicas concer­ nientes al sistema respiratorio. Para ello, hemos elegido algunos casos probados y feha­ cientes en los cuales las manifestaciones iridologicas coinci­ dieron con los síntomas y otras manifestaciones de la enfer­ medad. Por lo demas, en el estudio del irisdiagnostico existen pocas dudas cuando se presentan las manifestaciones de enfer­ medades pulmonares, por ejemplo. Entre ellas, la tuberculosis, a la que es posible distinguir, como se verá en los ejemplos ci­ tados, a simple vista. Pero solo el estudio y la capacitacion facultaran a un entendido a formular conclusiones sobre cualquier tipo de manifestation patoltigica en el iris.

Caso 14

Iris derecho. — Dcbilidad constitutional es el signo de este iris. Eos pulmones se encuentran especialmente afectados. Los signos de debilidad pulmonar de 9 a 10 se observan en la parte inferior del iris. Estos signos tenian al principio colo-

Fig. N9 36 Iris izquierdo. — En este iris el signo pulmonar es más evidente que en el derecho, los puntos oscuros indicadores del proceso pulmonar que certifican que las lesiones se han cerra­ do, se pueden ver haciendo un examen prolijo. De 2 a 3 se destaca la señal dc debilidad pulmonar que expresa una segu­ ra predisposición a la tuberculosis. En consecuencia, llegamos a la conclusión de que una enfermedad tan grave como la tuberculosis se la puede seguir en las zonas del iris. Caso 15

Iris derecho. — Los signos ovalados y alargados que sobre­ salen en ambos ojos nos permiten suponer una debilidad mus­ cular y tisular progresiva con una natural predisposición a la tuberculosis. Los grandes signos son notables, el traqueal en 3 y pul­ monar de 9 a 10. Iris izquierdo. — Al observar este iris podemos ver delga­ dos signos dc color amarillo claro, agrupados en capas que expresan la afección pulmonar. El irisdiagnóstico nos permite

asegurar la existencia de una debilidad progresiva en la región pulmonar ya que en la zona 9 -10 se ven signos que indican el síndrome doloroso de dicha región.

pales repetidos son percibidos por puntos claros que indican también debilidad bronquial. En el tipo Eupatorio se incluye a los enfermos con pre­ disposición a afecciones catarrales de la mucosa nasal y farín­ gea y a la debilidad general.

Iris izquierdo. — Todas las regiones orgánicas presentan un aspecto similar en este iris. En el iris izquierdo es fácil distinguir una capa amarillenta que se extiende por todos los órganos, impidiendo que los signos respectivos se observen con nitidez mientras que en cl iris derecho cada zona resalta individualmente con distintos caracteres. La zona pulmonar se presenta oscurecida, en 3, con pers­ pectivas de una conglutinación mayor. Fig. N9 37

En consecuencia, el iris izquierdo posee las mismas carac­ terísticas que el derecho ya que acusa un posible grado de tu­ berculosis.

Caso 17

Iris derecho. — Si nos detenemos a observar este iris ad­ vertiremos que sus signos expresan la influencia hereditaria de la afección pulmonar.

Caso 16

Iris derecho. — Las lineas blancas que indican el síndrome doloroso de la region pulmonar se pueden observar fácilmente en la zona 9- 10 del iris. En el borde del iris los procesos gri-

Fig. N9 39

Fig. N9 38

Dos oscurecimientos se observan en la zona 3, traqueal, cn la zona pulmonar, 9 a 10 se distinguen pequeñas zonas de debilidad. En cl medio del iris y en otros sectores se destacan muy bien los signos grandes, ovalados, oscuros que indican debilidad general.

Iris izquierdo. — La enfermedad puesta de manifiesto en estado latente en el iris derecho ha adquirido en este iris una configuracidn propia. Desde el punto de vista iridoldgico y clínico la síntomatologia es clara. La alteracidn funcional de los pulmones se advierte en 3 por 3 signos caracteristicos. Aqui los signos ovalados aparecen algo mas diferentes que los anteriores, y expresan sfntomas mucho mas agudos. En re­ sumen tenemos un cuadro tipico de tuberculosis pulmonar. Caso 18

Iris derecho. — Los signos caracteristicos al area pulmonar indican que dicha zona presenta alteraciones diversas. Un pul­ món débil y posiblemente afectado es dable advertir por la mala contextura toracica.

que por su posición da lugar a verdaderos signos de síntomas asmáticos. En resumen se advierte una debilidad general como con­ secuencia de procesos catarrales mal curados. Propensión a accesos asmáticos. Caso 19 Iris derecho. — Los trastornos pulmonares que acompa­ ñan al síndrome doloroso dan la sospecha de alteración pul­ monar grave. Por el dibujo 9 a 10 se observa que esos signos desaparecen tan rápidamente como cuando se evidencian. La buena irrigación sanguínea es indicada en esta zona por el borde del iris que aparece muy oscurecido. Este iris expresa simultáneamente predisposición a los procesos inflamatorios e irregular aporte sanguíneo.

