Maidana - Ovnis En El Paraguay

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Primera edición digital, Julio 2018 © Copyright 2016, por Ronald Rodrigo Maidana Torres Edición al cuidado del autor: Ronald Rodrigo Maidana Torres Responsabilidad intelectual por los derechos de la presente obra: Ronald Rodrigo Maidana Torres Inscripto en el Registro General del Derecho de Autor el 30 de marzo de 2016 DERECHO INTELECTUAL: 27.197 ISBN: 978-99967-45-32-4 Diseño de Tapa: Marco Bustamante No se permite la reproducción parcial o total de este libro, ni su transmisión en cualquier forma por cualquier medio, sea electrónico, mecánico, fotocopias, grabación u otros, sin permiso previo y escrito de los titulares del Copyright. 2

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“Es la proa de la humanidad; de frente al infinito, no toca más que aguas oscuras y la sombra magnífica. La ciencia en sus manos no es un arma, ni un amuleto, sino una sonda. Cada eslabón que añade ahonda el precipicio; cada antorcha que enciende revela lo impenetrable de los cielos. La soberbia magnitud de lo desconocido le hace temblar” Rafael Barrett (La Ciencia, “Germinal”, N° 7, 13 de septiembre de 1908)

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Dedicado a ti apreciado lector, que encuentras de este mundo un maravilloso misterio

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La investigación del fenómeno ovni nos transporta a quienes vamos tras la búsqueda de lo no identificado, con todo tipo de situaciones. Probablemente muchos comencemos la búsqueda a partir de una experiencia personal. Otros tal vez, desde un espíritu explorador incesante, que no solo nos lleva a los confines del universo, sino que nos pone en un camino de hallazgos de lugares, personas, instituciones y quizá con algún golpe de suerte, ante una evidencia. Todo esto ya nos nutre y nos enriquece, porque el valor más preciado de una búsqueda, justamente es el encontrar. Cuando recibí el manuscrito del autor, quien me ha honrado con prologar su primer libro titulado “OVNIS EN EL PARAGUAY – RADIOGRAFIA DE UN FENOMENO DESCONOCIDO”, logré encontrar. Ronald R. Maidana Torres, es un joven buscador de respuestas. Incisivo, profundo, objetivo y un incansable buscador de evidencias. Como muchas veces le dije, no sólo fue un hallazgo saludable, fresco y renovador en este maravilloso mundo de la ovnilogía Latinoamericana, fue un disparador fundamental en lograr recuperar parte de la memoria histórica del fenómeno en la República hermana del Paraguay. Siempre claro en sus objetivos cristalizado en el trabajo planificado y basado en la evidencia empírica, nos da un atisbo de su pluma, en la referencia inicial, parafraseando a un escritor revolucionario y profundamente filosófico como Rafael Barrett, que fiel a su estilo regeneracionista, nos pone en el camino de la exploración cuando define: “La ciencia en sus manos no es un arma, ni un amuleto, sino una sonda. La soberbia magnitud de los desconocido le hace temblar” referenciando así el punto norte que debe focalizar la humanidad y en claro desafío a lo que no dominamos en el conocimiento. Eso define al autor, desafiante en la búsqueda y casi revolucionario, poniendo en valor información de la que no se conocía en la casuística de Paraguay, dándole luz a casos asombrosos, con una reconstrucción fina y precisa, donde no solo recupera un caso, sino que trae a la vida a un testigo desconocido. Tremendo aporte que suma a la basta y rica información que resguarda nuestro continente, que lo hace atractivo a propios y extraños. Sin embargo no fue solo eso lo que encontré. Hallé a una persona cargada de una humildad infinita que hizo del intercambio y el asesoramiento, una herramienta poco practicada en estos tiempo álgidos de individualismo y protagonismo exultantes. Nos dio diría, hasta una lección que al menos a muchos nos hizo no solo reflexionar, sino sumarnos a este colectivo, que nos da riquezas profundas, de esas que quedan para siempre y pueden transformarse en una herencia para los que siguen. Este libro, es el primer trabajo documental realizado en Paraguay, donde se plantean preguntas que a lo largo de la obra, Ronald va exponiendo, abordando un sin fin de hechos curiosos desde el hombre común hasta aquellos con formación científica, que los une como en un puente imaginario en hechos que les son comunes. 9

Inicialmente marca “el sendero”, donde la opinión de prestigiosos colegas de diferentes partes de nuestro continente, esbozan respuestas complejamente sencillas sobre dos preguntas que marcan el rumbo de este trabajo, respecto a la investigación de los fenómenos aéreos y al interés de una publicación de OVNIS en el Paraguay de cara a la comunidad ufológica internacional. Como en un viaje imaginario, se adentra en la mismísima historia del Paraguay desde el registro de los Jesuitas que nos transportan como en una especie de túnel del tiempo, a un caso que asoma desde la inconsistencia documental al hallazgo de la fuente precisa que anticipo como invalorable, hasta la Guerra de la Triple Alianza. El salto al plano internacional de la casuística paraguaya nos lleva al mismísimo Libro Azul, donde en una búsqueda exhaustiva, el autor descubre un caso de la década del cuarenta de nulo conocimiento en nuestra comunidad, pero que nos nutre en la casuística comparativa con sucesos de la misma época en algunos de nuestros países. ¡Cuidado! ¡Casi Al Agua!, es el capítulo que nos pone cual escenografía investigativa de este y todos los tiempos, como parte del estudio del fenómeno ovni. El Río. Cada detalle narrado es una idéntica situación vivenciada por el Padre Gregorio Spiazzi, testigo de lujo en los parajes de la Laguna del Pescado, en Entre Ríos, Argentina, que intentando explicar el vuelo de una esfera rojiza al ras del agua, buscaba al culpable en las ánimas que andaban penando y que hacían de mal augurio a las jornada de pesca que emprendían los hombres de la isla. Las experiencias se recrean en las aguas del Lago Ypoá, que amén de las innumerables leyenda que rondan su historia, es un punto de recurrencia ufológica común con objetos que ingresan y salen del agua, expresado como hechos cotidianos en los relatos que Maidana Torres, recupera de muchos de los lugareños. De la leyenda al análisis científicos, encontramos una experiencia durante una investigación en la Reserva del Parque San Rafael cuando son testigos de un fenómeno no convencional. No tengo que contarles lo difícil que es acceder a un testimonio de esta naturaleza. Y ahí está nuevamente la habilidad del autor, para no solo lograrlo, sino ponerlo en valor en la catalogación lograda en este profundo trabajo. En los diversos capítulos, el recupero de información nos lleva en un viaje a fondo sobre casos que se apoyan en la evidencia física, en los avistamientos múltiples, los enigmas celestes, la chatarra espacial y la relación delos militares con el fenómeno. Impensado recorrido en la casi nula información que de Paraguay teníamos de antemano. Encontré información valiosa en esta publicación. Variada, bien fundamentada, con fuentes directas y originales, rara vez encontrada en desarrollos literarios de esta envergadura. Pero no fue eso lo que solamente encontré. Tengo en mis manos una primera obra de muchas venideras, que da nacimiento a un gran investigador que en esta obra deja un antecedente documental para toda la vida. Dicen por ahí que un buen libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz, sino también para perpetuarla. De esto se trata “OVNIS EN EL PARAGUAY – RADIOGRAFIA DE

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UN FENOMENO DESCONOCIDO”, es un libro perpetuo. Será material de consulta y la primera y única referencia en Paraguay. Isaac Newton dijo alguna vez “Para explicar la naturaleza no basta ni un hombre ni una edad completa. En su lugar, lo mejor es que el hombre busque un poco de verdad y certeza, dejando el resto para los demás, para los que vendrán, con conjeturas y sin dar nada por hecho”. Sin duda, ahora los que vendrán, tendrán un material cargado de verdad y certeza, dejando para los demás menos conjeturas aun sin dar nada por hecho. Andrea Pérez Simondini Directora CEFORA Visión Ovni Investigadora de campo

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Lo que posee en sus manos apreciado lector, resulta un material único tanto por su naturaleza, como por su cometido, al intentar arrojar luz en la inmensa sombra producida por la “inexistencia de libros paraguayos sobre OVNIs” (Objetos Voladores No Identificados), y menos aún, un material de naturaleza investigativa sobre este asunto, que involucre casos netamente nacionales y relacionados. Este libro es la materialización de una exhaustiva labor de investigación por parte del autor, para demostrar que el Paraguay no está ajeno a estos fenómenos, y que se han manifestado desde el siglo XVII hasta el presente, no limitándose a la simple narración de los diversos casos que encontrará apasionantes, a medida que vaya transitando en cada página, acompañado siempre de un análisis, para ofrecer una mayor comprensión a la fascinante dimensión que se irá tejiendo en torno a estos, cobrando de esta forma grados de certeza que bajo ningún concepto podrán ungirse rumores. Vale aclarar que este material, “no es un intento por tratar de dilucidar verdades tras los distintos e inexplicables sucesos de OVNIs”, sino constituye una compilación y examen de los sucesos, que transmutará para siempre a más de uno, la equívoca visión de que en el Paraguay, no sucede nada. Un material altamente recomendado para curiosos, entusiastas e investigadores, que encontrarán en las siguientes hojas, un cúmulo de hechos inéditos que no encajan con cualquier fenómeno natural conocido y que han irrumpido en la cotidianeidad de múltiples paraguayos, produciendo tal vez, en más de un lector, un cambio en la manera de percibir el mundo que lo circunda, y en la necesidad de una investigación científica rigurosa, metódica, que trate de comprobar que estamos ante varios hechos incomprendidos e ignorados por la ciencia.

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Si alguna vez te preguntaste: ¿Se han visto OVNIs en el Paraguay? Definitivamente este libro es para ti, ya que contiene descripciones detalladas de muchos casos inéditos, que han sido descubiertas e investigadas con el rigor necesario por el autor, para resultar en una compilación única de hechos que demuestran la increíble variedad de fenómenos y objetos desconocidos que se han manifestado desde tiempos inmemoriales en tierras guaraníes. ¿Se divisó un OVNI en plena época de los Jesuitas?, ¿Un fenómeno aéreo desconocido 18 años antes de la Guerra de la Triple Alianza?, ¿Es el Río Paraguay, así como otros cauces hídricos, escenarios de diversos avistamientos?, ¿Estuvieron militares implicados en casos de OVNIs?, ¿Han aterrizado objetos extraños en nuestros suelos?, ¿Existen documentos oficiales de la Fuerza Aérea de los EEUU, que citan casos paraguayos?, ¿Hubieron OVNIs que persiguieron aviones paraguayos, teniendo a pilotos y controladores aéreos como testigos, así como un registro en el radar de estos?, ¿Apagones eléctricos y OVNIs?, ¿Oleadas de OVNIs en el Paraguay?, ¿Un misterioso fenómeno, produjo un enorme cráter en la antigua región de Posta Leiva (actual J. A. Saldívar)?, ¿OVNIs en el Chaco?, ¿Es cierto que se han visto objetos grandes con forma de cigarro?, ¿Hay casos en los que el testigo sufrió secuelas físicas tras un supuesto avistamiento cercano?, ¿Qué repercusión tuvo el tema de los OVNIs, en el arte, música o incluso estampillas paraguayas?, ¿Cerros y manifestaciones de OVNIs? Estas y muchas preguntas más, poseen respuesta en las páginas siguientes, así como material fotográfico y documentación anexa dependiendo del caso. Lo que en un principio inició este viaje que aún no termina, con la simple hesitación que dio pie a esta introducción, arrojó un universo de hechos curiosos, revelando la dimensión de los testigos, que abarcaban desde pescadores hasta hombres de ciencia, que coincidían en sus relatos, al tanto que enriquecían la historia del Paraguay, al configurar progresivamente e inexorablemente desde otra perspectiva, anécdotas valiosas que probaban y corroboraban la consistencia de fenómenos aéreos no identificados, así como se daban en otras partes del mundo. Pero todo lo expuesto aquí no son simples narraciones, es el resultado de todo un proceso investigativo que se ha iniciado hace más de 10 años, donde cada testimonio, fotografía, vídeo, documento, rastros, fue puesta bajo la lupa de la duda, y desmontada en sus partes para corroborar la veracidad de estos.

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Por ello, también existe un capítulo dedicado a los casos resueltos, que constituyeron, errores de interpretación, confusión con fenómenos ópticos, atmosféricos, astronómicos, o bien en un porcentaje muy reducido unos pocos fraudes. Al principio este trabajo de investigación se inició con un fuerte espíritu negacionista, pero al encontrar casos que no podían ser reducidos a los paradigmas científicos actuales, y que presentaban en muchos casos evidencia que probara estos sucesos, terminó por sesgar los prejuicios de quien juzga sin investigar, y de quien especula sin conocer. Prepárate, este viaje apenas empieza…

Ronald R. Maidana Torres

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"Varios casos realmente excepcionales han llegado a mi camino, otros fueron examinados por primera vez por los colegas de Brasil. Argentina y Chile tienen su parte ellos también, aunque sé menos sobre Uruguay, Bolivia, Paraguay y otros países más pequeños de América del Sur por falta de datos suficientes" World Atlas Ufos, 1992 (Pág. 180) -John Spencer "Paraguay está casi vacío en esta investigación” *UFO* Database (Base de datos Mundial) - Larry Hatch

El inexpugnable biólogo Thomas Henry Huxley (1825-1895), profirió una vez: "Lo conocido es finito, lo desconocido infinito; desde el punto de vista intelectual estamos en una pequeña isla en medio de un océano ilimitable de inexplicabilidad. Nuestra tarea en cada generación es recuperar algo más de tierra”, humildad, probidad y honda sabiduría encierran estas palabras, constatando su veracidad desde el momento en que abracé la investigación de los no identificados. La cotidianeidad presenta un velo que nos vuelve tibios ante cuestiones heterodoxas, ahorcando la curiosidad innata del ser humano, que termina por estrechar la mente del ser sintiente, y más cuando nos referimos a esta sosegada y maravillosa tierra que es el Paraguay, tomándolo como un escenario casi yermo ante estas cuestiones. Sin embargo una investigación meticulosa e imparcial arroja resultados que desgarran esa equívoca visión, al descubrir incomprensibles fenómenos aéreos mucho antes del dominio del hombre sobre los aires, manifestándose en el incontenible devenir del tiempo, bajo distintos ojos e interpretaciones al que fueron sometidos por compatriotas, que sin temor alguno han compartido sus experiencias más allá de los resultados, sestando un duro golpe al paradigma academicista y más aún en aquel dogmático detractor, propio de una mente del que jamás investigó a fondo, como del que nunca abandonó el escritorio. Momento propicio para citar a un gran investigador francés, Aimé Michel, quien elaboró un conjunto de tres respuestas básicas que experimentan las personas frente a lo desconocido, del que encontramos aquellos que con inocente credibilidad asimilan cualquier información como verdades incuestionables, seguido de los inconmovibles racionalistas, sobrevaluando sus conocimientos, que una vez ante sucesos que no encajan en su arsenal de explicaciones, lo desechan automáticamente dudando de los demás, antes que de sí mismos, al colocarse en jaque su ego intelectual, y por último un colectivo que antes de proferir duda e investiga sin prejuicio alguno, constituyendo este el verdadero espíritu científico. Lo cierto es que una vez embarcados, en el controversial estudio de los OVNIs se experimentará un cambio radical, donde enmarca perfectamente la vieja cita de uno de los más grandes físicos del siglo pasado, Albert Einstein: 23

“Una vez que se genera una nueva idea en la mente, nunca más se volverá a su estado original”. Ahondando lo suficiente en la investigación de estos fenómenos, se comprueba su existencia, transportándonos a otras hesitaciones aún irresolubles como ¿qué se esconde detrás de estos?, ¿son naturales o son eventos de otra índole?, ¿hay una inteligencia genuina tras sí? Y de ser así, ¿de qué tipo?, ¿existen patrones globales suficientes para enunciar alguna ley?, ¿por qué los fenómenos son preferentemente nocturnos?, ¿qué sabemos realmente de los OVNIs?, y ¿qué podríamos llegar a conocer? Reposando el presente material sobre dos elementales interrogantes: A) ¿Amerita una investigación estos fenómenos aéreos? B) ¿Qué interés puede despertar un libro sobre OVNIs en el Paraguay, dentro de la comunidad ufológica internacional? Para ello se hace necesario ceder la palabra a prestigiosos estudiosos, que esgrimirán sus diversos puntos de vista. Scott Corrales Investigador, Escritor Director de Arcana Mundi y The Journal of Hispanic Ufology (USA) A: “La investigación OVNI ha sido, sin lugar a dudas, uno de los quehaceres más importantes de la cultura contemporánea, al margen de que existan los platillos voladores, las inteligencias no humanas o parahumanas, los hombres de negro, o cualquiera de los misterios que buscamos. El afán de estudiar, de investigar, entrevistar y establecer correspondencia con otros interesados en el tema mundialmente ha producido amistades muy fructíferas, intercambios de datos que de otro modo no sería posible obtener, y naturalmente, la formación de un "colegio invisible" de cronistas e interesados. También es importante por la cantidad de derroteros que suelen seguirse - el que comienza interesado en las "luces en el cielo" puede acabar apasionándose por las conspiraciones militares, la tecnología aérea avanzada, y otros aspectos del mundo sumamente real que permanece oculto, sin embargo, a los ojos del hombre de a pie. El que desarrolla una inquietud por los agroglifos o los círculos de trigo puede seguir una vertiente que le lleve a interesarse por las mutilaciones de ganado y la presencia de luces extrañas durante estos fenómenos. Más apasionante aún puede ser ver el interés en los supuestos secuestros alienígenas convertido en una pasión por el funcionamiento del cerebro humano y los enigmas de la psiquiatría. Me temo, sin embargo, que la mediatización del fenómeno ovni - la interminable sarta de podcasts, programas de televisión, documentales, etc. - ha tenido un impacto negativo sobre el tema, resultando en situaciones deplorables que han restado mucho prestigio a este campo de estudio. Y es precisamente eso, un campo de estudio - hay que sentarse a leer y reflexionar, en vez de reaccionar ante las dramatizaciones que nos presenta una productora. Si no es posible tomar medidas, la investigación ovni podría pasar a formar parte permanente de la ‘telerrealidad’ que nos ofrecen las emisoras en todos los países del mundo.” 24

B: “Mucho interés, sobre todo para los estudiosos que desean completar el rompecabezas de todos los casos ocurridos a nivel mundial desde los '40. Tenemos poca información sobre Paraguay, sobre todo durante las décadas anteriores, y un libro, o cualquier estudio escrito y serio, puede proveer a los investigadores con material que tal vez coincida con otros casos que ya conocemos. Hay partes del planeta cuya casuística sólo conoceremos por encima, como el continente africano, el subcontinente indio, y gran parte de Oceanía (aunque Australia y Malasia tienen una tradición investigativa que se remonta a los 1960). Un libro sobre casos de avistamientos, aterrizajes y otros temas del tema ovni en Paraguay representaría un útil de gran valor para todos los interesados, ¡y estamos ansiosos por leerlo!” Thiago Ticchetti, Investigador, Escritor Co-Editor de la Revista UFO (Brasil) A: “La investigación ufológica es extremadamente importante, pues es a través de ella, que podemos recolectar las evidencias de la realidad del fenómeno OVNI”. B: “La ufología mundial está ansiosa para que se publique un libro sobre la casuística en el Paraguay. El trabajo realizado por el investigador Ronald Maidana, es muy bien visto internacionalmente, sin embargo falta una literatura especializada sobre los casos ocurridos en ese país.” Eduardo Grosso Investigador, Especialista en el fenómeno de los visitantes del dormitorio1 (Argentina) A: “Desde los albores de la Humanidad, el hombre ha tratado de explicar los fenómenos y misterios que no comprendía. Al principio, dado su saber y entender, les daban una explicación sobre el origen divino de los mismos, según el humor de tal o cual Dios. Con el advenimiento del método científico, se fueron comprendiendo las distintas fuerzas y manifestaciones de la naturaleza y de la psiquis humana. Se ha englobado una serie de fenómenos (según mi humilde opinión), bajo la sigla “OVNI”. Se ha dicho que es el “misterio más grande del siglo XX”, no dejo de estar de acuerdo con esa afirmación, y aunque se ha tratado de menospreciar al fenómeno o a sus ocasionales testigos, ésta manifestación fenoménica, de hecho, real, ha dejado huellas en los campos, trazas en radares civiles y militares, ha producido anomalías electromagnéticas y cambios en la composición química de terrenos, y en la biología de vegetales y en la de humanos que han estado circunstancialmente (o no) cerca del fenómeno. Todo esto nos trae el pensamiento que es de suma importancia para que las ramas del árbol del conocimiento científico siga desarrollándose, explicar lo hasta hoy desconocido, se trate de un

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Visitantes de dormitorio: Visitas nocturnas de supuestas entidades no humanas en el dormitorio del testigo. Existen varias teorías al respecto.

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fenómeno físico con un mecanismo o naturaleza no entendida, o en la más radical de las hipótesis, por qué no, un contacto extraterrestre. Darle la espalda es un error, que nos retrotrae al pensamiento del Medioevo, donde todo era un dogma de Fe, sin poder modificar nada. Creo sinceramente que toda la Humanidad vería con enorme placer y satisfacción, una explicación sobre lo que acontece, incluso la “visita” de otras civilizaciones. ¿Problemas económicos, caos social, cambios de paradigmas religiosos, inquietudes en los sistemas de Defensa de una nación, etc.? Tengo confianza en la adaptación del ser humano en toda circunstancia. Lo que me entristecería sería la negación de que algo está sucediendo, por el simple hecho de que ‘no puede ser’”. B: “El fenómeno ovni se ha manifestado en todos los países sin excepción, siguiendo iguales pautas de comportamiento. Aparentemente, sea lo que sea esto, no tiene predilección por uno u otro lugar. Desde el inicio de la ufología, hemos estudiado y analizado casos ocurridos en EEUU y en el resto del llamado ‘primer mundo’. Sin embargo, en Sudamérica hemos tenido casos excepcionales, tal vez los más espectaculares y con una gran ventaja: no están teñidos de ese halo comercial tan común en algunos de los llamados casos “top” como Roswell, Benwaters, Área 51, etc. Que, dicho sea de paso, nos hacen sospechar que tienen muchos condimentos añadidos. La hermosa República del Paraguay, tierra mediterránea, tiene una rica casuística, y desde mi punto de vista, un lugar privilegiado para el estudio del fenómeno, en una zona de confluencia con otros dos grandes países como Brasil y Argentina con una gran casuística que se va renovando continuamente. Cada investigador, cada investigación realizada, pone un grano de arena más en esta “playa” de conocimiento. Nunca va a estar demás un nuevo caso apasionante, del que podamos extraer conclusiones. Nunca sabemos de dónde vendrá la iluminación para entender u obtener la “llave” que abra la puerta del conocimiento necesario para resolver el enigma. La Ufología Internacional lo sabe, como se demuestra en cada uno de los Congresos mundiales que se realizan. Generalmente las grandes novedades provienen de los investigadores que no son del “primer mundo”, a los que les interesa la verdad y no vender documentales. Todos estamos ansiosos de conocer que está ocurriendo en nuestro país hermano. En Sudamérica encontraremos la clave, sea lo que sea”. Wallacy Albino Investigador, Miembro de GEUBS2, Escritor (Brasil) A: “La investigación OVNI es importante para poder entender quiénes son y qué quieren esos seres que pilotan esas naves que actúan en nuestro planeta desde hace millones de años” 2

GEUBS: Grupo de Estudios Ufológicos de Baixada Santista (Brasil)

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B: “Un libro mostrando la casuística ufológica del Paraguay es importante para poder analizar y comparar los casos que ocurren en ese país con casos que ocurren en otras partes del planeta, pues casos semejantes en lugares diferentes darán una mayor credibilidad al caso”. Dr. Andrés Salvador, Abogado, Prof. en Ciencias Jurídicas Director Nacional de la MUFON (Argentina) A: “La investigación OVNI es importante porque al menos desde 1947 estamos frente a un fenómeno social que puede estar siendo provocado por un fenómeno físico (o un conjunto de ellos) sobre el cual disponemos de una información y comprensión limitada y que por ese solo hecho reclama su abordaje en términos de Ciencia. Conserva su actualidad la afirmación hecha por el físico James E. McDonald en el sentido que “este asunto de los objetos volantes no identificados es, ciertamente, el mayor problema científico de nuestro tiempo” (Cf. Antonio Ribera y Alejandro Vignati, James McDonald – OVNIS, El ultimo desafío, ed. Cielosur, Buenos Aires, 1980, Colección Cuarta Dimensión, p. 89).”. B: “Un libro sobre OVNIs en el Paraguay y tan solo atendiendo al registro de observaciones, puede presentar el mayor interés por la ausencia de bibliografía sobre el punto. La falta de información se advierte por ejemplo en el hecho que en el catálogo Un siglo de aterrizajes de OVNIS (1868 – 1968), confeccionado por Jacques Vallée e incluido en su libro Pasaporte a Magonia (ed. Plaza & Janes, Esplugas de Llobregat – Barcelona, 1976, trad. cast. de Antonio Ribera), sobre 923 casos solo uno, el 562 – 5 de febrero de 1963 (p. 414) corresponde al Paraguay, en tanto que Antonio Ribera en OVNIS sobre Iberoamérica y España (ed. Plaza & Janes, Esplugas de Llobregat – Barcelona, 1980) que dedica una entrada a Paraguay (pp. 351353) señala para este país solamente tres observaciones, correspondientes a los años 1964, 1965 y 1966”. Se perfila una débil y fatua llama que proviene desde los albores del tiempo, invitándonos a seguirla, ¿Estás preparado?

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"El verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar paisajes nuevos, sino en mirar con nuevos ojos" Marcel Proust

Aparentemente el signo más vetusto de fenómenos celestes incomprensibles en el Paraguay, se halla desde la época de las Reducciones Jesuíticas, un caso exquisito en detalles, que ha posibilitado un análisis desde distintas aristas revelando algo inusual y desconocido. Las reducciones jesuíticas constituyeron un intento digno de poder dar a los indígenas guaraníes, una oportunidad de abandonar las prácticas poco morales desde el punto de vista del “hombre blanco”, tales como la antropofagia3, la poligamia, y otras costumbres consideradas aberrantes, instruyéndoles fuertemente en el Cristianismo, en medio de la espesura selvática que no constituían una barrera para los Padres (sacerdotes) quienes valientemente motivados por la convicción de su fe, trataban de catequizarlos4, no sin antes ser arrebatados de sus tierras y eventualmente ser colonizados. El escenario sería en la otrora “Provincia del Paraguay”, mucho más extensa que el “minado territorio actual”, resultado de grandes conflagraciones, donde antiguamente el Paraguay se delimitaba al NORTE con la Capitanía de San Vicente, hacia el SUR con el Río de la Plata, proyectándose al ESTE hasta las márgenes del Océano Atlántico, y por último, el OESTE en la actual Región de Tucumán (Argentina). Según se ha podido constatar gracias a las cartas anuas5, la citada labor de catequización no ha sido para nada fácil, y menos para el Padre Justo Mansilla, Superior de la Reducción de San Ignacio de Ipané, la más antigua de todas, quien consiguió con mucho esfuerzo juntar familias indígenas en la Reducción, debido a varios factores como promesas incumplidas y la siempre latente amenaza de invasiones de los Bandeirantes6. Probablemente la Reducción de San Ignacio de Ipané, se situaba en una región conocida como Aguaranamby a orillas del Río Piray (actual Aquidabán), hasta el año 1656. Tropecé con este caso a través de un programa radial nocturno emitido durante mi adolescencia en la desaparecida “Trinidad FM 96.5”, donde narraron el atávico caso acaecido 3 4 5 6



Canibalismo. Acto de comer carne humana. Acto de instruir en la fe Católica. Litera Anual”. Informes, cartas emitidas por los Padres Providenciales, al Padre General de la Compañía de Jesús, poniéndolo al tanto de todas las actividades ejercidas en un periodo de un año, en las Reducciones y Misiones. Expedicionarios portugueses.

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supuestamente un 10 de abril 1631, en la Reducción Jesuítica de Ipané, desde donde observaron atónitos, una inmensa e incomprensible luz que surcó los cielos lentamente. La semilla de la duda y el asombro se implantaron fuertemente, iniciando años después una búsqueda por conocer los pormenores de este interesante incidente, así como el documento en que se respaldaba. Durante años hallé el mismo relato disperso en múltiples publicaciones, del que algunos aparentemente se habrían servido de un libro escrito por el conocido investigador y escritor argentino, Dr. Antonio Las Heras, titulado “O.V.N.I.S. Extraterrestres entre Nosotros”, (Ediciones Santiago Rueda, 1978), donde efectivamente se mencionaba el caso de la siguiente manera: “En la reducción de San Ignacio de Ypané, el 10 de agosto de 1631, un algo extraño y luminoso fue visto surcando el cielo. Entre las 6 y las 7 de la tarde se vio levantarse por la parte oriente un globo luminoso de extraña grandeza que vino con vuelo no apresurado, sino algo lento, por encima del pueblo, como una Luna Llena. Despedía hacia oriente gran cantidad de centellas y al llegar a la línea del horizonte de occidente, se abrió con mayor luz, la que luego se apagó, y transcurrido el tiempo que se tarda en rezar un credo dio un tremendo estallido como de un trueno”. Interesante crónica de un fenómeno luminoso que acumula valor debido a la antigüedad del hecho, sin embargo no podía deshacerme de la incipiente especulación que probablemente ello era solo un resumen de algo mucho más extenso y detallado. Para confirmar o desbancar esta suposición contacté con el Dr. Las Heras, quien señaló que lamentablemente no podría ayudarme, al no poseer los borradores originales de su obra, por haber transcurrido más de 30 años desde su publicación. A pesar de ello, envié una serie de misivas a importantes historiadores jesuitas, quienes recomendaron al conocido antropólogo, lingüista y escritor, el Sacerdote Jesuita Bartomeú Meliá. El Padre Meliá, es un experto en los archivos jesuitas, e inesperadamente demostró interés en el relato, y de una manera extremadamente amable se molestó en investigar la fuente de este. No tardaría en apuntar a lo que probablemente consistía en una carta de un religioso a otro, material raro y difícil de conseguir. Fiel transcripción de esta, lo hallamos en la obra titulada “Jesuitas e Banderaintes no Itatim”, recopilación de textos, cartas, y manuscritos comprendidos desde los años 1596 a 1760 pertenecientes a la Colección de Angelis. Confirmándose la especulación inicial de un resumen, no sin antes advertir que existió un error en la datación del suceso, pero allí se apreciaba la crónica en su totalidad como un pequeño acertijo abierto con muchas pistas, cual transcribo fielmente: 32

«A los 10 de agosto de 1651 entre las seis y 7 de la noche se vio en el pueblo de S. I. de Ipané y algunas leguas en contorno, levantarse de la parte de Oriente un globo luminoso de extraña grandeza que en mediana altura como de las nubes vecinas vino con vuelo no apresurado sino algo lento por encima de (sic) aquel pueblo hacia el occidente, hallándose de repente el hemisferio con gran claridad como de luna llena. Iba despidiendo hacia la parte oriental de donde salió cantidad de centellas al modo de cohete; y en llegando a una niebla sutil o colina, que cubría el horizonte de occidente, antes de entrar en ella, se abrió con mayor luz y centellas, y después de encubierta aquella luz como espacio de un credo, dio un tremendo estallido como trueno, sino como respuesta de Bombarda o cañón de batir. Que causó en el pequeño, suspenso y asombro muy semejante a aquella luz que al entrar en Etiopía el Patriarca D. Alonso Méndez. Sería su curso como 16 leguas de distancia al parecer. No se ha alcanzado lo que pueda ser, porque para cometa parece la duración muy breve, el vuelo muy ratero (sic), y extraño el estallido, más propio de exhalación que de cometa, si bien parece exceso para exhalación. Nuestro señor se sirva de convertirlo todo en bien o por lo menos impedir todo mal a estas sus ovejuelas.» La crónica no tiene parangón alguno para aquella época. Se describe con gran precisión un fenómeno que impresionó al religioso quien resolvió documentarlo (Ver Imagen 1). Analicemos. En pleno crepúsculo (según el escrito), hacia la región comprendida del ESTE, se habría levantado una gran esfera luminosa, la cual al situarse aproximadamente en la mitad de la cúpula celeste (el cenit), consiguió iluminar análogamente a una Luna Llena, por lo que la cantidad del flujo luminoso podría deducirse a 1 Lux en fotometría, traduciéndose en una considerable iluminancia en el paisaje, añadiendo que las Reducciones se hallaban instaladas a mitad de las selvas donde las noches eran realmente obscuras, esto aparentemente habría sido así ya que al someter a varios programas astronómicos la fecha correspondiente se descubre que no había Luna aquel día, por lo que la iluminación debió provenir del objeto extraño. No obstante durante la simulación del cielo de 1651, he descubierto la presencia de una conjunción planetaria, Imagen 1 formada por los planetas Júpiter Recreación artística del suceso en una pintura por Myriam Careaga y Marte hacia el SUR-ESTE (Véase Imagen 2).

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Imagen 2 Configuración del cielo nocturno del 10 de abril de 1651

Por otra parte se alude a una emisión de residuos luminosos tras el cuerpo símiles a un cohete, que no podemos ignorarlo. Continuando con el análisis, al llegar al horizonte (debió de tratarse el OESTE), incrementó su luminosidad enmascarado un poco, debido a la reinante niebla de la región (propias de las selvas húmedas) y en el tiempo en que se tarda en rezar un credo, hablaríamos de un minuto y medio aproximadamente (eso es bastante lento), emitió un sonido comparable a un cañonazo, que lentamente experimentó una cadencia, disminuyendo en intensidad sonora, descripción cual, el religioso hace uso de una analogía, con una muy lenta expiración, en otras palabras, el escritor trata de describirnos algo que se estaba apagando lábilmente más que una súbita explosión. En su escrito se realiza un breve escalamiento de hipótesis, descartándose una posibilidad que asaltaría prima facto, el de un bólido, un meteoroide que descendió de los cielos de manera abrupta, estrellándose cerca de la Reducción. Para esto, basta aclarar un punto, los bólidos u meteoroides de gran porte, “caen” desde las alturas, “no se levantan” desde un sector del paisaje, para luego transitar por toda la cúpula celeste, y posteriormente decaer en otro punto.

Imagen 3 Bólido surcando el firmamento

Los bólidos, son rocas espaciales erráticas que una vez situadas a cierta distancia con respeto al planeta Tierra, son fuertemente atraídas por la fuerza gravitatoria del planeta (fuerza de atracción) por lo que ingresan a nuestra atmósfera, y experimentan fácilmente una caída de unos 300 kilómetros por segundo, más rápido que una bala calibre 22, y debido a la fricción que experimentan estas rocas por las capas de la atmósfera, se van desintegrando con una impresionante celeridad, que dependiendo de su porte, estás pueden 34

constituirse en las famosas “estrellas fugaces” (Véase Imagen 3), no llegando a tierra, por el contrario si las rocas fueran de varios kilos, tardarían mucho más en desintegrarse, ofreciendo un verdadero espectáculo visual, en la que se escucha en ocasiones una explosión, y si fuera posible impactando en la superficie, con su posterior secuela, un inmenso o pequeño cráter, denunciándose como el punto cero de la caída. Como hemos visto es un raudo fenómeno no compatible con el tiempo descripto en el relato. Además, puntualmente aquí, el objeto “no cae”, “se levanta” de un sector, trasladándose en un esquema de varios kilómetros de distancia para luego descender, sin embargo ¿Qué pudo haber descendido en las inmediaciones a la Reducción de San Ignacio de Ipané? Más sorpresas se presentan al encontrar un caso idéntico que habría acontecido en España pero en pleno siglo XX, luego de 316 años. Un joven quien por aquel entonces contaba con 22 años, Joaquín March Navarro, obrero de una fábrica situada en el pueblo de Buñol (Valencia), habría sido testigo de una extraña esfera luminosa de gran tamaño que habría salido de la Sierra de Martés (España). A las 2 de la madrugada, de un buen día de julio de 1967, cuando se dirigía hacia la finca de un hermano y este debía transitar por un sendero montañoso, tuvo la visión de una esfera gigante análoga a la Luna Llena, que habría levantado vuelo desde la Sierra de Martes, ubicada a unos 12 km desde el punto donde se halla el testigo, en la zona de Cañalarga. Según la descripción de este, la misteriosa esfera se desplazaba lentamente por el firmamento iluminando perfectamente todo el paraje, como si del día se tratara, para luego, en unos 5 minutos situarse verticalmente sobre el horizonte, donde permaneció estático por unos 90 segundos aproximadamente y estando a unos 30° de altitud, emitir una llamarada al tiempo que comenzó a producir un muy extraño sonido que se vio en la imposibilidad de reconocerlo. Un verdadero espectáculo, y más para un hombre que estaba acostumbrado a aquellos lares, resumiendo su increíble visión, dijo lo siguiente: “Fue el suceso más extraño y maravilloso que me ha ocurrido en la vida”. El caso fue debidamente analizado por el fundador de la entidad “Anomalía”7, el escritor e investigador Juan Vicente Ballester Olmos8. Ballester ha descartado la posibilidad de que se trate de algún tipo de fenómeno inusual eléctrico, una suerte de ionización resultado de cables de alta tensión que se encontraban en el 7 8

Fundación Anomalía: Fundación sin ánimo de lucro, que posee como objetivo el estudio racional de los OVNIs. En el 2010, fue cambiado por el nombre de “Fundación Íkaros”. Juan Vicente Ballester Olmos: Miembro de la Society for Scientific Exploration , J.A. Hynek Center for UFO Studies , así como asesor en las revistas Cuadernos de Ufología y Anomalía , creador del Proyecto FOTOCAT, un gigantesco catálogo de casos de OVNIs fotográficos a nivel mundial, con más de 10.500 casos que sigue ampliándose

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pueblo, pero por la distancia y la forma en que se presentó el fenómeno, se desbanca esta hipótesis. De igual forma si se barajase la premisa de un bólido como en el caso jesuita, este caería por tierra debido a su duración, correspondiente a unos 5 minutos. Ambos cuerpos subieron desde el horizonte, para seguidamente de una forma inexorable transitar por el firmamento, iluminando fuertemente a su rededor como la Luna Llena, idéntica descripción en sendos casos, así como la percepción de un fuerte y extraño sonido que demoró en extinguirse. Una cosa que contribuye a la extrañeza del Caso Jesuita, prosiguiendo con la tentativa del bólido, es que contradictoriamente a lo que la opinión pública cree, “los bólidos en raras ocasiones son vistos y no son un fenómeno periódico”. Si aún persiste la hipótesis del bólido, me remito a los escritos del naturalista y médico suizo Johann Rudolph Rengger (1795-1832), quien estuvo por el Paraguay realizando estudios sobre Ciencias Naturales en la época del Dictador José Gaspar Rodríguez de Francia, narrando su experiencia en “Viaje al Paraguay en los años 1818 a 1826”, traducido al castellano por Alfredo Tomasini y José Braunstein, donde encontramos referencias a bólidos con un lenguaje y contexto propios de la época: “El cielo en el Paraguay es generalmente bello y diáfano. Después del viento del Sur es de un azul más oscuro que cuando pasa el del Norte. En todas las temporadas del año pueden verse, con noche claras, multitud de estrellas fugaces y a veces meteoros bastantes grandes. Yo puede ver muchos de ellos del tamaño aparente de una bala de cañón de doce, y que parecían no estar más elevados en el horizonte que algunos cientos de pies. Cuando pasaban por encima de mi cabeza yo escuchaba un chirrido como de un cohete. A veces se extinguían después de haber recorrido un sector grande del espacio. Otras veces estallaban con ruido, como bombas, dividiéndose en globos más pequeños que descendían hasta cerca de la tierra extinguiéndose poco a poco. Todos estos meteoros dejaban tras ellos en su ruta una traza luminosa. Pude observar uno en Asunción cuya luz iluminó el patio interior de la casa en que me encontraba en ese momento como si fuera de día. Me ha parecido notar que estos meteoros toman la dirección del viento que soplan cuando aparecen. Lo más frecuente es que se desplacen de Este a Oeste, porque en las noches en que las estrellas fugaces se muestran más a menudo se hace sentir un poco el viento del Este o virazón. En el Paraguay muchas se han encontrado hierro meteórico a veces sobre la superficie o, a veces, removiendo la tierra con el arado. Un herrero me aseguró que había hecho un freno con uno de estos trozos, encontrado en Tacumbú, cerca de Asunción, pero que el hierro era muy quebradizo. Según la descripción que me hizo de él, no dudo de que fuera un aerolito, sobre todo porque aproximadamente en la misma latitud se encontró en el Chaco un bloque inmenso de este hierro, del que todavía pude ver una parte y del que conservo un fragmento pequeño” La denominación “meteoro” aparece reiteradamente en este cuerpo textual delicadamente detallado, aludiendo a trazas luminosas de este, así como una elucubración de Rengger sobre la 36

dirección de estos sujeta al viento, especulación debida al desconocimiento de la época del origen de estos objetos. Este segmento de la rúbrica de Rengger “Otras veces estallaban con ruido, como bombas” difiere substancialmente al “y extraño el estallido, más propio de exhalación que de cometa, si bien parece exceso para exhalación” del avistamiento jesuítico donde el religioso confiesa el antagonismo a un “cometa”, subráyese el término que equivale a decir “meteoro”, dicho de otra forma pareciera entrever que el religioso posee conocimiento de este fenómeno astronómico y destacándolo que no es semejante. No menos importante es el dato referido a la altitud en que se manifestó el extraño objeto: “que en mediana altura como de las nubes vecinas”. Las nubes vecinas son las más bajas, encontrándose a partir de los 800 metros o 1.000 metros, despertando conmoción a cualquiera que presencie semejante objeto a tan baja altura. También estima su curso a unas 16 leguas, esto es unos 77 Km recorridos por el objeto, ¿cómo llegó a semejante conclusión? Ese secreto lamentablemente se lo llevó a la tumba. Entonces ¿podría tratarse de algún artefacto volador terrestre? Si nos atenemos a los registros históricos es sencillamente imposible, debido a que el primer globo aerostático se inventó unos 131 años después de este acontecimiento, gracias al ingenio creativo de los hermanos franceses Joseph y Étienne de Montgolfier, quienes construyeron un globo que ascendió gracias al aire caliente contenida en su interior en el año 1782, realizando otras pruebas que concluirían con el primer transporte de personas a bordo de estos globos, en 1783 (Véase Imagen 4). Tanto como el ingenio terrestre semipropulsado más pesado que el aire, no tuvo lugar sino 252 años después, recién en el año 1903 cuando los hermanos norteamericanos Wilbur y Orville Wright, consiguieron con éxito que su avión experimental pilotado fuera capaz de volar por unos 12 segundos, en Kitty Hawk (Carolina del Norte, USA), concretándose fuertemente con su hazaña el sueño del hombre de poder volar. Imagen 4 Estampilla paraguaya (1983) conmemorando el primer vuelo realizado por los hermanos Montgolfier

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La Guerra de la Triple Alianza fue la más cruenta y vasta conflagración de toda América, iniciada en el año 1865 hasta 1870, por una fatídica coalición de tres países conformada por el Brasil, Argentina y el Uruguay, contra el Paraguay, obedeciendo a múltiples razones según el ojo revisionista con el que se lo mire. Auténtico holocausto, donde el 90% de la población masculina adulta fue reducida, permaneciendo solo mujeres, infantes (niñas en su mayoría porque cuantiosos niños perecieron en los campos de batalla) y ancianos, todos ellos tuvieron la inconmensurable tarea de emerger entre las cenizas de un Paraguay mutilado geográfica y moralmente. De entre los ríos de tinta que profieren los hechos bélicos, existe un desconocido, interesante y desconcertante suceso incorrectamente situado durante esta guerra, como lo veremos más adelante. "El día 26 de noviembre de 1866 se hallaba navegando por el Río Paraguay en misión de guerra un bergantín brasileño al mando del Capitán Augusto Leverger (más tarde agraciado con el título de barón de Melgazo), cuando este percibió al hallarse en cubierta durante la noche un fenómeno que no tenía explicación lógica. A las cinco horas y 47 minutos de la madrugada (explica el Capitán Leverger en su informe) estando el cielo perfectamente limpio y calmo, percibí un globo luminoso que con increíble rapidez describió una curva de 30 grados rumbo al Noreste, dejando subsistir tras de sí una faja de luz en la cual se distinguían tres cuerpos, cuyo brillo era mucho más vivo que el de la faja e igualaba, si no excedía en intensidad, al de la luna llena en tiempo claro. Después de 25 minutos de observación, de la que también fue partícipe una parte de la tripulación de la nave, todo desapareció bruscamente, y a partir de allí no hubo más perturbaciones atmosféricas. En la ciudad de Asunción (añade Leverger) conversé con el Embajador de Brasil, y otras personas, que testimoniaron esta declaración. Sometiendo a cálculos trigonométricos, las posiciones detectadas personalmente por Leverger, se estima que el fenómeno debió de verificarse en la región atmosférica y tan sólo a 59 leguas de distancia de Asunción.” Divulgaba el desaparecido “Noticias – El Diario” (1996), en un inaudito artículo que atesoro desde entonces, referenciando a la revista argentina “Cuarta Dimensión” correspondiente al N° 28, donde se descubre en la pág. 24, “La Presencia de OVNIs en la Guerra del Paraguay”, una rúbrica perteneciente a María Virginia Capallo (Ver Imagen 5).

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En la búsqueda de la crónica original, entablé una entrevista luego de años, con el conocido Ing. Vicente Pistilli, historiador, matemático, topógrafo, catedrático de la Universidad Nacional por más de 60 años, y un gran defensor de la hipótesis de una influencia vikinga en los guaraníes desarrollada en su obra, “Vikingos en el Paraguay” (1978). Pistilli me obsequiaría sorpresivamente un texto de su autoría en la extinta publicación “El Diario”, caratulado “Objetos Voladores en los cielos del Paraguay” del día domingo 17 de febrero de 1985, un raudo relato sobre OVNIs divisados desde épocas precolombinas, que bien pudo haber influenciado en las creencias de los diversos pueblos de América, apareciendo allí también el avistamiento del Cap. Augusto Leverger. Sin embargo Pistilli no recordaba la rúbrica consultada debido al tiempo transcurrido. Imagen 5 Si el avistamiento se dio en el Paraguay, tendría Artículo de la Revista Cuarta Dimensión N° 28 que haber una constancia en el Archivo Nacional, donde consulté diversos catálogos, hallando un grupo etiquetado como “No clasificados”, donde aparecían los escritos del Cap. Leverger.

He visto y hojeado con mucha emoción, sus manuscritos de una caligrafía exquisita redactada en portugués, narrando su travesía por el Río Paraguay como sus encuentros con los indígenas, anexando un diccionario guaraní-portugués, que evidenciaba el interés del extranjero por descifrar el lenguaje de los guaraníes, pero por ningún lado se apreciaba en aquellas sepias hojas, alusión alguna a su avistamiento. Por ventura la proa de esta historia viraría, al conseguir una copia de un antiguo boletín mecanografiado de la “Sociedad Brasilera de Estudios de Discos Voladores”, dirigido por el Dr. Walter Buhler, del 1 de noviembre de 1959, N° 12, donde efectivamente aparecía extensamente el avistamiento del Cap. Leverger en el Río Paraguay, añadiendo otros casos del siglo XIX (Véase Imagen 6)

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Imagen 6 Fragmento del Boletín de la Sociedad Brasilera de Estudios de Discos Voladores de 1959, aludiendo al caso Leverger

“Dejamos aquí la preciosa cita de C. J. Dunlop para informar sobre la inspiración, de lo que se ve en la “Gazeta Official do Imperio do Brasil”, 26 de noviembre de 1846, página 295. Observé esta noche un fenómeno que nunca antes he visto. A las 5 horas cielo perfectamente limpio y calmo, y el termómetro de unos 60°F, un instantánea rapidez describió una curva de como 30°, hacia el rumbo realizaba con el horizonte eran ángulos de aproximadamente 75° y 105°, lado del Oeste.

y 57 minutos estando el globo luminoso que con NNO. La dirección que en ángulo abierto por el

Dejó subsistir tras de sí, una faja de luz de 5 o 6° de grosor, y 30° a 35° de largor, en el cual se distinguían tres cuerpos cuyo brillo era muchos más vivo que de la faja, e igualaba, si no excedía, en intensidad, al de la Luna llena en tiempo claro. Estaban superpuestos y separados unos de otros. El del medio tenía la apariencia casi circular; el inferior parecía un segmento de círculo de 120° con los radios extremos quebrados; la forma que presentaba el de arriba era de un cuadrilátero irregular; la mayor dimensión de los discos sería de 20 a 25’. En fin, encima de ellos, se vio una faja de luz muy débil, en forma de zigzag, como de 3° de largura y 5° o 6° de espesor. La altura angular de la faja grande sobre el horizonte parecía de 8°. (Deseoso de no perder alguna circunstancia del fenómeno, no recurrí a los instrumentos para medir esas dimensiones). Fue bajando todo con mayor velocidad, aparentemente como los astros en el ocaso, comenzaron los globos luminosos a cambiar de aspecto tomando la forma elíptica cada vez más achatada, y achicándose hasta parecer unas pequeñas nueces. La faja grande se inclinó para el Norte hasta quedar casi horizontal, más el zigzag siempre conservó la misma dirección. Después de 25 minutos, todo despareció, y no hubo el más leve signo de perturbación en la atmósfera. 40

En la ciudad de Asunción, conversé con el Ministro del Brasil y diversas otras personas que testimoniaron este, y para todos nosotros, la singular aparición. Una circunstancia que me parece muy digna de verificarse, es que la dirección en la que el Ministro observó el fenómeno, no hubo engaño, pues refería a la observación a un ángulo cuyo azimuth era fácil de verificar, y esta dirección era aproximadamente de ONO, haciendo por lo tanto un ángulo de 45° con la de NNO, que he notado. Sometí a cálculos trigonométricos este enorme paralelaje combinada con las posiciones geográficas de Asunción, y el lugar donde he observado, y constaté que el fenómeno debería hallarse en la región atmosférica y a tan solamente unas 59 leguas de distancia de Asunción”. Cual evocación al “Caso Jesuita” (Véase Pág.31), una vez más el año estaba incorrecto, siendo en 1846 y reconfigurando el panorama histórico al manifestarse unos 18 años antes de la guerra. ¿Sin embargo que hay de su autor, Augusto Leverger? Fue un oficial de la Marina de Guerra Brasilera, nombrado “Barón de Melgazo” por el entonces Emperador D. Pedro II, por sus hazañas defensivas en el Matto Grosso, autor de varios documentos de exploración hidrológica y meteorólogo (Ver Imagen 7). El documento refiere al Embajador del Brasil, presumiblemente Imagen 7 el Dr. José Retrato del Cap. Augusto Leverger Antonio Pimenta efectuado por Bartolomé Bossi en 1865 Bueno (Marqués de San Vicente), así como otros testigos que lastimosamente no se han nombrado. Se sabe que el Capitán Leverger navegó por el Paraguay durante junio de 1846, por lo que probablemente la observación habría acontecido en aquel mes, publicándose posteriormente el 26 de noviembre en la Gazeta Official do Imperio do Brasil, diario del Imperio archivado en la “Biblioteca Nacional del Brasil” (Río de Janeiro) en la “División de Publicaciones Seriadas” (Véase Imagen 8).

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Imagen 8 Gazeta Official do Imperio do Brasil del 26 de noviembre de 1846

Leverger partió de Cuiabá (Mato Grosso do Sul) rumbo Asunción en el bergantín“18 de julio” con una tripulación de 47 hombres, escoltado por otro navío, el “23 de Febrero”, observando el insólito objeto cuando se encontraba a una altura de 59 leguas (328,7893 Km) de la Bahía de Asunción sobre el Río Paraguay. Lo llamativo del suceso es que siendo un meteorólogo fue incapaz de discernir el fenómeno, así como la existencia de otro testigo separado a kilómetros de distancia de respetable posición, destruyendo la conjetura de una eventual sugestión o ilusión óptica de algún tipo. Por otra parte se podría argüir un bólido, análogo intento al Caso Jesuita (véase Pág. 31), pero la duración del fenómeno, no hace más que poner en seria duda esta afirmación, al no existir bólidos que transiten por ¡25 minutos en el firmamento!, si continuamos desmenuzando el informe descubrimos detalles inusuales. Se detalla con bastante precisión unos 3 cuerpos que siguen a la extraña esfera luminosa, comparable uno de ellos a una media luna y otro aparentemente irregular, siendo disímiles a un meteoro. La estela que presentaban estos cuerpos pudo deberse a una fricción por las capas atmosféricas resultado de una tremenda velocidad con que se desplazaban, sin embargo sorprende este detalle: “Encima de ellos, se vio una faja de luz muy débil, en forma de zigzag”, ¿ligeros cambios de curso, imperceptibles debido a la distancia de los observadores? Lo único que volaba en aquel entonces eran los globos aerostáticos, esto podría explicar el fenómeno divisado por brasileros en el Rio Paraguay en 1846, sin embargo, ¿Quién tenía globos por aquí cerca? Durante la nefasta guerra de la Triple Alianza se ejecutó un pionero sistema “el espionaje aéreo”. El famoso Marqués de Caxias, representante del Partido Conservador, senador vitalicio del Brasil en 1846 nombrado Duque, sería el primer personaje histórico sudamericano en adquirir globos aerostáticos ingleses, con fines de espionaje de las trincheras paraguayas. Puso en prueba el primer globo infructuosamente en diciembre de 1865, de la mano de una compañía estadounidense, sin embargo esperó hasta mediados del año siguiente la llegada de otro ejemplar, que fue soltado en Estero Bellaco desde un corral construido de cañas largas (tacuaras). El ingenio aerostático ascendía una vez que maniobraban con ella unos 30 hombres que tiraban de unas 3 grandes cuerdas. La ascensión oficial del “Globo de Caxias”, fue el 6 de julio de 1865 en Potrero Piris, a cargo del Ingeniero de las Fuerzas Aéreas Argentinas, Tte. Cnel. Chodasiewicz, y el Cap. Don Ignacio Céspedes (paraguayo al Servicio de los Aliados). 42

Parte de ello se ve perfectamente ilustrado en “El Centinela”, cuyo slogan rezaba “Periódico serio-jocoso”, del día jueves 8 de agosto de 1867 (Año 1, N° 16), en la pág. 2: “Caxias con su división romperá el ataque a la señal dada por el ascenso de un globo –Osorio por la vanguardia, protegido por Mitre, que está con los Argentinos en Paso Canoa e Ignacio con su escuadra en Curupayty” Con un dibujo que abarcaba toda la hoja acompañando el artículo, parodiando las intenciones del Marques, con el sugerente título de “Cara Feia al Enemigo”, en la que se aprecia al Ejército Paraguayo bajando sus pantalones y mostrando sus nalgas ante la mirada de un soldado aliado a bordo del globo (Ver Imagen 9). No sería esta la única publicación que ridiculizaría a Caxias y su globo, prueba de ello hallamos en la extinta “Cabichui”, del 20 de mayo de 1867 (Año 1, N° 3), pág. 3, así como en otras ediciones. La existencia de estos “globos de espionaje” no constituyó secrecía alguna, surgiendo estos serios interrogantes, ¿qué tanto se pudo observar a las 5:57 en medio de una lánguida noche?,¿Cómo un Capitán de Guerra y Meteorólogo fue capaz de confundirse con un globo, sin mencionar los otros testigos?, ¿Qué no difieren absolutamente la forma del objeto visto con los globos de Caxias?,¿Qué clase de globo es capaz de dejar tras sí una estela, en la que le siguen 3 cuerpos con formas perfectamente definidas que nada hacen pensar en globos?. Imagen 9 Pintoresco grabado se halla en “El Centinela” del 8 de agosto de 1867

Sin mencionar lo más importante, el avistamiento de Leverger se dio 18 años antes de la Guerra Grande, por lo que la hipótesis del globo es altamente improbable. Quod erat demonstrandum9.

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En latín, “Lo que se quería demostrar”.

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“Y si así fuera, nada de raro también tendría que los 'platos voladores' hayan incluido en su itinerario nuestro hermoso país, prestigiado por su tradición y sus dones naturales" Diario La Tribuna (Paraguay), 25 de febrero de 1948

¡Sí! Haz leído bien, casos paraguayos en el mítico y legendario proyecto estadounidense de estudios científicos concernientes al catálogo y análisis de casos de OVNIs. El proyecto Libro Azul (Blue Book Project) fue un intento de comprender primordialmente que grado de certeza subyacía al masivo número de avistamientos que se dieron en los años comprendidos entre 1952 al año 1969, conformando un voluminoso catálogo, examinada por un reducido grupo de científicos encabezado por el conocido astrónomo, Dr. Joseph Allen Hynek (Ver Imagen 11 Director del Observatorio Astronómico de McMillin (USA), Cap. Edward Ruppelt (piloto y héroe de la Imagen 11 Segunda Guerra Mundial), Mayor Héctor V. Dr. Joseph Allen Hynek Quintanilla, Oficial Hill Marley, Sgto. David Movi, y la secretaria Marilyn Beaumer Stancombe (Véase Imagen 10), quienes aplicaban cual navaja suiza una serie de análisis, que van desde meteorología, psicología, física, astronomía, química, etc., con el afán de realizar un profundo corte, discriminando casos que se convertían (al explicarse) en OVIs10, de aquellos con una genuina naturaleza anómala. De ser así, ¿representarían un peligro para la seguridad de los Estados Unidos o tal vez del mundo? Irónicamente el astrónomo Hynek, antes de embarcarse en el proyecto poseía una visible renuencia, tesitura patente en 1948: “Todo este tema parece totalmente ridículo, y es una moda que pronto pasará” 10

OVIs: Objetos Voladores Identificados

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Imagen 10 Staff del Proyecto Libro Azul

Así como estas palabras ante “The Columbus Citizen”: "Sólo se han recibido informes sobre discos desde los propios Estados Unidos, y la gran mayoría de ellos centrados en la costa Noroeste del Pacífico. No puedo comentar nada oficialmente sobre los discos voladores no he visto ninguno, y mucho menos he podido seguir sus trayectorias. Sin embargo, estoy muy interesado por tales informes" Sin embargo al concluir el Blue Book, el Dr. Hynek terminó por convertirse en uno de los más acérrimos defensores de la fenomenología: “Como científico debo ser consciente del pasado, y admitir que con mucha frecuencia ha ocurrido que las cuestiones de gran valor para la ciencia son pasadas de alto por un nuevo fenómeno que no se adecua a las perspectivas científicas de la época”. Revelando reiteradamente un hastío por la vana acción de simplificar la casuística a confusiones, de forzar explicaciones donde no se podía, concluyendo que efectivamente había algo desconocido. Cabe resaltar que no pocos denuncian que el Proyecto Libro Azul comenzó viciado, aquel reducido grupo de expertos contra una astronómica cantidad de reportes aparentemente imparable, exigiendo lógicamente mayor tiempo y recursos. Gran parte del cuerpo documental atañe a los Estados Unidos, pero existen entradas extranjeras por ofrecer una perspectiva global del fenómeno, donde se encuentran sucesos del Brasil, Uruguay, Argentina y contra cualquier pronóstico también el Paraguay. Es lo que descubrí al hurgar en los archivos desclasificados del Blue Book, acervo del NARA11, constituidos mayormente por microfilms y fotocopias que han sido afortunadamente digitalizados para la posteridad, donde reposan archivadas rúbricas de avistamientos acaecidos en la “tierra del tereré”. A prima facto se visualiza un caso del 20 de febrero de 1948, asentado en unas 13 hojas por un oficial norteamericano, anexándose un recorte de otro acontecimiento paraguayo del 13 de julio de 1965 (Véase Cap. “La Mariner IV en Marte, y los OVNIs en el Chaco”, Pág. 156), no siendo estos los únicos archivados por la USAF, compactando el presunto aterrizaje de un OVNI en el patio de un colegio en Asunción (Véase Cap. “Visitantes en el Colegio”, 101). “Fecha: 20 de febrero – Locación: Asunción, Paraguay – Observador: 3 reportes (Vargas) – Evaluación: Astro (Meteorito)”.

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NARA: Acrónimo de “National Archives”, es el Archivo Nacional de los Estados Unidos.

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Esta línea corresponde al avistamiento del 20 de febrero de 1948, archivado como el “Incidente #119”, exhibiendo el título de “Platillos Volantes sobre Asunción”, del cual rescato la siguiente reflexión: “Mientras una cierta cantidad de los informes de este incidente son contradictorios, la mayor porción supone la hipótesis de que el objeto que se observó poseía un movimiento lento meteórico o de una bola de fuego. La velocidad y color concurren en esto. El hecho de que el objeto se vio sobre un área tan ancho, insinúa que lo observado se encuentra a sólo 1000 pies, probablemente sea un error en la estimación”. Concluía el informe mecanografiado en una añeja hoja sujeta a una plancheta, con el inconfundible sello “Unclassified” (En inglés, Desclasificado) correspondiente a documentos secretos que fueron liberados (Véase Imagen 12).

Imagen 12 Expedientes del Proyecto Libro Azul sobre el avistamiento paraguayo de 1948

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Detengámonos en las siguientes oraciones, “una cierta cantidad de este incidente son contradictorios”, tanto como, “la mayor porción supone la hipótesis de que el objeto poseía un movimiento lento meteórico”, presunciones al igual que la estima en la altitud del objeto. El personal de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se basó en el discontinuado diario “La Tribuna” para acceder a la información, calificándolo como serio y de reconocida reputación. La Sra. Agustina Vda. de Paula apreció un llamativo cuerpo oval que atravesaba el espacio desde el OESTE rumbo ESTE, a plena luz del día, el 20 de febrero de 1948, a las 07:00, añadiendo que el objeto dejaba una diminuta cola de aproximadamente tres pies de longitud, abultándose por el frente, presentando una increíble luminosidad. Se hace presente también un empleado anónimo del Banco del Paraguay, quien desde Areguá a unas 10 millas al ESTE de la capital, observó símil objeto de trayectoria descripta (OSTE al ESTE) y a la misma hora señalada, desprendiendo una diversidad de colores que fue atestiguado por otros más. Desde “Ciervo Cuá”12 afirmaron haber contemplado la caída de una estrella, sobre uno de los cerros de la región de Cordillera. Un ranchero delegado en la estancia “Santa Felicita”, alejado de Villa Hayes en el Chaco Paraguayo (Región Occidental), avistó con sus peones, el mismo objeto que lo definió como un disco de un vivo tono verde, con aureolas en su rededor, desplazándose a menor velocidad que la de un avión, situándolo a unos 300 pies. Aparentemente no serían los únicos, el expediente escuetamente informa: d) “Varios individuos visitaron Asunción desde el interior de distintos pueblos, que observaron el raro objeto creyendo que se trataba de un fenómeno celestial”. Por su parte: “La Tribuna concluye que uno o más platillos volantes ha sobrevolado el Paraguay, pero no hay pruebas contundentes que prueben este hecho” El responsable de la elaboración del citado informe fue el Mayor GSC. Samuel J. Skousen, quien destaca la coincidencia horaria en este caso. Sin embargo, ¿Los expedientes norteamericanos se basaban en algo real?, ¿Existió tal crónica?

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En idioma Guaraní, “Ciervo Negro”.

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Efectivamente se descubre en “La Tribuna” del 26 de febrero de 1948, “En torno a la Aparición de los Platos Voladores” (Ver Imagen 13), dos columnas bien detalladas, que recuerda algo que sucede en las plantas, “la raíz es mucho más extensa de lo que se yergue sobre tierra”, como prueba de ello transcribo fielmente el relato de la Sra. Agustina Vda. De Paula: “Domiciliada en el Barrio Obrero, escuchó el 20 del corriente a las 7 horas aproximadamente, gritos de admiración de unas criaturas que estaban Imagen 13 Titular del desaparecido diario “La Tribuna” jugando en la calle. Dirigió la vista hacia donde del 26 de febrero de 1948 miraban las criaturas y vio un objeto de forma ovalada que viajaba por el espacio en dirección Oeste a Este. El objeto le llamó la atención, pues para ella era extraordinario y muy hermoso. Su forma terminaba en una finísima cola de más o menos metro de largo (según la apreciación a simple vista). Tenía la parte delantera más abultada que la trasera y de esta parte desprendía una estela finísima de variadísimos colores, verde, amarillo y anaranjado. La señora siguió el desplazamiento del objeto hasta que este se perdió de vista. Las descripciones de la señora Vda. de Paula coinciden con las emitidas en Buenos Aires, personas que también afirmaron haber visto el platillo volador”. Basta señalar que el término OVNI no existía en aquel entonces, por lo que la acuñación “platillo volador” constituía un equivalente para algo incomprensible en el cielo, a pesar que el objeto visto no sea precisamente “discoidal”. Si la presunción del meteoro es correcta, ¿Dónde se localiza el cráter de impacto?, ¿Por qué no figura en ningún catálogo correspondiente?, por último, ¿Cuántos son 300 pies? Pues nada menos que 91, 44 metros, entiéndase un objeto luminoso multicolor a una altitud menor a los 100 metros, definitivamente eso sorprende y mucho, sea lo que sea. El meteoro tal vez constituya una provisoria explicación para algo que yace enterrado entre las hojas del Blue Book.

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"El universo no solo es más extraño de lo que suponemos, sino más extraño de lo que podemos suponer" John Burdon S. Haldane

Los cauces hídricos en ocasiones parecen constituir una vía para la manifestación y tránsito de insólitos fenómenos lumínicos, exhibiendo patrones que inducen a sospechar alguna conexión entre estos, sin embargo seamos cautos, evitemos la especulación y ciñámonos al registro puro, que luego los datos dibujarán alguna realidad. Durante mis investigaciones he descubierto una alta incidencia de OVNIs sobre el Río Paraguay, extendiéndose de punto a punto a lo largo de la historia. Probablemente algunos eventos sean gestados por fenómenos quimio-luminiscentes, pero otros pareciesen pertenecer a una nueva categoría del que nada sabemos. Como una constancia, se desarrollará un asombroso caso donde el testigo, oyó, sintió y lo divisó tan cerca, que estuvo a punto de caer al agua a causa de ello.

Imagen 14 Don Mario Insaurralde (82) protagonizó un evento sorprendente sobre el Río Paraguay

El Sr. Mario Insaurralde Jaquet (Véase Imagen 14), antiguo empleado de la famosa planta productora de bebidas CERVEPAR13, en Asunción, a pocas cuadras del Río Paraguay, contempló algo que hasta la fecha no pudo y puede explicarse, reservándose su experiencia estrictamente dentro del seno familiar, hasta ahora.

Sobre el Río Paraguay, se hallaba remando sosegadamente su robusta canoa, en las turbias aguas de una noche de noviembre de 1981, rumbo a su hogar situado en Chaco’i, costa opuesta a Varadero (Asunción), cuando avistó hacia el SUR, a las 22:45 aproximadamente, una perfecta esfera rojiza, que con gran celeridad se dirigía al NORTE a mitad del río, acreditando en un posible globo. Mientras remaba, le alarmó el hecho de que no disminuía en velocidad, constatando que a su paso iba agitando las aguas, creando oleajes.

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Acrónimo de “Cervecería del Paraguay”.

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Un presentimiento de temor lo inundó al comprobar que la rauda esfera se distanciaba a tan solo 100 metros, demorándose un parpadeo en pasar sobre él mismo, en una potente ráfaga, que produjo una violenta sacudida en el agua, balanceando la canoa, tumbándose el testigo en posición fetal mientras tapaba su rostro por el paso de un globo de fuego increíblemente brillante que lo comparó con el Sol, estando a punto de volcarse él y caer al agua (Véase Imagen 15).

Imagen 15 Representación de la rauda esfera luminosa que sobrevoló al pescador. Obra de Alejandro Espinosa

En el lapsus de tiempo en que la esfera no se hallaba encima de él, volteó el rostro para contemplar un desconcertante objeto tornasolado volando por el río. Durante la entrevista realizada en la residencia del testigo, el Sr. Insaurralde señaló: - Insaurralde: “Cuando eso me asusté, porque hacía un ruido de la gran siete”. - Maidana: “¿Cómo un silbido?”. -Insaurralde: “No, como un silbido no. Sino como un viento fuerte que llega”, (reproduciendo una onomatopeya). -Insaurralde: “Entonces comenzó a burbujear el agua así (sacudiendo las manos), agitándose mucho”. -Maidana: “¿Estaba despejado el cielo?” (Interrogué al testigo con la intención de descartar algún fenómeno meteorológico). -Insaurralde: “No, estaba despejado totalmente, había una Luna muy clara. Cuando pasó encima mío, ahí me di cuenta de que no era nada bueno, no era algo normal (reflexiona), y no existe cosa que pueda hacer con tanta fuerza esas marejadas, ya que era una marejada terrible, a cualquier embarcación puede enviar a pique si uno está desatento”, sentenció. 56

“Y me fijé hacia la costa de Asunción, que todas las luces se apagaron. Las bombillas de luz de las casas, se iban extinguiendo, y cuando pasó todo el objeto, volvieron a prenderse”. -Maidana: ¿Notó a otras personas en la costa? -Insaurralde: “Pero sinceramente no lo puedo decir, ya que era de noche, y normalmente la gente muy poco ya está en la costa”. -Insaurralde: “Tenía unos 70 cm más o menos de diámetro. No giraba, iba recto, esto fue lo que me asustó, ¿Cómo si no giraba pudo crear tanta marejada? No variaba su color, y era muy fuerte, enceguecedor”, relataba impactado. Añadió que donde existían curvas en el tramo del río, el objeto también lo realizaba, como siguiendo los accidentes geográficos del canal. -Insaurralde: “Me parece que fue la radio ZP-7 la que dijo, que a una embarcación cerca de Concepción, casi lo envió a pique por la marejada, el mismo objeto. El Capitán de la embarcación contó”. - Maidana: ¿Sabe si algo de esto salió en la prensa escrita? -Insaurralde: “No, en la prensa no. No he visto nada. Puede ser que haya salido, pero cuando eso muy poco yo compraba el periódico, pues como estaba por el Chaco y eso, no me importaba mucho”. Obviamente cada afirmación debe ser verificada y efectivamente en la edición del 10 de noviembre de 1981, del diario “Ultima Hora”, hallaría “Estaba pescando, era de noche y apareció un OVNI” (Ver Imagen 16). Imagen 16

Un texto escrito por aquel entonces Otro testigo de aquel OVNI en el Diario Ultima Hora del 10 de noviembre de 1981 corresponsal de Última Hora, Darío Bareiro Fariña, en la que narraba como un pescador de nombre Saúl Cristaldo, oriundo del Barrio Santa Lucía, de Itacurubí de las Cordilleras, observó sin vacilación un OVNI, mientras pescaba en aguas del arroyo Yhaguy. “Era ya de noche y estaba pescando en el arroyo Yhaguy. Los molestos mosquitos hacían de las suyas en casi todo mi cuerpo, pero no les prestaba atención, ellos forman parte de este deporte. Lo cierto es que, cuando me acostumbré a las picaduras, de pronto, las aguas parecían brillar intensamente, dañando mis ojos. Giré la cabeza y vi casi sobre mí un objeto volador, que despedía luces, bastante potentes, se desplazaba, como quien no quiere la cosa. Estaba muy cerca, las luces parecían salidas de unos reflectores. Me asusté, y un escalofrío se apoderó de 57

todo mi cuerpo, y eché a correr. Fue una suerte que mis piernas me respondieron hasta llegar a mi casa. Desperté a mi familia, y luego a algunos vecinos. Cuando salimos, el OVNI seguía su desplazamiento en el cielo, muy lentamente…, no escuchamos nada, ni siquiera un zumbido, era un objeto grande y resplandeciente”. Dos pescadores que no se conocen, describen un mismo objeto “enceguecedor”, desplazándose velozmente, emergiendo o surcando el agua, cabe preguntarnos ¿Ambos casos están relacionados? Unos 93 Km distancian al Arroyo Yhaguy de Varadero, desde donde el Sr. Insaurralde divisó el objeto resplandeciente sobre el Río Paraguay, desplazándose de SUR a NORTE, curiosamente el mencionado arroyo se localiza hacia el SUR respecto a Varadero, si eventualmente fue el mismo objeto, se dirigió un poco hacia el OESTE obteniendo una salida por el Río Paraguay, por donde ascendió estrepitosamente. El viernes 10 de noviembre de 1981, “Ultima Hora” publicaba en la columna “A la Caída del Sol”, “¿Vio, usted un OVNI?” escrito por Cándido, en la que se reflexionaba sobre lo que parecía a todas luces un avistamiento masivo de OVNIs en el Paraguay: “Porque mire que han aparecido divisadores de OVNIs de un tiempo a esta parte, tan frecuente, continuada y coincidentemente que parecía nuestro territorio el elegido para la observación de naves de alguna galaxia desconocida”. “Histeria Colectiva” concluía el autor, con una renuencia casi visceral, sin embargo rescato el testimonio de Saúl Cristaldo: “En Itacurubí de las Cordilleras, según las versiones, no es la primera vez que estos objetos flamíferos aparecen, ya que desde hace un tiempo tienen a sus moradores en constante vigilia. Surcan el cielo, a gran altura, y a mucha velocidad, en algunos casos, en otros los hacen tranquilamente. Describen a los objetos con un tamaño aproximado a los cinco metros de diámetro. A veces emiten poderosas luces, otras opacas y envueltas en raras nubes”. Despierta interés la alusión a “envueltas en raras nubes”, a pesar de la extrema variabilidad en la casuística existen patrones. Véase La nube insólita, Pág. 310. Es fácil argüir una histeria colectiva, pero ¿Cómo individuos con una formación, convicción, estados emocionales profundamente heterogéneos “interpretaron” lo mismo?, ¿Distanciados a cientos de kilómetros?, ¿Sin tener conocimiento uno del otro así como de sus experiencias?, ¿Desde cuándo la imagen del “OVNI” se embebió en nuestra cultura paraguaya? Las piezas de este acertijo apenas se despolvorean, removiéndose también las que reposan en nuestros estrechos paradigmas.

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Presenciado por un considerable número de militares brasileros, mientras navegaban por el Río Paraguay, al mando del entonces Capitán de Mar y Guerra, João María Romariz, en 1962, se documentaría incluso en el Servicio Secreto de la Marina. Un acontecimiento seguido muy de cerca por el reconocido ufólogo y escritor, Marco Antonio Petit, miembro de la C.B.U (Comisión Brasilera de Ufólogos) y además co-editor de la revista UFO (Brasil), al investigar y entrevistar al Capitán Romariz, plasmándose en su libro “UFOs: Arquivo Confidencial – Um Mergulho na Ufología Militar Brasileira”14 (Colección UFO, 1997). El desaparecido oficial se desempeñaba como Comandante de un navío utilizado en patrullajes, que abarcaban desde el Fuerte Coimbra, (Municipio de Corumbá, Mato Grosso do Sul, Brasil), hasta Puerto Murtinho, a unos 400 Km de la capital paraguaya. Con un descendiente sol de las 17:30, realizando el patrullaje sobre el Río Paraguay con una tripulación de 14 hombres, vislumbran una extraña luz que los escolta hacia la proa15, pasando sobre el mismo navío, situación en la que aguza la vista el Capitán Romariz, distinguiendo en ella una serie de ventanillas, particularidad confirmada por Técnico de Radio, José M. Souza, quien apoyado por unos prismáticos atisbó perfectamente la radiante anomalía, que aparentaba poseer también unas alas. Mientras el entorno estaba de un profundo azabache, reparan en otro objeto que prontamente se dirige hacia babor16 , transformándose en un cuerpo amarillo ligeramente dorado, simulando dos platos superpuestos, con una antena que vibraba mucho encima de este. El extraordinario objeto escolta al navío sin desprenderse, por lo que a las 19:00 Hs. el Comandante Romariz ante la consternación producida, ordena arrimarse hacia la costa brasileña, apagando todas las luces de la embarcación, luego comunica al Señalero que utilice el faro de la proa para intentar una comunicación en morse con el artefacto volador. No hubo respuesta, pero los marineros se percataron que los demás cuerpos ganaban resplandor, retirándose hacia la costa paraguaya, no sin que antes uno se acercara de vuelta para proyectar una pálida luz semejante a la luna por ellos, regresando hacia donde se perdieron los demás. Desembarcado en Puerto Murtinho cerca de las 21:00 Hs, los recibe el Prefecto de la Zona, quien para sorpresa del Cap. Romariz, se halla exaltado, informando al militar que él así como

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Del portugués, “OVNIs: Archivo Confidencial – Un buceo en la Ufología Militar Brasilera”. Parte delantera de un navío. Parte izquierda de una embarcación, vista desde la popa a la proa.