Fig. N9 40 Superficiales, algo alargados y oscuros son los signos en 9, los pequeños oscurecimientos indican catarros pulmonares incompletamente curados. Estos mismos signos se repiten en 3 en el sector simétrico, e indican alteraciones traqueales, con trastornos catarrales crónicos. Iris izquierdo. — También aquí en la zona 9, los puntos oscuros indican alteraciones pulmonares. En 3 el signo alar­ gado y ovalado en gran tamaño indican insuficiencia valvular

Fig. N9 41 Iris izquierdo. — Presenta las mismas características evi­ denciadas en el iris derecho. En la zona 9 sobresalen y se pueden observar fácilmente los signos oscuros de alteración pulmonar. En 3, los numerosos signos de debilidad indican la alteración funcional del área pulmonar y la debilidad del aparato respiratorio.

Caso 20

Iris derecho. — La pupila excesivamente dilatada y el iris muy flojo expresan el proceso patológico que prevalece en el lado derecho. La propensión a la inflamación de las amígda­ las se indica por el agrupamiento de los signos en 3. Los signos de este iris revelan que la región más sensible del cuerpo está radicada en la zona bronquial, existiendo gran susceptibilidad para los resfríos.

Zrís izquierdo. — En este iris la pupila no acusa dilatación, sino tamaño normal. Los signos que se extienden hasta el borde del iris acusan el debilitamiento de los órganos correspondientes. Se obser­ van nuevamente los grandes divertículos o senos que dan a este iris un aspecto laxo y expresan una gran debilidad general. En resumen, los signos de este iris acusan una gran de­ bilidad general. Alteración muscular y tisular. Propensión a la tuberculosis.

Caso 20 (a) Iris derecho. — En la zona pulmonar, además de la per­ turbación general de la nutrición, la aclaración del sector in­ ferior y el anillo interno indican que las zonas bronquiales se hallan intensamente alteradas.

La participación de las amígdalas y faringe en el proceso patológico se indica por los signos oscuros en 2 a 3. Los signos correspondientes al sistema respiratorio indi­ can, en resumen, una creciente debilidad en esta zona. Iris izquierdo. — La impresión general recibida en el iris derecho se ratifica en el izquierdo. La observación detenida de la zona torácica de 8 a 9 indica claramente una alteración pulmonar con formación de cavernas; por los bordes con signos mucosos que se ven en esta zona se puede deducir que existe también una insu­ ficiente excreción. La debilidad general, con la consecuente agravación cor­ poral se indica por las líneas radiales de color blanco, espe­ cialmente de 8 a 11.

Capítulo VIH

bierta con una capa grisácea. Éste es el cuadro característico de personas de gran sensibilidad y propensión a las enferme­ dades. Varios signos extraordinarios que indican relajación ab­ dominal, se observan en G en la parte inferior del iris. Antes y después de 6 aparecen en la zona intestinal dos signos gran­ des y oscuros (toxinas); nuevos signos ovalados y oscuros se observan en el sector exterior del iris de 9 a 11.

LA IRISCOPÍ A Y LAS ENFERMEDADES DEL SISTEMA DIGESTIVO Análisis retrospectivo En los capítulos precedentes liemos venido estudiando im­ portantes aspectos del irisdiagnbstico en relaeion a partes fun­ damentales del cuerpo humano. Hoy habremos de hablar de las enfermedades del sistema digestivo. Al respccto diremos que la Medicina Naturista considera que muchisimas de las dolencias y enfermedades que afectan al género humano se originan, precisamente, en el sistema digestivo. Es allí, en el estbmago, en los intestinos, en las glandulas dependientes del sistema, como el hfgado, el pan­ creas y el bazo, donde se halla el horno o foco de donde salen todas las enfermedades, incluso aquéllas al parecer menos vin­ culadas a dicho sistema, como pueden ser las afecciones res­ piratorias o las cardfacas. Sin embargo, la experiencia médica ha demostrado que existe una muy estrecha relacibn del sis­ tema digestivo con todas las otras funciones organicas. De ahi la importancia que le asignamos a este estudio, que rogamos a nuestros lectores practiquen con detencion, en vista de las confusiones y errores a que pueden inducir falsas apreciaciones.

Caso 21 ¡ris derecho. — La trama en este iris aparece confusa, cu-

Fig. N9 43 Iris izquierdo. — La estructura del iris puede reconocerse bien desde la zona gástrica hasta la región sanguínea. Con las zonas correspondientes a los demás órganos, identificables en otros casos, pero que aquí faltan por completo, no ocurre lo mismo. La asimetría pupilar expresa los distintos grados de “agra­ vación’’ orgánica. En resumen, los signos del iris acusan intensa debilidad orgánica con posible tendencia al cáncer intestinal. Caso 22

Iris derecho. — En este iris sobresalen especialmente las alteraciones de la región abdominal. La zona gástrica muestra en parte una sombra clara, índice de liiperacidez. I.a zona intestinal está nítidamente limitada por ángulos agudos, sig-

nificando alteraciones funcionales del intestino por errores de dieta. Los pequeños signos ovalados de 7 a 8, cerca del límite intestinal indican alteration del intestino y como consecuen­ cia, fuerte predisposición para la tuberculosis intestinal.

la indagación clínica. La zona gastrointestinal, en la parte ex­ terna del iris aparece agrandada, siendo el origen de esta anor­ malidad un mal régimen alimentario.

Fig. N9 45

Fig. N9 44 Iris izquierdo. — La perturbación del proceso nutritivo con influencia decisiva en el funcionamiento orgánico se muestra en la zona gastrointestinal. Se destaca en este iris la región clara de la primera zona intestinal que indica la insuficiente capacidad digestiva. Es muy demostrativa la extraordinaria dilatación pupilar en relación directa con las perturbaciones orgánicas genera­ les.

Caso 23 Iris derecho. — La avanzada edad de la enferma está en re­ lación con la aclaración que rodea simétricamente al iris en su borde. La alteración de la región gastrointestinal sobresale parti­ cularmente. En 7, el signo oscuro puntiforme que aparece en el lími­ te de la zona gástrica indica úlcera del píloro, que confirma

Iris izquierdo. — En 6 la propensión a los procesos ulcero­ sos va acompañada en la zona intestinal, de un estancamiento que en su progresivo desarrollo da origen a la úlcera. En el momento del examen este estancamiento se puede comprobar como una zona sensible a la presión. También en la zona gástrica antes de 9, los puntos oscu­ ros acusan formación tumoral, úlceras y probable cáncer. Por fuera de la zona gastrointestinal se expresa esto último por un punto muy oscuro. Caso 24

Iris derecho. — Las secuelas de una deficiente acción nu­ tricia de la sangre es revelada por este iris. No existen zonas orgánicas que no presenten decoloraciones en mayor o menor grado. La zona gastrointestinal se encuentra especialmente alte­ rada, y es el punto inicial del proceso patológico general. El sector inferior del iris se encuentra muy decolorado e indudablemente tiene relación con alteraciones intestinales, aunque el aspecto borroso de este cuadro no permite la con­ firmación de esta premisa.

Jris izquierdo. — En este iris los signos de la zona abdo­ minal expresan el cuadro general de inflaeidn orgánica, eon menos nitidez que en el lado derecho, lo que indica que la afección es mas intensa en el lado derecho.

diente destaca la deficiente nutrición gástrica, que se continúa con poca variación en la zona intestinal.

Fig. N9 47

Fig. N9 46

La zona gastrointestinal alrededor de la pupila y de riamente delgados. En este ulceraciones o neoplasias de

aparece como una sombra oscura la cual parten rayos extraordina­ iris se observa propensión a las carácter maligno.

El signo alargado que se observa en 8, aproximadamente, significa perturbaciones vesicales. En 4 merece hacer mención especial, los dibujos oscuros de la zona del bazo. Caso 26 Iris derecho. — En 6 en el sector situado a la derecha es visible la disminución de la función hepática. El gran oscure­

Caso 25 Iris derecho. — La deficiente nutrición de los órganos ab­ dominales se expresa por los signos localizados por una parte de la zona gastrointestinal y vesical. En 7, la zona hepática indica debilitamiento de la resis­ tencia del hígado. Los signos de 5 a 9, muy cerca de la frontera intestinal, indican que la zona abdominal se halla debilitada y especial­ mente los órganos de la región intestinal inferior. Pequeños ¡juntos oscuros y agrupados ponen en evidencia las zonas de debilidad.

Iris izquierdo. — El oscurecimiento de la zona correspon­

Fig. N9 48 cimiento de esta zona pone en relación al hígado con la enfer­ medad general. La zona gástrica aparece algo más oscura

expresando únicamente alteraciones funcionales. Líneas claras que se van tornando oscuras se ven en la zona intestinal; su significado es de alteraciones organicas y tambien funcionales. En 8, la nube oscura mayor indica congestión hepática.

Iris izquierdo. — Los signos claros del bazo, un poco delan­ te de 5, indican fenomenos inflamatorios producidos por sus­ tancias residuales de la nutricion acumuladas anormalmente. En 6 en el sector medio y algo hacia 7, se pueden advertir fdcilmente, dos puntos oscuros que indican depósitos de sustan­ cias toxicas en los organismos correspondientes a esa area. El iris muestra una gama de colores que va desde el azul original al marrón oscuro. Caso 27 Iris derecho. — El factor causal de los principales signos de agravacion es la hipofuncion glandular. Especialmente el 5?

Iris izquierdo. — Zonas claras y oscuras de agravación, son reveladas por el iris izquierdo, como en el derecho. De 4 a 5, los signos oscuros de alteraciones funcionales del bazo indican predisposición a las enfermedades febriles. En resumen podemos advertir en ambos ojos, que la zona gastrointestinal muestra signos de debilitamiento que se dis­ tribuyen por toda la primera gran región.

Caso 28

Iris derecho. — La primera gran región en forma de cráter, rodeando como un anillo externo a la zona intestinal da el sello característico al iris. La responsable del proceso patológico que sufre el enfer­ mo es la zona gastrointestinal. Están interesadas las funciones de todos los ganglios en general, por lo que puede decirse que cl cuadro es de proceso ganglionar.