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otros ciudadanos, distinguieron un grupo de OVNIs distribuyéndose por varias partes a las 20:00 Hs, coincidiendo el horario Tiempo después, el Cap. Romariz fue convocado a Río de Janeiro, para prestar declaración ante el Estado Mayor de la Armada Brasilera. Los expedientes que contienen su declaración conjuntamente con los otros militares, aún permanecen en el Servicio Secreto de la Armada. Esto me confirmaba el investigador Marco A. Petit en una misiva: “Mediante la Campaña ‘UFOs-Libertad de Información, ¡Ya!’ solicitamos la liberación de la documentación sobre el caso, ya que el propio Cmte. Romariz declaro ante mí, que él había sido llamado luego del incidente a Rio de Janeiro, para prestar declaraciones en el Servicio Secreto de la Armada. Hasta ahora el C.B.U, no recibió ninguna respuesta en relación al asunto”. Esta campaña que ya ha cosechado interesantes frutos, es una iniciativa de la “Comisión Brasilera de Ufólogos” (CBU), quienes consiguieron la liberación de un significativo número de expedientes secretos relacionados al “Caso Isla Colares” (Ver Cap. “Tripulación Militar en Alerta”, 187).

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El locutor Daniel “Tornado”, de la radio comunitaria “Ilusión 98.9”, emplazado en el Barrio Costa del Sol, ciudad de Mariano Roque Alonso, a unos 2 Km del Puente Remanso , manifestó haber observado una extraña luz verde que ‘parecía’ quemar la antena de la radio, para luego trasladarse hacia el río Paraguay hasta desaparecer. El diario Crónica, del día domingo 10 de noviembre del 2013, sección “País”, informaba: “Locutor asegura que vio ‘OVNI’ por Roque”, entrevistando al Sr. Daniel “Tornado”, quien se hallaba con su compañero Andrés Torres el día jueves 07 de abril, cuando observaron el extraño fenómeno en un sector distante a unos 100 metros del Río Paraguay, que cuenta con una barranca de unos 45 metros de profundidad. “Fue el jueves a eso de las 22:30 horas, dejé mi programa para ver lo que pasaba afuera, un socio me avisó que se estaba quemando la antena de la radio. Era una luz verde limón, como iba desapareciendo decidimos seguirlo, medía 15 centímetros el láser, sacamos fotos, los vecinos salieron a mirar hasta que se perdió en medio del río”, relató al diario Crónica. Según la nota, el Sr. Daniel “Tornado”, alegó que las fotografías las borro posteriormente al notar que salieron todas obscuras, debido a que el ambiente circundante carece de iluminación eléctrica. ¿Se trató de algún fuego de San Telmo17?, ¿Fuego fatuo18?

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Fuego de San Telmo: Fenómeno electroluminiscente generado normalmente por tormentas que consiguen generar un plasma luminiscente de baja temperatura, debido a un intenso campo eléctrico que ioniza la atmósfera. Su denominación lo hallamos en las antiguas visiones de los marineros del siglo XVI, sobre “fuegos” en los mástiles de sus carabelas, interpretando esto como un signo de protección de San Telmo (Sanct’ Elmo). Fuego Fatuo: Nombre científico “Ignis Fatuus”, consisten en una reacción quimioluminiscente, ocasionada por bacterias anaeróbicas que descomponen la materia orgánica enterrada, liberando gases como el metano entre otros, que combinados con el oxigeno combustionan, resultando una llama azulada casi espectral a ras del suelo o del agua.

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A pesar de no constituir un caso que se manifestó en territorio paraguayo, capta fuertemente la atención por haberse desarrollado sobre el Río Paraguay, en un cauce que consigue bañar las costas de Puerto Aguirre (Bolivia), delimitándose con Mato Grosso do Sul (Brasil), constituyéndose en un caso más, que evidencia la fuerte presencia de objetos voladores sobre el río, estableciéndose paralelismos con otros sucesos desconcertantes. El caso fue pesquisado por el investigador angoleño (nacionalizado portugués), Luis Vieira de Matos, quien se ha dedicado al estudio de los OVNIs desde 1965 en África, sin embargo reside desde hace un buen tiempo en Corumbá, Mato Grosso del Sur (Brasil), donde continúa realizando investigaciones sobre anomalías aéreas (Véase Imagen 17). Transcurría el 5 de enero del 2011 a las 05:00 Hs de la mañana, cuando se alistaba para pescar el boliviano Imagen 17 Emanuel Rojas (66), un taxista jubilado que se Luis Vieira de Matos encontraba en la rivera de Puerto Aguirre, sitio donde se Crédito: Diario Correio do Estado suele descargar el Clinker19, material utilizado para la elaboración del “cemento Portland”, cuando atisbó al otro lado del río, un extraño orbe luminoso de color rojizo-anaranjado que describía un movimiento bamboleante sin trasladarse por el espacio, meramente subiendo unos 3 metros para luego regresar a su posición inicial con aquel continuo movimiento oscilante. Según Emanuel Rojas, el objeto se hallaba a unos 2 metros de altura de las aguas y retirado de él por unos 350 metros, distancia que exhibe el río en aquella región, en tanto comenzó a experimentar un ligero malestar, mientras la esfera con una asombrosa celeridad se desplazó desde la otra costa directamente hacia su dirección, por la que el Sr. Rojas se cubrió el rostro con los brazos, en un intento por protegerse, sin embargo para sorpresa suya, el extraño objeto volador se detuvo a pocos metros, frente suyo, observando un cuerpo traslúcido dejando al descubierto su interior, inundada por una tenue nube blanca que cubría todo, dificultando la visualización de su entraña, siendo perceptible una intensa luz que manaba y dotaba a la esfera. Durante la entrevista concedida a Luis Vieira de Matos, relató: “Quedé paralizado de miedo, sin saber qué hacer. Después de un tiempo, que no sé cuánto, aquella bola comenzó a vibrar ligeramente, aumentando de intensidad y luminosidad la luz interior, cambiando su color para un blanco puro”.

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Clinker: Principal componente del cemento común. Se obtiene por la calcinación de la arcilla y caliza.

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El testigo experimentó en aquel instante, una extraña sensación en su nuca, hasta que el objeto volador se apartó por unos 3 metros, incrementando su luminiscencia, hasta salir disparado perdiéndose en el horizonte. Luis Vieira de Matos añadiría que el Sr. Emanuel Rojas arguyó que ulterior al encuentro con el extraño objeto, padeció de un severo cuadro de insomnio, que intentaba salvaguardarlo con unos escasos minutos de descanso, así como una inusual falta apetito que se presentó de un síntoma de intensa sed, factores que conllevaron a un progresivo e inexorable deterioro de su salud, que fue constatado por el investigador angoleño al describir que el Sr. Rojas interrumpía por momentos la entrevista para intentar respirar de manera dificultosa. Deseaba conocer la manera en qué el investigador Luis Vieira de Matos tuvo conocimiento de tan desconcertante suceso, entre otros detalles transcendentes. - Luis V. de Matos: “Fue a través de un motorista de taxi conocido en Bolivia que llegué hasta este caso. No sé si él aún está vivo. El hombre se encontraba muy debilitado, vivía en Puerto Quijaro20, sin embargo su hijo (Ramón Rojas) lo llevó para Santa Cruz o Buenos Aires, no recuerdo”. - Maidana: “¿Sabe si el Sr. Emanuel Rojas había leído con anterioridad literatura ufológica?” - Luis V. de Matos: “No, no leyó. El hombre era ‘creyente’, extremadamente religioso, y creo que eso contribuyó para que no quisiese entender lo que había visto, inclusive creó una versión del hecho, diciendo que ‘aquello era cosa del diablo’…”. - Maidana: “¿Es la primera vez que oye algo así?” - Luis V. de Matos: “No. Investigué un caso en Portugal, donde una señora de 83 años, presenció un pequeño OVNI en el patio trasero de su casa. La mujer era muy religiosa, y el hecho le produjo una gran confusión”. La reacción del testigo frente a la trayectoria sorpresiva exhibida por el objeto volador, velocidad, color, tanto como su manifestación sobre un curso hídrico, específicamente en una vertiente del Río Paraguay, evocan una fuerte analogía con el Caso Insaurralde (Véase Cap. “¡Cuidado! ¡Casi al agua!”, 55).

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Puerto Quijaro: Ubicado dentro del Departamento de Santa Cruz, provincia de Germán Busch, Bolivia.

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“La naturaleza no revela sus misterios de una vez para siempre” Lucio Anneo Séneca (Cuestiones naturales, libro 7. Siglo I)

Un suceso que se desarrolló ante una concurrencia masiva de testigos, teniendo como escenario, al sereno y misterioso Lago Ypoá. El “Lago Ypoá” (Agua de la Fortuna) alejado a unos 150 Km al sur de la capital, es el lago más extenso de todo el territorio paraguayo, con una superficie de unos 28 Km2, ofreciendo “espejos naturales” en una zona de inmensos esterales, comprendiendo parte del Departamento Central, Paraguarí y Ñeembucú (Ver Imagen 18).

Imagen 18 El inmenso Lago Ypoá

Un lugar poco explorado, hogar de un vasto número de animales silvestres como el ciervo de los pantanos, yacarés (cocodrilos), monos karajá, serpientes de la especie Coral y el Cascabel21, añadiéndose la rica cantidad de aves, tucanes, avestruces, loros parlantes, entre otros. Sus aguas así como sus islas flotantes han generado muchas leyendas, creándose una atmósfera inaccesible al dificultarse su visita, porque se deben ir atravesando una cantidad de terreno privado (actualmente no disponibles al público), por un tramo terraplenado que pondrá a prueba cualquier tipo de vehículo que dícese todo terreno. En sus imperturbables aguas se encuentran las islas de Mocito, Valdés, Marcelo e Ildefonso, nido de historias sobre pescadores que han ingresado en ellas desapareciendo por algunos días, así como el traslado de lugar de las islas en el lago, de ahí el designe “islas flotantes”. Gran parte de su suelo se hallan cubiertas por capuchones de moluscos a pocos centímetros del suelo, además de unos signos o rastros de los primeros cristianos debido a figuras pisciformes en ciertas rocas. Según la creencia popular en las aguas del Lago Ypoá, habita un críptico ser equivalente al monstruo del Lago Ness22, del cual se perciben presuntos chapoteos en la noche, del que los pescadores narran como unos golpecitos bajo sus canoas durante la noche, atribuyendo al paso del fantástico animal bajo el agua. 21 22

Conocidas en lengua guaraní respectivamente como Mboi Chumbé y Mboi Chiní. Un supuesto animal conocido como “Nessie” similar a un plesiosauro, que habitaría en las profundidades del lago escocés Ness. Hasta la fecha no se han aportado pruebas fehacientes de su existencia.

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Por otra parte el poeta Melanio Alvarenga23 , dedicaría un poema a tan singular paraje denominado “Leyenda del Ypoá”, así como la leyenda sobre una campana sumergida, construida gracias a la sangre de una india virgen conocida como Ysapy24, que entregó su vida con tal de honrar a su padre, un conocido cacique, para ayudarlo en la construcción de una enorme campana que debía componerse con elementos preciosos que en un principio no podían alearse. No solamente leyendas atesora el Lago sino también acontecimientos ufológicos, como el atestiguado por el reconocido y prestigioso veterinario, Dr. Raúl Guillermo Tuma Pedro, ex Presidente de la AmVepa (Asociación de Médicos de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales), con más de 48 años de experiencia, y participación en distintos programas televisivos sobre mascotas (Véase Imagen 19). Quien se hallaba en el Ypoá entre el 20 al 21 de junio de 1993, en pleno solsticio de invierno, acompañado por una cantidad de personas, comprendidas por el equipo de “Vida Silvestre del Paraguay” (una ONG 25 que busca promocionar y preservar el ecosistema), botánicos, camarógrafos del “Canal 9” como Hugo Lagraña, como empleados del extinto diario “Hoy”, todos con el fin de rodar un documental sobre la biodiversidad del Ypoá, donde el Dr. Tuma oficiaba de guía. Imagen 19 El Dr. Raúl Tuma bosquejando lo observado durante la entrevista

Tres años antes de los acontecimientos, durante una primera expedición en lancha con el Dr. Tuma rumbo a una isla flotante, perciben un objeto extraño desplazándose lejanamente. “Cuando habíamos llegado ya a la estancia, preguntamos al capataz. ¿Qué era eso que se movía? Porque todas nuestras cosas y camionetas estaban al otro lado de la costa, y nos explicó que eran OVNIs… (sic), que venían siempre por ahí, he incluso a veces se zambullen en el agua”, relataba sorprendido. Retrotrayéndonos a la expedición de 1993, los viajes se efectuaban con dos buses, una grande y otra más pequeña, una de ellas pertenecía a “La Tropicana”. Llegaron al mediodía, momento que el Dr. Tuma sugiere al chofer:

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Poeta paraguayo, nacido en la Ciudad de Luque (Central), en 1917, autor de varios libros. Ysapy: Vocablo guaraní “rocío”. ONG: Siglas de “Organización No Gubernamental”.

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“¿Será que podrías dar la vuelta el bus? Así cuando terminamos de almorzar todos, nos vamos. Ya que el camino es medio largo”. A lo que el chofer respondió: “No deja nomás así Dr., enseguida ya vamos a salir”. Un día de copiosas lluvias que inesperadamente cesó, disipándose el cielo por ventura de todos, a las 2:30 de la tarde, el chofer replicaría debido a una insistencia de verificación del rodado por parte del Dr. Tuma: “¡No lo puedo mover!”, empantanándose el vehículo. Realizaron maniobras de remolque vanas, deviniéndose el tiempo sin espera de nadie, por lo que resolvieron trasladar a las mujeres y niños que acompañaron la excursión hacia la Ruta principal a unos 17 Km, antes que caiga la noche, para posteriormente reintentar liberar el vehículo. Hacía mucho frío cuando regresaron a las 22:30 Hs hacia el sector del lago, retomando posiciones para remolcar. Resignandose ante el espeso fango que no hacía más que patinar las ruedas, renunciando momentáneamente para realizar una provisoria fogata con el fin de asir un poco de calor con un tibio cocido26 mientras discutían posibilidades. Una repentina epifanía de algo que en principio parecía un avión, produjo una perenne necesidad que empujó al Dr. Tuma aproximarse a unos 150 metros de las aguas. Las estrellas se reflejaban en el agua cual segundo cielo, en medio de una quietud y un silencio indescriptibles, cuando: “Voy hacia el lago…, tu sabes que yo, nunca en mi vida he visto reflejarse todas las estrellas, una con la otra, parecía que el cielo había bajado. Y de pronto este objeto que venía, realiza un giro así (girando las manos con celeridad), y queda en el medio del lago. Giraba mucho, comenzando a soltar luces. Al rato grito exaltado, ‘¡Vengan un OVNI!’ (Sonríe al recordar el impacto), al final todos vinieron, estábamos más de 29, la gente del Diario Hoy, la gente del Canal 9, y nadie podía filmar nada. Y el objeto sin embargo seguía girando, al final llegaron también las personas de la estancia, porque quisieron saber a ver pasaba ante tanto alboroto, en tanto otros intentaban mover el colectivo, y cuando pudimos quitar al bus, el objeto se fue rápidamente, desapareció del mapa”, recordaba el Dr. Tuma, mientras añadía:

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Bebida típica paraguaya, preparada en base a yerba mate. La yerba mate se coloca en agua, se hierve, luego se cuela, se agrega leche (dependiendo del gusto), para servirlo después en tazas, endulzándolo con azúcar.

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“Estuvimos entre muchos, por citar a otros más, la gente que tenía aquella pirámide cerca del Banco Central del Paraguay (BCP), también la Profesora Eugenia Bordas, quien me llegó a decir, ‘Si yo no veía, jamás lo iba a creer’, ella es una persona demasiado seria. También El Sr. Guere, estuvo con nosotros”. Al interrogar respecto al extraño objeto giratorio, esta fue su apreciación: “Eran varias luces las que despedía, como si fueran gusanitos, unas haces de luz. Fue una cosa increíble como soltaba las luces, en aquel momento creo que tenía una cámara en mano, recuerdo que trataba de enfocarlo, pero no se podía fotografiarle, no se podía hacer nada, realmente no se podía hacer nada”, narraba con una frustración en sus ojos. - Maidana: “¿Cuáles eran sus colores?”. - Dr. Tuma: “Como el arcoíris, amarillo, rojo, verde, azul… un tono multicolor fue. Realmente ha sido una cosa impresionante, tan llamativa”. - Maidana: “¿Percibió algún sonido?”. - Dr. Tuma: “No ninguno”. ¿Qué describe los siguientes detalles? Una trayectoria sostenida, distancia relativa a los testigos, regreso al punto de origen, cuerpo resplandeciente multicolor, ausencia de sonido, cámaras que dejan de funcionar, presencia y permanencia sobre el agua, manifestación aérea, para el legajo científico esto representa una anomalía. De tratarse de algún fenómeno luminoso telúrico, presentaría un vuelo errático merced de las condiciones del viento, diferencias de presión, temperatura y otras variables físicas del entorno. Los denominados “fuegos fatuos” (Nombre científico, Ignis Fatuus) se destacan de este conjunto, por la extensa literatura científica concerniente, como las numerosas históricas fantásticas que se tejen en su rededor. Estos consisten en una reacción quimioluminiscente27, una llama generalmente azulada, de baja temperatura, lánguida casi espectral, que se manifiesta casi a ras del suelo como en el agua, observándose en regiones pantanosas, cementerios u otros parajes que contengan materia orgánica enterrada en descomposición (Véase Imagen 20,Imagen 21), proceso en el que las bacterias anaeróbicas liberan elementos como el metano, fósforo, fosfina que combinados con el oxígeno combustionan produciendo esa peculiar lengua de fuego que persiste en el aire por unos pocos segundos.

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Quimioluminiscencia, es un fenómeno en el que ciertas reacciones químicas liberan aparte de energía en forma calor, luz.

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Imagen 20 Una de las pocas fotografías existentes de fuegos fatuos

Imagen 21 El fuego fatuo es usual en los cementerios debido a la descomposición. Los fulgores resultantes han disparado la imaginación en el hombre.

La baja temperatura en la flama representa un dilema para algunos estudiosos como William R. Corliss, autor de “Lightning, Auroras, Nocturnal Lights, and Related Luminous Phenomena28” (Sourcebook Project, 1982), que lo hallan paradójico, y destacan la existencia de aparentes “fuegos fatuos” que vuelan en dirección opuesta al viento. Un ligero parpadeo del “ojo de mar29” bastó para develarnos un enigma de nuestra realidad.

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“Rayos, Auroras, Luces Nocturnas y fenómenos luminosos relacionados”. Ojo de Mar: Nombre con el que se conoce también al “Lago Ypoá”.

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El número de testigos parece proveer automáticamente un grado más de certeza, cuando estamos ante un evento desconcertante, ya que de esta forma se aprecia una misma historia con toques aparentemente antagónicos, cuando en realidad estas presuntas “distorsiones” están más bien a merced de la “lente de la interpretación” de un suceso. Un mismo fenómeno óptico-físico es percibido por una cierta cantidad de individuos, que difieren en sus estados emocionales, sapienciales, y sensitivos ante estímulos específicos. Esto es, un ecuánime objeto esférico, puede ser descripto de varias formas, dependiendo de la calidad de descripción del testigo y su interpretación: pelota, oval, un punto, etc., y no incurren en una contradicción, describen exactamente lo mismo en términos distintos. Por supuesto es lógico descartar un caso en el que las descripciones se presentan totalmente distorsionadas, o se presenta la estructura del suceso totalmente diferente entre cada testigo. Es importante aclarar que estos razonamientos, conceptos afloran a posteriori. Sin embargo ello no sucedería en el caso que nos atañe a continuación, sumergida entre una bella floresta, desprendiendo al homo sapiens30 de su cotidianeidad urbana para ser testigos por instantes de secretos que guarda la naturaleza, en lo más profundo de sus valles. La notable concordancia en los relatos, y esto es, entrevistados por separado, supone un punto a favor de la credibilidad del caso, y más aún cuando ninguno de los presentes, tenía algún afán, predisposición, o imagen mental de lo que podría avecinarse. Un grupo de jóvenes excursionistas, que aprovecharían el tiempo de distensión, durante conmemoración cristiana anual en la que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo31, denominada “Semana Santa”, específicamente un Sábado Santo del 23 de abril del 2011. El mencionado grupo se desplazó hasta la ciudad de Ybycuí (“granos de tierra”, de la lengua guaraní), ubicada a unos 123 Km de Asunción, en el departamento de Paraguarí. Una región conocida por las “Sierras de Ybycuí”, una cadena de formaciones pétreas que parten desde la Cordillera de los Altos (sistema de montañas que abarcan los departamentos de Paraguarí, Cordillera, Central) siendo parte de “La meseta Brasileña” conocido por los geólogos.

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Homo sapiens: Locución latina conformada por “Homo”, hombre y “sapiens”, sabio. Denominación a la especie del ser humano. Para las Religiones Cristianas es el Hijo de Dios mismo, y por ende una extensión de este, que se encarnó en un hombre, Jesús de Nazareth.

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La sierra de Ybycuí concluye en la desembocadura del Río Tebicuary, escenario de un importante acontecimiento ufológico, en décadas pasadas (ver Cap. “Incertidumbre en el Beechcraft”). La riqueza floral, se desborda en un espectáculo visual digno de mención, al observar las variedades de verdes que pintan y dan vida a toda la región. La otrora fundición de hierro y entonces fábrica de armas durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), “Minas Cué” conocida como “La Rosada” se encuentra dentro del emplazamiento del Parque Nacional de Ybycuí, un paradisíaco lugar donde la gente acampa, para apreciar y disfrutar de sus preciosas cascadas y saltos en medio espesura (Ver Imagen 22,Imagen 23).

Imagen 22 Entrada a “La Rosada”

Imagen 23 Una muestra de lo que se halla en la región

El grupo de excursionistas, conformada por más de 10 jóvenes, de los que cito: Roberto Rolón Silva (21), Martín Ávalos Díaz (26), Alexander Ferreira (22), Pablo Vázquez, Enrique Carmona, Sebastián Negrete, los hermanos Ana y Carlos Caballero, Alejandro Ayala y primo, quienes fijaron campamento a orillas del “Arroyo Corriente” donde se sitúa el “Salto Mbocaruzú”, al 73

que se accede por un tramo terraplenado distante a 14 Km del Salto Minas, siempre dentro del mencionado Parque Nacional. Entre las 00:30 a 01:00 de la madrugada, se encontraba despierto el Sr. Martín Ávalos Díaz, de profesión músico, quien observaba el firmamento en búsqueda de la Luna, hacia el sector ESTE, por detrás de una pequeña cabaña que se encontraba allí, afirma haber descubierto una alineación de tres luces intensas que destellaban en el cielo, a una altura considerable por encima del cerro cercano (Véase Imagen 24).

Imagen 24 Simulación por computadora del aspecto de las luces que descendieron del cielo

Realicé una entrevista por separado, a cada uno de los excursionistas de aquella noche, iniciándose esta investigación en la residencia del músico, Martín Ávalos. - Ávalos: “Pudimos ver en el cielo una luz extraña. Primeramente fue uno, hasta que me fui a una zona más alta y pude percibir, que había tres luces similares. Estábamos entre 10 personas, de los cuales 8 vieron”, entrecruzando los brazos, con la mirada retrospectiva, recordando los detalles. - Maidana: “¿Qué hacían Uds., ahí en la zona?”. - Ávalos: “Realmente nosotros no teníamos una cámara, como para poder captar esa imagen, entonces decidimos permanecer observando nada más, hasta que pudiéramos ver algún movimiento más extraño, de lo que estábamos viendo. Y sí, estábamos acampando desde el viernes que permanecíamos ahí, en mi caso en ese momento busqué donde estaba la Luna, lo único que daba claridad. Estaba en el arroyo (dibujando con las manos su canal, en forma perpendicular a su cuerpo), miraba a la izquierda donde estaba la cabaña (abandonada), allí había una altura, detrás de esta, la Luna, y de este lado (precisando la derecha) había un monte, otro cerro, donde estaba la luz, que era la del medio había sido, hasta que me subí donde la casa, para percatarme que efectivamente existían tres luces de la misma forma y alineación”. 74

- Maidana: “¿Estaba nublado?”. - Ávalos: “No, totalmente despejado, estrellado. En esa zona hacía un poco de frío, justamente por la cercanía a los arroyos”. El testigo durante la entrevista apuntó hacia el cielo, señalando la altura que se hallaban las luces, comprobando que posiblemente se encontraban a unos 40° de elevación. - Ávalos: “En un momento eran bien blancas, y luego comenzaron a destellar, titilaban en otros colores, rojo, verde, entremezclándose, eran varios. Se veía bien, la luz blanca era como un reflector más o menos, las otras luces eran más chiquitas pero se podían ver bien también. La blanca prevalecía entre todas, era la más potente, de repente al fijar la vista, se podía observar que tenían una especie de borde, teniendo una forma circular. Desde el momento que comencé a observar no le perdí de vista, hasta acercarme al lugar donde estaban acampando, y avisarles, despertando a todos, justamente para que vieran, diciendo: ‘Hey! Miren un poco esto, está extraño!...’, mientras el otro grupo iba llegando. La idea era que me saquen de la duda también, de que era eso”, reflexionando. - Maidana: “Habías dicho, que bajaron dos de ellas (las luces)”. - Ávalos: “Sí, dos fueron los que hicieron ese movimiento descendiente, la otra permaneció allí suspendida a la misma altura. En el momento en que subía hacia el campamento, comprobé que esa luz (la principal) descendió del cielo, y ahí arriba, me percaté de las otras más”. - Maidana: “¿Cuánto tiempo estimas la observación?”. - Ávalos: “Como unos 20 minutos por ahí”. - Maidana: “¿Al ver eso, que fue lo primero que se te cruzó por la mente?”. - Ávalos: “Por el movimiento extraño, era un objeto no identificado, y además que había escuchado de boca de otros amigos, que fueron a ese lugar mucho tiempo antes, varias veces, de casos de otros pobladores que observaron luces ahí”. El otro testigo que aportó interesantes datos, desde su perspectiva fue Roberto Rolón Silva, quien se desempeñaba como Auxiliar Administrativo en un Hospital, integrante de la excursión de Semana Santa.

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- Rolón: “Sí, estaba con los demás en el campamento, solo que yo no llegué a ver las tres luces, porque estaba adentro de mi camping durmiendo, y Martín se fue corriendo gritando, ‘salgan a ver, lo que pasaba afuera’… Primeramente no creí, pero luego escuché que algunos se levantaban, me llamó la atención eso”, narrando tranquilamente. - Rolón: “Salí corriendo a mirar que era, observando hacia donde todos veían, y encontré una luz, vi una luz. No pude ver las otras dos luces, que según ellos, se habían ocultado”. - Maidana: “Entonces tu saliste, y viste...”. - Rolón: “Sí, porque yo estaba debajo de los árboles, tapaba lo que era el firmamento, no se veía nada. Salí corriendo junto a ellos, a la altura de la casa donde estaban… a unos 8 metros por ahí, donde estaba mi camping, ahí si estaba abierto para ver el firmamento, y comencé a mirar una luz que estaba encima del cerro. Era un objeto brilloso, mucho más que las estrellas, se notaba que era un cuerpo sólido, que brillaba tipo como un fluorescente, y el resplandor del borde era lo que más resaltaba”, sentenció sin duda alguna. - Maidana: “¿Escuchaste algo?”. - Rolón: “No, ningún sonido. Lo único fue el sonido del arroyo. Nosotros ya llevábamos dos días de acampar, mi teléfono no tenía señal, mi batería ya murió, mi linterna no tenía más carga también, porque no aguantaba tanto tiempo también. Nosotros estábamos en el borde de lo que son los hoyos del cerro, rodeados por ellos, y donde desembocaba el Salto Mbocaruzú, el arroyo, ahí mismo arriba estaba. Fue sorprendente, porque yo pensaba que era una broma de los muchachos o algo así, ya que estaba durmiendo, pero al escuchar la sorpresa del resto, fui”, concluyó. Un ejemplo de avistamiento con varios testigos, que atónitos sólo se limitaron a contemplar un extraño fenómeno lumínico nocturno, que podría pensar en el despliegue de alguna clase de bengala, ¿Pero existen bengalas que descienden del cielo? Definitivamente no, y lo que es peor, ¿Qué duren unos 20 minutos? Las bengalas son utilizadas como una señal luminosa que puede ser percibida a varios kilómetros del lugar donde fueron disparadas. En el caso de las bengalas náuticas, se utilizan cuando un navío se encuentra en serios problemas, y no posee ni siquiera apoyo por radio, por lo que lanza al aire una señal luminosa intensa, que permanece unos pocos segundos, gracias a una especie de revolver, con el cual fue disparado hacia el firmamento, con el afán de que otras embarcaciones detecten la luz, y conozcan la posición de quien los disparó.

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Las bengalas pueden ser de color rojo, amarillo y verde, existiendo un protocolo de uso debido a sus colores, el rojo solo se usa en caso de emergencias, en cambio las amarillas y verdes, se utilizan comúnmente para marcar posición en competencias deportivas marítimas. El Río Paraguay, se halla a nada menos que 100 Km del lugar donde se divisaron las luces, lo cual hace imposible que se traten de bengalas, ello sin pensar en la luz más intensa que no se ajusta a descripción alguna de estas señales luminosas.

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Tan solo cinco días de haberse reportado OVNIs en el cielo chaqueño (Véase Cap. “La Mariner IV en Marte, y los OVNIs en el Chaco”, Pág. 156) durante el mes de julio de 1965, un conocido hombre de negocios respetado y apreciado en la capital del Departamento del Guairá, la ciudad de Villarrica32, quien fundó la “Azucarera Friedmann”, uno de los ingenios azucareros más grandes del país, Don Guillermo Friedmann, declaró ser testigo de un increíble fenómeno que fue divisado conjuntamente con otras doce personas, durante un viaje de fin de semana realizado en dos automóviles, en el crepúsculo del domingo 18 de julio de 1965. El descontinuado periódico “La Tribuna” publicaba el lunes 19 de julio de 1965, “Atestiguan haber visto extraño objeto volador”, con una imagen en la que se apreciaba al empresario Friedmann y un cronista del mencionado diario, observando fijamente algo sobre la mesa, que probablemente se trató de alguna fotografía que realizaron aquella noche (Véase Imagen 25). Hipótesis que me obligó a realizar un viaje al Guairá, con la intención de corroborar este punto. Don Guillermo Friedmann declaró también a nombre de Luis Arréllaga, otro de los testigos del fenómeno: “El domingo 18 a las 18:05 horas, viajando en dos automóviles desde San Bernardino a Asunción, acompañados de varias personas entre las que se encontraban el Sr. Eduardo Arosemena y familia, Don Ernesto Barquerizo, Don Rafael Arréllaga y otros, les llamó la atención una estela de humo o gas formada en el cielo en las cercanías del pueblo de Ypacaraí, y deteniéndose ambos vehículos a una altura para observar mejor, vieron que la estela se cerraba en un círculo de gran diámetro (quizá 100 Km o más) y a una altura que no pudo precisar… Imagen 25 Poco antes de cerrarse el círculo, exactamente Don Guillermo Friedmann (Izquierda) con el encima de los que estaban observando, vieron tres cronista de La Tribuna (Derecha) luces rojas bastante potentes que provenían de un objeto no identificado que evolucionaba en círculo sobre el lugar, no pudiendo observarse a simple vista el objeto por lo avanzado de la hora. La velocidad del aparato era vertiginosa, y a ratos avanzaba más rápidamente, como dando saltos, a tal punto que el círculo de gran diámetro se cerró en poco más de sesenta segundos. Al cerrarse el círculo el objeto siguió en línea recta ascendente hacia el Sur, y desapareció en el espacio. La estela de humo quedó y hasta el momento en que las personas que estaban observando este fenómeno siguieron viaje, quince minutos más tarde, aún no había desaparecido”, así culminaba su relato de tan fascinante suceso con una cantidad de detalles, que poseen alta extrañeza.

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Villarrica: Ciudad distante a unos 131 Km de la capital.

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El periodista de La Tribuna, recalcó la razón del reporte de Friedmann, alegando lo siguiente: “La información la brindaba con el único objetivo de contribuir al conocimiento de estos fenómenos que vienen apareciendo en todo el mundo, y que estaba debidamente autorizado por las personas mencionadas a citarlas”. Indudablemente es visible la seriedad de esta persona, con la prudencia con que se manejó, y trató su informe. Sin embargo aportó otros detalles muy significativos, como que en ningún momento oyeron sonido alguno, y que el matiz de las luces de estos objetos, estaban entre rojizas y rosadas. Por lo observado conjuntamente con las otras doce personas, finalizó: “Que por las características mencionadas era absolutamente imposible admitir que se tratara de las evoluciones de una máquina aérea corriente”. La observación se efectuó a unos 37 Km de la capital, en las proximidades de la ciudad de Ypacaraí, ubicada en el Departamento Central. Un legendario pueblo célebre por su lago del mismo nombre, que cuenta con unos 60 Km2, protagonista de una de las guaranias33 más hermosas del Paraguay, “Recuerdos de Ypacaraí”, que atesora en su etimología misma una leyenda, al cual se le adjudican diversas interpretaciones, como “Agua del Señor” o “Agua conjurada”, que antiguamente exhibía un color azul intenso (Véase Imagen 26). Con el afán de rastrear más datos sobre tan curioso hecho, contacté con un familiar de Don Guillermo Friedmann, su bisnieto Armando Montenegro Friedmann, actual dueño de la azucarera, quien se mostró visiblemente sorprendido por la información que le comentaba, aportando que lastimosamente Don Guillermo ya llevaba décadas fallecido. Durante mi visita a la ciudad de Villarrica, investigando varios hechos acaecidos próximos a esta, entablé contacto con diversos Imagen 26 pobladores que identificaron positivamente a El famoso Lago de Ypacaraí varios de los testigos mencionados en la crónica de 1965, pero sin embargo ya habían fallecido. Mis esperanzas respecto a encontrar la hipotética fotografía que parecía exhibirse en la imagen, se esfumaban al comprobar que una vez muerto el fundador de la azucarera, varios de sus familiares migraron a otros puntos del país e incluso al exterior, desvaneciéndose muchas pertenencias suyas en el tiempo. Sin embargo su testimonio está allí vivo, y su objetivo también lo comparto, demostrar la realidad de los objetos voladores no identificados, a pesar de la renuencia académica.

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Guarania: Género musical popular paraguayo creado en 1925, por el genial compositor José Asunción Flores.

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Hacia la región Occidental del país, en el caluroso Chaco Paraguayo, inmerso en el departamento de Pdte. Hayes, se encuentra un inmenso humedal, ubicado a unos 300 Km de la capital, bautizado como “Estero Patiño”, en honor a un misionero Jesuita paraguayo quien se embarcó en la exploración del Río Pilcomayo hacia el año 1721, llamado Gabriel Patiño. Remontándonos a sus orígenes brevemente, Patiño partió un 14 de agosto de 1721, acompañado de varios religiosos, y una tropa de soldados que los guarecían en aquel intrépido viaje. En sus escritos detalla la región, así como la profundidad del Río Pilcomayo que baña, proveyendo de agua al mencionado esteral. “El río tiene más de 19 varas de profundidad y 39 de ancho. Las corrientes del Paraguay rebalsan hasta algunas leguas adentro del Pilcomayo, haciendo subir el nivel de éste. Tierra llana, arboledas, palmera, lagunas y esteros a ambos lados… En las 60 leguas precedentes se crían en la ribera unas cañas fuertes y sólidas que los indios llaman Huybá (Totoras), porque su flor sirve para flechas, son útiles para techos. Muchos tigres en la distancia indicada…”. Infortunadamente el explorador Patiño, fue asesinado por indios hacia las postrimerías de 1721. Sin embargo de aquel tiempo a esta parte, el Estero Patiño fue escenario de numerosas modificaciones en su entorno a causa del inestable curso del Río Pilcomayo, al abrirse y obstruirse canales alternamente, conllevando a periodos de escases de agua, pendiendo de un frágil hilo su existencia. Próximo a este se sitúa el Parque Nacional Tinfunqué, nicho ecológico de especies tan diversas como zorros silvestres (aguará guazú), carpinchos, cocodrilos, aves zancudas típicas de los esterales, entre otros. Sin embargo muchos ignoran que el recóndito y numinoso Estero Patiño fue escenario de una serie de avistamientos de OVNIs, que denunciaron pescadores y moradores de zonas aledañas. Existen informes desde el 1 noviembre de 1978, sobre objetos esféricos del tamaño de un auto, de casi unos 7 metros de envergadura que parecían emerger de las turbias aguas, realizando maniobras inusuales (Véase Imagen 27), según una entrada que descubrí en la base de datos denominado “UFO DNA34 – La Enciclopedia de avistamientos OVNI, Rompiendo el código de los OVNIs desde 2006”, creado por Luke Ford. 34

Imagen 27 Reconstrucción del aspecto de uno de los objetos descriptos sobre el esteral

DNA o ADN: Ácido Desoxirribonucleico, estructura helicoidal que contiene codificada la información genética de los organismos.

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La fuente sería la “UFO Newsclipping Service35”, una publicación mensual sobre noticias de OVNIs en USA y todo el mundo, editada por el desaparecido Lucius Farish (1937-2012). Al día siguiente (2 de noviembre) un OVNI fue claramente observado a través de unos binoculares en el esteral mencionado. Consistió en un radiante objeto verdoso diminuto, que por momentos cobraba intensidad, proyectando haces de luz verde y naranja para arriba, y por la otra, un haz azul verdoso hacia abajo. En un momento determinado, comenzó a ascender hasta parecerse a las estrellas del firmamento. (Manifestación similar al Caso “Tres en el cielo” Pág. 72). De igual forma se reportó según las crónicas, un objeto multicolor símil a un cono, que permaneció suspendido a pocos metros del esteral sin emitir sonido apreciable alguno. ¿Cree que esto marcó el final de los acontecimientos? En realidad, todo lo contrario. El día 3 de noviembre, varias luces con comportamientos inusuales fueron observadas sobrevolando el esteral. Sin dilación alguna, una intensa actividad anómala aérea se registró en los primeros días del entonces noviembre de 1978. Durante mis investigaciones hemerográficas36, comprobé el impacto de los sucesos del distante pantanal chaqueño, en la edición del 8 de noviembre de 1978, del periódico “Ultima Hora”, Pág. 13: “Una extraña Teoría justificaría la aparición de los OVNIs en la Zona de Estero Patiño” (Ver Imagen 28). Una rúbrica que se extendía hasta la mitad de la hoja de la publicación, que consistía en la Imagen 28 elucubración de una hipótesis inverosímil, que Diario Ultima Hora haciendo eco de la noticia pretendía responder dos cuestiones capitales, la naturaleza de los denominados objetos aéreos no identificados y la razón de su existencia por aquel espacio geográfico paraguayo. “Las reiteradas denuncias sobre la aparición de Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) en una zona del Chaco Paraguayo, concretamente en Estero Patiño, además de causar inquietud, confirma algunas afirmaciones existentes en el controvertido campo de la ovniología37”.

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UFO Newsclipping Service: Traducido del inglés como, “Servicio de Noticias Periodísticas OVNI”. Hemerografía: Estudio y descripción del material periodístico. Ovniología: Locución latina de ‘ufología’. La ovniología o ufología, es el estudio de los objetos voladores no identificados (OVNIs).

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De esta forma se iniciaba el condensado artículo, que investía como protagonista la “Teoría de la Tierra Hueca”, una hipótesis descartada absolutamente por la comunidad científica, y que adolece de la inexistencia de evidencias de cualquier tipo. Según esta conjetura, en algún momento de la historia existió una civilización lo suficientemente avanzada que consiguió refugiarse en las entrañas mismas de la corteza terrestre, las razones de este supuesto aislamiento van desde hipotéticas guerras termonucleares que dejarían eventualmente inhabitable la superficie del planeta por lo que procuraron un lugar para establecerse y de esta forma no extinguirse, así como hay quienes arguyen en la naturaleza extraterrestre de la citada civilización, por lo que se ocultan en el interior del mismo núcleo terrestre y que los eventuales OVNIs observados, serían en realidad sus vehículos que consiguen salir a la superficie para observarnos casualmente. Este tipo de argumentos son muy fáciles de rebatir desde el punto de vista físico, geológico, histórico y astronómico, porque carecen de toda lógica por donde se lo mire, como es la proposición de que presuntamente en el núcleo de la Tierra se halla una “enana blanca”, que consiste en una estrella moribunda con una masa mucho menor a nuestro Sol (8 veces menor), este hipotético cuerpo celeste proveería de luz y calor necesarios para que la vida “intraterrestre” (dentro de la Tierra) pudiera existir y mantenerse, sin embargo nada más alejado de la verdad, rebatiré brevemente esta teoría de una manera sencilla, con tres argumentos incontrovertibles. 1 – El diámetro de una estrella tipo “enana blanca” es muchísimo mayor al planeta Júpiter, y conste que este planeta es el mayor de los descubiertos hasta la fecha en nuestro sistema solar, con un diámetro de unos 142.984 km, en contraposición con unos escasos 12.756 Km de diámetro que presenta la Tierra en el Ecuador, si la Tierra estuviera realmente hueca, aun así no habría “espacio suficiente” para poder albergar una enana blanca. 2 – Las enanas blancas debido a la fuerte compresión de su materia, experimentan un aumento drástico en su densidad, que se traduce en “1 tonelada por cada centímetro cúbico”, por lo que fácilmente podrían tener la misma masa que el Sol, a pesar de presentarse mucho menor a este. La Tierra pesa aproximadamente 6.000.000.000.000.000.000.000.000 Kg, de contener “una estrella” en su interior sería mucho más pesada que la cifra presentada. 3 – Si la Tierra estuviera realmente “ahuecada”, deberíamos estar flotando o ser mucho más ligeros de lo que somos. Esto es debido a que la fuerza de gravedad no sería la misma al no haber la suficiente masa planetaria, ya que la fuerza de atracción terrestre es de unos 9, 8 m/s2, en cambio nuestra Luna por ser mucho menor a nosotros, experimenta una fuerza de gravedad de unos escasos 1,6 m/s2. Sin embargo esto no sucede, estas sentado o acostado leyendo este libro tranquilamente.

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Todo ello sin mencionar que el núcleo terrestre posee unos 3.500 Km de diámetro, con níquel e hierro en su interior, a una temperatura de unos nada despreciables 6.700 °C , nada favorable para cualquier “civilización intraterrestre”. Sin embargo hubo un hombre con el pseudónimo de Raymond Bernard, que se ganó notoriedad mundial al publicar su libro “La Tierra Hueca”, sembrando esta descabellada hipótesis que pulula hasta nuestros días. La nota publicada en Ultima Hora, realizaría una conexión entre los escritos de Raymond Bernard, y una revista francesa denominada “Planeta”, en la que se presentaron algunas ubicaciones a “entradas o bocas” que conducirían el acceso a aquellos mundos subterráneos ocultos. La revista Planeta, situaba los puntos de acceso a estos mundos subterráneos a regiones como los Andes peruanos y el Chaco Paraguayo, específicamente a unos 300 kilómetros al noreste de Asunción, exactamente coincidentes con la locación de Estero Patiño. Interconectando de esta manera la hipótesis de la Tierra Hueca con el avistamiento de OVNIs en Estero Patiño, tal como se menciona: “Si nos atenemos a las afirmaciones de los lugareños de Estero Patiño, los presuntos objetos voladores, que al decir de los mismos, emiten una luz brillante, ‘parecen salir del mismo estero’. Si relacionamos esto con las afirmaciones del libro de Bernard y de la revista Planeta, estos objetos, saldrían del propio estero, dado que serían esos vehículos pertenecientes a nuestros ancestros que habitan el interior del planeta”. No satisfechos con esta conexión, lo trasladan al plano de las leyendas incaicas al mencionar: “La existencia de algunas leyendas incas que insisten, en que parte del tesoro del Imperio fue trasladado de la voracidad de Pizarro, y habría sido llevado al centro de la tierra donde moran los hombres buenos”. Forzando de esta manera la relación, sin embargo todo esto no deja de ser pura imaginería, prueba de ello lo conseguí al contactar con una investigadora argentina, Débora Goldstern, especializada en las historias, leyendas e hipótesis entorno a “mundos subterráneos”, quien me aclaró la naturaleza de Raymond Bernard. Goldstern: “Para empezar el verdadero Raymond Bernard se llamaba ‘Walter Siegmister’, y era un homeópata naturista. Personalmente sabrás que no creo en la teoría de la tierra hueca, así por supuesto no existe ninguna prueba de las “supuestas entradas”. Maidana: “Sin embargo según un artículo, Siegmister situaba presuntamente las bocas de este mundo subterráneo en regiones sudamericanas tales como la Selva Amazónica, Andes Peruanos y el Chaco Paraguayo”. 83

Goldstern: “Existe mucha información no controlada. Además Siegmister tuvo la culpa de que la teoría se expandiera, ya que su libro es un ‘rejunte de otras historias’”. Con sus declaraciones el panorama cobraba transparencia, disipándose las sombras de la naturaleza del verdadero autor de tan inverosímil hipótesis, que en realidad ni siquiera fueron de su autoría. Hurgando más detalles sobre interesante casuística ufológica, aparecería el testimonio de un estudioso de los fenómenos paranormales, Hermes Arístides Roa Godoy (Ver Imagen 29), en la desaparecida Revista del Diario “Noticias” (circa 1994), Pág. 7: “En las cercanías de Estero Patiño, fue buscar el ‘contacto’ con los seres del manifestaciones extraordinarias, sí comportamiento inusual para la hora y autos que subían y bajaban”.

con un grupo de espacio. Aunque vieron luces el lugar. Parecían

amigos a no hubo de un focos de

Casi un mes después, el 24 de octubre de 1978, en la cubierta del diario “Ultima Hora”, del lado izquierdo superior aparecía una viñeta cómica, dibujado por el reconocido caricaturista Fiorello Botti, titulado “OVNI”, en la que se ilustraba una profesora inquiriendo a un alumnito con regla en mano: Imagen 29 Hermes Roa Godoy

Maestra: “A ver niño, dígame ¿Cuál es el objeto que todo el mundo ve, está muy alto y nadie lo puede alcanzar?”. Niño: “¡El lomito, señorita!”. Una escena cómica (Véase Imagen 30) que reclamaba probablemente el alza en precios de la carne (en especial del lomito), pero relacionándolo con la altura que se manifestaban en el cielo, a estos OVNIs que se informaban en aquel tiempo. En el periódico “Noticias” del cual desprendimos el testimonio del Sr. Hermes Arístides Roa Godoy, consistía en un acopio de anécdotas de varios paraguayos, algunos de ellos conocidos en los medios, que habrían divisado OVNIs en distintas partes el país, entre las que se destacaban también la de un reconocido músico y Arquitecto, el Sr. John Baldwin Gosling.

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Imagen 30 Los avistamientos estaban a la orden del día como demuestra esta tira cómica

“No hay OVNIS en el Estero”, sentenciaba un título encerrado entre márgenes, que añadía otros importantes detalles que se sumaban a la controvertida casuística de Estero Patiño. “La gente dice que en el Estero Patiño se ven OVNIs. Yo no creo en eso -comentaba John Baldwin- Tengo una estancia que abarca gran parte de esa región y nunca ocurrió allí nada raro. Quiero desmitificar este asunto. Es cierto que se ven luces, pero son el resultado de la descomposición de vegetales en estado de putrefacción. Los gases de los pantanos en contacto con el oxígeno producen el llamado gas metano. También pueden ser huesos de animales o metales enterrados. No siempre es oro, como cree la gente. No digo que no existan seres de otros mundos. Que aparezcan justo allí y en mi propiedad es lo que no creo. Ahora más que nunca esas zonas son bien conocidas”, sentenciaba Baldwin. Reflexionando sobre todo esto, era evidente que el citado Estero Patiño se había convertido en un polémico sitio, del que manaban una cantidad de testimonios con diferentes grados de extrañeza y credibilidad, que despertaban mucha curiosidad, haciendo urgente una investigación. Para ello bastaba localizar a uno de los protagonistas que se hicieron eco en aquellos tiempos, el Sr. John Baldwin (Véase Imagen 31), quien también se desempeña como ganadero, poseyendo una estancia en el centro mismo del estero Patiño, visto desde este enfoque, su testimonio reviste gran importancia. - Baldwin: “Contesto al respecto del caso del estero Patiño, en cuyo centro mismo tengo una estancia. Sí, se han visto luces, a lo que las personas llaman “Luz bañado”, porque se generan en esa zona. Imagen 31 El músico y ganadero John Baldwin Gosling

Nunca los vi y en dos ocasiones me engañaron otras luces como ser de un tractor que trabajaba a 5 km haciendo un tajamar por la noche, que parecía subir y bajar, como justo lo hacía el tractor, también desaparecer, porque lo hacía detrás de unos matorrales... Hay que considerar que en la zona se puede mirar a gran distancia como ser 10 o más km, porque es un estero pastizal natural con casi ausencia de árboles. (Véase Imagen 32).

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Imagen 32 Vista de la región desde la propiedad de Baldwin

Esas luces las vio mi madre, una tía y personales. Parecen de lejos engañar, como que suben algo y bajan e iluminan como una linterna o foco… También un primo, en otra oportunidad y en la misma zona, encima mismo del canal del río “Monte Lindo”, vio como una bola de 50 cm flotando casi sobre las aguas, parecido a uno de esos globos chinos de papel. Un contratista también me dijo otra cosa, que sí me llamo la atención, porque dijo que a 500 metros más de nuestra casa, observó una luz que estaba medio alto e iluminaba, alrededor de unos 50 metros a la redonda. Según tengo la experiencia de parte de mi padre que se dedicaba a querer sacar tesoros enterrados, en muchísimas oportunidades se ve una luz, que coincide con algún material enterrado, luz blanca para la plata, roja o amarilla para el oro, verde para materiales en descomposición sean plantas, huesos hasta nidos de ysau38 y otros...les dicen “luz fatua”, tuve una oportunidad de ver desenterrar en Ypané artículos de platería y monedas, en un lugar donde una Sra. decía que le salía un caballo blanco y luces... realmente me sorprendí al encontrar todo una calcha para caballo de plata antigua, con algunas 60 monedas a 15 metros de donde provenían las luces, y donde existían ya excavados 3 pozos, coincide con la luz y el fantasma... y conste que no soy de creer en cualquier historia... Justamente quise contradecir a un vecino mío cuya casa estaba a 6 km de la mía, en otra isla del estero, que decía que había luces de platillos y trajo a gente de ABC -El periódico- y no vieron nada.... Si él los ve, nosotros también lo veríamos. No son luces llamativas, creo son producidas por gases de los pantanos. Ese vecino es nada más y nada menos que el famoso Marcos Brizuela recopilador de la música "Che Renda Alazán39" y que tiene un programa cultural por tv actualmente con Cancio Barreto. 38

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Ysau: Nombre en guaraní que designa a una especie de hormiga cortadora, de nombre científico “Atta sexdens rubropilosa”. Resultan un problema en muchos casos por la intensidad con la que cortan las hojas, así como la manera organizada con la que trabajan, acabando con plantaciones en un breve periodo de tiempo. Che renda alazán: En guaraní, “El lugar de mi caballo alazán”.

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Creo que quiso llamar la atención. El artículo de ABC salió antes del reportaje que me hicieron, revisando una revista, encontré en una oportunidad que el Estero Patiño era un lugar del mundo en donde se veían OVNIs... no lo sé... nunca se vio algo grandioso, solo luces pequeñas”. Con relación al avistamiento comentado por su primo, agregaría lo siguiente: - Baldwin: “Ese primo mío que vio la “bola de luz” sobre el “Monte Lindo”, dijo que su hermano lo vio también al costado de la ruta Gral. Díaz, casi sobre el agua en el costado de la misma, como un farol o globo redondo de 50 cm”. John Baldwin contribuyó con una constelación de datos, que podrían explicar una fracción significativa de los avistamientos de OVNIs sobre el estero, por ejemplo uno que encaja perfectamente dada las circunstancias es el del Sr. Hermes Roa Godoy, quien junto a sus amigos observaron posiblemente las luces de un tractor en medio de una oscuridad infernal, que se situaba a varios kilómetros, como el mismo precisó: “Parecían focos de autos que subían y bajaban”; la extrañeza en este punto es subjetiva, debida probablemente a la inexperiencia del señor a los parajes de esta región chaqueña. De igual forma, es más que factible que gases de pantano producidas por bacterias metanogénicas, estén liberando una cantidad formidable de metano, que combinado con otros gases, este resultando en luces fatuas, algo que hemos desarrollado en el Cap. “El viaje interrumpido”, Pág. 67. Sin embargo es evidente que hay descripciones que no se ajustan a este parangón, no existen luces de pantano o fatuas considerables como para provocar una iluminación en un rango de 50 metros, son luces débiles, frías no poseen la suficiente potencia para conseguir este efecto, así como la descripción de un objeto con luces multicolores en vuelo ascendente hasta perderse a las estrellas, entre otros más que serán presentados, como la increíble experiencia que les tocó vivir a dos adolescentes cazadores, a unos 50 Km al SUR de Estero Patiño. Remando una canoa sobre las mansas aguas de un riachuelo próximo a la estancia “La Alborada”, en Gral. Díaz, Bajo Chaco, se desplazaban Ariel Bracho (17 años por aquel tiempo), actual funcionario de SENEPA40, experto cazador y su amigo José Antonio Acosta, Profesor de Matemáticas, merodeando por carpinchos durante una obscura noche de febrero del 2007, portando linternas y armas. - Bracho: “Con mi amigo solíamos ir de seguido al Chaco de cacería. Fue un día donde no había viento fuerte, ni salía la Luna, nosotros decíamos que era “jasy pytu” (En guaraní, “Luna obscura”), yendo por un riacho sobre canoa, nos íbamos para el mangrullo.

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SENEPA: Acrónimo de “Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo”. Organismo Técnico del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP & BS), teniendo por objetivo erradicar enfermedades como el dengue, malaria, paludismo y fiebre amarilla.

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Sin embargo cuando estábamos por entrar debajo de un gran árbol, que sus ramas caían sobre el agua, formando como una cueva tipo barranca, fue ahí donde le dije a mi amigo: ‘No me siento bien’, es que sentía que mi pulso se aceleraba, presentía algo. Al dirigirnos de vuelta a la canoa, surge una luz, muy potente que levitaba. En ese momento José quiso dispararle, sin embargo no lo permití. No era un globo aerostático, conozco eso, tampoco producía ningún sonido. Remamos lentamente hacia nuestro punto de partida, preguntándonos en medio de la nada que era aquello. Pensé enseguida que no era algo normal, no olvido esa sensación, parecía como si nos observara, recuerdo perfectamente hasta hoy. Luego de un tiempo fuimos hasta el lugar donde apareció, dificultaba mucho las plantas y los ysypó (Del guaraní, enredaderas) pero conseguimos ver una quemadura, como si se hubiera prendido fuego, no crecía nada allí, fue algo tenebroso. - Maidana: “¿Cuántos metros medía el objeto?”. - Bracho: “Tendría por lo menos unos 6 metros de diámetro”. - Maidana: “¿Qué realizó el objeto estando sobre el árbol?”. - Bracho: “Parecía que no quería salir detrás de los árboles, quedando a mitad de este, suspendido en el aire, no se movía. Sus luces eran extremadamente potentes, por suerte el árbol era muy tupido y nos protegía un poco de la luz. He recorrido mucho de noche, en el monte chaqueño de cacería, y nada no se compara con eso que vimos”. - Maidana: “¿Sentiste algo?”. - Bracho: “Sí, un dolor de cabeza hacia atrás, creo que por el pulso acelerado. Mi oreja estaba caliente, como si tuviera una estufa enfrente. Estamos acostumbrados al calor, pero no en exceso, porque siempre usamos ropa manga larga para evitar a los mosquitos”. - Maidana: “¿Ha escuchado otras anécdotas por la zona?”.

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- Bracho: “Mi suegro tiene algunas tierras hacia el Cruce Itakyry a 15 Km de San Alberto, donde mis cuñados y señora han visto luces por la noche, en especial mi suegro que no cree en nada, el vio también”. ¿Qué otros sucesos se dieron cita en las desoladas regiones del chaco, bajo el infinito cielo obscuro?

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Durante una investigación científica emprendida por los biólogos Nancy López de Kochalka y su asistente John Luis Ramírez, en la Reserva Nacional del Parque San Rafael hacia el año 2000, observaron claramente dos objetos aéreos no convencionales realizando una alineación, que fue confirmada gracias a la utilización posterior de un binocular que les permitió distinguir mejor lo que se manifestaba. La Reserva de San Rafael, se encuentra a unos 450 Km de la capital, hacia el sur del departamento de Caazapá y al norte de Itapúa, formando parte del denominado “Bosque Atlántico del Alto Paraná”, abarcando unas 73.000 hectáreas que constituyen un refugio decretado por ley para un centenar de especies animales y vegetales, algunos de estos únicos, como el Zorro Vinagre (Speothos Venaticus, Nombre en guaraní: Jagua Yvyguy41), águilas morenas, o el famoso pájaro campana (Procnias nudicollis), ave simbólica del Paraguay, admirada por su bello cantar. La Bióloga Nancy López es especialista en el Manejo de Fauna Silvestre, posee una extensa formación académica que va desde Zoología, Ornitología, Entomología hasta Mastozoología, razón por la cual suele emprender expediciones con el objetivo de catalogar las especies y realizar investigaciones biológicas correspondientes. Sin embargo en el año 2000 cuando se encontraba con su colega, observaron dos objetos plateados sólidos que iban sobrevolando la reserva distanciados y alineados perfectamente, sin emitir sonido alguno, ni presenciar alas de ningún tipo (Véase Imagen 33). En la entrevista efectuada para documentar su interesante caso, retrató lo siguiente:

Imagen 33 Durante una expedición científica hacia la Reserva San Rafael, la Bióloga Nancy López de Kochalka observó dos inusuales artefactos

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- Biol. Nancy López: “Venía saliendo de la Reserva San Rafael con un ayudante de campo (John Luis Ramírez), regresando en un automóvil 4x4 por el camino de tierra, en un área abierta pero por los costados había bosques, y de repente en medio del camino vimos con mi ayudante, dos objetos en forma alargada, plateada, viniendo en forma paralela, lenta hacia nosotros. Nos quedamos observando por más de media hora, finalmente tuvimos que abandonar porque no se movían los objetos, quietos y desconozco por cuanto tiempo habrán permanecido así.

Yagua Yvyguy: Lengua guaraní, “perro enterrado”, “fango, lodo”.

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No se oyó ningún sonido, siendo un día muy claro, sin nubes, el cielo azul. Para mí eso fue muy extraño…”, reflexionó con una duda que no podía disimular. - Biol. Nancy López: “Fue extraño porque no era un avión, y tampoco estaba muy lejos de nosotros, máximo unos 2 Km de distancia y a unos 500 metros de altitud aproximadamente, lo más extraño fue que los objetos estaban alineados en forma paralela, uno frente al otro, a cierta distancia”. - Maidana: “Ud. comentó que observó también a través de prismáticos, ¿Qué fue lo que vio?”. - Biol. Nancy López: “Sí también, tenían una forma bien alargada, plateada y parecía que alrededor tenían una luz pero no pude captar esto bien, de color amarillento, pero no sé si fue debido al reflejo del Sol nada más, porque había mucha luminosidad. Hacía calor en aquel tiempo”. Véase Imagen 34. - Maidana: “¿Su primera impresión?”. - Biol. Nancy López: “¡Esto es muy extraño! Dijimos, disponiéndonos a mirar con los binoculares. No fue ningún avión, helicóptero ni nada de lo que habíamos conocido”. Tiempo después volvió a observar el mismo objeto distante a unos 60 Km aproximadamente del punto inicial donde observó conjuntamente con su colega, en un sector donde se alinea con la locación primera al situarse en un mapa ambas referencias (Ver Imagen 35). Imagen 34 Confirmación visual gracias a un binocular. (Simulación por ordenador)

- Biol. Nancy López: “Luego de ese avistamiento, un poco más hacia el Río Paraná, en un distrito conocido como ‘San Rafael del Paraná’, entre Natalicio y Yatytay (Itapúa), durante un día despejado, claro, luminoso, vi otra vez un objeto con las mismas características, siendo uno solo. Pero este se movía con cierta rapidez, desapareciendo de la vista luego de un tiempo, con una trayectoria perfectamente lineal, un poco rápida, no tanto como el vuelo de avión. No tenía alas, alargado también, me dio la sensación de apreciar una especie de domo, encima del objeto, no sé si es por la forma del cuerpo, tenía algo circular

Imagen 35 Locación de sendos avistamientos

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otra vez arriba. Era como un plato, lo pude observar desde un ángulo lateral, también plateado igual que el anterior. Me encontraba con un asistente de campo, desplazándonos en un vehículo a unos 60 Km/h, visualizando perfectamente cómo se iba desplazando el objeto, hasta que no lo pudimos divisar más. Lo observamos por unos 10 minutos”. Es de menester acentuar los siguientes detalles que acompañan el presente caso, los objetos han sido observados a ojo desnudo sin algún factor físico que impida su observación, posteriormente fueron corroboradas las observaciones y refinadas con la utilización de prismáticos. Sendos avistamientos no se dieron con un testigo aislado, sino acompañado y confirmado, además el cielo en los dos episodios se encontraba despejado, diáfano, por lo que la atmósfera presenta una mayor transparencia bajo estas condiciones meteorológicas facilitando la perfecta visualización de objetos que se encuentren en el cielo, adaptándose y respetando a las leyes de la óptica, por lo que se puede deducir que el objeto fue divisado sin ningún tipo de filtro visual, dícese neblina, nubes, u otro fenómeno que conlleve a una confusión o manifestación de espejismo de algún tipo, así como la morfología y vuelo no compatibles con algún aerodino conocido ni fenómeno natural, esto agrega extrañeza al suceso, también el tiempo observado que se extendió por unos 30 minutos, y el último por unos 10, que permitieron a los testigos tomarse el tiempo necesario para apreciar detalles y descartar otros objetos, resta señalar que ambos testigos son personas serias y con una gran formación académica, acostumbrados a la observación de la flora y fauna, recorrer el país, y a la utilización de prismáticos por estudiar aves, bajo ningún termino se puede considerar algún tipo de confusión, esto equivale a dudar de la extensa experiencia de sendos testigos, que han presentado reportes de su competencia para la Sociedad Científica Paraguaya.

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Un martes 23 de agosto del 2011, las frecuencias hertzianas del Canal 9 – SNT (Sistema Nacional de Televisión), exhibieron en todas las pantallas del país durante el famoso “Informativo del Mediodía”, conducido por el periodista y político Mario Ferreiro, una nota con el zócalo de “OVNIS”, en la que la respetada reportera María Angélica Galeano ponía voz, a un recuento de algunos casos de objetos voladores, trasladándose hasta la imponente Cordillera del Ybytyruzú, donde un hombre encargado del custodio de la colosal antena del canal que se yergue en aquella elevación, describía como una enorme luz desconocida casi colisiona por aquella estructura metálica para su temor y asombro. La majestuosa “Cordillera de Ybytyruzú” (Del guaraní, “Ybyty”, cerro o montaña y “ruzú”, grande, “Gran montón de tierra”) posee unos 40 Km de longitud, desde donde el Cerro Perõ42, más conocido como “Tres Kandú” se alza hasta los 842 metros, cual falange que se proyecta hacia el cielo, siendo el punto más alto de todo el Paraguay. Semejante “culebra titánica” adopta su forma gracias a una serie de serranías que cubren los departamentos del Guairá y Caazapá, encontrándose a unos 18 Km de la bella ciudad de Villarrica. La cordillera de Ybytyruzú posee espacios prácticamente vírgenes, donde la naturaleza se abre camino cubriendo su maravilloso manto verde tejido por una multiplicidad de especies vegetales tales como el cedro, timbó, jacaranda, palmas, orquídeas, helechos, lianas y muchísimos más, que cobijan a igual cantidad de animales e insectos (Ver Imagen 36). El encargado del custodio de la antena del “Canal 9” es el Sr. Luis Benítez, quien suele quedarse de guardia allá en lo alto, a más de 650 metros en el Cerro Acatí de la Cordillera de Ybyturuzú, desde donde resulta una ubicación estratégica clave para una cobertura nacional, oportunidad vislumbrada por los técnicos que decidieron construir una pequeña pero importante planta repetidora. Reunidos los datos inicié una emocionante expedición hacia el Ybyturuzú, en la búsqueda de la verdad, así como detalles sobre otro caso que se habría dado a pocos kilómetros de allí, próxima a las faldas del cerro.

Imagen 36 Vahos y bajas nubes en las cumbres agrestes del Ybytyruzú

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Cerro Perõ: Toponimia en guaraní, que significa “Cerro Pelado”

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Luego de varias horas de viaje observando los bellos paisajes agrestes, que gritan con sus hojas al viento un aire de libertad, tocaría tierra en la concurrida y modesta Terminal de Villarrica, donde el ajetreo de los transeúntes discurre entre pacíficos vendedores, coexistiendo vehículos modernos con carros tirados por mansos caballos, resultando una fusión de visiones del pasado con el presente. Entre la atiborrada terminal, me aguardaba el Sr. Luis Benítez con su camioneta acostumbrada a recorrer cientos de kilómetros en los más escabrosos terrenos, con quien una vez cargados de provisiones nos dirigimos raudamente hacia la famosa Cordillera. Una majestuosa elevación orográfica de difícil descripción cortaba abruptamente el horizonte, dirigiéndonos a uno de sus brazos desde donde se abría un sendero revelando en su flanco izquierdo un cartel, “Tercera Fracción – Reserva de Recursos Manejados del Ybyturuzú”, como una invitación hacia la densa foresta que emergía por todas partes, mientras íbamos subiendo progresivamente al tanto que aparecían diversos cerros algunos de estos con siluetas curiosas evocando a pirámides, sin mencionar los peculiares nombres que ostentan, como ser “Cerro Bonete”, cual dispone un mechón de árboles solamente en su cúspide con su verde cuerpo de pastizales, indudablemente un verdadero paisaje de ensueño propio de los cuentos mágicos circundaba a nuestro alrededor, acompañado por el jadeo mecánico del motor que a duras penas proseguía en su ascensión. Aquel sonido fue el presagio de algo deducible, el automotor se varó allí entre peñascos infranqueables, por lo que proseguimos a pie mientras el atardecer se encontraba en su apogeo. Una verdadera prueba para las piernas, que era recompensada por un muro natural desde donde emergía la punta del Acatí demostrando una antena cortada por las nubes que ya se hallaban a esa altura. En lo alto del Cerro Acatí está instalado el “Centro Rural de Turismo”, denominado “Cnel. Roberto Cubas Barbosa” auspiciado por el SNT (Sistema Nacional de Televisión), delimitado por una tranquera, en la que se vislumbra una cabaña cercana a la tumba del “Tigre del Ybyturuzú” (mote del Cnel. Cubas Barbosa), y hacia el sector izquierdo, la estación repetidora del SNT, donde se encuentran los servidores (Véase Imagen 37). Desde allí un sendero trazado por medianas rocas pintadas de blanco, invitan a proseguir hasta llegar a un banco que está a menos de 2 metros de un colosal desfiladero sin lindero alguno, con una inmejorable vista desde la cual se puede observar y sin dificultad alguna el “Cerro Acahay”, distante a unos 100 Km, situado en el Departamento de Paraguarí. 94

Imagen 37 La colosal antena del Canal 9 cortada por nubes en la cima del Acatí

Sin embargo a corta distancia se elevan los cerros “Polilla”, “Mymyi” y “Perõ”, ambos pertenecientes a la Cordillera de Ybyturuzú, siendo este último, el área desde donde el Sr. Benítez observó algo que terminó por destruir sus paradigmas anteriores. Hacia el año 2000, en una diáfana noche estrellada, cuando las manecillas del reloj estaban a punto de marcar la medianoche, el Sr. Luis Benítez en compañía del Sr. Carlos Morel, circulaban distendidamente alejados a unos 3 Km del Cerro Acatí, teniendo a este centrado dentro de su campo de visión, cuando atisbaron una potente luz que en absoluto silencio se dirigía hacia el mirador donde se hallaba a pocos metros la planta repetidora del Canal 9. - Luis Benítez: “Me di cuenta del objeto cuando este estaba a unos 500 metros más o menos del Mirador Acatí.

Imagen 38 El testigo relata lo sucedido desde el lugar del hecho

Venía despacito muy lento, eso me llamó la atención por lo que empecé a mirarle y pensé, ‘Bueno, este (el objeto) va a chocar contra el paredón o estos árboles (sobre el cerro), tiene que desviarse o subir, y si hace esto va a chocar contra la torre, por los tensores’, mientras pensaba en estas posibilidades, el objeto se acercó todito hacia el ‘lugar del peligro’ (se refiere a la punta del cerro), y desapareció”, relataba extrañado el testigo. (Véase Imagen 38)

Intentando comprender sobre el paradero de la insólita luz, continuó: - Luis Benítez: “En ese momento realmente no sé si entró por este cajón (señalando con la mano el costado izquierdo del cerro, sector SUR), desviándose, o simplemente desapareció aquí”. - Maidana: “¿Qué fue lo que ha visto realmente?”. - Luis Benítez: “Un aparato luminoso de color amarillento naranja, con forma redonda”. - Maidana: “¿Su diámetro era más grande o más pequeño que la Luna?”. - Luis Benítez: “Mucho más grande, supongo que es así porque estaba cerca. Brillante pero no intenso, no cambiaba de color, ni titilaba. Desplazándose en línea recta en una sola velocidad”. - Maidana: “¿La velocidad que traía este objeto era similar al de una avioneta o más rápida?”. - Luis Benítez: “No, más despacio, similar al caminar”, a partir de este dato es posible deducir que el objeto se trasladaría a razón de 4 Km/h. 95

El tiempo de observación se estima en unos 5 minutos, de los cuales la ausencia de sonido es el motivo que despertó la extrañeza en el testigo. - Luis Benítez: “No era un avión, no tenía ningún ruido de motor”. - Maidana: “¿Se suelen ver aviones con regularidad por aquí?, de casualidad ¿Hay alguna ruta aérea por la zona?”. - Luis Benítez: “Sí hay, siempre pasan pero muy alto porque es un lugar peligroso, sin embargo este objeto estaba sobre el nivel del mar a unos 650 metros”. - Maidana: “¿La primera vez que observa algo así?”. - Luis Benítez: “Sinceramente es la segunda vez…, había visto sobre la Escuela de Agricultura más o menos que está en Villarrica, pero de eso ya hace unos 35 años (1977), también de noche, mismo color y velocidad”, esforzándose por traer recuerdos a la mente. - Maidana: “¿Alguna vez oyó de otras personas que hayan visto lo mismo?”. - Luis Benítez: “Sí, después de mi comentario algunos me llamaron, diciendo que habían observado ‘objetos no identificados’ en los alrededores de la serranía del Ybytyruzú. Antes no tenía ni idea de esto, ni me interesaba, al principio había pensado que era un avión, pero al ver que era solo una luz y no tenía sonido…. Definitivamente no era una luz normal, nuestras luces no eran”. De esta forma concluía la entrevista observando el Sr. Benítez con sus ojos puestos hacia el horizonte, inundados de preguntas más que certezas con el cielo tornasolado. En el año 1990 nacía una fundación denominada “Ecocultura” por obra de la resolución N° 4.367/94 del Poder Ejecutivo, que tiene por objeto la difusión de los valores y cultura en el Paraguay por medio de breves materiales audiovisuales que demuestran los distintos lugares históricos, personajes y costumbres de este gran tamiz denominado nación. De la cuantiosa cantidad de 2.800 videos, sobresale el caratulado como “Petroglifos de Ybytyruzú”, producido por “Ecocultura” en asociación con “Fundahi” durante mayo de 1996, editando un documental de unos 9 minutos, resumiendo una expedición hacia la Cordillera del Ybytyruzú donde exploraron específicamente los Cerros Polilla e Itá Letra, famosas por sus enigmáticas inscripciones en piedra (petroglifos) realizadas según las últimas investigaciones arqueológicas hacia los años 5.000 y 2.500 a. C, que plasman constelaciones, pisadas de aves, órganos sexuales, y otras extrañas representaciones que evocan mapas, en una zona donde antes habitaban el grupo indígena Paí Tavyterá, sin embargo las figuras que aparecen en Itá Letra son anteriores a los mismos guaraníes. 96

Por mucho tiempo ha persistido la idea del origen vikingo de estos petroglifos, idea sostenida por el Ing. Vicente Pistilli, dotando de esta forma una rareza histórica a estas simbologías, en el mentado material se reproducen estas ideas. Sin embargo casi a la mitad del video, el narrador expone lo siguiente: “Saliendo un poco del tema de los petroglifos, pero por haber sucedido esta llamativa experiencia en Itá Letra, les hacemos partícipes de ella. Aclarando, somos poco conocedores del tema relacionado con los OVNIs, no queremos cruzar la línea al campo donde carecemos de conocimiento. Pero deseamos dejar en este material nuestras experiencias en el Ybyturuzú, donde hemos escuchado fantásticas historias relacionadas con el tema en cuestión. Un amanecer del mes de mayo de 1996, pudimos captar estas imágenes de la solitaria nube que repentinamente salió por detrás del Cerro Mymyi, y permaneció por más de 20 minutos quieta, a pesar del fuerte viento que soplaba esa mañana. (Ver Imagen 39) Lo increíble, la filmadora dejó de funcionar durante el intento de filmar la extraña nube” (Véase Imagen 40). Imagen 39

¿Una nube lenticular que coincidió con el desperfecto de una filmadora?, examinemos; dada la manifestación estacionaria de la nube, su morfología y permanencia en el aire pareciera que sí, por el contrario un supuesto vínculo entre ambos despertaría sospechas de una auténtica anomalía.

Imagen 40

No muy lejos de allí, aparecía una extraña marca en el suelo que será desarrollado en el próximo capítulo.

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"El miedo al ridículo es el peor enemigo de la investigación ufológica" Joseph Allen Hynek

Lamentablemente una fracción significativa de avistamientos de OVNIs corresponden a diminutas luces erráticas u anómalas, dificultándose su identificación debido a la gran distancia existente entre el fenómeno y el testigo. Sin embargo cuando se alude que un objeto volador se ha posado, puede dejar alguna huella de este acontecimiento, resultando de gran valor en el proceso investigativo al probar empíricamente que existe uno o varios fenómenos físicos genuinos, descartándose creaciones mentales de cualquier tipo. Los denostadores como los mal informados de turno insisten en la inexistencia de pruebas físicas del denominado fenómeno OVNI, ignorando u omitiendo el extenso legajo concerniente, cometiendo un grave concepto sobre lo que se entiende por “prueba científica”, un trozo de metal o tierra en sí no constituye “la evidencia”, no sirve de nada sino va acompañado de un testimonio, para ilustrar esto imaginemos la fotografía de un cometa, ¿Cómo sabemos que de ello se trata? Porque hubo un testimonio (el observador), y un análisis (labrado por expertos que dan parte de su testimonio), es lo que se conoce como “evidencia documental” y de ello sobra en la ufología. Esto nos remite inevitablemente a una falacia que dice “Afirmaciones extraordinarias, requieren pruebas extraordinarias”, honestamente no existe tal cosa, “desde el momento en que un elemento demuestra algo se convierte en una evidencia”, el hecho que sea extraordinario o no es extremadamente subjetivo. Jacques Vallée un astrofísico francés (Ver Imagen 41), experto en computación que colaboró en el ARPANET43 (origen de la actual INTERNET), diseñando también un sistema de mapeo para la Imagen 41 sonda “Mariner” de la NASA, se entregaría a la Dr. Jacques Fabrice Vallée investigación de los no identificados, publicando obras y artículos de un profundo enfoque que obliga a la comunidad científica replantearse sus argumentos. 43

ARPANET, acrónimo de Advanced Research Projects Agency Network (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia Red), iniciada por el Departamento de Defensa de los EEUU, proyecto que dio vida a lo que en años posteriores, en 1990 se denominaría INTERNET.

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Autor de varios libros como el célebre “Pasaporte a MAGONIA44” (Publicaciones Henry Regnery, 1969), interesante material que incita la hipótesis de que el fenómeno OVNI no es contemporáneo sino coexistiendo con la humanidad misma, adaptándose y camuflándose bajo diversas imágenes simbólicas como ángeles, demonios, carrozas de fuego, epifanías divinas, etc. En la obra se aprecia el apartado “Un Siglo de Aterrizajes de OVNIs” abarcándose casos desde 1868 al 1968, en el que inesperadamente la entrada “#562” (Página 336) describe un caso paraguayo dentro del extenso “Catálogo Magonia” al que se refiere: “5 de febrero de 1963 Asunción (Paraguay). Fecha Aproximada. Un estudiante llamado Anastacio Lenven vio aterrizar un objeto en los terrenos de la escuela. Desde un lugar distinto, varios habitantes de la ciudad, entre los que se contaba un funcionario del Ministerio del Interior, vieron un objeto que pasaba volando a gran velocidad sobre Asunción. (ATIC)”. Versa sobre un estudiante que habría atestiguado el descenso de un OVNI, labrado en aquel tiempo por la ATIC (División de Inteligencia Técnica del Aire), con base en Wright Patterson (Daytona, Ohio), también encargado del Proyecto Libro Azul (Véase Pág. 47). Consultando los archivos originales del mencionado “Catálogo Magonia”, tabulados por regiones, fechas, rating, índice y descripción, comprobé efectivamente la existencia de tal dato. - CATALOGO MAGONIA 05 de febrero de 1963, País: Paraguay, Número de Testigos: 2, “Índice”: BBU (Blue Book), Descripción: Un objeto aterrizó en el terreno de una escuela. Convirtiéndose en otro caso paraguayo que se archivó en el famoso Proyecto Libro Azul (Véase Imagen 42 y el Cap. “Del Blue Book al país del tereré”, Pág.45).

Imagen 42 Segmento de la entrada correspondiente al caso paraguayo 44

Descubrí la fuente del que se informaron sendos escritos, en el discontinuado diario “El País” del 6 de febrero de 1963, Pág. 2, “Un Plato Volador habría descendido en el Patio del Colegio Nacional de la Capital” (Véase Imagen 43), exhibiendo el rostro del testigo con un boceto de un extraño artefacto.

Magonia se refiere a una ciudad imaginaria, que existiría en las nubes, poblada por entidades voladoras, tales como brujos, hadas, etc.

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Imagen 43 Destaque periodístico del aterrizaje de un OVNI (arriba) en el terreno de un histórico y popular colegio capitalino (abajo)

“Se llama Atanasio Leiva (Ver Imagen 44). Es paraguayo, casado de 22 años de edad y está domiciliado en Ecuador y Coronel Aguilar. El muchacho, acostumbraba a jugar partido de fútbol en el patio del Colegio Nacional de la Capital, que queda solamente a dos cuadras de su casa. El domingo pasado, había perdido una pelota en el mencionado patio, por lo que se acostó a dormir con preocupación, resolviendo ir en busca de ella, a primera hora del día siguiente. En efecto, Leiva se levantó anteayer a las 4 de la mañana, más o menos, apenas comenzaba a aclarar, y encaminó sus pasos hacia el colegio, con el propósito indicado. Había un silencio único pero ni bien llevó la mirada hacia el fondo del amplio campo de juego, notó que un extraño artefacto se elevaba, despidiendo fuego de color anaranjado y rojo vivo (Véase Imagen 45).

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Imagen 44 Atanasio Leiva, el joven que observó el inverosímil artefacto

Imagen 45 Ilustración de la máquina voladora basado en el relato

Leiva sufrió un duro golpe y sintió (según declaró al País) que la sangre se le congelaba. Leiva fue observando como en un solo minuto el artefacto se perdía en su ascenso completamente vertical. Cuando ya no lo divisó más, se retiró del patio del colegio y corrió a contar la novedad a sus familiares, en medio de un latente nerviosismo, provocado sin duda, por el susto recibido”. Nadie imaginaría que esto sucedía en el patio de una de las instituciones educativas más conocidas del país, ¿Cómo y qué era ese artefacto? y ¿Qué hacía allí?. El nombre real del testigo es Atanasio Leiva y no Anastacio Lenven, especulo sobre algún error de traducción, en tanto la fecha correcta se establece para el día domingo 3 de febrero de 1963 a las 4:00 de la madrugada.

Imagen 46 La sección Policiales del antiguo “El País”, documentaba la existencia de múltiples testigos

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Aquella noche Atanasio Leiva no sería el único en descubrir la visita del inusual artefacto volador, como se constata en “El País”, del viernes 8 de febrero de 1963, Sección “Policiales”, “Plato Volador: Vieron más personas” (Véase Imagen 46), explicando que tras la publicación anterior numerosas personas sin relación alguna se presentaron en la redacción del diario declarando haber observado un extraño objeto surcando el cielo, desde distintos lugares de la capital como el que se transcribe:

“En efecto, Arcadio Saldívar, un señor que vive en Alberdi y 22 Proyectadas, se apresuró a indicarnos que él vio igualmente el fenómeno pero que no lo denunció para no exponerse a la incredulidad de la gente”. “Lo mismo manifestó Silvio Zorrilla, paraguayo, casado, de 44 años de edad, que está domiciliado en la casa de las calles José Gaspar Rodríguez de Francia y Battilana. Dijo éste que le asombró el artefacto por la fugacidad de su presencia en el firmamento, así como por los destellos luminosos que despedía en una variación de vivos colores. Zorrilla divisó el objeto, el pasado jueves a las 12:30 pm, pero cuando llamó a su señora para que comprobara la veracidad del caso, ni una estela de humo quedaba como rastro de su aparición”. Una tercera persona que más bien, serían dos, ya que se trataría de un matrimonio, el Sr. Guido Cabral y la Sra. Cabral (ambos entonces domiciliados en las calles Luis Alberto de Herrera e/ Curupayty y Pa´i Pérez), denunciaron la presencia del mismo objeto luminoso, a una altura considerable en las cercanías del “Instituto de Previsión Social” (IPS). Finiquitando con el relato de la Sra. Isis Vda. de Bárcena Echeveste acompañada por dos personas más, observaron ecuánime artefacto volador. Múltiples testigos de un OVNI que presumiblemente se trasladó raudamente sobre el nosocomio del IPS45 pasando por otras localidades capitales, hasta posarse en las inmediaciones del Colegio Nacional de la Capital donde luego ascendió para desaparecer. Aparece otro testigo al día subsecuente se trataría del Sr. Rafael Gómez Castillo, domiciliado en las cercanías del IPS, quien confirma las declaraciones del matrimonio Guido Cabral y la Sra. Cabral, al publicarse en el mismo informativo del 9 de febrero de 1963, Sección Policiales, “Algo Más en Torno al Caso del Plato Volador”: “Divisó el fenómeno junto a su esposa y cuatro hijos, al regresar a su casa después de haber presenciado un espectáculo en el cine Pettirossi. Manifestó Gómez Castillo, entrevistado por El País ayer de tarde, que el objeto prácticamente quedó estacionado en el aire, siendo fácilmente observable por los destellos luminosos que despedía, permitiendo una visión que impresionaba fuertemente. De pronto el artefacto cobró altura, en ascensión vertical, hasta perderse en el cielo como un fino hilo luminoso”. La noticia traspasaba horizonte paraguayo, al hallarse en una discontinuada revista neoyorquina sobre OVNIs, “Saucer News” (Noticias Platillo) de Junio de 1963, 2da Edición, apartado “Nuevas Historias Recientes”, se informaba:

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IPS: Abreviatura de Instituto de Previsión Social.

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“En Asunción, Paraguay, hay un avistamiento hecho recientemente en Febrero, por un estudiante llamado Anastacio Lenva46, quien vio aterrizar un OVNI en el campo deportivo de una escuela local. Los avistamientos de platillos han sido realizados por muchos otros residentes, incluyendo un alto funcionario del Ministerio del Interior, quien dijo ver al OVNI ir a gran velocidad”. ¿Quién sería este Ministro del Interior? Si nos remontamos a la historia, en aquellos días cumplía dicho rol el Sr. Edgar L. Insfrán, simpatizante del régimen stronista, quien ejerció como Ministro hasta 1963, falleciendo en 1991, ¿Se trataba de él? Lamentablemente es imposible corroborarlo a estas alturas. Cuatro días antes en la República Argentina, sucedía un interesante caso de aterrizaje de un extraño objeto que dejaría rastros físicos de su presencia en el terreno. El 31 de enero de 1963, en la Provincia de Tucumán, en una parcela matorral adyacente a una propiedad de los hermanos Antonio y Ricardo Rosauro y el Sr. Víctor Domingo López, hallaron en el mencionado predio dos anillos entrelazados que dibujaban un 8, con unos 3,30 metros de diámetro con una banda de 0,30 de ancho, presentando unos residuos carbonosos y un extraño polvo blanquecido, recolectados por el perito policial y la Universidad Nacional del Sur, quienes descubrieron que la muestra presentaba carbonato potásico e índices de potasio, pudiéndose explicar esto solamente por la existencia de un objeto pesado y muy caliente que consiguió una temperatura de más de 2.000° sin combustión alguna. Para la toma de muestras realizaron cortes en la zona de los círculos, de una profundidad de unos 10 cm, constatándose que a la altura mencionada las raíces de las hierbas se hallaban secas. El informe del CODOVNI (Comisión Observadora de Objetos Voladores No Identificados), primer organismo civil de investigación ufológica de la Argentina, fundada por el aviador Ariel Ciro Rietti el 5 de Julio de 1956, destacaba que se ha descartado completamente fraude alguno. Las huellas no serían un hecho fortuito gracias al testimonio del supervisor de un rancho de nombre “El Trébol”, el Sr. Juan Gerónimo Perea, vecino de los mencionados propietarios del terreno donde se hallaron tan singulares marcas, quien observó días antes un objeto de increíble luminosidad de apariencia ovoide, acompañado de su esposa e hijos, el cual aterrizó en el matorral mencionado. El caso representaría la primera huella registrada en forma de “ocho”, similar al fascinante caso paraguayo en “Humaitá” (Véase Pág.127). Cuando el joven Atanasio Leiva describió la sensación de que “se le congelaba la sangre” no se interpreta como una metáfora sino más bien un efecto: “Un zumbido electrizante de la máquina parecía influir en la paralización de su cuerpo”. Este peculiar sonido electrizante o zumbido se presenta en diversos casos de OVNIs próximos al testigo, como lo hemos expuesto en los capítulos “Cercano a ello”, Pág. 178 e “Incertidumbre en el Beechcraft”, Pág. 207.

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Anastacio Lenva: Nombre equívoco que corresponde a Atanasio Leiva.

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Fascinante es el término que sintetiza este caso, aventura es lo que viví al investigarlo. Un verdadero hecho sin precedente alguno en la República del Paraguay, acontecía un miércoles 5 de enero de 1966, en un momento en el que el sosiego de la rutina, tanto como un refulgente Sol impartía calor sobre la superficie cuando marcaba el reloj las 07:00 AM. Redescubrir este caso olvidado que contiene una alta extrañeza y los sucesos que lo acompañaron han hecho de este inolvidable para mí, no importando cual fuere el veredicto final, de ser posible. Una tarde recibía el llamado telefónico de la Arq. Lourdes Cazo, entregada a la investigación histórica-cultural, quien publicó “Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay” (Secretaría Nacional de Cultura, 2012), comentándome que hacía unos años en compañía del Lic. Marco Samaniego, un radiólogo entregado a la arqueología, buscando otros asuntos se habían topado con una información curiosa relacionada probablemente al fenómeno OVNI, o esto se advertía en la publicación que habían fotografiado documentándolo. La Arq. Lourdes Cazo de la manera más cortes, consideró que encontraría de valor aquel documento y que investigaría al respecto, proporcionándome tiempo después por medio del Lic. Samaniego en una misiva. Husmeando en el buzón electrónico, encontraría efectivamente un nuevo mensaje que adjuntamente contenía dos fotografías pertenecientes a una antigua publicación paraguaya que exhibían detalladamente unas increíbles tomas de un formidable cráter observado por una vastedad de curiosos, naturalmente esto produjo una impresión inmediata, buscando por todos los rincones de la rúbrica alguna pista sobre la datación de la publicación correspondiente, el cual no aparecía. Para responder este neurálgico detalle, me dirigí al mayor acervo periodístico del país, apostado todo un día, revisando una por una las múltiples ediciones de la entrañable revista Ñandé47, que había divulgado el suceso. Con la vista algo cansada, la recompensa se hizo esperar al hallar en la edición “N° 153”, correspondiente al 15 de enero de 1966, “¿Será un aerolito o un plato volador lo que cayó en Posta Leiva?, ¿Será un fragmento de un satélite o un derrumbe subterráneo?”, rezaba un voluminoso título en un ángulo de la vetusta hoja. “El día 5 de este mes recibimos la grata visita de un gran amigo de Ñandé, el Oficial Inspector Valentín Galeano, quien al llegar y con gran animación nos dijo: -Traigo para Uds. una noticia verdaderamente sorprendente y vengo a invitarlos para que se trasladen a Toledo Cañada, jurisdicción de Posta Leiva, para que comprueben por sus propios ojos, cómo sin explicación posible se ha abierto, con gran estrépito, un pozo de 10 metros de diámetro por otros tantos de fondo”, exponía el cronista. 47

Ñandé: Del guaraní, “nosotros”.

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“Dos horas después con el Señor Galeano, de la seccional de San Lorenzo, y el Comisario de Posta Leiva, Señor Aníbal C. Rojas, ambos haciéndonos de cicerones, llegamos por el camino que conduce de Posta Leiva a Capiatá, a un lugar situado a unos 200 metros sobre la margen izquierda de dicho camino, detrás del Oratorio de la Virgen de los Remedios. Durante el trayecto pudimos observar una inquieta movilización de vecinos que en largas caravanas seguían nuestro rumbo, así es que nada nos sorprendió encontrarnos en el lugar de nuestro interés con una gran cantidad de personas que con aspecto temeroso, y desde cierta distancia observaban con curiosidad el pozo de existencia inexplicable”, detallando el conturbo del momento, así como unas invaluables pistas del sector donde se produjo. El cronista asistido por el fotógrafo, consiguieron aproximarse a la formidable salamanca que se cernía ante todos: “Sujetos de unas lianas, como unos vulgares imitadores de Tarzán, y ante la inquietud de los presentes, pudimos contemplar a nuestro gusto el fondo del pozo, sin poder descubrir otra cosa que la tierra húmeda con aspecto de haber sido removida”. Añadiendo que al minuto un considerable árbol de “Yvyrá pytã” (Nombre científico, “Peltophorum dubium”) comenzó a sumergirse en el inmenso foso debido al desprendimiento de tierra que se estaba produciendo, frente a un abigarrado público conformado por niños, adultos, así como personas de edad, luciendo atuendos de la época, denotándose entre los niños el uso del típico sombrero pirí48 (Véase Imagen 47).

Imagen 47 Fotografía del colosal cráter que apareció ante la mirada de cientos de curiosos que provenían incluso de remotos parajes con tal de atestiguarlo.

48

Sombrero pirí: Capota tradicional hecha de hojas de la palmera del ‘caranday’ (Copernicia Alba).

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Entrevistando de entre el tumulto a la Señora Estelvina Escurra de Osuna, propietaria del terreno donde se produjo el llamativo suceso: “Ayer a eso de las 7 de la mañana yo venía, caminando por aquí cerca acompañada por mis tres hijitos, cuando de pronto mi hija Julia, de 7 años de edad, mirando hacia el cielo, lanzó un grito diciendo que caía un avión a chorro. Segundos después, cerca nuestro sentimos un tremendo estampido que nos asustó tanto que echamos a correr a nuestra casa” (Obsérvese Imagen 48).

Imagen 48 La Sra. Estelvina Escurra de Osuna (en el centro), testigo principal, profiriendo los pormenores al Comisario de Posta Leiva y reporteros

Su marido, el Sr. Justino Osuna también fue partícipe del incomprensible momento, manifestando lo siguiente: “Cuando con gran excitación y muy alarmada mi esposa me contó lo sucedido, yo inmediatamente fui a ver qué era lo que había provocado ese ruido, y me encontré con que del lugar del pozo, del que yo me hallaba a unos 20 metros, salía humo y además se escuchaba algo así como si adentro de ese pozo estuvieran animales chapoteando en el barro. Poco tiempo vi todo eso pues confieso que también me asusté y me fui a mi casa”. Aparentemente no fue el único curioso que resolvió de peculiar manera localizar la procedencia del incomprensible estrépito, al trepar por un árbol, el poblador de nombre Salomón Fernández. “Yo también sentí el ruido y para ver lo que pasaba me subí a un árbol desde donde pude ver el humo que salía del pozo y la tierra que por toneladas se desmoronaba allí dentro”. El documento periodístico expuso que los pobladores resolvieron celebrar una provisoria misa oficiado por el Rvdo. Padre Rachit de Capiatá, el cual dio inicio a las 17:00 Hs, debido al temor 109

e intranquilidad que sembraba la presencia de aquel misterioso pozo, con la esperanza de bendecirlo en un intento por calmar el quebranto de los fieles ante la incomprensión del fenómeno que lo trasladaron al plano espiritual (Ver Imagen 49).

Imagen 49 Debido al desconcierto y al temor, organizaron un rezo in situ

Aspirando una opinión técnica ante el enigma que yacía allí expeliendo vahos, los cronistas decidieron invitar al Dr. Víctor Díaz de Vivar, entonces Director de Recursos Minerales, del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, quien lamentó no poder apreciar lo suficiente el fondo del cráter debido a una ingente cantidad de ramas y hojas que lo cubrían, acción tomada por los moradores. “No obstante y aunque el caso requiere un estudio más completo yo creo, sin descartar otras posibilidades, que se trata de un fenómeno producido por el trabajo de agua subterránea… Sin un estudio serio cabe admitir que otros factores podrán haber desencadenado este hundimiento”, razonaba el Dr. Díaz de Vivar. La reverberación exhibida en este caso fue de tal magnitud, que consiguió sensibilizar a la Primera Dama de la Nación, Doña Eligia Mora de Stroessner, esposa del controversial Ex Presidente y dictador Don Alfredo Stroessner, quien se hallaba inserta entre una masa de curiosos que aumentaba de voluminosa manera. Hipótesis manaban cual humo del foso, postulando unos sobre la presunta caída de un OVNI, como sucedió supuestamente hacia México, colacionándolo con otro episodio símil dado en USA, donde la opinión pública se decantó por esta especulación, otros en cambio, sobre factores de tinte astronómico como ser un errabundo meteoroide que dejó semejante cicatriz en el suelo, no descartándose también otras explanaciones telúricas. 110

Pero, ¿Qué hay de los demás informativos? Todos tenían su cuotita de datos que aportar, tal como el diario “La Tribuna”, en una fecha en que se conmemoraba el “Día de Reyes49”, un 6 de enero de 1966, Pág. 4, con el titular, “Notable fenómeno ocurrido despierta curiosidad en cercanías a Capiatá” (Ver Imagen 50). La escueta columna compendiaba el exhibiendo datos únicos, como estas líneas:

suceso,

“Un extraño fenómeno está conmoviendo a la población de Toledo Cañada, Compañía Doce del pueblo de Capiatá. Allí en la mañana del martes, vecinos del lugar descubrieron a orillas de un montecillo un foso que más se asemejaba a un cráter de aproximadamente tres metros de diámetro y considerable profundidad” Más adelante:

Imagen 50 Recorte de prensa aludiendo brevemente el extraño incidente

“A medida que transcurría el tiempo, el foso iba agrandándose tanto en profundidad como en diámetro. Ayer en horas de la tarde, cuando LA TRIBUNA llegó hasta allí, el diámetro del foso media aproximadamente quince metros y había peligro de que se agrandara más con el correr de las horas. También la profundidad había aumentado, pues llegaba a esa hora a más de veinte metros.

Los vecinos alarmados, atribuyendo al fenómeno a los variados orígenes trajeron al cura párroco de Capiatá, Pedro Ratti; quien dispuso que se tapara con ramas y todo lo que había al alcance del foso”. Reincide este factor “sonoro” en los datos: “Nos relató en la tarde de ayer, que escuchó previamente un ruido semejante a un avión a chorro, seguido de otro como los que producen un impacto violento. Al llegar al sitio de dónde provenía el ruido, descubrió el zanjón”, puntualizaba la propietaria del predio. La Tribuna ordenó los datos disponibles en esta coletilla: “Nadie trató ni intentó si siquiera averiguar lo que hay allí adentro. Tampoco las autoridades oficiales, salvo el comisario de Posta Leiva, tomaron cartas en el asunto. 49

Día de Reyes: Celebración cristiana que recuerda la revelación de los “Reyes Magos”, unos oráculos del oriente que habían predicho el nacimiento del Mesías, quienes posteriormente se guiaron por la denominada “Estrella de Belén”, un cuerpo celeste que señalaba la región donde había nacido el profetizado.

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Lo más probable es que este fenómeno haya sido causado por una corriente de agua subterránea, pero mientras no se averigüe y se establezcan las causas y los alcances del mismo, los lugareños y gran cantidad de curiosos, tejen los más diversos comentarios al respecto, y el que haya visto de cerca el impresionante foso, tiene tema para los comentarios más variados”. “El País” no quiso quedar ajeno al enigma de “Posta Leiva”, del que las lenguas y las mentes se extasiaban, revelando el viernes 7 de enero de 1966, un pequeño cuadro informativo caratulado “Curioso Hecho en Capiatá” (Véase Imagen 51).

Imagen 51 Otro ejemplar periodístico demuestra el interés producido

Raudamente se expusieron los hechos, subrayando el interés despierto, la presencia de diversas autoridades que se dieron cita en primera fila, así como la pluralidad de conjeturas, como bien lo han precisado:

“Muchos sostienen que se debe a la caída de un aerolito, y otros en cambio, afirma que se trata de una simple depresión sufrida por el suelo a raíz, presumiblemente de corriente de agua subterránea que permite que esta depresión siga en avance”. ¿A qué nos conduce este caudal informativo? Indudablemente a buscar raudamente a la que asistió primero a tan singular cautivante fenómeno en el perímetro de su terreno, la Sra. Estelvina Escurra de Osuna, ignorando una cantidad de variables que pudieren truncar este desafío. Primeramente vale aclarar que el antiguo sitio de “Posta Leiva” ha sido renombrado por el de “J. Augusto Saldívar” in extenso, “Julián Augusto Saldívar”, el 15 de noviembre de 1985, por un decreto N° 1149, constituyéndose en una de las ciudades más recientes de todo el Departamento Central, por lo que resulta vacuo hurgar en un mapa con su antiguo nombre. Con unos 37.374 habitantes, se sitúa a 25 Km de altura de la importante “Ruta Nacional N° 1 – Mariscal Francisco Solano López”, popularmente conocido como “Ruta 1”, en un sector denominado “Tres Bocas” dada la conexión vial con otras populosas ciudades. Conocida por el cultivo de hortalizas que gozan de gran aceptación, sin embargo en sus inicios la otrora “Posta Leiva”, ofició en el siglo pasado así como “Posta Yvyraró”, “Posta Yvycuá”, puntos donde los viajeros provenientes de diversos puntos del interior, podían cambiar las cabalgaduras, así como distenderse en su cansino y arduo transitar. Entre averiguaciones efectuadas en la “Municipalidad de J. A. Saldívar”, el Sr. Waldo, me informaba que el “Oratorio de la Virgen de los Remedios” aún existía y que sería factible la búsqueda.

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Bajo un sol radiante que bañaba con su luz la diáfana atmósfera de un azul intenso, se inició la búsqueda de los protagonistas del incidente “Posta Leiva” luego de unos 46 años, cargado de incertidumbres, portando en mis manos un mapa y las pocas pistas ofrecidas por las crónicas de la época, constataría durante el viaje dentro de un bus, que el mencionado Oratorio era un bien desconocido, suerte que cambiaría al presentarse un anónimo pasajero que me guió como llegar hasta allí. Hacía mucho calor, y la mochila pesaba con mis herramientas. Sin embargo en menos de un parpadeo llegamos al lugar donde debía descender, atisbando un tinglado -del flanco izquierdoconteniendo un pequeño altar en el predio, sin cartel alguno, cercado por un formidable tejido de alambre, conjeturando que lo que divisaba se trataba del “Oratorio de la Virgen de los Remedios”. Apostado al costado de la ruta, la atmósfera que se percibía era de un sosegado barrio, apartado del caos de la capital. Indagando sobre los hechos a algunos comerciantes, una amable señora me señalaría que el cráter aún existía, que aquello efectivamente sucedió, cargando unos vagos recuerdos de aquel extraño hecho cuando apenas contaba con 6 años. Al dirigir la mirada hacia el frente, se abría un polvoriento sendero entre extensos matojos, donde unos hombres con machete en mano limpiaban el lugar con vigor. Encaminé mis pasos al que parecía el jefe del grupo, un hombre de gafas que usaba un sombrero pirí, a quien mostré las crónicas de 1966, dejando su machete, y dibujándose una gran sorpresa con una alegría que no podía disimular, haciendo un gesto para que los demás se acercasen. Mientras sus ojos observaban exaltados las copias del diario, iba reconociendo a cada uno de los que aparecían en las antiguas fotografías en blanco y negro, complementándose con el comentario de los demás trabajadores que iban ayudando al señor José Núñez (57). - Maidana: “¿Usted estuvo cuando sucedió esto?”. - Núñez: “Sí, yo estuve. Tenía 11 años… salieron cuando eran niños, Gabriel, Fabián, Juan y aquí esta ‘Tía Estelvina’, ella salió corriendo luego de ver humeando eso”. - Maidana: “¿Conoce entonces a la Señora?”. - Núñez: “¡Sí! Aquí vive ella, al lado”, señalando el patio que se hallaba tras las plantas. Acompañado por los trabajadores interesados por el caso, ingresamos por el costado de un espacioso patio donde algunas aves de corral se cruzaban por nuestros pasos, pero allí a lo lejos, se encontraba sentada una apacible señora de avanzada edad, ventilándose gracias a una “pantalla” hecha de tiras de hojas de palmera. 113

Inquirí si se trataba de la señora Estelvina Escurra, respondiendo positivamente con una tenue voz quebrada debido a los años, presto le coloco en sus manos las copias del diario, levantando con sus manos, observándose por primera vez en esa fotografía luego de 46 años, produciéndole una emoción tal que dejó escapar unas lágrimas, al tanto que decía, “Recuerdo perfectamente, como si fuera ayer…” (Ver Imagen 52). - Estelvina Escurra: “Había llevado a mis dos hijos y mi sobrina conmigo, Juliana. Los dos que estaban a mi lado ya tenían miedo. Imagen 52 La Sra. Estelvina Escurra de Osuna rememorando detalles ante el autor

Escuché un ruido, pero no le presté atención, ¿Qué era? Los niños dijeron que era un avión… en eso salió una carreta: ¡Vamos a subirnos rápido para irnos de aquí!... sentía que algo no estaba bien, Juliana se encaramó por mi ropa, Angelina del otro lado, Julia encima de mi hombro, y mi cántaro sobre mi cabeza. Cuando fui al lugar donde se oyó el sonido, me quedé muy alterada al ver esa zanja, me pregunté: ‘¡¿Tan rápido cavaron?! Porque antes no estaba esto por aquí…’, me dio la impresión de que era algo malo y corrí disparada hacia los yuyales (ríe al recordar este detalle)”. - Estelvina Escurra: “Un enorme cráter apareció en un ratito (dibujando un círculo en el aire con la mano), y después la gente que venía, muchísimas personas, demasiados”. La declaración de la testigo primordial refutaba de llano, “un sonido de impacto o temblor producido”, que habían relatado las crónicas décadas atrás, reafirmándose el sonido símil al de un avión momentos antes de aparecer el inusual hoyo. Detrás de la residencia y ascendiendo por el sendero se vislumbra una enorme cancha de fútbol, que se antepone al sector donde apareció el cráter. Según las versiones de los moradores aún permanecían vestigios de la colosal fosa, que debía inspeccionarlo y fotografiarlo. Antes de ello, como característica insigne de nuestros pueblos, “la amabilidad” se presentó al incluirme en una ronda de tereré del que participaban los trabajadores mientras discutían múltiples tópicos, cuando uno de ellos se dispuso a guiarme para llegar hasta donde está el cráter. La pared del estadio en su flanco izquierdo presentaba un agujero rectangular cual puerta, por donde ingresamos, desplazándonos por un fino camino de tierra (tape po’i en guaraní), 114

engalanado por un rebosante verde debido a las cuantiosas plantaciones de poroto, maíz, tomate, lechuga, mandioca, cebollita de hoja, pimiento, espinaca, entre otros que nos iban cerrando el paso a medida que caminábamos hasta llegar a un claro, constituido por bloques rectangulares de tierra del que brotaban tiernos vegetales, pertenecientes a la huerta de la Doña Estelvina Escurra. El muchacho señaló hacia el SUR de la huerta, diciendo: “Allí está, todo esto fue el cráter. Cerraron y crecieron todas estas plantas” (Véase Imagen 53). Aquella cúpula natura cual manto cubría el diminuto abismo que me condujo hasta allí, prestos ingresamos entre la densa mata y desde allí percibimos la tierra de aspecto Imagen 53 Camino hacia el sector del vetusto y polémico cráter removido, atestada de plantas herbáceas, destacándose una selva de tártagos (Nombre científico, Ricinus communis) cerrándose el recinto como una suerte de cueva, de la que atravesaban lábiles hilos de luz, configurando un tamiz mágico acompañado por la suave brisa que hacía cantar la hojas; experimentando todo esto en el punto cero del antiguo cráter que en un costado no se había cerrado del todo, como un remanente del peligro al que los moradores ni cortos ni perezosos resolvieron taparlo con desperdicios. Calculando el diámetro del “foso tapado” este ostenta unos 20 metros fácilmente, comprobable desde las fotografías satelitales (Véase Imagen 54).

Imagen 54 Posición exacta del antiguo agujero en un mapa satelital, efectuándose una medida de su extensión actual

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¿Por qué se había rellenado la “anomalía geológica”? Pues primordialmente al “factor peligro”, debido a los curiosos infantes que se aproximaban a este colosal agujero impulsados por sus juegos cargados de imaginación, así como supersticiosos que encontraron en este, la manifestación de alguna clase de señal de plata yvyguy, despertando su codicia que con pala en manos intentaron descender con la convicción ilusa de hacerse de un imaginario tesoro. Por ello y por otras razones decidieron tapar el hoyo, resultando a la par, un intento por acallar el misterio que se instaló en aquel montaraz paraje. Algo sumamente interesante aconteció allí a pocos Km de la bulliciosa “Ruta 1”, un agujero a la cotidianidad, un socavón a la imparcialidad. Razonemos, un accidente aeronáutico resulta prácticamente irrisorio, debido a la incipiente manifestación de un hoyo que en nada puede resultar un paragón con el impacto de un aerodino, jamás en la historia de la aviación un cuerpo metálico con alas ha dejado semejante socavón en la tierra, además si fuere el caso, ¿Dónde reposan los fragmentos de este?, en ningún momento se ha señalado ni por asomo, así como las fotografías demuestran la inexistencia de alas quebradas, fuselaje o cualquier elemento común y distinguible de estas aeronaves. Otra conjetura que emerge rápidamente de entre los naipes de la razón, consiste en un hipotético derrumbamiento subterráneo, esto es factible, sin embargo ¿Cómo se explica el sonido análogo a un avión cayendo antes del evento? ¿Por qué no existen sucesos similares en la historia paraguaya? Efectivamente se necesita un análisis geológico riguroso para la resolución de estas y otras preguntas. La respuesta podría provenir del cielo… ¿El impacto de un meteoro?, técnicamente expresando, ¿Un astroblema?

Imagen 55 Infografía de los distintos tipos de cráteres producidos por impactos meteóricos

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El impacto meteórico resultado de una poderosa energía cinética normalmente posee ciertas formas que aparentemente en este caso no se exhiben, como las de un tazón (Véase Imagen 55, Imagen 56), ello sin mencionar que no se ha vislumbrado cuerpo rocoso alguno en su interior, ni fragmentos fuera del diámetro, simplemente un enorme foso del cual manaba humo por varios días. Durante una conversación con el Doctor en geología, experto en diamantes e impactos meteóricos, Jaime Leonardo Báez Presser, demostró interés en el caso, opinando que se necesitaba un estudio exhaustivo, sin embargo al enviarle las fotografías, a prima facie descartó un astroblema, no tiene las características de impacto, y señaló que la profundidad estándar en estos casos es de unos 2 metros, no como el que se apreciaba en el hoyo del terreno de la Sra. Estelvina en la antigua Posta Leiva.

Imagen 56 Algunos astroblemas son lo suficientemente impresionantes como el famoso “Cráter de Barringer”, resultado del impacto de un meteorito hace unos 50.000 años hacia el norte de Arizona, USA.

¿Algo desconocido descendió de los cielos, o fue un fenómeno natural en la que se combinó irónicamente otros factores? El tiempo y las investigaciones futuras lo dictaminarán.

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Una cálida noche se cernía fuera del hogar, y me encontraba observando con fascinados ojos un artículo periodístico engalanado con una hermosa imagen en la que se percibía un extenso mural, retratando las vicisitudes de un pueblo bastante pintoresco, que tenía mucho que contar, desde fiestas populares en las que aparecen parejas danzando al compás de unos guitarristas, o los infaltables fanáticos del fútbol elevando brazos por la emoción que les produce ver la transmisión de un juego por televisión, así como personas que buscan tesoros en los límites del paisaje, también los que practicaban el abigeato en la clandestinidad de la oscuridad, tanto como las parejitas que se refugian en un sereno lugar para demostrar su amor, denotándose elementos folklóricos y mitológicos como por ejemplo un enorme “luisón” (versión paraguaya del hombre lobo) que transita por las polvorientas sendas, y unas tres vírgenes en un intenso cielo estrellado con una estrella fugaz como testigo, transfiriendo cierto aire mágico al conjunto, sin embargo allí, en lo alto, en la esquina superior derecha, aparece un elemento impropio a las costumbres paraguayas, un inmenso platillo volador que sobrevuela el pueblo, bajo la mirada de varios habitantes que señalan hacia el firmamento. Dicha observación fue efectuada sobre un artículo del periodista y escritor, Andrés Colmán Gutiérrez, “Vírgenes, ovnis y kurupís, en el ‘mural de Kandire’”, del 7 de abril del 2012 para el diario Ultima Hora (Véase Imagen 57). “El cuadro mural de 4 x 2,50 metros está allí, ya un poco descolorido por el paso del tiempo y la acción de la intemperie, en la pared de una pintoresca vivienda de estilo colonial, en medio del verde paisaje de Tañarandy”, escribía Colmán Gutiérrez. La obra se hallaba plasmada en el pueblo de Tañarandy, en el departamento de San Ignacio Misiones, 226 Km al sur de Asunción, un lugar que abrigó a una de las mentes creativas más grandes de la guitarra clásica, Agustín Pio Barrios más conocido como “Mangoré” (1885-1944). Imagen 57 El pintoresco mural aparece conjuntamente con su autor Cecilio Thompson pintando, en una rúbrica del periodista Colmán Gutiérrez

Tañarandy, proviene de los vocablos guaraníes “Tetá añá retá” que en su conjunto se interpreta como “tierra de demonios o herejes”, denominación singular que conlleva una interesante historia que nos transporta a las entrañas mismas del pueblo.

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San Ignacio constituyó el sitial de la primera Reducción Jesuita en el Paraguay, sin embargo los indígenas tupí-guaraníes arraigados fielmente a sus ancestrales creencias y costumbres, vieron esto como una imperdonable corrupción hacia su cultura, como se ha precisado en el libro escrito por Teresa Santiviago Rivarola en coautoría con Rocío Velázquez Alonso, “Tañarandy, tierra de irreductibles, demonios y herejes”: “En los primeros tiempos de la fundación a media legua de distancia se encontraban los indios que se rehusaban a reducirse ya que para ellos, ser cristiano no es otra cosa sino hacerse ellos y sus hijos y su pobre hacienda esclavos”. Apartado a unos 2 km de la ciudad, se localizaba un grupo de indígenas reacios a recibir la evangelización por parte de los sacerdotes jesuitas (actual Tañarandy). Irónicamente la brújula del destino transmutaría la escena, al convertirse en un símbolo actual único de la festividad artística-religiosa del Paraguay, durante la Semana Santa, específicamente el “Viernes Santo” donde se recuerda la pasión y muerte de Jesús para los cristianos. Allí se colocan más de 2.000 candiles hechas de la cáscara del naranjo agrio (nombre científico: Citrus aurantium L.), conocido popularmente como “apepu”, rellenadas con cera sobresaliendo una mechita, dispuestas a lo largo del denominado “yvaga rape” (“Camino del cielo”, en guaraní), un extenso tramo de tierra colorada donde transitarán cientos de feligreses, durante una procesión realizada por los “estacioneros”, que se desplazarán con cantos lastimeros y oraciones, mientras se van Imagen 58 prendiendo las grandes antorchas en los Procesión religiosa engalanada con cientos de costados del sendero (Ver Imagen 58), al tanto candiles y antorchas una enorme Luna Llena (propia de los Viernes Santos) se yergue sobre el horizonte, en un ambiente impregnado por fragancias del “candil cítrico”, que embriaga transportándote en un auténtico viaje al pasado con aires místicos que culmina en un altar, donde se recrea la crucifixión de Jesús, así como la exhibición de “cuadros vivientes” que se hacían en años anteriores. El autor de tan curioso mural fue el artista popular autodidacta Cecilio Thompson (1968-2006), quien experimentó una fascinación temprana por el arte. La corriente artística con la que se identificó fue el “naif50”, un estilo de pintura en el que se utilizan vivos colores, emulando ciertos rasgos del arte infantil, en la que la perspectiva poco o nada importa, sino más bien centrándose en los elementos que el artista desea denotar, todo ello gracias a un complejo trabajo cromático, que en su conjunto consigue recrear una historia, una costumbre, o cualquier otro motivo espontáneo con mucha vida.

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Naif: Estilo de arte que emerge a finales del siglo XIX. Proviene del vocablo francés “naïf”, que significa “ingenuo” por su carácter eminentemente espontáneo.

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Hacia 1992 conoce a “Koki Ruíz” (Delfín Roque Ruiz Pérez), otro gran artista autodidacta que se encontraba investigando y rescatando valores históricos de Tañarandy, fundando juntos un taller y proyectando arte en el pueblo de una singular manera nunca antes vista. En Tañarandy por ejemplo, no existe una numeración de casas, esto es oficiado por unos carteles que poseen el apellido de la familia en cuestión, adornados por un dibujo que represente el estilo de vida del morador. Afortunadamente la hija del desaparecido artista naif, emularía con gran entusiasmo los pasos de su padre, Chely Thompson (25) otro actual ícono del mencionado pueblo, quien constituyó una importante guía para este proceso de investigación. Durante un viaje relámpago cargado fundamentalmente de entusiasmo y otra gran dosis de curiosidad, llegué hasta el pueblo de Tañarandy, oficiando como guía Chely Thompson, quien demostró una amabilidad admirable y un gran interés en aportar detalles hacia el mural que pintó su padre, así como la historia que se cernía en ella (Véase Imagen 59).

Imagen 59 La artista plástica Chely Thompson posando frente a la obra de su padre

Llegamos hasta una casa quinta bautizada como “Kandire” (término que expresa, “lo que nunca muere”), una extensa propiedad que alberga cabañas, quinchos, que perteneció al matrimonio constituido por el belga Baudouin Quartier y la paraguaya Mirtha Isabel Clari, un hermoso lugar que evoca paz con sus rasgos rústicos. Enmarcado por unos postes que soportaban unas enredaderas plantas de “Santa Rita” (Nombre científico, “Bougainvillea”) surgía el imponente mural vestigio de anécdotas peculiares, realizado en el año 1999 con signos visibles del paso del tiempo. Con orgullo Chely Thompson profirió: 120

“Papá pintó que había aquí en Tañarandy. Empezó a recrear entonces las tres marías (en la imagen corresponde a las tres Vírgenes), la estrella fugaz, la Luna… esto le tomó como dos semanas terminarlo. Es algo lindo, algo que la gente quiere ver, más lo que pasa de noche en Tañarandy…”. - Maidana: “¿Qué le impulsó a tu padre a pintar el mural de Kandire?”. - Chely Thompson: “La señora (refiriéndose a Mirtha Clari) pidió algo de lo que pasa en Tañarandy pero de noche, todo lo que se ve, por ejemplo el platillo volador, el “yacaré” que se va junto a las chicas, un señor que pilló a su señora con otro hombre, también el Luisón, algunos que querían matar, también están las parejas, familias que ven el fútbol con la cerveza, y aquí está (señalando) la famosa casa de Kandire con el dueño de antes, quien ayudaba a un equipo de fútbol de Tañarandy, además aparece esta calavera que representa a un guardia que había muerto aquí, después de eso la gente no quería más venir aquí… Pero en esta parte se encuentra el grupo que ve el platillo volador, una de ellas es Petrona Chamorro con su novio, así como su mamá también quien vio” (Ver Imagen 60). La sospecha inicial se confirmaba, la razón de aquel elemento ajeno a la cultura paraguaya obedecía a una historia y no a un capricho del artista. Un poco alejado de Kandire, se encontraba la vivienda de la Familia Chamorro, marcada por un cartel amarillo que contenía unos gráficos de unas palmas, agua bendita, flores, una virgen, significando que la propietaria era una

Imagen 60 En el mural se aprecia a personas señalando al cielo, mientras un inmenso platillo volador se cierne sobre ellos durante una profunda noche estrellada

persona entregada a la “medicina alternativa”, dicho en vox populi, “yuyera”, alguien que ejerce técnicas de sanación basadas en plantas medicinales acompañadas de oraciones, allí moraba la Sra. Fidela Chamorro testigo del inusual objeto volador durante el mes de Septiembre de 1998, motivo de inspiración para el mural. Sentada en una tradicional “silla cable” se hallaba una afable mujer, que con cortesía nos recibió en su fastuoso patio adornado por extendidos maizales de un costado y una viva arboleda alrededor (Véase Imagen 61). 121

Imagen 61 La Sra. Fidela Chamorro narrando con incontenible emoción, el extraño avistamiento producido en su campo

De una fina memoria, y con gestos sinceros se inició la entrevista. - Fidela Chamorro: “Nosotros todavía no dormíamos, estábamos mirando la TV, con los niños, y ella (su hija, Petrona Chamorro) estaba sentada aquí con su novio... De repente se apagaron todas las luces, algo apagó las luces. Llorando y corriendo vino mi hija diciendo: ‘¡mamá, se apagaron todas las luces!" Así vino temblando (representando con las manos), la pieza estaba obscura y se apagó la tele. Después salieron ellos, porque vieron que se bajaba acá algo, antes aquí no había nada (indicando el sitio al costado de los maizales), vieron que descendía ‘algo como una sombrilla pero muy grande’. Luego de un rato vine yo, y nos íbamos ir a mirar, los perros y todo fueron tras nuestro, y de repente en ese momento se prendieron otra vez las luces… Vimos otra vez las luces. Al día siguiente cuando fuimos a atar a las vacas, miramos ahí donde se bajó, y se quemó totalmente el pasto…”, relató emocionada y sorprendida. Prosiguió... - Fidela Chamorro: “Parece que prendieron fuego, era grande y circular como la rueda de una carreta, con líneas hacia el centro. Mi hermano estaba… había dicho, ‘¡Esto es un tesoro!’, llevó una pala y comenzó a cavar, como a un metro. Realmente muy profundo se quemó, porque hasta las raíces del pasto, se quemaron”. - Maidana: “¿Existe todavía algo del redondel?”. - Fidela Chamorro: “Dos veces ya se bajaron señor... Otro día volvió a bajar lo mismo, en el mismo lugar. Aquello fue durante una noche otra vez. Nosotros por nuestras vacas teníamos miedo, porque me dijeron que los llevan, eso dicen, que ‘ellos’ los encuentran, alzan y llevan para analizar. Esto ya vieron muchos vecinos, (refiriéndose al objeto). Esto es todo lo que sé, realmente grande fue el susto de mis hijos, más de la que estaba con su novio”. La ausencia de términos controversiales como nave, platillo volador, entre otros, añade una alta credibilidad a este testimonio incontaminado, descartándose sugestión de cualquier naturaleza, aludiendo tibiamente a la seguridad de sus vacas debido a un rumor construido por sus vecinos, opinión ajena a la testigo y posterior a los hechos, quién se limitó a la descripción morfológica… “algo como una sombrilla pero muy grande”. 122

Con filmadora en mano nos desplazamos hasta el fondo de su propiedad, hacia el sitio exacto donde había “descendido el objeto”, un páramo flanqueado a lo lejos por cocoteros golpeados por el viento como firmes ante la adversidad y la serenidad del sitio. Allí la Sra. Fidela Chamorro explicaría que en la superficie donde pisábamos, intentó infructuosamente en diversas ocasiones plantar desde tomates hasta mandiocas, sin embargo nada crece correctamente, se empobreció el suelo, este perímetro constituía el sitial donde se observó el objeto, lo llamativo es que a pesar de haber transcurrido unos 14 años el terreno aparentemente no se ha recuperado. Esto se confirmaba al constatar, que el pasto agreste que atestaba el lugar iba paulatinamente desapareciendo hasta donde nos encontrábamos, en un radio de unos 10 metros aproximadamente, donde existían unas pocas hierbas salpicadas y el suelo carecía de material orgánico (Véase Imagen 62). Con la intención de efectuar una investigación más rigurosa procedí a la extracción de una muestra del terreno primeramente en el sitio donde carecía de vegetación, allí se recolectó y conservó en un recipiente etiquetado, el suelo correspondiente, así como otra muestra para efectuar el contraste, a unos 3 metros del sitio clave, donde pululaban las hierbas, colectándose nuevamente otra muestra que igual que la anterior fue rotulada y conservada para un futuro análisis con la tecnología necesaria.

Imagen 62 Área donde presuntamente el artefacto se posó, a pesar del tiempo transcurrido el terreno en aquella región aparece casi yermo

Sin embargo cuando se creyó haber observado y oído todo, la Señora Fidela Chamorro revela que Cecilio Thompson había pintado un enorme cartel hecho de chapa metálica donde se recreaba el avistamiento pero con algunos rasgos exagerados y otros agregados de manera artística.

Inmediatamente pregunté si existía el dichoso cartel, a lo que afirmativamente respondió la dueña del predio, comentando que lo tenía guardado desde hacía varios años, entre unas chatarras que acumulaba en el techo de su depósito. Con la ayuda de Chely Thompson iniciamos el “rescate” por decirlo así de un fragmento interesante de esta historia que permanecía hasta en aquel entonces inédita, al sostener una pequeña escalera que utilicé para subir cautelosamente mientras hurgaba entre pesadas chatarras el cartel. A mitad de este apilamiento se reveló una pieza rectangular que contenía inexpugnablemente un platillo volador que proyectaba luces blancas hacia abajo, despidiéndose de unas personas que observaban el objeto contra un cielo estrellado. 123

Una vez colocado el cartel en el suelo, se contempló en su magnitud, adornado con un pergamino que expresaba, “La Comunidad de Tañarandy da la bienvenida a los extra terrestres que nos visitan. Septiembre 1998” (Ver Imagen 63).

Imagen 63 La chapa que contenía la peculiar pintura, develaba la increíble experiencia acaecida, acompañado de un insólito escrito a guisa de bienvenida

Evidentemente esta anécdota inspiró al artista popular, quien decidió plasmarlo en aquel cartel que se encontró emplazado por mucho tiempo frente al hogar de la familia Chamorro, pintando a la Sra. Fidela Chamorro (centro) con una cabellera larga canosa elevando sus manos, acompañada de su hija, Petrona abrazándose con su novio Gustavo (derecha), un guardia del lugar, así como su fiel perro negro, mascota de Doña Fidela, que se adelantó a todos para observar lo que pasaba. En la gráfica también se aprecia a otros jóvenes que observaron también, y aparece Cecilio Thompson (izquierda) brindando el momento con un vaso en mano, como una firma suya de su obra, sin embargo el jamás estuvo presente ni fue testigo de esto (Ver Imagen 63). La razón por la que se apiló el cartel con otros objetos en el techo de un depósito, fue debido a que hacia el año 2000 se desató un fuerte temporal que arrancó la obra malográndolo y encontrándose alejado varios metros de su lugar original, por lo que Fidela Chamorro decidió conservarlo para protegerlo. De capital importancia revestía encontrar a su hija, quien fue la primera en advertir la presencia de aquel extraño fenómeno con su pareja. Su hija Petrona Chamorro Genez hacía varios años había abandonado el país, eligiendo como derrotero Buenos Aires (Argentina), pero a pesar de ello inicié una búsqueda con el afán de entrevistarla, situación que se concretó muchos años después por obra del destino. 124

Una persona madura, sincera, agradable que experimentó una afectuosa nostalgia al revivir su adolescencia, recordando su tierra, a su madre, las emociones que conllevaron por la presencia de aquel cartel donde ella aparecía, así como lo que había visto aquella noche… - Petrona Chamorro: “Pasaron tantos años que casi nunca le comenté a nadie, porque no me iban a creer… Era muy pendeja creo que tenía como 18 años. Estaba debajo de la planta de mango que estaba en frente a la casa de mamá, con mi novio, él estaba de visita. De repente escuchamos ruidos extraños, pero no le dimos importancia. Luego de varios minutos apareció una luz fuerte, enorme, que iluminó todo detrás de la casa de mamá, nos asustamos y fuimos corriendo adentro de su casa. Después volvimos a salir para sentarnos, volviendo la luz blanca que nos asustó, ¡era una cosa de locos! Miramos primero la cosa esa, venía despacito o sea alumbraba poco, sin embargo a medida que bajaba era más fuerte, es muy difícil de explicar, pero lo vi tan bien que dije: ¡esto me va a llevar!”, ríe por lo que pensó en aquel momento. - Petrona Chamorro: “Es increíble pero bueno, uno cree cuando le pasa. Al día siguiente de todo eso, fui a la chacra de mamá y vi los rastros que dejó esa luz, en la parte donde lo observé encontramos el pasto todo quemado, fue algo asombroso porque era como que algo bajó en la chacra, y quemó el pasto, dejando una marca bien redonda, el pasto era verde, y una parte se veía como que se quemó, o sea estaba seco. Es muy raro de contar y explicar, nunca le di importancia a todo esto…”. - Maidana: “Dime, ¿era una luz o un objeto con luz?, y según lo que recuerdas, ¿De qué color fue la luz? - Petrona Chamorro: “Primero era una luz muy fuerte… y sí fue un objeto con luz, era de color blanco con mucha fuerza, no se podía mirar bien, molestaba bastante los ojos de tan potente que era. Se apagaron las luces de la casa, pero rápidamente volvió otra vez, creo que en ese momento ni las gallinas se movieron, como unos 5 a 10 minutos duró esa luz”. - Maidana: “¿Recuerdas si alguien tomó fotografías de la huella en aquel tiempo?”. - Petrona Chamorro: “Creo que la hermana de Camilo Cantero de San Ignacio, vino también para hacerme preguntas en esa época, me parece que Camilo trabajaba en un diario no recuerdo bien…”. - Maidana: “¿Qué fue lo último que hizo la luz?”. 125

- Petrona Chamorro: “Despacio subió para arriba otra vez. En aquella época creí que me perseguía esa cosa, porque creo que volví a verlo estando sola, por eso hicieron esa pintura en frente de la casa de mamá, después yo viajé para Buenos Aires, ciudad donde resido desde 1999”. - Maidana: “¿Es cierto que varias personas en Tañarandy lo vieron?” - Petrona Chamorro: “Sí varias personas vieron en Tañarandy. Yo me hacía la desentendida en esos tiempos, porque en el pueblo todos me molestaban y más por la pintura esa. Al principio no decía nada al respecto, pero fue mi mamá la que empezó a hablar del tema, porque pensaba que nadie me iba a creer, de igual manera nunca volví a mencionar esto a nadie. ¡Cómo me enojé en ese tiempo por la pintura!, porque no quería que lo pinten. Hace ya como 4 años que no viajo al Paraguay por varios motivos y la verdad no se sí está todavía ese cartel ahí”. Su declaración fue significativa, entreviendo que ella efectivamente no sacaba partido de la historia, prueba de ello constituyen los prejuicios incipientes posteriores a los comentarios del suceso, que se avivaban por un cartel que recordaba diariamente a los transeúntes aquella historia. Un cartel que atesoraba una historia fascinante, que del polvo se ha levantado, del óxido volvió a relucir, cumpliéndose la promesa de Chely Thompson en restaurarla (Ver Imagen 64), encontrándose actualmente firme, sobrio de vivos colores, despertando la curiosidad de cientos de personas que ignoran lo que sucedió en aquel distante pueblo de Tañarandy…

Imagen 64 Aspecto actual del cartel ulterior a su merecida restauración

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Algo definitivamente conmovió a los pobladores de la remota e histórica ciudad de Humaitá (Departamento de Ñeembucú) a unos 341 Km al SUR de la capital, según las crónicas de los primeros días de septiembre del 2008. Humaitá es una toponimia configurada por los vocablos en guaraní de “Yma” (antiguo) e “Itá” (piedra), se traduce como “Piedra Antigua”, ostentando su razón de ser, al existir un lugar denominado como Itapunta donde se encuentran piedras macizas de una sola pieza a orillas del Río Paraguay, lugar que designa a la ciudad según algunos. Fue escenario de cruentas batallas y el bastión de la resistencia paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), acoge trincheras como el famoso “Batería Londres”, o la otrora “Iglesia de San Carlos Borromeo” (actual “Ruina de Humaitá”) una de las más grandiosas Iglesias construidas en Sudamérica durante el Siglo XIX, del cual solo queda la fachada frontal por culpa de las metrallas y pretéritos cañonazos. Su tierra atesora aún vestigios de aquel tiempo, encontrándose enterrados proyectiles, botellas, utensilios, y balas de cañón, objetos de deseo tanto para el aficionado como para el historiador. El 1 de septiembre del 2008 el periódico nacional, “ABC Color”, publicaba “Extraños círculos sobresaltan a Humaitá”, escrito por la corresponsal Clide Noemí Martínez, informando que “extraños círculos se observan en la que fue una pista de aviación de Humaitá y el cementerio de las tropas brasileñas durante la guerra del 70” (Véase Imagen 65).

Imagen 65 El portal web de ABC Color dando parte del asunto

El propietario del predio utilizado hace tiempo como pista de aterrizaje, sería el Sr. Antonio César Giménez, quien hallaría unas 12 raras circunferencias en el suelo con distintos diámetros, atribuyéndolos a “la danza de los demonios y no a los extraterrestres”, “afirma haber observado durante la noche decenas de luminosos ojos que no corresponden a ningún animal conocido, en el lugar donde aparecen los círculos”, manifestaba en la rúbrica, añadiendo la periodista:

“A pesar de las marcas, el pasto no se ve quemado por fuego, ni tiene rastros de haber sido pisoteado. En todos los casos los dibujos corresponden a circunferencias y aparecen acompañadas de numerosos hongos que siguen la línea curva de las marcas”, aludiendo que una Docente de

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nombre Vicenta Miranda propietaria de un Museo Privado constató in situ estas figuras interpretándolas como marcas de aterrizajes de OVNIs que suelen exhibirse en documentales. La coletilla argumentaba que no sería el primer suceso extraño en la región de Ñeembucú, donde incluso se han observado humanoides. Posteriormente el diario “Crónica” hacía eco el 4 de septiembre del 2008, con un título amarillista y cargado de ironía “Marcianos farristas -visitaron- Humaitá” (Ver Imagen 66): “Vinieron. Los que vieron dicen que eran pora51. Aseguran que llegaron en unas 16 extrañas naves que se posaron el jueves último, como a medianoche, en un inactivo campo de aterrizaje. Cuentan que estuvieron como cuatro horas, luego volvieron a despegar una tras otra nave, en poco menos de un minuto. Los OVNIs visitaron Humaitá, a 40 kilómetros al Sur de Pilar”.

Imagen 66

Sarcástico titular exhibía el diario Crónica

Se rumoreaba que el entonces Intendente de Humaitá, Federico Cáceres Delgado, habría recibido la denuncia de pobladores que observaron descender extrañas naves en el lugar, y que él siendo piloto, se enteró en más de una ocasión sobre OVNIs, observando uno de estos. La noticia cual reguero de pólvora, se extendía en portales web ufológicas como “Tercer Milenio”, del periodista mexicano Jaime Maussan, escrita por Pedro Ávila Rubio, basado en el informe realizado por ABC Color. El diario “Ultima Hora” también ofrecía su parte con una redacción de Juan José Brull, en la que se distinguía una imagen de la Prof. Vicenta Miranda señalando el redondel (Véase Imagen 67), plasmando la discusión del pueblo sobre el origen de tan singulares huellas. “Algunas de estas marcas tienen dos metros de diámetro, las pequeñas se acercan al medio metro”, arguyendo que el número total círculos era de 15, discrepando por lo publicado en ABC Color.

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Póra: fantasma, aparición en lengua guaraní.

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Imagen 67 La Prof. Vicenta Miranda indicando con el pie la sorpresiva huella

Algunos atribuían estas marcas al “Pombero”, una criatura mitológica, posiblemente un duende, conocido por otros nombres como Karaí Pyhare (Señor de la Noche) o Pyragué (Pies peludos). Emite un fino silbido desde las sombras como un signo de su presencia, la fisionomía varía de acuerdo a las versiones, a veces se lo describe como un indígena enano de grandes ojos feos de tez obscura y brazos largos, en otras está cubierto de pelos, su origen no está del todo claro llegándose a dudar de su vínculo guaraní. Despierta atención la inexistencia de alusiones a supuestos humanoides emitidos por “ABC Color” tanto por el diario “Crónica”, como esta: “Un pescador amigo suyo (aludiendo al Intendente Cáceres Delgado) y que ayer se encontraba pescando lejos de Humaitá, le había informado que vio a seres de mediana estatura descender de las naves, todas de color blanco tirando a plateado” Más allá de cualquier conjetura, algo realmente interesante sucedía y ameritaba una investigación a fondo, embarcándome en un viaje de más de 6 horas, contemplando la agreste belleza de los esterales a la entrada a Humaitá, entre el vuelo de garzas rosas que irrumpían al alba. Conocí a la Prof. Vicenta Miranda dueña del Museo Petit “Don Maximino”, desde donde se exhibe una vasta colección de objetos de la pretérita guerra, percibiendo en ella una profunda pasión por nuestra historia, mientras nos dirigíamos al famoso campo del que dio que hablar, acompañados por su fiel perro explorador “Rambo” (Ver Imagen 68). Durante la caminata en los polvorientos sendos rodeados de extensas praderas bajas, comentaba que por medio de su desaparecida hermana fue como se había enterado de las huellas, que al verlas encontró semejante a los que se muestran en los documentales. - Prof. Miranda: “Era una antigua pista de aterrizaje”. - Maidana: “¿Cuál?”. Imagen 68 La vía que conduce al campo del que dio que hablar. En la imagen se aprecia a la Prof. Miranda quien ofició de guía con “Rambito” como escolta

- Prof. Miranda: “Allí donde nos estamos yendo. Donde se hizo el avistamiento. Hay un monumento a un piloto que su avión se estrelló y murió ahí”.

Se trataba del Tte. 1ro Enrique Aliana fallecido en 1947, presumiblemente por un descuido suyo al sobrecargar con naranjas y pomelos su avioneta, forzando al motor, estrellándose posteriormente. 129

El sitio es también una otrora trinchera de la Guerra de la Triple Alianza, parte del cuadrilátero del sistema de defensa, que se empalmaba con algunas lagunas hasta el Río Paraguay. Ya en el predio, distante a unos 3 Km de la ciudad, nos recibe un apacible ganadero propietario del terreno, el Sr. Antonio César Giménez, conocido como “Baby” (Véase Imagen 69). En un primer vistazo los círculos ya habían desparecido a excepción de una, la más grande, del que el Sr. Giménez nos señalaba con el pie, recorriendo y demostrando su considerable diámetro. Ante cualquier pronóstico y a pesar del tiempo transcurrido, las hojas de las hierbas de lo que parecía la banda (el borde) del círculo de unos 10 cm presentaban una tonalidad verde-liliácea totalmente Imagen 69 opuesta al resto de las hojas circundantes. El ganadero Antonio César Giménez ofrece su invaluable testimonio con toda probidad y

Tras efectuar una medición se precisó que el diámetro sin prejuicio alguno. fue de unos 8 metros, entrelazándose con la reminiscencia de otro anillo, resultando una figura de 8 o un infinito que no se llegaba a cerrarse del todo. - Sr. Giménez: “Había un círculo de 5 metros de diámetro, con una salida, una abertura, porque nunca cerraba. Hongos los 2 primeros, después empezaron a aparecer de tamaños pequeños, y variaban. De cuatro tamaños había. Esos ya no tenían orificio de salida. Esos círculos más chicos no tenían salida, los más grandes sí, siempre tuvieron salida. Una especie de puertita ahí, que no marcaba ahí en ese lugar”. - Maidana: “¿Aparecieron dispersados por todo el campo?”. - Sr. Giménez: “No por todo el campo. Porque allá hay un esquinero grueso, nunca atravesó ese esquinero, siempre por este lado” (realizando gesto de aprobación), más agregaría; “Se terminó después de aparecer una botella parece… de agua bendita, con un plástico, porque la gente habrá averiguado y como cruzaban, le molestaba posiblemente, tenían miedo. Creo que era agua bendita, no tenía nada raro”. - Maidana: “¿Qué particularidad encontró en el pasto?”. - Sr. Giménez: (señalando al círculo que aún sobrevive) “Este, cambió el color del pasto. Y de esos otros no cambió”. - Maidana: “¿Llegó a ver luces en el cielo o algo, antes de esto?”.

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- Sr. Giménez: “Nada no vi”. - Maidana: “¿Y a su criterio, que podría ser?”. - Sr. Giménez: “Se dice que el pombero es el hermano menor del diablo. Y posiblemente es cosa de él. Espíritus. Primera vez que ocurre esto”. - Maidana: “¿Había relatado que aparecieron en otros campos estas mismas figuras?”. - Sr. Giménez: “Sí, hay fotografías y todo eso... En el campo de la Sra. María Vda. de Souto, mismas características. Sólo que allí apareció algo debajo de un alambrado”. - Maidana: “¿En el mismo tiempo?”. - Sr. Giménez: “En el mismo tiempo”. Se desmitificaba así las versiones sobre ojos extraños y seres humanoides, el humaiteño Giménez descubrió una buena mañana menudos círculos en el pasto, eso era todo. Al término de la entrevista, realicé un bosquejo del terreno, fotografiando y documentando (Ver Imagen 70), para posteriormente proceder a la extracción de suelo con material vegetal para su futuro análisis en un laboratorio. Se han marcado los puntos “A” y “B”. El sector A está fuera de la banda del redondel, extrayéndose tierra denominado desde ahora E-1 (Evidencia 1), ahora bien en el sector donde se encuentra el pasto claramente diferenciado, denominado B, desde donde se vuelve a asir un poco de tierra depositándolo en un frasco etiquetado como E-2 (Evidencia 2).

Imagen 70

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Ergo, dos muestras, por un lado el denominado “muestra de control” del que suponemos no contiene fitopatógenos52 o algún elemento químico que altere el metabolismo vegetal, y por la otra el correspondiente a la hierba alterada. Presto me dirigí al Departamento de Fitopatología situado en el Campus de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), ciudad de San Lorenzo, con la esperanza que un especialista realizara el análisis correspondiente (Véase Imagen 71), donde el Ing. Agrónomo Cristhian Javier Grabowski, sin titubeo alguno accedió para realizar el análisis microscópico no sin antes sorprenderse por el origen de las muestras. Existe un fenómeno natural relacionado a las marcas circulares en la hierba conocido como Imagen 71 “Anillo de Hadas” o “Corro de Brujas”, Laboratorio de Fitopatología de la Universidad denominados así por un hilo de interpretaciones Nacional de Asunción (UNA) mágicas a lo largo de la historia, por ejemplo en la edad media el vox populi aludía a duendecillos o hadas que salían por las noches bailando en corro, agarrados de las manos y cantando, donde las setas que aparecían en rededor eran sus asientos (Véase Imagen 72), otros imaginaban que la razón del círculo se hallaba en los vahos caldeados que manaban del mismo infierno, pudiendo haber sido el mismo diablo quien salía a la superficie a batir su mantequilla mientras caminaba circularmente. Sin embargo la explicación residió todo el tiempo en las setas, la biología ha demostrado que la mayoría eran el efecto de ciertos basidiomicetos53, puntualmente un hongo conocido como “marasmius oreades”, el cual posee un sombrerito de 5 cm de diámetro similar a una campana, blanquecino y aspecto carnoso, apreciado en la gastronomía. El sombrero del hongo designado carpóforo es parte del órgano reproductivo, constituyendo el hongo unas raicillas denominadas micelios, que se propagan a pocos centímetros de profundidad, absorbiendo los nutrientes que se hallen en la tierra.

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Imagen 72 Mágicas elucubraciones se han servido siempre del denominado “anillo de hadas”

Fitopatógenos: Microorganismos que producen enfermedades en las plantas. Basidiomiceto: División del Reino Fungi, que corresponde a la mayor parte de los hongos superiores con “sombrero”.

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La singular marca puede extenderse más allá de los 20 metros, dependiendo de la homogeneidad del suelo tanto como la cantidad de los nutrientes. Pero ¿Cómo sucede esto? Mientras el micelio gana terreno bajo tierra, libera ciertas sustancias durante la descomposición como el nitrógeno, provocando un notorio enverdecimiento e incluso un ligero aumento de tamaño en las hierbas de la superficie, pero una vez consumidos todos los nutrientes comienza a marchitarse el micelio desde el punto de partida sobreviviendo en los límites de la extensión radial, desde donde emergerán los carpóforos para eventualmente liberar esporas que serán transportadas por el viento, reproduciéndose más allá de la línea porque en el centro del círculo no hay alimento para este pudiendo añadirse diámetro de esta forma. Sorpresivamente en el caso Humaitá, según los análisis del Ing. Grabowski, no se hallaron rastros de algún tipo de hongo, considerándose que las muestras fueron expuestas a cultivo por varias semanas, sin embargo ningún patógeno apareció. A prima facie, el Ing. Grabowski sostuvo la tesis del “anillo de hadas”, sin embargo no pudo explicarse la forma de anillos entrelazados y menos aún sin rastro de hongo alguno en la tierra. Cabe recordar que no aparecieron hongos en las periferias de los anillos de 8 metros, entonces ¿Tiene alguna relación las luces que unos pescadores atisbaron la noche anterior, o es mera especulación infundada? Buscando respuestas consulto al conocido investigador argentino Luis Burgos, con 43 años de pesquisas ufológicas, autor de un catálogo de 5000 casos que van desde 1947, del que el “fenómeno aterrizaje” es su especialidad, quien basándose en la documentación fotográfica del terreno, los bosquejos de las mediciones e ignorando el resultado laboratorial (para no sesgar su opinión), profirió: “Efectivamente, hay una enorme coincidencia de los rastros de Humaitá con los que investigué e investigo en Argentina. Son los que denomino HUELLAS DEL TIPO SECAS O DESHIDRATADAS”. Similares marcas se hallaron en una zona bautizada como “El Nido”, un sector de Buenos Aires (Argentina), donde Burgos había investigado confirmando lo que había escrito (Ver Imagen 73). Imagen 73 Marcas en el césped encontradas en la Argentina curiosamente similares a los de Humaitá

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Es conveniente traer a la mesa el testimonio del Ex Intendente de Humaitá, a quien entreviste desde su residencia (Véase Imagen 74). - Ex Intendente Cáceres: “En aquella oportunidad los vecinos normalmente pasaban por esos lugares para ir a su trabajo, sin embargo un día amaneció eso y bueno… primero recurren a la autoridad porque era algo extraño dando un informe, entonces les acompañé y me mostraron el lugar… encontramos 17 o 18 circunferencias de diferentes diámetros y no cerraban las circunferencias… y la parte más grande del círculo que era aproximadamente unos 60 o 70 cm de ancho, el pasto totalmente seco”, sentenció.

Imagen 74 El Piloto y Ex Intendente de Humaitá, Federico Cáceres, durante la entrevista

“Hablando con otras personas, pescadores… La comunidad en un 50 o 70% fueron a observar porque era algo llamativo, comentaban que vieron algunas luces que vinieron desde la costa argentina y hacían un giro hacia “Batería Londres”, yendo hacia esa ex pista de aterrizaje”. - Maidana: ¿Ud. recuerda los nombres de algunos de esos pescadores?”. - Ex Intendente Cáceres: “Los conozco perfectamente, me acuerdo de Zacarías, Ramón Méndez, un pescador de la zona, que también comentó cuando eso. Y ahora… que grado de verdad hay… no le puedo decir si realmente allí posaron o aterrizaron algunos OVNIs. Pero sí de que me fui a ver en aquella oportunidad. El diámetro más chico del que le estoy hablando, era aproximadamente de 2,50, y el más grande de unos 7 a 8 metros de longitud. Llamó mucho la atención, porque eso nunca ocurrió y tampoco volvió a ocurrir después”, (Nota: recordar la acotación del Ganadero César Giménez). “Y allí en el campo Wallace, también me comentaron y fui a ver, la misma cosa, pero solo había una circunferencia que apareció también en el mismo lapso de tiempo, con las mismas características, de aproximadamente 3 a 4 metros de diámetro”, describía sus recuerdos añadiendo: “Un muchacho de nombre Herminio, también me comentó que vio las luces, inclusive le siguió, y que se dirigía hacia él, hacia el primer campo del cual estamos hablando, yo personalmente no he visto”. - Maidana: “¿Qué características presentaban estas luces, según las versiones?”. - Ex Intendente Cáceres: “Ellos decían que eran luces que no tenían ruido, para decir que era un avión, porque el avión es muy distinto eso siempre llama la atención. Pero de que se ve hacia allí, hacia la zona de Curupayty, suelen comentar que hay luces así”. Sus declaraciones representaban un tesauro al aportar que OVNIs se observaban desde la región de Curupayty, alejado a 8 km de Humaitá, célebre por una triunfante batalla ejecutada allí, durante la Guerra Grande el 22 de septiembre de 1866.

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La rúbrica del Diario Crónica intentaba establecer una conexión entre las huellas y un avistamiento de OVNI efectuado por el Intendente, sin embargo este último se dio en realidad unos 5 años antes (2003), en un paraje dibujado por carrizales y esterales cercanos a la famosa “Laguna Méndez”. - Ex Intendente Cáceres: “Otro caso en el que yo he visto con unos amigos en mi propiedad hacia Curupayty, que linda hacia una laguna de pesca grande, fue que observamos algo que no era avión. Eran aproximadamente las 9 de la noche e iba muy lentamente, como una pelota de luz normal, digamos, porque los aviones siempre están destellando. No tenía luces de navegación, destellos, nada. Y siempre comentan de eso los vecinos, pero nunca pudimos precisar que es eso”. Sobre la condición meteorológica de aquel día apuntaría: - Ex Intendente Cáceres: “El cielo estaba despejado totalmente, con una Luna Llena, aquella luz venía del SUR dirigiéndose hacia el NORTE, eso lo puedo decir con veracidad. A una altura estimo de… 1.000 metros (1 Km), con respecto al horizonte unos 60°. No producía ningún ruido. Era como una pelota de fuego, que iba por el cielo, opaca, no muy brillante”, continuaría, “El color era similar a las lámparas Sol de Noche, que eran a kerosene, más o menos ese color, amarillo-anaranjado. Estábamos entre cuatro personas, nos quedamos a mirar, cada uno dando nuestra opinión. Nunca dilucidamos. Todos coincidimos en que no era un avión; también yo pensé eso… sucede que en muchos aeropuertos también suelen lanzar globos sondas pero no era eso, aparte que el Aeropuerto Internacional de Corrientes está bastante retirado. El viento era calmo en superficie, para decir que venía con un viento SUR. Eso no era un globo sonda.” - Maidana: “¿Cuánto tiempo duró?”. - Ex Intendente Cáceres: “Duró hasta perderse, unos 15 minutos aproximadamente. Los otros que estaban fueron Cabañas, Asunción Zayas, Rivarola y yo. Inclusive dejamos a un lado la pesca, para observar y debatir eso que llamó mucho nuestra atención”. - Maidana: “¿Ud. es piloto?”. - Ex Intendente Cáceres: “Sí. Piloto civil, trabajé aproximadamente 9 años como piloto aviador”. - Maidana: “¿Que ha escuchado en la zona de Curupayty?”. - Ex Intendente Cáceres: “En la zona de Curupayty recuerdo que el Sr. Derlis Pérez, oriundo de la Ciudad de Pilar, estaba haciendo un trabajo de mejoramiento y hermosamiento de los monumentos históricos, durante una noche que acampaban, al quedar trabajando por dos meses, comenta que observó con todo su personal, que se desplazaba también una luz, un objeto volador no identificado que ellos coincidieron también en que no era un avión”. 135

Investigando había encontrado una testigo que viviría su infancia en la citada región, ella es la Sra. Juana Mendoza, guía del Museo Histórico de Humaitá (Véase Imagen 75), Ex Cuartel del legendario Mcal. Francisco Solano López, quien atentamente revelaría detalles de un suceso cuando contaba con unos 10 años, en 1976: - Sra. Juana Mendoza: “Cuando era muy chica había visto con mis padres, y no una sola vez. Hemos visto luces diferentes desplazarse en el cielo sobre el monte, se visualiza algo que no es común de algo que uno ve siempre, por ejemplo las estrellas fugaces, los satélites, aviones. Imagen 75 Realizando el boceto de un avistamiento producido hacia Curupayty, por parte de la Sra. Juana Mendoza

Realmente es muy diferente. Mis padres decían siempre que han visto eso, ellos se daban mucho a la caza o la pesca, y andaban mucho por esos lugares desolados, y por ahí siempre han tenido experiencias sobre eso. Vi una luz muy incandescente, volando en el cielo. Muy cerca del monte, más arriba, y más abajo, desplazándose así…”, imitando un pulso con las manos. - Maidana: “¿Y de qué color era?”. - Sra. Juana Mendoza: “Era de un color anaranjado fuertísimo. Duró poco, y siempre desaparece como si fuera por arte de magia, ni te das cuenta para donde, pero desaparece. Me encontraba mirando desde el patio de nuestra casa, en ese tiempo solo había una carretera que llevaba hacia la Trinchera de Curupayty, y en donde nosotros estábamos era una laguna, que se llama la Laguna Méndez, muy conocido en la historia, es una laguna grande, casi como un río. Y encima de ese monte que daba al otro lado de la laguna, nosotros observábamos eso. Ni siquiera hay vehículos transitando en la zona. No se podía ver si era un objeto, solo que cambiaba de color. Es como si pega la vuelta así (girando manos), brillando más y menos, como si estuviera en movimiento. No estaba cerca, no percibí ningún sonido. - Maidana: “¿Qué distancia estima del objeto luminoso?”. - Sra. Juana Mendoza: “Más o menos a 2.500 metros”, calculaba con puntos de referencia del paisaje actual. Fenómenos lumínicos aéreos se presentan incuestionablemente en la región, presumiendo instalarse dentro del margen de la cotidianeidad popular. 136

Otro testigo humaiteño es el Sr. Luis Pintos, pescador, padre de familia, quien a menos de 1 Km de las Ruinas de Humaitá, desde la orilla del Río Paraguay, fue testigo de un insólito cuerpo luminoso que se desplazaba inexorablemente de SUR a NORTE, al otro lado de la ribera, el 10 de agosto del 2012 a las 7:45 PM, acompañado por su madre y su esposa. - Sr. Pintos: “Era un triángulo enorme. Duró unos tres minutos por ahí. Despacito se iba, aproximadamente tenía uno o dos metros de grande” (Ver Imagen 76). - Maidana: “¿Fue un objeto que tenía luz?”. - Sr. Pintos: “Una luz nomás era, medio amarilloanaranjado”. Imagen 76 Boceto original del testigo

esta clase”.