Fig. N* 50

círculo de la 3? gran región aparece atravesado por signos que indican disminución de su respectiva capacidad de resistencia. Los puntos oscuros casi negros en las zonas gástricas e in­ testinal indican acumulación de toxinas y predisposición here­ ditaria al cáncer. El oscurecimiento indica en 8, trastornos funcionales del hígado.

Iris izquierdo. — Al observar detenidamente los signos que presenta este iris podemos observar que los síntomas son más característicos que en el lado derecho, especialmente marcados en la zona gastrointestinal. En 4-5 es posible advertir alteraciones de la función del bazo como participación de este órgano en el proceso progre­ sivo ganglionar.

Como pronóstico puede expresarse que este organismo su­ cumbirá ante cualquier infeccion por leve que sea. Caso 29

Zrís derecho. — Los signos de inflamacion, cuyo punto inicial se hallan en la zona intestinal, son representados por lineas blanquecinas, más o menos claras, dispuestas en forma de hacecillos o manojos, que se distribuyen en todas las zonas organicas alrededor del iris. Existe un sector claro especial, comprendido entre 10 y 4, que indica que todos los brganos comprendidos en él estan afectados.

Capítulo IX

LA DISFUNCIÓN GENÉSICA, RENAL Y URETRAL EN RELACIÓN AL IRISDIAGNÓSTICO La manifestación de los sexos en el Iris

Iris izquierdo. — Se observa una mancha grande, color marrón, que llega hasta el borde del iris y que es la erupción dc toxinas durante un proceso gástrico, cuya duración se pro­ longó excesivamente. El esófago en 9 acusa lesiones debidas a la descuidada ingestión de alimentos. En 7, podemos observar la hipotonía de la musculatura del intestino recto y trastornos de la glándula prostática. Las líneas agudas y bien marcadas que limitan la zona intestinal significan trastornos graves de la función intestinal acompañados de dolores abdominales, a veces muy violentos.

Como ya hemos visto en los primeros capítulos, particular­ mente cl III, al tratar dc los mapas, las partes genésicas del género humano se hallan reflejadas, con apreciablc nitidez, en ciertos sectores del iris. O sea, en la mitad inferior interna de ambos iris. De ahí que sea posible determinar, con alguna justeza, cuando existen manifestaciones patológicas en dichos órganos o los órganos subsidiarios (como la matriz y los ovarios en la mujer, por ejemplo). Sin embargo, debe tenerse cuidado al determinar los sig­ nos y el lugar que ocupan, en relación no sólo a las zonas, sino a los círculos. Esto es importante. Los tres primeros casos que ofrecemos, tienen que ver con la parte genésica. Los cuatro siguientes con la función renal. Y los cincos restantes con la función uretral. Debe tomarse nota de ello, para no confundir las conclu­ siones. Caso 30 Iris derecho. — En 6 existe un gran signo de debilidad

que comprende al ulero cxtendiéndosc hasta los ovarios. En 5, aproximadamente, es posible advertir la inflamación del Utero y desviacion del mismo. En 7, afeccíon del ovario, predisposi­ tion al desarrollo de tumores y quistes. Al observar los signos que indican el area del sistema pro­ creador podemos advertir debilidad en los organos sexuales.

Fig. N’ 52 Iris izquierdo. — En este iris es fácil apreciar las alteracio­ nes oválicas de 7 a 8. El cuadro que se nos presenta es similar al del iris derecho aunque en este los trastornos suelen ser más agudos. Existe una gran predisposición hacia la ovaritis, que se percibe por un punto oscuro vecino a la zona corres­ pondiente. De un trastorno nervioso se han desarrollado en la enfer­ ma estas alteraciones orgánicas que obligan a recomendarle reposo físico y mental.

Caso 31 Iris derecho. — El anillo marrón que se observa alrededor de la pupila es el índice de la causa de todos los trastornos. Las finas irradiaciones hacia la zona abdominal, ovario derecho 7, útero y vagina 5-6, indican trastornos funcionales de los órganos respectivos, que no solamente son causa de reac­ ciones psíquicas, sino también de desequilibrio hormonal.

En 7, aproximadamente hacia el borde externo, el ovario se revela aumentado de volumen, y en 5, desplazamiento y agrandamicnto uterino.

Iris izquierdo. — En este iris aparecen los mismos signos que en el anteriormente descrito. El iris diagnóstico es un exce­ lente índice para determinar el buen funcionamiento de cada sector del organismo y por ello podemos apreciar los trastor­ nos correspondientes a la zona de los ovarios sin mucha difi­ cultad; seguros de no fallar en nuestras apreciaciones.

Caso 32 Iris derecho. — En el iris de color marrón la asimetría pupilar juntamente con los anillos convulsivos y las líneas ra­ diales transversales, señalan en principio un tipo constitucio­ nal desfavorable. De 5 a 6 el irisdiagnóstico nos señala que el punto oscuro indica insuficiente irrigación sanguínea dc los órganos sexuales, mientras que en 7 el oscurecimiento vecino al gran signo blan­ co indica afección ovárica. Iris izquierdo. — La impresión general dc este iris es acti­ vidad disminuida y atonía o laxitud nerviosa. La parte inferior del cuerpo es la más afectada, como se puede observar por la nitidez de los signos en la parte inferior del iris.