- Maidana: “¿Notó algún sonido?”. - Sr. Pintos: “No ninguno. La primera vez que veo

Sin embargo proseguiría con otro suceso anterior que también fue digno de mención, pero esta vez con otros 7 pescadores más. - Sr. Pintos: “La otra clase (aludiendo a otro objeto), fue una “rueda grande” hace unos 7 años aproximadamente (2005), era una argolla luminosa grandota. Primero se veía como una luz, tenía todo luces, y luego parecía una nube nada más ya, se iba perdiendo” (Véase Imagen 77). - Maidana: “¿Ud., está acostumbrado a ver satélites, estrellas fugaces, aviones?”. - Sr. Pintos: “Sí, totalmente distinto era. Satélites muchos se ven por aquí, en la noche de pesca, te pones a mirar el cielo y seguro que ves satélites, y el avión tiene esas luces que titilan y se va rápido también”.

Imagen 77 Sketch en el formulario de investigación, de una inmensa argolla luminosa presenciada

- Maidana: “¿A qué altura más o menos se desplazaba sobre el horizonte?”. - Sr. Pintos: “Y como unos 100 metros por ahí”. - Maidana: “¿Cambiaba de color, realizaba destellos?”. 137

- Sr. Pintos: “Solo una luz, y despacio iba”. Hay una cantidad ingente de reportes sobre “nubes en forma de anillo” dentro de la ufología, conocidas como “anillos toroidales” designe que hace gala su curiosa forma, donde el aro de humo gira, creando presiones de aire internas variables que conllevan a una cohesión en la estructura del vapor. Los vórtices toroidales pueden observarse perfectamente en aquellas personas que realizan trucos con el humo del cigarrillo, o más frecuentemente en el resultado de ciertas explosiones de armamentos que van desde los cañones hasta bazookas, también la naturaleza nos provee de ejemplos, como el caso del Volcán Etna (Italia), del que ocasionalmente antes de una erupción, emana un vaho compuesto en gran parte por azufre hacia la atmósfera intermitentemente, formando algunos anillos de humo (Véase Imagen 78). Paradójicamente este paradigma no parece aplicarse al caso del Sr. Luis Pintos, al ser opacos los anillos toroidales contradiciendo la descripción de aro luminoso, comparándola como una especie de nube. ¿Fue el residuo de alguna detonación? Ante esto se debe considerar que una explosión tanto como el disparo de un cañón, en tan sosegada región sería audible a kilómetros de distancia, posibilidad que lo confirmaría al percatarme de una lejana detonación cuando me hallaba en la ribera, situación que se opone al silencio descripto por el pescador en el momento del avistamiento. ¿Es el efecto de un cohete fuera de la atmósfera? Contingencia desarrollada minuciosamente en los capítulos “Un experimento en el cielo”, Pág. 324 y “¿OVNI o cohete ruso? en 1971”, Pág. 329. Imagen 78 Fotografía que registra un vórtice toroidal a pleno día

Por el momento se concluye que surgieron anillos en la tierra como en el cielo de Humaitá y sus alrededores, confiriéndole una dimensión poco explorada que complementa su valor histórico.

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Aparentemente un extraño incidente se registró en una localidad conocida como “Colonia Republicano”, próxima a la famosa ciudad de Santaní, también llamado San Estanislao, en honor al Santo polaco Estanislao Kotska54. Santaní, se encuentra en el departamento de San Pedro, distante a unos 151 Km de la capital. Transcurría el mes de noviembre del 2008, cuando un agricultor, Merardo Ovando (54), quien posee un extensa chacra, donde cultiva sésamo (Nombre científico: Sesamum indicum L.), una hierba de 1 metro de altura, que produce semillas estimadas por su aceite, y utilizadas en la panadería, como por ejemplo para el pan de hamburguesas, cuando descubrió que en una extensión de unos 50 metros, su cultivo quedó totalmente quemado, así como advirtió la presencia de huellas con cierta profundidad en la tierra, que los atribuyó a algún tipo de artefacto aéreo que pudo haberse posado, malogrando su sésamo (Ver Imagen 79).

Imagen 79 Merardo Ovando señala su cultivo malogrado en extrañas circunstancias, ante curiosos y reporteros gráficos

El día martes 11 de noviembre del 2008, el corresponsal del Diario Popular, Luis Orlando Benítez, informaba, “Extraño objeto bajó en Santaní”, con el subtítulo “Plantación de sésamo okaipaite en un segundo” (Okaipaite, en guaraní significa: “Se quemó todo, totalmente quemado”).

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Estanislao Kotska: Santo polaco (1550-1568), que murió a la corta edad de 17 años, con un rosario en mano.

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“En un radio de 50 metros a la redonda, mi plantación de sésamo quedó totalmente quemada, entonces avisé a mis vecinos para que vinieran a ver. Ellos me dijeron que podría tratarse de algún fenómeno natural, como un meteorito”, declaraba el agricultor al corresponsal del diario. Al ingresar en un pequeño bosque próximo a su cultivo, encontraron que las hojas de varias plantas también se encontraban quemadas con las mismas características. Pero lo más extraño es una alusión a presuntas huellas: “Vimos huellas de considerable profundidad muy parecidas a un trípode o helicóptero. No se puede asegurar que se trate verdaderamente de las huellas de algún objeto volador, pero también puede ser un meteorito o algo parecido”, reflexionaba Merardo Ovando. El Sr. Ovando, sostenía fuertemente la posibilidad de que un objeto extraño no terrestre, aterrizó en su campo durante el mal tiempo que se produjo, elucubrando en seres que pudieron haber descendido con la intención de llevar muestras de sus sésamos o de tierra, apoyándose en el testimonio de sus vecinos que comentaron haber observado, un objeto luminoso que velozmente cayó, para luego levantarse de la tierra nuevamente. Primeramente debemos aclarar que un impacto meteórico no posee las características expuestas, en estos casos dependiendo del porte del fragmento de roca espacial, dejará como evidencia del impacto un “astroblema”. Un astroblema es técnicamente, un “cráter de impacto”, que resulta de la increíble energía cinética, producto de la fuerza que posee un cuerpo por el movimiento que resulta, que en el caso de los meteoros, se desplazan a una velocidad de 100.000 Km/h, y dependiendo de su masa, al impactar por la superficie sólida del planeta, disipa esa increíble energía cinética que arrastra, destruyendo o fragmentando el suelo, produciéndose una violenta explosión, como al disparar una bala por la tierra. Mientras se encuentren en el aire desintegrándose progresivamente debido a la fricción de las capas de la atmósfera, son denominados “meteoros” (Palabra griega, que significa, “está en lo alto”, “que flota en el cielo”) al llegar a la superficie de la tierra, son denominados “meteoritos”. Existen desde varios metros (que pueden dejar un cráter considerable), hasta los denominados “micrometeroitos o micrometeoroides”, de unos pocos cm, que dejan eventualmente un minúsculo hoyito en el suelo. El campo de sésamo, no presenta las características de un astroblema, por lo que se descarta un “meteorito”. Un elemento que resalta en este caso, es la mención de una tormenta durante el suceso, lo que nos podría conducir a suponer, que la quemazón producida en los sésamos, pudo deberse a algún rayo que habría caído en la zona, produciendo esos destrozos.

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Sin embargo los rayos cuando tocan una superficie producen un efecto de quemadura muy localizada, y no en un rango de varios metros a la redonda, a no ser que se haya producido un incendio posterior, suceso que no pudo pasar desapercibido por los moradores. De igual forma, ¿Cómo se explica las huellas encontradas?, ¿Hojas quemadas, dentro del bosque? Existen muchas interrogantes que envuelven a este extraño caso, que permanece abierto a la investigación.

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Me habían filtrado el dato de que un reconocido antropólogo de nuestro país, se presentó en un sector de la Cordillera del Ybytyruzú, donde algo inusual sembró el desconcierto de una familia así como otros pobladores de las remotas tierras montaraces. A priori de la expedición emprendida en el Ybytyruzú, había conseguido contactar con este gran erudito de los pueblos indígenas, antropólogo, filósofo, ingeniero químico y civil, el Sacerdote Salesiano José Zanardini, quien se desempeña como catedrático en la Universidad Católica de Asunción, siendo director del CEADUC (Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica). La Sra. Miryan Gaona encargada del CEADUC, amablemente me condujo hacia el Padre José Zanardini, quien se encontraba en su oficina atiborrada de libros sobre indigenismo, humanismo, archiveros y algunas máscaras sagradas exhibiéndose en la pared del estudio que acumula valiosas verdades sobre los originarios dueños de nuestra tierra. Con una camisa típica de ao po’i (En guaraní: “tela fina o delicada”), me observaba fijamente, sorprendido por mi visita (Ver Imagen 80). Apenas prendida la cámara dio inicio la entrevista que terminó por confirmar los rumores iniciales. José Zanardini: “Quiero relatar algo que nos llamaron por teléfono ahí, pidiéndonos si podíamos ir a ver algo, creo que a 20 o 25 Imagen 80 Km de Villarrica, camino de tierra, no El antropólogo y sacerdote salesiano José Zanardini recuerdo el nombre…, pero muy cerca de en su despacho donde está “Itá Letra”, una pared de piedra como un refugio donde existen incisiones rupestres. Allí cerca hay un arroyito, casas porque existen personas que viven permanentemente, entonces fue esa gente que recibieron una visita de un par de personas que fueron allí preguntando, si habían visto algo raro en esos días… ellos habían dicho que según sus cálculos, en la zona debería de existir algo, se presentaron como estudiosos de algo, entonces le pidieron algún teléfono que avise por cualquier cosa, no fueron explícitos. A esta gente (cercana a Itá Letra) le tomó un poco la intranquilidad por estas personas con preguntas raras…

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El hecho es que pocos días después, ellos amanecen y en el patio de la casa había un redondo, que estaba como quemado, tenía un color no de quemado sino medio azulado, algo así, era una cosa rara. Y también vieron como huellas que de ese redondo, parecían zapatones grandes”. - Maidana: “¿Estaban dentro del círculo o…?”. José Zanardini: “Del círculo se iban hacia la casa, específicamente hacia la puerta de la casa”, relató con una voz profundamente fascinada. - Maidana: “¿El apellido de esta familia?”. - José Zanardini: “Sí, se puede identificar fácilmente porque son parientes de un sacerdote salesiano también, el Padre Antonio Samudio, párroco de la Iglesia Domingo Savio, con quien luego fui a ver esto. Fuimos pero ya varios días después. La conclusión es que luego de varios días aún todavía se notaba este círculo, y algunas huellas. Los miembros de la familia pensaron que a lo mejor algo o alguien ‘se bajó ahí’, aterrizando, yendo a curiosear hacia la casa”. - Maidana: “¿Pero nadie vio nada?”. - José Zanardini: “No, nadie vio nada. Lo cierto es que el lugar es muy interesante, llama la atención porque hay un arroyito, al otro lado está la piedra con inscripciones de unos 5000 años de los antiguos pobladores, así como un cerro, del cual cuentan que es muy difícil subir, porque tiene una forma casi como un cono, que podría ser visto desde el cielo, bueno esto es lo que ellos fantasean o interpretan. La familia tenía el número de celular de aquellos dos hombres desconocidos, que se habían ido a preguntar antes de todo esto. Llamaron muchas veces a ese celular, y ese teléfono nunca más respondió nada, eso también a ellos les dejó impactados, descolocados”. En días subsecuentes me dirigí a la concurrida “Parroquia Domingo Savio”, en la ciudad de San Lorenzo, donde el Padre Antonio Samudio me aguardaba pacientemente. Un sacerdote entregado a sus labores, que transmitía tranquilidad y honestidad, no dudó un minuto en relatar lo que sus parientes que viven hacia Itá Letra (Cordillera del Ybytyruzú) descubrieron.

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La primordial razón de la vista de sendos sacerdotes obedecía al temor que inspiró el suceso en aquellas personas, por lo que creyendo que estos podían ofrecerles alguna respuesta acudieron al lugar. El Padre Samudio sorprendido por la figura que había aparecido en el terreno de sus parientes, decidió fotografiarlo para documentarlo como una prueba de lo que habían experimentado. Varios años transcurrieron, y la computadora donde se almacenaron las fotografías, sus archivos fueron modificados, eliminados o actualizados, por lo que asirse de aquellas fotografías resultó en un análisis forense informático. Con paciencia y utilizando herramientas especiales conseguí “rescatar” una de las 3 tomas originales del disco duro que había sido formateado, apreciándose claramente un círculo con una banda de varios centímetros de espesor que yacía en un vivo césped, tal como habían descripto ambos religiosos (Véase Imagen 81), siendo fotografiada el 22 de diciembre del 2007.

Imagen 81 El extraño círculo en el pasto, fotografiado por uno de los clérigos

Aguzando la vista, se distingue una corta marca que se sitúa fuera del perímetro circular, (Véase Imagen 82) como emergiendo de éste tal como habían precisado los religiosos. Desafortunadamente según el Padre Samudio, la tercera toma (que no he podido rescatarlo, debido a 5 años de continuas reescrituras en el disco duro), mostraba las huellas similares a pisadas dirigiéndose hasta la puerta de la vivienda. La investigación in situ fue cuestión de tiempo.

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Imagen 82 Modificando el brillo y contraste se constata la coexistencia de una diminuta huella que emerge del mayor (En círculo rojo)

Cuando fui a investigar el avistamiento del OVNI hacia el Cerro Acatí, la situación no podía desaprovecharse por lo que me encaminé hacia Itá Letra, desde la punta del Cerro Acatí. Entre la espesa maleza se abría un rústico sendero instalado en aquel obscuro bosque, del que huellas luminosas bailaban por la superficie a causa de los rayos del sol que se filtraban entre las tupidas copas de los árboles, allí inicié un descenso solitario, guiándome tan solo por una pequeña banderita paraguaya que aparecía pintada cada tantos metros por el tronco de algunos árboles, algunos de los cuales habían caído tal vez debido a tormentas pasadas obstaculizando el tránsito por el estrecho camino. Con cada paso sostenido iban emergiendo diversos obstáculos, entre los cuales la mochila con la cámara, notebook y demás comenzaban ganar peso, siendo estos de provecho al servir en momentos como un contrapeso. Luego de 2 horas de una aparente inacabable procesión, meritoria por la contemplación de un increíble paisaje inaccesible por otra vía, aparecía el canal de un arroyo de aguas cristalinas asistido por la danza de mariposas de grandes alas azuladas, y más allá un pueblito que se instaló como resguardado en aquel fuerte natural. Atravesando tranqueras y tejidos de alambre de patios ajenos, conseguí por fin situarme en la polvorienta calle principal de tierra roja, donde se observaban varias viviendas rurales y una módica escuelita instalada en una pequeña elevación como orgullosa de sí misma. Unos 200 metros de allí se encontraba la casa de la familia Brito, donde se había manifestado aquella extraña figura en el césped. Arreando un manso novillo, la Srta. Sinforiana Brito rememoró los detalles de aquel diciembre del 2007 (Ver Imagen 83). - Brito: “Encontré un redondel en lo que había de esta parte”. - Maidana: “¿A ojímetro cuantos metros lo calcula?”.

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- Brito: “Unos 5 metros, te voy a mostrar. (Comienza a circular por el pasto dibujando con sus pasos el diámetro) No era muy grande”. - Maidana: “¿Escuchó algún sonido?”. - Brito: “No, nada”, sentencio mientras tomaba de una cuerda a su ternero. - Maidana: “¿Simplemente apareció de la noche a la mañana?”. - Brito: “Sí así es”. - Maidana: “¿Qué características presentaba el pasto?”. - Brito: “Era más verde, más intenso, pero en un círculo”.

Imagen 83 La Srta. Sinforiana Brito fue una de las que descubrió aquella manifestación peculiar en el suelo

- Maidana: “¿Otra particularidad de aquella figura en el pasto?”. - Brito: “Unas manchas habían, no sé si eran parte de eso o simplemente salieron de la tierra, estaban separados del círculo y eran varios”. - Maidana: “¿Es cierto que llegaron unos sacerdotes?”. - Brito: “Sí, uno de ellos es el Párroco Samudio que vino con su amigo a ver”. - Maidana: “¿Recuerda el tamaño de estas o huellas que estaban afuera?”. - Brito: “Así era”, bosquejando con el dedo un óvalo de unos 30 cm. - Maidana: “¿Se presentaron en dos líneas que se alternaban o solamente lineal?”. - Brito: “No estaban al lado, sino en fila hasta el patio delantero de la casa”. - Maidana: “¿Ha escuchado de luces que se mueven por el cielo?”. - Brito: “Sí, sobre luces en aquel Cerro del Acatí”. En la inspección del sitio no se ha encontrado rastro alguno del anillo, debido a los 5 años transcurridos. ¿Podría tratarse de un humilde pero curioso “Anillo de hadas”? Una enfermedad del césped debido a la presencia de una colonia de hongos (siempre subterráneos) que se extiende 146

orbicularmente alterando las cantidades de nitrógeno del suelo, elemento de capital importancia respecto a otros como el carbono, hidrógeno y oxígeno, que dependiendo de su grado de concentración afecta el crecimiento foliar o radicular del césped así como el tono de sus hojas siendo vivas o apagadas (Reléase Pág. 127). Suscita la hesitación en torno a las otras huellas ovales, ¿Una fusariosis? Otra fitopatología (enfermedad de las plantas), producida por hongos filamentosos (Véase Imagen 84). Caen otras piezas sobre el tablero, ¿Quiénes fueron aquellos desconocidos sujetos que interrogaron días antes a la familia Brito? Y la pregunta inevitable y de mayor peso, ¿Existe un nexo real entre las misteriosas luces y la huella en el césped?

Imagen 84 Como cualquier organismo, el césped no está exento de patologías como esta: una fusariosis

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"Al mirar el cielo, el hombre eleva su pensamiento hacia planos más nobles e ideales" Gerardo Halley Mora (Revista Ñandé, N° 159, Año VIII)

Cual película de ciencia ficción en la que una sorpresiva revelación se produce en el cielo, interrumpiéndose violentamente aquel río metálico, conformado por hileras de automóviles de los que descienden sus conductores para apuntar al cielo, rodeados de islas de transeúntes emulando lo mismo, imagínese eso, pero a menor escala y no en New York, sino en Asunción (Véase Imagen 85). La visión del “platillo volador” análoga a las esporas de un hongo se propalaba infiltrándose en las discusiones más actuales, durante una época en la que imaginarse los pasos de un hombre en la Luna, aún pertenecía al terreno de la imaginería, pero paradójicamente con los ojos bien puestos hacia el firmamento que por vez primera parecía estar cerca para la humanidad. La denominada “Primera voz de la Mañana”, eslogan del extinto diario “La Tribuna”, en sus grandes hojas redactaba en la portada misma y enmarcándolo como suceso principal, “La visión del mentado ‘plato volador’ cruzó ayer por la fantasía popular”, el día martes 4 de abril de 1950. Imagen 85 Aspecto de la cotidianeidad capitalina en 1950

“La población de la capital se vio ayer sorprendida con la aparición de un cuerpo extraño en el firmamento. La curiosidad que había provocado tal revelación tuvo proyecciones de fantasía y también derivaciones inesperadas. Todo el mundo alzó la mirada al cielo en busca de los mentados ‘platos voladores’. El tráfico quedó prácticamente paralizado en el radio céntrico de la ciudad. Todos descendían de los ómnibus o coches eléctricos para observar el fenómeno. En una palabra, la población entera salió a la calle, alzándose entonces ojos curiosos para observar el cuerpo extraño de color algo blanco que aparecía en el cielo, hacia la dirección noroeste. Las oficinas públicas, casas comerciales y hasta nosotros fuimos afectados por la repentina revelación. Abandonamos por horas enteras nuestra labor en vista de los continuos llamados 151

telefónicos recibidos preguntando si el objeto era un cuerpo celeste o el famoso ‘plato volador’ cuya existencia al parecer ya no se pone en duda…”. Transcribo esta sección que señala el momento del día en el que se manifestó: “Así transcurrieron las últimas horas del mediodía dentro de una indescriptible curiosidad”. Fue un día lunes 3 de abril de 1950 a plena luz del día, esto explica la perfecta visualización de una cantidad considerable de ciudadanos hacia el curioso objeto cándido que en vuelo acompasado fue despertando la inquietud y sembrando el debate a su paso. Inquieta fuertemente la mente este caso por tres grandes razones: 1 – Sucedió en una época en la que apenas habían aviones en nuestro país 2 – La histeria colectiva ocasionada por su tránsito en plena capital 3 –Por vez primera en toda la historia paraguaya, se inició una pronta investigación con instrumentos de observación con el afán de dilucidar su misteriosa naturaleza, revelándose datos de una precisión exquisita. Con la intención de resolver el misterio los periodistas de “La Tribuna” habían consultado a personal militar del “Instituto Meteorológico Naval”: “En el deseo de ofrecer a nuestros lectores una versión exacta de la aparición del cuerpo extraño, recurrimos a la dirección del Instituto Meteorológico Naval, que a la sazón también estaba observando el fenómeno. Más tarde, el Capitán de Navío Fariña Sánchez, nos entregó la siguiente información: ‘A las once horas, diez y seis minutos se tuvo dentro del campo visual de un teodolito aerológico naval con un ángulo vertical de 54°3 décimos y 288”, 7 décimos, ángulo horizontal, un cuerpo extraño. A las 12 horas, es decir después de cuarenta y cinco minutos de observación, la posición del objeto observado dentro del campo visual del aparato era de 44°5 décimos ángulo vertical y 281°3 décimos ángulo horizontal. Su desplazamiento durante ese tiempo fue de 9°8 décimos en lo vertical y 7°4 en lo horizontal. Resultando así su dirección posible de noroeste a suroeste con una velocidad de más o menos de 2 décimas de grado por minuto. Se trata posiblemente de un globo radio sonda, lanzado por un observatorio meteorológico. El globo radiosonda es un globo de goma de 150 a 200 centímetros de diámetro del cual pende un aparato radiotransmisor. Lleva al mismo tiempo aparatos meteorológicos para determinar la presión, humedad y temperatura del aire de las distintas capas que va atravesando. Esos datos son recibidos en tierra por un aparato receptor. La altura record que ha llegado un globo radio sonda es de 38.500 metros en Australia en agosto del año pasado. A esa altura estalla el globo debido a la baja presión atmosférica. Su caída se amortigua con un paracaídas que lleva ex profeso. 152

En el mismo Instituto se nos reveló que en caso de no ser un globo radio sonda será un simple globo aerológico. Surge ahí la certeza de no ser ningún ‘plato volador’ ni estrella a pesar de que en este mes es propicia la aparición de la última como ha ocurrido en años anteriores y que aquí en este diario hemos podido observar nítidamente”, concluía la nota y la explicación del Cap. Fariña Sánchez. Las observaciones desde el Instituto Naval definen que el cuerpo se trasladaba excesivamente despacio por el cielo, dadas las características es factible que fuera algo que se transportaba a merced del viento, sin embargo esto no resuelve del todo la problemática aérea. Por otra parte, el día anterior en que el “OVNI” fue divisado en la capital paraguaya, se producía un avistamiento en la madrugada del 2 de abril de 1950 sobre la ciudad de Buenos Aires en Argentina. Fernando Rose, Silva Bezama, Alberto Ferrari, Isaac Schustman y Leo Salas, fueron testigos de un objeto que despedía una intensa luz blanca con un fulgor verde claro en el centro, según el testimonio de los mencionados: “Se desplazaba de sur a norte y su tamaño era algo menor que el que tenía la Luna en esos instantes y tenía mucha velocidad, perdiéndose rápidamente en el horizonte”. Idéntico proceder se efectuó en la hermana República Argentina, quienes consultaron al Servicio Meteorológico Nacional, desde donde confirmaron su observación, descartando la hipótesis de un meteoro u aerolito, concluyendo que carecían de explicación para el fenómeno aéreo, según el informe presentado en “La Tribuna” del 3 de abril de 1950 (Véase Imagen 86). El investigador argentino, Dr. Andrés Salvador me informaba por medio de su blog “OVNIS en Corrientes”, sobre el avistamiento más antiguo del que disponían concerniente a las Provincias de Corrientes y Resistencia (Argentina), durante la madrugada del lunes 17 de abril de 1950, unos 14 días posteriores al avistamiento del objeto cándido desde la capital paraguaya. La información fue recogida por el diario argentino, “El Nacional” del martes 18 de abril de 1950, Pág. 6, caratulada “Desde la Avenida Costanera fue visto un plato volador – En el Chaco también observaron su paso”. Remitiéndome a los siguientes párrafos:

Imagen 86 Alusión al caso argentino en la prensa paraguaya

“Según expresaron nuestros informantes, entre los que se encuentran algunos magistrados que por razones obvias no quieren se dé a publicidad sus nombres, el fenómeno fue visible con gran 153

nitidez y su rápido desplazamiento confirma todo cuanto se ha dicho en otras partes sobre este extraño y misterioso aparato. El lugar desde donde lo vieron, la Avenida Costanera, permitió apreciar sus características en forma indudable y la conmoción producida es fácil de imaginar, renovándose las conjeturas sobre su significado real, como arma secreta o medio de locomoción supersónico”. Contrastando el avistamiento en Buenos Aires que se expuso líneas arriba, acaecido durante la madrugada del 2 de abril: “Es de recordar que esto último ocurrió hace breve tiempo en la capital federal, donde la conmoción del supuesto “plato volador” tuvo ribetes sensacionales, siendo posteriormente desvirtuados por los observatorios meteorológicos”. También se describe que el objeto ha sido divisado desde Resistencia, capital de la Provincia del Chaco (Argentina), aludiendo a su vez al avistamiento paraguayo: “Hacía mediodía de hoy la población de Resistencia, sin excepciones, fijó sus ojos en el cielo para contemplar un ‘plato volador’ que, según algunas personas, luego de describir una curva desapareció en el horizonte hacia el sudoeste, y que según otras no era otra cosa que Venus, que días atrás dio mucho que hablar en Paraguay”. Es necesario subrayar que en ningún momento ni lugar se ha visto un objeto tipo “platillo volador”, tal denominación obedece a un concepto cultural íntimamente ligado al OVNI, evidenciándose que lo observado en la capital paraguaya no corresponde a Venus, podría en primera instancia resultar un globo dada las características y la riqueza de datos proporcionados por Instituto Meteorológico Naval, sin embargo sería precoz e irresponsable emitir un veredicto. Mientras inidentificados objetos pululaban por cielos sudamericanos, la reyerta en torno al tema de los “platillos volantes” se encontraba en pleno apogeo hacia los Estados Unidos, involucrando al entonces Presidente Harry Truman, para quien esto constituía una novedad, ignorando su dimensión y los factores detrás de ello. (Ver Imagen 87). Paradójicamente es en este punto histórico donde se hace incipiente los detractores del tema, como lo realizaba el Mayor de la Fuerza Aérea Norteamericana, De Witt R. Searles, quien en todas las entrevistas a distintos medios informativos no hacía más que expresar: Imagen 87 Harry Truman, Ex Pdte. de los Estados Unidos

“No son ciertas. Mil veces digo que no las crea. En otras palabras la fuerza aérea norteamericana no cree que exista una cosa que se llame ‘platillo volador’” (Ver Imagen 88). 154

Imagen 88 Uno de la miríada de detractores del asunto en los EEUU, en una crónica del 5 de abril de 1950 de “La Tribuna”.

Quien reducía toda la fenomenología a tres sofismos: 1 – Mala interpretación de varios objetos convencionales 2 – Una forma liviana de histeria de las masas 3 – Engaños Típicos argumentos anémicos del desinformado y obsesivo compendiador, la realidad no es tan fácil como para reducirla a tres insignificantes líneas, siendo lo suficientemente compleja como para haber hecho correr mares de tinta que parecen nunca acabar, quebrando la cabeza de cientos de intelectuales en el devenir del tiempo. Si las cosas estuvieran realmente claras, ¿No habría disensión?, ¿Cierto?

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Transcurría 1965, la exploración espacial tenía por objetivo nuestro vecino planetario, el misterioso Marte. Marte retirado a unos 227.940.000 km del Sol, constituye el límite de un sector bautizado como “zona habitable”, distancia que aún posibilita el agua en estado líquido (evitándose así la glaciación eterna), fundamental para la génesis y el desarrollo de compuestos moleculares básicos para la vida. Un planeta rojizo por la basta cantidad de óxido de hierro de sus suelos, que a pesar de ello, entre los planetas del Sistema Solar es la que más se asemeja a la Tierra, razón por la que desde hace unos siglos se ha ubicado en el ojo del escándalo a raíz de la seductora especulación científica, ¿Hay vida extraterrestre allí? Vida que podría aflorar en forma de microorganismos (la astrobiología55 actualmente se encuentra en esta fase de estudio) hasta las antiguas elucubraciones sobre una hipotética civilización, desatadas por las observaciones del astrónomo Percival Lowell (1855-1916) quien se basó en una cartografía realizada por el italiano Giovanni Schiaparelli (1835-1910), en la que figuraban una serie de intrincadas líneas de cientos de kilómetros como canales, que llevarían a una equívoca interpretación por Lowell, argumentando que dichos canales eran artificiales y no podían ser otra cosa que la obra de una civilización marciana que eventualmente aprovecharía sus recursos naturales (Véase Imagen 89), arraigándose en nuestra cultura el concepto de “marcianos”, perdurando por mucho tiempo como por ejemplo, el supuesto vínculo de los platillos volantes con Marte hace apenas unas pocas décadas.

Imagen 89 El controvertido astrónomo Percival Lowell (Izquierda), junto a su célebre mapa de canales marcianos (Derecha).

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Hoy sabemos a ciencia cierta que tales “canales artificiales” fueron parte de una febril ilusión resultado de una combinación entre primitivos telescopios con interpretaciones equívocas, por lo que sumergirnos en estas cavilaciones marcianas, escapa al propósito de este libro y constituiría todo un material autónomo.

Astrobiología: Del griego “Astron” estrella, “bio” vida y “logos” estudio. Estudia el posible origen y factores asociados al desarrollo de la vida en el Universo, apoyado de diversas disciplinas entre ellas, la física, química, biología, geológica. Se suele utilizar el término “exobiología” (“exo”, fuera de) como sinónimo, aunque etimológicamente la exobiología se restringe a la búsqueda de vida extraterrestre en sí.

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El 28 de noviembre de 1964 la NASA56 enviaba a la sonda “Mariner IV” (Véase Imagen 90) con derrotero al planeta rojo, concretándose el anhelado sobrevuelo un 14 de julio de 1965, momento en el que comienza a enviar fotografías y datos colectados de valor científico, mientras ello sucedía, paralelamente los periódicos nacionales regaban informaciones y opiniones sobre OVNIs que se han presentado en el Chaco Paraguayo.

Imagen 90 La Mariner IV

Las sorpresas entorno al Blue Book no cesan al figurar vagamente este acontecimiento, sumándose a los otros casos paraguayos explicitados. (Véase Cap. “¿Casos paraguayos en el Libro Azul?”Pág.47; Cap. “Visitantes en el Colegio”, Pág. 101). “Julio 13, 1965 – Asunción, Paraguay: Cinco personas en un jeep vieron 3 OVNIs con hileras de ventanas de luz o con luz, alternando los colores”. Aquel interesante fragmento se basó en la revista norteamericana conocida como “SAUCER NEWS”, editada por James W. Moseley, del mes de diciembre de 1965, leyéndose en su portada: “Oleada de Avistamientos de Platillos mundial continúa”. Con una fotografía en blanco y negro de un presunto OVNI, iniciaba la rúbrica: “Esta imagen es una de las varias tomada el pasado julio durante una fantástica oleada de avistamientos de platillos voladores en América del Sur, que aún continúa. La foto fue tomada por un fotógrafo de prensa en Bahía Blanca, Argentina, llamado José Palma, quien llamó a las 8:30 pm durante la noche del 15 de julio para entrevistar a un grupo de personas que habían visto un OVNI. En el transcurso de una noche frenética entre entrevistas y observaciones, Palma tomó dos fotografías, de las cuales éste muestra mayor detalle. La noche siguiente, mas avistamientos de ovnis se dieron en los alrededores de Bahía Blanca. Decenas de informes de platillos en julio y agosto vinieron de México, Perú, Uruguay, Ecuador, Paraguay, Brasil, Venezuela, Chile y muchas partes dispersas de Argentina”. Una oleada de avistamientos se extendía por toda Sudamérica, reincidiendo dos años después con una mayor cantidad de testigos y efectos diversos (Véase Cap. “Enigmas celestes en la noche de San Juan”, Pág. 161). Indagando en las publicaciones de aquellos días, el 15 de julio de 1965, “El País”, “Sección Policiales”, Pág. 6, informaba:

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NASA: National Aeronautics and Space Administration (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio), es una entidad norteamericana mundialmente conocida por el desarrollo de programas espaciales.

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“Platos voladores: Personas que merecen fe aseguran haberlos visto en el Chaco. Numerosas personas que merecen fe aseguran haber visto platos voladores en el Chaco. Viajaban las mismas en un jeep y al llegar a la estancia ‘4 Siervos’ a 54 Kilómetros al Oeste de Asunción, observaron con sorpresa tres cuerpos esféricos que despedían luz intensa de colores que variaban entre azul, blanco, anaranjado y rojo. La constatación fue hecha a las 18:30 aproximadamente, ante un cielo claro. Uno de los tres artefactos era de menor tamaño. Relataron también los observadores que se encontraban en la zona chaqueña en viaje de caza que uno de los extraños cuerpos, quedó inmóvil en el espacio a una altura que no pudieron determinar. Permaneció estático durante cinco minutos, lanzando destellos intermitentes para luego alejarse hacia el Oeste, en silencioso movimiento.” Un cualificado testigo precisó lo siguiente: “Los platos voladores estaban sobre el Río Pilcomayo y enfilaron hacia el Oeste, hacia la provincia argentina de Salta. Eran redondos y refulgían de manera impresionante. Cuando conté lo que observé en compañía de otras personas cuya reputación pone a cubierto, de lo que podrían decir los incrédulos frente a sus declaraciones, me dijeron que lo más probable era que se tratara de aviones y no de platos voladores. Afirmó categóricamente que no eran aviones. Y no me equivocaría al distinguir a estas máquinas. Soy aviador y me creo en el pleno uso de mis facultades mentales”, sentenció. ¿Por qué importa la declaración de un piloto? Elementalmente por su capacidad de identificación de otro aerodino57, estimar con cierta precisión su altura, velocidad, sin mencionar la observación y conocimiento de distintos fenómenos meteorológicos, por lo que argumentar que el piloto haya cometido semejante equivocación con un simple avión es prácticamente insostenible. En un conciso “reductio ad absurdum58” basta señalar que esto sucedía en 1965, debiéndonos preguntar ¿Existía un avión con un ‘fuselaje esferal’ en aquel tiempo y más aún en el Paraguay? Esto contradice severamente la historia aeronáutica Simultáneamente el semanario “La Libertad” en la tercera semana de julio de 1965, Pág. 12, esbozaba una breve columna “¿Platos Voladores?”, informando sobre la viralidad de los acontecimientos: “En Argentina, Uruguay, Chile y hasta en nuestro Chaco, según unos arriesgados cazadores, han sido vistas las naves fusiformes, lenticulares, rojizas, multicolores sumamente veloces y sobre todo, absolutamente desconocidas”.

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Aerodino: aeronave. Reductio ad absurdum: En latín “Reducción al absurdo”, consiste en un método de demostración lógica.

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Como antecedente periodístico conviene citar que entre el 9 al 20 de julio de 1965, “La Tarde” inició una serie de artículos no periódicos denominada “Ante el Misterio de los Platos Voladores”, por el Dr. Emilio Saguier Aceval, quien introducía al ávido lector en los hechos y especulaciones sobre tan apasionante fenómeno. La resonancia mediática se materializaría en “El Enano - Periódico ilustrado redactado en castellano y guaraní”, plasmando una viñeta cómica donde se aprecia a dos hombres contemplando el cielo, cuando uno de ellos le dice al otro (en guaraní): “Maé… peteí plato volador, oveve yvaté” (Traducción: ¡Mira! Un plato volador, vuela arriba…), mientras aparece un trozo de carne luminoso flotando. “Mbaé plato o vevéva pico… so´o repynte la oicóva yvágare” (Traducción: ¿Qué plato volador?... El precio de la carne lo que está por el cielo. Véase Imagen 91). Cuatro años después “La Voz” del 12 de septiembre de 1969 reproducía en su portada con enormes letras, “CASOS DE OVNIS EN EL PARAGUAY”, trayendo a la colación un avistamiento desde otra estancia chaqueña coetáneo al referido “Cuatro Ciervos”: “Sin embargo, las apariciones se repitieron”.

Imagen 91 Irónica caricatura publicada en “El Enano”. Septiembre de 1965

en las más altas esferas”.

“Uno de los casos más patente fue el registrado en los terrenos de la estancia Zavala, en el Chaco Paraguayo. Varios invitados de este caballero que practicaban la caza divisaron varias veces y en pleno día, un extraño objeto que a veces parecía descender junto a los montes. El fenómeno fue visible también durante la noche”. Adicionando: “El tema sirvió para interminables discusiones, en las veladas familiares y en las reuniones de las más diversas clases, aún

Cuando las agitadas aguas del desconcierto parecieron cesar, una década más tarde “ABC Color” el 18 de octubre de 1975 en la Pág. 9, producía otra interesante onda al insistir en “Cuatro Ciervos”: “Uno de los cazadores se desplazaban por la carretera que une General Bruguez y Chaco´i a la altura de la estancia Cuatro Ciervos, vieron, alrededor de las nueve de la noche, una luz muy intensa, parecida a una llamarada, que acompañaba al vehículo que los transportaba. Lo hacía en sentido paralelo a la ruta y a unos cien metros adentro, entre los árboles.

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Ese extraño fenómeno acompañó a los cazadores por unos cuantos minutos. La luz se elevó luego rápidamente hasta alcanzar a otras dos llamaradas azuladas más pequeñas que estaban en el firmamento y que no habían sido vistas por los cazadores hasta ese entonces. Las tres llamaradas adoptaron una posición de formación y se alejaron rápidamente hacia el Oeste”. Concluye que OVNIs habían sido divisados en la Provincia de Salta (Argentina), resaltando que el caso “Cuatro Ciervos” sería el último conocido. ¿Qué sucedía en el territorio hermano argentino? Cercano a Bahía Blanca, Villa Rosas, el 19 de julio de 1965, la Sra. María Inés F. de Andrés, un sacerdote acompañado por otros dos vecinos, el Sr. Gómez y la Sra. Goicochea observaron perplejos como un objeto luminoso desprendía otro menor, descendiendo hasta posarse en el suelo, donde permanecería por unos 5 minutos para posteriormente ascender, acoplándose al objeto original, desvaneciéndose. Paralelismos capitales que no podemos ignorar, objetos que maniobran para acoplarse a otros, márgenes horarios semejantes, sin mencionar que los OVNIs vistos en el Chaco presuntamente se dirigieron hacia la Argentina, ¿Serían los mismos? O ¿Es acaso un fenómeno coexistente?, ¿Maniobran realmente? Y lo más importante, ¿Qué son?

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La noche de San Juan conmemorado cada 24 de junio en occidente, consiste en una fiesta popular cristiana adoptada por una cantidad de pueblos que por medio de ritos, danzas, juegos y gastronomía, celebran el natalicio del conocido profeta bíblico San Juan El Bautista (5 a.C – 28 d.C), quien realizaba bautismos59 sumergiendo la cabeza de las personas en las aguas del Río Jordán en señal de una purificación espiritual. El Paraguay se caracteriza por sus curiosos juegos tradicionales, como el “Carrera Vosa60”, “paila jehere´i61”, “toro kandil62”, o el polémico “Judas Kai63”, donde se queman muñecos que representan personajes o seres despreciables. Lo curioso es que el 24 de junio de 1967, no pasaría desapercibido para una vastedad de personas que recuerdan aún como si de ayer se tratara, los pormenores de algo casi mágico, imposible, que insulta tenazmente a la razón. Durante la mentada noche lo incomprensible se extendió por el Paraguay, el Brasil y la Argentina, desde donde se reportaron avistamientos en diez provincias incluyendo la capital, todo dentro de un margen horario que insinúa fuertemente relaciones entre estos. Entre las hojas del libro “Historia de los Platos Voladores en la Argentina” (Editorial Plus Ultra, 1976), escrito por el desaparecido investigador argentino Héctor P. Anganuzzi, encerrada se encontraba aquella pista a tan emocionante caso, entre la mar de sucesos argentinos: “REPÚBLICA DEL PARAGUAY Alrededor de las 22 Hs. aparecieron en el cielo de Asunción tres grupos de seis OVNI, llamando la atención por ‘lo majestuoso del vuelo y perfecta coordinación de las maniobras’. Desde la torre de control del Aeropuerto Internacional se informó que mientras cruzaban de Norte a Sur los teletipos quedaron paralizados durante varios minutos, debiendo interrumpirse las comunicaciones. Media hora antes, una máquina con forma de plato había volado a baja altura sobre Curuguaty, produciendo una fuerte explosión. Pese a la posterior investigación por esa región boscosa, no pudo hallarse resto alguno”. Dos sintetizados párrafos que juntos se transformaban en una llave, para atravesar por la puerta del tiempo, que ocultaba los detalles de aquella noche, atesorados en los recuerdos de los testigos, emprendiendo para esto una búsqueda a por ellos.

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Bautismo: rito de purificación. En la creencia de la Religión Católica, se considera el primer sacramento de la Iglesia, y por medio de esta, la persona adquiere el carácter de cristiano. Carrera Vosa: Una carrera donde los participantes embolsan sus piernas, restando esto movilidad a los jugadores que intentan graciosamente dando brincos llegar prontamente a la línea de meta. Paila Jehere’i: Interpretado de la voz guaraní como “lamer la sartén”, es un juego típico donde se presenta una sartén sostenida de una cuerda que porta una moneda pegada en el centro, en el que el jugador debe liberarlo sin usar sus manos, lamiéndolo. Toro Kandil: Juego típico en el que unos hombres se ocultan bajo un armaje de apariencia vacuna, donde la cabeza de la res es el cráneo del animal mismo untado de querosén al que se lo prende fuego. El “Toro Kandil” de esta forma comienza a perseguir a los participantes de la fiesta por todo el recinto. Judas Kai: Muñeco hecho de trapos que parodia a un conocido personaje al que se lo prende fuego.

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Para una mayor comprensión de la historia es sustancial vislumbrarlo desde todas sus aristas, interesa por ejemplo los reportes desde la Argentina, donde se observó un insólito objeto descripto como una “cañita voladora” por un Oficial Superior de Prefectura en un Restaurante en Puerto Nuevo (Capital Federal) con otros civiles, alrededor de las 22:00 Hs, rumbo al Río de la Plata. ¿Un objeto en forma de cigarro tal vez? Véase Cap. “¿Cigarros Voladores?”, Pág. 245, observación similar pero acompañada de múltiples esferas a gran altitud y presumiblemente a una velocidad mayor que el sonido. Notificaba el personal de la Aviación Civil en Resistencia, Fontana y Barranqueras, así como la tripulación de un avión dirigido por el piloto Juan C. André a punto de aterrizar en “Cambá Punta”, manifestaron observar unos 15 objetos multicolores a la altura de Corrientes. La lista de regiones se acrecentaba paulatinamente, por citar Entre Ríos, Concordia, Villaguay, Uruguay, Paraná, Tucumán, Santo Tomé, Yapeyú, Paso de los Libres, Monte Caseros, San Justo, Villa Constitución, San Genaro, desde todos esos puntos entre las 21:00 a 22:00 Hs divisaron el paso de los objetos rumbo al NORTE. La franja horaria y los puntos geográficos, inducen que los objetos debieron trasladarse allende la Argentina, hacia el Paraguay. Estas especulaciones iniciales se confirman por un artículo del investigador argentino Roberto E. Banchs, “La Sucesión Cronológica de los Avistamientos”, en la extinta “UFO PRESS” del 01 de octubre de 1976, Pág. 17: “La fantástica serie del 24 de junio de 1967, que reúne 56 avistamientos en un lapso de seis horas aproximadamente y que cubren todo el centro y noreste (NE) del país (Argentina)”. Banchs se atrevió a calcular la velocidad de estos, estimando en 1,45 KM/s, vertiginosa velocidad que va más allá de las capacidades de las aeronaves conocidas. Por otra parte, el aparente texto inconexo de Héctor Anganuzzi, abríase disipado en el relato de un ciudadano paraguayo, Miguel Amadeo González Turitish (81), mecánico jubilado, quien a los 33 años, en 1967, trabajaba como chofer de la Línea 23, realizando “5 redondos” como el definiría, en un tramo que partía desde Zeballos Cué hasta Varadero (Ver Imagen 92). Imagen 92 El Sr. Miguel González (Izquierda) describe los pormenores de un insólito suceso que vivió una noche de San Juan de 1967.

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Como mecánico, comprendía profundamente el funcionamiento de la Kombi Volkswagen, modelo alemán, muy utilizado en aquellos tiempos como autobús, más, no olvidará jamás aquella noche del 24 de junio, cuando:

- González: “Algo extraño me sucedió. Lo tengo en mente hasta hoy en día, estoy en la duda, en la gran duda, pero lo cierto es que fue fantástico para mí…”. De esta forma se iniciaba la entrevista con el apacible he instruido señor con cigarro en mano, con la mirada puesta en el horizonte mientras recordaba. - González: “Resultase que estaba en la casa de una chica (mi novia), tenía un micro el cual era la Línea N° 23. Hacía 5 redondos de Varadero a Zeballos Cué, todos los días, y esta novia mía tenía una linda casita en una altura conocida como Nueva Estrella, cerca del Ykua Cadete64, no recuerdo ni su nombre…, pero lo que me quedó en mente fue, que eran las 23:00 o 23:30 de la noche, sábado de San Juan, me despedía de mi novia, voy a mi micro; hago así (gesticula arranque de llave con la mano), empezaba el arranque y, rrrrr…rrrrrr…rrrrr… (Emulando el sonido del motor) rrrr…rrrr…rrr… ¿Qué esto es? Me extrañó…y como estaba en una bajada, dejé nomás en punto muerto, comienza a tomar empuje mientras pongo en 2da (refiriéndose al cambio), ponle 30 metros o más y rrrr...rrr...rrr… ¡no arrancó! Bueno, me quedé solo en la parte plana, donde termina la bajada. Entonces ahí, probé otra vez, pero no funcionaba, me extrañó eso de sobremanera, primero allá arriba, y aquí en el bajo peor todavía. Todo ese trayecto que estaba probando sobre cambio, no arrancó. Después, 4 o 5 ciudadanos que pasaban por el lugar gracias a una de esas casualidades, les digo: ‘Hágame un poco el favor estimados de empujar el vehículo a ver si arranca’ ‘He... ¡Sí!’, me dijeron. Empujaron por un trecho, pero tampoco arrancaba, por lo que uno de ellos, me dice: ‘¡Prendele fuego a tu porquería!’, no olvido eso. Y… en ese momento empiezo a mirar hacia allá (apuntando al ESTE), como una Luna, grande era. El color más o menos de la Luna era, amarillo algo azulado”. - Maidana: “¿El brillo era intenso?”. - González: “No, como la Luna era más o menos, pero parecía que se daba la vuelta, por lo que digo: ‘¡Miren un poco ahí!’, a lo que me responden: ‘No… eso es algo de Nueva Estrella seguro, posiblemente están tirando cohetes, o algo así’. En ese momento, no le presté tanta atención. Sin embargo, iba pasando llegando al horizonte en diez minutos aproximadamente, donde está más o menos el aeropuerto, pasando por toda Nueva Estrella. No era algo que iba rápido, despacio iba. Y bien, estaba allí, observando todo en medio de la nada, en la oscuridad, y me pregunto: ‘¿Qué hago ahora?’ Por lo que decidí intentar de nuevo por el vehículo. Entro, giro las llaves, y ¡arrancó!,’ ¿Qué pasó, qué esto es?’, me dije. Y me subí, y vine para mi casa. Pero sin embargo al día siguiente, sale en los periódicos, no sé en cuál de ellos (tratando de rememorar), La Tribuna, que se yo. Pero salió, decía…, ‘Quedó incomunicada la aviación’, eso te puedo asegurar cien por ciento”, concluía vehementemente. 64

Ykua Cadete: “Fuente del Cadete”, conformada por la voz en guaraní “Ykua”, agua, fuente.

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Primeramente conviene mencionar que el Sr. González desconocía de ante mano los avistamientos argentinos, y menos imaginaba que su testimonio constituiría un eslabón de una extensa cadena de personas. De forma vaga pero con marcada probidad el testigo refirió a un documento periodístico, suficiente para remover las entrañas de la curiosidad que se proyectó en una minuciosa búsqueda entre pilas de vetustas hojas, que ganaban progresivamente volumen y entre más lo hacían, vacua se sentía aquella labor, hasta que de improviso “El País” del Dr. Emilio Saguier Aceval, correspondiente al 27 de junio de 1967 en su Pág. 3, exhibe un título poco frecuente: “El Misterio de los Platos Voladores”, un reguero de especulaciones a la sombra de un tiempo en que el hombre aún tenía sueños selenitas: “Lo que parecía un sueño se torna realidad. Hay embriaguez de optimismo en los astronautas que creen poder llegar a la Luna. Hay gastos millonarios en la fabricación de máquinas destinadas a hurgar el infinito. Acompañando a tales ajetreos, el odio omnipresente e injustificable entre pueblos hermanos. La avidez del oro, ocultando los experimentos y desatando la guerra. Una soberbia creciente, en los inventos y descubrimientos. Entre los variados hallazgos de la ciencia, flota la interrogante sobre lo que se ha dado en llamar ‘los platos voladores’”. Rezando en la última columna: “Este tipo de potencia insospechada está inserta en la visión que en la Capital de la República se tuvo el sábado. Lo mismo ocurrió en varias ciudades y pueblos del interior del país. No ya un aparato solitario, raudo como una estrella fugaz con su cola brillante, sino toda una escuadrilla de máquinas que sin ruido se desplazaron de sur a norte, en medio de secretas influencias en las comunicaciones alámbricas, telefónicas y radiales cuyo funcionamiento sufrió bruscas e inexplicables suspensiones mientras duró el apasionante fenómeno. Un secreto en el cosmos, percibido continuamente en todas partes, y sobre todo, en el territorio de países próximos al Paraguay. Este encuentro con el misterio no es ciertamente un engaño colectivo, ni un espejismo o sugestión. Solo realismo absoluto y fantástico”. Indudablemente el texto apuntaba al día sábado, que en aquel entonces se trataba del 24 de junio de 1967, confirmándose de esta forma el testimonio del entonces lozano chofer, que habría sufrido así como otros tantos al parecer, los inexplicables impulsos electromagnéticos que ocasionaron la suspensión de su motor, a raíz de una flotilla de objetos de procedencia desconocida. Transcurrieron 12 meses para enlazar otro cabo más, de la mano del Sr. José Insfrán (65), constructor, un hombre serio y trabajador que narraría lo siguiente: - Insfrán: “Esto fue una noche en la Fiesta de San Juan, cuando habíamos ido todos con la familia, mi señora, mis dos hijitas y yo. A una la llevaba en la mano, y la otra iba en el regazo de mi señora. De repente a eso de las 21:00, aparecieron unas luces sobre el lugar, eran así (esbozando con manos abiertas encontradas) casi redondas, como platos, cinco o seis, pasaron por la cancha 24”. 164

- Maidana: “¿Sobre la cancha 24 de junio?”. - Insfrán: “Encima de la cancha, bajito”. - Maidana: “¿A qué altura más o menos?”. - Insfrán: “De 20 a 30 metros de altura. Algunas personas miraron, y se preguntaban ¿Qué era eso? Otras corrían, gritaban, ya que había juegos en la fiesta también”. - Maidana: “¿Estaba despejado?”. - Insfrán: “Totalmente despejado, no había ninguna nube”. - Maidana: “¿Recuerda si la Luna estaba en el cielo?”. - Insfrán: “Sí, estaba. En cuanto a los objetos, eran así de redondos (estima en unos 60 cm), rotando, uno detrás de otro, pero volando se iban, muy rápido se desplazaban. Ya les había visto desde mucha distancia cuando venían, y cuando se acercaban, bajaban un poquitito y subían otra vez. Venían hacia Asunción, y se iban hacia el Sur”. - Maidana: “¿Cuál fue el color de los objetos?”. - Insfrán: “Eran amarillos, muy amarillos. No cambiaban de color, y estos eran muy brillantes, por eso toda la gente los miraba”. - Maidana: “¿Notó algún efecto en el ambiente mientras Ud., observaba esos objetos?”. - Insfrán: “No, porque no podía mirarle a los objetos por largo tiempo, ya que estos te encandilaban, una mirada nomás uno le hacía, después tenía que mirar a otro lado, para volver a observarlo. Pero observé bien, que uno se escondía detrás del otro, y se iban apagando uno detrás de otro”. - Maidana: “¿Algún efecto eléctrico a su paso?”. - Insfrán: “Algunos dijeron que en una parte, no recuerdo bien, en Sapucaí se apagaron las luces, a esa misma hora”. - Maidana: “¿Publicó algo la prensa?”. - Insfrán: “¿En la prensa? No, parece que no salió. No recuerdo eso. Pero lo que sí puedo afirmar, es que en la cancha mucha gente lo vio. Todo esto duró algo así, como unos 30 segundos, no llegaba al minuto. A mi señora primeramente le dije, ‘¿Viste eso? Parece un ‘platillo volador’, cuando se acercó mucho a nosotros en una de esas bajadas que hacía, fue ahí cuando me asusté un poco”. 165

Realizando una recreación astronómica por ordenador, se verifica sin dilación alguna, que la Luna estaba presente en el firmamento a una escasa altura de unos 15° respecto al horizonte, elevándose por el ESTE y con una magnitud65 de unos -12,02, Luna Llena (Véase Imagen 93). Algunas cuantificaciones merecen expresarse, como que el primer testigo se hallaba en el Barrio Villa Aurelia (Asunción), próxima al Club Nueva Estrella, distanciado a unos 7 km del segundo testigo del Barrio Las Mercedes (Asunción), sorpresavamente misma distancia (7 Km) separaba al primer testigo del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, quien precisó que las anomalías voladoras desde el ESTE se dirigían al NORTE.

Imagen 93 Cualquier detalle brindado por el testigo es necesario someterlo a prueba. En la imagen se constata la presencia de la Luna en el cielo gracias a una reconstrucción del cielo del 24 de junio de 1967 de acuerdo a la altura y coordenadas geográficas correspondientes.

Es sabido que en muchos casos de OVNIs una escasa distancia a estos afecta directamente al funcionamiento de motores de vehículos y aviones, como también interferencias en teletipos, sistemas de navegación aérea (ADF), radio, luces, cámaras filmadoras y fotográficas e incluso ojivas nucleares, que incitan fuertemente en la existencia de un campo magnético. Muchos argumentarían un “principio de atribución de casualidad”, basado en las continuas correlaciones que ejerce nuestro cerebro a veces sobre hechos inconexos, donde X no es igual a Y, sin embargo filtrando y digiriendo aquellos casos donde convergen el tiempo, espacio, así como otras constantes, pareciera no ser una simple jugarreta de la mente.

Imagen 94 Ionización del aire resultado de una fuerte carga eléctrica

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Un matiz de teorías se conjetura sobre estas extrañas luces, como el expresado por el Dr. Paul R. Hill, quien insistía en que cualquier físico se daría cuenta que estas manifestaciones encajan perfectamente en un conocido estado de la materia, el plasma.

Magnitud astronómica: Es la medida del brillo de una estrella, es aparente y está sujeta a las descomposiciones de la atmósfera terrestre. El valor numérico cuanto más positivo, menos brillante, contrariamente al valor negativo, siendo este más refulgente en la escala.

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Según su tesis, estas luces pulsátiles o cambiantes de color, se reducen a estados plasmáticos debido a la excitación de las moléculas del aire, que bombardeadas por una alta carga eléctrica produce una ionización (Véase Imagen 94), sin embargo ¿Qué los produce? Para comprender esto basta señalar que un átomo en su estado fundamental posee carga neutra, al ganar electrones se vuelve negativo (-), denominándose “anión” y en caso de perder electrones se vuelve positivo (+), convirtiéndose en un “catión”. Dentro de este marco nos hallamos en la física, específicamente en el llamado “principio fotoeléctrico”, que nos dice que dependiendo de la carga eléctrica del electrón que imparta a un fotón66, producirá una longitud de onda que exhibirá un determinado color, siendo las de menor carga energética a tonos rojos en oposición a los azules, producidas por altas dosis de energía. Apartándonos de disquisiciones científicas especulativas, concierne presentar otro testigo, el Sr. Florentino Romero (54), comerciante, formal y metódico, que a sus tiernos 8 años atisbó una rara formación de objetos: “Fue en el año 1967, era un niño, recuerdo perfectamente, incluso puedo dibujarte ese momento, todo lo que había y no a mi alrededor. En aquel entonces, vivía en la casa de mis abuelos, situado hasta ahora en las calles Monseñor Bogarín y Souza, en el Barrio Villa Morra, me encontraba en el patio, parado entre dos árboles de mango, hacia el crepúsculo. Parado allí, mirando hacia el Norte (ubicándose mentalmente), he visto que venían objetos, unas 6 a 8 bolas de luz que volaban en perfecta formación. Los vi pasar, pero… en esa época aviones a esa hora no volaban, solamente a la mañana, helicópteros ni existían en aquel entonces, que yo sepa por lo menos. No sé qué fue lo que he visto, pero ciertamente eran luces redondas similares al de un alumbrado público, de un naranja rojizo de intensidad media”. - Maidana: “¿Titilaban? ¿Cambiaban de color?” - Romero: “No, absolutamente. Tampoco percibí ningún sonido, y justamente por ello, en aquella época no oír ningún sonido, es algo increíble, apenas existían vehículos, buses urbanos, y precisamente esa hora se destacaba por un silencio total.

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Fotón: Consiste en la cantidad ínfima de energía de una luz, o alguna clase de radiación electromagnética. La luz posee una dualidad de estado, comportándose a veces como una onda y en otras circunstancias como una partícula, la cual es denominada fotón.

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En cuanto a la formación tiene una cierta semejanza con los aviones actuales, igual a un desfile aéreo, ligeramente curvo, sin ser una V, no rompieron formación en ningún momento, excepto por uno que venía muy detrás, de igual tamaño y altitud que el resto. Pasaron estos siete primeros, y luego de 10 segundos le seguía este último, una sola luz fue, eran bien redondos, de aproximadamente 20 cm de diámetro, se percibían como solo luces, ladeándome hacia la dirección Sur, por detrás de mí, volteándome para seguir observándolos”. - Maidana: “¿Existían otras personas a parte de Usted?”. - Romero: “Nadie, al menos a mi alrededor. Por supuesto que eso me lo guardé, porque los niños siempre saben ocultar algo y termina allí, lo consideré tal vez algo sin importancia, excepto alguna que otra vez lo conté a mi señora, porque al 90% de las personas no le importa un bledo cuando le cuentas este tipo de cosas, y ni siquiera te toman en serio. Y por supuesto en aquellos días, ni siquiera leía el diario y la radio, para decir que me lo inventé en base a otros relatos. Para mí, fue una experiencia muy personal, muy particular”, nostalgia conjugada con alegría, proyectaba los ojos del testigo al finalizar su relato. “Ñandé67” aporta su granito de arena durante Junio de 1967, en una sección caratulada “Explicando lo inexplicable”, “Una máquina increíble”, Pág. 9, redactado por el desaparecido locutor, dramaturgo y periodista, Lionel Enrique Lara: “La noche de San Juan se engalanó con un sorprendente derroche de fuegos artificiales que nadie sabía de donde aparecieron. Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) pasaron por Asunción. ¿Hay alguna forma de explicar esa cosa inexplicable? Ese fenómeno que muchos afirman haber visto, en todas partes del mundo. ¿Ocurrió en realidad?”. Por si fuera poco, el periódico canadiense “Star” de Ontario (Canadá) transmitía “Equipo espacial examinando área del Brasil” (Space Teams examining Brazil Area), el 27 de junio de 1967, Pág. 26: “Visitantes del espacio exterior se han fijado bien en Sudamérica durante el fin de semana, a juzgar por los periódicos locales. Observadores de platillos volantes en Argentina, sur del Brasil y el Paraguay reportaron escuadrones enteros de misteriosos objetos cercanos a través de los cielos. Los observadores argentinos reportaron un escuadrón de objetos voladores no identificados avistados en seis provincias el sábado a la noche. Volando a velocidades mayores a las 3700 millas por hora, fueron divisados por los residentes, pilotos y torres de control del aeropuerto.

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Ñandé: “Nosotros”, en lengua guaraní.

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En Paraguay al mismo tiempo, seis objetos volaron silenciosamente en formación siendo vistos sobre la capital, Asunción, por alrededor de 10 minutos. El aeropuerto dijo que las comunicaciones fueron completamente interrumpidas mientras los OVNIs estaban en lo alto”. También informaba el mítico Boletín de la APRO68, pionera organización civil de investigación internacional fundada por el matrimonio Jim y Coral Lorenzen, en su portada de Julio de 1967: “Flap begins in Earnest – Fleets over South America” (La Oleada comienza en el Sureste – Flotillas sobre Sudamérica). Bosquejando la oleada sudamericana reportada por investigadores extranjeros como el Dr. Olavo Fontes (Brasil), el Dr. Óscar Galíndez (Argentina) y Richard Greenwell (Perú), Pág.4: “La Argentina ha observado, también sobre Asunción, Paraguay. Fueron divisados por residentes y periodistas, uno de los más recientes editoriales: -Los platillos- han sido una profunda y gran marcada cuestión para los científicos. La gente (quien no los ve) lo ridiculiza, pero los sabios han comenzado a estudiar el fenómeno. Es una actitud infantil el negar la existencia de los OVNIs”. Rememorando tiempo después en el boletín de septiembre de 1967, pág. 11: “Después de centenares avistamientos de extraños objetos aerotransportados vistos desde Argentina, Uruguay y Paraguay, el 24 de junio, los avistamientos han comenzado a ascender sobre continente Sudamericano”. Guiado por el citado texto, previsiblemente en 2 días estas manifestaciones prosiguieron antes que expirar como patenta “La Tribuna” el miércoles 28 de junio, en una concisa columna: “Extraño Objeto fue avistado”, mencionando que en el aeropuerto de Junín, a 200 kilómetros al OESTE de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), los funcionarios de la torre de control sufrieron perturbaciones radioeléctricas en las comunicaciones, coincidiendo con testimonios sobre un platillo volador. Previo a los eventos del 24 de junio, desde la Caleta de Mancora (Perú) empleados aduaneros contemplaron el vuelo de un platillo volador, a tan sólo 300 metros, destellando un tono azul y rojo desplazándose desde el NORTE al SUR, informaba la agencia de noticias italiana ANSA69, reproduciéndolo posteriormente “La Tribuna” el 14 de junio de 1967. Al retrotraernos se descubre un posible antecedente de data 8 de junio, en Buenos Aires (Argentina), donde aparecieron cigarros aéreos en formación, sin emitir luz ni sonido alguno ante el desconcierto de los ciudadanos.

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APRO: Acrónimo de “Aerial Phenomena Research Organization” (Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos), fundada en enero de 1952 en Tucson, Arizona (USA), caracterizado por sus informes de rigor, ejerciendo sus funciones hasta 1969, año en que gran parte de sus miembros conformarían el actual MUFON (Mutual Ufo Network). ANSA: Siglas de “Agenzia Nazionale Stampa Associata” (Agencia de Noticias Italiana), creado el 15 de enero de 1945, aglutina 36 socios comprendiendo a los principales medios itálicos.

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En tanto ¿Qué sucedía al otro lado del globo? Si nos atenemos a lo expuesto por “El País” el 27 de junio de 1967, pareciera que los británicos emprendieron una vigilia de sus cielos (skywatching70), al comunicar un portavoz de la BUFORAM (Asociación Británica de Investigaciones sobre Objetos Volantes No identificados), al cubrir una porción significativa del firmamento, gracias a unos 100 colaboradores distribuidos en 23 países, que coordinarían sus esfuerzos mediante radio a las 19:00 Hs de Gran Bretaña, justificando el emprendimiento de la siguiente manera: “Esos testimonios alcanzan un número no verificado que es generalmente más importante hacia fines de año, se señalan objetos en forma de cigarro, ovalados y en forma de cúpula. Igualmente se nos informa acerca de discos y platillos volantes”. ¿Representaría esto el primer movimiento skywatching en el mundo?, ¿Qué fueron aquellos objetos desemejantes a un avión y a fenómenos naturales conocidos?, ¿Por qué no volvieron a presentarse con la misma intensidad como frecuencia desde 1967? Y por último ¿Fenómenos aislados, concomitantes o semejantes?

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Skywatching: Inglés. Palabra compuesta por “sky”, cielo y “watching”, viendo, observando. En ufología, se denomina a la práctica de buscar azarosamente OVNIs en el cielo, mediante observación directa o acompañada de instrumentos ópticos que documentarían eventualmente un fenómeno aéreo.

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Faltando 40 minutos para que finalizase el 03 de octubre de 1991, cuando múltiples personas observaron una bola luminosa que raudamente surcó los cielos, exhibiendo al final una maniobra insólita, ante los atónitos ojos de transeúntes y las oportunas cámaras de televisión del Canal 7, perteneciente al SNT (Sistema Nacional de Televisión) de la ciudad de Pilar. La ciudad de Pilar constituye la capital de Ñeembucú, distante a unos 358 Km de Asunción, ubicándose casi a la mitad de su perímetro el extenso “Arroyo Ñeembucú”, que desemboca en el Río Paraguay hacia el oeste, sirviéndose este como un límite natural con el vecino país de la Argentina. Una tranquila y turística ciudad, que supo sobrellevar el aislamiento por mucho tiempo, construyendo a pesar de ello una de las fábricas textiles más importantes del Paraguay, “Manufactura Pilar S.A” que se halla en los márgenes mismos del río Paraguay. A las 23:20 Hs, “Cerca de la fábrica textil unas personas estaban en la zona, vieron algo así como una gran bola de fuego que se desplazaba por el cielo, y aparentemente en órbita descendente hacia un banco de arena en el río. Cuando estaba por producirse el descenso, repentinamente cambió de rumbo y volvió a elevarse con una velocidad impresionante, perdiéndose de vista rápidamente, por lo que los testigos creen que se trataría de una nave espacial”, publicaba el diario Ultima Hora, el 4 octubre de 1991. Un marinero de la Prefectura Naval, así como pobladores que se esparcían en la “Plaza Soldado Paraguayo” narraron lo mismo, lo interesante es que fortuitamente se hallaba un camarógrafo del SNT, así como reporteros de “Telenoticias Pilar”, que registraron al tanto que atestiguaban el insólito y fugaz evento, que fue posteriormente emitida en el Noticiero. La filmación solo recogió unos pocos segundos antes de perderse de vista el objeto, ya que este solo consiguió manifestarse en un intervalo de tiempo inferior a un minuto. Esto conmocionó a todo el pueblo, disparándose la idea de que lo observado constituyó un objeto volador no identificado. ¿Un meteoro que ingresó a la atmósfera? Imposible. Los meteoros “no pueden volver a ascender”, pero se podría conjeturar en algún tipo de chatarra espacial, que realizó una reentrada para luego regresar a su inestable órbita, es probable sin embargo esta idea presenta varios problemas. La basura espacial (space junk, en inglés) o restos espaciales (space debris), consiste en fragmentos de objetos artificiales que alguna vez formaron parte de satélites o naves, tales 171

como tanques de combustible, cohetes, tornillos, guantes, paneles, así como cientos de escombros resultantes de impactos entre satélites averiados, todo esto permanece allí, a merced de la deriva gravitacional, estimándose en más de 16.863 de estos restos, que significan un verdadero peligro a las misiones espaciales, así como el reingreso de estos a la atmósfera, como sucedió en muchos casos, tales como el refulgente “meteoro” que fue divisado el 28 de diciembre del 2014, en gran parte del departamento Central, así como parte del Chaco paraguayo alrededor de las 01:30 Hs de la madrugada. Un objeto de un blanco intenso con tonos verdeazulados, que desprendía material incandescente a su paso, resultando ser en realidad un tanque que llegó a impactar en una finca, situada en “Campo Grande”, Brasil, produciéndose un brillo intenso seguido de un sonido de explosión, cuando el Sr. Marcelo Gulart, halló una pieza de unos 1,70 metros con un peso de 50 Kg, totalmente carbonizada. Sin embargo hurgando en los catálogos de basura espacial, incluso consultando el “Reporte Técnico sobre Residuos Espaciales de las Naciones Unidas”, (Technical Report on Space Debris; United Nations, 1999), no se encuentra referencia alguna sobre alguna chatarra espacial recuperada hacia octubre de 1991. ¿Se trató pues de algún fenómeno eléctrico o plasmático desconocido en la atmósfera? O ¿Algo artificial? La hesitación sigue vigente.

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Guarambaré, una ciudad ubicada a unos 28 Km de la capital, fundada en el año 1538 por el explorador español Domingo Martínez de Irala, identificada por sus ingenios azucareros, extensos cañaverales, casas antiguas del siglo XIX, que convergen en una exquisita mixtura de modernidad con ecos del pasado, adornados de numerosos árboles que hallamos en el centro mismo, constituyéndose además en cuna de innumerables artistas, poetas y escritores, entre ellos el legendario Emiliano R. Fernández71. Sin embargo aquella urbe, fue tapiz de manifestaciones de objetos voladores no identificados que se presentaron de formas insólitas, causando un profundo asombro, a sus apacibles moradores. Corría el día sábado 25 de febrero de 1995, cuando unas cuatro personas, de distintas edades e intereses, observaron como un objeto se materializó fugazmente, en la madrugada, evolucionando por espacio de una hora, en el sosegado cielo estrellado. El diario Popular reveló una interesante nota, el 28 de febrero de 1995, Pág. 3, que abarcó una hoja entera, con un enorme título en negrita y rojo, “Aparecen OVNIs en Guarambaré”. Entre los testigos de aquella madrugada se encontraban, Jacqueline Benítez Torres, farmacéutica, quien se encontraba en compañía de su marido, Víctor y sus dos hijos, además de las vecinas, Mirta G., Nancy. Jacqueline Benítez, se refirió al objeto de la siguiente manera: “Era como una nebulosa, como ráfagas de luz pero moviéndose a gran velocidad”. Por su parte, Mirta G, declaró: “Daba vueltas en forma circular, hacía como el número ocho (8). Yo sé que no era un avión porque después de algunos minutos efectivamente pasó un avión, y era totalmente diferente”. Las testigos se hallaban sentadas fuera de la casa, disfrutando de la noche, que con una temperatura agradable invitaba al esparcimiento, razón por la cual divisaron el extraño fenómeno. “Yo miré nomás de repente hacia arriba, en dirección donde siempre sale el Sol, ‘che mopirimbaité’ (traducido del guaraní, ‘me dio escalofríos’) cuando vi como una especie de relámpago. Miré mejor y me di cuenta enseguida de que no era algo normal, porque si era un avión iba a tener las luces titilando. No, definitivamente no era un avión. Entonces le dije a 71

Emiliano R. Fernández: Pseudónimo de Emiliano Fernández Rivarola (1894-1949), fue un músico y notable poeta del Paraguay, considerado uno de los más prolíficos en la poesía popular y polka paraguaya.

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Nancy, mira ¿Qué es eso? Allí también ya miró mi amiga Mirta, y lo que vio junto con nosotras le puso los pelos de punta. Era como algo redondo que daba vueltas en círculo, como una nebulosa y despedía varios colores”, relató Jacqueline Benítez. Fue por medio de un conocido médico naturista de Guarambaré, el Prof. Diosnel, que los cronistas accedieron a este caso, argumentando que no constituiría la primera vez que se manifiesta un fenómeno de esta naturaleza y que existían varios vecinos que habrían observado lo mismo, pero callan por temor al ridículo. Los testigos alegan que el fenómeno se manifestó por espacio de 1 hora, tiempo por demás excesivo para el simple vuelo de algún tipo de aerodino, dentro de una región específica, como ingenua la suposición de algún fenómeno astronómico del tipo meteoro, por la razón elemental que los meteoros, “no pueden corregir su rumbo” y menos aún “ejecutar trayectorias perfectamente definidas, como en este caso símil a un 8, por espacio de unos 60 minutos”, incuestionablemente no existe en toda la historia de la ciencia un fenómeno celeste con semejante parangón. El objeto es reducido a palabras tales como “nebulosa”, en un intento por describir algo totalmente extraño. En la “jerga popular” que se presenta en personas ajenas a la literatura astronómica, generalmente tienden a confundir el concepto de “nebulosa” con “galaxia”, pero ambos elementos refieren a una estructura difusa, y específicamente una galaxia normalmente posee una morfología espiralada, por lo que el uso de esta expresión, tal vez devele la forma en que se arreglaba al rotar el objeto disipando las haces de luz. La coherencia apreciable y la inexistencia de términos como “platillo volador” o “nave extraterrestre”, desbancan cualquier tipo de sugestión cultural, arrojando por tierra la hipótesis de algo elaborado, así como el prejuicio del temor al ridículo tan presente en estos casos. Subrayo, si estos objetos fuesen el efecto de algún tipo de imaginería, ¿Cómo se explica que existan reportes de personas ajenas a esta cuestión? Así como, al dimensionar que los fenómenos de OVNIs son un elemento foráneo a la cultura paraguaya, paradójicamente he hallado evidencia testimonial de esta naturaleza en las páginas de la historia, que se van acumulando como meras anécdotas que en conjunto final, conforman un panorama nuevo, del que poco o nada sabemos a ciencia cierta.

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Una fuerte sensación siempre me ha acompañado en todo este tiempo… el vago presentimiento de que sucesos desconcertantes se dieron cita en el Paraguay, pero permanecen acalladas, encerradas entre los capítulos de la historia que se desarrolla eternamente. Tan presente acorazonada transmutó en hecho, debido a un gran investigador argentino, el Dr. Andrés Salvador, abogado y profesor de Ciencias Jurídicas, quien está profundamente interesado en el pensamiento mitológico, folklórico, y su relación con la fenomenología de los OVNIs, abordándolo desde un punto de vista social y antropológico. El Dr. Salvador me reproduciría taxativamente una sección que dedicara al Paraguay, el recordado investigador español Antonio Ribera, en su obra “OVNIs sobre Iberoamérica y España”, editado en 1980. Antonio Ribera (1920-2001), considerado el padre de la ufología española, fue un investigador, escritor y submarinista, autor de una gran cantidad de libros así como artículos sobre OVNIs. Actualmente conseguir un material en buen estado de Ribera se ha vuelto una labor casi arqueológica así como otros tantos libros pretéritos sobre OVNIs, debido a que no se han reeditado en décadas, puntualmente “OVNIs sobre Iberoamérica y España”, lo busqué infructuosamente por mucho tiempo. En la página 353 del citado libro, Antonio Ribera escribió: “Tenemos una observación del mes de marzo de este año (1966), sin fecha. Un objeto luminoso de color variable fue visto desde la terraza del Ministerio de Defensa, donde también se halla instalado el Observatorio Meteorológico de Asunción. Este objeto, primero rojo, adquirió después un color anaranjado. Tenía forma elíptica y los testigos creyeron distinguir una silueta de apariencia humana que se movía en su interior. La noticia fue difundida por un comunicado del Servicio Meteorológico del Paraguay”. Extraordinario relato que atrapaba fijamente en su primera lectura, ¿Un objeto aéreo desconocido conteniendo una entidad, observado desde la terraza del Ministerio de Defensa? Tal aseveración debía ser corroborada de inmediato.