Los trastornos ovaricos se indican por los diversos grados de claridad del iris que son perfectamente distinguibles y que expresan la insuficiente irrigación sanguínea.

La inhibición del pensamiento puede durar hasta un mi­ nuto en este tipo de enfermos. En la región dorsal y renal 6, que se irradian hacia la vejiga 4-5 aparecen violentos dolores cuando el enfermo vuelve en sí. Los dolores desaparecen si este estado coincide con el deseo de orinar. Iris izquierdo. — En la zona renal en 6, aparecen signos muy nítidos. Éstos nos muestran después de una leve observa­ ción, que en 6 el signo extraordinariamente grande y ancho indica inflamación crónica con aumento de tamaño del riñón. Esta inflamación crónica trae aparejada el aumento del volumen renal.

Caso 34 Fig. N" 54

Caso 33

Iris derecho. — I.os signos de inflamación son expuestos por las líneas blanquecinas, más o menos claras, dispuestas en forma de hacecillos o manojos, distribuidos en todas las zonas

Iris derecho. — La intensa alteración orgánica y funcional del riñón se indica en 6, por el signo renal, muy oscuro. Tras una pequeña observación, es posible advertir que hay lesión de parénquina con disminución de la secreción de orina. También es posible apreciar en 6, en la parte media del iris, una inflamación renal clónica con edema.

Fig. N’ 56

orgánicas alrededor del iris. Su punto inicial se halla en la zona intestinal. Entre 10 y 4 existe un claro especial que señala que todos los órganos comprendidos en él están afectados.

Los oscurecimientos en 6, al lado del signo renal indican perturbaciones de glándulas de secreción interna. Iris izquierdo. — Las manifestaciones de disnea y perturba-

cioncs lie la excreción urinaria se observan en 6, en forma de mancha alargada y oscura. En el iris en 8, un gran signo ova­ lado indica que la vejiga estrechamente vinculada a la activi­ dad renal liene extraordinaria propension a sufrir inflamacio­ nes y es indice de debilidad. En 6 el signo alargado y oscuro situado un poco mas exter­ namente expresa la alteration de las capsulas suprarrenales asociada a perturbaciones de las glandulas de secrecion interna.

Caso 35

Iris derecho. — Los signos de este iris indican que la ulte­ rior lesion de los pulmones ha sido originada por la disminucion de la funcion renal. En 6, en la parte inferior del iris se observa el gran signo renal. A1 principio del tratamiento se podia advertir que estos signos tenian coloracidn azul oscura. En el sector medio del iris, en 6, la inflamación crdnica del riñon con perturbaciones funcionales óc las capsulas suprarre­ nales se indica por el signo oscuro interno.

puesto a la debilidad general, pero cuya susceptibilidad no está localizada en una zona orgánica particular, sino que incluye a todos los órganos, y especialmente al riñón. Caso 36

Zrís derecho. — Las alteraciones de la zona renal tienen influencia en la aparición de dolores. La zona renal aparece en el iris funcionalmente debilitada. El gran signo de debilidad renal en 6, se indica por un conglomerado de partes blancogrisáceas. Las aclaraciones que rodean simétricamente al iris en su borde están en relación con la avanzada edad de la enferma. Luego de este ligero pero profundo irisdiagnóstico nos permitimos manifestar que la zona renal presenta alteraciones profundas que causan muchos de los otros trastornos. Iris izquierdo. — También aquí en la zona renal en 6, aparecen grandes trastornos que acusan la debilidad existente en el riñón. En ambos ojos la zona renal tiene una tonalidad blancogrisácea que acusan la poca fortaleza de la región renal y el posible edema renal.

Fig. N9 57 Iris izquierdo. — De nuevo se destaca en 6 el signo de alte­ ración renal. El gran signo ovalado y ancho del riñón en 6, además de los demás signos descritos en el iris derecho, llaman la atención. La impresión total de este iris, es la de un enfermo predis­

Fig. N9 58 Caso 37 Iris derecho. — I.a mancha clara cerca de 5 denota las afee-

dones de las vías urinarias y el signo de éxtasis e inflamación de la vejiga y uretra, lo encontramos fuertemente dibujado, en esta zona. En 6, el riñón derecho aunque menos pronunciado, se hace visible. La irritación periódica del ciego no se debe descuidar, aunque no tiene relación con las afecciones mencionadas más arriba, que la actividad de ios ganglios linfáticos se halla per­ turbada se indica por la irritación periódica del ciego.

la pierna derecha, es evidenciada por los signos en 5 y en 6. Los signos claros en 6 que rodean a la zona correspondiente y se extienden hasta el borde del iris manifiestan la propensión a esos trastornos circulatorios de las extremidades. En 6, la alteración funcional de la zona renal se indica por manchas oscuras en el sector medio del iris.