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Antonio Ribera aparentemente se habría enterado debido a una publicación conocida como “Ouest France”, del 23 de julio de 1966, así como el “Paris Jour” de misma fecha, siendo la última recogida por el francés Jean Vuillequez. Realizando una investigación en la hemeroteca “Carlos Antonio López” dependiente de la Biblioteca Nacional, fundada el 21 de septiembre de 1887, situada en la capital, y revisando pacientemente todas las publicaciones correspondientes al mes de marzo de 1966, descubriría con enorme deleite en el pretérito diario “El País” del 30 de marzo de 1966, en la portada misma un artículo enmarcado como “Un extraño suceso”. “Los que muy pronto no apagaron las luces para descansar pudieron ver anteanoche (Nota del autor: 28 de marzo), un extraño cuerpo volador en el firmamento. Hasta ahora todo cuanto se puede decir sobre el fenómeno avistado alrededor de las 21:15 no serán sino conjeturas y es preciso incorporarlo entre lo que se ha convenido en llamar ‘OVNI’. Lo cierto es que la aparición del extraño artefacto volador llamó la atención de muchas personas y cobró rápidamente estado público a través de las primeras noticias divulgadas al respecto por Radio Paraguay. Se trataba de un luminoso cuerpo no confundible con los satélites artificiales, ya que se desplazaba en el firmamento o permanecía por momentos inmóvil, dejando margen de tiempo a la observación. El señor Carlos Gastón, con domicilio en Manuel Domínguez 1070, y otros miembros de su familia lo vieron como otras muchas personas. También desde el Observatorio Meteorológico, instalado en la terraza del Ministerio de Defensa Nacional lo siguieron con el telescopio a cargo del Sargento ayudante Andrés Arnaldo Arias. El elemento al parecer, permitió descubrir que el ambiente interior del ‘OVNI’ se hallaba iluminado, dejando la impresión de que estuviese tripulado. Sin embargo no se dio ningún anuncio oficial al respecto. Algunas personas atestiguaron que el extraño cuerpo celeste volvió a aparecer alrededor de las 1:45 de la madrugada de ayer”. Esto se desarrollaba en una época en la que el hombre daba sus primeros pataleos en el espacio, o más bien de animales con los perros “Brisa” y “Brasa” que habían sido enviados por unos 22 días a bordo del “Cosmos 110” como parte de un experimento ruso para comprender a cabalidad los efectos de las radiaciones cósmicas en un organismo, para eventualmente perfeccionar los revestimientos de las cápsulas espaciales.

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Lo acaecido y publicado en el Paraguay no constituye un hecho aislado, el 23 de marzo de 1966, “El País” informaba, “Otra vez aparecen los platillos voladores”, relatando el avistamiento de OVNIs en la región de Michigan (USA), durante más de una semana atestiguados por numerosas personas entre ellas varios agentes policiales. “Según los testigos, tales artefactos poseen una superficie erizada de asperezas en la que se descubren varios ojos de buey, de los que se desprende una rojiza luminaria, así como varias luces parpadeantes rojas y verdes. Aparentemente los platillos voladores tienden a descubrir círculos en torno a los testigos que les miran evolucionar elevándose después verticalmente cuando estos últimos se aproximan”, publicaba “El País”. Lo interesante de esta crónica es la inevitable comparación que surge tras un análisis, mientras que la prensa estadounidense hacía uso del término platillo volador, en el Paraguay se esgrimía la expresión OVNI, más neutral, genérica y adecuada para estos asuntos, ya que en el caso del objeto visto en Asunción no poseía forma de platillo según las descripciones, despojando alguna interpretación a priori.

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Definitivamente el año 2012 fue un año intenso, apasionante, cargado de sucesos sobre OVNIs, que se manifestaron tanto en el escenario internacional como nacional, más allá de cualquier hipotético nexo entre estos, es de menester conocer estos casos que desafían todo lo conocido, y producen una huella impresionable en la percepción tanto del testigo, como del investigador. Existen casos en los que al llegar al lugar de los hechos, se percibe que algo fuera de lo común acabó de acontecer, como alguna vez escribió el más grande investigador de OVNIs, el científico francés Jacques Vallée: “Vamos pisándole los talones; la atmósfera aún vibra de excitación, y el olor a azufre aún flota en el aire cuando registramos la historia”. El caso que se desarrollará a continuación se ajusta a esa definición, fue lo más cerca que estuve a una de las aristas de estos fenómenos, y no olvidaré jamás la sensación al llegar con un grupo de reporteros, al contemplar esa extraña quietud, y temor producida en varios pobladores de una humilde vecindad, que debatían lo que habían observado durante dos días seguidos. Durante el mediodía del 08 de agosto del 2012, en el segmento de “Paravisión Noticias” del Canal 5, se emitía un flash informativo, “¿Ovnis en Ñemby y Emboscada?”, exhibiendo brevemente el relato de unos moradores que describían haber observado un objeto muy luminoso de color rojo, así como otros aportaban en un posible descenso, señalando hacia un campo baldío cubierto de árboles, alegando que al llegar allí, no pudo divisarse más el objeto. Inmediatamente comienzo a grabar con la computadora lo que se emitía en el noticiero para documentarlo. La reportera del Canal 5, Viviana Insfrán narraba lo siguiente: “No es la primera vez que escuchamos un testimonio así, pero lo cierto es que OVNIs decidieron sobrevolar nuestros cielos, y por unos instantes alojarse en la noche paraguaya del martes 07 de agosto”. Al rato mostraban a una señora de unos cuarenta y tantos años, de pelo largo enrulado, que declaraba: “Para mí es un OVNI, no es la primera vez, ahora estamos muy sorprendidos. Porque mi hijo venía de la despensa, y me dijo: ‘¡Mamá vení un poco, en el cielo hay unas luces!’, parecían que se iban y volvían, uno nomás era, se daba la vuelta, y después ya apareció otro, parecía que se iban a chocar, dándose la vuelta. Algunos dijeron que podrían ser luces de alguna discoteca o algo así. Eran unas luces blancas y rojas, pero me dieron miedo”. 178

Apareciendo dos mujeres más que declaraban haber observado el extraño fenómeno alertado por el grito de los vecinos. La polémica estaba servida, ¿Quiénes eran estos moradores, y en qué región de Ñemby se había producido? Increíblemente apenas iba a iniciar la pesquisa, me telefonea coincidentemente la entonces productora del Noticiero “Paravisión Noticias”, Laura Sosa Mendoza, invitándome a realizar una investigación con el equipo del Canal sobre lo que se había visto en la zona de Ñemby, específicamente en el asentamiento denominado Mbocayaty72. La investigación conjunta se efectuó al transcurrir tres días de aquella emisión, el sábado 11 de agosto del 2012 a las 20:00 Hs, en compañía de la conductora del noticiero Amalia Cutillo, y el camarógrafo Marcelo, quienes amablemente me buscaron en el móvil del Canal, desplazándonos rápidamente hacia la ciudad de Ñemby, distante a unos 20 Km de Asunción. Entre charlas y debates varios dentro del vehículo, noté que nos dirigíamos a un oscuro lugar que se hallaba próxima a una colina, una zona barrial, de casas humildes, que poseían como vía de acceso un camino terraplenado de tierra roja, cuando en un momento nos detenemos, porque el camarógrafo me explica que aquella antena de comunicaciones que se encontraba hacia nuestra derecha, casi fue embestida por el objeto volador según la versión de los pobladores, efectuando unas tomas fotográficas mientras me seguía explicando. Al llegar preparo cámara y filmadora en mano, así como un bloc de notas, portando un binocular en la cintura si fuere necesario. Pero al bajar del automóvil, pisando la polvorienta tierra roja, constaté un panorama absolutamente distinto del reflejado en el noticiero, se dibujaba otra realidad, un vecindario de casas construidas algunas de madera con partes de cartones y chapas, otras simplemente de madera, existiendo unas pocas de material, con un improvisado sistema eléctrico que alimentaba algunos pocos focos públicos que se extendían a lo largo de la calle principal polvorienta, rodeado de muchos árboles de diversas especies, que conseguían un grado de oscuridad tal en algunos casos, así como un gigantesco barranco transversal de varios metros de profundidad, un canal que se hallaba escondido hacia el patio trasero de las casas, que parecía más un túnel que otra cosa, todo ello hacia nuestra derecha. A lo lejos, el horizonte contaminado por cientos de minúsculos puntos difusos de luz artificial, proveniente de numerosas actividades humanas, pero en el oscuro llano de varios kilómetros que se cernía en aquel sector, descarté rotundamente la idea de luces de discoteca, una tesis imposible e irrisoria debido a las circunstancias y la inexistencia de un lugar nocturno. El primer poblador en acercarse a nosotros fue el Sr. César Benítez, de unos 40 años aproximadamente, quien comentó el recorrido que realizó el objeto según los vecinos,

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Mbocayaty: Del guaraní significa “territorio poblado por cocoteros”.

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invitándonos conjuntamente con el camarógrafo Marcelo, a pasar hacia el patio de su casa, donde nos enseñó la depresión existente en la zona hacia el ESTE. - César Benítez: “Este era el famoso carretera López. Por el Mcal. López. Mirando en Google esta franja se va y sale en Ypané, observando la foto satelital. Hay lugares donde se está desbarrancando, porque se está sacando la arena”. - Maidana: “¿Cuál es el nombre del barrio?”. - César Benítez: “Asentamiento Mbocayaty, esto se fundó hace unos 6 años nada más”, aseveró con una característica voz ronca. Inquirí sobre quién fue el primero en notar la presencia del extraño objeto, a lo que el Sr. Benítez nos conduce con la intención de responder esa pregunta. Casi enfrente de su hogar, se hallaba la humilde morada de quien sería aparentemente la testigo principal de los sucesos, la Srta. Fabiola Beatriz Ortiz Acosta (21), quien salió acompañada de su pequeño hijo de alrededor dos años de edad. Una jovencita de tez morena, bajita, de profesión ama de casa, a quien interrogué: - Maidana: “Al parecer Ud. ha visto algo en el cielo. ¿Será que puede describir que fue lo que observó?”. - Ortiz: “Era redondo… tenía lucecitas, tipo ventanitas, cuadras, pero eran de un rojo intenso…”, relataba emocionada. - Maidana: “¿Te encandilaba la vista?”. - Ortiz: “Sí, era fuerte. Sentía calor, como si fuera (piensa) un caño de escape te esté soplando, y el sonido del… no sé qué cosa era, pero tenía un zumbido tipo avispa. Así… zummm… zummm… zummm… (recreando el sonido) y te trabajaba mentalmente, tu corazón se aceleraba todo, en ese instante no te sentís, parece como si te vas a desvanecer”. - Maidana: “¿Qué estaba haciendo Ud. antes de ver el objeto?”. - Ortiz: “Yo estaba durmiendo ya, eran las 21:00 Hs, como esta hora. Salí para orinar, y vi que algo rojo estaba viniendo para este lado (señala hacia el SUR-ESTE) parecía que se iba a bajar prácticamente sobre la casa de mi hermana (indicando el inmueble que se encontraba enfrente). Y al mirar ahí, empiezo a gritar como loca, miro a otro lado, vuelvo a mirar, me doy cuenta de que no es avión, era algo raro… entonces grito a mis hermanas”, gesticulando al rememorar, con cierto tono de vergüenza. - Maidana: “¿A qué altura más o menos viste eso?”. 180

- Ortiz: “Donde está ese árbol, un poquitito más arriba nomás estaba. Un metro por ahí de aquel árbol”, apuntando con el dedo, hacia el árbol que se hallaba detrás de la casa de su hermana, que está frente a su hogar (Véase Imagen 95). - Maidana: “Dígame, ¿esto estaba muy cerca?”. - Ortiz: “Sí, muy cerca”. - Maidana: “¿Percibió si parte del árbol se iluminó?”.

Imagen 95 Montaje por ordenador del posible aspecto del OVNI basado en el boceto original del testigo

- Ortiz: “Sí, sí se iluminó. Porque parecía que estaba lejos y a la vez cerca. Tu vista te engañaba, a la vez que nde kangy (en guaraní, “te pone débil”), no podes hacer nada”, bajando los brazos simulando languidez.

- Maidana: “¿Sentiste que te desvanecías?”. - Ortiz: “Sí, yo apenas me movía. Esa noche refrescaba un poco, y ese calor inmenso después parecía que estaba en mi pieza, 24 Hs duró”, gesticulando calor en el cuerpo. “Al salir y ver mis hermanas, también se asustaron. Empezó a girar así (movimiento rotatorio sentido anti-horario), giraba y giraba, se dio toda la vuelta una manzana, pero se fue allá, parece que se bajó allí”. - Maidana: “¿Descendió o proyectó una luz?”. - Ortiz: “No, bajó luego”, sin vacilar respondió. “Graben, graben dijo mi sobrina, pero yo no podía porque en ese momento te desconcentra totalmente”, con cierta frustración comentó. - Maidana: “¿Cuánto tiempo estimas que viste?”. - Ortiz: “Todo fue rápido, pero como te puedo explicar… al instante en que vos ves, hay una energía que te impide hablar o reaccionar. Un calor inmenso se siente. No sé si por escuchar ese sonido, o por qué”. - Maidana: “¿Notaste algún efecto en las luces eléctricas, se apagaban o algo?”. 181

- Ortiz: “No, pero continuamente giraba. Aquí debajo tenía estas ventanitas, pero chiquitas eran, y al girar, esto se prendía intensamente, no se apaga su luz, cada vez era más fuerte. Y el ruido era impresionante, primera vez que vi así. Pero en navidad, creo que una vez vimos, pasando, pero cuando eso estaba muy alto. Sin embargo en esta ocasión demasiado grande me asusté… Justamente a mi sobrinito Matías, le dije ‘¡mira un poco eso!’, él me dice ‘¿Eso qué es? No es avión’ y ‘no’ le dije. Empezó a gritar él, ‘¡Nderakore pe’a piko mba’e!’ (Del guaraní: ‘¡por tu concha! ¿Qué es eso?’), y grite a todos para que salgan afuera. Ese sonido que parecía un zumbido de avispa, te hacía algo por tu cuerpo, che mopirimba (Guaraní, ‘me da escalofríos’)”, al recordar pude observar que efectivamente se le erizaba los pelos de su brazo, esto me dejó sorprendido. - Maidana: “¿Pero es la primera vez que vio algo así o no?”. - Ortiz: “Y eso es lo que te digo, cuando tenía ocho años, en navidad vimos, pero estaba alto (probablemente se refiere a diciembre de 1999). Era el mismo objeto”. - Maidana: “Y en estos 6 años que estás viviendo aquí, ¿Alguien te comentó alguna historia similar?”. - Ortiz: “No, no. En esta ocasión vimos dos veces. Primero fue el lunes y el martes. En esta ocasión salí con mi novio hasta allá, para que tome el colectivo, y estaba viniendo de este lado ya (mostrando el NOR-OESTE), empecé a llorar ya, diciéndole que eso era. Me dijo algo probablemente para que me tranquilice, ‘no vaya a llorar, eso es un avión nomás, y ándate ya’, empecé a temblar viniendo rápido con mi criatura (niño), le dije a Matías ‘ahí está lo que vimos’, y ahora si vieron todos en el barrio, porque ellos decían antes que yo mentía. No me creyeron, pero después de ver, sí”. - Maidana: “¿Pero cómo es el calor que se siente?, ¿Es igual a cuando te acercas a un horno? O ¿Qué?”. - Ortiz: “No, es más fuerte. Nunca antes estuve cerca de un avión, pero me imagino como la turbina más o menos…”. Sorprendentes declaraciones, mientras la entrevistaba atendía un poco a su niño que se encontraba indispuesto en ese momento. La primera pregunta que resonaba en mi mente era, ¿qué ganaba ella con inventar semejante historia?, y lo que más asombra es la descripción del sonido que producía el objeto a su paso, ella ignora que en la casuística ufológica está presente esta característica en un porcentaje de los casos. Por ejemplo en el libro “Autores de lo Imposible” de Jeffrey J. Kripal73, pág. 454, se cita lo expuesto:

73

Jeffrey John Kripal: Profesor de filosofía y religión. Escritor de varias obras comparativas de religión y creencias místicas.

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“Los encuentros con los ovnis han sido a menudo acompañados de un sonido parecido al "zumbido de abejas”. Como parangón, citemos el caso acaecido el 20 de diciembre de 1978 en la localidad de Gral. Paz (Caá Catí), Corrientes, Argentina, en la que un hombre de campo, el Sr. Valeriano Galarza habría divisado un OVNI, percibiendo un sonido que identificó como “un panal de abejas” (zumbido), o el caso del presunto aterrizaje de un OVNI en el Patio del Colegio Nacional de la Capital, el 3 de febrero de 1963, atestiguado por el joven Atanasio Leiva, quien oyó un fuerte zumbido mientras observaba el objeto (Véase Cap. “Visitantes en el Colegio”, Pág. 101), o el avistamiento de un potente OVNI luminoso sobre el Arroyo Yhaguy, atestiguado por Darío Bareiro Fariña, el 9 de noviembre de 1981, quien sintió un fuerte zumbido (léase Cap. “¡Cuidado! ¡Casi al agua!”, Pág. 55). Todo ello sin mencionar un caso que aparece en un libro del astrofísico Ph.D Jacques Vallée, “UFOs: The Psychic Solution – Ufo influences on the human race” (“OVNIs: La solución psíquica – Influencia de los OVNIs en la raza humana”), pág. 25, un hombre observó un inusual objeto en una noche de febrero de 1972, próximo a la cordillera de la costa de California, cerca de Menlo Park, USA, atraído por un zumbido que lo comparó como un “enjambre de unas abejas”, siendo más claro este sonido, luego de bajar de su automóvil y acercarse a un objeto de color rojo intenso que se encontraba suspendido en el cielo, observación que fuera efectuada en compañía de un amigo. Ambos coincidieron en que el brillo era de tal magnitud, que se asemejaba a un sol, y podría continuar citando casos que reúnan esta característica. La pregunta que inevitablemente debemos formularnos es, ¿Cómo es posible que una persona humilde y ajena al conocimiento de estos casos, pueda describirlo en términos similares? Dudo que fuera un invento, y menos aún, simple coincidencia. Existe una realidad humana invisible al más profundo escéptico. Durante la entrevista a la testigo principal, su pequeño hijo se encontraba indispuesto dándose algunas breves interrupciones, porque este recibía atenciones por parte de su madre, ¿Qué ventaja obtenía de esta historia? Por lo que observé, investigué, y sentí, absolutamente nada. Similares situaciones constituyen tan solo la punta del iceberg, de una multiplicidad de testigos que se encuentran absortos, portando una experiencia única que generalmente lo guardan como un preciado tesauro, a causa de una sociedad prejuiciosa, vertiginosa, que se aferra fuertemente a débiles paradigmas que en estos casos se disuelven por completo, acabando por modificar su sistema de creencias. Intenté infructuosamente entablar contacto con un menor del vecindario, quien se encontró presente durante el suceso, sin embargo su madre nos impidió realizarle una entrevista porque el niño se había quedado con miedo, y no quería exponerlo a la prensa. En el asentamiento Mbocayaty de Ñemby, existieron más de 12 testigos que coinciden en sus declaraciones, presentándose leves divergencias de acuerdo a la percepción y la terminología 183

utilizadas, por lo que se concluye que el día 06 de agosto del 2012 a las 21:00 Hs, y el 07 de agosto a las 19:00 Hs, se presentó aparentemente un mismo objeto de similares característica, (pudiendo ser el mismo, no se descarta esto), en cambio en el día 07 durante la trayectoria que exhibió, se cruzó con otro objeto igual que casi consigue colisionar, llevando a este último a acercarse peligrosamente a una antena de comunicaciones ubicada a menos de 200 metros del predio. Se rumoreó sobre la existencia de una filmación efectuada desde un teléfono móvil, que registró los últimos segundos antes de perderse el objeto, en la que se apreciaba un objeto rojizo luminoso, no pudiendo confirmar y observar dicho material, por lo que se mantiene como un rumor. ¿Qué produjo esa parálisis temporal a Fabiola Ortiz? ¿Tal vez el intenso pavor? O ¿Fue producto del sonido que emitía el extraño objeto? Evitemos las especulaciones en este sentido, por lo pronto me limito a presentar los datos en crudo, aguardando más detalles y posibles respuestas que pudieran surgir de este u otro caso.

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“Todos los hechos OVNI sin excepción, tanto los complejos y ricos en situaciones paradójicas y anormales, como los más simples, comunican al investigador la misma impresión y el mismo interrogante básico: la sorprendente constatación empírica de algo que, no pudiendo ocurrir ocurre”. Juan Vicente Ballester Olmos (Los OVNIs y la Ciencia, 1989)

El Río Paraguay, un fructífero río que divide al territorio paraguayo en dos mitades (Occidental y Oriental), nace desde el Brasil en una región conocida como Sete Lagoas74, proyectándose por unos 2.425 Km con escasa profundidad y tramos franqueables, convirtiéndose en una vía comercial, turística, sustento de innumerables familias, además de ser el corazón de complejos ecosistemas acuáticos. Aparentemente el Río Paraguay no presentaría solo estas características, sino esconde un rostro que se revela ocasionalmente ante el completo absorto de navegantes, que acceden por momentos, a sus más profundos secretos. Un evento conspicuo por su alta extrañeza y la impecable credibilidad de los testigos, situado en uno de los parajes más remotos de la navegación territorial, en la Ciudad de Bahía Negra o Puerto Bahía Negra, en el Departamento de Alto Paraguay (Región Occidental), a unos 800 Km al Norte de la capital, fronterizo con Bolivia y Brasil, foco de otrora disputas territoriales, de una biodiversidad única en el planeta existente merced a las crecientes del Río Paraguay. El suelo de Bahía Negra no es óptimo para el cultivo por lo que las prácticas agrícolas no son precisamente las usuales, sino más en la caza, específicamente la de yacarés y la pesca. La energía eléctrica es un bien aún inaccesible en muchos puntos, y prácticamente no existía aquel servicio hace 30 años, salvaguardándose por un generador eléctrico a gasoil instalado en la base de la Marina Paraguaya. También se halla en la región colonias indígenas ribereñas a 3 km de la Bahía, “Chamacocos” (los autodenominados Yshyr75 Ybytoso, y el subgrupo Yshyr Tomaraho), hábiles cazadores, recolectores, agricultores natos sin romper el frágil equilibrio de la naturaleza.

74 75

Traducido del portugués, “Siete Lagunas”. Yshyr: “Hombre, ser humano” en lengua nativa.

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Atracado76 hacia la ribera de la Base Naval estaba el buque de la Armada Nacional el “M3” (Minador 3, “Teniente Fariña”. Ver Imagen 96), posicionado en el canal principal del Río, frente a dos pequeños bancos de arena (islas) a unos 100 metros, utilizadas por la marina como huertas provisorias en la época de bajada, y hacia el ESTE el camalotal.

Imagen 96 El navío militar M3 (Minador 3) “Tte. Fariña” navegando por el río Paraguay en Bahía Negra. Circa 1977

El M3 constaba de 12 marineros, 2 Guardiamarinas, y 4 Sub-Oficiales a bordo, que ejecutaban un sistema periódico de guardia, donde el oficial vigía cedía su puesto a un marinero apto, quien custodiaba el perímetro hasta las 6:00 AM, rotando turnos cada dos días. Las próximas líneas componen el resultado de la búsqueda de los protagonistas luego de unos 34 años, substrayendo del campo meramente anecdótico para documentarlo fielmente, sin interpretaciones subjetivas por parte del autor. El entonces Guardiamarina Vidal Villalba Vega (Véase Imagen 97), quien alcanzó años después el rango de Vice-Almirante de la Marina, fungiendo como Comandante de la Armada, un hombre serio y metódico, se hallaba en septiembre de 1977 a bordo del M3, descansando en su camarote77luego de cumplir la guardia. Pasada la medianoche el marinero centinela golpea vehementemente la puerta donde reposaba el oficial. - “¡Señor, Señor!, ¡Ape ko oi hendypa!” (En guaraní: “Aquí hay algo que se prende todo!”).

76Atracado: 77

Embarcación arrimada a tierra. Camarote: Compartimiento del barco, destinado a colocarse camas o literas.

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Imagen 97 En 1977 el Guardiamarina Vidal Villalba prestaba servicio en el M3

En este punto el Vice-Almirante Vidal Villalba señala en la entrevista: “Lógicamente, sorprendido por la información, me levanto rápidamente, me acerco hacia el lado del río. Miro del lado donde estaba el objeto donde me indicó el marinero, y veo una luz. Una luz muy potente, muy potente, que prácticamente no se podía dilucidar que era, porque te encandilaba los ojos. Al principio uno piensa, un helicóptero. Pero sin embargo no había ningún sonido, y además el helicóptero se ve perfectamente cuando este prende las luces”. Descartada la hipótesis del helicóptero, sobrevino la incertidumbre y una arrebatadora sorpresa que lo inquietó en tal grado, resolviendo despertar a toda la tripulación. - Valte. Vidal Villalba: “Si mañana yo cuento esto a la tripulación, me van a decir realmente que estoy loco. Entonces voy, y despierto a todos… ¡Levántense, levántense rápido! Todos consiguieron ver el mismo objeto, pero nadie pudo dilucidar qué era eso”. Aquella resplandeciente luz cándida se atinaba a tan solo 80 metros de la embarcación, sobre aquella isla en medio del canal, quieta, silenciosa, a unos 20 metros de altitud, bañando su luz sobre el banco de arena como a las aguas circundantes (Ver Imagen 98).

Imagen 98 Posición de la luz respecto a la embarcación

Otro castrense partícipe del momento fue el Sub-Oficial 1ro Leopoldo Elli Giménez (Véase Imagen 99), experimentado hombre de navegación, sereno, de buena memoria, fue a quien primeramente recurrió el marinero de guardia. - “¿Ve aquella luz? Apuntaba el marinero. - “Sí, un pescador, una canoa”, profirió rápidamente el Suboficial Elli. 189

- “No, no es un pescador eso Señor”. El marinero explica que notó que aquella misteriosa luz surgió debajo del navío iluminando el casco desplazándose hasta la isla donde permanecía. Inicialmente el Suboficial sospechó de algún tipo de embarcación, pero no comprendía como aquello permanecía inmóvil a pesar de afincarse en un sector donde la corriente es fuerte y se hallaba opuesta a esta, por lo que fue deshaciéndose de esa idea: -Sub. Oficial Elli: “Normalmente una embarcación con la correntada del río, va cayendo, lo va llevando, y uno debe realizar un esfuerzo para contener su trayectoria. Pero sin embargo este no. Cualquiera a primera impresión podría pensar que se trataba de alguna embarcación”.

Imagen 99 Sub-Oficial 1ro Leopoldo Elli

La luz iniciaba un lento desplazamiento hacia el pantanal, cuando el Sub-Oficial interroga al centinela: - “¿Por qué no realiza un disparo entonces?” A lo que el marinero responde: - “No… no… ¡¿Qué voy a hacer?!”, con mucho pavor. Sintió que el subalterno no inició fuego ante aquel objeto volador por temor a que obtuviera una respuesta hostil de este.

Imagen 100 Cap. de Nav. D.E.M Pablo Villalba, quien en septiembre de 1977 se desempeñaba como Guardiamarina en el M3

Aparece otro testigo importante, el Guardiamarina Pablo Villalba (Ver Imagen 100), actual Capitán de Navío D.E.M, retirado, hombre preciso en sus palabras, quien dormía apaciblemente bajo un toldo en la popa78 hasta que lo despierta el Guardiamarina Vidal Villalba, percibiendo una barahúnda en la cubierta entre el sopor, atisbando algo desconocido a unos 80 metros:

- Cap. Pablo Villalba: “Todo abombado aún ya que me había despertado de golpe, miro así, (gesticulando) y veo en la punta de la isla algo extraño, una luz muy grande. No sé si se habrán dado cuenta realmente, o entendían esa gente que estaban ahí, que era eso…. Y se alejaba, se alejaba. Realmente no se sabía que era aquello.”, rememora el Capitán. Sobre el paso de embarcaciones por la región, explicaría lo siguiente: 78

Parte posterior de un navío.

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- Cap. Pablo Villalba: “Muy raras veces se mueven embarcaciones en esa zona. Las pocas veces que aparecían barcos, eran de pasajeros (civiles), que consistían en dos paraguayos, trayendo víveres, y a su vuelta transportaban pieles de yacaré, de Concepción, provenían… Pero son embarcaciones pequeñas, que tienen de 10 a 12 metros y de ancho 5 metros, transportaban víveres, bebidas, combustibles y otras cosas”. Interrogo al capitán si la luz se comparaba al faro de una embarcación civil o militar, profiriendo: - Cap. Pablo Villalba: “Tenía más luces. Las luces de los buques de guerra, normalmente tienen lo necesario, justamente para eso, para que se no se los vea, por eso es que tienen el color del agua, gris, para que no se vea tanto el buque que esta por ahí. No es como un buque civil, que es colorido para llamar la atención, no es así. Sin embargo, este (sorprendido) demasiado exagerado ya tenía las luces.”, enfatizó. - Maidana: “¿Pero eran, una o varias luces?”. - Cap. Pablo Villalba: “¡Varias luces!, igual a como se presentan en ciertos juguetes de luces incandescentes”. - Maidana: “¿Era solo una luz?”. - Cap. Pablo Villalba: “No, no… (Agitando la cabeza)”. - Maidana: “¿Usaron alguna señal luminosa?”. - Cap. Pablo Villalba: “No, nada de luz. Nuestro barco ni luz poseía. Hubo un tiempo que se abastecía de energía por un generador, pero cuando eso ni siquiera el generador funcionaba. Y el buque recibe energía desde tierra en la Base Naval, y las luces se prenden solo hasta las 8:00 de la noche. Por supuesto al día siguiente surgieron los comentarios, y en medio de esto, se me acerca el Guardiamarina Vidal Villalba y me dice: ‘¡Arma!, ¡Arma!79…, vos sabes que yo agarré el fúsil, y le iba a tirar, pero enseguida pensé, recapacité’. Según el Capitán, el Valte. Vidal Villalba fue uno de los mejores tiradores de la marina, representando a la institución en ciertos eventos, información confirmada al conversar con otros oficiales retirados. Pero ¿Se trataba de una luz o varias? El Capitán Pablo Villalba describió potentes luces que en su conjunto dieron la impresión de uno, probablemente a su ángulo visual que facilitó el discernimiento (Véase Imagen 101). Todos coinciden en estimar unos 10 minutos la duración del fenómeno, y su dirección final hacia el pantanal brasilero lentamente hasta perderse de vista. 79

Arma: Jerga popular utilizada en la milicia para referirse a un camarada.

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Paralelamente al norte mismo del Brasil, en una región denominada “Isla Colares”, Estado do Pará, se producía la más intensa oleada de OVNIs jamás registrada en el país vecino, desencadenándose la famosa “Operaçao Prato” (Traducido del portugués, “Operación Platillo”), el mayor operativo militar referido a OVNIs en el mundo y el mejor documentado en la historia.

Imagen 101 Ilustración del artista Alejandro Espinosa recreando el refulgente fenómeno, apoyándose en los testimonios

Una considerable fracción de sus habitantes constituidos por pescadores alertaron casi periódicamente sobre inexplicables luces rojas, blancas, amarillas, pulsátiles o no, que aparecían casi al ras del río, o en lo alto de los cielos, otras se embebían entre nubes, produciendo una cantidad significativa de testigos que crecía exponencialmente. El Hospital Regional se vició de pacientes con extrañas quemaduras, heridas que los aldeanos atribuyeron a las misteriosas luces, forzando a la Dra. Wellaide Carvalho, directora del nosocomio, a tomar medidas comunicando a periodistas del diario “O Estado do Pará”. La información despertó una inquietud en el seno militar, enviando al lugar efectivos de la Fuerza Aérea Brasilera (FAB) dependientes de la COMAR80, encabezados por el Cap. Uyrangě Bolívar Soares Nogueira de Hollanda Lima Se instalaron en medio de la espesa selva amazónica con el objetivo de cerciorarse que grado de certeza existía en dichas afirmaciones, y si tales acontecimientos significarían un potencial riesgo para la seguridad nacional. Cabe señalar que lo tomaron en serio, ya que inteligencia manejaba por aquel entonces el rumor de que probablemente, efectivos de la FARC81, estarían apostados en aquellos lares, y querrían comprobar si eventualmente estas luces se tratarían de algún tipo de arma experimental que estarían utilizándolos deliberadamente en la población. 80 81

COMAR: Siglas de Comando Aéreo Regional. FARC: Abreviatura de “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia”, grupo guerrillero colombiano de tinte izquierdista, famoso por sus métodos de secuestros tanto a civiles como a militares. Utilizan el terrorismo como medio para conseguir sus objetivos políticos.

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Durante tres meses los militares estuvieron instalados en la Región de Colares, equipados con una multitud de cámaras fotográficas profesionales, filmadoras, prismáticos y telescopios. El operativo se ejecutó dentro de un margen de absoluta reserva. Hermetismo cual, fue quebrantado gracias a las presiones civiles ejercidas por ufólogos brasileros, entre ellas por parte del investigador y editor de la revista brasilera “UFO”, el Sr. Ademar Gevaerd, revista a la cual me han designado como corresponsal internacional. Gevaerd, Marco Petit y una lista de investigadores, adicionada por un cúmulo de entusiastas al fenómeno OVNI, colectaron firmas para presionar la desclasificación de los archivos concernientes a la Operación Platillo. El resultado de dicha desclasificación fue una magna colección de datos que dejaría desconcertado a más de uno. Cientos de hojas bien detalladas, en la que figuran registros de los testimonios, con sus respectivas coordenadas geográficas, datos temporales, bocetos de los objetos vistos por parte de los testigos civiles y militares, y un banco de fotografías anexas de estas. En total son más de 200 hojas, y constituiría solo un fragmento de los documentos de la Operación. Además sin aludir, que los militares habrían documentado todo el operativo en un material de por lo menos 18 horas de grabación, en la que se apreciaría como prueba los citados OVNIs. El cual lastimosamente hasta la fecha no se ha conseguido revelar al público. Del arreglo de datos, cabe citar estos de especial interés para la investigación: Fecha: 26/09/1977 Hora: 05:15 Lugar: Colares “Cuerpo luminoso a altitud media, SW/E a gran velocidad, con destellos azulados”. En esta observación en particular por parte de los militares, se deduce que vislumbraron un objeto refulgente que provendría del SUR-OESTE con dirección al Este. Otra anotación interesante: Fecha: 28/09/1977 Hora: 19:15 Lugar: Colares “Cuerpo luminoso, mediana altura (3.000 m), SW/NE”. Fecha: 28/09/1977 Hora: 19:20 Lugar: Colares 193

“Cuerpo luminoso, mediana altura (3.000 m), SW/NE, se apagó (?). Nada que relatar hasta el final del periodo”. Esto es solo una minúscula muestra de una cantidad de anotaciones que se refieren a extraños cuerpos luminosos que provendrían del SUR-OESTE, sumergirse detenidamente en todos los detalles es trazar una ruta de estos objetos, que en aquel entonces vendrían de varios puntos cardinales, y constituyen un claro patrón típico de una oleada. Si se trazase una línea recta desde Bahía Negra hasta la Región de Colares, se evidencia una diagonal ascendente que proviene del SUR-OESTE (SW), hacia el NORTE (N). Creo que a estas alturas sería algo lógico suponer que el incidente de Bahía Negra no ha sido un caso aislado, y la hipótesis que presento es que probablemente algunas de estas anomalías aéreas hayan provenido del Paraguay. Es más que factible que países vecinos también estuvieran embebidos en la oleada Colares.

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Entre los meses de septiembre y octubre del año 2009, un extraño objeto volador se presentaba puntualmente en el mismo lugar y hora, próximo a un Puesto de Control de la Aduana82, situado en Hernandarias, Alto Paraná, desde donde personal policial tanto como civil, observaban atónitos a mitad de la madrugada una misteriosa esfera, del cual jamás pudieron tratar de dilucidar de qué se trataba. La ciudad de Hernandarias, distante a unos 335 Km de Asunción, también apodada “La Capital de la Energía”, porque en ella se encuentran las represas hidroeléctricas de Itaipú y Acaray, siendo la de Itaipú una de las más grandes en el mundo, ostentando tal denominación gracias a quien fue el primer gobernador criollo de la antigua “Provincia Gigante de las Indias”, Hernando Arias de Saavedra83. Interesante caso que fue proporcionado por el Sr. Carlos Cáceres, quien trabajaba en el citado “Puesto de Control Anti-Contrabando de la Aduana”, dispuesto a unos 60 Km del “Aeropuerto Internacional Guaraní”, a una altura de unos 36 Km de la denominada “Supercarretera”, y a 7 Km de la ciudad misma de Hernandarias, camino a Saltos del Guairá. Durante una entrevista efectuada en su residencia, explicó claramente los pormenores de aquel avistamiento: - Carlos Cáceres: “Nosotros divisábamos una luz que no era una estrella, no era la luz de un avión, ni tampoco de la Luna. Eran las 01:00 de la mañana aproximadamente, siendo el diámetro de la luz, de unos 8 a 10 metros, pero a una gran altura, teniendo destellos, eso fue lo que nos llamó la atención, porque los destellos eran del mismo color. Se contraían (los destellos), y salían de color celeste. Esto sucedió durante los meses de septiembre, octubre del 2009 y al año siguiente volvimos a ver el mismo fenómeno, y en la misma fecha. Siempre nosotros solíamos mirar el cielo, para ver el clima. Pero cuando llegaba la 01:00 Hs de la mañana, nosotros ya le buscábamos a “nuestro acompañante” (refiriéndose al fenómeno), ‘eso’ duraba más o menos de 15 a 20 minutos, y generalmente ‘eso’, posteriormente se desplazaba a gran velocidad hacia el poniente (entiéndase el OESTE). Siempre iba hacia el poniente. No sé, que era. Nosotros pensábamos que era un ‘globo sonda’ del Aeropuerto Guaraní generalmente. Y después llegamos a la conclusión de que eran ‘visitantes’, ‘esos que supuestamente no existen’. No sabíamos que eran”, enfatizó. El funcionario de la Aduana, el Sr. Cáceres, una persona respetada, seria y metódica, proseguiría aportando más detalles de estos curiosos eventos: 82 83

Aduana: Oficina estatal encargada del control de todas las mercancías que se importan y exportan. Se hallan en puertos, aeropuertos o lugares fronterizos donde se recauda un arancel por estos. Hernando Arias de Saavedra: Fue un paraguayo descendiente de la nobleza, explorador militar, administrador, conquistador, más conocido como “Hernandarias” (1561-1634).

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- Carlos Cáceres: “Generalmente en las guardias nocturnas, solíamos divisar. Estábamos acompañados de policías y compañeros de trabajo. No es que solamente yo, lo había visto”. - Maidana: “¿Entre cuántos más o menos estaban?”. - Carlos Cáceres: “De 6 a 7 personas, todos veíamos. Algunos compañeros lo ignoraban, no le daban importancia. Con otros que sí les llamaba la atención, nos sentábamos a observar para ver hasta donde terminaba. Pero siempre se desplazaba hacia el poniente, pero a una gran velocidad… y no fue una sola noche, en varias oportunidades más lo vimos también, en la misma zona”. - Maidana: “¿Escuchó algún sonido?”. - Carlos Cáceres: “Nada”. - Maidana: “¿Notó algún efecto en la atmósfera o algo?”. - Carlos Cáceres: “No, nada de nada. Solamente los destellos, y el desplazamiento después a gran velocidad, pero en fracción de segundos se perdía en el infinito”. - Maidana: “¿La luz parecía una chispa, o tenía ‘apariencia de luz sólida’?”. - Carlos Cáceres: “Era un destello como cuando uno está soldando, pero se contraía otra vez. De un color amarillo opaco, siendo el segundo destello celeste, como cuando prende la cocina a gas. Estos destellos tenían una cierta frecuencia, pero el núcleo en sí, la bola de luz grande, era lo única que no variaba. Realmente era una esfera”. - Maidana: “¿Qué existe en la zona?”. - Carlos Cáceres: “Esa es una zona de cultivo agrícola a gran escala”, prosiguió… “Nunca tuvimos una definición exacta de que era eso. El policía que estaba de guardia era Amado Caballero, hasta ahora presta servicios en el puesto de control”. - Maidana: “¿Cuántas veces se repitió el fenómeno?”. - Carlos Cáceres: “Nosotros lo vimos en 6 o 7 oportunidades, en diferentes días de la semana. Siempre aparecía en el mismo lugar, pero nunca vimos cuando venía, aparecía nomás allí. El desplazamiento de ida, era similar a una estrella fugaz, pero sin la cola, se manifestaba a unos 10 Km aproximadamente de donde estábamos”, alzando las manos señalando la altura en el cielo, que estimé en unos 80°. - Maidana: “¿Dejaba una estela al irse?”. - Carlos Cáceres: “No, simplemente se iba… zas! y se perdió”. 196

- Maidana: “¿La primera vez, que ve algo así?”. - Carlos Cáceres: “Sí la primera vez, nunca observe algo así…”. Así culminaba esta interesante entrevista, que documentaba sobre la presencia de una esfera luminosa pulsante de unos 10 metros de diámetro, que se mantenía quieta, silenciosa en el cielo, por unos 30 minutos, para luego desplazarse fugazmente hacia el OESTE. ¿Qué hacía esa esfera allí?, ¿Por qué siempre a la misma hora y lugar aparecía?, y lo más significativo, ¿Qué era aquello?...

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“Cuando un científico distinguido pero de edad avanzada afirma que algo es posible, casi con toda seguridad está en lo cierto. Cuando afirma que algo es imposible, muy probablemente se equivoca” Arthur C. Clarke (Perfiles del futuro, 1962)

En nuestros cielos existe una intrincada y compleja red de rutas aéreas invisibles a nuestros ojos, creadas con el fin de ordenar y dirigir a la inmensidad de aeronaves que se desplazan por los aires. Hay distancias establecidas entre una aeronave u otra a fin de evitar percances aéreos, sin embargo ¿Qué hacer ante imprevisibilidades altamente inusuales? Cuando artefactos desconocidos o fenómenos aéreos usurpan repentinamente una ruta aérea que no les corresponde, acercándose riesgosamente a los aviones, cometiéndose un “incidente aéreo”, donde la integridad física de los tripulantes como los pasajeros se encuentran en jaque, peor aún son aquellos en los que se producen interferencias en los instrumentos de navegación. Existen vastos tratados de rigor que desglosan esta reyerta aeronáutica, discriminada por los prejuicios que lastimosamente contienen, por la estigmatización de los pilotos hacia sus propios pares testigos de estos fenómenos, víctimas de un extenso pensamiento medievalista instalado radicularmente en las entrañas mismas de la sociedad actual, creándose un sendero pedregoso para una investigación donde muchas veces basta conformarse con fragmentos de algo mayor. La importancia que revisten estos casos, queda patente en las palabras del PhD. Richard Haines, ex asesor científico de la NASA y director científico del NARCAP84 (Reporte Nacional de Aviación sobre Fenómenos Anómalos), en su trabajo “56 avistamientos aéreos por pilotos que involucran efectos electromagnéticos”85: “El tema de los informes de los pilotos de fenómenos aéreos anómalos ha sido de gran interés para mí por más de 15 años por varias razones. (1) Los pilotos poseen un alto nivel de formación y motivaciones personales para hacer observaciones cuidadosas. (2) Su (por lo general) alto nivel de experiencia en vuelo les ayuda a tomar las evaluaciones rápidas y precisas de las situaciones a menudo ambiguas. (3) Su capacidad de radio para ayuda inmediata o confirmación de eventos (por ejemplo, radar de tierra, etc.) a menudo proporciona datos corolarios. (4) Su capacidad de volar en diferentes direcciones y altitudes les ofrece la oportunidad de obtener una mejor visión de los fenómenos anómalos u objetos (5) El 84

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NARCAP: Siglas del Inglés “National Aviation Reporting Center on Anomalous Phenomena”. Una organización virtual que investiga los reportes de pilotos civiles, militares y personal de tráfico áereo involucrado en avistamientos de UAPs (Fenómenos Aéreos No Identificados), cuyo director es Ted Roe. Informe original en ingles “Fifty-six aircraft pilot sightings involving electromagnetic effects”, Richard F. Haines, Ph.D – 1992.

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mantenimiento de su reputación profesional es importante para ellos, por lo que en general van a considerar todas las explicaciones alternativas antes de hacer un informe final de un objeto desconocido. Por último, (6) sus aviones a menudo poseen equipos electrónicos sensibles que a veces detectan diversos aspectos del fenómeno. En resumen, los pilotos suelen ser muy buenos observadores cuyos informes contienen información valiosa para el investigador”. El Dr. Haines presenta seis grandes argumentos difíciles de ignorar, y más aún cuando se ha dedicado por más de 15 años a estudiarlos, recopilando más de 3.400 casos aeronáuticos. Ahora bien ¿Qué es un incidente aéreo? Si nos atenemos al concepto concebido por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), “es todo suceso relacionado con la utilización de una aeronave que no llegue a ser un accidente, que afecte o pueda afectar la seguridad de las operaciones”. Y el primer incidente aéreo paraguayo de naturaleza desconocida, se descubre al ahondar en la historia, durante una siesta del 29 de abril de 1966 (Véase Cap. “Incertidumbre en el Beechcraft”, Pág.207 ).

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Un magnífico y desconocido suceso que bien pudiere oficiar de musa para alguna producción cinematográfica, acontecía en una serena noche otoñal de un distante abril de 1964. El sintético pero exquisito capítulo que un reconocido hispano investigador, experto submarinista, pionero en muchos sentidos, Don Antonio Ribera (1920-2001), dedicara al Paraguay, en su obra “OVNIs sobre Iberoamérica y España” (ed. Plaza & Janes, Esplugas de Llobregat – Barcelona, 1980), fue la traza que condujo a este extraordinario suceso mudo e ignorado por el paso del tiempo, ahogado en un cosmos de noticias pretéritas. Agradecido por la transcripción que hiciere el Dr. Andrés Salvador, investigador argentino, abogado y profesor de Ciencias Jurídicas, que contribuyó en el acercamiento a las referencias de este, tanto como otro caso desarrollado, véase el Capítulo “Desde el Observatorio Meteorológico del Ministerio de Defensa”, Pág. 175, fue el puntapié inicial para desempolvar este incidente aeronáutico. Don Antonio Ribera consideró este el primer caso paraguayo basado en la escasa pero interesante información que dispuso: “La primera observación paraguaya se remonta a 1964. El periódico “El País” que se publica en Asunción, publicó en su número del 14 de abril de 1964 que el sábado anterior por la noche y en San Fernando, localidad situada al norte del país, numerosos testigos vieron un disco volante cerca de la pista del campo de aviación. En aquellos momentos se hallaba despegando un piloto llamado John Green, el cual persiguió el OVNI, que poco después desapareció en dirección a las salvajes regiones del Chaco”. De la bibliografía se deduce que Antonio Ribera consultó a la mítica publicación inglesa, “Flying Saucer Review”, una revista trimestral activa desde 1955, conformada por más de 60 expertos y especialistas de Gran Bretaña así como otros países, que en su N° 2, Volumen II, en la sección denominada “World round-up of news and comment about recent sightings” (Resumen mundial de noticias y comentarios sobre avistamientos recientes), pág. 9, dedicaba una pequeña columna al Paraguay, “Piloto persigue platillo”, una cápsula informativa que Ribera afortunadamente encontró de interés traduciéndolo al castellano (Ver Imagen 102). Dos fuentes aludiendo mismo suceso, la emoción y curiosidad conspiraron fuertemente para emprender un pequeño viaje a la antigua hemeroteca “Carlos Antonio López”, situada en la capital. Con fecha en mano, y tras conseguir la colección del desaparecido “El País”, un diario de gran porte, desacostumbrado tamaño para los actuales, del cual hojeara con la sutileza que amerita 203

estos añejos materiales pero con la férrea convicción de encontrar algo, aparecía efectivamente en su sexta página, del martes 14 de abril de 1964, en una sepia hoja vestigio del tiempo, un enorme titular que en nada podía ignorarse.

Imagen 102 Cubierta de la mítica publicación Flying Saucer Review correspondiente a Marzo y Abril de 1965 (Izquierda), narrando la persecución emprendida por un piloto hacia un OVNI en cielo paraguayo (Derecha).

“Observaron un plato volador – Se registró el fenómeno en el Norte del País”. Me remito al documento original, transcribiéndolo taxativamente: “En la localidad norteña de San Fernando, cinco personas observaron el sábado pasado, en horas de la noche, la aparición de un plato volador. Según las informaciones obtenidas por El PAIS en fuentes responsables, los observadores creyeron, en principio, que se trataba de un avión incendiado que estaba a punto de caer a tierra, ya que el extraño artefacto parecía una gran bola de fuego. Visualizaron el objeto más o menos diez segundos y quedaron por ello fuertemente impresionados. El aparato se desplazaba a una gran velocidad, rumbo a la cabecera de una pista de aterrizaje, en medio de un vivo resplandor.

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No pudo establecerse si estaba tripulado o no; pero posteriormente esta creencia se hizo fuerte, cuando un piloto llamado John Green, que en su avión iniciaba el decolaje desde la pista de la ciudad de Concepción, persiguió al mismo plato volador que había tomado rumbo hacia el Chaco (Ver Imagen 103). La persecución se realizó hasta la Estancia Ledesma, en cuyo punto el aparato perseguido se perdió entre las malezas próximas a baja altura, sin poder ser de nuevo ubicado.

Imagen 103 La infografía recrea la batida del piloto inglés sobre el Chaco al flamígero objeto escurridizo

Hasta aquí los hechos. Se trata sin duda de un fenómeno sensacional, repetido con harta frecuencia, como para que no se dude de sus características. En nuestro país, es la cuarta vez que personas de entera probidad, aseguran haber visto de cerca uno de esos artefactos misteriosos cruzando nuestro cielo, en rauda aparición.

Lo que cabe deducir de este nuevo testimonio de la existencia de los llamados platos voladores, es que la coincidencia en los datos e informes proporcionados por personas serias, anulan la sospecha de un espejismo o superchería. Queda por aclarar el caso ante los centros especializados, que sobre el particular no han pronunciado hasta ahora la ‘última palabra’, negando o asintiendo el fenómeno. Sea de ello lo que fuese, lo que parece indudable es que en nuestro país se producen continuamente observaciones de este tipo, algunas de las cuales quedan sin reveladas por los testigos ya sea por restarles importancia o simplemente por falta de voluntad”. Probidad define certeramente a la coletilla expuesta por esta nota, sus reflexiones sobre el “desconocimiento de casos” ha dado simplemente en la diana. Ello aparecía en una época donde el “sueño marciano” producto de las erróneas interpretaciones de un entusiasta de la astronomía italiano, Percival Lowell86, quien anunció en el año 1877, haber descubierto “canales” por todo el planeta Marte, elucubrando sobre la naturaleza artificial de estas atribuyéndolas a una presunta civilización extraterrestre, comenzaba a destruirse con los datos que las sondas espaciales iban revelando, tal como informaba el extinto diario “Patria” del 5 de abril de 1964, “No hay vida en Marte”. “Marte es un planeta deshabitado. En su superficie no hay más oxígeno que en las más altas regiones montañosas de la Tierra”, concluía el Profesor soviético Vassili Kessarev.

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Percival Lowell: (1855-1916) Fue un millonario aficionado a la astronomía, fundador del “Observatorio Lowell”.

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Estados Unidos enviaría la sonda “Mariner 4”, revelando tiempo después, un planeta totalmente desolado, yermo, sin obras de ingeniería extraterrestre alguna, poniendo fin a décadas de especulación, y de imaginación sobre la parafernalia de los “marcianos”, deshaciéndonos de esa conexión caduca de platillos voladores y estos inexistentes habitantes de Marte. Regresando a nuestro plano, lo incontrovertible es que algo sobrevoló aquel sábado 11 de abril de 1964 como para que un piloto civil se haya aventurado presto a perseguirlo sin vacilación alguna. ¿Qué fue ese objeto? La investigación continúa abierta, como un paciente espeleólogo que va estudiando una caverna…

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Carlos Giúdice oriundo de Posadas (Argentina), pilotaba a unos 3.000 metros (3 Km) su ligera “Beechcraft Bonanza”, una avioneta de matrícula “LV-HDN”, (“LV”, identificador de aeronaves comerciales argentinas), durante la siesta del 29 de abril de 1966, hasta que de las nubes emergió, una formidable máquina desconocida que lo persiguió, enfundándole el más profundo estupor. La primera pieza de este peculiar encuentro aéreo, lo hallé en el catálogo del desaparecido NICAP87 (Comité Nacional de Investigaciones de Fenómenos Aéreos), fundado el 24 de octubre de 1956 por el Cnel. Donald Keyhoe, piloto naval de la Infantería de Marina de EEUU, ícono de la ufología de los 50’s y 60’s, conocido por sus acusaciones respecto a una política de encubrimiento gubernamental entorno al fenómeno y principal promotor de la HET (Hipótesis Extraterrestre) de los OVNIs. “Abril 29, 1966 – Asunción, Paraguay. 3:55 PM. El piloto de una Beechcraft Bonanza en ruta a Posadas, Argentina, vio un objeto plateado como un plato invertido, uno encima del otro, con ventanas, con un aparente tubo de escape emitiendo”. Un platillo volador con una hilera de ventanas se desprende de la rúbrica del NICAP, basándose en dos fuentes, por un lado la revista francesa “Lumiéres Dans La Nuit88” N° 125 de Mayo de 1973, y acullá un material denominado “Fenómeno Aéreo No Identificado – 18 Años de Avistamientos de Pilotos – Catálogo de Avistamientos por Militares, Pilotos de Pasajeros, Pilotos privados desde 1916 al 2000” del investigador francés Dominique F. Weinstein, Asesor Técnico de la NARCAP. Conocer la información expuesta en Lumiéres Dans La Nuit #125 revestía capital importancia, y para ello entablé contacto con el mismo Weinstein, impulsado por una acorazonada, si Dominique Weinstein confeccionó el catálogo debía poseer una copia de la revista, quien afortunadamente no solo respondería aportando detalles, sino brindó sin dilación alguna, el preciado material de 1973. “Paraguay”, este modesto título se exhibía en la Pág. 18, dándose a conocer por medio del informante M. D. Geissenhoffer (Ex Secretario de la Embajada Francesa en Paraguay, quien posee una interesante anécdota. Véase Cap. “Las fantásticas pinturas de Ysanne Gayet”,335), extractando tres episodios paraguayos próximos en el tiempo, revelándose la fuente del suceso del piloto Giúdice en “La Voz” del 12 de septiembre de 1969, antiguo material del que conseguí

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NICAP: National Investigations Committee on Aerial Phenomena Lumiéres Dans La Nuit: Del francés “Luces Danzantes en la Noche”, antigua publicación sobre OVNIs creada por Raymond Veillith en 1958, editándose hasta la fecha.

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acceder al original, confirmándose todo lo expuesto sin decepción alguna en su portada misma, “Casos de OVNIS en el Paraguay”. “Iba pilotando uno de mis aviones particulares, un Bonanza LV AON, cuando a la hora ya mencionada pude observar a poca distancia algo brilloso que supuse lógicamente era el ala de un avión dejada al descubierto por una nube que cubría el resto del aparato. Yo viajaba solo y como realizo con frecuencia estos viajes, puse mi experiencia en práctica y rápidamente tomé distancia elevándome sin que el percance me alterara mayormente. Cuando me creía libre de todo peligro, observé con inquietud que el otro aparato se hallaba sobre el mío y tomaba mi dirección. ¿Qué se proponía el piloto?, ¿Qué quería? Francamente sorprendido procuré mirar bien y aquí fue donde me quedé frío. No era un avión… Como un plato sopero vuelto hacia abajo de aspecto gris y con remaches. Poseía ventanillas y unos tubos de escape. Es decir un plato volador”, reparó el piloto (Véase Imagen 104). El objeto efectuaría sucesivas aproximaciones riesgosas, mientras Giúdice intentaba comunicarse por radio con el personal de la Torre de Control del entonces “Aeropuerto Pdte. Stroessner”, quienes desde allí aconsejaron guardara calma y prosiga con su rumbo al sobrevolar una zona de esterales, donde un intento de aterrizaje se traduciría en un accidente fatal.

Imagen 104 Un disco sólido emergió de las nubes aproximándose riesgosamente al aerodino

El investigador Héctor P. Anganuzzi dedicó unas líneas en su obra “Historia de los Platos Voladores en la Argentina” (1974), Pág. 79:

“Y desde la Torre de Control del Aeropuerto de Asunción debió tranquilizarse al piloto Horacio Giúdice, su avión Bonanza procedente de Posadas fue estremecido por una extraña máquina plateada con forma de plato”. “Ñandé” en su edición N° 159, Año VIII, publicaba una histórica fotografía donde aparecía Carlos Giúdice posando con su avioneta en la pista del Aeropuerto Pdte. Stroessner, caratulado “Perseguido por un Plato Volador” (Véase Imagen 105), un reportaje del reconocido Gerardo Halley Mora, periodista, escritor y locutor radial, ahondando en el percance sobre el Río Tebicuary, gracias a las palabras del protagonista:

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Imagen 105 El piloto Carlos Giúdice junto a su avión Beechcraft con el cual fue hostigado por un platillo volador

“¿Se imaginan Uds., lo que es estar a diez metros de distancia y en pleno vuelo, de un aparato nunca visto, venido de quien sabe dónde, y tripulado vaya a saberse porque fantasmones? … La parte de arriba tiene unas ventanitas desde donde tengo la seguridad de que me estaban espiando. La parte inferior es más oscura y se mueve con gran facilidad a cualquier kilometraje. Por momentos hasta parece que no se mueve y por momento toma, de golpe, una velocidad que yo creo que no me equivoco mucho, es superior tres veces a la velocidad de los aviones a chorro”. Sobre las maniobras del objeto declaró: “Resulta que después de haber subido sobre mi aparato, comenzó a evolucionar alrededor mío como si se tratara de alguien que tuviera interés en observarme detenidamente”. (Ver Imagen 106). La secuela del caso se evidencia luego de 12 años en el diario “Hoy” del 7 de noviembre de 1978, “El Caso de los OVNI que sobrevolaron el Paraguay”, redactado por el Ing. S. Von Wurmb. Wurmb consiguió más detalles del intento de comunicación por parte de Giúdice con la Torre de Control: 209

Imagen 106 El piloto tuvo la sensación de ser observado, al maniobrar el objeto cerca suyo, como manifestando interés debido a su presencia

“Cuando recuperé la calma y cuando pensé que el objeto, que tan pertinazmente me perseguía, no me iría a atacar, tomé el rumbo a Asunción y aproveché la oportunidad para ponerme en contacto radial, cosa que antes no pude hacer, debido a la fuerte impresión. Respondieron a mi llamada las Torres de Control de Posadas, un avión de la empresa “Navajas Centeno”, incluso algunos otros aviones en vuelo, cuyos pilotos me decían que me tratara de serenarme y otras palabras de aliento que me hicieron sentir más tranquilo”. Las descripciones del objeto volador se tornaban inusuales al señalar que, “Despedía ciertos gases por una hilera de toberas ubicadas en su parte inferior. En la aceleración, cada tobera despedía una columna de gases precedida de una luz brillante, como si tratara de un reactor. Todos los chorros funcionan simultáneamente, pero con cierta oblicuidad respecto a la base inferior”. La duración del hostigamiento aéreo sería de 3 a 4 minutos hasta que el objeto se apartó dirigiéndose a un banco de nubes encima del avión. Subsecuentemente el 14 de noviembre de 1978, el periódico “Hoy” volvería a retratar el incidente con “Un Piloto paraguayo refiere su experiencia con los OVNIs”, en esta edición el Ing. Wurmb plasmó la declaración de Giúdice sobre el funcionamiento del aerodino: “En mi caso, la extraña aparición no me produjo dificultades para controlar mi avión, ni los instrumentos tuvieron variación alguna, mucho menos en el sistema radioeléctrico. Creo, que puede tratarse de la primera vez, en que uno de estos objetos es observado con tanta proximidad y claridad”.

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Cometía un inocente error el autor al referirse como paraguayo a Giúdice cuando francamente era argentino, sin embargo importa ¿Qué tan grande fue el objeto volador? Según la descripción oscilaba entre los 12 metros de diámetro por 3 de alto. Es hora de traer a colación un concepto desarrollado por el Capitán y Piloto de la Brigada Aérea del Ejército de Chile, Rodrigo Bravo Garrido, miembro del CEFAA (Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos89), desarrollada conjuntamente con Juan Castillo Cornejo en “Ufología Aeronáutica – Un nuevo concepto en el estudio de los OVNIs” (Octubre, 2010), proponiendo una interesante adaptación a la conocida “Clasificación de Hynek” designándolos como “Encuentros Aéreos”, enunciándose: Encuentros Aéreos del Primer Tipo: Episodios de avistamientos de objetos o luces no identificadas por pilotos, pasajeros o Controladores del Tráfico Aéreo (ATC). Encuentros Aéreos del Segundo Tipo: Sucesos donde aparte de un contacto visual vienen apoyados por trazas de radar (tierra o de aire) que confirman el testimonio. Encuentros Aéreos del Tercer Tipo: Casos en que la cercanía del fenómeno provoca el mal funcionamiento de los instrumentos del avión. Encuentros Aéreos del Cuarto Tipo: Situaciones donde el piloto se ve forzado a maniobrar por la presencia del objeto volador. Encuentros Aéreos del Quinto Tipo: Este apartado corresponde a circunstancias en la que el piloto debe abrir fuego contra el objeto volador. Según esta clasificación la persecución sobre el Río Tebicuary es un “Encuentro Aéreo del Cuarto Tipo”, al realizarse maniobras evasivas (palancazos) por la escasa distancia que presentaba el OVNI. Inquieto es la palabra que define al distante abril de 1966, justificado claramente en “Ñandé” N° 159 del viernes 29 de abril de 1966, donde César Espínola escribía: “El viernes por la noche, un clima primaveral, y un cielo bastante claro era una invitación para pasear o quedarse a conversar familiarmente en la calle o en el patio. Precisamente por eso mismo, que al filo de las 22 horas, una gran cantidad de personas se encontraban en el patio o fuera de sus viviendas. Y en medio de ese pasar apacible, y cuando nada lo hacía presumir, la sorpresa de las gentes no tuvo límites. Un objeto o un disco volador causaban conmoción en los vecinos de la capital. Este cruzó el firmamento y volvió a perderse a los pocos segundos dando la impresión, en la distancia, de caer o posarse en algún punto no lejos de la Capital”. 89

CEFAA: Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos. Fundada en el año 1997, organización chilena, dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Tiene por objetivo documentar, y analizar exhaustivamente los informes de FANIs (Fenómenos Aéreos No Identificados).

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Uno de estos testigos fue un técnico radial de transmisiones deportivas, resguardado bajo las iniciales “J. C.” por el cronista. Hallándose también relatos de transeúntes capitalinos que habrían atisbado al Sur un refulgente objeto azulado-verdoso exhibiendo una cola, desplazándose con celeridad hacia la Iglesia de la Encarnación, punto en el que se perdió de vista a las 18 horas del jueves 28 de abril de 1966. En tanto a unos 300 Km de Asunción, en el distrito de Hernandarias, se presenciaba un cuerpo luminoso produciendo una fuerte explosión, interpretado por muchos como un OVNI, sin embargo el análisis racional de sendos eventos nos conduce incontrovertiblemente a un cuerpo celeste común, un bólido, esta pieza del cosmos que consiguió encender el firmamento y las especulaciones de los hombres de aquel tiempo. La inquietud celeste de las postrimerías de abril de 1966 volvió a entintarse con “La Voz” del 12 de septiembre de 1969, “Y de pronto… Un show de OVNIS sobre Asunción…”: “A las seis de la tarde, el claro cielo de Asunción se vio cruzado por unos raudos puntos luminosos. Llamadas telefónicas a las emisoras. Gente que salía a mirar desde las terrazas. La aparición duró breves minutos. Pero era nomás el primer acto, pues esa misma noche, a las 22, el cielo claro y límpido de la ciudad vio cruzar, ante los ojos acostumbrados de millares de asuncenos, una verdadera escuadrilla de objetos luminosos que finalmente se perdió a lo lejos, luego de estar a la vista largos minutos. Fue un espectáculo asombroso. Algunas emisoras de radio sufrieron extrañas interferencias e inconvenientes. Las señales de radio del aeropuerto también experimentaron una especie de influencia electromagnética, según declararon algunos funcionarios. Un piloto civil calentaba los motores de un Curtiss en la cabecera de la pista, cuando aquellos pararon bruscamente. Solamente después de un largo rato pudo arrancar de nuevo cuando ya el show de OVNIs había finalizado. Millares de testigos paraguayos sabían ahora que los misteriosos objetos voladores, existían…”. Con este fragmento periodístico una tenue luz dispersaba la sombra del tiempo, exponiéndose tres eventos coetáneos antagónicos, primeramente las dos visualizaciones de bólidos, en segunda instancia, el tránsito de objetos luminosos que perturbaron electromagnéticamente, y por último, el incidente aéreo de Giúdice. Objetos luminosos que nos exhortan a cuestionarnos si ¿Un meteoro es capaz de interferir electromagnéticamente? Francamente es altamente improbable, contradiciendo severamente la duración de los avistamientos, ¿Podría ser una lluvia de estrellas fugaces? Temo informar que la única lluvia de meteoros denominada las “Líridas”, se inicia cada año un 21 de abril hasta el día 25, esto es 12 días antes de los reportes, sin agregar su escasa visualización debido a la frecuencia de unos 15 meteoros por hora, empeorada por la contaminación lumínica de las ciudades. 212

Su nombre debe a la constelación de “Lira”, su radiante o el punto desde donde aparecen estas diminutas partículas de polvo y roca, residuos del cometa Thatcher (C/1861G1) que ingresan a nuestra atmósfera terrestre, produciéndose esos fulgores. Por si fuera poco, el público se manifestó al enviar cartas al director de un conocido medio, tal como realizó el asunceno Nicanor Chavez Duré: “No debe tratarse de hacer creer a la fuerza los descreídos, ni con argumentos, eso sí debe dársele todos los elementos de juicio para que elabore su propia convicción al respecto, pues considero que no hay periodismo en el mundo capaz de hacer variar de parecer al incrédulo. Esto lo sostengo por propia experiencia, pues era uno de los que se burlaban de los famosos platos, repetía como loro lo que leía al respecto, y tenía la palabra llena de palabrejas como sugestión colectiva, histeria, sicosis fantasiosa, etc… Hasta que VI un plato volador, cuando manejaba cerca de Puerto Presidente Stroessner. Y no me vengan con cuentos, no era un globo sonda, ni la imagen de Venus, ni un avión volando, ni un fenómeno óptico producido por las nubes bajas. No. Era una cosa metálica esférica, iluminada y que primeramente, sobrevoló lentamente la copa de los árboles a cien metros de mí, y luego salió disparando hacia arriba, a una velocidad fantástica, hasta convertirse en un puntito en el cielo. Yo, repito, VI ese plato, observé algunos detalles y OÍ el ruido que hacía. Lastimosamente no puedo decir que se me paró el motor del coche, ni que perdí el conocimiento, ni que ahora estoy enfermo de radiación. Pero si VI y OÍ aquello, y por lo que sé soy tan sano de juicio como para no ser objeto de fantasía alguna. Además dicen son víctimas de alucinación los que CREEN apasionadamente en algo, y hasta ese momento en que VI y OI, yo NO CREIA en absoluto en tales artefactos” (“La Voz”, 8 de agosto de 1969). La paráfrasis “El que busca, lo encuentra” se materializaría al encontrar a la artista paraguaya, Myriam Careaga, quien en su infancia, con inocentes ojos contempló un raro desfile de objetos en el firmamento, en su añorada ciudad de Caraguatay, Departamento de Cordillera, dos meses antes de los sucesos de abril. Profesora de artes plásticas exponente del arte espacial (Space art) luego de pertenecer al Club de Astrofísica del Paraguay, recreando atrapantes escenarios que envuelven estrellas y fenómenos astronómicos, como los que aparecen en el libro, “Almanaque Astronómico – 2012 - Edición Bicentenario de la República del Paraguay”, de Waldemar Villamayor Venialbo. A pesar de residir en la ciudad de Lambaré, su infancia transcurrió en el pueblo de Caraguatay a unos 91 Km de la capital, una de las localidades más antiguas del país. Desde la casa de su abuela a pocos pasos de la “Iglesia Virgen de las Mercedes”, durante la tórrida noche de febrero de 1966, observaron perplejos un inquietante fenómeno que evolucionó alrededor de las 21:00 Hs.

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- Careaga: “En aquella época la electricidad era limitada, cortándose como alrededor de las diez de la noche. Todo el mundo salía a las calles por el calor, y era la ocasión ideal para mirar al cielo. Me acuerdo que nos fuimos con mi abuela hasta la esquina de su casa, y ahí vi un objeto circular que estaba quieto, con una especie de luz alrededor. Recuerdo bien que la palabra que me vino a la mente fue… ‘huevo frito’ (risas)”, aludiendo a su forma. - Careaga: “La gente estaba murmurando y decían: ‘Wow! ¿Pea piko la OVNI, hina?’ (En guaraní, ‘¿Ese es el OVNI, verdad?’). Estábamos entre veinte, y al rato apareció una navecita más chica, ¡con una rapidez!”. - Maidana: “¿Por qué refiere como una navecita?, ¿Cuál era su apariencia?”. - Careaga: “Tenía una apariencia perfectamente sólida, metálica. Primero vino una, y después aparecieron otras, no sé si eran dos o tres más, en la misma dirección del lado de Vapor Cué. Y ahí, hicieron una formación en V, desaparecieron raudamente” (Véase Imagen 107).

Imagen 107 Esbozo original de la artista Myriam Careaga sobre lo atisbado en Caraguatay

- Maidana: “¿Estas luces daban la impresión de que salían y entraban del objeto que estaba ahí?”. - Careaga: “Sí, sí”, afirmando rotundamente. “Para mí, que la primera nave que apareció, la chiquita, entró y salió de la más grande, y después se puso en posición, de la que estaba en el medio”. - Maidana: “¿Y la que estaba en el medio, qué forma tenía?”. 214

- Careaga: “Era así tipo como esos trompos, así circular, fue la más grande también y las otras pequeñas. Recuerdo la impresión que me daba, porque con los ojos de niña me parecía que esa nave más grande le esperaba a las más chiquitas, parecía como si le estaba comandando”. - Maidana: “¿Se podía ver perfectamente?, ¿O tenían que aguzar la vista?”. - Careaga: “No. Se veía perfectamente”. - Maidana: “¿Percibió algún sonido?”. - Careaga: “No, ninguno”. - Maidana: “¿Cuántas personas estaban aproximadamente?”. - Careaga: “Bueno, estaba mi abuela, mi bisabuela que vivía cuando eso, mis hermanos, hermana -un año menor- que tiene algunas pizcas de recuerdo, no recuerda muy bien, y yo. Había más de 10 personas con los que estaban en las esquinas. Nos quedamos todos y nos pusimos a mirar”, esbozando pormenores de una época en que los pobladores utilizaban aún velas y lámparas a querosene”. - Maidana: “¿Cuál fue su primera impresión?”. - Careaga: “Yo estaba fascinada. Realmente me fascinó, era un poco de resquemor pero también fascinada. Lo único que te puedo decir que eso que estábamos viendo era algo real, no era algo que estábamos soñando. Todo era muy calmo, estaba flotando allí, no hacía ruido, nada, me impresionó la nube alrededor”, razón de su comparación con el huevo frito. - Maidana: “¿La nube era densa? ¿De qué color?”. - Careaga: “Blanca, densa al principio. Pero creo que en un momento se dispersó más, porque al hacer la formación en V, ya no había nube”. El avistamiento duró alrededor de cinco minutos, suficiente para distinguir detalles e impregnarse en la mente de los testigos a pesar de los años. - Maidana: “El objeto que estaba en el centro, ¿Giraba o estaba estático?”. - Careaga: “Estaba estático”. - Maidana: “¿El comportamiento de estos objetos era similar a los insectos?”. - Careaga: “Los más pequeñitos, si parecían como insectos, ya que se movían muy rápido por momentos. Lo que si recuerdo bien, es que todo estaba muy calmo, estaba flotando ahí”. Señalando sobre un mapa finaliza explicando que se agruparon en “V” alejándose hacia el OESTE. 215

Este fantástico y peculiar avistamiento encontraría su apoyo testimonial, a más de 80 Km, gracias a la Sra. Graciela Martínez Gastón (66), personal de salud del Hospital Materno Infantil de Loma Pytá, apasionada a la antropología. Acompañada de su pareja en el añorado cine “El Óscar” del Barrio Jara en Asunción, aguardaban impacientemente la proyección sobre un gran telón situado al OESTE, en una noche de febrero de 1966. En las décadas de los 60’s, 70’s y 80’s existieron un considerable número de cines que se extinguieron, habiendo prácticamente uno por cada barrio de la capital. La proyección se inició próxima a las 20:00 Hs, durando hora y media, interrumpiéndose por un momento debido a un extraordinario imprevisto. Retirados en un apacible lugar, sobre unos barriles que sostenían unos tablones agolpados por una muralla que daba de cara al telón, se encontraba la pareja, cuando inesperadamente surgió una flotilla de objetos voladores hacia el NORESTE que sin prisa alguna, surcaban entre las estrellas. - Martínez: “Fue un espectáculo hermoso, tenía un brillo intenso, llamaba la atención. De repente pasó de naranja a un blanco intenso, y después, las navecitas redondas entre una estela, a los costados del objeto central, haciendo fila, tipo esas filas militares, tres de un costado, tres del otro. Y esto estaba arriba mismo de nosotros, lo vimos bien. Se deslizaban detrás de la nodriza. Ahora tímidamente hablo de esto, porque anteriormente dirían por una que eras loca”. - Maidana: “¿Habías dicho que había una luz, o eran luces?”. - Martínez: “No eran luces, la luz tenía el objeto principal, una intensa luz, que tenía una forma circular, y unas estelas, viéndose perfectamente las pequeñas naves grises que no tenían luces. Tres en cada fila, en dos filas”, (Ver Imagen 108). - Maidana: “¿Si no tenían luces, como pudo verlas?”. - Martínez: “Por la luz de la nave principal, le iluminaba a las demás, porque ¿Cómo vas a poder ver de noche esa estela? Porque para decir que había Luna, no había”. Imagen 108 Graciela Martínez dibuja el insólito objeto que fue escoltado por otros más pequeños

- Maidana: “¿Escuchó algún ruido?”.

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- Martínez: “Nada, ningún ruido. Nosotros lo único que escuchamos fue que explotó el foco del proyector de cine. ¿Qué te parece? Y nos quedamos sin luz”. - Maidana: “En el caso del objeto principal, ¿Este era del diámetro de la Luna o más pequeño?”. - Martínez: “No, menos que el de la Luna llena. Era una cosa impresionante, no sé con qué compararte porque la Luna no tiene esa luz, mucho más que la Luna brillaba. Nosotros nos hallábamos a 5 Km de la zona de Zevallos Cué, Loma Pytá y Aeropuerto, solamente volteamos un poco la cabeza para observarlos, sin embargo mi hermano pudo verlo encima suyo”. Comentó que su hermano Alberto Martínez Gastón, pescaba con su padre en el Río Paraguay frente a la Villa San Francisco, observando la cuadrilla de misteriosas máquinas, sin saber que uno miraba lo mismo que el otro. Esto supo al regresar a su hogar, cuando su hermano con incontenible emoción, narró con su padre como esos objetos lentamente siguieron su curso hacia el Aeropuerto, donde según comentarios en la radio, se apagaron las luces. Otro dato curioso refiere a dos monjas que en su viaje de excursión hacia las Cataratas de Iguazú, sobre la Ruta N° 2 próximo a Puerto Pdte. Stroessner (actual Ciudad del Este) divisaron unos OVNIs evolucionando a baja altura sobre las copas de los árboles linderas del asfalto, una extraña visión que sacudió las opiniones en los programas radiales.