Fig. N9 60

Iris izquierdo. — El aspecto similar que presentan casi todas las regiones orgánicas es característico en este iris. Mien­ tras que en el iris izquierdo se observa una capa amarillenta, que se extiende por todos los órganos e impide que los signos respectivos se observen con nitidez, en el iris derecho cada zona individualmente resalta con caracteres distintos. A la izquierda y visible en 6, el signo renal está bien mar­ cado. En la parte media del iris, en 6, hacia el sector externo del iris, se expresan trastornos de las cápsulas suprarrenales, y hacia el sector medio, trastornos crónicos del riñón.

Iris izquierdo. — Como se puede observar por la nitidez de los signos en la parte inferior del iris la parte inferior del cuerpo es la más afectada. El signo renal tiene forma ovalada muy notable y está muy oscurecido. En la parle media del iris, en 6, el signo pequeño y alar­ gado indica alteración crónica renal.

Caso 39

Caso 38

Iris derecho. — Al observar detenidamente el iris derecho los signos correspondientes a la zona renal en 6, acusan una gran predisposición hacia el edema renal. En 6, el signo renal expresa la inflamación crónica del ri­ ñón que puede influir sobre la función de la vejiga como lo indican los puntos oscuros.

Iris derecho. — Que la capacidad de excreción del riñón y vejiga, ha disminuido provocando el éxtasis venoso con for­ mación de várices y en consecuencia, las úlceras varicosas en

Iris izquierdo. — Este iris, muestra además del predomi­ nio de la zona sanguínea, ya observado en el iris derecho, en forma bien definida el signo renal 6.

Este iris expresa la impresión total de un completo rela­ jamiento. Los tejidos son poco resistentes a la presion y blan­ dos. La presion ligera sobre la superficie cutanea, quc cs muy sensible, deja señales quc perduran durante dias y aun semanas.

Capítulo X

LAS AFECCIONES REUMÁTICAS Y NERVIOSAS La Indoiogía y los Músculos y Nervios

Fig. N’ 61 El signo renal en 6, en la parte media del iris es lo más importante en este cuadro. Este signo expresa la inflamación crónica del riñón y edema. En resumen, el irisdiagnóstico señala en ambos iris una enfermedad crónica renal con predisposición a edemas.

Habíamos dicho, en el Capítulo III, que la zona muscular se halla limitada por el círculo 4. No se han determinado con precisión las limitaciones del sistema nervioso en los iris. Sin embargo, como la red nerviosa se extiende a todo el organismo, no cabe duda de que las afec­ ciones de tal tipo se manifiestan al mismo tiempo que la en­ fermedad en sí. A pesar de lo cual, algunos reputados iridólogos han seña­ lado con precisión las sensibles alteraciones nerviosas. Los es­ tudios pertinentes los ofrecemos en los ejemplos que siguen. El estudioso que quiera llegar a conclusiones semejantes, debe presenciar un clima sintomatológico concordante. Vale decir, no debe aventurarse a formular conclusiones sin antes estar seguro de la alteración nerviosa del órgano afectado. Por lo demás, el modo de interpretación que damos como ejemplo servirá para orientar a quienes tengan dudas sobre el particular. A dichos ejemplos remitimos, pues, a nuestros amigos lectores.

Caso 40 Iris derecho. — En la parte inferior de este iris se observa la decoloración desde 5 a 9, interrumpida de 10 a 4, que tiene

relación con la avanzada edad del sujeto y con procesos inci­ pientes de calcificacion local. El area ancha y clara en el borde del iris es el llamado “anillo de vcjez” y es un fenomeno propio de la edad. En este iris es posible observar que la regibn sanguinea desde 11a 6 presenta un sector blanquecino rodeando a la zona intestinal.

tancias tóxicas, sobre todo ácido úrico, que determina la pre­ disposición a sufrimientos reumáticos. En el iris de 7 a 8 los puntos más grandes y oscuros indi­ can tendencia a la formación neoplásica.

Fig. N9 63

Fig. N’ 62

Iris izquierdo. — A través de todo cl iris se observa la in­ suficiencia circulatoria. De ahí la importancia del signo circu­ lar que corre paralelo al borde del iris y que indica el debili­ tamiento muscular por la deficiente circulación superficial. En conclusión advertimos que los signos correspondientes al área muscular indican debilidad general. Este iris acusa los mismos signos del iris derecho; es decir debilidad total de los tejidos. Caso 41

Iris derecho. — La disminución de la capacidad de resis­ tencia de los tejidos, es provocada por cl aporte alimentario de escaso valor nutritivo; especialmente en las mucosas que se hallan afectadas cn su totalidad, como lo demuestran los círcu­ los claros que encontramos sin interrupción de 1 a 5 y de 6 a 11. Las manchas claras indican también acumulación de sus­

Iris izquierdo. — En el iris izquierdo aparecen los mismos signos que en el iris derecho. En la parte inferior del iris, correspondiente a la zona del bazo, en 5, se observa un oscurecimiento especial que reve­ la la hiperactividad de dicho órgano por mayor requerimiento. En el iris se expresa el perjuicio ocasionado por este exceso de trabajo como un debilitamiento del bazo. Mediante el irisdiagnóstico advertimos en el iris izquierdo evidentes signos de debilidad muscular y tisular.