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Emociona descubrir personas que guardan relación con figuras del escenario histórico paraguayo, hayan sido testigos de fenómenos aéreos no identificados. Precisamente este es el caso y a pesar que no se ha dado en los cielos paraguayos, ello no resta interés y mucho menos importancia, al ser atestiguado por pilotos paraguayos que pilotaban un avión carguero “DC-8” de la extinta y entrañable “LAP” (Líneas Aéreas Paraguayas). Uno de estos pilotos sería el desaparecido Cnel. Manuel Insaurralde (Véase Imagen 109), quien llegó a ser piloto del famoso dictador paraguayo, el Ex Presidente Alfredo Stroessner. El Cnel. Insaurralde voló por más de 40 años alrededor de todo el mundo, a bordo de LAP, y rememoró cuando aún vivía, un episodio que jamás pudo explicarse, él tanto como el copiloto, ingeniero de vuelo, y comisario de a bordo presentes en aquella ocasión. Su testimonio fue recogido y documentado por el reconocido erudito historiador aeronáutico Antonio Luis Sapienza Fracchia, quien se ha Imagen 109 dedicado por más de 20 años a la investigación Momento en que el Cnel. Manuel Insaurralde es de la aviación civil, militar y comercial del condecorado Paraguay, escribiendo varios libros sobre la materia y artículos para revistas internacionales especializadas. Amablemente se dispuso a recibirme en su oficina, relatándome que recordaba la ocasión en el que el Cnel. Insaurralde le comentó su experiencia de avistamiento de OVNIs, en uno de sus vuelos, y debido a la seriedad de quien lo manifestaba, decidió incluirlo en su libro “La Historia de Líneas Aéreas Paraguayas” (2004), Pág. 251. Taxativamente dice así: “El Coronel Manuel Insaurralde, Comandante de aeronave con casi 20.000 horas de vuelo, recuerda que en un vuelo carguero con el N810BN de Asunción a Miami iba con el Coronel Genaro Núñez como copiloto, el Sub Oficial Principal Feliciano Maciel como ingeniero de vuelo y Rolando Gigglberger como comisario de a bordo. El vuelo se estaba desarrollando con toda normalidad y estaban volando en pleno Caribe, entre Jamaica y Cuba. Alrededor de las tres de la mañana, el copiloto Núñez avisó al Comandante sobre objetos extraños en el cielo: una formación perfecta de diez objetos voladores luminosos que estarían volando a gran velocidad a unos 50.000 pies. Tanto Maciel como Gigglberger también divisaron lo mismo, y en la soledad de la madrugada aquella visión los sobrecogió profundamente. Poseían una luz semi-verdosa, 218

parecían redondos y estaban dentro de la atmósfera puesto que dejaban una estela de condensación a su paso. El cielo estaba limpio y ellos se dirigían de norte a sur. Bajo ningún punto de vista podían ser consideradas aeronaves, ya que las luces no eran intermitentes y no se parecían a ningún objeto conocido. El avistamiento duró unos tres o cuatro minutos y luego desaparecieron. Reportaron lo sucedido al control de tráfico aéreo de Cuba y ellos contestaron que varias aeronaves habían informado lo mismo que aquella madrugada”. Insaurralde comentaba sobre el mismo lo siguiente: “Lo anecdótico del caso es que siempre que cuento esta historia, la gente se sonríe, pero a todos les digo lo mismo: Mi tripulación y yo vimos, creemos en lo que vimos y no necesitamos que nos crean...”. Inquiriendo sobre alguna publicación que narre este avistamiento, descubrí un artículo del diario ABC Color, del 04 de febrero de 2009, “OVNIs desde LAP”, en la que de una manera muy condensada se describía el testimonio del veterano piloto. La rúbrica aduce que las aerolíneas que habían confirmado el avistamiento fueron pilotos de VARIG y Aerolíneas Argentinas, además del detalle de la presencia de Luna Llena aquella noche, que no se mencionaba en el libro de Fracchia. ¿Qué interés puede despertar la presencia o no de Luna Llena? El interés estriba primordialmente en el hecho de que la obscuridad representa un gran filtro y un factor que impide discernir con claridad un objeto durante la noche, más cuando se encuentra en el aire. Cualquiera que haya intentado realizar observaciones astronómicas en noche de Luna Llena, sabe perfectamente que es el peor día por la intensa contaminación lumínica que realiza impidiendo observar objetos lábiles, de luz tenue, esto se debe a que la Luna Llena equivale a una luminosidad de 1 lux, esto nos faculta por ejemplo a poder leer un libro sin dificultad alguna en un bosque obscuro aunque no portemos candelabro o linterna. Pues bien, esto contribuyó enormemente a la constatación de la existencia de “estelas” debido a la luminancia, durante el paso de estos anómalos objetos, así como en el discernimiento de que “no se trataban de objetos conocidos”, y más rememorando que el cielo se encontraba perfectamente despejado. La altura que estimó el Cnel. Insaurralde a estos OVNIs es de unos 50.000 pies, equivalente a 15,24 Km esto es el doble de la altura del Everest. La mayoría de los aviones comerciales poseen un “techo de vuelo” (altura máxima alcanzada por el avión) de unos 12.800 metros (42.000 pies), solo algunos jets alcanzan los 52.000 pies. Este record de altura es burlado por el MIG-25 ruso, cuyo techo de vuelo es de unos 86.000 pies, descartando de esta forma un avión comercial. 219

El artículo de ABC Color, culminaba de esta forma: “Otra experiencia similar la tuvo en Formosa, pero esta vez lo vieron los del aeropuerto, aunque él no lo pudo divisar”, probablemente lo habrá oído por radio y por ello tuvo conocimiento. La historia de Líneas Aéreas Paraguayas (LAP) no solo se mide en números de vuelos realizados o destinos alcanzados, sino también en anécdotas ocultas y fascinantes que nos trasladan a horizontes inexplorados de la aeronáutica, los OVNIs.

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Existen sucesos que logran destruir los paradigmas erigidos por años de enseñanza académica y de la experiencia forjada por la cotidianeidad en nuestras vidas. Uno de estos acontecimientos anómalos, de los tantos que hemos estado revelando a lo largo del presente libro, se desarrolló el 8 de junio del año 1991, durante una parsimoniosa noche fría, que aun así consiguió despertar el resquemor de un piloto civil que se hallaba en vuelo desde la ciudad de Concepción rumbo a la capital, tanto como el asombro de la tripulación de un Boeing 707 de Líneas Aéreas Paraguayas, rumbo a Miami, y por último el conturbo del personal de guardia del Aeropuerto Silvio Pettirossi. El presente caso reviste interés por la calidad y cantidad de testigos, el tiempo en el que se manifestó el objeto, probables efectos electromagnéticos al avión, número de aviones involucrados, confirmación visual en pantalla de radar, avistamiento aire-aire y desde tierra tanto a ojo desnudo con binoculares, así como un ulterior informe archivado en el Ministerio de Defensa. Fue investigado en su tiempo por el ex ufólogo, y fundador del APRA (Asociación Paraguaya Racionalista)90, Jorge Alfonso Ramírez (Véase Imagen 110) un empresario paraguayo que desde una temprana edad se intrigó en la lectura e investigación de fenómenos paranormales y relacionados a los OVNIs, colaboró con varias revistas extranjeras entre estas Año Cero y Enigmas (España), UFO (Brasil), siendo representante de la MUFON91 (Red Mutual de OVNIs) en el Paraguay, alejado por más de 15 años a la investigación ufológica y centrado más bien en combatir cualquier tipo de doctrina religiosa.

Imagen 110 El entonces ufólogo Jorge Alfonso interrogando al Cmte. Fariña. Foto gentileza Alfonso Salazar.

El Sr. Alfonso conducía un programa de radio denominado “Contacto” en la que narraba casos de la ufología mundial, así como debates abiertos con la audiencia. Sin embargo en una noche de emisión, llegaba una noticia… En términos del propio Jorge Alfonso:

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APRA: Asociación Paraguaya Racionalista, una entidad sin fines de lucro que difunde el pensamiento racionalista, buscando promover el interés por el pensamiento crítico a través de charlas y programas en medios de comunicación. MUFON: Siglas de Mutual Ufo Network (Red Mutual de OVNIs), organización estadounidense sin fines de lucro, encargada de recibir e investigar informes de OVNIs. Posee una red de investigadores a nivel mundial. Fundada el 30 de mayo de 1969 por Walter H. Andrus y el Ing. Espacial John Schuessler.

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“El relato me fue pasado un día que por coincidencia entrevistaba a un representante del Centro de Estudios de OVNIs (CUFOS en inglés) de los EEUU. Aprovechábamos para conversar informalmente mientras los comerciales estaban en el aire cuando noté del otro lado del vidrio de la cabina de locución, al operador intentando llamar mi atención, pues había una llamada telefónica urgente. Pensé que se trataría de una llamada más, que atiendo normalmente durante la programación de personas interesadas en participar del programa o hacer preguntas sobre OVNIs. La persona que me llamó, un hombre afirmó tener informaciones interesantísimas para pasarme, sin embargo quería conversar particularmente. Cuando fue a visitarme en mi oficina, aclaró que las informaciones no eran completas, sin embargo se referían a un avistamiento de un OVNI recientemente registrado en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi de la capital paraguaya. Con excepciones rarísimas las personas nos informan, después o durante los programas de radio sobre hechos pasados hace mucho tiempo, cinco, diez años atrás. Todos los que trabajan en ufología tienen conciencia de cómo es difícil mostrar o probar alguna cosa ocurrida hace tanto tiempo si deseamos realizar una investigación seria y minuciosa. Para comenzar, es más probable que el testigo haya cambiado de dirección o ciudad, muerto o simplemente no recuerde bien el incidente. Sin embargo en esta ocasión, era verdaderamente reciente. Realicé las primeras indagaciones a través de contactos con militares paraguayos cosa que no es muy simple”. Culminaba de esta forma la explicación del cómo había llegado a oídos del entonces investigador Jorge Alfonso, en un artículo que había descubierto, de su autoría en la revista UFO (Brasil), de Octubre de 1993, Pág. 27, titulado “OVNI es visto por dos aviones en el Paraguay y autoridades confirman el hecho”. El informe se iniciaba con una interesante reflexión digna de mención: “Por primera vez en la historia de la poco conocida ufología paraguaya, un OVNI es visto simultáneamente por dos aviones, captado por radar y encima sobrevuela un aeropuerto internacional”. Menciona el desconocimiento de la casuística paraguaya de tinte aeronáutico, sin embargo el presente libro recoge las investigaciones que he realizado y desbancan esta reflexión al existir varios casos que si obtuvieron registros de radar, y fueron atestiguados tanto por personal de tráfico aéreo como de pilotos civiles o militares se tratare. Retomando el caso; uno de los testigos clave durante el crepúsculo del 8 de junio de 1991, fue el piloto civil César Escobar, quien transportaba dos pasajeros extranjeros en una avioneta “Cessna Modelo 210”, que había partido desde una granja situada próxima a Concepción, distanciada a unos 210 Km de la capital, sector norte de la región oriental. 222

En la entrevista realizada por el Sr. Alfonso, César Escobar declararía lo siguiente: “Eran más o menos las dieciocho horas cuando despegué con el Cessna de una granja localizada a pocos kilómetros de Concepción, llevando dos gringos (alemanes). Uno de ellos era el dueño de una granja del cual fui su piloto por algunos años. Yo acostumbraba a sintonizar la radio en la frecuencia utilizada por el aeropuerto todo el tiempo, para oír la comunicación de todos los aviones que estaban volando. No sé exactamente cuánto tiempo transcurrió desde que sintonicé esa frecuencia, mas mientras conversaba con los pasajeros comencé a prestar atención en la comunicación entre un avión de Líneas Aéreas Paraguayas (LAP) y el operador de tráfico aéreo de Asunción. Al comienzo de la conversación transcurría normalmente sin embargo el Comandante de LAP comenzó a alterarse su voz, porque se estaba poniendo nervioso… Primeramente pensé que se trataba de un avión perdido en su ruta, sin embargo ahí oí que el operador de la torre de control preguntó al piloto de LAP si aún podía ver el objeto a corta distancia, a lo que respondió afirmativamente y agitadamente, dijo: -Lo veo bien enfrente mío”. César Escobar continuó profiriendo sobre la comunicación radial que estaba interceptando: “Recuerdo perfectamente que en un determinado momento el piloto relató a la torre de control que el objeto se movía violentamente en dirección izquierda, de repente el objeto subió un poco por lo que pude deducir, porque el comandante estaba diciendo que estaba a diez horas en aquel momento (encima y a la izquierda). Después de eso, el objeto descendió nuevamente, sin embargo por poco tiempo, al tanto que el comandante preguntaba si aquello era del infierno o qué, una luz fuerte cercano a él, según el comentario suyo a la torre. Todo eso era muy extraño”. Según el reporte, la comunicación del comandante de LAP del “vuelo N° 202” (Véase Imagen 111) con la torre de control, se extendió por un buen tiempo hasta que el mismo objeto motivo del alboroto, se presenta en dirección convergente al Cessna 210, pilotado por César Escobar. Localicé una edición del “Diario Popular” del 17 de agosto del 2010, en la que presentaba el texto “Brasileros Imagen 111 El avión de Líneas Aéreas Paraguayas desde donde fue Protocolizan procedimiento para observado el OVNI reportar avistamientos de OVNIs”, y en este se presentaba de una manera extremadamente breve el referido incidente, entrevistando a César Escobar, pero encubriendo su nombre tras sus iniciales “C.E”. 223

“Veinte minutos antes de verlo, ya escuché por radio como el piloto se discutía con la torre de control porque ellos no le creían al principio. El comandante dijo que el OVNI jugaba con él. Pasaba de arriba y debajo de la nave. La discusión con la torre explotó cuando el comandante dijo: -Na ore tavýi, rohechango hína (En guaraní, ‘No estamos locos. Lo estamos viendo’). Como dije, 20 minutos después de eso apareció a la derecha de mi avión, a unos 5 Km”. Planeando a una altitud de unos 2 Km (2000 metros), su suerte se transformaría sustancialmente al pasar de radio escucha a testigo directo del veloz OVNI. “Aconteció tan rápidamente que no tuve tiempo de entender nada, no podía creer que el objeto a mi lado era el mismo que pasó por el avión de LAP”. El piloto se esmeró en no cundir el pánico a los pasajeros que transportaba, al intentar esquivar al intruso aéreo que lo escoltaba en riesgosas distancias de modo que no sintieran las maniobras evasivas. Durante la entrevista realizada por Jorge Alfonso a Escobar, describiría este fatídico momento de la siguiente manera: “Me comencé a preocupar cuando los pasajeros preguntaban sobre que era aquel objeto y por qué estaba volando tan cerca nuestro, y no sabía que responderles. Estaban agitados y comenzaron a ponerse nerviosos. En aquel momento recibí un mensaje del operador de radar del aeropuerto de Asunción preguntándome si había tráfico aéreo hacia mi derecha. Mi respuesta fue afirmativa, en tanto me pedían una descripción de lo que observaba. Respondí que no conseguía observarlo bien todavía”. El tiempo en que el intruso aéreo escoltaba al Cessna 210, fue de unos 25 minutos, tiempo suficiente como para intentar observar lo más que se pueda al OVNI. César Escobar precisó que se trataría aparentemente de un objeto oval, situado a unos 400 metros de distancia suyo, que a medida que transcurría el tiempo más se acercaba a él, durante el acercamiento comenzó a notar desperfectos en los instrumentos de vuelo. “Hubo momentos en que me desesperé porque el objeto se aproximaba más y más, y todos los instrumentos quedaban locos. Estaba especialmente concentrado en el visor de dirección automática (ADF), que se movía descontroladamente sin especificar dirección alguna. Si continuaba de esta forma, tendría serios problemas para saber dónde me estaba yendo”. Cabe mencionar al personal de guardia de aquella noche en la Torre de Control del Aeropuerto Silvio Pettirossi, se trataban del Sr. José Chávez, operador del radar y el ATC (Controlador de Tráfico Aéreo) y piloto civil, Aníbal Gabigan. Veintiún años después realizo una “re-investigación” del “Caso Luque de 1991”, con el afán de corroborar alguna modificación en el relato de los testigos basándome en las precedentes 224

investigaciones de Alfonso, esto cobró una vital importancia al comprobar incontrovertiblemente que algo sucedió, no siendo el producto de algún tipo de imaginería con algún objetivo mediático, y lo que suscita un interés aún mayor, el aporte de detalles inéditos que completaban el panorama de aquel fascinante y extraño suceso aeronáutico. Conseguí localizar y contactar al Sr. Aníbal Gabigan (Véase Imagen 112), reconocido profesional en el Aeropuerto Silvio Pettirossi, quien se especializó en Controlador de Tráfico Aéreo en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), siendo instructor de otros futuros controladores. Para ello me dirigí una noche hacia la ciudad de Luque donde Gabigan me recibiría en la comodidad de su hogar de la manera más amable y cordial posible.

Imagen 112 El piloto y Controlador Aéreo (ATC) Aníbal Gabigan durante la entrevista

Allí descubriría una persona seria, objetiva, tranquila, del que se percibía los conocimientos y experiencias que manaban tras la entrevista que duró aproximadamente unos sesenta minutos. - Maidana: “¿Recuerda lo que sucedió aquella noche?”.

- Gabigan: “Era una noche fría de otoño donde no había ninguna nube, era una noche clarísima. Normalmente las noches frías son muy calmadas… no hay turbulencia no hay nada (realizando una breve mirada perdida, pero fija en su memoria), y me llamó un compañero que estaba en la sala de radar, que hacía el control de ruta, me dijo que esté atento porque estaba viniendo una aeronave del norte del país, y había reportado que un objeto extraño no identificado con unas luces que no eran las de un avión, porque un avión tiene las luces bien identificadas, tiene una luz blanca, roja, y una verde, no correspondía a estos. El señor reportaba que el objeto venía muy pegado a él, que hacía muchísimo tiempo que le seguía. Sentía el temor que en algún momento el objeto tenga algún contacto con él (refiriéndose al avión) y sufriera un accidente, el nombre del piloto es César Escobar”, asintiendo con la cabeza. El Controlador de Tráfico Aéreo, recordó un detalle muy substancial: - Gabigan: “Llamativamente cuando hice el curso de pilotaje, César Escobar fue mi compañero de piloto. Le conocía yo, y sabía que es una persona seria, responsable y un profesional de primerísimo nivel, quien hasta ahora sigue volando. Si él manifestaba esa preocupación, era por algo”, concluyó. Lo observo fijamente preguntándolo. - Maidana: “¿A qué distancia se manifestó el objeto según el piloto?”. 225

- Gabigan: “Él decía que era una distancia mínima de 20 metros y una distancia máxima de 30 metros, según su apreciación. Hay que tener en cuenta que el ojo sufre unas ciertas alteraciones en la visión nocturna, no es lo mismo ver un objeto de día que de noche, en términos aeronáuticos. Uno de noche, muchas veces cree que el objeto está muy lejos, sin embargo está muy cerca, y viceversa. Pero así en una apreciación de entre 20 y 30 metros es imposible de que haya un error. El error sí se puede dar entre 100 metros, pero menor a 30 no… La apreciación para mi criterio, era real. Yo creo que él, justificadamente decía ‘está muy cerca’, y ‘temo que se me acerque’, porque según él se acercaba más y se volvía a alejar, inclusive las personas que venían con él, porque él estaba acompañado”, observándome y asintiendo con la cabeza. - Maidana: “¿Esa proximidad como se interpreta dentro del Protocolo de Aeronáutica?”. - Gabigan: “En una aplicación de la norma aeronáutica, eso es considerado un ‘incidente’. La diferencia entre accidente e incidente, es que en el incidente hay una distancia mínima hasta donde pueda acercarse otra aeronave, en tierra o en el aire, si la aeronave trasgrede esa mínima distancia, ya hubo un riesgo de colisión. En cambio en el ‘accidente’ ya hubo un contacto físico, que normalmente conlleva a un accidente grave. Si se trataba de una aeronave esa proximidad de 20 o 30 metros era muy grave, porque hay distancias longitudinales así en distancias, y también separaciones verticales en diferencias de nivel. Ninguna separación longitudinal te permite 20 o 30 metros de proximidad, eso es categórico”, sentenció al tanto se acomodaba en su silla. - Gabigan: “Si es que vamos a hurgar así a profundidad, en los reglamentos. Una separación mínima sería de 3 millas náuticas y media, que son 5 Km, es lo mínimo que una aeronave puede pasar de otro a un mismo nivel, y tienen que ser 2 aeronaves del mismo porte, que lleven la misma velocidad. Salvo las aeronaves militares que vuelan en escuadrilla, que cabe en otro ámbito regulatorio”. - Maidana: “En estas cuadrillas militares, ¿Qué proximidad puede darse entre ellas?”. - Gabigan: “Y depende del ejercicio que hagan, existen algunos ejercicios que son así, (gesticulando con las manos) de una distancia de 50 o 60 cm de punta de ala a otra, pero eso escapa al ámbito de la aeronáutica civil. Y el piloto que vuela así, está preparado, no a cualquiera le llevan ellos para hacer eso. Tiene que tener una preparación avanzadísima para volar en escuadrilla”. - Maidana: “¿Qué realizaba usted aquella noche en la Torre de Control?”. - Gabigan: “Yo estaba de guardia en la torre de control, el Sr. Chávez estaba de guardia en Aproximación y Ruta que es ACC-APP. 226

El radio de la torre de control tiene un alcance de 4,3 millas náuticas de radio, y todo lo que entra desde el suelo hasta 2.000 pies que son 600 metros es responsabilidad del controlador de torre, separar las aeronaves que salen, entre sí, y las aeronaves que llegan. Y normalmente la separación nocturna es más riesgosa y requiere mucha más atención del controlador, es un trabajo coordinado. No debe existir la mínima duda de que los aviones que se cruzan deben pasar respetando los mínimos de separación que está reglamentado hasta el último detalle”. Indago sobre si apareció algo en el radar. - Maidana: “¿Aparecieron trazas en el radar?”. - Gabigan: “Resultase que el radar es un sistema analógico no es digital. El primario es analógico, y normalmente cuando vuela una escuadrilla, el radar te trae una sola traza como si fuera una sola aeronave. Y en una distancia de unos 20 a 30 metros es imposible que un radar te de 2 trazas. Aparece como una traza, ese es un problema técnico, mucha gente no sabe eso. El radar secundario lo que si hace es, enviar una señal y el avión envía una respuesta a través de un dispositivo que se llama ‘transponder’. Una aeronave que no tiene transponder no puede responder la señal, si hay dos aeronaves que tienen dos transponder, codificados en forma diferente, sí en una distancia de 20 metros, podes tener dos señales. Pero para ello deben estar los transponder prendidos y con un código seleccionado, en este caso yo tengo entendido que además del radar primario, y el radar secundario que el Sr. Escobar tenía en su avión y estaba prendido, pero por la proximidad era imposible que haya otra traza primaria. Encima si hay dos objetos muy próximos, el radar primario siempre te saca la traza del que tiene mayor volumen, en este caso el avión, pero el acompañamiento que sufrió el Sr. Escobar fue de mucho tiempo. Él dice que disimuladamente como estaba a su derecha (el objeto) hacia un viraje imperceptible hacia su izquierda, notó que el ‘otro’ mantenía la separación, no se alejaba. Más cuando el controlador del radar le dijo que no tenía otra aeronave volando en la zona, ahí se percató que le venía acompañando a él”. - Maidana: “¿Cómo describió el objeto, el piloto?”. - Gabigan: “Resultase como él decía. Uno, la aeronave tiene dos faros, uno de estos está en el tren de nariz, aterrizaje, y el otro tiene en el lado derecho del ala. De manera a que el lugar donde se encuentra el haz de luz, del ala que está inclinado hacia el eje del avión, un poquito hacia abajo, se encuentra con el haz de luz del tren de aterrizaje, eso indica al piloto el punto donde tiene que tocar la pista… 227

Bien, habíamos hechos comentarios después como éramos compañeros fuera de todo protocolo, no creo que esto se haya registrado, ni dicho a la persona que investigó inclusive (se refiere a Jorge Alfonso), es que él decía, primeramente por el ángulo que el mantenía (el OVNI), estaba a mi derecha un poquito en el frente, era imposible que mi luz le alumbre, si ‘yo prendía la luz podría ver que era’. Él veía que era una cosa redonda que giraba y tenía varios colores las luces”, girando con las manos, profiriendo lo que le había dicho el piloto. - Maidana: “¿De qué color eran las luces?, ¿Esto le comentó durante la comunicación por radio?”. - Gabigan: “En ese momento él no me comentó si las luces son de tal o cual color, eso fue una conversación posterior. Decía que había un verde claro, oscuro, un color rojo tirando a fucsia claro y obscuro, por ultimo un rosado de igual tono oscuro y claro. No había amarillo, ni había blanco, según lo que él comento. Hay que tener en cuenta la condición psicológica del piloto que viene volando de noche, con una cosa en frente que en cualquier momento se le puede cruzar y colisionar. No es para estar recordando con detalles”, colocándose en la situación del piloto. - Gabigan: “Pero me dijo que: ‘1) Me di cuenta de si aún prendía la luz no lo iba a ver’ y 2) él tenía el temor de que si prendía la luz y le enfocase eso genere una reacción negativa, considerándolo a Escobar como un agresor y le ataque”. Sorprendido por los detalles inéditos que revelaba el ATC Aníbal Gabigan, continúe inquiriendo sobre cualquier mínimo detalle esclarecedor. - Maidana: “¿Quiere decir que el piloto consideró que el objeto estaba bajo un cierto control inteligente?”. - Gabigan: “Si, consideró la posibilidad de agresión si prendía su luz, evaluó eso. Por lo menos mantenía su distancia, no había ninguna interferencia en el sistema de comunicación. Por ello él me dijo, ‘mejor me quedo en el molde, y sigo. Si me dejan llegar hasta mi punto de destino, en hora buena’, que fue lo que posteriormente ocurrió. Me dijo, ‘Ponte en mi lugar, ¿Vos qué harías?’. Porque sabía que era piloto. Haría lo mismo, quedarme en el molde, no interfería con mi vuelo, sigo. Porque comentó, ‘en ningún momento me obligaron a desviar, disminuir la velocidad, simplemente vinieron’. ¿Vaya a saber que estaban estudiando por mí? El compañero de abajo me informó, por medio de un comunicador directo que tenemos, porque son áreas de control específicas diferentes, hasta una cierta distancia corresponde a mi colega guiarle al piloto, luego quedo yo responsable hasta hacerlo aterrizar. 228

Me sugirió que saliese de la torre en el techo, ya que él tenía una traza en el radar, y el piloto insistía en que le seguía un objeto. Insistió que salga con mis binoculares y verifique a simple vista lo que estaba ocurriendo. Estaba con mi compañero Pedro Álvarez, quien realizaba sus primeros controles dentro de la torre, porque en aquel entonces fui su instructor, acompañándole hasta que considere necesario que lo podría realizar solo. Le pedí a él que atendiera, mientras subía por el techo de la torre por una escalera, y di la orden de que se apaguen todas las luces del aeropuerto. Guiándome por las luces de navegación del avión para tomar posiciones, posteriormente le pedí que vuelva a prender la luz de la pista, y luz de aproximación del ALS, que es una señal visual que ayuda al piloto, a situarse en el eje de pista, a una distancia de 5 a 7 km. Cuando le había pedido que apague, se formó una obscuridad que buscaba, porque el binocular cuando entra un haz de luz por él, te ciega. Entonces allí yo miré, las luces de navegación del avión y de acuerdo a lo que escuchaba en la frecuencia 128.4, orienté mi binocular donde decía Escobar se encontraba el objeto, y evidentemente había algo que tenía las luces giratorias, (Véase Imagen 113). Pero que no se veía con mucha nitidez, porque era de noche”, con expresión de sorpresa relató. - Maidana: “¿A qué distancia se encontraba el avión en aquel momento?”. - Gabigan: “A unos 10 o 11 Km de distancia de la cabecera de pista. Así mismo como dijo el piloto estaba, a su derecha”. Imagen 113 Boceto del ATC Gabigan del cuerpo del artefacto volador que a pesar de la dificultad visual, consiguió divisar gracias a un prismático. En la gráfica se aprecia la dimensión respecto al avión

- Maidana: “¿El objeto llegaba a iluminar parte del fuselaje del avión?”.

- Gabigan: “Sí, veía la nariz del avión por el reflejo de las luces de colores que giraban. Era como un tubo metálico así (moviendo dedos circularmente), más abultado en el medio, girando. Era imposible precisar las dimensiones”. - Maidana: “¿Fue una aeronave?”. - Gabigan: “No, una aeronave no era. Eso sí que estoy seguro. Entonces me bajé luego de ver, le comenté a Chavez que vi el objeto, le informé que me iba a subir de nuevo, es que esperaba 229

que al estar más cerca pueda apreciar mejor con el binocular. Y como el piloto ya tenía que aterrizar, le pedí al compañero que prenda las luces pero ponga en el mínimo que es de un 3%, que pregunte al piloto si podía ver las luces de pista. Este respondió que si podía ver la pista de aterrizaje, para no interferir con mi intención de seguir mirando el objeto. Y cuando el avión estaba más o menos a unos 3 Km de la cabecera, el objeto se fue hacia el oeste. Dejó como una estela luminosa, como que alguien con un lápiz trazó esa recta y se esfumó, quedando visible por unos cuantos segundos, esto pude verlo cuando noté que se movió, y deje de usar el binocular para apreciar que iba a pasar”. - Maidana: “¿Escuchó un sonido, algún ‘boom sónico’?”. - Gabigan: “No, nada. Silencio total. Cuando le pregunté a Escobar si oyó algo, me dijo que no notó nada, sino más el alivio que sintió cuando eso se fue. Gritó en la cabina con sus pasajeros de la emoción. Cuando comenzó a aterrizar, ahí el objeto se fue”. - Maidana: “¿Alguna vez vio algo similar a eso?”. - Gabigan: “No, después de eso tomé como costumbre apagar todas las luces, subirme con mis prismáticos y mirar, por mucho tiempo. Pero nunca volví a ver”, con desilusión notable en su voz. Prosiguió: - Gabigan: “Seguía mirando porque eso es considerado ‘interferencia ilícita’, y aparte nosotros tenemos por reglamentación, la obligación de asentar eso en el libro, para deslindar responsabilidades. Hice eso, asenté en el ‘libro de novedades’, inmediatamente lo que había pasado. Y el controlador del radar vio, cuando hubo una separación (refiriendo al avión y el OVNI), se desvaneció. Hay que recordar que el radar tiene un alcance de unos 256 Km, en un segundo salió de esa cobertura. Determinar qué velocidad tenía era todo un tema”. - Maidana: “¿Usted como entendido en la materia, que velocidad se podría traducir, Mach 1, 2, 3?” (Nota: Mach 1 equivale a la velocidad del sonido, 343 m/s). - Gabigan: “No, mínimo Mach 7. Calculo haciendo un ‘grosso’ aproximadamente unos 11000 Km/h, las aeronaves comerciales vuelan a 0,84 Mach que son 958 Km/h”. - Maidana: “¿Y en aquella época existían aeronaves que puedan volar a tal velocidad?”. - Gabigan: (Risas) “No, hasta ahora no existe una aeronave que conozca que se mueva así. Y conste que soy un estudioso de los aerodinos. Pero para que una aeronave alcance una velocidad en un segundo, o mejor dicho recorra 256 Km en un segundo, es mucho”. 230

- Maidana: “¿Usted cree que el objeto este tripulado, o no?”. Se reclina en su silla, pensando profundamente a lo que atina decir, “¿Quién comanda?... y si no está comandado ¿por qué mantenía una distancia regular de la aeronave durante tanto tiempo?, si no estaba tripulado, tenía un sensor, que se yo. Volviendo al tema de la velocidad, el cuerpo humano a Mach 2, necesita una ropa especial, de cuero, porque los factores de gravedad de carga negativa, hace que la sangre se vaya hacia los pies. Y no hay un cuerpo humano que te aguante más de Mach 3”. - Maidana: “Entonces todo esto está perfectamente documentado…”. - Gabigan: “Sí, así es, me obligan a hacer eso (Véase Imagen 114). Por mi parte estoy dispuesto a dar información a cualquiera que investigue, sin ningún interés económico, no me anima a sacar ninguna ventaja económica”.

Imagen 114 Facsímil del informe dirigido a la Dirección General de Aeronáutica Civil y documentado en el Ministerio de Defensa

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Concluyendo la entrevista, indago en su conclusión sobre algo que concierne fuertemente en la investigación ufológica en el ámbito aeronáutico. Maidana: “¿Por qué usted cree que hay cierta reticencia a que los pilotos informen este tipo de casos?”. Gabigan: “Creo que por desconocimiento, y por falta de apertura mental”. Lo expresado anteriormente no puede ignorarse fácilmente, son detalles capitales que atestiguan un objeto no convencional y muy probablemente ajeno a todo lo conocido, más allá de la reticencia que muchos tendrían al enfrentarse con datos como estos, lo sensato es asimilarlos y seguir investigando, citando al desaparecido astrónomo y precursor de la ufología científica, el Dr. Joseph Allen Hynek, “Ningún científico debería descartar datos simplemente porque no le gustan”. Sin embargo ¿Qué hay de los pilotos del vuelo N° 202 de LAP, de aquella noche? Entre estos encontramos el testimonio del copiloto el Cnel. Ángel David Fariña, quien aporta algunos datos significativos en el artículo de Jorge Alfonso, en la Revista UFO de octubre de 1993. Por su parte aclaró que el Comandante de vuelo, el Cnel. Maciel al principio no pudo avistar el objeto porque había ido al sanitario, sin embargo a su regreso él (Cnel. Fariña) tanto como el ingeniero, rápidamente lo pusieron al tanto, por lo que el Comandante tomando el plano de vuelo, confirmó la posición en la que obtuvieron contacto visual con el OVNI, sobre la ciudad de Filadelfia, Chaco Paraguayo, distante a unos 408 Km de la capital. El Cnel. Fariña (Véase Imagen 115) reafirma una vez más los colores del objeto y su forma aparentemente oval, así como su escasa proximidad al Boeing 707, así como un detalle meteorológico, la temperatura fuera del avión fue de unos -45°C. Recordemos el timbre de voz perturbado del piloto de LAP que Escobar había escuchado en la frecuencia de radio, el Cnel. Fariña relató a Alfonso lo siguiente:

Imagen 115 Posando el Cnel. Fariña dentro de la cabina de vuelo

“Fue apenas una exaltación del momento”, probablemente en un intento por mantener cierta postura, se deduce del texto, quizás este sea un signo de renuencia del que Gabigan había mentado durante la entrevista. Durante el intenso rastreo que he realizado sobre este caso, encontré una referencia a este en el Catálogo de Casos del “NICAP” de USA, específicamente en el Archivo de “Entradas de Categoría 9”, que reúne a nivel mundial casos de avistamientos aeronáuticos, en la Pág. 11, reposa sobre una fila. 232

El entonces investigador Jorge Alfonso, plasmó su investigación en sendas revistas, primeramente en la señalada “Revista UFO”, de Octubre de 1993, en tanto un año después aparece en “UFO Journal” de la MUFON (USA), en su N° 310, de Febrero de 1994, con ligeras variaciones, pero en una impecable investigación. Una vez confeccionados ambos reportes, esto sirvió como un apoyo bibliográfico para el libro “Objetos Voladores No Identificados – Documento Informativo – La mejor evidencia disponible” (Diciembre – 1995), escrito por Don Berliner92, en colaboración con los investigadores Marie Galbraith y Antonio Huneeus. En la Pág. 93, dentro del segmento “1991-1994 Casos Recientes”, aparece el caso paraguayo compendiado en dos párrafos. Aquel misterioso objeto de luces rotatorias, se paseó impunemente por nuestro espacio aéreo sin que nadie supiera determinar de qué se trataba y menos aún que fueron de sus designios, por lo pronto un OVNI con todas sus luces, añadiéndose al anecdotario de pilotos y controladores aéreos que tuvieron la ventura de observar algo insostenible para el paradigma actual.

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Don Berliner: Fundador del UFO Research Aviation (Investigación OVNI de Aviación), autor de libros y artículos sobre historia de la aviación.

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Pasajeros tanto como el piloto de un avión perteneciente a la extinta ARPA93 (Aerolíneas Paraguayas), atisbaron un raudo objeto que se tradujo en un resquemor en un vuelo proveniente de Ciudad del Este, rumbo a la capital. A mis manos había llegado un archivo periodístico original del discontinuado “Noticias El Diario” en su ejemplar del lunes 6 de noviembre de 1995, publicaba en letras grandes, orondas y negritas, “Raro objeto volador sorprendió a piloto en pleno vuelo”. Recuerdo haber leído en mi infancia este caso cuando tenía escasos 10 años, pero desde aquel tiempo jamás lo volví a encontrar, teniendo como único dato, un vago recuerdo. Por ventura este hecho mutó, y tuve el placer de releerlo no con ojos inocentes, sino con ojos críticos, que encontró en este, un interesante y arrinconado incidente, acaecido el sábado 4 de noviembre de 1995. “El vuelo Ciudad del Este-Asunción se presentaba tranquilo hasta que aproximadamente a las 19:45, del sábado, un raro objeto volador no identificado se cruzó como una ráfaga frente a los atónitos ojos del piloto Víctor González (Ver Imagen 116), quien operaba en ese momento un avión al servicio de Aerolíneas Paraguayas. El pánico de algunos de los pasajeros, y la llamada desde el control de tierra solicitando datos del objeto, le dieron la confirmación de que realmente algo inusual estaba pasando”.

Imagen 116 El piloto Víctor González reportó un tráfico desconocido que se cruzó con celeridad frente suyo

Según la crónica el objeto era inidentificado, no poseía absolutamente ninguna luz de navegación, ni las de anticolisión (beacon).

Conviene recordar al lector que el objetivo de las citadas luces, es facilitar una indicación visual del avión en cuanto a su posición y dirección de vuelo, para prevenir algunas contingencias de accidente. La utilización de estas luces es obligatoria desde el atardecer hasta el amanecer. Estas “luces de navegación” están configuradas por una “lámpara roja” que la hallamos en la punta del ala (plano) izquierdo, más una “lámpara verde” situada en la punta del ala (plano) derecho, como una “lámpara blanca” que se observa en la cola del avión, y por último la 93

ARPA: Acrónimo de Aerolíneas Paraguayas. Fue fundado en el año 1994, utilizó como base de operaciones al Aeropuerto Silvio Pettirossi (Luque), realizando vuelos regulares Ciudad del Este – Asunción. Hacia el año 2002, ARPA desaparece al fusionarse con la conocida TAM Airlines.

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“beacon”, una potente luz estroboscópica (giratoria) que realiza 60 a 90 destellos por minuto, revelando la posición del avión para evitar una colisión. Aparentemente no se registraron trazas en el radar del Aeropuerto como en el radar del avión. Lo cierto es que el piloto Víctor González señaló al objeto como una intensísima luz que pudo observarse por un lapso de pocos minutos, desapareciendo abruptamente de la misma forma en que había aparecido, tal celeridad se manifestaba durante su vuelo, que le fue imposible determinar la velocidad en la que éste iba. “Así como apareció de repente, desapareció en poco tiempo”, relató el piloto González al cronista del Diario Noticias. Lo curioso es que la nota cierra de la siguiente forma: “Tanto el piloto como los pasajeros y el control de tierra dijeron que la confirmación del paso de alguna nave extraterrestre queda en manos de los ‘ovniólogos94’, pero el tema fue muy comentado y quedó para la anécdota”. “Voladores refulgentes” han deambulado a sus anchas a través de los cielos paraguayos, mucho antes al caso aeronáutico del piloto civil Víctor González tanto como el colectivo de pasajeros desconcertados. El siguiente “incidente aeronáutico” es una prueba irrebatible de la reflexión expuesta.

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Ovniólogo: Estudioso de los OVNIs (Objetos Voladores No Identificados), el término es la castellanización de “ufólogo”, proveniente del inglés, UFO (Unidentified Flying Object).

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Durante el transcurso de las indagaciones que efectuaba embebido en el marco de “casos de OVNIs aeronáuticos”, seducido por el cúmulo de detalles que aportan añadiendo alta credibilidad y por el carácter cualitativo de los testigos, en un momento me llega por medio de un contacto, la información que un respetado y conocido personal de la aviación civil, se encontró presente en medio de la materialización de un OVNI cercano al sector de Remanso (Mariano Roque Alonso), distante a unos 17,9 Km del centro capitalino. El protagonista puntual de este interesante y detallado incidente, proviene del testimonio del Sr. Nelson García, Controlador de Tránsito Aéreo (ATC), Perito Aeronáutico y Espacial, desempeñándose como especialista en el CIPAA (Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos), quien trabaja en las dependencias de la DINAC (Dirección Nacional de Aeronáutica Civil) situado en el Ministerio de Defensa. Posterior a unas breves charlas telefónicas, obtuve luz verde para la entrevista y el recabo de datos que tanto anhelaba. Una vez alcanzado el suelo del Ministerio de Defensa, posterior a una fuerte política de seguridad, consistente en la revisión de bolsos, así como objetos personales y subsiguientemente a un breve interrogatorio, fui escoltado por un militar quien me acercó hasta la puerta del despacho del Sr. García (Véase Imagen 117).

Imagen 117 El Perito aeronáutico Nelson García (Derecha) junto al autor (Izquierda).

El perito aeronáutico de una manera muy amable me recibió en su ordenada oficina, adornada por cuadros de aviones e insignias de aviación, así como lockers que guardaban probablemente notas y registros concernientes al departamento.

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El Sr. García comunicaba un profundo conocimiento y experiencia en materia aeronáutica, percibiendo en él, una personalidad seria, metódica y responsable. Durante la charla me entrega un informe con terminologías técnicas utilizadas en aeronáutica, taxativamente transcribo: “En los años 80, que exactamente no puedo precisar, pero debió ser entre 1986 y 1989, ocurrió un suceso estando de Guardia en la Torre de Control del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. Si bien no recuerdo la fecha exacta, sí tengo en mente que era, una tarde noche clara, teniendo yo tres tránsitos en mi circuito de los cuales dos estaban en procedimientos de aproximación final mientras, y una en órbita de espera hacia sector remanso aguardando turno para continuar a una básica e incorporarse a la final de la pista 20; paralelamente una aeronave comercial chilena aún con la oficina de aproximación realiza un circuito de espera sobre el VOR-ASU para iniciar el procedimiento de precesión ILS a la pista 20. En un momento dado, se comunica conmigo el coordinador de aproximación, solicitando información sobre un tráfico desconocido sector bahía de Asunción, con cambio constantes de rumbos, temiendo que se tratase de una aeronave perdida tratando de llegar al aeropuerto. La detección estaba siendo realizada por Radar primario haciendo esta salvedad que en ese entonces el sistema era primario y secundario. Ante esta situación habilité la frecuencia de aproximación para escucha y solicite que la aeronave que yo tenía en espera me diese posición y altitud ya a las otras dos la tenía a la vista secuenciada una tras otras para aterrizaje. Asimismo tomé los binoculares y tratando de divisar algo sabiendo que sería muy difícil percibir una aeronave que estuviese solo con las luces de posición encendidas, esto por el deslumbramiento que se tiene por las luces de la ciudad. La aeronave en mi circuito me respondió su posición algo más al sur de remanso a 2000 ft en circuito de espera; le pedí si divisaba un tráfico sector bahía sin determinación de altitud porque aproximación temía sea una aeronave con problemas. El piloto, que tenía un alto cargo del gobierno en ese entonces, y una persona muy seria, con amabilidad se ofreció dirigirse más al sur, y pasar de nuevo con Aproximación para coordinar el tráfico en informar directamente. Habiendo transferido de nuevo a eso Control, me concentro en mi tráfico que estaba aterrizando, mientras sigo a la escucha de la frecuencia de Aproximación, cuando escucho que la aeronave chilena reporta tráfico en forma de luces fuertes hacia lo que sería, según mis cálculos, Clorinda, Argentina, en ese momento Aproximación, al momento de pasar la información a la aeronave particular además de pasarle una vectorización, esta informa que tiene a la vista el tráfico de luces muy fuertes, pasión 8 horas 2000 pies, por lo que informa que hará un viraje por derecha para ver bien el tráfico. Unos minutos más tarde informa tener el tráfico a la vista 3000 pies aproximadamente y segundos más, manifiesta: ‘Aproximación, el tráfico desapareció frente mío y ya no lo tengo a la 237

vista. ¿Lo tiene en el Radar?’ ‘Negativo señor, desapareció también de la pantalla’ – ‘Eran unas luces muy, muy fuertes y desapareció teniéndolo yo a las 12 horas, unas 2 millas’, ‘Agradecido por todo, pase de nuevo con la Torre de Control para aterrizaje’. Recuerdo en ese momento quedar atónito y luego de dar las instrucciones para el aterrizaje, detrás de la aeronave chilena y de reiterar los agradecimientos que ya había dado Aproximación, me llama el colega de este control y me dice: ‘Ya escuchaste’, y le respondo, ‘Sí, una más para el anecdotario’. Este caso se sumó a otro, pero no fueron considerados de mucha importancia, lo que sí deseo dejar claro es que el piloto que nos reportó tenerlo cerca, que por respeto no voy a mencionar nombre ni ex cargo, es una persona totalmente confiable, piloto con años de oficio y que jamás tomaría en broma, una situación en donde el Control de Tránsito Aéreo solicita una verificación por un posible caso de aeronave perdida”.

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Por ventura existen organismos estatales que abrazan estos acontecimientos con la seriedad y responsabilidad necesarias, deshaciéndose de esa incomprensible renuencia que evidencia en primer término un misoneísmo, así como otros prejuicios banales. Considero propicio señalar lo que el eminente psiquiatra suizo Carl Gustav Jung refería en su exquisita obra “El Hombre y sus Símbolos”, 1964: “Misoneísmo, un miedo profundo y supersticioso a la novedad. Los primitivos manifiestan todas las reacciones del animal salvaje contra los sucesos funestos. Pero el hombre civilizado reacciona de una forma muy parecida ante las ideas nuevas, levanta barreras psicológicas para protegerse de la conmoción que le produce enfrentarse con algo nuevo”. Esto constituye la reyerta que golpea continuamente a la espina dorsal de la investigación, así como otras concepciones igual de equívocas, que entorpecen enormemente la de por sí escabrosa labor de avocarse a estas tareas. Hurgando me tropecé con un interesante documento desclasificado correspondiente al Ministerio de Aeronáutica del Brasil, que porta como slogan “Primer Centro Integrado de Defensa Aérea y Control de Tráfico Aéreo”, redactado el 15 de julio de 1985 anexando un cuestionario de reporte sobre OVNIs, efectuado hacia el Sargento 3° Antonio Jerónimo dos Santos, ATC (Controlador de Tráfico Aéreo), por parte del Tte. 1° ESP CTA João Carlos Mazzini, quien recibió un telegrama del Sgto. Antonio dos Santos a las 11:50 AM, desde la Torre de Control del Aeropuerto de Foz de Iguazú95 (Brasil), informando sobre el avistamiento de un objeto volador inusual próximo a las instalaciones, el 22 de agosto de 1985. La morfología del objeto se equiparaba a un plato con una suerte de cola, y en la sección superior se advertía dos antenas, no pudiéndose precisar con exactitud su tamaño, de un color naranja, moviéndose y estacionándose por momentos, no apreciándose sonido, ni dejando tras sí rastro de algún tipo. El Sgto. 1° Joao dos Santos utilizó unos binoculares para aguzar la observación, así como constató la visualización del objeto por parte de los ciudadanos que miraban para el cielo a ojo desnudo. También hizo su parte el Tte. Bernadini, Jefe de la Torre del Aeropuerto Foz de Iguazú, quien notificó los relatos de las aeronaves “SC 902” y “TR 463”.

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Foz de Iguazú: Ciudad brasileña ubicada en la frontera con el Paraguay y la Argentina, denominada “Triple Frontera”. Famosa por sus cataratas. Proviene de los vocablos “Foz”, boca, e “Iguazú” en guaraní, “agua grande”.

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El “SC 902” despegó con destino a Asunción a unos “FL 22200” (Nota: “FL”, son siglas de “Flight Level” o “Nivel de Vuelo”, correspondiente a la altura desde el suelo medida en pies), esto es a unos 6,76 Km de altitud, cuando atisbó un objeto metálico aparentemente esférico situado a unos “FL 220/280”, entiéndase de 67 a 85 metros de altura, solicitando permiso para situarse a los 85 mts, con la intención de divisarlo mejor. No obstante el cuerpo exhibió una vertiginosa ascensión arruinando la intención. Por ventura el vuelo “TR 463”, apartada a unos 111 Km del aeropuerto, relató que el objeto se hallaba más allá de los 152 metros en vertical. A las 3:57 PM comunicaba la aeronave “TR 463” que el objeto se disponía a unos 13,71 Km de altitud, retirada a unos 31,41 Km de la pista, en tanto la aeronave realizó un viraje de unos 360°, instalándose el objeto hacia su derecha. El Sargento Pacheco reportó novedades a las 3:40 PM, de las aeronaves “RG 161”, el “PT LFT” (consistente en un Learjet 2596), tanto como el “TR 463”, que evidenciaban una cierta maniobrabilidad del objeto aéreo, declarando en el expediente lo siguiente: “Durante la curva permanece a su derecha, después de eso se desplazó a una velocidad mucho mayor que su aeronave (TR 463)”. Según el militar, el objeto aún podía divisarse a simple vista. Otro de los protagonistas de este extraño incidente aeronáutico constituye el Comandante Carlos Meirelles, ingeniero de vuelo en “Cruzeiro do Sul97”, quien relató lo siguiente: “El vuelo salía de Río de Janeiro, São Paulo, Foz de Iguazú, Asunción. Estábamos entre cinco los que operábamos el avión, todos pilotos, yo era el ingeniero de vuelo, haciendo una parte del pilotaje también. Cuando nos aproximábamos hacia Foz de Iguazú, la torre nos preguntó si estábamos observando un objeto volador no identificado en la vertical del campo. A punto de aterrizar di una ojeada encima y allí estaba el objeto, tenía un color plateado, forma de balón de fútbol americano, y una cosa de color naranja en el medio como una cinta que parecía una falda. Se desplazaba muy rápido. No hemos olvidado el objeto. En Asunción nos detuvimos casi dos horas y nos dijeron que ese objeto había pasado por allí. Nos enteramos de que en Resistencia (Argentina) también fue visto”.

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Learjet 25: Avión birreactor con capacidad para unos 10 pasajeros. Es utilizado en el ámbito civil tanto como militar. Cruzeiro do Sul: Voz portuguesa de “Cruz del Sur”. Una desaparecida compañía aérea brasilera que operó desde el año 1927.

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Interesantes afirmaciones del Cmte. Meirelles, en un capítulo denominado “OVNIs y Testigos de Elite”, en la segunda temporada de “Contacto Extraterrestre”, una serie documental de la History Channel. Según Meirelles el objeto llegó a acompañar el vuelo por alrededor de unos 15 a 20 minutos, desplazándose a unos 480 Km/h, y por momentos se situaba frente a ellos hasta que fue disminuyendo en velocidad aparentemente, razón por la cual lo dejaron hacia atrás, hasta no divisarlo más. Pilotos de otra aerolínea actualmente desaparecida, la “TransBrasil98”, comentaron que trataron de aproximarse al objeto sin embargo este los evadía. Algunos arguyeron que lo presenciado por pilotos de Cruzeiro do Sul, TransBrasil, militares, así como Controladores Aéreos del Paraguay, Brasil y la Argentina, obedeció a una gran confusión sincrónica con un prosaico globo sonda… (sic)

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TransBrasil: Aerolínea brasileña fundada en 1955, operó hasta el año 2001.

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"Cuando el evento no sólo es raro sino discreto, y cuando los testigos son, en cada evento, un número reducido, se abre la puerta a la suspicacia. A esta categoría pertenecen los objetos voladores no identificados, los OVNIS." Profesor Andre Lebeau (Ex Pdte. Centro Nacional de Estudios Espaciales – CNES - Francia)

Dentro de la casuística ufológica mundial, existe un tipo de OVNI que es única en sus características, ya que posee una morfología que rememora al de un puro o cigarro. Estos objetos se distinguen por su tamaño, desde unos pocos metros hasta más de 100 metros. Se los ha descripto en un sinfín de informes, de colores opacos, obscuros, y en ocasiones cubiertos de una sutil o densa niebla que consiguen soltarlo, desvaneciéndose en ellas, dependiendo del caso. Otro gran rasgo de estos “cigarros voladores”, reside en el hecho de que múltiples informes señalan la existencia de pequeños objetos o luces que salen del interior de estos, cual “objeto transportador”, de allí el título de “nave nodriza”, esto por supuesto, si teorizamos en su naturaleza artificial y exógena. Los avistamientos de cigarros volantes, revisten un interés para el investigador de fenómenos aéreos anómalos, ya que demuestran un indicio fuerte de que “no estamos ante un fenómeno natural alguno”, y por el comportamiento inteligente que subyacen en sus manifestaciones, no siendo resultado de una elucubración subjetiva alguna, sino de la lógica descripta tras estos reportes. Informes de objetos en forma de cigarro existen mucho antes de la época moderna de avistamientos de OVNIs, en pleno siglo XIX, prueba de ello reposa en el testimonio de un reconocido botánico francés M. Trecul, miembro de la Academia Francesa de Ciencias (Académie Française), quien a pleno día observó un objeto en forma de cigarro de un tono blanco-dorado que terminaba en puntas, declarando que de este objeto se separaron dos pequeños cuerpos en forma de disco, el 20 de agosto de 1880, o el caso del aterrizaje de un extraño objeto oblongo, el 12 de abril de 1897 a las 14:30, a plena luz del día William Street, Franklin Metcalf y Edward Teeples, informaron que un objeto realmente desconocido se posó en el suelo de la finca perteneciente al Sr. Z. Thacker, situado en Milwood (Illinois, USA). Antes que los tres testigos llegaran donde el objeto, este comenzó a elevarse con bastante lentitud hacia el Norte.

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Como colofón histórico es de sumo valor aludir al masivo avistamiento de “cigarros voladores” que se dieron en Francia en el año 1954, que terminaron por infundir cierto temor en un pequeño pueblo conocido como Châteauneuf-du-Pape, en la que existen varios viñedos (Véase Imagen 118). Un 28 de octubre de 1954, el Alcalde decretó una resolución histórica, por su carácter bastante peculiar, que enunciaba lo siguiente: Artículo 1. El despegue, vuelo y aterrizaje de las aeronaves conocidas como platillos voladores o puros voladores, cualquiera que sea su nacionalidad, están prohibidas en el territorio de la comuna. Artículo 2. Cualquier de tales platillos voladores o puros voladores que aterricen en el territorio de la Imagen 118 comuna será inmediatamente Ilustración de un colosal OVNI tipo cigarro sobrevolando los viñedos confiscado. de Châteauneuf-du-Pape (Francia). Artículo 3. El oficial de policía de la aldea y el oficial de policía urbana, en sus respectivas jurisdicciones, son responsables de hacer cumplir este decreto. Más allá de la cuestionable “practicidad” de estas resoluciones, y lo curioso que resultó este hecho, es de menester aludirlo, para demostrar que el pánico suscitado por aquellas fechas, fue de características insospechadas. Ahora bien ¿Existen casos de avistamientos de OVNIs en forma de Cigarro en el Paraguay? La respuesta aunque desconocida históricamente, es afirmativa.

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El caso más antiguo que atiné durante mis investigaciones, refiere a un episodio de un viejo colectivo (autobús) con un enorme y singular cilindro que se estacionó en el aire a pocos metros del carruaje para la conturbación de sus pasajeros. Una tarde de febrero de 1960, un ómnibus que transitaba en una polvorienta senda que se hallaba en el interior del país, durante un día bastante caluroso, sufre un desperfecto, varándose en el camino. El ayudante del chofer, baja inmediatamente a observar el problema, y encontrar si la ventura lo permite, la posible causa de este, habiendo descubierto el problema que consistió en el sobrecalentamiento de los radiadores, se dirige hasta un arroyo cercano provisto de un balde, en el que trae agua fresca para poder utilizarlo en el radiador, mientras ello sucedía los pasajeros bajan para distenderse un poco, estirando por ejemplo las piernas. Sin embargo ante la mirada atónita de los 20 pasajeros, el chofer de iniciales, “J. L.” (Quien profirió a los cronistas, preferir el anonimato al ridículo) atisbó en el cielo un enorme objeto en forma de cilindro que se aproximaba raudamente. En la edición del extinto semanario “La Voz” del viernes 12 de septiembre de 1969, se recoge el testimonio del chofer. “Como un avión sin alas”, fue la descripción del atónito chofer, rememorando el desconcertante suceso, que causó pánico y estupor en los pasajeros. “Una mujer se puso a sollozar”, relató. ¿Pero qué fue lo que vieron? Un gran objeto cilíndrico que descendió a tan solo 30 metros de altura del ómnibus, que poseía unos 40 metros de largo por 10 metros diámetro, según la descripción (Ver Imagen 119). El chofer comentó que no pudo proferir palabra alguna aun cuando este enorme y perturbador objeto comenzó a retirarse silenciosamente, desapareciendo ante la vista de todos en tan solo segundos.

Imagen 119 Recreación del momento en que el objeto tipo cigarro se dirige al bus, presentando este último un desperfecto mecánico

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Los periodistas del semanario La Voz, tuvieron conocimiento del hecho nueve años antes de su publicación, justificando que no informaron ante la naturaleza asombrosa de tal experiencia. Esto se deduce palmariamente en este segmento de la rúbrica: “El Señor J. L. temía al ridículo y las burlas. Nosotros también y preferimos perder una información sensacional”. Una vez más la renuencia aparece como un obstáculo para el conocimiento de estos fenómenos. Algo importante referido al suceso del “Autobús de 1960”, es que he hurgado minuciosamente en muchas publicaciones de la época sin resultados positivos, al parecer el único que se animó a publicarlo fue “La Voz”, resta señalar que no se puede descartar la especulación posible de que el hecho pudo haber despertado algún debate o reseña del mismo, en algún medio radial.

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Por aquellas casualidades del destino conocí a una gran pareja de investigadores de la hermana república Argentina, Eduardo Grosso y Liliana Flotta, ambos avocados en aquel tiempo a la tarea de documentar y estudiar exhaustivamente casos de “visitantes de dormitorio” y supuestos episodios de “abducciones” en la Argentina, todo con el rigor crítico amparado con análisis laboratoriales que mandaban realizar a los presuntos abducidos con el fin de hallar un patrón en estos, gracias a un médico que se alió en tan interesante labor. El día domingo 9 de diciembre del 2012 me hallaba disertando sobre “Casos Asombrosos de OVNIs en el Paraguay”, en una magna conferencia internacional que se celebró en Foz de Yguazú, Brasil, denominado “UFOZ 2012”, organizado por el investigador Ademar Gevaerd, editor de la Revista UFO, cuando al termino de mi palestra se me acerca la pareja de investigadores. Con una gran amabilidad y sin interés alguno, me comentaron que hace unos 23 años habían investigado un caso paraguayo que los impactó mucho, que se había dado en un lugar conocido como Piribebuy, el protagonista, un conocido futbolista del popular club Cerro Porteño en compañía de su suegro, que habrían observado un OVNI a pocos metros, hallándose posteriormente presuntas huellas donde aterrizó. Varias semanas después llega a mi buzón un sobre color sepia, que contenía unas copias del informe que habían escrito la pareja Grosso-Flotta para la revista “Más allá de la Cuarta Dimensión” de 1989, propiedad del famoso ufólogo uruguayo, Fabio Zerpa. Tres fojas que narraban un suceso increíble y fascinante. El caso fue investigado el 2 de abril de 1989 por los citados investigadores. Sin embargo el suceso se dio hacia el interior de nuestro país, en Piribebuy (Departamento de Cordillera), ubicada a 73 Km de Asunción. Una noche del 21 de agosto de 1976, siendo las 23:50 hs el entonces futbolista argentino Carlos Veloto (contaba con 22 años), jugaba para el Club Cerro Porteño (Asunción), se encontraba de vacaciones, decidiendo salir de caza en compañía de su suegro, el Sr. Lorenzo Ávalos (45 años). Armados con escopetas con la intención de cazar zorros dentro del espeso monte que se cierne sobre esa región, portando además machetes que los ayudaba a abrir camino entre la densa mata, que se hallaba en medio de la obscuridad reinante a unos 2 Km de distancia del hogar del Sr. Lorenzo, de donde habían partido. Luego de 45 minutos de ardua caminata, y de haber ascendido dificultosamente una cima que los conduciría tierra abajo con el fin de alcanzar a un sector donde se encuentran zorros, cercano a un arroyo seco y a un cruce ferroviario, no imaginaban los intrépidos cazadores lo que les deparaba aquella noche fría y estrellada de Piribebuy. 249

En el informe de Grosso-Flotta, el propio futbolista narra los hechos: - Veloto: “La noche era estrellada y hacía un poco de frío. Caminábamos en silencio tratando de no hacer ruido con la intención de que nuestra presencia no alertara a los animales. Íbamos subiendo a través de la cuesta, cuando de pronto vimos una gran luminosidad por encima del cerro, terrible, celeste, dibujada como una pantalla, parecía un gran televisor”. Continúa su relato: - Veloto: “La luz se cortaba a los costados. Con Lorenzo, medio asustados corrimos hacia la cima y vimos esa cosa ahí abajo. Bajamos oblicuamente y nos ocultamos detrás de unos arbustos”. La pareja argentina Grosso-Flotta, lo interroga: ¿Era una hondonada grande?”. - Veloto: “Sí entre cerro y cerro había más o menos 300 metros. Esto estaba ahí, no puedo decir si estaba o no posado sobre el terreno.” - Grosso-Flotta: “¿Te dejaba ver la luz?”. - Veloto: “Poco. Me dejaba ver la ventana de los costados, en el medio y debajo no se veía. Se apreciaba muy bien el color, la luz era celeste, adentro por las ventanas se veía todo blanco y en el medio y debajo había una especie de niebla, por eso no pude apreciar si estaba o no posado. Con Lorenzo nos mirábamos y nos veíamos azules. Todo estaba azul, la vegetación también, el verde se había perdido.” El tiempo estimado de observación del objeto fue de aproximadamente unos 5 minutos. Los investigadores prosiguieron con el interrogatorio: - Grosso-Flotta: “¿Por las ventanas pudiste apreciar algún detalle?”. - Veloto: “Nada, era todo blanco pero no salía hacia afuera, era como un vidrio blanco. El fuselaje del OVNI era de color gris plomo, como el color del lomo de una ballena, con un borde superior muy definido. Sobre la parte superior del aparato aparecía nítidamente recortada una especie de pantalla cinematográfica color azul, gigantesca, cuyo ancho era igual de la longitud de la nave y no pude calcular su altura. La parte inferior no pude definirla a causa como dije antes, de esa especie de niebla, todo estaba bañado de esa luminosidad celeste. Eso estaba quieto, no hacía ruido, no se escuchaba nada, ni siquiera un animal y yo no sentía nada por dentro, era mi cara y mis ojos, no sentía el cuerpo”. - Grosso-Flotta: “¿Cómo a qué distancia te encontrabas del objeto?”. - Veloto: “Como a 70 metros en mi nivel”. 250

- Grosso-Flota: “¿Qué medidas calculas que tenía el OVNI?”. - Veloto: “Comprobamos con posteridad que era de 150 metros”. - Grosso-Flota: “¿Qué sucedió después?”. - Veloto: “La pantalla que estaba encima del aparato desaparece, el OVNI comienza a elevarse emitiendo un sonido muy penetrante, entonces pude ver bien la forma. Estaba cortado a los costados, como un cigarro. Sube 100 metros, hace un ángulo de 90° y se para verticalmente, ya sin emitir sonido. Las ventanitas pude verlas todas menos en el centro del fuselaje donde se interrumpían. Después de tomar esa posición se elevó a una velocidad increíble”. Según el futbolista del club Cerro Porteño, volvió a los cinco días al sitio donde se desarrolló el hecho, pero esta vez acompañado de un periodista del diario “ABC Color”, de Asunción. Ambos habrían descubierto unas extrañas huellas aparentemente ocasionadas por el OVNI, días atrás que se hallaban de forma transversal al arroyo seco, del cual se había hecho mención. La huella consistía en pastos quemados y piedras calcinadas hacia el fondo, realizando una medición de estos elementos chamuscados se estimó un rango de extensión de unos 50 metros. Carlos Veloto narra a los investigadores argentinos, que posteriormente a este suceso, él comenzó a experimentar una repentina pérdida de peso sin motivo aparente. Tal fue la gravedad del asunto, que lo obligó a despedirse del fútbol, regresando a su país natal, Argentina. Su caso médico (según el informe), fue debidamente registrado en el “Hospital de Tigre”, localizado en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Durante unos cuatro años fue aquejado por este incomprensible padecimiento, del cual los galenos no hallaban etiología alguna (causa o causas de la enfermedad). Agregando que algunas noches era aquejado por incomprensibles escenas oníricas, en la que aparecían extraños seres ataviados con trajes negros y algo que lo describió como escafandras (cascos). Estos sueños duraron el tiempo en que la enfermedad se manifestaba. Los investigadores Eduardo Grosso y Liliana Flotta concluyeron, “Creemos estar ante un hecho sumamente interesante. Existen determinadas pautas de comportamiento y hechos que parecían confirmar la veracidad del suceso”. Eduardo Grosso en una misiva, me había aclarado, cómo se habían enterado de tan fascinante y extraño caso en suelo paraguayo.

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- Grosso: “Si hoy hiciéramos la investigación, seguramente le hubiéramos preguntado otras cosas al protagonista. Tal vez sobre esos sueños que hoy resultan tan significativos. Tampoco le mandamos hacer análisis médicos como hacemos hoy en día. Pero bueno….tampoco sabíamos muchas cosas. Te cuento que a Carlos lo conocí porque ambos trabajábamos para el mismo patrón, llamado Geremías Iezzi. Yo manejaba un campo de él llamado “La Valerosa” y Carlos era el Jardinero de su mansión. Sabiendo Geremías Iezzi de mi afición, siempre me insistía de entrevistar a Veloto porque él sabía que le había pasado algo (se lo había confesado en confianza). Cuando muere Geremías, y al no aparecer un misterioso testamento, por orden del juez interviniente, lamentablemente tuve que encargarme de hacer las liquidaciones por despido a todo el personal doméstico de la casa, incluido Carlos Veloto. Esos fueron los últimos días en que lo vi. No sé qué habrá sido de su vida”. Mientras tanto, el “Caso Veloto-Ávalos”, es un intrigante suceso que sigue abierto, del cual seguiré buscando elementos que aporten más detalles, para que este no permanezca enterrada en aquella fría noche estrellada de 1976.

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“La controversia en torno a los OVNIs siempre ha sido polarizado en dos puntos de vista extremos: que todo son patrañas o que los objetos son extraterrestres. Quizá la verdadera explicación resulte más extraña de lo que hoy creemos" Jacques Vallée

Cuando los informes de observaciones de OVNIs van acompañados de evidencia fotográfica, estas adquieren una notoriedad inmediata, al poseer sustancia el cuerpo del hecho que en principio resultó una constelación de datos abstractos, que posibilitan analizar bajo otra lente pronta y objetiva, lo que el testigo presenció, descartando posibles errores de interpretación, o impudicia de alguna clase al manipularse las fotografías, sin embargo una fracción de estos permanecen sin explicarse, apilándose como un clamor gráfico de que existen fenómenos y objetos incognoscibles al hombre. Uno de estos casos que se ajustan a lo indicado, compone el protagonizado por el Ing. Forestal Antonio Spiridonoff. El Ing. Spiridonoff, una persona extremadamente culta, crítica, que posee una formidable experiencia recorriendo el Paraguay, acostumbrado a observar la naturaleza y sus distintos fenómenos, divisó un OVNI desde el patio de su hogar, que se encontraba girando allí en lo alto de la bóveda celeste, cándido, solitario, a poca distancia de la Luna, durante una tardecita, que aún prevalecía perfectamente la claridad del día, de aquel 3 de marzo del 2012, a las 18:52. Con cámara en mano, una profesional “Panasonic DMC-ZS1”, se dispuso en el patio de su casa, ubicado entre las calles Viuda de las Llanas c/ General José María Delgado, próximo al Barrio Botánico, donde se halla el Jardín Botánico y Zoológico de la ciudad de Asunción, con la intención de fotografiar el cielo, más específicamente la Luna, al descubrir días anteriores que su cámara podía captar los cráteres lunares, por lo que se sitúa en el claro, donde se hallaba a una altura considerable, y en diagonal suyo (hacia el ESTE), la Luna, lábil, azulada, debido al cielo azul que presenta este color por un fenómeno óptico de la luz solar, conocida como “Dispersión de Rayleigh”. Cuando advirtió un objeto blanco, como una esfera, que giraba sobre sí misma, vibrando, dando la sensación de multi-imagen, no trasladándose por el espacio, sino quieta allí, rotando. Por lo que prontamente apunta con su cámara al sector donde se encontraba, realizando el máximo zoom para conseguir distinguir de que se trataba, pero al colocar en modo vídeo se estropeaba la imagen, por lo que decidió fotografiarlo, en una secuencia de 4 fotografías de una alta nitidez, que se inició con una que tomó a la Luna como marco de referencia, para apreciarse la ubicación del objeto respecto a esta, y las restantes mostraban la trayectoria que tomó posteriormente el curioso fenómeno. Fue el Ing. Antonio Spiridonoff, quien me buscó a través de la Internet, para compartir su interesante experiencia. 255

Durante la entrevista que se desarrolló en el lugar de los hechos, describió una gran cantidad de detalles que no pueden ser ignorados. - Ing. Spiridonoff: “Esto fue aquí. Hace poco empecé a sacarle fotos a la Luna con este, (apuntando su cámara), porque fotografié poco para probar, y vi que esta cámara con un máximo zoom, capta los cráteres, ‘¡Fantástico, se ven los cráteres!’, encima saco sin trípode99, porque sin eso, tengo una micro vibración (por el pulso) al hacer zoom, pero no salió así, voy a probar. Entonces comencé a fotografiar, escogiendo las que mejor se veían, empecé a mirar las fotos, encontrando lugares que pude reconocer al estudiar un poco la geografía lunar. Por ejemplo en una de las fotos, le saqué al pico más alto de la Luna, que está había sido está en la cara visible de la Luna, y como esta estaba creciente, se veía todavía en la parte que todavía todo iluminada, pero el pico ya estaba iluminada por el Sol, entonces sale como un pequeño apéndice ahí, y dije ‘¡Wow, se ve!’, siempre solía mirar la Luna. Sin embargo en una de esas tardes, noté que el cielo estaba tan azul, tan despejado porque hubo una llovizna o algo así el día anterior, era un azul intenso, totalmente despejado, entonces dije ahora se va a ver bien la Luna, porque no había vapor ni gases alrededor, y a eso de las 18:52, llego y había muy buena luz, tomo la cámara, la Luna estaba ahí, le apunto, máximo Zoom, y con el zoom veo ahí, un objeto –con expresión de sorpresa visiblemente en su rostro-, miro a un lado, vuelvo a observar mejor, pero así a simple vista, sin mucho esfuerzo, veo que había un objeto, redondo, blanco, que no era una nube, estaba allí, observando mejor, tenía una apariencia como si se diera la vuelta, como una moneda que gira sobre sí misma en un punto, no era incandescente” (Véase Imagen 120).

Imagen 120 La primera toma recoge nítidamente un cuerpo extraño, suspendido a pocos grados respecto a la Luna en el firmamento 99

Trípode: Armazón de tres pies, generalmente articulados y plegables, que sirve para sostener ciertos instrumentos o aparatos.

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- Maidana: “¿Y la luz del objeto, más bien parecía que lo tenía por parte del Sol?”. - Ing. Spiridonoff: “No (moviendo la cabeza). Porque era totalmente distinto al reflejo de un avión por ejemplo”. - Maidana: “¿Y el tamaño del objeto era como una canica, cómo?”. - Ing. Spiridonoff: “Por eso me gustó mucho esa foto, porque se veía la Luna, y al objeto, no es una composición. Es una sola fotografía. Con el zoom se veía al lado de la Luna, a su lado me refiero en el espectro visual. Cuando veo al objeto, estaba ahí a su lado, le saco una foto, y después de un tiempo se desplazó en forma diagonal descendente, hasta situarse por debajo de la Luna, ahí vuelve a quedarse, vuelvo a fotografiarlo, pero al intentar plasmarle con la Luna, tenía que disminuir el zoom, y ahí no se veía más al objeto, el tiempo que tomó en ir de un lugar a otro fue de 4 minutos, pero de allí (bajo la Luna), asciende hasta colocarse a mitad de altura del otro extremo donde apareció, pero un poco más alejado, formando una trayectoria en V, ahí le saqué otra foto (Ver Imagen 121).

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Zoom Imagen 121 Secuencia completa de las evoluciones del extraño objeto. La última es un Zoom al mismo. Debido una cuestión de encuadre por el ángulo visual, la Luna no se aprecia, sin embargo esta se encuentra por encima del objeto.

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Estaba mirando donde estaba, y ahí se desvaneció…”. - Maidana: “¿Esto estaba más allá de los 500 metros de altura?”. - Ing. Spiridonoff: “Sí, porque por los aviones veo las distancias (Véase Imagen 122). Un avión crucero sé, que va a 10 u 11 Km de altura, a veces puedo distinguir si es un cuatrimotor o es un Boeing 707”. - Maidana: “¿Alguna meteorológicos?”.

vez,

viste

globos

- Ing. Spiridonoff: “No, no sabría identificar, nunca vi. Aunque si conozco por películas, documentales, pero aquí sé, que nadie lanza globos meteorológicos. A no ser que haya sido, uno que haya venido volando descarriado de otro país”, mentando en esa posibilidad interesante, luego investigué a fondo.

Imagen 122 El Ing. Spiridonoff señalando el punto exacto donde vislumbró el OVNI

Satisfecho con los datos proporcionados, y por la sinceridad que se percibía, me marché con la tarea de investigar que podría ser aquello. Una vez analizada la foto con herramientas informáticas, que demuestran los “meta datos” de una imagen, que consiste en una colección de datos ocultas que se registran cada vez que fotografiamos, revelando el modelo de la cámara, fecha y hora exactas, distancia focal, si se usó flash o no, así como el tiempo de exposición, etc. Obtuve los siguientes datos: Modelo de la Cámara: Tiempo de exposición: Flash: Distancia focal: ISO: Modo de exposición: Balance de blancos:

Panasonic “DMC-ZS1” 10/2000 s No se usó 49 mm 100 Auto exposición Manual

Pero lo más importante, se daba al final del reporte que arrojó lo siguiente: Una cámara con lente del tipo “Leica”, concordando con el modelo de la cámara. En el caso de las fotografías adulteradas por computadora, cuando se añaden objetos, efectos, al momento de grabarlas, se añade también el programa con el que fue retocado, pudiendo aparecer 258

programas conocidos como “Photoshop100”, entre otros, pero este no fue el caso, eran fotografías auténticas. La primera fotografía se efectuó a las “18:52:41”, culminando con la cuarta, “18:55:25”, comprobando efectivamente que el avistamiento duró unos 4 minutos. Realizando una simulación virtual del cielo de aquel momento, mediante un software de astronomía, concuerda la existencia de la Luna, hallándose a unos 40° de altitud, existiendo el tránsito de un satélite de radio comunicaciones amateur, “CO-55”, el cual “no fue visible en aquel momento y lugar”, además de poseer una trayectoria distinta del objeto visto (Véase Imagen 123). Faltaba dilucidar si se trataba de un posible globo meteorológico. Estos consisten en unos globos de látex, que son cargados con Imagen 123 helio o hidrógeno, siendo estos gases más Trayectoria descripta por la esfera, bosquejado por el livianos que el aire, producen que el globo testigo. Todo el recorrido se efectuó sin sonido alguno, ascienda, transportando algo que se girando sobre sí mismo. denomina “radio sonda”, que se encuentra suspendida desde el globo, llevando instrumentos meteorológicos capaces de medir, la humedad del sitio donde se encuentra volando, así como la dirección del viento, presión atmosférica, y por supuesto la temperatura, normalmente poseen un sistema de GPS a bordo, para poder detectar su posición, entonces al momento de caer estos globos, el equipo que los soltó pueda recuperar los instrumentos y leer las mediciones (Véase Imagen 124). Los globos se van expandiendo a medida que transcurre el tiempo, debido al calentamiento del gas interior, que en un determinado momento explotan al no poder ceder más el material, y caen. Pueden alcanzar la considerable altura de unos 40 Km dependiendo de varios factores.

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Photoshop: Versátil editor de fotografías, propiedad de la compañía de software, Adobe.

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Imagen 124 Esquema comparativo. (Esquina Superior Izquierda) Un globo sonda o de alta altitud. (Superior Derecha) Visualización de uno de estos ingenios en el cielo, se aprecia claramente la deformación oblonga producida por la dilatación del látex. (Esquina Inferior Izquierda) El objeto inidentificado en escala de grises. Exhibiendo un cuerpo absolutamente disímil, esférico constatable al modificar los atributos de imagen como el brillo, contraste, gamma y perfilado (Inferior Derecha).

Para descartar este punto, consulté primeramente con un meteorólogo paraguayo, que trabaja en la “Dirección de Meteorología e Hidrología del Paraguay”, Ricardo Villarroel. Durante una conversación telefónica, explicaría que normalmente los globos alcanzan una altura de unos 20 Km, desplazándose otros 12 Km, luego explotan, descendiendo gracias a un paracaídas que portan, y luego se procede al rescate de la radiosonda, como ya hemos mencionado. Al mismo tiempo deseaba descubrir si no fue realmente un globo sonda extranjero que se desplazó hasta nuestro territorio, por lo que me pongo en contacto con el personal del INMET (Instituto Nacional de Meteorología) del Brasil, quienes con un profesionalismo digno de mención y en un tiempo récord me respondieron revelando datos impresionantes. En un mail el meteorólogo brasileño Alaor Moacyr Dall'Antonia, Jr, Coordinador General de Meteorología Aplicada, escribiría lo siguiente: “En atención a su solicitud, participo en responderle a Ud., que consideramos poco probable que la radiosonda de Foz de Yguazú, se haya desplazado para el territorio paraguayo, atendiendo las proximidades de Asunción y observando los análisis de ‘campo de viento’ (líneas 260

de corriente), en el modelo MBAR 10 Km, que indican en las altitudes de 850 HPa, 700 HPa101, 500 HPa y 200 HPa (anexo mapas), que la circulación era de NE o E, lo que llevaría a la radiosonda apenas moverse del territorio brasileño”. Recordemos que el objeto fue visto sobre Asunción, dirección NE y se halla a más de 300 Km de distancia de Foz Yguazú, imposible de ver un globo que poseen los brasileños, y más cuando los meteorólogos me confirmaban que el viento de aquel día y hora, no arrastraría ningún globo brasileño hacia el Paraguay. El INMET del Brasil, me facilitó como evidencia 13 mapas que demostraban las corrientes de viento de todo aquel día 3 de marzo (Véase Imagen 125).

Imagen 125 Modelo de Líneas de Corriente de Viento, proporcionadas por el Instituto Nacional de Meteorología del Brasil, evidenciando la improbable incursión de un globo sonda brasilero en territorio paraguayo.

No contento con ello me apersoné en la “Dirección de Meteorología e Hidrología del Paraguay”, con la intención de mostrarles las fotografías, para que los meteorólogos paraguayos pudieran darme algún veredicto. Dentro de una oficina principal donde se recogen los datos, destacándose una enorme pantalla plana que muestra fotos de un satélite, se hallaban varios meteorólogos, los cuales observaron con mucha curiosidad las fotografías, escuchando detrás de mí, algunos comentarios como ‘eso no es un globo’, ‘no puede ser’, entre otras discusiones. Entrevisto al reconocido meteorólogo Víctor Álvarez, quien suele anunciar el pronóstico del tiempo en varios medios de TV, quien amablemente y demostrando gran profesionalismo, explicó varios puntos clave.

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HPa: Siglas de hectopascal. Es una unidad de medida de la presión del viento. Se define como la fuerza de 1 N (Newton) sobre un 1 m2 de aire.

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Mostrando la pantalla de un computador donde aparecía el mapa de Sudamérica, se esquematizaba líneas de corrientes de viento. - Met. Álvarez: “Bueno este es un modelo diferente del que te dieron los brasileros. Es un modelo numérico que hace una animación de la circulación del aire en la atmósfera. Exactamente dice lo mismo. Que el viento en los niveles altos de la atmósfera, de 9.000 a 10.000 metros es totalmente del OESTE, así que todo el flujo se mueve desde el Norte de Chile, Norte de Argentina, hacia el Paraguay. Si eventualmente un globo meteorológico fue lanzado, en el aeropuerto de Salta, lugares donde se lanzaban globos sonda, si fueron lanzados desde las 3 de la tarde, pudo haber llegado a territorio paraguayo…”, reflexionaba con lapicera en mano, observando las gráficas de la computadora (Véase Imagen 126).

Imagen 126 El meteorólogo Víctor Álvarez desde la Dirección de Hidrología y Meteorología del Paraguay.

- Maidana: “¿Desde Paraguay, no se han lanzado globos?”. - Met. Álvarez: “No, desde Paraguay no se hacen lanzamiento de globos, desde hace tiempo, años, 5 años”. - Maidana: “¿Y por qué eso, falta de presupuesto?”. - Met. Álvarez: “Sí, presupuesto. Sí señor así es…”. - Maidana: “Ahora bien, el testigo dijo que aparte que realizó esa trayectoria, en V, despacito, giraba el objeto sobre sí mismo. O daba la apariencia de que giraba…”. - Met. Álvarez: “No, un globo sonda no gira”, sentenció. - Maidana: “¿Pero no será que alguna corriente de aire, hace que gire?”. - Met. Álvarez: “No…”, negando con la cabeza. Faltaba contactar con algún meteorólogo argentino, dadas las cartas sobre la mesa, para confirmar o desbaratar la “hipótesis de un globo sonda”. Para tal fin localizo al Sub-Oficial de la Fuerza Aérea Argentina, Miguel T. Amaya, especialista en meteorología, radiosondeísta (lanzar globos meteorológicos), quien llegó a cumplir sus funciones en la Base de San Martín en la Antártida, (Véase Imagen 127). 262

Indudablemente su cuantiosa experiencia se percibió en su email, que resolvió muchos de los entresijos que faltaban por cerrar: “Con respecto a sus preguntas le comento que en mi especialidad meteorología también fui durante varios años Radiosondeísta, y le puedo decir por propia experiencia aquí en Resistencia Prov. de Chaco, que un globo meteorológico que porta un radiosonda muy difícil es que pase los 27 o 28.000 m de altura, aunque hemos podido lograr mediciones a 32.000 m (Raras veces), el globo no es muy grande aunque a medida que sube se va expandiendo y su volumen es tres a cuatro veces el original en su altura máxima, después de 5.000 m a simple vista no se ve, también por el desplazamiento en sentido horizontal es muy posible que se aleje varios km. En nuestro País la Estación Met. de Salta hacia ese estudio en la atmósfera, pero debido al estrecho Imagen 127 presupuesto de parte de este gobierno no realizan más radio Sub-Oficial de la Fuerza Aérea sondeos, y aquí en el Chaco se realiza uno diario que se larga Argentina, Miguel T. Amaya, a las 08:10 Hs de la mañana. Hace muchos años se realizaban meteorólogo y radiosondeísta muy de vez en cuando y en distintos lugares, un lanzamiento de un globo bastante grande con un material científico muy voluminoso, pero con el advenimiento de los satélites meteorológicos eso ya no se realizan más, creo que en ningún país, y también como lo explica mi colega brasileño (el Sr Silva) todos los sistemas atraviesan la Argentina de SSW a NNE, con esto digo que un posible objeto que se lance desde la zona de Salta es muy difícil que atraviese Paraguay. Y para comentario, el aparato de radiosonda es un instrumento que debe pesar 250 gr y se destruye al chocar con el suelo, es muy pequeño, es decir son descartables”. El Sub. Ofic. Miguel Amaya, desbarató completamente la tesitura de un globo, al confirmar que lanzamientos desde Salta ya no se hacían, argumentando claramente las razones de ello, entre otras cuestiones que demostraban poco probable que lo fotografiado por el Ing. Spiridonoff, se haya tratado de un prosaico globo extranjero descarriado, como ha quedado patente que un globo sonda paraguayo sería imposible porque no se hacen más lanzamientos desde años. Afortunadamente existió una cámara que capturó el momento, y un hombre que rompió el silencio, por los prejuicios que conllevan este tema, para demostrar la existencia de los OVNIs…

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Entre correspondencias que mantenía con el investigador español Juan Vicente Ballester Olmos, miembro de la Society for Scientific Exploration102, J.A. Hynek Center for UFO Studies103, así como asesor en las revistas Cuadernos de Ufología 104y Anomalía105, con el afán de conseguir datos referidos a casos paraguayos, en su famoso proyecto FOTOCAT, que consiste en un gigantesco catálogo de casos de OVNIs fotográficos a nivel mundial, que posee más de 10.500 casos, y sigue ampliándose. Un catálogo que cuenta con documentación física, en papeles y por la otra en un enorme archivo de Excel, donde se apuntan las entradas de estos. Juan Ballester en una misiva, me escribía: “Actualmente, el catálogo tiene más de 10.500 casos, pero SÓLO CONOZCO UN CASO EN PARAGUAY. Le adjunto la línea correspondiente del catálogo”. Anexando un documento de la base de datos del FOTOCAT, en ella se apreciaba la línea mencionada: “Fecha: 14/10/1975 Hora: 20:15 Descripción: OVNI Lugar/País: Asunción (Paraguay) Código del País: PRY Foto/ Film/Video: PHOTO Fotógrafo: Homero Solalinde Características especiales de la foto: No fue visto por el fotógrafo Referencias/Fuentes: ABC (Madrid), Octubre 16, 1975. Octubre 14, 1975” Esto refuerza la tesitura del desconocimiento de casos ufológicos paraguayos en el extranjero, siendo el objetivo primordial de este libro, demostrar lo contrario. Con los datos aportados, realicé una fascinante investigación hemerográfica, que concluyó con la entrevista del mencionado fotógrafo, Homero Solalinde, quien posee una interesante historia detrás. El 16 de octubre de 1975, el diario ABC Color de Paraguay, presentaba en la portada misma, una llamativa fotografía en blanco y negro, bien grande, donde se apreciaba “aparentemente” un enorme objeto discoidal luminoso, que proyectaba haces de luz para arriba así como abajo, 102

103 104 105

Society for Scientific Exploration: “Sociedad para la Exploración Científica”. Es una organización conformada por científicos y estudiosos de fenómenos inusuales, que traspasan las fronteras del conocimiento científico tradicionales. Publica una revista conocida como “Journal of Scientific Exploration”. J.A. Hynek Center for UFO Studies: También denominado CUFOS, “Centro de Estudios OVNI”, fundada en 1973, por el astrónomo Joseph Allen Hynek, padre de la ufología científica. Con sede en Chicago, Illinois, USA. Cuadernos de Ufología: Fue una revista especializada en investigaciones sobre OVNIs, fundada por el español José Ruesga, en 1983, conformado por varios ufólogos que colaboraban en los artículos, hasta el 2012. Anomalía: Fundación sin ánimo de lucro, que posee como objetivo el estudio racional de los OVNIs. En el 2010, fue cambiado por el nombre de “Fundación Íkaros”.

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(dependiendo de la imaginación, podría tratarse de alguna estela también), aparecía allí como trasladándose al cielo, sobre un céntrico y nocturno centro de Asunción, conformado por edificios (Véase Imagen 128). “Presencia de un OVNI en el cielo de Asunción”, fue el título que enmarcaba de gran manera, y se iniciaba este interesante caso. “Homero Solalinde fue a tomar fotos de una reunión de prensa que tuvo lugar el martes 14 en el edificio ‘Cristal’ ubicado en 14 de Mayo entre Benjamín Constant y el Paraguayo Independiente. A las 20:15 Hs puso la cámara en posición mirando hacia el parque Carlos Antonio López y al solo efecto de lograr una vista original de la ciudad. No le llamó la atención nada extraño. Una vez en la redacción, dejó el rollo para el día siguiente ya que se trataba de fotos de rutina. Ayer, al ser revelado el rollo se pudo notar la extraña luminosidad en el negativo. Las copias fotográficas fueron analizadas en distintos niveles”. Ver Imagen 129).

Imagen 128 Un inusual y sugestivo objeto destellante, aparece sorpresivamente sobre la capital, al revelarse una toma del reportero gráfico Homero Solalinde en 1975.

Imagen 129 La toma completa en una vista panorámica donde se vislumbra el objeto de controversia, que disparó las más avivadas discusiones

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De esta forma explicaba el diario ABC Color, la extraña fotografía obtenida por su reportero gráfico, Homero Solalinde. El aparato fotográfico utilizado por Homero Solalinde aquella noche, fue una “Rolleiflex” con doble objetivo de unos 80 mm (Ver Imagen 130), utilizando una película fotográfica de “120” de 400 asas (esto equivale al ISO actual en las cámaras fotográficas), con un diafragma de 8, dejando fotografiar el paisaje, en “toma de exposición” de unos 3 minutos. Imagen 130 Una Rolleiflex de doble objetivo de unos 80 mm, fue la cámara utilizada.

La fotografía que mostraba un OVNI sobre Asunción fue motivo de controversia por varios días, granjeando opiniones dispares desde distintas ópticas y disciplinas, de acuerdo a los distintos profesionales que fueron consultados en su momento.

Uno de ellos fue el Cnel. Ing. Emilio Meza Guerrero, quien se desempeñaba como catedrático de “Astronomía Geodésica” en la UNA (Universidad Nacional de Asunción): “Nosotros con el teodolito, sabemos cómo se refleja un planeta o una estrella. La estrella se presenta como un punto luminoso, a veces de color verde, amatista, etc. Los planetas se ven como un pequeño disco, pero ni uno ni otro, en la forma en que se presenta el objeto captado por cámara de ustedes. Esto no es un planeta, ni una estrella. Puede haber sido un reflejo, pero mire, difícil por su forma. Es sumamente extraño. El objeto parece estar girando. Además, si la película de la cámara fue impresionada es porque hubo una fuerza lumínica. Me llama la atención esta especie de eje que tiene el objeto, parece de rotación. Puedo decir que se trata de la foto más curiosa que he visto hasta el momento sobre objetos no identificados”. Por otra parte se recogió la opinión del Dr. Honorario Campuzano, quien se desempeñaba como oculista: “Difícil de responder con precisión a la pregunta de si la cámara puede captar lo que no capta el ojo humano, porque la capacidad visual de una persona depende de muchos factores como luz, estado de refracción del ojo, tiempo de exposición de la imagen ante el ojo, sensibilidad retiniana y otros fenómenos que forman parte del complejo mecanismo visual. También hay que considerar en cuanto a la cámara, la calidad de la lente, su potencia”. Otro oculista de la década de 1970 se manifestó al respecto, el Dr. Néstor Sánchez Insfrán: “De qué se trata este cuerpo aparece en la fotografía es poco menos que imposible decir nada con certeza. Ahora, en cuanto a si la cámara puede registrar cosas que el ojo humano no ve, evidentemente que sí puede hacerlo. Además el hombre que está en una ciudad no tiene lo que se llama “visión nocturna”, a causa de la luz artificial. Así si se levanta la vista, por la noche, en plena calle no vemos el cielo. El ojo humano sólo reacciona ante las ondas luminosas que están entre 4.000 y 8.000 unidades Angstrom. Y la visión depende del contraste, la superficie y de la luminosidad de un objeto. 266

Un factor importante, que interviene en el mecanismo de adaptación son las variaciones del diámetro pupilar, las cuales oscilan de 1,5 y 8 mm, esta variación no es capaz, por si sola de compensar los grandes cambios de la iluminación del ambiente, lo que hace necesario el mecanismo retiniano de adaptación. Sin embargo, en la máquina fotográfica con los nuevos aditamentos que ella posee, esa adaptación es automática e instantánea”. Fascinante explicación desde el punto de vista de la ciencia oftalmológica, que demuestra que en las fotografías pueden aparecer algunos “elementos que pasaron desapercibidos” debido a diversos factores ópticos para él camarógrafo, pero “no significa que la cámara fotografíe cosas invisibles”, a no ser que esté diseñado para observar en otras longitudes de onda, como por ejemplo los visores nocturnos (night vision), pero este no fue el caso. Como una piedra arrojada en un lago, en la que las ondas producidas en el agua seguían expandiéndose, de esta forma proseguía el impacto mediático del suceso, ya que las opiniones no cesaban, espesando la lista de explicaciones. Al día siguiente, el viernes 17 de octubre de 1975, ABC Color, ofrecía una expansión del caso fotográfico de Solalinde, “OVNIS: variadas versiones buscan explicar imagen captada en la noche del martes”, Pág. 9, Sección, “Información”. Revisten importancia los siguientes expuestos: Ing. Donald Organ (norteamericano, asistente de fotogrametría en el Instituto Geográfico Militar): “Creo que es un reflejo del lente, por causa de las luces de la calle entrando en cierto ángulo. Es algo similar a lo que suele ocurrir en el cine, cuando por efecto del sol puede verse el reflejo de todos los lentes de la cámara. Lo único raro es el ángulo en que se encuentra el objeto. De acuerdo con la luz y el lugar en que se tomó la foto, me parece que debió haber estado al otro lado. Es difícil mantener un objeto en el aire por tres minutos, que fue el tiempo de exposición, sin que haya distorsiones. Y en este caso, las líneas del objeto están muy bien definidas. Además la forma es parecida a la de una lente. Ahora bien no podría dar una razón exacta de las colas que se ven. La superior podría ser la distancia entre los lentes. El otro lente no aparece y podría estar fuera del negativo…” Ing. Donald Organ: “Si hubiere existido algo en el espacio, el que tomó la fotografía lo hubiera visto. No pudo haber sido algo no captable por el ojo humano pero, sí por una fotografía, pues se utilizó una película ‘panchromatic’, que es común, que capta igual que el ojo”, sentenció en la nota. En tanto para el Gral. Dr. Stephan Vysokolan, catedrático en Ciencias Exactas por la Universidad de Praga, la imagen probablemente podría tratarse de un satélite que orbitaba la tierra. Agregando que es absurda la posibilidad, de que pueda tratarse de una nave de otro mundo de alguna parte de nuestro sistema solar, ya que las sondas enviadas por el hombre, demostraron las condiciones estériles de los planetas del sistema solar, sin embargo 267

actualmente la exobiología106 considera muy factible la existencia de “vida extraterrestre microbiana” en algunos lugares de nuestro sistema solar, como podría ser en una de las lunas de Júpiter, “Europa”, o en la luna del planeta Saturno, “Encelado”, así como en nuestro planeta vecino Marte, que se especula en la existencia de vida bacteriana enterrada en su superficie. La opinión pública no se hizo esperar, disparando un abanico de especulaciones que abarcaban desde un posible fraude, hasta un verdadero platillo volador, como por ejemplo este curioso comentario que realizó un transeúnte, que el cronista de ABC Color recogió: “Creo que se trataba de nave con carga radiactiva invisible, pero impresionable para una película fotográfica. Es lo que ocurre con cualquier material radiactivo. Se lo pone en un cuarto oscuro junto a una película fotográfica y esta registrará la radiación”, (sic). La tesis de un reflejo cobró más fuerza al pronunciarse sobre el hecho, el Sr. Rodolfo Loewen, técnico en máquinas fotográficas, quien realizó una especialización en la fábrica misma de Rollei, situado en Alemania Federal, para él la imagen constituía un mero reflejo, así declaraba y explicaba en la edición del sábado 18 de octubre de 1975, en el periódico ABC Color. Sin embargo para sorpresa de muchos, el diario ABC Color no se limitó simplemente a exponer análisis de diversos especialistas, sino que “reprodujo las circunstancias en la que se realizó la fotografía” para poder determinar si se trató de un reflejo de la lente, o un “lens flare” como se lo conoce técnicamente (Véase Imagen 131).

Imagen 131 Típicos ejemplos de lens flare o destellos de lente. (Izquierda) La mancha luminosa que aparece volando en el cielo azul no es más que el reflejo del Sol, esto se comprueba al realizar unas líneas que revelan el foco de origen. Por otra parte, el punto negro que se observa en el sector del Sol (Sun) se debe a una saturación del sensor óptico por el exceso de luz incapaz de representar el tono correspondiente. (Derecha) Dos figuras romboidales difusas sobre las casas que solo aparecen en la fotografía, por las luces del alumbrado público que destellan en la lente. En todos los casos, estos pretendidos OVNIs siempre poseen tonos del arcoíris, efecto de la descomposición lumínica.

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Exobiología: Rama de las ciencias biológicas que estudia el origen, existencia y evolución de la vida en el Universo. Busca otras formas de vida fuera del planeta Tierra. Etimológicamente proviene del griego, “exo”, afuera, “bios”, vida, “logos”, tratado o estudio, traduciéndose como “Estudio de la vida exterior”.

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“Ante la posibilidad que la mancha en cuestión fuera un reflejo óptico, efecto de una ‘luz parásita’ o fruto de una ‘aberración óptica’, posibilidades que se plantearon en la redacción de este diario en el primer análisis de la fotografía en cuestión, veinticuatro horas después, el miércoles a la noche, fue tomada esta fotografía en las mismas condiciones que la anterior”. Lo sorprendente del hecho es que no apareció absolutamente nada extraño, y se constata que la cámara fue puesta en el mismo lugar, apuntando al mismo sector sin resultado alguno, tal como puede apreciarse en las fotografías de comparación, véase Imagen 132, que fueron publicadas en la tapa misma del diario en un intento por desvelar la cuestión.

Imagen 132 Con la intención de disipar dudas sobre una anomalía óptica, el Diario ABC Color efectúa una fotografía con la misma cámara y circunstancias cuando apareció el objeto (Derecha). Sin embargo no apareció nada a pesar de visualizarse las mismas luces en la ciudad (Izquierda).

Sin embargo esto conmovió a más de uno, despertando el interés por observar el cielo en los ciudadanos quienes denunciaron un fenómeno luminoso, que fue reportado por el diario Ultima Hora, el lunes 20 de octubre de 1975, en una brevísima nota: “Al promediar la mañana un objeto volador no identificado apareció sobre la ciudad en forma de pequeño objeto color blanco, apenas visible. El hecho citó el interés de numerosas personas. Algunos afirmaron que se trataba simplemente del planeta Venus que en esta época del año, suele ser visible en días como de hoy. OVNI o no, planeta u objeto, se ha podido ver. Y lo que es más importante, lo podremos contar los que a los otros que menos afortunados no pudieron hacerlo”. Durante el proceso investigativo, conseguí entrevistar al ex reportero gráfico de ABC Color, Homero Solalinde, reconocido y respetado profesional en la prensa nacional. 269

- Solalinde: “Mucha gente me llamó en ese entonces, incluso de revistas extranjeras preguntándome sobre la fotografía del OVNI…”, comentaba emocionado al recordar aquellos días. - Maidana: “¿Pero cómo sucedió todo esto, podrías relatarlo?”. - Solalinde: “Bueno cuando eso buscaba alguna noticia, algo que publicar. Hay que recordar que en aquel tiempo, las noticias escaseaban, no había Internet, hoy en día hay un exceso de información, antes no era así, debías recorrer, sudar para conseguir noticias interesantes que publicar. Y bien, cuando eso nos fuimos con un compañero a cubrir una reunión que se realizó en el edificio del Zodiac, y tuve la idea de querer hacer una vista panorámica de la ciudad nocturna, viendo que estábamos en una altura considerable. Subimos, coloco mi cámara mirando hacia el sector donde estaba la antena del Canal 9, realizo una toma de exposición, en la que el obturador se queda abierto por un cierto tiempo, y la cámara va captando de a poco, toda la luz del ambiente, va fotografiando. En eso me retiro de allí, mirando para otro lado, enciendo un cigarrillo, conversando con mi compañero periodista sobre varias cuestiones, dejé por unos 3 minutos más o menos, al regresar agarro la cámara, guardo el trípode. Y nos retiramos de allí. Pero al día siguiente al revelar, ahí apareció esa cosa rara”. - Maidana: “¿Entonces Ud. no vio nada?”. - Solalinde: “No, nada. Solo lo descubrimos posteriormente al revelarlo”. Conversando distendidamente por casi 40 minutos, comentaría una anécdota fascinante que es digna de mención, que brilla por su curiosidad histórica y no podía dejar de mencionarlo brevemente. El Sr. Homero Solalinde me confesó, que en la década de 1977 fue el único periodista que consiguió ver y fotografiar, el cadáver en Paraguay de uno de los nazis más buscados, por varios crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, en los famosos campos de concentración, donde se torturaban salvajemente a miles de judíos, nos referimos al famoso Eduard Roschmann (1908-1977), apodado el “carnicero de Riga” (Ver Imagen 133). Quien se desempeñó como comandante en el “Campo de Concentración de Kaiserwald”, es responsable de la muerte de más de 40.000 judíos. Al acabar la guerra huyó hacia Sudamérica, cambiando el nombre a “Federico Wagner” o “Federico Wegener”, sin 270

Imagen 133 Homero Solalinde además fotografió el cadáver del legendario nazi Eduard Roschmann en la morgue del antiguo Hospital de Clínicas en 1977.

embargo muy pocos conocen que este nazi sanguinario, se refugió en el Paraguay portando esa identidad falsa, y que en agosto de 1977, falleció en el conocido nosocomio público, el “Hospital de Clínicas”, donde un informante filtró el dato al reportero gráfico Solalinde, quien inmediatamente se dirigió hasta allí, acompañado de otro periodista, con cámara en mano, y tras sobornar al guardia con una botella de vino, consiguieron acceder a la morgue, y constatar que se trataba del legendario Eduard Roschmann, fotografiando Solalinde el cuerpo inerte, publicándose al día siguiente en el diario ABC Color, convirtiéndose en una foto histórica y de peso, que demostraba indudablemente que existieron nazis prófugos en nuestro país. Sin embargo retomando el tema que nos atañe, la fotografía del 14 de octubre de 1975, dados todos los argumentos presentados, y analizando cada uno de estos, bien pudiera tratarse de un simple efecto “lens flare”, destello de la lente, pero flota allí en el aire la siguiente hesitación, ¿De ser un reflejo, por qué no volvió a manifestarse al recrear la misma circunstancia en la que se obtuvo la fotografía? Esto estaría sujeto a una combinación de varios factores físicos u ópticos, que por lo pronto, podemos argüir en una anomalía óptica, descartando un OVNI.

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Argüir que lo manifestado solo se debió a errores de interpretación, sería un gran crimen a la verdad, incurriendo en el error de cientos de investigadores que jamás salieron de sus escritorios. Durante la mañana del 26 de marzo del 2010, el portal digital del diario Ultima Hora, divulgaba “Supuesto OVNI en Luque”: “Pobladores de la ciudad de Luque observaron un extraño objeto luminoso a altas horas de la noche. Rápidamente se propaló que era un OVNI. Sorprendidos relataron lo ocurrido y mostraron la grabación”. Esto constituyó el puntapié inicial de una breve nota que describía a un voluminoso objeto luminoso multicolor, cambiando constantemente de tonos. Raúl Torres y su hermana Selva serían los testigos principales de este caso interesante Luqueño. “Una estrella cualquiera no era, se movía y luego se quedó quieto. El destello que largaba, nos impresionó a todos, muchos estábamos viendo acá”, relató Selva Torres. En la página web de la noticia, se embebía un video que fue emitido por el noticiero “Meridiano Informativo”, del Canal 4 “Telefuturo”, miembro de la misma cadena que el diario Ultima Hora, en la que el periodista Fredy Valenzuela, entrevistaba a los moradores próximo al Estadio Feliciano Cáceres de Luque, exhibiéndose a la par la filmación efectuada, en la que se apreciaba claramente un objeto multicolor que a intervalos parecía desprender otros cuerpos que volvían a unirse al original (Véase Imagen 134), sin embargo al constituir un “flash informativo”, era evidente que el material genuino debió editarse, recortándose por motivos de tiempo en la televisión.

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Imagen 134 Secuencia de las maniobras exhibidas por el objeto volador. Por momentos el cuerpo principal se separaba en tres partes (aparentemente regulares) que sobrevolaban guardando distancia del centro de origen, para luego fusionarse de vuelta. Esta característica se presentó durante todo el avistaje al tanto que rotaban sobre sus ejes, mudando de color.

Varios testigos, una filmación de buena calidad, la prontitud con la que se informó en los medios de comunicación a tan solo pocas horas de haber sucedido, hicieron de este caso, una oportunidad magnífica para recabar datos frescos, e investigar con escrutinio lo sucedido. Con nombres a mano y en compañía del colega Gustavo Sanabria, nos dirigimos a la famosa ciudad de Luque, reconocida por su elaboración de guitarras, tanto por sus obras de artesanía en plata y oro, además de haber constituido la capital del Paraguay provisoriamente durante la Guerra Grande. Teníamos dos nombres, y un sector donde se presenció el fenómeno, nada más, sin embargo la ventura estaba de nuestro lado, al indagar en algunas casas aledañas al Estadio Feliciano Cáceres, sobre el Sr. Raúl Torres (71), quien resultó ser alguien ampliamente conocido en la comunidad, propietario de una playa de Venta de Vehículos, músico de profesión, integró recordadas bandas rockeras como “Los Tommys” (década de los 70’s y 80’s), conformados en 273

su tiempo por Bruno Massi, Dany Durand, entre otros, posteriormente estuvo con el grupo “Los Rodeos” de Luque, y un sinfín de aportaciones en distantes conformaciones musicales. Entre tranquilos pasos, debatiendo sobre varios temas. Hallamos para nuestra sorpresa al mismo Sr. Raúl Torres, sentado allí en la vereda de su casa, contemplando el firmamento, descansando. Una vez presentados, y corroborado que indudablemente se trataba de quien observó en la madrugada el objeto misterioso en el cielo, y quien denunció a la prensa inmediatamente, nos recibió en su casa con toda la amabilidad posible, sorprendido ante nuestra visita, en carácter investigativo. De esta forma se inició la entrevista en la residencia del testigo. - Raúl Torres: “Anoche estábamos cenando en la casa de mi hermana que está ahí en frente, donde está aquella pizzería. Estábamos cenando, de pronto un sobrino mío vino y miró hacia el SUR-ESTE, miraba hacia arriba, y observó algo que ‘tintineaba’ ahí en el cielo. No parecía una estrella común, así no se ve una estrella. Era la 01:00 Hs de la mañana”. - Maidana: “¿Había nubes? ¿Estaba despejado? ¿Había Luna?”. - Raúl Torres: “No, totalmente despejado estaba. La Luna ya estaba entrando. Salimos entonces afuera a mirar, y eso empezaba a ‘tintinear’, ¡vos sabes los colores que daba!, rojo, azul, verde y se quedaba ahí. Por lo que mi sobrino sacó su cámara, y empezó a filmar. Filmó por 20 minutos por ahí. Y después de filmar todo, miramos nosotros la cámara, y vimos que la ‘estrella’ supuestamente no se quedaba. ¿Sabes que daba la vuelta así? (Gesticulando con sus manos un movimiento rotatorio), y de repente se esparcía, parecía que se rompía todo. Se esparcía, y se juntaba todo de vuelta. .. Pero a simple vista no se ve así, en la cámara se vio bien”, relató emocionado y extrañado por lo que estaba describiendo. - Raúl Torres: “Se movía, se esparcía… de repente uno se iba aquí, otro allá, y en un momento se juntaban todos, empezando a dar la vuelta otra vez. Tirando chispas, parecía”. - Maidana: “¿Ud., escuchó algún sonido?”. - Raúl Torres: “No, ningún sonido”. - Maidana: “¿Qué sintió en ese momento?”. - Raúl Torres: “Me daba la sensación de que era una cosa rara, parecía una estrella, pero no se movía normal. Entonces yo le llamé a Óscar Acosta, periodista de Telefuturo que es muy amigo mío y le expliqué. Me dijo ‘ahora mismo voy a enviar a los cronistas’, entre ellos estaba un pelado, que se llamaba Fredy Valenzuela, y una rubita del noticiero del Canal 13. 274

Cuando vinieron, les mostramos ahí en la pantalla de la cámara, en ese momento se sorprendieron todos, porque no se quedaba ni un momento, el objeto. Imagínate”. - Maidana: “¿Cuál es el nombre de su sobrino que realizó la filmación?”. - Raúl Torres: “Se llama, ‘Lucho’ Maldonado. Le mostró al camarógrafo y le dijo, mira un poco esto es algo raro. Vamos a grabar le dijo, conecto por su computadora, y comenzaron a copiar el material, en la pantalla de la computadora enorme se veía. Para mí, no era una cosa normal… En una hora se habrá movido así… (Demarcando con las manos un espacio de unos 50 cm) en 3 horas más o menos se subió donde pudimos ver a simple vista. Pero no sé a qué cantidad de Km debe estar moviéndose, por ejemplo si fuera un ‘aerostático’, lógicamente se iba a anunciar en los periódicos, alguna estación de meteorológica hubiera avisado”. - Maidana: “¿Alguna ruta de vuelo por aquí?”. - Raúl Torres: “No… avión no puede ser. Primero porque el avión iba a desaparecer en 10 minutos…”, reflexionaba acomodándose en su silla de cable. - Maidana: “¿Ustedes cobraron por el material al pasarle al periodista?”. - Raúl Torres: “No, no nada de eso”. - Maidana: “¿Y su sobrino que opina de esto?”. - Raúl Torres: “Para él es un objeto volador no identificado. Es algo anormal”, recalcó. - Maidana: “¿Su señora vio el objeto con Ud.?”. - Raúl Torres: “No, ella no. Mi hija sí estaba con nosotros… Gloria Torres, ella tiene 23 años”, rememorando. Así concluía esta entrevista con el apacible hombre de negocios y ex músico, que nos prometió avisar si eventualmente volvía a manifestarse en aquel barrio de Luque. Frente a su residencia, vivía su sobrino “Lucho” Maldonado, quien confirmó los detalles aportados por su tío Raúl Torres, así como Selva Torres a quien entrevistamos posterior y separadamente, con el fin de evitar contaminaciones en las versiones. Gustavo Sanabria inquirió sobre la filmación, a lo que Maldonado prontamente ingresa en su casa, regresando con filmadora en mano, mostrándonos el polémico material en la pantalla LCD de la cámara HD que portaba. Allí se corroboró la duración del video que fue de unos 20 min, y efectivamente a intervalos el objeto parecía desprender otros tres o cuatro pequeños cuerpos, que rotaban y sobrevolaban al igual que el primigenio, para luego adentrarse en él. 275

Momentos antes de llegar a la residencia del Sr. Torres, se constató la existencia de una ruta aérea que se hallaba sobre el mismo Estadio Feliciano Cáceres, distante a dos cuadras de la residencia del Sr. Torres, observándose una aerolínea comercial, el GOL107 con destino al Perú, que sobrevoló a las 14:00 Hs dirección SUROESTE rumbo SURESTE, es decir en dirección contraria al OVNI que se movió desde el SURESTE rumbo NORTE (Ver Imagen 135). No faltaría quien argumente que lo filmado solo se trató de un simple aerodino, para ello nos dirigimos minutos después al mismo Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, distante a unos 5 Km de allí.

Imagen 135 Esquema fiel del punto donde se manifestó el fenómeno basado las referencias geográficas, descartándose aeronaves al no existir ruta aérea en el sector avistado.

Una vez presentados en la Oficina de Informes del Aeropuerto, indagamos sobre todas las posibles rutas aéreas que se encontraban en la región, y los horarios de vuelos que correspondían el paso por la zona divisada. Esta fue la única ocasión de todas las investigaciones posteriores, donde se sembró una duda sobre el cometido de la investigación, argumentando que podríamos ser unos terroristas del EPP108 (Ejército del Pueblo Paraguayo) que buscábamos información con la posible intención de secuestrar un avión, cosa totalmente absurda como comprobará el lector, pero que lo vivimos en carne propia al apersonarse un Encargado de Seguridad del Aeropuerto, que evitó en todo momento ser fotografiado por nosotros, un hecho que demostró fehacientemente la paranoia sobre ese tema en aquel momento.

107 108

GOL: Compañía brasileña de aerolíneas. Siendo la segunda más importante del Brasil. EPP: Ejército del Pueblo Paraguayo. Grupo guerrillero armado, de tendencia marxista-leninista, que opera hacia el norte del país, escondidos entre los montes.

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Más allá de lo jocoso que pudiera resultar este hecho, lo importante es que una vez demostrado el propósito de obtener esa información, se comprobó indudablemente que no existía ningún vuelo a las 01:00 de la madrugada del 26 de marzo, próximo a el Estadio Feliciano Cáceres, agregando y confirmando lo que ya constatamos visualmente con el vuelo del GOL hacia la tardecita. La filmación era auténtica, no hubo fraude digital ni óptico alguno, además se verificó la existencia de una antena que aparecía en la filmación, que se encontraba sobre el techo de un departamento lindando a la residencia del Sr. Torres, estimando su altura en unos 50° de altitud. Realizando una reconstrucción virtual del cielo según las coordenadas geográficas se demuestra que efectivamente que en el cielo se hallaba presente la Luna, desciendo tal como precisó el testigo y a unos escasos 23° de altitud hacia el sector OESTE. Consultando los registros meteorológicos con fecha del 26 de marzo del 2010, se encuentra una agradable temperatura de unos 23°C, totalmente despejado con una óptima visibilidad de unos 11,4 Km, a causa de la atmósfera diáfana, lo que evidencia ningún tipo de obstáculo atmosférico que pudiere “distorsionar” la visión humana, así como la lente de la cámara. Por otra parte se ha comprobado que no se realizan más lanzamientos de globos aerostáticos en el Paraguay (véase Cap. "El Ingeniero que capturó un OVNI bajo la Luna”, pág. 255), así como es pueril suponer que fuera uno, ya que no existen globos sondas rotatorios multicolores que desprenden otros cuerpos para volverse a componer, como aeronaves terrestres conocidas, ¿Qué es? Por disquisición un verdadero OVNI. Transcurrieron varios meses cuando intenté infructuosamente entablar contacto con el Sr. Raúl Torres para conseguir otros detalles, porque se había internado por motivos cardiacos, hasta que un día resuelvo ir de sorpresa hasta su residencia, recibiéndome su nieto y comentándome que lastimosamente había fallecido. Este capítulo va dedicado a su memoria…

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Discurría reposadamente el mes de octubre del 2011, cuando ciudadanos que se distendían en un agradable parque denominado popularmente “El Portal”, en el Barrio Loma Pytá, observaron atónitos las evoluciones de unas 4 esferas luminosas intensas que describían figuras en el firmamento a escasísima altura, derivando en la interrupción abrupta de las actividades de una escuela de fútbol, de la que el principal testigo lo conformaba, tratándose de un hábil joven, que realizó lo más acertado, documentar el insólito suceso con una cámara, para demostrar incontrovertiblemente que lo atestiguado no fue un invento y mucho menos una sugestión. Ulises González Paniagua, fue quien se apersonó para brindarme detalles de lo que había acontecido recientemente por aquel entonces. Un muchacho observador, inteligente, de hábil memoria, reveló un juego de 3 fotografías en la que se apreciaban claramente unas 4 potentes luces rojas, que realizaban una formación en el cielo sobre una de las casas circundantes del mencionado parque, el día 06 de octubre del 2011 cerca de las 20:00 Hs. (Véase Imagen 136 e Imagen 137).

Imagen 136 (Izquierda) Sin producirse sonido alguno, unas extrañas esferas luminosas comenzaron a aparecer a pocos metros del suelo, organizándose de tal forma que evoca una letra “L” acostada. La fotografía se obtuvo desde un banco en la plaza El Portal a unos 60 metros del fenómeno. (Derecha) En el segundo disparo, se realizó un zoom y el testigo se aproximó a menos de 30 metros de los objetos.

Imagen 137 Tercera instantánea con el zoom al máximo por la cámara del teléfono. En esta ocasión una posible euforia del momento conllevó a crear esa ligera trepidación en la imagen.

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Lo primero que efectué ha sido un análisis forense de las fotografías, hurgando en los metadatos109, como un intento por hallar algún signo o firma digital de cualquier software de procesamiento de imágenes para descartar algún tipo de montaje, sin embargo esto no se encontró. Las fotografías resultaron auténticas (Ver Imagen 138), evidenciándose el teléfono utilizado que resultó ser un “Nokia modelo 5130c”, insatisfecho con estos pocos datos, se ha efectuado una simulación por computadora del cielo mediante un software astronómico, que demostró la inexistencia de cualquier fenómeno astronómico en aquel sector y momento señalado (Véase Imagen 139).

Imagen 138 Segmento que recoge los datos claves de la imagen

Imagen 139 La ausencia de fenómenos astronómicos notorios y del tránsito de satélites de considerable magnitud se vislumbra en esta simulación por computadora del cielo de aquella noche.

Paso siguiente consistía en una inspección del terreno en horas de la noche, donde dizque se había presenciado aquellas esferas luminosas (desconociendo esta acción el informante), todo ello previo a la entrevista citada con el testigo, Ulises González. El antedicho parque “EL Portal” se halla ubicado entre las calles Máxima Lugo y Fernando Oca del Valle, detrás del Shopping que porta el mismo nombre, siendo esta probablemente la razón de su posible designación. Durante el recorrido efectuado desde un automóvil, a escasa velocidad con la intención de apreciar cualquier detalle significativo que develara la naturaleza de las luces que se apreciaban en la fotografía, que a prima facie se argüiría en luces de una antena, las cuales son utilizadas como una señalización para evitar una posible colisión por parte de alguna aeronave que se encuentre volando a escasa altura durante la profunda noche. 109

Metadatos: Grupos de datos que se hallan en un recurso normalmente ocultas.

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Sin embargo todo el tramo recorrido exhibió un panorama absolutamente disímil, no hallándose presencia alguna estructura que porte luces, así como algún hangar o taller del que se podría haber lanzado aquellos objetos. El paisaje estaba configurado prácticamente por casas humildes, ajenas a cualquier tipo de experimentación aeronáutica, en medio de una densa vegetación que se lucía hacia el horizonte, más allá del sitio clave. (Compruébese Imagen 140).

Imagen 140 El panorama de los alrededores. No se aprecia taller o algún edilicio del tipo aeronáutico.

Limitándose al descubrimiento de unas débiles luces de antena de transmisión radial, propiedad de la Comisaría N° 22 Loma Pytá (ubicada sobre la ruta Transchaco), siendo solo observable dicha antena hacia el sector SUR desde el parque en cuestión, en una dirección totalmente opuesta donde se han manifestado las luces (hacia el OESTE). Como prueba ello se anexa la magnitud del brillo de las luces de esta antena durante la noche (Imagen 141), así como un mapa con su posición correspondiente para una mayor comprensión (Imagen 142).

Imagen 141 Fotografía nocturna de las luces correspondientes a la antena de radio de la Comisaría cercana. Como se ha podido constatar es absolutamente incompatible con lo fotografiado por el testigo.

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Imagen 142 La ficha (CASO ULISES) indica el punto exacto donde fueron observadas las esferas luminosas (OESTE), en una dirección completamente distinta al de las débiles luces de la antena de la Comisaría (SUR).

Posterior a estas indagaciones iniciales, al día siguiente, se concretaba la entrevista con el testigo, sentados ambos observando la abigarrada multitud que ignoraba el escenario nocturno insólito. - Maidana: “¿Qué estabas haciendo Ulises?”. - Ulises González: “Estábamos jugando partido -fútbol- con los amigos, de repente al darnos la vuelta, vimos dos luces raras. Al principio dos, apareciendo de la nada, luego cuando estas se encontraban ahí, se presentan otras dos, detrás de las primeras. La que estaba primera hace como una “L”, por decirlo así, retrocediendo, dejando a una en el frente, como si los otros tres estuvieran siguiéndole a la cuarta luz”, declaraba entusiasmado. - Maidana: “¿A qué hora fue aproximadamente esto?”. - Ulises González: “Fue a eso de las 19:30 por ahí, estando entre 5 en aquel momento los que jugábamos… Es la primera vez que veo algo así realmente”. - Maidana: “¿Qué tamaño tenían relativamente?”. - Ulises González: “Desde nuestro punto de vista era redondo. No sabría decirte el tamaño verdad, por la lejanía. Dos aparecieron ahí (señalando el punto encima de la casa, que se aprecia

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en la Imagen 136) van directo, apareciendo otros dos luego de unos 10 a 15 segundos respecto a los primeros, sobre la misma dirección. Solamente que una estaba más arriba de las demás”. - Maidana: “¿El color?”. - Ulises González: “Rojo (sin titubear), pero no era centellante, muy intenso, no titilaba, no cambiaba de color, no giraban ni nada de eso pero movieron su curso hacia atrás”. - Maidana: “¿Estos objetos eran luces o daban la impresión que tenían luces?”. - Ulises González: “Eran luces realmente…”. - Maidana: “¿Escuchaste algo?”. - Ulises González: “No, ningún sonido. Totalmente silencioso, lo único que se sentía era la brisa del viento, nada más”. - Maidana: “¿A qué altura más o menos haz visto?”. - Ulises González: “Bueno, podríamos decir que desde el suelo como un ejemplo, más o menos unos 70 u 80 metros. De aquel árbol unos 10 metros más arriba”, con estos datos pude calcular unos 25° de elevación. - Ulises González: “Todas se movían, no tan rápido ni tan lento. Formaban una “L” pero acostada. - Maidana: “¿Cuánto tiempo estimas el periodo de observación?”. - Ulises González: “Pues menor a 1 minuto, unos 40 o 50 segundos debieron de haber estado, dirigiéndose hacia el horizonte donde se perdieron”. - Maidana: “¿Al ver esto, que pensaste?”. - Ulises González: “Primeramente pensamos que eran globos caseros aerostáticos. Pero estos globos no tienen esa luz tan potente como estos, luego también se pensó en luces de bengala, pero las bengalas no mantienen su luz a esa potencia, va bajando hasta desaparecer. Estos objetos sin embargo mantenían su brillo intenso, y al pasar el mango aún se podía percibir eso, luego de perderlos de vista. Aparte también que se movían e hicieron esa formación…”, cavilaba el muchacho sentado en un banco. - Maidana: “¿Qué te impulsó a fotografiar?”.

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- Ulises González: “Quería registrar el momento, porque normalmente en muchos programas que he visto, o en relatos de conocidos te dicen: ‘Yo he visto’, pero no tienen ninguna evidencia para demostrar a los demás que viste. Para que me crean saqué esas 3 fotos”. Declaraba perplejo y fascinado como sintiéndose afortunado por haber contemplado algo así, por otra parte, la cronología de esta forma comenzaba a configurar un cuerpo, reflejando lo siguiente: a) Ulises González se encontraba con otras 5 personas jugando al fútbol, cuando su sobrinita de unos 4 años le alertaba sobre unas extrañas luces en el cielo, a lo que todos voltearon para observarlas. b) El autor de las fotografías, rememora que portaba en su mochila su teléfono con cámara, razón por la que corre raudamente hasta un banco que se situaba a unos 60 metros del sector de donde se hallaban estas potentes luces. Presto desde allí apoyado por el banco (para evitar trepidaciones) efectúa el primer disparo. Obsérvese el diagrama en la Imagen 143, correspondiente a la situación de la “Foto 1”.

Imagen 143 Diagrama del avistamiento recreando el punto exacto donde fue ejecutada la primera fotografía con su distancia correspondiente.

c) Con el objetivo de observar mejor el fenómeno, se arrima hasta el final del parque, distante a unos 10 metros de la casa de dónde por cuestiones de perspectiva, aparentemente se manifestaban los objetos, allí efectúa máximo zoom con su cámara, momento en el que consigue dos fotografías más (Foto 2 y 3) de las que se aprecia desplazamiento por parte de las luces. Obsérvese el poste de teléfono como un marco de referencia (Véase Fig. Imagen 136 e Imagen 137). 283

Lastimosamente la última imagen presenta una ligera distorsión, debido a las vibraciones por el pulso (trepidación), probables por la emoción incontinente que produjo esto en el testigo o simplemente a la agitación del momento (Foto 3). Para dilucidar si se trataba de algún ingenio aéreo convencional, consulté al historiador aeronáutico Lic. Antonio Luis Sapienza, mostrando las fotografías y los detalles de este suceso (Ver Imagen 144). Observando fijamente emitió una opinión criteriosa sobre el asunto, atendiendo primeramente que las luces no correspondían a los exhibidos por los estándares de la aviación. Imagen 144 - Lic. Sapienza: “No son luces standard de aviación, Lic. Antonio Luis Sapienza analizando las inclusive los globos o dirigibles que hacen navegación fotografías desde su despacho. deben tener las luces reglamentarias. Un zeppelín por ejemplo, que es un globo alargado, debe tener las luces rojas, verde-azuladas, y blancas, exigidas por la “Organización Internacional de Aviación Civil”, todo objeto que vuele o navegue debe tener esas luces”.

- Maidana: “¿Algún tipo de avioncito a control remoto (RC110)?”. - Lic. Sapienza: “Haría mucho ruido, estos tienen unos motores que hacen mucho ruido. A no ser que sean uno de esos de juguete que tengan luces, pero aun así no he visto uno igual a este, es más harían ruido. Sin embargo los testigos dijeron que no hubo ruido. Por la distancia en la que sacó la foto, vas a escuchar algo, aunque sea un zumbido si son esos avioncitos”. - Maidana: “¿Y qué podría ser según su opinión?”. - Lic. Sapienza: “No tengo la menor idea. Son interesantes las fotografías, ya que obviamente no se tratan de ‘luces normales’, en el sentido de iluminación, y aparte que el testigo dijo que esas luces se desplazaron, como para ser aviones de vigilancia, que muchos países utilizan, pero aún ese tipo de aeronave si van a hacer vuelos nocturnos, tendrían que tener las luces convencionales, no pueden tener otro sistema de luces”. - Maidana: “¿Quiere decir que las aeronaves no tripuladas deben contar igual con esas luces?”. - Lic. Sapienza: “A no ser que sean aeronaves espías, pero aun así, si fueren aeronaves espías tampoco tendrían este tipo de luces, que revelarían su posición. Pero de repente hay este tipo de aeronave no tripulada que se utiliza para vigilancia de la frontera, vuelos ilegales, etc.”. - Maidana: “¿Y Ud. vería lógico un vuelo de estas aeronaves sobre Loma Pytá?”.

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RC: Siglas de “Remote Controller”, control remoto en inglés.

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- Lic. Sapienza: “Y podría ser, pero por la altura y el color de las luces, no parecen que sean una aeronave”. - Maidana: “¿Alguna vez observó objetos similares al que se presentan en la fotografía?”. - Lic. Sapienza: “No, sinceramente no. He visto luces nocturnas, que puedo identificar fácilmente como aeronaves, inclusive las que vuelan a mucha altura, donde no se escucha el ruido de los motores, pero por la posición de las luces, se pueden detectar de que se tratan”, sentenció. ¿Las luces representaban un fenómeno atmosférico? Para dilucidar esta inquietante pregunta, me desplazo hasta las oficinas de la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH), situadas en el Barrio Sajonia de la capital. Allí me recibiría cumplidamente el Meteorólogo Óscar Rodríguez (Véase Imagen 145), de unos 37 años de experiencia, quien en todo momento exhibió un gran profesionalismo, efectuando un paciente análisis en torno al caso, libre de prejuicio alguno. - Met. Rodríguez: “Bueno he visto las fotos, pero antes al escuchar tu comentario, estaba teniendo la idea que podría ser algún tipo de fotometeoro, entiéndase una descomposición de la luz solar por Imagen 145 los cristales de hielo que forman las nubes, pero El meteorólogo Óscar Rodríguez descartó una vez al observar las luces en las fotografías y fenómenos meteorológicos conocidos atendiendo el grado de intensidad que tienen las mismas, más aún el comentario del testigo principal, no creo que sean fotometeoros, a parte que por definición los fotometeoros son totalmente otra cosa, normalmente se dan a grandes alturas, sobre todo en nuestra área son muy específicas, halo solar, halo lunar, el famoso arcoíris, entonces no es algo relacionado al fenómeno de los fotometeoros, qué es algo que está dentro del área de competencia de la meteorología. No sabría darle una explicación, habrá que encontrar otra explicación en otra área…. También estuve mirando un cierto grado de proximidad al eje de pistas del punto donde se encontraba el testigo principal, como unos 2,7 Km en línea recta al eje de pistas, y no sé si será algún tipo de aeronave que estuviera realizando alguna aproximación o naves de entrenamiento militar, algún experto en el campo de la aeronáutica podría aportar algo, por mi parte no tengo más nada que señalar…”, reflexionaba cavilando sobre el caso. - Maidana: “¿En un momento comentó sobre una cierta restricción de alguna aeronave que esté realizando una aproximación sobre aquel punto?”. 285

- Met. Rodríguez: “Bueno no sé si prohibida, pero pasa que como es un área poblado, sería raro que estuvieran haciendo cosas ahí. A no ser que sea una situación de ejercicios programados” Lo cierto y concreto es que aquellos jóvenes contemplaron una anomalía aérea que se materializó sobre el cielo, dejando tras sí una coletilla de preguntas tales como ¿Qué tipo de ejercicios militares o civiles se desarrollarían en un sitio prácticamente prohibido o ajeno a estos fines? ¿Qué interés estratégico podría despertar un área sin ningún valor militar o de defensa? ¿Qué clase de aeronave posee una forma esferoide, con una intensa luz que no corresponde a los estándares aeronáuticos? Así como ¿Por qué esa proximidad al eje de pistas del aeropuerto? ¿Cómo se explica la ausencia de sonido? Y la formación exhibida ¿Qué es, y para qué sirve? De haber proseguido ininterrumpidamente con su trayectoria hacia el OESTE, suposición confirmada en parte hasta que el horizonte siguió permitiendo su contemplación, teóricamente debieron sobrevolar la zona de Falcón, Chaco Paraguayo, y más allá, el territorio argentino de Clorinda. Sin embargo ante la falta actual de testigos ajenos al perímetro de Loma Pytá no se puede esclarecer este punto.

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En una región próxima a las ciudades de Mariano Roque Alonso y Limpio (Departamento Central), durante varias noches hizo presencia un extraño orbe luminoso que en vuelo sigiloso, exhibiendo un comportamiento sumamente extraño, no pasó desapercibido para más de 8 moradores del Barrio “Costa Azul”, cercano a la urbanización y casa de campo “Surubi’i111”. Costa Azul se halla a menos 5 Km del Río Paraguay, lindando a la urbanización Surubi’i, que contiene un enorme campo de golf profesional, así como una belleza natural irradiada por sus árboles y arroyo que fluyen por su territorio, otrora primera estancia de todo el Río de la Plata hacia el año 1571, llegando a pertenecer a Inocencia López, hija de uno de los más grandes estadistas y presidentes del Paraguay, Don Carlos Antonio López. El viernes 6 de abril del 2012, así como el día Lunes 9 del mismo mes, el Sr. Mauro Riveros, hombre de negocios se encontraba apaciblemente en su domicilio, cuando observó algo fuera de lo usual desde el sector NORTE rumbo al SUR en el cielo. - Mauro Riveros: “Era una cosa luminosa de color anaranjado, que se proyectaba desde el Norte hacia el Sur, y en cada tanto iba desprendiendo algo que parecía como que se derretía, a cada tantos metros iba cayendo ‘eso’, llegando hasta un lugar donde la cosa esta se detuvo, y explosionó”. - Maidana: “¿Cuánto tiempo viste el objeto?”. - Mauro Riveros: “Aproximadamente de 3 a 4 minutos, a las 20:30 Hs.”. - Maidana: “¿Qué estaba haciendo anteriormente?”. - Mauro Riveros: “Justo estábamos con mi señora (Patricia Sanguina) sentados ahí en el patio de mi casa, tomando tereré112, hablando, cuando apareció y vimos”. - Maidana: “El objeto, ¿Qué tan rápido o lento se movía?”. - Mauro Riveros: “Era prácticamente como el movimiento de un avión Cessna, no tan rápido, ni lento, lineal. El tamaño era como la Luna Llena, tampoco se veía tan alto, más o menos 1000 metros (estima), de un anaranjado incandescente, parecía el color del foco”. - Maidana: “¿Opaco o te encandilaba un poco los ojos?”. - Mauro Riveros: “Sí, encandilaba”. 111 112

Surubi’i: Dícese de un surubí pequeño. Es una especie de pez, del genero siluriformes o pez gato (Pseudoplatystoma). Tereré: Bebida tradicional a base de yerba mate (Ilex paraguariensis), agua y hielo.

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- Maidana: “¿Qué parecía eso que soltaba cada cierto intervalo de tiempo?”. - Mauro Riveros: “La verdad que no sé qué puede ser eso, desprendía algo la esfera. Se quedaba, desprendía un cuerpo, y avanzaba otra vez. Parecía un metal fundido, llegando a soltar esto por 3 o 4 veces, llegando hasta un punto donde hubo algo que parecía una explosión, desapareciendo totalmente”. - Maidana: “¿Cómo puede describir el sonido?”. - Mauro Riveros: “Como un eco, algo que reventó en el espacio, rompiendo la barrera del sonido, así sonaba”. - Maidana: “¿Estaba despejado?”. - Mauro Riveros: “Sí, totalmente. Estaba estrellado el cielo. Hacía calor cuando eso”. - Maidana: “¿Algún sonido percibió antes de esa explosión?”. - Mauro Riveros: “No, ningún sonido”. - Maidana: “¿Entre cuántos estaban cuando vieron el objeto?”. - Mauro Riveros: “Unos 4 de mi familia, y los vecinos al lado de mi casa, 8 aproximadamente”. - Maidana: “¿Alguna vez escuchó alguna historia análoga a la suya?”. - Mauro Riveros: “No, nunca”. - Maidana: “¿Su primera impresión al ver el objeto?”. - Mauro Riveros: “Primero pensé un avión, pero no escuché ningún sonido, luego supuse que fue un globo aerostático, pero muy extraño, la forma lineal que iba, además que no puede hacer ese estallido y ese desprendimiento de material extraño. Más o menos hacia Surubi’i desapareció”. La entrevista fue realizada al día siguiente del avistamiento del día lunes 9 de abril del 2012, en el trabajo del testigo, una persona seria, objetiva, que me informó de lo sucedido a sabiendas de mi dedicación a estas investigaciones. Al conversar con la Sra. Patricia Sanguina, esposa del Sr. Mauro, confirmaría la misma versión, rescatando el término utilizado, “parecía que lagrimeaba en el cielo, y se volvía a mover”, enfatizó sorprendida.

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Nos desplazamos hasta la residencia de los testigos ubicada en Limpio, Costa Azul, en compañía del Sr. Arturo Benítez, quien poseía un equipo de visión nocturna, por el cual conectábamos por mi ordenador, para realizar vigilias en el cielo, con la intención de documentar lo mejor posible si se manifestaba el fenómeno aéreo. En una noche tranquila, nublada, donde se apreciaba la tranquilidad de la vecindad, irrumpida por el hermoso canto de los grillos, característico de aquella temporada, montamos el equipo de vigilancia en el patio del testigo, apuntando hacia el sector donde solía aparecer. Una vez in situ, efectué mediciones, estimando que la altura en que aparecía la esfera luminosa fue de unos 30°, desde el Norte hacia el Sur, realizando una recreación posterior (Véase Imagen 146) hasta el lugar donde solía “descargarse”, oyéndose una explosión y desapareciendo detrás del árbol (SUROESTE) que se aprecia en la fotografía, sector aparente de Surubi’i. Formalizando la pesquisa correspondiente, se logró interrogar a otro testigo, el vecino, Enrique Zárate (22), técnico hidráulico, quien atestiguó exactamente lo mismo, no pudiendo explicarse lo atisbado.

Imagen 146 Infografía de la trayectoria del anómalo objeto hasta el punto en que desapareció.

- Zárate: “Antes de Semana Santa sucedió, fue una luz que se movía sin prisa, quedándose en un lugar, encendiéndose con más intensidad, hasta que luego caía una chispa, y de donde caía eso, se observaba una proyección luminosa donde soltaba, encendiéndose y luego desaparecía. ‘La luz’ volvió a desplazar, quedándose, echando de vuelta la misma chispa, al soltar la última vez, explosionó como una bomba, desapareciendo”, cabe resaltar la terminología aplicada “chispa”, con “metal fundido”, indudablemente algo soltaba el objeto. - Maidana: “¿Y de qué color fue el objeto?”. - Zárate: “De un naranja fuerte, similar al sol del atardecer. No escuché ningún sonido, solamente al desaparecer. Del objeto que caía la chispa le digo yo, se veía la raya, el camino por donde caía, digámosle vulgarmente así, tipo como un láser así, recto”. - Maidana: “¿Te impactó esto?”. - Zárate: “¡Sí claro!”, sin titubear. - Maidana: “¿Qué pensaste?”. 289

- Zárate: “Pues al grano luego me fui, para mí fue un OVNI. Primeramente vi cuando escuché que mis vecinos me dijeron que veían algo, salí afuera y vi (de su casa), la segunda vez vi solo, y ahí avisé a mis vecinos para compartir esa experiencia, en aquella primera vez estaba en compañía de mi mamá y una tía, así como la familia Riveros. El objeto calculo que se movió a una altura menor al de las nubes”. - Maidana: “¿En algún momento titiló o giró el objeto?”. - Zárate: “No, tampoco dejaba ninguna estela”. - Maidana: “¿Y qué hay más allá de donde desapareció?”. - Zárate: “Hay un campo de golf del Club Centenario, pero se le llama Surubi’i”. El objeto divisado es curiosamente análoga a uno que documentó el astrónomo norteamericano, el Dr. Joseph Allen Hynek en su obra “The UFO Experience – A Scientific Inquiry” de 1972, (“La Experiencia OVNI – Una investigación científica”), fotografiado por un periodista, Bob Campbell, el 2 de agosto de 1965 (semanas después de avistarse OVNIs en el Chaco Paraguayo, Véase Pág. 156), quien solía rastrear las conversaciones de los policías por radio, cuando a las 3:00 de la madrugada, escuchó algo extraño, observó hacia el cielo y constató la presencia de un insólito objeto, que consiguió fotografiarlo. El caso fue investigado por el Dr. Hynek in situ, no encontrando signo de fraude alguno. En las tomas se observan una esfera luminosa, que parece desprender un material. (Ver Imagen 147). Aquel martes 10 de abril (al día siguiente de los sucesos), durante la vigilia mencionada desde la casa de la familia Riveros, no observamos nada extraño con el visor nocturno, a pesar de quedarnos hasta altas horas de la noche, de hecho no volvió a manifestarse en muchos meses, hasta que el 11 de septiembre del 2012, a las 20:13 volvió a surcar ese intruso luminoso. La Srta. Fiorella Riveros, hija del matrimonio citado, comentó:

Imagen 147 Homólogo objeto fue fotografiado el 2 de agosto de 1965 en EEUU por el reportero Bob Campbell.

“Mi hermana y yo vimos algo muy raro en el cielo… era eso que habíamos visto ya hace unos meses atrás, te cuento que parecía un globo luminoso, una bengala o algo así, se iba súper rápido. Estaba mirando y de repente se partió en dos parece, desapareciendo uno, y el otro se iba cada vez más rápido hasta llegar a un cierto punto (sobre mi casa), desde ahí empezó a tirar 290

algo que parecía fuego, desintegrándose eso que soltaba, luego de unos pocos segundos explotó muy fuerte, demasiado en realidad. Parecía que cuando explotó el ruido que hizo se fue esparciendo, como una onda. Mis vecinos estaban en su casa y escucharon también, creyeron que una garrafa explotó en una de las casas”. Siendo la última manifestación de este extraño objeto el 31 de diciembre del 2012, a las 23:21, sí durante la llamada “Noche vieja”, víspera de “Año Nuevo”, en esta ocasión sobrevoló por unos pocos segundos a una altura considerable, que no pudo registrar adecuadamente por el teléfono móvil del Sr. Mauro, quien realizó una fotografía como prueba de lo presentado. El teléfono con cámara utilizado fue un Nokia C3, no detectándose fraude digital alguno, (Véase Imagen 148), apreciándose lábilmente algunas estrellas de considerable magnitud como para ser captadas por el sensor óptico de la cámara, al realizar una renderización en 3D (tres dimensiones) del objeto, aparece la siguiente forma: Ver Imagen 149.

Imagen 148 Otro OVNI se presentó el 31 de diciembre del 2012 en la misma zona, en esta ocasión fue fotografiado.

Imagen 149 Renderización en 3D a partir de la fotografía para descubrir la morfología del objeto.

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La toma fotográfica es similar a una efectuada por el Sr. Ricardo Chaves, de São João Batista Do Glória, Minas Gerais, Brasil, quien suele avistar luces anómalas en la región citada, como la que captó el 23 de enero del 2013, a las 22:44 Hs, (véase Imagen 151), siendo esta bastante similar a la fotografiada por el Sr. Mauro Riveros. No obstante, no sería la única ocasión que divisa este peculiar fenómeno, como por ejemplo el 02 de septiembre del 2014, acompañado de su hijo se encontraban en la orilla del río cuando vislumbró una luz extraña estacionaria, que se prendía y apagaba a intervalos, cuando en un momento salió disparado a alta velocidad (Véase Imagen 150), siendo ambas fotografías auténticas, y descartándose algún cuerpo celeste durante el análisis.

Imagen 151

Imagen 150

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Un caso paradigmático sobre el conflicto, la emoción y la impotencia que experimentan los testigos cuando divisan algo que no pueden explicar en el cielo. Cómo bien ha precisado el testigo, “Nuestra cultura no está preparada para este tipo de cosas”, una reflexión clave que engloba el asunto. En una de las hojas del “Diario Popular”, del 04 de noviembre del 2009 aparecía: “¡Vio y fotografió un OVNI en Asunción!”, relatando como el Sr. David Candia acompañado de su esposa, la Sra. Iracema Acosta, habían atestiguado desde su residencia en el Barrio San Vicente (Asunción), un inusual objeto luminoso volador, que se presentó sigilosamente alrededor de las 20:00 hs, despertando el asombro de ambos. Según la nota, una repentina aparición celeste quebrantó el descanso del Sr. Candia, quien se hallaba en su patio fumando luego de un viaje al interior del país, con la intención de documentar la experiencia, busca raudamente su cámara, obteniendo algunas fotografías. “De que era una nave, era una nave. Llamé a mi señora, a la tía y otras personas… apenas pude captar algunas tomas cuando el objeto se iba”, comentó. En un segmento el periodista indaga sobre el propósito de las imágenes. “¿Qué piensas hacer con las fotos que tomaste? - Voy a difundirlas por Internet, me gustaría que estudiosos de estas cosas vean y digan que lo que es, a ver si podemos contribuir con algún estudio científico o algo así. Yo no puedo decir qué es y lastimosamente, no soy fotógrafo profesional, espero que le valga a alguien”. Y no se equivocó. Acompañado de mi amigo Gustavo Sanabria, nos dirigimos hasta el lugar de trabajo del Sr. Candia. El Sr. David Candia, es un empresario que acerva conocimientos de docencia no ejerciéndolo, debido a su entrega al mundo de los negocios. - Candia: “Nosotros estábamos en el patio con mi señora (Iracema Acosta), después de un viaje a las 8 de la noche, escuchamos un sonido extraño en el cielo, vibratorio era un sonido envolvente, parecía una avioneta y vimos algo que se iba como un cohete, hacia arriba. La luna estaba de este lado, iba para ahí, luego retomó hacia Lambaré más o menos, porque estamos en una zona cercana hacia el Cerro Lambaré.

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Y ahí sí, la luminosidad del objeto era extraña de un color azulado, no era un avión, entonces le llamé a toda la familia, mientras buscaba mi cámara. Primero filmé, pero como parecía que no se veía nada, resolví disparar fotos nomás. Esta es la mejor foto que se pudo lograr (Véase Imagen 152).

Imagen 152 (Izquierda) En el círculo se encuentra el extraño objeto próximo al humo del cigarro que se aprecia en la fotografía. (Derecha) Una ampliación del sector revela un punto de luz azulado, que no corresponde a una anomalía óptica alguna, y menos aún una estrella.

Ahora como le dije al periodista de Popular, no puedo saber si trata de alguna especie de satélite o una cosa así”, reflexiona. - Maidana: “¿Ud. ya ha visto un satélite en el cielo nocturno?”. - Candia: “No, sinceramente no. Ahora sobre las foto que publicó el diario era cualquier cosa, el que veía iba a decir que no era nada”. - Maidana: “¿Quiénes eran los demás testigos?”. - Candia: “Estaba la tía de mi señora, Pablina Valdés, Juan María Villalba y otros”. - Maidana: “¿Suele leer textos sobre OVNIs?”. - Candia: “A partir de ahí, sí. El problema de aquí es que lo toman del lado que uno puede estar loco o cosas así. Uno quiere aportar, y te toman en burla, para mí fue algo interesante, por más que no sea un OVNI, me llamó la atención en el cielo. En el momento uno se emociona, quiere compartir con la gente, pero luego pasado eso, ya no querés porque sabes que no te tomaran en serio”.

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Tras un posterior análisis riguroso a las 5 fotografías, se descubrió que la cámara utilizada fue una “Olympus” modelo “FE330”, efectuándose el primer disparo realmente a las 20:52:01, transcurriendo tan solo 1 minuto entre esta y la última fotografía obtenida. No se hallaron vestigios de manipulación digital alguna. Recreaciones del cielo mediante programas astronómicos de computador, confirmaron que en la noche del 01 de noviembre del 2009, efectivamente había Luna Llena, situándose hacia el ESTE, por lo que el objeto de estudio se desplazó en aquel sector.

Imagen 153 Boceto del objeto y su trayectoria realizados por el testigo

El boceto del desplazamiento del objeto luminoso realizado por el testigo (Ver Imagen 153), demuestra una trayectoria continua oblicua bajo la Luna desde nuestra perspectiva, existiendo un satélite a la hora señalada que describió idéntico tránsito en el cielo (Véase Imagen 154), el “NOAA17”, un antiguo satélite meteorológico norteamericano perteneciente a la NOAA113 (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), equipado con sensibles instrumentos capaces de medir las bandas de microondas de nuestra atmósfera para calcular los niveles de temperatura y humedad, así como la observación en otras bandas espectrales.

Lanzado el 24 de junio del 2002, se ubicó en una órbita heliosíncrona (sincronizada con el Sol) a unos 824 Km de la superficie terrestre, transmitiendo una vastedad de datos significativos sobre los fenómenos climáticos hasta el 10 de abril del 2013, año en que fue desactivado. Una idea emergió repentinamente con estos datos, ¿Se trataba pues de una confusión con dos eventos no relacionados? Supuse que la percepción de los testigos sufrió una distorsión durante una asociación, que se habría dado por el paso de una hipotética avioneta sobre la zona, distinguiéndose su sonido gracias al denominado “Efecto Doppler”, en la que aumenta o 113

Imagen 154 El satélite NOAA-17

NOAA: Acrónimo de National Oceanic and Atmospheric Administration (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), un organismo científico dependiente del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, encargado del estudio de la atmósfera terrestre y sus océanos.

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disminuye la frecuencia de una onda sonora cuando su fuente se aleja o se aproxima respecto a un receptor, por ello a veces escuchamos el sonido grave de un avión pero no lo encontramos en el cielo, como un vestigio de su paso. Esto podría explicar el “sonido vibratorio o ambiental” presente durante el avistamiento. Mientras el sonido se manifestaba aparecía en el cielo el NOAA-17, trasladándose parabólicamente como un punto reluciente. Sin embargo existe un gran detalle… El NOAA-17 a las 20:52, hora en que se efectuó la primera fotografía, se encontraba a tan solo 7° 3’ sobre el horizonte, entiéndase una altitud menor a tu dedo pulgar sobre la superficie terrestre, por lo que resulta imposible su visibilidad. Cualquiera pensaría que lo divisado por el Sr. Candia fue un satélite artificial terrestre, al confesar que jamás había visto tal cosa. Por otra parte, ¿Cuándo se ha visto el brillo de un satélite azulado? Normalmente son blancos o en algunos casos tornasolados, debido a la reflexión de la luz solar en el ángulo en el que se encuentran en el espacio. ¿Tratase entonces de algún Iridium Flare? Existe una red de satélites de comunicaciones denominado “Iridium” que contienen 3 antenas rectangulares dispuestas como pétalos produciendo el reflejo de la luz solar de brillo considerable por unos pocos segundos, llegando a alcanzar una magnitud de “-9,5”, superando el resplandor de Venus que es de solo “-3,8”. Se manifiesta como una estrella repentina muy brillante en el cielo nocturno que luego va apagándose paulatinamente hasta extinguirse, debido a que el satélite ingresa en sector de sombra producida por la Tierra. El problema radica en el tiempo de observación del fenómeno, los testigos estimaron en unos 4-5 minutos, en tanto un iridium Flare dura menos que eso, no daría tiempo suficiente para contemplar, avisar a otros, buscar una cámara, filmar por unos 11 segundos, para luego disparar otras 5 fotografías, todo eso en su conjunto no. Ello sin mencionar que todos los iridium flares presentan un tono blanco, no azulado. Al consultar los registros se descubre otro artefacto espacial, el “HTV-1”, una nave espacial de carga japonesa que se desintegró en la atmósfera el 1 de noviembre ¡pero a las 12:34 del mediodía! (16:34 UTC) Otro misterioso objeto luminoso que carece de explicación.

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“Cuantas cosas han sido negadas un día, solo para convertirse en realidades el siguiente” Julio Verne

En las ajetreadas ciudades son escasas las interrupciones, aquellas que consiguen por un momento suspenderlo todo, tal vez esta sea la magia de la diosa Nix114, un apagón eléctrico que transporta a todo un país a la más profunda noche, devolviéndonos la visión otrora de la vida en otros tiempos donde el espectáculo no se exhibía en una pantalla fosforescente sino en las interminables cuencas refulgentes del cielo. Un blackout (gran apagón eléctrico) se producía durante la noche del 10 de noviembre de 2009, a las 21:13 Hs hora local, sumergiendo al 90% del territorio paraguayo, así como un 40% del Brasil a una obscuridad total, que abarcó los estados de Acre, Bahía, Goiás, Matto Grosso, Matto Grosso do Sul, Minas Gerais, Pernambuco, Paraná, Sāo Paulo, y la lista prosigue. Las razones del blackout jamás se esclarecieron del todo, lo cierto es que se extendió por más de 3 horas dependiendo del sitio, restableciéndose el servicio eléctrico a la mañana subsecuente. El problema aquejó a una de las represas hidroeléctricas más grandes de todo el mundo, “Itaipú” (Del guaraní, “piedra que suena”), instalado en las márgenes del Río Paraná, entre la frontera de la ciudad paraguaya de Hernandarias. Itaipú constituye una maravilla de la ingeniería, ostentando un vasto murallón de hormigón, roca y tierra que se encuentra a unos 14 Km al norte del Puente de la Amistad, así como unas 20 turbinas generadoras de 700 MW (Mega Watts), que en un año alcanzan la increíble producción energética de unos 98.630 GWh (Giga Watts/hora). La disensión se produjo cuando el Ministro de Minas y Energía del Brasil, Edison Lobāo atribuyó el problema a la inclemencia del tiempo, la nefasta combinación de rayos, lluvia y vientos fuertes que se dieron sobre Itaberá (Sāo Paulo), produjo un cortocircuito en las líneas de transmisión importantes de la Represa de Itaipú, sin embargo la ABRATE (Asociación Brasilera de Grandes Empresas de Transmisión de Energía Eléctrica) sostenía que esto era improbable ya que siempre se dan tormentas sin problemas de esta naturaleza, descartando que la ionización de la atmósfera por parte de los rayos alteraría las líneas de transmisión y postulando que probablemente el problema se dio en un disyuntor que produjo un efecto dominó en el sistema. 114

Nix: Deidad primordial de la noche en la mitología griega, conocida también como Nicte, Nox o Nyx.

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En tanto, algunos medios de comunicación atribuyeron el incidente a un ataque de hackers (piratas informáticos) quienes consiguieron sabotear las computadoras que controlaban el sistema, versión posteriormente desmentida por un comunicado oficial del gobierno brasilero. Sin embargo muchos ignoran, que a pocos minutos de haberse producido el gran apagón, en nuestro país se manifestaron OVNIs que se desplazaron sigilosamente sobre varios puntos en medio de una fosca de quietud. Investigando daría con uno de los testigos de aquella noche, el ATC (Air Traffic Controller), Christian Javier DelValle Avinagaldi, un hombre ducho en materia de aeronáutica, acostumbrado a la compleja dirección y coordinación de las rutas aéreas, en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, emplazado en la ciudad de Luque (Ver Imagen 155). Puntualmente su testimonio interesa y mucho al poseer una sólida formación en estos menesteres, por lo que su criterio al momento de discernir si un objeto volador resulta conocido o no, atiende a su completa competencia debido a la experiencia de observar y controlar los cielos, divisando una multiplicidad de aeronaves en diversas condiciones atmosféricas y momentos del día.

Imagen 155 Sentado frente al radar de la Torre de Control del Aeropuerto Silvio Pettirossi, el ATC Christian Javier Delvalle

Luego de varios años de haber oído rumores sobre avistamientos de luces extrañas durante el blackout, por fin había un nombre y un lugar donde empezar a investigar.