Caso 42 Iris derecho. — Nuevamente sobresalen en ambos ojos los signos ovalados y alargados que indican debilidad muscular. También es posible observar que los signos blancos indi­ can acumulación de ácido úrico y predisposición a trastornos reumáticos. La inflamación reumática renal acompañada de violentos dolores se marca por las líneas finas y blancas en zigzag. Iris izquierdo. — El significado general es idéntico al ante-

rior. Los sufrimientos reumáticos son indicados por signos blancos y aguzados. Estos dolores son, por lo general, de apa­ rición brusca y violenta.

Tales accesos de tipo reumático son periódicos y hacen su­ frir al enfermo dolores de larga duración. La existencia de dicho proceso se indica por el irisdiagnóslico. En resumen, advertimos debilidad general con propensión a los enfriamientos reumáticos.

La sorprendente decoloración de 12 a 3, casi dc color blan­ co, indica sedimentos y sufrimientos reumáticos. En este iris se comprueba, también, que los signos ovala­ dos extendidos en la parte media del iris de 2 1/2 a 4, indican debilidad muscular. Iris izquierdo. — En este iris es característico el aspecto similar que presentan casi todas las regiones orgánicas. Mien­ tras que en el iris derecho es posible observar cada zona indi­ vidualmente con caracteres distintos, en el izquierdo se obser­ va una capa amarillenta, que se extiende por todos los órganos no permitiendo que los signos respectivos se observen con nitidez. El signo ovalado, aproximadamente en 1, indica cefaleas por debilidad hereditaria de los nervios craneales. Caso 44 Iris derecho. — Puede hacerse un excelente pronóstico con la observación de ambos cuadros iridológicos. Por los círculos claros que atraviesan el iris es posible ob-

Caso 43

Iris derecho. — Se observan en este iris signos de carácter

Fig. N9 66

Fig. N9 65

singular y muy marcados que indican preferentemente infla­ mación de los nervios.

servar la pérdida dc elasticidad de los tejidos. Los tejidos débi­ les se localizan en los puntos donde estos círculos claros más se aproximan. Las líneas oscuras indican debilidad muscular con falla de los nervios sensoriales, apatía.

Iris izquierdo. — En este iris se presentan signos similares e identieas agravaciones. Los anillos tie perdida tie sustancia indican eon adelanto una futura afección, por los signos tie perdida tie la consisten­ cia tisular que se observan. En resumen, advertimos hiperexcitabilidad nerviosa por anómala circulacion sanguinea, y debilidad tisular general. En.ambos ojos, los anillos blancos que caracterizan el tipo constitucional indican perturbaciones nerviosas.

de color gris. El color azul natural de este iris solamente se re­ vela como tal en la zona 9-10, tomando por contraste una to­ nalidad más oscura que no indica por ello enfermedad orgá­ nica. La pupila derecha se halla menos contraída que la izquier­ da. Existe asimetría pupilar. Como consecuencia de la acumulación de las sustancias tóxicas que se manifiestan por relajamiento general, aquí apa­ recen los tejidos, músculos y nervios muy alterados en su función.

Caso 45

Caso 46

Iris derecho. — Una conlinua y fatigosa expectoracion provoca la irritacion nerviosa que es la causante tie que el sis­ tema nervioso se encuentre debilitado. En 3, las finas lineas nerviosas indican la hiperexcitacidn nerviosa y la exagerada sen­ sibilidad tie los tejidos. Aquí el iris derecho aparece mas claro y nitido que el iz­ quierdo, significando que en la mitad izquierda del cuerpo, los organos se hallan mas enfermos con una mayor relajacion total. Los ncrvios lambién, han perdido su elasticidad (iris dcsiguales).

Iris derecho. — Graves alteraciones nerviosas son fáciles de presumir por la gran asimetría pupilar. La pupila izquierda se encuentra contraída mientras que la pupila derecha se halla muy dilatada. La asimetría pupilar juntamente con los anillos convulsi­ vos y las líneas radiales transversales, en el iris de color marrón, señala en principio un tipo constitucional desfavorable. Existe gran predisposición a las alteraciones graves nerviosas de apa­ rición brusca.

Fig. N9 68 Fig. N9 67

Iris izquierdo. — En este iris el nítido dibujo que se obser­ va en el iris derecho, se lia transformado en una trama difusa

Iris izquierdo. — Este iris muestra actividad disminuida y atonía o laxitud nerviosa, ésa es la impresión general que se recibe por el irisdiagnóstico. La parte más afectada es la in-

ferior del cuerpo, como sc puede observar por la nitidez de los signos cn la parte inferior del iris. En líneas claras y finas que se extienden paralelas en 3, junto a zonas oscuras hasta cl borde del iris indican perturba­ ciones cardíacas de origen nervioso en su mayor parte. Estas perturbaciones están marcadas en 3, por el arco oscuro.

Caso 47 Iris derecho. — El sector superior del iris aparece muy oscurecido indicando anemia cerebral. Esto, sin duda alguna, da lugar a graves alteraciones nerviosas que son confirmadas en el iris por audios convulsivos. Este iris acusa una deficiente accidn nutricia de la sangre que, sin duda, ocasiona trastornos nerviosos de importancia.

rrespondientes a las zonas nerviosas vemos que las graves alte­ raciones nerviosas que allí se presentan son ocasionadas por acumulación de toxinas.