Para ello me dirigí al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, donde conseguí el permiso correspondiente para poder llegar a la Sala de Control que se halla en la Torre, luego de una rigurosa revisión por parte del personal de seguridad, quienes me acompañaron hasta el ascensor que conduce al punto más alto donde se controla todo el cielo. La torre tenía una vista panorámica envidiable, albergando escritorios, mapas, hojas, pantallas de radar, donde varios operarios por medio de la radio daban instrucciones a los diversos pilotos que se encontraban sobrevolando a millas de distancia. Allí me recibiría el Operario de Radar, Christian DelValle quien se mostró entusiasmado. - DelValle: “Prácticamente todo el Paraguay, quedó a obscuras. Me levanté de allí (señalando su escritorio), cuando he visto un primer objeto, que luego fueron dos. Y no fui el único que vio. Tomé mi móvil de muy baja calidad, para sacarle una foto, y al hacerlo, no obtenía una imagen clara, entonces dejé, y me dediqué a disfrutar de la vista, porque era algo muy raro, sobrevoló de Luque para Asunción… era una inmensa pelota roja, una pelota roja que iba de Luque a Asunción (señalando con las manos el sitio donde se manifestó a través del paisaje que era visible por el ventanal de la torre, Véase Imagen 156). 300

Imagen 156 El Controlador Aéreo DelValle apuntando la altura y lugar en que apareció el fenómeno aéreo no identificado

No podía quitarle una foto, para registrar el momento. Lentamente iba, no existía ninguna sola aeronave en ese momento en el aire, fue aproximadamente a las 21:30 de la noche cuando ocurrió”. - Maidana: “¿Apareció un blip en la pantalla del radar?”. - DelValle: “No, en ese momento no teníamos radar aún. Este radar es nuevito”. Se percibía una cierta frustración por no haber podido fotografiarlo, ahora bien, las razones de la inexistencia de radar por aquella época obedecen aparentemente a cierta impudicia que escapa al objetivo de este libro, pero basta señalar que nuestro país careció de radar por unos ¡20 años!, sin embargo esto no representó un problema para los Controladores de Tráfico Aéreo que se desenvolvían tranquilamente sin aquel artilugio. DelValle prosiguió explicando que por las noches siempre están los bomberos de guardia en su unidad ante cualquier eventualidad, no siendo aquella noche la excepción, sin embargo él ignoraba que el cuerpo de bomberos estaba divisando el fenómeno hasta que lo llaman por radio. - Unidad de Bomberos: “Torre de Control, entiendo que están observando un objeto raro que está pasando ahora mismo sobre el edificio de TAM (Transporte Aéreo del Mercosur)”. - DelValle: “Ellos me estaban hablando de un segundo objeto había sido, porque yo estaba fijando mi mirada en el que estaba pasando por aquí, y estaba Proa-Asunción, en el ESTE. A una altura aproximada de unos 1.000 pies, como unos 300 metros de altura. Efectivamente, observo y verifico que había un objeto que se dirige hacia aquí, sobrevolando el edificio de TAM, y se trataba de otro objeto. Y estaba allí, era una enorme esfera roja, esa desapareció primero, de la nada desapareció. El otro objeto desapareció prácticamente sobre el Parque Ñu Guazú”.

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- Maidana: “¿La luz es similar a una bengala?”. - DelValle: “Sí, pero sin estela, era estrictamente redonda. Además que se desplaza muy lento, no es una aeronave, no es un helicóptero. Nosotros conocemos por las luces, por el tipo de luces que tienen los aviones, una luz roja, y una luz amarilla a cada lado del ala, y esta era una esfera roja.

Imagen 157 La ruta aérea que usurpó el objeto en la pantalla del radar

Apareció por la aerovía ‘UNIFORM ROMANCE 554’, que viene de Santiago de Chile. Cómo pensé que se podría tratar de un sobrevuelo, verifico que no existía ninguna “estima” de aeronave alguna que debía estar llegando. Entonces desde otro departamento, el que estaba de guardia me dice que no tenía absolutamente ningún vuelo en ese sector, y era una luz enorme sobre Asunción”, señalando en la pantalla del radar la posición que debió tener. (Ver Imagen 157)

Distanciado a unos 15 Km, en la ciudad de Lambaré, a pocas cuadras de la concurrida “Plaza Alicia Lynch”, se situaba otro testigo, el Sr. Alfredo Pavón (Véase Imagen 158), funcionario de la “Cooperativa Lambaré LTDA”, quien divisó una extraña luz en el firmamento de aquella calurosa noche. - Pavón: “En esos días hubo un apagón muy grande. Comentaron en la radio, que probablemente cayó un rayo en una turbina (de Itaipú), mi familia estaba durmiendo en la sala, había salido afuera con un amigo de nombre Sebastián, porque no podíamos dormir a causa del calor, así que nos quedamos mirando el cielo hasta que nos diera sueño o algo. Hablando, hablando de pronto nos fijamos que en el cielo empezó a aparecer una luz, que estaba muy alto, azul, realizando un movimiento de zigzag como de un pulso, subía y bajaba, incluso estaba Imagen 158 dando la impresión de que estaba bajando. Era de Otro de los testigos de aquella noche, el Sr. un color azul medio metalizado, más o menos Alfredo Pavón quien visualizó algo inusual desde intermitente pero lento. El avistamiento duró unos Lambaré 30 segundos aproximadamente, pasando la media noche. No era un satélite, porque suelo observarlos”. El anómalo objeto luminoso provino del NORTE dirigiéndose hacia el SUR, coincidentemente el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi se sitúa en el sector NORTE respecto a la ciudad de Lambaré. 302

- Maidana: “¿Se enteró si otras personas han visto lo mismo que Ud?”. - Pavón: “Sí, leí comentarios que algunas personas vieron luces pequeñas, pero nada más que eso”. Hurgando en la casuística, descubrí que los elementos siguientes, “luces, apagones, Itaipú” aparentemente poseen un factor en común, prueba de ello reposa en la publicación “Jornal de Itaipú”, revista oficial de la entidad, en su edición de enero de 1998, pág. 16, “Un OVNI sobre el Lago de Itaipú”. Recogiendo el interesante caso del avistamiento de un OVNI sobre el lago Itaipú (Brasil), el 16 de diciembre de 1997, a las 4:48 de la madrugada. En aquel paraje se hallaban los agentes de seguros, Joao Burilli Filho, Carlos Filipiak y Nélcio Witt Klippel, cuando divisaron una bola de luz roja con una dimensión de un balón de fútbol, sobrevolar encima del lago a una distancia de tan solo 30 metros (Ver Imagen 159).

Imagen 159 Recreación del suceso en el Lago de Itaipú del 16 de diciembre de 1997

La esfera luminosa a por momentos, soltaba o desprendía un poco de material incandescente. Burrilli y Klippel se encontraban en servicio cuidando las represas, cercano al Sector de Recursos Humanos.

“Estaba conversando con Klippel, cuando vi para los lados una bola de luz. Ella se trasladaba horizontalmente, a alta velocidad en la dirección de Paraguay. La bola brillaba mucho, era de un color bien vivo, como el fuego, y soltaba pequeñas centellas”. Del testimonio se desprende la imposibilidad del raudo paso de un meteoro, así como el sostenido y tranquilo tránsito de un satélite, dada su escasa altura tanto por la morfología y coloración descripta, que si bien a pesar de distanciarse en el tiempo (1997), recuerda al objeto aéreo divisado por el Controlador Aéreo en el Aeropuerto Silvio Pettirossi en el 2009. La curiosa relación de OVNIs y apagones eléctricos, ha sido estudiada y cotejada por el desaparecido Dr. James Edward McDonald, físico del Instituto de Física Atmosférica de Arizona, quien se avocó al estudio de los no identificados durante la década de los 60. El Dr. McDonald, elaboró un interesante diagrama, en la que se simboliza hacia la derecha, el número de avistamientos de OVNIs comprendidos entre los años 1954-1969, confrontándose con la columna izquierda que reúne el número de apagones eléctricos informados por el FPC 303

(Federal Power Commission), observándose una convergencia en los años correspondientes a 1954 y 1969 (Ver Imagen 160), esto aparentemente no obedece al azar.

Imagen 160 Estudio comparativo por el Dr. James E. McDonald correlacionando apagones registrados por el Federal Power Commission de EEUU y reportes de OVNIs de la Fuerza Aérea norteamericana.

Regresando al caso de los OVNIs observados durante el gran blackout de noviembre de 2009, no sería el único de su tipo, componiendo tan solo la punta del atalaya en la que me encuentro investigando.

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"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad." Sir Arthur Conan Doyle

Pocos distritos ostentan tantas denominaciones como el de “Campo 9”, otrora “Maracaná”, “Colonia General Stroessner”, “Zanja Pypuku115”, y el oficial “Dr. Juan Eulogio Estigarribia”, de todos sus designes la primera encierra sus orígenes, donde los descendientes del cacique “Maracaná” del departamento del Guairá se afincaron en aquella región unos dos siglos antes de la llegada del hombre blanco. Ubicada a unos 213 Km de la capital “Dr. Juan Eulogio Estigarribia” o “Campo 9” del departamento de Caaguazú, congrega varios ingenios industriales con igual número de culturas, en las que se encuentran paraguayos, brasileños, alemanes e indígenas Mby’a. No obstante el sosegado aire caliente de una noche de enero del 2009, se rasgó abruptamente por el tránsito de un pequeño artefacto desconocido. Uno de los observadores de aquel intrigante aparato volador, es un estudiante de Veterinaria, Danilo Agustín Candia Lugo (24), quien acompañado de su madre y su pequeño hermano, disfrutaban de la refrescante brisa desde el patio de su casa, cuando en torno a las 20:00 Hs: - Danilo Candia: “Estábamos sentados frente a mi casa, como lo hacíamos con los amigos, o con la familia, un domingo por la noche. Y bien estando allí de la nada aparece una cosa redonda negra con una luz en el medio mismo, yendo de un lado para el otro, desapareciendo otra vez de la nada. El objeto era bien grande con una luz mediana que se hallaba en el medio de este”. - Maidana: “Haciendo una comparación, ¿igual o más grande que la Luna?”. - Danilo Candia: “La mitad de una Luna llena aproximadamente”. - Maidana: “¿Qué detalle recuerda sobre la luz del medio?”. - Danilo Candia: “Era una luz que se proyectaba, de color blanco. Cuando eso le dije a mamá, ‘¡Mirá!, ¡Mirá!, ¿Qué es eso?” Ella también lo vio perfectamente”, rememora. - Maidana: “¿Escuchaste algo?”. 115

Pypuku: Vocablo guaraní, “pie largo”

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- Danilo Candia: “No ningún sonido hizo, sorprendido me quedé eso sí, quedándome mudo por unos instantes al no creer lo que vimos”. - Maidana: “¿A qué altura sobrevoló este objeto?”. - Danilo Candia: “Sobre la copa de los árboles se movió. No dejó ninguna estela, ni nada de eso; además muchos vecinos se quedaron sorprendidos, gritaron, ‘¡Ha’í! ¡Mirá! conmocionados”. Una posibilidad primaria que emerge del semillero de la razón, es la que versa sobre el vuelo de algún aerodino, sin embargo esta idea se ahoga en parte, debido a la ausencia de complejos aeronáuticos civiles tanto como militares en las proximidades, ello sin mencionar la divergencia absoluta en las formas convencionales de los aviones con el objeto divisado. Otra acuciante conjetura en qué razonar, sería presumible en un VANT (Vehículo Aéreo No Tripulado) o bien UAV (Siglas en inglés de Unmanned Aircraft Vehicle), más conocido como “dron” en la jerga popular. Consiste en un artefacto aéreo comandado remotamente mediante señales de radio que es operado mediante una persona o una computadora. Posee una gran maniobrabilidad y estabilidad gracias a unas hélices equidistantes dispuestas en los extremos de la estructura, consiguiendo un despegue vertical y giros de 360° sobre sí mismo. Gracias a su estabilidad, el dron es capaz de permanecer por un tiempo en el mismo punto sin vacilar, por lo que se lo utiliza normalmente para tomas aéreas, abriéndose el abanico posibles usos que van desde misiones de reconocimiento hasta el transporte de pequeños objetos. El artefacto volador manifiesto en Campo 9 presentaba un cuerpo esférico con una potente luz blanca en su centro que se proyectaba, discrepándose con los modelos de drones existentes en el mercado. ¿Tratase pues de un dron de reconocimiento secreto? Lo dudo mucho, en las aeronaves destinadas para espionaje, normalmente “carecen de luces llamativas”, ya que esto revelaría su posición así como su presencia, resultando en un fracaso en una misión furtiva. Recordemos que los “drones” emiten un fuerte sonido proveniente de las hélices que los hace perceptibles a una distancia considerable de varios metros, contrariamente al caso del “objeto obscuro”. Ahondando esta tentativa explicativa, se descubre que la única empresa que poseía drones en el 2009, fue “Aero Imagen” con el eslogan “Sistemas UAV Paraguay”, quienes ofrecían servicios de fotografía aérea de alta calidad, ideal para catastros y planificación urbana, aprovechamiento del suelo, control de obras, etc. Sin embargo al contactar con la mencionada empresa, descartaron vuelos en la zona de nuestro interés. 308

El dron que utilizaba “Aero Imagen” una vez más es disímil al artefacto volador de Campo 9, pero se empareja al UAV adquirido por la Pdta. del Brasil, Dilma Rousseff, quien importó del medio oriente con el fin de vigilar de cerca posibles actividades clandestinas tales como el tráfico de armas o drogas hacia la región de la triple frontera en el año 2010. Con una duración de unos 20 segundos, esta enigmática esfera negra consiguió estampar un recuerdo indeleble en los testigos, y despertar la suficiente extrañeza como para dedicarle estas líneas.

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Una epifanía que se manifestó por escasos segundos, pero a pesar de ello, suficientes para infundir un profundo pavor en el testigo, quien preservó este recuerdo por muchos años al igual que su familia. La Sra. Ana Beatriz Insfrán Rolón (43), residente en el Barrio Loma Pytá116 de la capital, Asunción, fue quien protagonizó el suceso. Loma Pytá es un barrio de unos 3,29 Km2 que va experimentando un vertiginoso ritmo de crecimiento, distanciándose de sus humildes orígenes, que de antiguo perteneció al Barrio Trinidad, efectuándose los primeros asentamientos hacia el año 1943 por familias de distintos puntos del país, en su mayoría de Arroyos y Esteros (Departamento de Cordillera), que consiguieron adquirir terrenos de propiedad militar, actualmente conjugada en un gran porcentaje por hogares, y algunos importantes centros comerciales, que podrían inducirnos a creer que allí nunca sucedió nada, cuando no obstante se manifestaron interesantes fenómenos aéreos anómalos, que han sido investigados por el autor (Véase Cap. “Enigmas celestes en la noche de San Juan”, 161; “Flotilla de esferas luminosas en Loma Pytá”, 278; “Un experimento en el cielo”,324; “¿OVNI o cohete ruso? en 1971”,329). Tuve conocimiento de este caso, por medio de José David Insfrán, hijo de la Sra. Ana Insfrán, quien se acercó a mi trabajo, posteriormente al verme aparecer como invitado en un programa de TV denominado “Marque el 13”, del Canal 13, con la conducción a cargo de “Pitu” Willis 117, comentando que su madre tenía algo interesante que confesar sobre el tema de los OVNIs. Con toda la amabilidad me recibieron en su residencia, donde revelarían una experiencia que le habría sucedido a la Sra. Ana Insfrán durante su juventud, restringiéndose la divulgación de esta experiencia dentro del seno familiar. Hacia el año 1993, durante la época de invierno, (lastimosamente no se ha podido descubrir la fecha exacta, porque la testigo no tomó en cuenta este detalle), Ana Beatriz Insfrán Rolón, contando con 21 años, retornaba a su casa luego de un día de trabajo cuando: - Ana Rolón: “Regresaba, cuando alrededor de las 18:30 Hs, justo acaba de llover y como cesó la lluvia, salí… Pero a unas 4 cuadras saliendo ya de mi trabajo, entré de pronto en una cuadra, creyendo que podría llegar más rápido por ahí a casa. En un momento observé una nube gris, ovalada, que tenía luces extrañas arriba, y como el cielo se estaba despejando porque acababa de lloviznar, estando a tres cuadras de mi casa, antes de

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Loma Pytá: Traducido del guaraní, “loma roja”. Pitu Willis: Nombre de pila del conductor, “José Roberto Willis”.

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llegar a la entrada del ‘Club Juventud’, hacia la mano derecha, en su esquina mismo existe otra calle que va hacia la izquierda, y antes de acercarme ahí, fue cuando empecé a ver ‘eso’. Realmente no era una nube, porque una nube no tiene esa forma tan definida, tenue, oblicua, de un gris oscuro”, sorprendida con una mirada retrospectiva. - Maidana: “¿Percibió algún sonido, sintió calor?” - Ana Rolón: “No… nada de eso. Solamente he visto la ‘nube’, porque las demás se movían, y sin embargo esa nube estaba estática ahí, con la luz de arriba. Calculando los pasos que di y al observar, fueron como 4 segundos. Porque de frente he visto, no vi de costado, estaba encima mío el objeto este, en ese momento pensé, ‘un avión no es… porque no tiene ruido’, ‘¿Qué será? Porque un satélite es imposible, no tiene sentido eso’, cuando llegué a estar debajo, mirando con la boca abierta, me moví como arrastrada por ello, porque me quedé impresionada, no dándome cuenta que estaba pisando un charco de agua, resbalándome ahí. Pero al levantar la cabeza, para ver otra vez lo que estaba viendo, desapareció… No he visto más, ¿Dónde se fue? No hizo ruido, se esfumó. Su forma era como un plato, las luces que tenía no eran muy fuertes, siendo de diferentes colores, rojo, verde, amarillo, pero giraban mucho, arriba mismo de esta nube, tenía como un techito, y ahí estaban estas luces giratorias”, profirió con una emoción que no podía contener, observando fijamente a la cámara. - Maidana: “¿Su primera impresión al ver esto?”. - Ana Rolón: “Primeramente no pensé en nada, solamente quería saber que era, dije ‘¡Qué es esto!’, pero al desparecer y faltando pocos minutos para llegar a mi casa, ahí si me asusté ya, fue el susto de mi vida. Después tuve pánico para salir, pero luego nunca más he visto nada”. - Maidana: “¿A quién se lo comentó?”. - Ana Rolón: “Solamente a mi familia y a nadie más. Porque en esa época, ¿Quién te va a creer? Te van a jactar de loca, todas esas cosas negativas, pero hoy en día sí, la gente habla más de esas cosas”. Su madre, una persona tranquila y seria, sentada en un cómodo sofá, recordó detalles de aquella tarde: “Recuerdo, que en el momento en que ella vio, se asustó porque me dijo a mí, ‘parecía que me estaba siguiendo mamá’, y por eso se cayó en el charco, en ese momento cuando levantó ella la cabeza, ‘ahí desapareció’, así me dijo, era como si ‘me quería llevar, absorber’ algo así me expresó mi hija en aquel tiempo”.

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Lo curioso de todo esto, es que existen casos similares, como el que ha sido descripto en la obra “Confrontations – A scientist’s search for alien contact” (“Confrontaciones – La búsqueda de un científico por el contacto alienígena”), del Ph.D. Jacques Vallée, en la que se narra un inexplicable acontecimiento que involucra a una “anómala nube”, hacia el norte de California, durante el 23 de abril de 1976. La testigo principal, Jean Kirk, comentó al investigador Jacques Vallée, que alrededor de las 18:50 Hs se encontraba en su hogar, observando un programa en la TV, “Name that tune” (“Nombra esa melodía”), cuando fue abruptamente interrumpido por un sonido de estática, mostrando el televisor puntos y ruidos aleatorios, con la intención de averiguar el posible desperfecto en la señal, salió hacia el patio donde observó a una distancia de unos 300 pies, una extraña nube perfectamente definida que se acercaba hacia ella, provocando el ladrido de los perros del barrio, sin embargo la Sra. Kirk no sintió viento alguno, pero sí se había dado una breve lluvia en las proximidades. La extraña nube fue volando hasta llegar por detrás de un árbol, donde se perdió. En el lugar donde se manifestó primeramente la nube en el cielo, se hallaban dos luces intensas, una de color rojo y la otra verde, que revoloteaban, produciendo un inmenso temor en la testigo. Al día siguiente la Sra. Kirk, descubrió un crecimiento anormal en el pasto hacia el sector donde se había perdido la nube. Elementos comunes: lluvia, nube extraña de contornos definidos, presencia de luces, rojas y verdes, intensas o giratorias, además del miedo en el testigo en sendos casos, ¿Mera coincidencia? Dentro de la clasificación de las nubes, existe una denominada “nube lenticular” (altocumulus lenticularis), en virtud a su morfología de “plato” o “lenticular”, siendo nubes estacionarias, que podrían permanecer incluso horas en el mismo sitio, a pesar del movimiento de las demás nubes en el cielo. Su curiosa forma de “platillo volador” ha conllevado un sinfín de reportes a causa de la confusión y el desconocimiento de este fenómeno meteorológico. Las nubes lenticulares se manifiestan en un rango de altura que va desde los 2 a 7 Km dependiendo de los factores climáticos, pudiendo alcanzar también un tamaño vertical que va desde los 0,2 a 0,8 Km de altitud. Normalmente se generan en zonas montañosas y su aparición es signo de tormenta. A pesar que el Paraguay no presenta una característica orográfica montañosa, se ha presentado en muy raras ocasiones estas nubes lenticulares en los últimos tiempos, debiéndose tal vez al fenómeno del cambio climático (Véase Imagen 162, Imagen 163, Imagen 161, Imagen 164) como una señal del calamitoso estado del clima. Pero definitivamente ambos casos ni se aproximan a una nube lenticular, constituyen una rareza que no encaja con los fenómenos naturales conocidos.

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Imagen 161 Nubes lenticulares del 16 de Abril del 2015.

Imagen 163 Una colosal nube lenticular se materializó sobre Asunción, como si de un gigante platillo volador se tratase un 7 de noviembre del 2014. (Izquierda) La formación lenticular sobre el Palacio de Gobierno.

Imagen 162 Nube lenticular - Moisés Bertoni, Caazapá, Paraguay (Septiembre 2013)

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Imagen 164 En el alboreo del 16 de abril del 2015, extravagantes y fascinantes nubes lenticulares se manifestaron en el cielo

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“No basta decir solamente la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad” Aristóteles

¿Podría Ud. creer si alguien le dijese que en el Paraguay existen pirámides? Pues créalo, existen y se encuentran erigidas a unos 40 Km de la capital, en la ciudad de Emboscada, departamento de Cordillera. Cual réplica menor de las legendarias pirámides egipcias de Keops, Kefrén y Micerino, pero en una versión simplificada y mística en tierra guaraní. La ciudad de Emboscada, fundada en el año 1740, antiguamente denominada “San Agustín de las Emboscadas”, porque en aquellos lares se efectuaban emboscadas o redadas por parte de los indígenas “Guaycurú”, hacia la tribu de los “Carios”, mucho antes de la llegada de los españoles, se destacó por la extracción de piedras de las canteras por parte de sus pobladores. Sin embargo en el año 1988, se construyeron unas tres pirámides a pocos metros de la Municipalidad y de la ruta principal cordillerana, exhibiendo símbolos y colores que encierran un significado místico-curativo, por iniciativa e ingenio del desaparecido Prof. Carlos Adolfo Candia Rojas, quien apoyado por especialistas provenientes del Brasil, levantaron esas curiosas estructuras en un predio de unas 10 hectáreas, que lleva el nombre de “Ara Sy Róga Renda” (Del guaraní, “Casa de la Madre del Cielo”), pero popularmente conocido como “Parque de las Pirámides”, declarados “Patrimonio Municipal”. Los colores que exhiben son el amarillo, rojo, verde, lila y el azul, para quienes creen que estas estructuras captan energías y de acuerdo a la coloración que presentan, tendrían distintos efectos, estos se interpretarían de la siguiente manera: el rojo es favorable para la estimulación así como para elevar la energía, el verde se lo relaciona con la salud, o el azul es un tono espiritual, en cambio el amarillo representa la paz. Pero en el predio no solo se encuentran las pirámides de distintos tamaños y colores, también se hallan otras estructuras piramidales de metal, así como una gruta con la imagen de la Virgen María, además de abundantes árboles y una preciosa vista que invita a observar la lejanía, y la paz que exhibe el lugar (Ver Imagen 165).

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Imagen 165 Las curiosas pirámides de Emboscada

El Prof. Carlos Candia, luego de un minucioso análisis y tras haber recorrido los sitios de Pirayú, Altos, Atyrá, y Paraguarí, escogió la ciudad de Emboscada por la ubicación, en la que las pirámides podían seguir a la constelación de Orión, dirigidas hacia el ESTE, el ORIENTE, como un hecho curioso que he descubierto, es que al realizar una recta desde la posición de las pirámides de Emboscada, llegan exactamente al otro lado del mundo, hacia donde se hallan las pirámides egipcias (Ver Imagen 166), ¿Será mera coincidencia o fue un factor a la hora de la selección?

Imagen 166 ¿Azar o planificación? Las pirámides de Emboscada se alinean con las egipcias al trazar una línea que recorre el globo terrestre

¿Pero qué relación guarda esto con los OVNIs? La respuesta lo hallamos en una publicación del diario Popular, del 1 de noviembre del 2008, “Pirámides de emboscada, recibirán ‘visitantes’”, aludiendo a supuestas apariciones de OVNIs e incluso seres extraterrestres que estarían presentándose en la zona. 318

Un artículo redactado por los enviados especiales Lourdes Rolón, Milciades Castillo, Gelio Mendoza, que exhibía el relato del Sr. Andrés Ortiz, alias “Karai Po’ito” (“Señor Po’ito”), encargado del Parque de Las Pirámides, quien en compañía de otras personas más, divisaron un supuesto OVNI que sobrevoló las pirámides. Según la crónica del diario Popular, el Sr. Andrés Ortiz explicó: “Tenía forma circular, era muy brillosa y multicolor, no tenía ruido y era muy veloz. Apareció alrededor de las dos de la tarde en un día soleado”, hablando en lengua guaraní. La nota expone que el supuesto objeto volador aterrizó sobre una pequeña laguna, que al despegar absorbió todo el agua que contenía, a lo que “Karai Po’ito” profirió, “Opyta secovera (“Quedó totalmente seco”), estábamos entre seis, nos asustamos todos porque creímos que era una tormenta”. El encargado del predio, añadió que esto no constituye un evento aislado, y que en realidad mucha gente ha visto cosas similares e incluso extraterrestres en la zona, concertando una multitud, que van desde curiosos, estudiantes, turistas, grupos esotéricos, hasta quienes realizan prácticas de magia y satanismo, resultando en un concurrido sitio con intereses diversos. Semejantes declaraciones necesitan un análisis riguroso y una investigación in situ, que demuestre lo que realmente estaba aconteciendo hacia las pirámides de Emboscada. Acompañado de Enrique Pereira Schulze, compañero en algunas investigaciones y viajes, fijamos como derrotero a las Pirámides de Emboscada, portando cámaras para documentar el testimonio de los vecinos, y del mismo Andrés Ortiz, para confirmar los rumores o desenmascarar las historias. Guiados por un mapa, llegamos fácilmente al predio que se encontraba cerrado por un portoncito de tejido metálico, cercando un hermoso predio verde, extenso, evidenciándose las pirámides que se yerguen en medio de la foresta. Una vez dentro, hallamos piedras dispuestas a modo de bancos, de forma circular, pistas de piedras con extrañas figuras en el suelo, y unas estructuras metálicas consistentes en un armazón piramidal del tamaño de una persona, probablemente para el ingreso de alguien. Así por supuesto de la inspección de cada una de las pirámides, construidas con bloques de piedras sin pulir, untadas con cemento, que en su conjunto configuraban las pirámides, que dejaban observar su interior al carecer de puertas. Dentro de cada pirámide, bajo el estrecho techo, allí donde convergen sus aristas, se sitúa un banco de piedra diseñado con la intención de quien ingrese, pueda acostarse para observar a su vez un pequeño orificio cuadrado en la pared, que oficia de ventana, pudiendo ingresar por ese tramo la luz del sol o la luna, dependiendo de la situación. 319

Lo primero que se realizó fue entrevistar a los pocos vecinos que se encontraban cerca del Parque de las Pirámides, para ello recogimos el testimonio de la Sra. Leandra, antigua moradora del vecindario, quien reveló detalles inéditos sobre la cuestión. Con cámara escondida nos acercamos, cambiando nuestra perspectiva sobre el testigo principal, y la posible historia que se entretejió. - Enrique Pereira: “¿Conoce Ud. a Karai Po’ito?”. - Leandra: “Sí, pero muy poco sé. Es el encargado de ese lugar, un señor muy malo es”. - Enrique Pereira: “¿Por qué señora?”, interrogó mi amigo. - Leandra: “Porque el nomás puede meter sus animales ahí, y nadie más” (refiriéndose a las vacas que se encontraban). - Enrique Pereira: “¿Karai Po’ito fue quien construyó las pirámides?”. - Leandra: “No, un señor de Asunción. El Prof. Carlos Candia hace tiempo ya”. - Maidana: “¿Y por qué construyeron esto aquí?”. - Leandra: “No sé, pero tengo algo que les puede ayudar”. Cortésmente nos obsequió un folleto titulado, “La Pirámide y su aplicación”, donde se exponía el poder curativo de las pirámides y su utilización, pero sembró la duda sobre la persona a quien intentaríamos entrevistar más adelante. Caminando entre senderos de tierra colorada, rodeado de numerosos lotes baldíos, salpicado por escasas casas, nos embarcamos en una búsqueda de testimonios sobre OVNIs, palmeando casa por casa, que en nuestro transitar, se dibujaba un panorama distante a los rumores iniciales que nos condujeron hasta allí, más si añadimos el dato que muchas personas se negaban a hablar del asunto. Por ejemplo, en una manzana localizamos unos niños que jugaban al fútbol, interrumpimos brevemente su juego preguntando si tenían conocimiento de alguna historia sobre luces cerca de las pirámides, a lo que un niño moreno de unos 12 años, Elder Augusto, con tímida voz comentó que su madre la Sra. Laura Emilce, observó una luz muy brillante arriba de un árbol, en torno a las 18:00 Hs. El niño no pudo brindar más referencias, notándose una actitud perceptiblemente confusa, que pudiere resultar de dos factores, primero la madre comentó al chico lo divisado vagamente, o en un segundo factor, es una artimaña, una clara señal de lo que se avizoraba.

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Regresamos al sector donde se hallaba el “Parque de las Pirámides”, pero esta vez intentamos contactar con un vecino, en la que el frente de su casa daba a las mismas pirámides, abarcando gran parte del “Ara Sy Róga Renda”; de ser verdaderos los rumores, ellos tendrían que haber notado algo. Con cámara a mano, de manera amable y con cierta curiosidad, la Sra. Nancy (33), se mostró interesada en nuestra labor, aportando una cantidad significativa de datos, que ponían en seria incertidumbre lo publicado en el periódico, así como los rumores de luces extrañas y supuestos extraterrestres. A continuación la transcripción de la entrevista realizada sin censura alguna, que cambiará la visión a más de uno, o podría incomodar a otros. Inquiriendo primeramente sobre el Sr. Karai Po’ito, la señora nos respondió: - Sra. Nancy: “¿Uds. no hablaron con él todavía?”, a lo que expresamos que estábamos tratando de ubicarlo. - Sra. Nancy: “El siempre suele estar por aquí (refiriéndose al parque de las pirámides)… a la mañana o sino a la tarde”. - Maidana: “Me dedico a la investigación de luces extrañas, y hemos venido para saber que de cierto hay detrás de todo esto…”. - Sra. Nancy: “Y sí, se dice…”. - Maidana: “Supuestamente la Sra. Laura es una de las que vio…”, (para comprobar esto simultáneamente) - Sra. Nancy: “¿Quién te dijo eso?”. - Maidana: “Su hijo”. - Sra. Nancy: (Risas) “No… mentira es todo eso. Por ejemplo eso que sale en los diarios, que nosotros escuchamos duendes, que hay extraterrestres, todo es mentira. A lo que viene la gente es para ‘practicar brujería, para drogarse’, para eso vienen aquí (señalando las pirámides), se usa para ‘reservado”… nada más para eso está ahí, aunque tiene su significado. Aunque más vienen estudiantes”, reclamando varios puntos invisibles a la opinión pública. - Pereira: “Casi nadie no quiere hablar…”, agregó sorprendido. - Sra. Nancy: “Y sí, porque es mentira pues. Muchas veces ya llamamos a la comisaría para que vengan (por lo expresado anteriormente). Antes esto era todo yuyal, se limpió todo esto, antiguamente nosotros nomás estábamos aquí, hace años vivimos en la zona. 321

Los colores que tienen las pirámides tienen su significado, a qué hora tienes que entrar, dicen que es bueno para el estudio, para el cuerpo, para relajarse, solamente que yo no sé…”. - Maidana: “Entonces podría ser, una mentira para atraer turistas”. - Sra. Nancy: “Sí así mismo, es para atraer turistas. Pero si le encuentran a Po’ito, les va a decir una cantidad de mentiras…”. Todo lo expresado no puede tomarse a la ligera en lo absoluto, y advertidos nos dirigimos a la residencia de Andrés Ortiz, “Karai Po’ito”. Una vez apersonados en su residencia, no tan distante del predio de las pirámides, fuimos recibidos educadamente por su hija, quien nos acomodó en sillas mientras aguardábamos a su padre. Luego de unos minutos se presenta un hombre portando un sombrero pirí118, sorprendido por nuestra presencia, presentándose como el Sr. Ortiz. Primeramente aclaró que nos contaría brevemente lo sucedido, pero no hacía falta que grabásemos su testimonio, ya que no tenía tiempo, debiendo salir a hacer unos trabajos. Comentó exactamente lo que decía el periódico Popular, añadiendo que en ese momento había dicho todo lo necesario, a lo que expongo que lo mío no es una nota periodística, es una investigación seria sobre estos asuntos, que es de valor conocer los detalles, el lugar exacto, la altura en que divisó la luz, que colores, etc. En un momento de la charla, pregunto sobre los demás testigos a lo que Andrés Ortiz responde que ya han fallecido todos. Sin embargo rescato una reseña importante, sería este hombre quien ayudó a edificar las pirámides, ejerciendo de albañil durante las obras, por lo que posterior a la muerte del Prof. Carlos Candia, Andrés Ortiz (Karai Po’ito) quedó como el celador de las pirámides. Ni entrado los 10 minutos de conversación, se levantó de su silla, como queriendo cortar la entrevista informal que se estaba desarrollando. - Karai Po’ito: “¿Por qué no vienen otro día y les comento más cosas, si?”. A lo que amablemente accedimos, pero no sin antes conseguir alguna forma de contactar con él.

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Sombrero pirí: Capota tradicional hecha de hojas de la palmera del ‘caranday’ (Copernicia Alba).

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Luego de retirarnos, con la sensación de que quería engañarnos de algún modo, pasamos casualmente cerca de la casa, comprobando que el Sr. Ortiz, simplemente se hallaba cortando algunas ramas viejas de su patio. Al día siguiente pregunto por teléfono, ¿Cuándo podríamos volver a visitarlo? A lo que alega un jueves de mañana. Sin embargo al presentarnos a la hora y día señalados, nos volvió a recibir brevemente, tan solo limitándose a realizar otra invitación para otro día, porque tenía cosas que hacer. En ese momento ya confirmábamos lo que se veía, el hombre escapa de una investigación, y evitaba todo interrogatorio, más cuando lo hallamos en un bar sentado mirando la TV, minutos de haber abandonado su casa. ¿Cree que es coincidencia? Me temo que no. Durante una entrevista que me realizaron en mi casa reporteros del Canal 5, Paravisión, la reportera Viviana Insfrán, sorprendida por el comentario que ofrecí tras cámaras sobre el caso de los supuestos OVNIs que se presentaban en las pirámides de Emboscada, se limitó a decirme, “¿A vos también Karai Po’ito, te decía un día para entrevistarlo, y luego nada?” Sin vacilación respondí afirmativamente. Investigar este caso fue sumamente interesante y aleccionador, fue la excusa perfecta para visitar un magnífico lugar, notable por sus pirámides que proveen un aire numinoso, pacifista, natural, que llegó a ser manchado en un tiempo, por un invento, una espuria, en un afán por captar la atención de los medios de comunicación, y por arrastre a ojos de cientos de curiosos, que buscaron tal vez allí, algo que nunca existió…

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Considerado en su tiempo como una de las oleadas de avistamientos de OVNIs más memorables de los que se ha tenido constancia, un eco que se substanció en Sudamérica, teniendo como foco a otra región del planeta, específicamente en Rusia, sembró el pasmo de cientos de personas que durante la tranquila noche del 14 de noviembre de 1980, dirigieron sus miradas ante un misterioso anillo luminoso que se paseó por diversos países, desfilando incluso por el Paraguay, produciéndose una cantidad significativa de testimonios coincidentes, así como otros hechos aislados aparentemente inconexos, que convergieron en una magnífica sincronía, que hallarles una explicación positiva o negativa, resultaba una cuestión de tiempo. El primer encuentro con este caso lo obtuve consultando entradas de la base de datos del UFO DNA119, escrito en lengua nativa del autor (inglés) publicaba la siguiente descripción: “14 de junio de 1980 Asunción, Paraguay Anillo luminoso a gran altura. Se trasladaron del sur al norte. Un objeto no identificado fue avistado por múltiples testigos independientes, pero con una apariencia y comportamiento, que muy probablemente tendría una explicación convencional. Un anillo se observó durante varios minutos”. Referenciando a la “Internacional UFO Reporter” de la CUFOS120. Por su parte el sitio web denominado “UFO INFO121” relataba la existencia de unos 30 reportes de un extraño anillo luminoso desde Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Brasil. Anexando un interesante mapa que presentamos en el libro, señalando los diversos puntos donde se produjeron las observaciones de esta rareza aérea. (Ver Imagen 167).

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Imagen 167 El mapa expresa los puntos desde donde se observó el mismo fenómeno, la noche del 14 de junio de 1980

UFODNA: La Enciclopedia de avistamientos OVNI, cuyo slogan reza: “Rompiendo el código de los OVNIs desde 2006”, creado por Luke Ford. CUFOS: “Centro de Estudios OVNI”, fundada en 1973, por el astrónomo Joseph Allen Hynek, padre de la ufología científica. Con sede en Chicago, Illinois, USA. UFO INFO: “Información OVNI”. Resultado de la combinación de los términos “ufo” = ovni, con la contracción de “info” = información

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Compendiando un caso del país vecino, la Argentina, en la que un orbe oscuro con puntos luminosos estuvo próxima a un vehículo que transportaba a unas 5 personas, quienes presentaron testimonio de como el citado objeto comenzó a descender del cielo hasta situarse a tan solo 1 metro del suelo, dejando una estela de humo blanco. La información expuesta durante una investigación posterior desgajó los datos y fuentes originales. Durante una investigación periodística descubrí una publicación del diario “Hoy” del lunes de 16 de junio de 1980, pág. 3, que rezaba “Sobrevolaron el Uruguay varios OVNIs”: “Montevideo – Objetos voladores no identificados sobrevolaron anoche distintos puntos de la capital e interior del país, revelaron aquí vespertinos locales. Los contactos, que sólo fueron visuales, se verificaron en Punta del Este, principal balneario uruguayo, en Durazno, a 190 Km de Montevideo, y en varios pequeños pueblos a las 19:00 Hs locales (22:00 Hs GMT). Los testigos del hecho coincidieron al afirmar que los OVNIs, de un metro de diámetro, despedían una intensa luminosidad blanca-amarillenta”. En un fragmento se aludía lo siguiente: “Estos mismos grupos no vacilaron en relacionar los avistados aquí, con los que, a la misma hora, sobrevolaron gran parte del territorio argentino”, concluía la pequeña pero interesante columna. Al siguiente día, el diario “Hoy” volvía a noticiar, “Un OVNI paseo por el cono sur”, en su edición del martes 17 de junio de 1980, pág. 12: “El objeto volador no identificado avistado el sábado último en países limítrofes, también fue observado en Asunción. El fenómeno que causó comentarios de diversos tonos, en nuestro medio no originó ninguna otra explicación, fuera de los relatos proporcionados por los casuales espectadores. El Objeto Volador No Identificado (OVNI), definición que desde varias décadas atrás se da a fenómenos de singulares características, que son vistos en distintos puntos del planeta, causó una extraña satisfacción y miedo a varias familias asentadas en Loma Pytá, uno de los barrios ubicados en la periferia de la capital. Un testigo, el señor Daniel Méndez, en un relato hecho a la radioemisora Chaco Boreal, en el día de ayer, señaló haber visto un objeto volador ‘redondo, obscuro en el centro, que despedía una luz de color amarillo’, que se dirigía hacia el Chaco, en una dirección sur-norte. 325

La aparición del fenómeno en el cielo paraguayo –de acuerdo a los relatos obtenidos- coincidió con las observaciones de extraños fenómenos ocurridos en distintos lugares de la Argentina, Uruguay y Brasil, todas más o menos en el mismo intervalo de tiempo. Reveló el señor Méndez, que el objeto volador pareciera haber llevado una velocidad de unos 120 kilómetros por hora, habiendo tenido ocasión de presenciar su desplazamiento por espacio de varios minutos, en compañía de su esposa e hijos, ‘Cuando salía del baño, miré al cielo y observé algo que tenía la forma de una cubierta, entonces llamé a mi esposa para que también viera, pero ella y mis hijos rápidamente tuvieron miedo’. El objeto fue avistado entre las 18:30 a 19:00”. Los del Servicio Meteorológico Argentino apostaban a una explicación que consideraron oportuna, la anomalía aérea se debió a unas simples capas de nubes cristalizadas que conseguían refractar la luz solar, tal como sucede con el denominado “halo solar” en meteorología, fenómeno óptico que exhibe un arcoíris en forma de disco encerrando al Sol o a la Luna, dependiendo del momento del día en que se manifieste, formadas generalmente por nubes altas “cirrus”, unas finas nubes que las hallamos a unos 5 Km de altitud, conformadas por minúsculas partículas de hielo que se encuentran suspendidas en el aire, actuando de prismas debido a sus formas geométricas que consiguen descomponer el espectro de la luz blanca en sus diferentes longitudes de onda; sin embargo la respuesta residía más allá de las nubes. Debieron interrumpirse el despegue de aviones en diversos aeropuertos argentinos, así como: “Un piloto de Aerolíneas Argentinas que se dirigía al Aeropuerto de la Plata, dijo que el objeto volador casi lo había chocado. El OVNI avistado a las 19:07 del día sábado, ‘parecía una argolla o una voluta de humo de cigarrillo’”, todo ello sucedía minutos antes de que fuera divisado sobre el territorio paraguayo. Lo cierto es que el paso de este anillo luminoso que se extendió más allá de los 15 minutos (dependiendo de la región), provocó tal histeria colectiva que dejó constancia en los medios noticiosos extranjeros. La teoría meteorológica que postulaba a las nubes como las responsables, se desplomó por completo al no encajar con los hechos, al noticiar “Hoy” el día martes 17 de junio de 1980, “Informe sobre OVNIs vistos en la Argentina”. “El Servicio Meteorológico de la Fuerza Aérea Argentina descartó hoy que el múltiple avistamiento de objetos voladores no identificados, registrado el sábado, respondiera a algún fenómeno meteorológico conocido. Refiriéndose a las versiones proporcionadas por testigos calificados, el informe oficial dijo que ‘de acuerdo a la nubosidad registrada por las estaciones meteorológicas (…) queda descartado que el mismo se debió al desplazamiento de nubes formadas por cristales de hielo”, continuando el reporte. 326

“No es que afirmemos que se trató de un objeto metálico con propulsión propia, simplemente aclaramos que las apariciones no respondieron a ningún fenómeno meteorológico conocido”. Fue precisamente en el aeropuerto Jorge Newbery (Argentina), donde se había producido la conmoción mencionada, donde el encargado de control del aeropuerto Julio Cantero, declaró: “Nos encontrábamos en la torre con una visibilidad muy buena, cuando vimos aparecer al ‘plato volador’, el que se dirigía precisamente hacia donde se encontraban los aviones que se aprestaban para operar”. Se valoró la velocidad del objeto en unos 120 Km, rumbo al Río de la Plata. Ergo fue posible divisarlo en la capital paraguaya. ¿Qué estaba sucediendo en realidad? Tuvo que transcurrir un cierto tiempo, así como la investigación aislada de diversos hombres, para despojar del misterioso velo a aquel anillo vaporoso luminoso. Cuando un objeto es divisado simultáneamente desde distantes puntos, eso responde a un importante factor, el cuerpo debe situarse a una altura lo suficientemente considerable como para que sea observable a grandes distancias, por ello la Luna es apreciable en una gran cantidad de países simultáneamente, en este caso en particular, el objeto debía de hallarse en el espacio mismo, no en la atmósfera. Por aquel entonces unos jóvenes investigadores argentinos conformados por Alejandro Chionetti, Mario Morales, Juan Carlos Zabalgoitía, Adrián Legaspi y el periodista, e investigador Alejandro Agostinelli122, todos miembros del entonces CEFANC (Centro de Estudios de Fenómenos Aéreos No Convencionales), se movilizaron prontamente para recabar testimonios así como evidencia fotográfica del suceso del sábado 14 de junio de 1980 (Véase Imagen 168), efectuadas en Junín y Olavarría (Buenos Aires).

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Alejandro César Agostinelli: Periodista, investigador y escritor argentino. Fue colaborador de una cantidad de publicaciones sobre ovnis que van desde Año Cero, Revista UFO, Más Allá de la Ciencia, VSD, entre otros. En el año 2009, “Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina” (Ed. Sudamericana). Actualmente dirige y edita el blog “Factor 302.4”, así como “Ciencia Bruja” de Yahoo! Argentina.

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Imagen 168 Estas fotografías auténticas efectuadas en Buenos Aires (Argentina) recogen el peculiar anillo luminoso divisado también el territorio paraguayo.

Estimaron con algunos cálculos que el fenómeno debió presentarse a unos 200 Km de altitud, descubriendo que el diámetro del anillo poseía unos aproximados 10 Km, presentando posteriormente el resultado de sus hallazgos en un Congreso Internacional sobre ufología celebrado en la ciudad de Mendoza, donde se hallaban presentes el Dr. Joseph Allen Hynek y el investigador uruguayo Willy Smith, quienes demostraron un alto interés en las investigaciones efectuadas llevándolo a los EEUU, donde gracias a esta acción, tomaría parte un periodista experto en temas espaciales, James Oberg, quien halló el lanzamiento de un cohete desde el entonces secreto Cosmódromo de Plesetsk (Rusia), para colocar en órbita el satélite “Kosmos 1188”, perteneciente al conjunto de satélites soviéticos para la detección de misiles, como un sistema de alerta temprana. Las suposiciones iniciales de los jóvenes investigadores argentinos resultaron correctas, adquiriendo un cuerpo sólido gracias a los cálculos efectuados por James Oberg, quien aportó el detalle incontrovertible de que el satélite Kosmos 1188 fue lanzado el 14 de junio de 1980, una hora antes de que sea divisada sobre la región Sudamericana (sector donde pasaría eventualmente el satélite). Al parecer “el anillo luminoso” se trató en realidad del residuo de un “cohete vector” durante la cuarta fase de este. Un vaho iluminado por el Sol a pesar de la oscuridad de la noche, debido a la altura formidable en que la que el cohete dejó su rastro sobre los cielos sudamericanos, visible entre ellos desde el Paraguay.

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Escudriñando casos paraguayos, detectaría una vez más, una entrada llamativa en la base de datos “UFO DNA123”, creado por Luke Ford, correspondiente al día domingo 20 de diciembre de 1971, vislumbrándose un error geográfico al situar a la ciudad de Posadas, capital de la Provincia de Misiones, Argentina, dentro del territorio paraguayo. Supongo que debido a la proximidad con la ciudad fronteriza de Encarnación incurrieron en este yerro. “20 de diciembre 1971 - A la tarde Posadas, Paraguay Ha sido observado un objeto. No se notaron efectos electromagnéticos. El objeto fue observado por múltiples testigos”. Luke Ford aparentemente se basó en la gacetilla especializada “UFO Nachrichten” (Traducido del alemán, “Mensajes-OVNI”), una de las publicaciones más antiguas de toda Alemania, creada por el matrimonio Karl y Anny Veit en el año 1956, publicándose hasta el presente bajo la dirección de Werner L. Forster. Hurgando la fuente radical de la sintética información transcripta, me toparía con una edición del diario ABC Color del 20 de diciembre de 1971, pág. 39, Sección “Información”: “El fugaz paso de un OVNI causó sensación en nuestro país”, cubriendo casi toda una hoja, en seis columnas que codificaban el impacto inadvertido de un extraño fenómeno celeste, producido por un anillo nuboso con un brillo en su centro semejante a una estrella que mansamente se desplazó por el cielo. Divisado desde Asunción, Lambaré, Ñemby, Tacumbú, Loma Pytá, Villa Guaraní, Panambí Retá, Atyrá, Altos, San Antonio e incluso el Chaco Paraguayo, testigos dispersados por varios kilómetros pero convergentes en sus relatos, lograron atestar la redacción del diario ABC, animándose a publicar una de entre la multitud alegando que constituía “un destacado político, célebre por su pragmatismo y sólido realismo”, protegido bajo el anonimato lastimosamente. “Acabo de llegar de Itá, donde pude observar el desplazamiento de un objeto luminoso. Les llamo por si ustedes no estén al tanto del fenómeno”, relató el burócrata al diario. “El caso es que alrededor de las 19:30 Hs vi aparecer en el horizonte hacia el sur, al objeto luminoso. Frené el coche y me detuve a observar más detenidamente el objeto, que tenía una forma cilíndrica y era cuatro veces más grande que la luna, grosso modo y haciendo una comparación a ojo de buen cubero”, sentenciaba en la nota. Definitivamente acertó el diario en decantarse por la declaración de este político que supo detallar el fenómeno: 123

UFO DNA: “La Enciclopedia de avistamientos OVNI, Rompiendo el código de los OVNIs desde 2006”, creado por Luke Ford.

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“Tenía una luminosidad opaca y su color era casi blanco. Se desplazaba de sur a norte, a una velocidad moderada. En un momento dado, al llegar prácticamente a la altura de mi cabeza, el objeto pareció quedar un momento en suspenso. Pero esta es una impresión muy fugaz y no puedo asegurar que efectivamente haya ocurrido. Inmediatamente siguió su desplazamiento hacia el norte, y a medida que se alejaba iba alargándose, perdiendo su forma cilíndrica, hasta perderse en la oscuridad. Estoy completamente seguro de que es un OVNI. Ahí y anote de que el objeto tenía en su centro una especie de estrella luminosa”. La nota expuso que el testigo estimó en 7 minutos el tiempo de observación, lapso variable dependiendo de las versiones. Se barajaron múltiples hipótesis acerca de lo ocurrido, desde un platillo volador, nube luminosa, así como un globo sonda lanzado por la Marina Argentina, explicación argüida por el director de una radio. De entre la barahúnda especulativa, los periodistas decidieron consultar a un profesional de la Dirección Nacional de Meteorología, de quien extrajeron lo siguiente: “El vocero afirmó que carecía de datos científicamente concretos, pues según todas las características de la nube, esta escapa a las condiciones de un fenómeno meteorológico. Parecía un cirrus124 según sus características de densidad. Sin embargo escapaba a esa condición por el hecho de tener un objeto luminoso, semejante a una estrella en su centro. Nosotros observamos la nube a las 20:05 Hs. La permanencia de la masa dentro de su forma redonda llamaba poderosamente la atención. Del fenómeno tuvimos noticia a las 19:55 Hs, en que la base de Misiones transmitió a esta central la comunicación. No puedo decirle nada más”. Al día subsecuente el diario “La Tribuna” del 21 de diciembre de 1971 rubricaba, “Desconocen fenómeno”. “Con relación a un fenómeno celeste observado el domingo alrededor de las 20 horas en los cielos de Asunción, hemos consultado ayer en la Dirección de Meteorología”, iniciaba el breve recuento del suceso del cual transcribo este neurálgico segmento: “No se trataría de un fenómeno atmosférico, sino extra atmosférico según las observaciones de personas allegadas a la estación meteorológica. Estiman que podría ser un satélite artificial, pero no dieron seguridades sobre la observación ni de la naturaleza del mismo”. Al séptimo día, La Tribuna volvía a traer sobre la mesa detalles, “OVNI visto también en Fuerte Olimpo”, titulaba un pequeño recuadro visible en la página 7, del lunes 27 de diciembre de 1971.

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Cirrus: Tipo de nube fina compuesta por cristales de hielo, situadas a una altitud considerable por encima de los 5 Km.

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Desde el antiguamente “Fuerte Bordón”, actual “Fuerte Olimpo” un recóndito distrito ubicado a unos 480 Km de Asunción, punto de acceso hacia el pantanal, un corresponsal de la Tribuna informaba: “En la noche del 19 corriente a las 20 horas y estando por comenzar el cine parroquial de esta ciudad, toda la concurrencia al espectáculo observó en el cielo un extraño círculo blanquecino. El objeto iba en dirección Norte a la velocidad de un satélite artificial. En un principio se creyó en una nube extrañamente redonda y que iba en contrario a la dirección del fuerte viento Norte. Además parecía transparente por verse en medio una estrella. Pero luego se observó que la ‘estrella’ acompañaba al objeto. No solamente fue observado por la concurrencia al espectáculo, sino que en el mismo momento muchas personas habían salido de sus casas a la calle a observar el extraño fenómeno. El aparato sobrevoló el pueblo hasta perderse detrás del cerro del Fuerte”, concluía la nota. La conmoción de esta epifanía celestial lo encontramos plasmado en un afiche publicitario del comercial “Mbarete125”, pretéritamente ubicada en la calle Cerro Corá, abarcando una hoja en que aparece un platillo volador iluminando los precios con el slogan, “¡Desintegraron los precios en Mbarete!” (Ver Imagen 169). Imagen 169 Pintoresca publicidad se observa en una edición del diario ABC Color de diciembre de 1971

La lógica que observé desprenderse de este cúmulo de datos me condujo a una hipótesis que presentaré en un intento por resolver este caso luego de 44 años de haber sucedido en nuestro país.

Tres elementos conspicuos hacen especular fuertemente en el lanzamiento de un cohete, como deducirá el lector en el capítulo “Un experimento en el cielo”, véase Pág. 324. Empecemos, puntualmente en este caso del 21 de diciembre de 1971, se informó del avistamiento desde varios puntos alejados de una forma casi sincrónica, la razón de esto obedece a que el fenómeno se presentó fuera de las capas atmosféricas, citemos la declaración anteriormente expresada por el vocero de la Dirección de Meteorología, “No se trataría de un fenómeno atmosférico, sino extra atmosférico según las observaciones de personas allegadas a la estación meteorológica”, realizando un parangón con el avistamiento múltiple del 14 de junio de 1980, donde a partir de las 19:00 Hs se observó paralelamente desde tres países distintos, entre ellos el Paraguay, idéntica característica encontramos en el caso de 1971.

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Mbarete: Vocablo guaraní que significa “fuerte”.

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Por otra parte, “el anillo luminoso como una nube” recuerda sospechosamente al ‘OVNI’ de 1980, en tanto la ‘estrella’ percibida en su centro podría corresponder al brillo de la propulsión de un cohete, pero ¿Cuál? Es la pregunta. Investigando meticulosamente descubriría un lanzamiento ruso desde el cosmódromo de Plesetsk, sitio de lanzamiento “41”, perteneciente a la antigua USRR126, el 19 de diciembre de 1971, mismo día en que se vio el “OVNI” en diversas ciudades de nuestro territorio. Lanzado a las 23:02 UTC, que correspondería a las 19:02 Hs de nuestro tiempo local. Las primeras observaciones registradas datan de las 19:30 a 19:50 Hs, tiempo suficiente como para que este cohete ruso se posicione sobre cielo sudamericano. El cohete en cuestión correspondería a un “R-7 Semyorka” (Ver Imagen 170), que transportó al satélite “Molniya 1-19” (Véase Imagen 171), catalogado por el NORAD127 como “ID 5712”, con una masa de unos 1,600 Kg. Desarrollado por la agencia “MOM”, fue un satélite de comunicaciones militar, con una órbita geoestacionaria, esto es, una órbita geosíncrona que sigue un punto específico de la Tierra debido a la distancia en que se encuentra desplazándose por su órbita a misma velocidad que la Tierra. El “Molniya 1-19” se situó a unos 522 Km de la superficie terrestre, distancia ideal para la transmisión de la “Televisión Central de la Unión Soviética”, así como un sistema de telefonía de largo alcance para los cuales fue concebida, cesando sus funciones el 13 de abril de 1977.

Imagen 170 Cohete R-7 Semyorka

Resulta altamente factible que el objeto volador no identificado atisbado como una “nube luminosa” del tipo cirrus conteniendo un brillo en su centro, emparejado a una estrella, pudo bien consistido en el tránsito del “Molniya 1-19” impulsado por unos cohetes “R-7 Semyorka”, cuerpo divisado por el político anónimo quien refirió para ABC Color:

Imagen 171 Satélite ruso Molniya 1-19

“siguió su desplazamiento hacia el norte, y a medida que se alejaba iba alargándose, perdiendo su forma cilíndrica, hasta perderse en la oscuridad”

Eventualmente la silueta alargada del objeto no fue otra cosa más que la estructura del cohete que se desvaneció en el firmamento, en una bóveda celeste que empezaba a obscurecerse revelando las estrellas. 126

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USRR: Unión Soviética, sigas en ruso CCCP. Estado federal comunista que abarcó parte de Europa y Asia, conformada por 15 repúblicas soviéticas, Rusia, Ucrania, Ucrania, Bielorrusia, Azerbaiyán, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia y Estonia, existió desde 1922 hasta 1991. NORAD: Siglas de “North American Aerospace Defense Command”, traducido del inglés: Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial.

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“El arte no es una cosa, sino un camino” Elbert Hubbard

Discurría el año 1996, tenía unos 11 años, sentado frente al televisor miraba atentamente el añorado programa “Reportaje al País”, dirigida por la periodista María Evangelista Troche Soler de Gallegos, más conocida como “Evanhy”, recorriendo cada rincón de nuestro bello país revelando sus maravillas y verdades en cada derrotero. En uno de los capítulos Evanhy entrevistó a una artista plástica que exponía orgullosa ante las cámaras una pintura, que retrataba un vistoso cerro rodeado de objetos voladores, explicando que le había inspirado los relatos de pobladores que dijeron haber observado luces extrañas en el cielo en las proximidades del cerro, produciendo esos cuadros artísticos. Luego unos 16 años decidí indagar sobre la artista, sus cuadros y las historias entorno a estas, basándome tan solo en aquellos lábiles recuerdos, que concluyó revelando a una reconocida y respetada artista dentro del ámbito nacional e internacional en el estilo naif128. Durante los 90’s estaba en boga una línea de cuadernos de tapa dura pertenecientes a la marca “Álamo”, cuya cubierta consistía en divertidas y coloridas pinturas de diferentes motivos, en las que se apreciaban niños jugando al fútbol, indiecitos en la selva, fiestas tradicionales, con una técnica de pintura que recordaba fuertemente a la artista que buscaba, con esta carta bajo la manga contacto con los directivos de la empresa “Álamo”, quienes develaron que la artista en cuestión se trataba de Ysanne Gayet, propietaria de un centro cultural a orillas del lago Ypacaraí, en la capital del Departamento Central, Areguá. Ysanne Daphne Christine Pearson, de nacionalidad inglesa, adoptaría el nombre artístico de “Ysanne Gayet”, con el cual se dio a conocer en sus facetas de artista, escritora y acciones filantrópicas. Hija de un miembro de las Fuerzas Aéreas Británicas (RAF – Royal Air Force), se afincó en el Paraguay hacia el año 1970, desde donde comienza a producir y exponer cuadros que lo llevarían a distintos destinos como México, Francia, Uruguay, entre otros, fundando posteriormente importantes Centros Culturales como ser el “Museo del Barro” en el año 1979 conjuntamente con el artista Carlos Colombino, o el “Centro Cultural del Lago” en la ciudad de Areguá en el 2010. Publicó varias obras literarias como “La Rivera Paraguaya”, “Las Tortugas de Chovoreca”, “Cuentos del Lago Azul”, entre otros muchos más.

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Naif: Un estilo de pintura en el que se utilizan vivos colores, emulando ciertos rasgos del arte infantil, en la que la perspectiva poco o nada importa, sino más bien centrándose en los elementos que el artista desea denotar, todo ello gracias a un complejo trabajo cromático, que en su conjunto consigue recrear una historia, una costumbre, o cualquier otro motivo espontáneo con mucha vida.

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Un tramo de unos 29 km distancian de la capital a la mágica, rústica, colonial y bohemia ciudad de Areguá, cuya toponimia encierra aparentemente una historia de rapto, cometido por los primeros indígenas pre colombinos que se hallaban afincados en las riberas del lago, quienes secuestraron a la hija de un cacique de otro grupo indígena que habitaban las colinas, conocidos como “Areguá”. Estos tomaron represalia desapareciendo a todos los moradores del lago, por lo que la denominación de la ciudad correspondería al designe de este grupo vengador, según una antigua leyenda. A unas pocas cuadras del corazón de la ciudad, se sitúa el “Centro Cultural del Lago” engalanado por diversas plantas, como los “bananitos” (Nombre científico, Canna glauca) con sus bellas flores rojas que se alzan cual muro frontal con unas torres que ofician unas pequeñas palmeras. Si el exterior despertaba admiración, en su interior lo era aún más, diversos cuadros con vivos colores, figuras de arcilla, máscaras, libros, jardines interiores con modestos arboles del cual pendían móviles hechas de espejos con figuras de estrellas, en aquel edilicio se situaba el taller donde se realizó la entrevista con la artista Ysanne Gayet. - Gayet: “Fue en el año 1995, cuando escuché que había como un círculo quemado en la zona de Acahay, esto lo tomé como un plato volador que dejó su rastro. Entonces me interesé mucho por el tema, hablé con los lugareños, a raíz de eso hice una exposición que se llamaba ‘Los Volcanes de Acahay’, porque ahí donde nosotros estuvimos investigando, donde de hecho tengo un terreno, dentro de un enorme cráter, porque el Acahay es un volcán extinto (Ver Imagen 172 e Imagen 173).

Imagen 172 Obra “Los Volcanes de Acahay” de Ysanne Gayet (1997), acrílico.

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Imagen 173 Sección del cuadro “Los Volcanes de Acahay”. Una horda de platillos voladores rojos sembrando el pánico en el pueblito, pilotado por unos diablitos y otros por unos seres verdes.

Desde ahí había comenzado a preguntar a las personas si habían visto cosas extrañas, resultando todos estos cuadros llenos de ‘platos voladores’ de una manera artística (Véase Imagen 174 e Imagen 175).

Imagen 174 De vivos colores Gayet recrea situaciones imaginativas con gran creatividad que envuelven a platillos voladores

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Imagen 175 “Las Arcas de Noé”, obra de Ysanne Gayet (1997). Acrílico sobre duratex 74 cm x 78,5 cm.

Frente a estas cosas, estos fenómenos, estoy acostumbrada porque de niña, mi abuela, en la “Isla de White”, una pequeña isla del sur de Inglaterra muy conocido por los conciertos de rock, que hubo con Jimmy Hendrix, los Rolling Stones, etc. en la última parte de los años 60’s, yo vivía por allí, y mi abuela todo lo que encontraba sobre fenómenos extraños, cosas de OVNIs o algo en el cielo, ella recortaba de los diarios, entonces tenía mucha cantidad de recortes sobre el tema. Entonces a mí desde niña, me interesó esto. Bueno…, aquí en el Paraguay conozco algunas que otras personas que han visto cosas extrañas, por ejemplo Daniel Geissenhoffer, era el Secretario de la Embajada de Francia en los años 70’s, cuando recién vine al Paraguay, él sacó desde el techo de la Embajada de Francia, que estaba sobre la Avda. España a la mano izquierda (en aquel entonces), una foto de un OVNI. (Nota del autor: ¿Se trataría del mismo informante de la revista francesa ‘Lumiéres Dans La Nuit’?R Cap. “Incertidumbre en el Beechcraft”,207). Otra experiencia sobre esto (que yo no tuve), aparentemente los indígenas ayoreo del Chaco, les pregunté ya que están todos los días bajo las estrellas allí si habían visto algo, diciéndome que sí.

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Ellos escucharon como un perro que aullaba, una cosa terrible percibieron, pero ¿De dónde venía el ruido? Porque no había nada. Pero luego me comentaron que aparecieron como ‘dos mosquiteros’ –así me explicaron- flotando en el cielo (Véase Imagen 176).

Imagen 176 Obras “Mirando hacia el cielo” de Ysanne Gayet (1996), acrílicos.

Los indígenas me relatan que al día siguiente mataron al perro de Marcos, porque Marcos era un indígena que recién había perdido a su esposa, falleciendo de cáncer, pero su cuerpo está ahí en Jesudi (Chaco Central), no sé si relacionaron con la señora enterrada o algo, pero sí mataron al perro. Rosita o “Rosa Pé”, la hija del jefe o cacique de ahí me dijo: ‘Sí Ysanne, hacia Campo Loro, todas las noches durante un año, cerca de los 2 de la mañana, solían ver algo extraño en el firmamento. Ellos en Jesudi aparentemente no veían más, pero hacia Campo Loro, que no está muy lejos de allí sí”, meditando concluyó. - Maidana: “Entonces como artista, ¿Qué fue lo que la motivó a pintar un cuadro de este relato?”. - Gayet: “Bueno, yo pinté dos cosas, lo que comentaron los ayoreos, porque me parece interesante, y la cuestión de los ‘Volcanes de Acahay’, todas esas historias, y la relación con el fuego eso fue un boom, es difícil explicar el motivo simplemente lo sentís y comienzas a pintar sin parar. Siendo la primera vez que utilice en mis cuadros ese brillo, ‘tulip’ se llamaba en aquel entonces, (comienza a hurgar en su taller, exhibiendo unas pinturas con brillo), después otros artistas como Ricardo Migliorisi, utilizan en sus cuadros también (risas)…, lo utilizan porque para el artista es algo muy divertido. Bien, pinté este cuadro que es inmenso (Véase Imagen 172), que fue comprado por Robert y Susy Pert.

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Recreándose toda la historia de los lugareños del cráter de la Comunidad de Cerro Corá, por ejemplo lo que comentaron los parientes de ‘Don Fretes’, un señor de edad, excombatiente de la Guerra del Chaco, un día había enfermado muy grave y no podían quitarlo de ahí, vino una lluvia que desbordó el arroyo, inundando todos los caminos, y su nieto, trataba de buscar ayuda, el agua del camino arrastró a su caballo salvándose él. También hay otras anécdotas como una matanza de un jugador de fútbol, y muchos más. Lo del círculo quemado fue en otra comunidad (Ver Imagen 177), así como se puede observar monos en los montes que bajaban para robar el maíz que plantaban los lugareños.

Imagen 177

La gente de Acahay no me dijo nada sobre el tema, lo que escuché fue por radio, luego lo combiné en mi imaginación sobre el mismo terreno.

Ahora lo de los indígenas es otra cosa, porque concretamente me dijeron que vieron”. Sorprendentemente “el mosquitero volador” relatado por los ayoreos a Ysanne Gayet, presenta una increíble similitud con el que aparece en la portada de la revista francesa Lumiéres Dans La Nuit de marzo de 1981, N° 203 (Véase Imagen 178), la controversia está servida.

Imagen 178 Portada de la revista francesa “Lumieres Dans La Nuit” de marzo de 1981, N° 203.

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La estampilla o sello postal corresponde a un pequeño afiche rectangular o cuadrada, que se adhiere al sobre como un comprobante de que el envío ha sido pagado. Estos diminutos afiches contienen una imagen de motivos casi inacabables, que van desde símbolos nacionales, personajes ilustres, animales, sucesos, lugares, medios de transporte, creencias, música, poesía, hasta extraterrestres como es el caso de unas rarísimas estampillas paraguayas de 1978. Puntualmente unas dos estampillas exhibiendo un escenario fantástico habitado por seres extraterrestres alados verdinegros de rasgos insectiles, con antenitas en la cabeza, que evocan aquellas pretéritas elucubraciones marcianas de ciencia ficción, en un mundo donde sus construcciones arquitectónicas se hallan sobre el yermo suelo del planeta así como en los cielos, tal como se aprecia en la estampilla de 25 Gs (Guaraníes129), utilizado para el servicio aéreo postal (Ver Imagen 179). Imagen 179 La siguiente imagen también del Servicio Aéreo Postal (valuado en 10 Gs), se descifra como un grupo familiar de estos seres espaciales, donde los críos se sostienen de sus alas resguardadas por otros entes similares que ¿Serían los padres?, destacándose el pequeño alien del extremo derecho quien sostiene una suerte de clarinete o trompeta, en una ciudad futurística que deja entrever sobre el horizonte un planeta símil a la tierra en un cielo naranja (Ver Imagen 180).

Para muchos filatelistas (coleccionistas de estampillas) estas imágenes son un ícono a la extravagancia antes que una especulación científica, de hecho así lo es, pero suspendamos el juicio crítico por un instante y solo detengámonos a contemplar las visiones imaginativas del artista.

Imagen 180

Más allá de lo que pudieren sugerir estos cromos, son una evidente contraposición a todo lo antes visto dentro de la filatelia paraguaya, conformado en gran parte por ilustraciones de paisajes, héroes militares, costumbres, gastronomía, fauna y flora autóctonas, sucesos, música, convirtiéndose en “joyitas de colección” para quien los desee o posea.

Pero ¿Cuál sería el origen de estos? Según la “Asesoría Filatélica del Paraguay”, me informarían que las respectivas estampillas fueron impresas en Portugal por Jan Kobylański, no existiendo un 129

Guaraníes: Moneda oficial del Paraguay.

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registro de las mismas, agregando un capital detalle sobre las denominadas “estampillas oficiales”, cuales se empezaron a imprimir en el Paraguay recién hacia el año 1989, en los “Talleres de Valores Fiscales” dependiente del Ministerio de Hacienda. A prima facie cualquiera supondría lo contrario al observar en sendas estampillas el título de “Paraguay”, pero esto sin embargo no arrebata su relación con el país. Por otro lado resalta la interesante historia tras el responsable de las estampillas, Jan Kobylański, un empresario polaco-paraguayo nacido en 1923, quien durante la Segunda Guerra Mundial, estuvo cautivo por los nazis en el Campo de Concentración de Mauthausen en 1948. Finalizada la conflagración se mudó a Italia, desde donde realizó diversas actividades comerciales hasta 1952, año en que arriba al Paraguay gracias a un “Programa de Inmigración” decretado en aquel momento por el Presidente Federico Chaves Careaga130. Jan Kobylański crearía tiempo después, una de las más grandes compañías de impresiones de estampillas y monedas en el mundo. Las sorpresas apenas comienzan. Otra rareza filatélica fascinante, es aquella donde aparece el rostro de uno de los padres de la cohetería, el alemán Hermann Oberth (1894-1989), sobre un fondo espléndido de estrellas en la que una nave intergaláctica se aproxima (Véase Imagen 181), emitida en 1979. La palabra que compendia el espíritu de Hermann Oberth es “visionario”, al igual que el responsable de su pasión temprana e inagotable por la exploración espacial, el escritor francés Julio Verne (1828-1905), quien escribió como otras tantas obras inmortales e imaginativas, “De la Tierra a la Luna”, una novela adelantada a su tiempo en la narraba cómo el hombre cumplía un entrañable sueño, llegar a la Luna, mediante naves propulsadas por cohetes. Oberth profundamente maravillado, leería tantas veces aquella obra, que acabó por sabérselo de memoria. Pero no fue un mero embriago literario, sino el empujón inicial para llevarlo a la realidad. Imagen 181

En su adolescencia llegó a construir pequeños cohetes y a gestar avanzados conceptos como el de “cohetes con múltiples etapas”. 130

Federico Chaves Careaga: Fue un militar y político (1882-1978), Presidente del Paraguay durante los años 1949-1954.

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Durante la Primera Guerra Mundial ejerció como médico, abandonando esta práctica por el estudio de la física, pero su trabajo de tesis para el doctorado fue rechazado por sus “ideas utópicas”, a pesar de esto publicaría “Die Rakete zu den Planetenräumen” (Los cohetes hacia el espacio interplanetario), así como otros trabajos, en la que se describía detalladamente modos de vuelo para exploraciones espaciales. Sus ideas conmovieron a otro gran personaje de la historia, Werner Von Braun (1912-1977), un alumno suyo quien llevó a la práctica muchos de los conceptos de su maestro para la construcción del primer misil de largo alcance y de vuelo suborbital, el V-2, desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial. La mente inquieta de Hermann Oberth también apuntó para los OVNIs, tema sobre el que insistía en su necesidad de un estudio científico. En una de sus notas descubiertas, escribió lo siguiente: “Hay alrededor de 50 observaciones conocidas desde tiempo antes de la Segunda Guerra Mundial. El número de apariciones se incrementó; los aliados piensan que es un arma secreta alemán, y los alemanes pensaron que era uno de los aliados Desde 1947, los informes de testigos oculares aumentó considerablemente. Se dice por el Mariscal Inglés del Aire, Lord Dowding que ha habido 10.000 (informes) de 1953. ". ‘Las apariencias suelen describirse como discos, a veces como bolas o elipsoides. A veces sucede que estos discos se colocan una sobre la otra, la más grande en el centro, el más pequeño hacia los extremos, para formar un objeto con forma de cigarro, que luego se va volando a gran velocidad. En ocasiones testigos vieron un cigarro (OVNI) detenerse y desunirse en discos separados’”. Reeditándose otra estampilla con motivo del 90° aniversario de nacimiento del Prof. Hermann Oberth el 23 de junio de 1984 (Ver Imagen 182). Un año antes de la emisión de las “cromos extraterrestres” anteriormente presentados, el 28 de febrero de 1977 se imprimía otro sello postal de la “República del Paraguay” con la frase “Conquista futura de los planetas e investigación de la Vía Láctea y sus constelaciones”, costando 25 Gs. Retratándose a Hera, en el preciso instante que derrama su leche cuando Zeus (dios mayor y esposo de esta) apartó al pequeño Hércules que se encontraba amamantando, dando origen a la “Vía Láctea” según la mitología griega, advirtiéndose en el inferior de la estampilla, dos aeronaves, la de la izquierda sospechosamente similar a las descripciones de algunos OVNIs de forma esférica (Véase Imagen 183). Imagen 182

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El 28 octubre de 1977, se presentaba una estampilla con una vidriosa sugerencia, por un lado dos viñetas con ilustraciones de naves espaciales y por la otra, una fotografía de la famosa “Tumba de Palenque”, en honor al Rey Pakal o K'inich Janaab' Pakal, situada en “El Templo de las Inscripciones”, una pirámide maya en el Estado de Chiapas (México), ver Imagen 184. A lo largo del tiempo, el grabado que aparece en la lápida estuvo en el ojo de la tormenta arqueológica debido a una controversial interpretación que surge a raíz de una Imagen 183 comparación moderna, donde pareciese que el Rey Pakal se encuentra allí sentado maniobrando un extraño artefacto evocando un cohete, del que incluso se aprecia el fuego por la su sistema de propulsión hacia el borde derecho de la imagen. Un evidente anacronismo que bautizó a esta pieza con otro mote, “El Astronauta de Palenque”, en cambio la explicación oficial señala que solo se trataría de una representación mitológica, en la que el Rey Pakal va descendiendo al inframundo como uno de los héroes del libro cosmogónico maya, el Popol Vuh131. La cinematografía también aportaría al arte postal, específicamente las repercusiones de la película de ciencia ficción de culto “2001: Una Odisea en el Espacio” de Stanley Kubrick, inspirado en el relato “El Centinela” (1948) del escritor Arthur C. Clarke, donde se vislumbra la colosal estación espacial con formato de rueda que aparece en la película, en esta estampilla del 19 de octubre de 1970 (Ver Imagen 185).

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Imagen 184

Popol Vuh: Colección de antiquísimas narraciones sobre la creación del mundo, leyendas e historias del pueblo maya. Popol Vuh se podría traducir como, “libro de la comunidad” o “reunión”.

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Imagen 185

Toca el turno al más antiguo de todos, un curioso diseño del 04 de febrero de 1964, que celebra el “Centenario de la Cruz Roja Internacional, ilustrándose con mucha imaginación un hipotético puesto espacial de socorro del futuro de una estructura discoidal o tipo platillo volador (Véase Imagen 186).

Imagen 186

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