Caso 48 Iris derecho. — Los trastornos nerviosos son indicados en ambos iris por la dilatación pupilar. En este iris se destacan sectores más oscuros, sobre el uniforme color castaño, especial­ mente localizados en la zona gástrica e intestinal. Los signos circulares que caracterizan en los ojos de color marrón el tipo constitucional señalan la alteración general de la circulación en todo el organismo. Los signos alargados, oscuros y pequeños que aparecen en la zona intestinal indican alteraciones nerviosas. La alteración tisular, por deficiente nutrición, se indica por los anillos claros del sector inferior del iris.

Fig. N9 G9

Fig. N9 70

Iris izquierdo. — I.os signos de debilidad muscular y tisular aparecen cn ambos iris, representados por los anillos claros en la última gran región que presenta características especiales. Además de las observaciones descritas para el iris derecho, se agregan en el iris izquierdo los pequeños signos cardíacos ocasionados por trastornos nerviosos. Después de haber observado detenidamente los signos co­

Iris izquierdo. — Este iris no ofrece signos muy especiales y podría decirse que si este sujeto llevara una vida normal se podrían eliminar todos los padecimientos que son de origen nervioso. En resumen, vemos trastornos nerviosos generales que cau­ san muchos otros estados patológicos.

Caso 49 Iris derecho. — Un buen estado de salud es el que acusa la densidad normal de este iris. Sin embargo, la asimetría pupilar indica, tambien, trastornos nerviosos graves, confirmados por las lineas finas radiales que se observan en ambos ojos. Estas lineas acusan los diferentes grados de dolores nerviosos. La propensión a trastornos nerviosos está bien marcada en este iris por lo que se puede afirmar que las otras posibles enfermedades serin ocasionadas por debilidades nerviosas.

Fig. N9 71

Iris izquierdo. — En la zona del cuello, de 9 a 10, se obser­ va una gran alteración, especialmente de los ganglios cervicales. En el sistema linfático existen signos de debilidad más marcados que indican susceptibilidad a las alteraciones. La alteración de los ganglios cervicales se indica por signos pequeños y oscuros que revelan total alteración funcional de las glándulas internas. En resumen, se advierte que los trastornos nerviosos son generales.

CONCLUSIONES Ha llegado a su término nuestra obra. Creemos haber realizado una labor no sólo efectiva, sino completa en el sentido de la aplicación práctica de las enseñanzas. Como lo hemos dicho anteriormente, cada lector es ahora responsable de la aplicación que pueda dar a la enseñanza ad­ quirida. La resolución de ello la dejamos a su conciencia de persona de bien. No está de más repetir aquí que, quien lo haga en beneficio de la humanidad, con el estricto deseo de hacer el bien por el bien mismo, verá facilitada y aun orientada su labor con diagnósticos exactos. Las fuerzas imponderables que vigilan la conducta humana entran en juego en estos casos. Así lo reconoce y lo admite la Medicina Naturista. Adquirir un conocimiento para aplicarlo a la explotación y el comercio, es un acto vil y punible, no sólo ante las leyes humanas, sino ante las otras, que sólo los ciegos y los vanidosos se atreven a negar. La iridología es aplicable en los casos personales, cuando el estudioso es un particular cualquiera que desea tratarse y aun lograr su curación por los medios naturistas. En el sentido de aplicación general, sólo los médicos —particularmente los médicos naturistas— son los únicos que pueden explotar tal conocimiento. Cualquier otro sentido que se quiera dar a esto carecerá de veracidad y honradez. Por lo tanto, quien lo haga se conver­ tirá en culpable, ante todas las leyes y deberá atenerse a las consecuencias de su culpabilidad consciente. Pues la adverten­ cia ha sido bastante explícita.

Unas palabras antes de concluir. En la colección de obras y temas científicos, en relación a la Medicina Naturista que publica esta editorial, encontraran nuestros lectores la guía complementaria resj>ecto al mal o la dolencia específicos en los cuales se hallen interesados. Quie­ nes nos hayan seguido hasta aqui, adquiriendo los conocimien­ tos necesarios de irisdiagnostico, deben ahora conocer los detalles íntimos de la enfermedad que los aqueja. Y deben hacerlo por dos razones. En primer término, por­ que asi conocen'in mas dicha enfermedad. Y luego, porque apli­ cando el método naturista en el tratamiento, no harán sino seguir las interpretaciones y las sugestiones de la iridologia en relation a esa misma dolencia. Con lo cual sc habra completado el circulo y se hara po­ sible el tratamiento y la eventual curaciérn de toda enfermedad, por difícil o cronica que parezca. En este sentido, la Medicina Naturista ha obrado ma­ ravillas.

t

SE TERMINÓ

DE IMPRIMIR EN LOS

Talleres Gráficos LUMEN Noseda y Cía. CALLE TIICUMÁN 2926

T. E.

874646/6647

buenos aires REPÚBLICA ARGENTINA EN EL MES DE MARZO

DE MIL NOVECIENTOS SESENTA Y DOS

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